31 de octubre Del 2011 - Por Miriam Carrasquillo
Hay una verdad poderosísima que el enemigo de nuestras almas no quiere que tu y yo sepamos, y que en realidad saberla nos puede ayudar muchísimo en nuestro constante caminar cristiano. La verdad es que tu y yo, como hijos legítimos que somos de Dios NO tenemos que temer a Satanás. Lucifer es un ser creado (Ezequiel 28:15), con limitaciones como cualquier otra criatura, queriendo esto decir que esta limitado en todo lo que hace. No es tan poderoso como solemos creer. El solo puede hacer, y actuar hasta donde Dios - Nuestro Padre - le permite. El carece de los atributos que posee nuestro Dios y Padre Celestial. Aunque Satanás ruja como león, haciéndose creer el poderoso, NO LO ES, nuestro Dios es el único Omnipotente. Y la Biblia dice que mas poderoso es el que esta en nosotros que el que esta en el mundo (1 Juan 4:4). El enemigo se intimida cuando se nos acerca, porque ve en nosotros al Omnipotente.
Jesús, el hijo legitimo de Dios, pudo confrontar a Satanás con toda autoridad, declarándole la palabra de Dios, y nosotros como hijos legítimos que somos también, debemos confrontarlo de la misma manera - sin temor - porque Dios nos a dada la misma autoridad que le dio a Jesús.
Lucas 10:19 nos dice: "he aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañara". El Señor nos ha dado potestad sobre TODA fuerza del enemigo. El Diablo pretende engañarnos y confundirnos. Pero tu y yo tenemos la clave para hacerlo huir de nuestras vidas: SOMETEOS A DIOS, RESISTID AL DIABLO, Y HUIRA DE VOSOTROS (Santiago 4:7), esa es la clave. Cuando nos sometemos a Dios, agradándole en todo, y haciendo su voluntad, el enemigo se atemoriza, tiembla, y huye - ¡que poderosa verdad! - Hermanos sometámonos a Dios y será el enemigo quien nos temerá.
Los hijos de Dios estamos completos en El, tenemos su poder para hacer correr al enemigo. Cuando vengan tiempos difíciles, recordemos que tenemos el poder de la palabra de Dios, confesémosla con nuestra boca, declararemos las promesas de nuestro Padre Celestial, y te aseguro que el enemigo no lo soportara, se tapara los oídos, y saldrá corriendo.
Que Dios te bendiga y haga resplandecer en ti esta poderosísima verdad: ES MAS PODEROSO EL QUE ESTA EN TI, NO TIENES PORQUE TEMERLE, tu tienes el poder del Dios Omnipotente en tu vida, ¡Créelo!.