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Orar con tanta fe que ya no es necesario orar

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Lucas, Capítulo 7, comenzando con el versículo 1. En este tiempo que estamos buscando el rostro del Señor con más fuerza, más poder esta semana, queremos renovar esa fe en nuestros corazones del poder de Cristo para vencer cualquier situación. Y para mí este texto que voy a leer ilustra algo, y es la sencillez de la oración. Ese es el enfoque que Dios ha puesto en mi corazón para este pasaje.

A veces hacemos la oración algo tan complicado y tan ritualista y como que le ponemos tantos requisitos, y en realidad la oración es algo sencillo cuando miramos este pasaje y podemos acercarnos al Señor con toda confianza, y en realidad lo que se necesita es algo muy sencillo para desatar el poder de Cristo en nuestras vidas.

Vamos a ver esto, no me voy a adelantar demasiado al texto mismo, leámoslo y entonces a la luz del texto yo puedo hacer este comentario que quiero hacer. Dice aquí:

“…Después que hubo terminado todas sus palabras al pueblo que lo oía entró en Capernaúm y el siervo de un centurión a quien éste, el centurión, quería mucho, estaba enfermo y a punto de morir. Cuando el centurión oyó hablar de Jesús le envió unos ancianos de los judíos, rogándole que viniese y sanase a su siervo. Y ellos vinieron a Jesús y le rogaron con solicitud diciéndole, “es digno de que le concedas esto, porque él ama a nuestra nación y nos edificó una sinagoga.” Y Jesús les concedió la petición, fue con ellos. Pero cuando ya no estaban lejos de la casa el centurión envió a él unos amigos diciéndole, “Señor, no te molestes, pues no soy digno de que entres bajo mi techo. Por lo que ni aún me tuve por digno de venir a ti, pero di la palabra y mi siervo será sano.”

Fíjense que sencillo es esto. Di la palabra y mi siervo será sano.

“…Porque yo también yo soy hombre puesto bajo autoridad y tengo soldados bajo mis órdenes y digo a este, ve y va, y al otro le digo, ven, y viene. Y a mi siervo le digo, haz esto, y lo hace. Al oír esto, Jesús se maravilló de él y volviéndose dijo a la gente que le seguía, “os digo que ni aún en Israel he hallado tanta fe.” Y al regresar a la casa los que habían sido enviados hallaron sano al siervo que había estado enfermo…”

Bendito sea el nombre del Señor. Usted sabe que todos los pasajes que hay en la Escritura acerca de la vida de Jesús están puestos allí porque quieren ilustrar una verdad acerca del ministerio de Cristo o de la vida espiritual que nosotros vivimos como miembros del Reino de Dios.

Yo veo aquí algo acerca de… hay un tipo de personaje que aparece muchas veces en la Escritura y es lo que yo llamo el forastero, la persona de afuera, la persona que no pertenece necesariamente a Israel.

Usted puede pensar por ejemplo, en la mujer con el flujo de sangre, que era una mujer que no debía estar en la multitud, no debía tener el derecho de acercarse ni siquiera a Jesús. Era una mujer impura, en otras palabras, ritualmente.

Pensamos en Saqueo que era un hombre también inmoral, en un sentido, era un ladrón, era un opresor y estaba fuera en un sentido, de la gracia de Dios, no tenía derecho de acercarse a Jesús.

Pensemos también en los amigos del paralítico que dice la Biblia que querían traer a su amigo para Jesús lo sanara, pero cuando trataron de entrar a la casa donde estaba Jesús, la casa estaba tan llena de gente que no podían entrar con la camilla donde estaba su amigo paralítico.

Y yo podía decirles así otras historias. Estaba Bartimeo también que era un hombre ciego, el Señor iba de camino, no estaba buscándolo a él, y Bartimeo grita, grita y grita, Señor, atiéndeme, Señor, atiéndeme y los discípulos le dicen, cállate, deja al Maestro tranquilo. Pero él sigue y finalmente tiene acceso a la persona de Jesús, pero al inicio como que no tenía derecho para estar ahí ante la presencia de Dios.

Y mientras más pienso, pienso en la mujer siro fenicia también, no era de Israel, el Señor al inicio la rechaza, ”tu no eres miembro de ninguna tribu de Israel. Tu no tienes derecho para que tu hija sea sanada.” Pero ella persiste y finalmente recibe lo que necesitaba.

Y si usted mira toda esta gente, ninguno de ellos tenía derecho a recibir lo que necesitaban y lo que pedían. Pero tenían algo en común que era una gran fe y una confianza de que Cristo no los iba a rechazar si ellos se acercaban a él de alguna manera.

De paso, no quiero complicar mucho el tema porque en realidad lo que me interesa es esa sencillez. Pero también fíjense para nosotros, que muchas veces hay que vencer obstáculos para poder llegar a la presencia de Jesús y recibir lo que nosotros necesitamos. Toda esta gente persistió y se sobrepuso sobre los obstáculos para llegar hasta la presencia de Jesús y recibir su bendición.

Y eso nos pasa a nosotros en nuestra vida de oración, de paso, a mí me encantaría que la primera vez que yo tocara a la puerta de Dios enseguida la puerta, ni siquiera que yo la tocara, se abriera… así que uno pasa por encima de ella porque se abre antes de que uno… Pero desgraciadamente sabemos que no es así, que muchas veces tenemos que tocar, y tocar, y tocar y pasan las semanas y los meses y le pedimos al Señor algo y no lo recibimos inmediatamente como lo deseamos.

Es un misterio, esa parte como física de la oración, que como que se requiere un ejercicio, un esfuerzo, un trabajo que nosotros tenemos que hacerlo aquí en el mundo, porque por alguna razón nosotros tenemos que ver algo bien importante como el milagro que queremos recibir y tenemos que esforzarnos y trabajar y hacer nuestra parte para recibir lo que Dios nos quiere dar.

Yo quiero que tu entiendas eso, aparte de todo lo demás, que es importante que si tu estás pidiéndole algo al Señor en tu vida, una solución que tu necesitas, una provisión, mira, tu tienes que fajarte, como decimos los dominicanos, hay que fajarse, hay que hacer su parte, hay que trabajar duro, no se puede uno dar por vencido demasiado fácilmente. Hay que luchar.

Esto no es para los flojos. Hay que luchar. Algo que me toca mucho de ese pasaje ese centurión, era extranjero, era un gentil, no tenía derecho de pedir nada a Jesús, pero él se atrevió a pedir a Jesús que sanara su siervo.

Cuantos de nosotros a veces nos sentimos como que, yo no tengo derecho, en realidad, para venir ante la presencia de Dios. si la semana pasada me quedé durmiendo el domingo por la mañana y no fui a la iglesia, cómo puedo yo venir…

Si cometí un pecado o tuve un mal pensamiento o hice algo indebido, o tengo una atadura, una adicción, o lo que sea, qué derecho tengo yo para venir ante la presencia de Dios? Dios no me va a escuchar.

O algunos de nosotros somos perfeccionistas por naturaleza y creemos que tenerlo todo bien planchado y bien arreglado, y tener todo en orden para que entonces Dios nos pueda escuchar.

Y cuantos de nosotros nos hemos metido en un lío por nuestra mala cabeza y cuando estamos en el lio decimos, bueno, no puedo pedirle al Señor que me saque de aquí si yo fui quien me metí en él, cómo puedo yo pedirle al Señor que me ayude?

Y ¿Saben qué? El diablo está bien preparado y listo para ayudarnos en ese proceso, haciéndonos sentir culpables y merecedores de venir ante la presencia de Dios.

Cuantos padres a veces miramos hacia atrás, cometimos errores con nuestros hijos? Quizás no conocíamos al Señor y esos primeros años que los criamos, los criamos en un ambiente muy imperfecto, donde todas las cosas que pasan en una casa donde no se conoce al Señor, estos niños participaron de ellos y llegan a adultos y tienen esas heridas, y son ya jóvenes y son rebeldes, no quieren venir a la iglesia, después que nosotros nos convertimos al Señor y sabemos que muchos de lo que están padeciendo es porque nosotros desgraciadamente cometimos errores y entonces nos sentimos como que, qué derecho tengo yo para pedirle a Dios que ayude a mi hijo, que lo saque adelante porque si yo mismo fui quien lo metí donde está ahora mismo.

O desobedecimos a nuestros padres, nos casamos con una persona que no es la persona adecuada y ahora tenemos que fumarnos ese pedazo de carne que está ahí que no estamos contentos, estamos sufriendo, nos está maltratando y decimos, bueno, qué derecho tengo yo para pedirle que convierta a mi esposa, no solamente los hombres, a mi esposa, y Señor, ya lo que tengo que hacer es sufrir hasta que me muera y eso es todo, porque yo fui quien me metí en este lío. Desobedecí a mis padres, desobedecía mi pastor, lo que fuera, muchas veces eso puede pasar también. Entonces creemos que no tenemos derecho para venir ante el Señor para que nos saque del lío.

Usted sabe lo que yo veo siempre, hermanos, Dios me dice eso una y otra vez en mi vida y en la vida de mis seres queridos y de la gente que yo observo, y es que el corazón de Dios es mucho más sencillo de lo que nosotros le damos crédito a él. Dios es un Dios sencillo. Yo no estoy diciendo esto, hermanos, para que abusemos de la misericordia y el amor de Dios, entiéndame.

Lo que yo estoy diciendo es que una y otra vez yo veo que, hermanos, lo que Dios busca es un corazón contrito y humillado y que reconoce que nadie tiene derecho a venir, en última instancia, ante la presencia de Dios, nadie.

Muchas veces nosotros estamos sufriendo y dándonos latigazos en las espaldas y creyendo que tenemos que caminar hasta Roma de rodillas y subir todas las escaleras de la catedral de San Pedro para que Dios nos escuche. Y Dios está allí echándose fresco y diciendo, por qué estará este muchacho sufriendo tanto si ya yo le dije que lo único que tiene que venir es con confianza ante el trono de la Gracia y pedir y yo le voy a dar, porque es mi hijo, es mi hija, yo lo amo, yo la amo, yo les he perdonado y yo estoy bien.

Yo creo que nosotros sufrimos demasiado. El corazón de Dios es un corazón de padre, es un corazón generoso, tolerante, más de lo que nosotros pensamos.

Y yo creo que si uno lograra entender ese corazón de Dios, yo creo que nos desgastaríamos menos en la vida y podríamos lograr más, inclusive ser más santos para con Dios.

Dios es infinitamente complejo, pero también es sencillo de corazón, hermanos. Y lo único que Dios quiere es lleguemos a ese punto de reconocer, Padre, yo no soy nadie, yo no tengo derecho a ti, sin embargo, tu me amas y yo soy tu hijo y yo puedo entrar confiadamente a tu trono y pedirte, como me pide mi hija o me pide nieto, mi nieta o un ser que yo amo tanto, y yo estoy más que deseoso de darle porque lo amo, punto, y eso es todo.

Cuando tu corazón está entregado a Dios, cuando tu lo amas por encima de todas las cosas, cuando tu deseas glorificarlo a él con tu vida, aunque tu metas la pata, Dios siempre está dispuesto a sanarte, perdonarte, levantarte y bendecirte. Eso es lo que yo veo a través de toda la Escritura, no hay que complicarse demasiado la vida, hermanos.

¿Saben qué? Que cuando tu aprendes a vivir dentro de la aceptación de Dios eso liberta unas energías en ti que entonces inclusive te permiten ser más agradable a él y entonces vivir la vida que Dios quiere que tu vivas, en vez de tu vivir atormentado y condenado y continuamente en incertidumbre creyendo que tienes que hacer esto y lo otro para que Dios te de algo. No es así.

Mire esta palabra que se encuentra, no en el Nuevo Testamento, porque uno la podría entender en el Nuevo Testamento, gracia, perdón, misericordia. No, pero esto está en el Antiguo Testamento, Miqueas, Capítulo 6.

Ya los voy a dejar dentro de un momentito hermanos, 40 minutos más y ya terminamos. Mire el Capítulo 6, versículo 6, llévese esta palabra con usted, hermano, hermana, esta noche y medite en ella, dice aquí Miqueas, y él está preguntando esto retóricamente, porque la respuesta ya se sabe cuál es, no es una pregunta… no, él sabe la respuesta y está haciendo la pregunta, dice:

“…Con qué me presentaré ante Jehová y adoraré al Dios altísimo? Me presentaré ante él con holocaustos, con becerros de un años? se agradará Jehová de millares de carneros o de diez mil arroyos de aceite? Daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma?...”

En otras palabras, esto es lo que la gente cree, que para venir ante Dios y obtener algo de él hay que meterse un cuchillo y romperse las entrañas y hay que sangrar y sacrificar a su hijo menor, y hay que hacer algo tremendamente sacrificial y agónico para que Dios entonces diga, oh, me estás hablando? Y que le ponga atención a lo que usted está diciendo. Me acercaré con esto, con lo otro.

Miren, lo que dice, cuál es la respuesta a esta pregunta, dice:

“…Oh hombre, o mujer, él te ha declarado lo que es bueno, ya él te ha dicho lo que tu tienes que hacer, lo que es necesario, lo que es bueno y adecuado…”

Hay como una nota de impaciencia. Dios en dominicano, pero muchacho, pero hombre, pero bueno, ya no te he dicho lo que tienes que hacer. Y qué pide Jehová de ti? solamente, digan todos, solamente hacer justicia, amar misericordia y humillarte ante tu Dios.

En otras palabras, usted sabe, hermanos, eso es lo que contenta, en última instancia, usted puede venir a la iglesia y estar aquí 24 horas, 7 días a la semana, ayunar todos los días, ponerse boca abajo, y pararse en un pie 24 horas, haga lo que usted quiera que eso no es lo que conmueve el corazón de Dios.

Hay mucha gente que cree que porque hace todas estas cosas, como que de alguna manera van a sobornar el corazón de Dios y van a cambiar un poquito la agujita en la dirección de ellos. El corazón de Dios es bien sencillos, hermanos, y lo que a él le agrada es cuando el hombre, la mujer, lo sirven con sinceridad, con amor, con dedicación, lo aman, por sobre todas las cosas apasionadamente. Eso es lo que a Dios más le interesa.

Y por eso es que este hombre, el centurión, [inaudible] cuál es la conexión con el centurión [inaudible] porque este hombre no es de Israel, no tiene derecho de estar en la presencia de Jesús, envía a otros judíos para que le hablen a Jesús e intercedan por él y él como que pone en funcionamiento una maquinaria, bien compleja. Viene Jesús con una gran comitiva, se moviliza el Reino de Dios a favor de él, él hace todas las cosas correctas, y entonces como que la maquinaria del cielo, comienza a moverse para acceder a su petición de sanar a su siervo. Pero miren lo que pasa aquí.

Pero de momento la maquinaria se para y este hombre dice, sabe qué? Envía a alguien y dice, mira, espérate, se me prendió la bombilla. Él no tiene que venir a mi casa porque esto es tan sencillo, simplemente que de la palabra, que diga la palabra y ya es todo lo que se necesita para que mi siervo sea sanado.

El corazón de este centurión era un corazón noble, él amaba a los judíos, amaba a sus siervos. Cuantos centuriones se molestarían porque su siervo estaba enfermo. Lo que harían es simplemente le darían una patada y se conseguirían otro siervo fresquecito para que lo reemplazará. Pero este hombre tenía un corazón sencillo, amaba a Dios, amaba a su siervo, amaba a Israel.

Y entonces dice, Señor, no tiene que hacer todo eso. ¿Sabe qué? Yo me he dado cuenta, yo soy un soldado y yo soy un oficial y yo le digo a mis subalternos hagan esto, y ellos lo hacen, así que simplemente di la palabra, eso es todo, Señor, di la palabra y ya todo se va a resolver. No tiene que venir a mi casa, simplemente di la palabra porque yo no me considero digno.

Usted ve la cosa? Esa humillación, ese corazón sencillo. Yo no me considero digno de que tu entres a mi casa. Y en realidad, en última instancia, no es necesario, si tu estás de acuerdo di la palabra y ya todo se va a resolver.

Es decir, que no hubo gran ceremonia, él no tuvo que usar la frase ni las expresiones del judaísmo, él ni siquiera era judío, ni siquiera conocía el judaísmo. Pero su corazón estaba lleno de fe, de amor y de confianza en Jesús y en los métodos del reino, y eso fue todo lo que se necesitó.

Y saben lo interesante de este pasaje? Que en ninguna parte aquí me dice que Jesús dijo, centurión romano, tu siervo es sanado, ve porque yo he dado la palabra y él está sano cuando llegues allá. Él no dice nada. No dice nada absolutamente.

Es que el Señor se maravilló tanto de la fe que hasta se le olvidó el problema de ese bendito siervo. Es decir, simplemente eso pasó como a segundo lugar. El Señor se maravilló de la fe, se alegró. Y yo creo que esa alegría del Señor se transmitió y se manifestó en una sanidad. El Señor ni siquiera dijo, que tu siervo sea sano, porque así son las cosas en el Reino de Dios.

Hermanos, yo quisiera eso en mi vida, que mi fe para con Dios fuera tan grande, que yo ni siquiera tuviera que orar. Sabe que yo creo que eso es posible? La fe de un hombre, una mujer, sea tan grande que ni siquiera tenga que pedirle nada al Señor porque algo de él o de ella abre las llaves del cielo, cierra, abre, derrumba, edifica, porque nuestro corazón está lleno de fe y de esa fe se desprende todo lo bueno que necesitamos.

Déjeme decirle algo, y esto suena como si fuera un budista, tipo zen, pero muchas veces la oración más poderosa es la que no se dice, es la que está ahí en el corazón tan real que ni siquiera se nos ocurre porque creemos tanto que no tenemos que verbalizarla. Usted entiende lo que le estoy diciendo?

Hay muchas veces que Dios me dice, mira, no me ores y hazlo como una ofrenda de fe para mí, no me pidas lo que me vas a pedir, simplemente cállate y cree que yo te lo voy a dar. Y Dios me concede esa petición.

A veces cuando tu le has pedido mucho al Señor y ya él sabe y tu se lo has puesto en español, en chino, en inglés, en francés, mira, descansa, cállate y déjaselo ahí al Señor y dale gracias a él y reposa porque ya tu oración ha sido contestada.

Así que, hermanos, recordemos esa sencillez del corazón de Dios en esta noche. Yo creo que ya el milagro de ese santuario ya eso en el corazón de Dios y ahora lo que tenemos que hacer es movernos en esa seguridad, hacer nuestra parte, confiar en el Señor, ya Dios tiene eso en su corazón y eso se va a dar.

Y en esta noche, si hay algo en tu corazón, una petición que tu quieres para con Dios, algo grande, serio, importante, yo te pido que adoptes la fe del centurión esta noche.

Vamos a ponernos de pie ahora mismo y vamos a poner esa petición, esa necesidad delante de Dios y decirle, Señor, yo confío que tu me das lo que mi corazón anhela. Yo lo creo en esta noche y te doy gracias por ello, Señor.

Reposa ahora en el Señor, entrégaselo al Señor, confía en el Señor. Puedes seguir orando por ello, no te digo que no lo hagas, pero hazlo desde una postura de fe y de confianza que tu petición te ha sido concedida porque tu corazón está bien para con Dios. Dios te ama. Dios se alegra contigo, descansa en él en esta noche. Dios está.

Así que, Señor, en el nombre de Jesús nos agarramos de esa fe del centurión esta noche y declaramos que viviremos una vida de victoria en victoria, de poder en poder, tu nos darás los anhelos de nuestro corazón. Gracias porque no tenemos que estrujarnos porque ya tu quieres darnos los anhelos de nuestro corazón.

Gracias por tu amor por esta Congregación. Gracias por los sueños que has puesto en nuestro espíritu. Gracias porque tu nos llevas de victoria en victoria, de altura en altura y nosotros creemos que el corazón generoso de nuestro Papá siempre estará dispuesto a darnos buenas cosas a los que se las pidamos.

Gracias Señor porque tu eres un Dios misericordioso. En esta noche llénanos del gozo de tu corazón, bendice a nuestros hermanos. Los bendigo en el nombre de Jesús. Declaramos la gracia del Señor sobre tu vida. Gozo y paz y bendición, prosperidad y poder, los anhelos de tu corazón y las peticiones de tu alma te las conceda Dios [inaudible] tu tierra y sane tu familia y tu hogar y te de su paz en esta noche.

Yo declaro la buena voluntad de Dios sobre tu vida. Declaro la brisa de Dios que se lleva todo lo malo y lo negativo que el diablo quiere arrojar sobre tu vida. Declaro bendición y esperanza sobre tu vida. Gracias Señor, te amamos, te adoramos porque tu eres bueno y porque para siempre es tu misericordia, Señor. ¡Aleluya!

Denle un gran aplauso de gozo y gratitud al Señor. Gracias, Jesús te amamos, te bendecimos. ¡Aleluya! Gracias Señor porque tu eres bueno, por tu corazón de Padre, porque tu nos amas y estamos seguros en ti Señor. Amén.

Gente comprometida radicalmente con el Reino de Dios

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Vamos a la palabra del Señor en Mateo Capítulo 12. Recuerden lo que estamos diciendo y es que no queremos solamente hablar acerca del santuario. Ya pronto vamos a terminar esta serie de sermones. A mí me interesa sobre todo que ustedes se lleven principios que los bendigan a ustedes en su vida diaria, en su vida cotidiana, en su caminar con el Señor, en su membrecía y ciudadanía en el Reino de Dios. y esto es lo que quiero hacer en esta tarde, dejar en ustedes una palabra que les enriquezca, no solamente con respecto al santuario, porque un día el santuario estará hecho y entonces, como yo digo, tendremos que seguir adelante con la vida de Congregación y vida de pueblo de Dios. así que quiero dejarlos un versículo solamente en Mateo Capítulo 12 sobre el cual voy a fundamentar mi meditación. Mateo 12:30. Escuche lo que dice el Señor Jesucristo acerca de sí mismo, su persona, dice:

“…El que no es conmigo, contra mí es y el que conmigo no recoge, desparrama…”

Guau! Eso es muy profundo, hermanos, déjeme repetirlo de nuevo, dice el Señor Jesucristo:

“…El que no es conmigo, contra mí es y el que conmigo no recoge, desparrama…”

Y esa es la esencia de lo que queremos dejar en su corazón en esta tarde. Si me pueden poner por favor la presentación de powerpoint. Yo quiero hablarles acerca de ser gente comprometida radicalmente con el Reino de Dios. Una de los principios que nosotros siempre enfatizamos como iglesia, y está en nuestra declaración de visión, es que queremos desarrollar hombres y mujeres, discípulos comprometidos radicalmente. Eso quiere decir militantemente, profundamente, apasionada y totalmente con el Reino de Dios.

Nosotros queremos levantar un pueblo que ame al Señor desesperadamente, una nación espiritual de gente militante en el espíritu, gente se haya metido de cabeza en las aguas del espíritu, gente que no solamente se pongan un sombrero religioso los domingos para venir a la iglesia, sino que 7 días a la semanas, 24 horas al día vivan en todo lo posible la vida cristiana y que amen el Reino de Dios por sobre todas las cosas y que sean ciudadanos comprometidos radicalmente con el Reino de Jesucristo.

Ahora bien, hay un par de cosas que es importante que nosotros declaremos delante del Señor. Originalmente hace unos meses atrás, estaba leyendo un libro de Jonathan Edwards, un gran teólogo del siglo XXVIII aquí en Nueva Inglaterra. Dios hizo grandes cosas a través del ministerio de Jonathan Edwards, y aquí hubo un gran avivamiento en los años 1770 y pico 60 y pico, donde una transformación grande en toda esta área de Nueva Inglaterra, un avivamiento como no ha visto en mucho, mucho tiempo en esta nación ni aún en el mundo.

Y sin embargo en el corazón de Jonathan Edwards había un dolor porque no todo el mundo discernió ese mover de Dios y había muchos iglesias y muchos pastores conservadores que se opusieron al avivamiento porque supuestamente no era ordenado y que había manifestaciones raras y la gente se caía, y había gritos y gemidos de parte de gente que era tocada muy poderosamente por el Señor. Eso fue mucho antes del avivamiento pentecostal en el siglo XX aquí en Estados Unidos, que luego se esparció por todo el mundo. Y Jonathan Edwards escribió un tratado donde él defendía ese avivamiento y cuando yo leía ese famoso tratado, leí una cosa que me impactó y que me recordó acerca del trabajo que nosotros estamos haciendo en nuestro santuario y la obra que Dios está haciendo en esta iglesia y en esta comunidad.

Y Jonathan Edwards dice, “hay muchos ejemplos en la palabra de Dios los cuales muestran que cuando Dios se manifiesta en forma sobresaliente en alguna obra a favor de su iglesia, y contra sus enemigos, es sumamente peligroso y altamente ofensivo a Dios ser lento y retrasado en reconocer y honrar a Dios en esa obra.”

En otras palabras, cuando Dios se está moviendo en tu comunidad, o en el mundo, o en algún sector del mundo, es importante que nosotros no critiquemos, no nos quedemos atrás de lo que Dios está haciendo, porque dice que es sumamente peligroso cuando se habla mal, cuando se critica, cuando no se entiende lo que Dios está haciendo en medio de tu realidad.

La única postura que nosotros podemos verdaderamente tener con respecto a los movimientos de Dios en el mundo, es una postura de compromiso total, de entrega total, de apasionada entrega a todo lo que el Señor quiere hacer. Por eso es que yo decía este versículo donde el Señor dice, “el que no es conmigo, contra mí es.” En otras palabras, cuando Dios se está moviendo hay dos solamente dos opciones. Como cuando estaba el Mesías en medio de Israel, el que no se unía con Jesús estaba en contra de él, había fariseos… si usted lee todo ese pasaje de Mateo Capítulo 12, usted verá que Jesús estaba siendo criticado, atacado, había gente que lo estaba mirando con ojos indecisos, será no será? Había gente que estaba buscándolos por razones de la comida que él multiplicaba los panes y los peces, las sanidades que él hacía, pero no lo veían a él como ese Mesías enviado por Dios. no estaban comprometidos radicalmente con él.

Y entonces el Señor por eso dijo esto. Miren, si usted no está conmigo, ciento por ciento, usted está contra mí. Si usted no participa en mi obra de bendecir al mundo, si no es parte del que reparte dones, bendiciones, ministerios, mensajes, buenas obras en la tierra en mi nombre, ¿Saben qué? Usted está desperdiciando.

En otras palabras, pueblo, lo que Dios nos dice, mire esto es importante, porque de nuevo no se refiere solamente al santuario, esto se refiere a tu vida, que si tu no estás activamente involucrado en la obra de Cristo en la tierra, tu estás desperdiciando. No es que simplemente, bueno, yo no estoy haciendo nada. No, no hacer nada cuando Dios se está moviendo es desperdiciar. Y usted sabe lo que le pasa al que desperdicia los recursos del Reino de Dios, recibe el ataque, recibe la condenación del Señor.

Entonces, es importante que nosotros nos unamos cuando Dios se está moviendo en alguna manera. Ahora mismo Dios se está moviendo en una manera poderosa en nuestra iglesia. Ese santuario es un mover de Dios. Fíjense algo, yo conversaba con un judío ortodoxo, un hombre muy conocido en la comunidad judía en todo Norteamérica, estuve sentado con él en mí oficina hace 3 días, 4 días, y este hombre es una eminencia en el mundo judío en Estados Unidos. Y Dios me dio la oportunidad de conversar con él en una manera preciosa acerca del Evangelio. Hay cosas que hubo en nuestra conversación que fueron verdaderamente asombrosas en términos de la oportunidad de hablarle a alguien muy judío y muy involucrado nacionalmente con el pueblo judío acerca de Cristo. Y él mismo está muy consciente de que lo que Dios está haciendo en el pueblo cristiano en el mundo, es la única esperanza que tiene Israel ahora mismo que está siendo tan atacado en toda Europa, en todo el mundo y aislado completamente.

Pero cuando yo tuve la oportunidad de conversar con él y de mostrarle el edificio este y el otro edificio allá al lado, él dijo algo que me impactó. Dice, ¿Saben qué? Guau, verdaderamente el cristianismo no está en peligro en esta iglesia porque él decía, guau, lo que está pasando en el mundo, el cristianismo cada día está como achicándose, en esta nación misma los valores del Evangelio se están empequeñeciendo pero al él ver lo que Dios está haciendo en esta Congregación y nosotros comunicarle muchas de las cosas que Dios está tratando con nosotros, él dijo, el cristianismo aquí no hay peligro de que desaparezca. Y lo dijo con admiración y con respeto. Por qué? Porque Dios se está moviendo y Dios está impactando en muchas maneras.

Entonces cuando uno discierne el mover de Dios en un ambiente y cuando Dios está avanzando su obra, lo que Cristo está diciendo es que lo único que nosotros podemos hacer es unirnos, no atacar, no criticar, no quedarnos indiferente, no quedarnos rezagados atrás. No, tenemos que unirnos activamente para que Dios pueda hacer lo que él quiere hacer en medio de nosotros.

Entonces, eso es lo primero que yo quiero dejar en tu vida. Cuando Dios se mueve únete en una manera radical. La postura legítima ante Dios es una de adherencia apasionada y radical, una total entrega de todo lo que tenemos y somos, una total disposición a lo que Dios quiera hacer en la vida nuestra y cómo Dios quiera usarnos.

Yo les he dicho antes, hermanos, si yo estoy aquí sirviendo al Señor como pastor de esta Congregación, si muchos de nosotros estamos ahora mismo sirviendo a Jesús como pastores de esta iglesia, como líderes es porque hemos creído eso, porque Dios tiene el derecho de tomar nuestro sueños profesionales, nuestras ambiciones personales, y cuando Dios dice, te necesito, lo único que uno puede decir es amén, Señor, qué quieres que haga? Heme aquí, envíame a mí. Es la única razón. Dios tiene derecho de tomar todo lo que él quiera de ti. y cuando Dios se está moviendo todo es de él, todo lo que tu tienes, tu cuenta de banco, tus talentos, tu preparación académica, tu profesión, tu vida en general, todo pertenece al Señor y tu tienes que ponérselo al Señor a los pies y decirle, Señor, úsalo como a ti te de la gana. Esa es la postura de un hijo, una hija de Dios.

Entonces, vemos aquí este pasaje en Segunda de Crónicas 16:9 donde Dios dice, “… porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra…”

Por qué recorren los ojos del Señor, figurativamente toda la tierra? Para mostrar su poder a favor de los que tienen un corazón perfecto para con él.

Diga conmigo, corazón perfecto. Qué usted cree que quiere decir un corazón perfecto? Quiere decir un corazón radicalmente comprometido con el Reino de Dios, un corazón que no hay división, no hay ambigüedad, no hay ambivalencia, está fundido totalmente al corazón de Dios. y ¿Saben qué? Lo que la Biblia me dice a mí es que Dios continuamente está buscando entre la humanidad gente cuya alma, emociones, voluntad, sentimientos, vida estén totalmente comprometidos con él. Para qué? Para mostrar su poder a favor de ellos.

Tu quieres ser bendecido en tu vida? Tu quieres que tu familia crezca y prospere? Tu quieres que tus finanzas estén bien? tu quieres que tu sueño sea feliz? Tu quieres que tus hijos adopten y abracen los valores del Reino de Dios. Purifica tu corazón, define tu postura para con Dios. Entrega la totalidad de tu ser al Señor y yo te garantizo que Dios mostrará su favor para contigo.

Entonces, eso es lo que queremos. Por eso que cuando nosotros estamos trabajando en esto, usted no debe ver eso como una carga, usted no debe ver eso como una lata, ya que nos dejen tranquilos. No. esto es parte del beneficio. Y Dios te pedirá muchas veces a través de tu vida, únete a mi obra y déjame usarte.

Entonces, hay que discernir los tiempos y si una obra es de Dios, hay que apoyarla incondicionalmente. Cuando tu ves a Dios moviéndose, mira, levántate y métete de una vez en función. Recuerdan ustedes cuando David fue instalado después de huir de Absalón? David tuvo que estar un tiempo fuera de Jerusalén huyendo de su propio hijo que lo había querido suplantar.

Y cuando David regresó de su exilio dice la Biblia, que un grupo de gente de Israel, fueron a recibirlo para acompañarlo en su entrada triunfal de nuevo a Jerusalén. Y esa gente que discernió que este rey era un hombre escogido por Dios y que había que traerlo con honra de nuevo a Israel, fue grandemente bendecida por Dios. Están, de hecho, sus nombres registrados en el libro de la Biblia, sus familias están registradas allí. Por qué? Porque discernieron el mover de Dios en la vida de David y se unieron a él para traerlo con honra de nuevo a Israel.

Entre esos grupos y esas familias y esos líderes que fueron a buscar a David, había un grupo muy interesante que se llamaban los hijos de Isacar. Dice que de los hijos de Isacar, 200 principales, hombres verdaderamente importantes, dice que eran entendidos en los tiempos. Qué quiere decir eso? Era gente que podía discernir el mover de Dios en un tiempo específico, era gente que podía ver las señales en la historia, en la cultura de Israel, y sabían cómo Dios se estaba moviendo y como esta gente puede discernir eso se unieron a David, porque sabían que algo grande estaba pasando.

Hermanos, yo creo que Dios está haciendo algo grande en este tiempo, en esta iglesia, en esta nación. Los mejores tiempos están por delante de esta nación, una gran cosecha de almas. Tenemos que discernir los tiempos y preparar las vasijas para la unción de Dios que va a caer y nuestros edificios, nuestros programas, la preparación de nuestros líderes, nuestro programa de discipulado, de evangelismo, todas estas cosas, nuestro programa de internet, son vasijas que le estamos proveyendo al Señor para cuando venga su visitación. Estamos discerniendo los tiempos.

Dice que estos hombres sabían lo que Israel debía hacer y el dicho de ellos, es decir, el consejo de ellos, las palabras de ellos, las observaciones de ellos eran seguidas por todos sus hermanos.

Nosotros queremos ser una Congregación que discierna lo que Dios está haciendo. No queremos simplemente vivir aquí viniendo los domingos, predicando, haciendo negocios de la iglesia y entonces nos vamos a nuestras casas como si nada estuviera pasando. Nosotros somos un pueblo profético. Dios se está moviendo a través de nosotros. Dios quiere hacer grandes cosas y por eso estamos discerniendo y nos estamos uniendo a la obra del Señor.

Recuerdan ustedes las parteras de Egipto que dice que cuando Moisés nació, el faraón quería matar a todos los hijos varones que nacieran de Israel que estaban en Egipto. Por qué? Porque no quería que el pueblo de Dios prosperara. Y hubo un grupo de mujeres que eran parteras, eran las que ayudaban a las mujeres hebreas a dar a luz. Estas mujeres eran egipcias, las parteras, pero cuando faraón mandó a matar y abortar a esos niños hebreos, ellas dijeron, no, no podemos. Este es el pueblo que Dios ha escogido. No vamos a participar en esa masacre.

Ellas ayudaron a las mujeres hebreas y le decían a faraón, hey, estas mujeres son tan saludables que cuando venimos a intervenir ya han dado a luz. Las hermanas dicen, oh gloria a Dios. Me gustaría que así fuera en mi caso. Estas mujeres defendieron al pueblo de Dios, discernieron la presencia de Dios en el pueblo hebreo y ¿Saben qué? Dice la Biblia que esas mujeres fueron grandemente bendecidas por Dios. Dios las bendijo porque discernieron la voluntad de Dios y se unieron a ella aún a riesgo de sus vidas.

Otro caso donde una persona discierne el mover de Dios y entonces se une a él, Raab la ramera. Cuántos saben quién es Raab? Recuerdan? Era una mujer de mala reputación, inclusive. No sé si era una madama de un prostíbulo o ella misma participaba en el negocio de la prostitución. El caso es que no era una mujer de buena reputación.

Sin embargo, esta mujer tenía discernimiento y cuando vinieron los espías hebreos a entrar a Canaán como la punta de lanza para la invasión que iba a venir más tarde de parte del pueblo de Israel, parece que fueron descubiertos y los estaban persiguiendo. Y Raab entendiendo que estos hombres representaban una nación bendecida por Dios y que ya Dios se había apartado de las naciones impías de Canaán y les había entregado la tierra a los judíos, no fue lenta ni perezosa, escondió a estos espías, los protegió. Y como consecuencia de su acto protector del pueblo de Dios, Dios la bendijo a ella, salvó a su familia, le protegió la vida a todos sus familiares. Y cuando vinieron los judíos a destruir la tierra, la familia de ella fue preservada. No solamente eso, sino que Raab vino a ser un antepasado de Jesús mismo.

Sabe que Raab era un antepasado lejano de Cristo. Esta mujer pecadora Dios la usó para ser un antepasado, ancestro del propio Mesías. Por qué? Porque tuvo discernimiento. De paso, mire una cosita qué interesante. A mí me siempre me ha cautivado esto y es que en muchos casos en la Biblia, perdóneme los hermanos, las mujeres a veces han sido más discernidoras que los mismos hombres, cuando Dios se mueve misteriosamente.

Esa es una ñapa que ustedes se llevan, hermanas, porque los de las 9 no tuvimos tiempo para decirles esto. Miren, por ejemplo, Raab misma, las parteras, las mujeres siempre estuvieron bien cerca del ministerio de Jesús. Cuando los fariseos lo estaban persiguiendo, cuando los discípulos lo dejaron en la cruz, quiénes estaban allí presentes? Las mujeres. Quiénes financiaron el ministerio de Jesús? Mujeres piadosas y ricas. Hay muchos caso así, es interesante. Mire el caso de la esposa de Pilatos, cuando Pilatos estaba indeciso acerca de Jesús la esposa tuvo un sueño y le dijo, mira, no mezcles tu sangre con la sangre de este hombre, es un inocente. No seas encontrado peleando contra él. Si Pilatos hubiera sido sabio, óigame, si nos hubiéramos llevado de nuestras esposas, cuántos dolores de cabeza evitaría la humanidad?

El único caso donde ustedes no hicieron un buen trabajo fue con Sara, porque Sara le dio mal consejo a Abraham y mire le problema que tenemos en el Medio Oriente como resultado. Así que, varones, no se ofendan demasiado con lo que estoy diciendo. Dice que con Eva tampoco nos fue muy bien, es cierto. Esa sí que metió la pata grandemente. Así a cada uno le toca su poquito, olvídese, eso es así siempre.

Pero es interesante. Que bueno es, hermanos, cuando discernimos el mover secreto de Dios y nos ponemos a tono con él y lo apoyamos y lo respaldamos. Es la bendición más grande.

Entonces, vemos siempre, Raab ayuda a los propósitos de Dios y es bendecida. Las parteras ayudan el propósito de Dios y también son bendecidas. En la Biblia, hermanos, vemos continuamente cuando Dios está en movimiento y uno reacciona…

Bueno, déjeme resumir pasado antes de entrar en este punto. En otras palabras, cuando nosotros discernimos que algo está pasando en el mundo, y lo determinamos que es un mover de Dios, y nos unimos a él, y lo apoyamos, y lo bendecimos, entonces dice la Biblia que seremos bendecidos y prosperados.

Yo les digo, hermanos, miren, en este proyecto y yo les digo delante del Señor, no estoy manipulándolos a ustedes. Si usted se une a esto y hace su parte, yo no estoy hablando de que usted venda su hijo en el mercado para darle el dinero, o que coja su anillo de matrimonio y vaya a una joyería… No, no estoy hablando de eso. Estoy hablando simplemente de que cada uno de nosotros haga su parte y que le de al Señor sacrificialmente, que discierna en esto que estamos haciendo un mover de Dios y que usted diga, sabe que, yo no me voy quedar rezagado, no me voy a esconder en la fila donde estoy sentado. No voy a decir, bueno, que se encarguen otros porque esto no es asunto mío. Yo no me metí en esto, el pastor fue el que se metió en ese lío, así que salga como pueda. No. usted simplemente va a hacer su parte y si todos llevamos en una manera pareja nuestra parte, hermanos, nadie tiene que sufrir, nadie tiene que pasar un mal rato porque estamos discerniendo el mover de Dios y cada uno de nosotros se está uniendo a él.

Entonces, cuando nos unimos hay bendición. Ahora, también lo otro es verdadero. Cuando Dios está en movimiento y una persona reacciona con crítica, incredulidad, desprecio, indiferencia, mire, casi siempre por no decir siempre, hay castigo y hay pérdida en la vida de esa persona.

Recuerdan ustedes el príncipe incrédulo en el caso cuando Eliseo estaba en la ciudad de Samaria, creo que fue, y alguien corríjame si no fue en Samaria, fue quizás en Jerusalén, creo que fue en Samaria. Había un hambre tremenda. No crea que su pastor no estudia la Biblia, yo estudio, pero en este caso se me fundió un fusible. Yo creo que fue en Samaria.

El pueblo de Dios de estaba siendo invadido, hambre por todas partes, meses el pueblo cercado, una mujer se había comido su propio bebé de tanta hambre que había, y parecía que todo estaba cerrado. Había hambre terrible en Samaria. Y de momento el poder de Dios se movió en el profeta Eliseo y Eliseo declaró y dijo, mañana mismo va a haber comida. A estas horas mañana valdrá una libra de harina 25 centavos y dos libras de chuletas de cerdo van a valer, ─ bueno si eran hebreos no comían cerdo, pero digamos de carne de res─, van a valer 75 centavos. Dice que un príncipe sobre cuyo brazo el rey se apoyaba, un hombre de mucha confianza del rey dijo, hmm, sarcásticamente, si Dios hiciese ahora ventanas en el cielo sería esto posible? Incredulidad. Desprecio, crítica, resistencia a la palabra de Dios. y qué le dijo el profeta Eliseo? Mira, sabes qué? Mañana tu lo vas a ver con tus propios ojos, pero no vas a comer de ello.

Sabe lo que le pasó a este hombre incrédulo? Que cuando Dios hizo un milagro terrible matando a todo ese gran ejército sirio que estaba cercando al pueblo de Dios, ese ejército salió corriendo, dejaron todas sus provisiones, todos sus tesoros, toda la comida y ciertamente lo que Eliseo había profetizado se cumplió en una manera tan sencilla, y el pueblo cuando supo eso se mandó corriendo para afuera y atropellaron al pobre hombre este que vio el milagro pero no participó de él, como dijo el profeta Eliseo.

Cuando Dios se está moviendo no hay opción excepto unirse a él porque el que no recoge con él desparrama, el que no trabaja a favor de él está en contra de él. Y así es que Dios obra en nuestras propias vidas también.

así que, recordemos otro ejemplo: Mical, la esposa de David. Recuerdan cuando Dios había hecho una gran obra y estaba entrando el arca de nuevo a Jerusalén? El arca era símbolo de la presencia de Dios. Cuando esa arca estaba entrando de nuevo después de un tiempo de exilio a Jerusalén, David fue tomado por un espíritu de alabanza y adoración. Y David se despojó y en paños menores comenzó a danzar en medio de todo el pueblo de Dios porque David amaba apasionadamente el Reino de Dios.

Pero Mical, era una mujeres religiosa e indiferente y despreciaba las manifestaciones del pueblo de Dios. y cuando David llegó a su casa de lo más contento y feliz porque había podido adorar al Señor de esa manera, Mical lo estaba esperando allí con un rostro un poco desagradable, y le dijo, óyeme, que bien se ha comportado el rey, avergonzándose como un obrero más en la nación de Israel. En otras palabras, Mical no había discernido ese momento sagrado en que David estaba ofreciéndole al Señor su realeza, su dignidad, todo y lo despreció.

Dice la Biblia que Mical después de ese momento, nunca tuvo hijos. Fue estéril toda su vida. Que terrible. Se quedó estéril, sabe por qué? Porque cuando uno desprecia el mover de Dios, hay esterilidad que viene.

Es lo que pasó aquí en Nueva Inglaterra, mire lo que pasó? Cuando esos pastores e iglesias que despreciaron el mover de Dios en el siglo XXVIII, sabe lo que pasó aquí en Nueva Inglaterra? Muchas de esas Congregaciones se fueron del unitarianismo, que es una doctrina falsa, una herejía terrible. Y todavía Nueva Inglaterra está sufriendo las consecuencias de ese rechazo del mover de Dios hace tres siglos prácticamente. Porque cuando se desprecia al Señor el espíritu de Dios te abandona. Las bendiciones de Dios te abandonan, cuando tu no te unes a lo que…

Jonathan Edwards quería decir, lo que Cristo está diciendo es lo mismo. Cuando nosotros no somos lo suficientemente apasionados cuando Dios se mueve, Dios considera eso un desprecio de su nombre y entonces viene un sentido de pérdida y de rechazo de parte de Dios.

Así que, Mical despreció y por lo tanto quedó completamente estéril. No tengo tiempo para leerlo pero usted lo puede buscar en Segunda de Samuel, Capítulo 6, versículo 20 al 23.

Entonces, cuando Dios se está moviendo no hay neutralidad posible. No se puede ser neutral, hermanos. Y es así en la vida, usted o está con Dios o está con el diablo. Sencillamente, eso es así. O usted recibe a Cristo como Señor y salvador, o usted está bajo el dominio de Satanás. No hay alternativa. Y lo mismo pasa cuando usted entra al Reino de Dios, o usted coopera, trabaja, se une a lo que Dios está haciendo, o usted está desperdiciando, y tiene la recompensa del siervo inútil e infiel que despreció el don de Dios y lo metió bajo un almud y lo escondió y no hizo nada con él, y entonces se acarreó la mala voluntad de Dios.

O te unes activamente con el poder de Dios y su obra, o te encuentras en oposición con él o repartes o desparramas. Ahora, aclaro esto, hermanos, yo no estoy aquí usando esto para atemorizar a nadie. Déjeme decirle, yo recibí esa palabra cuando estaba leyendo esta obra, independientemente de todo esto, me encontraba en un avión. Creo que era yendo para Chicago o algo así, y estaba leyendo esta obra de Jonathan Edwards a quien yo admiro muchísimo, y me impactó tanto ese apologética que él hacía acerca del mover de Dios aquí en Nueva Inglaterra y todo el tiempo que él dedicó a apuntalar ese hecho que yo dije, guau, y se me prendió la bombilla. Yo tengo que compartir este mensaje con la Congregación, de que cuando tu entras al Reino de Dios es para un compromiso radical, es para servir al Señor en todas las cosas.

Y esto que está pasando aquí es solamente una extensión de esto. Como yo decía esta mañana, un día ese templo será construido y ya no será un issue en nuestra Congregación, pero el principio espiritual este de compromiso radical o desperdicio valdrá para el resto de tu vida. Y la gente que Dios bendice es aquella que está comprometida radicalmente con el Reino de Dios.

Yo quiero que esta iglesia sea como los judíos, bendecidos dondequiera que van. Yo quiero ver a este pueblo prosperado, hermanos, yo quiero ver gente enriquecida, quiero ver gente iluminada intelectualmente, quiero ver jóvenes llenos del Espíritu Santo sacando sus profesiones adelante. Quiero ver una iglesia bien administrada, quiero una comunidad que sea la envidia para gloria de Dios de la comunidad allá afuera. y eso solo se dará cuando nuestros corazones estén completamente unidos a los propósitos de Dios, cuando cada familia, cada individuo sea una persona totalmente comprometida con lo que Dios está haciendo en la comunidad.

Lo último, a veces Dios estará obrando en el mundo y estará deseando encontrar a alguien que se una y que sea un colaborador de lo que él está haciendo. En otras palabras, hay veces que cuando Dios necesita hacer algo en el mundo va a buscar a alguien y van a necesitar a alguien que no solamente respalde, sino que sea protagonista, que sea instrumento, que sea el hombre, la mujer que Dios use para llevar a cabo su milagro. Y se requerirá una persona que le diga al Señor, Señor, presente, te doy mis recursos.

Se me ocurre ahora mismo, no lo tengo aquí en las notas, la virgen María, cuando Dios quería hacer un movimiento poderoso en la historia de la humanidad, y traer la encarnación de su Hijo al mundo, yo me imagino que él se preguntó por un instante, imaginémoslo así, Dios no se pregunta nada porque él lo sabe todo, pero él se preguntó, dónde habrá una mujer que me preste su matriz y que sea digna de ser la portadora del cuerpo misterioso y mágico de ese Dios hombre que yo voy a crearme? Y el Señor encontró una virgen, la virgen María y envió a su ángel y el dijo a María, ‘María, tu has sigo escogida para esto’. No había esta mujer que llenara, me imagino, las prescripciones de Dios. y María tuvo que contar el precio.

Imagínense esa doncella de momento que iba a quedar encinta sin haber conocido todavía un hombre, ni haberse casado con su prometido y lo que la gente iba a decir de ella e iba a pensar de ella. Porque nosotros hemos espiritualizado mucho el drama de María. Usted tiene que entender que esta doncella iba a ser el objeto de mucha crítica de parte de su comunidad, que no iba a entender que era Dios quien había hecho esto posible y que estaba levantándose a su Mesías.

Y qué dijo María? He aquí la sierva del Señor, hágase conmigo como tu quieras. Porque cuando Dios quiere hacer algo poderoso en el mundo y en la historia, necesita un hombre, necesita una mujer, necesita una iglesia, necesita una nación y es importante que Dios encuentre en nosotros ese pueblo que le diga, Señor, queremos que lo que tu estás haciendo aquí ahora mismo, de bendecir familias, que tu lo multipliques y que un día yo veo la comunidad latina viniendo a los pies del Señor en grandes cantidades, y Dios usándonos para su gloria, para hacer esto. Pero dónde lo vamos a poner? Necesitamos un lugar mayor.

Ahora mismo el ministerio en inglés también está creciendo y yo sé que un día Dios va a levantar una iglesia poderosísima anglo parlante aquí en la comunidad donde se necesita tanto, llena del Espíritu Santo, una iglesia transformadora y este es el lugar, ese santuario que ahora nosotros usamos, ellos lo van a ocupar y lo van a llenar también para gloria de Dios, y se va a levantar una iglesia en inglés poderosa y van a necesitar un espacio también. ya casi no caben en el otro lugar y este va a ser el espacio que ellos van a heredar cuando nosotros vayamos ahí a ese otro lugar.

Así que, Dios está diciendo, yo quiero levantarme una comunidad muy poderosa, muy influyente y yo quiero que ustedes me preparen las vasijas sobre las cuales va a caer mi aceite. Dios siempre necesita vasijas, Dios necesita viudas que le den de comida a su profetas, Dios necesita viudas que tengan la fe para comprar muchas vasijas vacías o tomarlas prestadas para que su aceite pueda caber, y que sean bendecidas también y bendigan a sus profetas. Las dos cosas son necesarias.

Y eso es lo que nosotros estamos haciendo. Pero se necesita un hombre, una mujer, una iglesia, que diga, Señor, nuestros recursos los ponemos a tu disposición. María puso su matriz a disposición del Espíritu Santo. Tu tienes una matriz espiritual que tu puedes poner a disposición del Espíritu Santo en este tiempo en que Dios se está moviendo también.

Tu puedes ser el, la protagonista de lo que Dios quiere hacer. Se requiere gente como David que cuando vio el problema de Goliat maldiciendo al pueblo de Dios, atrayendo vergüenza hacia el rey divino, dijo sabes qué? Dios me está llamando a descabezar ese gigante y dijo, presente y tomó, asumió el mando y enfrentó a Goliat. Por qué? Porque él dijo Dios necesita alguien, aquí yo estoy, Señor, úsame a mí.

Pedro puso su barca a disposición de Jesucristo. Recuerdan cuando el Señor rodeado poderosamente de una multitud estaba la multitud agolpándose contra él. El vio la barca de Pedro, recuerdan? Y Pedro estaba allí en una recesión tremenda, como la de hoy, de 2011. Había estado toda la noche tratando de pescar y los peces estaban en huelga. El mar estaba en recesión, había una depresión marítima increíble en ese tiempo.

Y Pedro estaba allí lavando sus redes una noche infructuosa, no había pescado nada y la barca estaba sin usar. El Señor tiene una necesidad, quiere predicarle a esa multitud tan grande, retirarse un poquito y le pide a Pedro, déjeme usar tu barca. Pedro le concede la barca al Señor. El Señor se monta en ella, se retira un poquito de la orilla, predica la palabra, da de comer a la multitud. Y entonces dice, Pedro, ahora ven, móntate en tu barca y vamos mar adentro. Y ese día Pedro sacó una pesca milagrosa que tuvo que pedirle a otros que vinieran a ayudarlo. Por qué? Porque ofreció lo que él tenía para resolver la situación apremiante que el Señor estaba confrontando y él también fue bendecido.

No solamente cogió una multitud de peces, sino que Dios ahí le dio su ministerio a través de Jesús, y le dijo, desde hoy tu vas a ser pescador de hombres. Y todavía 2000 años y pico después estamos recordando a Pedro como un gran Apóstol, porque le cedió esa pequeña barca al Señor.

Imagínese que hubiera pasado si Pedro hubiera dicho, Señor, ¿Sabe qué? Ya yo cerré la tienda. Esa barca ya no está en uso por hoy. Que terrible. Pero porque puso su barca a disposición del Señor que necesitaba en ese momento esa barca, Dios lo bendijo grandemente. Dios siempre está diciendo, quiero a alguien que se pare en la brecha. Y desgraciadamente muchas veces no lo haya. Eso está ahí en Ezequiel 22. Dios quería un predicador, un profeta, alguien que le predicara a Israel y ayudar a Israel a tornarse de sus malos caminos, y no lo encontró y tuvo que destruir al pueblo y ponerlo en el exilio.

Que triste cuando Dios busca gente, busca una Congregación, porque Dios quiere hacer lo que a él le da la gana, él no necesita nuestra ayuda, pero Dios nunca hace nada excepto a través de nosotros. Dios te va a usar a ti, te va a necesitar entre comillas a ti, para que tu lleves a cabo su obra, porque a Dios le gusta trabajar con su pueblo y que nunca se diga de nosotros que Dios nos buscó y no nos encontró disponibles.

Finalmente, y pido a los músicos que por favor pasen por acá y se preparen. Hermanos, cuando entramos al Reino de Dios es para hacer un compromiso radical. Dios aborrece al tibieza espiritual, la gente meramente adecuada. Dios aborrece la mentalidad cómoda e indiferente. Recuerden lo que dijo a la odisea en las cartas que les escribió a las iglesias, dijo, por cuanto no eres ni frío, ni caliente te vomitaré de mi boca. Por qué? Porque el que no recoge con el Señor desparrama. El que no está con él está contra él.

Es importante unirse porque las posiciones intermedias no agradan al Señor. La mera religiosidad desagrada profundamente a Dios porque representa una subestima de su grandeza y de su gloria incomparables.

Sabe, la grande de Dios es tan grande, el poder de Dios es tan grande, la gloria de Dios es tan grande que la única reacción legítima ante su señorío, su gran poder y su gloria es total entrega, adherencia e inclinación ante él. Cualquier cosa menos que algo que esté a la altura de su realeza es un insulto. Y que bueno es que nosotros ahora estamos dentro del Reino de Dios, hemos tomado partido con Dios y Dios nos dice, no seas cristiano mediocre, no seas un cristiano cómodo, no seas un cristiano religioso, yo te quiero ferviente en calor espiritual, totalmente entregado a mis propósitos.

Pongámonos de pie, hermanos. Pueblo de Dios, Congregación León de Judá, hermanos que estamos comprometidos con el Reino de Dios, vamos a tener un momentito más en un segundo y esto va a ser breve, pero también solemne. Hemos hecho tantas cosas, esto ha sido un festín, hermanos, esta tarde y yo les suplico que no subestime la importancia de esto que vamos a hacer en un segundo de tomar de la santa cena. Necesitamos esos símbolos para ser fortalecidos también.

Pero antes de eso, yo quiero que tu mires lo que está aquí en frente y que eso se quede ahí un momento inclusive, mientras celebramos la santa cena. Yo te pido, hombre, mujer de Dios, discierne el tiempo de Dios, en este momento de la historia de Boston y de tu Congregación. El domingo que viene cuando llamemos al pueblo de Dios a reconsagrarse a sus compromisos financieros, cuando otros los llamemos a comprometerse por primera vez a ser parte de este milagro y traigan su ofrenda, yo le pido esta semana órele al Señor para que afirme su corazón, si usted ya se comprometió y todavía no ha cumplido totalmente, comprométase. Si usted quiere, nos encantaría ver promesas cumplidas prematuramente, porque nos ayudan a tener un fondo positivo para poder en avance pagar los gastos de esta construcción.

Si usted cumplió ya con su promesa y Dios le mueve en su corazón, como David, a darle una ofrenda aún más generosa a Dios y decir, sabe qué? Yo me voy a unir a mi iglesia de nuevo y voy a dar aunque sea mil, dos mil dólares más, lo que Dios ponga en su espíritu, 500 dólares, 1000 dólares, lo que sea, diez mil, un millón, por qué decir solamente cifras pequeñas, lo que sea que Dios ponga en su corazón. Usted quizás quiere renovar sus votos en ese sentido.

Y si usted se ha olvidado de su promesa por razones de trabajo, o de carencia, miren, créale a Dios y ponga la mano otra vez sobre el arado y siga adelante. Colabore por medio de su compromiso financiero, su oración, y comprométase a ser un recurso para el Reino de Dios durante toda, toda su vida.

Bajemos nuestras cabezas un momento, hermanos, y yo quisiera también asegurarme de que si alguien, ni siquiera le voy a pedir que pase al frente, pero si alguien quiere entregar su vida a Jesús en esta tarde, y decir sabes qué, Señor? Yo no me he comprometido contigo todavía, y estoy desparramando porque no estoy ni contigo ni estoy tampoco opuesto a ti, pero tu me dices a mí que si no estoy radicalmente contigo, entonces estoy contra ti, que si no estoy repartiendo contigo tus bendiciones en el mundo, entonces estoy desperdiciando, desparramando y no usando positivamente y despreciando lo que tu estás haciendo en el mundo. Y yo quiero tomar partido contigo.

Yo quisiera ver tu mano levantarse y darte una oportunidad para que entregues tu vida a Jesús, donde tu estés yo te voy a bendecir y voy a orar por ti. no tiene ni siquiera que pasar aquí al frente, porque el Señor sabe tu corazón y sabe lo que tu necesitas, pero si hay alguien que no lo ha hecho todavía, que levante su mano en esta tarde y yo voy a orar por ti. Hay alguien? Queremos asegurarnos antes de entrar en la cena del Señor. Esta hermana levanta su mano allí. Yo te bendigo, mujer de Dios en el nombre de Jesús, tu corazón, tu vida. Un hermano allí también levanta su mano. Gloria al Señor. Mantengan su mano levantada. Otra mano que veo allí también. Dios te ve mejor que yo inclusive. Allí una mano se levanta, otra persona por acá también. amén.

Hermanos, yo les bendigo en el nombre de Jesús. Cada uno de ustedes es un tesoro de Dios y el Señor te dice ahora, únete a mi mover, yo te recibo a mi reino y yo quiero que tu camines conmigo y yo contigo, tomados de la mano. Yo nunca te dejaré ni te desampararé. Hónrame, prefiéreme y yo me aseguraré de que yo siempre tenga para ti lo mejor, la mejor bendición.

Una hermana allá detrás también levanta su mano. Gloria a Dios. Extienda su mano hacia una de esas manos que se ha levantado un momento, hermano, usted los ve, está cerca de ellos, bendígales. Allí detrás también esa hermana que está allí. Los hermanos que están detrás de ella, alrededor de ella bendíganla. Oren por ella.

