Los Pensamientos

17 de octubre del 2011 - Por Myriam Díaz

Hace ya un tiempito atrás sentada en mi carro mientras esperaba por mi hija, en el estacionamiento de la escuela. Estaba yo muy concentrada leyendo la Palabra. Aprovechaba el tiempo para seguir creciendo en el conocimiento y disfrute de la Palabra. El padre de un niño, que también va a la escuela de mi hija pasaba, por el lado de mi carro y yo levanté la cabeza y lo miré y sin perder tiempo continué leyendo la Biblia. El Espíritu Santo me redarguyó y me dijo: “Tienes algo en contra de él.” Le digo: "si, pero ya lo perdone" y como acostumbro a hacer, le continúo la conversación a el Espíritu Santo. "¿Qué quieres decir? ¿qué no lo he perdonado?" Me responde el Espíritu Santo: "¿Que opinas de el?"

Hubo un silencio reverente, como cuando acostumbramos cuando escuchamos la voz de Dios. A los pocos segundos cerré la Biblia y bajé mi rostro y esta vez en reverencia a ese poder magnifico que se llama Jehová. Con mucho dolor y dándome cuenta de lo lejos que estaba de la santidad, le dije al Señor: "tienes razón, pienso que el es un arrogante".

Comencé a rechazar ese pensamiento y a declarar que eso era una mentira que significaba falta de perdón y aún más, resentimiento. Guiada por el Espíritu, comencé a declarar que no quería pensar mal de ese hombre, declaraba que era un alma de Dios tal como yo, con muchas virtudes. Declaré que mi perdón era como el de Cristo, que lo veía con ojos nuevos, sin recordar lo que pasó antes. Estuve unos cuantos minutos repitiendo las verdades de Dios hasta que sentí que se engranaron en mi y que lo había perdonado totalmente. Respiré profundo y me recliné en el asiento del carro, meditando en lo profundo de un perdón.

Esto hace casi un año atrás. Esta semana pasada, leyendo por deleite la Palabra me encontré con Zacarias 8:17

Lee así: “Ninguno de vosotros piense mal en su corazón contra su prójimo, ni améis el juramento falso, porque todas estas son cosas que aborrezco, dice Jehová”.

Como una gota de agua sobre una piedra que no cesa hasta que le hace un hoyo, así golpeaba esta palabra mi corazón. "...piense mal en su corazón contra su prójimo"... tic, tic, tic golpeaba la gotita en mi corazón.

Yo sabía que el murmurar es pecado y que si piensas en adulterar es como si adulteraras. Lo que no sabía o no me percataba era que el aún pensar o formar una opinión mala de una persona afectaba mi relación con Dios, es un pecado que comienza en la mente, aunque no vocalizado, ni siquiera internalizado, de acuerdo a nuestra carne, sino algo "simple" en nuestro diario vivir. Esto está muy lejos de la verdad de Dios de acuerdo con Zacarias 8.

Así como Cristo es la base de la salvación y de mi santidad, así el enemigo establece una base en la mente para una destrucción. Esta base se llama pensamiento. Si el enemigo deposita un mal pensamiento en mi mente, es una base, piedra angular. De ahí se comienzan las paredes y la construcción de la destrucción y separación entre dos personas. Esto pasa entre esposo y esposa, padre e hijo, pastor y oveja, líder y feligrés... La destrucción llega y nunca nos dimos cuenta de como empezó.

El libro de Zacarias nos explica las bendiciones de no pensar mal de el prójimo.

Estas son: Zacarias 8:17-23

Ninguno de vosotros piense mal en su corazón contra su prójimo, ni améis el juramento falso, porque todas estas son cosas que aborrezco, dice Jehová. Recibí esta palabra de Jehová de los ejércitos:

Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Los ayunos del cuarto, el quinto, el séptimo, y el décimo mes, se convertirán para la casa de Judá en gozo y alegría, y en fiestas solemnes. Amad, pues, la verdad y la paz. Así ha dicho Jehová de los ejércitos:

Aún vendrán pueblos y habitantes de muchas ciudades. Vendrán los habitantes de una ciudad a otra y dirán: "¡Vamos a implorar el favor de Jehová

y a buscar a Jehová de los ejércitos!" ¡Yo también iré! Y vendrán muchos pueblos y naciones poderosas a buscar a Jehová de los ejércitos en Jerusalén y a implorar el favor de Jehová.

Así ha dicho Jehová de los ejércitos: En aquellos días acontecerá que diez hombres de las naciones de toda lengua tomarán del manto a un judío, y le dirán: "Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros".

Esto quiere decir que el pensar bien y estar en paz con mis hermanos no sólo me traerá a mi la bendición de Dios y su paz, sino que traerá a muchos a buscar el Dios a quien le servimos, pues Su cobertura está sobre nosotras. ¡Maravilloso!

De la misma manera que es maravilloso, puede ser triste ignorar que nuestros pensamientos pueden haber provocado la ira o el abandono de una cobertura mayor de Dios y que los demás al no ver la cobertura y bendición de Dios en nuestras vidas, lo que inspira en lugar de acercarse a Dios es alejarse.

No quise tomar esto como un menosprecio a mi hambre de Dios sino como una luz más que alumbró mi corazón y que cuando dé fruto traerá a otros a mi Dios. No solo borré de mi mente mi opinión (manera de pensar) de ese individuo, más continuo analizando mi opinión y pensamientos de los míos y aquellos que conozco.

Le doy gracias a Dios una ves más por su gran misericordia para conmigo, una pecadora sedienta de la verdad y la luz que sólo El mediante su Palabra, sabia, poderosa y que penetra a lo más profundo de nuestro corazón puede traer a mi vida y a la tuya.

Amén.

Sermon clásico #6054: Viva y eficaz

Deuteronomio 11:18 "Pondréis estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma y las atareis como señal en vuestra mano y serán por frontales entre vuestros ojos y las enseñareis a vuestros hijos hablando de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Y las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas para que sean vuestros días y los días de vuestros hijos tan numerosos sobre la tierra que Jehová juró a vuestros padres, que las había de dar como los días de los cielos sobre la tierra. Porque si guardareis cuidadosamente todos estos mandamientos que yo os prescribo para que los cumpláis y si amareis a Jehová vuestro Dios andando en todos tus caminos y siguiéndole a él."

Son promesas para hoy, mi hermano y tu caminas así guardando cuidadosamente estos mandamientos del sr que tu amas a Dios, andando en todos tus caminos y siguiéndole a él, Jehová también echará de delante de vosotros a todas estas naciones, es decir, a todos los enemigos del pueblo de Dios podríamos de decir, y desposeeréis naciones grandes y más poderosas que vosotros, todo lugar que pisare la planta de vuestros pies será vuestro desde el desierto hasta el Líbano, desde el río Éufrates hasta el mar occidental, será vuestro territorio. Nadie se sostendrá delante de vosotros, miedo y temor de vosotros pondrá Jehová vuestro Dios sobre toda la tierra que pisareis como él os ha dicho.

Diga amen. Hermanos, estamos escuchando aquí palabras de Jehová para su pueblo, Israel, en un momento clave en la historia de Israel. El pueblo había pasado 40 años en el desierto, Dios lo había sacado de la tierra de Egipto con mano fuerte, con brazo extendido, dice la Biblia, había hecho grandes milagros para ellos. 40 años había pasado el pueblo judío con todo tipo de vicisitudes y problemas y tropiezos y obstáculos. Toda una generación había muerto en el desierto, todos los hombres y mujeres que salieron de Egipto murieron con excepción de Josué y de Caleb porque habían tenido un espíritu diferente. Y todos los que habían nacido en el desierto pudieron estar vivos para entrar en la tierra que Dios le había preparado al pueblo judío, porque esa otra generación no tuvo la visión de Dios, no tuvo fe en Dios, no honró a Dios, no guardó los mandamientos de Dios, hostigaron a Dios hasta que Dios se cansó de ellos y Moisés tuvo que venir e interceder una y otra vez para que Dios no los destruyera violentamente, pero Dios dijo, por lo menos yo no voy a permitir que este género, esta estirpe entre a la Tierra Prometida, todos van a morir y solamente una nueva generación va a entrar.

Imagínense, 40 años de historia y de experiencia y de preámbulo, y de expectativa acerca de esa tierra que no estaba tan lejos, nada, era como digamos, decir nosotros estando en Cambridge como estábamos y venir a Boston, que a veces uno lee el Antiguo Testamento, hermanos, y uno piensa como que estos países de Egipto y que el pueblo salió de Egipto y estuvo en el desierto y que después cruzaron el río Jordán y entraron a Canaán, y uno está pensando como en grandes extensiones de tierra, inmensas extensiones de tierra.

Sabe usted, que estos dramas de el Antiguo Testamento se desarrollan en un territorio como del tamaño de Texas, eso es todo, ahí están todos estos países comprendidos más bien. Y en esa cercanía en realidad, pero Dios no les había dado permiso al pueblo judío para entrar a la tierra prometida, estaba dando vueltas, ahí estaban esas naciones llenas de fuerza y de poder, esperando nada más que los judíos cruzaran el río para cortarles la cabeza. Y los judíos no podían porque Dios no había movido su poder a favor de ellos para que pudieran entrar en esta tierra.

Finalmente después de 40 años de espera, de preámbulo y de tantos eventos preliminares llega el día de cruzar el río y ya está todo preparado, los sacerdotes están en sus puestos, el pueblo está detrás de los sacerdotes, Josué ha sido llamado a reemplazar a Moisés y entonces Dios llama al pueblo y les dice, ok, antes de que ustedes pasen, antes de que ustedes puedan entrar en aquello que ustedes han estado esperando durante 40 años, yo quiero hacer ciertas advertencias a ustedes y poner en claro cómo es que ustedes van a tener éxito y cómo es que se va a cumplir mi promesa en sus vidas.

Imagínense en un momento tan sublime y tan solemne y de tanta envergadura como ese, Dios lo que él iba a decir tenía que ser algo muy importante, muy clave, muy fundamental para la vida de ese pueblo, y qué es lo que escoge Dios para señalarles en ese momento tan histórico de esa nación. En el momento podríamos decir, casi de la fundación de este pueblo porque los judíos celebran su regreso a Jerusalén y la fundación de la nación judía en 1948 y para ellos ese es un día terriblemente importante.

Ahora imagínense el primer día de esa nación entrar en su herencia, y miren lo que Dios escoge para señalarles, porque eso nos ayuda a entender lo importante que es para Dios esto de lo cual yo estoy hablando. De qué les haba Dios en este momento fundamental en la vida de su pueblo? Les habla de su palabra, de guardar su palabra, de meditar en su palabra, de ingerir su palabra, obedecerla en todo, les habla acerca de en su corazón guardar la ley de Dios y amar a Jehová.

Eso iba a determinar el futuro de esa nación. Y hermanos, déjenme decirles que hoy no es diferente, lo que determina el éxito de un creyente, lo que determina el grado de bendición que el creyente recibe, lo que determina su efectividad en el Reino de Dios, lo que determina su capacidad para ser feliz y para tener éxito es su relación con la palabra de Dios. El Espíritu Santo te dice hoy de nuevo, mide tu relación con mi palabra. Cuán importante es mi palabra para tu vida? Cuando tu vienes a mi casa, qué te trae a mi casa, es simplemente un ritual social, religioso o vienes tu con hambre y apetito de escuchar mi palabra, de aprender de ella, de recibir instrucción, de poner en práctica lo que aprender, de tener una relación íntima con mi palabra y ser un hombre, una mujer que proyecte una relación de amistad íntima con mi palabra?

Esta es la diferencia hermanos, entre un creyente meramente parcial y tibio y religioso y un creyente radicalmente comprometido con el Reino de Dios. Por eso es que a mí, por más sofisticados que nosotros nos pongamos, hermanos, a mí siempre me encantará ver a la gente con su Biblia en la mano o debajo del brazo entrando a la casa de Dios, porque nosotros somos el pueblo de la palabra, hay algo importante. Pero la gente no se acostumbra que a veces hasta tienen vergüenza de que los vean con la Biblia en la mano, y perdemos este carácter, yo creo que es algo hermoso de que el pueblo de Dios, la gente lo vea con su Biblia en la mano y que nuestros jóvenes tengan sus Biblias, aunque a veces las dejen por ahí y hay que llamarlos para que la vengan a buscar. No mentira. A veces lo hacen los adultos y yo creo hay Biblias por ahí y que los dueños de ellas ni se acuerdan de que las dejaron hace tres meses.

Yo creo que es un símbolo, nosotros somos el pueblo de la palabra de Dios. Y saben ustedes algo hermanos, piensen en esto, los judíos pasaron dos mil años sin volver a su tierra. Usted ha oído la expresión de judío errante, dos mil años pasaron los hebreos fuera de Israel. En el año 75 fueron expulsados de su tierra amada y desde entonces hasta el año 1948 nunca volvieron como nación a visitar la tierra, o a estar en la Tierra Santa. Y los judíos fueron llevados por todas partes del mundo, por Europa, fueron perseguidos, fueron quemados, fueron vituperados, y dos mil años después como si nada, volvieron otra vez a coger su tierra y esa nación de Israel vivita y campante haciendo cosas increíbles.

¿Qué le ha permitido a ese pueblo durante dos mil años existir como nación y mantener su identidad cultural y religiosa? ¿Qué impidió que los judíos no desaparecieran o desaparecieran del mapa y que como tantas otras culturas que ha habido a través de la historia lo único que quedara serían documentos arqueológicos y restos de esa nación y de esa cultura, qué los salvó del exterminio cultural? Porque han tratado de exterminarlos físicamente, nazis y la inquisición y tantos otros grupos a través de la historia, ¿Qué le ha permitido a este pueblo mantenerse? La palabra de Dios. El amor al Antiguo Testamento.

Y déjenme decirle que aún los más seculares de los judíos se les ha enseñado a respetar la Biblia, aunque sea culturalmente. Yo tuve una conversación de lo más interesante con un judío, pianista, un hombre de un talento artístico tremendo. Este judíos, yo no sabía que era judío, yo sabía que era ruso, comenzamos a hablar en su negocio esta semana y en el momento me doy cuenta que el tipo es judío. Tuvimos una conversación como de hora y media y un hombre tremendamente culto, descubrí que es un pianista excelente, toca en una sinagoga judía como músico. Pero cuando comenzamos a hablar y tuve una conversación ahí, estas conversaciones profundas me comienzo a dar cuenta que este hombre no cree ni en la luz eléctrica, como dicen por ahí. Comienza a hablarme acerca del hombre que es un animal y que los animales, y hay muchos hombres que esto se le aplica muy bien, seguro, pero comienza a decirme acerca de que no hay ninguna diferencia entre los animales y la raza humana y entonces entablamos una conversación bien interesante acerca de esto.

En un momento dado cuando tuvimos bastante confianza yo lo confronté acerca de, mira, yo decía, tu eres judío, ¿verdad? Y tu tocas en una sinagoga, y me habló acerca de su padre. Su padre le enseñó la palabra, la Biblia, el Antiguo Testamento en Rusia cuando estaban los marxistas, los leninistas, los comunistas en poder. Y él me decía que su papá que era cantor en una sinagoga judía cuando él era niño le enseñó el Antiguo Testamento, le enseñó el Torá, le enseñó el Pentateuco, toda la Biblia. Y dice que él en su casa recibía la enseñanza del Antiguo Testamento y después se iba a la escuela rusa donde le enseñaban que Dios no existía, que el hombre tenía que ser ateo, que la materia es lo único que predomina y que no hay tal cosa como espíritu, es un invento de los hombres. Y este hombre, un rato estaba leyendo la Biblia y otro rato estaba recibiendo una doctrina diabólica. Y yo le decía, ¿y cuál de las dos ganó? Viendo ahora lo que ha pasado en Rusia, dónde está el imperio marxista, leninista? Donde está el materialismo dialéctico desacreditado. Mira Rusia, escombros.

Pero lo que me cautivó de este hombre es que con todo su intelecto y toda su cultura, este hombre lo dramático es que a pesar de su incredulidad total, este hombre había sido formado desde niño por su padre y aún incrédulo todavía estaba trabajando con su pueblo, tocando en una sinagoga judía y escuchando la palabra de Dios. No se había podido escapar, no se había podido desamarrar de esta herencia.

Hola Dios te bendiga, te habla el pastor Roberto Miranda. Gracias por escuchar nuestros mensajes y nos da mucho gozo saber que este programa está siendo de bendición para tu vida.

Quiero dejarte con las palabras de bendición de Moisés al pueblo de Israel. Jehová te bendiga y te guarde, Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti y tenga de ti misericordia. Jehová alce sobre ti su rostro y ponga en ti paz.

Es un privilegio para mí ser parte de tu vida, espero que sigas sintonizado a nuestro programa ‘Una cita con Cristo’. Te bendigo en el nombre de Jesús.

Y el judío de hoy aunque no cree en la Biblia como nosotros creemos en ella, o en el Antiguo Testamento, aunque sea van a la sinagoga y cantan los antiguos salmos y los cánticos hebreos y aman las enseñanzas y los relatos de la Biblia y celebran la pascua y celebran los diferentes festivales y la cultural judía a pesar de que es una cultural eminentemente secular en Israel, está amarrada a este libro. Este libro ha preservado al pueblo judío del exterminio cultural.

Fíjese el poder de la palabra que aún, es como los huesos de Eliseo que dice que cuando Eliseo murió un hombre andaba huyendo, tiraron a un muerto en la tumba de Eliseo y el muerto salió vivo, aún los huesos de Eliseo bendijeron a ese muerto. La Biblia, aún cuando es tratada como un mero documento cultural todavía bendice a los hombres, cuánto más con nosotros que la aceptamos como la palabra de Dios. A eso me refiero.

Si ese documento, es un esqueleto en las manos de los incrédulos culturales, puede todavía bendecir a la humanidad, cuánto más a nosotros que estamos comiendo de su tuétano, de su sangre, de su vida por medio de la fe. Y por eso es que, hermanos, nosotros tenemos que ser el pueblo de la palabra porque esta palabra tiene algo misterioso, algo maravilloso.

Yo he leído cientos y cientos de libros en mi vida, pero no he visto antes, si a mí me dijeron que voy a estar en una isla desierta y me dijeran qué libro tu quieres llevarte, sin titubear yo diría, denme una Biblia, porque no hay libro que bendiga como la palabra de Dios. ¿Por qué? La Biblia misma dice en Hebreos 4, porque la palabra de Dios es viva y eficaz, dice, y es más cortante que toda espada de dos filos. Dice que discierne, que divide el alma del espíritu y discierne los pensamientos del corazón. Y dice que no hay impulso del alma humana, por más íntimo que sea que la palabra de Dios no lo discierna y no lo ilumine, no lo alumbre.

El libro más psicoanalítico de toda la raza humana se llama la Escritura, aquí está el corazón del hombre estructurado, dibujado, disecado, estudiado en todas sus ramificaciones. La palabra de Dios es viva. Y por es que cuando tu te alimentas, cuando tu enchufas tu vida a la palabra de Dios tu estás recibiendo, no mero conocimiento, no mera teoría, estás recibiendo electricidad, vida, energía, poder. Porque la Biblia tiene algo que yo creo que es una configuración mágica de sus letras que cuando están unidas así y bendecida por el espíritu de Dios, cuando tu lees esa palabra y esa palabra entra por tu mente y por tu cerebro, te bendice porque es la vida de Dios misma entrando a ti. Eso no lo puede hacer ningún otro libro porque ningún hombre puede producir vida, pero Dios misteriosamente todos los secretos, todos los arcanos del universo lo ha encerrado en un libro limitado. Lo infinito está contenido en lo finito. Solo Dios puede hacer eso, ninguna otra persona lo puede hacer.

Yo creo que todos los secretos del universo están comprimidos aquí en este libro. Las computadoras hoy en día han desarrollado la capacidad para tomar la información que está dentro de ella y comprimirla de manera que un espacio limitado puede contener más información. Dios es capaz de hacer eso infinitamente. Y en este libro pequeñito, relativamente hablando, Dios ha comprimido todos los secretos del universo, toda la vida, todo el conocimiento de la raza humana, del futuro, del pasado, del presente, está en este bello, misterioso, mágico libro que es la palabra de Dios.

Por eso, por más libros que tu leas, y más ungidos que estén las meditaciones, y los relatos de los hombres la palabra, la Biblia desnuda, siempre tendrá algo que no tienen los demás libros. Nunca debe ser un sustituto, leer meditaciones secundarias, en vez de ir directamente al fruto sacado del árbol, que es la palabra de Dios. La diferencia entre comerse usted unos vegetales enlatados y comérselos frescos de la tierra, con sus minerales y sus nutrientes intactos. Nunca vaya al libro de un hombre cuando puedes ir directamente a la palabra de Dios. Los libros de los hombres son buenos, son interesantes, son intuitivos, pero la palabra de Dios tiene algo muy especial.

Y déjenme compartir algo muy personal, quizás lo he dicho antes, y lo digo como un tributo a mi madre. Algunos de los recuerdos más hermosos de mi vida son levantarme temprano por la mañana, al olor del café, en mi país la República Dominicana, como niño, y levantarme y ver a mi madre sentada en su mesa leyendo la Biblia. Yo crecí con esa imagen y la he guardado como una inspiración a través de toda mi vida.

Y a pesar de todas las vueltas ni las volteretas que ha dado mi vida, esta imagen estuvo amarrada a mí y yo a ella a través de los años, y cuando llegó el momento de Dios tuve que regresar a su llamado. Y yo todavía guardo la Biblia de mi mamá de hace muchos años, toda deshecha y descuartizada y marcada con sus páginas sueltas de tanto uso, y espero poder guardarla a través de muchos, muchos años y que sea inspiración para mí porque hermanos, hay algo maravilloso de la herencia que tu le puedes dejar a tus hijos. Yo le doy las gracias a mi madre por la bendición que ha sido a través de mi vida, la inspiración, ese apego a la palabra de Dios. Ella me ha transferido. Es una herencia que ella me ha dejado a mi y que me dejará a través de todos los años.

Mis hermanos, qué bendición más grande ustedes les pueden dejar a sus hijos que el recuerdo de un padre o una madre que amaron la palabra de Dios por sobre todas las cosas. Le podrá dejar millones de dólares y les podrá dejar títulos y otras cosas, pero ojalá que usted les deje la imagen de un padre o una madre que reverenciaron, estudiaron y conocieron y honraron y obedecieron la palabra de Dios porque esto los va a perseguir a través de la vida y aunque se salgan y den sus vueltas por ahí, lo que sea, esta imagen va a ser como un sabueso que los va a estar buscando, buscando, buscando hasta que se rindan y digan, ok, me entrego, porque dice la Biblia dice, instruye al niño en su camino y cuando viejo no se apartará de él.

Esta es una bomba de tiempo que tu pones en sus entrañas. Podrá durarse años para estallar pero un día estalla y arropa todo el ser y esta persona tiene que caer a los pies del Señor. Hermanos, tenemos que amar la palabra de Dios, tenemos que reverenciar la palabra de Dios por eso Dios le dio tanta importancia porque él sabía que lo que él les estaba dando era vida, que Dios estaba encerrando su vida, su espíritu, su revelación en la materia misma de la palabra, en el verbo mismo que él les estaba dando, le estaba dando todos los secretos y todos los nutrientes y todas las leyes del universo. Y cuando ellos entraban en relación íntima, personal, de fe con esa palabra, se actualizaba lo que esa palabra declaraba y les daba vida.

Entonces Dios les dice allí, cuando ustedes entren a esta tierra que yo les he prometida, a guerrear naciones mucho más poderosas que todos ustedes, estas naciones se los podrían comer vivos y ni siquiera se darían cuenta de que se los tragaron, de lo poderosas que son. Cuando ustedes entren a guerrear con estas naciones será mejor que ustedes lleven mi palabra con ustedes, que ustedes la amen, que ustedes la estudien cuidadosamente, que ustedes ingieran las estrategias que están dentro de ella, porque eso es lo que les va a asegurar victoria cuando ustedes crucen el río. Y va asegurarse que su vida nacional sea una vida fructífera y una vida positiva, y una vida de progreso y de bendición.

Por qué las naciones decaen? Por qué el gran imperio ruso con todo su poder y con todos sus armamentos y con su visión tan precisa y tan intensa, por qué ese imperio, la extensión del imperio ruso, usted no se la puede imaginar, miles y miles de millas, cubrir no solamente Asia sino también otros países donde alcanzaron, parte de Europa, partes de Latinoamérica, África, se extendió por todas partes, dónde está el famoso imperio ruso hoy con toda su grandeza? Escombros, destrucción, muerte, luto, arrepentimiento. Qué es la nación rusa hoy? Un país del tercer mundo. Por qué? Porque se atrevieron a levantar su orgullo contra la palabra del Altísimo, y las naciones prosperan mientras se mantienen alineadas con la revelación de Dios. Dura cosa te es dar coces contra el aguijón, dice la palabra del Señor. Dura cosa es pretender vivir la vida conforme a una estructura diferente a la cual Dios ha establecido a través de su palabra. Dios ha declarado su palabra y su palabra reverbera a través del universo. Hay círculos y hay canales secretos que rigen este universo y los hombres solamente pueden prosperar cuando operan y funcionan conforme a esas ondas secretas que Dios ha establecido para la vida humana y para el universo. El que viola eso está yendo contrario y va a tener que fracasar, va a tener que ser destruido tarde o temprano. Lo que Dios quiere es que tu te alinees a tu palabra. Y cómo te vas a alinear si no la estudias, si no la escudriñas, si no la lees? Por eso Dios les dice, por tanto pondréis estas, mis palabras, en vuestro corazón y en vuestra alma y las atareis como señal en vuestra mano, serán por frontales entre vuestros ojos, las enseñareis a vuestros hijos, hablando de ella cuando se sienten, cuando se levanten, cuando anden por el camino, cuando se acuesten, las escribirás en los postes de tu casa y en tu puerta.

Eso es lo que Dios quiere. Hermanos, vamos a renovar nuestro amor por la palabra de Dios en este día. Vamos a prometerle que vamos a ser amantes, enamorados de la palabra de Dios porque esa palabra tiene tantas cosas. La palabra de Dios da dirección e iluminación. Dice la Biblia, lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino. La palabra de Dios te dará consejo cuando tengas dilemas, cuando tengas problemas, cuando tengas situaciones difíciles, ve a la palabra de Dios, ella te dará un camino a seguir. Ella te abrirá el entendimiento, te dirá lo que tu tienes que hacer. Da dirección, da iluminación, la palabra de Dios da inteligencia y sabiduría.

Dice el salmista, la entrada de tu palabra ilumina el rostro. Muchos de nosotros no hemos ido a una escuela, somos quizás hasta semi analfabetos, no hemos ido a high school pero ¿saben qué? Muchos de nosotros parecemos profesionales y hasta tenemos doctorado porque hemos estado años en trabajo con la palabra de Dios. Uno ve como el pueblo evangélico a fuerza de estudiar la palabra va progresando, sus hijos son bendecidos, se hacen gente inteligente, que proyecta más autoridad de la que tiene en realidad según los títulos o las experiencias académicas que han tenido. ¿Por qué? Porque la palabra de Dios los ilumina, a fuerza de escuchar sermones como este, y escuchar clases, y de manejar la Biblia y de leer y de todo esto, va iluminando su rostro, parecen gente inteligente aunque no lo sean, estoy jugando. Pero te ilumina, la persona estudiada tiene algo, una configuración, es algo, el mover de una ceja, el giro de la boca, algo que expresa la riqueza que está adentra. Ustedes son ricos en la palabra de Dios, somos ricos en la palabra del Señor. Eso ilumina el rostro, da inteligencia, da sabiduría.

La palabra nos liberta de ataduras, de prejuicios, de temores. El Señor Jesucristo dijo, conoceréis la verdad y la verdad os hará libres. Los hombres viven presos de todo tipo de sicosis y de neurosis y de complejos y de temores y de angustia. Hermanos, en la palabra de Dios hay liberación, las cadenas, los yugos son quitados y la fe viene por qué? Por el oíd. Pero tu no vas a poder crecer en tu fe si tu no estás creciendo en la palabra. Cuánto tiempo pasas tu leyendo la Biblia? En la semana, cuántas veces has tomado ese libro y te has sentado con él para leerlo, para estudiarlo, para saborearlo, cuánto? No lo digo para que te sientas culpable. O sí, siéntete culpable, está bien. Lo digo para que vayas a tu casa, cuando salgas de aquí hagas un pacto con Dios de que yo voy a tomar más en serio la palabra y voy a dedicar tiempo.

Nadie tiene tiempo, yo lo sé, pero miren a veces ni tienen tiempo para respirar, sin embargo usted lo hace, verdad que sí? Porque sabe cuál es la consecuencia de no hacerlo, pues la palabra de Dios es más importante todavía. Nos ayuda a conocernos a nosotros mismos, porque eso es lo que dice, que discierne los pensamientos de las intensiones del corazón. No hay nada, los hombres y las mujeres viven en neurosis y en problemas porque no se conocen a sí mismos. La Biblia es le mejor instrumento para que uno se conozca a sí mismo.

Por medio de la Biblia tu al ver a David en sus problemas, al ver a Pedro con sus tribulaciones, y ver a Abraham con sus fracasos y a Jacob, y tu vas a conocerte a ti mismo porque te vas a ver retratado en diferentes maneras, diferentes perspectivas y vas a conocerte a ti mismo, los resortes que mueven tu alma, tu mente, tu subconsciente. La Biblia es un tremendo libro de psicoterapia, de psicoanálisis, de introspección. Cuando tu conoces la Biblia a fondo te vas a conocer a ti mismo también.

Finalmente la Biblia nos asegura el éxito en la vida. Como ustedes ven en este pasaje de aquí, Dios les dice a los judíos, si ustedes hacen esto y hacen lo otro, yo daré la lluvia de vuestra tierra a su tiempo, la temprana y la tardía, recogerás tu grano, tu vino y tu aceite, daré también hierba en tu campo para tu ganado, comerás y te saciarás, muchos de nosotros comemos y no nos saciamos, tenemos hambre espiritual, emocional, porque no tenemos la palabra de Dios. Pero Dios quiere asegurarnos éxito en la vida.

Dios siempre tiene una salida

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Hay un pasaje en la Escritura donde el Señor nos habla de que a pesar de que a veces nos encontremos en situaciones difíciles y apretadas, él siempre tiene una salida. Dios siempre tiene una salida para nosotros. Y este pasaje lo voy a usar como base, se encuentra en Segunda de Corintios, Capítulo 4, dice el Apóstol Pablo:

“…Pero tenemos este tesoro en vasos de barro ─ ve el contraste? Un tesoro y una vasija humilde, frágil, que no está a la altura del tesoro ─ tenemos este tesoro en vasos de barro para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros…”

En otras palabras, quién debe llevarse siempre la gloria? Dios. Dios muchas veces se las arregla para coordinar circunstancias y situaciones que reflejan nuestra debilidad y su poder. Y a veces Dios nos llama a hacer cosas extraordinario en situaciones difíciles, donde no parecería que podemos hacerlo porque él quiere demostrar que todo es posible para los que creen. Entonces, por eso es que nosotros tenemos que vivir… mi deseo en esta tarde es animarles a ustedes a creer en un Dios que nunca desampara a los suyos y que siempre tiene una salida para toda situación que nosotros podamos confrontar. Pablo dice:

“…El poder de Dios no de nosotros, nosotros que estamos atribulados en todo, más no angustiados… ─ miren las antítesis, las contradicciones que él establece aquí ─ … estamos atribulados en todo más no angustiados, en apuros más no desesperados, perseguidos más no desamparados, derribados pero no destruidos, llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos…”

Bendiga el Señor su santa palabra. Note ese contraste siempre entre lo negativo y lo positivo y un Dios que siempre permite que lo positivo sobrepase lo negativo. Y esa es mi deseo en esta mañana, es animarles a ustedes a creer en ese Dios todopoderoso que quiere darte a ti una salida.

Y por qué estoy hablando acerca de esto? Dios puso en mi corazón estos últimos días, hemos escogido el mes de octubre para reflexionar sobre nuestro santuario, y el hecho de que nos quedan 12, 15 meses por delante de construcción y de gastos, gloria a Dios que hasta aquí hemos visto su mano. Podemos decir, hasta aquí nos ha traído Jehová.

Y esta campaña que estamos renovando en sus corazones, como siempre aclaro, no es el producto de una crisis ni de una situación de urgencia, sino al contrario, es simplemente porque queremos mantener ese mismo paso seguro que hasta aquí hemos mantenido y como el corredor que mide sus capacidades a mitad de la carrera, y que quiere hacer durar su energía hasta el final, nosotros queremos tomar consciencia porque ustedes tienen una parte bien importante que jugar. Sus líderes tienen una parte de darles a ustedes honestidad, buena planificación, visión, energía, fuerzas, pero ustedes tienen una parte que es apoyarlos y respaldarlos y juntos podemos hacer que esa barca que yo hace un tiempo les mencioné, vieron ese ocean liner, un barco inmenso donde ese barco está pasando por un estrecho, bien apretado y yo les he dicho que así estamos nosotros en un sentido, en tiempos de dificultad económica en esta nación y en el mundo entero, con un proyecto multimillonario que parecería que no podemos llegar a él porque primero el costo lo hemos reducido a la mitad de lo que normalmente costaría.

Esta misma semana pasada el arquitecto nuestro y el dueño de la compañía de construcción que dirige el proyecto, nos decían, mira, Roberto, esto no es un proyecto no de 8 millones como tu dices, es de 9 millones de dólares, y nosotros estamos pretendiendo hacerlo por 4.3, menos del cincuenta por ciento del costo, y gloria al Señor. Al 50% del trabajo Dios ha estado con nosotros y hemos visto su mano. Gloria a Dios por eso. Eso merece un aplauso al Señor, amén.

Pero con un proyecto apretado, esa es la palabra que ustedes tienen que tener en mente, un proyecto apretado, en una situación apretada, pero nosotros creemos que Dios nos da la solución y nos da la salida. Por eso digo que siempre hay una salida para los hijos de Dios. Y yo quiero bendecirte en esta tarde, no solamente con una palabra para que te animes a continuar dando y teniendo visión y ánimo y entusiasmo para el futuro de este proyecto, sino que también quiero invertir en tu vida, con una palabra que puedes aplicar para todas las dimensiones de tu vida.

Para tu matrimonio, tus hijos, tu carrera, tu trabajo, personal, en la casa, en el vecindario, tus amistades, tu superación personal de tus emociones, tu pasado, las dificultades que puedas estar pasando en esta época en tu vida financieramente, quizás estás peleando por retener tu casa o quizás perdiste tu casa, quizás estás en una situación en que estás temeroso de que no tengas trabajo dentro de unos meses, tu trabajo están botando gente y todavía estás allí, y estás diciendo, Señor, qué va a pasar conmigo? Quizás hasta has perdido tu trabajo. O quizás estás en una situación donde no tienes tus documentos y estás pensando, bueno, cuándo se va a resolver este problema de la inmigración aquí en Estados Unidos? Y te sientes ansioso acerca del futuro de tus hijos y tu situación. Aprietos, aprietos, muchos de nosotros estamos en aprietos. Cada uno de nosotros, nuestra iglesia está en una situación apretada, pero ¿Saben qué? Dios te dice, siempre hay una salida. Amén.

Ese es el mensaje, los hijos de Dios tenemos que hacer de esa palabra un lema para nuestra vida. Yo creo, hermanos, siempre lo he dicho, mi esposa lo sabe, siempre yo digo, siempre hay una solución. Cuando yo he buscado y escarbado y tocado puertas y no veo la solución, yo digo, no, pero mi Dios todavía puede darme una salida, y sigo buscando, sigo tratando, sigo tocando, sigo pidiendo, sigo preguntando hasta que yo recibo de Dios la palabra que él me ha prometido.

Y cuando uno vive así, hermanos, aunque las situaciones sean difíciles, uno dice, no, pero mi Dios es más poderoso y me puede sacar adelante. Si yo tuviera tiempo cogería diferentes pasajes de la Escritura y les mostraría una y otra vez cómo una temática persistente de la Biblia es eso, que cuando parece que no hay salida, Dios tiene una salida.

Así al azar puedo escoger un pasaje, recuerdan cuando Eliseo y su criado estaban rodeados por el ejército de los sirios y el criado estaba temblando de miedo, porque estaban rodeados, no había salida. Y Eliseo sabía que había una salida y le dijo a Dios, Señor, abre los ojos de este cobarde para que vea lo que yo estoy viendo. Y dice la Biblia que Dios abrió los ojos espirituales de este hombre y vio que rodeando al ejército que estaba rodeando a Eliseo y su criado, había carros de fuego con ángeles que estaban protegiéndolos. Y Dios cegó al ejército sirio y Eliseo los tuvo que perdonar la vida porque los llevó como hipnotizados hasta donde estaba el rey de Israel, y se encontraron rodeados en territorio israelita. Y Eliseo ejerció misericordia y perdón sobre esta gente.

Porque Dios tenía una salida. No la veía el criado, pero siempre en el mundo espiritual hay una salida. Y por eso es que yo te animo a vivir una vida creativa, vivir una vida atrevida, vivir una vida emprendedora, vivir una vida de excelencia, atreverte a hacer grandes cosas, porque en ese camino quizás te vas a encontrar en aprietos. Cuando te atrevas a salir de la zona de confort y entres en la zona del heroísmo y de la creatividad, posiblemente te vas a encontrar en situaciones difíciles pero en ese momento tienes que decir, Dios tiene una salida para mí. El Dios que nos sacó adelante y nos metió en el desierto, él nos llevará a la tierra prometida. Amén.

El Dios que nos sacó de Egipto, aunque parece que está el mar delante de nosotros, y detrás el ejército de Egipto, él puede aún abrir el Mar Rojo para que pasemos en seco. Y ese es el problema, cuando tu te atreves a entrar en la zona de la grandeza, en el camino vas a pasar sustos y te vas a ver apretado, pero Dios te dice, no temas, siempre hay una salida.

Entonces, aquí tenemos este pasaje donde el Apóstol Pablo dice, pero tenemos este tesoro en vasos de barro. Tu y yo somos frágiles, hermano, por nosotros mismos no podemos ganar la batalla que la vida nos tira. Siempre nos falta inteligencia, nos falta fortaleza, nos faltan recursos. Los sueños grandes que Dios pone en nuestro corazón, el mensaje del Evangelio, el llamado a la iglesia a bendecir a las naciones y conquistar para Cristo, ese mensaje está encarnado y hombres y mujeres frágiles, quebradizos, imperfectos, propensos a pecar, propensos a equivocarse. Ese es un tesoro maravilloso pero está en ti y en mí que somos gente débil que quebradiza.

Ahora, qué pasa? En vez de eso avergonzarnos, dice que redunda en gloria para el Señor. Tus sueños están limitados porque tu eres limitado, pero con Dios, cuando tu logres tus sueños eso redunda en bendición y alabanza para el Dios que te sacó adelante.

Así que mi deseo es decirte, atrévete a creer. Levántate, como dice ese coro, no vivas una vida mediocre, atrévete a creerle al Dios todopoderoso. Y el Apóstol Pablo habla acerca de eso en este pasaje, acerca de que muchas veces nos encontramos en situaciones muy difíciles.

Pero fíjense lo interesante, Dios puso ese pasaje en mi corazón para animarlos a tener fe en tiempos de dificultad. Vivimos en un tiempo en que el mundo parece que está despedazándose. Guerras y rumores de guerra. Divisiones, una crisis financiera casi sin precedentes. No es tan grande como la de 1929, la gran depresión que se dio aquí en Estados Unidos y en otras partes del mundo, pero es la segunda crisis más grande hasta aquí, que se ha dado en el mundo.

Pero no sabemos todavía dónde pueda llegar, quién sabe. Quizás se arreglen las cosas, quizás no. estamos en situaciones apretadas. Y en este tiempo Dios nos ha dado un proyecto visionario para lanzarnos a él. Y por eso yo creo que Dios puso en mi corazón esta palabra, porque muchas veces nosotros cuando predicamos acerca del Dios que nos bendice, nos prospera, nos abre puertas, simplificamos demasiado las cosas y lo que yo veo en la Escritura siempre es que Dios me dice, mira, a pesar de que está en aprietos, a pesar de que te hayas metido en camisa de once varas, como dicen por ahí, a pesar de que tu propia humanidad te traicione y te haya lanzado y estás en mitad del camino, y crees que no van a venir los recursos, Dios está contigo.

Y puedes decir como dice el Apóstol Pablo, antes en todas estas cosas somos más que vencedores. ¡Aleluya! El paradigma esencial de la Escritura es que en el camino hacia la bendición pueden venir dificultades, pero siempre va a haber una salida y una solución, no que no habrá dificultades, en la vida del hijo de Dios hay cruz, hay crucifixión, pero también hay el día de la resurrección y de la victoria.

Por eso es que tu tienes que vivir creyéndole a Dios y no vivas una vida mediocre, conservadora, tímida, quedándote en lo seguro porque tu tienes que entender que cuando tu te lanzas, Dios te irá abriendo el camino delante de ti. yo me he metido en esto con ustedes, en ese proyecto, y gracias a Dios a mitad del camino ya hay menos que mirar hacia adelante en términos de gastos y peligros, pero todavía hay algunos. Pero yo siempre he dicho, aunque vinieran dificultades imprevistas, aunque que los presupuestos se hubieran excedido, aunque yo estuviera aquí diciéndole, hermanos, se subió por 500 mil dólares los gastos, gloria al Señor que no ha sido así, yo diría pero ¿Saben qué? Yo sé que Dios nos va a sacar adelante, no sé cómo pero hay una salida por ahí, hay unos carros de fuego invisibles alrededor de nosotros que están defendiéndonos.

Dice la palabra que él no permitirá que tu pie tropiece en piedra porque a sus ángeles mandará acerca de ti que te guarden en todos tus caminos. ¡Aleluya!.

Esa es la promesa de Dios para mi vida. Y por eso nosotros siempre podemos atrevernos a seguir adelante, no conformarnos con lo que tenemos, con lo seguro, porque Dios dice, yo estaré contigo. Entonces, hay una serie de antinomias, hay una serie de antítesis que el Apóstol Pablo plantea aquí, él dice:

“…. Estamos atribulados, del griego original tripomenoi, pero no estamos angustiados…”

Si usted va al griego original la idea es mucho más reveladora todavía. Yo creo que la traducción al español no está muy como la del inglés. Uno de los pocos casos en que el inglés le gana al español en la traducción. La idea del griego original es, estamos restringidos, pero no estamos estrangulados. La idea es, sabe aunque la camisa te queda apretada pero no es una camisa de fuerza. Te puedes mover un poquito. Todavía hay un espacio para que tu te muevas un poco y de ahí te puedas zafar de esa situación de aprietos.

“…Estamos restringidos, yo diría, pero no estrangulados, estrechos pero no totalmente impedidos de movernos, como que todavía tenemos opciones. En inglés dice, we’re hard pressed on every side, but not crushed. Quizás tu situación en este tiempo de tu vida sea un poquito más apretada de lo que tu quisieras, pero hermano, ese poquito de espacio que hay en tu vida, ese es tu posición de leverage, esa es tu posición de saltar hacia lo próximo.

Lo que el hijo de Dios necesita es un poquitito de espacio solamente. Alguien dijo, Arquímedes, un gran filósofo y matemático griego dijo, denme una palanca y yo moveré el mundo. Si tu tienes un lugar de apoyo con Dios, eso es todo lo que tu necesitas. Quizás no tienes todo el espacio para saltar que tu quisieras, pero un poquitito nomás es suficiente y tu puedes llegar al otro lado.

Entonces, siempre recuerda, hay espacio en tu vida, hay espacio no importa cuan estrecha esté tu situación. Miren lo que dice el Apóstol Pablo:

“…atribulados pero no totalmente estrangulados, después él dice también, estamos en apuros pero no nos desesperamos. We are perplexed but not in despair. Qué lindo en el inglés dice, me siento perplejo, estamos perplejos pero no estamos desesperados. Cuántas veces en tu vida tu has tenido situaciones que tu dices, pero dónde está Dios? por qué me ha pasado esto?

Job le preguntó al Señor, mira, pero si yo me he portado bien, yo he bendecido a los pobres, me he comportado moralmente bien, he educado a mis hijos en el temor tuyo, me busco y me rebusco y no encuentro pecado en mi vida, por qué me ha sobrevenido esta terrible tragedia? Y Dios tenía una respuesta para él.

Y yo creo que los hijos de Dios muchas veces nos vamos a encontrar en situaciones, vamos a perder un ser querido, vamos a tener un fracaso moral, nuestro matrimonio se va a despedazar, vamos a perder nuestra casa y parecería que las promesas de Dios nos fallaron. Y nosotros nos preguntamos, pero Señor, si tu me dijiste que yo podría salir adelante, si yo esa casa te di las gracias por ella y la compré con tanto sudor y la bendije y yo pensaba que tu me la habías dado y ahora me la arrebatan, dónde estás tu? Estoy perplejo.

Pero sabe lo que dice la palabra? No te desesperes. El hijo de Dios podrá estar perplejo pero no se desespera. Por qué? Porque como dijo Job, pero yo sé que mi redentor vive. Tu siempre tienes que decir, Padre, yo no entiendo mi situación, pero yo sé que tu eres bueno. Yo sé que tu eres misericordioso. Cómo le dice uno a una madre que acaba de perder su hijo violentamente? Mujer, sigue creyendo en tu Dios que él es bueno y es todopoderoso.

Cómo le dice uno a una nación que está experimentando atrocidades terribles ahora mismo, como hay tantas naciones en Latinoamérica y cómo cree uno en un Dios bueno, misericordioso, bondadoso, todopoderoso que tiene gobierno de la historia. Los hijos de Dios decimos, nosotros no tenemos la respuesta en este momento pero sabemos que Dios tiene un plan, Dios tiene un propósito y Dios es bueno y está en control del universo y de la historia. Perplejos pero no desesperados. Siempre tenemos que creer. El Señor tiene la respuesta.

Aunque llegue la noche y aunque llegue la madrugada y aunque pases una noche sin dormir y tu estés preguntándole, Señor, por qué? Recuerda que quizás cuando suba el sol ahí vendrá tu respuesta. Nunca condenes a Dios, nunca dejes de creer en el amor, la misericordia de Dios, y en su momento, si tu bendices la mano de Dios que te ha golpeado, Dios te acariciará con esa misma mano y te bendecirá y te dará la respuesta que tu necesitas.

Los hijos de Dios aunque no todo haga sentido creemos que Dios tiene una explicación, estamos en apuros, estamos perplejos, es la idea en el griego original, estamos perplejos pero no estamos en desesperación. En inglés dice puzzled but not utterly perplexed. Perplejos pero confiando en que hay una respuesta.

Y después el Apóstol Pablo dice, estamos perseguidos pero no estamos desamparados. We are persecuted but we are not foresaken. En otras palabras, cuantas veces nos hemos sentido que el enemigo está pisándonos los talones. Como pastor muchas veces yo he sentido el aliento maloliente de Satanás detrás de mi vida y hay momentos en nuestra vida en que sabemos en que mi familia está en guerra espiritual.

Hablaba con un hermano ayer mismo y me hablaba acerca de su lucha con una adicción, veintipico de años que había vencido su problema y recientemente tuvo una recaída y examinamos diferentes aspectos de su vida, y al final yo le dije, mira, puede haber muchas cosas, circunstancias, cosas que tu no entiendes en tu propia psiquis, pero al final de cuentas a Dios le gustaría tomar un hombre que tiene ya veintipico de años libre de una adicción que está siendo de bendición a su comunidad, los ojos de la iglesia están agradecidos por la bendición que está trayendo a su vida y a su matrimonio, y a Satanás le encantaría derribar a ese hombre para que ruede por el suelo y la comunidad de Dios diga, dónde está Dios?

Así que tu tienes que estar alerta. Hermanos, tenemos que estar alerta porque cada hijo de Dios está en guerra espiritual, lo sepa o no. el enemigo quiere perseguirnos y eso es una parte de la lucha del hijo de Dios, pero Dios dice, sabes qué? Aunque el enemigo esté, dice la Biblia, que aunque se levante como río el enemigo, Dios hará barrera entre tu y él.

El salmista David dijo aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno. Por qué? Porque tu estarás conmigo. Tu no estás desamparado. Dice la Biblia, aunque un ejército acampe alrededor de mí, no temerá mi corazón. Aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado. ¡Aleluya!

Aunque estés en lucha, en batalla, en dificultades, cree que Dios nunca te desamparará. Dice, no te dejaré ni te desampararé, por si acaso no creíste lo primero. No te dejaré ni te desampararé, dice el Señor.

Sí, tenemos oposición y persecución pero no estamos sin defensa. Y finalmente, el Apóstol Pablo dice, sí, quizás estamos derribados también, usted ve la progresión? Quizás estás en aprietos, Dios está contigo. Quizás estás perplejo, Dios está contigo. Quizás estás perseguido, y casi te van a destruir, pero Dios está contigo. Y finalmente, quizás el enemigo Dios permita que te toque porque Satanás nunca puede entrar a esa dimensiones íntimas de un hombre o una mujer de Dios, sin tener que pasar por el toll booth, por la puerta de entrada de Dios. Dios a veces misteriosamente permite que lleguemos a situaciones apremiantes en nuestra vida.

A Job se le permitió ser tocado. Dios le permitió a Satanás que tocara a Job en muchas maneras, perdió sus hijos, perdió su fortuna y llegó hasta el punto de perder su salud, pero Dios le dijo, pero no toques su alma, le dijo a Satanás.

Hay veces que por formas misteriosas, aunque tu creíste, oraste, ayunaste, te portaste bien, a veces, tu te vas a encontrar en una situación en que diste un resbalón y caíste. Perdiste la casa, perdiste la salud, te dieron un diagnóstico fulminante, perdiste tu matrimonio, quizás tuviste un fracaso en alguna manera en tu vida, quizás hubo algo que tu dijiste, pero, guau, yo nunca pensé que yo pudiera llegar a ese punto de destrucción y de sufrimiento en mi vida. A veces el diablo nos da un golpe de esos que nos tumba, pero sabe lo que dice el Señor? Que aunque tu estés derribado no estás destruido.

Dice, estamos derribados pero no destruidos. We may be cast down but we’re not destroyed. We may be knocked down but we’re not knocked out. There’s a difference. Puede que te tumben pero, dice la palabra que Dios te levantará. La palabra usa la imagen de un boxeador, puede que a un boxeador le den un golpe y caiga a tierra, pero hay que contar hasta 10 y si se levanta antes de los 10 todavía puede darle carpeta al diablo. Amén. Así que los hijos de Dios, mira, puede que te tumben y tengan que contar, 1, 2, 3, 4, 5, 6, pero tu te levantas antes de que te den el knock down completo. Amén.

Esa es la palabra de Dios para nuestra vida. Siempre hay una solución. Siempre hay una salida. Aunque tu llegues al extremo en tu vida ese tiene que ser el lema de tu vida: Dios está contigo. Hay una progresión y por eso, yo voy a terminar, tengo ¾ partes de mi sermón, pero ya no los quiero cansar, no les voy a dar indigestión porque yo creo que hay bastante allí para que nosotros ya podamos comer espiritualmente.

Quiero invitar a los músicos, pasen por acá. Mis hermanos, qué tiene esto con ver con dos cosas, tu vida y nuestra iglesia? Con nuestra iglesia, estamos en aprietos, como decía, estamos emprendiendo algo noble, serio, creativo, algo que yo creo que debe captar la imaginación de toda la ciudad, inclusive, un grupo de inmigrantes, ninguno de nosotros, como dice el Apóstol Pablo, somos ricos, aquí no hay, que yo sepa, y si lo hay, por favor identifíquese al final del servicio, un chief executive officer de una gran corporación, porque yo le voy a preguntar por qué no ha dado ya ese millón de dólares que necesitamos.

No, pero sabe qué? El Apóstol Pablo dice, no hay entre ustedes grandes potentados ni gente con mucho dinero, nosotros no somos una iglesia como hay tantas iglesias, que 3 ó 4 personas pueden dar entre ellos 10 millones de dólares. No, pero gloria a Dios, al Señor le encanta trabajar a través de gente ordinaria como tu y como yo. Al Señor le encanta trabajar a través de un pueblo que la gente dice que somos carga para esta nación, pero Dios dice, ustedes son bendición para este pueblo. ¡Aleluya!

Mientras que las grandes iglesias y los grandes poderes muchas veces hay que estrujarlos para que suelten algo, a ustedes en el nombre del Señor uno los toca y sale miel de ustedes en el nombre de Jesús.

Recuerda, nosotros tenemos una gran nube de testigos alrededor de nosotros. Nosotros podemos ser de inspiración a mucha gente. Dios nos ha llamado a algo grande. Dios ha llamado a esta comunidad así como a tantas otras comunidades en nuestra ciudad para dar un ejemplo de que la gente supuestamente pobre, los que están del otro lado del muro, Dios se goza en trabajar a través de ellos.

Yo creo que Dios tiene grandes destinos para cada uno de ustedes, hermanos. El límite está en ti no en Dios. Dios ha sembrado grandeza dentro de ti. Y Dios dice, no te dejaré ni te desampararé. Yo abriré el Mar Rojo delante de ti, no te quedes en Egipto, no te quedes en la pobreza, no te quedes en los sueños pequeños, no te quedes en lo seguro, no te quedes en tu pasado familiar donde no hay nadie que haya sobresalido, tu rompes brecha, tu eres es el principio de la grandeza en tu familia, tu tienes que vivir a la altura del llamado y la dotación de Dios en tu vida.

Y qué si ahora mismo hay sequía en el mundo, Dios abre sendero. Dios abre agua en el medio del desierto. Dios hace brotar agua de la peña, dice la palabra de Dios. por eso es que te puedes atrever a caminar en el desierto porque Dios tiene una respuesta. Hay pozos que están debajo de la tierra que Dios puede usar para darte agua mientras estás en el desierto, aunque tu barca esté en aprietos Dios está contigo.

En última instancia, hermano, mire, a mí ni me interesa tanto en este día animarlos en términos del proyecto que tenemos por delante, sabe por qué? Porque si yo te puedo ayudar a creer que el Señor te acompaña cuando tu haces cosas heroicas, lo otro vendrá por añadidura. Lo que necesitamos es creerle a Dios, lo que necesitamos es creer, voy yo a vivir una vida mediocre, pequeña, considerando solamente lo que tengo a la mano. Voy yo a vivir en lo cómodo, en lo que conozco, en el pasado familiar, mi pasado nacional, mi condición de indocumentado, mi condición de mujer que no fue a la escuela, que solamente fui siempre una ama de casa, o voy a creerle a Dios por cosas grandes, me voy a meter a la universidad, voy a aprender inglés, voy a aprender a usar la internet, voy aprender a usar una computadora, voy a aprender a usar un Ipad, el Señor es poderoso para hacerte salir adelante.

Créele a Dios. Atrévete a creer cosas grandes. Lánzate a lo máximo porque Dios te ha llamado a la grandeza y siempre hay una salida. Dios te bendiga. Vamos a ponernos de pie en el nombre de Jesús.

Darle al Señor. Yo te pido que ahora mismo tomes por un momento, hermano, métele ahí el acorde más poderoso que se te ocurra en tu mente, créele a Dios. Vamos a creerle al Señor. Vamos a confesar grandeza en esta tarde. Dios nos llama a la grandeza.

Yo les quiero ver a ustedes en 5 ó 10 años superándose más allá de lo que ustedes piensan. Sus hijos estudiando, usted superándose, usted haciendo cosas grandes y extraordinarias, nuestro templo construido, todo lo que necesitamos para una iglesia poderosa, ¡Aleluya!

El pueblo de Dios dándole un ejemplo al mundo de un pueblo vencedor, porque tiene el poder de Dios a su favor. Esto es lo que Dios nos ha llamado a creer. Confiesa esto en esta tarde. Di, Dios está conmigo. Dios es poderoso dentro de mí. El que resucitó a Jesús de los muertos se mueve dentro de mí. Y yo estoy destinado a la grandeza.

Siempre hay una salida. Gracias Señor, declaramos bendición sobre tu pueblo. Creemos en un Dios poderoso. Creemos en un Dios fiel. Creemos en un Dios que nos ha llamado a la grandeza y te damos gracias por tu palabra, Señor. Tu no eres hombre para que mientas ni hijo de hombre para que te arrepientas. ¡Aleluya! Gloria al nombre de Jesús. ¡Aleluya! Dale gloria al Señor. Dale gloria al Señor. Declara la grandeza de Dios. Padre, no dejes caer una sola palabra a tierra que tu pueblo sea bendecido y edificado por la palabra que ha sido declarada en esta tarde sobre sus vidas y sus espíritus, sobre este proyecto también, en el nombre de Jesús. ¡Aleluya!

El pueblo de Dios dice, amén. Gloria al nombre del Señor. Bendito sea su nombre.

Con vista previsora para una provisión

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Quiero invitarlos a abrir sus Biblias en el libro de Primera de Crónicas, Capítulo 28, versículo 20. Tomé este versículo porque había muchos versículos para tomar, pero tomé este porque ya se me venía la hora encima de llegar aquí, no hallaba cuál de todos leer, pero yo creo que este de alguna manera refleja lo que hoy día el Señor nos está trayendo. Yo le puse a este sermón basado en esta historia que hay aquí en el Libro de Crónicas, partiendo desde el Capítulo 21 la necesidad de una iglesia que sea previsora para una provisión.

Yo no sé si sonará bien el título, pero no se me ocurrieron otras palabras en español, ya se me está olvidando el español a veces. Así lo vamos a leer en el nombre del Señor Jesucristo:

“…Dijo además David a Salomón, su hijo, anímate y esfuérzate y manos a la obra, no temas ni desmayes porque Jehová Dios, mí Dios, estará contigo. Él no te dejará ni te desamparará hasta que acabes toda la obra para el servicio de la casa de Jehová…”

Debiéramos haber explotado en ¡Aleluya! Gritos de júbilo, aplausos, gloria a Dios, chofares, todas esas cosas deben estar sonando. Mira ahí. Gloria a Dios. ¡Aleluya!

Quiero decirle que no nos habíamos puesto de acuerdo con el hermano Roberto en nada de esto. Todo es por obra del Señor. Quiero aclarar un poquito. Estaba leyendo estos Capítulos y me parecieron muy interesantes. Creo que la iglesia del Señor en estos tiempos debe aprender a ser previsionaria. La palabra más común puede ser precavida, precavidos. La otra palabra puede ser muy atentos a las circunstancias.

Y en relación a este mes tan especial que la iglesia, a través del pastor Roberto y a través de los líderes pastorales de cada uno de sus pastores y líderes, están proponiendo motivarnos para que podamos seguir adelante en este proyecto que el Señor ha puesto en el corazón de cada uno aquí en la iglesia, específicamente en el corazón de nuestro pastor, de levantar ese edificio.

Sabe, me vino a la mente hace algunas semanas una idea. Muchas veces el hijo de Dios en estos tiempos se ha olvidado de ser previsor. Para muchas cosas, no solo por el momento económico que a lo mejor la iglesia hoy día necesita de parte de cada uno de nosotros, sino como modelo de vida, nos hemos acostumbrado a no ser previsores. Es muy fácil hoy día para evitar a lo mejor esperar un tiempo en conseguir alguna cosa que necesitemos para nuestra casa, mejor nos endeudamos, mejor pedimos una tarjeta de crédito.

Es mucho más fácil comprarlo ahora que estar ahorrando. Hay un modelo en nuestra vida que se está repitiendo, cuando estamos en el mundo y lo traemos a la iglesia. No dejamos que el Señor comience a sanar algunos hábitos en nuestra manera de vivir.

Este modelo de no ser previsores es un modelo que se lleva en todo el mundo y la iglesia ha entendido que muchas veces es mejor, a lo mejor endeudarse, y estoy hablando de iglesia, nosotros personalmente, no como estructura denominacional u organizacional. Estoy hablando de que muchas veces nosotros erramos la manera de cómo hacer que Dios se glorifique en nuestra vida bendiciéndonos.

Nosotros ayudamos al Señor con diez cuotas sin intereses. Lo ayudamos a que nos regalen alguna cosa, pero nosotros nos adelantamos a lo mejor firmando un papel y quedamos endeudados. La falta de previsión de nosotros como hijos de Dios, ha llegado hasta ciertos niveles de que algunos hijos del Señor ya deben estar cerquita de la bancarrota si es que ya no están. No hemos aprendido a ser previsores en un país como este, tan consumista, donde tu ganas para gastar. Y si no tienes para gastar, yo te presto. Si no te gusta ahorrar, no importa, con los pagos mínimos ya tienes lo que quieres.

Hay una conducta en el modelo mental del hombre, de no ser previsor acerca de su futuro. Y a mí me provocó una gran ansiedad estos Capítulos. El concepto de prevenir, un concepto en el diccionario español dice, preparar, disponer con anticipación, apartar, anticiparse. Y eso nos enseña a nosotros a que la iglesia debe estar enmarcada en un modelo previsor. Qué significa provisión en un concepto bien corto? Es la providencia o la disposición conducente al logro de algo.

