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Hace un mes atrás, yo compartí un mensaje que obviamente si lo buscan en el internet no lo van a ver porque ese día las cámaras no estaban así que no está grabado. ¿Qué fecha fue? Hace cuatro miércoles atrás, hace cuatro semanas atrás, miércoles 31 de agosto fue eso. Y fue un mensaje que yo lo estaba basando en el libro de Filipenses capitulo 3, Filipenses capitulo 3, el verso 12 en adelante, muy bien tienes la nota ahí, muy bien.
Y yo quisiera hoy como tratar de atar cabos, porque yo se que hubo varias cosas que se quedaron en el aire aquel día, al menos los que estuvieron aquí y que se recuerdan, hubo varias cosas que yo deje en el aire por razones, que yo creo que Dios estaba tratando conmigo todavía en ese momento, pero hoy quiero tratar de atar cabos y no creo que lo vaya a resumir todo, pero si voy a ir hilando fino en algunas partes. Y esta parte yo la he titulado así: “Alcanzando aquello por lo cual Cristo me alcanzo a mi”.
Alcanzando aquello por lo cual Cristo me alcanzo a mí. Y en la Biblia, si vamos de nuevo, solamente quiero revisar esos versos de Filipenses capitulo 3, Filipenses capitulo 3 los versos del 12, del 12 al 14. Dice: No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto, sino que prosigo para ver si logro asir o alcanzar aquello para lo cual fui también alcanzado por Cristo Jesús.
Mis hermanos y hermanas yo mismo no pretendo haberlo alcanzado pero una cosa si hago, olvidándome ciertamente de lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está por delante, prosigo a la meta al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús, Amén. Que linda esa palabra verdad, cuantos lo pueden decir, que linda esa palabra.
Prosigo a la meta, mientras yo meditaba de nuevo en este pasaje y que al menos yo escuche lo que yo mismo me grabé, yo me escapé de las cámaras y me grabe yo mismo, puse mí grabadora ahí y yo me meditaba en lo que yo decía y decía: Wow! Señor y ahora como le hago, pero una cosa si yo pude recordar, y es el mero hecho de que Pablo nos estaba exhortando a actuar intencionalmente sobre no permitir que las memorias del pasado nos roben la energía que necesitamos para poder alcanzar, las cosas que Cristo ya ha establecido para nosotros, pueden decirle Amén a eso. No podemos dejar que las memorias del pasado nos roben la energía, para nosotros poder alcanzar aquellas cosas, para las cuales Jesús nos alcanzo a nosotros.
Ahora tal vez ustedes se recuerdan, al menos los que estuvieron aquí, los que no pues se los digo ahora que, olvidar ese concepto de olvidar lo que queda atrás, no significa borrar por completo esas memorias porque eso es imposible, usted no puede borrar por completo sus memorias del pasado al menos de que usted sufra o padezca de algún tipo de amnesia. Esta mañana yo me asuste, porque mientras estaba preparando el desayuno para mis hijos, pensé en que tenía que buscar mantequilla en la nevera y estoy en una esquina de la cocina y cuando doy la vuelta para ir de camino a la nevera me recordé que tenía algo en el microondas, y cuando volví al microondas les estoy hablando esto fue cuestión de 30 segundos, que viré para atrás, yo me dije: “que era lo que yo iba a buscar”.
Hermanos literalmente tuve un lapso donde mi memoria se me fue por completo, yo no sé si era que mí cabeza estaba todavía medio dormida o algo, pero la cosa fue que yo me olvide de que era lo que yo iba a buscar, tuve que volver otra vez al lugar donde yo estaba preparando el sándwich y entonces ah! Mantequilla. A menos que usted no padezca de amnesia esas memorias del pasado no se le van a olvidar, o no las va a poder borrar por completo, ahora pero lo que si mencionamos fue que hay una diferencia muy grande entre tratar de borrar esas memorias y no causar que esas memorias te roben la energía. Y eso es lo que yo entiendo que Pablo está queriendo decir con ese texto, de no dejar que esas memorias del pasado te roben de todos esos, esas fuerzas que Dios pone en ti para tu verdaderamente alcanzar lo que está por delante.