Dondequiera que haya una mano levantada, declare la bendición de Dios sobre esa vida. Nosotros bendecimos tu vida, hombre, mujer de Dios. Dios te da la bienvenida a su reino. Tu no estás ya desparramando, estás recogiendo con el Señor. Tu no estás en contra del Señor, tu estás a favor del Señor y el Señor está favor de ti. Bendecimos tu vida y declaramos la derrota de todo poder contrario a tu prosperidad, a tu salud, a tu bendición, a tu crecimiento espiritual, a la bendición de tu familia.

Rompemos toda maldición en la vida nuestros hermanos y nuestras hermanas y declaramos un caminar próspero delante de Dios. Entrega todo lo que eres, todo lo que tienes, todos tus sueños al Señor, y tu vas a ver que la bendiciones de Dios no se dejarán esperar. Bendecimos tu vida. Gracias, Señor, establece tus santos propósitos en nuestros hermanos. Gracias por lo que estás haciendo en este pueblo, Señor. Y declaramos que cosas mayores veremos para gloria de tu nombre. Honra, Señor, a tu pueblo que cree en la fidelidad de tus promesas. Ahora, bendícenos Señor al participar de esta cena sagrada y danos tu bendición en todo. Gracias Señor, en el nombre de Jesús.

Más vale dar que recibir

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Les voy a decir por qué yo estoy tan contento. Porque la mano de Dios me sostiene. Amén. Ahí tienen una respuesta y lo puedo decir. Y porque siempre en victoria él me ha llevado, me está llevando y me llevará. Otra de las razones por las cuales yo siento gozo, mis hermanos, es cuando los veo a cada uno de ustedes, cada vez que yo veo cada uno de sus rostros, y al menos con aquellos que yo he tenido la oportunidad de poder hablar y de poder conocer la historias de sus vidas un poquito más, de poder conocer sus logros y poder conocer algunas de sus luchas. Eso me trae gozo. Porque el mero hecho de que los estoy viendo aquí me da a entender a mí de que en ustedes hay un Dios que está en acción. Y aunque muchas veces puedan rugir los vientos y las tempestades y que traten de subir las olas para tratar de hundir nuestra barca, con todo nosotros podemos permanecernos firmes porque el Señor es el que va con nosotros en todo momento.

¿Saben qué? A mí me da gozo también el hecho de que aunque muchas veces hay personas que van por la vida sin tener a Dios presente, Dios es tan bueno y tan misericordioso que con todo y eso Dios va caminando detrás de esa persona. y la persona va por ahí haciendo de las suyas y Dios como que, okay, estás haciendo de las tuyas pero yo estoy ahí. Te ibas a caer en un hoyo y de repente Dios de alguna forma u otra evitó de que te cayeras en el hoy, tal vez te doblaste el tobillo, pero no te caíste en el hoyo.

Y los que se cayeron en el hoyo Dios los ayuda a levantarse, porque la Biblia que si 7 veces cayera una persona en el hoyo, el hoyo se lo añadí yo, 7 veces qué? Lo levantará Dios. y póngase usted a contar, por cuál voy, por cuál de las 7 veces voy. No te apures, 7 es un número simbólico, eso significa que Dios está ahí. Dios está ahí dispuesto a ayudarte sea cuando sea.

Otra cosa que a mí me trae gozo, mis hermanos, es el ver cómo Dios está obrando en nosotros como iglesia. El yo ver la dinámica de estos servicios de los miércoles que ustedes llegan y cuando yo veo sus rostros yo sé que muchos de ustedes llegan, como quien dice, arrastrándose, algunos de ustedes tal vez llegan con ganas de no estar aquí porque alguien te quiso traer, y yo me alegro de que ese alguien te trajo, y me alegro de que tu aunque estás aquí con las muelas de atrás, pero me alegro de que estás aquí porque algo se te va a pegar. Y tal vez yo acabo de decir esto y tu estás ahí, como que, yeah, right. Trust me. Algo se te va a pegar.

Pero aún cuando estoy gozoso de eso, ese mismo gozo hay veces que yo me digo, guau Señor, tu vas a tener que seguir interviniendo aquí porque nosotros meaning, los pastores, los líderes de esta iglesia, nosotros solos no podemos con toda la carga, tu vas a tener que seguir haciendo algo más allá de nuestros esfuerzos.

Yo veo cómo este servicio está creciendo, y le doy la gloria a Dios por eso. Muchos de ustedes saben que eso han sido oraciones que hemos tenido porque esto me da a entender a mí que la iglesia está cobrando consciencia de cuán importante es apartar tiempos para orar y para buscar a Dios, para congregarse. Hay gente que dice, ah, Omar el servicio tuyo… Miren, yo reprendo eso. Esto no es el servicio mío, si usted oye a alguien diciendo eso, dígale de parte mía, hmm, hmm, no es así. Esto es un servicio de la iglesia que es dedicado a Dios, el mero hecho de que yo esté aquí dirigiéndolo es como quien dice, a side note, pero aquí si es servicio de alguien es servicio de Dios. y todos nosotros somos los protagonistas.

Pero lo más que podemos ver es que Dios está obrando en medio de cada uno de nosotros. Yo quiero traer su atención a algo. Desde mi perspectiva pastoral cuando yo veo todo lo que Dios está haciendo y todas las cosas que me pueden traer gozo, a la misma vez yo puedo ver muchos retos que tenemos por delante y estas 4 semanas, mis hermanos, que hemos tenido de podernos comprometer delante de Dios y poder dar, estamos hablando de ofrendas en sí como tal. Mi deseo ha sido el que todos nosotros podamos comprender que esto no es una iglesia que está tan solamente pidiendo dinero todo el tiempo, yo no quiero que usted se confunda. Porque ese no es el propósito principal de Congregación León de Judá. El propósito principal de Congregación León de Judá es de ver a Dios siendo glorificado a través de todas las cosas que nosotros hacemos, a través de cada una de las personas que componen la iglesia.

Pero a la misma vez reconocemos que precisamente porque Dios tiene ese tipo de llamado sobre nosotros como iglesia, el reto que tenemos por delante es bien grande. Cada vez que yo salgo por esa puerta de ahí atrás y veo todos esos pedazos de acero, yo me digo, guau esto está interesante. Cómo Dios nos está llevando.

Yo quise preparar una gráfica ilustrativa para que usted pueda tener una idea de cómo pueden ir las cosas dependiendo a cómo nosotros entendemos lo que Dios está haciendo en medio de nosotros. Algunos de ustedes van a entender esta gráfica desde la primera vez que yo lo pongo pero voy a tomarme mi tiempo para explicar.

Miren esta gráfica, estoy hablando de proyecciones de Congregación León de Judá, un primer ejemplo. Les voy a explicar los colores: el color azul, la barra de color azul significa los pastores o el liderazgo principal de la iglesia. La barra de color rojo son las personas y cuando hablo de las personas me refiero a las necesidades que tiene el pueblo, necesidades de consejería, necesidades de servicios para niños, servicios para jóvenes, servicios para familias, necesidades de educación, la necesidad espiritual de poder llevar una vida abundante como Dios intenciona y el poder ser parte de una iglesia que pueda proveer ese tipo de nutrición a la vida de estas personas. Está la necesidad de compañerismo, de gente que se siente sola, que no tiene familia y necesitan algún grupo de personas con el cual puedan conectar. Está la necesidad de personas que vienen con situaciones de inmigración, personas que vienen con deseos de educarse, o de ver cómo podemos [sin audio]

A medida que la iglesia va creciendo, a través de ese color rojo de personas, crecen las necesidades. Y es más, me atrevería a decir, crecen las demandas. Porque entonces la gente empieza a demandar, bueno, pues si yo vengo como esta necesidad yo demando que la iglesia me resuelva esto. So, ese es el color rojo.

El color verde, cuál es? Las finanzas, los cherries, el aguacate, los plátanos maduros, el arroz con habichuelas y chuletas. Ese es el color verde. Ahora, yo quise poner esto, como quien dice, en una progresión de años desde el 2011, 2012 hasta el 2014. No me cabía otra más así que lo dejé hasta el 2014. No es que tengo poca fe, yo sé que puedo llegarle ahí al 2020 o algo, pero lo puse hasta el 2014.

Imagínate tu, usted, si a medida que nosotros vayamos creciendo como iglesia, el color rojo, que sigan llegando más personas, pero si como iglesia no desarrollamos esta convicción de que para que la iglesia funcione necesita de mis energías y de mis recursos materiales y financieros para que la iglesia pueda funcionar, porque no es que la iglesia va a esperar a que llegue un millonario que se convierta, que sea miembro aquí, o la iglesia no puede esperar a que alguien juegue la lotería y entonces de el diezmo de ese premio de la lotería, y lo de a la iglesia. Como la iglesia no puede esperar por eso, y no lo va a hacer tampoco, pues sabemos que mucho de lo que nosotros podemos hacer depende de cómo nosotros nos comprometamos delante de Dios con contribuir a esa obra.

Ahora, imagínense ustedes si para el 2010 la membrecía crece, gloria a Dios, es un buen problema a tener, ¿verdad? ahora, si aumenta ese número de personas, si aumenta la cantidad de necesidades, si aumenta la cantidad de issues, de problemas, de dramas y melodramas que traiga la gente, pero si no aumentan las cherries, el aguacate y las chuletas, y si eso ni añade, no van a haber más pastores y líderes que puedan atender todo ese grupo de personas, qué va a pasar? Si para el año 2013 sigue creciendo la membrecía pero los cherries se siguen quedando igual, y no podemos reclutar a más pastores para poder atender las necesidades de ese grupo, qué va a pasar? Si para el próximo año, gloria a Dios, se sigue dando un crecimiento exponencial de la membrecía de la gente pero el aguacate y las chuletas no siguen entrando, y por ende no podemos reclutar a más pastores o líderes que puedan trabajar con esas necesidades, qué es lo que va a pasar? Dígame usted qué es lo que va a pasar? Dime tu, una niña, qué va a pasar?

Eso mismo va a pasar, nos vamos a quedar sin palabras. Porque vamos a estar quemados, damas y caballeros. No vamos a dar a vasto. Nos va a pasar esto. Gracias, Jonathan que no me dejaste sacar esto. Eso es lo que nos va a pasar. Nos va a tragar el pez.

Pero, si a medida que pasan los años, miren este otro ejemplo, estamos aquí en el 2011. Si para el próximo año aumenta la membrecía y la gente cobra consciencia de esa visión de que muchos de lo que sucede aquí va a depender de cómo nosotros trabajamos aquí y cómo trabajamos acá, para que este grupo pueda ser edificado como debe ser, si entonces nos comprometemos y esta barra sigue subiendo para que entonces esta otra pueda subir y poder sostener esa barra del medio. Y al próximo año ese nivel de compromiso se sigue fortaleciendo y no tenemos que depender de campañas financieras sino que la gente da porque aman a la obra del Señor, y esa barra verde puede seguir creciendo, pueden seguir llegando las chuletas, los aguacates, el arroz con habichuelas, y así podemos seguir apoyando un personal pastoral, un liderazgo sólido, saludable, bien bendecido que puedan apoyar las necesidades de este grupo, y así consecutivamente. Entienden lo que les estoy queriendo decir?

Solamente una ilustración, mis hermanos, para dejarles saber que lo que está por delante es grande. No es tan solamente edificar un edificio, estamos hablando como he dicho en muchas ocasiones, estamos hablando de vidas que van a ser impactadas con el amor de Dios y que hacen falta obreros que puedan apoyar esa obra en distintas perspectivas. Y no es, mis hermanos, que les estamos pidiendo que se quite el anillo y lo ponga en el cesto de las ofrendas. No les estamos pidiendo que saque las llaves del carro y de la casa y que las ponga en la cesta de ofrendas. Solamente lo que estamos queriendo comunicar desde el liderazgo pastoral es que todos podamos entender que para que muchas de estas cosas se puedan dar va a depender de cómo nosotros nos comprometemos con ese llamado que Dios ha puesto en nuestros corazones y que podamos contribuir a ello, no tan solamente con nuestras oraciones, con nuestros ayunos que podamos hacer, con el mero hecho de venir y asistir a la iglesia, sino que va a depender también de cómo nosotros podemos contribuir a esa obra.

Yo les digo, mis hermanos, cada vez que yo hablo de esto a mí me da canillera, porque yo sé que esto es un tema bien delicado y bien sensible. Mucha gente ha sido abusada por eso. A mucha gente los han querido virar, como quien dice, patas arriba y exprimirle todo lo que tienen y después los dejan ahí tirados. Pero eso no es la intensión de esta iglesia. La intensión de esta iglesia es que todos podamos crecer a la altura del hombre, de la mujer que Dios quiere que nosotros podamos ser.

Lo que nosotros queremos ver es familias que entren por esas puertas y están a punto de darse una patada el uno al otro, pero que cuando llegan aquí de repente, primero que nada la gracia de Dios se apodera de esa familia, hay consejeros que pueden hablar con esa pareja, hay consejeros que pueden hablar con los hijos de esa pareja, para poderlos ayudar y poder restaurar la dinámica de familia. Llega alguien que quiere estudiar y lo único que tiene es un quinto grado de su país natal y de repente, puede venir aquí y conectarse con distintos recursos para que esa persona pueda echarle adelante a su vida. Que nosotros podamos meternos en distintos sectores en nuestra comunidad para poder hacer una diferencia, para poder ser luz.

Y no tan solamente eso, sino que Dios pueda seguir usando el ministerio de Congregación León de Judá para impactar a otros ministerios a nuestro alrededor, mis hermanos. Congregación León de Judá no es tan solamente de nosotros aquí encerrados entre estas 4 paredes, Congregación León de Judá llega más allá. Porque dondequiera que usted va, usted está llevando Congregación León de Judá con usted. Y usted puede hacer la diferencia dondequiera que usted va, dondequiera que el pastor Roberto va, él lleva el nombre de Congregación León de Judá con él también.

Pero como bien hemos estado leyendo, mis hermanos, hay algo que cuando uno ama la obra de Dios es como que sale, sale de… Cuando alguien ha hecho algo bueno por usted, qué usted hace? Usted busca responder a ese favor de alguna manera u otra ¿verdad?, y si fue algo bien significativo, yo no estoy diciendo que alguien le dice, ah, mira, yo sentí de parte del Señor darte estos $ 20 para que le eches gasolina a tu carro. Ah, amén, gracias, gracias, Señor porque lo hiciste así.

Pero si hay alguien que hace algo bien súper extremadamente significativo por usted, usted se va a salir de su cause por tratar de encontrar la forma de responder ese favor a esa persona. lo mismo se ve en nuestra relación con Dios.

Cuando Dios hace algo por nuestras vidas, que es bien significativo y nosotros no tenemos esta actitud de querer coger a Dios y virarlo patas a arriba y sacarle todo lo que tiene para después dejarlo tirado y nosotros salirnos con el beneficio que sacamos, Dios no va a bregar así con nosotros. Es bien difícil coger a Dios y virarlo así y sacudirlo. Yo creo que él te lo va a hacer a ti antes de que tu se lo hagas a él.

Pero si nosotros sabemos cómo proceder con esa relación donde Dios hace algo por nosotros y nosotros por gratitud, por amor, por desvivirnos por él tenemos que hacer algo en respuesta. Para poderle dejar saber a Dios, Dios mira, yo te quiero demostrar cuánto yo te amo al hacer esto. Y no es una sola forma, tenemos muchas formas para mostrar ese gesto de gratitud a Dios, pero por amor a él podemos, podemos responderle con todo lo que somos, con todo lo que tenemos.

Yo le pido algo a Dios, mis hermanos, y con esto cierro. Mi deseo es que todo lo que nosotros estamos haciendo como iglesia, para causar, provocar consci3encia en cada uno de los miembros de esta iglesia, es que podamos entender que en el dar hay una bendición mucho más grande que en el mero hecho de nosotros poder recibir. Y eso es un misterio que está aquí. Eso es parte de la ley de Dios.

Cuando en el libro de los Hechos dice, porque más vale dar que recibir, por algo está ahí. Es bueno recibir, seguro, a todos nosotros nos gusta recibir. Somos bendecidos cuando recibimos, pero la bendición es mucho mayor cuando nosotros damos. Cuando usted da de lo que Dios le ha dado a usted, aunque sea una palabra, aunque sea un gesto de cariño hacia alguien, aunque sea el uno comprometerse financieramente por un período de tiempo y decir, mira, Señor, por tanto días yo te voy a traer esto. Es más, yo les voy a decir, yo espero que después de esta cuarta semana que nosotros no digamos o no pensemos como, okay, ya se cumplieron las 5 semanas, pues, ahora voy a seguir dando un dólar de ofrenda. Del miércoles que viene en adelante yo voy a seguir dando un dólar.

¿Saben qué? Yo mismo me puse un reto, que de aquí en adelante si yo puedo seguir dando mis 20 dólares de ofrenda, mis 20 dólares de ofrenda yo los voy a seguir dando. No voy a decir, voy a soñar con hacer un cheque de 100 mil dólares, no creo que mi fe se ha movido todavía a ese nivel, y yo le doy gracias a Dios por esa persona que sí soñó con hacer eso, y yo me senté con esta persona recientemente y él me explicó el contexto completo de cómo fue que se dio ese cambio en su vida y yo tengo que reconocer que Dios estaba en medio de eso.

Pero Dios brega con distintas personas a distintos niveles. Dios brega con usted como Dios quiere hacerlo. Dios está trabajando conmigo, mis hermanos, yo se los digo, yo les abro mi corazón como pastor, Dios me está retando en ese nivel de mis finanzas a cómo yo atreverme a creer en él, de que él es el proveedor de todas las cosas para mi vida. Y yo espero que cada uno de nosotros hayamos aprendido la lección, de atrevernos a creerle a él, de que cuando nosotros le damos con gozo y cuando le estamos dando con un sentido de compromiso, diciendo, Señor, esto lo estoy haciendo para ti, no lo estoy haciendo porque el pastor me lo está pidiendo, porque la iglesia me lo está pidiendo, lo estoy haciendo porque te amo, porque amo tu obra, porque amo esta iglesia, y como he sido bendecido a través de esta iglesia, quiero la bendecir para que esta iglesia pueda seguir bendiciendo a otros dondequiera que tu nos lleves.

Si nosotros damos con ese entendimiento, mire no va a ser tan difícil echar ahí en la cesta. Si tiene alguna pregunta, algun comentario, siéntase libre, me llama, pastor Omar, yo quiero hablar con usted de esto. Para eso estamos. Yo creo que vamos a llegar a ese punto donde vamos a tener más pastores, que si yo no doy a vasto, va a haber otro que va a poder hablar con usted. Y yo oro el día que eso llegue. Pero por ahora, si usted tiene alguna pregunta, alguna duda, 617 541 4455 extensión número 13, o sino, número de Dios usted lo sabe, llámelo a él.

Hermanos, entienden lo les he estado compartiendo? Yo espero, de verdad, yo espero en Dios que ninguno de ustedes salga de aquí con una mentalidad de que, ah, aquí lo que están haciendo es exprimiéndole los verdes a todo el mundo. No. si usted sale de aquí con ese pensamiento, usted ha estado escuchando con el oído derecho, o el izquierdo.

Oiga la voz de Dios, mis hermanos. Dios nos está retando a todos nosotros. Yo estoy en el mismo bote que ustedes. Dios sabe que a mí hay veces que se me hace difícil aflojar mi bolsillo también. y Dios me está probando a mí con eso. Y yo sé que al yo responder a eso, yo voy a ver la bendición de Dios. no estoy diciendo que la voy a ver financieramente, no, porque la bendición de Dios puede volver en muchas otras formas.

El miércoles que viene les voy a contar un testimonio. Bueno, no un testimonio, un testimonio / petición que la quiero compartir con ustedes, así que los voy a dejar con eso por ahora, to be continued otra vez.

Vamos a ponernos de pie, mis hermanos, y vamos a orar. Amada Dios yo te doy las gracias una vez `más. Señor, cierro estas 4 semanas con gozo en mi corazón. Y yo espero que mis hermanos estén sintiendo el mismo gozo al poder saber que cada uno de nosotros somos parte de una obra maravillosa que tu estás haciendo en medio nuestro.

Sí, Señor, yo lo declaro así, que todos y cada uno de nosotros aún aquellos que se creen que no tienen nada para dar, tu quieres usarnos a todos para edificar tu obra, Señor. Tu palabra muy claro lo dice, que la mies es mucha y los obreros son pocos, y tu estás buscando obreros para trabajar en la mies. Tu estás buscando obreros para contribuir al desarrollo del trabajo en esa mies.

Así que, Padre, yo te suplico es mi petición, Señor, como pastor de mis hermanos y hermanas, es mí petición delante de ti, Señor, que esta semanas que hemos tenido para reflexionar acerca de esta dimensión del nosotros poder dar, contribuir a tu obra con nuestras finanzas, al poder entender esa dimensión de la fe, Señor, de poder creer a ti que cuando te damos tu eres capaz de responder a cada una de nuestras necesidades y suplir a cada una de ellas, Jesús.

Yo te pido, mi Dios, que en esta noche algo se selle en el corazón y las mentes, en el espíritu de cada uno de mis hermanos y hermanas, y Señor, que tu nos muevas en esa dimensión de una fe que se entrega por completo a ti, Señor, una fe sin reservas, sin condiciones, sin estar cuestionando las cosas, pero entregarnos a ti con esa sencillez de un niño y creerte a ti, Señor, en todo lo que tu dices, en todas tus promesas.

Padre, yo te pido que tu bendición nos acompañe ahora sea a nuestros hogares, se con nosotros, Señor, protégenos en el camino de vuelta a casa y que esta noche, mi Dios, tu nos permitas tener un descanso profundo, tranquilo, reparador, que las ansiedades de las distintas situaciones que podamos tener, mi Dios, no nos roben la oportunidad de poder recobrar nuestras energías, Señor. Y que mañana si así tu lo permites, mi Dios, podamos levantarnos con una nueva perspectiva, Señor, hacia la vida y poder echarle mano a todo lo que el día de mañana pueda traer y hacerlo en tu nombre, no en nuestras propias fuerzas, sino hacerlo en las tuyas.

Declaro tu bendición sobre cada uno de mis hermanos y hermanas, Señor, sobre cada uno de ellos que cuando salgan por esas puertas, ellos puedan sentir tu presencia, que les acompañe y que les fortalece en todo momento. Bendecimos tu nombre y gracias, gracias, gracias mil, Señor, por esta noche. Te lo pedimos todo y lo entregamos todo a ti, Señor, en el nombre de Jesús. Amén. Y amén.

Hermanos y hermanas, salúdense unos a otros.

No tienes porque temerle

31 de octubre Del 2011 - Por Miriam Carrasquillo

 

Hay una verdad poderosísima que el enemigo de nuestras almas no quiere que tu y yo sepamos, y que en realidad saberla nos puede ayudar muchísimo en nuestro constante caminar cristiano. La verdad es que tu y yo, como hijos legítimos que somos de Dios NO tenemos que temer a Satanás. Lucifer es un ser creado (Ezequiel 28:15), con limitaciones como cualquier otra criatura, queriendo esto decir que esta limitado en todo lo que hace. No es tan poderoso como solemos creer. El solo puede hacer, y actuar hasta donde Dios - Nuestro Padre - le permite. El carece de los atributos que posee nuestro Dios y Padre Celestial. Aunque Satanás ruja como león, haciéndose creer el poderoso, NO LO ES, nuestro Dios es el único Omnipotente. Y la Biblia dice que mas poderoso es el que esta en nosotros que el que esta en el mundo (1 Juan 4:4). El enemigo se intimida cuando se nos acerca, porque ve en nosotros al Omnipotente.

Jesús, el hijo legitimo de Dios, pudo confrontar a Satanás con toda autoridad, declarándole la palabra de Dios, y nosotros como hijos legítimos que somos también, debemos confrontarlo de la misma manera - sin temor - porque Dios nos a dada la misma autoridad que le dio a Jesús.
Lucas 10:19 nos dice: "he aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañara". El Señor nos ha dado potestad sobre TODA fuerza del enemigo. El Diablo pretende engañarnos y confundirnos. Pero tu y yo tenemos la clave para hacerlo huir de nuestras vidas: SOMETEOS A DIOS, RESISTID AL DIABLO, Y HUIRA DE VOSOTROS (Santiago 4:7), esa es la clave. Cuando nos sometemos a Dios, agradándole en todo, y haciendo su voluntad, el enemigo se atemoriza, tiembla, y huye - ¡que poderosa verdad! - Hermanos sometámonos a Dios y será el enemigo quien nos temerá.
Los hijos de Dios estamos completos en El, tenemos su poder para hacer correr al enemigo. Cuando vengan tiempos difíciles, recordemos que tenemos el poder de la palabra de Dios, confesémosla con nuestra boca, declararemos las promesas de nuestro Padre Celestial, y te aseguro que el enemigo no lo soportara, se tapara los oídos, y saldrá corriendo.

Que Dios te bendiga y haga resplandecer en ti esta poderosísima verdad: ES MAS PODEROSO EL QUE ESTA EN TI, NO TIENES PORQUE TEMERLE, tu tienes el poder del Dios Omnipotente en tu vida, ¡Créelo!.

En los peores momentos de la vida Dios habla por segunda vez

Transcripción

Quiero compartir la palabra escogida por el Señor para este momento. Yo sé que Dios siempre tiene un propósito para todo, y es asombroso porque Dios me despertó esta mañana con un sueño y me hizo todo un ajuste y una aplicación a mi propia vida y yo le decía a mi esposo esta mañana, Dios te va a hablar en esta tarde, no es solo para los hermanos de León de Judá, es para ti y para mí también, porque la palabra de Dios es espada con fila y siempre va bendecir y a cortar y traer desafío a la persona que la predica tanto como al público que la recibe. Bendito y alabado el nombre del Señor.

Y yo voy a estar hablando de Jeremías 33, del 1 al 9, que dice así en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

“…Vino palabra de Jehová a Jeremías la segunda vez, estando él aún preso en el patio de la cárcel diciendo, Así ha dicho Jehová que hizo la tierra, Jehová que la formó para afirmarla, Jehová es su nombre, clama a mí y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tu no conoces porque así ha dicho Jehová, el Dios de Israel, acerca de las casas de esta ciudad y de las casas de los reyes de Judá, derribadas con arietes y con hachas a causa de toda su maldad. He aquí que yo les traeré sanidad y medicina y los curaré, ¡Aleluya! Y les revelaré abundancia de paz y de verdad, y haré volver los cautivos de Judá y los cautivos de Israel y los restableceré como al principio, y los limpiaré de toda su maldad con que pecaron contra mí y perdonaré todos sus pecados que contra mí pecaron y que contra mí se revelaron. Y me será a mí por nombre de gozo, de alabanza y de gloria entre todas las naciones de la tierra que habrán oído todo el bien que yo les hago y temerán y temblarán de todo el bien y de toda la paz que yo les haré…”

El Señor bendice esta palabra en nuestro corazón. La podemos delante de diez palabras tuyas, palabra viva, ¡Aleluya! Tu palabras son espíritu y son vida, Señor, penetra hasta lo más íntimo de las entrañas de nuestro ser Señor, y grábala allí y permite que allí de fruto, Señor, y que allí impacte y revuelque todo nuestro ser y engrandezca nuestra fe, para nosotros creerla y recibir conforme ella nos da, en el nombre de Jesús, nuestro Señor oramos con fe. Amén. ¡Aleluya!

Gracias Señor. Esta mañana desperté con el propósito de dormir un poco más porque tenemos pocas veces esa oportunidad, pero cuando desperté me extrañé del fuerte coraje que sentía con el sueño que acababa de tener. Yo normalmente no me recuerdo de los sueños, muy pocas Dios me ha hablado a través de sueños y visiones aunque lo ha hecho, pero en esta ocasión despierto y recuerdo perfectamente el sueño, pero sobretodo me extraña la fuerte emoción de coraje que sentía, como si el sueño fuera parte de mi vida real.

Y entendí que debía levantarme más temprano de lo que había planificado y ponerme a orar. Y me fui al baño de la habitación del hotel y empecé a repasar en mi mente los detalles del sueño de tal manera que se grabaran bien, dado que lo común es que se me olviden, y en el sueño yo me veía vestida de vestiduras blanca, de una túnica blanca, pero había como una mancha amarilla aquí, maloliente, y yo me miraba y yo decía, por qué yo me puse esta ropa de Elsie? Elsie es mi hermana menor que simboliza en cierta medida la falta de firmeza en los caminos del Señor. Y decía, por qué yo me puse esta ropa de Elsie con esta mancha tan maloliente?

Y trataba de recoger el reguero que producían todos los niños entre los cuales estaban mis nietas y otros niños de la iglesia, y yo recogía y recogía, y cada vez era más el coraje porque no lograba recoger por completo el reguero que constantemente seguían haciendo. Y en eso escucho una voz y veo de frente que algunos hermanos de la iglesia comenzaban como una dramatización. En mi iglesia se hacen musicales, obras de teatros y cosas bien bonitas, Dios ha dado mucho talento a muchos hermanos allí, que cualquiera diría que son profesionales de Hollywood.

Y cuando yo escucho la voz de uno de los hermanos y empiezo a mirar la representación, en un momento dado no sé por qué razón, mi esposo y yo nos lanzamos sobre un techito que tenía la escenografía y la escenografía cayó. Entonces, yo veía a mi hija indiferente y produciendo el reguero y yo recogiendo y cada vez más molesta y cada vez más molesta y cada vez más molesta, hasta que de momento me veo caminando con su ex esposo y los niños y las nenas de ella y él con alegría y con naturalidad. Y ahí es que despierto.

Pero sentía tan fuerte el coraje, la molestia y entendía que Dios me estaba hablando, porque a las hermanas ayer en la mañana yo le dije en flash, solamente que mi esposo y yo habíamos estado pasando en estos últimos dos años por una prueba muy difícil, y aunque no dije detalles esa prueba desembocó en el divorcio de mi hija en julio de este año. Ustedes se imaginan, después de casi 10 años de casada, ella es nuestra única hija mayor, tenemos luego dos varones, ella tiene 31 años, nuestros otros dos hijos tienen 29 y 25, el de 29 también está casado, tiene un bebé varón y uno que viene en camino. Y el de 25 no se ha casado.

Pero ella tiene dos niñas, una de 9 años y otra de 4 que son la luz de nuestros ojos. Y una niña preciosa, una hija preciosa, muy talentosa, criada literalmente en la falda nuestra, muy amada nuestra y muy amada de nuestro esposo. Nuestro esposo si bueno es como hombre, como profesional, como cristiano, como esposo, como padre es un derroche de amor, de atenciones y de hecho yo siempre lo regaño y le digo, tu siempre te excedes, tienes que dejar que las cosas se las ganen y que estén por medida. Pero ya eso es lo que le nace a él natural.

Y nosotros hemos sufrido muchos estos últimos dos años viendo la forma en que se ha dado esta dinámica de deterioro del matrimonio, aunque ella lo conoció en la iglesia, él estaba recién llegado y aunque alegaba ser un cristiano maduro, no lo era y aunque tenía algún conocimiento bíblico y alguna crianza en el Señor, pronto se notó por el fruto que es como dice la palabra, por el fruto lo conoceréis, que no era una persona realmente con una raíz cristiana o más bien con un estilo de vida netamente cristiano.

Ella se casó muy rápido con él, apenas sin conocerlo, por una desilusión amorosa de la que había salido y parecía una gran persona, de una gran familia, pero como les dije, pronto se dejó ver su inestabilidad, su falta de carácter, de compromiso y también su poco temor a Dios. Hasta, aunque ella calló muchas cosas, ya en el último año pues ella nos empezó a dejar saber más de cerca detalles de lo que estaba pasando, y en julio después de un año de separación salió su divorcio.

Lo último que tu te espera como pastora, como cristiana, proveniente de un hogar estable, mi madre que lleva como 60 años casada con mi papá, y que contra viento y marea ha mantenido ese matrimonio, a pesar de que en los inicios hubo maltrato, luego ellos se convierten y mami mantuvo, contra todo ataque, contra toda crisis, ese matrimonio. Nos crió a nosotros 5, yo soy la cuarta de 5 hijos, 4 son mujeres, y mi esposo y yo nos hemos dado por completo al Señor, criamos a nuestros hijos con todo el amor de Dios y el ejemplo cristiano posible, y lo último que tu te esperas es que viendo tu hogar de formación, y luego teniendo un hogar así de unido, de estable, bien fundamentado en el Señor, es que tu hija única, tu princesa, tu hija mayor, la madre de tus primeras nietas, fracase en su relación matrimonial.

Y créanme que lloramos mucho. Ahora, puedo contener el dolor y las lágrimas pero si yo dijera, me voy a olvidar de que tengo esta gente delante y voy empezar a llorar mi dolor, podría empezar a llorar literalmente. Uno ha acompañado a tanta gente en medio de las crisis que se viven, tanta gente ha recibido golpes personales, familiares y en tanto tipo, económico, en su salud, en todos los aspectos de su vida, pero jamás después de 29 años de pastora, podía yo comprender hasta vivirlo lo que significa un golpe de este tipo para una familia.

Nadie puede imaginarse el dolor de otro hasta que vive una experiencia similar. Y realmente ha sido un dolor muy fuerte para nosotros. La cosa es que cuando yo despierto de este sueño con este coraje tan fuerte, lo único que podía era reconocer el mucho coraje que yo he reprimido por la conducta de nuestra hija en este último año donde por causas de la crisis, del fracaso, de la desilusión, de la decepción y de no poder comprender el desenlace de todo esta relación en la cual ella invirtió tanto, ella se ha tornado, como le suele pasar a la gente que pasan en sus crisis por diferentes etapas de negociación, negación, frustración, rebelión y luego aceptación, pues ella no ha sido la excepción.

Y en medio de todas esas etapas se ha enfriado un poco en su relación con Dios. yo me imagino que por lo que yo represento, aunque toda la familia estamos muy unidos, pues, de alguna manera ha tenido mucha animosidad contra mí, que soy la que siempre he representado… sin ninguna forma de negociar eso, esa firmeza, esa fidelidad, esa palabra de fe, esa declaración de la fidelidad de Dios, y de alguna forma todo eso ha chocado con la experiencia que ella ha tenido.

Créame que yo no he compartido esto de esta manera en ningún lugar. Y hemos tenido que sufrir encima de su experiencia, pues también el extraño trato hacia mi persona. cuando yo despierto y siento aquí el coraje tan grande, pues era como Dios diciéndome, tu has reprimido todo ese dolor y ese coraje y has tratado de lucir y lo has logrado, ante ella, como una madre que cuida, que acompaña, que no pierde la fe, que tolera cosas inusuales, pero que sabe por uno por la experiencia de vida, por la fe, y por los estudios que son cosas propias de las experiencias que tenemos que pedirle al Señor que nos ayude a mirar todo en un cuadro.

Y has reprimido todo ese coraje, pero hermanos, yo desperté con un coraje que es lo que cogiera de frente me lo llevaba, y yo decía, Señor, pero tan fuerte es mi coraje, tan grande es mi dolor? Y yo lo sabía, pero Dios me decía en el sueño, tus vestiduras. Porque yo decía, qué significa esto? Porque yo nunca recuerdo los sueños y lo podía recordar al detalle. Dios me decía, tus vestiduras son blancas pero hay una mancha maloliente deteriorándola. Tienes que echar fuera ese coraje, tu me has entregado todo, y tu estás confiando en mí pero tienes que entregarme ese coraje, ese dolor que mancha tus vestiduras, que te altera, que no te deja ordenar todo lo que se ha producido como producto de todo esto que ha ocurrido en la familia, y que te lleva junto a tu esposo a romper con escenarios de dramas y de teatros que se quieren representar pero que no corresponden a la verdad.

Y yo decía, Dios mío, pero qué es esto? Y una vez logrado eso vas a ir caminando con todos ellos en paz. Y yo no podía pensar cómo yo iba caminando con el ex esposo de ella a mi lado y las nenas y todo era tan armonioso y tan positivo. Yo decía, guau, que tremendo Señor, y entonces Dios me dio esta palabra y Dios me dijo, esa es la palabra para ellos.

Y fíjate que cuando Jeremías habla aquí dice, “Y habló Jehová a Jeremías por segunda vez, aún estando él preso en el patio de la cárcel…”

Yo no sé cuántas veces Dios te ha hablado a ti. Yo no sé si tu siendo sierva, siervo de Dios, alguien que le es fiel al Señor, que le ha creído, que por encima de todas las cosas ha puesto la palabra de Dios y la obediencia a Dios y se ha mantenido contra todo sufrimiento poniendo en alto su fe, su testimonio, cuántos de ustedes se sienten presos en esta mañana. Se sienten presos como un acto de injusticia de todo lo que está pasando alrededor suyo.

Jeremías no tenía por qué estar preso. Jeremías estaba preso porque había hablado la palabra de Jehová, porque le había creído al Señor, porque había hablado al rey, a sus príncipes, a los sacerdotes del pueblo, lo que Dios le daba tocante a lo que había que hacer, pero estaba hablando palabras que el pueblo no quería oír.

La gente a veces no quiere oír, la gente a veces no quiere que tu te mantengas firme, que tu te mantengas en la fe, que tu te mantengas en tu postura, que tu te mantengas mirando, levantando tu rostro como mirando al invisible. La gente a veces resiente eso. La gente quisiera que tu gritaras, vociferaras, maldijeras, te salieras de control, echaras todo por la borda, y no pueden. Cuando el enemigo se cuela no pueden tolerar, no pueden soportar tu quietud, no pueden soportar tu control y que tu fe permanezca.

Mi papá me decía tocante a esto y a otras cosas que está sufriendo con otras nietas, Marta, yo no veo luz al final del túnel. Yo le decía, papi, nosotros por fe andamos y no por vista. Tu no tienes que ver la luz, la luz está en tu corazón, Cristo te ha dado una palabra, tu tienes que creerle, tu tienes que continuar. No se trata de lo que las circunstancias digan, no se trata de lo que tus emociones, no se trata de lo que tu frágil fe diga, se trata de lo que Dios ha dicho. ¡Aleluya! Y su palabra permanece para siempre.

Hermanos, yo he tenido que pastorear en todo este tiempo de pastora, pero más aún en estos últimos años, no solo a mis hijos, a mi esposo, a mis padres, a mis hermanos, a mis sobrinos, a mis nietos. Y es como un no poder salir de tu rol pastoral en ningún momento, y tu sentir que por todos los frentes tienes trabajo, tienes reto, tienes desafío, tienes demanda y tu no encuentras un espacio para descansar y para decir, aquí soy nadie, ahora soy cualquiera, soy uno más, y puedo abandonarme y enajenarme de todas las cosas que me responsabilizan, que me demandan.

Pero aunque tu sientas en esta tarde por causa de tu fidelidad a Dios, por haber hablado lo que tenías que hablar, haberte mantenido fiel, aunque tu estés preso en esta tarde, y Dios te haya hablado una primera vez, y aún permanezcas preso, Dios tiene una nueva palabra para ti. ¡Aleluya!.

Gloria al nombre del Señor. Y aún preso, aún limitado en su alimentación, en su libertad y en muchas circunstancias, Jeremías recibió por segunda vez palabra de Jehová. ¡Aleluya!

Aunque tus circunstancias no cambien Dios está y lo que ha dicho se cumplirá. ¡Aleluya! Aunque sigas preso, aunque sigas cautivo como les decía a las mujeres ayer, aún en medio de la cautividad allí en Babilonia, junto al río que va Ezequiel alzó sus ojos y vio los cielos abrirse y tener visiones de Dios. ¡Aleluya!

El mismo Juan en medio de su cárcel, en medio de su exilio, en Patmos vio al Hijo del hombre, ¡Aleluya! En el día del Señor que estaba presente junto a él y escuchó su voz como de trompeta, en el peor de los escenarios de su vida, donde también por su fidelidad y como un acto de injusticia estaba relegado a ese lugar.

Hermanos, son los peores momentos de la vida, no sé por qué los que Dios escoge, para que tu le conozcas, para que tu oigas su voz como nunca, para que tu veas su gloria, para que tu puedas declarar con Job, de oída te había oído más ahora mis ojos te ven. Yo hablaba cosas que no entendía, cosas demasiado sublimes para mí, pero yo me retracto y me arrepiento en incienso y cenizas porque tu eres Dios. Dios bueno, Dios justo y dice la palabra, que cuando Job se sometió a lo que Dios le estableció y hubo orado por sus amigos, Dios le devolvió al doble todas las cosas que había pedido. ¡Aleluya!.

Y aún cuando murió de 140 años, murió viejo, lleno vida, aún en su muerte fue abundante. ¡Aleluya! Y Jeremías estaba preso pero aún esa cárcel no te priva de la presencia de Dios. Dios está como nunca a tu lado, como poderoso gigante. Dios está ahí secando tus lágrimas. Dios está ahí impartiéndote su fuerza. Dios está ahí diciéndote, no te dejaré ni te desampararé. Dios está a tu lado pronunciando con voz profética, no temas porque yo estoy contigo. No desmayes porque yo soy tu Dios que te fuerzo, siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia y cuando Dios trae palabra a Jeremías por segunda vez, aún estando preso en el patio de la cárcel, Dios le afirmó primeramente su nombre, Dios le dijo, yo soy Jehová, Dios de Israel, que hizo los cielos y la tierra, que formó la tierra para afirmarla, Jehová es mi nombre y le dijo, clama a mí. ¡Aleluya! Porque hay momentos en la vida en que nadie quiere oírte, nadie quiere o puede darte la mano, nadie puede ofrecerte lo que solamente en el corazón de Dios y Dios lo sabe.

Y Dios te dice clama a mí y yo te responderé como si tu fueras la única persona que habita la tierra, como si no hubiera nadie más. Te amé con amor eterno y por esto te prolongué mi misericordia. Clama a mí y yo te responderé y te mostraré cosas grande y ocultas que tu no conoces.

Hermanos, Dios tiene que alterar nuestro entorno muchas veces para que nosotros dejemos de escuchar otras voces y podamos estar a solas a él y podamos aprender cosas que no aprenderíamos de otra manera. Dios nos trae revelación. Dios nos enseña las cátedras más gloriosas. Dios nos da ¡Aleluya! Las revelaciones más preciosas cuando estamos en crisis y en medio de esa crisis Dios le dice a Jeremías, clama a mí, clama a mí y no vas a perder el tiempo, has clamado mucho, yo te he dado promesas, tu no las has visto cumplir, tu sigues preso, pero clama a mí y yo te responderé. ¡Aleluya!

Ha llegado el tiempo en que yo te responda, que yo te enseñe otras cosas y te mostraré cosas grandes. Hermanos, tu crees que has visto cosas grandes, Dios tiene cosas aún mayores para ti. ¡Aleluya! Más gloriosas, más elevadas, más profundas, más amplias y te mostraré cosas grande y ocultas, cosas que hasta ahí tu no habías visto, como le dijo Dios a Siro, te daré dos tesoros escondidos y los secretos muy guardados para que sepas que yo soy Jehová, que te puse nombre, que no hay otro fuera de mí. ¡Aleluya!

Te mostraré y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tu no conoces. ¡Aleluya! Y Dios ha estado mostrándome y enseñándome cosas, hermanos, que yo no conocía. Y Dios ha estado tratando de explicarme las cosas que han sido, las que son y las que vendrán. No solo en mi carácter personal y familiar sino aún en el carácter de nuestra iglesia, nuestro país y de la historia en general. Porque, hermanos, tenemos que reconocer los tiempos. ¡Aleluya! Tenemos que darnos cuenta la dirección en que está tomando toda esta historia humana y cómo se acerca hacia el fin.

Y Dios le dice a Jeremías, mira, no te sorprendas, porque así ha dicho Jehová, Dios de Israel acerca de las casas en esta ciudad y de las casas de los reyes de Israel, derribadas con arietes y con hachas, a causa de toda su maldad.

Porque la primera vez que Dios le habló a Jeremías le dijo, cómprale a tu primo, Anamael, la casa, la propiedad que viene a venderte porque viene de parte mía. Y la ciudad estaba sitiada, ellos estaban viendo la destrucción, viendo la movilización hacia el cautiverio, pero para después llegó su primo y le ofreció la compra de la casa y le dijo que él era el que tenía el derecho, y dice que Jeremías entendió que era palabra de Dios y le compró la propiedad y puso testigos y selló la carta y la guardó porque Dios le dijo, todavía se comprarán casas en esta ciudad y en este lugar.

Y esa fue la primera palabra que Dios le dio a Jeremías. Y cuando le habla la segunda vez le afirma lo que había dicho la primera vez y añade, y es cuando le dice, estas casas de esta ciudad que tu ves derribadas a causa de la maldad de tu propio pueblo, tu vas a ver el cambio, tu vas a ver la transformación porque aunque lo que se está viviendo es producto del pecado y de la maldad, hermanos, porque lamentablemente muchos de lo que sufrimos no es culpa de Dios ni del diablo, son las consecuencias de nuestras propias decisiones y elecciones.

La culpa es huérfana, nadie la quiere, pero muchas veces tenemos que asumir responsabilidad por lo que está pasando en nuestra vida y en nuestra familia. Y Dios le está diciendo a Jeremías, aunque por causa de la maldad del pueblo ves toda esta destrucción y se han derribado todas estas casas, he aquí, hermanos, eso es lo que distingue a Dios sobre toda otra persona, he aquí yo les traeré sanidad y medicina. ¡Aleluya! Y los curaré y les revelaré abundancia de paz y de verdad. ¡Aleluya!

Y Dios me hablaba y me decía, no temas por lo que estás viendo, no temas por ese cautiverio emocional en que te sientes, no temas porque la palabra que te hablé la primera vez no se ha cumplido, no temas porque ves todo derribado y porque ves todo asolado y destruido, yo les traeré sanidad y medicina. ¡Aleluya! Y los curaré y les revelaré abundancia de paz y de verdad.

Hermanos, ese es el Dios al que nosotros le servimos. Ese es el Dios cuya misericordia son nuevas cada mañana. Ese es el Dios que te ve, que te conoce, que tiene piedad de ti, que dice, no temas yo te ayudo. ¡Aleluya! Yo, Jehová, y fuera de mí quién salve. ¡Aleluya! Y Dios le hace una promesa tan tremenda acerca de su hermano, de su compueblano, y asocia el pecado con la enfermedad del espíritu y cuando dice, sanidad y medicina, no sé por qué de alguna forma a mí trae a pensar que Dios va a orar algunas cosas por los medios sobrenaturales, pero va a obrar otros con los medios naturales. ¡Aleluya!

Y por eso dice sanidad y medicina, pero nos curará y curará nuestros hijos, y curará los nuestros y les revelará abundancia de paz y de verdad. hermanos, porque lo que necesitan nuestros hijos y lo que necesitan tantos por los que sufrimos no es más información ni más iglesia, y todo esto es necesario sino una experiencia personal con Jesucristo, necesitan que la gloria de Dios se le meta en el corazón, que los sacie, que les revele la verdad y la paz que solamente está en él y muchos de nosotros hemos criado a nuestros hijos en la iglesia, en el Señor, les hemos dado buen testimonio, los hemos cubierto de oración, hemos sembrado en ellos, hemos invertido y no vemos el fruto, pero no se tarde hermano y hermana, el Señor los va a sanar, el Señor les va a dar la experiencia que necesitan, el Señor se les va a revelar, ¡Aleluya! El Señor les va a dar a conocer la verdad y la verdad los va a hacer libres. ¡Aleluya!

Bendito y alabado sea el nombre del Señor. Dice esa palabra, para no extenderme mucho, y los restableceré como al principio. ¡Aleluya! Lo que está viendo no es el final, lo que estás viendo es solamente [inaudible] en el proceso divino. ¡Aleluya! Él los restablecerá, o te restablecerá como al principios. No temas. ¡Aleluya! Ponte en las manos del Señor, sigue confiando en él, agárrate fuertemente de sus manos, dile que te ayude a continuar. ¡Aleluya! Él da esfuerzo alcanzado y multiplica la fuerza al que no tiene ninguna. los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen, pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas. ¡Aleluya!

Levantarán alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán. Yo, dice el Señor, los restableceré como al principio y los limpiaré de toda su maldad con que pecaron contra mí y perdonaré todos sus pecados que contra mi pecaron. Hermanos, si algo Dios es, es un Dios perdonador. Si algo Dios es, es un Dios que si confesamos nuestros pecados, es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. ¡Aleluya!

Y me será a mí por nombre de gozo, de alabanza y de gloria entre todas las naciones de la tierra que habrán oído todo el bien que yo les hago. Y temerán y temblarán de todo el bien y de toda la paz que yo les haré. Denle un aplauso al Señor.

La gente se va a quedar boquiabierta cuando vea lo que Dios hace por ti y por los tuyos. ¡Aleluya! Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sión seremos como los que sueñan. Nuestra boca se llenará de risa y nuestra lengua de alabanza, y dirán entre las naciones, grandes cosas ha hecho Jehová con estos. Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros. Estaremos alegres a por ver nuestra cautividad hay que seguir orando como los arroyos del Negev. Dice, los que sembraron con lágrimas, con gozo segarán. Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla, más volverá cantando trayendo su cabilla. ¡Aleluya!

Afina esa voz que vas a tener que alabar al Señor y elevar cántico de victoria, ¡Aleluya! Porque Dios ha de cumplir su palabra. Pero no desesperes aunque tardare si él también te brindará. Estate quieto y espera, conoce que él es Dios, él tiene sus tiempos, él tiene sus cosas, no te dejes llevar por voces de aquí y de allá porque hay veces que gente nos trae palabra por compasión o por empatía que no es palabra de Dios, y Dios le decía a este pueblo, mira, no escuches a tus profetas ni a tus sabios ni a tus adivinos, que yo no los envié porque así dijo Jehová, cuando en Babilonia se cumplan los 70 años, yo os visitaré.

Mira, yo no sé si a ti te tocan 7 días, 7 semanas, 7 meses, 7 años, todo está en el plan y en el propósito de Dios, pero cuando se cumpla tu término, ¡Aleluya! Cuando Dios entienda que ha concluido tu proceso, Dios te visitará y despertará sobre ti su buena palabra. ¡Aleluya! Para hacerte volver a tu lugar, ¡Aleluya!

Y el Señor les dice ahí, porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros. Pensamientos de bien y no de mal para daros el fin que esperáis. ¡Aleluya! Dios tiene buenos pensamientos acerca de ti, Dios está planificando cosas gloriosas para tu vida. No te cuelgues en la prueba, no te quites, no te rindas, no desmayes, no abandones tu fe, no abandones al Señor, espera, confía, lo que Dios ha pronunciado desde el principio eso será, ¡Aleluya!

Como yo te dije ayer, que la palabra de Dios es viva y eficaz. ¡Aleluya! Y que como desciende de los cielos la lluvia, la nieve y no vuelve allá, sino que riega la tierra y la hace germinar y producir y da semillas al que siembra y pan al que come, dice el Señor, así será mi palabra que sale de mi boca, no volverá a mí vacía sino que hará lo que yo quiero y será prosperada en aquello para lo cual la envié.

¡Aleluya! Y aunque Dios tarde, hermanos, cuando se cumpla el proceso en el justo momento de Dios, será el parto. Las mujeres sabemos que cuando estamos embarazadas, ay Dios mío, mira que yo fastidié en el tercer embarazo, que yo ya era pastora, los primeros dos embarazos yo no era pastora, pero en el tercero sí. Y a las 8 semanas y media, ya y ya, iba al hospital, y no, y todavía, y dale que es tarde. Y una hermana de la iglesia, Anita, me dijo un día, pastorcita, no fastidies más que cuando sea el tiempo justo en que se cumple el tiempo adecuado, es que va a nacer la criatura. Y así fue. Un 18 de septiembre vinieron los dolores y en pocas horas ya habíamos tenido el parto.

Pero, hermanos, a veces nosotros abortamos los muchachos porque lo queremos sacar antes de tiempo del vientre y queremos comprimir y reducir el tiempo de los procesos de Dios y no es posible. Dios sabe lo que hace y cuándo lo hace y muchas veces Dios hace como que se retira para que aquellos que están indiferentes, rebeldes y endurecidos, reaccionen.

Como él le dijo al profeta Oseas, andaré, y con esto termino, y me volveré a mi lugar hasta que reconozcan su pecado y busquen mi rostro en su angustia me buscarán, dice el Señor. ¡Aleluya!

Venid, invita y volvamos a Jehová porque él arrebató y nos curará, hirió y nos vendará, nos dará oídos después de dos días y en el tercer día nos resucitará y viviremos delante de él. ¡Aleluya!

Ponte en pie. Levanta tus manos. Adora a Dios, dale gracias a Dios por su palabra. Créele que él quiere que en todo tiempo sean blancos tus vestidos, siempre hay ungüento sobre tu cabeza. Esas manchas que ha envuelto tu testimonio, esas ropas que pueden estar negando la obra de Dios en ti, hay que cambiarlas, hay que quitarlas, hay que salir del drama, del teatro, de las representación deshonesta y ser transparentes de Dios y de la gente y creer que el momento de Dios llega para cada cosa y que Dios liberta y sana tu corazón del dolor de esas heridas, del dolor de esas experiencias y de esas pérdidas y que Dios transforma los escenarios, que sana, te revela la verdad y te permite caminar como yo me veían en el sueño, junto a aquellos que se habían separado de ti, junto a aquellos que no estaban contigo. Dios hace la paz. Dios reconcilia. Dios nos resucita en el tercer día y viviremos delante de él.

Vamos a orar en este momento por todos aquellos que han oído palabra de Dios pero se sienten presos y necesitaron una segunda palabra y Dios se la ha dado en este momento y reciben con alegría y con fe el desafío de Dios de clamar a él y creer que él responderá, que él revelará lo que falta, que él sanará los heridos, que él traerá nuevamente a los nuestros, que él traerá unidad y armonía y que aún en medio de la angustia él está glorificándose, moviéndoles el piso, llamándolos y ayudándolos a llegar nuevamente para que juntos vivamos delante de él.

No importa como estén las cosas, todavía se comprarán casas en este lugar, todavía se edificarán muros en esta ciudad aunque todo esté derribado y asolado, porque Jehová, el Señor, lo ha dicho. Padre celestial, tu eres Dios sobre todas las cosas, no hay nadie como tu, ni obras que igualen tus obras, no importa cómo estemos en esta hora, tu eres Dios sobre todas las cosas, Jehová es tu nombre. Tu nos invitas a seguir pidiéndote a pedir con confianza, a entender que cuando se cumpla el tiempo tu nos visitarás. ¡Aleluya!

Y tu cumplirás los pensamientos de bien y no de mal que tienes acerca de nosotros. Danos la paz tuya que sobrepasa todo entendimiento, que por nada estemos afanosos, sino que sean conocidas nuestras peticiones delante de ti, en toda oración y ruego con acción de gracias, y esa paz tuya, guardará nuestros pensamientos y nuestros corazones en Cristo Jesús.

Señor, amarramos nuestra vida a ti. Señor, ligamos nuestra alma a la tuya. Señor, recibimos tu palabra y la creemos. Señor, ponemos por encima tu palabra a nuestras circunstancias y te agradecemos tu procesos de crecimiento y de bendición. Te agradecemos tus promesas, ¡Aleluya! Y estaremos ahí los que hemos sembrado con lágrimas, segando con gozo, con cántico y con alegría en el nombre que es sobre todo nombre, el nombre de Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor y salvador, oramos con fe y con celebración y acción de gracias. Amén. ¡Aleluya! Dios los bendiga, hermanos.

En los peores momentos de la vida Dios habla por segunda vez

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Quiero compartir la palabra escogida por el Señor para este momento. Yo sé que Dios siempre tiene un propósito para todo, y es asombroso porque Dios me despertó esta mañana con un sueño y me hizo todo un ajuste y una aplicación a mi propia vida y yo le decía a mi esposo esta mañana, Dios te va a hablar en esta tarde, no es solo para los hermanos de León de Judá, es para ti y para mí también, porque la palabra de Dios es espada con fila y siempre va bendecir y a cortar y traer desafío a la persona que la predica tanto como al público que la recibe. Bendito y alabado el nombre del Señor.

Y yo voy a estar hablando de Jeremías 33, del 1 al 9, que dice así en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

“…Vino palabra de Jehová a Jeremías la segunda vez, estando él aún preso en el patio de la cárcel diciendo, Así ha dicho Jehová que hizo la tierra, Jehová que la formó para afirmarla, Jehová es su nombre, clama a mí y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tu no conoces porque así ha dicho Jehová, el Dios de Israel, acerca de las casas de esta ciudad y de las casas de los reyes de Judá, derribadas con arietes y con hachas a causa de toda su maldad. He aquí que yo les traeré sanidad y medicina y los curaré, ¡Aleluya! Y les revelaré abundancia de paz y de verdad, y haré volver los cautivos de Judá y los cautivos de Israel y los restableceré como al principio, y los limpiaré de toda su maldad con que pecaron contra mí y perdonaré todos sus pecados que contra mí pecaron y que contra mí se revelaron. Y me será a mí por nombre de gozo, de alabanza y de gloria entre todas las naciones de la tierra que habrán oído todo el bien que yo les hago y temerán y temblarán de todo el bien y de toda la paz que yo les haré…”

El Señor bendice esta palabra en nuestro corazón. La podemos delante de diez palabras tuyas, palabra viva, ¡Aleluya! Tu palabras son espíritu y son vida, Señor, penetra hasta lo más íntimo de las entrañas de nuestro ser Señor, y grábala allí y permite que allí de fruto, Señor, y que allí impacte y revuelque todo nuestro ser y engrandezca nuestra fe, para nosotros creerla y recibir conforme ella nos da, en el nombre de Jesús, nuestro Señor oramos con fe. Amén. ¡Aleluya!

Gracias Señor. Esta mañana desperté con el propósito de dormir un poco más porque tenemos pocas veces esa oportunidad, pero cuando desperté me extrañé del fuerte coraje que sentía con el sueño que acababa de tener. Yo normalmente no me recuerdo de los sueños, muy pocas Dios me ha hablado a través de sueños y visiones aunque lo ha hecho, pero en esta ocasión despierto y recuerdo perfectamente el sueño, pero sobretodo me extraña la fuerte emoción de coraje que sentía, como si el sueño fuera parte de mi vida real.

Y entendí que debía levantarme más temprano de lo que había planificado y ponerme a orar. Y me fui al baño de la habitación del hotel y empecé a repasar en mi mente los detalles del sueño de tal manera que se grabaran bien, dado que lo común es que se me olviden, y en el sueño yo me veía vestida de vestiduras blanca, de una túnica blanca, pero había como una mancha amarilla aquí, maloliente, y yo me miraba y yo decía, por qué yo me puse esta ropa de Elsie? Elsie es mi hermana menor que simboliza en cierta medida la falta de firmeza en los caminos del Señor. Y decía, por qué yo me puse esta ropa de Elsie con esta mancha tan maloliente?

Y trataba de recoger el reguero que producían todos los niños entre los cuales estaban mis nietas y otros niños de la iglesia, y yo recogía y recogía, y cada vez era más el coraje porque no lograba recoger por completo el reguero que constantemente seguían haciendo. Y en eso escucho una voz y veo de frente que algunos hermanos de la iglesia comenzaban como una dramatización. En mi iglesia se hacen musicales, obras de teatros y cosas bien bonitas, Dios ha dado mucho talento a muchos hermanos allí, que cualquiera diría que son profesionales de Hollywood.