Hay una conexión entre ser previsor y la provisión. Para conseguir algo en algún futuro cercano o mediano o a largo plazo necesitamos aprender a ser previsores. Necesitamos comenzar a guardar antes, necesitamos comenzar a protegernos antes, no solo en el tema del dinero, sino también en nuestra manera de vivir.

Y quiero llevarlos a Primera de Crónicas, Capítulo 21, esto está en el Antiguo Testamento. Hoy día en un mundo donde parece que nada es de nosotros aunque lo tengamos en nuestro poder, parece que nada es de nosotros. La casa le pertenece al banco, el auto le pertenece al dealer, su vida, mi vida puede estar vendida a cuántos financistas por ahí, llamadas tarjetas de crédito, Visa, Mastercard. Algunas quieren tener unas que dice Gold, Platinum, para que sea la diferencia. Ya Visa y Mastercard ya es para otro tipo de gente, de otro nivel, son de los mil para abajo. No, yo quiero tener de los 5 mil para arriba. En un mundo donde parece que fuera de nosotros algo, pero en definitiva no es nuestro, sabe ese modelo de vida aún lo traemos a la iglesia.

Cuando llegamos a la iglesia muchas veces por el sistema político, por el sistema social y económico muchas veces ni siquiera viviendo aquí, nos sentimos de aquí. porque en cualquier momento me voy, me ofrecen una oportunidad de trabajo allá en Alaska y me voy a trabajar con los osos polares. O me voy allá a la Antártida y tengo de compañero o de secretaria o secretario un pingüino. Estamos en ese movimiento, el mundo se mueve tan rápido. Usted se compró un laptop hoy día en mil dólares, una computadora personal en mil dólares, ya mañana le cuesta 200. Ya no lo puede devolver, lo castigan con un 15 por ciento. El mundo cambia, el mundo se mueve, el mundo es inconstante aunque la tecnología ha dicho lo contrario, pero ese es un modelo de vida que ha llevado a nosotros, nos ha enseñado a ser inconstantes. No sentimos mucha responsabilidad, no sentimos mucho compromiso. No lo sentimos parte de…

Es un modelo donde tu tienes un vecino pero no sabes cómo se llama. Y te da lo mismo aprenderse su nombre al final. Sabe, necesitamos crear en el camino del Señor un modelo previsor. Sabe para qué? En favor de la provisión del Señor, en favor de lo que el Señor está mostrándonos de lo que tenemos que hacer. No solo en construir un edificio sino en nuestra vida.

Si yo quiero vivir largos días además de obedecer al Señor y respetar a mis papás, como dice el mandamiento, debo tratar de adelgazar un poco porque sino muchos largos días no me van a quedar. ¿Sí o no? No puedo ponerme a adelgazar cuando tenga 60 años, ya será un poquitito tarde. No puedo yo sanar mis finanzas si me estoy endeudando cada día más buscando tarjetas de crédito por todos lados. Busco esas sin intereses, termino pagando todos los intereses al final porque no pagué nada.

Son modelos de vida que a la iglesia están perjudicando, están dañando. ¿Saben qué? En Primera de Crónicas, Capítulo 21 versículo 18 al 30 ahí hay un relato histórico interesante acerca de una palabra que el Señor le da a David a través de un profeta. Y David hace propia esa palabra y estructura una manera tan enérgica, tan apasionada de poder, de una vez por todas, establecer un lugar para adorar al Señor de una manera permanente, en un lugar fijo.

Sabe, David, yo creo que estaba cansado de andar transportando el arca, el lugar donde estaba la presencia del Señor, hasta un amigo se le murió ahí. Se le murió el amigo. Él estaba con pesar, estaba cansado de tener que proteger el arca, de que se lo llevaban los filisteos y ellos la recogían, y venían los filisteos y se la llevaban, y ellos… estaba cansado, yo creo, David, estaba estresado.

Y hay una referencia bíblica interesante en este Capítulo. Sabe por qué? Porque David entiende el mensaje del Señor, entiende que el Señor quiere un lugar establecido donde definitivamente se haga el lugar donde se iba a adorar al Señor como pueblo. Sabe qué? Muchas veces nosotros, aún no definimos el lugar en nuestro corazón donde se va a adorar y a bendecir el nombre del Señor.

La iglesia, los hijos del Señor están simplemente caminando de un lugar para otro, esperando que la bendición no se les escape, esperando que la bendición no se las roben, pero no hemos establecido un lugar, no hemos declarado, no hemos comprado, no hemos pisado ese lugar en nuestro corazón y decir, en este lugar en mi vida se va a levantar el altar para adorar y bendecir el nombre del Señor.

David estaba ansioso porque se levantara algo que declarara las grandezas del Señor. Quiero invitarlos a leer el versículo 24, Primera de Crónicas, Capítulo 1, versículo 24:

“…Entonces el rey David dijo a Ornán, no, si no que efectivamente la compraré por su justo precio porque no tomaré para Jehová lo que es tuyo, ni sacrificaré holocausto que nada me cueste…”

Sabes, esa es una expresión muy sublime de David. Aún así David reconocía que aunque el Señor se la podía haber dado, él era el rey, el hombre se la podía dar porque no se le podía negar al rey. Muchas veces nosotros esperamos cosas gratis, todo gratis, ojalá que sea gratis. La primera pregunta cuando alguien nos ofrece. Cuánto vale? o es gratis? Y traemos eso a nuestra vida espiritual.

Sabe, el Señor quiere que aprendamos a pagar un precio justo para disfrutar de su presencia, insisto no es solo dinero, es un modelo de vida, es una manera de ver al Señor. Esta historia es tan apasionada, si usted puede leerla con tranquilidad en su casa.

Pero aquí yo veo ciertas características que son necesarias que nosotros podamos visualizar. Debemos considerar que nuestra vida, nos debemos sentir parte de un proceso. Cuando David recibió esas palabras del Señor a través del profeta, sabe lo que sintió David? Sabe lo que yo veo aquí? que él se sintió que era parte del proceso al cual Dios lo estaba llevando, no era ajeno. Muchos de nosotros nos sentimos ajenos al proceso al cual Dios llamó o puso en la visión del líder, del pastor, o de nuestra vida incluso.

Si el Señor te dice que no fumes más, Señor, será verdad eso? David se sintió parte, se sintió incorporado en este proceso por lo tanto, cuando él se sintió incorporado en el proceso él dice, no, no me regales eso. Tu puedes hacerlo pero yo te voy a pagar lo justo, porque a mi Dios yo le voy a dar lo mejor. No es gratis. No es porque me conviene a mí sino porque yo me siento parte de ese proceso en el cual Dios nos va a llevar.

Ya David sabía que su destino no era él levantar el templo. Pero si el Señor le dio la oportunidad de verlo, sabe por qué? Porque él se sintió incorporado, él estaba incorporado en este proceso.

Qué bueno es sentirse incorporado, ser parte de un proceso que cuesta, que cansa, que a veces son lágrimas, que a veces son horas de voluntariado, que a veces son tiempos, a veces que las cosas no salen, pero cuando somos parte del proceso sabemos que la previsión que yo estoy haciendo hoy día es en favor de la provisión que el Señor está dando para el futuro.

No podemos presentarle a Dios sacrificios que no nos cuesten. Si el sacrificio no te cuesta, eso se llama ser religioso y los religiosos no llegan muy lejos. Es más, cuando se cansan se van. Sabe? Es necesario crear un ambiente en la iglesia del Señor, un ambiente de que somos parte del proceso.

A lo mejor usted está pensando si poder incorporarse a este gran proyecto de nuestra iglesia. El Señor quiere que lo hagas. El Señor quiere que no mires de lejos, que te incorpores, que digas yo voy a estar ahí. Si tengo que venir un día a levantar una piedra, una madera, lo voy a hacer. Si puedo aportar con dinero, lo voy a hacer. Si puedo aportar con mi experiencia, con mis conexiones, lo voy a hacer. La previsión que el Señor te ha dado es en pro de la visión que el Señor le ha dado a esta iglesia.

Es necesario que entendamos eso. En Primera de Crónicas, Capítulo 22, versículo 14, quiero invitarlos a leer este Capítulo, Primera de Crónicas, Capítulo 22, versículo 14 dice:

“…He aquí yo con grandes esfuerzos he preparado para la casa de Jehová 100 mil talentos de oro y un millón de talentos de plata y bronce, y hierro sin medida porque es mucho. Asimismo, he preparado madera y piedras a lo cual tu añadirás…”

Es otra interesante característica que David nos enseña y nos revela en esto. Usted puede encontrar muchas más. No solo la necesidad de ser parte de un proceso, sino el incorporarnos al proceso le va a dar aún más fuerza. Es interesante porque este versículo lo podemos asumir de muchas maneras. No solo se conforme en el español tradicional, bien simple, no solo se conforme con diezmar y ofrendar lo justo, lo que la ley dice, porque ya eso se está usando para la obra del Señor. No diga, yo ya doy mi aporte y con eso se la arreglarán, levantarán un edificio bonito y me darán un asiento en primera fila, porque ya lo que usted está dando están siendo usado, aún ahora en el crecimiento de la obra del Señor, en la extensión del reino.

El sentirnos partes del proceso nos lleva a incorporarnos, a entender que somos parte, que esta parte transformará una comunidad, transformará una familia, transformará la vida de un niño, de una mujer, de un hombre, de un adicto a las drogas, al alcohol, a la pornografía, de un político, de una asistente social, de un doctor, de un profesional, lo que el Señor nos está llamando es a involucrarnos en el proceso porque él mostrará su gloria a través de lo que nosotros podamos proyectar por la obra del Señor.

Debemos entender que somos un cuerpo, y usted no anda en otros lados. Hay muchos de nuestros hermanos hoy día que quisieran estar con nosotros, en otros estados, se ha levantado una persecución grande contra la población inmigrante hispana, aunque son leyes antiinmigrantes como para todos, esas leyes tienen nombre y apellido, son de México hasta Sud América.

Sabe, muchos de ellos probablemente se sentían parte de sus comunidades de fe y han tenido que salir corriendo de las ciudades. Saben, yo quiero invitarlos a que se sientan que no es solo un instrumento más, un número más, no es una ovejita a quien se le está sacando la lana como algunos tienen por costumbre. Alguno conoce el término lana?

Hay algunos que engordan a las ovejitas solo para sacarles la lana. Sabe, el Señor quiere una iglesia comprometida con su obra. El Señor quiere una iglesia comprometida. La verdad es que no debe haber nada en nuestras vidas que nos impida ofrecer al Señor lo que él nos pida. El ejemplo de Abraham y de Isaac. Sabe, en el Capítulo 29, en el versículo 3 y aquí viene esa milla extra, aquí viene este sentido de decir, Señor, todo lo que yo tengo ni siquiera me pertenece, es tuyo. Todo lo que tu me permites administrar, todo lo que tu me permites tener, no es porque realmente yo me lo merezca, sino es porque tu me has bendecido. Y este es el versículo que captó mi vida, y este es el versículo que me ha enseñado a entender que ser previsionario va a ayudar en la provisión de la obra del Señor.

Mire, además de los diezmos de David, además de las ofrendas que se daban los miércoles, además que la ofrenda que él daba en la célula, o en algún ministerio donde él estuviera, fíjese lo que dice el 29:3,

“… Además de esto por cuanto tengo, mire la palabra que usa, mi afecto…”

Yo estoy enamorado de mi Dios. lo que Dios me pida, eso se lo doy, incluyendo mi vida, sino pregúntale al pastor iraní que está a punto de ser colgado, pero eso será testimonio para que ese país se vuelva al Señor.

Tengo mi afecto en qué? En mi carro? En mi casa? En la cantidad de cuartos que tengo en mi castillo? En los caballos tan preciosos? Ustedes saben que los caballos eran más importantes que las mujeres en ese tiempo. De verdad. eso era así.

“….Por cuanto tengo mi afecto en la cantidad de anillos que tengo puesto? En los títulos que saqué en la universidad? O en la cantidad de cabezas que tengo colgadas en mis paredes de tanta guerra, de tanta sangre que he derramado? Eso es una palabra tan profunda, es una expresión tan alentadora, es una expresión tan de, tu eres el soberano y yo tu siervo. Tuyo es todo.

“…Por cuanto tengo mi afecto en la casa de Dios…” de quién? No, el mío. No, mío. No, mío. No, no es suyo, es mío. Sigue siendo mío. Las mujeres están peleadoras, digo yo.

“…en la casa de mi Dios yo guardo en mi tesoro… ─ dónde? ─ …particular….”

Sabe lo que está diciendo ahí? Además de que yo sé que diezmo y que me dan todos los años la carta de los diezmos para declararla, además de que yo ofrendo y le doy a los pobres, y doy a las misiones, aún así el Señor me ha permitido y me ha bendecido, y me ha prosperado, que aún de esos tesoros particulares, personales que lo tenía para irme a las Bahamas una semanas, o al Caribe, o a algún viaje por el mundo, o a algún de Estados Unidos donde todo me lo lleven al cuarto y yo no tenga que… que ojalá me echen viento con unas palmeras por ahí. Todo eso, todo eso que puede representar el tesoro, mi educación, mis influencias, mi bienes materiales, ese es mi tesoro particular de mí tesoro particular.

“…Oro y plata, que además de todas las cosas que he preparado para la casa del santuario, he dado para la casa de quién? De mí Dios…”

Señor, te adoramos. Eso no significa tener falta de fe, significa que tenemos que hacer nuestra parte, porque Dios ya ha prometido hacer la de él. Y esto nos demanda un esfuerzo más en nuestras vidas y en favor de la comunidad donde estamos. A lo mejor usted dirá, David era rey, cómo no iba a guardar algunos tesoritos particulares.

Mire, el gran principio de dar, una de las grandes enseñanzas del dar está en Segunda de Corintios, Capítulo 8. Para aquellos que no se sienten que no tienen ni siquiera ni un alambre de adorno, que a lo mejor nos ponemos un staple en la oreja nomás, no nos alcanza para más, mire lo que dice:

“…Asimismo hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a la iglesia de Macedonia, que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su qué?...”

Así que en el reino del Señor no hay pobre que no pueda ser generoso. Los ricos están obligados, pero los pobres pueden ser generosos con el Señor.

“… pues doy testimonio de que con agrado,─ con qué? ─ Con agrado han dado conforme a sus fuerzas, ─ y qué más? ─ y aún más allá…”

“…Más allá de sus fuerzas, pidiéndonos con mucho ruego que les concediésemos el ─ qué? De qué? En qué? ─ en este servicio para los santos…”

No solo es un modelo para a dar, es aprender a vivir porque el Señor no se queda corto contigo ni con nadie. El Señor ha sido tan bueno con nosotros. Gracias Señor.

“…Y no como lo esperábamos sino que asimismo se dieron primeramente al Señor y luego a nosotros por la voluntad de Dios….”

Amén. Quiero invitarlos a que aprendamos a ser previsores para la provisión del Señor. Es un desafío, no es fácil en estos tiempos, pero aún así el rey David, cuando usted comienza a leer estos Capítulos del libro de Crónicas, se va a dar cuenta que hay una oración al final del Capítulo 29, versículo 11 y quiero invitarle a que cierre sus ojos, no lo lea, cierre sus ojos, yo se lo voy a leer, dice:

“…Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor, porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino y tu eres excelso sobre todos. Las riquezas y la gloria proceden de ti y tu dominas sobre todo. En tu mano está la fuerza y el poder y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos. Ahora pues, Dios nuestro, nosotros te alabamos y lo loamos tu glorioso nombre. ¡Aleluya!...”

Gracias, Señor, porque tu quieres sanar a tu iglesia, Dios, y quizás en estos tiempos tan especiales en nuestra Congregación, necesitamos ser exhortados, ser animados, primero a entender que todas las cosas son tuyas y provienen de ti, y que nos has dado la inteligencia y la sabiduría para aprender a ser previsores.

Señor, yo siembro en el corazón de cada uno de mis hermanos el hábito de ser previsores para el futuro de tu obra que hoy día muchos de ellos que pueden tener, abrir una cuenta de ahorro, o tener ahí guardados en un sobre, Señor, una cantidad de dinero para la obra tuya, o que sean previsores, Señor, porque tu, Señor, estás llamando a cada uno de ellos a predicar tu Evangelio, que sean previsores, Señor, en la enseñanza, en aprender de tu palabra. Que sean previsores, Señor, en guardarse como hijos tuyos, que te teman, Señor.

Señor, quizás en este tiempo especial de nuestra Congregación, Señor, necesitamos un empuje que tenga que ver con rendir todo delante de ti, pero la vida sigue, Dios y aún así necesitamos aprender a guardar los espacios que tu quieres que guardemos para que tu te glorifiques en nuestra vida.

Señor, gracias, porque tu has sido bueno. Gracias, Señor. No es por nosotros ni para nosotros, es por ti y para ti. Vamos a ponernos de pie, vamos a cantar este cántico que está tocando mi hermano. Gracias, Jesús.

 

 

El conforta mi alma

10 de octubre del 2011 - Por Myrza Marilys Lassús

Salmo 23

Dios obra por senderos misteriosos. Y cuando digo, “senderos misteriosos” hablo de un número de eventos que uno detrás del otro, cuando se mira bien de cerca, podemos decir, “Wow, de verdad que cuando uno es hijo de Dios (una oveja del Pastor Eterno), El nos guarda y nos protege de situaciones que podrían afectarnos tremendamente.

Yo tenía unos planes para hoy. Pero, me puse a escuchar un mensaje que me habló de una manera extraordinaria. En esta semana, tuve una experiencia reveladora. Reflexionando en el concepto del gozo del Señor en nuestras vidas y Su soberanía, entendí que desde que mami murió, se me ha hecho bien difícil poder orar por mis necesidades, mis peticiones, mis planes, mi futuro o por otra persona. Es así que aún ahora mientras escribo, se me hace un taco en la garganta. Me crié viendo a mami orar por otras personas y ver como Dios le contestaba. Saber como ella oró por mi hermano, que tenia un diagnóstico horrible, ser sanado y ahora es un hombre fuerte y saludable. Oré tanto por la salud de mami mientras estaba enferma. Y murió.

Pues, gracias a Dios que hoy los planes no se dieron, porque pude tomar el tiempo para reflexionar en esto. En mi interior, en mi intelecto, entiendo y se que Dios es Soberano. El conoce nuestro principio y nuestro fin. Y entonces, si sabemos que El tiene todo en control, ¿ por que la falta de fe, de gozo, de confianza? Pero antes de contestar esta interrogante, veamos el Salmos 23.

“Jehová es mi pastor, nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma.. Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días“.

Yo creo que no hay un cristiano que no sepa este capitulo de memoria. Se repite y se repite, pero no analizamos lo que dice. Dios es nuestro pastor, somos sus ovejas. Y por El ser nuestro Pastor, NADA nos falta. Tenemos esa confianza, esa fe, de que todo lo que El nos concede y permite es porque El sabe lo que es mejor para nosotros. El nos lleva a lugares de descanso, de reposo. El se asegura de que nuestras necesidades se llenen; de que estemos bien. Esta con nosotros en todo tiempo y nos da nuevas fuerzas. El se asegura de que andemos en el camino correcto. Cuando nos desviamos, el nos aguanta y nos amonesta. Como soy hija de El, soy su oveja, puedo estar en mis peores momentos, mis peores pruebas, mis peores situaciones y El esta ahí acompañándome. No me deja sola. Su fidelidad me llena de confianza. Aunque tenga personas a mi alrededor que se burlen de mi, no estén de acuerdo conmigo, hablen de mi, me odien, me envidien, me desprecien, El me da bendiciones sobreabundantemente y me hace feliz. Soy especial para El. Estoy segura que Su bondad y Su amor siempre estarán conmigo. Y tengo la fe y la certeza de que viviré con El por siempre.

Y escribo esto confesando que no he estado viviendo este capitulo, que a demás de ser un poema, una canción, es una confesión de nuestra confianza y nuestra fe en Dios. Mis temores y mi tristeza en aquellas cosas que en un momento dado le pedí a Dios y no se dieron, me llevaron a ese lugar sin gozo…. sin confianza. Dios cambió mis planes hoy. Y lo hizo por un propósito. El me llevó a este capítulo con un propósito. Mis temores llegaran, pero Dios es un Dios de misericordia y el estará conmigo en cada momento que necesite fe. El es Soberano. El conforta mi alma. Que sea Su voluntad y no la mía.

Bendiciones………

Las 7 llaves de la prosperidad

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Somos seres adaptables. Aprendemos a vivir en diferentes circunstancias y situaciones. Hace un tiempo yo me acerqué a un señor que estaba justo en el semáforo en una avenida principal de mi país, me acerqué a él y dije si lo miro estoy seguro que estoy frente a una persona totalmente demente, que vulgarmente se le dice un loco. Digo, ese no pasa de ahí. Sin embargo, yo sentí algo y es que lo había en tantas ocasiones que quise saber si de verdad yo estaba frente a una persona demente. Aunque él tenía un palo en la mano y cara también de no muy buenas intenciones yo decidí bajar el cristal de vehículo y hacerle una pregunta. Yo le dije, bajando el cristal, le dije, cómo estás? Y él me dijo, esto no está bueno. Entonces, yo le dije y qué es lo que pasa? Y dice, No hay nada, así. No hay nada. Le pasé algo en la mano para colaborar con su situación y entonces dije, el tipo no es loco. No está mal. Digo, no, no, él está correcto. Lo que pasa es que somos seres adaptables. Un día tenemos necesidad y recogemos en la calle la primera lata. Esa latita de gaseosa para venderla y ya quizás nos quedemos en esa posición.

Pero le voy a decir más, conocí a otro señor que con una carretilla se dedicaba a botar basura. Las personas aprendieron a verlo como tal, como basura también a él, porque somos adaptables. Nos adaptamos y él comenzó a botar la basura y basura pero además como botar basura es un trabajo tan indigno, él lo acompañó de una botella pequeña de ron, alcohol, y esa era su comida, y él tomaba y botaba basura, tomaba ron, alcohol, licor, y botaba basura. Y así fue perdiendo peso y fue perdiendo la capacidad de caminar y la gente lo miraba mal, lo empujaban, le hacían daño. Y entonces, me acerqué también a él.

Hay gente que necesita que uno se le acerque, pero la sociedad nos lleva muy de prisa y el que va de prisa, en el camino nunca ve las señales de tránsito. Pues, permítame decirle que me acerqué a él y hablé con él y me di cuenta que a él lo trataban como un demente también, pero que no lo era. Él había sido policía, lo que pasó que tomó malas decisiones y esas malas decisiones lo llevaron a ese lugar, y estaba botando la basura. Nadie lo quería. Él dice, luego que cuando me veía me tenía miedo porque sabía que yo lo iba a corregir. Entonces, yo me acerqué a él, le pregunté por su familia y me dijo que tenía hijos. Una vez estuvo casado, una vez tuvo una familia, una vez le nació un niño, y le nació una niña y él se llenó de ilusiones con ellos. Pero todo se había perdido, no había nada, solo quedaba un mundo vacío, sin gente que lo mirara a él y que le interesara. Somos seres adaptables.

Nos adaptamos a las cosas y a las circunstancias y a las situaciones. Un día Israel dijo, basta ya y ese día comenzó su libertad. Y un día, un muchacho David, mirando a un gigante le dijo, hoy te mato, y lo mató. Yo creo que nosotros podemos salir de la situación en la que estamos, podemos romper la situación en medio de la cual estamos y podemos dedicarnos a alcanzar las metas que tenemos en nuestra vida. El que vive sin metas, vive sin destino. El que no tiene metas claras no tiene puerto al que debe llegar.

Así que en esta mañana yo le digo lo siguiente, vamos a levantarnos y tomar la posición de mando. No porque quizás nuestra humildad nos lleve en un momento a pensar que si sacamos y levantamos la cabeza estamos siendo muy orgullosos, les voy a decir algo, Satanás necesita demostraciones claras de que los que estamos puestos en posición de autoridad, la vamos a asumir perfectamente, no nos vamos a adaptar en la situación en la que Satanás quiere poner a su pueblo. Somos adaptables.

El que trabaja en un lugar donde se sacrifican animales, es posible que el primer día que llega a trabajar en ese lugar sienta un hedor, un mal olor tan grande que quiere ir al lugar. Pero te voy a decir algo, cuando tengas dos horas en ese lugar aprenderá a vivir con los malos olores y esa será su casa, ahí comerá, ahí vivirá, ahí sonreirá. Somos seres adaptables.

Voy a decirle algo a Satanás en este momento, dondequiera que se encuentre, porque sé que este no es su lugar. Estamos listos para salir, darte frente y demostrar que podemos salir de la situación y podemos ponernos en una posición de victoria. Si tiene un aplauso que no lo vaya a usar puede darlo ahora. Ah, bendito es el Señor. Puede darlo ahora, puede darlo ahora, si no lo va a usar, dalo.

Oh, bendito es el Señor. Yo quiero que te levantes y que reciba la palabra que en esta mañana te voy a dar. Somos seres adaptables pero vamos a decir en este momento, basta ya.

Esta iglesia tiene un nombre que me fascina, León de Judá. Especifica de qué león se trata y eso es bueno. Pero León de Judá sabe por qué? Porque hablando de lo que hablo pienso en el león. El león no es el más grande. Él no es el más grande ni en la selva ni en la sabana, tampoco es el más fuerte, tampoco es el más rápido, tampoco es el que tiene la mejor mirada, ni tampoco es el dura más corriendo sin cansarse. Sin embargo, es el rey.

Alábalo ahora. Por qué no le da un aplauso a él. Es el rey. Sabe lo que te estoy diciendo en esta hora? El asunto tuyo no es fuerza ni es nuevas cosas, es enfoque y actitud. Saben lo que hace el elefante, el más grande cuando ve al león, sabe lo que dice? He ahí el rey. Y sabe lo que dice el león cuando ve el elefante? Hay mucha comida. Dale un aplauso. Es un asunto de actitud.

Puede entender lo que te digo en esta mañana? Enfoque, actitud. Y yo quiero hoy incomodar un poco la situación como me voy mañana, puedo incomodarlo un poco. Pues, permítame decirle lo siguiente, voy a decirle algo más del león y entonces me enfoco en algo que tengo para compartirle ahí.

Pero esto es para que vayamos poniendo nuestra actitud correcta para lograr lo que queremos. Pues mire le voy a decir algo de ese león. Dice en Proverbios 30:30 que el león no vuelve atrás jamás. El león no da atrás. Lo que te estoy diciendo es que el león va por su camino y de momento entra en una pelea y la pierde, perdió la pelea, pero sabe lo que hace? Sigue su camino. Y el que peleó con él lo mira y le dice, león, pero usted perdió, devuélvase. Y él le dice, yo no pierdo, aprendo un poquito más hacia adelante te mato.

Alábalo que él vive. Te mato. Es un asunto de actitud. Va entendiendo lo que te digo? Es un asunto de actitud. Es un asunto de querer lograr lo que quiero. Ustedes como comunidad llegaron a este país pero necesitaron cambiar la actitud y enfocarse en aquellas cosas que quieren y ese enfoque te trajo hasta aquí.

Pero te voy a decir algo, te sientes cómodo aquí? no es el final del camino, apenas está comenzando. Lo grande Dios está por verlo. Lo que viene es mayor que lo que ha pasado y las horas buenas de Dios está por vivirlas. Puede creerlo, puede entenderlo? Ah, bendito es el Señor. ¡Aleluya!

Así que voy a compartirte entonces esta palabra. Yo tengo este libro, pequeño, pero muy significativo. Cuando dijeron crisis en el mundo, yo tomé y anoté estas cosas que están aquí. Cuando se dijo de la gran crisis por la que íbamos a pasar que muchas personas entendieron que era el fin del mundo, estamos a punto de entrar en una gran crisis, y alguien dijo como en los años ’30. La más grande de las recesiones y vamos a tener muchos lunes negros. Y mucha gente dijo es el fin de mi economía, es el fin de lo que yo quiero.

Le voy a decir algo, la palabra crisis no debe amedrentar a personas que están enfocadas en Dios, por una razón simple, porque la crisis como tal es relativa e implica poco para mí. Sabe por qué implica poco? Porque hay gente que en tiempo de abundancia vive en crisis. Y hay gente que en tiempo de crisis vive la abundancia. Todo es el asunto de cómo tu te enfocas en la vida. A mí no me importa lo que dice la economía, me importa lo que dijo Jehová. Sabe lo que dijo Jehová en este tiempo? Que aquí habrá un templo con capacidad para 2000 personas y que la gente vendrá de todos lados y entrarán a este lugar y Dios va a bendecir esta casa, va a bendecir [inaudible] que no se motiva, que nos emociona.

Mis emociones déjelas libres. ¡Aleluya! Bendito es el Señor. Bendito es el Señor. Pues le voy a decir algo entonces, estaba compartiendo con un amigo, pastor, en Guatemala, y él me dijo lo siguiente, que él era piloto y que volaba avionetas. Y entonces me dijo, sabe una cosa? Me gusta volar avionetas pero para volar avionetas yo tengo que buscar el viento contrario para que la avioneta suba. Y entonces me quedé pensativo y dije, la avioneta necesita viento contrario para subir? Me dijo, sí. Yo le dijo, ahora entiendo. Cuando los vientos soplen contrarios a tu vida, prepárate para las alturas.

Alábalo que él vive. Bendito es el Señor. Prepárate para las alturas. Prepárate para nuevos niveles. Prepárate para alcanzar nuevas posiciones en Dios. una visión será efectiva si nosotros contamos en primer lugar, con el momento correcto. Segundo, con la gente correcta y tercero, con el entorno correcto. para que mi misión sea efectiva, entonces yo debo contar con el momento, el entorno y la gente correcta.

Dios está buscando gente que tenga una visión, no necesidades. Hay gente que está muy interesada en que Dios le sane su enfermedad, sin embargo, todo el que esté enfermo no califica para un milagro, ni todo el que tiene crisis califica para un milagro financiero. El reino se sustenta en principios no en necesidades. Y le digo esto porque Dios está buscando una visión porque Dios va a financiar solo visión de gente, no necesidades de gente.

Aprendí una cosa en la República Dominicana y es que el Señor estaba buscando un hombre con una visión, no hombres con necesidades. Cuando llegué a la zona oriental a trabajar y con mi familia y me instalé en ese lugar, me di cuenta que Dios andaba detrás de una visión, porque la palabra provisión, que es lo que todos queremos, ay Dios dame la provisión, recuerda que la palabra provisión es compuesta. Pro visión. Hay una visión que él está mirando y hay una visión que él va a atender y hay una visión que él va a suplir.

Así que yo vine y me puse frente a este material y le traigo aquí las 7 llaves de la prosperidad. La palabra prosperidad no es cómoda en algunas mentes ni en ningunas iglesias. Sin embargo, la palabra prosperidad es tan bíblica como la palabra salvación. El problema es como yo la recibo. Todos los conceptos que se mencionen aquí en principio aparecerán cerrados, serán cerrados, hay que abrirlos.

Si yo digo, Dios aquí, no estoy diciendo nada. Debo hacer saber si estoy hablando del Dios de los judíos, de los musulmanes o de los hindúes. Así que el concepto Dios como tal está muy cerrado. La palabra prosperidad también aparece cerrada. Yo debo abrir el concepto, pero lo voy a decir una cosa, prosperidad fuera de la Biblia es una cosa, pero prosperidad en la Biblia es favor de Dios en mi casa, en mi vida, y en todo lo que yo hago.

Yo necesito que el favor de Dios llegue a mi casa, por eso la palabra prosperidad es una palabra buena y clave mucho mejor todavía, porque hay cosas que para abrirla necesito de una clave. En el mundo espiritual las cosas también se abren por claves. Yo no puedo ir a abrir el mundo espíritu sino tengo la clave correcta para hacer que las cosas sucedan. Así que el mundo espiritual es un reino en donde las cosas se logran con principios.

Hay principios, hay mandatos y hay leyes. Y en este momento solo quiero referirme que los principios son verdades para que yo las aplique y esas verdades van a generar la bendición que yo necesito. Quieres un milagro? Mira a ver cuáles son los principios que están para que un milagro suceda.

Una persona viene donde vive, dice, pastor, quiero que ore por mis finanzas, y yo le digo, y las leyes del reino, las está cumpliendo? Porque hay personas que quieren que Dios arregle sus finanzas pero nunca dan un diezmo. Alábalo.

Alábalo. Hay principios y son los principios del reino, eso va a abrir el mundo espiritual y hará que las cosas sucedan, que me bendigan. Así que yo tomé esto y lo llevé, sabe dónde? A la República Dominicana, y me puse a hablarle a gente que estaba en situaciones calamitosas. Me tocó ser pastor en una zona donde la gente no tenía nada, donde llegaban sin nada, donde muchas personas llegaban y cuando se iban me decían, pastor, un pasajito para irme. Sabe qué? Le dije en una ocasión, yo no tengo problema de pastorear a personas que están en el estado de pobreza, lo que tengo problema es pastorear a personas que no quieran salir de su situación.

Cuando una persona no quiere salir de su situación eso es una situación muy difícil. Por qué? Porque para salir del lugar en donde estoy siendo destruido tengo que cambiar la mentalidad, por eso hay Biblia. Sabe por qué este reino tiene una Biblia? Porque nosotros estamos listos para cambiar la mente que tenemos. Los seres humanos somos inteligente cuando pueden aprender, desaprender para volver a aprender.

Hay mucha gente que no ha desaprendido para volver a aprendido sino que se han quedado quietos oyendo lo que dicen y sumándolo a su manera de ser. Por eso tenemos personas que no cambian su enfoque ni su manera de ser, oyen cosas y la oyen y la oyen, pero si tu no borras lo que traías no puedes quedarte con lo que te están dando. Me está entendiendo?

Mira, sacar un demonio es fácil. A un demonio se le dice, vete. Pero cambiar una mentalidad puede costar toda la vida. Así que en este momento más Dios está bien interesado en cambiar nuestras actitudes y en lograr que nosotros seamos personas que vamos enfocadas detrás de lo que queremos. Bendito es el Señor.

Así que una de las cosas que aprendí en aquél lugar es que Dios está trabajando, dándonos asignaciones a cada uno de nosotros. Y sabe qué? Cuando Dios nos pasa una asignación somos invencibles en la asignación que Dios nos ha dado. Sabes dónde nadie te va a derrotar en la vida? En tu asignación. Pero en cuál asignación? En la que Dios te da.

Hay una visión que Dios te da, esa es tu asignación. Dios está tratando de ver dónde te pone que tu seas invencible. No puedo venir a Boston sin pasar por una universidad que se llama Harvard, conocida en el mundo entero, y vi aquí al visionario John Harvard, y ¿Saben qué? La gente llegaba y yo estaba parado también ahí y en lugar de tomar una foto a mí, se la tomaban a John Harvard. Y todo mundo sabe lo que uno hacía? Bajó su cámara hasta que yo me quitara. No quiere tomarse una foto conmigo, quiere tomarse una foto con John Harvard.

Lo que pasa es que cuando tu llegas a tu asignación, usted es inmortal y una visión se transporta, sabe dónde? Al futuro cambiando y produciendo los cambios de las generaciones que siguen. Dios va a levantar este pueblo como un pueblo cambiador del estilo, esta zona no importa lo que haya sido, no importa cómo fue esta zona, si aquí está una visión correcta, esta zona que se prepare porque va a cambiar.

Ah, bendito es el Señor. Bendito es el Señor. Es el aplauso que tiene el pueblo. ¡Aleluya! ¡Aleluya!

Ah, bendito es el Señor. Excúseme que lo ponga mucho a aplaudir pero es que vengo de una tierra que aplaude. Alábalo que él vive.

Entonces, soy invencible en mi asignación. Sabe por qué te está derrotando la vida? Porque no encuentras la visión correcta, el lugar correcto. Ahora, le voy a decir una cosa, tu visión solo va a prosperar si la suma a la visión de la casa.

Yo no tengo un punto de vista particular o diferente, yo tengo una visión asociada a la visión de la casa. Sabe por qué el Padre glorificó al Hijo? Porque el Hijo siempre glorificó al Padre. Y el Hijo siempre dijo, vine a hacer la voluntad de mi Padre. Hay muchas voluntades, pero la única que va a hacer que yo salga como vencedor es la de mi Padre, así que con eso aprendí que no es el lugar donde tu naces, sino el lugar donde tu decides morir.

Jesucristo nació en el pesebre pero le dijo al infierno, no muero en él, muero como rey y salvador de todos los hombres. Decide el lugar, decide lo que va a pasar, decide tu espacio. Decide lo que vas a lograr. Alábalo que él vive. Bendito es el Señor.

Oh gloria. Solo te voy a pasar rapidito la llave número 1. Y si no te doy todas las llaves, [inaudible]. La llave número 1 que quiero dejarles a usted, si tu quieres ser una persona de bendición evita la ignorancia. En el reino la ignorancia no se califica como punto a tu favor, sino como puntuación en contra. Cuando las leyes son dadas en las naciones todo mundo es considerado conocedor de la misma. Usted no puede alegar ignorancia de una ley, es así? En el mundo espiritual tiene que tener conocimiento.

Pues, le voy a decir hermanos, evitar la ignorancia porque la ignorancia produce miseria y oscuridad. Dondequiera que haya miseria vaya y vea y hay ignorancia. La ignorancia esclaviza, la ignorancia te quita, te resta, pero le voy a decir más todavía, si usted mira se va a dar cuenta que la gente mayormente no tiene un problema financiero, que la gente mayormente no tiene un problema de salud, y que la gente mayormente no tiene problemas matrimoniales, por lo general la gente tiene problema de sabiduría.

Enfermedad, no comió lo que debía. Problemas en el hogar, falta de sabiduría. No está entendiendo la dinámica de la vida ni de la casa, ni de la familia. Falta de sabiduría. Y dinero, dinero, falta también de sabiduría. Porque si hoy tomamos todo el dinero del mundo y lo repartimos en partes iguales, y a cada ser humano le damos la misma porción, los pobres volverán a ser pobres y los ricos volverán a ser ricos. Es un asunto de enfoque, es un asunto de sabiduría. Es un asunto de nosotros entender hacia dónde vamos.

Así que la falta de sabiduría está lista para dañar mi enfoque. La falta de sabiduría está lista para destruir mis finanzas, mi matrimonio. Bendito es el Señor. La falta de sabiduría. Hay tres palabras que se parecen y no son iguales. La primera es conocimiento, la segunda es inteligencia y la tercera es sabiduría.

El conocimiento es el conjunto de información que tengo en la cabeza. La inteligencia es la facilidad o habilidad con que yo hago que esos conocimientos lleguen a mi cabeza. Pero sabe qué es la sabiduría? La gracia, el don, el talento, la capacidad para aplicar el conocimiento adecuadamente. Mucha gente sabe cómo es, pero no lo hace. Hay gente que sabe que Dios tiene gloria, bendición, que Dios ayuda, que Dios cambia, que transforma, pero de ahí a que usted aplique correctamente el conocimiento.

El diablo quiere desenfocarnos, pero Dios hoy dice, te doy un nuevo enfoque. Abro los cielos y te bendigo por encima del infierno. Bendito es el nombre del Señor. Pueden aplaudir.

Ayúdenme a predicar. Una de las cosas que entendí fue que la segunda llave que necesitaba luego de la inteligencia, luego de evitar la ignorancia, era la obediencia. La obediencia. Sabe qué es un milagro? Un milagro es el resultado de un acto de obediencia. Los milagros son el resultado de actos de obediencia. Cuando obedeces el cielo se está abriendo. Cuando puedes obedecer, cuando puedes, hermano, obedecer te estás acercando al milagro. Y entendí entonces una cosa, que lo que aprendí en una ocasión tiene sentido. Si la obediencia es la clave, entonces es mejor ser el primero que ser el mejor.

La gente está luchando por ser el mejor y Dios trabaja con primeros. Si Dios estuviera buscando los mejores, las cosas no estuvieran sucediendo. Él busca el primero, el primero que llega, el primero que se compromete, el primero que cumple, el primero que está dispuesto, el primero que se entrega, el primero que lo hace.

Dios trabaja con los primeros. Aquí Dios está tratando de tener a los primeros. No los mejores, porque un mejor en su propia voluntad es el peor y uno que no es el mejor en la voluntad de Dios todo lo que tenga que cambiar, lo va a cambiar. Dios toma personas humildes, sencillas, y las convierte en personas capaces, en personas que pueden. Bendito es el nombre del Señor.

Hermanos, quisiera en este momento decirles que cuando nosotros cumplimos nuestra asignación, nuestro nombre va a ser impreso en letras de oro. Hay 12 espías que fueron a verificar lo que estaba pasando en una tierra, hay 12 espías que fueron enviados a ver lo que pasaba en una tierra y los 12 espías llegaron a la tierra, miraron la tierra, y saben lo que pasó? 10 de ellos llegaron con una opinión incorrecta, desfavorable, pero hay dos que llevaron la opinión correcta. Hay 2 que dijeron, esa tierra es de bendición, mientras 10 decías, ahí no se puede.

Si va con la mayoría posiblemente vaya un lugar incorrecto, porque muchas veces lo que sostienen la voluntad de Dios dentro de un cuerpo, no son la mayoría. No mire mayoría, mira voluntad de Dios. Dios no está tratando de ponerte en un lugar donde te sientas cómodo, Dios está tratando de ponerte en el lugar correcto. Y el lugar correcto no es en el que estoy cómodo, sino el que él me puso.

Pues, le voy a decir lo siguiente entonces, hermanos, 12 espías, 10 dieron una recomendación incorrecto, pero hubo 2 que dijeron lo que era. Hubo dos que dijeron palabras de fe. Dios está buscando personas que aprendan a hablar. Dios está buscando personas que tengan su idioma, su lenguaje. Dios está buscando personas que puedan decir lo que él dice, ver lo que él ve. ¡Aleluya!

Pues les voy a decir entonces lo siguiente, si yo les digo a ustedes cómo se llaman los dos que dieron el reporte correcto? Pues le voy a regalar un libro al que me diga el nombre de los 10. No te los sabes? Porque el nombre de la gente que desobedece y hace lo que quiere, aún su nombre no aparecerá cuando se hable de quiénes estuvieron en el lugar.

Aquí se están anotando nombres hoy. Pero es el nombre de la persona que está haciendo lo que está en el corazón de Jehová de los Ejércitos. Eso lleva aplauso, como quiera que usted lo ponga. Alábalo que él vive. Alábalo que él vive. Puedes alabarlo, puedes bendecirlo. Oh bendito es el Señor. Oh bendito es el Señor.

Pues le voy a dar entonces, en el tiempo que me queda, le voy a dar… ¡Aleluya! Cuando usted toma un sobre, más que dinero usted pone dentro de él obediencia. Por eso me gusta mucho lo del sobre, el diezmo y la ofrenda, porque hay personas que con la mano abren el cielo, con su bolsillo, lo cierran.

¡Aleluya! Sabe qué aprendí con la obediencia? Que cuando yo suelto lo de otro, Dios suelta lo mío. Usted no entiende. Déjeme darle detalles de eso. Yo estaba en el parqueo de la iglesia un día cualquiera, y suena mi teléfono. Cuando suena habla unas hermanitas que vivían en la República Dominicana, no eran dominicanas, pero vivían en la República Dominicana. Como iban a mi iglesia yo quise atender la por lo de extranjera. Digo, hay que tener cuidado con estas jovencitas extranjeras en mi tierra, tengo que cuidar de ellas. La Biblia me lo ordena que las cuide. Entonces, yo le dije a ellas, ustedes son como hijas para mí. Pues ella saben lo que hicieron? Llamaron a la mamá y le dijeron, encontramos papá. Pero me enteré que era su padre era pastor y había muerto.

Entonces, yo les dije, soy papá de ustedes y por eso es que tenemos problemas, por la boca. Pero ese no era mi problema, por el contrario, me sentía muy bien. Pero pasó lo siguiente, se enfermó una de ellas y cuando ella enferma van al hospital, a la clínica, al lugar correcto donde tenían que estar en ese momento, y fueron, la chequearon y dijeron, hay un problema muy extraño. Entonces, el médico tomó papel, las prescripciones, dan recetas, el recetario, ahí está, medicamento. Toma este, este a la mañana, luego este, luego le tira este que eso no falla.

La joven me llama inmediatamente. Papá, estamos en la clínica y aquí hay un problema. Mi hermana está muy enferma y esto… y yo, oh Dios. y entonces, aquí estamos, nos dieron una receta, y yo….bendito sea Dios. y entonces, cuando ellas terminaron cerré.

Y sabe lo que vino a mi corazón? Usted terminó? Ya usted terminó, pastor? Digo, no, no he terminado aún. Llamé de nuevo. Dígame y qué le pasa? Necesitan dinero? Claro, la receta. Digo yo, no, pero eso son… qué le recetaron? Algunas pastillas. Entonces, digo yo, ah, son pastillas. Está bien, ahí va papá. Espérenme en la farmacia tal y cuando llego entonces, veo la joven que mira y hace a la cara… Entonces, mira, busca pone aquí, pone acá, hace los cálculos $ 10.300 pesos dominicanos, que aquí quizás ni caso le haga, pero allá, hermano, alábalo que él vive. Denle un aplauso al Señor.

El salario y algo más de alguna persona durante todo su mes. Alábalo. Pues, déjeme decirle entonces, que tomé y le dije a la joven, tiene que tomársela toda o podemos ir por parte? Dice, no, es buena que la tenga toda porque esto no puede fallar. Digo yo, pues está bien, entonces. Saqué el dinero, lo pagué y aquí me quedó poca cosa. Pues, le voy a decir algo, cuando llego al parqueo de nuevo y voy a mi iglesia de nuevo, encuentro un hermano norteamericano, por cierto, que no habla nada de español, pero si mi milagro está en inglés a mí no me importa, porque te voy a hablar.

Puede darle un aplauso al Señor? Te lo voy a hablar. Te lo voy a hablar. Ay, hermanos, pues, déjeme decirle lo siguiente, bless you, pastor. Digo, bless you, brother. How do you feel? Digo, fine. Your family? My family también fine. No, claro, glory a Dios, es un inglés fino el que estamos hablando. Él me va a entender, yo lo voy a entender. el caso es que entablamos la conversación y que era todo lindo, pero de momento oigo que él dice algo como, cuáles son los planes de la iglesia? No lo digo en inglés para no confundir. Entonces, dice, cuáles son los planes de la iglesia porque quisiera ver si doy una ofrenda? Cuando oí la palabra offering, inmediatamente llamo a una joven, miro rápido quién sabe algo más que yo, porque el inglés mío, ustedes saben que viene de Inglaterra y él es americano.

Pues, entonces, llamo rápidamente a alguien y viene rapidito y comienza a darle una palabrita y le digo, dile a él, que los planes van bien y que tenemos buenos planes. Y hablamos un poco y me dice, puede usted esperar que yo le busque la ofrenda? Inmediatamente me dio vuelta la cabeza, y le dije, pero eso le dijo Gedeón a Dios y Dios le dijo, aquí te espero. Así que quién soy yo para no esperar a este hombre?

Dale un aplauso grande al Señor. Dale el aplauso grande al Señor. Me está entendiendo? Me está comprendiendo?

Pero les voy a decir algo para que nos quedemos aquí bien, porque ya el tiempo se me ha ido, por lo menos el mío, pues déjeme decirle que llega inmediatamente y se va el hermano y viene y me pasa un sobre. Como buen pastor agarro el sobre así. Sabe qué pasó? El testimonio está aquí. La palabra que le voy a soltar está aquí.

Sabe cuánto había en el sobre? 10.000 pesos americanos. Okay. Miren, lo que me complace de todo esto es el testimonio. Había gastado 10.000 dominicanos y no es que yo desprecie ese dinero mío. Es un asunto de cambio. El caso es el siguiente, cuando voy, doy 10 y sabe cuánto me dieron? $ 10.000 dólares. Pero ustedes, hermanos me van a creer lo siguiente, vino a mí como un rayo la palabra del Señor y me dijo, cuando sueltas lo de alguien, yo voy a soltar lo tuyo.

Se lo puede dar el aplauso. Si me has entendido… ya voy a terminar, pero si me has entendido, lo que te estoy diciendo es que muchas bendiciones están retenidas por mi actitud.

El miércoles le hablé de que muchas están retenidas porque hay un cielo que se opone a mí bendición. Pero también yo me opongo porque la obediencia tiene que ser en base a lo que Dios ha establecido y sabe qué pasa? Que muchas veces el milagro que alguien está pidiendo para que le suceda, está en tu casa. Muchas bendiciones vienen del cielo, pero ¿Saben qué? Muchas vienen de tu casa porque si en mi iglesia veo una persona que le falta zapatos, y yo tengo 10 pares de zapatos, una oración está de más.

Padre, en el nombre de Jesús abre las puertas del cielo, mándale unos zapatitos. Oye, papito, si yo fuera Dios te lo dijera más claro, oye papá, tu tienes 10, dale uno. Lo que estoy diciendo es que muchas veces estoy reteniendo lo que Dios tiene para alguien, cuando lo suelte Dios va a soltar lo que te pertenece a ti. si quieres que Dios suelte, suelta.

Bendito es el Señor. Solo leerle y ya termino. Miren, hermanos, la tercera llave que les dejo y con esta le voy a terminar es acciones, accionar. La tercera llave, accione. Haga algo. Atrévase. Voy a decirle esto, nosotros en las iglesias hemos formado por años predicadores, pero el predicador es una cosa y el hacedor de la palabra es otra. El predicador va a predicar muy bien y de hecho hoy tenemos tantos predicadores buenos, gente que sabe predicar, gente que predica pero de manera espectacular. Predican tan bien que el Espíritu Santo dice, yo ahí no tengo mucho que hacer. Por qué? Hacen tantas cosas y hoy yo camino y miro tantos predicadores, pero Dios está buscando hacedores de su palabra.

Así que yo en esta llave te voy a dejar solo esto y me voy a quitar. La tercera llave que te voy a dejar es acciones, haga algo, atrévase. Yo recuerdo en una ocasión que leía en un libro que decía que dos pescadores se perdieron en alta mar y de momento ellos en altamar están perdidos. Y comienza toda la tormenta a azotarlos y uno de los pescadores le dice al otro, qué hacemos? Oramos o remamos? Y el otro le contestó, oremos y rememos. Porque hay personas que oran pero no reman y hay personas que reman pero no oran. Dios está buscando personas que puedan orar y remar a la vez. Así que más oración la palabra sería oracción.

Atrévete. Hazlo. Anímate, esfuérzate y hazlo. Si puede darle el aplauso al Señor y ponerse de pie en esta hora.

Dios está buscando hombres y mujeres de cambio. Dios está buscando personas capaces de transformar su entorno, todo lo que se es el resultado de lo que se creyó. Todo lo que estamos viendo alguien tuvo que creerlo primero. Antes que un jet volara en el espacio, voló en la cabeza de alguien.

Si no tiene intención de accionar tampoco ore porque Dios no contesta oraciones, Dios contesta fe. Oraciones, todas las religiones la tienen y hay religiones que oran más que nosotros, hay religiones en donde sus feligreses oran tres veces al día sin fallar, y si la hora de la oración sucede en un lugar no determinado, ellos van a orar como quiera.

Así que Dios está buscando gente de fe. En la República Dominicana creímos que Dios podía cambiar todo un entorno y muchas personas en principio no van a entender, pero que bueno que Dios es así, a Dios uno a veces no lo entiende.

Te voy a dar una clave y vete con ella, mientras menos entiendas a Dios es que te estás acercando más a él, porque mientras más te acercas menos comprendes. Levanta tu mano al cielo.

Esas santas manos levántalas al cielo, ¡Aleluya! Hay algo por lo que estás soñando hoy, pero también hay algo a lo que te puedes estar acostumbrando. Hoy se rompe toda situación que produce daño en tu vida, se rompe hoy. Y yo declaro tiempos de bendición, tiempos de gloria, yo declaro tiempos en los que tu vas a conseguir de Dios lo mejor. Yo declaro que este es el tiempo que tu habías soñado y esperado.

Levanta tus manitas al cielo. No te vayas sin declarar esto. Diga después de mí, Señor Jesús, en esta mañana yo declaro que lo sobrenatural se abre para que yo pueda tomar lo que me pertenece. Diga, hoy declaro cambios, transformación en mi vida. Diga, hoy declaro que me asocio a las personas correctas. Bendito es el Señor, hoy declaro, que el cielo se pone a mi favor en el nombre de Jesús.

Amén y amén. Hoy sucede.

El es nuestra "Luz"

3 de octubre del 2011 - Por Fanny Rodríguez

“Porque contigo está el manantial de la vida; En Tu luz veremos la luz” Salmos 36:9

Por muchos años he enseñado en las clases de Estudios Sociales acerca de los planetas sus órbitas y su relación con el Sol. Usualmente los estudiantes dramatizan para entender estos conceptos. Este año el Espíritu Santo me inquietó, mientras le pedía a un estudiante (el Sol) que se estuviera en un solo lugar mientras otro estudiante (la Tierra) se movía a su alrededor para ejemplificar el movimiento de traslación del planeta. Entonces el estudiante que giraba alrededor del sol, tuvo que hacer otro movimiento alrededor de su eje para mostrar la rotación de la tierra.

Cuando les explicaba que el movimiento de rotación es el que permite el día y la noche el Espíritu me recordó la posición de Dios. Cuando nosotros le permitimos El está en el centro de nuestra vida y si mantenemos nuestra mirada fija en El, estaremos en su luz, será día. Aunque no lo veamos porque las nubes de la tormenta oscurecen el panorama, estaremos en su luz. De la misma manera que en días nublados no vemos el sol pero está ahí en su lugar y es de día. Ahora, si quitamos nuestra mirada de El o le damos la espalda, definitivamente llegará la oscuridad total a nuestra vida.

Han sido muchas las ocasiones en las que he tomado decisiones equivocadas y después estando en un aprieto por esa mala decisión, entonces he clamado a Dios para que me diera una salida. Gracias a Dios, El es misericordioso (“¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas.” Salmos 36:7), su gracia es infinita y me libra de esas situaciones. Por lo tanto he aprendido la lección y consulto a Dios aún en situaciones pequeñas, lo maravilloso es sentir la confirmación del Espíritu Santo o en ocasiones la incomodidad del Espíritu Santo que me insta a cambiar el rumbo.

Señor te doy gracias por enseñarme que Tu no cambias que aún en mis debilidades y pecados tus brazos están dispuestos a recibirme, limpiarme y sobretodo amarme. Permite que siga aprendiendo a caminar a diario contigo y reconocer que aún en momentos de dificultad tu sigues en el mismo lugar, atento a mis necesidades y dispuesto a librarme. Bendice a las mujeres que buscan en esta página aliento y recuérdales que Tu siempre estas dispuesto a escucharnos y cumplir tus promesas.

Al mitad del camino

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Vamos a Números y usted notará en este pasaje que el pueblo de Dios, el pueblo hebreo está viviendo un proceso, en una envergadura, y en una magnitud mucho más grande que la nuestra ciertamente. Pero están involucrados en algo que está compuesto de muchas diferentes partes, muchas diferentes facetas, diferentes etapas, como nosotros también en nuestro proyecto de construcción. Los hebreos estaban involucrados en un proyecto de transportar una nación de un millón y más de personas a través de una tierra inhóspita y entonces entrarla en una tierra aún `más inhóspita, porque ellos tenían que poseer y conquistar esa tierra. Esencialmente aunque parezca sanguinario, ellos tenían que destruir naciones, desalojar naciones. Los procesos de Dios muchas veces son violentos. Y esa es la verdad, requiere valor, requiere visión, requiere tesón, requiere fe en el poder del Señor.

Y estos hebreos tenían que atravesar esta tierra, había sido un proceso largo y difícil. Y ya estaban llegando al punto de entrar en la tierra prometida. Y en este momento los encontramos aquí, en el Capítulo 13 de Números y permítame comenzar en el versículo 1, dice:

“…Jehová habló a Moisés diciendo, “Envía tu, hombres que reconozcan la tierra de Canaán, la cual yo doy a los hijos de Israel”…”

Antes ni siquiera de ir mucho más lejos, Dios dice, la cual yo os doy, no le cautiva esa forma gramatical? En vez de decir, la cual yo les daré, o la cual yo tengo la intención de entregar a ellos, dice, la cual yo doy a los hijos de Israel. Cuando Dios habla, Dios habla en presente, Dios habla en definitivo. Cuando Dios encomienda un proyecto a su pueblo, ese proyecto tiene que cumplirse. Si su pueblo tiene la fe para creerle a Dios y para ir más allá de los obstáculos. Yo creo que Dios nos ha llamado a un esfuerzo de construir este santuario y él nos dice, esfuércense, reconozcan la tierra para asegurarse de que sepan todo lo que necesitan saber acerca de ese proyecto que yo les he entregado, yo se los he dado. en la mente de Dios ese edificio está terminado.

Cuántos creen que es así? En la mente de Dios ya está completado. En la tierra hay un proceso que tiene que llevarse a cabo.

Entonces, lo segundo que usted tiene que ver aquí es que es Dios quien le dice, vayan y reconozcan la tierra. Sabe que cuando Dios da las cosas, él no hace todo el trabajo por nosotros. Hay una parte de lucidez, hay una parte de planificación, hay un parte de exploración, hay una parte de mirar detalles, hay una parte de contar el costo, hay una parte de examinar las tareas que hay por delante. Hay una parte de desmontar los procesos y verlos en las piezas que lo constituyen.

Yo creo que muchas veces el pueblo de Dios que cree en el poder de Dios sobretodo, que cree en la visión sobrenatural padece de una falta de lucidez. Creemos tanto en el Dios todopoderoso que creemos que Dios va a hacer todo. Y entonces somos un poco descuidados en los detalles, descuidados en la exploración de las cosas, descuidados en la planificación estratégica, en la disciplina que se requiere.

Mire que es Dios quien le dice, vayan y exploren la tierra porque iba a haber batallas, iba a haber luchas, iba a haber confrontaciones con el enemigo. Yo recuerdo un predicador hace muchos años que predicó en nuestra iglesia, de hecho cuando estábamos en Cambridge, que yo recuerdo claramente porque me impactó lo que dijo, que Moisés había pecado cuando mandó al pueblo, a los espías a reconocer la tierra, porque eso reflejaba duda de parte de Moisés. Parece que él no recordaba que fue Dios quien le dijo a Moisés que fuera a reconocer la tierra.

Los milagros de Dios no impiden los esfuerzos de los hombres. Amén. Las dos cosas van unidas.

Entonces, dice aquí, en el versículo 18, Moisés los envió dijo:

“…Observen la tierra cómo es y el pueblo que la habita, si es fuerte o débil, si poco o numeroso, cómo es la tierra habitada, si es buena o mala, y cómo son las ciudades habitadas, si son campamentos o plazas fortificadas, y cómo es el terreno, si es fértil o estéril, si en él hay árboles o no. esforzaos y tomad el fruto del país y era el tiempo de las uvas…”

Estos espías se fueron a reconocer la tierra. Eran una especie de recon team, esos equipos de soldados que son especialistas en disfrazarse y meterse en la tierra del enemigo, explorar y traer inteligencia al ejército que luego va a ir a conquistar. Estos eran espías adelantados, gente aguerrida, gente de corazón valeroso, gente entrenada quizás en disimular su presencia y con una misión muy riesgosa fueron enviados. Dice en el versículo 23 que:

“…Volvieron de reconocer la tierra al fin de 40 días…”

Sabe algo que me percaté. Yo sé que lo he leído antes, pero se me había pasado. Por qué el pueblo de Dios estuvo 40 años en el desierto? Si algún le preguntan eso en un examen de trivia, detalles de la Biblia, por qué Dios determinó 40 años y no 50 ó 30, ó 20? Porque Dios los sentenció por su duda y por su falta de fe y su insulto a las promesas de Dios. Dios los sentenció a un año por cada día que estuvieron explorando la tierra.

Es decir, que 40 días estuvieron explorando la tierra, dudaron de las promesas del Señor, renegaron de la fidelidad de Dios y entonces Dios dijo, ¿Saben qué? Por cada día que ustedes estuvieron explorando esa tierra que yo les prometí, ustedes van a estar un año dando vueltas en el desierto.

Sabe otra cosa también. muchas veces uno se imagina como que este desierto era una cosa como el Sahara o una extensión de tierra de miles de kilómetros, o algo así, mire, los que hemos ido a Israel y conocemos el desierto del Neguev y toda esa área que delinea la Biblia, es un pedacito de tierra verdaderamente decepcionante en su tamaño. A veces cuando uno lee todas estas historias de la Biblia y del Antiguo Testamento y de los Evangelios, uno piensa como que son extensiones inmensas de tierra y grandes montañas. No, hermanos, estos son pedacitos de tierra. Esta gente hubiera podido atravesar eso en unas cuantas semanas. Sin embargo, por su mal corazón, por su mal entendimiento de las promesas de Dios, su falta de fe, estuvieron condenados a dar vueltas alrededor del desierto, sin poder recibir la luz verde de Dios para entrar en la tierra prometida, 40 años, por cada día de duda y de rechazo de la palabra de Dios.

