andres cisterna

El compromiso de la iglesia con la misión de Jesucristo

TRNSCRIPT

Hay una alabanza que estaban cantando hace unos momentos, Señor, a ver si es cierto, no queremos tus bendiciones sino a ti, y yo supongo que cada uno de nosotros entendió lo que estaba cantando, más que la melodía de la canción, muy suave, muy especial, estamos diciéndole al Señor, Señor, no importa lo que pueda sobrevenirnos, no importa lo que nos falte, no importa la persecución, no importa la escasez, sólo Tú nos importas, sólo Tú eres importante, sólo Tú eres mi Dios, sólo Tú eres poderoso, el que creó los cielos y la tierra, para Él no hay nada imposible, y para el que cree todo es posible. ¿Cuántos dan gloria a Dios por eso?. Dé gloria a Dios, no se preocupe.

Algunos tienen que acordarse de sus raíces de los glorias a Dios y esas cosas, y esos aleluyas, y esos amén, porque nuestro Dios es más poderoso, Él es nuestro Dios poderoso. Estoy contento por estar hoy día aquí, y doy gracias a Dios por la confianza de los pastores de permitirme estar un tiempo con ustedes, y quiero invitarlos a abrir su biblia en el libro de Lucas capítulo 4, versículo 18 y 19. Libro de San Lucas, el evangelio de San Lucas, uno de los evangelios en el nuevo testamento, capítulo 4 versículos 18 y 19. La verdad es que estamos en un mes en que todo es reflexión, en el mes de diciembre después de que muere San Pavo, el último jueves de noviembre, ya viene el mes de diciembre y todo es reflexión, todos reflexionamos si hemos hecho bien las cosas o no, y ya comenzamos a hacer la lista de lo que no hicimos y que a lo mejor en un mes podríamos hacer lo que no hicimos en un año, o que a lo mejor podríamos hacer la lista de lo que hacer en el próximo año, además que es un tema de reflexión porque recordamos de alguna manera el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo, y eso es como un acontecimiento mundial, ¡sólo que a veces se nos olvida que Él yá nació!.

Se nos olvida que Él ya nació hace mucho tiempo, y estamos esperando ansiosos ese día como que si fuera a nacer, Él ya nació, es más, ya vivió, ya murió por ti y murió por mí, y una cosa más, venció a la muerte resucitando en la cruz del calvario. Así que lo que hacemos hoy día es un proceso de reflexión, algunos reflexionan profundamente, se ponen a leer los evangelios, el nacimiento de Jesús, los sermones, yo creo que de cien sermones que hay en las diferentes iglesias, 99 son relacionados al pesebre, al búrro, a la vaca, a los ángeles, a los magos, no sabemos si decirles magos porque no sabemos si es bíblico o no al final.

Algunos reflexionan qué tal el crédito si les vá a aguantar, algunos reflexionan, ¿cuántos regalos tengo que hacer?, lo mejor es cuántos regalos me van a llegar. Estamos tan preocupados de poner un monito de nieve ahí afuera de nuestra casa que se nos olvidó cómo era el pesebre, se nos olvidó que este caballero gordito, gracias, de vestimenta roja, con una barba blanca espesa, con un gorro rojo, realmente él es insignificante al lado de aquél que dejó su posición de Dios para venir a ser hombre y no escatimar en ser igual a Dios como cosa a qué aferrarse, sino que vino a sufrir, a caminar, a predicar el mensaje de reconciliación que el mundo necesitaba para reconciliarse con Dios.

Estamos tan preocupados, nuestros hogares, preocupados de que el arbolito quede bien adornado, las luces, este año se usa el color verde con rojo, el año pasado se usaron los azules con los grises, nos olvidamos un poquitito en todo este tiempo de reflexión, que lo que nosotros realmente debemos valorar, es esa promesa del Dios todopoderoso que hizo hace años atrás de enviar a su hijo para reconciliar al mundo con Él, ese es Jesucristo. Y cuando hablamos de Jesucristo nos acordamos de su nacimiento, nos acordamos de que cuán difícil fué, y nos ponemos nosotros en el lugar, ¿iríamos nosotros a tener un hijo ahí en un establo?, ¿nosotros hubiésemos sido capaces de nacer en un establo?. Yo creo que nos hubiésemos puesto a reclamar, hubiésemos pagado nuestro mejor seguro de salud para en el mejor hospital nacer, y nos ponemos a hacer una reflexión y nos olvidamos de que ese nacimiento tuvo un propósito y tuvo una misión. Nos olvidamos muchas veces como iglesia de fomentar en el mundo, con nuestra familia, con nuestros amigos inconversos, con nuestra sociedad, el sistema, de que Jesucristo cuando nació no vino a ser el símbolo de una religión, vino a ser el propósito de una misión para el hombre, para que el hombre se reconcilie con Dios.

Así que, es el compromiso. Lo que vamos a leer hoy día es el compromiso de la iglesia con la misión de Jesucristo, y ojalá podamos entender un poquito lo que podamos exponer hoy día, dice así la palabra del Señor: "El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas noticias a los pobres, me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón, a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos, a predicar el año agradable del Señor". ¿Sabe lo que es eso?, que usted no está aquí para calentar un asiento. No necesita ser pastor, misionero, apóstol, profeta, maestro, evangelista para cumplir esto.

¿Sabes que el Señor te llamó para cumplir su palabra?. No sólo te llamó para que tú y yo seamos salvos a través de haber aceptado y reconocido que Jesucristo es nuestro Señor, sino que además de eso, nos llamó para predicar buenas nuevas a quienes hoy día lo necesitan. Algún día nosotros lo necesitamos también, y alguien llegó y golpeó a la puerta, y nosotros por equivocación le abrimos, y era el Señor, y yo sé que muchos de nosotros no nos arrepentimos de haber abierto esa puerta por equivocación, porque era el Señor, porque vino a tu corazón, porque vino a tu vida a sanarte. Cuando el mundo hoy día está tratando de poner una X antes de christmas, o en christmas, hasta cristianos ustedes por su facebook los conoceréis. Se mira el facebook de algunos cristianos y usted se asombraría si realmente son cristianos. Felices Xmas. Mire, aunque el sistema nos obligue a borrar la palabra christmas, Cris, Cristo no está en una letra, está en el corazón, pueden cerrar nuestra boca, no lo van a hacer porque lo que ha hecho el Señor es mucho más grande, el cielo y la tierra pasarán, pero la palabra del Señor, su autoridad, su poder, no pasará.

Así que como Jesucristo nos dió este impulso en este versículo que hoy día vamos a leer, hoy día quiero invitarle a que declare sobre usted, ponga su mano sobre su cabeza, y diga: el Espíritu del Señor está sobre mí, dígalo con convicción, el Espíritu del Señor está sobre mí. Sabe, cuando leemos todo el capítulo 4, vemos que ahí está el bautismo del Señor, y vino el Espíritu Santo como en forma de paloma, ahí, y luego fué a Nazaret lleno del Espíritu, e hizo esta declaración: "El Espíritu del Señor está sobre mí, y me ha ungido". Quiero decirles que en libro de Efesios capítulo 1 versículo 13, para los que escriben y apuntan, ahí está la referencia esencial de que fuimos sellados por su Espíritu. Ahí está la referencia porque fuimos sellados, cuando nosotros abrimos nuestro corazón para creer en el nombre de Jesucristo como nuestro salvador, dice que el Espíritu Santo nos selló, y ese día comenzamos a ser y a ser definidos como de propiedad del Señor.

Pero aún más poderoso, esto es capítulo 1 versiculo 8: "Pero recibirán poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo". ¿Sabe lo que me encanta de este versículo?, lo que me encanta de esta estructura de la palabra, que no necesitamos a nadie, es verdad y se lo voy a decir con mucho respeto, yo admiro a todas las personas que tienen ciertos dones definidos, de sanidad, de milagros, de hacer llover oro del cielo, lo que sea, pero el Señor te ha dado poder a ti, el Señor te ha llamado a ti para mostrar el poder de Dios en una nación, en una generación como ésta que no cree en Dios. Así que lo mejor que puede tener tu vecindario, tu comunidad eres tú, lo mejor que puede tener la fábrica, la oficina donde trabajas eres tú, porque tú tienes poder, porque el Señor te ha ungido y el Espíritu del Señor está sobre ti, está sobre una iglesia viva, está sobre una iglesia que cree, está sobre una iglesia que impone las manos sobre los enfermos y los enfermos sanan.

El Señor me dió la oportunidad de hablar de esto en mi iglesia, y llevo 4 domingos tratando de terminar esto, yo no sé si ha sido una bendición para la iglesia pero por lo menos para mí ha sido tremendo. Son esas palabras que uno las lee casi todos los días, casi una vez al mes por lo menos y de repente el Señor en su misericordia te manda a esa rama, tú te vas a quedar parado aquí un par de semanas, y cuando el Espíritu Santo viene sobre nosotros, y nosotros reconocemos de que estamos bajo su dominio, cuando nosotros reconocemos que estamos bajo su señorío, cuando reconocemos que estamos bajo su autoridad, viene esa unción, esa embarrada de aceite espiritual, dice el Salmo que es desde la cabeza hasta la planta, dice que corre por la cabeza, baja la barba, luego las vestiduras, hasta el borde de la vestiduras. Hay un sentido de sumergirse, de ser envueltos, ahí uno se siente, ahí uno siente lo que siente un pescado frito, envuelto en aceite, porque el Señor te quiere envolver así, te quiere abrazar con su poder, con su unción, ¿sabe para qué?, para llevar las buenas nuevas de salvación a los que lo necesitan.

Es que la iglesia no está para hacer vida social solamente. La iglesia en esta ciudad, en este mundo, no está para llevar adelante una religión así como el porfiado del mundo, está para mostrar lo que es Dios por sobre todas las cosas, el que puede sanar, el que puede libertar, el que puede restaurar, el que puede unir lo que está desunido. El que puede devolver el gozo, el que cambia el odio en amor, el que cambia la tristeza en gozo, ese es el Dios en el que la iglesia debe estar preocupada de predicar.

Así que, esta primera estructura de este versículo nos enseña que el Espíritu Santo es nuestro respaldo. Así que donde usted ande no se sienta tan poca cosa simplemente porque no junta unos miles. Cuando leemos el libro de los Hechos y vemos la obra de los hombres que creyeron, dice que, cuando Pedro cuando caminaba por las calles, dice que la gente por lo menos si la sombra los tocara, si la sombra llegaba a tocar a uno de esos enfermos, ese enfermo se paraba y salía caminando solo. Hay algunos que ni la sombra de nosotros quieren ver, no se sacan fotos con nosotros, cuando vamos al lado de un arbolito de navidad hasta las luces se apagan, para qué le digo de Santa Claus, se vá, adelgaza tanto. Sabe la iglesia del Señor trasciende, la iglesia del Señor bota barreras, cuando nosotros podemos declarar estos versículos sabe, este versículo se toma de tantas maneras, los que creen en el cristianismo social, los que empujan, se basan mucho en esto. Pero aún vá más allá, porque los pobres no son sólos los que no tienen que comer, son aquéllos a los que les falta algo. Son aquéllos a los que les falta casa, hay algunos que tienen muchas casas, si realmente son bien pobres.

Hay algunos que tienen estupendos trabajos, ganan un salario impresionante, y son pobres, sienten que aún les falta, y esa es la misión de la iglesia. En el libro de Hechos capítulo 2, podemos detallar más o menos identificar lo que significa esta misión de Jesús, y sabe, lo interesante es que eran personas como usted y como yo, que estaban y fueron impactados por el poder, por la autoridad, por la unción del Espíritu Santo, eran personas que trabajaban más de 40 horas a la semana probablemente, eran personas que tenían que pagar renta y un montón de compromisos, pero fueron impactados por el poder y la autoridad del Espíritu Santo en sus vidas, y comenzó a correr una fuente de poder en esa ciudad que comenzó a hacer grandes cosas. Dice en el capítulo de los Hechos si podemos más o menos ver lo que pasó, en el capítulo 2 hablamos del día de Pentecostés. Cuando hablamos del día de Pentecostés los pentecostales deberían saltar, un shock eléctrico debería darles ahora.

Dice que vino el Espíritu Santo así como en lenguas de fuego y se posaron sobre ellos, y ¿a qué? dice a hablar en otras lenguas, y dice que no eran como esas lenguas tan espirituales que pudieramos pensar sino que eran lenguas bastante terrenales que algunos que estaban escuchando decían, ¿pero él cuándo aprendió mi idioma?. Sabe lo que me encanta de esto, que dice cuando el Espíritu del Señor, si volvemos y hacemos un paralelo, vino y me ungió, me daba ungimiento para dar buenas nuevas, para dar la palabra del Señor, ¿sabe qué?, aunque tú no sepas hablar, nada de inglés, sólo pidas el número 1 en Mcdonalds, sólo sepas decir number 1, yá, si el Espíritu del Señor está sobre ti, aun así va a trascender a otros, y muchos van a entrar en un proceso de convicción de que Dios es poderoso, no, es que resulta que no sé inglés por eso yo no avanzo tanto en el evangelio. ¿No le han dicho que Dios habla español?, así dicen algunos, yo tengo mis dudas.

Así que el Espíritu Santo cuando viene a la vida de las personas, cuando viene a la iglesia del Señor, cuando viene el Espíritu Santo está sobre su iglesia, comienza ésta a trascender las culturas, a trascender los idiomas, y comienza a desarrollar una convicción sobre otros que no habían escuchado de las maravillas del Señor. Así que aquél que es indiferente y duro de corazón es tocado por la trascendencia del Espíritu Santo en la vida de un siervo, de una sierva, de un hijo, de una hija de Dios.

En el versículo 14 del libro de Hechos, cuando Pedro hace su primera intervención, si ustedes pueden leer el mensaje de Pedro ahí, usted se vá a dar cuenta, Hechos capítulo 2 versículo 14, de ahí para adelante, sabe usted se vá a dar cuenta de cómo Pedro, estando bajo la unción, la presencia del Espíritu Santo, respaldado por el Espíritu Santo, por el poder y la autoridad que Él le dió, comienza a hablar con autoridad de Jesucristo. Comienza a decir lo que Él fué, lo que Él hizo y cómo terminó, usted dirá y donde está lo maravilloso ahí, que Pedro era ignorante, que Pedro no era un letrado, que Pedro no era un educado, y Pedro comenzó a hablar con elocuencia, comenzó a hablar con convicción, con certeza de que Él realmente era Jesucristo. La gente no entendía cómo un hombre que era del pueblo, del vulgo, alguien que apenas sabía las vocales, se atrevía a pararse frente a una cantidad exagerada de personas y hablar de Jesucristo, de lo que Él fué, de las maravillas, y de cómo injustamente lo crucificaron.

Así que el Espíritu Santo cuando está sobre ti te dá autoridad para hablar de este Jesucristo maravilloso. Si la vida de la iglesia no es muy graciosa, y no estoy hablando de hablar en lenguas o danzar, estoy hablando de vivir bajo el Espíritu Santo, de vivir bajo su amor, su manto de respaldo. Si hablas en lenguas o no eso es del Señor. Pero cuando lo buscamos diariamente, cuando abrimos la palabra, comenzamos a tener hambre de Él, viene y te dá palabra, te dá discurso, te dá repertorio para hablar a veces en lugares donde nadie te escucharía, como le pasó a Pedro. En Hechos 2 versículo 41, ahí vemos la conclusión de este gran mensaje, hecho por un hombre que estaba bajo la unción del Espíritu Santo que trajo conversión. Dice que ¿cuántos se añadieron a la iglesia más o menos?, como tres mil, y eso que ese culto no estaba preparado, no vino ni el guitarrista, ni el de la batería, no había micrófonos, como tres mil.

Usted se imagina dónde pudo haber estado hablando Pedro para que haya alcanzado tres mil, no hay una voz tan fuerte que pueda ser escuchada por tres mil personas, pero cuando está el Espíritu Santo hasta el último que llegó medio perdido que pasa aquí, hasta ese lo recibe. Hasta ese que llegó preguntando si cobraban la entrada por el concierto, hasta ese recibe la gracia, el regalo de salvación, dice que como tres mil se convirtieron, sabe la palabra del Señor, cuando el hombre usa la palabra del Señor estando bajo la unción del Espíritu Santo y esto es a todo nivel, no crean que sólo para los súper espirituales, para los que trabajan en los ministerios sociales, para los que tienen que trabajar en la política, para los que trabajan en una fábrica, en una compañía, todos podemos estar bajo la unción del Señor. Y ahí el Señor nos vá a dar gracias, y permitir alcanzar a otros.

Versículo 42, Hechos capítulo 2, no sólo entra en el proceso de convicción sino que su iglesia también entra, dice el versículo 42: "Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones". Sabe si se quiere al Señor es mucho más entretenido que estar en un edificio. Sabe que esa película Misión Imposible que van a estrenar ahora es aburrida comparada con lo que el Señor puede hacer con nosotros, y realmente se vé bien buena la película esa, pero aún así podemos saltar de un edificio más alto y viene el Señor y te vá a hacer resplandecer, no estoy diciendo que se tiren de algún edificio, estoy diciendo que el Espíritu Santo, cuando la iglesia está bajo la unción del Espíritu, la creatividad de su iglesia comienza a funcionar de diferentes maneras. Y lo que puede ser amargura para unos, para otros puede ser oportunidad de mostrar el nombre de Jesucristo a personas que lo necesitan.

Quiero decirles de que este sermón me demoré cuatro semanas, así que imaginen cuán largo será hoy día. Dice que el Espíritu Santo, no hay nada que te pueda mover, ni aunque se levante el gigante de amanecida todos los días, porque esos gigantes eran buenos para permanecer. Hay algunos cristianos que conocen la amanecida tipo 11 o 12 del día, uy que salió temprano el sol, 11 y 45 de la mañana, aunque se levante el gigante, aunque el ejército te rodee, aunque estés caminando en ese proceso de desierto y no haya nada a tu alrededor, ahí estará la respuesta del Señor, ahí estará su poder.

Y esas cosas nos hacen perseverar en la fé de nuestro Señor Jesucristo. Una iglesia con una convicción arraigada en lo que es el concepto del Señor Jesucristo, más que en el concepto de lo que es una religión, es una iglesia que perdura en el tiempo. Muchos jóvenes se preguntan, ¿uy tan viejito y todavía sirviendo al Señor?. Cuántas cosas habrá visto ese viejito del poder del Señor, así que no echemos pie atrás, sigamos con la misión que el Señor Jesucristo nos encomendó a nosotros, si alguno de ustedes se sentía que no tenía un propósito más o menos para seguir visualizándose en la presencia del Señor, aquí tiene bastantes cositas que hacer. A lo mejor no vá a tener una oficina, no vá a tener un micrófono, pero sí va a tener la oportunidad de hablar del Rey de reyes, y Señor de señores. Y cuando su vecina o su vecino le diga, mira, algo pasó con mi esposo, con mi, bueno, con la nuera, si las suegras todavía piden oración por las nueras ¿no es cierto?, y por las suegras también, vá a ir usted y con esa autoridad que el Señor le dió, dice que pondréis las manos sobre los enfermos, ¿y qué vá a pasar? (hermanos: sanarán)

Hay algunos que están dentro de la iglesia que mejor no pongan las manos sobre un enfermo. Hechos capítulo 2 versículos 43 al 47: Cuando el Espíritu del Señor está sobre nosotros, sobre la iglesia, trae impacto, hay señales, hay prodigios, trae unidad, sufren con los que sufren, trae un despertar para estar en la presencia del Señor dos veces a la semana, todo el tiempo. Sabe que la gente estaba deseosa en ese tiempo de estar en la iglesia del Señor. ¿Sabe lo que me impacta de toda esta historia cuando la podemos resumir?, es que la gente cuando tenía algún enfermo no llamaba al 911 y llegaba la ambulancia, iban a la iglesia porque sabían que seguro salían sanos. Usted vaya ahí y vea si sale sano, un par de pastillas y después tiene que volver por si acaso.

Esa es la iglesia activa, esa es la iglesia que el Señor no quiere que se pierda, que continuemos cultivándola. En medio de una montaña de incredulidad, en medio de una montaña de dudas, en medio de una montaña de argumentos contra lo que es Dios, se levanta la iglesia como la zarza ardiendo en medio del desierto para demostrar que Dios es poderoso y aún eso el mundo no lo puede hacer. Sabe que en esa iglesia primitiva buscaban la manera de poder juntarse, buscaban la manera de estar siempre pendientes a la obra del Señor, somos ungidos para predicar, para dar las buenas nuevas de salvación. En Éxodo capítulo 29 versículo 36 nos enseña a sufrir por el pecado de otros para ofrecer la buena noticia, ¿y sabe cuál es la buena noticia?, que Jesús te perdona, que Jesús te salva, que Jesús te sana, esa es la buena noticia.

En Primera de Corintios capítulo 1 versículo 21 dice que Él nos ungió, Dios nos ungió, así que esto no es cualquier cosa, esto no es una credencial de una denominación, en Primera de Juan capítulo 2 versículo 27: "Pero la unción que recibimos de Él permanece en vosotros". Usted puede mirar sus manos, mire sus manos, mire sus manos, dígale Señor yo no tengo mucho, a veces me cuesta hasta creer, pero yo necesito de esa unción, yo necesito de esa gracia. ¿Qué pasa si pone sus manos como recibiendo algo, como recibiendo un regalo, créalo, es algo simbólico pero diga, Señor gracias aquí están mis manos, no tengo mucho, no tengo mucha educación, no tengo muchos recursos, a lo mejor no tengo mucho tiempo, Señor, pero necesito de esa unción, necesito que el Espíritu del Señor esté sobre mí.

Ahora cierre sus ojos con sus manos ahí, cierra sus ojos, el Señor está llamando a una iglesia a recibir esta unción del Espíritu Santo en forma especial. Sabe, cuando nosotros podemos estar listos para recibir esto sabe, comienza a abrirse un mundo de oportunidades para mostrar lo maravilloso que es Jesús. Y en este tiempo cuando la gente recuerda vagamente ese pesebre y esos establos, y esa imagen de Jesús del pesebre con sus padres, con los Reyes Magos, es una imagen tan religiosa, tan mística, y yá para algunos no tiene importancia aún dentro de la iglesia, hay un remanente que está deseoso de cumplir la misión de Jesús aquí en la tierra, gracias Jesús, gracias Jesús...

Vamos a ponernos de pie, saben nunca tenemos suficiente unción como para no poner las manos así, nunca, nunca somos tan suficientemente espirituales para sacar la mano y decir Señor no me dés más, dígale Señor no me dés más, necesito de ti, Señor yo te anhelo con todo mi corazón, comienze a levantar su voz, y comienze a declarar que el Espíritu del Señor está sobre su vida, y en este mes de tanta reflexión, el Espíritu del Señor vá a mostrar que usted tiene poder, que usted tiene autoridad, porque le ha dado esto para caminar en este mundo. Señor, necesitamos de ti, Señor necesitamos que cada día nuestras manos sean ungidas con ese aceite, óleo fragante, óleo para poder realizar el trabajo que nos has encomendado. Gracias Señor, porque has traído poder, aleluya, sopla Espíritu Santo, sopla Espíritu Santo, (en lenguas), aleluya, aleluya, aleluya, aleluya, aleluya, si estás enfermo, el Señor está trayendo sanidad ahora. Si estás triste está cambiando tu tristeza en gozo. Si estás oprimido, si estás quebrantado ahí está, el Señor levanta al quebrantado y sana sus heridas.

Hoy es el tiempo agradable de su palabra, si oyeran hoy su voz no endurezcan su corazón dice su palabra. Oh Espíritu Santo muévete, con autoridad, escudriña lo profundo de nuestros corazones, gracias Jesús, gracias Señor Jesús, aleluya, aleluya, aleluya, gracias Jesús, gracias Señor Jesús. Aleluya, gracias Señor Jesús, gracias Jesús. Gracias Señor Jesús, aleluya, Tú eres bueno Señor, gracias Señor, gracias Señor.

Con vista previsora para una provisión

TRANSCRIPT

Quiero invitarlos a abrir sus Biblias en el libro de Primera de Crónicas, Capítulo 28, versículo 20. Tomé este versículo porque había muchos versículos para tomar, pero tomé este porque ya se me venía la hora encima de llegar aquí, no hallaba cuál de todos leer, pero yo creo que este de alguna manera refleja lo que hoy día el Señor nos está trayendo. Yo le puse a este sermón basado en esta historia que hay aquí en el Libro de Crónicas, partiendo desde el Capítulo 21 la necesidad de una iglesia que sea previsora para una provisión.

Yo no sé si sonará bien el título, pero no se me ocurrieron otras palabras en español, ya se me está olvidando el español a veces. Así lo vamos a leer en el nombre del Señor Jesucristo:

“…Dijo además David a Salomón, su hijo, anímate y esfuérzate y manos a la obra, no temas ni desmayes porque Jehová Dios, mí Dios, estará contigo. Él no te dejará ni te desamparará hasta que acabes toda la obra para el servicio de la casa de Jehová…”

Debiéramos haber explotado en ¡Aleluya! Gritos de júbilo, aplausos, gloria a Dios, chofares, todas esas cosas deben estar sonando. Mira ahí. Gloria a Dios. ¡Aleluya!

Quiero decirle que no nos habíamos puesto de acuerdo con el hermano Roberto en nada de esto. Todo es por obra del Señor. Quiero aclarar un poquito. Estaba leyendo estos Capítulos y me parecieron muy interesantes. Creo que la iglesia del Señor en estos tiempos debe aprender a ser previsionaria. La palabra más común puede ser precavida, precavidos. La otra palabra puede ser muy atentos a las circunstancias.

Y en relación a este mes tan especial que la iglesia, a través del pastor Roberto y a través de los líderes pastorales de cada uno de sus pastores y líderes, están proponiendo motivarnos para que podamos seguir adelante en este proyecto que el Señor ha puesto en el corazón de cada uno aquí en la iglesia, específicamente en el corazón de nuestro pastor, de levantar ese edificio.

Sabe, me vino a la mente hace algunas semanas una idea. Muchas veces el hijo de Dios en estos tiempos se ha olvidado de ser previsor. Para muchas cosas, no solo por el momento económico que a lo mejor la iglesia hoy día necesita de parte de cada uno de nosotros, sino como modelo de vida, nos hemos acostumbrado a no ser previsores. Es muy fácil hoy día para evitar a lo mejor esperar un tiempo en conseguir alguna cosa que necesitemos para nuestra casa, mejor nos endeudamos, mejor pedimos una tarjeta de crédito.

Es mucho más fácil comprarlo ahora que estar ahorrando. Hay un modelo en nuestra vida que se está repitiendo, cuando estamos en el mundo y lo traemos a la iglesia. No dejamos que el Señor comience a sanar algunos hábitos en nuestra manera de vivir.

Este modelo de no ser previsores es un modelo que se lleva en todo el mundo y la iglesia ha entendido que muchas veces es mejor, a lo mejor endeudarse, y estoy hablando de iglesia, nosotros personalmente, no como estructura denominacional u organizacional. Estoy hablando de que muchas veces nosotros erramos la manera de cómo hacer que Dios se glorifique en nuestra vida bendiciéndonos.

Nosotros ayudamos al Señor con diez cuotas sin intereses. Lo ayudamos a que nos regalen alguna cosa, pero nosotros nos adelantamos a lo mejor firmando un papel y quedamos endeudados. La falta de previsión de nosotros como hijos de Dios, ha llegado hasta ciertos niveles de que algunos hijos del Señor ya deben estar cerquita de la bancarrota si es que ya no están. No hemos aprendido a ser previsores en un país como este, tan consumista, donde tu ganas para gastar. Y si no tienes para gastar, yo te presto. Si no te gusta ahorrar, no importa, con los pagos mínimos ya tienes lo que quieres.

Hay una conducta en el modelo mental del hombre, de no ser previsor acerca de su futuro. Y a mí me provocó una gran ansiedad estos Capítulos. El concepto de prevenir, un concepto en el diccionario español dice, preparar, disponer con anticipación, apartar, anticiparse. Y eso nos enseña a nosotros a que la iglesia debe estar enmarcada en un modelo previsor. Qué significa provisión en un concepto bien corto? Es la providencia o la disposición conducente al logro de algo.

Hay una conexión entre ser previsor y la provisión. Para conseguir algo en algún futuro cercano o mediano o a largo plazo necesitamos aprender a ser previsores. Necesitamos comenzar a guardar antes, necesitamos comenzar a protegernos antes, no solo en el tema del dinero, sino también en nuestra manera de vivir.

Y quiero llevarlos a Primera de Crónicas, Capítulo 21, esto está en el Antiguo Testamento. Hoy día en un mundo donde parece que nada es de nosotros aunque lo tengamos en nuestro poder, parece que nada es de nosotros. La casa le pertenece al banco, el auto le pertenece al dealer, su vida, mi vida puede estar vendida a cuántos financistas por ahí, llamadas tarjetas de crédito, Visa, Mastercard. Algunas quieren tener unas que dice Gold, Platinum, para que sea la diferencia. Ya Visa y Mastercard ya es para otro tipo de gente, de otro nivel, son de los mil para abajo. No, yo quiero tener de los 5 mil para arriba. En un mundo donde parece que fuera de nosotros algo, pero en definitiva no es nuestro, sabe ese modelo de vida aún lo traemos a la iglesia.

Cuando llegamos a la iglesia muchas veces por el sistema político, por el sistema social y económico muchas veces ni siquiera viviendo aquí, nos sentimos de aquí. porque en cualquier momento me voy, me ofrecen una oportunidad de trabajo allá en Alaska y me voy a trabajar con los osos polares. O me voy allá a la Antártida y tengo de compañero o de secretaria o secretario un pingüino. Estamos en ese movimiento, el mundo se mueve tan rápido. Usted se compró un laptop hoy día en mil dólares, una computadora personal en mil dólares, ya mañana le cuesta 200. Ya no lo puede devolver, lo castigan con un 15 por ciento. El mundo cambia, el mundo se mueve, el mundo es inconstante aunque la tecnología ha dicho lo contrario, pero ese es un modelo de vida que ha llevado a nosotros, nos ha enseñado a ser inconstantes. No sentimos mucha responsabilidad, no sentimos mucho compromiso. No lo sentimos parte de…

Es un modelo donde tu tienes un vecino pero no sabes cómo se llama. Y te da lo mismo aprenderse su nombre al final. Sabe, necesitamos crear en el camino del Señor un modelo previsor. Sabe para qué? En favor de la provisión del Señor, en favor de lo que el Señor está mostrándonos de lo que tenemos que hacer. No solo en construir un edificio sino en nuestra vida.

Si yo quiero vivir largos días además de obedecer al Señor y respetar a mis papás, como dice el mandamiento, debo tratar de adelgazar un poco porque sino muchos largos días no me van a quedar. ¿Sí o no? No puedo ponerme a adelgazar cuando tenga 60 años, ya será un poquitito tarde. No puedo yo sanar mis finanzas si me estoy endeudando cada día más buscando tarjetas de crédito por todos lados. Busco esas sin intereses, termino pagando todos los intereses al final porque no pagué nada.

Son modelos de vida que a la iglesia están perjudicando, están dañando. ¿Saben qué? En Primera de Crónicas, Capítulo 21 versículo 18 al 30 ahí hay un relato histórico interesante acerca de una palabra que el Señor le da a David a través de un profeta. Y David hace propia esa palabra y estructura una manera tan enérgica, tan apasionada de poder, de una vez por todas, establecer un lugar para adorar al Señor de una manera permanente, en un lugar fijo.

Sabe, David, yo creo que estaba cansado de andar transportando el arca, el lugar donde estaba la presencia del Señor, hasta un amigo se le murió ahí. Se le murió el amigo. Él estaba con pesar, estaba cansado de tener que proteger el arca, de que se lo llevaban los filisteos y ellos la recogían, y venían los filisteos y se la llevaban, y ellos… estaba cansado, yo creo, David, estaba estresado.

Y hay una referencia bíblica interesante en este Capítulo. Sabe por qué? Porque David entiende el mensaje del Señor, entiende que el Señor quiere un lugar establecido donde definitivamente se haga el lugar donde se iba a adorar al Señor como pueblo. Sabe qué? Muchas veces nosotros, aún no definimos el lugar en nuestro corazón donde se va a adorar y a bendecir el nombre del Señor.

La iglesia, los hijos del Señor están simplemente caminando de un lugar para otro, esperando que la bendición no se les escape, esperando que la bendición no se las roben, pero no hemos establecido un lugar, no hemos declarado, no hemos comprado, no hemos pisado ese lugar en nuestro corazón y decir, en este lugar en mi vida se va a levantar el altar para adorar y bendecir el nombre del Señor.

David estaba ansioso porque se levantara algo que declarara las grandezas del Señor. Quiero invitarlos a leer el versículo 24, Primera de Crónicas, Capítulo 1, versículo 24:

“…Entonces el rey David dijo a Ornán, no, si no que efectivamente la compraré por su justo precio porque no tomaré para Jehová lo que es tuyo, ni sacrificaré holocausto que nada me cueste…”

Sabes, esa es una expresión muy sublime de David. Aún así David reconocía que aunque el Señor se la podía haber dado, él era el rey, el hombre se la podía dar porque no se le podía negar al rey. Muchas veces nosotros esperamos cosas gratis, todo gratis, ojalá que sea gratis. La primera pregunta cuando alguien nos ofrece. Cuánto vale? o es gratis? Y traemos eso a nuestra vida espiritual.

Sabe, el Señor quiere que aprendamos a pagar un precio justo para disfrutar de su presencia, insisto no es solo dinero, es un modelo de vida, es una manera de ver al Señor. Esta historia es tan apasionada, si usted puede leerla con tranquilidad en su casa.

Pero aquí yo veo ciertas características que son necesarias que nosotros podamos visualizar. Debemos considerar que nuestra vida, nos debemos sentir parte de un proceso. Cuando David recibió esas palabras del Señor a través del profeta, sabe lo que sintió David? Sabe lo que yo veo aquí? que él se sintió que era parte del proceso al cual Dios lo estaba llevando, no era ajeno. Muchos de nosotros nos sentimos ajenos al proceso al cual Dios llamó o puso en la visión del líder, del pastor, o de nuestra vida incluso.

Si el Señor te dice que no fumes más, Señor, será verdad eso? David se sintió parte, se sintió incorporado en este proceso por lo tanto, cuando él se sintió incorporado en el proceso él dice, no, no me regales eso. Tu puedes hacerlo pero yo te voy a pagar lo justo, porque a mi Dios yo le voy a dar lo mejor. No es gratis. No es porque me conviene a mí sino porque yo me siento parte de ese proceso en el cual Dios nos va a llevar.

Ya David sabía que su destino no era él levantar el templo. Pero si el Señor le dio la oportunidad de verlo, sabe por qué? Porque él se sintió incorporado, él estaba incorporado en este proceso.

Qué bueno es sentirse incorporado, ser parte de un proceso que cuesta, que cansa, que a veces son lágrimas, que a veces son horas de voluntariado, que a veces son tiempos, a veces que las cosas no salen, pero cuando somos parte del proceso sabemos que la previsión que yo estoy haciendo hoy día es en favor de la provisión que el Señor está dando para el futuro.

No podemos presentarle a Dios sacrificios que no nos cuesten. Si el sacrificio no te cuesta, eso se llama ser religioso y los religiosos no llegan muy lejos. Es más, cuando se cansan se van. Sabe? Es necesario crear un ambiente en la iglesia del Señor, un ambiente de que somos parte del proceso.

A lo mejor usted está pensando si poder incorporarse a este gran proyecto de nuestra iglesia. El Señor quiere que lo hagas. El Señor quiere que no mires de lejos, que te incorpores, que digas yo voy a estar ahí. Si tengo que venir un día a levantar una piedra, una madera, lo voy a hacer. Si puedo aportar con dinero, lo voy a hacer. Si puedo aportar con mi experiencia, con mis conexiones, lo voy a hacer. La previsión que el Señor te ha dado es en pro de la visión que el Señor le ha dado a esta iglesia.

