10 de octubre del 2011 - Por Myrza Marilys Lassús
Salmo 23
Dios obra por senderos misteriosos. Y cuando digo, “senderos misteriosos” hablo de un número de eventos que uno detrás del otro, cuando se mira bien de cerca, podemos decir, “Wow, de verdad que cuando uno es hijo de Dios (una oveja del Pastor Eterno), El nos guarda y nos protege de situaciones que podrían afectarnos tremendamente.
Yo tenía unos planes para hoy. Pero, me puse a escuchar un mensaje que me habló de una manera extraordinaria. En esta semana, tuve una experiencia reveladora. Reflexionando en el concepto del gozo del Señor en nuestras vidas y Su soberanía, entendí que desde que mami murió, se me ha hecho bien difícil poder orar por mis necesidades, mis peticiones, mis planes, mi futuro o por otra persona. Es así que aún ahora mientras escribo, se me hace un taco en la garganta. Me crié viendo a mami orar por otras personas y ver como Dios le contestaba. Saber como ella oró por mi hermano, que tenia un diagnóstico horrible, ser sanado y ahora es un hombre fuerte y saludable. Oré tanto por la salud de mami mientras estaba enferma. Y murió.
Pues, gracias a Dios que hoy los planes no se dieron, porque pude tomar el tiempo para reflexionar en esto. En mi interior, en mi intelecto, entiendo y se que Dios es Soberano. El conoce nuestro principio y nuestro fin. Y entonces, si sabemos que El tiene todo en control, ¿ por que la falta de fe, de gozo, de confianza? Pero antes de contestar esta interrogante, veamos el Salmos 23.
“Jehová es mi pastor, nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma.. Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días“.
Yo creo que no hay un cristiano que no sepa este capitulo de memoria. Se repite y se repite, pero no analizamos lo que dice. Dios es nuestro pastor, somos sus ovejas. Y por El ser nuestro Pastor, NADA nos falta. Tenemos esa confianza, esa fe, de que todo lo que El nos concede y permite es porque El sabe lo que es mejor para nosotros. El nos lleva a lugares de descanso, de reposo. El se asegura de que nuestras necesidades se llenen; de que estemos bien. Esta con nosotros en todo tiempo y nos da nuevas fuerzas. El se asegura de que andemos en el camino correcto. Cuando nos desviamos, el nos aguanta y nos amonesta. Como soy hija de El, soy su oveja, puedo estar en mis peores momentos, mis peores pruebas, mis peores situaciones y El esta ahí acompañándome. No me deja sola. Su fidelidad me llena de confianza. Aunque tenga personas a mi alrededor que se burlen de mi, no estén de acuerdo conmigo, hablen de mi, me odien, me envidien, me desprecien, El me da bendiciones sobreabundantemente y me hace feliz. Soy especial para El. Estoy segura que Su bondad y Su amor siempre estarán conmigo. Y tengo la fe y la certeza de que viviré con El por siempre.
Y escribo esto confesando que no he estado viviendo este capitulo, que a demás de ser un poema, una canción, es una confesión de nuestra confianza y nuestra fe en Dios. Mis temores y mi tristeza en aquellas cosas que en un momento dado le pedí a Dios y no se dieron, me llevaron a ese lugar sin gozo…. sin confianza. Dios cambió mis planes hoy. Y lo hizo por un propósito. El me llevó a este capítulo con un propósito. Mis temores llegaran, pero Dios es un Dios de misericordia y el estará conmigo en cada momento que necesite fe. El es Soberano. El conforta mi alma. Que sea Su voluntad y no la mía.
Bendiciones………