omar soto

El Señor mismo te vá a dar señal a ti

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Qué lindo ese verso de Isaías 9, que leía al principio: "Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado es sobre su hombro", en otras palabras la autoridad está sobre él, y se llamará su nombre admirable consejero, Dios fuerte, Padre eterno, príncipe de paz. Eso es la navidad. La navidad de Jesús. La navidad habla también acerca de nuevos comienzos, ¿cuántos creen que esta es también una oportunidad de nuevos comienzos?.

Es bien interesante porque cuando uno mira la forma en que la sociedad mira hoy en día la navidad, se puede decir que este es el tiempo, es la época del año más esperado por la gran mayoría de la población del mundo entero, alrededor del mundo se celebra la navidad, en distintas formas, en distintos lenguajes, en distintas culturas, se puede decir que este es uno de los momentos más esperados por todo ser viviente, y con todo ser viviente me atrevo a decir el mundo de los animales, el mundo que está debajo del mar, porque todo el mundo conoce de esta historia, la llegada de Jesús.

Para muchos, es una de las mejores temporadas para reunirse con la familia, es un tiempo de alegría, es un tiempo de comer arroz con gandules, de comer pernil, de comer pasteles, y puedo seguir sacando el menú, ¿hay alguien ahí arriba que está diciendo amén?, para otros es un tiempo de mucho estrés, tratando de conseguir especiales en regalos, los últimos gadgets en la tecnología, hacemos filas largas, y nos peleamos un paquetito con una persona, no, ¡yo lo encontré primero!, esto es para mi nene bendito, no sí, esto también es para mi nene, y chocamos en las góndolas y todo. Para el consumerismo obviamente están buscando grandes mercados, están buscando cómo quitarnos el dinero de una manera u otra y nosotros caemos muchas veces en esas trampas, y así como también dije para otras personas también esto puede ser un tiempo muy triste, ya sea porque hayan perdido a un ser querido, o por vivir en un país que no es el suyo y el resto de su familia está en su país de origen, sea ya por su estatus migratorio y usted no puede viajar y estar con su familia, y entonces, tiene que depender de la familia de fé y puede estar aquí celebrando la navidad, recibir un año nuevo y sí, qué chévere, qué bueno, pero se siente todavía la falta de la familia.

Yo hablo por experiencia también, yo adoro estar aquí con mis hermanos y hermanas, pero cuando llamo a mi mamá allá por el otro lado, mami, felicidades, ¿como estás?, ay mi hijo, extrañándote, ay, no me rompas el corazón mujer, pero es así. Es un tiempo que incita muchas emociones para muchas personas, dependiendo de cómo haya sido todo un año, vá a ser la experiencia, el significado y la intención que le demos a la navidad. Y en medio de todas esas cosas mis hermanos, está entretejido por así decirlo en todas estas cosas la historia del nacimiento de Jesús, y de cómo ese evento no tan sólo transformó la existencia de aquéllas personas que vieron el nacimiento de Jesús en una forma tangible, sino que a través de toda la historia, ese evento continúa transformando nuestra existencia hasta el día de hoy, porque hasta el día de hoy seguimos reconociendo lo que él hizo y seguirá haciendo, seguimos reconociendo la persona de Jesús.

Ahora, siempre que llega este momento, a mí me gusta reflexionar, sobre el contexto sobre el cuál se dió la historia de la navidad, y la historia de la navidad no todo el tiempo es tan bonita como se pinta, ay uno vé esas imágenes de, tienes una imagen por ahí de María con José en el pesebre, y se vé una imagen tan bonita, tan delicada, tan tipo de postal, mira ese bebito tan lindo con ese pelo rizado y la mamá rezando, es una imagen bien bonita pero no, detrás de todo eso había toda una trama, detrás de todo eso había una conspiración con tratar de evitar que ese momento se diera. Era un momento donde la sociedad estaba bajo una sombra de oscuridad y caos, había mucha religiosidad y poco mover de Dios, poca palabr de Dios, me gusta mucho porque el evangelio de Mateo relata que fué también un tiempo de mucha violencia, no sé si ustedes recuerdan en Mateo capítulo 2, que habla de estos sabios que vinieron de Oriente y primero obviamente al primer lugar que llegan para ver a este rey nuevo que ha nacido, llegan al palacio de Herodes, y cuando le dicen Herodes, oh rey nos enteramos que ha nacido un nuevo rey, y hemos venido a adorarle, obviamente que Herodes dice como que, hm, llegó mi reemplazo, ¡ah ah!, so él comienzo a conspirar y a manipular el sistema, y le dice a los reyes, avísenme cuando lo encuentren para ir yo también y adorarlo, él lo que quería era hacer otra cosa.

Y relata que el hombre empezó mandó un edicto de que todos los niños en el área de Belén que los mandaran a matar por completo, no tan sólo en Belén sino también en las ciudades aledañas, so fué un momento de gran pérdida, fué un momento de gran sufrimiento y dolor, la semana pasada estuve compartiendo con un grupo de jóvenes, que muchos de estos jóvenes yo sé que han sufrido pérdidas de amistades o de familiares por causa de violencia, y he estado compartiendo mucho con estos muchachos, y la semana pasada cuando me reuní con ellos, la reunión tenía una tonalidad como de navidad, de celebrar unos con otros, y en medio de todo esto yo me dije, ¿cómo puedo hablarles a estos muchachos acerca de la navidad, pero hablarles de una forma que les haga sentido a lo que ellos están viviendo, lo que ellos están experimentando?.

Y yo les hablé precisamente de esto, que la navidad no fué solamente un momento bonito de regalos, que el contexto de la navidad se dió precisamente en un contexto obscuro, pero lo más lindo fué que en ese mismo contexto a Dios le dió con meter su mano. Como dice ese pasaje de Isaías, "el pueblo que estaba en tinieblas vió gran luz, y los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos". Eso fué lo que Dios decidió hacer, en medio de toda esa tiniebla y toda esa oscuridad, Él decidió enviar a su hijo Jesús. Fué en medio de ese panorama que comenzó a surgir un nuevo rayo de esperanza, fué en ese panorama que comenzaron a surgir revelaciones sobrenaturales en los cielos, en la tierra, y aún en los sueños de personas que jamás pensaron recibir algo de parte de Dios.

Miren lo interesante de todas estas señales que fueron intencionadas de parte de Dios, quiero llevarlos a otra historia en el libro de Isaías, perdón antes del libro de Isaías, ¿cuál es uno de los nombres con los que Jesús se identifica en la navidad?, Emanuel, ¿que significa qué?, Dios con nosotros, ok, por si acaso no lo sabías, dígale a la persona suya, Emanuel significa Dios con nosotros, para que se entere la persona, coja discipulado por si acaso no lo saben, ¿saben de dónde sale esta expresión? Isaías. Isaías capítulo 7, miren como dice el verso 14: "Por tanto el Señor mismo les dará señal, y he aquí que la virgen concebirá y dará a luz, y llamará su nombre Emanuel". Quiero poner su atención en algo, ¿cómo dice el principio de este verso?, "el Señor mismo les dará señal". ¿Por qué dice eso?.

Si usted lee toda esa historia en el capítulo 7, esta historia está hablando de cuando el rey Acaz estaba en Judá, y otra naciones estaban queriendo venir a sitiarla y conquistarla, saben que Judá sufrió de naciones una tras otra que querían apoderarse de Judá y como quien dice gobernar y tumbar todo lo que era Judá, y aquí estaba este rey, y la ciudad se llenó de pánico, se llenó de terror, y el rey no sabía qué hacer, y ahí viene el Señor e Isaías y le dice a este rey, le dice: dile a él que pida señal, como quien dice para confirmar que yo estoy en medio de Él, se los puedo leer.

Verso 10 dice: "Habló también Jehová a Acaz diciendo: pide también señal a Jehová tu Dios demandándola ya sea de lo profundo o de arriba de lo alto". En otras palabras Dios le dió un cheque en blanco a Acaz, le dijo pide lo que tú quieras que yo haga para que tú sepas que yo estoy ahí en medio de ustedes. Si tú quieres que Yo haga algo en medio del mar, yo me tiro, yo sé de scuba diving, yo me puedo meter ahí abajo y hacer lo que tú quieras ahí abajo del mar. Quieres que haga algo en el cielo, en el firmamento, quieres que traiga la luna más cerca de la tierra o que la aleje, quieres que pasen tres cometas uno al lado del otro, algo que tú quieres que Yo haga, déjamelo saber y yo lo hago.

¿A quién les recuerda eso?. ¿Quién fué un personaje en el antiguo testamento que pidió señal antes de ir a la guerra?. Gedeón, Gedeón pidió señal, y no solamente una, se atrevió a pedirle señal a Dios como quien dice quiero confirmar que tú estás conmigo antes de hacer una decisión. So, Gedeón fué una de las personas que le sacó provecho a ese cheque, no Acaz, ¿qué fué lo que hizo Acaz que dice el verso 12?, "Y respondió Acaz: no pediré y no tentaré a Jehová". Esa respuesta está basada en el libro de Deuteronomio capítulo 6, creo que dice algo de no tentarás a Jehová tu Dios, y eso se vé en la persona de Jesús cuando el diablo se le apareció en el desierto que empezó a tentarlo y una de las formas en las cuales le respondió Jesús fué diciendo, no tentarás a Jehová tu Dios, Él estaba diciendo lo mismo que Acaz, lo que pasa es que Acaz no dice ni que era Dios que le estaba dando la oportunidad de que él pidiera lo que él quisiera, que Dios quisiera en su favor, pero él no lo hizo. Quiso jugar el juego de ser polítically correct como quien dice y jugar otro juego.

¿Y qué fué lo que Dios le dijo entonces?. Lo que está en el verso 14, ahí entonces le dice: "Por tanto el Señor mismo te vá a dar señal a ti". ¿Y cuál fué la señal?. La llegada de Jesús. Es verdad que sucedió miles de años después, cientos de años después mejor dicho, cientos de años después llegó la persona de Jesús. Eso es la navidad mis hermanos. Es Dios, de su intención personal, intervenir en su historia. La navidad es Dios dirigiéndose a una simple jovencita y convirtiéndola en la portadora de el legado más preciado de toda la historia. La navidad es Dios hablando en sueños a un hombre que en un momento no quiso hacer honor por temor a ser malinterpretado, estoy hablando de José, sin embargo aceptó el llamado de Dios de proteger a un niño que no era suyo. La navidad es Dios resaltando una estrella en los cielos para que viniesen extranjeros a ofrecer regalos al rey, sin que ellos llegaran en las trampas de un sistema lleno de engaños, celos y violencia. Eso fué la navidad, y esto es la navidad hoy.

Es el contínuo deseo de Dios de querer entrar en tu vida. Déjame decirlo de nuevo. Eso es la navidad, es el contínuo deseo de Dios de querer entrar en tu vida. De querer entrar en tu existencia, de querer entrar en tu realidad, de querer entrar en tu situación. De querer entrar en tus panoramas, en tu caos, y traer un nuevo orden, traer un nuevo sistema, traer una nueva forma de pensar. La navidad es Dios, escucha bien, sorprendiéndote con noticias que van a transformar tu perspectiva de la vida, eso es lo que yo veo en María, cuando Él se le apareció a María, se sorprendió y la tomó como desapercibida, y le trajo una noticia que ella jamás en la vida ella se esperaba que eso iba a suceder con ella. Yo creo que esa es la navidad, que en algún momento te sorprenda con una noticia que tú no esperabas.

Mira qué interesante porque, uno tiende a pensar porque puede ser una noticia buena, pero la noticia que recibió María tenía de ambas, buenas y malas, porque tú estás viendo a Dios, el creador del cielo y la tierra, el ser más grande, el ser más excelso que le está dejando saber a esta muchacha, tú vás a ser la portadora de mi hijo, so la sacó del anonimato y la puso en el spotlight, pero así como la puso en el spotlight, también la puso en desventaja con el sistema de la generación en que ella estaba viviendo, porque entonces sin haber estado casada iban a decir mirala la llevó al altar, con la bolita ya.

Como nosotros pensamos cuando vamos a una boda así, se comió el bizcocho antes de tiempo la muchacha. Así como nosotros tendemos a juzgar así de rápido, eso fué lo que le pasó a María, so quien sabe si la navidad es eso, es una noticia que por un lado vá a tener un aspecto de expectativa, de emoción, pero por otro lado vá a ser como, ish, y ahora, ¿cómo yo me voy a llevar con esto?. La navidad es Dios trayéndote de vuelta a sus planes y propósitos cuando tú ya pensabas renunciar a todo a tu alrededor. Despierta, escucha, la navidad es Dios trayéndote de vuelta a sus planes y propósitos cuando tú estabas ya pensando a renunciar a todas las cosas a tu alrededor. Eso fué lo que pasó con José, cuando le dieron la noticia que María vá a dar a luz y no es de mí, y tú quieres que me case con ella, suena muy bonita la historia pero para un cuento, yo no voy a asumir esa responsabilidad así que, pu, me voy, y a través de sueños que él no se esperaba, tuvo que venir un ángel y decirle José, no hagas lo que estás pensando hacer, tu estás en el plan de Dios, tú tienes que estar con María, ese niño necesita tu cobertura, qué interesante porque de José no se habla mucho en la historia de la biblia, Jesús iba a necesitar un varón como padre de él también.

Por eso yo puedo ver que ese fué parte del propósito del por qué Dios quiso que José permaneciera en la historia. Si Dios no hubiese querido a José, si Dios hubiese querido que María bregara con Jesús sola, hubiera dicho bueno pues José, vete, yo me encargo de María, pero no, Dios quiso que estuviera él también ahí. Qué interesante mis hermanos, que muchas veces, cuando Dios empieza a hacer ruido, cuando Dios empieza a alborotar el polvo un poquito, podra parecer bien emocionante, pero hay veces que si no podemos entender el panorama completo, preferimos conmigo no es, bye, yo no sé nada, yo llegué ahora mismo, si algo pasó yo no estaba aquí. Más sin embargo eso es la navidad, que cuando tú estabas pensando salir, Dios te dice ah ah, tú estás en parte de mis planes, de mis propósitos, yo necesito que tú estés ahí para proteger, porque tú tienes una sensibilidad que otras personas no tienen y te necesito ahí.

Miren que interesante, la navidad es Dios rescatándote de las conspiraciones de la vida en contra tuya. ¿Quieren que lo diga otra vez?. La navidad es Dios rescatándote de las conspiraciones de la vida en contra tuya. ¿Quién conspiró?, Herodes conspirando en contra de los sabios de Oriente, diciendo, ah, cuando lo encuentre me avisan que entonces voy yo y lo adoro también, ah ah, lo que quería era destruir los sistemas de la vida, Herodes representaba un sistema que estaba ahí para cuidar y velar por el porvenir de la gente, pero ese sistema se había dañado, había algo corrupto en sí, y quiso tratar de dañar el plan, la historia, el propósito de Dios, más sin embargo Dios no permitió que eso sucediera, Dios rescató esa parte de la historia, cuando el sistema pudo haber usado todos sus recursos para conspirar en contra de Dios, conspirar en contra de Jesús, Dios dijo ah ah, con mi hijo no, Yo voy a hacer otra cosa, Dios rescató ese lado de la historia, lo cuidó, lo llevó de un lado a otro, quién sabe si Dios tenga que hacer eso contigo, yo estoy diciendo esto y yo estoy siendo muy conciente de lo que estoy diciendo pero solo tú sabes como estas palabras te van a llegar a ti a tu corazón.

Pero quién sabe si Dios tiene que hacer precisamente eso, rescatarte de una conspiración en contra tuya, yo no estoy diciendo una maldición, puede ser que tú estés viviendo ahora mismo, puede ser que tú estés siendo víctima de un sistema que se supone que está a favor tuyo, pero tú sientes que la mesa está como quien dice de patas arriba y todo está en otro lado, y Dios tiene que rescatarte de eso, y tal vez por un momento Dios tiene que sacarte de Belén y llevarte a Egipto como hizo con José, María y Jesús por un tiempo para después ya, volver, se cumplió el sistema que estaba causando peligro, ya murió, ya se rompió, puedo traerte de vuelta ahora, y Él lo hace. Quien sabe si Dios tiene que hacer eso con nosotros, de alguna manera u otra, no vayas a pensar Dios me está hablando, me tengo que ir de Boston a otra, no no no, no lo pienses tan literal por favor.

Después te vás a Springfield y la voluntad de Dios no era que te vayas a Springfield, la voluntad de Dios era que te quedaras aquí en Boston. Piensa, ¿ok?. Pero esa es la navidad, la segunda parte de ese punto, Dios conspirando a tu favor, y dirigiendo a tu nación con su luz eterna, por eso estaba la estrella ahí, para dirigir a estos extranjeros del Oriente para que pudieran llegar a donde Jesús. Y si Dios te tiene que rescatar de esas conspiraciones te vá a poner una estrella frente a ti, puede ser una estrella, puede ser una persona, puede ser un billboard que veas por la calle, puede ser un mensaje que oigas en la radio, puede ser un anuncio que veas por televisión, pero Dios se vá a valer de cualquier cosa para ponerte ese norte de frente a ti y que tú puedas ir en esa dirección.

La navidad es Dios proveyéndote de las cosas necesarias que tú necesitas a través de las cosas que tú nunca esperastes. Muchas veces a través de personas que tú ni conoces, Dios te puede proveer de oro y mirra, ese es otro aspecto que yo veo ahí de la navidad. Como decía el pastor Jonatán, estos tres reyes magos, que era como quien dice, ni eran reyes ni eran magos, pero nuestra historia los ha pintado como tal, tres personas que venía a traerle regalos a Jesús, simbólicamente estaban hablando de Él como rey, preparándolo para cómo iba a ser su muerte, bendito, pobre muchacho acababa de nacer y ya estaban hablando de su muerte, y lo que yo veo ahí es eso, recursos que para ti podrán ser extraños, que tú no conoces, que tú no sabes de dónde van a salir, más sin embargo Dios ¡pap!, los vá a proveer. Eso es la navidad.

Yo no te estoy diciendo ah, voy a esperar a alguien que me traiga un gift card de Best Buy para comprarme el televisor que yo quiero, no, yo no estoy diciendo eso, yo estoy diciendo algo más profundo que cualquier cosa material que nosotros podamos tener. Dios puede responder a tus necesidades materiales sin duda alguna, pero Dios quiere proveer a cosas mucho más profundas que esas. La navidad es Dios transformando tu vida de una vida de caos a una vida orden, de una vida de oscuridad a una vida de luz, de una vida de ansiedad a una vida de esperanza, de una vida de insensatez a una de revelación de conocimiento de su voluntad.

Miren todas las señales que Dios pintó alrededor de todo este escenario. Ángeles en los cielos cantando gloria a Dios en las alturas, ángeles que se les revelaron a los pastores cuando estaban cuidando de las ovejas, un ángel se le reveló a María y le dijo un mensaje, otro ángel que se le reveló a José en un sueño, una estrella para los sabios que venían del Oriente, el nacimiento de un Juan el Bautista, o la concepción de Juan el Bautista porque no había nacido todavía, aunque si nació primero que Jesús, claro, claro, seis meses antes que Jesús, pero eso fué otra señal. Siglos atrás un profeta que dijo la virgen vá a concebir, ahí tenías otra señal, ¿y dónde lo vás a encontrar?, no lo vas a encontrar en un palacio, lo vás a encontrar ahí en un cosito tirado ahí cubierto con piel de oveja o de vaca o lo que sea.

Ahí estaban las señales en todos los lugares, y Dios quiere traer esa revelación mis hermanos. Sabes yo quiero recordar que yo traje estas mismas palabras el año pasado, y no es que yo quiero sonar como un disco rayado, pero más bien lo digo porque me gusta enfatizar esto, yo creo que es un tiempo de nuevas revelaciones, la navidad es eso, es un tiempo donde Dios puede abrir nuestra mente y despertar nuevas neuronas ahí adentro para nosotros conocer nuevas cosas de parte de Él. Dios no quiere que nosotros estemos en la monotonía viviendo y haciendo, y pensando, y haciendo las mismas cosas que siempre hacemos, Dios quiere que comprendamos algo más de esa multiformidad que está en Él. Dios quiere que nuestras vidas sean diferentes, Dios quiere que nuestras vidas sean unas vidas de impacto, Dios no quiere que tú seas ahí un viejo cascarrabias hm hm hm hm, Dios no quiere eso, mírate al espejo y si te ves en el espejo, Dios no quiere que tú te veas así. No le estoy hablando a nadie en particular, aquí todo el mundo se está sonriendo, como siempre digo al que le cae la gotita que se moje. Mi último punto, y los músicos si pueden subir, la navidad es Dios haciéndose presente en tu vida a través de su posesión más preciada, a través de su Emanuel, su único Hijo Jesús, eso es la navidad, miren qué interesante, un hermano de la iglesia, estábamos hablando del servicio que viene de la Navidad, me dice ah yo estoy ahí debatiendo si vengo, no vengo, hay que abrir regalos con los hijos, ¿pero tú sabes qué?, qué mejor día que ir a la iglesia que ese, si ese es el día que celebramos día tras día en la iglesia que Jesús vino y se hizo carne, se hizo real en medio de nosotros, los regalos pueden esperar, yo voy a estar ahí para celebrar a Jesús. Eso es la navidad, eso es la navidad.

La navidad es que a pesar de que mi entorno pueda estar un poquito caótico, pero la realidad es que en medio de eso Jesús se puede hacer real, Jesús puede transformar mi realidad, Jesús puede transformar mis circunstancias alrededor de eso, y Él quiere hacer eso, Él tiene el deseo de hacer eso. Yo quiero terminar con esta oración, escuche bien. Si tú quieres que esta navidad sea distinta, la única forma en que vá a ser distinta es si Jesús está ahí en medio de tu vida. No van a ser los regalos que puedas tener o que no puedas tener, no vá a ser que puedas tener a tu familia a tu alrededor o no aunque eso pueda ser muy bonito, yo lo deseo, yo estoy anhelando compartir ese tiempo con mi familia pero eso no es la navidad. La navidad no vá a ser que tú puedas venir aquí y compartir con tu iglesia, es parte de pero no lo es todo. La navidad es cuanto estás tú conciente de todas estas cosas que hemos hablando, de cómo Dios quiere intervenir en tu vida, de cómo Dios se quiere hacer una realidad en ti y en los tuyos.

De cómo Dios quiere transformar tu entorno, de cómo Dios quiere hacer brillar en tu oscuridad con su luz, de cómo Dios anhela que tú puedas conocer a ese ser admirable, de cómo Dios quiere que tú puedas recibir el consejo de ese buen consejero, de cómo Dios anhela que tú puedas recibir fuerzas de ese Dios que es más fuerte que cualquier otro, que tú puedas sentir que estás en la presencia del mejor familiar de todos que es el Dios eterno, que tú puedas sentir su paz en medio de cualquier circunstancia que tú puedas estar pasando. Yo miro aquí, yo puedo mencionar muchas circunstancias, y yo lo he dicho, estamos en medio de pérdidas, estamos en medio de familiares, estamos en medio de problemas con el trabajo, no sabemos de dónde vá a venir el próximo cheque para cubrir las cosas, uh, yo puedo seguir diciendo muchas cosas, mi hijo me está sacando en problemas que yo no puedo más, me he metido en problemas con las drogas por causa del alcohol, le he faltado el respeto a una persona, cometí un error que no debí, yo puedo seguir mencionando muchísimas cosas, pero en medio de eso, Dios quiere traer la navidad a tu vida. Dios quiere resplandecer su luz, Dios quiere venir a morar en ti.

¿Quieres que la navidad cobre ese sentido?, yo te invito a que te pongas de pie y que tú puedas orar: Señor Jesús, Tú eres nuestra navidad, Tú eres el que le dá sentido a este tiempo, a esta temporada, Tú eres el que le dá sentido a cada uno de los días de nuestra vida, y Señor Jesús después de haber escuchado estas palabras, después de haber meditado y reflexionado en ellas, te decimos entra en nuestra vida, interrumpe nuestra rutina y trae tu luz a nuestra oscuridad, trae tu paz a nuestro caos, trae tu revelación a nuestra insensatez, trae tu presencia en medio de nosotros, te necesitamos Señor, te necesitamos en esta navidad.

Padre que Tú nos rescates de las conspiraciones de los sistemas de esta vida Señor, de esta sociedad, que caemos víctimas de estas cosas, muchas veces adrede, muchas veces inconcientemente, pero necesitamos que Tú nos rescates, necesitamos que Tú traigas buenas nuevas de salvación, necesitamos que Tú traigas noticias que alumbren nuestra vida, que le den una nueva dirección a nuestros pasos, y aunque esas noticias puedan traer momentos de dificultad, pero te tenemos a ti como nuestro norte, necesitamos que Tú hagas revelaciones en los cielos, en la tierra, en nuestros sueños, en todos los entornos de nuestra vida Señor, para nosotros saber la dirección en la cuál Tú nos llevas.

Padre, haz de esta navidad una diferente, sé Tú ese ser que es digno de admiración, se Tú ese ser que llena nuestros ojos, sé Tú ese consejero que habla a lo más profundo de la intimidad de nuestro corazón, sé Tú ese Dios fuerte, que nos levanta cada mañana con nueva fuerza, con nuevo vigor, con nuevo valor mi Dios para enfrentar todo lo que la vida traiga, sé Tú ese Padre eterno que pueda abrazarnos cuando podamos caernos, que pueda animarnos cuando así necesitemos, sé Tú ese príncipe de paz, que llena nuestro corazón a pesar de la circunstancia que vivimos.

Padre reposamos toda nuestra vida en ti, a ti te damos toda la gloria y todo el honor, permite que esta palabra que hemos escuchado pueda seguir haciendo eco en nuestros corazones y que nos ayude a escucharte a ti aún mejor, pedimos todo esto en el nombre de Jesús, amén y amén.

La multiforme sabiduría de Dios

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Hay un pasaje que siempre que yo lo leo me choca, pero en un buen sentido, y está en Efesios, capítulo 3, verso 10. Voy a empezar con este verso, voy a hacer referencia a distintos pero quiero empezar con éste. Efesios capítulo 3 verso 10. ,miren como dice: "Para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la Iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales". La frase a la que quiero prestar atención es ésa, "para que la multiforme sabiduría de Dios".

Multiforme significa que tiene muchas formas, es variada. Tiene distintos lados por donde uno puede como quien dice analizarlo, o experimentarlo. Yo no estoy diciendo como que en Dios hay variedad, porque la variedad que hay en Dios, no me refiero a que Él cambie de opinión, porque la Biblia es muy clara que en Dios no hay variedad ni sombra de duda en Él, pero sí la variedad de la que estamos hablando es quien Él es. Cuando nosotros creemos que ya hemos conocido algo de Dios, eso que pensamos que conocíamos, paf, se cambia, se vá por otro lado. Dios nos enseña otro lado de Él que no habíamos considerado, que no habíamos visto. Puede ser que en nuestras vidas nosotros habíamos pensado que estamos viviendo una vida cómoda, tranquila, que los problemas están como quien dice a su margen, y nuestro nivel de estrés no están altos, y de repente pasa una tragedia que nos sacude el mundo y eso nos hace cuestionar, pero ven acá, Dios yo pensé que Tú eras bueno, que estabas conmigo, y que nada malo de esto me iba a pasar, y ahora oops, sucedió, y a medida que va pasando ese trauma, uno vá conociendo una dimensión totalmente nueva de Dios, al menos si uno se abre a conocer esa dimensión nueva de Dios.

Yo me puse a pensar en distintas cosas que he estado escuchando en estos últimos domingos, y yo me digo wow Señor, qué bello es ser parte de una iglesia como ésta, que de alguna forma u otra refleja esa multiformidad que hay en ti. Cree usted que estoy diciendo algo correcto, cierto?. Aquí la variedad de personas que son parte de León de Judá de alguna manera reflejan esa variedad, esa multiformidad que hay en Dios, el mero hecho de tener personas de distintas generaciones, el mero hecho de tener personas de distintas culturas, que esas distintas culturas traen distintas experiencias, distintas formas de ver un panorama, distintas formas de interpretar la escritura, o de proceder a leer la escritura, distintas experiencias que pueden enriquecer la mía y la mía puede enriquecer la de usted, todo eso mis hermanos nos deja saber de cómo Dios está en acción, de cómo Dios opera en todas las cosas.

Un chiste, el domingo yo salí de aquí, estuve hablando con una persona, y la conversación con esa persona me pareció como si él me estuviera cantando, no soy de aquí, ni soy de allá, no sé a dónde voy ni donde estar, porque estaba diciendo que es como que, fué un argumento que sonaba como que es imposible que una iglesia esté como que en el medio y no esté en un lado o en el otro, y yo me decía no, precisamente eso es lo que Dios quiere que nosotros seamos, no es que usted vaya a pensar en ese pasaje en la Biblia que no somos ni fríos ni calientes, no tiene nada que ver con eso, ese pasaje si usted lo lee en su contexto se vá a dar cuenta que no tiene que ver nada con cómo nosotros somos ahora como iglesia, sino que más bien tiene que ver con que el ADN que Dios le ha puesto a esta iglesia nos permite movernos en todos estos ámbitos, en todas estas facetas de lo que es una iglesia bien pentecostal, bien fogosa, bien eufórica, bien emocional, como también nos permite movernos en una línea que es como que, más racional, más de pensar, donde cuestionamos, donde buscamos entender con nuestra mente, no tan solamente con el espíritu y nuestras emociones, queremos entender lo que Dios está haciendo.

Eso es parte de lo que nosotros somos como iglesia. Y hay veces que hay gente que no puede conectar con esa dinámica, porque estamos acostumbrados a estar o en un lado o en el otro, y la cosa es que en cualquiera de los dos lados donde nos encontremos podemos estar en la presencia de Dios, podemos estar en comunión con Dios, podemos conocer algo de Dios, y al conocer algo de Dios podemos conocer algo de nuestras propias vidas también. Miren por ejemplo, y aquí de nuevo estoy siendo pastoral, solamente estoy procesando cosas con ustedes. ¿Cómo fué la dinámica el miércoles pasado?. ¿Cuántos de ustedes me pueden decir aquí eso fué la gloria de Dios de principio a fin?, ¿cuántos me pueden decir amén a eso?. No dijeron muchos, o me imagino que hay algunos que están como que procesando todavía. ¿Y cuántos pueden decir que en este servicio que está como más tranquilo, la gloria de Dios está con nosotros?. El servicio no se ha acabado todavía, y eso es mis hermanos, algo que nos distingue como iglesia. Podemos experimentar a Dios en el fuego, como también podemos experimentar a Dios en el silbo apacible. Como también hay momentos en que experimentamos a Dios en el trueno, en el terremoto, en el alboroto. Dios está en medio de todas esas cosas.

Yo creo que uno de los mensajes que yo he visto mis hermanos, o que yo he logrado recibir de todo esto que el pastor nos está comunicando, es el mero hecho de que nosotros tenemos que tener cuidado de que si nos afiliamos demasiado a uno de esos extremos, con que si el otro es más o menos santo que la otra persona, o que si uno es más espiritual que el otro, no es, ese no es el propósito, eso no es lo que Dios ha intencionado a la iglesia para hacer. Yo les puedo decir, yo no, hay veces que mi cabeza como pastor, yo me digo wow, ¿cuántas personas vendrían a un servicio como el del miércoles pasado solamente por los milagros y las señales?, versus una persona que entiende que su vida, su relación con Dios, no depende tan solamente de esos milagros y señales, sino que también depende de momentos de intimidad, de comunión, de silencio delante del Señor, donde yo pueda procesar precisamente una experiencia como hace una semana atrás, donde algo viene y es como que alborota el hormiguero en la casa, y después los pastores tenemos que venir a poner el orden y procesar las dinámicas, y yo no estoy diciendo que alborotar el hormiguero sea malo, eso tiene su momento, tiene su lugar, miren lo que estoy diciendo, eso es parte de nosotros como iglesia.

Lo que sucedió el miércoles pasado no es nada nuevo para nosotros, eso está sucediendo aquí desde hace mucho tiempo atrás. Sucede los domingos con el liderazgo de aquí de la iglesia, no necesitamos necesariamente que alguien venga de afuera a alborotar el hormiguero porque nosotros sabemos como alborotar el hormiguero muy bien aquí, y con todo y eso yo estoy hablando con mucho respeto de la persona que vino ayer como que, es lo que estaba diciendo Patricia, ese paquete que vino, tal vez para algunos era como que, pero para otros tal vez para otros era como que, mire, escarbe, escarbe, y vá a llegar el momento donde usted vá a encontrar ese momento, esa unción del Señor que usted espera, yo ví personas aquí que yo jamás me imaginé que se iban a caer. Yo les miraba la cara cuando iban a orar por él y decía éste se vá a quedar parado y cuando miro otra vez puf. Allá Dios con él, o allá Dios con ella, Dios sabe como brega.

Ven mis hermanos, el punto que yo les quiero comunicar con esto es que nosotros no podemos encajonar a Dios. Al punto que usted encajone a Dios, Dios te vá a dejar saber tu cajita es muy chiquita para mí, y Dios te vá a dejar saber dos cosas, o se mete en tu cajita y la rompe, o te dice tu cajita es muy pequeña, no puedo entrar ahí hasta que me consigas otra, cuál de las dos quieres usar. Una implica invasión, es como que Dios se vá a meter ahí no matter what, y te vá a romper todos los patrones y esquemas mentales y emocionales que tú tienes de Él. La otra es como que Dios se vá a quedar a la distancia esperando a que tú mismo o misma digas ok, déjame conseguir una cajita más grande, o al menos una cajita que tenga tres lados, para mejor darle un espacio a Dios donde pueda fluir.

Toma mucho atreverse a comunicar mensajes como los que se han estado comunicando este y los domingos pasados, yo les digo, yo tengo mucho respeto por nuestro pastor ahora que se ha atrevido a tocar esos mensajes, porque no todo el mundo se atreve a aventurarse en esas formas. No muchas personas se atreven a aventurarse en las áreas grises de la Biblia. Cosa como quien dice no pero escrito está y así se queda, no pero mientras más usted escarba más dice hmm, aquí hay algo más que mi mente no puede procesar y yo tengo que depender literalmente de que Dios me deje saber literalmente lo que Él intencionó. Tenemos que hacer paz con la idea de que habrá preguntas que se van a quedar sin responder, y nosotros tenemos que estar en paz con eso, no todo el tiempo Dios vá a responder a cosas que nosotros tenemos en oración o algo, ¿por qué?, yo no sé, Dios lo sabe, yo no puedo en mi ética pastoral y de predicación, yo no puedo predicar algo que yo mismo sé que Dios tal vez no vá a responder así.

Como decía el pastor, dá tanto y en una semana vas a tener un Cadillac nuevo, jamás en la vida me van a escuchar decir algo así ni a ninguno de los pastores. Corrección, esto sí que quiero corregirlo, se fué tu esposo, se fué tu esposa, déjalo que se vaya, esa no es la perspectiva de la iglesia ¿ok?, nosotros creemos en consejería, first chance, second chance y si no, después del cuarto o el quinto y mucha oración no funciona, pues entonces lo encomendamos a la gracia de Dios, pero de la primera sí, que se vaya, uh hm, y que no vuelva tampoco. ¿Me siguen por donde voy mis hermanos?. Más bien estoy aprovechando la oportunidad porque esos paquetes hay que procesarlos bien. Y nosotros tenemos que atrevernos a hablar de estas cosas porque de esto depende el crecimiento de nuestra fé. De eso depende que nuestra fé se ponga más compleja de lo que es ahora, y que nosotros aprendamos a ver a Dios en todas esas áreas de nuestras vidas. No significa que yo deje de orar, no significa que yo deje de pedirle algo a Dios, no, la Biblia es muy clara, mire: "Busca, toca la puerta". La Biblia es muy clara con eso, y no es necesariamente la Biblia, son palabras de Jesús, si Jesús lo dice por algo es, es porque tenemos que orar, es porque tenemos que pedir, es porque tenemos que buscar, y el Señor se vá a encargar entonces en su momento de dar la respuesta que Él entiende que es mejor para cada uno de nosotros.

No podemos adherir a Dios a nuestros moldes y a nuestros patrones mis hermanos, yo quisiera a veces tratar de meterme dentro de las cabezas de nosotros para poder entender que no se puede. Me gusta esa expresión, yo no le puedo torcer el brazo a Dios para que Él haga algo a mi favor, es más tratemos de torcerle el dedo a Dios haber si puedo, me vá a costar mucho trabajo. Así que eso es un punto mis hermanos.

Un segundo punto que quería traerles, estaba en Romanos capítulo 14. A mí me gusta mucho la perspectiva de Pablo, si usted lee las Epístolas de Pablo, hay muchas temáticas que se repiten y se repiten a lo de sus cartas, en Romanos, en Primera de Corintios, en Gálatas, en Efesios, Filipenses, hay muchas ideas, muchos pensamientos de Pablo que se repiten. Y cuando tiene que ver con la dinámica de un cuerpo que es así, multiforme, y Pablo es un experto en hablar de eso, y entendemos mis hermanos que nosotros tenemos que aprender a vivir en harmonía unos con otros, y entender que por ejemplo cuando Jesús dice: No juzguéis para que no seáis juzgados, lo dice con intención. Y aquí yo aclaro algo mis hermanos, no significa que nunca podamos juzgar porque para nosotros es importante el juicio. El juicio a nivel de uno poder distinguir, de uno poder discernir, cuando algo está bien y cuando algo no está muy bien, nosotros siempre juzgamos para poder distinguir una cosa de la otra, eso es algo que siempre está ahí ante nuestros ojos.

Pero cuando yo uso ese juicio para condenar a alguien, cuando yo uso ese juicio para denigrar o bajar la estima, o la imagen de una persona, ahí sí que yo estoy cayendo en una falla bien grande. Miren cómo dice en Romanos capítulo 14, hay varias cosas, dice el verso 1: "Recibíd al débil en la fé pero no para contender sobre opiniones". En otras palabras no es para estar discutiendo sobre perspectivas de la vida, "porque uno que cree que dá de comer a uno, otro que es débil come legumbres", en otras palabras aquí está hablando de lo que se puede y no se puede comer, "el que come de todo no puede menospreciar al que no come, y el que no come no puede juzgar al que come porque Dios le ha recibido". Si yo uso esa ilustración de comer y no comer, yo puedo decir: si una mujer llega con la falda larga, y otra llega con la falda menos larga, no puedo como quien dice recibir a la que tiene la falda larga, y a la que tiene la falda menos larga decirle: no, tú no perteneces a este grupo, yo no puedo hacer eso.

Si llega una esposa con su esposo y sus hijos y veo que es una familia ideal, que es para ponerlos como trofeo, el ejemplo de una familia ideal, y por allá llega otra familia que los muchachos están trepando paredes, y el esposo y la esposa mirándose mal, tratándose mal, ah, lo lamento, esta no es iglesia para usted, nosotros no podemos bregar con ustedes aquí, yo no puedo sacar esas personas, ni tampoco puedo sacar a la otra, no puedo. Ah pastor que fulano de tal está viviendo en pecado, está viviendo en pecado, que venga a la iglesia, pero cómo puede ser, no podemos tener pecadores en la iglesia, dígame usted dónde dice la Biblia que no podemos tener pecadores en la iglesia. ¿En qué iglesia no hay pecadores?. ¿En qué sala de emergencias no hay gente enferma?.

Hay veces que a mí no me cabe en la mente ver a una enfermera que está en su hora de break y está afuera fumando para después venir a entrar y tratar a un paciente, hola como estás, si hay un paciente del corazón ahí se acaba de morir. No hay ningún reglamento que impida eso, ¿significa eso que no la podemos recibir?, no.

Mira como dice el verso 4: "Tú quién eres que juzgas al criado ajeno, para su propio señor está en pie o cae, pero estará firme porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme". Ese verso a mí siempre me ha volado la cabeza, porque esto lo que está diciendo es: si yo empiezo a juzgar la forma de ser o de hablar, o de pensar, o de decir de una persona, yo tengo que tener mucho cuidado con cómo yo emito ese juicio, porque a través de mi juicio muchas veces yo puedo causar que esa persona caiga, pero si Dios está con esa persona, si Dios tiene planes y propósitos con esa persona, aunque yo emita un juicio, Dios vá a ir por encima de mi juicio y se vá a encargar de que sus planes y propósitos se cumplan en esa persona. Así brega Dios.

Brinco un poquito más adelante al verso 19, miren cuál debe ser el enfoque de nuestra vida como iglesia: "Así que sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación, no destruyamos la obra de Dios por causa de la comida, o por causa de que si alguien habla en lenguas o no, o si alguien es más santurrón que el otro o no, o si alguien ora más tiempo del día que el otro o no, o si alguien usa una mejor corbata que el otro, todas las cosas la verdad son limpias, pero es malo que el hombre haga tropezar a otros con lo que hace, lo que piensa, lo que dice.

Miren el verso 22 dice: "¿Tienes tu fé?. Ténla para contigo delante de Dios, pues bienaventurado es aquél que no se condena a sí mismo en lo que aprueba". En otra palabras, si tu estás seguro delante de Dios, de lo que has aprendido de acuerdo a las experiencias que tú has adquirido, de acuerdo a los consejos que tú has escuchado, de acuerdo a las cosas que tú has decidido adoptar para con tu vida, y aquéllas cosas que tú has decidido no entrar a tu vida, esa fé ténla delante de Dios. Si llega un momento donde empiezas a comparar tu fé con la mía, y tu estilo de vida es un poco distinto al tuyo, y tú te empiezas a comparar con mi estilo de vida, ahí tu fé va a empezar a trabajar de otra forma. Tú no puedes vivir mi estilo de vida, yo no puedo vivir tu estilo de vida, podemos tener empatía el uno con el otro, podemos orar el uno con el otro, podemos compartir cosas en común, pero de que tú adoptes todo lo que yo soy, yo todo lo que tú eres, no se vá a poder hacer.

Yo tengo mi fé delante de Dios, yo vivo mi fé delante de Dios. Al yo tener mi fé no significa que entonces yo voy a empezar a, ah no tu fé es menor que la mía, uy, si yo empiezo a hacer eso, tengo problemas. La mía vá a bajar, exacto, eso es así. Hay mucho mis hermanos que yo puedo seguir diciéndoles, pero termino por hoy, termino con este pasaje, Colosenses capítulo 3, verso 12, vamos a terminar con esto, cómo podemos lidiar con esas diferencias que existen en medio de nosotros, qué dice la palabra, dice: "Vestíos pues con los consejos de Dios, santos, amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia". El verso 13 es algo que nos sale bien fácil: "Soportándonos unos a otros". ¿Verdad que eso es bien fácil hacerlo?, y la segunda parte es más fácil todavía, "y perdonándonos unos a otros si alguien tiene una queja contra el otro". Y la tercera parte es más fácil todavía: "de la manera en que Cristo nos perdonó a nosotros, así también", ¿verdad que eso es bien fácil?. Leerlo, pero vivirlo, pero ahí está el reto delante de nosotros.

"Sobre todas las cosas", aquí está el ingrediente ideal, "sobre todas las cosas vístanse de amor que es el vínculo perfecto, la paz de Dios gobierne sus corazones". No nos olvidemos que fuímos llamados en un sólo cuerpo, y no nos olvidemos de ser agradecidos. Qué lindo sería que a medida que nosotros seguimos escalando, seguimos subiendo para llegar a ese llamado perfecto que Dios tiene para nosotros, qué lindo sería que nosotros podamos vernos vestidos de amor, vestidos de ese ropaje que solamente Jesús nos puede dar. Donde yo pueda ver y decir, ah, este es de Chile, este es de Colombia, o aquél es de Santo Domingo, ah, yo no me mezclo con éste porque es muy salvaje, yo no me mezclo con el otro porque es muy tranquilo, que yo no me vea así, sino que yo pueda decir, este es ciudadano del cielo igual que yo, este es miembro del cuerpo de Cristo igual que yo, y la sangre de Cristo lo cubre a él, la cubre a ella igual que me cubre a mí también.

Miren mis hermanos, esto sí yo me atrevo a predicarlo, yo les aseguro que a medida que nosotros vayamos creciendo a ese nivel, de verdaderamente experimentar lo que es ser cubiertos por el amor de Dios y ver el carácter de Cristo, que moldee el de nosotros, esto sí yo me atrevo a decirles, me tiro de pecho diciendo, nosotros vamos a empezar a ver cosas totalmente distintas sucediendo en medio de nosotros, una iglesia que sabe vivir como Dios manda, como Dios ordena, yo no estoy diciendo ausente de pleitos porque los pleitos siempre van a estar, pero que podamos lidiar con nuestros pleitos y diferencias para seguir viviendo en harmonía, juntos pero no revueltos, yo estoy seguro que ahí Dios vá a enviar su bendición, en formas que nosotros no hemos visto todavía. Yo les soy bien honesto, el miércoles pasado fué para mí una bendición, y lo que yo voy a decir mis hermanos lo estoy diciendo totalmente en mi persona, este es mi proceso, yo no estoy diciendo que esto sea algo que usted piense también, pero lo comparto.

Este miércoles pasado yo fuí bendecido, al principio no se los niego, yo venía prejuiciado con esta persona, les confieso, yo hasta busqué videos en youtube de esta persona y cuando los ví mi cabeza se prejuició, yo reconozco que yo pequé delante de Dios al hacer eso, cuando el servicio empezó, yo me dije Señor, perdóname por el prejuicio que yo hice, esta persona es tu siervo, haz con él lo que tú quieras. Cuando empezó él a ministrar, yo les digo, había algo en mí que estaba como que no puede ser, yo no puedo ver esto, no no no, pero así mismo como entró ese pensamiento fué como si el Espíritu me dijera, cállate, escucha, presta atención. Ok, sit. Y saben qué mis hermanos, me costó abrir mi corazón y ser sensible a lo que Dios estaba haciendo. Yo sé que mucha gente fué bendecida, yo le doy gloria a Dios por eso. Yo fuí bendecido también, miren que interesante, que después de tanta pelea que yo tuve en mi cabeza y en mi corazón yo recibí mi porción también. Pero cuando salí de aquí yo me dije Señor, ¿is that it?, ¿eso es todo, o hay algo más?. Yo pude sentir claramente en mi corazón cómo el Señor me decía espéralo porque hay más.

Yo sé que hay más de lo que nosotros hemos visto mis hermanos, hay más, yo estaba compartiendo con un hermano ayer, hay veces que cuando nosotros estamos aquí es como si hubiese una cortina y nosotros estamos tocando esa cortina, y empujamos y empujamos, y no es que esa cortina o velo sea algo malo, es como si fuera un velo de la unción de Dios, estamos ahí en contacto con ello, porque hemos experimentado la unción de Dios, pero es como una membrana que no nos deja todavía pasar a otro lado, y por más que empujamos esa membrana es como que no se rompe, y yo decía no sé qué es lo que tiene que suceder, yo no sé si es que tiene que venir algo de arriba y romper esa membrana para nosotros verdaderamente entrar en esa nueva dimensión, o si es que Dios tiene que infundir algo en nosotros para nosotros verdaderamente traspasar eso, y alcanzar aquéllas cosas que Dios tiene, o si es una combinación de ambas, pero sea lo que sea yo sé que hay más. Amén, yo le digo amén a eso, Dios lo vá a dar a su tiempo.

Así que mis hermanos usted espérelo, espérelo, le hago promoción a los servicios del miércoles no porque hay alguien que ora milagros y prodigios, siga viniendo los miércoles porque usted está buscando a Dios, no solamente porque vino un predicador invitado de la Patagonia o algo, venga porque usted está buscando al que dá de sus riquezas en gloria, venga por eso, ¿amén?. Vamos a ponernos de pie y orar.

Padre yo te doy las gracias porque en medio de todas las cosas Señor, Tú estás en acción Señor, yo no me canso de decir eso, Tú estás ahí al traspasar esa membrana Señor, y Tú estás también aquí, hay cosas que Tú tienes listas y Señor, tan solamente falta poco para nosotros verdaderamente entrar en esa nueva dimensión que Tú tienes. Señor en nuestro tiempo de espera yo te pido que nuestra fé no merme, que nuestra fé pueda seguir creciendo, que no nos cansemos de buscarte Señor, que no nos cansemos de anhelar lo que Tú tienes para nuestras vidas, si no que nosotros podamos mantener un corazón abierto, sensible Jesús, a lo que Tú tienes para cada uno de nosotros, para la vida de esta iglesia, y aún para Tu iglesia alrededor del mundo entero Señor. Yo creo firmemente que un nuevo avivamiento, que un nuevo mover Tuyo no viene a una sola iglesia en particular, sino que viene a Tu cuerpo, a Tu iglesia, en las cuatro esquinas de este mundo Señor, y nosotros tan solamente somos una piezecita de ese gran rompecabezas Señor, pero como piezecita de ese rompecabezas te pedimos que la porción que nos toca Señor, que Tú nos la dés, la anhelamos, deseamos verla, deseamos que sea algo que ministre no tan solamente a nuestro espíritu y nuestras emociones, si no también a nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestro intelecto Señor, que sea algo pleno, que sea algo total.

Que la plenitud tuya Jesús se manifieste en medio de nosotros. Padre cree en nosotros, esa hambre y ese deseo por encontrarte, no tan solamente algo emocional, no tan solamente algo eufórico, sino que también lo podamos entender, al menos en nuestra mente limitada Señor, que lo podamos entender, que lo podamos razonar, y que nuestra mente, nuestro espíritu, nuestras emociones, puedan ser enriquecidos con las experiencias de otros a nuestro alrededor Jesús, que no nos estemos cortando la cabeza diciendo que uno es mejor que otro o que otro es peor que uno Señor, sino que nos podamos ver a la luz de cómo Tú nos ves a nosotros, que somos hijos e hijas tuyos Señor, y con cada uno de nosotros, Tú vas a manifestar tu gloria.

Yo declaro que Tú tienes propósitos con cada uno de nosotros Señor, desde el más chico, hasta el más adulto Jesús, Tú tienes propósitos, cúmplelos Señor, al tiempo que tu ordenes Señor, cúmplelos. Llévanos con bien hasta nuestros hogares, protégenos en el camino Señor, que Tu palabra pueda seguir haciendo eco en nuestros corazones, y que mañana si así Tú lo permites que podamos levantarnos con nuevas fuerzas, nuevas energías para echarle mano a lo que el día de mañana pueda traer. Bendice a mis hermanos, bendice a mis hermanas Señor y a cada uno de nosotros concédenos tu paz. Por tu hijo Jesús oramos y te damos las gracias, amén y amén.

Más vale dar que recibir

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Les voy a decir por qué yo estoy tan contento. Porque la mano de Dios me sostiene. Amén. Ahí tienen una respuesta y lo puedo decir. Y porque siempre en victoria él me ha llevado, me está llevando y me llevará. Otra de las razones por las cuales yo siento gozo, mis hermanos, es cuando los veo a cada uno de ustedes, cada vez que yo veo cada uno de sus rostros, y al menos con aquellos que yo he tenido la oportunidad de poder hablar y de poder conocer la historias de sus vidas un poquito más, de poder conocer sus logros y poder conocer algunas de sus luchas. Eso me trae gozo. Porque el mero hecho de que los estoy viendo aquí me da a entender a mí de que en ustedes hay un Dios que está en acción. Y aunque muchas veces puedan rugir los vientos y las tempestades y que traten de subir las olas para tratar de hundir nuestra barca, con todo nosotros podemos permanecernos firmes porque el Señor es el que va con nosotros en todo momento.

¿Saben qué? A mí me da gozo también el hecho de que aunque muchas veces hay personas que van por la vida sin tener a Dios presente, Dios es tan bueno y tan misericordioso que con todo y eso Dios va caminando detrás de esa persona. y la persona va por ahí haciendo de las suyas y Dios como que, okay, estás haciendo de las tuyas pero yo estoy ahí. Te ibas a caer en un hoyo y de repente Dios de alguna forma u otra evitó de que te cayeras en el hoy, tal vez te doblaste el tobillo, pero no te caíste en el hoyo.

Y los que se cayeron en el hoyo Dios los ayuda a levantarse, porque la Biblia que si 7 veces cayera una persona en el hoyo, el hoyo se lo añadí yo, 7 veces qué? Lo levantará Dios. y póngase usted a contar, por cuál voy, por cuál de las 7 veces voy. No te apures, 7 es un número simbólico, eso significa que Dios está ahí. Dios está ahí dispuesto a ayudarte sea cuando sea.

Otra cosa que a mí me trae gozo, mis hermanos, es el ver cómo Dios está obrando en nosotros como iglesia. El yo ver la dinámica de estos servicios de los miércoles que ustedes llegan y cuando yo veo sus rostros yo sé que muchos de ustedes llegan, como quien dice, arrastrándose, algunos de ustedes tal vez llegan con ganas de no estar aquí porque alguien te quiso traer, y yo me alegro de que ese alguien te trajo, y me alegro de que tu aunque estás aquí con las muelas de atrás, pero me alegro de que estás aquí porque algo se te va a pegar. Y tal vez yo acabo de decir esto y tu estás ahí, como que, yeah, right. Trust me. Algo se te va a pegar.

Pero aún cuando estoy gozoso de eso, ese mismo gozo hay veces que yo me digo, guau Señor, tu vas a tener que seguir interviniendo aquí porque nosotros meaning, los pastores, los líderes de esta iglesia, nosotros solos no podemos con toda la carga, tu vas a tener que seguir haciendo algo más allá de nuestros esfuerzos.

Yo veo cómo este servicio está creciendo, y le doy la gloria a Dios por eso. Muchos de ustedes saben que eso han sido oraciones que hemos tenido porque esto me da a entender a mí que la iglesia está cobrando consciencia de cuán importante es apartar tiempos para orar y para buscar a Dios, para congregarse. Hay gente que dice, ah, Omar el servicio tuyo… Miren, yo reprendo eso. Esto no es el servicio mío, si usted oye a alguien diciendo eso, dígale de parte mía, hmm, hmm, no es así. Esto es un servicio de la iglesia que es dedicado a Dios, el mero hecho de que yo esté aquí dirigiéndolo es como quien dice, a side note, pero aquí si es servicio de alguien es servicio de Dios. y todos nosotros somos los protagonistas.

Pero lo más que podemos ver es que Dios está obrando en medio de cada uno de nosotros. Yo quiero traer su atención a algo. Desde mi perspectiva pastoral cuando yo veo todo lo que Dios está haciendo y todas las cosas que me pueden traer gozo, a la misma vez yo puedo ver muchos retos que tenemos por delante y estas 4 semanas, mis hermanos, que hemos tenido de podernos comprometer delante de Dios y poder dar, estamos hablando de ofrendas en sí como tal. Mi deseo ha sido el que todos nosotros podamos comprender que esto no es una iglesia que está tan solamente pidiendo dinero todo el tiempo, yo no quiero que usted se confunda. Porque ese no es el propósito principal de Congregación León de Judá. El propósito principal de Congregación León de Judá es de ver a Dios siendo glorificado a través de todas las cosas que nosotros hacemos, a través de cada una de las personas que componen la iglesia.

Pero a la misma vez reconocemos que precisamente porque Dios tiene ese tipo de llamado sobre nosotros como iglesia, el reto que tenemos por delante es bien grande. Cada vez que yo salgo por esa puerta de ahí atrás y veo todos esos pedazos de acero, yo me digo, guau esto está interesante. Cómo Dios nos está llevando.

Yo quise preparar una gráfica ilustrativa para que usted pueda tener una idea de cómo pueden ir las cosas dependiendo a cómo nosotros entendemos lo que Dios está haciendo en medio de nosotros. Algunos de ustedes van a entender esta gráfica desde la primera vez que yo lo pongo pero voy a tomarme mi tiempo para explicar.

Miren esta gráfica, estoy hablando de proyecciones de Congregación León de Judá, un primer ejemplo. Les voy a explicar los colores: el color azul, la barra de color azul significa los pastores o el liderazgo principal de la iglesia. La barra de color rojo son las personas y cuando hablo de las personas me refiero a las necesidades que tiene el pueblo, necesidades de consejería, necesidades de servicios para niños, servicios para jóvenes, servicios para familias, necesidades de educación, la necesidad espiritual de poder llevar una vida abundante como Dios intenciona y el poder ser parte de una iglesia que pueda proveer ese tipo de nutrición a la vida de estas personas. Está la necesidad de compañerismo, de gente que se siente sola, que no tiene familia y necesitan algún grupo de personas con el cual puedan conectar. Está la necesidad de personas que vienen con situaciones de inmigración, personas que vienen con deseos de educarse, o de ver cómo podemos [sin audio]

A medida que la iglesia va creciendo, a través de ese color rojo de personas, crecen las necesidades. Y es más, me atrevería a decir, crecen las demandas. Porque entonces la gente empieza a demandar, bueno, pues si yo vengo como esta necesidad yo demando que la iglesia me resuelva esto. So, ese es el color rojo.

El color verde, cuál es? Las finanzas, los cherries, el aguacate, los plátanos maduros, el arroz con habichuelas y chuletas. Ese es el color verde. Ahora, yo quise poner esto, como quien dice, en una progresión de años desde el 2011, 2012 hasta el 2014. No me cabía otra más así que lo dejé hasta el 2014. No es que tengo poca fe, yo sé que puedo llegarle ahí al 2020 o algo, pero lo puse hasta el 2014.

Imagínate tu, usted, si a medida que nosotros vayamos creciendo como iglesia, el color rojo, que sigan llegando más personas, pero si como iglesia no desarrollamos esta convicción de que para que la iglesia funcione necesita de mis energías y de mis recursos materiales y financieros para que la iglesia pueda funcionar, porque no es que la iglesia va a esperar a que llegue un millonario que se convierta, que sea miembro aquí, o la iglesia no puede esperar a que alguien juegue la lotería y entonces de el diezmo de ese premio de la lotería, y lo de a la iglesia. Como la iglesia no puede esperar por eso, y no lo va a hacer tampoco, pues sabemos que mucho de lo que nosotros podemos hacer depende de cómo nosotros nos comprometamos delante de Dios con contribuir a esa obra.

Ahora, imagínense ustedes si para el 2010 la membrecía crece, gloria a Dios, es un buen problema a tener, ¿verdad? ahora, si aumenta ese número de personas, si aumenta la cantidad de necesidades, si aumenta la cantidad de issues, de problemas, de dramas y melodramas que traiga la gente, pero si no aumentan las cherries, el aguacate y las chuletas, y si eso ni añade, no van a haber más pastores y líderes que puedan atender todo ese grupo de personas, qué va a pasar? Si para el año 2013 sigue creciendo la membrecía pero los cherries se siguen quedando igual, y no podemos reclutar a más pastores para poder atender las necesidades de ese grupo, qué va a pasar? Si para el próximo año, gloria a Dios, se sigue dando un crecimiento exponencial de la membrecía de la gente pero el aguacate y las chuletas no siguen entrando, y por ende no podemos reclutar a más pastores o líderes que puedan trabajar con esas necesidades, qué es lo que va a pasar? Dígame usted qué es lo que va a pasar? Dime tu, una niña, qué va a pasar?

Eso mismo va a pasar, nos vamos a quedar sin palabras. Porque vamos a estar quemados, damas y caballeros. No vamos a dar a vasto. Nos va a pasar esto. Gracias, Jonathan que no me dejaste sacar esto. Eso es lo que nos va a pasar. Nos va a tragar el pez.

Pero, si a medida que pasan los años, miren este otro ejemplo, estamos aquí en el 2011. Si para el próximo año aumenta la membrecía y la gente cobra consciencia de esa visión de que muchos de lo que sucede aquí va a depender de cómo nosotros trabajamos aquí y cómo trabajamos acá, para que este grupo pueda ser edificado como debe ser, si entonces nos comprometemos y esta barra sigue subiendo para que entonces esta otra pueda subir y poder sostener esa barra del medio. Y al próximo año ese nivel de compromiso se sigue fortaleciendo y no tenemos que depender de campañas financieras sino que la gente da porque aman a la obra del Señor, y esa barra verde puede seguir creciendo, pueden seguir llegando las chuletas, los aguacates, el arroz con habichuelas, y así podemos seguir apoyando un personal pastoral, un liderazgo sólido, saludable, bien bendecido que puedan apoyar las necesidades de este grupo, y así consecutivamente. Entienden lo que les estoy queriendo decir?

Solamente una ilustración, mis hermanos, para dejarles saber que lo que está por delante es grande. No es tan solamente edificar un edificio, estamos hablando como he dicho en muchas ocasiones, estamos hablando de vidas que van a ser impactadas con el amor de Dios y que hacen falta obreros que puedan apoyar esa obra en distintas perspectivas. Y no es, mis hermanos, que les estamos pidiendo que se quite el anillo y lo ponga en el cesto de las ofrendas. No les estamos pidiendo que saque las llaves del carro y de la casa y que las ponga en la cesta de ofrendas. Solamente lo que estamos queriendo comunicar desde el liderazgo pastoral es que todos podamos entender que para que muchas de estas cosas se puedan dar va a depender de cómo nosotros nos comprometemos con ese llamado que Dios ha puesto en nuestros corazones y que podamos contribuir a ello, no tan solamente con nuestras oraciones, con nuestros ayunos que podamos hacer, con el mero hecho de venir y asistir a la iglesia, sino que va a depender también de cómo nosotros podemos contribuir a esa obra.

