español

Un llamado a la fidelidad

TRANSCRIPT

Dios puso en mi corazón hablar un momento acerca de la fidelidad, ser fieles al Señor, de ser fieles en nuestra vida, ser fieles. Y eso va con esa idea de aunque que te quede poco en la vida tu llamado es a ser fiel.

Hay muchas veces que tu no vas a tener fuerza, sinceramente ya en las situaciones de la vida no te va a quedar ni un humito, ni un chinchín, se te acabó la gasolina y lo único que tu puedes oler es que había gasolina en el tanque pero eso es todo. Vas a ser como un atleta, un maratonista que está corriendo un maratón y llega a la milla 25,5 y le queda media milla para correr y ya se le acabaron todas las fuerzas. Y qué es lo que hace? Hace de tripas corazón, no se da por vencido y aunque sea arrastrándose llega a la meta porque tiene un compromiso de honor y saca fuerzas de donde no las tiene y completa la carrera.

Hay momentos en la vida en que no podemos ni siquiera depender, hermanos, déjeme decirles esto, de la consciencia de la presencia de Dios, aunque Dios esté allí pero hay situaciones en la vida en que tu te vas a sentir a veces tan cansado, tan cargado, tan abrumado por la presión del momento que estás pasando en tu vida, que aún tu vas a aclamar y no vas a sentir la presencia de Dios.

Pero ¿Saben qué? En esos momentos es como que tu tienes que simplemente decir, yo creo que mi Redentor vive, y dar ese paso, porque has sido llamado a ser fiel. Y Dios te va a dar la fuerza en ese momento para completar lo que tu has comenzado, porque no podemos depender de emociones.

El hijo o la hija de Dios no depende de emociones, depende de principios. Porque el diablo muchas veces va a venir y te va a susurrar lánzate, tírate, haz esto, haz lo otro y va a ser tan fuerte la sensación que tu vas a sentir que si tu cedes a la presión de la emoción o el apetito, o lo que sea, estás perdido. Pero los hijos de Dios aprendemos a vivir de toda palabra que sale de la boca de Dios, de los principios del Evangelio.

Y yo creo que la madurez cristiana se mide no por los escalofríos que te dan, aunque hay momentos para los escalofríos en la vida del hijo de Dios, sino simplemente porque Dios lo dijo y yo lo tengo que hacer y eso es todo. Y tu vas a la meta porque eres un hombre, una mujer fiel.

La fidelidad es para mí el seguro que tiene el hijo de Dios. Es esa carta, esa última carta que tu te juegas en tu jornada cristiana. Cuando todo lo demás te falla y no tienes acceso a algo, esa carta, yo he sido llamar a ser fiel, yo soy un hombre fiel. Eres un hombre, una mujer de honor en el espíritu, eres un príncipe del ejército de Dios y un príncipe, una princesa del ejército de Dios no se ensucia porque su posición demanda altura.

Y entonces ese llamado a la fidelidad en toda situación de la vida, en tu trabajo, tu matrimonio, tus finanzas, tu compromisos, cuando tu das tu palabra, cuando todo lo demás falla tu tienes que estar seguro en tu corazón que tu vas a ser fiel, tu no puedes depender de las circunstancias. Yo amo a la gente fiel.

Esta mañana lo que me confirmó… porque yo estaba debatiéndome, hablo acerca de eso o me mantengo en el programa del sermón que yo creo que era bastante bueno, yo espero compartirlo con ustedes en algún momento, pero como digo, a veces uno tiene que aprender que a veces Dios te dice “No, guarda eso, que coja intereses, lo predicas más adelante pero ahora yo quiero esto en particular.”

Entonces quiero compartir con ustedes esa idea de fidelidad, de llamado de Dios a su pueblo a la fidelidad. Este no es un sermón que se preste quizás a mucho gloria a Dios, ¡Aleluya! Pero es arroz con habichuelas y con un pedacito de carne bien sazonado, que te va a dar fuerzas para tu vida.

Porque yo creo que la predicación pastoral es muy diferente a la predicación evangelísticas, otro tipo de predicación. Uno es como una mamá que tiene que hacer tres comidas al día para sus hijos y su esposo, a veces, y entonces hay que ser consistente. Y entonces uno le da a veces unos espaguetis con humito de carne y eso es todo, y está bien, porque lo que tu quieres es comida nutritiva para tus hijos.

Entonces quiero hablarles acerca de fidelidad y ser fieles, y voy a avanzar porque es un tema que aunque no ha sido preparado, pero tiene tantas ramificaciones. Se me ocurrió, qué texto podría yo usar como punto de partida para ese llamado a la fidelidad? Y se me ocurrió inmediatamente Ruth. Ruth fue una mujer fiel, de todos los ejemplos de fidelidad en la Biblia Ruth sobresalta para mí.

Ustedes recuerdan la historia de Ruth. La enfocamos en la Escritura en el momento en que Ruth su suegra Noemí y su concuñada, Orfa, están, yo las imagino como en un cruce de caminos, no hay nadie alrededor y hay como un camino que dirige por acá, otro dirige por allá y otro viene de por allá. Y están ahí las tres en el mismo centro de ese cruce de caminos y están conversando.

Noemí, la suegra de estas dos jóvenes mujeres, ha perdido a su esposo y es viuda. Y ellas dos, Orfa y Ruth, han perdido cada uno sus esposos, los hijos de Noemí. Tres mujeres enviudadas, sin mucho futuro, desprovistas de posibilidades, con unas decisiones grandes que tienen que hacer.

Noemí era una mujer noble y en vez de pegarse a sus nueras y alimentarse de ellas, ella les dijo a sus nueras, “¿Saben qué, muchachas? Ustedes son jóvenes todavía, yo ya mi tiempo se cumplió.” Ella pensaba que Dios la había abandonado a ella, de paso. “Así que hagan su propio destino, váyanse y déjeme, yo me las bandearé como pueda,” dice la versión dominicana de la Biblia.

Aquí tomamos la historia, miren lo que pasa entre estas dos mujeres, dice que 1:14, Ruth:

“…Ellas alzaron otra vez su voz y lloraron y Orfa besó a su suegra…”

Le dijo, “Okay, querida Dios te bendiga, nos vemos pronto, chau. Y se fue a buscar a su próximo marido en algún sitio por ahí. Ella tenía derecho a hacerlo, no hizo nada malo. Tenía derecho a vivir y ella había invitada por su suegra para hacer su propio destino. Así que se fue. Ella tomó el camino convencional de la vida. Pero miren lo que le dijo, ella nota que de momento Ruth se queda ahí plantada. Ven la figura de Orfa desaparecer en el horizonte y Ruth se queda pegada a su suegra. Y Noemí le dijo:

“…He aquí tu cuñada se ha vuelto a su pueblo y a sus dioses, vuélvete tu tras ella…” Busca tu destino también, Ruth, no te preocupes, has lo que tienes que hacer. Y Ruth le respondió con unas palabras inmortales y muy poéticas:

“… Respondió Ruth, “No me ruegues que te deje y me aparte de ti, porque a donde quiera que tu fueres iré yo, y dondequiera que vivieres yo viviré. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios mi Dios. Donde tu murieres, moriré yo, y allí seré sepultada. Así me haga Jehová y aún me añada solo la muerte hará separación entre nosotras dos…”

Guau! Es una buena palabra en este caso. Noemí se quedó boquiabierta. Vio la determinación de su nuera y viendo Noemí que estaba tan resuelta a ir con ella, no dijo más. Ella vio que Ruth se le pegó como una lapa y no la iba a soltar y dijo, “Bueno, si me la arranco me va a llevar un pedazo de carne con ella, así que mejor la dejo tranquila.” Dijo, “Okay, hija, pues vamos adelante, vamos a bregar tu y yo juntas.”

Y Dios las bendijo grandemente, estas dos mujeres hicieron una sociedad de apoyo mutuo y entraron al pueblo antiguo de Noemí y Dios bendijo a Ruth tanto que Ruth llegó a ser esposa de un hombre muy próspero y también llegó a ser como tatarabuela del Rey David.

David es del linaje de esta mujer, de hecho, que no era ni siquiera judía, era pagana, era de una nación pagana. Vino a ser inclusive, antepasado del Salvador la humanidad, Cristo Jesús. Guau! No le gustaría a usted tener eso en su linaje? Antepasado de Cristo Jesús, Salvador de la humanidad. Por qué? Porque a la gente fiel generalmente vence y es bendecida al final de los procesos por los cuales pasa, se sale con la suya. Porque a veces la vida tiene zigzagueos, la vida no es lineal de 0 a mil, una línea recta, la vida tiene momentos de dificultad, se pierde, se gana, uno avanza, a veces tiene que retroceder un poco, pero si tu te mantienes, tu llegas a la meta y eres bendecido, y eres bendecida.

Eso es lo que a veces muchos jóvenes no entienden, mucha gente no entiende en el mundo y cuando vienen algunos problemas en la vida se dan por vencidos inmediatamente y tiran la toalla, y entonces para mucha gente la vida es una serie de fracasos y cuando llegan a viejos no han construido nada, porque cada vez que viene una adversidad a su vida, se dan por vencidos, tiran todo y entonces tienen que volver otra vez a edificar cuando dicen, “Okay, bueno ya se me pasó la perreta, ahora voy a volver otra vez.” Pero qué pasó? Perdiste tiempo, perdiste oportunidades, no cultivaste relaciones, no aprendiste cosas, y así pasa a veces con una carrera.

Mucha gente, bueno, comienza una carrera y no le fue tan bien como pensaba los primeros 6 meses y ya pasan de querer ser enfermera a ser veterinaria o inversionista o lo que sea. No se mantienen. Hay personas que van en la vida de una cosa a otra, de una amistad a otra. Son como las langostas de Medio Oriente, que devastan una tierra, la dejan desierta y entonces se van a otra parte verde para comer más. Y así para con gente.

Hay personas en la vida que con las amistades son así, están 6 meses, 8 meses, 10 meses con un amigo, una amiga, y la llaman, y la llaman, y se ven, y comen juntos y van al parque, y duermen hasta en la misma cama, espero que portándose bien, y cuando ya la amistad se hizo aburrida, la dejan y se van a otra carne fresca para continuar otra amistad. Y su vida es una serie de… no hay constancia, no hay continuidad porque cuando ya la amistad se hizo aburrida y ya hay poco que hablar porque ya conocen todos sus secretos, entonces viene otra amiga, más interesante y más prometedora y se van detrás de esa amiga y no aprenden a ser un buen amigo. Y cuando llegan a la vejez no tiene tres o cuatro buenos amigos que puedan decir, con esta gente yo he pasado mi vida y la he vivido y hemos llorado juntos y hemos peleado y nos hemos reconciliado y somos amigos y hermanos de la vida. Por qué? Porque todo proceso en la vida tiene sus altos y sus bajos.

La vida es difícil por naturaleza, las amistades, las relaciones son como los árboles que en la primavera florecen y después viene el otoño y pierden sus hojas y en invierno están secos y desnudos pero vuelve la primavera y vuelven las flores otra vez, y somos así, y los frutos y hay tiempo para la celebración y así es la vida. La vida tiene sus tiempos de invierno y tiene su tiempo de primavera y de verano también.

Tienes que saber cuántos veranos has pasado tu en tu vida, cuántos otoños, cuántos inviernos has pasado tu? Lo que a mí me aguanta en el invierno es saber es que un día de estos yo voy a ver las primeras hojitas en los árboles y cuando está esa nieve que me llega hasta las rodillas y yo tengo que venir a la iglesia el domingo por la mañana a predicar, y está lloviendo y ese frío que te muerde, tu dices, hey, pero yo sé que abril está por ahí, aunque sea dentro de dos meses. Y yo voy a aguantarme allí, voy a esperar.

Y hermanos, solamente la gente fiel puede llegar a gozar de los frutos de la vida. La gente fiel, pero como te digo, cuando está el invierno y tu miras a veces los árboles, tu dices, es imposible que ese árbol pueda volver a dar fruto. Sin embargo, da fruto otra vez. Y así pasa, hay veces en tu vida que va a haber situaciones que tu vas a decir, “de esta no me levanto”, pero como decía la canción, si tu le das tu alabanza al Señor en ese tiempo, esa alabanza va a hacer que broten las hojas de nuevo. Y tu tienes que mantenerte allí.

Y la Biblia dice una y otra vez, es importante dice, que los siervos de Dios sean fieles. Primera de Corintios, Capítulo 4, el Apóstol Pablo dice:

“… Así pues, ténganos a los hombres por servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios…”

Pablo dice, miren que los hombres que nos conocen, la gente que nos conoce sepa que nosotros ocupamos una posición muy exaltada en un mundo. Somos embajadores de Cristo Jesús, somos siervos de Jesucristo, y administramos los misterios de Dios. eso es maravilloso.

Sabes que tu eres un administrador de los misterios del universo. Cómo? Cuando tu alabas, qué misteriosa es la alabanza, qué misterioso. Si usted se pone a analizar la alabanza, la guerra espiritual, la oración, la salvación por fe, la muerte de Cristo en la cruz, su resurrección, su venida en las nubes. Esos son misterios. El que Dios haya preparado a Jesús desde la eternidad para que muriera por nosotros en la cruz del calvario, para que seamos salvos. Eso es un misterio, y nosotros administramos esas cosas. La iglesia es la que maneja esas verdades, las proclama, las interpreta como yo estoy haciendo ahora mismo aquí arriba. Somos administradores.

Es decir, tu ocupas una posición extremadamente exaltada por virtud de ser un seguidor de Cristo Jesús y un conocedor y un anunciador de la palabra de Dios. pero miren lo que dice aquí entonces, y esto es lo importante, dice:

“… Ahora bien, en otras palabras, bien, pero ¿Saben qué? Se requiere de los administradores que cada uno sea hallado fiel…”

Por qué? Porque un administrador tiene que ser fiel. Si tu le confías a alguien que te administre algo, tu dinero, tu casa, tu profesión, lo que sea, será mejor que esa persona sea fiel, confiable en otras palabras, que tu puedas entregar tus finanzas y tu sepas que esa persona no te las va a mal administrar.

Entonces Dios te ha dado algo muy poderoso a ti, tu ocupas un lugar muy alto en el Reino de Dios y en el mundo y Dios espera que tu seas constante, que tu seas confiable, que tu seas fiel. Y una persona fiel, como te digo, no es una persona que opera por emociones. Una persona fiel es una persona de principios, es una persona que aunque le ofrezcan el mundo, si sus principios no van con esa oferta, dice, aunque brille como brille y aunque mis ojos se vayan detrás de él, eso no me pertenece a mí, eso no es mío y yo no lo voy a tocar.

Y esa fidelidad, porque como les digo, hermanos, en el mundo carismático, pentecostal, con el cual yo me identifico, y con el cual esta iglesia se identifica, muchas veces hay una dependencia del brillo de las cosas, de la emoción. Yo creo en las emociones, de la manifestación, y yo he hablado aquí de la manifestación de la presencia activa de Dios, pero ¿Saben qué? muchas veces en el curso de miles de sesiones de predicación y de servicio, de vez en cuando un servicio no va a tener el mismo brillo que tuvimos esta tarde, por ejemplo.

Yo tengo 28 años con esta iglesia, 26, 27 de ellos como pastor, y en ese tiempo han pasado tantas cosas. Hay domingos en que la gloria de Dios usted casi puede tocarla, hay otros domingos en que mira, bateamos un doble o un sencillo. Y por eso usted se va a ir a su casa pensando, oh, la presencia de Dios no estaba, fracasamos en nuestro propósito. Oh que terrible! Qué va a pasar? La iglesia se va a deshacer? No. Usted simplemente gloria a Dios, eso fue lo que Dios quiso. Adoramos al Señor. Declaramos su palabra, diezmamos y ofrendamos, diezmamos y ofrendamos y usted se va a su casa. Gloria a Dios. Usted administró los misterios del Señor, el domingo que viene la cosa será mejor y usted pasa su vida sirviendo al Señor. Y haya truenos y centellas, gloria a Dios.

Pero si la experiencia de ese día no fue tan gloriosa como la del domingo pasado, usted es un soldado, usted sigue reportándose a la casa de Dios, usted sigue adorando al Señor, usted sigue glorificando su nombre. Muchas veces Dios se glorifica más en ese pueblo que lo alaba así, a veces sencillamente, pero por obediencia y constancia, el pueblo que depende de que el pastor los haga sentir escalofríos y que se ponga de rodillas y de cabeza, y que haga maniobras para que la gente sienta la presencia del Señor aunque no esté, la van a jalar como sea. Pero no. yo creo que el pueblo de Dios es un pueblo de constancia.

Y yo hablaba con los hermanos, dediqué mucho tiempo a lo del matrimonio porque uno de los lugares donde uno tiene que ser fiel es en el matrimonio. Y eso de ser fiel quiere decir que cuando usted se casa con una persona, por eso se ha elaborado una ceremonia, y usted allí le dice a esa persona, y usted hace una confesión que dice, en enfermedad y en salud, en riqueza y en pobreza, en todo lo que la vida da y en todo lo que quita seréis fiel el uno al otro, hasta que la muerte los separe.

Y claro, cuando uno se está casando uno tiene 20 años ó 24 años, está fresquecito y lleno de ilusión y es bien fácil decir, hasta que la muerte los separe. Pero usted no sabe todo lo que le espera por delante en ese tiempo. Yo he dicho que a veces a mi me gustaría que la gente en vez de vestirse con ropa elegante y cara el día de la boda, me gustaría que se vistiera con overoles, con pantalones de mecánico y un cincho con un martillo y una cinta de medir y un par de alicates porque el matrimonio es trabajo, es bendición, gloria a Dios, es la gloria de Dios en la tierra, porque todo lo que hace Dios es bueno, pero también requiere esfuerzo, trabajo.

En el matrimonio hay de todo, es una trayectoria que tendrá muchas diferentes cosas y si tu no te armas de esa consciencia de que esto es para gente fiel, esto no es para cobardes. Si tu te rajas, como dicen los mexicanos, de la primera crisis, problema, pelea, sinsabor, disgusto, desánimo, lo que sea en el matrimonio, vas a estar yendo como el mono, de palo en palo toda tu vida y no vas a criar carácter, fidelidad, confiabilidad. Yo creo que en el matrimonio un hombre, una mujer le dice a su cónyuge, a su esposo, a su esposa, yo voy a ser tu amigo y hago un pacto, trabo pacto contigo hoy. Y aunque venga la vejez y la enfermedad, y peleemos y nos equivoquemos y cometamos errores y nos pisamos los callos y nos digamos cosas que no debimos habernos dicho, y haya heridas, yo te voy a amar, te voy a perdonar, tu me vas a perdonar y vamos a llegar aunque sea cojeando, pero vamos a entrar al Reino de Dios juntos.

Por eso hay mucha gente que no se casa, porque comienzan a pensar, uy, qué si mañana no siento entusiasmo por mi esposa, qué si hay otra mujer que me guste por allí, u otro hombre, entonces ya no quiero más… Hermanos, en el matrimonio va a haber de todo, va a haber tentaciones, va a haber errores, va a haber ofensas, va a haber enfermedades, pero en toda esa trayectoria dice la Biblia, que tu tienes que ser fiel, tu tienes que agarrarte de la mano de tu esposo o tu esposa, y ser buen esposo, buen amigo y pasar los procesos de la vida juntos. Habrá momentos en que en la cama será la gloria y cañones sonarán y angelitos cantarán, y luces de bengala y iluminarán la alcoba, y habrá otros días en que estuvo bien, usted se da un besito, se acuesta a dormir, se expresan amor el uno al otro y otro día vendrán las luces de bengala y los cañonazos y gloria a Dios. Pero es así. Y uno tiene que entender que eso es la vida matrimonial, en 25, 30, 40 años de vida matrimonial si Dios le da a una pareja, hay de todo.

Y sabe una de las cosas que más amenaza, muchas veces el matrimonio, así como cualquier otra aventura de la vida, no es tanto cuando el diablo llega con todo su ejército demoníaco y se tira encima de ti, y tu sabes que el fuego del infierno está soplando sobre tu vida, y en esos momentos la adrenalina se te sube y tu clamas al Señor, y te vuelves un gigante, una Débora y derrotas las huestes del infierno, porque tu sabes que tu estás en guerra. Pero ese no es el momento más peligroso del matrimonio o del servicio al Señor. Los momentos más peligrosos son cuando viene el aburrimiento y la cotidianeidad, es la cuestión del día a día.

Yo veo a veces hermanos y hermanas que llegan a la iglesia y están tan contentos y entusiasmados con la iglesia. Dicen, pastor, esta es la mejor iglesia del mundo y yo a veces no soy tan entusiasmado de decirle, amén, hermana, de aquí nadie me saca, dicen. Y mientras yo los saludo y los veo el domingo y los animo, gloria a Dios, y la gente contenta de que sean nuevos en la iglesia, en el ministerio, lo celebran pero cuando llegó 6 meses, 8 meses y ya son parte de la Congregación, y hay otros hermanos que hay que saludar y animar y recibir, y ya simplemente se espera que le metan mano a la vida de ser miembro de una iglesia, que sirvan y que vengan y que estén allí porque hicieron pacto con una Congregación, sabe lo que pasa? Que ya comienza a decaer el ánimo, ya no les da escalofríos más.

Entonces tiene que venir el domingo, vestirse, preparar la ropa el sábado en la noche, preparar los muchachos, llegar a la iglesia, y el domingo que viene van a tener que hacer lo mismo otra vez, y van a tener que servir en el ministerio de niños, y a veces va a haber problemas y se van a jalar los moños los líderes del ministerio, y no va a ser la gloria de Dios tan evidente como lo era el domingo pasado. Pero no, hizo un voto y tiene que ser fiel y viene y el domingo próximo viene.

A mí me bendice la gente, y esto no está calculado para tirarle indirecta a nadie, yo le digo a la gente, hay iglesias con la cual uno tiene que irse para escapar por su vida, hay iglesias que hay mala doctrina, mala administración, abuso emocional y espiritual, explotación de la gente, muchas cosas terribles se dan y yo creo que en ese caso, sí, debe usted, como digo, huir por su vida, buscarse un lugar donde usted pueda…

Pero, si tu tienes una buena Congregación donde hay buena palabra, hay un buen programa, integridad en el ministerio, hay hermanos que aman a Dios, hay oportunidades para servir y aprender y que tus hijos crezcan, para qué te vas a poner a buscar una mujercita más fresca y más gordita y prometedora, y dejar a la mujer de tu juventud para ir a otro lado.

Eso pasa en el matrimonio. Vienen los años, pasan los años y ya no somos tan musculosos y tan definidos como éramos a los 20. Muchas cosas se van para el sur o se llenan un poquito más o lo que sea, y si tu comienzas a mirar con malos ojos al que está más fresquecito y más prometedor y miras a la otra con desprecio, no vas a durar y vas a perderte de una gran bendición. Porque en la vida de los hijos de Dios se requiere darle oportunidad para que la bendición que Dios tiene guardada a veces en envolturas muy humildes, se manifieste. Y a veces que tenemos que cambiar los apetitos físicos por el vino último que es mejor que el primero en Dios.

Y muchas veces esos tiempos ya de madurez en que hemos compartido tristezas juntos, hemos llorado juntos, hemos envejecido juntos, hemos perdido pelo juntos, hemos perdido músculos juntos, nos hemos visto en el hospital en una cama con una batita fea y poco atractiva, nos hemos levantado y hemos visto la costra aquí en la boca de tu amado príncipe azul.

Pero tu te has mantenido y han pasado los años y eso le ha dado a tu amor, verdadera textura, profundidad y riqueza en vez de ese amorcito barato y superficial de los muchachitos cuando tienen 14 años que creen que van a vivir para toda la eternidad. El amor que ha pasado por las tribulaciones y los quebrantamientos y las tragedias y las pérdidas, y se mantiene erguido, ese amor trae gloria a Dios y embellece a los hombres y a las mujeres que se involucran en él, como Ruth y Noemí. Sí, tuvieron sus tiempos, cómo habrán ellas celebrado la boda de Ruth y de Orfa? Con mucho entusiasmo e ilusión de lo que les esperaba por delante. Una pareja quiere tener hijos, y tiene hijos y pasan cosas.

Esta mañana me decía, había una pareja aquí que los acompañamos al funeral de su bebita, nació muerta de 6 meses, 7 meses casi, y estuvimos allí en el funeral de la bebé, oficiamos y esa madre tenía un corazón quebrado, pero estaban aquí este domingo los dos allí, como dos tortolitos agarrados de manos, adorando al Señor en el servicio de la mañana. Ellos podrían estar en la casa echando pestes de Dios y diciendo, ah, tu me abandonaste, esto y lo otro. No. estaban aquí como soldados, fieles, reportándose ante su Dios que decidió darles algo que ellos no esperaban, pero si se mantienen quién sabe si Dios les dará los anhelos de su corazón mejor que lo primero.

Porque cuando tu besas la mano de Dios a pesar de que te da una bofetada, Dios dice, “Ese es mi hijo, lo voy a bendecir porque me fue fiel.” Cuando Dios le quitó a David el fruto de él y Betsabé, a pesar de que David sangró y se tiró al piso y no se bañó, y ayunó y le pidió a Dios que no se llevara a su hijo, Dios le dijo, “No, me lo voy a llevar.” Y saben lo que hizo David?

Cuando le dijeron que su hijo… se dio cuenta, ni siquiera se atrevían a decírselo, se dio cuenta por el cuchicheo de los siervos de que su hijo había muerto, hizo así, se levantó, se fue al baño, abrió la ducha, no sé si había ducha en ese tiempo, pero se echó agua, se enjabonó, se puso bonito, se afeitó, no se había afeitado en varios días, y pidió una hamburguesa con queso y bacon encima, y una lechuga y una french fries, se la comió con todo el apetito de tres días de no haber comido y los siervos de él lo miraban y decía, “Hey, no podemos entender a este hombre. Cuando su hijo estaba muriéndose, estaba tirado en el piso.”

Y le preguntaron cómo es que tu puedes hacer eso, David? Cuando tu hijo estaba vivo todavía tu estabas deprimido y clamando a Dios y ahora que ya se murió, te bañas y te vistes y dices, vamos adelante con la vida. Cómo es eso? David dijo, “Miren, saben por qué? Porque cuando mi hijo estaba vivo había esperanza todavía de que Dios me lo dejara, pero ya que está muerto, yo sé que un día yo voy a él, él no viene a mí pero yo voy a él. Así que ahora hay que vivir, hay que seguir adelante.

Y eso pasa, hermanos, hemos a veces aconsejado hermanos, han perdido su casa, han perdido a veces hasta su matrimonio, han perdido un ser querido, han perdido su salud, han perdido sus sueños por una razón u otra, la vida les ha quitado algo, Dios ha permitido que les suceda. Qué van a hacer ellos? La calle está fría ahí afuera sin Dios. Nadie puede vivir sin Dios. Tenemos que decir, “Padre, a dónde iré si solo tu tienes palabra de vida eterna? Así que me voy a quedar aquí hasta que tu me des una respuesta, me sanes, me restaures y me des una explicación que yo pueda entender. Yo voy a seguir adelante mientras tanto, y si no me la das la respuesta, aún así te voy a servir y te voy a amar.”

Job dijo, aunque él me mate yo lo serviré, lo adoraré. Esas son la gente que Dios bendice en la vida, gente fiel, gente fiel en su matrimonio, gente fiel en su iglesia, gente fiel en la amistad, gente fiel en su trabajo. Mire, si usted deja su trabajo porque el jefe lo miró mal o estaba de malhumor y le dijo algo y entonces se va a buscar otro trabajo, usted nunca va a tener éxito en ningún trabajo. Si usted se va de su trabajo porque se puso difícil, en una racha de tiempo con mucho trabajo y lo están explotando, y no le gusta o porque se puso aburrido el trabajo, y está de trabajo en trabajo, usted nunca va a llegar a nada. En la vida una tiene que hacer un voto, un pacto y mantenerse porque a veces los tiempos pasan y viene la primavera y vienen cosas mejores y esos tiempos pasaron.

Nosotros tenemos que ser gente de larga duración. Yo le decía a los hermanos esta mañana acerca de los disquitos de 45 revoluciones por minuto, los chiquitos, que me dicen que había esas cosas, yo no las he visto, pero me dicen que están por ahí. Yo los vi en un museo aquí en el Museo de Ciencias de Boston. Y hay muchos cristianos que son así como los discos de 45 revoluciones por minutos, chiquitos, corta duración. Duran un minuto o dos a lo máximo. Y si la cosa se puso apretada, echan un pie en lo que sea, matrimonio, amistad, trabajo, finanzas, lo que sea. No, Dios quiere que seamos como los de 33 revoluciones por minuto que, me dicen también que existían, no los he visto, pero están ahí, algunos los han visto de ustedes, yo veo que están asintiendo, los long play, LPs. Tienen como seis piezas de música dentro de ellos.

Dios quiere cristianos de larga duración. Yo amo esas parejas que han pasado por tormentas y dificultades y están ahí agarrados de la mano, a veces apretándose demasiado fuerte la mano, pero agarrados de todas maneras, porque esa es la vida, hermanos. La vida no es para cobardes. Si no han hecho una canción debieran hacerla con esa título, “La vida no es para cobardes”.

Yo le digo a la gente, el pastorado no es para cobardes, el ministerio no es para cobardes. No, Cristo dijo en el mundo hallareis aflicción, dice, pero confiad que yo he vencido al mundo. Como te digo, a veces lo único, pido a los músicos, pasen por acá por favor, lo único que va a salvarte cuando no oigas las voces de los angelitos, cuando en tu corazón no haya reservas para ni siquiera amar a Dios o creerle a Dios o creer en las promesas de Dios, cuando en ti no haya deseo ni siquiera de ir a la palabra de Dios, porque hay gente a veces que está tan deprimida que cuando abre la palabra de Dios le sabe a arena, cuando toda la plataforma de abajo se te desplome, lo único que te va a mantener es esa promesa que tu te has hecho de llegar al final, porque tu sabes que Dios es fiel y que Dios es bueno y que aunque tu no lo veas en tu vida, la primavera vendrá, la bendición vendrá.

Tenemos que ser como el escritor de Habacuc, aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya fruto, aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales, es decir, aunque todo el mundo se esté cayendo a pedazos, y lo que yo necesito no lo vea por ninguna parte, y parezca que todo ha sido una mentira, y que todas mis ilusiones han sido una ficción, dice, con todo yo me alegraré en Jehová, con todo yo me alegraré en Jehová y me gozaré en el Dios de mi salvación.

Usted sabe los tiempos que le espera a la humanidad por delante, hay intimaciones de crisis financiera. Yo sé que vienen cosas difíciles para la humanidad, sequía, posiblemente va a venir, posiblemente no pero es muy posible. Son tiempos difíciles los que vendrán. Yo me he prometido que aunque la higuera no florezca yo con todo me gozaré en el Señor. Aunque sean los huesos, pero yo voy a llegar a Canaán, adorando a mi Dios.

Yo le pido al Señor renuévame y fortaléceme porque yo quiero serte fiel, quiere ser un hombre de palabra y quiero ser un hombre confiable. Y quiero que nuestra iglesia sea una iglesia que se distinga por ser una iglesia de gente de larga duración, que la gente diga, ahí hay personas de carácter, ahí hay personas confiables, ahí la palabra de Dios encarna en gente trabajadora, honesta, buenos amigos, buenos maestros y buenos esposos y esposas, padres confiables. Somos los mejores trabajadores de la Ciudad de Boston, que la gente quiera arrebatarnos para sus trabajos porque son gente que dan 8 horas de trabajo por 8 horas de paga.

Gente de palabra confiable, que usted le puede voltear la espalda y usted sabe que no se preocupen porque son gente fiel, son gente honesta. Eso es lo que más a mí me interesa. Pablo dice que un día las lenguas cesarán, no habrá más profecías porque no serán necesarias, ya todo se habrá cumplido, no habrá necesidad de dones de sanidad porque no habrá enfermedad. Y lo único que quedará es el amor, es el carácter de los hijos de Dios.

Yo les digo, yo amo las profecías, amo las lenguas, amo las manifestaciones del poder de Dios, amo la sanidad, amo el relajo de la adoración exaltada, me encanta la parranda del espíritu, pero cuando no está allí eso, yo todavía sé que mi Dios está en su trono. Y lo voy a servir llueva, truene o ventee y quiero ser así en mi matrimonio, en mi paternidad, como amigo, como pastor, en todas las dimensiones de mi vida. No quiero dejar una cantidad de pedazos de carne mordido para coger otro pedazo. No, yo me voy comer ese pedazo hasta lo voy a triturar los huesos. Y después me como otro pedazo más.

Una persona que agote las cosas, las trabaje y así uno pisa siempre terreno firme y uno es una persona admirable, respetable que representa bien el Reino de Dios, y el carácter de Jesucristo. Yo creo que Jesús era así. Dios ciertamente es así. No se ha cansado. Él dio su palabra. Él se comprometió con un pueblo y ese pueblo lo ha traicionado veinte mil veces pero él sigue fiel. Dice, aunque todos me traicionen yo sigo fiel, yo no olvido mis pactos porque Dios es… el carácter de Dios y es el carácter de Dios que tu sirves y tu tienes que representar bien a tu Dios. así que tu tienes que hacer un compromiso, yo voy a ser fiel, antes que ungido, yo voy a ser fiel. Entiende?

Antes de cualquier otra cosa, yo quiero que los hombres me tengan por un hombre, una mujer, fiel, un joven fiel, mis maestros sepan que pueden depender de mí. Cuando yo doy una palabra yo la cumplo. Si tengo un compromiso yo pago lo que debo. Y esa gente es admirable, respetable, y se ganan el corazón de los demás y son créditos para el Evangelio, cuando hablan la gente les pone atención y toman en serio lo que dicen porque saben que su moneda está respaldada por un oro que está ahí detrás y vale lo que dice que vale, gente fiel.

No te gustaría a ti ser tenido por fiel? Por Dios y por los hombres. Vamos a hacer un compromiso en esta tarde. Vamos a ponernos de pie ahora mismo y en cualquier área de tu vida donde el enemigo te está susurrando, echa un pie, huye, búscate otra cosa mejor, otro jardín más prometedor. No, di no, yo voy a trabajar este jardín y mi crédito ser tornar esto que está un poquito seco, en un jardín otra vez florecido, lo voy a trabajar en vez de irme a buscar otro jardín.

Yo voy a ser un hombre, una mujer fiel al Señor en todas las dimensiones de mi vida. Si mi matrimonio está tambaleándose un poco hoy yo hago un voto de renovación de mi matrimonio, si mi fe ha estado me voy, no me voy, me quedo en el Evangelio, no me quedo, yo digo, no, en el nombre de Jesús hoy adquiero nuevas fuerzas, voy a seguir adelante, Dios está conmigo, su palabra es fiel.

Si hay algún área de tu vida en que tu has estado ahora mismo titubeando, yo te invito, di en tu corazón, Padre, me arrepiento y hago un voto de fidelidad. Si tu carácter no ha sido el más confiable, arrepiéntete ahora mismo, hay segundas y terceras oportunidades. Di, no, Señor, yo voy a reformar mi carácter. Yo no puedo vivir aquí en esto de que 6 meses limpio y 4 meses en la calle. No, yo soy un hombre, una mujer de Dios así que yo hoy me comprometo a hasta que me muera mantener esta limpieza. Y aunque a veces el diablo me ofrezca todas las bolitas de vidrio diciéndome que son joyas, yo no se las voy a comprar, porque yo sé lo que vale en el Reino de Dios.

Yo te invito a hacer un voto de fidelidad en tu corazón ahora mismo, en tu espíritu, y si tu no has recibido a Jesús como tu Señor y salvador todavía, y Dios te ha traído en esta tarde también te quiero dar una oportunidad a entrar en esta jornada que estamos todos metidos, e invitar a Cristo a tu corazón y comprométete entonces con el Espíritu Santo y con su ayuda llegar a la meta comprometido con Dios. y Dios te dará la fortaleza inclusive para serle fiel a él.

Yo te invito a hacer tu pacto ahora mismo con Cristo Jesús, a recibirlo en tu corazón, a abrazarlo allí y decir, Señor Jesús, yo me comprometo con los valores de tu reino, yo recibo tu persona como mi salvador y mi Señor, yo quiero entrar en este camino, este camino vale la pena.

Así que recibo a Jesús como Señor y salvador. Por qué no lo haces ahora mismo en tu corazón? Si quieres levantar tu mano, levántala, yo voy a orar por ti también. Dios te bendiga, hermana. Amén. Habrá alguien más que quiera invitar a ese Cristo que es íntegro y fiel a entrar a su vida y a su corazón? Si hay alguien más, levante su mano, queremos orar por ti.

Es la oportunidad, no es emoción, esto es ir al banco con dinero sólido. Si alguien más quiere entregar su vida al Señor. Y si tu quieres hacer un voto de fidelidad, levanta tu mano también en esta tarde. Si tu quieres decirle a tu esposa, a tu esposo, a tu familia, a tu trabajo, yo voy a ser un hombre, una mujer fiel, levanta tu mano. Pídele al Señor que te fortalezca en fidelidad, hombres y mujeres de fidelidad. Yo quiero ser un hombre fiel delante de Dios y aquí yo levanto mi mano.

Quiero honrar el nombre de mi Dios. Ayúdanos Señor a serte files, queremos ser una iglesia de fidelidad, que esa sea la plataforma sobre la cual se den todas las demás cosas, una promesa de que llegaremos al final y tu nos ayudarás. Y cuando hayas acabado todo estar firmes en nuestra posición. Danos una iglesia, Padre, que te honre, una iglesia de carácter, una iglesia de integridad, no una iglesia de espuma, sino una iglesia seria, sólida, construida sobre la roca, construiremos sobre la roca aunque nos tome más tiempo, pero construiremos sobre la roca.

Yo bendigo a tus sierva, Señor, bendigo a los que han levantado su mano y declaro gracia de Dios sobre su vida, que ella pueda caminar sobre la roca todos los días de su vida, Señor, y que entienda que tu estás con ella, estás con él aunque no te vea, aunque no te sienta, tu la acompañarás hasta el final de sus días. Bendigo su vida, Señor. Cualquier otra persona, Señor, que haya levantado su mano, suelda en sus corazones esta promesa y ayúdanos a ser un pueblo honroso para tu gloria, Señor.

Amamos a ese Cristo íntegro y queremos imitarlo que él. Declaramos bendición sobre tu pueble en esta tarde, Señor. Escucha nuestra oración por esta palabra que hemos declarado que entre la unción de fidelidad al corazón de tu pueblo.

Gracias, ¡Aleluya! Pueblo de Dios, Dios te dice, yo estoy contigo. Yo te pido que seas fiel, pero no te preocupes, no depende solamente de ti, cree que yo estaré contigo hasta el final del mundo y haz tu parte y yo haré la mía. Yo no te dejaré ni te desampararé, yo estaré contigo dondequiera que tu vayas. Yo seré tu consejero, tu fortalecedor, tu respaldo cuando te sientas débil, misteriosamente, aunque tu no lo sientas en tu carne, yo te estaré fortaleciendo, te daré victoria para que llegues a la meta, porque yo me he comprometido contigo. Tu llegarás a la meta, dice el Señor, pero haz tu propósito en tu vida y ayúdame a ayudarte, dice el Señor. ¡Aleluya!

Padre, nuevas fuerzas para nuestra vida en esta tarde, Señor, las recibimos. Bendice a tus hijos y tus hijas, Padre, derrama tu gracia sobre nosotros. Bendice al pastor Harry Maldonado, gracias por traerlo. Llévalo, Señor, a su destino con bendición, fresca unción, Padre, y fortalece su ministerio allí. Dale palabra y dale a tus hijos que estamos aquí, Señor, pan para el día de mañana, para toda esta semana, para toda nuestra vida.

Te amamos y celebramos tu presencia en nuestra vida. En el nombre poderoso de Jesús y el pueblo de Dios dice, amén. Dios les bendiga, mis hermanos, mis hermanas. Gloria a Dios. Amén. Amén.

Seis retos para hoy

TRANSCRIPT

Hoy día quiero hablarle de algunos retos y virtudes que los cristianos tenemos que demostrar o que mostrar al mundo, y por qué no entre nosotros. La iglesia se enfrenta a continuos retos por los cuales debemos echar mano a las virtudes que la iglesia o que nosotros hemos recibido de Dios. Filipenses capítulo 1 versículos 27 al 30. Quiero invitarlos a revisar y considerar algunos de estos retos que son mencionados por el apóstol Pablo.

Filipenses capítulo 1 versículos 27 al 30, dice: "Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que sea que vaya a veros o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu combatiendo unánimes por la fé del evangelio, y en nada intimidados por los que se oponen que para ellos ciertamente es indicio de perdición, más para vosotros de salvación y esto de Dios. Porque a vosotros os es concedido no solo que creáis en Él, sino que padezcáis por Él. Teniendo el mismo conflicto que habéis visto en mí y ahora oís que hay en mí."

Vamos a cerrar nuestros ojos, y vamos a orar al Señor: Señor Dios todopoderoso, gracias te damos por la oportunidad que nos das de poder estar recibiendo Señor de Tu palabra. Yo te pido que Tú prepares nuestros corazones, prepares nuestro entendimiento, que prepares nuestro espíritu, y que podamos conectarnos con esta voluntad del Espíritu Santo para que podamos recibir lo que Tú has preparado para nosotros. Señor Jesús amén, y amén.

Dentro de algunas cosas que el mundo hoy día está probablemente exigiendo a la iglesia, están estos retos que nos van a permitir de alguna manera mirar que nuestra fé, la fé que tenemos en Cristo es una fé poderosa. La iglesia, perdón el mundo le exige mucho a la iglesia, y cuando la iglesia comienza a mostrar esas virtudes a través de las características o retos que el Señor nos está dando, comienza el Señor a moverse de una manera poderosa, transformando vidas, sanando a los enfermos, liberando al cautivo, dándole gozo al que está triste, cuantos aquí han sido transformados por el poder del Señor, cuantos aquí han sido transformados por el perdón del Señor, cuantos aquí han entendido que el amor de Jesucristo era incomparable, había que aceptarlo, somos parte de lo que el Señor recogió ahí a través del sacrificio de la cruz derramando su sangre.

Uno de los primeros retos que yo quiero mencionarles es el reto de la perseverancia. Está implícito aquí en uno de los versículos, versículos 27 al 30 del capítulo 1, es una cualidad que la iglesia de hoy debe tener, y debe mantener. Por alguna razón los cristianos, algunos cristianos modernos son de corto alcanze, no son maratonistas en la fé, son de diez metros planos, cinco, algunos son de uno, pero hay otros que el Señor nos ha enseñado a ser maratonistas, y debemos aprender a perseverar en este proceso de la carrera de obstáculos que tenemos que hacer en la vida cristiana. La perseverancia es una cualidad que cada uno de nosotros debe comenzar a cultivar para poder mantenernos en el tiempo en la fé del Señor. Y una de las maneras de cultivar esta perseverancia es mantenernos en el Señor, estando al servicio, teniendo la necesidad de como pueblo ser ministrados por el Espíritu Santo. Estas cosas hacen bien, hace bien estar solo en la casa, pero también hace bien estar en la iglesia. La perseverancia es una cualidad que muy pocos cristianos de alguna manera logran consolidar, y sabe por qué?, porque hay algunos que son muy buenos cristianos mientras la cosa está bien, pero cuando está mal, hasta Dios tiene la culpa, y buscamos otros culpables incluyendo al Señor, nosotros no, pero es el resto. El Señor está buscando a estos hombres fieles, la porción de la palabra dice si perseveras hasta el fin, dice vas a tener una corona, ese es el concepto evangélico. Cuántos creen en la venida del Señor?, fu, medio asustados.

Creemos en la venida del Señor, a lo mejor alguno tiene algunos matizes, lo único que sé es que el Señor viene y si no estamos preparados, si no hemos perseverado en la palabra del Señor, en la sana doctrina, en la palabra del Señor, cómo dicen los pentecostales?, mejor que no se vista, porque no vá. Perseverancia tiene algunos conceptos como tenacidad, cuántos son perseverantes, hay que ser perseverante, una persona perseverante es una persona constante, que tiene firmeza, que tiene entereza, que tiene permanencia, ya no me gustó esto?, me voy. Bueno, no es así, no, que este hermano es mucho mejorcito que este, mejor me voy con éste de acá, este hace paseos, este otro no hace paseos.