Es necesario que entendamos eso. En Primera de Crónicas, Capítulo 22, versículo 14, quiero invitarlos a leer este Capítulo, Primera de Crónicas, Capítulo 22, versículo 14 dice:

“…He aquí yo con grandes esfuerzos he preparado para la casa de Jehová 100 mil talentos de oro y un millón de talentos de plata y bronce, y hierro sin medida porque es mucho. Asimismo, he preparado madera y piedras a lo cual tu añadirás…”

Es otra interesante característica que David nos enseña y nos revela en esto. Usted puede encontrar muchas más. No solo la necesidad de ser parte de un proceso, sino el incorporarnos al proceso le va a dar aún más fuerza. Es interesante porque este versículo lo podemos asumir de muchas maneras. No solo se conforme en el español tradicional, bien simple, no solo se conforme con diezmar y ofrendar lo justo, lo que la ley dice, porque ya eso se está usando para la obra del Señor. No diga, yo ya doy mi aporte y con eso se la arreglarán, levantarán un edificio bonito y me darán un asiento en primera fila, porque ya lo que usted está dando están siendo usado, aún ahora en el crecimiento de la obra del Señor, en la extensión del reino.

El sentirnos partes del proceso nos lleva a incorporarnos, a entender que somos parte, que esta parte transformará una comunidad, transformará una familia, transformará la vida de un niño, de una mujer, de un hombre, de un adicto a las drogas, al alcohol, a la pornografía, de un político, de una asistente social, de un doctor, de un profesional, lo que el Señor nos está llamando es a involucrarnos en el proceso porque él mostrará su gloria a través de lo que nosotros podamos proyectar por la obra del Señor.

Debemos entender que somos un cuerpo, y usted no anda en otros lados. Hay muchos de nuestros hermanos hoy día que quisieran estar con nosotros, en otros estados, se ha levantado una persecución grande contra la población inmigrante hispana, aunque son leyes antiinmigrantes como para todos, esas leyes tienen nombre y apellido, son de México hasta Sud América.

Sabe, muchos de ellos probablemente se sentían parte de sus comunidades de fe y han tenido que salir corriendo de las ciudades. Saben, yo quiero invitarlos a que se sientan que no es solo un instrumento más, un número más, no es una ovejita a quien se le está sacando la lana como algunos tienen por costumbre. Alguno conoce el término lana?

Hay algunos que engordan a las ovejitas solo para sacarles la lana. Sabe, el Señor quiere una iglesia comprometida con su obra. El Señor quiere una iglesia comprometida. La verdad es que no debe haber nada en nuestras vidas que nos impida ofrecer al Señor lo que él nos pida. El ejemplo de Abraham y de Isaac. Sabe, en el Capítulo 29, en el versículo 3 y aquí viene esa milla extra, aquí viene este sentido de decir, Señor, todo lo que yo tengo ni siquiera me pertenece, es tuyo. Todo lo que tu me permites administrar, todo lo que tu me permites tener, no es porque realmente yo me lo merezca, sino es porque tu me has bendecido. Y este es el versículo que captó mi vida, y este es el versículo que me ha enseñado a entender que ser previsionario va a ayudar en la provisión de la obra del Señor.

Mire, además de los diezmos de David, además de las ofrendas que se daban los miércoles, además que la ofrenda que él daba en la célula, o en algún ministerio donde él estuviera, fíjese lo que dice el 29:3,

“… Además de esto por cuanto tengo, mire la palabra que usa, mi afecto…”

Yo estoy enamorado de mi Dios. lo que Dios me pida, eso se lo doy, incluyendo mi vida, sino pregúntale al pastor iraní que está a punto de ser colgado, pero eso será testimonio para que ese país se vuelva al Señor.

Tengo mi afecto en qué? En mi carro? En mi casa? En la cantidad de cuartos que tengo en mi castillo? En los caballos tan preciosos? Ustedes saben que los caballos eran más importantes que las mujeres en ese tiempo. De verdad. eso era así.

“….Por cuanto tengo mi afecto en la cantidad de anillos que tengo puesto? En los títulos que saqué en la universidad? O en la cantidad de cabezas que tengo colgadas en mis paredes de tanta guerra, de tanta sangre que he derramado? Eso es una palabra tan profunda, es una expresión tan alentadora, es una expresión tan de, tu eres el soberano y yo tu siervo. Tuyo es todo.

“…Por cuanto tengo mi afecto en la casa de Dios…” de quién? No, el mío. No, mío. No, mío. No, no es suyo, es mío. Sigue siendo mío. Las mujeres están peleadoras, digo yo.

“…en la casa de mi Dios yo guardo en mi tesoro… ─ dónde? ─ …particular….”

Sabe lo que está diciendo ahí? Además de que yo sé que diezmo y que me dan todos los años la carta de los diezmos para declararla, además de que yo ofrendo y le doy a los pobres, y doy a las misiones, aún así el Señor me ha permitido y me ha bendecido, y me ha prosperado, que aún de esos tesoros particulares, personales que lo tenía para irme a las Bahamas una semanas, o al Caribe, o a algún viaje por el mundo, o a algún de Estados Unidos donde todo me lo lleven al cuarto y yo no tenga que… que ojalá me echen viento con unas palmeras por ahí. Todo eso, todo eso que puede representar el tesoro, mi educación, mis influencias, mi bienes materiales, ese es mi tesoro particular de mí tesoro particular.

“…Oro y plata, que además de todas las cosas que he preparado para la casa del santuario, he dado para la casa de quién? De mí Dios…”

Señor, te adoramos. Eso no significa tener falta de fe, significa que tenemos que hacer nuestra parte, porque Dios ya ha prometido hacer la de él. Y esto nos demanda un esfuerzo más en nuestras vidas y en favor de la comunidad donde estamos. A lo mejor usted dirá, David era rey, cómo no iba a guardar algunos tesoritos particulares.

Mire, el gran principio de dar, una de las grandes enseñanzas del dar está en Segunda de Corintios, Capítulo 8. Para aquellos que no se sienten que no tienen ni siquiera ni un alambre de adorno, que a lo mejor nos ponemos un staple en la oreja nomás, no nos alcanza para más, mire lo que dice:

“…Asimismo hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a la iglesia de Macedonia, que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su qué?...”

Así que en el reino del Señor no hay pobre que no pueda ser generoso. Los ricos están obligados, pero los pobres pueden ser generosos con el Señor.

“… pues doy testimonio de que con agrado,─ con qué? ─ Con agrado han dado conforme a sus fuerzas, ─ y qué más? ─ y aún más allá…”

“…Más allá de sus fuerzas, pidiéndonos con mucho ruego que les concediésemos el ─ qué? De qué? En qué? ─ en este servicio para los santos…”

No solo es un modelo para a dar, es aprender a vivir porque el Señor no se queda corto contigo ni con nadie. El Señor ha sido tan bueno con nosotros. Gracias Señor.

“…Y no como lo esperábamos sino que asimismo se dieron primeramente al Señor y luego a nosotros por la voluntad de Dios….”

Amén. Quiero invitarlos a que aprendamos a ser previsores para la provisión del Señor. Es un desafío, no es fácil en estos tiempos, pero aún así el rey David, cuando usted comienza a leer estos Capítulos del libro de Crónicas, se va a dar cuenta que hay una oración al final del Capítulo 29, versículo 11 y quiero invitarle a que cierre sus ojos, no lo lea, cierre sus ojos, yo se lo voy a leer, dice:

“…Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor, porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino y tu eres excelso sobre todos. Las riquezas y la gloria proceden de ti y tu dominas sobre todo. En tu mano está la fuerza y el poder y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos. Ahora pues, Dios nuestro, nosotros te alabamos y lo loamos tu glorioso nombre. ¡Aleluya!...”

Gracias, Señor, porque tu quieres sanar a tu iglesia, Dios, y quizás en estos tiempos tan especiales en nuestra Congregación, necesitamos ser exhortados, ser animados, primero a entender que todas las cosas son tuyas y provienen de ti, y que nos has dado la inteligencia y la sabiduría para aprender a ser previsores.

Señor, yo siembro en el corazón de cada uno de mis hermanos el hábito de ser previsores para el futuro de tu obra que hoy día muchos de ellos que pueden tener, abrir una cuenta de ahorro, o tener ahí guardados en un sobre, Señor, una cantidad de dinero para la obra tuya, o que sean previsores, Señor, porque tu, Señor, estás llamando a cada uno de ellos a predicar tu Evangelio, que sean previsores, Señor, en la enseñanza, en aprender de tu palabra. Que sean previsores, Señor, en guardarse como hijos tuyos, que te teman, Señor.

Señor, quizás en este tiempo especial de nuestra Congregación, Señor, necesitamos un empuje que tenga que ver con rendir todo delante de ti, pero la vida sigue, Dios y aún así necesitamos aprender a guardar los espacios que tu quieres que guardemos para que tu te glorifiques en nuestra vida.

Señor, gracias, porque tu has sido bueno. Gracias, Señor. No es por nosotros ni para nosotros, es por ti y para ti. Vamos a ponernos de pie, vamos a cantar este cántico que está tocando mi hermano. Gracias, Jesús.

 

 

La alabanza trae grandes victorias

TRANSCRIPT

Creo que la expresión de alabanza y de adoración en la iglesia del Señor debe estar siempre presente, no solo en nuestra boca, en nuestro corazón, en nuestra mente, cada día que pasa, cada día en cuanto nos levantamos y pasamos el día y la noche, nuestra vida debe tratar de estar envuelta en esta alabanza constante delante del Señor. Es la única manera, sabe que hay algunas propuestas, proposiciones bíblicas para que nosotros entendamos de que en la alabanza hay poder y Dios actúa.

Cuántos creen eso? La verdad es que cuando el pastor Omar llamó a la congregación al frente, el Señor me había movido hablar de un versículo en el libro de los Hechos, pero también estaba leyendo el salmo 146, y yo decía, Señor, cuál es? Dime cuál es? Los dos son muy buenos temas y yo he tratado de hablar. Y el Señor me respondió a través de este llamado que el pastor Omar hizo a la congregación y que bueno que podamos, en medio de nuestra dificultad, en medio de nuestra enfermedad, en medio de nuestros problemas, llegar en alabanza delante del trono del Señor, llegar en adoración delante del trono del Señor y decirle, Señor, no importa lo que yo esté pasando, y decirle, Señor, mira, yo le digo a mi alma, como dijo David, alma mía alaba al Señor y no te olvides de ninguno de sus beneficios.

Y a lo mejor el problema es fuerte, a lo mejor el diagnóstico del doctor no es tan auspicioso, no es algo que hubiésemos querido escuchar, y nuestra carne, y el enemigo por un lado, van a comenzar a decir, no, mejor que te deprimas, mejor que te estreses, mejor que comiences a comportarte mal porque ya esto ya no tiene arreglo, mejor vive tu vida de la peor manera, amargamente, como dice… hay una clase de discipulado que hay una persona que se llama Margarina, me encantó ese nombre. No se lo voy a poner a ninguno de mis hijas, por si acaso.

Entonces, el diablo quiere que no disfrutemos de lo que realmente el Señor es en su totalidad y nosotros debemos aprender a que nuestra vida en el Señor diga esto, no es circunstancial. No es por las circunstancias que yo alabo al Señor, sino que yo lo alabo y yo lo adoro por lo que él es, por lo que él significa para mi vida, por la salvación que he recibido a través de Jesucristo, así que…. Podemos estar enfermos toda la vida pero agradecidos del Señor, ser unos verdaderos adoradores y esa enfermedad será nuestro motivo de la alabanza al Señor.

Salmo 146, dice así en el nombre de Jesucristo.

“… Alaba, oh alma mía, a Jehová. Alabaré a Jehová en mi vida, cantaré salmos a mi Dios mientras viva. No confiéis en los príncipes, ni en hijo de hombre porque no en él salvación, pues sal es su aliento y vuelve a la tierra en ese mismo día perecen sus pensamientos…”

Solo quiero dejarlo ahí. Vamos a leer más adelante de otro párrafo en este salmo. Cerramos nuestros ojos. Tome la mano de su hermano que está a su lado y comience a declarar alabanza y adoración al Señor en medio de la dificultad. Comience a declarar con su boca, comience a alabar al Señor ahí. Deje que fluya la alabanza, así como David cuando cantaba él fluía en la presencia del Señor y David pasó por tiempos malísimos. Así que, Señor Jesús, que mi alma te alabe con fervor, que mi alma te alabe con pasión, que mi alma te alabe no por las circunstancias sino por lo que tu eres, que mi vida sea una vida entera de alabanza y de adoración en el nombre de Jesús. Amén.

Leí estos versículos porque son importantes para la vida del cristiano, de aquel que ha decidido seguir al Señor, entender cuál es su manera de caminar dentro de los caminos del Señor. La verdad es que siempre hablamos, esto no es una religión, así como tantas que hay en el mundo, caminar en Jesucristo, caminar en la salvación, caminar en el beneficio del perdón, de la misericordia del Señor es un estilo de vida. Por lo tanto cambia toda la perspectiva que podemos tener cada uno de lo que es la vida, mientras algunos tienen una visión pesimista, negativa de lo que está pasando en el mundo, los cristianos a pesar de que sí sabemos lo que está pasando y lo que va a pasar, nuestra confianza está en el Señor.

Es una buena pregunta la que hizo el pastor Omar hace algunos minutos atrás. Cada uno de nosotros tenemos tiempos en que estamos tristes, en que probablemente algunas ansiedades nos van agobiando porque se van acumulando por el trabajo, por las relaciones personales, por situaciones familiares, pero nada de eso puede sobreponerse a mi relación de alabanza y de adoración con el Dios vivo. Nada de eso tiene autoridad para desplazar la alabanza que constantemente diariamente le tengo que dar al Señor.

Quiero decirles que a través de la alabanza podemos tener grandes victorias. A través de la alabanza podemos experimentar la mano poderosa del Señor, a través de la alabanza podemos experimentar que el poder y la autoridad del Señor se manifiestan aún en circunstancias difíciles, aún en circunstancias adversas, aún en circunstancias donde nosotros podemos decir, ya no hay solución, ya no hay salida, hasta aquí llegué y aquí moriré. El Señor en su palabra nos muestra tantos ejemplos de cómo hombres y mujeres han expresado esa confianza en el Señor a través de una alabanza genuina, de una adoración genuina que nace en el corazón, producto de la convicción que se tiene en el poder de Dios.

Hay un versículo en Mateo capítulo 28, versículo 17 y es una frase que me encanta, que Jesucristo dice:
“…Toda potestad me es dada en los cielos y en la tierra…”

Sabe qué quiere decir eso? Cuando hablamos de adoración y alabanza no le estamos adorando a un pedazo de palo, ni a una imagen, estamos adorando a aquel que tiene todo poder, aquel que tiene toda autoridad, aquel que ha declarado para que él no hay nada imposible y no solo eso, ha declarado que para el que cree todo, todo es posible.

Miren este concepto, que debemos entender a quién debemos expresar nuestra adoración y nuestra alabanza, a quién debemos expresar nuestro cántico espontáneo. Dice:
“…Alaba, alma mía…”, a quién? Al televisor, a la telenovela, al juego de los Red Socks? Alaba, oh alma mía, al carro que me compré, a la casa de mis sueños, alaba, oh alma mía, a Jehová.

Puede decirlo? Puede decirlo más fuerte? Ahora que se escuche. ¡Aleluya! Cuántos dicen ¡Aleluya! Cuántos dan gloria a Dios. Cuántos dan tres gloria a Dios. Yo ayer amenacé al pastor Omar con algo así.

Mire, lo que hace la alabanza bien orientada delante del Señor, una adoración bien orientada, nos recomienda aquí la palabra que no le pongamos confianza a los príncipes ni a hijos de hombre ni a seres humanos. Cuando el doctor le diga una cosa, usted dígale, déjeme preguntarle al Señor a ver si está de acuerdo contigo. Cuando el banquero le diga una cosa dígale, déjeme preguntarle a mi contador celestial a ver si está de acuerdo contigo. Cuando el diablo le diga tu familia no tiene solución, dígale, déjame preguntarle al que formó la familia mía. Déjame adorarlo. Déjame levantar su nombre. Déjame ir a ese momento, a ese tiempo de restauración en el santuario y humillarme delante de él, y llorar delante de él, y reconocer que él es maravilloso y después veamos si tienen razón, pero el Señor tiene poder.

Versículo 7, en la parte dice, “… Jehová liberta a quiénes? A los cautivos. Jehová abre los ojos, a quién? Cuántos eran ciegos antes? No solo ciegos naturales sino ciegos espirituales. Jehová levanta a los caídos. Cuántos han sentido esa mano que el Señor pone ahí para que se apoye y se levante? No es bueno ahí en ese momento decir, gracias Señor. No es bueno decir, gloria a Dios que no estoy solo. Jehová levanta a los caídos, a lo mejor en el mismo caminar de la fe, tratamos de no caernos y lo primero que hacemos es caernos. Y ahí está la mano del Señor, porque reconocemos que aunque podemos haber caído, aunque podemos haber fallado, podemos reconocer que él es el Señor. Y esa alabanza y esa adoración y esa expresión al Señor lo conmueven. El Señor se mueve con eso.

Jehová ama a los justos. Jehová guarda a los extranjeros, al huérfano a la viuda sostiene, y el camino de los impíos, qué dice? Trastorna. Todavía tiene ganas de alabar al Señor? Diga, Señor trastorna todo plan del diablo, trastórnalo, yo te alabo y yo te bendigo, yo te adoro, trastórnalo Señor.

Vamos a leer esto todos juntos, versículo 10:

“…Reinará Jehová para siempre, tu Dios, oh Zión, de generación en generación ¡Aleluya!
Cuántos dan un grito de júbilo por eso? Al enemigo o al diablo no le gusta estas expresiones de alabanza y sobretodo cuando las vamos añadiendo a nuestra vida diaria. En la iglesia, como somos todos cristianos todos gritamos, todos cantamos, bueno, si cantó el de al lado cómo no voy a cantar yo? Dice usted, si canta la hermana, cómo no voy a cantar yo? Si aplaude, bueno, yo también aplaudiré, porque aquí en la iglesia todas esas cosas se hacen. Se levantan las manos, algunos salen a danzar aquí al frente, allá voy yo, allá voy yo.

Esa expresión de alegría, de agradecimiento delante del Señor, no solo necesariamente porque la vida ha sido una vida de felicidad plena, sino porque a pesar de las circunstancias podemos entender de que no nos movemos por eso, nos movemos por un plan del Señor. Y ese plan necesita ser alabado y adorado porque el Señor lo diseñó para nosotros.

El libro de Josué en el capítulo 6, en la toma a Jericó hay una expresión de alabanza poderosa y es tan comparativo, me encanta ese relato porque cómo expresa, cómo afirma, cómo está escrito y diseñado para que nosotros entendamos que no hay nada tan alto, no hay nada tan ancho, no hay nada tan profundo que pueda resistirse a un pueblo, a una iglesia, que alabe y que bendiga el nombre del Señor.

No hay nada tan sofisticado, no hay nada tan complejo, no hay una alta crítica tan elevada en vocabulario que no pueda ser destruida por un hombre o una mujer que alabe y bendiga el nombre del Señor.

Mientras el mundo no te de la importancia que tu a lo mejor piensas que tienes, asegúrate que el Señor te de la importancia que él sabe que tu tienes a través de lo que le dices a él. Esta expresión de alabanza había todo un orden, había todo una disposición, el Señor había detallado cómo debía ser al final y solo él da este concepto de obedecer a la palabra del Señor.

Yo me imagino que era una locura dar vueltas a ese muro. Es una locura para usted comenzar a pensar que ese muro grande que se levantó para que usted no tuviera acceso a lo que el Señor tiene detrás de eso, es una locura pensar que se va a derribar simplemente porque usted está alabando al Señor. Pero quiero decirle una cosa aquí hay personas a quien se le han levantado muros tan grandes que van a caer delante de sus ojos porque su corazón está reconociendo que su Dios es un Dios todopoderoso.

En el libro de Jueces hay otro ejemplo, el ejemplo de Gedeón del capítulo 6, capítulo 7, capítulo 8. pero hay una expresión específica cuando el Señor da un sueño y Gedeón escucha la interpretación de ese sueño, hay una expresión muy corta ahí, dice que cuando Gedeón oyó el relato del sueño adoró.

Sabe, y esa palabra es tan impactante porque es el punto de partida de un proceso de victoria que el Señor iba a traer a través de este hombre a quien el Señor lo había escogido como hombre esforzado y valiente. Por ahí algunos dicen que era bastante miedoso, era bastante inseguro. Dice cuando Gedeón oyó el relato del sueño adoró y fue al pueblo.

Sabe, a un ejército tan grande como el Madián a veces hay ejércitos espirituales que se quieren levantar contra su vida, Madián representa esos ejércitos espirituales que van y le roban la bendición. Madián espiritual es en estos tiempos es aquel que le roba la bendición de diferentes maneras, usando diferentes personas, diferentes recursos. Pero sabe, el Señor quería toda la honra, toda la gloria y toda la alabanza, la quería para él. Y después de un llamado al servicio para pelear contra Madián solo se queda con 300 hombres.

Sabe lo más impactante de esto? Es que el Señor se encargó de confundir esas mentes y lo único que hubo ahí fueron trompetas, gritos y cántaros rotos. Y no porque quebraron los cántaros arriba de la cabeza de los otros, sino porque era un expresión de júbilo, de ruido, de seguridad porque el Señor ya había entregado a todo ese ejército en las manos de este hombre.

Así que usted ya sabe el plan del enemigo. La Biblia nos relata pero también nos dice cómo podemos vencerlo, así que no importa cuál sea la circunstancia, no importa cuál sea el motivo, no importa cuál sea la manera como el diablo se va a levantar, usted declare la victoria y adore al Señor, alábelo con todo su corazón porque ahí estará su ganancia, ahí recuperará lo que el Señor le ha dado, ahí tomará lo que el Señor ha diseñado para usted.

Una iglesia que alaba y adora al Señor es una iglesia que camina en las calles alabando y adorando. Parecen locos, cualquiera diría que van hablando por teléfono con estos bluetooth. No, no tienen nada en la oreja, ni una parte, es una tecnología especial que el mundo no ha podido conseguir, es una tecnología donde no necesitamos cable, no necesitamos cargar nada, solo decirle, Señor, yo te adoro, Señor, yo te alabo.

Si alguien dice que la iglesia no tiene recursos modernos, que alguien haga algo parecido a esto, esta relación fluida con el Señor. Te vas a subir al bus, te vas a subir al tren, vas a estar en la fábrica, en la oficina, vas a estar con tu familia, y tu alabanza va a ser permanente. Por qué? Porque eres un hombre, una mujer agradecida que reconoce que tu victoria está en el Señor.

Necesitamos una iglesia en estos tiempos que comience a marcar la diferencia y no que ande cantando bachatas. Yo me sé algunos nombres pero no los voy a decir porque puede causar melancolía en algunos, o salsa, o algún bolero, alguna canción norteña. Comience a cantar salmos y cánticos espirituales delante del Señor, no importa el ritmo que tenga, si tiene el ritmo de bachata, ya, pero no importa. Si tiene un ritmo de cumbia no se preocupe, déle al Señor nomás. Pero trate de ser original, no cambie la letra por la misma música. Esa es la iglesia que tiene que moverse en esta sociedad, nos quedamos callados, en silencio.

Estos días tuve la oportunidad de estar en una sala de clases y había tantas personas diciendo, cuál era su día preferido. Y yo puse el día domingo y puse porque me gustaba ir a la iglesia, me gustaba estar en comunión con mis hermanos, compartir con la comunidad de la fe. Y había otros que parecían cristianos, pero saben lo que más me ha dado esto? Es que hay otros que también están haciendo lo mismo. Había una hermana brasileña dentro del grupo y decía, a mí me gustar adorar al Señor, ese día es mi día preferido.

Había otra por allá que era de unos haitianos que decían, yo voy a la iglesia los domingos y me gusta estar ahí. Ese es el día que me gusta. La maestra estaba un poco impactada porque la mayoría prefería los viernes y sábados, no sé por qué. Yo no voy a decir nada, pero no se olviden de venir el domingo, que yo también soy amigo del pastor Roberto.

Bueno, sabe lo que me vino a mi mente? Porque eso es una expresión de alabanza, reconocer que te gusta estar con el Señor, me gusta estar en tu casa compartiendo con tu pueblo. Me acordé del relato de Elías, cuando Elías pensaba que andaba solo en el mundo haciendo la obra del Señor. Dice, no Elías, no te preocupes todavía hay muchos ahí. Hay 7000 que no han doblado sus rodillas delante de Baal. Hay 7000 que todavía me adoran. Hay 7000 que todavía están llenando mi trono de alabanza, de adoración porque creen que yo tengo poder para darle libertad a este pueblo.

Así que no estás solo. Ahora mire a su hermano si tiene cara de alabanza, y dígale, ahora sí te veo esa cara. Alabe y adore al Señor en todo lugar, en todo tiempo. No se avergüence porque el Señor se merece toda la gloria, toda la honra, y toda la alabanza.

Démosle un aplauso al Señor. Gracias Jesús, gracias Señor. Te adoramos.

Seis retos para hoy

TRANSCRIPT

Hoy día quiero hablarle de algunos retos y virtudes que los cristianos tenemos que demostrar o que mostrar al mundo, y por qué no entre nosotros. La iglesia se enfrenta a continuos retos por los cuales debemos echar mano a las virtudes que la iglesia o que nosotros hemos recibido de Dios. Filipenses capítulo 1 versículos 27 al 30. Quiero invitarlos a revisar y considerar algunos de estos retos que son mencionados por el apóstol Pablo.

Filipenses capítulo 1 versículos 27 al 30, dice: "Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que sea que vaya a veros o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu combatiendo unánimes por la fé del evangelio, y en nada intimidados por los que se oponen que para ellos ciertamente es indicio de perdición, más para vosotros de salvación y esto de Dios. Porque a vosotros os es concedido no solo que creáis en Él, sino que padezcáis por Él. Teniendo el mismo conflicto que habéis visto en mí y ahora oís que hay en mí."

Vamos a cerrar nuestros ojos, y vamos a orar al Señor: Señor Dios todopoderoso, gracias te damos por la oportunidad que nos das de poder estar recibiendo Señor de Tu palabra. Yo te pido que Tú prepares nuestros corazones, prepares nuestro entendimiento, que prepares nuestro espíritu, y que podamos conectarnos con esta voluntad del Espíritu Santo para que podamos recibir lo que Tú has preparado para nosotros. Señor Jesús amén, y amén.

Dentro de algunas cosas que el mundo hoy día está probablemente exigiendo a la iglesia, están estos retos que nos van a permitir de alguna manera mirar que nuestra fé, la fé que tenemos en Cristo es una fé poderosa. La iglesia, perdón el mundo le exige mucho a la iglesia, y cuando la iglesia comienza a mostrar esas virtudes a través de las características o retos que el Señor nos está dando, comienza el Señor a moverse de una manera poderosa, transformando vidas, sanando a los enfermos, liberando al cautivo, dándole gozo al que está triste, cuantos aquí han sido transformados por el poder del Señor, cuantos aquí han sido transformados por el perdón del Señor, cuantos aquí han entendido que el amor de Jesucristo era incomparable, había que aceptarlo, somos parte de lo que el Señor recogió ahí a través del sacrificio de la cruz derramando su sangre.

Uno de los primeros retos que yo quiero mencionarles es el reto de la perseverancia. Está implícito aquí en uno de los versículos, versículos 27 al 30 del capítulo 1, es una cualidad que la iglesia de hoy debe tener, y debe mantener. Por alguna razón los cristianos, algunos cristianos modernos son de corto alcanze, no son maratonistas en la fé, son de diez metros planos, cinco, algunos son de uno, pero hay otros que el Señor nos ha enseñado a ser maratonistas, y debemos aprender a perseverar en este proceso de la carrera de obstáculos que tenemos que hacer en la vida cristiana. La perseverancia es una cualidad que cada uno de nosotros debe comenzar a cultivar para poder mantenernos en el tiempo en la fé del Señor. Y una de las maneras de cultivar esta perseverancia es mantenernos en el Señor, estando al servicio, teniendo la necesidad de como pueblo ser ministrados por el Espíritu Santo. Estas cosas hacen bien, hace bien estar solo en la casa, pero también hace bien estar en la iglesia. La perseverancia es una cualidad que muy pocos cristianos de alguna manera logran consolidar, y sabe por qué?, porque hay algunos que son muy buenos cristianos mientras la cosa está bien, pero cuando está mal, hasta Dios tiene la culpa, y buscamos otros culpables incluyendo al Señor, nosotros no, pero es el resto. El Señor está buscando a estos hombres fieles, la porción de la palabra dice si perseveras hasta el fin, dice vas a tener una corona, ese es el concepto evangélico. Cuántos creen en la venida del Señor?, fu, medio asustados.

Creemos en la venida del Señor, a lo mejor alguno tiene algunos matizes, lo único que sé es que el Señor viene y si no estamos preparados, si no hemos perseverado en la palabra del Señor, en la sana doctrina, en la palabra del Señor, cómo dicen los pentecostales?, mejor que no se vista, porque no vá. Perseverancia tiene algunos conceptos como tenacidad, cuántos son perseverantes, hay que ser perseverante, una persona perseverante es una persona constante, que tiene firmeza, que tiene entereza, que tiene permanencia, ya no me gustó esto?, me voy. Bueno, no es así, no, que este hermano es mucho mejorcito que este, mejor me voy con éste de acá, este hace paseos, este otro no hace paseos.

El segundo reto es la unidad. Hay un versículo interesante, yo lo leí y lo leí muchas veces y dije Señor, bueno pero tengo que leerlo igual. El seguno reto que el Señor le exige a la iglesia es la unidad, y la unidad es este sentido de equipo, este sentido de bloque, este sentido de módulo, este sentido de parecer un sólo cuerpo, aunque la biblia dice que debemos ser un solo cuerpo. Cuando somos uno, mire no hay gigante que se atreva a desafiarlo. Cuando somos uno no hay muro alto y ancho que no pueda ser derribado. Cuando estamos unidos no hay un lugar sin salida donde el Señor no haga la salida milagrosa aunque sea por el medio del mar. La unidad es un reto que la iglesia también debe aprender a cultivar.

Proverbios capítulo 6, versículos 16 al 19 dice algo interesante, y yo voy a resumirlo en esto, dice: "Seis cosas aborrece Jehová, y aún siete aborrece su alma" y hay una lista, dice en el versículo 7: "El que siembra discordia entre los hermanos es aquél al que Jehová abomina." Discordia es oposición, es contrariedad, es discordancia, es división, es odiosidad. El versículo 19 dice: "El que siembra discordia a ese el Señor rechaza". A ese el Señor no lo tiene por estima, con ese el Señor tiene problemas. Así que sería bueno que revisemos nuestras conductas y nuestros actos, sabe para qué?, para encontrar la gracia del Señor, para encontrar el favor del Señor, si esto de andar tratando de arreglarle la vida a otros es de todos, quién no quiere ir a arreglarle la vida a otro, se ha sentado en la sala, no yo sólo lo hago para que le vaya bien, no yo sólo lo hago para ayudar, el que iba a ayudar nunca supo que lo quisieron ayudar. La unidad se refleja en estos pasos tan sencillos de respeto, de amor, de tolerancia. Sabe cada uno de nosotros debe esforzarse por mantener la unidad en el cuerpo de Cristo, debemos esforzarnos, es una regla para nosotros.

El tercer reto es el reto de la humildad. Filipense capítulo 2 versículo 3 dice lo siguiente: "Nada hagáis por contienda o por vanagloria, antes bien con soberbia." Con qué dice? cuántos son humildes aquí? wow, humildemente yo soy humilde. La humildad es el proceso en el cual nosotros debemos aprender en este concepto a someternos, a respetar, a ser fieles. La humildad en el pueblo del Señor, es un reto en el cual si logramos dar ese paso, Dios se glorifica a través de nosotros, la biblia dice que el Señor rechaza al soberbio y da gracia a quién?, a los humildes, y a mí me gusta esa expresión da gracia porque no es sólo que le cae bien al resto del mundo, sino que el Señor hace cosas grandes a través de los que son humildes. Hace cosas grandes a través de aquéllos que aunque tengan habilidades, que aunque tengan recursos, que aunque tengan conocimientos, todo es del Señor, nada es de ellos. Así que si usted pensó tener algo dígale Señor, yo quiero ser humilde, quítamelo, si usted piensa que sabe más que otros mire, la biblia dice que ninguno tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, antes bien mire a otro como superiores, mire al de al lado como superiores a usted mismo, aunque el de al lado no haya llegado al segundo grado, aunque el de al lado no haya pisado la universidad, ni siquiera haya pasado por la universidad en el bus, mírelo como superior.

El cuarto reto es la, este me gusta a mí, yo tengo un sermón más grande acerca de este pero es la obediencia. Filipenses capítulo 2 versículos 12 al 18, "Por tanto amados míos como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más aún en mi ausencia, ocupaos de vuestra salvación con temor y temblor. Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer por su buena voluntad. Haced todo sin murmuraciones y contienda. Cuántos se han quejado porque el pastor les manda a hacer algo?, hoy día es el día de reconocer muchas cosas. Ya hemos hervido aceite para poner sobre su cabeza. Nadie va a levantar su mano?. "Para que seáis irreprensibles en el Señor, sin mancha, en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo. Asidos de la palabra de vida para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado, y aunque sea derramada libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra fé, me gozo y regocijo con todos vosotros, y así mismo gozaos y regocijaos también vosotros conmigo". La obediencia es un reto para el pueblo del Señor, obedecer al Señor, obedecer al Señor. Más que los sacrificios está la obediencia, más que esa actitud religiosa a veces que creemos que nos va a salvar, obedezcamos al Señor que seguro la obediencia nos va a salvar. Obedezcamos al Señor como un término de sumisión, de subordinación, de sujeción, de dependencia, cuando nuestra obediencia está ligada a la dependencia de Dios, mire, todas las cosas son posibles en el Señor.

El quinto reto es algo que de repente se nos olvida sobre todo cuando tenemos que pagar algunos billes. Mire a su hermano si está gozoso y vea si por lo menos tiene cara de gozo. Si su hermano tiene cara de gozo, y si no, déle un codazo en el amor del Señor y hágalo reir. El quinto reto que la iglesia debe cultivar es el gozo. Una iglesia gozosa trasciende los muros de su iglesia, de su edificio. Una iglesia gozosa trasciende la comunidad, el lugar de trabajo, su familia. Muchos cristianos no son bienvenidos en las fiestas familiares, porque de gozo no tienen nada, no la fiesta sino el cristiano, el gozo del Señor debe ser transmitido en diferentes lugares, a diferentes personas, el gozo del Señor trae a través de nosotros ese carácter de un Cristo amoroso, de un Cristo tierno, de un Cristo que no le importó despojarse de lo más grande que tenía en el cielo para venir a la tierra convertido en hombre, y padecer como hombre, y morir en la cruz del calvario, eso es el símbolo del gozo. El gozo de Cristo, o la visión de Cristo como dicen los estudiosos de Cume, aquí hay uno que estudió en un Cume por ahí. La visión es Cristo mirando al mundo y el mundo mirando a Cristo a través de nosotros. El gozo del Señor, el gozo es satisfacción, el gozo es alegría, es regocijo, el gozo del Señor es nuestra fortaleza, cuántos han experimentado eso, el gozo del Señor es nuestra fortaleza, o nadie aquí ha pasado por momentos difíciles?. Cuántos han pasado por momentos difíciles, el gozo del Señor ha sido su fortaleza?.

Filipenses capítulo 1 versículo 21 dice Pablo: "Para mí, el vivir es Cristo". Dice que en su presencia hay plenitud de gozo. Los momentos más difíciles, cuando ya no te dan ganas de reir, cuando ya lo único que salen de tus ojos son lágrimas, métete en la presencia del Señor, porque ahí el Señor te dará el gozo, no importa la circunstancia, no importan los problemas, en Él hay plenitudo de gozo. Y una promesa importante capítulo 22, "también vosotros ahora tenéis tristeza, pero Yo os volveré a ver y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará el gozo." Cuántos dicen amén?, cuántos le dan un aplauso por lo menos al Señor.

Está gozoso?. Si alguien perdió el gozo hoy día es el día de recuperarlo, porque aquí está el Señor, aquí está su presencia, su unción, si alguien cree que el gozo era mentira, aquí se dá cuenta de que el gozo es verdad, si lo dá el Señor eso es verdad.