Yo les digo, mis hermanos, cada vez que yo hablo de esto a mí me da canillera, porque yo sé que esto es un tema bien delicado y bien sensible. Mucha gente ha sido abusada por eso. A mucha gente los han querido virar, como quien dice, patas arriba y exprimirle todo lo que tienen y después los dejan ahí tirados. Pero eso no es la intensión de esta iglesia. La intensión de esta iglesia es que todos podamos crecer a la altura del hombre, de la mujer que Dios quiere que nosotros podamos ser.

Lo que nosotros queremos ver es familias que entren por esas puertas y están a punto de darse una patada el uno al otro, pero que cuando llegan aquí de repente, primero que nada la gracia de Dios se apodera de esa familia, hay consejeros que pueden hablar con esa pareja, hay consejeros que pueden hablar con los hijos de esa pareja, para poderlos ayudar y poder restaurar la dinámica de familia. Llega alguien que quiere estudiar y lo único que tiene es un quinto grado de su país natal y de repente, puede venir aquí y conectarse con distintos recursos para que esa persona pueda echarle adelante a su vida. Que nosotros podamos meternos en distintos sectores en nuestra comunidad para poder hacer una diferencia, para poder ser luz.

Y no tan solamente eso, sino que Dios pueda seguir usando el ministerio de Congregación León de Judá para impactar a otros ministerios a nuestro alrededor, mis hermanos. Congregación León de Judá no es tan solamente de nosotros aquí encerrados entre estas 4 paredes, Congregación León de Judá llega más allá. Porque dondequiera que usted va, usted está llevando Congregación León de Judá con usted. Y usted puede hacer la diferencia dondequiera que usted va, dondequiera que el pastor Roberto va, él lleva el nombre de Congregación León de Judá con él también.

Pero como bien hemos estado leyendo, mis hermanos, hay algo que cuando uno ama la obra de Dios es como que sale, sale de… Cuando alguien ha hecho algo bueno por usted, qué usted hace? Usted busca responder a ese favor de alguna manera u otra ¿verdad?, y si fue algo bien significativo, yo no estoy diciendo que alguien le dice, ah, mira, yo sentí de parte del Señor darte estos $ 20 para que le eches gasolina a tu carro. Ah, amén, gracias, gracias, Señor porque lo hiciste así.

Pero si hay alguien que hace algo bien súper extremadamente significativo por usted, usted se va a salir de su cause por tratar de encontrar la forma de responder ese favor a esa persona. lo mismo se ve en nuestra relación con Dios.

Cuando Dios hace algo por nuestras vidas, que es bien significativo y nosotros no tenemos esta actitud de querer coger a Dios y virarlo patas a arriba y sacarle todo lo que tiene para después dejarlo tirado y nosotros salirnos con el beneficio que sacamos, Dios no va a bregar así con nosotros. Es bien difícil coger a Dios y virarlo así y sacudirlo. Yo creo que él te lo va a hacer a ti antes de que tu se lo hagas a él.

Pero si nosotros sabemos cómo proceder con esa relación donde Dios hace algo por nosotros y nosotros por gratitud, por amor, por desvivirnos por él tenemos que hacer algo en respuesta. Para poderle dejar saber a Dios, Dios mira, yo te quiero demostrar cuánto yo te amo al hacer esto. Y no es una sola forma, tenemos muchas formas para mostrar ese gesto de gratitud a Dios, pero por amor a él podemos, podemos responderle con todo lo que somos, con todo lo que tenemos.

Yo le pido algo a Dios, mis hermanos, y con esto cierro. Mi deseo es que todo lo que nosotros estamos haciendo como iglesia, para causar, provocar consci3encia en cada uno de los miembros de esta iglesia, es que podamos entender que en el dar hay una bendición mucho más grande que en el mero hecho de nosotros poder recibir. Y eso es un misterio que está aquí. Eso es parte de la ley de Dios.

Cuando en el libro de los Hechos dice, porque más vale dar que recibir, por algo está ahí. Es bueno recibir, seguro, a todos nosotros nos gusta recibir. Somos bendecidos cuando recibimos, pero la bendición es mucho mayor cuando nosotros damos. Cuando usted da de lo que Dios le ha dado a usted, aunque sea una palabra, aunque sea un gesto de cariño hacia alguien, aunque sea el uno comprometerse financieramente por un período de tiempo y decir, mira, Señor, por tanto días yo te voy a traer esto. Es más, yo les voy a decir, yo espero que después de esta cuarta semana que nosotros no digamos o no pensemos como, okay, ya se cumplieron las 5 semanas, pues, ahora voy a seguir dando un dólar de ofrenda. Del miércoles que viene en adelante yo voy a seguir dando un dólar.

¿Saben qué? Yo mismo me puse un reto, que de aquí en adelante si yo puedo seguir dando mis 20 dólares de ofrenda, mis 20 dólares de ofrenda yo los voy a seguir dando. No voy a decir, voy a soñar con hacer un cheque de 100 mil dólares, no creo que mi fe se ha movido todavía a ese nivel, y yo le doy gracias a Dios por esa persona que sí soñó con hacer eso, y yo me senté con esta persona recientemente y él me explicó el contexto completo de cómo fue que se dio ese cambio en su vida y yo tengo que reconocer que Dios estaba en medio de eso.

Pero Dios brega con distintas personas a distintos niveles. Dios brega con usted como Dios quiere hacerlo. Dios está trabajando conmigo, mis hermanos, yo se los digo, yo les abro mi corazón como pastor, Dios me está retando en ese nivel de mis finanzas a cómo yo atreverme a creer en él, de que él es el proveedor de todas las cosas para mi vida. Y yo espero que cada uno de nosotros hayamos aprendido la lección, de atrevernos a creerle a él, de que cuando nosotros le damos con gozo y cuando le estamos dando con un sentido de compromiso, diciendo, Señor, esto lo estoy haciendo para ti, no lo estoy haciendo porque el pastor me lo está pidiendo, porque la iglesia me lo está pidiendo, lo estoy haciendo porque te amo, porque amo tu obra, porque amo esta iglesia, y como he sido bendecido a través de esta iglesia, quiero la bendecir para que esta iglesia pueda seguir bendiciendo a otros dondequiera que tu nos lleves.

Si nosotros damos con ese entendimiento, mire no va a ser tan difícil echar ahí en la cesta. Si tiene alguna pregunta, algun comentario, siéntase libre, me llama, pastor Omar, yo quiero hablar con usted de esto. Para eso estamos. Yo creo que vamos a llegar a ese punto donde vamos a tener más pastores, que si yo no doy a vasto, va a haber otro que va a poder hablar con usted. Y yo oro el día que eso llegue. Pero por ahora, si usted tiene alguna pregunta, alguna duda, 617 541 4455 extensión número 13, o sino, número de Dios usted lo sabe, llámelo a él.

Hermanos, entienden lo les he estado compartiendo? Yo espero, de verdad, yo espero en Dios que ninguno de ustedes salga de aquí con una mentalidad de que, ah, aquí lo que están haciendo es exprimiéndole los verdes a todo el mundo. No. si usted sale de aquí con ese pensamiento, usted ha estado escuchando con el oído derecho, o el izquierdo.

Oiga la voz de Dios, mis hermanos. Dios nos está retando a todos nosotros. Yo estoy en el mismo bote que ustedes. Dios sabe que a mí hay veces que se me hace difícil aflojar mi bolsillo también. y Dios me está probando a mí con eso. Y yo sé que al yo responder a eso, yo voy a ver la bendición de Dios. no estoy diciendo que la voy a ver financieramente, no, porque la bendición de Dios puede volver en muchas otras formas.

El miércoles que viene les voy a contar un testimonio. Bueno, no un testimonio, un testimonio / petición que la quiero compartir con ustedes, así que los voy a dejar con eso por ahora, to be continued otra vez.

Vamos a ponernos de pie, mis hermanos, y vamos a orar. Amada Dios yo te doy las gracias una vez `más. Señor, cierro estas 4 semanas con gozo en mi corazón. Y yo espero que mis hermanos estén sintiendo el mismo gozo al poder saber que cada uno de nosotros somos parte de una obra maravillosa que tu estás haciendo en medio nuestro.

Sí, Señor, yo lo declaro así, que todos y cada uno de nosotros aún aquellos que se creen que no tienen nada para dar, tu quieres usarnos a todos para edificar tu obra, Señor. Tu palabra muy claro lo dice, que la mies es mucha y los obreros son pocos, y tu estás buscando obreros para trabajar en la mies. Tu estás buscando obreros para contribuir al desarrollo del trabajo en esa mies.

Así que, Padre, yo te suplico es mi petición, Señor, como pastor de mis hermanos y hermanas, es mí petición delante de ti, Señor, que esta semanas que hemos tenido para reflexionar acerca de esta dimensión del nosotros poder dar, contribuir a tu obra con nuestras finanzas, al poder entender esa dimensión de la fe, Señor, de poder creer a ti que cuando te damos tu eres capaz de responder a cada una de nuestras necesidades y suplir a cada una de ellas, Jesús.

Yo te pido, mi Dios, que en esta noche algo se selle en el corazón y las mentes, en el espíritu de cada uno de mis hermanos y hermanas, y Señor, que tu nos muevas en esa dimensión de una fe que se entrega por completo a ti, Señor, una fe sin reservas, sin condiciones, sin estar cuestionando las cosas, pero entregarnos a ti con esa sencillez de un niño y creerte a ti, Señor, en todo lo que tu dices, en todas tus promesas.

Padre, yo te pido que tu bendición nos acompañe ahora sea a nuestros hogares, se con nosotros, Señor, protégenos en el camino de vuelta a casa y que esta noche, mi Dios, tu nos permitas tener un descanso profundo, tranquilo, reparador, que las ansiedades de las distintas situaciones que podamos tener, mi Dios, no nos roben la oportunidad de poder recobrar nuestras energías, Señor. Y que mañana si así tu lo permites, mi Dios, podamos levantarnos con una nueva perspectiva, Señor, hacia la vida y poder echarle mano a todo lo que el día de mañana pueda traer y hacerlo en tu nombre, no en nuestras propias fuerzas, sino hacerlo en las tuyas.

Declaro tu bendición sobre cada uno de mis hermanos y hermanas, Señor, sobre cada uno de ellos que cuando salgan por esas puertas, ellos puedan sentir tu presencia, que les acompañe y que les fortalece en todo momento. Bendecimos tu nombre y gracias, gracias, gracias mil, Señor, por esta noche. Te lo pedimos todo y lo entregamos todo a ti, Señor, en el nombre de Jesús. Amén. Y amén.

Hermanos y hermanas, salúdense unos a otros.

Dios te ha elegido para edificar

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Me voy a tomar un riesgo aquí. Cuando usted oye un titulo como este: “Dios te ha elegido para edificar”, ¿Tú lo crees? Amén. ¿De veras? Tú puedes mirar tú vida, tú puedes mirar el entorno de toda tú vida, tú puedes contemplar en tú interior y tú puedes decir: “Si, Dios me ha elegido para edificar”.

¿Qué estas edificando? Esa fue la pregunta con la cual yo me quede ahí en “stand by” el miércoles pasado, ¿Qué estas edificando?, muchos de nosotros para darle un pequeño, un pequeño resumen, muchos de nosotros estamos en nuestras vidas tratando de edificar algo, algunos de nosotros nos estamos edificando nuestras vidas personalmente, porque a través de los años tal vez fueron más la, la, los traumas que vivimos que los buenos logros y uno como que está buscando edificar algo nuevo, como que deja ver donde logra encontrar una musa nueva, una inspiración nueva para dirigir mi vida en una buena dirección. Y muchos de nosotros hemos logrado hacerlo y estamos en un buen “track”, a un buen paso, pero algunos de nosotros también se nos ha hecho difícil, es como que nos levantamos y al rato nos caemos de nuevo y volvemos y nos levantamos, y volvemos y tropezamos, y vuelves y te levantas y vas ahí cogiendo buen aire y como que de repente algo pasa y fun! Y vuelves y caes.

Y uno dice, pero por que al otro se le está haciendo tan fácil y yo estoy aquí tan, empujando tanto, empujando tanto y no me sale.

La segunda parte que me quiero que enfocar hoy tiene que ver con motivación, ¿quién te está motivando a lo largo del camino?, hace tres domingos atrás, yo no sé si yo les he contado esto, hace tres domingos atrás yo tuve la oportunidad de correr en el medio Maratón de Boston que se dio aquí en Jamaica Plain, en el área de Jamaica Plain eh, salimos de Franklin Park South, bajamos por todo el Jamaica Way, el River Way, dimos una vuelta acá en, cerca del Number Center y volvimos otra vez, fue salida y entrada de nuevo.

¿Medio Maratón, cuantas millas son? ¿Alguien me puede decir? ¿Cuántas millas son el Medio Maratón? Trece, muy bien. Luis lo sé, porque yo se que Luis está entrenando para un medio Maratón, yo lo quiero ver cuando el corra el medio Maratón, son trece millas mis hermanos, trece millas es como decir, vamos de aquí a, ¿A dónde? De aquí a Randolf, mi casa son dieciséis millas, si lo traigo un poquito más acá, póngale de aquí Mall de Sousher por así decirlo, trece millas más o menos.

A casi nada verdad, eso es de aquí a la esquina, ah, por algo se inventaron los carros claro está, pero miren mis hermanos hay algo, hay algo muy interesante y esto yo lo recuerdo de, el primer mensaje que el Pastor trajo ahora en el mes de octubre cuando hizo la ilustración de un maratonista, cuando el hizo esa ilustración yo me pude identificar muy bien, por que cuando uno entrena obviamente parte del entrenamiento es que el cuerpo se pueda ajustar a poder resistir ese tipo de distancia, yo conozco gente por ahí que se ponen a correr y se creen que ok, antes corrían dos millas y ahora tengo que empezar ocho millas de cantazo y se ponen a correr, a correr y lo que hacen es que se lastiman las piernas, las rodillas y después de correr están con bolsas de hielo cubriéndose, como también hay gente que empiezan a correr y Consal no estoy diciendo que sea algo malo, es solamente que nos emocionamos y queremos hacer algo, vamos hacerlo así así así.

Pero también hay gente, que en su entrenamiento son un poquito más vagos y ah! Trece millas, eso yo lo corro ahí sin nada y lo que hacen es que corren dos o tres millitas dos veces a la semana y cuando llega la hora de la hora, que empiezan a correr que van por la cuarta o quinta milla uff, se les fue la gasolina no pueden mas, ay olvídate eso no es pa’ mi ok.

Pero cuando uno entiende la dinámica de ese tipo de evento, la preparación que lleva poder llegar a ese punto y cuando estás en el evento de por sí, se da algo muy interesante porque la mente de uno cuando ya tú pasas de, de lo que se puede considerar de lo que es tú limite, donde tú puedes correr con comodidad, ya tú llegas a un límite donde tú comodidad no existe más y ya tú estás corriendo mas por fuerza de voluntad que cualquier otra cosa, ya es como que tú cuerpo esta automáticamente tirando un paso detrás del otro, como que casi arrastrado y lo que tú estás diciendo no, ya, ya, quiero llegar, quiero llegar, tú estás en tú mente tratando de convencer a tú cuerpo de que siga tirando un paso detrás del otro por llegar a la meta.

Y ahí es donde muchas veces, entra ese punto de, quien nos está motivando a nosotros para verdaderamente poder llegar a esa meta, ¿que nos motiva para poder llegar? Que me va a motivar a mí para yo no salirme de la carrera y decir esto no es para mí, sino que yo pueda seguir ahí, paso tras paso, aunque lo este, bueno necesariamente como una tortuga, pero aunque yo esté ahí sufriendo con cada uno de los pasos que yo doy, porque yo les digo mis hermanos duele, o sea el cuerpo se, se duele o sea eso es un estrés en el cual uno pone el cuerpo que es fuerte, si usted cuando está caminando muchas veces le empiezan a doler los pies, imagínese cuando usted corre largas distancias, no tan solamente le duelen los pies, sino que le empiezan a doler la rodillas, le empieza a doler la cadera, le empieza a doler la columna, ya las manos a mí a veces un momento las manos se me adormecieron, de tanto estar así haciendo este movimiento, las manos, las puntas de los dedos yo no las sentía, por eso es que ustedes ven que a veces que los corredores empiezan a, bajan las manos y como que las estrujan así, como que para que la sangre le baje a las manos y poderla sentir otra vez y poder seguir corriendo.

Pero cuando usted está bien enfocado hay algo que a mí siempre me gusta y es la gente que está alrededor gritándole ey! “keeping running” “your running good” y la gente no te conoce pero te está motivando.

Algunos, algunos como que cuando uno los oye, es como que ya shh! Si tú supieras lo que estoy sufriendo aquí “yeah you have good peace”, si claro, si supiera gracias por el ánimo. No pero es verdad, uno oye eso y uno como que se anima y uno dice: ok vamos a seguir, vamos a seguir, hay veces que te sacan las campanas de vaca, tú sabes cuales son, las campanas esas que son bien grandes y te las están sonando así; fuaa! Y tú pasas y tú oyes esas campanas, y dale, corre! corre!.

A mí me gusta cada vez que yo participo de eso, yo salgo y corro, y le grito a quien sea, sea mujer, sea hombre, sea negrito, sea blanquito, sea hispano, si son hispanos más todavía le grito. Yo recuerdo hubo una vez, la primera vez que yo fui al maratón de Boston, que fue yo creo la primera vez que vi a un Puertorriqueño corriendo en el maratón, y lo sé porque tenía la bandera de Puerto Rico así al frente y de repente yo salí gritando: dale boricua, dale boricua. Y él se quedo mirando así pa’ el lado y como que me saludo y todo, y yo, si dale boricua ehh! y después vino un Colombiano, dale Colombia y yo ey!, por ahí siguen ellos, eso los motiva a seguir adelante.

La motivación es bien importante mis hermanos, por eso es que yo pregunto ¿Qué te motiva a ti para seguir edificando en tú vida? ¿Qué es lo que tú tienes ahí como tú enfoque final para tú poder llegar a esa meta? Se recuerdan el libro de Crónicas que habíamos leído, Crónicas, primera de Crónicas, capitulo 28, voy a volver ahí.

Primera de Crónicas, capitulo 28, verso 10, se recuerdan. David está hablando con Salomón, su hijo, y le estaba diciendo, perdón, el verso 9.

“Y tú Salomón hijo mío reconoce al Dios de tú padre, sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario”, estos fueron puntos que yo hable la semana pasada.

Eh, “porque Jehová escudriña los corazones de todos y entiende todo intento de los pensamientos, si tú lo buscas lo vas a hallar, si lo dejas él te va a desechar para siempre, mira pues ahora que Jehová te ha elegido para que edifiques casa para el Santuario, que dice esfuérzate y hazla”.

¿Qué dice el verso 20? “Dijo además David a Salomón su hijo, anímate, esfuérzate y manos a la obra”. ¿Alguien a usted le ha dicho, échale mano a la cosa? ¿Han escuchado ustedes esa expresión? Échale mano, ¿Los Mexicanos como es que dicen? Órale.

Pero esa, esa idea de tú echarle mano a las cosas, Jesús mismo en Mateo, él dice:

“Ninguno que ponga su mano en el arado y mire hacia atrás es apto para el Reino de Dios”.

En otras palabras, si tú le echas mano al Reino de Dios, si tú le echas mano a las cosas por las cuales Dios te ha llamado más vale que tú sigas ahí, porque a la primera que mires para atrás, ese arado si tú te desvías, vas a estar entonces haciendo un surco que va a ir dando curvas y ese arado el propósito es que vaya haciendo un corte ahí derecho, para poder preparar el camino y eso es lo que Dios quiere que hagamos con nuestras vidas, échale mano a tú vida, no pierdas tú vida, échale mano a las cosas que tú tienes por delante, ay pero Pastor es que es tan difícil si usted supiera las cosas con las cuales yo lucho, pues sabes que, échale mano y sigue luchando, porque nadie va a luchar por ti.

Te pueden echar porras y eso es bueno, eso es lo que voy a decir, te pueden animar, yo te puedo animar, yo te puedo decir dale Dios está contigo, tú puedes hacerlo, otras personas a tú alrededor te pueden gritar dale que tú puedes, pero quien tiene que echarle mano al asunto eres tú.

Hay gente que tal vez el temor no los deja echarle mano a la situación, dicen ah no, yo no, yo no voy a hablar con mi pareja de ese tema porque, voy a causar problema y no quiero tener problema. Y por no evitar un problema seguimos dejando que otro problema siga creciendo, creciendo y creciendo, y cuando vienen a ver ya es algo demasiado grande y ya has perdido la oportunidad, pero aun si pierdes la oportunidad como quieras le vas a tener que echar mano a ese gigante, que va ser más grande después, pero le vas a tener que echar mano como quieras.

Nosotros no podemos dejar que el temor de que no podamos alcanzar ese resultado, nos limite de verdaderamente poderle echar mano a las cosas, de poder lidiar con las cosas.

David como padre estaba animando a su hijo Salomón, le estaba dejando saber mira, edifica, Dios…miren esto que lindo. Anímate y esfuérzate y manos a la obra, no temas ni desmayes porque, miren esto que lindo, porque Jehová Dios, mi Dios ¿Estará con quien? Contigo, miren aquí está la confirmación, es mas vamos a leer esta parte todos juntos, dice:

“El no te dejara, ni te desamparará hasta que acabes toda la obra para el servicio de la casa de Jehová”.

Ahí está hablando obviamente del servicio de la casa de Jehová, pero por un momento cambia esas palabras y digas: Él no te dejara y te desamparará hasta que acabes toda la obra en la vida que él te ha puesto a ti, en lo que él ha comenzado en ti, él no te va a dejar ni te va a desamparar.

Mientras que tú mantengas tus manos ahí enfocadas, si lo que tú estás edificando y de nuevo no quiero sonar como si esto fuera un cliché o algo, estoy hablando cosas prácticas en nuestras vidas, si lo que tú estás edificando tiene que ver con tú familia échale mano, échale mano, échale mano porque Dios no te va a desamparar hasta que se acabe todo lo que se tiene que hacer, Dios no te va a desamparar.

Si tú estás lidiando con una situación, con un colega de trabajo que te está haciendo la vida imposible, mira échale mano, como lo voy a hacer, Señor, Él está contigo, él no te va a dejar, no te va a desamparar, cuando tú le eches mano asegúrate de que cuando lo estés haciendo, Señor yo sé que, yo al meterle mis manos aquí, Tú me vas a dar la sabiduría para saber cómo ser diplomático y cómo trabajar, como lidiar con esta situación y que todo el mundo salga ganando de alguna forma u otra. Échale mano a la situación.

Y a medida que le estas echando mano a la situación, no te olvides tú también de darle animo a otros, si puedes echarle mano a la situación es porque Dios te está animando a que tú lo hagas.

Tú sabes otra forma de la cual Dios también te motiva a ti, cuando tú puedes motivar a otros, es como decir la motivación tiene dos caras, esta la motivación que tú recibes y esta la motivación que tú das. Es ese principio tan bello del cual Jesús también habla, ese principio que habla en Hechos capitulo 20, “Lenguaje de Dios”, donde él habla acerca de que “dar es más importante que recibir”, mas mejor es dar que recibir. Bonito recibir, nos gusta recibir, pero también tenemos que dar.

Si lo que Dios te está llamando a ti a edificar es que tú motives a otro, échale mano y motiva a otros, no sueltes esa obra hasta que Dios no te diga; Ok ya motivaste suficiente. Y yo sé que esto pude sonar un poquito duro porque como entendemos o como yo puedo discernir cuando Dios me está diciendo, sigue motivando o no, ya no motives más, como yo se que son mis emociones las que me están diciendo que motive o que no lo haga, versus la voz de Dios que me está diciendo que lo haga o no, eso es otro mensaje.

Por ahora me enfoco en el hecho de que, échale mano y motiva a otros, pero Pastor como lo voy a hacer si a mí nunca me motivaron, yo no sé como motivar a alguien, hey, empieza “Baby steps”, de alguna forma u otra, aunque se sienta un poco torpe al principio pero el mero hecho de que tú te le acerques a alguien y le dices: Oye Clelia mira, te animo, de verdad, dile esas mismas palabras, ¡échale mano! Órale, y tú verás Dios va a hacer algo, si ese primer intento, si tú lo hiciste solamente por decirlo, yo creo que esas palabras se, se quedan ahí, pero si esas palabra tú las dijiste con el verdadero sentido, con el genuino sentido de poder animar a esta persona, aunque hubiesen sido palabras bien simples yo estoy seguro que esas palabras le van a llegar, al corazón de esa persona.

Y van a motivar el corazón de esa persona, para que esa persona pueda seguir echándole el resto a todo lo que tiene por delante, porque esa persona está viendo que tú le estas echando mano a la situación de poderlo animar o poderla animar y esa persona por ende va a estar diciendo wow! Si alguien está invirtiendo en mí de darme el ánimo que yo necesito, yo entonces puedo, Dios puede usar eso para escoger a esa persona y animarlo o animarla para que ellos entonces le puedan seguir echando mano a las situaciones que ellos tienen por delante. Miren mis hermanos esto puede sonar simplista, pero usted sabe muy bien como estas palabras pueden hacer resonancia en sus vidas de verdad.

Cuántos de nosotros muchas veces hemos puesto nuestras manos en el arado y no tan solamente hemos mirado hacia atrás, hemos soltado y hemos caminado fuera, ese arado es muy pesado yo no voy a lidiar con eso, otro que lo coja por mí. O hay algunos de nosotros que tenemos la mano en el arado pero es como que tan duro y como que nos quedamos ahí estoqueados, ay! yo no voy a seguir haciendo más fuerza pero nos quedamos ahí sin hacer nada, necesitamos esa fuerza adicional para romper y echarle hacia el frente.

Algunos de ustedes se han atrevido a pensar, “esto es caso perdido, yo no voy a seguir gastando mi fuerza, mi energía, mi saliva en esto ya”.

Algunos de ustedes tal vez dirán; ay pero porque intentar otra vez si ya lo he hecho tres, cuatro, cinco veces, no veo que da resultado, quieres que te diga algo, échale mano, anímate, esfuérzate, échale manos a la obra, porque Dios está contigo y no te va a dejar, no te va a desamparar hasta que esa obra se cumpla, o al menos hasta que el diga ya! Nosotros nos quitamos rápido, gracias Dios que Tú no sueltas el arado de nuestras vidas tan rápido.

Miren mis hermanos este es el tipo de mensaje que se puede tornar en una conversación, porque esto es como quien dice, raspando la superficie para que uno verdaderamente pueda ver que es lo que hay ahí, con qué es lo que verdaderamente nosotros luchamos, que es eso que tú estás edificando en tu vida, sea lo que sea que tú estés edificando, no te rindas sigue echándole mano a la situación.

Porque si Dios es él que te está dando el ánimo, si Dios es él que te está dando la inspiración para que tú puedas lograr hacer eso, hasta que esa obra que Dios comenzó no se cumpla, Dios no va a soltar las manos de ti, Dios no las va a soltar, Dios va a mantener sus manos ahí puestas, hasta que Él vea que ya la obra se ha cumplido y eso va a ser ya cuando él venga por nosotros, porque mientras estemos aquí Él nunca nos va a soltar, nunca te va a soltar. Así que mis hermanos, mis hermanas de un corredor a otro sigue corriendo, sigue corriendo, largo camino te queda, tienes mucho que edificar, yo tengo mucho que edificar todavía, a nivel personal, a nivel de familia, a nivel del ministerio hay mucho que edificar.

Ustedes en sus vidas personales, usted está edificando algo, hay algo que usted está haciendo, no se conforme con lo que está viendo hasta ahora, siga buscando mas, reciba el ánimo que otras personas le dan a su alrededor y a la misma vez motive usted a otros, motive usted a otros también a que ellos puedan completar sus carreras y usted va a ver como Dios se va a encargar, de dejar sentir su presencia en su vida, para levantarle, para animarle, para enseñarle y sobre todas las cosas para él revelar, su propósito, su corazón al suyo y como a través de su vida, usted puede convertirse en un instrumento de motivación y de edificación para otros también, usted puede edificar la vida de otros a su alrededor, por eso fue que empecé diciendo, “lo crees”, porque si no lo crees este mensaje no te va a ser sentir, me vas a poder decir; wow Pastor Omar que lindas tus palabras, yo no quiero oír eso, este mensaje te tiene que hacer sentido a ti, cuando tú sales, cuando tú estás ahí afuera en la calle, que te encuentras con tus amigos y están ahí, empiezan las tensiones y que se yo, ¿Tú estás edificando las vidas de esas personas?.

Con tus conversaciones, con tus palabras, con tus pensamientos, con tus acciones. ¿Estás edificando las vidas de esas personas? ¿O estas dejando que ellos edifiquen otra cosa en ti?.

Vamos a ponernos de pie y vamos a orar. Dios te ha elegido para edificar, tú eres un edificador, tú eres una edificadora.

Amado Señor, gracias porque tú no eliges a nosotros para edificar. Y Señor estas palabras no hacen sentido si no las vemos a través de tus ojos Señor, si no la podemos comprender a través de las intenciones que Tú tienes para cada uno de nosotros Señor.

Padre mira, yo te suplico de sobre cada uno de mis hermanos y hermanas en esta noche, yo se que de alguna forma u otra, ellos están meditando y reflexionando sobre lo que están escuchando Señor y cada cual lo está procesando en su forma, cada cual lo está procesando en su contexto de vida. Pero sobre todas las cosas Señor, yo te pido que sea Tú palabra, que sea Tú luz, que sea Tú sabiduría quien alumbre cada uno de nuestros pensamientos y corazones, para saber cómo sacarle mayor provecho a estas palabras, sacarle mayor provecho a Tú palabra Señor sobre todas las cosas.

Tú quieres que nosotros podamos edificar vidas solidas, saludables, abundantes, familias abundantes Señor y que de esa forma nosotros podamos convertirnos en edificadores de esta iglesia y de las comunidades en las cuales vivimos, así que yo te pido Señor que, así como nosotros salgamos de aquí en esta noche, que esta palabra pueda seguir reverberando de alguna forma u otra, en nuestra mente, en nuestro Espíritu, en nuestro corazón y Padre que no la desechemos, sino que la podamos incorporar mi Dios y saber como mejor nosotros responder, a ese llamado que Tú nos das de poder edificar y no destruir.

Que podamos edificar nuestra vida y la vida de otro a nuestro alrededor en ti, que eres la roca y el fundamento de todas las cosas. Bendice a mis hermanos y hermanas Señor, a medida que ellos salgan de aquí hoy Jesús, mantenlos calientes a medida que las temperaturas van enfriando Señor y que Tú cuides la salud de cada uno de mis hermanos y hermanas Señor, que esta noche Tú les proveas un descanso profundo, reparador mi Dios y que puedan mañana si así Tú lo permites, despertarnos a un nuevo día y poder cumplir con las tareas que el día de mañana traiga.

Bendecimos Tú nombre Señor y una vez más te damos las gracias porque Tú eres quien nos animas y nos motivas a lo largo del camino Señor, para poder alcanzar esos propósitos a los cuales Tú nos llamas, bendecimos Tú nombre, gracias te damos en el nombre de Jesús, Amén y Amén.

Hermanos y hermanas Dios les bendiga.

Alcanzando aquello por lo cual Cristo me alcanzo a mi

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Hace un mes atrás, yo compartí un mensaje que obviamente si lo buscan en el internet no lo van a ver porque ese día las cámaras no estaban así que no está grabado. ¿Qué fecha fue? Hace cuatro miércoles atrás, hace cuatro semanas atrás, miércoles 31 de agosto fue eso. Y fue un mensaje que yo lo estaba basando en el libro de Filipenses capitulo 3, Filipenses capitulo 3, el verso 12 en adelante, muy bien tienes la nota ahí, muy bien.

Y yo quisiera hoy como tratar de atar cabos, porque yo se que hubo varias cosas que se quedaron en el aire aquel día, al menos los que estuvieron aquí y que se recuerdan, hubo varias cosas que yo deje en el aire por razones, que yo creo que Dios estaba tratando conmigo todavía en ese momento, pero hoy quiero tratar de atar cabos y no creo que lo vaya a resumir todo, pero si voy a ir hilando fino en algunas partes. Y esta parte yo la he titulado así: “Alcanzando aquello por lo cual Cristo me alcanzo a mi”.

Alcanzando aquello por lo cual Cristo me alcanzo a mí. Y en la Biblia, si vamos de nuevo, solamente quiero revisar esos versos de Filipenses capitulo 3, Filipenses capitulo 3 los versos del 12, del 12 al 14. Dice: No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto, sino que prosigo para ver si logro asir o alcanzar aquello para lo cual fui también alcanzado por Cristo Jesús.

Mis hermanos y hermanas yo mismo no pretendo haberlo alcanzado pero una cosa si hago, olvidándome ciertamente de lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está por delante, prosigo a la meta al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús, Amén. Que linda esa palabra verdad, cuantos lo pueden decir, que linda esa palabra.

Prosigo a la meta, mientras yo meditaba de nuevo en este pasaje y que al menos yo escuche lo que yo mismo me grabé, yo me escapé de las cámaras y me grabe yo mismo, puse mí grabadora ahí y yo me meditaba en lo que yo decía y decía: Wow! Señor y ahora como le hago, pero una cosa si yo pude recordar, y es el mero hecho de que Pablo nos estaba exhortando a actuar intencionalmente sobre no permitir que las memorias del pasado nos roben la energía que necesitamos para poder alcanzar, las cosas que Cristo ya ha establecido para nosotros, pueden decirle Amén a eso. No podemos dejar que las memorias del pasado nos roben la energía, para nosotros poder alcanzar aquellas cosas, para las cuales Jesús nos alcanzo a nosotros.

Ahora tal vez ustedes se recuerdan, al menos los que estuvieron aquí, los que no pues se los digo ahora que, olvidar ese concepto de olvidar lo que queda atrás, no significa borrar por completo esas memorias porque eso es imposible, usted no puede borrar por completo sus memorias del pasado al menos de que usted sufra o padezca de algún tipo de amnesia. Esta mañana yo me asuste, porque mientras estaba preparando el desayuno para mis hijos, pensé en que tenía que buscar mantequilla en la nevera y estoy en una esquina de la cocina y cuando doy la vuelta para ir de camino a la nevera me recordé que tenía algo en el microondas, y cuando volví al microondas les estoy hablando esto fue cuestión de 30 segundos, que viré para atrás, yo me dije: “que era lo que yo iba a buscar”.

Hermanos literalmente tuve un lapso donde mi memoria se me fue por completo, yo no sé si era que mí cabeza estaba todavía medio dormida o algo, pero la cosa fue que yo me olvide de que era lo que yo iba a buscar, tuve que volver otra vez al lugar donde yo estaba preparando el sándwich y entonces ah! Mantequilla. A menos que usted no padezca de amnesia esas memorias del pasado no se le van a olvidar, o no las va a poder borrar por completo, ahora pero lo que si mencionamos fue que hay una diferencia muy grande entre tratar de borrar esas memorias y no causar que esas memorias te roben la energía. Y eso es lo que yo entiendo que Pablo está queriendo decir con ese texto, de no dejar que esas memorias del pasado te roben de todos esos, esas fuerzas que Dios pone en ti para tu verdaderamente alcanzar lo que está por delante.

Yo pensé en el enfoque de un atleta, porque esa es una de las cosas que Pablo menciona aquí, a mi me gusta mucho correr eso es parte mía, me encanta hacer ejercicios.

Y una de las cosas que cada corredor le puede decir a usted, a alguien que participe de algún tipo de competencia y esto es algo que está probado, si esa persona gasta su energía pensando en lo que no hizo y en lo que pudo haber hecho, su ejecución en la carrear se va ver afectada, porque psicológicamente sus energías les van a estar robando energía a su cuerpo para `poderse concentrar en la carrera que tiene por delante.

Por eso que a los atletas ustedes los ven, particularmente a los atletas que van a las olimpiadas y cosas así, una de las cosas que incorporan en su entrenamiento es una sesión con un psicólogo deportivo, porque ese psicólogo deportivo ayuda a este muchacho o a esta muchacha a que pueda mantener su mente, su cabeza, sus cinco sentidos enfocados en el evento que tiene que hacer, ese psicólogo deportivo es el que habla con esa persona de sus traumas del pasado, con sus nerviosismos, con sus temores, con sus ansiedades, le habla de todas esas cosas y hasta le hace ejercicios de visualización y como se puede enfocar para que nada lo distraiga, cosa que cuando este ahí en la línea de salida y que oiga el disparo, que esa persona cuando mire hacia el frente va a estar tan enfocada que aunque le pase un camión por encima, por el frente no lo va a ver porque está enfocado en la meta, ese es el tipo de entrenamiento que le dan a estas personas.

Y ese es el tipo de enfoque del cual está hablando Pablo aquí, de no dejar que esas cosas del pasado te vaya a distraer demasiado, que tú no puedas entonces correr en la forma que Dios ha determinado para ti a través de la persona de Cristo Jesús, claro está, yo se que suena más fácil lo dicho que hecho, del dicho al hecho hay un largo trecho, yo sé que es difícil mis hermanos poder hacer esto, yo mismo les conté hace un mes atrás de parte de mi propia experiencia y mi propio testimonio, o sea yo se que yo, en mi niñez yo salí de un trauma en mi niñez que afecto de alguna forma u otra lo que yo pensaba que era mi, mi identidad sexual y comencé a desarrollar algunos hábitos que fueron de alguna forma compulsivos y cuando yo empecé a crecer a través de me mi adolescencia, como quien dice que entre a mi pubertad y todas mis hormonas estaban, puf, a millón y yo empecé a ver todas estos patrones en mí, y yo les digo, ya yo era cristiano, ya yo había aceptado a Cristo en aquel entonces.

Yo empecé a tener esta lucha, esta batalla en mi interior y yo me decía:

“Señor como tú quieres hacer algo conmigo, cuando yo veo toda esta inconsistencia en mí”.

Todo, a través de toda mi adolescencia yo luchaba con esa pregunta, en mi iglesia allá en Puerto Rico yo era líder, el presidente de jóvenes, me invitaban a predicar aquí y allá, participaba cantando en distintos lugares, iba y con todo y esos mis hermanos cuando llegaba a mi casa me decía: Señor, pero como tú me quieres usar a mí, si yo tengo todo esta musaraña, como quien dice encerrada en mi cabeza.

A través de mis años de universidad fue lo mismo, yo, había una parte mía que quería seguir creciendo, entregarme al Señor, ya para aquel entonces yo tenía ese llamado de ser Pastor y aun mas todavía era el peso en mi interior porque yo me decía: Señor pero todas estas memorias de mi pasado que yo tengo, como, como tú me vas a usar a mí para ser Pastor, tú te equivocaste, tienes el Omar equivocado Señor, búscate a otro porque no soy yo.

¿Y saben lo que hice cuando yo termine mis cuatro años de universidad?

Yo le hice ese llamado al Señor, yo le hice puf, me voy a estudiar otra cosa, por eso fue que me vine aquí a Estados Unidos, porque yo vine solicitando aquí a una universidad para seguir la carrera profesional que yo había escogido allá en Puerto Rico, en esa área de ejercicio de Rehabilitación Física, cosas así, yo vine aquí aplicando para eso. Y cuando llegue aquí me crucé con el Pastor mío, que fue mi primer Pastor allá en Puerto Rico, yo recuerdo que tuve una reunión con él, el me recibió en su casa, me invito a cenar, estuvimos hablando y él conoce parte de mi historia también y cuando yo me siento con él, el sale y me dice, Omar mira, tú vas a tener que tomar una decisión, porque el llamado de Dios está sobre ti y eso es evidente, pero tú estás huyendo de ese llamado por inseguridades que tú tienes en ti. Y yo sí, pero Pastor, yo empecé a tratar de justificarme, tratar de poner muchas excusas, no pero es que yo quiero seguir esta profesión cosas así y claro está, mi experiencia es bien particular, yo no estoy diciendo que vaya a ser lo mismo con todos, pero es una experiencia particular que, algo se puede sacar de esto.

Solo que yo hice fue mira, yo voy a aplicar a esta universidad y a la misma vez me tire a aplicar al seminario para entrar a mis estudios pastorales y yo me dije, Señor si en este lado no me aceptan, pues yo voy a entender que Tú quieres que yo me vaya por acá.

Válgame, eso fue lo que sucedió, o sea yo tenía todos mis credenciales para poder estudiar, pero no me aceptaron en la universidad que solicite, una semana después me llaman del seminario, te aceptamos, tienes beca puedes empezar dentro de un mes, yo wow dentro de un mes, solo en un mes yo me vi saliendo de Puerto Rico llegando acá y empezando una nueva vida. Y ahí fue mis hermanos, yo llegue a un dormitorio en este seminario, era una cajita de fosforo, un salón de 10 por 10 con dos ventanitas chiquititas y ahí en ese cuartito fue donde Dios empezó a tratar conmigo, en la primera nevada que yo vi aquí, ay, la primera nevada me la goce como hace todo el mundo, que uno se tira de cabeza en la nieve, se la come, abre la boca así para que le caiga, la primera nevada estuvo bien, ya la segunda, la tercera yo estaba deprimido, que yo hago aquí, que yo hago aquí, yo voy a dejar todo esto, me voy para Puerto Rico otra vez, tengo mi familia por allá, tenía mi novia que era mi esposa ahora mismo y yo, que yo hago por acá, yo tengo todo por allá en Puerto Rico.

Y Dios me pillo en ese cuartito y me dijo, no hay algo que yo tengo que hacer contigo, aquí es donde tú vas a empezar a dejar todas esas cosas del pasado y vas a empezar a adoptar todo lo que yo he hecho para alcanzarte a ti, así fue como Dios trato conmigo mis hermanos y Dios sigue tratando conmigo, porque yo digo esto mis hermanos, por que cuando Dios pone sus ojos sobre ti, cuando Dios pone su mirada sobre ti, cuando él te mira así, como estábamos cantando hace unos minutos, cuando él te mira así con una intencionalidad, con un sentido, con una dirección y te dice:

“Tú tienes valor para mi, hay algo que yo tengo contigo, tú no eres una cosita de por ahí, tú no eres un error de la naturaleza o de tus padres, tú tienes intención, tú tienes propósito, tú tienes sentido y hay algo que yo quiero hacer contigo, yo te he puesto en una carrera y en esa carrera tienes que correr”.

Todos nosotros mis hermanos, todos nosotros tenemos memorias con las cuales luchamos, todos nosotros tenemos memoria de un fracaso que tuvimos en la vida, todos nosotros tenemos memoria de una decisión que troncho las esperanzas que uno tenía hacia el futuro, todos nosotros venimos de tal vez expectativas que se pusieron sobre ti y que tú no pudiste cumplir y precisamente porque no pudiste cumplir con eso creciste entonces tal vez con un sentido de insuficiencia, con incapacidad de mirarte a ti como que, que eres menos cosa, poca y ese tipo de pensamiento de sentir crea un estancamiento en el ser interior y muchas veces ese estancamiento se refleja a través de hábitos de conducta de vida no muy saludables, que nosotros las incorporamos y nos acostumbramos tanto a ellas, pero no nos damos cuenta que esos hábitos lo que están haciendo es adormeciendo un verdadero dolor que está en el interior, una verdadera falta que está en el interior.

Si yo me pongo a mencionar cuales serian algunos de estos hábitos, hey, hay algunas personas que su habito es sentirse como la víctima en todos los lugares que va, yo soy la víctima, todo el mundo la tiene conmigo, aquel me miro mal no le caigo bien, aquella me dijo algo ya me chavé con esta persona, aquel le pise el zapato olvídate que no se vuelve a parar al lado mío y yo soy la víctima, yo soy la víctima, yo soy la víctima, ay pobre de mí, ay pobre de mí, Fanny ora por mí, tú tienes más unción que yo, pon la mano en mi cabeza por favor, yo soy la víctima.

Hay otros que lo demuestran a través de actitudes compulsivas, es como que todo es, todo se tiene que hacer a su forma y tienen que dominar, es como que tienen, es una necesidad por dominar por encima de otros, como tú trauma tal vez lo que significo fue que alguien dominó por encima de ti, tú sentiste como que no pudiste hacer lo que tenias que hacer, pues ahora que eres grande y te puedes vestir tú solo, por ti mismo, por ti misma, pues ahora tú habito es comportarte en una forma donde quieres dominar por encima de todos los demás. Y tal vez no te das cuenta pero ese es tú hábito, tienes que dominar lo que tú esposa o lo que tú esposo hace, dice, piensa o no piensa, tienes que dominar sobre tus hijos y tal vez estás perdiendo a tus hijos, pero por ese hábito tuyo de querer controlarlo todo, te crees que por creer controlar, lo que estás haciendo es perdiéndolos más todavía.

En el trabajo, tus colegas de trabajo, no yo soy el mejor, yo soy el que mejor corbata fina tiene, los mejores zapatos y yo tengo que proyectar esto, yo soy el que soy.

Algunos desarrollan adicciones de distintos tipos, yo puedo mencionar muchas, pero ustedes se las pueden imaginar también, me gusto lo que dijo la hermana Olguita hace dos domingos a tres, la adicción de, como fue que ella dijo, la adicción de que me validen, la adicción de que me validen, de que otros estén siempre como quien dice; Ah Omar esto, Omar aquello, Omar lo otro.

Casi siempre uno piensa en adicción, oh, cigarrillos, drogas, alcohol, todas esas cosas vainas feas, pero no pensamos en la adicción de que no, yo necesito que otras personas me estén afirmando todo el tiempo, si usted no me dice que bien te ves no me siento afirmado, si usted no me tira un piropo no me siento afirmado y necesitamos eso, es como que, al momento que yo no reciba eso, es como que ya me entra una ansiedad.

Y miren otro hábito que puedo mencionar son las personas que proyectan sus propios trauma encima de usted, que es bien conectado al ser víctima pero es otro tipo de hábito que también desarrollan, tienen persona, es una persona que está sufriendo de ver demonios pa’ hartos lados y entonces te dice a ti mira, te están siguiendo un demonio, a mi no, a ti es el que te está siguiendo.

Oye tú como que has aumentado un par de libritas, yo no, tú te las estas aumentando las libras, es como que todo te lo proyectan a ti, todo te lo proyectan a ti, aah, sucedió algo en un ministerio, no eso fue Omar, él fue que lo hizo, yo puedo seguir mencionando una lista de cosas pero el tiempo avanza, miren mis hermanos lo importante en todo esto, es que nosotros podamos hacer como, como dice el escritor de Hebreos.

Hebreos capitulo 12, un verso que también nosotros también conocemos, hebreos capitulo 12, verso 1 dice:

Por lo tanto nosotros también teniendo alrededor nuestro una gran nube de testigos despojémonos de todo el peso y del pecado que nos acedia y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, ¿Puestos los ojos en quien? ¿En Lucy? Nooo. Lucy es buena gente, pero yo no voy a poner mis ojos en Lucy, voy a poner mis ojos en Medrad, Medrad es bien buena gente también, pero no voy a poner mis ojos en él. Ponga sus ojos en el que los tiene que poner, ponga sus ojos en Jesús.

Y miren mis hermanos yo les digo, esto es un acto que requiere intencionalidad, requiere intencionalidad de parte de usted, su amigo, su amiga no lo va a hacer por usted, su mamá, su papá no lo va a hacer por usted, usted no puede esperar que él Pastor venga con el cuchi cuchi bendito, vamos a ayudarte, no, el Pastor no lo va a hacer por usted, esto lo tiene que hacer usted con Dios, usted está en una carrera, yo no puedo jalarlo a usted para correr, usted tiene que correr, usted tiene que parase ahí y no dejar que esas memorias del pasado te sigan robando la energía que Dios ha puesto en ti ahora, sino que tú puedas entonces estar ahí y correr, pacientemente, persistentemente, con toda fuerza, con toda intencionalidad, pensando, Jesús hay algo para lo cual Tú me alcanzaste a mí, si Tú me diste salvación, si Tú me diste una nueva vida, si Tú me diste un nuevo sentido, un nuevo propósito, una nueva razón de ser, un nuevo enfoque de la existencia de la vida, por algo fue, por lo tanto eso para lo cual Tú me alcanzaste a mí, esa va a ser mi meta, ese va a ser mi enfoque.

Yo no voy a dejar que estas otras cosas me roben a mí la energía, miren mis hermanos así fue como Dios me confronto a mí, así fue como Dios me confronto a mí en ese cuartito así chiquitito, yo ahí todo, como una pasa en una esquina llorando como un nene chiquito, ya yo tenía 23 años, porque no van a decir, pero era un nene chiquito todavía pero, yo no lo veía así, yo a esa edad, yo me mire en ese cuartito, yo ahí llorando, limpiándome las fosas nasales por no decir otra cosa, yo me decía; No Señor, yo mañana voy a la oficina, yo me voy a dar de baja de estos estudios, yo no puedo más con esto, esa ha sido una de las pocas cosas donde yo he sentido que Dios me habla tan directamente y me dice no, yo no me rendí contigo, no te rindas tú tampoco, miren ahí algo empezó a suceder en mi mente mis hermanos, Dios, Dios tuvo que empezar a causar en mi una nueva forma de pensar y es una nueva forma de pensar que todavía el día de hoy la sigo trabajando.

Todavía el día de hoy la sigo trabajando, miren término con esto, Filipenses capitulo 4, miren como dice el verso 8, yo te pregunto ¿en que estas pensando ahora mismo?, ¿en que estas pensando ahora mismo?, estas pensando como yo en el mantecado que te vas a comer ahorita, yo siempre saco el mantecado ah, cual es la otra palabra para… el helado por si acaso los que no saben, ¿en que estas pensando ahora mismo?, pregúntale a la persona que está al lado tuyo, dile en que estas pensando, obviamente no te va a decir, es mas así salteadamente si yo te preguntase a ti, si yo te pidiese que hicieres un análisis, un recuento en tú mente de cuáles son las cosas que ocupan tú mente durante el día, en que cosas tú piensas, uy, en que cosas tú piensas durante el día, estas en la oficina del trabajo, estas en tú casa, estas en el bus, estas donde sea, en que tú piensas, eso tal vez es otro mensaje pero, un “preview” por ahora, ¿En que usted piensa?, ¿Cuántos piensan en su familia?, ¿Cuántos piensan en sus hijos?, ¿Cuántos piensan en irse de aquí?.

Y volver a, no de aquí de la iglesia, me refiero irse de aquí y volverse a su país o algo así, ¿Cuántos piensan que están en sobrepeso?, ¿Cuántos piensan que están muy flacos? De nuevo son tantas cosas en las que pensamos, miren a mi me da gracia, me crucé con una revista los otros días que dice que, el hombre piensa en el sexo como unas Mil doscientos y pico de veces al día y yo me dije wow, eso es el hombre, la mujer esta como Cien puntos menos que eso, ¿o más? Ay Dios mío, eso es otro mensaje, apúntelo.

Otro mensaje, vamos a ponerle un check a eso ahí, pronto muy pronto en un pulpito cerca de usted, pero en que estas pensando, miren lo que dice Filipenses capitulo 4, el verso 8 dice:

Por lo demás mis hermanos todo lo verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si hay algo digno de alabanza en eso piensa, en eso piensa.

Ahí es donde muchas veces se gana o se pierde la batalla de cada uno de nosotros en el día, en cómo estamos pensando, la manera en que tú piensas mis hermanos, la manera en como tú piensas de tú pasado, como tú piensas de tú presente y como estas pensando de tú futuro eso va a determinar, o tú mejor le estas poniendo como quien dice las pautas de cómo tú quieres que Dios trabaje en tú vida, pero Dios tiene cosas mucho más allá de lo que tú puedes pensar, para tú poder entender como Dios quiere obrar en tú vida, tú tienes que pensar de esta forma, tienes que pensar en todo lo que es verdadero, ¿Por qué empieza por ahí? Dios es verdad, lo verdadero es algo firme, es algo que no se puede, ¿cómo se dice? Que no se puede ¡ben! O sea no se puede doblar, no se puede cambiar porque es algo verdadero, yo te digo mira esto es una bolsa negra, si alguien me dice que esto es una bolsa verde vamos a tener problema, porque esto es una bolsa, bolsa negra ok?

Esto es verdadero, es absoluto, gracias, es una palabra firme y por ahí podemos seguir hablando, esas son las cosas en las cuales nosotros tenemos que pensar, si usted está pensando, ay, no quiero llegar a mi casa porque no le quiero ver la cara a fulano, mengano o a zutano ya usted no está pensando de acuerdo a lo que dice este texto.

A mañana voy a llegar a mi trabajo y voy a seguir viviendo esa vida miserable que tengo, ¿Eso es algo bueno, eso es algo puro, eso es algo justo? Ay cuando vaya camino a mi casa voy a parar por esa licorería, donde venden ese Ron tan rico. ¿Eso es algo puro, eso es algo digno?

Llegas allá a la oficina, ay esa secretaria, si vas a pensar así, ¿estás pensando en algo puro? Estoy hablando real mis hermanos, ustedes saben que me gusta así hablar real, tenemos que enfocarnos en la carrera que tenemos por delante, hay algo por lo cual Cristo te alcanzo, ese tiene que ser tú norte, ese tiene que ser tú enfoque, eso es lo que tiene que llenar nuestras mentes para nosotros verdaderamente poder alcanzar aquellas cosas por las cuales Él nos alcanzo a nosotros primero.

Si pero Pastor Omar estos otros problemas en la vida, mira los problemas van a venir y se van a ir, los problemas vienen y van, los problemas no determinan tú norte, al contrario a través de los problemas tú sigues descubriendo tú norte que está enfocado en Cristo Jesús y en esa es la dirección la que tú vas, tus problemas despójate de ellos, despójate de tus problemas, tíralos así hacia el lado, tápense la nariz por si acaso, despójate de ellos y tú sigue corriendo en la dirección que tienes que correr, sigue yendo en la dirección que Dios te está llamando a que tú puedas ir, ahí es donde tenemos que ir todos, ¿Amén? Amén, ¿Amén? Amén, ¿Amén? Amén.

Voy a ponerme mis zapatos que ya se están desmayando aquí al frente, vamos a ponernos de pie mis hermanos y vamos a orar. Esta historia continuara, gracias Señor.

Oigan mis hermanos miren un paréntesis, un paréntesis por favor, solamente por, por educarles un poco, un poco más, para que me vean bien, no vayan a pensar que yo soy un “Bambalan” cuando yo hablo de mi testimonio ok, consta, yo sé de donde Dios me ha sacado a mí, yo sé de donde Él me ha sacado, yo sé dónde estoy y yo sé en la dirección en la que voy, yo sé cuáles son los retos y obstáculos que se pueden presentar a mi vida y como estoy muy al tanto de ello, yo cada día, yo me visto con la armadura de Dios y yo digo; “Señor enfrento este día en tú nombre ayúdame a mantenerme despierto para saber cómo defenderme”.

Dios me ha ayudado a mí con eso y yo he logrado cubrir como quien dice, mi mente de esa forma, cada uno de nosotros tiene que hacer lo mismo, cada uno de nosotros tenemos que hacer lo mismo, nunca pienses que eres poca cosa, porque en Dios tú eres grande, tú eres alguien de mucho valor y ese valor lo encuentras en Él, Amén.

Padre yo te doy las gracias en esta noche, porque Tú palabra una vez más prueba su eficacia, Tú palabra una vez más nos da a entender Señor de que, Tú eres real y que Tú estás en acción en medio de nuestras vidas.

Señor gracias por cada uno de mis hermanos y hermanas Señor, que han escuchado esta palabra, y yo declaro que esta palabra de fruto en cada uno de sus corazones Señor, yo te pido mi Dios que esta noche en el momento que todos nosotros salgamos de aquí Señor, que podamos salir de aquí confirmados y afirmados en ti, en tus propósitos, Señor en ese llamado al cual Tú nos estas invitando de poder alcanzar aquellas cosas para la cuales Tú nos alcanzaste a nosotros Señor, porque ahí es donde encontramos nuestra verdadera razón de ser, nuestro verdadero sentido y dirección Señor.

Padre ayúdanos donde quiera que nos encontremos en nuestro caminar de Fe, que podamos olvidarnos de lo que queda atrás y podernos extender hacia aquello a lo cual Tú nos estas llamando Señor Jesús, Padre yo declaro que a mis hermanos y hermanas Tú le vas a dar la fuerza que ellos necesitan para despojarse de todas aquellas cosas que impiden el que ellos puedan correr libremente en la dirección a la cual Tú los llamas Señor y yo declaro Padre que los pensamientos que van a abundar en nuestra cabeza, en nuestra mente, en nuestro corazón son los pensamientos tuyos Señor.

Todo lo puro, todo lo verdadero, todo lo real Señor, todo lo que es justo, todo lo que es digno de buen nombre Señor, en eso Tú vas a causar que nosotros pensemos, que a la próxima Señor que venga un pensamiento negativo a nuestra mente Señor, que lo llevemos cautivo a Tú obediencia Señor y que Tú nos muevas a pensar en la forma que Tú quieres que pensemos.

Bendice a cada uno de mis hermanos y hermanas Señor en esta noche, a cada uno de nosotros danos Tú paz, llévanos con bien y protección hacia nuestras casas y Padre que el día de mañana si así Tú lo permites, nos podamos levantar con nuevas fuerzas y energías, para echarle mano a lo que el día de mañana traiga.

Bendice a Tú pueblo lo declaro así en el nombre de Jesús, amén y amén. Hermanos, hermanas Dios les bendiga, Dios les guarde.

El amor como la fuerza de nuestra motivación

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Quisiera hoy compartir con ustedes una reflexión que he estado haciendo en estos últimos días. Yo creo que siempre que comienza un nuevo semestre de discipulado se abre la oportunidad para uno poder reflexionar en distintos principios que son muy básico para nuestra fe pero que a la misma vez tiene mucho significado y son de mucha profundidad.

Yo estoy seguro que cada vez que comienza un discipulado nuevo todos los maestros que ya han dado esta clase una y otra vez y no estoy hablando solamente de los discipulados del uno al cuatro. Aquí incluyo a crown, también incluyo a cualquier clase que se de aquí a nivel de la iglesia. Todos los maestros que dan estas clases de alguna forma u otra, porque sabemos que estamos trabajando con la palabra de Dios, sabemos que esas palabras infunden una vida nueva sobre nuestras vidas cada vez que nos exponemos a enseñar las mismas. Y así como Dios hace esa obra en las personas que enseñan, esa es mi forma de yo poder entender que Dios nos prepara a nosotros para poder ministrarle en la misma forma a los estudiantes que están en cada clase.

Por eso es que yo creo que a través del discipulado nuestras vidas son transformadas porque nos exponemos a lo que está en la palabra de Dios y a través de eso Dios nos habla, Dios nos forma, Dios nos reta y nos enseña la forma en la cual él quiere que nosotros vivamos.

Yo personalmente, que doy la clase de nivel 4, siempre la clase del nivel 4 tiene que ver acerca del liderazgo, nuestro servicio y como logramos adquirir esto a través del fruto y los dones del espíritu, y hacemos un estudio de todos estos temas, para prepararnos para mejor servir, no tan solamente en la iglesia sino también fuera de la iglesia.

Y una de las clases con las cuales yo siempre comienzo tiene que ver con el tema del amor. Y yo sé que tal vez para algunos el tema del amor suene como una historia vieja que ya se la saben, usted mismo la puede contar en su propia forma, pero en esta clase yo abarco el tema desde otra perspectiva, porque no estoy hablando tan solamente del amor de una pareja o de una amistad, sino que estamos hablando de ese amor ágape, ese amor que proviene directamente de Dios, ese amor que es sacrificial, ese amor que se deja a sí mismo por servir a otro.

Y nosotros abarcamos este tema. Yo hago distintas preguntas y hay veces que yo hasta me asusto porque yo hago preguntas que no son tan convencionales, donde yo fuerzo a la gente a pensar en formas que no habían pensado antes. Y hay veces que yo veo sus ojos cuando se abren que es como que, pastor Omar, ¿qué usted está diciendo? Pero no. no es que me alejo tanto de la Biblia, sino que yo me mantengo muy céntrico en la Biblia. Pero examinamos distintas cosas que están en esa dimensión de lo que es el amor de Dios.

Y yo quisiera hoy poder compartir con ustedes algunos pensamientos y algunas ideas y yo quiero que piensen en lo siguiente. Yo quiero que usted visualice el amor como la fuerza de nuestra motivación. A nosotros día tras día hay distintas cosas que nos motivan, usted si es jefe de familia, una de las cosas que lo motivan a usted poderse levantar todas las mañanas, sea la hora que usted se levante, y prepararse para ir a trabajar, como quien dice, y ganarse las habichuelas para esa semana, una de las cosas que más lo motiva a usted, a poder hacer eso, es su familia porque usted tiene que proveerle a su familia. Y usted se sacrifica por ellos, usted no quiere que su familia pase necesidad así que usted hace… eso es algo que lo motiva a usted para todos los días nieve, llueve, truene o ventee o haga sol o haga frío, o haga calor, usted se levanta y usted adquiere lo que tiene que adquirir para la provisión de su familia. ¿Verdad?

Una pareja encuentra su motivación en su cónyuge. Dios le ha permitido tener la esposa o el esposo que usted tiene y día tras día lo que le motiva a usted a poder expresar su amor a su pareja es el mero hecho de que esa persona está ahí. Y Dios quiere que usted nutra esa relación.