Yo pensé en el enfoque de un atleta, porque esa es una de las cosas que Pablo menciona aquí, a mi me gusta mucho correr eso es parte mía, me encanta hacer ejercicios.
Y una de las cosas que cada corredor le puede decir a usted, a alguien que participe de algún tipo de competencia y esto es algo que está probado, si esa persona gasta su energía pensando en lo que no hizo y en lo que pudo haber hecho, su ejecución en la carrear se va ver afectada, porque psicológicamente sus energías les van a estar robando energía a su cuerpo para `poderse concentrar en la carrera que tiene por delante.
Por eso que a los atletas ustedes los ven, particularmente a los atletas que van a las olimpiadas y cosas así, una de las cosas que incorporan en su entrenamiento es una sesión con un psicólogo deportivo, porque ese psicólogo deportivo ayuda a este muchacho o a esta muchacha a que pueda mantener su mente, su cabeza, sus cinco sentidos enfocados en el evento que tiene que hacer, ese psicólogo deportivo es el que habla con esa persona de sus traumas del pasado, con sus nerviosismos, con sus temores, con sus ansiedades, le habla de todas esas cosas y hasta le hace ejercicios de visualización y como se puede enfocar para que nada lo distraiga, cosa que cuando este ahí en la línea de salida y que oiga el disparo, que esa persona cuando mire hacia el frente va a estar tan enfocada que aunque le pase un camión por encima, por el frente no lo va a ver porque está enfocado en la meta, ese es el tipo de entrenamiento que le dan a estas personas.
Y ese es el tipo de enfoque del cual está hablando Pablo aquí, de no dejar que esas cosas del pasado te vaya a distraer demasiado, que tú no puedas entonces correr en la forma que Dios ha determinado para ti a través de la persona de Cristo Jesús, claro está, yo se que suena más fácil lo dicho que hecho, del dicho al hecho hay un largo trecho, yo sé que es difícil mis hermanos poder hacer esto, yo mismo les conté hace un mes atrás de parte de mi propia experiencia y mi propio testimonio, o sea yo se que yo, en mi niñez yo salí de un trauma en mi niñez que afecto de alguna forma u otra lo que yo pensaba que era mi, mi identidad sexual y comencé a desarrollar algunos hábitos que fueron de alguna forma compulsivos y cuando yo empecé a crecer a través de me mi adolescencia, como quien dice que entre a mi pubertad y todas mis hormonas estaban, puf, a millón y yo empecé a ver todas estos patrones en mí, y yo les digo, ya yo era cristiano, ya yo había aceptado a Cristo en aquel entonces.
Yo empecé a tener esta lucha, esta batalla en mi interior y yo me decía:
“Señor como tú quieres hacer algo conmigo, cuando yo veo toda esta inconsistencia en mí”.
Todo, a través de toda mi adolescencia yo luchaba con esa pregunta, en mi iglesia allá en Puerto Rico yo era líder, el presidente de jóvenes, me invitaban a predicar aquí y allá, participaba cantando en distintos lugares, iba y con todo y esos mis hermanos cuando llegaba a mi casa me decía: Señor, pero como tú me quieres usar a mí, si yo tengo todo esta musaraña, como quien dice encerrada en mi cabeza.
A través de mis años de universidad fue lo mismo, yo, había una parte mía que quería seguir creciendo, entregarme al Señor, ya para aquel entonces yo tenía ese llamado de ser Pastor y aun mas todavía era el peso en mi interior porque yo me decía: Señor pero todas estas memorias de mi pasado que yo tengo, como, como tú me vas a usar a mí para ser Pastor, tú te equivocaste, tienes el Omar equivocado Señor, búscate a otro porque no soy yo.