El segundo reto es la unidad. Hay un versículo interesante, yo lo leí y lo leí muchas veces y dije Señor, bueno pero tengo que leerlo igual. El seguno reto que el Señor le exige a la iglesia es la unidad, y la unidad es este sentido de equipo, este sentido de bloque, este sentido de módulo, este sentido de parecer un sólo cuerpo, aunque la biblia dice que debemos ser un solo cuerpo. Cuando somos uno, mire no hay gigante que se atreva a desafiarlo. Cuando somos uno no hay muro alto y ancho que no pueda ser derribado. Cuando estamos unidos no hay un lugar sin salida donde el Señor no haga la salida milagrosa aunque sea por el medio del mar. La unidad es un reto que la iglesia también debe aprender a cultivar.

Proverbios capítulo 6, versículos 16 al 19 dice algo interesante, y yo voy a resumirlo en esto, dice: "Seis cosas aborrece Jehová, y aún siete aborrece su alma" y hay una lista, dice en el versículo 7: "El que siembra discordia entre los hermanos es aquél al que Jehová abomina." Discordia es oposición, es contrariedad, es discordancia, es división, es odiosidad. El versículo 19 dice: "El que siembra discordia a ese el Señor rechaza". A ese el Señor no lo tiene por estima, con ese el Señor tiene problemas. Así que sería bueno que revisemos nuestras conductas y nuestros actos, sabe para qué?, para encontrar la gracia del Señor, para encontrar el favor del Señor, si esto de andar tratando de arreglarle la vida a otros es de todos, quién no quiere ir a arreglarle la vida a otro, se ha sentado en la sala, no yo sólo lo hago para que le vaya bien, no yo sólo lo hago para ayudar, el que iba a ayudar nunca supo que lo quisieron ayudar. La unidad se refleja en estos pasos tan sencillos de respeto, de amor, de tolerancia. Sabe cada uno de nosotros debe esforzarse por mantener la unidad en el cuerpo de Cristo, debemos esforzarnos, es una regla para nosotros.

El tercer reto es el reto de la humildad. Filipense capítulo 2 versículo 3 dice lo siguiente: "Nada hagáis por contienda o por vanagloria, antes bien con soberbia." Con qué dice? cuántos son humildes aquí? wow, humildemente yo soy humilde. La humildad es el proceso en el cual nosotros debemos aprender en este concepto a someternos, a respetar, a ser fieles. La humildad en el pueblo del Señor, es un reto en el cual si logramos dar ese paso, Dios se glorifica a través de nosotros, la biblia dice que el Señor rechaza al soberbio y da gracia a quién?, a los humildes, y a mí me gusta esa expresión da gracia porque no es sólo que le cae bien al resto del mundo, sino que el Señor hace cosas grandes a través de los que son humildes. Hace cosas grandes a través de aquéllos que aunque tengan habilidades, que aunque tengan recursos, que aunque tengan conocimientos, todo es del Señor, nada es de ellos. Así que si usted pensó tener algo dígale Señor, yo quiero ser humilde, quítamelo, si usted piensa que sabe más que otros mire, la biblia dice que ninguno tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, antes bien mire a otro como superiores, mire al de al lado como superiores a usted mismo, aunque el de al lado no haya llegado al segundo grado, aunque el de al lado no haya pisado la universidad, ni siquiera haya pasado por la universidad en el bus, mírelo como superior.

El cuarto reto es la, este me gusta a mí, yo tengo un sermón más grande acerca de este pero es la obediencia. Filipenses capítulo 2 versículos 12 al 18, "Por tanto amados míos como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más aún en mi ausencia, ocupaos de vuestra salvación con temor y temblor. Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer por su buena voluntad. Haced todo sin murmuraciones y contienda. Cuántos se han quejado porque el pastor les manda a hacer algo?, hoy día es el día de reconocer muchas cosas. Ya hemos hervido aceite para poner sobre su cabeza. Nadie va a levantar su mano?. "Para que seáis irreprensibles en el Señor, sin mancha, en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo. Asidos de la palabra de vida para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado, y aunque sea derramada libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra fé, me gozo y regocijo con todos vosotros, y así mismo gozaos y regocijaos también vosotros conmigo". La obediencia es un reto para el pueblo del Señor, obedecer al Señor, obedecer al Señor. Más que los sacrificios está la obediencia, más que esa actitud religiosa a veces que creemos que nos va a salvar, obedezcamos al Señor que seguro la obediencia nos va a salvar. Obedezcamos al Señor como un término de sumisión, de subordinación, de sujeción, de dependencia, cuando nuestra obediencia está ligada a la dependencia de Dios, mire, todas las cosas son posibles en el Señor.

El quinto reto es algo que de repente se nos olvida sobre todo cuando tenemos que pagar algunos billes. Mire a su hermano si está gozoso y vea si por lo menos tiene cara de gozo. Si su hermano tiene cara de gozo, y si no, déle un codazo en el amor del Señor y hágalo reir. El quinto reto que la iglesia debe cultivar es el gozo. Una iglesia gozosa trasciende los muros de su iglesia, de su edificio. Una iglesia gozosa trasciende la comunidad, el lugar de trabajo, su familia. Muchos cristianos no son bienvenidos en las fiestas familiares, porque de gozo no tienen nada, no la fiesta sino el cristiano, el gozo del Señor debe ser transmitido en diferentes lugares, a diferentes personas, el gozo del Señor trae a través de nosotros ese carácter de un Cristo amoroso, de un Cristo tierno, de un Cristo que no le importó despojarse de lo más grande que tenía en el cielo para venir a la tierra convertido en hombre, y padecer como hombre, y morir en la cruz del calvario, eso es el símbolo del gozo. El gozo de Cristo, o la visión de Cristo como dicen los estudiosos de Cume, aquí hay uno que estudió en un Cume por ahí. La visión es Cristo mirando al mundo y el mundo mirando a Cristo a través de nosotros. El gozo del Señor, el gozo es satisfacción, el gozo es alegría, es regocijo, el gozo del Señor es nuestra fortaleza, cuántos han experimentado eso, el gozo del Señor es nuestra fortaleza, o nadie aquí ha pasado por momentos difíciles?. Cuántos han pasado por momentos difíciles, el gozo del Señor ha sido su fortaleza?.

Filipenses capítulo 1 versículo 21 dice Pablo: "Para mí, el vivir es Cristo". Dice que en su presencia hay plenitud de gozo. Los momentos más difíciles, cuando ya no te dan ganas de reir, cuando ya lo único que salen de tus ojos son lágrimas, métete en la presencia del Señor, porque ahí el Señor te dará el gozo, no importa la circunstancia, no importan los problemas, en Él hay plenitudo de gozo. Y una promesa importante capítulo 22, "también vosotros ahora tenéis tristeza, pero Yo os volveré a ver y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará el gozo." Cuántos dicen amén?, cuántos le dan un aplauso por lo menos al Señor.

Está gozoso?. Si alguien perdió el gozo hoy día es el día de recuperarlo, porque aquí está el Señor, aquí está su presencia, su unción, si alguien cree que el gozo era mentira, aquí se dá cuenta de que el gozo es verdad, si lo dá el Señor eso es verdad.

El sexto reto que el Señor nos plantea es el contentamiento. Filipenses capítulo 4 versículos 11 al 13, "no lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme cualquiera sea mi situación". Wow, cuántos pueden decir esto así, dígalo yo lo puedo decir así porque el Señor nos permite contentarnos en cualquiera situación de nuestra vida. Sé vivir humildemente, y sé tener en abudancia. Cuántos prefieren tener en abundancia?. "En todo y por todo estoy enseñado así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para tener necesidad." Y el último versículo quién se lo sabe versículo 13? "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece." Cómo no alegrarnos, cómo no contentarnos, cómo no decir Señor Tú eres mi alegría, Tú eres suficiente para mí, sabes qué?, Tú eres suficiente, tenga o no tenga, Tú eres suficiente. Así que quiero invitarles a poder poner en práctica estos retos, y estoy seguro que la bendición del Señor estará sobre su vida, pero además de estos retos, Filipenses capítulo 4 versículo 8, nos muestra las virtudes que tenemos, el apóstol Pablo nos habla de que la iglesia tiene una posición, una posición en Cristo, Filipenses capítulo 4 versículo 8 dice: "Hermanos por más salmos míos, hermanos todo lo que es verdadero" todo lo?, yo en mi iglesia prediqué esto pero no sé si lo puedo decir aquí, cuántos prueban la uva cuando van al supermercado?, sólo pregunto, ahí ustedes saquen su conclusión, "todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si hay algo digno de alabanza, en esto pensad."

Aquí hay virtudes que la iglesia debe comenzar a exponerle al mundo. Esta es la iglesia del Señor, usted es la iglesia del Señor. Cierre sus ojos un momento. Yo quiero invitarlo a que pueda reflexionar un momento en esto, reflexionar en lo que el Señor ha estado hablando a nuestras vidas, reflexionar en lo que el Señor está demandando de su pueblo, de sus hijos, no es sólo una actitud religiosa, no es sólo un cambio de una religión a otra, es un modelo de vida que traspasa los límites, es un modelo de vida que traspasa los sistemas, es un modelo de vida que nos invita y que nos desafía a decirle al mundo, para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganacia. "Si pues habéis resucitado con Cristo, buscad de las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios, poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra, porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida se manifieste, encontes vosotros también seréis manifestados con Él en gloria". Colosenses capítulo 3, versículos 1 al 3. Ahí donde está levante sus brazos al cielo, dígale Señor enséñame a ser un testigo fiel de tu palabra, dígale Señor enséñame a ser el embajador que Tú quieres de tu reino, Señor enséñame a llevar tu palabra creyendo que Tú fluirás en poder, Señor enséñame a aceptar y a adoptar estos retos en mi vida, para que muchos alrededor mío puedan llegar al conocimiento de la salvación en Jesucristo, gracias Jesús, gracias Señor, en el nombre de Jesús, que el Señor les bendiga.

¿Tenemos Tiempo Para Todo?

8 de agosto del 2011 - Por Myrza Marilys Lassús

En este mundo todo tiene su hora; hay un momento para todo cuanto ocurre. Eclesiastés 3:1 (leer todo el capítulo 3)

Este pasaje de la palabra es bien claro, TODO tiene su tiempo. Y entonces, ¿qué es lo que pasa cuando nos asombramos de sucesos en la vida? ¿Por qué nos sorprendemos de un nacimiento, de una muerte? ¿Por qué no entendemos el tiempo de las cosas? ¿Qué es lo que nos lleva a pelear con el reloj, con el tiempo? Nuestra humanidad.

Este pasaje llegó a mi mente hoy, cuando en la mañana me enteré de la muerte repentina de una compañera de trabajo. Una doctora exitosa, con muchos proyectos en su futuro, con una energía juvenil, inteligente, humilde, demandante consigo misma, exigente de lo bueno y amante a la justicia, así era. El viernes yo hablé con ella brevemente y se veía radiante como siempre. Llegó a su hogar después del trabajo y su esposo la encontró en un cuarto… ella no respondía. Murió. Una mujer joven, muere de repente, sorprendiendo a su familia, amigos, compañeros de trabajo, colaboradores, etc.

Y este episodio en el capitulo de la vida me lleva a la pregunta, ¿por qué nos afanamos y nos preocupamos tanto por nada si TODO tiene su tiempo? Nuestros días están contados. Nuestro libro escrito. La Palabra de Dios, nos dice en numerosas veces que no nos debemos preocupar, afanar o perder la paz por las cosas en las cuales no tenemos ningún control. La sabiduría no está en el conocimiento sino en la práctica. Y esto me lo tengo que aplicar yo primeramente.

Así que, recordemos que TODO tiene su tiempo. Hoy lloras, pero mañanas reirás. Hoy trabajas, pero mañana descansarás. Hoy te enfermarás, pero mañana sanarás. Hoy sembrarás en tu trabajo, en tu escuela, en tu familia, en tu iglesia, pero mañana segarás lo que hayas sembrado. Hoy callarás, pero mañana hablarás. Hoy quizás no tengas el amor de tu vida, pero mañana te amarán. Hoy vivirás….. porque en un futuro morirás.

“Lo que es, ya ha sido, y lo que será, ya fue, y Dios busca lo que ha pasado“. “El ha hecho todo apropiado a su tiempo“.

Y este mensaje es para todos nosotros…. Vivamos la vida con propósito. Que hagamos todo en nuestros días para El, con amor y con agradecimiento…. Ama para El, trabaja para El, toca tu instrumento para El, ríe para El, llora para El, estudia para El, goza de tus hijos para El, se feliz con tu esposa(o), vive para El…. Mañana, déjaselo al Señor. Dios te bendiga siempre.

Hablemos de Jesús

TRANSCRIPT

En la vida de todo predicador, yo puedo decir esto, no tan solamente porque lo he estudiado sino que lo he visto en muchos predicadores, siempre llega un momento donde cada predicador se encuentra con esta pregunta, la pregunta es, y de qué predico hoy? De qué hablo hoy? Más cuando uno se encuentra a un grupo de personas que tal vez han estado escuchando mensajes bíblicos por años y años y años. y en toda esta semana, no se crea que yo me saqué el mensaje esta mañana. No, no fue eso, o sea, me he estado preparando. Pero en toda esta semana en mi tiempo de oración, cuando estuve orando yo me digo, Señor, guau, qué puedo traer al pueblo? Qué puedo traer a la iglesia, a las personas que lleguen hoy aquí y las personas que nos ven por el internet?

Para contarles un poco de cómo yo hago mi tiempo de oración, yo casi siempre me siento afuera en el deck de mi casa y me siento, y al frente mío pongo otra silla vacía, es como que para imaginarme que tengo a Jesús ahí de frente a mí. Y así en mi conversación cada vez en esta semana, cada vez que estaba así hablando, es como si el Señor me dijera, “Habla de mí.”

Hablemos de Jesús. Qué mejor tema hablar que de Jesús? Y ¿Saben qué? Eso a mí me impactó tanto porque hay veces que nosotros nos enfocamos en muchos otros temas y nos olvidamos de la razón principal de cualquier tema de por qué nosotros predicamos, y eso es la persona de Jesús.

Y para mí eso me pesó mucho porque como creyente, mis hermanos, muchas veces nosotros nos podemos acomodar y conformarnos muchos a las experiencias que hemos vivido en nuestra fe, nuestra relación con el Señor Jesús. Es bien fácil. Y yo les estoy hablando, no tan solamente desde una perspectiva personal, sino que yo creo que esto es el sentir, tal vez, o no tal vez el sentir sino tal vez la realidad de muchas personas, que tenemos con nosotros a una de las personas, uno de los seres que más ha impactado y transformado la historia de millares de personas y con todo al día de hoy, nosotros nos comportamos como si eso no tuviera ningún tipo de efecto, como si no tuviera un poder eficiente todavía al día de hoy.

Y si alguno piensa así, yo le pido que por favor cambie su manera de pensar porque no es así. Yo creo que el Señor Jesús está muy en acción todavía en el día de hoy, en medio de las vidas, tanto de aquellos que le conocen como de los que no le conocen como los que no le conocen todavía, el Señor está en acción. El Señor no ha dejado su negocio de transformar vidas. Jesús no ha dejado su misión de reconciliar al mundo de vuelta con Dios como su Creador.

El Señor Jesús está en acción todavía. Pero el asunto es, mis hermanos, que hay veces que nosotros podemos aparentar que ya hemos alcanzado un nivel donde lo conocemos todo, hemos alcanzado un nivel como un plateau donde ya no hay nada más que experimentar, no hay nada más que cambiar, no hay nada más que transformar. Y entonces nos acoplamos, nos acomodamos a vivir nuestras vidas en el diario vivir, nos acoplamos al mero hecho de que yo tengo control de lo que yo hago, esto es lo que voy a hacer tal día, nos planeamos, esto es lo que voy a hacer en mis vacaciones, estoy es lo que voy a hacer por el mes de verano, y como que toda nuestra vida está totalmente planificada por nosotros y muchas veces dejamos fuera de la ecuación a la persona de Jesús y cómo Jesús pueda verdaderamente impactar cada una de nuestras rutinas.

Y tal vez usted me va a decir, “Ah, pastor Omar, eso es allá usted porque yo no.” he titulado el mensaje de hoy, “Encuentros con Jesús que cambian nuestras vidas.” Ese es el título de hoy, “Encuentros con Jesús que cambian nuestras vidas.”

Por qué les digo esto, mis hermanos? Por qué he querido meditar en esto? Y por eso es que digo que recibamos este mensaje con simpleza, porque tal vez cristianos maduros que estén aquí de muchos años me van a decir, “Ah, qué más me vas a decir de Jesús si ya yo conozco todo lo que tengo que conocer de Jesús.”

Si usted piensa así ya, mucho cuidado. Es imposible que usted pueda conocer todo lo que Jesús tiene para su vida. Yo creo que ni la persona más docta que verdaderamente haya conocido algo de Jesús se atrevería a decir cosa semejante. Siempre tenemos algo que aprender. Siempre tenemos algo que recibir de parte del Señor. Siempre tenemos algo que dar al Señor.

Y por eso es que he querido tomar el tiempo para meditar en estas cosas, mis hermanos, yo por un lado, yo le doy gracias al Señor Jesús de que él nunca se acomoda, nunca se conforma con tener una mera relación estándar con cada uno de nosotros. Yo le doy gracias al Señor porque él nunca hace eso.

El Señor Jesús siempre está queriendo, anhelando, deseando tener más conexión, más intimidad con cada uno de nosotros. Hay una infinitud de misterios en el Señor que él quiere dar a conocernos a nosotros, sus hijos, sus hijas, su iglesia, que aún nosotros todavía no hemos conocido. Y no las hemos conocido en gran parte porque no dedicamos el tiempo suficiente de tener esos encuentros donde podamos recibir algo de parte de él, no tan solamente encuentros donde sea yo el que esté tirando, tirando, tirando todo el tiempo, sino donde yo me pueda sentar a verdaderamente recibir algo de parte del Señor Jesús.

Cómo podemos alcanzar estos encuentros? Miren, yo quisiera hablarles de encuentros que nunca deberían terminar. En otras palabras, encuentros a los cuales nosotros nunca deberíamos acostumbrarnos a que sucedan así como algo cotidiano. Sino que al contrario, siempre tenemos que tener la expectativa, la emoción, la ansiedad en un sentido positivo, de guau, qué nuevo voy a recibir del Señor? Me siguen?

Hay un personaje en la Biblia que muchos de nosotros conocemos. En el libro de Lucas, Capítulo 19 se habla del personaje de Saqueo y todos nosotros conocemos muy bien esta historia, los que no la conozcan les voy a dar un resumen bien breve.

Pero Saqueo era un hombre que estaba encargado de recolectar los taxes en el pueblo de los judíos, el pueblo de Israel. Y para que ustedes entiendan, las personas que colectaban taxes es como decir el IRS hoy en día, eran personas que nadie le gustaba ese tipo de individuo, de ser misterioso. Al contrario, los trataban con rechazo, los trataban con distancia, hasta los consideraban como pecadores, por así decirlo, delante de Dios.

Y el relato bíblico dice que mientras Jesús iba de camino a la ciudad de Jericó, pasando por aquella ciudad se encontró con un varón llamado Saqueo que era jefe de todos los publicanos y era un hombre rico, era un hombre adinerado también, y él procuraba ver quién era este Jesús. Parece que había escuchado hablar de Jesús. Pero no podía verlo a causa de la multitud y porque también este hombre era chaparrito, era pequeño.

Puedo mirar a alguien específico, pero no lo quiero poner en el spot. Yo tengo mi ejemplo de Saqueo aquí, en cuestión de estatura, no de personalidad. Y dice en el verso 4 que Saqueo corriendo adelante se subió a un árbol sicómoro para verle porque había de pasar por aquel lugar. Cuando Jesús llegó a aquel lugar mirando hacia arriba…

Yo quiero que usted se ría visualizando esta historia. Jesús iba caminando por la calle y de repente así en medio de toda la multitud ve estos dos pies guindando así de un árbol, y eso le llama la atención y mira hacia arriba y de repente ve a Saqueo allá guindando de una rama. Y el asunto es que Jesús le llamó por su nombre.

Le dice, “Oye, Saqueo, qué tu haces ahí arriba trepado, muchacho? Ten cuidado que no te caigas. Así que hazme el favor y bájate de esa rama porque hoy me es necesario llegar contigo a tu casa.”

Miren eso. “Date prisa, desciende porque hoy me es necesario que yo pose en tu casa.”

Que lindo es que Jesús en su soberanía, aunque tenga toda una multitud a su alrededor, él conoce a cada cual por nombre y apellido. Así que te puedo hablar algo de Jesús es eso, que en medio de toda esta multitud, si Jesús se para aquí él puede llamar a cada cual por nombre y apellido, aún al que está allá atrás en la esquina, el Señor lo puede llamar por nombre y apellido, aún el que está sentado de frente a su computadora en el pueblo más recóndito de la Argentina, el Señor te puede llamar por nombre y apellido.

Él puede hacer eso. Y no tan solamente eso, sino que a la misma vez dice, “me es necesario que yo pase tiempo contigo.” Pero Jesús si tienes tanta otra gente a la cual puedes atender, por qué yo? En este momento me es necesario que yo pase tiempo contigo. Yo tengo que llegar a tu casa. Así que bájate de ese árbol donde estás vamos a cenar tu y yo.

Que lindo es saber, mis hermanos, que el Señor Jesús se interesa por cada cual. Él se puede interesar en multitudes, y puede ministrar a multitudes, pero a la misma vez como tiene ese alcance bien grande, también puede tener el alcance de llegar a un corazón en particular.

Saben lo que me gusta de este encuentro? Que este encuentro fue inesperado. Jesús se invitó sin invitación. Mira eso. Yo no sé si usted ha tenido alguien que usted está planificando un barbecue o algo así y alguien se enteró y como que ¿puedo venir? Y entonces usted se encuentra en la encrucijada de que si no lo invito se va a sentir mal porque no lo invité así que hey, una persona más, “Amor, incluye una boca más que vale por tres.”

En otras palabras, lo que Jesús estaba haciendo fue que interrumpió la rutina de Saqueo como él nunca antes se lo imaginaba, interrumpió su rutina. Tu te imaginas qué sería de tu vida si Jesús interrumpiera tu rutina cuando tu menos te lo esperas? Cómo responderíamos si Jesús de repente se mete en tu tiempo y te dice, “Oye, tenemos que hablar.” Qué sería, perdona que te coja de ejemplo Benjamín, estás a ley de 15 minutos de empezar una de tus clases en el seminario, estás ahí en tu oficina, y de repente tu sientes esta presencia que llena toda tu oficina y es como el Señor te está diciendo, “Necesito pasar tiempo contigo antes de que vayas a tu clase.” Cómo reaccionaríamos?

David, tu como un principal de escuela, llegas ahí por la mañana, acomodando cosas, viendo portones y de repente sientes en tu corazón que el Señor te dice, “Necesito pasar tiempo contigo.”

Oscar, estás llegando a tu oficina y vas ahí apurado, tienes muchas cosas en mente, cosas que las tienes que cumplir y de repente sientes esta impresión que el Señor te está diciendo, “Necesito pasar tiempo contigo.”

Mirra, estás haciendo tus quehaceres en la casa, tienes miles de cosas que hacer y de repente, cuando vas a poner una tanda en la lavadora sientes en tu corazón, “Mirra, tengo que pasar tiempo contigo.” “No, Señor, ahora no puedo, tengo que hacer muchas cosas, tengo que cumplir con esto, tengo que hacer aquello, tengo que hacer lo otro.” Lo cual es muchas veces la respuesta que nosotros damos. Yo he dado esa respuesta.

Pero piensa esto, el interés que Jesús tiene tanto en tu vida, es tanto que hay veces que él se atreve a no respetar nuestro tiempo sino que lo quiere interrumpir. Y aunque decimos que él es muy caballero, pero él tiene estos momentos que su caballerosidad la usa para interrumpirnos y dejarnos saber, “Necesito tiempo contigo.”

Y qué trajo ese encuentro? Qué es lo que dice? Cuando Jesús llegó a la casa de Saqueo, que Saqueo fue conmovido por la presencia de Jesús en una forma tan y tan profunda que él lo que dijo fue, “Jesús, mira, yo sé que yo he hecho mal. Hoy yo le voy a devolver a la gente todo lo que debo y si es necesario se lo voy a devolver cuadruplicado. No tan solamente se lo voy a… no, dijo, se lo voy a devolver con intereses, olvida los intereses, se los voy a cuadruplicar.

El hombre fue tan movido por el Señor Jesús que se atrevió a hacer algo extravagante. Y qué fue lo que Jesús dijo? Hoy ha llegado la salvación a esta casa. La salvación, no fue que ya entró al cielo. No significa eso. Cuando ese texto habla de salvación, lo que Jesús está queriendo decir es que llegó un sentido de bienestar no tan solamente al hogar, sino más bien a la vida de Saqueo que solamente Jesús podía dar. Llegó un nuevo comensal para la vida de Saqueo.

Y no tan solamente para la vida de Saqueo sino para todas aquellas personas que habían sido impactadas por él, en una forma negativa porque ahora sí Saqueo tenía una perspectiva nueva en la vida, eso significa que las personas que lo conocían iban a tener que empezar a ver de una forma totalmente distinta. Ya no es el publicano colectador de taxes, pecador, ahora es un hombre que está haciendo su labor pero lo está haciendo de una forma responsable y no tan solamente eso sino porque ha tenido un encuentro con el mismo Jesús que yo también he conocido.

So, ahora me tengo que relacionar con él en una forma distinta. So, ese aspecto de salvación que se produjo a la luz de ese encuentro con Jesús, ha traído un nuevo sentido, una nueva dirección a la vida. Encuentros inesperados.

Hay otro tipo de encuentro, que es el encuentro que es esperado. Lo contrario del primero, es el encuentro esperado o el encuentro programado. Miren, en Lucas Capítulo 10, hay otra historia que también nosotros conocemos pero quiero hacer hincapié en algo aquí.

Cuando Jesús visita a Marta y a María estas dos hermanas que Jesús las conocía muy bien y tal parece que cada vez que Jesús pasaba por Betania una de sus paradas era la casa de ellas dos. So, esa visita de Jesús era más o menos esperada, porque ellas cuando lo recibieron en la casa, que lo dice así, lo recibieron en su casa, empezaron a preparar una cena para Jesús, para los discípulos, y qué es lo que nos enseña el texto?

Nos deja saber que este es el tipo de encuentro donde nosotros nos ponemos al día con Jesús. En otras palabras, es lo que Greg y yo llamamos a nuestras reuniones con el pastor Miranda, son nuestras reuniones de check up, de mantenimiento por así decirlo. Así como usted lleva su carro a mantenimiento, cada 5000 millas, nosotros tenemos cada un día a la semana, no 5000 millas, cada un día a la semana nosotros tenemos estos tiempos donde nos reunimos con el pastor para hacer nuestro maintainance check, y dejarle saber al pastor, cómo estamos, qué hemos estado haciendo, para que él esté informado de todas las cosas que están sucediendo alrededor de la iglesia y que él nos informe también de las cosas que él ha estado haciendo. O sea, es algo que va de ambas partes.

Pero ese es el tiempo de encuentro, cuando yo pienso en la persona de Jesús que nosotros necesitamos constantemente. Ese encuentro planificado es ese encuentro en que nosotros nos ponemos al día con Jesús y que él también se pone al día de alguna forma u otra con nosotros.

Obviamente una parte de ese texto, de esta historia, de este relato de Marta y María es que muchas veces nos enfocamos que Marta estaba por allá enfocada, cocinando, sirviendo, y María, qué fue lo que hizo? Decidió sentarse a los pies de Jesús y escuchar lo que él estaba diciendo. Y obviamente todo el mundo dice como que ah, María fue la que hizo bien y Marta era la que estaba por allá ajetreada con todos los quehaceres.

Pero nosotros aquí en la iglesia, por muchas prédicas que hemos escuchado ese pasaje, lo que hemos aprendido es que lo que Jesús nos enseña aquí es la importancia de saber cómo mantener un buen balance entre lo que es servicio y lo que es devoción. Lo que es estar envuelto en algún tipo de acción en este caso, sea en la iglesia, o sea en su trabajo, o sea en su familia, de estar haciendo cosas que mantengan a su familia en una buena rutina, saludable, productiva, dinámica, versus, pasar tiempo de devoción, pasar tiempo de conexión con Dios, de sentarnos y decir, okay, vamos a hablar, déjame desahogarme yo y cuéntame tu también de lo que tienes.

Eso es lo que este texto está hablando. Y son encuentros, mis hermanos, que nosotros no podemos dejar pasar por alto en nuestras vidas. Necesitamos tener esos momentos planificados, esperados, donde lleguemos a un punto en el día, sea en la mañana, sea en la tarde, sea en la noche, sea cuando sea donde nosotros podamos touch base, donde podamos sentarnos con Jesús y escuchar lo que él tenga para nosotros.

Y tal vez ese aspecto de escuchar pueda ser difícil porque esos encuentros con Jesús no necesariamente es que hay un diálogo entre dos personas, sino que cuando usted está orando tal vez es un tiempo que se llena solamente de silencio y lo único que se oye tal vez, es su propio respirar o el palpitar de su corazón.

Pero tenemos que aprender, mis hermanos, que para nosotros una de las formas en que esto se aplica a nuestras vidas es que aún en ese tiempo de silencio que nosotros podamos aprender a escuchar la voz de Jesús en medio de nuestras vidas. Y esto es algo que no se le hace muy fácil a muchas personas porque tenemos nuestra mente tan llena de cosas que hay que hacer, cosas que tengo que cumplir, que aún si estamos en un tiempo de silencio, nuestra mente está a cien millas por horas pensando, tengo que hacer esto, tengo que hacer aquello, tengo que llamar a tal persona, tengo que comprar esto, tengo que contactar a aquella otra o tengo que llenar esta carta o tengo que hacer este pago. Nuestra mente está tan llena y tan llena de tantas cosas que aunque Jesús nos quiera hablar y estemos aunque sea 5 minutos de silencio, no le vamos a poder prestar atención porque estamos enfocados en muchas otras cosas.

Y nosotros tenemos que aprender a lo que es aquietar nuestra mente. Yo no voy a decir una práctica de meditación oriental de “oh, vacía tu mente, ohmmm.” Yo no voy a decir que hagas eso pero sí te puedo decir que pongas en práctica lo que dice uno de los salmos, “estad quietos y conoced que yo soy Dios.”

Y ese estar quietos significa que slow down, baja tus revoluciones, calla, presta atención a lo que el Señor quiere decir. Son momentos esperados, momentos programados, que no podemos pasarlos por alto sino que tenemos que estar muy presentes de ellos. Esos encuentros nos recuerdan donde tanto el servicio como la devoción son dinámicas de la vida que nosotros debemos fomentar continuamente en nuestra relación con el Señor.

Un tercer tipo de encuentro, que debemos siempre buscar y este encuentro lo podemos leer en el libro de Lucas, Capítulo 5, donde Jesús se encuentra con los primeros discípulos y los llama a servir. Este es el tipo de encuentro que yo llamo el encuentro que son determinantes o definitivos, en el sentido de que definen algo en nuestras vidas, son determinantes, son fulminantes por así decirlo. Que Jesús cuando se aparece nos deja saber lo que él tiene en su corazón para nosotros y nosotros tenemos una de dos opciones, o obedecemos o nos quedamos sentados y no hacemos nada.

Miren cómo dice, Jesús se aparece a los discípulos, después que los discípulos habían estado pescando y no pescaron nada, Jesús se apareció y les dice, “Boga mar adentro y echen sus redes para pescar otra vez”, y Pedro Simón le dijo, “Pero hemos estado pescando toda la noche y no hemos cogido nada.” Hey, hazme caso, en tu nombre, cómo fue que le dijo? En tu nombre lo haremos.

Entonces hicieron señales cuando echaron sus redes porque se habían llenado, casi se rompían e hicieron señales a sus otros compañeros que fueran a ayudarlos. Verso 8 dice:

“… Y viendo esto Simón Pedro cayó de rodillas ante Jesús diciendo, “ay, apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador.” Porque por la pesca que habían hecho el temor se había apoderado de él y de todos los que estaban con él. Pero Jesús entonces le dijo a Simón, “No temas, muchacho, porque desde ahora te haré pescador de hombres.” Y cuando trajeron a tierra las barcas, dejándolo todo le siguieron…”

Miren ese encuentro, mis hermanos. Miren ese encuentro tan definitivo en la vida de estos discípulos iniciales, de los primeros con los cuales Jesús se encontró que empezó a llamarlos, apartarlos para su obra, para su misión, para su ministerio. Jesús de nuevo, se puede decir que por un lado interrumpió de nuevo la rutina de estos muchachos, pero ese encuentro lo que trajo fue un sentido de definición en las vidas de esas personas.

Saben, aquellos que entienden lo que es ser un discípulo en ese tiempo de Jesús, miren qué interesante. Un joven que estuviera trabajando sea ya en la pesca, sea ya en los viñedos o sea en la carpintería, saben lo que significaba? Que esos muchachos no fueran lo bueno suficiente para poder estar con un rabino. No se aprendieron la Tora completa, no se aprendieron los libros de los profetas completos, no los pudieron recitar todos y no pudieron cumplir con esos requisitos por lo tanto, no pudieron dedicarse a uno de los llamados vocaciones de más alto nivel en aquel entonces, que era ser el discípulo de uno de los rabinos más reconocidos en el momento. Por lo tanto, se tenían que dedicar al oficio de sus padres.

En ese entonces los tildaban como que you were not good enough, no era lo suficientemente buenos para poder aspirar a lo mejor. No fuiste lo suficientemente bueno para ser un abogado, un doctor o un gran juez que fuera establecer leyes que transformaran la vida a una nación, así que te tuviste que dedicar a ser zapatero, te tuviste que dedicar a ser carpintero, te tuviste que dedicar a limpiar casas.

So, en los términos de esa sociedad no eras suficientemente bueno. Y mira lo que estaba haciendo Jesús. Jesús que era el rabino de los rabinos, interrumpió la rutina de esos muchachos y les dejó saber, “Tu sí eres bueno para mí. Yo te quiero usar a ti y lo que otros han desechado yo lo quiero usar.”

Miren lo que Jesús hace. Jesús estaba rompiendo estereotipos de aquel entonces con cada uno de esos encuentros, romper y cuando Jesús te quiere dar un encuentro a ti, Jesús lo que quiere hacer es romper un estereotipo en tu cabeza, en tu mente, en tu espíritu, en tu ser, porque se le ha enseñado cómo debe ser, o por las experiencias que tu has tenido y has entendido, ya tu sabes que Dios opera de esta forma, pues es esa es en la única forma en que Dios opera. Pero cuando Jesús quiere tener un encuentro contigo, lo que él quiere hacer es romper precisamente ese estereotipo que está grabado en tu cabeza. Y te quiere dejar saber, “No, no, no, yo obro en otra forma, yo opera las cosas en otra dimensión. Estás tu dispuesto, estás tu dispuesta a dejar que yo interrumpa tu rutina para dejarte saber las cosas que verdaderamente yo tengo para ti? o te vas a quedar acostumbrado, acomodado a tu vida tal y como está ahora? Te vas a quedar acoplado a tu forma de pensar que tienes ahora, tu forma de razonar, tu forma de justificar las cosas que pasan en tu vida? O te vas a atrever a empezar a ver las cosas de una forma distinta?

Esos son los encuentros que Jesús nos quiere dar todavía al día de hoy. Encuentros determinantes, encuentros definitivos donde él se mete en tu vida y te deja saber, las cosas no son como tu crees, yo tengo una perspectiva distintas. Estás dispuesto a aceptarlo? Va a dejar las cosas por mí o te vas a quedar ahí oliendo a pescado todo el tiempo?

Hay otros tipos de encuentros que yo les digo que son unos encuentros tanto de bendición como de conflicto. Encuentros de bendición y conflicto. Cuántos se acuerdan de la historia de Lázaro? Lázaro que fue resucitado de la muerte ¿verdad?

Me estoy quedando sin aire. En Juan Capítulo 11 se habla acerca de la resurrección de Lázaro, después de 4 días de muerto que apestaba y todo, Jesús lo llamó y lo resucitó. Un milagro que transformó a aquella vecindad por completo.

Pero en el Capítulo 12 sucede algo que es como que confunde a uno. Y yo los quiero confundir a ustedes un momento. Óigame están siguiendo, ¿verdad? Okay. En el Capítulo 12 habla acerca de otra visita que Jesús le hizo a Marta, María y a Lázaro. Llegó a la casa de ellos otra vez y cuando la gente se entera de que Jesús está en la casa de ellos, pues todo el mundo empieza a aglomerarse y a juntarse allí en la casa de Marta, María y de Lázaro. Y me interesa mucho porque el verso 9, miren cómo dice:

“… Gran multitud de los judíos supieron entonces que Jesús estaba allí y vinieron, no solamente por causa de Jesús sino también para ver a Lázaro, a quien había resucitado de los muertos…”

Miren eso. No tan solamente querían ver a Jesús sino que querían ver el milagro, querían ver a Lázaro, querían ver al muerto vivo. Cuántas veces habrá gente que se ha querido acercar a ti, no tan solamente por lo que Jesús ha hecho o por la persona de Jesús viviendo en ti, sino más bien por lo que Jesús ha hecho por ti. tu has estado orando por una casa de 4 cuartos, dos baños y dos garajes bajo techo, y cuando tienes esa casa la gente te quiere visitar, no porque Jesús te la proveyó sino porque tienes la casa, y porque quieren ver tu cocina con counter tops y cosas así, y quieren ver qué es lo que se siente estar en una casa como esa.

Estuviste pasando por un tiempo que no tuviste trabajo, la cuenta de tu banco se puso en números rojos y tu decías, y ahora qué? Y el Señor hizo un milagro y proveyó lo que tu necesitabas y ahora la gente se te quiere pegar a ti, no por Jesús en ti, sino por los miles de dólares que tienes ahora, y te vienen con sus historias, mira, tengo una necesidad, me puedes ayudar? Un prestamito de 500 dólares, o algo así. Yo soy familia tuya, tu sabes, nos conocemos desde hace tiempo.

Encuentros que son de bendición y conflicto, ¿Saben por qué? Miren lo que dice el verso 10, dice:

“…Pero los principales sacerdotes acordaron dar muerte también a Lázaro, porque por causa de él muchos de los judíos se apartaban y creían en Jesús…”

Qué pasa cuando los encuentros que Jesús trae a tu vida por un lado sí son de bendición, pero a la misma vez causan conflicto, porque entonces otro a tu alrededor, por causa de envidia, por causa de rencores, por causa de celos quieren matar el milagro que Dios ha hecho en ti.

Me siguen? Que la gente reacciona de tal forma a las cosas que Dios ha hecho en tu vida que antes eras un malhablado de primera y ahora de repente tu hablar es tan dulce, tan poético que los amigos que tu solías tener, ahora se creen como que, oye, de dónde tu sacaste ese hablar ahora tan culto, tan proper, tan politically correct? Si tu eres el primer malhablado de la calle, tu eras el primero que si le tenías que decir a uno un piiiip, se lo decías, y ahora lo que le dices es, oye, que bien te ves. Que te vaya bien. en vez de mandarlo para buen sitio lo mandas para otro sitio.

Entonces al no entender eso que Dios ha hecho en ti, lo que empiezan a hacer es que empiezan a cuestionarte, empiezan a preguntar si verdaderamente lo que Dios ha hecho en ti es real o es falso. Empiezan a decir, ah, déjalo que dentro de un par de meses vuelve a empezar a mandar a todo el mundo para buen sitio. Y lo que quieren hacer es matar el milagro que el Señor Jesús ha hecho en ti. Es un encuentro que a tu vida ha traído bendición, pero otros porque no entienden la magnitud de lo que Jesús ha hecho en tu vida, lo que quieren hacer es tronchar todo lo que él ha hecho.

Y hay veces que puede ser el tipo de encuentro que nosotros como que, ah, no, por evitar el conflicto, pues, yo no quiero ese tipo de encuentro. Pero ¿Saben qué? Si estás con Jesús no lo vas a poder evitar, porque tarde o temprano lo que Jesús hace en ti va a chocar en las vidas de otros y va a traer un conflicto de alguna forma u otra.

Cuántas personas no están aquí que en sus familias ustedes son la primera generación de creyentes, y usted viene aquí, usted llora en el altar, se entrega a Jesús y usted dice, Jesús, yo quiero que mi vida sea para ti. Y llega a su casa y los primeros que quieren tronchar ese milagro de vida en usted son sus padres, porque no creen en lo mismo que usted. Y entonces usted tiene que entrar en una lucha, es como que ese encuentro de bendición que usted tuvo aquí cuando llega a su casa se convierte en un conflicto. Y usted tiene que aprender a cómo luchar, como pelear con eso, cómo defender de alguna forma u otra lo que Jesús ha hecho en usted.

Y fácilmente ese tipo de conflicto lo que puede hacer es apagar esa fe, ese ímpetu, esa pasión que uno siente por Jesús y si no estamos bien afincados, pues nos dejamos llevar por la corriente y es como que, okay, mira, está bien ya no voy a pelear más con ustedes, esto otro día lo considero.

Pero no podemos hacer eso. Si ese encuentro de Jesús ha sido uno de bendición, ha sido uno definitivo, ha sido uno determinante, tenemos que seguir luchando por eso. Si yo hice una confesión aquí en el altar, por qué cuando salga de la puerta me voy a olvidar de esa confesión. Yo tengo que llevar eso conmigo, si Jesús verdaderamente lo ha hecho en mí, yo lo tengo que llevar conmigo, y tengo que hacer que mi vida se amolde, se acople a eso. Y tal vez eso puede sonar como un mensaje para nuevos creyentes pero miren, no, esto para las personas que llevan 30 años viviendo en esta relación con el Señor Jesús. Porque aún en 30 años tu sabes qué? Voy a decir un secreto, aún en 30 años de tu servirle a Jesús, de tu ser un cristiano verdadero, en 30 años tu sabes cuál es una de las cosas que puede tronchar precisamente ese ímpetu? Lo que dije al principio, la comodidad, lo cotidiano puede tronchar eso.

Somos cristianos como quien dice, de la boca para afuera, pero no de corazón. Acá adentro como que la rutina de la vida se ha asentado en nosotros tanto y tanto, que le hemos perdido ese sentido de aventura a nuestra relación con el Señor Jesús.

Hay un último encuentro del cual les quiero hablar. En Mateo Capítulo 25 nos habla de una parábola que muchos conocemos también, Mateo Capítulo 25, la parábola de las 10 vírgenes o mejor dicho, las 5 vírgenes prudentes y las 5 vírgenes negligentes. Qué es lo que dice esta parábola?

Habían 10 vírgenes en un vocabulario más de hoy, 10 muchachas castas, puras, esta es la ilustración que está usando Jesús, y él está usando esta parábola para hablar acerca del Reino de los Cielos, de esa promesa de lo que está por venir. 5 de estas muchachas fueron prudentes en el hecho de que cuando fueron a esperar el retorno del rey se llevaron consigo sus 5 cántaros de aceite por si acaso sus lámparas se apagaban y poderlas mantener encendidas, y 5 de ellas no fueron lo suficientemente prudentes y se fueron solamente con sus lámparas y el poquito de aceite que tenían en ellas.

Llegada la medianoche, qué es lo que dice la historia? Empezaron a anunciar, viene el rey, viene el rey! Y las muchachas empezaron a prepararse, a vestirse de nuevo, pero se empezaron, empezaron a preparar sus lámparas y entonces las 5 imprudentes se dieron cuenta que su aceite se estaba acabando y le dijeron a las 5 muchachas que tenían, “Oye, muchachas, pueden compartir un poquito de ese aceite?” y ellas le dijeron, “Mira, para que no nos falte a nosotros y para que no les falte a ustedes, mejor vayan ustedes a comprar y así vamos a tener suficiente para las dos.” a medianoche quién va a comprar aceite?

So, yo creo que esas 5 muchachas tenían un plan medio maquiavélico detrás de todo esto. Se querían disfrutar al rey para ellas solas y no con las otras 5. No. ahí estoy leyendo demasiado en la historia. Pero sí dice que las mandaron a ellas a comprar aceite. Y mientras iban, qué pasó? El rey llegó, las 5 muchachas que estaban ahí entraron a las bodas con él y se cerró la puerta y cuando llegaron las otras 5 qué pasó? Rey, aquí estamos, perdónanos, es que tuvimos que ir a comprar aceite. Sorry. Pero no las conozco.