La personas que están a su alrededor en su ámbito de trabajo de alguna forma u otra si usted se considera a sí mismo como un creyente, como un hijo de Dios, Dios le está llamando a usted a que usted pueda reflejar ese amor de Dios en esos lugares donde usted está también, no importando el tiempo, no importando las circunstancias, somos hijos de Dios dondequiera que vayamos.

Pero yo me atrevo a decir que detrás de todo esto la motivación mayor que existe es el amor y es no cualquier amor, sino más bien el amor de Dios actuando en medio de nosotros.

La Biblia nos enseña en Primera de Juan, Capítulo 4, verso 8 y verso 16 dice dos veces, dice lo siguiente, y lo que dice:

“…Dios es amor…”

¿Verdad? Cuantos de ustedes se recuerdan cuando eran niños que le enseñaron esa canción que decía:

Dios es amor, Dios es amor…

Guau, los llevé ahí… años luz, los llevé. Aprendimos eso de que Dios es amor. Y en Romanos 5, Pablo también menciona que a nosotros que hemos sido justificados por la fe, en otras palabras, los que hemos aceptado al Señor Jesús a través de la fe, el verso 5 de ese Capítulo 5 dice, que el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones.

Entonces, yo me pongo a pensar, ese amor de Dios que fue derramado en nosotros, cuál fue la mejor forma en que ese amor se manifestó? Obviamente a través de la persona de Jesús. Qué es lo que dice Juan 3:16? Ese es el verso más grande de la Biblia, recuerden eso, porque de tal manera, la manera más grande, amó, el amor más grande, Dios, el ser más grande, al mundo, la creación más grande, que ha dado a su único Hijo, su posesión más grande, Jesús, para que todo aquél que en él cree no se pierda más tenga vida eterna.

Ahí fue como se manifestó el amor de Dios, en la persona de Jesús. Nosotros cuando aceptamos al Señor en nuestros corazones, cuando lo hacemos parte de nuestras vidas, que no decimos que Jesús es solamente una persona guindando en un crucifijo en la pared de la sala de nuestra casa, sino que decimos que Jesús es parte de nuestras vidas, ese amor se ha activado ya en medio de nosotros, de acuerdo a esa palabra de Romanos 5:5. El amor de Dios ha sido puesto, inyectado, plasmado en medio de nosotros a través de la persona de Jesús.

Ahora, si ese amor está en nosotros, cómo lo podemos comprobar? Mi mejor respuesta para esa pregunta es, cuando nosotros podemos responder con amor a Dios y al prójimo. Esa es la mejor forma que podemos comprobar que el amor de Dios está en nosotros.

Su amor a Dios, cómo usted lo manifiesta? Yo sé que usted me va a decir, ah, pues, cuando me arrodillo al lado de la cama y estoy orando con Dios, hablando con él, cuando leo la Biblia, cuando me voy al campo y oigo los pajaritos cantar y así es mi forma de manifestarle mi amor a Dios. ¿Verdad?

Eso es parte de ello, no le voy a decir que no lo haga, eso es parte. Pero hay algo más que usted puede hacer, y es el mero hecho de que ese amor también se comprueba a través de nuestro servicio, de lo que nosotros podemos hacer a otras personas. En Mateo Capítulo 22, a Jesús le hacen una pregunta y la pregunta fue, Jesús, cuál es el mandamiento más importante? Recuerden que allá en el tiempo de los judíos había 600 y pico de mandamientos bajo los cuales esas personas vivían.

Pero de todos esos 600 y pico de mandamientos, Jesús se enfocó en uno que era doble y él le respondió, fácil, amarás a tu Dios con toda mente, con todas tus fuerzas, con todo tu corazón. Y qué fue lo que dijo después? Y a tu prójimo lo vas a amar como amas tu abuela, cómo es? Como amas a la suegra. Lo vas a amar como a ti mismo.

Oiga, yo me hago esta pregunta. Hágase usted esta pregunta. Cómo usted se ama? Cuánto amor usted se manifiesta a sí mismo? Usted es demasiado duro consigo mismo, como que la fregó en algo y está ahí dándose con palos por la cabeza, hasta que le salen dos o tres chichones. O usted es un poquito más suave, más tolerante consigo mismo?

Cómo usted come? Usted se la pasa comiendo pizza todos los días en Mc Donalds o cosas así? O de vez en cuando se prepara una buena ensalada con su lechuga, sus tomates, su brócoli y cosas así? Se la pasa bebiendo refrescos todos los días? yo conozco algunos por ahí que la Coca Cola es el agua que beben. Cómo usted se ama a usted mismo?

Usted está trabajando 50, 60, 70 horas a la semana? O usted trabaja las horas suficientes para poder subsistir y a la misma vez tener su propio tiempo de descanso, de down time, de chilling, de ir a jugar con los chicos, de salir a pasear con algunos amigos? Cómo usted se cuida? Cómo usted se ama?

Porque si yo estoy escuchando bien lo que está diciendo Jesús, así como yo me cuide y como yo me ame, así yo voy a amar a las personas que están a mi alrededor. si yo me preocupo por lo que es mi vida, lo que es el entorno de mi vida entonces yo creo que se me va a hacer un poco más factible poder amar de esa misma forma a otras personas a mi alrededor. Pero si yo vivo la vida al garete, perdonen la expresión, la vida loca, si vivo la vida loca entonces qué tipo de trato yo voy a tener con la gente a mi alrededor. y esto es una pregunta muy interesante porque en una de mis clases después que dije esto, yo me dije, pero miren, ¿Saben qué? Nosotros somos expertos en poner máscaras porque podemos falsear un tipo de amor que no tenemos también, solamente por ganar el aprecio de personas a nuestro alrededor.

Pero hay algo muy interesante, mis hermanos, y es que a Dios no lo podemos engañar. Y si nosotros lo que verdaderamente queremos transmitir es el amor de Dios, si nosotros no estamos en buena sintonía con ese amor, lo que vamos a estar transmitiendo es otra onda que no es la de Dios. y ahí tenemos que tener mucho cuidado.

Pero si yo entiendo que eso es un mandato que el Señor nos ha dado a nosotros, que hemos confesado al Señor Jesús, entonces yo puedo pensar, mis hermanos, y yo creo que es justo pensar esto, es un mandato, es una orden y nosotros tenemos cada día la decisión de actuar de acuerdo a ese mandato o no. bien interesante, mientras me preparaba me crucé con este pasaje en el libro de Gálatas, no sé si pueden buscar conmigo este pasaje, Gálatas Capítulo 5, los versos del 13 al 15. Tiene que ver acerca de cómo nosotros usamos nuestra libertad. La voy a leer en la versión Dios habla hoy, pero ustedes me pueden seguir ahí en la pantalla. Dice:

“…ustedes hermanos han sido llamados a la libertad, Dios quiere, miren esto, lo primero que nada es que Dios quiere que nosotros seamos entidades libres, que ninguno de nosotros estemos oprimidos por nada ni por nadie, que no seamos esclavos de nada y de nadie, Dios quiere que seamos libres. Pero esa libertad no se puede usar para darle rienda suelta a sus instintos, más bien sírvanse los unos a los otros por amor, porque la ley, obviamente lo que estábamos hablando los 600 y pico de mandamientos por los cuales vivía el pueblo judío, la ley se resume en este solo mandato, ama a tu prójimo como a ti mismo.

Si yo practico el amor con la gente a mi alrededor, no voy a tener que preocupar por las otras leyes, porque todas las demás leyes se encierran en eso. Cuando dice una de las leyes, no codicies lo que tu vecino tiene, no codicies el carro, la casa, el perro, la esposa o el esposo de tu vecino, no lo codicies, si tu operas en amor, si tu operas en el amor de Dios tu no te tienes que preocupar por codiciar esto porque en el amor de Dios tu entiendes que no puedes hacer eso.

So, por honrar a Dios y honrar a tu prójimo tu no te vas a ir en esa dirección. Si una de las leyes dice no matarás, y si yo vivo en el amor de Dios pues yo me voy a abstener de todo lo que me pueda llevar a eliminarle la vida a alguien. Si la ley de Dios me dice que no voy a tener ningún otro ídolo sino más que Dios, Dios va a ser mi único Dios. si yo estoy en el amor de Dios yo no voy a hacer que nada se convierta en un ídolo para mí.

Ay, estas flores me van a traer buena suerte hoy, mira que anaranjada, ah, este es mi ídolo, este es mi Dios ahora, florecita, florecita, que hay para mí mañana? No, si yo sé que Dios es el creador de esa flor, es bella y preciosa pero más bello y precioso que tu es Dios. así que hablamos después.

Si yo estoy en el amor de Dios yo tengo que proceder así. Ahora, mis hermanos, yo me tiro a un poco más allá, cómo yo puedo servir a la gente a mi alrededor? cómo yo puedo mostrar ese amor de Dios? cómo yo puedo dejarle saber a Dios que lo amo y que yo amo también a mi prójimo a mi alrededor?

Jesús habló acerca de una parábola en Mateo, Capítulo 25, los versos del 37 al 40, él habló de una parábola donde hay un rey y este rey estaba llegando el momento donde ya iba a dejar entrar a todas las personas que iban a ser parte de su reino. Y a uno lo identificó como ovejitas y los puso a su mano derecha y a los cabritos los puso a su mano izquierda. Y entonces comenzó a decir, ah, porque ustedes me vieron que tenía hambre y me dieron de comer, tenía sed y me dieron de beber, estaba desnudo y me vistieron, estaba enfermo y me visitaron, estaba en la cárcel y fueron a verme. Él dijo todas esas cosas a ustedes que lo hicieron, bienvenidos, ustedes van a ser parte de mi reino, ustedes son las ovejitas. Y las ovejitas de repente le dijeron al rey, pero rey, cuándo te vimos con hambre? Cuándo te vimos desnudo? Cuándo te vimos que estabas en la cárcel? Cuándo te vimos que tu estabas en una de esas situaciones? Y el rey dijo, por cuánto se lo hicieron a uno de estos más pequeños, a mí me lo hicieron.

Y obviamente conocemos el otro lado de la historia que estaban esas personas, que no pudieron entender, que no hicieron lo que el rey había mencionado y ellos se convirtieron en los cabritos que lamentablemente no pudieron entrar a gozar del Reino de Dios.

So, en esa historia se demuestra cuán importante está en el corazón de Dios el saber que lo que le preocupa, lo que Dios quiere, lo que Dios anhela, es que su creación esté bien, que su creación esté bien atendida. Muchas personas oran, es más yo les pregunto, cuándo ustedes han orado en algún momento, ah, Señor, entramos en este séptimo cielo, Señor, déjame conocer tu corazón. Y nos enamoramos allá arriba. Yo quiero conocer tu corazón.

Cuántos han orado así? Oh, yo soy el único. Okay. Yo les pregunto cuántos quieren conocer el corazón de Dios? un poquito nada más. Cuántos quieren conocer la mente de Dios? pues miren, sabe lo que hay ahí en esos lugares de Dios? nosotros. Eso es lo que hay en el corazón de Dios. Usted y yo. Gente como usted y yo. Gente que no está aquí es lo que hay en el corazón de Dios.

Y eso es lo que Dios quiere revelarnos a nosotros. Miren otro ejemplo de Jesús cómo él mostró ese amor, en Juan Capítulo 13, Jesús está reunido con sus discípulos y de repente acomoda a los muchachos, los sienta y él se para en medio de ellos con una vasija de ella, se quita su túnica de maestro y se amarra una toalla a su cintura y comienza a lavarle los pies a sus discípulos. Para que entiendan, los únicos que hacían eso eran como quien dice, los siervos de un hogar, era una posición que ocupaban solamente los que eran considerados más bajos en aquella época. Eran personas a las cuales nadie les podía hablar y ellos no les podían hablar a nadie. Eran solamente personas que estaban ahí para hacer un servicio cotidiano y en algunos casos un poquito sucios, pero ellas eran las personas que estaban destinadas a hacer eso.

Y Jesús se despojó de su autoridad como Maestro y como Señor y tomó ese lugar más bajo. Y le lavó los pies a sus discípulos, y qué fue lo que les dijo a sus discípulos? Así como yo les he hecho a ustedes, ustedes también tienen que hacerlo a otro. El servicio. El mismo Jesús nos dio ese ejemplo de servicio.

Tu quieres mostrar que tu amas a Dios? tu quieres mostrar que tu amas a tu prójimo? Sirve. Tan fácil como eso. Pero a la misma vez yo sé que no es muy fácil. Por qué no es fácil, mis hermanos? Y yo me voy a salir un poquito ahora de las notas que tengo aquí.

Yo sé que muchas veces personas han sido heridas porque supuestamente estaban participando de un amor que era genuino. A muchas personas se le ha dicho, yo te amo, tu puedes contar conmigo, puedes confiar en mí, pero ese amor en algún momento fue traicionado. Ese amor fue decepcionado. Esa idea de una vida perfecta que uno tenía de repente por un evento, distintos eventos que sucedieron, esa imagen de lo que era ese amor perfecto fue tergiversada y se esfumó ese escenario, ese sueño se desapareció.

Y cuando yo hablo de este tema, yo sé que a mucha gente se le hace bien difícil poder entender o incorporar en su manera de pensar el poder amar de esa forma, de una forma tan desmedida, de una forma tan sacrificial. La vida nos enseña a nosotros que tu tienes que buscar tu propio bien, cueste lo que cueste. La sociedad nos enseña eso, día tras día, noche tras noche. Busca lo que tu quieres, si le tienes que pisar los pies a alguien por tu alcanzar lo que tu quieres, hazlo. Es tu vida, nadie la va a vivir por ti.

Te dicen todos estos mensajes y uno como que los va absorbiendo, los va absorbiendo y tarde o temprano te das cuenta que tu estás como una ladilla chupándole la vida a otros para tu sacar tu propio provecho. U otros te están chupando la vida a ti para sacarte provecho a ti que ellos puedan ser beneficiados. Y esto se puede ver en distintas formas, esto se ve en el contexto de un matrimonio que si su base no es el amor de Dios, esa dinámica se puede dar.

En ustedes, muchachos jóvenes que están aquí, yo les digo, sus amistades muchas veces se pueden aprovechar de su nobleza y sacarles una energía que Dios ha puesto en ustedes también si no estamos bien claros en qué es lo que Dios pide de nosotros. A nosotros en el ámbito de profesión, donde nosotros trabajamos, mire, si usted no está bien pendiente colegas a su alrededor, se pueden escabullir de alguna forma u otra y tratar de adelantársele a usted hacer que usted no se vea muy bien delante de su jefe con tal que ellos puedan adquirir lo que supuestamente es suyo, o lo que debe ser suyo.

Es bien difícil muchas veces para algunos poder entender y vivir a la luz de ese amor que Dios nos llama a nosotros a vivir. Y aunque es difícil, mis hermanos, no es imposible. Saben por qué? Yo les hago mucho esta pregunta a mi clase de nivel 4. Yo les pregunto cuál es el propósito final que busca alcanzar el amor? Cuál es ese propósito ulterior, ese objetivo final que busca alcanzar el amor? Si hemos dicho que Dios es amor, estamos hablando que el amor no es tan solamente un sentimiento, una cosquillita que sentimos por dentro, sino que es una persona.

Así que cuando yo estoy preguntando cuál es el ese propósito final que busca alcanzar Dios, el amor? Si usted lo ve como un ciclo, lo que Dios quiere hacer es restaurar y reconciliar a todo lo creado de vuelta una vez más con él. Estarían de acuerdo conmigo en esa teoría? ¿sí o no? Dios lo que quiere restaurar todo una vez más con él, todo lo creado, vegetal, animal, material y aún humano, Dios lo quiere restaurar todo de vuelta con él.

Eso fue lo que él hizo a través de Jesús. Miren este pasaje en Segunda de corintios, Capítulo 5, por favor, esto es un pasaje que muchos de nosotros conocemos. Dice lo siguiente, en el verso 17, muchos de nosotros lo conocemos, dice:

“…De modo que si alguno está en Cristo es una nueva criatura, las cosas viejas pasaron y he aquí todas las cosas son hecha nuevas. Usted y yo tenemos una naturaleza nueva, hemos crecido, hemos sido como quien dice, sembrados en una naturaleza nueva y hemos comenzado todo un proceso de transformación en nuestras vidas porque Dios lo hace posible.

Qué es lo que está diciendo? El verso 18.

“…Todo eso, toda esta obra de nosotros pasar de una vida vieja a una vida nueva, todo esto proviene de Dios quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo y nos dio el ministerio de la reconciliación…”

Usted y yo tenemos el ministerio de la reconciliación. Si usted en algún momento se estaba preguntando, ah, pero yo no sé cuál es el llamado de Dios para mi vida? Pues, aquí tiene una idea. Una de las formas en que Dios quiere usarle es para reconciliar las vidas de otras personas a su alrededor. si usted se conforma con eso por el resto de su vida, amén. No tiene que ser pastor, pastora, consejero y erudito o lo que sea, usted con ser usted mismo y pedirle a Dios que lo use como un agente de reconciliación, ya está cumpliendo con gran parte del propósito de Dios en medio de su vida. Dios no quiere que usted sea un come banco aquí en la iglesia. Dios no quiere que usted caliente ese asiento. El asiento no le da ni frío ni calor. So, no se preocupe por calentar un asiento. Dios quiere que usted sea un agente de reconciliación.

Pero para usted poderse convertir en un agente de reconciliación usted tiene que haber reconciliado su vida primero con Dios. Usted tiene que haber reconciliado su vida con Dios. yo tengo que haber reconciliado mi vida con Dios.

Por qué digo esto? Yo no puedo dar lo que yo no tengo. Si yo no he experimentado esa reconciliación en mi vida, cómo voy a poder dirigir a otros a que experimente esa misma reconciliación con Dios? por lo tanto, una parte muy importante de este mensaje va a cada uno de nosotros, cómo yo, cómo usted está en ese proceso de reconciliación con Dios. Dondequiera que usted se encuentre en su vida, dónde está Dios en su vida? Como dije ahorita, está trepado en una cruz en la pared de su casa? Está colgando de su cuello en una cadena? Está en un tatuaje aquí? dónde está Dios en su vida?

Si usted reconoce que Dios está operando en su interior, usted va por buen camino. Dios ha mostrado un amor en usted. Dios ha mostrado un favor, una misericordia sobre su vida y mi vida que nosotros ni la merecíamos. Pero a Dios le plació hacerlo, aun cuando nosotros estábamos en nuestros pecados, el Señor como quiera dijo, no, yo voy a mandarte a ti Jesús por cada una de estas personas.

Imagínese usted si Dios hubiese dicho, yo? Yo no conozco a María? Por qué voy a mandar a mi Hijo por María? Yo no la conozco. Yo no conozco a Juan, por qué voy a mandar a mi Hijo por Juan? Ay, si Dios hubiese dicho eso. Yo me digo, gracias Señor que tu no pensaste así. Pero él lo mandó por cada uno de nosotros hace mucho tiempo atrás, todavía ese sacrificio sigue teniendo valor hoy día.

Ese amor que Dios mostró sigue teniendo acción y valor hoy día en cada uno de nosotros, en cada uno de ustedes, en cada uno de sus corazones. Dios quiere usarle. Ahora, lo que mencioné ahorita es bien importante, mis hermanos, yo no puedo aparentar un amor que yo no tengo. Yo no puedo aparentar que tengo este amor de Dios en mi vida si verdaderamente no lo he experimentado.

Primera de Corintios 13, cuántos de ustedes lo han leído? Es más, cuántos de ustedes lo han usado como el texto tema de su boda, si se recuerda, por así decirlo, en las bodas esto se lee mucho, el amor todo lo sufre, todo lo soporta. Gracias a Dios que es el amor de Dios, ¿verdad?

Mire a su esposa, su esposo al lado suyo, mírale a los ojos y dile, yo te amo con el amor del Señor, porque el amor del Señor está en mí te puedo amar. Se lo puedes decir así. Primera de Corintios 13, Pablo dice, mira si yo hablase la lengua de los hombres y lenguas de ángeles, pero no tengo amor, no soy nada más que un metal que resuena, un platillo que hace ruido y nada más. Y si tengo el don de profecía y entiendo todos los designios secretos de Dios y sé todas las cosas y si tengo la fe suficiente para decirle a este techo que se levante y se vaya al techo del otro edificio, pero no tengo amor, todo eso fue buchipluma nomás.

Y si yo reparto entre los pobres todo lo que yo poseo y aún si entrego mi propio cuerpo para decir, ay, sí, yo fui un mártir y entregué mi cuerpo por toda esta gente, pero no tengo amor, de nada sirve. Cada una de mis acciones, mis hermanos, cada uno de los gestos, su servicio, su ministerio, el contexto de vida en el cual usted esté, porque yo les digo, mis hermanos, esto que estamos hablando no es tan solamente para aquí, el contexto de la iglesia. No es para que usted entre por ahí y sale del carro y se pone la máscara de cristiano y entra aquí y ah, Dios te bendiga, y cómo está? Oh, el Señor te dice, y hacemos toda este vocabulario religioso de domingo y todo el mundo dice, guau, este hombre, esta mujer está encendido. Este hombre tiene el amor de Dios a fuerza viva, se le sale por los poros el amor de Dios. y cuando sale por esa puerta, que se monta el carro, mask off, y vuelve el viejo yo otra vez.

Tenemos que ser genuinos en esto, mis hermanos. Tenemos que reconocer que cuando hablamos de esta dinámica del amor de Dios es algo que lo tenemos que vivir día tras día. So, esto que estoy diciendo no es para la dinámica de nosotros como iglesia, es para usted en su casa, con su esposo, con su esposa, con sus hijos, con sus hijas, con sus vecinos, en su vecindario, en su área de trabajo, cuando usted va la marqueta o el colmado, como usted le diga, ahí usted puede reflejar el amor de Dios. No se tiene que preocupar por ponerse una máscara, es solamente una cuestión de un estilo de vida que usted tiene que adoptar. Todos nosotros tenemos que crecer, por eso es que yo digo que esto no es una historia de antaño, esto es una historia que es vital, que tiene validez, todavía al día de hoy, porque todos nosotros de alguna forma u otra necesitamos continuar creciendo en ese amor que solamente Dios nos puede dar y que a través del amor de Dios podemos entonces nosotros llevar a cabo nuestras vidas en todos sus aspectos, en todos sus entornos.

Si usted quiere que su esposo se levante por la mañana y le prepare desayuno, usted va a tener que reflejar el amor a su esposo. No estoy diciendo que le haga el amor, estoy diciendo que refleje amor a su esposo, okay? Déjeme aclarar. Eso es una parte, pero no estoy diciendo eso, estoy diciendo, reflejar amor a su esposo. Cómo usted refleja el amor a su esposo? Sirviendo. Y eso también se lo digo a los esposos. Si usted quiere que su esposa lo trate con un mayor aprecio, con un mayor respeto, usted va a tener que amar a su esposa también. no es tan solamente en la cama, es en la acción diaria de todos los quehaceres en la vida, cada oportunidad que uno tiene desde que uno se levanta hasta que uno se acuesta, si yo tengo una actitud de reflejar amor a mi esposa, una actitud de poder comprender quién ella es, cuáles son sus necesidades y cómo yo me puedo sacrificar a mí mismo para que ella pueda crecer, usted va a estar seguro que usted va a recibir un amor recíproco también ahí.

Lo mismo se puede aplicar a cualquier otro contexto de su vida, con sus hijos, con su colega de trabajo, con su mamá, con su papá, con el vecino de al lado, el vecino de arriba, el vecino de abajo, si vive en un three family home. Sea donde sea, es la misma receta se aplica.

Es verdad que la respuesta puede ser distinta dependiendo al contexto en el cual estemos hablando, pero no significa que uno vaya a dejar de actuar en esa forma. Sea donde sea que estemos, si queremos reflejar nuestro amor a Dios, porque ese es el inicio de todas las cosas, si yo quiero decirle a Dios que yo lo amo de verdad, pues, yo tengo que entonces poder vivir en esta forma en todos los otros aspectos alrededor de mi vida, de yo poder mostrar un amor genuino a la gente a mi alrededor, aunque se la pasen pisándome los cayos, pero que usted pueda seguir reflejando el amor de Dios.

Yo les digo algo, mis hermanos, yo creo que gran parte del propósito de Dios para esta iglesia, es de esta iglesia que pueda ser como un agente de reconciliación en las vidas de todos los que participan de lo que es León de Judá, desde niños, desde el más chiquito, el bebecito de Sara Cuna, hasta el más adulto aquí en la iglesia. Dios quiere que esta iglesia pueda funcionar con un agente de reconciliación.

Por alguna razón Dios nos puso en este sector de la Ciudad de Boston, porque son muchas las personas que necesitan reconciliarse con Dios y con otros significantes a su alrededor también. mucha gente necesita reconciliarse y puede ser que ahora mismo estas palabras que yo estoy diciendo, alguno le esté pasando ahí por encima, pero yo pido que usted agarre esa palabra y se la traiga al corazón, porque usted, yo, necesitamos esa dinámica de reconciliación.

Mire, la reconciliación, si yo quiero reconciliar dos puntos que están peleados, que están aparte, qué es lo que hace la reconciliación? Hace fuerza para qué? Para unir esas dos partes otra vez, ¿verdad? y si algo se resiste, uno vuelve y trae, y hace fuerza para traer eso. Esa es la idea de reconciliar, de volver a conectar dos partes que estaban apartadas, sea cual sea la razón que se apartaron. Si yo me pongo ahí bien profundo, yo sé que hay aspectos de la ciencia que dice obviamente, positivo y negativo se atraen, pero si usted coge dos polos uno es positivo y qué es lo que hacen? Como es el imán, si usted lo coge así que tiene sus dos polos opuestos, qué es lo que va a pasar? Se van a resistir. Eso es otro sermón, pero yo sé que eso pasa a veces. Que la resistencia fuerte y uno no puede cambiar lo que ya está designado a resistirse. Pero hay otras cosas que sí, que los propósitos de Dios, esas dos fuerzas pueden unirse una vez más y cumplir un propósito grande de lo que Dios tiene intencionado en medio de sus vidas.

Usted y yo jugamos ese rol. Usted y yo jugamos ese papel. Yo hice esta ilustración, y con esto voy terminando. Yo hago esta ilustración, hace unas dos semanas en una de las clases de discipulado me crucé con una hermana que me hizo una pregunta que tenía que ver con toda la violencia que está consumiendo a nuestras jóvenes y a medida de esa conversación yo no me quise apresurar a responder, sino que me quedé pensando y meditando y en lo que yo pensaba otra hermana que estaba ahí, dice, lo más doloroso de todo esto es que nuestros propios hijos se están matando unos a otros.

Y cuando yo escuché eso yo me quedé, como que guau, espérate, aquí hay algo revelador. Yo le tengo que prestar atención a esto. Y mientras seguía escuchando la conversación yo me doy cuenta que es que muchos de estos muchachos que están en gangas, que se pelean por terreno, por territorio, por quién domina más que quien, eran muchachos que cuando tenían 5, 6, 7 años eran familia, familia de sangre de verdad, que eran relacionados por un abuelo, por un tatarabuelo, o algo y se conocían y eran miembros de una familia, y eran los chicos que crecieron juntos, corriendo bicicleta, tirándose bolas de nieve, y llegaron a una etapa en sus vidas donde de repente, hay una rivalidad increíble y se pelean y se matan los unos a otros.

Cuando yo estaba escuchando esta conversación yo me dije, guau, qué reto tan grande tiene la iglesia, porque yo rápido me puse a pensar esas familias están aquí representadas, esos sectores de donde nosotros venimos están aquí representados, Mozart park, vía Victoria, [inaudible] corner en Dorchester, todos esos lugares están aquí representados. Y yo me puse a pensar, imagínese usted que nosotros hagamos algo para tratar de unir a todos estos muchachos de todos estos sectores, vamos a tener que traer a Swat, la fuerza de choque, la policía de Boston para poder mantener el orden aquí, porque se van a tirar a palos unos a otros.

Pero entienden lo que estoy diciendo? La dificultad… ninguna institución, miren esto, mis hermanos, ninguna institución de este mundo va a poder lograr hacer eso porque no tiene el elemento que tiene la iglesia, y el elemento crucial que tiene la iglesia es el poder de Dios obrando en medio de nosotros. Solamente la iglesia puede lograr hacer esto.

Y ¿Saben qué? Esto es tan solamente un ejemplo, un ejemplo de rivalidades entre gangas que nuestros jóvenes están siendo afectados, pero detrás de todo esto hay familias enteras y cómo Dios puede usar la iglesia para que todas estas familias puedan ser reconciliadas? Que todos estos vecindarios puedan ser reconciliados, que un vecindario no le esté tirando piedras al otro, sino que pueda tirarle flores, mejor dicho, porque el amor de Dios está en acción en medio de cada uno de ellos.

Y sí la iglesia tiene que ir y meterse en esos vecindarios pero la mejor forma de que esto suceda es cuando usted, representando la iglesia, hace lo que tiene que hacer en medio de esos vecindarios, que en vez de decir, ah, mira aquel, le pegó una piedra a la ventana de aquel otro y me escondo, yo no sé nada, yo no sé nada, yo llegué ahora mismo, si algo pasó, yo no estaba aquí.

Pero que en vez de hacer eso y podemos actuar en amor y demandar justicia cuando hay que demandarla, mire, yo estoy seguro que Dios puede usar cada una de esas intervenciones para el beneficio de nuestras comunidades y para que el propósito que Dios tiene con la iglesia se pueda seguir llevando a cabo. Dios quiere usarnos como un agente de reconciliación. Dios quiere hacer una obra redentora en usted, en su familia, en su vida y a través de usted en la vida de otros.

Pero para que eso se de, mis hermanos, tenemos que conocer verdaderamente ese amor de Dios. Nunca se canse, yo cierro con estas palabras, nunca se canse de crecer en el amor de Dios. Nunca se canse de crecer en un amor que puede llenar su vida como ningún otro lo puede llenar. Mientras más usted se adentre en conocer el amor de Dios, más su vida va a ser transformada y alineada a los propósitos y las intenciones de Dios.

Vamos a ponernos de pie, mis hermanos, yo invito a los ujieres que pasen, yo sé que tenemos la cena también, y vamos a hacer esto rápido pero con mucho respeto también, mis hermanos. Yo sé que me he pasado, pero les pido que me den diez minutos más y cerramos aquí.

Pueden pasar los ujieres, vamos a prepararnos para la cena también. yo les digo esto, mis hermanos, el amor de Dios es incomparable. El amor de Dios no conoce fronteras. El amor de Dios no conoce límites. El amor de Dios aunque nosotros nos resistamos a, el amor de Dios siempre sigue fluyendo en favor de cada uno de nosotros. Pero nosotros tenemos que ser intencionales en conocer, en adentrarnos en ese amor. Yo no lo puedo hacer por usted, usted lo tiene que experimentar, usted lo tiene que probar. Conocer ese tipo de amor no sucede así en un abrir y cerrar de ojos, conocer ese amor es un proceso de una larga vida. No se desespere si no logra conocerlo todo en un momentito, sino que piense que esto es algo que va a largo plazo, de cómo Dios puede infundir el amor de él en medio de su corazón y que a través de usted ese amor se pueda dejar sentir en las personas más cercanas al núcleo de su vida y también a otros más allá.

No te preocupes por alcanzar a todo el mundo. Preocúpate por alcanzar las personas que Dios pone a tu alrededor. Dios se va a encargar de identificar a otras persona que alcance a aquellos a los cuales tu no puedes alcanzar. Pero al menos a los que Dios pone cerca de ti, preocúpate por alcanzar a esos, por dejar conocer el amor de Dios a esas personas.

Señor Jesús, en estos momentos yo te suplico que a medida que nos preparamos para participar de la cena, de este pan, de esta copa, yo te pido que estas palabras, Señor, puedan seguir haciendo eco en nuestro corazón, Señor, en nuestra mente y que nos ayuden a profundizar aún más en los misterios de tu corazón hacia nosotros que somos tu creación.

Señor, yo te pido que este momento que vamos a compartir ahora nos ayude a reforzar y afirmarnos en ese amor que tu demostraste por nosotros a través de tu Hijo Jesús. Cubre este momento, Señor, que tu traigas convicción a cada uno de nuestros corazones, Señor, de cómo tu amor está en acción en medio de nuestras vidas, de cómo tu amor se ha manifestado en nosotros, y cómo se puede seguir manifestando a través de nosotros a la vida de otros a nuestro alrededor.

Gracias te damos, Señor, por tu hijo Jesús. Amén y amén. Pueden sentarse, mis hermanos, un momentito.

Reclamar la bendición de Dios - aunque duele

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Génesis capítulo 32 comenzando en el verso 22, dice: "Y se levantó aquélla noche, esto es Jacob, tomó a sus dos mujeres, sus dos siervas, sus once hijos, y pasó el bado de Jacob. Los tomó pues he hizo pasar el arroyo a ellos y a todo lo que tenían, y así se quedó Jacob sólo, y luchó con él un varón hasta que rayara el alba". Así es como dice el texto bíblico, "y luchó con él un varón hasta que amaneció".

Yo quiero enseñarles a ustedes una foto, si tienen ahí la foto, esta es una obra de arte de un artista llamado David Costelo, no sé cuántos han escuchado hablar de él, pero él era un artista secular, y cuando él se convirtió, él empezó a tornar todo su arte, a ilustrar imágenes bíblicas, cosa que Dios ponía en su corazón. Y no sé si esta imagen la pueden apreciar bien, pero en esta imagen, esta se llama la bendición de Jacob. Y si ustedes ven es un varón brillante que tiene a Jacob como quien dice, pillado en el piso y está con su mano en el área de la cadera, como dice el texto que le tocó el área donde se conecta el muslo y se lo dislocó, tiene su mano ahí, pero si ustedes se dan cuenta Jacob todavía está agarrado del brazo de él. Mucha gente me ha preguntado qué es lo que tiene Jacob en la otra mano, yo no sé. pongan una lupa ahí, verán, pero yo no sé qué es lo que tiene en la otra mano.

Pero sí lo que me fijé es que Jacob está agarrando este ángel aún cuando está tirado en el piso. Yo quería hacer una demostración hoy, pero no sé si la voy a hacer porque veo que la persona que quería usar de ejemplo está herido so, yo tendría ventaja sobre él. Yo quería tomar a Medrad hoy y luchar con él, yo quería forcejear con él, pero como él tiene una mano mala yo sé que lo puedo lastimar aún más y no quiero hacer eso Medrad. Pero la razón por la cuál yo quería hacer eso es porque Medrad obviamente es un hombre más alto que yo, y yo quería demostrar qué es pelear, forcejear con una persona que es mucho más fuerte que tú, yo me imagino que aquéllos de nosotros que en nuestros tiempos de escuela eramos menos santitos de lo que somos ahora, y que peleábamos mucho, pues algunos de nosotros recordaremos lo que significa pelear, pero miren lo que yo me puse a pensar hermanos.

Qué pasa cuando Dios pelea con nosotros, qué pasa cuando Dios pelea con nosotros, y yo sé que esa pregunta sonará un poco rara porque, Dios pelear con nosotros, como va a hacer si Dios es amor, si Dios nos ama, nos quiere y anhela lo mejor para nosotros, pero se ha puesto a pensar si en algún momento Dios pelea con nosotros, que Dios lucha con nosotros?. Si estoy diciendo una aberración para usted, una herejía no se asuste, voy a poner esto en contexto. Vamos a pensar en Jacob un momento, todos sabemos que Jacob fué como quien dice el que después de este evento Dios cambió su nombre a qué?, a Israel, si no ha llegado a ese punto en su clase de nivel 1 no se preocupe que ya va a llegar, pero los que ya han tomado nivel 1 ya se supone que sepan esto, Jacob fué llamado Israel, y sobre su nombre, de la tribu de él fué que salió el pueblo de Israel que se conoce ahora. So a través de él fué que Dios continuó esa promesa que le hizo a Abraham.

Ahora, esas son cosas bonitas, bellas que nosotros sabemos de Jacob, pero Jacob no fué ningún santito, mis hermanos y hermanas, Jacob no fué ningún santito, no fué ningún hombre perfecto. Cuando yo me cruzé con esa imagen tiene como una reflexión de una persona que está interpretando esa imagen, y una de las cosas que menciona esta persona que a mí me chocó es que estaba describiendo a Jacob como normalmente no lo conocemos. Y describió a Jacob como un hombre que defraudó a su papá, un hombre que le robó a su hermano, un hombre que engañó a su suegro, y no tan solamente eso sino que era un mamma's boy porque necesitaba que su mamá lo sacara de todos los problemas que él se metía. Era un hombre que vivía con el rabo metido entre medio de las patas por el miedo que tenía de que, yo digo que el hombre tenía un grado de inferioridad bastante grave la verdad, el tipo se sentía inferior, el tipo era como que, yo no soy la gran cosa, y tenía un sentido de inferioridad bien marcado. Y yo me atrevo a decir que por causa de ese sentido de inferioridad, como él no fué el que salió primero de la barriga de la madre, que dicen que Esaú salió primero y agarrado de la pierna de Esaú venía allí Jacob, verdad, lean el relato bíblico ahí, no me lo estoy inventando, está ahí. Yo creo que ese sentido de ser como quien dice el segundo, el menos mejor, el más chiquito, lo dejó a él con este estigma de que no soy la gran cosa, y entonces él tenía que buscárselas para make his way, como quien dice para poder hacer lo que él tenía que hacer. Y lo hacía como acabo de mencionar, como fué que engañó a su papá, obviamente la madre también estuvo involucrada en eso así que las madres cojan oreja por favor, please, con sus hijos, la mamá estuvo involucrada en esto, y cuál fué la traba que le pusieron al papá, por un lado era robarle la primogenitura a Esaú, y por otro lado era engañar a Abraham para que lo bendijera a él.

Estoy pensando yo en el abuelo, están relacionados, ok, gracias Pablo, ahí me está enseñando el nivel 2, a Isaac, entonces qué fué lo que la mamá le hizo, le puso así un cuero, Jacob era lampiño, esa era otra, pues la mamá le tuvo que poner unas cosas así en los brazos que tenía qué, piel de cabra, de oveja algo así?, yo le podía prestar un poquito de los míos, por si acaso. Y así fué que él le robó la primogenitura a su hermano y engañó a su papá para que lo bendijera a él en vez de a su hermano, ah? y le preparó comida, sí esa es otra. Pero el asunto es mis hermanos que yo creo, cuando yo leo esta historia, el mero hecho de que Isaac bendijo a Jacob y no a Esaú, Dios quizo honrar ese gesto de Isaac, aunque se supone que fuera Esaú, pero yo creo que Dios quiso bendecir lo que hizo Isaac, quiso cumplir esa promesa que él llevaba de Abraham a Isaac y de Isaac a Jacob. Y en este relato en el capítulo 32, al principio, habla de cómo Jacob iba de camino a encontrarse con su hermano Esaú, como quien dice para tratar de arreglar las cosas, y en ese camino le empiezan a llegar noticias diciendo mira Esaú es el que viene ahora en contra tuya, y él se asustó, empezó a tener miedo porque pensaba que su hermano le iba a quitar todo lo que tenía, sus esposas, sus siervas, sus hijos, su ganado, todo, y el hombre se asustó y empezó a maquinar un plan, no espérate, yo me tengo que escabullir de esta de nuevo, y empezó a tramar un par de cosas.

Y cuando él logró mandar a su familia en distintas direcciones que como el relato dice que él se quedó sólo, ahí fué que Dios tuvo que intervenir en la vida de este hombre, Dios le dijo mira ya tus maquinaciones, ya tus engaños, ya tus mentiras, eso ya es historia, yo voy a hacer algo distinto ahora, Dios lo que le dijo ahora fué Yo te voy a bendecir, Yo voy a hacer algo contigo, y le dijo más o menos la misma promesa que le dijo a Abraham, tu descendencia va a ser como la arena del mar, a Abraham le dijo tu descendencia va a ser como las estrellas del cielo pero a Jacob le dijo tu descendencia va a ser como la arena del mar, que siguen siendo muchos, trate usted de contar la arena del mar, bueno sí, la playa, la orilla. El asunto es que para confirmar esto ahí es donde viene esta pelea.

El mero hecho de que Dios tuvo que pelear con este hombre, yo quiero que usted se imagine esa batalla. Usualmente cuando nosotros vemos en una película la escena de una pelea la escena es dura, por ejemplo en el boxeo son doce rounds, cada round de 3 minutos, so haga usted la suma, la resta, la división, la multiplicación, la pelea termina siendo como de casi dos horas más o menos, si llega al último round, el asunto es que algunos se caen por knockout, cosas así, el asunto es que esta pelea duró toda la noche hasta el amanecer, e iba a durar más sino que el ángel dijo mira, se me acabó el tiempo, pasamos el round número 12, y llegamos hasta el 24, y me tengo que ir, es hora de irme, pero qué pasó, Jacob no quería soltar a este hombre.

Sabes lo que yo me puse a pensar, yo creo que Jacob tuvo un momento de convicción, y él en algún momento tuvo que entender que estaba peleando con alguien que representaba algo divino, y él tenía que saber que esa iba a ser su oportunidad para redimir su vida. Qué fué lo que le dijo a este varón cuando le dislocó la cadera que yo me imagino el dolor que tuvo que sentir ese hombre al sentir ese hueso fuera de sitio, y estar pillado como quien dice en el piso, pero a la misma vez estar agarrado con la mano y no quererlo soltar, qué fué lo que le dijo, no te voy a dejar ir hasta que me bendigas, no te voy a soltar hasta que me bendigas. Hemos escuchado muchos mensajes de esto, de cómo uno tiene que insistir, que pelear por la bendición, bla bla, todo eso es bueno, pero saben lo que yo me puse a pensar, por alguna razón yo me puse a combinar ese relato con el relato de Javes, en Primera de Crónica capítulo 4, Javes fué más ilustre que sus hermanos, porque su mamá lo llamó Javes, lo engendré con dolor, so cuál era el destino de Javes? una vida llena de qué? de dolor, pero qué fué lo que dijo Javes, cuando dice que Javes invocó al Dios del cielo y qué fué lo primero que dijo? "Oh Señor, si me bendijeras, que Tu bendición esté conmigo."

Mira cuando uno invoca la bendición de Dios sobre su vida, tú lo que estás pidiendo es un cambio total en tu vida. Eso es lo que es la bendición de Dios. La bendición de Dios no es un, Dios te cuide, Dios te bendiga y ay que te vaya bien. (corte)

La bendición de Dios sobre esa persona, Jacob sabía que su vida tenía que cambiar, y esa promesa de Dios se iba a cumplir en él, todo ese pasado, algo tenía que suceder ahí en esa pelea, que las cosas tenían que coger un rumbo distinto. En él su manera de pensar, su manera de ver su vida, su manera de proceder con las cosas, algo tenía que cambiar, y cuando él luchó, forcejeó con este hombre, él sabía que había algo de Dios ahí. Y él reconoció en un momento, hah, aquí es donde está mi bendición, no es la que viene de mi padre Jacob sino la que viene directamente de ti, y no lo soltó, ustedes se imaginan mis hermanos, que aún en medio del dolor que este hombre estaba sintiendo, el cansancio que él tenía, después de horas de estar luchando, yo me imagino que tal vez este varón de Dios estaba jugando con él, se paraba y pum al piso, se paraba de nuevo y pac al piso de nuevo, y volvía y se paraba y pac al piso, hay veces en que yo le hago eso a Lucas, no le digan que yo les dije esto a ustedes.

Hay veces que Lucas viene y yo solo le agarro la cabeza y lo tumbo, y pah pal piso, y vuelve y se levanta y pah, pal piso, y no lo dejo ni que me alcanze, pam pal piso, otra vez? otra vez, y yo soy el que me canso de estar tirándolo al piso, pero conste que eso no es un abuso, ok?, estamos jugando. Yo me imagino que este varón de Dios estaba haciendo lo mismo con Jacob, ah te vas a parar de nuevo? pangara, oh, otra vez?, otra zancadilla, ah de nuevo?, uh huh!, y yo me imagino que hubo su forcejeo fuerte, se sintió ese cansancio, es más, yo me atrevo a decir que hasta miedo le cruzó a Jacob por la frente, bueno, por su mente. La incertidumbre de cómo va a terminar esto, me voy a morir, no me voy a morir, me van a llevar al cielo, me van a mandar pal infierno, o sea cómo va a terminar esto aquí?.

Así que imagínense ustedes la mezcla de cansancio, miedo, incertidumbre, y encima de eso, dolor por una cadera dislocada, encima de eso poder decir y agarrarse y decir no, tú no te vas hasta que me bendigas, yo quiero que mi vida cambie, yo quiero algo distinto, imagínate tú en medio de tu cansancio, en medio de los miedos de tu vida, en medio de las incertidumbres que tú puedas tener, en medio de los dolores que tú puedas padecer, que con todo y eso, tú puedas agarrarte de Dios y decirle Señor yo necesito que Tú me bendigas, yo necesito que Tú me des un nuevo nombre, qué significa un nuevo nombre, nueva identidad, yo necesita una nueva razón de ser, yo no puedo seguir arrastrando con las bobadas que yo estaba arrastrando, yo necesito algo totalmente nuevo, yo necesito un hard drive totalmente nuevo, yo necesito borrón y cuenta nueva, eso es lo que yo necesito Señor.

Y es por eso lo que yo estoy peleando, no tan solamente en mi vida personal, eso yo lo declaro para el resto de las cosas que rodean mi entorno y el entorno de ustedes, discusiones todas las mañanas, sea con quien sea dentro de la casa, ya estoy cansado de eso, yo quiero una bendición nueva, yo quiero una nueva manera de pensar, de hablar, de bendecir, para mi gente a mi alrededor. Refunfuñando todo el tiempo, ah, yo quiero una bendición nueva, te la pasas quejándote de toda la gente al lado tuyo, no, yo quiero algo nuevo, yo no puedo seguir así, yo no puedo contribuir a mi iglesia si me estoy quejando de todo el mundo, que si aquél es más ungido que el otro, que si aquél habla más bonito que el otro, que si aquél es más inteligente que yo, que si aquél tiene más dinero que yo, no puedo ser de bendición a la iglesia si estoy mirando las cosas así. Yo tengo que agarrarme de la mano de Dios y pelear, luchar con eso y decir Señor, yo necesito que Tú me bendigas.

Tenemos que aprender, es más, yo sé que ustedes lo saben, pero poner en práctica el verdadero significado. Sabes que cuando nosotros estamos bien centrados, que el mero hecho de que tú saludas a alguien y le das un Dios te bendiga como debe ser, tú no sabes cuánto eso puede hacer en la vida de esa persona. Que tal vez así de inmediato no lo puedes ver, pero el mero hecho de que tú declares esa bendición teledirigida del Espíritu Santo hacia esa persona, que eso pueda iniciar algo en la vida de esa persona. Que tal vez consecuentemente a medida que te vayas encontrando con esa persona y sigues y sigues, algo va a suceder, tienes a tu hijo en tus manos, noche tras noche cuando se acuesta a dormir, te bendigo en el nombre del Señor, pero no un te bendigo ya ok, apagas la luz y nos vamos del cuarto, no, intencional, lo acobijas, y mientras estás poniendo tus manos alrededor de su cuerpecito así tiernito, estás diciendo Señor cúbrelo, guárdalo, que pueda crecer como Tú quieres, que él te conozca en algún momento, que él pueda saber quien Tú eres, declaras esa bendición sobre él, sobre ella.

En tu esposo, en tu esposa, si están peleados, discutidos, si uno está por una orilla de la cama y el otro por otra, mira, muérdete la lengua y haz así con la mano, Señor, por favor, no hagas esto, no le quites la sábana tampoco por favor, pero que tu mano se acerce así por la cama y aunque sea le toques la puntita del codo, de él o de ella, y Señor bendícelo bendícela. Llama a alguien por teléfono, invítalo a salir a comer, al cine, pero si termina la conversación dile, mira, Leo, Dios te bendiga, bien intencionado te lo digo, declaro todas las cosas de Dios sobre tu vida, oigan mis hermanos, Dios te puede usar a ti para transformar la existencia de una persona, pero tenemos que estar bien concientes de ello, tenemos que estar bien seguros de ello, pero para nosotros poder vivir y experimentar eso es porque hemos pasado por ese proceso primero nosotros.

Yo no puedo dar lo que no tengo, y tal vez ninguno de nosotros vamos a tener una lucha como esta, yo no le deseo a nadie que le disloquen una cadera, créanme que no, yo no le deseo eso a nadie, yo veo a Malta que viene ahí con su bastón, y llega ahí hasta el altar y suelta el bastón pero nada la detiene de levantar sus manos, eso para mí es un ejemplo vivo de. Veo a Medrad ahí con su yesito en la mano pero eso no lo detiene de levantar la mano así y darle su gloria a Dios como quiera. Cada uno de nosotros tenemos nuestras luchas en la vida, y esas luchas se manifiestan en distintas formas, en distintas maneras. Hay veces que son luchas que está acá adentro, hay veces que están afuera y como que nos atacan a nosotros, hay veces que son luchas que se manifiestan en el cuerpo en distintas maneras, pero en medio del cansancio, en medio del miedo, en medio de la incertidumbre, en medio del dolor, agárrate, agárrate duro, que se le pare la circulación al brazo de Dios por lo duro que le estás agarrando el brazo, y reclama esa bendición sobre tu vida.

Un último punto y termino con esto. Sabes que ese reclamar la bendición de Dios no es de acuerdo a tus deseos. Reclamar la bendición de Dios debe ser de acuerdo a los deseos que Él tiene para ti, de acuerdo a los planes que Él tiene para ti. Sabes por qué digo eso? y lo veo en esta imagen. ¿Tú sabes lo que es que te tengan pillado en el piso y que tú no puedas hacer nada?, ¿qué significa eso?, ya me rindo no más, en parte eso significa eso, me rindo, no sigo más, en lucha libre le agarran el brazo, se lo tiran así, le aprietan así, y ay!, ya ya, no más, cuando uno está en esa posición y puede decir Señor bendíceme es porque en mi criterio, si en mis términos no ha funcionado, en los tuyos yo sé que va a funcionar. Todos nosotros estamos en distintas luchas en la vida, todos nosotros, todos ustedes, allá adentro, yo sé que cada uno de ustedes tiene su lucha también, pero sea cual sea la lucha, no suelten, no se rindan, no lo dejen ir, aunque esté amaneciendo no lo dejen ir, no, yo quiero que Tú me bendigas, si en mis términos no ha funcionado yo sé que en los tuyos va a funcionar, ayúdame a reconocer la parte que me toca para yo responder a esa bendición que Tú tienes para mi vida.

Así que mis hermanos, mis hermanas, estás en una lucha esta noche, mañana, ayer, no sueltes, no sueltes el brazo de Dios, aunque te duela, no sueltes, reclama esa bendición de Dios, sobre ti, y cuando la recibas, impártela sobre otros, que el próximo Dios te bendiga que tú le digas a una persona, que no sea igual, sino que sea intencional, cuando se saluden por ahí a medida que vayan saliendo por la puerta, piénselo, y si no estás listo para decirlo pues mira mejor no lo digas, de verdad prefiero que no lo digas, si no estás listo para bendecirme con la intencionalidad que esta bendición vá, prefiero que no me lo digas, prefiero mejor que me digas Buenas noches Pastor Omar, nos vemos la próxima. Y cuando usted tenga tiempo de procesar y meditar todo esto, que me vé entonces el domingo entonces me puede dar un apretón de manos, y yo voy a sentir ese corrientazo y voy a decir wow, esta persona sí que lo está sintiendo hoy, yo voy a decir espérate ay se metió Dios aquí ahora.

Mis hermanos mis hermanas, vamos adelante, yo creo que Dios nos está llamando a vivir ese tipo de vida, una vida intencional, que reconozcamos que en medio de nuestras luchas, la mano de Dios está ahí, y nosotros tenemos que agarrarnos de esa mano, lucharla, y recibir esa bendición de Dios, ¿amén?. Vamos a ponernos de pié y vamos a orar.

Amado Dios te doy las gracias, gracias por Tu palabra Señor, gracias por la biblia que tenemos estas historias aquí plasmadas, que son tantas las cosas que podemos aprender de ellas, podemos aprender cosas buenas que podemos repetir y buscar, y cosas malas que ni en esa dirección debemos mirar, pero con todo está todo ahí plasmado para nosotros. Gracias por esta palabra que también se habló. Señor yo sé y declaro que esta palabra no se va a quedar en el aire, sino que va a llegar profundo al corazón, y que Tú te vas a encargar de que esta palabra dé sus frutos Señor, como Tú lo intencionas. Señor cada uno de nosotros tenemos nuestras luchas en la vida, tenemos nuestras batallas, y quién sabe si alguno de nosotros estamos literalmente en una batalla contigo, pero sea cual sea la situación Señor, hay algo que podemos aprender de Jacob, y eso es que a pesar del cansancio, a pesar del miedo, a pesar de la incertidumbre, o a pesar del dolor, no debemos soltarte hasta que Tú nos bendigas.

Así que Señor hoy te decimos que estamos bien agarrados de ti, y queremos tu bendición, la bendición que nos dá una nueva identidad, la bendición que transforma nuestra realidad, la bendición que nos dá un futuro lleno de esperanza, esa es la bendición que queremos de ti, para nuestras vidas, y para nosotros así impartirlas a nuestro alrededor. Permite que esa bendición podamos compartirla no tan solamente con nuestras palabras, sino también con nuestras acciones, con nuestros hechos, Tú quieres que seamos de bendición para nuestro prójimo, lo hemos hecho, lo estamos haciendo, y yo declaro que lo seguiremos haciendo en Tu nombre Señor Jesús, gracias.

Señor, llévanos con bien hasta nuestros hogares esta noche, cobíjanos bien en nuestra cama, y que Tú nos permitas tener un sueño tranquilo, reparador, un descanso que ministre una paz sobrenatural sobre nuestro cuerpo Señor, y que mañana si así Tú lo permites Señor, podamos levantarnos con nuevas fuerzas para lograr hacer lo que tenemos que hacer, lidiar con las personas que hay que lidiar, y lidiar con ese yo que Tú quieres que se alinee cada vez más y más, llévanos con bien Señor, y a todos danos Tu bendición, por tu Hijo Jesús oramos y te damos las gracias, amén y amén.

Radiografía del corazón

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Pueden ir conmigo al libro de Hebreos, Hebreos capitulo 4, tengo un mensajito que me gustaría compartir con ustedes. Es titulado el mensaje de hoy: “Radiografía del Corazón”. Déjame decirles que todos nosotros tenemos una condición del corazón, y no me refiero necesariamente a una condición física, me refiero a nuestra necesidad, de que nuestros corazones, necesitan ser llenos del amor de Dios, necesitan ser llenos de un toque de Dios.

Hebreos capitulo 4, versos 12 y 13 dice así, yo creo que muchos de nosotros nos lo conocemos, dice porque la palabra de Dios es viva y eficaz, mas cortante que toda espada de dos filos y penetra hasta partir el alma, y el Espíritu, y las coyunturas, y los tuétanos, y discierne los pensamientos, y las intenciones del corazón, y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia, antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel, a quien tenemos que dar cuentas.

“Radiografía del corazón”, saben eh, yo no sé cuántos de ustedes llegaron a escuchar el mensaje que yo predique hace como unos dos domingos atrás, el que lo titule: “Encuentros con Cristo que transforman vidas”, sino la ha escuchado puede ir al internet y escuchar, pero después que yo predique ese mensaje de nuevo esa palabra, hizo tanto, me impacto tanto a mí mismo, que yo seguí meditando en distintas cosas, yo me he estado predicando ese mensaje a mi por estas últimas dos semanas, yo me digo Señor, yo quiero encuentros contigo, yo quiero encontrarme contigo, yo quiero conocerte más.

Y una de las cosas que el Señor ha puesto en mi corazón, mientras yo reflexionaba en algunos pasajes, he estado leyendo algunas cosas si en el libro de Lucas, y una de las cosas que pude ver, una y otra vez, son momentos en los cuales Jesús conoció, percibió, pudo discernir las intenciones de los corazones de las personas que estaban a su alrededor, Jesús en su soberanía logro conocer lo que verdaderamente la gente tenía necesidad de, o lo que se estaban tramando de una forma u otra, por ende yo me hice la siguiente pregunta, si Jesús hiciera una radiografía de nuestro corazón, de mi corazón, de tu corazón, ¿que vería?, ¿con que se encontraría?, ¿tienes el video listo, Lucy?, yo quiero enseñarles un video, hoy me puse medio medico yo, quise resaltar uno de esos, sueños pasmados que yo tengo de ser un médico, un cardiólogo alguna vez en mi vida, soy cardiólogo espiritual por así decirlo, vamos a enseñar este video un momento, yo quiero, este, para para para, pau, pausa, piuf, okay.

Este video, es como una ilustración de lo que es una angioplastia, cuántos de ustedes han escuchado de una, lo que es una angioplastia, si, saben lo que es una angioplastia, el que no sepa se va a enterar ahora, pero en una forma resumida una angioplastia es un procedimiento que le hacen a una persona que tiene una arteria del corazón tapada o bloqueada por el colesterol que pueda tener en las venas, esas personas que comen mucho chicharrón y mucha chuleta con mucha grasa, cosas así, los que están escuchando por ahí tengan mucho cuidado, esas personas que, en vez de cortarle el bordecito de grasa y echarlo a un lado, se cogen ese mismo bordecito y se lo comen también, que comen muchos toritos y chistris, y mucho refresco, y muchas cosas así, que no es muy saludable, esas personas se pueden correr un riesgo bien grande de salud.

Así que la angioplastia es un procedimiento donde los médicos insertan un catéter por la arteria en el área femoral, suben ese catéter por toda la arteria completa, suben por la aorta hasta llegar al corazón y después que insertan ese catéter, por ese mismo catéter, insertan como un globito que esta vacio y ese globito lo llevan hasta el lugar de la arteria del corazón donde está bloqueado, lo inflan para destapar esa arteria y que pueda fluir una vez más la sangre, así que, déjenme enseñarles este procedimiento, porque hay algo bien interesante que quiero que vean aquí, adelante maestro.

Miren bien donde está el bloqueo, okey, ya lo puedes parar ahí, ¿vieron donde estaba el bloqueo de ese corazón?, en esa arteria, una de las arterias coronarias, y se ve una de las arterias se veía que estaba como que, aplastada, y eso es algo que, obviamente ningún ojo lo puede ver al menos que no sea a través de una maquina, y saben que, ese problemita que puede ser tan diminuto es lo que ha causado la muerte de muchas personas, porque son personas que, como muchos tal vez, muchos de nosotros conocemos este tipo de personas que no cuidan su salud y esperan a que ya estén ahí con la presión a puntos de explotarles para entonces ir al médico y hay algunos que hasta cuidao ni eso van al médico, ese tipo de personas que, cuando tienen un dolor de cabeza no hay quien les haga tomar medicina y prefieren sufrir el dolor de cabeza, ese tipo de personas que pueden tener un Flu y está muriéndose y no es hasta que alguien viene y los encuentra tirado en el piso, que entonces dicen, okey pues déjame ir al médico, en vez de haber ido antes, cuando ya estaba sintiendo los síntomas, ¿entienden por donde voy?. El tipo de persona que no se cuida, que poco a poco, lentamente y progresivamente lo que se están buscando es la muerte.

Esa radiografía demuestra algo tan y tan pequeño, pero que tiene solución, y saben que, Jesús en la misma forma hace radiografías de nuestro corazón. Y solamente él tiene la facilidad de meterse por los lugares más recónditos de nuestra vida, y encontrar esos lugares que para nosotros parece que no están haciendo nada, o que para nosotros parece que son inofensivos, o que para nosotros parece que, no me va a matar, pero que cuando el Señor lo ve el dice, aquí hay un problema, en ese espacio tan chiquitito de tu corazón, aquí hay un problema y hay que tratarlo.

Esas son las radiografías que el Señor Jesús hace de nuestras vidas constantemente, ahora pero miren que dinámica tan interesante, por que cuando usted va al médico, que se necesita para llevarlo a usted al médico, ahora mismo yo estoy “Over do”, de hacerme un físico hace dos años. Y mi mamá me llamo los otros días, yo como buen “Mama’s Boy” que soy, mi mamá me llama y me dice: Mira mi hijo, ¿Ya hiciste la cita para ir a ver medico?. Si mami, te prometo que mañana voy a llamar, eso fue hace dos semanas atrás, todavía no he llamado.

Que se necesita para uno ir a medico y verdaderamente cuidar su salud, pero entonces cuando llegamos al médico, y que el médico nos examina y nos chequea y nos empieza decir, mira tienes esto, te tienes que cuidar esto, tienes que hacer ajustes aquí, ajustes allá, muchos de nosotros lo que decimos es, ¡hup!, si doctor, claro cómo no, será hasta la próxima y nos vamos y seguimos viviendo nuestras vidas como si nada.