¿Y saben lo que hice cuando yo termine mis cuatro años de universidad?
Yo le hice ese llamado al Señor, yo le hice puf, me voy a estudiar otra cosa, por eso fue que me vine aquí a Estados Unidos, porque yo vine solicitando aquí a una universidad para seguir la carrera profesional que yo había escogido allá en Puerto Rico, en esa área de ejercicio de Rehabilitación Física, cosas así, yo vine aquí aplicando para eso. Y cuando llegue aquí me crucé con el Pastor mío, que fue mi primer Pastor allá en Puerto Rico, yo recuerdo que tuve una reunión con él, el me recibió en su casa, me invito a cenar, estuvimos hablando y él conoce parte de mi historia también y cuando yo me siento con él, el sale y me dice, Omar mira, tú vas a tener que tomar una decisión, porque el llamado de Dios está sobre ti y eso es evidente, pero tú estás huyendo de ese llamado por inseguridades que tú tienes en ti. Y yo sí, pero Pastor, yo empecé a tratar de justificarme, tratar de poner muchas excusas, no pero es que yo quiero seguir esta profesión cosas así y claro está, mi experiencia es bien particular, yo no estoy diciendo que vaya a ser lo mismo con todos, pero es una experiencia particular que, algo se puede sacar de esto.
Solo que yo hice fue mira, yo voy a aplicar a esta universidad y a la misma vez me tire a aplicar al seminario para entrar a mis estudios pastorales y yo me dije, Señor si en este lado no me aceptan, pues yo voy a entender que Tú quieres que yo me vaya por acá.
Válgame, eso fue lo que sucedió, o sea yo tenía todos mis credenciales para poder estudiar, pero no me aceptaron en la universidad que solicite, una semana después me llaman del seminario, te aceptamos, tienes beca puedes empezar dentro de un mes, yo wow dentro de un mes, solo en un mes yo me vi saliendo de Puerto Rico llegando acá y empezando una nueva vida. Y ahí fue mis hermanos, yo llegue a un dormitorio en este seminario, era una cajita de fosforo, un salón de 10 por 10 con dos ventanitas chiquititas y ahí en ese cuartito fue donde Dios empezó a tratar conmigo, en la primera nevada que yo vi aquí, ay, la primera nevada me la goce como hace todo el mundo, que uno se tira de cabeza en la nieve, se la come, abre la boca así para que le caiga, la primera nevada estuvo bien, ya la segunda, la tercera yo estaba deprimido, que yo hago aquí, que yo hago aquí, yo voy a dejar todo esto, me voy para Puerto Rico otra vez, tengo mi familia por allá, tenía mi novia que era mi esposa ahora mismo y yo, que yo hago por acá, yo tengo todo por allá en Puerto Rico.
Y Dios me pillo en ese cuartito y me dijo, no hay algo que yo tengo que hacer contigo, aquí es donde tú vas a empezar a dejar todas esas cosas del pasado y vas a empezar a adoptar todo lo que yo he hecho para alcanzarte a ti, así fue como Dios trato conmigo mis hermanos y Dios sigue tratando conmigo, porque yo digo esto mis hermanos, por que cuando Dios pone sus ojos sobre ti, cuando Dios pone su mirada sobre ti, cuando él te mira así, como estábamos cantando hace unos minutos, cuando él te mira así con una intencionalidad, con un sentido, con una dirección y te dice:
“Tú tienes valor para mi, hay algo que yo tengo contigo, tú no eres una cosita de por ahí, tú no eres un error de la naturaleza o de tus padres, tú tienes intención, tú tienes propósito, tú tienes sentido y hay algo que yo quiero hacer contigo, yo te he puesto en una carrera y en esa carrera tienes que correr”.