El sexto reto que el Señor nos plantea es el contentamiento. Filipenses capítulo 4 versículos 11 al 13, "no lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme cualquiera sea mi situación". Wow, cuántos pueden decir esto así, dígalo yo lo puedo decir así porque el Señor nos permite contentarnos en cualquiera situación de nuestra vida. Sé vivir humildemente, y sé tener en abudancia. Cuántos prefieren tener en abundancia?. "En todo y por todo estoy enseñado así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para tener necesidad." Y el último versículo quién se lo sabe versículo 13? "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece." Cómo no alegrarnos, cómo no contentarnos, cómo no decir Señor Tú eres mi alegría, Tú eres suficiente para mí, sabes qué?, Tú eres suficiente, tenga o no tenga, Tú eres suficiente. Así que quiero invitarles a poder poner en práctica estos retos, y estoy seguro que la bendición del Señor estará sobre su vida, pero además de estos retos, Filipenses capítulo 4 versículo 8, nos muestra las virtudes que tenemos, el apóstol Pablo nos habla de que la iglesia tiene una posición, una posición en Cristo, Filipenses capítulo 4 versículo 8 dice: "Hermanos por más salmos míos, hermanos todo lo que es verdadero" todo lo?, yo en mi iglesia prediqué esto pero no sé si lo puedo decir aquí, cuántos prueban la uva cuando van al supermercado?, sólo pregunto, ahí ustedes saquen su conclusión, "todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si hay algo digno de alabanza, en esto pensad."

Aquí hay virtudes que la iglesia debe comenzar a exponerle al mundo. Esta es la iglesia del Señor, usted es la iglesia del Señor. Cierre sus ojos un momento. Yo quiero invitarlo a que pueda reflexionar un momento en esto, reflexionar en lo que el Señor ha estado hablando a nuestras vidas, reflexionar en lo que el Señor está demandando de su pueblo, de sus hijos, no es sólo una actitud religiosa, no es sólo un cambio de una religión a otra, es un modelo de vida que traspasa los límites, es un modelo de vida que traspasa los sistemas, es un modelo de vida que nos invita y que nos desafía a decirle al mundo, para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganacia. "Si pues habéis resucitado con Cristo, buscad de las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios, poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra, porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida se manifieste, encontes vosotros también seréis manifestados con Él en gloria". Colosenses capítulo 3, versículos 1 al 3. Ahí donde está levante sus brazos al cielo, dígale Señor enséñame a ser un testigo fiel de tu palabra, dígale Señor enséñame a ser el embajador que Tú quieres de tu reino, Señor enséñame a llevar tu palabra creyendo que Tú fluirás en poder, Señor enséñame a aceptar y a adoptar estos retos en mi vida, para que muchos alrededor mío puedan llegar al conocimiento de la salvación en Jesucristo, gracias Jesús, gracias Señor, en el nombre de Jesús, que el Señor les bendiga.

De qué depende tener éxito?

TRANSCRIPT

Quiero invitarlos a abrir su biblia en el libro de Job, capítulo 22. Voy a tomarle algunos puntos, una serie de sermones que yo tuve en nuestra iglesia, hoy día no pretendo hacer una secuencia, más bien quiero invitarlos a tener un tiempo de meditación y de poner nuestro corazón en la presencia del Señor, y dejar que Él pueda ministrarnos, que Él pueda hablarnos acerca de nuestra situación espiritual. Cuántos han escuchado la palabra éxito, sí?, es atractiva la palabra éxito, todos de alguna manera buscan tener éxito, o buscan lograr algo para sentirse exitosos, no sólo en el mundo, no?, siempre decimos los mundanos, es algo que en la iglesia también hay gente que anda detrás de éxitos, no?, a veces la formación familiar, competitiva, educacional, nos lleva, y cuando llegamos a la iglesia también estamos manejados por eso, los pastores también estamos a veces obsesionados con ideas de éxito cuando nos ponemos a ver la televisión y vemos esas grandes iglesias, consideramos eso muchas veces exitoso, consideramos exitoso cuando hay un pastor que puede viajar por todo el mundo, yo no sé si sería tanto éxito estar cansado arriba de una avión tantas horas, no poder ver a la familia no poder ver a los hijos.

A veces uno tiene ese concepto. Pero cuando uno está en el camino de Dios uno tiene que tener un concepto básico y sencillo. El éxito en la vida del hijo de Dios sabe de qué depende?, de mostrar a Cristo en cada área de nuestra vida. Cuando nosotros buscamos el éxito en el camino del Señor, no nos olvidemos que es Cristo el que tiene que ser glorificado a través de nuestra manera de pensar, a traves de nuestra manera de actuar, a través de nuestra manera de ser. Cristo es glorificado a través de nosotros, nosotros sí nos podemos considerar personas exitosas, aunque no tengamos yates, aunque no tengamos aviones, aunque no tengamos megaiglesias, pero cuando yo estoy en la presencia del Señor, me siento el más exitoso por haber mostrado el nombre de Cristo a otro. Así que no nos dejemos llevar por cierta farándula de éxitos, el éxito en Cristo es más completo, y no hay discusión en eso.

Quiero invitarlos a leer en un pasaje bíblico que probablemente traiga una contradicción porque es acerca de un hombre que no fue muy buen amigo de Job, pero hay algo interesante en la enseñanza de la discusión que Elifaz tiene con Job. Job capítulo 22 versículos 21 en adelante. Voy a presentar algunos seis principios que nosotros debemos considerar para poder caminar en la senda del éxito en el camino del Señor. Job capítulo 22 versículo 21 en adelante. "Vuelve ahora en amistad con Él y tendrás paz, y por ello te vendrá a bien. Toma ahora la ley de su boca y pon sus palabras en tu corazón. Si te volvieres al omnipotente serás edificado, alejarás de tu tienda la aflicción, tendrás más oro que tierra, y como piedras de arroyo oros de ofio. El Todopoderoso será tu defensa y tendrás plata en abundancia, porque entonces te deleitarás en el Omnipotente, y alzarás a Dios tu rostro. Orarás a Él y Él te oirá, y pagarás tus votos". Gracias te damos por tu palabra, gracias te damos por la oportunidad que nos das de abrir nuestro corazón y nuestro entendimiento al consejo sabio para nuestro caminar. Señor yo te pido que esta palabra bendiga el corazón de cada uno de mis hermanos, y que cada uno pueda tomar para sí la unción que Tú has preparado, desde tu misma presencia, amén, y amén.

Leyendo algún material durante el año me encontré con esta porción dentro de algunas lecturas y me pareció interesante cuando comenzé a analizarlo, lo leí por mucho tiempo, es el material de un libro y que de alguna manera fué ayudando a entender como cada uno de nosotros puede tener una luz para poder caminar sobre sendas de éxito, sobre sendas de seguridad, sobre caminos de tranquilidad, y quiero presentarle el primer principio que podríamos llamarle a esto, en el versículo 21 de este pasaje dice, vuelve ahora en amistad con Él. La iglesia del Señor hoy día representada por cada uno de nosotros, todos sabemos que la iglesia del Señor no está representada por la cantidad de edificios que se usan en la ciudad, sino que usted y yo representamos esa iglesia del Señor que está diseminada, que está caminando, que está distribuida en diferentes áreas de la ciudad. Y el primer principio que Elifaz sostiene en esta conversación con Job, es que para tener tranquilidad, para tener seguridad, para caminar la senda del éxito en la vida, debemos volver a tener intimidad con el Señor, y esa palabra amistad que usa en el versículo 21 habla de una relación estrecha con el Señor, con aquél que nos dió la salvación, con aquél que nos dió a su hijo unigénito para morir en la cruz del calvario, volver a tener amistad con Él es volver a tener intimidad, es conocer lo que Él está tratando de decirnos lo que Él está tratando de decir en su palabra, cada vez que nosotros podemos tener un tiempo en la oración diaria. La iglesia del Señor en estos tiempos muchas veces está preocupada de cuántas actividades podemos hacer para poder completar el calendario, y nos hemos olvidado un poco de caminar en la intimidad, en la amistad con el Señor.

Para los que están recién comenzando en los caminos del Señor, aquéllos que están tomando su paso de fé, de bautismo, no se olviden de que su mejor amigo es el Señor. Alguien tiene un buen amigo aquí en la vida, alguien tiene un buen amigo que le cuenta todo, que lo saca a comer, al buen amigo hay que sacarlo a comer, él nunca paga pero es buen amigo. Donde usted le puede llorar, donde usted lo puede llamar y puede sentarse con él algunas horas, disfrutar de un almuerzo, un desayuno. Sabe, cuando nosotros entendemos que nuestra intimidad debe estar relacionada con la amistad con el Señor, comenzamos a escuchar a aquél que nos comienza a aconsejar en torno a lo que debemos hacer. Dice el Señor que cualquiera que quiera tener amistad con el mundo, se conforma en enemigo de Dios. Por lo tanto volver a tener amistad con el Señor es volver a tener intimidad, es tener ese encuentro cercano cada día sin perderlo, en nuestro devocional, en nuestra lectura, en nuestro caminar. Así que para caminar en la senda de la tranquilidad, de la seguridad, del éxito que usted anda buscando no se olvide de tener como mejor amigo al Señor.

Porque tendrás paz, porque tendrás paz. Y ese concepto de paz, ese concepto Shalom, que no es sólo paz de ausencia de conflicto, sino una totalidad de beneficios que tenemos por tener de amigo al Señor. Quieres bienestar, quieres justicia, misericordia, salvación, perdón, quieres paz, prosperidad, abundancia, no te alejes de volver a tener amistad con el Señor, porque es ahí donde te conviene estar. Ese Shalom que viene a nuestra vida producto de reconocer que necesitamos de Él nos trae los beneficios que estamos buscando, y por ello te vendrá bien. A quién no le viene bien una añadidura del Señor, siempre andamos detrás de la añadidura del Señor, está bien, si el Señor la prometió. Hay mas de treinta y siete mil promesas en la biblia, si ocupamos dos o tres con eso estamos contentos. El Señor en su amistad está llamándonos a que lo conozcamos porque Él tiene muchas cosas para nosotros. Dejemos de andar con cara de derrotados si tenemos un amigo que lo gana todo, dejemos de andar con caras tristes si tenemos un amigo que lo hizo todo.

Dejemos de cuestionar a Dios porque no hay manera de cuestionar al que lo hizo todo. No hay manera, busque la pregunta que quiera, hágamela, quién creó a Dios, y yo le voy a decir, eso no le importa. A lo mejor en el internet va a aparecer un filósofo y me va a escribir algunas recomendaciones. Pero eso no le importa y eso no me importa, mientras yo reciba esos beneficios del Señor en nuestra vida, a mí no me importa quien creó a Dios, Él es mi amigo y quiero tener intimidad con Él. Versículo 22, "Si te volvieres al Omnipotente serás edificado". Perdón, ese es el 22. "Toma la ley ahora de su boca, y pon sus palabras en tu corazón", para tener seguridad, para tener tranquilidad, para tener éxito en la vida comienza a mirar lo que dice el Señor, comienza a interiorizarte en los secretos del Señor a través de su palabra. Tener intimidad con el Señor es leyendo las escrituras, en Deuteronomio el principio fundamental de la educación cristiana, la repetición. Me encanta ese capítulo 6 de Deuteronomio, léalo en su casa, si no se le ha cruzado, ahí se le va a cruzar y va a saber que es bueno cuando nosotros podemos entrar en la comunión a través de la palabra del Señor. Se pueden hacer muchos manuales, yo conozco hermanos que se leen cantidad de libros, no voy a decir los autores porque si no me voy a poner en un problema, pero se compran el último libro que salió de éste y ya se lo leyeron antes que salieran, yo creo que compraron medio pirateado.

Ya lo tenían leído, oye mira salió el último libro de este pastor, oh sí ya lo leí, nadie lo ve en la tienda pero ya lo leyó, y que leyó el concepto de éste acerca del liderazgo, y que leyó los consejos de este acerca del matrimonio, y está bien educarnos, está bien leer los pensamientos, está bien poder interiorizarnos en lo que otros están pensando, pero no cambiemos las lecturas seculares por lo que realmente es importante, la palabra del Señor en nuestra vida trae paz, la palabra del Señor es nuestra guía, nuestra luz, la palabra dice tu palabra es lumbrera, y guía para mi camino. No cambiemos, no cambiemos la esencia de la fé, la palabra del Señor. Dice que la fé viene qué, y el oír qué?, chismes. Me encanta ese texto porque es específico. No lea el autor de aquí o el autor de allá porque tiene tremenda iglesia, hay que leerlo por obligación, lea El que creó los cielos y la tierra, enséñale a tus hijos quién creó los cielos y la tierra, enséñale a tus hijos quién hizo pasar al pueblo de Israel por el medio del mar en seco, enséñale a tus hijos quién fué el que derribó al gigante ahí cuando salía a insultar al pueblo del Señor, enséñale a tus hijos cómo Daniel se gozaba ahí en medio del foso de los leones, o los amigos de Daniel en el horno, ese era como un sauna para ellos, estaban gozosos, no, les enseñamos cosas acerca de lo que escribe éste, lo que escribe el otro, nos hemos olvidado de acercar a nuestros hijos, de acercar a nuestra familia, de acercarnos nosotros a la palabra del Señor.

Sabe para estas cosas no necesitamos ir a la universidad. No necesitamos tener grandes estudios, necesitamos tener un corazón sensible a la propuesta del Señor. Sobre estas bases se establecen hombres y mujeres, dice a lo más vil del mundo, lo menospreciado del mundo vino el Señor, sabe para qué, para mostrarles sus secretos, sus misterios, su gloria, qué privilegio, no todos tienen ese privilegio, y sabe, cúantos trajeron su biblia hoy día, a todo esto, predicando sobre la palabra del Señor, pueden levantar su biblia, no no pueden, no se preocupen. Así que como segundo principio, ya nos quedan 10 minutos para dar los otros 10 principios, como segundo principio la urgencia, la necesidad de estar atentos a la palabra del Señor, de estar atentos a lo que Él enseña. Dice las primeras dos frases dice "Toma ahora es hoy día la necesidad urgente, es hoy día la urgencia del tiempo de acercarnos a la palabra del Señor y no dejarlo para mañana" versículo 22. Sabe estamos acostumbrados a dejar cosas para mañana. Nos enseñaron a no ser competitivos, nos enseñaron a decir bueno mañana vemos si lo hacemos. A muchos de nosotros nos enseñaron a decir no se puede, veamos mañana y nos quedamos en el tiempo, y nos quedamos en una idea, al fin y al cabo la urgencia del tiempo para muchos de nosotros hemos tenido que aprenderla a través de la palabra del Señor, a través de la obediencia a la palabra del Señor, a través de la experiencia que el Señor quiere hacernos vivir a cada uno de nosotros.

Así que es tiempo ahora de memorizar la palabra del Señor, es tiempo ahora de hablarle a nuestros hijos, de hablarle a nuestra familia, de meditar cuando estemos en el bus, no se olvide de hablarle a otros, no se olvide de darle gloria al Señor, porque ahí está su hermano, no se ponga a hablar solamente de la telenovela, del juego de béisbol, comienze a glorificar al más grande, al rey de reyes y señor de señores, porque sus maravillas siguen siendo hoy vigentes. Estando vigentes hoy día Él se glorifica a través de nuestras vidas. Versículo 23, "Si te volvieres al Omnipotente serás edificado". La necesidad también para tener tranquilidad, seguridad y éxito en nuestra vida es que reconozcamos que necesitamos arrepentirnos delante del Señor. Volvernos al Señor cada día es la mejor actitud que cada uno de nosotros puede comenzar a practicar. No estamos libres, cada día estamos expuestos a ser contaminados, a ser atacados por el enemigo, muchas veces pecamos, y necesitamos humildemente ir y volvernos delante del Señor. Así que un hombre y una mujer de éxito no le tiene miedo al arrepentimiento constante frente al Señor, no le tiene miedo a esa actidud de humildad de decir Señor, yo te necesito, mi debilidad necesita estar cubierta por el poder del Espíritu Santo. Mi necesidad, que dice?, serás edificado. Esto habla de una necesidad de reconstruir, de volver a hacer. Eso quiere decir que cada vez que nosotros vamos ante el Señor humildemente, reconociendo nuestras fallas, nuestras faltas, nuestras debilidades, Él está ahí para reconstruirnos, para edificarnos, no para darnos de castigos, sino para levantarnos nuevamente. Sabe qué a mí me conmueve eso, saber que la misericordia del Señor es tan amplia, saber que la soberbia humana no nos deja ver que el perdón y la misericordia de Él están ahí, al alcanze, podemos arrodillarnos, tomamos nuestra porción bíblica, escudriñarla y podemos darnos cuenta que arrepentirnos diariamente es un buen hábito para nuestra vida. Cada día, llegar a la presencia del Señor es volvernos a Él, la necesidad de arrepentimiento, la necesidad que dependemos de Él.

El arrepentimiento aleja la aflicción de nuestra casa. Comienza a alejar la maldición que el diablo ha querido establecer alrededor de nosotros. Aquí dice, si te volvieres al Omipotente serás edificado y alejarás de ti toda la aflicción, versículo 24 también dice: "tendrás más oro que tierra". Entienden eso no?, ese principio va junto, "Tendrás más oro que tierra, y como piedras de arroyo oros de ofio". Ofio era una tierra en ese tiempo donde se caracterizaba por tener grandes cantidades de oro. El oro representa en las cultura bíblica y en las culturas latinoamericanas poder, muchas veces da a entender recursos, riquezas, por lo tanto cada uno de nosotros cuando nos arrepentimos delante del Señor cada día alejamos esos dardos de fuego del enemigo, pero además, lo que nosotros vamos a exponer a otros, va a ser riqueza, a través de nuestra experiencia, a través de nuestra relación con Dios, le ha pasado a usted que está en una casa que usted está hablando del Señor y la gente comienza a interesarse por lo que usted está diciendo?.

Yo conozco a algunos que comienzan a hablar del Señor y todos arrancan, nadie los quiere ver, porque no hay vida, no hay nada que pueda fluir de ellos, pero cuando caminamos en la senda del éxito, el camino del Señor, cuando estamos seguros de que tenemos una buena intimidad con Él, cuando estamos seguros de que el tiempo no lo desperdiciamos cuando queremos llegar a su presencia a través de su palabra, cuando cada día nuestro corazón se contrista en su presencia por haber fallado, por haber faltado, ahí está la misericordia del Señor para darnos y para que nosotros podamos entregar a otros. La iglesia necesita arrepentirse cada día para tener un acercamiento genuino al Señor. No solamente escucha las canciones en la iglesia que los hacen llorar, sino que cada día póngase delante del Señor ahí en lo secreto de su aposento, y el Señor que te escucha en su aposento te va a escuchar, va a hacer que tu vida comienze a dar gracia por todos lados.

Versículos 25 y 26, nos invita: "El Todopoderoso será tu defensa, y tendrás plata en abundancia, y te deleitarás en el Omnipotente y alzarás a Dios tu rostro". Esto habla de un hombre, una mujer de Dios, que quiere caminar por la seguridad y el éxito, debe tener fé, sin fé es imposible agradar a Dios. Así que podemos caminar por el camino de la fé y podemos estar seguros que el Señor será nuestra respuesta en el momento oportuno, en el momento indicado. Podemos seguir hablando, mucho, pero quiero dejar estos pensamientos ahí, el versículo 27, los dos últimos principios dicen que debemos volver a instituir un tiempo de comunión con Dios, no esa oración apuradita de la mañana, que muchas veces las hermanas se terminan de pintar en el auto y están orando al Señor, que me quede bien la pintura, o los hermanos no sé, se le olvidó lavarse los dientes, que no tenga que hablar con nadie, con mi jefe de cerca, volver a tener como institución en nuestro hogar, en nuestra vida la oración, mire si no existieran cultos de oración yo diría que muchos ya ni oran, es verdad, eso es una realidad de las iglesias, y los servicios de oración son los menos concurridos, pero es aquí donde nos conviene estar, de rodillas, postrados delante del Señor como su iglesia, y debemos cumplir nuestras obligaciones con Dios y con el prójimo. Cuando pagamos, y dice el Señor en la biblia paga tus votos, estamos dejando abierta la puerta para nuestra responsabilidad para su iglesia y con el mundo que nos rodea. Así que el caminar del Señor puede ser un lindo caminar de tranquilidad, de seguridad. Nosotros somos los únicos que nos alegramos en medio de la prueba, no hay otra religión en el mundo que te diga lo mismo. No hay otra enseñanza divina de cualquier otro Dios que te diga que te puedes alegrar en la aflicción. Hay otras que te dicen que te puedes separar un poquito del mundo haciendo unas meditaciones raras, pero al fin y al cabo tienes que volver, no puedes estar todo el día con las piernas cruzadas.

Pero nosotros mientras podemos orar, podemos leer la palabra, podemos tener intimidad con el Señor, mientras estamos trabajando, mientras estamos en los quehaceres diarios, cuando nos dieron la peor noticia en nuestra salud, en nuestras finanzas, todo está en la mano del Señor, eso no es problema para nosotros, a lo más que podemos hacer es encerrarnos en nuestro cuerpo y llorar un poco en nuestras emociones humanas pero al fin y al cabo es el Señor el que te va a dar la salida. Sabe cada vez hay menos cristianos de éxito porque se han olvidado del rostro de Cristo, que tiene que fluir a través de sus vidas. Buscan éxito en otras cosas, hoy día necesitamos mostrarle al mundo que realmente mi Cristo es más que cualquier otra cosa, dice que con Él somos más que vencedores, con Él hemos vencido, cierre sus ojos, no se preocupe.

Y en mi trabajo pastoral, muchas veces uno tiene que trabajar desde el punto de vista de la incomprensión de otros, cuando uno vé a las personas dando un paso de fé, y uno vé a muchas personas en este lugar que van a dar este paso de fé, el bautismo y su compromiso con el Señor, me hace decirles sabe qué hagan caso a esta palabra, pongan por obra esto que han escuchado hoy día, porque esto los va a sostener en el tiempo, y les va a enseñar que no hay cosa más importante que realmente estar centrados en la oración, en la lectura de la palabra, siempre Él estará ahí para defenderte, es tu socorro, es tu torre fuerte, es aquél que dió su vida por ti, es el que te ama, es el que te perdona. Gracias Señor Jesús. Te doy gracias, porque yo sé que de lo profundo de tu corazón está el deseo de una iglesia exitosa a través de ti, y aquí estamos parte de tu iglesia, y aquéllos que están por el internet mirando desde cualquier lugar del mundo, que puedan ser sensibles a la voz del Espíritu Santo, Señor enséñanos a caminar.

A veces tienes que quitarte el calzado - aún en el desierto

TRANSCRIPT

Quiero invitarles a abrir su biblia en el libro de Éxodo capítulo 3, Éxodo capítulo 3, y en este tiempo que nos queda, quiero invitarles a reflexionar acerca de algo. Como muchos de ustedes saben y algunos probablemente no lo sepan, yo soy pastor de una iglesia que nace de León de Judá en la ciudad de Waltham, la iglesia se llama Centro Cristiano Tiempo de Dios, y el Señor este año nos movió a tener un tiempo de ayuno y oración todos los meses, específicamente la última semana de cada mes. Entonces cada semana ha tenido su, digamos su lema, su frase, lo que queremos conseguir.

Y este último tiempo de ayuno y oración nos basamos en el libro de Hechos capítulo 1 versículo 8, que es un texto que todos los evangélicos deben saberse, alguien se lo sabe de memoria? Hechos 1:8, pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo. Y sabes cual fue el lema que nosotros tomamos esa semana?, debemos aprender a apoderarnos del poder del Espíritu Santo en nuestras vidas. Eso fue un lema y un tema toda la semana, hablamos del Espíritu Santo, toda la semana invocamos la presencia, el poder, su unción en medio nuestro.

Sabe, yo personalmente creía que esa semana el Señor nos iba a dar una palabra de impulso así que nos iba a hacer correr de una manera tremenda, donde el Espíritu Santo nos hacía tener alas y volar más rápido que el avión más veloz del mundo, y el Señor me llevó a este versículo, y me dijo: para apoderarse del poder el Espíritu Santo primero hay que sacarse el calzado de los pies. Y Aquí vamos a ver por qué.

Aquí vamos a ver por qué. Y el Señor me llevó a este tema. Es una historia conocida, la zarza ardiendo en medio del desierto. Dice, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo: "apacentando Moisés las ovejas de Jetro, su suegro, sacerdote de Marián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Oreb, monte de Dios. Y se le apareció el ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza, y él miró, y vió que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. Entonces Moisés dijo, iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema. Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza y dijo: Moisés, Moisés, y él respondió: heme aquí, y dijo: no te acerques, quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es".

Cerramos nuestros ojos, gracias Señor por este tiempo, que nos vas a permitir reflexionar acerca de tu palabra, Señor, permite que cada uno de nosotros pueda tomar la porción que está diseñada y dirigida en forma personal como Tú la haz preparado. Gracias por la oportunidad que nos das Señor de sentir tu presencia y de escuchar tu palabra, en el nombre de Jesús, amén y amén.

Era interesante lo que el Señor le estaba diciendo a Moisés. Aquí se pueden sacar muchas conjeturas, muchas enseñanzas. Primero porque Moisés estaba siendo preparado para una gran tarea con el pueblo de Dios que estaba en Egipto. Ya algunos de nosotros conocemos algo de la historia de Moisés y como llegó a apancetar las ovejas de su suegro Jetro. Sabe pero aquí el Señor nos está llamando a hacer una reflexión, porque cada uno de nosotros está llamado a una misión que Dios le ha encomendado en su vida. No porque usted a lo mejor no crea que no es pastor o porque no es evangelista, o porque no es misionero, o profeta, no crea que usted no es llamado a hacer nada, usted y yo, independiente de lo que podamos hacer en el reino, somos llamados a una misión específica que Él ha diseñado para nosotros.

Y hay una gran misión que todos tenemos que es predicar el evangelio de Jesucristo, el evangelio de salvación a todos aquellos que hoy día necesitan la salvación del Señor, así que usted y yo no podemos alejarnos de esa idea. Y aquí Moisés representa a este hombre, a esta mujer de Dios, que está siendo tratado por el Señor, que está siendo tratada por el Señor en áreas de su vida, para poder usarlo en un momento oportuno, en un tiempo oportuno. Le llamamos a eso el Cairos de Dios, el tiempo de Dios.

Moisés nos presenta un hombre o una mujer de Dios que está siempre preocupado de hacer las cosas que le encomendaron hacer, aquí tenía un trabajo que era apacentar las ovejas de su suegro, y lo estaba haciendo bien parece porque iba a una región geográfica un poquitito difícil, un poquitito complicada donde no había mucho pasto para ese rebaño, pero Moisés conocía al parecer la tierra, Moisés estaba haciendo su trabajo de una manera excelente, había aprendido, con el tiempo, a hacer bien su trabajo.

El versículo 1 nos muestra un Moisés activo, un Moisés que siempre estaba preocupado de que las cosas que a él le encomendaban salieran como el jefe quería verlas. Pero si vemos en el versículo 2, el versículo 2 también habla de un Moisés que también mientras trabajaba, mientras apacentaba las ovejas de su suegro, parece que también tenía una buena relación, una íntima relación con el Señor. Estaba atento, estaba atento a lo que el Señor estaba provocando a su alrededor. Muchos de nosotros hacemos una separación entre el trabajo y el servicio al Señor. En el trabajo muchas veces no escuchamos la voz del Señor, muchas veces no estamos siendo muy sensibles a lo que Él quiere hablarnos en su momento.

Moisés nos enseña que un hombre y una mujer llamado por el Señor está atento no solo a lo que está haciendo físicamente o materialmente, sino que también nos enseña que en ese mismo momento está atento a lo que Dios le está mostrando alrededor. Versículo 3 y versículo 4 nos habla de un Moisés que quiere, que tiene esa emoción de poder alcanzar lo que está viendo. Aquí nos habla de necesariamente, un hombre y una mujer de Dios que debe esperar el tiempo oportuno que Dios le ha dado para poder acceder a ciertas, eh, a ciertas oportunidades que Él está abriendo. Moisés no quería esperar parece ese momento, Moisés no quería esperarse a la orden del Señor, sino que él quería ir a ver, quería ir a tocar, algo estaba pasando en medio de ese roquerío en ese desierto, que no era normal para él. Pero sí sabía que estaba la presencia del Señor ahí.

Y donde yo me quiero detener un momento es en el versículo 5, cuando el Señor le habla fuerte a Moisés, y le advierte y le dice: "Moisés, todavía no es el tiempo de que tú puedas tocar eso, porque aún debes dejar algunas cosas fuera de ese espacio". La simbología del calzado en estas culturas es súper importante. El calzado, en las culturas islámicas o árabes tiene que ver con un concepto de seguridad, con un concepto de confianza, con un concepto de sentirse cómodo, así como cada uno de nosotros. Si usted y yo andamos sin un calzado apropiado en una época apropiada en esta ciudad, podemos sufrir graves consecuencias en nuestra vida física, en nuestro cuerpo físico.

Para Moisés, el calzado en ese tiempo era necesario con tantas millas que tenía que caminar, con tanto tiempo que tenía que recorrer con las ovejas. Necesitaba un calzado. Y yo me imagino a un Moisés mirando esa escena de la zarza, y estando a unas pulgadas de poder entrar en medio de ese escenario que sólo le correspondía al Señor. Cuando el Señor nos habló acerca de este versículo nos dijo, el calzado puede representar muchas cosas. Y una de esas es que cuando el Señor le dice que se saque su calzado, era porque necesitaba tener una extrema reverencia por lo que estaba viendo, por lo que el Señor le estaba enseñando en ese momento.

El sacarse el calzado involucraba quedar incómodo en medio del desierto. Con su sensibilidad física en sus pies, expuesto probablemente a alguna herida por alguna piedra o algún animal que pudiera no se, picarlo en sus pies, o la misma presencia del Señor podía de alguna manera provocar algo en su cuerpo físico. Sabe, cuando el Señor nos habla de quitarnos el calzado en ese momento, nos comienza a hablar mucho más allá. Nos está diciendo que muchos de nosotros queremos disfrutar de la presencia del Señor compartiendo un poquitito, con la mitad de nuestro pie en el mundo.

Cuando el Señor nos habló acerca de la zarza ardiendo que para algunos comentaristas la zarza representa la iglesia del Señor en estos tiempos, que aunque el desierto, y aunque la temperatura, y aunque el sistema quiera apoderarse de él, la presencia del Señor no la consume, ahí está, siempre viva, la iglesia del Señor, siempre viva en medio de los tiempos. Pero sabe, muchos de nosotros queremos compartir a medias, queremos ver la zarza, queremos hacer como Moisés, asegurarnos de lo que estamos viendo, pero no queremos despojarnos de aquellas cosas que no son necesarias dentro de la santidad de Dios.

Manifiestas son las obras de la carne dice Gálatas 5:19. Si usted quiere leer el listado de las obras de la carne se va a dar cuenta que hay muchos hombres y mujeres dentro de la iglesia del Señor que están practicando cosas que a Dios no le agradan, y además quieren disfrutar de la presencia del Señor. Esa es la iglesia que el Señor va a vomitar de su boca. Esa es la iglesia que el Señor no quiere. El señor quiere que nos despojemos de toda malicia, de toda borrachera, de todo adulterio, de toda fornicación, de toda actitud de pecado para poder adentrarnos en la presencia del Señor y ser rodeados por su gloria. La iglesia tiene que aprender que para eso está, para disfrutar de la gloria del Señor.

Tenemos que acostumbrarnos que Dios no tiene que adaptarse a nuestro modo de pensar, y a nuestro modo de vivir. La frase corriente en el mundo es, yo creo en Dios, a mi manera. O sea que si Dios quiere me acepta y si no, bueno. Pero no es así. Soy yo el que tengo que acercarme a lo que Dios es. Soy yo el que tengo que acercarme a lo que Dios quiere que yo haga. Soy yo el que tengo que cubrirme y moldearme a la imagen de Jesucristo. Cuando la iglesia del Señor comienza a entender esas cosas, entonces muchos malos hábitos comienzan a salir de nuestra vida, y el Señor nos va permitiendo entrar en medio de su presencia. Y aunque la iglesia representada en la zarza pueda ser atacada por el desierto, por el calor, por la inclemencia del tiempo, ahí está la iglesia, santa, ardiendo en medio de los tiempos, mostrando el poder del Señor, porque para Él no hay nada imposible, y aunque el mundo se quiera reir, Dios sigue diciendo, Yo soy el soberano, Yo soy el salvador, Yo soy el gran Yo soy.

El Señor está hablándonos fuerte. Estos son tiempos donde el ejército del diablo, y los ejércitos del Señor ya se están notando. Ya uno sabe quien está de un lado y quien está del otro lado. De que lado está usted?. Está dispuesto a despojarse de aquellas cosas que el Señor está pidiendo para que su poder y su gloria sean notorios?. Cual es la misión que usted tiene?. Moisés tenía que ir a sacar al pueblo de Egipto. A lo mejor su misión es su familia, es la compañía donde está, es la escuela, es la universidad, no sé cuál es la misión que usted tiene, pero hay una misión que requiere que usted se vista de santidad, que usted se vista de pureza, que dejemos las cosas que Dios no le agradan.

En Efesios capítulo 4, versículo 22, dice así la palabra del Señor: "en cuanto la pasada manera de vivir, despojados del viejo hombre que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renováos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre creado según Dios, en la justicia y santidad de la verdad. Eso le estaba diciendo el Señor, Dios, a Moisés en ese tiempo. No manches mi santidad con tu calzado. No entres aquí con eso porque eso no es digno de pisar donde yo he estado. Quieres ver la gloria de Dios en tu vida, en tu familia, en tu libertad financiera, en tu libertad ministerial, quieres ver la gloria del Señor ardiendo en medio de un mundo tan conflictivo, tan complicado, tan complejo?. Saca el calzado que está en tu pie, comienza a sentirte incómodo en tu naturaleza humana, porque Dios quiere acomodarte a su naturaleza de santidad.

Es un desafío. Podríamos predicar de lo bien que te puedes llevar con tu vecino. Podíamos predicar hoy de las influencias que pueden tener los cristianos en el poder político. Podíamos predicar hoy día de la prosperidad, de la abundancia. Pero todo comienza aquí en una buena relación con aquél que es santo. Todo comienza aquí. No se para lo que te estás preparando, pero si no estás con los pies en la santidad del Señor, no sirve de nada. No se para lo que el Señor te está llevando, pero si tu vida no está aplicada a la santidad del Señor, hay que comenzar a vivir en el espacio que el Señor ha diseñado para que vivamos. Si aún hay cosas en nuestra vida y en nuestro corazón que al Señor no le agradan, hoy día es el tiempo, hoy día es el día indicado para poder dejar, esos hábitos de vida, esas maneras de hablar, esas maneras de pensar, esa manera de actuar, que Dios no le agrada.

Ahí está la presencia del Señor, está ardiendo, ahí está el fuego del Señor, mostrandose a ti. Y no tiene más resultados no porque no tenga poder sino porque nosotros aún queremos vivir con las malas costumbres, con los malos hábitos que Dios no le agradan. Quita el calzado que hay en tu pie, bota las fortalezas que hay en tu mente o en tu corazón. Deja de lado los prejuicios y las dudas que nunca se van a responder, y comienza a dejar que la presencia del Señor comienze a tomar que Él quiere tomar en tu vida. Cierren sus ojos.

Dice la palabra del Señor que debemos ser revestidos del nuevo hombre, el cual es conforme a la imagen del que lo creó, y se va renovando hasta el conocimiento pleno. Dios tiene un tiempo para ti. Dios tiene un tiempo para que tú comienzes a vivir dentro de la presencia que Él está mostrando en este tiempo. Deja que tus impulsos queden al lado, no vivas una vida religiosa por un par de horas en la semana, y luego tienes una vida fuera de lo es lo que al Señor le agrada el resto del tiempo. Hoy es el tiempo de una iglesia que se levante en santidad. Hoy es el tiempo de una iglesia que le muestre al mundo que puede arder en medio de las dificultades, porque está llena del poder del Espíritu Santo. Hoy día es tiempo de una iglesia que comienze a definirse, de qué lado quiere estar. Solo mirando o estar adentro, del fuego glorioso del Señor.