Llegamos a un punto donde se nos tiene que hacer una intervención un poquito más dura, más difícil, y después que salimos de ahí, no si, ahora si me voy a cuidar, pasan dos tres meses y a los tres meses volvemos a comer chicharrón, chuleta, mofongo, empezamos a comer todas esas cosas buenas que el médico dijo que no comiéramos, y saben que en medio de todo esto yo me preguntaba, yo me decía, wow Señor, nosotros somos contigo tan y tan similares, porque tu como medico quieres tratar con nosotros, quieres tratar con esas áreas de nuestras vidas, que tú la ves, que tu sabes que están ahí, que tu sabes que nos pueden hacer daño, pero nosotros seguimos viviendo la vida como si, piff, como si nada, ah no, eso el tiempo lo cura, el tiempo se va a encargar de limpiar todo ese colesterol en mis venas, ya claro, el tiempo lo que va a hacer es que las va acumular aun más, aun mas, hasta que tu corazón diga ya, no puedo más.

Así mismo hacemos nosotros muchas veces con, con el pecado, con conductas que ofenden a Dios y ofenden a otros, creemos que son cosas tan y tan chiquititas, tan diminutas que nosotros, ¡nap!, eso la gente se va a acostumbrar con el tiempo, pero no sabemos mientras más pasa el tiempo, mas se van acumulando las cosas, mas sigues tapando las arterias de tu corazón espiritual, hasta que llega el momento que tú te vas a dar cuenta que ya no sientes nada, no sientes nada por la gente que tienes a tu lado, que te ama, no sientes nada por Dios, ya la vida es como que piff, pasajera, estás viviendo la vida de día a día, sin sentido, sin son ni ton.

Y nos damos cuenta que día tras día el Señor está haciendo radiografías de nuestro corazón para dejarnos saber cómo estamos delante de él, para dejarnos saber esas áreas que él quiere trabajar con nosotros, eso es lo que él quiere hacer, el quiere un pueblo sano y quiere hijos, hijas saludables, que puedan vivir esa vida abundante, que solamente él puede dar, ahora, yo no estoy diciendo que nosotros seamos unos irresponsables, porque yo se que estamos en trato con Dios, eso es lo que cada paciente responsable de su salud hace con su médico, se chequea rutinariamente, si el médico le dice mira, haz esto, haz aquello, haz lo otro, incorpora una rutina de ejercicios, has dieta, tomate tu Lipitor, o lo que sea que te tengas que tomar, y uno va ahí poco a poco con cuidado, cuidándose, el médico te dice mira, en vez de trabajar 60 horas a la semana trabaja 40, no, pero es que esas otras 20, necesito el dinero, si yo no lo hago nadie lo va a hacer, mira, sabes que, el día que tú te mueras en tu trabajo, van a conseguir otra persona fácilmente y se olvidaron de ti, pero los que van a sufrir son los que más te aman, que son las personas que están al lado tuyo, por eso nunca seas esclavo, o esclava del trabajo, nunca dejes que el trabajo, mira, yo aprendí algo de mi suegro, y hay algunos que tal vez no se llevan muy bien con su suegro, pero yo le doy gracias a Dios por mi suegro, y mi suegro una vez me enseño algo, el fue como él, el Aarón, no, él fue el suegro de Moisés, Jetro, ese es mi Jetro por así decirlo, el me dijo una vez, con mucha sabiduría, me dijo, Omar tienes que aprender algo, una trabaja para vivir, no vives para trabajar.

¿Entendieron, la dinámica de eso?, obviamente yo se que uno tiene unas necesidades, uno tiene unas cosas, las cuales uno tiene que atender, pero miren aun eso, aun eso, yo no sé porque estoy enfatizando en esta dinámica de trabajo, pero al que le caiga la gotita, tu sabes como siempre digo, que se mojen, okey. Pero reciban esto mis hermanos, aun esos aspectos de nuestras vidas nosotros nos tenemos que cuidar bien, fácilmente la rutina diaria te puede engatusar y, cuando vienes a ver estas hasta aquí, no hasta aquí, estas hasta aquí, y esas son cosas que afectan, no tan solamente nuestra salud física, afectan nuestra salud emocional, porque entonces uno está con un estrés emocional todo el tiempo y ese estrés se refleja en la familia, los hijos te reciben bien contentos, bien alegres, te quieren abrazar, te quieren jugar y tu estas como, que no te me pegues, déjame quieto y hay veces que hasta decimos cosas, que ni tenemos que decir, llegas a la iglesia y estas refunfuñando todo el tiempo y los hermanos te quieren saludar con un abrazo bien gozoso, y tu blblblblrr.

Dios quiere, que su sangre pueda correr a través de nuestras venas con eficiencia, esa sangre que restaura todas las cosas, que nos reconcilia con él, y nosotros miren, tenemos que saber identificar cuáles son algunos de esos bloqueos que tenemos en nuestro corazón, actitudes, carácter, enojo, avaricia, rencores, cualquier idolatría que podamos tener, cualquier inclinación que muchas veces pensamos, ah, eso no es nada, no, pégale ojo a eso.

Como es que le dicen a las enfermedades que los coágulos cuando están en, cuando un coagulo que empieza en una pierna y de repente llega al corazón, y la persona ¡prf! ¿Cómo es que le dicen a eso? Un “Stroke”, exacto, un derrame, exacto gracias, y que le da un derrame, miren, cosas tan sencillas como esas, tal vez, tal vez el mensaje que yo les quiero comunicar a ustedes hoy, esas radiografías demuestran cosas pequeñas y diminutas que muchas veces nosotros ni estamos al tanto de ello, pero que sino atendemos esas cosas pequeñas nos pueden afectar.

Que es lo que Dios nos está queriendo dejar saber a nosotros, esas cosas pequeñas de nuestras vidas, que nosotros pensamos que no hacen nada, ojo, a esas cosas pequeñas en tu vida, el Señor Jesús quiere trabajar en ti, el quiere meter su catéter por esos lados que muchas veces son incómodos, yo he hablado con varias personas que le han tenido que hacer una angioplastia, y saben una de las cosas que me dicen, es que ese tubito por más pequeño que es, cuando entra en el cuerpo crea un sentido de presión, la gente siente como una presión así en, en todo su interior, y es como si le estuvieran apretando, cuando inyectan ese liquido para poder ver las arterias del corazón, ese, el fosch de ese liquido causa presión también, causa molestia, hay gente que se marea, hay gente que hasta le da nausea, pero todo eso es efecto de el tipo de tratamiento que está recibiendo, sino pasa eso, no hay cura, sabes que, hay veces que el Señor Jesús tiene que provocar ese tipo de presión en nuestras vidas, que cuando él se mete en esos lugares recónditos de nuestro corazón y empieza a trabajar por ahí, inyecta su sangre en nosotros y esa sangre causa presión que nos incomoda, esa incomodidad al final termina siendo para nuestro bien.

Así que mi hermano, mi hermana, hoy hemos recibido una clase de medicina, y que clase de medicina, saber que Jesús quiere tratar con tu corazón, esto esta, esto lo voy a dejar “to be continued”, porque mira ya la hora que es, se me fue el tiempo hoy.

Hoy ha estado tan bueno que de verdad que, que me desconecte del tiempo, vamos a ponernos de pie mis hermanos y vamos a orar. Tenía otra parte ahí, pero lo voy a dejar para la próxima, por eso digo que esta “to be continued”, Hah, gracias Jesús. Padre te doy las gracias por la, la oportunidad que nos has permitido de poder estar aquí hoy Jesús, de poder gozarnos en ti, de poder orar, de poder interceder, de poder deleitarnos en tu presencia, celebrar en tu presencia, de poder declarar que esto es una noche de nuevos comienzos y de poder recibir de Tu palabra el hecho Señor, de que Tú estas escudriñando nuestro corazón, que Tú eres el que estas analizando todo lo que somos, para hacernos y formarnos cada vez mas y mas a Tu imagen, al formato que Tú quieres que nosotros podamos tener en nuestras vidas.

Así que Señor mira, a medida que nos preparamos ya para salir de aquí hoy, yo te pido que Tú seas sobre cada uno de mis hermanos y hermanas Señor, que Tu bendición abunde sobre cada cual, y como bien dije al principio Señor lo vuelvo a decir ahora al final, que cuando salgamos de este lugar, podamos salir con la convicción de que Tú cumplirás con tu propósito en medio de nuestras vidas, de que todas las cosas van a funcionar, para que Tus propósitos se cumplan en medio de nosotros, Tú Jehová que cuidas de nuestras vidas, Tú que nos diriges, Tú que eres nuestro Dios, nuestro Rey, Señor te pedimos que Tú cumplas ese propósito en medio de nosotros y que nos des la sabiduría, el discernimiento para poder escuchar Tu voz, discernir Tu voluntad y saber cómo responder a la misma.

Bendice a cada uno de mis hermanos y hermanas Señor, desde el más joven hasta el más adulto Señor, yo pido tu bendición sobre ellos, las personas que nos han visitado hoy Señor que ellos puedan salir de aquí bendecidos, impactados por Tu amor Jesús y que a lo largo de toda la noche Señor, que Tú nos des un sueño tranquilo, profundo, reparador, que esa cama sea como Tu mano Señor, y que nosotros podamos descansar en Tu presencia, y que mañana si así Tú lo permites, si es tu voluntad, podamos lograr hacer lo que el día de mañana traiga, así que Jesús bendice a cada uno de mis hermanos y hermanas, despídenos de aquí con tu bendición y gracias una vez más, por la, el grato regalo de estar aquí en este lugar Señor, compartiendo unos con otros, por Tu nombre Jesús oramos y te damos las gracias, Amén y Amén.

Cubrir la vida de otros

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He sentido en mi corazón hablarles acerca de, de ese llamado de la iglesia, de ser una iglesia intercesora. Quisiera que vayan conmigo al libro de Efesios capitulo 6, voy a leer un pasaje que para muchos de nosotros es bien, bien, bien, bien súper familiar, un pasaje que muchas veces nos, nos casamos con ese pasaje y decimos que nuestra vida está basada en ese pasaje todo el tiempo.

Efesios capitulo 6, habla acerca de lo que es esa “Guerra Espiritual”. Esa guerra Espiritual que todo ser humano está expuesto o expuesta a esta realidad, lo único es que no muchos viven con esa realidad en mente, no muchos vivimos día tras día sabiendo de que, cuando nosotros nos lanzamos a vida, cuando nosotros salimos de la puerta de nuestras casas que, nos metemos en el carro y “We go about”, como quien dice nos, nos movemos en lo que tenemos que hacer en el diario vivir.

Hay una batalla, hay una lucha Espiritual que se está dando y claro está, yo no estoy diciendo que uno se, se vaya a “freekear” como quien dice, que no se vaya a volver loco pensando que hay un diablito por ahí detrás escondido y que me va a dar una zancadilla de repente, yo no estoy diciendo que uno viva con un sentido de temor no, porque Dios no quiere que su pueblo viva con temor, no, para nada.

Al contrario yo creo que cuando la Biblia habla acerca de estas cosas, más bien lo está haciendo en el sentido de que nosotros podamos estar alistados, que podamos estar preparados y saber que hay situaciones en la vida, que en algunos momentos van a hacer como quien dice, la vida cogiendo su cauce, cogiendo su rumbo, pero también hay momentos donde hay un bandolero “Ujm”, si pueden interpretar mi, mi, hay alguien por ahí que le gusta meter la zancadilla a los hijos de Dios, no tan solamente a los hijos de Dios, sino a cualquier persona, porque es el enemigo de Dios, y Él lo que quiere hacer es causarle daño a Dios y Él sabe que la mejor forma de causarle daño a Dios, es dañando aquellos a quienes Él ha creado, es interesante, los otros días estaba viendo la película Superman 2 con mi hijo Lucas, a él le fascina Superman, fanático de Superman.

Yo no sé cuántos de ustedes vieron la película de Superman 2, que es cuando vienen estos 3 villanos así, invaden la tierra y cuando Superman se enfrenta a ellos, ellos rápido descubrieron su lado débil. ¿Y cuál era el lado débil de Superman? No, no, no eso es otro lado débil de Superman, pero en este caso el lado débil de Superman era la gente, era la gente, estos 3 villanos se dieron cuenta que si querían verdaderamente lastimar a Superman tenían que lastimar a la gente, y empezaron a atacar a la gente, empezaron a tirarle cosas a la gente, dispararle los rayos así de los ojos, en una cogieron una wawa llena de la gente y la tiraron y Superman lo que estaba haciendo era buscando la forma de cómo proteger a todas esas personas, hasta que llego el punto obviamente, bueno esa parte no se las voy a contar. Véanla ustedes, renten la película después.

Pero saben que, eso para mí es algo tan ilustrativo, porque me habla de Dios, Él corazón de Dios está enfocado en su creación y nosotros somos la creación de Dios, somos su gente, somos su pueblo, somos sus hijos, somos sus hijas, somos hechura de sus manos, es la mejor escultura que, que cualquier ser viviente puede haber creado, nadie supera esa creación de Dios, que somos nosotros.

Y este villano que anda por ahí, meneando su cola como muchas veces nos gusta decir, lo que quiere es causarle daño a Dios. Y miren mis hermanos hay, hay, hay una… recientemente yo he estado escuchando tantas y tantas noticias de cosas tan desastrosas que están sucediendo alrededor nuestro. Cosas que muchas veces no están ni bajo nuestro control, pero son cosas que suceden, el llanto que mi hermana Elida saca por esta familia Yan Lorenz que fue asesinada, algo tan grave como eso, y yo me atrevo a preguntar, que si yo empiezo a preguntar así por cosas que usted ha escuchado en sus países de origen:

Colombia, Puerto Rico, Santo Domingo, Guatemala, tantas cosas que están sucediendo, yo estaba hablando con nuestro hermano Enrique de la Torre que él está en México todavía, allá en Monterrey y él, él me habla a veces hasta con llanto en sus ojos, diciendo John Omar, yo no puedo creer como Monterrey ha cambiado en cuestión de tres años, yo no sé si ustedes escucharon esta noticia de, una ganga que trancaron un casino y encerraron a cien personas ahí adentro y las cien personas fueron calcinadas por completo, así de mal está la cosa.

Si lo traemos mas a nuestro vecindario, mis hermanos piensen, en esta familia aquí nuestra, la Familia Sierra, que se han esforzado tanto por su hijo, que le dieron todo lo mejor, un buen muchacho de buenos valores y miren “ ”, era the round guying, the round play--- and the round time. Y lo acribillaron al pobre muchacho.

Los otros días, miren esto son cosas que yo me pongo a pensar y yo me digo, Wow Señor esto es, en mi propia casa, en mi propia casa se dio un episodio de televisión de “Cops”, yo no sé si ya había dicho esto aquí, pero en mi propia casa. Gracias a Dios que ni mi esposa, ni yo, ni mis hijos estábamos en la casa, pero un robo que comenzó en Brokton, estos muchachos en su carro, yo no sé como terminaron en Randolf, y la policía los pillo dos calle más arriba de donde nosotros vivimos y estos muchachos se dieron a la fuga y dos de ellos fueron brincando de patio en patio y la policía los vino a atrapar en el patio de mi casa.

En el patio de mi casa Señoras y Señores, cuando mi esposa llega a la casa, como a eso de las tres y media, cuatro de la tarde, ella me llama y me dice: “Oye Omar tú habías dejado la puerta del Shell donde guardamos la máquina de cortar grama, ¿tú la habías dejado abierta?” Y yo, “Noo”, yo se que el día, el día anterior yo corte la grama, pero yo lo guarde lo cerré todo, raro, la puerta está abierta y yo, bueno pues me dio Alzheimer a mi entonces, se me olvido y la deje la abierta. Y media hora más tarde me llama ella diciéndome: “Omar tú no vas a saber lo que paso aquí”. La vecina de atrás le conto todo el episodio de Cops a mi esposa que había sucedido, ella me dice: “Mira ahí mismo donde tú estás parado los policías pillaron al muchacho.

Es como, el Pastor Greg tiene una teoría que en el verano los muchachos se, entra una ola de violencia y se vuelven locos, se lucen haciendo cualquier bobada, cualquier estupidez, perdonen la expresión pero es que es la verdad. Pero saben mis hermanos todas esas cosas para mí son tan solamente representaciones, de la realidad del mal en medio de nosotros y no es que yo quiero glorificar el mal, no es eso lo que yo estoy haciendo, yo solamente mis hermanos estoy trayendo consciencia de que nosotros tenemos una responsabilidad ante la cual no podemos bajar la guardia.

No tan solamente por nuestras vidas sino también por la vida de otros, ¿Qué es lo que dice Efesios 6 capitulo 10?, Dice: “Por lo demás hermanos míos fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza”. Eh, esto para mí es como un énfasis lo que está diciendo, hay una fuerza que tiene poder, fortalézcanse en el poder de su fuerza y vístanse de toda la armadura de Dios ¿Para qué? Para que puedan estar firmes contra las acechanzas del Diablo. Las acechanzas del Diablo mis hermanos pueden venir en muchas formas y en muchos colores, en cualquier momento, gracias.

No necesariamente vienen en formas tan graficas como los que yo he descrito pero, vienen, vienen a nuestras vidas, porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, potestades, gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes Espirituales de maldad en las regiones celestes, en los aires mis hermanos, nosotros podemos un día mirar al aire y lo que se ve es un cielo azul bien bello, bien precioso, pero si usted se pone unas gafas de Rayos X, hay cosas, pájaros que usted va a ver por ahí volando que no se ven muy bonitos que digamos.

Hay una realidad detrás de esa realidad, que es lo que dice, “Por lo tanto, tomad la armadura de Dios, para que podamos resistir en el día malo y habiendo acabado todo, sea cual sea la situación que podamos estar ¿qué? Firmes”. Podamos estar firmes, estad pues ceñidos vuestros lomos, ¿Con que? Con la verdad, vamos eh, no, no voy a explicar todas estas partes, pero usted se la, se la imagina, ceñidos sus lomos significa que usted tenga una buena correa, donde usted se pueda ajustar los pantalones o la falda, “Cíñase con la verdad”, me gusta eso porque, el Lomo significa su punto de balance, su punto de eje donde todo su cuerpo se agarra. Y para usted poder estar bien agarrado, bien balanceado, que nada lo puede estremecer, tiene que ser algo verdadero, tiene que ser algo real.

Ciña sus lomos con la verdad, usted ve un peleador de Karate o de Taekwondo, que es lo primero que le enseñan a un peleador de Tara- “jup”, de Tarate!, de Karate o Taekwondo. ¿Qué es lo primero que le enseñan? Posición, eso es lo primero que le enseñan, posiciónate de esta forma, si tú te paras así todo desguañangau, que es lo que le van a decir, ¡pangana! Vas pa’ el piso, a un Boxeador que es lo que le dicen, lo mismo, ¿Cuál es la posición de un Boxeador? Aquí, pendiente, cúbrete, cúbrete tú cara, tú costado, eso es todo posición. Esa posición de todo peleador se basa todo, ahí, en el punto eje de su cuerpo, cíñete de la verdad, afírmate en la verdad.

Después de eso, ¿Qué es lo que te dice? ¿Ponte la coraza de? De justicia, cubre tu pecho. ¿Cuál es el órgano más importante que está en el pecho? El corazón.

Tú tienes que cuidar tú corazón, las cosas que puedan a atacar a ese, a ese centro de salen tus emociones, de donde sale tú vida, tienes que cubrirlo no con cualquier cosa, con justicia y no con la justicia de este mundo, sino con la justicia de Dios, tú quieres saber cuál es la justicia de Dios, esa es otra predicación, pero si lees la Biblia vas a saber qué es lo que Dios llama justicia. Cubre tú corazón, cubre tú alma, cubre tú ser.

¿Qué es lo que dice después? Ponte buenos zapatos, no ve vengas con zapatos así, “guachupita lambetoile”, no, no, no. Eso es una expresión que yo solía decir en Puerto Rico por si acaso.

Póngase buenos zapatos, no estoy diciendo que gaste 100 dólares en zapatos, sino yo estoy diciendo los zapatos, del apresto del evangelio de La Paz, que en vez de ir a un lado a contar un chisme, que yo pueda ir a un lado a transmitir La Paz de Dios, a comunicar La Paz de Dios, que yo me pueda meter en Villa Victoria y que si yo me encuentro a muchachos que están jugando sus Pinas con Licor, fumando, poniéndose, todas esas cosas que yo pueda ahí, no tan solamente decirles como que, “Ay, por qué están haciendo eso”, sino que yo pueda ir y en medio de esa cosa que yo pueda decir: “Señor que Tú Paz este en medio de los corazones de estos muchachos”.

Que a usted lo llaman y, - mira estoy peleado con mi esposo y nos vamos a divorciar, esto no está funcionando y que usted pueda llegar a esa casa con los zapatos de La Paz y que usted pueda llegar y decir como dice Jesús en cualquier lugar donde usted entre, usted pueda decir: “La Paz de Dios sea, en este lugar, en este hogar”, vaya con el apresto de La Paz de Dios, del Evangelio de Paz y sobre todo ¿tomad qué?, mira, mira que interesante, estar madura tiene partes que son de, como diría yo eh, de defensa como quien dice para protegerte y tiene partes que son de ofensiva.

Solo cuando estamos hablando de un escudo, sigue siendo una herramienta de, bueno el escudo es tanto de defensa como de ofensa también, porque a la vez que te tapas también puedes darle un cantazo, a alguien con el escudo, hoy, hoy estoy violento yo no sé es que, quítenme el micrófono por favor, Fany ven Tú termina de predicar. Eso es así, gracias Ángela El Reino de los cielos se hace fuerte y solamente los valientes lo arrebatan, así que ahí tiene voy a quedar violento hoy, dale. Pero violento para el Señor.

Hay que tomar ese escudo mis hermanos y no es el escudo de la Filosofía de Einstein, ni nada por el estilo, es el escudo de la Fe, para con el cual podemos apagar los dardos, las flechas del enemigo. ¿Ponte el casco de qué? De la Salvación, el Yermo, dice el Yermo, es el Casco, el Casco el Yermo de la Salvación, cubre tú cabeza también, cubre tus pensamientos, ¡Uju, Ay! Un poquito de hincapié en lo que dije el miércoles pasado, que es una de las cosas que uno tiene que cuidar, su mente, de esos pensamientos del pasado que muchas veces nos, nos arrastran, y nos aguantan, y nos quieren jalar en la dirección que Dios no quiere que vayamos.

Hay que cuidar nuestra mente de eso, por algo dice La Salvación por que La Salvación inicio algo nuevo en medio de nuestras vidas, ese encuentro con Jesús inicio algo nuevo, esa Salvación lo que significa es que aquel que está en Cristo es una nueva criatura, todas las cosas viejas pasaron, todas las cosas son hechas nuevas y yo vivo ahora con una nueva mente, con una nueva realidad y me enfoco en eso y prosigo al blanco para aquello de lo que Dios, aquello a lo cual Dios me ha llamado a través de su hijo Jesús y claro está, con que me defiendo entonces, con que voy a la ofensiva, con la espada del Espíritu, ¿Qué es qué? La palabra de Dios.

Hay herramientas que Dios nos ha dado mis hermanos, hay herramientas que Dios nos ha dado y sobre todas las cosas miren, cuando es el momento oportuno hay palabras que Dios nos da para saber cómo inspirar el corazón del que esta caído, del que está acongojado, del que está molesto, del que está emocionado por algo, siempre Dios nos da una palabra para saber cómo dirigir a alguien, cada vez más y más cerca a Dios.

Pero hay que saber el momento oportuno, hay que saber el momento oportuno, yo no si usted ha visto películas de guerra de los tiempos medievales, pero esos guerreros que andaban con su escudo y su espada dependiendo del tipo de circunstancia en la cual se encontraban, usted no los veía que ellos, se iban en una línea peleando con la otra, ellos iban embocao, con espadas y todo y se tiraban ahí el uno al otro.

Pero si era una pelea de uno y uno, esa espada no salía hasta que fuera el momento oportuno, se bailaban con los escudos, se cubrían, tiraban piedras, tiraban lanzas, pero cuando era el momento de usar la espada ¡Fu! Y ya vamos al ataque se acabo esto, tenemos que aprender a cómo usar nuestras herramientas, tenemos que tener cuidado mis hermanos de que no estemos sobrecargando la gente con demasiado vocabulario religioso, como que todo el tiempo que queremos hablar con alguien, “mira conviértete, acepta a Cristo, arrepiente tus pecados”, y, y tenemos al hijo, y a la hija, y al nieto, y a la nieta los tenemos ya mareados hasta aquí y ya la próxima que viene uno a decirles algo de Dios, ya el muchacho esta como que, no me digas mas nada, no quiero escuchar nada mas, tenemos que saber cómo hablar esas palabras de Paz, esas palabras de bien en el momento oportuno, en el momento adecuado, para que cuando el corazón este “Ready”, mira que esa palabra haga “shiuaj”, llegue hasta lo más profundo del corazón.

Tal vez su palabra tiene que llegar hasta cierto nivel y usted llegue hasta ahí, hasta ahí, hasta ahí y alguien después de usted va a venir y va, va a coger esa semillita con el dedo y le va hacer, ahora si entra hasta allá y haz lo que tienes que hacer, tenemos que creer que Dios en su economía lo hace así, que Dios en su sistema, en su soberanía lo hace así, tenemos que creer mis hermanos, fíjese cuando la palabra de Dios, cuando Josué dice: “Yo en mi casa seguiremos a Jehová”.

Yo creo que esa declaración de Josué, declaró toda la cobertura de Dios sobre toda su familia, aunque sus hijos fueran unos rebeldes que no le querían hacer caso, pero yo creo que esa declaración de Josué, declaró su cobertura, la cobertura de Dios sobre su familia y que Dios en su momento iba a hacer la obra en toda la familia completa, ese carcelero que le dijo, ¿A quién fué? ¿A Pedro? ¿A Pablo? Que le dijo: ¿Que debo para ser salvo? Y Él le dice: “Cree en el Señor Jesucristo y serán salvo tú y tú familia”, la familia de él no estaba ahí, mas sin embargo la Salvación llego sobre esa familia tambien.

Solo nosotros tenemos que creer mis hermanos que estas herramientas que Él Señor nos da traen esa cobertura, sobre nuestras familias, sobre los nuestros, los que nosotros amamos, los que nosotros queremos, en nuestros ojos podrá parecer que él muchacho va de camino a una pared de acero y se va a reventar, pero a los ojos de Dios tenemos que creer que Dios está haciendo algo, que después de esa pared de acero hay una nueva naturaleza, hay una nueva realidad para esa persona. Y yo se que muchas veces puede sonar más fácil decirlo que creerlo y vivirlo. Porque obviamente muchas veces esas realidades son duras y uno no quiere soltar a esos muchachos por temor a que les vaya a suceder algo.

¿Cuántos de nosotros no aprendimos de “Hard Way”, por así decirlo? ¿Cuántos de nosotros no tuvimos que aprender a ley de Cantazos y Golpes?, pero en medio de todo eso mis hermanos yo tengo que creer, que hay un Soberano, que hay un Dios mis hermanos que se vale de todas las cosas para que sus propósitos se cumplan, hay un Dios que es misterioso, que muchas veces va a permitir que sucedan cosas que nosotros nunca las vamos a entender, pero aunque no las entendamos nuestra Fe, si nosotros decidimos creer el Él, tenemos que creer entonces que, a pesar de esos dolores que vivimos en la vida Dios se va a encargar de hacer las cosas mucho mejor mas adelante.

En preparación para el Funeral de mañana me crucé con el Salmo 91, ¿Cuántos conocen el Salmo 91? Lo pueden decir hasta de memoria algunos de ustedes, ¿Verdad? Dice:

Él que habita al abrigo del altísimo, morará bajo la sombra del omnipotente, diré yo a Jehová: “Esperanza mía y Castillo mío mi Dios en quien confiare”.

Él te librará del lazo cazador, de la peste destructora, con sus plumas te cubrirá y debajo de sus alas estarás seguro, escudo y alarga su verdad. No temerás al terror nocturno, ni saeta que vuele de día.

Cuando leí ese verso me empecé a detener, empecé a detenerme y empecé a decir, Omar tú crees verdaderamente lo que estás diciendo.

“Ni pestilencia que ande en oscuridad, ni mortandad que en medio del día destruya, caerán a tú lado mil y diez mil a tú diestra, mas a ti no llegará”.

Cuando leí esa parte me detuve más aun todavía.

“No te sobre vendrá mal ni plaga tocara tu morada, pues a sus Ángeles mandará cerca de ti, que te guarden en todos tus caminos, en las manos te llevaran para que tus pie no tropiece en piedra”.

Cuando termine de leer eso, se me vinieron los rostros de estos padres y de cómo perdieron a su hijo en una forma tan drástica. Yo me dije, honestamente, yo dije en mi corazón: Señor que pasó, que pasó con esta fórmula, acaso tú no dices, “ni saeta que vuele de día”, que pestilencia no va a llegar, tú mandaras Ángeles que los cubran, que, que, “What happen here” acaso será que, David cuando estaba escribiendo esto tomo un poquito de más de vino del que tenía que tomar y como que se le nublo la mente y escribió algo que tal vez estaba prometiendo algo mas Él que Tú.

Pero si ese pasaje está ahí, por algo es. Estuve hablando con la Apóstola Meche y ella me hablo acerca de esta mujer. Corine, Corine Tenbum creo que se llama ella. Sobrevivió a los campos de concentración de los Nazis, ella siendo Judía y ella habla de su testimonio de cómo ella vio, que mataron a su Papá, a su Mamá, a sus hermanos y los abusaron, y la abusaron a ella, mas sin embargo ella fue la que sobrevivió.

Y ella pudo contar de cómo ella reconoció que Dios estuvo en medio de todas esas cosas a pesar de, el dolor que ella vivió, sobre yo poder escuchar una historia como esas, bueno no escucharla, leer una historia como esa y ver que esa mujer se atreva a decir, yo he visto la protección del altísimo. Yo me digo Wow, wow, todos nosotros en algún momento tenemos la opción de decidir abrazar estas promesas de Dios, o no.

¿Qué es lo que dice Abaquc? Aunque la higuera no de sus frutos, aunque no haya leche en la nevera, aunque no tenga un canto de chuleta en el freezer, aunque no tenga cereal en el, en la despensa, con todo yo me alegrare en Jehová y me gozare en el Dios de mi Salvación. Jehová Él Señor es mi fortaleza, el cual hace mis pies como de siervas y en mis alturas me hace andar. ¿Qué fue lo que dijeron Sadráh , Mezaquias Bernego? Cuando estaban a punto de ser echados al horno, ellos se atrevieron a decir: Rey nunca vamos a doblar nuestras rodillas sobre ese ídolo que tú has hecho, porque nuestro Dios nos puede salvar y aun si Él no nos salvase con todo, nuestro corazón sabe en quien a confiado.

Oiga mis hermanos la Biblia de tapa a tapa tiene historias de dolor, la Biblia de tapa a tapa tiene historias de perdidas, de sufrimiento, pero entremedio de cada una de esas historias se ve la obra de un Dios soberano, que está por encima de todas las cosas.

Yo tengo que creer, yo tengo que decidir creer que Dios ve más allá de lo que yo veo y tal vez en el momento yo no entiendo el por qué de las cosas, pero Dios en su soberanía sabe porque, Él sabe por qué permite que cierta cosas sucedan, Él sabe porque muchas veces se le ha dado a nuestro enemigo el permiso, de que haga su influencia y es por el mero hecho de que aunque el enemigo trate de hacer eso, Dios como quiera puede valerse de esas cosas y tornarlo para bien.

Así que yo les animo mis hermanos en esta noche, no bajes tú guardia, no bajes tú guardia, no enganches tú escudo, no enganches tú Yermo, no enganches tú coraza, no enganches tú cinturón, no enganches tú espada, por más cómodo que tú crees que debes estar, porque tú te lo mereces, porque has trabajado, porque has sudado por ello, nunca bajes la guardia, ora por los tuyos, cubre los tuyos, pero no te olvides de tú rol como hijo, como hija de Dios, de cubrir la vida de otros a tu alrededor. Sal de aquí esta noche con esta carga en tú corazón, tú eres responsable por cubrir tus hermanos, tus hermanas de aquí de la iglesia, por mantenerlos en oración, aun si es una oración de cinco minutos donde usted dice:

Señor te presento a todos mis hermanos y hermanas en congregación León de Judá, con sus familias, con sus hijos, con sus hijas, los abuelos, las abuelas, los tíos, las tías, los hombres y las mujeres, solteros, solteras que no tienen familia aquí, todos yo pido tú cobertura, donde quiera que vivan, sea que vivan en Villa Victoria, sea que viva en Newton Center, sea que vivan donde sea que vivan pide la cobertura de Dios sobre ellos.

Mis hermanos estamos en momentos rampantes, el mal esta como quien dice, dando cuerda, dando cuerda, dando cuerda, saliéndose con la suya en muchas formas, pero sabes que, cree esto, yo he dicho muchas veces cuando el rio suena es porque agua trae, ¿verdad? Si el enemigo se está luciendo es porque Dios se va a lucir aun más después de todas esas cosas.

Si aquí se ha declarado que viene avivamiento de Dios, miren no hay ningún avivamiento que no venga sin un tiempo de prueba primero, sin un tiempo de tribulación primero y si el pueblo de Dios tiene que pasar por todas estas cosas, lo pasamos, pero no lo vamos a pasar así sentados echándonos aire, lo vamos a pasar ahí metido en las trincheras, peleando, luchando, siendo valientes, porque para el Reino de Dios hay que ser valientes, miren saben lo que yo aprendí de eso que sucedió en mi casa. Hubo una noche que yo estaba orando en el patio y de repente yo me dije, Señor que así sea, aquí termina, con tus hijos aquí termina, el mal aquí se encuentra con una pared porque tú estás en medio de nosotros.

Para mí eso fue una ilustración tan tangible, Él Señor me estaba diciendo tu eres un guerrero, tú como familia ustedes son hijos, hijas de un Rey y Dios los puede usar a ustedes para que, entremedio de ustedes ahí termine toda influencia del enemigo, aquí en esta iglesia, en este lugar, en la congregación del pueblo de Dios miren mis hermanos decimos todos juntos. Mira Diablo, aquí termina, aquí termina, ya, aquí te vas a encontrar con una pared que no vas a poder derrumbar. Vamos a ponernos de pie mis hermanos y vamos a orar.

Señor Jesús gracias por esta noche, gracias por el privilegio que nos has dado de poder interceder Señor, nosotros sabemos que estas oraciones han llegado delante de tú presencia, que tú estás preparando los aires Señor, hay cosas que tú estás haciendo Señor, hay cosas que tú estás desatando Señor, hay Ángeles que ahora mismo ya están luchando, están peleando por cada uno de nosotros Señor, por aquellas personas que no te conocen todavía y Jesús si nosotros aquí, decimos una vez más Señor que, que Tú nos ayudes y nos des las fuerzas para seguir llevando nuestra armadura Espiritual Jesús y saber cómo pelear, saber cómo defendernos, saber cómo ir a la ofensiva Señor, en contra de las artimañas del enemigo Jesús.

Padre ahora mismo yo declaro sobre cada uno de tus hijos e hijas aquí en esta noche, yo declaro sobre cada una de sus vidas, una, una mentalidad renovada Señor, una visión renovada en ti Jesús de que cada uno de nosotros y nosotras, somos guerreros, somos guerreras tuyas Señor, que si tenemos que seguir viviendo la vida del diario, momento a momento, minuto a minuto, paso a paso Señor, pero sabemos que hay una realidad mas allá, de la cual estamos alerta Señor y a la cual tenemos que combatir en tú nombre Jesús, así que Padre creemos que en todo lugar donde vayamos Señor, tus Ángeles están con nosotros, creemos que tú protección está con nosotros, creemos que si moramos bajo la sombra del altísimo Señor, tú estarás en medio nuestro Jesús, Tú como Él omnipotente notaras tú cobertura y tú protección, y que aun a pesar de las situaciones difíciles de la vida Señor, si esos momentos llegan, que Tú nos darás la fuerza para confiar en Ti y seguir diciendo que Tú eres el Señor por encima de todas las cosas, que podamos abrazar esa Fe Señor, que podamos abrazar esa certeza en ti y dejar que tus planes e cumplan, que tú voluntad se cumpla y no la nuestra Señor.

Tú eres un Dios Soberano, Tú eres un Dios que eres Amor, Tú eres un Dios bueno y lo creemos así Señor, pero ante las adversidades de la vida también creemos que Tú nos vas a dar la fuerza, la Sabiduría, la salida de cada una de ellas Señor Jesús.

Así que Padre bendice a tus hijos e hijas, a medida que salimos de aquí hoy Señor, yo pido Tú cobertura, Tú protección sobre cada cual y que esta palabra sobre la cual hemos meditado Señor pueda seguir haciendo eco en medio de nuestros corazones Jesús.

Bendícenos a todos Señor, lo pedimos así en el nombre de tú hijo Jesús.

Radiografía del corazón (parte 2)

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El miércoles pasado estuvimos hablando acerca de una radiografía del corazón, de cómo Jesús conoce nuestro corazón, y de cómo al nosotros presentarnos delante de Él, Él fácilmente puede escanearnos y ver lo que verdaderamente esta en nuestro interior, había unos textos que yo quise hacer referencia el miércoles pasado pero no pude y quisiera empezar con ellos, para que usted vea, eh, distintas ocasiones en las cuales Jesús se enfrento a distintas personas donde El tuvo que ver, qué era lo que había ahí en sus corazones.

Miren por ejemplo: Lucas, capitulo 5, verso 22, aquí hay un relato donde, hablan acerca de que le traen a Jesús un paralitico para que lo sanara, y Jesús una de las primeras cosas que dice es:

“Hijo tus pecados te son perdonados”.

Y los Fariseos escribas que estaban alrededor empezaron a, como quien dice a murmurar entre ellos diciendo, pero quien se cree este para perdonar pecados, solamente Dios puede perdonar pecados, y entonces el texto dice, que Jesús conoció los pensamientos de estas personas, pudo ver lo que verdaderamente estaban maquinando ahí en sus corazones, y Jesús entonces los confronto diciendo, miren, para que ustedes vean, que el hijo del hombre no tan solamente tiene poder para perdonar pecados les voy a demostrar otra cosa más, no tan solamente perdonó a ese muchacho, sino que también le sanó y lo levantó.

Hay otro episodio, ahí mismo estos que estoy identificando están en el libro de Lucas, en Lucas capitulo 6, en el verso 8, era el día de reposo, Jesús llegó a una sinagoga, y de nuevo los Fariseos estaban buscando por donde, agarrar a Jesús en una mala jugada, y allí había un hombre que tenía una mano, seca, una mano en tullida, así doblada, y empezaron a decirse entre ellos, vamos a ver si Jesús le da ahora con sanar a este también el día del reposo. Y Jesús de nuevo, el texto dice que Jesús percibió sus pensamientos, Jesús vio que era lo que ellos estaban pensando y como se dio cuenta de que era lo que había ahí dijo: “Aja ven acá muchacho, párate aquí en medio de toda la gente”, e hizo el milagro, sano a este hombre.

En Lucas capitulo 7, versos 39 y 40, presentan a Jesús en la casa de Simón el Fariseo, y mientras Él estaba en esta casa que lo invitaron a comer ellos se sientan, y el relato cuenta que llega cierta mujer de la calle, con un frasco de alabastro, y llorando comienza a lavar los pies de Jesús con sus lagrimas y a secarlos con sus cabellos, conocemos esta escena, pero que es lo que dice, el relato dice que Simón, cuando vio lo que estaba pasando, miren a mí me gusta esto, es más, hasta se los voy a leer aquí, dice que Simón, cuando vio lo que estaba sucediendo, dijo para sí, ahí está. Dijo para sí, en otras palabras es como si usted hubiese pensado internamente. Él pensó algo así en su cabeza, no lo verbalizo sino que lo pensó adentro, y que es lo que dice, dice: Ah, si este Jesús fuera profeta supiera quién es esta clase, quien es esta mujer y que clase es, que es pecadora, y que es lo que dice después.

Dice que Jesús, entonces respondiendo Jesús le dijo, esa acción de Jesús, ¿Qué es lo que me da a entender a mí? Que Él entendió lo que este hombre estaba pensando ahí adentro de su cabeza, aunque no lo verbalizo pero Él sabía muy que era lo que él estaba ahí maquinando, como él estaba juzgando de alguna forma u otra esa acción que esa mujer estaba haciendo con Jesús. Y Jesús ni corto ni perezoso dijo:

“Hey, te voy a contar un cuento, para dejarte saber qué es lo que verdaderamente hay en tú corazón”. Y lo hizo.

Obviamente yo estaba hablando de los Fariseos, pero que tal si les hablo de los discípulos.

En Lucas capitulo 9, se relata un momento donde los discípulos entraron y empezaron a discutir entre ellos, y empezaron a discutir de quien iba a ser el mayor de ellos, cuando viniera a establecerse el reino de Dios, en otras palabras hay otro de los evangelios que estaba, que lo, lo presenta como que los muchachos estaban peleando y discutiendo de quien se iba a sentar a la mano derecha de Jesús, y quien se iba a sentar a la mano izquierda, pero este texto de, Lucas capitulo 9, versos del 46 al 48, miren como dice el verso 47, el verso 47 de Lucas 9, dice que Jesús percibiendo los pensamientos de sus corazones, o sea no era el pensamiento de la gente, era el pensamiento del corazón, así que Jesús llego a un nivel más profundo porque no tan solamente Jesús estaba viendo lo que ellos estaban pensando, sino que estaba viendo las motivaciones que estaban causando esos pensamientos, ¿Que es lo que dice la biblia de la abundancia del corazón, qué? Habla la boca. Y eso fue lo que Jesús pudo ver y percibir en sus discípulos, no tan solamente el escucho el murmullo de que Pedro estaba diciendo:

“No, no, no, yo soy él que voy a estar al lado de Jesús”, y después Juan dice:

“No, no, no, voy a ser yo, jaja, si yo soy el que me recuesto del pecho de Jesús, tú no haces eso”.

Y estaban así discutiendo entre ellos y Jesús dijo: “Wow. Yo tengo que seguir enseñando a estos muchachos aun mas”.

Hay una lección que les tengo que enseñar y como Jesús es tan ilustrativo, que fue lo que hizo, agarro un niño y lo puso en medio de ellos y les dijo: “Tu quieres ser el mayor, aquí tienes tú ejemplo”, o sea Jesús cautivaba a su audiencia de tal forma, que cuando él traía una enseñanza, la gente se quedaba atónita, porque no tan solamente estaba trayendo una enseñanza que era real, que era verdadera, que era transformadora, sino que yo, me imagino que estas personas decían pero como él sabía que yo estaba pensando eso, como él sabía que, esas eran las intenciones con las cuales yo estaba viniendo, yo no le dije nada, yo no le conté, nosotros estábamos hablando en aquella esquina y él estaba en aquella esquina y con todo y eso, lo entendió, lo percibió.

Otro texto que nosotros usamos, que lo voy a volver a leer, fue este:

Hebreos capitulo 14, los versos del 12 al 13, lo leímos, decía así: Por qué la palabra de Dios ¿Es qué? Es viva y eficaz, más cortante que toda espada de dos filos y penetra hasta partir el Alma, Él Espíritu, las coyunturas, y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Y no hay cosa creada, verso 13, y no hay cosa creada, ¿Que no sea qué?, - manifiesta en su presencia. No hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia, en otras palabras como bien dice la Biblia:

“No hay nada que, que este oculto, que no haya de ser expuesto a la luz”. “No hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia, antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel, a quien tenemos que dar cuentas”. Una radiografía del corazón.

Mis hermanos yo creo que una de las cosas más difíciles para la mayoría de las personas, por no decir todas, sino la mayoría de las personas, es el poder reconocer sus faltas.

-¿A quién aquí se le hace fácil reconocer sus faltas?, por favor levante la mano, porque yo quiero ser su mejor amigo. ¿A quién se le hace fácil reconocer sus faltas?, reconocerlas. Muy bien. ¿A quién se le hace difícil reconocer sus faltas?, porque también quiero ser su amigo.

Yo me identifico más con el segundo grupo, ¿Y cuántos son abstenidos?, levante su mano.

No se nos hace fácil mis hermanos, hay algo en nuestra naturaleza como seres humanos que, resiste el tener que reconocer que, que se ha fallado en algo y esto está en la Biblia de tapa a tapa.

¿Qué fue lo que paso con Adán y Eva cuando pecaron? Se empezaron a culpar el uno al otro, se escondieron de Dios, fuiste tú, fue ella, no, fue él.

Esta ayuda idónea que tú me distes. Ella me invito a comer, y yo tenía hambre y comí, claro, claro. Lo que estas dos personas hicieron, cuando reconocieron que habían pecado delante de Dios, como mencionamos, se escondieron, fue una. ¿Cuántos han leído el Salmo 32? El Salmo 32, ¿Cuántos de ustedes ha tomado a veces su tiempo para meditar en ese Salmo? El Salmo 32, Raquel lo puedes poner ahí, Salmo 32, los versos del 1 al 4. Y si alguien se lo sabe de memoria y lo quiere leer, en confianza. Salmo 32, miren como lee, dice:

“Bien aventurado aquel cuya transgresión, ha sido perdonada y cubierto su, pecado, bien aventurado el hombre o la mujer a quien Jehová no culpa de inequidad y en cuyo Espíritu no hay engaño”. ¿Cuántos pueden decir, ah ese soy yo? El verso 3 dice: “Mientras calle, se envejecieron mis huesos en mi gemir de todo el día”. ¿Cuántos pueden decir ese soy yo? “Por que de día y de noche se agravo sobre mi tu mano, se volvió mi verdor en sequedad de verano”. ¡Selah! Se recuerdan lo que significa “Selah”, yo una vez lo explique yo aquí, “Selah”, en el lenguaje hebreo significa pausa, así que cuando usted vea esa palabra en un Salmo significa que cuando usted llegue ahí, usted tiene que detenerse y meditar en lo que usted ha leído, eso es lo que significa esa palabra, cuando usted lee un “Selah”, eso significa una pausa de reflexión, para que usted medite en lo que ha leído.

Sabe en este Salmo, hay una tendencia que se ve ahí, que es la tendencia de uno callar, cuando uno se enfrenta a sus faltas, metí la pata, no voy a decir nada para que nadie se entere. Dije algo que no tenía que haber dicho, ah, voy a actuar como si no lo hubiese dicho, para que nadie me venga con nada y, fusch, lo callamos.

Hable mal a las espaldas de Jonathan, no no no, estoy dando un ejemplo, es que, parece que me estoy confesando pero no, estoy dando el ejemplo de algo malo que hice, dañe el testimonio de Jonathan a espaldas de él y no le dije nada, y a la persona que se lo dije, también le dije, no le digas nada a Jonathan, él no se tiene que enterar, pero cometí un pecado ahí, y que es lo que hago, cubro yo la falta y, involucro, conspiro con la otra persona, para que la otra persona también cometa la misma falta, la misma falta y se quede callado y no diga nada, es la tendencia de callar, de esconderse.

Y porque es esto, miren, yo creo porque a nadie le gusta mostrar sus verdaderos colores, a nadie le gusta mostrar sus verdaderos colores, y mucho menos a los cristianos.

En nuestros círculos se tiene este estigma de, perfección, que ningún cristiano puede fallar, el cual yo personalmente creo, que es totalmente falso y erróneo. Y hasta cierto punto no es Bíblico, paréntesis, yo sí creo, que Dios nos llama a vivir en Santidad, pero Santidad no significa vivir en perfección, Santidad es el proceso de llegar a la perfección, y eso lo hemos explicado muchas veces aquí, es parte de nuestra teología, doctrina como iglesia, mientras nosotros estemos en esta tierra nadie es perfecto, pero eso no quita que nosotros no aspiremos a vivir a ese nivel de perfección. La Biblia lo dice se es Santo porque Dios es Santo, cuando Dios habla de que nosotros somos un pueblo santificado, es porque a Él dado mucho por nosotros y quiere que nosotros vivamos como una clase aparte, ahí se mide esa dinámica de Santidad, pero no significa, no es igual a perfección.

Mucha gente ha sido herida por ese estigma, mucha gente a lo largo de los años, de siglos, generaciones han sido heridas por eso, se forman estos ideales tan utópicos por así decirlo que, no viven en la realidad, y como decimos ni dejan comer, porque entonces imponen esas cosas sobre otras personas, y le hacen la vida imposible a las otras personas de verdaderamente poder experimentar, la vida abundante de lo que Dios quiere que nosotros vivamos en Él, la transformación que él quiere hacer en nosotros, así que yo lo digo, ese estigma, no va al menos con la dinámica de “León de Judá”, pero no quita el que nosotros no nos esforcemos por vivir en Santidad delante de Dios.

Yo creo firmemente que Dios no desprecia a un corazón constrictor y humillado, jamás, la misma Biblia lo dice, de nuevo, de tapa a tapa en la Biblia hay historias sobre la constante vulnerabilidad del hombre y la abundante misericordia de Dios. De nuevo desde Adán y Eva hasta el tiempo de apocalipsis se nota que el ser humano, hombre y mujer somos bien fallidos en distintas formas, en distintas facetas de nuestra vida, pero así mismo esta la gracia y la misericordia de Dios, para trabajar en nosotros, otro paréntesis.

Como bien dice Pablo, voy a seguir pecando para que la gracia abunde, de ninguna manera, la gracia de Dios no significa que tenemos licencia para pecar, esa no es la cosa, yo creo que uno tiene que tener esa intencionalidad de poder vivir a la altura de lo que Dios tiene para nosotros, de lo que Dios quiere para nosotros. Y reconocer que nuestra lucha en contra del pecado, las pruebas van a venir, se van a ir, van a venir, se van a venir en distintas formas, pero donde se va a medir verdaderamente nuestra madurez, nuestro carácter, es en el mero hecho de que seguimos aspirando a, alcanzar la estatura de Cristo.

¿Sabe cuál es el secreto detrás del pecado?, alguien se imagina, cuál es el secreto detrás del pecado, la intención de nuestro enemigo el Diablo, es mantenernos alejados de Dios, si definimos el pecado los que han tomado discipulado nivel 1, el pecado significa una “Muerte Espiritual” estar alejado de Dios, eso es el pecado, y esa es la herramienta numero uno que usa nuestro enemigo para mantenernos aparte lejos de, Dios. Si yo le hago otra pregunta, estoy como que haciendo muchas preguntas hoy, pero es que estas preguntas llevan una secuencia para mantenerlos a ustedes conmigo. ¿Cuál es una de las emociones más fuertes, que el pecado desarrolla en una persona? Una de las emociones humanas más fuertes que el pecado desarrolla, o que puede causar en una persona. ¿Ah? ¿El qué? El enojo, la ira, odio, rencor, temor, ¿Quién dijo culpabilidad?, ¿Y quién dijo vergüenza?, odio, rencor, todo eso suena bien bonito, pero las emociones mas fuertes para nosotros lidiar con ellas son la vergüenza y la culpabilidad.

Y si usted no está de acuerdo conmigo, yo quiero escuchar su tesis entonces, pero no hay nada más malo para un ser humano, específicamente un cristiano, que tener que lidiar con un sentido de vergüenza y culpabilidad por algo que hizo mal, mire yo tengo un amigo psicólogo que lo aprecio mucho, y está aquí en nuestra iglesia, no está aquí ahora pero es un hombre que yo aprecio mucho. Eloy, le hice este comentario y él me dijo lo siguiente:

Él sale me dice, “sabes que, no hay vergüenza si no hay valores. Si una persona no tiene un código de valores, no tiene vergüenza”, y es verdad. Para usted poder sentir vergüenza, es porque usted tiene un código de valores, y usted me va decir, ah pero Mari, que tal de esos sin vergüenzas, verdad, “mira sin vergüenza”, aun ese sin vergüenza tiene vergüenza, porque tiene su propio código de valores por el cual vive, mire hay distintos contextos en la vida que tienen sus códigos de valores, yo les puedo mencionar algunos ejemplos.

Si yo miro un trabajador de emergencias medicas, como Nelva que está aquí, ya “Sorry……”, pero son distintos ejemplos. Los E.N.T, tienen un código de valores, por los cuales ellos se rigen, si un E.N.T, está “off-duty”, o sea que no está trabajando, y de repente va por la calle y se encuentra con una persona que está entrando en shock y está en la calle, ese E.N.T, por obligación tiene que atender a esa persona, porque es código de valores de esa persona, aunque esté “off-duty”, no puede decir, ah no, yo no estoy trabajando, que se resuelva ahí solo y se va. Si esa persona hace eso, si se va, saben lo que va a pasar, esa persona va a sentir culpabilidad y vergüenza. Porque falló a un código de valores por el cual vive.

Un jugador de baloncesto, vamos a ponerle otro ejemplo, cada deportista tiene su código de valores por el cual practica su deporte, un jugador de baloncesto si lo digo así, ¿Cuántas faltas en un juego, puede cometer un jugador de baloncesto? ¿Hasta cinco, verdad?, si ese jugador llega a la tercera y le están leyendo la cartilla, y llega la cuarta e intencionalmente usa la quinta falta, pero es como quien dice para darle un buen cantazo a la otra persona, ¿Qué es lo que va a pasar? - Pa’ fuera, una multa a él, y creo que le dan una multa al equipo si no me equivoco.

Por la acción de ese jugador el equipo salió fallando, salieron con deuda y ese muchacho va a tener que lidiar con la vergüenza de que falto a un código de deporte, y quién sabe si pierden el juego también, mas todavía va a ser la vergüenza y la culpabilidad, porque era el jugador estrella, era el que estaba echando los puntos.

Una mujer profesional, otro ejemplo, una mujer profesional, que vive diariamente con una máscara de que aparenta que su vida está bien, pero por dentro esa mujer se está muriendo de una depresión horrible, y ella va a su trabajo día tras día, “Hola como esta jefe, aquí aquello, vamos a hacer esto, vamos a hacer aquello lo otro”, pero por dentro esta muriéndose. Y esa mujer se avergüenza de, poder abrirse y decirle algo a alguien de que es lo que ella está viviendo, el sentido de culpabilidad que tiene por dentro, por el temor de tal vez perder su estatus de respeto y autoridad que tiene a través de su profesión, porque tiene que aparentar ser una mujer fuerte.

Miren un miembro de una pantilla, de una pandilla, tiene su código de valores. Yo que esto parece como, un ejemplo medio feo, medio raro, pero un miembro de una pandilla tiene su código de valores, “yo juro protegerte hasta la muerte”, y puede sonar bien bonito, bien inspirador, pero papá, si lo estás haciendo por las razones idóneas, pero miren que pasa, se formo una balacera y el que había jurado proteger al magnate de la pandilla, apuntando yo aquí a mi querido Jorge ahora, esa es la bienvenida que te doy un miércoles, viste, te agarro de punto ahí.

“Yo jure proteger a Jorge, que me iba a meter en medio de una bala, y protegerlo, no importa que” y cuando empezó la balacera el primero que salió corriendo fui yo. Cuando llegamos al punto y este llega con una bala en la pierna, me va a mirar, y lo que me va a carcomer a mi es la vergüenza de que yo falle un código de proteger a esta persona.

La vergüenza es lo más duro con lo cual nosotros podemos lidiar, la vergüenza, la culpa y miren a nosotros como cristianos, “uuu, ah” yo diría que la vergüenza para el cristiano es una de las emociones mas fuertes con las cuales nosotros lidiamos, y con la vergüenza viene la culpa también y esto se puede manifestar en formas obvias y extremas, cuando se cometen pecados que son “buaj uuu”, como va ser, hiciste esto, como también se puede manifestar sutilmente, en sujetos que nunca aparentarían tener un problema, pero que están lidiando, luchando con algo, y no se atreven a abrirse, como dice el Salmo 32 que estábamos leyendo, “mientras calle mi pecado empezó a pesar, envejecieron mis huesos, empezó a chuparme la vida y tu mano”, miren como dice, tu mano era sobre mi y después dice pero, el verso 5 dice:

“Pero mi pecado te declare y no encubrí mi inequidad, dije confesare mis transgresiones a Jehová y Tú perdonaste la maldad de mi pecado”.

Como bien he mencionado algunas de las reacciones de la vergüenza es el que uno se esconda, ay Dios mío mira que rápido se va el tiempo Señor. Bueno pero nadie se ha ido, me regalan diez minutos para terminar esto, porque quiero terminar esto. Vamos a “Over-time”, somos jugadores de baloncesto ahora, estamos en “Over-time” dale.

Una, una, una de las razones de la vergüenza como bien hemos dicho, es esconderse, alejarse, retraerse de aquellos a quienes hemos herido, si yo la frego mi tendencia va a ser esconderme, me meto en mi propio “cacum” como quien dice, y salgo huyendo, no quiero que nadie me vea, no quiero que nadie me diga nada, esa es la tendencia de cualquiera, y por eso es que el Diablo, que Dios lo reprenda, quiere que nosotros como hijos de Dios, estemos inundados por la vergüenza, por la culpabilidad, porque él sabe que al lograr esto, ninguno de nosotros va a querer acercarse a Dios.

Ay como voy a ir pa’ la iglesia si yo soy un impío, como yo me voy a acercar ante la presencia de Dios con esta barbaridad con la que yo estoy viviendo, que Dios va a querer vivir conmigo si, los otros días le hice una barbaridad a mi esposa o a mis hijos y eso es precisamente lo que el enemigo quiere, mantenernos ahí subyugados, a quédate ahí avergonzado, pero ante tal reacción del pecado la Biblia nos enseña la respuesta que nosotros tenemos que considerar en ese pasaje de Hebreos que nosotros leímos, ah, a Dios no se le queda ningún atraso, saben que porque nosotros bien fáciles de decir, no, yo no voy pa’ la iglesia, tengo muchas cosas que arreglar en mi vida Mirian, tu sabes hasta que yo no arregle esas cosas en mi vida, pues, no voy a ir a la iglesia, porque es que , que Dios va a querer conmigo.

Y ante tal actitud, jaaaa, Dios tiene una respuesta pa’ que nadie que tenemos excusas después para, justificarnos e irnos por ahí.

En Hebreos capitulo 4, ahí donde estábamos leyendo, termine leyendo el verso 13, mire como empieza diciendo el verso 14, Hebreos 4 verso 14 dice:

“Por tanto teniendo un gran Sumo Sacerdote, que traspaso los cielos, Jesús el hijo de Dios, retengamos nuestra profesión, porque no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino que uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”.

Ese por tanto del verso 14 me deja saber, que ya que todo mi ser y mi corazón está expuesto delante de Dios, como los versos anteriores, todas las cosas están desnudas, expuestas delante de aquel a quien tenemos que dar cuenta, y yo no se oiga cada vez que leo ese verso a mi me tiembla hasta el tuétano por así decirlo.

Porque yo saber que todo lo que yo soy está expuesto totalmente ante dios, eso es cosa seria, así que, se las, como todo está expuesto delante de Dios Él sabe que mi reacción ante esas cosas que están en mi corazón, va a ser el salir corriendo de su presencia. Para que nadie sepa lo que yo verdaderamente soy por dentro, pero por algo es que se nos presenta a ese gran Sumo Sacerdote, a ese intercesor de intercesores, a ese abogado de abogados, a ese que se identifica con nuestra debilidad, porque Él también sintió lo mismo que nosotros, pero obviamente no fallo como nosotros, ante tal Jesús es por Jesús, que a pesar de mi vergüenza y de mi culpa, con todo yo puedo acercarme delante de Dios para recibir misericordia y ayuda en el tiempo de necesidad, ¿Que es lo que dice el verso 16?.

“Acerquémonos pues confiadamente ante el trono de la gracia, para alcanzar misericordia y gracia para el oportuno socorro”.

Esta es la radiografía del corazón que nos hace, Dios. Día tras día Él nos hace esta radiografía, día tras día Él Señor nos deja saber qué es lo que hay en nosotros, hay días en los que él pasa con su lista, check, estas bien, estas bien, pero hay otros días que es como que, ejj. Y sigue ap, y otra más, ujm, ujm, muchacho que paso hoy, no desayunaste, no desayunaste Biblia y oración, que paso que, sigo marcando cosas aquí.

Y de nuevo mis hermanos, yo quiero que usted entienda, él yo comunicar estas cosas, no es que yo quiero sembrar en usted vergüenza o culpabilidad, al contrario, yo quiero que usted entienda, que la dinámica que tiene Dios con nosotros, es una dinámica de querer restaurarnos a esa imagen que Él quiere para cada uno de nosotros y que nosotros podamos vivir a la altura de, de esa vida abundante que Él tiene para nuestras vidas, constantemente tenemos que reconocer, que en alguna forma u otra nosotros siempre estamos expuestos a fallar. Y no necesariamente estoy diciendo que día tras día la tentación está ahí, mira si la tentación para ti puede estar ahí todos los días, pero yo aprendí algo, casi siempre cuando hablamos de tentación, lo tildamos como algo negativo, abrí la puerta y ahí estaba la tentación, me voy a correr al parque y me paso la tentación por el lado, y me vuelve y me pasa, y viene de frente, y tengo que mirar para otro lado.