Todos nosotros mis hermanos, todos nosotros tenemos memorias con las cuales luchamos, todos nosotros tenemos memoria de un fracaso que tuvimos en la vida, todos nosotros tenemos memoria de una decisión que troncho las esperanzas que uno tenía hacia el futuro, todos nosotros venimos de tal vez expectativas que se pusieron sobre ti y que tú no pudiste cumplir y precisamente porque no pudiste cumplir con eso creciste entonces tal vez con un sentido de insuficiencia, con incapacidad de mirarte a ti como que, que eres menos cosa, poca y ese tipo de pensamiento de sentir crea un estancamiento en el ser interior y muchas veces ese estancamiento se refleja a través de hábitos de conducta de vida no muy saludables, que nosotros las incorporamos y nos acostumbramos tanto a ellas, pero no nos damos cuenta que esos hábitos lo que están haciendo es adormeciendo un verdadero dolor que está en el interior, una verdadera falta que está en el interior.
Si yo me pongo a mencionar cuales serian algunos de estos hábitos, hey, hay algunas personas que su habito es sentirse como la víctima en todos los lugares que va, yo soy la víctima, todo el mundo la tiene conmigo, aquel me miro mal no le caigo bien, aquella me dijo algo ya me chavé con esta persona, aquel le pise el zapato olvídate que no se vuelve a parar al lado mío y yo soy la víctima, yo soy la víctima, yo soy la víctima, ay pobre de mí, ay pobre de mí, Fanny ora por mí, tú tienes más unción que yo, pon la mano en mi cabeza por favor, yo soy la víctima.
Hay otros que lo demuestran a través de actitudes compulsivas, es como que todo es, todo se tiene que hacer a su forma y tienen que dominar, es como que tienen, es una necesidad por dominar por encima de otros, como tú trauma tal vez lo que significo fue que alguien dominó por encima de ti, tú sentiste como que no pudiste hacer lo que tenias que hacer, pues ahora que eres grande y te puedes vestir tú solo, por ti mismo, por ti misma, pues ahora tú habito es comportarte en una forma donde quieres dominar por encima de todos los demás. Y tal vez no te das cuenta pero ese es tú hábito, tienes que dominar lo que tú esposa o lo que tú esposo hace, dice, piensa o no piensa, tienes que dominar sobre tus hijos y tal vez estás perdiendo a tus hijos, pero por ese hábito tuyo de querer controlarlo todo, te crees que por creer controlar, lo que estás haciendo es perdiéndolos más todavía.
En el trabajo, tus colegas de trabajo, no yo soy el mejor, yo soy el que mejor corbata fina tiene, los mejores zapatos y yo tengo que proyectar esto, yo soy el que soy.
Algunos desarrollan adicciones de distintos tipos, yo puedo mencionar muchas, pero ustedes se las pueden imaginar también, me gusto lo que dijo la hermana Olguita hace dos domingos a tres, la adicción de, como fue que ella dijo, la adicción de que me validen, la adicción de que me validen, de que otros estén siempre como quien dice; Ah Omar esto, Omar aquello, Omar lo otro.
Casi siempre uno piensa en adicción, oh, cigarrillos, drogas, alcohol, todas esas cosas vainas feas, pero no pensamos en la adicción de que no, yo necesito que otras personas me estén afirmando todo el tiempo, si usted no me dice que bien te ves no me siento afirmado, si usted no me tira un piropo no me siento afirmado y necesitamos eso, es como que, al momento que yo no reciba eso, es como que ya me entra una ansiedad.
Y miren otro hábito que puedo mencionar son las personas que proyectan sus propios trauma encima de usted, que es bien conectado al ser víctima pero es otro tipo de hábito que también desarrollan, tienen persona, es una persona que está sufriendo de ver demonios pa’ hartos lados y entonces te dice a ti mira, te están siguiendo un demonio, a mi no, a ti es el que te está siguiendo.