Y cuando yo escucho la voz de uno de los hermanos y empiezo a mirar la representación, en un momento dado no sé por qué razón, mi esposo y yo nos lanzamos sobre un techito que tenía la escenografía y la escenografía cayó. Entonces, yo veía a mi hija indiferente y produciendo el reguero y yo recogiendo y cada vez más molesta y cada vez más molesta y cada vez más molesta, hasta que de momento me veo caminando con su ex esposo y los niños y las nenas de ella y él con alegría y con naturalidad. Y ahí es que despierto.

Pero sentía tan fuerte el coraje, la molestia y entendía que Dios me estaba hablando, porque a las hermanas ayer en la mañana yo le dije en flash, solamente que mi esposo y yo habíamos estado pasando en estos últimos dos años por una prueba muy difícil, y aunque no dije detalles esa prueba desembocó en el divorcio de mi hija en julio de este año. Ustedes se imaginan, después de casi 10 años de casada, ella es nuestra única hija mayor, tenemos luego dos varones, ella tiene 31 años, nuestros otros dos hijos tienen 29 y 25, el de 29 también está casado, tiene un bebé varón y uno que viene en camino. Y el de 25 no se ha casado.

Pero ella tiene dos niñas, una de 9 años y otra de 4 que son la luz de nuestros ojos. Y una niña preciosa, una hija preciosa, muy talentosa, criada literalmente en la falda nuestra, muy amada nuestra y muy amada de nuestro esposo. Nuestro esposo si bueno es como hombre, como profesional, como cristiano, como esposo, como padre es un derroche de amor, de atenciones y de hecho yo siempre lo regaño y le digo, tu siempre te excedes, tienes que dejar que las cosas se las ganen y que estén por medida. Pero ya eso es lo que le nace a él natural.

Y nosotros hemos sufrido muchos estos últimos dos años viendo la forma en que se ha dado esta dinámica de deterioro del matrimonio, aunque ella lo conoció en la iglesia, él estaba recién llegado y aunque alegaba ser un cristiano maduro, no lo era y aunque tenía algún conocimiento bíblico y alguna crianza en el Señor, pronto se notó por el fruto que es como dice la palabra, por el fruto lo conoceréis, que no era una persona realmente con una raíz cristiana o más bien con un estilo de vida netamente cristiano.

Ella se casó muy rápido con él, apenas sin conocerlo, por una desilusión amorosa de la que había salido y parecía una gran persona, de una gran familia, pero como les dije, pronto se dejó ver su inestabilidad, su falta de carácter, de compromiso y también su poco temor a Dios. Hasta, aunque ella calló muchas cosas, ya en el último año pues ella nos empezó a dejar saber más de cerca detalles de lo que estaba pasando, y en julio después de un año de separación salió su divorcio.

Lo último que tu te espera como pastora, como cristiana, proveniente de un hogar estable, mi madre que lleva como 60 años casada con mi papá, y que contra viento y marea ha mantenido ese matrimonio, a pesar de que en los inicios hubo maltrato, luego ellos se convierten y mami mantuvo, contra todo ataque, contra toda crisis, ese matrimonio. Nos crió a nosotros 5, yo soy la cuarta de 5 hijos, 4 son mujeres, y mi esposo y yo nos hemos dado por completo al Señor, criamos a nuestros hijos con todo el amor de Dios y el ejemplo cristiano posible, y lo último que tu te esperas es que viendo tu hogar de formación, y luego teniendo un hogar así de unido, de estable, bien fundamentado en el Señor, es que tu hija única, tu princesa, tu hija mayor, la madre de tus primeras nietas, fracase en su relación matrimonial.

Y créanme que lloramos mucho. Ahora, puedo contener el dolor y las lágrimas pero si yo dijera, me voy a olvidar de que tengo esta gente delante y voy empezar a llorar mi dolor, podría empezar a llorar literalmente. Uno ha acompañado a tanta gente en medio de las crisis que se viven, tanta gente ha recibido golpes personales, familiares y en tanto tipo, económico, en su salud, en todos los aspectos de su vida, pero jamás después de 29 años de pastora, podía yo comprender hasta vivirlo lo que significa un golpe de este tipo para una familia.

Nadie puede imaginarse el dolor de otro hasta que vive una experiencia similar. Y realmente ha sido un dolor muy fuerte para nosotros. La cosa es que cuando yo despierto de este sueño con este coraje tan fuerte, lo único que podía era reconocer el mucho coraje que yo he reprimido por la conducta de nuestra hija en este último año donde por causas de la crisis, del fracaso, de la desilusión, de la decepción y de no poder comprender el desenlace de todo esta relación en la cual ella invirtió tanto, ella se ha tornado, como le suele pasar a la gente que pasan en sus crisis por diferentes etapas de negociación, negación, frustración, rebelión y luego aceptación, pues ella no ha sido la excepción.

Y en medio de todas esas etapas se ha enfriado un poco en su relación con Dios. yo me imagino que por lo que yo represento, aunque toda la familia estamos muy unidos, pues, de alguna manera ha tenido mucha animosidad contra mí, que soy la que siempre he representado… sin ninguna forma de negociar eso, esa firmeza, esa fidelidad, esa palabra de fe, esa declaración de la fidelidad de Dios, y de alguna forma todo eso ha chocado con la experiencia que ella ha tenido.

Créame que yo no he compartido esto de esta manera en ningún lugar. Y hemos tenido que sufrir encima de su experiencia, pues también el extraño trato hacia mi persona. cuando yo despierto y siento aquí el coraje tan grande, pues era como Dios diciéndome, tu has reprimido todo ese dolor y ese coraje y has tratado de lucir y lo has logrado, ante ella, como una madre que cuida, que acompaña, que no pierde la fe, que tolera cosas inusuales, pero que sabe por uno por la experiencia de vida, por la fe, y por los estudios que son cosas propias de las experiencias que tenemos que pedirle al Señor que nos ayude a mirar todo en un cuadro.

Y has reprimido todo ese coraje, pero hermanos, yo desperté con un coraje que es lo que cogiera de frente me lo llevaba, y yo decía, Señor, pero tan fuerte es mi coraje, tan grande es mi dolor? Y yo lo sabía, pero Dios me decía en el sueño, tus vestiduras. Porque yo decía, qué significa esto? Porque yo nunca recuerdo los sueños y lo podía recordar al detalle. Dios me decía, tus vestiduras son blancas pero hay una mancha maloliente deteriorándola. Tienes que echar fuera ese coraje, tu me has entregado todo, y tu estás confiando en mí pero tienes que entregarme ese coraje, ese dolor que mancha tus vestiduras, que te altera, que no te deja ordenar todo lo que se ha producido como producto de todo esto que ha ocurrido en la familia, y que te lleva junto a tu esposo a romper con escenarios de dramas y de teatros que se quieren representar pero que no corresponden a la verdad.

Y yo decía, Dios mío, pero qué es esto? Y una vez logrado eso vas a ir caminando con todos ellos en paz. Y yo no podía pensar cómo yo iba caminando con el ex esposo de ella a mi lado y las nenas y todo era tan armonioso y tan positivo. Yo decía, guau, que tremendo Señor, y entonces Dios me dio esta palabra y Dios me dijo, esa es la palabra para ellos.

Y fíjate que cuando Jeremías habla aquí dice, “Y habló Jehová a Jeremías por segunda vez, aún estando él preso en el patio de la cárcel…”

Yo no sé cuántas veces Dios te ha hablado a ti. Yo no sé si tu siendo sierva, siervo de Dios, alguien que le es fiel al Señor, que le ha creído, que por encima de todas las cosas ha puesto la palabra de Dios y la obediencia a Dios y se ha mantenido contra todo sufrimiento poniendo en alto su fe, su testimonio, cuántos de ustedes se sienten presos en esta mañana. Se sienten presos como un acto de injusticia de todo lo que está pasando alrededor suyo.

Jeremías no tenía por qué estar preso. Jeremías estaba preso porque había hablado la palabra de Jehová, porque le había creído al Señor, porque había hablado al rey, a sus príncipes, a los sacerdotes del pueblo, lo que Dios le daba tocante a lo que había que hacer, pero estaba hablando palabras que el pueblo no quería oír.

La gente a veces no quiere oír, la gente a veces no quiere que tu te mantengas firme, que tu te mantengas en la fe, que tu te mantengas en tu postura, que tu te mantengas mirando, levantando tu rostro como mirando al invisible. La gente a veces resiente eso. La gente quisiera que tu gritaras, vociferaras, maldijeras, te salieras de control, echaras todo por la borda, y no pueden. Cuando el enemigo se cuela no pueden tolerar, no pueden soportar tu quietud, no pueden soportar tu control y que tu fe permanezca.

Mi papá me decía tocante a esto y a otras cosas que está sufriendo con otras nietas, Marta, yo no veo luz al final del túnel. Yo le decía, papi, nosotros por fe andamos y no por vista. Tu no tienes que ver la luz, la luz está en tu corazón, Cristo te ha dado una palabra, tu tienes que creerle, tu tienes que continuar. No se trata de lo que las circunstancias digan, no se trata de lo que tus emociones, no se trata de lo que tu frágil fe diga, se trata de lo que Dios ha dicho. ¡Aleluya! Y su palabra permanece para siempre.

Hermanos, yo he tenido que pastorear en todo este tiempo de pastora, pero más aún en estos últimos años, no solo a mis hijos, a mi esposo, a mis padres, a mis hermanos, a mis sobrinos, a mis nietos. Y es como un no poder salir de tu rol pastoral en ningún momento, y tu sentir que por todos los frentes tienes trabajo, tienes reto, tienes desafío, tienes demanda y tu no encuentras un espacio para descansar y para decir, aquí soy nadie, ahora soy cualquiera, soy uno más, y puedo abandonarme y enajenarme de todas las cosas que me responsabilizan, que me demandan.

Pero aunque tu sientas en esta tarde por causa de tu fidelidad a Dios, por haber hablado lo que tenías que hablar, haberte mantenido fiel, aunque tu estés preso en esta tarde, y Dios te haya hablado una primera vez, y aún permanezcas preso, Dios tiene una nueva palabra para ti. ¡Aleluya!.

Gloria al nombre del Señor. Y aún preso, aún limitado en su alimentación, en su libertad y en muchas circunstancias, Jeremías recibió por segunda vez palabra de Jehová. ¡Aleluya!

Aunque tus circunstancias no cambien Dios está y lo que ha dicho se cumplirá. ¡Aleluya! Aunque sigas preso, aunque sigas cautivo como les decía a las mujeres ayer, aún en medio de la cautividad allí en Babilonia, junto al río que va Ezequiel alzó sus ojos y vio los cielos abrirse y tener visiones de Dios. ¡Aleluya!

El mismo Juan en medio de su cárcel, en medio de su exilio, en Patmos vio al Hijo del hombre, ¡Aleluya! En el día del Señor que estaba presente junto a él y escuchó su voz como de trompeta, en el peor de los escenarios de su vida, donde también por su fidelidad y como un acto de injusticia estaba relegado a ese lugar.

Hermanos, son los peores momentos de la vida, no sé por qué los que Dios escoge, para que tu le conozcas, para que tu oigas su voz como nunca, para que tu veas su gloria, para que tu puedas declarar con Job, de oída te había oído más ahora mis ojos te ven. Yo hablaba cosas que no entendía, cosas demasiado sublimes para mí, pero yo me retracto y me arrepiento en incienso y cenizas porque tu eres Dios. Dios bueno, Dios justo y dice la palabra, que cuando Job se sometió a lo que Dios le estableció y hubo orado por sus amigos, Dios le devolvió al doble todas las cosas que había pedido. ¡Aleluya!.

Y aún cuando murió de 140 años, murió viejo, lleno vida, aún en su muerte fue abundante. ¡Aleluya! Y Jeremías estaba preso pero aún esa cárcel no te priva de la presencia de Dios. Dios está como nunca a tu lado, como poderoso gigante. Dios está ahí secando tus lágrimas. Dios está ahí impartiéndote su fuerza. Dios está ahí diciéndote, no te dejaré ni te desampararé. Dios está a tu lado pronunciando con voz profética, no temas porque yo estoy contigo. No desmayes porque yo soy tu Dios que te fuerzo, siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia y cuando Dios trae palabra a Jeremías por segunda vez, aún estando preso en el patio de la cárcel, Dios le afirmó primeramente su nombre, Dios le dijo, yo soy Jehová, Dios de Israel, que hizo los cielos y la tierra, que formó la tierra para afirmarla, Jehová es mi nombre y le dijo, clama a mí. ¡Aleluya! Porque hay momentos en la vida en que nadie quiere oírte, nadie quiere o puede darte la mano, nadie puede ofrecerte lo que solamente en el corazón de Dios y Dios lo sabe.

Y Dios te dice clama a mí y yo te responderé como si tu fueras la única persona que habita la tierra, como si no hubiera nadie más. Te amé con amor eterno y por esto te prolongué mi misericordia. Clama a mí y yo te responderé y te mostraré cosas grande y ocultas que tu no conoces.

Hermanos, Dios tiene que alterar nuestro entorno muchas veces para que nosotros dejemos de escuchar otras voces y podamos estar a solas a él y podamos aprender cosas que no aprenderíamos de otra manera. Dios nos trae revelación. Dios nos enseña las cátedras más gloriosas. Dios nos da ¡Aleluya! Las revelaciones más preciosas cuando estamos en crisis y en medio de esa crisis Dios le dice a Jeremías, clama a mí, clama a mí y no vas a perder el tiempo, has clamado mucho, yo te he dado promesas, tu no las has visto cumplir, tu sigues preso, pero clama a mí y yo te responderé. ¡Aleluya!

Ha llegado el tiempo en que yo te responda, que yo te enseñe otras cosas y te mostraré cosas grandes. Hermanos, tu crees que has visto cosas grandes, Dios tiene cosas aún mayores para ti. ¡Aleluya! Más gloriosas, más elevadas, más profundas, más amplias y te mostraré cosas grande y ocultas, cosas que hasta ahí tu no habías visto, como le dijo Dios a Siro, te daré dos tesoros escondidos y los secretos muy guardados para que sepas que yo soy Jehová, que te puse nombre, que no hay otro fuera de mí. ¡Aleluya!

Te mostraré y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tu no conoces. ¡Aleluya! Y Dios ha estado mostrándome y enseñándome cosas, hermanos, que yo no conocía. Y Dios ha estado tratando de explicarme las cosas que han sido, las que son y las que vendrán. No solo en mi carácter personal y familiar sino aún en el carácter de nuestra iglesia, nuestro país y de la historia en general. Porque, hermanos, tenemos que reconocer los tiempos. ¡Aleluya! Tenemos que darnos cuenta la dirección en que está tomando toda esta historia humana y cómo se acerca hacia el fin.

Y Dios le dice a Jeremías, mira, no te sorprendas, porque así ha dicho Jehová, Dios de Israel acerca de las casas en esta ciudad y de las casas de los reyes de Israel, derribadas con arietes y con hachas, a causa de toda su maldad.

Porque la primera vez que Dios le habló a Jeremías le dijo, cómprale a tu primo, Anamael, la casa, la propiedad que viene a venderte porque viene de parte mía. Y la ciudad estaba sitiada, ellos estaban viendo la destrucción, viendo la movilización hacia el cautiverio, pero para después llegó su primo y le ofreció la compra de la casa y le dijo que él era el que tenía el derecho, y dice que Jeremías entendió que era palabra de Dios y le compró la propiedad y puso testigos y selló la carta y la guardó porque Dios le dijo, todavía se comprarán casas en esta ciudad y en este lugar.

Y esa fue la primera palabra que Dios le dio a Jeremías. Y cuando le habla la segunda vez le afirma lo que había dicho la primera vez y añade, y es cuando le dice, estas casas de esta ciudad que tu ves derribadas a causa de la maldad de tu propio pueblo, tu vas a ver el cambio, tu vas a ver la transformación porque aunque lo que se está viviendo es producto del pecado y de la maldad, hermanos, porque lamentablemente muchos de lo que sufrimos no es culpa de Dios ni del diablo, son las consecuencias de nuestras propias decisiones y elecciones.

La culpa es huérfana, nadie la quiere, pero muchas veces tenemos que asumir responsabilidad por lo que está pasando en nuestra vida y en nuestra familia. Y Dios le está diciendo a Jeremías, aunque por causa de la maldad del pueblo ves toda esta destrucción y se han derribado todas estas casas, he aquí, hermanos, eso es lo que distingue a Dios sobre toda otra persona, he aquí yo les traeré sanidad y medicina. ¡Aleluya! Y los curaré y les revelaré abundancia de paz y de verdad. ¡Aleluya!

Y Dios me hablaba y me decía, no temas por lo que estás viendo, no temas por ese cautiverio emocional en que te sientes, no temas porque la palabra que te hablé la primera vez no se ha cumplido, no temas porque ves todo derribado y porque ves todo asolado y destruido, yo les traeré sanidad y medicina. ¡Aleluya! Y los curaré y les revelaré abundancia de paz y de verdad.

Hermanos, ese es el Dios al que nosotros le servimos. Ese es el Dios cuya misericordia son nuevas cada mañana. Ese es el Dios que te ve, que te conoce, que tiene piedad de ti, que dice, no temas yo te ayudo. ¡Aleluya! Yo, Jehová, y fuera de mí quién salve. ¡Aleluya! Y Dios le hace una promesa tan tremenda acerca de su hermano, de su compueblano, y asocia el pecado con la enfermedad del espíritu y cuando dice, sanidad y medicina, no sé por qué de alguna forma a mí trae a pensar que Dios va a orar algunas cosas por los medios sobrenaturales, pero va a obrar otros con los medios naturales. ¡Aleluya!

Y por eso dice sanidad y medicina, pero nos curará y curará nuestros hijos, y curará los nuestros y les revelará abundancia de paz y de verdad. hermanos, porque lo que necesitan nuestros hijos y lo que necesitan tantos por los que sufrimos no es más información ni más iglesia, y todo esto es necesario sino una experiencia personal con Jesucristo, necesitan que la gloria de Dios se le meta en el corazón, que los sacie, que les revele la verdad y la paz que solamente está en él y muchos de nosotros hemos criado a nuestros hijos en la iglesia, en el Señor, les hemos dado buen testimonio, los hemos cubierto de oración, hemos sembrado en ellos, hemos invertido y no vemos el fruto, pero no se tarde hermano y hermana, el Señor los va a sanar, el Señor les va a dar la experiencia que necesitan, el Señor se les va a revelar, ¡Aleluya! El Señor les va a dar a conocer la verdad y la verdad los va a hacer libres. ¡Aleluya!

Bendito y alabado sea el nombre del Señor. Dice esa palabra, para no extenderme mucho, y los restableceré como al principio. ¡Aleluya! Lo que está viendo no es el final, lo que estás viendo es solamente [inaudible] en el proceso divino. ¡Aleluya! Él los restablecerá, o te restablecerá como al principios. No temas. ¡Aleluya! Ponte en las manos del Señor, sigue confiando en él, agárrate fuertemente de sus manos, dile que te ayude a continuar. ¡Aleluya! Él da esfuerzo alcanzado y multiplica la fuerza al que no tiene ninguna. los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen, pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas. ¡Aleluya!

Levantarán alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán. Yo, dice el Señor, los restableceré como al principio y los limpiaré de toda su maldad con que pecaron contra mí y perdonaré todos sus pecados que contra mi pecaron. Hermanos, si algo Dios es, es un Dios perdonador. Si algo Dios es, es un Dios que si confesamos nuestros pecados, es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. ¡Aleluya!

Y me será a mí por nombre de gozo, de alabanza y de gloria entre todas las naciones de la tierra que habrán oído todo el bien que yo les hago. Y temerán y temblarán de todo el bien y de toda la paz que yo les haré. Denle un aplauso al Señor.

La gente se va a quedar boquiabierta cuando vea lo que Dios hace por ti y por los tuyos. ¡Aleluya! Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sión seremos como los que sueñan. Nuestra boca se llenará de risa y nuestra lengua de alabanza, y dirán entre las naciones, grandes cosas ha hecho Jehová con estos. Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros. Estaremos alegres a por ver nuestra cautividad hay que seguir orando como los arroyos del Negev. Dice, los que sembraron con lágrimas, con gozo segarán. Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla, más volverá cantando trayendo su cabilla. ¡Aleluya!

Afina esa voz que vas a tener que alabar al Señor y elevar cántico de victoria, ¡Aleluya! Porque Dios ha de cumplir su palabra. Pero no desesperes aunque tardare si él también te brindará. Estate quieto y espera, conoce que él es Dios, él tiene sus tiempos, él tiene sus cosas, no te dejes llevar por voces de aquí y de allá porque hay veces que gente nos trae palabra por compasión o por empatía que no es palabra de Dios, y Dios le decía a este pueblo, mira, no escuches a tus profetas ni a tus sabios ni a tus adivinos, que yo no los envié porque así dijo Jehová, cuando en Babilonia se cumplan los 70 años, yo os visitaré.

Mira, yo no sé si a ti te tocan 7 días, 7 semanas, 7 meses, 7 años, todo está en el plan y en el propósito de Dios, pero cuando se cumpla tu término, ¡Aleluya! Cuando Dios entienda que ha concluido tu proceso, Dios te visitará y despertará sobre ti su buena palabra. ¡Aleluya! Para hacerte volver a tu lugar, ¡Aleluya!

Y el Señor les dice ahí, porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros. Pensamientos de bien y no de mal para daros el fin que esperáis. ¡Aleluya! Dios tiene buenos pensamientos acerca de ti, Dios está planificando cosas gloriosas para tu vida. No te cuelgues en la prueba, no te quites, no te rindas, no desmayes, no abandones tu fe, no abandones al Señor, espera, confía, lo que Dios ha pronunciado desde el principio eso será, ¡Aleluya!

Como yo te dije ayer, que la palabra de Dios es viva y eficaz. ¡Aleluya! Y que como desciende de los cielos la lluvia, la nieve y no vuelve allá, sino que riega la tierra y la hace germinar y producir y da semillas al que siembra y pan al que come, dice el Señor, así será mi palabra que sale de mi boca, no volverá a mí vacía sino que hará lo que yo quiero y será prosperada en aquello para lo cual la envié.

¡Aleluya! Y aunque Dios tarde, hermanos, cuando se cumpla el proceso en el justo momento de Dios, será el parto. Las mujeres sabemos que cuando estamos embarazadas, ay Dios mío, mira que yo fastidié en el tercer embarazo, que yo ya era pastora, los primeros dos embarazos yo no era pastora, pero en el tercero sí. Y a las 8 semanas y media, ya y ya, iba al hospital, y no, y todavía, y dale que es tarde. Y una hermana de la iglesia, Anita, me dijo un día, pastorcita, no fastidies más que cuando sea el tiempo justo en que se cumple el tiempo adecuado, es que va a nacer la criatura. Y así fue. Un 18 de septiembre vinieron los dolores y en pocas horas ya habíamos tenido el parto.

Pero, hermanos, a veces nosotros abortamos los muchachos porque lo queremos sacar antes de tiempo del vientre y queremos comprimir y reducir el tiempo de los procesos de Dios y no es posible. Dios sabe lo que hace y cuándo lo hace y muchas veces Dios hace como que se retira para que aquellos que están indiferentes, rebeldes y endurecidos, reaccionen.

Como él le dijo al profeta Oseas, andaré, y con esto termino, y me volveré a mi lugar hasta que reconozcan su pecado y busquen mi rostro en su angustia me buscarán, dice el Señor. ¡Aleluya!

Venid, invita y volvamos a Jehová porque él arrebató y nos curará, hirió y nos vendará, nos dará oídos después de dos días y en el tercer día nos resucitará y viviremos delante de él. ¡Aleluya!

Ponte en pie. Levanta tus manos. Adora a Dios, dale gracias a Dios por su palabra. Créele que él quiere que en todo tiempo sean blancos tus vestidos, siempre hay ungüento sobre tu cabeza. Esas manchas que ha envuelto tu testimonio, esas ropas que pueden estar negando la obra de Dios en ti, hay que cambiarlas, hay que quitarlas, hay que salir del drama, del teatro, de las representación deshonesta y ser transparentes de Dios y de la gente y creer que el momento de Dios llega para cada cosa y que Dios liberta y sana tu corazón del dolor de esas heridas, del dolor de esas experiencias y de esas pérdidas y que Dios transforma los escenarios, que sana, te revela la verdad y te permite caminar como yo me veían en el sueño, junto a aquellos que se habían separado de ti, junto a aquellos que no estaban contigo. Dios hace la paz. Dios reconcilia. Dios nos resucita en el tercer día y viviremos delante de él.

Vamos a orar en este momento por todos aquellos que han oído palabra de Dios pero se sienten presos y necesitaron una segunda palabra y Dios se la ha dado en este momento y reciben con alegría y con fe el desafío de Dios de clamar a él y creer que él responderá, que él revelará lo que falta, que él sanará los heridos, que él traerá nuevamente a los nuestros, que él traerá unidad y armonía y que aún en medio de la angustia él está glorificándose, moviéndoles el piso, llamándolos y ayudándolos a llegar nuevamente para que juntos vivamos delante de él.

No importa como estén las cosas, todavía se comprarán casas en este lugar, todavía se edificarán muros en esta ciudad aunque todo esté derribado y asolado, porque Jehová, el Señor, lo ha dicho. Padre celestial, tu eres Dios sobre todas las cosas, no hay nadie como tu, ni obras que igualen tus obras, no importa cómo estemos en esta hora, tu eres Dios sobre todas las cosas, Jehová es tu nombre. Tu nos invitas a seguir pidiéndote a pedir con confianza, a entender que cuando se cumpla el tiempo tu nos visitarás. ¡Aleluya!

Y tu cumplirás los pensamientos de bien y no de mal que tienes acerca de nosotros. Danos la paz tuya que sobrepasa todo entendimiento, que por nada estemos afanosos, sino que sean conocidas nuestras peticiones delante de ti, en toda oración y ruego con acción de gracias, y esa paz tuya, guardará nuestros pensamientos y nuestros corazones en Cristo Jesús.

Señor, amarramos nuestra vida a ti. Señor, ligamos nuestra alma a la tuya. Señor, recibimos tu palabra y la creemos. Señor, ponemos por encima tu palabra a nuestras circunstancias y te agradecemos tu procesos de crecimiento y de bendición. Te agradecemos tus promesas, ¡Aleluya! Y estaremos ahí los que hemos sembrado con lágrimas, segando con gozo, con cántico y con alegría en el nombre que es sobre todo nombre, el nombre de Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor y salvador, oramos con fe y con celebración y acción de gracias. Amén. ¡Aleluya! Dios los bendiga, hermanos.

Dios te ha elegido para edificar

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Me voy a tomar un riesgo aquí. Cuando usted oye un titulo como este: “Dios te ha elegido para edificar”, ¿Tú lo crees? Amén. ¿De veras? Tú puedes mirar tú vida, tú puedes mirar el entorno de toda tú vida, tú puedes contemplar en tú interior y tú puedes decir: “Si, Dios me ha elegido para edificar”.

¿Qué estas edificando? Esa fue la pregunta con la cual yo me quede ahí en “stand by” el miércoles pasado, ¿Qué estas edificando?, muchos de nosotros para darle un pequeño, un pequeño resumen, muchos de nosotros estamos en nuestras vidas tratando de edificar algo, algunos de nosotros nos estamos edificando nuestras vidas personalmente, porque a través de los años tal vez fueron más la, la, los traumas que vivimos que los buenos logros y uno como que está buscando edificar algo nuevo, como que deja ver donde logra encontrar una musa nueva, una inspiración nueva para dirigir mi vida en una buena dirección. Y muchos de nosotros hemos logrado hacerlo y estamos en un buen “track”, a un buen paso, pero algunos de nosotros también se nos ha hecho difícil, es como que nos levantamos y al rato nos caemos de nuevo y volvemos y nos levantamos, y volvemos y tropezamos, y vuelves y te levantas y vas ahí cogiendo buen aire y como que de repente algo pasa y fun! Y vuelves y caes.

Y uno dice, pero por que al otro se le está haciendo tan fácil y yo estoy aquí tan, empujando tanto, empujando tanto y no me sale.

La segunda parte que me quiero que enfocar hoy tiene que ver con motivación, ¿quién te está motivando a lo largo del camino?, hace tres domingos atrás, yo no sé si yo les he contado esto, hace tres domingos atrás yo tuve la oportunidad de correr en el medio Maratón de Boston que se dio aquí en Jamaica Plain, en el área de Jamaica Plain eh, salimos de Franklin Park South, bajamos por todo el Jamaica Way, el River Way, dimos una vuelta acá en, cerca del Number Center y volvimos otra vez, fue salida y entrada de nuevo.

¿Medio Maratón, cuantas millas son? ¿Alguien me puede decir? ¿Cuántas millas son el Medio Maratón? Trece, muy bien. Luis lo sé, porque yo se que Luis está entrenando para un medio Maratón, yo lo quiero ver cuando el corra el medio Maratón, son trece millas mis hermanos, trece millas es como decir, vamos de aquí a, ¿A dónde? De aquí a Randolf, mi casa son dieciséis millas, si lo traigo un poquito más acá, póngale de aquí Mall de Sousher por así decirlo, trece millas más o menos.

A casi nada verdad, eso es de aquí a la esquina, ah, por algo se inventaron los carros claro está, pero miren mis hermanos hay algo, hay algo muy interesante y esto yo lo recuerdo de, el primer mensaje que el Pastor trajo ahora en el mes de octubre cuando hizo la ilustración de un maratonista, cuando el hizo esa ilustración yo me pude identificar muy bien, por que cuando uno entrena obviamente parte del entrenamiento es que el cuerpo se pueda ajustar a poder resistir ese tipo de distancia, yo conozco gente por ahí que se ponen a correr y se creen que ok, antes corrían dos millas y ahora tengo que empezar ocho millas de cantazo y se ponen a correr, a correr y lo que hacen es que se lastiman las piernas, las rodillas y después de correr están con bolsas de hielo cubriéndose, como también hay gente que empiezan a correr y Consal no estoy diciendo que sea algo malo, es solamente que nos emocionamos y queremos hacer algo, vamos hacerlo así así así.

Pero también hay gente, que en su entrenamiento son un poquito más vagos y ah! Trece millas, eso yo lo corro ahí sin nada y lo que hacen es que corren dos o tres millitas dos veces a la semana y cuando llega la hora de la hora, que empiezan a correr que van por la cuarta o quinta milla uff, se les fue la gasolina no pueden mas, ay olvídate eso no es pa’ mi ok.

Pero cuando uno entiende la dinámica de ese tipo de evento, la preparación que lleva poder llegar a ese punto y cuando estás en el evento de por sí, se da algo muy interesante porque la mente de uno cuando ya tú pasas de, de lo que se puede considerar de lo que es tú limite, donde tú puedes correr con comodidad, ya tú llegas a un límite donde tú comodidad no existe más y ya tú estás corriendo mas por fuerza de voluntad que cualquier otra cosa, ya es como que tú cuerpo esta automáticamente tirando un paso detrás del otro, como que casi arrastrado y lo que tú estás diciendo no, ya, ya, quiero llegar, quiero llegar, tú estás en tú mente tratando de convencer a tú cuerpo de que siga tirando un paso detrás del otro por llegar a la meta.

Y ahí es donde muchas veces, entra ese punto de, quien nos está motivando a nosotros para verdaderamente poder llegar a esa meta, ¿que nos motiva para poder llegar? Que me va a motivar a mí para yo no salirme de la carrera y decir esto no es para mí, sino que yo pueda seguir ahí, paso tras paso, aunque lo este, bueno necesariamente como una tortuga, pero aunque yo esté ahí sufriendo con cada uno de los pasos que yo doy, porque yo les digo mis hermanos duele, o sea el cuerpo se, se duele o sea eso es un estrés en el cual uno pone el cuerpo que es fuerte, si usted cuando está caminando muchas veces le empiezan a doler los pies, imagínese cuando usted corre largas distancias, no tan solamente le duelen los pies, sino que le empiezan a doler la rodillas, le empieza a doler la cadera, le empieza a doler la columna, ya las manos a mí a veces un momento las manos se me adormecieron, de tanto estar así haciendo este movimiento, las manos, las puntas de los dedos yo no las sentía, por eso es que ustedes ven que a veces que los corredores empiezan a, bajan las manos y como que las estrujan así, como que para que la sangre le baje a las manos y poderla sentir otra vez y poder seguir corriendo.

Pero cuando usted está bien enfocado hay algo que a mí siempre me gusta y es la gente que está alrededor gritándole ey! “keeping running” “your running good” y la gente no te conoce pero te está motivando.

Algunos, algunos como que cuando uno los oye, es como que ya shh! Si tú supieras lo que estoy sufriendo aquí “yeah you have good peace”, si claro, si supiera gracias por el ánimo. No pero es verdad, uno oye eso y uno como que se anima y uno dice: ok vamos a seguir, vamos a seguir, hay veces que te sacan las campanas de vaca, tú sabes cuales son, las campanas esas que son bien grandes y te las están sonando así; fuaa! Y tú pasas y tú oyes esas campanas, y dale, corre! corre!.

A mí me gusta cada vez que yo participo de eso, yo salgo y corro, y le grito a quien sea, sea mujer, sea hombre, sea negrito, sea blanquito, sea hispano, si son hispanos más todavía le grito. Yo recuerdo hubo una vez, la primera vez que yo fui al maratón de Boston, que fue yo creo la primera vez que vi a un Puertorriqueño corriendo en el maratón, y lo sé porque tenía la bandera de Puerto Rico así al frente y de repente yo salí gritando: dale boricua, dale boricua. Y él se quedo mirando así pa’ el lado y como que me saludo y todo, y yo, si dale boricua ehh! y después vino un Colombiano, dale Colombia y yo ey!, por ahí siguen ellos, eso los motiva a seguir adelante.

La motivación es bien importante mis hermanos, por eso es que yo pregunto ¿Qué te motiva a ti para seguir edificando en tú vida? ¿Qué es lo que tú tienes ahí como tú enfoque final para tú poder llegar a esa meta? Se recuerdan el libro de Crónicas que habíamos leído, Crónicas, primera de Crónicas, capitulo 28, voy a volver ahí.

Primera de Crónicas, capitulo 28, verso 10, se recuerdan. David está hablando con Salomón, su hijo, y le estaba diciendo, perdón, el verso 9.

“Y tú Salomón hijo mío reconoce al Dios de tú padre, sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario”, estos fueron puntos que yo hable la semana pasada.

Eh, “porque Jehová escudriña los corazones de todos y entiende todo intento de los pensamientos, si tú lo buscas lo vas a hallar, si lo dejas él te va a desechar para siempre, mira pues ahora que Jehová te ha elegido para que edifiques casa para el Santuario, que dice esfuérzate y hazla”.

¿Qué dice el verso 20? “Dijo además David a Salomón su hijo, anímate, esfuérzate y manos a la obra”. ¿Alguien a usted le ha dicho, échale mano a la cosa? ¿Han escuchado ustedes esa expresión? Échale mano, ¿Los Mexicanos como es que dicen? Órale.

Pero esa, esa idea de tú echarle mano a las cosas, Jesús mismo en Mateo, él dice:

“Ninguno que ponga su mano en el arado y mire hacia atrás es apto para el Reino de Dios”.

En otras palabras, si tú le echas mano al Reino de Dios, si tú le echas mano a las cosas por las cuales Dios te ha llamado más vale que tú sigas ahí, porque a la primera que mires para atrás, ese arado si tú te desvías, vas a estar entonces haciendo un surco que va a ir dando curvas y ese arado el propósito es que vaya haciendo un corte ahí derecho, para poder preparar el camino y eso es lo que Dios quiere que hagamos con nuestras vidas, échale mano a tú vida, no pierdas tú vida, échale mano a las cosas que tú tienes por delante, ay pero Pastor es que es tan difícil si usted supiera las cosas con las cuales yo lucho, pues sabes que, échale mano y sigue luchando, porque nadie va a luchar por ti.

Te pueden echar porras y eso es bueno, eso es lo que voy a decir, te pueden animar, yo te puedo animar, yo te puedo decir dale Dios está contigo, tú puedes hacerlo, otras personas a tú alrededor te pueden gritar dale que tú puedes, pero quien tiene que echarle mano al asunto eres tú.

Hay gente que tal vez el temor no los deja echarle mano a la situación, dicen ah no, yo no, yo no voy a hablar con mi pareja de ese tema porque, voy a causar problema y no quiero tener problema. Y por no evitar un problema seguimos dejando que otro problema siga creciendo, creciendo y creciendo, y cuando vienen a ver ya es algo demasiado grande y ya has perdido la oportunidad, pero aun si pierdes la oportunidad como quieras le vas a tener que echar mano a ese gigante, que va ser más grande después, pero le vas a tener que echar mano como quieras.

Nosotros no podemos dejar que el temor de que no podamos alcanzar ese resultado, nos limite de verdaderamente poderle echar mano a las cosas, de poder lidiar con las cosas.

David como padre estaba animando a su hijo Salomón, le estaba dejando saber mira, edifica, Dios…miren esto que lindo. Anímate y esfuérzate y manos a la obra, no temas ni desmayes porque, miren esto que lindo, porque Jehová Dios, mi Dios ¿Estará con quien? Contigo, miren aquí está la confirmación, es mas vamos a leer esta parte todos juntos, dice:

“El no te dejara, ni te desamparará hasta que acabes toda la obra para el servicio de la casa de Jehová”.

Ahí está hablando obviamente del servicio de la casa de Jehová, pero por un momento cambia esas palabras y digas: Él no te dejara y te desamparará hasta que acabes toda la obra en la vida que él te ha puesto a ti, en lo que él ha comenzado en ti, él no te va a dejar ni te va a desamparar.

Mientras que tú mantengas tus manos ahí enfocadas, si lo que tú estás edificando y de nuevo no quiero sonar como si esto fuera un cliché o algo, estoy hablando cosas prácticas en nuestras vidas, si lo que tú estás edificando tiene que ver con tú familia échale mano, échale mano, échale mano porque Dios no te va a desamparar hasta que se acabe todo lo que se tiene que hacer, Dios no te va a desamparar.

Si tú estás lidiando con una situación, con un colega de trabajo que te está haciendo la vida imposible, mira échale mano, como lo voy a hacer, Señor, Él está contigo, él no te va a dejar, no te va a desamparar, cuando tú le eches mano asegúrate de que cuando lo estés haciendo, Señor yo sé que, yo al meterle mis manos aquí, Tú me vas a dar la sabiduría para saber cómo ser diplomático y cómo trabajar, como lidiar con esta situación y que todo el mundo salga ganando de alguna forma u otra. Échale mano a la situación.

Y a medida que le estas echando mano a la situación, no te olvides tú también de darle animo a otros, si puedes echarle mano a la situación es porque Dios te está animando a que tú lo hagas.

Tú sabes otra forma de la cual Dios también te motiva a ti, cuando tú puedes motivar a otros, es como decir la motivación tiene dos caras, esta la motivación que tú recibes y esta la motivación que tú das. Es ese principio tan bello del cual Jesús también habla, ese principio que habla en Hechos capitulo 20, “Lenguaje de Dios”, donde él habla acerca de que “dar es más importante que recibir”, mas mejor es dar que recibir. Bonito recibir, nos gusta recibir, pero también tenemos que dar.

Si lo que Dios te está llamando a ti a edificar es que tú motives a otro, échale mano y motiva a otros, no sueltes esa obra hasta que Dios no te diga; Ok ya motivaste suficiente. Y yo sé que esto pude sonar un poquito duro porque como entendemos o como yo puedo discernir cuando Dios me está diciendo, sigue motivando o no, ya no motives más, como yo se que son mis emociones las que me están diciendo que motive o que no lo haga, versus la voz de Dios que me está diciendo que lo haga o no, eso es otro mensaje.

Por ahora me enfoco en el hecho de que, échale mano y motiva a otros, pero Pastor como lo voy a hacer si a mí nunca me motivaron, yo no sé como motivar a alguien, hey, empieza “Baby steps”, de alguna forma u otra, aunque se sienta un poco torpe al principio pero el mero hecho de que tú te le acerques a alguien y le dices: Oye Clelia mira, te animo, de verdad, dile esas mismas palabras, ¡échale mano! Órale, y tú verás Dios va a hacer algo, si ese primer intento, si tú lo hiciste solamente por decirlo, yo creo que esas palabras se, se quedan ahí, pero si esas palabra tú las dijiste con el verdadero sentido, con el genuino sentido de poder animar a esta persona, aunque hubiesen sido palabras bien simples yo estoy seguro que esas palabras le van a llegar, al corazón de esa persona.

Y van a motivar el corazón de esa persona, para que esa persona pueda seguir echándole el resto a todo lo que tiene por delante, porque esa persona está viendo que tú le estas echando mano a la situación de poderlo animar o poderla animar y esa persona por ende va a estar diciendo wow! Si alguien está invirtiendo en mí de darme el ánimo que yo necesito, yo entonces puedo, Dios puede usar eso para escoger a esa persona y animarlo o animarla para que ellos entonces le puedan seguir echando mano a las situaciones que ellos tienen por delante. Miren mis hermanos esto puede sonar simplista, pero usted sabe muy bien como estas palabras pueden hacer resonancia en sus vidas de verdad.

Cuántos de nosotros muchas veces hemos puesto nuestras manos en el arado y no tan solamente hemos mirado hacia atrás, hemos soltado y hemos caminado fuera, ese arado es muy pesado yo no voy a lidiar con eso, otro que lo coja por mí. O hay algunos de nosotros que tenemos la mano en el arado pero es como que tan duro y como que nos quedamos ahí estoqueados, ay! yo no voy a seguir haciendo más fuerza pero nos quedamos ahí sin hacer nada, necesitamos esa fuerza adicional para romper y echarle hacia el frente.

Algunos de ustedes se han atrevido a pensar, “esto es caso perdido, yo no voy a seguir gastando mi fuerza, mi energía, mi saliva en esto ya”.

Algunos de ustedes tal vez dirán; ay pero porque intentar otra vez si ya lo he hecho tres, cuatro, cinco veces, no veo que da resultado, quieres que te diga algo, échale mano, anímate, esfuérzate, échale manos a la obra, porque Dios está contigo y no te va a dejar, no te va a desamparar hasta que esa obra se cumpla, o al menos hasta que el diga ya! Nosotros nos quitamos rápido, gracias Dios que Tú no sueltas el arado de nuestras vidas tan rápido.

Miren mis hermanos este es el tipo de mensaje que se puede tornar en una conversación, porque esto es como quien dice, raspando la superficie para que uno verdaderamente pueda ver que es lo que hay ahí, con qué es lo que verdaderamente nosotros luchamos, que es eso que tú estás edificando en tu vida, sea lo que sea que tú estés edificando, no te rindas sigue echándole mano a la situación.

Porque si Dios es él que te está dando el ánimo, si Dios es él que te está dando la inspiración para que tú puedas lograr hacer eso, hasta que esa obra que Dios comenzó no se cumpla, Dios no va a soltar las manos de ti, Dios no las va a soltar, Dios va a mantener sus manos ahí puestas, hasta que Él vea que ya la obra se ha cumplido y eso va a ser ya cuando él venga por nosotros, porque mientras estemos aquí Él nunca nos va a soltar, nunca te va a soltar. Así que mis hermanos, mis hermanas de un corredor a otro sigue corriendo, sigue corriendo, largo camino te queda, tienes mucho que edificar, yo tengo mucho que edificar todavía, a nivel personal, a nivel de familia, a nivel del ministerio hay mucho que edificar.

Ustedes en sus vidas personales, usted está edificando algo, hay algo que usted está haciendo, no se conforme con lo que está viendo hasta ahora, siga buscando mas, reciba el ánimo que otras personas le dan a su alrededor y a la misma vez motive usted a otros, motive usted a otros también a que ellos puedan completar sus carreras y usted va a ver como Dios se va a encargar, de dejar sentir su presencia en su vida, para levantarle, para animarle, para enseñarle y sobre todas las cosas para él revelar, su propósito, su corazón al suyo y como a través de su vida, usted puede convertirse en un instrumento de motivación y de edificación para otros también, usted puede edificar la vida de otros a su alrededor, por eso fue que empecé diciendo, “lo crees”, porque si no lo crees este mensaje no te va a ser sentir, me vas a poder decir; wow Pastor Omar que lindas tus palabras, yo no quiero oír eso, este mensaje te tiene que hacer sentido a ti, cuando tú sales, cuando tú estás ahí afuera en la calle, que te encuentras con tus amigos y están ahí, empiezan las tensiones y que se yo, ¿Tú estás edificando las vidas de esas personas?.

Con tus conversaciones, con tus palabras, con tus pensamientos, con tus acciones. ¿Estás edificando las vidas de esas personas? ¿O estas dejando que ellos edifiquen otra cosa en ti?.

Vamos a ponernos de pie y vamos a orar. Dios te ha elegido para edificar, tú eres un edificador, tú eres una edificadora.

Amado Señor, gracias porque tú no eliges a nosotros para edificar. Y Señor estas palabras no hacen sentido si no las vemos a través de tus ojos Señor, si no la podemos comprender a través de las intenciones que Tú tienes para cada uno de nosotros Señor.

Padre mira, yo te suplico de sobre cada uno de mis hermanos y hermanas en esta noche, yo se que de alguna forma u otra, ellos están meditando y reflexionando sobre lo que están escuchando Señor y cada cual lo está procesando en su forma, cada cual lo está procesando en su contexto de vida. Pero sobre todas las cosas Señor, yo te pido que sea Tú palabra, que sea Tú luz, que sea Tú sabiduría quien alumbre cada uno de nuestros pensamientos y corazones, para saber cómo sacarle mayor provecho a estas palabras, sacarle mayor provecho a Tú palabra Señor sobre todas las cosas.

Tú quieres que nosotros podamos edificar vidas solidas, saludables, abundantes, familias abundantes Señor y que de esa forma nosotros podamos convertirnos en edificadores de esta iglesia y de las comunidades en las cuales vivimos, así que yo te pido Señor que, así como nosotros salgamos de aquí en esta noche, que esta palabra pueda seguir reverberando de alguna forma u otra, en nuestra mente, en nuestro Espíritu, en nuestro corazón y Padre que no la desechemos, sino que la podamos incorporar mi Dios y saber como mejor nosotros responder, a ese llamado que Tú nos das de poder edificar y no destruir.

Que podamos edificar nuestra vida y la vida de otro a nuestro alrededor en ti, que eres la roca y el fundamento de todas las cosas. Bendice a mis hermanos y hermanas Señor, a medida que ellos salgan de aquí hoy Jesús, mantenlos calientes a medida que las temperaturas van enfriando Señor y que Tú cuides la salud de cada uno de mis hermanos y hermanas Señor, que esta noche Tú les proveas un descanso profundo, reparador mi Dios y que puedan mañana si así Tú lo permites, despertarnos a un nuevo día y poder cumplir con las tareas que el día de mañana traiga.

Bendecimos Tú nombre Señor y una vez más te damos las gracias porque Tú eres quien nos animas y nos motivas a lo largo del camino Señor, para poder alcanzar esos propósitos a los cuales Tú nos llamas, bendecimos Tú nombre, gracias te damos en el nombre de Jesús, Amén y Amén.

Hermanos y hermanas Dios les bendiga.

El amor exuberante de Dios

24 de octubre del 2011 - Por Fanny Rodríguez

“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” Romanos 5:8

Escuchaba a un predicador compartir esta anécdota: Una tarde fresca de verano, el iba caminando con su esposa por la playa y mientras ella caminaba lentamente el se adelanto, buscó un palito y escribió en la arena con letras bien grandes ‘te quiero’ más adelante le escribió ‘eres la mujer más bella’ y caminó más adelante y escribió ‘sin ti estoy vacio’. Entonces se sentó en una roca a mirarla para ver su reacción ante cada mensaje. Cuando ella se iba acercando al primer mensaje, pasó una gaviota y ella se entretuvo mirándola y no vio el mensaje. El pensó, bueno ella leerá los otros dos. Continuo caminando y el a la expectativa de que leyera el segundo mensaje y observar su expresión; desafortunadamente por estar observando las olas del mar paso de largo por el segundo mensaje; lo mismo pasó con el tercer mensaje. Cuando se acercó donde el estaba, el le mencionó, un poco molesto, que había escrito en la arena unos mensajes y ella paso desapercibida, y no los vio. Entonces ella corrió de regreso hasta el segundo mensaje para leer de que se trataba y luego el tercero y entonces corrió hacia el lo abrazo y beso con gran alegría, lo que siguió no lo compartió… La esposa de esta anécdota se sintió alagada, se sintió especial por las expresiones de amor de su esposo que aunque la ama, su amor no se compara con el amor infinito y eterno de Dios.

Me pregunto cuantas veces el Señor nos llamó e insiste tratando de comunicarse con nosotros pero no le prestamos atención. La palabra de Dios dice que con cuerdas de amor nos atrajo (Oseas 4:11). Pero en muchas ocasiones los afanes, los compromisos, las amistades incluso nuestra familia nos distraen y no percibimos sus llamados amorosos y menos su presencia a nuestro alrededor. Que difícil es sacar tiempo de nuestra diaria rutina para estar en silencio y escuchar al Espíritu Santo que nos anhela de continuo. Quizás para ti es difícil apagar el radio o la música; que tal si cambias la melodía y escuchas alabanzas de adoración para entrar en la presencia de Dios. Entonces aprenderás a conectarte con la corriente de Nuestro Padre Celestial y a disfrutar su presencia.

Padre Celestial te pido que pongas en los corazones de cada hermana y amiga que lea este mensaje, hambre y sed de tu presencia. Desata una intensa necesidad de apartar tiempo para estar contigo, no solo para traer nuestras peticiones sino para deleitarnos en tu presencia y aprender a escucharte. Guarda cada mujer en sus arduas labores, quita el cansancio y las ocupaciones innecesarias para estar contigo y llenarnos de sabiduría y entendimiento de lo alto y así ser de bendición en nuestros hogares, mujeres que, “Abren su boca con sabiduría y la ley de clemencia está en sus labios.” Proverbios 31:26

Como edificar un templo para Dios

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Quiero poner como base algo que el Señor me ministró hace unos años atrás. Sucede que yo tengo como 8 años aproximadamente que al empezar el año yo realizo un retiro visionario, me gusta hacer esta aclaración porque es como una reunión de negocios con Dios.O sea, no es que me vaya a ayunar a un lugar a un campamento, no, me voy a un hotel bien elegante, a un lugar que son de mis favoritos en Nueva Inglaterra y ahí paso 5 días. No importa el día que caiga el 1 de enero, ya el 1 yo estoy afuera, paso los siguientes 5 días. Este recurso ha sido una bendición tan grande porque en esos 5 días yo me enfoco en pedirle al Señor la visión para todo el año, visión en cuatro áreas, visión de qué voy a estar ministrando a la iglesia durante el año, qué voy a estar ministrando a mi hogar durante el año, también la visión financiera del ministerio y nuestro trabajo en relación con la región.

Así que lo he realizado ya por los últimos 8 o más años y ha sido una tremenda bendición, la manera como se refresca la visión de Dios en mi vida, tanto así que el pueblo está acostumbrado a que ya sea el 1 o el segundo domingo del año, están como pollitos esperando cuál va a ser la estrategia de trabajo para todo el año.

Pues en el año 2003 de igual manera yo me retiré y antes de este retiro yo me preparo, o sea, paso en comunión con Dios, meditando, voy a mi librera y chequeo ahí qué libros aún no he leído, o qué libros me gustaría volver a repasar y resulto llevándome 2, 3 libros para que cuando esté allá en algunos tiempos entonces me pongo a leer.

Pero en ese momento estábamos en un tiempo bastante crucial de la construcción del templo, así que me vi muy inclinado a buscar libros que enseñasen sobre cómo financiar la construcción de templos. Yo tenía esa necesidad. Ya como pueblo habíamos hecho bastante esfuerzo, así que quería yo saber qué otras estrategias, qué otros modelos existían de cómo financiar los templos.

Y me llevé un par de libros que hablaban de ese tema, pero al llegar a este lugar, entonces me puse en comunión con Dios, a dedicarle los 5 días, este retiro visionario y cuando estaba meditando acerca de la parte de el financiamiento del templo, y estaba mencionando al Señor que llevaba con la intención de leerlos, entonces el Señor habló a mi mente, a mi corazón, muy fuerte y me dijo esto, “por qué tu andas buscando en los libros si en mi palabra existen tres modelos de cómo se edifican los templos y cómo se financian los templos?”

Inmediatamente yo pensé y yo dije, guau, es cierto. En la Escritura hay tres modelos de cómo se edifican los templos y cómo se cubren los gastos. A cuántos les interesa eso? Okay. Quiero llevarlos entonces rápidamente a el libro de Éxodo, Capítulo 25, allí encontramos la historia de aquella famosa tienda en el desierto conocido como el tabernáculo o el tabernáculo de Moisés o el tabernáculo del desierto. Y veamos este modelo de Dios. Éxodo 25 del 1 en adelante:

“…El Señor le dijo a Moisés, “Dile al pueblo de Israel que me traiga sus ofrendas sagradas. Acepta las contribuciones de todos los que tengan el corazón dispuesto a ofrendar….”

Quiero repetir esa parte, “…. Acepta las contribuciones de todos los que tengan el corazón dispuesto a ofrendar…” Notan eso? Note que Dios siempre ha amado al dador alegre. Okay? Y entonces luego menciona una lista de lo que han de ellos recaudar, versículo 3, dice:

“…La siguiente es una lista de las ofrendas sagradas que podrás aceptar de ellos: oro, plata, bronce, hilo azul, púrpura y escarlata,…”

Muchos materiales, luego dice en el versículo 8:

“… Has que los israelitas me construyan un santuario santo para que yo habite en medio de ellos…”

En otras palabras, Moisés dile al pueblo que contribuya para levantarme un santuario, para qué era ese santuario? Simple y sencillamente porque yo quiero estar en medio de ellos. Para qué son los santuarios? Para la manifestación de Dios en medio de su pueblo. Yo sé que hay mucha gente que tiene una comunión con Dios muy cercana, muy íntima, adoran al Señor dondequiera que están, cuando van hacia el trabajo, en el vehículo o cuando están en la cocina o… bueno, gloria a Dios por esas personas. Pero aún así, díganme si acaso no nota la diferencia entre estar aparte en comunión con Dios a que reunirse con el propósito de buscar el rostro de Dios y de escuchar su palabra.

Hay una versión muy linda, está escrita, plasmada en aquel famoso salmo 133, mira cuán bueno y delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía. Es como el buen oleo, como el aceite, es como una unción derramada sobre Aarón que baja sobre sus barbas hasta sus vestiduras. O sea, así es la unción, así es la gracia de Dios cuando nos reunimos en los santuarios. Es decir, para ello es que Dios ha siempre puesto la inquietud y aún los proyectos de levantarle casa a su nombre, es porque Dios quiere manifestarse en medio de ellos. Para qué? Para ministrar vida, para ministrar gozo, para ministrar sabiduría, para instruir al pueblo, para que tengan vida.

Estamos claros? Okay. Vamos a otro segundo ejemplo, entonces. El otro ejemplo es el que se conoce como el templo de Salomón. La verdad a mí me gusta decir que es el templo de David que edificó Salomón, porque ustedes recordarán la intención de David. Este David era tremendo, tremendo. Lo que a mí me impresiona de David, a diferencia de Moisés, es que a Moisés Dios le pidió el tabernáculo y le dio el diseño. En el caso de David fue algo bien espontáneo, es algo fascinante porque David estaba gozando del reino en Israel, estaba en una casa por lo que se escucha, un palacio hermoso, y él al ver la bendición de Dios a su alrededor, él dijo, caramba, esto no se ve bien, hay algo mal en todo este panorama. Cómo es posible, Señor, que tu que me has bendecido con todo este reino y este palacio, y mira tu, en una tiendita, en una tiendecita, en unas cortinas? No, no es justo, dijo, y entonces David propone su corazón de levantarle una casa a Dios.

Usted se recuerdan cómo Dios envía al profeta y el asunto es que Dios no se lo permite. No se lo permite porque David había sido un guerrero desde su juventud, había derramada tanta sangre que Dios dice, sabes qué, David? Pues, buena la intención pero, guau, aquí sale otro mensaje, por cierto, porque Dios le dice, mira, sabes qué, David? Yo conozco la intención de tu corazón, y no vas a edificarme casa, y escucha lo que le dice, yo voy a edificar casa a tu nombre y cuando le dice, voy a edificar casa a tu nombre, sabe lo que le dice? Le dice, David, por cuanto has dispuesto en tu corazón edificarme casa, escucha esto, esta es la oración de todo padre, Dios le dice, sabes qué?

“…Yo me encargo de tus hijos, y es más David, es más, durante todo el reinado de Israel no faltará uno de tus hijos que se siente en el trono que yo te he dado…”

Y todos sabemos, hermanos, lo que Dios hizo con David. Aún Dios tuvo que dividir el reino entre el reino del norte y Judá para preservar, porque todos los de Judá, todos los reyes de Judá eran hijos de la línea de David, y esa línea siguió hasta que nació el Mesías.

O sea, es cosa seria cuando nosotros nos disponemos en medio de la bendición de Dios a decirle, Señor, tu has sido tan bueno conmigo que tengo que hacer algo para tu casa. Cuantos han dicho ya eso aquí en este lugar? Cuántos han reconocido la bondad de Dios y decir, Señor, cuánto nos has bendecido. Usted mira su vida, su hogar, su trabajo, su carro, su apartamento, su casa y usted dice, Señor, de verdad que has sido bueno en gran manera. Vamos a edificarte casa a tu nombre.

Eso fue lo que hizo David. Ahora, ya le expliqué por qué David no edificó él mismo personalmente la casa, pero lo que nos enseña el primer libro de Crónicas, Capítulo 29 es muy hermoso, versículo 1, voy a entresacar algunos versículos, del 1 en adelante:

“…Después, dijo el rey David a toda la asamblea… ─ le cuento, este ya es el David anciano, el David maduro ─ … dice David, solamente a Salomón, mi hijo, ha elegido Dios. él es joven y tierno de edad y la obra grande…”

Esto va con dedicatoria para todos aquellos que en algún momento se han preguntado, pastor, para qué meternos a otro lío si estamos tan bien aquí? me gustó lo que dijo Cash Luna en una ocasión, cuando la persona estaba viendo el templo que estaban construyendo, el primero, no este que están haciendo ahora de Ciudad de Dios, pero cuando estaban edificando este templo que tienen actualmente, dice que una persona de dinero y le dijo, pastor, para qué tanto lío de edificar algo tan lujoso y tan costoso? Por qué no hace una galera? Le dijeron, no sé si usted sabe el término de galera. Y él, aunque no se lo contestó, dentro de sí dijo, la galera son para los pollos, dijo, no para el pueblo de Dios.

Y la mujer se subió a su Mercedes y se fue. O sea, porque el concepto muchas veces nuestro es, para qué tanto lío? Para qué algo tan caro? Para qué meternos otra vez a tantos retos? Para todos los que han pensado así, que lindo que la palabra lo contestó. David lo contestó, él dijo que la obra es grande por qué? Porque la casa no es para hombre alguno sino porque es casa para Jehová, Dios.

¡Aleluya! Por qué tanto lío? Porque la casa es para Dios. Nosotros también nos hemos metido en nuestro propio lío, algunos lo saben, pero un lío que guau… cuando yo me paro así, cuando veo cuánto falta, lo que me llena tanto consuelo es, Señor, gracias a Dios que un día decidimos empezar, porque de aquí nos sacas tu, Señor.