No se me aflijan ni nada, no estoy hablando de ustedes, por si acaso. Simplemente estoy diciendo que nosotros tenemos que creerle a Dios porque no creerle a Dios en nuestras vidas, ahora olvídese de León de Judá, olvídese de los proyectos, no, para su vida y para mí vida, no creerle a las promesas de Dios. Cuando Dios pone algo en tu corazón y tu estás seguro que es de Dios, aunque tu veas muchos obstáculos delante de ti, fortalécete en fe, habla positivamente, llénate de valor. Recuerda las veces que Dios te ha sacado de cosas peores y que ha mostrado su fidelidad y sigue adelante en el nombre del Señor. No cometas el error de renegar de lo que Dios te ha dicho porque muchas veces si nosotros renegamos de las promesas que Dios nos ha dado y no avanzamos con ellas, ¿Saben qué? Nos cuesta mucho.

Muchas veces perdemos la oportunidad y entonces tenemos que pasar mucho tiempo dando vueltas y tratando de recuperar el ímpetu que Dios puso en nuestras manos y entonces las cosas se hacen mucho más difíciles. Hay que captar el momento. Si tu estás seguro de algo, si Dios te ha hablado claramente, ha buscado consejo de otros, has leído la palabra, has orado, has esperado, has confirmado, has hecho todo lo que ha estado de tu parte, y todavía hay luz verde delante de ti, lánzate en el nombre del Señor. Aunque te tiemblen las piernas, aunque tu corazón esté temeroso, aunque tu carne te diga, vas a perecer, sigue adelante en el nombre del Señor y Dios te dará la victoria.

Quizás se tome un poco más de tiempo de lo que tu pensabas, pero créele al Señor. Fue poderoso para cumplir su promesa. Esta gente vio la tierra, ustedes saben la historia, vieron unos racimos de uva que tuvieron que cargarlo dos hombres de lo gruesa que eran. Yo quisiera saber dónde venden esas uvas. De hecho le pusieron el nombre de racimo al sitio donde consiguieron esas uvas porque les impresionó tanto, la tierra fluía. Es decir, la metáfora que fluye leche y miel, es como si hubiera habido arroyos de leche y de miel.

Para los hebreos la leche, la miel eran señales de bendición, de vida, de prosperidad. Y esa tierra era generosa. Ellos vieron todo eso, pero qué pasa? Cuando regresaron, mire el reporte que le dan a Moisés. Regresan estos 12 espías, dice el versículo 27:

“…Y les contaron diciendo, “Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel, y este es el fruto de ella…”

A mí cuando me dicen, la que ciertamente fluye leche y miel, ya me pusieron en problemas allí. Dice, que hay que admitir que fluye leche y miel. Ya ellos estaban preparando su queja acerca de los desperfectos. Dicen, bueno, es verdad, definitivamente es una tierra fértil y generosa, pero, dice:

“…Más, el pueblo que habita aquella tierra es fuerte y las ciudades muy grandes y fortificadas, y también vimos allí a los hijos de Anac…”

Estos eran unos jugadores de basketball, medían 6.8, 6.4, 7.2, 6.6 y estos juditos de 5.3, 5.4, 5.5 imagínese hace tres mil años y pico. Y ellos veían estos gigantones que parece que era una raza misteriosa. Algunos de estos basquetbolistas afroamericanos, yo creo que vienen de ahí. El caso es que estos hombres eran gigantes comparados con la estatura mediana de un judío de aquel tiempo. Y entonces ellos se fijaron literalmente enfocaron a estos hombres que su garrote medía más que lo que medían ellos probablemente, y entonces dijeron, esta gente son unos tiguerones, nos van a dar duro así que no vamos a ir para allá.

Dice aquí: “… Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés y dijo, “Subamos luego, tomemos posesión de ella porque más podremos nosotros que ellos”. Más los varones que subieron con él dijeron, “No podremos subir contra aquel pueblo porque es más fuerte que nosotros,” y hablaron mal entre los hijos de Israel de la tierra que habían reconocido diciendo, “La tierra por donde pasamos para reconocerla es tierra que traga a sus moradores.”

Y el versículo 33, la segunda parte es muy revelador, dice; “…y éramos nosotros a nuestro parecer cómo langostas y así les parecíamos a ellos…”

Si hubieran sido las langostas que nosotros comemos en Legal Seafood, no hubiera sido problema porque saben buenas, son caras, son de calidad. Pero esta langosta eran los insectos chiquitos que devastan las tierras del Medio Oriente, unas cositas mínimas, pequeñas.

Es decir, nosotros al ver la estatura de ellos pensamos que éramos como insectos y así nos sentíamos nosotros. Vamos a dejarlo ahí un momento, porque yo voy a volver. Me entusiasma tanto este pasaje que quisiera meterme de lleno dentro de él. Pero voy a volver en un momento, pero quiero ahora ser más específico y entrar con ustedes en una presentación que hice de hecho, para nuestros líderes el sábado pasado y quiero compartir con ustedes también.

Lo que pasa es lo siguiente, hace un año y un mes y medio, dos meses, comenzamos de lleno nuestro trabajo de construcción. Ustedes saben que este ha sido un proceso ya de varios años desde que Dios puso en mí la visión de plantar un nuevo santuario porque yo sabía que con el tiempo, nuestra iglesia con la ayuda del Señor iría creciendo y ustedes saben la historia. Yo sentí en mi espíritu cuando nosotros llenáramos dos servicios a plenitud, yo sabía que ya era tiempo de tener otro santuario.

Y usted no puede esperar a que ese momento se de para entonces… imagínese si ahora nosotros estuviéramos comenzando a pensar y a planificar la construcción de un nuevo santuario. No lo podríamos hacer. Este vecindario se ha hecho tan complejo ya, y está tan rodeado de gente secular, muy protectiva de su propiedades que ese santuario no sería posible ya, a menos que Dios, como siempre puede hacer algo misterioso y milagroso. Pero no sería posible. Gracias a Dios que nosotros comenzamos en fe hace como, crea esto, 8 años a pensar en ese santuario.

De hecho, un señor que con sus hombres ha hecho las dos torres de bloque y la torre del elevador, y parte de los muros que están haciendo ahora, y también va a hacer los ladrillos más adelante, ese hombre que se ha hecho un amigo, Gio Forte, es un argentino italiano, vive cerca de mi casa en Sommerville, hace 8 años él estaba haciendo un trabajo con sus hombres en frente de mi casa, en el porch de una señora, y me gustó el trabajo de ladrillo que él hizo, y yo me acerqué a él, le pregunté lo que hacía, resultó que vivía en la esquina. Me dijo acerca de su trabajo, yo le pedí una tarjeta. Le dije, “mire, me gustó el trabajo que tu haces, tu te atreves a hacer un trabajo de mayor envergadura? Tienes la experiencia?” Me dio su resumé, muy impresionante, y dije, “No te preocupes, un día quién sabe si te llamo.”

Pasaron 8 años y este hombre casi se cae para atrás cuando yo lo llamo un día y le digo, “Mira, me gustaría reunirme contigo.” Fui a su casa, le toqué la puerta, le dije, “Te acuerdas de mí?” Me dijo, “Sí, me acuerdo de ti.” le dije, “Ha llegado el tiempo, me gustaría hablar contigo. Pasa por la iglesia.”

Él dice que todavía no lo cree, que yo me acordara. Yo guardé la tarjetita 8 años y la encontré, porque hay que pensar, hermanos, hay que creer. Y usted tiene, que si Dios pone algo en su corazón, madúrelo allí, haga todo lo que tiene que hacer.

en ese tiempo hemos hablado con arquitectos, hemos atravesado la ciudad, hemos comparecido ante oficiales de la ciudad, boards de la ciudad de diferentes tipos, vecinos, 18 veces Glenn y yo, el arquitecto, fuimos a diferentes vecindades y agencias para presentarle el proyecto. Algunos hostiles, pero de todo nos libró el Señor, de la boca de los leones.

Y muchas cosas han pasado en ese tiempo. Por qué? Porque usted tiene que trazarse una visión a largo plazo. Déjeme decir eso, si usted quiere una vida de éxito, viva siempre pensando a largo plazo, no se quede solamente pensando en cosas pequeñitas. Piense a largo plazo siempre. Es bien importante porque las tareas grandes se toman tiempo en elaborarse.

El caso es que, gloria al Señor, ahí hay dos torres y hay cosas que evidencian que Dios ha sido fiel en ese tiempo. Hemos trabajado y yo quiero ahora…, yo sabía que cuando ya hubiéramos pasado tiempo, porque estuviéramos a mitad de camino, cada etapa de un proyecto tiene su reto, su especificidades y ustedes, hermanos, son el cuerpo. Cristo es la cabeza, yo no sé si soy una oreja o algo, pero yo recibo de la cabeza instrucciones y ustedes ejecutan y ustedes son parte de este proceso.

Después voy a compartir una imagen muy linda que me compartió el hermano Fernando Cortés que ha sido marinero, que me corrigió algo ayer que yo dije y me alegro, porque la verdad es que enriquece mi entendimiento de esto.

Pues bien, estamos a un año y medio, comenzamos en julio del año pasado la construcción misma, rompimos terreno allí, hay fotos que evidencian cuando comenzamos este proyecto en julio del año pasado. Ya llevamos 14 meses y nos quedan por delante un año, 15 meses, yo espero que no sea más que eso, quién sabe si hasta podemos hacerlo en un año.

Dios nos ha bendecido hasta aquí, y de paso, quiero enmarcar todo lo que yo estoy compartiendo con ustedes, todo lo que estoy diciendo en una perspectiva positiva. Digan todos positivo. Mire, hermano, Dios ha sido más que generoso con nosotros en este año y pico, hemos visto la mano de Dios, la bendición de Dios. Emprendimos algo arriesgado, gente experta ha dicho que no lo podemos hacer, por el precio… esto es un proyecto de 8 millones de dólares y nosotros estamos pretendiendo hacerlo por 4.3 economizando 3.7 millones, casi 4 millones de dólares. Eso no se oye en ninguna parte.

Sin embargo, nos propusimos esa meta en el nombre del Señor, porque no nos daba más, inclusive hasta tuvimos que darle al banco una cifra menor, porque el banco nos picó el ojo y nos dijo, dennos una cifra menor porque no podemos darle esa cantidad de dinero. Le pusimos 3.7, pero en realidad es 4.3 millones de dólares lo que requiere este proyecto, aparte de los otros 3.7 que simplemente estamos en fe descontando.

Pero mire, a 14 años de construcción y habiendo pasado algunos de los aspectos más peligrosos de la construcción, todo el trabajo de suelo, extraer fundaciones, descubrir que había un poco de contaminación en la tierra, incurrir en gastos adicionales que no esperábamos, cavar 42 hoyos de 8 pies por 12 pies de profundidad o 10 pies de profundidad, llenarlos de cemento nosotros mismos con los hermanos que trabajaban allá, usar compañías para poner fundaciones de acero y después meter cables eléctricos y de plomería subterráneamente, poner todo un sistema de desagüe y una cantidad de otras cosas, edificar dos torres, mucho trabajo que se ha hecho allí, preliminarmente pavimentar la base, que luego se va a poner un pavimento ya fino, y construir la torre del elevador, todo ese acero que se ha puesto. Muchas cosas.

La parte escombrosa y más difícil, gloria al Señor, ya la hemos rebasado. Y ahora el trabajo se pone cada vez más fino, hay muchas cosas ahora que tenemos que hacer, y ya tenemos planificadas las otras cosas. Pero yo les puedo decir hermanos que gloria al Señor, me puedo parar aquí y decirles, hermanos, vamos bien. escuche eso, porque lo que le voy a decir las otras cosas simplemente dentro de ese marco, vamos bien, gracias al Señor. La tarea se ha hecho en una manera maravillosa, hemos tenido todo un respaldo estratégico muy, muy bueno y una combinación de elementos que nosotros…

Sabe usted que León de Judá es una compañía de contratistas? Nosotros somos una compañía nos llamamos Temple Contracting, así que sepa eso también. nosotros somos una compañía de contratación también, y yo he tenido que aprender como nunca. Si aprendí en estos dos edificios mucho más he aprendido ahora en algo completamente de cero.

Pero gloria a Dios, estamos viendo. Pero ahora todavía tenemos por delante mucho trabajo que hacer. Ustedes recuerdan ese lindo estacionamiento cuando ustedes podían entrar el domingo y estacionarse ahí, agarrarlo el primero que llegaba se llevaba…

Hemos pasado por un proceso, hermanos, usted ve ahí algunas de las etapas, las primeras vigas, el marco, un poco más definido, y este es donde estamos ahora mismo, creo, ahí tenemos ya el marco de acero, está terminado. Nos tardamos un poco más de lo que queríamos en el marco de acero. La compañía aunque era la más barata por mucho que contratamos, no fue todo lo competente en ejecutar las cosas a tiempo. Hubo complicaciones, no de nuestra parte sino de ellos, pero nos atrasamos unos tres meses en ese proceso lamentablemente. Pero gracias al Señor está terminado.

Hay un dientecito que usted ve allá arriba en la última parte, eso no es que no está terminado el proyecto, sino que hay un balcón allí que hay que dejar para darle espacio a los vecinos de aquí al lado, porque ellos lo exigieron y en las negociaciones tuvimos que hacerlo de esa manera. Pero el caso es que ya ustedes ven ahí todo el marco de acero.

Estas son las piezas gruesas de este proyecto. El caso es que hemos llegado a ese punto del proyecto. Gracias a Dios 14 meses de ardua labor, hemos hecho una combinación de compañía de construcción, nuestros propios trabajadores, gente de afuera que hemos contratado, y ahora entonces, estamos como estos corredores, a mitad del maratón. Es un maratón de 26 y algo millas y cuando un maratonista llega a la milla 13, aunque yo nunca he corrido un maratón, pero usted lee mucho acerca de los maratonistas y sabe que… si usted corrido recreativamente, usted sabe que cuando usted llega a esa mitad del camino, aún en una carrera de 2 millas o 3 millas, a mitad del camino, todavía hay energía para seguir adelante pero ya su cuerpo siente la carga. Usted siente ya el peso del ejercicio, pero usted sabe que todavía le queda, y con cada milla que usted avanza su cuerpo se siente más y más cansado, pero nosotros estamos como ahí más o menos, ahora mismo. Estamos a mitad del camino y todavía esos corredores… yo escogí esa foto porque reflejan energía, pero también reflejan la tensión del proceso.

Y León de Judá está allí. Hemos llegado a mitad del camino, pero tenemos por delante un tiempo mayor. Y la meta es ese edificio. El acero que usted vio allá, el esqueleto es un edificio bien levantado, bien edificado, bien elegido, con todas sus partes y hermoseando esta ciudad y dando gloria al Señor por su belleza. Esa es la meta del corredor León de Judá, el maratonista León de Judá.

Qué nos llevará del esqueleto a el cuerpo ya totalmente bien constituido? Nos llevará una mezcla de fe, creerle al Señor, creer que él es quien nos ha llamado, creer que él es fiel para completar la obra que él comenzó, fe para dar, fe para creer que si yo saco de mi haber, de mi cuenta de banco, de mi dinero personal, de los planes que tengo para esto, para lo otro, divertirme, ir de vacaciones, como yo me de la gana, beber todos los capuchinos que yo quiero, pero que si yo hago mi parte, yo le creo al Señor, y yo invierto en el Señor, y en su obra, porque esta es la obra de Dios, Dios se está moviendo en medio de su pueblo. Dios está haciendo cosas maravillosas en medio de nosotros y es solamente el comienzo. Hemos visto prodigios. Quién hubiera pensado cuando nosotros nos mudamos aquí en el año 1997 que Dios nos iba a llevar. Yo jamás pensé, cuando me lancé a venir acá, nunca pensé que Dios nos daría tantas bendiciones como las que hemos recibido. Que tendríamos una iglesia extraordinaria como la que tenemos y que hemos impactado toda la ciudad, y que hay tantas buenas cosas por las cuales podemos darle gloria al Señor, que hay tanta gente hermosa, diga amén, entre nosotros, y todavía es el comienzo de lo que Dios quiere hacer.

Pero se requiere fe, se requiere recursos financieros, porque Dios no hace la obra por nosotros, Dios trabaja en cooperación con su pueblo. Dios nunca crea parásitos, Dios crea gente guerrera y los pone a trabajar y esforzarse para que aprendan lo que es la guerra. Yo espero que nuestros hijos, los jóvenes adultos que están entre nosotros, nuestra juventud, vea estos esfuerzos que ha hecho sus padres y que ellos puedan transmitir esa misma tipo de corazón aguerrido y de esfuerzo en su propia vida y en la vida de su iglesia, que den generosamente, que se esfuercen por los proyectos de Dios.

Cada Dios tenía un proyecto de crear una nación y sacarla de Egipto y entrarla en una tierra inhóspita y darles esa tierra, así mismo Dios tiene un proyecto de sacar multitudes de nuestras comunidades y traerlas a los pies de Jesucristo. Sanar familias, es un proyecto de Dios y nos ha llamado a nosotros, y ha hecho proezas en medio de nosotros. No podemos dudar de ese Dios que hasta aquí se ha mostrado absolutamente fiel, más allá de lo que nosotros esperábamos.

Hay recursos financieros que se necesitan y para la próxima etapa… nosotros hemos gastado más o menos un millón punto ocho dólares, un millón punto siete algo hasta aquí y todavía nos quedan dos millones seiscientos mil dólares de gastos por delante conforme a todas las proyecciones que tenemos de todo lo que se ha hecho y lo que falta por hacer, todavía hay dos millones seiscientos mil dólares de gastos para este proyecto.

No se me asuste, por favor. Le vamos a explicar. Ahora, de dónde va a salir ese dinero? Ese dinero saldrá de unas 4 diferentes fuentes. Número 1, el préstamo del banco que hemos recibido. Todavía hay una buena parte de dinero que el banco nos va a estar soltando según vayamos avanzando en el proyecto. Eso es dinero, humanamente hablando, seguro, porque es un dinero ya contrato, comprometido, un banco sólido y dentro de todas las cosas que pueden pasar en una economía como esta, es muy seguro. Es un banco sólido, muy fuerte, gente con una visión tremenda, cristiana, aman nuestra iglesia, creen en esta comunidad que Dios nos ha dado, y están comprometidos con esos fondos.

En segundo lugar, ahorros en los costos de construcción. Yo me he propuesto que aún de ese ser seco y esquelético que es el presupuesto que nos hemos trazado, todavía hay un poquito de carne que yo tengo que ir a buscar ahí adentro. Y yo pienso, con la ayuda del Señor, y ya hemos llegado a la mitad casi de eso, cien mil dólares en proyecciones de construcción hemos ahorrado en el presupuesto que tenemos por delante. Yo tengo que… les voy a enseñar después, por lo menos 250 mil dólares más de ahorros en la construcción. Ya me consta que solamente en ladrillos, nosotros ya tenemos un ahorro de 65 mil dólares, solamente en ladrillos que se va a poner allí. Porque Dios ha sido maravilloso.

Y ¿Saben qué? También la desesperación a veces nos hace pensar en una manera bien creativa. Y el caso es que ya tenemos que ahorrar todavía un poco más en los costos de la construcción.

En tercer lugar, nos hemos propuesto también, hemos hablado con la oficina financiera, ahorrar en las operaciones. Hemos apretado la cintura en todo sentido y en estos próximos meses nos proponemos ahorrar una cierta cantidad de dinero de los ingresos por concepto de diezmo y ofrendas. Las operaciones de la iglesia las estamos adelgazando y queremos ahorrar una cierta cantidad de dinero también que yo sé que es factible y con la ayuda del Señor la vamos a trazar de esa manera.

En cuarto lugar, y esta es la clave, esto es algo para ustedes los que están allí. Yo tengo que darle esta misma historia, con la misma pasión a los hermanos de las 12, así que oren por mí. La cuarta fuente es las promesas de la campaña financiera. Saben qué, hermanos? Yo le doy gracias al Señor que yo no tengo que venir aquí ahora mismo aunque sí ayudaría muchísimo, a pedirle a la iglesia más de lo que ya la iglesia prometió. La bendición ha sido que hasta aquí vamos bien, en términos de los gastos de construcción y el costo del proyecto que hemos proyectado. Pero, la iglesia todavía tiene un dinero que le debe al Señor de sus promesas.

Yo siento como que el aire como que se fue de aquí, de momento. Hay dinero que ustedes han prometido, hemos prometido al Señor y tenemos que cumplir, por eso yo no quiero esperar hasta el último momento para hacer este llamado. Yo quiero que este mes sea un mes como de re-consagración para nosotros, de volver a visitar la pasión que sentimos cuando le prometimos al Señor hace dos años casi, de que hagamos un compromiso fresco de renovar nuestra visión, darle al Señor generosamente.

Yo sé que entre nosotros hay hermanos que han llegado hace poco a León de Judá, y quiero animar a esos también, a esos hermanos que se unan a nosotros, que capten la visión de lo que es participar en algo sagrado y ver la gloria de Dios manifestarse.

Entonces, para ser más específico todavía, ahí tienen algunas de las cifras que yo he señalado, pero ahora tienen los números exactos. En términos de préstamos del banco todavía nos quedan 1.46 millones de dólares que el banco nos tiene que dar por concepto del préstamo, 1.464.000 dólares.

Ahorros en costos de construcción, yo me propongo con la ayuda del Señor, haciendo mi parte como líder y como persona que está involucrada íntimamente, diariamente en la construcción, 250.000 dólares más. En la medida en que yo llegue a esa meta o la exceda, o no llegue a ella, en esa medida o hay un surplus o un poquito de déficit que tiene que cumplirse. Pero esa es la meta y yo creo que es realista, y con la ayuda del Señor vamos a llegar a ella.

También hay un dinero que es muy seguro, que es en el banco nosotros tenemos disponible unos 250 mil dólares, quizás para ahora haya un poquito más inclusive, porque han pasado un par de semanas, o un tiempo desde que yo hice la última proyección, pero tenemos unos 250 mil dólares en banco de nuestra iglesia, de nuestro haber, campaña financiera porque ya se ha ido mucho dinero de la campaña financiera, pero tenemos ese dinero en banco.

Es decir, que ese préstamo del banco, y ese dinero disponible que tenemos, esos dos, 1.4 y .25 ahí solamente tenemos 1.7 millones de dólares disponibles. Entonces, el cuarto renglón es ahorros en gastos operacionales que nos proponemos en el próximo año ahorrar unos 100 mil dólares de las operaciones de la iglesia, e incorporar ese dinero al costo de la construcción.

Se me están durmiendo o están conmigo? Están conmigo? Esto es un privilegio, hermanos, hablar de estas cosas. Esto es Biblia, esto es Biblia. Porque muchas veces hablamos de cosas bien etéreas y místicas y espirituales, pero esto es fe, esto es fe, fe es eso. Lo otro es mística.

Entonces, de paso les digo algo, hermanos, yo compartí eso con los hermanos ayer. Nuestra iglesia es una iglesia generosa, yo le doy gracias al Señor porque ustedes son un pueblo que dan y sin embargo, como dice esa carta del Apocalipsis, tengo algo contra ti. Siempre hay algo.

Yo creo que podemos ser mejores todavía, hermanos. Dios ha bendecido esta comunidad. Miren, nosotros no hemos sufrido como sufren otras iglesia muchas veces en proyectos de construcción de esta envergadura. Hay pastores, los pobres, que hay que llevarlos a un sanatorio a mitad del camino o al final porque… sabe que muchos pastores se van de su iglesia como al año de completar proyectos de construcción. Yo no tengo esos planes, pero es anecdótico porque se queman y ya como que están hastiados y pasan tantas cosas en los procesos que ya llegan amargados a la meta.

Gracias al Señor, ustedes me ven aquí, yo estoy feliz, doy gloria al Señor y me siento bien. Amén, ha sido duro, muy fuerte, pero no, lo que quiero decirles es, y esto aprovecho para salirme un momentito para hablar con ustedes de visión general. Nuestra iglesia ha crecido mucho en los últimos años, se ha aumentado y nuestra iglesia también ha crecido en calidad de servicios. Cuando yo veo a Jonatán por ejemplo, veo a Sara Gautier, dos jóvenes que están trabajando ahora en jóvenes y en niños, y usted ve la calidad del programa de I wanna y el programa de educación de la iglesia, ve nuestro programa de discipulado, ve el programa de consejería académica, de vale esperar, de alfa, todos los servicios sociales que la iglesia ofrece. Nuestra planta física que es absolutamente ejemplar, en el centro de la ciudad, accesible a todos los medios de comunicación, nuestro programa de internet, programa de radio, tantas cosas bellas, cada día la iglesia en su perfil público se hace más grande y las expectativas son mayores acerca de León de Judá.

Cada vez más gente se identifica con nuestra iglesia, y cuando tienen que casarse o tener un funeral, o presentar un niño, o resolver un problema matrimonial, a dónde vienen? A León de Judá. Aunque muchas veces ni siquiera son miembros de la iglesia. Porque alguien les refirió, porque aman la iglesia, han venido unas cuantas veces, esta es su parroquia, por así decirlo.

León de Judá es una iglesia como parroquial. Y entonces eso quiere decir que las demandas sobre los sistemas de León de Judá aumentan cada día. Cada día aumenta la calidad de nuestros programas, cada día la gente espera más porque ¿Saben qué? Cuando la gente se le abre la calidad, y comienzan a pensar con excelencia, esperan más de la Congregación y de sus líderes. Entonces, la gente espera más programas, más pastores, más cuidado pastoral, más casamientos, y lo que está pasando es un problema que si no se resuelve a largo plazo, nos va a causar un serio problema y ya nos está causando un serio problema.

Y es que las demandas y las expectativas, y los servicios aumentan pero la base financiera de nuestra iglesia no aumenta proporcionalmente. Entonces, lo que usted ve, cuando yo estaba en California, un pastor coreano con quien yo estaba enseñando me dice, guau, la iglesia de ustedes es una iglesia grande, es una iglesia numerosa y el número de pastores que tienen, yo no me explico cómo ustedes pueden hacerlo porque ustedes debieran tener muchos más pastores.

Bueno, tenemos muchos líderes que trabajan duro, arduamente, y tenemos un equipo de pastores muy sólidos, que son muy esforzados también. pero la verdad es que sí, nosotros debiéramos tres veces el número de pastores que nosotros tenemos para la cantidad de gente que nosotros servimos, y el perfil público que tiene esta Congregación.

Entonces, qué pasa? Que según la gente va esperando más y pidiendo más de nuestra iglesia, los padres quieren más servicios para sus hijos, más programas especializados que la iglesia ofrezca, calidad en todo, eso requiere dinero y entonces, si la Congregación no aumenta su dar, si las personas nuevas que vienen no se enlistan en darle al Señor generosamente, y captar la visión de lo que es el diezmo y la ofrenda generosa, nuestra iglesia seguirá…

Y yo les decía a los hermanos que imagínense un hombrecito pequeño con un cesto bien grande en la cabeza, y viene gente y le pone ladrillo, un ladrillo a la vez, un ladrillo a la vez, que va a pasar? Un día el pobre se desploma porque el peso continúa y él no se hace más fuerte o no viene alguien más y se mete debajo de él para ayudarlo.

Si León de Judá no expande su capacidad financiera, a la misma medida en que las demandas y expectativas van en aumento, nos vamos a ver en un problema serio estructural, va a causar graves incomodidades, expectativas no llenadas, la gente no entiende muchas veces estas cosas. Y por eso comparto esto, esto es un sermón, uno de los mejores sermones que yo he predicado, de paso.

Así que yo espero que usted esté aprovechando esto porque eso también usted lo puede transmitir a su vida familiar, a su matrimonio, a su trabajo, estas consideraciones de este tipo.

Entonces, qué pasa? Yo me alegré esta mañana, pasé por el basement un momentito y una hermana que me imagino que está aquí, no voy a mencionar su nombre, pero me preguntó acerca de cómo ella diezmaba, si lo ponía en un sobrecito. Yo le dije, mire hermana, si tu quieres hasta dámelo ahora mismo en la mano y yo lo llevo, antes que te arrepientas. No. pero esta hermana ha captado la visión del diezmo y quiere unirse, y gloria a Dios por ella. Yo espero que así se reúna muchas más y muchos `más dándole al Señor y captando la visión de lo que es darle al Señor generosamente y creerle a Dios que Dios bendice a los que son generosos con él.

Pero, hermanos, hermanos que nos visitan ahora, que están entrando en las filas del Señor, que piensan caminar a largo plazo, toda su vida con Dios, únase a la lista de hombres y mujeres que a través de la historia le han dado al Señor generosamente y han visto a Dios bendecirlos una y otra vez. No se pierdan la bendición de meterse en la gloria de Dios y vivir una vida de fe, principios, y visión porque eso le va a alinear su vida en una manera increíble con la palabra de Dios.

Les animo, hermanos, ya a largo plazo a que ustedes sean generosos con su iglesia. Esta iglesia bendice a sus hijos, bendice a sus jóvenes, bendice a la comunidad, ejemplifica la excelencia del Evangelio, la excelencia de la comunidad latina, a la cual Dios ha llamado a ser una influencia redentora en esta nación. Nosotros somos cabeza en ese sentido y al que mucho se le da, mucho se le exige. Así que nosotros tenemos que aumentar nuestra capacidad para darle al Señor. Yo necesito gente extraordinariamente de fe, dotada, no solamente para completar esta obra sino para llegar a ser la gran iglesia que Dios quiere que nosotros seamos para gloria de su nombre.

Entonces yo les animo en el nombre del Señor, únanse en fe, créanle a Dios, no me crean a mí, no lo hagan por León de Judá, háganlo por ustedes, por sus hijos y por esta comunidad que necesita una fuerza poderosa defendiendo vidas. Así que es importante.

Ahorros en los gastos de operacionales y finalmente la promesa de la campaña financiera. Si usted suma todo eso, le da 2.664.000 dólares es 64 mil dólares más que nos queda para terminar. Como le digo, mucho de ese dinero es dinero seguro. Para mí el punto clave de todo esto es ustedes. Los demás estamos haciendo todo lo que podemos para honrar su fe y honrar su esfuerzo. Pero necesitamos ahora, nuestro iglesia prometió 1.3 algo millones de dólares, hace dos años y pico cuando empezamos la campaña.

Hasta aquí hemos dado como 750 mil dólares, es decir, que quedan como 550 mil dólares. Si ustedes dan 600 mil dólares, amén, denle un aplauso al Señor porque eso es mucho. Si nosotros completamos lo que le hemos prometido al Señor, yo sé que en esos procesos gente se va de la iglesia, algunos se mueren, otros se mudan para otro estado, perdone si sueno un poquito indolente, pero ya como pastor uno es como un medio, y es la verdad, gloria a Dios, están con el Señor, hay que darle gloria a Dios por eso.

Diferentes cosas pasan, algunos se desencantan, algunos se acobardan, algunos se olvidan, algunos se hacen los locos, lo que sea, pero la verdad es que si nosotros completamos lo que la Congregación León de Judá prometió vamos a llegar a la meta. Amén. Y yo quiero animarles a ustedes, hermanos, gracias a Dios que yo no vengo aquí con una apelación de crisis, gracias a Dios que yo no vengo aquí a decirle, hermanos, ¿Saben qué? Nos equivocamos, son 500 mil dólares más. Y mire, si lo hubiera dicho, en realidad no hubiera sido una falta de integridad porque estos proyectos son peligrosísimos y en la medida en que nosotros nos metimos en esto es increíble. Pero no, gloria a Dios y yo vengo simplemente a decirles, hermanos, cumplan con lo que han prometido. Cumplamos con lo que han prometido, porque yo sé que hay ahí en sus bolsillos, si los cojo ahora mismo y los muevo así para abajo yo voy a encontrar 600 mil dólares. Están ahí.

Mira a tu hermano, él está ahí. Estoy jugando. El dinero está ahí. Apunte a su bolsillo y dígale, está ahí. Pasemos a la próxima con misericordia.

Cómo usted puede honrar la fe de sus líderes, del Señor, y de usted? Primero, póngase al día, yo entiendo, hay hermanos que… yo sé lo que pasa también, muchas veces el uso va embotando las navajas y ya hemos hablado tanto de esto, y tenemos tanto tiempo en este lío, que uno como que ya se… No, renueva tu compromiso. Ponte al día, número uno, gente que está atrasada póngase al día.

Número dos, comprométase. Si usted es nuevo en la iglesia, si no se comprometió antes, si no captó la visión antes, o si acaba de llegar a la iglesia, o hace unos meses y no ha sido parte de todo este proceso, comprométase. Amén. Amén. Comprométase, es otra manera de bendecir.

Otra manera también, si usted ya terminó su promesa y ¿Saben qué? El Señor le da fuerza para decir, ¿Saben qué? Yo quiero que el pastor Miranda no sude más y ya voy a bendecirlo y usted… mire, continúe, renueve una porción o renueve su promesa y diga, ¿Saben qué? Si no me ha dolido hasta aquí, he sobrevivido, no me ha faltado la comida, yo voy a bendecir mi iglesia y voy a seguir dando. Hermanos, Dios le va a bendecir. Tenemos que dar en la zona de la incomodidad.

Muchos de nosotros hemos dado en la zona de bueno, no me duele mucho y voy a dar esto porque somos gente razonable y sobria y comedida, y entonces damos comedidamente. Pero ¿Saben qué? Una y otra vez las ofrendas que conmueven el corazón de Dios son las ofrendas arriesgadas, las ofrendas incómodas, las que te hacen sufrir un poquito, las que crucifican tu carne. Ahí es el nivel donde se abre el poder de Dios, en el nivel de la crucifixión. Las crucifixiones desatan gracias, eso es una ley del Reino de Dios. Hasta que tu no chilles un poquito, no estás siendo bendecido. Esa es la verdad.

Yo siempre he aprendido eso que tengo que ir más allá. Entonces, continúa porque vamos a necesitar que algunas personas de fe y de visión se comprometan.

Y finalmente, adelanta tu promesa. Por qué? Porque no podemos esperar hasta el último momento, porque estas cosas hay que tener dinero en reserva para comprar materiales, pagarle a gente, todo eso, así que nos bendice muchísimo. Mira, si tu tienes algún dinerito en el banco y tu sabes que en algún momento te lo van a sacar por la promesa, para de sufrir, como yo digo, y dalo ahora, dalo ya. Escribe un cheque antes de que tu mente se entere de lo que estás haciendo y entrégalo ya para que tu iglesia tenga una reserva.

¿Saben qué? Porque cada dólar que nosotros pagamos de nuestro propio dinero es menos intereses que tenemos que pagarle al banco en adelantado. Eso nos ayuda muchísimo. Alguien nos sugirió algo bien interesante, el hermano Rupert Smith ayer, un hombre bien hispano, Rupert Smith. Yo siempre digo el mismo chiste barato acerca de Rupert.

El caso es que él dijo, mira, yo estaba pensando, Rupert trabaja en el área de finanzas, un joven muy talentoso de la iglesia, me dijo, pastor, yo estaba haciendo las cifras, si nosotros solamente echáramos 20 dólares extra cada semana y creo que fueron 600 personas echaran 20 dólares extra a la semana, en el cesto de las ofrendas tendríamos ahí el dinero, solamente eso. Imagínate.

Es cierto. Hay muchas maneras de quitarle la piel a este gato, hermanos. Hay muchas formas de bendecir. Hay veces que uno tiene ahí 20 dólares extra y por qué no hacer un sacrificio a Jehová. Entrégalo. Yo le digo, todo dinero más allá de los gastos modestos que nos hemos propuesto este año, va a ir hacia la construcción. Así que se identifique o no se identifique eso va para allá. Así que si usted no tiene el tiempo para poner en un sobre, mire, yo preferiría que pusiera el sobre para identificarlo, pero sino, no se preocupe que va a ir al hoyo este de la construcción, finalmente va a llegar allí. No debiera ponerlo así, pero es un chiste barato de todas maneras.

Va a ir allá, a la construcción. De alguna manera, yo le dije al hermano Gonzalo Alvarez lo vamos a asignar, es un ebanista excelente, vamos a hacer una buena urna, voy a llamarlo, para que los hermanos se sientan libre. Mire, hágale una ofrenda especial al Señor, si Dios los bendijo de alguna manera, si Dios le puso en su corazón algo generoso, un impulso generoso, saque allí, eche algo allí, una ofrenda.

Hay muchas formas de dar esto y de llegar a la meta. Yo creo que Dios puede hacerlo, si nos proponemos. Habla con tus amigos, tus amistades, gente de influencia, con gente que tu influyes. Dile acerca del proyecto y hay gente que se beneficia de León de Judá de muchas maneras, son bendecidos. Dile, mi iglesia, quiero pedir una ofrenda especial para la construcción. Si lo hacemos para tantas otras cosas, por qué no para esto.

Ponte al día, comprométete, continúa tu promesa y adelántala inclusive. Y el Señor me había dado un versículo que es en Tito, creo que es, Capítulo 2, donde nos habla acerca de no nos hagamos esperar, no nos hagamos rogar acerca… el salmo 32:9 perdón, donde dice:

“… no seais como el caballo o como el mulo, sin entendimiento, que han de ser sujetados con cabestro y con freno porque sino no se acercan a ti…”

No seamos, hermanos, indolentes, no seamos resistentes. Hay hermanos que a veces se resisten, estas cosas les pasan por encima y dicen, ah, no yo voy a esperar a ver qué pasa, si se adelanta más si esto, si lo otro. Hermanos, no se haga rogar. Dios está moviéndose y usted no quiere perderse el mover, la bendición de Dios.

Finalizo con esta imagen de cómo nosotros somos. Ese es el estrecho de Corinto, cerca de Grecia. Ahí usted ve un barco cruzando un espacio tremendamente estrecho. Yo le pedí a Yosmar que me consiguiera una foto, ahí usted ve dónde nosotros estamos ahora mismo. Ese barco puede pasar y va a pasar y pasó porque la foto está ahí, sino hubiera un escombro ahí. Pero requiere una operación tremendamente precisa.

Nosotros estamos en una posición, dado el tipo de operación que tenemos, que no se presta a errores. Yo no puedo darme el lujo de cometer muchos errores ni cálculos errados en este proceso, ni ustedes tampoco pueden darse el lujo de no hacer su parte.

El hermano Fernando me decía, yo le decía, yo me veo como el timonel de ese barco que tengo que llevarlo y el hermano Fernando, que ha sido marinero muchos años de su vida, ¿Sabe qué, Roberto? Quiero darle algo que le puede ayudar quizás en la metáfora que usaste, no es así. El timonel no es el único que lleva el barco, yo lo sé, pero no usé… dice, cuando el timonel está, el capitán también está dando órdenes, hay gente a los lados del barco notificando de cómo va el barco y abajo, en las máquinas hay gente trabajando para asegurarse de que haya un juego adecuado, para que el barco no se vaya de un lado ni de otro. Es un trabajo de equipo.

Yo tengo que dirigirlo, pero ustedes tienen que esas máquinas mantenerlas operando, moviéndose, necesito consejo de la gente, compromiso.

Moisés estaba allí, gracias a Dios, yo no soy como Moisés. Moisés estaba el pobre solo, con un pueblo incrédulo, sudando para entrar a este pueblo en una tierra. Dios quería bendecirlos pero en ellos no hubo la fe suficiente para creerle a Dios. y entonces tuvieron que pagar el precio.

Porque es que no podemos perder los momentos de Dios. yo digo que hay dos mentalidades en la vida cristiana y en la iglesia de Jesucristo, una mentalidad de suficiencia y una mentalidad de escases. Josué y Caleb tenían una mentalidad de suficiencia, ellos hubieron dicho con toda seguridad, todo lo puede en Cristo que me fortalece. Ellos siempre veían el vaso medio lleno.

Los otros diez espías tenían una mentalidad de escases, se veían como pocos, insuficientes, débiles, pequeños. Veían los obstáculos, no veían las posibilidades. Veían al enemigo, no veían al Dios que los había sacado una y otra vez de Egipto y de otros lugares y otros aprietos, y siempre les había dado la victoria. Veían el fruto de la tierra, pero no veían la bendición y la lucha que ese fruto requería y la bendición que ese fruto representaba. Veían las desventajas pero no veían las ventajas.

Josué y Caleb dijeron, ¿Saben qué? Dios nos ha dado la victoria, nosotros los comeremos como pan, dice, si Dios está con nosotros, dijo Josué, nosotros ganaremos esas batallas y Dios los bendijo. Josué y Caleb entraron a la tierra prometida, nadie más de esa generación entró excepto ellos dos.

Los que entraron eran los niños y los jovencitos que no eran responsables moralmente en ese momento. Fue una nueva generación, excepto Josué y Caleb de la vieja generación porque tenían un espíritu diferente.

Yo quisiera preguntarte de qué espíritu eres tu, de los que miran los obstáculos y los peligros y me va a faltar, o de los que creen a Dios y dicen, no, en el nombre del Señor lo vamos a hacer, lo vamos a lograr. Yo me voy a comprometer y yo voy a dar más de lo que se espera de mí. Yo quiero pedirte en el nombre de Jesús que le creas a Dios y que bendigas tu vida, tu familia, tu iglesia y sigan adelante en este proceso.

Amén. Vamos a ponernos de pie. Gloria al nombre del Señor. Esto es enseñanza espiritual, hermanos, yo creo que es un privilegio que ustedes estén viviendo este tiempo, ustedes podrán contarle a sus nietos y a sus hijos de lo que Dios ha hecho y damos gloria al Señor porque hasta aquí nos ha traído Jehová. Hasta aquí Dios ha sido fiel con nosotros y yo confío en que así será hasta el último momento.

Oren por sus pastores, oren por la iglesia, oren por este proyecto, oren por todo los que trabajan en las construcciones. Gracias al Señor, Dios nos ha mantenido salvos, seguros y yo espero que así será siempre. Dios nos ha dado gracia en diferentes maneras con las autoridades, con el vecindario, y yo confío que así será hasta el último momento. Así que oren y bendíganos.

Padre, de nuevo, nos consagramos a ti, Señor, en esta mañana. Gracias por este pueblo. Gracias por ser parte de una empresa noble, heroica. Gracias porque tu has sido más que fiel en ese proceso y porque hemos llegado hasta este punto y seguiremos, Señor, hasta la meta dándote a ti la gloria y la honra. Sea tu nombre glorificado. Sea tu nombre glorificado, Señor. Bendice a tus hijos, sella sus corazones, danos la victoria, Padre, y que podamos sentarnos un día en ese bello santuario y adorarte a ti y reconocer que tu lo hiciste y que toda la gloria y toda la honra son exclusivamente para ti. Gracias, Señor. Gracias en el nombre de Jesús y el pueblo de Dios dice, Amén. Dios les bendiga, mis hermanos. Amén.

Alcanzando aquello por lo cual Cristo me alcanzo a mi

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Hace un mes atrás, yo compartí un mensaje que obviamente si lo buscan en el internet no lo van a ver porque ese día las cámaras no estaban así que no está grabado. ¿Qué fecha fue? Hace cuatro miércoles atrás, hace cuatro semanas atrás, miércoles 31 de agosto fue eso. Y fue un mensaje que yo lo estaba basando en el libro de Filipenses capitulo 3, Filipenses capitulo 3, el verso 12 en adelante, muy bien tienes la nota ahí, muy bien.

Y yo quisiera hoy como tratar de atar cabos, porque yo se que hubo varias cosas que se quedaron en el aire aquel día, al menos los que estuvieron aquí y que se recuerdan, hubo varias cosas que yo deje en el aire por razones, que yo creo que Dios estaba tratando conmigo todavía en ese momento, pero hoy quiero tratar de atar cabos y no creo que lo vaya a resumir todo, pero si voy a ir hilando fino en algunas partes. Y esta parte yo la he titulado así: “Alcanzando aquello por lo cual Cristo me alcanzo a mi”.

Alcanzando aquello por lo cual Cristo me alcanzo a mí. Y en la Biblia, si vamos de nuevo, solamente quiero revisar esos versos de Filipenses capitulo 3, Filipenses capitulo 3 los versos del 12, del 12 al 14. Dice: No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto, sino que prosigo para ver si logro asir o alcanzar aquello para lo cual fui también alcanzado por Cristo Jesús.

Mis hermanos y hermanas yo mismo no pretendo haberlo alcanzado pero una cosa si hago, olvidándome ciertamente de lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está por delante, prosigo a la meta al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús, Amén. Que linda esa palabra verdad, cuantos lo pueden decir, que linda esa palabra.

Prosigo a la meta, mientras yo meditaba de nuevo en este pasaje y que al menos yo escuche lo que yo mismo me grabé, yo me escapé de las cámaras y me grabe yo mismo, puse mí grabadora ahí y yo me meditaba en lo que yo decía y decía: Wow! Señor y ahora como le hago, pero una cosa si yo pude recordar, y es el mero hecho de que Pablo nos estaba exhortando a actuar intencionalmente sobre no permitir que las memorias del pasado nos roben la energía que necesitamos para poder alcanzar, las cosas que Cristo ya ha establecido para nosotros, pueden decirle Amén a eso. No podemos dejar que las memorias del pasado nos roben la energía, para nosotros poder alcanzar aquellas cosas, para las cuales Jesús nos alcanzo a nosotros.

Ahora tal vez ustedes se recuerdan, al menos los que estuvieron aquí, los que no pues se los digo ahora que, olvidar ese concepto de olvidar lo que queda atrás, no significa borrar por completo esas memorias porque eso es imposible, usted no puede borrar por completo sus memorias del pasado al menos de que usted sufra o padezca de algún tipo de amnesia. Esta mañana yo me asuste, porque mientras estaba preparando el desayuno para mis hijos, pensé en que tenía que buscar mantequilla en la nevera y estoy en una esquina de la cocina y cuando doy la vuelta para ir de camino a la nevera me recordé que tenía algo en el microondas, y cuando volví al microondas les estoy hablando esto fue cuestión de 30 segundos, que viré para atrás, yo me dije: “que era lo que yo iba a buscar”.

Hermanos literalmente tuve un lapso donde mi memoria se me fue por completo, yo no sé si era que mí cabeza estaba todavía medio dormida o algo, pero la cosa fue que yo me olvide de que era lo que yo iba a buscar, tuve que volver otra vez al lugar donde yo estaba preparando el sándwich y entonces ah! Mantequilla. A menos que usted no padezca de amnesia esas memorias del pasado no se le van a olvidar, o no las va a poder borrar por completo, ahora pero lo que si mencionamos fue que hay una diferencia muy grande entre tratar de borrar esas memorias y no causar que esas memorias te roben la energía. Y eso es lo que yo entiendo que Pablo está queriendo decir con ese texto, de no dejar que esas memorias del pasado te roben de todos esos, esas fuerzas que Dios pone en ti para tu verdaderamente alcanzar lo que está por delante.

Yo pensé en el enfoque de un atleta, porque esa es una de las cosas que Pablo menciona aquí, a mi me gusta mucho correr eso es parte mía, me encanta hacer ejercicios.

Y una de las cosas que cada corredor le puede decir a usted, a alguien que participe de algún tipo de competencia y esto es algo que está probado, si esa persona gasta su energía pensando en lo que no hizo y en lo que pudo haber hecho, su ejecución en la carrear se va ver afectada, porque psicológicamente sus energías les van a estar robando energía a su cuerpo para `poderse concentrar en la carrera que tiene por delante.

Por eso que a los atletas ustedes los ven, particularmente a los atletas que van a las olimpiadas y cosas así, una de las cosas que incorporan en su entrenamiento es una sesión con un psicólogo deportivo, porque ese psicólogo deportivo ayuda a este muchacho o a esta muchacha a que pueda mantener su mente, su cabeza, sus cinco sentidos enfocados en el evento que tiene que hacer, ese psicólogo deportivo es el que habla con esa persona de sus traumas del pasado, con sus nerviosismos, con sus temores, con sus ansiedades, le habla de todas esas cosas y hasta le hace ejercicios de visualización y como se puede enfocar para que nada lo distraiga, cosa que cuando este ahí en la línea de salida y que oiga el disparo, que esa persona cuando mire hacia el frente va a estar tan enfocada que aunque le pase un camión por encima, por el frente no lo va a ver porque está enfocado en la meta, ese es el tipo de entrenamiento que le dan a estas personas.

Y ese es el tipo de enfoque del cual está hablando Pablo aquí, de no dejar que esas cosas del pasado te vaya a distraer demasiado, que tú no puedas entonces correr en la forma que Dios ha determinado para ti a través de la persona de Cristo Jesús, claro está, yo se que suena más fácil lo dicho que hecho, del dicho al hecho hay un largo trecho, yo sé que es difícil mis hermanos poder hacer esto, yo mismo les conté hace un mes atrás de parte de mi propia experiencia y mi propio testimonio, o sea yo se que yo, en mi niñez yo salí de un trauma en mi niñez que afecto de alguna forma u otra lo que yo pensaba que era mi, mi identidad sexual y comencé a desarrollar algunos hábitos que fueron de alguna forma compulsivos y cuando yo empecé a crecer a través de me mi adolescencia, como quien dice que entre a mi pubertad y todas mis hormonas estaban, puf, a millón y yo empecé a ver todas estos patrones en mí, y yo les digo, ya yo era cristiano, ya yo había aceptado a Cristo en aquel entonces.

Yo empecé a tener esta lucha, esta batalla en mi interior y yo me decía:

“Señor como tú quieres hacer algo conmigo, cuando yo veo toda esta inconsistencia en mí”.

Todo, a través de toda mi adolescencia yo luchaba con esa pregunta, en mi iglesia allá en Puerto Rico yo era líder, el presidente de jóvenes, me invitaban a predicar aquí y allá, participaba cantando en distintos lugares, iba y con todo y esos mis hermanos cuando llegaba a mi casa me decía: Señor, pero como tú me quieres usar a mí, si yo tengo todo esta musaraña, como quien dice encerrada en mi cabeza.

A través de mis años de universidad fue lo mismo, yo, había una parte mía que quería seguir creciendo, entregarme al Señor, ya para aquel entonces yo tenía ese llamado de ser Pastor y aun mas todavía era el peso en mi interior porque yo me decía: Señor pero todas estas memorias de mi pasado que yo tengo, como, como tú me vas a usar a mí para ser Pastor, tú te equivocaste, tienes el Omar equivocado Señor, búscate a otro porque no soy yo.

¿Y saben lo que hice cuando yo termine mis cuatro años de universidad?

Yo le hice ese llamado al Señor, yo le hice puf, me voy a estudiar otra cosa, por eso fue que me vine aquí a Estados Unidos, porque yo vine solicitando aquí a una universidad para seguir la carrera profesional que yo había escogido allá en Puerto Rico, en esa área de ejercicio de Rehabilitación Física, cosas así, yo vine aquí aplicando para eso. Y cuando llegue aquí me crucé con el Pastor mío, que fue mi primer Pastor allá en Puerto Rico, yo recuerdo que tuve una reunión con él, el me recibió en su casa, me invito a cenar, estuvimos hablando y él conoce parte de mi historia también y cuando yo me siento con él, el sale y me dice, Omar mira, tú vas a tener que tomar una decisión, porque el llamado de Dios está sobre ti y eso es evidente, pero tú estás huyendo de ese llamado por inseguridades que tú tienes en ti. Y yo sí, pero Pastor, yo empecé a tratar de justificarme, tratar de poner muchas excusas, no pero es que yo quiero seguir esta profesión cosas así y claro está, mi experiencia es bien particular, yo no estoy diciendo que vaya a ser lo mismo con todos, pero es una experiencia particular que, algo se puede sacar de esto.

Solo que yo hice fue mira, yo voy a aplicar a esta universidad y a la misma vez me tire a aplicar al seminario para entrar a mis estudios pastorales y yo me dije, Señor si en este lado no me aceptan, pues yo voy a entender que Tú quieres que yo me vaya por acá.

Válgame, eso fue lo que sucedió, o sea yo tenía todos mis credenciales para poder estudiar, pero no me aceptaron en la universidad que solicite, una semana después me llaman del seminario, te aceptamos, tienes beca puedes empezar dentro de un mes, yo wow dentro de un mes, solo en un mes yo me vi saliendo de Puerto Rico llegando acá y empezando una nueva vida. Y ahí fue mis hermanos, yo llegue a un dormitorio en este seminario, era una cajita de fosforo, un salón de 10 por 10 con dos ventanitas chiquititas y ahí en ese cuartito fue donde Dios empezó a tratar conmigo, en la primera nevada que yo vi aquí, ay, la primera nevada me la goce como hace todo el mundo, que uno se tira de cabeza en la nieve, se la come, abre la boca así para que le caiga, la primera nevada estuvo bien, ya la segunda, la tercera yo estaba deprimido, que yo hago aquí, que yo hago aquí, yo voy a dejar todo esto, me voy para Puerto Rico otra vez, tengo mi familia por allá, tenía mi novia que era mi esposa ahora mismo y yo, que yo hago por acá, yo tengo todo por allá en Puerto Rico.

Y Dios me pillo en ese cuartito y me dijo, no hay algo que yo tengo que hacer contigo, aquí es donde tú vas a empezar a dejar todas esas cosas del pasado y vas a empezar a adoptar todo lo que yo he hecho para alcanzarte a ti, así fue como Dios trato conmigo mis hermanos y Dios sigue tratando conmigo, porque yo digo esto mis hermanos, por que cuando Dios pone sus ojos sobre ti, cuando Dios pone su mirada sobre ti, cuando él te mira así, como estábamos cantando hace unos minutos, cuando él te mira así con una intencionalidad, con un sentido, con una dirección y te dice:

“Tú tienes valor para mi, hay algo que yo tengo contigo, tú no eres una cosita de por ahí, tú no eres un error de la naturaleza o de tus padres, tú tienes intención, tú tienes propósito, tú tienes sentido y hay algo que yo quiero hacer contigo, yo te he puesto en una carrera y en esa carrera tienes que correr”.

Todos nosotros mis hermanos, todos nosotros tenemos memorias con las cuales luchamos, todos nosotros tenemos memoria de un fracaso que tuvimos en la vida, todos nosotros tenemos memoria de una decisión que troncho las esperanzas que uno tenía hacia el futuro, todos nosotros venimos de tal vez expectativas que se pusieron sobre ti y que tú no pudiste cumplir y precisamente porque no pudiste cumplir con eso creciste entonces tal vez con un sentido de insuficiencia, con incapacidad de mirarte a ti como que, que eres menos cosa, poca y ese tipo de pensamiento de sentir crea un estancamiento en el ser interior y muchas veces ese estancamiento se refleja a través de hábitos de conducta de vida no muy saludables, que nosotros las incorporamos y nos acostumbramos tanto a ellas, pero no nos damos cuenta que esos hábitos lo que están haciendo es adormeciendo un verdadero dolor que está en el interior, una verdadera falta que está en el interior.

Si yo me pongo a mencionar cuales serian algunos de estos hábitos, hey, hay algunas personas que su habito es sentirse como la víctima en todos los lugares que va, yo soy la víctima, todo el mundo la tiene conmigo, aquel me miro mal no le caigo bien, aquella me dijo algo ya me chavé con esta persona, aquel le pise el zapato olvídate que no se vuelve a parar al lado mío y yo soy la víctima, yo soy la víctima, yo soy la víctima, ay pobre de mí, ay pobre de mí, Fanny ora por mí, tú tienes más unción que yo, pon la mano en mi cabeza por favor, yo soy la víctima.

Hay otros que lo demuestran a través de actitudes compulsivas, es como que todo es, todo se tiene que hacer a su forma y tienen que dominar, es como que tienen, es una necesidad por dominar por encima de otros, como tú trauma tal vez lo que significo fue que alguien dominó por encima de ti, tú sentiste como que no pudiste hacer lo que tenias que hacer, pues ahora que eres grande y te puedes vestir tú solo, por ti mismo, por ti misma, pues ahora tú habito es comportarte en una forma donde quieres dominar por encima de todos los demás. Y tal vez no te das cuenta pero ese es tú hábito, tienes que dominar lo que tú esposa o lo que tú esposo hace, dice, piensa o no piensa, tienes que dominar sobre tus hijos y tal vez estás perdiendo a tus hijos, pero por ese hábito tuyo de querer controlarlo todo, te crees que por creer controlar, lo que estás haciendo es perdiéndolos más todavía.

En el trabajo, tus colegas de trabajo, no yo soy el mejor, yo soy el que mejor corbata fina tiene, los mejores zapatos y yo tengo que proyectar esto, yo soy el que soy.

Algunos desarrollan adicciones de distintos tipos, yo puedo mencionar muchas, pero ustedes se las pueden imaginar también, me gusto lo que dijo la hermana Olguita hace dos domingos a tres, la adicción de, como fue que ella dijo, la adicción de que me validen, la adicción de que me validen, de que otros estén siempre como quien dice; Ah Omar esto, Omar aquello, Omar lo otro.

Casi siempre uno piensa en adicción, oh, cigarrillos, drogas, alcohol, todas esas cosas vainas feas, pero no pensamos en la adicción de que no, yo necesito que otras personas me estén afirmando todo el tiempo, si usted no me dice que bien te ves no me siento afirmado, si usted no me tira un piropo no me siento afirmado y necesitamos eso, es como que, al momento que yo no reciba eso, es como que ya me entra una ansiedad.

Y miren otro hábito que puedo mencionar son las personas que proyectan sus propios trauma encima de usted, que es bien conectado al ser víctima pero es otro tipo de hábito que también desarrollan, tienen persona, es una persona que está sufriendo de ver demonios pa’ hartos lados y entonces te dice a ti mira, te están siguiendo un demonio, a mi no, a ti es el que te está siguiendo.

Oye tú como que has aumentado un par de libritas, yo no, tú te las estas aumentando las libras, es como que todo te lo proyectan a ti, todo te lo proyectan a ti, aah, sucedió algo en un ministerio, no eso fue Omar, él fue que lo hizo, yo puedo seguir mencionando una lista de cosas pero el tiempo avanza, miren mis hermanos lo importante en todo esto, es que nosotros podamos hacer como, como dice el escritor de Hebreos.

Hebreos capitulo 12, un verso que también nosotros también conocemos, hebreos capitulo 12, verso 1 dice:

Por lo tanto nosotros también teniendo alrededor nuestro una gran nube de testigos despojémonos de todo el peso y del pecado que nos acedia y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, ¿Puestos los ojos en quien? ¿En Lucy? Nooo. Lucy es buena gente, pero yo no voy a poner mis ojos en Lucy, voy a poner mis ojos en Medrad, Medrad es bien buena gente también, pero no voy a poner mis ojos en él. Ponga sus ojos en el que los tiene que poner, ponga sus ojos en Jesús.

Y miren mis hermanos yo les digo, esto es un acto que requiere intencionalidad, requiere intencionalidad de parte de usted, su amigo, su amiga no lo va a hacer por usted, su mamá, su papá no lo va a hacer por usted, usted no puede esperar que él Pastor venga con el cuchi cuchi bendito, vamos a ayudarte, no, el Pastor no lo va a hacer por usted, esto lo tiene que hacer usted con Dios, usted está en una carrera, yo no puedo jalarlo a usted para correr, usted tiene que correr, usted tiene que parase ahí y no dejar que esas memorias del pasado te sigan robando la energía que Dios ha puesto en ti ahora, sino que tú puedas entonces estar ahí y correr, pacientemente, persistentemente, con toda fuerza, con toda intencionalidad, pensando, Jesús hay algo para lo cual Tú me alcanzaste a mí, si Tú me diste salvación, si Tú me diste una nueva vida, si Tú me diste un nuevo sentido, un nuevo propósito, una nueva razón de ser, un nuevo enfoque de la existencia de la vida, por algo fue, por lo tanto eso para lo cual Tú me alcanzaste a mí, esa va a ser mi meta, ese va a ser mi enfoque.

Yo no voy a dejar que estas otras cosas me roben a mí la energía, miren mis hermanos así fue como Dios me confronto a mí, así fue como Dios me confronto a mí en ese cuartito así chiquitito, yo ahí todo, como una pasa en una esquina llorando como un nene chiquito, ya yo tenía 23 años, porque no van a decir, pero era un nene chiquito todavía pero, yo no lo veía así, yo a esa edad, yo me mire en ese cuartito, yo ahí llorando, limpiándome las fosas nasales por no decir otra cosa, yo me decía; No Señor, yo mañana voy a la oficina, yo me voy a dar de baja de estos estudios, yo no puedo más con esto, esa ha sido una de las pocas cosas donde yo he sentido que Dios me habla tan directamente y me dice no, yo no me rendí contigo, no te rindas tú tampoco, miren ahí algo empezó a suceder en mi mente mis hermanos, Dios, Dios tuvo que empezar a causar en mi una nueva forma de pensar y es una nueva forma de pensar que todavía el día de hoy la sigo trabajando.