La tentación siempre va a estar ahí, saben lo que yo aprendí, en vez de pensar que la tentación es algo malo que viene en dirección a mí, piensa que es una oportunidad para hacer el bien, cual es el bien, si la tentación viene de camino ahí, ay, ahí viene el pecado, no puedo, no puedo, sigo mirando en el, como que desvío mi mirada, y miro mas allá, y no me dejo llevar por eso que viene de frente a mí, si me ofrecen algo, no gracias. Si estoy en medio de un argumento, de una discusión y mi tentación es que mi lengua “tls, tls, upm” laaanzar una, con mi voz, “uc”, pues para mi la oportunidad de hacer el bien es, “uc” morderme la lengua y, que Dios te bendiga

Si tu tentación es, que te vas al “Mall” y entras a “Mazes” y empiezas a ver los trajes que son de 80 y 90 para arriba, pues tu oportunidad para hacer el bien es irte al “Rac” que está en la parte de atrás de “Cleavens”, y en vez de gastar 80, 90, 100 dólares mejor gasta 10, 15 o 20. Es esa compulsividad, de estar gastando muchas veces en lo que no podemos, miren a mi me da gracia, algo que siempre dicen da la gente en mi isla Puerto Rico y obviamente digo esto con mucho amor y respeto ero es una realidad.

Es que en Puerto Rico todo el mundo está hasta aquí con las deudas, pero usted va al “Mall” de plaza América y está ¡lleno! Y no es necesariamente de “Window Shopping”, sino es gente que sigue subiendo ese límite de deuda, lo siguen subiendo más, y más, y más, y más. Es querer mantener una apariencia que, no es real, por esconder algo que verdaderamente está ahí, y ese algo que muchas veces queremos esconder, es lo que no podemos esconder, de Dios, porque Dios lo ve, Dios lo escudriña, Dios lo conoce.

Y miren mis hermanos este mensaje lo traigo, número uno, para que nosotros podamos estar convencidos de que en todo momento hay alguien que está haciendo una radiografía de nuestro ser, hay alguien que nos está viendo, que nos está escudriñando, pero no lo hace con el sentido de, ¡Tuuú! Culpable.

Eso lo hace otro, eso lo hace otro que, mira, ¡Pah! Dele la bota, que lo deje tranquilo, tranquila, pero cuando Dios hace ese “scan” de nuestras vidas, Dios lo que está diciendo, mira yo se que esta esto, pero yo te quiero llevar, a este nivel. “Yo quiero que tú seas este tipo de hombre”, “Yo quiero que tú seas este tipo de mujer”, que no te definan las circunstancias de la vida, sino que tú te definas por los valores de mi Reino, por lo que yo quiero para ti.

Y que a través de eso, tú puedas ser de bendición a otros a tú alrededor también, que tú puedas saber que tú tienes, la libertad de acércate a mí, no escuches esa voz que te dice: “No puedo, ay, la vergüenza, aquello, lo otro, no, no escuches esa voz”. Reconoce, acércate confiadamente, ay, qué, que linda esa palabra, acerquémonos pues confiadamente ante el trono de la gracia.

Bien interesante porque los judíos hacían distinción que está Él Trono de Justicia, y Él Trono de Gracia, en el Trono de Justicia es donde te, te leen la cartilla, y Él Trono de Gracia es donde, te extienden él, ¿cómo se dice? Él, él cetro y te lo ponen así en los hombros, ven buen siervo y fiel. Y aquí lo que está hablando, no está hablando de ese, trono necesariamente de justicia, donde uno se acerca con temor, “ay Dios mío que me van a decir”, sino que, nos estamos acercando al Trono de Gracia, la gracia de Dios.

Así que ante esa radiografía de tú corazón, acércate confiadamente delante de Dios, porque Él quiere restaurarte, Él quiere hacer de ti, un hombre, una mujer, Uff, “bien chuchi”, eso es lo que Dios quiere hacer. Ya.

Vamos a ponernos de pie mis hermanos y vamos a orar.

Amado Dios, yo que me estoy predicando a mí mismo Señor, sin duda alguna esta palabra me, me llega a mí, tú la has determinado para mí también. Y así como yo se que esta palabra está administrando en mi vida, está cocinando cosas en mí, está mostrando cosas en mí, yo te pido Señor que en la misma forma esta palabra haga un efecto directo en los corazones de mis hermanos y hermanas que, que lo están escuchando, que están recibiendo esta palabra Señor. Padre no dejes que, que seamos oidores olvidadizos, por favor, no Señor, sino que aquellos puntos, aquellas ideas, que Tú quieres que verdaderamente le prestemos atención, Señor que esas cosas permanezcan ahí, bien profundo en nosotros.

Y Padre, que así mismo como dice en el libro de Hebreos que, que tú palabra traiga vida y traiga eficacia a nosotros, penetra Señor, ahí bien profundo donde solamente Tú puedes llegar, como ese catéter que vimos el miércoles pasado, que entra así, en los lugares más recónditos de nuestro cuerpo, que así mismo Tú puedas entrar con Tú palabra Señor, en los lugares más recónditos de nuestro corazón, y que Tú puedas sacar a la luz, lo que está ahí Señor, las cosas que Tú quieres trabajar, las cosas que Tú quieres sanar en nosotros.

Padre somos vulnerables, Tú sabes muy bien que somos hechos de carne y hueso, somos polvo Jesús, y nuestra condición tú la conoces muy bien, y Jesús que bueno es saber que te tenemos a ti como abogado, como intercesor, que Tú sufriste las mismas cosas que nosotros sufrimos hoy día, que tal vez cuando Tú caminaste en la tierra, las tentaciones que Tú vivisteis, posiblemente ante el ojo nuestro eran tentaciones distintas, pero en esencia eran lo mismo Señor, sin embargo, Tú no fallaste.

Y es por Ti, que nosotros podemos ser restaurados, es por Ti que nosotros podemos ser libertados, es por Ti Señor, que podemos acercarnos a Dios, recibir esa gracia, esa misericordia, te necesitamos Señor para que nuestras vidas puedan ser levantadas, como Tú verdaderamente lo deseas.

Padre lleva a mis hermanos y hermanas, llévanos de aquí, con esta convicción Señor de que podemos acercarnos delante de Ti, confiadamente, sabiendo que Tú no nos vas a rechazar, pero que Tú nos vas a recibir, y que Tú quieres operar en nuestro interior, Señor que no seamos tercos, sino que podamos ser sensibles y obedientes a lo que Tú quieres hacer en nosotros Jesús, llena a cada uno de mis hermanos y hermanas, y permite que en esta noche cuando ellos regresen a sus casas, que esta palabra de alguna forma u otra pueda seguir haciendo eco en su mente, en su corazón, y que seas Tú trayendo convicción de lo que Tú quieres mostrar a cada corazón, bendice a mis hermanos y hermanas Señor, llévanos con bien hasta nuestros hogares y que en el día de mañana Señor, si así Tú lo permites podamos echarle mano una vez más, a todo lo que el día de mañana traiga.

Gracias por este tiempo Jesús y yo declaro Tú bendición, Tú paz abundante sobre cada cual, en Tú nombre oramos. Amén.

Hablemos de Jesús

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En la vida de todo predicador, yo puedo decir esto, no tan solamente porque lo he estudiado sino que lo he visto en muchos predicadores, siempre llega un momento donde cada predicador se encuentra con esta pregunta, la pregunta es, y de qué predico hoy? De qué hablo hoy? Más cuando uno se encuentra a un grupo de personas que tal vez han estado escuchando mensajes bíblicos por años y años y años. y en toda esta semana, no se crea que yo me saqué el mensaje esta mañana. No, no fue eso, o sea, me he estado preparando. Pero en toda esta semana en mi tiempo de oración, cuando estuve orando yo me digo, Señor, guau, qué puedo traer al pueblo? Qué puedo traer a la iglesia, a las personas que lleguen hoy aquí y las personas que nos ven por el internet?

Para contarles un poco de cómo yo hago mi tiempo de oración, yo casi siempre me siento afuera en el deck de mi casa y me siento, y al frente mío pongo otra silla vacía, es como que para imaginarme que tengo a Jesús ahí de frente a mí. Y así en mi conversación cada vez en esta semana, cada vez que estaba así hablando, es como si el Señor me dijera, “Habla de mí.”

Hablemos de Jesús. Qué mejor tema hablar que de Jesús? Y ¿Saben qué? Eso a mí me impactó tanto porque hay veces que nosotros nos enfocamos en muchos otros temas y nos olvidamos de la razón principal de cualquier tema de por qué nosotros predicamos, y eso es la persona de Jesús.

Y para mí eso me pesó mucho porque como creyente, mis hermanos, muchas veces nosotros nos podemos acomodar y conformarnos muchos a las experiencias que hemos vivido en nuestra fe, nuestra relación con el Señor Jesús. Es bien fácil. Y yo les estoy hablando, no tan solamente desde una perspectiva personal, sino que yo creo que esto es el sentir, tal vez, o no tal vez el sentir sino tal vez la realidad de muchas personas, que tenemos con nosotros a una de las personas, uno de los seres que más ha impactado y transformado la historia de millares de personas y con todo al día de hoy, nosotros nos comportamos como si eso no tuviera ningún tipo de efecto, como si no tuviera un poder eficiente todavía al día de hoy.

Y si alguno piensa así, yo le pido que por favor cambie su manera de pensar porque no es así. Yo creo que el Señor Jesús está muy en acción todavía en el día de hoy, en medio de las vidas, tanto de aquellos que le conocen como de los que no le conocen como los que no le conocen todavía, el Señor está en acción. El Señor no ha dejado su negocio de transformar vidas. Jesús no ha dejado su misión de reconciliar al mundo de vuelta con Dios como su Creador.

El Señor Jesús está en acción todavía. Pero el asunto es, mis hermanos, que hay veces que nosotros podemos aparentar que ya hemos alcanzado un nivel donde lo conocemos todo, hemos alcanzado un nivel como un plateau donde ya no hay nada más que experimentar, no hay nada más que cambiar, no hay nada más que transformar. Y entonces nos acoplamos, nos acomodamos a vivir nuestras vidas en el diario vivir, nos acoplamos al mero hecho de que yo tengo control de lo que yo hago, esto es lo que voy a hacer tal día, nos planeamos, esto es lo que voy a hacer en mis vacaciones, estoy es lo que voy a hacer por el mes de verano, y como que toda nuestra vida está totalmente planificada por nosotros y muchas veces dejamos fuera de la ecuación a la persona de Jesús y cómo Jesús pueda verdaderamente impactar cada una de nuestras rutinas.

Y tal vez usted me va a decir, “Ah, pastor Omar, eso es allá usted porque yo no.” he titulado el mensaje de hoy, “Encuentros con Jesús que cambian nuestras vidas.” Ese es el título de hoy, “Encuentros con Jesús que cambian nuestras vidas.”

Por qué les digo esto, mis hermanos? Por qué he querido meditar en esto? Y por eso es que digo que recibamos este mensaje con simpleza, porque tal vez cristianos maduros que estén aquí de muchos años me van a decir, “Ah, qué más me vas a decir de Jesús si ya yo conozco todo lo que tengo que conocer de Jesús.”

Si usted piensa así ya, mucho cuidado. Es imposible que usted pueda conocer todo lo que Jesús tiene para su vida. Yo creo que ni la persona más docta que verdaderamente haya conocido algo de Jesús se atrevería a decir cosa semejante. Siempre tenemos algo que aprender. Siempre tenemos algo que recibir de parte del Señor. Siempre tenemos algo que dar al Señor.

Y por eso es que he querido tomar el tiempo para meditar en estas cosas, mis hermanos, yo por un lado, yo le doy gracias al Señor Jesús de que él nunca se acomoda, nunca se conforma con tener una mera relación estándar con cada uno de nosotros. Yo le doy gracias al Señor porque él nunca hace eso.

El Señor Jesús siempre está queriendo, anhelando, deseando tener más conexión, más intimidad con cada uno de nosotros. Hay una infinitud de misterios en el Señor que él quiere dar a conocernos a nosotros, sus hijos, sus hijas, su iglesia, que aún nosotros todavía no hemos conocido. Y no las hemos conocido en gran parte porque no dedicamos el tiempo suficiente de tener esos encuentros donde podamos recibir algo de parte de él, no tan solamente encuentros donde sea yo el que esté tirando, tirando, tirando todo el tiempo, sino donde yo me pueda sentar a verdaderamente recibir algo de parte del Señor Jesús.

Cómo podemos alcanzar estos encuentros? Miren, yo quisiera hablarles de encuentros que nunca deberían terminar. En otras palabras, encuentros a los cuales nosotros nunca deberíamos acostumbrarnos a que sucedan así como algo cotidiano. Sino que al contrario, siempre tenemos que tener la expectativa, la emoción, la ansiedad en un sentido positivo, de guau, qué nuevo voy a recibir del Señor? Me siguen?

Hay un personaje en la Biblia que muchos de nosotros conocemos. En el libro de Lucas, Capítulo 19 se habla del personaje de Saqueo y todos nosotros conocemos muy bien esta historia, los que no la conozcan les voy a dar un resumen bien breve.

Pero Saqueo era un hombre que estaba encargado de recolectar los taxes en el pueblo de los judíos, el pueblo de Israel. Y para que ustedes entiendan, las personas que colectaban taxes es como decir el IRS hoy en día, eran personas que nadie le gustaba ese tipo de individuo, de ser misterioso. Al contrario, los trataban con rechazo, los trataban con distancia, hasta los consideraban como pecadores, por así decirlo, delante de Dios.

Y el relato bíblico dice que mientras Jesús iba de camino a la ciudad de Jericó, pasando por aquella ciudad se encontró con un varón llamado Saqueo que era jefe de todos los publicanos y era un hombre rico, era un hombre adinerado también, y él procuraba ver quién era este Jesús. Parece que había escuchado hablar de Jesús. Pero no podía verlo a causa de la multitud y porque también este hombre era chaparrito, era pequeño.

Puedo mirar a alguien específico, pero no lo quiero poner en el spot. Yo tengo mi ejemplo de Saqueo aquí, en cuestión de estatura, no de personalidad. Y dice en el verso 4 que Saqueo corriendo adelante se subió a un árbol sicómoro para verle porque había de pasar por aquel lugar. Cuando Jesús llegó a aquel lugar mirando hacia arriba…

Yo quiero que usted se ría visualizando esta historia. Jesús iba caminando por la calle y de repente así en medio de toda la multitud ve estos dos pies guindando así de un árbol, y eso le llama la atención y mira hacia arriba y de repente ve a Saqueo allá guindando de una rama. Y el asunto es que Jesús le llamó por su nombre.

Le dice, “Oye, Saqueo, qué tu haces ahí arriba trepado, muchacho? Ten cuidado que no te caigas. Así que hazme el favor y bájate de esa rama porque hoy me es necesario llegar contigo a tu casa.”

Miren eso. “Date prisa, desciende porque hoy me es necesario que yo pose en tu casa.”

Que lindo es que Jesús en su soberanía, aunque tenga toda una multitud a su alrededor, él conoce a cada cual por nombre y apellido. Así que te puedo hablar algo de Jesús es eso, que en medio de toda esta multitud, si Jesús se para aquí él puede llamar a cada cual por nombre y apellido, aún al que está allá atrás en la esquina, el Señor lo puede llamar por nombre y apellido, aún el que está sentado de frente a su computadora en el pueblo más recóndito de la Argentina, el Señor te puede llamar por nombre y apellido.

Él puede hacer eso. Y no tan solamente eso, sino que a la misma vez dice, “me es necesario que yo pase tiempo contigo.” Pero Jesús si tienes tanta otra gente a la cual puedes atender, por qué yo? En este momento me es necesario que yo pase tiempo contigo. Yo tengo que llegar a tu casa. Así que bájate de ese árbol donde estás vamos a cenar tu y yo.

Que lindo es saber, mis hermanos, que el Señor Jesús se interesa por cada cual. Él se puede interesar en multitudes, y puede ministrar a multitudes, pero a la misma vez como tiene ese alcance bien grande, también puede tener el alcance de llegar a un corazón en particular.

Saben lo que me gusta de este encuentro? Que este encuentro fue inesperado. Jesús se invitó sin invitación. Mira eso. Yo no sé si usted ha tenido alguien que usted está planificando un barbecue o algo así y alguien se enteró y como que ¿puedo venir? Y entonces usted se encuentra en la encrucijada de que si no lo invito se va a sentir mal porque no lo invité así que hey, una persona más, “Amor, incluye una boca más que vale por tres.”

En otras palabras, lo que Jesús estaba haciendo fue que interrumpió la rutina de Saqueo como él nunca antes se lo imaginaba, interrumpió su rutina. Tu te imaginas qué sería de tu vida si Jesús interrumpiera tu rutina cuando tu menos te lo esperas? Cómo responderíamos si Jesús de repente se mete en tu tiempo y te dice, “Oye, tenemos que hablar.” Qué sería, perdona que te coja de ejemplo Benjamín, estás a ley de 15 minutos de empezar una de tus clases en el seminario, estás ahí en tu oficina, y de repente tu sientes esta presencia que llena toda tu oficina y es como el Señor te está diciendo, “Necesito pasar tiempo contigo antes de que vayas a tu clase.” Cómo reaccionaríamos?

David, tu como un principal de escuela, llegas ahí por la mañana, acomodando cosas, viendo portones y de repente sientes en tu corazón que el Señor te dice, “Necesito pasar tiempo contigo.”

Oscar, estás llegando a tu oficina y vas ahí apurado, tienes muchas cosas en mente, cosas que las tienes que cumplir y de repente sientes esta impresión que el Señor te está diciendo, “Necesito pasar tiempo contigo.”

Mirra, estás haciendo tus quehaceres en la casa, tienes miles de cosas que hacer y de repente, cuando vas a poner una tanda en la lavadora sientes en tu corazón, “Mirra, tengo que pasar tiempo contigo.” “No, Señor, ahora no puedo, tengo que hacer muchas cosas, tengo que cumplir con esto, tengo que hacer aquello, tengo que hacer lo otro.” Lo cual es muchas veces la respuesta que nosotros damos. Yo he dado esa respuesta.

Pero piensa esto, el interés que Jesús tiene tanto en tu vida, es tanto que hay veces que él se atreve a no respetar nuestro tiempo sino que lo quiere interrumpir. Y aunque decimos que él es muy caballero, pero él tiene estos momentos que su caballerosidad la usa para interrumpirnos y dejarnos saber, “Necesito tiempo contigo.”

Y qué trajo ese encuentro? Qué es lo que dice? Cuando Jesús llegó a la casa de Saqueo, que Saqueo fue conmovido por la presencia de Jesús en una forma tan y tan profunda que él lo que dijo fue, “Jesús, mira, yo sé que yo he hecho mal. Hoy yo le voy a devolver a la gente todo lo que debo y si es necesario se lo voy a devolver cuadruplicado. No tan solamente se lo voy a… no, dijo, se lo voy a devolver con intereses, olvida los intereses, se los voy a cuadruplicar.

El hombre fue tan movido por el Señor Jesús que se atrevió a hacer algo extravagante. Y qué fue lo que Jesús dijo? Hoy ha llegado la salvación a esta casa. La salvación, no fue que ya entró al cielo. No significa eso. Cuando ese texto habla de salvación, lo que Jesús está queriendo decir es que llegó un sentido de bienestar no tan solamente al hogar, sino más bien a la vida de Saqueo que solamente Jesús podía dar. Llegó un nuevo comensal para la vida de Saqueo.

Y no tan solamente para la vida de Saqueo sino para todas aquellas personas que habían sido impactadas por él, en una forma negativa porque ahora sí Saqueo tenía una perspectiva nueva en la vida, eso significa que las personas que lo conocían iban a tener que empezar a ver de una forma totalmente distinta. Ya no es el publicano colectador de taxes, pecador, ahora es un hombre que está haciendo su labor pero lo está haciendo de una forma responsable y no tan solamente eso sino porque ha tenido un encuentro con el mismo Jesús que yo también he conocido.

So, ahora me tengo que relacionar con él en una forma distinta. So, ese aspecto de salvación que se produjo a la luz de ese encuentro con Jesús, ha traído un nuevo sentido, una nueva dirección a la vida. Encuentros inesperados.

Hay otro tipo de encuentro, que es el encuentro que es esperado. Lo contrario del primero, es el encuentro esperado o el encuentro programado. Miren, en Lucas Capítulo 10, hay otra historia que también nosotros conocemos pero quiero hacer hincapié en algo aquí.

Cuando Jesús visita a Marta y a María estas dos hermanas que Jesús las conocía muy bien y tal parece que cada vez que Jesús pasaba por Betania una de sus paradas era la casa de ellas dos. So, esa visita de Jesús era más o menos esperada, porque ellas cuando lo recibieron en la casa, que lo dice así, lo recibieron en su casa, empezaron a preparar una cena para Jesús, para los discípulos, y qué es lo que nos enseña el texto?

Nos deja saber que este es el tipo de encuentro donde nosotros nos ponemos al día con Jesús. En otras palabras, es lo que Greg y yo llamamos a nuestras reuniones con el pastor Miranda, son nuestras reuniones de check up, de mantenimiento por así decirlo. Así como usted lleva su carro a mantenimiento, cada 5000 millas, nosotros tenemos cada un día a la semana, no 5000 millas, cada un día a la semana nosotros tenemos estos tiempos donde nos reunimos con el pastor para hacer nuestro maintainance check, y dejarle saber al pastor, cómo estamos, qué hemos estado haciendo, para que él esté informado de todas las cosas que están sucediendo alrededor de la iglesia y que él nos informe también de las cosas que él ha estado haciendo. O sea, es algo que va de ambas partes.

Pero ese es el tiempo de encuentro, cuando yo pienso en la persona de Jesús que nosotros necesitamos constantemente. Ese encuentro planificado es ese encuentro en que nosotros nos ponemos al día con Jesús y que él también se pone al día de alguna forma u otra con nosotros.

Obviamente una parte de ese texto, de esta historia, de este relato de Marta y María es que muchas veces nos enfocamos que Marta estaba por allá enfocada, cocinando, sirviendo, y María, qué fue lo que hizo? Decidió sentarse a los pies de Jesús y escuchar lo que él estaba diciendo. Y obviamente todo el mundo dice como que ah, María fue la que hizo bien y Marta era la que estaba por allá ajetreada con todos los quehaceres.

Pero nosotros aquí en la iglesia, por muchas prédicas que hemos escuchado ese pasaje, lo que hemos aprendido es que lo que Jesús nos enseña aquí es la importancia de saber cómo mantener un buen balance entre lo que es servicio y lo que es devoción. Lo que es estar envuelto en algún tipo de acción en este caso, sea en la iglesia, o sea en su trabajo, o sea en su familia, de estar haciendo cosas que mantengan a su familia en una buena rutina, saludable, productiva, dinámica, versus, pasar tiempo de devoción, pasar tiempo de conexión con Dios, de sentarnos y decir, okay, vamos a hablar, déjame desahogarme yo y cuéntame tu también de lo que tienes.

Eso es lo que este texto está hablando. Y son encuentros, mis hermanos, que nosotros no podemos dejar pasar por alto en nuestras vidas. Necesitamos tener esos momentos planificados, esperados, donde lleguemos a un punto en el día, sea en la mañana, sea en la tarde, sea en la noche, sea cuando sea donde nosotros podamos touch base, donde podamos sentarnos con Jesús y escuchar lo que él tenga para nosotros.

Y tal vez ese aspecto de escuchar pueda ser difícil porque esos encuentros con Jesús no necesariamente es que hay un diálogo entre dos personas, sino que cuando usted está orando tal vez es un tiempo que se llena solamente de silencio y lo único que se oye tal vez, es su propio respirar o el palpitar de su corazón.

Pero tenemos que aprender, mis hermanos, que para nosotros una de las formas en que esto se aplica a nuestras vidas es que aún en ese tiempo de silencio que nosotros podamos aprender a escuchar la voz de Jesús en medio de nuestras vidas. Y esto es algo que no se le hace muy fácil a muchas personas porque tenemos nuestra mente tan llena de cosas que hay que hacer, cosas que tengo que cumplir, que aún si estamos en un tiempo de silencio, nuestra mente está a cien millas por horas pensando, tengo que hacer esto, tengo que hacer aquello, tengo que llamar a tal persona, tengo que comprar esto, tengo que contactar a aquella otra o tengo que llenar esta carta o tengo que hacer este pago. Nuestra mente está tan llena y tan llena de tantas cosas que aunque Jesús nos quiera hablar y estemos aunque sea 5 minutos de silencio, no le vamos a poder prestar atención porque estamos enfocados en muchas otras cosas.

Y nosotros tenemos que aprender a lo que es aquietar nuestra mente. Yo no voy a decir una práctica de meditación oriental de “oh, vacía tu mente, ohmmm.” Yo no voy a decir que hagas eso pero sí te puedo decir que pongas en práctica lo que dice uno de los salmos, “estad quietos y conoced que yo soy Dios.”

Y ese estar quietos significa que slow down, baja tus revoluciones, calla, presta atención a lo que el Señor quiere decir. Son momentos esperados, momentos programados, que no podemos pasarlos por alto sino que tenemos que estar muy presentes de ellos. Esos encuentros nos recuerdan donde tanto el servicio como la devoción son dinámicas de la vida que nosotros debemos fomentar continuamente en nuestra relación con el Señor.

Un tercer tipo de encuentro, que debemos siempre buscar y este encuentro lo podemos leer en el libro de Lucas, Capítulo 5, donde Jesús se encuentra con los primeros discípulos y los llama a servir. Este es el tipo de encuentro que yo llamo el encuentro que son determinantes o definitivos, en el sentido de que definen algo en nuestras vidas, son determinantes, son fulminantes por así decirlo. Que Jesús cuando se aparece nos deja saber lo que él tiene en su corazón para nosotros y nosotros tenemos una de dos opciones, o obedecemos o nos quedamos sentados y no hacemos nada.

Miren cómo dice, Jesús se aparece a los discípulos, después que los discípulos habían estado pescando y no pescaron nada, Jesús se apareció y les dice, “Boga mar adentro y echen sus redes para pescar otra vez”, y Pedro Simón le dijo, “Pero hemos estado pescando toda la noche y no hemos cogido nada.” Hey, hazme caso, en tu nombre, cómo fue que le dijo? En tu nombre lo haremos.

Entonces hicieron señales cuando echaron sus redes porque se habían llenado, casi se rompían e hicieron señales a sus otros compañeros que fueran a ayudarlos. Verso 8 dice:

“… Y viendo esto Simón Pedro cayó de rodillas ante Jesús diciendo, “ay, apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador.” Porque por la pesca que habían hecho el temor se había apoderado de él y de todos los que estaban con él. Pero Jesús entonces le dijo a Simón, “No temas, muchacho, porque desde ahora te haré pescador de hombres.” Y cuando trajeron a tierra las barcas, dejándolo todo le siguieron…”

Miren ese encuentro, mis hermanos. Miren ese encuentro tan definitivo en la vida de estos discípulos iniciales, de los primeros con los cuales Jesús se encontró que empezó a llamarlos, apartarlos para su obra, para su misión, para su ministerio. Jesús de nuevo, se puede decir que por un lado interrumpió de nuevo la rutina de estos muchachos, pero ese encuentro lo que trajo fue un sentido de definición en las vidas de esas personas.

Saben, aquellos que entienden lo que es ser un discípulo en ese tiempo de Jesús, miren qué interesante. Un joven que estuviera trabajando sea ya en la pesca, sea ya en los viñedos o sea en la carpintería, saben lo que significaba? Que esos muchachos no fueran lo bueno suficiente para poder estar con un rabino. No se aprendieron la Tora completa, no se aprendieron los libros de los profetas completos, no los pudieron recitar todos y no pudieron cumplir con esos requisitos por lo tanto, no pudieron dedicarse a uno de los llamados vocaciones de más alto nivel en aquel entonces, que era ser el discípulo de uno de los rabinos más reconocidos en el momento. Por lo tanto, se tenían que dedicar al oficio de sus padres.

En ese entonces los tildaban como que you were not good enough, no era lo suficientemente buenos para poder aspirar a lo mejor. No fuiste lo suficientemente bueno para ser un abogado, un doctor o un gran juez que fuera establecer leyes que transformaran la vida a una nación, así que te tuviste que dedicar a ser zapatero, te tuviste que dedicar a ser carpintero, te tuviste que dedicar a limpiar casas.

So, en los términos de esa sociedad no eras suficientemente bueno. Y mira lo que estaba haciendo Jesús. Jesús que era el rabino de los rabinos, interrumpió la rutina de esos muchachos y les dejó saber, “Tu sí eres bueno para mí. Yo te quiero usar a ti y lo que otros han desechado yo lo quiero usar.”

Miren lo que Jesús hace. Jesús estaba rompiendo estereotipos de aquel entonces con cada uno de esos encuentros, romper y cuando Jesús te quiere dar un encuentro a ti, Jesús lo que quiere hacer es romper un estereotipo en tu cabeza, en tu mente, en tu espíritu, en tu ser, porque se le ha enseñado cómo debe ser, o por las experiencias que tu has tenido y has entendido, ya tu sabes que Dios opera de esta forma, pues es esa es en la única forma en que Dios opera. Pero cuando Jesús quiere tener un encuentro contigo, lo que él quiere hacer es romper precisamente ese estereotipo que está grabado en tu cabeza. Y te quiere dejar saber, “No, no, no, yo obro en otra forma, yo opera las cosas en otra dimensión. Estás tu dispuesto, estás tu dispuesta a dejar que yo interrumpa tu rutina para dejarte saber las cosas que verdaderamente yo tengo para ti? o te vas a quedar acostumbrado, acomodado a tu vida tal y como está ahora? Te vas a quedar acoplado a tu forma de pensar que tienes ahora, tu forma de razonar, tu forma de justificar las cosas que pasan en tu vida? O te vas a atrever a empezar a ver las cosas de una forma distinta?

Esos son los encuentros que Jesús nos quiere dar todavía al día de hoy. Encuentros determinantes, encuentros definitivos donde él se mete en tu vida y te deja saber, las cosas no son como tu crees, yo tengo una perspectiva distintas. Estás dispuesto a aceptarlo? Va a dejar las cosas por mí o te vas a quedar ahí oliendo a pescado todo el tiempo?

Hay otros tipos de encuentros que yo les digo que son unos encuentros tanto de bendición como de conflicto. Encuentros de bendición y conflicto. Cuántos se acuerdan de la historia de Lázaro? Lázaro que fue resucitado de la muerte ¿verdad?

Me estoy quedando sin aire. En Juan Capítulo 11 se habla acerca de la resurrección de Lázaro, después de 4 días de muerto que apestaba y todo, Jesús lo llamó y lo resucitó. Un milagro que transformó a aquella vecindad por completo.

Pero en el Capítulo 12 sucede algo que es como que confunde a uno. Y yo los quiero confundir a ustedes un momento. Óigame están siguiendo, ¿verdad? Okay. En el Capítulo 12 habla acerca de otra visita que Jesús le hizo a Marta, María y a Lázaro. Llegó a la casa de ellos otra vez y cuando la gente se entera de que Jesús está en la casa de ellos, pues todo el mundo empieza a aglomerarse y a juntarse allí en la casa de Marta, María y de Lázaro. Y me interesa mucho porque el verso 9, miren cómo dice:

“… Gran multitud de los judíos supieron entonces que Jesús estaba allí y vinieron, no solamente por causa de Jesús sino también para ver a Lázaro, a quien había resucitado de los muertos…”

Miren eso. No tan solamente querían ver a Jesús sino que querían ver el milagro, querían ver a Lázaro, querían ver al muerto vivo. Cuántas veces habrá gente que se ha querido acercar a ti, no tan solamente por lo que Jesús ha hecho o por la persona de Jesús viviendo en ti, sino más bien por lo que Jesús ha hecho por ti. tu has estado orando por una casa de 4 cuartos, dos baños y dos garajes bajo techo, y cuando tienes esa casa la gente te quiere visitar, no porque Jesús te la proveyó sino porque tienes la casa, y porque quieren ver tu cocina con counter tops y cosas así, y quieren ver qué es lo que se siente estar en una casa como esa.

Estuviste pasando por un tiempo que no tuviste trabajo, la cuenta de tu banco se puso en números rojos y tu decías, y ahora qué? Y el Señor hizo un milagro y proveyó lo que tu necesitabas y ahora la gente se te quiere pegar a ti, no por Jesús en ti, sino por los miles de dólares que tienes ahora, y te vienen con sus historias, mira, tengo una necesidad, me puedes ayudar? Un prestamito de 500 dólares, o algo así. Yo soy familia tuya, tu sabes, nos conocemos desde hace tiempo.

Encuentros que son de bendición y conflicto, ¿Saben por qué? Miren lo que dice el verso 10, dice:

“…Pero los principales sacerdotes acordaron dar muerte también a Lázaro, porque por causa de él muchos de los judíos se apartaban y creían en Jesús…”

Qué pasa cuando los encuentros que Jesús trae a tu vida por un lado sí son de bendición, pero a la misma vez causan conflicto, porque entonces otro a tu alrededor, por causa de envidia, por causa de rencores, por causa de celos quieren matar el milagro que Dios ha hecho en ti.

Me siguen? Que la gente reacciona de tal forma a las cosas que Dios ha hecho en tu vida que antes eras un malhablado de primera y ahora de repente tu hablar es tan dulce, tan poético que los amigos que tu solías tener, ahora se creen como que, oye, de dónde tu sacaste ese hablar ahora tan culto, tan proper, tan politically correct? Si tu eres el primer malhablado de la calle, tu eras el primero que si le tenías que decir a uno un piiiip, se lo decías, y ahora lo que le dices es, oye, que bien te ves. Que te vaya bien. en vez de mandarlo para buen sitio lo mandas para otro sitio.

Entonces al no entender eso que Dios ha hecho en ti, lo que empiezan a hacer es que empiezan a cuestionarte, empiezan a preguntar si verdaderamente lo que Dios ha hecho en ti es real o es falso. Empiezan a decir, ah, déjalo que dentro de un par de meses vuelve a empezar a mandar a todo el mundo para buen sitio. Y lo que quieren hacer es matar el milagro que el Señor Jesús ha hecho en ti. Es un encuentro que a tu vida ha traído bendición, pero otros porque no entienden la magnitud de lo que Jesús ha hecho en tu vida, lo que quieren hacer es tronchar todo lo que él ha hecho.

Y hay veces que puede ser el tipo de encuentro que nosotros como que, ah, no, por evitar el conflicto, pues, yo no quiero ese tipo de encuentro. Pero ¿Saben qué? Si estás con Jesús no lo vas a poder evitar, porque tarde o temprano lo que Jesús hace en ti va a chocar en las vidas de otros y va a traer un conflicto de alguna forma u otra.

Cuántas personas no están aquí que en sus familias ustedes son la primera generación de creyentes, y usted viene aquí, usted llora en el altar, se entrega a Jesús y usted dice, Jesús, yo quiero que mi vida sea para ti. Y llega a su casa y los primeros que quieren tronchar ese milagro de vida en usted son sus padres, porque no creen en lo mismo que usted. Y entonces usted tiene que entrar en una lucha, es como que ese encuentro de bendición que usted tuvo aquí cuando llega a su casa se convierte en un conflicto. Y usted tiene que aprender a cómo luchar, como pelear con eso, cómo defender de alguna forma u otra lo que Jesús ha hecho en usted.

Y fácilmente ese tipo de conflicto lo que puede hacer es apagar esa fe, ese ímpetu, esa pasión que uno siente por Jesús y si no estamos bien afincados, pues nos dejamos llevar por la corriente y es como que, okay, mira, está bien ya no voy a pelear más con ustedes, esto otro día lo considero.

Pero no podemos hacer eso. Si ese encuentro de Jesús ha sido uno de bendición, ha sido uno definitivo, ha sido uno determinante, tenemos que seguir luchando por eso. Si yo hice una confesión aquí en el altar, por qué cuando salga de la puerta me voy a olvidar de esa confesión. Yo tengo que llevar eso conmigo, si Jesús verdaderamente lo ha hecho en mí, yo lo tengo que llevar conmigo, y tengo que hacer que mi vida se amolde, se acople a eso. Y tal vez eso puede sonar como un mensaje para nuevos creyentes pero miren, no, esto para las personas que llevan 30 años viviendo en esta relación con el Señor Jesús. Porque aún en 30 años tu sabes qué? Voy a decir un secreto, aún en 30 años de tu servirle a Jesús, de tu ser un cristiano verdadero, en 30 años tu sabes cuál es una de las cosas que puede tronchar precisamente ese ímpetu? Lo que dije al principio, la comodidad, lo cotidiano puede tronchar eso.

Somos cristianos como quien dice, de la boca para afuera, pero no de corazón. Acá adentro como que la rutina de la vida se ha asentado en nosotros tanto y tanto, que le hemos perdido ese sentido de aventura a nuestra relación con el Señor Jesús.

Hay un último encuentro del cual les quiero hablar. En Mateo Capítulo 25 nos habla de una parábola que muchos conocemos también, Mateo Capítulo 25, la parábola de las 10 vírgenes o mejor dicho, las 5 vírgenes prudentes y las 5 vírgenes negligentes. Qué es lo que dice esta parábola?

Habían 10 vírgenes en un vocabulario más de hoy, 10 muchachas castas, puras, esta es la ilustración que está usando Jesús, y él está usando esta parábola para hablar acerca del Reino de los Cielos, de esa promesa de lo que está por venir. 5 de estas muchachas fueron prudentes en el hecho de que cuando fueron a esperar el retorno del rey se llevaron consigo sus 5 cántaros de aceite por si acaso sus lámparas se apagaban y poderlas mantener encendidas, y 5 de ellas no fueron lo suficientemente prudentes y se fueron solamente con sus lámparas y el poquito de aceite que tenían en ellas.

Llegada la medianoche, qué es lo que dice la historia? Empezaron a anunciar, viene el rey, viene el rey! Y las muchachas empezaron a prepararse, a vestirse de nuevo, pero se empezaron, empezaron a preparar sus lámparas y entonces las 5 imprudentes se dieron cuenta que su aceite se estaba acabando y le dijeron a las 5 muchachas que tenían, “Oye, muchachas, pueden compartir un poquito de ese aceite?” y ellas le dijeron, “Mira, para que no nos falte a nosotros y para que no les falte a ustedes, mejor vayan ustedes a comprar y así vamos a tener suficiente para las dos.” a medianoche quién va a comprar aceite?

So, yo creo que esas 5 muchachas tenían un plan medio maquiavélico detrás de todo esto. Se querían disfrutar al rey para ellas solas y no con las otras 5. No. ahí estoy leyendo demasiado en la historia. Pero sí dice que las mandaron a ellas a comprar aceite. Y mientras iban, qué pasó? El rey llegó, las 5 muchachas que estaban ahí entraron a las bodas con él y se cerró la puerta y cuando llegaron las otras 5 qué pasó? Rey, aquí estamos, perdónanos, es que tuvimos que ir a comprar aceite. Sorry. Pero no las conozco.

Oiga, son palabras bien tajantes, bien fuertes. No las conozco. Mas sin embargo así es como dice el texto. Qué es lo que dice Jesús después en el verso 13?

“…Velad pues porque no saben el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir…”

Saben cuál es este último encuentro del cual les quiero hablar? Es un encuentro que está por venir. Y es el encuentro donde Jesús va a volver a tomar a toda su iglesia y la va a llevar a morar con él por toda una eternidad. Ese es el encuentro mis hermanos, que en nuestros corazones tiene que ser el más esperado por todos nosotros. Aparte de los primeros 4 encuentros de los cuales les hablé, aparte de tener encuentros inesperados con Jesús, que él interrumpe nuestras vidas, aparte de tener encuentros de mantenimiento, de chequeo, de cómo están las cosas. Aparte de tener encuentros que traigan bendición y conflicto a nuestras vidas, aparte de esos encuentros, tenemos que estar siempre anhelando y esperando el encuentro de todos los encuentros, que es el día en que él va a regresar por nosotros.

Óigame, si no todos dijeron amén, aquí hay un problema bien grande. Porque eso significa que si no podemos decir amén a eso porque hemos perdido perspectiva, el aspecto más importante y más definitivo de nuestra fe en el Señor Jesús. Y eso es tener la fe y la convicción de que hay un día en que él va a regresar por nosotros. Si yo no puedo decir amén a eso, yo tengo un problema bien grande.

Ah, por eso se está predicando desde hace siglos y siglos y todavía no regresa. Es la misma excusa que ha dicho mucha gente por muchos años, pero yo creo lo que dice la palabra, en el libro de Primera de Pedro, que el Señor Jesús es paciente para con todos porque no quiere que nadie se pierda sino que todos alcancen esa vida eterna y salvación.

Óigame, en algún momento en nuestras vidas, en algún momento en la rutina de nuestros días, de nuestras semanas, en algún momento cuando estemos durmiendo, en algún momento cuando estemos en el colmado o en la marqueta haciendo cualquier diligencia que estemos haciendo, en algún momento si decimos que somos cristianos, si decimos que somos fieles seguidores de Cristo Jesús, en algún momento por nuestra cabeza tiene que pasar el mero pensamiento de decir, “Señor, cuándo tu vienes por nosotros?”

Y no es solamente cuando estamos metidos en problemas. Si usted piensa en eso solamente cuando la tarjeta de crédito está a su máximo nivel y los intereses le han subido, y ahí entonces es cuando usted viene, “Ah, Cristo, regresa para que todas esas deudas se apaguen.” No, está pensando mal.

Si usted solamente piensa en eso cuando tiene problemas con su cónyuge, “Ay, Jesús, ven por mí para no tener que lidiar con esto ya.”

Si usted piensa en eso solamente cuando los traumas de su vida son tan y tan y tan graves que usted se atreve a tener este pensamiento suicida de decir, “Señor, llévame contigo porque no aguanto más este mundo.” Hay un problema.

En algún momento en medio de nuestras vidas nosotros tenemos sí que anhelar ese retorno de Jesús, pero no es que ese deseo sea inspirado por los problemas que yo tengo en mi vida, sino porque proviene de un sentido de convicción, de fe, de que es una promesa que el Señor Jesús nos ha dado a todos nosotros. Para yo mantener esa perspectiva viva tengo que estar bien al día con todos los otros encuentros de los cuales yo le hablé.

Yo tengo que esperar esos momentos inesperados. Yo tengo que orar por esos momentos, donde yo esté trepado en el árbol con los pies así guindando en una rama y que de la nada Jesús me diga, “Hey, Omar, tengo que pasar tiempo contigo.” Yo tengo que esperar esos momentos.

Yo tengo que esperar los momentos que son programados en mi agenda que yo me digo, “Okay, este es mi tiempo con el Señor”, ya los muchachos se acostaron a dormir, ya el esposo o la esposa está durmiendo, ahora me voy yo a comer un buen mantecado con el Señor, ese es el ejemplo que yo siempre doy, comer mantecado con el Señor.

Si usted no se puede comer un mantecado, pues tómese un jugo o algo pero la cosa es que usted está pasando tiempo con él, un tiempo intencional. Y cuando usted se siente ahí no venga tan solamente a llorarle, “Ay, Jesús,” sino que usted pueda sentarse, acostumbrarse a que aún en medio del silencio el Señor le pueda hablar.

Como me pasó a mí, que a través de una semana tan aforada, que cada vez que me sentaba a orar era como que Señor, esto, Señor, aquello, Señor, lo otro, y de repente, de qué voy a predicar el domingo? Cállate, habla de mí. Si yo hubiese mantenido mi mente tan ocupada en todas las cosas que tenía que hacer, no hubiese podido escuchar lo que Jesús quería verdaderamente que yo prestara atención.

Habla de mí. La gente necesita escuchar de mí. Hay veces que te enfocas en hablar en 5 benditos puntos para un buen matrimonio, pero hay veces que la gente necesita escuchar el único punto que puede verdaderamente bendecir ese matrimonio y soy yo. Habla de mí.

Cinco llaves para ministrar liberación en el espíritu. Habla de la única llave que puede hacer eso que soy yo. Cuatro pasos para tomarte un buen jarabe y cantar bien bonito delante del Señor. Habla de mí que soy el único jarabe que verdaderamente puede infundir en las voces de la gente para que verdaderamente pueda cantar.

En otras palabras, no prediques de todas estas cosas, predica de la esencia. El Señor quiere darnos esos encuentros, mis hermanos y hermanas. Esa es la razón por la cual nosotros estamos aquí. oiga, yo te pregunto, qué pasó con ese fuego, qué ha pasado con ese fuego que me impulsó al principio, qué ha pasado con esa pasión que un día nos llevó y nos motivó a decir, “Jesús, mira, aquí estoy te entrego mi vida, te entrego todo lo que yo soy, yo no puedo hacer las cosas y yo solo he intentado por mucho tiempo y te necesito a ti.”

Qué ha pasado a lo largo de los años que esa pasión, que ese ímpetu que nos movió al principio ahora está como adormecido? Ah, pastor, es que me he encontrado con muchos problemas, con gente en la iglesia y eso me ha enfriado. O que aquel hizo aquello, el otro hizo lo otro, y mira, qué has hecho tu? Siempre estamos apuntando a lo que el otro hace pero qué has hecho tu? Qué has hecho tu por buscar que esa pasión, que ese fuego se mantenga encendido en tu corazón, en tu espíritu, en tu mente? Ah, es que he leído mucho libro y lo mucho que he leído como que me ha hecho pensar en una forma distinta.

Mira, la letra mata, el espíritu vivifica. Si yo me enfoco demasiado en la letra y me olvido de lo que el espíritu de Dios verdaderamente quiere hacer en mí, estoy perdiendo perspectiva a lo que Dios quiere. Yo no estoy diciendo que no sea importante estudiar. Sí, estudia, por qué no? tenemos que hacerlo. Pero eso no debe ser la prioridad. La prioridad debe ser el que yo pueda mantener estos encuentros acá con el Señor, donde yo pueda venir y sentarme y que yo pueda decir, Jesús, mira, leí esto en tal libro y como que me estremeció mi mente, qué tu crees de esto? Qué tu crees de esta idea que se le ocurrió a esta persona, a este pensador, hace siglos de años atrás o ayer que lo escribió?

Hace poco estaba leyendo la publicación de un libro de un autor que se llama Groucho, no sé si lo estoy pronunciando bien, pero el libro se ha convertido en un hit, el libro se titula “It, have you got it?” Y suena bien popular, es como una frase bien cachi.

Pero este hombre se cree que ha encontrado la idea maravillosa de hablar acerca de que el It es el espíritu de Dios obrando en nuestras vidas. Y ese libro se ha regado como pólvora y yo me digo, “Pero qué es de diferente?” Qué nueva idea se ha inventado si ya eso se ha estado promulgando por tanto tiempo. La gente sabe que todos lo tenemos, todos tenemos el Espíritu Santo en nuestras vidas y que es algo que hay que nutrir, que hay que fomentar en nosotros y que viene a través de la persona de Jesús obrando en medio nuestro.

Mire, mis hermanos, yo quiero ir resumiendo ya. Pero si hay una carga en mi corazón que yo he querido compartir con ustedes hoy es lo siguiente, nunca se acostumbren a que su vida de fe sea lo que usted está viviendo ahora. En el momento que usted sienta que su vida de fe está fría, está estática, no hay cambios, no hay aventura, no hay emoción, no hay acción, hay algo que está pasando.

En el momento en que usted entienda que su vida cristiana, que su vida de fe, está siendo medida más por sus propios parámetros que los parámetros de la Escritura, tenemos un problema, porque entonces no estamos viviendo el cristianismo que Jesús quiere que nosotros vivamos.

Gracias, a Dios por otro micrófono. En el momento en que nosotros comencemos a convencernos con la idea de que Jesús solamente obra así, así, así y así, estamos perdiendo perspectiva de lo que Jesús verdaderamente puede hacer. Estamos metiendo a Jesús en una cajita, cuando Jesús es mucho más grande que esa cajita en la cual lo podamos meter.

Mire, él quiere encuentros con usted. Jesús anhela y desea tener encuentros con usted. Así que yo quiero hacerle un llamado hoy para todos nosotros. Hoy es el día de salvación. Hoy es el día, visualicen esto conmigo, hoy es el día en que todos nosotros estamos trepados en nuestro árbol sicómoro, nuestras piernas están guindando, buscando a ver dónde está Jesús. Ese es el día para todos nosotros. Ese es el día para que aquellos que no han entregado su vida a Jesús que lo puedan hacer hoy. Ese es el día. Ese es el día para todos nosotros que nos decimos ser cristianos, este el día para nosotros reavivar ese fuego y comenzar a anhelar y desear tener encuentros nuevos, refrescantes con el Señor Jesús. Este es el día.

Este es el día. Así que yo quiero orar. Quieres tu tener esos encuentros con el Señor Jesús? Ponte de pie y responde esta oración. Gracias Jesús. Gracias, Señor. Gracias, Jesús.

Habrá alguien aquí que no le ha entregado su vida al Señor Jesús? Sea que esté sentado por allá atrás en las esquinas donde yo tal vez no te veo, pero que el Señor Jesús sí te ve. Habrá alguien que se puede decir que se identifica con un Saqueo? Que haya escuchado hablar mucho de Jesús pero que no lo conoces todavía. Habrá una persona aquí que quiera decir, Señor, yo necesito que tu entres a mi casa, que traigas salvación. Habrá alguien que pueda decir hoy, sí, Señor, mira, yo quiero que tu entres en mi casa, por primera vez. Por primera vez entra a mi casa y has algo nuevo.

Si esa es tu oración, yo quiero orar por ti. Queremos como iglesia orar por ti. y asimismo esta otra oración es para todos nosotros, todos nosotros, mis hermanos, de verdad, y lo digo con mucho respeto, puede ser que usted haya sido cristiano por años, yo también, pero necesitamos renovar nuestros encuentros con el Señor Jesús. No podemos dejar que la rutina de nuestra vida siga ahogando ese ímpetu, esa fe, esa intensidad con la cual el Señor Jesús quiere que nosotros vivamos para él.

Amado Jesús, oh Jesús yo lo declaro una vez más que hoy es ese día de salvación. Hoy es ese día en el cual tu puedes traer un bienestar nuevo a nuestras vidas, hoy es el día en el cual un encuentro contigo, Señor, puede traer nuevo sentido de dirección, puede traer un nuevo sentido de propósito, puede traer un nuevo sentido de significado en nuestras vidas, y eso, Señor, es lo que yo pido para nosotros como iglesia en este momento, Señor.

Padre, por favor, yo te pido y desde hoy lo declaro en fe, que seas tu dándonos encuentros en los cuales tu interrumpas nuestras vidas, que tu interrumpas nuestras rutinas, Señor, y que nosotros nos veamos en la obligación de prestarte atención a ti y no a nuestras propias agendas, Señor.

Trae, Señor, esos encuentros que son esperados, que son programados, Señor, esos encuentros que son de bendición y de conflicto, Padre, esos encuentros que son definitivos en nuestras vidas, donde tu confirmas cosas en nosotros. Esos 4 aspectos, Señor, permite que cobren una nueva vida, Señor, en nosotros, que tu pongas un hambre en nosotros por estar en contacto, por estar en relación contigo, Señor, donde tan solamente nos podamos sentar y recibir de ti, Señor.

Y Padre, que sobre todas las cosas esos encuentros fomenten en nosotros un ardiente deseo por tener ese encuentro final de tu retorno, de tu regreso por la iglesia, de tener una vida eterna contigo, Señor Jesús. Y lo digo, Jesús, no porque estemos desesperados por salir de aquí, sino por mero hecho de nuestro ardiente deseo de vivir una vida completa contigo, de ver las cosas tal y como son, no a través de un espejo, Señor, no de conocer a medias sino de poder conocer en plenitud como tu nos conoces a nosotros, Señor.

Padre, yo te pido que a nosotros como iglesia, Señor, a todos, a todos nosotros, Señor, y aún a los hermanos que nos ven por el internet, Señor, que todos nosotros tu crees en nuestras vidas un ardiente deseo de anhelar, de buscar y de tener esos encuentros contigo, Señor Jesús. Llénanos, revélate a nuestras vidas, Jesús. Permítenos conocer cosas nuevas contigo, cosas nuevas de ti, cosas nuevas de nosotros mismos, Señor, que nos acerquen más a ti y que nos preparen aún más para poder reflejar ese amor que tu nos das a otros a nuestro alrededor.

Yo bendigo a aquellas personas que hoy están tomando esa decisión por ti, Jesús, que tu luz ilumine sus corazones, que tu luz ilumine sus vidas, sus familias y Padre, al resto de todos nosotros, los que te conocemos ya desde hace años, Padre permite que esa luz siga alumbrando en medio de nuestras vidas y que no permitas que las rutinas del diario vivir apaguen nuestra comunión contigo, nuestra devoción a ti. gracias te doy Jesús. Yo bendigo a cada uno de mis hermanos y hermanas en esta mañana, Jesús. Gracias por cada uno de ellos, Jesús. Que esta palabra siga haciendo eco en nosotros y nos lleve a una profundización más grande contigo, Jesús. En tu nombre oramos Señor. Amén. Amén. Gracias Jesús.

Cuando el Señor se acerca a tu mata de higos

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Me gustaría compartir algo con ustedes hoy que de alguna forma u otra mi inspiró el mensaje que el pastor compartió el domingo pasado, no sé cuántos de ustedes estuvieron aquí el domingo, pero el pastor estuvo hablando acerca de este pasaje de Marcos, Capítulo 11 que hablar acerca de este momento en el cual Jesús se encontró con la higuera y que maldijo la higuera porque no encontró fruto en ella.

Mientras él predicaba como que vino una impresión a mi mente que yo no había considerado antes y quisiera compartir algunas de esas cosas con ustedes porque yo creo que hay unos secretos ahí que podemos aprender de ellos.

Si pueden buscar ese libro, ese pasaje de Marcos, Capítulo 11, vamos a leer del verso 12 al 14 y yo les puedo decir algo, mis hermanos, tal vez esta idea, esta impresión que yo les voy a compartir puede ser que exegéticamente o en una forma teológica me esté yendo yo de las líneas de los parámetros que muchos comentaristas bíblicos podrán decir, pero ¿Saben qué? Hay veces que yo creo que eso es una de las bellezas de la Biblia también.

Digo esto porque yo he estudiado, o sea, yo he gastado tiempo, energía, dinero en estudios y yo sé cómo muchas veces los estudios bíblicos pueden enfocar a uno demasiado en uno ver la Biblia desde un marco específico, pero yo creo que también la Biblia tiene esa vida, esa vitalidad del espíritu que, sin necesariamente salirnos de los principios que están ahí encerrados, podemos como quiera recibir y aprender unas cosas que Dios mismo nos quiere dejar saber a nosotros.

Mientras meditaba en esto yo pensaba, todos de nosotros de alguna forma u otra, todos nosotros, voy a decir algo muy importante, todos nosotros de alguna forma u otra estamos bien acostumbrados a que Dios siempre esté disponible para satisfacer nuestras necesidades. Cuántos pueden decirle sí a eso? Obviamente muchas veces, o la mayor parte de las veces aprendemos esto de las Escritura, o sea, el que se acerca a Dios tiene que acercarse creyendo que le hay, y que él es galardonador de los que le buscan. Creemos eso, que Dios siempre está ahí dispuesto para satisfacer nuestras necesidades, cantamos muchas veces, “Ah, tengo hambre de ti, de tu presencia, de tu fragancia, de tu poder, hambre que duele…”

Han escuchado esa canción, ¿verdad? Hambre que duele… a veces en las canciones nos ponemos bien trágicos. Cuántos han tenido hambre que duele de verdad? y en algún momento le hemos dicho a Dios, Señor, tengo hambre que duele de ti y de tu presencia por estar contigo. Y lo hemos dicho en oración y hay veces que nos acercamos a esa oración como que, no, Señor, tu tienes que satisfacer esta hambre ahora, sino lo haces ahora me muero. Nos ponemos bien noveleros con Dios, bien trágicos, bien dramáticos a veces.

Pero qué tal si en alguna canción nos hemos puesto a pensar o considerado lo siguiente: que si Dios tuviese hambre de nosotros, nosotros estuviésemos disponibles para satisfacerlo a él? Se ha puesto usted a pensar en eso? Si Dios tiene hambre de ti, tu estarías dispuesto, disponible para satisfacer esa hambre? Estaríamos disponibles para satisfacer esa hambre que tiene Dios?

Vaya conmigo a Marcos, Capítulo 11, verso del 12 al 14, dice:

“…Al día siguiente cuando salían de Betania Jesús sintió hambre…”

Este ser divino, este Hijo de Dios que estaba hecho hombre sintió algo que nosotros sentimos todos los día y que hay veces hasta tres veces al día, algunos lo sienten 4 ó 5 veces al día, pero la gente normal lo sienten 3 veces al día, y 3 veces a la noche. Así que:

“…Jesús sintió hambre y de lejos vio una higuera que tenía hojas y se acercó para ver si también tendría frutos, si tal vez tendría fruto. Pero cuando llegó a ella no halló nada sino hojas porque no era tiempo de higos. Entonces Jesús le dijo a la higuera que nunca más vuelva nadie a comer de tu fruto y sus discípulos lo oyeron cuando él dijo eso…”

Saben que yo no podía evitar el reírme cuando el pastor dijo el domingo como que si él fuera esa mata de higos, dijera, pero qué culpa tengo yo si no tiempo de higos? Por qué me vas a maldecir? Y se me hizo más interesante porque uno de esos comentaristas bíblicos que yo estaba leyendo, se atrevió a escribir como que criticando esa acción de Jesús diciendo, por qué Jesús gastó su poder divino en maldecir esa mata o ese árbol cuando muy fácilmente pudo haber usado su poder divino y sacarle fruto en el momento.

Eso pone a uno a pensar. Por qué va a usar el poder divino para maldecir en vez de usar su poder divino para bendecir este árbol de higos y que de fruto aún cuando no era tiempo de dar frutos? Interesante, ¿verdad? hay veces que uno lee esas cosas y es como que… hace a uno pensar.

Pero miren lo que me hizo pensar a mí. Yo recuerdo que el pastor mencionó, y yo estoy muy de acuerdo con esto, y muchos comentaristas también están de acuerdo y si hago exégesis con ustedes, el lugar donde ese pasaje Marcos ubicó esta ilustración con la higuera, sucedió en un momento bien crítico en ese parlamento ahí, porque por un lado se puede interpretar como que ese gesto que hizo Jesús simboliza un tiempo de juicio que iba a venir sobre el pueblo de Israel, sobre los judíos. Y cómo sabemos esto? Porque en los versos anteriores se ve que Jesús cuando llegó a Jerusalén una de las primeras cosas que él hizo fue ir al templo. Y cuando entró al templo, qué fue lo que él hizo? Si usted miran el texto pueden enseñar el verso 10? El verso 10 dice que Jesús entró al templo y lo que hizo fue que se puso a mirar.

“…Y entró Jesús en Jerusalén y en el templo y habiendo mirado alrededor todas las cosas como ya anochecía se fue a Betania con los 12…”

So, es como que Jesús se metió a investigar y vio todo lo que estaba sucediendo en el templo. Si nosotros vemos el verso 15, por favor, podemos ver el verso 15? Mira lo que dice el verso 15:

“…Vinieron pues a Jerusalén y entrando Jesús en el templo, ¿qué fue lo que pasó? comenzó a echar fuera los que vendían y compraban en el templo y volcó las mesas de los cambistas y las sillas de los que vendían palomas…”

Y por ahí sigue el relato. Es uno de esos momentos donde decimos como que se le soltaron los tornillos a Jesús y se volvió loco. Y empezó a sacar a todo el mundo de allí a fuete, a palo. Por eso es que ese relato de la higuera, cuando se ve ahí en el medio de estas dos cosas, lo que estaba ejemplificando o simbolizando es que esa acción de Jesús de tratar de limpiar el templo lo que estaba manifestando era que venía un tiempo duro para el pueblo de Israel porque no estaban haciendo las cosas como Dios mandaba.

Así que exegéticamente ese relato de la higuera se lee así. Una segunda forma que también se lee es que Jesús le quiso dar una lección de lo que es la oración de fe a sus discípulos, porque después de ese relato, si vas al verso 20, miren cómo dice:

“… Y pasando por la mañana vieron que la higuera se había secado desde las raíces, entonces Pedro acordándose le dijo, ─ “Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado.” Y qué fue lo que le dijo Jesús? Le dijo, “Tened fe en Dios porque de cierto les digo que cualquiera que dijera este monte, quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón sino que creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho…”

So, también se puede ejemplificar que eso que sucedió con la higuera era una forma de Jesús enseñarle a sus discípulos, mira, si tu haces algo, si dices algo, si pides algo con fe, va a suceder. Ahora, después que le hago ese análisis exegético que ya veo que se me están durmiendo, déjeme tirarles el meollo ahora. Esto fue lo que yo entiendo que el Señor me impresionó.

Yo quiero que ustedes visualicen esa escena. Jesús caminando por esas calles con hambre, tal vez hasta los discípulos le oían el estómago haciendo ruido. Y es como que, muchachos, tengo hambre, esto está grave, vamos a tener que parar a comernos un hot dog o algo en algún sitio porque tengo hambre. Y ve este árbol de higos y se acerca y va a buscar. Miren lo que dice el relato:

“…Cuando llegó no encontró fruto…”

Y miren lo que Dios me puso a pensar a mí. Dios me puso a pensar lo siguiente: hay veces que Dios tiene hambre de nosotros y nos ve a lo lejos, nos ve y muchas veces se nos acerca en nuestra rutina de vida, en las cosas que estamos haciendo, se nos acerca y ve nuestro follaje, nos ve que por encima parece que estamos bien, pero Dios sabe lo que verdaderamente hay, y se acerca a nosotros y empieza a buscar entre las hojas y dónde está el fruto? Dónde está la esencia de lo que es este árbol? Me dices que eres un árbol de manzanas pero no veo manzanas. Me dices que eres un árbol de peras pero no veo peras. Me dices que eres un árbol de naranjas pero no veo naranjas. Me dices que eres un árbol de higos pero no veo higos. Qué pasó?