Oiga, son palabras bien tajantes, bien fuertes. No las conozco. Mas sin embargo así es como dice el texto. Qué es lo que dice Jesús después en el verso 13?

“…Velad pues porque no saben el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir…”

Saben cuál es este último encuentro del cual les quiero hablar? Es un encuentro que está por venir. Y es el encuentro donde Jesús va a volver a tomar a toda su iglesia y la va a llevar a morar con él por toda una eternidad. Ese es el encuentro mis hermanos, que en nuestros corazones tiene que ser el más esperado por todos nosotros. Aparte de los primeros 4 encuentros de los cuales les hablé, aparte de tener encuentros inesperados con Jesús, que él interrumpe nuestras vidas, aparte de tener encuentros de mantenimiento, de chequeo, de cómo están las cosas. Aparte de tener encuentros que traigan bendición y conflicto a nuestras vidas, aparte de esos encuentros, tenemos que estar siempre anhelando y esperando el encuentro de todos los encuentros, que es el día en que él va a regresar por nosotros.

Óigame, si no todos dijeron amén, aquí hay un problema bien grande. Porque eso significa que si no podemos decir amén a eso porque hemos perdido perspectiva, el aspecto más importante y más definitivo de nuestra fe en el Señor Jesús. Y eso es tener la fe y la convicción de que hay un día en que él va a regresar por nosotros. Si yo no puedo decir amén a eso, yo tengo un problema bien grande.

Ah, por eso se está predicando desde hace siglos y siglos y todavía no regresa. Es la misma excusa que ha dicho mucha gente por muchos años, pero yo creo lo que dice la palabra, en el libro de Primera de Pedro, que el Señor Jesús es paciente para con todos porque no quiere que nadie se pierda sino que todos alcancen esa vida eterna y salvación.

Óigame, en algún momento en nuestras vidas, en algún momento en la rutina de nuestros días, de nuestras semanas, en algún momento cuando estemos durmiendo, en algún momento cuando estemos en el colmado o en la marqueta haciendo cualquier diligencia que estemos haciendo, en algún momento si decimos que somos cristianos, si decimos que somos fieles seguidores de Cristo Jesús, en algún momento por nuestra cabeza tiene que pasar el mero pensamiento de decir, “Señor, cuándo tu vienes por nosotros?”

Y no es solamente cuando estamos metidos en problemas. Si usted piensa en eso solamente cuando la tarjeta de crédito está a su máximo nivel y los intereses le han subido, y ahí entonces es cuando usted viene, “Ah, Cristo, regresa para que todas esas deudas se apaguen.” No, está pensando mal.

Si usted solamente piensa en eso cuando tiene problemas con su cónyuge, “Ay, Jesús, ven por mí para no tener que lidiar con esto ya.”

Si usted piensa en eso solamente cuando los traumas de su vida son tan y tan y tan graves que usted se atreve a tener este pensamiento suicida de decir, “Señor, llévame contigo porque no aguanto más este mundo.” Hay un problema.

En algún momento en medio de nuestras vidas nosotros tenemos sí que anhelar ese retorno de Jesús, pero no es que ese deseo sea inspirado por los problemas que yo tengo en mi vida, sino porque proviene de un sentido de convicción, de fe, de que es una promesa que el Señor Jesús nos ha dado a todos nosotros. Para yo mantener esa perspectiva viva tengo que estar bien al día con todos los otros encuentros de los cuales yo le hablé.

Yo tengo que esperar esos momentos inesperados. Yo tengo que orar por esos momentos, donde yo esté trepado en el árbol con los pies así guindando en una rama y que de la nada Jesús me diga, “Hey, Omar, tengo que pasar tiempo contigo.” Yo tengo que esperar esos momentos.

Yo tengo que esperar los momentos que son programados en mi agenda que yo me digo, “Okay, este es mi tiempo con el Señor”, ya los muchachos se acostaron a dormir, ya el esposo o la esposa está durmiendo, ahora me voy yo a comer un buen mantecado con el Señor, ese es el ejemplo que yo siempre doy, comer mantecado con el Señor.

Si usted no se puede comer un mantecado, pues tómese un jugo o algo pero la cosa es que usted está pasando tiempo con él, un tiempo intencional. Y cuando usted se siente ahí no venga tan solamente a llorarle, “Ay, Jesús,” sino que usted pueda sentarse, acostumbrarse a que aún en medio del silencio el Señor le pueda hablar.

Como me pasó a mí, que a través de una semana tan aforada, que cada vez que me sentaba a orar era como que Señor, esto, Señor, aquello, Señor, lo otro, y de repente, de qué voy a predicar el domingo? Cállate, habla de mí. Si yo hubiese mantenido mi mente tan ocupada en todas las cosas que tenía que hacer, no hubiese podido escuchar lo que Jesús quería verdaderamente que yo prestara atención.

Habla de mí. La gente necesita escuchar de mí. Hay veces que te enfocas en hablar en 5 benditos puntos para un buen matrimonio, pero hay veces que la gente necesita escuchar el único punto que puede verdaderamente bendecir ese matrimonio y soy yo. Habla de mí.

Cinco llaves para ministrar liberación en el espíritu. Habla de la única llave que puede hacer eso que soy yo. Cuatro pasos para tomarte un buen jarabe y cantar bien bonito delante del Señor. Habla de mí que soy el único jarabe que verdaderamente puede infundir en las voces de la gente para que verdaderamente pueda cantar.

En otras palabras, no prediques de todas estas cosas, predica de la esencia. El Señor quiere darnos esos encuentros, mis hermanos y hermanas. Esa es la razón por la cual nosotros estamos aquí. oiga, yo te pregunto, qué pasó con ese fuego, qué ha pasado con ese fuego que me impulsó al principio, qué ha pasado con esa pasión que un día nos llevó y nos motivó a decir, “Jesús, mira, aquí estoy te entrego mi vida, te entrego todo lo que yo soy, yo no puedo hacer las cosas y yo solo he intentado por mucho tiempo y te necesito a ti.”

Qué ha pasado a lo largo de los años que esa pasión, que ese ímpetu que nos movió al principio ahora está como adormecido? Ah, pastor, es que me he encontrado con muchos problemas, con gente en la iglesia y eso me ha enfriado. O que aquel hizo aquello, el otro hizo lo otro, y mira, qué has hecho tu? Siempre estamos apuntando a lo que el otro hace pero qué has hecho tu? Qué has hecho tu por buscar que esa pasión, que ese fuego se mantenga encendido en tu corazón, en tu espíritu, en tu mente? Ah, es que he leído mucho libro y lo mucho que he leído como que me ha hecho pensar en una forma distinta.

Mira, la letra mata, el espíritu vivifica. Si yo me enfoco demasiado en la letra y me olvido de lo que el espíritu de Dios verdaderamente quiere hacer en mí, estoy perdiendo perspectiva a lo que Dios quiere. Yo no estoy diciendo que no sea importante estudiar. Sí, estudia, por qué no? tenemos que hacerlo. Pero eso no debe ser la prioridad. La prioridad debe ser el que yo pueda mantener estos encuentros acá con el Señor, donde yo pueda venir y sentarme y que yo pueda decir, Jesús, mira, leí esto en tal libro y como que me estremeció mi mente, qué tu crees de esto? Qué tu crees de esta idea que se le ocurrió a esta persona, a este pensador, hace siglos de años atrás o ayer que lo escribió?

Hace poco estaba leyendo la publicación de un libro de un autor que se llama Groucho, no sé si lo estoy pronunciando bien, pero el libro se ha convertido en un hit, el libro se titula “It, have you got it?” Y suena bien popular, es como una frase bien cachi.

Pero este hombre se cree que ha encontrado la idea maravillosa de hablar acerca de que el It es el espíritu de Dios obrando en nuestras vidas. Y ese libro se ha regado como pólvora y yo me digo, “Pero qué es de diferente?” Qué nueva idea se ha inventado si ya eso se ha estado promulgando por tanto tiempo. La gente sabe que todos lo tenemos, todos tenemos el Espíritu Santo en nuestras vidas y que es algo que hay que nutrir, que hay que fomentar en nosotros y que viene a través de la persona de Jesús obrando en medio nuestro.

Mire, mis hermanos, yo quiero ir resumiendo ya. Pero si hay una carga en mi corazón que yo he querido compartir con ustedes hoy es lo siguiente, nunca se acostumbren a que su vida de fe sea lo que usted está viviendo ahora. En el momento que usted sienta que su vida de fe está fría, está estática, no hay cambios, no hay aventura, no hay emoción, no hay acción, hay algo que está pasando.

En el momento en que usted entienda que su vida cristiana, que su vida de fe, está siendo medida más por sus propios parámetros que los parámetros de la Escritura, tenemos un problema, porque entonces no estamos viviendo el cristianismo que Jesús quiere que nosotros vivamos.

Gracias, a Dios por otro micrófono. En el momento en que nosotros comencemos a convencernos con la idea de que Jesús solamente obra así, así, así y así, estamos perdiendo perspectiva de lo que Jesús verdaderamente puede hacer. Estamos metiendo a Jesús en una cajita, cuando Jesús es mucho más grande que esa cajita en la cual lo podamos meter.

Mire, él quiere encuentros con usted. Jesús anhela y desea tener encuentros con usted. Así que yo quiero hacerle un llamado hoy para todos nosotros. Hoy es el día de salvación. Hoy es el día, visualicen esto conmigo, hoy es el día en que todos nosotros estamos trepados en nuestro árbol sicómoro, nuestras piernas están guindando, buscando a ver dónde está Jesús. Ese es el día para todos nosotros. Ese es el día para que aquellos que no han entregado su vida a Jesús que lo puedan hacer hoy. Ese es el día. Ese es el día para todos nosotros que nos decimos ser cristianos, este el día para nosotros reavivar ese fuego y comenzar a anhelar y desear tener encuentros nuevos, refrescantes con el Señor Jesús. Este es el día.

Este es el día. Así que yo quiero orar. Quieres tu tener esos encuentros con el Señor Jesús? Ponte de pie y responde esta oración. Gracias Jesús. Gracias, Señor. Gracias, Jesús.

Habrá alguien aquí que no le ha entregado su vida al Señor Jesús? Sea que esté sentado por allá atrás en las esquinas donde yo tal vez no te veo, pero que el Señor Jesús sí te ve. Habrá alguien que se puede decir que se identifica con un Saqueo? Que haya escuchado hablar mucho de Jesús pero que no lo conoces todavía. Habrá una persona aquí que quiera decir, Señor, yo necesito que tu entres a mi casa, que traigas salvación. Habrá alguien que pueda decir hoy, sí, Señor, mira, yo quiero que tu entres en mi casa, por primera vez. Por primera vez entra a mi casa y has algo nuevo.

Si esa es tu oración, yo quiero orar por ti. Queremos como iglesia orar por ti. y asimismo esta otra oración es para todos nosotros, todos nosotros, mis hermanos, de verdad, y lo digo con mucho respeto, puede ser que usted haya sido cristiano por años, yo también, pero necesitamos renovar nuestros encuentros con el Señor Jesús. No podemos dejar que la rutina de nuestra vida siga ahogando ese ímpetu, esa fe, esa intensidad con la cual el Señor Jesús quiere que nosotros vivamos para él.

Amado Jesús, oh Jesús yo lo declaro una vez más que hoy es ese día de salvación. Hoy es ese día en el cual tu puedes traer un bienestar nuevo a nuestras vidas, hoy es el día en el cual un encuentro contigo, Señor, puede traer nuevo sentido de dirección, puede traer un nuevo sentido de propósito, puede traer un nuevo sentido de significado en nuestras vidas, y eso, Señor, es lo que yo pido para nosotros como iglesia en este momento, Señor.

Padre, por favor, yo te pido y desde hoy lo declaro en fe, que seas tu dándonos encuentros en los cuales tu interrumpas nuestras vidas, que tu interrumpas nuestras rutinas, Señor, y que nosotros nos veamos en la obligación de prestarte atención a ti y no a nuestras propias agendas, Señor.

Trae, Señor, esos encuentros que son esperados, que son programados, Señor, esos encuentros que son de bendición y de conflicto, Padre, esos encuentros que son definitivos en nuestras vidas, donde tu confirmas cosas en nosotros. Esos 4 aspectos, Señor, permite que cobren una nueva vida, Señor, en nosotros, que tu pongas un hambre en nosotros por estar en contacto, por estar en relación contigo, Señor, donde tan solamente nos podamos sentar y recibir de ti, Señor.

Y Padre, que sobre todas las cosas esos encuentros fomenten en nosotros un ardiente deseo por tener ese encuentro final de tu retorno, de tu regreso por la iglesia, de tener una vida eterna contigo, Señor Jesús. Y lo digo, Jesús, no porque estemos desesperados por salir de aquí, sino por mero hecho de nuestro ardiente deseo de vivir una vida completa contigo, de ver las cosas tal y como son, no a través de un espejo, Señor, no de conocer a medias sino de poder conocer en plenitud como tu nos conoces a nosotros, Señor.

Padre, yo te pido que a nosotros como iglesia, Señor, a todos, a todos nosotros, Señor, y aún a los hermanos que nos ven por el internet, Señor, que todos nosotros tu crees en nuestras vidas un ardiente deseo de anhelar, de buscar y de tener esos encuentros contigo, Señor Jesús. Llénanos, revélate a nuestras vidas, Jesús. Permítenos conocer cosas nuevas contigo, cosas nuevas de ti, cosas nuevas de nosotros mismos, Señor, que nos acerquen más a ti y que nos preparen aún más para poder reflejar ese amor que tu nos das a otros a nuestro alrededor.

Yo bendigo a aquellas personas que hoy están tomando esa decisión por ti, Jesús, que tu luz ilumine sus corazones, que tu luz ilumine sus vidas, sus familias y Padre, al resto de todos nosotros, los que te conocemos ya desde hace años, Padre permite que esa luz siga alumbrando en medio de nuestras vidas y que no permitas que las rutinas del diario vivir apaguen nuestra comunión contigo, nuestra devoción a ti. gracias te doy Jesús. Yo bendigo a cada uno de mis hermanos y hermanas en esta mañana, Jesús. Gracias por cada uno de ellos, Jesús. Que esta palabra siga haciendo eco en nosotros y nos lleve a una profundización más grande contigo, Jesús. En tu nombre oramos Señor. Amén. Amén. Gracias Jesús.

Si abren los cielos cambia todo

TRANSCRIPT

Hoy quiero darle una palabra que yo sé que va a ser de bendición y Dios me dijo que diera esta palabra porque aquí hay personas que han estado luchando por cosas que Dios ya la ha firmado. Mira, ya Dios le hizo así, le puso el sello, pero esas personas, pastor, se está preguntando qué es lo que está pasando que lo que yo debí tener para esta fecha, todavía no lo tengo? Sabe lo que te dice Dios? hoy he decidido abrir los cielos y ponerlo a tu favor. Amén. ¡Aleluya!

Hoy he decidido abrir los cielos y ponerlo a tu favor. Ya el día domingo estaré compartiendo con sus pastores, voy a estar con Roberto y Mercedes Miranda, vamos a estar compartiendo aquí y en este momento permítame solo darle un saludo muy especial a la vice cónsul de República Dominicana en este estado, nuestra querida Geraldine Baez que está aquí. ¡Aleluya! Gracias por tu amabilidad y a tu prometido, David, también gracias por la gentileza.

Así que estoy listo para compartir una palabra y esta palabra va a ser de mucha bendición. Amén. Reciben esta palabra? Desde Santo Domingo, la zona oriental reciban esta palabra. Gloria a Dios. así mismo, hermana, a ti la bendición te va a caer primero por lo que acaba de hacer. Amén.

Vamos a leer en Isaías, Capítulo 25, versículo 7 es donde vamos a compartir la palabra en este día. Esta palabra es una palabra que bendijo la vida nuestra, que cambió el enfoque de nuestra iglesia en la República Dominicana. Isaías Capítulo 25, versículo 7, dígame si lo tiene ahí. Vamos a ver lo que dice Isaías, Capítulo 25, versículo 7, escuchen detenidamente, dice la santa palabra:

“…Y destruirá en este monte, oiga bien, présteme atención, y destruirá en este monte la cubierta con que están cubiertos todos los pueblos…”

Cuántos pueblos? Todos. Todos los pueblos tienen una cubierta. Así que dice la otra parte:

“… Y el velo que envuelve a todas las naciones…”

Cuántas naciones pregunto? Todas, así que todos los pueblos tienen una cubierta, tienen un velo, pero las naciones también están cubiertas. Hay algo que está cubriendo a las naciones y hay algo que está cubriendo a los pueblos.

Quiero decirle que ese algo que está cubriendo, como dice aquí, destruirá en este monte la cubierta que cubre a los pueblos, y el velo que envuelve y cubre a las naciones. Hay algo que tiene que ser destruido, hay algo que no puede seguir ahí, tiene que ser roto, hay algo que tenemos que romper definitivamente y aquí dice que es una cubierta para los pueblos y que es un velo que envuelve a las naciones.

Para que entiendan un poquito, a modo de introducción, lo que le estoy diciendo, yo soy de la República Dominicana, soy pastor en Dominicana y si yo no sé cuál es la cubierta que debe ser rota en Dominicana, entonces mi pastorado estará limitado porque hay algo que tiene que ser roto para que la gloria de Dios caiga en un lugar.

Vamos a verlo de la siguiente manera. Si yo le hablo, por ejemplo, de una ciudad, vamos a poner Seattle, la ciudad de Seattle, si yo le menciono esa que es de aquí, de los Estados Unidos voy a encontrar que hay una cubierta sobre esa ciudad, hay un pastor muy conocido de aquí de los Estados Unidos, que visitó la ciudad de Seattle y cuando era apenas la madrugada comenzó a sentir una depresión y comenzó a sentir como que la vida no tenía significado.

De momento él comenzó a pensar qué me está pasando a mí? La verdad que lo que le estaba pasando a él no era nada nuevo, porque es una situación de la ciudad. Cuando analiza él se tira de rodillas, como lo hizo usted a las 3 de la mañana, porque cuando el Señor alerta hay que despertar. Y él se tiró a las 3 de la mañana y comenzó a orar, y entonces el Señor le dio la luz de lo que estaba pasando.

Sabe qué pasaba con él? Que estaba siendo invadido lentamente por un espíritu de depresión y suicidio. Cuando él analiza la situación se da cuenta que la ciudad de Seattle es la ciudad que tiene la taza de suicidio más alta en todo los Estados Unidos. Si un pastor, si un ministro no conoce cuál es la cubierta que está sobre un pueblo, entonces esa cubierta nunca será rota.

Yo soy pastor en la República Dominicana, y como soy pastor de Dominicana, tengo que saber con cuáles espíritus yo estoy luchando. Pero esos espíritus no solo están en una ciudad, esos espíritus también están en una persona. Cada persona sabe con qué está luchando, con lo que usted lucha no es con lo que yo lucho. Lo que está derribando su vida no es lo que derriba la mía. Yo debo saber cuál es mi área de cuidado, y debo saber dónde debo poner orden y dónde debo hacer que Dios esté atento a lo que está pasando conmigo.

Pero eso también puede pasar con una familia. Una familia también puede enfrentar situaciones. Se lo voy a poner de esta manera. Hay familias que luchan contra la prostitución, pero otras luchan contra el divorcio. Hay familias donde todos se divorcian o donde nadie se casa. O como me dijo una señora una vez, pastor, ya yo estoy a punto de cumplir 60 años y en familia cuando cumplimos 60 nos volvemos locos. Sabe para qué estaba preparada ella? Para enloquecer, porque ella había recibido la cubierta que estaba sobre su familia.

Usted no tiene que recibir una cubierta que no le bendice. Usted tiene una boca llena de autoridad para romper y establecer lo que usted quiere. Si el aplaudo se lo está dando a Dios, hágalo completo, porque en esta noche Dios viene con cosas buenas.

Sin embargo, cuando la señora me dijo que estaba esperando loquera yo le dije a ella, mira, señora, yo reprendo todo espíritu de locura de su vida. Y le dije, la maldición que tocó tu familia no tiene que tocarte a ti. Hay gente que cree que si mi familia tuvo cáncer, yo tengo que tenerlo. Pues le voy a decir algo a mis antepasados, si no me dejaron herencia, que tampoco me dejen enfermedades, porque lo que yo quiero es bendición.

Si el aplauso es para Dios entonces delo y delo bueno. Boston no acaba de arrancar. Qué pasa? Sácale más. Sácale más porque ya casi estoy terminando. Rápido y que no duela.

Pues, déjeme decirle lo siguiente, partiendo de esto he aprendido una verdad, que me ha dado bendición y beneficio. Y esta noche la voy a dejar aquí porque aquí hay gente, óigame bien, aquí hay personas que en este mismo mes y anótelo, para saber si un profeta pasó por esta casa, en este mismo mes hay personas que han estado luchando por años, por algo que sabe que les pertenece y que les corresponde y en esta noche se abre el cielo y se pone de tu lado y a tu favor.

Alábalo que él vive. Alábalo que él vive. Pues déjeme decirles, que hay algo que tiene que romperse. Yo quiero solo que me permitan de manera rápida, sucinta y detallada decirles a ustedes lo siguiente. Miren hermanos, hay personas que viven bajo una condición de favor y gracia de Dios tan grande que ellos cada día ven la mano de Dios visitarlos.

Te voy a decir más, hay lugares donde la gracia de Dios es tan abundante que cuando usted llega siente que hay una gracia ahí. Eso puede ser una casa, una oficina, una iglesia, un lugar, un pueblo, un país, que usted desde que llega siente que hay gracia, que hay abundancia de Dios en ese espacio, que hay favor de Dios. Yo he llegado a casas que desde que entro digo, guau, aquí hay una gloria de Dios, aquí hay gente que tiene a Dios.

Pero hay otros lugares que uno llega y desde que entra siente como que le cortaron el agua y la luz. De momento tu sientes como que quedaste encerrado y sientes un peso literal y las que son intercesoras e intercesores saben muy bien de lo que yo estoy hablando hoy, la gente que intercede, la gente que llega a los lugares porque son más sensibles. Y la sensibilidad que tienen les permite sentir cómo los espíritus están atando lugares.

Hay casas que uno visita que desde que uno llega, aunque le den café a uno le duele la cabeza. Te dan el café pero te duele. Y se te pone pesada y algunos lugares son tan fuertes que tu sientes nauseas. Yo sé que estoy hablando para gente que me está entendiendo, ¿verdad que sí? No crea que me estoy pasando de espiritualista, ni que estoy tampoco sembrando una cosa rara. Sé muy bien donde estoy parado y sé muy bien lo que estoy hablando. El mundo espiritual es complicado, es complejo. Yo no lo entiendo pero por lo menos sé que cuento con la fuerza y el poder del Espíritu Santo para marcar el territorio y establecer lo que quiero.

Pues, se lo voy a decir esta manera, eso se llama favor de Dios. el favor de Dios es algo que abunda tanto en una persona que aprendió a depender de Dios que cuando ese favor llega y esa gracia llega, sabe cómo se le llama a eso? Los cielos están abiertos. Así que cielos abiertos es un lugar donde el favor de Dios abunda, es un espacio de fácil acceso a lo divino.

Hermanos, hay iglesias que usted canta la número 1, la número 2, la número 3 y no se siente nada. Y la número 4 y la 5, mire que la 5 es fuerte, alábalo que él vive y no se siente nada. Nada.

Pero hay otros lugares que desde que tu llegas y entras por la puerta, inmediatamente sientes que ahí está la gracia de Jehová de los Ejércitos. Alábalo ahora.

Ahora bien, camine conmigo, les voy a decir algo, la gente habla de cielo abierto y yo le voy a decir cómo se abren los cielos, y cuál es el cielo que hay que abrir. Les voy a dejar eso y me voy. Y el domingo vuelvo.

Pero les voy a decir eso, miren, todo el que está aquí si no lo sabe debe saberlo hoy, hay tres cielos. Cuántos hay? Tres cielos. Y cómo me doy cuenta que hay tres cielos? Segunda Corintios, 12 del 2 al 4. Qué dice? No se lo leo pero se lo voy a parafrasear. Dice Pablo que él conoció un hombre que estuvo en el tercer cielo, y él se refiere a él mismo. Él dice que él estuvo dónde? En el tercer cielo. Nadie llega al tres sin pasar por el uno y por el dos.

Así que si él estuvo en el tercer cielo, pasó por el uno y pasó por el dos. Y llegó al tres. Pero él dice que en el tres estaba Dios. si Dios está en el tres, no hay cuatro. Porque si hay cuatro está más para arriba. Alábelo que él está más para arriba. No hay cuarto cielo, hay tres. Tres cielos.

Ahora bien, cómo yo logro que el cielo esté abierto sobre mi casa, sobre mis hijos, sobre mis finanzas, sobre mi matrimonio, sobre mi cuerpo, sobre mi salud? Cómo yo lo logro? Le voy a dar eso rapidito y me voy.

Oyó lo que dice. El primer cielo es el cielo de los hombres, es el cielo donde nosotros estamos. Este es el primer cielo donde nosotros vivimos. Sabe hasta dónde llega el primer cielo, hasta donde vuelan los aviones. El primer cielo es hasta donde llegan los aviones, todo lo que nosotros controlamos, todo lo que nosotros manejamos, eso se llama primer cielo.

Si usted sale de día y mira hacia arriba, todo lo que usted ve es el primer cielo. Si sale ahora de noche, va a ver más allá del primero, va a ver el segundo. De día se ve el primero, y de noche cuál se ve? El segundo. Alábalo ahora.

Lo que pasa es que el segundo cielo es un poco más alto. Déjeme hablarte un poquito del primero para irme al segundo. En el primer cielo, cielo de los hombres todo lo que nosotros tenemos, hacemos y manejamos es lo que nuestros sentidos nos permiten. Este es un cielo de sentidos, lo que me gusta, lo que huelo, lo que veo, lo que toco, lo que puedo palpar, lo que siento, lo que saboreo, porque lo único que me permite a mí asesar a lo que está en este plano es mis sentidos. Veo esto, puedo verlo, puedo tocarlo, puedo saborearlo. Yo tengo control del primer plano por los sentidos. A eso se le llama los sensores. Así que yo puedo relacionarme con el cielo natural, con el cielo natural puedo relacionarme a través de mis sentidos.

Por eso nosotros no podemos tener una iglesia que sea del primer cielo, porque los problemas nadie los va a limitar. En el primer cielo nunca hay satisfacción, en el primer cielo no nos cansamos de tocar, de ver, de hablar, de decir, de quejarnos. El primer cielo es un cielo de quejas, es un cielo de lamento, es un cielo de necesidades, es un cielo donde la gente no tiene todavía una experiencia sobrenatural que le permita conocer que aunque la nevera esté vacía, no dependemos de ese día, dependemos de lo que dijo Jehová, y si está vacía yo estoy dando gracias, no porque está vacía sino porque lo que está vacío en un hombre o mujer de Dios está a punto de llenarse. Alábalo que él vive. Está a punto de llenarse.

Va entendiendo? Así que el primer cielo es un cielo limitado. Pero hay un segundo cielo que es un cielo diferente. En el primer cielo nosotros tenemos acceso por nuestros sentidos, pero en el segundo cielo tenemos acceso por nuestra alma. El alma es el punto intermedio del hombre, así que en el primer plano hago contacto conmigo, con mis sentidos, pero en el segundo plano yo hago contacto, sabe con qué? Con mis emociones. Yo dependo en el segundo cielo es un cielo de emociones, de falta de perdón, de falta de amor. Por qué? Porque ahí solo en el segundo cielo Pablo es el único que habla de él y sabe lo que dice Pablo del segundo cielo? Que es donde habitan las huestes espirituales de maldad.

En el segundo cielo es donde están los demonios, es donde están los seres espirituales de maldad, las regiones celestes le llama Pablo. Regiones donde se mueven entidades poderosas.

Y ahora le voy a decir algo, la cantidad de espíritus que están sobre las naciones, sobre los pueblos, están afectando la manera de conducirse de los hombres. Los demonios están haciendo que mucha gente tome decisiones malas por eso el segundo cielo solo tengo contacto con él en mi alma. El diablo no puede tocar mi cuerpo a menos que Dios no le de una autoridad, tiene que ir a buscar un papel al cielo para tocar mi cuerpo. Porque si el diablo pudiera matarme ya me habría matado, pero no puede.

Sabe por qué no puede? Porque el ángel de Jehová acampa en derredor de los que le temen y los defiende. Si está entendiendo vamos agarrando la cosita. Pero oye lo que dice ahora. Y con esto te voy a dejar.

El segundo cielo los demonios para tener contacto conmigo tiene que afectar el punto intermedio de mi vida. Qué es eso? Mis emociones. Mis sentimientos, qué es lo que quiere hacer Satanás todos los días? dañar tus emociones, dañar tus sentimientos, hacer que te deprimas, hacer que no tengas ganas de alabar a Dios.

Sabe lo que es un agente, hermanos? Bañarse, gastar agua bañándose. Planchar ropa, untarse perfume, gastar jabón, gastar gasolina para llenar un templo y cuando llega, di que no quiere adorar, no, denle un aplauso al Señor porque eso no puede estar pasando. Cómo es posible? Lo que pasa es que hay una guerra espiritual indescifrable, a veces no nos explicamos como una persona llega a la iglesia y le da sueño. Se acaba el culto y sale de la iglesia y está buscando gente para hablar. Ay, pero no hay nadie para yo hablar, tengo puntitos, tengo algunos puntos por tratar. Por qué la gente despierta cuando sale de la iglesia? Porque la lucha que pasamos aquí dentro la vamos a seguir pasando si no entendemos que esto es un mundo espiritual y que el diablo está tratando de afectar mis emociones, por eso, hermanos, cuando alguien no te reciba con un abrazo, no te importe, sigue hacia adelante, adora a Dios, adora a Dios.

El segundo cielo es la nube que hay que romper, porque los demonios están ahí arriba, moviéndose, sabe sobre qué? Sobre el cielo nuestro, sobre el cielo de los hombres. Ahora, el tercer cielo, que está más arriba, la manera como yo me relaciono con el tercer cielo, ni es cuerpo ni es alma, es espíritu.

La Biblia dice que el que se une a Jesús un espíritu es con él. La Biblia dice, hermanos, que ni sangre ni cuerpo hereda lo de arriba, ese espíritu. Así que el lugar donde lo de Dios establece la vida de una persona, es en su espíritu. Así que el tercer cielo tiene contacto conmigo a través de mi espíritu.

Mi espíritu se está llenando de gracia. Mi espíritu se está llenando de fuerza. Cuando el espíritu controla, el alma se somete y el cuerpo ni hablar. Sabe dónde va el cuerpo de una persona espiritual? Donde el espíritu dice. Sabe dónde va el cuerpo, el espíritu de una persona carnal? Donde la carne dice.

Así que yo tengo ahora una situación, sabe cuál es? La situación es la siguiente, el cielo de los hombres, el cielo de los demonios y el cielo de Dios. Hay cosas que el cielo de Dios ya ha determinado para mí, pero en el segundo cielo, se están oponiendo a que yo reciba lo que es mío. Porque el segundo cielo está en el medio de Dios y el de los hombres, haciendo resistencia para que la gloria que ha sido determinada no venga acá, no llegue a este lugar. Entonces, hermanos, lo que hay que romper es el segundo cielo.

Y cómo yo rompo el segundo cielo? Lo rompo adorando a Dios. Cuando yo adoro a Dios… dalo, dalo no te resistas. Cuando yo adoro a Dios yo rompo el segundo cielo. El segundo cielo se está rompiendo desde que yo comienzo a adorar y usted me dirá, por qué? Le voy a decir por qué. Porque Dios dijo, que donde lo adoren ahí él iba a habitar.

Le voy a decir a todo el que está aquí, muy buenos instrumentos, muy buenos músicos, muy buena adoración, pero en el cielo cantan mejor. Es o no es? Es así? Le voy a decir que un ángel nunca ha dado un acorde o ha dado en la nota equivocada, nunca, esos deditos de los ángeles caen donde tienen que caer. Los ángeles que adoran nunca se le ha ido un gallito. Porque cuando ellos cantan son perfectos. Pero sabe lo que dijo Dios? Dios dijo, aunque mi cielo es perfecto, cuando allá abajo me adoren y canten música para mí, aunque no le den muy bien a los acordes, en caso de que eso sea, yo voy a dejar mi perfecto cielo y voy a ir a su presencia.

Dale el aplauso fuerte al Señor. Dáselo fuerte que no te estoy oyendo. Yo voy a estar ahí. Yo voy a estar ahí.

Ahora, en el cielo se movieron tres grandes arcángeles. El primero, Gabriel, el que lleva los mensajes, ese tiene una cantidad de ángeles que se mueven haciendo diligencias. Mire, el hermano oró que quiere tal cosa, ángel número 1, rápido. Entonces, ellos están haciendo las diligencias. Gabriel controla.

Hay otro que se llama Miguel. Sabe lo que tiene Miguel? Cero diligencia, espada todo. Son los ángeles guerreros. Eso no más descienden cuando usted dice, Padre, defiende mi causa. Miguel dice, ángeles, rápido espadas desenvainadas, vayan a defender la causa de ese hijo. Fíjate que ya casi me voy. Odalis tiene que llevarme.

Pues, déjame decirte el tercero. El tercero se llama Luzbel, es el adorador, era que hacía que el cielo vibrara, dice que tenía tamboriles incrustados en su cuerpo y que la gracia que tenía era tan grande, que cuando ese arcángel iba por el cielo, con todas esas tamboritas, tilín, tilín, tilín, todo mundo estaba, ahí va Luzbel, ay miren a Luzbel. Y él se comenzó a sentir orgulloso, y orgulloso, y orgullosito y entonces salieron de él. Lo botaron del trabajo. Lo sacaron porque hay gente que cree que si ellos no están las cosas se van a caer.

Si al diablo lo sacaron y no ha hecho falta, alábalo que él vive. Dale un aplauso grande. Dale un aplauso grande. Espérense hermanos, sabe qué? Cuando lo tiraron, dijo pues me voy, se llevó a todos su ángeles que pudo, a todos los que adoraban, hermano hasta el huidero se fue, se lo llevó, también se fue hermanito. Se fueron todos. Dejaron el cielo sin nada y entonces Dios dijo, y ahora qué haremos para tener adoración en el cielo? Y el Hijo dijo, yo me sacrificaría para levantar un pueblo que sustituya al diablo y a los demonios. Dale el aplauso fuerte. No te estoy oyendo. Dale el aplauso. Me está entendiendo?

Ahora, oye lo que pasó. Viene Jesús y levanta un pueblo en la tierra y les dice que son los adoradores y le entrega a Dios los redimidos. Sabe quién tiene la posición de Luzbel ahora? Nosotros. Cada vez que nosotros decimos, gloria a Dios, el espacio tiembla. Cada vez que nosotros levantamos la mano, el espacio tiembla. Cuando tu dices gloria a Dios, cuando levantas tus manos.

Ahora, le voy a decir yo a todo el que está aquí, si es santo dígame la verdad. No le da brega a uno adorar a Dios a veces? Sabe por qué? Porque como el diablo no lo está haciendo, él quiere que tu tampoco lo hagas. La posición de la iglesia es que cuando usted levanta las manos, el diablo tiene problemas. Ustedes se imaginan una iglesia, imagínese que aquí en Estados Unidos hoy todas las iglesias a esta hora se pongan de acuerdo y comiencen a adorar y a clamar y a adorar, con las manos levantadas. Dime para dónde tiene que coger el diablo? Nadie aguanta una iglesia adorando.

Entonces, oye lo que dice la Biblia. La Biblia dice, levántese oh Dios, sean esparcidos mis enemigos, dice así? Cómo dice? Levántese oh Dios, sean esparcidos quién? Mis enemigos. Pues le voy a decir lo siguiente, cuando ustedes adoran Dios se levanta y los enemigos del segundo cielo saben que él viene para el primer cielo. Por lo tanto, los enemigos del segundo cielo, son esparcidos porque salen corriendo literalmente, corriendo. Ese aplauso le falta. A ese aplauso le falta.

Lo que va a pasar es que en esta temporada la iglesia va vivir una etapa de cielos abiertos y personas que no habían visto la gloria de Dios van a comenzar a sentirla. Sabe lo que le da a uno cuando el cielo se abre? Y cuando uno ve cuando todo está a su favor? Lo que hacemos es lo siguiente, que todo lo que el diablo nos robó nos tiene que devolver, tiene que devolver, nos tiene que devolver todo lo que nos robó. Pero ahora sabe cómo es? Ahora nos vamos a ir a la puerta del infierno a decirle, Señor diablo, deme lo que es mío. No señor. Ahora se hace diferente. Ahora nosotros vamos donde Jesús, porque Jesús le quitó la llave.

La Biblia dice, en Apocalipsis 1:18 y 19 que la llave del infierno y del hades, sabe quién la tiene? Jesús la tiene. Si Jesús tiene la llave, ya yo no tengo que ir donde el diablo a decirle que me de lo que es mío, ahora yo voy donde Jesús y le digo, Jesús, como ya tu me diste el poder y la autoridad, ahora préstame la llave, préstame la llave porque voy a ir al infierno, voy a tomar lo que es mío, voy a tomar mi matrimonio, voy a tomar mis hijos, voy a tomar mi familia, voy a tomar mis finanzas, voy a tomar mi casa.

No te estoy oyendo. Voy a tomar lo que es mío. Voy a arrebatar. La iglesia ahora no va a pedir permiso, arrebata. Lo suyo, arrebátelo. No se la ponga cómoda a Satanás, arrebate. A su hijo, has con tu vida lo que quieras, dile, mira, muévete rápido porque te voy a mandar unos ángeles poderosos para que hagan contigo lo que tienen que hacer. Usted puede declarar con su boca que el diablo no tiene autoridad.

Entonces, dice, levántese oh Dios, sean esparcidos tus enemigos. Por qué son esparcidos los enemigos? Porque cuando Dios se levanta el diablo sabe quién es que viene. Hermanos, el diablo es diablo pero no loco. Él sabe lo que viene, él sabe la autoridad que dejó. Él sabe que el cielo se mueve por autoridad y le voy a decir algo a todos los que están aquí. el diablo no es el enemigo de Dios como algunos dicen. Dios es creador y el diablo es criatura. Cómo Dios se va a poner [inaudible] con el diablo.

Dios no puede hacer eso. Dios es superior. Y aún ustedes tienen que saber los enemigos que eligen, porque todo el que se levanta contra ti no puede ser tu enemigo. Hay gente que tu tienes que dejarla como adversarios pero tienes que decirle, te dejo como adversario, porque como enemigo usted no califica.

Hasta para eso, pastor, hay que saber. Yo no puedo darle el privilegio a cualquiera de que desbarate mi alma, de que la destruya. Todo mundo no puede venir a destruir mis emociones. Hay gente que quiere hacerme daño pero yo lo voy a mirar de arriba abajo. Ustedes saben por qué David es un campeón? Porque destruyó un gigante. Si mató un enano, nadie dijera nada.

Denle un aplauso al Señor. No dijera, el guerrero, dijera el abusador. Alábalo que él vive. Alábalo que él vive. Somos guerreros porque destruimos gigantes no importa de cuál tamaño sea el problema, usted no está aquí para quejarse ni para llorar, ni para dar pena, y le voy a decir algo a todo el que está aquí, si hay problema en tu vida, no se lo cuentes a nadie que no te vaya a resolver, porque hay gente que le cuenta su problema a todo mundo, a todo mundo yo no le digo lo mío si no tengo solución en esa persona, mejor no se lo digo. Lo que yo necesito se lo comunico a Jehová de los Ejércitos porque él es el que cambia, él es el que transforma las cosas.

Ruge el león. Ruge león, este no es el León de Judá? Pues que ruja porque el infierno no resiste una iglesia victoriosa, una iglesia que ruge. Nadie resiste el rugido del león. Nadie resiste el rugido del león. Ruge. Ruge.

Que pasó, papá? Qué pasó? Yo tengo que establecer y eso hay que aprenderlo, en República Dominicana yo no puedo ser un pastor si no soy guerrero.

Entonces, hermanos, cuando yo domino eso y puedo adorar a Dios, yo abro los cielos sobre mi casa, sobre mi familia, sobre mi vida personal, cuando yo adoro a Dios los cielos se van a abrir. Tu ves que hay personas que declaran y ahí mismo Dios actúa? Es que tiene el cielo abierto.

Pero dónde estaba Daniel cuando oró? Ustedes han leído Daniel 10? Dice que Daniel oró y qué pasó cuando Daniel oró? Ustedes han leído eso en la Biblia? Ustedes han leído Daniel 10? Pues miren, les voy a decir, cuando Daniel oró dice la Biblia que Dios lo escuchó inmediatamente, pero que no pudo devolverle porque el príncipe de Persia y el de Grecia se oponían. Dónde estaba Daniel cuando oró? En el primer cielo. Dónde estaba el príncipe de Persia y Grecia? En el segundo cielo. Y dónde estaba Dios que oyó de una vez? En el tercer cielo.

Hay cosas tuyas que el diablo se está oponiendo a que tu las recibas. No te lleves de la gente que dice, ora una sola vez y ya no ores más porque si oras dos veces es falta de fe. No, hermanos, ore tres, ore cuatro, ore cinco, ore seis, ore siete, y ore hasta que Dios haga el milagro.

Dale un aplauso más fuerte. Es posible que el domingo le diga algo de cómo hicimos para que una discoteca fuera una iglesia. Yo soy pastor donde estaba la discoteca más grande de la república Dominicana, Las Vegas. Eso mismo. La más grande. Ese era el lugar donde el diablo operaba en toda la San Vicente de Paul, una avenida grande de la zona oriental llena de discotecas, llena de lugares de perdición, y a una iglesia de 300 gente más o menos, Dios le dice que la iglesia no es grande cuando está dentro, la iglesia es grande cuando sale a la calle.

Nos fuimos a la calle. Y saben lo que llevamos? Aceite de ungir. Y Biblia. Y comenzamos a ungir la calle. Yo no sé si la calle se unge pero yo las ungí. Me excusa pero las ungí? Y no tiré poco aceite, tiré mucho porque dije, tiren mucho aceite porque el diablo si no sale, resbala. Y nos fuimos a la calle. Nos fuimos a la calle con la familia.

Tu sabes cómo era Odalise. Con la familia, mamá, papá, los hijos, todos a orar a la calle, decretando que la corrupción, la homosexualidad, el lesbianismo, la drogadicción se iban de esa avenida, y declarando que el diablo no tenía derecho porque el diablo solo tiene derecho si la iglesia no reclama.

Sabe una cosa? Un heredero no es dueño hasta que no reclama y saca al que le ocupa su propiedad. Las naciones, saben lo que dijo Jesús? Saben lo que le dijo el Padre a Jesús? Pídeme y te daré las naciones por herencia. Y sabe lo que le dijo en la cruz del calvario? Las naciones son tuyas. Y sabe lo que dijo Jesús? Lo mío es de ustedes. Saben de quién es Boston? Boston es del Señor Jesucristo.

Claro, desde que llegué comencé a mirar los espíritus que se mueven en Boston. Boston es una ciudad extraordinario, bellísima, pero tiene a Harvard, tiene a Berkley, tiene las universidades, así que se le [inaudible] y va a venir un orgullo, va a venir una presunción. Todo el que está aquí dígale al Señor, vamos a combatir todo espíritu con la sencillez y la humildad del pueblo que tu has levantado por la gloria de Dios.

Dale un aplauso fuerte al Señor. Me está entendiendo? Dale un poquito más. Dale un poquito más, el Señor te dice, en esta noche yo sé la dirección suya. Cuando fuimos a la calle y oramos y la gloria de Dios cayó en la San Vicente de Paul, y ahora no le voy a decir más, lo único que le voy a decir es que en ese lugar le pedimos a Dios que hubiera la iglesia más grande de la zona oriental, y hoy día tenemos una iglesia que agrupa casi tres mil persona, ahí en la avenida San Vicente. El diablo puede reunir a todos los que van a la discoteca, el diablo puede reunir a todos los que van a hacer malhechoría, a hacer cosas malas, y sabe lo que pasa? Que Dios ahora en la San Vicente tiene más gente que la que tiene Satanás, porque nosotros ahora reunimos la mayor cantidad de gente que se puede reunir en esa avenida, la gente está adorando a Dios.