Aleluya, gracias Señor. Si en tu corazón hay ansiedad o necesidad de oración, solo levanta tu mano ahí donde estás. Y mismo si te pones en pie. Si hay algo que crees que el Señor debe comenzar a sanar en tu vida, haz una decisión de fé, haz una decisión que agrade al Señor, comienza a sacarte el calzado del pie, de tus pies, que no deben meterse dentro de la santidad del Señor. Yo no te voy a hacer pasar aquí al frente, solo quiero invitarte a que oremos ahí. Levanta tus brazos y si aún hay personas que necesitan esta fortaleza del Señor en sus vidas, aún podemos ponernos de pie y decirle Señor, yo quiero disfrutar en medio de la zarza ardiendo. Quiero dejar todas aquellas cosas que no son agradables delante de ti. Gracias Señor.

Señor aquí nos presentamos delante de ti, reconociendo que aún hay áreas en nuestra vida que necesitan ser restauradas, sanadas, Señor para poder disfrutar plenamente de tu presencia. Señor Tú conoces cada una de esas áreas. Tú conoces cuan dificil es la lucha diaria que tenemos, pero Tú tambien sabes que es el anhelo de nuestro corazón, Señor que, presentarnos delante de ti, como Tú te lo mereces. Señor perdónanos, perdona nuestros pecados, perdona nuestras faltas, perdona aquellas cosas Señor que cada vez nos alejan más de tu presencia. Señor enséñame a disfrutar de tu santidad, porque es ahí donde está mi bendición, es ahí donde está mi prosperidad, es ahí donde está mi sanidad, es ahí donde Tú estás Señor, y para ti, para ti no hay nada imposible. Gracias Señor. Gracias Señor.

Señor, gracias por este tiempo. Señor guardanos al regreso de nuestro hogar, y que tu bendición nos acompañe, la bendición del Padre, del Hijo, Y del Espíritu, Santo, amén, amén.

Mirándonos en el espejo del Señor

TRANSCRIPT

Quiero hacerles una pregunta hoy día. Cuántos hoy día tuvieron la oportunidad de mirarse en el espejo? Aunque algunos, como yo, nos miramos en el espejo y no conseguimos mucho, pero hay otros que tienen toda una elaboración mientras se miran al espejo, sobretodo las hermanas. No es solo mirarse al espejo sino todo lo que tienen sobre la mesita para poder darse uno que otro toquecito en la cara, no es cierto? Algunas.

Es una necesidad casi cultural, es una necesidad casi nacional el tener que mirarnos en el espejo. Alguna vez alguien no se miró en el espejo dentro de su vida? Alguien salió tan apurado que ni siquiera se acordó que tenía que mirarse en el espejo?

Yo creo que puede, en este mundo de tanta locura, puede que haya pasado alguna vez. Pero las consecuencias después de ese descuido deben haber sido desastrosas. Qué importante es mirarnos al espejo, ah? Un accesorio en el hogar tan insignificante, podría ser, aunque hoy día usted va a Home Depot o alguna tienda por ahí, tienen unas cantidades de espejos que dan ganas de comprárselos todos y poner cada uno en cada ladito que pueda.

Hay algunos que en sus casas ya tienen tantos espejos, pero siempre falta uno, y ponen ese que está en la puerta de la salida de la casa, ya para ver el último retoque. Si me puse los zapatos correctos, si no me los puse cambiados. Si estoy más o menos de acuerdo a lo que yo me voy a presentar en ese momento.

Pero lo que más podemos hacer de una u otra manera, es entrar dos o tres veces en el baño para asegurarnos bien de que lo que vimos era algo agradable. Pero quiero invitarlos hoy día a tener una experiencia en el espejo del Señor. Estuve leyendo hace algunas semanas un versículo en el libro de Segunda de Corintios, Capítulo 3, versículo 18.

El Segundo libro de Corintios, Capítulo 3, versículo 18, me llevó a preguntarme algunas cosas en mi vida con respecto a mí rutina diaria de mirarme en el espejo. Y la más esencial, la pregunta más primordial, la que saltó a primera vista es, ¿te miraste hoy día en el espejo del Señor? Es algo también primordial, es algo primario en nuestras vidas todos los días mirarnos en el espejo del Señor.

Así que hoy día quiero invitarlos a comenzar, si no lo ha hecho, a prepararnos, a mirarnos en el espejo del Señor. Así le vamos a poner a este sermón “Mirándonos en el espejo del Señor”. Dice así el texto en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo:

“… Por tanto nosotros todos mirando a cara descubierta, como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria, en la misma imagen como por el espíritu del Señor….”

Vamos a leerle de nuevo. Cuántos encontraron este pasaje. Lo encontraron? Sí, yo sé que hay algunas versiones distintas pero léalo, si lo lee en inglés también, total no importa.

“… Por tanto nosotros todos ─ aquí nadie queda afuera ─ … todos mirando a cara descubierta, como en un espejo… ─qué vamos a mirar como en un espejo? Qué? ─ … la gloria del Señor…”

Haga un ejercicio y mire a su hermano al lado y vea si hay algo de la gloria del Señor en su hermano que está al lado. Aquí aprovechen los esposos en ponerse en la buena con las esposas también.

“… somos transformados de gloria en gloria, en la misma imagen como por el espíritu del Señor….”

Mirarnos al espejo de alguna manera nos ayuda a darnos cuenta de algunos detalles en nuestra expresión física. Es necesario mirarnos al espejo, hablando humanamente, porque sabemos si estamos bien peinados, si no estamos muy ojerosos, si no tenemos algunas marcas producto ya de la vida, de los años… Y me salió algo aquí al lado del ojo. Tengo que tratar de estirármelo como sea. Parece que mi pelo está un poco largo. Parece no tengo una buena apariencia, pasé una mala noche. Tengo un semblante muy blanco, muy pálido. O dormí poco y tengo unas ojeras tremendas. O algunos lloraron mucho en la noche y se levantan con unos tremendos ojos hinchados de tanto llorar.

El espejo de alguna manera, nos sirve para poder tener una referencia de cómo está nuestra imagen. Si ese día tenemos una entrevista importante, si ese día tenemos una conferencia, una reunión importante, si ese día tenemos que ir a trabajar, tenemos que, de alguna manera, cuidar cómo nos vamos a presentar frente a los demás.

Cuando uno se mira al espejo tiene la ventaja de poder tener la opción de alcanzar, probablemente algún objetivo para lo cual esa mañana se levantó. Si usted está preocupado de su imagen, el mirarse al espejo le va a traer probablemente una buena oportunidad de trabajo, le va a traer una buena oportunidad de estar frente a alguien a quien usted quisiera agradar. Siempre es importante mirarnos en el espejo. Siempre es importante cuidar nuestra apariencia física. Siempre es importante tener en cuenta que cada uno de nosotros necesita presentarse delante del mundo de la mejor manera.

Estamos hablando de un aspecto físico. Pero cuando me encuentro con este texto la pregunta que viene a reflexionar en mi corazón es si cada día también hago este ejercicio espiritual: El mirarme en el espejo de la gloria del Señor, en el espejo, que de alguna manera, comienza a tratar algunos defectos, o algunos detalles que hay en la vida, en mí vida y en la vida de cada uno de nosotros que necesitamos mejorar.

Mirarnos en el espejo de la gloria del Señor significa mirarnos en el espejo, en la imagen de Jesucristo. Nuestro mejor ejemplo es Jesucristo. Cuando nosotros nos miramos al espejo siempre queremos parecernos, guau, yo estoy cerquita de Luis Miguel ya. no, yo no. estoy haciendo un ejemplo.

Algunas hermanas, yo estoy cerquita de esta actriz de telenovela, solo me falta levantarme aquí un poquitito. Siempre hay una necesidad de tratar de presentar una buena imagen. Frente al espejo del Señor, nosotros también tenemos que considerar presentarnos con una buena imagen.

Y sabe por qué? Porque es esa imagen la que trasciende a los que nos rodean. La imagen de vernos en el espejo de la gloria de Dios es la que trasciende para poder llegar hasta el alma de otras personas y presentarles una imagen de gozo, una imagen de paz, una imagen de bondad, una imagen que esté de acuerdo a nuestra realidad de fe, la imagen de Jesucristo imperando y gobernando en nosotros.

Sabe que la Biblia nos muestra muchas enseñanzas con respecto a tener que parecernos al Señor. El Apóstol Pablo dice, “sed imitadores de mí así como qué? Así como yo de Cristo.”

A veces nosotros no nos animamos ni a decirle a la gente, miren, traten de imitarme a mí, porque yo soy un buen cristiano. Hoy día es muy difícil decir eso. Pero saben? El objetivo es que nosotros nos veamos a cara descubierta frente al espejo del Señor y decirle, Señor, cuáles son las áreas en mí vida espiritual que tienen que ser arregladas por ti?

A veces nos miramos en el espejo del Señor y seguimos conformes con lo que somos. A veces nos miramos en el espejo de la gloria del Señor, la gloria del Señor es el Hijo de Dios, es Jesucristo mismo, estableciendo su reino, su trono, su misericordia, su plan de salvación, su sacrificio para nosotros aquí en la tierra. Ese es el ejemplo vivo, esa es la imagen que nosotros debiéramos mostrar cada día que nosotros nos levantamos, cuando estamos en el trabajo, cuando estamos con nuestras amistades, cuando estamos con la familia. Una iglesia que comienza a mostrar la imagen de Jesucristo es una iglesia que comienza a conquistar áreas, tierras que el diablo ha robado y que comienza a ser capturadas para el Reino del Señor.

Nosotros, en la imagen del Señor, podemos aún más allá de lo que usted naturalmente puede pensar, donde usted puede llegar. Sabe que nosotros necesitamos cada día estar preocupados de esos detalles que pueden provocar una mala impresión por el descuido de no mirarnos en el espejo del Señor.

En el libro de Gálatas 5:19, aquí hay algunas características de esas cosas que se podrían descubrir mientras nos miramos en el espejo de la gloria del Señor, ciertas conductas dice,

“…Y manifiestas son las obras de la carne…”

Y usted tiene ahí tres versículos que leer y entretenerse con eso y comenzar a ver cuál de esas cosas están afectando su imagen frente al espejo que es la imagen de Jesucristo sobre nosotros. Las conductas que nosotros tengamos, necesitan ser mejoradas, los hábitos que ofenden al Señor, esa manera de vivir que está contra lo que el Señor diga, contra lo que el Señor ha establecido. Aquí en este pasaje de Gálatas, Capítulo 5, versículo 19 en adelante, dice que son manifiestas las obras de la carne y al final, en el versículo 22, dice que estos no tendrán herencia, no heredarán el Reino de los Cielos.

Los que practican, los que hacen ciertas cosas que están escritas aquí, los que se presentan frente al mundo con una doble imagen, los que se esconden, los que prefieren caminar en el mundo de una manera, y prefieren estar en la iglesia de otra manera, aquí en la iglesia todos nos parecemos a Cristo, cuando salimos de esas puertas es cuando comenzamos realmente a sacarnos, muchas veces, las máscaras que tenemos.

La iglesia del Señor no es una iglesia hipócrita. La iglesia del Señor no es una iglesia mediocre. La iglesia del Señor no es una iglesia que engañe. La iglesia del Señor no es una iglesia mentirosa. La iglesia del Señor es una iglesia poderosa en la imagen de Jesucristo. La iglesia del Señor es una iglesia poderosa en la autoridad que Cristo le ha dado, una iglesia verdadera, una iglesia que avanza por la palabra del Señor que es viva y eficaz para estos tiempos.

La iglesia del Señor, nosotros somos la iglesia del Señor. Necesitamos entender que debemos estar cada día parados frente al espejo de la gloria del Señor, y parecernos cada día más a él.

Nos parecemos cada día más a Cristo? En nuestra imagen se refleja el Señor Jesucristo para estos tiempos? Mientras en el mundo el concepto de belleza y de imagen tiene que ver con soberbia, con orgullo, con vanagloria, para el cristiano el concepto de belleza tiene que ver con tener a Jesucristo como su imagen principal.

Mientras para el mundo la belleza trae ciertos cambios en su conducta emocional, en algunas personas, para los que están bellos en Cristo el único cambio se produce porque Jesucristo pasa a ser tu imagen eterna, tu emblema, tu carta de presentación cada día. Cuando tu estás frente a alguien, tu no caes en gracia porque eres tu, porque Jesucristo es quien actúa a través de ti.

A cuántos de nosotros muchas veces se nos dijo que no podríamos llegar hasta cierto punto porque no teníamos una estructura física adecuada, porque no teníamos la capacidad necesaria, pero cuando nos pusimos y nos dispusimos a cambiar frente al espejo del Señor, mire, el mundo no había dónde nada se cerraba. Por qué? Porque cuando avanzamos en Jesucristo solamente la imagen de Jesucristo trasciende y traspasa límites, traspasa barreras, destruye fortalezas y comienza a glorificarse el Señor a través de ti.

Isaías Capítulo 60, versículo 1 dice:

“… Resplandece porque ha venido tu luz y la gloria del Señor ha nacido sobre ti…”

En cuántos de los que hay aquí la gloria del Señor ha nacido? Cuando tu resplandeces es ese brillo de la gracia, de la autoridad que el Señor te está dando, de esa oportunidad de llamarte que eres hijo de un Dios vivo. No cualquiera tiene esa oportunidad. No cualquiera tiene esa oportunidad, pero hay personas que han decidido no parecerse al Señor.

En Segunda de Corintios, Capítulo 4, versículo 4 dice:

“… En los cuales el Dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos para que no le resplandezca la luz del Evangelio de la gloria de Cristo el cual es la imagen de Dios…”

Incluso dentro de las iglesias hay gente que ni siquiera quiere parecerse al Señor. Y han pasado tanto tiempo viviendo una vida religiosa que están conformes con eso. En el mundo hay gente que no quiere parecerse al Señor porque parece que trae muchos problemas. Y el Dios de este mundo oscureció su entendimiento y simplemente se quedaron con esa imagen y allí el Evangelio de Cristo los alcanza muchas veces ni la imagen de un Jesucristo amoroso, de un Jesucristo que murió en la cruz del calvario, que derramó su sangre, que hizo un sacrificio tremendo por cada uno, ni ese sacrificio ya es suficiente para que algunos puedan reconocer que necesitan este Evangelio de Jesucristo que es la imagen de Dios.

Sabe, el enemigo se ha encargado de mantenernos ocupados. El enemigo se ha encargado de no preocuparnos de estos detalles. Un espejo es un accesorio y probablemente mirarnos todos los días al espejo del Señor no vaya a ser tan agradable para nosotros. Un día el Señor nos va a decir, tienes que arreglarte un poquito más para parecerte a mí.

Estás dispuesto a hacerlo? Estás dispuesto a reflexionar en tu vida y buscar en estos hábitos espirituales, en la oración, en el ayuno, en la lectura diaria de la palabra parecerte más a Cristo?

Yo quiero invitarlos, saben por qué? Porque ahí está nuestra ganancia. Ahí está nuestro tesoro. En Hebreos Capítulo 1, versículo 3, una parte del texto dice, habla con respecto a Cristo como la gloria la Dios:

“… el cual siendo el resplandor de su gloria y la imagen misma de su sustancia…”·

Jesucristo no es cualquier cosa. Déjese de ponerse esos lentes negros para parecerse a Daddy yankee. Deje de pintarse el pelo para parecerse a esta actriz o a esta cantante. Vístase de humildad y comience a parecerse a Jesucristo. Vístase de paz y comience a parecerse como Jesucristo. Vístase del amor y del perdón del Señor y comience a caminar como Jesucristo. Esa es la iglesia que hoy día necesita ver el mundo, una iglesia más parecida a Jesucristo que parecida al mundo, una iglesia más parecida a lo que es Jesucristo como el Hijo de Dios y el proveedor de un plan salvador para nosotros, que estar pareciéndonos a una estructura de un sistema social o un sistema económico, o un sistema político.

Tu eres la iglesia del Señor. No desvíes tu atención de quién realmente se merece tu atención y ese es Jesucristo, el Rey de Reyes y Señor de Señores.

Alguno dirá, pastor Andrés, pero va a ser muy difícil llegar a ser como Jesucristo en un mundo de tanta imperfección, en un mundo de tanta incoherencia, inconstancia. Miren lo que dice, Primera de Corintios, Capítulo 13, versículo 12. Este texto nos da una esperanza interesante:

“…Ahora vemos por espejo oscuramente, más entonces veremos cara a cara…”

Sabe lo que está diciendo? Sigue buscando parecerte al Señor y aunque todavía esté un poquito oscura y borrosa la imagen, mientras sigas en este camino en algún momento lo vas a ver cara a cara y te vas a dar cuenta que valió la pena el esfuerzo, el sacrificio y la decisión de parecerse a Jesús.

Mientras buscamos modelos en nuestras vidas, mientras buscamos modelos humanos en los cuales sostener una imagen, hoy día quiero hablarle y decirle que hay una palabra revolucionaria para su corazón, olvídese de todo modelo humano. Quiere parecerse a este evangelista, a este predicador, a esta predicadora, a esta conferencista, a este cantante, a esta cantante, pero mientras más lejos estemos de Jesucristo nunca vamos a estar satisfechos. Y mientras más cerca de Jesucristo nos vamos a dar cuenta que aún hay un mundo grande por conquistar y mostrar que Jesucristo es la imagen del Dios vivo.

Jesucristo es la imagen del Dios vivo. Cierre sus ojos un momento. Si alguno tiene la inquietud y que por alguna razón en su vida de fe no ha valorado estos hábitos de mirarse al espejo de Cristo cada día, quiero invitarle a que se ponga de pie y que pueda pasar aquí al frente.

Nos quedan 5 minutos y yo quiero orar, hacer una oración por usted. Si en su corazón el Espíritu Santo le ha tocado y le ha dicho, yo quiero que cada día te presentes frente a mí para yo decirte cómo tienes que arreglarte conmigo, a lo mejor, se le olvida, hay tanto que hacer, es tan estresante este mundo. Hoy día es el tiempo de decirle, Señor, quiero arreglarme contigo. Pase aquí al frente un momento, pase aquí al frente.

Si siente esa necesidad de que cada día el Señor le fortalezca en su manera de presentarse delante de él, quiero invitarle a que lo haga, que le diga, Jesucristo, yo quiero ser como tu. Jesucristo, yo quiero parecerme a ti cada día, que borres de esta imagen espiritual todos esos detalles que te ofenden, todos esos detalles en mi imagen espiritual que no son correctas delante de ti, Señor Jesús. Déjame mirar tu gloria en el espejo de tu espíritu, Señor.

Déjame tener gracia ante los ojos de los hombres con tu imagen. Deja, Señor, que mi vida comience a mostrar quién eres tu más que cómo soy yo. Deja, Señor, que en mi vida comiences a mostrar lo que tu has hecho en mí más de lo que yo soy hasta el día de hoy.

Oh, Espíritu Santo, tu que conoces los misterios del corazón, si alguno aquí, Señor, por alguna razón se ha sentido desplazado, porque emocionalmente o espiritualmente han declarado palabras falsas contra mis hermanos, yo te pido que hoy día comiences a restaurar el corazón y la mente de cada uno de ellos.

Señor, que tu comiences a restaurar, Señor, su relación contigo. Oh, Espíritu Santo, redarguye, Señor, exhorta, anima, Dios mío, a que cada día podamos presentarnos delante de ti, Señor, y mirarnos a cara descubierta, así como debemos hacerlo todos los días, con honestidad, con sinceridad, siendo transparentes, siendo íntegros contigo, no escondiendo nada, Señor.

Oh, Espíritu Santo, llena con tu poder Dios, esta convicción que ha nacido en el corazón de mis hermanos, que cada día se parezcan más a ti, que cada día, Señor, su imagen refleje lo que tu eres, que cada día tu poder, Señor, actúe cuando ellos abran su boca, cuando ellos miren, cuando ellos levanten sus brazos, cuando ellos caminen, cuando ellos se abracen, Señor.

Oh, Espíritu Santo, llena, llena, Señor, de esperanza que aunque parece difícil, Señor, tu eres Dios y que para ti no hay nada imposible. Gracias Jesús. Dígale, Señor Jesús, repita conmigo, Señor Jesús, todos repitan conmigo, Señor Jesús, cada día quiero parecerme más a ti, quiero ser la imagen que tu quieres tener sobre mí, quiero proyectar que tu eres mi Señor y que cada día, Señor, yo no deje de mirarme en tu espejo con mi cara descubierta para que tu arregles lo que sea necesario arreglar.

Gracias por tu amor, Jesús. Gracias, Espíritu Santo, por tu presencia. Gracias, Señor.

Una actitud correcta

TRANSCRIPT

Podemos estar agradecidos de la misericordia que el Señor tiene para cada uno de nosotros y él la demuestra de diferentes maneras. Así que, qué les parece si cerramos un momentito nuestros ojos y le decimos al Señor cómo está nuestro corazón, nos presentamos delante de él, reconociendo que él es nuestro Señor soberano y que reconocemos que nuestra vida depende de él. Cada una de sus respuestas, cada una de sus señales y maravillas están diseñadas con un propósito para cada uno de nosotros y él las entrega para que su nombre sea glorificado, para que su nombre sea exaltado, para que el mundo vea y que aún este Dios que predicamos algunos locos, es real y que no hay nada imposible para él. Gracias Jesús. Gracias Jesús. Gracias Señor. Gracias. Amén. Amén.

Quiero darles las gracias una vez más por la oportunidad de poder estar aquí, quiero darle gracias porque creo que el Señor siempre tiene una palabra fresca para nuestra vida. Y hoy día le he puesto algún nombre a esta pequeña reflexión que el Señor me dio, y se llama “Una actitud correcta”.

Y quiero invitarle a abrir su Biblia en el libro de Segunda de Crónicas, Capítulo 7, versículo 14, un pasaje muy conocido. Segundo libro de Crónicas, Capítulo 7, versículo 14. Dice así en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo:

“… Si se humillare mi pueblo sobre el cual mi nombre es invocado y oraren y buscaren mi rostro, y se convirtieran de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos y perdonaré sus pecados y sanaré su tierra…”

Cuál sería nuestra actitud correcta delante del Señor? Es una buena pregunta. Y es un pasaje que tiene muchas maneras de ser interpretado y de ser planteado a la iglesia. Pero yo solo quiero basarme en una de las palabras principales y más fuertes que tiene este pasaje. No solo los beneficios de lo que significa obedecer al Señor, sino que la actitud correcta para cada uno de nosotros de presentarnos delante del Señor es humillándonos.

Y yo quiero que veamos un poquito acerca de lo que el Señor quiere decir con esto. En un mundo donde la humillación representa probablemente la burla descarnada para el ser humano, donde la humillación representa una actitud de desprecio, una actitud de menosprecio para el ser humano, Dios la usa como un recurso para contestar, para perdonar, para salvar y para llenar nuestras vidas de bendiciones.

Cuando el mundo usa la humillación la usa para denigrarte, para hacer que te sientas indigno como ser humano. Alguno alguna vez ha pasado un tiempo de humillación en este mundo? Alguna vez hemos pasado alguna humillación y se han reído de nosotros y han querido pisotearnos y han querido largarnos de un lugar, y han querido menospreciarnos y se han burlado de cada uno de nosotros y no hay una manera de poder salir de eso con mucha dignidad.

Pero cuando el Señor, Dios todopoderoso, le está pidiendo a su pueblo humillarse, es porque él quiere glorificarse en medio de sus hijos. Y yo creo que usted y yo hoy día estamos en un tiempo propicio, en un tiempo privilegiado donde Dios quiere manifestarse a través de cada uno de nosotros.

Si se humillare mi pueblo… es la actitud correcta que el hombre y la mujer de Dios, y el pueblo de Dios debe tener para que su vida sea una vida próspera, para que su vida sea una vida abundante, para que su vida esté llena de bendiciones y esté llena de respuestas del Señor que van a promover que Dios sigue siendo el mismo.

En este caso, el Señor nos está llamando a humillarnos, a que reconozcamos nuestra necesidad de él y que nuestra naturaleza humana se doblegue ante su poder. Saben lo que significa humillarse en el lenguaje normal? Es una necesidad de doblegar la voluntad del ser humano e indiginificarlo. El humillarse en el diccionario español tiene que ver con una acción de menospreciar, de sujetar bajo el poder a veces involuntariamente, con fuerza, con rigor. Y no está lejos de la realidad de lo que Dios quiere hacer con nosotros.

La diferencia entre lo que el mundo entiende por humillación y lo que Dios nos pide como pueblo humillado, es el resultado final, y Dios quiere bendecirnos, el mundo no nos quiere ver bendecidos, Dios quiere bendecir a un pueblo humillado. Si se humillare mi pueblo sobre el cual mi nombre es invocado.

Cuántos invocan el nombre del Señor en este lugar? Cuántos declaran que el nombre del Señor es nombre por sobretodo nombre? Cuántos declaran, cuántos abren su boca para declarar alabanza al Rey de reyes y Señor de señores? Este es el pueblo que necesita humillarse cada día delante del Señor. Sabe para qué? Para que sus oraciones, para que su búsqueda de Dios tenga fruto.

Nos enseñaron a que probablemente éramos independientes. Algunos a los 18 años, no esperan a tener 18 años para poder salir porque son independientes. Quieren vivir solos aunque el papá tiene que pagarle la renta del cuarto. Pero viven solos, son independientes, pero si el papá no paga el celular, no va a tener cómo comunicarse. Soy independiente, pero si el papá no le compra los tenis no tiene con qué caminar en la calle. Soy independiente.

El mundo privilegia la independencia. La sociedad y el sistema privilegia la independencia. La iglesia del Señor privilegia la dependencia con su Dios. Dependemos de él. Dependemos de su gracia. Dependemos de su amor. Dependemos de su provisión. Él no solo es el proveedor, por poner un ejemplo, de él emana toda provisión, él es el que la hace, él es el que la envía, él es el que la produce, él no es el intermediario, él es el proveedor. Él no es solo un Dios de amor, él es amor.

Cuando el pueblo del Señor comienza a tener esta actitud correcta de humillación comenzamos a ver grandes victorias sobre nuestra vida. La Biblia dice que todo aquel que invoca el nombre del Señor debe humillarse delante de él. Hay algunos ejemplos en la Biblia donde podemos reconocer, en Génesis, Capítulo 18, versículo 27, Abraham reconoce que es polvo y ceniza, dice, “… yo soy polvo y ceniza, qué voy a hacer yo Señor?” esto tiene que ver con la historia de Sodoma. Dios lo estaba llamando, el Dios poderoso y Abraham reconoce que no era nada frente a este Dios que lo estaba enviando.

En Éxodo Capítulo 3, versículo 11, Moisés reconoce su incapacidad para que él sea el intermediario entre Dios y el faraón por su pueblo. También Moisés reconoce su incapacidad, él reconoce que Dios es más poderoso, él necesitaba, necesita humillarse delante de Dios porque él no podía hacer lo que Dios le estaba pidiendo que hiciera.

En Éxodo, Capítulo 4, versículo 10, también Moisés muestra la incapacidad y se siente temeroso para cumplir lo que Dios estaba pidiendo. Hay un sentido de humillarnos. Cada uno de nosotros debe agotar todo espíritu de soberbia, todo espíritu de engrandecimiento inmerecido porque todo es por Dios, para Dios y en Dios. No hay otra cosa.

Si usted tiene alguna capacidad es porque Dios lo dispuso así, para su vida, para bendecir a otros. No para que usted se jacte, no para que usted pueda mostrar que es un ser superior. Dios es superior y quiere una iglesia que aprenda a humillarse delante de él, una iglesia que reconozca sus debilidades, una iglesia que reconozca sus dificultades, una iglesia que reconozca que solo él puede sostenernos.

La hermana decía, “Yo voy a ir a la iglesia, yo me voy a sostener de la mano de Jesús”, imagínense, si eso fue de una mano, y le dieron un contrato grande, se agarra de las dos manos, quién sabe qué le llega.

En Primera de Samuel, Capítulo 9, versículo 21, Saúl también reconoce que su insignificancia ante Dios… Dios estaba proponiendo que Saúl fuera el rey, pero él se sentía insignificante. El reconocía en su corazón que él no era capaz si Dios no estaba con él.

En Marcos, Capítulo 1, versículo 7, acerca de Juan el Bautista, Juan reconoce que el que viene después ni siquiera es digno de desatar el calzado de sus pies. Una actitud de humillación delante de Dios es la actitud correcta que el pueblo de Dios debe tener para poder disfrutar de las bendiciones de Dios, para poder disfrutar del perdón de Dios, para poder disfrutar de los milagros del Señor. No hay otra manera, no es por méritos, no es porque yo vengo a la iglesia siempre, no es por la cantidad de diezmo que doy, no es por la cantidad de ayuda que hago, es porque mi corazón está postrado cada día delante del Señor y cada mañana me levanto y reconozco que este día es Dios el que tiene que ser glorificado en mi vida, es Dios el que tiene que ser alabado en mi vida, es Dios el que tiene que ser honrado con mis acciones, con mi palabra y ahí el Señor va perfeccionando su obra en medio nuestro.

¿Saben qué? En Santiago, Capítulo 4, versículo 6 dice que Dios da gracia a los humildes. En Segunda de Corintios, Capítulo 7, versículo 6 dice que Dios da consuelo a los humildes. En Romanos, Capítulo 12, versículo 16 nos insta, sabe que es un texto muy interesante, nos insta a hacer sociedad, a asociarnos con los humildes.

No busque a aquellos que le gusta andar hablando de más. No busque a aquellos que le gusta, no, si yo no estoy murmurando, solo estoy dando mi opinión. No busque a aquellos que encuentran todas las cosas negativas. No busque a aquellos que buscan la conveniencia del texto bíblico para hacer lo que están haciendo, que no es agradable a los ojos del Señor, busque asociarse con gente que reconozca, que depende de Dios, porque somos débiles, porque somos fluctuantes, porque necesitamos de la corrección amorosa del Señor cada día.

Una iglesia así es una iglesia que va avanzando en sanidad, que va avanzando en restauración, una iglesia que se asocia con los humildes es una iglesia que desarrolla una mentalidad de un Dios todopoderoso, de un Dios que todo lo puede, de un Dios que no hay nada imposible para él.

Hay alguien que tiene alguna necesidad que es imposible para el hombre? Todos tenemos alguna necesidad probablemente que para el hombre es imposible, pero para Dios todo es posible. Así que humillémonos delante del Señor. Y no necesariamente tiene que ser algo para nuestros intereses, también debiera ser en razón de nuestra manera de vivir.

En Mateo, Capítulo 11, versículo 29, Jesús es nuestro mejor ejemplo de humildad. Si usted quiere ser humilde como alguien, no mire al que está al lado suyo, vaya a la Biblia y vea el ejemplo de Jesús. “Mira que soy manso y humilde de corazón…” Ese es Jesús, el mejor ejemplo.

En Sofonías, Capítulo 3, versículo 12, él está dispuesto a quitar nuestra rebeldía y soberbia y transformarnos en un pueblo humilde que lo reconozca a él.

Si hay algo en nosotros que aún sigue siendo desagradable a los ojos del Señor, Dios quiere cambiarlo por humildad, Dios quiere cambiarlo por un corazón contrito y humillado.

En Isaías 57:15 “…él habita con los humildes y con los quebrantados…” En Isaías 29:19 “… los humildes crecen en alegría…”

Esta es la diferencia entre ser humillados delante de Dios y ser humillados delante del mundo, que por donde usted lo mire, el humillarnos, el tener una actitud humilde delante del Señor trae beneficios, trae alegría, trae crecimiento.

A la iglesia muchas veces se le olvida esta actitud de humillarse delante del Señor. Se nos olvida muchas veces que Dios resiste a los soberbios. Es ahí donde está la respuesta del Señor.

“Si se humillare mi pueblo sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos amigos, entonces yo oiré desde los cielos y perdonaré sus pecados y sanaré su tierra…”

Y este ‘sanar la tierra’ significa restaurar tu vida, no importa lo que hayas sido, el Señor tiene poder para hacer reverdecer como dice Isaías 42 al 44, para hacer reverdecer, para hacerlas florecer de nuevo.

Sabes, la tierra que el Señor desecha, esa que está en Gálatas, Capítulo 5, versículo 19, que son manifiestas las obras de la carne, y hay una lista de cantidad de cosas. Esos son tierra que está siendo envenenada por el pecado. El Señor quiere sanar esta tierra, poner fruto digno, más el fruto del espíritu, Gálatas 5:22, es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza. Esa es la tierra que le Señor quiere darnos a nosotros.

Sabe que detrás de cada característica de estos frutos hay una tremenda bendición para los que nos rodean y para nosotros, para nuestra familia, para la iglesia, para la comunidad. Una iglesia que se humilla delante del Señor es una iglesia que se mueve a pasos agigantados, es una iglesia donde no solo hay vencedores, sino más que vencedores.

Es una iglesia que no solo se conforma con tener buenos resultados, sino que va a la conquista de lo que el diablo le ha quitado, a tomar posesión de lo que Dios ha prometido. Esa es la iglesia que está humillada delante del Señor, es una iglesia que reconoce su dominio, es una iglesia que reconoce su dependencia.

Humillémonos, pues entonces, bajo la poderosa mano de Dios para que él nos exalte en su tiempo, para que su respuesta comience a fluir a través de nosotros, para que otros puedan llegar al conocimiento del Señor.

Sabe, el gran desafío de la iglesia hoy día es presentarse como una alternativa única en un mundo donde hay cientos y miles de alternativas. El gran desafío de la iglesia de hoy es mostrarle al mundo que reconociendo al Dios todopoderoso ahí hay esperanza, ahí hay cambio, ahí hay transformación, ahí hay virtud que sale del Señor para fluir a través de su iglesia.

Somos un pueblo que se humilla cada día? Somos un pueblo que reconoce al Señor por sobretodos nuestros intereses? Somos un pueblo que necesariamente está buscando la confirmación de Dios cada día para nuestras vidas? Yo quiero invitarlo a que pueda cerrar sus ojos un momento y pueda hacer una reflexión acerca de lo que nuestra vida necesita desarrollar frente al trono del Señor.

La Biblia dice, echa sobre mí tu carga que yo te la llevaré, echa sobre mí tu carga. Sabe, lo más hermoso de esta impresión bíblica es que el Señor dice, mi yugo es fácil y ligera mi carga. Le está diciendo, todavía tu me puedes llevar, puedes llevar mi fe, puedes llevarme a mí y no voy a ser un estorbo para ti, no te voy a causar depresión, no te voy a causar enfermedad, no te voy a causar problemas financieros, porque mi yugo es fácil y ligera mi carga. Pero tus cargas, pero tus problemas, pero tus dificultades te están llevando por un camino que se hace cada día más pesado, por qué no te entregas y doblegas tu corazón delante del Señor y dejas que él comience a sanar tu tierra? Por qué no dejas que él comience a abrir caminos donde no hay caminos?

Cierre sus ojos, vamos a orar. Gracias Señor Jesús, gracias, Señor, porque esta es la actitud que cada uno de nosotros debe enfrentar cada día y debe decidirla. Señor, humillarnos delante de ti, presentarnos delante de ti con un corazón contrito y humillado, Señor, dice el salmista que tu no lo rechazarás. Señor, enséñanos a ser una iglesia que sea una iglesia que se humille y que reconozca, y que no espere a vivir malos momentos, y que no espere a vivir malos tiempos para reconocer que tu eres el Señor.

Señor, que este pueblo que invoca tu nombre, que este pueblo que ora, que este pueblo que te busca, que este pueblo, Señor, realmente se convierta a ti y que su corazón, Señor, y que su manera de vivir, y que su manera de hablar, y que lo que podamos pensar y sentir, siempre esté bajo la humillación tuya, Señor.

Enséñanos, Dios, que humillarnos delante de ti trae bendición, trae bienestar, trae sanidad, trae tranquilidad a nuestras vidas. Gracias, Jesús. Gracias, Espíritu Santo. Gracias porque tu eres bueno. Amén. Amén. Que el Señor les bendiga.

Te paras por los cojos cuando vas a la iglesia?

TRANSCRIPT

Diga cada uno de ustedes, “Que bueno es estar en la casa del Señor. Aquí en la casa del Señor suceden cosas maravillosas”. Hay algunos que todavía nos cuesta a veces entender que el Señor quiere hacer cosas grandes en medio nuestro. Así que, qué le parece si hoy día podemos decirle a nuestro hermano que está a nuestro lado, “el Señor quiere revolucionar nuestro corazón”.

Es interesante porque por mucho tiempo hemos tratado de motivar a la iglesia en diferentes lugares a que podamos estar disponibles para el uso que el Señor quiere hacer de nosotros a través del Espíritu Santo. Cada uno de nosotros puede ser un instrumento tan útil, tan grande, de tanta bendición cuando nos podemos poner en una línea con el Señor y dejar que el Espíritu Santo obre en el tiempo preciso, a la hora acordada, a la persona indicada.