Saben? La tendencia humana a este asunto, cuando se está esperando algo de nosotros y nosotros no lo podemos dar, nuestra tendencia es responder con estas justificaciones por no decir excusas, ay, yo no sabía que tenía que hacer eso. O sino también decimos, ah, no, yo no estoy preparado para eso. O simplemente decimos, no es mi tiempo para responder a tal demanda. Como dice el texto, no era el tiempo de los higos. Ven por dónde voy? No era el tiempo.

Como verán nosotros somos muy rápidos para justificarnos y más cuando tiene que ver con el hecho de nosotros dar de nuestro tiempo en la vida, tiempo de distintas formas. Cuando habla del tiempo de familia, cuando habla de tu tiempo de trabajo, cuando habla de tu tiempo de descanso que algunos son bien celosos con su tiempo de descanso, o cuando es el tiempo de ir a la iglesia, como lo estamos haciendo hoy, o cuando es el tiempo de relajarnos, o cuando es el tiempo de jugar y divertirnos. Pero qué tal el tiempo que le damos a Dios?

Qué tal el tiempo que nosotros le damos a Dios? saben la Biblia nos enseña que todo tiene su tiempo. Qué dice Eclesiastés, Capítulo 3? Alguien me puede decir lo que dice Eclesiastés, Capítulo 3? Dice:

“…Todo tiene su tiempo y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Hay tiempo para nacer y tiempo para morir, tiempo para plantar y tiempo de arrancar lo plantado, tiempo para matar y tiempo de curar, tiempo de destruir y tiempo de edificar, tiempo de llorar y tiempo de reír, tiempo de echar y tiempo de bailar…”

Me gustó eso, ¿verdad? so, por si acaso, si alguien dice que no es bíblico bailar, ahí le pueden hace un quote de ese pasaje. Okay?

“…Hay tiempo de esparcir piedras y hay tiempo de juntar las piedras, hay tiempo para abrazar y hay tiempo para abstenerse de abrazar, hay tiempo de buscar algo y hay tiempo de perder algo, hay tiempo de guardar y hay tiempo de desechar, tiempo de romper y tiempo de coser, tiempo de callar… ─y muchas veces ese tiempo es uno que muchos de nosotros lo tenemos que poner más en práctica,─ tiempo de callar y el tiempo de hablar… ─también tenemos que monitorearlo mucho─, hay tiempo de amar, tiempo de aborrecer, tiempo de guerra y tiempo de paz…”

Miren lo que dice el verso 11, me gustó este verso:

“…Todo lo hizo Dios hermoso en su tiempo y ha puesto eternidad en el corazón de ellos… ─esto es de nosotros, los seres humanos─ sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin. Yo he conocido que no hay cosas mejor para ellos que alegrarse y hacer el bien en su vida y también que es donde Dios que todo hombre o mujer coma y beba y goce del bien de toda su labor…”

Todo tiene su tiempo. Cómo estamos monitoreando nuestro tiempo? Es una pregunta que yo puedo hacer. Cómo estamos manejando nuestro tiempo? Pero sobre todas las cosas cómo estamos respondiendo al hecho del tiempo que Dios quiere obrar en medio de nuestras vidas.

Hay otro texto, Romanos Capítulo 13 que también les quiero leer. Romanos Capítulo 13, verso 11, miren cómo dice:

“…Y esto conociendo el tiempo que es ya hora de levantarnos del sueño porque ahora está más cerca de nosotros su salvación que cuando creímos. La noche está avanzada y se acerca el día, desechemos pues las obras de las tinieblas y vistámonos de las armas de la luz. Andemos todos como de día, honestamente, no en glotonerías y borracheras, no en lujuria y lascivia, no en contienda y envidia, sino vestidos del Señor Jesucristo y no proveamos para los deseos de la carne…”

Hay mucha gente que cuando el Señor se acerca a su mata de higos, por así decirlo, justificamos diciendo como que no, no es mi tiempo, yo quiero seguir gozando de la buena vida, quiero seguir gozando de mis amistades, quiero seguir gozando de la parte de Corona que me puedo dar los fines de semana con mis amigos. Quiero seguir gozando del hecho de poder usar mis ojos para contemplar la hermosura de la creación de Dios en la mujer, no estoy dispuesto a dejar eso todavía. O en el hombre, en el caso de una mujer. Quiero seguir usando mi tiempo para hablarle malo a todo el que yo quiera y así intimidar a la gente, para poder esconder mis propias inseguridades. Quiero seguir usando mi tiempo para aprovechar el dinero que yo me gano y gastarlo en mis propios placeres. Todavía tengo un BMW que me quiero comprar y hasta que yo no tenga el BMW no voy a darle mi tiempo a Dios. Hasta que yo no consiga la casa que yo estoy buscando, no le voy a dar mi tiempo a Dios. Yo soy muy joven todavía y eso es para viejos. Así que hasta que yo no tenga 65 años de edad no le voy a dar mi tiempo a Dios, perdónenme los que tienen 65 años de edad aquí.

Nos justificamos y decimos, no, no es tiempo, no es tiempo de higos, no es tiempo de ese fruto que tu estás buscando. Dios, tu tienes hambre, tienes hambre de mí pero no es tiempo todavía de que yo te de lo que tu estás deseando de mí.

Hay otro texto en Segunda de Corintios, Capítulo 6, verso 2 que también nosotros conocemos que dice así:

“…En tiempo aceptable te he oído y en día de salvación te he socorrido, he aquí ahora el tiempo aceptable, he aquí ahora el día de salvación…”

Palabra de Dios, mis hermanos. Palabras de Dios. Esa primera parte que dice, “en tiempo aceptable te he oído y en día de salvación te he socorrido”, sabe lo que eso significa? Cuando tu tuviste hambre, yo estuve ahí. Cuando te caíste y te raspaste la rodilla, yo estuve ahí. Cuando estabas llorando porque te dejó el novio o la novia, yo estaba ahí queriendo ser tu novio o tu novia. Cuando te dieron layoff del trabajo, que te fuiste a la barra a beber tus penas y desahogarte, yo estaba ahí bebiéndome un vaso de agua contigo.

En tiempo aceptable yo te oí y en día de salvación, esta parte, en día de salvación, significa como en el día de que algo nuevo iba a comenzar, yo fui el que te socorrí, he aquí ahora el tiempo que te toca a ti, he aquí ahora el día de tu salvación. He aquí ahora el momento que Dios tiene un hambre tan grande por su pueblo, por sus hijos e hijas como nunca antes. Dios tiene un hambre por la humanidad, Dios tiene un hambre por ti y por mí, Dios tiene un hambre porque su creación no se pierda sino que puedan adquirir la vida que él tiene para cada uno de nosotros.

Dios tiene un hambre para ver a sus hijos e hijas viviendo una vida fructífera, abundante y no de mediocridad. Dios tiene un hambre para dejarnos saber los secretos que él tiene en su corazón a cada uno de nosotros. Dios tiene un hambre por escucharnos a nosotros decir, Papá, gracias por todo lo que tu me das, en vez de, oooh, no me quieren!! No vengas con la misma cantareta otra vez, ay, Señor, me dieron por la espalda! Si te sigues portando así te van a seguir dando por la espalda.

Dios tiene hambre. Y no tiene hambre de arroz y habichuelas, chuletas y buenos amarillos o buenos maduros. Ese no es el hambre que tiene Dios. tiene hambre de ti, de ti, de pasar tiempo contigo. No tan solamente de escuchar tu llanto pero de escucharte a ti solamente decirle gracias, Señor, gracias, Papá, por lo que tu eres, por lo que tu significas, lo que tu haces en mi vida. Gracias por lo que estás haciendo en el mundo. Gracias porque tu te mantienes fiel a tus promesas, porque aún cuando nosotros nos tornamos de ti, tu te mantienes ahí firme.

Miren que interesante anoche estaba aquí este judío ortodoxo que el pastor había anunciado, Aria Abramowicz, y él estuvo hablando acerca del pueblo de Israel y qué mejor escuchar acerca del pueblo de Israel de un israelita ortodoxo en sí como tal. Y él mismo dice que una de las cosas que Israel tiene a su favor es que no importando las muchas veces que el pueblo de Israel sea tan obstinado que le de la espalda a Dios, con todo Dios se va a mantener fiel a sus promesas, como todo Dios se va a mantener fiel a los pactos que él ha hecho con este pueblo desde los años de la guácara, de Abraham. Dios con todo se mantiene fiel.

Lo mismo pasa con nosotros. Nosotros podemos seguir diciendo, no, Señor, no es tiempo. No es mi tiempo de dar higos, no es mi tiempo de yo tomarte en serio. No es mi tiempo de yo abandonar mi conducta por aceptar la conducta que tu quieres que yo haga, no es mi tiempo de dejar de pensar de la forma que yo he aprendido por los 30, 40, 50 años de mi vida, por adoptar una forma nueva de pensar. No es mi tiempo todavía de estar hablando mal a la espalda de otro en vez de estar hablando bien delante de la gente y al frente y atrás, delante y por todos lugares hablar bien como tu quieres que yo haga. No es mi tiempo de hacer esas cosas porque esas cosas son aburridas, prefiero vivir la vida interesante mía de estar chismeando de otros a cada momento.

Le damos esas trabas a Dios. y miren, tal vez, yo me pregunté, Señor, qué significa esto? Vamos a terminar entonces nosotros como la higuera? Vamos a terminar todos secos desde la raíz? No necesariamente. Obviamente si nosotros insistimos en seguir viviendo nuestro tiempo y no en el tiempo Dios estamos corriendo el riesgo de que nos sequemos desde la raíz. Y lamentablemente yo sé que hay gente que se están secando de raíz. Hay gente que sus raíces están medio ─ qué palabra puedo decir que se oiga fino? ─ raíces deshidratadas, gracias. Raíces deshidratadas, eso me gustó. Hay que gente que está así, mis hermanos, y lo malo es que muchas veces no lo queremos reconocer. Ah, pero si yo tengo hojas, mírame que bien me veo con mis hojas. Hojas para qué? Lo más importante es el fruto que tu puedes dar, no necesariamente las hojas.

Y eso es lo que Dios tiene hambre de nosotros. Dios tiene hambre de vernos a nosotros vivir vidas que sean fructíferas, que demuestren el fruto del espíritu, que demuestren ese amor, que demuestren esa paz, que demuestren vidas de fidelidad, de integridad, que demuestren un carácter manso, un carácter temple.

Esas son las cosas que Dios está buscando, esas son las cosas de las cuales Dios está hambrientos, de que no seamos un pueblo que con nuestros labios lo alabemos pero que nuestro corazón esté lejos de él. Dios no quiere eso. Dios quiere un pueblo, Dios está hambriento por un pueblo que se enfoque más de corazón a Dios que meramente de labios.

Miren, mis hermanos, yo les digo, mientras yo hacía este mensaje a mí me temblaba algo por dentro. Cuando yo escuché el mensaje del pastor el domingo, miren, la convicción del espíritu me caló bien profundo en mi corazón. Piense en esa pregunta, cómo está el basement de tu casa? Cómo está el ático de tu casa, los lugares que no se ven? Yo pienso en mi basement de mi casa, y yo digo, mi basement está bien, pero hay veces que huele a húmedo y cuando huele a húmedo hay que prender el humidificador para que se vayan esos malos olores, de nuevo, las hojas se ven bien pero hay cosas más adentro, más abajo que uno no ve, que no están bien.

Y miren, yo digo esto con intencioinalidad, mis hermanos, lo primero que mi esposa y yo hicimos cuando nos mudamos a nuestra casa en Randolph, fue que nosotros, como se dice, we ripped out, arracamos todo el basement completo. Y tanto fue que descubrimos un nido de termitas en el basement. Imagínense eso, cuando vimos eso como que…. Yo he visto esas cositas moviéndose en la pared, en el piso, y yo nooooo! Compré una casa con termitas, por qué eso no salió en la inspección?

Y eso fue un proyecto de meses, de rehacer el basement, y el basement ahora está habitable. Mis suegros se quedan ahí, gracias a Dios ellos en el basement y yo arriba en mi cuarto, amén. Tenemos un piso que nos divide. Tranquilos, yo amo a mis suegros, créanme, yo amo a mis suegros. Gracias a mis suegros que mi basement está como está, porque él fue el que sacó vacaciones sin poder y nos ayudó a trabajar con el basement.

El que tenga oídos para oír que oiga, eso es lo único que voy a decir. Pero miren por qué digo esto. Porque a mis ojos mi basement parece que está bien, pero yo sé que hay cosas que todavía están medio podridas, que hay que tratarlas todavía. Hay mucha gente que de acuerdo a sus tiempos ellos creen que sus vidas están bien. Ah, está todo ordenado, las cortinas están bien, en su lugar, pasamos el vacum, cosas así, so todo se ve aparentemente limpio. Pero verdaderamente no está.

Dios tiene hambre de nosotros y él no está buscando hojas bajo las cuales cubrirse. Él está buscando fruto del cual él pueda alimentarse y alimentar esa relación que nos une a nosotros con él. Este es el tiempo, mis hermanos, estamos viviendo en un tiempo donde Dios está buscando conectar aún más con nosotros.

Así que yo te digo, el Señor Jesús está caminando cerca de ti y tiene hambre y te ve de lejos. Dice, ah, mira ese arbolito qué lindo, mira que linda. Déjeme acercarme a ver si tiene algo que yo pueda comer. Tienes algo tu que ofrecerle al Señor? Tengo yo algo que ofrecerle al Señor? Pensemos en esto, mis hermanos.

Y es más, yo me atrevo a orar de esta forma. Como bien decía ese pasaje de Segunda de Corintios, este es el día de salvación. Este puede ser el día donde hoy tu puedas decirle al Señor Jesús, “Señor Jesús, mira tal vez mi árbol no tiene fruto, pero yo quiero que de fruto y tu eres el único que puedes permitir que ese fruto se de. Yo no quiero ya más. El que mi vida sea tan solamente un árbol por el cual tu pasas y que no puedas sacar nada de él. Yo quiero poder dar fruto.”

Pregúntate tu en esta noche si él se acerca a ti buscando fruto, puedes darlo? Y si no, sabes qué? Él quiere que tu puedas conocerlo a él. Él no va a maldecir tu higuera. No. él quiere bendecirte. Él quiere que tu higuera de fruto a tiempo y fuera de tiempo. Eso es otro pasaje. En Timoteo que dice eso, y uno siempre tiene que estar listo a tiempo y fuera de tiempo porque uno nunca sabe cuándo va a llegar Jesús con hambre, queriendo buscar uno en nosotros para que no se vaya a sorprender con lo que... espérate, esto no está listo, qué pasó? Estamos listos? Estamos dispuestos a tener el tiempo para decir, Señor, mira, mete tu mano en este arbusto que hay algo que tu puedes coger para satisfacerte.

La persona que puede decir eso es la persona que está en una relación directa con el Señor Jesús. Si yo soy una persona que he vivido sin darle tiempo a Dios, al menos el tiempo que él merece, yo no voy a poder dar ese tipo de fruto. Mi fruto va a ser otro, va a ser un fruto amargo, agrio, que persona que le mete el diente se le va enrollar la lengua.

Pero Dios quiere que nosotros demos un fruto dulce, y para que ese fruto se de, nuestras vidas tienen que estar totalmente conectadas con él. Así que yo quiero tomar un momento en esta noche para orar por eso. Si alguno de nosotros, mis hermanos, necesitamos reconectar otra vez con Dios para que él pueda nutrir nuestras vidas de tal forma que podamos dar un fruto, cosa de que cuando él tenga hambre de nosotros, que nosotros podamos decir, “Señor, come, aquí hay. Puedes contar conmigo.”

Yo quiero orar por ti. así que en toda confianza, donde tu estás, si estas palabras han hecho eco en tu corazón, ponte de pie y vamos a orar por ti.

Amado Dios, yo te doy las gracias por tu palabra. Gracias Señor, porque tu eres el que permite que nuestras vidas puedan dar buen fruto, Señor. Pero Padre, mira yo también reconozco que muchas veces nosotros o no estamos listos o pensamos no estar listos o no queremos estar listos, que tenemos tantas otras cosas en mente, pero tu te acercas a nosotros con anhelo, con deseo de ver algo en nuestras vidas, de probar algo, de tomar algo de nuestras vidas.

Y qué satisfacción más grande que el que nosotros te podamos satisfacer a ti, Señor. Así que Señor, mira en esta noche yo me presento en conjunto con mis hermanos y hermanas y si en algún momento hemos dicho que no es nuestro tiempo, Señor, pero tu nos estás diciendo que sí lo es, Padre, mira, trae convicción a nuestro corazón para que entonces nosotros podamos tornarnos a ti por completo, y dejar que seas tu el que produzca fruto en medio de nuestras vidas.

Padre, ahora mismo, Señor, yo te pido que tu nos des ese peso en nuestros corazones, mi Dios, de las cosas a las cuales le estamos dando más tiempo que otras, Señor, sí, si le estamos dando más tiempo que nuestros intereses que los tuyos, Señor, mira, corrígenos y ponnos en el camino que debemos estar. Ayúdanos, Señor, a alinear nuestros pasos contigo, ayúdanos a poder sacar tiempo contigo, Señor, en medio de nuestras ocupadas agendas, como sea que se puedan ver nuestras agendas, pero que siempre, Señor, en alguna forma en nuestra mente, en nuestro corazón, en nuestro espíritu, Señor, podamos tener esa conexión contigo que nutra nuestras vidas y que así nosotros podamos dar fruto, no tan solamente para ti sino también para otros a nuestro alrededor.

Señor Jesús, te pedimos que nos perdones, mi Dios, yo pido que también nos perdones por las muchas veces que te hemos dado excusas, excusas que no tienen razón, perdónanos y permite que nuestros ojos y nuestro corazón se abran en este tiempo, Señor, que se abran en este tiempo de salvación, en este tiempo de nuevos inicios, a en este tiempo de comienzos que nos van a lanzar a nuevas dimensiones contigo, Señor.

Tu vas por el camino de nuestras vidas y tienes hambre, tienes deseo de que nosotros podamos responderte a ti. Pon en nosotros tanto el querer como el hacer, que no seamos cristianos endebles, que no seamos cristianos aburridos, sino que seamos cristianos apasionados, radicales, Señor, encendidos por ti y para ti, Señor.

Yo pido tu bendición sobre cada uno de mis hermanos y hermanas, Señor, pido que tu les guardes y que estas palabras sobre las cuales hemos meditado y reflexionado, Señor, que estas palabras sigan haciendo eco en cada uno de sus corazones Señor Jesús, tu palabra es vida, tu palabra es real, Señor. A algunos esta palabra les puede decir una cosa y a otros le puede decir otra, pero Señor, que sea un mensaje que venga de ti y que nosotros podamos responder a ese mensaje.

Bendice a tus hijos e hijas en esta noche, te lo pido por favor, Jesús, derrama sobre nosotros tu bendición, Señor. Padre, y que así como nosotros tenemos hambre y sed de ti, en cada momento, Señor, que tu te acerques que nosotros, que nosotros también podamos tener la capacidad de satisfacer tu anhelo y tu deseo de nosotros también, Jesús.

Gracias te damos. Bendícenos Señor, a medida que salimos de aquí, de este lugar llévanos con bien hasta nuestros hogares, Jesús, y que tu palabra pueda seguir haciendo eco en medio de nuestras vidas y de nuestros corazones, Señor, y que nos mueva a acción, que no nos quedemos solamente con el conocimiento sino que esas palabras nos muevan a acción, a una vida más entregada y dedicada a ti, te lo pedimos en el nombre de tu Hijo Jesús a quien amamos y le damos toda la gloria y la honra. Amén.

Sobre fe

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Cuántos de ustedes tienen fe? Ahá, hay algunos que no me escucharon, estaban mirando para abajo. Cuántos de ustedes tienen esa convicción, esa certeza de lo que se espera, lo convicción de lo que no se ve? Cuántos de ustedes tienen eso en sus vidas? Amen.

Estamos todos en el mismo vuelo. Ustedes recuerdan que el miércoles comencé a hablarles, en la primera presentación comencé a hablarles acerca de este tema de las cuatro dimensiones de la fe o de nuestra fe.

Comencé más bien en la introducción y estuve hablando acerca de la fe concerniente a nuestra dinámica de salvación y obviamente quisiera elaborar un poco más y resumir lo que empecé hablando la semana pasada y la próxima... pantalla, próximo frame, la próxima página, yo hice una gráfica para que ustedes pudiera visualizar un poquito mi proceso mental concerniente a esto.

Y yo quisiera que usted se imagine su fe como que en el centro de esta gráfica. Su fe, lo que lo tiene aquí ahora, y cómo su fe se concentra en estas cuatro dimensiones, o se mueve en estas cuatro dimensiones. Y por un lado tenemos la fe que dirige la salvación, que fue una de las primeras cosas que les dije. La fe que tiene que ver con certeza, convicción. La fe que tiene que ver con el don de fe y la fe que tiene que ver con el aspecto de fidelidad.

Yo hablé un poco acerca de la fe concerniente a la salvación, pero hoy le voy a dar para… le voy a dar reverso, un poquito a mi grabación, y voy a empezar con lo que es la esencia de la fe. En su esencial, en lo esencial.

Y fe tiene que ver con creer. Si yo lo veo así como creer en algo, nosotros podemos creer en distintas cosas. Usted puede creer que esto es color negro, yo puedo creer que esto es color blanco, aunque obviamente es negro. Usted puede creer que cuando usted va a prender una luz y usted le da al switch, es que cuando le da la luz se va a prender. Y usted puede creer eso.

Si a usted alguien le da una promesa y le dice, mira, yo te prometo que tal día yo voy a hacer tal y tal cosa por ti. Pero usted cree en esa persona y cree en esa palabra y lo recibe y cree en ello y vive esperando recibir algo de acuerdo a esa creencia.

La gente alrededor cree en distintas cosas. Hay gente que creen en otras personas. Hay gente que cree en líderes políticos. Hay gente que cree en celebridades. Hay gente que cree o no cree en distintas cosas. Pero cuando nosotros estamos hablando acerca de nuestra fe, la fe como bien dice ese pasaje de Hebreos 11, la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.

Hay otro pasaje en filipenses, Capítulo 1 verso 6 que también dice, “estando persuadido de esto que el que comenzó en nosotros la buena obra, ¿qué dice? La perfeccionará hasta el día de Jesucristo.

Lo más básico que tiene que ver con nuestra fe es poder estar convencidos, persuadidos, creer, tener la certeza en algo o en alguien aún cuando nuestros 5 sentidos se puedan como quien dice, puedan cuestionar aquello sobre lo cual estamos creyendo. Me cogieron ahí o los perdí? Lo que quise decir fue que la fe se va más allá de nuestros 5 sentidos.

Muchas veces la gente basa su creencia, su nivel de certeza en algo, de acuerdo a las cosas que pueden probar. Lo que puedo tocar, lo que puedo gustar, lo que puedo oler, lo que puedo escuchar, lo que puedo sentir, creemos en esas cosas. Pero esta dimensión de la fe se va un poquito más allá, bueno un poquito no, se va mucho más allá que eso, porque estamos esperando en cosas que no necesariamente las podemos probar por nuestros sentidos, más sin embargo es fe, está ahí.

Esa es la certeza. Cuando usted está convencido de algo, cuando está persuadido de algo o en alguien, es como que se le mete ahí entremedio de ceja y ceja y no hay quién lo pueda sacar de ahí. Acaso usted no se ha encontrado con alguien que ha sido tan empedernido, una persona que la pueden llamar terco o terca y es como que es el tipo de persona que cuando tiene algo entre ceja y ceja, es como que nadie lo puede convencer de otra forma. Usted puede dar un flip, puede pagarle dinero, puede hacer lo que usted quiera, pero si esa persona está convencida en algo, ahí se queda.

Y puede ser que esté convencido en algo erróneo y usted está tratando de hacerle ver el error, pero si la persona está ahí, no… un joven que está rebelde y usted como padre le está diciendo, no muchacho, estás haciendo las cosas mal, si sigues así te vas a dar un cantazo, hazme caso.” “Yes, mami, papi, tu no sabes, yo sé lo que yo estoy haciendo. Yo estoy en control de mi vida.” Y está empedernido, está terco, en algo, está ahí enfocado en algo. Y él cree, o ella cree, está convencido, está persuadido de lo que él está haciendo, lo que ella está haciendo es la forma para hacerlo y lo que dice mami y papi no cuenta, no vale. y no es hasta que se da el cantazo que lo que tenía entre ceja y ceja se le rompe y entonces dice, “Oops, espérate, mami y papi tenían razón.”

Así que paciencia, padres, paciencia, el momento llega. Piense en usted mismo, acaso usted no era igual o no es igual en algún aspecto de su vida. Usted cree algo, usted está convencido de algo, esposo, usted está convencido, persuadido de algo concerniente a su esposa o esposa, usted está convencida de algo concerniente a su esposo, y usted está centrado en eso. Y no da el brazo a torcer. Entienden la idea de por dónde voy, lo que es la convicción, lo que es la certeza?

Ahora, cuando aplicamos eso a nuestra vida de fe, esa misma certeza es algo que nos define, es algo que nos mueve, es algo que nos impulsa, es algo que nos saca de un estado de adormecimiento a un estado de acción, porque hay algo que nos motiva, hay algo que nos mueve. Esa fe se convierte como en el motor de todas las cosas, que nos mueve, que nos impulsa, nos da una energía, nos da una vitalidad, nos da una razón de por qué levantarme todos los días por la mañana y hacer lo que tengo que hacer. Porque está esa fe que me está impulsando.

Cuando yo tomo ese aspecto de convicción a lo que es nuestra fe en el Señor Jesucristo que aquí es donde vuelvo entonces al punto que hablé el miércoles pasado, acerca de esa fe que dirige a salvación. Aquí entonces, es donde yo veo esa dinámica de cómo nosotros entramos en esta acción, en esta dinámica, esta relación con Dios porque nosotros, cuando no teníamos a Jesús, cuando no teníamos a Jesús nosotros no creíamos en él, no teníamos la certeza de que él podía hacer algo por nosotros, no teníamos la convicción de que yo necesitaba a un ser como Dios en mi vida para poder hacer lo que tenía que hacer. Eso no existía en nuestro sistema antes de…

Nuestra creencia era como que todo lo puedo en Omar, que Omar me fortalece. Esa era nuestra creencia. Yo opera de acuerdo a mis términos y de ahí no me saca nadie. Así era como nosotros vivíamos antes de Cristo.

Pero, qué es lo que pasa? No es entonces hasta que uno llega a este punto donde escuchamos versos, como que ah, porque de tal manera amó Dios al mundo para que todo aquél que en él tenga convicción, que esté persuadido, que tenga la certeza, no se pierda sino que tenga vida eterna. Eso es un verso que todos conocemos.

Otro verso, Romanos 10, del 9 al 17 dice:

“Más qué dice, cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos, que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia pero con la boca se confiesa para salvación. Así que la fe es por el oír y el oír por la palabra de Dios…”

Un último verso es Efesios, Capítulo 2 verso 8 al 10, dice:

“… Por gracia somos salvos, por medio de la fe y esto no es de nosotros pues es don de Dios…”

Hay una gráfica aquí que yo les quiero enseñar. Esta gráfica, yo espero que se vea bien ahí. Esa fe que está en el centro es una fe que entra en acción con lo divino y nuestra dinámica humana. Voy a tratar de explicarlo lo más sencillo posible.

Miren lo que sucede con esa fe que dirige a salvación. Porque hay una parte que hacemos nosotros, desde nuestra perspectiva hay un punto donde nosotros en nuestra limitación humana, lo más que podemos hacer es creer en algo, para confesarlo y así iniciar ese proceso de salvación. Eso es lo más que nosotros podemos hacer.

Pero cuando nosotros hacemos eso, entra en acción otra dinámica que es la dinámica de la acción de Dios, interviniendo en nosotros, tomando acción en nuestras vidas. Porque por nosotros mismos, nosotros no lo podemos hacer, no podemos responder por nuestras propias fuerzas a la acción de Dios. Tiene que venir algo de parte de él también que nos cause, que nos provoque el nosotros responder a esas acciones que Dios está teniendo sobre nuestras vidas. Me siguen?

Así es como se da esa dinámica de fe y esto no es tan solamente concerniente a esa fe que dirija a salvación, esto es nuestra fe en nuestra vida en general. Dios está en acción en todo lo que nosotros hacemos, motivando, infundiendo, alimentando, dándole gasolina a nuestra fe.

Pero a la misma vez tiene que estar esa acción de parte de nosotros. Miren, los versos claves que yo menciono ahí. Romanos 8:26, quién sabe cuál es Romanos 8:26? Y de la misma forma el espíritu nos ayuda en nuestra… ay, qué pasó la gente de discipulado! Ligereza bíblica, vamos a ver quién busca la Biblia. Romanos 8:26

“Y de la misma forma el Espíritu Santo nos ayuda en nuestra debilidad porque no oramos como sabemos, sin embargo el espíritu de Dios que conoce de qué nosotros tenemos necesidad intercede por nosotros con gemidos indecibles.”

Ese verso nos da una idea. El segundo verso es Segunda de Corintios 12:9. A ver quién se sabe este? Es más les doy un…

“Bástate mi gracia porque mi poder se perfecciona en tu debilidad.”

Al menos ese se lo saben. Y Filipenses Capítulo 2, 12 y 13. Cuál es ese?

[Inaudible]

Vean como dice, “ocupados en nuestra salvación con temor y temblor, y qué dice el verso 13? Sigue, Napoleón.

[Inaudible]

“Porque Dios es el que hace en vosotros, el que produce en vosotros el querer como el hacer.”

Esos dos versos que yo escogí ahí confirman esa dinámica, esa relación. Que hay algo que yo tengo que hacer en respuesta a esa acción que Dios está teniendo sobre mi vida. Yo respondo al amor de Dios. yo respondo a la gracia de Dios. Algunos responden más temprano que otros, como bien dije el miércoles pasado. Hay algunos que cuando son niños, o cuando son adolescentes dicen, “Sí, Señor, yo te confieso como mi Señor y Salvador” y viven todas sus vidas, toda su juventud la viven para el Señor.

Como también hay otros que ya ahí, al punto de la muerte, a su último suspiro dicen, “Señor, me arrepiento de todos mis pecados, te entrego mi vida, tu eres mi Señor, te confieso como mi Salvador.”

Y mire la salvación se activa ahí también. Hay personas que a lo largo de toda su vida tienen altos y bajos, altos y bajos, pero como todo y esos altos y bajos, es una dinámica que se ve ahí en acción. La gente, el hombre, la mujer, respondiendo al trato de Dios que hay veces que lo hacemos más fuerte que otro, que hay veces que nos cansamos, que hay veces que nos desanimamos pero hay otras veces que estamos ahí, como caballos desbocados, buscando la forma de cómo acercarnos más y más a Dios.

Y en la misma forma, tu ves a Dios tomando esas acciones sobre nuestras vidas, haciendo cosas en favor de nosotros. Que antes vivías en una ansiedad total y de repente te cubre una paz que no tenías antes y eso es algo que lo hace Dios. que estabas peleando por conseguir un trabajo y otras personas a tu alrededor conseguían mejores trabajos y tu ahí esperando, esperando. Y cuando te entregas al Señor y te dedicas a él, de repente se te abre una puerta y consigues algo mejor de lo que tu estabas esperando. Esas son acciones de Dios sobre tu vida.

Estabas enfermo o enferma y se opera una sanidad en ti. Tenías un conflicto con otra persona que no la podías ver ni en pintura y de repente un día te cruzaste con esa persona y Dios te dio un amor que, tuviste que darle un abrazo a esa persona. Porque lo hizo Dios.

Son esas acciones, mis hermanos, son esas acciones que van día tras día, es como una neurona informándole a la otra. Y hay veces que nosotros nos aguantamos en nuestra acción pero Dios como quiera sigue dando, sigue dando, sigue informando, sigue llenando.

Como también se da la otra dimensión que hay veces que Dios como que, no lo han sentido ustedes así? Es como que Dios, como que paro un momento y uno se queda como que, hey! Hey! Te estoy tirando algo aquí. no respondes, qué pasó? Pero no significa que Dios se ha salido de la gráfica. No, él está ahí pero es la flecha que apunta a nosotros, como que se freezó de repente.

Pero Dios sigue ahí. Dios está ahí. Dios está presente. Dios nos ayuda en nuestra debilidad. Nos dice, “hey, mi gracia es suficiente porque cuando tu te sientes débil ahí es donde yo me luzco y hago lo que tengo que hacer en tu vida. No te he dejado solo, te he dado mi espíritu, porque mi espíritu te ayuda. Mi espíritu sabe lo que verdaderamente tu tienes necesidad y él te ayuda a que tu puedas seguir con esa acción también. Ocúpate en tu salvación, trabájala tu también, esfuérzate, ora, ayuna, congrégate, ríete, disfruta con tu familia, haz todas esas cosas que producen, que conllevan a una vida de salud, de eficacia y tu verás que yo me voy a encargar de hacer el resto. Yo voy a seguir poniendo en ti, no tan solamente el querer hacer algo sino también el hacerlo, el llevarlo a cabo.”

Esas son las acciones de Dios. así que ahí está nuestra fe concerniente a lo que es la certeza, la convicción, el creer en algo, y cuando nosotros tenemos ese creer, nos lleva entonces a esa dinámica de salvación, de entrar en una relación directa con Dios.

Y de ahí entonces, vemos otra dimensión de la fe que es la fe como el don del espíritu. Tengo tiempo, guau! Están conmigo todavía ¿verdad?

La fe como el don del Espíritu Santo. Ustedes ven, conocen la lista de los dones, ¿verdad? Primera de Corintios, Capítulo 12, del 7 al 9 que dice:

“… Pero a cada uno les es dada la manifestación del espíritu para provecho porque a uno le es dado por el espíritu palabra de sabiduría, a otros palabra de ciencia, por el mismo espíritu, a otros se le da fe por el mismo espíritu y a otros dones de sanidades por el mismo espíritu, a otros hace milagros, a otro profecía, a otro discernimiento de espíritu, a otros diversos géneros de lenguas, y aún a otros interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo espíritu repartiendo a cada uno en particular como él quiere…”

Pero el verso 9 dice: “A otros se le da fe.” Miren esta gráfica. Miren a ver si ustedes entienden esta gráfica. Imagínense esta gráfica, imagínense en el centro el cuadro de la fe como algo bien robusto, como algo bien fuerte. Imagínense el don de fe es la fe en esteroides, por así decirlo. Es una fe con esteroides, una fe que se ha comido anabólicos, que le dieron suero de esteroides y como que así preñado. Exacto, se puso verde como Hulk, por así decirlo. Le dio algo y se rompió la ropa y…

Esa es la fe, el don de fe. Saben por qué lo digo, porque imagínense que el don de fe, la forma en que actúa es una acción sobrenatural de parte de Dios que se mueve a través de ese don de fe, como que sobrecoge la fe que está en nuestro ser y la mueve a una exponencia aún mayor.

Ese don de fe, ¿Saben qué? Es el don que cuando otros dicen, como que esto no va a funcionar, esto se acabó, esto está muy feo, ya aquí no hay esperanza, cuando esas son las palabras que están dominando en el ser humano, el don de fe, dice, “ah, ah, todavía hay. No, todavía se puede. No, Dios no ha terminado todavía. No, hay algo más que hacer.” Ese es el don de fe.

O mejor, dicho, la fe informada en el don del espíritu, influenciada, impactada por el don del espíritu. Esa es una fe también que el Espíritu Santo la hace actuar en nosotros en distintos momentos, en distintas situaciones. Y yo me atrevo a decir que cada uno de nosotros hemos experimentado esa dimensión de la fe en el algún momento u otro de nuestras vidas, que tal vez usted se encontraba en una situación como que ya usted estaba a punto de tirar la toalla y decir, “No más”, pero de repente algo como que se le metió por dentro, algo como que lo poseyó y usted, como que, guau! Espérate. Aquí hay algo más que se puede hacer, hay una puerta más que puedo tocar, hay una persona más con la cual puedo hablar. Hay una oración más que puedo hacer, hay un poquito más de tiempo que puedo doblar mis rodillas para poder encontrar la solución.

¿Saben qué? Cuando esa fe se activa en usted no tan solamente va a infundir sobre su vida, sino que a través de su vida usted va infundir la vida de otros también, porque es una fe contagiosa. Es una fe que de alguna forma u otra va a causar un efecto en las personas a su alrededor. esa es la fe, esa tercera dimensión de la fe como un don, como un regalo de Dios.

Mire, tal vez, muchas veces nosotros no vamos a merecer que eso suceda en nuestras vidas, porque hay gente que viven en tal incredulidad que Dios dice, “Por qué yo voy a recompensar tal incredulidad con un don tan bello y tan precioso?”

Acaso la Biblia también nos dice, en el Libro de Santiago, acaso la Biblia no dice que aquel que pide sabiduría tiene que pedir con fe, no dudando nada porque el que duda es como la ola del mar que viene y va. El que tal piensa… ¿Qué es lo que dice después? El que tal piensa no crea que va a recibir cosa alguna de parte de Dios.

Acaso la Biblia no dice en otra esquina también, el que se acerca a Dios tiene que creerle que le hay. Acaso también no dice, porque sin fe es imposible agradar a Dios. so, para que esa fe en esteroides se aplique en mi vida, mi fe regular, como quien dice, mi fe neutral tiene que estar bien centrada en el originador de esa fe. Si yo vivo una vida neutral, o mejor dicho normal, con más incredulidad que fe o certeza, cuando yo tenga la necesidad de ese don de fe que se active en mi vida, mira, yo no creo que se va a dar porque no he honrado a Dios en estas otras partes de mi vida que requieren una fe, no más sencilla sino más bien una fe sólida, genuina en él.

Es como decir, en lo poco has sido fiel, en lo mucho te pondré. Es como que el mismo principio de aplica aquí también. Si no has sido fiel en vivir una vida de fe estable, normal, confiada en Dios, por qué te voy a poner en algo mucho mayor? O por qué voy a dejar que algo mayor se manifieste en ti si no has sabido cómo lidiar con este otro aspecto más básico, más esencial de tu vida.

Digo, en esto soy yo aquí haciendo preguntas para hacernos pensar a todos, ¿verdad? pero así es como yo veo eso. Ese don de fe se activa, se mueve en nosotros cuando nosotros podemos decir, “Mira, Señor, mi fe está centrada en ti.” Otros tal vez están diciendo, esto no va a funcionar, pero no, yo estoy convencido de que sí. Yo tengo la convicción, yo estoy persuadido de que aunque otros me han dicho que ya no hay esperanza, que no hay salida, yo estoy persuadido de que tu tienes la respuesta y aún si no, como dijeron, Sadrac, Mesac y Abednego, y aún si no, como quiera, no voy a doblar mis rodillas ante cualquier otro ídolo, porque yo sé en quién yo he puesto mi confianza.

Así que si aún yo cayera en el horno de fuego, yo estoy seguro que va a haber un cuarto que se va a aparecer ahí conmigo. Eso es fe. Eso es fe en esteroides. Óigame, no consiguen ese ejemplo antes, gracias Señor. Aquí se está dando el don de revelación ahora mismo.

Eso es fe. El poder decir, “Mira, Señor, aunque las cosas no funcionen, aunque yo termine en el mismo medio del horno de fuego con todo y eso, mi fe va a estar centrada en ti. Mi confianza va a estar puesta en ti. Esa es la tercera dimensión.

La última dimensión, puedo terminar, me pasé por cinco minutos, déjeme terminar. La última dimensión tiene que ver con el fruto de la fe. Que dice Gálatas Capítulo 5:22 y 23, dice:

“… Más el fruto del espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza y contra tales cosas nadie se puede meter conmigo con esas cosas, porque eso es el carácter de Dios que está ahí centrado, cimentado en nosotros.

Ahora, pero les voy a decir un secreto. Esa fe de la cual habla ese pasaje no es necesariamente fe de creer, sino es más bien la fe que tiene que ver con fidelidad, pistis es la palabra en griego original, que tiene que ver con fidelidad. Y saben que es lo que implica esto, fidelidad? Es el mero hecho que yo pueda decir, ah, mira Camilo es una persona en la cual yo puedo confiar. Él es una persona confiable, me atrevo a cruzar el mundo entero con él porque yo sé que él no va a dejar por ahí tirado.

Eso es la fe concerniente a fidelidad. Es el mero hecho de que otras personas puedan decir, mira, se puede contar contigo. Tu eres una persona confiable. Esa es esa cuarta dimensión de la fe que muchas veces se nos pasa desapercibido. Hay veces que yo mismo me pregunta, “Caramba, Omar, tu serás una persona confiable? Eres una persona que se puede confiar en ti, que otras personas pueden decir, mira se puede contar con Omar?” Y ahí yo me pongo a pensar, cuántas veces la gente te ha llamado por teléfono y tu no has devuelto las llamadas. O te han escrito emails y no has respondido para atrás. O se te han cruzado en un pasillo de la iglesia y te dicen, “Pastor Omar, tengo que hacer una reunión contigo, me puedes llamar?” “Sí, sí, sí yo te llamo.”

Estoy haciendo confesión aquí, así que, acuérdense lo que dice la Biblia. La Biblia dice, confesaos unos a otros vuestras ofensas para que sean sanos. Okay? Estoy buscando sanidad y ustedes también.

Pero esa es la dinámica, mis hermanos. O sea, esas preguntas que yo me hago, me las hago muchas veces y ha corrido, porque yo sé que esa es la forma en que yo puedo mostrar que se puede contar con uno. Hay veces que yo me pregunto concerniente a mi esposa y a mis hijos, yo me digo, “Mira, cuando más ellos te necesitan, estás ahí? Y si estás ahí, estás ahí con el deseo de ayudar, o estás ahí todo aplatanado?” perdón, sin ganas, o algo.

O sea, cuando tus hijos quieren jugar contigo, juegas con ellos ahí a regañadientes o juegas con ellos con todo tu pasión, con toda tu energía? Te tiras al piso con ellos, te ríes con ellos, lloras con ellos. Pueden contar ellos contigo?

Y hay veces que yo me digo, “Mira, sí, gracias a Dios estoy logrando hacer eso.” Y esas mismas preguntas yo me las hago en muchos otros aspectos de mi vida, porque de alguna forma u otra, mis hermanos, ese sentido de fidelidad está influenciado por mi fe en el Señor Jesús también.

Acaso el Señor Jesús no se mantiene fiel con nosotros? Acaso el Señor Jesús no es una persona en la cual se puede contar, que se puede contar con él, que él es confiable, que yo puedo llamar y yo sé que él me va a responder? Si él es así conmigo, por qué yo no voy a demostrar esa dimensión de mi fe con otros también, de yo poder ser fiel, de que si me dicen, “Mira, te voy a decir algo y es en total confidencia, puedo contar contigo?” “Mira, sí, háblame.” Pero si estás pensando tirarte del Tobin Bridge, créeme que se lo voy a decir a alguien.

Es verdad, tengo que hacer eso. No, pastor, no le digas a nadie que… No, pues lo siento, pues si te vas a tirar del Tobin Bridge, lo siento, pero no puedo hablar contigo entonces. Yo no soy la persona con quien hablar. Si te tiras del Tobin Bridge, te voy a amarrar de una soga para que no llegues abajo, te quedes guindando un rato y que confieses todos tus pecados y entonces después de ahí te jalo otra vez para atrás.

No, no, de la cabeza no, porque… no lo puedo amarrar de la cabeza. Es mejor que se lo rompa un tobillo a que se le rompa el cuello. No, no. pero entienden lo que estoy diciendo, mis hermanos? Es importante que nosotros entendamos estas cuatro dimensiones de nuestra fe porque tarde o temprano mis hermanos, ¿Saben qué? Usted se va a encontrar ahí. Tarde o temprano usted se va encontrar ahí, en algún momento usted se va a encontrar preguntándose a sí mismo, como, creo yo las cosas que yo creo? Tal vez usted ha estado ahí, quién sabe si usted está, y quién sabe si va a llegar un momento donde usted se va a cuestionar, creo verdaderamente todas las cosas que me predican, todas las cosas que dice el pastor los domingos? Creo yo eso verdaderamente?

Y ¿Saben qué? Cuando llegue ese momento go through it. Cuando llegue ese momento pase a través de eso. Porque es importante que nosotros pensemos, reflexionemos a través de esas cosas. Eso va a ayudar a que nuestra fe se fortalezca aún más. Cuando ese sentido de certeza se fortalece aún más, ese sentido de salvación de esa fe, de yo creer en un Señor todopoderoso que tiene propósitos mucho más grandes a los míos, y que puede hacer mucho más de lo que yo puedo pensar o entender, esa fe va entonces a infundir sobre esos otros aspectos de mi vida y me va a ayudar de que si estoy en una situación un poco apretada, que en vez de decir, no, aquí no hay salida, que entonces yo pueda experimentar esa fe como un don que me dice, “No, no, no, Dios todavía tiene algo más, hay algo que él puede hacer. Él tiene la salida. Yo tengo que esperar en lo que no veo, tengo que tener la convicción de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve porque si ya lo veo, si ya lo tengo, entonces, no hay nada más de qué esperar.”

Hay que seguir esperando en esas cosas que Dios tiene ahí guardadas para nosotros. Eso es lo que nos llena de fuerza, de energía y podrá parecer irónico, porque otras personas nos dirán, “pero por qué vas a tener tu fuerza en algo que no estás viendo, que no estás tocando, que no estás disfrutando ahora?” “Mira, yo no sé por qué, pero el Señor lo hace así. El mero hecho de yo estar esperando en esas cosas que están por venir, me llena a mí de una fuerza y energía para seguir adelante con lo que tengo hoy, con lo que estoy viviendo hoy, con los achaques que tengo hoy, con los retos que tengo hoy, con los logros que tengo hoy. Esa fe me sigue moviendo para yo seguirme moviendo en la dirección que Dios quiere que yo me mueva, para poder alcanzar aquellas cosas para las cuales él me alcanzó a mí.”

Puestos los ojos en el Señor Jesús, el autor y consumador de quién? De nuestra fe. Así que, hermanos, vamos a ponernos de pie. Esta noche usted se a salir de aquí con una fe renovada. Hoy usted se va de aquí con una fe en esteroides.

Padre, y esa es mi oración, Señor Jesús, que todos nosotros, incluyendo mi persona, incluyendo mis hermanos y hermanas que están viendo por el internet, que hoy salgamos de aquí con una fe en esteroides, una fe fortalecida, Señor, sabiendo que tu eres el autor, el que consume, en ti empieza y se termina todo. Tu eres el alfa y el omega, Señor, tu eres el que pone en nosotros tanto el querer como el hacer, tu eres el que nos mueve, el que nos llena de tu gracia, de tu misericordia, Jesús, para nosotros poder disfrutar aquellas cosas que tu tienes para nuestras vidas y que a través de nuestras vidas podamos llegar y alcanzar a otros.

Así que, Jesús, mira aún cuando el mundo, aún cuando la sociedad, cuando la gente ahí afuera están diciendo, que no hay esperanza, que no se puede, que esto se acabó, Señor, que esa fe se active en nosotros, ese don de fe, esa certeza, esa convicción, esa persuasión se active en nosotros, mi Dios, y nos impulse a seguir adelante confiando en ti porque tu eres el que tiene la última palabra, sea que la veamos en nuestro tiempo o no, Señor, ponemos nuestra confianza en ti, ponemos nuestra convicción, nuestra certeza, nuestra fe está puesta en ti, Señor Jesús.

Gracias te damos por tu palabra, Jesús, gracias por cada uno de mis hermanos y hermanas. Yo declaro sobre ellos tu bendición. Llévanos con bien hasta nuestros hogares, Señor, que nuestra cama, en la noche, Señor, sea un nido, mi Dios, donde podamos descansar en ti, recuperar nuestras fuerzas para que en el día de mañana si así tu lo permites podamos echarle mano a todo lo que el día de mañana pueda traer.

Gracias te damos, te bendecimos, te damos la gloria, la honra, solo a ti porque tu la mereces. Te amamos, Señor Jesús. Oramos en tu nombre. Amén. Amén. Gracias Señor Jesús. ¡Aleluya!

Hermanos y hermanas, Dios les bendiga.

Examíname, oh Dios, y pruébame

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Que lindo se oye cantar esas palabras, quebranta mi corazón, quebranta mi vida, te entrego mi voluntad a ti. Que lindo se oye. No le da ganas de cantarlo otra vez?

Pero saben por qué lo digo, mis hermanos? Se oye bien lindo cantarlo pero qué difícil es hacerlo. Que difícil es hacerlo. Señor, yo solamente te pido ahora que estas palabras que fueron cambiadas en mi corazón a última hora, Señor, tu me ayudes a poder ser fiel a lo que tu quieres decir, Jesús, y que sirva de edificación a tu pueblo y a tus hijos e hijas en esta noche. Te lo pido, Jesús, me pongo como un instrumento en tus manos hoy más que nunca, Señor, y te ruego que por favor me ayudes a estar tan en sintonía contigo, Señor, que pueda escucharte bien para saber cómo comunicar esta palabra y que todos nosotros podamos tener un corazón abierto para recibirla y actuar de acuerdo a ella. Lo pido en el nombre de Jesús. Amén.

Sí, hermanos, digo que es bien difícil poder hacer eso. Y yo creo que esto es parte de nuestra vida como creyentes, que nosotros podemos orar de una forma, podemos cantar algunas cosas, pero como dice ese refrán, del dicho al hecho hay un largo trecho. Es el mero hecho de cómo verdaderamente nosotros dejamos que la palabra de Dios obre en nosotros y nos alinee cada vez más a los deseos del corazón de Dios. y lo que quiero compartir hoy es algo que está basado en una palabra que el pastor Miranda compartió con nosotros en estos dos domingos pasados, que se me ha quedado ahí en mi cabeza pero es como que me hizo eco, se me prendió otra vez.

Y tiene que ver este hecho con nosotros saber lo que está verdaderamente en nuestro corazón. El nosotros poder verdaderamente conocer nuestro carácter de tal forma que nosotros podamos decir delante de Dios, guau, Señor, mira yo soy quien soy delante de ti no puedo esconder nada. Y yo sé que de las personas a nuestro alrededor, nosotros podemos esconder muchas cosas, pero que bueno sería tener el valor de ser totalmente claro y pleno con la gente a nuestro alrededor y de no tener máscaras, y de poder verdaderamente decir, mira, este es mi corazón, así soy yo, no te lo voy a esconder.

Pero que difícil es poder hacer eso. El salmo 139, quisiera que vayan conmigo al salmo 139. Muchos de nosotros lo conocemos, dice el verso 1:

“Oh Jehová, tu me has examinado y conocido, tu has conocido mi sentarme y mi levantarme, has entendido desde lejos mi pensamientos, has escudriñado mi andar y mi reposo y todos mis caminos te son conocidos…”

Yo quiero que brinquen ahora al verso 23:

“… Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón, pruébame y conoce mis pensamientos…”

Espérate, déjeme darle pausa un momentito, déjeme parar aquí. Léalo primero en su mente y después decida si lo va a leer en voz alta. Léalo primero en su mente, ese verso nada más. Piense bien en lo que le va a decir a Dios. Yo mismo estoy pensando [inaudible] esto es una petición bien descabellada, lo que estoy pidiendo a Dios. Así que piense bien lo que usted va a hacer o cómo va a leer esto. Porque usted le está dando aquí permiso a Dios de que lo siente en una mesa de evaluación y que le examine.

Cuántos de ustedes han ido al médico, a la oficina del médico de familia o cosa así? Y cuando usted entra que le van a hacer un examen físico, que le dicen, quítate la ropa y ponte esta bata, ¿verdad? Y esos son los momentos que más vulnerable uno se siente porque te van a examinar, de arriba abajo, y no lo estoy diciendo en una mala forma, sino que el médico que te chequea a ti, que te hace un examen físico es la única persona que verdaderamente… bueno, la única persona aquí en la tierra que te puede examinar tu condición física y te puede decir dónde en tu nivel de salud estás, te puede decir dónde deberías estar o si estás por debajo de donde debes estar.

Cuando usted va al médico usted puede decir, ah, me duele aquí o me duele aquí o tengo los chichitos un poquito más fuera de sitio, qué puedo hacer para bajarlos y muchas veces nosotros tratamos de darle instrucciones al doctor. Cualquier tipo de medicina, es más hasta cuando vamos a un dentista, me atrevo a decir esto, que le queremos decir al dentista, me duele esta muela pero no me toques porque me duele. Tengo que bregar con la muela.

Queremos darle instrucciones a los médicos, pero no sabemos que si vamos a ir a evaluar nos tenemos que dejar como que ellos traten con nosotros como ellos entienden que mejor tienen que tratar, y nosotros callarnos la boca y aguantarnos que nos hagan lo que van a hacer.

Y así pasa en nuestra vida de fe, que cuando nosotros le decimos a Dios, Señor examíname y conoce mi corazón, ahí tu te estás tirando sobre la mesa del fisiatra para que él verdaderamente te chequee y te diga cómo está la condición de tu vida.

Sabes que Jeremías tiene un pasaje muy interesante que hago un paréntesis y me desvío a ese pasaje ahora. Jeremías Capítulo 17, el verso 9 miren cómo dice, esto Dios hablando, Dios está hablándole al profeta Jeremías y él le está diciendo esto:

“Dios que conoce todas las cosas, él dice, engañoso es el corazón más que qué?”

Oiga, yo he leído ese texto varias veces, pero hoy cuando lo leí hubo algo que me paró, porque yo leo, “engañoso es el corazón más que todas las cosas y perverso quien lo conocerá.” Pero hoy yo paré en esa frase que dice, más que todas las cosas.

Cuántos de nosotros hemos conocido algún engaño en algún momento en la vida? Que alguien nos ha engañado, que nosotros hemos engañado a otros y son experiencias que son bien horrorosas, dejan un mal sabor, no en la boca sino en toda la vida.

Y cuando Dios mismo está diciendo que nuestro corazón es más engañoso que todas las cosas, está poniendo el corazón de uno por encima de cualquier cosa que pueda provocar un engaño, que en cierta forma esos engaños provienen del corazón, y perverso.

Hay veces que a mí los oídos como que me trinen cuando yo oigo que a alguien le dicen, ah, tu eres un perverso porque lo dicen con un sentido tan malo y tan ofensivo que es como que, guau, Dios mío, mira eso. Esta persona que perversa es.

Y Dios aquí le está diciendo a uno que el corazón es perverso. Tu corazón, mi corazón es perverso. Muchas veces nosotros podemos llevar una doble vida que nos acostumbramos tanto a ella y pensamos que estamos totalmente bien, que eso es algo totalmente normal, que me tienen que aceptar así tal y como soy. Pero a Dios no se le escapan esas cosas.

Y hay veces que hasta buscamos la forma de cómo justificar esa doble vida que podemos tener. Llegamos aquí a la iglesia y todo es como, ah, santo gloria a Dios, ¡Aleluya! Tiramos dos o tres lenguas y para afuera, estamos santificados. Llegamos a la casa y es como una historia totalmente distinta.

Hay veces que yo mismo oigo unas historias que es como que Dios mío, pero en qué cabeza cabe! Como a un hombre se le puede ocurrir hacer cosa igual? O cómo a una mujer se le puede ocurrir hacer cosa igual? Pero me da a entender que el corazón es engañoso, en nuestra naturaleza humana, nuestro corazón, nuestro carácter son tantas las debilidades que tiene que me gusta como Dios hace la pregunta, quién lo conocerá?

Óigame si yo les pregunto a usted, usted se conoce bien? quién me puede decir aquí que usted se conoce súper bien. Porque si usted se conoce súper bien, entonces yo quiero tomar una consejería con usted, yo quiero aprender a cómo hacer eso. Solamente Dios es el que lo conoce. Y el verso 10 dice:

“Yo, Jehová, que escudriño la mente y que pruebo el corazón para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras…”

Sabe lo que usted le está pidiendo a Dios cuando usted le dice ‘examíname’, le está diciendo a Dios, “Tu que vez más allá de lo que yo puedo ver, yo necesito que tu hagas algo en mi corazón.”

Sabe, lo que me gusta mucho de ese salmo es que ese salmo se está bajando como quien dice del trono del corazón y está diciendo, mira, yo no puedo hacer esto yo solo. So, me gusta porque ese salmo de alguna forma u otra indica que para yo poderle decir que Dios que me examine mi corazón, es porque yo he reconocido que yo he tratado de hacerlo por mí mismo y no puedo. Yo mismo me he engañado a mí mismo tratando de examinar mi corazón. Me creo que encontré algo que lo conocí y al próximo día vuelvo a visitarlo y es como que, ven acá, pero tu eres distinto, qué pasó?

Estoy aquí un domingo en la iglesia, oigo la palabra de Dios. Guau, que lindo. Salgo de aquí con cosquillas y llega el lunes y se me olvidó esa palabra y sale otra persona que es como wow! Pero qué pasó aquí? qué pasó con tu venir y tirarte de rodillas y llorar y orar por ti o algo? Qué pasó con todo eso?

Examíname oh Dios. Vuelvo de nuevo al salmo 139.

“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón, pruébame y conoce mis pensamientos, y ve si hay en mí camino de perversidad y guíame en el camino eterno…”

Miren, mis hermanos, para mí yo puedo decir que en estos últimos dos domingos que he escuchado al pastor predicar en estas líneas, yo he salido de la iglesia con un reto totalmente nuevo. Y yo les puedo decir que no va a ser fácil. Ese reto para mí no va a ser fácil. Y es el mero hecho de yo poder entender que si yo quiero que Dios me encamine en su camino eterno, yo voy a tener que dejar que él me examine a mí, que él extirpe cosas de mí que tiene que sacar, cosas que para mí tal vez son como, pero Señor, yo creo que esto está cool, yo creo que esto está bien. He vivido con esto y hasta aquí me ha permitido llegar, pero que tal vez a los ojos de Dios son cosas que van a decir como que, hay algo que yo quiero trabajar ahí aún más.

Y yo creo, mis hermanos, que en la misma forma Dios quiere trabajar con cada uno de nosotros. Yo creo que con un propósito Dios nos está llevando a nosotros como iglesia a meditar sobre la condición de nuestro corazón. El pastor ha estado predicando acerca de este pasaje de Jueces, donde Dios le dice Gedeón, mira, los que cojan agua de la mano y la laman, versus, los que se tiren así de rodillas y metan la cabeza en el agua, esos son los que yo quiero que tu dividas. Dios estaba buscando hacer algo ahí. Dios estaba buscando algo mucho más profundo. Que tal vez esos hombres en el momento quién sabe si hubo hasta algunos que se quitaron la ropa y se tiraron al agua a bañarse y refrescarse como lo hubiese hecho yo si hubiese tenido calor y me dieron un break en medio de la batalla, okay, un break, vamos a bañarnos y limpiarme la sangre que tengo por ahí.

Quien sabe si yo me hubiese tirado, Dios hubiese dicho, ese es el primero para afuera, no. se quitó la armadura demasiado rápido. Sácalo de ahí, mándalo para la caseta otra vez. Pero hay algo que Dios está mirando.

El mismo Gedeón en ese momento quien sabe si él ni lo entendía, pero Dios sabía lo que él estaba haciendo. Y ahí es donde viene de nuevo este elemento de la fe. Que Gedeón tuvo la fe, tuvo la valentía de confiar en lo que Dios estaba haciendo para ver el milagro que Dios iba a hacer después. Cuando nos atrevemos a exponernos a que Dios nos pruebe, a que Dios nos examine en nuestro corazón, prepárese para lo que Dios le va a mostrar.

Ahora, un punto bien importante. El que Dios nos examine no significa que Dios nos examine de acuerdo a nuestros propios términos sino que significa que Dios nos examina de acuerdo a los términos de él.

Ah, Señor, yo dejo que tu me examines y si lo haces así y así y así, y se me dejas seguir haciendo esto y esto, toca esta parte de mi corazón pero no esta. Eso es poniéndole términos, condiciones a Dios. Pero si verdaderamente queremos seguir este patrón bíblico de dejar que sea él que nos examine a nosotros, entonces tenemos que decir como que, no, Señor, mira, sin reservas, sin condiciones aquí estoy.

Yo no sé, mis hermanos, si estas palabras les están llegando, si estas palabras están calculando allá. Yo hasta me ponía a pensar en Santiago Capítulo 3, si no me equivoco, dice que nosotros no tenemos que ser solamente oidores sino también hacedores de la palabra de Dios. Y yo les digo, mis hermanos, si hay una razón por la cual yo puedo orar en esta noche, es pedirle a Dios que nos de tanto el valor como el deseo y la disposición de dejar que él trate con nosotros.

Muchas veces, mis hermanos, yo no sé si yo estoy hablando proféticamente aquí a alguien, pero muchas veces nosotros queremos que Dios bregue por nosotros pero en nuestros términos, nosotros mismos le ponemos condiciones y le decimos, no, quiero que esto pase así y así y así.

