Al mitad del camino

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Vamos a Números y usted notará en este pasaje que el pueblo de Dios, el pueblo hebreo está viviendo un proceso, en una envergadura, y en una magnitud mucho más grande que la nuestra ciertamente. Pero están involucrados en algo que está compuesto de muchas diferentes partes, muchas diferentes facetas, diferentes etapas, como nosotros también en nuestro proyecto de construcción. Los hebreos estaban involucrados en un proyecto de transportar una nación de un millón y más de personas a través de una tierra inhóspita y entonces entrarla en una tierra aún `más inhóspita, porque ellos tenían que poseer y conquistar esa tierra. Esencialmente aunque parezca sanguinario, ellos tenían que destruir naciones, desalojar naciones. Los procesos de Dios muchas veces son violentos. Y esa es la verdad, requiere valor, requiere visión, requiere tesón, requiere fe en el poder del Señor.

Y estos hebreos tenían que atravesar esta tierra, había sido un proceso largo y difícil. Y ya estaban llegando al punto de entrar en la tierra prometida. Y en este momento los encontramos aquí, en el Capítulo 13 de Números y permítame comenzar en el versículo 1, dice:

“…Jehová habló a Moisés diciendo, “Envía tu, hombres que reconozcan la tierra de Canaán, la cual yo doy a los hijos de Israel”…”

Antes ni siquiera de ir mucho más lejos, Dios dice, la cual yo os doy, no le cautiva esa forma gramatical? En vez de decir, la cual yo les daré, o la cual yo tengo la intención de entregar a ellos, dice, la cual yo doy a los hijos de Israel. Cuando Dios habla, Dios habla en presente, Dios habla en definitivo. Cuando Dios encomienda un proyecto a su pueblo, ese proyecto tiene que cumplirse. Si su pueblo tiene la fe para creerle a Dios y para ir más allá de los obstáculos. Yo creo que Dios nos ha llamado a un esfuerzo de construir este santuario y él nos dice, esfuércense, reconozcan la tierra para asegurarse de que sepan todo lo que necesitan saber acerca de ese proyecto que yo les he entregado, yo se los he dado. en la mente de Dios ese edificio está terminado.

Cuántos creen que es así? En la mente de Dios ya está completado. En la tierra hay un proceso que tiene que llevarse a cabo.

Entonces, lo segundo que usted tiene que ver aquí es que es Dios quien le dice, vayan y reconozcan la tierra. Sabe que cuando Dios da las cosas, él no hace todo el trabajo por nosotros. Hay una parte de lucidez, hay una parte de planificación, hay un parte de exploración, hay una parte de mirar detalles, hay una parte de contar el costo, hay una parte de examinar las tareas que hay por delante. Hay una parte de desmontar los procesos y verlos en las piezas que lo constituyen.

Yo creo que muchas veces el pueblo de Dios que cree en el poder de Dios sobretodo, que cree en la visión sobrenatural padece de una falta de lucidez. Creemos tanto en el Dios todopoderoso que creemos que Dios va a hacer todo. Y entonces somos un poco descuidados en los detalles, descuidados en la exploración de las cosas, descuidados en la planificación estratégica, en la disciplina que se requiere.

Mire que es Dios quien le dice, vayan y exploren la tierra porque iba a haber batallas, iba a haber luchas, iba a haber confrontaciones con el enemigo. Yo recuerdo un predicador hace muchos años que predicó en nuestra iglesia, de hecho cuando estábamos en Cambridge, que yo recuerdo claramente porque me impactó lo que dijo, que Moisés había pecado cuando mandó al pueblo, a los espías a reconocer la tierra, porque eso reflejaba duda de parte de Moisés. Parece que él no recordaba que fue Dios quien le dijo a Moisés que fuera a reconocer la tierra.

Los milagros de Dios no impiden los esfuerzos de los hombres. Amén. Las dos cosas van unidas.

Entonces, dice aquí, en el versículo 18, Moisés los envió dijo:

“…Observen la tierra cómo es y el pueblo que la habita, si es fuerte o débil, si poco o numeroso, cómo es la tierra habitada, si es buena o mala, y cómo son las ciudades habitadas, si son campamentos o plazas fortificadas, y cómo es el terreno, si es fértil o estéril, si en él hay árboles o no. esforzaos y tomad el fruto del país y era el tiempo de las uvas…”

Estos espías se fueron a reconocer la tierra. Eran una especie de recon team, esos equipos de soldados que son especialistas en disfrazarse y meterse en la tierra del enemigo, explorar y traer inteligencia al ejército que luego va a ir a conquistar. Estos eran espías adelantados, gente aguerrida, gente de corazón valeroso, gente entrenada quizás en disimular su presencia y con una misión muy riesgosa fueron enviados. Dice en el versículo 23 que:

“…Volvieron de reconocer la tierra al fin de 40 días…”

Sabe algo que me percaté. Yo sé que lo he leído antes, pero se me había pasado. Por qué el pueblo de Dios estuvo 40 años en el desierto? Si algún le preguntan eso en un examen de trivia, detalles de la Biblia, por qué Dios determinó 40 años y no 50 ó 30, ó 20? Porque Dios los sentenció por su duda y por su falta de fe y su insulto a las promesas de Dios. Dios los sentenció a un año por cada día que estuvieron explorando la tierra.

Es decir, que 40 días estuvieron explorando la tierra, dudaron de las promesas del Señor, renegaron de la fidelidad de Dios y entonces Dios dijo, ¿Saben qué? Por cada día que ustedes estuvieron explorando esa tierra que yo les prometí, ustedes van a estar un año dando vueltas en el desierto.

Sabe otra cosa también. muchas veces uno se imagina como que este desierto era una cosa como el Sahara o una extensión de tierra de miles de kilómetros, o algo así, mire, los que hemos ido a Israel y conocemos el desierto del Neguev y toda esa área que delinea la Biblia, es un pedacito de tierra verdaderamente decepcionante en su tamaño. A veces cuando uno lee todas estas historias de la Biblia y del Antiguo Testamento y de los Evangelios, uno piensa como que son extensiones inmensas de tierra y grandes montañas. No, hermanos, estos son pedacitos de tierra. Esta gente hubiera podido atravesar eso en unas cuantas semanas. Sin embargo, por su mal corazón, por su mal entendimiento de las promesas de Dios, su falta de fe, estuvieron condenados a dar vueltas alrededor del desierto, sin poder recibir la luz verde de Dios para entrar en la tierra prometida, 40 años, por cada día de duda y de rechazo de la palabra de Dios.