¿Saben qué? Yo creo que el Señor hoy día quiere volver a que nosotros recordemos, según el Génesis, Capítulo 1, que todo lo que él había hecho había sido bueno. Han sido buenas las cosas que el Señor ha hecho con usted? Alguien tiene alguna queja con el Señor? Si levanta su mano, le pido que pase al frente y oramos por usted por ingrato.

Creo que el Señor ha hecho todas las cosas bien para nosotros. Él ha sido fiel, él ha sido leal, él ha sido nuestra provisión, nuestro sustento. Y quiero invitarle a abrir su Biblia en el libro de Hechos, Capítulo 3. Hay un acontecimiento interesante desde el punto de vista de la obra del Espíritu Santo en nuestra vida. Hay un acontecimiento interesante porque creo que esta es la actitud que el Señor está buscando en su pueblo cuando nos reunimos. Dice el salmo 133:

“… Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía…”

Y hay una serie de detalles en ese Capítulo y al final del Capítulo dice:

“… porque allí envía Jehová bendición y vida eterna…”

Sabe, esa expresión de bendición y vida eterna, no es solo llenarnos los bolsillos de dinero, no es solo llenarnos de casa, llenarnos de carro, llenarnos de zapatos, llenarnos de ropa, bendición y vida eterna está también diciendo, yo traigo milagros. Yo traigo transformaciones. Yo traigo restauración. Yo traigo una nueva vida hoy día para ti y para el mundo. Eso está diciendo el Señor ahí. No solo está diciendo cosas que nos convengan, está diciendo cosas que lo glorifiquen a él también. El mundo necesita ver que nuestro Dios es un Dios poderoso y que hoy día sigue siendo el mismo de ayer, como dice el libro de San Juan, que Jesucristo es el mismo ayer, hoy y para siempre, y las obras que él hacía ayer, las puede hacer hoy día.

Cuántos creen eso? Estaba preocupado, pensé que no había nadie. Miren, quiero invitarlos a Hechos, Capítulo 3. Una palabra que me impactó mucho y vamos a tomar un poquito también algo del Capítulo 2, pero solo quiero dejar esto en su corazón, versículo 1 en adelante.

“…Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la comida, la de la oración…”

La primera observación que nosotros tenemos es que debe haber en el hombre y en la mujer de Dios un tiempo específico para el obrar específico del Señor en nuestra vida. Y había un propósito en tiempo específico para Pedro y Juan, subir a una hora, a la hora de la oración. Después vamos a ir viendo por qué es tan importante el detalle, la especificación de esto.

“… Y era traído un hombre cojo de nacimiento a quien ponían cada día a la puerta del templo que se llama La Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban en el templo. Éste, cuando vio a Pedro y a Juan que iban a entrar en el templo, les rogaba que le diesen limosna. Pedro con Juan fijando en él los ojos, le dijo, “Míranos”. Entonces, él les estuvo atento esperando recibir de ellos algo…” ─Aquí viene la gran frase de Pedro, esta es la que muchos decimos cuando estamos afuera─ “… Más Pedro dijo, “No tengo plata, ni oro, pero lo que tengo te doy en el nombre de Jesucristo de Nazaret, Levántate y anda.” En el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.”

Cierre sus ojos un momento. Hoy día el Señor no nos trajo hasta este lugar solo para ser expectantes de lo que podía pasar en el servicio. Hoy día el Señor te trajo hasta aquí porque tu eres una persona portadora del poder del Espíritu Santo y todas las bendiciones que trae consigo a través de ti.

Señor Jesús, gracias por tu palabra. Gracias Señor, porque creo que tu hoy día estás hablando a una iglesia que está siendo renovada, transformada, que está siendo, Señor, tocada por ti de una manera tan poderosa. Creo que el poder sobrenatural de Dios en estos tiempos se está manifestando de una manera tan grande que aún los que se paran en las puertas puedan recibir una gloria, un impacto tuyo tan grande. Gracias, Señor, porque así como Pedro y Juan, así estamos nosotros, entrando cada día al templo. Señor, que fluya y que brote poder de nosotros en el nombre de Jesús. Amén. Amén.

Me impactó esto, muchos años nos han hablado de esto y hay un montón de maneras de enfocar esto. Solo que yo siento que este es un tiempo interesante. Los grandes estudiosos de la Biblia, y algunos no tanto, siempre coinciden de que el libro de los Hechos, aún no se ha terminado de escribir. Eso es como la parte poética de toda esta parte de las Escrituras. Que el libro de los Hechos aún no se termina de escribir, que han pasado más de dos mil años y todavía se está escribiendo lo que el Espíritu Santo está haciendo en medio de la iglesia.

Pero hay algo interesante que el Espíritu Santo está tratando de que nosotros no solo continuemos en el proceso poético de seguir escribiendo el libro de los Hechos, a través de los años, sino que de vez en cuando miremos cuando se inició todo esto. Sino que de vez en cuando refresquemos nuestra mente y veamos cuál era el poder que el Espíritu Santo estaba trayendo a la iglesia en esos momentos.

Era interesante cómo dos hombres se iban a hacer algo que estaba dentro de su agenda, iban a orar a la iglesia, a una hora determinada. Quién sabe cuántas veces habían ido, era algo tradicional, era algo normal en ellos ir a la iglesia, pero algo pasó un día específico en el caminar de ellos en esta rutina. Había un hombre que estaba todos los días ahí, algo pasó que no lo vieron antes, pero algo pasó ese día que ese día, el Señor tenía una respuesta para ese hombre.

Sabe, nosotros venimos muchas veces a la iglesia esperando que nos solucione el Señor nuestros problemas, esperando del Señor la respuesta a nuestras necesidades, pero caminamos por la calle y estamos seguros de que pasamos al frente de muchos cojos, de muchos ciegos, de muchos sordos, de muchos menesterosos que están esperando algo de la iglesia del Señor.

Pero primero nosotros, después ellos. Primero que el Señor haga algo por mí para que yo pueda predicarle a otros con autoridad. El Señor está llamando a una iglesia que se deje revolucionar por el poder del Espíritu Santo.

Aún mayores cosas haréis, dijo el Señor Jesús al final de los Evangelios. Aún mayores cosas haréis. Saben lo que me atrae de este pasaje es este hombre que representa la necesidad del mundo mirando a la iglesia del Señor. Sabe lo que estaba esperando este hombre? Algo. Algo. Algo que pudiera satisfacer su alma. Algo que pudiera hacer descansar su dolor. Algo que pudiera hacerlo mirar hacia el futuro de una manera distinta. Algo. Unas moneditas, una mirada, una sonrisa.

El mundo, hoy día, está mirando a la iglesia para recibir algo. Y aunque muchos de nosotros podamos decir, el mundo está lejos de Dios, la gente afuera está viendo a la iglesia para recibir algo. Muchas veces no le damos nada, ni el saludo, ni siquiera los miramos, ni siquiera sentimos el dolor de ellos, ni siquiera estamos sintiendo su frustración, su tiempo de desánimo, su muerte espiritual, no la estamos sintiendo.

El Señor está llamando a una iglesia más perceptiva, una iglesia que pueda estar atenta a las necesidades de la gente, pero no a esas necesidades de limosna, no a esas necesidades de sonrisitas, no a esas necesidades de unas monedas, a esa necesidad que diga, “Mira, yo no tengo lo que tu quieres probablemente pero sí tengo algo más poderoso. Tengo al Señor Jesucristo que puede sanarte. Tengo al Señor Jesucristo que puede transformarte. Tengo el poder del Dios Espíritu Santo que puede trastornar tu vida de una manera grande.”

Esa es la iglesia que hoy día debe estar pisando la tierra. Yo no sé si usted está de acuerdo conmigo, pero creo que hoy día es el tiempo oportuno, apropiado para que la iglesia muestre el poder de Dios en donde vivimos, en donde trabajamos, en donde nos juntamos.

Pedro y Juan iban al templo a orar. No se iban a reunir con el hermano porque iban a tratar de negocios. No, no iban ahí porque tengo que hablar con la hermana para la cocina del arrocito con el pollo que vamos a hacer para el domingo. Pedro y Juan iban al templo a la hora de la oración, a la hora donde mayormente la comunicación con Dios debe estar libre de cualquier vicio. No iban a la iglesia solamente a agarrar un micrófono y cantar o tocar un instrumento. Iban a un momento donde realmente la presencia del Señor podía hacer cosas grandes.

Y este milagro en el cojo revela que muchos de nosotros debemos caminar por las calles, cuando venimos al templo y estar atentos cuando el Espíritu Santo pueda hacer algo en ti y te diga, “Háblale”, y te diga, “Ora por él”, y te diga “No es acerca de ti, es acerca de mi amor para el mundo.” Esto no se trata de venir a la reunión de oración y dejar solo mis cargas, ya porque a mí me interesan que mis cargas sean solucionadas.

Esto es acerca de lo que el Señor quiere hacer con el mundo a través de nosotros. Este cojo representa a la gente triste de la calle, a la gente hambrienta de la calle, a la gente que no tiene justicia en la calle. Este cojo representa a aquellos que sufren de violencia, que sufren de abuso. Este cojo representa una condición de la humanidad que no puede valerse por sí misma porque muchas veces el precio del pecado los ha llevado a estar postrados espiritualmente, sin salida y es ahí donde los hijos del Señor debemos mostrar a la iglesia de Cristo obrando como el Señor obraría en la tierra.

A usted le causa algo interesante el poder saber de que en sus manos está la autoridad del Señor para ser desatada en la vida de las personas? No le parece interesante esto que en gente tan normal, tan imperfecta, tan llena de faltas, el Señor está depositando en nuestras manos esta oportunidad de hacer que el mundo no solo nos pida algo, sino que le entreguemos todo lo que Dios ha preparado para ellos. No necesitan bajar ángeles. No se necesitan abrir los cielos y hacer una serie de cosas. Se necesitan hombres y mujeres que caminen en la hora oportuna al tiempo de comunión con el Señor. Que caminen hombres y mujeres en el momento preciso cuando el Señor quiere usar tus palabras para poder traer poder a través de tu boca, a través de lo que digas, a través de lo que mires.

Hoy ya llegaste con necesidad? Yo creo que sí. Y yo creo que el Señor ya miró tu necesidad, pero creo que cuando caminaste hacia acá tu te diste cuenta de muchos cojos que estaban en tu casa, de muchos cojos que estaban en tu trabajo, de muchos cojos que estaban en la calle y que venían en el bus que pasaron cruzando la calle. Tu te diste cuenta de muchos de ellos, y que muchas veces no tenemos el discernimiento para hacer que el Señor poderoso nos use para entregar su gran premio.

El cojo entró corriendo al templo. Mire el efecto de un hombre o una mujer haciendo la voluntad del Señor en su vida. El mundo comienza a reconocer que adentro de la iglesia del Señor hay vida. Él entró contento, él entró saltando, él entró alabando, él entró gritando, reconociendo que en la iglesia del Señor hay poder y que no es un mito, y que no es falsedad y que no es solo una idea religiosa, la iglesia del Señor es una iglesia donde hay vida, donde hay poder, donde hay transformación. Y yo agregué una palabra estos días en la iglesia mía, debemos ser trastornados.

Saben lo que es un trastornado? No me lo diga. Los locos son capaces de hacer cosas irracionales, no naturales. Nosotros usamos la palabra transformado porque suena más cuerda, más racional, más lógica. Claro, nosotros somos transformados, vamos a orar por este cojo, por este paralítico, por este ciego, por este sordo. Transformados, pero el Señor nos quiere trastornados por el poder del Espíritu Santo en nuestra vida. Es la única manera como Pedro trastornado, se le ocurrió caminar por el agua. Porque estaba siendo trastornado por este poder de fe, del Espíritu Santo en la vida de él, que lo hizo creerle al Señor.

La única manera de creerle al Señor es sacando nuestra lógica, es sacando nuestra racionalidad, es sacando nuestro orgullo, es sacando nuestra soberbia, es sacando todos nuestros cuestionamientos, y decir, “Señor, esta cuestión es por fe.”

Ya el hecho de hablar de fe ya es una cuestión de locos. Así que de loco a trastornado, no nos queda mucho. La gente afuera, Pablo dice, yo prefiero estar cuerdo para Dios y loco para el mundo. No le hace sentido? Y Pablo llegaba a Roma y Roma se desarmaba. Solo Pablo pisaba Roma y la gloria del Señor descendía en esa ciudad.

No hay que ser transformado para eso. Hay que ser un trastornado por el poder del Señor. Una iglesia trastornada es la que le dice, “Mira, no tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy en el nombre de Jesús de Nazaret, levántate y anda.”

Un racional no hace eso. Hay evangélicos racionales, por si acaso? Hay cristianos racionales, pensadores, y no digo que le hacen mal a la iglesia, provocan un balance. Pero ya cuando se meten en las cosas de la fe, donde hay solamente hay que estar loco para decirle que sí al Señor, ya ahí comienzan a hacer daño.

Hasta donde tengamos que ser racionales seamos, pero cuando el Señor quiera usarte, no le preguntes a él, en qué libro de filosofía sale eso; en qué parte de la Biblia sale eso; o en qué libro de educación cristiana sale eso. El Señor cuando te quiere usar, no usa ni un manual, lo hace y no importa cómo y no importa cómo quedes, la gloria de él es la que va a ser mostrado a quien él te ha mandado a hacer algo.

Así es. Tu no viniste aquí hoy día por un asunto tuyo, viniste aquí hoy día porque el Señor quiere derramar un poder especial sobre tu vida. No viniste aquí hoy día solo porque estás enfermo, porque tienes necesidad de esto, porque tienes necesidad de lo otro, porque tienes estos sueños, el Señor hoy día quiere transformar tu vida y quiere ponerla en un proceso de trastorno que puedas hacer las cosas que él te está pidiendo que hagas. Un trastorno santo, un trastorno espiritual, un trastorno que te lleva a ver la misma gloria del Señor obrando a través de ti.

Esa es la iglesia que hoy día debemos comenzar a cultivar en esta ciudad, en este estado, en este país, y en el mundo. Esta es la iglesia que el Señor comenzó a hacer en los primeros años, cuando tu vuelves a los versículos en el Capítulo 2, versículos 43 en adelante, dice que los primeros cristianos, esos primeros que estaban como recién fresquitos por el poder del Espíritu Santo dice que estaban llenos de temor, y se llenaron de temor, versículo 43 del Capítulo 2:

“… y sobrevino temor a toda persona…”

Saben lo que estaba haciendo el Señor? Estaba llenando de milagros esa zona. Estaba llenando de su gloria esa zona. La gente no había visto nunca la gloria del Señor activa de esa manera. Hoy día, sabe qué? Si vemos un milagro tienen que orar por nosotros para resucitarnos, nos caeríamos de espanto.

Cuándo fue la última vez que vio un milagro, un cojo que se le alargó la pierna? Ya. Pastor Andrés, esas cosas ya no existen. Pastor, ya los ciegos ya no, si ya hoy día hasta lo operan.

Hay algunos, miren, yo les voy a contar un caso, no voy a decir el nombre para no ofender. Estábamos orando por una persona hace algunos años y oramos, Señor, sana. Y yo veía que la persona estaba muy indiferente. Señor, sana de esta parálisis que tenía en la pierna. Señor, sánalo. Señor, sánalo. Al final no lo sanó. Ya, para hacer el cuento corto.

Hablando con esta persona le digo yo estábamos orando, “Mira, cómo te sentiste?” “Bueno, sí, bien, pastor, recibí una bendición del Señor.” Ah, que bueno! Pero sabe, pastor, yo no quiero que el Señor me sane. Y por qué? Le digo yo. Porque pierdo el dishability, porque voy a tener que comenzar a trabajar, voy a tener que contar mi dinero para la renta. Pastor, no quiero que el Señor me sane. No me conviene la sanidad del Señor.

Saben, esto parece chistoso. Bueno, no era chistoso, pero bueno, si se rieron hay que reírse. Pero la iglesia hay muchos que no quieren ser tocados por el poder del Señor para no perder los beneficios del estado.

Estos días mi hermano hizo lo que se llama un espíritu inmundo de welfare. Hay gente que no quiere ser tocada por el Señor para no perder sus beneficios. Y eso es verdad. Si usted mira a su alrededor y hace la pregunta esa a sus amistades que tiene por ahí, que viven de esto. No, a mí no me conviene pagar más renta. Está bien con los $ 80 que pago. Pero están sujetos a una maldición eterna.

Y el Señor los quiere sacar de ahí. Hablamos de prosperidad. Hablamos de abundancia. El Señor también hace todas esas cosas, nos saca de los proyectos. Sabe para qué? Para que otros con necesidad puedan realmente estar ahí. Y hay algunos que el Señor los tiene ahí también, también creo en eso. Pero llegar a decir, no, yo no quiero que el Señor me sane porque me quitan los beneficios. Yo no sabía si reírme, si llorar, si golpearlo. Por último, dale la otra pierna ya para que lo cobre doble.

Deje que el Señor saque todas esas barreras, todas esas frustraciones. Siguiendo el Capítulo 2, versículo 43:

Había un asombro enorme por lo que el Señor estaba haciendo milagros. Dice que los Apóstoles eran usados en señales y maravillas. Dice que la iglesia estaba junta, que la iglesia era persistente, que la iglesia continuaba siempre en comunión, tenían en común todas las cosas, la iglesia seguía alabando y la iglesia se juntaba en las casas alegremente.

Hay una parte bien interesante en este Capítulo, en el versículo 46, dice:

“… Y contaban con el favor del pueblo…”

Saben lo que está diciendo ahí? Que el pueblo sabía dónde llevar a sus enfermos. Que la ciudad sabía dónde llevar a sus hambrientos. Que la ciudad sabía, el pueblo sabía dónde llevar al que estaba triste, dónde llevar al que estaba solo. ¿Saben qué? Hoy día la gente ya no trae su gente a la iglesia, porque dice que salen peor. Para qué los vamos a llevar si salen peor?

La primera iglesia es esto, el reflejo del carácter, de la imagen de Dios que debe estar reflejada en nosotros, con su poder, con lo que realmente podamos proyectar: amor, poder, autoridad, sanidad, transformación, libertad, libertad de endemoniados.

Creo que el Señor hoy día es el mejor tiempo que nos está dando para poder ver lo sobrenatural del poder de Dios en estos tiempos a través de su iglesia. No esperemos que venga alguien famoso a hacerlo. Tu te puedes parar, estás bien orando al Señor, tienes un tiempo de comunión grata con el Señor, yo estoy seguro que donde pongas tus manos, el Señor va a volar una sanidad. Donde pongas tus manos el Señor va a llevar una bendición, donde pongas tus manos, donde pongas tus pies, ahí el Señor se glorificará, porque hay un hijo, hay una hija de Dios dispuesto a declarar la gloria del Señor por sobre todas las cosas. Esa es la iglesia, esa es la iglesia que se supone debemos seguir escribiendo después del libro de los Hechos.

Ahora es tiempo. No hay un problema de edad, no es porque sea joven o porque seamos viejos. El Señor te va usar igual, solo ven a hacer lo que tienes que hacer. Deja que el Señor poderoso se acuerde de tu comunión con él y te entregue esta unción, esta gracia del Espíritu Santo.

¿Saben qué? Esto no es acerca de nosotros, es acerca de lo que él es y que él quiere hacer en el mundo. Hay muchos cojos, hay muchos ciegos, hay muchos sordos. Hay muchos hambrientos, muchos necesitados. Cuando vengas acá tu puedes orar por todos ellos y decirles “no tengo plata, no tengo oro, pero te doy lo que el Señor me ha dado, poder, el poder del Espíritu Santo”.

Cierre sus ojos. Cierre sus ojos y dígale al Señor que usted quiere ser un vaso útil para que el poder del Espíritu Santo pueda fluir a través de usted, porque el Señor es el espíritu y donde está el espíritu del Señor hay libertad.

Hay algunos cojos, hay algunos enfermos que te rodean cada vez que tu caminas a la iglesia, cada vez que tu caminas hacia la célula? O te juntas en algún grupo específico? Hay alguien que tu sabes que pasas por al lado de él o de ella, y necesitas que te detengas y lo mires atentamente, dice atentamente, dice atentos a los ojos esperando recibir algo. Lo que tu tienes para darle es tan maravilloso, es tan precioso que solo un hombre y una mujer de Dios tiene autoridad y autorización para dárselo.

Señor Jesús, muchas veces Señor, tenemos las motivaciones equivocadas, cuando nos acercamos a compartir con nuestros hermanos en la iglesia, en la célula o en algún grupo específico. Señor, enséñanos a entender que cada vez que caminamos por las calles, que estamos frente a nuestras familias, a nuestras amistades, a nuestro compañeros de trabajo, incluso al frente de nuestros hermanos en la iglesia, somos potencialmente proveedores del poder tuyo, Señor, para la sanidad de otros.

Enséñanos, Señor, a ser sensibles a tu gloria en nuestra vida. Y así como te le preguntaste al profeta, en Ezequiel, Capítulo 37, profeta, estos huesos vivirán? Señor, tu sabes que vivirán. Señor, este cojo sanará? Señor, tu sabes que el cojo puede sanar, porque para ti no hay nada imposible, y para el que cree todo, todo, todo es posible. Gracias, Señor. Gracias, Jesús.

Has dejado tu primer amor?

TRANSCRIPT

Quiero hacer una recomendación que cada uno de nosotros debe considerar cada día que se levanta hasta que se vuelve a levantar. No dejar que Jesucristo pase a ser un segundo plano en nuestra vida. En nuestra vida de fe cuando nosotros llegamos al Evangelio, cuando nosotros entregamos nuestra vida a Jesucristo muchos de nosotros no teníamos horario para estar con el Señor, muchos de nosotros no teníamos ningún impedimento, no importaba que se levantara el mundo contra nosotros, pero queríamos estar donde estaba el Señor, queríamos escuchar cada palabra, queríamos escuchar cada enseñanza. No nos olvidábamos de un servicio, no nos olvidábamos de una conferencia, no nos olvidábamos de un encuentro de iglesias, no nos olvidábamos de la célula, no nos olvidábamos de nada, no nos olvidábamos de nuestras responsabilidades. Nos podríamos olvidar de los que tenían que comer en la casa, pero no de lo que pasaba mientras estábamos conociendo al Señor. El primer amor es importante mantenerlo a través del tiempo.

Sabe por qué? Porque no es solo el primer amor, es el único amor. No es solo el primer amor sino que es el amor. Y cada uno de nosotros debe cada día levantarse y pensar cómo yo hoy le demuestro a mi Dios, a mi Señor, a mi Cristo, que lo amo. Cómo hoy día estoy dispuesto a dar pasos concretos en mi vida espiritual, en mi vida emocional, en mi vida física para demostrarle al Señor, Señor, yo te amo.

Y quiero invitarlos a pensar un momento a que es necesario que nuestra vida se convenza, que nuestro corazón esté convencido, que nuestra mente esté convencida de que sin el amor de Jesucristo nuestra vida no tiene un sentido claro, ni un rumbo directo, ni un rumbo seguro con Cristo tenemos vida eterna, con el amor de Cristo tenemos salvación. A través del amor de Cristo nuestros pecados han sido perdonados. A través del amor que Jesucristo demostró por nosotros en la cruz del calvario, nuestra vida fue llamada como vida nueva, completa y total, a través del amor de Jesucristo reflejado en la cruz del calvario fuimos hechos hijos de Dios.

No cree que es un privilegio? Yo creo que es un privilegio ser hijo de Dios. Al comienzo del Capítulo 2 en el libro de Apocalipsis nos habla un poquito acerca de la iglesia de Éfeso, una iglesia interesante. Y aunque hay muchos estudios serios con respecto a estas cartas, yo siempre he admirado estas cartas como la personalidad de cada uno de nosotros. Estas 7 cartas, o estas 7 iglesias, para mí, en una opinión muy personal, yo no sé si me van a mandar a decir cosas por el internet o no esta vez, pero tiene que ver ciertas características en nuestra vida que a veces cumplimos y se reflejan en una de estas cartas. Y yo me sentí impactado por la iglesia de Éfeso, que muchas veces refleja nuestra personalidad, ese deseo de servir al Señor, de amarlo, no solo a través de nuestras obras, ni de nuestra conducta, sino a través del comportamiento de otros.

La iglesia de Éfeso representa a esos hombres y mujeres que se han convertido al Señor y que han dado su tiempo para el Señor, y que han dado su dinero para el Señor, y que han dado los espacios de su familia para el Señor, y han dado mucho más para el Señor que han llegado a ser parte importante en el crecimiento y en el desarrollo de las iglesias en las ciudades. La iglesia de Éfeso representa a esas personas que se meten profundamente tan grande, tan íntimo con el Señor que no hay nada, que no hay nada que pueda hacer que ellos miren hacia otro lado.

Yo conozco tus obras. Yo conozco tus obras. Y hay una serie de detalles en las obras de esta iglesia que muchas veces nosotros nos sentimos identificados. A veces hemos venido enfermos a la iglesia, pero hay que estar en la iglesia, hay que estar con los hermanos, hay que estar apoyando a la célula, hay que estar apoyando las actividades de los ministerios, hay que estar ahí, presente. Una iglesia de trabajo, una iglesia donde los hombres y mujeres no solo tienen un full time, como dice un hermano en mi iglesia, sino un part time y un part time in situ. Gente de trabajo, gente sacrificada, cobran hasta para llegar a su casa. Gente que ha resuelto incluso sobre su propia salud física, el demostrar su amor por el Señor. Gente que ha de alguna manera, ha recibido insulto o persecución o ha tenido que sufrir la soledad por amar al Señor.

Esto de alguna manera representa a esta iglesia de Éfeso. ¿Saben qué? El Apóstol Pablo, 30 años atrás, cuando escribió la carta a los efesios, en el libro de Efesios, Capítulo 1, versículo 15, Pablo, el Apóstol Pablo se asombraba del amor y la fe que esta iglesia tenía. 30 años atrás de que se haya escrito el libro de Apocalipsis, esta carta en el libro de Efesios. Pablo estaba asombrado, Pablo había estado ya algunas veces, unas de las últimas veces estuvo más de dos años predicando el Evangelio, hablando de las cosas del Señor, estando asombrado por las cosas que el Señor estaba haciendo.

La iglesia de Éfeso tenía una cualidad importante, como muchas de esas iglesias. La iglesia primitiva tenía un don de discernimiento tan grande en los primeros tiempos de la iglesia. Fíjense que desnudaban, sabían quién era un mal Apóstol. Nosotros nos tenemos que enterar por las noticias como dos años después. Sabían quién eran sus malos líderes. El Señor, el Espíritu Santo estaba trabajando en esas iglesias, de una manera tan amplia, tan a campo abierto que ellos estaban, tenían una sensibilidad tan grande del Espíritu Santo para poder darse cuenta quién no estaba predicando la sana doctrina.

El discernimiento era importante. El don de milagros era importante en esos tiempos. Qué cree de hoy día? Será importante también? Bueno, pero no vamos a hablar de los dones. Pero es importante mantener esta características de esta iglesia, tenerla presente, que muchas veces se identifica con nosotros, con nuestra manera de ser, con nuestra manera de vivir, con nuestra manera de compartir el Evangelio de Jesucristo.

Dice que ha sufrido, has tenido paciencia por amor de mi nombre, pero al paso del tiempo la liturgia y la rutina fueron desplazando el amor hacia Jesucristo por las reglas humanas, por la costumbre, por simplemente lo que me parece y lo que no me parece. Por eso el Señor en este versículo 4 le reprocha a la iglesia de Éfeso: tengo algo contra ti. Mira le está diciendo, yo reconozco todo lo que tu has hecho por el bien del Evangelio, por la extensión del Evangelio, yo sé que lo que has hecho lo has hecho bien, pero con el tiempo hubo algo que dejaste de lado, y era mirarme a mí, era amarme a mí, era hacer las cosas por amor a mí, era dejar de hacer cosas por amor a mí, era hablar por amor a mí, era dejar de hablar mal por amor a mí.

Hoy día, tenemos un desafío en este tiempo, ser una iglesia que ame al Señor con todo su corazón. Y que lo demuestre no solo en sus actos, no solo en sus dichos, no solo en sus pensamientos, sino en su manera de vivir, en su manera de proyectar este Evangelio. Hay muchos de nosotros que probablemente estamos encerrados en medio de nuestras actividades, y creemos que eso es amar al Señor. Nos estresamos de tantas actividades que tenemos, hasta de mal genio nos ponemos de tanta actividades que tenemos. Dejamos a nuestra familia de lado, dejamos a nuestros hijos de lado, dejamos a nuestro entorno de lado, por tantas actividades que tenemos. Ya no estamos amando a Jesucristo, estamos más amando la idea de la organización a quién estamos sirviendo. Servimos al Señor y a través de ese servicio muchos de los que están a nuestro alrededor son impactados, pero porque servimos al Señor.

Una iglesia que sirve al Señor es una iglesia que no se olvida que su primer es Jesucristo. Una iglesia como la que cada uno de nosotros compartimos en el diario vivir es la que nunca se olvida que Jesucristo es su pasión, es todo. Tengo algo contra ti, que has dejado a tu primer amor.

Y eso en Primera de Timoteo, Capítulo 5, versículo 12 se refiere a como una… es como falsear la primera fe, es como estar falseando el primer amor. No guardaron el primer amor. Tenemos que aprender que el camino del Señor es un proceso y debemos ir guardando día a día, esa mentalidad de ser una iglesia amada por Dios a través de Jesucristo.

Cuando amamos al Señor, cuando reconocemos su amor en nosotros, nuestra fe se va haciendo verdadera, nuestro amor se va haciendo real. No vamos a olvidarnos de lo que el Señor puso al comienzo en nuestras vidas.

Pablo ya había escrito en Efesios, Capítulo 1, versículo 15 su admiración por esta iglesia, por su amor, por su fe y su amor. Efesios, Capítulo 1, versículo 15:

“… era por su amor y por su fe para con todos los santos…”

Esto lo escribió 30 años antes de que se escribiera nuevamente, de que Juan escribiera en el libro de Apocalipsis. Pero este amor se había llenado de reglas, pero este amor se había llenado de impurezas, pero este amor se había llenado de asperezas, pero este amor se había llenado de dificultades que se van desarrollando en las relaciones con las personas, con los que son hijos, con los que son llamados santos. Este amor se fue desfigurando por aquellos que de alguna manera ejercieron algún liderazgo equivocado. Este amor se fue siendo más condicionado en la medida de que si está con mis intereses, yo apoyo, si no tengo mis intereses yo guardados allí, mejor yo no apoyo. La iglesia necesita sacudirse de esa rutina litúrgica, religiosa que ha traído muchas veces mal al pueblo simplemente por haber dejado de amar al Señor.

Necesitamos sacarnos todo eso que puede impedir que el amor de Dios fluya a través de nosotros en las diferentes acciones, de las diferentes maneras, como él quiere actuar con nosotros. Cuando el amor de Jesucristo invado todo nuestro ser debemos preocuparnos día a día de que no se vaya filtrando, de que no se vaya escapando, con mucha oración, con mucha lectura de la palabra del Señor, con ayuno, con juntarnos, con mirarnos a los ojos honestamente, con mirar en nuestro hermano el rostro de Cristo por el cual Cristo fue crucificado, y no mirar al hermano como nuestro enemigo.

Tengo algo contra ti, que has dejado tu primer amor. Voy por compromiso, lo hago por compromiso, doy por compromiso, por compromiso con quién? Por compromiso para quién? Debemos analizar nuestro corazón, debemos abrir nuestro corazón, dejar que el Espíritu Santo redarguya todo nuestro ser y comience a revelarnos cuáles son las reales motivaciones que hoy día tenemos para servir al Señor. Debemos dejar que el Espíritu Santo trabaje en nuestro entendimiento, renueve nuestro entendimiento cada día, como dice Romanos, Capítulo 12, debemos ser renovados constantemente. Por qué? Porque en esa renovación nos vamos a ir dando cuenta de aquellas cosas que no le agradan a Dios y podemos corregir a tiempo.

Sabe cuál es la idea? Seguir amando al Señor con todo nuestro corazón. Sabe cuál es la idea de esto? Es seguir creyendo que su amor es suficiente para nosotros. Sabe cuál es la idea de esto? Es creer que el amor de Dios todo lo puede en nuestra vida y yo creo que cuando está el amor de Dios hay milagros, hay sanidades, hay señales, hay prodigios, hay provisiones, está la presencia, está su unción, está su autoridad. El amor de Dios presente en nosotros refleja la compañía de Jesús, la compañía del Espíritu Santo, la compañía del Padre, la compañía de este Dios divino, poderoso que nos va a llevar de victoria en victoria.

Cuidemos a la iglesia de no cambiar su amor por los intereses que cada uno de nosotros tengamos, incluyendo los líderes. Cuidemos de cambiar el amor de Dios, que no sea cambiado por la rutina litúrgica y religiosa. Hay una frase bien famosa, la oí en la radio, que yo no la comparto mucho, yo tengo una relación con Dios, no una religión. Y es bonito, pero ¿Saben qué? Yo he llegado a entender que mi religión es mi religar con el Señor, ese volver a unirme con Dios. No tiene ni un problema hablar de que mi religión es Cristo. No se guíe por esa frasecita famosa que dan en la radio. Las relaciones se rompen, cuando uno se vuelve a ligar con el Señor, no hay nada que rompa eso. No hay nada que lo haga pedazos porque yo estoy ligado, religado.

Eso significa religión, religar, volver a unir y a través de Jesucristo esta relación, que era una relación simplemente de creador a creación se transformó de Padre a hijo. Eso provoca el amor de Jesucristo en nosotros. Eso lo provoca el amor de Jesucristo en nuestras vidas. Ya no somos desconocidos, ya no somos advenedizos, somos familia por el amor de Jesús.

La iglesia necesita estar pendiente, el amor es Dios, el amor es el mayor, el amor de Dios a través de Jesucristo nos dio salvación. El amor de Cristo es, según Juan, Capítulo 13, versículo 1, es invariable. Usted puede estar con alguien al lado y un día lo ama más que otro. Según Juan, Capítulo 15, versículo 9, el amor de Dios es divino. Según Juan Capítulo 15, versículo 17, el amor de Dios es abogado, fíjense. El amor es abogado. En Romanos, Capítulo 8, versículo 35, es un versículo tradicional evangélico, a mi me encanta molestar a los evangélicos con esto. Se lo saben de memoria o no? romanos Capítulo 8, versículo 35, quien nos separará del amor de Cristo.

Así que el amor de Dios, el amor de Jesucristo es inseparable. Según Gálatas, Capítulo 2 versículo 20, el amor de Cristo es sacrificado, es por su sacrificio que él nos amó. Quién nos separará del amor de Cristo, quién? La religión, la relación, la tribulación, ángeles, principados, potestades, lo que está arriba, lo que está abajo? Quién? Nada podrá separarnos del amor de Dios que es en Cristo Jesús, Señor y salvador nuestro.

Así que si estaba pensando seguir la religión simplemente porque le gustó el club de la iglesia. Deje de pensar así. Comience a entender de que esto se camina por amor a Dios, por amor al Señor, y nuestra vida debe estar envuelta en ese amor, y nosotros debemos dejarnos envolver por el amor de Jesucristo. Quiere vivir en victoria? Nunca se aparte del amor del Señor. Quiere ver su petición respondida? Nunca se aparte del amor de Dios. Que no se enfríe lo que el Señor ha puesto en su vida. La salvación se pagó un gran precio por la salvación. Solo eso basta para amar al Señor. Nada más, si tenemos más, si tenemos menos eso no importa. Es la salvación que él nos dio a través de su sacrificio en la cruz del calvario.

Usted está aquí porque ama al Señor. No está aquí porque no tiene nada más que hacer el día miércoles. No está aquí porque simplemente se aburrió en la casa y vino. Está aquí porque ama al Señor, porque quiere ver a todos los que aman al Señor aquí con usted y adorar y bendecir su nombre, declarar su amor delante del Rey de Reyes y Señor de Señores. El amor de Dios sobrepasa todo entendimiento. El amor de Dios sobrepasa todo conocimiento. El amor de Dios sobrepasa toda emoción. El amor de Dios sobrepasa todo lo que pueda considerarse importante en esta humanidad.