Si abren los cielos cambia una ciudad. Si abren los cielos cambia tu casa. Si abren los cielos cambia tus finanzas. Si abren los cielos cambia tu vida. Dale un aplauso fuerte al Señor y ponte de pie.

Dáselo más fuerte, más fuerte. Dale más fuerte, no te estoy oyendo. Voy para tu casa, te dice Dios. Voy a visitar tu casa. Voy a visitar la situación por la que tu estás pasando. Levántame tu mano al cielo. Repita después de mi, Señor Jesús, en esta noche yo declaro que los cielos son abiertos y que se ponen a mi favor.

Diga todo lo que diablo ha interrumpido en mi vida, yo declaro en esta noche que Dios lo reactiva. Diga todo lo que estaba muerto va a tomar vida, mi casa, mi familia, reclame su esposo y reclame su esposa, no deje que el diablo destruya su casa. No deje que el diablo destruya su casa. No deje que destruya sus hijos, no deje que destruya su negocio. No deje que destruya su salud. El diablo no tiene derecho, usted puede declarar en esta hora y lo que usted declare va a suceder. Que Dios los bendiga a todos. Denle un aplauso fuerte.

En las manos del alfarero

1 de agosto del 2011 - Por Raquel De Jesús

Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla. Jeremías 18:4

El alfarero toma el barro y comienza a trabajar en el, ya en su mente tiene una forma que le ha de dar, pero muchas veces en el proceso de formación mientras el barro está en la rueda o en el proceso de formación el alfarero encuentra que la forma que él había pensado al principio quizás no es la más adecuada otras veces sin embargo es el barro que ofrece el problema ya que no coopera con el alfarero y hace que el proceso de formación sea mucho más largo de lo que debería ser. Muchas veces en el barro hay impurezas que tienen que ser eliminadas antes de poder continuar con el proceso de formación.

La formación de la vasija va a conllevar mucha paciencia de parte del alfarero y mucho más de parte del barro, tiempos de espera, tiempos de preparación del barro, tiempos en donde el barro se deja reposar y tiempos en donde el barro pasa por un tiempo de tratamiento, y aun después que la vasija ha sido formada habrá otro tiempo de espera y luego vendrá el tiempo del fuego para ver si la vasija esta apta para ser puesta en la mesa.

Mientras más delicada la vasija que se esté formando mayores serán los tiempos de fuego, más serán los tiempos serán los tiempos de espera y aún más serán los tiempos en los que parecerá que no está pasando absolutamente nada, en donde el alfarero solo espera, pone la vasija en una mesa y espera, este tiempo de espera permite que todos los detalles que han sido impresos en la vasija se adhieran completamente.

De la misma forma en nuestras vidas como vasijas en manos del alfareros somos trabajados, atravesamos por tiempos de espera, tiempos de tratamientos de parte de nuestro alfarero divino en los cuales el comienza a sacar esas imperfecciones que el encuentra en nosotros, cosas que de otra manera impedirían que su labor fuese exitosa cuando este en un paso más adelantado de nuestro proceso.

Tenemos los tiempos de espera que son los tiempos en los que muchas veces sentimos que ya no vamos a poder más pero sin los tiempos de espera no podemos asimilar los cambios que Dios como nuestro alfarero está haciendo en nuestras vidas.

Están también los tiempos de fuego donde se prueba de que material estamos realmente hechos y si ha quedado alguna impureza en nosotros, a través del fuego salen a la luz todavía aquellas cosas que la mano del alfarero no pudo detectar. Pero que mejor lugar para estar que en las manos de El alfarero donde podemos llegar a ser vasijas de honra y donde somos purificados y santificados.

¡El proceso no es fácil! Pero mi oración es que aun en medio de los procesos de formación encontremos el gozo de saber que al final de nuestro proceso terminaremos siendo vasijas de honra y que podremos ser usados en la mesa del alfarero para el servicio de su casa.

Evangelizar - una confrontación de poder

TRANSCRIPT

Capítulo 13 del libro de los Hechos, la última vez que estudiamos este libro, nos enfocamos en los primeros tres, cuatro versículos del capítulo 13, y ahora quiero continuar con los próximos ocho capítulos más o menos. El primer evento que se encuentra el apóstol Pablo y el apóstol Bernabé cuando salen a su viaje misionero. Dice aquí: "Ellos entonces, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Sedeucia y de allí naveragon a Chipre, y llegados a Salamina anunciaban la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Tenían también a Juan de ayudante. Y habiendo atravesado toda la isla hasta Pafos" esta es una de las ciudades, de Chipre, "llegaron, hallaron a cierto mago, falso profeta, judío, llamado Bar Jesús, que estaba con el procónsul, Sergio Pablo, varón prudente. Éste, llamando a Bernabé y Saulo, deseaba oír la palabra de Dios, pero les resistía Elimas". Este mismo Bar Jesús con otro nombre, pues así se traduce su nombre, Elimas, Bar Jesús, "procurando apartar de la fé al procónsul. Entonces Saulo, que también es Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijando en él los ojos, dijo "oh lleno de todo engaño y de toda maldad, hijo del diablo, enemigo de toda justicia, no cesarás de transtornar los caminos rectos del Señor." Pablo se volvió pentecostal ahí en el momento no?.

"Ahora pues, he aquí la mano del Señor está contra ti, y serás ciego, y no verás el sol por algún tiempo, he inmediatamente cayeron sobre él oscuridad y tinieblas, y andando alrededor buscaba quien le condujese de la mano, entonces el procónsul viendo lo que había sucedido creyó maravillado de la doctrina del Señor." Qué lindo pasaje no?. Mire, aquí vemos algo interesante no?, es el primer evento que registra el libro de los Hechos, del primer viaje misionero del apóstol Pablo, desde este momento hasta el último capítulo del libro de los Hechos, lo que vamos a ver son los diferentes episodios de los diferentes viajes misioneros del apóstol Pablo, del capítulo 13 al 29, lo que tenemos es relato tras relato, de las diferentes experiencias que tuvo el apóstol Pablo en sus viajes, donde el Señor lo envió para predicar el evangelio en todo el Imperio Grecoromano. Y es interesante que en este viaje, lo primero que se encuentran son dos cosas: una gran oportunidad de predicar el evangelio, y también una gran oposición contra la predicación de ese evangelio. Fíjese que Dios lleva a Pablo y Bernabé al encuentro con un hombre que es absolutamente estratégico, importante, en la proclamación futura del evangelio, se trata de un oficial del Imperio Romano, es un burócrata, un funcionario del Imperio que controla todo el mundo geográfico alrededor de Pablo y Bernabé.

Si esta persona se convierte, podría facilitar muchas cosas, donde quiera que él tiene autoridad, toda esta región de Chipre, es un hombre clave que tiene contactos con la gente romana, y que podría ser muy útil para la proclamación del evangelio. Hemos visto que Dios en capítulos anteriores ha llevado a los discípulos a lugares estratégicos para predicar el evangelio, los pone en contacto con un centurión romano, un capitán del ejército romano, Cornelio, y comienza a correr por el ejército romano, luego toma a Felipe, ustedes recordarán, en un pasaje que discutimos también, y lo lleva milagrosamente a un encuentro con un eunuco que es un oficial de la corte de la reina Candace de Etiopía, y este hombre que tenía sed de Dios recibe la palabra, la predicación del evangelio, y es bautizado, y entonces se va a su país de Etiopía y allá predica el evangelio, de hecho hoy en día como sabemos, en Israel, hay toda una comunidad Etíope, bien grande, que viene se cree, de la predicación de este hombre, que Felipe evangelizó, y ahora vemos algo interesante que es que este oficial del gobierno romano, Sergio Paulo, tiene hambre de Dios, es un hombre temeroso de Dios, es un hombre que desea escuchar, como Cornelio en el relato de unas cuantas semanas atrás, parece que él tenía temor sano de Dios, quién sabe si lejanamente había escuchado de este nuevo personaje que se llamaba Jesús, y cuando supo que Pablo y Bernabé habían llegado a su isla, él enseguida se interesó y los invitó para que tuvieran una audiencia personal con él para escuchar la palabra de Dios.

Qué interesante que estos tres personajes, el eunuco etíope, y este hombre, independientemente de lo que está pasando en la iglesia, de alguna manera el Espíritu Santo ya estaba trabajando en esos corazones, había una inquietud en ellos, había deseo de escuchar de Dios, y lo que Dios hizo simplemente fue unir el mensaje del evangelio con corazones que ya estaban preparados para recibir el mensaje de Dios, y eso me hizo pensar que en nuestros vecindarios, nuestros barrios, nuestras ciudades, hay mucha gente como Sergio Paulo, que están deseosos de escuchar de Dios, tienen hambre de Dios, pero no saben como ponerse en contacto con el evangelio.

Déjem decirle, hoy en día, con tantos medios de comunicación, está el internet, está la televisión, están las revistas y los periódicos, uno pensaría como que no hay razón para que la gente no escuche el evangelio, no sé si pueden subir un poquito el micrófono, me pueden escuchar allí atrás todos ustedes?, y estoy conciente porque en el programa de radio a veces baja un poquito el volumen, no se escucha bien, pero el caso es que hermanos, uno pensaría que, no, todo el mundo escucha el evangelio, todo mundo tiene oportunidad, déjeme decirle que en nuestras ciudades, ahora mismo en esta ciudad de Boston, tenemos de la comunidad latina por ejemplo, hay mucha gente que no tiene contacto con un cristiano, no tiene contacto con una iglesia, tienen deseo de recibir la palabra de Dios, están teniendo problemas matrimoniales, problemas con sus hijos, y no saben como ponerse en contacto con un cristiano. Eso parecería imposible de creer pero es cierto, mucha gente por ejemplo se siente intimidada ante la idea de entrar a una iglesia evangélica. Póngase en el lugar de una persona que nunca ha tenido oportunidad de ir a una iglesia evangélica. Usted sabe lo amenazante que es contemplar la idea de pasar por las puertas y entrar a un sitio que nadie te conoce, que tú no sabes lo que te van a decir, que han dicho por ahí que los cristianos son unos locos, que te van a coger, y enseguida te van a pedir dinero, no te van a dejar tranquilo por el resto de tu vida, van a estar llamándote, molestándote, no reciben la palabra, tienen inquietud como Sergio Pablo, pero no hay forma de ponerse en contacto con la palabra.

Donde está su esperanza, hombres y mujeres como tú y como yo, que podamos llevarle la palabra a su vecindario, podamos hablarle a esa gente, en nuestro trabajo hay gente que tienen inquietud sana de Dios, y sabes lo que va a pasar con esa gente, que teniendo inquietudes espirituales si no reciben el verdadero evangelio, el diablo les va a enviar gente como Bar Jesús para que los confunda y les dé un falso evangelio. Uno se pregunta qué hacía Bar Jesús, este falso profeta, al lado de un hombre serio y espiritual como Sergio Paulo. Yo creo que precisamente por esa inquietud espiritual que tiene en un mundo pagano, viene ofreciéndole magia, ofreciéndole falsa religión, ofreciéndole falso contacto con Dios, manipulándolo como hacen los falsos profetas, acerca de la palabra de Dios etc.

Este hombre en su ignorancia se fué detrás de lo primero que encontró, y cogió a este Bar Jesús como un consejero espiritual. Y este hombre lo que hacía era que le daba alimento falso para calmar su sed de la verdad de Dios, y así pasa con tanta gente en esta cultura, tienen hambre de Dios, no quieren venir a una iglesia evangélica o no saben, el diablo los ha llenado de mentiras acerca de lo que son los evangélicos, yo les aseguro hermanos que tiene sano deseo de conocer a Dios allá afuera, pero ya sea por la mala predicación del evangelio, o los malos ejemplos que hemos dado los cristianos, de tantas maneras, por el falso cristianismo que se predica muchas veces, prosperidad, la manipulación, la corrupción financiera que hay hoy en día de tanta predicación del evangelio, falsa, no quieren porque piensan que eso es el evangelio, y el diablo les provee una falsa religión a través del Budismo, el Hinduísmo, a través de la Nueva Era, a través de falsas espiritualidades que llenan su sentido cultural y su razonamiento, y entonces se encuentran como Sergio Paulo, que quieren de Dios, pero esta serpiente está allí susurrándoles.

Interesantemente, Pablo y Bernabé llevaban el Espíritu Santo ante este hombre, cuando comienzan a predicarle porque él mismo ha solicitado esta entrevista, qué hace Bar Jesús, enseguida comienza a susurrarle a Sergio Pablo, no les creas, eso es mentira, eso es una patraña de que este hombre resucitó de los muertos, y es la única verdad, eso es mentira, hay muchos dioses, y yo imagino que mientras Pablo y Bernabé le predicaban a Sergio Paulo, este hombre estaba allí contradiciéndolos, poniéndoles trabas, impidiéndoles que predicaran el evangelio con soltura, en una forma clara, y tratando de confundir a este hombre que tenía un sano temor de Dios. Yo creo hermanos que si uno hubiera podido mirar detrás del mundo espiritual, hubiera visto a demonios que tenían control de Bar Jesús, susurrándole a Bar Jesús y usando a este hombre endemoniado, para que le impidiera a Sergio Paulo escuchar el evangelio y convertirse.

Por eso hermanos es que necesitamos el poder del Espíritu Santo en nuestras vidas. Pablo dice la biblia que fué llenado en ese momento, pudo discernir lo que estaba pasando, y lleno del Espíritu Santo reprendió ese espíritu maligno que animaba a Bar Jesús, y declaró una palabra de maldición esencialmente y de juicio, sobre este hombre y le impidió salirse con la suya. Hermanos una de las cosas que yo pensaba en este tiempo es que así mismo pasa con la iglesia de Jesucristo, hay muchas personas en el mundo hoy en día, que tienen deseo, yo pienso en la comunidad latina, en la comunidad afroamericana, nuestra gente tiene un sano temor de Dios, viene de un transfondo ya sea católico o evangélico, pero tienen a Jesús, respetan el cristianismo, respetan la iglesia, pero hay una cantidad de influencias culturales que están tratando de intimidar, confundir, impedir que el evangelio sea predicado, y nosotros tenemos que estar concientes de eso, habrá oposición a la iglesia de Jesucristo cuando quiera predicar el evangelio.

Dios tiene propósitos para nuestra congregación, y yo quiero decirles hermanos que como nosotros tratemos de hacer la obra de Dios, no nos sorprendamos de que el diablo esté también tratando de crear cizaña, tratando de hacer daño, tratando de impedir que la palabra de Dios avanze y poner trabas para la predicación del evangelio, y es por eso que tenemos que llenarnos de la convicción y del poder de Dios porque Dios quiere usarnos, quiere usarte a ti para que cada día lleves el evangelio a gente como Sergio Paulo que necesitan escuchar la palabra del Señor. Y no podemos dejarnos intimidar, no podemos dejarnos amordazar y callar por un enemigo que quiere hacer que perdamos el seno del Señor. Nosotros tenemos el mensaje claro, nosotros tenemos la respuesta para las necesidades de nuestra comunidad, y tenemos que llenarnos de valor, porque mucha gente va a querer impedir que tú y yo proclamemos la verdad como pasó con este hombre. Lo único que tenemos que tener en claro es esto, hay mucha gente que tiene falsas religiones de Dios, pero que nosotros no podemos culparlos a ellos, muchas veces las iglesias cristianas adoptan esta posición de que la gente es difícil, que no quieren recibir el evangelio, hermano yo he encontrado que cuando nosotros le predicamos el evangelio a la gente en una forma sana, sencilla, comprensible la gente reacciona posivitamente, la gente tiene deseo de Dios, y a veces nosotros los evangélicos le ponemos tantas trabas a la predicación, y hacemos difícil a los no creyentes venir a los caminos del Señor.

Tenemos que adoptar una mentalidad positiva hacia los no creyentes, tenemos que creer que ellos van a venir al evangelio, tenemos que creer que nosotros tenemos un mensaje simpático, ganador, un mensaje que puede llegar al corazón de ellos, tenemos que dejar de temer de hablarle a los inconversos del Señor Jesucristo. A veces nos llevamos la gran sorpresa de que cuando le predicamos a alguien, cuando lo invitamos a la iglesia, esperando una negativa nos dice oh sí, yo quiero ir, esta semana un hermano, él trabajo entregando paquetes para UPS, fué a una casa norteamericana a entregar un paquete, tocó a la puerta, le abrió una señora que se veía deprimida, demacrada, dice que al final de la sala había otro hombre, un señor mayor, sentado en un sofá con un rostro igualmente depresivo, y él saludó a la señora, y no sé cómo exactamente pero se inició una conversación y ella le dijo que estaba enferma, estaba deprimida, se sentía triste, y mi esposo está igualmente aquí, lo han diagnosticado con un cáncer incurable, y le han dado solamente unos cuantos meses de vida.

Este hermano que es un hombre lleno de Dios y del Espíritu, le dijo señora, quiere que yo ore por usted, y que yo ore por su esposo, y le dijo al señor mire yo no puedo garantizarle que usted se va a sanar si yo oro por usted, pero si usted recibe a Cristo como su Señor y Salvador, sea que usted viva o muera, usted se va a ir con el Señor, me permite orar por usted y su esposa?. Y dice que el hombre con lágrimas que le comenzaron a salir le dijo sí, ore por nosotros. Este hermano de la iglesia oró por esta pareja, oró por sanidad, y les preguntó si ambos querían recibir a Cristo, y ambos dijeron sí, queremos recibir a Jesús, y yo creo que como Felipe, nuestro hermano salió de allí y se fué a su próximo encuentro, bendecido por esa experiencia, lo último que le dijo este hombre a nuestro hermano, fué "si yo muero, y yo voy al cielo, por toda la eternidad le estaré dando gracias a Dios por ti, te voy a recordar en el cielo". Qué lindo.

Así que a pesar del diablo, que quiere intimidarnos y quiere hallar convicción, nosotros tenemos un mensaje único, nosotros tenemos que pedirle al Señor que nos dé valor, fortaleza, para predicar el evangelio a tiempo y fuera de tiempo, porque va a haber oposición. Termino con este ejemplo de mi propia vida que viví en esta iglesia, le voy a pedir a los músicos que pase por aquí un momentito, quiero dejarles esta ilustración, esta semana en Boston hubo un crimen, y estaba relacionado con familias que asisten a nuestra iglesia. Una joven de la comunidad dominicana fué asesinada por su novio, no sé si ustedes tuvieron oportunidad de ver en las noticias y en los periódicos, yo conocí a esta joven cuando era una niñita, se le predicó el evangelio, ella persistió en un camino de drogas y de promiscuidad y de malas compañías, y a pesar de que varias iglesias hicieron esfuerzo por promover su salvación, ella dijo que no que ya ella estaba entregada a esto, y que ella sabía que un día ella iba a morir violentamente. Fíjese, qué confesión.

Resistió el evangelio, y su novio tengo entendido por una cuestión de celos, le pegó cinco tiros. Hace unos pocos días, y esta muchacha falleció, la funeraria dijo que no, esta muchacha era una líder, el diablo precisamente trata de coger gente con talento e inmediatamente trata de impedir que lleguen al evangelio, como Sergio Paulo, conocía mucha gente, era tanta gente que quería venir a su funeral que no podían tener el funeral allá en la sede de la funeraria, yo me enteré del velatorio, parte de esta iglesia, los llamé, les ofrecí nuestras facilidades de aquí de León de Judá, muy agradecidamente ellos aceptaron, cuando yo llegué el miércoles en la noche, para el servicio principal, su cuerpo estaba aquí, me encontré con que la calle de allá afuera estaba llena de gente que quería entrar y ya estaba llena la iglesia, había policías allá afuera, había una ganga de motociclistas que quería entrar a la iglesia también dejando todas sus motoras allá afuera, el lugar estaba abarrotado de gente inconversa, ví jóvenes metidos en las drogas, en el alcoholismo, en todo tipo de mala vida, Dios los había traído cautivos aquí a la iglesia.

Yo no era el pastor que estaba oficiando porque la familia de ella, una buena parte asiste a otra iglesia, pero me habían dicho que querían que yo compartiera unas palabras, usted sabe que para mí unas palabras es peligroso no?, así que cuando yo llegué aquí al servicio y viendo todo este mar de gente inconversa, y jóvenes que, yo creo que nunca probablemente han entrado a una iglesia, y yo creo que nunca más entrarán, yo luché mucho en mi interior, y por eso les hablo acerca de la oposición que hay en nuestra cultura para opacar la palabra del Padre, porque hay voces hoy en día, por ejemplo con nuestros jóvenes, nuestros jóvenes están cautivos del diablo, de las drogas, la promiscuidad, el crimen, la violencia, nuestros jóvenes se están matando unos a otros, esta misma semana murieron tres o cuatro jóvenes más, aquí en la ciudad de Boston, la violencia es una cosa terrible, nuestra juventud está perdida, nuestra comunidad, que yo digo que es una comunidad que tiene un sano temor de Dios no están recibiendo el evangelio, ahora saben cuáles son las voces que sí alcanzan a esa gente, las voces de Bar Jesús, mire, el departamente de salud de la ciudad de Boston, no quiere que los evangélicos prediquemos acerca de la abstinencia sexual, lo que quieren es que prediquemos acerca de los condones, y de sexo responsable como ellos le llaman.

Mire, predíquele a un joven de diecisiete años que tiene las hormonas saliéndoseles por las orejas de sexo responsable. Ellos no entienden de eso, lo que quieren es que les hablemos de control de la natalidad, eso es todo. Ellos no quieren dar dinero para que se les enseñe a los jóvenes que deben restringir sus apetitos sexuales porque dicen que eso es imposible. Eso es lo que hace el departamento de salud de Massachussets. Páginas electrónicas que le dicen a los jóvenes que la homosexualidad y el lesbianismo están bien, eso es una opción más, entre muchas diferentes opciones que ellos tienen, a nuestros niños desde chiquitos les enseñan acerca de la homosexualidad y de sexo responsable supuestamente, de lesbianismo, el departamento de salud, el mismo gobierno de Estados Unidos, lo que están es predicando este evangelio diabólico que mantiene a nuestros jóvenes encadenados al diablo. Le impiden a la iglesia predicar a estos jóvenes. Cuando decimos que el homosexualismo es un error, que el lesbianismo es un error, que la promiscuidad no debe practicarse, nos dicen que tenemos la mente cerrada. Que tenemos que permitir que eso se predique en nuestras escuelas. Y eso es lo que está llevando a nuestros jóvenes. El departamente de salud mental, de salud física, está lleno, inundado de familias que el diablo se los está comiendo vivos, y tratan de amordazar a la iglesia para que no predique la única esperanza que es Cristo Jesús.

Y entonces cuando nosotros tratamos de predicar, como digo tratan de amordazar, como Pablo y Bernabé, tratan de llenarnos de temor, cuando estos jóvenes estaban aquí, que yo me puse aquí al frente, y yo ví lo que estaba pasando que era una oportunidad única para predicar el evangelio, sabe mi lucha, porque a veces los pastores predicamos y la gente no sabe lo que está pasando en nuestro interior, yo me preguntaba Señor, primero, yo sabía que había oficiales de aquí de la ciudad que había venido porque era un caso notorio, y sabía que yo no era el pastor principal, aunque era el anfitrión porque era la iglesia nuestra, pero no quería tomar control tampoco de la reunión, tenía temor de que la gente pensara que estaba abusando de esta gente que estaba frágil, aquí hoy, que se siente frágil por la muerte y que yo me estaba aprovechando para manipularlos, mi mente está muy abierta a las presiones de esta cultura, y uno lucha, mientras más uno se involucra con el mundo allá afuera, más uno lucha con estas voces que están allá afuera, creo que tenemos que involucrarnos.

Hay mucha gente que dice ustedes son unos fanáticos, Dios es un Dios de muchas diferentes formas, y ustedes tienen una mente cerrada, nos acusan de ser fanáticos, pero sabe mientras yo luchaba y veía a estos jóvenes amarrados al diablo, y yo dije como puedo yo no anunciar a Cristo en una situación como esta, y Dios me dió el poder y la fortaleza para predicarles acerca de Dios que dice yo soy la puerta, y el que por mí entrare será salvo, les hablé acerca de que Cristo dice, el ladrón solo viene para robar, matar y destruir, pero yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia, y yo les decía a estos jóvenes, el diablo quiere que ustedes terminen como terminó Alessa, o que ustedes pasen toda su vida alrededor de la misma cosa, y que al final en su vejez terminen drogados, alcohólicos, pidiendo pesetas en las calles, una piltrafa humana, y Cristo dice sin embargo yo he venido para que tengan vida, y los reté les dije miren Cristo es la única esperanza que ustedes tienen para librarse de las drogas, del alcohol, de la criminalidad, de la promiscuidad, reciban a Jesús, les dije miren esta es quizá la única oportunidad que yo tenga para hablarles a ustedes, y no la quiero desperdiciar, me olvidé que había hispanos aquí y les hablé en inglés porque quería dirigirme específicamente a ellos, quería que ellos escucharan la predicación clara del evangelio.

Yo sé que alguna gente se molestó, pero hermanos nosotros no podemos dejar de predicar el evangelio, hay de nosotros dice la palabra si dejamos de predicar la única esperanza que tiene la juventud, las voces de Elimas van a estar tratando de amordazarnos, la cosa se pondrá peor cada día, más y más gente se pondrán en contra del evangelio, y nosotros tendremos que armarnos de valor, y decir vendremos a predicar la verdad del evangelio, no importa quién diga lo que diga, por eso tenemos que llenarnos del poder de Dios, tenemos que ser un pueblo pentecostal, por eso tenemos que comer carnes rojas espiritualmente para estar llenos de la fuerza de Dios, el diablo quiere debilitar al pueblo de Dios, llenarnos de duda, llenarnos de temor, intimidarnos, aguar el evangelio, para que nosotros no prediquemos con claridad al Cristo que es la fuente de vida y de salvación para la comunidad, nuestra comunidad allá afuera necesita una iglesia, necesita hombres y mujeres apasionados, convencidos del evangelio que hemos recibido. Que el diablo menee la cola, a nosotros no nos importa, que nos llamen fanáticos, no importa, nosotros tenemos que predicar la palabra de Dios de una forma clara, no diluída, no adulterada, la palabra clara que hemos recibido de parte de Dios.

Tenemos que proclamar esa palabra, tienes que armarte de valor, en el nombre del Señor pídele a Dios que te dé valor para hablarle a tus colegas en el trabajo, en tu vecindario, tu familia, tu jefe, claro puedes hacerlo con sabiduría, hay que ser sabios también, pero también hay que ser atrevidos en el nombre del Señor, y cuando el diablo quiera llenarte de temor como dijo Pablo, que el Señor te reprenda, tenemos que orar por nuestra comunidad para que el diablo se retire, porque Satanás está peleando por las almas, la biblia dice que antes de saquear la casa de un hombre fuerte hay que amarrarlo primero, y la iglesia de Cristo tiene que interceder, tiene que orar, tenemos que hacer guerra espiritual, con una mano atamos al diablo con nuestras oraciones, con otra mano predicamos el evangelio, y le ordenamos a Satanás suelta las almas, tenemos que ordenarle al diablo suelta las almas de esta comunidad, porque Dios trae cosecha, pero primero tenemos que atar al hombre fuerte, y tenemos que hacer guerra espiritual, tenemos que ser hombres y mujeres guerreros, hermano y hermana tenemos que dejar los jueguitos ya, la cosa se pone fuerte, pero Dios quiere darnos una gran cosecha.

Cuando yo prediqué el evangelio a estos jóvenes, que quizá algunos de ustedes estuvieron aquí, yo hice un llamado en el nombre del Señor, Dios quiere librarlos, Dios quiere que ustedes por fé comienzen algo y que se afilien con el poder de Cristo, la sangre de Jesús que es lo único que puede proteger sus cabezas y es lo único que puede protegerlos del diablo, y me atreví y les dije levante sus manos si usted quiere recibir a Jesús en esta tarde, hermanos decenas de jóvenes y de adultos levantaron sus manos en esa tarde y recibieron a Jesús.

Yo sé que a través de ese proceso Dios los irá llevando, porque muchas veces se necesita una confrontación de poder, Cristo dice que cuando nosotros le abrimos la puerta Él entra, yo sé que muchos jóvenes, ahí se dió una confrontación espiritual, y Dios los va a ir llevando ahora a donde tiene que llevarlos, pero se rompió algo, y es lo que tenemos que hacer, darle a escoger a la gente claramente, mira, escoge entre el poder de las tinieblas que quiere destruirte, y el poder del evangelio que quiere redimirte, así es que ustedes tienen que predicar a la gente, porque es así, es una lucha de poder entre el diablo que quiere mantener las almas atadas para que Dios no los use, para que Dios no use sus talentos como el de Sergio Pablo para dejar que el evangelio corra, entre ese poder demoníaco y el poder de Jesús, que quiere dar vida a nuestra comunidad, tú tienes la respuesta como Pablo y Bernabé, conviértete en un evangelista.

Vamos a ponernos de pie, yo voy a pedirle al Señor que nos llene de valor para proclamar el evangelio, yo quiero declarar sobre ti fresca unción para ser un evangelista, un proclamador de la palabra, identifica tres cuatro, cinco personas en tu familia, en tu vecindario, cuando tú llegues a tu casa escríbelas en un papel, para orar por ellas. Comienza a orar por esas vidas, ata al diablo en esas vidas. Cuántas personas conoces tú que no tienen al Señor, haz una lista de gente, y comienza a orar para que Dios abra puertas, para que Dios abra sus corazones, y comienza a compartir el evangelio con ellos, y que te den oportunidad para tú invitarlos a la iglesia, y diles mira te voy a llevar a mi iglesia para que escuches la palabra de Dios, a la gente hay que hacerle claro en este tiempo, que lo que están haciendo es no solamente venir a la iglesia a jugar a escuchar el evangelio, lo que están haciendo es escoger entre la vida y la muerte, escoger entre las tinieblas y la luz, escoger entre las esclavitud y la libertad, escoger entre el diablo que quiere robar, matar y destruir sus almas, y el dominio benévolo de Jesús, que ha venido para que tengamos vida, y vida en abundancia.

Levanta tu mano y recibe ahora mismo unción fresca del Señor. Padre yo declaro mi iglesia, una iglesia evangelística, una iglesia apasionada por el evangelio, una iglesia que no retrocede, una iglesia eminentemente conciente de su llamado a ser proclamadores del evangelio, Padre yo proclamo una unción evangelística sobre ellos, declaramos cosecha de almas Señor, declaramos que muchas de las vidas que fueron predicadas esta semana, muchos de ellos llegarán a un conocimiento pleno de Jesús, y desde ya reclamamos sus vidas para el evangelio, nosotros abrimos las puertas de esta iglesia para que entren multitudes a recibir el evangelio, y pedimos Señor que Tú llenes nuestros corazones de valor y un sentido de urgencia para proclamar a Jesús como Señor y Salvador de la humanidad. Derrama tus dones, haz prodigios Señor, danos autoridad para desatar el mover del Espíritu Santo, para que al igual que con Pablo y Bernabé la gente vea un evangelio predicado, bañado también con el poder de la presencia de Dios, gracias Señor, recibimos nueva unción para evangelizar las almas de esta comunidad, y te damos gracias por los que han de venir al evangelio, gracias, en el nombre de Jesús, amén.

Cuando el Señor se acerca a tu mata de higos

TRANSCRIPT

Me gustaría compartir algo con ustedes hoy que de alguna forma u otra mi inspiró el mensaje que el pastor compartió el domingo pasado, no sé cuántos de ustedes estuvieron aquí el domingo, pero el pastor estuvo hablando acerca de este pasaje de Marcos, Capítulo 11 que hablar acerca de este momento en el cual Jesús se encontró con la higuera y que maldijo la higuera porque no encontró fruto en ella.

Mientras él predicaba como que vino una impresión a mi mente que yo no había considerado antes y quisiera compartir algunas de esas cosas con ustedes porque yo creo que hay unos secretos ahí que podemos aprender de ellos.

Si pueden buscar ese libro, ese pasaje de Marcos, Capítulo 11, vamos a leer del verso 12 al 14 y yo les puedo decir algo, mis hermanos, tal vez esta idea, esta impresión que yo les voy a compartir puede ser que exegéticamente o en una forma teológica me esté yendo yo de las líneas de los parámetros que muchos comentaristas bíblicos podrán decir, pero ¿Saben qué? Hay veces que yo creo que eso es una de las bellezas de la Biblia también.

Digo esto porque yo he estudiado, o sea, yo he gastado tiempo, energía, dinero en estudios y yo sé cómo muchas veces los estudios bíblicos pueden enfocar a uno demasiado en uno ver la Biblia desde un marco específico, pero yo creo que también la Biblia tiene esa vida, esa vitalidad del espíritu que, sin necesariamente salirnos de los principios que están ahí encerrados, podemos como quiera recibir y aprender unas cosas que Dios mismo nos quiere dejar saber a nosotros.

Mientras meditaba en esto yo pensaba, todos de nosotros de alguna forma u otra, todos nosotros, voy a decir algo muy importante, todos nosotros de alguna forma u otra estamos bien acostumbrados a que Dios siempre esté disponible para satisfacer nuestras necesidades. Cuántos pueden decirle sí a eso? Obviamente muchas veces, o la mayor parte de las veces aprendemos esto de las Escritura, o sea, el que se acerca a Dios tiene que acercarse creyendo que le hay, y que él es galardonador de los que le buscan. Creemos eso, que Dios siempre está ahí dispuesto para satisfacer nuestras necesidades, cantamos muchas veces, “Ah, tengo hambre de ti, de tu presencia, de tu fragancia, de tu poder, hambre que duele…”

Han escuchado esa canción, ¿verdad? Hambre que duele… a veces en las canciones nos ponemos bien trágicos. Cuántos han tenido hambre que duele de verdad? y en algún momento le hemos dicho a Dios, Señor, tengo hambre que duele de ti y de tu presencia por estar contigo. Y lo hemos dicho en oración y hay veces que nos acercamos a esa oración como que, no, Señor, tu tienes que satisfacer esta hambre ahora, sino lo haces ahora me muero. Nos ponemos bien noveleros con Dios, bien trágicos, bien dramáticos a veces.

Pero qué tal si en alguna canción nos hemos puesto a pensar o considerado lo siguiente: que si Dios tuviese hambre de nosotros, nosotros estuviésemos disponibles para satisfacerlo a él? Se ha puesto usted a pensar en eso? Si Dios tiene hambre de ti, tu estarías dispuesto, disponible para satisfacer esa hambre? Estaríamos disponibles para satisfacer esa hambre que tiene Dios?

Vaya conmigo a Marcos, Capítulo 11, verso del 12 al 14, dice:

“…Al día siguiente cuando salían de Betania Jesús sintió hambre…”

Este ser divino, este Hijo de Dios que estaba hecho hombre sintió algo que nosotros sentimos todos los día y que hay veces hasta tres veces al día, algunos lo sienten 4 ó 5 veces al día, pero la gente normal lo sienten 3 veces al día, y 3 veces a la noche. Así que:

“…Jesús sintió hambre y de lejos vio una higuera que tenía hojas y se acercó para ver si también tendría frutos, si tal vez tendría fruto. Pero cuando llegó a ella no halló nada sino hojas porque no era tiempo de higos. Entonces Jesús le dijo a la higuera que nunca más vuelva nadie a comer de tu fruto y sus discípulos lo oyeron cuando él dijo eso…”

Saben que yo no podía evitar el reírme cuando el pastor dijo el domingo como que si él fuera esa mata de higos, dijera, pero qué culpa tengo yo si no tiempo de higos? Por qué me vas a maldecir? Y se me hizo más interesante porque uno de esos comentaristas bíblicos que yo estaba leyendo, se atrevió a escribir como que criticando esa acción de Jesús diciendo, por qué Jesús gastó su poder divino en maldecir esa mata o ese árbol cuando muy fácilmente pudo haber usado su poder divino y sacarle fruto en el momento.

Eso pone a uno a pensar. Por qué va a usar el poder divino para maldecir en vez de usar su poder divino para bendecir este árbol de higos y que de fruto aún cuando no era tiempo de dar frutos? Interesante, ¿verdad? hay veces que uno lee esas cosas y es como que… hace a uno pensar.

Pero miren lo que me hizo pensar a mí. Yo recuerdo que el pastor mencionó, y yo estoy muy de acuerdo con esto, y muchos comentaristas también están de acuerdo y si hago exégesis con ustedes, el lugar donde ese pasaje Marcos ubicó esta ilustración con la higuera, sucedió en un momento bien crítico en ese parlamento ahí, porque por un lado se puede interpretar como que ese gesto que hizo Jesús simboliza un tiempo de juicio que iba a venir sobre el pueblo de Israel, sobre los judíos. Y cómo sabemos esto? Porque en los versos anteriores se ve que Jesús cuando llegó a Jerusalén una de las primeras cosas que él hizo fue ir al templo. Y cuando entró al templo, qué fue lo que él hizo? Si usted miran el texto pueden enseñar el verso 10? El verso 10 dice que Jesús entró al templo y lo que hizo fue que se puso a mirar.

“…Y entró Jesús en Jerusalén y en el templo y habiendo mirado alrededor todas las cosas como ya anochecía se fue a Betania con los 12…”

So, es como que Jesús se metió a investigar y vio todo lo que estaba sucediendo en el templo. Si nosotros vemos el verso 15, por favor, podemos ver el verso 15? Mira lo que dice el verso 15:

“…Vinieron pues a Jerusalén y entrando Jesús en el templo, ¿qué fue lo que pasó? comenzó a echar fuera los que vendían y compraban en el templo y volcó las mesas de los cambistas y las sillas de los que vendían palomas…”

Y por ahí sigue el relato. Es uno de esos momentos donde decimos como que se le soltaron los tornillos a Jesús y se volvió loco. Y empezó a sacar a todo el mundo de allí a fuete, a palo. Por eso es que ese relato de la higuera, cuando se ve ahí en el medio de estas dos cosas, lo que estaba ejemplificando o simbolizando es que esa acción de Jesús de tratar de limpiar el templo lo que estaba manifestando era que venía un tiempo duro para el pueblo de Israel porque no estaban haciendo las cosas como Dios mandaba.

Así que exegéticamente ese relato de la higuera se lee así. Una segunda forma que también se lee es que Jesús le quiso dar una lección de lo que es la oración de fe a sus discípulos, porque después de ese relato, si vas al verso 20, miren cómo dice:

“… Y pasando por la mañana vieron que la higuera se había secado desde las raíces, entonces Pedro acordándose le dijo, ─ “Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado.” Y qué fue lo que le dijo Jesús? Le dijo, “Tened fe en Dios porque de cierto les digo que cualquiera que dijera este monte, quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón sino que creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho…”

So, también se puede ejemplificar que eso que sucedió con la higuera era una forma de Jesús enseñarle a sus discípulos, mira, si tu haces algo, si dices algo, si pides algo con fe, va a suceder. Ahora, después que le hago ese análisis exegético que ya veo que se me están durmiendo, déjeme tirarles el meollo ahora. Esto fue lo que yo entiendo que el Señor me impresionó.

Yo quiero que ustedes visualicen esa escena. Jesús caminando por esas calles con hambre, tal vez hasta los discípulos le oían el estómago haciendo ruido. Y es como que, muchachos, tengo hambre, esto está grave, vamos a tener que parar a comernos un hot dog o algo en algún sitio porque tengo hambre. Y ve este árbol de higos y se acerca y va a buscar. Miren lo que dice el relato:

“…Cuando llegó no encontró fruto…”

Y miren lo que Dios me puso a pensar a mí. Dios me puso a pensar lo siguiente: hay veces que Dios tiene hambre de nosotros y nos ve a lo lejos, nos ve y muchas veces se nos acerca en nuestra rutina de vida, en las cosas que estamos haciendo, se nos acerca y ve nuestro follaje, nos ve que por encima parece que estamos bien, pero Dios sabe lo que verdaderamente hay, y se acerca a nosotros y empieza a buscar entre las hojas y dónde está el fruto? Dónde está la esencia de lo que es este árbol? Me dices que eres un árbol de manzanas pero no veo manzanas. Me dices que eres un árbol de peras pero no veo peras. Me dices que eres un árbol de naranjas pero no veo naranjas. Me dices que eres un árbol de higos pero no veo higos. Qué pasó?

Saben? La tendencia humana a este asunto, cuando se está esperando algo de nosotros y nosotros no lo podemos dar, nuestra tendencia es responder con estas justificaciones por no decir excusas, ay, yo no sabía que tenía que hacer eso. O sino también decimos, ah, no, yo no estoy preparado para eso. O simplemente decimos, no es mi tiempo para responder a tal demanda. Como dice el texto, no era el tiempo de los higos. Ven por dónde voy? No era el tiempo.

Como verán nosotros somos muy rápidos para justificarnos y más cuando tiene que ver con el hecho de nosotros dar de nuestro tiempo en la vida, tiempo de distintas formas. Cuando habla del tiempo de familia, cuando habla de tu tiempo de trabajo, cuando habla de tu tiempo de descanso que algunos son bien celosos con su tiempo de descanso, o cuando es el tiempo de ir a la iglesia, como lo estamos haciendo hoy, o cuando es el tiempo de relajarnos, o cuando es el tiempo de jugar y divertirnos. Pero qué tal el tiempo que le damos a Dios?

Qué tal el tiempo que nosotros le damos a Dios? saben la Biblia nos enseña que todo tiene su tiempo. Qué dice Eclesiastés, Capítulo 3? Alguien me puede decir lo que dice Eclesiastés, Capítulo 3? Dice:

“…Todo tiene su tiempo y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Hay tiempo para nacer y tiempo para morir, tiempo para plantar y tiempo de arrancar lo plantado, tiempo para matar y tiempo de curar, tiempo de destruir y tiempo de edificar, tiempo de llorar y tiempo de reír, tiempo de echar y tiempo de bailar…”

Me gustó eso, ¿verdad? so, por si acaso, si alguien dice que no es bíblico bailar, ahí le pueden hace un quote de ese pasaje. Okay?

“…Hay tiempo de esparcir piedras y hay tiempo de juntar las piedras, hay tiempo para abrazar y hay tiempo para abstenerse de abrazar, hay tiempo de buscar algo y hay tiempo de perder algo, hay tiempo de guardar y hay tiempo de desechar, tiempo de romper y tiempo de coser, tiempo de callar… ─y muchas veces ese tiempo es uno que muchos de nosotros lo tenemos que poner más en práctica,─ tiempo de callar y el tiempo de hablar… ─también tenemos que monitorearlo mucho─, hay tiempo de amar, tiempo de aborrecer, tiempo de guerra y tiempo de paz…”

Miren lo que dice el verso 11, me gustó este verso:

“…Todo lo hizo Dios hermoso en su tiempo y ha puesto eternidad en el corazón de ellos… ─esto es de nosotros, los seres humanos─ sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin. Yo he conocido que no hay cosas mejor para ellos que alegrarse y hacer el bien en su vida y también que es donde Dios que todo hombre o mujer coma y beba y goce del bien de toda su labor…”

Todo tiene su tiempo. Cómo estamos monitoreando nuestro tiempo? Es una pregunta que yo puedo hacer. Cómo estamos manejando nuestro tiempo? Pero sobre todas las cosas cómo estamos respondiendo al hecho del tiempo que Dios quiere obrar en medio de nuestras vidas.

Hay otro texto, Romanos Capítulo 13 que también les quiero leer. Romanos Capítulo 13, verso 11, miren cómo dice:

“…Y esto conociendo el tiempo que es ya hora de levantarnos del sueño porque ahora está más cerca de nosotros su salvación que cuando creímos. La noche está avanzada y se acerca el día, desechemos pues las obras de las tinieblas y vistámonos de las armas de la luz. Andemos todos como de día, honestamente, no en glotonerías y borracheras, no en lujuria y lascivia, no en contienda y envidia, sino vestidos del Señor Jesucristo y no proveamos para los deseos de la carne…”

Hay mucha gente que cuando el Señor se acerca a su mata de higos, por así decirlo, justificamos diciendo como que no, no es mi tiempo, yo quiero seguir gozando de la buena vida, quiero seguir gozando de mis amistades, quiero seguir gozando de la parte de Corona que me puedo dar los fines de semana con mis amigos. Quiero seguir gozando del hecho de poder usar mis ojos para contemplar la hermosura de la creación de Dios en la mujer, no estoy dispuesto a dejar eso todavía. O en el hombre, en el caso de una mujer. Quiero seguir usando mi tiempo para hablarle malo a todo el que yo quiera y así intimidar a la gente, para poder esconder mis propias inseguridades. Quiero seguir usando mi tiempo para aprovechar el dinero que yo me gano y gastarlo en mis propios placeres. Todavía tengo un BMW que me quiero comprar y hasta que yo no tenga el BMW no voy a darle mi tiempo a Dios. Hasta que yo no consiga la casa que yo estoy buscando, no le voy a dar mi tiempo a Dios. Yo soy muy joven todavía y eso es para viejos. Así que hasta que yo no tenga 65 años de edad no le voy a dar mi tiempo a Dios, perdónenme los que tienen 65 años de edad aquí.