No se me aflijan ni nada, no estoy hablando de ustedes, por si acaso. Simplemente estoy diciendo que nosotros tenemos que creerle a Dios porque no creerle a Dios en nuestras vidas, ahora olvídese de León de Judá, olvídese de los proyectos, no, para su vida y para mí vida, no creerle a las promesas de Dios. Cuando Dios pone algo en tu corazón y tu estás seguro que es de Dios, aunque tu veas muchos obstáculos delante de ti, fortalécete en fe, habla positivamente, llénate de valor. Recuerda las veces que Dios te ha sacado de cosas peores y que ha mostrado su fidelidad y sigue adelante en el nombre del Señor. No cometas el error de renegar de lo que Dios te ha dicho porque muchas veces si nosotros renegamos de las promesas que Dios nos ha dado y no avanzamos con ellas, ¿Saben qué? Nos cuesta mucho.

Muchas veces perdemos la oportunidad y entonces tenemos que pasar mucho tiempo dando vueltas y tratando de recuperar el ímpetu que Dios puso en nuestras manos y entonces las cosas se hacen mucho más difíciles. Hay que captar el momento. Si tu estás seguro de algo, si Dios te ha hablado claramente, ha buscado consejo de otros, has leído la palabra, has orado, has esperado, has confirmado, has hecho todo lo que ha estado de tu parte, y todavía hay luz verde delante de ti, lánzate en el nombre del Señor. Aunque te tiemblen las piernas, aunque tu corazón esté temeroso, aunque tu carne te diga, vas a perecer, sigue adelante en el nombre del Señor y Dios te dará la victoria.

Quizás se tome un poco más de tiempo de lo que tu pensabas, pero créele al Señor. Fue poderoso para cumplir su promesa. Esta gente vio la tierra, ustedes saben la historia, vieron unos racimos de uva que tuvieron que cargarlo dos hombres de lo gruesa que eran. Yo quisiera saber dónde venden esas uvas. De hecho le pusieron el nombre de racimo al sitio donde consiguieron esas uvas porque les impresionó tanto, la tierra fluía. Es decir, la metáfora que fluye leche y miel, es como si hubiera habido arroyos de leche y de miel.

Para los hebreos la leche, la miel eran señales de bendición, de vida, de prosperidad. Y esa tierra era generosa. Ellos vieron todo eso, pero qué pasa? Cuando regresaron, mire el reporte que le dan a Moisés. Regresan estos 12 espías, dice el versículo 27:

“…Y les contaron diciendo, “Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel, y este es el fruto de ella…”

A mí cuando me dicen, la que ciertamente fluye leche y miel, ya me pusieron en problemas allí. Dice, que hay que admitir que fluye leche y miel. Ya ellos estaban preparando su queja acerca de los desperfectos. Dicen, bueno, es verdad, definitivamente es una tierra fértil y generosa, pero, dice:

“…Más, el pueblo que habita aquella tierra es fuerte y las ciudades muy grandes y fortificadas, y también vimos allí a los hijos de Anac…”

Estos eran unos jugadores de basketball, medían 6.8, 6.4, 7.2, 6.6 y estos juditos de 5.3, 5.4, 5.5 imagínese hace tres mil años y pico. Y ellos veían estos gigantones que parece que era una raza misteriosa. Algunos de estos basquetbolistas afroamericanos, yo creo que vienen de ahí. El caso es que estos hombres eran gigantes comparados con la estatura mediana de un judío de aquel tiempo. Y entonces ellos se fijaron literalmente enfocaron a estos hombres que su garrote medía más que lo que medían ellos probablemente, y entonces dijeron, esta gente son unos tiguerones, nos van a dar duro así que no vamos a ir para allá.

Dice aquí: “… Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés y dijo, “Subamos luego, tomemos posesión de ella porque más podremos nosotros que ellos”. Más los varones que subieron con él dijeron, “No podremos subir contra aquel pueblo porque es más fuerte que nosotros,” y hablaron mal entre los hijos de Israel de la tierra que habían reconocido diciendo, “La tierra por donde pasamos para reconocerla es tierra que traga a sus moradores.”

Y el versículo 33, la segunda parte es muy revelador, dice; “…y éramos nosotros a nuestro parecer cómo langostas y así les parecíamos a ellos…”

Si hubieran sido las langostas que nosotros comemos en Legal Seafood, no hubiera sido problema porque saben buenas, son caras, son de calidad. Pero esta langosta eran los insectos chiquitos que devastan las tierras del Medio Oriente, unas cositas mínimas, pequeñas.

Es decir, nosotros al ver la estatura de ellos pensamos que éramos como insectos y así nos sentíamos nosotros. Vamos a dejarlo ahí un momento, porque yo voy a volver. Me entusiasma tanto este pasaje que quisiera meterme de lleno dentro de él. Pero voy a volver en un momento, pero quiero ahora ser más específico y entrar con ustedes en una presentación que hice de hecho, para nuestros líderes el sábado pasado y quiero compartir con ustedes también.

Lo que pasa es lo siguiente, hace un año y un mes y medio, dos meses, comenzamos de lleno nuestro trabajo de construcción. Ustedes saben que este ha sido un proceso ya de varios años desde que Dios puso en mí la visión de plantar un nuevo santuario porque yo sabía que con el tiempo, nuestra iglesia con la ayuda del Señor iría creciendo y ustedes saben la historia. Yo sentí en mi espíritu cuando nosotros llenáramos dos servicios a plenitud, yo sabía que ya era tiempo de tener otro santuario.

Y usted no puede esperar a que ese momento se de para entonces… imagínese si ahora nosotros estuviéramos comenzando a pensar y a planificar la construcción de un nuevo santuario. No lo podríamos hacer. Este vecindario se ha hecho tan complejo ya, y está tan rodeado de gente secular, muy protectiva de su propiedades que ese santuario no sería posible ya, a menos que Dios, como siempre puede hacer algo misterioso y milagroso. Pero no sería posible. Gracias a Dios que nosotros comenzamos en fe hace como, crea esto, 8 años a pensar en ese santuario.