Oye tú como que has aumentado un par de libritas, yo no, tú te las estas aumentando las libras, es como que todo te lo proyectan a ti, todo te lo proyectan a ti, aah, sucedió algo en un ministerio, no eso fue Omar, él fue que lo hizo, yo puedo seguir mencionando una lista de cosas pero el tiempo avanza, miren mis hermanos lo importante en todo esto, es que nosotros podamos hacer como, como dice el escritor de Hebreos.
Hebreos capitulo 12, un verso que también nosotros también conocemos, hebreos capitulo 12, verso 1 dice:
Por lo tanto nosotros también teniendo alrededor nuestro una gran nube de testigos despojémonos de todo el peso y del pecado que nos acedia y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, ¿Puestos los ojos en quien? ¿En Lucy? Nooo. Lucy es buena gente, pero yo no voy a poner mis ojos en Lucy, voy a poner mis ojos en Medrad, Medrad es bien buena gente también, pero no voy a poner mis ojos en él. Ponga sus ojos en el que los tiene que poner, ponga sus ojos en Jesús.
Y miren mis hermanos yo les digo, esto es un acto que requiere intencionalidad, requiere intencionalidad de parte de usted, su amigo, su amiga no lo va a hacer por usted, su mamá, su papá no lo va a hacer por usted, usted no puede esperar que él Pastor venga con el cuchi cuchi bendito, vamos a ayudarte, no, el Pastor no lo va a hacer por usted, esto lo tiene que hacer usted con Dios, usted está en una carrera, yo no puedo jalarlo a usted para correr, usted tiene que correr, usted tiene que parase ahí y no dejar que esas memorias del pasado te sigan robando la energía que Dios ha puesto en ti ahora, sino que tú puedas entonces estar ahí y correr, pacientemente, persistentemente, con toda fuerza, con toda intencionalidad, pensando, Jesús hay algo para lo cual Tú me alcanzaste a mí, si Tú me diste salvación, si Tú me diste una nueva vida, si Tú me diste un nuevo sentido, un nuevo propósito, una nueva razón de ser, un nuevo enfoque de la existencia de la vida, por algo fue, por lo tanto eso para lo cual Tú me alcanzaste a mí, esa va a ser mi meta, ese va a ser mi enfoque.
Yo no voy a dejar que estas otras cosas me roben a mí la energía, miren mis hermanos así fue como Dios me confronto a mí, así fue como Dios me confronto a mí en ese cuartito así chiquitito, yo ahí todo, como una pasa en una esquina llorando como un nene chiquito, ya yo tenía 23 años, porque no van a decir, pero era un nene chiquito todavía pero, yo no lo veía así, yo a esa edad, yo me mire en ese cuartito, yo ahí llorando, limpiándome las fosas nasales por no decir otra cosa, yo me decía; No Señor, yo mañana voy a la oficina, yo me voy a dar de baja de estos estudios, yo no puedo más con esto, esa ha sido una de las pocas cosas donde yo he sentido que Dios me habla tan directamente y me dice no, yo no me rendí contigo, no te rindas tú tampoco, miren ahí algo empezó a suceder en mi mente mis hermanos, Dios, Dios tuvo que empezar a causar en mi una nueva forma de pensar y es una nueva forma de pensar que todavía el día de hoy la sigo trabajando.
Todavía el día de hoy la sigo trabajando, miren término con esto, Filipenses capitulo 4, miren como dice el verso 8, yo te pregunto ¿en que estas pensando ahora mismo?, ¿en que estas pensando ahora mismo?, estas pensando como yo en el mantecado que te vas a comer ahorita, yo siempre saco el mantecado ah, cual es la otra palabra para… el helado por si acaso los que no saben, ¿en que estas pensando ahora mismo?, pregúntale a la persona que está al lado tuyo, dile en que estas pensando, obviamente no te va a decir, es mas así salteadamente si yo te preguntase a ti, si yo te pidiese que hicieres un análisis, un recuento en tú mente de cuáles son las cosas que ocupan tú mente durante el día, en que cosas tú piensas, uy, en que cosas tú piensas durante el día, estas en la oficina del trabajo, estas en tú casa, estas en el bus, estas donde sea, en que tú piensas, eso tal vez es otro mensaje pero, un “preview” por ahora, ¿En que usted piensa?, ¿Cuántos piensan en su familia?, ¿Cuántos piensan en sus hijos?, ¿Cuántos piensan en irse de aquí?.