Pero no dejo de sorprenderme, Señor, pero por qué me dijiste que te edificara esta casa? Y ¿Saben cuáles es una de las explicaciones naturales para explicarle a la gente con una mente natural? Ha pasado de casualidad usted alguna vez por algún vecindario, quizás manejando su vehículo, por el autobús, y usted pasa por un vecindario y de repente ve una casa que le llama la atención por lo hermoso, el jardín, los detalles y usted se pregunta, se detiene y se pregunta, guau, quién vivirá ahí? Sí. Hasta se imagina usted a los que viven ahí. Usted dice, quién vivirá ahí? Guau. Nosotros nos hemos parado con mi esposa en algunas casas, hermanos, y por eso nos gusta ir mucho también a Newport a ver las mansiones. Y uno se pregunta, guau, quién vivió ahí? Y uno por eso lee la historia de ellos o escucha la historia de ellos.

Por supuesto, está la otra cara de la moneda. Cuántos han pasado por alguna casa o apartamento que solo la apariencia, usted dice, quién vivirá ahí? Y usted se imagina quién vive ahí. Ojalá que no sean hispanos, pero bueno. Entonces, la razón por la cual hemos edificado un templo hermoso es porque el mundo que no conoce a Dios y aún los que no conocen a Dios que están en la iglesia, cuando se pregunten, y la gente pase, guau, ese edificio qué será? Quién vivirá ahí? Y usted, pase, pase, pase adelante, entre para que puedan encontrarse con la presencia de aquel que llena ese lugar y que transforma las vidas y las familias y las naciones. Por eso es que edificamos cosas grandes para el Señor.

Y entonces David empieza a mencionar y dice, versículo 2;

“…Con todas mis fuerzas he preparado para la casa de mi Dios oro para las cosas de oro, plata para las cosas de plata, bronce para las de bronce, hierro, madera, piedras de ónice, piedras preciosas, piedras negras, piedras de diversos colores, toda clase de piedras preciosas, piedras de mármol en abundancia…”

Oiga a ese David tremendo, pero más tremendo lo que va a escuchar ahorita, porque le cuento, David hizo todo este inventario y dijo,

“…Aquí entrego para la casa de Dios y toda la lista de riquezas…”

Pero ¿Saben qué? Eso lo hizo él en calidad de rey, por eso él dice a continuación, versículo 3:

“…Ademas de todo esto de lo que he entregado, por cuanto tengo mi afecto, mi amor en la casa de mi Dios, yo guardo en mí tesoro particular… ─ en otras palabras, esto no tengo por qué hacerlo, como rey he dado del tesoro del reino, pero de mí tesoro personal - … oro y plata que además de todas las cosas que he preparado para la casa del santuario, he dado para la casa de mi Dios…”

Y viene la segunda lista:

“… 3 mil talentos de oro ─ cómo le queda el ojo? ─ …. Tres mil talentos de oro y oro de ofir, 7 mil talentos de plata refinada para cubrir las paredes de las casas, oro pues para las cosas de oro y plata para las cosas de plata, y para toda la obra de las manos de los artífices…”

Para todo esto que estaba… óigame toda esa riqueza, para toda esa riqueza, ya es como que algunos estaban, hermanos, buscando a qué hora llegaba la hora de la ofrenda, ojalá que pida la ofrenda David, ojalá que recoja ofrenda. Porque déjeme decirle, así como la avaricia se contagia, también la generosidad se contagia.

Si usted está en medio de un pueblo generoso entonces le dan ganas de dar. Si usted está en medio de un pueblo tacaño, ahí cuesta dar. Y qué lindo que David, que lindo que como es el sacerdote, es el pueblo, y en este caso como era el rey, era el pueblo, y David percibió que la gente estaba inquieta con esto de darle al Señor para su casa porque dice David, a continuación:

“… Y quién quiere hacer hoy ofrenda voluntaria a Jehová?..”

Y ahí los oficiales, óigame,

“…los oficiales, los jefes de familia, dice el versículo 6, los príncipes de las tribus de Israel…”

Usted dirá, pastor, eso está en la Biblia? ahí se lo estoy leyendo. En mi Biblia, ahí está. Pastor nosotros pensamos que esto de ofrenda de templo era que empezó ahorita con León de Judá. No. así es como Dios siempre ha financiado sus proyectos, desde el tiempo allá de Moisés, desde el tiempo de Israel, así lo ha hecho Dios.

Y entonces, dice el versículo 6, ante la invitación de David:

“… que los jefes de familia y los príncipes de las tribus de Israel, jefes de millares y de centenas con los administradores de la hacienda del rey, ofrecieron voluntariamente…”

Y va la tercera lista de riquezas. Ahí aparecen las riquezas que dieron ya todos los oficiales. Y sabe qué sucedió? Que ante ver el testimonio del rey de los oficiales, el pueblo entero se contagió de generosidad. El pueblo estaba nervioso, ojalá que recojan ofrendas aquí. y sí, le dieron oportunidad y dice el versículo 9:

“… Y se alegró el pueblo por haber contribuido voluntariamente porque de todo corazón ofrecieron a Jehová voluntariamente…”

Están escuchando hasta allá atrás? Se escucha hasta allá atrás? Allá arriba se escucha? Cómo ofrecieron ellos ofrenda? Voluntariamente. Tremendo.

Vamos a avanzar. Vamos a el tercer modelo que aparece en la Escritura que fue un modelo muy interesante a raíz de que pasaron los años, Israel en su rebeldía hacia el Señor fue invadida y llevados a el exilio, a la cautividad, destruyeron el templo, fue cuando los de Judá fueron llevados a Babilonia. Algunos de ustedes recordarán esa porción, habían destruido el templo.

Pero se cumplieron los 70 que había profetizado Jeremías y ahora llegaba el tiempo en que ellos habrían de regresar. Muy interesante los detalles que sucedieron ahí. Pero el punto es este, el libro de Esdras, Capítulo 1, quiero leerle el versículo 1 en adelante. Me parece muy interesante porque aquí la iniciativa Dios se la da precisamente a un rey que no tenía mayor cosa que ver con Israel. Bien tremendo, entonces dice el versículo 1 de Esdras:

“…En el primer año de Ciro, rey de Persia, para que se cumpliese la palabra de Jehová por boca de Jeremías, despertó Jehová el espíritu de Ciro, rey de Persia el cual hizo pregonar de palabra y también por escrito por todo su reino diciendo, ─ escuche cuál fue el edicto que salió del rey ─ … “Así ha dicho Ciro, rey de Persia, Jehová, el Dios de los cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra y me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén que está en Judá.”

Oiga que tremendo esto. Es uno de esos casos que Dios utiliza a un inconverso, imagínese usted, pero el principio es el mismo, quiero que se de cuenta. Escuche la invitación de Ciro para con el pueblo de Dios, dice el versículo 3:

“…Quien haya entre vosotros de su pueblo, ─ está hablando a los exiliados, okay? ─ quien haya entre vosotros de su pueblo sea Dios con él y suba a Jerusalén que está en Judá y edifique la casa de Jehová, Dios de Israel, él es el Dios, la cual está en Jerusalén, y a todo el que haya quedado en cualquier lugar de donde more, ayúdenle los hombres de su lugar con plata, oro, bienes y ganados además de ofrendas voluntarias para la casa de Dios la cual está en Jerusalén. Entonces se levantaron los jefes de las casas paternas de Judá, y de Benjamín, y los sacerdotes y levitas ─ Note que interesante, ─ …todos aquellos cuyo espíritu despertó Dios…”

Amén. Sabe que para que se logren los grandes proyectos de Dios, Dios tiene que despertar el espíritu del pueblo. No sé a cuántos de ustedes les ha pasado que ha recibido un impacto de Dios tremendo, hermanos, algunos le llaman el primer amor, pero cuántos de ustedes han experimentado eso, que no quiere perderse ni un culto, que cuando trata de ofrendar ahí está usted, se vacía los bolsillos, y aquí está… está sirviendo al Señor, o sea, esa pasión tan tremenda, su espíritu ha sido despertado para las cosas de Dios.

Pero de repente viene el pecado, el mundo, el diablo y te ve tan despierto y busca cómo distraerte y cómo darte una pachita y tu que quieres estar bien despierto en las cosas de Dios, bien atento, de repente, Dios no me llama, tranquilo si esto es para largo, si esto no es una carrera de 100 metros planos, esto es cristiano… mira, pues te convertiste a los 20 y empiezas a ser cristiano hasta los 80, take it easy man. Cálmate.

Y algunos hermanos no se dejan. No, dicen, no, los ha conocido usted? Hermano, por años pasan eléctricos en el Señor, ah, yo he visto varios aquí. uno viene, hermano, a los años y siguen cañones. Hermanos comprometidos con el Señor. Hay otros hermanos que óigame el enemigo logra distraerlos, quitarles esa fuerza, y les empieza a cantar… arrorró mi niño… y de repente hermano que viene un culto de [inaudible] y yo tengo que despertar, yo no puedo dejarme por el enemigo ni por el pecado, ni nada. Y el enemigo, no, no, no, arrorró, arrorró… vamos cristianito…duérmase ya…

Y de repente resulta el cristiano, óigame, tan animado que estaba, de repente resulta, hermanos, con los años sin fuerza, desganado, ya ni sirve. Y el diablo haciéndole piojitos, decimos nosotros. En una actividad especial, en un tiempo de oración, en un culto, se quiere despertar, hermanos, y le dice, no, no, yo tengo que cambiar mi manera… y el diablo, arrorró, arrorró…piojito, piojito. Hasta busca su blanket por ahí.

Y ahí pasa durmiendo por meses y años. Palabra. Ya van dos. Óigame, el caso es cuando llegan los proyectos de Dios y encuentra un pueblo dormido, ay, no, dicen, que pereza, otro templo. No, no. eso no es para ti, shhshhshs. Ay, yo pensé que tenía que dar. No, no es para ti, es para el pueblo nuevo que viene, para gente que tiene…, no es para ti…. a dormirse otros años más.

Y como dicen los hermanos que el Señor reprenda al diablo en el nombre poderoso de Jesús. Tienen que aprovechar cuando el espíritu de Dios despierta a un pueblo, hay que aprovechar cuando el espíritu de Dios despierta a un pueblo porque dice que entonces aquellos cuyo espíritu despertó Dios para subir a edificar la casa de Jehová, la cual está en Jerusalén, y dice que todos los que estaban a su alrededores le ayudaron con plata y oro, con bienes, ganado, con cosas preciosas además de todo lo que se ofreció y la palabra clave es, se ofreció voluntariamente.

Así se hacen los proyectos de Dios, con gente despierta. Atentos a qué es lo que Dios quiere hacer, atentos qué es lo que Dios quiere hacer, cómo voy a participar y cuando usted oiga los susurros del enemigo ya sabe cómo decirle, y mándale hermano a que le cante a otro pero a usted no. usted va a estar despierto porque el espíritu de Dios está en usted y donde esté el espíritu de Dios ahí hay vida. ¡Aleluya!

Amén. Tremendo esto. Voy a hablarles de por qué es que Dios ha diseñado dentro de su plan, que el pueblo mismo se el encargado de financiar los templos. O sea, por qué? Usted sabe que todas las iglesias están esperando que entre el millonario. Casi la mayoría de iglesias, hermanos, especialmente con proyectos grandes, sí, y muchos oran por eso, muchos oran, Señor, Padre, el millonario que va a dar los 3 millones. Sí la gente ora hermanos, y óigame y los espera de verdad, los espera. Y miran a alguien que entra así, hermano, tu bien. Y dicen, ahí viene, ahí viene. Oremos por él. Señor, tócalo, tócalo.

Yo hace años dejé de esperar al millonario. Sí, porque también lo esperaba, no crea, con tanta presión, yo también lo esperaba, sí. Y no se miraban muchos con cara de millonarios. Pero después le voy a decir por qué dejé de esperar al millonario.

Quiero enseñarle un video que recién lo produjimos para un evento especial y es un video que dediqué al pueblo de Dios en este caso, a nuestra Congregación, pero quiero mostrárselo porque habla… es como una dedicatoria a aquel pueblo que no escucha directamente la voz de Dios. Porque los hombres visionarios escuchan la voz de Dios, los que son dignos de admirar, son los que tienen que seguir la instrucción de lo que el hombre de Dios dice que Dios le habló. Esos hermanos, mis respetos para ellos.

Sí, Abraham tenía la voz de Dios, Isaac tenía que confiar que Dios le había hablado a su papá, Josué tenía la instrucción, vamos a decir de vuelta [inaudible] sí, pero los guerreros, bueno, ojalá que este esté en lo correcto. Entonces, este es un tributo a aquellos que se atreven a creerle al Señor. Yo les quiero mostrar este video que Dios nos inspiró de nuestro proyecto, que espero que sea de bendición para ustedes.

Por qué es que Dios llama a su pueblo a financiar los proyectos de su reino? Qué es lo que está en la mente de Dios? y déjeme contestarle por si acaso alguien tiene que irse temprano…

Entonces, saben por qué yo dejé de ver a los millonarios que llegaran? Sabe por qué? Porque entendí que si llegaba el millonario Dios lo iba a bendecir a él y lo iba a prosperar pero ahora entiendo que lo que ellos quieren hacer es entrenar al pueblo para que ellos sean los millonarios. Y esto no es, hermanos, esto no lo digo por decir algo que suene como a consolar a los que dan. No. por qué es que Dios le pide al pueblo que participe de sus proyectos? Le voy a dar unos puntos importantes.

Primero, porque Dios quiere enseñar al pueblo a invertir en lo eterno. Damas y caballeros, hasta la fecha usted no ha visto a un camión de mudanza detrás de un funeral. Nadie puede llevarse sus cosas por muy lindas que sean. Lo captó? Mucha gente se afana por obtener tantas cosas y óigame, como dijo Job, desnuditos salimos del vientre y desnuditos nos vamos a ir.

Lo único que nosotros podemos llevarnos de esta tierra, ya pensó qué es? Lo único que podemos llevarnos de esta tierra con nosotros, sabe qué es? Son otras almas. Por esto lo que nosotros podamos hacer para predicar el Evangelio de Jesucristo y de la maneras más masivas posibles, porque lo único que podemos llevarnos son otras almas para el Reino de Dios.

Por eso cuando invertimos, esto es clave, hermanos, esto es clave, esto se le aprendí a Joel Osteen cuando estaba haciendo la presentación del proyecto que Dios le dio en Texas, en Houston. Porque él dijo…, él presentó un proyecto y entonces la manera como él lo puso es que la gente se comprometiera con una ofrenda de $ 2500 cada uno de los miembros, pero él hizo una presentación tan linda que él dijo, si usted ve 2500 dólares le va a costar darlos. Pero si usted ve almas siendo restauradas, familias siendo restauradas, hermanos, si usted ve block y metal no le va motivar mucho dar en el Reino de Dios.

Por eso cuando Dios nos invita a darle a él es porque él quiere que nosotros invirtamos en las cosas eternas. Esto es hermoso de aprender a dar. La otra razón por la cual Dios nos invita a participar de sus proyectos es… ah, esta es tremenda, es para que nosotros aprendamos a confiar en él.

Porque, óigame, eso es lo que trae tantas crisis entre las familias y entre las personas, el afán de la vida. Jesús explicó la parábola del sembrador y dice que la semilla que cayó entre espinos es aquella que la palabra cae, es recibida pero las preocupaciones de la vida y el engaño de las riquezas ahogan la palabra y se queda sin fruto. Las preocupaciones meten a las personas en tantos problemas, los afanes de la vida. Cuando nosotros aprendemos a invertir en el Reino de Dios sabe qué estamos haciendo? Estamos viviendo Mateo 6:33,

“…Buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia y todas las demás cosas serán añadidas…”

Ah, eso es rico. Cuantos están despiertos? Recibe esa palabra. Esa palabra es tan poderosa. Yo la recibí en un momento oportuno de mi vida, cuando era joven y el diablo me susurraba al oído y me decía, te vas a morir de hambre, si tu no hace esto, si no haces lo otro. Y en ese momento el Señor me dio esa palabra, lo que hicimos nosotros fue una vivencia.

Si tu inviertes tu vida en el Reino de Dios y su justicia todas las demás cosas serán añadidas. Y eso es lo que he visto, hermanos, a lo largo de toda mi vida. Todas las cosas, hasta mis gustitos me da el Señor, hasta mis gustitos. No solo mis necesidades, mis gustitos. Por confiar en él. ¡Aleluya!

La otra razón por la cual Dios nos hace parte de sus proyectos, es precisamente así proyectos grandes, gigantescos, sabe por qué lo hace Dios? para expandir nuestra mente. Déjeme darle un ejemplo. Y no le puedo dar muchos detalles por el tiempo.

Yo me recuerdo cuando Dios empezó a desafiarme a mí, a sembrar, a dar. Entonces, yo recuerdo cuando yo empecé a hacer mis primeros cheques de 100 dólares, porque uno tiene como ya cierto estilo. Pastor, yo soy de a 5, okay, de a 5. Sí, otros son de a 20. Cuando van a ofrendar es de 5 para arriba o de 20 para arriba.

Entonces, yo digamos en cuanto a ofrendas muy significativas, yo notaba que iba subiendo, hermanos. Pero cuando Dios me dio esta palabra, la que le estoy compartiendo, yo empecé a soñar, a soñar, y dije, Señor, yo quiero invertir en tu reino. Señor, yo sueño el día, así decía yo, yo sueño el día cuando yo pueda hacerte un cheque de miles de dólares, Señor. Así es que eso es tan hermoso que yo soñaba el día, yo me visualizaba, yo me veía escribiendo cheques de miles de dólares, tres mil, cuatro mil, 5 mil, yo escribiendo un cheque para el Señor. Y la firma.

Si, porque la mayoría saber firmar solo para endeudarse. Firme aquí, 30 mil dólares. Dónde firmo? Aquí, aquí. 30 mil dólares, 5 años amarrado, 7 años amarrado. Y feliz de la vida. Dónde firmo? Aquí, aquí y aquí. okay. Feliz.

Yo empecé a soñar en el momento en que podía darle al Señor. Y sabe, Dios me lo fue permitiendo, escribí cheques, hermanos, de 5 mil, 10 mil. Cuando logré hacer eso, no estoy exagerando, cuando logré a hacer empecé a soñar, yo dije, Señor, cómo será el día cuando pueda dar una ofrenda de 100 mil dólares? Así escribir un cheque, cómo será el día? No de la iglesia, personal, cómo será el día Señor cuando yo pueda escribirte un cheque de 1000 dólares, y la firma.

Usted pensará que son exageraciones de verdad, pensará que son exageraciones. ¿Saben qué? Dios ya me lo permitió. Dios ya me lo me permitió con esta esposa, el año que más hemos ofrendado al Señor como familia, hermanos, hicimos un negocio, Dios nos honró, Dios se glorificó, para gloria de Dios, y ese año pudimos darle al Señor más de 160 mil dólares, como familia. Y así hemos ido creciendo, o sea, claro, eso fue algo que le dijera yo, para ese tiempo, algo bien fuera de lo natural.

Pero sí quiero decirle esto, cuando eso ocurrió yo seguí soñando. Y ahora lo próximo que le pido a Dios, no sé cuánto tiempo se va a llevar el Señor, yo digo, Señor, cómo irá a ser el día que yo escriba un cheque para tu reino de 1 millón de dólares. Dios sabrá. Dios sabrá si me encuentra fiel para lograrlo.

Ahora, escuche esto, por el tiempo tengo que también ir aterrizando. Pero escuche esto. Cada año Dios nos ha hecho diferentes desafíos, estrategias financieras, cada año. Yo puedo hablarle casi como que tuviera registrados todos los detalles en mi mente, el 2003 cuando Dios me habló acerca de cómo se edifican los templos, yo le dije al Señor, Señor, guau, caramba, pero cómo recaudar tanto dinero si realmente no quieres que lo busque de otra manera sino que el pueblo va a financiar el templo? Señor, cómo vamos a hacer para encontrar tanto dinero? Y recuerdo que ese año, quizás algunos han escuchado de esto, pero ese año el Señor me dio la estrategia que óigame, que yo digo, eso no puede venir de mi mente, yo sé que soy inteligente pero no es para tanto. Sí, yo no puedo pensar en esforzarme… una idea, una idea… no. es en el reposo de Dios, en la tranquilidad donde vienen las ideas.

Esa vez que estaba en el 2003 en este lugar, hermanos, retirado con el Señor, el Señor me dio esta palabra y me dijo, te has fijado qué fácil para ustedes enojarse con mi pueblo Israel cuando está en el desierto, que que pueblo más rebelde, que pueblo más… cómo se voltea contra Dios, que pueblo más desobediente, que pueblo más incrédulo. Y Dios me decía, hasta te has enojado tu, te indignas con ver a mi pueblo Israel en el desierto. Y muchos creo nos ha pasado. Quienes hemos leído la Biblia varias veces, hermanos, o tenemos años de escuchar de la palabra, no resulta uno como… ay, que pueblo rebelde, incrédulo.

Y el Señor me dijo, sabes por qué piensas así? Porque tu nunca has estado en esa situación, te es fácil juzgar. Y por qué me estás diciendo esto, Señor? Y me dio esta instrucción en el año 2003, me dijo, quiero que este año hagas pasar a todo el pueblo por el desierto.

Cómo así? Dile al pueblo que este año se comprometa a vivir solo cubriendo lo básico, que este año se abstenga de todas las distracciones y entretenimiento y todo lo innecesario, que cuántos están dispuestos a hacerlo? Y óigame, ese año yo me recuerdo, yo antes de compartirlo al pueblo se lo presenté, como siempre hago, a mi familia, luego a los líderes y así a todos hasta que se lo presento al pueblo. Llevé a mis hijos al moor y ahí les hablé, hijos, esto fue lo que Dios me habló. Este año estamos dispuestos a cubrir solo lo básico? Qué significa? Este año no va a haber cine, no va a haber comidas afuera, no va a haber regalos para cumpleaños, no hay vacaciones, este año vamos a vivir con lo básico y todo eso que gastamos extra, lo vamos a invertir en la casa de Dios, multiplicado esto por las familias del pueblo.

Escuche esto. Sabe cuánto logramos recaudar ese año en pro templo, no diezmos, solamente en pro templo? Con la iglesia logramos recaudar 1 millón 600 mil dólares. Y no solo eso, porque aquí viene la otra parte. Escuche esto, esto es tremendo, por qué Dios nos invita a participar de sus proyectos, especialmente cuando son desafíos fuertes y uno se compromete con ofrendas significativas al estilo David, okay?

Porque Dios que está escrito en Deuteronomio 8:18, dice Dios:

“…Porque yo soy el que doy el poder para hacer las riquezas a fin de confirmar el pacto hecho a vuestros padres…”

Note que interesante, Dios da el poder para hacer la riqueza. Ahora, por qué es que Dios nos mete a esto? Porque ante los desafíos y cuando sumamos y nos damos cuenta que con las ofrendas del pueblo, que con el salario del pueblo, y sumamos, no da, no da para cumplir algo tan grande no da. Señor, no podemos. Entonces, cuando no podemos, cuando se estanca nuestra mente y nuestras posibilidades, y Dios nos sigue desafiando, sabe qué sucede? Y hacemos nuestras cuentas y decimos, Señor, realmente qué difícil.

Habrá otra manera de hacerlo? Uno se pregunta, habrá otra manera de hacerlo? Ese año 2003 nos dimos cuenta cuánto la gente desperdicia el dinero. Óigame, porque hicimos un trato. Dios me dio todo el plan y parte del plan era, nosotros no vamos a invertir, si alguien Dios lo usa afuera para regalarnos y para que viajemos, entonces, aceptémoslo, ese fue el trato. Entonces, en esa ocasión surgieron oportunidades, salíamos a comer y yo veía… nosotros mirábamos, cuando íbamos al restaurante, cuánto la gente desperdiciaba y desperdicia su dinero en cosas innecesarias. Desde de ese tiempo nosotros quedamos entrenados cómo ahorrar. Y no le estoy hablando de vivir apretados, ese año sí fue apretado, pero logramos, hermanos, recoger esa cantidad de dinero.

Déjeme contarle lo que está pasando este año en la iglesia. Este año nuevamente en el retiro Dios me desafió. Y óigame, cuando yo estaba escuchando esto, yo mismo le decía, Señor, esta estrategia está difícil. Esta sí, yo voy a decírselo porque al fin tu me estás diciendo… pero como ese ni yo lo creo porque el Señor me dijo, has un llamado a la iglesia, tres grupos de personas que en 4 meses se comprometan a dar una ofrenda de 10 mil dólares en 4 meses.

Yo no les estoy hablando de 4 meses después de venir de 10 años de tranquilidad. No, les estoy hablando de una estrategia así, después de un pueblo venir dando y dando, y dando, o sea, esa es la aclaración. Después de venir dando ahora una estrategia así de personas que puedan comprometerse con el Señor a una ofrenda de 10 mil dólares en 4 meses, y Dios me dio toda la estrategia de cuál eran las características del primer grupo que corría de enero a abril, y luego el siguiente grupo que entraba de mayo hasta agosto y ahorita estamos en el tercer grupo de septiembre a diciembre.

Dios me dio todo el plan, las características de estas personas. Eran personas comprometidas, personas fuertes, personas que tenían un record en la iglesia de dar, que no era solamente lo que yo puedo hacer, no, que pudieran comprometerse y hacerlo.

En el primer grupo se inscribieron 30 personas, a los 4 meses 31 habían terminado. Se sumó uno más. En el segundo grupo 34 se inscribieron, solo como dos no terminaron. Y el grupo que está ahora, que es el grupo final de septiembre a diciembre, se han inscripto 69.

Ahora, escuche esto, cuando ellos se comprometieron, por eso este año con nosotros, se llama el año de hacer historia, cuando la gente se compromete y se conecta por la fe a estos proyectos de Dios, y ellos hacen el compromiso, se dan cuenta que si han de producir dinero, riquezas, no puede venir por los medios que ellos conocen. Eso ha abierto todo una dimensión de cómo generar dinero entonces.

Escuche esto, ni siquiera se lo voy a leer por el tiempo, usted lo busca en su casa, está en Primera de Samuel, Capítulo 1. Se recuerda usted a Ana? Que momento aflicción hizo un voto al Señor? Le prometió a Dios que si le daba un hijo ella se lo iba a devolver. Eso se llama votos. Hay una diferencia entre pactos y votos, pero el caso es que Ana hizo un voto. Si tu me das ese hijo que tanto he esperado, yo te lo consagro, Señor.

Escuche esto, porque esta palabra el Señor me la dio estos días mientras pensaba venir, no lo dije en la mañana así que quiero soltarlo con ustedes porque el Señor me inquietó que se las soltara a ustedes como iglesia. Escucha esto.

Ana estuvo criando al baby. No tengo claridad a qué año, unos piensan que es a los 4, otros que hasta los 7, pero imagínense que es entre los 4 a los 7 años, que fue destetado Samuel. O sea, Ana, tuvo esa relación, no que haya nacido y le haya dado por adopción. No, convivió con la criatura, que corazón el de Ana que la hora de hora, no lo retuvo sino que cumplió su palabra y se lo dio. Escuche, estoy por terminar, escucha esta parte:

El Señor me dijo, sigue leyendo, sigue leyendo, más adelante en el Capítulo 2, recuérdese que Ana era estéril, pero cuando Ana le promete a Dios su hijo que es Samuel, el profeta Samuel, la matriz de Ana se abre y da a luz al que ella había prometido. Pero el Señor me dijo, observa bien, que luego Dios le dio a Ana más hijos. El Señor me dijo, dile al pueblo que de la misma manera que yo les proveo para que me den, yo quiero proveerles pero para que ellos sean bendecidos, para que ellos sean prosperados.

Y esto es lo que está existiendo ahorita en la iglesia, que los que han cumplido en traerle ofrendas al Señor significativas, de muchos miles de dólares, el Señor me ha dicho, dile a ellos que de la manera como les he provisto para alcanzar sus ofrendas, ahora quiero dejar esa matriz siempre fructífera pero que estos hijos serán para ellos. Dijo estas palabras, cuando tu te comprometes con Dios a ser parte de sus proyectos, y te esfuerzas y trasciendes a tus posibilidades y te ves obligado a orar, a buscar de Dios, a hacer tantas cosas, entonces Dios lo que quiere es expandir tu mente, ayudarte a administrar para que puedas entonces manejar la bendición y la prosperidad de Dios.

Y hoy lo que estamos encontrando son personas que están tomando iniciativas. Y dicen, pastor, de la misma manera que yo recaudé fondos para el Señor, de eso mismo voy a poner un negocio. Yo digo, así es. Así es.

No le huyas a los proyectos de Dios. Responde a los proyectos de Dios y en el proceso aprende qué Dios quiere enseñarme, qué es lo que Dios quiere enseñarme. Amén.

Sermon clásico #6061: Para que en todo tenga la preeminencia

Estamos haciendo un recorrido a través de la epístola a los Colosenses y yo estoy tomando varios temas de esta epístola muy densa en su contenido y estamos tratando de hacer un recorrido a través de diversos pasajes. Y hoy vamos a ir al Capítulo 1 y nos vamos a detener en los versículos 15 al 23. Este es un pasaje que exalta la persona de Jesús.

Colosenses 1:15-23 y dice la palabra del Señor así, hablando de Jesucristo evidentemente: “Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación, porque en Él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos, las que hay en la Tierra. Visibles e invisibles, sean tronos, sean dominios, sean potestades, todo fue creado por medio de Él y para Él y Él es antes de todas las cosas y todas las cosas en Él existen.

“Y Él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, el que es el principio, el primogénito de entre los muertos para que en todo tenga la preeminencia. Por cuanto agradó al Padre que en Él habitase toda plenitud y por medio de Él reconciliar consigo todas las cosas. Así las que están en la Tierra como las que están en los cielos, siendo la Paz mediante la sangre de su cruz.

“Y a vosotros también que erais en otros tiempos extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne por medio de la muerte para presentaros tantos y sin mancha e irreprensibles delante de Él. Y en realidad permanecéis fundados y firmes en la fe y sin moveros de la esperanza del Evangelio que habéis oído el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo, del cual, yo Pablo fui hecho su Ministro”

Bendiga el Señor su santa palabra.

Siempre me gusta hacer un breve resumen de lo que tocamos el domingo antepasado en este caso. Allí yo hablaba de los versículos 12 y 13 de este capitulo, acerca de la actitud típica del cristiano y Pablo allí mencionó dos cualidades: el gozo y la gratitud que debe haber en la vida del hijo de Dios.

El gozo, yo decía, debe ser el tono imperante del creyente porque al mirar todo lo que hemos recibido de parte de Dios no podemos sentirnos menos que gozosos y llenos de esperanza. La gratitud de nuevo por lo mismo porque al reconocer que lo que hemos recibido ha sido de gracia, no porque lo mereciéramos nosotros, el cristiano debe vivir siempre dando gracias al Señor.

Esta semana escogimos el día de Acción de Gracias. Este pueblo escoge hoy, jueves, para expresar gratitud a Dios. Y eso es muy bueno, pero claro también tenemos que recordar algo y es que para el hijo de Dios todos los días son días de Acción de Gracias ¿verdad? y que no solamente un solo día o dos, no.

Cada mañana cuando nos levantamos debe brotar una nota de gratitud de nuestros corazones y cada día al completar una tarea y al Dios sacarnos de problemas pequeños y grandes debemos elevar nuestra gratitud al Señor. El cristiano tiene un corazón agradecido y lo cual es enemigo de la queja. Todo lo contrario de esa actitud de queja y negatividad que muchas veces nos caracteriza a nosotros.

Ahora esa vida de gozo y de gratitud tiene un fundamento. ¿Por qué? Pablo señala tres cosas que Cristo ha hecho. Número Uno dice que hemos sido hechos participes de la herencia de los Santos, es decir tenemos riquezas en Cristo. Hemos sido bendecidos con toda bendición espiritual, hemos recibido dones espirituales. Somos ricos, somos poderosos, tenemos autoridad en Cristo Jesús. Esa es la herencia del pueblo de Dios.

Segundo lugar, dice Pablo que hemos sido librados de las tinieblas y trasladados al reino de la luz. Ya Satanás no tiene el control de nuestras vidas. Cristo tiene la administración de nuestras vidas. Ya no es Satanás que está llevándonos por un camino de destrucción y agotamiento y de estancamiento sino que Cristo nos está animando y levantando y fortaleciendo y administrando nuestras vidas para irnos levantando más y más cada día para que se cumpla lo que dice la escritura: ‘porque la senda del justo es como la luz de la aurora que va en aumento hasta que el día es perfecto’.

¿Por qué eso? Porque Dios está administrando nuestra vida, porque Dios la está llevando de crecimiento en crecimiento, de bendición en bendición. Ya Satanás no es quien administra nuestros días sino Dios.

Y finalmente, Pablo dice también que hemos sido redimidos y perdonados. En Cristo tenemos redención por su sangre y el perdón de nuestros pecados. Hemos sido comprados a precio de sangre, de la esclavitud del pecado. Y eso tiene unas consecuencias muy serias. Al ser comprados nosotros nos debemos entonces al que nos compró que es Cristo Jesús.

Ahora su yugo, dice es fácil y su carga es ligera. Cuando Cristo es nuestro dueño ahora, eso es una bendición. No es una maldición y también somos llamados a una vida de santidad porque Él es santo.

Ahí tienen ustedes algunas ideas del pasaje anterior. Y entonces ahora, yo creo que, Pablo cuando estaba escribiendo al meditar en esas tres cosas: la herencia, la libertad de las tinieblas y la redención que tenemos; su mente fue dirigida hacia la figura de Jesucristo quien ha hecho todas cosas posibles.

Todo eso, toda esa herencia, toda esa bendición viene como resultado de la obra de Cristo en la cruz del calvario y entonces yo creo que eso movió la mente de Pablo a pensar en la persona de Jesús, a enfocar la figura de Jesucristo. Y eso es lo que él hace en los próximos versículos del 15 al 23, él le dedica un tiempo a exaltar y a explayar la persona de Jesús, su obra, sus funciones, sus atributos. Y eso es lo que él hace en estos ocho versículos, aquí.

Es un himno. Algunos eruditos creen que este pasaje en particular era parte de un himno que se cantaba a la persona de Jesús para alabarlo y que Pablo estaba como citando ese himno cuando escribió esta parte. No lo sabemos. Pero muy bien convendría porque es un himno de alabanza, es una adoración muy profunda que se rinde a la persona de Jesús.

Otra cosa acerca de eso que está Pablo diciendo aquí, no es solamente alabando a Cristo en una forma neutral sino que hay también un carácter polémico en eso que Pablo escribe aquí.

Ustedes recordarán que al principio de este estudio yo les decía que esta carta Pablo la escribió en parte para contradecir una herejía, una mala enseñanza que estaba circulando, que estaba empezando a circular entre las Iglesias de esa área de Colosas. Y esa enseñanza entre otras cosas, de hecho se le llama la herejía colosense, los eruditos le han dado hasta un nombre a ese tipo de enseñanza que circulaba en ese tiempo.

Esa mala enseñanza era una mezcla de legalismo judío y también de una especie de misticismo que animaba a la gente a meterse en teorías raras y misteriosas acerca de dioses y de semidioses. Y la idea era que el mundo material era una maldición y que nosotros vivimos en este mundo una condena y que el hombre debe aspirar a salirse de esta condena y entrar a una dimensión espiritual donde hay liberación. Eso era esta enseñanza.

Entonces según esta enseñanza uno necesitaba un conocimiento misterioso que solamente podían recibirlo los iniciados para ascender a esos niveles. Ellos decían que entre el hombre y Dios había como una capa intermedia donde había unos seres superiores que no eran Dios pero tampoco eran hombres. Eran como semidioses. Y uno tenía que tratar con esos seres para poder llegar a ese nivel más alto. Y reconocían a Jesucristo pero no lo reconocían como Dios, no lo reconocían como hijo de Dios y con Dios mismo.

Y entonces Pablo escribió en parte esta carta para neutralizar esas ideas porque esa enseñanza falsa lo que hacía era quitar el énfasis de la persona de Jesús; quitar el enfoque de la persona de Cristo. Y por eso Pablo en esta carta, usted notará, enfatiza mucho la persona de Jesucristo, enfatiza su obra, su naturaleza porque esta epístola fue escrita para contrarrestar esa enseñanza que sutilmente estaba quitando la mirada de la persona de Jesús.

Yo diría, hermanos, que una de las formas principales de Satanás tratar de hacer daño a la doctrina cristiana, es precisamente, tratando de neutralizar y quitarle brillo a la persona de Jesucristo y a su obra redentora en la cruz del calvario. Quitarle a Cristo ese carácter único, imprescindible y sugerir como que hay otros medios de llegar a Dios.

Apartar al cristiano de su conciencia de que solo Cristo salva y que solo en Cristo tenemos esperanza y que solo Cristo ha sido el puente entre Dios y el Padre. Y entonces el enemigo trata de introducir doctrinas que hagan a Cristo uno más entre muchos posibles mediadores.

Y yo creo que una de las cosas que caracteriza a la herejía a través de los siglos es precisamente ese ataque sutil contra la persona, contra la naturaleza, contra la obra sutil, única de Jesucristo. Y por eso es que cualquier cosa, hermanos, que le quite a usted la mirada de Cristo y lo ponga a Él en un segundo plano o en un plano paralelo a otros seres es dañina, falsa y debe usted evitarla como la plaga.

Y es por eso que Pablo, una y otra vez, atacó eso continuamente. Con todo respeto. Por ejemplo, los Testigos de Jehová son gente muy sincera, muy buena y temerosa de Dios pero la doctrina de los Testigos de Jehová dice que Cristo es una criatura que fue creado. Es simplemente como el ángel máximo que Dios creó y que Cristo no es Dios mismo. Entonces aunque son gente que creen en la Biblia y crean en la obra de Cristo en la Cruz y todo esto, pero esta es una enseñanza muy peligrosa porque aparta la mirada de lo que Cristo ha hecho.

Él es el único. Dice la Biblia que ‘hay un solo mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo hombre’ y no hay más nada y que Cristo es el hijo de Dios y que es Dios mismo.

Entonces tenemos que tener cuidado con todo aquello, venga de donde venga, que quite la mirada de esa unicidad, ese carácter imprescindible de la persona de Jesús. Y lo que Pablo aquí hace es que él invita a los colosenses a enfocar la mirada sobre la persona de Jesucristo y entonces él torna a la mirada y comienza a describir ciertos atributos de Jesucristo y esto es lo que tenemos aquí.

Él lo exalta. Por eso me gustaba ese coro que dice: ‘A ti atribuimos la gloria. A ti atribuimos la honra, a ti atribuimos poder y majestad’ porque ese es un coro que exalta la persona de Jesús, este otro Rey de reyes, Señor de señores. Son coros que exaltan en una forma muy directa y que invitan a la mente del que adora a enfocarse sobre el carácter sublime de la persona de Jesucristo. Eso es una cosa que la Biblia hace una y otra vez.

Y entonces aquí Pablo hace eso mismo. Yo veo aquí por lo menos cinco atributos fundamentales de la persona de Jesús e hice aquí un pequeño esquemita para que ustedes lo vean. Jesucristo es estas cosas, según Pablo expone aquí.

Jesucristo es: Dios. Creador. Sustentador. La cabeza. Reconciliador.

Y esa flechita que usted ve que van como una especie de escalera dirigiendo una a la otra es porque cada uno de esos atributos de Jesucristo conduce al otro, están todos encadenados, son eslabones que están unidos uno al otro, lógicamente. Y una lleva a la otra y una cosa está implicada en la otra y son todos parte de la función que Cristo hace.

Y yo creo que al final de todo, lo que ese cuerpo de atributos nos sugiere a nosotros es lo que Pablo mismo dice en el versículo 18, es: ‘para que en todo Él tenga la preeminencia’. Hermanos, eso es el fundamento de la vida cristiana: que Jesucristo en todo tenga la preeminencia. Por eso nos llamamos cristianos. Cristo debe ser el enfoque primordial de nuestra vida.

Entonces, miren, vamos al primer elemento. Dice Pablo en el versículo 15: ‘Él es la imagen del Dios invisible’. ¿Qué está diciendo Pablo con eso de que es la imagen del Dios invisible? Esa palabra que en español se traduce “imagen” en el griego original es “icon” y es donde en el inglés se habla de icon y en el ruso también. Los rusos tienen estas imágenes muy bellas.

Y icon era en la literatura griega simplemente una estatua, un dibujo, una pintura, una copia de algo que había en la realidad y que representaba ese algo. Entonces, cuando Pablo dice que Cristo es la imagen del Dios invisible, está diciendo que Cristo es la expresión visible del Dios que no se puede ver. Que al uno mirar a Jesucristo y mirar sus atributos espirituales, mirar su carácter, mirar su naturaleza, mirar su persona uno está viendo a ese Dios que ningún ser viviente puede ver y que Cristo proyecta directamente la naturaleza y la persona del Padre.

La Biblia dice que ‘nadie ha visto al Padre’ pero por medio de Jesucristo sí, hemos visto al Padre. Y eso fue lo que Cristo mismo le dijo y -¿recuerdan ese famoso pasaje de Juan capitulo 14 versículo 8 y 9?-cuando a Felipe le dice a Jesucristo “Muéstranos al Padre y nos basta”.

Dice el versículo 8: “Señor, muéstranos el Padre y nos basta”, y ¿qué le dice Jesús en el versículo 9? Dice: “¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me has conocido Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú pues muéstranos al Padre?”

Y eso es lo que Pablo está diciendo aquí, Cristo es la imagen del Dios invisible. Cristo es, en términos modernos, si Pablo estuviera escribiendo esta carta hoy ¿sabe lo que él diría? “Cristo es el retrato del Dios, Cristo es la fotografía del Padre”. Eso es lo que está diciendo Pablo aquí. En esos tiempos no había fotos, no había retratos entonces era la imagen, una pintura. Pero hoy en día él diría “Cristo es el vivo retrato de su Padre”.

Como decimos por ahí. ¿Ustedes han oído esa expresión? Ese hijo es, olvídate, la estampa del padre. Es el vivo retrato. Pues eso es lo que es Jesucristo y no solamente eso se expresa en Colosenses. Si usted va al Libro de Hebreos en el capitulo 1 versículo 3, allí el escritor dice, hablando de Cristo: “El cual siendo el resplandor de su gloria y la imagen misma de su sustancia”.

De nuevo, esa expresión: “la imagen misma” en el griego original es “carácter” y carácter es de donde viene nuestra palabra carácter. Se refiere ir a la cuña que se usaba en los sellos romanos o griegos. Era lo que tenía, por ejemplo, la estampa para hacer una moneda. Que tuviera siempre la misma reproducción de la imagen del César, por ejemplo. Esa imagen acuñada cuando se ponía sobre cera o sobre metal caliente transfería precisamente la imagen que estaba en el original a la otra sustancia.

Entonces el escritor de Hebreos dice lo mismo: Jesucristo es la reproducción total, exacta del Padre. Nunca vamos a entender completamente los misterios de la relación entre el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo, esto de la Trinidad que son lo mismo, pero que son diferentes. Porque eso va más allá de la mente humana.

Pero lo que yo sí les puedo decir con toda seguridad es que la Escritura desde Génesis hasta Apocalipsis, declara en una forma inescapable que Cristo es Dios. Y esa ha sido una doctrina fundamental de la iglesia a través de todos los siglos. Y cualquier doctrina que sugiera menos que eso, es peligrosa, es hereje y debe ser desechada y evitada totalmente.

Ahora ¿qué consecuencias prácticas tiene eso? Para mí el hecho de que Jesucristo sea Dios, quiere decir que Jesucristo merece mi adoración. Qué Jesucristo debe ser el objeto de mi meditación continua, que yo debo estar continuamente renovando mi mente y visualizándolo y adorándolo y rindiéndole tributo y gloria a Él como Dios.

Que Jesucristo debe ser el punto de partida de todos mis esfuerzos y también debe ser el objeto hacia el cual apuntan todas las cosas que yo haga en mi vida. Qué yo debo vivir para agradarlo a Él, para honrarlo a Él, para reconocerlo como Dios, como el fundamento mismo de mi vida. Como Él dijo: “Yo soy el camino, yo soy la verdad, yo soy la vida”. Es decir, Él es la totalidad de todas estas cosas.

Y yo diría que antes de ser testigos de Jehová, nosotros somos testigos de Jesucristo y no es que pongamos una controversia entre el Padre y el Hijo; ¡no! porque son la misma cosa. Pero yo creo que hay una sutil inversión allí de los papeles. El Padre nos ha dado al hijo para que nosotros breguemos con el Hijo y con el Padre a través del Hijo.

Jesucristo es el intermediario y por eso fue que el Padre dijo ‘Este es mi Hijo amado en el que tengo contentamiento. A él oíd’; que podría ser también decir ‘Con Él traten ustedes’ y nosotros tenemos que poner nuestra adoración, nuestra reverencia, nuestro trato primordial con ese Hijo que nos lleva entonces al Padre. Todo eso implicado en la deidad de Jesucristo.

Ahora él pasa a la segunda enseñanza y dice: “Porque en Él”-versículo 16- “fueron creadas todas las cosas. Las que hay en los cielos, en la Tierra, visibles, invisibles, sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades. Todo fue creado por medio de Él”. Y qué sorprendente, no solamente por medio de Él, sino ¿qué? “Para Él”. Fue como un regalo que Él se dio a si mismo.

¡Qué cosa más misteriosa, ¿no?! Dios creó esta creación para su propio regocijo, para su propio disfrute. Para Él expresarse, para Él agradarse en su creación. Nosotros vivimos, hermanos, y este mundo ha sido creado para dar Gloria y agrado al Señor.

Y nosotros vivimos para eso y cuando nosotros reconocemos esa función nuestra, entonces nuestra vida es transformada. Yo fui creado para Él, para Él regocijarse en mi y para Él encontrar agrado en mi como el artista encuentra agrado en contemplar sus creaciones. Entonces todo lo existente fue creado por Cristo y para Cristo.

Y usted ve, ahí tiene usted una implicación de la deidad de Cristo. Porque dice la Biblia ¿Quién fue que creó los cielos y la Tierra? Génesis 1. Dice: “En el principio creó” -¿quién?- “Dios los cielos y la Tierra”. Entonces aquí dice que Cristo creó los cielos y la tierra. ¿Hay contradicción? No. Sino que Cristo es Dios.

[Comentarios finales del programa]

Y cuando Dios estaba creando los Cielos y la Tierra, Cristo lo estaba creando en Dios. Son los misterios de la Trinidad y de la relación del Padre y el Hijo. Pero todo lo creado fue creado por Jesucristo y para Él. El Evangelio según San Juan declara esa misma verdad.

Recordarán ustedes el primer capitulo de Juan. En el principio era el verbo hablando de Jesucristo y el verbo era con Dios y el verbo ¿era quien? Era Dios y versículo 3: “Todas las cosas por Él -es decir por Jesucristo- fueron hechas y sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho”. Y más adelante en el versículo 10 dice: “En el mundo estaba y el mundo por Él fue hecho”, hablando de Jesucristo.

Es lo mismo que esta diciendo Pablo aquí en Colosense: Jesucristo es el creador, Él es el origen de todo lo existente y no solamente es el origen de las cosas menores sino también de las cosas mayores y eso es lo que Pablo esta subrayando aquí. Él es el origen de toda autoridad, toda cosa que tenga autoridad y que tenga importancia Jesucristo es el creador de ello.

¿Ve? Y Pablo decide enfatizar ese hecho: que no hay ninguna cosa por grande que sea, en este universo, que no halla sido creada por Él. ¿Cuál es la implicación entonces? Que todas las cosas están bajo la autoridad de aquel que las creo. Él está por encima de todo, las cosas visibles y por si acaso también de las invisibles y está sobre tronos, dominios, principados, potestades.

Y, ¿qué es lo que quiere decir Pablo con eso, hermanos? Que Jesucristo como creador de todo lo existente Él está por encima de los reyes, Él está por encima de los príncipes, está por encima de los presidentes y los primeros ministros, esta por encima de las naciones, está por encima de los gobernadores de los estados y los alcaldes de las ciudades. Eso es en el plano político, humano, pero va más allá.

Jesucristo está por encima de ángeles de arcángeles, de querubines, de serafines y ¿sabe qué? No solamente eso sino que Jesucristo está por encima de los demonios, de los poderes demoniacos que tienen también sus propios rangos de autoridad. Y lo sorprendente es que aquí lo que Pablo esta diciendo es que Cristo creó todo eso. ¿Sabe que Cristo creó inclusive a los demonios? O, ¿no los creó? La Biblia dice que los demonios son ángeles caídos, ángeles que desobedecieron y perdieron su dignidad y perdieron su belleza y fueron echados de la presencia de Dios.

Y esos seres que se revelaron contra la autoridad de Cristo y su Padre fueron echados. Ese es Satanás, la criatura más excelsa que Dios creó, que se reveló contra Dios y quiso ponerse en el mismo lugar de Dios y entonces fue echado fuera y se convirtió en ese ser pesadillesco que es Satanás.

Entonces Cristo creó todos esos seres y Cristo está por encima de todos ellos. Recuerde eso cuando usted tenga temor de Satanás o de un poder demoniaco Cristo esta por encima de todo eso y usted está por encima de todo eso porque Cristo vive en usted. Dice: “Mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo” ¿verdad que si?

Y Cristo dice: “Yo he vencido al mundo, confiad, yo he vencido al mundo”. El príncipe de este mundo es Satanás, pero Cristo ya lo venció también y Cristo es su dueño. Cristo es su creador, Cristo es el que tiene la cadena que lo lleva por el cuello por donde Él quiere y nosotros tenemos esa autoridad también.

Eso es algo tremendo. Jesucristo es el dueño de mi vida, yo no tengo que temerle a nada absolutamente y no solamente eso también, sino que hay algo en el hecho de que Él es el creador y Él es el dueño hermanos. No puedo escapar un momentito de hacer referencia a esto. Si Jesucristo creó todo y lo creó todo para si mismo y Él es el dueño de todo, entonces eso quiere decir que yo no soy dueño de nada, ¿verdad que si?

Esta ropa que tengo puesta no es mía. El dinero, el poquito dinero que tengo en el bolsillo tampoco es mío, mi esposa no es mía, mis hijas no son mías, mi cuenta de banco no es mía, mis talentos no son míos, mi tiempo no es mío, mi educación no es mía, mi futuro no es mío. Todo es de Dios y de Cristo Jesús, y que entonces mi vida si yo soy verdaderamente un siervo de Jesucristo, yo tengo siempre que estar confesando con mi mente y con mis acciones, que todo es de Él, para Él, para gloria de Él y esta al servicio de Él.

Hermanos, si usted y yo entendiéramos lo que eso quiere decir yo le aseguro que nuestra vida seria revolucionada completamente. Yo mismo que lo estoy predicando, no se lo que estoy diciendo. Porque si yo verdaderamente creyera eso, yo todavía serviría al Señor diez veces más de lo que yo lo hago ahora.

Si nosotros entendiéramos que nuestro dinero es de Dios y que nuestros talentos son de Dios y que nuestro tiempo es de Dios, entonces hermanos, nosotros viviríamos solamente para gloria y honra y para expansión del reino de Dios. Todo lo que yo tuviera yo lo invertiría, para que el Reino de Dios sea avanzado, para que Dios sea glorificado, y eso hermanos es la vida de discipulado y eso es la vida que reconoce el Señorío de Jesucristo sobre todas las cosas.

Si Cristo creó el Universo, Él es dueño de todo lo que el creó, Él es el creador.

Pero no solamente eso, sino que también es el sustentador. Ustedes recordarán que yo les decía que estas cosas están encadenadas, una con la otra. Él es el sustentador, fíjese, Jesucristo no solamente creo el mundo, el deísmo es una filosofía teológica que dice que Dios creo el mundo y que entonces le dio cuerda como se le da a un reloj despertador y lo lanzó a flotar en el universo, y se olvido de él.

El existencialismo también predica una doctrina parecida a eso. Pero la biblia dice que Dios y Cristo, no crearon al mundo y se olvidaron de él, sino que después que Cristo creo el mundo, entonces te metió a trabajar con el mundo, con el cosmos con el universo y que Cristo le da mantenimiento -por así decirlo- al universo.

No solamente Él lo creó y entonces Él fue irresponsable y se desentendió de él. ¡No! Jesucristo está continuamente sustentando el mundo ¿ve? Por eso es que dice en el versículo 17: “Él es antes de todas las cosas y todas las cosas en Él subsisten”. ¿Qué quiere decir eso? Que todas las cosas tienen su explicación, tienen su razón de ser en la persona de Jesús.

Él sustenta, Él sostiene todo lo existente, todo lo creado. Él le da su significado.

Cristo le imparte coherencia y sentido al universo. Cristo está totalmente involucrado en el cosmos, en el movimiento de los planetas, en las leyes que rigen el universo, en la salida y la puesta del sol, en la ley de la gravedad, en las leyes que gobiernan los movimientos de los cuerpos físicos en el mundo y en el universo, en todo eso esta implicada la persona de Jesús.

Dice el salmista: ‘En el vientre de nuestra madre Él fue quien nos creó. No fue escondido de ti mi cuerpo bien que en oculto fui formado y entretejido en lo más profundo de la tierra. En mi embrión vieron tus ojos y en tú libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas sin faltar una de ellas”. El Dios que creó el macrocosmos, también es el que crea el microcosmos.

El Dios que gobierna las galaxias y las mantiene girando y viajando a millones de millas por hora es el Dios también que crea una célula mínima con su composición. El Dios que crea todo el cuerpo humano también es el que crea la complejidad del ojo. Esa es la maravillosa obra sustentadora de Jesucristo.

Todas las cosas en Él subsisten. Ahora ¿qué implica eso? Algo muy importante y es que Cristo está cada día involucrado con nosotros. Siempre mi mente se va a ese pasaje cuando Cristo dice: ‘He aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo’.

Él no solamente hizo la obra de la salvación y entonces se fue como cogiendo un jet para el cielo y se olvidó de nosotros. Dijo ‘me voy pero también me quedo con ustedes a través del espíritu santo’.Y Cristo está presente en el espíritu santo, en su iglesia y Él está dándole mantenimiento al mundo y le está dando mantenimiento al universo.

Yo pensaba los otros días en las ciencias de la física los científicos están siempre rompiéndose la cabeza por buscar una ley que resuma todas las demás leyes físicas del universo. Ellos siempre están tratando. Ellos han reducido actualmente el movimiento de los cuerpos físicos y de la materia a unas cuantas leyes de la termodinámica, unas cuantas leyes básicas. Pero ellos, no contentos con eso, están buscando una Ley [con L mayúscula] que sea la ley que haga innecesarias todas las demás leyes y que explique todas las demás leyes.

Ellos están buscando siempre ese principio regidor del universo. Yo les puedo decir a ellos que ya eso lo encontró la Biblia hace dos mil años y se llama Cristo Jesús.

Todas las cosas en Él subsisten. Él es la explicación de todo lo que existe. Él le da coherencia a todo, Él le imparte razón a todos los movimientos de los planetas y de los átomos. Entonces si Cristo es el sustentador y Él es el que mantiene, nosotros hermanos, tenemos que hacer lo mismo.

Así como el universo está vinculado estrechamente a la persona de Jesús, nosotros tenemos que estar continuamente pegados y arraigados a Él. Porque Él es quien sustenta nuestra vida espiritual. Y ¿saben qué? Cristo ya dijo lo mismo hace tiempo en el Evangelio según San Juan capítulo 15, ¿ustedes recuerdan? ¿Qué dice el Señor allí? Dice -capítulo 15, versículo 5- “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos. El que permanece en mi y yo en él, este lleva muchos frutos porque separados de mi nada podéis hacer”.

¿Usted entiende? Porque Jesucristo es el que sustenta. Todo subsiste en la persona de Jesús. Cualquier cosa que se separa de esa unión orgánica con la persona de Jesús, está destinado a morir. Como una fruta que desde que usted la arranca de la mata ya está comenzando el proceso de putrefacción de esa fruta, porque ya no tiene la mata sosteniéndola y alimentándola.

En el momento en que el hombre o el cristiano se separa de esa relación íntima con Jesucristo ya comienza la decadencia. Comienza el decaimiento espiritual y por eso nosotros tenemos que estar siempre unidos íntimamente a la persona de Jesús porque Él es el que sustenta nuestra vida espiritual. Él es el que sustenta todos nuestros esfuerzos. Si yo quiero llevar frutos tengo que permanecer bien pegado a mi sustentador.

Por eso fue que cuando Marta y María tuvieron su controversia, Marta estaba por allá afanada, trabajando, preparando todo para Cristo para que todo estuviera bien con Él y sus Apóstoles y María estaba allí simplemente pegadita a Jesús escuchando, recibiendo de Él, pegada de su persona y Marta le dice a Jesús: “Señor, mira a mi hermana, está siendo una haragana. Tú no la vez que yo estoy aquí fajada trabajando y ella por allá de lo más contenta contigo”. Y que le dijo Jesucristo: “Marta, Marta, estás muy afanada con muchas cosas. Yo quiero decirte que María ha escogido la mejor parte y no le será quitada”.

¿Por qué? ¿Cuál era la mejor parte? Estar pegadita a la persona y a la obra y a la palabra y a la presencia de Jesucristo. Esa era la mejor parte. Muchas veces nosotros nos metemos a trabajar en las cosas de Dios y hacemos esto y hacemos lo otro y nuestra vida se va en una actividad tras otra y en un hacer, hacer, hacer pero no tomamos tiempo para estar renovando nuestra relación con Cristo. Nuestra intimidad con Él y vamos decayendo. Mucho afán, mucha acción y poco fruto.

¿Por qué? Porque no estamos sacando ese tiempo para renovar nuestra relación sustentadora con aquel que sustenta todas las cosas.

Hermanos, el cristiano, crece a través del ayuno, a través de la oración, a través de la lectura de la palabra, a través de la comunión con los Santos como lo estamos teniendo hoy aquí, a través del servicio al Señor. Por medio de todas esas cosas estamos renovando nuestra relación de intimidad con Jesucristo. Él es el sustentador, Él nos ha creado para si y también ha prometido “Péguense a mí, yo les voy a sustentar. Yo les voy a alimentar. Reciban su alimento de mí. Busquen de mí, permanezcan pegados a mí”.

Cuarto: Él es la cabeza. Dice el versículo 18: “Y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia. El que es el principio, el primogénito entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia”. Era la cabeza del cuerpo que es la iglesia. En otras palabras la cabeza de la iglesia. Eso es bien importante porque Jesucristo es nuestro capitán, Jesucristo es el general de este ejército que es la iglesia.

Él es nuevo Adán que por medio de su persona y su obra instituyó esto que se llama la Iglesia con ‘I mayúscula’. Jesucristo es nuestro sumo sacerdote. Jesucristo fue, inclusive, el primero en resucitar de entre los muertos para una vida eterna. Él fue el que hizo posible esta nueva era de la Salvación por medio de su sangre derramada en la Cruz y Él mismo fue el primero en resucitar bajo ese nuevo plan que Él hizo y estableció en la Cruz del Calvario.

¡Qué completa la obra del Señor!

Él es el principio, entonces también. Él es quien va encabezando su iglesia como Dios murió en la Cruz y pagó una pena infinita y como hombre resucitó y va delante de nosotros hombres y mujeres redimidos encabezando la fila interminable de aquellos que han sido redimidos bajo el nuevo plan de salvación. Él es el primogénito de entre los muertos. Él es la cabeza. En todo Él debe tener el primer lugar.