De hecho, un señor que con sus hombres ha hecho las dos torres de bloque y la torre del elevador, y parte de los muros que están haciendo ahora, y también va a hacer los ladrillos más adelante, ese hombre que se ha hecho un amigo, Gio Forte, es un argentino italiano, vive cerca de mi casa en Sommerville, hace 8 años él estaba haciendo un trabajo con sus hombres en frente de mi casa, en el porch de una señora, y me gustó el trabajo de ladrillo que él hizo, y yo me acerqué a él, le pregunté lo que hacía, resultó que vivía en la esquina. Me dijo acerca de su trabajo, yo le pedí una tarjeta. Le dije, “mire, me gustó el trabajo que tu haces, tu te atreves a hacer un trabajo de mayor envergadura? Tienes la experiencia?” Me dio su resumé, muy impresionante, y dije, “No te preocupes, un día quién sabe si te llamo.”

Pasaron 8 años y este hombre casi se cae para atrás cuando yo lo llamo un día y le digo, “Mira, me gustaría reunirme contigo.” Fui a su casa, le toqué la puerta, le dije, “Te acuerdas de mí?” Me dijo, “Sí, me acuerdo de ti.” le dije, “Ha llegado el tiempo, me gustaría hablar contigo. Pasa por la iglesia.”

Él dice que todavía no lo cree, que yo me acordara. Yo guardé la tarjetita 8 años y la encontré, porque hay que pensar, hermanos, hay que creer. Y usted tiene, que si Dios pone algo en su corazón, madúrelo allí, haga todo lo que tiene que hacer.

en ese tiempo hemos hablado con arquitectos, hemos atravesado la ciudad, hemos comparecido ante oficiales de la ciudad, boards de la ciudad de diferentes tipos, vecinos, 18 veces Glenn y yo, el arquitecto, fuimos a diferentes vecindades y agencias para presentarle el proyecto. Algunos hostiles, pero de todo nos libró el Señor, de la boca de los leones.

Y muchas cosas han pasado en ese tiempo. Por qué? Porque usted tiene que trazarse una visión a largo plazo. Déjeme decir eso, si usted quiere una vida de éxito, viva siempre pensando a largo plazo, no se quede solamente pensando en cosas pequeñitas. Piense a largo plazo siempre. Es bien importante porque las tareas grandes se toman tiempo en elaborarse.

El caso es que, gloria al Señor, ahí hay dos torres y hay cosas que evidencian que Dios ha sido fiel en ese tiempo. Hemos trabajado y yo quiero ahora…, yo sabía que cuando ya hubiéramos pasado tiempo, porque estuviéramos a mitad de camino, cada etapa de un proyecto tiene su reto, su especificidades y ustedes, hermanos, son el cuerpo. Cristo es la cabeza, yo no sé si soy una oreja o algo, pero yo recibo de la cabeza instrucciones y ustedes ejecutan y ustedes son parte de este proceso.

Después voy a compartir una imagen muy linda que me compartió el hermano Fernando Cortés que ha sido marinero, que me corrigió algo ayer que yo dije y me alegro, porque la verdad es que enriquece mi entendimiento de esto.

Pues bien, estamos a un año y medio, comenzamos en julio del año pasado la construcción misma, rompimos terreno allí, hay fotos que evidencian cuando comenzamos este proyecto en julio del año pasado. Ya llevamos 14 meses y nos quedan por delante un año, 15 meses, yo espero que no sea más que eso, quién sabe si hasta podemos hacerlo en un año.

Dios nos ha bendecido hasta aquí, y de paso, quiero enmarcar todo lo que yo estoy compartiendo con ustedes, todo lo que estoy diciendo en una perspectiva positiva. Digan todos positivo. Mire, hermano, Dios ha sido más que generoso con nosotros en este año y pico, hemos visto la mano de Dios, la bendición de Dios. Emprendimos algo arriesgado, gente experta ha dicho que no lo podemos hacer, por el precio… esto es un proyecto de 8 millones de dólares y nosotros estamos pretendiendo hacerlo por 4.3 economizando 3.7 millones, casi 4 millones de dólares. Eso no se oye en ninguna parte.

Sin embargo, nos propusimos esa meta en el nombre del Señor, porque no nos daba más, inclusive hasta tuvimos que darle al banco una cifra menor, porque el banco nos picó el ojo y nos dijo, dennos una cifra menor porque no podemos darle esa cantidad de dinero. Le pusimos 3.7, pero en realidad es 4.3 millones de dólares lo que requiere este proyecto, aparte de los otros 3.7 que simplemente estamos en fe descontando.

Pero mire, a 14 años de construcción y habiendo pasado algunos de los aspectos más peligrosos de la construcción, todo el trabajo de suelo, extraer fundaciones, descubrir que había un poco de contaminación en la tierra, incurrir en gastos adicionales que no esperábamos, cavar 42 hoyos de 8 pies por 12 pies de profundidad o 10 pies de profundidad, llenarlos de cemento nosotros mismos con los hermanos que trabajaban allá, usar compañías para poner fundaciones de acero y después meter cables eléctricos y de plomería subterráneamente, poner todo un sistema de desagüe y una cantidad de otras cosas, edificar dos torres, mucho trabajo que se ha hecho allí, preliminarmente pavimentar la base, que luego se va a poner un pavimento ya fino, y construir la torre del elevador, todo ese acero que se ha puesto. Muchas cosas.

La parte escombrosa y más difícil, gloria al Señor, ya la hemos rebasado. Y ahora el trabajo se pone cada vez más fino, hay muchas cosas ahora que tenemos que hacer, y ya tenemos planificadas las otras cosas. Pero yo les puedo decir hermanos que gloria al Señor, me puedo parar aquí y decirles, hermanos, vamos bien. escuche eso, porque lo que le voy a decir las otras cosas simplemente dentro de ese marco, vamos bien, gracias al Señor. La tarea se ha hecho en una manera maravillosa, hemos tenido todo un respaldo estratégico muy, muy bueno y una combinación de elementos que nosotros…

Sabe usted que León de Judá es una compañía de contratistas? Nosotros somos una compañía nos llamamos Temple Contracting, así que sepa eso también. nosotros somos una compañía de contratación también, y yo he tenido que aprender como nunca. Si aprendí en estos dos edificios mucho más he aprendido ahora en algo completamente de cero.