Nos justificamos y decimos, no, no es tiempo, no es tiempo de higos, no es tiempo de ese fruto que tu estás buscando. Dios, tu tienes hambre, tienes hambre de mí pero no es tiempo todavía de que yo te de lo que tu estás deseando de mí.

Hay otro texto en Segunda de Corintios, Capítulo 6, verso 2 que también nosotros conocemos que dice así:

“…En tiempo aceptable te he oído y en día de salvación te he socorrido, he aquí ahora el tiempo aceptable, he aquí ahora el día de salvación…”

Palabra de Dios, mis hermanos. Palabras de Dios. Esa primera parte que dice, “en tiempo aceptable te he oído y en día de salvación te he socorrido”, sabe lo que eso significa? Cuando tu tuviste hambre, yo estuve ahí. Cuando te caíste y te raspaste la rodilla, yo estuve ahí. Cuando estabas llorando porque te dejó el novio o la novia, yo estaba ahí queriendo ser tu novio o tu novia. Cuando te dieron layoff del trabajo, que te fuiste a la barra a beber tus penas y desahogarte, yo estaba ahí bebiéndome un vaso de agua contigo.

En tiempo aceptable yo te oí y en día de salvación, esta parte, en día de salvación, significa como en el día de que algo nuevo iba a comenzar, yo fui el que te socorrí, he aquí ahora el tiempo que te toca a ti, he aquí ahora el día de tu salvación. He aquí ahora el momento que Dios tiene un hambre tan grande por su pueblo, por sus hijos e hijas como nunca antes. Dios tiene un hambre por la humanidad, Dios tiene un hambre por ti y por mí, Dios tiene un hambre porque su creación no se pierda sino que puedan adquirir la vida que él tiene para cada uno de nosotros.

Dios tiene un hambre para ver a sus hijos e hijas viviendo una vida fructífera, abundante y no de mediocridad. Dios tiene un hambre para dejarnos saber los secretos que él tiene en su corazón a cada uno de nosotros. Dios tiene un hambre por escucharnos a nosotros decir, Papá, gracias por todo lo que tu me das, en vez de, oooh, no me quieren!! No vengas con la misma cantareta otra vez, ay, Señor, me dieron por la espalda! Si te sigues portando así te van a seguir dando por la espalda.

Dios tiene hambre. Y no tiene hambre de arroz y habichuelas, chuletas y buenos amarillos o buenos maduros. Ese no es el hambre que tiene Dios. tiene hambre de ti, de ti, de pasar tiempo contigo. No tan solamente de escuchar tu llanto pero de escucharte a ti solamente decirle gracias, Señor, gracias, Papá, por lo que tu eres, por lo que tu significas, lo que tu haces en mi vida. Gracias por lo que estás haciendo en el mundo. Gracias porque tu te mantienes fiel a tus promesas, porque aún cuando nosotros nos tornamos de ti, tu te mantienes ahí firme.

Miren que interesante anoche estaba aquí este judío ortodoxo que el pastor había anunciado, Aria Abramowicz, y él estuvo hablando acerca del pueblo de Israel y qué mejor escuchar acerca del pueblo de Israel de un israelita ortodoxo en sí como tal. Y él mismo dice que una de las cosas que Israel tiene a su favor es que no importando las muchas veces que el pueblo de Israel sea tan obstinado que le de la espalda a Dios, con todo Dios se va a mantener fiel a sus promesas, como todo Dios se va a mantener fiel a los pactos que él ha hecho con este pueblo desde los años de la guácara, de Abraham. Dios con todo se mantiene fiel.

Lo mismo pasa con nosotros. Nosotros podemos seguir diciendo, no, Señor, no es tiempo. No es mi tiempo de dar higos, no es mi tiempo de yo tomarte en serio. No es mi tiempo de yo abandonar mi conducta por aceptar la conducta que tu quieres que yo haga, no es mi tiempo de dejar de pensar de la forma que yo he aprendido por los 30, 40, 50 años de mi vida, por adoptar una forma nueva de pensar. No es mi tiempo todavía de estar hablando mal a la espalda de otro en vez de estar hablando bien delante de la gente y al frente y atrás, delante y por todos lugares hablar bien como tu quieres que yo haga. No es mi tiempo de hacer esas cosas porque esas cosas son aburridas, prefiero vivir la vida interesante mía de estar chismeando de otros a cada momento.

Le damos esas trabas a Dios. y miren, tal vez, yo me pregunté, Señor, qué significa esto? Vamos a terminar entonces nosotros como la higuera? Vamos a terminar todos secos desde la raíz? No necesariamente. Obviamente si nosotros insistimos en seguir viviendo nuestro tiempo y no en el tiempo Dios estamos corriendo el riesgo de que nos sequemos desde la raíz. Y lamentablemente yo sé que hay gente que se están secando de raíz. Hay gente que sus raíces están medio ─ qué palabra puedo decir que se oiga fino? ─ raíces deshidratadas, gracias. Raíces deshidratadas, eso me gustó. Hay que gente que está así, mis hermanos, y lo malo es que muchas veces no lo queremos reconocer. Ah, pero si yo tengo hojas, mírame que bien me veo con mis hojas. Hojas para qué? Lo más importante es el fruto que tu puedes dar, no necesariamente las hojas.

Y eso es lo que Dios tiene hambre de nosotros. Dios tiene hambre de vernos a nosotros vivir vidas que sean fructíferas, que demuestren el fruto del espíritu, que demuestren ese amor, que demuestren esa paz, que demuestren vidas de fidelidad, de integridad, que demuestren un carácter manso, un carácter temple.

Esas son las cosas que Dios está buscando, esas son las cosas de las cuales Dios está hambrientos, de que no seamos un pueblo que con nuestros labios lo alabemos pero que nuestro corazón esté lejos de él. Dios no quiere eso. Dios quiere un pueblo, Dios está hambriento por un pueblo que se enfoque más de corazón a Dios que meramente de labios.

Miren, mis hermanos, yo les digo, mientras yo hacía este mensaje a mí me temblaba algo por dentro. Cuando yo escuché el mensaje del pastor el domingo, miren, la convicción del espíritu me caló bien profundo en mi corazón. Piense en esa pregunta, cómo está el basement de tu casa? Cómo está el ático de tu casa, los lugares que no se ven? Yo pienso en mi basement de mi casa, y yo digo, mi basement está bien, pero hay veces que huele a húmedo y cuando huele a húmedo hay que prender el humidificador para que se vayan esos malos olores, de nuevo, las hojas se ven bien pero hay cosas más adentro, más abajo que uno no ve, que no están bien.

Y miren, yo digo esto con intencioinalidad, mis hermanos, lo primero que mi esposa y yo hicimos cuando nos mudamos a nuestra casa en Randolph, fue que nosotros, como se dice, we ripped out, arracamos todo el basement completo. Y tanto fue que descubrimos un nido de termitas en el basement. Imagínense eso, cuando vimos eso como que…. Yo he visto esas cositas moviéndose en la pared, en el piso, y yo nooooo! Compré una casa con termitas, por qué eso no salió en la inspección?

Y eso fue un proyecto de meses, de rehacer el basement, y el basement ahora está habitable. Mis suegros se quedan ahí, gracias a Dios ellos en el basement y yo arriba en mi cuarto, amén. Tenemos un piso que nos divide. Tranquilos, yo amo a mis suegros, créanme, yo amo a mis suegros. Gracias a mis suegros que mi basement está como está, porque él fue el que sacó vacaciones sin poder y nos ayudó a trabajar con el basement.

El que tenga oídos para oír que oiga, eso es lo único que voy a decir. Pero miren por qué digo esto. Porque a mis ojos mi basement parece que está bien, pero yo sé que hay cosas que todavía están medio podridas, que hay que tratarlas todavía. Hay mucha gente que de acuerdo a sus tiempos ellos creen que sus vidas están bien. Ah, está todo ordenado, las cortinas están bien, en su lugar, pasamos el vacum, cosas así, so todo se ve aparentemente limpio. Pero verdaderamente no está.

Dios tiene hambre de nosotros y él no está buscando hojas bajo las cuales cubrirse. Él está buscando fruto del cual él pueda alimentarse y alimentar esa relación que nos une a nosotros con él. Este es el tiempo, mis hermanos, estamos viviendo en un tiempo donde Dios está buscando conectar aún más con nosotros.

Así que yo te digo, el Señor Jesús está caminando cerca de ti y tiene hambre y te ve de lejos. Dice, ah, mira ese arbolito qué lindo, mira que linda. Déjeme acercarme a ver si tiene algo que yo pueda comer. Tienes algo tu que ofrecerle al Señor? Tengo yo algo que ofrecerle al Señor? Pensemos en esto, mis hermanos.

Y es más, yo me atrevo a orar de esta forma. Como bien decía ese pasaje de Segunda de Corintios, este es el día de salvación. Este puede ser el día donde hoy tu puedas decirle al Señor Jesús, “Señor Jesús, mira tal vez mi árbol no tiene fruto, pero yo quiero que de fruto y tu eres el único que puedes permitir que ese fruto se de. Yo no quiero ya más. El que mi vida sea tan solamente un árbol por el cual tu pasas y que no puedas sacar nada de él. Yo quiero poder dar fruto.”

Pregúntate tu en esta noche si él se acerca a ti buscando fruto, puedes darlo? Y si no, sabes qué? Él quiere que tu puedas conocerlo a él. Él no va a maldecir tu higuera. No. él quiere bendecirte. Él quiere que tu higuera de fruto a tiempo y fuera de tiempo. Eso es otro pasaje. En Timoteo que dice eso, y uno siempre tiene que estar listo a tiempo y fuera de tiempo porque uno nunca sabe cuándo va a llegar Jesús con hambre, queriendo buscar uno en nosotros para que no se vaya a sorprender con lo que... espérate, esto no está listo, qué pasó? Estamos listos? Estamos dispuestos a tener el tiempo para decir, Señor, mira, mete tu mano en este arbusto que hay algo que tu puedes coger para satisfacerte.

La persona que puede decir eso es la persona que está en una relación directa con el Señor Jesús. Si yo soy una persona que he vivido sin darle tiempo a Dios, al menos el tiempo que él merece, yo no voy a poder dar ese tipo de fruto. Mi fruto va a ser otro, va a ser un fruto amargo, agrio, que persona que le mete el diente se le va enrollar la lengua.

Pero Dios quiere que nosotros demos un fruto dulce, y para que ese fruto se de, nuestras vidas tienen que estar totalmente conectadas con él. Así que yo quiero tomar un momento en esta noche para orar por eso. Si alguno de nosotros, mis hermanos, necesitamos reconectar otra vez con Dios para que él pueda nutrir nuestras vidas de tal forma que podamos dar un fruto, cosa de que cuando él tenga hambre de nosotros, que nosotros podamos decir, “Señor, come, aquí hay. Puedes contar conmigo.”

Yo quiero orar por ti. así que en toda confianza, donde tu estás, si estas palabras han hecho eco en tu corazón, ponte de pie y vamos a orar por ti.

Amado Dios, yo te doy las gracias por tu palabra. Gracias Señor, porque tu eres el que permite que nuestras vidas puedan dar buen fruto, Señor. Pero Padre, mira yo también reconozco que muchas veces nosotros o no estamos listos o pensamos no estar listos o no queremos estar listos, que tenemos tantas otras cosas en mente, pero tu te acercas a nosotros con anhelo, con deseo de ver algo en nuestras vidas, de probar algo, de tomar algo de nuestras vidas.

Y qué satisfacción más grande que el que nosotros te podamos satisfacer a ti, Señor. Así que Señor, mira en esta noche yo me presento en conjunto con mis hermanos y hermanas y si en algún momento hemos dicho que no es nuestro tiempo, Señor, pero tu nos estás diciendo que sí lo es, Padre, mira, trae convicción a nuestro corazón para que entonces nosotros podamos tornarnos a ti por completo, y dejar que seas tu el que produzca fruto en medio de nuestras vidas.

Padre, ahora mismo, Señor, yo te pido que tu nos des ese peso en nuestros corazones, mi Dios, de las cosas a las cuales le estamos dando más tiempo que otras, Señor, sí, si le estamos dando más tiempo que nuestros intereses que los tuyos, Señor, mira, corrígenos y ponnos en el camino que debemos estar. Ayúdanos, Señor, a alinear nuestros pasos contigo, ayúdanos a poder sacar tiempo contigo, Señor, en medio de nuestras ocupadas agendas, como sea que se puedan ver nuestras agendas, pero que siempre, Señor, en alguna forma en nuestra mente, en nuestro corazón, en nuestro espíritu, Señor, podamos tener esa conexión contigo que nutra nuestras vidas y que así nosotros podamos dar fruto, no tan solamente para ti sino también para otros a nuestro alrededor.

Señor Jesús, te pedimos que nos perdones, mi Dios, yo pido que también nos perdones por las muchas veces que te hemos dado excusas, excusas que no tienen razón, perdónanos y permite que nuestros ojos y nuestro corazón se abran en este tiempo, Señor, que se abran en este tiempo de salvación, en este tiempo de nuevos inicios, a en este tiempo de comienzos que nos van a lanzar a nuevas dimensiones contigo, Señor.

Tu vas por el camino de nuestras vidas y tienes hambre, tienes deseo de que nosotros podamos responderte a ti. Pon en nosotros tanto el querer como el hacer, que no seamos cristianos endebles, que no seamos cristianos aburridos, sino que seamos cristianos apasionados, radicales, Señor, encendidos por ti y para ti, Señor.

Yo pido tu bendición sobre cada uno de mis hermanos y hermanas, Señor, pido que tu les guardes y que estas palabras sobre las cuales hemos meditado y reflexionado, Señor, que estas palabras sigan haciendo eco en cada uno de sus corazones Señor Jesús, tu palabra es vida, tu palabra es real, Señor. A algunos esta palabra les puede decir una cosa y a otros le puede decir otra, pero Señor, que sea un mensaje que venga de ti y que nosotros podamos responder a ese mensaje.

Bendice a tus hijos e hijas en esta noche, te lo pido por favor, Jesús, derrama sobre nosotros tu bendición, Señor. Padre, y que así como nosotros tenemos hambre y sed de ti, en cada momento, Señor, que tu te acerques que nosotros, que nosotros también podamos tener la capacidad de satisfacer tu anhelo y tu deseo de nosotros también, Jesús.

Gracias te damos. Bendícenos Señor, a medida que salimos de aquí, de este lugar llévanos con bien hasta nuestros hogares, Jesús, y que tu palabra pueda seguir haciendo eco en medio de nuestras vidas y de nuestros corazones, Señor, y que nos mueva a acción, que no nos quedemos solamente con el conocimiento sino que esas palabras nos muevan a acción, a una vida más entregada y dedicada a ti, te lo pedimos en el nombre de tu Hijo Jesús a quien amamos y le damos toda la gloria y la honra. Amén.

Arreglar la casa

TRANSCRIPT

Vamos ahora hablando de la palabra del Señor, vamos a ir al evangelio según San Marcos, Marcos capítulo 11, hoy estoy, ustedes han visto esos escaladores de rocas, que cuando uno escala rocas sin ningún tipo de amarres ni seguridad, se llama que uno está escalando solo, a solas, es decir corriéndose el riesgo, hoy yo vengo sin más andamiaje que la palabra en esta mañana, no tengo notas ni nada, así que voy a arriesgarme aquí, porque es cierto que el Señor ha puesto algo, es más bien como un testimonio que quiero compartir con ustedes en esta mañana, algo que el Señor está haciendo en mi vida, que creo que también está haciendo en la iglesia Congregación León de Judá, y que está llamando a toda su iglesia a través de la tierra, a asumir esta postura de integridad, Marcos capítulo 11 versículos 12 al 14, aunque continúa más adelante este relato, pero lo vamos a dejar allí.

Marcos 11, 12 al 14 dice, este pasaje siempre me ha provocado intriga no, qué estaba pasando por la mente del Señor, cuando se dá este evento. Dice que al día siguiente, y el Señor pasa por Jerusalén camino hacia la cruz, está ya entrando en la última etapa de su ministerio, está muy conciente de que en los próximos días le espera la crucifixión, será crucificado por sus propios compatriotas, será crucificado por las autoridades religiosas, que obligando y forzando la mano de las autoridades civiles romanas, van a hacer que Él sea crucificado, eso es parte del plan de Dios, pero Él sabe que también están involucrados estos hipócritas religiosos que dirigen a su pueblo, a su nación Israel, y yo creo que eso estaba en su mente cuando dirige este evento aquí, la crucifixión que se aproxima, la entrada a Israel, asiento de la autoridad religiosa, y su crucifixión por parte de esos religiosos que gobiernan a su nación.

Dice que: "Al día siguiente, cuando salieron de Betania, tuvo hambre, y viendo de lejos una higuera que tenía hojas, fué a ver si tal vez hallaba en ella algo. Pero cuando llegó a ella, nada halló, sino hojas, pues no era tiempo de higos, entonces Jesús dijo a la higuera: nunca jamás coma nadie fruto de ti, y lo oyeron sus discípulos". Bendiga al Señor por su palabra. Ahora ustedes verán si más adelante en el relato del versículo 20, la higuera de hecho se secó en su raiz, no le fué evidente inmediatamente a los discípulos, pero regresaron más tarde vieron que esa maldición que el Señor había proferido sobre esa planta, se había manifestado a través de la sequía total de la planta en su raíz que ocasionó también el total marchitarse de esta planta, entonces déjeme echar un poquito hacia atrás, porque lo que vemos aquí es el Señor buscando satisfacer un hambre física que Él tiene pero yo creo que hay más aquí.

Lo que me ha motivado a tomar este pasaje, hay muchos pasajes que hubiera podido usar, pero yo compartía con los diáconos en nuestra última reunión de diáconos, el martes pasado, ellos me pidieron que compartiera con ellos un rato acerca de, yo estaba hablando según yo sentía acerca de nuestra congregación, de nuestra iglesia, pero periódicamente ellos me piden que comparta algo de visión con ellos, que Dios ha hablado a nuestra iglesia y está hablando, en ese tiempo durante la semana estuve meditando esa petición de ellos, y me vino a la mente que yo he estado involucrado en un proceso de construcción en mi propia casa, en los últimos meses junto con toda mi familia, mi esposa les puede decir que ha sido una tarea ardua, entre el hermano Patricio Montenegro que ha sido uno de los que con su tiempo y su destreza de constructor en ayudarnos en este tiempo, hemos estado en un proceso muy desgastador, arduo, pero muy bello, muy edificante, valga la redundancia, para nuestra familia, para nuestro hogar.

Si ustedes examinan mi ministerio, mi vida, yo he estado en construcción durante los últimos 15 años, no he parado, no he parado, este santuario lo compramos en el año 1994, finales del 93, comenzamos en el 94, finalmente después de ahuecar todo este espacio aquí lo reconstruímos, los cuatro niveles completamente, y lo ocupamos, y no bien habíamos terminado de hacer este trabajo ya estabamos comprando el edificio de al lado, y comenzamos un arduo trabajo, proceso de derribar y volver a construir, y ya apenas habiendo terminado ese, ya estábamos comenzando el nuevo santuario, y ya antes de haberlo terminado habíamos estado trabajando 7 años en el diseño del edificio, conseguir todos los permisos, atravesar un arduo proceso de vecindario, pelear con gigantes, motivar a la iglesia, y comenzar a edificar en el tiempo financiero más terrible de la historia de esta nación cuando parecía que el mundo se iba a venir abajo con todo este debacle financiero del año 2008, fué cuando tuvimos que venir aquí para pedirle a la congregación que se armara de visión para mantener sus promesas de construcción.

Es decir, hemos estado construyendo, hace años yo prediqué cuando estábamos en la iglesia en Cambridge, una serie de 12 o 14 sermones sobre Neemías, yo no sabía que el Señor me estaba metiendo en un proceso de construcción, y esa predicación yo recuerdo que fué muy formativa en mi vida y en la vida de la congregación, no fué creada con ninguna intención ni sospecha de que Dios tenía también un proceso de construcción, tomando edificios deshechos y decrépitos pero con una fundación bastante sólida que con un gran potencial en el centro de la ciudad, destruyendo, demoliendo, y volviendo a edificar, y yo he sentido siempre que Dios nos ha tenido en una especie de acción profética, de venir a la ciudad, derribar cosas que están ya decrépitas, y volver a edificarlas y convertirlas en lugares hermosos para que el pueblo de Dios adore, sirva, aprenda y se prepare.

Y por eso dice la palabra que nosotros tenemos llamado de reconstructores de ruinas, edificadores de ruinas, y yo he sentido que uno de los llamados proféticos de este ministerio es, tratar de edificar cosas que está arruinadas y caídas, nuestras comunidades por ejemplo, nuestra juventud, la familia latina, el área de la ciudad, un área eminentemente urbana como ésta, Dios ahora nos ha llamado también para edificar un ministerio en inglés para tener otra entrada a la comunidad afroamericana, anglosajona, porque Dios nos ha llamado a ser edificadores de ruinas, no solamente ruinas físicas, las ruinas físicas es lo menor, son las ruinas espirituales lo que Dios quiere reedificar, Dios quiere levantar esos muros caídos, cuando Neemías quiso reedificar los muros de Jerusalén, en realidad los muros si tenían un papel importante de protección física, pero los muros tenían un valor simbólico, eran el símbolo de la solidez de su nación, y de la gloria y la verguenza que ellos sentían de estar su muro derribado, eso causó que Neemías se cayera llorando porque veía a su pueblo en verguenza, y quería reedificar esos muros de nuevo.

Yo creo que nosotros estamos involucrados en un proceso profético, Dios nos ha llevado a través de estos años a edificar estas cosas en anticipo, y también paralelamente a una reconstrucción espiritual a la cual nosotros estamos siendo llamados a participar, usted entiende?, es que yo siempre veo a Dios hablando a mi vida, a mi ministerio, a esta congregación en términos proféticos, yo no veo a Dios necesariamente en cada cosita que pasa aunque Él está involucrado, pero sí hay cositas en las que me dice pon atención porque esto es para ti, y esto es algo a lo que yo te estoy llamando a participar. Y esta construcción de esta casa, nuestra casa, voy a decir mi porque quiero ser económico, pongan ahí, no crean que yo soy machista, no tengo tiempo para ser polítically correct, usted entiende lo que quiero decir, no?, así que hagan las correcciones necesarias por favor.

Este trabajo en nuestra casa ha sido un trabajo que yo creo que Dios nos ha llevado a través de ello, ahora déjeme decirle otra cosa más para montar toda esta razón de esta meditación, esto no es nada nuevo, Dios toma sus profetas, y los pone a través de la biblia, a involucrar su propia vivencia con mensajes que Él está dando. Nosotros somos mensajeros vivientes, cuantos piensan eso, nosotros tenemos nuestras vidas para ejemplificar y declarar verdades espirituales, principios espirituales, que el que tiene ojos para ver los puede ver, y el que tiene oídos para oir los puede oir, y el que tiene corazón para interpretarlos los puede interpretar, y entendimiento, tomó Ezequiel, ustedes recuerdan al profeta Ezequiel, uno de los libros más extraños y simbólicos de la Escritura, y el pobre Ezequiel fué tomado por Dios como un mensajero viviente de muchos de los temas que Dios estaba viviendo su propio corazón con respecto a la nación de Israel, ustedes recuerdan este caso, hoy en día se habla mucho de Ezequiel bread, cuántos de ustedes han comido el pan de Ezequiel, hermano no tenga verguenza, you have to be a young adult, right, nuestra hija Sonia, mayor, es una fanática del pan Ezequiel, hoy en día le han sacado mucho dinero a este pan, porque es bíblico, y supuestamente, y aunque omiten uno de los elementos más importantes del pan Ezequiel.

Dios puso al profeta Ezequiel por ejemplo a participar de muchas acciones proféticas, después busquen ahí en el capítulo 4 y 5 de Ezequiel, pero mire una de ellas, dice: "Y tú Ezequiel, toma para ti trigo, cebada, lentejas, miyo y avena, y ponlos en una vasija, y hazte pan de ellos, el número de los días que te acuestes sobre tu lado, 390 días comerás de él." Dios puso a Ezequiel a dormir de un sólo lado, incómodo. "La comida que comerás será de peso de 20 ciclos al día, de tiempo en tiempo la comerás, y beberás el agua medida, la sexta parte de un hin, una medida, y de tiempo en tiempo la beberás, y comerás pan de cebada cocido debajo de las cenizas, y lo cocerás a vista de ellos al fuego de excremento humano" y en ese momento Ezequiel dijo de qué?, todo iba bien hasta que Dios dijo lo vas a cocinar al fuego de excremento humano. Y dijo Jehová: "Así comerán los hijos de Israel su pan inmundo" porque era excremento humano el que iba a servir de combustible, "entre las naciones a donde los arrojaré yo, y dije, ah Jehová he aquí que mi alma no es inmunda, ni nunca desde mi juventud hasta este tiempo comí cosa mortecina y despedazada, ni nunca en mi boca entró carne inmunda. Y dijo el Señor: He aquí te permito usar estiércol de bueyes en lugar de excremento humano." Oh thank you Lord, gracias, todo eso ya resuelve el problema.

Pero ven aquí, si usted se da cuenta, usted vé que Dios puso a vivir toda esa vivencia en un sentido profético, una acción que Él tenía para los tiempos, y yo creo que muchas veces Dios nos habla, lo que pasa es que la gente somos toscos, y no estamos poniendo atención cuando Dios nos habla de maneras simbólicas a través de toda la vida, yo me veo beneficiado a través de toda mi vida cuando Dios como que me para y dice hm, pon atención a eso que está pasando fugazmente, porque yo tengo algo para ti en eso. Por qué Dios habla de esa manera?, yo creo que por las razones de este mundo, el pecado y tantas otras cosas, Dios se esfuerza a si mismo en hablar de formas indirectas a los hombres. Yo creo que hay veces que Dios nos habla a través de una palabra, clara, audible, a veces a través de una visión, una revelación, pero muchas veces Dios usa a los elementos cotidianos de la vida, así que ten ojos para ver, y oídos para ir, porque muchas veces la vida te va a estar hablando, Dios te va a estar hablando a través de cosas, y pídele que te permita estar alerta a las cosas que Él te está diciendo, que Él te está instruyendo, y no necesariamente un ángel o una voz audible del cielo, sino que usa los elementos de la vida porque esa es la forma que Él ha escogido por un tiempo para hablarle a la humanidad.

Entonces Dios me ha estado hablando, hace mucho tiempo ya que yo sentía en mi espíritu que Dios me dijo, arregla tu casa, ordena tu casa, físicamente, estamos hablando de físicamente, arréglala en todo lo que tú puedas, ordénala, embellécela, no me está hablando de lujos, ni de cosas extraordinarias ni de cosas llamativas, no, ordena tu casa para que sea una casa de orden, sea una casa bien presentada, que sea linda, que adorne el vecindario, que la gente la respete, en esa casa habitan 100 ciervos de Dios y habita un siervo de Dios y esa casa tiene que representarme bien, yo he sentido eso en mi espíritu, sobre todo una urgencia de arreglar mi casa, y Dios ha provisto siempre gente generosa, a través de los años, el hermano Alberto Naranjo, Mario Ulloa, a través de este tiempo Patricio Montenegro, han sido gente muy generosa que nos ha ayudado en muchas maneras, y yo les pago con morir soñando, arroje de habichuelas y otras cosas, y ellos muy generosamente han ofrecido de una manera que me hace sentir muy humilde, muchas veces y gloria a Dios por eso.

Yo creo que ellos lo hacen porque sienten que están participando también no se dan cuenta, en un proceso espiritual, amén gloria a Dios, es largo de explicar, pero este es el punto hermanos. Yo llevo ya años ordenando nuestra casa, mi pobre esposa tiembla cada vez que yo le digo no esto solamente se va a tomar un par de semanas, y ya yo la veo se pone neurótica y sabe que está entrando en algo mucho más complicado de lo que yo le estoy sonando, pero el caso es que en este tiempo sobre todo ha pasado algo, y yo le voy a decir por qué para que ustedes entiendan, yo creo que Dios está llamando a su pueblo, escuche esto bien, me está llamando a mí, el pastor principal de esta iglesia, y te está llamando a ti, y está llamando a su pueblo, la iglesia de Jesucristo a preparar su casa, y específicamente prepararte a ti. Porque nosotros hemos hecho muchísimos arreglos en nuestra casa, Dios nos ha permitido ampliarla, embellecer algunos espacios, muchas cosas de ese tipo, pisos nuevos, muchas cosas bien bonitas, pero el sótano de la casa era un desastre.

Cuando nosotros compramos la casa el piso de sótano estaba deshecho, quedaba una capa finísima de cemento y ya se había cuarteado y partido en varias partes, se veía la tierra en algunos lugares, cuando llovía se metía la tierra muchas veces en algunos lugares, no inundándola de una manera digamos tipo diluvio, pero sí siempre y también, voy a ser franco con ustedes, no me olía totalmente agradable, y el basement era como la celda, la mazmorra donde uno viva, era el lugar de almacenaje más bien, no era como que había dragones ni dinosaurios caminando por el área, pero no era un lugar que, del cual nosotros o yo me sentía orgulloso, y yo me sentía en contradicción entre todo lo que había en el primer piso y lo que había debajo, donde estaban todos los sistemas de la casa, donde estaban los sistemas de calefacción, los sistemas de agua, las cajas eléctricas, el piso, la fundación, las tuberías del agua, no estaban, y yo no sabía hasta que yo no rompí el piso no me dí cuenta que había un escape de agua que estaba debajo de la tierra, y no era de la mejor agua, les quiero decir.

Y todo esto fué cuando comenzamos a cavar en los cimientos, y la columna vertebral que sostenía la casa se había decaído un poco con el tiempo, es una casa de cien años, por si acaso los que creen que yo vivo en un palacio, alguien le dijo por allí una vez, oye tu pastor, debe tener mucho dinero y este y lo otro, esa persona no sabe lo que está hablando, pero el caso es éste, esa columna vertebral de la casa se había ido decayendo con el paso de los años, y el peso de la casa había hecho que se vaya pandeando un poquito, entonces nosotros comenzamos con algo bien modesto, el hermano Patricio estuvo dispuesto a ayudarnos a romper el piso, pero como pasan estas cosas no?, uno ve las posibilidades y empieza, cavamos el piso 5 pulgadas de tierra, comprometimos por lo tanto la fundación de la casa, tuvimos que hacer una fundación nueva de cemento con varilla, el caso es que los últimos 5 meses y medio, nuestra casa abajo del basement ha sido completamente transformada. La fundación que estaba también bastante comprometida con agua que se filtraba y otras cosas ha sido fortalecida, esa casa en términos de fundación está ahora diez veces más sólida que lo que estaba cuando la construyeron yo diría, un trabajo arduo. El piso todo decrépito, destruído, ha sido reemplazado con un piso sólido, y se han sacado toneladas y toneladas de tierra de ese. De una vez aprovechamos para sacar los calentadores de agua. Les estoy diciendo aquí las intimidades de mi casa, ustedes van a conocer mi casa mejor de lo que yo la conozco al final de este sermón. Pusimos calentadores nuevos. Pusimos la calefacción y aprovechamos de una vez, cogimos una chimenea que estaba ahí probablemente desde que la casa fué fundada, y un brasileño loco se subió en el techo, sobre el tope de la casa, y fué destruyendo la chimenea, y bajando según los ladrillos iban cayendo al fondo, al basement, hasta que destruímos completamente la chimenea.

También cambiamos la electricidad, estamos cambiando la plomería, esa viga que estaba comprometida fué reemplazada por una viga de acero, sólida, completamente. Y todavía hay cosas que faltan, ese basement que era un lugar de horror, gracias a Dios se está convirtiendo en un lugar respetable, sólido, que refleja la solidez que yo creo que amerita una casa donde habita gente de Dios. Ahora bien, durante todas estas semanas, aun cuando yo oigo el martilleo, y el cansancio de todo este trabajo nos agobia, yo he sentido a Dios, y yo he hecho de este proceso, yo ni siquiera he compartido eso con el hermano Patricio, yo he hecho de todo este proceso un proceso de meditación espiritual, yo he convertido este proyecto, sabe que en la religión budista, hinduísta, hay lo que se llaman las mandalas, son dibujos que se hacen y a veces los que hacen estos dibujos con arenas y todo eso se toman años y los convierten en un objeto de meditación.

Hay objetos y hay actos que al tú llevarlos a cabo te permiten entrar en el interior de tu espíritu mientras tú los concretas, son formas de tú identificar verdades espirituales, eso es lo que las grandes religiones y aún en el cristianismo con toda la cuestión de las catedrales, muchas catedrales fueron construídas precisamente para ser objetos que te recordaran de verdades espirituales. Usted dentro de una catedral en España. en Italia, en Francia, en Inglaterra, y esas catedrales fueron construídas por gente que sabía el poder del símbolo, y cuando usted entra en una catedral usted vé solamente el techo que apunta hacia el infinito, le recuerda al cielo, vé los vitrales, las esculturas, nosotros con los edificios superficiales modernos no entendemos mucho estas cosas, pero esas estructuras medievales entendían el poder de un símbolo, el poder de los objetos, y yo a través de estas semanas he hecho esta construcción para recordarme, nosotros no podemos depender en nuestra vida de lo que se vé para nuestra relación con Dios.

Yo no podía dejar que nuestra casa, conformarme simplemente con lo visible, los pisos de arriba, lo que la gente vé, había abajo la parte más importante de la casa, la fundación, los sistemas que la alimentan, los cables, la columna vertebral que sostiene el hogar, el basement de una casa es la fuente de su vida, de ahí sale el calor, de ahí sale el agua, de ahí sale el agua caliente que nos permite bañarnos, se sostiene a través de la fundación, la vida de la casa, la fuerza motriz de una casa es lo que está debajo, lo que no se vé, la parte cosmética, a veces nosotros le dedicamos mucho tiempo, pero que pasa cuando vamos abajo, como está la fundación, como está la electricidad. Y yo siento que a través de todo este proceso, Dios me ha estado hablando.

Y lo que yo he sentido es una urgencia de preparar esta casa, preparar mi casa como un acto simbólico de que hay que prepararle la casa del Señor, hay que preparar la iglesia, y también lo más importante es que Dios me ha estado hablando acerca de mi vida, que yo tengo que dedicarle mucho tiempo y mucha energía a preparar mi carácter, mi corazón, hace poco yo hablé de la importancia del corazón, Dios me ha estado hablando acerca de limpiarme completamente, santificarme, buscar profundamente dentro de mí todas aquéllas áreas que no son del agrado del Señor, examinar profundamente a la luz de la palabra y del Espíritu Santo mi corazón, mi carácter, mi forma de tratar a los demás, mi forma de hablar, mi vida íntima, mental, todas esas cosas, y Dios me ha estado diciendo arréglalo todo, ordénalo todo, trabaja en la fundación, lo íntimo de ti, y asegúrate de que lo que la gente no vé, no escucha, no puede percibir porque es parte íntima de tu ser, que eso sea tan recomendable y tan agradable a mí como lo que tú predicas cuando la gente escucha un domingo por la mañana. Que haya consonancia, que haya integridad, hoy en día a mí no me interesa tanto siquiera hablar de santidad, como de integridad, porque desgraciadamente los evangélicos somos expertos en espiritualizar las cosas, hablamos de santidad y creemos como decía una hermana misionera mía que estamos hablando solamente de lo que pasa de la cintura pa abajo, santidad es total, es todo.

Santidad es el corazón, la mente, las emociones. Yo veo mucha falta de integridad hoy en día en el pueblo de Dios. Yo veo mucha gente, incluída nuestra propia iglesia, permítame ser bien franco, que nosotros hablamos mucho, decimos mucho, somos bien fogosos, hablamos más lenguas que cualquier pentecostal a rajatabla, pero nuestra vida es un desastre, nuestro comportamiento es un desastre, nuestro carácter, carecemos de integridad, carecemos de cuando, el Señor viene con hambre, de encontrar fruto en nuestra vida lo que encuentra es hojas, usted entiende este momento, por qué yo escogí ese pasaje?, porque Dios quiere hombres y mujeres de integridad, Dios quiere hombres y mujeres que no tanto se limiten a una espiritualidad, aquí cuando están cantando, leyendo una porción de la biblia en público, o haciendo todas las cosas que a nosotros nos gusta hacer en el servicio, no, Dios quiere que también cuando estén en lo íntimo de su casa, cuando estén en lo íntimo de esa bóveda que es su mente, y sus pensamientos íntimos, que también eso constituya un lugar de adoración, un templo, que edifique el nombre del Señor.

Y como nunca en este tiempo de mi vida se me ha hecho claro, a Dios no le interesa gente con mucha espiritualidad, gente con mucho hablar, saltar, mucho cuerpo, muchas cosas, lo que Dios le interesa es hombres y mujeres que vivan una vida de integridad, que el basement, de su casa interior, encuentre las cosas limpias, y eso es lo que estamos tratando en nuestra vida cada día, eso es lo que no me deja dormir tranquilo, porque yo sé que muchas cosas en el basement interior necesitan ser arregladas, ser preparadas. Porque aquí vemos en este pasaje, el Señor se acerca a su crucifixión, y Él está concience de esta nación que Dios ha bregado tanto con ella. La biblia compara a Israel muchas veces con una higuera, que muchas veces en lugar de dar frutos dulces da frutos agrios, entonces la higuera es un árbol tremendamente simbólico en términos espirituales, la biblia se ha comparado a Israel, y no necesariamente en términos positivos.

Así que cuando el Señor se acerca a esta higuera, por eso yo digo que el mundo está lleno de simbolismos y de cosas que Dios nos está hablando, entonces cuando el Señor se acerca a esta higuera, tenía muchas hojas, el Señor metió la mano en esa higuera cuyas hojas prometían fruto, ahora hay una cosa aquí interesante, dice que no era tiempo de higos, dice que, yo creo que lo que el Señor hizo no obedecía tanto a que esta higuera no estaba haciendo lo que se suponía que hiciera, la pobre que culpa tenía ella, no era tiempo de dar higos, por qué el Señor la tenía que maldecir, no, pero yo creo que en ese momento, el Señor dijo quien sabe si hay algo allí, pero también en ese momento fué como que su hambre, la falta de fruto, la abundancia de hojas, la conexión con Israel, su inminente crucifixión, todo eso se unió y el Señor entendió esta higuera representa lo que es mi nación, hay mucha hoja pero no hay fruto en ella.

No hay algo que llene mi sed, mi hambre de bendición. Israel tenía una espiritualidad muy frondosa, tenía el templo, tenía todos los ritos del Judaísmo, tenía todas las leyes y estipulaciones del cuidado y la adoración. Tenía una aparatosidad religiosa tremenda, pero esa higuera no daba fruto, no había entendimiento de las cosas de Dios, al contrario, había hostilidad de Dios, que Jesús encarnaba y representaba. Entonces en ese momento era como que Jesús estaba obrando más bien en una forma simbólica profética, y por eso dijo nunca más nazca fruto de ti, Él estaba involucrado en un nivel espiritual simbólico, y estaba maldiciendo esa espiritualidad fallida, porque qué es lo que pasa, cuando nosotros nos contentamos solamente con el aparato externo de la religión, las salas y lo que las visitas ven, y no nos preocupamos por lo que está debajo, ahí nunca vamos a dar fruto, Dios dice al que tiene se le dará más, pero al que no tiene le será quitado. En este tiempo Dios está llamando a la iglesia León de Judá y a todos los fieles de esta congregación escúcheme bien, a poner en orden nuestra casa.

Esto es lo que yo les dije a los diáconos que Dios me ha estado hablando en este tiempo, Dios está cansado ya de una espiritualidad vana, superficial, los famélicos de esta nación y de tantas otras naciones, tenemos mucha pretención de espiritualidad, nos creemos inclusive mejor que otras naciones, pero lo que Dios viene a buscar en este tiempo, encuentra una iglesia decrépita, Dios viene a mirar sus fundamentos, y poner la casa en orden. Viene una gran visitación de Dios a la tierra, y la iglesia de Jesucristo tiene que estar preparada, y preparar el camino. Yo he estado preparando la remodelación de nuestra casa, precisamente porque yo siento que Dios me está diciendo, yo vengo a visitarte, vengo a visitar esta casa, y vengo a visitar mi iglesia, Yo necesito que este lugar me represente bien. Como necesito que tú me representes bien, que el fundamento sea tan sólido como lo cosmético. Dios quiere que lo externo y la forma estén en consonancia, eso te va a tomar más trabajo, ves?, porque es mucho más fácil simplemente trabajar en lo externo, en lo de afuera, pero lo más difícil es el hombre, la mujer, la iglesia, trabajar en lo hondo, y prepararle el camino al Señor.

Voy a terminar pero sí recuerde que cuando Cristo viene a visitar, siempre hay que preparar primero el camino, hay que preparar la casa, en Isaías capítulo 40, Dios le dice al pueblo de Israel: "Voz que clama en el desierto, preparad camino a Jehová, enderezad calzada en la soledad de nuestro Dios, todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado, y lo torcido se endereze, y lo áspero se allane, y toda la gloria de Jehová y toda carne juntamente la verá, porque la boca de Jehová ha hablado." Dios nos está hablando, viene una visitación de su Espíritu, y será mejor que perdamos rápidamente la grasa de bebé. Yo les decía a los diáconos esta semana pasada, una de las cosas que distingue esta congregación, yo digo que tenemos tantas cosas imperfectas, tenemos tanto que arreglar, nosotros no somos mejor que ninguna otra congregación en esta ciudad, a veces la gente me pregunta pastor cuál es su visión, yo les he dicho tantas veces, inclusive lo hemos puesto allá afuera de una manera más notoria, pero una de las cosas que Dios siempre, dicho, aunque nos tome todo el tiempo que nos tome, yo no quiero fabricar nada, ni un avivamiento, no quiero fabricar una espiritualidad superficial en León de Judá, no quiero fabricar milagros que no soporten el escrutinio del ateo más convencido, hoy en día hay mucha gente que lo que estamos haciéndonos es hablarnos a nosotros mismos, y lo que nosotros nos decimos puede soportar solamente el escrutinio de nosotros mismos, pero cuando nos miran de afuera con ese lente hostil, fosforecente de la razón, nuestros supuestos milagros y nuestra supuesta superioridad espiritual no soporta el exámen objetivo, si no que se desploma, que nos hablamos, nos entendemos, y nos reímos de nuestros propios chistes.

Pero nuestra vida no es capaz de resistir el escrutinio de afuera. Y por eso yo he dicho, a mí no me interesa que nadie piense que yo soy ungido o no ungido. A mí me interesa vivir en integridad delante de Dios. Yo no tengo que estar empujando a nadie para que se caiga, yo no tengo que estar probándole a nadie mi vida de oración, no le tengo que estar diciendo a nadie si soy un super hombre espiritual, eso lo sabe Dios y yo. Y yo quiero una iglesia que viva en integridad, y si a Dios le toma diez años más o lo que sea, eso es asunto de Él, porque Él ha prometido, yo quiero ser como Elías que le echó agua al tar para que fuera evidente que cuando cayera fuego del cielo no era que él estaba haciendo algún tipo de magia carismática para que se prendiera el altar artificialmente, eso es lo que estamos haciendo muchos de nosotros hoy en día, creando congregaciones y manipulando a la gente artificialmente, creando un lenguaje artificial y falso para producir frutos que no vienen de Dios, son magia, y son manipulación humana, pero no es la verdad, no es la integridad de Dios, yo le he dicho Señor, yo quiero que esta iglesia sea una combinación de lo de afuera y lo de adentro, lo visible y lo no visible, yo quiero que el servicio del domingo y la intimidad de la iglesia en sus momentos más íntimos reflejen los valores de tu reino.