Y para mí, de nuevo, el hecho de que Jesucristo sea la cabeza tiene unas implicaciones muy, muy serias. Si Él es la cabeza, quiere decir que Él es el cerebro. ¿Okay? Eso quiere decir que de Él toma la iglesia sus directivas.

Jesucristo es quien por medio de su espíritu santo dirige su iglesia hacia toda verdad. A Jesucristo debemos acudir para recibir revelación, para recibir sabiduría, para recibir inteligencia, para recibir consejo en nuestras decisiones como individuos, como iglesias y como iglesia universal en este mundo.

La iglesia, las congregaciones, los cristianos deben estar atentos para recibir sus órdenes de la cabeza pensante que es Cristo Jesús. Periódicamente el Señor [si yo creo eso, yo creo que de vez en cuando] la cabeza -mi cabeza- va a decirme lo que Él quiere que yo haga. Él me va a decir lo que yo tengo que hacer, lo que yo tengo que pensar, lo que yo tengo que decir.

¿Ustedes recuerdan esa imagen en el Antiguo Testamento: Israel cuando estaba en el desierto? Había una columna de fuego y una nube de humo. En la noche había una columna de fuego y en el día había una nube de humo. Y cuando Israel iba caminando en el desierto, donde esa nube se paraba –si era de día- allí se detenía el pueblo y ponían sus tiendas y acampaban allí un año, dos años, seis meses mientras la nube estuviera posada sobre ese lugar.

Cuando esa nube hacía… así… y se levantaba ¿qué hacían los israelitas? Se levantaban con ella, quitaban sus tiendas, cogían sus animales, quitaban todo y se movían al próximo lugar donde la nube se paraba y allí volvían y se detenían por el tiempo que la nube estuviera en ese lugar.

Ese es un símbolo, hermanos, de la iglesia y de los creyentes que estamos continuamente atentos a la dirección de Jesucristo. Donde Cristo nos manda, allí nosotros nos vamos. Donde Cristo nos dice ‘párate’ allí yo me paro.

Donde Cristo te dice ‘levántate’ allí se supone que yo me levante porque Él es mi cabeza, Él es mi dirigente. Él es quien me dice lo que yo tengo que hacer. Y entonces, hermanos, eso quiere decir que nosotros tenemos que esperar que si Él lo ha dicho, Él va a honrarnos y Él va a bendecirnos. Él va a respaldarnos. Él es la cabeza. Mi única preocupación en la vida es ‘Señor, ¿estás tú involucrado en esta decisión? ¿Estás tu dirigiéndome?’ Porque si Jesucristo está dirigiéndome yo no tengo nada que temer. Dios me va a honrar.

Y cuando tú tengas algún problema, alguna necesidad, algún dilema en tu vida, busca dirección de tu cabeza que es Cristo Jesús y asegúrate que Él este hablándote y si Él te está hablando, Él te va a llevar a puerto seguro. ‘Él que comenzó la buena obra será fiel para terminarla’, dice la palabra.

Él es la cabeza de la iglesia. Muchas iglesias decaen y se estancan y se mueren, ¿sabe por qué? Porque la cabeza está continuamente dándole direcciones por donde debe ir el cuerpo y el cuerpo por miedo o por defensa propia o lo que sea, se queda paralizado. No se mueve.

Es como una persona que está congelada y ve un carro que viene a 100 millas por hora para encima. Su miedo le impide moverse y ve el carro y su cerebro le está diciendo a los músculos “Muévanse” pero algo lo congela y el carro se lo lleva. Muchas veces nuestro problema está en que no nos movemos cuando el Espíritu de Dios nos dice. Asegurémonos hermanos que podamos escuchar la voz de Dios y cuando la escuchemos nos movamos.

Donde Él diga que yo vaya, allí yo voy a ir. Donde Él diga que yo me quede, allí yo me voy a quedar porque Él es la cabeza de la iglesia. Nosotros somos el cuerpo.

Finalmente, dice que Jesucristo es ‘el reconciliador’. Versículo 20 dice: “Por medio de Él reconciliar consigo todas las cosas. Así las que están en la Tierra como las que están en los Cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su Cruz”.

Y mire que maravilloso esto. Dice en el versículo 21: “Y a vosotros también, individuos, que erais en otros tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras. Ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne por medio de la muerte”. Por eso yo digo que Jesucristo es también el reconciliador.

Ustedes ven en su obra con la iglesia, Jesucristo está haciendo una obra de reconciliación. Así como Él es el creador, así como Él es el sustentador del universo, Él es también el que reconcilia todos los elementos que componen el universo.

Y ¿qué quiere decir esto hermanos? Si usted se pone a pensar, cuando el pecado entró al mundo, ¿qué pasó allí? El pecado introdujo el elemento del conflicto en el universo, ¿verdad que sí? El pecado introdujo la discordia, trajo la muerte, trajo la enemistad entre los hombres. Cuando Adán estaba en el Edén dice que de la Tierra salía un vapor que naturalmente irrigaba la tierra y la tierra daba su fruto sin ningún esfuerzo.

¿Qué pasó cuando vino el pecado ahí a ese lugar del Edén? Entonces Dios le dijo a Adán: “Comerás del pan con el sudor de tu frente”. Ya la tierra no daba su fruto naturalmente. Ahora había que sacárselo metiéndole un rastrillo y golpeándola y arrebatándole su alimento a la tierra. Y el hombre lo hacía con sudor de su frente.

Cuando Adán estaba en el Edén la relación con Dios era una relación perfecta, totalmente armoniosa. Ya el pecado separó a Dios y al hombre. Cuando el hombre estaba en el Edén, entre el hombre y la mujer había armonía. No había enemistad, no había pugna de quien era el mayor, no había lucha. El hombre no se enseñoreaba de la mujer, la mujer no se revelaba contra la autoridad del hombre. Había una armonía perfecta entre los dos.

¿Qué pasó cuando vino el pecado? Entonces dice Dios: “De aquí en adelante pondré lucha entre tú y la mujer. El hombre se enseñoreará de la mujer y la mujer [dice que] se revelará contra el hombre”. Hubo enemistad también, hubo pugna. El conflicto de los sexos no es algo del Siglo XX. Comenzó hace miles de años en el Huerto del Edén cuando el hombre pecó. Allí la amistad entre hombre y mujer quedó en un sentido dañada y hubo discordia.

Y entre el hombre y el hombre. Caín y Abel, dos hermanos, Caín mató a Abel. Ya vino la envidia, vino el rencor, vino el resentimiento, vinieron los celos. Todo eso vino como resultado del pecado y ese universo que Cristo creó y que sustenta se dañó. El mecanismo se volvió loco.

¿Y qué hizo Cristo? Bajó al mundo y dijo ‘Yo voy a arreglar este universo que yo creé. Y yo lo voy a hacer muriendo en la Cruz y estableciendo ahora el principio de la armonía’. Y dice la palabra que “Cristo hizo de dos pueblos un solo pueblo”. Dice la palabra que ya en Jesucristo no hay hombre ni mujer, siervo ni libre, no hay cita ni bárbaro, no hay griego ni judío; sino que todos somos una sola cosa en Cristo Jesús. Hay unidad, hay armonía en Cristo Jesús. Él es el reconciliador. Él vino a unificar todas las cosas.

Y lo que a mí más me importa, y con esto termino, es lo que él dice de que “a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente”. Eso es muy interesante, hermano. Nosotros antes de conocer a Jesucristo éramos enemigos de Dios.

Ahora por medio de esa relación con Cristo somos reconciliados con Dios.

Pero algo aquí también importante es que cuando el hombre está sin Dios, hay una guerra en su interior, hay lucha, hay división interna. Dice el Apóstol Santiago: ‘¿De dónde vienen las guerras? ¿De dónde vienen las luchas entre vosotros? ¿De donde vienen las revoluciones? ¿De dónde viene esto de la gente matarse unos a otros? Cuídense de vuestras pasiones que luchan dentro de vosotros.

El hombre, su guerra interior la proyecta al exterior, y de ahí vienen las guerras y las luchas entre individuos y entre naciones y entre grupos sociales. Ahora cuando Cristo comienza a trabajar en la vida de uno, ¿qué pasa? Que esa división de nuestra mente Él la torna en paz. Por eso es que Cristo dice ‘que Él es el príncipe de la paz’. ‘La paz os dejo, mi paz os doy. Yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo’.

Jesucristo es el gran reconciliador. No solamente reconcilia los elementos externos del universo sino que reconcilia los elementos que componen la personalidad humana. Si usted quiere paz, asegúrese que Cristo reine en su corazón. Si usted quiere paz, asegúrese de que su vida esté entregada al príncipe de la paz.

Si usted quiere que haya paz en su familia, asegúrese de que entregue todas sus llaves a Jesucristo para que Él entre a los salones de su vida y los arregle para que en su familia, en su matrimonio, en su relación con sus hijos pueda haber paz. Si las naciones quieren paz, denle a Cristo su lugar de importancia. Si esta ciudad de Boston quiere paz, ponga a Cristo en el primer lugar.

Si usted quiere paz, deje que Cristo trate con su vida, deje que Cristo unifique las partes de su ser, sus emociones. Ponga su mente, ponga su corazón a la disposición de Cristo y dígale “Señor trata conmigo de manera que estas partes de mi vida que están en pugna puedan unificarse y puedan hacerse una sola cosa”

Por eso es que hay angustia en el mundo, por eso es que hay ansiedad, hay agonía. En la medida en que Cristo no es el Señor de nuestra vida, en esa medida hay discordia dentro de nosotros. Y por eso el Señor Jesucristo dice: “Llevad mi yugo y hallareis descanso para vuestras almas”.

Queriendo decir ‘déjenme yo tratar con ustedes y ustedes van a encontrar descanso para su vida’. Hay muchos cristianos que no conocen la paz porque no están llevando el yugo de Jesucristo.

Porque yo creo que cuando uno tiene a Cristo plenamente obrando en su vida, Él va suavizando todas las puntas puntiagudas de nuestra vida. Entonces, hermanos, tenemos aquí una maravillosa imagen completa de la persona de Jesús. Yo creo que la iglesia debe siempre examinar, renovar su visión exaltada de Jesucristo. Jesucristo es Dios. Jesucristo es creador. Jesucristo es sustentador. Jesucristo es la cabeza de la iglesia y Jesucristo es reconciliador para que en todo Él tenga la preeminencia.

¡Qué el Señor nos bendiga!

Los Pensamientos

17 de octubre del 2011 - Por Myriam Díaz

Hace ya un tiempito atrás sentada en mi carro mientras esperaba por mi hija, en el estacionamiento de la escuela. Estaba yo muy concentrada leyendo la Palabra. Aprovechaba el tiempo para seguir creciendo en el conocimiento y disfrute de la Palabra. El padre de un niño, que también va a la escuela de mi hija pasaba, por el lado de mi carro y yo levanté la cabeza y lo miré y sin perder tiempo continué leyendo la Biblia. El Espíritu Santo me redarguyó y me dijo: “Tienes algo en contra de él.” Le digo: "si, pero ya lo perdone" y como acostumbro a hacer, le continúo la conversación a el Espíritu Santo. "¿Qué quieres decir? ¿qué no lo he perdonado?" Me responde el Espíritu Santo: "¿Que opinas de el?"

Hubo un silencio reverente, como cuando acostumbramos cuando escuchamos la voz de Dios. A los pocos segundos cerré la Biblia y bajé mi rostro y esta vez en reverencia a ese poder magnifico que se llama Jehová. Con mucho dolor y dándome cuenta de lo lejos que estaba de la santidad, le dije al Señor: "tienes razón, pienso que el es un arrogante".

Comencé a rechazar ese pensamiento y a declarar que eso era una mentira que significaba falta de perdón y aún más, resentimiento. Guiada por el Espíritu, comencé a declarar que no quería pensar mal de ese hombre, declaraba que era un alma de Dios tal como yo, con muchas virtudes. Declaré que mi perdón era como el de Cristo, que lo veía con ojos nuevos, sin recordar lo que pasó antes. Estuve unos cuantos minutos repitiendo las verdades de Dios hasta que sentí que se engranaron en mi y que lo había perdonado totalmente. Respiré profundo y me recliné en el asiento del carro, meditando en lo profundo de un perdón.

Esto hace casi un año atrás. Esta semana pasada, leyendo por deleite la Palabra me encontré con Zacarias 8:17

Lee así: “Ninguno de vosotros piense mal en su corazón contra su prójimo, ni améis el juramento falso, porque todas estas son cosas que aborrezco, dice Jehová”.

Como una gota de agua sobre una piedra que no cesa hasta que le hace un hoyo, así golpeaba esta palabra mi corazón. "...piense mal en su corazón contra su prójimo"... tic, tic, tic golpeaba la gotita en mi corazón.

Yo sabía que el murmurar es pecado y que si piensas en adulterar es como si adulteraras. Lo que no sabía o no me percataba era que el aún pensar o formar una opinión mala de una persona afectaba mi relación con Dios, es un pecado que comienza en la mente, aunque no vocalizado, ni siquiera internalizado, de acuerdo a nuestra carne, sino algo "simple" en nuestro diario vivir. Esto está muy lejos de la verdad de Dios de acuerdo con Zacarias 8.

Así como Cristo es la base de la salvación y de mi santidad, así el enemigo establece una base en la mente para una destrucción. Esta base se llama pensamiento. Si el enemigo deposita un mal pensamiento en mi mente, es una base, piedra angular. De ahí se comienzan las paredes y la construcción de la destrucción y separación entre dos personas. Esto pasa entre esposo y esposa, padre e hijo, pastor y oveja, líder y feligrés... La destrucción llega y nunca nos dimos cuenta de como empezó.

El libro de Zacarias nos explica las bendiciones de no pensar mal de el prójimo.

Estas son: Zacarias 8:17-23

Ninguno de vosotros piense mal en su corazón contra su prójimo, ni améis el juramento falso, porque todas estas son cosas que aborrezco, dice Jehová. Recibí esta palabra de Jehová de los ejércitos:

Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Los ayunos del cuarto, el quinto, el séptimo, y el décimo mes, se convertirán para la casa de Judá en gozo y alegría, y en fiestas solemnes. Amad, pues, la verdad y la paz. Así ha dicho Jehová de los ejércitos:

Aún vendrán pueblos y habitantes de muchas ciudades. Vendrán los habitantes de una ciudad a otra y dirán: "¡Vamos a implorar el favor de Jehová

y a buscar a Jehová de los ejércitos!" ¡Yo también iré! Y vendrán muchos pueblos y naciones poderosas a buscar a Jehová de los ejércitos en Jerusalén y a implorar el favor de Jehová.

Así ha dicho Jehová de los ejércitos: En aquellos días acontecerá que diez hombres de las naciones de toda lengua tomarán del manto a un judío, y le dirán: "Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros".

Esto quiere decir que el pensar bien y estar en paz con mis hermanos no sólo me traerá a mi la bendición de Dios y su paz, sino que traerá a muchos a buscar el Dios a quien le servimos, pues Su cobertura está sobre nosotras. ¡Maravilloso!

De la misma manera que es maravilloso, puede ser triste ignorar que nuestros pensamientos pueden haber provocado la ira o el abandono de una cobertura mayor de Dios y que los demás al no ver la cobertura y bendición de Dios en nuestras vidas, lo que inspira en lugar de acercarse a Dios es alejarse.

No quise tomar esto como un menosprecio a mi hambre de Dios sino como una luz más que alumbró mi corazón y que cuando dé fruto traerá a otros a mi Dios. No solo borré de mi mente mi opinión (manera de pensar) de ese individuo, más continuo analizando mi opinión y pensamientos de los míos y aquellos que conozco.

Le doy gracias a Dios una ves más por su gran misericordia para conmigo, una pecadora sedienta de la verdad y la luz que sólo El mediante su Palabra, sabia, poderosa y que penetra a lo más profundo de nuestro corazón puede traer a mi vida y a la tuya.

Amén.

Sermon clásico #6054: Viva y eficaz

Deuteronomio 11:18 "Pondréis estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma y las atareis como señal en vuestra mano y serán por frontales entre vuestros ojos y las enseñareis a vuestros hijos hablando de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Y las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas para que sean vuestros días y los días de vuestros hijos tan numerosos sobre la tierra que Jehová juró a vuestros padres, que las había de dar como los días de los cielos sobre la tierra. Porque si guardareis cuidadosamente todos estos mandamientos que yo os prescribo para que los cumpláis y si amareis a Jehová vuestro Dios andando en todos tus caminos y siguiéndole a él."

Son promesas para hoy, mi hermano y tu caminas así guardando cuidadosamente estos mandamientos del sr que tu amas a Dios, andando en todos tus caminos y siguiéndole a él, Jehová también echará de delante de vosotros a todas estas naciones, es decir, a todos los enemigos del pueblo de Dios podríamos de decir, y desposeeréis naciones grandes y más poderosas que vosotros, todo lugar que pisare la planta de vuestros pies será vuestro desde el desierto hasta el Líbano, desde el río Éufrates hasta el mar occidental, será vuestro territorio. Nadie se sostendrá delante de vosotros, miedo y temor de vosotros pondrá Jehová vuestro Dios sobre toda la tierra que pisareis como él os ha dicho.

Diga amen. Hermanos, estamos escuchando aquí palabras de Jehová para su pueblo, Israel, en un momento clave en la historia de Israel. El pueblo había pasado 40 años en el desierto, Dios lo había sacado de la tierra de Egipto con mano fuerte, con brazo extendido, dice la Biblia, había hecho grandes milagros para ellos. 40 años había pasado el pueblo judío con todo tipo de vicisitudes y problemas y tropiezos y obstáculos. Toda una generación había muerto en el desierto, todos los hombres y mujeres que salieron de Egipto murieron con excepción de Josué y de Caleb porque habían tenido un espíritu diferente. Y todos los que habían nacido en el desierto pudieron estar vivos para entrar en la tierra que Dios le había preparado al pueblo judío, porque esa otra generación no tuvo la visión de Dios, no tuvo fe en Dios, no honró a Dios, no guardó los mandamientos de Dios, hostigaron a Dios hasta que Dios se cansó de ellos y Moisés tuvo que venir e interceder una y otra vez para que Dios no los destruyera violentamente, pero Dios dijo, por lo menos yo no voy a permitir que este género, esta estirpe entre a la Tierra Prometida, todos van a morir y solamente una nueva generación va a entrar.

Imagínense, 40 años de historia y de experiencia y de preámbulo, y de expectativa acerca de esa tierra que no estaba tan lejos, nada, era como digamos, decir nosotros estando en Cambridge como estábamos y venir a Boston, que a veces uno lee el Antiguo Testamento, hermanos, y uno piensa como que estos países de Egipto y que el pueblo salió de Egipto y estuvo en el desierto y que después cruzaron el río Jordán y entraron a Canaán, y uno está pensando como en grandes extensiones de tierra, inmensas extensiones de tierra.

Sabe usted, que estos dramas de el Antiguo Testamento se desarrollan en un territorio como del tamaño de Texas, eso es todo, ahí están todos estos países comprendidos más bien. Y en esa cercanía en realidad, pero Dios no les había dado permiso al pueblo judío para entrar a la tierra prometida, estaba dando vueltas, ahí estaban esas naciones llenas de fuerza y de poder, esperando nada más que los judíos cruzaran el río para cortarles la cabeza. Y los judíos no podían porque Dios no había movido su poder a favor de ellos para que pudieran entrar en esta tierra.

Finalmente después de 40 años de espera, de preámbulo y de tantos eventos preliminares llega el día de cruzar el río y ya está todo preparado, los sacerdotes están en sus puestos, el pueblo está detrás de los sacerdotes, Josué ha sido llamado a reemplazar a Moisés y entonces Dios llama al pueblo y les dice, ok, antes de que ustedes pasen, antes de que ustedes puedan entrar en aquello que ustedes han estado esperando durante 40 años, yo quiero hacer ciertas advertencias a ustedes y poner en claro cómo es que ustedes van a tener éxito y cómo es que se va a cumplir mi promesa en sus vidas.

Imagínense en un momento tan sublime y tan solemne y de tanta envergadura como ese, Dios lo que él iba a decir tenía que ser algo muy importante, muy clave, muy fundamental para la vida de ese pueblo, y qué es lo que escoge Dios para señalarles en ese momento tan histórico de esa nación. En el momento podríamos decir, casi de la fundación de este pueblo porque los judíos celebran su regreso a Jerusalén y la fundación de la nación judía en 1948 y para ellos ese es un día terriblemente importante.

Ahora imagínense el primer día de esa nación entrar en su herencia, y miren lo que Dios escoge para señalarles, porque eso nos ayuda a entender lo importante que es para Dios esto de lo cual yo estoy hablando. De qué les haba Dios en este momento fundamental en la vida de su pueblo? Les habla de su palabra, de guardar su palabra, de meditar en su palabra, de ingerir su palabra, obedecerla en todo, les habla acerca de en su corazón guardar la ley de Dios y amar a Jehová.

Eso iba a determinar el futuro de esa nación. Y hermanos, déjenme decirles que hoy no es diferente, lo que determina el éxito de un creyente, lo que determina el grado de bendición que el creyente recibe, lo que determina su efectividad en el Reino de Dios, lo que determina su capacidad para ser feliz y para tener éxito es su relación con la palabra de Dios. El Espíritu Santo te dice hoy de nuevo, mide tu relación con mi palabra. Cuán importante es mi palabra para tu vida? Cuando tu vienes a mi casa, qué te trae a mi casa, es simplemente un ritual social, religioso o vienes tu con hambre y apetito de escuchar mi palabra, de aprender de ella, de recibir instrucción, de poner en práctica lo que aprender, de tener una relación íntima con mi palabra y ser un hombre, una mujer que proyecte una relación de amistad íntima con mi palabra?

Esta es la diferencia hermanos, entre un creyente meramente parcial y tibio y religioso y un creyente radicalmente comprometido con el Reino de Dios. Por eso es que a mí, por más sofisticados que nosotros nos pongamos, hermanos, a mí siempre me encantará ver a la gente con su Biblia en la mano o debajo del brazo entrando a la casa de Dios, porque nosotros somos el pueblo de la palabra, hay algo importante. Pero la gente no se acostumbra que a veces hasta tienen vergüenza de que los vean con la Biblia en la mano, y perdemos este carácter, yo creo que es algo hermoso de que el pueblo de Dios, la gente lo vea con su Biblia en la mano y que nuestros jóvenes tengan sus Biblias, aunque a veces las dejen por ahí y hay que llamarlos para que la vengan a buscar. No mentira. A veces lo hacen los adultos y yo creo hay Biblias por ahí y que los dueños de ellas ni se acuerdan de que las dejaron hace tres meses.

Yo creo que es un símbolo, nosotros somos el pueblo de la palabra de Dios. Y saben ustedes algo hermanos, piensen en esto, los judíos pasaron dos mil años sin volver a su tierra. Usted ha oído la expresión de judío errante, dos mil años pasaron los hebreos fuera de Israel. En el año 75 fueron expulsados de su tierra amada y desde entonces hasta el año 1948 nunca volvieron como nación a visitar la tierra, o a estar en la Tierra Santa. Y los judíos fueron llevados por todas partes del mundo, por Europa, fueron perseguidos, fueron quemados, fueron vituperados, y dos mil años después como si nada, volvieron otra vez a coger su tierra y esa nación de Israel vivita y campante haciendo cosas increíbles.

¿Qué le ha permitido a ese pueblo durante dos mil años existir como nación y mantener su identidad cultural y religiosa? ¿Qué impidió que los judíos no desaparecieran o desaparecieran del mapa y que como tantas otras culturas que ha habido a través de la historia lo único que quedara serían documentos arqueológicos y restos de esa nación y de esa cultura, qué los salvó del exterminio cultural? Porque han tratado de exterminarlos físicamente, nazis y la inquisición y tantos otros grupos a través de la historia, ¿Qué le ha permitido a este pueblo mantenerse? La palabra de Dios. El amor al Antiguo Testamento.

Y déjenme decirle que aún los más seculares de los judíos se les ha enseñado a respetar la Biblia, aunque sea culturalmente. Yo tuve una conversación de lo más interesante con un judío, pianista, un hombre de un talento artístico tremendo. Este judíos, yo no sabía que era judío, yo sabía que era ruso, comenzamos a hablar en su negocio esta semana y en el momento me doy cuenta que el tipo es judío. Tuvimos una conversación como de hora y media y un hombre tremendamente culto, descubrí que es un pianista excelente, toca en una sinagoga judía como músico. Pero cuando comenzamos a hablar y tuve una conversación ahí, estas conversaciones profundas me comienzo a dar cuenta que este hombre no cree ni en la luz eléctrica, como dicen por ahí. Comienza a hablarme acerca del hombre que es un animal y que los animales, y hay muchos hombres que esto se le aplica muy bien, seguro, pero comienza a decirme acerca de que no hay ninguna diferencia entre los animales y la raza humana y entonces entablamos una conversación bien interesante acerca de esto.

En un momento dado cuando tuvimos bastante confianza yo lo confronté acerca de, mira, yo decía, tu eres judío, ¿verdad? Y tu tocas en una sinagoga, y me habló acerca de su padre. Su padre le enseñó la palabra, la Biblia, el Antiguo Testamento en Rusia cuando estaban los marxistas, los leninistas, los comunistas en poder. Y él me decía que su papá que era cantor en una sinagoga judía cuando él era niño le enseñó el Antiguo Testamento, le enseñó el Torá, le enseñó el Pentateuco, toda la Biblia. Y dice que él en su casa recibía la enseñanza del Antiguo Testamento y después se iba a la escuela rusa donde le enseñaban que Dios no existía, que el hombre tenía que ser ateo, que la materia es lo único que predomina y que no hay tal cosa como espíritu, es un invento de los hombres. Y este hombre, un rato estaba leyendo la Biblia y otro rato estaba recibiendo una doctrina diabólica. Y yo le decía, ¿y cuál de las dos ganó? Viendo ahora lo que ha pasado en Rusia, dónde está el imperio marxista, leninista? Donde está el materialismo dialéctico desacreditado. Mira Rusia, escombros.

Pero lo que me cautivó de este hombre es que con todo su intelecto y toda su cultura, este hombre lo dramático es que a pesar de su incredulidad total, este hombre había sido formado desde niño por su padre y aún incrédulo todavía estaba trabajando con su pueblo, tocando en una sinagoga judía y escuchando la palabra de Dios. No se había podido escapar, no se había podido desamarrar de esta herencia.

Hola Dios te bendiga, te habla el pastor Roberto Miranda. Gracias por escuchar nuestros mensajes y nos da mucho gozo saber que este programa está siendo de bendición para tu vida.

Quiero dejarte con las palabras de bendición de Moisés al pueblo de Israel. Jehová te bendiga y te guarde, Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti y tenga de ti misericordia. Jehová alce sobre ti su rostro y ponga en ti paz.

Es un privilegio para mí ser parte de tu vida, espero que sigas sintonizado a nuestro programa ‘Una cita con Cristo’. Te bendigo en el nombre de Jesús.

Y el judío de hoy aunque no cree en la Biblia como nosotros creemos en ella, o en el Antiguo Testamento, aunque sea van a la sinagoga y cantan los antiguos salmos y los cánticos hebreos y aman las enseñanzas y los relatos de la Biblia y celebran la pascua y celebran los diferentes festivales y la cultural judía a pesar de que es una cultural eminentemente secular en Israel, está amarrada a este libro. Este libro ha preservado al pueblo judío del exterminio cultural.

Fíjese el poder de la palabra que aún, es como los huesos de Eliseo que dice que cuando Eliseo murió un hombre andaba huyendo, tiraron a un muerto en la tumba de Eliseo y el muerto salió vivo, aún los huesos de Eliseo bendijeron a ese muerto. La Biblia, aún cuando es tratada como un mero documento cultural todavía bendice a los hombres, cuánto más con nosotros que la aceptamos como la palabra de Dios. A eso me refiero.

Si ese documento, es un esqueleto en las manos de los incrédulos culturales, puede todavía bendecir a la humanidad, cuánto más a nosotros que estamos comiendo de su tuétano, de su sangre, de su vida por medio de la fe. Y por eso es que, hermanos, nosotros tenemos que ser el pueblo de la palabra porque esta palabra tiene algo misterioso, algo maravilloso.

Yo he leído cientos y cientos de libros en mi vida, pero no he visto antes, si a mí me dijeron que voy a estar en una isla desierta y me dijeran qué libro tu quieres llevarte, sin titubear yo diría, denme una Biblia, porque no hay libro que bendiga como la palabra de Dios. ¿Por qué? La Biblia misma dice en Hebreos 4, porque la palabra de Dios es viva y eficaz, dice, y es más cortante que toda espada de dos filos. Dice que discierne, que divide el alma del espíritu y discierne los pensamientos del corazón. Y dice que no hay impulso del alma humana, por más íntimo que sea que la palabra de Dios no lo discierna y no lo ilumine, no lo alumbre.

El libro más psicoanalítico de toda la raza humana se llama la Escritura, aquí está el corazón del hombre estructurado, dibujado, disecado, estudiado en todas sus ramificaciones. La palabra de Dios es viva. Y por es que cuando tu te alimentas, cuando tu enchufas tu vida a la palabra de Dios tu estás recibiendo, no mero conocimiento, no mera teoría, estás recibiendo electricidad, vida, energía, poder. Porque la Biblia tiene algo que yo creo que es una configuración mágica de sus letras que cuando están unidas así y bendecida por el espíritu de Dios, cuando tu lees esa palabra y esa palabra entra por tu mente y por tu cerebro, te bendice porque es la vida de Dios misma entrando a ti. Eso no lo puede hacer ningún otro libro porque ningún hombre puede producir vida, pero Dios misteriosamente todos los secretos, todos los arcanos del universo lo ha encerrado en un libro limitado. Lo infinito está contenido en lo finito. Solo Dios puede hacer eso, ninguna otra persona lo puede hacer.

Yo creo que todos los secretos del universo están comprimidos aquí en este libro. Las computadoras hoy en día han desarrollado la capacidad para tomar la información que está dentro de ella y comprimirla de manera que un espacio limitado puede contener más información. Dios es capaz de hacer eso infinitamente. Y en este libro pequeñito, relativamente hablando, Dios ha comprimido todos los secretos del universo, toda la vida, todo el conocimiento de la raza humana, del futuro, del pasado, del presente, está en este bello, misterioso, mágico libro que es la palabra de Dios.

Por eso, por más libros que tu leas, y más ungidos que estén las meditaciones, y los relatos de los hombres la palabra, la Biblia desnuda, siempre tendrá algo que no tienen los demás libros. Nunca debe ser un sustituto, leer meditaciones secundarias, en vez de ir directamente al fruto sacado del árbol, que es la palabra de Dios. La diferencia entre comerse usted unos vegetales enlatados y comérselos frescos de la tierra, con sus minerales y sus nutrientes intactos. Nunca vaya al libro de un hombre cuando puedes ir directamente a la palabra de Dios. Los libros de los hombres son buenos, son interesantes, son intuitivos, pero la palabra de Dios tiene algo muy especial.

Y déjenme compartir algo muy personal, quizás lo he dicho antes, y lo digo como un tributo a mi madre. Algunos de los recuerdos más hermosos de mi vida son levantarme temprano por la mañana, al olor del café, en mi país la República Dominicana, como niño, y levantarme y ver a mi madre sentada en su mesa leyendo la Biblia. Yo crecí con esa imagen y la he guardado como una inspiración a través de toda mi vida.

Y a pesar de todas las vueltas ni las volteretas que ha dado mi vida, esta imagen estuvo amarrada a mí y yo a ella a través de los años, y cuando llegó el momento de Dios tuve que regresar a su llamado. Y yo todavía guardo la Biblia de mi mamá de hace muchos años, toda deshecha y descuartizada y marcada con sus páginas sueltas de tanto uso, y espero poder guardarla a través de muchos, muchos años y que sea inspiración para mí porque hermanos, hay algo maravilloso de la herencia que tu le puedes dejar a tus hijos. Yo le doy las gracias a mi madre por la bendición que ha sido a través de mi vida, la inspiración, ese apego a la palabra de Dios. Ella me ha transferido. Es una herencia que ella me ha dejado a mi y que me dejará a través de todos los años.

Mis hermanos, qué bendición más grande ustedes les pueden dejar a sus hijos que el recuerdo de un padre o una madre que amaron la palabra de Dios por sobre todas las cosas. Le podrá dejar millones de dólares y les podrá dejar títulos y otras cosas, pero ojalá que usted les deje la imagen de un padre o una madre que reverenciaron, estudiaron y conocieron y honraron y obedecieron la palabra de Dios porque esto los va a perseguir a través de la vida y aunque se salgan y den sus vueltas por ahí, lo que sea, esta imagen va a ser como un sabueso que los va a estar buscando, buscando, buscando hasta que se rindan y digan, ok, me entrego, porque dice la Biblia dice, instruye al niño en su camino y cuando viejo no se apartará de él.

Esta es una bomba de tiempo que tu pones en sus entrañas. Podrá durarse años para estallar pero un día estalla y arropa todo el ser y esta persona tiene que caer a los pies del Señor. Hermanos, tenemos que amar la palabra de Dios, tenemos que reverenciar la palabra de Dios por eso Dios le dio tanta importancia porque él sabía que lo que él les estaba dando era vida, que Dios estaba encerrando su vida, su espíritu, su revelación en la materia misma de la palabra, en el verbo mismo que él les estaba dando, le estaba dando todos los secretos y todos los nutrientes y todas las leyes del universo. Y cuando ellos entraban en relación íntima, personal, de fe con esa palabra, se actualizaba lo que esa palabra declaraba y les daba vida.

Entonces Dios les dice allí, cuando ustedes entren a esta tierra que yo les he prometida, a guerrear naciones mucho más poderosas que todos ustedes, estas naciones se los podrían comer vivos y ni siquiera se darían cuenta de que se los tragaron, de lo poderosas que son. Cuando ustedes entren a guerrear con estas naciones será mejor que ustedes lleven mi palabra con ustedes, que ustedes la amen, que ustedes la estudien cuidadosamente, que ustedes ingieran las estrategias que están dentro de ella, porque eso es lo que les va a asegurar victoria cuando ustedes crucen el río. Y va asegurarse que su vida nacional sea una vida fructífera y una vida positiva, y una vida de progreso y de bendición.

Por qué las naciones decaen? Por qué el gran imperio ruso con todo su poder y con todos sus armamentos y con su visión tan precisa y tan intensa, por qué ese imperio, la extensión del imperio ruso, usted no se la puede imaginar, miles y miles de millas, cubrir no solamente Asia sino también otros países donde alcanzaron, parte de Europa, partes de Latinoamérica, África, se extendió por todas partes, dónde está el famoso imperio ruso hoy con toda su grandeza? Escombros, destrucción, muerte, luto, arrepentimiento. Qué es la nación rusa hoy? Un país del tercer mundo. Por qué? Porque se atrevieron a levantar su orgullo contra la palabra del Altísimo, y las naciones prosperan mientras se mantienen alineadas con la revelación de Dios. Dura cosa te es dar coces contra el aguijón, dice la palabra del Señor. Dura cosa es pretender vivir la vida conforme a una estructura diferente a la cual Dios ha establecido a través de su palabra. Dios ha declarado su palabra y su palabra reverbera a través del universo. Hay círculos y hay canales secretos que rigen este universo y los hombres solamente pueden prosperar cuando operan y funcionan conforme a esas ondas secretas que Dios ha establecido para la vida humana y para el universo. El que viola eso está yendo contrario y va a tener que fracasar, va a tener que ser destruido tarde o temprano. Lo que Dios quiere es que tu te alinees a tu palabra. Y cómo te vas a alinear si no la estudias, si no la escudriñas, si no la lees? Por eso Dios les dice, por tanto pondréis estas, mis palabras, en vuestro corazón y en vuestra alma y las atareis como señal en vuestra mano, serán por frontales entre vuestros ojos, las enseñareis a vuestros hijos, hablando de ella cuando se sienten, cuando se levanten, cuando anden por el camino, cuando se acuesten, las escribirás en los postes de tu casa y en tu puerta.

Eso es lo que Dios quiere. Hermanos, vamos a renovar nuestro amor por la palabra de Dios en este día. Vamos a prometerle que vamos a ser amantes, enamorados de la palabra de Dios porque esa palabra tiene tantas cosas. La palabra de Dios da dirección e iluminación. Dice la Biblia, lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino. La palabra de Dios te dará consejo cuando tengas dilemas, cuando tengas problemas, cuando tengas situaciones difíciles, ve a la palabra de Dios, ella te dará un camino a seguir. Ella te abrirá el entendimiento, te dirá lo que tu tienes que hacer. Da dirección, da iluminación, la palabra de Dios da inteligencia y sabiduría.

Dice el salmista, la entrada de tu palabra ilumina el rostro. Muchos de nosotros no hemos ido a una escuela, somos quizás hasta semi analfabetos, no hemos ido a high school pero ¿saben qué? Muchos de nosotros parecemos profesionales y hasta tenemos doctorado porque hemos estado años en trabajo con la palabra de Dios. Uno ve como el pueblo evangélico a fuerza de estudiar la palabra va progresando, sus hijos son bendecidos, se hacen gente inteligente, que proyecta más autoridad de la que tiene en realidad según los títulos o las experiencias académicas que han tenido. ¿Por qué? Porque la palabra de Dios los ilumina, a fuerza de escuchar sermones como este, y escuchar clases, y de manejar la Biblia y de leer y de todo esto, va iluminando su rostro, parecen gente inteligente aunque no lo sean, estoy jugando. Pero te ilumina, la persona estudiada tiene algo, una configuración, es algo, el mover de una ceja, el giro de la boca, algo que expresa la riqueza que está adentra. Ustedes son ricos en la palabra de Dios, somos ricos en la palabra del Señor. Eso ilumina el rostro, da inteligencia, da sabiduría.

La palabra nos liberta de ataduras, de prejuicios, de temores. El Señor Jesucristo dijo, conoceréis la verdad y la verdad os hará libres. Los hombres viven presos de todo tipo de sicosis y de neurosis y de complejos y de temores y de angustia. Hermanos, en la palabra de Dios hay liberación, las cadenas, los yugos son quitados y la fe viene por qué? Por el oíd. Pero tu no vas a poder crecer en tu fe si tu no estás creciendo en la palabra. Cuánto tiempo pasas tu leyendo la Biblia? En la semana, cuántas veces has tomado ese libro y te has sentado con él para leerlo, para estudiarlo, para saborearlo, cuánto? No lo digo para que te sientas culpable. O sí, siéntete culpable, está bien. Lo digo para que vayas a tu casa, cuando salgas de aquí hagas un pacto con Dios de que yo voy a tomar más en serio la palabra y voy a dedicar tiempo.

Nadie tiene tiempo, yo lo sé, pero miren a veces ni tienen tiempo para respirar, sin embargo usted lo hace, verdad que sí? Porque sabe cuál es la consecuencia de no hacerlo, pues la palabra de Dios es más importante todavía. Nos ayuda a conocernos a nosotros mismos, porque eso es lo que dice, que discierne los pensamientos de las intensiones del corazón. No hay nada, los hombres y las mujeres viven en neurosis y en problemas porque no se conocen a sí mismos. La Biblia es le mejor instrumento para que uno se conozca a sí mismo.

Por medio de la Biblia tu al ver a David en sus problemas, al ver a Pedro con sus tribulaciones, y ver a Abraham con sus fracasos y a Jacob, y tu vas a conocerte a ti mismo porque te vas a ver retratado en diferentes maneras, diferentes perspectivas y vas a conocerte a ti mismo, los resortes que mueven tu alma, tu mente, tu subconsciente. La Biblia es un tremendo libro de psicoterapia, de psicoanálisis, de introspección. Cuando tu conoces la Biblia a fondo te vas a conocer a ti mismo también.

Finalmente la Biblia nos asegura el éxito en la vida. Como ustedes ven en este pasaje de aquí, Dios les dice a los judíos, si ustedes hacen esto y hacen lo otro, yo daré la lluvia de vuestra tierra a su tiempo, la temprana y la tardía, recogerás tu grano, tu vino y tu aceite, daré también hierba en tu campo para tu ganado, comerás y te saciarás, muchos de nosotros comemos y no nos saciamos, tenemos hambre espiritual, emocional, porque no tenemos la palabra de Dios. Pero Dios quiere asegurarnos éxito en la vida.

Dios siempre tiene una salida

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Hay un pasaje en la Escritura donde el Señor nos habla de que a pesar de que a veces nos encontremos en situaciones difíciles y apretadas, él siempre tiene una salida. Dios siempre tiene una salida para nosotros. Y este pasaje lo voy a usar como base, se encuentra en Segunda de Corintios, Capítulo 4, dice el Apóstol Pablo:

“…Pero tenemos este tesoro en vasos de barro ─ ve el contraste? Un tesoro y una vasija humilde, frágil, que no está a la altura del tesoro ─ tenemos este tesoro en vasos de barro para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros…”

En otras palabras, quién debe llevarse siempre la gloria? Dios. Dios muchas veces se las arregla para coordinar circunstancias y situaciones que reflejan nuestra debilidad y su poder. Y a veces Dios nos llama a hacer cosas extraordinario en situaciones difíciles, donde no parecería que podemos hacerlo porque él quiere demostrar que todo es posible para los que creen. Entonces, por eso es que nosotros tenemos que vivir… mi deseo en esta tarde es animarles a ustedes a creer en un Dios que nunca desampara a los suyos y que siempre tiene una salida para toda situación que nosotros podamos confrontar. Pablo dice:

“…El poder de Dios no de nosotros, nosotros que estamos atribulados en todo, más no angustiados… ─ miren las antítesis, las contradicciones que él establece aquí ─ … estamos atribulados en todo más no angustiados, en apuros más no desesperados, perseguidos más no desamparados, derribados pero no destruidos, llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos…”

Bendiga el Señor su santa palabra. Note ese contraste siempre entre lo negativo y lo positivo y un Dios que siempre permite que lo positivo sobrepase lo negativo. Y esa es mi deseo en esta mañana, es animarles a ustedes a creer en ese Dios todopoderoso que quiere darte a ti una salida.

Y por qué estoy hablando acerca de esto? Dios puso en mi corazón estos últimos días, hemos escogido el mes de octubre para reflexionar sobre nuestro santuario, y el hecho de que nos quedan 12, 15 meses por delante de construcción y de gastos, gloria a Dios que hasta aquí hemos visto su mano. Podemos decir, hasta aquí nos ha traído Jehová.

Y esta campaña que estamos renovando en sus corazones, como siempre aclaro, no es el producto de una crisis ni de una situación de urgencia, sino al contrario, es simplemente porque queremos mantener ese mismo paso seguro que hasta aquí hemos mantenido y como el corredor que mide sus capacidades a mitad de la carrera, y que quiere hacer durar su energía hasta el final, nosotros queremos tomar consciencia porque ustedes tienen una parte bien importante que jugar. Sus líderes tienen una parte de darles a ustedes honestidad, buena planificación, visión, energía, fuerzas, pero ustedes tienen una parte que es apoyarlos y respaldarlos y juntos podemos hacer que esa barca que yo hace un tiempo les mencioné, vieron ese ocean liner, un barco inmenso donde ese barco está pasando por un estrecho, bien apretado y yo les he dicho que así estamos nosotros en un sentido, en tiempos de dificultad económica en esta nación y en el mundo entero, con un proyecto multimillonario que parecería que no podemos llegar a él porque primero el costo lo hemos reducido a la mitad de lo que normalmente costaría.

Esta misma semana pasada el arquitecto nuestro y el dueño de la compañía de construcción que dirige el proyecto, nos decían, mira, Roberto, esto no es un proyecto no de 8 millones como tu dices, es de 9 millones de dólares, y nosotros estamos pretendiendo hacerlo por 4.3, menos del cincuenta por ciento del costo, y gloria al Señor. Al 50% del trabajo Dios ha estado con nosotros y hemos visto su mano. Gloria a Dios por eso. Eso merece un aplauso al Señor, amén.

Pero con un proyecto apretado, esa es la palabra que ustedes tienen que tener en mente, un proyecto apretado, en una situación apretada, pero nosotros creemos que Dios nos da la solución y nos da la salida. Por eso digo que siempre hay una salida para los hijos de Dios. Y yo quiero bendecirte en esta tarde, no solamente con una palabra para que te animes a continuar dando y teniendo visión y ánimo y entusiasmo para el futuro de este proyecto, sino que también quiero invertir en tu vida, con una palabra que puedes aplicar para todas las dimensiones de tu vida.

Para tu matrimonio, tus hijos, tu carrera, tu trabajo, personal, en la casa, en el vecindario, tus amistades, tu superación personal de tus emociones, tu pasado, las dificultades que puedas estar pasando en esta época en tu vida financieramente, quizás estás peleando por retener tu casa o quizás perdiste tu casa, quizás estás en una situación en que estás temeroso de que no tengas trabajo dentro de unos meses, tu trabajo están botando gente y todavía estás allí, y estás diciendo, Señor, qué va a pasar conmigo? Quizás hasta has perdido tu trabajo. O quizás estás en una situación donde no tienes tus documentos y estás pensando, bueno, cuándo se va a resolver este problema de la inmigración aquí en Estados Unidos? Y te sientes ansioso acerca del futuro de tus hijos y tu situación. Aprietos, aprietos, muchos de nosotros estamos en aprietos. Cada uno de nosotros, nuestra iglesia está en una situación apretada, pero ¿Saben qué? Dios te dice, siempre hay una salida. Amén.

Ese es el mensaje, los hijos de Dios tenemos que hacer de esa palabra un lema para nuestra vida. Yo creo, hermanos, siempre lo he dicho, mi esposa lo sabe, siempre yo digo, siempre hay una solución. Cuando yo he buscado y escarbado y tocado puertas y no veo la solución, yo digo, no, pero mi Dios todavía puede darme una salida, y sigo buscando, sigo tratando, sigo tocando, sigo pidiendo, sigo preguntando hasta que yo recibo de Dios la palabra que él me ha prometido.

Y cuando uno vive así, hermanos, aunque las situaciones sean difíciles, uno dice, no, pero mi Dios es más poderoso y me puede sacar adelante. Si yo tuviera tiempo cogería diferentes pasajes de la Escritura y les mostraría una y otra vez cómo una temática persistente de la Biblia es eso, que cuando parece que no hay salida, Dios tiene una salida.

Así al azar puedo escoger un pasaje, recuerdan cuando Eliseo y su criado estaban rodeados por el ejército de los sirios y el criado estaba temblando de miedo, porque estaban rodeados, no había salida. Y Eliseo sabía que había una salida y le dijo a Dios, Señor, abre los ojos de este cobarde para que vea lo que yo estoy viendo. Y dice la Biblia que Dios abrió los ojos espirituales de este hombre y vio que rodeando al ejército que estaba rodeando a Eliseo y su criado, había carros de fuego con ángeles que estaban protegiéndolos. Y Dios cegó al ejército sirio y Eliseo los tuvo que perdonar la vida porque los llevó como hipnotizados hasta donde estaba el rey de Israel, y se encontraron rodeados en territorio israelita. Y Eliseo ejerció misericordia y perdón sobre esta gente.

Porque Dios tenía una salida. No la veía el criado, pero siempre en el mundo espiritual hay una salida. Y por eso es que yo te animo a vivir una vida creativa, vivir una vida atrevida, vivir una vida emprendedora, vivir una vida de excelencia, atreverte a hacer grandes cosas, porque en ese camino quizás te vas a encontrar en aprietos. Cuando te atrevas a salir de la zona de confort y entres en la zona del heroísmo y de la creatividad, posiblemente te vas a encontrar en situaciones difíciles pero en ese momento tienes que decir, Dios tiene una salida para mí. El Dios que nos sacó adelante y nos metió en el desierto, él nos llevará a la tierra prometida. Amén.

El Dios que nos sacó de Egipto, aunque parece que está el mar delante de nosotros, y detrás el ejército de Egipto, él puede aún abrir el Mar Rojo para que pasemos en seco. Y ese es el problema, cuando tu te atreves a entrar en la zona de la grandeza, en el camino vas a pasar sustos y te vas a ver apretado, pero Dios te dice, no temas, siempre hay una salida.

Entonces, aquí tenemos este pasaje donde el Apóstol Pablo dice, pero tenemos este tesoro en vasos de barro. Tu y yo somos frágiles, hermano, por nosotros mismos no podemos ganar la batalla que la vida nos tira. Siempre nos falta inteligencia, nos falta fortaleza, nos faltan recursos. Los sueños grandes que Dios pone en nuestro corazón, el mensaje del Evangelio, el llamado a la iglesia a bendecir a las naciones y conquistar para Cristo, ese mensaje está encarnado y hombres y mujeres frágiles, quebradizos, imperfectos, propensos a pecar, propensos a equivocarse. Ese es un tesoro maravilloso pero está en ti y en mí que somos gente débil que quebradiza.

Ahora, qué pasa? En vez de eso avergonzarnos, dice que redunda en gloria para el Señor. Tus sueños están limitados porque tu eres limitado, pero con Dios, cuando tu logres tus sueños eso redunda en bendición y alabanza para el Dios que te sacó adelante.

Así que mi deseo es decirte, atrévete a creer. Levántate, como dice ese coro, no vivas una vida mediocre, atrévete a creerle al Dios todopoderoso. Y el Apóstol Pablo habla acerca de eso en este pasaje, acerca de que muchas veces nos encontramos en situaciones muy difíciles.

Pero fíjense lo interesante, Dios puso ese pasaje en mi corazón para animarlos a tener fe en tiempos de dificultad. Vivimos en un tiempo en que el mundo parece que está despedazándose. Guerras y rumores de guerra. Divisiones, una crisis financiera casi sin precedentes. No es tan grande como la de 1929, la gran depresión que se dio aquí en Estados Unidos y en otras partes del mundo, pero es la segunda crisis más grande hasta aquí, que se ha dado en el mundo.

Pero no sabemos todavía dónde pueda llegar, quién sabe. Quizás se arreglen las cosas, quizás no. estamos en situaciones apretadas. Y en este tiempo Dios nos ha dado un proyecto visionario para lanzarnos a él. Y por eso yo creo que Dios puso en mi corazón esta palabra, porque muchas veces nosotros cuando predicamos acerca del Dios que nos bendice, nos prospera, nos abre puertas, simplificamos demasiado las cosas y lo que yo veo en la Escritura siempre es que Dios me dice, mira, a pesar de que está en aprietos, a pesar de que te hayas metido en camisa de once varas, como dicen por ahí, a pesar de que tu propia humanidad te traicione y te haya lanzado y estás en mitad del camino, y crees que no van a venir los recursos, Dios está contigo.

Y puedes decir como dice el Apóstol Pablo, antes en todas estas cosas somos más que vencedores. ¡Aleluya! El paradigma esencial de la Escritura es que en el camino hacia la bendición pueden venir dificultades, pero siempre va a haber una salida y una solución, no que no habrá dificultades, en la vida del hijo de Dios hay cruz, hay crucifixión, pero también hay el día de la resurrección y de la victoria.

Por eso es que tu tienes que vivir creyéndole a Dios y no vivas una vida mediocre, conservadora, tímida, quedándote en lo seguro porque tu tienes que entender que cuando tu te lanzas, Dios te irá abriendo el camino delante de ti. yo me he metido en esto con ustedes, en ese proyecto, y gracias a Dios a mitad del camino ya hay menos que mirar hacia adelante en términos de gastos y peligros, pero todavía hay algunos. Pero yo siempre he dicho, aunque vinieran dificultades imprevistas, aunque que los presupuestos se hubieran excedido, aunque yo estuviera aquí diciéndole, hermanos, se subió por 500 mil dólares los gastos, gloria al Señor que no ha sido así, yo diría pero ¿Saben qué? Yo sé que Dios nos va a sacar adelante, no sé cómo pero hay una salida por ahí, hay unos carros de fuego invisibles alrededor de nosotros que están defendiéndonos.

Dice la palabra que él no permitirá que tu pie tropiece en piedra porque a sus ángeles mandará acerca de ti que te guarden en todos tus caminos. ¡Aleluya!.

Esa es la promesa de Dios para mi vida. Y por eso nosotros siempre podemos atrevernos a seguir adelante, no conformarnos con lo que tenemos, con lo seguro, porque Dios dice, yo estaré contigo. Entonces, hay una serie de antinomias, hay una serie de antítesis que el Apóstol Pablo plantea aquí, él dice:

“…. Estamos atribulados, del griego original tripomenoi, pero no estamos angustiados…”

Si usted va al griego original la idea es mucho más reveladora todavía. Yo creo que la traducción al español no está muy como la del inglés. Uno de los pocos casos en que el inglés le gana al español en la traducción. La idea del griego original es, estamos restringidos, pero no estamos estrangulados. La idea es, sabe aunque la camisa te queda apretada pero no es una camisa de fuerza. Te puedes mover un poquito. Todavía hay un espacio para que tu te muevas un poco y de ahí te puedas zafar de esa situación de aprietos.

“…Estamos restringidos, yo diría, pero no estrangulados, estrechos pero no totalmente impedidos de movernos, como que todavía tenemos opciones. En inglés dice, we’re hard pressed on every side, but not crushed. Quizás tu situación en este tiempo de tu vida sea un poquito más apretada de lo que tu quisieras, pero hermano, ese poquito de espacio que hay en tu vida, ese es tu posición de leverage, esa es tu posición de saltar hacia lo próximo.

Lo que el hijo de Dios necesita es un poquitito de espacio solamente. Alguien dijo, Arquímedes, un gran filósofo y matemático griego dijo, denme una palanca y yo moveré el mundo. Si tu tienes un lugar de apoyo con Dios, eso es todo lo que tu necesitas. Quizás no tienes todo el espacio para saltar que tu quisieras, pero un poquitito nomás es suficiente y tu puedes llegar al otro lado.

Entonces, siempre recuerda, hay espacio en tu vida, hay espacio no importa cuan estrecha esté tu situación. Miren lo que dice el Apóstol Pablo:

“…atribulados pero no totalmente estrangulados, después él dice también, estamos en apuros pero no nos desesperamos. We are perplexed but not in despair. Qué lindo en el inglés dice, me siento perplejo, estamos perplejos pero no estamos desesperados. Cuántas veces en tu vida tu has tenido situaciones que tu dices, pero dónde está Dios? por qué me ha pasado esto?

Job le preguntó al Señor, mira, pero si yo me he portado bien, yo he bendecido a los pobres, me he comportado moralmente bien, he educado a mis hijos en el temor tuyo, me busco y me rebusco y no encuentro pecado en mi vida, por qué me ha sobrevenido esta terrible tragedia? Y Dios tenía una respuesta para él.

Y yo creo que los hijos de Dios muchas veces nos vamos a encontrar en situaciones, vamos a perder un ser querido, vamos a tener un fracaso moral, nuestro matrimonio se va a despedazar, vamos a perder nuestra casa y parecería que las promesas de Dios nos fallaron. Y nosotros nos preguntamos, pero Señor, si tu me dijiste que yo podría salir adelante, si yo esa casa te di las gracias por ella y la compré con tanto sudor y la bendije y yo pensaba que tu me la habías dado y ahora me la arrebatan, dónde estás tu? Estoy perplejo.

Pero sabe lo que dice la palabra? No te desesperes. El hijo de Dios podrá estar perplejo pero no se desespera. Por qué? Porque como dijo Job, pero yo sé que mi redentor vive. Tu siempre tienes que decir, Padre, yo no entiendo mi situación, pero yo sé que tu eres bueno. Yo sé que tu eres misericordioso. Cómo le dice uno a una madre que acaba de perder su hijo violentamente? Mujer, sigue creyendo en tu Dios que él es bueno y es todopoderoso.

Cómo le dice uno a una nación que está experimentando atrocidades terribles ahora mismo, como hay tantas naciones en Latinoamérica y cómo cree uno en un Dios bueno, misericordioso, bondadoso, todopoderoso que tiene gobierno de la historia. Los hijos de Dios decimos, nosotros no tenemos la respuesta en este momento pero sabemos que Dios tiene un plan, Dios tiene un propósito y Dios es bueno y está en control del universo y de la historia. Perplejos pero no desesperados. Siempre tenemos que creer. El Señor tiene la respuesta.

Aunque llegue la noche y aunque llegue la madrugada y aunque pases una noche sin dormir y tu estés preguntándole, Señor, por qué? Recuerda que quizás cuando suba el sol ahí vendrá tu respuesta. Nunca condenes a Dios, nunca dejes de creer en el amor, la misericordia de Dios, y en su momento, si tu bendices la mano de Dios que te ha golpeado, Dios te acariciará con esa misma mano y te bendecirá y te dará la respuesta que tu necesitas.

Los hijos de Dios aunque no todo haga sentido creemos que Dios tiene una explicación, estamos en apuros, estamos perplejos, es la idea en el griego original, estamos perplejos pero no estamos en desesperación. En inglés dice puzzled but not utterly perplexed. Perplejos pero confiando en que hay una respuesta.

Y después el Apóstol Pablo dice, estamos perseguidos pero no estamos desamparados. We are persecuted but we are not foresaken. En otras palabras, cuantas veces nos hemos sentido que el enemigo está pisándonos los talones. Como pastor muchas veces yo he sentido el aliento maloliente de Satanás detrás de mi vida y hay momentos en nuestra vida en que sabemos en que mi familia está en guerra espiritual.

Hablaba con un hermano ayer mismo y me hablaba acerca de su lucha con una adicción, veintipico de años que había vencido su problema y recientemente tuvo una recaída y examinamos diferentes aspectos de su vida, y al final yo le dije, mira, puede haber muchas cosas, circunstancias, cosas que tu no entiendes en tu propia psiquis, pero al final de cuentas a Dios le gustaría tomar un hombre que tiene ya veintipico de años libre de una adicción que está siendo de bendición a su comunidad, los ojos de la iglesia están agradecidos por la bendición que está trayendo a su vida y a su matrimonio, y a Satanás le encantaría derribar a ese hombre para que ruede por el suelo y la comunidad de Dios diga, dónde está Dios?

Así que tu tienes que estar alerta. Hermanos, tenemos que estar alerta porque cada hijo de Dios está en guerra espiritual, lo sepa o no. el enemigo quiere perseguirnos y eso es una parte de la lucha del hijo de Dios, pero Dios dice, sabes qué? Aunque el enemigo esté, dice la Biblia, que aunque se levante como río el enemigo, Dios hará barrera entre tu y él.

El salmista David dijo aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno. Por qué? Porque tu estarás conmigo. Tu no estás desamparado. Dice la Biblia, aunque un ejército acampe alrededor de mí, no temerá mi corazón. Aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado. ¡Aleluya!

Aunque estés en lucha, en batalla, en dificultades, cree que Dios nunca te desamparará. Dice, no te dejaré ni te desampararé, por si acaso no creíste lo primero. No te dejaré ni te desampararé, dice el Señor.

Sí, tenemos oposición y persecución pero no estamos sin defensa. Y finalmente, el Apóstol Pablo dice, sí, quizás estamos derribados también, usted ve la progresión? Quizás estás en aprietos, Dios está contigo. Quizás estás perplejo, Dios está contigo. Quizás estás perseguido, y casi te van a destruir, pero Dios está contigo. Y finalmente, quizás el enemigo Dios permita que te toque porque Satanás nunca puede entrar a esa dimensiones íntimas de un hombre o una mujer de Dios, sin tener que pasar por el toll booth, por la puerta de entrada de Dios. Dios a veces misteriosamente permite que lleguemos a situaciones apremiantes en nuestra vida.