Pero gloria a Dios, estamos viendo. Pero ahora todavía tenemos por delante mucho trabajo que hacer. Ustedes recuerdan ese lindo estacionamiento cuando ustedes podían entrar el domingo y estacionarse ahí, agarrarlo el primero que llegaba se llevaba…

Hemos pasado por un proceso, hermanos, usted ve ahí algunas de las etapas, las primeras vigas, el marco, un poco más definido, y este es donde estamos ahora mismo, creo, ahí tenemos ya el marco de acero, está terminado. Nos tardamos un poco más de lo que queríamos en el marco de acero. La compañía aunque era la más barata por mucho que contratamos, no fue todo lo competente en ejecutar las cosas a tiempo. Hubo complicaciones, no de nuestra parte sino de ellos, pero nos atrasamos unos tres meses en ese proceso lamentablemente. Pero gracias al Señor está terminado.

Hay un dientecito que usted ve allá arriba en la última parte, eso no es que no está terminado el proyecto, sino que hay un balcón allí que hay que dejar para darle espacio a los vecinos de aquí al lado, porque ellos lo exigieron y en las negociaciones tuvimos que hacerlo de esa manera. Pero el caso es que ya ustedes ven ahí todo el marco de acero.

Estas son las piezas gruesas de este proyecto. El caso es que hemos llegado a ese punto del proyecto. Gracias a Dios 14 meses de ardua labor, hemos hecho una combinación de compañía de construcción, nuestros propios trabajadores, gente de afuera que hemos contratado, y ahora entonces, estamos como estos corredores, a mitad del maratón. Es un maratón de 26 y algo millas y cuando un maratonista llega a la milla 13, aunque yo nunca he corrido un maratón, pero usted lee mucho acerca de los maratonistas y sabe que… si usted corrido recreativamente, usted sabe que cuando usted llega a esa mitad del camino, aún en una carrera de 2 millas o 3 millas, a mitad del camino, todavía hay energía para seguir adelante pero ya su cuerpo siente la carga. Usted siente ya el peso del ejercicio, pero usted sabe que todavía le queda, y con cada milla que usted avanza su cuerpo se siente más y más cansado, pero nosotros estamos como ahí más o menos, ahora mismo. Estamos a mitad del camino y todavía esos corredores… yo escogí esa foto porque reflejan energía, pero también reflejan la tensión del proceso.

Y León de Judá está allí. Hemos llegado a mitad del camino, pero tenemos por delante un tiempo mayor. Y la meta es ese edificio. El acero que usted vio allá, el esqueleto es un edificio bien levantado, bien edificado, bien elegido, con todas sus partes y hermoseando esta ciudad y dando gloria al Señor por su belleza. Esa es la meta del corredor León de Judá, el maratonista León de Judá.

Qué nos llevará del esqueleto a el cuerpo ya totalmente bien constituido? Nos llevará una mezcla de fe, creerle al Señor, creer que él es quien nos ha llamado, creer que él es fiel para completar la obra que él comenzó, fe para dar, fe para creer que si yo saco de mi haber, de mi cuenta de banco, de mi dinero personal, de los planes que tengo para esto, para lo otro, divertirme, ir de vacaciones, como yo me de la gana, beber todos los capuchinos que yo quiero, pero que si yo hago mi parte, yo le creo al Señor, y yo invierto en el Señor, y en su obra, porque esta es la obra de Dios, Dios se está moviendo en medio de su pueblo. Dios está haciendo cosas maravillosas en medio de nosotros y es solamente el comienzo. Hemos visto prodigios. Quién hubiera pensado cuando nosotros nos mudamos aquí en el año 1997 que Dios nos iba a llevar. Yo jamás pensé, cuando me lancé a venir acá, nunca pensé que Dios nos daría tantas bendiciones como las que hemos recibido. Que tendríamos una iglesia extraordinaria como la que tenemos y que hemos impactado toda la ciudad, y que hay tantas buenas cosas por las cuales podemos darle gloria al Señor, que hay tanta gente hermosa, diga amén, entre nosotros, y todavía es el comienzo de lo que Dios quiere hacer.

Pero se requiere fe, se requiere recursos financieros, porque Dios no hace la obra por nosotros, Dios trabaja en cooperación con su pueblo. Dios nunca crea parásitos, Dios crea gente guerrera y los pone a trabajar y esforzarse para que aprendan lo que es la guerra. Yo espero que nuestros hijos, los jóvenes adultos que están entre nosotros, nuestra juventud, vea estos esfuerzos que ha hecho sus padres y que ellos puedan transmitir esa misma tipo de corazón aguerrido y de esfuerzo en su propia vida y en la vida de su iglesia, que den generosamente, que se esfuercen por los proyectos de Dios.

Cada Dios tenía un proyecto de crear una nación y sacarla de Egipto y entrarla en una tierra inhóspita y darles esa tierra, así mismo Dios tiene un proyecto de sacar multitudes de nuestras comunidades y traerlas a los pies de Jesucristo. Sanar familias, es un proyecto de Dios y nos ha llamado a nosotros, y ha hecho proezas en medio de nosotros. No podemos dudar de ese Dios que hasta aquí se ha mostrado absolutamente fiel, más allá de lo que nosotros esperábamos.

Hay recursos financieros que se necesitan y para la próxima etapa… nosotros hemos gastado más o menos un millón punto ocho dólares, un millón punto siete algo hasta aquí y todavía nos quedan dos millones seiscientos mil dólares de gastos por delante conforme a todas las proyecciones que tenemos de todo lo que se ha hecho y lo que falta por hacer, todavía hay dos millones seiscientos mil dólares de gastos para este proyecto.

No se me asuste, por favor. Le vamos a explicar. Ahora, de dónde va a salir ese dinero? Ese dinero saldrá de unas 4 diferentes fuentes. Número 1, el préstamo del banco que hemos recibido. Todavía hay una buena parte de dinero que el banco nos va a estar soltando según vayamos avanzando en el proyecto. Eso es dinero, humanamente hablando, seguro, porque es un dinero ya contrato, comprometido, un banco sólido y dentro de todas las cosas que pueden pasar en una economía como esta, es muy seguro. Es un banco sólido, muy fuerte, gente con una visión tremenda, cristiana, aman nuestra iglesia, creen en esta comunidad que Dios nos ha dado, y están comprometidos con esos fondos.