Y volver a, no de aquí de la iglesia, me refiero irse de aquí y volverse a su país o algo así, ¿Cuántos piensan que están en sobrepeso?, ¿Cuántos piensan que están muy flacos? De nuevo son tantas cosas en las que pensamos, miren a mi me da gracia, me crucé con una revista los otros días que dice que, el hombre piensa en el sexo como unas Mil doscientos y pico de veces al día y yo me dije wow, eso es el hombre, la mujer esta como Cien puntos menos que eso, ¿o más? Ay Dios mío, eso es otro mensaje, apúntelo.
Otro mensaje, vamos a ponerle un check a eso ahí, pronto muy pronto en un pulpito cerca de usted, pero en que estas pensando, miren lo que dice Filipenses capitulo 4, el verso 8 dice:
Por lo demás mis hermanos todo lo verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si hay algo digno de alabanza en eso piensa, en eso piensa.
Ahí es donde muchas veces se gana o se pierde la batalla de cada uno de nosotros en el día, en cómo estamos pensando, la manera en que tú piensas mis hermanos, la manera en como tú piensas de tú pasado, como tú piensas de tú presente y como estas pensando de tú futuro eso va a determinar, o tú mejor le estas poniendo como quien dice las pautas de cómo tú quieres que Dios trabaje en tú vida, pero Dios tiene cosas mucho más allá de lo que tú puedes pensar, para tú poder entender como Dios quiere obrar en tú vida, tú tienes que pensar de esta forma, tienes que pensar en todo lo que es verdadero, ¿Por qué empieza por ahí? Dios es verdad, lo verdadero es algo firme, es algo que no se puede, ¿cómo se dice? Que no se puede ¡ben! O sea no se puede doblar, no se puede cambiar porque es algo verdadero, yo te digo mira esto es una bolsa negra, si alguien me dice que esto es una bolsa verde vamos a tener problema, porque esto es una bolsa, bolsa negra ok?
Esto es verdadero, es absoluto, gracias, es una palabra firme y por ahí podemos seguir hablando, esas son las cosas en las cuales nosotros tenemos que pensar, si usted está pensando, ay, no quiero llegar a mi casa porque no le quiero ver la cara a fulano, mengano o a zutano ya usted no está pensando de acuerdo a lo que dice este texto.
A mañana voy a llegar a mi trabajo y voy a seguir viviendo esa vida miserable que tengo, ¿Eso es algo bueno, eso es algo puro, eso es algo justo? Ay cuando vaya camino a mi casa voy a parar por esa licorería, donde venden ese Ron tan rico. ¿Eso es algo puro, eso es algo digno?
Llegas allá a la oficina, ay esa secretaria, si vas a pensar así, ¿estás pensando en algo puro? Estoy hablando real mis hermanos, ustedes saben que me gusta así hablar real, tenemos que enfocarnos en la carrera que tenemos por delante, hay algo por lo cual Cristo te alcanzo, ese tiene que ser tú norte, ese tiene que ser tú enfoque, eso es lo que tiene que llenar nuestras mentes para nosotros verdaderamente poder alcanzar aquellas cosas por las cuales Él nos alcanzo a nosotros primero.
Si pero Pastor Omar estos otros problemas en la vida, mira los problemas van a venir y se van a ir, los problemas vienen y van, los problemas no determinan tú norte, al contrario a través de los problemas tú sigues descubriendo tú norte que está enfocado en Cristo Jesús y en esa es la dirección la que tú vas, tus problemas despójate de ellos, despójate de tus problemas, tíralos así hacia el lado, tápense la nariz por si acaso, despójate de ellos y tú sigue corriendo en la dirección que tienes que correr, sigue yendo en la dirección que Dios te está llamando a que tú puedas ir, ahí es donde tenemos que ir todos, ¿Amén? Amén, ¿Amén? Amén, ¿Amén? Amén.