A Job se le permitió ser tocado. Dios le permitió a Satanás que tocara a Job en muchas maneras, perdió sus hijos, perdió su fortuna y llegó hasta el punto de perder su salud, pero Dios le dijo, pero no toques su alma, le dijo a Satanás.

Hay veces que por formas misteriosas, aunque tu creíste, oraste, ayunaste, te portaste bien, a veces, tu te vas a encontrar en una situación en que diste un resbalón y caíste. Perdiste la casa, perdiste la salud, te dieron un diagnóstico fulminante, perdiste tu matrimonio, quizás tuviste un fracaso en alguna manera en tu vida, quizás hubo algo que tu dijiste, pero, guau, yo nunca pensé que yo pudiera llegar a ese punto de destrucción y de sufrimiento en mi vida. A veces el diablo nos da un golpe de esos que nos tumba, pero sabe lo que dice el Señor? Que aunque tu estés derribado no estás destruido.

Dice, estamos derribados pero no destruidos. We may be cast down but we’re not destroyed. We may be knocked down but we’re not knocked out. There’s a difference. Puede que te tumben pero, dice la palabra que Dios te levantará. La palabra usa la imagen de un boxeador, puede que a un boxeador le den un golpe y caiga a tierra, pero hay que contar hasta 10 y si se levanta antes de los 10 todavía puede darle carpeta al diablo. Amén. Así que los hijos de Dios, mira, puede que te tumben y tengan que contar, 1, 2, 3, 4, 5, 6, pero tu te levantas antes de que te den el knock down completo. Amén.

Esa es la palabra de Dios para nuestra vida. Siempre hay una solución. Siempre hay una salida. Aunque tu llegues al extremo en tu vida ese tiene que ser el lema de tu vida: Dios está contigo. Hay una progresión y por eso, yo voy a terminar, tengo ¾ partes de mi sermón, pero ya no los quiero cansar, no les voy a dar indigestión porque yo creo que hay bastante allí para que nosotros ya podamos comer espiritualmente.

Quiero invitar a los músicos, pasen por acá. Mis hermanos, qué tiene esto con ver con dos cosas, tu vida y nuestra iglesia? Con nuestra iglesia, estamos en aprietos, como decía, estamos emprendiendo algo noble, serio, creativo, algo que yo creo que debe captar la imaginación de toda la ciudad, inclusive, un grupo de inmigrantes, ninguno de nosotros, como dice el Apóstol Pablo, somos ricos, aquí no hay, que yo sepa, y si lo hay, por favor identifíquese al final del servicio, un chief executive officer de una gran corporación, porque yo le voy a preguntar por qué no ha dado ya ese millón de dólares que necesitamos.

No, pero sabe qué? El Apóstol Pablo dice, no hay entre ustedes grandes potentados ni gente con mucho dinero, nosotros no somos una iglesia como hay tantas iglesias, que 3 ó 4 personas pueden dar entre ellos 10 millones de dólares. No, pero gloria a Dios, al Señor le encanta trabajar a través de gente ordinaria como tu y como yo. Al Señor le encanta trabajar a través de un pueblo que la gente dice que somos carga para esta nación, pero Dios dice, ustedes son bendición para este pueblo. ¡Aleluya!

Mientras que las grandes iglesias y los grandes poderes muchas veces hay que estrujarlos para que suelten algo, a ustedes en el nombre del Señor uno los toca y sale miel de ustedes en el nombre de Jesús.

Recuerda, nosotros tenemos una gran nube de testigos alrededor de nosotros. Nosotros podemos ser de inspiración a mucha gente. Dios nos ha llamado a algo grande. Dios ha llamado a esta comunidad así como a tantas otras comunidades en nuestra ciudad para dar un ejemplo de que la gente supuestamente pobre, los que están del otro lado del muro, Dios se goza en trabajar a través de ellos.

Yo creo que Dios tiene grandes destinos para cada uno de ustedes, hermanos. El límite está en ti no en Dios. Dios ha sembrado grandeza dentro de ti. Y Dios dice, no te dejaré ni te desampararé. Yo abriré el Mar Rojo delante de ti, no te quedes en Egipto, no te quedes en la pobreza, no te quedes en los sueños pequeños, no te quedes en lo seguro, no te quedes en tu pasado familiar donde no hay nadie que haya sobresalido, tu rompes brecha, tu eres es el principio de la grandeza en tu familia, tu tienes que vivir a la altura del llamado y la dotación de Dios en tu vida.

Y qué si ahora mismo hay sequía en el mundo, Dios abre sendero. Dios abre agua en el medio del desierto. Dios hace brotar agua de la peña, dice la palabra de Dios. por eso es que te puedes atrever a caminar en el desierto porque Dios tiene una respuesta. Hay pozos que están debajo de la tierra que Dios puede usar para darte agua mientras estás en el desierto, aunque tu barca esté en aprietos Dios está contigo.

En última instancia, hermano, mire, a mí ni me interesa tanto en este día animarlos en términos del proyecto que tenemos por delante, sabe por qué? Porque si yo te puedo ayudar a creer que el Señor te acompaña cuando tu haces cosas heroicas, lo otro vendrá por añadidura. Lo que necesitamos es creerle a Dios, lo que necesitamos es creer, voy yo a vivir una vida mediocre, pequeña, considerando solamente lo que tengo a la mano. Voy yo a vivir en lo cómodo, en lo que conozco, en el pasado familiar, mi pasado nacional, mi condición de indocumentado, mi condición de mujer que no fue a la escuela, que solamente fui siempre una ama de casa, o voy a creerle a Dios por cosas grandes, me voy a meter a la universidad, voy a aprender inglés, voy a aprender a usar la internet, voy aprender a usar una computadora, voy a aprender a usar un Ipad, el Señor es poderoso para hacerte salir adelante.

Créele a Dios. Atrévete a creer cosas grandes. Lánzate a lo máximo porque Dios te ha llamado a la grandeza y siempre hay una salida. Dios te bendiga. Vamos a ponernos de pie en el nombre de Jesús.

Darle al Señor. Yo te pido que ahora mismo tomes por un momento, hermano, métele ahí el acorde más poderoso que se te ocurra en tu mente, créele a Dios. Vamos a creerle al Señor. Vamos a confesar grandeza en esta tarde. Dios nos llama a la grandeza.

Yo les quiero ver a ustedes en 5 ó 10 años superándose más allá de lo que ustedes piensan. Sus hijos estudiando, usted superándose, usted haciendo cosas grandes y extraordinarias, nuestro templo construido, todo lo que necesitamos para una iglesia poderosa, ¡Aleluya!

El pueblo de Dios dándole un ejemplo al mundo de un pueblo vencedor, porque tiene el poder de Dios a su favor. Esto es lo que Dios nos ha llamado a creer. Confiesa esto en esta tarde. Di, Dios está conmigo. Dios es poderoso dentro de mí. El que resucitó a Jesús de los muertos se mueve dentro de mí. Y yo estoy destinado a la grandeza.

Siempre hay una salida. Gracias Señor, declaramos bendición sobre tu pueblo. Creemos en un Dios poderoso. Creemos en un Dios fiel. Creemos en un Dios que nos ha llamado a la grandeza y te damos gracias por tu palabra, Señor. Tu no eres hombre para que mientas ni hijo de hombre para que te arrepientas. ¡Aleluya! Gloria al nombre de Jesús. ¡Aleluya! Dale gloria al Señor. Dale gloria al Señor. Declara la grandeza de Dios. Padre, no dejes caer una sola palabra a tierra que tu pueblo sea bendecido y edificado por la palabra que ha sido declarada en esta tarde sobre sus vidas y sus espíritus, sobre este proyecto también, en el nombre de Jesús. ¡Aleluya!

El pueblo de Dios dice, amén. Gloria al nombre del Señor. Bendito sea su nombre.

Con vista previsora para una provisión

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Quiero invitarlos a abrir sus Biblias en el libro de Primera de Crónicas, Capítulo 28, versículo 20. Tomé este versículo porque había muchos versículos para tomar, pero tomé este porque ya se me venía la hora encima de llegar aquí, no hallaba cuál de todos leer, pero yo creo que este de alguna manera refleja lo que hoy día el Señor nos está trayendo. Yo le puse a este sermón basado en esta historia que hay aquí en el Libro de Crónicas, partiendo desde el Capítulo 21 la necesidad de una iglesia que sea previsora para una provisión.

Yo no sé si sonará bien el título, pero no se me ocurrieron otras palabras en español, ya se me está olvidando el español a veces. Así lo vamos a leer en el nombre del Señor Jesucristo:

“…Dijo además David a Salomón, su hijo, anímate y esfuérzate y manos a la obra, no temas ni desmayes porque Jehová Dios, mí Dios, estará contigo. Él no te dejará ni te desamparará hasta que acabes toda la obra para el servicio de la casa de Jehová…”

Debiéramos haber explotado en ¡Aleluya! Gritos de júbilo, aplausos, gloria a Dios, chofares, todas esas cosas deben estar sonando. Mira ahí. Gloria a Dios. ¡Aleluya!

Quiero decirle que no nos habíamos puesto de acuerdo con el hermano Roberto en nada de esto. Todo es por obra del Señor. Quiero aclarar un poquito. Estaba leyendo estos Capítulos y me parecieron muy interesantes. Creo que la iglesia del Señor en estos tiempos debe aprender a ser previsionaria. La palabra más común puede ser precavida, precavidos. La otra palabra puede ser muy atentos a las circunstancias.

Y en relación a este mes tan especial que la iglesia, a través del pastor Roberto y a través de los líderes pastorales de cada uno de sus pastores y líderes, están proponiendo motivarnos para que podamos seguir adelante en este proyecto que el Señor ha puesto en el corazón de cada uno aquí en la iglesia, específicamente en el corazón de nuestro pastor, de levantar ese edificio.

Sabe, me vino a la mente hace algunas semanas una idea. Muchas veces el hijo de Dios en estos tiempos se ha olvidado de ser previsor. Para muchas cosas, no solo por el momento económico que a lo mejor la iglesia hoy día necesita de parte de cada uno de nosotros, sino como modelo de vida, nos hemos acostumbrado a no ser previsores. Es muy fácil hoy día para evitar a lo mejor esperar un tiempo en conseguir alguna cosa que necesitemos para nuestra casa, mejor nos endeudamos, mejor pedimos una tarjeta de crédito.

Es mucho más fácil comprarlo ahora que estar ahorrando. Hay un modelo en nuestra vida que se está repitiendo, cuando estamos en el mundo y lo traemos a la iglesia. No dejamos que el Señor comience a sanar algunos hábitos en nuestra manera de vivir.

Este modelo de no ser previsores es un modelo que se lleva en todo el mundo y la iglesia ha entendido que muchas veces es mejor, a lo mejor endeudarse, y estoy hablando de iglesia, nosotros personalmente, no como estructura denominacional u organizacional. Estoy hablando de que muchas veces nosotros erramos la manera de cómo hacer que Dios se glorifique en nuestra vida bendiciéndonos.

Nosotros ayudamos al Señor con diez cuotas sin intereses. Lo ayudamos a que nos regalen alguna cosa, pero nosotros nos adelantamos a lo mejor firmando un papel y quedamos endeudados. La falta de previsión de nosotros como hijos de Dios, ha llegado hasta ciertos niveles de que algunos hijos del Señor ya deben estar cerquita de la bancarrota si es que ya no están. No hemos aprendido a ser previsores en un país como este, tan consumista, donde tu ganas para gastar. Y si no tienes para gastar, yo te presto. Si no te gusta ahorrar, no importa, con los pagos mínimos ya tienes lo que quieres.

Hay una conducta en el modelo mental del hombre, de no ser previsor acerca de su futuro. Y a mí me provocó una gran ansiedad estos Capítulos. El concepto de prevenir, un concepto en el diccionario español dice, preparar, disponer con anticipación, apartar, anticiparse. Y eso nos enseña a nosotros a que la iglesia debe estar enmarcada en un modelo previsor. Qué significa provisión en un concepto bien corto? Es la providencia o la disposición conducente al logro de algo.

Hay una conexión entre ser previsor y la provisión. Para conseguir algo en algún futuro cercano o mediano o a largo plazo necesitamos aprender a ser previsores. Necesitamos comenzar a guardar antes, necesitamos comenzar a protegernos antes, no solo en el tema del dinero, sino también en nuestra manera de vivir.

Y quiero llevarlos a Primera de Crónicas, Capítulo 21, esto está en el Antiguo Testamento. Hoy día en un mundo donde parece que nada es de nosotros aunque lo tengamos en nuestro poder, parece que nada es de nosotros. La casa le pertenece al banco, el auto le pertenece al dealer, su vida, mi vida puede estar vendida a cuántos financistas por ahí, llamadas tarjetas de crédito, Visa, Mastercard. Algunas quieren tener unas que dice Gold, Platinum, para que sea la diferencia. Ya Visa y Mastercard ya es para otro tipo de gente, de otro nivel, son de los mil para abajo. No, yo quiero tener de los 5 mil para arriba. En un mundo donde parece que fuera de nosotros algo, pero en definitiva no es nuestro, sabe ese modelo de vida aún lo traemos a la iglesia.

Cuando llegamos a la iglesia muchas veces por el sistema político, por el sistema social y económico muchas veces ni siquiera viviendo aquí, nos sentimos de aquí. porque en cualquier momento me voy, me ofrecen una oportunidad de trabajo allá en Alaska y me voy a trabajar con los osos polares. O me voy allá a la Antártida y tengo de compañero o de secretaria o secretario un pingüino. Estamos en ese movimiento, el mundo se mueve tan rápido. Usted se compró un laptop hoy día en mil dólares, una computadora personal en mil dólares, ya mañana le cuesta 200. Ya no lo puede devolver, lo castigan con un 15 por ciento. El mundo cambia, el mundo se mueve, el mundo es inconstante aunque la tecnología ha dicho lo contrario, pero ese es un modelo de vida que ha llevado a nosotros, nos ha enseñado a ser inconstantes. No sentimos mucha responsabilidad, no sentimos mucho compromiso. No lo sentimos parte de…

Es un modelo donde tu tienes un vecino pero no sabes cómo se llama. Y te da lo mismo aprenderse su nombre al final. Sabe, necesitamos crear en el camino del Señor un modelo previsor. Sabe para qué? En favor de la provisión del Señor, en favor de lo que el Señor está mostrándonos de lo que tenemos que hacer. No solo en construir un edificio sino en nuestra vida.

Si yo quiero vivir largos días además de obedecer al Señor y respetar a mis papás, como dice el mandamiento, debo tratar de adelgazar un poco porque sino muchos largos días no me van a quedar. ¿Sí o no? No puedo ponerme a adelgazar cuando tenga 60 años, ya será un poquitito tarde. No puedo yo sanar mis finanzas si me estoy endeudando cada día más buscando tarjetas de crédito por todos lados. Busco esas sin intereses, termino pagando todos los intereses al final porque no pagué nada.

Son modelos de vida que a la iglesia están perjudicando, están dañando. ¿Saben qué? En Primera de Crónicas, Capítulo 21 versículo 18 al 30 ahí hay un relato histórico interesante acerca de una palabra que el Señor le da a David a través de un profeta. Y David hace propia esa palabra y estructura una manera tan enérgica, tan apasionada de poder, de una vez por todas, establecer un lugar para adorar al Señor de una manera permanente, en un lugar fijo.

Sabe, David, yo creo que estaba cansado de andar transportando el arca, el lugar donde estaba la presencia del Señor, hasta un amigo se le murió ahí. Se le murió el amigo. Él estaba con pesar, estaba cansado de tener que proteger el arca, de que se lo llevaban los filisteos y ellos la recogían, y venían los filisteos y se la llevaban, y ellos… estaba cansado, yo creo, David, estaba estresado.

Y hay una referencia bíblica interesante en este Capítulo. Sabe por qué? Porque David entiende el mensaje del Señor, entiende que el Señor quiere un lugar establecido donde definitivamente se haga el lugar donde se iba a adorar al Señor como pueblo. Sabe qué? Muchas veces nosotros, aún no definimos el lugar en nuestro corazón donde se va a adorar y a bendecir el nombre del Señor.

La iglesia, los hijos del Señor están simplemente caminando de un lugar para otro, esperando que la bendición no se les escape, esperando que la bendición no se las roben, pero no hemos establecido un lugar, no hemos declarado, no hemos comprado, no hemos pisado ese lugar en nuestro corazón y decir, en este lugar en mi vida se va a levantar el altar para adorar y bendecir el nombre del Señor.

David estaba ansioso porque se levantara algo que declarara las grandezas del Señor. Quiero invitarlos a leer el versículo 24, Primera de Crónicas, Capítulo 1, versículo 24:

“…Entonces el rey David dijo a Ornán, no, si no que efectivamente la compraré por su justo precio porque no tomaré para Jehová lo que es tuyo, ni sacrificaré holocausto que nada me cueste…”

Sabes, esa es una expresión muy sublime de David. Aún así David reconocía que aunque el Señor se la podía haber dado, él era el rey, el hombre se la podía dar porque no se le podía negar al rey. Muchas veces nosotros esperamos cosas gratis, todo gratis, ojalá que sea gratis. La primera pregunta cuando alguien nos ofrece. Cuánto vale? o es gratis? Y traemos eso a nuestra vida espiritual.

Sabe, el Señor quiere que aprendamos a pagar un precio justo para disfrutar de su presencia, insisto no es solo dinero, es un modelo de vida, es una manera de ver al Señor. Esta historia es tan apasionada, si usted puede leerla con tranquilidad en su casa.

Pero aquí yo veo ciertas características que son necesarias que nosotros podamos visualizar. Debemos considerar que nuestra vida, nos debemos sentir parte de un proceso. Cuando David recibió esas palabras del Señor a través del profeta, sabe lo que sintió David? Sabe lo que yo veo aquí? que él se sintió que era parte del proceso al cual Dios lo estaba llevando, no era ajeno. Muchos de nosotros nos sentimos ajenos al proceso al cual Dios llamó o puso en la visión del líder, del pastor, o de nuestra vida incluso.

Si el Señor te dice que no fumes más, Señor, será verdad eso? David se sintió parte, se sintió incorporado en este proceso por lo tanto, cuando él se sintió incorporado en el proceso él dice, no, no me regales eso. Tu puedes hacerlo pero yo te voy a pagar lo justo, porque a mi Dios yo le voy a dar lo mejor. No es gratis. No es porque me conviene a mí sino porque yo me siento parte de ese proceso en el cual Dios nos va a llevar.

Ya David sabía que su destino no era él levantar el templo. Pero si el Señor le dio la oportunidad de verlo, sabe por qué? Porque él se sintió incorporado, él estaba incorporado en este proceso.

Qué bueno es sentirse incorporado, ser parte de un proceso que cuesta, que cansa, que a veces son lágrimas, que a veces son horas de voluntariado, que a veces son tiempos, a veces que las cosas no salen, pero cuando somos parte del proceso sabemos que la previsión que yo estoy haciendo hoy día es en favor de la provisión que el Señor está dando para el futuro.

No podemos presentarle a Dios sacrificios que no nos cuesten. Si el sacrificio no te cuesta, eso se llama ser religioso y los religiosos no llegan muy lejos. Es más, cuando se cansan se van. Sabe? Es necesario crear un ambiente en la iglesia del Señor, un ambiente de que somos parte del proceso.

A lo mejor usted está pensando si poder incorporarse a este gran proyecto de nuestra iglesia. El Señor quiere que lo hagas. El Señor quiere que no mires de lejos, que te incorpores, que digas yo voy a estar ahí. Si tengo que venir un día a levantar una piedra, una madera, lo voy a hacer. Si puedo aportar con dinero, lo voy a hacer. Si puedo aportar con mi experiencia, con mis conexiones, lo voy a hacer. La previsión que el Señor te ha dado es en pro de la visión que el Señor le ha dado a esta iglesia.

Es necesario que entendamos eso. En Primera de Crónicas, Capítulo 22, versículo 14, quiero invitarlos a leer este Capítulo, Primera de Crónicas, Capítulo 22, versículo 14 dice:

“…He aquí yo con grandes esfuerzos he preparado para la casa de Jehová 100 mil talentos de oro y un millón de talentos de plata y bronce, y hierro sin medida porque es mucho. Asimismo, he preparado madera y piedras a lo cual tu añadirás…”

Es otra interesante característica que David nos enseña y nos revela en esto. Usted puede encontrar muchas más. No solo la necesidad de ser parte de un proceso, sino el incorporarnos al proceso le va a dar aún más fuerza. Es interesante porque este versículo lo podemos asumir de muchas maneras. No solo se conforme en el español tradicional, bien simple, no solo se conforme con diezmar y ofrendar lo justo, lo que la ley dice, porque ya eso se está usando para la obra del Señor. No diga, yo ya doy mi aporte y con eso se la arreglarán, levantarán un edificio bonito y me darán un asiento en primera fila, porque ya lo que usted está dando están siendo usado, aún ahora en el crecimiento de la obra del Señor, en la extensión del reino.

El sentirnos partes del proceso nos lleva a incorporarnos, a entender que somos parte, que esta parte transformará una comunidad, transformará una familia, transformará la vida de un niño, de una mujer, de un hombre, de un adicto a las drogas, al alcohol, a la pornografía, de un político, de una asistente social, de un doctor, de un profesional, lo que el Señor nos está llamando es a involucrarnos en el proceso porque él mostrará su gloria a través de lo que nosotros podamos proyectar por la obra del Señor.

Debemos entender que somos un cuerpo, y usted no anda en otros lados. Hay muchos de nuestros hermanos hoy día que quisieran estar con nosotros, en otros estados, se ha levantado una persecución grande contra la población inmigrante hispana, aunque son leyes antiinmigrantes como para todos, esas leyes tienen nombre y apellido, son de México hasta Sud América.

Sabe, muchos de ellos probablemente se sentían parte de sus comunidades de fe y han tenido que salir corriendo de las ciudades. Saben, yo quiero invitarlos a que se sientan que no es solo un instrumento más, un número más, no es una ovejita a quien se le está sacando la lana como algunos tienen por costumbre. Alguno conoce el término lana?

Hay algunos que engordan a las ovejitas solo para sacarles la lana. Sabe, el Señor quiere una iglesia comprometida con su obra. El Señor quiere una iglesia comprometida. La verdad es que no debe haber nada en nuestras vidas que nos impida ofrecer al Señor lo que él nos pida. El ejemplo de Abraham y de Isaac. Sabe, en el Capítulo 29, en el versículo 3 y aquí viene esa milla extra, aquí viene este sentido de decir, Señor, todo lo que yo tengo ni siquiera me pertenece, es tuyo. Todo lo que tu me permites administrar, todo lo que tu me permites tener, no es porque realmente yo me lo merezca, sino es porque tu me has bendecido. Y este es el versículo que captó mi vida, y este es el versículo que me ha enseñado a entender que ser previsionario va a ayudar en la provisión de la obra del Señor.

Mire, además de los diezmos de David, además de las ofrendas que se daban los miércoles, además que la ofrenda que él daba en la célula, o en algún ministerio donde él estuviera, fíjese lo que dice el 29:3,

“… Además de esto por cuanto tengo, mire la palabra que usa, mi afecto…”

Yo estoy enamorado de mi Dios. lo que Dios me pida, eso se lo doy, incluyendo mi vida, sino pregúntale al pastor iraní que está a punto de ser colgado, pero eso será testimonio para que ese país se vuelva al Señor.

Tengo mi afecto en qué? En mi carro? En mi casa? En la cantidad de cuartos que tengo en mi castillo? En los caballos tan preciosos? Ustedes saben que los caballos eran más importantes que las mujeres en ese tiempo. De verdad. eso era así.

“….Por cuanto tengo mi afecto en la cantidad de anillos que tengo puesto? En los títulos que saqué en la universidad? O en la cantidad de cabezas que tengo colgadas en mis paredes de tanta guerra, de tanta sangre que he derramado? Eso es una palabra tan profunda, es una expresión tan alentadora, es una expresión tan de, tu eres el soberano y yo tu siervo. Tuyo es todo.

“…Por cuanto tengo mi afecto en la casa de Dios…” de quién? No, el mío. No, mío. No, mío. No, no es suyo, es mío. Sigue siendo mío. Las mujeres están peleadoras, digo yo.

“…en la casa de mi Dios yo guardo en mi tesoro… ─ dónde? ─ …particular….”

Sabe lo que está diciendo ahí? Además de que yo sé que diezmo y que me dan todos los años la carta de los diezmos para declararla, además de que yo ofrendo y le doy a los pobres, y doy a las misiones, aún así el Señor me ha permitido y me ha bendecido, y me ha prosperado, que aún de esos tesoros particulares, personales que lo tenía para irme a las Bahamas una semanas, o al Caribe, o a algún viaje por el mundo, o a algún de Estados Unidos donde todo me lo lleven al cuarto y yo no tenga que… que ojalá me echen viento con unas palmeras por ahí. Todo eso, todo eso que puede representar el tesoro, mi educación, mis influencias, mi bienes materiales, ese es mi tesoro particular de mí tesoro particular.

“…Oro y plata, que además de todas las cosas que he preparado para la casa del santuario, he dado para la casa de quién? De mí Dios…”

Señor, te adoramos. Eso no significa tener falta de fe, significa que tenemos que hacer nuestra parte, porque Dios ya ha prometido hacer la de él. Y esto nos demanda un esfuerzo más en nuestras vidas y en favor de la comunidad donde estamos. A lo mejor usted dirá, David era rey, cómo no iba a guardar algunos tesoritos particulares.

Mire, el gran principio de dar, una de las grandes enseñanzas del dar está en Segunda de Corintios, Capítulo 8. Para aquellos que no se sienten que no tienen ni siquiera ni un alambre de adorno, que a lo mejor nos ponemos un staple en la oreja nomás, no nos alcanza para más, mire lo que dice:

“…Asimismo hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a la iglesia de Macedonia, que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su qué?...”

Así que en el reino del Señor no hay pobre que no pueda ser generoso. Los ricos están obligados, pero los pobres pueden ser generosos con el Señor.

“… pues doy testimonio de que con agrado,─ con qué? ─ Con agrado han dado conforme a sus fuerzas, ─ y qué más? ─ y aún más allá…”

“…Más allá de sus fuerzas, pidiéndonos con mucho ruego que les concediésemos el ─ qué? De qué? En qué? ─ en este servicio para los santos…”

No solo es un modelo para a dar, es aprender a vivir porque el Señor no se queda corto contigo ni con nadie. El Señor ha sido tan bueno con nosotros. Gracias Señor.

“…Y no como lo esperábamos sino que asimismo se dieron primeramente al Señor y luego a nosotros por la voluntad de Dios….”

Amén. Quiero invitarlos a que aprendamos a ser previsores para la provisión del Señor. Es un desafío, no es fácil en estos tiempos, pero aún así el rey David, cuando usted comienza a leer estos Capítulos del libro de Crónicas, se va a dar cuenta que hay una oración al final del Capítulo 29, versículo 11 y quiero invitarle a que cierre sus ojos, no lo lea, cierre sus ojos, yo se lo voy a leer, dice:

“…Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor, porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino y tu eres excelso sobre todos. Las riquezas y la gloria proceden de ti y tu dominas sobre todo. En tu mano está la fuerza y el poder y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos. Ahora pues, Dios nuestro, nosotros te alabamos y lo loamos tu glorioso nombre. ¡Aleluya!...”

Gracias, Señor, porque tu quieres sanar a tu iglesia, Dios, y quizás en estos tiempos tan especiales en nuestra Congregación, necesitamos ser exhortados, ser animados, primero a entender que todas las cosas son tuyas y provienen de ti, y que nos has dado la inteligencia y la sabiduría para aprender a ser previsores.

Señor, yo siembro en el corazón de cada uno de mis hermanos el hábito de ser previsores para el futuro de tu obra que hoy día muchos de ellos que pueden tener, abrir una cuenta de ahorro, o tener ahí guardados en un sobre, Señor, una cantidad de dinero para la obra tuya, o que sean previsores, Señor, porque tu, Señor, estás llamando a cada uno de ellos a predicar tu Evangelio, que sean previsores, Señor, en la enseñanza, en aprender de tu palabra. Que sean previsores, Señor, en guardarse como hijos tuyos, que te teman, Señor.

Señor, quizás en este tiempo especial de nuestra Congregación, Señor, necesitamos un empuje que tenga que ver con rendir todo delante de ti, pero la vida sigue, Dios y aún así necesitamos aprender a guardar los espacios que tu quieres que guardemos para que tu te glorifiques en nuestra vida.

Señor, gracias, porque tu has sido bueno. Gracias, Señor. No es por nosotros ni para nosotros, es por ti y para ti. Vamos a ponernos de pie, vamos a cantar este cántico que está tocando mi hermano. Gracias, Jesús.

 

 

El conforta mi alma

10 de octubre del 2011 - Por Myrza Marilys Lassús

Salmo 23

Dios obra por senderos misteriosos. Y cuando digo, “senderos misteriosos” hablo de un número de eventos que uno detrás del otro, cuando se mira bien de cerca, podemos decir, “Wow, de verdad que cuando uno es hijo de Dios (una oveja del Pastor Eterno), El nos guarda y nos protege de situaciones que podrían afectarnos tremendamente.

Yo tenía unos planes para hoy. Pero, me puse a escuchar un mensaje que me habló de una manera extraordinaria. En esta semana, tuve una experiencia reveladora. Reflexionando en el concepto del gozo del Señor en nuestras vidas y Su soberanía, entendí que desde que mami murió, se me ha hecho bien difícil poder orar por mis necesidades, mis peticiones, mis planes, mi futuro o por otra persona. Es así que aún ahora mientras escribo, se me hace un taco en la garganta. Me crié viendo a mami orar por otras personas y ver como Dios le contestaba. Saber como ella oró por mi hermano, que tenia un diagnóstico horrible, ser sanado y ahora es un hombre fuerte y saludable. Oré tanto por la salud de mami mientras estaba enferma. Y murió.

Pues, gracias a Dios que hoy los planes no se dieron, porque pude tomar el tiempo para reflexionar en esto. En mi interior, en mi intelecto, entiendo y se que Dios es Soberano. El conoce nuestro principio y nuestro fin. Y entonces, si sabemos que El tiene todo en control, ¿ por que la falta de fe, de gozo, de confianza? Pero antes de contestar esta interrogante, veamos el Salmos 23.

“Jehová es mi pastor, nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma.. Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días“.

Yo creo que no hay un cristiano que no sepa este capitulo de memoria. Se repite y se repite, pero no analizamos lo que dice. Dios es nuestro pastor, somos sus ovejas. Y por El ser nuestro Pastor, NADA nos falta. Tenemos esa confianza, esa fe, de que todo lo que El nos concede y permite es porque El sabe lo que es mejor para nosotros. El nos lleva a lugares de descanso, de reposo. El se asegura de que nuestras necesidades se llenen; de que estemos bien. Esta con nosotros en todo tiempo y nos da nuevas fuerzas. El se asegura de que andemos en el camino correcto. Cuando nos desviamos, el nos aguanta y nos amonesta. Como soy hija de El, soy su oveja, puedo estar en mis peores momentos, mis peores pruebas, mis peores situaciones y El esta ahí acompañándome. No me deja sola. Su fidelidad me llena de confianza. Aunque tenga personas a mi alrededor que se burlen de mi, no estén de acuerdo conmigo, hablen de mi, me odien, me envidien, me desprecien, El me da bendiciones sobreabundantemente y me hace feliz. Soy especial para El. Estoy segura que Su bondad y Su amor siempre estarán conmigo. Y tengo la fe y la certeza de que viviré con El por siempre.

Y escribo esto confesando que no he estado viviendo este capitulo, que a demás de ser un poema, una canción, es una confesión de nuestra confianza y nuestra fe en Dios. Mis temores y mi tristeza en aquellas cosas que en un momento dado le pedí a Dios y no se dieron, me llevaron a ese lugar sin gozo…. sin confianza. Dios cambió mis planes hoy. Y lo hizo por un propósito. El me llevó a este capítulo con un propósito. Mis temores llegaran, pero Dios es un Dios de misericordia y el estará conmigo en cada momento que necesite fe. El es Soberano. El conforta mi alma. Que sea Su voluntad y no la mía.

Bendiciones………

Las 7 llaves de la prosperidad

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Somos seres adaptables. Aprendemos a vivir en diferentes circunstancias y situaciones. Hace un tiempo yo me acerqué a un señor que estaba justo en el semáforo en una avenida principal de mi país, me acerqué a él y dije si lo miro estoy seguro que estoy frente a una persona totalmente demente, que vulgarmente se le dice un loco. Digo, ese no pasa de ahí. Sin embargo, yo sentí algo y es que lo había en tantas ocasiones que quise saber si de verdad yo estaba frente a una persona demente. Aunque él tenía un palo en la mano y cara también de no muy buenas intenciones yo decidí bajar el cristal de vehículo y hacerle una pregunta. Yo le dije, bajando el cristal, le dije, cómo estás? Y él me dijo, esto no está bueno. Entonces, yo le dije y qué es lo que pasa? Y dice, No hay nada, así. No hay nada. Le pasé algo en la mano para colaborar con su situación y entonces dije, el tipo no es loco. No está mal. Digo, no, no, él está correcto. Lo que pasa es que somos seres adaptables. Un día tenemos necesidad y recogemos en la calle la primera lata. Esa latita de gaseosa para venderla y ya quizás nos quedemos en esa posición.

Pero le voy a decir más, conocí a otro señor que con una carretilla se dedicaba a botar basura. Las personas aprendieron a verlo como tal, como basura también a él, porque somos adaptables. Nos adaptamos y él comenzó a botar la basura y basura pero además como botar basura es un trabajo tan indigno, él lo acompañó de una botella pequeña de ron, alcohol, y esa era su comida, y él tomaba y botaba basura, tomaba ron, alcohol, licor, y botaba basura. Y así fue perdiendo peso y fue perdiendo la capacidad de caminar y la gente lo miraba mal, lo empujaban, le hacían daño. Y entonces, me acerqué también a él.

Hay gente que necesita que uno se le acerque, pero la sociedad nos lleva muy de prisa y el que va de prisa, en el camino nunca ve las señales de tránsito. Pues, permítame decirle que me acerqué a él y hablé con él y me di cuenta que a él lo trataban como un demente también, pero que no lo era. Él había sido policía, lo que pasó que tomó malas decisiones y esas malas decisiones lo llevaron a ese lugar, y estaba botando la basura. Nadie lo quería. Él dice, luego que cuando me veía me tenía miedo porque sabía que yo lo iba a corregir. Entonces, yo me acerqué a él, le pregunté por su familia y me dijo que tenía hijos. Una vez estuvo casado, una vez tuvo una familia, una vez le nació un niño, y le nació una niña y él se llenó de ilusiones con ellos. Pero todo se había perdido, no había nada, solo quedaba un mundo vacío, sin gente que lo mirara a él y que le interesara. Somos seres adaptables.

Nos adaptamos a las cosas y a las circunstancias y a las situaciones. Un día Israel dijo, basta ya y ese día comenzó su libertad. Y un día, un muchacho David, mirando a un gigante le dijo, hoy te mato, y lo mató. Yo creo que nosotros podemos salir de la situación en la que estamos, podemos romper la situación en medio de la cual estamos y podemos dedicarnos a alcanzar las metas que tenemos en nuestra vida. El que vive sin metas, vive sin destino. El que no tiene metas claras no tiene puerto al que debe llegar.

Así que en esta mañana yo le digo lo siguiente, vamos a levantarnos y tomar la posición de mando. No porque quizás nuestra humildad nos lleve en un momento a pensar que si sacamos y levantamos la cabeza estamos siendo muy orgullosos, les voy a decir algo, Satanás necesita demostraciones claras de que los que estamos puestos en posición de autoridad, la vamos a asumir perfectamente, no nos vamos a adaptar en la situación en la que Satanás quiere poner a su pueblo. Somos adaptables.

El que trabaja en un lugar donde se sacrifican animales, es posible que el primer día que llega a trabajar en ese lugar sienta un hedor, un mal olor tan grande que quiere ir al lugar. Pero te voy a decir algo, cuando tengas dos horas en ese lugar aprenderá a vivir con los malos olores y esa será su casa, ahí comerá, ahí vivirá, ahí sonreirá. Somos seres adaptables.

Voy a decirle algo a Satanás en este momento, dondequiera que se encuentre, porque sé que este no es su lugar. Estamos listos para salir, darte frente y demostrar que podemos salir de la situación y podemos ponernos en una posición de victoria. Si tiene un aplauso que no lo vaya a usar puede darlo ahora. Ah, bendito es el Señor. Puede darlo ahora, puede darlo ahora, si no lo va a usar, dalo.

Oh, bendito es el Señor. Yo quiero que te levantes y que reciba la palabra que en esta mañana te voy a dar. Somos seres adaptables pero vamos a decir en este momento, basta ya.

Esta iglesia tiene un nombre que me fascina, León de Judá. Especifica de qué león se trata y eso es bueno. Pero León de Judá sabe por qué? Porque hablando de lo que hablo pienso en el león. El león no es el más grande. Él no es el más grande ni en la selva ni en la sabana, tampoco es el más fuerte, tampoco es el más rápido, tampoco es el que tiene la mejor mirada, ni tampoco es el dura más corriendo sin cansarse. Sin embargo, es el rey.

Alábalo ahora. Por qué no le da un aplauso a él. Es el rey. Sabe lo que te estoy diciendo en esta hora? El asunto tuyo no es fuerza ni es nuevas cosas, es enfoque y actitud. Saben lo que hace el elefante, el más grande cuando ve al león, sabe lo que dice? He ahí el rey. Y sabe lo que dice el león cuando ve el elefante? Hay mucha comida. Dale un aplauso. Es un asunto de actitud.

Puede entender lo que te digo en esta mañana? Enfoque, actitud. Y yo quiero hoy incomodar un poco la situación como me voy mañana, puedo incomodarlo un poco. Pues, permítame decirle lo siguiente, voy a decirle algo más del león y entonces me enfoco en algo que tengo para compartirle ahí.

Pero esto es para que vayamos poniendo nuestra actitud correcta para lograr lo que queremos. Pues mire le voy a decir algo de ese león. Dice en Proverbios 30:30 que el león no vuelve atrás jamás. El león no da atrás. Lo que te estoy diciendo es que el león va por su camino y de momento entra en una pelea y la pierde, perdió la pelea, pero sabe lo que hace? Sigue su camino. Y el que peleó con él lo mira y le dice, león, pero usted perdió, devuélvase. Y él le dice, yo no pierdo, aprendo un poquito más hacia adelante te mato.

Alábalo que él vive. Te mato. Es un asunto de actitud. Va entendiendo lo que te digo? Es un asunto de actitud. Es un asunto de querer lograr lo que quiero. Ustedes como comunidad llegaron a este país pero necesitaron cambiar la actitud y enfocarse en aquellas cosas que quieren y ese enfoque te trajo hasta aquí.

Pero te voy a decir algo, te sientes cómodo aquí? no es el final del camino, apenas está comenzando. Lo grande Dios está por verlo. Lo que viene es mayor que lo que ha pasado y las horas buenas de Dios está por vivirlas. Puede creerlo, puede entenderlo? Ah, bendito es el Señor. ¡Aleluya!

Así que voy a compartirte entonces esta palabra. Yo tengo este libro, pequeño, pero muy significativo. Cuando dijeron crisis en el mundo, yo tomé y anoté estas cosas que están aquí. Cuando se dijo de la gran crisis por la que íbamos a pasar que muchas personas entendieron que era el fin del mundo, estamos a punto de entrar en una gran crisis, y alguien dijo como en los años ’30. La más grande de las recesiones y vamos a tener muchos lunes negros. Y mucha gente dijo es el fin de mi economía, es el fin de lo que yo quiero.

Le voy a decir algo, la palabra crisis no debe amedrentar a personas que están enfocadas en Dios, por una razón simple, porque la crisis como tal es relativa e implica poco para mí. Sabe por qué implica poco? Porque hay gente que en tiempo de abundancia vive en crisis. Y hay gente que en tiempo de crisis vive la abundancia. Todo es el asunto de cómo tu te enfocas en la vida. A mí no me importa lo que dice la economía, me importa lo que dijo Jehová. Sabe lo que dijo Jehová en este tiempo? Que aquí habrá un templo con capacidad para 2000 personas y que la gente vendrá de todos lados y entrarán a este lugar y Dios va a bendecir esta casa, va a bendecir [inaudible] que no se motiva, que nos emociona.

Mis emociones déjelas libres. ¡Aleluya! Bendito es el Señor. Bendito es el Señor. Pues le voy a decir algo entonces, estaba compartiendo con un amigo, pastor, en Guatemala, y él me dijo lo siguiente, que él era piloto y que volaba avionetas. Y entonces me dijo, sabe una cosa? Me gusta volar avionetas pero para volar avionetas yo tengo que buscar el viento contrario para que la avioneta suba. Y entonces me quedé pensativo y dije, la avioneta necesita viento contrario para subir? Me dijo, sí. Yo le dijo, ahora entiendo. Cuando los vientos soplen contrarios a tu vida, prepárate para las alturas.

Alábalo que él vive. Bendito es el Señor. Prepárate para las alturas. Prepárate para nuevos niveles. Prepárate para alcanzar nuevas posiciones en Dios. una visión será efectiva si nosotros contamos en primer lugar, con el momento correcto. Segundo, con la gente correcta y tercero, con el entorno correcto. para que mi misión sea efectiva, entonces yo debo contar con el momento, el entorno y la gente correcta.

Dios está buscando gente que tenga una visión, no necesidades. Hay gente que está muy interesada en que Dios le sane su enfermedad, sin embargo, todo el que esté enfermo no califica para un milagro, ni todo el que tiene crisis califica para un milagro financiero. El reino se sustenta en principios no en necesidades. Y le digo esto porque Dios está buscando una visión porque Dios va a financiar solo visión de gente, no necesidades de gente.

Aprendí una cosa en la República Dominicana y es que el Señor estaba buscando un hombre con una visión, no hombres con necesidades. Cuando llegué a la zona oriental a trabajar y con mi familia y me instalé en ese lugar, me di cuenta que Dios andaba detrás de una visión, porque la palabra provisión, que es lo que todos queremos, ay Dios dame la provisión, recuerda que la palabra provisión es compuesta. Pro visión. Hay una visión que él está mirando y hay una visión que él va a atender y hay una visión que él va a suplir.

Así que yo vine y me puse frente a este material y le traigo aquí las 7 llaves de la prosperidad. La palabra prosperidad no es cómoda en algunas mentes ni en ningunas iglesias. Sin embargo, la palabra prosperidad es tan bíblica como la palabra salvación. El problema es como yo la recibo. Todos los conceptos que se mencionen aquí en principio aparecerán cerrados, serán cerrados, hay que abrirlos.

Si yo digo, Dios aquí, no estoy diciendo nada. Debo hacer saber si estoy hablando del Dios de los judíos, de los musulmanes o de los hindúes. Así que el concepto Dios como tal está muy cerrado. La palabra prosperidad también aparece cerrada. Yo debo abrir el concepto, pero lo voy a decir una cosa, prosperidad fuera de la Biblia es una cosa, pero prosperidad en la Biblia es favor de Dios en mi casa, en mi vida, y en todo lo que yo hago.

Yo necesito que el favor de Dios llegue a mi casa, por eso la palabra prosperidad es una palabra buena y clave mucho mejor todavía, porque hay cosas que para abrirla necesito de una clave. En el mundo espiritual las cosas también se abren por claves. Yo no puedo ir a abrir el mundo espíritu sino tengo la clave correcta para hacer que las cosas sucedan. Así que el mundo espiritual es un reino en donde las cosas se logran con principios.

Hay principios, hay mandatos y hay leyes. Y en este momento solo quiero referirme que los principios son verdades para que yo las aplique y esas verdades van a generar la bendición que yo necesito. Quieres un milagro? Mira a ver cuáles son los principios que están para que un milagro suceda.

Una persona viene donde vive, dice, pastor, quiero que ore por mis finanzas, y yo le digo, y las leyes del reino, las está cumpliendo? Porque hay personas que quieren que Dios arregle sus finanzas pero nunca dan un diezmo. Alábalo.

Alábalo. Hay principios y son los principios del reino, eso va a abrir el mundo espiritual y hará que las cosas sucedan, que me bendigan. Así que yo tomé esto y lo llevé, sabe dónde? A la República Dominicana, y me puse a hablarle a gente que estaba en situaciones calamitosas. Me tocó ser pastor en una zona donde la gente no tenía nada, donde llegaban sin nada, donde muchas personas llegaban y cuando se iban me decían, pastor, un pasajito para irme. Sabe qué? Le dije en una ocasión, yo no tengo problema de pastorear a personas que están en el estado de pobreza, lo que tengo problema es pastorear a personas que no quieran salir de su situación.

Cuando una persona no quiere salir de su situación eso es una situación muy difícil. Por qué? Porque para salir del lugar en donde estoy siendo destruido tengo que cambiar la mentalidad, por eso hay Biblia. Sabe por qué este reino tiene una Biblia? Porque nosotros estamos listos para cambiar la mente que tenemos. Los seres humanos somos inteligente cuando pueden aprender, desaprender para volver a aprender.

Hay mucha gente que no ha desaprendido para volver a aprendido sino que se han quedado quietos oyendo lo que dicen y sumándolo a su manera de ser. Por eso tenemos personas que no cambian su enfoque ni su manera de ser, oyen cosas y la oyen y la oyen, pero si tu no borras lo que traías no puedes quedarte con lo que te están dando. Me está entendiendo?

Mira, sacar un demonio es fácil. A un demonio se le dice, vete. Pero cambiar una mentalidad puede costar toda la vida. Así que en este momento más Dios está bien interesado en cambiar nuestras actitudes y en lograr que nosotros seamos personas que vamos enfocadas detrás de lo que queremos. Bendito es el Señor.

Así que una de las cosas que aprendí en aquél lugar es que Dios está trabajando, dándonos asignaciones a cada uno de nosotros. Y sabe qué? Cuando Dios nos pasa una asignación somos invencibles en la asignación que Dios nos ha dado. Sabes dónde nadie te va a derrotar en la vida? En tu asignación. Pero en cuál asignación? En la que Dios te da.

Hay una visión que Dios te da, esa es tu asignación. Dios está tratando de ver dónde te pone que tu seas invencible. No puedo venir a Boston sin pasar por una universidad que se llama Harvard, conocida en el mundo entero, y vi aquí al visionario John Harvard, y ¿Saben qué? La gente llegaba y yo estaba parado también ahí y en lugar de tomar una foto a mí, se la tomaban a John Harvard. Y todo mundo sabe lo que uno hacía? Bajó su cámara hasta que yo me quitara. No quiere tomarse una foto conmigo, quiere tomarse una foto con John Harvard.

Lo que pasa es que cuando tu llegas a tu asignación, usted es inmortal y una visión se transporta, sabe dónde? Al futuro cambiando y produciendo los cambios de las generaciones que siguen. Dios va a levantar este pueblo como un pueblo cambiador del estilo, esta zona no importa lo que haya sido, no importa cómo fue esta zona, si aquí está una visión correcta, esta zona que se prepare porque va a cambiar.

Ah, bendito es el Señor. Bendito es el Señor. Es el aplauso que tiene el pueblo. ¡Aleluya! ¡Aleluya!

Ah, bendito es el Señor. Excúseme que lo ponga mucho a aplaudir pero es que vengo de una tierra que aplaude. Alábalo que él vive.

Entonces, soy invencible en mi asignación. Sabe por qué te está derrotando la vida? Porque no encuentras la visión correcta, el lugar correcto. Ahora, le voy a decir una cosa, tu visión solo va a prosperar si la suma a la visión de la casa.

Yo no tengo un punto de vista particular o diferente, yo tengo una visión asociada a la visión de la casa. Sabe por qué el Padre glorificó al Hijo? Porque el Hijo siempre glorificó al Padre. Y el Hijo siempre dijo, vine a hacer la voluntad de mi Padre. Hay muchas voluntades, pero la única que va a hacer que yo salga como vencedor es la de mi Padre, así que con eso aprendí que no es el lugar donde tu naces, sino el lugar donde tu decides morir.

Jesucristo nació en el pesebre pero le dijo al infierno, no muero en él, muero como rey y salvador de todos los hombres. Decide el lugar, decide lo que va a pasar, decide tu espacio. Decide lo que vas a lograr. Alábalo que él vive. Bendito es el Señor.

Oh gloria. Solo te voy a pasar rapidito la llave número 1. Y si no te doy todas las llaves, [inaudible]. La llave número 1 que quiero dejarles a usted, si tu quieres ser una persona de bendición evita la ignorancia. En el reino la ignorancia no se califica como punto a tu favor, sino como puntuación en contra. Cuando las leyes son dadas en las naciones todo mundo es considerado conocedor de la misma. Usted no puede alegar ignorancia de una ley, es así? En el mundo espiritual tiene que tener conocimiento.

Pues, le voy a decir hermanos, evitar la ignorancia porque la ignorancia produce miseria y oscuridad. Dondequiera que haya miseria vaya y vea y hay ignorancia. La ignorancia esclaviza, la ignorancia te quita, te resta, pero le voy a decir más todavía, si usted mira se va a dar cuenta que la gente mayormente no tiene un problema financiero, que la gente mayormente no tiene un problema de salud, y que la gente mayormente no tiene problemas matrimoniales, por lo general la gente tiene problema de sabiduría.

Enfermedad, no comió lo que debía. Problemas en el hogar, falta de sabiduría. No está entendiendo la dinámica de la vida ni de la casa, ni de la familia. Falta de sabiduría. Y dinero, dinero, falta también de sabiduría. Porque si hoy tomamos todo el dinero del mundo y lo repartimos en partes iguales, y a cada ser humano le damos la misma porción, los pobres volverán a ser pobres y los ricos volverán a ser ricos. Es un asunto de enfoque, es un asunto de sabiduría. Es un asunto de nosotros entender hacia dónde vamos.

Así que la falta de sabiduría está lista para dañar mi enfoque. La falta de sabiduría está lista para destruir mis finanzas, mi matrimonio. Bendito es el Señor. La falta de sabiduría. Hay tres palabras que se parecen y no son iguales. La primera es conocimiento, la segunda es inteligencia y la tercera es sabiduría.

El conocimiento es el conjunto de información que tengo en la cabeza. La inteligencia es la facilidad o habilidad con que yo hago que esos conocimientos lleguen a mi cabeza. Pero sabe qué es la sabiduría? La gracia, el don, el talento, la capacidad para aplicar el conocimiento adecuadamente. Mucha gente sabe cómo es, pero no lo hace. Hay gente que sabe que Dios tiene gloria, bendición, que Dios ayuda, que Dios cambia, que transforma, pero de ahí a que usted aplique correctamente el conocimiento.

El diablo quiere desenfocarnos, pero Dios hoy dice, te doy un nuevo enfoque. Abro los cielos y te bendigo por encima del infierno. Bendito es el nombre del Señor. Pueden aplaudir.

Ayúdenme a predicar. Una de las cosas que entendí fue que la segunda llave que necesitaba luego de la inteligencia, luego de evitar la ignorancia, era la obediencia. La obediencia. Sabe qué es un milagro? Un milagro es el resultado de un acto de obediencia. Los milagros son el resultado de actos de obediencia. Cuando obedeces el cielo se está abriendo. Cuando puedes obedecer, cuando puedes, hermano, obedecer te estás acercando al milagro. Y entendí entonces una cosa, que lo que aprendí en una ocasión tiene sentido. Si la obediencia es la clave, entonces es mejor ser el primero que ser el mejor.

La gente está luchando por ser el mejor y Dios trabaja con primeros. Si Dios estuviera buscando los mejores, las cosas no estuvieran sucediendo. Él busca el primero, el primero que llega, el primero que se compromete, el primero que cumple, el primero que está dispuesto, el primero que se entrega, el primero que lo hace.

Dios trabaja con los primeros. Aquí Dios está tratando de tener a los primeros. No los mejores, porque un mejor en su propia voluntad es el peor y uno que no es el mejor en la voluntad de Dios todo lo que tenga que cambiar, lo va a cambiar. Dios toma personas humildes, sencillas, y las convierte en personas capaces, en personas que pueden. Bendito es el nombre del Señor.

Hermanos, quisiera en este momento decirles que cuando nosotros cumplimos nuestra asignación, nuestro nombre va a ser impreso en letras de oro. Hay 12 espías que fueron a verificar lo que estaba pasando en una tierra, hay 12 espías que fueron enviados a ver lo que pasaba en una tierra y los 12 espías llegaron a la tierra, miraron la tierra, y saben lo que pasó? 10 de ellos llegaron con una opinión incorrecta, desfavorable, pero hay dos que llevaron la opinión correcta. Hay 2 que dijeron, esa tierra es de bendición, mientras 10 decías, ahí no se puede.

Si va con la mayoría posiblemente vaya un lugar incorrecto, porque muchas veces lo que sostienen la voluntad de Dios dentro de un cuerpo, no son la mayoría. No mire mayoría, mira voluntad de Dios. Dios no está tratando de ponerte en un lugar donde te sientas cómodo, Dios está tratando de ponerte en el lugar correcto. Y el lugar correcto no es en el que estoy cómodo, sino el que él me puso.

Pues, le voy a decir lo siguiente entonces, hermanos, 12 espías, 10 dieron una recomendación incorrecto, pero hubo 2 que dijeron lo que era. Hubo dos que dijeron palabras de fe. Dios está buscando personas que aprendan a hablar. Dios está buscando personas que tengan su idioma, su lenguaje. Dios está buscando personas que puedan decir lo que él dice, ver lo que él ve. ¡Aleluya!

Pues les voy a decir entonces lo siguiente, si yo les digo a ustedes cómo se llaman los dos que dieron el reporte correcto? Pues le voy a regalar un libro al que me diga el nombre de los 10. No te los sabes? Porque el nombre de la gente que desobedece y hace lo que quiere, aún su nombre no aparecerá cuando se hable de quiénes estuvieron en el lugar.

Aquí se están anotando nombres hoy. Pero es el nombre de la persona que está haciendo lo que está en el corazón de Jehová de los Ejércitos. Eso lleva aplauso, como quiera que usted lo ponga. Alábalo que él vive. Alábalo que él vive. Puedes alabarlo, puedes bendecirlo. Oh bendito es el Señor. Oh bendito es el Señor.

Pues le voy a dar entonces, en el tiempo que me queda, le voy a dar… ¡Aleluya! Cuando usted toma un sobre, más que dinero usted pone dentro de él obediencia. Por eso me gusta mucho lo del sobre, el diezmo y la ofrenda, porque hay personas que con la mano abren el cielo, con su bolsillo, lo cierran.

¡Aleluya! Sabe qué aprendí con la obediencia? Que cuando yo suelto lo de otro, Dios suelta lo mío. Usted no entiende. Déjeme darle detalles de eso. Yo estaba en el parqueo de la iglesia un día cualquiera, y suena mi teléfono. Cuando suena habla unas hermanitas que vivían en la República Dominicana, no eran dominicanas, pero vivían en la República Dominicana. Como iban a mi iglesia yo quise atender la por lo de extranjera. Digo, hay que tener cuidado con estas jovencitas extranjeras en mi tierra, tengo que cuidar de ellas. La Biblia me lo ordena que las cuide. Entonces, yo le dije a ellas, ustedes son como hijas para mí. Pues ella saben lo que hicieron? Llamaron a la mamá y le dijeron, encontramos papá. Pero me enteré que era su padre era pastor y había muerto.

Entonces, yo les dije, soy papá de ustedes y por eso es que tenemos problemas, por la boca. Pero ese no era mi problema, por el contrario, me sentía muy bien. Pero pasó lo siguiente, se enfermó una de ellas y cuando ella enferma van al hospital, a la clínica, al lugar correcto donde tenían que estar en ese momento, y fueron, la chequearon y dijeron, hay un problema muy extraño. Entonces, el médico tomó papel, las prescripciones, dan recetas, el recetario, ahí está, medicamento. Toma este, este a la mañana, luego este, luego le tira este que eso no falla.

La joven me llama inmediatamente. Papá, estamos en la clínica y aquí hay un problema. Mi hermana está muy enferma y esto… y yo, oh Dios. y entonces, aquí estamos, nos dieron una receta, y yo….bendito sea Dios. y entonces, cuando ellas terminaron cerré.

Y sabe lo que vino a mi corazón? Usted terminó? Ya usted terminó, pastor? Digo, no, no he terminado aún. Llamé de nuevo. Dígame y qué le pasa? Necesitan dinero? Claro, la receta. Digo yo, no, pero eso son… qué le recetaron? Algunas pastillas. Entonces, digo yo, ah, son pastillas. Está bien, ahí va papá. Espérenme en la farmacia tal y cuando llego entonces, veo la joven que mira y hace a la cara… Entonces, mira, busca pone aquí, pone acá, hace los cálculos $ 10.300 pesos dominicanos, que aquí quizás ni caso le haga, pero allá, hermano, alábalo que él vive. Denle un aplauso al Señor.

El salario y algo más de alguna persona durante todo su mes. Alábalo. Pues, déjeme decirle entonces, que tomé y le dije a la joven, tiene que tomársela toda o podemos ir por parte? Dice, no, es buena que la tenga toda porque esto no puede fallar. Digo yo, pues está bien, entonces. Saqué el dinero, lo pagué y aquí me quedó poca cosa. Pues, le voy a decir algo, cuando llego al parqueo de nuevo y voy a mi iglesia de nuevo, encuentro un hermano norteamericano, por cierto, que no habla nada de español, pero si mi milagro está en inglés a mí no me importa, porque te voy a hablar.

Puede darle un aplauso al Señor? Te lo voy a hablar. Te lo voy a hablar. Ay, hermanos, pues, déjeme decirle lo siguiente, bless you, pastor. Digo, bless you, brother. How do you feel? Digo, fine. Your family? My family también fine. No, claro, glory a Dios, es un inglés fino el que estamos hablando. Él me va a entender, yo lo voy a entender. el caso es que entablamos la conversación y que era todo lindo, pero de momento oigo que él dice algo como, cuáles son los planes de la iglesia? No lo digo en inglés para no confundir. Entonces, dice, cuáles son los planes de la iglesia porque quisiera ver si doy una ofrenda? Cuando oí la palabra offering, inmediatamente llamo a una joven, miro rápido quién sabe algo más que yo, porque el inglés mío, ustedes saben que viene de Inglaterra y él es americano.

Pues, entonces, llamo rápidamente a alguien y viene rapidito y comienza a darle una palabrita y le digo, dile a él, que los planes van bien y que tenemos buenos planes. Y hablamos un poco y me dice, puede usted esperar que yo le busque la ofrenda? Inmediatamente me dio vuelta la cabeza, y le dije, pero eso le dijo Gedeón a Dios y Dios le dijo, aquí te espero. Así que quién soy yo para no esperar a este hombre?

Dale un aplauso grande al Señor. Dale el aplauso grande al Señor. Me está entendiendo? Me está comprendiendo?

Pero les voy a decir algo para que nos quedemos aquí bien, porque ya el tiempo se me ha ido, por lo menos el mío, pues déjeme decirle que llega inmediatamente y se va el hermano y viene y me pasa un sobre. Como buen pastor agarro el sobre así. Sabe qué pasó? El testimonio está aquí. La palabra que le voy a soltar está aquí.