En segundo lugar, ahorros en los costos de construcción. Yo me he propuesto que aún de ese ser seco y esquelético que es el presupuesto que nos hemos trazado, todavía hay un poquito de carne que yo tengo que ir a buscar ahí adentro. Y yo pienso, con la ayuda del Señor, y ya hemos llegado a la mitad casi de eso, cien mil dólares en proyecciones de construcción hemos ahorrado en el presupuesto que tenemos por delante. Yo tengo que… les voy a enseñar después, por lo menos 250 mil dólares más de ahorros en la construcción. Ya me consta que solamente en ladrillos, nosotros ya tenemos un ahorro de 65 mil dólares, solamente en ladrillos que se va a poner allí. Porque Dios ha sido maravilloso.

Y ¿Saben qué? También la desesperación a veces nos hace pensar en una manera bien creativa. Y el caso es que ya tenemos que ahorrar todavía un poco más en los costos de la construcción.

En tercer lugar, nos hemos propuesto también, hemos hablado con la oficina financiera, ahorrar en las operaciones. Hemos apretado la cintura en todo sentido y en estos próximos meses nos proponemos ahorrar una cierta cantidad de dinero de los ingresos por concepto de diezmo y ofrendas. Las operaciones de la iglesia las estamos adelgazando y queremos ahorrar una cierta cantidad de dinero también que yo sé que es factible y con la ayuda del Señor la vamos a trazar de esa manera.

En cuarto lugar, y esta es la clave, esto es algo para ustedes los que están allí. Yo tengo que darle esta misma historia, con la misma pasión a los hermanos de las 12, así que oren por mí. La cuarta fuente es las promesas de la campaña financiera. Saben qué, hermanos? Yo le doy gracias al Señor que yo no tengo que venir aquí ahora mismo aunque sí ayudaría muchísimo, a pedirle a la iglesia más de lo que ya la iglesia prometió. La bendición ha sido que hasta aquí vamos bien, en términos de los gastos de construcción y el costo del proyecto que hemos proyectado. Pero, la iglesia todavía tiene un dinero que le debe al Señor de sus promesas.

Yo siento como que el aire como que se fue de aquí, de momento. Hay dinero que ustedes han prometido, hemos prometido al Señor y tenemos que cumplir, por eso yo no quiero esperar hasta el último momento para hacer este llamado. Yo quiero que este mes sea un mes como de re-consagración para nosotros, de volver a visitar la pasión que sentimos cuando le prometimos al Señor hace dos años casi, de que hagamos un compromiso fresco de renovar nuestra visión, darle al Señor generosamente.

Yo sé que entre nosotros hay hermanos que han llegado hace poco a León de Judá, y quiero animar a esos también, a esos hermanos que se unan a nosotros, que capten la visión de lo que es participar en algo sagrado y ver la gloria de Dios manifestarse.

Entonces, para ser más específico todavía, ahí tienen algunas de las cifras que yo he señalado, pero ahora tienen los números exactos. En términos de préstamos del banco todavía nos quedan 1.46 millones de dólares que el banco nos tiene que dar por concepto del préstamo, 1.464.000 dólares.

Ahorros en costos de construcción, yo me propongo con la ayuda del Señor, haciendo mi parte como líder y como persona que está involucrada íntimamente, diariamente en la construcción, 250.000 dólares más. En la medida en que yo llegue a esa meta o la exceda, o no llegue a ella, en esa medida o hay un surplus o un poquito de déficit que tiene que cumplirse. Pero esa es la meta y yo creo que es realista, y con la ayuda del Señor vamos a llegar a ella.

También hay un dinero que es muy seguro, que es en el banco nosotros tenemos disponible unos 250 mil dólares, quizás para ahora haya un poquito más inclusive, porque han pasado un par de semanas, o un tiempo desde que yo hice la última proyección, pero tenemos unos 250 mil dólares en banco de nuestra iglesia, de nuestro haber, campaña financiera porque ya se ha ido mucho dinero de la campaña financiera, pero tenemos ese dinero en banco.

Es decir, que ese préstamo del banco, y ese dinero disponible que tenemos, esos dos, 1.4 y .25 ahí solamente tenemos 1.7 millones de dólares disponibles. Entonces, el cuarto renglón es ahorros en gastos operacionales que nos proponemos en el próximo año ahorrar unos 100 mil dólares de las operaciones de la iglesia, e incorporar ese dinero al costo de la construcción.

Se me están durmiendo o están conmigo? Están conmigo? Esto es un privilegio, hermanos, hablar de estas cosas. Esto es Biblia, esto es Biblia. Porque muchas veces hablamos de cosas bien etéreas y místicas y espirituales, pero esto es fe, esto es fe, fe es eso. Lo otro es mística.

Entonces, de paso les digo algo, hermanos, yo compartí eso con los hermanos ayer. Nuestra iglesia es una iglesia generosa, yo le doy gracias al Señor porque ustedes son un pueblo que dan y sin embargo, como dice esa carta del Apocalipsis, tengo algo contra ti. Siempre hay algo.

Yo creo que podemos ser mejores todavía, hermanos. Dios ha bendecido esta comunidad. Miren, nosotros no hemos sufrido como sufren otras iglesia muchas veces en proyectos de construcción de esta envergadura. Hay pastores, los pobres, que hay que llevarlos a un sanatorio a mitad del camino o al final porque… sabe que muchos pastores se van de su iglesia como al año de completar proyectos de construcción. Yo no tengo esos planes, pero es anecdótico porque se queman y ya como que están hastiados y pasan tantas cosas en los procesos que ya llegan amargados a la meta.

Gracias al Señor, ustedes me ven aquí, yo estoy feliz, doy gloria al Señor y me siento bien. Amén, ha sido duro, muy fuerte, pero no, lo que quiero decirles es, y esto aprovecho para salirme un momentito para hablar con ustedes de visión general. Nuestra iglesia ha crecido mucho en los últimos años, se ha aumentado y nuestra iglesia también ha crecido en calidad de servicios. Cuando yo veo a Jonatán por ejemplo, veo a Sara Gautier, dos jóvenes que están trabajando ahora en jóvenes y en niños, y usted ve la calidad del programa de I wanna y el programa de educación de la iglesia, ve nuestro programa de discipulado, ve el programa de consejería académica, de vale esperar, de alfa, todos los servicios sociales que la iglesia ofrece. Nuestra planta física que es absolutamente ejemplar, en el centro de la ciudad, accesible a todos los medios de comunicación, nuestro programa de internet, programa de radio, tantas cosas bellas, cada día la iglesia en su perfil público se hace más grande y las expectativas son mayores acerca de León de Judá.