Todavía el día de hoy la sigo trabajando, miren término con esto, Filipenses capitulo 4, miren como dice el verso 8, yo te pregunto ¿en que estas pensando ahora mismo?, ¿en que estas pensando ahora mismo?, estas pensando como yo en el mantecado que te vas a comer ahorita, yo siempre saco el mantecado ah, cual es la otra palabra para… el helado por si acaso los que no saben, ¿en que estas pensando ahora mismo?, pregúntale a la persona que está al lado tuyo, dile en que estas pensando, obviamente no te va a decir, es mas así salteadamente si yo te preguntase a ti, si yo te pidiese que hicieres un análisis, un recuento en tú mente de cuáles son las cosas que ocupan tú mente durante el día, en que cosas tú piensas, uy, en que cosas tú piensas durante el día, estas en la oficina del trabajo, estas en tú casa, estas en el bus, estas donde sea, en que tú piensas, eso tal vez es otro mensaje pero, un “preview” por ahora, ¿En que usted piensa?, ¿Cuántos piensan en su familia?, ¿Cuántos piensan en sus hijos?, ¿Cuántos piensan en irse de aquí?.

Y volver a, no de aquí de la iglesia, me refiero irse de aquí y volverse a su país o algo así, ¿Cuántos piensan que están en sobrepeso?, ¿Cuántos piensan que están muy flacos? De nuevo son tantas cosas en las que pensamos, miren a mi me da gracia, me crucé con una revista los otros días que dice que, el hombre piensa en el sexo como unas Mil doscientos y pico de veces al día y yo me dije wow, eso es el hombre, la mujer esta como Cien puntos menos que eso, ¿o más? Ay Dios mío, eso es otro mensaje, apúntelo.

Otro mensaje, vamos a ponerle un check a eso ahí, pronto muy pronto en un pulpito cerca de usted, pero en que estas pensando, miren lo que dice Filipenses capitulo 4, el verso 8 dice:

Por lo demás mis hermanos todo lo verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si hay algo digno de alabanza en eso piensa, en eso piensa.

Ahí es donde muchas veces se gana o se pierde la batalla de cada uno de nosotros en el día, en cómo estamos pensando, la manera en que tú piensas mis hermanos, la manera en como tú piensas de tú pasado, como tú piensas de tú presente y como estas pensando de tú futuro eso va a determinar, o tú mejor le estas poniendo como quien dice las pautas de cómo tú quieres que Dios trabaje en tú vida, pero Dios tiene cosas mucho más allá de lo que tú puedes pensar, para tú poder entender como Dios quiere obrar en tú vida, tú tienes que pensar de esta forma, tienes que pensar en todo lo que es verdadero, ¿Por qué empieza por ahí? Dios es verdad, lo verdadero es algo firme, es algo que no se puede, ¿cómo se dice? Que no se puede ¡ben! O sea no se puede doblar, no se puede cambiar porque es algo verdadero, yo te digo mira esto es una bolsa negra, si alguien me dice que esto es una bolsa verde vamos a tener problema, porque esto es una bolsa, bolsa negra ok?

Esto es verdadero, es absoluto, gracias, es una palabra firme y por ahí podemos seguir hablando, esas son las cosas en las cuales nosotros tenemos que pensar, si usted está pensando, ay, no quiero llegar a mi casa porque no le quiero ver la cara a fulano, mengano o a zutano ya usted no está pensando de acuerdo a lo que dice este texto.

A mañana voy a llegar a mi trabajo y voy a seguir viviendo esa vida miserable que tengo, ¿Eso es algo bueno, eso es algo puro, eso es algo justo? Ay cuando vaya camino a mi casa voy a parar por esa licorería, donde venden ese Ron tan rico. ¿Eso es algo puro, eso es algo digno?

Llegas allá a la oficina, ay esa secretaria, si vas a pensar así, ¿estás pensando en algo puro? Estoy hablando real mis hermanos, ustedes saben que me gusta así hablar real, tenemos que enfocarnos en la carrera que tenemos por delante, hay algo por lo cual Cristo te alcanzo, ese tiene que ser tú norte, ese tiene que ser tú enfoque, eso es lo que tiene que llenar nuestras mentes para nosotros verdaderamente poder alcanzar aquellas cosas por las cuales Él nos alcanzo a nosotros primero.

Si pero Pastor Omar estos otros problemas en la vida, mira los problemas van a venir y se van a ir, los problemas vienen y van, los problemas no determinan tú norte, al contrario a través de los problemas tú sigues descubriendo tú norte que está enfocado en Cristo Jesús y en esa es la dirección la que tú vas, tus problemas despójate de ellos, despójate de tus problemas, tíralos así hacia el lado, tápense la nariz por si acaso, despójate de ellos y tú sigue corriendo en la dirección que tienes que correr, sigue yendo en la dirección que Dios te está llamando a que tú puedas ir, ahí es donde tenemos que ir todos, ¿Amén? Amén, ¿Amén? Amén, ¿Amén? Amén.

Voy a ponerme mis zapatos que ya se están desmayando aquí al frente, vamos a ponernos de pie mis hermanos y vamos a orar. Esta historia continuara, gracias Señor.

Oigan mis hermanos miren un paréntesis, un paréntesis por favor, solamente por, por educarles un poco, un poco más, para que me vean bien, no vayan a pensar que yo soy un “Bambalan” cuando yo hablo de mi testimonio ok, consta, yo sé de donde Dios me ha sacado a mí, yo sé de donde Él me ha sacado, yo sé dónde estoy y yo sé en la dirección en la que voy, yo sé cuáles son los retos y obstáculos que se pueden presentar a mi vida y como estoy muy al tanto de ello, yo cada día, yo me visto con la armadura de Dios y yo digo; “Señor enfrento este día en tú nombre ayúdame a mantenerme despierto para saber cómo defenderme”.

Dios me ha ayudado a mí con eso y yo he logrado cubrir como quien dice, mi mente de esa forma, cada uno de nosotros tiene que hacer lo mismo, cada uno de nosotros tenemos que hacer lo mismo, nunca pienses que eres poca cosa, porque en Dios tú eres grande, tú eres alguien de mucho valor y ese valor lo encuentras en Él, Amén.

Padre yo te doy las gracias en esta noche, porque Tú palabra una vez más prueba su eficacia, Tú palabra una vez más nos da a entender Señor de que, Tú eres real y que Tú estás en acción en medio de nuestras vidas.

Señor gracias por cada uno de mis hermanos y hermanas Señor, que han escuchado esta palabra, y yo declaro que esta palabra de fruto en cada uno de sus corazones Señor, yo te pido mi Dios que esta noche en el momento que todos nosotros salgamos de aquí Señor, que podamos salir de aquí confirmados y afirmados en ti, en tus propósitos, Señor en ese llamado al cual Tú nos estas invitando de poder alcanzar aquellas cosas para la cuales Tú nos alcanzaste a nosotros Señor, porque ahí es donde encontramos nuestra verdadera razón de ser, nuestro verdadero sentido y dirección Señor.

Padre ayúdanos donde quiera que nos encontremos en nuestro caminar de Fe, que podamos olvidarnos de lo que queda atrás y podernos extender hacia aquello a lo cual Tú nos estas llamando Señor Jesús, Padre yo declaro que a mis hermanos y hermanas Tú le vas a dar la fuerza que ellos necesitan para despojarse de todas aquellas cosas que impiden el que ellos puedan correr libremente en la dirección a la cual Tú los llamas Señor y yo declaro Padre que los pensamientos que van a abundar en nuestra cabeza, en nuestra mente, en nuestro corazón son los pensamientos tuyos Señor.

Todo lo puro, todo lo verdadero, todo lo real Señor, todo lo que es justo, todo lo que es digno de buen nombre Señor, en eso Tú vas a causar que nosotros pensemos, que a la próxima Señor que venga un pensamiento negativo a nuestra mente Señor, que lo llevemos cautivo a Tú obediencia Señor y que Tú nos muevas a pensar en la forma que Tú quieres que pensemos.

Bendice a cada uno de mis hermanos y hermanas Señor en esta noche, a cada uno de nosotros danos Tú paz, llévanos con bien y protección hacia nuestras casas y Padre que el día de mañana si así Tú lo permites, nos podamos levantar con nuevas fuerzas y energías, para echarle mano a lo que el día de mañana traiga.

Bendice a Tú pueblo lo declaro así en el nombre de Jesús, amén y amén. Hermanos, hermanas Dios les bendiga, Dios les guarde.

Vida de oración

26 de septiembre del 2011 - Por Betsy Behan

 

"Exhorto ante todo, que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencias, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad " 1 Timoteo 2:1-2

Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel; "pero la iglesia hacía sin cesar oración por él." (Hechos 12:5)

El señor envió un ángel a la misma cárcel, las cadenas se cayeron de las manos de Pedro, la puerta de hierro que daba a la ciudad, se les abrió por si misma, el ángel lo escoltó hasta la calle, y Pedro fue libre. Este es sólo un testimonio de como Dios obra cuando oramos.

Los tiempos que vivimos nos llaman a tener una "vida de oración". La oración no es solo orar por nosotros y los nuestros, va más lejos; no es repetir una lista de peticiones y deseos. La oración es la más importante comunicación que podemos tener cada día, hora, minuto, segundo...porque la oración no se limita a un tiempo especifico. Es de suma importancia tener nuestro tiempo de oración en intimidad, y también orad sin cesar
(1 Tesalonicenses 5:17).

Una "vida de oración" nos fortalece, ayuda, nos da la victoria, libera, nos bendice y bendice a todos por los cuales oramos. Una "vida de oración" va desde orar por nosotros, nuestros familiares, vecinos, pastores, iglesia, comunidad, ciudad, país, gobernantes, etc... hasta por el que pide en las calles, porque aunque se alegran por unas cuantas moneditas, una oración sin que lo sepan los bendecirá en gran manera. La oración eficaz del justo puede mucho (Santiago 5:16b).

Más la oración de los rectos es su gozo (proverbios 15:8b). Dios se goza con nuestra oración mucho más cuando nos proponemos una "vida de oración" - Su gozo será mayor, y nosotros seremos más fuertes en El porque el gozo del Señor es nuestra fortaleza.

Más el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración. 1 Pedro 4:7

Amado Dios, hoy más que nunca, queremos vivir en oración, tener una "vida de oración" entender lo importante que es presentarnos ante ti en oración continua, en una efectiva comunicación contigo, porque una vida de oración te agrada. Ayúdanos Señor, por tu hijo Jesús. ¡Amén!

El amor como la fuerza de nuestra motivación

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Quisiera hoy compartir con ustedes una reflexión que he estado haciendo en estos últimos días. Yo creo que siempre que comienza un nuevo semestre de discipulado se abre la oportunidad para uno poder reflexionar en distintos principios que son muy básico para nuestra fe pero que a la misma vez tiene mucho significado y son de mucha profundidad.

Yo estoy seguro que cada vez que comienza un discipulado nuevo todos los maestros que ya han dado esta clase una y otra vez y no estoy hablando solamente de los discipulados del uno al cuatro. Aquí incluyo a crown, también incluyo a cualquier clase que se de aquí a nivel de la iglesia. Todos los maestros que dan estas clases de alguna forma u otra, porque sabemos que estamos trabajando con la palabra de Dios, sabemos que esas palabras infunden una vida nueva sobre nuestras vidas cada vez que nos exponemos a enseñar las mismas. Y así como Dios hace esa obra en las personas que enseñan, esa es mi forma de yo poder entender que Dios nos prepara a nosotros para poder ministrarle en la misma forma a los estudiantes que están en cada clase.

Por eso es que yo creo que a través del discipulado nuestras vidas son transformadas porque nos exponemos a lo que está en la palabra de Dios y a través de eso Dios nos habla, Dios nos forma, Dios nos reta y nos enseña la forma en la cual él quiere que nosotros vivamos.

Yo personalmente, que doy la clase de nivel 4, siempre la clase del nivel 4 tiene que ver acerca del liderazgo, nuestro servicio y como logramos adquirir esto a través del fruto y los dones del espíritu, y hacemos un estudio de todos estos temas, para prepararnos para mejor servir, no tan solamente en la iglesia sino también fuera de la iglesia.

Y una de las clases con las cuales yo siempre comienzo tiene que ver con el tema del amor. Y yo sé que tal vez para algunos el tema del amor suene como una historia vieja que ya se la saben, usted mismo la puede contar en su propia forma, pero en esta clase yo abarco el tema desde otra perspectiva, porque no estoy hablando tan solamente del amor de una pareja o de una amistad, sino que estamos hablando de ese amor ágape, ese amor que proviene directamente de Dios, ese amor que es sacrificial, ese amor que se deja a sí mismo por servir a otro.

Y nosotros abarcamos este tema. Yo hago distintas preguntas y hay veces que yo hasta me asusto porque yo hago preguntas que no son tan convencionales, donde yo fuerzo a la gente a pensar en formas que no habían pensado antes. Y hay veces que yo veo sus ojos cuando se abren que es como que, pastor Omar, ¿qué usted está diciendo? Pero no. no es que me alejo tanto de la Biblia, sino que yo me mantengo muy céntrico en la Biblia. Pero examinamos distintas cosas que están en esa dimensión de lo que es el amor de Dios.

Y yo quisiera hoy poder compartir con ustedes algunos pensamientos y algunas ideas y yo quiero que piensen en lo siguiente. Yo quiero que usted visualice el amor como la fuerza de nuestra motivación. A nosotros día tras día hay distintas cosas que nos motivan, usted si es jefe de familia, una de las cosas que lo motivan a usted poderse levantar todas las mañanas, sea la hora que usted se levante, y prepararse para ir a trabajar, como quien dice, y ganarse las habichuelas para esa semana, una de las cosas que más lo motiva a usted, a poder hacer eso, es su familia porque usted tiene que proveerle a su familia. Y usted se sacrifica por ellos, usted no quiere que su familia pase necesidad así que usted hace… eso es algo que lo motiva a usted para todos los días nieve, llueve, truene o ventee o haga sol o haga frío, o haga calor, usted se levanta y usted adquiere lo que tiene que adquirir para la provisión de su familia. ¿Verdad?

Una pareja encuentra su motivación en su cónyuge. Dios le ha permitido tener la esposa o el esposo que usted tiene y día tras día lo que le motiva a usted a poder expresar su amor a su pareja es el mero hecho de que esa persona está ahí. Y Dios quiere que usted nutra esa relación.

La personas que están a su alrededor en su ámbito de trabajo de alguna forma u otra si usted se considera a sí mismo como un creyente, como un hijo de Dios, Dios le está llamando a usted a que usted pueda reflejar ese amor de Dios en esos lugares donde usted está también, no importando el tiempo, no importando las circunstancias, somos hijos de Dios dondequiera que vayamos.

Pero yo me atrevo a decir que detrás de todo esto la motivación mayor que existe es el amor y es no cualquier amor, sino más bien el amor de Dios actuando en medio de nosotros.

La Biblia nos enseña en Primera de Juan, Capítulo 4, verso 8 y verso 16 dice dos veces, dice lo siguiente, y lo que dice:

“…Dios es amor…”

¿Verdad? Cuantos de ustedes se recuerdan cuando eran niños que le enseñaron esa canción que decía:

Dios es amor, Dios es amor…

Guau, los llevé ahí… años luz, los llevé. Aprendimos eso de que Dios es amor. Y en Romanos 5, Pablo también menciona que a nosotros que hemos sido justificados por la fe, en otras palabras, los que hemos aceptado al Señor Jesús a través de la fe, el verso 5 de ese Capítulo 5 dice, que el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones.

Entonces, yo me pongo a pensar, ese amor de Dios que fue derramado en nosotros, cuál fue la mejor forma en que ese amor se manifestó? Obviamente a través de la persona de Jesús. Qué es lo que dice Juan 3:16? Ese es el verso más grande de la Biblia, recuerden eso, porque de tal manera, la manera más grande, amó, el amor más grande, Dios, el ser más grande, al mundo, la creación más grande, que ha dado a su único Hijo, su posesión más grande, Jesús, para que todo aquél que en él cree no se pierda más tenga vida eterna.

Ahí fue como se manifestó el amor de Dios, en la persona de Jesús. Nosotros cuando aceptamos al Señor en nuestros corazones, cuando lo hacemos parte de nuestras vidas, que no decimos que Jesús es solamente una persona guindando en un crucifijo en la pared de la sala de nuestra casa, sino que decimos que Jesús es parte de nuestras vidas, ese amor se ha activado ya en medio de nosotros, de acuerdo a esa palabra de Romanos 5:5. El amor de Dios ha sido puesto, inyectado, plasmado en medio de nosotros a través de la persona de Jesús.

Ahora, si ese amor está en nosotros, cómo lo podemos comprobar? Mi mejor respuesta para esa pregunta es, cuando nosotros podemos responder con amor a Dios y al prójimo. Esa es la mejor forma que podemos comprobar que el amor de Dios está en nosotros.

Su amor a Dios, cómo usted lo manifiesta? Yo sé que usted me va a decir, ah, pues, cuando me arrodillo al lado de la cama y estoy orando con Dios, hablando con él, cuando leo la Biblia, cuando me voy al campo y oigo los pajaritos cantar y así es mi forma de manifestarle mi amor a Dios. ¿Verdad?

Eso es parte de ello, no le voy a decir que no lo haga, eso es parte. Pero hay algo más que usted puede hacer, y es el mero hecho de que ese amor también se comprueba a través de nuestro servicio, de lo que nosotros podemos hacer a otras personas. En Mateo Capítulo 22, a Jesús le hacen una pregunta y la pregunta fue, Jesús, cuál es el mandamiento más importante? Recuerden que allá en el tiempo de los judíos había 600 y pico de mandamientos bajo los cuales esas personas vivían.

Pero de todos esos 600 y pico de mandamientos, Jesús se enfocó en uno que era doble y él le respondió, fácil, amarás a tu Dios con toda mente, con todas tus fuerzas, con todo tu corazón. Y qué fue lo que dijo después? Y a tu prójimo lo vas a amar como amas tu abuela, cómo es? Como amas a la suegra. Lo vas a amar como a ti mismo.

Oiga, yo me hago esta pregunta. Hágase usted esta pregunta. Cómo usted se ama? Cuánto amor usted se manifiesta a sí mismo? Usted es demasiado duro consigo mismo, como que la fregó en algo y está ahí dándose con palos por la cabeza, hasta que le salen dos o tres chichones. O usted es un poquito más suave, más tolerante consigo mismo?

Cómo usted come? Usted se la pasa comiendo pizza todos los días en Mc Donalds o cosas así? O de vez en cuando se prepara una buena ensalada con su lechuga, sus tomates, su brócoli y cosas así? Se la pasa bebiendo refrescos todos los días? yo conozco algunos por ahí que la Coca Cola es el agua que beben. Cómo usted se ama a usted mismo?

Usted está trabajando 50, 60, 70 horas a la semana? O usted trabaja las horas suficientes para poder subsistir y a la misma vez tener su propio tiempo de descanso, de down time, de chilling, de ir a jugar con los chicos, de salir a pasear con algunos amigos? Cómo usted se cuida? Cómo usted se ama?

Porque si yo estoy escuchando bien lo que está diciendo Jesús, así como yo me cuide y como yo me ame, así yo voy a amar a las personas que están a mi alrededor. si yo me preocupo por lo que es mi vida, lo que es el entorno de mi vida entonces yo creo que se me va a hacer un poco más factible poder amar de esa misma forma a otras personas a mi alrededor. Pero si yo vivo la vida al garete, perdonen la expresión, la vida loca, si vivo la vida loca entonces qué tipo de trato yo voy a tener con la gente a mi alrededor. y esto es una pregunta muy interesante porque en una de mis clases después que dije esto, yo me dije, pero miren, ¿Saben qué? Nosotros somos expertos en poner máscaras porque podemos falsear un tipo de amor que no tenemos también, solamente por ganar el aprecio de personas a nuestro alrededor.

Pero hay algo muy interesante, mis hermanos, y es que a Dios no lo podemos engañar. Y si nosotros lo que verdaderamente queremos transmitir es el amor de Dios, si nosotros no estamos en buena sintonía con ese amor, lo que vamos a estar transmitiendo es otra onda que no es la de Dios. y ahí tenemos que tener mucho cuidado.

Pero si yo entiendo que eso es un mandato que el Señor nos ha dado a nosotros, que hemos confesado al Señor Jesús, entonces yo puedo pensar, mis hermanos, y yo creo que es justo pensar esto, es un mandato, es una orden y nosotros tenemos cada día la decisión de actuar de acuerdo a ese mandato o no. bien interesante, mientras me preparaba me crucé con este pasaje en el libro de Gálatas, no sé si pueden buscar conmigo este pasaje, Gálatas Capítulo 5, los versos del 13 al 15. Tiene que ver acerca de cómo nosotros usamos nuestra libertad. La voy a leer en la versión Dios habla hoy, pero ustedes me pueden seguir ahí en la pantalla. Dice:

“…ustedes hermanos han sido llamados a la libertad, Dios quiere, miren esto, lo primero que nada es que Dios quiere que nosotros seamos entidades libres, que ninguno de nosotros estemos oprimidos por nada ni por nadie, que no seamos esclavos de nada y de nadie, Dios quiere que seamos libres. Pero esa libertad no se puede usar para darle rienda suelta a sus instintos, más bien sírvanse los unos a los otros por amor, porque la ley, obviamente lo que estábamos hablando los 600 y pico de mandamientos por los cuales vivía el pueblo judío, la ley se resume en este solo mandato, ama a tu prójimo como a ti mismo.

Si yo practico el amor con la gente a mi alrededor, no voy a tener que preocupar por las otras leyes, porque todas las demás leyes se encierran en eso. Cuando dice una de las leyes, no codicies lo que tu vecino tiene, no codicies el carro, la casa, el perro, la esposa o el esposo de tu vecino, no lo codicies, si tu operas en amor, si tu operas en el amor de Dios tu no te tienes que preocupar por codiciar esto porque en el amor de Dios tu entiendes que no puedes hacer eso.

So, por honrar a Dios y honrar a tu prójimo tu no te vas a ir en esa dirección. Si una de las leyes dice no matarás, y si yo vivo en el amor de Dios pues yo me voy a abstener de todo lo que me pueda llevar a eliminarle la vida a alguien. Si la ley de Dios me dice que no voy a tener ningún otro ídolo sino más que Dios, Dios va a ser mi único Dios. si yo estoy en el amor de Dios yo no voy a hacer que nada se convierta en un ídolo para mí.

Ay, estas flores me van a traer buena suerte hoy, mira que anaranjada, ah, este es mi ídolo, este es mi Dios ahora, florecita, florecita, que hay para mí mañana? No, si yo sé que Dios es el creador de esa flor, es bella y preciosa pero más bello y precioso que tu es Dios. así que hablamos después.

Si yo estoy en el amor de Dios yo tengo que proceder así. Ahora, mis hermanos, yo me tiro a un poco más allá, cómo yo puedo servir a la gente a mi alrededor? cómo yo puedo mostrar ese amor de Dios? cómo yo puedo dejarle saber a Dios que lo amo y que yo amo también a mi prójimo a mi alrededor?

Jesús habló acerca de una parábola en Mateo, Capítulo 25, los versos del 37 al 40, él habló de una parábola donde hay un rey y este rey estaba llegando el momento donde ya iba a dejar entrar a todas las personas que iban a ser parte de su reino. Y a uno lo identificó como ovejitas y los puso a su mano derecha y a los cabritos los puso a su mano izquierda. Y entonces comenzó a decir, ah, porque ustedes me vieron que tenía hambre y me dieron de comer, tenía sed y me dieron de beber, estaba desnudo y me vistieron, estaba enfermo y me visitaron, estaba en la cárcel y fueron a verme. Él dijo todas esas cosas a ustedes que lo hicieron, bienvenidos, ustedes van a ser parte de mi reino, ustedes son las ovejitas. Y las ovejitas de repente le dijeron al rey, pero rey, cuándo te vimos con hambre? Cuándo te vimos desnudo? Cuándo te vimos que estabas en la cárcel? Cuándo te vimos que tu estabas en una de esas situaciones? Y el rey dijo, por cuánto se lo hicieron a uno de estos más pequeños, a mí me lo hicieron.

Y obviamente conocemos el otro lado de la historia que estaban esas personas, que no pudieron entender, que no hicieron lo que el rey había mencionado y ellos se convirtieron en los cabritos que lamentablemente no pudieron entrar a gozar del Reino de Dios.

So, en esa historia se demuestra cuán importante está en el corazón de Dios el saber que lo que le preocupa, lo que Dios quiere, lo que Dios anhela, es que su creación esté bien, que su creación esté bien atendida. Muchas personas oran, es más yo les pregunto, cuándo ustedes han orado en algún momento, ah, Señor, entramos en este séptimo cielo, Señor, déjame conocer tu corazón. Y nos enamoramos allá arriba. Yo quiero conocer tu corazón.

Cuántos han orado así? Oh, yo soy el único. Okay. Yo les pregunto cuántos quieren conocer el corazón de Dios? un poquito nada más. Cuántos quieren conocer la mente de Dios? pues miren, sabe lo que hay ahí en esos lugares de Dios? nosotros. Eso es lo que hay en el corazón de Dios. Usted y yo. Gente como usted y yo. Gente que no está aquí es lo que hay en el corazón de Dios.

Y eso es lo que Dios quiere revelarnos a nosotros. Miren otro ejemplo de Jesús cómo él mostró ese amor, en Juan Capítulo 13, Jesús está reunido con sus discípulos y de repente acomoda a los muchachos, los sienta y él se para en medio de ellos con una vasija de ella, se quita su túnica de maestro y se amarra una toalla a su cintura y comienza a lavarle los pies a sus discípulos. Para que entiendan, los únicos que hacían eso eran como quien dice, los siervos de un hogar, era una posición que ocupaban solamente los que eran considerados más bajos en aquella época. Eran personas a las cuales nadie les podía hablar y ellos no les podían hablar a nadie. Eran solamente personas que estaban ahí para hacer un servicio cotidiano y en algunos casos un poquito sucios, pero ellas eran las personas que estaban destinadas a hacer eso.

Y Jesús se despojó de su autoridad como Maestro y como Señor y tomó ese lugar más bajo. Y le lavó los pies a sus discípulos, y qué fue lo que les dijo a sus discípulos? Así como yo les he hecho a ustedes, ustedes también tienen que hacerlo a otro. El servicio. El mismo Jesús nos dio ese ejemplo de servicio.

Tu quieres mostrar que tu amas a Dios? tu quieres mostrar que tu amas a tu prójimo? Sirve. Tan fácil como eso. Pero a la misma vez yo sé que no es muy fácil. Por qué no es fácil, mis hermanos? Y yo me voy a salir un poquito ahora de las notas que tengo aquí.

Yo sé que muchas veces personas han sido heridas porque supuestamente estaban participando de un amor que era genuino. A muchas personas se le ha dicho, yo te amo, tu puedes contar conmigo, puedes confiar en mí, pero ese amor en algún momento fue traicionado. Ese amor fue decepcionado. Esa idea de una vida perfecta que uno tenía de repente por un evento, distintos eventos que sucedieron, esa imagen de lo que era ese amor perfecto fue tergiversada y se esfumó ese escenario, ese sueño se desapareció.

Y cuando yo hablo de este tema, yo sé que a mucha gente se le hace bien difícil poder entender o incorporar en su manera de pensar el poder amar de esa forma, de una forma tan desmedida, de una forma tan sacrificial. La vida nos enseña a nosotros que tu tienes que buscar tu propio bien, cueste lo que cueste. La sociedad nos enseña eso, día tras día, noche tras noche. Busca lo que tu quieres, si le tienes que pisar los pies a alguien por tu alcanzar lo que tu quieres, hazlo. Es tu vida, nadie la va a vivir por ti.

Te dicen todos estos mensajes y uno como que los va absorbiendo, los va absorbiendo y tarde o temprano te das cuenta que tu estás como una ladilla chupándole la vida a otros para tu sacar tu propio provecho. U otros te están chupando la vida a ti para sacarte provecho a ti que ellos puedan ser beneficiados. Y esto se puede ver en distintas formas, esto se ve en el contexto de un matrimonio que si su base no es el amor de Dios, esa dinámica se puede dar.

En ustedes, muchachos jóvenes que están aquí, yo les digo, sus amistades muchas veces se pueden aprovechar de su nobleza y sacarles una energía que Dios ha puesto en ustedes también si no estamos bien claros en qué es lo que Dios pide de nosotros. A nosotros en el ámbito de profesión, donde nosotros trabajamos, mire, si usted no está bien pendiente colegas a su alrededor, se pueden escabullir de alguna forma u otra y tratar de adelantársele a usted hacer que usted no se vea muy bien delante de su jefe con tal que ellos puedan adquirir lo que supuestamente es suyo, o lo que debe ser suyo.

Es bien difícil muchas veces para algunos poder entender y vivir a la luz de ese amor que Dios nos llama a nosotros a vivir. Y aunque es difícil, mis hermanos, no es imposible. Saben por qué? Yo les hago mucho esta pregunta a mi clase de nivel 4. Yo les pregunto cuál es el propósito final que busca alcanzar el amor? Cuál es ese propósito ulterior, ese objetivo final que busca alcanzar el amor? Si hemos dicho que Dios es amor, estamos hablando que el amor no es tan solamente un sentimiento, una cosquillita que sentimos por dentro, sino que es una persona.

Así que cuando yo estoy preguntando cuál es el ese propósito final que busca alcanzar Dios, el amor? Si usted lo ve como un ciclo, lo que Dios quiere hacer es restaurar y reconciliar a todo lo creado de vuelta una vez más con él. Estarían de acuerdo conmigo en esa teoría? ¿sí o no? Dios lo que quiere restaurar todo una vez más con él, todo lo creado, vegetal, animal, material y aún humano, Dios lo quiere restaurar todo de vuelta con él.

Eso fue lo que él hizo a través de Jesús. Miren este pasaje en Segunda de corintios, Capítulo 5, por favor, esto es un pasaje que muchos de nosotros conocemos. Dice lo siguiente, en el verso 17, muchos de nosotros lo conocemos, dice:

“…De modo que si alguno está en Cristo es una nueva criatura, las cosas viejas pasaron y he aquí todas las cosas son hecha nuevas. Usted y yo tenemos una naturaleza nueva, hemos crecido, hemos sido como quien dice, sembrados en una naturaleza nueva y hemos comenzado todo un proceso de transformación en nuestras vidas porque Dios lo hace posible.

Qué es lo que está diciendo? El verso 18.

“…Todo eso, toda esta obra de nosotros pasar de una vida vieja a una vida nueva, todo esto proviene de Dios quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo y nos dio el ministerio de la reconciliación…”

Usted y yo tenemos el ministerio de la reconciliación. Si usted en algún momento se estaba preguntando, ah, pero yo no sé cuál es el llamado de Dios para mi vida? Pues, aquí tiene una idea. Una de las formas en que Dios quiere usarle es para reconciliar las vidas de otras personas a su alrededor. si usted se conforma con eso por el resto de su vida, amén. No tiene que ser pastor, pastora, consejero y erudito o lo que sea, usted con ser usted mismo y pedirle a Dios que lo use como un agente de reconciliación, ya está cumpliendo con gran parte del propósito de Dios en medio de su vida. Dios no quiere que usted sea un come banco aquí en la iglesia. Dios no quiere que usted caliente ese asiento. El asiento no le da ni frío ni calor. So, no se preocupe por calentar un asiento. Dios quiere que usted sea un agente de reconciliación.

Pero para usted poderse convertir en un agente de reconciliación usted tiene que haber reconciliado su vida primero con Dios. Usted tiene que haber reconciliado su vida con Dios. yo tengo que haber reconciliado mi vida con Dios.

Por qué digo esto? Yo no puedo dar lo que yo no tengo. Si yo no he experimentado esa reconciliación en mi vida, cómo voy a poder dirigir a otros a que experimente esa misma reconciliación con Dios? por lo tanto, una parte muy importante de este mensaje va a cada uno de nosotros, cómo yo, cómo usted está en ese proceso de reconciliación con Dios. Dondequiera que usted se encuentre en su vida, dónde está Dios en su vida? Como dije ahorita, está trepado en una cruz en la pared de su casa? Está colgando de su cuello en una cadena? Está en un tatuaje aquí? dónde está Dios en su vida?

Si usted reconoce que Dios está operando en su interior, usted va por buen camino. Dios ha mostrado un amor en usted. Dios ha mostrado un favor, una misericordia sobre su vida y mi vida que nosotros ni la merecíamos. Pero a Dios le plació hacerlo, aun cuando nosotros estábamos en nuestros pecados, el Señor como quiera dijo, no, yo voy a mandarte a ti Jesús por cada una de estas personas.

Imagínese usted si Dios hubiese dicho, yo? Yo no conozco a María? Por qué voy a mandar a mi Hijo por María? Yo no la conozco. Yo no conozco a Juan, por qué voy a mandar a mi Hijo por Juan? Ay, si Dios hubiese dicho eso. Yo me digo, gracias Señor que tu no pensaste así. Pero él lo mandó por cada uno de nosotros hace mucho tiempo atrás, todavía ese sacrificio sigue teniendo valor hoy día.

Ese amor que Dios mostró sigue teniendo acción y valor hoy día en cada uno de nosotros, en cada uno de ustedes, en cada uno de sus corazones. Dios quiere usarle. Ahora, lo que mencioné ahorita es bien importante, mis hermanos, yo no puedo aparentar un amor que yo no tengo. Yo no puedo aparentar que tengo este amor de Dios en mi vida si verdaderamente no lo he experimentado.

Primera de Corintios 13, cuántos de ustedes lo han leído? Es más, cuántos de ustedes lo han usado como el texto tema de su boda, si se recuerda, por así decirlo, en las bodas esto se lee mucho, el amor todo lo sufre, todo lo soporta. Gracias a Dios que es el amor de Dios, ¿verdad?

Mire a su esposa, su esposo al lado suyo, mírale a los ojos y dile, yo te amo con el amor del Señor, porque el amor del Señor está en mí te puedo amar. Se lo puedes decir así. Primera de Corintios 13, Pablo dice, mira si yo hablase la lengua de los hombres y lenguas de ángeles, pero no tengo amor, no soy nada más que un metal que resuena, un platillo que hace ruido y nada más. Y si tengo el don de profecía y entiendo todos los designios secretos de Dios y sé todas las cosas y si tengo la fe suficiente para decirle a este techo que se levante y se vaya al techo del otro edificio, pero no tengo amor, todo eso fue buchipluma nomás.

Y si yo reparto entre los pobres todo lo que yo poseo y aún si entrego mi propio cuerpo para decir, ay, sí, yo fui un mártir y entregué mi cuerpo por toda esta gente, pero no tengo amor, de nada sirve. Cada una de mis acciones, mis hermanos, cada uno de los gestos, su servicio, su ministerio, el contexto de vida en el cual usted esté, porque yo les digo, mis hermanos, esto que estamos hablando no es tan solamente para aquí, el contexto de la iglesia. No es para que usted entre por ahí y sale del carro y se pone la máscara de cristiano y entra aquí y ah, Dios te bendiga, y cómo está? Oh, el Señor te dice, y hacemos toda este vocabulario religioso de domingo y todo el mundo dice, guau, este hombre, esta mujer está encendido. Este hombre tiene el amor de Dios a fuerza viva, se le sale por los poros el amor de Dios. y cuando sale por esa puerta, que se monta el carro, mask off, y vuelve el viejo yo otra vez.

Tenemos que ser genuinos en esto, mis hermanos. Tenemos que reconocer que cuando hablamos de esta dinámica del amor de Dios es algo que lo tenemos que vivir día tras día. So, esto que estoy diciendo no es para la dinámica de nosotros como iglesia, es para usted en su casa, con su esposo, con su esposa, con sus hijos, con sus hijas, con sus vecinos, en su vecindario, en su área de trabajo, cuando usted va la marqueta o el colmado, como usted le diga, ahí usted puede reflejar el amor de Dios. No se tiene que preocupar por ponerse una máscara, es solamente una cuestión de un estilo de vida que usted tiene que adoptar. Todos nosotros tenemos que crecer, por eso es que yo digo que esto no es una historia de antaño, esto es una historia que es vital, que tiene validez, todavía al día de hoy, porque todos nosotros de alguna forma u otra necesitamos continuar creciendo en ese amor que solamente Dios nos puede dar y que a través del amor de Dios podemos entonces nosotros llevar a cabo nuestras vidas en todos sus aspectos, en todos sus entornos.

Si usted quiere que su esposo se levante por la mañana y le prepare desayuno, usted va a tener que reflejar el amor a su esposo. No estoy diciendo que le haga el amor, estoy diciendo que refleje amor a su esposo, okay? Déjeme aclarar. Eso es una parte, pero no estoy diciendo eso, estoy diciendo, reflejar amor a su esposo. Cómo usted refleja el amor a su esposo? Sirviendo. Y eso también se lo digo a los esposos. Si usted quiere que su esposa lo trate con un mayor aprecio, con un mayor respeto, usted va a tener que amar a su esposa también. no es tan solamente en la cama, es en la acción diaria de todos los quehaceres en la vida, cada oportunidad que uno tiene desde que uno se levanta hasta que uno se acuesta, si yo tengo una actitud de reflejar amor a mi esposa, una actitud de poder comprender quién ella es, cuáles son sus necesidades y cómo yo me puedo sacrificar a mí mismo para que ella pueda crecer, usted va a estar seguro que usted va a recibir un amor recíproco también ahí.

Lo mismo se puede aplicar a cualquier otro contexto de su vida, con sus hijos, con su colega de trabajo, con su mamá, con su papá, con el vecino de al lado, el vecino de arriba, el vecino de abajo, si vive en un three family home. Sea donde sea, es la misma receta se aplica.

Es verdad que la respuesta puede ser distinta dependiendo al contexto en el cual estemos hablando, pero no significa que uno vaya a dejar de actuar en esa forma. Sea donde sea que estemos, si queremos reflejar nuestro amor a Dios, porque ese es el inicio de todas las cosas, si yo quiero decirle a Dios que yo lo amo de verdad, pues, yo tengo que entonces poder vivir en esta forma en todos los otros aspectos alrededor de mi vida, de yo poder mostrar un amor genuino a la gente a mi alrededor, aunque se la pasen pisándome los cayos, pero que usted pueda seguir reflejando el amor de Dios.

Yo les digo algo, mis hermanos, yo creo que gran parte del propósito de Dios para esta iglesia, es de esta iglesia que pueda ser como un agente de reconciliación en las vidas de todos los que participan de lo que es León de Judá, desde niños, desde el más chiquito, el bebecito de Sara Cuna, hasta el más adulto aquí en la iglesia. Dios quiere que esta iglesia pueda funcionar con un agente de reconciliación.

Por alguna razón Dios nos puso en este sector de la Ciudad de Boston, porque son muchas las personas que necesitan reconciliarse con Dios y con otros significantes a su alrededor también. mucha gente necesita reconciliarse y puede ser que ahora mismo estas palabras que yo estoy diciendo, alguno le esté pasando ahí por encima, pero yo pido que usted agarre esa palabra y se la traiga al corazón, porque usted, yo, necesitamos esa dinámica de reconciliación.

Mire, la reconciliación, si yo quiero reconciliar dos puntos que están peleados, que están aparte, qué es lo que hace la reconciliación? Hace fuerza para qué? Para unir esas dos partes otra vez, ¿verdad? y si algo se resiste, uno vuelve y trae, y hace fuerza para traer eso. Esa es la idea de reconciliar, de volver a conectar dos partes que estaban apartadas, sea cual sea la razón que se apartaron. Si yo me pongo ahí bien profundo, yo sé que hay aspectos de la ciencia que dice obviamente, positivo y negativo se atraen, pero si usted coge dos polos uno es positivo y qué es lo que hacen? Como es el imán, si usted lo coge así que tiene sus dos polos opuestos, qué es lo que va a pasar? Se van a resistir. Eso es otro sermón, pero yo sé que eso pasa a veces. Que la resistencia fuerte y uno no puede cambiar lo que ya está designado a resistirse. Pero hay otras cosas que sí, que los propósitos de Dios, esas dos fuerzas pueden unirse una vez más y cumplir un propósito grande de lo que Dios tiene intencionado en medio de sus vidas.

Usted y yo jugamos ese rol. Usted y yo jugamos ese papel. Yo hice esta ilustración, y con esto voy terminando. Yo hago esta ilustración, hace unas dos semanas en una de las clases de discipulado me crucé con una hermana que me hizo una pregunta que tenía que ver con toda la violencia que está consumiendo a nuestras jóvenes y a medida de esa conversación yo no me quise apresurar a responder, sino que me quedé pensando y meditando y en lo que yo pensaba otra hermana que estaba ahí, dice, lo más doloroso de todo esto es que nuestros propios hijos se están matando unos a otros.

Y cuando yo escuché eso yo me quedé, como que guau, espérate, aquí hay algo revelador. Yo le tengo que prestar atención a esto. Y mientras seguía escuchando la conversación yo me doy cuenta que es que muchos de estos muchachos que están en gangas, que se pelean por terreno, por territorio, por quién domina más que quien, eran muchachos que cuando tenían 5, 6, 7 años eran familia, familia de sangre de verdad, que eran relacionados por un abuelo, por un tatarabuelo, o algo y se conocían y eran miembros de una familia, y eran los chicos que crecieron juntos, corriendo bicicleta, tirándose bolas de nieve, y llegaron a una etapa en sus vidas donde de repente, hay una rivalidad increíble y se pelean y se matan los unos a otros.

Cuando yo estaba escuchando esta conversación yo me dije, guau, qué reto tan grande tiene la iglesia, porque yo rápido me puse a pensar esas familias están aquí representadas, esos sectores de donde nosotros venimos están aquí representados, Mozart park, vía Victoria, [inaudible] corner en Dorchester, todos esos lugares están aquí representados. Y yo me puse a pensar, imagínese usted que nosotros hagamos algo para tratar de unir a todos estos muchachos de todos estos sectores, vamos a tener que traer a Swat, la fuerza de choque, la policía de Boston para poder mantener el orden aquí, porque se van a tirar a palos unos a otros.

Pero entienden lo que estoy diciendo? La dificultad… ninguna institución, miren esto, mis hermanos, ninguna institución de este mundo va a poder lograr hacer eso porque no tiene el elemento que tiene la iglesia, y el elemento crucial que tiene la iglesia es el poder de Dios obrando en medio de nosotros. Solamente la iglesia puede lograr hacer esto.

Y ¿Saben qué? Esto es tan solamente un ejemplo, un ejemplo de rivalidades entre gangas que nuestros jóvenes están siendo afectados, pero detrás de todo esto hay familias enteras y cómo Dios puede usar la iglesia para que todas estas familias puedan ser reconciliadas? Que todos estos vecindarios puedan ser reconciliados, que un vecindario no le esté tirando piedras al otro, sino que pueda tirarle flores, mejor dicho, porque el amor de Dios está en acción en medio de cada uno de ellos.

Y sí la iglesia tiene que ir y meterse en esos vecindarios pero la mejor forma de que esto suceda es cuando usted, representando la iglesia, hace lo que tiene que hacer en medio de esos vecindarios, que en vez de decir, ah, mira aquel, le pegó una piedra a la ventana de aquel otro y me escondo, yo no sé nada, yo no sé nada, yo llegué ahora mismo, si algo pasó, yo no estaba aquí.

Pero que en vez de hacer eso y podemos actuar en amor y demandar justicia cuando hay que demandarla, mire, yo estoy seguro que Dios puede usar cada una de esas intervenciones para el beneficio de nuestras comunidades y para que el propósito que Dios tiene con la iglesia se pueda seguir llevando a cabo. Dios quiere usarnos como un agente de reconciliación. Dios quiere hacer una obra redentora en usted, en su familia, en su vida y a través de usted en la vida de otros.

Pero para que eso se de, mis hermanos, tenemos que conocer verdaderamente ese amor de Dios. Nunca se canse, yo cierro con estas palabras, nunca se canse de crecer en el amor de Dios. Nunca se canse de crecer en un amor que puede llenar su vida como ningún otro lo puede llenar. Mientras más usted se adentre en conocer el amor de Dios, más su vida va a ser transformada y alineada a los propósitos y las intenciones de Dios.

Vamos a ponernos de pie, mis hermanos, yo invito a los ujieres que pasen, yo sé que tenemos la cena también, y vamos a hacer esto rápido pero con mucho respeto también, mis hermanos. Yo sé que me he pasado, pero les pido que me den diez minutos más y cerramos aquí.

Pueden pasar los ujieres, vamos a prepararnos para la cena también. yo les digo esto, mis hermanos, el amor de Dios es incomparable. El amor de Dios no conoce fronteras. El amor de Dios no conoce límites. El amor de Dios aunque nosotros nos resistamos a, el amor de Dios siempre sigue fluyendo en favor de cada uno de nosotros. Pero nosotros tenemos que ser intencionales en conocer, en adentrarnos en ese amor. Yo no lo puedo hacer por usted, usted lo tiene que experimentar, usted lo tiene que probar. Conocer ese tipo de amor no sucede así en un abrir y cerrar de ojos, conocer ese amor es un proceso de una larga vida. No se desespere si no logra conocerlo todo en un momentito, sino que piense que esto es algo que va a largo plazo, de cómo Dios puede infundir el amor de él en medio de su corazón y que a través de usted ese amor se pueda dejar sentir en las personas más cercanas al núcleo de su vida y también a otros más allá.

No te preocupes por alcanzar a todo el mundo. Preocúpate por alcanzar las personas que Dios pone a tu alrededor. Dios se va a encargar de identificar a otras persona que alcance a aquellos a los cuales tu no puedes alcanzar. Pero al menos a los que Dios pone cerca de ti, preocúpate por alcanzar a esos, por dejar conocer el amor de Dios a esas personas.

Señor Jesús, en estos momentos yo te suplico que a medida que nos preparamos para participar de la cena, de este pan, de esta copa, yo te pido que estas palabras, Señor, puedan seguir haciendo eco en nuestro corazón, Señor, en nuestra mente y que nos ayuden a profundizar aún más en los misterios de tu corazón hacia nosotros que somos tu creación.

Señor, yo te pido que este momento que vamos a compartir ahora nos ayude a reforzar y afirmarnos en ese amor que tu demostraste por nosotros a través de tu Hijo Jesús. Cubre este momento, Señor, que tu traigas convicción a cada uno de nuestros corazones, Señor, de cómo tu amor está en acción en medio de nuestras vidas, de cómo tu amor se ha manifestado en nosotros, y cómo se puede seguir manifestando a través de nosotros a la vida de otros a nuestro alrededor.

Gracias te damos, Señor, por tu hijo Jesús. Amén y amén. Pueden sentarse, mis hermanos, un momentito.

Cuando desciende el rocío, el maná desciende con él

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Permítame en esta mañana hacer de una manera muy general y muy a groso modo un poquito de la historia del libro de Oseas. La situación la vamos a enfocar unos 200 años desde el momento en que Oseas profetizó. Antes de Oseas, 10 de las 12 tribus de Israel se habían separado del reino davídico. Y estas 10 tribus que se habían separado habían hecho su propio reino y el dios que tenían era un becerro de oro. Dios envía a Elías, envía a Eliseo, envía a Amos para que el pueblo regrese a los caminos de Dios.

Pero ellos en lugar de eso cada vez entraban más en la idolatría. Cuando Dios envía a Oseas, a Oseas le toca vivir la época del rey Jerobeam II y le toca vivir una época en Israel donde el pecado estaba por encima. El pueblo de Israel tenía una decadencia total en todas las áreas, y en todas las esferas de su vida. Tenía decadencia política, tenía decadencia religiosa y tenía decadencia social.

Oseas significa salvación. Y por dirección de Dios Oseas se casa con una mujer llamada Gomer y no le va muy bien con ella. Tiene que vivir por parte de ella una serie de infidelidades. Y entonces Oseas mira en su propia vida lo que es la infidelidad como la estaba viendo Dios en el pueblo de Israel. Pero Oseas también experimenta lo que es el juicio de Dios, la misericordia de Dios y el amor perdonador de Dios.

El libro de Oseas está dividido en cuatro partes. La primera parte que va del Capítulo 1 al 3 se habla de toda la infidelidad de Israel. Del 4 al 7 nos habla de los pecados de Israel. Y del 7 al 10 nos habla de los juicios. Pero del 11 en adelante en este libro nos habla del amor, de la misericordia de Dios y de cómo Dios les está diciendo que él es lo único que necesitan y de las promesas que les está haciendo. En todo el libro de Oseas vamos a ver mucho juicio pero también vamos a ver el amor perdonador de Dios.

Oseas insiste continuamente durante todo el libro en el amor perdonador de Dios. por eso a él se le llamó el profeta del amor del Antiguo Testamento. Oseas además de ser un profeta era un maestro. Y entonces él usa muchos símbolos para poder dar ejemplos de las cosas. Y en el Capítulo 4 vemos cómo él usa una gran simbología para manifestar cuál era la situación del pueblo de Israel.

Y entonces nos habla de la nube de la mañana. Y al hablarnos de la nube de la mañana lo que nos está diciendo es que hoy estamos y mañana ya no. eso le quería decía él al pueblo de Israel, que la vida era un momentito. Y en el Nuevo Testamento vemos en el libro de Santiago que nos dice lo mismo, que nosotros somos como hierbas del campo, que hoy estamos y mañana no. y que por eso le tenemos que decir al Señor cuando hacemos planes, si tu quieres iré a tal lugar.

Y también Oseas usa como símbolo una tarta a medio cocer. Porque le está queriendo decir al pueblo de Israel que ellos son como que no profundizan en lo que es su religión, no profundizan en nada, son superfluos y también a nosotros en el Nuevo Testamento qué nos dice el Señor? Nos dice que no seamos tibios, que seamos fríos o calientes pero que si somos tibios nos va a vomitar de su boca.

Lo que nos está diciendo es que no quiere cristianos de a domingo. Quiere cristianos de verdad. y el libro de Oseas también utiliza como símbolo la paloma, porque con esto estaba él explicando que el pueblo de Israel era voluble. No era estable, hacían alianzas políticas como les convenía. También Dios nos está diciendo a nosotros que nosotros estamos en el mundo pero no somos del mundo. Y que nosotros tenemos que ser luz para que ellos se conviertan a nosotros y no nosotros a ellos. Y que tenemos que tener mucho cuidado con las alianzas que hacemos, alianzas matrimoniales, alianzas de trabajo.

Y también Oseas, utiliza como símbolo un árbol. Y con eso está simbolizando que cualquier dependencia que haya que no sea la de Dios es inestable. Dios quiere que usted y yo dependamos única y exclusivamente del Dios verdadero. Y nos va a llevar situaciones en nuestras vidas en las cuales no vamos a tener más que depender totalmente de él.

La dependencia absoluta de Dios se reconoce dependiendo absolutamente de él. Y para eso muchas veces tiene que quitar otras dependencias, otras cosas de las que no estamos agarrando. Todos los libros de los profetas menores tienen tres tipos de enseñanzas, tienen una enseñanza histórica porque lo que está avalando el libro era una enseñanza que cubría una necesidad inmediata, una necesidad del pueblo en ese momento. Otra enseñanza es una enseñanza profética. En estos libros siempre se profetiza lo que va a suceder en el futuro, sea de juicio, sea de misericordia de Dios. y tienen también una enseñanza práctica, una enseñanza práctica para ellos pero práctica para nosotros también el día de hoy.

Yo quisiera por favor la siguiente transparencia. Yo quiero que usted vaya conmigo al libro de Oseas, en el Capítulo 14 y me busque por favor el versículo 5. Dice así:

“…Yo seré a Israel como rocío, él florecerá como lirio y extenderá sus raíces como el líbano. Se extenderán sus ramas y será su gloria como la del olivo y perfumará como el líbano. Volverán y sentarán bajo su sombra, serán vivificados como trigo y florecerán como la vid. Su olor será como de vino de líbano…”

Estas son las promesas que Dios le hace a Israel diciéndole que lo único que necesitan es a él. Y esto es para nosotros también el día de hoy. Porque usted y yo lo único que necesitamos verdadera y exclusivamente es a nuestro Dios. y así como acabamos de ver la historia de Israel usted y yo tenemos una historia y algunas historias son más bonitas que otras, otras son más largas, otras son más cortas y siempre cada mujer creemos que la historia nuestra es la mejor. La historia es la más bonita y si es trágica, la más trágica.

Pero cuando oímos otras nos damos cuenta que no es así. En el Capítulo 4 de Oseas usted va a encontrar que nos habla que él quería traer al pueblo de Israel con cuerdas de amor, con lazos de amor. Y usted y yo fuimos atraídas a él con cuerdas de amor. Algunos nos tuvo que tirar la cuerda un montón de veces, y cada vez que nos tiraba la cuerda, la cuerda tenía que ser más gruesa, ya parecía de aqueos. Y algunos de nosotros la cuerda de amor nos las tuvo que apretar tanto, tanto, tanto que dolía la cuerda, pero al fin ganó él y por eso es que estamos aquí. Pero ya que estamos aquí traídos por cuerdas de amor, porque por muy gruesa que haya sido la gruesa, por muy dolorosa que haya sido la cuerda a través de la cual venimos al Señor, era una cuerda de amor.

Y ahora lo que tenemos que tener cuidado es de no zafarnos de esa cuerda de amor. El pueblo de Israel se zafó de la cuerda y agarró su camino. Y sabe que zafarse de la cuerda de Dios es muy fácil. Zafarse de un tirón tal vez cuesta, pero la manera más fácil de zafarse de las cuerdas en que Dios nos tiene atados es poquito a poquito. Cuando a uno lo atan, no sé si a usted jugando o algo lo han atado alguna vez, se ha fijado que uno empieza a moverse así y la cuerda se va zafando. Y cuando un día no buscamos a Dios, y otro día tampoco porque estamos muy cansadas, hay mucho trabajo, hay muchas cosas que hacer, hoy no leemos su palabra porque… mañana, hoy la cabeza no me da para eso. Y mañana tampoco leemos la palabra, mañana menos nos va a dar la cabeza porque le cuento que el cerebro si no lo usamos, se entumece. No son los años los que envejecen el cerebro, es cuando no lo usamos, cuando se envejece.

Y hoy tenemos un pecadito pero… una mentirita y un chismito, pero como es tan chiquito no se lo confieso al Señor si total… y mañana otro, y pasado otro, y cuando venimos a sentir estamos zafadas de las cuerdas del Señor. Cuando venimos a sentir empezamos a irnos por nuestro propio camino, ya no estamos atadas a él.

Aquí Oseas nos habla simbólicamente del rocío. Y qué es el rocío? El rocío son las gotas del mar que se han quedado impregnadas como gotas de agua sobre las hojas después de una noche fresca. Y me llama muchísimo la atención, mire en la figura cómo las gotas se quedan ahí impregnadas. Y son unas gotitas transparentes y Dios le estaba diciendo a Israel a través del rocío que Dios sería para ellos como un rocío, que la gracia de Dios sería para ellos como un rocío, que los iba a refrescar, que los iba a vivificar.

Y Dios nos está diciendo también el día de hoy que él es para nosotros como un rocío que refresca, como un rocío que vivifica cuando usted y yo estamos sedientas, cuando usted y yo estamos en el desierto, cuando usted y yo no creemos ya en nada ni podemos hacer nada, entonces viene el rocío de Dios, se impregna sobre nosotros y nos da esa frescura.

El rocío de Dios está simbolizando aquí el amor poderoso de Dios. y si usted tiene su Biblia busque por favor Deuteronomio Capítulo 32 versículo 2. Es el cántico de Moisés que dice así:

“… Goteará como la lluvia mi enseñanza, destilará como el rocío, como la grama y como las gotas sobre la grama…”

Y vaya también al salmo 72:6, dice así:

“…Descenderá como la hierba cortada, como el rocío que destila sobre la tierra…”

Nos está hablando de su amor poderoso. Pero el rocío de Dios también simboliza el maná que usted y yo necesitamos. Vaya por favor a Números 11:9, dice así:

“…Y cuando descendía el rocío sobre el campamento el maná descendía con él…”

El Maná era lo que alimentaba al pueblo y el rocío venía con él. El rocío aquí está significando el alimento que Dios nos da. Y sabe que la palabra de Dios es el alimento que él nos da. Y nosotros somos los que debemos de comer ese maná, comer ese alimento que viene junto con el rocío que Dios nos da, junto con el refrescamiento que Dios nos da, está la palabra que significa el alimento.

Y el rocío también significa la bendición de Dios. si usted va por favor a Génesis, Capítulo 27, versículo 28, va a encontrar que cuando Jacob bendice a Isaac, mire lo que le dice Jacob bendiciendo a Isaac:

“…Dios pues te de del rocío del cielo y de la grosura de la tierra, y de la abundancia de trigo y de mosto…”

Lo está bendiciendo con todo tipo de abundancia. Y sabe que Dios nos bendice a nosotros con todo tipo de abundancia. Y mire, si usted va también por favor acá, dice así, cuando Moisés va a morir él le da una bendición a las 12 tribus, y miren la bendición que Moisés le da antes de morir a las 12 tribus:

“…Serán tierra de grano y de vino y también sus cielos destilarán rocío…”

Si se da cuenta, cada vez que Dios nos habla de abundancia, cada vez que Dios nos habla de darnos algo, nos está hablando de darnos el rocío. Y si usted va a Números 11:9 va a ver aquí también lo que dice:

“…Y cuando descendía el rocío sobre el campamento el maná descendía con él…”

Y mire cómo el rocío simboliza también la provisión de Dios. Vaya a Éxodo Capítulo 16, versículo 13, mire yo sé que voy muy rápido con… quizás creo que tengo que detenerme más. Quiere que le repita todas las Escrituras? Voy a terminar esta parte y le voy a repetir todas las Escrituras, no para que las busque sino para que se las lleve a su casa y usted las busque en su casa, de acuerdo? Si yo me detengo y dejo que las busque no las va a buscar en su casa, Éxodo, Capítulo 16, versículo 13:

“…Y venida la tarde recibieron codornices que cubrieron el campamento y por la mañana descendió rocío en derredor del campamento…”

De nuevo tenemos el rocío relacionado con la abundancia y con la provisión de Dios. El rocío de Dios también significa la revelación de Dios. En el libro de Jueces, en el Capítulo 6, en el versículo 36, Gedeón le pide a Dios que como una señal de que él quiere estar seguro si el pueblo va a ser destruido por las manos de él, le de como señal que el rocío caiga sobre el vellón. Viene Dios y se lo concede. Aquí el rocío lo que está es revelando la voluntad de Dios. eso lo va a encontrar usted en Jueces, Capítulo 6, versículo 36 que dice así:

“…Pide a Dios que si el rocío está sobre el vellón él sabrá que entenderá que salvaré a Israel por su mano como ha dicho…”

Y el rocío también significa el poder de Dios. Cuando Dios le da dominio al rey David entre todas las palabras que le dice, le dice estas:

“…Tu tienes el rocío de tu juventud…”

Así es que mi hermana, el rocío también nos juvenece. Yo creo que eso es suficiente para que le pidamos a Dios cantidades a diario. Si a usted se le olvida todo lo demás que el rocío nos da, acuérdese de eso y que eso nos sirva para pedírselo a diario, cuando nos ponemos la cremita que nos de el rocío que rejuvenece.

Le voy a leer las Escrituras para que usted las tome si quiere, ya? Deuteronomio 32:2, salmo 72:6; Génesis Capítulo 27, versículo 28; Génesis Capítulo 33, versículo 28; Jueces Capítulo 6, versículo 36; Números Capítulo 11, versículo 9; Éxodo Capítulo 16, versículo 13.

Y para resumirle a usted el rocío nos refresca con el poderoso amor de Dios. el rocío nos da abundancia. El rocío nos da provisión. El rocío simboliza también la bendición de Dios, el rocío simboliza el poder de Dios.

Si usted mira ahí, hay un lirio. Es que el rocío nos embellece. Esta foto la tomé un día antes de venirme y la tomé en la casa de una amiga. Los lirios son unas flores que hay blancas y hay rojas y los lirios se abren así como unas campanas porque tienen 6 pétalos. Y la palabra de Dios usa mucho a los lirios, nos habla de los lirios del campo, que son los lirios blancos, pero también están los lirios rojos. Y cuando Dios le dice a Israel que ellos van a crecer como los lirios, les está hablando de un crecimiento hacia fuera, les está hablando de un crecimiento que se ve, les está hablando de un crecimiento que embellece.

Y mi amada hermana, usted y yo tenemos que ser como esos lirios que crecen y como esos lirios que se embellecen cada día más. La palabra de Dios nos manda que nosotros cada día debemos de crecer para llegar a la estatura del varón perfecto, y para tener la plenitud de él. Y cuando usted y yo vamos creciendo verdaderamente en los manos del Señor, el crecimiento se tiene que ver.

Y sabe cómo se tiene que ver? Con nuestras actitudes, se tiene que ver con lo que hablamos, se tiene que ver con lo que hacemos, se tiene que ver no solo con lo que decimos sino las actitudes y el comportamiento que lo acompaña.