Sabe cuánto había en el sobre? 10.000 pesos americanos. Okay. Miren, lo que me complace de todo esto es el testimonio. Había gastado 10.000 dominicanos y no es que yo desprecie ese dinero mío. Es un asunto de cambio. El caso es el siguiente, cuando voy, doy 10 y sabe cuánto me dieron? $ 10.000 dólares. Pero ustedes, hermanos me van a creer lo siguiente, vino a mí como un rayo la palabra del Señor y me dijo, cuando sueltas lo de alguien, yo voy a soltar lo tuyo.

Se lo puede dar el aplauso. Si me has entendido… ya voy a terminar, pero si me has entendido, lo que te estoy diciendo es que muchas bendiciones están retenidas por mi actitud.

El miércoles le hablé de que muchas están retenidas porque hay un cielo que se opone a mí bendición. Pero también yo me opongo porque la obediencia tiene que ser en base a lo que Dios ha establecido y sabe qué pasa? Que muchas veces el milagro que alguien está pidiendo para que le suceda, está en tu casa. Muchas bendiciones vienen del cielo, pero ¿Saben qué? Muchas vienen de tu casa porque si en mi iglesia veo una persona que le falta zapatos, y yo tengo 10 pares de zapatos, una oración está de más.

Padre, en el nombre de Jesús abre las puertas del cielo, mándale unos zapatitos. Oye, papito, si yo fuera Dios te lo dijera más claro, oye papá, tu tienes 10, dale uno. Lo que estoy diciendo es que muchas veces estoy reteniendo lo que Dios tiene para alguien, cuando lo suelte Dios va a soltar lo que te pertenece a ti. si quieres que Dios suelte, suelta.

Bendito es el Señor. Solo leerle y ya termino. Miren, hermanos, la tercera llave que les dejo y con esta le voy a terminar es acciones, accionar. La tercera llave, accione. Haga algo. Atrévase. Voy a decirle esto, nosotros en las iglesias hemos formado por años predicadores, pero el predicador es una cosa y el hacedor de la palabra es otra. El predicador va a predicar muy bien y de hecho hoy tenemos tantos predicadores buenos, gente que sabe predicar, gente que predica pero de manera espectacular. Predican tan bien que el Espíritu Santo dice, yo ahí no tengo mucho que hacer. Por qué? Hacen tantas cosas y hoy yo camino y miro tantos predicadores, pero Dios está buscando hacedores de su palabra.

Así que yo en esta llave te voy a dejar solo esto y me voy a quitar. La tercera llave que te voy a dejar es acciones, haga algo, atrévase. Yo recuerdo en una ocasión que leía en un libro que decía que dos pescadores se perdieron en alta mar y de momento ellos en altamar están perdidos. Y comienza toda la tormenta a azotarlos y uno de los pescadores le dice al otro, qué hacemos? Oramos o remamos? Y el otro le contestó, oremos y rememos. Porque hay personas que oran pero no reman y hay personas que reman pero no oran. Dios está buscando personas que puedan orar y remar a la vez. Así que más oración la palabra sería oracción.

Atrévete. Hazlo. Anímate, esfuérzate y hazlo. Si puede darle el aplauso al Señor y ponerse de pie en esta hora.

Dios está buscando hombres y mujeres de cambio. Dios está buscando personas capaces de transformar su entorno, todo lo que se es el resultado de lo que se creyó. Todo lo que estamos viendo alguien tuvo que creerlo primero. Antes que un jet volara en el espacio, voló en la cabeza de alguien.

Si no tiene intención de accionar tampoco ore porque Dios no contesta oraciones, Dios contesta fe. Oraciones, todas las religiones la tienen y hay religiones que oran más que nosotros, hay religiones en donde sus feligreses oran tres veces al día sin fallar, y si la hora de la oración sucede en un lugar no determinado, ellos van a orar como quiera.

Así que Dios está buscando gente de fe. En la República Dominicana creímos que Dios podía cambiar todo un entorno y muchas personas en principio no van a entender, pero que bueno que Dios es así, a Dios uno a veces no lo entiende.

Te voy a dar una clave y vete con ella, mientras menos entiendas a Dios es que te estás acercando más a él, porque mientras más te acercas menos comprendes. Levanta tu mano al cielo.

Esas santas manos levántalas al cielo, ¡Aleluya! Hay algo por lo que estás soñando hoy, pero también hay algo a lo que te puedes estar acostumbrando. Hoy se rompe toda situación que produce daño en tu vida, se rompe hoy. Y yo declaro tiempos de bendición, tiempos de gloria, yo declaro tiempos en los que tu vas a conseguir de Dios lo mejor. Yo declaro que este es el tiempo que tu habías soñado y esperado.

Levanta tus manitas al cielo. No te vayas sin declarar esto. Diga después de mí, Señor Jesús, en esta mañana yo declaro que lo sobrenatural se abre para que yo pueda tomar lo que me pertenece. Diga, hoy declaro cambios, transformación en mi vida. Diga, hoy declaro que me asocio a las personas correctas. Bendito es el Señor, hoy declaro, que el cielo se pone a mi favor en el nombre de Jesús.

Amén y amén. Hoy sucede.

El es nuestra "Luz"

3 de octubre del 2011 - Por Fanny Rodríguez

“Porque contigo está el manantial de la vida; En Tu luz veremos la luz” Salmos 36:9

Por muchos años he enseñado en las clases de Estudios Sociales acerca de los planetas sus órbitas y su relación con el Sol. Usualmente los estudiantes dramatizan para entender estos conceptos. Este año el Espíritu Santo me inquietó, mientras le pedía a un estudiante (el Sol) que se estuviera en un solo lugar mientras otro estudiante (la Tierra) se movía a su alrededor para ejemplificar el movimiento de traslación del planeta. Entonces el estudiante que giraba alrededor del sol, tuvo que hacer otro movimiento alrededor de su eje para mostrar la rotación de la tierra.

Cuando les explicaba que el movimiento de rotación es el que permite el día y la noche el Espíritu me recordó la posición de Dios. Cuando nosotros le permitimos El está en el centro de nuestra vida y si mantenemos nuestra mirada fija en El, estaremos en su luz, será día. Aunque no lo veamos porque las nubes de la tormenta oscurecen el panorama, estaremos en su luz. De la misma manera que en días nublados no vemos el sol pero está ahí en su lugar y es de día. Ahora, si quitamos nuestra mirada de El o le damos la espalda, definitivamente llegará la oscuridad total a nuestra vida.

Han sido muchas las ocasiones en las que he tomado decisiones equivocadas y después estando en un aprieto por esa mala decisión, entonces he clamado a Dios para que me diera una salida. Gracias a Dios, El es misericordioso (“¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas.” Salmos 36:7), su gracia es infinita y me libra de esas situaciones. Por lo tanto he aprendido la lección y consulto a Dios aún en situaciones pequeñas, lo maravilloso es sentir la confirmación del Espíritu Santo o en ocasiones la incomodidad del Espíritu Santo que me insta a cambiar el rumbo.

Señor te doy gracias por enseñarme que Tu no cambias que aún en mis debilidades y pecados tus brazos están dispuestos a recibirme, limpiarme y sobretodo amarme. Permite que siga aprendiendo a caminar a diario contigo y reconocer que aún en momentos de dificultad tu sigues en el mismo lugar, atento a mis necesidades y dispuesto a librarme. Bendice a las mujeres que buscan en esta página aliento y recuérdales que Tu siempre estas dispuesto a escucharnos y cumplir tus promesas.

Al mitad del camino

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Vamos a Números y usted notará en este pasaje que el pueblo de Dios, el pueblo hebreo está viviendo un proceso, en una envergadura, y en una magnitud mucho más grande que la nuestra ciertamente. Pero están involucrados en algo que está compuesto de muchas diferentes partes, muchas diferentes facetas, diferentes etapas, como nosotros también en nuestro proyecto de construcción. Los hebreos estaban involucrados en un proyecto de transportar una nación de un millón y más de personas a través de una tierra inhóspita y entonces entrarla en una tierra aún `más inhóspita, porque ellos tenían que poseer y conquistar esa tierra. Esencialmente aunque parezca sanguinario, ellos tenían que destruir naciones, desalojar naciones. Los procesos de Dios muchas veces son violentos. Y esa es la verdad, requiere valor, requiere visión, requiere tesón, requiere fe en el poder del Señor.

Y estos hebreos tenían que atravesar esta tierra, había sido un proceso largo y difícil. Y ya estaban llegando al punto de entrar en la tierra prometida. Y en este momento los encontramos aquí, en el Capítulo 13 de Números y permítame comenzar en el versículo 1, dice:

“…Jehová habló a Moisés diciendo, “Envía tu, hombres que reconozcan la tierra de Canaán, la cual yo doy a los hijos de Israel”…”

Antes ni siquiera de ir mucho más lejos, Dios dice, la cual yo os doy, no le cautiva esa forma gramatical? En vez de decir, la cual yo les daré, o la cual yo tengo la intención de entregar a ellos, dice, la cual yo doy a los hijos de Israel. Cuando Dios habla, Dios habla en presente, Dios habla en definitivo. Cuando Dios encomienda un proyecto a su pueblo, ese proyecto tiene que cumplirse. Si su pueblo tiene la fe para creerle a Dios y para ir más allá de los obstáculos. Yo creo que Dios nos ha llamado a un esfuerzo de construir este santuario y él nos dice, esfuércense, reconozcan la tierra para asegurarse de que sepan todo lo que necesitan saber acerca de ese proyecto que yo les he entregado, yo se los he dado. en la mente de Dios ese edificio está terminado.

Cuántos creen que es así? En la mente de Dios ya está completado. En la tierra hay un proceso que tiene que llevarse a cabo.

Entonces, lo segundo que usted tiene que ver aquí es que es Dios quien le dice, vayan y reconozcan la tierra. Sabe que cuando Dios da las cosas, él no hace todo el trabajo por nosotros. Hay una parte de lucidez, hay una parte de planificación, hay un parte de exploración, hay una parte de mirar detalles, hay una parte de contar el costo, hay una parte de examinar las tareas que hay por delante. Hay una parte de desmontar los procesos y verlos en las piezas que lo constituyen.

Yo creo que muchas veces el pueblo de Dios que cree en el poder de Dios sobretodo, que cree en la visión sobrenatural padece de una falta de lucidez. Creemos tanto en el Dios todopoderoso que creemos que Dios va a hacer todo. Y entonces somos un poco descuidados en los detalles, descuidados en la exploración de las cosas, descuidados en la planificación estratégica, en la disciplina que se requiere.

Mire que es Dios quien le dice, vayan y exploren la tierra porque iba a haber batallas, iba a haber luchas, iba a haber confrontaciones con el enemigo. Yo recuerdo un predicador hace muchos años que predicó en nuestra iglesia, de hecho cuando estábamos en Cambridge, que yo recuerdo claramente porque me impactó lo que dijo, que Moisés había pecado cuando mandó al pueblo, a los espías a reconocer la tierra, porque eso reflejaba duda de parte de Moisés. Parece que él no recordaba que fue Dios quien le dijo a Moisés que fuera a reconocer la tierra.

Los milagros de Dios no impiden los esfuerzos de los hombres. Amén. Las dos cosas van unidas.

Entonces, dice aquí, en el versículo 18, Moisés los envió dijo:

“…Observen la tierra cómo es y el pueblo que la habita, si es fuerte o débil, si poco o numeroso, cómo es la tierra habitada, si es buena o mala, y cómo son las ciudades habitadas, si son campamentos o plazas fortificadas, y cómo es el terreno, si es fértil o estéril, si en él hay árboles o no. esforzaos y tomad el fruto del país y era el tiempo de las uvas…”

Estos espías se fueron a reconocer la tierra. Eran una especie de recon team, esos equipos de soldados que son especialistas en disfrazarse y meterse en la tierra del enemigo, explorar y traer inteligencia al ejército que luego va a ir a conquistar. Estos eran espías adelantados, gente aguerrida, gente de corazón valeroso, gente entrenada quizás en disimular su presencia y con una misión muy riesgosa fueron enviados. Dice en el versículo 23 que:

“…Volvieron de reconocer la tierra al fin de 40 días…”

Sabe algo que me percaté. Yo sé que lo he leído antes, pero se me había pasado. Por qué el pueblo de Dios estuvo 40 años en el desierto? Si algún le preguntan eso en un examen de trivia, detalles de la Biblia, por qué Dios determinó 40 años y no 50 ó 30, ó 20? Porque Dios los sentenció por su duda y por su falta de fe y su insulto a las promesas de Dios. Dios los sentenció a un año por cada día que estuvieron explorando la tierra.

Es decir, que 40 días estuvieron explorando la tierra, dudaron de las promesas del Señor, renegaron de la fidelidad de Dios y entonces Dios dijo, ¿Saben qué? Por cada día que ustedes estuvieron explorando esa tierra que yo les prometí, ustedes van a estar un año dando vueltas en el desierto.

Sabe otra cosa también. muchas veces uno se imagina como que este desierto era una cosa como el Sahara o una extensión de tierra de miles de kilómetros, o algo así, mire, los que hemos ido a Israel y conocemos el desierto del Neguev y toda esa área que delinea la Biblia, es un pedacito de tierra verdaderamente decepcionante en su tamaño. A veces cuando uno lee todas estas historias de la Biblia y del Antiguo Testamento y de los Evangelios, uno piensa como que son extensiones inmensas de tierra y grandes montañas. No, hermanos, estos son pedacitos de tierra. Esta gente hubiera podido atravesar eso en unas cuantas semanas. Sin embargo, por su mal corazón, por su mal entendimiento de las promesas de Dios, su falta de fe, estuvieron condenados a dar vueltas alrededor del desierto, sin poder recibir la luz verde de Dios para entrar en la tierra prometida, 40 años, por cada día de duda y de rechazo de la palabra de Dios.

No se me aflijan ni nada, no estoy hablando de ustedes, por si acaso. Simplemente estoy diciendo que nosotros tenemos que creerle a Dios porque no creerle a Dios en nuestras vidas, ahora olvídese de León de Judá, olvídese de los proyectos, no, para su vida y para mí vida, no creerle a las promesas de Dios. Cuando Dios pone algo en tu corazón y tu estás seguro que es de Dios, aunque tu veas muchos obstáculos delante de ti, fortalécete en fe, habla positivamente, llénate de valor. Recuerda las veces que Dios te ha sacado de cosas peores y que ha mostrado su fidelidad y sigue adelante en el nombre del Señor. No cometas el error de renegar de lo que Dios te ha dicho porque muchas veces si nosotros renegamos de las promesas que Dios nos ha dado y no avanzamos con ellas, ¿Saben qué? Nos cuesta mucho.

Muchas veces perdemos la oportunidad y entonces tenemos que pasar mucho tiempo dando vueltas y tratando de recuperar el ímpetu que Dios puso en nuestras manos y entonces las cosas se hacen mucho más difíciles. Hay que captar el momento. Si tu estás seguro de algo, si Dios te ha hablado claramente, ha buscado consejo de otros, has leído la palabra, has orado, has esperado, has confirmado, has hecho todo lo que ha estado de tu parte, y todavía hay luz verde delante de ti, lánzate en el nombre del Señor. Aunque te tiemblen las piernas, aunque tu corazón esté temeroso, aunque tu carne te diga, vas a perecer, sigue adelante en el nombre del Señor y Dios te dará la victoria.

Quizás se tome un poco más de tiempo de lo que tu pensabas, pero créele al Señor. Fue poderoso para cumplir su promesa. Esta gente vio la tierra, ustedes saben la historia, vieron unos racimos de uva que tuvieron que cargarlo dos hombres de lo gruesa que eran. Yo quisiera saber dónde venden esas uvas. De hecho le pusieron el nombre de racimo al sitio donde consiguieron esas uvas porque les impresionó tanto, la tierra fluía. Es decir, la metáfora que fluye leche y miel, es como si hubiera habido arroyos de leche y de miel.

Para los hebreos la leche, la miel eran señales de bendición, de vida, de prosperidad. Y esa tierra era generosa. Ellos vieron todo eso, pero qué pasa? Cuando regresaron, mire el reporte que le dan a Moisés. Regresan estos 12 espías, dice el versículo 27:

“…Y les contaron diciendo, “Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel, y este es el fruto de ella…”

A mí cuando me dicen, la que ciertamente fluye leche y miel, ya me pusieron en problemas allí. Dice, que hay que admitir que fluye leche y miel. Ya ellos estaban preparando su queja acerca de los desperfectos. Dicen, bueno, es verdad, definitivamente es una tierra fértil y generosa, pero, dice:

“…Más, el pueblo que habita aquella tierra es fuerte y las ciudades muy grandes y fortificadas, y también vimos allí a los hijos de Anac…”

Estos eran unos jugadores de basketball, medían 6.8, 6.4, 7.2, 6.6 y estos juditos de 5.3, 5.4, 5.5 imagínese hace tres mil años y pico. Y ellos veían estos gigantones que parece que era una raza misteriosa. Algunos de estos basquetbolistas afroamericanos, yo creo que vienen de ahí. El caso es que estos hombres eran gigantes comparados con la estatura mediana de un judío de aquel tiempo. Y entonces ellos se fijaron literalmente enfocaron a estos hombres que su garrote medía más que lo que medían ellos probablemente, y entonces dijeron, esta gente son unos tiguerones, nos van a dar duro así que no vamos a ir para allá.

Dice aquí: “… Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés y dijo, “Subamos luego, tomemos posesión de ella porque más podremos nosotros que ellos”. Más los varones que subieron con él dijeron, “No podremos subir contra aquel pueblo porque es más fuerte que nosotros,” y hablaron mal entre los hijos de Israel de la tierra que habían reconocido diciendo, “La tierra por donde pasamos para reconocerla es tierra que traga a sus moradores.”

Y el versículo 33, la segunda parte es muy revelador, dice; “…y éramos nosotros a nuestro parecer cómo langostas y así les parecíamos a ellos…”

Si hubieran sido las langostas que nosotros comemos en Legal Seafood, no hubiera sido problema porque saben buenas, son caras, son de calidad. Pero esta langosta eran los insectos chiquitos que devastan las tierras del Medio Oriente, unas cositas mínimas, pequeñas.

Es decir, nosotros al ver la estatura de ellos pensamos que éramos como insectos y así nos sentíamos nosotros. Vamos a dejarlo ahí un momento, porque yo voy a volver. Me entusiasma tanto este pasaje que quisiera meterme de lleno dentro de él. Pero voy a volver en un momento, pero quiero ahora ser más específico y entrar con ustedes en una presentación que hice de hecho, para nuestros líderes el sábado pasado y quiero compartir con ustedes también.

Lo que pasa es lo siguiente, hace un año y un mes y medio, dos meses, comenzamos de lleno nuestro trabajo de construcción. Ustedes saben que este ha sido un proceso ya de varios años desde que Dios puso en mí la visión de plantar un nuevo santuario porque yo sabía que con el tiempo, nuestra iglesia con la ayuda del Señor iría creciendo y ustedes saben la historia. Yo sentí en mi espíritu cuando nosotros llenáramos dos servicios a plenitud, yo sabía que ya era tiempo de tener otro santuario.

Y usted no puede esperar a que ese momento se de para entonces… imagínese si ahora nosotros estuviéramos comenzando a pensar y a planificar la construcción de un nuevo santuario. No lo podríamos hacer. Este vecindario se ha hecho tan complejo ya, y está tan rodeado de gente secular, muy protectiva de su propiedades que ese santuario no sería posible ya, a menos que Dios, como siempre puede hacer algo misterioso y milagroso. Pero no sería posible. Gracias a Dios que nosotros comenzamos en fe hace como, crea esto, 8 años a pensar en ese santuario.

De hecho, un señor que con sus hombres ha hecho las dos torres de bloque y la torre del elevador, y parte de los muros que están haciendo ahora, y también va a hacer los ladrillos más adelante, ese hombre que se ha hecho un amigo, Gio Forte, es un argentino italiano, vive cerca de mi casa en Sommerville, hace 8 años él estaba haciendo un trabajo con sus hombres en frente de mi casa, en el porch de una señora, y me gustó el trabajo de ladrillo que él hizo, y yo me acerqué a él, le pregunté lo que hacía, resultó que vivía en la esquina. Me dijo acerca de su trabajo, yo le pedí una tarjeta. Le dije, “mire, me gustó el trabajo que tu haces, tu te atreves a hacer un trabajo de mayor envergadura? Tienes la experiencia?” Me dio su resumé, muy impresionante, y dije, “No te preocupes, un día quién sabe si te llamo.”

Pasaron 8 años y este hombre casi se cae para atrás cuando yo lo llamo un día y le digo, “Mira, me gustaría reunirme contigo.” Fui a su casa, le toqué la puerta, le dije, “Te acuerdas de mí?” Me dijo, “Sí, me acuerdo de ti.” le dije, “Ha llegado el tiempo, me gustaría hablar contigo. Pasa por la iglesia.”

Él dice que todavía no lo cree, que yo me acordara. Yo guardé la tarjetita 8 años y la encontré, porque hay que pensar, hermanos, hay que creer. Y usted tiene, que si Dios pone algo en su corazón, madúrelo allí, haga todo lo que tiene que hacer.

en ese tiempo hemos hablado con arquitectos, hemos atravesado la ciudad, hemos comparecido ante oficiales de la ciudad, boards de la ciudad de diferentes tipos, vecinos, 18 veces Glenn y yo, el arquitecto, fuimos a diferentes vecindades y agencias para presentarle el proyecto. Algunos hostiles, pero de todo nos libró el Señor, de la boca de los leones.

Y muchas cosas han pasado en ese tiempo. Por qué? Porque usted tiene que trazarse una visión a largo plazo. Déjeme decir eso, si usted quiere una vida de éxito, viva siempre pensando a largo plazo, no se quede solamente pensando en cosas pequeñitas. Piense a largo plazo siempre. Es bien importante porque las tareas grandes se toman tiempo en elaborarse.

El caso es que, gloria al Señor, ahí hay dos torres y hay cosas que evidencian que Dios ha sido fiel en ese tiempo. Hemos trabajado y yo quiero ahora…, yo sabía que cuando ya hubiéramos pasado tiempo, porque estuviéramos a mitad de camino, cada etapa de un proyecto tiene su reto, su especificidades y ustedes, hermanos, son el cuerpo. Cristo es la cabeza, yo no sé si soy una oreja o algo, pero yo recibo de la cabeza instrucciones y ustedes ejecutan y ustedes son parte de este proceso.

Después voy a compartir una imagen muy linda que me compartió el hermano Fernando Cortés que ha sido marinero, que me corrigió algo ayer que yo dije y me alegro, porque la verdad es que enriquece mi entendimiento de esto.

Pues bien, estamos a un año y medio, comenzamos en julio del año pasado la construcción misma, rompimos terreno allí, hay fotos que evidencian cuando comenzamos este proyecto en julio del año pasado. Ya llevamos 14 meses y nos quedan por delante un año, 15 meses, yo espero que no sea más que eso, quién sabe si hasta podemos hacerlo en un año.

Dios nos ha bendecido hasta aquí, y de paso, quiero enmarcar todo lo que yo estoy compartiendo con ustedes, todo lo que estoy diciendo en una perspectiva positiva. Digan todos positivo. Mire, hermano, Dios ha sido más que generoso con nosotros en este año y pico, hemos visto la mano de Dios, la bendición de Dios. Emprendimos algo arriesgado, gente experta ha dicho que no lo podemos hacer, por el precio… esto es un proyecto de 8 millones de dólares y nosotros estamos pretendiendo hacerlo por 4.3 economizando 3.7 millones, casi 4 millones de dólares. Eso no se oye en ninguna parte.

Sin embargo, nos propusimos esa meta en el nombre del Señor, porque no nos daba más, inclusive hasta tuvimos que darle al banco una cifra menor, porque el banco nos picó el ojo y nos dijo, dennos una cifra menor porque no podemos darle esa cantidad de dinero. Le pusimos 3.7, pero en realidad es 4.3 millones de dólares lo que requiere este proyecto, aparte de los otros 3.7 que simplemente estamos en fe descontando.

Pero mire, a 14 años de construcción y habiendo pasado algunos de los aspectos más peligrosos de la construcción, todo el trabajo de suelo, extraer fundaciones, descubrir que había un poco de contaminación en la tierra, incurrir en gastos adicionales que no esperábamos, cavar 42 hoyos de 8 pies por 12 pies de profundidad o 10 pies de profundidad, llenarlos de cemento nosotros mismos con los hermanos que trabajaban allá, usar compañías para poner fundaciones de acero y después meter cables eléctricos y de plomería subterráneamente, poner todo un sistema de desagüe y una cantidad de otras cosas, edificar dos torres, mucho trabajo que se ha hecho allí, preliminarmente pavimentar la base, que luego se va a poner un pavimento ya fino, y construir la torre del elevador, todo ese acero que se ha puesto. Muchas cosas.

La parte escombrosa y más difícil, gloria al Señor, ya la hemos rebasado. Y ahora el trabajo se pone cada vez más fino, hay muchas cosas ahora que tenemos que hacer, y ya tenemos planificadas las otras cosas. Pero yo les puedo decir hermanos que gloria al Señor, me puedo parar aquí y decirles, hermanos, vamos bien. escuche eso, porque lo que le voy a decir las otras cosas simplemente dentro de ese marco, vamos bien, gracias al Señor. La tarea se ha hecho en una manera maravillosa, hemos tenido todo un respaldo estratégico muy, muy bueno y una combinación de elementos que nosotros…

Sabe usted que León de Judá es una compañía de contratistas? Nosotros somos una compañía nos llamamos Temple Contracting, así que sepa eso también. nosotros somos una compañía de contratación también, y yo he tenido que aprender como nunca. Si aprendí en estos dos edificios mucho más he aprendido ahora en algo completamente de cero.

Pero gloria a Dios, estamos viendo. Pero ahora todavía tenemos por delante mucho trabajo que hacer. Ustedes recuerdan ese lindo estacionamiento cuando ustedes podían entrar el domingo y estacionarse ahí, agarrarlo el primero que llegaba se llevaba…

Hemos pasado por un proceso, hermanos, usted ve ahí algunas de las etapas, las primeras vigas, el marco, un poco más definido, y este es donde estamos ahora mismo, creo, ahí tenemos ya el marco de acero, está terminado. Nos tardamos un poco más de lo que queríamos en el marco de acero. La compañía aunque era la más barata por mucho que contratamos, no fue todo lo competente en ejecutar las cosas a tiempo. Hubo complicaciones, no de nuestra parte sino de ellos, pero nos atrasamos unos tres meses en ese proceso lamentablemente. Pero gracias al Señor está terminado.

Hay un dientecito que usted ve allá arriba en la última parte, eso no es que no está terminado el proyecto, sino que hay un balcón allí que hay que dejar para darle espacio a los vecinos de aquí al lado, porque ellos lo exigieron y en las negociaciones tuvimos que hacerlo de esa manera. Pero el caso es que ya ustedes ven ahí todo el marco de acero.

Estas son las piezas gruesas de este proyecto. El caso es que hemos llegado a ese punto del proyecto. Gracias a Dios 14 meses de ardua labor, hemos hecho una combinación de compañía de construcción, nuestros propios trabajadores, gente de afuera que hemos contratado, y ahora entonces, estamos como estos corredores, a mitad del maratón. Es un maratón de 26 y algo millas y cuando un maratonista llega a la milla 13, aunque yo nunca he corrido un maratón, pero usted lee mucho acerca de los maratonistas y sabe que… si usted corrido recreativamente, usted sabe que cuando usted llega a esa mitad del camino, aún en una carrera de 2 millas o 3 millas, a mitad del camino, todavía hay energía para seguir adelante pero ya su cuerpo siente la carga. Usted siente ya el peso del ejercicio, pero usted sabe que todavía le queda, y con cada milla que usted avanza su cuerpo se siente más y más cansado, pero nosotros estamos como ahí más o menos, ahora mismo. Estamos a mitad del camino y todavía esos corredores… yo escogí esa foto porque reflejan energía, pero también reflejan la tensión del proceso.

Y León de Judá está allí. Hemos llegado a mitad del camino, pero tenemos por delante un tiempo mayor. Y la meta es ese edificio. El acero que usted vio allá, el esqueleto es un edificio bien levantado, bien edificado, bien elegido, con todas sus partes y hermoseando esta ciudad y dando gloria al Señor por su belleza. Esa es la meta del corredor León de Judá, el maratonista León de Judá.

Qué nos llevará del esqueleto a el cuerpo ya totalmente bien constituido? Nos llevará una mezcla de fe, creerle al Señor, creer que él es quien nos ha llamado, creer que él es fiel para completar la obra que él comenzó, fe para dar, fe para creer que si yo saco de mi haber, de mi cuenta de banco, de mi dinero personal, de los planes que tengo para esto, para lo otro, divertirme, ir de vacaciones, como yo me de la gana, beber todos los capuchinos que yo quiero, pero que si yo hago mi parte, yo le creo al Señor, y yo invierto en el Señor, y en su obra, porque esta es la obra de Dios, Dios se está moviendo en medio de su pueblo. Dios está haciendo cosas maravillosas en medio de nosotros y es solamente el comienzo. Hemos visto prodigios. Quién hubiera pensado cuando nosotros nos mudamos aquí en el año 1997 que Dios nos iba a llevar. Yo jamás pensé, cuando me lancé a venir acá, nunca pensé que Dios nos daría tantas bendiciones como las que hemos recibido. Que tendríamos una iglesia extraordinaria como la que tenemos y que hemos impactado toda la ciudad, y que hay tantas buenas cosas por las cuales podemos darle gloria al Señor, que hay tanta gente hermosa, diga amén, entre nosotros, y todavía es el comienzo de lo que Dios quiere hacer.

Pero se requiere fe, se requiere recursos financieros, porque Dios no hace la obra por nosotros, Dios trabaja en cooperación con su pueblo. Dios nunca crea parásitos, Dios crea gente guerrera y los pone a trabajar y esforzarse para que aprendan lo que es la guerra. Yo espero que nuestros hijos, los jóvenes adultos que están entre nosotros, nuestra juventud, vea estos esfuerzos que ha hecho sus padres y que ellos puedan transmitir esa misma tipo de corazón aguerrido y de esfuerzo en su propia vida y en la vida de su iglesia, que den generosamente, que se esfuercen por los proyectos de Dios.

Cada Dios tenía un proyecto de crear una nación y sacarla de Egipto y entrarla en una tierra inhóspita y darles esa tierra, así mismo Dios tiene un proyecto de sacar multitudes de nuestras comunidades y traerlas a los pies de Jesucristo. Sanar familias, es un proyecto de Dios y nos ha llamado a nosotros, y ha hecho proezas en medio de nosotros. No podemos dudar de ese Dios que hasta aquí se ha mostrado absolutamente fiel, más allá de lo que nosotros esperábamos.

Hay recursos financieros que se necesitan y para la próxima etapa… nosotros hemos gastado más o menos un millón punto ocho dólares, un millón punto siete algo hasta aquí y todavía nos quedan dos millones seiscientos mil dólares de gastos por delante conforme a todas las proyecciones que tenemos de todo lo que se ha hecho y lo que falta por hacer, todavía hay dos millones seiscientos mil dólares de gastos para este proyecto.

No se me asuste, por favor. Le vamos a explicar. Ahora, de dónde va a salir ese dinero? Ese dinero saldrá de unas 4 diferentes fuentes. Número 1, el préstamo del banco que hemos recibido. Todavía hay una buena parte de dinero que el banco nos va a estar soltando según vayamos avanzando en el proyecto. Eso es dinero, humanamente hablando, seguro, porque es un dinero ya contrato, comprometido, un banco sólido y dentro de todas las cosas que pueden pasar en una economía como esta, es muy seguro. Es un banco sólido, muy fuerte, gente con una visión tremenda, cristiana, aman nuestra iglesia, creen en esta comunidad que Dios nos ha dado, y están comprometidos con esos fondos.

En segundo lugar, ahorros en los costos de construcción. Yo me he propuesto que aún de ese ser seco y esquelético que es el presupuesto que nos hemos trazado, todavía hay un poquito de carne que yo tengo que ir a buscar ahí adentro. Y yo pienso, con la ayuda del Señor, y ya hemos llegado a la mitad casi de eso, cien mil dólares en proyecciones de construcción hemos ahorrado en el presupuesto que tenemos por delante. Yo tengo que… les voy a enseñar después, por lo menos 250 mil dólares más de ahorros en la construcción. Ya me consta que solamente en ladrillos, nosotros ya tenemos un ahorro de 65 mil dólares, solamente en ladrillos que se va a poner allí. Porque Dios ha sido maravilloso.

Y ¿Saben qué? También la desesperación a veces nos hace pensar en una manera bien creativa. Y el caso es que ya tenemos que ahorrar todavía un poco más en los costos de la construcción.

En tercer lugar, nos hemos propuesto también, hemos hablado con la oficina financiera, ahorrar en las operaciones. Hemos apretado la cintura en todo sentido y en estos próximos meses nos proponemos ahorrar una cierta cantidad de dinero de los ingresos por concepto de diezmo y ofrendas. Las operaciones de la iglesia las estamos adelgazando y queremos ahorrar una cierta cantidad de dinero también que yo sé que es factible y con la ayuda del Señor la vamos a trazar de esa manera.

En cuarto lugar, y esta es la clave, esto es algo para ustedes los que están allí. Yo tengo que darle esta misma historia, con la misma pasión a los hermanos de las 12, así que oren por mí. La cuarta fuente es las promesas de la campaña financiera. Saben qué, hermanos? Yo le doy gracias al Señor que yo no tengo que venir aquí ahora mismo aunque sí ayudaría muchísimo, a pedirle a la iglesia más de lo que ya la iglesia prometió. La bendición ha sido que hasta aquí vamos bien, en términos de los gastos de construcción y el costo del proyecto que hemos proyectado. Pero, la iglesia todavía tiene un dinero que le debe al Señor de sus promesas.

Yo siento como que el aire como que se fue de aquí, de momento. Hay dinero que ustedes han prometido, hemos prometido al Señor y tenemos que cumplir, por eso yo no quiero esperar hasta el último momento para hacer este llamado. Yo quiero que este mes sea un mes como de re-consagración para nosotros, de volver a visitar la pasión que sentimos cuando le prometimos al Señor hace dos años casi, de que hagamos un compromiso fresco de renovar nuestra visión, darle al Señor generosamente.

Yo sé que entre nosotros hay hermanos que han llegado hace poco a León de Judá, y quiero animar a esos también, a esos hermanos que se unan a nosotros, que capten la visión de lo que es participar en algo sagrado y ver la gloria de Dios manifestarse.

Entonces, para ser más específico todavía, ahí tienen algunas de las cifras que yo he señalado, pero ahora tienen los números exactos. En términos de préstamos del banco todavía nos quedan 1.46 millones de dólares que el banco nos tiene que dar por concepto del préstamo, 1.464.000 dólares.

Ahorros en costos de construcción, yo me propongo con la ayuda del Señor, haciendo mi parte como líder y como persona que está involucrada íntimamente, diariamente en la construcción, 250.000 dólares más. En la medida en que yo llegue a esa meta o la exceda, o no llegue a ella, en esa medida o hay un surplus o un poquito de déficit que tiene que cumplirse. Pero esa es la meta y yo creo que es realista, y con la ayuda del Señor vamos a llegar a ella.

También hay un dinero que es muy seguro, que es en el banco nosotros tenemos disponible unos 250 mil dólares, quizás para ahora haya un poquito más inclusive, porque han pasado un par de semanas, o un tiempo desde que yo hice la última proyección, pero tenemos unos 250 mil dólares en banco de nuestra iglesia, de nuestro haber, campaña financiera porque ya se ha ido mucho dinero de la campaña financiera, pero tenemos ese dinero en banco.

Es decir, que ese préstamo del banco, y ese dinero disponible que tenemos, esos dos, 1.4 y .25 ahí solamente tenemos 1.7 millones de dólares disponibles. Entonces, el cuarto renglón es ahorros en gastos operacionales que nos proponemos en el próximo año ahorrar unos 100 mil dólares de las operaciones de la iglesia, e incorporar ese dinero al costo de la construcción.

Se me están durmiendo o están conmigo? Están conmigo? Esto es un privilegio, hermanos, hablar de estas cosas. Esto es Biblia, esto es Biblia. Porque muchas veces hablamos de cosas bien etéreas y místicas y espirituales, pero esto es fe, esto es fe, fe es eso. Lo otro es mística.

Entonces, de paso les digo algo, hermanos, yo compartí eso con los hermanos ayer. Nuestra iglesia es una iglesia generosa, yo le doy gracias al Señor porque ustedes son un pueblo que dan y sin embargo, como dice esa carta del Apocalipsis, tengo algo contra ti. Siempre hay algo.

Yo creo que podemos ser mejores todavía, hermanos. Dios ha bendecido esta comunidad. Miren, nosotros no hemos sufrido como sufren otras iglesia muchas veces en proyectos de construcción de esta envergadura. Hay pastores, los pobres, que hay que llevarlos a un sanatorio a mitad del camino o al final porque… sabe que muchos pastores se van de su iglesia como al año de completar proyectos de construcción. Yo no tengo esos planes, pero es anecdótico porque se queman y ya como que están hastiados y pasan tantas cosas en los procesos que ya llegan amargados a la meta.

Gracias al Señor, ustedes me ven aquí, yo estoy feliz, doy gloria al Señor y me siento bien. Amén, ha sido duro, muy fuerte, pero no, lo que quiero decirles es, y esto aprovecho para salirme un momentito para hablar con ustedes de visión general. Nuestra iglesia ha crecido mucho en los últimos años, se ha aumentado y nuestra iglesia también ha crecido en calidad de servicios. Cuando yo veo a Jonatán por ejemplo, veo a Sara Gautier, dos jóvenes que están trabajando ahora en jóvenes y en niños, y usted ve la calidad del programa de I wanna y el programa de educación de la iglesia, ve nuestro programa de discipulado, ve el programa de consejería académica, de vale esperar, de alfa, todos los servicios sociales que la iglesia ofrece. Nuestra planta física que es absolutamente ejemplar, en el centro de la ciudad, accesible a todos los medios de comunicación, nuestro programa de internet, programa de radio, tantas cosas bellas, cada día la iglesia en su perfil público se hace más grande y las expectativas son mayores acerca de León de Judá.

Cada vez más gente se identifica con nuestra iglesia, y cuando tienen que casarse o tener un funeral, o presentar un niño, o resolver un problema matrimonial, a dónde vienen? A León de Judá. Aunque muchas veces ni siquiera son miembros de la iglesia. Porque alguien les refirió, porque aman la iglesia, han venido unas cuantas veces, esta es su parroquia, por así decirlo.

León de Judá es una iglesia como parroquial. Y entonces eso quiere decir que las demandas sobre los sistemas de León de Judá aumentan cada día. Cada día aumenta la calidad de nuestros programas, cada día la gente espera más porque ¿Saben qué? Cuando la gente se le abre la calidad, y comienzan a pensar con excelencia, esperan más de la Congregación y de sus líderes. Entonces, la gente espera más programas, más pastores, más cuidado pastoral, más casamientos, y lo que está pasando es un problema que si no se resuelve a largo plazo, nos va a causar un serio problema y ya nos está causando un serio problema.

Y es que las demandas y las expectativas, y los servicios aumentan pero la base financiera de nuestra iglesia no aumenta proporcionalmente. Entonces, lo que usted ve, cuando yo estaba en California, un pastor coreano con quien yo estaba enseñando me dice, guau, la iglesia de ustedes es una iglesia grande, es una iglesia numerosa y el número de pastores que tienen, yo no me explico cómo ustedes pueden hacerlo porque ustedes debieran tener muchos más pastores.

Bueno, tenemos muchos líderes que trabajan duro, arduamente, y tenemos un equipo de pastores muy sólidos, que son muy esforzados también. pero la verdad es que sí, nosotros debiéramos tres veces el número de pastores que nosotros tenemos para la cantidad de gente que nosotros servimos, y el perfil público que tiene esta Congregación.

Entonces, qué pasa? Que según la gente va esperando más y pidiendo más de nuestra iglesia, los padres quieren más servicios para sus hijos, más programas especializados que la iglesia ofrezca, calidad en todo, eso requiere dinero y entonces, si la Congregación no aumenta su dar, si las personas nuevas que vienen no se enlistan en darle al Señor generosamente, y captar la visión de lo que es el diezmo y la ofrenda generosa, nuestra iglesia seguirá…

Y yo les decía a los hermanos que imagínense un hombrecito pequeño con un cesto bien grande en la cabeza, y viene gente y le pone ladrillo, un ladrillo a la vez, un ladrillo a la vez, que va a pasar? Un día el pobre se desploma porque el peso continúa y él no se hace más fuerte o no viene alguien más y se mete debajo de él para ayudarlo.

Si León de Judá no expande su capacidad financiera, a la misma medida en que las demandas y expectativas van en aumento, nos vamos a ver en un problema serio estructural, va a causar graves incomodidades, expectativas no llenadas, la gente no entiende muchas veces estas cosas. Y por eso comparto esto, esto es un sermón, uno de los mejores sermones que yo he predicado, de paso.

Así que yo espero que usted esté aprovechando esto porque eso también usted lo puede transmitir a su vida familiar, a su matrimonio, a su trabajo, estas consideraciones de este tipo.

Entonces, qué pasa? Yo me alegré esta mañana, pasé por el basement un momentito y una hermana que me imagino que está aquí, no voy a mencionar su nombre, pero me preguntó acerca de cómo ella diezmaba, si lo ponía en un sobrecito. Yo le dije, mire hermana, si tu quieres hasta dámelo ahora mismo en la mano y yo lo llevo, antes que te arrepientas. No. pero esta hermana ha captado la visión del diezmo y quiere unirse, y gloria a Dios por ella. Yo espero que así se reúna muchas más y muchos `más dándole al Señor y captando la visión de lo que es darle al Señor generosamente y creerle a Dios que Dios bendice a los que son generosos con él.

Pero, hermanos, hermanos que nos visitan ahora, que están entrando en las filas del Señor, que piensan caminar a largo plazo, toda su vida con Dios, únase a la lista de hombres y mujeres que a través de la historia le han dado al Señor generosamente y han visto a Dios bendecirlos una y otra vez. No se pierdan la bendición de meterse en la gloria de Dios y vivir una vida de fe, principios, y visión porque eso le va a alinear su vida en una manera increíble con la palabra de Dios.

Les animo, hermanos, ya a largo plazo a que ustedes sean generosos con su iglesia. Esta iglesia bendice a sus hijos, bendice a sus jóvenes, bendice a la comunidad, ejemplifica la excelencia del Evangelio, la excelencia de la comunidad latina, a la cual Dios ha llamado a ser una influencia redentora en esta nación. Nosotros somos cabeza en ese sentido y al que mucho se le da, mucho se le exige. Así que nosotros tenemos que aumentar nuestra capacidad para darle al Señor. Yo necesito gente extraordinariamente de fe, dotada, no solamente para completar esta obra sino para llegar a ser la gran iglesia que Dios quiere que nosotros seamos para gloria de su nombre.

Entonces yo les animo en el nombre del Señor, únanse en fe, créanle a Dios, no me crean a mí, no lo hagan por León de Judá, háganlo por ustedes, por sus hijos y por esta comunidad que necesita una fuerza poderosa defendiendo vidas. Así que es importante.

Ahorros en los gastos de operacionales y finalmente la promesa de la campaña financiera. Si usted suma todo eso, le da 2.664.000 dólares es 64 mil dólares más que nos queda para terminar. Como le digo, mucho de ese dinero es dinero seguro. Para mí el punto clave de todo esto es ustedes. Los demás estamos haciendo todo lo que podemos para honrar su fe y honrar su esfuerzo. Pero necesitamos ahora, nuestro iglesia prometió 1.3 algo millones de dólares, hace dos años y pico cuando empezamos la campaña.

Hasta aquí hemos dado como 750 mil dólares, es decir, que quedan como 550 mil dólares. Si ustedes dan 600 mil dólares, amén, denle un aplauso al Señor porque eso es mucho. Si nosotros completamos lo que le hemos prometido al Señor, yo sé que en esos procesos gente se va de la iglesia, algunos se mueren, otros se mudan para otro estado, perdone si sueno un poquito indolente, pero ya como pastor uno es como un medio, y es la verdad, gloria a Dios, están con el Señor, hay que darle gloria a Dios por eso.

Diferentes cosas pasan, algunos se desencantan, algunos se acobardan, algunos se olvidan, algunos se hacen los locos, lo que sea, pero la verdad es que si nosotros completamos lo que la Congregación León de Judá prometió vamos a llegar a la meta. Amén. Y yo quiero animarles a ustedes, hermanos, gracias a Dios que yo no vengo aquí con una apelación de crisis, gracias a Dios que yo no vengo aquí a decirle, hermanos, ¿Saben qué? Nos equivocamos, son 500 mil dólares más. Y mire, si lo hubiera dicho, en realidad no hubiera sido una falta de integridad porque estos proyectos son peligrosísimos y en la medida en que nosotros nos metimos en esto es increíble. Pero no, gloria a Dios y yo vengo simplemente a decirles, hermanos, cumplan con lo que han prometido. Cumplamos con lo que han prometido, porque yo sé que hay ahí en sus bolsillos, si los cojo ahora mismo y los muevo así para abajo yo voy a encontrar 600 mil dólares. Están ahí.

Mira a tu hermano, él está ahí. Estoy jugando. El dinero está ahí. Apunte a su bolsillo y dígale, está ahí. Pasemos a la próxima con misericordia.

Cómo usted puede honrar la fe de sus líderes, del Señor, y de usted? Primero, póngase al día, yo entiendo, hay hermanos que… yo sé lo que pasa también, muchas veces el uso va embotando las navajas y ya hemos hablado tanto de esto, y tenemos tanto tiempo en este lío, que uno como que ya se… No, renueva tu compromiso. Ponte al día, número uno, gente que está atrasada póngase al día.

Número dos, comprométase. Si usted es nuevo en la iglesia, si no se comprometió antes, si no captó la visión antes, o si acaba de llegar a la iglesia, o hace unos meses y no ha sido parte de todo este proceso, comprométase. Amén. Amén. Comprométase, es otra manera de bendecir.

Otra manera también, si usted ya terminó su promesa y ¿Saben qué? El Señor le da fuerza para decir, ¿Saben qué? Yo quiero que el pastor Miranda no sude más y ya voy a bendecirlo y usted… mire, continúe, renueve una porción o renueve su promesa y diga, ¿Saben qué? Si no me ha dolido hasta aquí, he sobrevivido, no me ha faltado la comida, yo voy a bendecir mi iglesia y voy a seguir dando. Hermanos, Dios le va a bendecir. Tenemos que dar en la zona de la incomodidad.

Muchos de nosotros hemos dado en la zona de bueno, no me duele mucho y voy a dar esto porque somos gente razonable y sobria y comedida, y entonces damos comedidamente. Pero ¿Saben qué? Una y otra vez las ofrendas que conmueven el corazón de Dios son las ofrendas arriesgadas, las ofrendas incómodas, las que te hacen sufrir un poquito, las que crucifican tu carne. Ahí es el nivel donde se abre el poder de Dios, en el nivel de la crucifixión. Las crucifixiones desatan gracias, eso es una ley del Reino de Dios. Hasta que tu no chilles un poquito, no estás siendo bendecido. Esa es la verdad.

Yo siempre he aprendido eso que tengo que ir más allá. Entonces, continúa porque vamos a necesitar que algunas personas de fe y de visión se comprometan.

Y finalmente, adelanta tu promesa. Por qué? Porque no podemos esperar hasta el último momento, porque estas cosas hay que tener dinero en reserva para comprar materiales, pagarle a gente, todo eso, así que nos bendice muchísimo. Mira, si tu tienes algún dinerito en el banco y tu sabes que en algún momento te lo van a sacar por la promesa, para de sufrir, como yo digo, y dalo ahora, dalo ya. Escribe un cheque antes de que tu mente se entere de lo que estás haciendo y entrégalo ya para que tu iglesia tenga una reserva.

¿Saben qué? Porque cada dólar que nosotros pagamos de nuestro propio dinero es menos intereses que tenemos que pagarle al banco en adelantado. Eso nos ayuda muchísimo. Alguien nos sugirió algo bien interesante, el hermano Rupert Smith ayer, un hombre bien hispano, Rupert Smith. Yo siempre digo el mismo chiste barato acerca de Rupert.

El caso es que él dijo, mira, yo estaba pensando, Rupert trabaja en el área de finanzas, un joven muy talentoso de la iglesia, me dijo, pastor, yo estaba haciendo las cifras, si nosotros solamente echáramos 20 dólares extra cada semana y creo que fueron 600 personas echaran 20 dólares extra a la semana, en el cesto de las ofrendas tendríamos ahí el dinero, solamente eso. Imagínate.

Es cierto. Hay muchas maneras de quitarle la piel a este gato, hermanos. Hay muchas formas de bendecir. Hay veces que uno tiene ahí 20 dólares extra y por qué no hacer un sacrificio a Jehová. Entrégalo. Yo le digo, todo dinero más allá de los gastos modestos que nos hemos propuesto este año, va a ir hacia la construcción. Así que se identifique o no se identifique eso va para allá. Así que si usted no tiene el tiempo para poner en un sobre, mire, yo preferiría que pusiera el sobre para identificarlo, pero sino, no se preocupe que va a ir al hoyo este de la construcción, finalmente va a llegar allí. No debiera ponerlo así, pero es un chiste barato de todas maneras.

Va a ir allá, a la construcción. De alguna manera, yo le dije al hermano Gonzalo Alvarez lo vamos a asignar, es un ebanista excelente, vamos a hacer una buena urna, voy a llamarlo, para que los hermanos se sientan libre. Mire, hágale una ofrenda especial al Señor, si Dios los bendijo de alguna manera, si Dios le puso en su corazón algo generoso, un impulso generoso, saque allí, eche algo allí, una ofrenda.

Hay muchas formas de dar esto y de llegar a la meta. Yo creo que Dios puede hacerlo, si nos proponemos. Habla con tus amigos, tus amistades, gente de influencia, con gente que tu influyes. Dile acerca del proyecto y hay gente que se beneficia de León de Judá de muchas maneras, son bendecidos. Dile, mi iglesia, quiero pedir una ofrenda especial para la construcción. Si lo hacemos para tantas otras cosas, por qué no para esto.

Ponte al día, comprométete, continúa tu promesa y adelántala inclusive. Y el Señor me había dado un versículo que es en Tito, creo que es, Capítulo 2, donde nos habla acerca de no nos hagamos esperar, no nos hagamos rogar acerca… el salmo 32:9 perdón, donde dice:

“… no seais como el caballo o como el mulo, sin entendimiento, que han de ser sujetados con cabestro y con freno porque sino no se acercan a ti…”

No seamos, hermanos, indolentes, no seamos resistentes. Hay hermanos que a veces se resisten, estas cosas les pasan por encima y dicen, ah, no yo voy a esperar a ver qué pasa, si se adelanta más si esto, si lo otro. Hermanos, no se haga rogar. Dios está moviéndose y usted no quiere perderse el mover, la bendición de Dios.

Finalizo con esta imagen de cómo nosotros somos. Ese es el estrecho de Corinto, cerca de Grecia. Ahí usted ve un barco cruzando un espacio tremendamente estrecho. Yo le pedí a Yosmar que me consiguiera una foto, ahí usted ve dónde nosotros estamos ahora mismo. Ese barco puede pasar y va a pasar y pasó porque la foto está ahí, sino hubiera un escombro ahí. Pero requiere una operación tremendamente precisa.

Nosotros estamos en una posición, dado el tipo de operación que tenemos, que no se presta a errores. Yo no puedo darme el lujo de cometer muchos errores ni cálculos errados en este proceso, ni ustedes tampoco pueden darse el lujo de no hacer su parte.

El hermano Fernando me decía, yo le decía, yo me veo como el timonel de ese barco que tengo que llevarlo y el hermano Fernando, que ha sido marinero muchos años de su vida, ¿Sabe qué, Roberto? Quiero darle algo que le puede ayudar quizás en la metáfora que usaste, no es así. El timonel no es el único que lleva el barco, yo lo sé, pero no usé… dice, cuando el timonel está, el capitán también está dando órdenes, hay gente a los lados del barco notificando de cómo va el barco y abajo, en las máquinas hay gente trabajando para asegurarse de que haya un juego adecuado, para que el barco no se vaya de un lado ni de otro. Es un trabajo de equipo.

Yo tengo que dirigirlo, pero ustedes tienen que esas máquinas mantenerlas operando, moviéndose, necesito consejo de la gente, compromiso.

Moisés estaba allí, gracias a Dios, yo no soy como Moisés. Moisés estaba el pobre solo, con un pueblo incrédulo, sudando para entrar a este pueblo en una tierra. Dios quería bendecirlos pero en ellos no hubo la fe suficiente para creerle a Dios. y entonces tuvieron que pagar el precio.

Porque es que no podemos perder los momentos de Dios. yo digo que hay dos mentalidades en la vida cristiana y en la iglesia de Jesucristo, una mentalidad de suficiencia y una mentalidad de escases. Josué y Caleb tenían una mentalidad de suficiencia, ellos hubieron dicho con toda seguridad, todo lo puede en Cristo que me fortalece. Ellos siempre veían el vaso medio lleno.

Los otros diez espías tenían una mentalidad de escases, se veían como pocos, insuficientes, débiles, pequeños. Veían los obstáculos, no veían las posibilidades. Veían al enemigo, no veían al Dios que los había sacado una y otra vez de Egipto y de otros lugares y otros aprietos, y siempre les había dado la victoria. Veían el fruto de la tierra, pero no veían la bendición y la lucha que ese fruto requería y la bendición que ese fruto representaba. Veían las desventajas pero no veían las ventajas.

Josué y Caleb dijeron, ¿Saben qué? Dios nos ha dado la victoria, nosotros los comeremos como pan, dice, si Dios está con nosotros, dijo Josué, nosotros ganaremos esas batallas y Dios los bendijo. Josué y Caleb entraron a la tierra prometida, nadie más de esa generación entró excepto ellos dos.

Los que entraron eran los niños y los jovencitos que no eran responsables moralmente en ese momento. Fue una nueva generación, excepto Josué y Caleb de la vieja generación porque tenían un espíritu diferente.

Yo quisiera preguntarte de qué espíritu eres tu, de los que miran los obstáculos y los peligros y me va a faltar, o de los que creen a Dios y dicen, no, en el nombre del Señor lo vamos a hacer, lo vamos a lograr. Yo me voy a comprometer y yo voy a dar más de lo que se espera de mí. Yo quiero pedirte en el nombre de Jesús que le creas a Dios y que bendigas tu vida, tu familia, tu iglesia y sigan adelante en este proceso.

Amén. Vamos a ponernos de pie. Gloria al nombre del Señor. Esto es enseñanza espiritual, hermanos, yo creo que es un privilegio que ustedes estén viviendo este tiempo, ustedes podrán contarle a sus nietos y a sus hijos de lo que Dios ha hecho y damos gloria al Señor porque hasta aquí nos ha traído Jehová. Hasta aquí Dios ha sido fiel con nosotros y yo confío en que así será hasta el último momento.

Oren por sus pastores, oren por la iglesia, oren por este proyecto, oren por todo los que trabajan en las construcciones. Gracias al Señor, Dios nos ha mantenido salvos, seguros y yo espero que así será siempre. Dios nos ha dado gracia en diferentes maneras con las autoridades, con el vecindario, y yo confío que así será hasta el último momento. Así que oren y bendíganos.

Padre, de nuevo, nos consagramos a ti, Señor, en esta mañana. Gracias por este pueblo. Gracias por ser parte de una empresa noble, heroica. Gracias porque tu has sido más que fiel en ese proceso y porque hemos llegado hasta este punto y seguiremos, Señor, hasta la meta dándote a ti la gloria y la honra. Sea tu nombre glorificado. Sea tu nombre glorificado, Señor. Bendice a tus hijos, sella sus corazones, danos la victoria, Padre, y que podamos sentarnos un día en ese bello santuario y adorarte a ti y reconocer que tu lo hiciste y que toda la gloria y toda la honra son exclusivamente para ti. Gracias, Señor. Gracias en el nombre de Jesús y el pueblo de Dios dice, Amén. Dios les bendiga, mis hermanos. Amén.

Alcanzando aquello por lo cual Cristo me alcanzo a mi

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Hace un mes atrás, yo compartí un mensaje que obviamente si lo buscan en el internet no lo van a ver porque ese día las cámaras no estaban así que no está grabado. ¿Qué fecha fue? Hace cuatro miércoles atrás, hace cuatro semanas atrás, miércoles 31 de agosto fue eso. Y fue un mensaje que yo lo estaba basando en el libro de Filipenses capitulo 3, Filipenses capitulo 3, el verso 12 en adelante, muy bien tienes la nota ahí, muy bien.

Y yo quisiera hoy como tratar de atar cabos, porque yo se que hubo varias cosas que se quedaron en el aire aquel día, al menos los que estuvieron aquí y que se recuerdan, hubo varias cosas que yo deje en el aire por razones, que yo creo que Dios estaba tratando conmigo todavía en ese momento, pero hoy quiero tratar de atar cabos y no creo que lo vaya a resumir todo, pero si voy a ir hilando fino en algunas partes. Y esta parte yo la he titulado así: “Alcanzando aquello por lo cual Cristo me alcanzo a mi”.

Alcanzando aquello por lo cual Cristo me alcanzo a mí. Y en la Biblia, si vamos de nuevo, solamente quiero revisar esos versos de Filipenses capitulo 3, Filipenses capitulo 3 los versos del 12, del 12 al 14. Dice: No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto, sino que prosigo para ver si logro asir o alcanzar aquello para lo cual fui también alcanzado por Cristo Jesús.

Mis hermanos y hermanas yo mismo no pretendo haberlo alcanzado pero una cosa si hago, olvidándome ciertamente de lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está por delante, prosigo a la meta al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús, Amén. Que linda esa palabra verdad, cuantos lo pueden decir, que linda esa palabra.

Prosigo a la meta, mientras yo meditaba de nuevo en este pasaje y que al menos yo escuche lo que yo mismo me grabé, yo me escapé de las cámaras y me grabe yo mismo, puse mí grabadora ahí y yo me meditaba en lo que yo decía y decía: Wow! Señor y ahora como le hago, pero una cosa si yo pude recordar, y es el mero hecho de que Pablo nos estaba exhortando a actuar intencionalmente sobre no permitir que las memorias del pasado nos roben la energía que necesitamos para poder alcanzar, las cosas que Cristo ya ha establecido para nosotros, pueden decirle Amén a eso. No podemos dejar que las memorias del pasado nos roben la energía, para nosotros poder alcanzar aquellas cosas, para las cuales Jesús nos alcanzo a nosotros.

Ahora tal vez ustedes se recuerdan, al menos los que estuvieron aquí, los que no pues se los digo ahora que, olvidar ese concepto de olvidar lo que queda atrás, no significa borrar por completo esas memorias porque eso es imposible, usted no puede borrar por completo sus memorias del pasado al menos de que usted sufra o padezca de algún tipo de amnesia. Esta mañana yo me asuste, porque mientras estaba preparando el desayuno para mis hijos, pensé en que tenía que buscar mantequilla en la nevera y estoy en una esquina de la cocina y cuando doy la vuelta para ir de camino a la nevera me recordé que tenía algo en el microondas, y cuando volví al microondas les estoy hablando esto fue cuestión de 30 segundos, que viré para atrás, yo me dije: “que era lo que yo iba a buscar”.