Cada vez más gente se identifica con nuestra iglesia, y cuando tienen que casarse o tener un funeral, o presentar un niño, o resolver un problema matrimonial, a dónde vienen? A León de Judá. Aunque muchas veces ni siquiera son miembros de la iglesia. Porque alguien les refirió, porque aman la iglesia, han venido unas cuantas veces, esta es su parroquia, por así decirlo.

León de Judá es una iglesia como parroquial. Y entonces eso quiere decir que las demandas sobre los sistemas de León de Judá aumentan cada día. Cada día aumenta la calidad de nuestros programas, cada día la gente espera más porque ¿Saben qué? Cuando la gente se le abre la calidad, y comienzan a pensar con excelencia, esperan más de la Congregación y de sus líderes. Entonces, la gente espera más programas, más pastores, más cuidado pastoral, más casamientos, y lo que está pasando es un problema que si no se resuelve a largo plazo, nos va a causar un serio problema y ya nos está causando un serio problema.

Y es que las demandas y las expectativas, y los servicios aumentan pero la base financiera de nuestra iglesia no aumenta proporcionalmente. Entonces, lo que usted ve, cuando yo estaba en California, un pastor coreano con quien yo estaba enseñando me dice, guau, la iglesia de ustedes es una iglesia grande, es una iglesia numerosa y el número de pastores que tienen, yo no me explico cómo ustedes pueden hacerlo porque ustedes debieran tener muchos más pastores.

Bueno, tenemos muchos líderes que trabajan duro, arduamente, y tenemos un equipo de pastores muy sólidos, que son muy esforzados también. pero la verdad es que sí, nosotros debiéramos tres veces el número de pastores que nosotros tenemos para la cantidad de gente que nosotros servimos, y el perfil público que tiene esta Congregación.

Entonces, qué pasa? Que según la gente va esperando más y pidiendo más de nuestra iglesia, los padres quieren más servicios para sus hijos, más programas especializados que la iglesia ofrezca, calidad en todo, eso requiere dinero y entonces, si la Congregación no aumenta su dar, si las personas nuevas que vienen no se enlistan en darle al Señor generosamente, y captar la visión de lo que es el diezmo y la ofrenda generosa, nuestra iglesia seguirá…

Y yo les decía a los hermanos que imagínense un hombrecito pequeño con un cesto bien grande en la cabeza, y viene gente y le pone ladrillo, un ladrillo a la vez, un ladrillo a la vez, que va a pasar? Un día el pobre se desploma porque el peso continúa y él no se hace más fuerte o no viene alguien más y se mete debajo de él para ayudarlo.

Si León de Judá no expande su capacidad financiera, a la misma medida en que las demandas y expectativas van en aumento, nos vamos a ver en un problema serio estructural, va a causar graves incomodidades, expectativas no llenadas, la gente no entiende muchas veces estas cosas. Y por eso comparto esto, esto es un sermón, uno de los mejores sermones que yo he predicado, de paso.

Así que yo espero que usted esté aprovechando esto porque eso también usted lo puede transmitir a su vida familiar, a su matrimonio, a su trabajo, estas consideraciones de este tipo.

Entonces, qué pasa? Yo me alegré esta mañana, pasé por el basement un momentito y una hermana que me imagino que está aquí, no voy a mencionar su nombre, pero me preguntó acerca de cómo ella diezmaba, si lo ponía en un sobrecito. Yo le dije, mire hermana, si tu quieres hasta dámelo ahora mismo en la mano y yo lo llevo, antes que te arrepientas. No. pero esta hermana ha captado la visión del diezmo y quiere unirse, y gloria a Dios por ella. Yo espero que así se reúna muchas más y muchos `más dándole al Señor y captando la visión de lo que es darle al Señor generosamente y creerle a Dios que Dios bendice a los que son generosos con él.

Pero, hermanos, hermanos que nos visitan ahora, que están entrando en las filas del Señor, que piensan caminar a largo plazo, toda su vida con Dios, únase a la lista de hombres y mujeres que a través de la historia le han dado al Señor generosamente y han visto a Dios bendecirlos una y otra vez. No se pierdan la bendición de meterse en la gloria de Dios y vivir una vida de fe, principios, y visión porque eso le va a alinear su vida en una manera increíble con la palabra de Dios.

Les animo, hermanos, ya a largo plazo a que ustedes sean generosos con su iglesia. Esta iglesia bendice a sus hijos, bendice a sus jóvenes, bendice a la comunidad, ejemplifica la excelencia del Evangelio, la excelencia de la comunidad latina, a la cual Dios ha llamado a ser una influencia redentora en esta nación. Nosotros somos cabeza en ese sentido y al que mucho se le da, mucho se le exige. Así que nosotros tenemos que aumentar nuestra capacidad para darle al Señor. Yo necesito gente extraordinariamente de fe, dotada, no solamente para completar esta obra sino para llegar a ser la gran iglesia que Dios quiere que nosotros seamos para gloria de su nombre.

Entonces yo les animo en el nombre del Señor, únanse en fe, créanle a Dios, no me crean a mí, no lo hagan por León de Judá, háganlo por ustedes, por sus hijos y por esta comunidad que necesita una fuerza poderosa defendiendo vidas. Así que es importante.

Ahorros en los gastos de operacionales y finalmente la promesa de la campaña financiera. Si usted suma todo eso, le da 2.664.000 dólares es 64 mil dólares más que nos queda para terminar. Como le digo, mucho de ese dinero es dinero seguro. Para mí el punto clave de todo esto es ustedes. Los demás estamos haciendo todo lo que podemos para honrar su fe y honrar su esfuerzo. Pero necesitamos ahora, nuestro iglesia prometió 1.3 algo millones de dólares, hace dos años y pico cuando empezamos la campaña.