Y mire, yo entiendo que hay veces en nuestra vida que nosotros sí podemos como quien dice, cuando estamos orando por alguna bendición, buscando confirmación o algo de parte de Dios, mira, Señor, yo necesito ver esto y esto suceder. Y esas veces Dios permite que eso y eso y eso sea a su nivel cronológicamente de acuerdo al tiempo que nosotros enumeramos.

Acaso el mismo Gedeón no dijo, ah, tu me quieres llevar a la batalla, pues mira, este pedazo de piel que se moje el pedazo de piel y alrededor todo esté seco. Ah, fantástico, tu lo quieres así? Sucedió. El próximo día, okay, ya estás convencido? No, no, espérate, vamos a hacer otra prueba. Ahora que se moje todo alrededor pero que este canto de piel se quede seco. Ah, también lo quieres así? Vamos a hacerlo así. Cuando viene al otro día, es como que okay, ya estás convencido o quieres que ahora haga que bajen las estrellas y bailen alrededor tuyo para que te convenzan de que soy yo el que te está llamando a hacer esto? No, no, ya me convencí.

So, yo creo que hay momento en los cuales Dios permite que nosotros pongamos esos términos. Pero cuando estamos hablando de nuestro corazón, tu sabes por qué nosotros no le podemos poner términos a Dios? precisamente porque nuestros términos están contagiados por el pecado, son perversos, son engañosos.

Mire, hoy usted se puede sentir de una forma y mañana usted se va a levantar pensando en otra forma. Qué es lo que va a ocasionar que su moods cambien así tan rápido? Las hormonas? Fine, está bien. Las hormonas pueden causar eso. A quien le apliquen las hormonas, bueno, aunque eso va para hombres y mujeres también. Eso le va a todos, pero en algunos le pasa más que en otros, tengo que decirlo así.

Pero miren, mis hermanos, detrás de esas hormonas hay un corazón, hay un carácter también. Hoy usted puede salir pensando, este pastor Omar, botó la bola, es tremendo. Este pastor Omar está primero en mi lista. Y mañana si yo no lo llamo, el pastor Omar bajó al último lugar en mi lista, olvídate. Qué es lo que va a ocasionar que yo suba y baje en la lista de preferencia de su vida? Es el corazón de uno, mis hermanos, quién sabe si lo mismo pasa de ustedes hacia mí también. [Inaudible] hoy la tengo allá arriba, mañana se fue de mi lado.

Pero así es, mis hermanos, todo está aquí dentro. Proverbios 4 lo dice, sobre toda cosa guardada, y lo hemos estado escuchando en estos domingo pasados, sobre toda cosa guardada, guarda tu qué? Tu corazón porque de ahí es que mana todo lo que tu eres, todo lo que tu dices, todo lo que tu piensas emana de ahí.

Todas las cosas a las cuales yo me expongo van, de alguna manera u otra van a llegar a mi corazón. Jesús dice que los ojos son la lámpara del cuerpo. Todo lo que yo reciba por mis ojos, todo lo que yo me ponga en mis oídos a escuchar, las palabras que yo oiga de alguien, la música que yo oiga, videos que yo veo, las conversaciones en las cuales me meto que si aquel me manipuló mejor que el otro, todas las cosas que oiga, es más, hasta las predicaciones que Dios te oiga va, de alguna forma u otra a infundir sobre su corazón. Y entonces usted va a tener que poner a prueba otra clase de examinación que es la que sale en Tesalonicenses Capítulo 5, verso 22 que dice:

“Examinadlo todo retened lo bueno y deshecha lo malo.”

No dice probadlo todo, dice, examinadlo todo. Quieres que lo busques? Vamos a buscarlo por si acaso, no me quiero inventar la Biblia. Si yo estoy mal, yo quiero ser corregido. Primera de Tesalonicenses Capítulo 5, versículo 21, dice… a no ser que sea otra versión que dice, pruébalo todo… oye, cualquiera diría que te llevaron a un buffet y te están diciendo, ‘prueba todo lo que tu quieres aquí’ y de repente te comes algo que después sales con una alergia y se te hincha la cara, la nariz, las orejas y ahí tu querías probarlo todo? Coge.

Examínalo todo. Cuando tu estás examinando algo, recuerda que el proceso de examinación, el objeto está allá y tu estás acá. Tu estás examinando, levantas por aquí, por allá y antes de metértelo a la boca entonces, examínalo primero, reten lo bueno y deshecha lo malo. Y quién sabe si a eso yo le añadiría otra parte que dice, y deja en standby algunas cositas porque no sabes cuándo las vas a tener que volver revisitar otra vez.

Pero así es. Cuando Dios nos examina a nosotros y él prueba nuestro corazón y nos deja saber cómo estamos nosotros, nosotros tenemos que ejercer la misma medicina concerniente a las cosas que tenemos a nuestro alrededor, porque esas son unas cosas que van a probar cómo está nuestro corazón delante de Dios, cómo estamos funcionando.

Cuando nos enfrentamos a la tentación. Mira qué lindo. Hoy estaba leyendo, me estoy preparando para el mensaje del domingo y me crucé con una lectura que decía, cada tentación es una oportunidad para hacer el bien. Se ha puesto a pensar en eso? Usualmente nosotros lo leemos como que cada tentación es una oportunidad para meter la pata, para hacer lo malo. Porque nosotros asociamos la tentación con lo malo. Pero en esta lectura lo que decía es, cada tentación es una oportunidad para hacer el bien. Por qué es una oportunidad para hacer el bien? porque si tu respondes de acuerdo a lo que Dios quiere, lo que Dios pide de ti, para evitar el caer en tentación, si tu evitas caer en la tentación, qué estás haciendo? Estás haciendo el bien?

Yo tengo que examinar esas cosas a mí alrededor. así que mis hermanos, no los voy a seguir dando el canto esto, yo creo que entendemos el mensaje de hoy ¿verdad? cuántos pueden ahora verdaderamente atreverse a decir las palabras del salmo 139? No me digan amén por favor. Si hay un momento en el cual yo como predicador no quiero oír un amén es hoy. Y lo estoy diciendo en serio. Porque son palabras duras, mis hermanos. Yo mismo tengo que pensar, meditar esto y dejar que Dios verdaderamente trabajo en mí para yo poder decir, okay, Señor, mira, examíname. Yo sé que me voy a enfrentar a cosas feas que tal vez están ahí, que tu las ves y te hacen llorar y yo me he acostumbrado a ellas pero tu las ves y a ti no te gustan. Yo voy a tener que hacer algo al respecto.

Así que si yo quiero que tu me examines yo voy a tener que dejar que tu me muestres cosas que están en mí que a mí no me van a gustar. Pero para que se cumplan tus propósitos en mí, yo me voy a tirar en tu mesa de operaciones para que tu hagas conmigo lo que tienes que hacer.

Así que, Señor, mira, yo te pido que esta palabra, Señor, no se quede en el aire, por favor, Jesús, yo reprendo cualquier cosa que quiera causar que esta palabra se quede en el aire y que no llegue verdaderamente a nuestro corazón.

Jesús, yo sé que ahora mismo hay fuerzas del enemigo que van a tratar de impedir el que estas palabras lleguen, en cualquier forma que se pueda manifestar, pero yo te pido, Jesús, que la eficiencia de tu palabra, la eficacia de la misma llegue bien profundo a nuestro corazón y que nos de verdaderamente la disposición que necesitamos, el valor que necesitamos, Señor, para poderte decir, Señor, examíname, conoce mi corazón, pruébame, Dios, por más difícil que eso pueda sonar, pero el atrevernos a decir, Señor, ponme a prueba y yo no sé si me cuelgue en el examen o si pase con una C o si tal vez tenga una A pero, Dios, pruébanos.

Mira bien lo que está en nuestro corazón, hay cosas que tu quieres hacer en nuestros corazones, Señor. Yo te pido que por favor nos ilumines, Jesús, que nos ayudes a conocer en medio de todas las cosas tu gracia y tu misericordia que está ahí para levantarnos, para sostenernos, para llevarnos a través de esos caminos tan oscuros de nuestra vida, Jesús. Tu estás ahí para llevarnos.

Así que, Jesús, yo te pido que a medida que nosotros nos preparamos para salir de aquí de este lugar, regresar a nuestros hogares, yo te pido que por favor esta palabra pueda seguir haciendo eco en nosotros y que nosotros no ignoremos los principios que esta palabra quiere verdaderamente traer a nuestro corazón.

Son cosas que se aplican a muchas áreas de nuestra vida, no tan solamente en nuestra relación contigo, sino que también se aplica a nuestra relación con nuestro prójimo.

Señor, guíanos a través de ese proceso, aunque nos coja tiempo, pero como bien dice ahí, encamínanos en ese camino eterno. Si es un camino eterno es porque no tiene fin, Señor, y el fin de este se verá en la eternidad y aún en la eternidad seguirá adelante.

Así que, Señor, nos ponemos en tus manos. Has con tu pueblo como quieras, bendice, Señor Jesús, a mis hermanos y hermanas en esta noche. Llénales con tu amor, llénales con tu paz, llénales con todo lo bueno que hay en ti Jesús y permite, Señor, nosotros podamos alinearnos cada vez más y más a los deseos de tu corazón, Señor. Gracias te doy por este tiempo, gracias por tu palabra, Señor. Gracias por cada uno de mis hermanos y hermanas, y sobre cada uno de ellos yo declaro tu bendición.

Por tu hijo Jesús oramos y te damos las gracias. Amén, Señor. Amén, Jesús.

Buscar el Reino de Dios y qué más?

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Hay algo que quiero testificar y lo comento en línea con toda esta temática que hemos estado hablando en los últimos miércoles, de verdad. Hay veces que yo no entiendo por qué el Señor me mueve a hablar del tema de la fe como lo he estado haciendo, pero por algo es. Y yo creo que en los tiempos en que nosotros vivimos, ahora más que nunca nosotros tenemos que fortalecer nuestro sentido de fe en nuestras vidas, nuestro sentido de creer en el Señor, en las promesas del Señor, y de creerle que él está activo en medio nuestro, de que él está haciendo cosas que si nosotros nos enfocamos demasiado en lo que tenemos de frente, nos vamos a perder de vista lo que verdaderamente Dios está haciendo y ahí es donde viene ese sentido de fe, el sentido de fe mira más allá de lo que nosotros tenemos por delante.

El sentido de fe que Dios ha puesto o en la convicción, esa convicción que pone en nosotros se va más allá de lo que yo puedo ver, de los problemas que yo puedo tener en mi vida, en mi familia, en mi cuerpo, sea como sea, cuando yo logro ver más allá yo tengo que reconocer que hay un Dios que es real, hay un Dios que está vivo, hay Dios que está en el cielo, y hay un Dios que tiene consideración de nosotros, no importando el punto en nuestras vidas donde nosotros nos encontremos, Dios tiene consideración de los suyos.

Miren, el viernes cuando estuvimos aquí en este de oración largo y esto es mí testimonio por así decirlo, ya eran como las 12 de la medianoche y yo me había dicho, pues, a las 12 de la medianoche me voy a ir porque el sábado yo tenía que ir Woodsturn a predicar en una actividad allá y tenía que ir temprano. So, yo me dije, bueno, pues ya cumplí aunque sea casi 10 horas de oración so, cumplí. Iba a ponchar y justamente cuando iba a ponchar voy caminando por allá detrás y el Apóstol que estaba aquí dirigiendo con el pastor Roberto el tiempo de oración, de repente me dijo, “Pastor, pastor, don’t leave.” Y yo como que, ay, y a mí que no me gusta que me pongan en el spot, pues, usted sabe la reacción. Es como que todos los ojos mirando para ahí atrás, yo como que… trágame tierra.

Pero el asunto fue que yo respondí y, de nuevo, yo estaba ya con mi mente que nos vamos, pero lo que caminé de allá atrás a aquí al frente fue como que mi mente de nuevo volví a caer en sintonía, porque yo sé de las cosas por las cuales yo he estado orando y más en ese día. Si les doy a conocer un poco de mí corazón, para que ustedes conozcan un poco del corazón de uno de sus pastores. Yo creo que yo he compartido esto muchas veces, o sea, el ministerio es algo bello, es algo precioso. Yo le doy gracias a Dios por haberme escogido para ser uno de sus ministros en este tiempo y en esta iglesia, pero asimismo como digo eso, yo también reconozco que el ministerio es bien drenante y hay veces que uno se dice, guau, Señor, si tu no haces algo yo creo que me caigo, algo va a pasar conmigo.

Y yo recuerdo que aún durante mis vacaciones que fue una semana antes de ese tiempo de oración, aunque yo les digo que no fue que saqué una hora completa para irme aparte y orar y conectarme con el séptimo cielo o algo así. Pero yo sé que en mi corazón yo, cada momento que venía ese sentimiento en mi corazón yo me decía, “Señor, por favor, recuerda que yo necesito que tu me hables, que tu me digas aunque sea algo, aunque sea una chispa, aunque sea un suspiro, pero que yo pueda saber que eres tu.”

Y pasé esa semana y obviamente uno cuando vuelve de vacaciones es como uno necesita más vacaciones de las vacaciones, para poder recaer otra vez en rutina. Pero obviamente eso no funciona. Pero fue una semana bien ajetreada en distintas cosas, y el viernes cuando estábamos aquí por la mañana cuando yo llegué, ese viernes en la mañana, la presencia del Señor estaba tan y tan fuerte aquí que yo recuerdo que yo me arrinconé en esa esquina, me metí detrás de esa bocina y yo me solté delante del Señor, y yo me digo, “Señor, I need something. Yo necesito algo de parte de ti.”

Y yo creo que el Señor empezó a hacer algo ahí en esa esquina conmigo. Yo no sé por qué pero hay algo aquí en esta esquina, aquí y aquí que siempre que yo me meto ahí, esas han sido las experiencias mías en estos 10 años. yo no sé si es que me estoy metiendo debajo de la paloma, yo no sé si es eso, pero en los 10 años que yo llevo aquí en la iglesia, mis hermanos, yo se los digo, hay algo en esa esquina que siempre que me meto ahí a orar, Dios me alcanza.

Hagan fila, cojan turna, esa es la esquina del pastor Omar ahora. Pero el asunto es que en la noche entonces este Apóstol me llama, que yo vengo caminando, y el pastor él sintió de parte del Señor darme una palabra también, pero cuando él me habló la voz de él tronó como… y no sé, hubo algo en mí que empezó a estremecerse cuando el pastor empezó a dar esa palabra sobre mi vida y yo me quedé como que, “Oh, Señor, espérate, esto yo no me lo estaba esperando.” Y me quedé ahí sentado como que patidifuso, yo no sé si ustedes entienden ese… okay, estaba tieso, vamos a decirlo así, embobado me quedé, embobado pero concentrado.

Sí, fíjate, tenía un poquito de paniqueo dentro de mí también. No lo voy a negar. Créeme cuando yo oigo una voz así que truena es como que… pero el asunto es que cuando se desató un tiempo de oración aquí y entonces este Apóstol me llamó y empieza a orar por mí, empieza a orar por mí en una forma que yo no me lo esperaba. Y empezaba a orar en línea concerniente a uno de mis roles aquí en la iglesia, y fue algo donde yo pude comprender como que, guau, Señor, esto sí que yo no me lo esperaba.

Había orado por eso, pero hace tiempo atrás. Pero la forma en que se dio la ministración, yo no me lo esperaba. Y para mí eso fue algo que afirmó mi fe, afirmó mi sentido de compromiso, de llamado con el Señor, y a la misma vez, mis hermanos, afirmó el mero hecho de yo poder saber que Dios está pendiente a las oraciones de sus hijos y de sus hijas.

Porque miren, aunque sean pensamientos que le crucen a uno por la cabeza, aún esos pensamientos, el Señor está pendiente de cada uno de ellos. Y cuando menos uno se lo espera, algo viene que es como que, oh, verdad es, si yo había orado por esto. O tal vez no había orado pero lo había pensado, y aún ese pensamiento como dice la Escritura, porque aún nuestros pensamientos Dios los conoce muy bien. no está la palabra en mi boca, y he aquí, oh Señor, tu la conoces.

So, esas palabras se confirmó a mí ahí en ese momento que estaba yo secando mis lágrimas, por así decirlo. Pero esto más bien lo digo, mis hermanos, para que todos podamos ser afirmados de que todas estas cosas que hemos estado hablando acerca de nuestra fe, mis hermanos, yo no lo estoy hablando por hablarlo, no lo estoy hablando por gastar saliva o algo así. No, mis hermanos, yo lo estoy hablando porque yo tengo una convicción bien cierta de que Dios está ahí escuchando y que Dios está dispuesto a responder a nuestras peticiones, pero y a la misma vez, cuando él responda, nosotros tenemos que tener la suficiente fe para responder a lo que Dios nos diga a nosotros.

O sea, no podemos orar solamente por el mero hecho como que, ah, Señor, sí, háblame, dime algo. Cuando esa revelación venga hay que estar listo, hay que estar lista para responder también. No nos podemos conformar solamente con el mero hecho de que ah, sí, Dios me habló, hizo algo. No, o sea, si Dios me habló, si Dios hizo algo, y ahora qué? Hay algo más que hay que hacer.

Así que yo les animo, mis hermanos, déjame hablar un poquito más de la fe. Porque esto vino del miércoles pasado. El miércoles pasado yo me inspiré por una pregunta que me hizo un hermano aquí en la iglesia, ese hermano no está aquí hoy, pero bueno, voy a seguir con este impulso.

Y este hermano el miércoles pasado cuando yo voy saliendo, me agarra y me hizo una pregunta que me cogió de sorpresa, válgame. Muchas sorpresas me están agarrando así en el momento. Y este hermano me preguntó lo siguiente: yo no sé si ustedes se recuerdan que el miércoles pasado, en un momento del mensaje que yo estaba hablando acerca de ese sentido de fe que por fe los héroes de la fe estaban buscando una tierra mejor, estaban buscando algo mejor. Y yo hice la conexión que así como ellos buscaban algo mejor, nosotros también obedecemos al llamado de Jesús de buscar primeramente el Reino de Dios y su justicia y todas las demás cosas nos serán añadidas.

El asunto fue que ese simple comentario captó la atención de este hombre y cuando voy saliendo el hombre me pregunta, “Pastor, qué significa buscar el Reino de Dios y su justicia?” Yo le hago la pregunta a ustedes ahora. Imagínense que yo soy un recién convertido y que no entiendo muy bien esos términos bíblicos religiosos que usamos a veces, yo les estoy preguntando, qué significa buscar el Reino de Dios y su justicia.

No me respondan. Solamente calcule esa pregunta ahí en su cabeza, en su corazón. Yo sé la respuesta y la voy a compartir. Lo primero que yo estaba pensando, mis hermanos, es que si usted ve la historia a lo largo de la historia de la humanidad, la humanidad se ha desarrollado basado en ideologías o perspectivas que han tenido la gente en distintos momentos a lo largo del mundo.

En la época de lo cavernícolas, de repente, no sé un cavernícola le dijo al otro, “Mira, hace frío,” parece que se molestaron o algo y empezaron a tirar piedras y las piedras sacó una chispa y de la chispa salió fuego. Tenían una idea, pensaban que la piedra era para romperle la cabeza al otro, pero cuando se la tiraron otra piedra, salió una chispa y la chispa produjo fuego. So, tuvieron otra idea. Aprendieron a usar el gaico lo más seguro.

En el 1490 y pico los reyes de España pensaban que el mundo era cuadrado, que la tierra era plana, que después de salir en el horizonte lo que había era un precipicio. Y este hombre tenía la idea de que no, hay algo más allá. Y ah, Cristóbal tu estás loco, chico. Se los voy a probar. Esta idea que yo tengo es real y allí se lanzó. Y por ahí en alguna en forma salimos nosotros.

Una ideología fue cambiada por otra. Este hombre creía de que la tierra no era plana, que había algo más allá después de esa línea. Y esa idea lo movió. Él lo creyó y lo movió.

Roma fue construida, cómo es que dice la frase? Ladrillo a ladrillo. Así fue construida Roma, porque alguien tuvo la idea de que un imperio grande se tenía que construir ladrillo a ladrillo, paso a paso, hombre a hombre, mujer a mujer. Y así lograron hacer uno de los imperios más grandes y más reconocidos en la historia del mundo.

Pero todo proviene de que alguien tenía una idea y esa idea la comunicaron en algún momento y alrededor tenía que haber personas para creer esa idea, para creerla, aceptarla y vivir de acuerdo a esa idea.

Hoy mismo, si yo les empiezo a hablar a ustedes, hermanos, tengo una idea y se las empiezo a vender de alguna forma u otra, los que crean en lo que yo estoy diciendo, van a adoptar esa idea y de alguna forma u otra se van a alinear a esa y van a vivir de acuerdo a esa idea.

Y si esa idea es buena o mala, yo se las puedo presentar lo más convincentemente posible para que ustedes la adopten y puedan vivir de acuerdo a ella. Y tal vez algunos de ustedes me van a creer y me van a seguir, como también puede haber otros de ustedes que digan, “Este pastor se fue algo en el coco así que siga con sus ideas por allá, por otro sitio.”

Cuando Jesús vino predicando y anunciando el Reino de Dios, Jesús vino trayendo una idea que era distinta, contraria a la ideología por la cual estaban viviendo los judíos en aquel momento. Así que imagínense ustedes, en aquel entonces cuando Jesús empieza su ministerio, él empieza predicando ‘arrepentíos porque el reino de los cielos está en medio de ustedes.’

Cuando él empieza a predicar así, la gente se queda como que, wow, espérate tu estás saliendo con una enseñanza totalmente distinta a la que nosotros hemos escuchado. Así que yo me pongo a pensar entonces, qué es el Reino de Dios, qué es el reino de los cielos, porque son una terminología que se intercala una con la otra.

Póngase a pensar usted, no sé cuántos de ustedes conocen historia medieval, algunos de ustedes conoce la historia medieval? O brincaron esa clase o se salían de esa clase o se quedaban dormidos en esa clase?

Déjeme ponérselo, yo iba a decir, en aquel entonces no había texto. Okay, no entendieron el chiste. En la época medieval no había textos, al menos textos como nosotros los tenemos hoy. Había sí textos escritos pero…

El asunto es este, yo tratando de ilustrar qué significa esto del Reino de Dios, o al menos tener una imagen clara en mí mente. Déjeme ponerlo de esta forma: cuántos de ustedes vieron la película de Braveheart, de Mel Gibson. Algunos han visto esa película? Yo sé que es larga pero muy buena. Es muy buena historia.

El asunto es que en esta película obviamente presentan a este personaje de William Wallace que poco a poco se va revelando en contra del poder que estaba establecido en aquel momento en Escocia. En aquel entonces en esa película lo que representa es un tipo de gobierno donde había un rey que tenía un dominio sobre todo un área y era un gobierno feudal, por así decirlo, que en distintas regiones tenían lo que se llamaban señores y esos señores estaban a cargo de dominar y gobernar sobre los distintos recintos o provincias que estaban asignados a ellos.

Entonces, nosotros como personas civiles que en aquel entonces se concebían como siervos, usted escogía dónde iba a vivir y entonces usted se tenía que someter al cuidado de ese señor que estaba a cargo de esa provincia. Ahora, el usted someterse al cuidad de ese señor significaba que usted también iba a adoptar los principios y los valores que regían a esa provincia.

Pero el asunto es que ese señor estaba sometido también a la autoridad del rey. Ahora, cuando yo pienso esto en la dinámica del Reino de Dios lo que yo pienso es en esto, y no se duerman, okay? Yo sé que esto puede sonar un poquito medio letárgico, pero piensen en esto. El Reino de Dios sí ejemplifica un tipo de gobierno que Jesús estaba presentando en la historia de la humanidad y era un tipo de gobierno donde aquellas personas que lo recibieran, que escucharan esa idea y que la creyeran, si querían vivir en ese Reino, se iban a tener que someter al cuidado de ese Rey, me siguen por dónde voy?

Ahora, ese gobierno del Reino de Dios no estamos hablando que es un gobierno geopolítico, o sea, no es algo que tiene que ver ocupar territorio y con tener políticos aquí tangibles, sino que más bien el Reino de los Cielos, el Reino de Dios es algo que se tiene que ver más en términos espirituales. Porque no es algo que se puede medir tangiblemente como que hay un presidente, y hay que elegir el presidente. No, no, no, así es como lo estaban viendo los discípulos. Pero eso no era el tipo de Reino que Jesús estaba hablando. El Reino que Jesús estaba hablando era un sistema totalmente nuevo. Era una ideología totalmente nueva a la cual la gente iba a tener que decidir vivir por ello o no.

Y aquí, mis hermanos, es donde yo veo que está ese elemento de fe. Porque así como Jesús se presentó enseñando esto también había otros rabinos y otros maestros en el área que enseñaban sus propias ideas y la gente las creía o no las creía. Pero lo que hizo la diferencia con Jesús es que había algo en él. Ahí es donde yo veo que una de las primeras cosas que hay que hacer es, ver si la persona que me está ofreciendo esa ideología tiene credibilidad o no. ahí es por donde la fe empieza a moverse de alguna forma u otra.

Esta persona que me está vendiendo este producto que promete que va a limpiar todas las cosas, desde la grasa de carro hasta el kétchup en una camisa, esa persona que me está vendiendo eso, ¿tiene credibilidad o no? no tiene credibilidad. Créanme que si la persona que lo está diciendo no tiene credibilidad, usted va a pasarle por encima a lo que le está diciendo.

Ahora, pero si esconde esa credibilidad detrás de una cara de ‘yo sé lo que te estoy diciendo’ pues, entonces uno tiene que ejercer un discernimiento aún mayor. Ahí es donde uno tiene que empezar a ver como quien dice, los frutos de la vida de esa persona. Y aquí es donde Jesús fue algo tan excepcional porque las palabra de Jesús, tras que venían llenas del poder del Espíritu Santo para traspasar a lo más profundo de los corazones, iban probadas también con actos.

O sea, Jesús no solamente se quedó en las palabras como muchos políticos hoy en día que hablamos, hablamos y hablamos solamente por coger votos pero a la hora de la acción es como que nada. O la acción que se logra es una acción más en favor de ellos que cualquier otra cosa.

Pero Jesús no fue así. Jesús mantuvo su credibilidad en que sus palabras no tan solamente eran efectivas, sino que también sus acciones las estaban respaldando todas y cada uno de ellas.

Miren, mis hermanos, donde yo veo que nuestra fe se basa en algo mucho mayor todavía. Si estamos buscando algo, estamos buscando como decía el miércoles pasado, una patria que es divina, una patria que es eterna. Estamos buscando el Reino de Dios que es algo que no se puede medir en términos físicos terrenales, pero que sí es algo que está ahí y es existente. Y en esa dirección es en la que nosotros vamos.

Ahora, pero buscar el Reino de Dios y qué más? Y su justicia, porque ese aspecto de justicia también es bien importante. Y es un aspecto de justicia que lo tenemos que aceptar también a través de la fe. Porque hoy día en términos de justicia cada cual lo jala como quien dice, para su lado. Cada cual quiere justicia a su propia forma.

Hernán me puede decir, “No, yo quiero que se me haga justicia.” Y entonces José sale y me dice, “No, no, yo quiero que se me haga justicia también.” Carmen me dice, “No, yo quiero que se me haga justicia.” Vanessa me dice, “”No, yo quiero que se me haga justicia.” Y entonces cuando vengo a ver tengo 75 perspectivas distintas de cómo hacer justicia y me voy a quedar, okay, pero entonces qué tipo de justicia vamos a llevar a cabo aquí?

Pero cuando estamos hablando de buscar el Reino de Dios y su justicia, ya ahí mi justicia se quedó a pique porque tengo que ajustarme a la justicia del Reino de Dios. ya no estamos hablando en que se me haga justicia de acuerdo a mis términos, estamos hablando de que se haga justicia de acuerdo a los términos de Dios.

Y aquí es donde las cosas se ponen mucho más interesantes todavía, mis hermanos, porque todos nosotros, y yo me voy atrever a decir eso, y si alguien se molesta, perdónenme, pero todos nosotros nos gusta jalar la soga para el lado de nosotros, a todos, nadie me venga a decir, ah, yo soy un santito, no, que la soga se vaya del lado del otro. Claro. Yo quiero ser como usted entonces.

En algún momento todos nosotros queremos jalar la soga para nuestro lado, que se haga justicia en el lado de nosotros. Pero cuando Jesús está diciendo este estilo de vida que yo les estoy pidiendo, que yo les estoy demostrando, que yo les estoy enseñando es algo mucho mayor. Porque si ustedes quieren vivir como sería los términos de un reino, si ustedes quieren vivir bajo la protección de ese Rey, si ustedes quieren vivir con el bienestar y la prosperidad de este Rey, si ustedes quieren experimentar todas las cosas buenas que este Rey te puede dar, te vas a tener que someter a los principios, los valores y las responsabilidades que ese Reino va a demandar de ti.

Si tu vas a venir a este Reino a imponer tu propia agenda, este no es el Reino del cual tienes que participar. Es bien interesante que Jesús, óigame, Jesús lo hizo tan y tan claro y puede sonar como palabras bien bonitas, bien domingueras, oh, buscar el Reino de Dios y su justicia, ah, y todo lo demás os será añadido.

Mire, no es tan bonito como usted se cree. Porque cuando ese Reino empieza a demandarle a usted, entonces es como que, pero yo no sabía eso. Yo no sabía que yo tenía que amar a mis enemigos. Yo estaba viviendo todavía bajo la ley de ojo por ojo y diente por diente. Me dan un puño y yo les doy dos. Ese no es el Reino de Dios.

El Reino de Dios es qué? Ah, te dieron una cachetada? Qué es lo que dice el texto? Ponle la otra cara para que te la aparejen con el otro lado. Ahora, el Evangelio según Omar Soto, lo que dice es que después de la segunda, tu sabes, pues ya ahora me toca a mí. No. eso es un libro apócrifo, por favor, no le hagan caso.

Miren, mis hermanos, déjeme resumir con esto, ya me pasé 5 minutos. Déjeme 3 minutos más. Déjeme resumir esto. Qué es buscar el Reino de Dios y su justicia? Esto lo que implica es el que yo me pueda someter, sujetar y dedicarme a conocer en su totalidad lo que es el Reino de Dios, su valores, sus principios, sus reglas, sus beneficios. Eso es lo que implica buscar el Reino de Dios.

Si usted estaba pensando buscar el Reino de Dios solamente por obtener los beneficios, se equivocó. Los beneficios no deben ser la motivación por la cual usted va a buscar el Reino de Dios. acuérdese lo que Jesús está diciendo, ‘busca el Reino de Dios y entonces estas cosas… poquito a poquito se te van a añadir, pero lo primero es que tu busques esto. Esta debe ser tu motivación. Esto debe ser tu impulso, tu ímpetu. Ahí es donde tiene que estar.

Qué es lo que significa esto? Implica, aquí yo menciono 3 cosas, implica, número 1, el que yo pueda promover ese Reino de Dios, que yo lo pueda promover, que yo pueda hablar de ese Reino también, porque me gusta tanto, me identifico tanto con ello que hablo de eso.

Implica el que yo pueda contribuir también al Reino de Dios. en la época medieval cuando un siervo decía, ‘yo quiero vivir bajo la cobertura de usted’. Ese siervo lo que estaba diciendo es, ‘estoy dispuesto a contribuir también a su reino, lo que usted necesite de mí.’ Sea que contribuya con aguacates, vianda, lo que sea, una cabra, un caballo, lo que sea, yo voy a contribuir eso al reino también.

En el caso nuestro, tal vez no vamos a venir aquí donde el pastor, ‘Pastor, mire, le voy a traer esta yuca, esta vianda para contribuir al reino. Si lo trae, hey, almuerzo, chévere. Pero me entienden? Estamos hablando del contexto aquí de hoy. Implica el que yo pueda contribuir al bienestar del Reino de Dios.

Y por último, hago énfasis en esto, mis hermanos, implica también el que yo pueda proteger el bienestar del Reino de Dios. y ahí me paro, mis hermanos, porque esto es algo bien delicado y bien serio. Porque el mero hecho de que yo estoy bajo la cobertura de un rey, no significa que yo me convierta en un instrumento para proteger la salud de ese reino también.

Hace poco estaba leyendo estas tarjetas devocionales de los 40 días de propósito de Rïck Warren, y me crucé con una tarjeta que cuando la agarré me cautivó tanto que la tengo aquí en mi Biblia guardada. Y esa tarjeta, miren lo que dice:

“Es mi responsabilidad proteger la unidad de mi iglesia.”

Yo creo que esta tarjeta llegó en un momento crucial en mi rol como pastor y en mi rol como un miembro más de esta iglesia. Esto fue hace un mes atrás que yo leí esta tarjeta. Y yo me digo, guau, Señor, pero esto es bien interesante, es mi responsabilidad proteger la unidad de mi iglesia.

Piense usted, aquí es donde usted está, piense usted en estas líneas, es mi responsabilidad, no es la responsabilidad del pastor Miranda, no es la responsabilidad del pastor Omar, ni del pastor Greg, ni del pastor Samuel, no es la responsabilidad de los diáconos, no es la responsabilidad de los líderes de ministerio, el líder de mí célula, no es la responsabilidad del líder de alabanza y oración es mí responsabilidad proteger la unidad de mi iglesia.

El verso bíblico que dice, Romanos 14:19, “Esforcémonos por promover todo lo que conduzca a la paz y la mutua edificación.” Eso es ser parte, eso es una parte de buscar el Reino de Dios. el yo poder buscar la paz y la unidad del Reino aquí donde Dios me ha puesto.

Así, mis hermanos, por fe no tan solamente estamos buscando algo mejor para nuestras vidas, sino que estamos buscando el Reino de Dios, porque a través de alcanzar el Reino de Dios nosotros entonces alcanzamos todo lo que Dios tiene para nosotros. Eso es lo que significa buscar el Reino de Dios. Buscar aquello que define el gobierno de Dios sobre el mundo entero y cómo yo me puedo integrar a eso y cómo yo lo hago entonces, eso va a ser la próxima parte donde entonces empiezo a hablar acerca de las bienaventuranzas. Porque Jesús lo menciona todo ahí.

Qué significa vivir en el Reino de Dios? está todo ahí. Lea la Biblia y conocerá. Vamos a ponernos de pie y vamos a orar, mis hermanos.

Dios mío te doy las gracias porque tu nos llamas a ser parte de tu Reino. Tu nos llamas a adoptar una vida totalmente distintas, tu nos llamas, Señor Jesús, a vivir bajo tu cobertura. Eso es lo que tu nos estabas ofreciendo cuando empezaste tu ministerio, lo que nos sigues ofreciendo ahora y por fe creemos que la consumación de este Reino se va a ver cuando tu vengas por tu iglesia una vez más y que todos podamos vivir juntos delante de la presencia de Dios, delante de tu presencia.

Que rico va a ser eso, Señor! Poder estar delante de tu presencia por toda una eternidad. Así que, Señor, en el entretiempo que estamos aquí, enséñanos a poder entender lo que significa buscar tu reino aquí en este tiempo, Señor, en esta tierra, en esta ciudad donde nos has puesto a vivir, con las personas que tenemos a nuestro alrededor, enséñanos a poder entender lo que significa buscar tu Reino y su justicia. Que nosotros podamos someternos por completo a esos principios, a esos valores que tu tienes sobre nuestras vidas y así entonces, como tu quieras, como tu determines, poder recibir las bendiciones que tu tienes para con nosotros, esas bendiciones abundantes, esas riquezas en gloria que tu tienes para nuestras vidas.

Señor, yo te pido que estas palabras fortalezcan los corazones de mis hermanos y hermanas en el caminar que ellos tienen contigo, Jesús, dirígeles, guárdales, protégelos, que ellos puedan llegar con bien hasta sus hogares, Señor, y que tu les des un descanso tranquillo, reparados, y que mañana si así tu lo permites podamos echarle mano a todo lo que pueda traer el día.

Te damos la gloria y la horna solo a ti. Llévanos con bien y en tu nombre Jesús oramos. Amén y amén.

En búsqueda de algo mejor

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Si se recuerdan, hace dos miércoles atrás, la última vez que compartí con ustedes, hablé acerca de esas 4 dimensiones, de cómo la fe, esa fe que nosotros tenemos tiene 4 vertientes, y una es la fe que nos mueve, que nos dirige a lo que es nuestra experiencia de salvación que es nuestra entrada a nuestra relación con el Señor a través de la persona de Jesús.

Esa misma fe también se define como lo que es la certeza de aquellas cosas que no se ven. Se recuerdan cuando leímos Hebreos 11. También está la fe como el don de fe que es cuando estamos hablando de una fe con hipertrofia, o una fe en esteroides por así decirlo, que es como cuando todo el mundo dice que no, aquí ya no hay salida, aquí se acabó esto. La fe, esa sobrenatural, ese don se activa y nos permite decir, no, Dios no ha terminado. Dios todavía tiene algo en medio de las cosas. Y nosotros nos lanzamos así.

Y también está la fe de acuerdo al fruto del espíritu que habla acerca de fidelidad, de cómo Dios a través de ese sentido de fe, nos da también a nosotros un sentido de ser fiel en lo que nosotros hacemos, de ser fiel en nuestra relación con él porque él se mantiene fiel a nosotros y también poder ser fieles los unos a los otros en nuestra relación como hermanos y hermanas en el Señor.

Pero hoy, quiero tirarme por una vertiente que está relacionada, pero diría yo que es paralelo porque me puse a leer ese pasaje de Hebreos 11 y yo estoy seguro que muchos de ustedes han leído este pasaje que habla acerca de los héroes o los patriarcas de la fe.

Así que vayan conmigo a Hebreos, Capítulo 11, vamos a leer algunos versos aquí, pero en sí como tal, me quiero enfocar en los versos del 13 al 16, Hebreos Capítulo 11, los versos del 13 al 16. Y a este mensaje le he puesto este título: “Fe en búsqueda de algo mejor”, apúntelo por ahí.

Yo creo que cuando nosotros vivimos por fe es porque esa fe nos está impulsando a buscar algo mejor, a alcanzar algo mejor. Porque definitivamente Dios no quiere que nosotros nos quedemos donde nosotros estamos. Dios quiere algo mejor para sus hijos e hijas. Podemos decir amén a eso, ¿verdad? Dios quiere algo mejor para nosotros.

Si Dios hubiese pensado de otra forma, pues yo creo que él ni hubiese enviado a su hijo Jesús a morir por nosotros, y nos hubiese dejado así tal y como estábamos. Pero desde los orígenes del mundo se puede ver que Dios tiene un deseo, un propósito con toda su creación, en especial con nosotros como seres humanos. Hebreos Capítulo 11, verso del 13 al 16, miren cómo dice:

“… Conforme a la fe murieron todos estos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo y creyéndolo y saludándolo y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. Porque lo que estos dicen claramente dan a entender que buscan una patria, pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían el tiempo para volver, pero anhelaban una mejor…”

Óigame, me gusta esa frase. Podría decírselo usted a usted mismo, anhelaba algo mejor.

“…Esto es celestial, por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos, porque les ha preparado una ciudad…”

Que lindo es esto. Miren, este texto tal vez cuando uno lo empieza a leer, es como que, espérate pero aquí hay algo que no suena muy bueno. Porque empieza diciendo, “conforme a la fe murieron.” Es como que, okay, ya me lo tiró ahí, estas personas murieron, y no tan solamente murieron, sino que también dice, “todos estos sin haber, ¿qué? Recibido lo prometido.”

Tal vez usted está diciendo, pastor Omar, ¿qué mensaje de ánima usted va a sacar de aquí? por qué me empieza a decir que estas personas murieron sin haber recibido lo prometido?

De qué personas está hablando? Vamos a ver. Empieza en el verso 4 mencionando a uno de los primeros seres creados en la tierra, que fue Abel. Abel es el primero que menciona. Luego menciona a Enoc, en el verso 5, en el verso 7 menciona a Noé, y del verso 8 al 12 habla acerca de Abraham y Sara. Esos son los personajes de los cuales está hablando antes del verso 13.

Y lo que está diciendo el verso 13 es que esas personas murieron sin haber recibido lo que se les había prometido. Pero cuál fue esa promesa? Si nos recordamos la promesa que Dios les dio a ellos fue una tierra prometida y una descendencia, ¿qué? Tan numerosa que ni las estrellas del cielo las podían, como quien dice, tan numerosas como las estrellas del cielo y como los granos de arena del mar. Esa era la promesa, La Promesa, y lo voy a decir la Promesa, con P mayúscula, por así decirlo, que Dios le había dado a esas personas.

Pero miren qué interesante mis hermanos, porque si nosotros nos fuésemos a analizar las historias de cada una de estas personas, obviamente hay algunas historias aquí que son un poquito trágicas. Porque a Abel, qué le pasó? Fue le primer asesinato registrado en la historia de la humanidad. Valga. Pero sí se recuerda su persona como un hombre que de acuerdo a su fe la ofrenda que él trajo agradó a Dios. fue de los primeros que agradó a Dios. su fe lo que él estaba buscando, lo que estaba buscando era agradar a Dios y lo logró hacer.

So, al menos alcanzó parte de una promesa. Pero el resto de la promesa se le tronchó por el celo de su hermano. A Enoc, si no saben la historia, lean Génesis Capítulo 5, ahí es donde habla acerca de Enoc. Enoc, lo único que menciona la Biblia de Enoc fue que Enoc caminó con Dios por, ¿saben cuántos años? por 300 años. De verdad. De verdad, pastor Omar?

Bien que sí, y sigue caminando. Saben por qué? Es más, esto lo voy a leer para que vean que yo no lo estoy inventando. Miren lo que dice, Génesis Capítulo 5, el verso 21, dice:

“Vivió Enoc 65 años y engendró a Matusalén y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, 300 años y engendró hijos e hijas…”

Usted sabe lo que es caminar con Dios por 300 años? si caminara un día con Dios sería algo inolvidable. Imagínense 300 años.

Pero, dice “… y fueron todos los días de Enoc 365 años, y el verso 24 miren la clave aquí, caminó pues Enoc con Dios y desapareció porque se lo llevó…”

En otras palabras, lo que ese texto está diciendo es que Enoc fue una de las pocas personas que no experimentó la muerte. Como Elías arrebatado. Lo que pasa es que Elías se fue en una parranda, en una carroza de carros de fuego. Enoc, el caso de él que parpadeas y… se fue. Y en un abrir y cerrar de ojos se fue.

Miren que interesante que relacionado a Enoc hay un pasaje que nosotros lo conocemos que dice, “pero sin fe es imposible agradar a Dios porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que hay y que es galardonador de los que le temen.”

Ese pasaje nosotros lo usamos mucho, pero ese pasaje lo está diciendo en relación a la vida de Enoc. Porque Génesis lo único que dice es que él caminó con Dios. y qué significa eso que caminó en Dios? si caminó con Dios es porque creía que le hay, que hay un Dios. y a lo largo de esos 300 años, que algunos dicen que esos son números figurativos, simbólicos, pero sean 300 años o hubiesen sido 30 años, la cosa es que el hombre creía que había un Dios y en todo lo que hacía, lo hacía como si estuviera en relación con ese Dios.

Y Dios en su carácter, en su conducta fue galardonador de Enoc porque se llevó a vivir con él por toda una eternidad. 300 años no fue suficiente, le dio aún más. Ahí se mide ese sentido de fe de Enoc en el hecho de que él sí tenía fe porque sabía que había un Dios y estaba intencionalmente en relación con ese Dios, todos los días de su vida. Ahí se puede decir que ese hombre siguió una promesa y la recibió completa porque está con él.

Qué otro personaje nos habla? Noé. Qué pasó con Noé? Noé vio una promesa cumplirse. Cierto es, él fue salvado en el arca porque tuvo la fe de creerle a Dios cuando todos los demás estaban diciendo, “ay, muchacho, tu eres loco, esa es una llovizna nada más lo que está cayendo. No va a pasar nada.” Déjame salvar los que Dios me dijo y en este caso los animales fueron más importante que las personas, las únicas personas que se salvaron fueron la familia de Noé. Ahí se vio la fe de este hombre. Y Dios la recompensó.

Pero obviamente su vida llegó a un final. Estaba todavía una promesa aún mucho más grande, que esa promesa se le comunica entonces a Abrahán y a Sara y la promesa es de darle una descendencia numerosa.

Saben una cosa que a mí me interesa de todo este relato, y aún de los otros personajes que menciona este Capítulo 11, es que ninguna de estas personas eran perfectas. Todas estas personas tenían sus fallas. Y es bien interesante porque a Sara la están reconociendo como una mujer de fe cuando escuchó al ángel decir, “Y tu esposa va a concebir también” qué fue lo que ella hizo, “se tostó este ángel.” So, la primera que dudó a la palabra fue ella misma. Más sin embargo aquí la están identificando como una mujer de fe.

Mira esto, que interesante. Miren que interesante. Yo espero que usted esté siguiendo el hilo de por dónde yo voy porque aún después que ella recibió esa palabra, y que tenían una promesa de que Dios les iba a dar un hijo, ellos tomaron los asuntos en sus manos y decidieron hacerlo a su propia forma también, pero con todo eso hubo consecuencias. Pero a pesar de las consecuencias Dios mantuvo su lado del deal, como quien dice, su lado de pacto.

Pero con todo, estas personas fueron consideradas como patriarcas, héroes de la fe y los tenemos ahí como ejemplo. Y entonces nos cruzamos con estos versos que dicen, “hey, estas personas vivieron de acuerdo a la fe y murieron también de acuerdo a esa misma fe que ellos estaban profesando. Pero no recibieron lo prometido, sino que lo miraron de lejos, creyéndolo, saludándolo, confesando que estaban como extranjeros y peregrinos en la tierra.”

Que era lo que estaban buscando? el verso 14, qué dice que estaban buscando? ellos estaban buscando una patria. Cuántos tienen amor por su patria? Cuántos tienen amor por Santo Domingo? Cuántos tienes amor por Chile? Cuántos tienen amor por Colombia? Cuántos tienen amor por Guatemala? Por Puerto Rico? Amén. Por Cuba? Cuba la grande, Cuba la única. Venezuela y todos los demás países aquí representados.

Miren, uno ama esa patria, pero a mí me gusta esto, “buscaban un patria pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron ciertamente tenían el tiempo de volver.”

Que interesante esto, mis hermanos, que esa experiencia de fe tenía dos momentos donde estas personas fácilmente podían haber regresado por el mismo lugar que salieron. A quién les recuerda esto? Al pueblo de Israel cuando salieron de Egipto. Qué es lo que estaban diciendo una y otra vez, una y otra vez cuando se cruzaban con un problema, “Ay, Moisés, por qué nos sacaste de aquí? vamos a volver allá a Egipto.”

Y por estar pensando de esa forma, qué fue lo que pasó’? Dios usó 40 años para deshacerse de toda esa generación incrédula y terca que, a pesar de todos los milagros que Dios hizo, como quieran seguían pensando en volver y volver.

En vez de volver, pero miren cómo dice, “pero anhelaban una mejor, esto es celestial” De esa frase es de donde yo saqué el tema de este mensaje, una fe que busca algo mejor. Si yo preguntase qué tu estás buscando? qué tu me responderías? Si yo te pidiera a ti hoy en esta noche, a medida que tu estás aquí sentado, o que estás sentado en tu casa, frente a la computadora, donde sea que estés, si yo te preguntase, honestamente, qué tu estás buscando? cuál sería esa respuesta? Cuando venimos aquí a en esta iglesia, qué estamos buscando? cuando nos acercamos a un Dios que es todopoderoso, qué estamos buscando con acercarnos a él? Cuando nos unimos a una célula, qué estamos buscando? cuando oímos una palabra profética de que Dios va a bendecir a su pueblo con grandes cosas y escuchamos esa palabra y esa palabra nos anima, nos inspira, qué lo que verdaderamente estamos buscando?

Ciertamente estamos buscando bendición, pero ahora yo digo, estamos buscando por capricho, deseo personal o estamos buscando verdaderamente por fe? Y aquí es donde yo veo que hay una diferencia entre estas dos, porque todos nosotros tenemos nuestros caprichos, mis hermanos. Yo no lo voy a negar. Todos nosotros tenemos nuestros deseos personales, cosas que nosotros queremos alcanzar. El mismo salmo 90, a mí me encanta este salmo 90. El salmo 90 en el verso 17 dice, “sea la luz de Jehová, nuestro Dios, sobre nosotros, y la obra de nuestras manos confirma sobre nosotros, sí, afirma, sí la obra de nuestras manos confirma.”

Este verso lo que está diciendo es que, mira, Dios, hemos tenido años de tribulación, hemos tenido años de tristeza pero ahora queremos ir en esta dirección, tenemos estos planes de bien y queremos que tu luz alumbre sobre estas cosas, que tu nos concedas tu favor, que tu seas con nosotros y que lo podamos lograr. Eso es un deseo personal y se lo estamos presentando a Dios, y mire, Dios sin duda alguna va a permitir que algunos de tus deseos tu los puedas alcanzar.

Es como yo digo a veces, que Dios es un papá tan y tan consentido, hay veces que se pone como un padre consentido y nos concede a nosotros esos caprichos. Pero cuando esos caprichos están impulsados por deseos corrompidos, créame que no van a suceder.

Hay otro pasaje que puedo usar en Santiago Capítulo 4, versos 2 y 3 que dicen, “Codician y no tienen, matan y arden en envidia y no pueden alcanzar. Combaten y luchan pero no tienen lo que desean porque no piden y si piden no reciben porque piden mal gastar en sus propios deleites.”

Cuando nuestras intensiones están mal intencionadas créame que usted se puede gastar la saliva que usted tenga en su boca que Dios no le va a conceder lo que usted está pidiendo. Por más que usted ore, por más que usted ayune, Señor, ese convertible rojo el año, es el que yo quiero. Te voy a dar un Datsun del ’82, porque la razón por la cual me estás pidiendo el convertible no se ve muy bien.

Señor, la lotería. Señor, la lotería y el diezmo te lo voy a dar a ti, de esa lotería. El diezmo, deberías dar más del diezmo. Por qué estamos buscando? si nosotros buscamos entonces por fe, y aquí voy a ir resumiendo, si nosotros buscamos por fe, miren, debemos entender que nuestro alcance no se puede medir en términos de este mundo, sino más bien en términos celestiales.

Aunque nuestra fe en Dios produce resultados en nuestro tiempo terrenal, con todo debemos entender que aquello, aquella Promesa con P mayúscula, para lo cual nuestra fe en Dios nos impulsa es para encontrarnos con él. Esa Promesa a la cual Dios nos está llamando, miren lo que dice, en Hebreos 11, el último verso de ese Capítulo, el verso 39 y 40, miren lo que dice:

“Todos estos, todas las personas de las cuales está hablando este Capítulo, todos estos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante de la fe… o sea que por eso es que se les está reconociendo porque tuvieron fe, a pesar de sus imperfecciones, fueron hombres y mujeres que tuvieron fe en Dios… no recibieron lo prometido… y usted va a decir, ah, caray, por qué no? qué es lo prometido?... proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros…”

Sabe lo que está hablando ahí en ese texto? Ese texto está hablando de la promesa que nosotros tenemos en el Señor Jesús de una vida eterna, reunidos eternamente con Dios. Ahí es donde se va a ver la perfección del pueblo de Cristo. Esa es la fe a la cual nosotros estamos apuntando.

Por eso es que nosotros somos peregrinos y extranjeros en esta tierra, porque aunque vivimos aquí nuestra verdadera residencia no está en Boston, Massachusetts, nuestra verdadera residencia no está en Randolph, nuestra verdadera residencia no está en Hyde Park o en Rosslindale, o en Revere o en Stoneham o en Medford, donde sea que usted viva, su verdadera residencia, nuestra verdadera residencia está en la dirección 777, calle de oro y mares de cristales. Dónde es eso? Enrique, explícame donde queda eso? Bien algo, allá arriba, ¿verdad? No hay cohete que llegue allá arriba.

Miren a dónde voy, mis hermanos. Ciertamente nosotros estamos buscando algo porque Dios quiere bendecirnos en este tiempo terrenal en el cual nosotros estamos. Dios quiere bendecirnos aquí en este tiempo actual. Dios quiere que tu lleves una vida plena, que tu lleves una vida abundante, que tu te puedas parar en medio de cualquier situación y poder decir, “Caramba, oye, estoy viviendo esto y esto y esto, pero guau, por dentro me siento, no se meta nadie conmigo, porque conmigo está el más grande de todos.”

Es como este sentido de certeza, de nuevo, de seguridad y no es seguridad en uno mismo, sino es seguridad en el hecho de que hay alguien mucho mayor que nosotros que está, como quien dice, dándonos su cobertura, dándonos su abrigo, su arrullo, su protección, su nutrición para que nosotros podamos llevar a cabo vidas que son plenas, que son abundantes, que mira, sí, tenemos nuestros achaques, tenemos nuestras situaciones, hay veces que nos las vemos bien difícil, hay veces que tenemos frustraciones, que tenemos decepciones, pero con todo y eso, esa fe sobrenatural, esa fe que es de otro mundo, esa fe que hay veces que se ponen esteroides, nos impulsa a nosotros y nos llena para nosotros poder, como quien dice, recalibrar nuestro sistema y seguir apuntando a aquellas cosas a las cuales Dios nos está llamando.

Por algo es que el Capítulo 12 nos dice, “Por tanto nosotros también teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, qué tenemos que hacer? Despojarnos de todo peso y del pecado que nos asedia y correr con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos nuestros ojos en…”

Hágale a Dios todo el mundo así, hey. I’m looking at you. “… Puestos nuestros ojos en Jesús.”

Qué es lo que dice después, “…el autor, el consumador, en él empieza, en él termina…” y si él está en medio de eso, miren mis hermanos, él es el que nos va a estar moviendo, que va a estar ahí, como quien dice, puyando, no te conformes con esto, sigue buscando más, siguen apuntando a más.

Ese es el Dios que cuando te dieron una mala nota, una mala calificación en High School y te frustraste y te dieron tu primera F a los que le dieron una F, uno dice, ay, ya aquí se acabó mi carrera. Y el Señor dice, no, ese no es el final de tu carrera, sigue buscando, sigue adelante. Que tal vez alguno de nosotros, nos dieron una enfermedad y como que, guau, espérate cómo yo voy a enfermarme con esto ahora? Y después de un tiempo, de repente, de la nada, vuelve Dios y empieza a puyar, hey, esto no ha terminado aquí.

Se te murió un ser querido y sufriste su partida, te dolió y le cuestionaste a Dios por qué y pasaste un tiempo de silencio, donde nada se sentía, las hojas de árboles no se movían y tu estabas ahí en una depresión total y de repente, de la nada, vuelve otra vez ese puyazo. Hey, esto no se ha acabado, sigue adelante. Todavía tengo algo contigo. Yo te estoy llamando a algo más.

Ese es Dios a través de su Hijo Jesús que nos impulsa, que nos mueve, que nos dice, mira, yo soy el que ha comenzado, yo soy el autor de lo que está sucediendo en tu vida. Yo soy el que te está impulsando. Si tu estás buscando algo es a mí que quien tu tienes que buscar. Sí, busca que yo te provea el dinero que necesitas para pagar tus deudas, busca que yo te de el amor que tu necesitas por tus hijos, por tu esposa, por tu esposo. Busca que yo te pueda proveer una buena casa. Busca el tu ser parte de una iglesia que te pueda nutrir, que te pueda enseñar. Busca el tu tener amigos, amigas a tu alrededor que te animen. Busca el tu tener un buen aire acondicionado en el verano y una buena calefacción en el invierno. Busca tener buena salud. Métete en un gimnasio. Busca lo que tu quieras buscar, pero sobre todas esas cosas, qué es lo que nos enseñó Jesús? Busca primeramente qué? Y todas esas demás cosas que yo mencioné?

Ven por qué fue que yo dije al principio que es algo tan básico, pero a la misma vez es tan profundo. Estamos buscando por la fe encontrarnos eternamente con el Señor. Ese es el llamado que Dios tiene sobre todos nosotros. Esa es la Promesa con P mayúscula a la cual él nos está llamando. La Promesa de una vida eterna. Hay promesa que Dios nos cumple aquí en nuestro tiempo porque Dios ha prometido bendecirte aquí y esas promesas él las va a cumplir. Él se va a mantener fiel aunque nosotros le demos la espalda, él se va a encargar de mantenerse fiel a su lado del trato.

Pero está esa Promesa que no se va a dar hasta el día en que él indique. Ahí es donde todos nosotros vamos a ser perfeccionados en conjunto con Abel, en conjunto con Noé, en conjunto con Enoc, y en conjunto con todos los demás que están ahí, con Sara, con Abraham, es más, ahí es donde nos vamos a encontrar con Sara y le vamos a decir, “Guau, Sara, tu sabes que a ti te denominaron como una mujer de fe aún cuando tu te habías mofado del ángel. Guau, muchacha, la verdad es que Dios te ama un montón, oíste.”

Ahí es donde le vamos a decir a Enoc, “Enoc, qué se sintió que estabas aquí parado en la tierra y te fuiste, qué se sintió?” Ahí es donde todos vamos a ser perfeccionados. Todos vamos a ser perfeccionados ahí. Es donde te vas a encontrar a aquel que te pisó los cayos hace mucho tiempo atrás. Lo vas a mirar cara a cara y le vas a decir, “Guau, la verdad es que Dios es grande, que Dios te trajo aquí al igual que me trajo a mí también. Míranos cómo somos. Estamos con la naturaleza que Dios intencionó desde el principio para nuestra vidas.”

Fe en búsqueda de algo mejor. Gracias te doy Señor Jesús porque tu eres el que pones esa fe en nosotros, Señor. Tu eres el que nos impulsa, tu eres el que nos animas a seguir, tu eres el que nos llena, el que nos enseña, Señor, tu eres el que nos corrige, tu eres el que te mantienes callado cuando hay que callar y el que nos habla cuando nos tienes que hablar. Tu eres el que nos acompaña a través de todos los altos y bajos de nuestra vida y eres el que nos llama a una vida eterna contigo.

Ahí es donde está fundada nuestra fe, Señor, si yo no tuviese esa promesa de vida eterna, yo no sería lo que soy ahora, pero porque tengo esa promesa por eso me mantengo firme, caminando, perseverando, Señor. Por eso es que todos estamos aquí a pesar de las distintas circunstancias que puedan venir, que traten de distraernos, de confundirnos del camino contigo, Jesús, con todo ponemos nuestra mirada en ti, Señor, porque eres el autor y el consumador de nuestra fe.

Tu eres el que trae a nuestra vida, Señor, todas aquellas cosas buenas y bellas que tu tienes para nosotros en tu riquezas, en gloria. Así que, Señor, mira a medida que seguimos meditando en este tema de la fe, usa estas palabras, Señor, para afincar esa fe en ti, Señor. No en ningún hombre, en ninguna mujer, en ninguna institución sino que nuestra fe siempre pueda permanecer en ti, Señor. A ti es quien seguimos, a ti es a quien buscamos, no es a nadie ni a nada más.

Así que, Señor, te damos las gracias por tu palabra, por tu fidelidad y por las promesas que tu tienes sobre nuestras vidas, las cuales nos impulsan a seguir adelante. Bendícenos, Señor, a medida que salimos de aquí de este lugar, Jesús, cúbrenos, protégenos en el camino, Señor, a los que vayamos a nuestros respectivos hogares. Sabemos que la lluvia está ahí afuera, gracias por la lluvia, que refresca el ambiente pero a la misma vez están sus peligros, así que por favor protégenos hasta llegar bien a nuestros hogares, Señor, y que tu nos des un descanso tranquilo, reparador, mi Dios, que esa cama, Señor, sean plumas de ángeles en las cuales reposemos para mañana recobrar fuerzas, energías y lograr hacer aquello que nos toca hacer.

Bástele a cada día su propio afán, pero por ahora nuestro afán es reposar en ti. Gracias te damos Jesús, bendecimos este tiempo. Gracias por cada uno de mis hermanos y hermanas, los que están aquí y los que nos ven por el internet y sobre cada uno de ellos yo declaro tu paz, tu amor, tu bien, tu fidelidad, tu misericordia y tu gracia y tu favor. En el nombre de Jesús. Amén. Amén. Gracias, Señor.

Los 4 dimensiones de la fe

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Quisiera que me acompañaran al libro de Hebreos capítulo 11, voy a comenzar a hablar de una temática que para muchos puede ser muy conocida, pero Dios me ha dirigido a meditar en ello. Hebreos capítulo 11, en el verso 1, esto es un texto que muchos de nosotros conocemos. Y Señor antes de seguir solamente te pido que estos breves minutos que voy a estar meditando en Tu palabra con mis hermanos y hermanas Señor, que esta palabra cobre vida, que cobre un sentido nuevo, refrescante sobre cada uno de nosotros Señor, y que, de alguna forma u otra Tú la uses para afirmar nuestros corazones, para afirmar nuestra convicción, nuestra fé en Ti Señor. Así que, nos lanzamos mi Dios creyendo que toda semilla que se lanze va a caer en buen terreno, y que Tú la vas a usar para producir buen fruto en los corazones de mis hermanos y hermanas. Gracias te damos en el nombre de Jesús.