Y a mí no me interesa que el León de Judá es una iglesia pentecostal, no, a mí me interesa que la verdad de Dios se manifieste, si Dios quiere manifestar milagros Él lo hace y lo hará, mi casa tiene que estar construída sobre la roca, no sobre la arena. Hay muchas casas que se construyen sobre la arena, y mientras todo está tranquilo, todo está bien, pero cuando viene la prueba, como está construída sobre la arena, formas de hombre, hábitos de hombre, convencionalismos de hombre y de religión se vienen abajo, porque no están construídos sobre la roca, construir sobre la roca siempre toma mucho más tiempo, siempre es más difícil, siempre la gente te va a estar diciendo tú eres un loco, por qué te estás tomando tanto tiempo para construir, no, yo quiero construir hasta que Cristo venga. Nosotros queremos una espiritualidad como iglesia que resista la prueba, y por eso es que tú y yo tenemos que trabajar, hay mucho que cavar, mucho que cavar, este edificio me ha acordado mucho de una cosa, y es que las fundaciones se toman mucho tiempo, y si la fundación es sólida, y si las medidas son cuadradas y sólidas entonces lo demás puede subir sólidamente, y así tiene que ser.

Este es el tiempo que Dios le está hablando a la humanidad, le está hablando a la iglesia, y le está diciendo no me vengan con hojas, a mí no me interesan las hojas, yo quiero integridad, quiero que tu vida matrimonial refleje los valores de mi reino, quiero que tu vida mental, pensante, las fantasías que tú mantienes me glorifiquen a mí, que las cosas que tú ves en la televisión me glorifiquen a mí, que tu conversación me honre, me agrade, que los sentimientos que tú albergas en tu espíritu sean consonantes con los valores de mi reino, que los chistes que tú dices se reflejen los principios de mi palabra, y cuando tú estés manejando por ahí, si tú tienes que pararte a predicarle al que está delante, al que está detrás tú lo puedas hacer con toda libertad, porque te has comportado como es debido. Eso es lo que Dios está buscando en este tiempo, un pueblo que dé fruto verdaderamente, un pueblo cuyo sótano sea tan bello y tan ordenado como las demás habitaciones de su casa, que el Señor nos bendiga, y que en este día ese sea nuestro sentir hermanos.

Vamos a servir al Señor, en lo hondo y en lo externo, superficial. Vamos a ponernos de pie, y ahora en el nombre de Jesús recibe este llamado de Dios en tu vida, y grita, y llora delante de Dios y gime, y no estés cómodo ni tranquilo hasta que tu vida refleje lo que tú confiesas con tu boca, yo le voy a decir Señor yo voy a empezar, no voy a estar contento, no voy a dormir tranquilo, hasta que mi vida esté ordenada conforme a lo que Tú dices, pídanle al Señor que tenga misericordia de su pastor, cuando yo predico estos mensajes me lleno de temor porque digo Padre, si me caigo de aquí me voy a descalabrar, por favor oren para que el Señor me guarde, me proteja, porque yo deseo ardientemente caminar en integridad delante de Dios en este tiempo de mi vida, y Dios quiere lo mismo para ti, Dios quiere lo mismo para esta congregación, Dios quiere lo mismo para su iglesia en toda la tierra, en este tiempo, su visitación está a las puertas, su venida está pronta, pero antes de eso hay un tiempo que Dios quiere tener con su iglesia en el mundo y necesita un pueblo de labios purificados, de corazón quemado por el fuego de su Espíritu, que pueda anunciar lo que Él tiene para esta creación en este tiempo.

Así que pídele al Señor que limpie los fundamentos de tu vida, dile Señor limpia el sótano de mi vida, arregla la fundación Señor, arregla la columna que sostiene mi casa, Padre, los sistemas eléctricos, tu espíritu que tenga unos canales buenos y limpios para correr, las tuberías Señor, por donde sale el agua que calienta, y da capacidad para comer y para calmar la sed en todo el resto de la casa, que su fundación, sus orígenes sean adecuados, y que todo lo que se vé y que no se vé hable del Dios de coherencia, el Dios de integridad, el Dios de santidad. Así que Padre es lo que yo pido en el nombre de Jesús, a través de este sermón que es una oración apasionada delante de ti, cada palabra Señor que ha sido proferida, que sea parte de esa oración Señor, este clamor delante de ti, queremos preparar la casa, para que Tú puedas habitar en ella cómodamente, queremos que nuestra casa interior, personal, física, eclesiástica, universal, sea una habitación propicia para la morada de Tu santidad Señor, comienza con nosotros, límpianos y lávanos Señor, límpianos y lávanos, gracias Señor, te adoramos y te bendecimos.

Despídenos de aquí con una expectativa, de que Tú vas a trabajar en nosotros, no dejes de trabajar en nosotros, no quites Tu mirada de nosotros, no te canses, a veces colmamos tu paciencia casi, pero no te canses de trabajar sobre nosotros, por favor no nos dejes, no nos dejes, te amamos, y amamos tu habitación Señor, gloria a Tu nombre, gloria a Tu nombre, gracias Señor Jesús.

Buscar la armonía toca el corazón del Padre

TRANSCRIPT

Abramos la palabra a Mateo 18, comenzando con el versículo 18. Y mientras ustedes están buscando su Biblia, necesito por lo menos tres voluntarios con el mensaje esta noche, y básicamente su papel es leer esa palabra como un predicador pentecostal, que hay unos cuantos aquí, lo sé. Amén. Pues, necesito alguien que busque este texto. No se apure. Y a su tiempo debido le indicaré. Yo no dudo que habrá muchos amenes al leer esta porción bíblica de nuevo. Mateo 18, versículos 18 a 20 leen así.

“… De cierto os digo que todo lo que atáis en la tierra será atado en el cielo y todo lo que desatáis en la tierra será desatado en el cielo. Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo ─ digan de acuerdo ─ si dos de vosotros se pusieran de acuerdo en la tierra acerca de cualquier cosa que pidieran, les será hecho por mi Padre que está en los cielos, porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos…”

Mis hermanos, poderosa es esa promesa, ¿verdad? Pero hay algo muy importante que tenemos que tener delante de nosotros en que nos tenemos que fijar. Si es que queremos que esta promesa se cumpla lo tenemos que ver en su contexto. Y eso es lo que el Señor quiere que nosotros veamos.

Vean esto, mis hermanos, no sé si ustedes se dan cuenta pero esta promesa está encajada entre la receta que Dios nos dio, lo que nos dio el Señor para resolver conflictos entre hermanos. Lo que comienza con el versículo 15, el pastor Omar en su mensaje un par de domingos atrás, refirió a esta cuestión bíblica. Ustedes se acuerdan de ese texto? Cómo resolver conflictos dentro de la casa de Dios.

A propósito, si el Jesús lo está compartiendo como cualquier estudiante de mi clase de discipulado ha descubierto, es porque habrá conflictos dentro del cuerpo de Cristo, sucederán. Y esta promesa está encajada entre esa receta, esa fórmula que nos dejó el Señor para poder resolver nuestros conflictos, versículo 15 al versículo 17, y después sigue la parábola de los dos deudores.

Ven eso? La parábola de los deudores que fue inspirado, por cierto, por la pregunta del Apóstol Pedro, que aparte le pregunta al Señor, bueno Jesús, entonces cuántas veces debería yo perdonar a mi hermano? Siete veces. 70 veces siete, le dice el Señor. Entre esas dos porciones bíblicas se encuentra esta promesa.

Qué es lo que sacamos de esto? Primeramente, un aviso legal a todos ustedes. Sabe, muchas veces antes de un producto te van a contar algo, muchas veces los abogados requieren que haya un aviso. Aquí hay un aviso con este mensaje. Su Dios le ama. Hay una razón porque el Señor comparte esta palabra con nosotros. Él nos ama. Y el deseo del Padre es responder a nuestras oraciones, el deseo del Padre es que no haya nada que pueda obstaculizar su oración de ser contestado por un Dios santo que aún a pesar de nuestra falta de santidad, nos ama, aún por falible que somos, nos ama. Él quiere que nosotros tengamos este principio en mente. Y el corazón de esto es esto: queremos tocar el corazón de Dios.

Jesús sabe que queremos tocar el corazón de Dios. Él quiere compartir con nosotros precisamente la manera de tocar el corazón de Dios. Tu no estarías aquí si usted no desearía eso, ¿verdad? un miércoles en la noche, qué hace usted aquí? Si su deseo no es tocar el corazón de Dios. No sé de los domingos, pero los que aparecen en la casa de Dios un miércoles en la noche, es porque son parte de las tropas élites que desean tocar el corazón de Dios.

Pero sabe, aquí Jesús nos revela un principio insuperable del cielo, un principio inevitable del Reino de Dios, y es esto: si queremos tocar el corazón del Padre busquemos la armonía. Lo voy a repetir. Si queremos tocar el corazón del Padre busquemos la armonía.

Déjeme decirlo de otra forma. Si queremos tocar el corazón del Padre busquemos la armonía. Dije lo mismito pero lo dije de otra forma, tocándome la [inaudible] lo único que cambié. Tenemos que buscar la armonía.

Hermanos, poniéndonos de acuerdo digamos, la oración de acuerdo, Dios no busca una fórmula, a propósito, Dios no busca una fórmula, no es un mero círculo geográfico. Mi intención original de esta noche, pero el espíritu de Dios permitió esta cosa. Lo hemos hecho muchas veces aquí, orar en círculos, orar en cadenas, hacer cadenas de oración, uno tocando al otro de una manera simbólica lo hicimos en esta noche. Y llamamos eso en inglés, eso se llama the prayer of agreement, la oración de acuerdo. Cuando la hermana declara, esta es mi necesidad, y los dos o tres hermanos a su alrededor dice, amén, estamos de acuerdo y oramos con ella, llamamos eso la oración de acuerdo.

Pero sepan, mis hermanos, hay más detrás de eso. Y eso es lo que el Señor nos está tratando de decir. Eso es lindo, bello y lo tenemos que practicar, pero hay un corazón que el Señor está buscando detrás de esas palabras, y hay una actitud que el Señor está buscando detrás de esas palabras. Igual, tampoco orando dos o tres en una Congregación, si dos o tres están congregados en mi nombre, primeramente, mis hermanos, esto no es un quórum espiritual. Eso yo lo he oído, me crié en la iglesia, en iglesias de cuarenta, 30 hermanos, era muy frecuente, nosotros solíamos decir, bueno, llegó Samuel, llegó el hermano Perencejo, aquí estamos dos y tres, amén. Tenemos quórum, comencemos el culto.

No se habla de eso. Primeramente, meramente porque hay dos o tres personas… o, a propósito, usted bien sabe que si usted está aquí solito y tiene todo este santuario con capacidad de 600 almas para usted, y hay algunos hermanos aquí que han tenido ese privilegio, sepa mi hermano, usted solito aquí en este templo no crea que el espíritu de Dios no está aquí. Tal vez es hasta más palpable cuando usted está aquí solito con él.

Meramente porque estemos dos o tres juntos no quiere decir que estamos congregados. Uno puede estar ahorita en el verano visitando Faneuil Hall, o Quincy Market con su familia y pueden haber miles de personas allí. Eso no constituye una congregación. Meramente porque haya cientos de personas en un edificio, eso no lo hace una Congregación. Ni siquiera si están juntos con un solo propósito hace eso una Congregación. Caben 60000 en Faneuil Park y todos están ahí por un propósito, para ver a Big Papi darle duro a la bola, para ver que los Red Socks le den duro a los Yankees de nuevo, mis hermanos, de Nueva York les amamos aún. Créelo les amamos.

Pero ¿Saben qué? Esa noche en Faneuil no constituye una Congregación aunque estén miles juntos con un mismo propósito. Lo que mueve la mano del Señor es que esté esa gente junta aunque sean dos o tres en el nombre de Jesús. Pero mis hermanos, eso no es una fórmula tampoco. Porque Jesús dijo de nuevo, estamos recibiendo un reporte directamente del trono de Dios. Qué más quiere? Jesús acaba de llegar, lanzado como un reportero, un periodista del trono del Padre. Él no está diciendo, usted no tiene que adivinar, el Padre no está diciendo lo que él quiere y Jesús como le dijo a la mujer samaritana, mi Padre lo que busca son adoradores que lo adoren, cómo? En espíritu y en verdad. Y eso de congregarnos en el nombre de Jesús igual requiere un corazón, requiere que nos reunamos en espíritu y en verdad. y eso quiere decir ciertas cosas.

Primeramente, el Señor busca una armonía. Ahora, cómo se ve eso? Es constante parte de esto, es como Congregación y eso es difícil como Congregación. Por eso es que no toda Congregación logra esto. El deseo de nuestro pastor principal, el pastor Roberto, es que nosotros lleguemos a la altura de esto. Están listos, hermanos? Porque esto requiere trabajo, esto requiere constante trabajo, esto requiere vigilancia de nuestra parte, que el Señor haga milagros aquí, que se mueva la mano de Dios, que se desate una unción sobre este lugar que se esparce como rayos en medio de las tinieblas, y que Boston caiga a las rodillas de un Cristo vivo. Queremos eso. Queremos eso pero requiere trabajo, requiere vigilancia, un ambiente donde nos preguntamos, se sentiría el espíritu de Dios, de un Dios santo cómodo aquí?

Viendo nuestros corazón y midiendo nuestras aptitudes los unos a los otros, se sentiría él cómodo aquí? queremos un lugar a donde se prefieren los unos a los otros, fíjate. Un ambiente así es un tal vez un índice que la gente se prefieren los unos a los otros, un ambiente así se conoce por la ausencia de rencor, discordia, chismes, la desmoralización de otros y sus corazones, una conciencia de los débiles en la fe de aquellos que llegan atados.

Mis hermanos, un ambiente libre de gente en autoridad, enseñoreándose sobre aquellos que ellos dirigen. Y también aquellos que sirven, aman, oran a favor de, levantan las manos y hacen lo posible de complementar las faltas de aquellos en liderazgo, especialmente los pastores.

Hermanos, esto no es fácil. Lograr un ambiente así no es fácil. Pero mis hermanos, por eso es que el Apóstol Pablo declara, él escribe:

“… Yo pues, preso en el Señor os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándonos con paciencia, soportándonos los unos a los otros en amor, solícitos ─ solícitos quiere decir activamente vigilando por el otro, el uno al otro. Solícito es una actitud activa e intencional en guardar la unidad del espíritu en el vínculo de la paz. En otras palabras, santidad.

Saben, la santidad no es meramente vertical. El Señor requiere eso de nosotros. Los ángeles me van a guardar, aquí se va a cumplir la promesa. Si tropiezo, pum, ahí está el ángel. La cámara solamente va de aquí a allá. Amén.

Qué quiere decir eso? Santidad. Santidad no es meramente proteger nuestros corazones de la vista de un Dios santo, esperamos que nosotros estemos andando así. Sabe, nuestros corazones están abiertos a Dios. el Señor ve la desnudez de nuestro corazón. Si usted sabe eso, espero que usted esté diciendo, uups, entonces si es así déjeme arreglarme un poco. Si el Señor me está mirando es mejor que me arregle un jean, si estoy delante de su presencia. Pero santidad también es horizontal. Se habla de nuestra manera de nosotros tratar el uno al otro, y mis hermanos, yo les dejo, con por lo menos estos dos ejemplos.

A propósito, esto no es el único en la Escritura a donde se ven estas promesas. La palabra está minada de este principio. Los Evangelios, las cartas de Pablo, las cartas de Pedro, las cartas de Juan, el libro de Apocalipsis, todo habla de este principio. Tomamos esto en serio, cuántos quieren tomar esto en serio y que este lugar sea un lugar así?

Número 1, guardémonos de esto: rencores y raíces de amargura. Quién es el predicador que tiene Mateo 5 de 22 a 24? Amén, mi hermana. Por favor alto.

“…Pero yo os digo, que cualquiera que se enoje contra su hermano será culpable de juicio y cualquiera que diga necio a su hermano, será culpable ante el concilio, y cualquiera que le diga fatuo quedará expuesto al infierno de fuego. Por tanto si traes tu ofrenda al altar y allí te acordarás de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar y anda. Reconcíliate primero con tu hermano y entonces ven y presenta tu ofrenda…”

Primeramente, mis hermanos, a propósito, si eso no le asustó a usted, no lo entendiste. Si eso no le asustó, no lo entendiste. Saben lo que es cualquiera que le diga a su hermano fatuo, cualquiera que se crió en la casa de Samuel y Carlos y Raquel, Dios mío, cuántos de ustedes tuvieron hermanos? Cuántos le jalaron el pelo a su hermano? Ahora, cuántos de ustedes ahora están temblando delante de la presencia de un Dios vivo?

Gracias a Dios tenemos un Dios de misericordia y de gracia, pero si a él le dieron como el juez la ganas de tirarnos el libro, ese juez santo a dónde terminaríamos? No en un lugar bueno. Sabiendo que estamos delante de un Dios poderoso que ha tenido, me ha perdonado, tal vez le ha perdonado dos o tres a usted, así. Qué dice la palabra? Usted viene con su ofrenda y su ofrenda puede ser cualquier cosa, lo que usted trajo a la casa de Dios, su adoración, su petición, su servicio, si usted sirve aquí en alguna capacidad. El Señor le dice, mira, hijo, guarda eso por un momento. Esto está bloqueando, obstaculizando, está prohibiendo que mi gracia fluya a usted de la manera que yo deseo que fluya.

Señor, yo no le hice nada a esa hermana o ese hermano. Qué dice la palabra? Si tu ofendiste a tu hermano… por tanto si allí te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, usted busca la armonía. Rencores. Mis hermanos, usted tal vez está buscando hasta donde está llegando esto, pastor Samuel. Usted tal vez… hay muchas cosas que tal vez queremos que el Señor remueva de nuestras vidas, hay muchas cosas que deseamos que el Señor haga en nuestras vidas, y no vemos por qué es, y a la vez, hay cosas que tal vez usted está cargando, hay algunos de nosotros… hay rencores pequeños, esto tráelo al Señor porque le va a dar al Señor igual. Como aquellos, mira, han pasado 5, 10, 15 años y usted sigue con ese hermano, esa hermana, o ese padre que acaba de fallecer, lo que sea, todavía encerrado en un aula, en el sótano de su corazón ofendiendo al Señor y envenenando tu corazón, envenenándolo.

Y hermanos, I’m sorry, usted llega aquí… es imposible, no lo intentes, amad a su hermano y negarle el saludo, negarle el ojo. Eso no es de Dios. Y sabes por qué lo estoy diciendo tan fuerte? Afecta la Congregación y nuestro anhelo de congregarnos en el nombre de Jesús. Eso es una comunidad, sea de nuestra Congregación León de Judá o no, es el cuerpo de Cristo. Dejemos estos rencores.

Segundo, abuso de autoridad y con esto también incluyo desarmonía en el hogar. Yo creo que alguien tiene Mateo 6, 14 a 14 ¿verdad? por favor mi hermana.

“…Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial, más si no perdonáis a los hombres sus ofensas tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas…”

Ese es el próximo Capítulo, parte del mismo mensaje, el sermón del monte. El Señor, si no lo creíste, en el Capítulo 5, créelo en el Capítulo 6, él lo está diciendo de nuevo. Te quiero perdonar. Quiero remover esta piedra del camino. Lo único que te pido que de la misma manera en que tu deseas mi perdón, como la parábola del deudor, usted me debe unos cuantos cuartos, millones y millones. Págale los 50 centavos que usted le debe a esa persona, perdóneselo, déjalo borrar.

Primera de Pedro, 3:7, por favor.

“…Vosotros maridos igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vasos más frágiles y como a coherederas de la gracia de la vida para que vuestras oraciones no tengan estorbo…”

Por casualidad ese texto le tocó a un esposo. No fue a propósito. Por casualidad le tocó a un esposo, pero muy adecuadamente. Y aquí, esposos, al que le cabe el zapato calcémoslo.

Miren lo interesante de esto. El Señor le está diciendo a través del Apóstol Pablo, sabe, ama a sus esposas, como él lo declara en Efesios, como él lo declara en Colosenses. Pero aquí el Apóstol Pedro está añadiendo una verdad que nos debe estremecer.

Hermanos, ame a su esposa. Para qué? Hay un para qué muy interesante. Para que vuestras oraciones no tengan estorbo. Qué quiere decir esto? Al Señor le importa la manera en que nosotros nos tratamos los unos a los otros. Al Señor le importa si el esposo abusa su autoridad. Al Señor le importa si los hijos dejan de respetar a sus padres o a gente en autoridad. Una y otra vez el Señor lo dice, esto no nos debe sorprender, es parte de los 10 mandamientos. El Señor, de nuevo, él lo repite, es una verdad central.

Saben hace poco en el centro de recursos académicos… y tal vez usted no sabe ni siquiera dónde comenzar. Comience con su propia vida y su propio universo. Comience con sus padres. Comience con sus esposos, su esposa. Comience con sus niños. Comience con su jefe. Comience con su supervisor. Comience con aquellos que trabajan con usted. Yo tuve que comenzar en el centro de recursos académicos, un experimento. Y hace poco nosotros quisimos llegar a otro nivel. Lo primero que hicimos fue orar todos los días, orábamos una vez a la semana. Ahora oramos aunque sea 5 minutos todos los días. y el Señor nos mostró esto, que teníamos que tener una política de cero tolerancia a la injusticia, y de enseñorear los unos a los otros.

Hemos visto como la gracia de Dios se ha abierto en ese lugar. Nos falta mucho, pero comience allí. Pongámonos de pie, mis hermanos. Queremos que la gracia de Dios fluya libremente.

Mis hermanos, en esto usted tiene mucha autoridad. Sabe, dicen que cada miembro de una iglesia es importante y ahora ustedes están viendo lo importante que es cada corazón y cada miembro. Esto es un cuerpo. Todos dependemos de los otros. Y vamos a traer nuestros corazones delante del Señor.

Y pido que los… praise God, nos acompañen. Vamos a traer nuestros corazones y pido que la hermana Vivi me acompañe un momento. Vamos delante de la presencia del Señor.

Señor, examina nuestros corazones eso es lo que queremos. Examina nuestros corazones. Examina nuestras actitudes. Señor, hay tanto que queremos de ti, tanto que queremos ver que tu hagas, tantos anhelos, deseamos tocar nuestro corazón con nuestras oraciones y no queremos que nada empobrezca tu imagen en nosotros.

Mis hermanos, si hay alguien que usted tiene que perdonar, dele su ofrenda al altar y ahora en su corazón pídale al Señor una oportunidad para reconciliación. Tal vez es tan y tan pero tan enterrado en su corazón que requiere que el Espíritu Santo lo mime y lo saque de allí, de donde usted ha enterrado esta cosa. No estoy hablando de memorias reprimidas o algo de Freud, estoy hablando de simples rencores que se han dejado sin resolver y está envenenando tu vida, la armonía en tu hogar, está envenenando las aguas de tus oraciones. Pídele al Señor una reconciliación, dame una oportunidad, Jesús, dame una oportunidad de arreglar esta cuenta.

Señor, te prometo tu abre esa puerta, dame la puerta, dame las palabras, Señor, al marcar yo el número que tu me des las palabras, al llamar a mi hermano, a llamar a mi hermana, a llamar a mi tío, a llamar a mi primo, a llamar a mi padre, Señor, dame esas palabras para resolver esto y enterrar esto ya de una vez.

Señor, si he usado la autoridad de una manera, si yo he tratado a otros como yo no quisiera que tu me trataras a mí, Jesús, perdóname. Si yo no he tratado a aquellos que tu has puesto en autoridad sobre mí de la manera que yo debería tratar a un padre, una madre, perdóname, Señor. Lo hago por ti, por tu nombre. Señor lo hacemos por tu nombre, porque queremos que tu nombre, que nada aquí empobrezca tu nombre.

Queremos ver proezas y queremos ser ese tipo de Congregación a donde tu nombre es glorificado, en el nombre de Jesús. Amén. Señor, y de esta manera nos preparamos, Señor, de apartarnos no de tu presencia sino de este lugar. Queremos que dondequiera que nosotros entremos tu armonía reine y si todo es caos, por llegar un hijo de Dios, ya llegó la armonía por la gloria del Señor lo pedimos. Amén.

Es más, mis hermanos, salude a dos o tres alrededor de ellos, el saludo más dominicano, más colombiano, más boricua, más venezolano que tu le sabes dar a alguien, la sonrisa más mona que tu le puedas dar a alguien, désela. El abrazo, oh my brother! God bless you. Amen.

De qué depende tener éxito?

TRANSCRIPT

Quiero invitarlos a abrir su biblia en el libro de Job, capítulo 22. Voy a tomarle algunos puntos, una serie de sermones que yo tuve en nuestra iglesia, hoy día no pretendo hacer una secuencia, más bien quiero invitarlos a tener un tiempo de meditación y de poner nuestro corazón en la presencia del Señor, y dejar que Él pueda ministrarnos, que Él pueda hablarnos acerca de nuestra situación espiritual. Cuántos han escuchado la palabra éxito, sí?, es atractiva la palabra éxito, todos de alguna manera buscan tener éxito, o buscan lograr algo para sentirse exitosos, no sólo en el mundo, no?, siempre decimos los mundanos, es algo que en la iglesia también hay gente que anda detrás de éxitos, no?, a veces la formación familiar, competitiva, educacional, nos lleva, y cuando llegamos a la iglesia también estamos manejados por eso, los pastores también estamos a veces obsesionados con ideas de éxito cuando nos ponemos a ver la televisión y vemos esas grandes iglesias, consideramos eso muchas veces exitoso, consideramos exitoso cuando hay un pastor que puede viajar por todo el mundo, yo no sé si sería tanto éxito estar cansado arriba de una avión tantas horas, no poder ver a la familia no poder ver a los hijos.

A veces uno tiene ese concepto. Pero cuando uno está en el camino de Dios uno tiene que tener un concepto básico y sencillo. El éxito en la vida del hijo de Dios sabe de qué depende?, de mostrar a Cristo en cada área de nuestra vida. Cuando nosotros buscamos el éxito en el camino del Señor, no nos olvidemos que es Cristo el que tiene que ser glorificado a través de nuestra manera de pensar, a traves de nuestra manera de actuar, a través de nuestra manera de ser. Cristo es glorificado a través de nosotros, nosotros sí nos podemos considerar personas exitosas, aunque no tengamos yates, aunque no tengamos aviones, aunque no tengamos megaiglesias, pero cuando yo estoy en la presencia del Señor, me siento el más exitoso por haber mostrado el nombre de Cristo a otro. Así que no nos dejemos llevar por cierta farándula de éxitos, el éxito en Cristo es más completo, y no hay discusión en eso.

Quiero invitarlos a leer en un pasaje bíblico que probablemente traiga una contradicción porque es acerca de un hombre que no fue muy buen amigo de Job, pero hay algo interesante en la enseñanza de la discusión que Elifaz tiene con Job. Job capítulo 22 versículos 21 en adelante. Voy a presentar algunos seis principios que nosotros debemos considerar para poder caminar en la senda del éxito en el camino del Señor. Job capítulo 22 versículo 21 en adelante. "Vuelve ahora en amistad con Él y tendrás paz, y por ello te vendrá a bien. Toma ahora la ley de su boca y pon sus palabras en tu corazón. Si te volvieres al omnipotente serás edificado, alejarás de tu tienda la aflicción, tendrás más oro que tierra, y como piedras de arroyo oros de ofio. El Todopoderoso será tu defensa y tendrás plata en abundancia, porque entonces te deleitarás en el Omnipotente, y alzarás a Dios tu rostro. Orarás a Él y Él te oirá, y pagarás tus votos". Gracias te damos por tu palabra, gracias te damos por la oportunidad que nos das de abrir nuestro corazón y nuestro entendimiento al consejo sabio para nuestro caminar. Señor yo te pido que esta palabra bendiga el corazón de cada uno de mis hermanos, y que cada uno pueda tomar para sí la unción que Tú has preparado, desde tu misma presencia, amén, y amén.

Leyendo algún material durante el año me encontré con esta porción dentro de algunas lecturas y me pareció interesante cuando comenzé a analizarlo, lo leí por mucho tiempo, es el material de un libro y que de alguna manera fué ayudando a entender como cada uno de nosotros puede tener una luz para poder caminar sobre sendas de éxito, sobre sendas de seguridad, sobre caminos de tranquilidad, y quiero presentarle el primer principio que podríamos llamarle a esto, en el versículo 21 de este pasaje dice, vuelve ahora en amistad con Él. La iglesia del Señor hoy día representada por cada uno de nosotros, todos sabemos que la iglesia del Señor no está representada por la cantidad de edificios que se usan en la ciudad, sino que usted y yo representamos esa iglesia del Señor que está diseminada, que está caminando, que está distribuida en diferentes áreas de la ciudad. Y el primer principio que Elifaz sostiene en esta conversación con Job, es que para tener tranquilidad, para tener seguridad, para caminar la senda del éxito en la vida, debemos volver a tener intimidad con el Señor, y esa palabra amistad que usa en el versículo 21 habla de una relación estrecha con el Señor, con aquél que nos dió la salvación, con aquél que nos dió a su hijo unigénito para morir en la cruz del calvario, volver a tener amistad con Él es volver a tener intimidad, es conocer lo que Él está tratando de decirnos lo que Él está tratando de decir en su palabra, cada vez que nosotros podemos tener un tiempo en la oración diaria. La iglesia del Señor en estos tiempos muchas veces está preocupada de cuántas actividades podemos hacer para poder completar el calendario, y nos hemos olvidado un poco de caminar en la intimidad, en la amistad con el Señor.

Para los que están recién comenzando en los caminos del Señor, aquéllos que están tomando su paso de fé, de bautismo, no se olviden de que su mejor amigo es el Señor. Alguien tiene un buen amigo aquí en la vida, alguien tiene un buen amigo que le cuenta todo, que lo saca a comer, al buen amigo hay que sacarlo a comer, él nunca paga pero es buen amigo. Donde usted le puede llorar, donde usted lo puede llamar y puede sentarse con él algunas horas, disfrutar de un almuerzo, un desayuno. Sabe, cuando nosotros entendemos que nuestra intimidad debe estar relacionada con la amistad con el Señor, comenzamos a escuchar a aquél que nos comienza a aconsejar en torno a lo que debemos hacer. Dice el Señor que cualquiera que quiera tener amistad con el mundo, se conforma en enemigo de Dios. Por lo tanto volver a tener amistad con el Señor es volver a tener intimidad, es tener ese encuentro cercano cada día sin perderlo, en nuestro devocional, en nuestra lectura, en nuestro caminar. Así que para caminar en la senda de la tranquilidad, de la seguridad, del éxito que usted anda buscando no se olvide de tener como mejor amigo al Señor.

Porque tendrás paz, porque tendrás paz. Y ese concepto de paz, ese concepto Shalom, que no es sólo paz de ausencia de conflicto, sino una totalidad de beneficios que tenemos por tener de amigo al Señor. Quieres bienestar, quieres justicia, misericordia, salvación, perdón, quieres paz, prosperidad, abundancia, no te alejes de volver a tener amistad con el Señor, porque es ahí donde te conviene estar. Ese Shalom que viene a nuestra vida producto de reconocer que necesitamos de Él nos trae los beneficios que estamos buscando, y por ello te vendrá bien. A quién no le viene bien una añadidura del Señor, siempre andamos detrás de la añadidura del Señor, está bien, si el Señor la prometió. Hay mas de treinta y siete mil promesas en la biblia, si ocupamos dos o tres con eso estamos contentos. El Señor en su amistad está llamándonos a que lo conozcamos porque Él tiene muchas cosas para nosotros. Dejemos de andar con cara de derrotados si tenemos un amigo que lo gana todo, dejemos de andar con caras tristes si tenemos un amigo que lo hizo todo.

Dejemos de cuestionar a Dios porque no hay manera de cuestionar al que lo hizo todo. No hay manera, busque la pregunta que quiera, hágamela, quién creó a Dios, y yo le voy a decir, eso no le importa. A lo mejor en el internet va a aparecer un filósofo y me va a escribir algunas recomendaciones. Pero eso no le importa y eso no me importa, mientras yo reciba esos beneficios del Señor en nuestra vida, a mí no me importa quien creó a Dios, Él es mi amigo y quiero tener intimidad con Él. Versículo 22, "Si te volvieres al Omnipotente serás edificado". Perdón, ese es el 22. "Toma la ley ahora de su boca, y pon sus palabras en tu corazón", para tener seguridad, para tener tranquilidad, para tener éxito en la vida comienza a mirar lo que dice el Señor, comienza a interiorizarte en los secretos del Señor a través de su palabra. Tener intimidad con el Señor es leyendo las escrituras, en Deuteronomio el principio fundamental de la educación cristiana, la repetición. Me encanta ese capítulo 6 de Deuteronomio, léalo en su casa, si no se le ha cruzado, ahí se le va a cruzar y va a saber que es bueno cuando nosotros podemos entrar en la comunión a través de la palabra del Señor. Se pueden hacer muchos manuales, yo conozco hermanos que se leen cantidad de libros, no voy a decir los autores porque si no me voy a poner en un problema, pero se compran el último libro que salió de éste y ya se lo leyeron antes que salieran, yo creo que compraron medio pirateado.

Ya lo tenían leído, oye mira salió el último libro de este pastor, oh sí ya lo leí, nadie lo ve en la tienda pero ya lo leyó, y que leyó el concepto de éste acerca del liderazgo, y que leyó los consejos de este acerca del matrimonio, y está bien educarnos, está bien leer los pensamientos, está bien poder interiorizarnos en lo que otros están pensando, pero no cambiemos las lecturas seculares por lo que realmente es importante, la palabra del Señor en nuestra vida trae paz, la palabra del Señor es nuestra guía, nuestra luz, la palabra dice tu palabra es lumbrera, y guía para mi camino. No cambiemos, no cambiemos la esencia de la fé, la palabra del Señor. Dice que la fé viene qué, y el oír qué?, chismes. Me encanta ese texto porque es específico. No lea el autor de aquí o el autor de allá porque tiene tremenda iglesia, hay que leerlo por obligación, lea El que creó los cielos y la tierra, enséñale a tus hijos quién creó los cielos y la tierra, enséñale a tus hijos quién hizo pasar al pueblo de Israel por el medio del mar en seco, enséñale a tus hijos quién fué el que derribó al gigante ahí cuando salía a insultar al pueblo del Señor, enséñale a tus hijos cómo Daniel se gozaba ahí en medio del foso de los leones, o los amigos de Daniel en el horno, ese era como un sauna para ellos, estaban gozosos, no, les enseñamos cosas acerca de lo que escribe éste, lo que escribe el otro, nos hemos olvidado de acercar a nuestros hijos, de acercar a nuestra familia, de acercarnos nosotros a la palabra del Señor.

Sabe para estas cosas no necesitamos ir a la universidad. No necesitamos tener grandes estudios, necesitamos tener un corazón sensible a la propuesta del Señor. Sobre estas bases se establecen hombres y mujeres, dice a lo más vil del mundo, lo menospreciado del mundo vino el Señor, sabe para qué, para mostrarles sus secretos, sus misterios, su gloria, qué privilegio, no todos tienen ese privilegio, y sabe, cúantos trajeron su biblia hoy día, a todo esto, predicando sobre la palabra del Señor, pueden levantar su biblia, no no pueden, no se preocupen. Así que como segundo principio, ya nos quedan 10 minutos para dar los otros 10 principios, como segundo principio la urgencia, la necesidad de estar atentos a la palabra del Señor, de estar atentos a lo que Él enseña. Dice las primeras dos frases dice "Toma ahora es hoy día la necesidad urgente, es hoy día la urgencia del tiempo de acercarnos a la palabra del Señor y no dejarlo para mañana" versículo 22. Sabe estamos acostumbrados a dejar cosas para mañana. Nos enseñaron a no ser competitivos, nos enseñaron a decir bueno mañana vemos si lo hacemos. A muchos de nosotros nos enseñaron a decir no se puede, veamos mañana y nos quedamos en el tiempo, y nos quedamos en una idea, al fin y al cabo la urgencia del tiempo para muchos de nosotros hemos tenido que aprenderla a través de la palabra del Señor, a través de la obediencia a la palabra del Señor, a través de la experiencia que el Señor quiere hacernos vivir a cada uno de nosotros.

Así que es tiempo ahora de memorizar la palabra del Señor, es tiempo ahora de hablarle a nuestros hijos, de hablarle a nuestra familia, de meditar cuando estemos en el bus, no se olvide de hablarle a otros, no se olvide de darle gloria al Señor, porque ahí está su hermano, no se ponga a hablar solamente de la telenovela, del juego de béisbol, comienze a glorificar al más grande, al rey de reyes y señor de señores, porque sus maravillas siguen siendo hoy vigentes. Estando vigentes hoy día Él se glorifica a través de nuestras vidas. Versículo 23, "Si te volvieres al Omnipotente serás edificado". La necesidad también para tener tranquilidad, seguridad y éxito en nuestra vida es que reconozcamos que necesitamos arrepentirnos delante del Señor. Volvernos al Señor cada día es la mejor actitud que cada uno de nosotros puede comenzar a practicar. No estamos libres, cada día estamos expuestos a ser contaminados, a ser atacados por el enemigo, muchas veces pecamos, y necesitamos humildemente ir y volvernos delante del Señor. Así que un hombre y una mujer de éxito no le tiene miedo al arrepentimiento constante frente al Señor, no le tiene miedo a esa actidud de humildad de decir Señor, yo te necesito, mi debilidad necesita estar cubierta por el poder del Espíritu Santo. Mi necesidad, que dice?, serás edificado. Esto habla de una necesidad de reconstruir, de volver a hacer. Eso quiere decir que cada vez que nosotros vamos ante el Señor humildemente, reconociendo nuestras fallas, nuestras faltas, nuestras debilidades, Él está ahí para reconstruirnos, para edificarnos, no para darnos de castigos, sino para levantarnos nuevamente. Sabe qué a mí me conmueve eso, saber que la misericordia del Señor es tan amplia, saber que la soberbia humana no nos deja ver que el perdón y la misericordia de Él están ahí, al alcanze, podemos arrodillarnos, tomamos nuestra porción bíblica, escudriñarla y podemos darnos cuenta que arrepentirnos diariamente es un buen hábito para nuestra vida. Cada día, llegar a la presencia del Señor es volvernos a Él, la necesidad de arrepentimiento, la necesidad que dependemos de Él.

El arrepentimiento aleja la aflicción de nuestra casa. Comienza a alejar la maldición que el diablo ha querido establecer alrededor de nosotros. Aquí dice, si te volvieres al Omipotente serás edificado y alejarás de ti toda la aflicción, versículo 24 también dice: "tendrás más oro que tierra". Entienden eso no?, ese principio va junto, "Tendrás más oro que tierra, y como piedras de arroyo oros de ofio". Ofio era una tierra en ese tiempo donde se caracterizaba por tener grandes cantidades de oro. El oro representa en las cultura bíblica y en las culturas latinoamericanas poder, muchas veces da a entender recursos, riquezas, por lo tanto cada uno de nosotros cuando nos arrepentimos delante del Señor cada día alejamos esos dardos de fuego del enemigo, pero además, lo que nosotros vamos a exponer a otros, va a ser riqueza, a través de nuestra experiencia, a través de nuestra relación con Dios, le ha pasado a usted que está en una casa que usted está hablando del Señor y la gente comienza a interesarse por lo que usted está diciendo?.

Yo conozco a algunos que comienzan a hablar del Señor y todos arrancan, nadie los quiere ver, porque no hay vida, no hay nada que pueda fluir de ellos, pero cuando caminamos en la senda del éxito, el camino del Señor, cuando estamos seguros de que tenemos una buena intimidad con Él, cuando estamos seguros de que el tiempo no lo desperdiciamos cuando queremos llegar a su presencia a través de su palabra, cuando cada día nuestro corazón se contrista en su presencia por haber fallado, por haber faltado, ahí está la misericordia del Señor para darnos y para que nosotros podamos entregar a otros. La iglesia necesita arrepentirse cada día para tener un acercamiento genuino al Señor. No solamente escucha las canciones en la iglesia que los hacen llorar, sino que cada día póngase delante del Señor ahí en lo secreto de su aposento, y el Señor que te escucha en su aposento te va a escuchar, va a hacer que tu vida comienze a dar gracia por todos lados.

Versículos 25 y 26, nos invita: "El Todopoderoso será tu defensa, y tendrás plata en abundancia, y te deleitarás en el Omnipotente y alzarás a Dios tu rostro". Esto habla de un hombre, una mujer de Dios, que quiere caminar por la seguridad y el éxito, debe tener fé, sin fé es imposible agradar a Dios. Así que podemos caminar por el camino de la fé y podemos estar seguros que el Señor será nuestra respuesta en el momento oportuno, en el momento indicado. Podemos seguir hablando, mucho, pero quiero dejar estos pensamientos ahí, el versículo 27, los dos últimos principios dicen que debemos volver a instituir un tiempo de comunión con Dios, no esa oración apuradita de la mañana, que muchas veces las hermanas se terminan de pintar en el auto y están orando al Señor, que me quede bien la pintura, o los hermanos no sé, se le olvidó lavarse los dientes, que no tenga que hablar con nadie, con mi jefe de cerca, volver a tener como institución en nuestro hogar, en nuestra vida la oración, mire si no existieran cultos de oración yo diría que muchos ya ni oran, es verdad, eso es una realidad de las iglesias, y los servicios de oración son los menos concurridos, pero es aquí donde nos conviene estar, de rodillas, postrados delante del Señor como su iglesia, y debemos cumplir nuestras obligaciones con Dios y con el prójimo. Cuando pagamos, y dice el Señor en la biblia paga tus votos, estamos dejando abierta la puerta para nuestra responsabilidad para su iglesia y con el mundo que nos rodea. Así que el caminar del Señor puede ser un lindo caminar de tranquilidad, de seguridad. Nosotros somos los únicos que nos alegramos en medio de la prueba, no hay otra religión en el mundo que te diga lo mismo. No hay otra enseñanza divina de cualquier otro Dios que te diga que te puedes alegrar en la aflicción. Hay otras que te dicen que te puedes separar un poquito del mundo haciendo unas meditaciones raras, pero al fin y al cabo tienes que volver, no puedes estar todo el día con las piernas cruzadas.

Pero nosotros mientras podemos orar, podemos leer la palabra, podemos tener intimidad con el Señor, mientras estamos trabajando, mientras estamos en los quehaceres diarios, cuando nos dieron la peor noticia en nuestra salud, en nuestras finanzas, todo está en la mano del Señor, eso no es problema para nosotros, a lo más que podemos hacer es encerrarnos en nuestro cuerpo y llorar un poco en nuestras emociones humanas pero al fin y al cabo es el Señor el que te va a dar la salida. Sabe cada vez hay menos cristianos de éxito porque se han olvidado del rostro de Cristo, que tiene que fluir a través de sus vidas. Buscan éxito en otras cosas, hoy día necesitamos mostrarle al mundo que realmente mi Cristo es más que cualquier otra cosa, dice que con Él somos más que vencedores, con Él hemos vencido, cierre sus ojos, no se preocupe.

Y en mi trabajo pastoral, muchas veces uno tiene que trabajar desde el punto de vista de la incomprensión de otros, cuando uno vé a las personas dando un paso de fé, y uno vé a muchas personas en este lugar que van a dar este paso de fé, el bautismo y su compromiso con el Señor, me hace decirles sabe qué hagan caso a esta palabra, pongan por obra esto que han escuchado hoy día, porque esto los va a sostener en el tiempo, y les va a enseñar que no hay cosa más importante que realmente estar centrados en la oración, en la lectura de la palabra, siempre Él estará ahí para defenderte, es tu socorro, es tu torre fuerte, es aquél que dió su vida por ti, es el que te ama, es el que te perdona. Gracias Señor Jesús. Te doy gracias, porque yo sé que de lo profundo de tu corazón está el deseo de una iglesia exitosa a través de ti, y aquí estamos parte de tu iglesia, y aquéllos que están por el internet mirando desde cualquier lugar del mundo, que puedan ser sensibles a la voz del Espíritu Santo, Señor enséñanos a caminar.

Sobre fe

TRANSCRIPT

Cuántos de ustedes tienen fe? Ahá, hay algunos que no me escucharon, estaban mirando para abajo. Cuántos de ustedes tienen esa convicción, esa certeza de lo que se espera, lo convicción de lo que no se ve? Cuántos de ustedes tienen eso en sus vidas? Amen.