Y en este crecimiento de los lirios pasa algo muy especial. Son unas varitas muy, muy largas y cada bulbo de lirio puede dar hasta 55 bulbos más. Se reproducen de una manera tremenda. Tienen una multiplicación tremenda. Y sabe cuál es la multiplicación que Dios quiere que usted y yo tengamos? La multiplicación que Dios quiere que usted y yo tengamos es la multiplicación a través del ejemplo.

Y la multiplicación a través del ejemplo tiene que venir primero en nuestra casa. Y ese reproducción para que tengamos la belleza de lirio tiene que venir cuando nosotros empezamos a romper los patrones relacionales que tenemos. Todos en nuestra casa tenemos patrones relacionales. Qué les quiero decir con esto? Maneras de relacionarnos unos con otros. Y como ya son tan continuadas las traemos ya de tanto tiempo, ni siquiera nos damos cuenta si se están convirtiendo en patrones relacionales disfuncionales.

De repente viene un observador, en mi país hace dos semanas tuvimos elecciones. Llegaron observadores de todo el mundo, a qué llegaron estos observadores? Porque ellos veían detalles pequeños y sabe que usted y yo tenemos un observador que está todo el tiempo viendo aún los detalles más pequeños. Y ese observador quiere que usted y yo rompamos esos patrones relacionales, maneras de hablarnos, maneras de contestarnos, porque si no nos damos cuenta pueden llegar a ser disfuncionales y se reproducen.

De repente vemos a los hijos tratando al hermano de una manera, por qué lo tratas así? Y si nosotros nos viéramos en un espejo, nos vamos a dar cuenta que nosotros nos estamos tratando así. Muchas veces si queremos conocer como somos veamos cómo se están comportando nuestros hijos. Al fin y al cabo de quien más han aprendido es de nosotros.

Y en ellos es muy fácil ver esos patrones disfuncionales pero en nosotros no. pero cuando usted y yo queremos crecer como el lirio para reproducirnos vamos a empezar a romper esos patrones. Y la manera en que vamos a romper esos patrones es primero dándonos cuenta que los tenemos.

Y cuando rompemos ese patrón es que yo empiezo a romper mi conducto, yo empiezo a romper mis estímulos o mis respuestas. Yo empiezo a comportarme de otra manera. Yo empiezo a contestar en otra forma. Y así el patrón se empieza a romper, pero la otra persona va a querer que ese patrón siga, continúe, pero si ya hemos vivido así tanto tiempo. Así somos nosotros, decimos. Así nos tratamos. Y uno dice, pero de veras? Sí, sí, ya nos acostumbramos. Dios no quiere costumbres. Dios quiere crecimiento. Las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas.

Cuando era niño actuaba como niño, ahora que soy adulto actúo de otra manera. Y cuando yo decido empezar a tener un estímulo diferente, empezar a tener una respuesta diferente aunque el otro al principio fuerce para que sigamos igual, si yo me mantengo el otro va a llegar un momento, o los otros van a llegar a un momento en que qué va a pasar? Ellos van a empezar también a contestar de otra manera, a dar estímulos de otra manera.

El patrón se ha roto. Yo crecí como persona y yo me reproduje porque estoy ayudando al crecimiento de ellos. Mis amados hermanos, el crecimiento nuestro es muy importante pero también tiene que haber crecimiento en nuestra familia. Cuando yo tomé esta foto de este lirio los lirios estaban unidos uno al otro de tal manera, porque se reproducen tanto que es así como un racimo precioso y cuando tomamos la foto, Dios habló a mi corazón y me decía que el perfume del lirio es algo que nosotros debemos exhalar. Pero que debemos exhalar el perfume de lirio no solo nosotros, que el perfume de lirio debe ser exhalado por toda la familia.

Sabe qué? Cada persona tenemos un humor diferente físicamente hablando. Pero cuando tenemos el aroma de Cristo, cuando tenemos el olor al Señor, y entramos en una habitación ese olor tiene que reflejarse. El aroma a Cristo tiene que llenar la habitación cuando tu entras. Cuando tu entras a trabajar, tal vez ahí hay tensión y aquella tensión que el cuchillo corta, pero cuando entra el aroma de Cristo, porque tu reflejas al Dios viviente, esa tensión tiene que quitarse porque el aroma de Cristo tiene que llenar toda la habitación.

Y cuando alguien muy perfumado se va, se va y deja una estela. Y cuando nosotros nos retiramos de los lugares no solo nosotros, sino que como familia esa estela de aroma a Cristo tiene que quedarse registrada. Ay, que bueno que ya se fue, ya viene otra vez. Si esas expresiones hay cuando llegamos a un lugar, es que no estamos reflejando el aroma del Señor. Pero cuando nosotros nos vamos de un lugar aún de la iglesia, que nos vayamos, lo que tiene que quedar reflejado es el perfume de Cristo, el aroma de Cristo que nosotros reflejamos.

Y cuando nosotros nos recordamos de una persona casi la olemos. Ay, cuando hablamos de alguien como que hasta el olor viene a nosotros. Y ese es el aroma que nuestros recuerdos deben de dejar en la gente, el aroma de Cristo. La belleza de lirio la encontramos en Mateo, en el Capítulo 6, versículo 28 y 29. Ahí se nos habla que el lirio crece entre espinos y se nos dice que ni aún la belleza de Salomón es tan linda y es tan grande como la belleza del lirio. Y a mí me llama mucho la atención que el lirio crece entre espinos. Y me llama más la atención que no habla que estos espinos rompen al lirio. Y muchas veces nosotros en lugar de ser ese lirio que crece entre espinos, porque si algo es difícil es a veces vivir entre espinos. Ay hermana, si usted conociera la familia que yo tengo, no hablaría del aroma de Cristo, pero aquí dice que el lirio crece entre espinos.

Y muchas veces los espinos no son de parte de los otros, los espinos son de parte nuestra. A veces parecemos el puercoespín. Sabe usted que es el puercoespín? Lleno de espinas. Espinas cuando hablamos, espinas cuando nos acercamos, espinas cuando tocamos, pero Dios quiere que usted y yo reflejemos la belleza de lirio y el aroma de lirio.

El lirio es mencionado en el libro de Cantares, en el Capítulo 5, en el versículo 13 dice:

“…Sus labios como mirra que destilan mirra fragante…”

Mi amada hermana, cuando usted y yo hablamos las palabras tiene que llevar el olor de la mirra fragante. Y Cantares, en el Capítulo 2, versículo 2 dice claramente_

“…Como lirio entre espinas es así mi amiga entre las dos ellas…”

Dios quiere que usted y yo seamos un lirio entre espinos. Y mire ahorita viene la parte que a mí me gusta. Ahí abajo hay una telaraña. El rocío tiene la capacidad de revelar las telarañas. Es tan bonito que se pone encima de las telarañas, mire ahí encima de las gotas de las telarañas se pone.

Y cuando nosotros lo vemos en la mañana vemos todas las telarañas que tejió en la noche, en la oscuridad, y que bueno que el rocío de Dios refleja sus telarañas y refleja las mías, porque le cuento que usted y yo tenemos un montón de telarañas.

Y lo hermoso es que las telarañas que nosotros tejemos Dios las conoce perfectamente. Dice en Job, en el Capítulo 34, en el versículo 21:

“…Porque sus ojos están sobre los caminos del hombre y ven todos sus pasos…”

Yo le quiero hablar de tres tipos de telarañas. Yo sé que hay más, pero le voy a hablar de tres tipos de telarañas porque son los más conocidos. Una telaraña se empieza a tejer poquito, ¿verdad? y cuando venimos a sentir, es una gran telaraña que no sabemos dónde empezó.

Y existe la telaraña de las cosas ocultas, pensamientos ocultos. Ha tenido usted pensamientos ocultos? Todo el tiempo. Ha tenido usted motivos ocultos? Intenciones ocultas? Deseos ocultos? Y ¿Saben qué? Los motivos ocultos nos llevan a pensamientos ocultos, a deseos ocultos, a intenciones ocultas, y finalmente a actuaciones ocultas delante de otros y delante de Dios.

Y siempre las cosas ocultas, los pensamientos, los deseos, las intenciones, van siempre entrelazadas como una telaraña con la mentira, porque como son ocultas, son mentiras. Estabas pensando tal cosa? No. Tenés ganas de tal cosa? No. viene la mentira y empieza toda una telaraña.

Sabe que cuando nos encerramos en la telaraña de lo oculto empezamos a tener dos o más personalidades. Y de repente la hermanita en la iglesia es preciosa y si alguien describe nuestro perfil, ay que linda somos. Pero vayamos con los de la casa a preguntarle cuál es nuestro perfil, y parece que estuvieran hablando de dos personas diferentes que se llaman igual. Por qué? Porque no nos hemos fijado cómo las cosas ocultas pueden llegar a hacernos con dos o más personalidades.

Con mucha facilidad nos volvemos como ese animalito que cambia de colores, según la ocasión, el camaleón. Dios quiere romper las telarañas ocultas. Dios quiere que nosotros nos comportemos igual aquí abajo que allá arriba, igual en la iglesia que en la casa, que nos vistamos aquí abajo igual como nos vestimos allá arriba, que nos vistamos para la iglesia como nos vestimos también para cuando vamos a trabajar con cierto decoro.

Dios no quiere que tengamos personalidades múltiples. Dios no quiere telarañas ocultas. Y un ejemplo de las telarañas ocultas, hasta dónde nos pueden llevar, usted lo mira con David y Betsabé. Si ahí tejió toda una telaraña y dónde empezó la telaraña, un deseo oculto, una intención oculta la mandó a traer y después de que la mandó a traer usted sabe el resto de la historia? Tiene relaciones con ella, ella queda embarazada, él quiere empaquetarle el hijo al esposo de Betsabé. Empieza a tramar otra cosa, no le da resultado, no lo logra y como no logra toda su telaraña, a qué llega? A mandarlo a matar.

Y dónde empezó? Empezó con un deseo oculto. Mire, los deseos ocultos, los motivos ocultos, los pensamientos ocultos, mis amadas hermanas, son delicados, tienen que ser entregados a Dios desde el principio. No pueden ser acariciados, no pueden ser desarrollados, porque de lo contrario podemos terminar como David. David era un hombre de Dios y sin embargo dejó que la telaraña de las cosas ocultas se desarrollara.

Y otra de las telarañas que también tenemos las mujeres son la telaraña de las emociones. Esa sí que es entretejida y más que entretejida. La primera emoción del día, mi amada hermana, usted tiene que tenerle mucho cuidado porque cuando usted reconoce la primera emoción del día, y si usted se la entrega a Dios, usted empieza a caminar bien, pero cuando la primera emoción del día no la manejamos bien, las emociones queramos o no son en cadena, y una va a traer a otra, otra va a traer a otra, a veces hasta sin darnos cuenta. Y cuando termina la noche nosotros estamos hechas una telaraña de emociones. Terminamos como se dice en mi país, rematando con los que viven con nosotros. Y generalmente son los hijos, porque son los que nos aguantan, no les queda otra.

Y qué ha sido? Ha sido la telaraña de emociones. Y cuando no manejamos las emociones correctamente porque no las vamos identificando una a una, se las vamos entregando a Dios y entregando a Dios, nos van a suceder dos cosas, o vivimos una vida llena, llena de emociones que parecemos volcán, o vivimos una vida donde las emociones están guardadas, y donde las emociones están bloqueadas. Las dos cosas son problemáticas.

Las emociones bloqueadas, las emociones guardadas nos van a llevar a tener una vida, yo le diría, emocionalmente mediocre. Nos vamos a convertir en aquellas personas que todo lo guardan, todo lo retienen y ya no quieren expresar nada. Por qué razón? Porque en el momento en que esas emociones van a ser expresadas como han estado tanto tiempo guardadas, van a salir. Pero el reprimir las emociones, el no entregárselas a Dios va a tener problemas en nuestras interrelaciones personales y problemas en la relación con Dios.

En el Capítulo de Neemías habla que el pueblo cuando Neemías y Esdras se paraban enfrente a leer las Escrituras, sabe qué pasaba? El pueblo se regocijaba, el pueblo tenía contentamiento, el pueblo tenía gozo cuando podía entender una Escritura y el pueblo tenía una respuesta emotiva, pero a veces mis amadas hermanas, el gozo por leer la palabra de Dios se ha ido.

Y eso gozo por leer la palabra de Dios a veces empieza a irse por todas las cosas que tenemos guardadas. Mis amadas hermanas, el abrir la palabra de Dios y leerla tiene que ser un gozo. Ahí está la dulzura de todas las promesas de Dios, mi amada hermana, si es Dios hablándome cómo no va a producir gozo, como no va a producir una emoción en mi corazón, una alegría en mi corazón cuando yo entiendo una Escritura que no entendía, cuando hay una revelación de Dios para mi vida a través de esa Escritura, cómo no va a haber una respuesta emotiva.

En Guatemala, aclaro, a veces las personas no tienen gozo con la palabra de Dios. Hermano, amén, oye usted por ahí, un amén por ahí. Y uno tal vez cuando leyó la Escritura, amén. Revisemos, revisemos si realmente tenemos gozo por leer la palabra de Dios, si realmente despierta a mí algo o lo leo y ya la leí, pues, va, listo. No. dice que el pueblo cada vez que Neemías y Esdras abrían el libro de la ley el pueblo la tristeza se le iba, cada vez que leía una Escritura.

En el libro de Esdras habla de cuando estaban construyendo el templo y dice que cuando veían que estaban poniendo los cimientos en el templo, cuando veían que estaban poniendo los ladrillos, el pueblo se regocijaba y decía, que bueno es Dios. y sabe que nosotros tenemos que tener regocijo por las cosas que se están haciendo para Dios. Pero a veces vemos las cosas grandes que Dios está haciendo, vemos las cosas grandes que se están haciendo para Dios y ay, ojalá que lo terminen luego.

Mire, tantas cosas que decimos y hacemos, cuando lo que nos debe de dar es gozo, gozo por el crecimiento de la obra de Dios, gozo por las cosas que se están haciendo para Dios, aunque no sea mi grupo, aunque no sea mi iglesia, aunque no sea mi célula, es para mi Dios y el Dios suyo y el Dios mío es el mismo, mi amada hermana, y tenemos que tener ese gozo y ese regocijo por las cosas y por el crecimiento de Dios.

Si no hay ese gozo y ese regocijo es buen momento, yo lo he tenido que hacer en mi vida porque hay etapas así, hay etapas así por las que pasamos que me he tenido que poner de rodillas y le he tenido que decir, devuélveme el gozo de tu salvación, porque perdemos el gozo de la salvación por todas las cosas que nos suceden, o las cosas en las que nosotros nos metemos.

Pero cuando usted y yo nos ponemos de rodillas y le decimos, devuélveme el gozo de tu salvación, volvemos a entender qué significa la salvación en Cristo, volvemos a entender el sacrificio de la cruz, ese sacrificio que se nos olvida, que es para nosotros y que también es para otros. Dios quiere devolvernos el gozo de la salvación para que lo que todos hagamos en Cristo sea gozo no importa que lo haga yo o lo haga otro.

Sabe que otro gozo hemos perdido? El gozo de ver cuando la gente recibe al Señor Jesucristo. Dice que hay fiesta en los cielos, que los ángeles se regocijan y nosotros qué hacemos? Ay, pasaron cuatro. Yo ahorita sí le voy a presumir. En mi iglesia tenemos algo que se llama la vía dolorosa y la presentan tres veces al año, y en cada evento se conviertan como 180, pero creo que aún nos falta gozo de ver a esos 180 convertidos para que el año entrante sean 300 por función.

Pero, mi amada hermana, para eso necesitamos de nuevo recuperar el gozo de la salvación, que verdaderamente en su alma haya un regocijo cuando usted mira pasar a alguien aquí adelante a regocijarse con Cristo. A veces hasta nos volteamos a platicar con el vecino mientras está haciendo la confesión de fe. No tiene nada que ver conmigo, yo ya tengo a Cristo. Allá él que ahorita lo encontró. Yo hace rato.

Amada hermana, el gozo de Dios, usted no cree que Dios tiene gozo? Cuando alguien se reconcilia y ese gozo es para mí y para usted si queremos ser como Cristo.

Hay muchas telarañas, pero yo me voy a enfocar solo en tres, no se preocupen. Mire, la telaraña de la imaginación. Sabe que a la imaginación nadie le pone atención, pero la imaginación funciona y vaya si no. ya me imaginaba yo! Ni me lo imaginaba! Funciona. Y la imaginación se vuelve una telaraña.

Qué es la imaginación? La imaginación es la capacidad que usted y yo tenemos de concretar algo. Concretar los pensamientos, reducirlos de tal manera que le vamos a dar la forma de una imagen. Entonces, cuando esos pensamientos se reducen, se juntan, nosotros tenemos una imagen. Esa imagen generalmente está asociada con experiencias pasadas que yo he incorporado a mi vida. Pero también la imaginación basada en experiencias pasadas, que he incorporado a mi vida, va también a tener proyecciones futuras.

La imaginación funciona rápidamente y funciona en base al pasado con proyecciones futuras. Se ha imaginado usted cosas? La imaginación nos la dejó Dios. y para qué nos la dejó Dios esa capacidad? Nos la dejó para que usted y yo las imágenes que tengamos sean las imágenes de él, las imágenes del Dios verdadero, las características de Dios es lo que debe estar en las imágenes nuestras.

Pero usted sabe que con el pecado de Adán y Eva la imaginación igual que muchas cosas, se volvió corrupta. Y hoy tenemos una imaginación que tiene que ser sanada. Si algo tenemos malo en la imaginación. Es que yo me lo imaginé! Se ve la cara de picardía de aquello que nos imaginamos. Y la imaginación sigue como telaraña. Mire, ah, yo no sé por qué voy a decir, pero lo voy a decir, de acuerdo? Si usted mira por ahí a alguien y se imagina y luego se imagina más, y luego se imagina más y crece la imaginación, la imaginación tiene que ser sanada, porque empezamos a asumir cosas, es que yo asumí, que yo me imaginé que tu querías, que no querías, que sí querías, que pensabas. Y es tan vívido, porque ya no solo es el pensamiento, es la imagen que lo creemos y funcionamos así. Asumimos cosas, hacemos juicios, es una imaginación egoísta que siempre está pensando cosas malas por parte de otros o cosas malas que nos van a pasar. Es la imaginación que no ha sido sanada por la palabra de Dios. lo que tiene que estar en nuestra mente son las imágenes del Señor Jesucristo, la imagen de la palabra de Dios, pero si nosotros no leemos la palabra de Dios, si nosotros no estudiamos la palabra de Dios no pueden haber imágenes de la palabra de Dios y de Dios en nuestra mente.

Y cuando nos alimentamos, no tengo nada contra la televisión. A mí me gusta, hay programas que me gustan, pero cuando el alimento es la televisión, el internet y todas estas cosas, las imágenes que se va a producir van a ser… la imaginación tiene que ser sanada de 12 maldades. No voy a entrar a ellas, pero tiene que ser sanada de 12 maldades. Y tenemos que pedirles todos los días a Dios que sane nuestra imaginación para que no se empiecen las telarañas durante el día, porque quién sabe con cuánta telaraña nos vamos a acostar, de la imaginación. Y en la noche qué pasa? Es que anoche soñé no sé que cosa. Las telarañas del día. En la noche usted le da más vida.

Y tenemos que tener cuidado, mis amados hermanos, porque mire hay un versículo, creo que es este, a mí me preocupa, es Hebreos Capítulo 4 versículo 13, dice así.

“…Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia, antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta…”

Hay que darle cuenta a Dios de la imaginación. Y en la Biblia hay varios casos de cómo la imaginación funcionó. Usted tiene el caso de Mical. Mical cuando mira a David danzar porque había llevado el arca, piensa mal de él, se imagina cosas que no son y lo menosprecia. David cuando va con Saúl, que vienen de la guerra, y empiezan todas las mujeres, solo que esas sí gritaban así con pulmón, David, vamos a ver, David mató? Saúl mató a…? Y David a…? David mató 10 mil y Saúl a 1000. Eso decían las mujeres y entonces viene David y qué pasa? Dice ah, 9000 de diferencia, porque así es la imaginación. 9000 de diferencia, y encima hasta quiere ser rey. El otro no tenía nada que ver con lo que las mujeres gritaban. Ya había sido designado rey, no estaba pensando en eso. Pero viene Saúl, se imagina que el otro hasta quiere ser rey y desde ese entonces, dice la palabra de Dios, nunca más lo vio bien. y quién sabe, mi amada hermana, cuántas personas nunca más hemos vuelto a ver bien porque las cosas que nos imaginamos. La imaginación, mis amadas hermanas, es una telaraña que tiene que ser sanada todos los días.

Los lirios, como lo vimos anteriormente, crecen para arriba y es un crecimiento que tiene que verse. No podemos decir que estamos crecidas en el Señor si ese crecimiento no se ve. Tiene que verse. Pero juntamente como los lirios son frágiles, entonces Dios le está hablando a Israel que también les va a dar la fuerza, que también les va a dar el poder y entonces les dice que van a ser como cedros de líbano.

Los cedro de líbano son unos árboles grandísimos, pero enormes, el más grande tiene como 12 metros de alto y como 35 de ancho. Los cedros de Líbano son enormes y su madera es muy fuerte, su madera es muy fina y la casa de David estaba hecha con esa madera y el templo de Salomón también.

Y la característica especial de estos cedros de Líbano es que significan poder, significan estabilidad, significan que no se pueden mover fácilmente de un lugar a otro. Y lo que hace que los cedros del Líbano no se muevan de un lugar a otro son sus raíces. Mire cómo son las raíces de los cedros de Líbano.

Las raíces de los cedros del Líbano están extendidas totalmente. Y están agarradas a la tierra. Y cuando las raíces de un árbol están verdaderamente arraigadas a la tierra, el árbol no necesita que lo afirme externamente, no necesita ninguna presión para ser afirmado. Por qué? Porque sus raíces lo tienen afirmados.

Y usted y yo tenemos que tener nuestras raíces en Cristo, bien arraigadas, bien cimentadas, y no podemos arraigar las raíces si somos cristianos de a domingo. Eso no arraiga las raíces. Y para que las raíces se arraiguen nuestros afectos tienen que estar en Cristo. Y saben con qué facilidad los afectos ya no están en Cristo, están en otra cosa, dinero, trabajo, hijos, personas.

Y cuando los afectos empiezan a desviarse de Cristo, las raíces se empiezan a secar. Y cuando las raíces de un árbol se secan el tronco ya no sirve. Y algo muy hermoso de estos árboles es que son fuertes y vigorosos. Sin embargo, cuando viene la tempestad, cuando viene la lluvia, cuando vienen los relámpagos, a veces son tan fuertes que el árbol hasta se agacha un poco, no se quiebra, solo se agacha. Y las tempestades van a venir a nuestra vida tarde o temprano, son parte de la vida. Y que nos encuentre con las raíces puestas en Cristo para que nos agachemos, para que no nos quebremos.

Hace dos semanas mataron al hijo de una pareja amiga mía. Cuando yo vine, creo que fue hace dos años, yo les mostré el templo de la iglesia, [inaudible], les mencioné que la había construido un arquitecto amigo mío, pues mataron al hijo de este arquitecto. Le dieron dos balazos en la cabeza y apareció tirado en el carro. Un muchacho que había sido criado en los caminos del Señor. Yo podía ver el dolor de esa madre que llegó un momento en que lo único que salía de su boca era un sonido, porque ya no podía llorar.

Sin embargo, cuando esa mujer a la hora que sacaron el cadáver del hijo amado, porque era un muchacho criado con mucho amor, la familia ejemplar, cuando lo sacaron esta mujer, que es muy suave y muy dulce, parecía un roble. Estaba parada en frente del féretro y yo casi podía ver las raíces que la estaban sosteniendo. Y cuando esta mujer se paró y le habló a todos los amigos del hijo, haciéndoles ver que ellos eran una familia de promesa, y que por tanto su hijo era una semilla que se estaba sembrando para que todo los demás jóvenes llegaran a los caminos del Señor, y para que no se perdieron, y les habló a los jóvenes que estaban ahí, que se habían descarriados muchos de ellos hijos de pastores, y les habló con una fuerza y con una entereza pudiendo decir que su hijo era una semilla que se estaba sembrando, que realmente era porque sus raíces habían crecido como las del Líbano.

Hicieron el llamado al Señor y a los 8 días hicieron todavía otra reunión en la cual invitaron a mucho más jóvenes, e invitaron a los papás de estos jóvenes, papás de jóvenes que los dejan ir aquí y allá, por aquí, por allá, para hacerles ver la necesidad de que como padres, como familia, volvieran a Dios y enseñaran a sus hijos los caminos de Dios.

Y leyeron una carta que el joven había dejado. A los dos días de muerto un amigo llegó y les dio una carta que el joven había llevado. Y en esa carta que era para la mamá, el papá y la hermana, y le contaba a la mamá cómo se había reconciliado con Dios, cómo Dios le había dado la oportunidad, su misericordia de reconciliarse con él, y aquellos padres tuvieron la seguridad que no importa lo que había pasado, la promesa de Dios, tu y tus hijos había sido una realidad.

Y ella decía, yo tenía promesa de que iba regresar a la casa del Padre, pero no era la casa de su padre terrenal, era la casa de su Padre celestial. Para aquella pareja eran como robles parados hablándoles a todos. Por qué? Porque sus raíces tenían años de estar bien cimentadas en la palabra de Dios.

Y no tienen que ver los años de ser cristianos, mis amados, yo puedo tener muchos años de ser cristiana y no tener raíces fuertes. Puedo tener pocos años y tener raíces más fuertes. Las raíces hay que regarlas a diario con mi relación con Dios, con la palabra de Dios, con mis experiencias con Dios, con mis experiencias con la gente de Dios. Eso es lo que riega las raíces, eso es lo que hace raíces firmes porque sino cuando venga la tempestad nos quebramos, nos vamos a doblar.

Sí, ese día había un dolor impactante. Estaban doblados pero no quebrados. Y cuando no nos quebramos podemos seguir haciendo la obra de Dios, no importa lo que pase. Tenemos que tener raíces firmes.

Mire, Job, Capítulo 18, versículo 16, dice:

“…Abajo se secarán sus raíces y arriba serán cortadas sus ramas…”

Cuando las raíces se secan cualquier cosa, cualquier cosa va a cortar el tronco, cualquier cosa va a cortar las ramas.

Cuando Dios le da estas promesas a Israel son promesas muy hermosas. Le da el lirio que es el crecimiento para arriba, que se ve; le dice que también les va a dar el crecimiento de las raíces, el crecimiento que lo mantiene firme. Pero también les va a dar el fruto del olivo. El cedro del Líbano, el que acabamos de ver, es fuerte, es firme, da un perfume lindo, pero no saca fruto.

Pero entonces por eso también hace la comparación con el olivo. El olivo es una plantita chiquita, pero siempre verde. El olivo siempre está verde. Mire lo que dice, por favor, el salmo 52, versículo 8.

“…Pero yo estoy como olivo verde en la casa de Dios…”

Ah, no está hablando de cualquier plantita, está hablando de la planta que es el rey de los árboles, porque en Jueces dice que cuando se juntaron los árboles para buscar un rey, a quién escogieron? Escogieron al olivo. El olivo chiquitito pero lo escogieron a él, porque el olivo siempre está verde, nunca se seca.

Pero el olivo dice que está plantado en la casa de Dios. no es una plantita que creció arriba en el techo porque llovió mucho, ni creció afuera de la casa de Dios. si nosotros queremos estar plantados, tenemos que estar en la casa de Dios.

Ay, no, hermana, yo no busco iglesia, yo mi relación con Dios porque las iglesias usted sabe… Yo lo que sé es lo que dice la palabra de Dios, que yo tengo que estar plantada en la casa de Dios y es aquí donde hay que permanecer. Mi amada hermana, Dios la plantó aquí, quédese aquí. Este es su lugar. Usted tiene que estar plantada en la casa de Dios.

Yo he visto jovencitos en Guatemala que los papás los dejan en la puerta, se van y ellos dan la vuelta también. Nunca vamos a estar verdes si no estamos plantados en la casa de Dios.

Esas son las ramas del olivo y ese es el fruto. Y si usted se da cuenta, las ramas del olivo son delgaditas, son de un gris verdoso, son delgaditas, son largas. Pero se extienden grandemente y el olivo está plantado en la casa de Dios pero sus ramas están extendidas.

Mi hermana, usted y yo tenemos que estar plantadas en la casa de Dios, pero con las ramas extendidas hacia fuera. Hacia dónde se están extendiendo sus ramas? Porque la primera parte es estar plantado en la casa de Dios, la segunda es extender las ramas hacia fuera. Si usted quiere ser un olivo verde, un olivo fructífero, que es lo que nos manda la palabra de Dios, dice que José era rama fructífera y José significa prosperidad, significa abundancia, significa amor y si nosotros queremos ser ramas fructíferas tenemos que estar extendidas hacia fuera. Hacia quién nos estamos extendiendo?

Hay tanto, tanto a quien extenderse para que podamos ser fructíferos. El olivo produce las aceitunas. Todos las conocemos. Y cuando esto se procesa se saca un aceite. Y para tantas cosas que sirve el aceite. Si cada una de nosotros diera un uso del aceite no terminaríamos acá. Si yo soy fructífera como el olivo, yo estoy siendo útil en un montón de cosas.

Es que a mí el Señor solo me dijo… Podemos ser útiles en tantas cosas. Yo puedo ser útil desde cuidar a un niño, desde sacarlo de aquí para que no haga bulla hasta tantas otras cosas más. Para ser fructíferos como el olivo, para estar plantados en la casa de Dios con las ramas extendidas hacia fuera.

Pero para que el rocío caiga hay condiciones. Para que el rocío de Dios caiga ya hemos visto todo lo que el rocío de Dios hace. Para que el rocío de Dios caiga se necesita primero que lo deseemos. Se necesita que lo pidamos. En los ejemplos que vimos, usted vio que el rocío era pedido. Pero el rocío, aparte de que lo pidamos, que lo queramos, Dios lo va a enviar cuando lo necesitamos. El maná junto con el rocío lo enviaba cuando el pueblo lo necesitaba. Y lo enviaba en la cantidad que lo necesitaba, a la hora de la comida y la cantidad exacta. Pero nosotros queremos [inaudible]

Dios va a enviar el rocío en la cantidad que lo necesitamos. Pero hay una condición y es que el rocío no cae donde hay pleitos. El rocío no cae donde hay divisiones. El rocío no cae donde hay contienda. El rocío no cae donde hay chismes. El rocío no cae donde no estamos perseverando en los caminos de Dios. el rocío cae donde hay paz. El rocío cae donde hay unidad. El rocío cae donde hay amor. El rocío cae donde va a ser bien recibido. El rocío cae donde se espera.

Yo le quiero citar una Escritura si es que la encuentro, y si no solo se la voy a leer, dice que:

“… que bueno es habitar los hermanos juntos en armonía porque ahí envía Dios bendición y vida eterna y es como el rocío de Hermón que cae…”

Es donde hay unidad, donde hay amor, donde están amándose los unos a los otros, que el rocío de Dios va a caer. Quiere usted que el rocío de Dios caiga en su iglesia? Bueno, ya sabe las condiciones. Quiere que caiga en su familia? Ya sabe las condiciones. Así va a caer el rocío de Dios.

Dice la palabra que Elías cuando estaba en frente de una cueva porque Dios le dice que salga de ahí, y se para en frente de Jehová, Jehová no estaba en el trueno, no estaba en el terremoto, no estaba en el aire, no estaba en el fuego, dónde estaba? Estaba en un cielo apacible. El rocío viene cuando nosotros estamos en paz delante de Dios esperando su revelación, esperando su refrescamiento, esperando su amor poderoso, esperando su poder sobre nosotros, esperando su provisión.

No viene agitada, no viene corriendo, no viene doblando los dedos, no viene la provisión de Dios. no. ahí no viene el rocío. El rocío viene cuando nosotros lo esperamos y cuando el rocío viene porque lo estamos esperando, usted y yo vamos a ser vivificadas, usted y yo vamos a ser familias vivificadas y usted y yo vamos a ser iglesias vivificadas por el rocío de Dios.

Cierre sus ojos y vamos a ministrar en esta mañana lo que Dios nos ha hablado. Padre, te damos gracias en esta mañana porque tu nos has hablado. La mayoría de las mujeres que estamos aquí necesitamos el rocío tuyo. Necesitamos ese rocío que refresca nuestras vidas, necesitamos ese rocío que representa tu amor poderoso.

Yo sé que aquí hay mujeres que en esta mañana están necesitadas del rocío de Dios que las refresque. El rocío de Dios con su amor poderoso, a ti mujer, dice el Señor, que has estado en esa sequía, en esa sequía de amor porque las personas que tienes cerca no te han rodeado para darte lo que tu necesitas, que has estado mendigando un abrazo y una palabra que te llene de amor, a ti mujer, yo te digo que te he traído hoy en la mañana porque yo quiero que el rocío fresco de mi amor, hoy venga sobre ti y te inunde. Recibe el rocío fresco del amor de Dios, recibe el rocío del amor de Dios que te inunda porque soy yo el que te llena, dice el Señor, soy yo el que extiendo mis brazos y te amo y te doy ese amor que has necesitado desde el vientre, porque yo soy el rocío que tu necesitas.

Has tenido dolor por esa persona que ha partido? Que has sentido, que has quedado con una parte de ti vacía, lo que esa persona se llevó en tu vida, fue parte de ti y parte de tu amor, pero yo hoy te digo que yo hoy vengo y yo lleno ese vacío porque hoy el rocío que refresca con mi amor poderoso viene sobre ti. Recibe, recibe el poderoso amor de Dios. Recibe el rocío de Dios refrescando tu alma.

Recibe ese rocío de Dios que refresca hoy tu alma porque yo hoy quito tu tristeza, yo hoy quito tu tristeza. Pongo mi amor, yo te doy hoy mi rocío, dice el Señor, mi rocío que refresca. Recibe mi amor poderoso porque en mi amor poderoso vienen las fuerzas que necesitas para seguir adelante.

Has estada cansada, abatida? Más yo hoy te doy la fuerza. Recibe el rocío de Dios que refresca. Que las gotas del rocío de Dios hoy se impregnen en tu alma refrescándola, dándote las fuerzas que necesitas, dándote el vigor que necesitas, dándote el amor que necesitas para seguir adelante. Recibe hoy el rocío de Dios que yo hoy lo deposito sobre ti y sobre tu vida, sobre tu corazón, sobre tu alma. Recibe. Recibe, recibe el rocío de Dios.

Recibe, recibe, recibe, recibe, recibe el rocío de Dios refrescando tu alma. Recíbelo, recíbelo, recibe el rocío de Dios. Recibe el rocío de Dios que necesitas porque yo soy tu todo, dice el Señor. Yo soy tu todo. Yo soy el que te acompaña, dice el Señor. Yo, yo, yo, yo, dice el Señor, para ti soy como el rocío que refresca tu alma seca y sedienta.

Reciba el rocío de Dios. Reciba el rocío de Dios. Reciba, reciba, reciba el rocío de Dios que te refresca, que refresca cada una de las partes de tu alma. Recibe el rocío de Dios porque el amor por ti, dice el Señor, es un amor tan grande que tengo, es un amor que suple padre y suple madre porque yo soy tu Dios y porque tu no estás sola, porque tu no estás sola, porque yo estoy contigo.

Yo soy el que te acompaña todos días y te acompaña por las noches. Yo soy el que susurro a tu oído las palabras de amor que necesitas. Inclina a mí tu oído para recibir ese susurro de amor de mis palabras que yo tengo para ti.

Oh recibe el rocío de Dios que refresca tu alma. Oh recibe ese rocío de Dios. Recibe el rocío de Dios. Recibe, recibe el rocío de Dios. Recibe el rocío de Dios.

Oh, Padre amado, hoy recibimos ese rocío que revela, ten una comunión con Dios y pregúntale qué tiene que revelarte Dios de tu interior. Quizás tienes adentro telarañas que tienen que ser sanadas. Empiece a pedirle a Dios que hoy las telarañas de tu interior sean sanadas. Recibe el rocío de Dios que refresca, recíbale sobre tu vida en el nombre de Jesús. Recíbelo sobre tu alma.

Deje que Dios le revele las telarañas de lo oculto. Quizás tiene cosas guardadas y cosas ocultas, pensamientos, intenciones, motivos que hoy tienen que ser puestos delante de Dios, que hoy tienen que ser puestos delante de Dios para que te sean revelados.

Entrégale todo aquello oculto que puede haber en tu vida. Pensamientos, intenciones, deseos que incluso tu no conoces, para que la telaraña de lo oculto no siga. Pídele a Dios que rompa la telaraña de lo oculto que puede haber en tu vida. No digas simplemente, yo no tengo nada oculto. Deja que Dios te lo revele. Deja que el rocío de Dios hoy inunde tu corazón, tu alma, tu espíritu.

Deje que el rocío de Dios le revele cómo está su corazón. Oh, recibe el rocío de Dios que te vivifica. Deje que el rocío de Dios le revele como están sus emociones. Pídale a Dios que hoy rompa alguna telaraña de emociones que se han formado en su vida. Que rompa esa telaraña emocional que hay en su vida, que usted no entiende, pero que sabe que la daña. Deje que el rocío de Dios rompa esa telaraña.

Pídale a Dios que le revele cómo está su gozo por la palabra de Dios, cómo está su gozo por las cosas de Dios, cómo está su gozo por aquello que Dios hace en la vida de otras personas, porque cuando Dios rompe esa telaraña está rompiendo telarañas de egoísmo para que podamos amor a otros.

Recibe el rocío de Dios sobre tu vida. Recíbelo para ser sanada de todo lo que necesitas. Oh, el rocío de Dios, el rocío de Dios.

Deja que el rocío de Dios hoy rompa la telaraña de tu imaginación. Quizás es un área de tu vida a la que no habías puesto atención y no sabes a dónde te pueda llevar. Deja que Dios hoy entre a la telaraña de tu imaginación. Rompa todas aquellas imágenes que se han levantado en tu vida que no son de Dios, imágenes de cualquier cosa.

Sabes que a veces imágenes del servicio de Dios pueden ocupar el lugar de Dios. Deja que el rocío de Dios hoy te limpia. Recibe el rocío de Dios. Recibe, recibe el rocío de Dios.

Deje que el rocío de Dios le quite todo lo que no la embellece, deje que Dios se lleve todo lo que no la embellece como el lirio. Usted sabe qué no la embellece. Yo sé qué es lo que no me embellece a mí. Deje que Dios se lleve todo lo que no la embellece en esta mañana.

Oh, rocío de Dios, el rocío de Dios sobre tu vida. El rocío de Dios. Sabe que todos tenemos áreas que no nos embellecen y si usted quiere la multiplicación en su casa, la multiplicación del crecimiento del lirio, la multiplicación de la belleza y del perfume del lirio, empiécele a pedir a Dios y a entregarle todo aquello que le ha quitado el perfume. Pídale a Dios que le revele si usted verdaderamente tiene el aroma de Cristo, si usted cuando entra a una casa usted realmente lleva el aroma de Cristo, y si no es así, pídale que le quite todo aquello que la hace no llevar el aroma de Cristo.

Padre, muchos de nosotros tenemos patrones relacionales disfuncionales. Cierre sus ojos y deje que Dios le revele si usted está caminando en patrones disfuncionales en su casa, patrones que usted ya se acostumbró. Tu me dices, yo te digo, me contestas, te contesto, si usted quiere romper esos patrones disfuncionales pídale a Dios que usted pueda empezar como el lirio a crecer para arriba, con ese crecimiento que se ve, que le ayude a romper esas respuestas que usted ha venido manejando, ese accionar que usted ha venido manejando que más bien es un reaccionar. Esos impulsos de sus palabras, esos estímulos que usted lanza para que el otro se enganche y conteste, en el nombre poderoso de Jesús, todo estímulo que nosotros lanzamos con nuestra boca, con nuestros gestos para que el otro se enganche y entremos en una relación disfuncional de la cual ya nos acostumbramos, hoy es roto, roto, roto, roto, roto, roto en el nombre de Jesús, roto, roto, roto, roto en el nombre poderoso de Jesús. Roto, roto, roto, roto, roto, roto, en el nombre de Jesús. Roto, roto en el nombre de Jesús. Roto. Deje que el espíritu de Dios lo rompa. Deje que el espíritu de Dios lo rompa. Deje que el espíritu de Dios lo rompa que usted empiece a tener respuestas diferentes, estímulos diferentes en el nombre de Jesús.

Roto, roto, roto, roto, para que haya crecimiento que se ve. Para que el cambio en usted vaya reproduciendo el cambio en la familia, para que usted pueda ser un ramo de lirios que embellecen cualquier lugar, para que usted pueda ser un ramo de lirios que perfuman cualquier lugar.

Cierre sus ojos, mi amada, cierre sus ojos para que tenga una comunión con Dios. Usted sabe como familia qué es lo que hace que en su familia no esté el perfume de Cristo. Usted sabe perfectamente qué pasa que su familia no puede ser esa familia que lleva el aroma de Cristo a donde va.

Ponga eso a los pies de Cristo hoy. La razón que sea, no la censure más, no la critique más, hoy póngala a los pies del Señor Jesucristo y deje que el rocío de Dios venga y sane eso. Refresque las relaciones familiares. Deje que el rocío de Dios hoy venga para refrescar sus relaciones familiares.

Cuesta, claro que cuesta. Son difíciles. Claro que son, pero cuando dejamos que el rocío de Dios nos empiece a refrescar a nosotros va a haber crecimiento. El crecimiento trae reproducción de los que están cerca. Clame a Dios por el rocío en su familia, por el rocío que embellece y hace que tengamos el perfume de los lirios.

Padre amado, venimos delante de ti solamente tu sabes cómo están nuestras raíces, solamente a ti, Padre, a ti no podemos engañarte, solamente tu sabes dónde están las raíces de nuestros afectos, pero hoy venimos delante de ti pidiéndote que si algún afecto se ha metido en alguna raíz y por eso el árbol se está secando, tu rompas hoy ese afecto. Si tienes afectos que están secando las raíces de tu árbol, que tiene que tener puesto todos sus afectos en Cristo, entrégaselos a Dios, entrega esos afectos que están secando todo tu árbol ponlos a los pies del Señor Jesucristo y pídele que los rompa para que todos tus afectos estén en él, porque tu quieres todas las raíces en él, quieres un árbol con tronco fuerte, con tronco firme.

Qué es lo que te está quitando la firmeza en Dios? Es que estás viendo cosas que no te gustan? Entrégaselos al Señor. No es en el hombre que tenemos que ver para tener raíces firmes, es en el Señor Jesucristo. Si son las actitudes del hombre los que están secando tus raíces, porque tal vez te has desilusionado y decepcionado, entrégaselo a Dios para que solo lo puedas ver a él, que tus raíces estén afirmadas en él, y en nada, en nada, en nada, en nada, en nada más que en él.

Si tu quieres ser como el olivo, plantado en la casa de Dios, te cuesta estar plantada en la casa de Dios, hay muchas distracciones, pero tu quieres ser como el olivo, plantada en la casa de Dios. Tu quieres ser como el olivo, no se distraiga, ya están atendiendo ahí.

Si usted quiere ser como el olivo plantada en la casa de Dios pero con sus ramas extendidas en el nombre poderoso de Jesús, todo, todo, todo lo que está impidiendo que usted esté plantada en la casa de Dios es roto, roto en el nombre de Jesús. Roto todo lo que está impidiendo que usted esté plantada en la casa de Dios, roto en el nombre de Jesús.

Oh, todo lo que impida que usted esté atada a Cristo, todo lo que ha hecho que las cuerdas, los lazos de amor de Cristo se aflojen en su vida, hoy son rotos en el nombre de Jesús, hoy son rotos porque con cuerdas de amor la ha traído a él, con cuerdas de amor la tiene sujetada.

Átese a Cristo en esta mañana. Átese a Cristo en esta mañana. Átese a Cristo. Átese a Cristo. Pídale que se lleve todo lo que la afloja, todo lo que ha aflojado las cuerdas, dígale que se lo lleve y que usted esté atada como nunca a él. Átese a Cristo. Átese a Cristo.

Padre amado, queremos que el rocío tuyo descienda todo el tiempo en nuestras vidas. Y para eso debemos de clamar por ese rocío, decirte que necesitamos ese rocío, dejar toda contienda, dejar toda división, dejar toda separación de relación. Empiece a poner delante de Dios todo aquello que puede impedir que el rocío de Dios se derrame sobre su vida.

Recuérdese que el rocío de Dios viene donde hay paz, donde hay unidad, donde hay armonía, donde hay entendimiento, donde se espera en paz, donde se espera confiadamente en que Dios va a derramar el rocío. Qué le quita la paz? Qué disensión tiene que hace que el rocío no descienda? Cuál es la falta de unidad que no deja que el rocío descienda?

Recuérdese que el rocío es provisión. El rocío es maná. El rocío es revelación de Dios. cuánto hace que no tiene la revelación de Dios con el rocío de Dios? el rocío es poder de Dios, es bendición de Dios, es abundancia de Dios.

Oh, deja toda contienda, toda división, perdona a quien tienes que perdonar, ponte a cuentas con Dios pero no dejes que ninguna disensión, pensamientos que tengas acerca de algo o de alguien, heridas que tengas, déjalas hoy a los pies del Señor para que el rocío de Dios pueda descender para que tu puedas en paz clamar a Dios para que el rocío descienda sobre tu vida. Rocío que refresca, rocío que revela, rocío que bendice, rocío que provee, rocío que da abundancia, rocío que da poder.

Ponte de pie. Padre, te damos gracias en esta mañana. Yo te pido que lo que tu empezaste en esta mañana tu lo continúes porque estamos necesitadas de tu rocío diario, estamos necesitadas de tu rocío diario, te pedimos, Padre, que ese rocío vivificador de tu poderoso amor venga todos los días a nuestra vida.

Cierre sus ojos. Padre, en esta mañana te pedimos una porción grande de tu rocío, que así como tu llenaste ese lugar de peces, pero también lo llenaste de tu rocío, te pedimos que tu vengas y llenes con tu rocío refrescante este lugar.

Oh, Dios cubre nuestras vidas con tu rocío, con ese rocío que refresca. Recibe la frescura de Dios, el rocío de Dios. Extiende tus manos y simbólicamente recibe la abundancia de Dios con el rocío, recibe la abundancia de Dios con el rocío, recibe la bendición de Dios con el rocío porque Dios te dice que él va a bendecir tu entrada, tu salida, va a bendecir tu artesa de amasar, va a bendecir a tu familia, empieza clamar que el rocío de Dios venga sobre tu familia para tener familia de bendición. Recibe el rocío de Dios para tu familia. Recíbelo en el nombre de Jesús. Recibe el rocío de Dios para tu familia. Recibe el rocío de Dios para tu familia.

Recibe. Recibe el rocío de Dios para tu familia. Recíbelo, recíbelo, recíbelo. Recibe el rocío de Dios para tu familia. Recibe el rocío de Dios. Recíbelo, recíbelo, recibe, recibe el rocío de Dios. Recibe el rocío de Dios para su familia. Recíbalo en el nombre de Jesús. Reciba el rocío de Dios.

Reciba, recibe, reciba el rocío de Dios. Recibe el rocío de Dios. Recibe el rocío de Dios. Recíbelo. Recibe el rocío de Dios. Recibe el rocío de Dios. Recibe el rocío de Dios para tu familia. Recíbelo en el nombre de Jesús. Recibe el rocío de Dios para tu familia. Recíbelo por lo has esperado mucho, dice el Señor, lo has esperado por años, pero ese rocío viene, dice el Señor.

Oh, recibe el rocío de Dios para tu familia. Recibe, recibe, recibe, recibe el rocío de Dios. Recíbelo. Recíbelo, recíbelo. Oh, recibe el rocío de Dios en abundancia. Recíbelo, recíbelo. Recibe el rocío de Dios. Recíbelo. Recíbelo, recíbelo. Recibe, recibe el rocío de Dios para tu familia. Gracias Dios.

Gracias Dios. Gracias Dios. Gracias Dios. Padre, en esta mañana clamamos esperamos y recibimos el rocío de Dios para cada una de esas mujeres. Clamamos, esperamos y recibimos el rocío de Dios sobre nuestras vidas. El rocío de Dios sobre nuestras familias, el rocío de Dios sobre todo lo que tocamos. El rocío de Dios sobre nuestras vidas, el rocío de Dios sobre nuestras familias, Padre.

Yo declaro, Dios, que el rocío de Dios vendrá sobre esta iglesia trayendo bendición, trayendo abundancia, y trayendo revelación, revelación tuya, Padre, la revelación del rocío de Dios para tu vida. Declaramos, Padre, que el rocío de Dios que vivifica, que nos hace crecer como el trigo, que cuando muere da una semilla, y esta se reproduce, será la reproducción que tu nos darás para esta iglesia y para nuestra descendencia.

Yo declaro que el rocío de Dios la cubre a usted y a su familia en el nombre poderoso de Jesús. Gracias, Padre, gracias, Hijo y gracias.

Cuando desciende el rocío, el maná desciende con él

Transcripción

Permítame en esta mañana hacer de una manera muy general y muy a groso modo un poquito de la historia del libro de Oseas. La situación la vamos a enfocar unos 200 años desde el momento en que Oseas profetizó. Antes de Oseas, 10 de las 12 tribus de Israel se habían separado del reino davídico. Y estas 10 tribus que se habían separado habían hecho su propio reino y el dios que tenían era un becerro de oro. Dios envía a Elías, envía a Eliseo, envía a Amos para que el pueblo regrese a los caminos de Dios.

Pero ellos en lugar de eso cada vez entraban más en la idolatría. Cuando Dios envía a Oseas, a Oseas le toca vivir la época del rey Jerobeam II y le toca vivir una época en Israel donde el pecado estaba por encima. El pueblo de Israel tenía una decadencia total en todas las áreas, y en todas las esferas de su vida. Tenía decadencia política, tenía decadencia religiosa y tenía decadencia social.

Oseas significa salvación. Y por dirección de Dios Oseas se casa con una mujer llamada Gomer y no le va muy bien con ella. Tiene que vivir por parte de ella una serie de infidelidades. Y entonces Oseas mira en su propia vida lo que es la infidelidad como la estaba viendo Dios en el pueblo de Israel. Pero Oseas también experimenta lo que es el juicio de Dios, la misericordia de Dios y el amor perdonador de Dios.

El libro de Oseas está dividido en cuatro partes. La primera parte que va del Capítulo 1 al 3 se habla de toda la infidelidad de Israel. Del 4 al 7 nos habla de los pecados de Israel. Y del 7 al 10 nos habla de los juicios. Pero del 11 en adelante en este libro nos habla del amor, de la misericordia de Dios y de cómo Dios les está diciendo que él es lo único que necesitan y de las promesas que les está haciendo. En todo el libro de Oseas vamos a ver mucho juicio pero también vamos a ver el amor perdonador de Dios.

Oseas insiste continuamente durante todo el libro en el amor perdonador de Dios. por eso a él se le llamó el profeta del amor del Antiguo Testamento. Oseas además de ser un profeta era un maestro. Y entonces él usa muchos símbolos para poder dar ejemplos de las cosas. Y en el Capítulo 4 vemos cómo él usa una gran simbología para manifestar cuál era la situación del pueblo de Israel.

Y entonces nos habla de la nube de la mañana. Y al hablarnos de la nube de la mañana lo que nos está diciendo es que hoy estamos y mañana ya no. eso le quería decía él al pueblo de Israel, que la vida era un momentito. Y en el Nuevo Testamento vemos en el libro de Santiago que nos dice lo mismo, que nosotros somos como hierbas del campo, que hoy estamos y mañana no. y que por eso le tenemos que decir al Señor cuando hacemos planes, si tu quieres iré a tal lugar.

Y también Oseas usa como símbolo una tarta a medio cocer. Porque le está queriendo decir al pueblo de Israel que ellos son como que no profundizan en lo que es su religión, no profundizan en nada, son superfluos y también a nosotros en el Nuevo Testamento qué nos dice el Señor? Nos dice que no seamos tibios, que seamos fríos o calientes pero que si somos tibios nos va a vomitar de su boca.

Lo que nos está diciendo es que no quiere cristianos de a domingo. Quiere cristianos de verdad. y el libro de Oseas también utiliza como símbolo la paloma, porque con esto estaba él explicando que el pueblo de Israel era voluble. No era estable, hacían alianzas políticas como les convenía. También Dios nos está diciendo a nosotros que nosotros estamos en el mundo pero no somos del mundo. Y que nosotros tenemos que ser luz para que ellos se conviertan a nosotros y no nosotros a ellos. Y que tenemos que tener mucho cuidado con las alianzas que hacemos, alianzas matrimoniales, alianzas de trabajo.

Y también Oseas, utiliza como símbolo un árbol. Y con eso está simbolizando que cualquier dependencia que haya que no sea la de Dios es inestable. Dios quiere que usted y yo dependamos única y exclusivamente del Dios verdadero. Y nos va a llevar situaciones en nuestras vidas en las cuales no vamos a tener más que depender totalmente de él.

La dependencia absoluta de Dios se reconoce dependiendo absolutamente de él. Y para eso muchas veces tiene que quitar otras dependencias, otras cosas de las que no estamos agarrando. Todos los libros de los profetas menores tienen tres tipos de enseñanzas, tienen una enseñanza histórica porque lo que está avalando el libro era una enseñanza que cubría una necesidad inmediata, una necesidad del pueblo en ese momento. Otra enseñanza es una enseñanza profética. En estos libros siempre se profetiza lo que va a suceder en el futuro, sea de juicio, sea de misericordia de Dios. y tienen también una enseñanza práctica, una enseñanza práctica para ellos pero práctica para nosotros también el día de hoy.

Yo quisiera por favor la siguiente transparencia. Yo quiero que usted vaya conmigo al libro de Oseas, en el Capítulo 14 y me busque por favor el versículo 5. Dice así:

“…Yo seré a Israel como rocío, él florecerá como lirio y extenderá sus raíces como el líbano. Se extenderán sus ramas y será su gloria como la del olivo y perfumará como el líbano. Volverán y sentarán bajo su sombra, serán vivificados como trigo y florecerán como la vid. Su olor será como de vino de líbano…”

Estas son las promesas que Dios le hace a Israel diciéndole que lo único que necesitan es a él. Y esto es para nosotros también el día de hoy. Porque usted y yo lo único que necesitamos verdadera y exclusivamente es a nuestro Dios. y así como acabamos de ver la historia de Israel usted y yo tenemos una historia y algunas historias son más bonitas que otras, otras son más largas, otras son más cortas y siempre cada mujer creemos que la historia nuestra es la mejor. La historia es la más bonita y si es trágica, la más trágica.

Pero cuando oímos otras nos damos cuenta que no es así. En el Capítulo 4 de Oseas usted va a encontrar que nos habla que él quería traer al pueblo de Israel con cuerdas de amor, con lazos de amor. Y usted y yo fuimos atraídas a él con cuerdas de amor. Algunos nos tuvo que tirar la cuerda un montón de veces, y cada vez que nos tiraba la cuerda, la cuerda tenía que ser más gruesa, ya parecía de aqueos. Y algunos de nosotros la cuerda de amor nos las tuvo que apretar tanto, tanto, tanto que dolía la cuerda, pero al fin ganó él y por eso es que estamos aquí. Pero ya que estamos aquí traídos por cuerdas de amor, porque por muy gruesa que haya sido la gruesa, por muy dolorosa que haya sido la cuerda a través de la cual venimos al Señor, era una cuerda de amor.

Y ahora lo que tenemos que tener cuidado es de no zafarnos de esa cuerda de amor. El pueblo de Israel se zafó de la cuerda y agarró su camino. Y sabe que zafarse de la cuerda de Dios es muy fácil. Zafarse de un tirón tal vez cuesta, pero la manera más fácil de zafarse de las cuerdas en que Dios nos tiene atados es poquito a poquito. Cuando a uno lo atan, no sé si a usted jugando o algo lo han atado alguna vez, se ha fijado que uno empieza a moverse así y la cuerda se va zafando. Y cuando un día no buscamos a Dios, y otro día tampoco porque estamos muy cansadas, hay mucho trabajo, hay muchas cosas que hacer, hoy no leemos su palabra porque… mañana, hoy la cabeza no me da para eso. Y mañana tampoco leemos la palabra, mañana menos nos va a dar la cabeza porque le cuento que el cerebro si no lo usamos, se entumece. No son los años los que envejecen el cerebro, es cuando no lo usamos, cuando se envejece.

Y hoy tenemos un pecadito pero… una mentirita y un chismito, pero como es tan chiquito no se lo confieso al Señor si total… y mañana otro, y pasado otro, y cuando venimos a sentir estamos zafadas de las cuerdas del Señor. Cuando venimos a sentir empezamos a irnos por nuestro propio camino, ya no estamos atadas a él.

Aquí Oseas nos habla simbólicamente del rocío. Y qué es el rocío? El rocío son las gotas del mar que se han quedado impregnadas como gotas de agua sobre las hojas después de una noche fresca. Y me llama muchísimo la atención, mire en la figura cómo las gotas se quedan ahí impregnadas. Y son unas gotitas transparentes y Dios le estaba diciendo a Israel a través del rocío que Dios sería para ellos como un rocío, que la gracia de Dios sería para ellos como un rocío, que los iba a refrescar, que los iba a vivificar.

Y Dios nos está diciendo también el día de hoy que él es para nosotros como un rocío que refresca, como un rocío que vivifica cuando usted y yo estamos sedientas, cuando usted y yo estamos en el desierto, cuando usted y yo no creemos ya en nada ni podemos hacer nada, entonces viene el rocío de Dios, se impregna sobre nosotros y nos da esa frescura.

El rocío de Dios está simbolizando aquí el amor poderoso de Dios. y si usted tiene su Biblia busque por favor Deuteronomio Capítulo 32 versículo 2. Es el cántico de Moisés que dice así:

“… Goteará como la lluvia mi enseñanza, destilará como el rocío, como la grama y como las gotas sobre la grama…”

Y vaya también al salmo 72:6, dice así:

“…Descenderá como la hierba cortada, como el rocío que destila sobre la tierra…”

Nos está hablando de su amor poderoso. Pero el rocío de Dios también simboliza el maná que usted y yo necesitamos. Vaya por favor a Números 11:9, dice así:

“…Y cuando descendía el rocío sobre el campamento el maná descendía con él…”

El Maná era lo que alimentaba al pueblo y el rocío venía con él. El rocío aquí está significando el alimento que Dios nos da. Y sabe que la palabra de Dios es el alimento que él nos da. Y nosotros somos los que debemos de comer ese maná, comer ese alimento que viene junto con el rocío que Dios nos da, junto con el refrescamiento que Dios nos da, está la palabra que significa el alimento.

Y el rocío también significa la bendición de Dios. si usted va por favor a Génesis, Capítulo 27, versículo 28, va a encontrar que cuando Jacob bendice a Isaac, mire lo que le dice Jacob bendiciendo a Isaac:

“…Dios pues te de del rocío del cielo y de la grosura de la tierra, y de la abundancia de trigo y de mosto…”

Lo está bendiciendo con todo tipo de abundancia. Y sabe que Dios nos bendice a nosotros con todo tipo de abundancia. Y mire, si usted va también por favor acá, dice así, cuando Moisés va a morir él le da una bendición a las 12 tribus, y miren la bendición que Moisés le da antes de morir a las 12 tribus:

“…Serán tierra de grano y de vino y también sus cielos destilarán rocío…”

Si se da cuenta, cada vez que Dios nos habla de abundancia, cada vez que Dios nos habla de darnos algo, nos está hablando de darnos el rocío. Y si usted va a Números 11:9 va a ver aquí también lo que dice:

“…Y cuando descendía el rocío sobre el campamento el maná descendía con él…”

Y mire cómo el rocío simboliza también la provisión de Dios. Vaya a Éxodo Capítulo 16, versículo 13, mire yo sé que voy muy rápido con… quizás creo que tengo que detenerme más. Quiere que le repita todas las Escrituras? Voy a terminar esta parte y le voy a repetir todas las Escrituras, no para que las busque sino para que se las lleve a su casa y usted las busque en su casa, de acuerdo? Si yo me detengo y dejo que las busque no las va a buscar en su casa, Éxodo, Capítulo 16, versículo 13:

“…Y venida la tarde recibieron codornices que cubrieron el campamento y por la mañana descendió rocío en derredor del campamento…”

De nuevo tenemos el rocío relacionado con la abundancia y con la provisión de Dios. El rocío de Dios también significa la revelación de Dios. En el libro de Jueces, en el Capítulo 6, en el versículo 36, Gedeón le pide a Dios que como una señal de que él quiere estar seguro si el pueblo va a ser destruido por las manos de él, le de como señal que el rocío caiga sobre el vellón. Viene Dios y se lo concede. Aquí el rocío lo que está es revelando la voluntad de Dios. eso lo va a encontrar usted en Jueces, Capítulo 6, versículo 36 que dice así:

“…Pide a Dios que si el rocío está sobre el vellón él sabrá que entenderá que salvaré a Israel por su mano como ha dicho…”

Y el rocío también significa el poder de Dios. Cuando Dios le da dominio al rey David entre todas las palabras que le dice, le dice estas:

“…Tu tienes el rocío de tu juventud…”

Así es que mi hermana, el rocío también nos juvenece. Yo creo que eso es suficiente para que le pidamos a Dios cantidades a diario. Si a usted se le olvida todo lo demás que el rocío nos da, acuérdese de eso y que eso nos sirva para pedírselo a diario, cuando nos ponemos la cremita que nos de el rocío que rejuvenece.