Dice así Hebreos 11, verso 1, si lo podemos leer todos juntos conmigo: "es pues la fé la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se vé". Dos palabras claves relacionadas con la fé, certeza y convicción, aunque las dos son más o menos lo mismo, es como una es la prima de otra por así decirlo. Pero todas tienen que ver con este sentido de seguridad. Y yo quisiera meditar hoy con ustedes acerca, al menos comenzar, un inicio, porque varias cosas me gustaría hablar que yo sé que no las voy a poder cubrir todas hoy, pero al menos comenzar a hablarles acerca de estas dimensiones de la fé, dimensiones de la fé en nuestra vida, y tal vez a algunos le pueda sonar familiar esto porque es algo que yo hablo en mi clase de discipulado de nivel cuatro cuando estamos hablando del fruto de la fé, pero hoy quisiera abarcar este tema con todos ustedes y comenzarlo, compartirlo también con aquéllos que nos ven por el internet y que pueda ser de bendición.

Pero hay algo que yo he estado meditando concerniente a esta dinámica de fé, y es que nuestras vidas mis hermanos y hermanas, en nuestras vidas la fé se puede decir que tiene cuatro dimensiones principales, hay cuatro tipos de fé que están en nosotros pero que siguen siendo fé, sea como sea. Y estas cuatro que he podido identificar obviamente desde el contexto bíblico son cuatro áreas que a mí me gustaría conversar, meditar con ustedes, reflexionar con ustedes, para más bien usarlo como una forma de reforzar aquellas cosas en las cuales nosotros creemos. Y hay cuatro áreas. Una es la fé que tiene que ver con nuestra salvación. La fé que dirige a salvación. La segunda es la que tiene que ver precisamente con convicción. La tercera es la fé que tiene que ver con fidelidad, un sentido de fidelidad, de ser fiel, y la cuarta dimensión es el don de fé. Cuatro cosas distintas pero que todas están relacionadas a lo que es la fé.

Habían ustedes pensado esto antes, se les había cruzado por la cabeza, que la fé tiene esas cuatro dimensiones en nuestra vida, está la fé que dirige a salvación, y eso lo voy a explicar un poco hoy, está la fé que tiene que ver con esta certeza, como bien dice este texto de Hebreos 11, la certeza, algo que uno espera, que tal vez no lo vemos pero que sabemos que está ahí, está la fé que tiene que ver con el don de fé que se habla en primera de Corintios 12, que es yo diría que es un nivel más allá de certeza, y entonces está la fé que tiene que ver con el fruto del Espíritu que tiene que ver con fidelidad. Esas cuatro áreas yo las voy a discutir, pero hoy yo quisiera comenzar a hablar acerca de la fé que dirige a salvación, si no está esa dinámica de salvación, se puede decir que no tenemos fé, solamente es como esperanza así a nivel general.

Miren como dice Romanos otro verso muy familiar para nosotros, Romanos capítulo 10 dice empezando en el verso 8: "y esta es la palabra de fé que predicamos, que si confesares que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación". Miren que interesante mis hermanos, ese sentido de fé original, yo diría que es la fé más esencial, la fé fundamental, es la fé que inicia toda esta jornada de nuestra relación con el Señor Jesús. Cuando nosotros no le conocíamos, cuando nosotros estábamos en esas nuestras andanzas del mundo, yo me atrevo a decir que no estaba activada en nosotros. Sí nosotros vivimos muchas veces con un sentido de esperanza, y hay muchas personas que no tienen al Señor que ese sentido de esperanza las distintas experiencias de la vida le han robado su esperanza, so andan por ahí en otras palabras desesperanzados. Personas que viven como quien dice del plato a la boca, y no tienen ningún sentido de cosas a las cuales mirar o aspirar en el futuro. Están como quien dice dando cantazos por ahí todo el tiempo. Es el tipo de persona que dice pues lo que venga le echamos mano. Y fine eso está bien. Pero que triste es vivir una vida sin una esperanza clara, sin una esperanza que sea de ánimo, sin una esperanza que sea como tu motor que te levanta todas las mañanas y te impulsa a hacer lo que tienes que hacer.

Ese nivel de esperanza es lo que cobra una vida nueva cuando el Señor Jesús activa ese sentido de fé en nosotros. Y esto se puede decir que es debate teológico, porque hay personas que dicen que nosotros somos los que producimos esa fé, esa fé de creer en Dios, y hay personas que dicen que es Dios el que activa esa fé en nosotros, yo soy del que pienso que es las dos funcionando a la misma vez, nunca me gusta decir que es uno o el otro, las dos, por qué, obviamente este pasaje de Romanos dice que si yo lo creo y lo confieso, ahí es donde se activa la salvación, pero a la misma vez para yo creer eso y confesarlo, es porque algo se tiene que activar, como quien dice, algo externo a mí tiene que activar eso en mi vida, en mi corazón.

Cuantas personas no nos hemos cruzado a lo largo de nuestras vidas. Yo puedo hablar de muchas personas que se acercan a mí y me dicen ay pastor haga algo con mi hijo mi hija, y hálele las orejas y yo me digo dentro de mí wow, si usted en los 15, 16 años de su vida no ha logrado hacer nada que diferencia voy a hacer yo. Lo más que yo puedo hacer es escucharlo, hablar con él, hablar con ella, orar por él, orar por ella, pero si no está en él, si no está en el muchacho, la muchacha de recapacitar, hacer algo, no se va a dar. Y yo entiendo mis hermanos de que hay etapas en la vida en que nosotros sembramos en la vida, nosotros estamos sembrando una semilla de fé en esos corazones. Pero no es hasta que Dios diga como que ya, ahora es Mi tiempo en tu vida. Ahí es cuando yo entiendo que cuando Dios pone la yema de su dedo en el corazón de esa persona esa persona no lo va a poder resistir.

Si les hago una ilustración, yo no se cuantos de ustedes vieron la película de La guerra de los mundos, de Tom Cruise, que es de estos supuestos marcianos que vienen, caen como un rayo y llegan a la profundidad de la tierra y de repente salen estas máquinas y así, empiezan a destruir todo, y así, ok ya veo que a muchos de ustedes no les gusta la ciencia ficción, voy a tener que pensar en otra ilustración. Pero bueno, imagínense que debajo de la tierra hay una máquina, escondida, que nadie sabe que está ahí, y de repente se forma una tormenta de rayos y centellas como la que había hoy, y en uno de esos rayos llega algo diminuto que penetra hasta lo más profundo, se mete en esa máquina, la activa y la hace funcionar. Imagínense algo así. Que en nosotros muchas veces que yo digo que en nosotros está esa esencia de Dios, esa imagen de Dios, que por causa de nuestra naturaleza pecaminosa esa naturaleza de Dios está como que, dormida, adormecida, insensible, pero está ahí, y la gente ora, viene, imponemos manos, le predicamos la biblia de tapa a tapa pero nada funciona.

Le decimos cómete la biblia que va a saber como a miel a tu paladar, y se la queremos meter ahí por la garganta, pero nada funciona, ni fu ni fa, no se mueve para ningún lado. Pero de repente cuando menos usted se lo espera, usted está así con sus ojos cerrados alabando a Dios, y cuando abre los ojos la persona por la cual usted estaba orando durante años está aquí en el altar llorando quebrantada delante de Dios y es como que wow, de donde salió eso. Ese esposo por el cual estaba orando de repente llegó a su casa del congreso de hombres este fin de semana y llegó ahí llorando, ay mi amor perdóname por todo lo que te he hecho, Dios me ha tocado y yo voy a ser un hombre distinto, gloria a Dios por eso, ese joven o hija adolescente que te ha estado dando dolores de cabeza por años y años y años de repente después que se fué de la casa y dijo que iba a vivir su vida pasaron dos, tres, cuatro años, y tú ahí orando fielmente por ese hijo hija, de repente llega tocando la puerta de tu casa diciendo mami papi, necesito volver, perdónenme, Dios me ha hablado, Dios me ha tocado, yo quiero enderezar mis pasos con el Señor, miren eso es algo que solamente Dios lo hace.

Usted puede, ay yayay, Dios sabe lo que hace así que si la gotita de agua le está cayendo que le caiga y que se moje. Pero miren aquí yo creo que está lo bello del Señor. Nosotros entendemos que el mismo Jesús dice, o la palabra del Señor dice mejor dicho que la razón por la cual Jesucristo vino al mundo es para que todo aquél que en Él creyera no se pierda, mas tenga vida eterna, ahí hay una promesa de esperanza, una promesa de vida eterna que si yo pongo mi confianza en esta persona, en este ser divino, yo sé que voy a tener una vida que está por venir, que va a superar a todo lo que yo estoy viviendo ahora, ese sentido de esperanza, a mí me lo puede predicar hasta Billy Graham, pero no es hasta que Dios verdaderamente infunde sobre mi corazón que esa palabra cobra vida y me hace entonces recapacitar y decir como que ok, Señor, ya ha pasado mucho tiempo.

Hay algunos que a temprana edad dicen si Señor, haz conmigo como Tú quieras, hay otros que ya cuando están ahí al borde de la muerte, a punto de estirar la pata y ya y decir no doy a más, que alguien viene y le dice mira acepta al Señor Jesús te va a tocar, te va a transformar, y tú vas directito pal cielo con todo y botas por así decirlo, y ahí en su último suspiro Señor, te acepto en mi corazón, y ya, expiró y se fué, hay veces que hay preguntas que me dicen pero como va a ser que ese man cansón, que ese sinverguenza, después que hizo todo lo que hizo que ahí en su último suspiro que se va a ir con el Señor, hey, eso es la gracia de Dios. Para algunos podrá sonar injusto pero hey, que pasó con el ladrón que estaba al lado de Jesús, ahí justamente en la cruz el mismo Jesús le dice: hey, de cierto te digo que hoy estarás donde? en el infierno pudriéndote, no, vas a estar conmigo en los reinos de los cielos. So Él es el que tiene misericordia, el que tiene que tener misericordia, pero Él es el que lo activa en la persona.

Y yo creo mis hermanos que esa dimensión de fé es clave que nosotros la entendamos. Yo no puedo fabrica una fé, como diría, artificial, gracias. Yo no puedo fabricar una fé artificial para como quien dice entrar en esa dinámica de salvación. Yo sí creo en el hecho de que cuando Dios activa algo en mí, cuando ya Dios empieza a decir como que mira, te has dado contra una pared, dos tres cuatro veces, ya recapacita, yo estoy aquí, algo tú tienes que hacer conmigo. Cuando Dios trae ese sentir a mi corazón, ese sentido de convicción, ahí es cuando se activa esa otra parte que estaba en romanos donde entonces yo puedo creer algo, en mi corazón y porque lo creo entonces lo confieso. Y al yo confesar eso se activa una dinámica de fé totalmente revolucionaria en mi vida y en la vida de cualquiera que así lo declare. Así es como yo lo creo mis hermanos.

Y yo quiero invitarlos a ustedes a que podamos meditar en esto. Yo quiero que ustedes me acompañen en una jornada en estos próximos miércoles así que vamos a estar compartiendo la palabra de Dios. Vamos a meternos en una jornada de fé, porque la fé tiene muchas dimensiones que están basadas en esas cuatro áreas de las que estabamos hablando. Y mira así, muchas veces como bien decías uno se desespera wow tres cuatro años tengo que esperar, ish, cuánto han tenido que esperar las personas que nos han precedido a nosotros. Cuánto esperó Dios también por nosotros. Oiga si yo me pongo a hacer una encuesta de cuánto ha esperado Dios por usted aquí saldrían historias bien interesantes, bien interesantes. Yo no sé cuántas veces yo he compartido esto, pero si no se recuerda se lo digo otra vez. Imagínese esto. Imagínese como ese sentido de fé se activa. Imagínese que usted es un pez en un lago, y Dios está sentado en un botecito, pescando, y Dios escoge uno de sus anzuelos que Él sabe que a usted le va a gustar, que cuando ese anzuelo caiga al agua usted va a ir hipnotizado de ese anzuelo. Y cuando ese anzuelo cae ahí usted lo coge que es lo que hace el pez cuando siente el anzuelo en la boca, se vuelve loco y lo que hace es alejarse del barco, o del botecito del pescador, empieza a halar en distintas direcciones, tratando de escapar tratando de irse, pero ese anzuelo está ahí, y el pescador ahí dándole línea dandole línea ah no te apures, pelea todo lo que tú quieras, y sigue dándole línea línea línea, hasta que llega el momento donde el pescador ya vé que el pecesito se ha cansado y que ya no está halando mucho y él dice ok ahora me toca a mí halar, y empieza a halar, y el pescadito vuelve y pelea de nuevo pero él vuelve otra vez y sigue halando sigue halando, así mismo es la fé.

Así mismo es esa fé que dirige a salvación. Es algo que Dios lo tiene impregnado en nosotros, por qué, porque esa fé está cimentada sobre lo que es Dios sobre nuestras vidas, está ahí cimentado sobre nosotros, está en nuestro ADN espiritual por así decirlo, y ya Dios nos ha marcado y nosotros estamos como parte de ese lago ahí el mundo, la creación de Dios, y Dios nos marca y nos tira ese anzuelo poco a poco, poco a poco, y ese anzuelo está ahí, está aquí agarrado en nuestro corazón ya, y nosotros peleamos, bandeamos en la vida de muchas formas, hacemos muchas cosas que no tenemos que hacer, o dejamos de hacer cosas que se supone que hagamos, y cuando llega el tiempo de Dios, pac, empieza a traer, empieza a traer, empieza a traer, y que es lo que hace el pescador, se tira una foto con él, algunos hasta le dan un beso al pez, y que hacen lo tiran de nuevo al agua porque sigue siendo parte de su lago. Pero ya cuando ese pez cae en las manos del pescador, es un pez totalmente distinto, no es un pez igual.

Ahora ese pez empieza a vivir una vida totalmente nueva, porque ha experimentado lo que es estar en las manos del pescador. Así que mis hermanos, esas cuatro dimensiones las vamos a estar experimentando, explorando, la fé que dirige a salvación, la fé que tiene que ver con certeza, la fé que tiene que ver con fidelidad, y la fé como don. Vamos a ponernos de pie y vamos a orar.

Padre yo te doy las gracias por la oportunidad que me concedes de haber iniciado esta meditación con mis hermanos y hermanas en esta noche. Los que están aquí y los que están viendo por el internet Jesús, yo te pido que los próximos días, estos próximos miércoles que vamos a meditar sobre esta dimensión de lo que es la fé, sobre estas dimensiones de lo que es la fé Señor. Que nuestros corazones y nuestras mentes puedan estar abiertos a ti Señor. Que no nos creamos que lo sabemos todo acerca de la fé sino que podamos acercarnos a ti con un corazón humilde y digamos hasta de volver a aprender algo nuevo Señor. Cosa de que nuestra fé en ti Señor pueda ser avivada, pueda ser afirmada Jesús para las cosas que Tú quieres que nosotros experimentemos de ti en estos tiempos, en estas temporadas de nuestra vida Señor. Llévanos a una nueva dimensión de fé Jesús. Esa es mi petición.

Que a través de estas meditaciones Tú nos lleves a una nueva dimensión de fé, de certeza, de confianza, de esperanza en ti Señor. Así que Padre yo te pido en esta noche que seas sobre mis hermanos mis hermanas, los que han venido sobre todo los que no pudieron llegar, sobre cada uno de ellos Jesús yo pido que tu gracia, tu bondad, tu favor sea sobre cada uno de ellos Señor. Que Tú les alcanzes, que Tú les hables, que Tú reveles tus propósitos a ellos, que Tú intervengas en sus vidas Jesús, y que Tú hagas grandes proezas en medio de ellos. Bendícenos ahora a medida que nos preparamos para ir a nuestros hogares Señor, llevanos con bien hacia nuestras casas, y que esta noche Tú nos permitas un sueño tranquilo para que mañana si así Tú lo permites, podamos echarle mano a un nuevo día y poder recibir de ti la bendición que Tú tengas para nuestras vidas, gracias te damos, por tu hijo Jesús oramos, bendecimos este tiempo, amén, y amén, gracias Señor Jesús.

Motivos encontrados

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Hoy mientras yo me preparaba, me encontré con este tema, yo no se cuantas veces lo he dicho, tal vez lo he dicho muchas veces pero, una de las meditaciones o devocionales asi que que yo acomstubro leer se llama El Aposento alto. Y hace una dos semanas yo me cruzé con una de las meditaciones que fue muy interesante porque me hizo reflexionar mucho, y esa reflexión me llegó, y yo quisiera compartir parte de esas cosas que yo leí en ese devocional contigo y añadirle otras que yo mismo he estado pensando y reflexionando.

Pero titulé esta prédica "motivos encontrados", o "intenciones encontradas" por así decirlo. Motivos encontrados. Y quisiera que vayan conmigo al libro de Lucas capítulo 7. Lucas capítulo 7, yo estoy seguro que esta es una historia que muchos de ustedes son bien familiares con ella, la hemos leído mucho, hemos visto la fé que se manifiesta en esta historia, pero hoy quisiera enseñarles algo distinto.

Dice así, Lucas 7 empezando en el verso 1, dice: "Después que hubo terminado todas sus palabras al pueblo que le oía, entró en Capernaum, y el siervo de un centurión estaba enfermo y a punto de morir. Cuando el centurión oyó hablar de Jesús, le envió unos ancianos de los judíos rogándole que viniese y sanase su siervo. Y ellos vinieron y le rogaron a Jesús con solicitud diciendole: "Jesús él es digno que le concedas esto, porque ama nuestra nación y nos edificó una sinagoga, y Jesús fue con ellos, pero cuando ya no estaba lejos de la casa el centurión envió a Él unos amigos diciendole, Señor, no te molestes, porque no soy digno de que entres bajo mi techo".

Sigo leyendo un poquito mas adelante en el verso 8, y dice: "tengo soldados bajo mis órdenes y yo digo vé y va, y al otro ven y viene, y a mi siervo haz esto y lo hace. Y al oír esto Jesús se maravilló de él y volviendose dijo a la gente que le seguía, wow, les digo que ni aún en Israel he hallado tanta fé. Y al regresar a casa los que habían sido enviados hallaron sano al siervo que había estado enfermo".

Esta historia es una historia que nosotros cuando la leemos podemos ver el tipo de fé que se manifiesta a través de este hombre, de este centurión, un hombre de alto rango en el ejército romano, y él reconociendo, yo no se si ustedes recuerdan en una predicación del pastor, que él estaba haciendo referencia acerca de esos estándares de autoridad y cómo Dios se mueve en estándares de autoridad. Este centurión reconoció que Jesús tenía una autoridad para sanar, y que no necesariamente tenía que estar en el lugar sino que Él tan solo con declarar la palabra podía suceder. Y eso es una parte de la historia que nosotros siempre la exaltamos.

Pero hoy yo quisiera enseñarles una parte distinta de esta historia, una que muchas veces no vemos, pero que está ahí. La idea de yo hablarles en esta noche acerca de motivos encontrados, tiene que ver con el hecho de como nuestras intenciones chocan muchas veces frente a frente con las intenciones de Dios para nuestras vidas, se ha puesto a pensar esto, como nuestras intenciones chocan con las intenciones de Dios, hay veces que nos acercamos a Dios sólo cuando tenemos la necesidad de algo urgente, cuando algo aprieta, cuando algo apremia, cuando la piña se pone agria, cuando no hay dinero en la bolsa, cuando no hay leche en la nevera, cuando me dan una mala noticia, muchas veces nos acercamos a Dios cuando todo se pone negro, oscuro, tenebroso.

Y usted vé la gente que se tiran de rodillas, lloran, gritan, saltan, se ponen en manos si es necesario, todo por ver a Dios obrando hacer algo. Pero cuando todo funciona, cuando todo se resuelve, que pasa?, ni se aparecen allí. Como que piush, la gente como que ah pujes ya todo está bien, pues puedo seguir mi vida, no tengo que seguir orando tanto, no tengo que hacer ese esfuerzo adicional por seguir orando porque ya todo está bien. Pero yo no creo que eso sea lo que Dios quiera, porque por otro lado lo que Dios desea es apuntar a cosas mas profundas en nuestra vida. Asi que yo hoy al yo hablarle de esta idea de motivos encontrados, lo que realmente estamos apuntando, es de como nosotros podemos resistir a la idea de acercarnos a Dios solamente por interés personal, o interés propio, sino que mas bien lo podamos hacer con un deseo genuino de crecer en nuestra relación con Él.

Cuando estaba leyendo esta meditación, esta lectura de Lucas 7, me fijé en algo, y fue lo siguiente: si yo dirijo su atención al verso número 4, si ustedes se dan cuenta el centurión mandó a unos ancianos judíos, estos eran fariseos, eran parte del grupo de los fariseos, eran líderes, sacerdotes allá en ese entonces. Envía a estos ancianos judíos a hablar con Jesús, y le dicen ellos: "oye mira, este hombre es mi pana, bien cercano a nosotros, Tú sabes como están las relaciones entre judíos y romanos y tenemos que mantener las cosas cool, Tú sabes no, no podemos alborotar este hormiguero asi que, este señor como es bien chévere, como es bien buena gente pues, el tipo se merece que Tú le concedas lo que él te está pidiendo.

Y perdonen la expresión pero la verdad es que estos ancianos estaban siendo bien lambe ojos con Jesús, sabes por qué? Porque esos mismos ancianos eran los que lo cuestionaban a Él cuando Él sanaba en el día de reposo. Válgame. Miren conmigo, Lucas capítulo 5, miren lo que pasó, Lucas capítulo 5, aquí se ve la historia de Jesús sanando un leproso, en el verso 12 dice: "sucedió que estando Él en una de las ciudades se presentó un hombre lleno de lepra el cual viendo a Jesús de rostro en tierra y le rogó diciendo, Señor si quieres, puedes limpiarme, entonces extendiendo Él la mano le tocó y diciendo: quiero, sé limpio. Y al instante la lepra se fué de él, y Él le mandó que no dijese nada a nadie si no vé, le dijo, muéstrate al sacerdote y ofrece por tu purificación, según mandó Moisés, y su fama se extendía mas y más, y se reunía mucha gente para oírle, para que sanase sus enfermedades, mas Él se apartaba a lugares desiertos y oraba". Les estoy presentando como quien dice una historia.

Después de esa sanidad del leproso, viene la sanidad de un paralítico, aquí es donde se pone la situación interesante. "Aconteció que un día que Él estaba enseñando y estaban sentados los fariseos y doctores de la ley, miren de quien están hablando, estos son los ancianos del cual hablaba en Lucas 7, los cuales habían venido de todas las aldeas de Galilea, de Judea y Jerusalén, y el poder del Señor estaba con Él para sanar, estaba con Jesús para sanar, y sucedió que unos hombres que traían un lecho un hombre que estaba paralítico, procuraban llevarle adentro y ponerle delante de Él, pero no hallando cómo hacerlo a causa de la multitud, subieron encima de la casa y por el tejado le bajaron con el lecho poniéndole en medio delante de Jesús".

Miren lo que pasa aquí: "Al ver Él la fé de ellos, le dijo: hombre tus pecados te son perdonados. Entonces los escribas y los fariseos comenzaron a cavilar diciendo: hah! quien es este que habla blasfemias, quien puede perdonar pecados sino Dios?". Empezaron a cuestionar a Jesús. Otro relato de esta misma situación está en Lucas capítulo 6, verso 2, empiezo en el verso 2, en el verso 1 perdón, dice: "aconteció en un día de reposo que pasando Jesús por los sembrados, sus discípulos arrancaban espigas y comían restregándolas con las manos, y algunos de los fariseos le dijeron oye, porque haces lo que no es lícito hacer en los días de reposo?". En otras palabras los fariseos estaban criticando a Jesús, Jesús, como tú vas a dejar que tus discípulos recojan espigas en un día de reposo cuando eso está prohibido.

Jesús les respondió: "ni aún esto han leído lo que hizo David cuando tuvo hambre él y los que con él estaban, como entró en la casa de Dios y tomó los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino sólo los sacerdotes y comió y dió también a los que estaban con él". Jesús los ponía como quien dice entre la espada y la pared.

Más adelante, más adelante en el verso 6 miren como dice: "Aconteció en otro día de reposo", yo creo que Jesús lo hacía a propósito a veces, tenía que ser en el día de reposo. "Aconteció también en otro día de reposo, que Él entró en la sinagoga, y enseñaba, y estaba allí un hombre que tenía seca la mano derecha", la tenía entumecida de alguna forma, "y le acechaban los escribas y los fariseos para ver si en el día de reposo los sanaría, a fin de hallar de que acusarle". Yo, ustedes se imaginan esta escena? Jesús ahí tratando de enseñar, concentrandose tal vez, tratando de leer Isaías o Jeremías o algo, y los escribas como que: "mira vamos a meter a este tipo aquí y a ver si Jesús se da cuenta de él y a ver si se anima hacer algo en el día de reposo". Tratando de engañarlo, como yo diría en mi buen puertoriqueño, tratando de cogerlo en pifia.

Pero miren lo que dice el verso 8: "mas Él conocía los pensamientos de ellos, y le dijo al hombre que tenía la mano seca, hey, ven acá, levántate, ponte en el medio de toda esta gente. Y él levantandose se puso en pie, entonces Jesús les dijo, les voy a preguntar algo a ustedes que son los doctos, los maestros de la ley, acaso es lícito en el día de reposo hacer el bien o hacer el mal?". Mira como Jesús les puso la situación, no es, es bueno sanar o no sanar, lo que les dijo fue, es bueno hacer el bien o hacer el mal. Salvar la vida o quitarla. Y mirandolos a todos alrededor dijo al hombre, oye extiende tu mano, y él lo hizo así y su mano fue restaurada. Y que pasó con los escribas y los fariseos que dice el verso 11: "y ellos se llenaron de furor y hablaban entre sí que podrían hacer en contra de Jesús", mira eso tenían una conspiración en contra de Jesús.

Digame usted si son lambeojos o no, cuando un capítulo mas adelante, entonces por beneficio propio, por intenciones suyas, por sus propias intenciones, déjame meditar lo que iba a decir, porque a este centurión, un lider romano, que los romanos tenían gobierno político, tenían poder y autoridad política sobre los judíos pues, ah, como hay que mantener buenas relaciones tú sabes Jesús, lo que pasó el día de ayer en el capítulo 6 como quien dice, ese compinche que pasó ayer, olvidate de eso, pero este hombre, tienes que hacer algo por él. Tú crees que Jesús no conocía los pensamientos de esta gente?. Obviamente el verso dice, y Jesús fué con ellos, el verso no dice, y como Jesús conocía los pensamientos de ellos, y sabía lo que se traían entre manos Él les quiso dar una lección. No dice eso pero usted puede inferir que eso estaba ahí.

"Jesús fue con ellos, pero cuando ya no estaba lejos de la casa el centurión envió a Él sus amigos diciéndole, Señor no te molestes porque yo no soy digno de que entres bajo mi techo, por lo que ni aún me tuve por digno de venir a tí pero di la palabra y mi siervo será sano". O sea, esta lección aquí, esta parte escondida de la historia nos da mucho que decir a nosotros. Y yo no estoy diciendo que nosotros seamos lambeojos con Dios, yo no estoy diciendo eso. Pero sí tenemos que tener mucho cuidado de que cada vez que nos acerquemos a Dios, que tengamos cuidado de no acercarnos con intenciones equívocas delante de Él.

Hay un verso que me gusta mucho en Hebreos que dice, porque la palabra de Dios es viva y eficaz, más cortante que toda espasa, que toda espasa (risas), mas cortante que toda espada de doble filo, que penetra hasta donde? hasta los tuétanos, hasta lo mas profundo del ser y que? y discierne las intenciones del corazón. O sea cuando nosotros estamos delante de Dios mis hermanos, mire, usted puede venir, una ilustración que yo usé hace mucho tiempo, usted puede venir, arrodillarse en este altar, derramar lágrimas, dejar dos o tres moquitos tirados en el altar y después se va y se sienta, pero si su vida no se alinea, no es transformada a la luz de las intenciones que Dios tiene para su vida y su corazón, estamos viviendo una experiencia incompleta de lo que Dios quiere hacer en medio de nosotros.

Miren ese relato del capítulo 5 de Lucas que habla acerca del paralítico que fue sanado, obviamente, es obvio, es como que se cae de la mata, si tú tienes un grupo de amigos que traen un paralítico y rompen el techo para ponerle ese muchacho en frente a Jesús, que es lo que tú crees que querian que Jesús hiciera, que lo sanara para que el muchacho saliera brincando de allí verdad?, pero que fue lo primero que hizo Jesús, tus pecados te son perdonados, oigame, Jesús sabía que ellos querían que ese muchacho saliera caminando pero lo primero que Jesús vió, la primera necesidad que Él vió es que este muchacho necesitaba una restauración en su interior. Había escuchado de Jesús y quien sabe si decía como muchos decimos por ahí, sí sí sí, yo creo en Dios, sí, ok creemos en Dios, pero mi vida está demostrando esa creencia sí o no.

Y Jesús se dió cuenta de que había algo que había que tratar ahí antes que las piernas que no le funcionaban. Y obviamente se formó ese compinche ahí, ah, pero quien es este que se cree este que puede perdonar pecados, el único que puede perdonar pecados es Dios. Y Él de nuevo dice el texto, Él conociendo las intenciones de ellos que fue lo que dice, pues miren, para que ustedes vean que Dios perdona a través de mí también yo les voy a enseñar algo aún mucho más poderoso todavía, y se lo dijo de nuevo, tus pecados te son perdonados, y esa camilla en la que te tiraron tus amigos, cógela, y alza patita y vete a caminar por allí otra vez. O sea mis hermanos, nosotros cuando nos acercamos a Dios, nosotros venimos con unas intenciones, eso no se puede esconder, nosotros no podemos esconder los deseos con los que nosotros nos acercamos a Dios, pero no pueden ser la voz cantante en esa relación, tú sabes por qué? porque Dios tiene intenciones contigo también.

Y hay una diferencia bien grande de nosotros querer tratar de amoldar a Dios a nuestras intenciones en vez de nosotros amoldarnos a las intenciones de Dios. Dios quiere sanarte, Dios quiere prosperarte, Dios quiere proveer a las situaciones que tú tienes, Dios quiere que tu matrimonio funcione bien, Dios quiere que tus hijos funcionen bien, Dios quiere que las cosas te vayan bien en tu trabajo, Dios quiere que tú tengas tus papeles para tener un status legal aquí, Dios quiere que tú disfrutes sanidad en tu vida, que puedas salir y disfrutar el aire fresco en la playa, en un parque con tus amigos, comerte un mantecado a las 10 de la noche sin ningún temor de que vayas a engordar después el próximo día, Dios quiere que disfrutes todo eso, pero por encima de todo eso Dios lo que anhela y desea es tener una conexión bien directa contigo, porque tú eres su creación.

Él te moldeó, el te formó, como dice la escritura, porque tus ojos vieron mi embrión, cuando estaba siendo formado en lo más intimo del vientre de mi madre. Dios es nuestro creador, y el anhela y desea tener una conexión directa con nosotros. No necesariamente mira, todo lo que yo mencioné, eso es como quien dice on the site. Para Dios lo principal es una conexión directa con nosotros, una relación viva, de tú a tú, pero hay veces que nosotros nos acercamos solamente por estas cosas secundarias, ah pues, Señor si consigo estas cosas secundarias pues entonces pues mira, voy a seguir trabajando contigo en esta relación de amistad entre Tú y yo.

Pero hay veces que Dios funciona al revés, Él desea tener una conexión contigo, conocerte, bueno Él te conoce ya pero Él desea que tú lo conozcas como Él te conoce a ti. Y después como bien dice Jesús, hey busca primeramente el reino de Dios y su justicia y que? y todas estas otras cosas mira te van a ir siendo añadidas poco a poco y es más, quien sabe si se te van a añadir otras cosas que ni tú habías pedido, porque Dios desea dártelas. Quien sabe si tú te estás apuntando en una lotería para poder tener un apartamentito donde tú quieras vivir o algo así, y de repente Dios hace un milagro, que? un apartamentito, yo te quiero dar una casa, y caes en una lotería por una casa de cuatro cuartos, dos baños y medio con un garaje y todo.

Termino aquí, el reto que nosotros tenemos mis hermanos, se los voy a decir así, el reto que nosotros tenemos cada día, es el siguiente: como seres humanos que tenemos nuestras emociones que suben y bajan, nuestras emociones que son influenciadas por todo lo que nosotros vivimos día tras día, hoy usted se puede sentir uh con el ánimo en los cielos, llega a la casa y escucha un mensaje que le dejaron en el teléfono y el mensaje no es muy bueno y esos ánimos puf, se van. Que fue lo que pasó con Jesús, hace dos semanas atrás estábamos celebrando la semana santa en el Domingo de Ramos se celebra la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, todo el mundo se quitaban sus togas y las tiraban, tiraban palmas y que decían, ah, osana al rey, osana al que vive, toda el mundo, la misma gente que estaba gritandole a Jesús, aahh osana osana llegó el Mesías llegó el que nos va a salvar, cinco días más tarde esas mismas personas estaban gritando, ahh que lo crucifiquen, es un bandolero, es un engañador, ah pa la cruz todo el mundo, quieren a Jesús o quieren a Barrabás, eh Jesús pa la cruz y Barrabás suéltalo, el bandolero verdadero fue el que lo soltaron.

O sea díganme si el ser humano es tan, torcido, por así decirlo, muchas veces nosotros ni sabemos por donde vamos a andar, y Dios conoce esas cosas, Dios conoce como nosotros funcionamos, Él sabe que nosotros queremos agradarle y nosotros, en nosotros está el querer agradar a Dios, pero también está ese lado fallido con el cual uno pelea muchas veces, pero mire, Dios como quiera, sabe esas cosas. Y el deseo de Dios a través de su hijo Jesús, es podernos decir a cada uno de nosotros mira, tus pecados son perdonados, esas debilidades de las cuales tú cojeas, tu tendón de Aquiles, mi deseo es restaurar ese tendón de Aquiles pero además de eso mi deseo es fuf, como quien dice llenar todos los aspectos de tu vida, que yo sea el centro del eje de tu vida, cosa de que todos los demás aspectos que tú estás buscando puedan caer cada cual en su lugar.

No tengamos motivos encontrados mis hermanos cuando nos acercamos a Dios. Es como cada vez que venimos aquí los miércoles que yo les digo esto, para acercarnos a esta experiencia de oración en una forma, sí, es espiritual porque nos estamos acercando a un Dios que es espíritu, es emocional porque nuestras emociones están uf, corriendo, hay veces que ni queremos salir de la casa pero llegamos aquí como quiera, y hay que darle cuerda a mucha gente como quien dice para que aunque sea pueda levantar las manos, es algo emocional pero a la misma vez mis hermanos es algo racional, Dios quiere que lo alabemos, que lo adoremos con nuestro espíritu, con nuestras emociones, pero a la misma vez con nuestro intelecto y que vengamos en una forma entendida, de que mira Señor me estoy acercando a ti, tengo mis necesidades, tengo mis achaques, pero a la misma vez yo reconozco que Tú eres bueno, que si no fuera por ti yo no estuviera aquí ahora mismo, y que nuestra adoración sea una adoración bien conciente de lo que nosotros estamos diciendo, no es que vengamos tan solamente aquí uuhh, y mira que te pasa uuhh, y pero dime uuhh, pero muchacho quiero escucharte, uuhh, cuando termines de llorar me dices, aunque el también conoce el lenguaje del llanto.

Pero entienden la idea por donde voy. Dios anhela, Dios desea mis hermanos llenar todos esos aspectos de nuestra vida, pero tenemos que tener nuestros motivos, nuestras intenciones bien claras delante de Él. A Él no lo podemos engañar mis hermanos, yo mismo estoy diciendo eso y estoy aquí como que wow Señor, yo tengo que aplicarme mucho de este mensaje, yo tengo un reto también por delante. Así que yo le animo mi hermano y mi hermana que cuando usted se vaya de aquí, usted se vaya a su casa, es más cuando usted se monte en el carro y vaya de camino a su casa piense en eso, piense Señor, acaso yo he tenido motivos encontrados contigo? Acaso yo me he acercado a ti más bien por esas cosas que me pueden ser añadidas en vez de verdaderamente acercarme por solamente crecer en mi conocimiento de ti?. Yo espero mas bien que sea esa segunda que dije, que nos estemos acercando a Dios por conocerlo a Él, como Él nos conoce a nosotros, y que después como Él quiera que todas las demás cosas sigan siendo añadidas a nuestras vidas.

Vamos a ponernos de pie y vamos a orar, Padre te doy las gracias Señor, por este tiempo que hemos podido compartir tu palabra Señor y, aunque haya sido un tiempo corto Señor, pero yo sé que Tu palabra es viva, es real, y Tu palabra cumple el propósito con el cual tu la envías. Así que Jesús mira, como siempre te digo, yo te pido que al nosotros partir de este lugar, que esta palabra siga reverberando en medio de nuestros corazones Señor, que siga haciendo eco en nosotros, y que nos ayude a alinearnos aún más Señor, a las intenciones que Tú tienes con nosotros, los planes, los deseos que Tú en tu corazón para con nuestras vidas, que nosotros no impongamos nuestras cosas a las tuyas, sino que seamos humildes delante de ti Señor, y reconocer que todo tiene su tiempo, está el tiempo en el cual podemos presentar nuestras oraciones, pero también está el tiempo en el que solamente tenemos que sentarnos y disfrutar estar en tu presencia, conocerte como Tú nos conoces a nosotros.

Así que Padre yo te pido que Tú bendigas a mis hermanos y hermanas en esta noche Señor, cúbreles, llévales con bien hasta sus hogares, Jesús, y que aún durante el sueño de esta noche, que Tú les des a conocer los deseos y las intenciones que Tú tienes para cada una de sus vidas, y que nuestras intenciones se puedan alinear a las tuyas, como Tú deseas. Una vez más yo pido tu bendición sobre todas las familias que están aquí, en especial con la familia Ciprián, yo declaro tu bendición una vez más sobre ellos Jesús, y que Tú los sigas llevando a través de estos valles de lágrimas y que puedan ser transformados en manantial, manantiales que fortalezcan sus vidas Señor, llévalos de gloria en gloria y de poder en poder, solamente Tú lo haces posible. Gracias te damos por este tiempo y en el nombre de Jesús declaramos tu bendición sobre cada uno de nosotros. Gracias Jesús, amén, y amén.

Asistentes del camino

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Señor, yo te doy las gracias por esta oportunidad que me permites para compartir esta palabra que tú haz puesto en mi corazón Señor, de nuevo como siempre te digo es mi deseo Señor que esta meditación y las palabras que salgan de mi boca sirvan de inspiración a cada uno de mis hermanos y hermanas Señor, y, Tú conoces el lugar, la jornada en la vida en la que cada uno de ellos y ellas se encuentran ahora, y mi petición es que Tú les hables en estos momentos Señor, y que esta breve meditación que voy a compartir les sirva de ánimo, les sirva de insumo, de estímulo a sus vidas, sea que esten aqui o los que nos esten viendo por el internet Señor, allá en sus casas, donde quiera que se encuentren Padre, que esta palabra llegue a su corazón, te lo pido en el nombre de Jesús, amén.

Miren mis hermanos yo estuve meditando en estos días que he estado varios funerales, que cosas saqué inspiración de un funeral, miren eso, que bueno, pero siempre algo bueno se saca de un funeral, no se crean, pero uno de los pasajes claves, uno de los textos claves que casi siempre se lee o se recibe en un funeral es cual adivinen, cual es, el Salmo 23, caballeros, Salmo 23, uno de los Salmos que mas se dicen en un funeral. Pero que, en uno de estos funerales hace dos semanas atrás, cuando estábamos asi leyendo, yo me quedé pegado en el verso 6 del Salmo 23, y el verso 6, si puedes poner el verso 6, es el verso que dice, a la one a la two y a las tres, miren como dice el verso 6, dice: "ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida". Pare ahí. El bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida.

Asi que yo me sentí inspirado a hablarle acerca de asistentes del camino, asistentes de nuestra jornada, y si nosotros nos ponemos a ver la biblia, como quien dice de tapa a tapa, en la biblia hay distintos asistentes, recursos, personas, seres, que Dios usa entidades que Dios usa, para acompañar a sus escogidos, a sus escogidas a lo largo de las jornadas en las cuales Dios mismo los ha puesto. Una verdad de esto yo también la encontré en el Salmo 34, verso 7, que es otro Salmo que se lee mucho en los funerales, y es el Salmo que dice: "el ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen y los defiende".

El Salmo 91 verso 11 también dice: "pues a sus ángeles mandará, acerca de ti que te guarden en todos tus caminos. Yo creo que nosotros podemos decir que creemos en ángeles, verdad? Muchos de nosotros podemos decir que se nos ha enseñado que tenemos un angelito guardián por ahí en algun lugar, algunos de nosotros tenemos una legión de ángeles guardandonos porque nos descarriamos por distintas formas y necesitamos más de uno, de dos que nos puedan cubrir y proteger, pero algunos de nosotros estamos bien con uno con dos. Y a mi me gusta pensar eso, y saben que hasta Hollywood ha podido plasmar esto en una película, de como hay ángeles que aparecen de momento y salvan una persona, y está mas bien ilustrando las cosas que ya están en la biblia.

Yo he conocido historias de, yo me recuerdo conocí una historia de una señora en Puerto Rico que la iban a asaltar unos muchachos y la señora se enrabió y dijo, el ángel de Jehová acampa alrededor de mí, una señora de esas así bien pentecostales, salió gritando así, y la señora lo unico que se recuerda es que de repente esos muchachos salieron corriendo y dijeron, que es eso que es eso, y se fueron corriendo los muchachos, so la señora se quedó como patidifusa por así decirlo porque ella no vió pero los muchachos sí vieron algo. So yo creo que esa declaración, de repente se reveló este hombre asi grande, yo no se si tenia alas o no con una espada desenvainada, dispuesto a quebrarle la cabeza a esos tres muchachos o algo asi, pero esos muchachos vieron algo después de la declaración que hizo esa señora, porque ella estaba sola no habia mas nadie alrededor.

So yo creo que esos seres, esos ángeles son parte de nuestra jornada, parte de nuestro caminar, y Dios los pone ahí para cuidar de nosotros, hay un chiste que aún en el carro esos ángeles están con nosotros pero si usted pasa de 70 millas los ángeles y Dios se bajan del carro y ya usted está, on your own, so tiene que tener cuidado no pase de 70 millas ok? (risas).

Otro verso que me hace pensar en esto, es el mismo Jesús, cuando Jesús en Mateo 28 que le está dando la gran comisión a sus discípulos, llega el momento donde Él les dice, "y enseñenles a todos que guarden todas las cosas que yo les he mandado, y he aquí yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo". El mismo Jesús prometió su presencia en medio de nuestras vidas. Asi que el mismo Jesús se ha dispuest como ese ángel guardian, ese ser que esta velando de nosotros, que nos cubre cuando salimos de nuestras casas en un carro y de repente -pan- el carro termina con las comas arriba y uno después sale como qué me pasó, algo pasó ahí, algo esta ahí cubriendonos. Y yo creo fielmente que están ahí esos asistentes que estan cubriendonos, pero también estan esos otros asistentes que muchas veces no los podemos percibir, porque son tan sutiles, son como que, no estamos ni al tanto de ellos, pero estan ahí.

Y uno de ellos es ese que leímos en el Salmo 93, ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida. Mire es como los guardaespaldas que tenemos de parte de Dios. Son dos guardaespaldas que están ahí, no sabemos, no los sentimos, porque cuando se habla de misericordia nuestra mente rapido empieza como que a moralizar las cosas y nos ponemos bien filosóficos de, que es lo que significa el bien, que es lo que significa la misericordia, y nos podemos poner bien poetas, pero el asunto es que son agentes de Dios, son cualidades, es parte de las características de Dios que Dios las permite y las pone ahí a nuestro lado, para acompañarnos en todo momento, en todas las cosas que nosotros estamos.

Porqué el bien? Cuantas veces nosotros hemos tenido esa vocecita que nos habla como que, "psh, hey, no te metas ahí", "psh hey, lo que dijiste no estuvo bien", "psh, hey!, quita tus manos de ahí", como yo hago eso. Esa vocecita es el bien, es la voz de Dios, a través de su espíritu que esta ahí dandonos esas promises, esas señales como que, hey, estes pendiente, no es que uno se está volviendo loco y ay tengo una vocecita que me dice algo, ah, no no, yo creo que esa es la voz de Dios a través del bien, y no solamente el bien, sino a través de la misericordia, mire cuantos de nosotros necesitamos misericordia en nuestras vidas.

Yo estoy seguro de que cuando salga por esa puerta yo voy a necesitar la misericordia de Dios en mí. Digo no es que yo sea tan malo pero yo estoy seguro de que yo voy a necesitar la misericordia de Dios. Cuando usted llegue a su casa usted va a necesitar la misericordia de Dios en alguna forma u otra. Y no es que estoy profetizando mal pero cuando usted llegue a su casa quien sabe qué se va a encontrar usted ahi que, tal vez todo lo que usted experimentó aqui a usted se le va a ir por el toilet, y usted va a necesitar la misericordia de Dios en ese momento cuando usted entre por el umbral de la puerta de su casa. El bien y la misercordia muestran el deseo de Dios de poder bendecir a los suyos basado en sus promesas para nuestras vidas.

Otros dos asistentes del camino muy especiales estan en Proverbios capítulo 4, yo quiero leerles esto, Proverbios capítulo 4, comenzando en el verso 5, yo creo que aquí es donde muchos nos vamos a identificar con esta parte. Proverbios capítulo 4 verso 5 dice: "adquiere sabiduría, adquiere inteligencia, no te olvides ni te aparte de las razones de mi boca, no la dejes y ella te guardará", esta hablando de la sabiduría, "adquiere sabiduría, y sobre todas tus posiciones adquiere inteligencia, engrandécela y ella te engrandecerá, ella te honrará cuando tú la hayas abrazado, adorno de gracia dará a tu cabeza, corona de hermosura te entregará.

Miren otro verso, Proverios 8, Proverbios 8, también habla acerca de la sabiduría, como esos asistentes del camino, Proverbios capítulo 8 verso 1 dice: "Acaso no clama la sabiduría, y da su voz la inteligencia?. En las alturas junto al camino, en las encrucijadas de las veredas se para", acaso no estábamos hablando ahurita de las personas que sienten que están en una encrucijada, on a crossroad?. "En las encrucijadas de las veredas se para, en el lugar de las puertas, a la entrada la ciudad, a la entrada de las puertas da voces la sabiduría y la inteligencia diciendo, oh hombres, y yo le incluyo mujeres también, a ustedes yo clamo, dirijo mi voz a sus hijos, a los hijos de los hombres, entiendan oh simple discreción y ustedes, jm, necios, jeje, entrad en cordura. Oíd porque hablaré cosas excelentes y abrire mis labios para cosas rectas, porque mi boca hablará verdad, y la impiedad abomina mis labios".

Es más se lo voy a decir así sabe que en Proverbios la sabiduría sabe de quien esta hablando? le voy a dar un secreto vaya más adelante, a ver donde estoy... ok. Verso 22, ahí mismo. Miren de quien está hablando, yo quiero que ustedes se imaginen de quien esta hablando, cuando habla de la sabiduría, dice: "Jehová me poseía en el principio, ya de antiguo antes de sus obras", esta hablando antes de la creación, "eternamente tuve el principado desde el principio antes de la tierra, antes que los abismos fuesen yo fui engendrada, antes que fuesen las fuentes de las muchas aguas, antes que los montes fuesen formados, antes que los collados ya había sido yo engendrada, no habia aún hecho la tierra, ni los campos, ni el principio del polvo del mundo, cuando formaba los cielos, ahí estaba yo, cuando trazaba el círculo sobre la faz del abismo, allí estaba también, cuando afirmaba los cielos arriba, cuando afirmaba las fuentes del abismo, cuando ponía el mar su estatuto para que las aguas no traspasasen su mandamiento, cuando establecía los fundamentos de la tierra, con Él estaba yo ordenandolo todo, y era su delicia de día en día teniendo solaz delante de Él en todo tiempo de quien ustedes creen que esta hablando todo eso, Jesús, la sabiduría encarna la persona de Jesús.

So que mejor asistente de camino podemos tener que el mismo Jesús, su sabiduría, su inteligencia, el bien, su misericordia, su fuerza, su protección, su discernimiento, miren mis hermanos, porqué yo estoy trayendo este mensaje hoy, tal vez usted ya tiene la idea ahí, pero hay un agente mas que Dios usa, ese se encuentra en Romanos capítulo 8 verso 26, primera de Corintios 2: del 9 al 12, y uno de esos ayudantes, uno de esos asistentes del camino mas importantes, es nada más y nada menos que el Espíritu de Dios, quien nos ayuda a nosotros en nuestra debilidad intercediendo ante Dios por nosotros. Cuantos de ustedes hay que se han quedado sin palabras tratando de expresar algo delante de Dios, que es como que usted ya ha agotado el diccionario de español, el diccionario de inglés, el diccionario de portugués, el diccionario de ruso, el diccionario chino, usted ya los ha gastado todos y todavía se queda sin palabras. Cuando llega ese momento, usted tiene un asistente del camino, y ese es el Espíritu de Dios que intercede por usted.

Y miren como dice ese pasaje: "Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, pues que hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu de Dios intercede por nosotros con gemidos indecibles, mas el que escudriña los corazones porque conforme a la voluntad de Dios, intercede por los santos, por los escogidos, los que han sido apartados para Dios" que somos cada uno de nosotros. El pasaje primera de Corintios 2, es bien bello también y lo quiero leer, miren como dice, comenzando en el verso 9: "Antes bien como está escrito, las cosas que ojo no vió ni oído oyó, ni han subido a corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman". Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu, porque el Espíritu, que dice: "todo lo escudriña, aún lo profundo de Dios, porque quien de los hombres sabe de las cosas del hombre sino el espíritu de hombre que esta en Él, así tampoco nadie conoció las cosas de Dios sino el Espíritu de Dios, y nosotros no hemos recibido el espíritu del hombre sino el Espíritu de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha" que? "concedido". No es que Dios está pensandolo todavia, no es que usted se lo tiene que pedir para Él entonces despues pensar hm, caramba se lo doy si o no, lo que ya Él ha concedido.Pero no concedido de acuerdo a su voluntad, es concedido de acuerdo a la voluntad de Él para con su vida. Ese Espíritu de Dios conoce los secretos que están en el corazón de Dios, y el desea que nosotros conozcamos los que están en el corazón de Él.

Asi que mire, cuando usted vaya caminando por su vida y usted se encuentre con los distintos retos que la vida pueda traer a usted, piense en esto, usted tiene consigo a muchos recursos que le están asistiendo en su caminar, y usted puede pensar en personas claves que Dios ponga a su alrededor, eso es bello, eso es precioso, es bello contar con el cuerpo de Cristo, como Dios nos puede ayudar con el consejo de otras personas a nuestro alrededor, pero por encima de eso están los asistentes que vienen directamente de Dios, están aquellos que nos protegen, y están aquellos que no conocemos pero que esas voces están ahí, el bien la misericordia, la sabiduría, la inteligencia, dones que provienen de Dios, que están encerrados en la persona de Jesús, y que Jesús mismo ha prometido caminar con nosotros, asi que mire si hay algo que yo puedo terminar de decir hoy es lo siguiente, yo no puedo negar la verdad de la presencia contínua de Dios en medio de nostros, no lo puedo negar.

Porque digo esto porque yo se que en Él esta el cumplir su promesa de una presencia contínua en nosotros, en Él está hacer eso. La pregunta es, estamos nosotros concientes de esa presencia contínua de Dios en nuestras vidas? pregúntese. Está viviendo usted cuando usted toma sus decisiones, cuando usted hace algo, dice algo, piensa algo, está usted actuando bajo la conciencia de que hm, hay alguien que está conmigo, que esta velando, que esta monitoreando todas las cosas que yo hago, oigame no es por nada pero eso a mí me asusta a veces, pero el miedo no debe dominar, lo que debe dominar es la convicción de que hay un Dios todopoderoso que esta buscando cumplir sus promesas en usted, y que se va a valer de cualquier cosa para que eso se dé.

Nosotros tenemos entonces que afincarnos en esa verdad, y movernos de acuerdo a esa promesa de Dios en nuestras vidas. Vamos a ponernos de pie y vamos a orar.

Gracias Jesús. Padre yo te doy las gracias en esta noche por la forma tan bella que nos hemos podido gozar en tu presencia Señor, las oraciones que se han elevado ante ti Señor, sean ya dichas o que hayan salido de lo mas profundo de nuestro corazón y aún aquellas que hemos necesitado la asistencia del Espíritu, para poderlas comunicar delante de ti, porque muchas veces no sabemos como orar Dios, pero Padre mira, hemos sido expuestos a esta palabra, y yo la he compartido con mis hermanos y hermanas confiando y creyendo Señor de que esta palabra no va a regresar atrás vacia, sino de que va a cumplir el propósito para el cual ha sido enviada.

Ayudanos a estar siempre concientes Señor de que Tú estas siempre con nosotros Jesús, de que no necesariamente tenemos que experimentar una corriente en nuestro cuerpo para saber que Tú estas con nosotros Señor si no mas bien, Tú quieres que vivamos con la convicción, la convicción contínua de que Tú estas ahí, de que Tú estas obrando de que Tú estas andando con nosotros, y de que aún en esos momentos de silencio Señor, el silencio no implica ausencia de ti, es el mero hecho de que Tú solamente estas ahí esperando para cumplir tu tiempo, tu propósito, tu palabra en nosotros. Ayudanos Señor a no dejarnos llevar por la ansiedad, a no desesperarnos Señor, a siempre podernos mantener confiados y tranquilos en ti Señor. Tú mismo nos dices estad quietos y tranquilos y conoced que yo soy Dios. Asi que Padre si esa palabra llega a alguien esta noche, yo digo amén a esa palabra, que así sea, que podamos estar quietos, y conocer que Tú eres el Dios de nuestras vidas asi que Tú puedes hacer mucho mas en nuestras vidas de lo que nosotros podamos pensar.

Asi que Padre bendice a cada uno de mis hermanos y hermanas en esta noche Jesús, yo declaro sobre cada uno de ellos tu bendición, tu fuerza, tu firmeza Jesús, yo declaro un sentido de esperanza en sus corazones Señor que, si han habido circunstancias que les han robado la esperanza Señor, hoy mismo ahora mismo, yo declaro esa esperanza renovada al doble al triple Jesús, que puedan salir de aquí con sus ojos iluminados Señor, con su corazón ensanchado mi Dios, sabiendo que Tú estas con ellos que Tú caminas con ellos, que Tú les das sabiduría Señor que tu los colmas de inteligencia, para saber como cumplir con todas las responsabilidades o enfrentar todos los retos que ellos puedan venir delante de sus vidas. Permitenos que cuando salgamos de aquí podamos sentir la presencia y la compañia del bien y la misericordia, que vayan con nosotros todos los días Jesús. Y que sobre todas las cosas Tú presencia misma Señor, afirme nuestro corazón.

Padre que aún esta noche cuando vayamos a nuestras camas a dormir Jesús, oh papá que esa cama coja la forma de tu mano Señor, y yo lo declaro así Jesús, que aquellas personas que tal vez no han podido descansar por alguna ansiedad, ahora mismo yo declaro que cuando lleguen a su casa esa casa va a estar llena de tu paz, va a estar llena de tu shalome, Tú mismo vas a limpiar los aires Jesús de cualquier cosa que impida que tus hijos puedan descansar esta noche tranquilos o tranquilas en ti. Y Padre que a través de ese descanso, de ese sueño Tú hables y te reveles a sus vidas. Papá si yo te lo suplico, habla en una forma clara a los corazones de tus hijos e hijas, que estan desesperadamente, estan anhelando una palabra de dirección, una palabra de revelación de parte tuya. Yo bendigo a tus hijos e hijas en esta noche, y sobre cada uno de ellos yo declaro tu gozo, yo declaro tu fuerza, yo declaro tu victoria. Gracias Jesús por esta noche, gracias por este momento. Llevemos nuestras vidas a ti. En el nombre de tu hijo Jesús oramos y te damos las gracias. Amén Señor Jesús, amén amén, gracias Dios.

Amando hasta el fin

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Pueden ir conmigo al libro de Juan capitulo 13, John chapter 13 please, go with me right there to John chapter 13, we are going to read this in Spanish so you can follow me, voy a leerlo en Español asi me pueden seguir, Juan capitulo 13, verso 1, dice así: "antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora habia llegado, para que pasase de este mundo al Padre, como habia amado a los suyos que estaban en el mundo los amó hasta el fin".

Look at that, mira eso, como habia amado a los suyos que estaban en el mundo los amó hasta el fin.

Tú quieres recibir una palabra de Dios hoy, ademas de la que ya hemos dado, do you wanna receive a word from the Lord, the cherry on the top, quieres recibir la fresa como quien dice, la punta de la torta, en el pastel? El Señor te va a amar hasta el fin, God is going to love you until the end, He will love you, He will do it, He has loved you, He is loving you and He will continue to love you, Él te esta amando ahora, oye que se te queme esa palabra ahi mismo ahora, Él te esta amando ahora, He is loving you right now, receive that word.

Y te va a amar hasta el fin.

Mira que interesante porque en ese relato descubrió al que lo iba a traicionar, in this passage he identifies the one that was going to betray him, and not only that he also knew that one of his disciples was going to deny him, otro de sus discípulos lo iba a negar, y los otros discípulos se iban a ir asustados, and the other disciples were going to flee him, scared, for everything that was happening, and still He loved them until the end, aun asi el Señor los amo hasta el final.

Miren, puede ser que algunos de nosotros hemos traicionado al Señor en algun momento, some of us may have betrayed the Lord at some point, whatever way that could have happened.

Some of us may even have denied him, whatever way that could have been done, algunos de nosotros tal vez hasta lo hemos negado en alguna forma que se haya hecho.

Y puede ser que en algun momento cuando más nos necesitaban, psh, desaparecimos del planeta, there could be moments where we were needed the most, psh, we fled, but still, He loves you until the end, con todo el Señor te ama hasta el final.

Todo lo que El hizo en la cruz lo hizo por amor a ti, everything He did on the cross He did it because he loves you, because he knows the plans that he has for you, plans of eternal life, lo hizo porque te ama porque tiene planes de vida eterna para ti, planes que ninguna situación en este mundo lo pueden quebrantar, lo que tiene Dios para ti esta para ti, solo abre tu corazón y recíbelo.

Whatever the Lord has for you is for you, nothing in this world can stop what he is doing.

Not even the most painful situations in your life can stop what God is doing for you.

Ni aún las situaciones mas difíciles y mas dolorosas que tú puedas estar cruzando pueden detener lo que Dios esta haciendo para tu vida.

Asi que si se te hace difícil recibir esta palabra, dile amén.

If it is hard for you to receive this word just say amen and trust that He is going to do it, that he is going to come through.

Que se te haga difícil di amen y recibelo, porque el se va a encargar de obrar, de operar en tu vida.

I promise you he is going to use five minutes, that is four fifteen.

Let's stand up and let us pray.

Vamos a ponernos de pie y vamos a orar.

Puedes agarrarle la mano a la persona que esta ahí al lado tuyo, al que no lo conozcas no te apures, agarrale la mano en el nombre de Jesús.

Si tienes a tu esposa dale un abrazo, dale un beso, if you have your husband or your wife next to you just give them a big embrace, a big hug, a big kiss.

A la distancia, manda ese beso y ese abrazo, even if it is in the distance.

Padre gracias porque tu nos amas, thank you Lord because You love us.

In spite of our shortcomings, a pesar Señor de nuestras debilidades Señor Tú nos amas, aun cuando tú sabes que muchas veces te hemos negado o te vamos a negar Tú como quieras nos amas, even when You know that we have denied You or we have denied you Lord or that we will deny you Lord in one way or another You still love us.

So Father would you please in the days to come, would You bring a sense of conviction into our hearts, of Your overwhelming love over us, Señor yo te pido que en los días por venir Tu traigas una conviccion tan y tan y tan profunda Señor, de tu inigualable amor por nosotros, que ese amor nos consuma Señor en una forma tan grande y tan poderosa que no podamos contenerlo en nuestro ser, would You please allow for that love to consume us in such a way Lord that we just can't containt it Lord, consume us with Your love, so that we can really become the kind of men and women that You want us to be.

Consumenos con tu amor Señor para verdaderamente convertirnos en el tipo de hombre y mujer que tú quieres que seamos.

Gracias te damos Señor, gracias, gracias, thank you Lord, for everything that you are for us, we praise you Lord, we love you.

Te amamos Señor por todo lo que Tú eres y lo que significas para nosotros, bendícenos ahora a medida que nos preparamos para salir de aqui Jesus, llevanos hasta nuestros hogares con bien, God lead us to our homes Lord God with your blessing, with your covering your protection, and even that when we get home, that these words that have come to our hearts may continue to echo and remind us of Your love and Your perfect will for us.

Señor y que estas palabras que hemos recibido hoy, las distintas formas que se ha dado, que llegue con nosotros Señor y que continúe haciendo eco en nuestro corazon en nuestro espíritu Señor, recordandonos quien Tú eres para nosotros.

Gracias una vez más Señor, te lo debemos todo a Ti, we owe everything to you Lord, thank you one more time and we praise You and we bless You, amén Señor Jesus, amén, gracias Dios, gracias Jesus, gracias Señor, aleluya, aleluya.