Estamos todos en el mismo vuelo. Ustedes recuerdan que el miércoles comencé a hablarles, en la primera presentación comencé a hablarles acerca de este tema de las cuatro dimensiones de la fe o de nuestra fe.

Comencé más bien en la introducción y estuve hablando acerca de la fe concerniente a nuestra dinámica de salvación y obviamente quisiera elaborar un poco más y resumir lo que empecé hablando la semana pasada y la próxima... pantalla, próximo frame, la próxima página, yo hice una gráfica para que ustedes pudiera visualizar un poquito mi proceso mental concerniente a esto.

Y yo quisiera que usted se imagine su fe como que en el centro de esta gráfica. Su fe, lo que lo tiene aquí ahora, y cómo su fe se concentra en estas cuatro dimensiones, o se mueve en estas cuatro dimensiones. Y por un lado tenemos la fe que dirige la salvación, que fue una de las primeras cosas que les dije. La fe que tiene que ver con certeza, convicción. La fe que tiene que ver con el don de fe y la fe que tiene que ver con el aspecto de fidelidad.

Yo hablé un poco acerca de la fe concerniente a la salvación, pero hoy le voy a dar para… le voy a dar reverso, un poquito a mi grabación, y voy a empezar con lo que es la esencia de la fe. En su esencial, en lo esencial.

Y fe tiene que ver con creer. Si yo lo veo así como creer en algo, nosotros podemos creer en distintas cosas. Usted puede creer que esto es color negro, yo puedo creer que esto es color blanco, aunque obviamente es negro. Usted puede creer que cuando usted va a prender una luz y usted le da al switch, es que cuando le da la luz se va a prender. Y usted puede creer eso.

Si a usted alguien le da una promesa y le dice, mira, yo te prometo que tal día yo voy a hacer tal y tal cosa por ti. Pero usted cree en esa persona y cree en esa palabra y lo recibe y cree en ello y vive esperando recibir algo de acuerdo a esa creencia.

La gente alrededor cree en distintas cosas. Hay gente que creen en otras personas. Hay gente que cree en líderes políticos. Hay gente que cree en celebridades. Hay gente que cree o no cree en distintas cosas. Pero cuando nosotros estamos hablando acerca de nuestra fe, la fe como bien dice ese pasaje de Hebreos 11, la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.

Hay otro pasaje en filipenses, Capítulo 1 verso 6 que también dice, “estando persuadido de esto que el que comenzó en nosotros la buena obra, ¿qué dice? La perfeccionará hasta el día de Jesucristo.

Lo más básico que tiene que ver con nuestra fe es poder estar convencidos, persuadidos, creer, tener la certeza en algo o en alguien aún cuando nuestros 5 sentidos se puedan como quien dice, puedan cuestionar aquello sobre lo cual estamos creyendo. Me cogieron ahí o los perdí? Lo que quise decir fue que la fe se va más allá de nuestros 5 sentidos.

Muchas veces la gente basa su creencia, su nivel de certeza en algo, de acuerdo a las cosas que pueden probar. Lo que puedo tocar, lo que puedo gustar, lo que puedo oler, lo que puedo escuchar, lo que puedo sentir, creemos en esas cosas. Pero esta dimensión de la fe se va un poquito más allá, bueno un poquito no, se va mucho más allá que eso, porque estamos esperando en cosas que no necesariamente las podemos probar por nuestros sentidos, más sin embargo es fe, está ahí.

Esa es la certeza. Cuando usted está convencido de algo, cuando está persuadido de algo o en alguien, es como que se le mete ahí entremedio de ceja y ceja y no hay quién lo pueda sacar de ahí. Acaso usted no se ha encontrado con alguien que ha sido tan empedernido, una persona que la pueden llamar terco o terca y es como que es el tipo de persona que cuando tiene algo entre ceja y ceja, es como que nadie lo puede convencer de otra forma. Usted puede dar un flip, puede pagarle dinero, puede hacer lo que usted quiera, pero si esa persona está convencida en algo, ahí se queda.

Y puede ser que esté convencido en algo erróneo y usted está tratando de hacerle ver el error, pero si la persona está ahí, no… un joven que está rebelde y usted como padre le está diciendo, no muchacho, estás haciendo las cosas mal, si sigues así te vas a dar un cantazo, hazme caso.” “Yes, mami, papi, tu no sabes, yo sé lo que yo estoy haciendo. Yo estoy en control de mi vida.” Y está empedernido, está terco, en algo, está ahí enfocado en algo. Y él cree, o ella cree, está convencido, está persuadido de lo que él está haciendo, lo que ella está haciendo es la forma para hacerlo y lo que dice mami y papi no cuenta, no vale. y no es hasta que se da el cantazo que lo que tenía entre ceja y ceja se le rompe y entonces dice, “Oops, espérate, mami y papi tenían razón.”

Así que paciencia, padres, paciencia, el momento llega. Piense en usted mismo, acaso usted no era igual o no es igual en algún aspecto de su vida. Usted cree algo, usted está convencido de algo, esposo, usted está convencido, persuadido de algo concerniente a su esposa o esposa, usted está convencida de algo concerniente a su esposo, y usted está centrado en eso. Y no da el brazo a torcer. Entienden la idea de por dónde voy, lo que es la convicción, lo que es la certeza?

Ahora, cuando aplicamos eso a nuestra vida de fe, esa misma certeza es algo que nos define, es algo que nos mueve, es algo que nos impulsa, es algo que nos saca de un estado de adormecimiento a un estado de acción, porque hay algo que nos motiva, hay algo que nos mueve. Esa fe se convierte como en el motor de todas las cosas, que nos mueve, que nos impulsa, nos da una energía, nos da una vitalidad, nos da una razón de por qué levantarme todos los días por la mañana y hacer lo que tengo que hacer. Porque está esa fe que me está impulsando.

Cuando yo tomo ese aspecto de convicción a lo que es nuestra fe en el Señor Jesucristo que aquí es donde vuelvo entonces al punto que hablé el miércoles pasado, acerca de esa fe que dirige a salvación. Aquí entonces, es donde yo veo esa dinámica de cómo nosotros entramos en esta acción, en esta dinámica, esta relación con Dios porque nosotros, cuando no teníamos a Jesús, cuando no teníamos a Jesús nosotros no creíamos en él, no teníamos la certeza de que él podía hacer algo por nosotros, no teníamos la convicción de que yo necesitaba a un ser como Dios en mi vida para poder hacer lo que tenía que hacer. Eso no existía en nuestro sistema antes de…

Nuestra creencia era como que todo lo puedo en Omar, que Omar me fortalece. Esa era nuestra creencia. Yo opera de acuerdo a mis términos y de ahí no me saca nadie. Así era como nosotros vivíamos antes de Cristo.

Pero, qué es lo que pasa? No es entonces hasta que uno llega a este punto donde escuchamos versos, como que ah, porque de tal manera amó Dios al mundo para que todo aquél que en él tenga convicción, que esté persuadido, que tenga la certeza, no se pierda sino que tenga vida eterna. Eso es un verso que todos conocemos.

Otro verso, Romanos 10, del 9 al 17 dice:

“Más qué dice, cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos, que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia pero con la boca se confiesa para salvación. Así que la fe es por el oír y el oír por la palabra de Dios…”

Un último verso es Efesios, Capítulo 2 verso 8 al 10, dice:

“… Por gracia somos salvos, por medio de la fe y esto no es de nosotros pues es don de Dios…”

Hay una gráfica aquí que yo les quiero enseñar. Esta gráfica, yo espero que se vea bien ahí. Esa fe que está en el centro es una fe que entra en acción con lo divino y nuestra dinámica humana. Voy a tratar de explicarlo lo más sencillo posible.

Miren lo que sucede con esa fe que dirige a salvación. Porque hay una parte que hacemos nosotros, desde nuestra perspectiva hay un punto donde nosotros en nuestra limitación humana, lo más que podemos hacer es creer en algo, para confesarlo y así iniciar ese proceso de salvación. Eso es lo más que nosotros podemos hacer.

Pero cuando nosotros hacemos eso, entra en acción otra dinámica que es la dinámica de la acción de Dios, interviniendo en nosotros, tomando acción en nuestras vidas. Porque por nosotros mismos, nosotros no lo podemos hacer, no podemos responder por nuestras propias fuerzas a la acción de Dios. Tiene que venir algo de parte de él también que nos cause, que nos provoque el nosotros responder a esas acciones que Dios está teniendo sobre nuestras vidas. Me siguen?

Así es como se da esa dinámica de fe y esto no es tan solamente concerniente a esa fe que dirija a salvación, esto es nuestra fe en nuestra vida en general. Dios está en acción en todo lo que nosotros hacemos, motivando, infundiendo, alimentando, dándole gasolina a nuestra fe.

Pero a la misma vez tiene que estar esa acción de parte de nosotros. Miren, los versos claves que yo menciono ahí. Romanos 8:26, quién sabe cuál es Romanos 8:26? Y de la misma forma el espíritu nos ayuda en nuestra… ay, qué pasó la gente de discipulado! Ligereza bíblica, vamos a ver quién busca la Biblia. Romanos 8:26

“Y de la misma forma el Espíritu Santo nos ayuda en nuestra debilidad porque no oramos como sabemos, sin embargo el espíritu de Dios que conoce de qué nosotros tenemos necesidad intercede por nosotros con gemidos indecibles.”

Ese verso nos da una idea. El segundo verso es Segunda de Corintios 12:9. A ver quién se sabe este? Es más les doy un…

“Bástate mi gracia porque mi poder se perfecciona en tu debilidad.”

Al menos ese se lo saben. Y Filipenses Capítulo 2, 12 y 13. Cuál es ese?

[Inaudible]

Vean como dice, “ocupados en nuestra salvación con temor y temblor, y qué dice el verso 13? Sigue, Napoleón.

[Inaudible]

“Porque Dios es el que hace en vosotros, el que produce en vosotros el querer como el hacer.”

Esos dos versos que yo escogí ahí confirman esa dinámica, esa relación. Que hay algo que yo tengo que hacer en respuesta a esa acción que Dios está teniendo sobre mi vida. Yo respondo al amor de Dios. yo respondo a la gracia de Dios. Algunos responden más temprano que otros, como bien dije el miércoles pasado. Hay algunos que cuando son niños, o cuando son adolescentes dicen, “Sí, Señor, yo te confieso como mi Señor y Salvador” y viven todas sus vidas, toda su juventud la viven para el Señor.

Como también hay otros que ya ahí, al punto de la muerte, a su último suspiro dicen, “Señor, me arrepiento de todos mis pecados, te entrego mi vida, tu eres mi Señor, te confieso como mi Salvador.”

Y mire la salvación se activa ahí también. Hay personas que a lo largo de toda su vida tienen altos y bajos, altos y bajos, pero como todo y esos altos y bajos, es una dinámica que se ve ahí en acción. La gente, el hombre, la mujer, respondiendo al trato de Dios que hay veces que lo hacemos más fuerte que otro, que hay veces que nos cansamos, que hay veces que nos desanimamos pero hay otras veces que estamos ahí, como caballos desbocados, buscando la forma de cómo acercarnos más y más a Dios.

Y en la misma forma, tu ves a Dios tomando esas acciones sobre nuestras vidas, haciendo cosas en favor de nosotros. Que antes vivías en una ansiedad total y de repente te cubre una paz que no tenías antes y eso es algo que lo hace Dios. que estabas peleando por conseguir un trabajo y otras personas a tu alrededor conseguían mejores trabajos y tu ahí esperando, esperando. Y cuando te entregas al Señor y te dedicas a él, de repente se te abre una puerta y consigues algo mejor de lo que tu estabas esperando. Esas son acciones de Dios sobre tu vida.

Estabas enfermo o enferma y se opera una sanidad en ti. Tenías un conflicto con otra persona que no la podías ver ni en pintura y de repente un día te cruzaste con esa persona y Dios te dio un amor que, tuviste que darle un abrazo a esa persona. Porque lo hizo Dios.

Son esas acciones, mis hermanos, son esas acciones que van día tras día, es como una neurona informándole a la otra. Y hay veces que nosotros nos aguantamos en nuestra acción pero Dios como quiera sigue dando, sigue dando, sigue informando, sigue llenando.

Como también se da la otra dimensión que hay veces que Dios como que, no lo han sentido ustedes así? Es como que Dios, como que paro un momento y uno se queda como que, hey! Hey! Te estoy tirando algo aquí. no respondes, qué pasó? Pero no significa que Dios se ha salido de la gráfica. No, él está ahí pero es la flecha que apunta a nosotros, como que se freezó de repente.

Pero Dios sigue ahí. Dios está ahí. Dios está presente. Dios nos ayuda en nuestra debilidad. Nos dice, “hey, mi gracia es suficiente porque cuando tu te sientes débil ahí es donde yo me luzco y hago lo que tengo que hacer en tu vida. No te he dejado solo, te he dado mi espíritu, porque mi espíritu te ayuda. Mi espíritu sabe lo que verdaderamente tu tienes necesidad y él te ayuda a que tu puedas seguir con esa acción también. Ocúpate en tu salvación, trabájala tu también, esfuérzate, ora, ayuna, congrégate, ríete, disfruta con tu familia, haz todas esas cosas que producen, que conllevan a una vida de salud, de eficacia y tu verás que yo me voy a encargar de hacer el resto. Yo voy a seguir poniendo en ti, no tan solamente el querer hacer algo sino también el hacerlo, el llevarlo a cabo.”

Esas son las acciones de Dios. así que ahí está nuestra fe concerniente a lo que es la certeza, la convicción, el creer en algo, y cuando nosotros tenemos ese creer, nos lleva entonces a esa dinámica de salvación, de entrar en una relación directa con Dios.

Y de ahí entonces, vemos otra dimensión de la fe que es la fe como el don del espíritu. Tengo tiempo, guau! Están conmigo todavía ¿verdad?

La fe como el don del Espíritu Santo. Ustedes ven, conocen la lista de los dones, ¿verdad? Primera de Corintios, Capítulo 12, del 7 al 9 que dice:

“… Pero a cada uno les es dada la manifestación del espíritu para provecho porque a uno le es dado por el espíritu palabra de sabiduría, a otros palabra de ciencia, por el mismo espíritu, a otros se le da fe por el mismo espíritu y a otros dones de sanidades por el mismo espíritu, a otros hace milagros, a otro profecía, a otro discernimiento de espíritu, a otros diversos géneros de lenguas, y aún a otros interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo espíritu repartiendo a cada uno en particular como él quiere…”

Pero el verso 9 dice: “A otros se le da fe.” Miren esta gráfica. Miren a ver si ustedes entienden esta gráfica. Imagínense esta gráfica, imagínense en el centro el cuadro de la fe como algo bien robusto, como algo bien fuerte. Imagínense el don de fe es la fe en esteroides, por así decirlo. Es una fe con esteroides, una fe que se ha comido anabólicos, que le dieron suero de esteroides y como que así preñado. Exacto, se puso verde como Hulk, por así decirlo. Le dio algo y se rompió la ropa y…

Esa es la fe, el don de fe. Saben por qué lo digo, porque imagínense que el don de fe, la forma en que actúa es una acción sobrenatural de parte de Dios que se mueve a través de ese don de fe, como que sobrecoge la fe que está en nuestro ser y la mueve a una exponencia aún mayor.

Ese don de fe, ¿Saben qué? Es el don que cuando otros dicen, como que esto no va a funcionar, esto se acabó, esto está muy feo, ya aquí no hay esperanza, cuando esas son las palabras que están dominando en el ser humano, el don de fe, dice, “ah, ah, todavía hay. No, todavía se puede. No, Dios no ha terminado todavía. No, hay algo más que hacer.” Ese es el don de fe.

O mejor, dicho, la fe informada en el don del espíritu, influenciada, impactada por el don del espíritu. Esa es una fe también que el Espíritu Santo la hace actuar en nosotros en distintos momentos, en distintas situaciones. Y yo me atrevo a decir que cada uno de nosotros hemos experimentado esa dimensión de la fe en el algún momento u otro de nuestras vidas, que tal vez usted se encontraba en una situación como que ya usted estaba a punto de tirar la toalla y decir, “No más”, pero de repente algo como que se le metió por dentro, algo como que lo poseyó y usted, como que, guau! Espérate. Aquí hay algo más que se puede hacer, hay una puerta más que puedo tocar, hay una persona más con la cual puedo hablar. Hay una oración más que puedo hacer, hay un poquito más de tiempo que puedo doblar mis rodillas para poder encontrar la solución.

¿Saben qué? Cuando esa fe se activa en usted no tan solamente va a infundir sobre su vida, sino que a través de su vida usted va infundir la vida de otros también, porque es una fe contagiosa. Es una fe que de alguna forma u otra va a causar un efecto en las personas a su alrededor. esa es la fe, esa tercera dimensión de la fe como un don, como un regalo de Dios.

Mire, tal vez, muchas veces nosotros no vamos a merecer que eso suceda en nuestras vidas, porque hay gente que viven en tal incredulidad que Dios dice, “Por qué yo voy a recompensar tal incredulidad con un don tan bello y tan precioso?”

Acaso la Biblia también nos dice, en el Libro de Santiago, acaso la Biblia no dice que aquel que pide sabiduría tiene que pedir con fe, no dudando nada porque el que duda es como la ola del mar que viene y va. El que tal piensa… ¿Qué es lo que dice después? El que tal piensa no crea que va a recibir cosa alguna de parte de Dios.

Acaso la Biblia no dice en otra esquina también, el que se acerca a Dios tiene que creerle que le hay. Acaso también no dice, porque sin fe es imposible agradar a Dios. so, para que esa fe en esteroides se aplique en mi vida, mi fe regular, como quien dice, mi fe neutral tiene que estar bien centrada en el originador de esa fe. Si yo vivo una vida neutral, o mejor dicho normal, con más incredulidad que fe o certeza, cuando yo tenga la necesidad de ese don de fe que se active en mi vida, mira, yo no creo que se va a dar porque no he honrado a Dios en estas otras partes de mi vida que requieren una fe, no más sencilla sino más bien una fe sólida, genuina en él.

Es como decir, en lo poco has sido fiel, en lo mucho te pondré. Es como que el mismo principio de aplica aquí también. Si no has sido fiel en vivir una vida de fe estable, normal, confiada en Dios, por qué te voy a poner en algo mucho mayor? O por qué voy a dejar que algo mayor se manifieste en ti si no has sabido cómo lidiar con este otro aspecto más básico, más esencial de tu vida.

Digo, en esto soy yo aquí haciendo preguntas para hacernos pensar a todos, ¿verdad? pero así es como yo veo eso. Ese don de fe se activa, se mueve en nosotros cuando nosotros podemos decir, “Mira, Señor, mi fe está centrada en ti.” Otros tal vez están diciendo, esto no va a funcionar, pero no, yo estoy convencido de que sí. Yo tengo la convicción, yo estoy persuadido de que aunque otros me han dicho que ya no hay esperanza, que no hay salida, yo estoy persuadido de que tu tienes la respuesta y aún si no, como dijeron, Sadrac, Mesac y Abednego, y aún si no, como quiera, no voy a doblar mis rodillas ante cualquier otro ídolo, porque yo sé en quién yo he puesto mi confianza.

Así que si aún yo cayera en el horno de fuego, yo estoy seguro que va a haber un cuarto que se va a aparecer ahí conmigo. Eso es fe. Eso es fe en esteroides. Óigame, no consiguen ese ejemplo antes, gracias Señor. Aquí se está dando el don de revelación ahora mismo.

Eso es fe. El poder decir, “Mira, Señor, aunque las cosas no funcionen, aunque yo termine en el mismo medio del horno de fuego con todo y eso, mi fe va a estar centrada en ti. Mi confianza va a estar puesta en ti. Esa es la tercera dimensión.

La última dimensión, puedo terminar, me pasé por cinco minutos, déjeme terminar. La última dimensión tiene que ver con el fruto de la fe. Que dice Gálatas Capítulo 5:22 y 23, dice:

“… Más el fruto del espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza y contra tales cosas nadie se puede meter conmigo con esas cosas, porque eso es el carácter de Dios que está ahí centrado, cimentado en nosotros.

Ahora, pero les voy a decir un secreto. Esa fe de la cual habla ese pasaje no es necesariamente fe de creer, sino es más bien la fe que tiene que ver con fidelidad, pistis es la palabra en griego original, que tiene que ver con fidelidad. Y saben que es lo que implica esto, fidelidad? Es el mero hecho que yo pueda decir, ah, mira Camilo es una persona en la cual yo puedo confiar. Él es una persona confiable, me atrevo a cruzar el mundo entero con él porque yo sé que él no va a dejar por ahí tirado.

Eso es la fe concerniente a fidelidad. Es el mero hecho de que otras personas puedan decir, mira, se puede contar contigo. Tu eres una persona confiable. Esa es esa cuarta dimensión de la fe que muchas veces se nos pasa desapercibido. Hay veces que yo mismo me pregunta, “Caramba, Omar, tu serás una persona confiable? Eres una persona que se puede confiar en ti, que otras personas pueden decir, mira se puede contar con Omar?” Y ahí yo me pongo a pensar, cuántas veces la gente te ha llamado por teléfono y tu no has devuelto las llamadas. O te han escrito emails y no has respondido para atrás. O se te han cruzado en un pasillo de la iglesia y te dicen, “Pastor Omar, tengo que hacer una reunión contigo, me puedes llamar?” “Sí, sí, sí yo te llamo.”

Estoy haciendo confesión aquí, así que, acuérdense lo que dice la Biblia. La Biblia dice, confesaos unos a otros vuestras ofensas para que sean sanos. Okay? Estoy buscando sanidad y ustedes también.

Pero esa es la dinámica, mis hermanos. O sea, esas preguntas que yo me hago, me las hago muchas veces y ha corrido, porque yo sé que esa es la forma en que yo puedo mostrar que se puede contar con uno. Hay veces que yo me pregunto concerniente a mi esposa y a mis hijos, yo me digo, “Mira, cuando más ellos te necesitan, estás ahí? Y si estás ahí, estás ahí con el deseo de ayudar, o estás ahí todo aplatanado?” perdón, sin ganas, o algo.

O sea, cuando tus hijos quieren jugar contigo, juegas con ellos ahí a regañadientes o juegas con ellos con todo tu pasión, con toda tu energía? Te tiras al piso con ellos, te ríes con ellos, lloras con ellos. Pueden contar ellos contigo?

Y hay veces que yo me digo, “Mira, sí, gracias a Dios estoy logrando hacer eso.” Y esas mismas preguntas yo me las hago en muchos otros aspectos de mi vida, porque de alguna forma u otra, mis hermanos, ese sentido de fidelidad está influenciado por mi fe en el Señor Jesús también.

Acaso el Señor Jesús no se mantiene fiel con nosotros? Acaso el Señor Jesús no es una persona en la cual se puede contar, que se puede contar con él, que él es confiable, que yo puedo llamar y yo sé que él me va a responder? Si él es así conmigo, por qué yo no voy a demostrar esa dimensión de mi fe con otros también, de yo poder ser fiel, de que si me dicen, “Mira, te voy a decir algo y es en total confidencia, puedo contar contigo?” “Mira, sí, háblame.” Pero si estás pensando tirarte del Tobin Bridge, créeme que se lo voy a decir a alguien.

Es verdad, tengo que hacer eso. No, pastor, no le digas a nadie que… No, pues lo siento, pues si te vas a tirar del Tobin Bridge, lo siento, pero no puedo hablar contigo entonces. Yo no soy la persona con quien hablar. Si te tiras del Tobin Bridge, te voy a amarrar de una soga para que no llegues abajo, te quedes guindando un rato y que confieses todos tus pecados y entonces después de ahí te jalo otra vez para atrás.

No, no, de la cabeza no, porque… no lo puedo amarrar de la cabeza. Es mejor que se lo rompa un tobillo a que se le rompa el cuello. No, no. pero entienden lo que estoy diciendo, mis hermanos? Es importante que nosotros entendamos estas cuatro dimensiones de nuestra fe porque tarde o temprano mis hermanos, ¿Saben qué? Usted se va a encontrar ahí. Tarde o temprano usted se va encontrar ahí, en algún momento usted se va a encontrar preguntándose a sí mismo, como, creo yo las cosas que yo creo? Tal vez usted ha estado ahí, quién sabe si usted está, y quién sabe si va a llegar un momento donde usted se va a cuestionar, creo verdaderamente todas las cosas que me predican, todas las cosas que dice el pastor los domingos? Creo yo eso verdaderamente?

Y ¿Saben qué? Cuando llegue ese momento go through it. Cuando llegue ese momento pase a través de eso. Porque es importante que nosotros pensemos, reflexionemos a través de esas cosas. Eso va a ayudar a que nuestra fe se fortalezca aún más. Cuando ese sentido de certeza se fortalece aún más, ese sentido de salvación de esa fe, de yo creer en un Señor todopoderoso que tiene propósitos mucho más grandes a los míos, y que puede hacer mucho más de lo que yo puedo pensar o entender, esa fe va entonces a infundir sobre esos otros aspectos de mi vida y me va a ayudar de que si estoy en una situación un poco apretada, que en vez de decir, no, aquí no hay salida, que entonces yo pueda experimentar esa fe como un don que me dice, “No, no, no, Dios todavía tiene algo más, hay algo que él puede hacer. Él tiene la salida. Yo tengo que esperar en lo que no veo, tengo que tener la convicción de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve porque si ya lo veo, si ya lo tengo, entonces, no hay nada más de qué esperar.”

Hay que seguir esperando en esas cosas que Dios tiene ahí guardadas para nosotros. Eso es lo que nos llena de fuerza, de energía y podrá parecer irónico, porque otras personas nos dirán, “pero por qué vas a tener tu fuerza en algo que no estás viendo, que no estás tocando, que no estás disfrutando ahora?” “Mira, yo no sé por qué, pero el Señor lo hace así. El mero hecho de yo estar esperando en esas cosas que están por venir, me llena a mí de una fuerza y energía para seguir adelante con lo que tengo hoy, con lo que estoy viviendo hoy, con los achaques que tengo hoy, con los retos que tengo hoy, con los logros que tengo hoy. Esa fe me sigue moviendo para yo seguirme moviendo en la dirección que Dios quiere que yo me mueva, para poder alcanzar aquellas cosas para las cuales él me alcanzó a mí.”

Puestos los ojos en el Señor Jesús, el autor y consumador de quién? De nuestra fe. Así que, hermanos, vamos a ponernos de pie. Esta noche usted se a salir de aquí con una fe renovada. Hoy usted se va de aquí con una fe en esteroides.

Padre, y esa es mi oración, Señor Jesús, que todos nosotros, incluyendo mi persona, incluyendo mis hermanos y hermanas que están viendo por el internet, que hoy salgamos de aquí con una fe en esteroides, una fe fortalecida, Señor, sabiendo que tu eres el autor, el que consume, en ti empieza y se termina todo. Tu eres el alfa y el omega, Señor, tu eres el que pone en nosotros tanto el querer como el hacer, tu eres el que nos mueve, el que nos llena de tu gracia, de tu misericordia, Jesús, para nosotros poder disfrutar aquellas cosas que tu tienes para nuestras vidas y que a través de nuestras vidas podamos llegar y alcanzar a otros.

Así que, Jesús, mira aún cuando el mundo, aún cuando la sociedad, cuando la gente ahí afuera están diciendo, que no hay esperanza, que no se puede, que esto se acabó, Señor, que esa fe se active en nosotros, ese don de fe, esa certeza, esa convicción, esa persuasión se active en nosotros, mi Dios, y nos impulse a seguir adelante confiando en ti porque tu eres el que tiene la última palabra, sea que la veamos en nuestro tiempo o no, Señor, ponemos nuestra confianza en ti, ponemos nuestra convicción, nuestra certeza, nuestra fe está puesta en ti, Señor Jesús.

Gracias te damos por tu palabra, Jesús, gracias por cada uno de mis hermanos y hermanas. Yo declaro sobre ellos tu bendición. Llévanos con bien hasta nuestros hogares, Señor, que nuestra cama, en la noche, Señor, sea un nido, mi Dios, donde podamos descansar en ti, recuperar nuestras fuerzas para que en el día de mañana si así tu lo permites podamos echarle mano a todo lo que el día de mañana pueda traer.

Gracias te damos, te bendecimos, te damos la gloria, la honra, solo a ti porque tu la mereces. Te amamos, Señor Jesús. Oramos en tu nombre. Amén. Amén. Gracias Señor Jesús. ¡Aleluya!

Hermanos y hermanas, Dios les bendiga.

Examíname, oh Dios, y pruébame

TRANSCRIPT

Que lindo se oye cantar esas palabras, quebranta mi corazón, quebranta mi vida, te entrego mi voluntad a ti. Que lindo se oye. No le da ganas de cantarlo otra vez?

Pero saben por qué lo digo, mis hermanos? Se oye bien lindo cantarlo pero qué difícil es hacerlo. Que difícil es hacerlo. Señor, yo solamente te pido ahora que estas palabras que fueron cambiadas en mi corazón a última hora, Señor, tu me ayudes a poder ser fiel a lo que tu quieres decir, Jesús, y que sirva de edificación a tu pueblo y a tus hijos e hijas en esta noche. Te lo pido, Jesús, me pongo como un instrumento en tus manos hoy más que nunca, Señor, y te ruego que por favor me ayudes a estar tan en sintonía contigo, Señor, que pueda escucharte bien para saber cómo comunicar esta palabra y que todos nosotros podamos tener un corazón abierto para recibirla y actuar de acuerdo a ella. Lo pido en el nombre de Jesús. Amén.

Sí, hermanos, digo que es bien difícil poder hacer eso. Y yo creo que esto es parte de nuestra vida como creyentes, que nosotros podemos orar de una forma, podemos cantar algunas cosas, pero como dice ese refrán, del dicho al hecho hay un largo trecho. Es el mero hecho de cómo verdaderamente nosotros dejamos que la palabra de Dios obre en nosotros y nos alinee cada vez más a los deseos del corazón de Dios. y lo que quiero compartir hoy es algo que está basado en una palabra que el pastor Miranda compartió con nosotros en estos dos domingos pasados, que se me ha quedado ahí en mi cabeza pero es como que me hizo eco, se me prendió otra vez.

Y tiene que ver este hecho con nosotros saber lo que está verdaderamente en nuestro corazón. El nosotros poder verdaderamente conocer nuestro carácter de tal forma que nosotros podamos decir delante de Dios, guau, Señor, mira yo soy quien soy delante de ti no puedo esconder nada. Y yo sé que de las personas a nuestro alrededor, nosotros podemos esconder muchas cosas, pero que bueno sería tener el valor de ser totalmente claro y pleno con la gente a nuestro alrededor y de no tener máscaras, y de poder verdaderamente decir, mira, este es mi corazón, así soy yo, no te lo voy a esconder.

Pero que difícil es poder hacer eso. El salmo 139, quisiera que vayan conmigo al salmo 139. Muchos de nosotros lo conocemos, dice el verso 1:

“Oh Jehová, tu me has examinado y conocido, tu has conocido mi sentarme y mi levantarme, has entendido desde lejos mi pensamientos, has escudriñado mi andar y mi reposo y todos mis caminos te son conocidos…”

Yo quiero que brinquen ahora al verso 23:

“… Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón, pruébame y conoce mis pensamientos…”

Espérate, déjeme darle pausa un momentito, déjeme parar aquí. Léalo primero en su mente y después decida si lo va a leer en voz alta. Léalo primero en su mente, ese verso nada más. Piense bien en lo que le va a decir a Dios. Yo mismo estoy pensando [inaudible] esto es una petición bien descabellada, lo que estoy pidiendo a Dios. Así que piense bien lo que usted va a hacer o cómo va a leer esto. Porque usted le está dando aquí permiso a Dios de que lo siente en una mesa de evaluación y que le examine.

Cuántos de ustedes han ido al médico, a la oficina del médico de familia o cosa así? Y cuando usted entra que le van a hacer un examen físico, que le dicen, quítate la ropa y ponte esta bata, ¿verdad? Y esos son los momentos que más vulnerable uno se siente porque te van a examinar, de arriba abajo, y no lo estoy diciendo en una mala forma, sino que el médico que te chequea a ti, que te hace un examen físico es la única persona que verdaderamente… bueno, la única persona aquí en la tierra que te puede examinar tu condición física y te puede decir dónde en tu nivel de salud estás, te puede decir dónde deberías estar o si estás por debajo de donde debes estar.

Cuando usted va al médico usted puede decir, ah, me duele aquí o me duele aquí o tengo los chichitos un poquito más fuera de sitio, qué puedo hacer para bajarlos y muchas veces nosotros tratamos de darle instrucciones al doctor. Cualquier tipo de medicina, es más hasta cuando vamos a un dentista, me atrevo a decir esto, que le queremos decir al dentista, me duele esta muela pero no me toques porque me duele. Tengo que bregar con la muela.

Queremos darle instrucciones a los médicos, pero no sabemos que si vamos a ir a evaluar nos tenemos que dejar como que ellos traten con nosotros como ellos entienden que mejor tienen que tratar, y nosotros callarnos la boca y aguantarnos que nos hagan lo que van a hacer.

Y así pasa en nuestra vida de fe, que cuando nosotros le decimos a Dios, Señor examíname y conoce mi corazón, ahí tu te estás tirando sobre la mesa del fisiatra para que él verdaderamente te chequee y te diga cómo está la condición de tu vida.

Sabes que Jeremías tiene un pasaje muy interesante que hago un paréntesis y me desvío a ese pasaje ahora. Jeremías Capítulo 17, el verso 9 miren cómo dice, esto Dios hablando, Dios está hablándole al profeta Jeremías y él le está diciendo esto:

“Dios que conoce todas las cosas, él dice, engañoso es el corazón más que qué?”

Oiga, yo he leído ese texto varias veces, pero hoy cuando lo leí hubo algo que me paró, porque yo leo, “engañoso es el corazón más que todas las cosas y perverso quien lo conocerá.” Pero hoy yo paré en esa frase que dice, más que todas las cosas.

Cuántos de nosotros hemos conocido algún engaño en algún momento en la vida? Que alguien nos ha engañado, que nosotros hemos engañado a otros y son experiencias que son bien horrorosas, dejan un mal sabor, no en la boca sino en toda la vida.

Y cuando Dios mismo está diciendo que nuestro corazón es más engañoso que todas las cosas, está poniendo el corazón de uno por encima de cualquier cosa que pueda provocar un engaño, que en cierta forma esos engaños provienen del corazón, y perverso.

Hay veces que a mí los oídos como que me trinen cuando yo oigo que a alguien le dicen, ah, tu eres un perverso porque lo dicen con un sentido tan malo y tan ofensivo que es como que, guau, Dios mío, mira eso. Esta persona que perversa es.

Y Dios aquí le está diciendo a uno que el corazón es perverso. Tu corazón, mi corazón es perverso. Muchas veces nosotros podemos llevar una doble vida que nos acostumbramos tanto a ella y pensamos que estamos totalmente bien, que eso es algo totalmente normal, que me tienen que aceptar así tal y como soy. Pero a Dios no se le escapan esas cosas.

Y hay veces que hasta buscamos la forma de cómo justificar esa doble vida que podemos tener. Llegamos aquí a la iglesia y todo es como, ah, santo gloria a Dios, ¡Aleluya! Tiramos dos o tres lenguas y para afuera, estamos santificados. Llegamos a la casa y es como una historia totalmente distinta.

Hay veces que yo mismo oigo unas historias que es como que Dios mío, pero en qué cabeza cabe! Como a un hombre se le puede ocurrir hacer cosa igual? O cómo a una mujer se le puede ocurrir hacer cosa igual? Pero me da a entender que el corazón es engañoso, en nuestra naturaleza humana, nuestro corazón, nuestro carácter son tantas las debilidades que tiene que me gusta como Dios hace la pregunta, quién lo conocerá?

Óigame si yo les pregunto a usted, usted se conoce bien? quién me puede decir aquí que usted se conoce súper bien. Porque si usted se conoce súper bien, entonces yo quiero tomar una consejería con usted, yo quiero aprender a cómo hacer eso. Solamente Dios es el que lo conoce. Y el verso 10 dice:

“Yo, Jehová, que escudriño la mente y que pruebo el corazón para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras…”

Sabe lo que usted le está pidiendo a Dios cuando usted le dice ‘examíname’, le está diciendo a Dios, “Tu que vez más allá de lo que yo puedo ver, yo necesito que tu hagas algo en mi corazón.”

Sabe, lo que me gusta mucho de ese salmo es que ese salmo se está bajando como quien dice del trono del corazón y está diciendo, mira, yo no puedo hacer esto yo solo. So, me gusta porque ese salmo de alguna forma u otra indica que para yo poderle decir que Dios que me examine mi corazón, es porque yo he reconocido que yo he tratado de hacerlo por mí mismo y no puedo. Yo mismo me he engañado a mí mismo tratando de examinar mi corazón. Me creo que encontré algo que lo conocí y al próximo día vuelvo a visitarlo y es como que, ven acá, pero tu eres distinto, qué pasó?

Estoy aquí un domingo en la iglesia, oigo la palabra de Dios. Guau, que lindo. Salgo de aquí con cosquillas y llega el lunes y se me olvidó esa palabra y sale otra persona que es como wow! Pero qué pasó aquí? qué pasó con tu venir y tirarte de rodillas y llorar y orar por ti o algo? Qué pasó con todo eso?

Examíname oh Dios. Vuelvo de nuevo al salmo 139.

“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón, pruébame y conoce mis pensamientos, y ve si hay en mí camino de perversidad y guíame en el camino eterno…”

Miren, mis hermanos, para mí yo puedo decir que en estos últimos dos domingos que he escuchado al pastor predicar en estas líneas, yo he salido de la iglesia con un reto totalmente nuevo. Y yo les puedo decir que no va a ser fácil. Ese reto para mí no va a ser fácil. Y es el mero hecho de yo poder entender que si yo quiero que Dios me encamine en su camino eterno, yo voy a tener que dejar que él me examine a mí, que él extirpe cosas de mí que tiene que sacar, cosas que para mí tal vez son como, pero Señor, yo creo que esto está cool, yo creo que esto está bien. He vivido con esto y hasta aquí me ha permitido llegar, pero que tal vez a los ojos de Dios son cosas que van a decir como que, hay algo que yo quiero trabajar ahí aún más.

Y yo creo, mis hermanos, que en la misma forma Dios quiere trabajar con cada uno de nosotros. Yo creo que con un propósito Dios nos está llevando a nosotros como iglesia a meditar sobre la condición de nuestro corazón. El pastor ha estado predicando acerca de este pasaje de Jueces, donde Dios le dice Gedeón, mira, los que cojan agua de la mano y la laman, versus, los que se tiren así de rodillas y metan la cabeza en el agua, esos son los que yo quiero que tu dividas. Dios estaba buscando hacer algo ahí. Dios estaba buscando algo mucho más profundo. Que tal vez esos hombres en el momento quién sabe si hubo hasta algunos que se quitaron la ropa y se tiraron al agua a bañarse y refrescarse como lo hubiese hecho yo si hubiese tenido calor y me dieron un break en medio de la batalla, okay, un break, vamos a bañarnos y limpiarme la sangre que tengo por ahí.

Quien sabe si yo me hubiese tirado, Dios hubiese dicho, ese es el primero para afuera, no. se quitó la armadura demasiado rápido. Sácalo de ahí, mándalo para la caseta otra vez. Pero hay algo que Dios está mirando.

El mismo Gedeón en ese momento quien sabe si él ni lo entendía, pero Dios sabía lo que él estaba haciendo. Y ahí es donde viene de nuevo este elemento de la fe. Que Gedeón tuvo la fe, tuvo la valentía de confiar en lo que Dios estaba haciendo para ver el milagro que Dios iba a hacer después. Cuando nos atrevemos a exponernos a que Dios nos pruebe, a que Dios nos examine en nuestro corazón, prepárese para lo que Dios le va a mostrar.

Ahora, un punto bien importante. El que Dios nos examine no significa que Dios nos examine de acuerdo a nuestros propios términos sino que significa que Dios nos examina de acuerdo a los términos de él.

Ah, Señor, yo dejo que tu me examines y si lo haces así y así y así, y se me dejas seguir haciendo esto y esto, toca esta parte de mi corazón pero no esta. Eso es poniéndole términos, condiciones a Dios. Pero si verdaderamente queremos seguir este patrón bíblico de dejar que sea él que nos examine a nosotros, entonces tenemos que decir como que, no, Señor, mira, sin reservas, sin condiciones aquí estoy.

Yo no sé, mis hermanos, si estas palabras les están llegando, si estas palabras están calculando allá. Yo hasta me ponía a pensar en Santiago Capítulo 3, si no me equivoco, dice que nosotros no tenemos que ser solamente oidores sino también hacedores de la palabra de Dios. Y yo les digo, mis hermanos, si hay una razón por la cual yo puedo orar en esta noche, es pedirle a Dios que nos de tanto el valor como el deseo y la disposición de dejar que él trate con nosotros.

Muchas veces, mis hermanos, yo no sé si yo estoy hablando proféticamente aquí a alguien, pero muchas veces nosotros queremos que Dios bregue por nosotros pero en nuestros términos, nosotros mismos le ponemos condiciones y le decimos, no, quiero que esto pase así y así y así.

Y mire, yo entiendo que hay veces en nuestra vida que nosotros sí podemos como quien dice, cuando estamos orando por alguna bendición, buscando confirmación o algo de parte de Dios, mira, Señor, yo necesito ver esto y esto suceder. Y esas veces Dios permite que eso y eso y eso sea a su nivel cronológicamente de acuerdo al tiempo que nosotros enumeramos.

Acaso el mismo Gedeón no dijo, ah, tu me quieres llevar a la batalla, pues mira, este pedazo de piel que se moje el pedazo de piel y alrededor todo esté seco. Ah, fantástico, tu lo quieres así? Sucedió. El próximo día, okay, ya estás convencido? No, no, espérate, vamos a hacer otra prueba. Ahora que se moje todo alrededor pero que este canto de piel se quede seco. Ah, también lo quieres así? Vamos a hacerlo así. Cuando viene al otro día, es como que okay, ya estás convencido o quieres que ahora haga que bajen las estrellas y bailen alrededor tuyo para que te convenzan de que soy yo el que te está llamando a hacer esto? No, no, ya me convencí.

So, yo creo que hay momento en los cuales Dios permite que nosotros pongamos esos términos. Pero cuando estamos hablando de nuestro corazón, tu sabes por qué nosotros no le podemos poner términos a Dios? precisamente porque nuestros términos están contagiados por el pecado, son perversos, son engañosos.

Mire, hoy usted se puede sentir de una forma y mañana usted se va a levantar pensando en otra forma. Qué es lo que va a ocasionar que su moods cambien así tan rápido? Las hormonas? Fine, está bien. Las hormonas pueden causar eso. A quien le apliquen las hormonas, bueno, aunque eso va para hombres y mujeres también. Eso le va a todos, pero en algunos le pasa más que en otros, tengo que decirlo así.

Pero miren, mis hermanos, detrás de esas hormonas hay un corazón, hay un carácter también. Hoy usted puede salir pensando, este pastor Omar, botó la bola, es tremendo. Este pastor Omar está primero en mi lista. Y mañana si yo no lo llamo, el pastor Omar bajó al último lugar en mi lista, olvídate. Qué es lo que va a ocasionar que yo suba y baje en la lista de preferencia de su vida? Es el corazón de uno, mis hermanos, quién sabe si lo mismo pasa de ustedes hacia mí también. [Inaudible] hoy la tengo allá arriba, mañana se fue de mi lado.

Pero así es, mis hermanos, todo está aquí dentro. Proverbios 4 lo dice, sobre toda cosa guardada, y lo hemos estado escuchando en estos domingo pasados, sobre toda cosa guardada, guarda tu qué? Tu corazón porque de ahí es que mana todo lo que tu eres, todo lo que tu dices, todo lo que tu piensas emana de ahí.

Todas las cosas a las cuales yo me expongo van, de alguna manera u otra van a llegar a mi corazón. Jesús dice que los ojos son la lámpara del cuerpo. Todo lo que yo reciba por mis ojos, todo lo que yo me ponga en mis oídos a escuchar, las palabras que yo oiga de alguien, la música que yo oiga, videos que yo veo, las conversaciones en las cuales me meto que si aquel me manipuló mejor que el otro, todas las cosas que oiga, es más, hasta las predicaciones que Dios te oiga va, de alguna forma u otra a infundir sobre su corazón. Y entonces usted va a tener que poner a prueba otra clase de examinación que es la que sale en Tesalonicenses Capítulo 5, verso 22 que dice:

“Examinadlo todo retened lo bueno y deshecha lo malo.”