Le voy a leer las Escrituras para que usted las tome si quiere, ya? Deuteronomio 32:2, salmo 72:6; Génesis Capítulo 27, versículo 28; Génesis Capítulo 33, versículo 28; Jueces Capítulo 6, versículo 36; Números Capítulo 11, versículo 9; Éxodo Capítulo 16, versículo 13.

Y para resumirle a usted el rocío nos refresca con el poderoso amor de Dios. el rocío nos da abundancia. El rocío nos da provisión. El rocío simboliza también la bendición de Dios, el rocío simboliza el poder de Dios.

Si usted mira ahí, hay un lirio. Es que el rocío nos embellece. Esta foto la tomé un día antes de venirme y la tomé en la casa de una amiga. Los lirios son unas flores que hay blancas y hay rojas y los lirios se abren así como unas campanas porque tienen 6 pétalos. Y la palabra de Dios usa mucho a los lirios, nos habla de los lirios del campo, que son los lirios blancos, pero también están los lirios rojos. Y cuando Dios le dice a Israel que ellos van a crecer como los lirios, les está hablando de un crecimiento hacia fuera, les está hablando de un crecimiento que se ve, les está hablando de un crecimiento que embellece.

Y mi amada hermana, usted y yo tenemos que ser como esos lirios que crecen y como esos lirios que se embellecen cada día más. La palabra de Dios nos manda que nosotros cada día debemos de crecer para llegar a la estatura del varón perfecto, y para tener la plenitud de él. Y cuando usted y yo vamos creciendo verdaderamente en los manos del Señor, el crecimiento se tiene que ver.

Y sabe cómo se tiene que ver? Con nuestras actitudes, se tiene que ver con lo que hablamos, se tiene que ver con lo que hacemos, se tiene que ver no solo con lo que decimos sino las actitudes y el comportamiento que lo acompaña.

Y en este crecimiento de los lirios pasa algo muy especial. Son unas varitas muy, muy largas y cada bulbo de lirio puede dar hasta 55 bulbos más. Se reproducen de una manera tremenda. Tienen una multiplicación tremenda. Y sabe cuál es la multiplicación que Dios quiere que usted y yo tengamos? La multiplicación que Dios quiere que usted y yo tengamos es la multiplicación a través del ejemplo.

Y la multiplicación a través del ejemplo tiene que venir primero en nuestra casa. Y ese reproducción para que tengamos la belleza de lirio tiene que venir cuando nosotros empezamos a romper los patrones relacionales que tenemos. Todos en nuestra casa tenemos patrones relacionales. Qué les quiero decir con esto? Maneras de relacionarnos unos con otros. Y como ya son tan continuadas las traemos ya de tanto tiempo, ni siquiera nos damos cuenta si se están convirtiendo en patrones relacionales disfuncionales.

De repente viene un observador, en mi país hace dos semanas tuvimos elecciones. Llegaron observadores de todo el mundo, a qué llegaron estos observadores? Porque ellos veían detalles pequeños y sabe que usted y yo tenemos un observador que está todo el tiempo viendo aún los detalles más pequeños. Y ese observador quiere que usted y yo rompamos esos patrones relacionales, maneras de hablarnos, maneras de contestarnos, porque si no nos damos cuenta pueden llegar a ser disfuncionales y se reproducen.

De repente vemos a los hijos tratando al hermano de una manera, por qué lo tratas así? Y si nosotros nos viéramos en un espejo, nos vamos a dar cuenta que nosotros nos estamos tratando así. Muchas veces si queremos conocer como somos veamos cómo se están comportando nuestros hijos. Al fin y al cabo de quien más han aprendido es de nosotros.

Y en ellos es muy fácil ver esos patrones disfuncionales pero en nosotros no. pero cuando usted y yo queremos crecer como el lirio para reproducirnos vamos a empezar a romper esos patrones. Y la manera en que vamos a romper esos patrones es primero dándonos cuenta que los tenemos.

Y cuando rompemos ese patrón es que yo empiezo a romper mi conducto, yo empiezo a romper mis estímulos o mis respuestas. Yo empiezo a comportarme de otra manera. Yo empiezo a contestar en otra forma. Y así el patrón se empieza a romper, pero la otra persona va a querer que ese patrón siga, continúe, pero si ya hemos vivido así tanto tiempo. Así somos nosotros, decimos. Así nos tratamos. Y uno dice, pero de veras? Sí, sí, ya nos acostumbramos. Dios no quiere costumbres. Dios quiere crecimiento. Las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas.

Cuando era niño actuaba como niño, ahora que soy adulto actúo de otra manera. Y cuando yo decido empezar a tener un estímulo diferente, empezar a tener una respuesta diferente aunque el otro al principio fuerce para que sigamos igual, si yo me mantengo el otro va a llegar un momento, o los otros van a llegar a un momento en que qué va a pasar? Ellos van a empezar también a contestar de otra manera, a dar estímulos de otra manera.

El patrón se ha roto. Yo crecí como persona y yo me reproduje porque estoy ayudando al crecimiento de ellos. Mis amados hermanos, el crecimiento nuestro es muy importante pero también tiene que haber crecimiento en nuestra familia. Cuando yo tomé esta foto de este lirio los lirios estaban unidos uno al otro de tal manera, porque se reproducen tanto que es así como un racimo precioso y cuando tomamos la foto, Dios habló a mi corazón y me decía que el perfume del lirio es algo que nosotros debemos exhalar. Pero que debemos exhalar el perfume de lirio no solo nosotros, que el perfume de lirio debe ser exhalado por toda la familia.

Sabe qué? Cada persona tenemos un humor diferente físicamente hablando. Pero cuando tenemos el aroma de Cristo, cuando tenemos el olor al Señor, y entramos en una habitación ese olor tiene que reflejarse. El aroma a Cristo tiene que llenar la habitación cuando tu entras. Cuando tu entras a trabajar, tal vez ahí hay tensión y aquella tensión que el cuchillo corta, pero cuando entra el aroma de Cristo, porque tu reflejas al Dios viviente, esa tensión tiene que quitarse porque el aroma de Cristo tiene que llenar toda la habitación.

Y cuando alguien muy perfumado se va, se va y deja una estela. Y cuando nosotros nos retiramos de los lugares no solo nosotros, sino que como familia esa estela de aroma a Cristo tiene que quedarse registrada. Ay, que bueno que ya se fue, ya viene otra vez. Si esas expresiones hay cuando llegamos a un lugar, es que no estamos reflejando el aroma del Señor. Pero cuando nosotros nos vamos de un lugar aún de la iglesia, que nos vayamos, lo que tiene que quedar reflejado es el perfume de Cristo, el aroma de Cristo que nosotros reflejamos.

Y cuando nosotros nos recordamos de una persona casi la olemos. Ay, cuando hablamos de alguien como que hasta el olor viene a nosotros. Y ese es el aroma que nuestros recuerdos deben de dejar en la gente, el aroma de Cristo. La belleza de lirio la encontramos en Mateo, en el Capítulo 6, versículo 28 y 29. Ahí se nos habla que el lirio crece entre espinos y se nos dice que ni aún la belleza de Salomón es tan linda y es tan grande como la belleza del lirio. Y a mí me llama mucho la atención que el lirio crece entre espinos. Y me llama más la atención que no habla que estos espinos rompen al lirio. Y muchas veces nosotros en lugar de ser ese lirio que crece entre espinos, porque si algo es difícil es a veces vivir entre espinos. Ay hermana, si usted conociera la familia que yo tengo, no hablaría del aroma de Cristo, pero aquí dice que el lirio crece entre espinos.

Y muchas veces los espinos no son de parte de los otros, los espinos son de parte nuestra. A veces parecemos el puercoespín. Sabe usted que es el puercoespín? Lleno de espinas. Espinas cuando hablamos, espinas cuando nos acercamos, espinas cuando tocamos, pero Dios quiere que usted y yo reflejemos la belleza de lirio y el aroma de lirio.

El lirio es mencionado en el libro de Cantares, en el Capítulo 5, en el versículo 13 dice:

“…Sus labios como mirra que destilan mirra fragante…”

Mi amada hermana, cuando usted y yo hablamos las palabras tiene que llevar el olor de la mirra fragante. Y Cantares, en el Capítulo 2, versículo 2 dice claramente_

“…Como lirio entre espinas es así mi amiga entre las dos ellas…”

Dios quiere que usted y yo seamos un lirio entre espinos. Y mire ahorita viene la parte que a mí me gusta. Ahí abajo hay una telaraña. El rocío tiene la capacidad de revelar las telarañas. Es tan bonito que se pone encima de las telarañas, mire ahí encima de las gotas de las telarañas se pone.

Y cuando nosotros lo vemos en la mañana vemos todas las telarañas que tejió en la noche, en la oscuridad, y que bueno que el rocío de Dios refleja sus telarañas y refleja las mías, porque le cuento que usted y yo tenemos un montón de telarañas.

Y lo hermoso es que las telarañas que nosotros tejemos Dios las conoce perfectamente. Dice en Job, en el Capítulo 34, en el versículo 21:

“…Porque sus ojos están sobre los caminos del hombre y ven todos sus pasos…”

Yo le quiero hablar de tres tipos de telarañas. Yo sé que hay más, pero le voy a hablar de tres tipos de telarañas porque son los más conocidos. Una telaraña se empieza a tejer poquito, ¿verdad? y cuando venimos a sentir, es una gran telaraña que no sabemos dónde empezó.

Y existe la telaraña de las cosas ocultas, pensamientos ocultos. Ha tenido usted pensamientos ocultos? Todo el tiempo. Ha tenido usted motivos ocultos? Intenciones ocultas? Deseos ocultos? Y ¿Saben qué? Los motivos ocultos nos llevan a pensamientos ocultos, a deseos ocultos, a intenciones ocultas, y finalmente a actuaciones ocultas delante de otros y delante de Dios.

Y siempre las cosas ocultas, los pensamientos, los deseos, las intenciones, van siempre entrelazadas como una telaraña con la mentira, porque como son ocultas, son mentiras. Estabas pensando tal cosa? No. Tenés ganas de tal cosa? No. viene la mentira y empieza toda una telaraña.

Sabe que cuando nos encerramos en la telaraña de lo oculto empezamos a tener dos o más personalidades. Y de repente la hermanita en la iglesia es preciosa y si alguien describe nuestro perfil, ay que linda somos. Pero vayamos con los de la casa a preguntarle cuál es nuestro perfil, y parece que estuvieran hablando de dos personas diferentes que se llaman igual. Por qué? Porque no nos hemos fijado cómo las cosas ocultas pueden llegar a hacernos con dos o más personalidades.

Con mucha facilidad nos volvemos como ese animalito que cambia de colores, según la ocasión, el camaleón. Dios quiere romper las telarañas ocultas. Dios quiere que nosotros nos comportemos igual aquí abajo que allá arriba, igual en la iglesia que en la casa, que nos vistamos aquí abajo igual como nos vestimos allá arriba, que nos vistamos para la iglesia como nos vestimos también para cuando vamos a trabajar con cierto decoro.

Dios no quiere que tengamos personalidades múltiples. Dios no quiere telarañas ocultas. Y un ejemplo de las telarañas ocultas, hasta dónde nos pueden llevar, usted lo mira con David y Betsabé. Si ahí tejió toda una telaraña y dónde empezó la telaraña, un deseo oculto, una intención oculta la mandó a traer y después de que la mandó a traer usted sabe el resto de la historia? Tiene relaciones con ella, ella queda embarazada, él quiere empaquetarle el hijo al esposo de Betsabé. Empieza a tramar otra cosa, no le da resultado, no lo logra y como no logra toda su telaraña, a qué llega? A mandarlo a matar.

Y dónde empezó? Empezó con un deseo oculto. Mire, los deseos ocultos, los motivos ocultos, los pensamientos ocultos, mis amadas hermanas, son delicados, tienen que ser entregados a Dios desde el principio. No pueden ser acariciados, no pueden ser desarrollados, porque de lo contrario podemos terminar como David. David era un hombre de Dios y sin embargo dejó que la telaraña de las cosas ocultas se desarrollara.

Y otra de las telarañas que también tenemos las mujeres son la telaraña de las emociones. Esa sí que es entretejida y más que entretejida. La primera emoción del día, mi amada hermana, usted tiene que tenerle mucho cuidado porque cuando usted reconoce la primera emoción del día, y si usted se la entrega a Dios, usted empieza a caminar bien, pero cuando la primera emoción del día no la manejamos bien, las emociones queramos o no son en cadena, y una va a traer a otra, otra va a traer a otra, a veces hasta sin darnos cuenta. Y cuando termina la noche nosotros estamos hechas una telaraña de emociones. Terminamos como se dice en mi país, rematando con los que viven con nosotros. Y generalmente son los hijos, porque son los que nos aguantan, no les queda otra.

Y qué ha sido? Ha sido la telaraña de emociones. Y cuando no manejamos las emociones correctamente porque no las vamos identificando una a una, se las vamos entregando a Dios y entregando a Dios, nos van a suceder dos cosas, o vivimos una vida llena, llena de emociones que parecemos volcán, o vivimos una vida donde las emociones están guardadas, y donde las emociones están bloqueadas. Las dos cosas son problemáticas.

Las emociones bloqueadas, las emociones guardadas nos van a llevar a tener una vida, yo le diría, emocionalmente mediocre. Nos vamos a convertir en aquellas personas que todo lo guardan, todo lo retienen y ya no quieren expresar nada. Por qué razón? Porque en el momento en que esas emociones van a ser expresadas como han estado tanto tiempo guardadas, van a salir. Pero el reprimir las emociones, el no entregárselas a Dios va a tener problemas en nuestras interrelaciones personales y problemas en la relación con Dios.

En el Capítulo de Neemías habla que el pueblo cuando Neemías y Esdras se paraban enfrente a leer las Escrituras, sabe qué pasaba? El pueblo se regocijaba, el pueblo tenía contentamiento, el pueblo tenía gozo cuando podía entender una Escritura y el pueblo tenía una respuesta emotiva, pero a veces mis amadas hermanas, el gozo por leer la palabra de Dios se ha ido.

Y eso gozo por leer la palabra de Dios a veces empieza a irse por todas las cosas que tenemos guardadas. Mis amadas hermanas, el abrir la palabra de Dios y leerla tiene que ser un gozo. Ahí está la dulzura de todas las promesas de Dios, mi amada hermana, si es Dios hablándome cómo no va a producir gozo, como no va a producir una emoción en mi corazón, una alegría en mi corazón cuando yo entiendo una Escritura que no entendía, cuando hay una revelación de Dios para mi vida a través de esa Escritura, cómo no va a haber una respuesta emotiva.

En Guatemala, aclaro, a veces las personas no tienen gozo con la palabra de Dios. Hermano, amén, oye usted por ahí, un amén por ahí. Y uno tal vez cuando leyó la Escritura, amén. Revisemos, revisemos si realmente tenemos gozo por leer la palabra de Dios, si realmente despierta a mí algo o lo leo y ya la leí, pues, va, listo. No. dice que el pueblo cada vez que Neemías y Esdras abrían el libro de la ley el pueblo la tristeza se le iba, cada vez que leía una Escritura.

En el libro de Esdras habla de cuando estaban construyendo el templo y dice que cuando veían que estaban poniendo los cimientos en el templo, cuando veían que estaban poniendo los ladrillos, el pueblo se regocijaba y decía, que bueno es Dios. y sabe que nosotros tenemos que tener regocijo por las cosas que se están haciendo para Dios. Pero a veces vemos las cosas grandes que Dios está haciendo, vemos las cosas grandes que se están haciendo para Dios y ay, ojalá que lo terminen luego.

Mire, tantas cosas que decimos y hacemos, cuando lo que nos debe de dar es gozo, gozo por el crecimiento de la obra de Dios, gozo por las cosas que se están haciendo para Dios, aunque no sea mi grupo, aunque no sea mi iglesia, aunque no sea mi célula, es para mi Dios y el Dios suyo y el Dios mío es el mismo, mi amada hermana, y tenemos que tener ese gozo y ese regocijo por las cosas y por el crecimiento de Dios.

Si no hay ese gozo y ese regocijo es buen momento, yo lo he tenido que hacer en mi vida porque hay etapas así, hay etapas así por las que pasamos que me he tenido que poner de rodillas y le he tenido que decir, devuélveme el gozo de tu salvación, porque perdemos el gozo de la salvación por todas las cosas que nos suceden, o las cosas en las que nosotros nos metemos.

Pero cuando usted y yo nos ponemos de rodillas y le decimos, devuélveme el gozo de tu salvación, volvemos a entender qué significa la salvación en Cristo, volvemos a entender el sacrificio de la cruz, ese sacrificio que se nos olvida, que es para nosotros y que también es para otros. Dios quiere devolvernos el gozo de la salvación para que lo que todos hagamos en Cristo sea gozo no importa que lo haga yo o lo haga otro.

Sabe que otro gozo hemos perdido? El gozo de ver cuando la gente recibe al Señor Jesucristo. Dice que hay fiesta en los cielos, que los ángeles se regocijan y nosotros qué hacemos? Ay, pasaron cuatro. Yo ahorita sí le voy a presumir. En mi iglesia tenemos algo que se llama la vía dolorosa y la presentan tres veces al año, y en cada evento se conviertan como 180, pero creo que aún nos falta gozo de ver a esos 180 convertidos para que el año entrante sean 300 por función.

Pero, mi amada hermana, para eso necesitamos de nuevo recuperar el gozo de la salvación, que verdaderamente en su alma haya un regocijo cuando usted mira pasar a alguien aquí adelante a regocijarse con Cristo. A veces hasta nos volteamos a platicar con el vecino mientras está haciendo la confesión de fe. No tiene nada que ver conmigo, yo ya tengo a Cristo. Allá él que ahorita lo encontró. Yo hace rato.

Amada hermana, el gozo de Dios, usted no cree que Dios tiene gozo? Cuando alguien se reconcilia y ese gozo es para mí y para usted si queremos ser como Cristo.

Hay muchas telarañas, pero yo me voy a enfocar solo en tres, no se preocupen. Mire, la telaraña de la imaginación. Sabe que a la imaginación nadie le pone atención, pero la imaginación funciona y vaya si no. ya me imaginaba yo! Ni me lo imaginaba! Funciona. Y la imaginación se vuelve una telaraña.

Qué es la imaginación? La imaginación es la capacidad que usted y yo tenemos de concretar algo. Concretar los pensamientos, reducirlos de tal manera que le vamos a dar la forma de una imagen. Entonces, cuando esos pensamientos se reducen, se juntan, nosotros tenemos una imagen. Esa imagen generalmente está asociada con experiencias pasadas que yo he incorporado a mi vida. Pero también la imaginación basada en experiencias pasadas, que he incorporado a mi vida, va también a tener proyecciones futuras.

La imaginación funciona rápidamente y funciona en base al pasado con proyecciones futuras. Se ha imaginado usted cosas? La imaginación nos la dejó Dios. y para qué nos la dejó Dios esa capacidad? Nos la dejó para que usted y yo las imágenes que tengamos sean las imágenes de él, las imágenes del Dios verdadero, las características de Dios es lo que debe estar en las imágenes nuestras.

Pero usted sabe que con el pecado de Adán y Eva la imaginación igual que muchas cosas, se volvió corrupta. Y hoy tenemos una imaginación que tiene que ser sanada. Si algo tenemos malo en la imaginación. Es que yo me lo imaginé! Se ve la cara de picardía de aquello que nos imaginamos. Y la imaginación sigue como telaraña. Mire, ah, yo no sé por qué voy a decir, pero lo voy a decir, de acuerdo? Si usted mira por ahí a alguien y se imagina y luego se imagina más, y luego se imagina más y crece la imaginación, la imaginación tiene que ser sanada, porque empezamos a asumir cosas, es que yo asumí, que yo me imaginé que tu querías, que no querías, que sí querías, que pensabas. Y es tan vívido, porque ya no solo es el pensamiento, es la imagen que lo creemos y funcionamos así. Asumimos cosas, hacemos juicios, es una imaginación egoísta que siempre está pensando cosas malas por parte de otros o cosas malas que nos van a pasar. Es la imaginación que no ha sido sanada por la palabra de Dios. lo que tiene que estar en nuestra mente son las imágenes del Señor Jesucristo, la imagen de la palabra de Dios, pero si nosotros no leemos la palabra de Dios, si nosotros no estudiamos la palabra de Dios no pueden haber imágenes de la palabra de Dios y de Dios en nuestra mente.

Y cuando nos alimentamos, no tengo nada contra la televisión. A mí me gusta, hay programas que me gustan, pero cuando el alimento es la televisión, el internet y todas estas cosas, las imágenes que se va a producir van a ser… la imaginación tiene que ser sanada de 12 maldades. No voy a entrar a ellas, pero tiene que ser sanada de 12 maldades. Y tenemos que pedirles todos los días a Dios que sane nuestra imaginación para que no se empiecen las telarañas durante el día, porque quién sabe con cuánta telaraña nos vamos a acostar, de la imaginación. Y en la noche qué pasa? Es que anoche soñé no sé que cosa. Las telarañas del día. En la noche usted le da más vida.

Y tenemos que tener cuidado, mis amados hermanos, porque mire hay un versículo, creo que es este, a mí me preocupa, es Hebreos Capítulo 4 versículo 13, dice así.

“…Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia, antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta…”

Hay que darle cuenta a Dios de la imaginación. Y en la Biblia hay varios casos de cómo la imaginación funcionó. Usted tiene el caso de Mical. Mical cuando mira a David danzar porque había llevado el arca, piensa mal de él, se imagina cosas que no son y lo menosprecia. David cuando va con Saúl, que vienen de la guerra, y empiezan todas las mujeres, solo que esas sí gritaban así con pulmón, David, vamos a ver, David mató? Saúl mató a…? Y David a…? David mató 10 mil y Saúl a 1000. Eso decían las mujeres y entonces viene David y qué pasa? Dice ah, 9000 de diferencia, porque así es la imaginación. 9000 de diferencia, y encima hasta quiere ser rey. El otro no tenía nada que ver con lo que las mujeres gritaban. Ya había sido designado rey, no estaba pensando en eso. Pero viene Saúl, se imagina que el otro hasta quiere ser rey y desde ese entonces, dice la palabra de Dios, nunca más lo vio bien. y quién sabe, mi amada hermana, cuántas personas nunca más hemos vuelto a ver bien porque las cosas que nos imaginamos. La imaginación, mis amadas hermanas, es una telaraña que tiene que ser sanada todos los días.

Los lirios, como lo vimos anteriormente, crecen para arriba y es un crecimiento que tiene que verse. No podemos decir que estamos crecidas en el Señor si ese crecimiento no se ve. Tiene que verse. Pero juntamente como los lirios son frágiles, entonces Dios le está hablando a Israel que también les va a dar la fuerza, que también les va a dar el poder y entonces les dice que van a ser como cedros de líbano.

Los cedro de líbano son unos árboles grandísimos, pero enormes, el más grande tiene como 12 metros de alto y como 35 de ancho. Los cedros de Líbano son enormes y su madera es muy fuerte, su madera es muy fina y la casa de David estaba hecha con esa madera y el templo de Salomón también.

Y la característica especial de estos cedros de Líbano es que significan poder, significan estabilidad, significan que no se pueden mover fácilmente de un lugar a otro. Y lo que hace que los cedros del Líbano no se muevan de un lugar a otro son sus raíces. Mire cómo son las raíces de los cedros de Líbano.

Las raíces de los cedros del Líbano están extendidas totalmente. Y están agarradas a la tierra. Y cuando las raíces de un árbol están verdaderamente arraigadas a la tierra, el árbol no necesita que lo afirme externamente, no necesita ninguna presión para ser afirmado. Por qué? Porque sus raíces lo tienen afirmados.

Y usted y yo tenemos que tener nuestras raíces en Cristo, bien arraigadas, bien cimentadas, y no podemos arraigar las raíces si somos cristianos de a domingo. Eso no arraiga las raíces. Y para que las raíces se arraiguen nuestros afectos tienen que estar en Cristo. Y saben con qué facilidad los afectos ya no están en Cristo, están en otra cosa, dinero, trabajo, hijos, personas.

Y cuando los afectos empiezan a desviarse de Cristo, las raíces se empiezan a secar. Y cuando las raíces de un árbol se secan el tronco ya no sirve. Y algo muy hermoso de estos árboles es que son fuertes y vigorosos. Sin embargo, cuando viene la tempestad, cuando viene la lluvia, cuando vienen los relámpagos, a veces son tan fuertes que el árbol hasta se agacha un poco, no se quiebra, solo se agacha. Y las tempestades van a venir a nuestra vida tarde o temprano, son parte de la vida. Y que nos encuentre con las raíces puestas en Cristo para que nos agachemos, para que no nos quebremos.

Hace dos semanas mataron al hijo de una pareja amiga mía. Cuando yo vine, creo que fue hace dos años, yo les mostré el templo de la iglesia, [inaudible], les mencioné que la había construido un arquitecto amigo mío, pues mataron al hijo de este arquitecto. Le dieron dos balazos en la cabeza y apareció tirado en el carro. Un muchacho que había sido criado en los caminos del Señor. Yo podía ver el dolor de esa madre que llegó un momento en que lo único que salía de su boca era un sonido, porque ya no podía llorar.

Sin embargo, cuando esa mujer a la hora que sacaron el cadáver del hijo amado, porque era un muchacho criado con mucho amor, la familia ejemplar, cuando lo sacaron esta mujer, que es muy suave y muy dulce, parecía un roble. Estaba parada en frente del féretro y yo casi podía ver las raíces que la estaban sosteniendo. Y cuando esta mujer se paró y le habló a todos los amigos del hijo, haciéndoles ver que ellos eran una familia de promesa, y que por tanto su hijo era una semilla que se estaba sembrando para que todo los demás jóvenes llegaran a los caminos del Señor, y para que no se perdieron, y les habló a los jóvenes que estaban ahí, que se habían descarriados muchos de ellos hijos de pastores, y les habló con una fuerza y con una entereza pudiendo decir que su hijo era una semilla que se estaba sembrando, que realmente era porque sus raíces habían crecido como las del Líbano.

Hicieron el llamado al Señor y a los 8 días hicieron todavía otra reunión en la cual invitaron a mucho más jóvenes, e invitaron a los papás de estos jóvenes, papás de jóvenes que los dejan ir aquí y allá, por aquí, por allá, para hacerles ver la necesidad de que como padres, como familia, volvieran a Dios y enseñaran a sus hijos los caminos de Dios.

Y leyeron una carta que el joven había dejado. A los dos días de muerto un amigo llegó y les dio una carta que el joven había llevado. Y en esa carta que era para la mamá, el papá y la hermana, y le contaba a la mamá cómo se había reconciliado con Dios, cómo Dios le había dado la oportunidad, su misericordia de reconciliarse con él, y aquellos padres tuvieron la seguridad que no importa lo que había pasado, la promesa de Dios, tu y tus hijos había sido una realidad.

Y ella decía, yo tenía promesa de que iba regresar a la casa del Padre, pero no era la casa de su padre terrenal, era la casa de su Padre celestial. Para aquella pareja eran como robles parados hablándoles a todos. Por qué? Porque sus raíces tenían años de estar bien cimentadas en la palabra de Dios.

Y no tienen que ver los años de ser cristianos, mis amados, yo puedo tener muchos años de ser cristiana y no tener raíces fuertes. Puedo tener pocos años y tener raíces más fuertes. Las raíces hay que regarlas a diario con mi relación con Dios, con la palabra de Dios, con mis experiencias con Dios, con mis experiencias con la gente de Dios. Eso es lo que riega las raíces, eso es lo que hace raíces firmes porque sino cuando venga la tempestad nos quebramos, nos vamos a doblar.

Sí, ese día había un dolor impactante. Estaban doblados pero no quebrados. Y cuando no nos quebramos podemos seguir haciendo la obra de Dios, no importa lo que pase. Tenemos que tener raíces firmes.

Mire, Job, Capítulo 18, versículo 16, dice:

“…Abajo se secarán sus raíces y arriba serán cortadas sus ramas…”

Cuando las raíces se secan cualquier cosa, cualquier cosa va a cortar el tronco, cualquier cosa va a cortar las ramas.

Cuando Dios le da estas promesas a Israel son promesas muy hermosas. Le da el lirio que es el crecimiento para arriba, que se ve; le dice que también les va a dar el crecimiento de las raíces, el crecimiento que lo mantiene firme. Pero también les va a dar el fruto del olivo. El cedro del Líbano, el que acabamos de ver, es fuerte, es firme, da un perfume lindo, pero no saca fruto.

Pero entonces por eso también hace la comparación con el olivo. El olivo es una plantita chiquita, pero siempre verde. El olivo siempre está verde. Mire lo que dice, por favor, el salmo 52, versículo 8.

“…Pero yo estoy como olivo verde en la casa de Dios…”

Ah, no está hablando de cualquier plantita, está hablando de la planta que es el rey de los árboles, porque en Jueces dice que cuando se juntaron los árboles para buscar un rey, a quién escogieron? Escogieron al olivo. El olivo chiquitito pero lo escogieron a él, porque el olivo siempre está verde, nunca se seca.

Pero el olivo dice que está plantado en la casa de Dios. no es una plantita que creció arriba en el techo porque llovió mucho, ni creció afuera de la casa de Dios. si nosotros queremos estar plantados, tenemos que estar en la casa de Dios.

Ay, no, hermana, yo no busco iglesia, yo mi relación con Dios porque las iglesias usted sabe… Yo lo que sé es lo que dice la palabra de Dios, que yo tengo que estar plantada en la casa de Dios y es aquí donde hay que permanecer. Mi amada hermana, Dios la plantó aquí, quédese aquí. Este es su lugar. Usted tiene que estar plantada en la casa de Dios.

Yo he visto jovencitos en Guatemala que los papás los dejan en la puerta, se van y ellos dan la vuelta también. Nunca vamos a estar verdes si no estamos plantados en la casa de Dios.

Esas son las ramas del olivo y ese es el fruto. Y si usted se da cuenta, las ramas del olivo son delgaditas, son de un gris verdoso, son delgaditas, son largas. Pero se extienden grandemente y el olivo está plantado en la casa de Dios pero sus ramas están extendidas.

Mi hermana, usted y yo tenemos que estar plantadas en la casa de Dios, pero con las ramas extendidas hacia fuera. Hacia dónde se están extendiendo sus ramas? Porque la primera parte es estar plantado en la casa de Dios, la segunda es extender las ramas hacia fuera. Si usted quiere ser un olivo verde, un olivo fructífero, que es lo que nos manda la palabra de Dios, dice que José era rama fructífera y José significa prosperidad, significa abundancia, significa amor y si nosotros queremos ser ramas fructíferas tenemos que estar extendidas hacia fuera. Hacia quién nos estamos extendiendo?

Hay tanto, tanto a quien extenderse para que podamos ser fructíferos. El olivo produce las aceitunas. Todos las conocemos. Y cuando esto se procesa se saca un aceite. Y para tantas cosas que sirve el aceite. Si cada una de nosotros diera un uso del aceite no terminaríamos acá. Si yo soy fructífera como el olivo, yo estoy siendo útil en un montón de cosas.

Es que a mí el Señor solo me dijo… Podemos ser útiles en tantas cosas. Yo puedo ser útil desde cuidar a un niño, desde sacarlo de aquí para que no haga bulla hasta tantas otras cosas más. Para ser fructíferos como el olivo, para estar plantados en la casa de Dios con las ramas extendidas hacia fuera.

Pero para que el rocío caiga hay condiciones. Para que el rocío de Dios caiga ya hemos visto todo lo que el rocío de Dios hace. Para que el rocío de Dios caiga se necesita primero que lo deseemos. Se necesita que lo pidamos. En los ejemplos que vimos, usted vio que el rocío era pedido. Pero el rocío, aparte de que lo pidamos, que lo queramos, Dios lo va a enviar cuando lo necesitamos. El maná junto con el rocío lo enviaba cuando el pueblo lo necesitaba. Y lo enviaba en la cantidad que lo necesitaba, a la hora de la comida y la cantidad exacta. Pero nosotros queremos [inaudible]

Dios va a enviar el rocío en la cantidad que lo necesitamos. Pero hay una condición y es que el rocío no cae donde hay pleitos. El rocío no cae donde hay divisiones. El rocío no cae donde hay contienda. El rocío no cae donde hay chismes. El rocío no cae donde no estamos perseverando en los caminos de Dios. el rocío cae donde hay paz. El rocío cae donde hay unidad. El rocío cae donde hay amor. El rocío cae donde va a ser bien recibido. El rocío cae donde se espera.

Yo le quiero citar una Escritura si es que la encuentro, y si no solo se la voy a leer, dice que:

“… que bueno es habitar los hermanos juntos en armonía porque ahí envía Dios bendición y vida eterna y es como el rocío de Hermón que cae…”

Es donde hay unidad, donde hay amor, donde están amándose los unos a los otros, que el rocío de Dios va a caer. Quiere usted que el rocío de Dios caiga en su iglesia? Bueno, ya sabe las condiciones. Quiere que caiga en su familia? Ya sabe las condiciones. Así va a caer el rocío de Dios.

Dice la palabra que Elías cuando estaba en frente de una cueva porque Dios le dice que salga de ahí, y se para en frente de Jehová, Jehová no estaba en el trueno, no estaba en el terremoto, no estaba en el aire, no estaba en el fuego, dónde estaba? Estaba en un cielo apacible. El rocío viene cuando nosotros estamos en paz delante de Dios esperando su revelación, esperando su refrescamiento, esperando su amor poderoso, esperando su poder sobre nosotros, esperando su provisión.

No viene agitada, no viene corriendo, no viene doblando los dedos, no viene la provisión de Dios. no. ahí no viene el rocío. El rocío viene cuando nosotros lo esperamos y cuando el rocío viene porque lo estamos esperando, usted y yo vamos a ser vivificadas, usted y yo vamos a ser familias vivificadas y usted y yo vamos a ser iglesias vivificadas por el rocío de Dios.

Cierre sus ojos y vamos a ministrar en esta mañana lo que Dios nos ha hablado. Padre, te damos gracias en esta mañana porque tu nos has hablado. La mayoría de las mujeres que estamos aquí necesitamos el rocío tuyo. Necesitamos ese rocío que refresca nuestras vidas, necesitamos ese rocío que representa tu amor poderoso.

Yo sé que aquí hay mujeres que en esta mañana están necesitadas del rocío de Dios que las refresque. El rocío de Dios con su amor poderoso, a ti mujer, dice el Señor, que has estado en esa sequía, en esa sequía de amor porque las personas que tienes cerca no te han rodeado para darte lo que tu necesitas, que has estado mendigando un abrazo y una palabra que te llene de amor, a ti mujer, yo te digo que te he traído hoy en la mañana porque yo quiero que el rocío fresco de mi amor, hoy venga sobre ti y te inunde. Recibe el rocío fresco del amor de Dios, recibe el rocío del amor de Dios que te inunda porque soy yo el que te llena, dice el Señor, soy yo el que extiendo mis brazos y te amo y te doy ese amor que has necesitado desde el vientre, porque yo soy el rocío que tu necesitas.

Has tenido dolor por esa persona que ha partido? Que has sentido, que has quedado con una parte de ti vacía, lo que esa persona se llevó en tu vida, fue parte de ti y parte de tu amor, pero yo hoy te digo que yo hoy vengo y yo lleno ese vacío porque hoy el rocío que refresca con mi amor poderoso viene sobre ti. Recibe, recibe el poderoso amor de Dios. Recibe el rocío de Dios refrescando tu alma.

Recibe ese rocío de Dios que refresca hoy tu alma porque yo hoy quito tu tristeza, yo hoy quito tu tristeza. Pongo mi amor, yo te doy hoy mi rocío, dice el Señor, mi rocío que refresca. Recibe mi amor poderoso porque en mi amor poderoso vienen las fuerzas que necesitas para seguir adelante.

Has estada cansada, abatida? Más yo hoy te doy la fuerza. Recibe el rocío de Dios que refresca. Que las gotas del rocío de Dios hoy se impregnen en tu alma refrescándola, dándote las fuerzas que necesitas, dándote el vigor que necesitas, dándote el amor que necesitas para seguir adelante. Recibe hoy el rocío de Dios que yo hoy lo deposito sobre ti y sobre tu vida, sobre tu corazón, sobre tu alma. Recibe. Recibe, recibe el rocío de Dios.

Recibe, recibe, recibe, recibe, recibe el rocío de Dios refrescando tu alma. Recíbelo, recíbelo, recibe el rocío de Dios. Recibe el rocío de Dios que necesitas porque yo soy tu todo, dice el Señor. Yo soy tu todo. Yo soy el que te acompaña, dice el Señor. Yo, yo, yo, yo, dice el Señor, para ti soy como el rocío que refresca tu alma seca y sedienta.

Reciba el rocío de Dios. Reciba el rocío de Dios. Reciba, reciba, reciba el rocío de Dios que te refresca, que refresca cada una de las partes de tu alma. Recibe el rocío de Dios porque el amor por ti, dice el Señor, es un amor tan grande que tengo, es un amor que suple padre y suple madre porque yo soy tu Dios y porque tu no estás sola, porque tu no estás sola, porque yo estoy contigo.

Yo soy el que te acompaña todos días y te acompaña por las noches. Yo soy el que susurro a tu oído las palabras de amor que necesitas. Inclina a mí tu oído para recibir ese susurro de amor de mis palabras que yo tengo para ti.

Oh recibe el rocío de Dios que refresca tu alma. Oh recibe ese rocío de Dios. Recibe el rocío de Dios. Recibe, recibe el rocío de Dios. Recibe el rocío de Dios.

Oh, Padre amado, hoy recibimos ese rocío que revela, ten una comunión con Dios y pregúntale qué tiene que revelarte Dios de tu interior. Quizás tienes adentro telarañas que tienen que ser sanadas. Empiece a pedirle a Dios que hoy las telarañas de tu interior sean sanadas. Recibe el rocío de Dios que refresca, recíbale sobre tu vida en el nombre de Jesús. Recíbelo sobre tu alma.

Deje que Dios le revele las telarañas de lo oculto. Quizás tiene cosas guardadas y cosas ocultas, pensamientos, intenciones, motivos que hoy tienen que ser puestos delante de Dios, que hoy tienen que ser puestos delante de Dios para que te sean revelados.

Entrégale todo aquello oculto que puede haber en tu vida. Pensamientos, intenciones, deseos que incluso tu no conoces, para que la telaraña de lo oculto no siga. Pídele a Dios que rompa la telaraña de lo oculto que puede haber en tu vida. No digas simplemente, yo no tengo nada oculto. Deja que Dios te lo revele. Deja que el rocío de Dios hoy inunde tu corazón, tu alma, tu espíritu.

Deje que el rocío de Dios le revele cómo está su corazón. Oh, recibe el rocío de Dios que te vivifica. Deje que el rocío de Dios le revele como están sus emociones. Pídale a Dios que hoy rompa alguna telaraña de emociones que se han formado en su vida. Que rompa esa telaraña emocional que hay en su vida, que usted no entiende, pero que sabe que la daña. Deje que el rocío de Dios rompa esa telaraña.

Pídale a Dios que le revele cómo está su gozo por la palabra de Dios, cómo está su gozo por las cosas de Dios, cómo está su gozo por aquello que Dios hace en la vida de otras personas, porque cuando Dios rompe esa telaraña está rompiendo telarañas de egoísmo para que podamos amor a otros.

Recibe el rocío de Dios sobre tu vida. Recíbelo para ser sanada de todo lo que necesitas. Oh, el rocío de Dios, el rocío de Dios.

Deja que el rocío de Dios hoy rompa la telaraña de tu imaginación. Quizás es un área de tu vida a la que no habías puesto atención y no sabes a dónde te pueda llevar. Deja que Dios hoy entre a la telaraña de tu imaginación. Rompa todas aquellas imágenes que se han levantado en tu vida que no son de Dios, imágenes de cualquier cosa.

Sabes que a veces imágenes del servicio de Dios pueden ocupar el lugar de Dios. Deja que el rocío de Dios hoy te limpia. Recibe el rocío de Dios. Recibe, recibe el rocío de Dios.

Deje que el rocío de Dios le quite todo lo que no la embellece, deje que Dios se lleve todo lo que no la embellece como el lirio. Usted sabe qué no la embellece. Yo sé qué es lo que no me embellece a mí. Deje que Dios se lleve todo lo que no la embellece en esta mañana.

Oh, rocío de Dios, el rocío de Dios sobre tu vida. El rocío de Dios. Sabe que todos tenemos áreas que no nos embellecen y si usted quiere la multiplicación en su casa, la multiplicación del crecimiento del lirio, la multiplicación de la belleza y del perfume del lirio, empiécele a pedir a Dios y a entregarle todo aquello que le ha quitado el perfume. Pídale a Dios que le revele si usted verdaderamente tiene el aroma de Cristo, si usted cuando entra a una casa usted realmente lleva el aroma de Cristo, y si no es así, pídale que le quite todo aquello que la hace no llevar el aroma de Cristo.

Padre, muchos de nosotros tenemos patrones relacionales disfuncionales. Cierre sus ojos y deje que Dios le revele si usted está caminando en patrones disfuncionales en su casa, patrones que usted ya se acostumbró. Tu me dices, yo te digo, me contestas, te contesto, si usted quiere romper esos patrones disfuncionales pídale a Dios que usted pueda empezar como el lirio a crecer para arriba, con ese crecimiento que se ve, que le ayude a romper esas respuestas que usted ha venido manejando, ese accionar que usted ha venido manejando que más bien es un reaccionar. Esos impulsos de sus palabras, esos estímulos que usted lanza para que el otro se enganche y conteste, en el nombre poderoso de Jesús, todo estímulo que nosotros lanzamos con nuestra boca, con nuestros gestos para que el otro se enganche y entremos en una relación disfuncional de la cual ya nos acostumbramos, hoy es roto, roto, roto, roto, roto, roto en el nombre de Jesús, roto, roto, roto, roto en el nombre poderoso de Jesús. Roto, roto, roto, roto, roto, roto, en el nombre de Jesús. Roto, roto en el nombre de Jesús. Roto. Deje que el espíritu de Dios lo rompa. Deje que el espíritu de Dios lo rompa. Deje que el espíritu de Dios lo rompa que usted empiece a tener respuestas diferentes, estímulos diferentes en el nombre de Jesús.

Roto, roto, roto, roto, para que haya crecimiento que se ve. Para que el cambio en usted vaya reproduciendo el cambio en la familia, para que usted pueda ser un ramo de lirios que embellecen cualquier lugar, para que usted pueda ser un ramo de lirios que perfuman cualquier lugar.

Cierre sus ojos, mi amada, cierre sus ojos para que tenga una comunión con Dios. Usted sabe como familia qué es lo que hace que en su familia no esté el perfume de Cristo. Usted sabe perfectamente qué pasa que su familia no puede ser esa familia que lleva el aroma de Cristo a donde va.

Ponga eso a los pies de Cristo hoy. La razón que sea, no la censure más, no la critique más, hoy póngala a los pies del Señor Jesucristo y deje que el rocío de Dios venga y sane eso. Refresque las relaciones familiares. Deje que el rocío de Dios hoy venga para refrescar sus relaciones familiares.

Cuesta, claro que cuesta. Son difíciles. Claro que son, pero cuando dejamos que el rocío de Dios nos empiece a refrescar a nosotros va a haber crecimiento. El crecimiento trae reproducción de los que están cerca. Clame a Dios por el rocío en su familia, por el rocío que embellece y hace que tengamos el perfume de los lirios.

Padre amado, venimos delante de ti solamente tu sabes cómo están nuestras raíces, solamente a ti, Padre, a ti no podemos engañarte, solamente tu sabes dónde están las raíces de nuestros afectos, pero hoy venimos delante de ti pidiéndote que si algún afecto se ha metido en alguna raíz y por eso el árbol se está secando, tu rompas hoy ese afecto. Si tienes afectos que están secando las raíces de tu árbol, que tiene que tener puesto todos sus afectos en Cristo, entrégaselos a Dios, entrega esos afectos que están secando todo tu árbol ponlos a los pies del Señor Jesucristo y pídele que los rompa para que todos tus afectos estén en él, porque tu quieres todas las raíces en él, quieres un árbol con tronco fuerte, con tronco firme.

Qué es lo que te está quitando la firmeza en Dios? Es que estás viendo cosas que no te gustan? Entrégaselos al Señor. No es en el hombre que tenemos que ver para tener raíces firmes, es en el Señor Jesucristo. Si son las actitudes del hombre los que están secando tus raíces, porque tal vez te has desilusionado y decepcionado, entrégaselo a Dios para que solo lo puedas ver a él, que tus raíces estén afirmadas en él, y en nada, en nada, en nada, en nada, en nada más que en él.

Si tu quieres ser como el olivo, plantado en la casa de Dios, te cuesta estar plantada en la casa de Dios, hay muchas distracciones, pero tu quieres ser como el olivo, plantada en la casa de Dios. Tu quieres ser como el olivo, no se distraiga, ya están atendiendo ahí.

Si usted quiere ser como el olivo plantada en la casa de Dios pero con sus ramas extendidas en el nombre poderoso de Jesús, todo, todo, todo lo que está impidiendo que usted esté plantada en la casa de Dios es roto, roto en el nombre de Jesús. Roto todo lo que está impidiendo que usted esté plantada en la casa de Dios, roto en el nombre de Jesús.

Oh, todo lo que impida que usted esté atada a Cristo, todo lo que ha hecho que las cuerdas, los lazos de amor de Cristo se aflojen en su vida, hoy son rotos en el nombre de Jesús, hoy son rotos porque con cuerdas de amor la ha traído a él, con cuerdas de amor la tiene sujetada.

Átese a Cristo en esta mañana. Átese a Cristo en esta mañana. Átese a Cristo. Átese a Cristo. Pídale que se lleve todo lo que la afloja, todo lo que ha aflojado las cuerdas, dígale que se lo lleve y que usted esté atada como nunca a él. Átese a Cristo. Átese a Cristo.

Padre amado, queremos que el rocío tuyo descienda todo el tiempo en nuestras vidas. Y para eso debemos de clamar por ese rocío, decirte que necesitamos ese rocío, dejar toda contienda, dejar toda división, dejar toda separación de relación. Empiece a poner delante de Dios todo aquello que puede impedir que el rocío de Dios se derrame sobre su vida.

Recuérdese que el rocío de Dios viene donde hay paz, donde hay unidad, donde hay armonía, donde hay entendimiento, donde se espera en paz, donde se espera confiadamente en que Dios va a derramar el rocío. Qué le quita la paz? Qué disensión tiene que hace que el rocío no descienda? Cuál es la falta de unidad que no deja que el rocío descienda?

Recuérdese que el rocío es provisión. El rocío es maná. El rocío es revelación de Dios. cuánto hace que no tiene la revelación de Dios con el rocío de Dios? el rocío es poder de Dios, es bendición de Dios, es abundancia de Dios.

Oh, deja toda contienda, toda división, perdona a quien tienes que perdonar, ponte a cuentas con Dios pero no dejes que ninguna disensión, pensamientos que tengas acerca de algo o de alguien, heridas que tengas, déjalas hoy a los pies del Señor para que el rocío de Dios pueda descender para que tu puedas en paz clamar a Dios para que el rocío descienda sobre tu vida. Rocío que refresca, rocío que revela, rocío que bendice, rocío que provee, rocío que da abundancia, rocío que da poder.

Ponte de pie. Padre, te damos gracias en esta mañana. Yo te pido que lo que tu empezaste en esta mañana tu lo continúes porque estamos necesitadas de tu rocío diario, estamos necesitadas de tu rocío diario, te pedimos, Padre, que ese rocío vivificador de tu poderoso amor venga todos los días a nuestra vida.

Cierre sus ojos. Padre, en esta mañana te pedimos una porción grande de tu rocío, que así como tu llenaste ese lugar de peces, pero también lo llenaste de tu rocío, te pedimos que tu vengas y llenes con tu rocío refrescante este lugar.

Oh, Dios cubre nuestras vidas con tu rocío, con ese rocío que refresca. Recibe la frescura de Dios, el rocío de Dios. Extiende tus manos y simbólicamente recibe la abundancia de Dios con el rocío, recibe la abundancia de Dios con el rocío, recibe la bendición de Dios con el rocío porque Dios te dice que él va a bendecir tu entrada, tu salida, va a bendecir tu artesa de amasar, va a bendecir a tu familia, empieza clamar que el rocío de Dios venga sobre tu familia para tener familia de bendición. Recibe el rocío de Dios para tu familia. Recíbelo en el nombre de Jesús. Recibe el rocío de Dios para tu familia. Recibe el rocío de Dios para tu familia.

Recibe. Recibe el rocío de Dios para tu familia. Recíbelo, recíbelo, recíbelo. Recibe el rocío de Dios para tu familia. Recibe el rocío de Dios. Recíbelo, recíbelo, recibe, recibe el rocío de Dios. Recibe el rocío de Dios para su familia. Recíbalo en el nombre de Jesús. Reciba el rocío de Dios.

Reciba, recibe, reciba el rocío de Dios. Recibe el rocío de Dios. Recibe el rocío de Dios. Recíbelo. Recibe el rocío de Dios. Recibe el rocío de Dios. Recibe el rocío de Dios para tu familia. Recíbelo en el nombre de Jesús. Recibe el rocío de Dios para tu familia. Recíbelo por lo has esperado mucho, dice el Señor, lo has esperado por años, pero ese rocío viene, dice el Señor.

Oh, recibe el rocío de Dios para tu familia. Recibe, recibe, recibe, recibe el rocío de Dios. Recíbelo. Recíbelo, recíbelo. Oh, recibe el rocío de Dios en abundancia. Recíbelo, recíbelo. Recibe el rocío de Dios. Recíbelo. Recíbelo, recíbelo. Recibe, recibe el rocío de Dios para tu familia. Gracias Dios.

Gracias Dios. Gracias Dios. Gracias Dios. Padre, en esta mañana clamamos esperamos y recibimos el rocío de Dios para cada una de esas mujeres. Clamamos, esperamos y recibimos el rocío de Dios sobre nuestras vidas. El rocío de Dios sobre nuestras familias, el rocío de Dios sobre todo lo que tocamos. El rocío de Dios sobre nuestras vidas, el rocío de Dios sobre nuestras familias, Padre.

Yo declaro, Dios, que el rocío de Dios vendrá sobre esta iglesia trayendo bendición, trayendo abundancia, y trayendo revelación, revelación tuya, Padre, la revelación del rocío de Dios para tu vida. Declaramos, Padre, que el rocío de Dios que vivifica, que nos hace crecer como el trigo, que cuando muere da una semilla, y esta se reproduce, será la reproducción que tu nos darás para esta iglesia y para nuestra descendencia.

Yo declaro que el rocío de Dios la cubre a usted y a su familia en el nombre poderoso de Jesús. Gracias, Padre, gracias, Hijo y gracias.

Reclamar la bendición de Dios - aunque duele

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Génesis capítulo 32 comenzando en el verso 22, dice: "Y se levantó aquélla noche, esto es Jacob, tomó a sus dos mujeres, sus dos siervas, sus once hijos, y pasó el bado de Jacob. Los tomó pues he hizo pasar el arroyo a ellos y a todo lo que tenían, y así se quedó Jacob sólo, y luchó con él un varón hasta que rayara el alba". Así es como dice el texto bíblico, "y luchó con él un varón hasta que amaneció".

Yo quiero enseñarles a ustedes una foto, si tienen ahí la foto, esta es una obra de arte de un artista llamado David Costelo, no sé cuántos han escuchado hablar de él, pero él era un artista secular, y cuando él se convirtió, él empezó a tornar todo su arte, a ilustrar imágenes bíblicas, cosa que Dios ponía en su corazón. Y no sé si esta imagen la pueden apreciar bien, pero en esta imagen, esta se llama la bendición de Jacob. Y si ustedes ven es un varón brillante que tiene a Jacob como quien dice, pillado en el piso y está con su mano en el área de la cadera, como dice el texto que le tocó el área donde se conecta el muslo y se lo dislocó, tiene su mano ahí, pero si ustedes se dan cuenta Jacob todavía está agarrado del brazo de él. Mucha gente me ha preguntado qué es lo que tiene Jacob en la otra mano, yo no sé. pongan una lupa ahí, verán, pero yo no sé qué es lo que tiene en la otra mano.

Pero sí lo que me fijé es que Jacob está agarrando este ángel aún cuando está tirado en el piso. Yo quería hacer una demostración hoy, pero no sé si la voy a hacer porque veo que la persona que quería usar de ejemplo está herido so, yo tendría ventaja sobre él. Yo quería tomar a Medrad hoy y luchar con él, yo quería forcejear con él, pero como él tiene una mano mala yo sé que lo puedo lastimar aún más y no quiero hacer eso Medrad. Pero la razón por la cuál yo quería hacer eso es porque Medrad obviamente es un hombre más alto que yo, y yo quería demostrar qué es pelear, forcejear con una persona que es mucho más fuerte que tú, yo me imagino que aquéllos de nosotros que en nuestros tiempos de escuela eramos menos santitos de lo que somos ahora, y que peleábamos mucho, pues algunos de nosotros recordaremos lo que significa pelear, pero miren lo que yo me puse a pensar hermanos.

Qué pasa cuando Dios pelea con nosotros, qué pasa cuando Dios pelea con nosotros, y yo sé que esa pregunta sonará un poco rara porque, Dios pelear con nosotros, como va a hacer si Dios es amor, si Dios nos ama, nos quiere y anhela lo mejor para nosotros, pero se ha puesto a pensar si en algún momento Dios pelea con nosotros, que Dios lucha con nosotros?. Si estoy diciendo una aberración para usted, una herejía no se asuste, voy a poner esto en contexto. Vamos a pensar en Jacob un momento, todos sabemos que Jacob fué como quien dice el que después de este evento Dios cambió su nombre a qué?, a Israel, si no ha llegado a ese punto en su clase de nivel 1 no se preocupe que ya va a llegar, pero los que ya han tomado nivel 1 ya se supone que sepan esto, Jacob fué llamado Israel, y sobre su nombre, de la tribu de él fué que salió el pueblo de Israel que se conoce ahora. So a través de él fué que Dios continuó esa promesa que le hizo a Abraham.

Ahora, esas son cosas bonitas, bellas que nosotros sabemos de Jacob, pero Jacob no fué ningún santito, mis hermanos y hermanas, Jacob no fué ningún santito, no fué ningún hombre perfecto. Cuando yo me cruzé con esa imagen tiene como una reflexión de una persona que está interpretando esa imagen, y una de las cosas que menciona esta persona que a mí me chocó es que estaba describiendo a Jacob como normalmente no lo conocemos. Y describió a Jacob como un hombre que defraudó a su papá, un hombre que le robó a su hermano, un hombre que engañó a su suegro, y no tan solamente eso sino que era un mamma's boy porque necesitaba que su mamá lo sacara de todos los problemas que él se metía. Era un hombre que vivía con el rabo metido entre medio de las patas por el miedo que tenía de que, yo digo que el hombre tenía un grado de inferioridad bastante grave la verdad, el tipo se sentía inferior, el tipo era como que, yo no soy la gran cosa, y tenía un sentido de inferioridad bien marcado. Y yo me atrevo a decir que por causa de ese sentido de inferioridad, como él no fué el que salió primero de la barriga de la madre, que dicen que Esaú salió primero y agarrado de la pierna de Esaú venía allí Jacob, verdad, lean el relato bíblico ahí, no me lo estoy inventando, está ahí. Yo creo que ese sentido de ser como quien dice el segundo, el menos mejor, el más chiquito, lo dejó a él con este estigma de que no soy la gran cosa, y entonces él tenía que buscárselas para make his way, como quien dice para poder hacer lo que él tenía que hacer. Y lo hacía como acabo de mencionar, como fué que engañó a su papá, obviamente la madre también estuvo involucrada en eso así que las madres cojan oreja por favor, please, con sus hijos, la mamá estuvo involucrada en esto, y cuál fué la traba que le pusieron al papá, por un lado era robarle la primogenitura a Esaú, y por otro lado era engañar a Abraham para que lo bendijera a él.

Estoy pensando yo en el abuelo, están relacionados, ok, gracias Pablo, ahí me está enseñando el nivel 2, a Isaac, entonces qué fué lo que la mamá le hizo, le puso así un cuero, Jacob era lampiño, esa era otra, pues la mamá le tuvo que poner unas cosas así en los brazos que tenía qué, piel de cabra, de oveja algo así?, yo le podía prestar un poquito de los míos, por si acaso. Y así fué que él le robó la primogenitura a su hermano y engañó a su papá para que lo bendijera a él en vez de a su hermano, ah? y le preparó comida, sí esa es otra. Pero el asunto es mis hermanos que yo creo, cuando yo leo esta historia, el mero hecho de que Isaac bendijo a Jacob y no a Esaú, Dios quizo honrar ese gesto de Isaac, aunque se supone que fuera Esaú, pero yo creo que Dios quiso bendecir lo que hizo Isaac, quiso cumplir esa promesa que él llevaba de Abraham a Isaac y de Isaac a Jacob. Y en este relato en el capítulo 32, al principio, habla de cómo Jacob iba de camino a encontrarse con su hermano Esaú, como quien dice para tratar de arreglar las cosas, y en ese camino le empiezan a llegar noticias diciendo mira Esaú es el que viene ahora en contra tuya, y él se asustó, empezó a tener miedo porque pensaba que su hermano le iba a quitar todo lo que tenía, sus esposas, sus siervas, sus hijos, su ganado, todo, y el hombre se asustó y empezó a maquinar un plan, no espérate, yo me tengo que escabullir de esta de nuevo, y empezó a tramar un par de cosas.

Y cuando él logró mandar a su familia en distintas direcciones que como el relato dice que él se quedó sólo, ahí fué que Dios tuvo que intervenir en la vida de este hombre, Dios le dijo mira ya tus maquinaciones, ya tus engaños, ya tus mentiras, eso ya es historia, yo voy a hacer algo distinto ahora, Dios lo que le dijo ahora fué Yo te voy a bendecir, Yo voy a hacer algo contigo, y le dijo más o menos la misma promesa que le dijo a Abraham, tu descendencia va a ser como la arena del mar, a Abraham le dijo tu descendencia va a ser como las estrellas del cielo pero a Jacob le dijo tu descendencia va a ser como la arena del mar, que siguen siendo muchos, trate usted de contar la arena del mar, bueno sí, la playa, la orilla. El asunto es que para confirmar esto ahí es donde viene esta pelea.

El mero hecho de que Dios tuvo que pelear con este hombre, yo quiero que usted se imagine esa batalla. Usualmente cuando nosotros vemos en una película la escena de una pelea la escena es dura, por ejemplo en el boxeo son doce rounds, cada round de 3 minutos, so haga usted la suma, la resta, la división, la multiplicación, la pelea termina siendo como de casi dos horas más o menos, si llega al último round, el asunto es que algunos se caen por knockout, cosas así, el asunto es que esta pelea duró toda la noche hasta el amanecer, e iba a durar más sino que el ángel dijo mira, se me acabó el tiempo, pasamos el round número 12, y llegamos hasta el 24, y me tengo que ir, es hora de irme, pero qué pasó, Jacob no quería soltar a este hombre.

Sabes lo que yo me puse a pensar, yo creo que Jacob tuvo un momento de convicción, y él en algún momento tuvo que entender que estaba peleando con alguien que representaba algo divino, y él tenía que saber que esa iba a ser su oportunidad para redimir su vida. Qué fué lo que le dijo a este varón cuando le dislocó la cadera que yo me imagino el dolor que tuvo que sentir ese hombre al sentir ese hueso fuera de sitio, y estar pillado como quien dice en el piso, pero a la misma vez estar agarrado con la mano y no quererlo soltar, qué fué lo que le dijo, no te voy a dejar ir hasta que me bendigas, no te voy a soltar hasta que me bendigas. Hemos escuchado muchos mensajes de esto, de cómo uno tiene que insistir, que pelear por la bendición, bla bla, todo eso es bueno, pero saben lo que yo me puse a pensar, por alguna razón yo me puse a combinar ese relato con el relato de Javes, en Primera de Crónica capítulo 4, Javes fué más ilustre que sus hermanos, porque su mamá lo llamó Javes, lo engendré con dolor, so cuál era el destino de Javes? una vida llena de qué? de dolor, pero qué fué lo que dijo Javes, cuando dice que Javes invocó al Dios del cielo y qué fué lo primero que dijo? "Oh Señor, si me bendijeras, que Tu bendición esté conmigo."