Hasta aquí hemos dado como 750 mil dólares, es decir, que quedan como 550 mil dólares. Si ustedes dan 600 mil dólares, amén, denle un aplauso al Señor porque eso es mucho. Si nosotros completamos lo que le hemos prometido al Señor, yo sé que en esos procesos gente se va de la iglesia, algunos se mueren, otros se mudan para otro estado, perdone si sueno un poquito indolente, pero ya como pastor uno es como un medio, y es la verdad, gloria a Dios, están con el Señor, hay que darle gloria a Dios por eso.

Diferentes cosas pasan, algunos se desencantan, algunos se acobardan, algunos se olvidan, algunos se hacen los locos, lo que sea, pero la verdad es que si nosotros completamos lo que la Congregación León de Judá prometió vamos a llegar a la meta. Amén. Y yo quiero animarles a ustedes, hermanos, gracias a Dios que yo no vengo aquí con una apelación de crisis, gracias a Dios que yo no vengo aquí a decirle, hermanos, ¿Saben qué? Nos equivocamos, son 500 mil dólares más. Y mire, si lo hubiera dicho, en realidad no hubiera sido una falta de integridad porque estos proyectos son peligrosísimos y en la medida en que nosotros nos metimos en esto es increíble. Pero no, gloria a Dios y yo vengo simplemente a decirles, hermanos, cumplan con lo que han prometido. Cumplamos con lo que han prometido, porque yo sé que hay ahí en sus bolsillos, si los cojo ahora mismo y los muevo así para abajo yo voy a encontrar 600 mil dólares. Están ahí.

Mira a tu hermano, él está ahí. Estoy jugando. El dinero está ahí. Apunte a su bolsillo y dígale, está ahí. Pasemos a la próxima con misericordia.

Cómo usted puede honrar la fe de sus líderes, del Señor, y de usted? Primero, póngase al día, yo entiendo, hay hermanos que… yo sé lo que pasa también, muchas veces el uso va embotando las navajas y ya hemos hablado tanto de esto, y tenemos tanto tiempo en este lío, que uno como que ya se… No, renueva tu compromiso. Ponte al día, número uno, gente que está atrasada póngase al día.

Número dos, comprométase. Si usted es nuevo en la iglesia, si no se comprometió antes, si no captó la visión antes, o si acaba de llegar a la iglesia, o hace unos meses y no ha sido parte de todo este proceso, comprométase. Amén. Amén. Comprométase, es otra manera de bendecir.

Otra manera también, si usted ya terminó su promesa y ¿Saben qué? El Señor le da fuerza para decir, ¿Saben qué? Yo quiero que el pastor Miranda no sude más y ya voy a bendecirlo y usted… mire, continúe, renueve una porción o renueve su promesa y diga, ¿Saben qué? Si no me ha dolido hasta aquí, he sobrevivido, no me ha faltado la comida, yo voy a bendecir mi iglesia y voy a seguir dando. Hermanos, Dios le va a bendecir. Tenemos que dar en la zona de la incomodidad.

Muchos de nosotros hemos dado en la zona de bueno, no me duele mucho y voy a dar esto porque somos gente razonable y sobria y comedida, y entonces damos comedidamente. Pero ¿Saben qué? Una y otra vez las ofrendas que conmueven el corazón de Dios son las ofrendas arriesgadas, las ofrendas incómodas, las que te hacen sufrir un poquito, las que crucifican tu carne. Ahí es el nivel donde se abre el poder de Dios, en el nivel de la crucifixión. Las crucifixiones desatan gracias, eso es una ley del Reino de Dios. Hasta que tu no chilles un poquito, no estás siendo bendecido. Esa es la verdad.

Yo siempre he aprendido eso que tengo que ir más allá. Entonces, continúa porque vamos a necesitar que algunas personas de fe y de visión se comprometan.

Y finalmente, adelanta tu promesa. Por qué? Porque no podemos esperar hasta el último momento, porque estas cosas hay que tener dinero en reserva para comprar materiales, pagarle a gente, todo eso, así que nos bendice muchísimo. Mira, si tu tienes algún dinerito en el banco y tu sabes que en algún momento te lo van a sacar por la promesa, para de sufrir, como yo digo, y dalo ahora, dalo ya. Escribe un cheque antes de que tu mente se entere de lo que estás haciendo y entrégalo ya para que tu iglesia tenga una reserva.

¿Saben qué? Porque cada dólar que nosotros pagamos de nuestro propio dinero es menos intereses que tenemos que pagarle al banco en adelantado. Eso nos ayuda muchísimo. Alguien nos sugirió algo bien interesante, el hermano Rupert Smith ayer, un hombre bien hispano, Rupert Smith. Yo siempre digo el mismo chiste barato acerca de Rupert.

El caso es que él dijo, mira, yo estaba pensando, Rupert trabaja en el área de finanzas, un joven muy talentoso de la iglesia, me dijo, pastor, yo estaba haciendo las cifras, si nosotros solamente echáramos 20 dólares extra cada semana y creo que fueron 600 personas echaran 20 dólares extra a la semana, en el cesto de las ofrendas tendríamos ahí el dinero, solamente eso. Imagínate.

Es cierto. Hay muchas maneras de quitarle la piel a este gato, hermanos. Hay muchas formas de bendecir. Hay veces que uno tiene ahí 20 dólares extra y por qué no hacer un sacrificio a Jehová. Entrégalo. Yo le digo, todo dinero más allá de los gastos modestos que nos hemos propuesto este año, va a ir hacia la construcción. Así que se identifique o no se identifique eso va para allá. Así que si usted no tiene el tiempo para poner en un sobre, mire, yo preferiría que pusiera el sobre para identificarlo, pero sino, no se preocupe que va a ir al hoyo este de la construcción, finalmente va a llegar allí. No debiera ponerlo así, pero es un chiste barato de todas maneras.

Va a ir allá, a la construcción. De alguna manera, yo le dije al hermano Gonzalo Alvarez lo vamos a asignar, es un ebanista excelente, vamos a hacer una buena urna, voy a llamarlo, para que los hermanos se sientan libre. Mire, hágale una ofrenda especial al Señor, si Dios los bendijo de alguna manera, si Dios le puso en su corazón algo generoso, un impulso generoso, saque allí, eche algo allí, una ofrenda.

Hay muchas formas de dar esto y de llegar a la meta. Yo creo que Dios puede hacerlo, si nos proponemos. Habla con tus amigos, tus amistades, gente de influencia, con gente que tu influyes. Dile acerca del proyecto y hay gente que se beneficia de León de Judá de muchas maneras, son bendecidos. Dile, mi iglesia, quiero pedir una ofrenda especial para la construcción. Si lo hacemos para tantas otras cosas, por qué no para esto.