Voy a ponerme mis zapatos que ya se están desmayando aquí al frente, vamos a ponernos de pie mis hermanos y vamos a orar. Esta historia continuara, gracias Señor.
Oigan mis hermanos miren un paréntesis, un paréntesis por favor, solamente por, por educarles un poco, un poco más, para que me vean bien, no vayan a pensar que yo soy un “Bambalan” cuando yo hablo de mi testimonio ok, consta, yo sé de donde Dios me ha sacado a mí, yo sé de donde Él me ha sacado, yo sé dónde estoy y yo sé en la dirección en la que voy, yo sé cuáles son los retos y obstáculos que se pueden presentar a mi vida y como estoy muy al tanto de ello, yo cada día, yo me visto con la armadura de Dios y yo digo; “Señor enfrento este día en tú nombre ayúdame a mantenerme despierto para saber cómo defenderme”.
Dios me ha ayudado a mí con eso y yo he logrado cubrir como quien dice, mi mente de esa forma, cada uno de nosotros tiene que hacer lo mismo, cada uno de nosotros tenemos que hacer lo mismo, nunca pienses que eres poca cosa, porque en Dios tú eres grande, tú eres alguien de mucho valor y ese valor lo encuentras en Él, Amén.
Padre yo te doy las gracias en esta noche, porque Tú palabra una vez más prueba su eficacia, Tú palabra una vez más nos da a entender Señor de que, Tú eres real y que Tú estás en acción en medio de nuestras vidas.
Señor gracias por cada uno de mis hermanos y hermanas Señor, que han escuchado esta palabra, y yo declaro que esta palabra de fruto en cada uno de sus corazones Señor, yo te pido mi Dios que esta noche en el momento que todos nosotros salgamos de aquí Señor, que podamos salir de aquí confirmados y afirmados en ti, en tus propósitos, Señor en ese llamado al cual Tú nos estas invitando de poder alcanzar aquellas cosas para la cuales Tú nos alcanzaste a nosotros Señor, porque ahí es donde encontramos nuestra verdadera razón de ser, nuestro verdadero sentido y dirección Señor.
Padre ayúdanos donde quiera que nos encontremos en nuestro caminar de Fe, que podamos olvidarnos de lo que queda atrás y podernos extender hacia aquello a lo cual Tú nos estas llamando Señor Jesús, Padre yo declaro que a mis hermanos y hermanas Tú le vas a dar la fuerza que ellos necesitan para despojarse de todas aquellas cosas que impiden el que ellos puedan correr libremente en la dirección a la cual Tú los llamas Señor y yo declaro Padre que los pensamientos que van a abundar en nuestra cabeza, en nuestra mente, en nuestro corazón son los pensamientos tuyos Señor.
Todo lo puro, todo lo verdadero, todo lo real Señor, todo lo que es justo, todo lo que es digno de buen nombre Señor, en eso Tú vas a causar que nosotros pensemos, que a la próxima Señor que venga un pensamiento negativo a nuestra mente Señor, que lo llevemos cautivo a Tú obediencia Señor y que Tú nos muevas a pensar en la forma que Tú quieres que pensemos.
Bendice a cada uno de mis hermanos y hermanas Señor en esta noche, a cada uno de nosotros danos Tú paz, llévanos con bien y protección hacia nuestras casas y Padre que el día de mañana si así Tú lo permites, nos podamos levantar con nuevas fuerzas y energías, para echarle mano a lo que el día de mañana traiga.
Bendice a Tú pueblo lo declaro así en el nombre de Jesús, amén y amén. Hermanos, hermanas Dios les bendiga, Dios les guarde.