Mira cuando uno invoca la bendición de Dios sobre su vida, tú lo que estás pidiendo es un cambio total en tu vida. Eso es lo que es la bendición de Dios. La bendición de Dios no es un, Dios te cuide, Dios te bendiga y ay que te vaya bien. (corte)

La bendición de Dios sobre esa persona, Jacob sabía que su vida tenía que cambiar, y esa promesa de Dios se iba a cumplir en él, todo ese pasado, algo tenía que suceder ahí en esa pelea, que las cosas tenían que coger un rumbo distinto. En él su manera de pensar, su manera de ver su vida, su manera de proceder con las cosas, algo tenía que cambiar, y cuando él luchó, forcejeó con este hombre, él sabía que había algo de Dios ahí. Y él reconoció en un momento, hah, aquí es donde está mi bendición, no es la que viene de mi padre Jacob sino la que viene directamente de ti, y no lo soltó, ustedes se imaginan mis hermanos, que aún en medio del dolor que este hombre estaba sintiendo, el cansancio que él tenía, después de horas de estar luchando, yo me imagino que tal vez este varón de Dios estaba jugando con él, se paraba y pum al piso, se paraba de nuevo y pac al piso de nuevo, y volvía y se paraba y pac al piso, hay veces en que yo le hago eso a Lucas, no le digan que yo les dije esto a ustedes.

Hay veces que Lucas viene y yo solo le agarro la cabeza y lo tumbo, y pah pal piso, y vuelve y se levanta y pah, pal piso, y no lo dejo ni que me alcanze, pam pal piso, otra vez? otra vez, y yo soy el que me canso de estar tirándolo al piso, pero conste que eso no es un abuso, ok?, estamos jugando. Yo me imagino que este varón de Dios estaba haciendo lo mismo con Jacob, ah te vas a parar de nuevo? pangara, oh, otra vez?, otra zancadilla, ah de nuevo?, uh huh!, y yo me imagino que hubo su forcejeo fuerte, se sintió ese cansancio, es más, yo me atrevo a decir que hasta miedo le cruzó a Jacob por la frente, bueno, por su mente. La incertidumbre de cómo va a terminar esto, me voy a morir, no me voy a morir, me van a llevar al cielo, me van a mandar pal infierno, o sea cómo va a terminar esto aquí?.

Así que imagínense ustedes la mezcla de cansancio, miedo, incertidumbre, y encima de eso, dolor por una cadera dislocada, encima de eso poder decir y agarrarse y decir no, tú no te vas hasta que me bendigas, yo quiero que mi vida cambie, yo quiero algo distinto, imagínate tú en medio de tu cansancio, en medio de los miedos de tu vida, en medio de las incertidumbres que tú puedas tener, en medio de los dolores que tú puedas padecer, que con todo y eso, tú puedas agarrarte de Dios y decirle Señor yo necesito que Tú me bendigas, yo necesito que Tú me des un nuevo nombre, qué significa un nuevo nombre, nueva identidad, yo necesita una nueva razón de ser, yo no puedo seguir arrastrando con las bobadas que yo estaba arrastrando, yo necesito algo totalmente nuevo, yo necesito un hard drive totalmente nuevo, yo necesito borrón y cuenta nueva, eso es lo que yo necesito Señor.

Y es por eso lo que yo estoy peleando, no tan solamente en mi vida personal, eso yo lo declaro para el resto de las cosas que rodean mi entorno y el entorno de ustedes, discusiones todas las mañanas, sea con quien sea dentro de la casa, ya estoy cansado de eso, yo quiero una bendición nueva, yo quiero una nueva manera de pensar, de hablar, de bendecir, para mi gente a mi alrededor. Refunfuñando todo el tiempo, ah, yo quiero una bendición nueva, te la pasas quejándote de toda la gente al lado tuyo, no, yo quiero algo nuevo, yo no puedo seguir así, yo no puedo contribuir a mi iglesia si me estoy quejando de todo el mundo, que si aquél es más ungido que el otro, que si aquél habla más bonito que el otro, que si aquél es más inteligente que yo, que si aquél tiene más dinero que yo, no puedo ser de bendición a la iglesia si estoy mirando las cosas así. Yo tengo que agarrarme de la mano de Dios y pelear, luchar con eso y decir Señor, yo necesito que Tú me bendigas.

Tenemos que aprender, es más, yo sé que ustedes lo saben, pero poner en práctica el verdadero significado. Sabes que cuando nosotros estamos bien centrados, que el mero hecho de que tú saludas a alguien y le das un Dios te bendiga como debe ser, tú no sabes cuánto eso puede hacer en la vida de esa persona. Que tal vez así de inmediato no lo puedes ver, pero el mero hecho de que tú declares esa bendición teledirigida del Espíritu Santo hacia esa persona, que eso pueda iniciar algo en la vida de esa persona. Que tal vez consecuentemente a medida que te vayas encontrando con esa persona y sigues y sigues, algo va a suceder, tienes a tu hijo en tus manos, noche tras noche cuando se acuesta a dormir, te bendigo en el nombre del Señor, pero no un te bendigo ya ok, apagas la luz y nos vamos del cuarto, no, intencional, lo acobijas, y mientras estás poniendo tus manos alrededor de su cuerpecito así tiernito, estás diciendo Señor cúbrelo, guárdalo, que pueda crecer como Tú quieres, que él te conozca en algún momento, que él pueda saber quien Tú eres, declaras esa bendición sobre él, sobre ella.

En tu esposo, en tu esposa, si están peleados, discutidos, si uno está por una orilla de la cama y el otro por otra, mira, muérdete la lengua y haz así con la mano, Señor, por favor, no hagas esto, no le quites la sábana tampoco por favor, pero que tu mano se acerce así por la cama y aunque sea le toques la puntita del codo, de él o de ella, y Señor bendícelo bendícela. Llama a alguien por teléfono, invítalo a salir a comer, al cine, pero si termina la conversación dile, mira, Leo, Dios te bendiga, bien intencionado te lo digo, declaro todas las cosas de Dios sobre tu vida, oigan mis hermanos, Dios te puede usar a ti para transformar la existencia de una persona, pero tenemos que estar bien concientes de ello, tenemos que estar bien seguros de ello, pero para nosotros poder vivir y experimentar eso es porque hemos pasado por ese proceso primero nosotros.

Yo no puedo dar lo que no tengo, y tal vez ninguno de nosotros vamos a tener una lucha como esta, yo no le deseo a nadie que le disloquen una cadera, créanme que no, yo no le deseo eso a nadie, yo veo a Malta que viene ahí con su bastón, y llega ahí hasta el altar y suelta el bastón pero nada la detiene de levantar sus manos, eso para mí es un ejemplo vivo de. Veo a Medrad ahí con su yesito en la mano pero eso no lo detiene de levantar la mano así y darle su gloria a Dios como quiera. Cada uno de nosotros tenemos nuestras luchas en la vida, y esas luchas se manifiestan en distintas formas, en distintas maneras. Hay veces que son luchas que está acá adentro, hay veces que están afuera y como que nos atacan a nosotros, hay veces que son luchas que se manifiestan en el cuerpo en distintas maneras, pero en medio del cansancio, en medio del miedo, en medio de la incertidumbre, en medio del dolor, agárrate, agárrate duro, que se le pare la circulación al brazo de Dios por lo duro que le estás agarrando el brazo, y reclama esa bendición sobre tu vida.

Un último punto y termino con esto. Sabes que ese reclamar la bendición de Dios no es de acuerdo a tus deseos. Reclamar la bendición de Dios debe ser de acuerdo a los deseos que Él tiene para ti, de acuerdo a los planes que Él tiene para ti. Sabes por qué digo eso? y lo veo en esta imagen. ¿Tú sabes lo que es que te tengan pillado en el piso y que tú no puedas hacer nada?, ¿qué significa eso?, ya me rindo no más, en parte eso significa eso, me rindo, no sigo más, en lucha libre le agarran el brazo, se lo tiran así, le aprietan así, y ay!, ya ya, no más, cuando uno está en esa posición y puede decir Señor bendíceme es porque en mi criterio, si en mis términos no ha funcionado, en los tuyos yo sé que va a funcionar. Todos nosotros estamos en distintas luchas en la vida, todos nosotros, todos ustedes, allá adentro, yo sé que cada uno de ustedes tiene su lucha también, pero sea cual sea la lucha, no suelten, no se rindan, no lo dejen ir, aunque esté amaneciendo no lo dejen ir, no, yo quiero que Tú me bendigas, si en mis términos no ha funcionado yo sé que en los tuyos va a funcionar, ayúdame a reconocer la parte que me toca para yo responder a esa bendición que Tú tienes para mi vida.

Así que mis hermanos, mis hermanas, estás en una lucha esta noche, mañana, ayer, no sueltes, no sueltes el brazo de Dios, aunque te duela, no sueltes, reclama esa bendición de Dios, sobre ti, y cuando la recibas, impártela sobre otros, que el próximo Dios te bendiga que tú le digas a una persona, que no sea igual, sino que sea intencional, cuando se saluden por ahí a medida que vayan saliendo por la puerta, piénselo, y si no estás listo para decirlo pues mira mejor no lo digas, de verdad prefiero que no lo digas, si no estás listo para bendecirme con la intencionalidad que esta bendición vá, prefiero que no me lo digas, prefiero mejor que me digas Buenas noches Pastor Omar, nos vemos la próxima. Y cuando usted tenga tiempo de procesar y meditar todo esto, que me vé entonces el domingo entonces me puede dar un apretón de manos, y yo voy a sentir ese corrientazo y voy a decir wow, esta persona sí que lo está sintiendo hoy, yo voy a decir espérate ay se metió Dios aquí ahora.

Mis hermanos mis hermanas, vamos adelante, yo creo que Dios nos está llamando a vivir ese tipo de vida, una vida intencional, que reconozcamos que en medio de nuestras luchas, la mano de Dios está ahí, y nosotros tenemos que agarrarnos de esa mano, lucharla, y recibir esa bendición de Dios, ¿amén?. Vamos a ponernos de pié y vamos a orar.

Amado Dios te doy las gracias, gracias por Tu palabra Señor, gracias por la biblia que tenemos estas historias aquí plasmadas, que son tantas las cosas que podemos aprender de ellas, podemos aprender cosas buenas que podemos repetir y buscar, y cosas malas que ni en esa dirección debemos mirar, pero con todo está todo ahí plasmado para nosotros. Gracias por esta palabra que también se habló. Señor yo sé y declaro que esta palabra no se va a quedar en el aire, sino que va a llegar profundo al corazón, y que Tú te vas a encargar de que esta palabra dé sus frutos Señor, como Tú lo intencionas. Señor cada uno de nosotros tenemos nuestras luchas en la vida, tenemos nuestras batallas, y quién sabe si alguno de nosotros estamos literalmente en una batalla contigo, pero sea cual sea la situación Señor, hay algo que podemos aprender de Jacob, y eso es que a pesar del cansancio, a pesar del miedo, a pesar de la incertidumbre, o a pesar del dolor, no debemos soltarte hasta que Tú nos bendigas.

Así que Señor hoy te decimos que estamos bien agarrados de ti, y queremos tu bendición, la bendición que nos dá una nueva identidad, la bendición que transforma nuestra realidad, la bendición que nos dá un futuro lleno de esperanza, esa es la bendición que queremos de ti, para nuestras vidas, y para nosotros así impartirlas a nuestro alrededor. Permite que esa bendición podamos compartirla no tan solamente con nuestras palabras, sino también con nuestras acciones, con nuestros hechos, Tú quieres que seamos de bendición para nuestro prójimo, lo hemos hecho, lo estamos haciendo, y yo declaro que lo seguiremos haciendo en Tu nombre Señor Jesús, gracias.

Señor, llévanos con bien hasta nuestros hogares esta noche, cobíjanos bien en nuestra cama, y que Tú nos permitas tener un sueño tranquilo, reparador, un descanso que ministre una paz sobrenatural sobre nuestro cuerpo Señor, y que mañana si así Tú lo permites Señor, podamos levantarnos con nuevas fuerzas para lograr hacer lo que tenemos que hacer, lidiar con las personas que hay que lidiar, y lidiar con ese yo que Tú quieres que se alinee cada vez más y más, llévanos con bien Señor, y a todos danos Tu bendición, por tu Hijo Jesús oramos y te damos las gracias, amén y amén.

¡Dios está a tu lado!

19 de septiembre del 2011 - Por Miriam Carrasquillo

... como estuve con Moisés, estaré contigo. Josué 1:5

¡Dios esta a tu lado! Puedes percibirlo.

Una tarde sentada en mi sala escuche una predicación inspiradora, de un predicador conocido. En su exposición decía que en el momento de la prueba era cuando más el hijo de Dios tenía que estar consiente de la presencia del Señor a su lado. Consiente de que El está en esos momentos difíciles.

Esta predica capto mucho mi atención porque el expositor decía que Dios no dejaría a sus hijos pasar por pruebas, a menos que El, Dios mismo, no las pasara con ellos. Cada suceso o acontecimiento en nuestro peregrinaje por la tierra tiene un propósito especifico dentro de los planes de Dios, y en cada uno El promete estar a nuestro lado. Así como Dios estuvo con Daniel en el foso de los leones (Daniel 6), y con Sadrac, Mesac y Abed-nego en el horno de fuego (Daniel 3), así promete estar con nosotros. Tan obvia fue la presencia de Dios en medio de estos hombres, que aun los espectadores pudieron verlo desde afuera. Cuando miraron dentro del horno, no vieron a los tres que habían echado, sino a cuatro (Daniel 3:24-25), Dios estuvo con ellos dentro del horno. Así como estuvo también con José (Génesis 37-) cuando pasó por la amarga experiencia de ser vendido por sus propios hermanos. Atraves de los años, y todo el tiempo que duro su prueba estuvo Dios con el.

Cuando vienen las pruebas es cuando menos percibimos a Dios en nuestras vidas. Y es ahí cuando más El se quiere dejar ver y sentir a nuestro lado. Es en ese preciso momento cuando podemos percibir su presencia tan tangible, como la presencia misma de un humano. Dios usa las pruebas para revelársenos.
Mientras estemos en esta tierra tenemos que pasar por situaciones difíciles. Pero como hijos de Dios sabemos que todo tiene un propósito en los planes del Señor. No importa la prueba que estés pasando, detente un segundo, y piensa que el Creador Del Universo, Tu Creador, está a tu lado. NO ESTAS SOLA, DIOS ESTA CONTIGO.

Oración:
Gracias Padre por estar siempre a nuestro lado, y por ayudarnos a entender a cabalidad lo que eso significa. Por Jesús. Amén

Ser sensible al toque de Dios

TRANSCRIPT

El autor Gary Chapman en su libro “Los cinco lenguajes del amor” habla de la importancia que el toque físico tiene en nuestras vidas. Él explica con mucha claridad cómo un abrazo, una palmada en la espalda, una caricia puede comunicarnos amor, afecto, aceptación y cuán necesario es esto en nuestras vidas.

También nos habla que el toque de una palabra puede ser una afirmación útil para que nosotros sigamos adelante y para que venzamos obstáculos. Y si esto hace el toque de una persona en nuestras vidas, y es tan necesario porque hay estudios que indican que cuando este toque físico, este toque de la palabra no está en nuestras vidas, nuestra espina dorsal emocionalmente se seca. Y somos personas con una personalidad disfuncional.

Para que la personalidad funcione emocionalmente bien necesitamos este tipo de toques. Cuánto más el toque de Dios es necesario en nuestras vidas para cambiarnos y para transformarnos. Por qué razón? Porque Dios nos ha creado y como él nos ha creado él es el que nos sostiene. Él es el que nos sustenta, él es el que nos sujeta, pero también él es el que nos transforma.

El toque de Dios lo podemos ver en su palabra en la naturaleza. Si usted tiene su Biblia vaya, por favor, al salmo 144:5. Dice así:

“…Oh Jehová, inclina tus cielos y desciende, toca los montes y humeen, despide relámpagos y disípalos, envía tus saetas y túrbalos, envía tu mano desde lo alto, redímeme y sácame de las muchas aguas…”

Aquí podemos ver con toda claridad cómo el toque de Dios ha cambiado la naturaleza. También en la Biblia hay muchos personajes que fueron sensibles al toque de Dios, personajes que no solo recibieron el toque de Dios sino que dejaron que este penetrara en sus vidas, se apropiaron de ese toque de Dios y respondieron con obediencia a ese toque.

Uno de ellos es Jeremías. Yo quiero que usted me acompañe ahí en su Biblia, por favor, al libro de Jeremías y busque el capítulo 1 y luego el versículo 4. dice así:

“…Vino pues palabra de Jehová a mí diciendo, Antes que te formases en el vientre te conocí, ya antes de que nacieses te santifiqué, te di por profeta las naciones y yo dije, ah, Señor Jehová, he aquí no sé hablar porque soy niño, y me dijo Jehová, no digas soy un niño porque a todo lo que te envíe irás tu y verás todo lo que te mande. No temas delante de ellos porque contigo estoy para librarte, dice Jehová. Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová, he aquí he puesto mis palabras en tu boca…”

Aquí podemos ver con claridad el llamado que Dios le hace a Jeremías. Le hace ver el propósito que tiene para él desde antes de que nació. Le da el aliente de que va a ir con él a donde él lo envíe, pero también le da la capacitación. Toca sus labios y con esto pone palabra en su boca y lo capacita para lo que tiene que ir a hacer.

Y a usted y a mí Dios quiere hacer lo mismo en esta mañana. Todos tenemos que ir a hablar de Cristo. No necesitamos tener un gran ministerio, podemos ir a hablar de Cristo al vecino. Hace un rato el pastor Omar decía, llévenle un almuerzo a su vecino. Y claro, cuando nosotros llevamos algo físico al vecino también lo podemos acompañar y lo debemos acompañar con algo espiritual.

Y Dios va a tocar en esta mañana nuestra boca para que nosotros podamos hablar de Cristo a todos aquellos que tenemos cerca, para que no pase un solo día sin que nosotros hablemos de él.

Aquí vemos claramente el toque de Dios capacitándonos. No hay nadie que podamos decir, es que yo no puedo hablar de Cristo, es que yo no conozco mucho para hablarle a otro. Vemos que aquí Jeremías decía, soy niño. Dios le dijo, no digas que eres niño, yo te capacito, yo pongo mi palabra en tu boca.

Y este toque de Dios también lo podemos ver en Isaías. Vayan conmigo por favor a Isaías, capítulo 6, busque por ahí el versículo 5. Aquí tenemos algo muy hermoso, aquí en Isaías se nos habla que había un rey llamado Usías. Este rey había gobernado por 43 años, pero en estos 43 años le había entrado el orgullo. Entonces viene Dios y le manda una lepra y debido a eso este rey se muere. Y en ese mismo año Isaías tiene una visión del trono de Dios, tiene una visión hermosa del trono de Dios porque ve que encima de él hay serafines. Esos seres hermosos, esos seres celestiales que tienen tanta energía, que tienen 6 alas con las cuales dos cubren su cabeza, su cara, dos cubren sus pies y con las otras dos vuelas.

Se llenó de humo todo el lugar y vienen entonces Isaías que ante esa visión hermosa él se da cuenta de la santidad de Dios. Pero al mismo tiempo que se da cuenta de la santidad de Dios, de ese Dios que es tres veces santo, viene él y también se da cuenta de su impureza. Él se da cuenta de la impureza de los labios. Cuando usted y yo llegamos a la presencia de Dios ahí es donde nos damos cuenta de la santidad de Dios, viene la revelación de su santidad, pero junto con la revelación de su santidad viene la revelación de nuestras impurezas. Si nosotros no nos damos cuenta de todas las impurezas que tenemos, porque las tenemos, no somos perfectos, es porque no vamos a la presencia de Dios, porque es ahí en la presencia de Dios donde vienen esas revelaciones.

Y cuando Isaías se da cuenta de esto, miren lo que sucede, viene el ángel y viene volando hacia él y ahí en el altar agarra con su mano, con unas tenazas, un carbón encendido y lo pasa por los labios de Isaías, y dice Isaías:

“…He ahí que el ángel volando vino con un carbón encendido y tocó mis labios y me dijo, “he tocado tus labios, he quitado tu culpa y he quitado tu pecado.”

Es Dios limpiando la iniquidad en Isaías. Es Dios limpiando sus labios con el toque divino que cambia, que transforma y que limpia. Y por qué le ha limpiado también su corazón? Le ha limpiado su corazón porque cuando nos limpia los labios, cuando nos limpia lo que nosotros hablamos, nos está limpiando el corazón, porque los labios es el resultado de lo que tenemos en el corazón.

De la abundancia del corazón habla la boca. Y por qué limpió Dios esta área en Isaías? Por qué sus labios? Porque era el área donde quería usarlo. Después de que le limpia sus labios le dice,

“… Quién irá por nosotros? Isaías está ya listo para decirme, he aquí, envíame a mí…”

Y cuando yo usted y yo recibimos el llamado de Dios y le decimos, he aquí, envíame a mí, y por el llamado de Dios le vuelvo a decir, no se trata de un llamado a las naciones. No se trata de un llamado a otro lugar. Que bien si Dios lo da, pero a veces el llamado que Dios nos está haciendo es a nuestra misma familia, a veces el llamado que Dios nos está haciendo es a nuestro mismo vecindario. A veces el llamado que Dios nos está haciendo es a las personas con las que trabajamos.

Y Dios necesita limpiar ciertas áreas en nuestra vida para usarnos. Si no estamos siendo usados por Dios, preguntémosle si lo que sucede es que no estamos dejando que limpie las áreas que tienen que ser limpiadas. Cómo las vamos a conocer? Cómo nos las va a revelar? Cuando nosotros vamos a su presencia, ahí viene la revelación de él, la revelación de lo que tenemos que cambiar, también viene ahí la decisión del cambio, la necesidad de cambiar, pero también viene otra parte muy linda, cuando Dios nos toca también viene la necesidad de obedecerlo.

Cuando Dios le dice a quién enviaré, él le dice, heme aquí, envíame a mí. Y Dios también nos da a nosotros voluntad para el servicio. Dios quiere que usted y yo, cuando Dios nos llama tengamos voluntad para el servicio.

Yo quiero que usted me acompañe a Primera de Samuel, en el capítulo 10. Tenga sus ojos en el versículo 27. Samuel había recibido la orden de Dios para ungir como rey a Saúl y viene y entonces agarra una redoma de aceite y lo coloca sobre su cabeza. Luego viene Dios y muda, cambia, transforma, el corazón de Saúl. Y Saúl, ya ungido como rey, y cambiado su corazón empieza a profetizar. En ese momento el pueblo de Israel tenía un gobierno teocrático. Dios los gobernaba directamente, Dios se había encargado de protegerlos, Dios se había encargado de cuidarlos, se había encargado de dirigirlos, sin embargo, el pueblo lo que quería era tener un rey de carne y hueso.

Ellos lo que querían era tener un rey como el de las otras naciones. Decían que un rey como el que tenían los otros pueblos, las otras naciones era el rey que los iba a defender a la hora que los atacaran. Y entonces viene Samuel y junta a todos los pueblos y les va a presentar a Saúl como rey, a Saúl como el escogido de Dios por la petición que ellos estaban haciendo. Y les hace ver Samuel a todo el pueblo que Dios les está dando ese rey porque ellos lo están pidiendo, porque no era la voluntad de Dios en ese momento para Israel.

Pero también aquí entra la voluntad permisiva de Dios, como lo pedían, pues Dios se los dio, era la voluntad permisiva de Dios aunque no era su voluntad soberana. Y cuando Samuel empieza a buscar a Saúl no lo encuentra. Era un jovencito y se hbái escondido por ahí entre los bagajes. Al fin aparece y lo presenta y cuando lo presenta muchos del pueblo empiezan a victorearlo, viva el rey! Viva el rey!. Y viene Samuel y entonces lee todas las leyes que tenía que presentarle al pueblo, las escribe también y después manda a su casa todos, inclusive a Saúl, a su casa en Gabá y dice aquí en la palabra de Dios, en el versículo 27 lo siguiente:

“…Saúl había sido ungido rey. Dios le había mudado su corazón y el espíritu de Dios había venido sobre él y estaba profetizando. Y luego dice así, y envió Samuel a todo el pueblo cada uno a su casa. Saúl también se fue a su casa en Gabá y fueron con él los hombres de guerra cuyo corazón Dios había tocado…”

Es Dios el que toca nuestro corazón para que tengamos voluntad para servirlo. En esta mañana yo sé que Dios va a tocar su corazón para que usted tenga voluntad de servir a esos ministerios de niños que hace falta servidores. La mies es mucha lo vimos aquí, y los obreros pocos.

Yo creo que debería de haber sido al revés, que habían demasiados servidores y muy pocas familias, pero vimos que es a la inversas. En esta mañana yo clamo porque Dios toque los corazones de quien él quiere que vayan a ese servicio a ayudar a los niños, también a los niños especiales, y que seamos sensibles al toque de Dios y respondamos con voluntad.

Y los que Dios había tocado su corazón se fueron tras Saúl para servirlo. No vieron quién era el líder, no vieron si les gustaba, si no les gustaba, simplemente Dios había tocado su corazón y tenían voluntad de hacerlo. Pero los que Dios no tocó su corazón o tal vez lo tocó pero no dieron cuenta que Dios estaba tocando su corazón, miren lo que dice en Primera de Samuel 10:27:

“…Pero algunos perversos dijeron, cómo nos ha de salvar éste? Y le tuvieron en poco, y no le trajeron presentes más el disimulo…”

El no llevarle presentes significaba que no lo reconocían como que Dios lo había puesto como rey. Y cuando Dios nos hace un llamado no tenemos que ver si el lugar nos gusta, si quien lo dirige nos gusta, lo que tenemos que ver es que Dios nos está haciendo un llamado a servirlo.

Elías también fue otro hombre sensible al toque de Dios. Elías era un hombre poderoso en Dios. Elías había sido un hombre tremendamente usado por Dios y no solo era tremendamente usado por Dios, era un hombre valeroso en todo el sentido de la palabra. Él se había atrevido a retar a todo los baales diciéndole que demostraran quién era el verdadero Dios. Y todos se habían puesto a clamar a sus dioses para ver cuál de todos hacía descender fuego del cielo porque ese era el verdadero Dios. Y el único que hace descender fuego del cielo fue nuestro Dios, el Dios suyo y el Dios mío, porque ese es el verdadero Dios.

Y yo quiero que usted le de un aplauso a ese verdadero Dios que es el único que hace descender fuego del cielo. Y Elías, después de esto, mata a todos esos hombres que eran como 40. y qué le parece a usted? Después de haber matado a 40 de los baales va huyendo y huyendo de una mujer llamada Jezabel. Esta mujer lo había mandado a matar, y el va huyendo, va cansado, va desanimado, va abatido porque encima de que lo están persiguiendo y encima de todos los logros que él ha tenido que habían sido bastantes, él quería que fueran más, él quería que todo el pueblo de Israel se volcara a Dios y eso no lo había logrado del todo. Se sentía abatido, decía, y ahora me persiguen a mí, soy el único que quedo de los profetas.

Y cuando está tirado en el suelo abatido, tan abatido que está dormido, qué es lo que sucede? Él empieza a clamar a Dios antes de acostarse a dormir, se sienta debajo de un enebro y le dice, Dios quítame la vida porque no soy mejor que mis padres. Y ese Dios tan sabio que tenemos no responde siempre a las peticiones de nuestro corazón, gracias por su sabiduría, porque imagínese lo que le estaba pidiendo este hombre, le estaba pidiendo que lo matara y venía huyendo de una mujer que lo quería matar.

Y a veces como que las oraciones que le hacemos a Dios son un poquito así de incongruentes, pero Dios que es sabio, sabe lo que necesitamos. Y nos responde muchas veces más a lo que necesitamos que a lo que le pedimos. Y sabía que lo que Elías necesitaba en ese momento era fortalecerse, lo que necesitaba era alimentarse. Y le manda una torta de pan y le manda agua. Elías obedece porque el ángel viene, lo toca y le dice, levántate y come. Elías obedece sensible al toque de Dios, se levanta y come de la torta. No se pone a averiguar quién hizo la torta, de qué la hicieron.

A veces cuando Dios quiere tocarnos a través de alguien, ay, pero yo no quiero que esa persona ore por mí, yo quiero que ore aquella. A mí me gusta. No, Elías obedeció al toque, se levantó y comió pero se volvió a dormir. Estaba muy cansado, muy abatido. Y vino Dios y le manda de nuevo otra vez al ángel y viene el ángel, lo toca por segunda vez y le dice, levántate y come porque largo camino te espera. Lo restaura, lo levanta, lo fortalece, pero también le da una orden que siga adelante y no se quede tirado. Y ya fortalecido Elías con el toque del ángel, ya fortalecido Elías con lo que ha comido, es capaz de caminar 40 km, creo que son 3 ó 4 días y 4 noches lo que Elías camina para hacer lo que Dios le manda hacer.

Dios lo fortalece y muchas veces en el caminar en el Señor nosotros vamos a estar como Elías, agotados, cansados, desanimados que ya no podemos más. Y podemos llegar al punto de decirle a Dios, quítame la vida. Y podemos llegar al punto de decirle a Dios, quítame la vida, sabe por qué? Porque no tenemos el propósito de Dios claro, el propósito de Dios en nuestras vida nos da fuerza, el propósito de Dios en nuestras vidas nos da aliento, el propósito de Dios en nuestras vidas nos va a dar alegría, nos va a dar gozo, nos va a dar alabanza, pero cuando se pierde el propósito de Dios viene la tristeza, viene la depresión. Por qué razón? No hay propósito, otro día igual. Pero cuando tenemos el propósito de Dios en nuestras vidas, claro, cada día es un día hermoso, porque sabemos que las misericordias de Dios nuevas son cada día sobre nuestra vida y sabemos que esas misericordias de Dios que yo recibo todos los días de mi vida tan altas como del cielo a la tierra, tan inmensas como la eternidad me va a servir para algo, para que yo pueda ser misericordiosa con otros como Dios es misericordioso conmigo.

Y yo creo que muchos de nosotros, yo lo he necesitado algunos veces en mi vida, he necesitado el toque de Dios despertándome. Y sabe de qué me ha tenido que despertar el toque de Dios? De la comodidad. Hay algo muy lindo que se llama comodidad. Todos queremos estar cómodos en todas las áreas de nuestra vida, hasta cuando venimos a la iglesia a sentarnos. Y es bueno. Yo les he presentado mi iglesia, yo les he presentado las butacas que mi iglesia tiene, son riquísimas, muy cómodos, pero la comodidad hay un límite en que ya no es buena. Y ese límite cuando estoy tan cómodo que ya no miro las necesidades de otro y Dios necesita despertarnos de esa comodidad.

A mí me gustaría un amén. A veces mi amado hermano estamos tan cómodos que ni hablar queremos. Elías fue sacudido de esa comodidad, como sabemos que hoy Dios nos va a sacudir a algunos de nosotros. Hemos visto ejemplos en el Antiguo Testamento, vamos a ver un ejemplo en el Nuevo Testamento del toque de Dios.

El toque de Dios en el Nuevo Testamento lo podemos ver sanando, lo podemos sanando personas. Usted sabe cuando Jesús viene y toca al leproso, lo toca y qué pasa? El toque de Dios le quita su lepra y ese hombre que estaba leproso deja de pronto por el toque de Dios dejar de ser leproso. Ese hombre que había sido rechazado por todos, ese hombre que lo marginaban, que cuando entraba a un lugar todos se corrían y le dejaban un espacio porque no querían nada cerca de él. Ese hombre es transformado, es cambiado, pasa del estado de la enfermedad al estado de la salud por el toque de Dios.

Y muchas veces nosotros somos sanados de diferentes tipos de lepra. Lepra de abuso, lepra de heridas, lepra de dolores emocionales, lepra de cualquier enfermedad, y en nosotros está la decisión de si recibimos ese toque de Dios y empezamos a caminar de una diferente manera. Quizás si venimos caminando como leprosos y tenemos que empezar a caminar como personas sanas, pero a veces Dios nos toca, Dios sana áreas de nuestra vida y seguimos caminando como si no nos hubiera sanado. Y es entonces la persona que Dios puede sanarte, Dios hoy te toca y te sana, ah, sí, y si no me sana? Y si aquí y 20, 30, 40 argumentos para determinar que Dios no puede sanarnos. Y tal vez Dios nos ha sanado de todas esas lepras y nosotros insistimos en seguir caminando como estábamos antes de ser sanados porque no conocíamos otra cosa.

Pero Dios puede sanar cualquier cosa de nuestro cuerpo. Dios puede sanar cualquier cosa de nuestro corazón. Podemos ver el toque de Dios cuando Dios sana a los ciegos. Ellos eran ciegos, reciben el toque de Dios en sus ojos y recobran la vista. Y un toque pero de los más significativos en la palabra de Dios es el toque que le da a la suegra de Pedro. La suegra de Pedro estaba postrada. El estar postrado es un estado desagradable, es un estado que nos impide hacer cosas, estaba aniquilada, tenía fiebre. Pero viene Jesús, le toca su mano y qué pasa? La fiebre la deja. Y ella se levanta y lo sirve.

Hay una pregunta. Qué ha aniquilado en nuestra vida el servicio a Dios? Qué ha detenido en nuestra vida el servicio a Dios? Qué nos ha postrado para no seguir adelante? A veces incluso en todo el caminar del Señor, nos empezamos a sentir estancados, sentimos como que estamos como estancados y tenemos que ir delante de Dios y preguntarle, qué me está estancando? Qué es lo que me está deteniendo? Qué me tiene detenido de que todo ese potencial que Dios me dio? Qué me tiene detenido de que todo ese potencial que Dios me dio para usarme? Qué me tiene detenido que todo ese potencial que Dios me dio puede ser puesto en práctica para que yo pueda hacer a través tuyo grandes cosas?

Y cuando el potencial que Dios nos ha dado se queda detenido, aniquilado por alguna razón, la vida se empieza a hacer monótona, la vida cristiana se empieza a volver rutinaria. Entro a la iglesia, salgo de la iglesia, entro, salgo, pero todo sigue igual. No veo las señales que dice su palabra que deben acompañarme. Sobre los enfermos pondrán manos y se sanarán, echarán fuera demonios, todas esas señales deben acompañarnos. Qué está aniquilando que ese poder de Dios nos acompañe como cristianos?

Se lo pedimos a Dios, Dios lo revela y Dios viene, toca esa área de nuestra vida y qué sucede? Nos sana. Si regresamos un poquito al Antiguo Testamento vamos a ver en el Génesis, vamos a ver la historia de Jacob. Eso lo va a encontrar en Génesis en el capítulo 32, ahí va a encontrar que Jacob va al encuentro de su hermano Esaú, y deja a su mujer, deja a sus hijos, deja a sus criados y se va él solo, y cuando él está solo le aparece el ángel de Jehová y empiezan a luchar, empieza esa lucha entre ellos dos y en esa lucha el ángel de Jehová viene y le toca aquí el encaje del muslo y le produce una cojera. Y entonces viene este hombre Jacob y se queda cojo de por vida.

Y lo que significa esa cojera en Jacob es que Dios lo que estaba haciendo era acostando una parte de su vida que se llama orgullo. Estaba eliminando, estaba anulando la voluntad personal de Jacob para que pudiera hacer solo la voluntad de Dios.

Y si algo tenemos todos es qué? Nuestra voluntad sale a cada ratito. Es muy fácil empezar a perder cuál es la voluntad de Dios para mi vida, para empezar a hacer la voluntad mía, incluso en el servicio. A veces empezamos muy bien, haciendo la voluntad de Dios pero pronto este orgullo que tenemos aquí empieza a levantar imágenes fuertes y yo empiezo a querer hacer mi voluntad aún en el servicio al Señor. Y entonces tiene que venir Dios que tiene diferentes métodos y utiliza que yo me vuelva coja en algunas áreas de mi vida.

Y saben que esa cojera es la que nos hace recordar todo el tiempo que el que tiene el control es él y no nosotros. Esa cojera nos recuerda todo el tiempo quién es nuestro Dios y quiénes somos nosotros.

El toque de Dios es necesario para que nuestra vida sea rendida a él. El toque de Dios va a venir en aquellas áreas que no le hemos querido rendir. El toque de Dios va a venir en aquellas áreas que no le hemos entregado la voluntad.

Dios, yo te entrego mi vida, toditita, toditita, pero mi bolsa…esa la manejo yo. Y viene Dios y nos produce una cojera en la bolsa. Mejor se la entregamos. Si se la entregamos el la va a abundar, si yo me quedo con ella… va a cojear. Es mejor entregarle las áreas que más amamos a él porque cuando se las entregamos a él, él las hace prosperar, pero si nos quedamos con ella Dios las tiene que bajar.

Y un toque muy hermoso aquí en la palabra de Dios es el toque que le da a Daniel. Usted lo puede encontrar en el libro de Daniel, me parece que es el capítulo 10. Daniel era un hombre que buscaba mucho a Dios. Daniel hace tres semanas de ayuno y después de esas tres semanas de ayuno viene y está a la orilla de un río. Y entonces se le aparece un ser sublime, vestido de lino aquí en sus hombros lleno de oro, y le empieza a hablar a Daniel. Pero la voz y toda la figura era tan maravillosa y era tan grande que Daniel no lo puede resistir y cae en dos pies y en dos manos con su rostro postrado en el piso.

Y entonces viene esa figura hermosa y lo toca. Y entonces eso hace que Daniel se levante, le dice, levántate. Y Daniel se levanta y le empieza a hablar esa figura, pero tiene una voz de trueno tan maravillosa que Daniel se impacta tanto que se queda mudo. Viene de nuevo esa figura hermosa y lo vuelve a tocar y entonces Daniel recupera el habla.

Y esa figura hermosa le empieza a decir a Daniel todo lo que va a hacer en su pueblo, todo lo que va a acontecer en los postreros días. Y le dice Daniel, “pero cómo voy yo a poder seguir hablándote y contestándote si eres tan hermoso, tan maravilloso que yo pierdo toda mi fuerza, pierdo todo mi vigor, me quedo totalmente sin nada de fuerzas, sin nada de vigor y hasta me quedo mudo?” Y viene esa figura hermosa que es Dios y le dice, “yo te doy la fuerza”. Y lo vuelve a tocar por tercera vez. Ya él se levanta y puede hablar.

Dios nos va tocar cuantas veces nosotros lo necesitemos. Y si nosotros queremos como Daniel tener esas revelaciones de Dios, esas revelaciones de Dios que me van a decir qué va a hacer con mi vida, esas revelaciones de Dios que me van a decir qué va a ser con mi familia, esas revelaciones de Dios que me dicen qué va a hacer con mi iglesia, esas revelaciones de Dios que me dice qué va a hacer con mi país. Si yo quiero tener esas revelaciones, yo tengo que hacer algo, tengo que buscar a Dios. Yo no puedo tener esas revelaciones y tener esos toques maravillosos de Dios que me van a mostrar esa presencia sublime y maravilloso de él, si yo no entro a su presencia.

Y sabe por qué a veces no entramos a su presencia, a tener esas revelaciones? No son solo para Daniel, no son solo para el Antiguo Testamento, esas revelaciones son para usted y son para mí. Sabe por qué no las tenemos? Porque hay algo que a veces se acaba en nuestras vidas, es el hambre de Dios. Hay etapas en la vida en que el hambre de Dios se acaba. Hay etapas en nuestra vida que tenemos hambre de todo menos de Dios. Hay etapas en nuestra vida que nos saciamos de muchas cosas, mis amados hermanos, menos de Dios.

No pueden haber revelaciones, no pueden haber esos encuentros personales con él si no lo buscamos. El hambre de Dios es necesaria. El hambre de Dios cada vez tiene que ser más grande. Sabe por qué? Porque el hambre de Dios es la que sacia. No hay otra cosa, no hay otro pan que lo vaya a saciar usted más que él, el otro pan se enmohece, es temporal, pero el pan que Dios nos da es eterno y es imperecedero.

Ahora, por qué se acaba el hambre de Dios? Por qué dejamos de buscar a Dios? El salmista decía, de madrugada te buscaré, mi alma te anhela, mi carne te anhela, mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela en lugares áridos. Estaba en situación difícil. Estaba en un desierto, no había agua, no había vegetación, no había nada. Y ahí anhelaba el salmista a Dios. Por qué razón? Porque él sabía que si lo buscaba de madrugada, cuando nosotros buscamos a Dios de madrugada, Dios nos va a revelar todas sus características, nos va a revelar todo lo que nosotros necesitamos para poder meditar en la noche en nuestra cama en él.

Él nos va a dar todo lo que usted y yo necesitamos para que en esas vigilias de la noche nosotros podamos estar cerca de él. Y saben, el salmista sabía que si él buscaba a Dios de madrugada, si su alma lo anhelaba, su alma se iba a llenar de grosura y de meollo e iba a poder decir, mi alma está pegada a ti. El alma suya y el alma mía debe estar apegada a él.

Pero para eso se necesita hambre de Dios. Saben qué nos hace a veces perder el hambre de Dios? Hay dos cosas básicos y fundamentales. Yo se las voy a pintar como un triángulo. Están una aquí y otra aquí, y cuando esas dos las tenemos, hay una tercera aquí en el triángulo que es el hambre de Dios. Cuando estas dos de las esquinas faltan, falta la tercera. Y sabe cuáles son? Temor reverente a Dios, es una. El temor reverente a Dios lo hemos perdido. No hay temor a las cosas de Dios.

Cuando nosotros tenemos temor a Dios, ese temor reverente hay algo muy importante, hay respeto. El respeto es parte del temor de Dios. Y cuando hay respeto, mis hermanos, ese respeto, respeto a su palabra, respeto a su presencia, sabe qué hace este respeto? Ese respeto hace que yo no esté en las conversaciones que no debe de estar. Ese respeto hace que yo no vaya a los lugares donde no debo ir. Ese respeto a Dios hace que yo no mire lo que no debe ver. Es necesario, mis amados, que el respeto como parte del temor a Dios vuelva a nuestras vidas.

Y saben qué otra cosa hemos perdido que también hace que se vaya el hambre de Dios? Nos hemos olvidado del sacrificio de la cruz. El sacrificio de la cruz representa el más grande amor que Dios haya tenido por usted y por mí, pero es un amor solo por usted y por mí, es un amor por los que están afuera, por los que no lo conocen y se nos olvida ese gran inmenso amor. Tenemos que regresar una y otra y otra vez a la cruz, a recordar ese inmenso amor de Dios de ese sacrificio de su Hijo por usted y por mí, y por otros.

Y cuando nosotros constantemente tenemos esas dos cosas, automáticamente el hambre de Dios viene. Si usted recuerda el amor de Dios por usted, el sacrificio en la cruz, si usted tiene el respeto a Dios, hay hambre de Dios. Y cuando hay hambre de Dios, cuando nos saciamos de madrugada para tener con qué meditar al mediodía y en las vigilias de la noche, ¿saben qué? Usted y yo vamos a estar tan saciados del amor de Dios y cuando estamos tan saciados del amor de Dios, no podemos dejar de dárselo a otro. Y es entonces donde no hay quién esté en frente a quien no le hablamos de Dios, porque lo tenemos abundantemente, porque estamos tan saciados de él que lo único que podemos es dar y dar de lo que tenemos.

Eso es lo que Dios quiere en esta mañana para usted y para mí. Dios quiere hoy tocarnos, Dios quiere hoy tocarnos. Dios quiere darnos hoy diferentes toques para eliminar todo aquello que nos está impidiendo servirlo y quiere darnos un toque muy especial, el toque que nos va a dar hambre de Dios.

Póngase de pie. Doy gracias, Padre. Padre, cierren sus ojos, es entre usted y Dios. Dios hoy lo va a tocar a usted en el área que usted necesite, recuerde una cosa, usted decide si es sensible o no es sensible al toque de Dios. Usted decide si se apropia de ese toque de Dios. Usted decide si se apropia, si lo recibe, si deja que lo cambie y si obedece ese toque de Dios.

Cierre sus ojos para que tenga esa comunión con Dios. No se distraiga de nada y deje que el toque de Dios venga sobre su vida. Padre, tócanos, tócanos en el área en que necesitamos. Tu conoces a cada uno por nombre, Padre, toca hoy a aquellos que están abatidos, toca hoy a aquellos que están dormidos por algunas circunstancia, toca hoy a los que están dormidos a las necesidades ajenas. Pon tu mano tocándolos hoy, Dios. Toca hoy, Padre, a aquellos que están desanimados, aquellos que están en situaciones cómodas, que se han estancado, que ya nos sienten que pueden seguir adelante. Tócalos hoy, Dios, tócalos.

Toca hoy a todo aquel que siente que se ha quedado estancado, que no ha llegado al límite de potencialidad, que no ha podido desarrollar su potencial, que tu le has dado. Toca a aquel que siente que su vida día con día, con día, es rutinaria, es igual, es estancada.

Tócalo hoy, Dios, tócalo hoy, despiértalo. Despierta, rompe de raíz aquello que nos ha llevado a ser rutinarios, aquellos que nos ha llevado a ser cómodos, aquello que nos ha llevado a no tener sensibilidad de la necesidad de otro. Tócalo, Dios.

Dios, tócanos para sacudirnos de la comodidad. Gracias por la comodidad que nos das, pero tócanos para que esa comodidad no pase al límite donde ya no sirve esa comodidad, Padre.

Si usted necesita que Dios en esta mañana lo sacuda, pídaselo. Dios, todos necesitamos el toque tuyo, no hay quien no necesitemos el toque tuyo. Si usted ha estado desanimada en su vida, desanimado en la obra de Dios, si siente que no hay llegado hasta donde Dios lo quiere, en el potencial de su vida, pídale un toque a Dios en esta mañana. Mire, Elías estaba a punto de muerte, a punto de muerte, tan abatido como tal vez usted y yo nunca hemos llegado de abatimiento, y sin embargo ahí vino el toque de Dios, los dos toques de Dios que usted necesita uno o dos, tres toques de Dios, porque su abatimiento es tan grande, pídaselo pero no se vaya sin el toque de Dios.

Ese toque de Dios que lo levanta y le va a dar la visión y el propósito para su vida. Ese toque de Dios que lo va a sacar de la comodidad, ese toque de Dios que lo va a despertar y le va a abrir sus ojos espirituales. Padre, en esta mañana toca nuestros ojos espirituales para que veamos la necesidad de otro. Toca nuestros ojos espirituales para que veamos lo que tienes para nosotros en tu reino, lo que tenemos que hacer para ti, Padre. Tal vez hemos hecho mucho, poco, pero Padre, abre nuestros ojos para ver cuánto más, cuánto más hay que hacer.

Padre, ven hoy y tocándonos, tocándonos, Padre. Toca las áreas que nos han tenido aniquilados, toca las áreas que como la suegra de Pedro, nos han tenido incompetentes. Toca las áreas que nos han tenido postrados. Pídale a Dios que le revele qué área de lo que lo ha tenido a usted detenido, aniquilado. Cuál es el área que no le ha dejado despegar en ese servicio a Dios?

Pídale un toque en esa área. Pídale también que toque el área en el que lo va a usar, para que usted le rinda a esa área y haya una limpieza total de esa área. Si usted Dios le revela que usted necesita que su boca tiene que ser tocada porque su boca está siendo abierta para otras cosas que no son la palabra de Dios, pídale que toque su boca. Pídale que toque sus manos para que puedan ser manos fructíferas en la obra de Dios, manos llenas para que usted pueda regresar en la noche a su casa con sus manos llenas de la cosecha de lo que usted ha hecho por Dios y no regresar con manos vacías.

Ríndale sus manos a Dios. Ríndale sus manos a Dios. Ríndale sus pies a Dios para que usted pueda ir a los lugares donde tiene que ir, que no haya impotencia, debilidad en sus rodillas, debilidad en sus pies para buscar lo que toque hoy sus pies, que los hago como de siervo para que usted pueda ir a donde lo envíe.

Padre, danos el toque que capacita, sea permeable al toque de Dios que lo va a capacitar. No hay nadie que no pueda hacer las cosas que Dios le pide que haga. Deje que Dios lo toque hoy capacitándolo. Pídale el toque de Dios que capacita. El toque de Dios que la va a capacitar para que usted pueda hacer lo que Dios le mande.

Pídale el toque de Dios que capacita, la fuerza que necesita, la fuerza que le dio a Elías, para ya no ir en su propia fuerza, para ir en la fuerza de Dios. Dígale, quiero ir en tu fuerza a hacer tu obra, en la fuerza de Dios para que usted pueda ver grandes cosas que todavía no ha visto, grandes cosas que todavía no ha visto. Sabe, el caminar en el Señor es más que venir a la iglesia, entrar y salir, el caminar en el Señor es hacer grandes cosas a través de él como él las hizo, cosas mayores harás, dice. Quiere ver usted que en su vida grandes cosas se vean? El caminar en el Señor tiene grandes cosas para usted. El caminar en el Señor tiene revelaciones grandes para su vida.

Pero sabe, esas revelaciones se encuentran cuando nos llenamos de su presencia. Si usted necesita el toque de Dios para tener hambre de Dios, pídaselo en este momento, Padre, yo te clamo tu toque de hambre tuya para esta congregación. Padre, tu conoces, toca a aquellos que tienen que ser tocados hoy para tener hambre de ti. Esa hambre que cuando nos saciamos queremos más de ti, Padre, toca a esta congregación para que tengan hambre de ti, hambre de ser saciados de ti, de tu presencia, para que sea una congregación que de madrugada te busque, que pueda meditar en ti en las vigilias de la noche; Padre, que sea una congregación para pueda decir, mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela. de madrugada te buscaré.

Padre, yo te clamo que sea una congregación que pueda decir que tu la has saciado, que tu la has saciado con tu grosura, con tu meollo y por eso dicen, mi alma está pegada a ti. Padre, te clamamos por una congregación con almas apegadas a ti, por una congregación saciada de tu presencia, tan saciada, tan llena que lo único que puede hacer es dar, y dar, y dar a los que están afuera, porque tiene tanto de ti, está tan saciada, tan sobrante que puede dar y dar, y dar a otros, a los que están cerca y a los que están lejos.

Padre amado, yo declaro esta congregación es una congregación donde el respeto a ti impera. Yo declaro que es una congregación donde el respeto a tu palabra impera, donde tu palabra es oída con reverencia, donde tu palabra es implantada en el corazón de las personas.

Padre, yo declaro que es una congregación que vive tu palabra, yo declaro que es una congregación que va a la cruz todo el tiempo y todos los días a recordar el gran amor tuyo en ese sacrificio para que podamos darlo a otros, Padre. Yo declaro en esta mañana una congregación llena, llena, llena, saciada de ti, una congregación en la que el hambre por tu presencia jamás, jamás, jamás faltará en el nombre de Jesús.

Denle un aplauso a este Dios y crea, crea, crea, crea, crea, crea que Dios quiere que usted pueda decir, mi alma está apegada a ti. El Señor los bendiga grande y abundantemente.

Ser sensible al toque de Dios

Transcripción

El autor Gary Chapman en su libro “Los cinco lenguajes del amor” habla de la importancia que el toque físico tiene en nuestras vidas. Él explica con mucha claridad cómo un abrazo, una palmada en la espalda, una caricia puede comunicarnos amor, afecto, aceptación y cuán necesario es esto en nuestras vidas.

También nos habla que el toque de una palabra puede ser una afirmación útil para que nosotros sigamos adelante y para que venzamos obstáculos. Y si esto hace el toque de una persona en nuestras vidas, y es tan necesario porque hay estudios que indican que cuando este toque físico, este toque de la palabra no está en nuestras vidas, nuestra espina dorsal emocionalmente se seca. Y somos personas con una personalidad disfuncional.

Para que la personalidad funcione emocionalmente bien necesitamos este tipo de toques. Cuánto más el toque de Dios es necesario en nuestras vidas para cambiarnos y para transformarnos. Por qué razón? Porque Dios nos ha creado y como él nos ha creado él es el que nos sostiene. Él es el que nos sustenta, él es el que nos sujeta, pero también él es el que nos transforma.

El toque de Dios lo podemos ver en su palabra en la naturaleza. Si usted tiene su Biblia vaya, por favor, al salmo 144:5. Dice así:

“…Oh Jehová, inclina tus cielos y desciende, toca los montes y humeen, despide relámpagos y disípalos, envía tus saetas y túrbalos, envía tu mano desde lo alto, redímeme y sácame de las muchas aguas…”

Aquí podemos ver con toda claridad cómo el toque de Dios ha cambiado la naturaleza. También en la Biblia hay muchos personajes que fueron sensibles al toque de Dios, personajes que no solo recibieron el toque de Dios sino que dejaron que este penetrara en sus vidas, se apropiaron de ese toque de Dios y respondieron con obediencia a ese toque.

Uno de ellos es Jeremías. Yo quiero que usted me acompañe ahí en su Biblia, por favor, al libro de Jeremías y busque el capítulo 1 y luego el versículo 4. dice así:

“…Vino pues palabra de Jehová a mí diciendo, Antes que te formases en el vientre te conocí, ya antes de que nacieses te santifiqué, te di por profeta las naciones y yo dije, ah, Señor Jehová, he aquí no sé hablar porque soy niño, y me dijo Jehová, no digas soy un niño porque a todo lo que te envíe irás tu y verás todo lo que te mande. No temas delante de ellos porque contigo estoy para librarte, dice Jehová. Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová, he aquí he puesto mis palabras en tu boca…”

Aquí podemos ver con claridad el llamado que Dios le hace a Jeremías. Le hace ver el propósito que tiene para él desde antes de que nació. Le da el aliente de que va a ir con él a donde él lo envíe, pero también le da la capacitación. Toca sus labios y con esto pone palabra en su boca y lo capacita para lo que tiene que ir a hacer.

Y a usted y a mí Dios quiere hacer lo mismo en esta mañana. Todos tenemos que ir a hablar de Cristo. No necesitamos tener un gran ministerio, podemos ir a hablar de Cristo al vecino. Hace un rato el pastor Omar decía, llévenle un almuerzo a su vecino. Y claro, cuando nosotros llevamos algo físico al vecino también lo podemos acompañar y lo debemos acompañar con algo espiritual.

Y Dios va a tocar en esta mañana nuestra boca para que nosotros podamos hablar de Cristo a todos aquellos que tenemos cerca, para que no pase un solo día sin que nosotros hablemos de él.

Aquí vemos claramente el toque de Dios capacitándonos. No hay nadie que podamos decir, es que yo no puedo hablar de Cristo, es que yo no conozco mucho para hablarle a otro. Vemos que aquí Jeremías decía, soy niño. Dios le dijo, no digas que eres niño, yo te capacito, yo pongo mi palabra en tu boca.

Y este toque de Dios también lo podemos ver en Isaías. Vayan conmigo por favor a Isaías, capítulo 6, busque por ahí el versículo 5. Aquí tenemos algo muy hermoso, aquí en Isaías se nos habla que había un rey llamado Usías. Este rey había gobernado por 43 años, pero en estos 43 años le había entrado el orgullo. Entonces viene Dios y le manda una lepra y debido a eso este rey se muere. Y en ese mismo año Isaías tiene una visión del trono de Dios, tiene una visión hermosa del trono de Dios porque ve que encima de él hay serafines. Esos seres hermosos, esos seres celestiales que tienen tanta energía, que tienen 6 alas con las cuales dos cubren su cabeza, su cara, dos cubren sus pies y con las otras dos vuelas.

Se llenó de humo todo el lugar y vienen entonces Isaías que ante esa visión hermosa él se da cuenta de la santidad de Dios. Pero al mismo tiempo que se da cuenta de la santidad de Dios, de ese Dios que es tres veces santo, viene él y también se da cuenta de su impureza. Él se da cuenta de la impureza de los labios. Cuando usted y yo llegamos a la presencia de Dios ahí es donde nos damos cuenta de la santidad de Dios, viene la revelación de su santidad, pero junto con la revelación de su santidad viene la revelación de nuestras impurezas. Si nosotros no nos damos cuenta de todas las impurezas que tenemos, porque las tenemos, no somos perfectos, es porque no vamos a la presencia de Dios, porque es ahí en la presencia de Dios donde vienen esas revelaciones.

Y cuando Isaías se da cuenta de esto, miren lo que sucede, viene el ángel y viene volando hacia él y ahí en el altar agarra con su mano, con unas tenazas, un carbón encendido y lo pasa por los labios de Isaías, y dice Isaías:

“…He ahí que el ángel volando vino con un carbón encendido y tocó mis labios y me dijo, “he tocado tus labios, he quitado tu culpa y he quitado tu pecado.”

Es Dios limpiando la iniquidad en Isaías. Es Dios limpiando sus labios con el toque divino que cambia, que transforma y que limpia. Y por qué le ha limpiado también su corazón? Le ha limpiado su corazón porque cuando nos limpia los labios, cuando nos limpia lo que nosotros hablamos, nos está limpiando el corazón, porque los labios es el resultado de lo que tenemos en el corazón.

De la abundancia del corazón habla la boca. Y por qué limpió Dios esta área en Isaías? Por qué sus labios? Porque era el área donde quería usarlo. Después de que le limpia sus labios le dice,

“… Quién irá por nosotros? Isaías está ya listo para decirme, he aquí, envíame a mí…”

Y cuando yo usted y yo recibimos el llamado de Dios y le decimos, he aquí, envíame a mí, y por el llamado de Dios le vuelvo a decir, no se trata de un llamado a las naciones. No se trata de un llamado a otro lugar. Que bien si Dios lo da, pero a veces el llamado que Dios nos está haciendo es a nuestra misma familia, a veces el llamado que Dios nos está haciendo es a nuestro mismo vecindario. A veces el llamado que Dios nos está haciendo es a las personas con las que trabajamos.

Y Dios necesita limpiar ciertas áreas en nuestra vida para usarnos. Si no estamos siendo usados por Dios, preguntémosle si lo que sucede es que no estamos dejando que limpie las áreas que tienen que ser limpiadas. Cómo las vamos a conocer? Cómo nos las va a revelar? Cuando nosotros vamos a su presencia, ahí viene la revelación de él, la revelación de lo que tenemos que cambiar, también viene ahí la decisión del cambio, la necesidad de cambiar, pero también viene otra parte muy linda, cuando Dios nos toca también viene la necesidad de obedecerlo.

Cuando Dios le dice a quién enviaré, él le dice, heme aquí, envíame a mí. Y Dios también nos da a nosotros voluntad para el servicio. Dios quiere que usted y yo, cuando Dios nos llama tengamos voluntad para el servicio.

Yo quiero que usted me acompañe a Primera de Samuel, en el capítulo 10. Tenga sus ojos en el versículo 27. Samuel había recibido la orden de Dios para ungir como rey a Saúl y viene y entonces agarra una redoma de aceite y lo coloca sobre su cabeza. Luego viene Dios y muda, cambia, transforma, el corazón de Saúl. Y Saúl, ya ungido como rey, y cambiado su corazón empieza a profetizar. En ese momento el pueblo de Israel tenía un gobierno teocrático. Dios los gobernaba directamente, Dios se había encargado de protegerlos, Dios se había encargado de cuidarlos, se había encargado de dirigirlos, sin embargo, el pueblo lo que quería era tener un rey de carne y hueso.

Ellos lo que querían era tener un rey como el de las otras naciones. Decían que un rey como el que tenían los otros pueblos, las otras naciones era el rey que los iba a defender a la hora que los atacaran. Y entonces viene Samuel y junta a todos los pueblos y les va a presentar a Saúl como rey, a Saúl como el escogido de Dios por la petición que ellos estaban haciendo. Y les hace ver Samuel a todo el pueblo que Dios les está dando ese rey porque ellos lo están pidiendo, porque no era la voluntad de Dios en ese momento para Israel.

Pero también aquí entra la voluntad permisiva de Dios, como lo pedían, pues Dios se los dio, era la voluntad permisiva de Dios aunque no era su voluntad soberana. Y cuando Samuel empieza a buscar a Saúl no lo encuentra. Era un jovencito y se hbái escondido por ahí entre los bagajes. Al fin aparece y lo presenta y cuando lo presenta muchos del pueblo empiezan a victorearlo, viva el rey! Viva el rey!. Y viene Samuel y entonces lee todas las leyes que tenía que presentarle al pueblo, las escribe también y después manda a su casa todos, inclusive a Saúl, a su casa en Gabá y dice aquí en la palabra de Dios, en el versículo 27 lo siguiente:

“…Saúl había sido ungido rey. Dios le había mudado su corazón y el espíritu de Dios había venido sobre él y estaba profetizando. Y luego dice así, y envió Samuel a todo el pueblo cada uno a su casa. Saúl también se fue a su casa en Gabá y fueron con él los hombres de guerra cuyo corazón Dios había tocado…”

Es Dios el que toca nuestro corazón para que tengamos voluntad para servirlo. En esta mañana yo sé que Dios va a tocar su corazón para que usted tenga voluntad de servir a esos ministerios de niños que hace falta servidores. La mies es mucha lo vimos aquí, y los obreros pocos.