Ponte al día, comprométete, continúa tu promesa y adelántala inclusive. Y el Señor me había dado un versículo que es en Tito, creo que es, Capítulo 2, donde nos habla acerca de no nos hagamos esperar, no nos hagamos rogar acerca… el salmo 32:9 perdón, donde dice:

“… no seais como el caballo o como el mulo, sin entendimiento, que han de ser sujetados con cabestro y con freno porque sino no se acercan a ti…”

No seamos, hermanos, indolentes, no seamos resistentes. Hay hermanos que a veces se resisten, estas cosas les pasan por encima y dicen, ah, no yo voy a esperar a ver qué pasa, si se adelanta más si esto, si lo otro. Hermanos, no se haga rogar. Dios está moviéndose y usted no quiere perderse el mover, la bendición de Dios.

Finalizo con esta imagen de cómo nosotros somos. Ese es el estrecho de Corinto, cerca de Grecia. Ahí usted ve un barco cruzando un espacio tremendamente estrecho. Yo le pedí a Yosmar que me consiguiera una foto, ahí usted ve dónde nosotros estamos ahora mismo. Ese barco puede pasar y va a pasar y pasó porque la foto está ahí, sino hubiera un escombro ahí. Pero requiere una operación tremendamente precisa.

Nosotros estamos en una posición, dado el tipo de operación que tenemos, que no se presta a errores. Yo no puedo darme el lujo de cometer muchos errores ni cálculos errados en este proceso, ni ustedes tampoco pueden darse el lujo de no hacer su parte.

El hermano Fernando me decía, yo le decía, yo me veo como el timonel de ese barco que tengo que llevarlo y el hermano Fernando, que ha sido marinero muchos años de su vida, ¿Sabe qué, Roberto? Quiero darle algo que le puede ayudar quizás en la metáfora que usaste, no es así. El timonel no es el único que lleva el barco, yo lo sé, pero no usé… dice, cuando el timonel está, el capitán también está dando órdenes, hay gente a los lados del barco notificando de cómo va el barco y abajo, en las máquinas hay gente trabajando para asegurarse de que haya un juego adecuado, para que el barco no se vaya de un lado ni de otro. Es un trabajo de equipo.

Yo tengo que dirigirlo, pero ustedes tienen que esas máquinas mantenerlas operando, moviéndose, necesito consejo de la gente, compromiso.

Moisés estaba allí, gracias a Dios, yo no soy como Moisés. Moisés estaba el pobre solo, con un pueblo incrédulo, sudando para entrar a este pueblo en una tierra. Dios quería bendecirlos pero en ellos no hubo la fe suficiente para creerle a Dios. y entonces tuvieron que pagar el precio.

Porque es que no podemos perder los momentos de Dios. yo digo que hay dos mentalidades en la vida cristiana y en la iglesia de Jesucristo, una mentalidad de suficiencia y una mentalidad de escases. Josué y Caleb tenían una mentalidad de suficiencia, ellos hubieron dicho con toda seguridad, todo lo puede en Cristo que me fortalece. Ellos siempre veían el vaso medio lleno.

Los otros diez espías tenían una mentalidad de escases, se veían como pocos, insuficientes, débiles, pequeños. Veían los obstáculos, no veían las posibilidades. Veían al enemigo, no veían al Dios que los había sacado una y otra vez de Egipto y de otros lugares y otros aprietos, y siempre les había dado la victoria. Veían el fruto de la tierra, pero no veían la bendición y la lucha que ese fruto requería y la bendición que ese fruto representaba. Veían las desventajas pero no veían las ventajas.

Josué y Caleb dijeron, ¿Saben qué? Dios nos ha dado la victoria, nosotros los comeremos como pan, dice, si Dios está con nosotros, dijo Josué, nosotros ganaremos esas batallas y Dios los bendijo. Josué y Caleb entraron a la tierra prometida, nadie más de esa generación entró excepto ellos dos.

Los que entraron eran los niños y los jovencitos que no eran responsables moralmente en ese momento. Fue una nueva generación, excepto Josué y Caleb de la vieja generación porque tenían un espíritu diferente.

Yo quisiera preguntarte de qué espíritu eres tu, de los que miran los obstáculos y los peligros y me va a faltar, o de los que creen a Dios y dicen, no, en el nombre del Señor lo vamos a hacer, lo vamos a lograr. Yo me voy a comprometer y yo voy a dar más de lo que se espera de mí. Yo quiero pedirte en el nombre de Jesús que le creas a Dios y que bendigas tu vida, tu familia, tu iglesia y sigan adelante en este proceso.

Amén. Vamos a ponernos de pie. Gloria al nombre del Señor. Esto es enseñanza espiritual, hermanos, yo creo que es un privilegio que ustedes estén viviendo este tiempo, ustedes podrán contarle a sus nietos y a sus hijos de lo que Dios ha hecho y damos gloria al Señor porque hasta aquí nos ha traído Jehová. Hasta aquí Dios ha sido fiel con nosotros y yo confío en que así será hasta el último momento.

Oren por sus pastores, oren por la iglesia, oren por este proyecto, oren por todo los que trabajan en las construcciones. Gracias al Señor, Dios nos ha mantenido salvos, seguros y yo espero que así será siempre. Dios nos ha dado gracia en diferentes maneras con las autoridades, con el vecindario, y yo confío que así será hasta el último momento. Así que oren y bendíganos.

Padre, de nuevo, nos consagramos a ti, Señor, en esta mañana. Gracias por este pueblo. Gracias por ser parte de una empresa noble, heroica. Gracias porque tu has sido más que fiel en ese proceso y porque hemos llegado hasta este punto y seguiremos, Señor, hasta la meta dándote a ti la gloria y la honra. Sea tu nombre glorificado. Sea tu nombre glorificado, Señor. Bendice a tus hijos, sella sus corazones, danos la victoria, Padre, y que podamos sentarnos un día en ese bello santuario y adorarte a ti y reconocer que tu lo hiciste y que toda la gloria y toda la honra son exclusivamente para ti. Gracias, Señor. Gracias en el nombre de Jesús y el pueblo de Dios dice, Amén. Dios les bendiga, mis hermanos. Amén.