Así que, que el Señor no le diga tengo algo contra ti, sino que le diga, bien buen siervo y fiel. En lo poco has sido fiel, en lo mucho te pondré. Entra en el gozo de tu Señor. ¡Aleluya! Denle un aplauso al Señor.

Fe para recibir y para sufrir

TRANSCRIPT

Todavía me da vuelta un poquito lo que hablé hace un mes con ustedes, acerca del evanecer diario que debiéramos tener cada uno de nosotros en nuestra vida. En las últimas semanas he sido impactado por algún tipo de noticias que han andado dando vueltas en el mundo, sobre todo en nuestros hermanos cristianos, pastores, misioneros y personas que están en lugares donde pensamos que no debieran tener tantos problemas por predicar la palabra del Señor y las buenas nuevas.

Pero me sorprendió la reacción de muchos países de Medio Oriente donde profesan mayoritariamente la religión musulmana, donde muchos pastores, muchos hombres y mujeres de Dios, muchas familias, niños, han sido muertos por causa de predicar el Evangelio. Otros están en proceso de condena por la pena de muerte que ellos tienen por predicar el Evangelio de Jesucristo, y también a muchos se les está proponiendo que pueden seguir viviendo si niegan su fe en Jesús.

Para nosotros hoy día no nos entra muy fácil eso. Vivimos en un país donde el que nos obliga a negar el nombre de Jesús se puede llevar un problema, lo podemos llevar a la corte y a lo mejor sacamos unos buenos miles de dólares, no? pero en otros países no se puede vivir así.

En América, en lo que el continente Americano, en Cuba, hay muchos presos que están ahí porque son hijos del Señor, han predicado el Evangelio de Jesucristo y aunque se preocupan de decir que no es así, muchos sabemos que sí es así.

Pero aquí en Estados Unidos también hay un tipo de persecución. Aquí hay hombres y mujeres que están siendo perseguidos por su fe, ya sea por un asunto de tradición, ya sea por un asunto de punto de vista político o filosófico, ya sea por un asunto económico, de diferentes maneras nosotros podemos expresar ese movimiento acerca de los cristianos hoy día.

Y quiero hablarles de un tema muy desconocido para nosotros que se llama la fe. Cuántos han escuchado esa palabra? No, no es cierto? Siempre nos han hablado de una parte de la fe, esta parte bonita de la fe. Y por qué yo digo esta parte bonita de la fe? Porque dentro de todas estas noticias que yo he visto, he visto también otra serie de predicaciones donde habla de la fe, y la fe se traduce en un auto, o la fe se traduce en una casa, o la fe se traduce en buen cheque, o la fe se traduce en un buen milagro, o la fe se traduce en bienestar.

Y yo quiero llevarlos al Capítulo 11 del libro de Hebreos. Ustedes saben que ese Capítulo, es el Capítulo por excelencia de la fe. Hebreos 11:1, dice:

“… Es pues la fe, la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve…”

Entonces cuando preguntamos los pastores, qué es la fe? Ah, yo sé pastor, es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve. Lo sabemos de memoria eso, pero más que dos conceptos es la única palabra bíblica que tiene como dos conceptos, y yo diría que son dos características importantes en la vida del hombre y de la mujer que ha aceptado a Jesucristo en su corazón.

Hoy día no quiero hablar de esa fe, que se abren los cielos y le cae un Rolls Royce afuera de su casa. No quiero hablar de esa fe que se abren los cielos y ya tiene una casa de 3 pisos para usted solo. No quiero hablar de esta fe que lo único que hace abrirle caminos anchos para que usted camine con el cuello levantado. No piensen que voy a hablar de Hebreos, Capítulo 11, versículo 1. Vamos a ir las versículo 32 y vamos a ir leyendo algunas cosas.

Hoy quiero llamar su atención acerca de este tema que es tan hermoso pero a veces tan limitado cuando nos hablan de esto. Siempre hablamos de la fe en un tono de beneficios personales. La fe para mí significa cuánto he logrado en mi cuenta de cheques desde cuando llegué al Señor. La fe para algunos de nosotros puede haber significado cuánto ha prosperado mi negocio desde que llegué al Señor, cuántas cosas he adquirido en la medida que he caminado en la fe de Cristo Jesús.

Pero quiero invitarles a leer una parte de la fe que no está siendo muy popular en medio de estos tiempos. Dice el versículo 32:

“… Y qué más dijo? Porque el tiempo me faltaría contando de la fe de Gedeón, de Barak, de Sansón, de Gepté, de David y así como de Samuel y de quién más?

Alguien se acuerda de alguna historia de fe de estos hombres? Son los relatos preferidos de nosotros, son esos relatos que tienen que ver con abundancia, con prosperidad, con cosas extraordinarias. Vamos a seguir leyendo el versículo 33:

“… que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon boca de los leones. Apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batalla, pusieron en fuga ejércitos extranjeros…”

Vamos a detenernos ahí. Vamos a volver a Hebreos 11:1. Entonces más que un concepto de fe hay una característica en la fe, la fe tiene que tener certeza y tiene que tener convicción. Es necesario entender que a la fe no podemos aplicarle un concepto único, porque la fe actúa de acuerdo a como actúa Dios, si hay mil situaciones, hay mil maneras distintas en que Dios actúa. Por lo tanto la situación puede ser muy similar entre nosotros, pero Dios tiene un plan perfecto y por alguna razón estamos pasando situaciones que nos van a llevar en el camino que él ha diseñado para nuestras vidas.

Por eso la fe es más que una acción litúrgica, religiosa, acompañada de un par de coros, o de unos buenos saltos, o de unos buenos instrumentos. La fe es más allá que una acción litúrgica que tiene que ver con un edificio. La fe tiene que ver con una forma de vida y con una forma de mirar aquel que es el dador de la salvación, a aquel que es dador de la vida, a aquel que es el dador del perdón para nosotros.

La fe no solo debe estar basada en nuestra vida, en lo que hemos recibido como beneficios, sino en cuánto también hemos tenido que aprender a negarnos por amor a Jesucristo.

Cuántos se han negado algunas cosas en su vida? Alguno ha tenido que decir, no, no puedo hacer eso, porque amo ahora al Señor, porque a mi Dios no le gusta que yo haga eso, porque a mi Dios no le gusta que yo hable de esa manera, porque a mi Dios no le gusta que yo actúe de esa manera, porque a mi Señor no le gusta que yo piense de esa manera.

La fe es más amplia que solo los intereses que tenemos acerca de nuestras peticiones diarias. En Romanos, Capítulo 10, versículo 17 un versículo evangélico muy, muy conocido. Quién se lo sabe? Estamos en una iglesia evangélica?

“…. La fe viene por el oír y el oír la telenovela, el oír los chismes, el oír del noticiarios todos los días, el oír la radio, la música, la última música que sacó el último cantante, o la última cantante? El oír qué? Específicamente la palabra de Dios. Y eso no solo se traduce en leer la Biblia, se traduce en tiempos de oración, se traduce en tiempos de intimidad con Dios, se traduce en tiempos de ayuno, se traduce en tiempos de coinonía, se traduce en tiempos cuando nos juntamos los santos a orar y a bendecir el nombre del Señor. Eso es oír la palabra de Dios.

Cuando tu te juntas aquí cada miércoles, cada domingo, cada vez que tu puedas juntarte, tu fe está siendo alimentada, tu convicción acerca de Jesucristo está creciendo y tu esperanza cada vez es mucho mayor en lo que él pueda hacer. Es la manera como tenemos que conocer al Señor.

En Hebreos Capítulo 11, versículo 6, dice que sin fe es imposible agradar a Dios. Es un elemento importante la fe en nuestra vida. No es solo una acción de un grupo religioso específico sino que es un elemento para llegar a la misma presencia del Señor. Agradar a Dios. Cuántos quieren agradar a Dios? Cuántos se esfuerzan diariamente por agradar a Dios?

No es solo una opción, el agradar a Dios no es solo una opción sino es una condición que necesitamos cada día practicar para llegar al mismo trono, a la misma presencia del Señor. Algunas cosas que debemos comprender acerca de la fe. La fe es un mandato.

En Lucas, Capítulo 8, versículo 50 dice que no temas, cree solamente. En Marcos, Capítulo 11, versículo 22 dice, tened fe en Dios. No dice, mire si ustedes quieren creen. Si les parece, si tienen otra opción, vea si les conviene. Dice, tened fe en Dios. Cuántos tienen fe en Dios? Cuántos tienen fe en lo que él puede hacer en sus vidas? Cuántos creen que el Señor los tiene para más allá de estar sentado en ese asiento? O cuántos quieren quedarse sentados en ese asiento? Por lo menos cámbiese de asiento.

Otra de las características que debemos observar es que la fe es un arma defensiva. En Efesios Capítulo 6, versículo 16, dice “… toma el escudo de la fe para que apagues los dardos de fuego del enemigo…”

En una parte dice que tiene un Rolls Royce, en una parte dice que la fe se traduce en un valor monetario. La fe es una condición necesaria para mover la mano de Dios.

Otra de las consideraciones, quiere invitarlos a discernir y a experimentar un área de la fe que hoy día nos puede hacer crecer. Y esta es la parte que yo quería leer. Lo otro que leí era para rellenar un poquito los minutos que me dio Omar. Versículo 36, esta la parte es que yo quiero preguntarle a usted y quiero preguntarme yo si estoy dispuesto a vivir por una convicción de fe. Dice, versículo 36, Hebreos, Capítulo 11, versículo 36:

“…Otros experimentaron vituperios y azotes y a más de esto prisiones y cárceles…”

Todavía tienen fe en Jesús? Nadie se está arrepintiendo? Porque ya no estamos hablando de conquistar, ya no estamos hablando de abrir espacios, ya no estamos hablando de destruir, ahora estamos hablando de pararse bien. Esta es la parte de la fe que a veces nos asombra de otros en otros países. Yo sé que muchos no tendríamos alma de mártir para ir a vivir a algún país musulmán. Yo creo que hay que tener un buen llamado del Señor y creer que él va ser tu ayudador, porque el resto nadie te va a ayudar. Esta es la parte de la fe que a mí me tiene intrigado en estos tiempos.

Cuántos nacieron en la iglesia? Cuántos nacieron, vienen de chiquititos, nacieron y esta pregunta tradicional, darías tu vida por el Señor? Si viniera aquí alguien y te apuntara a la cabeza, negarías a Cristo? Es una pregunta muy…. Hoy día no se pregunta eso porque la verdad es que no queremos que la gente se vaya, queremos que la gente se quede.

Entre pastores no hay como mucho discurso en eso, al contrario, mientras más hablemos de que las arcas del banco van a estar llenitas, mucho mejor la fe. Mientras más pobre, menos fe.

Versículo 37, “… Fueron apedreados, usted cree que le tiraron piedrecitas así, moneditas? Fueron apedreados. Cuántos están dispuestos a recibir una pedrada en su cabeza por amor a Jesucristo? Ya me puse medio pentecostal para mis cosas. Fueron apedreados, fueron, esta es la parte, esta sí que trae dolor, aserrados.

La historia, hay una historia paralela en el Nuevo Testamento del libro de Josefo, un gran historiador judío romano, y habla mucha de las experiencias que vivieron los primeros cristianos. Él es mucho más explícito, más que la Biblia incluso, más que el libro de los Hechos acerca de la primera iglesia. Josefo habla de cómo eran los ritos y las tradiciones romanas para poder testiguar este tipo de terroristas cristianos en esos años.

Así que “….fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada, anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras pobres….” Hoy día vemos a alguien pobre y comenzamos a dudar de su espiritualidad. Estamos tan rodeados de predicadores que hablan de la teología de la prosperidad, y ya pensamos que de cualquiera que ande con el zapato roto tiene problemas espirituales. De verdad!

Hay gente que se ha atrevido a decir de que tu condición económica necesariamente pasa por tu falta de espiritualidad. Uno dijo por ahí, todo lo que el Señor me ha dado provoca envidia en otros. No, si ese no es el problema, el problema es cómo lo consiguió. No es que uno envidie la prosperidad de otros, pero nadie de nosotros, puede asumir un rol de juez acerca de cuál es el tipo de fe que estamos viviendo.

Y después le voy a decir por qué? Dice, “… pobres, angustiados, maltratados…” podríamos ponerle malolientes, sin bañarse. Agregue usted algún otro adjetivo ahí. “… de los cuales el mundo no era digno. Errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra…”

Quiero quedar hasta ahí porque sino me voy a poner a llorar. La verdad es que de alguna manera hoy día quiero decirles que cuando llegamos a la convicción de lo que es la fe hacemos que la certeza de lo que se espera tiene un nombre y se llama Jesucristo. Y la convicción de lo que no se ve también tiene un nombre y se llama Jesucristo. Por lo tanto, nuestra fe sea para grandes victorias o sea para estar en tiempos de dificultad, es por el nombre de Jesucristo.

Cuál es el área de la fe que usted está experimentando ahora? Hay algunos que están siendo estropeados por el enemigo. Hay algunos que están siendo perseguidos por el enemigo y se está manifestando en su familia, en sus amigos, en los seres más queridos, en los que usted no esperaba, en algunos hermanos de la iglesia, vaya a saber uno?

Dónde está siendo probada su fe? Dónde está siendo probado su convicción acerca de quién es el dador de la fe? Sabe, el reino de los cielos sufre violencia y solo los valientes lo arrebatan. Y sabe que quiere decir eso? Que todo aquel que tiene fe en Jesucristo puede arrebatar el reino de los cielos. Y no importa la condición de fe que tenga que vivir, si tiene que ser un gran líder y mover ciudades completas o tiene que estar en el grupo de los aserrados, de los apedreados, de los pobres, de los que tienen que andar errantes de aquí para allá. No piense que si es indocumentado, sea una maldición, puede ser una tremenda bendición para nuestras vidas.

Viva su fe, no por las cosas que le convienen sino también por las que no le convienen. Viva su fe no solo por lo que le interesa sino por aquello que nunca deseó que le pasara. Viva su fe no solo por lo que el otro está viviendo, sino por lo que el Señor quiere que usted viva. Él ha diseñado un camino perfecto, tiene un propósito perfecto para su vida y para mi vida, y ese camino él lo ha diseñado pacientemente.

Esperé a Jehová, ese salmo me encanta, y él se inclinó a mí y oyó mi clamor, dice, me hizo sacar del pozo cenagoso, del lodo de la desesperación. Puso mis pies sobre peña y enderezó mis pasos. Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanzas al Señor. Esto lo oirán muchos, dice, y creerán.

Necesitamos cambiar ese concepto limitado de fe, de solo entender que la fe es lo que me conviene recibir. Necesitamos cambiar ese concepto de fe que tiene que ver con lo que tiene relación con el materialismo que me rodea. La fe no es lo que tengo ni es lo que no tengo. La fe es Jesucristo. Por esa fe fui justificado, por esa fe he sido perdonado, por esa fe he sido salvo, por esa fe he adquirido misericordia de parte del Señor. Esa fe. No solo vayamos a lo que realmente nos interesa sino que vayamos al que provee lo que nos interesa. No solo demos gracias al Señor por la vida, sino a aquel que es el dador de la vida. No solo por las cosas materiales que tenemos sino a aquel que es el dador de las cosas que podemos tener.

La iglesia hoy día necesita levantarse como un cuerpo en fe para enfrentar los dardos de fuego del enemigo y no solo estar predicando lo que le conviene, sino también asumir lo que no nos conviene. Porque eso es amar al Señor, eso es cansarse con Jesús, eso es tener sed con Jesús, eso es llorar con Jesús, eso es reír con Jesús, eso es caminar con Jesús. Él es la vida, él es la verdad.

El Espíritu Santo hoy día está en medio de nosotros para guiarnos a esta certeza y a esta convicción. Olvídese de la fe y la certeza de lo que se espera, Señor, tu sabes. Yo tengo certeza Señor que tu me vas a mandar eso, pero no voy a tener que pagar nada. Señor, y la convicción, yo ya me la imagino, Señor, de color blanco, o con ruedas deportivas.

O, Señor, yo no hablo de crucero porque esta semana un crucero se quedó en medio del océano, así que yo creo que nadie va a tomarse un crucero en un par de semanas por lo menos. Señor, sí, Señor que sea un asiento ancho en primera clase, para volar unas cuantas horas. Señor, ya veo la línea aérea que me va a llevar a donde yo quiero ir. Señor, yo quiero esto, Señor, yo quiero, Señor, la certeza y la convicción de lo que necesito y lo que me conviene.

Saben, leyendo esto llegué a entender que la única certeza que yo espero es ser agradable a Jesucristo. La única convicción que aún no veo que espero agradar a Jesucristo. La única certeza que yo espero es amar a Jesucristo. La única convicción que yo no veo es llegar amar a Jesucristo como él quiere que yo lo ame. Lo demás, sabe lo que es? Mateo 6:33, añadidura.

Yo creo que el Señor se merece un aplauso mucho más fuerte. Yo quiero invitarlos, cierren sus ojos un momento. A mí me gusta esa canción que dice, poderoso Dios. Yo quiero invitarlo a reflexionar, no estoy aquí para juzgar su manera de ver la fe o cómo usted está experimentando su fe. Solo traje esto, porque hoy día seguir a Jesucristo demanda valentía, demanda decisión y va más allá de los milagros que yo necesito, de las sanidades que yo necesito. Él es poderoso para hacer milagros, yo sé, él es poderoso para sanar, él es poderoso para proveer. Hay algunos que han tenido y han llegado a situaciones donde hasta lo que no han tenido se les ha quitado, han sufrido burlas, se les ha apuntado con el dedo. Muchas de nuestras situaciones tienen que ver con nuestras malas decisiones, pero hay muchas también de nuestras situaciones que tienen que ver con un propósito de Dios para nuestras vidas. Y yo quiero apelar a ese propósito de Dios en su vida y en mí vida.

Qué es lo primero que usted piensa cuando habla de fe? Cuando le mencionan la fe, qué es lo primero que se le viene a su mente? La fe es Jesucristo. Todo lo demás es la bendición que él tiene para nosotros. Él quiere que cambiemos nuestra mentalidad, nuestra manera de verlo a él, simplemente como un objeto de traernos nuestros más interesantes deseos.

Una última reflexión. Cuando yo leí el nombre de todos estos hombres en el versículo 32 y 33, lo escuché hace algunas semanas y hoy día me hizo sentido eso, Gedeón, David, podríamos meter a Elías, a Eliseo, Josué, Moisés, José. Y nosotros podríamos preguntarnos dónde está el Dios de ellos? Que estos hombres se movieron por la fe en ese Dios, no por los resultados, sino por la fe en ese Dios. El resultado a ellos no les importaba, porque si tenían fe en su Dios, el resultado iba a ser bueno de todas maneras.

Sabe qué me llevó a preguntarme eso? A pensar que Dios está preguntando y dónde están los Gedeones de estos tiempos, dónde están los Josué de estos tiempos, dónde están los Elías, los Eliseo, los José, dónde están todos esos hombres y mujeres que leemos en las Escrituras, dónde están en estos tiempos?

Te tengo buenas noticias, tu eres uno de ellos y Dios quiere mostrar su poder a través de ti, perfeccionarse a través de ti.

Hasta aquí el Señor me ha ayudado

TRANSCRIPT

Escuche bien lo que dice la palabra del Señor en Primera de Samuel, Capítulo 7 versículo 12: “….Tomó luego Samuel una piedra y la puso entre Mizpa y Sen y le puso por nombre, Ebenezer, diciendo, hasta aquí nos ayudó Jehová…”

Puede decirle a su hermano, hasta aquí el Señor me ha ayudado. Puede decírselo? Hasta aquí el Señor ha abierto caminos. Hasta aquí el Señor ha mostrado su sanidad. Hasta aquí el Señor ha mostrado su provisión. Hasta aquí el Señor ha estado conmigo. Usted lo cree? Usted puede recordar un momento? Cierre sus ojos un momento y en estos pocos minutos vamos a tratar de hacer una memoria de a cuántas veces el Señor ha provocado su Ebenezer en nuestras vidas.

Cierre sus ojos un momento y recuerde a lo mejor una enfermedad, recuerde a lo mejor un problema familiar, un problema financiero, recuerde a lo mejor alguna situación incómoda donde solo la mano del Señor provocó el Ebenezer en su vida. No lo provoca emoción recordar el toque del Señor en un momento oportuno, en un momento determinado? Entonces, quiero invitarlos a celebrar el Ebenezer diariamente en nuestras vidas.

Cuando nosotros celebramos el Ebenezer en nuestras vidas, estamos celebrando la mano poderosa, la mano de provisión, la mano prodigiosa de nuestro Dios todo poderoso. Cuántos dicen amén?

Ebenezer, saben lo que significa Ebenezer? Significa piedra de ayuda, piedra de ayuda significa Ebenezer. Saben lo que movió al profeta a declarar el Ebenezer para el pueblo? Era el compromiso que el pueblo había tomado con Dios de dejar todos los dioses ajenos, de dejar toda una vida de paganismo, de dejar todos unos hábitos que no estaban de acuerdo a lo que Dios estaba exigiendo de su pueblo.

Si usted puede leer el Capítulo 7 en el versículo 1 se da cuenta, 1, 2 y 3, se da cuenta cómo Samuel comienza a desafiar al pueblo, dejen de vivir de esa manera. Si quieren nuevamente la gracia del Señor en medio de este pueblo dejen de vivir como están viviendo. Muchas veces el pueblo de Dios pierde la gracia del Señor porque comenzamos a mirar a Dioses ajenos, porque comenzamos a mirar las cosas que el Señor nos ha encargado que no miremos.

Esta palabra Ebenezer vino a mi corazón, es una palabra muy evangélico. Cuántos son evangélicos de nacimiento? Esto todos los años no escucho un sermón del Ebenezer, y qué significa? Hasta aquí nos ayudó Jehová. No, significa, piedra de ayuda.

Y me remonta a esta gran declaración de Pedro, en Mateo, Capítulo 16, versículo 18, la gran declaración de Pedro y dice:

“… Y tu Pedro, quién dices que soy yo? Y saben lo que le dice Pedro, Tu eres el Cristo, el Hijo de quién? El Hijo de quién? Parece que no está muy viviente el Dios. Tu eres el Cristo, el Hijo de Dios viviente, a lo cual el Señor le responde, Guau, Pedro, a ti no te lo reveló ni carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos, por lo tanto, sobre esta roca, sobre esta piedra edificaré mi iglesia…”

Quién era la piedra? Pedro o la declaración de Pedro? Lo que declaró Pedro, y quién era esa declaración? A quién le correspondía? A Jesús. Y si Jesús es nuestra piedra, él es nuestra piedra de ayuda, él es nuestro Ebenezer en estos tiempos. Cada día debemos declarar un altar con esa piedra de ayuda que se llama Jesucristo, en nuestras vidas.

Y yo quiero invitarlos hoy día a que podamos desarrollar en nuestra vida un modelo de vida agradable al Señor, y comencemos a dejar todas esas maneras de vivir que no le gustan al Señor, que no le corresponden, todas esas maneras de vivir, que muchas de ellas, sabe que dice Gálatas 5:19? Muchas de ellas no nos van a llevar, ni nos vamos a heredar el reino de Dios.

Ni las borracheras, ni una serie de listas que hay ahí, una lista grande de hábitos, de adoraciones, de maneras de vivir. Eso es lo que quiere el Señor, que como iglesia, podamos decir cada día, Ebenezer hasta aquí tu has sido mi ayuda, tu has sido mi roca, tu has sido mi fortaleza, tu has sido mi refugio, tu eres mi socorro, tu eres mi abrigo, tu eres mi sombra. Gracias Dios. Gracias Señor.

Así que la declaración de Pedro para estos tiempos es el punto de partida para nuestro Ebenezer. Cada día cuando usted se levante, usted debe decirle al Señor, gracias porque hasta aquí has permitido que mis ojos se abran. Gracias, Señor, porque tu ayuda no ha sido condicionada a nada y siempre has estado conmigo, siempre me has protegido.

En Mateo, Capítulo 7, versículo 24 y 25 hay otra característica de esta piedra de ayuda, sirve para construir un modelo de vida. El hombre sabio que construyó su casa sobre la roca. Así que si usted quiere construir un modelo de vida adecuado, si usted quiere construir un modelo de vida que realmente exalte el nombre del Señor comience a construir su casa sobre esta piedra de ayuda, cada día esta piedra va a ser la base de su casa y vendrán vientos, vendrán tormentas, vendrán lluvias, vendrán terremotos, vendrá lo que sea y su casa no se caerá. Lo que usted ha edificado con la base de Jesucristo no se puede caer. El diablo no tiene poder para derribar lo que el Señor ha construido. Esa es nuestra piedra de ayuda.

La roca del Señor está diseminada por todas las Escrituras. Allá en el Antiguo Testamento con Moisés, en Éxodo, Capítulo 17, ahí estaba Cristo como la peña de Oreb donde te agua en un agua que tienes sed. Gracias porque ese ha sido mi Ebenezer, Señor, porque cuando he tenido sed tu has sido quien ha saciado ese momento en mi vida.

Ebenezer. Es una palabra que no debiéramos olvidarnos. No por ser una moda, sino porque representa un cambio de actitud del pueblo de Dios para su Dios. No creer en el Ebenezer solamente por las bendiciones, no diga ya voy a meter el Ebenezer en mi cabeza para que el Señor me siga bendiciendo. Ponga su Ebenezer en su corazón por amor a Dios, porque él lo amó primero, porque él ha diseñado esta estructura de bendición para su vida, para mi vida.

Ebenezer. Hasta aquí el Señor nos ha ayudado. Ebenezer, hasta aquí el Señor nos ha guardado. Ebenezer hasta aquí el Señor nos ha sostenido. Ebenezer, hasta aquí el Señor siempre me ha recogido. Cada día está su mano estirada con sus ojos de amor y con su mano de poder, está esperando que su pueblo lo mire y le diga, gracias, Señor. Yo siento que estás conmigo.

Salmo, Capítulo 18, quiero invitarlos a ver esos versículos, versículo 2:

“… Tu eres roca mía, castillo mío…”

Salmo Capítulo 18, versículo 31: “… Y qué roca hay, mire esta pregunta, y qué roca hay fuera de Dios?...”

Qué hay más fuerte fuera de Dios? Que hay más resistente fuera de Dios? Qué hay más grande fuera de Dios? Si nada, no hay Dios antes ni habrá un Dios después, este es el Dios todopoderoso. Qué roca es más fuerte que él?

Usted no está aquí simplemente porque se cambió de una religión a otra. Usted está aquí porque entendió que Jesucristo es su fortaleza. Porque Jesucristo es su pronto auxilio, porque Jesucristo es el dador de la salvación, del perdón, de la misericordia. Esa es la roca inconmovible, esa es la roca que no tiene comparación, esa es la roca de ayuda que cada día necesitamos levantar en adoración y en alabanza.

Dice el salmista en el salmo 61, versículo 2 dice: “…Llévame a la roca que es más alta que yo, ahí estarás seguro…”

El salmo 40 dice, “…Pacientemente esperé a Jehová y se inclinó a mí y oyó mi clamor, me hizo sacar del pozo cenagoso, del lodo de la desesperación…”

Mire lo que dice el siguiente versículo “… puso mis pies sobre peña…”, sobre esa piedra de ayuda, sobre esa piedra que me estabiliza, sobre esa piedra que me da firmeza, sobre esa piedra que me da seguridad.

“… Puso mis pies sobre peña y no solo conforme con eso, dice, y enderezó mis pasos. Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanzas al Señor …”

Cuántos alaban al Señor? Pueden cerrar sus ojos y levantar sus manos al cielo y decir, Señor, yo quiero que cada día adorar el Ebenezer que tu has declarado sobre mi vida. Ese Ebenezer que es Cristo, ese Ebenezer que ha hecho que yo pueda ser transformado, pueda estar un momento en la presencia del Señor y declarar que la roca que lo mueve, la roca que lo sostiene, es Jesucristo.

Tómese su tiempo, deje que el Espíritu Santo hoy día pueda revelarle, pueda recordarle cuán maravilloso ha sido él con su vida. Hay alguien que hay sido tocado por el poder sanador del Señor? Entonces, todos los días usted y yo necesitamos levantar esa roca, esa piedra de ayuda y decir, Señor, Ebenezer, hasta aquí tu me has ayudado. Señor, Ebenezer, hasta aquí tu has sido fiel. Oh Ebenezer, hasta aquí tu has sido mi refugio, mi fortaleza. Tu llenas mi corazón.

Baje su mano un momento. El Ebenezer nos representa una tradición religiosa. El evenzer diario sabe lo que demuestra? Que cada día mi amor por el Señor es más grande, que cada día este Ebenezer representa que el conocimiento que tengo de Dios me permita entrar mucho más en el amor de Dios para entenderlo en mi vida.

Usted y yo, como hijos de Dios, estamos, tenemos la responsabilidad de levantar esta piedra de ayuda y declarar el Ebenezer del Señor sobre cada una de nuestras vidas, en nuestras familias, en nuestros trabajos.

Hace un momento atrás, el pastor Omar nos motivaba a orar por las comunidades, por los vecindarios, por las ciudades donde estamos viviendo, por la comunidad inmigrante. Declarar esa piedra de ayuda en cada uno de estos lugares donde estamos nosotros viviendo, donde nosotros estamos participando.

Usted y yo hoy día tenemos el privilegio, no solo la responsabilidad, el privilegio de declarar ante el mundo entero que Dios es quien me sostiene, que Dios es quien me lleva adelante, y no importa lo que diga el sistema, y no importa lo que diga la economía, no importa lo que diga la política, Dios es el que alumbra mi camino, Dios es el que me lleva sobre la roca firme que es Jesucristo.

Cada día el Espíritu Santo está motivándonos y llevándonos a esa instancia. Agradeciste hoy día? Agradeciste? Te has declarado un hijo agradecido de las bondades de Dios, de la misericordia? Te has declarado un hijo agradecido de los milagros, de las señales y los prodigios que Dios está haciendo en tu vida diariamente?

A veces pasamos tan ocupados que no tenemos tiempo para ese altar para el Señor. A veces pasa nuestra vida de un full time a un part time y de un part timecito como dicen otros, no tenemos tiempo para ese altar, para reconocer la piedra de ayuda en su momento diariamente.

Quiero invitarle a que seamos verdaderos hijos agradecidos y que reconozcamos el poder de Dios sobre nosotros. Cierre sus ojos un momento y vamos a orar al Señor, y vamos a declarar su amor sobre nosotros.

Gracias, Señor Jesús. Puede ponerse en pie un momento. Pónganse en pie. Tome la mano de su hermano que está al lado. Muchas veces esta piedra de ayuda tiene que ser establecida por el pueblo, cuando nos sentimos acompañados de esta piedra ayuda, toma fuerza. Ya no necesitamos poner una piedra físicamente porque ya es Jesucristo la roca de nuestra salvación.

En él está nuestro descanso, en él está en el agua que tomamos, espiritual. Pablo nos recuerda en Primera de Corintios, Capítulo 10 que esa agua que el pueblo tomó allá en Oreb era el agua que es Cristo hoy día para nosotros. Señor Dios, oh Espíritu Santo, Dios trino, ven sobre este lugar y muévete, muévete de una manera tan profunda pero tan poderosa, Señor, sobre nuestras vidas que no haya un minuto en que no declaremos un altar delante de ti, reconociendo que tu has sido nuestra piedra de ayuda, reconociendo que tu has sido nuestro Ebenezer, que hasta aquí tu has sido fiel, que hasta aquí tu has sido nuestro ayudador, que hasta aquí tu has sido mi Señor. Gracias, Señor. Gracias, Señor Jesús.

Eres testigo del poder de Dios en tu vida?

TRANSCRIPT

El Señor es el Señor de nuestras vidas y es nuestro salvador. Quiero invitarles a abrir sus Biblias en el libro de Hechos, capítulo 1, versículo 8. Es un texto muy evangélico, muy pentecostal, así que el que no se lo sepa de memoria, tenemos que meterlo en una centrífuga de pentecostalismo. Así que no quiero preguntar quién no se lo sabe, quiero preguntar quién se lo sabe de memoria? Ah? Sino, parece que vamos a tener que meter a toda la iglesia en…

Hay una cosa importante, probablemente mucho tiempo hemos hablado de esto, pero yo quiero invitarles a tomar detalle en una parte, en un aspecto de este versículo y luego nos vamos a trasladar a otra historia en el libro de Juan, porque quiero ilustrarle a través de esa historia, el efecto de este versículo. Aunque este versículo es para estos tiempos, es para los que tienen ese poder del Señor adentro, que explota, que está como un volcán a punto de hacer erupción. Lo bueno es que haga erupción ya.

Dice, Hechos, capítulo 1, versículo 8 dice:

“… pero recibiréis poder, poder, poder… diga poder, diga poder, dígale a su hermano que está al lado, recibirás poder. Cuando haya venido sobre vosotros, quién? Quién? Quién? El Espíritu Santo y me seréis testigos. Diga testigos. No testigos de Jehová, por si acaso. Y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra…”

Interesante porque no empieza por lo último de la tierra y termina en Jerusalén. Empieza en Jerusalén y termina en lo último de la tierra. Alguno que se quieren a lo último de la tierra primero, y todavía no han ni siquiera dado sombras en Jerusalén. Pero es interesante. Aquí yo quiero invitarlos a que podamos analizar este versículo un poquito. Y hay tres aspectos importantes en este versículo.

Dice la primera declaración es una declaración de que somos dependientes del Espíritu Santo. Es necesario que la iglesia del Señor entienda que somos dependientes del Espíritu Santo. No solo en lo teórico, no solo en la lectura, sino en la acción, en hechos concretos, en experiencias espirituales, poderosas. Cualquier persona que no sea dependiente del Espíritu Santo es una persona que está expuesta a que el enemigo haga y deshaga con él. Así que dígale al Señor, Señor, yo quiero ser dependiente del Espíritu Santo. Quiero depender cada día.

La segunda declaración es que al ser dependientes del Espíritu Santo recibimos, recibimos, recibimos poder. O sea, ahora usted va a empuñar su mano así, y cuando diga poder, usted va a hacer poder. Recibimos poder. Recibimos poder. Imagínese que le está dando un piñazo a alguien. Recibimos poder. A quién le dio? A ver? A quién le dio? No, no, no se metan en problemas familiares. Yo no me meto en eso. Ni con la suegra, ni con el suegro, ni nadie.

Al recibir y al recibir el poder del Espíritu Santo, aquí es donde yo quiero detenerme, obligadamente al recibir el poder del Espíritu Santo obligatoriamente somos testigos, somos testigos de las maravillas que él ha hecho en nosotros y puede hacer en el que está a nuestro alrededor, el que está aquí en Jerusalén, el que está en Samaria, el que está en Judea, y hasta lo último de la tierra.

Y aquí quiero detenerme. Quiero enfocarme en este tercer punto. Como evangélicos estamos saturados probablemente de mucha teología acerca del Espíritu Santo, y probablemente sabemos más del Espíritu Santo de lo que el mismo Espíritu Santo sabía de él mismo. Hasta inventamos algunas cosas, intentamos algunos pasitos espirituales, algunos vocabularios espirituales. Inventamos algunos hábitos del espíritu y que muchas veces son producto de nuestras emociones, muchas veces son producto de nuestras inquietudes naturales como seres humanos.

Pero quiero invitarlos a ir más allá. Quiero invitarlos a que hoy día usted comience a declararse un testigo del poder de Dios en su vida. Romanos capítulo 1, versículo 16 dice:

“… porque no me avergüenzo del Evangelio porque es poder de Dios…”

Hay una conexión. El Evangelio habla de Cristo y el Espíritu Santo viene a establecer lo que Cristo vivió en este mundo para nosotros. Así que cuando usted sienta esa palabra del Espíritu Santo en su vida, va a sentir que hay una convicción de poder sobre usted que lo va a obligar a ser testigo de las maravillas del Señor.

Alguien puede ser testigo? Alguien tiene algún testimonio de lo que el Señor ha hecho en su vida? Alguien el Señor lo sanó? A alguien el Señor lo libró de alguna cosa? A alguien el Señor milagrosamente le proveyó de algo? A alguien el Señor lo sacó de alguna situación personal? Hay testigos del poder del Señor aquí? Pueden levantar la mano aquellos que son testigos del poder del Señor. Puede mirar a su lado, mire a su alrededor con la mano levantada, con personalidad, y diga, yo soy testigo del poder del Espíritu Santo en mi vida. Así es.