Hermanos literalmente tuve un lapso donde mi memoria se me fue por completo, yo no sé si era que mí cabeza estaba todavía medio dormida o algo, pero la cosa fue que yo me olvide de que era lo que yo iba a buscar, tuve que volver otra vez al lugar donde yo estaba preparando el sándwich y entonces ah! Mantequilla. A menos que usted no padezca de amnesia esas memorias del pasado no se le van a olvidar, o no las va a poder borrar por completo, ahora pero lo que si mencionamos fue que hay una diferencia muy grande entre tratar de borrar esas memorias y no causar que esas memorias te roben la energía. Y eso es lo que yo entiendo que Pablo está queriendo decir con ese texto, de no dejar que esas memorias del pasado te roben de todos esos, esas fuerzas que Dios pone en ti para tu verdaderamente alcanzar lo que está por delante.

Yo pensé en el enfoque de un atleta, porque esa es una de las cosas que Pablo menciona aquí, a mi me gusta mucho correr eso es parte mía, me encanta hacer ejercicios.

Y una de las cosas que cada corredor le puede decir a usted, a alguien que participe de algún tipo de competencia y esto es algo que está probado, si esa persona gasta su energía pensando en lo que no hizo y en lo que pudo haber hecho, su ejecución en la carrear se va ver afectada, porque psicológicamente sus energías les van a estar robando energía a su cuerpo para `poderse concentrar en la carrera que tiene por delante.

Por eso que a los atletas ustedes los ven, particularmente a los atletas que van a las olimpiadas y cosas así, una de las cosas que incorporan en su entrenamiento es una sesión con un psicólogo deportivo, porque ese psicólogo deportivo ayuda a este muchacho o a esta muchacha a que pueda mantener su mente, su cabeza, sus cinco sentidos enfocados en el evento que tiene que hacer, ese psicólogo deportivo es el que habla con esa persona de sus traumas del pasado, con sus nerviosismos, con sus temores, con sus ansiedades, le habla de todas esas cosas y hasta le hace ejercicios de visualización y como se puede enfocar para que nada lo distraiga, cosa que cuando este ahí en la línea de salida y que oiga el disparo, que esa persona cuando mire hacia el frente va a estar tan enfocada que aunque le pase un camión por encima, por el frente no lo va a ver porque está enfocado en la meta, ese es el tipo de entrenamiento que le dan a estas personas.

Y ese es el tipo de enfoque del cual está hablando Pablo aquí, de no dejar que esas cosas del pasado te vaya a distraer demasiado, que tú no puedas entonces correr en la forma que Dios ha determinado para ti a través de la persona de Cristo Jesús, claro está, yo se que suena más fácil lo dicho que hecho, del dicho al hecho hay un largo trecho, yo sé que es difícil mis hermanos poder hacer esto, yo mismo les conté hace un mes atrás de parte de mi propia experiencia y mi propio testimonio, o sea yo se que yo, en mi niñez yo salí de un trauma en mi niñez que afecto de alguna forma u otra lo que yo pensaba que era mi, mi identidad sexual y comencé a desarrollar algunos hábitos que fueron de alguna forma compulsivos y cuando yo empecé a crecer a través de me mi adolescencia, como quien dice que entre a mi pubertad y todas mis hormonas estaban, puf, a millón y yo empecé a ver todas estos patrones en mí, y yo les digo, ya yo era cristiano, ya yo había aceptado a Cristo en aquel entonces.

Yo empecé a tener esta lucha, esta batalla en mi interior y yo me decía:

“Señor como tú quieres hacer algo conmigo, cuando yo veo toda esta inconsistencia en mí”.

Todo, a través de toda mi adolescencia yo luchaba con esa pregunta, en mi iglesia allá en Puerto Rico yo era líder, el presidente de jóvenes, me invitaban a predicar aquí y allá, participaba cantando en distintos lugares, iba y con todo y esos mis hermanos cuando llegaba a mi casa me decía: Señor, pero como tú me quieres usar a mí, si yo tengo todo esta musaraña, como quien dice encerrada en mi cabeza.

A través de mis años de universidad fue lo mismo, yo, había una parte mía que quería seguir creciendo, entregarme al Señor, ya para aquel entonces yo tenía ese llamado de ser Pastor y aun mas todavía era el peso en mi interior porque yo me decía: Señor pero todas estas memorias de mi pasado que yo tengo, como, como tú me vas a usar a mí para ser Pastor, tú te equivocaste, tienes el Omar equivocado Señor, búscate a otro porque no soy yo.

¿Y saben lo que hice cuando yo termine mis cuatro años de universidad?

Yo le hice ese llamado al Señor, yo le hice puf, me voy a estudiar otra cosa, por eso fue que me vine aquí a Estados Unidos, porque yo vine solicitando aquí a una universidad para seguir la carrera profesional que yo había escogido allá en Puerto Rico, en esa área de ejercicio de Rehabilitación Física, cosas así, yo vine aquí aplicando para eso. Y cuando llegue aquí me crucé con el Pastor mío, que fue mi primer Pastor allá en Puerto Rico, yo recuerdo que tuve una reunión con él, el me recibió en su casa, me invito a cenar, estuvimos hablando y él conoce parte de mi historia también y cuando yo me siento con él, el sale y me dice, Omar mira, tú vas a tener que tomar una decisión, porque el llamado de Dios está sobre ti y eso es evidente, pero tú estás huyendo de ese llamado por inseguridades que tú tienes en ti. Y yo sí, pero Pastor, yo empecé a tratar de justificarme, tratar de poner muchas excusas, no pero es que yo quiero seguir esta profesión cosas así y claro está, mi experiencia es bien particular, yo no estoy diciendo que vaya a ser lo mismo con todos, pero es una experiencia particular que, algo se puede sacar de esto.

Solo que yo hice fue mira, yo voy a aplicar a esta universidad y a la misma vez me tire a aplicar al seminario para entrar a mis estudios pastorales y yo me dije, Señor si en este lado no me aceptan, pues yo voy a entender que Tú quieres que yo me vaya por acá.

Válgame, eso fue lo que sucedió, o sea yo tenía todos mis credenciales para poder estudiar, pero no me aceptaron en la universidad que solicite, una semana después me llaman del seminario, te aceptamos, tienes beca puedes empezar dentro de un mes, yo wow dentro de un mes, solo en un mes yo me vi saliendo de Puerto Rico llegando acá y empezando una nueva vida. Y ahí fue mis hermanos, yo llegue a un dormitorio en este seminario, era una cajita de fosforo, un salón de 10 por 10 con dos ventanitas chiquititas y ahí en ese cuartito fue donde Dios empezó a tratar conmigo, en la primera nevada que yo vi aquí, ay, la primera nevada me la goce como hace todo el mundo, que uno se tira de cabeza en la nieve, se la come, abre la boca así para que le caiga, la primera nevada estuvo bien, ya la segunda, la tercera yo estaba deprimido, que yo hago aquí, que yo hago aquí, yo voy a dejar todo esto, me voy para Puerto Rico otra vez, tengo mi familia por allá, tenía mi novia que era mi esposa ahora mismo y yo, que yo hago por acá, yo tengo todo por allá en Puerto Rico.

Y Dios me pillo en ese cuartito y me dijo, no hay algo que yo tengo que hacer contigo, aquí es donde tú vas a empezar a dejar todas esas cosas del pasado y vas a empezar a adoptar todo lo que yo he hecho para alcanzarte a ti, así fue como Dios trato conmigo mis hermanos y Dios sigue tratando conmigo, porque yo digo esto mis hermanos, por que cuando Dios pone sus ojos sobre ti, cuando Dios pone su mirada sobre ti, cuando él te mira así, como estábamos cantando hace unos minutos, cuando él te mira así con una intencionalidad, con un sentido, con una dirección y te dice:

“Tú tienes valor para mi, hay algo que yo tengo contigo, tú no eres una cosita de por ahí, tú no eres un error de la naturaleza o de tus padres, tú tienes intención, tú tienes propósito, tú tienes sentido y hay algo que yo quiero hacer contigo, yo te he puesto en una carrera y en esa carrera tienes que correr”.

Todos nosotros mis hermanos, todos nosotros tenemos memorias con las cuales luchamos, todos nosotros tenemos memoria de un fracaso que tuvimos en la vida, todos nosotros tenemos memoria de una decisión que troncho las esperanzas que uno tenía hacia el futuro, todos nosotros venimos de tal vez expectativas que se pusieron sobre ti y que tú no pudiste cumplir y precisamente porque no pudiste cumplir con eso creciste entonces tal vez con un sentido de insuficiencia, con incapacidad de mirarte a ti como que, que eres menos cosa, poca y ese tipo de pensamiento de sentir crea un estancamiento en el ser interior y muchas veces ese estancamiento se refleja a través de hábitos de conducta de vida no muy saludables, que nosotros las incorporamos y nos acostumbramos tanto a ellas, pero no nos damos cuenta que esos hábitos lo que están haciendo es adormeciendo un verdadero dolor que está en el interior, una verdadera falta que está en el interior.

Si yo me pongo a mencionar cuales serian algunos de estos hábitos, hey, hay algunas personas que su habito es sentirse como la víctima en todos los lugares que va, yo soy la víctima, todo el mundo la tiene conmigo, aquel me miro mal no le caigo bien, aquella me dijo algo ya me chavé con esta persona, aquel le pise el zapato olvídate que no se vuelve a parar al lado mío y yo soy la víctima, yo soy la víctima, yo soy la víctima, ay pobre de mí, ay pobre de mí, Fanny ora por mí, tú tienes más unción que yo, pon la mano en mi cabeza por favor, yo soy la víctima.

Hay otros que lo demuestran a través de actitudes compulsivas, es como que todo es, todo se tiene que hacer a su forma y tienen que dominar, es como que tienen, es una necesidad por dominar por encima de otros, como tú trauma tal vez lo que significo fue que alguien dominó por encima de ti, tú sentiste como que no pudiste hacer lo que tenias que hacer, pues ahora que eres grande y te puedes vestir tú solo, por ti mismo, por ti misma, pues ahora tú habito es comportarte en una forma donde quieres dominar por encima de todos los demás. Y tal vez no te das cuenta pero ese es tú hábito, tienes que dominar lo que tú esposa o lo que tú esposo hace, dice, piensa o no piensa, tienes que dominar sobre tus hijos y tal vez estás perdiendo a tus hijos, pero por ese hábito tuyo de querer controlarlo todo, te crees que por creer controlar, lo que estás haciendo es perdiéndolos más todavía.

En el trabajo, tus colegas de trabajo, no yo soy el mejor, yo soy el que mejor corbata fina tiene, los mejores zapatos y yo tengo que proyectar esto, yo soy el que soy.

Algunos desarrollan adicciones de distintos tipos, yo puedo mencionar muchas, pero ustedes se las pueden imaginar también, me gusto lo que dijo la hermana Olguita hace dos domingos a tres, la adicción de, como fue que ella dijo, la adicción de que me validen, la adicción de que me validen, de que otros estén siempre como quien dice; Ah Omar esto, Omar aquello, Omar lo otro.

Casi siempre uno piensa en adicción, oh, cigarrillos, drogas, alcohol, todas esas cosas vainas feas, pero no pensamos en la adicción de que no, yo necesito que otras personas me estén afirmando todo el tiempo, si usted no me dice que bien te ves no me siento afirmado, si usted no me tira un piropo no me siento afirmado y necesitamos eso, es como que, al momento que yo no reciba eso, es como que ya me entra una ansiedad.

Y miren otro hábito que puedo mencionar son las personas que proyectan sus propios trauma encima de usted, que es bien conectado al ser víctima pero es otro tipo de hábito que también desarrollan, tienen persona, es una persona que está sufriendo de ver demonios pa’ hartos lados y entonces te dice a ti mira, te están siguiendo un demonio, a mi no, a ti es el que te está siguiendo.

Oye tú como que has aumentado un par de libritas, yo no, tú te las estas aumentando las libras, es como que todo te lo proyectan a ti, todo te lo proyectan a ti, aah, sucedió algo en un ministerio, no eso fue Omar, él fue que lo hizo, yo puedo seguir mencionando una lista de cosas pero el tiempo avanza, miren mis hermanos lo importante en todo esto, es que nosotros podamos hacer como, como dice el escritor de Hebreos.

Hebreos capitulo 12, un verso que también nosotros también conocemos, hebreos capitulo 12, verso 1 dice:

Por lo tanto nosotros también teniendo alrededor nuestro una gran nube de testigos despojémonos de todo el peso y del pecado que nos acedia y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, ¿Puestos los ojos en quien? ¿En Lucy? Nooo. Lucy es buena gente, pero yo no voy a poner mis ojos en Lucy, voy a poner mis ojos en Medrad, Medrad es bien buena gente también, pero no voy a poner mis ojos en él. Ponga sus ojos en el que los tiene que poner, ponga sus ojos en Jesús.

Y miren mis hermanos yo les digo, esto es un acto que requiere intencionalidad, requiere intencionalidad de parte de usted, su amigo, su amiga no lo va a hacer por usted, su mamá, su papá no lo va a hacer por usted, usted no puede esperar que él Pastor venga con el cuchi cuchi bendito, vamos a ayudarte, no, el Pastor no lo va a hacer por usted, esto lo tiene que hacer usted con Dios, usted está en una carrera, yo no puedo jalarlo a usted para correr, usted tiene que correr, usted tiene que parase ahí y no dejar que esas memorias del pasado te sigan robando la energía que Dios ha puesto en ti ahora, sino que tú puedas entonces estar ahí y correr, pacientemente, persistentemente, con toda fuerza, con toda intencionalidad, pensando, Jesús hay algo para lo cual Tú me alcanzaste a mí, si Tú me diste salvación, si Tú me diste una nueva vida, si Tú me diste un nuevo sentido, un nuevo propósito, una nueva razón de ser, un nuevo enfoque de la existencia de la vida, por algo fue, por lo tanto eso para lo cual Tú me alcanzaste a mí, esa va a ser mi meta, ese va a ser mi enfoque.

Yo no voy a dejar que estas otras cosas me roben a mí la energía, miren mis hermanos así fue como Dios me confronto a mí, así fue como Dios me confronto a mí en ese cuartito así chiquitito, yo ahí todo, como una pasa en una esquina llorando como un nene chiquito, ya yo tenía 23 años, porque no van a decir, pero era un nene chiquito todavía pero, yo no lo veía así, yo a esa edad, yo me mire en ese cuartito, yo ahí llorando, limpiándome las fosas nasales por no decir otra cosa, yo me decía; No Señor, yo mañana voy a la oficina, yo me voy a dar de baja de estos estudios, yo no puedo más con esto, esa ha sido una de las pocas cosas donde yo he sentido que Dios me habla tan directamente y me dice no, yo no me rendí contigo, no te rindas tú tampoco, miren ahí algo empezó a suceder en mi mente mis hermanos, Dios, Dios tuvo que empezar a causar en mi una nueva forma de pensar y es una nueva forma de pensar que todavía el día de hoy la sigo trabajando.

Todavía el día de hoy la sigo trabajando, miren término con esto, Filipenses capitulo 4, miren como dice el verso 8, yo te pregunto ¿en que estas pensando ahora mismo?, ¿en que estas pensando ahora mismo?, estas pensando como yo en el mantecado que te vas a comer ahorita, yo siempre saco el mantecado ah, cual es la otra palabra para… el helado por si acaso los que no saben, ¿en que estas pensando ahora mismo?, pregúntale a la persona que está al lado tuyo, dile en que estas pensando, obviamente no te va a decir, es mas así salteadamente si yo te preguntase a ti, si yo te pidiese que hicieres un análisis, un recuento en tú mente de cuáles son las cosas que ocupan tú mente durante el día, en que cosas tú piensas, uy, en que cosas tú piensas durante el día, estas en la oficina del trabajo, estas en tú casa, estas en el bus, estas donde sea, en que tú piensas, eso tal vez es otro mensaje pero, un “preview” por ahora, ¿En que usted piensa?, ¿Cuántos piensan en su familia?, ¿Cuántos piensan en sus hijos?, ¿Cuántos piensan en irse de aquí?.

Y volver a, no de aquí de la iglesia, me refiero irse de aquí y volverse a su país o algo así, ¿Cuántos piensan que están en sobrepeso?, ¿Cuántos piensan que están muy flacos? De nuevo son tantas cosas en las que pensamos, miren a mi me da gracia, me crucé con una revista los otros días que dice que, el hombre piensa en el sexo como unas Mil doscientos y pico de veces al día y yo me dije wow, eso es el hombre, la mujer esta como Cien puntos menos que eso, ¿o más? Ay Dios mío, eso es otro mensaje, apúntelo.

Otro mensaje, vamos a ponerle un check a eso ahí, pronto muy pronto en un pulpito cerca de usted, pero en que estas pensando, miren lo que dice Filipenses capitulo 4, el verso 8 dice:

Por lo demás mis hermanos todo lo verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si hay algo digno de alabanza en eso piensa, en eso piensa.

Ahí es donde muchas veces se gana o se pierde la batalla de cada uno de nosotros en el día, en cómo estamos pensando, la manera en que tú piensas mis hermanos, la manera en como tú piensas de tú pasado, como tú piensas de tú presente y como estas pensando de tú futuro eso va a determinar, o tú mejor le estas poniendo como quien dice las pautas de cómo tú quieres que Dios trabaje en tú vida, pero Dios tiene cosas mucho más allá de lo que tú puedes pensar, para tú poder entender como Dios quiere obrar en tú vida, tú tienes que pensar de esta forma, tienes que pensar en todo lo que es verdadero, ¿Por qué empieza por ahí? Dios es verdad, lo verdadero es algo firme, es algo que no se puede, ¿cómo se dice? Que no se puede ¡ben! O sea no se puede doblar, no se puede cambiar porque es algo verdadero, yo te digo mira esto es una bolsa negra, si alguien me dice que esto es una bolsa verde vamos a tener problema, porque esto es una bolsa, bolsa negra ok?

Esto es verdadero, es absoluto, gracias, es una palabra firme y por ahí podemos seguir hablando, esas son las cosas en las cuales nosotros tenemos que pensar, si usted está pensando, ay, no quiero llegar a mi casa porque no le quiero ver la cara a fulano, mengano o a zutano ya usted no está pensando de acuerdo a lo que dice este texto.

A mañana voy a llegar a mi trabajo y voy a seguir viviendo esa vida miserable que tengo, ¿Eso es algo bueno, eso es algo puro, eso es algo justo? Ay cuando vaya camino a mi casa voy a parar por esa licorería, donde venden ese Ron tan rico. ¿Eso es algo puro, eso es algo digno?

Llegas allá a la oficina, ay esa secretaria, si vas a pensar así, ¿estás pensando en algo puro? Estoy hablando real mis hermanos, ustedes saben que me gusta así hablar real, tenemos que enfocarnos en la carrera que tenemos por delante, hay algo por lo cual Cristo te alcanzo, ese tiene que ser tú norte, ese tiene que ser tú enfoque, eso es lo que tiene que llenar nuestras mentes para nosotros verdaderamente poder alcanzar aquellas cosas por las cuales Él nos alcanzo a nosotros primero.

Si pero Pastor Omar estos otros problemas en la vida, mira los problemas van a venir y se van a ir, los problemas vienen y van, los problemas no determinan tú norte, al contrario a través de los problemas tú sigues descubriendo tú norte que está enfocado en Cristo Jesús y en esa es la dirección la que tú vas, tus problemas despójate de ellos, despójate de tus problemas, tíralos así hacia el lado, tápense la nariz por si acaso, despójate de ellos y tú sigue corriendo en la dirección que tienes que correr, sigue yendo en la dirección que Dios te está llamando a que tú puedas ir, ahí es donde tenemos que ir todos, ¿Amén? Amén, ¿Amén? Amén, ¿Amén? Amén.

Voy a ponerme mis zapatos que ya se están desmayando aquí al frente, vamos a ponernos de pie mis hermanos y vamos a orar. Esta historia continuara, gracias Señor.

Oigan mis hermanos miren un paréntesis, un paréntesis por favor, solamente por, por educarles un poco, un poco más, para que me vean bien, no vayan a pensar que yo soy un “Bambalan” cuando yo hablo de mi testimonio ok, consta, yo sé de donde Dios me ha sacado a mí, yo sé de donde Él me ha sacado, yo sé dónde estoy y yo sé en la dirección en la que voy, yo sé cuáles son los retos y obstáculos que se pueden presentar a mi vida y como estoy muy al tanto de ello, yo cada día, yo me visto con la armadura de Dios y yo digo; “Señor enfrento este día en tú nombre ayúdame a mantenerme despierto para saber cómo defenderme”.

Dios me ha ayudado a mí con eso y yo he logrado cubrir como quien dice, mi mente de esa forma, cada uno de nosotros tiene que hacer lo mismo, cada uno de nosotros tenemos que hacer lo mismo, nunca pienses que eres poca cosa, porque en Dios tú eres grande, tú eres alguien de mucho valor y ese valor lo encuentras en Él, Amén.

Padre yo te doy las gracias en esta noche, porque Tú palabra una vez más prueba su eficacia, Tú palabra una vez más nos da a entender Señor de que, Tú eres real y que Tú estás en acción en medio de nuestras vidas.

Señor gracias por cada uno de mis hermanos y hermanas Señor, que han escuchado esta palabra, y yo declaro que esta palabra de fruto en cada uno de sus corazones Señor, yo te pido mi Dios que esta noche en el momento que todos nosotros salgamos de aquí Señor, que podamos salir de aquí confirmados y afirmados en ti, en tus propósitos, Señor en ese llamado al cual Tú nos estas invitando de poder alcanzar aquellas cosas para la cuales Tú nos alcanzaste a nosotros Señor, porque ahí es donde encontramos nuestra verdadera razón de ser, nuestro verdadero sentido y dirección Señor.

Padre ayúdanos donde quiera que nos encontremos en nuestro caminar de Fe, que podamos olvidarnos de lo que queda atrás y podernos extender hacia aquello a lo cual Tú nos estas llamando Señor Jesús, Padre yo declaro que a mis hermanos y hermanas Tú le vas a dar la fuerza que ellos necesitan para despojarse de todas aquellas cosas que impiden el que ellos puedan correr libremente en la dirección a la cual Tú los llamas Señor y yo declaro Padre que los pensamientos que van a abundar en nuestra cabeza, en nuestra mente, en nuestro corazón son los pensamientos tuyos Señor.

Todo lo puro, todo lo verdadero, todo lo real Señor, todo lo que es justo, todo lo que es digno de buen nombre Señor, en eso Tú vas a causar que nosotros pensemos, que a la próxima Señor que venga un pensamiento negativo a nuestra mente Señor, que lo llevemos cautivo a Tú obediencia Señor y que Tú nos muevas a pensar en la forma que Tú quieres que pensemos.

Bendice a cada uno de mis hermanos y hermanas Señor en esta noche, a cada uno de nosotros danos Tú paz, llévanos con bien y protección hacia nuestras casas y Padre que el día de mañana si así Tú lo permites, nos podamos levantar con nuevas fuerzas y energías, para echarle mano a lo que el día de mañana traiga.

Bendice a Tú pueblo lo declaro así en el nombre de Jesús, amén y amén. Hermanos, hermanas Dios les bendiga, Dios les guarde.

El amor como la fuerza de nuestra motivación

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Quisiera hoy compartir con ustedes una reflexión que he estado haciendo en estos últimos días. Yo creo que siempre que comienza un nuevo semestre de discipulado se abre la oportunidad para uno poder reflexionar en distintos principios que son muy básico para nuestra fe pero que a la misma vez tiene mucho significado y son de mucha profundidad.

Yo estoy seguro que cada vez que comienza un discipulado nuevo todos los maestros que ya han dado esta clase una y otra vez y no estoy hablando solamente de los discipulados del uno al cuatro. Aquí incluyo a crown, también incluyo a cualquier clase que se de aquí a nivel de la iglesia. Todos los maestros que dan estas clases de alguna forma u otra, porque sabemos que estamos trabajando con la palabra de Dios, sabemos que esas palabras infunden una vida nueva sobre nuestras vidas cada vez que nos exponemos a enseñar las mismas. Y así como Dios hace esa obra en las personas que enseñan, esa es mi forma de yo poder entender que Dios nos prepara a nosotros para poder ministrarle en la misma forma a los estudiantes que están en cada clase.

Por eso es que yo creo que a través del discipulado nuestras vidas son transformadas porque nos exponemos a lo que está en la palabra de Dios y a través de eso Dios nos habla, Dios nos forma, Dios nos reta y nos enseña la forma en la cual él quiere que nosotros vivamos.

Yo personalmente, que doy la clase de nivel 4, siempre la clase del nivel 4 tiene que ver acerca del liderazgo, nuestro servicio y como logramos adquirir esto a través del fruto y los dones del espíritu, y hacemos un estudio de todos estos temas, para prepararnos para mejor servir, no tan solamente en la iglesia sino también fuera de la iglesia.

Y una de las clases con las cuales yo siempre comienzo tiene que ver con el tema del amor. Y yo sé que tal vez para algunos el tema del amor suene como una historia vieja que ya se la saben, usted mismo la puede contar en su propia forma, pero en esta clase yo abarco el tema desde otra perspectiva, porque no estoy hablando tan solamente del amor de una pareja o de una amistad, sino que estamos hablando de ese amor ágape, ese amor que proviene directamente de Dios, ese amor que es sacrificial, ese amor que se deja a sí mismo por servir a otro.

Y nosotros abarcamos este tema. Yo hago distintas preguntas y hay veces que yo hasta me asusto porque yo hago preguntas que no son tan convencionales, donde yo fuerzo a la gente a pensar en formas que no habían pensado antes. Y hay veces que yo veo sus ojos cuando se abren que es como que, pastor Omar, ¿qué usted está diciendo? Pero no. no es que me alejo tanto de la Biblia, sino que yo me mantengo muy céntrico en la Biblia. Pero examinamos distintas cosas que están en esa dimensión de lo que es el amor de Dios.

Y yo quisiera hoy poder compartir con ustedes algunos pensamientos y algunas ideas y yo quiero que piensen en lo siguiente. Yo quiero que usted visualice el amor como la fuerza de nuestra motivación. A nosotros día tras día hay distintas cosas que nos motivan, usted si es jefe de familia, una de las cosas que lo motivan a usted poderse levantar todas las mañanas, sea la hora que usted se levante, y prepararse para ir a trabajar, como quien dice, y ganarse las habichuelas para esa semana, una de las cosas que más lo motiva a usted, a poder hacer eso, es su familia porque usted tiene que proveerle a su familia. Y usted se sacrifica por ellos, usted no quiere que su familia pase necesidad así que usted hace… eso es algo que lo motiva a usted para todos los días nieve, llueve, truene o ventee o haga sol o haga frío, o haga calor, usted se levanta y usted adquiere lo que tiene que adquirir para la provisión de su familia. ¿Verdad?

Una pareja encuentra su motivación en su cónyuge. Dios le ha permitido tener la esposa o el esposo que usted tiene y día tras día lo que le motiva a usted a poder expresar su amor a su pareja es el mero hecho de que esa persona está ahí. Y Dios quiere que usted nutra esa relación.

La personas que están a su alrededor en su ámbito de trabajo de alguna forma u otra si usted se considera a sí mismo como un creyente, como un hijo de Dios, Dios le está llamando a usted a que usted pueda reflejar ese amor de Dios en esos lugares donde usted está también, no importando el tiempo, no importando las circunstancias, somos hijos de Dios dondequiera que vayamos.

Pero yo me atrevo a decir que detrás de todo esto la motivación mayor que existe es el amor y es no cualquier amor, sino más bien el amor de Dios actuando en medio de nosotros.

La Biblia nos enseña en Primera de Juan, Capítulo 4, verso 8 y verso 16 dice dos veces, dice lo siguiente, y lo que dice:

“…Dios es amor…”

¿Verdad? Cuantos de ustedes se recuerdan cuando eran niños que le enseñaron esa canción que decía:

Dios es amor, Dios es amor…

Guau, los llevé ahí… años luz, los llevé. Aprendimos eso de que Dios es amor. Y en Romanos 5, Pablo también menciona que a nosotros que hemos sido justificados por la fe, en otras palabras, los que hemos aceptado al Señor Jesús a través de la fe, el verso 5 de ese Capítulo 5 dice, que el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones.

Entonces, yo me pongo a pensar, ese amor de Dios que fue derramado en nosotros, cuál fue la mejor forma en que ese amor se manifestó? Obviamente a través de la persona de Jesús. Qué es lo que dice Juan 3:16? Ese es el verso más grande de la Biblia, recuerden eso, porque de tal manera, la manera más grande, amó, el amor más grande, Dios, el ser más grande, al mundo, la creación más grande, que ha dado a su único Hijo, su posesión más grande, Jesús, para que todo aquél que en él cree no se pierda más tenga vida eterna.

Ahí fue como se manifestó el amor de Dios, en la persona de Jesús. Nosotros cuando aceptamos al Señor en nuestros corazones, cuando lo hacemos parte de nuestras vidas, que no decimos que Jesús es solamente una persona guindando en un crucifijo en la pared de la sala de nuestra casa, sino que decimos que Jesús es parte de nuestras vidas, ese amor se ha activado ya en medio de nosotros, de acuerdo a esa palabra de Romanos 5:5. El amor de Dios ha sido puesto, inyectado, plasmado en medio de nosotros a través de la persona de Jesús.

Ahora, si ese amor está en nosotros, cómo lo podemos comprobar? Mi mejor respuesta para esa pregunta es, cuando nosotros podemos responder con amor a Dios y al prójimo. Esa es la mejor forma que podemos comprobar que el amor de Dios está en nosotros.

Su amor a Dios, cómo usted lo manifiesta? Yo sé que usted me va a decir, ah, pues, cuando me arrodillo al lado de la cama y estoy orando con Dios, hablando con él, cuando leo la Biblia, cuando me voy al campo y oigo los pajaritos cantar y así es mi forma de manifestarle mi amor a Dios. ¿Verdad?

Eso es parte de ello, no le voy a decir que no lo haga, eso es parte. Pero hay algo más que usted puede hacer, y es el mero hecho de que ese amor también se comprueba a través de nuestro servicio, de lo que nosotros podemos hacer a otras personas. En Mateo Capítulo 22, a Jesús le hacen una pregunta y la pregunta fue, Jesús, cuál es el mandamiento más importante? Recuerden que allá en el tiempo de los judíos había 600 y pico de mandamientos bajo los cuales esas personas vivían.

Pero de todos esos 600 y pico de mandamientos, Jesús se enfocó en uno que era doble y él le respondió, fácil, amarás a tu Dios con toda mente, con todas tus fuerzas, con todo tu corazón. Y qué fue lo que dijo después? Y a tu prójimo lo vas a amar como amas tu abuela, cómo es? Como amas a la suegra. Lo vas a amar como a ti mismo.

Oiga, yo me hago esta pregunta. Hágase usted esta pregunta. Cómo usted se ama? Cuánto amor usted se manifiesta a sí mismo? Usted es demasiado duro consigo mismo, como que la fregó en algo y está ahí dándose con palos por la cabeza, hasta que le salen dos o tres chichones. O usted es un poquito más suave, más tolerante consigo mismo?

Cómo usted come? Usted se la pasa comiendo pizza todos los días en Mc Donalds o cosas así? O de vez en cuando se prepara una buena ensalada con su lechuga, sus tomates, su brócoli y cosas así? Se la pasa bebiendo refrescos todos los días? yo conozco algunos por ahí que la Coca Cola es el agua que beben. Cómo usted se ama a usted mismo?

Usted está trabajando 50, 60, 70 horas a la semana? O usted trabaja las horas suficientes para poder subsistir y a la misma vez tener su propio tiempo de descanso, de down time, de chilling, de ir a jugar con los chicos, de salir a pasear con algunos amigos? Cómo usted se cuida? Cómo usted se ama?

Porque si yo estoy escuchando bien lo que está diciendo Jesús, así como yo me cuide y como yo me ame, así yo voy a amar a las personas que están a mi alrededor. si yo me preocupo por lo que es mi vida, lo que es el entorno de mi vida entonces yo creo que se me va a hacer un poco más factible poder amar de esa misma forma a otras personas a mi alrededor. Pero si yo vivo la vida al garete, perdonen la expresión, la vida loca, si vivo la vida loca entonces qué tipo de trato yo voy a tener con la gente a mi alrededor. y esto es una pregunta muy interesante porque en una de mis clases después que dije esto, yo me dije, pero miren, ¿Saben qué? Nosotros somos expertos en poner máscaras porque podemos falsear un tipo de amor que no tenemos también, solamente por ganar el aprecio de personas a nuestro alrededor.

Pero hay algo muy interesante, mis hermanos, y es que a Dios no lo podemos engañar. Y si nosotros lo que verdaderamente queremos transmitir es el amor de Dios, si nosotros no estamos en buena sintonía con ese amor, lo que vamos a estar transmitiendo es otra onda que no es la de Dios. y ahí tenemos que tener mucho cuidado.

Pero si yo entiendo que eso es un mandato que el Señor nos ha dado a nosotros, que hemos confesado al Señor Jesús, entonces yo puedo pensar, mis hermanos, y yo creo que es justo pensar esto, es un mandato, es una orden y nosotros tenemos cada día la decisión de actuar de acuerdo a ese mandato o no. bien interesante, mientras me preparaba me crucé con este pasaje en el libro de Gálatas, no sé si pueden buscar conmigo este pasaje, Gálatas Capítulo 5, los versos del 13 al 15. Tiene que ver acerca de cómo nosotros usamos nuestra libertad. La voy a leer en la versión Dios habla hoy, pero ustedes me pueden seguir ahí en la pantalla. Dice:

“…ustedes hermanos han sido llamados a la libertad, Dios quiere, miren esto, lo primero que nada es que Dios quiere que nosotros seamos entidades libres, que ninguno de nosotros estemos oprimidos por nada ni por nadie, que no seamos esclavos de nada y de nadie, Dios quiere que seamos libres. Pero esa libertad no se puede usar para darle rienda suelta a sus instintos, más bien sírvanse los unos a los otros por amor, porque la ley, obviamente lo que estábamos hablando los 600 y pico de mandamientos por los cuales vivía el pueblo judío, la ley se resume en este solo mandato, ama a tu prójimo como a ti mismo.

Si yo practico el amor con la gente a mi alrededor, no voy a tener que preocupar por las otras leyes, porque todas las demás leyes se encierran en eso. Cuando dice una de las leyes, no codicies lo que tu vecino tiene, no codicies el carro, la casa, el perro, la esposa o el esposo de tu vecino, no lo codicies, si tu operas en amor, si tu operas en el amor de Dios tu no te tienes que preocupar por codiciar esto porque en el amor de Dios tu entiendes que no puedes hacer eso.

So, por honrar a Dios y honrar a tu prójimo tu no te vas a ir en esa dirección. Si una de las leyes dice no matarás, y si yo vivo en el amor de Dios pues yo me voy a abstener de todo lo que me pueda llevar a eliminarle la vida a alguien. Si la ley de Dios me dice que no voy a tener ningún otro ídolo sino más que Dios, Dios va a ser mi único Dios. si yo estoy en el amor de Dios yo no voy a hacer que nada se convierta en un ídolo para mí.

Ay, estas flores me van a traer buena suerte hoy, mira que anaranjada, ah, este es mi ídolo, este es mi Dios ahora, florecita, florecita, que hay para mí mañana? No, si yo sé que Dios es el creador de esa flor, es bella y preciosa pero más bello y precioso que tu es Dios. así que hablamos después.

Si yo estoy en el amor de Dios yo tengo que proceder así. Ahora, mis hermanos, yo me tiro a un poco más allá, cómo yo puedo servir a la gente a mi alrededor? cómo yo puedo mostrar ese amor de Dios? cómo yo puedo dejarle saber a Dios que lo amo y que yo amo también a mi prójimo a mi alrededor?

Jesús habló acerca de una parábola en Mateo, Capítulo 25, los versos del 37 al 40, él habló de una parábola donde hay un rey y este rey estaba llegando el momento donde ya iba a dejar entrar a todas las personas que iban a ser parte de su reino. Y a uno lo identificó como ovejitas y los puso a su mano derecha y a los cabritos los puso a su mano izquierda. Y entonces comenzó a decir, ah, porque ustedes me vieron que tenía hambre y me dieron de comer, tenía sed y me dieron de beber, estaba desnudo y me vistieron, estaba enfermo y me visitaron, estaba en la cárcel y fueron a verme. Él dijo todas esas cosas a ustedes que lo hicieron, bienvenidos, ustedes van a ser parte de mi reino, ustedes son las ovejitas. Y las ovejitas de repente le dijeron al rey, pero rey, cuándo te vimos con hambre? Cuándo te vimos desnudo? Cuándo te vimos que estabas en la cárcel? Cuándo te vimos que tu estabas en una de esas situaciones? Y el rey dijo, por cuánto se lo hicieron a uno de estos más pequeños, a mí me lo hicieron.

Y obviamente conocemos el otro lado de la historia que estaban esas personas, que no pudieron entender, que no hicieron lo que el rey había mencionado y ellos se convirtieron en los cabritos que lamentablemente no pudieron entrar a gozar del Reino de Dios.

So, en esa historia se demuestra cuán importante está en el corazón de Dios el saber que lo que le preocupa, lo que Dios quiere, lo que Dios anhela, es que su creación esté bien, que su creación esté bien atendida. Muchas personas oran, es más yo les pregunto, cuándo ustedes han orado en algún momento, ah, Señor, entramos en este séptimo cielo, Señor, déjame conocer tu corazón. Y nos enamoramos allá arriba. Yo quiero conocer tu corazón.

Cuántos han orado así? Oh, yo soy el único. Okay. Yo les pregunto cuántos quieren conocer el corazón de Dios? un poquito nada más. Cuántos quieren conocer la mente de Dios? pues miren, sabe lo que hay ahí en esos lugares de Dios? nosotros. Eso es lo que hay en el corazón de Dios. Usted y yo. Gente como usted y yo. Gente que no está aquí es lo que hay en el corazón de Dios.

Y eso es lo que Dios quiere revelarnos a nosotros. Miren otro ejemplo de Jesús cómo él mostró ese amor, en Juan Capítulo 13, Jesús está reunido con sus discípulos y de repente acomoda a los muchachos, los sienta y él se para en medio de ellos con una vasija de ella, se quita su túnica de maestro y se amarra una toalla a su cintura y comienza a lavarle los pies a sus discípulos. Para que entiendan, los únicos que hacían eso eran como quien dice, los siervos de un hogar, era una posición que ocupaban solamente los que eran considerados más bajos en aquella época. Eran personas a las cuales nadie les podía hablar y ellos no les podían hablar a nadie. Eran solamente personas que estaban ahí para hacer un servicio cotidiano y en algunos casos un poquito sucios, pero ellas eran las personas que estaban destinadas a hacer eso.

Y Jesús se despojó de su autoridad como Maestro y como Señor y tomó ese lugar más bajo. Y le lavó los pies a sus discípulos, y qué fue lo que les dijo a sus discípulos? Así como yo les he hecho a ustedes, ustedes también tienen que hacerlo a otro. El servicio. El mismo Jesús nos dio ese ejemplo de servicio.

Tu quieres mostrar que tu amas a Dios? tu quieres mostrar que tu amas a tu prójimo? Sirve. Tan fácil como eso. Pero a la misma vez yo sé que no es muy fácil. Por qué no es fácil, mis hermanos? Y yo me voy a salir un poquito ahora de las notas que tengo aquí.

Yo sé que muchas veces personas han sido heridas porque supuestamente estaban participando de un amor que era genuino. A muchas personas se le ha dicho, yo te amo, tu puedes contar conmigo, puedes confiar en mí, pero ese amor en algún momento fue traicionado. Ese amor fue decepcionado. Esa idea de una vida perfecta que uno tenía de repente por un evento, distintos eventos que sucedieron, esa imagen de lo que era ese amor perfecto fue tergiversada y se esfumó ese escenario, ese sueño se desapareció.

Y cuando yo hablo de este tema, yo sé que a mucha gente se le hace bien difícil poder entender o incorporar en su manera de pensar el poder amar de esa forma, de una forma tan desmedida, de una forma tan sacrificial. La vida nos enseña a nosotros que tu tienes que buscar tu propio bien, cueste lo que cueste. La sociedad nos enseña eso, día tras día, noche tras noche. Busca lo que tu quieres, si le tienes que pisar los pies a alguien por tu alcanzar lo que tu quieres, hazlo. Es tu vida, nadie la va a vivir por ti.

Te dicen todos estos mensajes y uno como que los va absorbiendo, los va absorbiendo y tarde o temprano te das cuenta que tu estás como una ladilla chupándole la vida a otros para tu sacar tu propio provecho. U otros te están chupando la vida a ti para sacarte provecho a ti que ellos puedan ser beneficiados. Y esto se puede ver en distintas formas, esto se ve en el contexto de un matrimonio que si su base no es el amor de Dios, esa dinámica se puede dar.

En ustedes, muchachos jóvenes que están aquí, yo les digo, sus amistades muchas veces se pueden aprovechar de su nobleza y sacarles una energía que Dios ha puesto en ustedes también si no estamos bien claros en qué es lo que Dios pide de nosotros. A nosotros en el ámbito de profesión, donde nosotros trabajamos, mire, si usted no está bien pendiente colegas a su alrededor, se pueden escabullir de alguna forma u otra y tratar de adelantársele a usted hacer que usted no se vea muy bien delante de su jefe con tal que ellos puedan adquirir lo que supuestamente es suyo, o lo que debe ser suyo.

Es bien difícil muchas veces para algunos poder entender y vivir a la luz de ese amor que Dios nos llama a nosotros a vivir. Y aunque es difícil, mis hermanos, no es imposible. Saben por qué? Yo les hago mucho esta pregunta a mi clase de nivel 4. Yo les pregunto cuál es el propósito final que busca alcanzar el amor? Cuál es ese propósito ulterior, ese objetivo final que busca alcanzar el amor? Si hemos dicho que Dios es amor, estamos hablando que el amor no es tan solamente un sentimiento, una cosquillita que sentimos por dentro, sino que es una persona.

Así que cuando yo estoy preguntando cuál es el ese propósito final que busca alcanzar Dios, el amor? Si usted lo ve como un ciclo, lo que Dios quiere hacer es restaurar y reconciliar a todo lo creado de vuelta una vez más con él. Estarían de acuerdo conmigo en esa teoría? ¿sí o no? Dios lo que quiere restaurar todo una vez más con él, todo lo creado, vegetal, animal, material y aún humano, Dios lo quiere restaurar todo de vuelta con él.

Eso fue lo que él hizo a través de Jesús. Miren este pasaje en Segunda de corintios, Capítulo 5, por favor, esto es un pasaje que muchos de nosotros conocemos. Dice lo siguiente, en el verso 17, muchos de nosotros lo conocemos, dice:

“…De modo que si alguno está en Cristo es una nueva criatura, las cosas viejas pasaron y he aquí todas las cosas son hecha nuevas. Usted y yo tenemos una naturaleza nueva, hemos crecido, hemos sido como quien dice, sembrados en una naturaleza nueva y hemos comenzado todo un proceso de transformación en nuestras vidas porque Dios lo hace posible.

Qué es lo que está diciendo? El verso 18.

“…Todo eso, toda esta obra de nosotros pasar de una vida vieja a una vida nueva, todo esto proviene de Dios quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo y nos dio el ministerio de la reconciliación…”

Usted y yo tenemos el ministerio de la reconciliación. Si usted en algún momento se estaba preguntando, ah, pero yo no sé cuál es el llamado de Dios para mi vida? Pues, aquí tiene una idea. Una de las formas en que Dios quiere usarle es para reconciliar las vidas de otras personas a su alrededor. si usted se conforma con eso por el resto de su vida, amén. No tiene que ser pastor, pastora, consejero y erudito o lo que sea, usted con ser usted mismo y pedirle a Dios que lo use como un agente de reconciliación, ya está cumpliendo con gran parte del propósito de Dios en medio de su vida. Dios no quiere que usted sea un come banco aquí en la iglesia. Dios no quiere que usted caliente ese asiento. El asiento no le da ni frío ni calor. So, no se preocupe por calentar un asiento. Dios quiere que usted sea un agente de reconciliación.

Pero para usted poderse convertir en un agente de reconciliación usted tiene que haber reconciliado su vida primero con Dios. Usted tiene que haber reconciliado su vida con Dios. yo tengo que haber reconciliado mi vida con Dios.

Por qué digo esto? Yo no puedo dar lo que yo no tengo. Si yo no he experimentado esa reconciliación en mi vida, cómo voy a poder dirigir a otros a que experimente esa misma reconciliación con Dios? por lo tanto, una parte muy importante de este mensaje va a cada uno de nosotros, cómo yo, cómo usted está en ese proceso de reconciliación con Dios. Dondequiera que usted se encuentre en su vida, dónde está Dios en su vida? Como dije ahorita, está trepado en una cruz en la pared de su casa? Está colgando de su cuello en una cadena? Está en un tatuaje aquí? dónde está Dios en su vida?

Si usted reconoce que Dios está operando en su interior, usted va por buen camino. Dios ha mostrado un amor en usted. Dios ha mostrado un favor, una misericordia sobre su vida y mi vida que nosotros ni la merecíamos. Pero a Dios le plació hacerlo, aun cuando nosotros estábamos en nuestros pecados, el Señor como quiera dijo, no, yo voy a mandarte a ti Jesús por cada una de estas personas.

Imagínese usted si Dios hubiese dicho, yo? Yo no conozco a María? Por qué voy a mandar a mi Hijo por María? Yo no la conozco. Yo no conozco a Juan, por qué voy a mandar a mi Hijo por Juan? Ay, si Dios hubiese dicho eso. Yo me digo, gracias Señor que tu no pensaste así. Pero él lo mandó por cada uno de nosotros hace mucho tiempo atrás, todavía ese sacrificio sigue teniendo valor hoy día.

Ese amor que Dios mostró sigue teniendo acción y valor hoy día en cada uno de nosotros, en cada uno de ustedes, en cada uno de sus corazones. Dios quiere usarle. Ahora, lo que mencioné ahorita es bien importante, mis hermanos, yo no puedo aparentar un amor que yo no tengo. Yo no puedo aparentar que tengo este amor de Dios en mi vida si verdaderamente no lo he experimentado.

Primera de Corintios 13, cuántos de ustedes lo han leído? Es más, cuántos de ustedes lo han usado como el texto tema de su boda, si se recuerda, por así decirlo, en las bodas esto se lee mucho, el amor todo lo sufre, todo lo soporta. Gracias a Dios que es el amor de Dios, ¿verdad?

Mire a su esposa, su esposo al lado suyo, mírale a los ojos y dile, yo te amo con el amor del Señor, porque el amor del Señor está en mí te puedo amar. Se lo puedes decir así. Primera de Corintios 13, Pablo dice, mira si yo hablase la lengua de los hombres y lenguas de ángeles, pero no tengo amor, no soy nada más que un metal que resuena, un platillo que hace ruido y nada más. Y si tengo el don de profecía y entiendo todos los designios secretos de Dios y sé todas las cosas y si tengo la fe suficiente para decirle a este techo que se levante y se vaya al techo del otro edificio, pero no tengo amor, todo eso fue buchipluma nomás.

Y si yo reparto entre los pobres todo lo que yo poseo y aún si entrego mi propio cuerpo para decir, ay, sí, yo fui un mártir y entregué mi cuerpo por toda esta gente, pero no tengo amor, de nada sirve. Cada una de mis acciones, mis hermanos, cada uno de los gestos, su servicio, su ministerio, el contexto de vida en el cual usted esté, porque yo les digo, mis hermanos, esto que estamos hablando no es tan solamente para aquí, el contexto de la iglesia. No es para que usted entre por ahí y sale del carro y se pone la máscara de cristiano y entra aquí y ah, Dios te bendiga, y cómo está? Oh, el Señor te dice, y hacemos toda este vocabulario religioso de domingo y todo el mundo dice, guau, este hombre, esta mujer está encendido. Este hombre tiene el amor de Dios a fuerza viva, se le sale por los poros el amor de Dios. y cuando sale por esa puerta, que se monta el carro, mask off, y vuelve el viejo yo otra vez.

Tenemos que ser genuinos en esto, mis hermanos. Tenemos que reconocer que cuando hablamos de esta dinámica del amor de Dios es algo que lo tenemos que vivir día tras día. So, esto que estoy diciendo no es para la dinámica de nosotros como iglesia, es para usted en su casa, con su esposo, con su esposa, con sus hijos, con sus hijas, con sus vecinos, en su vecindario, en su área de trabajo, cuando usted va la marqueta o el colmado, como usted le diga, ahí usted puede reflejar el amor de Dios. No se tiene que preocupar por ponerse una máscara, es solamente una cuestión de un estilo de vida que usted tiene que adoptar. Todos nosotros tenemos que crecer, por eso es que yo digo que esto no es una historia de antaño, esto es una historia que es vital, que tiene validez, todavía al día de hoy, porque todos nosotros de alguna forma u otra necesitamos continuar creciendo en ese amor que solamente Dios nos puede dar y que a través del amor de Dios podemos entonces nosotros llevar a cabo nuestras vidas en todos sus aspectos, en todos sus entornos.

Si usted quiere que su esposo se levante por la mañana y le prepare desayuno, usted va a tener que reflejar el amor a su esposo. No estoy diciendo que le haga el amor, estoy diciendo que refleje amor a su esposo, okay? Déjeme aclarar. Eso es una parte, pero no estoy diciendo eso, estoy diciendo, reflejar amor a su esposo. Cómo usted refleja el amor a su esposo? Sirviendo. Y eso también se lo digo a los esposos. Si usted quiere que su esposa lo trate con un mayor aprecio, con un mayor respeto, usted va a tener que amar a su esposa también. no es tan solamente en la cama, es en la acción diaria de todos los quehaceres en la vida, cada oportunidad que uno tiene desde que uno se levanta hasta que uno se acuesta, si yo tengo una actitud de reflejar amor a mi esposa, una actitud de poder comprender quién ella es, cuáles son sus necesidades y cómo yo me puedo sacrificar a mí mismo para que ella pueda crecer, usted va a estar seguro que usted va a recibir un amor recíproco también ahí.

Lo mismo se puede aplicar a cualquier otro contexto de su vida, con sus hijos, con su colega de trabajo, con su mamá, con su papá, con el vecino de al lado, el vecino de arriba, el vecino de abajo, si vive en un three family home. Sea donde sea, es la misma receta se aplica.

Es verdad que la respuesta puede ser distinta dependiendo al contexto en el cual estemos hablando, pero no significa que uno vaya a dejar de actuar en esa forma. Sea donde sea que estemos, si queremos reflejar nuestro amor a Dios, porque ese es el inicio de todas las cosas, si yo quiero decirle a Dios que yo lo amo de verdad, pues, yo tengo que entonces poder vivir en esta forma en todos los otros aspectos alrededor de mi vida, de yo poder mostrar un amor genuino a la gente a mi alrededor, aunque se la pasen pisándome los cayos, pero que usted pueda seguir reflejando el amor de Dios.

Yo les digo algo, mis hermanos, yo creo que gran parte del propósito de Dios para esta iglesia, es de esta iglesia que pueda ser como un agente de reconciliación en las vidas de todos los que participan de lo que es León de Judá, desde niños, desde el más chiquito, el bebecito de Sara Cuna, hasta el más adulto aquí en la iglesia. Dios quiere que esta iglesia pueda funcionar con un agente de reconciliación.

Por alguna razón Dios nos puso en este sector de la Ciudad de Boston, porque son muchas las personas que necesitan reconciliarse con Dios y con otros significantes a su alrededor también. mucha gente necesita reconciliarse y puede ser que ahora mismo estas palabras que yo estoy diciendo, alguno le esté pasando ahí por encima, pero yo pido que usted agarre esa palabra y se la traiga al corazón, porque usted, yo, necesitamos esa dinámica de reconciliación.

Mire, la reconciliación, si yo quiero reconciliar dos puntos que están peleados, que están aparte, qué es lo que hace la reconciliación? Hace fuerza para qué? Para unir esas dos partes otra vez, ¿verdad? y si algo se resiste, uno vuelve y trae, y hace fuerza para traer eso. Esa es la idea de reconciliar, de volver a conectar dos partes que estaban apartadas, sea cual sea la razón que se apartaron. Si yo me pongo ahí bien profundo, yo sé que hay aspectos de la ciencia que dice obviamente, positivo y negativo se atraen, pero si usted coge dos polos uno es positivo y qué es lo que hacen? Como es el imán, si usted lo coge así que tiene sus dos polos opuestos, qué es lo que va a pasar? Se van a resistir. Eso es otro sermón, pero yo sé que eso pasa a veces. Que la resistencia fuerte y uno no puede cambiar lo que ya está designado a resistirse. Pero hay otras cosas que sí, que los propósitos de Dios, esas dos fuerzas pueden unirse una vez más y cumplir un propósito grande de lo que Dios tiene intencionado en medio de sus vidas.

Usted y yo jugamos ese rol. Usted y yo jugamos ese papel. Yo hice esta ilustración, y con esto voy terminando. Yo hago esta ilustración, hace unas dos semanas en una de las clases de discipulado me crucé con una hermana que me hizo una pregunta que tenía que ver con toda la violencia que está consumiendo a nuestras jóvenes y a medida de esa conversación yo no me quise apresurar a responder, sino que me quedé pensando y meditando y en lo que yo pensaba otra hermana que estaba ahí, dice, lo más doloroso de todo esto es que nuestros propios hijos se están matando unos a otros.

Y cuando yo escuché eso yo me quedé, como que guau, espérate, aquí hay algo revelador. Yo le tengo que prestar atención a esto. Y mientras seguía escuchando la conversación yo me doy cuenta que es que muchos de estos muchachos que están en gangas, que se pelean por terreno, por territorio, por quién domina más que quien, eran muchachos que cuando tenían 5, 6, 7 años eran familia, familia de sangre de verdad, que eran relacionados por un abuelo, por un tatarabuelo, o algo y se conocían y eran miembros de una familia, y eran los chicos que crecieron juntos, corriendo bicicleta, tirándose bolas de nieve, y llegaron a una etapa en sus vidas donde de repente, hay una rivalidad increíble y se pelean y se matan los unos a otros.

Cuando yo estaba escuchando esta conversación yo me dije, guau, qué reto tan grande tiene la iglesia, porque yo rápido me puse a pensar esas familias están aquí representadas, esos sectores de donde nosotros venimos están aquí representados, Mozart park, vía Victoria, [inaudible] corner en Dorchester, todos esos lugares están aquí representados. Y yo me puse a pensar, imagínese usted que nosotros hagamos algo para tratar de unir a todos estos muchachos de todos estos sectores, vamos a tener que traer a Swat, la fuerza de choque, la policía de Boston para poder mantener el orden aquí, porque se van a tirar a palos unos a otros.

Pero entienden lo que estoy diciendo? La dificultad… ninguna institución, miren esto, mis hermanos, ninguna institución de este mundo va a poder lograr hacer eso porque no tiene el elemento que tiene la iglesia, y el elemento crucial que tiene la iglesia es el poder de Dios obrando en medio de nosotros. Solamente la iglesia puede lograr hacer esto.

Y ¿Saben qué? Esto es tan solamente un ejemplo, un ejemplo de rivalidades entre gangas que nuestros jóvenes están siendo afectados, pero detrás de todo esto hay familias enteras y cómo Dios puede usar la iglesia para que todas estas familias puedan ser reconciliadas? Que todos estos vecindarios puedan ser reconciliados, que un vecindario no le esté tirando piedras al otro, sino que pueda tirarle flores, mejor dicho, porque el amor de Dios está en acción en medio de cada uno de ellos.

Y sí la iglesia tiene que ir y meterse en esos vecindarios pero la mejor forma de que esto suceda es cuando usted, representando la iglesia, hace lo que tiene que hacer en medio de esos vecindarios, que en vez de decir, ah, mira aquel, le pegó una piedra a la ventana de aquel otro y me escondo, yo no sé nada, yo no sé nada, yo llegué ahora mismo, si algo pasó, yo no estaba aquí.

Pero que en vez de hacer eso y podemos actuar en amor y demandar justicia cuando hay que demandarla, mire, yo estoy seguro que Dios puede usar cada una de esas intervenciones para el beneficio de nuestras comunidades y para que el propósito que Dios tiene con la iglesia se pueda seguir llevando a cabo. Dios quiere usarnos como un agente de reconciliación. Dios quiere hacer una obra redentora en usted, en su familia, en su vida y a través de usted en la vida de otros.

Pero para que eso se de, mis hermanos, tenemos que conocer verdaderamente ese amor de Dios. Nunca se canse, yo cierro con estas palabras, nunca se canse de crecer en el amor de Dios. Nunca se canse de crecer en un amor que puede llenar su vida como ningún otro lo puede llenar. Mientras más usted se adentre en conocer el amor de Dios, más su vida va a ser transformada y alineada a los propósitos y las intenciones de Dios.

Vamos a ponernos de pie, mis hermanos, yo invito a los ujieres que pasen, yo sé que tenemos la cena también, y vamos a hacer esto rápido pero con mucho respeto también, mis hermanos. Yo sé que me he pasado, pero les pido que me den diez minutos más y cerramos aquí.

Pueden pasar los ujieres, vamos a prepararnos para la cena también. yo les digo esto, mis hermanos, el amor de Dios es incomparable. El amor de Dios no conoce fronteras. El amor de Dios no conoce límites. El amor de Dios aunque nosotros nos resistamos a, el amor de Dios siempre sigue fluyendo en favor de cada uno de nosotros. Pero nosotros tenemos que ser intencionales en conocer, en adentrarnos en ese amor. Yo no lo puedo hacer por usted, usted lo tiene que experimentar, usted lo tiene que probar. Conocer ese tipo de amor no sucede así en un abrir y cerrar de ojos, conocer ese amor es un proceso de una larga vida. No se desespere si no logra conocerlo todo en un momentito, sino que piense que esto es algo que va a largo plazo, de cómo Dios puede infundir el amor de él en medio de su corazón y que a través de usted ese amor se pueda dejar sentir en las personas más cercanas al núcleo de su vida y también a otros más allá.

No te preocupes por alcanzar a todo el mundo. Preocúpate por alcanzar las personas que Dios pone a tu alrededor. Dios se va a encargar de identificar a otras persona que alcance a aquellos a los cuales tu no puedes alcanzar. Pero al menos a los que Dios pone cerca de ti, preocúpate por alcanzar a esos, por dejar conocer el amor de Dios a esas personas.

Señor Jesús, en estos momentos yo te suplico que a medida que nos preparamos para participar de la cena, de este pan, de esta copa, yo te pido que estas palabras, Señor, puedan seguir haciendo eco en nuestro corazón, Señor, en nuestra mente y que nos ayuden a profundizar aún más en los misterios de tu corazón hacia nosotros que somos tu creación.

Señor, yo te pido que este momento que vamos a compartir ahora nos ayude a reforzar y afirmarnos en ese amor que tu demostraste por nosotros a través de tu Hijo Jesús. Cubre este momento, Señor, que tu traigas convicción a cada uno de nuestros corazones, Señor, de cómo tu amor está en acción en medio de nuestras vidas, de cómo tu amor se ha manifestado en nosotros, y cómo se puede seguir manifestando a través de nosotros a la vida de otros a nuestro alrededor.

Gracias te damos, Señor, por tu hijo Jesús. Amén y amén. Pueden sentarse, mis hermanos, un momentito.