Yo creo que debería de haber sido al revés, que habían demasiados servidores y muy pocas familias, pero vimos que es a la inversas. En esta mañana yo clamo porque Dios toque los corazones de quien él quiere que vayan a ese servicio a ayudar a los niños, también a los niños especiales, y que seamos sensibles al toque de Dios y respondamos con voluntad.

Y los que Dios había tocado su corazón se fueron tras Saúl para servirlo. No vieron quién era el líder, no vieron si les gustaba, si no les gustaba, simplemente Dios había tocado su corazón y tenían voluntad de hacerlo. Pero los que Dios no tocó su corazón o tal vez lo tocó pero no dieron cuenta que Dios estaba tocando su corazón, miren lo que dice en Primera de Samuel 10:27:

“…Pero algunos perversos dijeron, cómo nos ha de salvar éste? Y le tuvieron en poco, y no le trajeron presentes más el disimulo…”

El no llevarle presentes significaba que no lo reconocían como que Dios lo había puesto como rey. Y cuando Dios nos hace un llamado no tenemos que ver si el lugar nos gusta, si quien lo dirige nos gusta, lo que tenemos que ver es que Dios nos está haciendo un llamado a servirlo.

Elías también fue otro hombre sensible al toque de Dios. Elías era un hombre poderoso en Dios. Elías había sido un hombre tremendamente usado por Dios y no solo era tremendamente usado por Dios, era un hombre valeroso en todo el sentido de la palabra. Él se había atrevido a retar a todo los baales diciéndole que demostraran quién era el verdadero Dios. Y todos se habían puesto a clamar a sus dioses para ver cuál de todos hacía descender fuego del cielo porque ese era el verdadero Dios. Y el único que hace descender fuego del cielo fue nuestro Dios, el Dios suyo y el Dios mío, porque ese es el verdadero Dios.

Y yo quiero que usted le de un aplauso a ese verdadero Dios que es el único que hace descender fuego del cielo. Y Elías, después de esto, mata a todos esos hombres que eran como 40. y qué le parece a usted? Después de haber matado a 40 de los baales va huyendo y huyendo de una mujer llamada Jezabel. Esta mujer lo había mandado a matar, y el va huyendo, va cansado, va desanimado, va abatido porque encima de que lo están persiguiendo y encima de todos los logros que él ha tenido que habían sido bastantes, él quería que fueran más, él quería que todo el pueblo de Israel se volcara a Dios y eso no lo había logrado del todo. Se sentía abatido, decía, y ahora me persiguen a mí, soy el único que quedo de los profetas.

Y cuando está tirado en el suelo abatido, tan abatido que está dormido, qué es lo que sucede? Él empieza a clamar a Dios antes de acostarse a dormir, se sienta debajo de un enebro y le dice, Dios quítame la vida porque no soy mejor que mis padres. Y ese Dios tan sabio que tenemos no responde siempre a las peticiones de nuestro corazón, gracias por su sabiduría, porque imagínese lo que le estaba pidiendo este hombre, le estaba pidiendo que lo matara y venía huyendo de una mujer que lo quería matar.

Y a veces como que las oraciones que le hacemos a Dios son un poquito así de incongruentes, pero Dios que es sabio, sabe lo que necesitamos. Y nos responde muchas veces más a lo que necesitamos que a lo que le pedimos. Y sabía que lo que Elías necesitaba en ese momento era fortalecerse, lo que necesitaba era alimentarse. Y le manda una torta de pan y le manda agua. Elías obedece porque el ángel viene, lo toca y le dice, levántate y come. Elías obedece sensible al toque de Dios, se levanta y come de la torta. No se pone a averiguar quién hizo la torta, de qué la hicieron.

A veces cuando Dios quiere tocarnos a través de alguien, ay, pero yo no quiero que esa persona ore por mí, yo quiero que ore aquella. A mí me gusta. No, Elías obedeció al toque, se levantó y comió pero se volvió a dormir. Estaba muy cansado, muy abatido. Y vino Dios y le manda de nuevo otra vez al ángel y viene el ángel, lo toca por segunda vez y le dice, levántate y come porque largo camino te espera. Lo restaura, lo levanta, lo fortalece, pero también le da una orden que siga adelante y no se quede tirado. Y ya fortalecido Elías con el toque del ángel, ya fortalecido Elías con lo que ha comido, es capaz de caminar 40 km, creo que son 3 ó 4 días y 4 noches lo que Elías camina para hacer lo que Dios le manda hacer.

Dios lo fortalece y muchas veces en el caminar en el Señor nosotros vamos a estar como Elías, agotados, cansados, desanimados que ya no podemos más. Y podemos llegar al punto de decirle a Dios, quítame la vida. Y podemos llegar al punto de decirle a Dios, quítame la vida, sabe por qué? Porque no tenemos el propósito de Dios claro, el propósito de Dios en nuestras vida nos da fuerza, el propósito de Dios en nuestras vidas nos da aliento, el propósito de Dios en nuestras vidas nos va a dar alegría, nos va a dar gozo, nos va a dar alabanza, pero cuando se pierde el propósito de Dios viene la tristeza, viene la depresión. Por qué razón? No hay propósito, otro día igual. Pero cuando tenemos el propósito de Dios en nuestras vidas, claro, cada día es un día hermoso, porque sabemos que las misericordias de Dios nuevas son cada día sobre nuestra vida y sabemos que esas misericordias de Dios que yo recibo todos los días de mi vida tan altas como del cielo a la tierra, tan inmensas como la eternidad me va a servir para algo, para que yo pueda ser misericordiosa con otros como Dios es misericordioso conmigo.

Y yo creo que muchos de nosotros, yo lo he necesitado algunos veces en mi vida, he necesitado el toque de Dios despertándome. Y sabe de qué me ha tenido que despertar el toque de Dios? De la comodidad. Hay algo muy lindo que se llama comodidad. Todos queremos estar cómodos en todas las áreas de nuestra vida, hasta cuando venimos a la iglesia a sentarnos. Y es bueno. Yo les he presentado mi iglesia, yo les he presentado las butacas que mi iglesia tiene, son riquísimas, muy cómodos, pero la comodidad hay un límite en que ya no es buena. Y ese límite cuando estoy tan cómodo que ya no miro las necesidades de otro y Dios necesita despertarnos de esa comodidad.

A mí me gustaría un amén. A veces mi amado hermano estamos tan cómodos que ni hablar queremos. Elías fue sacudido de esa comodidad, como sabemos que hoy Dios nos va a sacudir a algunos de nosotros. Hemos visto ejemplos en el Antiguo Testamento, vamos a ver un ejemplo en el Nuevo Testamento del toque de Dios.

El toque de Dios en el Nuevo Testamento lo podemos ver sanando, lo podemos sanando personas. Usted sabe cuando Jesús viene y toca al leproso, lo toca y qué pasa? El toque de Dios le quita su lepra y ese hombre que estaba leproso deja de pronto por el toque de Dios dejar de ser leproso. Ese hombre que había sido rechazado por todos, ese hombre que lo marginaban, que cuando entraba a un lugar todos se corrían y le dejaban un espacio porque no querían nada cerca de él. Ese hombre es transformado, es cambiado, pasa del estado de la enfermedad al estado de la salud por el toque de Dios.

Y muchas veces nosotros somos sanados de diferentes tipos de lepra. Lepra de abuso, lepra de heridas, lepra de dolores emocionales, lepra de cualquier enfermedad, y en nosotros está la decisión de si recibimos ese toque de Dios y empezamos a caminar de una diferente manera. Quizás si venimos caminando como leprosos y tenemos que empezar a caminar como personas sanas, pero a veces Dios nos toca, Dios sana áreas de nuestra vida y seguimos caminando como si no nos hubiera sanado. Y es entonces la persona que Dios puede sanarte, Dios hoy te toca y te sana, ah, sí, y si no me sana? Y si aquí y 20, 30, 40 argumentos para determinar que Dios no puede sanarnos. Y tal vez Dios nos ha sanado de todas esas lepras y nosotros insistimos en seguir caminando como estábamos antes de ser sanados porque no conocíamos otra cosa.

Pero Dios puede sanar cualquier cosa de nuestro cuerpo. Dios puede sanar cualquier cosa de nuestro corazón. Podemos ver el toque de Dios cuando Dios sana a los ciegos. Ellos eran ciegos, reciben el toque de Dios en sus ojos y recobran la vista. Y un toque pero de los más significativos en la palabra de Dios es el toque que le da a la suegra de Pedro. La suegra de Pedro estaba postrada. El estar postrado es un estado desagradable, es un estado que nos impide hacer cosas, estaba aniquilada, tenía fiebre. Pero viene Jesús, le toca su mano y qué pasa? La fiebre la deja. Y ella se levanta y lo sirve.

Hay una pregunta. Qué ha aniquilado en nuestra vida el servicio a Dios? Qué ha detenido en nuestra vida el servicio a Dios? Qué nos ha postrado para no seguir adelante? A veces incluso en todo el caminar del Señor, nos empezamos a sentir estancados, sentimos como que estamos como estancados y tenemos que ir delante de Dios y preguntarle, qué me está estancando? Qué es lo que me está deteniendo? Qué me tiene detenido de que todo ese potencial que Dios me dio? Qué me tiene detenido de que todo ese potencial que Dios me dio para usarme? Qué me tiene detenido que todo ese potencial que Dios me dio puede ser puesto en práctica para que yo pueda hacer a través tuyo grandes cosas?

Y cuando el potencial que Dios nos ha dado se queda detenido, aniquilado por alguna razón, la vida se empieza a hacer monótona, la vida cristiana se empieza a volver rutinaria. Entro a la iglesia, salgo de la iglesia, entro, salgo, pero todo sigue igual. No veo las señales que dice su palabra que deben acompañarme. Sobre los enfermos pondrán manos y se sanarán, echarán fuera demonios, todas esas señales deben acompañarnos. Qué está aniquilando que ese poder de Dios nos acompañe como cristianos?

Se lo pedimos a Dios, Dios lo revela y Dios viene, toca esa área de nuestra vida y qué sucede? Nos sana. Si regresamos un poquito al Antiguo Testamento vamos a ver en el Génesis, vamos a ver la historia de Jacob. Eso lo va a encontrar en Génesis en el capítulo 32, ahí va a encontrar que Jacob va al encuentro de su hermano Esaú, y deja a su mujer, deja a sus hijos, deja a sus criados y se va él solo, y cuando él está solo le aparece el ángel de Jehová y empiezan a luchar, empieza esa lucha entre ellos dos y en esa lucha el ángel de Jehová viene y le toca aquí el encaje del muslo y le produce una cojera. Y entonces viene este hombre Jacob y se queda cojo de por vida.

Y lo que significa esa cojera en Jacob es que Dios lo que estaba haciendo era acostando una parte de su vida que se llama orgullo. Estaba eliminando, estaba anulando la voluntad personal de Jacob para que pudiera hacer solo la voluntad de Dios.

Y si algo tenemos todos es qué? Nuestra voluntad sale a cada ratito. Es muy fácil empezar a perder cuál es la voluntad de Dios para mi vida, para empezar a hacer la voluntad mía, incluso en el servicio. A veces empezamos muy bien, haciendo la voluntad de Dios pero pronto este orgullo que tenemos aquí empieza a levantar imágenes fuertes y yo empiezo a querer hacer mi voluntad aún en el servicio al Señor. Y entonces tiene que venir Dios que tiene diferentes métodos y utiliza que yo me vuelva coja en algunas áreas de mi vida.

Y saben que esa cojera es la que nos hace recordar todo el tiempo que el que tiene el control es él y no nosotros. Esa cojera nos recuerda todo el tiempo quién es nuestro Dios y quiénes somos nosotros.

El toque de Dios es necesario para que nuestra vida sea rendida a él. El toque de Dios va a venir en aquellas áreas que no le hemos querido rendir. El toque de Dios va a venir en aquellas áreas que no le hemos entregado la voluntad.

Dios, yo te entrego mi vida, toditita, toditita, pero mi bolsa…esa la manejo yo. Y viene Dios y nos produce una cojera en la bolsa. Mejor se la entregamos. Si se la entregamos el la va a abundar, si yo me quedo con ella… va a cojear. Es mejor entregarle las áreas que más amamos a él porque cuando se las entregamos a él, él las hace prosperar, pero si nos quedamos con ella Dios las tiene que bajar.

Y un toque muy hermoso aquí en la palabra de Dios es el toque que le da a Daniel. Usted lo puede encontrar en el libro de Daniel, me parece que es el capítulo 10. Daniel era un hombre que buscaba mucho a Dios. Daniel hace tres semanas de ayuno y después de esas tres semanas de ayuno viene y está a la orilla de un río. Y entonces se le aparece un ser sublime, vestido de lino aquí en sus hombros lleno de oro, y le empieza a hablar a Daniel. Pero la voz y toda la figura era tan maravillosa y era tan grande que Daniel no lo puede resistir y cae en dos pies y en dos manos con su rostro postrado en el piso.

Y entonces viene esa figura hermosa y lo toca. Y entonces eso hace que Daniel se levante, le dice, levántate. Y Daniel se levanta y le empieza a hablar esa figura, pero tiene una voz de trueno tan maravillosa que Daniel se impacta tanto que se queda mudo. Viene de nuevo esa figura hermosa y lo vuelve a tocar y entonces Daniel recupera el habla.

Y esa figura hermosa le empieza a decir a Daniel todo lo que va a hacer en su pueblo, todo lo que va a acontecer en los postreros días. Y le dice Daniel, “pero cómo voy yo a poder seguir hablándote y contestándote si eres tan hermoso, tan maravilloso que yo pierdo toda mi fuerza, pierdo todo mi vigor, me quedo totalmente sin nada de fuerzas, sin nada de vigor y hasta me quedo mudo?” Y viene esa figura hermosa que es Dios y le dice, “yo te doy la fuerza”. Y lo vuelve a tocar por tercera vez. Ya él se levanta y puede hablar.

Dios nos va tocar cuantas veces nosotros lo necesitemos. Y si nosotros queremos como Daniel tener esas revelaciones de Dios, esas revelaciones de Dios que me van a decir qué va a hacer con mi vida, esas revelaciones de Dios que me van a decir qué va a ser con mi familia, esas revelaciones de Dios que me dicen qué va a hacer con mi iglesia, esas revelaciones de Dios que me dice qué va a hacer con mi país. Si yo quiero tener esas revelaciones, yo tengo que hacer algo, tengo que buscar a Dios. Yo no puedo tener esas revelaciones y tener esos toques maravillosos de Dios que me van a mostrar esa presencia sublime y maravilloso de él, si yo no entro a su presencia.

Y sabe por qué a veces no entramos a su presencia, a tener esas revelaciones? No son solo para Daniel, no son solo para el Antiguo Testamento, esas revelaciones son para usted y son para mí. Sabe por qué no las tenemos? Porque hay algo que a veces se acaba en nuestras vidas, es el hambre de Dios. Hay etapas en la vida en que el hambre de Dios se acaba. Hay etapas en nuestra vida que tenemos hambre de todo menos de Dios. Hay etapas en nuestra vida que nos saciamos de muchas cosas, mis amados hermanos, menos de Dios.

No pueden haber revelaciones, no pueden haber esos encuentros personales con él si no lo buscamos. El hambre de Dios es necesaria. El hambre de Dios cada vez tiene que ser más grande. Sabe por qué? Porque el hambre de Dios es la que sacia. No hay otra cosa, no hay otro pan que lo vaya a saciar usted más que él, el otro pan se enmohece, es temporal, pero el pan que Dios nos da es eterno y es imperecedero.

Ahora, por qué se acaba el hambre de Dios? Por qué dejamos de buscar a Dios? El salmista decía, de madrugada te buscaré, mi alma te anhela, mi carne te anhela, mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela en lugares áridos. Estaba en situación difícil. Estaba en un desierto, no había agua, no había vegetación, no había nada. Y ahí anhelaba el salmista a Dios. Por qué razón? Porque él sabía que si lo buscaba de madrugada, cuando nosotros buscamos a Dios de madrugada, Dios nos va a revelar todas sus características, nos va a revelar todo lo que nosotros necesitamos para poder meditar en la noche en nuestra cama en él.

Él nos va a dar todo lo que usted y yo necesitamos para que en esas vigilias de la noche nosotros podamos estar cerca de él. Y saben, el salmista sabía que si él buscaba a Dios de madrugada, si su alma lo anhelaba, su alma se iba a llenar de grosura y de meollo e iba a poder decir, mi alma está pegada a ti. El alma suya y el alma mía debe estar apegada a él.

Pero para eso se necesita hambre de Dios. Saben qué nos hace a veces perder el hambre de Dios? Hay dos cosas básicos y fundamentales. Yo se las voy a pintar como un triángulo. Están una aquí y otra aquí, y cuando esas dos las tenemos, hay una tercera aquí en el triángulo que es el hambre de Dios. Cuando estas dos de las esquinas faltan, falta la tercera. Y sabe cuáles son? Temor reverente a Dios, es una. El temor reverente a Dios lo hemos perdido. No hay temor a las cosas de Dios.

Cuando nosotros tenemos temor a Dios, ese temor reverente hay algo muy importante, hay respeto. El respeto es parte del temor de Dios. Y cuando hay respeto, mis hermanos, ese respeto, respeto a su palabra, respeto a su presencia, sabe qué hace este respeto? Ese respeto hace que yo no esté en las conversaciones que no debe de estar. Ese respeto hace que yo no vaya a los lugares donde no debo ir. Ese respeto a Dios hace que yo no mire lo que no debe ver. Es necesario, mis amados, que el respeto como parte del temor a Dios vuelva a nuestras vidas.

Y saben qué otra cosa hemos perdido que también hace que se vaya el hambre de Dios? Nos hemos olvidado del sacrificio de la cruz. El sacrificio de la cruz representa el más grande amor que Dios haya tenido por usted y por mí, pero es un amor solo por usted y por mí, es un amor por los que están afuera, por los que no lo conocen y se nos olvida ese gran inmenso amor. Tenemos que regresar una y otra y otra vez a la cruz, a recordar ese inmenso amor de Dios de ese sacrificio de su Hijo por usted y por mí, y por otros.

Y cuando nosotros constantemente tenemos esas dos cosas, automáticamente el hambre de Dios viene. Si usted recuerda el amor de Dios por usted, el sacrificio en la cruz, si usted tiene el respeto a Dios, hay hambre de Dios. Y cuando hay hambre de Dios, cuando nos saciamos de madrugada para tener con qué meditar al mediodía y en las vigilias de la noche, ¿saben qué? Usted y yo vamos a estar tan saciados del amor de Dios y cuando estamos tan saciados del amor de Dios, no podemos dejar de dárselo a otro. Y es entonces donde no hay quién esté en frente a quien no le hablamos de Dios, porque lo tenemos abundantemente, porque estamos tan saciados de él que lo único que podemos es dar y dar de lo que tenemos.

Eso es lo que Dios quiere en esta mañana para usted y para mí. Dios quiere hoy tocarnos, Dios quiere hoy tocarnos. Dios quiere darnos hoy diferentes toques para eliminar todo aquello que nos está impidiendo servirlo y quiere darnos un toque muy especial, el toque que nos va a dar hambre de Dios.

Póngase de pie. Doy gracias, Padre. Padre, cierren sus ojos, es entre usted y Dios. Dios hoy lo va a tocar a usted en el área que usted necesite, recuerde una cosa, usted decide si es sensible o no es sensible al toque de Dios. Usted decide si se apropia de ese toque de Dios. Usted decide si se apropia, si lo recibe, si deja que lo cambie y si obedece ese toque de Dios.

Cierre sus ojos para que tenga esa comunión con Dios. No se distraiga de nada y deje que el toque de Dios venga sobre su vida. Padre, tócanos, tócanos en el área en que necesitamos. Tu conoces a cada uno por nombre, Padre, toca hoy a aquellos que están abatidos, toca hoy a aquellos que están dormidos por algunas circunstancia, toca hoy a los que están dormidos a las necesidades ajenas. Pon tu mano tocándolos hoy, Dios. Toca hoy, Padre, a aquellos que están desanimados, aquellos que están en situaciones cómodas, que se han estancado, que ya nos sienten que pueden seguir adelante. Tócalos hoy, Dios, tócalos.

Toca hoy a todo aquel que siente que se ha quedado estancado, que no ha llegado al límite de potencialidad, que no ha podido desarrollar su potencial, que tu le has dado. Toca a aquel que siente que su vida día con día, con día, es rutinaria, es igual, es estancada.

Tócalo hoy, Dios, tócalo hoy, despiértalo. Despierta, rompe de raíz aquello que nos ha llevado a ser rutinarios, aquellos que nos ha llevado a ser cómodos, aquello que nos ha llevado a no tener sensibilidad de la necesidad de otro. Tócalo, Dios.

Dios, tócanos para sacudirnos de la comodidad. Gracias por la comodidad que nos das, pero tócanos para que esa comodidad no pase al límite donde ya no sirve esa comodidad, Padre.

Si usted necesita que Dios en esta mañana lo sacuda, pídaselo. Dios, todos necesitamos el toque tuyo, no hay quien no necesitemos el toque tuyo. Si usted ha estado desanimada en su vida, desanimado en la obra de Dios, si siente que no hay llegado hasta donde Dios lo quiere, en el potencial de su vida, pídale un toque a Dios en esta mañana. Mire, Elías estaba a punto de muerte, a punto de muerte, tan abatido como tal vez usted y yo nunca hemos llegado de abatimiento, y sin embargo ahí vino el toque de Dios, los dos toques de Dios que usted necesita uno o dos, tres toques de Dios, porque su abatimiento es tan grande, pídaselo pero no se vaya sin el toque de Dios.

Ese toque de Dios que lo levanta y le va a dar la visión y el propósito para su vida. Ese toque de Dios que lo va a sacar de la comodidad, ese toque de Dios que lo va a despertar y le va a abrir sus ojos espirituales. Padre, en esta mañana toca nuestros ojos espirituales para que veamos la necesidad de otro. Toca nuestros ojos espirituales para que veamos lo que tienes para nosotros en tu reino, lo que tenemos que hacer para ti, Padre. Tal vez hemos hecho mucho, poco, pero Padre, abre nuestros ojos para ver cuánto más, cuánto más hay que hacer.

Padre, ven hoy y tocándonos, tocándonos, Padre. Toca las áreas que nos han tenido aniquilados, toca las áreas que como la suegra de Pedro, nos han tenido incompetentes. Toca las áreas que nos han tenido postrados. Pídale a Dios que le revele qué área de lo que lo ha tenido a usted detenido, aniquilado. Cuál es el área que no le ha dejado despegar en ese servicio a Dios?

Pídale un toque en esa área. Pídale también que toque el área en el que lo va a usar, para que usted le rinda a esa área y haya una limpieza total de esa área. Si usted Dios le revela que usted necesita que su boca tiene que ser tocada porque su boca está siendo abierta para otras cosas que no son la palabra de Dios, pídale que toque su boca. Pídale que toque sus manos para que puedan ser manos fructíferas en la obra de Dios, manos llenas para que usted pueda regresar en la noche a su casa con sus manos llenas de la cosecha de lo que usted ha hecho por Dios y no regresar con manos vacías.

Ríndale sus manos a Dios. Ríndale sus manos a Dios. Ríndale sus pies a Dios para que usted pueda ir a los lugares donde tiene que ir, que no haya impotencia, debilidad en sus rodillas, debilidad en sus pies para buscar lo que toque hoy sus pies, que los hago como de siervo para que usted pueda ir a donde lo envíe.

Padre, danos el toque que capacita, sea permeable al toque de Dios que lo va a capacitar. No hay nadie que no pueda hacer las cosas que Dios le pide que haga. Deje que Dios lo toque hoy capacitándolo. Pídale el toque de Dios que capacita. El toque de Dios que la va a capacitar para que usted pueda hacer lo que Dios le mande.

Pídale el toque de Dios que capacita, la fuerza que necesita, la fuerza que le dio a Elías, para ya no ir en su propia fuerza, para ir en la fuerza de Dios. Dígale, quiero ir en tu fuerza a hacer tu obra, en la fuerza de Dios para que usted pueda ver grandes cosas que todavía no ha visto, grandes cosas que todavía no ha visto. Sabe, el caminar en el Señor es más que venir a la iglesia, entrar y salir, el caminar en el Señor es hacer grandes cosas a través de él como él las hizo, cosas mayores harás, dice. Quiere ver usted que en su vida grandes cosas se vean? El caminar en el Señor tiene grandes cosas para usted. El caminar en el Señor tiene revelaciones grandes para su vida.

Pero sabe, esas revelaciones se encuentran cuando nos llenamos de su presencia. Si usted necesita el toque de Dios para tener hambre de Dios, pídaselo en este momento, Padre, yo te clamo tu toque de hambre tuya para esta congregación. Padre, tu conoces, toca a aquellos que tienen que ser tocados hoy para tener hambre de ti. Esa hambre que cuando nos saciamos queremos más de ti, Padre, toca a esta congregación para que tengan hambre de ti, hambre de ser saciados de ti, de tu presencia, para que sea una congregación que de madrugada te busque, que pueda meditar en ti en las vigilias de la noche; Padre, que sea una congregación para pueda decir, mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela. de madrugada te buscaré.

Padre, yo te clamo que sea una congregación que pueda decir que tu la has saciado, que tu la has saciado con tu grosura, con tu meollo y por eso dicen, mi alma está pegada a ti. Padre, te clamamos por una congregación con almas apegadas a ti, por una congregación saciada de tu presencia, tan saciada, tan llena que lo único que puede hacer es dar, y dar, y dar a los que están afuera, porque tiene tanto de ti, está tan saciada, tan sobrante que puede dar y dar, y dar a otros, a los que están cerca y a los que están lejos.

Padre amado, yo declaro esta congregación es una congregación donde el respeto a ti impera. Yo declaro que es una congregación donde el respeto a tu palabra impera, donde tu palabra es oída con reverencia, donde tu palabra es implantada en el corazón de las personas.

Padre, yo declaro que es una congregación que vive tu palabra, yo declaro que es una congregación que va a la cruz todo el tiempo y todos los días a recordar el gran amor tuyo en ese sacrificio para que podamos darlo a otros, Padre. Yo declaro en esta mañana una congregación llena, llena, llena, saciada de ti, una congregación en la que el hambre por tu presencia jamás, jamás, jamás faltará en el nombre de Jesús.

Denle un aplauso a este Dios y crea, crea, crea, crea, crea, crea que Dios quiere que usted pueda decir, mi alma está apegada a ti. El Señor los bendiga grande y abundantemente.

Radiografía del corazón

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Pueden ir conmigo al libro de Hebreos, Hebreos capitulo 4, tengo un mensajito que me gustaría compartir con ustedes. Es titulado el mensaje de hoy: “Radiografía del Corazón”. Déjame decirles que todos nosotros tenemos una condición del corazón, y no me refiero necesariamente a una condición física, me refiero a nuestra necesidad, de que nuestros corazones, necesitan ser llenos del amor de Dios, necesitan ser llenos de un toque de Dios.

Hebreos capitulo 4, versos 12 y 13 dice así, yo creo que muchos de nosotros nos lo conocemos, dice porque la palabra de Dios es viva y eficaz, mas cortante que toda espada de dos filos y penetra hasta partir el alma, y el Espíritu, y las coyunturas, y los tuétanos, y discierne los pensamientos, y las intenciones del corazón, y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia, antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel, a quien tenemos que dar cuentas.

“Radiografía del corazón”, saben eh, yo no sé cuántos de ustedes llegaron a escuchar el mensaje que yo predique hace como unos dos domingos atrás, el que lo titule: “Encuentros con Cristo que transforman vidas”, sino la ha escuchado puede ir al internet y escuchar, pero después que yo predique ese mensaje de nuevo esa palabra, hizo tanto, me impacto tanto a mí mismo, que yo seguí meditando en distintas cosas, yo me he estado predicando ese mensaje a mi por estas últimas dos semanas, yo me digo Señor, yo quiero encuentros contigo, yo quiero encontrarme contigo, yo quiero conocerte más.

Y una de las cosas que el Señor ha puesto en mi corazón, mientras yo reflexionaba en algunos pasajes, he estado leyendo algunas cosas si en el libro de Lucas, y una de las cosas que pude ver, una y otra vez, son momentos en los cuales Jesús conoció, percibió, pudo discernir las intenciones de los corazones de las personas que estaban a su alrededor, Jesús en su soberanía logro conocer lo que verdaderamente la gente tenía necesidad de, o lo que se estaban tramando de una forma u otra, por ende yo me hice la siguiente pregunta, si Jesús hiciera una radiografía de nuestro corazón, de mi corazón, de tu corazón, ¿que vería?, ¿con que se encontraría?, ¿tienes el video listo, Lucy?, yo quiero enseñarles un video, hoy me puse medio medico yo, quise resaltar uno de esos, sueños pasmados que yo tengo de ser un médico, un cardiólogo alguna vez en mi vida, soy cardiólogo espiritual por así decirlo, vamos a enseñar este video un momento, yo quiero, este, para para para, pau, pausa, piuf, okay.

Este video, es como una ilustración de lo que es una angioplastia, cuántos de ustedes han escuchado de una, lo que es una angioplastia, si, saben lo que es una angioplastia, el que no sepa se va a enterar ahora, pero en una forma resumida una angioplastia es un procedimiento que le hacen a una persona que tiene una arteria del corazón tapada o bloqueada por el colesterol que pueda tener en las venas, esas personas que comen mucho chicharrón y mucha chuleta con mucha grasa, cosas así, los que están escuchando por ahí tengan mucho cuidado, esas personas que, en vez de cortarle el bordecito de grasa y echarlo a un lado, se cogen ese mismo bordecito y se lo comen también, que comen muchos toritos y chistris, y mucho refresco, y muchas cosas así, que no es muy saludable, esas personas se pueden correr un riesgo bien grande de salud.

Así que la angioplastia es un procedimiento donde los médicos insertan un catéter por la arteria en el área femoral, suben ese catéter por toda la arteria completa, suben por la aorta hasta llegar al corazón y después que insertan ese catéter, por ese mismo catéter, insertan como un globito que esta vacio y ese globito lo llevan hasta el lugar de la arteria del corazón donde está bloqueado, lo inflan para destapar esa arteria y que pueda fluir una vez más la sangre, así que, déjenme enseñarles este procedimiento, porque hay algo bien interesante que quiero que vean aquí, adelante maestro.

Miren bien donde está el bloqueo, okey, ya lo puedes parar ahí, ¿vieron donde estaba el bloqueo de ese corazón?, en esa arteria, una de las arterias coronarias, y se ve una de las arterias se veía que estaba como que, aplastada, y eso es algo que, obviamente ningún ojo lo puede ver al menos que no sea a través de una maquina, y saben que, ese problemita que puede ser tan diminuto es lo que ha causado la muerte de muchas personas, porque son personas que, como muchos tal vez, muchos de nosotros conocemos este tipo de personas que no cuidan su salud y esperan a que ya estén ahí con la presión a puntos de explotarles para entonces ir al médico y hay algunos que hasta cuidao ni eso van al médico, ese tipo de personas que, cuando tienen un dolor de cabeza no hay quien les haga tomar medicina y prefieren sufrir el dolor de cabeza, ese tipo de personas que pueden tener un Flu y está muriéndose y no es hasta que alguien viene y los encuentra tirado en el piso, que entonces dicen, okey pues déjame ir al médico, en vez de haber ido antes, cuando ya estaba sintiendo los síntomas, ¿entienden por donde voy?. El tipo de persona que no se cuida, que poco a poco, lentamente y progresivamente lo que se están buscando es la muerte.

Esa radiografía demuestra algo tan y tan pequeño, pero que tiene solución, y saben que, Jesús en la misma forma hace radiografías de nuestro corazón. Y solamente él tiene la facilidad de meterse por los lugares más recónditos de nuestra vida, y encontrar esos lugares que para nosotros parece que no están haciendo nada, o que para nosotros parece que son inofensivos, o que para nosotros parece que, no me va a matar, pero que cuando el Señor lo ve el dice, aquí hay un problema, en ese espacio tan chiquitito de tu corazón, aquí hay un problema y hay que tratarlo.

Esas son las radiografías que el Señor Jesús hace de nuestras vidas constantemente, ahora pero miren que dinámica tan interesante, por que cuando usted va al médico, que se necesita para llevarlo a usted al médico, ahora mismo yo estoy “Over do”, de hacerme un físico hace dos años. Y mi mamá me llamo los otros días, yo como buen “Mama’s Boy” que soy, mi mamá me llama y me dice: Mira mi hijo, ¿Ya hiciste la cita para ir a ver medico?. Si mami, te prometo que mañana voy a llamar, eso fue hace dos semanas atrás, todavía no he llamado.

Que se necesita para uno ir a medico y verdaderamente cuidar su salud, pero entonces cuando llegamos al médico, y que el médico nos examina y nos chequea y nos empieza decir, mira tienes esto, te tienes que cuidar esto, tienes que hacer ajustes aquí, ajustes allá, muchos de nosotros lo que decimos es, ¡hup!, si doctor, claro cómo no, será hasta la próxima y nos vamos y seguimos viviendo nuestras vidas como si nada.

Llegamos a un punto donde se nos tiene que hacer una intervención un poquito más dura, más difícil, y después que salimos de ahí, no si, ahora si me voy a cuidar, pasan dos tres meses y a los tres meses volvemos a comer chicharrón, chuleta, mofongo, empezamos a comer todas esas cosas buenas que el médico dijo que no comiéramos, y saben que en medio de todo esto yo me preguntaba, yo me decía, wow Señor, nosotros somos contigo tan y tan similares, porque tu como medico quieres tratar con nosotros, quieres tratar con esas áreas de nuestras vidas, que tú la ves, que tu sabes que están ahí, que tu sabes que nos pueden hacer daño, pero nosotros seguimos viviendo la vida como si, piff, como si nada, ah no, eso el tiempo lo cura, el tiempo se va a encargar de limpiar todo ese colesterol en mis venas, ya claro, el tiempo lo que va a hacer es que las va acumular aun más, aun mas, hasta que tu corazón diga ya, no puedo más.

Así mismo hacemos nosotros muchas veces con, con el pecado, con conductas que ofenden a Dios y ofenden a otros, creemos que son cosas tan y tan chiquititas, tan diminutas que nosotros, ¡nap!, eso la gente se va a acostumbrar con el tiempo, pero no sabemos mientras más pasa el tiempo, mas se van acumulando las cosas, mas sigues tapando las arterias de tu corazón espiritual, hasta que llega el momento que tú te vas a dar cuenta que ya no sientes nada, no sientes nada por la gente que tienes a tu lado, que te ama, no sientes nada por Dios, ya la vida es como que piff, pasajera, estás viviendo la vida de día a día, sin sentido, sin son ni ton.

Y nos damos cuenta que día tras día el Señor está haciendo radiografías de nuestro corazón para dejarnos saber cómo estamos delante de él, para dejarnos saber esas áreas que él quiere trabajar con nosotros, eso es lo que él quiere hacer, el quiere un pueblo sano y quiere hijos, hijas saludables, que puedan vivir esa vida abundante, que solamente él puede dar, ahora, yo no estoy diciendo que nosotros seamos unos irresponsables, porque yo se que estamos en trato con Dios, eso es lo que cada paciente responsable de su salud hace con su médico, se chequea rutinariamente, si el médico le dice mira, haz esto, haz aquello, haz lo otro, incorpora una rutina de ejercicios, has dieta, tomate tu Lipitor, o lo que sea que te tengas que tomar, y uno va ahí poco a poco con cuidado, cuidándose, el médico te dice mira, en vez de trabajar 60 horas a la semana trabaja 40, no, pero es que esas otras 20, necesito el dinero, si yo no lo hago nadie lo va a hacer, mira, sabes que, el día que tú te mueras en tu trabajo, van a conseguir otra persona fácilmente y se olvidaron de ti, pero los que van a sufrir son los que más te aman, que son las personas que están al lado tuyo, por eso nunca seas esclavo, o esclava del trabajo, nunca dejes que el trabajo, mira, yo aprendí algo de mi suegro, y hay algunos que tal vez no se llevan muy bien con su suegro, pero yo le doy gracias a Dios por mi suegro, y mi suegro una vez me enseño algo, el fue como él, el Aarón, no, él fue el suegro de Moisés, Jetro, ese es mi Jetro por así decirlo, el me dijo una vez, con mucha sabiduría, me dijo, Omar tienes que aprender algo, una trabaja para vivir, no vives para trabajar.

¿Entendieron, la dinámica de eso?, obviamente yo se que uno tiene unas necesidades, uno tiene unas cosas, las cuales uno tiene que atender, pero miren aun eso, aun eso, yo no sé porque estoy enfatizando en esta dinámica de trabajo, pero al que le caiga la gotita, tu sabes como siempre digo, que se mojen, okey. Pero reciban esto mis hermanos, aun esos aspectos de nuestras vidas nosotros nos tenemos que cuidar bien, fácilmente la rutina diaria te puede engatusar y, cuando vienes a ver estas hasta aquí, no hasta aquí, estas hasta aquí, y esas son cosas que afectan, no tan solamente nuestra salud física, afectan nuestra salud emocional, porque entonces uno está con un estrés emocional todo el tiempo y ese estrés se refleja en la familia, los hijos te reciben bien contentos, bien alegres, te quieren abrazar, te quieren jugar y tu estas como, que no te me pegues, déjame quieto y hay veces que hasta decimos cosas, que ni tenemos que decir, llegas a la iglesia y estas refunfuñando todo el tiempo y los hermanos te quieren saludar con un abrazo bien gozoso, y tu blblblblrr.

Dios quiere, que su sangre pueda correr a través de nuestras venas con eficiencia, esa sangre que restaura todas las cosas, que nos reconcilia con él, y nosotros miren, tenemos que saber identificar cuáles son algunos de esos bloqueos que tenemos en nuestro corazón, actitudes, carácter, enojo, avaricia, rencores, cualquier idolatría que podamos tener, cualquier inclinación que muchas veces pensamos, ah, eso no es nada, no, pégale ojo a eso.

Como es que le dicen a las enfermedades que los coágulos cuando están en, cuando un coagulo que empieza en una pierna y de repente llega al corazón, y la persona ¡prf! ¿Cómo es que le dicen a eso? Un “Stroke”, exacto, un derrame, exacto gracias, y que le da un derrame, miren, cosas tan sencillas como esas, tal vez, tal vez el mensaje que yo les quiero comunicar a ustedes hoy, esas radiografías demuestran cosas pequeñas y diminutas que muchas veces nosotros ni estamos al tanto de ello, pero que sino atendemos esas cosas pequeñas nos pueden afectar.

Que es lo que Dios nos está queriendo dejar saber a nosotros, esas cosas pequeñas de nuestras vidas, que nosotros pensamos que no hacen nada, ojo, a esas cosas pequeñas en tu vida, el Señor Jesús quiere trabajar en ti, el quiere meter su catéter por esos lados que muchas veces son incómodos, yo he hablado con varias personas que le han tenido que hacer una angioplastia, y saben una de las cosas que me dicen, es que ese tubito por más pequeño que es, cuando entra en el cuerpo crea un sentido de presión, la gente siente como una presión así en, en todo su interior, y es como si le estuvieran apretando, cuando inyectan ese liquido para poder ver las arterias del corazón, ese, el fosch de ese liquido causa presión también, causa molestia, hay gente que se marea, hay gente que hasta le da nausea, pero todo eso es efecto de el tipo de tratamiento que está recibiendo, sino pasa eso, no hay cura, sabes que, hay veces que el Señor Jesús tiene que provocar ese tipo de presión en nuestras vidas, que cuando él se mete en esos lugares recónditos de nuestro corazón y empieza a trabajar por ahí, inyecta su sangre en nosotros y esa sangre causa presión que nos incomoda, esa incomodidad al final termina siendo para nuestro bien.

Así que mi hermano, mi hermana, hoy hemos recibido una clase de medicina, y que clase de medicina, saber que Jesús quiere tratar con tu corazón, esto esta, esto lo voy a dejar “to be continued”, porque mira ya la hora que es, se me fue el tiempo hoy.

Hoy ha estado tan bueno que de verdad que, que me desconecte del tiempo, vamos a ponernos de pie mis hermanos y vamos a orar. Tenía otra parte ahí, pero lo voy a dejar para la próxima, por eso digo que esta “to be continued”, Hah, gracias Jesús. Padre te doy las gracias por la, la oportunidad que nos has permitido de poder estar aquí hoy Jesús, de poder gozarnos en ti, de poder orar, de poder interceder, de poder deleitarnos en tu presencia, celebrar en tu presencia, de poder declarar que esto es una noche de nuevos comienzos y de poder recibir de Tu palabra el hecho Señor, de que Tú estas escudriñando nuestro corazón, que Tú eres el que estas analizando todo lo que somos, para hacernos y formarnos cada vez mas y mas a Tu imagen, al formato que Tú quieres que nosotros podamos tener en nuestras vidas.

Así que Señor mira, a medida que nos preparamos ya para salir de aquí hoy, yo te pido que Tú seas sobre cada uno de mis hermanos y hermanas Señor, que Tu bendición abunde sobre cada cual, y como bien dije al principio Señor lo vuelvo a decir ahora al final, que cuando salgamos de este lugar, podamos salir con la convicción de que Tú cumplirás con tu propósito en medio de nuestras vidas, de que todas las cosas van a funcionar, para que Tus propósitos se cumplan en medio de nosotros, Tú Jehová que cuidas de nuestras vidas, Tú que nos diriges, Tú que eres nuestro Dios, nuestro Rey, Señor te pedimos que Tú cumplas ese propósito en medio de nosotros y que nos des la sabiduría, el discernimiento para poder escuchar Tu voz, discernir Tu voluntad y saber cómo responder a la misma.

Bendice a cada uno de mis hermanos y hermanas Señor, desde el más joven hasta el más adulto Señor, yo pido tu bendición sobre ellos, las personas que nos han visitado hoy Señor que ellos puedan salir de aquí bendecidos, impactados por Tu amor Jesús y que a lo largo de toda la noche Señor, que Tú nos des un sueño tranquilo, profundo, reparador, que esa cama sea como Tu mano Señor, y que nosotros podamos descansar en Tu presencia, y que mañana si así Tú lo permites, si es tu voluntad, podamos lograr hacer lo que el día de mañana traiga, así que Jesús bendice a cada uno de mis hermanos y hermanas, despídenos de aquí con tu bendición y gracias una vez más, por la, el grato regalo de estar aquí en este lugar Señor, compartiendo unos con otros, por Tu nombre Jesús oramos y te damos las gracias, Amén y Amén.

La alabanza trae grandes victorias

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Creo que la expresión de alabanza y de adoración en la iglesia del Señor debe estar siempre presente, no solo en nuestra boca, en nuestro corazón, en nuestra mente, cada día que pasa, cada día en cuanto nos levantamos y pasamos el día y la noche, nuestra vida debe tratar de estar envuelta en esta alabanza constante delante del Señor. Es la única manera, sabe que hay algunas propuestas, proposiciones bíblicas para que nosotros entendamos de que en la alabanza hay poder y Dios actúa.

Cuántos creen eso? La verdad es que cuando el pastor Omar llamó a la congregación al frente, el Señor me había movido hablar de un versículo en el libro de los Hechos, pero también estaba leyendo el salmo 146, y yo decía, Señor, cuál es? Dime cuál es? Los dos son muy buenos temas y yo he tratado de hablar. Y el Señor me respondió a través de este llamado que el pastor Omar hizo a la congregación y que bueno que podamos, en medio de nuestra dificultad, en medio de nuestra enfermedad, en medio de nuestros problemas, llegar en alabanza delante del trono del Señor, llegar en adoración delante del trono del Señor y decirle, Señor, no importa lo que yo esté pasando, y decirle, Señor, mira, yo le digo a mi alma, como dijo David, alma mía alaba al Señor y no te olvides de ninguno de sus beneficios.

Y a lo mejor el problema es fuerte, a lo mejor el diagnóstico del doctor no es tan auspicioso, no es algo que hubiésemos querido escuchar, y nuestra carne, y el enemigo por un lado, van a comenzar a decir, no, mejor que te deprimas, mejor que te estreses, mejor que comiences a comportarte mal porque ya esto ya no tiene arreglo, mejor vive tu vida de la peor manera, amargamente, como dice… hay una clase de discipulado que hay una persona que se llama Margarina, me encantó ese nombre. No se lo voy a poner a ninguno de mis hijas, por si acaso.

Entonces, el diablo quiere que no disfrutemos de lo que realmente el Señor es en su totalidad y nosotros debemos aprender a que nuestra vida en el Señor diga esto, no es circunstancial. No es por las circunstancias que yo alabo al Señor, sino que yo lo alabo y yo lo adoro por lo que él es, por lo que él significa para mi vida, por la salvación que he recibido a través de Jesucristo, así que…. Podemos estar enfermos toda la vida pero agradecidos del Señor, ser unos verdaderos adoradores y esa enfermedad será nuestro motivo de la alabanza al Señor.

Salmo 146, dice así en el nombre de Jesucristo.

“… Alaba, oh alma mía, a Jehová. Alabaré a Jehová en mi vida, cantaré salmos a mi Dios mientras viva. No confiéis en los príncipes, ni en hijo de hombre porque no en él salvación, pues sal es su aliento y vuelve a la tierra en ese mismo día perecen sus pensamientos…”

Solo quiero dejarlo ahí. Vamos a leer más adelante de otro párrafo en este salmo. Cerramos nuestros ojos. Tome la mano de su hermano que está a su lado y comience a declarar alabanza y adoración al Señor en medio de la dificultad. Comience a declarar con su boca, comience a alabar al Señor ahí. Deje que fluya la alabanza, así como David cuando cantaba él fluía en la presencia del Señor y David pasó por tiempos malísimos. Así que, Señor Jesús, que mi alma te alabe con fervor, que mi alma te alabe con pasión, que mi alma te alabe no por las circunstancias sino por lo que tu eres, que mi vida sea una vida entera de alabanza y de adoración en el nombre de Jesús. Amén.

Leí estos versículos porque son importantes para la vida del cristiano, de aquel que ha decidido seguir al Señor, entender cuál es su manera de caminar dentro de los caminos del Señor. La verdad es que siempre hablamos, esto no es una religión, así como tantas que hay en el mundo, caminar en Jesucristo, caminar en la salvación, caminar en el beneficio del perdón, de la misericordia del Señor es un estilo de vida. Por lo tanto cambia toda la perspectiva que podemos tener cada uno de lo que es la vida, mientras algunos tienen una visión pesimista, negativa de lo que está pasando en el mundo, los cristianos a pesar de que sí sabemos lo que está pasando y lo que va a pasar, nuestra confianza está en el Señor.

Es una buena pregunta la que hizo el pastor Omar hace algunos minutos atrás. Cada uno de nosotros tenemos tiempos en que estamos tristes, en que probablemente algunas ansiedades nos van agobiando porque se van acumulando por el trabajo, por las relaciones personales, por situaciones familiares, pero nada de eso puede sobreponerse a mi relación de alabanza y de adoración con el Dios vivo. Nada de eso tiene autoridad para desplazar la alabanza que constantemente diariamente le tengo que dar al Señor.

Quiero decirles que a través de la alabanza podemos tener grandes victorias. A través de la alabanza podemos experimentar la mano poderosa del Señor, a través de la alabanza podemos experimentar que el poder y la autoridad del Señor se manifiestan aún en circunstancias difíciles, aún en circunstancias adversas, aún en circunstancias donde nosotros podemos decir, ya no hay solución, ya no hay salida, hasta aquí llegué y aquí moriré. El Señor en su palabra nos muestra tantos ejemplos de cómo hombres y mujeres han expresado esa confianza en el Señor a través de una alabanza genuina, de una adoración genuina que nace en el corazón, producto de la convicción que se tiene en el poder de Dios.

Hay un versículo en Mateo capítulo 28, versículo 17 y es una frase que me encanta, que Jesucristo dice:
“…Toda potestad me es dada en los cielos y en la tierra…”

Sabe qué quiere decir eso? Cuando hablamos de adoración y alabanza no le estamos adorando a un pedazo de palo, ni a una imagen, estamos adorando a aquel que tiene todo poder, aquel que tiene toda autoridad, aquel que ha declarado para que él no hay nada imposible y no solo eso, ha declarado que para el que cree todo, todo es posible.

Miren este concepto, que debemos entender a quién debemos expresar nuestra adoración y nuestra alabanza, a quién debemos expresar nuestro cántico espontáneo. Dice:
“…Alaba, alma mía…”, a quién? Al televisor, a la telenovela, al juego de los Red Socks? Alaba, oh alma mía, al carro que me compré, a la casa de mis sueños, alaba, oh alma mía, a Jehová.

Puede decirlo? Puede decirlo más fuerte? Ahora que se escuche. ¡Aleluya! Cuántos dicen ¡Aleluya! Cuántos dan gloria a Dios. Cuántos dan tres gloria a Dios. Yo ayer amenacé al pastor Omar con algo así.

Mire, lo que hace la alabanza bien orientada delante del Señor, una adoración bien orientada, nos recomienda aquí la palabra que no le pongamos confianza a los príncipes ni a hijos de hombre ni a seres humanos. Cuando el doctor le diga una cosa, usted dígale, déjeme preguntarle al Señor a ver si está de acuerdo contigo. Cuando el banquero le diga una cosa dígale, déjeme preguntarle a mi contador celestial a ver si está de acuerdo contigo. Cuando el diablo le diga tu familia no tiene solución, dígale, déjame preguntarle al que formó la familia mía. Déjame adorarlo. Déjame levantar su nombre. Déjame ir a ese momento, a ese tiempo de restauración en el santuario y humillarme delante de él, y llorar delante de él, y reconocer que él es maravilloso y después veamos si tienen razón, pero el Señor tiene poder.

Versículo 7, en la parte dice, “… Jehová liberta a quiénes? A los cautivos. Jehová abre los ojos, a quién? Cuántos eran ciegos antes? No solo ciegos naturales sino ciegos espirituales. Jehová levanta a los caídos. Cuántos han sentido esa mano que el Señor pone ahí para que se apoye y se levante? No es bueno ahí en ese momento decir, gracias Señor. No es bueno decir, gloria a Dios que no estoy solo. Jehová levanta a los caídos, a lo mejor en el mismo caminar de la fe, tratamos de no caernos y lo primero que hacemos es caernos. Y ahí está la mano del Señor, porque reconocemos que aunque podemos haber caído, aunque podemos haber fallado, podemos reconocer que él es el Señor. Y esa alabanza y esa adoración y esa expresión al Señor lo conmueven. El Señor se mueve con eso.

Jehová ama a los justos. Jehová guarda a los extranjeros, al huérfano a la viuda sostiene, y el camino de los impíos, qué dice? Trastorna. Todavía tiene ganas de alabar al Señor? Diga, Señor trastorna todo plan del diablo, trastórnalo, yo te alabo y yo te bendigo, yo te adoro, trastórnalo Señor.

Vamos a leer esto todos juntos, versículo 10:

“…Reinará Jehová para siempre, tu Dios, oh Zión, de generación en generación ¡Aleluya!
Cuántos dan un grito de júbilo por eso? Al enemigo o al diablo no le gusta estas expresiones de alabanza y sobretodo cuando las vamos añadiendo a nuestra vida diaria. En la iglesia, como somos todos cristianos todos gritamos, todos cantamos, bueno, si cantó el de al lado cómo no voy a cantar yo? Dice usted, si canta la hermana, cómo no voy a cantar yo? Si aplaude, bueno, yo también aplaudiré, porque aquí en la iglesia todas esas cosas se hacen. Se levantan las manos, algunos salen a danzar aquí al frente, allá voy yo, allá voy yo.

Esa expresión de alegría, de agradecimiento delante del Señor, no solo necesariamente porque la vida ha sido una vida de felicidad plena, sino porque a pesar de las circunstancias podemos entender de que no nos movemos por eso, nos movemos por un plan del Señor. Y ese plan necesita ser alabado y adorado porque el Señor lo diseñó para nosotros.

El libro de Josué en el capítulo 6, en la toma a Jericó hay una expresión de alabanza poderosa y es tan comparativo, me encanta ese relato porque cómo expresa, cómo afirma, cómo está escrito y diseñado para que nosotros entendamos que no hay nada tan alto, no hay nada tan ancho, no hay nada tan profundo que pueda resistirse a un pueblo, a una iglesia, que alabe y que bendiga el nombre del Señor.

No hay nada tan sofisticado, no hay nada tan complejo, no hay una alta crítica tan elevada en vocabulario que no pueda ser destruida por un hombre o una mujer que alabe y bendiga el nombre del Señor.

Mientras el mundo no te de la importancia que tu a lo mejor piensas que tienes, asegúrate que el Señor te de la importancia que él sabe que tu tienes a través de lo que le dices a él. Esta expresión de alabanza había todo un orden, había todo una disposición, el Señor había detallado cómo debía ser al final y solo él da este concepto de obedecer a la palabra del Señor.

Yo me imagino que era una locura dar vueltas a ese muro. Es una locura para usted comenzar a pensar que ese muro grande que se levantó para que usted no tuviera acceso a lo que el Señor tiene detrás de eso, es una locura pensar que se va a derribar simplemente porque usted está alabando al Señor. Pero quiero decirle una cosa aquí hay personas a quien se le han levantado muros tan grandes que van a caer delante de sus ojos porque su corazón está reconociendo que su Dios es un Dios todopoderoso.

En el libro de Jueces hay otro ejemplo, el ejemplo de Gedeón del capítulo 6, capítulo 7, capítulo 8. pero hay una expresión específica cuando el Señor da un sueño y Gedeón escucha la interpretación de ese sueño, hay una expresión muy corta ahí, dice que cuando Gedeón oyó el relato del sueño adoró.

Sabe, y esa palabra es tan impactante porque es el punto de partida de un proceso de victoria que el Señor iba a traer a través de este hombre a quien el Señor lo había escogido como hombre esforzado y valiente. Por ahí algunos dicen que era bastante miedoso, era bastante inseguro. Dice cuando Gedeón oyó el relato del sueño adoró y fue al pueblo.

Sabe, a un ejército tan grande como el Madián a veces hay ejércitos espirituales que se quieren levantar contra su vida, Madián representa esos ejércitos espirituales que van y le roban la bendición. Madián espiritual es en estos tiempos es aquel que le roba la bendición de diferentes maneras, usando diferentes personas, diferentes recursos. Pero sabe, el Señor quería toda la honra, toda la gloria y toda la alabanza, la quería para él. Y después de un llamado al servicio para pelear contra Madián solo se queda con 300 hombres.

Sabe lo más impactante de esto? Es que el Señor se encargó de confundir esas mentes y lo único que hubo ahí fueron trompetas, gritos y cántaros rotos. Y no porque quebraron los cántaros arriba de la cabeza de los otros, sino porque era un expresión de júbilo, de ruido, de seguridad porque el Señor ya había entregado a todo ese ejército en las manos de este hombre.

Así que usted ya sabe el plan del enemigo. La Biblia nos relata pero también nos dice cómo podemos vencerlo, así que no importa cuál sea la circunstancia, no importa cuál sea el motivo, no importa cuál sea la manera como el diablo se va a levantar, usted declare la victoria y adore al Señor, alábelo con todo su corazón porque ahí estará su ganancia, ahí recuperará lo que el Señor le ha dado, ahí tomará lo que el Señor ha diseñado para usted.

Una iglesia que alaba y adora al Señor es una iglesia que camina en las calles alabando y adorando. Parecen locos, cualquiera diría que van hablando por teléfono con estos bluetooth. No, no tienen nada en la oreja, ni una parte, es una tecnología especial que el mundo no ha podido conseguir, es una tecnología donde no necesitamos cable, no necesitamos cargar nada, solo decirle, Señor, yo te adoro, Señor, yo te alabo.

Si alguien dice que la iglesia no tiene recursos modernos, que alguien haga algo parecido a esto, esta relación fluida con el Señor. Te vas a subir al bus, te vas a subir al tren, vas a estar en la fábrica, en la oficina, vas a estar con tu familia, y tu alabanza va a ser permanente. Por qué? Porque eres un hombre, una mujer agradecida que reconoce que tu victoria está en el Señor.

Necesitamos una iglesia en estos tiempos que comience a marcar la diferencia y no que ande cantando bachatas. Yo me sé algunos nombres pero no los voy a decir porque puede causar melancolía en algunos, o salsa, o algún bolero, alguna canción norteña. Comience a cantar salmos y cánticos espirituales delante del Señor, no importa el ritmo que tenga, si tiene el ritmo de bachata, ya, pero no importa. Si tiene un ritmo de cumbia no se preocupe, déle al Señor nomás. Pero trate de ser original, no cambie la letra por la misma música. Esa es la iglesia que tiene que moverse en esta sociedad, nos quedamos callados, en silencio.

Estos días tuve la oportunidad de estar en una sala de clases y había tantas personas diciendo, cuál era su día preferido. Y yo puse el día domingo y puse porque me gustaba ir a la iglesia, me gustaba estar en comunión con mis hermanos, compartir con la comunidad de la fe. Y había otros que parecían cristianos, pero saben lo que más me ha dado esto? Es que hay otros que también están haciendo lo mismo. Había una hermana brasileña dentro del grupo y decía, a mí me gustar adorar al Señor, ese día es mi día preferido.

Había otra por allá que era de unos haitianos que decían, yo voy a la iglesia los domingos y me gusta estar ahí. Ese es el día que me gusta. La maestra estaba un poco impactada porque la mayoría prefería los viernes y sábados, no sé por qué. Yo no voy a decir nada, pero no se olviden de venir el domingo, que yo también soy amigo del pastor Roberto.

Bueno, sabe lo que me vino a mi mente? Porque eso es una expresión de alabanza, reconocer que te gusta estar con el Señor, me gusta estar en tu casa compartiendo con tu pueblo. Me acordé del relato de Elías, cuando Elías pensaba que andaba solo en el mundo haciendo la obra del Señor. Dice, no Elías, no te preocupes todavía hay muchos ahí. Hay 7000 que no han doblado sus rodillas delante de Baal. Hay 7000 que todavía me adoran. Hay 7000 que todavía están llenando mi trono de alabanza, de adoración porque creen que yo tengo poder para darle libertad a este pueblo.

Así que no estás solo. Ahora mire a su hermano si tiene cara de alabanza, y dígale, ahora sí te veo esa cara. Alabe y adore al Señor en todo lugar, en todo tiempo. No se avergüence porque el Señor se merece toda la gloria, toda la honra, y toda la alabanza.

Démosle un aplauso al Señor. Gracias Jesús, gracias Señor. Te adoramos.

La importancia de congregarse

12 de septiembre del 2011 - Por Betsy Behan

Y él (el Señor) es la cabeza del cuerpo que es la iglesia. Colosenses 1:18a

Y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de aquel que todo lo llena en todo. Efesios 1:22-23

Iglesia: esta palabra viene de la palabra griega "ekklesia" que significa asamblea, convocatoria. Muchos piensan que la iglesia es un lugar formado por paredes, pero muy lejos de ser eso, la iglesia la formamos tu, y yo, tan pronto aceptamos a Jesucristo como señor de nuestras vidas "somos su cuerpo" "El es la cabeza".

Ahora hablemos sobre congregarnos. Hace unas semanas le comenté a mi amiga Rossy lo importante que es para mi congregarme, a lo que ella agregó: "es una bendición, desde el inicio del servicio estamos recibiendo, porque cuando le damos alabanzas al Señor recibimos, y luego también con la enseñanza por la cual aprendemos de Su Palabra". Esto es cierto, desde la oración de inicio hasta la oración de despedida somos bendecidos en gran manera.

Días después conversando con mi hermana tratamos el mismo tema; ella lo ilustró de esta manera:
"Congregarnos es como llevar un auto a la estación de gasolina a echarle gasolina". Así es, podemos echarle gasolina a un auto en cualquier otro lugar, hasta en el estacionamiento de la casa utilizando un galón plástico, pero la gasolina se desperdicia, y los riesgos son altamente peligrosos. Hoy en día tenemos la bendición de tener muchos programas cristianos de televisión muy buenos donde podemos ver un servicio completo y ser ministrados, y por medio de la computadora ni hablar, pero amigos "nunca se comparara con la bendición de congregarnos"

Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuando veis que aquel día se acerca. Hebreos 10:24-25

Querida amiga, no te limites con ir a la iglesia (congregarte) sólo para la ceremonia de unas bodas, o para el servicio de un funeral; congregarnos es mucho más que eso, es una experiencia especial, y personal. Busca una congregación donde la adoración sea genuina, y enseñen la palabra de Dios tal como es, sin quitarle, ni agregarle; una congregación donde puedas crecer en el Señor.

No pases tus días sin disfrutar el regalo de congregarte, extiéndelo a tus hijos, tu familia. Lo tienes en tus manos, no lo pongas al lado. Experimenta esta bendición especial y personal.

Amado Dios: ayúdanos a comprender lo importante que es congregarnos, y de esta manera disfrutar de esa bendición especial, y personal. ¡Amén!