Y debemos declararlo con convicción. Debemos declararlo con autoridad. Debemos declararlo sin miedo a que el enemigo quiera avergonzar a los hijos de Dios, porque el enemigo no puede avergonzar a los hijos de Dios que andan caminando con el poder del Espíritu Santo.

Pero definamos un poquito lo que es ser testigo. Según alguna definición, el testigo es el que ha estado presente o ha visto algunos acontecimientos. Usted ha visto algún acontecimiento que le permita ser testigo del poder del Señor? Sí? Está seguro?

También es una persona que declara, mira esta es la que me gustó a mí, hechos relevantes. Yo soy un convencido de que las cosas que Dios hace son relevantes. Yo soy un convencido de lo que Dios hace no es nada así nomás. Por muy simple que parezca a la mente humana, o a la vista del hombre, Dios hace cosas relevantes. Y esas cosas relevantes tienen que ver con un relieve, con algo que sobresale de lo normal. Y usted sobresale de lo normal porque usted es un fruto del poder de Dios, activo en estos tiempos.

Se dice que hay tres clases de testigos: los que han visto bien, pero dudan de lo que han visto; los que han visto mal, pero creen haber visto bien; y los que no han visto nada y aseguran haberlo visto todo. Cuál de esos es usted? Espero que ni uno. Vale más un testigo de vista que diez de oídas.

Es interesante la capacidad de un testigo, en la Biblia encontramos testigos presenciales del poder de Dios. Y aquí quiero invitarles al libro de Juan, capítulo 4. Romanos, capítulo 3, versículo 23 dice:

“… La fe viene por el oír y el oír, no oír cualquier cosa, oír la palabra de Dios..”

Y es interesante porque aquí se habla de la mujer samaritana. Hay un diálogo entre Jesús y la mujer samaritana. Y aquí podemos sacar muchas enseñanzas. En estos días hablé con un pastor que sacó todo un manual de evangelismo de este capítulo, que lo enseñó en tres días de 6 cada día, imagínense, 18 horas, solo para enseñar el capítulo 4 del libro de Juan, para enseñarle a su iglesia una metodología de evangelismo, una mentalidad de evangelismo. Y aquí hay algo que nosotros tenemos que empezar a entender. Versículo 39:

Después que Jesús habló con la mujer y declaró sobre ella algunas verdades. Cuántos conocen esta historia? O quieren que leamos completo el capítulo? No lo vamos a leer completo. Versículo 39. Acuérdense de Hechos capítulo 1, versículo 8, pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo. Okay? Y me seréis testigos. Aquí vino el Cristo poderoso a encontrarse con una mujer no tenía por dónde, a los ojos naturales representar ser testigo del poder de Dios. Versículo 39 dice:

“… y muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en el…. En qué? en él por la palabra de quién? De la mujer que daba testimonio…

Miren, el impacto que tuvo esta mujer al hablar con Cristo, al abrir su corazón. ¿Saben qué? cuando nosotros nos presentamos en diferentes lugares, en la ciudad, con nuestros amigos, qué interesante sería que nuestros amigos, nuestra familia recibieran un impacto de nuestras palabras que el Señor ponga en nuestro corazón para hablar del plan de salvación que Dios tiene para la vida del ser humano.

Hablamos del juego, hablamos de la telenovela, hablamos de lo que dijo la vecina, hablamos de lo que le pasó a la tía, pero no hablamos de lo que realmente Cristo hace y puede hacer en nuestra vida y en la vida de otros.

La mujer samaritana no fue a decir, miren, saben, me encontré con un hombre judío que me pidió agua. Ella no fue a decir eso. Ella fue a hablarle a su pueblo de lo que este hombre había declarado sobre el corazón de ella y ella había creído en el poder de la palabra del Señor. Ella se había transformado en un testigo de la palabra poderosa, transformadora y restauradora del Señor.

Muchos de nosotros solo somos evangélicos. No nos alcanza para ser testigo. Nos falta entender, o nos falta creer que realmente Dios ha depositado en nosotros una autoridad, un poder tan grande para declarar las maravillas que Dios hace y hará, que él es el mismo según Juan capítulo 14:6

“…. Yo soy el mismo ayer, hoy y siempre…”

Hay una verdad, la palabra de Dios no pasa, no pasa de moda. La palabra de Dios sigue siendo tan poderosa como en los días en que Jesús estuvo caminando en Galilea. Nosotros le hemos quitado autoridad a la palabra del Señor diciendo, que estos tiempos hay tanta gente que cree tantas cosas, mejor los respetamos a todos y así no nos hacemos problema.

Hasta la iglesia ha caído en ese camino. Y yo quiero invitarle hoy día a que salga dispuesto a ser testigo del poder del Señor. La mujer samaritana reflejó este acontecimiento. Versículo 40:

“… Entonces vinieron los samaritanos a quién vinieron? A él, a Jesucristo, y le rogaron que se quedase con ellos, y se quedó allí dos días. El Señor permanece hasta cuando…, él está al lado nuestro hasta cuando es necesario para que su poder se haga realidad.

Versículo 41, dice, “… y creyeron algunos pocos, y creyeron muchos más por la palabra de él..” fíjese, que la mujer samaritana con su testimonio llegó hasta ahí, pero cuando Jesús realmente entró en la vida de este pueblo, muchos más fueron transformados por el poder.

A mi me encanta el último capítulo del libro Juan, en su versículo dice: “y aún mayores cosas vosotros haréis…”

Si el Señor tuvo poder, caminó la tierra haciendo milagros, hablando y transformando corazones, conductas, hábitos, transformando la vida de las personas, mire usted donde se pare usted puede ser un revolucionario de la palabra del Señor, donde esté. Deje de estar callado, deje de ser un cristiano de la policía secreta del Evangelio, y comience a identificarse como un hombre o una mujer que es pertenecedora al ejército del Señor.

Versículo 42: “… y decían a la mujer, yo no creemos solamente por lo que tu has dicho, y aquí hay un misterio enorme… ya no creemos solamente por lo que tu has dicho, porque nosotros mismos, ya ellos mismos, se transformaron en testigos presenciales de hechos relevantes, directamente con la palabra de Jesús.

Ya no necesitaban que la mujer les dijera cuántas cosas el Señor estaba haciendo, ellos mismos ya se habían hecho testigos del poder de Dios. Y ¿saben qué? a la iglesia hoy día le falta esa convicción de que son testigos poderosos del poder de Dios. A usted y a mí nos falta caminar con personalidad en la calle y decir, y hablar, y demostrar que dentro de nosotros hay un poder que no todos tienen y que usted puede, es la voluntad del Señor, desarrollarlo cuando el Señor se lo pida.

Se acuerda de este camino de Pedro y Juan, cuando iban al templo y estaba el paralítico ahí sentado, el ciego, y pasa la sombra, solo la sombra. Dice que la sombra de Pedro pasaba y muchos eran sanados. Yo creo que la sombra de nosotros se nos esconde de nosotros, no quiere ni andar con nosotros la sombra, de tanta vergüenza que le damos. Se imagina, la sombra de Pedro, toda orgullosa, y yo voy aquí al lado de Pedro, y la de nosotros, nosotros la andamos buscando. Dónde estará mi sombra? Pregúntele a su sombra por qué no anda con usted. Yo creo que su sombra sabe mucho más de por qué usted no es testigo del Evangelio de Cristo.

No, no me haga caso. En Lucas, capítulo 24, versículo 48 y 49: “…. Todas las cosas que Jesús hizo significan que somos testigos de su poder y él nos recomienda ser investidos, vestidos, transformados, revestidos por el Espíritu Santo. Lucas, capítulo 24, versículo 48 y 49.

En Hechos capítulo 22, versículo 12 y 16, hay otra experiencia de testimonio, la sanidad de Pablo. Cuando Pablo relata su sanidad. Podemos seguir buscando en la palabra ejemplos de personas que fueron tocados por el poder de Dios y comenzaron a ser testigos de las maravillas hacia otros.

Usted es testigo del poder de Dios en su familia? Sus hijos le creen cuando usted levanta sus manos al cielo? Su esposa le cree cuando usted cierra sus ojos y se pega esa llorada bien buena? Su esposo le cree? Entre la familia hay capacidad de mirarse y llorando y siendo ministrados y ministrar el nombre del Señor? Es testigo del poder de Dios en su familia? Es testigo del poder de Dios con sus familiares, con los que están un poquito más alejados? Es testigo del poder de Dios con sus vecinos? O cuando ya se junta con su vecino, ya vengan las coronas, y vengas las cervezas, total, al borracho más borracho, dice Pablo.

Es necesario en estos tiempos, donde las definiciones cuestan. Usted va por el mundo y usted habla con alguien y hoy día tiene una posición y mañana tiene otra. Y los cristianos estamos en la misma. Muchas veces no somos de una misma posición. Cambiamos de acuerdo a como alumbre el sol o depende como cambie la luna, o nuestro estado de ánimo. El Señor no está buscando esos testigos, está buscando testigos relevantes del poder de Dios, que sean capaces de levantarse y aunque sea mordiendo el piso, no volver a caerse.

El Evangelio del Señor hoy día necesita hombres y mujeres que no andan haciendo escusas, simplemente porque, no, yo no aguanté, cedí a la tentación y ya. Soy hombre, soy mujer, soy ser humano. Usted es hijo de Dios. Usted es hijo de Dios. Y representa los valores del reino. Cuando usted camina, el Reino de Dios camina con usted. Usted se imagina la impresión de un reino? Usted puede imaginarse en su cabeza lo que es un Reino. No se imagina a la Reina Isabel con su corona y toda sentadita ahí, apena moviéndose. Esos reinos de hoy día no valen. El reinado de Inglaterra no vale. El reinado de España no vale. Los tienen ahí para no quitarles el poco salario que tiene esa gente.

Cuando usted camina en la calle, en downtown, aquí por vía Victoria está caminando aquí en los proyectos, y usted siendo testigo del poder de Dios, usted no está caminando solo. Está el Reino de Dios caminando con usted. Y en el Reino de Dios hay sanidad. En el Reino de Dios hay provisión. En el Reino de Dios hay abundancia. En el Reino de Dios hay justicia. En el Reino de Dios hay paz. En el Reino de Dios hay salud. En el Reino de Dios hay bienestar. En el Reino de Dios está el shalom de Dios operando de diferentes maneras, Jehová rafa, Jehová giré. Dios todopoderoso, es el Señor transformador de la vida.

Lo que pasa es que usted y yo no vemos al reino, y como no lo vemos, no creemos que está con nosotros. Pèro donde usted camina, el Reino de Dios se mueve con usted. Donde está tu testimonio? Es un testimonio válido? Es un testimonio que está siendo presencia? Eres un testigo fiel del poder del Señor? Crees que el Evangelio de Cristo es poder para transformar al que cree? Tu crees que el Señor transforma al que cree?

Para el que cree todo es posible y nada es imposible para Dios. Esta palabra ha sido un impacto en mi vida. Esta pequeña palabra de testigo en este versículo donde lo he leído cientos de veces, toda mi vida he escuchado este versículo, y el Señor me llevó a esta expresión de testigo. Si realmente soy un hijo de Dios transformado por la sangre de Jesús estoy obligado a ser testigo verdadero, un testigo relevante, no hoy día testigo y mañana mejor escondo la mano. No, todos los días estoy obligado a ser testigo del poder de Dios.

En palabra, en conducta, en pensamiento, si eres una persona que tiene un negocio, en lo justo de tu negocio, en la responsabilidad, si eres un trabajador en lo responsable de tu trabajo, puedes ser testigo de que eres un hombre o una mujer lavado por la sangre de Jesús.

Ahí demuestras el poder del Espíritu Santo. Puedes hablar en lenguas. Yo creo eso. Puedes danzar. Yo creo eso. Y puedes levantar las manos, y puedes llorar, y puedes decir, el domingo estuvo el servicio bonito, y el miércoles estuvo bonito, pero la verdad de las cosas es que aquí adentro no somos testigos. Los testigos se demuestran allí afuera, cuando tu caminas, cuando el diablo te confronta, cuando estos gigantes se levantan cada mañana contigo a desafiar tu fe, a desafiar lo que el Señor ha puesto sobre ti.

Así que no tengas miedo, pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo y serás testigo, y serás testigo. Ya nadie más se reirá de ti, tu comenzarás a rescatar a otros, de las manos, de las garras del enemigo. Cierra tus ojos.

Que le parece si nos ponemos de pie en una actitud de reconocer, de reflexionar acerca de lo que realmente estamos planteando como hijos de Dios. Quiero invitarle a tener un tiempo de oración con su palabra, quiero invitarle a que pueda a ser sincero y honesto con el Señor, quiero invitarle que pueda abrir su corazón y su mente. Nunca es suficiente lo que hacemos, nunca, ninguno de nosotros por mucho que estemos en el pastorado, ya es suficiente con lo que hemos hecho, al contrario, cada día necesitamos ponernos más ahí, cubrirnos con el manto del Espíritu Santo para ser testigos fieles.

Quiero invitarle que su abra su boca y comience a declarar delante del Señor que quiere ser un testigo fiel. Señor, queremos ser testigos fieles del poder tuyo. Cuan grandes cosas tu has hecho, cuan grandes cosas, Señor, tu haces en medio nuestro cada día, Señor, son grandes, Señor, tus maravillas. Cada día, Señor, son grandes tus obras. Cada día, Señor, son grandes las cosas, tus milagros. Necesitamos ser una iglesia, Dios, que sea fiel testigo de lo que tu has hecho en nuestra vida.

Señor, enséñanos a ser responsables con tu Evangelio, una responsabilidad que nos lleve, Señor, a hablarle a otros de lo maravilloso que tu has sido para nuestra vida. Saca nuestro secularismo, saca nuestro humanismo, saca nuestra liberalidad de nuestra mente, y pon tus pensamientos, pon tus emociones, pon los deseos de tu corazón en nosotros, Señor.

Si se humillare mi pueblo sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos y perdonaré sus pecados y sanaré su tierra.

Señor, si en algo hemos fallado, si en algo hemos ofendido, Señor, el maravilloso nombre de Jesús, perdónanos, Señor, y enséñanos a ser testigos poderosos, porque grandes cosas aún tienes para nosotros.

Gracias, Señor. Gracias, Señor. Gracias, Señor por este tiempo. Gracias, Señor, por estar en tu casa de oración. Gracias, Señor, porque hoy día ha sido un día que tu creaste para nuestra vida, para orarte, para bendecirte, para dejar nuestras cargas delante de ti y para rendirte todo honor y toda gloria, y toda majestad, en el nombre de Jesús. Amén. Amén. Dele un buen abrazo a su hermano, bendígalo.

La queja es un mal hábito

TRANSCRIPT

Quiero hablarles un poquito hoy día acerca de algo que ha preocupado mi vida porque es una manera muy doméstica de nosotros de estar viviendo. Cuántos se han quejado alguna vez? No estoy hablando de esas quejas de dolor, porque a veces por la enfermedad, pero quejarse de insatisfechos, o quejarse de llenos, o quejarse de tener mucho, o quejarse de tener poco, o quejarse de no tener nada. Es una habitualidad en nuestra vida quejarnos. Nos quejamos hasta por si acaso, para ver si agarramos algo.

El capítulo 10, en el versículo 1 del Libro de Job, hay un versículo muy interesante, siempre Job, el Libro de Job uno no le puede hablar muy mal del Libro de Job, pero yo voy a hablar mal de Job hoy día. Sí, cuando uno saca un ejemplo de depresión, de enfermedad uno va a Job, pero mire el versículo que nos presenta Job aquí en el libro de Job, capítulo 10, versículo 1 dice:

“Está mi alma hastiada de mi vida…., alguien ha dicho eso alguna vez? No levante la mano, no diga amén tampoco. “…. Daré libre curso a quién?, a mi queja. Hablaré con amargura de mi alma….”

Que levanten la mano los amargados, los quejumbrosos. Yo creo que en un momento… este sermón no es como predicarlo antes de la adoración, no es cierto? Porque después de la adoración es muy difícil que alguien pueda levantar su mano. Ay, pero esto estaba calculado así, para no caer en problemas de conciencia.

Quejarse es una manera habitual hoy día en nuestras vidas de poder conseguir cosas o de poder creer que nos faltan cosas. Mentalmente nuestra sociedad el que no se queja no tiene. Por eso por muchos años supóngase en los Estados Unidos se abusó mucho de los sistemas de ayuda social y hoy día el sistema de ayuda social está en la banca rota. Cada vez se hacen más recortes. Hay gente que se quejaba teniendo y todavía recibía. Eso provocó que a través de los años muchas cosas fueran cambiando y muchos beneficios se fueron reduciendo y como yo no vivo hace muchos años acá me imagino que ya muchos beneficios de los que había hace 20 años atrás ya no existen.

La queja es parte de nuestra conducta humana. La queja viene desde allá, desde el huerto del Edén. Por qué no podemos comer de ese arbolito? Era el `más bonito, de colores, de frutos, era el que el Señor había cuidado, pero había una queja. Este término queja lo vamos a denominar como murmuración, es más común esa palabra, murmurado. Alguien ha murmurado alguna vez? Fueron muchos los amén, yo creo que fue poca adoración la que tuvimos hoy día.

La murmuración es parte de este concepto de la queja. La murmuración refleja nuestro descontento. La murmuración y la queja, o la queja que es lo mismo, vamos a tomar el mismo concepto para la idea, trae en nosotros muchas veces dudas, falta de fe. La queja en nosotros provoca el enojo de Dios. La queja en nosotros provoca la ira de Dios. Y vamos a ver algunos versículos en esta hora y media que nos queda de servicio…. Cuántos ya tienen sueño? Hay gente que se acuesta a las 9. Quién se acuesta a las 9? Y para qué vino a la iglesia? Aquí vamos a terminar después de las 9. Ya puede irse a dormir a las 10.

Cuando el Señor quiere hablarnos nos habla después de la hora en que nos acostamos, no es cierto? Cuantos han recibido un mensaje por sueño? Señor, por qué no me dejaste dormir, me tuviste que dar ese sueño ahora? Bueno, la murmuración traer ciertas consecuencias a nuestra vida. Yo sé que esta iglesia no está acostumbrada a murmurar y la mía tampoco, por si acaso. Pero para otros que murmuran quiero decirles que partamos de una base: fuimos creados para darle honra y gloria y alabanza al Señor. Cuantos dicen amen a eso? Fuimos creados para rendirle todo honor, todo imperio y toda majestad en su presencia. Fuimos creados para dar gloria, para dar gracias siempre en todo momento, en las épocas buenas, y en las épocas malas. Cuantos han aprendido a dar gracias al Señor en las épocas malas? Ahí hay bendición también. Ahí el Señor no se olvida de sus hijos. Ahí el Señor los toma y los lleva en sus brazos y dice, no te preocupes, esto es un tiempo, sigue agradeciéndome y yo te voy a dar todavía más. Se fiel en lo poco porque lo mucho te voy a poner.

Pero la queja es un hábito y yo quiero que salga de aquí estudiando la conducta, no solo suya, sino de los que lo rodean, y se va a dar cuenta mañana en su trabajo, con sus compañeros de trabajo, o de la escuela, o donde usted esté, y usted comience a enumerar las quejas de cada uno de ellos y se va a dar cuenta de que realmente la gente se queja mucho. Y eso traer una actitud a nuestra vida.

Job nos presenta este versículo y yo tomé este versículo porque creo que es interesante cuando el alma de uno, cuando la personalidad de uno comienza a definir el rumbo de su vida en torno a quejarse siempre. Yo voy a decidir, aquí Job está diciendo, yo voy a decidir libremente quejarme. Eso es lo que dice. Voy a murmurar de todas esas cosas que se supone yo debiera haber tenido para bien pero no me han salido para bien. Es una conducta recurrente en cada uno de nosotros, el quejarnos. A veces no nos damos cuenta. Es tan habitual en nosotros quejarnos que no nos damos cuenta que nos estamos quejando. Es parte de nuestra idiosincrasia. Es parte de nuestro vocabulario, pero una iglesia que entiende que el quejarse trae maldición, comienza a dejar de quejarse.

En el libro de Números, capítulo 11, y capítulo 14, y capítulo 17, hay una serie de historias y habla de las quejas del pueblo de Israel. Pero Job dice, daré libre curso a mi queja. En Job capítulo 7, versículo 13, si usted tiene un lápiz anótelo porque no vamos a tener mucho tiempo de buscar, “…la queja trae depresión…”, el quejarse continuamente trae depresión. La depresión es un síntoma normal de estos tiempos. La depresión no es una enfermedad, es la consecuencia de una serie de acontecimientos en nuestra vida que nos llevan a un punto que se llama depresión.

La queja puede ser una de esos caminos que nos llevan a la depresión. Si usted lee Job, capítulo 7, versículo 13 y si usted lee Job, capítulo 7, versículo 11, nos hace hablar con pesimismo, la queja nos hace hablar con pesimismo. No encontramos valor en nada, no encontramos nada interesante. No encontramos nada entretenido. No encontramos nada que pueda ser de bendición. La queja comienza a tener forma de pesimismo.

Cuántos son pesimistas aquí? En el Libro de Números, capítulo 17, versículo 5 y versículo 10, estos son versículos clave: la queja nos hace que nos revelemos contra la voluntad de Dios. La queja hace que nos revelemos contra la voluntad de Dios. Y hace que cada vez que Dios quiere hacer algo nosotros comencemos a cuestionarnos, comencemos a preguntarnos, será de Dios? Será de Dios eso? Dios estará haciendo esto bien o querrá una ayudita de nosotros?

Cuando nuestro corazón y nuestra mente se llenan de quejas, comenzamos a dudar de lo que Dios ha determinado para nosotros. Y ¿saben qué? Dios ha propuesto un plan, ha diseñado un plan para nuestras vidas, un plan perfecto, un plan donde tu y yo entramos perfectamente. Aquí no es que el Señor hoy día te llamó y mañana se olvidó de ti. O ayer te llamó y hoy día ya no te quiere tener en su camino. El Señor tiene un plan, ha trazado un plan en tu vida, y no es a base de las quejas, es a base de fe. Es a base de creer en el Señor.

Cuando nosotros podemos leer estos versículos y podemos llenarnos de lo que él realmente quiere de nosotros, nos podemos dar cuenta de que Dios no quiere que nos quejemos. Dios quiere que seamos siempre insistentes con él porque él tiene todavía muchas cosas para nosotros.

Quiero invitarlos a abrir su Biblia en el Libro de Números, capítulo 14, versículo 2. Dice, “.. y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel y les dijo toda la multitud, ojalá muriéramos en la tierra de Egipto o en este desierto, ojalá muriéramos…”

La queja nos lleva a ser conformistas. Nos conformamos, nos conformamos con lo que teníamos, nos conformamos con la mediocridad, nos conformamos con el estilo de religiosidad que llevábamos, nos conformamos con el estilo de vida que llevábamos. A veces encontramos que era mejor, nos enojamos, porque parece que en el mundo nos iba mejor. Cuantos han dicho eso alguna vez?

Yo llegué a Cristo y desde que llegué me han ido una cantidad de cosas en mi vida… sabes, cuando la luz llega a tu vida, todo se alumbra. Lo que no veías antes, lo ves ahora. Y esa es la gracia de tener un Dios poderoso que nos va llevando de victoria en victoria. ¿Saben qué? La queja puede traer el enojo de Dios.

En el Libro de Números, capítulo 11, versículos 1 en adelante, habla cómo el pueblo se quejó y la ira de Dios se encendió y él mandó como un rayo, como una muestra a un rincón del pueblo, de la ciudad, y la gente se asustó.

Cuando nos quejamos provocamos la ira de Dios. Las quejas traen consigo otros pecados. ¿Saben qué? El pecado de la queja o la murmuración son un pecado? La murmuración y la queja son impedimentos para entrar en el Reino de los Cielos. Así que no hay que quejarse, pensemos. Las quejas traen consigo envidias, mentiras, descontento, duda, amargura, tristeza, trae soberbia, traer avaricia, trae enojo, trae maldición.

Cuantos quieren en maldición? Si alguien quiere vivir en maldición comience a quejarse. Eso es bien cortito se los digo, comience a murmurar contra Dios, comience a murmurar contra lo que el Señor ha hecho por usted, contra las obras maravillosas, dice incomparables, incontables. Yo no las puedo enumerar, dice el salmista. Si usted quiere vivir en maldición comience a desconocer lo que Dios ha hecho en su vida y se va a dar cuenta de que la mano de Dios puede que se aleje un poquito.

Cuantos quieren vivir en bendición? Seamos hijos agradecidos del Señor. Seamos una iglesia agradecida del Señor. Reconozcamos todas las cosas que él ha hecho por cada uno de nosotros, ha hecho cosas el Señor por usted? Como qué cosas? Salvarnos, qué más ha hecho el Señor por usted? Perdón? Perdonó nuestros pecados. Qué más ha hecho el Señor? Murió por nosotros. Algo más contemporáneo? Somos libres. Provee hoy día, provee. Él es la fuente. No es solamente el banco, él es el dueño del banco. No es solo el banco celestial, es el dueño del banco celestial y es muy distinto a que sea el banco. De él proviene, de él nace toda obra de bondad, toda obra de grandeza, toda obra de milagro, de él proviene. Él es la fuente de nuestra provisión. Él es la fuente de nuestra sanidad. Él es la fuente de nuestra transformación. Él es la fuente de nuestra regeneración. Él es la fuente de la vida eterna. Él es la fuente de la salvación. Él es la fuente de vida.

Ese es el Señor. Así que si usted o yo tenemos la costumbre de quejarnos, quiero invitarle a que dejemos esa actitud de lado y poder ser agradable a los ojos de Dios. En el salmo, capítulo 77 versículo 3, … la queja hace que nuestro espíritu desmaye, hace que nuestro espíritu flaquee, hace que nuestro espíritu se tambalee. Y yo no quiero desmayar. Yo no quiero desmayar.

En Hebreos, capítulo 13, versículo 17, dice que la queja no trae provecho, no trae satisfacción. En Santiago, capítulo 5, versículo 9, dice que la queja trae condenación. El murmurar, el quejarnos delante del Señor trae condenación. No cree usted que es una actitud que deberíamos cambiar?

En el salmo 77, un salmo de Asaf. Asaf estaba enojado con Dios porque él quería tener muchas posesiones, que otros tenían, y solo él le tocó ministrar en el templo. Y a mí me gusta el salmo 77, versículo 10 al 15, dice así: “… dije enfermedad mía es esta, traeré pues, escuche bien, traeré pues a la memoria los años de la diestra del Altísimo. Me acordaré de las obras de Jehová, sí, haré yo memoria de tus maravillas antiguas. Meditaré en todas tus obras y hablaré de tus hechos. Oh Dios santo es tu camino, qué Dios es grande como nuestro Dios? Amén.

Leo de nuevo la pregunta: ¿Qué Dios es grande como nuestro Dios? Tu eres el Dios que hace maravillas, hiciste notorio en los pueblos tu poder. Con tu brazo redimiste a tu pueblo, a los hijos de Jacob y de José….”

Si usted lee todo el salmo 77, se va a dar cuenta cómo este salmista comienza a reconsiderar su posición frente al Señor. Así que el quejarnos delante del Señor trae para nosotros condenación y estoy seguro que aquí ninguno de nosotros quiere vivir en condenación. Amén.

En Abakuc, vamos a ver el Libro de Abakuc, en el Antiguo Testamento, el último versículo, Abakuc, capítulo 2, versículo 1, dice, “… sobre mí guarda estaré y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y velaré para ver lo que se me dirá y qué he de responder, tocante a mi queja…”

Podemos estar firmes en la roca que es Jesucristo y cuando uno está firme en el Señor no hay motivo de queja, no hay motivo de murmuración, no hay motivo de condenación, no hay motivo de maldición. Al contrario, hay motivos de bendición, de agradecimiento, hay motivos de alegría porque Dios no nos dejará abandonados.

Cierre sus ojos un momento. La palabra de Dios nos dice que él es nuestro guardador en todo momento. Es nuestro ayudador. Es nuestro proveedor. Es nuestro sanador. Dice que aquel que quiere ver días buenos refrene su lengua del mal. Dios quiere bendecirnos y sus bendiciones están esperando por cada uno de nosotros. El quiere abrir los cielos sobre nosotros y bendecirnos sobreabundantemente.

Señor Jesús, tu conoces nuestros corazones, Señor, tu conoces que cada día tratamos de seguirte y obedecerte y cumplir tu palabra de la mejor manera pero a veces nuestra naturaleza humana, Señor, hace que nos quejemos, que nos olvidemos de lo grande que tu eres. Señor, enséñanos a reconocer tus obras por sobre nuestras circunstancias porque tu nos declaraste que somos tus hijos, tu nos pusiste nombre, tu nos dijiste mío eres tu, tu nos guardas, tu satisfaces cada una de las áreas de nuestra vida, yo oro por esta iglesia, Señor para que se haga un ejemplo, Señor, allá afuera, hombres y mujeres gozosos y agradecidos de Dios, aunque sea en los peores momentos, que la circunstancias no sean motivo de olvidarnos de las cosas grandes que tu has hecho por nosotros. Las circunstancias pasan, pero tu te quedas para siempre, tus promesas son eternas. Tu permaneces con nosotros.

Gracias Señor, por este tiempo. Gracias Señor, por tenernos en tu casa de adoración. Gracias por estos tiempos de oración y de fe que pudimos experimentar hoy día. En el nombre de Jesús, Señor, condensamos todo eso en una expresión de gratitud, reconociendo que tu eres Dios todopoderoso. Amén.

Guárdanos al regreso de nuestro hogar. Con tus bendiciones, Señor, en el nombre de Jesús. Amén. Amén. Que el Señor les bendiga. Que el Señor les bendiga. Dele un buen abrazo a su hermano y bendígalo con todas las bendiciones espirituales.

Adorar a Dios no es cantar

TRANSCRIPT

Yo se que uno no tiene que estar nervioso pero si estoy nervioso, y probablemente es distinto… la sensación es distinta, hay sentimientos muy fuerte ahora cruzando por mi corazón, mi vida, sobre todo sentimientos de gratitud, sentimientos de que Dios de una u otra manera ha trabajado en nuestra vida para poder aprender a creer.

Ustedes saben que no es fácil creerle a Dios, no es fácil creer algo que no se ve. No es fácil asumir la voz de Dios y comenzar a hacer cosas como loco. Pero si, hay que estar locos para el mundo y cuerdo para Dios para creerle.  

Yo creo que Dios tiene una tremenda oportunidad hoy día para tu vida, tu no fuiste llamado para estar sentado ahí, en esa silla, tu no llegaste aquí para solo ser un número en una iglesia, tu llegaste para marcar la diferencia en el mundo.  

¿Tu sabes cuál es la diferencia entre alguien que canta adoración y una adorador del Señor? Tu te imaginas cual… ¿qué es lo que hace la diferencia de eso? 

El Salmo 37 dice: “…deléitate asimismo en el Señor, y él te concederá las peticiones de tu corazón...” 

¿Cuántos pueden deleitarse en el Señor? ¿Cuántos están aprendiendo a deleitarse en el Señor? Dígale a su hermano que está al lado, “yo estoy aprendiendo a deleitarme en el Señor”. Después se dan una sonrisa por si acaso para que se crea. 

Yo comparo…hago una comparación entre el que adora y un adorador de la siguiente manera: no necesariamente porque usted ve un avión con alas, necesariamente usted tiene que saber que eso va a volar. Uno va a un museo y ve aviones completitos con alas pero no hay nada que los haga volar. Usted va a los aeropuertos a veces y hay una zona donde se ponen los aviones malos y esos aviones incluso tienen toda una maquinaria por dentro pero no tiene  lo esencial para volar. Un avión no necesariamente porque usted lo ve ahí es un avión que vuela. Necesitamos ver un avión volando para que haga el trabajo que tiene que hacer. 

No necesariamente aquel que adora al Señor y que canta y que llora y que hace toda una serie de cosas que tienen relación con el cántico de adoración, necesariamente es un adorador. Y saben que la iglesia del Señor se está llenando de cantantes, están quedando muy pocos adoradores. Los adoradores marcan la diferencia.  

Quiero invitarlo a abrir su Biblia, quiero invitarlo para que veamos tres ejemplos que tienen que ver con hombres que marcaron su vida y la vida de una nación con su vida de adoración. 

Jueces, capítulo 7, versículo 15, Jueces capítulo 7, versículo 15, este uno de los pasajes… hay una serie de pasajes en la Biblia donde cada uno de nosotros puede identificar su vida de adoración, cada uno de nosotros puede identificar su manera de ver al Señor. Pero me gusta Jueces, me gusta el libro de Gedeón, me gusta la historia de Gedeón porque representa desde lo más simple, desde una realidad más humana llegando hasta la historia de David, un adorador por excelencia, un adorador que estaba conforme al corazón de Dios.  

Dice Jueces 7,15 “…cuando Gedeón oyó el relato del sueño y su interpretación…” dice “…adoró y vuelto al campamento de Israel dijo: levantaos porque Jehová ha entregado el campamento de Madian en vuestras manos”.  

Oremos al Señor, gracias Señor Jesús por este tiempo, gracias por la oportunidad Dios de poder escuchar tu palabra. Señor, yo te pido que tú puedas abrir nuestros corazones, abrir nuestras mentes, abrir nuestro entendimiento para poder discernir e interpretar tu mensaje, tu recomendación para cada uno de nosotros en el nombre de Jesús, amen y amen. 

Cada vez que nosotros hablamos de adorar al Señor pensamos en una canción. Cada vez que nosotros hablamos de adorar al Señor pensamos en un instrumento, en una cuerda, en una tecla de piano, en una  batería o en cualquier tipo de instrumento. Cada vez que nosotros hablamos de adorar al Señor hablamos del servicio de las nueve, de las doce o del servicio del día miércoles o de cualquier servicio. Cada vez que hablamos de adorar al Señor hablamos de participar de probablemente un dvd cristiano donde haya mucha música cristiana. Cada vez que hablamos de adoración se ha transforma y hemos arrinconado el adorar al Señor solo en un área de nuestra vida, que tiene que ver con nuestra voz, que tiene que ver con nuestras emociones, que tiene que ver con lo que sentimos.  

No todos los domingos llegamos igual a la iglesia. Hay días que llegamos con ganas de levantar los brazos y ojala llegar ahí arriba al cielo del edificio y otros días llegamos bien abajo con los brazos.  

Hay una reacción emocional, cada uno de nosotros tiene una distinta reacción a lo que le pasa en la semana. Vemos la adoración de la iglesia como el fin, pero adorar en la iglesia no es el fin, la adoración en la iglesia es la consecuencia de una vida de adorador. Tú no comienzas tu vida cantándole al Señor. Tú estás aquí y adoras al Señor como una consecuencia de tu manera de vivir. 

Gedeón es un reflejo, históricamente Gedeón representa esta generación que creció  sabiendo algo de Dios. Sabiendo que Dios, el Dios de su padre, hacia muchas cosas. Gedeón representa la vida de hombres y mujeres que sí saben de Dios, pero nunca han hecho una decisión por el Señor, y viven una vida entendiendo que necesitan de Dios pero no hay nada que los motive a buscarlo más.  

De alguna manera Dios también usa a cada una de estas personas para poder mostrar su gloria y Gedeón representa muy bien a estas personas. Gedeón pertenecía a una generación que no estaba siendo alimentada espiritualmente, que lo único que tenían era tradición, que lo único que tenían era historia, que lo único que tenían era una noción de lo que Dios había hecho antiguamente. Muchas de nuestras vidas están relacionadas con eso. Gedeón pertenece a la tribu de Manasés en el pueblo de Israel, era el menor de una familia. Así que con mayor  razón, más lejos de su experiencia con Dios estaba.  

En esos años por la rebeldía de Israel, Dios envió a un pueblo, a los madianitas para oprimir, escuche bien esta palabra, oprimir a Israel. Les quitaban sus cosechas, abusaban de ellos, los mataban, les quitaban sus posesiones, dice en el relato bíblico en el capitulo 6, dice que eso fue uno de los años en donde el pueblo de Israel vivió la miseria más grande de su historia, llegaron a ser tan pobres que ya no sabían que hacer.  

Comenzaron a clamar al Señor pero Dios les dijo que por su rebeldía él había levantado a ese pueblo de Madian para poder intervenir sus vidas.  

El libro de Ageo menciona que muchas veces nosotros recogemos en saco roto, e Israel estaba recogiendo en saco roto. 

Pero Gedeón representa a un hombre que sabía que había algo más. Gedeón representa esta estructura de personas que saben que hay un Dios, y que de alguna manera tienen que ser confrontados. Dios confrontó y enfrentó a Gedeón. Gedeón de una u otra manera cuando Dios lo llama le dice, “ah, pero si tu eres el Dios que nos tiene de esclavo…” y dice: “Ah pero tu eres el Dios que nos ha hecho sufrir tanto”, “Ah pero tu eres el Dios que nos ha hecho ser pobres”, pero Dios le muestra a Gedeón que ese no era su plan para él ni para su pueblo.  

¿Saben? Cuando Dios comienza a tratar con Gedeón, Gedeón comienza a sentir que ese Dios de sus padres era tan real ahora como antes. Los madianitas hoy día, los madianitas representan un pueblo opresor para Israel, un pueblo que los obligó a creer lo que ellos creían, un pueblo que los obligó a hacer lo que ellos hacían, un pueblo que los obligó a tener a un Dios de tradiciones y cambiar su vida por una vida de idolatría, por una vida miserable, por una vida de perdedores. Hoy día, el Madián espiritual que está haciendo muchas de esas cosas, está oprimiendo la vida de las personas, nos está llevando a vivir de acuerdo al sistema. No queremos levantarnos contra el sistema, no queremos hacerle daño al sistema. Al sistema económico, el que no tiene es porque no se endeuda, ¿si? El que no tiene es porque no se endeuda… “guau que lindo lo que tienes en tu casa… ¿cuánto debes?”.  

Madián nos está llevando, empujando a llevar, a tener esos sistemas en nuestra casa. El sistema dice que no puedes corregir a tus hijos, y ve lo que tienes en tu casa… mira lo que tienes en tu casa porque el sistema… porque Madián nos ha dicho que no podemos corregir a nuestros hijos.  

Me acuerdo de una historia de un hombre que fue llevado a  la corte por no adherirse al sistema. El juez le aplica cinco mil dólares de multa por haberle dado una paliza de esas buenas, que algunos se merecen. Sabes que pilló a su hijo con dos semanas de inasistencia a sus clases y él le fue a hacer la guardia afuera y cuando se dio cuenta de eso, le fue a dar una paliza, y el hijo muy bien educado lo llevó a la corte, muy bien enseñado. Cuando el juez le aplica la multa al padre le dice, el padre le dice al juez le dice: “¿sabes qué? Ponme otra de cinco mil porque cuando salga de aquí también le voy a dar”. 

Nosotros no somos valientes para eso muchas veces. El sistema dice que tu hijo te tiene que gritar y que tu le tienes que gritar a tu hijo. Este imperio madianita espiritual se está metiendo en nuestros hogares, estos madianes espirituales.  

El sistema escolar está dañando la educación de nuestros hijos ¿y nosotros? Bien, gracias… es así… 

El sistema político está dañando los derechos de muchas personas, ¿y nosotros? Bien, gracias… es así… 

El sistema económico está dañando la vida de muchas personas ¿y nosotros? Bien, gracias… es así… 

Entonces el único día que descansamos es el día domingo a la hora del servicio ¿Por qué? Porque ahí aparecen nuestras tradiciones, las mejores tradiciones religiosas incluyendo desde la corbata para abajo, pasando por un buen cheque de ofrenda, pasando por una buena voz para cantar, pasando por el brazo más alto para llegar lo más arriba posible. Ese día descansamos, el pueblo hacía eso. Venía… sabía quien era Dios y descansaba esos días, pero vivía oprimido por este Madián.  

¿Sabes qué? Dios ya no quiere que tu vivas en esa opresión, Dios te está llamando a tomar esta decisión que tomó Gedeón, y aunque no le creía mucho al Señor. ¿Ustedes se acuerdan de la historia del Gedeón?  

Eso significa que Gedeón aun no estaba muy seguro de lo que estaba haciendo, ya Dios le había mostrado parte de lo que iba a hacer con él  pero tuvo que llegar un momento en que Gedeón tuvo que tomar esa arma, tuvo que tomar la decisión, tuvo que tomar la determinación. Se levantó Gedeón y determinó… cambió su estructura mental y dijo: “ya Madián, nunca más me va a gobernar!!!”.

 

¿Cuántos de nosotros se han levantado… nos hemos levantado contra este sistema madianita? Estos madianitas espirituales que nos someten a su voluntad, tienen encajonada la iglesia en cuatro paredes. Quieren encajonar tu  vida espiritual en tu casa, quieren limitarte en tu vida espiritual. Pero Gedeón no aceptaba eso, pero el pueblo si, estaba callado, solo eran algunos los que hacían algunas actividades guerrilleras. Si ustedes leen el capítulo 6 y el capítulo 7 se van a dar cuenta que Gedeón era un verdadero guerrillero en esos tiempos, era un verdadero activista de los derechos humanos. 

¿Sabes? Gedeón representa hoy día la vida de aquellos que están siendo confrontados por Dios a tomar una decisión espiritual en su vida. 

Madian, el ejército madianita era incontable, el ejército madianita no tenía un número fijo, lo único que veían era personas, armas y caballos y muchas cosas, y ¿saben qué? Gedeón se levantó contra 32.000 y tuvo que pelear con 300, hasta 300 llegó, ¿sabes por qué? Porque Dios quería glorificarse en su vida. 

Un hombre, un adorador de Dios, no solo espera adorar el día domingo, vive una vida constante de adoración. Un adorador de Dios comienza a decir en la mañana y en la noche: “Señor, te alabo, te adoro, te bendigo, lo que hago, lo que digo, lo que pienso, es para honrarte y para bendecirte”. 

Entonces comienzas a destruir sus altares que madian ha establecido en tu casa. Esos altares que los madianitas espirituales han establecido en tu corazón. Esos altares que los madianitas espirituales han establecido en tu mente; pensar mal de otro, tener malos sentimientos, tener rencor, tener odio. Dios es capaz de cortar eso, solo tienes que tener una determinación, solo tienes que hacer una determinación, levantarte y decir: “bueno, yo ya escuche el sueño y su interpretación” y Gedeón adoró y luego le dice al pueblo: “bueno, levantémonos y vamos y peleemos contra Madián”. 

¿Ustedes saben lo que pasó después? ¿Qué les pasó a los madianitas? ¿Alguien me puede decir lo que le pasó a los madianitas?  Fueron vencidos, se comieron entre ellos, ellos mismos se confundieron.  

Me encanta cuando Gedeón toca trompeta y rompe cántaro, esa es la parte que más me gusta de esto. ¿Sabes por qué no levantó un dedo, no levantó una espada, no levantó un misil, no hizo nada de eso? solo glorificó el nombre de Jehová de los ejércitos. Y a pesar que él tenía una vida secularizada, él entendió de que Dios lo estaba preparando. Él era un adorador. Él no solo adoraba en su tiempo de tradición religiosa, él trataba de vivir su vida de adorador. 

¿Cuántos viven oprimidos, cuántos viven oprimidos por el sistema? ¿Cuántos están siendo oprimidos por este madián espiritual que está metiendo en su casa, en su mente, en su corazón esta vida sucia, muchas veces pecadora? y tu sabes que esta mal. 

Yo quiero invitarte a que tengas determinación, que te levantes y decidas enfrentar con Dios a este Madián espiritual. Josué, los muros de Jericó, unos tremendos muros. En esos muros, ¿sabes qué era tan anchos los muros que vivía gente ahí arriba? no era una cosa de bloque de 8, 10, 10 pies donde uno trae un camión y lo bota, eso era una cosa enorme, eso era una fortaleza impenetrable, nadie… esa era la ciudad más segura que había. 

Josué es un ejemplo de aquel hombre que le cree al Señor, es un ejemplo de aquel hombre que entiende que Dios tiene cosas más grandes para su vida. Cuando pasan el Jordán se encuentran con tremenda sorpresa, un muro enorme de alto, enorme de ancho, una ciudad enorme de grande, pero no era impenetrable. 

Josué también era un adorador, Josué también entendió que su vida dependía de lo que el Señor dijera para él. ¿Cuántos de nosotros estamos tratando constantemente de que nuestros sueños se hagan realidad pero hay un muro que nos pone limitaciones?. Llegamos y vemos ese muro, y le decimos: “Señor, gracias pero me quedo hasta aquí. Señor, gracias por todo lo que me has dado, prefiero conservarlo, no quiero ir más allá, yo no puedo escalar ese muro, yo no puedo romper ese muro, no puedo pasar mas allá” y el Señor  te dice: “pero si yo te he dicho que pases, que vallas y recojas eso, eso es lo que te pertenece, eso es lo que yo te voy a dar”. 

Josué nos enseña cómo es importante para nuestra vida ir entendiendo que escuchar la voz de Dios y hacer lo que a Dios se le place tiene sus ganancias. ¿A cuántos de nosotros se le hubiese ocurrido dar 7 vueltas a ese muro? No, nosotros hubiésemos contratábamos a los mejores extremistas probablemente para que pusieran unas bombas en algunas partes bien estratégicas para ver si logramos hacer daños. Y si sacamos un ladrillo de esos podemos meternos por un hoyito por ahí ¿no es cierto?. En ese tiempo no había esas cosas. O a lo mejor contratar en esos años a una compañía de catapultas así que se lancen todos hacia el otro lado, tampoco no había medios, no había economía para eso.  

Probablemente tu vida y mi vida tienen muchos sueños, tenemos muchos anhelos pero hay muchos de ellos que la limitación es muy alta, es muy ancha y es muy larga. 

Y nos quedamos siendo los conformistas de siempre. Mientras tenga para pagar la renta y  para echarme un cafecito en la boca está bien. Mientras tenga para el pasaje del bus esta bien. El Señor quiere que los sueños que él te ha prometido dar, quiere que los conquistes y no hay  muro que se puede enfrentar a eso. 

Pero allí está nuestra fe, levántate y cree, levántate y cree que esas limitaciones van a ser derribadas por el Señor. Un adorador no solo canta, también cree lo que canta, un adorador no solo canta, también cree las promesas implícitas en la alabanza y en la adoración, las vive. Por eso la adoración cantada y la alabanza cantada no es el fin es la consecuencia de nuestra vida de adoración. 

Josué le creyó al Señor y podría haber dicho: “Señor, porque no tomamos un camino más larguito, nos hacemos amigos de los de Jericonsio, esa palabra no la pueden traducir en ingles ¿eh? Pero Dios le había dicho a Josué que no, que lo que había adentro era para ellos, tenían que tomarlo, eso era parte de su tiempo de tomar la tierra. 

¿Cuánto te cuesta realizar tus sueños? ¿Cuánto te cuesta pensar que vas a conseguir lo que quieres conseguir? Tenemos problemas con el ingles,- no, yo no puedo porque no tengo tiempo, no tengo dinero, no tengo nada-. Y probablemente muchas limitantes naturales que tienen mucha razón en nuestras vidas. Esos muros… quieres sacar una carrera, los jóvenes salen de high school, los jóvenes hispanos salen de high school y muchas veces no quieren, no quieren o no pueden entrar a las universidades, pero tu tienes un Dios más poderoso que puede derribar esos muros. A lo mejor tú eres una persona adulta que si también tienes ganas de seguir adelante con tus estudios, con hacer un buen negocio y las limitantes pueden ser muchas. Puede ser tu educación, puede ser tu inglés, puede ser tu transporte pero tu Dios es más grande que todo eso. No hay una limitante para tu Dios, tu Dios es ilimitado, tu Dios es infinito, tu Dios no tiene altura, no tiene anchura, no tiene profundidad y Josué le creyó al Señor. 

Cada día dieron una vuelta, y el último día dieron siete vueltas y luego ordenó a los sacerdotes levantarse y tocar bocina y tocar trompeta y alabar y glorificar el nombre del Señor, lo mismo que hizo Gedeón“…a mi señal toquen trompetas y rompan cántaros….  

Hay un común denominador, levántate y cree. A los que tiene esta cosa como de Gedeón, que un poquito le creen al Señor y un poquito no, levántate y ten determinación porque Dios te está confrontando hoy día a creerle, a sacar de tu vida esas influencias de Madián, a sacar  de tu vida esas influencias que están perjudicando tu mente, tu manera de ver la vida. A esa influencia que te está diciendo hoy día: “sabes, quítate la vida”. A ese sistema que te está diciendo: “tú ya no tienes remedio en tu salud”, pero Dios te dice otra cosa, Dios puede derrotar, Dios puede levantarte, Dios puede enseñarte a creer. Y Dios quiere que tú creas, y Dios quiere que tú seas determinante. 

El rey David, se inició ahí como pastor, pastor de ovejas, no pastor de iglesia, y tuvo que hacer muchas cosas en su vida de pastor. Este es un proceso creciente, Gedeón representa esa vida de personas que están observando a Dios y que hoy día Dios te está diciendo, no lo observes más, abrázalo, tómalo. 

Josué representa esas vidas de aquellos que si han servido al Señor pero necesitan de una u otra manera aprender a creer en estas estrategias medias raras que el Señor nos da. Creerle al Señor es dar vueltas a un muro, no es por las vueltas, es por la fe, es por la obediencia, es por su actitud de adorador al Señor. 

Fuiste creado para adorarlo, para bendecirlo, deléitate asimismo en el Señor y él te concederá las peticiones de tu corazón. David en segunda de Samuel, en su historia en el capítulo 17, es un ejemplo de quien ha vivido esta vida de adoración a plenitud, este es la imagen exacta o casi, casi perfecta de lo que Dios busca en cada uno de sus hijos, ésta es la imagen que Dios está buscando para poder realizar las grandes maravillas y sus grandes obras que tiene hoy día que hacer en medio nuestro.  

La vida parece en un momento donde el pueblo de Israel y los filisteos se iban a una guerra, y cada uno se preparaba, lo único es que los filisteos parece que eran mucho mejor, tenían una altura enorme, eran como no se, ver un equipo de basketball de los Estados Unidos con uno de Chile. 

Unos verdaderos gigantes, no digo que todos los chilenos son chicos ¿eh?, yo no quise usar otro país para no ofender, perdónenme los chilenos. Había una desigualdad enorme, tanto era esa desigualdad que tan solo uno de esos gigantes era capaz de tener arrinconado a ese pueblo. Imagínense el resto del equipo. No había por donde, ese ejército de Israel que sabía que su Dios era el Dios creador de todas las cosas. Ese ejército de Israel que sabía que su Dios era quien lo habría librado de un montón de batallas y le había dado muchas victorias. Ese pueblo de Israel que contenía  y que mantenía sus tradiciones, cada vez que iba a la guerra reconocía el nombre del Señor por sobre todas las cosas. 

Ese pueblo de Israel muchas veces nos representa a nosotros porque somos bien agrandaditos aquí en la iglesia. Aquí en la iglesia al Diablo le decimos de todo, pero salgamos de la puerta para afuera. Aquí en la iglesia, guau, mire…yo de aquí veo una cantidad de cientos de aureolas, pero yo vi algunos que la sacaron de su bolsillo cuando entraron, yo estoy seguro que más de alguno va a querer volverla a su bolsillo. 

Así representa ese ejército de Israel, muchas veces estamos bien contentos en la iglesia, somos los primeros activistas de la iglesia. Ojalá nos llenaran de actividades de lunes a domingos para mantenernos ocupados en este activismo religioso. Ese pueblo ha estado ocupado en activismo religioso, en lo que nunca se ocupó, en aprender a ser valiente, y entender que Dios busca valientes. 

Se le levantó el primer gigante, y este gigante tuvo la no menor idea de azotarlos y de reprimirlos verbalmente por cuarenta días. ¿Cuántos días lleva el gigante diciéndote cosas? ¿Cuántos años lleva el gigante diciéndote cosas? ¿Cuánto tiempo lleva el gigante amenazándote? ¿Cuánto tiempo lleva el gigante reprimiendo tu vida espiritual? 

Este Goliat tan grande, ese Goliat que en esos años apenas aparecía en la mañana, porque además se levantaba temprano, yo diría que se levantaba antes que el pueblo de Israel, los esperaba. Y se daba el lujo de entrar y de salir cuantas veces él quería durante el día. Y ha atemorizado el pueblo de Israel y aparece uno que es chileno, porque es chiquitito. 

No, ahí podría decir de cualquier otro país, ¿no es cierto? Que no tenía experiencia de guerra, que lo que más había hecho… nada, haber matar a un león y a un oso. No era nada eso, ¿cuántos de nosotros mataríamos a un león y a un oso? ¿Cuántos de nosotros pasaríamos solos horas y días cuidando a las ovejas sin Internet, sin televisión, sin radio –ese si que la sufría- sin tu celular? ¿Cuántos sufren por su celular? De alguna manera este gigante se encargó de amedrentar al pueblo. Y hay gigantes hoy día que te están amedrentando, que te están reprimiendo, que te están amenazando. 

¿Cuáles son esos? Tu carácter, tus adicciones, tu manera pesimista de ver la vida. ¿Tu crees que hoy día lo vas a pasar bien? No lo vas a hacer y ya nos sometemos al miedo del gigante. Tú crees que si tú estás luchando con adicciones o con problemas cualquiera sea, ¿tu crees que hoy día lo vas a pasar muy bien? No, no te preocupes, yo me voy a encargar de que tú tengas tu mal día.  

Bueno, como tú quieras Goliat, entonces me escondo.  Entonces me voy a un rincón, y prefiero no pelear, prefiero ni siquiera mirarlo a los ojos y que pase el día como sea. Señor voy a luchas como sea, Señor pero que no se me cruce el gigante porque le tengo miedo. Y ahí aparece este personaje David, David que era conforme al corazón de Dios.  

¿A cuántos les gustaría ser considerado así? ¿Cuántos les gustaría llegar a ser considerados en esa relación tan estrecha de casi amigos de Dios? Muchas veces llegamos a ser solo fieles de la iglesia, no pasamos más allá, pero Dios quiere que tu seas su amigo, Dios quiere que tu estés en su corazón, que seas conforme a su corazón. 

David era un hombre conforme al corazón de Dios. Eso lo llevó a ¿sabes qué? a servir de carne de cañón, de carnada espiritual. Él se fue a meter ahí, y cómo que se creía este gigante, que venía a ofender al pueblo de Dios, que venía a ofender el nombre del Señor. Yo voy a ir a pelear con él dice, y se presentó, ¿Ustedes saben la historia? 

Yo me imagino a David cargado con esas cosas así, con esa armadura y esa espada y  saliendo de la carpa, ¿se lo imaginan? Él no podía hacer eso, él no confiaba ni siquiera en esa armadura, él no confiaba en esa espada por eso le pesaba tanto, porque esa no era su confianza, su confianza era Jehová de los ejércitos, su confianza era el Señor, su confianza era aquél que lo libró de los ataques de esas bestias ahí en el campo. 

¿Sabes? sólo tomó cinco piedras, sólo tomó eso, y tenía una habilidad ahí, era muy buen tirador de piedras pero su valentía no estaba establecida en su puntería sino en su confianza en el Señor. 

Dios sólo usó esa habilidad que él tenía para derrotarlo ¿Cuál es el gigante que te atormenta diariamente? ¿Cuál es el gigante que está ahogando tu vida con amenazas? ¿El miedo? ¿La escasez? 

La vida de un adorador comienza cantando en la iglesia y avanza en la medida en que Dios te va dando victorias en tus luchas. El que vive oprimido, que se levante con determinación, el que vive con limitaciones que se levante y crea, el que vive reprimido, que se levante y sea valiente, porque los valientes arrebatan el reino de los cielos. 

¿Cuántos de nosotros cada día estamos expuestos a estos madianitas espirituales? ¿Cuántos de nosotros estamos mirando ese muro todos los días pensando cuándo se caerá? ¿Cuántos de nosotros miramos al gigante desde adentro de la carpa, solo vemos así, abrimos un poquitito de la carpa para ver si no salió ese día para ver si podemos ir a comprar pan y volver? ¿Cuántos de nosotros…? Muchas veces nuestra vida, sólo es una vida pasajera espiritual. Dios quiere que tu vida sea una vida completa en el Señor.  Dios quiere que tu vida sea una vida completa de adorador. 

Cuando te levantas en la mañana, aunque sepas que no va a ser un buen día, aunque sepas que ese día tienes que pagar la renta y todos los biles, ese es un de los más malos días que hay. Dios quiere decirte: yo quiero un adorador, un adorador que me adore en espíritu y verdad, no sólo aquel que canta. Yo quiero que tu me cantes, yo quiero que tu llores, yo quiero que tu te postres, pero quiero que tu vivas esa adoración. Yo quiero que tu vivas esa manera de verme en la iglesia.  

Yo quiero que toda esa valentía que tienes dentro de la iglesia, cuando abras la puerta hacia el parking la sigas teniendo, y sigas luchando lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado, domingo, todos los meses, todos los años.  

Si estás oprimido, levántate porque Dios ha determinado hoy día a usarte. Si estás limitado, levántate porque Dios hoy día ha determinado que tu fe crezca y que tu creer signifique derribar los muros de Jericó. Si estás reprimido, levántate porque el Señor busca valientes.

Nehemias 1 - Los que lloran y los que actuan

TRANSCRIPT

Voy a pedir que abran sus Biblias en el Libro de Neemías en el Capítulo 1. Mientras tuve la oportunidad de participar en la convocatoria de ayuno, el Señor me instó a leer este Libro y también mientras he estado participando en los procesos de información y de charlas sobre el tema de inmigración, el Señor de este Libro me sacó un tema para eso.

Y yo pensé que era todo y el Señor estos días ha estado trabajando en mi una estructura en la manera de cómo muchas veces nos vemos. En este Capítulo de Neemías en el versículo que vamos a leer, versículos 3 y 4, Capítulo 1, versículos 3 y 4, nos da una estructura. Y vamos a leer en el nombre de Jesucristo estos versículos.

Y dice así: “... y me dijeron el remanente, los que quedaron de la cautividad allí en la provincia están en gran mal y afrenta y el muro de Jerusalén derribado y sus puertas quemadas a fuego. Cuando oí estas palabras me senté y lloré e hice duelo por algunos días y ayuné y oré delante del Dios de los cielos.”

Gracias, Señor por tu palabra. Gracias, Dios por este tiempo, Señor de poder ser ministrados a través de esta, tu voz, Señor, en el nombre de Jesús, Señor, abre nuestros corazones, abre nuestra mente, abre nuestro entendimiento para poder, Señor, entender cuál es el mensaje apropiado para nosotros, en el nombre de Jesús. Amen.

Yo no se si usted ha tenido la oportunidad graciosa de mirarse en estos espejos que a uno lo desfiguran. ¿Han pasado por esos espejos donde a veces se ve chiquitito, a veces se ve bien largo, algunos se ven más gorditos? Algunos, en espejos normales nos vemos gorditos también, pero eso ya es la normalidad. Yo no se si usted ha tenido la impresión de estar ahí y que se ve gracioso, y se ríe, y sobretodo cuando uno anda con niños. Los niños ahí aprovechan a reírse de uno, de todo lo que no se pueden reír en la casa, se pueden reír ahí cuando nos ven al frente de ese espejo.

Y yo comencé a hacer una estructura de mi vida relacionada con cómo me estoy viendo, cómo me está viendo Dios a través del espejo de Cristo. Si me está viendo medio deforme o no. Si me está viendo muy chaparrito o muy gordito o muy largo, o me está viendo más o menos regular. Yo no se, pero cuando comencé a leer este libro y este Capítulo lo leía, lo leía y en estos versículos encontré paradójicamente tres características, vamos a llamarle así, de los cristianos.

Vamos a hablar hacia adentro, no vamos a hablar hacia fuera hoy día. Siempre hablamos del mundo y de lo mundano y de toda esa gente que anda por allá afuera, y nosotros ¿qué? limpiecitos. Estamos limpiecitos y salimos bien, bien orgullosos porque nuestra aureola crece más. Yo no se si hay cuerpo que aguante una aureola tan grande como la que tenemos nosotros aquí adentro. Pero lo único que se es que a veces esa aureola se nos va, a la primera que se nos cruza un automovilista en la calle. Se nos pierde, o la guardamos simplemente porque tenemos la necesidad de reaccionar.

Pero quiero meterme en tres características que yo veo aquí. La primera característica es acerca de nuestros hermanos, yo voy a usar un términos, los llorones, los llorones. Si analizamos el versículo 3, Neemías había recibido una noticia que no era muy agradable ¿no es cierto? Había recibido una noticia que era más triste. Había recibido una noticia que le había impactado en sus sentimientos y ¿qué dice? Dice, cuando oí esto me senté y lloré.

Esta es la primera rama de los cristianos, de algunos cristianos que están en las iglesias. Yo pensando esta semana en la manera como yo puedo aprender a definirme, pensando esta semana en la manera como yo puedo aprender a posicionarme en lo que Dios quiere para mi y quiere que yo esté, comenzaba de alguna manera a decir: Señor, cada vez que yo recibo una información acerca de situaciones o acerca de mi propia situación ¿qué hago?, ¿me siento y lloro? ¿Me siento y lloro?

Hay cristianos muy emocionalistas. Hay hermanos muy emocionalistas, que sienten una pena enorme por las cosas que están pasando y lloran y en las reuniones vemos gente que está llorando por la desgracia ajena y por su propia desgracia muchas veces. Y comienzan a tener una actitud pesimista, comienzan a tener una actitud negativa, comienzan a tener una actitud de cuestionamientos y siguen llorando sobre la desgracia. Siguen llorando sobre la mala noticia. Siguen llorando para poder de alguna manera ser vistos, es decir, bueno, pobrecito, ya lloró. Guau! Que le afectó la noticia. Que bueno que le haya afectado la noticia y lloró, que importante. Parece que tenía buen corazón.

Y hay algunos que quedan en el llorisqueo. Y al otro día ya no lloran, porque ya lloraron lo que tenían que llorar. Y de alguna manera, nosotros a veces nos vemos influenciados por una actitud emocional. El emocionalismo en nuestra vida siempre va a estar y muchas veces va a ser superior a nuestra espiritualidad. Lo importante es ir aprendiendo a controlar estas emociones y comenzar a hacer otras cosas que van de la mano con las emociones.

En la segunda estructura del texto dice que Neemías, cuando oí estas palabras, dice, me senté y lloré. Yo no se si usted es uno de estos llorones, pero después dice “e hice duelo por algunos días, y además dice, ayuné y oré”.

Aquí viene la otra características del otro grupo de cristianos, esos cristianos que no solo lloran, no solo se sienten afectados, sino que proclaman oración y ayuno. Y proclaman un día de duelo, y proclaman un día de espiritualidad y hacen hasta retiros, y ese día no toman desayuno, o ese día no almuerzan. Ese día leen la Biblia. ¡Qué bien! Estamos contentos porque eso necesitamos fortalecer esa parte espiritual de nosotros. Las iglesias, escúchenme bien, las iglesias hay un gran porcentaje de este tipo de hermanos, que no solo son sentimentalistas y emocionalistas, sino que además son espirituales. Esa es la espiritualidad evangélica, la espiritualidad de solo llorar, pero voy a orar por ti y voy a ayunar por ti. Pero mañana no. Es solo hoy para que veas mi espiritualidad.

Y estructuramos una segunda características de personas que estamos en un lugar común, en una iglesia. Pero ¿saben? Hay una tercera característica que nosotros debiéramos meditar en función de definirnos y en función de posicionarnos. A mi me gustó mucho esa palabra ‘posicionarnos’. Yo hace muchos años que no la escuchaba. Posicionarnos, me encantó esa palabra, de hecho la usamos no se cuántas veces esta semana.

En el Capítulo 2, en el versículo 4 y en el versículo 5 aquí están los que el Señor anda buscando. El Señor anda buscando los que lloran. El Señor anda buscando los que ayunan, oran y hacen duelo. Pero también anda buscando a aquellos que ayunan, oran, lloran, se sientan y actúan. Y comienzan a definir una manera de vivir, comienzan a posicionar una manera de estructurar que son guiados, instrumentalizados por Dios. Y en esa estructura veo un Neemías completo que nos enseña, de alguna manera, las tres características de cristianos que vivimos en una iglesia.

Hay algunos que saltan el día domingo y algunos de nosotros podemos conocernos y alguna vez nosotros saltamos el día domingo y terminamos cansados. Pero terminó la reunión y se nos acabó. Hay otros que les dura un par de horas más, hay otros que le dura algunos días. Pero hay unos que reciben este pan espiritual y comienzan a comérselo, a recomérselo, como la vaca dice que la....... rumiar, lo recomen y le sacan toda la estructura que tiene alimenticia y comienzan a ¿qué? A poner por obra, a actuar. Eso es lo que hoy día Dios está buscando: cristianos, hijos, hijos de Dios que actúen la palabra del Señor, que se posicionen en una estructura definida, que se posicionen presentando a Cristo por sobre cualquier cosa. Eso es lo que Dios está buscando. Me gusta mucho lo que Neemías dice en el versículo 4 y 5, dice: “.... me dijo el rey ¿qué cosa pides? Entonces oré al Dios de los cielos, y dije al rey: ‘si le place al rey y a su siervo, y tu siervo ha hallado gracia delante de ti, envíame a Judá, a la ciudad de los sepulcros de mi padre’, y dice ‘ y veo si la puedo reedificar’. No, dice “la reedificaré”.

El no andaba con cosas posibles. El andaba con cosas concretas. Déjame ir porque yo voy a ir a construir eso. El no se imaginaba cómo estaba, solo le habían contado la mitad del cuento no más. Solo le habían contado la parte afectiva, la parte familiar, la parte sentimental de amigos, pero no le habían contado que el muro estaba totalmente abajo. No le habían contado cómo habían quedado las puertas. No le habían contado cómo había quedado la ciudad en sí, detalle por detalle. Lo importante de esto es que Neemías nos representa hoy día un discípulo que está comprometido con la obra del Señor, no importando el precio que tenga que pagar para poder posicionarse en esa estructura de ser un instrumento del Señor.

Y cada uno de nosotros debe tomar ejemplo de esto. Cada uno de nosotros debe tomar ejemplo a la hora de poder presentar a Jesucristo como el estandarte. Nosotros somos los llamados a predicar el Evangelio de las buenas nuevas de salvación. Nosotros somos los llamados, no solo a creer en un Evangelio bonito y de un gran show, somos llamados a predicar un Evangelio verdadero, real, con acciones concretas, con acciones definidas, con un posicionamiento definido. No depende de cómo me levante, no depende de cómo esté la luna. No depende si llovió o no llovió.

Neemías no tuvo problemas, no tuvo una duda en ir ante el rey ....... y decirle: ‘mira, rey, necesito ir. Mira rey necesito ir a reedificar a mi pueblo.’

Mire, cuando en esta sociedad comiencen a ver cristianos posicionados y definidos en la palabra y en la estructura de Cristo, estoy seguro que el avivamiento comenzará a verse ahí afuera, no aquí adentro. Estamos esperando un avivamiento como el de Azuza. Olvídense. Es allá afuera donde el nombre de Cristo tiene que ser glorificado, no aquí adentro. Aquí adentro nos vemos todas las caras, ahí afuera es donde vemos cómo actuamos. Si no vamos al parking un día, no.... los invito al parking ahí un día. De verdad, es una crítica muy personal, es una crítica muy de nosotros. Vaya ahí, vaya a trabajar un día aparcando carros y van a ver a aquellos hermanitos que se sientan a sonreír y pobre que lo hayan dejado estacionarse al medio, porque eso es como un castigo. Eso es como se portó mal en la semana y ahí, pobre Francis, tuvo discernimiento y tu te pones al medio.

Posicionarnos en una manera de ser, contento. A nadie le gusta reírse cuando Francis lo manda a uno al medio, ¿no? Posicionarnos en una manera de ver cómo Cristo vería la situación. Posicionarnos en una manera de sentir cómo Cristo sentiría esto. Hay gente, ahí afuera, que ha sido destruida, sus muros han sido destruidos por el diablo, sus puertas han sido quemadas por el diablo, sus vidas han sido azotadas, destruidas y degradadas a lo más bajo por el diablo.

¿Saben? Y muchos de nosotros solo lloramos, a lo más llegamos a ayunar. Pero todavía no estamos actuando. Todavía no estamos llevando ese desafío de ir. Yo voy a ir y voy a reedificar esos muros.

Saben que cada persona afuera es una nación. Cada persona afuera es una nación. Cada persona afuera es un pueblo, un país, representado en su manera de ser, en su educación, en su cultura, en su manera de vivir, en sus hábitos. Muchas veces estamos llamados a reconstruir esas naciones, esas ciudades, pero estamos aquí y muchas veces no nos damos cuenta de que afuera .... solo nos lamentamos.

¡Qué pena! ¡Qué pena por él! ¡Qué pena por ella! ¡Qué pena por el borrachito de la esquina! ¡Qué pena por el drogadicto de la otra esquina! Es más, nos cruzamos de vereda para que no nos topemos con él. Aprendamos a posicionarnos con esa autoridad que Cristo nos ha dado.

Cristo nos dio una autoridad, la autoridad de ser hechos hijos de Dios y los hijos de Dios aman. Los hijos de Dios sienten como Dios. Los hijos de Dios miran como Dios. Los hijos de Dios viven como Dios. Los hijos de Dios van y reedifican. Los hijos de Dios no miran su posición física, económica, social ahora, miran lo que está pasando allá para poder hacer un aporte, ¿saben con qué? Con la palabra y la vida que Cristo nos ha dado.

Esa es la manera: iglesias prácticas, no iglesias teóricas. Hay iglesias donde hay muchos cabezones. Si, y cuando llegan se dan todos de cabezazo. Y yo prefiero iglesias con gente con unos pies grandes, porque significa que han caminado bastante y se andan pisando unos con otros, que han tratado, andan con brazos cansados de tanto actuar y de tanto hacer la palabra que han escuchado.

Dice, hay un texto del Nuevo Testamento, ‘no ser tan solo oidores sino hacedores de la palabra’.

Se nos olvida la última parte. Estamos recontentos con las predicaciones del día domingo y de las predicaciones de los días miércoles y de las enseñanzas de la célula el día viernes, y donde nos juntemos estamos súper contentos. ¿Cuánto de eso es lo que practicamos en la semana? ¿Cuánto de eso es lo que realmente tenemos efectivo en nuestra vida.

Quiero invitarte a hacer una reflexión personal en su vida. En Neemías 4:20 y 21 dice lo siguiente: “... en el lugar donde lleves el sonido de la trompeta reunios allí con nosotros, dice, nuestro Dios peleará por nosotros. Nosotros, pues, trabajaremos en la obra”.

Si está preocupado de su problema y que no le da tiempo para trabajar para otros en la obra, quiero darle una buena noticia. El Señor ya está encargado de su problema, el Señor está peleando sus batallas. No destinemos energías solo en lo de nosotros. Comencemos a destinar energía, otros necesitan también, sobretodo aquel que no han conocido la palabra del Señor todavía. Neemías es un ejemplo, qué tipo de cristianos somos, qué tipo de discípulos somos.

Somos llorones o espiritualmente evangélicos o estamos tratando de actuar, o estamos tratando de hacer lo que hemos aprendido. Una iglesia que actúa es una iglesia que realmente crece como Dios quiere que crezca y tu eres su iglesia.

Esto es una estructura pero tu eres la iglesia del Señor hoy día. Tu eres la iglesia que Dios está buscando hoy en día. Tu eres la iglesia que tiene que decir: ‘Señor, yo quiero ir a reedificar los muros y las puertas quemadas de las naciones y los pueblos que fueron destruidos y que están siendo destruidos por el diablo.’

Que les parece si cerramos nuestros ojos. Y ponemos nuestro corazón delante del Señor, y de alguna manera podemos reflexionar en esto. Solo nos vamos a sentar y llorar cuando tengamos que enfrentar situaciones externas o internas? ¿O vamos a asumir una religiosidad típica nuestra de arrodillarnos porque estamos ahí afligidos en ese momento? ¿O vamos a tomar manos a la obra y vamos a actuar?

El camino del Señor no es fácil, pero no lo tenemos que llevar nosotros. Es el Señor el que va con nosotros. El Señor a nosotros no nos pide más de lo que realmente podemos dar y no nos da más de lo que realmente nosotros podamos llevar.

Quiero hacerte un reto. Quiero retarte a mantener en tu corazón y en tu mente, no solo ser un oidor de la palabra del Señor sino ser un hacedor. Y aquel que la buena obra empezó será fiel en completarla en ti.