No dice probadlo todo, dice, examinadlo todo. Quieres que lo busques? Vamos a buscarlo por si acaso, no me quiero inventar la Biblia. Si yo estoy mal, yo quiero ser corregido. Primera de Tesalonicenses Capítulo 5, versículo 21, dice… a no ser que sea otra versión que dice, pruébalo todo… oye, cualquiera diría que te llevaron a un buffet y te están diciendo, ‘prueba todo lo que tu quieres aquí’ y de repente te comes algo que después sales con una alergia y se te hincha la cara, la nariz, las orejas y ahí tu querías probarlo todo? Coge.

Examínalo todo. Cuando tu estás examinando algo, recuerda que el proceso de examinación, el objeto está allá y tu estás acá. Tu estás examinando, levantas por aquí, por allá y antes de metértelo a la boca entonces, examínalo primero, reten lo bueno y deshecha lo malo. Y quién sabe si a eso yo le añadiría otra parte que dice, y deja en standby algunas cositas porque no sabes cuándo las vas a tener que volver revisitar otra vez.

Pero así es. Cuando Dios nos examina a nosotros y él prueba nuestro corazón y nos deja saber cómo estamos nosotros, nosotros tenemos que ejercer la misma medicina concerniente a las cosas que tenemos a nuestro alrededor, porque esas son unas cosas que van a probar cómo está nuestro corazón delante de Dios, cómo estamos funcionando.

Cuando nos enfrentamos a la tentación. Mira qué lindo. Hoy estaba leyendo, me estoy preparando para el mensaje del domingo y me crucé con una lectura que decía, cada tentación es una oportunidad para hacer el bien. Se ha puesto a pensar en eso? Usualmente nosotros lo leemos como que cada tentación es una oportunidad para meter la pata, para hacer lo malo. Porque nosotros asociamos la tentación con lo malo. Pero en esta lectura lo que decía es, cada tentación es una oportunidad para hacer el bien. Por qué es una oportunidad para hacer el bien? porque si tu respondes de acuerdo a lo que Dios quiere, lo que Dios pide de ti, para evitar el caer en tentación, si tu evitas caer en la tentación, qué estás haciendo? Estás haciendo el bien?

Yo tengo que examinar esas cosas a mí alrededor. así que mis hermanos, no los voy a seguir dando el canto esto, yo creo que entendemos el mensaje de hoy ¿verdad? cuántos pueden ahora verdaderamente atreverse a decir las palabras del salmo 139? No me digan amén por favor. Si hay un momento en el cual yo como predicador no quiero oír un amén es hoy. Y lo estoy diciendo en serio. Porque son palabras duras, mis hermanos. Yo mismo tengo que pensar, meditar esto y dejar que Dios verdaderamente trabajo en mí para yo poder decir, okay, Señor, mira, examíname. Yo sé que me voy a enfrentar a cosas feas que tal vez están ahí, que tu las ves y te hacen llorar y yo me he acostumbrado a ellas pero tu las ves y a ti no te gustan. Yo voy a tener que hacer algo al respecto.

Así que si yo quiero que tu me examines yo voy a tener que dejar que tu me muestres cosas que están en mí que a mí no me van a gustar. Pero para que se cumplan tus propósitos en mí, yo me voy a tirar en tu mesa de operaciones para que tu hagas conmigo lo que tienes que hacer.

Así que, Señor, mira, yo te pido que esta palabra, Señor, no se quede en el aire, por favor, Jesús, yo reprendo cualquier cosa que quiera causar que esta palabra se quede en el aire y que no llegue verdaderamente a nuestro corazón.

Jesús, yo sé que ahora mismo hay fuerzas del enemigo que van a tratar de impedir el que estas palabras lleguen, en cualquier forma que se pueda manifestar, pero yo te pido, Jesús, que la eficiencia de tu palabra, la eficacia de la misma llegue bien profundo a nuestro corazón y que nos de verdaderamente la disposición que necesitamos, el valor que necesitamos, Señor, para poderte decir, Señor, examíname, conoce mi corazón, pruébame, Dios, por más difícil que eso pueda sonar, pero el atrevernos a decir, Señor, ponme a prueba y yo no sé si me cuelgue en el examen o si pase con una C o si tal vez tenga una A pero, Dios, pruébanos.

Mira bien lo que está en nuestro corazón, hay cosas que tu quieres hacer en nuestros corazones, Señor. Yo te pido que por favor nos ilumines, Jesús, que nos ayudes a conocer en medio de todas las cosas tu gracia y tu misericordia que está ahí para levantarnos, para sostenernos, para llevarnos a través de esos caminos tan oscuros de nuestra vida, Jesús. Tu estás ahí para llevarnos.

Así que, Jesús, yo te pido que a medida que nosotros nos preparamos para salir de aquí de este lugar, regresar a nuestros hogares, yo te pido que por favor esta palabra pueda seguir haciendo eco en nosotros y que nosotros no ignoremos los principios que esta palabra quiere verdaderamente traer a nuestro corazón.

Son cosas que se aplican a muchas áreas de nuestra vida, no tan solamente en nuestra relación contigo, sino que también se aplica a nuestra relación con nuestro prójimo.

Señor, guíanos a través de ese proceso, aunque nos coja tiempo, pero como bien dice ahí, encamínanos en ese camino eterno. Si es un camino eterno es porque no tiene fin, Señor, y el fin de este se verá en la eternidad y aún en la eternidad seguirá adelante.

Así que, Señor, nos ponemos en tus manos. Has con tu pueblo como quieras, bendice, Señor Jesús, a mis hermanos y hermanas en esta noche. Llénales con tu amor, llénales con tu paz, llénales con todo lo bueno que hay en ti Jesús y permite, Señor, nosotros podamos alinearnos cada vez más y más a los deseos de tu corazón, Señor. Gracias te doy por este tiempo, gracias por tu palabra, Señor. Gracias por cada uno de mis hermanos y hermanas, y sobre cada uno de ellos yo declaro tu bendición.

Por tu hijo Jesús oramos y te damos las gracias. Amén, Señor. Amén, Jesús.

No permitas que las inundaciones de la vida te ahoguen

4 de julio del 2011 - Por Nancy Miranda

Una forma de evitar sucumbir ante las presiones de la vida es estudiando la Palabra de Dios. Cuando pequeña, me gustaba leer la historia de una niña que mantenía su Biblia en alto mientras era llevada por una inundación. Parece que a esa edad yo veía el “vaso medio lleno en vez de medio vacío.” Aunque no era bueno que la niña estuviera pasando por una dificultad—mantenía su Biblia en alto. De igual manera, yo me he aferrado al Señor Jesucristo a través de todas las inundaciones de mi vida, y Su Palabra ha alumbrado mi camino.

Proverbios 3:5-6

“Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos y él enderezará tus veredas.” Estos dos versículos quedaron grabados en mi mente a los 13 años de edad cuando en una ocasión abrí mi Biblia. A través de los años he podido comprobar que esto ha sido una realidad en mi vida y Dios enderezó mis veredas.

Sabemos que las malas decisiones acarrean consecuencias negativas, y generalmente las buenas resultan en beneficios. Los errores son parte de la vida y del crecimiento y madurez emocional. Lo importante es no quedarnos viviendo en el pasado; podemos hacer como el apóstol Pablo: “olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.” (Fil. 4:7)
A través del estudio de la Palabra Dios cambia nuestro carácter y actitudes. Si nos mantenemos estudiando la Biblia y en comunión diaria con Dios, él se encargará de guiarnos a toda verdad.

Querido Padre Celestial, gracias por guiarnos en nuestro caminar Cristiano.
Gracias por embellecer nuestra personalidad a través de tu palabra, disciplina y amor, y por darnos músculos espirituales que nos ayudan a mantenernos firmes cuando las tormentas de la vida nos acosan.

Un corazón que agrade a Dios

TRANSCRIPT

Iniciamos en una forma casi inesperada un tema el domingo pasado acerca del corazón, y Dios le fué dando una forma un poquito diferente según yo lo iba tratando aquí desde el púlpito, pero hemos estado meditando acerca de la importancia de un corazón que agrade a Dios, yo diría que ese podría ser el título de esta meditación doble no, un corazón que agrade a Dios, eso es lo que nosotros deseamos para nuestra vida, eso es ciertamente lo que yo deseo, que sea agradable a mi Padre celestial. Un corazón que cuando Él lo mire Él pueda ver algo que le traiga una sonrisa, y la meta de nuestra vida debe ser ésa.

Muchas veces nosotros ni siquiera sabemos lo que hay en nuestro propio corazón, uno no sabe qué hay en el corazón de una persona como yo decía aún gente que han estado muy cerca de nosotros, y por eso necesitamos que Dios como decíamos nos pruebe, a las personas, las influencias que tenemos a nuestro alrededor, los lugares a los cuáles nosotros vamos a someternos, nuestras escuelas, nuestra universidad, un seminario, una relación a largo plazo, un ambiente donde nos encontremos, una ciudad donde vamos a vivir, una cultura inclusive, tenemos que tener cuidado de discernir las cosas que están entrando a nuestra vida, porque estas cosas van a entrar en nuestro corazón.

Yo les hablaba del corazón para Dios, y uno de los personajes más interesantes, quién sabe por cuántos siglos, edades, no se supo lo que había en su corazón hasta que llegó un momento dado. Yo decía hay dos cosas que prueban el corazón de un individuo, un hombre, uno es el tiempo, porque a largo plazo lo que está escondido en el corazón sale a la luz, porque uno puede aguantarlo por cierto tiempo, pero sale a la luz lo que están escondido, y también las pruebas, porque en los momentos de gran presión cuando las cosas están apretadas verdaderamente, y una persona tiene que hacer una decisión, cuando viene una ganancia cuantiosa pero indebida, cuando viene una oportunidad de hacer algo que te va a dar gran placer pero tú sabes que es errado, cuando tú tienes una gran necesidad y hay una oportunidad de tú cortar una esquina y conseguir lo que tú necesitas porque tienes que pagar algo, o porque sino te van a quitar la casa o lo que sea y dices, bueno ya que el Señor no me ayudó me puedo ayudar a mí mismo, vienes y haces una decisión, haces algo indebido, algo ilegal, una oportunidad para hablar mal de una persona, hasta ese momento alguien te influye o te excita a decirlo, entonces las pruebas de la vida, muchas veces sacan a la luz lo que está escondido en el corazón también.

O pasa el tiempo, ocurren ciertas cosas en la vida que van como cambiando nuestro corazón, y van sacando a la luz otras cosas que estaban allí, por ejemplo Salomón, en su vejez, en el tiempo ya tardío de su vida, las muchas concubinas, y todas las mujeres que él permitió, pervertidas por la idolatría a otros dioses, Dios le dijo no se junten con esas culturas, no des tus hijos ni a tus hijas en casamiento con esas personas porque torcerán tu corazón hacia sus ídolos, y efectivamente eso le pasó a Salomón, no escuchó esa advertencia y terminó al final de su vida, dice que su corazón no era perfecto para Dios porque fué tornado hacia los demonios, e introdujo la idolatría y la maldición al pueblo de Israel, algo que tuvieron que bregar por siglos y siglos.

Lucifer, que el Señor lo reprenda, en eso estaba pensando no?, mire que interesante, Lucifer fué un ángel de luz, la cúspide de la creación de Dios, en toda la creación no había un ser más luminoso, Lucifer, más bello, más perfecto en un sentido, y talentoso que Lucifer, Luzbel, fué creado en una manera, y sin embargo en un momento dado salió a la luz algo que estaba dentro de él, cómo no me pregunte a mí, pero mire lo que dice aquí Ezequiel, capítulo 28, en el versículo 11, aquí a Lucifer se le dá el nombre de Rey de Tiro, porque en la biblia estos personajes como el príncipe de Persia, el rey de Tiro, son demonios, espíritus que rigen naciones. Evidentemente este personaje no puede ser un hombre, un ser humano, si usted lee todo el capítulo 28 los comentaristas de la biblia, han concluído casi unánimemente que esta es una referencia profética a ese espíritu demoníaco llamado Lucifer que luego se convierte en Satanás, por muchas razones usted vé claramente que no se puede referir a un hombre, dice en el capítulo 28 versículo 11, "Vino a mí palabra de Jehová diciendo, hijo de hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile, así ha dicho Jehová el Señor, tú eras lo más bello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura, en Edén, excepto Adán, Eva y la Serpiente, en Edén el huerto de Dios estuviste, de toda piedra preciosa era tu vestidura, de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, verino y ónice, de zafiro, carbunco esmeralda y oro, y los primores de tus tamborines y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación. Los seres humanos no son creados, Adán y Eva fueron creados, pero Satanás fué creado, es una creación de Dios.

Los seres humanos, Adán y Eva, hemos sido engendrados, pero este ser fue creado, configurado, de la boca de Dios o la mano de Dios. Dice: "tú, querubin grande, se refiere a un ángel", un querubín es absolutamente lo sumo de la creación, "tú querubin grande, protector", qué interesante, Satanás fué creado para proteger, hoy en día es todo lo contrario, sólo sabe robar, matar y destruir, muchas veces los dones de Dios cuando no son usados perfectamente se tuercen y terminan siendo todo lo contrario, la música Dios ha declarado, se la dió a Satanás, Lucifer era un ser que era como el adorador del cielo, se le dió talento para tocar, él no era músico era música, él no tocaba flauta era flauta, el podía reproducir sonidos, y podía hacer cosas increíbles a través de su carácter adorador, fué creado para adorar a Dios, y para proteger a la humanidad de la creación.

Dice: "Yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste, en medio de las piedras de fuego te pasé habas, perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad." En su corazón se descubrió como un puntito negro. Esta mañana yo pensé en traer una escultura de vidrio, de cristal puro, que nosotros tenemos, hay varias allá, pero usted vé el cristal puro, lo que es cristal bello, es una cosa preciosa, transparente, refule, brilla, pero si usted le pudiera meter una jeringuilla adentro de ese cristal y le pudiera inyectar un poco de tinta negra, usted vería lo que la dañaría, y así pasó en el corazón, cuánto tiempo estuvo Lucifer en el cielo adorando, pero por alguna razón, no me explique como Dios puede crear algo perfecto, porque los ángeles son unas criaturas muy raras, y no entendemos su biología, los ángeles son ahí entre hombre y Dios y algo raro no?.

El caso es que Dios lo creó de esta manera, y en algún momento de su inmensa trayectoria, había algo en su corazón que estaba allí escondido, y el tiempo y la oportunidad le descubrieron eso, y dice: "A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad y pecado, y pecaste, por lo que yo te eché del monte de Dios y te arrojé entre las piedras del fuego". Si usted quiere saber los orígenes de Satanás allí está, este es el texto, iglesia a través de los siglos, ha tomado el origen de Satanás. Dice: "Te arrojé entre las piedras del fuego oh querubín protector, se enalteció tu corazón, a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor, y yo te arrojaré por tierra, delante de los reyes te pondré para que miren en ti. Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones profanaste tu santuario, yo pues saqué fuego de en medio de ti el cual te consumió y te puse en cenizas sobre la tierra, a los ojos de todos los que te miran, todos los que te conocen de los pueblos se maravillarán sobre ti, espanto serás y para siempre dejarás de ser". Ese es el destino que Dios le tiene preparado a Lucifer, pero usted vé lo que pasa no?.

Cuando no nos cuidamos de lo que hay en nuestro corazón, en un momento dado, las circunstancias, las situaciones pueden torcer nuestra perspectiva, y pueden dañar. Cuando Dios descubrió este elemento de él querer comparársele, lean el capítulo 8, compararse con Dios, se vió tan grande, tan hermoso, tan poderoso, tan perfecto que dijo hey, qué tengo yo que estar adorando a este ser si yo puedo ser igual que Él, el orgullo, la altanería, el querer sustituir a Dios, e inmediatamente Dios discernió esto, lo alejó, le quitó su gloria, su autoridad y su belleza, y Satanás se tornó inmediatamente en un ser totalmente despiadado, horrible, sin nada bueno porque si la gracia de Dios no toca un ser se convierte en lo más grotesco que hay, solo porque la gracia de Dios está en un ser humano no se torna en una criatura horrorosamente fea.

Aún un criminal como este hombre que vemos ahí en el video, hay gracia de Dios en él que impide que no se convierta en un demonio viviente. Entonces eso es importante, no?, que nosotros veamos el corazón, y así puede ser, más uno no sabe muchas veces lo que hay en el corazón de los ambientes y las cosas con las que nosotros estamos asociados, nosotros muchas veces decimos que tenemos que tener cuidado de pedirle al Señor que nos pruebe, como es en el caso de Gedeón, que nos pruebe y trate como con aquéllas personas, individuos, ambientes, que van a tener influencia en nuestra vida, y con los cuáles vamos a compartir los elementos íntimos de nuestra vida, porque sólo Dios puede descubrir lo que hay en lo hondo, de una persona, y sólo el tiempo y las circunstancias pueden sacar a la luz lo que hay dentro, y cuando Dios prueba a alguien, y sale a la luz algo que no es para ti, como el dijo a Gedeón, el tal no vaya contigo, si Yo te lo apruebo va contigo, si Yo no te lo apruebo no va contigo, tenemos que ser obedientes.

Uno vé a través de los años y los años de consejería cuánta gente sufre porque no escucharon la voz de Dios o de la sabiduría, y entonces nos infatuamos con algo que queremos, y distorsionamos la voluntad de Dios con consecuencias terribles más adelante, así que tenemos que ser honestos con nosotros mismos y con Dios para que eso no nos suceda. Entonces uno no sabe lo que hay en el corazón, ahora, sabes qué, nosotros mismos muchas veces no podremos determinar lo que hay en nuestro propio corazón. A veces nos engañaremos a nosotros mismos acerca de quién somos, es lo más difícil para un ser humano. Cómo puede un ser humano determinar, sabes qué hay algo malo en mí, hay orgullo en mí, hay sensualidad en mí, hay deslealtad en mí, hay murmuración, hay rencor, hay rencilla, hay violencia en mí. Es difícil para un ser humano tener ese grado de grandeza y de percepción sobre sí mismo. Introspección. Es como yo tratar de rascarme la espalda totalmente, no puedo, y así el ser humano no puede examinarse completamente, honestamente a sí mismo.

Por eso el Salmista David dice examíname oh Dios, mira en mi corazón, pruébame, y qué está diciendo, tenemos que siempre estar diciéndole al Espíritu Santo, examíname, Señor, saca lo que hay dentro de mí, y muéstramelo, muéstramelo con toda honestidad, en el Deuteronomio 8, versículos 2 y 3, nosotros vemos allí lo que Dios hizo con el pueblo de Israel, donde Él les habla acerca de, dice aquí en el capítulo 8 versículo 2, "Y te acordarás por todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos 40 años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar lo que hay en tu corazón". El pueblo hebreo caminó 40 años por el desierto, y una de las razones para ello fué para que a la luz de todas esas peripecias, guerras, situaciones, salió a la luz todo, y se hizo evidente que sólo a través de la gracia y la misericordia de Dios ese pueblo iba a ser entrado en la tierra prometida.

No había nada de lo que pudieran enorgullecerse, no había nada allí, solamente la misericordia de Dios, y Dios quiso mostrarles, sabe que muchas veces Dios quiere exhibir públicamente lo que hay, Dios necesita sacar lo que hay, esta humanidad está en prueba todavía, dice cuando llegue el momento de colmarse la maldad de los hombres, entonces Dios actúa, pero tiene que sacar a la luz todas las cosas que están escondidas. Entonces vemos que más adelante dice, "te sustentó con maná, comida que no conocían ni tú ni tus padres, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, más de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre". Dios sometió a Israel a todos estos años de tribulación para enseñarles, para instruirlo, para formarlos. Entonces vemos que fué un proceso tanto de revelación de lo que estaba dentro de ellos, como de formación y de instrucción también, acerca de ciertas verdades que ellos tenían que saber. Lo mismo pasó con Moisés, el que habría de ser libertador del pueblo de Israel, Dios se tomó ochenta años para formar el corazón de Moisés, cuarenta años lo metió en Egipto para prepararlo, educarlo, instruirlo, y después cuarenta años lo metió en el desierto, para que allí en el desierto y el silencio de la noche, cuidando cabras, solitario, caminando por los caminos del desierto, aprendiera acerca de sí mismo, pensando reflexionando, su carácter se fuera formando, no?.

Y vemos lo mismo con Abraham, con David, con José, Dios está con esta gente, pero se toma su tiempo para formarlos, y someterlos a unas pruebas, ciertas experiencias, ciertos viajes que los van preparando y creando en ellos conciencia, madurez, alto conocimiento, instrospección, honestidad acerca de sí mismos, cuando Dios ya los viene a usar, ellos saben lo que son, ya Dios los ha triturado, los ha puesto a huír, a tener miedo, a fracasar, para templarlos y para que sepan quiénes son, porque un hombre, una mujer, que quieren servir a Dios, tiene que saber quién es. Porque si no en cualquier momento sale un ratón que no sabía que estaba allí.

Tú tienes que saber quién es y quién no es. Yo veo tanta gente en el ministerio tan seguros de sí mismos. Yo quisiera tener esa seguridad, pero sabes qué, lo digo solo por un instante, porque cuando uno conoce como uno es, uno no tiene tanta seguridad de sí mismo, yo digo solo por tu misericordia Señor, a mí me gusta la gente un poco insegura sabe, yo prefiero la gente, cuando yo veo un hombre muy seguro yo le tengo miedo sabe, porque si no es una seguridad excesiva, es muy saludable, es bueno tener un poco de miedo de sí mismo, y no creerse que uno, como Pedro, aunque todos estos estúpidos te dejen Señor yo me mantendré fiel a ti, cuando viene a decir Pedro Pedro, antes de que el gallo cante tres veces me negarás no solamente una, tres veces, no?. Hay que tener cuidado con la suprema seguridad de muchos de nosotros.

Y el pueblo de Dios muchas veces sabe guerra, y se equivoca, y quiere líderes así, gente segura, gente que declame bien, gente que dé buenos discursos, yo prefiero una persona sencilla de corazón, templada en Dios, que una persona que esté afectando mucha seguridad de sí mismo, y muchas veces uno pide eso de los predicadores, los evangelistas, gente que declame, que tenga pecho grande, pero eso no es lo que hace a un hombre un gran líder, es el corazón, lo que está dentro. Tengamos cuidado de no engrandecer inapropiadamente a nuestros líderes, discierna lo que hay en el corazón de la gente, seamos un pueblo discernidor. Porque Dios siempre está formando a ese tipo de personas. Dios se tomó, en el momento preciso, activó el llamado que tenía para ellos. Escuche esto, cuando se lo piden y se lo permiten, Dios forma a los hombres y a las mujeres. Dios se forja un plan de tratamiento y formación, y a lo largo de la vida, usa circunstancias, eventos y relaciones humanas, para formar el corazón de sus escogidos.

Todo lo que pasa en el corazón de sus hijos es para tratarlo y forjarse un corazón conforme a su corazón. Dios es muy intencional en la manera en que trata con nosotros. Hermano, yo digo, si la gente entendiera, sentados allí, o hablando en el púlpito, o sirviendo a Dios en alguna cosa que, hermano mire Dios siempre está como Jesús en la higuera, Él está con la mano apártate, apártate, yo quiero fruto, yo quiero el fruto, no quiero el follaje, y nosotros creemos que el follaje va a apantallar de alguna manera a Dios, no sé si la dicen en otros paises, queremos apantallar a Dios como si Dios se dejara apantallar, o el diablo se dejara apantallar, el diablo sabe y Dios sabe porque es infinitamente sabio, lo que hay en tu corazón, en tu vida.

Examina tu corazón, Dios quiere integridad en tu corazón, no hay nada más que aplaque el corazón de Dios, y al diablo no lo intimida ni lo impresiona otra cosa que lo que hay en tu corazón, qué eres cuando él te vé. Y entonces Dios está, si usted y yo se lo permitimos, Dios va a trabajar, yo creo que en mi vida y en tu vida nada sucede por coincidencia, todo sucede es porque Dios está, por medio de su Espíritu, día con día, 365 días al año, tratando conmigo para forjarse un hombre que sea agradable a él. Si tú ves tu vida así, por eso el apóstol Pablo dice, todas las cosas ayudan a bien, a bien quiere decir que a final de cuentas aunque vengan cosas malas a tu vida y dificultosas, Dios puede tornar todo eso y usarlo como materia prima, para forjarse una obra material ética, espiritual, moral, que traiga agrado a su corazón y bendición al mundo, digan amén a eso aunque sea para darme un poquito de ánimo.

Y sabes qué, hay que vivir la vida así hermanos, como que cada día cuenta, cada experiencia cuenta, cada película que yo vea, cada conversación, cada experiencia que hay en mi vida, algo tiene Dios hermanos con eso, por qué lo permitió Dios, qué me quiere enseñar y cómo puedo ser mejor, y cómo puedo deshacerme de algo que no es bueno que esté allí, vive tu vida intencionalmente, porque Dios quiere formarse un corazón agradable a Él. Sabes que también quiere formarse una iglesia agradable a Él, Dios está trabajando con nosotros como una familia espiritual, y está trabajando en León de Judá, yo digo sí, sigue formando el corazón colectivo de esta iglesia.

Quita todo lo que no sea tuyo, toda hipocresía, toda doblez, toda mediocridad, toda tibieza de corazón, todo autoengaño, quítalo, todo lo que no sea santo, lo que no sea agradable, comienza con éste que está aquí arriba, busca una iglesia que su corazón te agrade Señor, sométenos, trátanos, porque eso es lo que un hombre, una mujer, y si tú tomas en serio esa visión Dios va a tratar tu vida y te va a llevar a través de un proceso de formación en tu vida, por qué, sabe qué, si el corazón está sano, si el corazón de un hombre, una mujer está sano, no quiere decir que esté perfecto, si el corazón de un hijo de Dios, de una hija de Dios está sano, la vida de esa persona será bendecida y prosperada.

El corazón atrae y determina todo lo demás, incluyendo el favor de Dios, por eso es que la biblia dice, sobre todas las cosas guardadas guarda tu corazón porque de él mana la vida. Por eso es tan importante dejarnos formar por Dios y darle gran importancia a ese proceso formativo en nuestra vida, porque es lo único que va a garantizar que nuestro corazón vaya a ser agradable a Él, y entonces eso atraiga la bendición y el favor de Dios. Dice Lucas, eh perdón Eclesiastés, el capítulo 2, versículo 26, dice allí, recuerde que dice que los ojos de Dios recorren toda la tierra para buscar a aquéllos que su corazón sea acorde a lo que Él busca. Ahora mire aquí dice: "Porque al hombre o la mujer que le agrada, Dios le da sabiduría, ciencia, y gozo, más al pecador dá el trabajo de recoger y amontonar para darlo al que agrada a Dios." Sabes lo que atrajo del corazón de David a Dios, no era lo perfecto de ese hombre, porque David era un hombre muy imperfecto, pero tenía un corazón que agradaba a Dios, tenía un corazón noble, un corazón sano, mujer si tú te vas a casar con un hombre, mira, búscate una persona que tenga un corazón sano, no le busques el tamaño de sus piernas, o el color de sus ojos o cuánto mide, busca su corazón, busca su psiquis, busca su mente, busca su carácter, busca en esos lugares, porque eso es lo que va a bendecir o no bendecir tu vida. Así que ten cuidado como tú juzgas, porque ese pedazo de carne que en realidad es una metáfora, hoy en día hablaremos de psiquis, carácter, personalidad, subconsciente, hay muchas expresiones psicológicas que definen el corazón, pero yo no encontraba algo más lindo, y tan perfecto que el corazón. Pero hay que examinar el corazón, si es sano, eso atrae la bondad de Dios.

Qué atrajo a María de Dios, por qué Dios escogió a María y no a una princesa en alguna corte real, en alguna parte del mundo, ese corazón de María, era una virgen tanto por fuera como por dentro, esa sanidad de María, esa inocencia, muchas veces nosotros queremos gente sofisticada, gente turbia, calculadora, esos son los que se salen con la suya en este mundo, pero sabes qué, están destinados al fracaso, sus riquezas se les hacen agua en las manos, por una parte entra el dinero y por otra parte entra la infelicidad, la enfermedad, la neurosis en sus vidas, lo único que garantiza ganancia fructífera verdadera en su vida es un corazón sano, nunca obtengas nada por cálculo, deja que el Señor te lo dé, si el Señor no te lo dá no lo busques, y asegúrate que siempre la metodología de tu vida sea una metodología sana.

Sé una persona sana, honesta, que la gente te pueda voltear la espalda y sepa que no se le va a meter un cuchillo detrás, que tu corazón esté en tu mano, y la gente sepa quién tú eres, que sepa que pueden confiarte a ti sus propiedades, y su honor, todo, y que tú lo vas a manejar en una manera adecuada, eso atrae el amor de Dios, y eso es lo que permite que sea de bendición, voy a leer esto solamente sin comentarlo para que el Señor actúe en su vida, puede comenzar Enrique ahí a darnos una musiquita.

Cómo podemos asegurarnos de que nuestro corazón atraiga la voluntad de Dios. Qué tenemos que practicar, escuche esto, número 1, regálenme unos zapatos, una corbata, después de esto, porque vale la pena, número 1: llena tu corazón de la palabra de Dios, deja que ella lo configure a fuerza de leerla, estudiarla, y meditar sobre ella día y noche, después búsquese Salmo 19, versículo 111 y 112, aprenda a meditar la palabra, amarla, la palabra debe ser lo que forme tu vida, número 2: haz un pacto con la verdad, haz un pacto con la verdad, y ámala, de manera que no te engañes a ti mismo, sé honesto con Dios y contigo mismo en todo lo posible.

Interesantemente la biblia dice que el corazón es engañoso más que cualquier otra cosa así que no disimules tus defectos, no proyectes sobre otros tus defectos, no disfrazes las motivaciones y las intenciones verdaderas de tu corazón, y no transfieras las culpas a otros. Si no cásate con la verdad y haz un pacto a muerte, que yo voy a respetar la verdad de donde venga, como venga, aunque venga de una persona que me odia, si hay verdad en lo que dice yo voy a escuchar y recibir la verdad que está en él, en ella. Cásate con la verdad. Número 3: entrégale deliberadamente a Dios tu vida, para que Él forme tu corazón a lo largo de tu vida, entrégale a Dios tu vida para que Él forme tu corazón a lo largo de tu vida, que Él te someta a un proceso formativo para que tú forjes tu trayectoria en el mundo. No lo resistas, ni lo resientas cuando Él actúe en maneras desagradables o inesperadas, porque Él trabaja solo, en el sentido de que tú no le puedes decir a Él lo que Él haga, tú no puedes tomar una carta en algo al final, dí Señor haz lo que quieras, fórmame, y quiero que lo haga, relinche y berree, porque yo quiero que Tú formes mi corazón Señor.

Número 4, pídele a Dios como el salmista que examine tu corazón continuamente. Examíname, pruébame, que te pruebe, y revele todo lo que hay en ti que no le es agradable, y que lo extirpe y lo conforme a su preferencia a lo que Él quiere, Señor examíname, toda mi vida, cada día, y saca a la luz todo lo que no sea agradable para ti, yo quiero saber qué cosas presentarte en adoración, quiero hacer de mi vida un tema grato, para que sea lo que Tú quieres que sea. Y finalmente, pon la adquisición de un corazón bien formado por encima de todo otro objetivo en la vida. Escuche esto de nuevo, pon el adquirir un corazón bien formado por encima de todo otro valor, yo quiero un corazón que te agrade Señor, tú tienes que hacer un tema de esto en tu vida, mi corazón, mi corazón, mi personalidad, mi actitud, mi fuerza, lo que yo soy, es eso lo que me define, yo quiero que eso ante todas las cosas, no quiero dinero, no quiero riqueza, no quiero influencia, no quiero adoración de la gente, no quiero una gran casa, no quiero fama, quiero que mi corazón sea agradable a ti Señor. Que eso sea la fuerza motriz de tu vida, porque eso Dios lo va a tomar en serio hasta que tú seas lo que Él quiere, pon tu corazón ante Él.

Y finalmente vigila las cosas que entran a tu corazón. Ten cuidado, lecturas y entretenimientos habituales, influencias humanas, habituales, tu pareja, y la iglesia que escoges, los mentores que escoges, vigílalo, ahí tiene que haber un guarda a la puerta de tu corazón, un querubín, que pare y diga dame tu identificación, quién eres, estás conforme a la palabra de Dios, estás a tono con lo que este hombre, esta mujer quiere ser delante de Dios, vigílalo. Porque muchas veces tú permites que agua sucia entre a tu corazón, a través de una película, una lectura, hábitos, conversaciones, que entra a tu corazón, cada vez que tú estés sometido ante esa pantalla de televisión, o esa pantalla de cine, esa conversación, o esa gente alrededor de ti, pregúntate, está esto a favor de Dios, está contribuyendo esto a la edificación de mi vida espiritual, y si no, coge el hacha más grande que tú consigas por allí y córtalo, vigila la influencia que entra a tu corazón.

Pongámonos de pie, y quiere el Señor formarnos el corazón conforme a su corazón, esto tiene que ser una meta de toda una vida hermanos, a Dios no le satisfacerá nada que no sea un corazón conforme a su corazón, no hay nada que le traerá satisfacción, ni obras, ni dinero, ni servicio, ni nada, un corazón que lata para Él, y una vida decididad a muerte, cuando se muera, que cuando Dios mire su corazón diga, me agrada, me honra, y eso traerá felicidad a tu vida, traerá fruto, traerá abundancia, todo lo demás. Gloria al nombre del Señor.

Buscar el Reino de Dios y qué más?

TRANSCRIPT

Hay algo que quiero testificar y lo comento en línea con toda esta temática que hemos estado hablando en los últimos miércoles, de verdad. Hay veces que yo no entiendo por qué el Señor me mueve a hablar del tema de la fe como lo he estado haciendo, pero por algo es. Y yo creo que en los tiempos en que nosotros vivimos, ahora más que nunca nosotros tenemos que fortalecer nuestro sentido de fe en nuestras vidas, nuestro sentido de creer en el Señor, en las promesas del Señor, y de creerle que él está activo en medio nuestro, de que él está haciendo cosas que si nosotros nos enfocamos demasiado en lo que tenemos de frente, nos vamos a perder de vista lo que verdaderamente Dios está haciendo y ahí es donde viene ese sentido de fe, el sentido de fe mira más allá de lo que nosotros tenemos por delante.

El sentido de fe que Dios ha puesto o en la convicción, esa convicción que pone en nosotros se va más allá de lo que yo puedo ver, de los problemas que yo puedo tener en mi vida, en mi familia, en mi cuerpo, sea como sea, cuando yo logro ver más allá yo tengo que reconocer que hay un Dios que es real, hay un Dios que está vivo, hay Dios que está en el cielo, y hay un Dios que tiene consideración de nosotros, no importando el punto en nuestras vidas donde nosotros nos encontremos, Dios tiene consideración de los suyos.

Miren, el viernes cuando estuvimos aquí en este de oración largo y esto es mí testimonio por así decirlo, ya eran como las 12 de la medianoche y yo me había dicho, pues, a las 12 de la medianoche me voy a ir porque el sábado yo tenía que ir Woodsturn a predicar en una actividad allá y tenía que ir temprano. So, yo me dije, bueno, pues ya cumplí aunque sea casi 10 horas de oración so, cumplí. Iba a ponchar y justamente cuando iba a ponchar voy caminando por allá detrás y el Apóstol que estaba aquí dirigiendo con el pastor Roberto el tiempo de oración, de repente me dijo, “Pastor, pastor, don’t leave.” Y yo como que, ay, y a mí que no me gusta que me pongan en el spot, pues, usted sabe la reacción. Es como que todos los ojos mirando para ahí atrás, yo como que… trágame tierra.

Pero el asunto fue que yo respondí y, de nuevo, yo estaba ya con mi mente que nos vamos, pero lo que caminé de allá atrás a aquí al frente fue como que mi mente de nuevo volví a caer en sintonía, porque yo sé de las cosas por las cuales yo he estado orando y más en ese día. Si les doy a conocer un poco de mí corazón, para que ustedes conozcan un poco del corazón de uno de sus pastores. Yo creo que yo he compartido esto muchas veces, o sea, el ministerio es algo bello, es algo precioso. Yo le doy gracias a Dios por haberme escogido para ser uno de sus ministros en este tiempo y en esta iglesia, pero asimismo como digo eso, yo también reconozco que el ministerio es bien drenante y hay veces que uno se dice, guau, Señor, si tu no haces algo yo creo que me caigo, algo va a pasar conmigo.

Y yo recuerdo que aún durante mis vacaciones que fue una semana antes de ese tiempo de oración, aunque yo les digo que no fue que saqué una hora completa para irme aparte y orar y conectarme con el séptimo cielo o algo así. Pero yo sé que en mi corazón yo, cada momento que venía ese sentimiento en mi corazón yo me decía, “Señor, por favor, recuerda que yo necesito que tu me hables, que tu me digas aunque sea algo, aunque sea una chispa, aunque sea un suspiro, pero que yo pueda saber que eres tu.”

Y pasé esa semana y obviamente uno cuando vuelve de vacaciones es como uno necesita más vacaciones de las vacaciones, para poder recaer otra vez en rutina. Pero obviamente eso no funciona. Pero fue una semana bien ajetreada en distintas cosas, y el viernes cuando estábamos aquí por la mañana cuando yo llegué, ese viernes en la mañana, la presencia del Señor estaba tan y tan fuerte aquí que yo recuerdo que yo me arrinconé en esa esquina, me metí detrás de esa bocina y yo me solté delante del Señor, y yo me digo, “Señor, I need something. Yo necesito algo de parte de ti.”

Y yo creo que el Señor empezó a hacer algo ahí en esa esquina conmigo. Yo no sé por qué pero hay algo aquí en esta esquina, aquí y aquí que siempre que yo me meto ahí, esas han sido las experiencias mías en estos 10 años. yo no sé si es que me estoy metiendo debajo de la paloma, yo no sé si es eso, pero en los 10 años que yo llevo aquí en la iglesia, mis hermanos, yo se los digo, hay algo en esa esquina que siempre que me meto ahí a orar, Dios me alcanza.

Hagan fila, cojan turna, esa es la esquina del pastor Omar ahora. Pero el asunto es que en la noche entonces este Apóstol me llama, que yo vengo caminando, y el pastor él sintió de parte del Señor darme una palabra también, pero cuando él me habló la voz de él tronó como… y no sé, hubo algo en mí que empezó a estremecerse cuando el pastor empezó a dar esa palabra sobre mi vida y yo me quedé como que, “Oh, Señor, espérate, esto yo no me lo estaba esperando.” Y me quedé ahí sentado como que patidifuso, yo no sé si ustedes entienden ese… okay, estaba tieso, vamos a decirlo así, embobado me quedé, embobado pero concentrado.

Sí, fíjate, tenía un poquito de paniqueo dentro de mí también. No lo voy a negar. Créeme cuando yo oigo una voz así que truena es como que… pero el asunto es que cuando se desató un tiempo de oración aquí y entonces este Apóstol me llamó y empieza a orar por mí, empieza a orar por mí en una forma que yo no me lo esperaba. Y empezaba a orar en línea concerniente a uno de mis roles aquí en la iglesia, y fue algo donde yo pude comprender como que, guau, Señor, esto sí que yo no me lo esperaba.

Había orado por eso, pero hace tiempo atrás. Pero la forma en que se dio la ministración, yo no me lo esperaba. Y para mí eso fue algo que afirmó mi fe, afirmó mi sentido de compromiso, de llamado con el Señor, y a la misma vez, mis hermanos, afirmó el mero hecho de yo poder saber que Dios está pendiente a las oraciones de sus hijos y de sus hijas.

Porque miren, aunque sean pensamientos que le crucen a uno por la cabeza, aún esos pensamientos, el Señor está pendiente de cada uno de ellos. Y cuando menos uno se lo espera, algo viene que es como que, oh, verdad es, si yo había orado por esto. O tal vez no había orado pero lo había pensado, y aún ese pensamiento como dice la Escritura, porque aún nuestros pensamientos Dios los conoce muy bien. no está la palabra en mi boca, y he aquí, oh Señor, tu la conoces.

So, esas palabras se confirmó a mí ahí en ese momento que estaba yo secando mis lágrimas, por así decirlo. Pero esto más bien lo digo, mis hermanos, para que todos podamos ser afirmados de que todas estas cosas que hemos estado hablando acerca de nuestra fe, mis hermanos, yo no lo estoy hablando por hablarlo, no lo estoy hablando por gastar saliva o algo así. No, mis hermanos, yo lo estoy hablando porque yo tengo una convicción bien cierta de que Dios está ahí escuchando y que Dios está dispuesto a responder a nuestras peticiones, pero y a la misma vez, cuando él responda, nosotros tenemos que tener la suficiente fe para responder a lo que Dios nos diga a nosotros.

O sea, no podemos orar solamente por el mero hecho como que, ah, Señor, sí, háblame, dime algo. Cuando esa revelación venga hay que estar listo, hay que estar lista para responder también. No nos podemos conformar solamente con el mero hecho de que ah, sí, Dios me habló, hizo algo. No, o sea, si Dios me habló, si Dios hizo algo, y ahora qué? Hay algo más que hay que hacer.

Así que yo les animo, mis hermanos, déjame hablar un poquito más de la fe. Porque esto vino del miércoles pasado. El miércoles pasado yo me inspiré por una pregunta que me hizo un hermano aquí en la iglesia, ese hermano no está aquí hoy, pero bueno, voy a seguir con este impulso.

Y este hermano el miércoles pasado cuando yo voy saliendo, me agarra y me hizo una pregunta que me cogió de sorpresa, válgame. Muchas sorpresas me están agarrando así en el momento. Y este hermano me preguntó lo siguiente: yo no sé si ustedes se recuerdan que el miércoles pasado, en un momento del mensaje que yo estaba hablando acerca de ese sentido de fe que por fe los héroes de la fe estaban buscando una tierra mejor, estaban buscando algo mejor. Y yo hice la conexión que así como ellos buscaban algo mejor, nosotros también obedecemos al llamado de Jesús de buscar primeramente el Reino de Dios y su justicia y todas las demás cosas nos serán añadidas.

El asunto fue que ese simple comentario captó la atención de este hombre y cuando voy saliendo el hombre me pregunta, “Pastor, qué significa buscar el Reino de Dios y su justicia?” Yo le hago la pregunta a ustedes ahora. Imagínense que yo soy un recién convertido y que no entiendo muy bien esos términos bíblicos religiosos que usamos a veces, yo les estoy preguntando, qué significa buscar el Reino de Dios y su justicia.

No me respondan. Solamente calcule esa pregunta ahí en su cabeza, en su corazón. Yo sé la respuesta y la voy a compartir. Lo primero que yo estaba pensando, mis hermanos, es que si usted ve la historia a lo largo de la historia de la humanidad, la humanidad se ha desarrollado basado en ideologías o perspectivas que han tenido la gente en distintos momentos a lo largo del mundo.

En la época de lo cavernícolas, de repente, no sé un cavernícola le dijo al otro, “Mira, hace frío,” parece que se molestaron o algo y empezaron a tirar piedras y las piedras sacó una chispa y de la chispa salió fuego. Tenían una idea, pensaban que la piedra era para romperle la cabeza al otro, pero cuando se la tiraron otra piedra, salió una chispa y la chispa produjo fuego. So, tuvieron otra idea. Aprendieron a usar el gaico lo más seguro.

En el 1490 y pico los reyes de España pensaban que el mundo era cuadrado, que la tierra era plana, que después de salir en el horizonte lo que había era un precipicio. Y este hombre tenía la idea de que no, hay algo más allá. Y ah, Cristóbal tu estás loco, chico. Se los voy a probar. Esta idea que yo tengo es real y allí se lanzó. Y por ahí en alguna en forma salimos nosotros.

Una ideología fue cambiada por otra. Este hombre creía de que la tierra no era plana, que había algo más allá después de esa línea. Y esa idea lo movió. Él lo creyó y lo movió.

Roma fue construida, cómo es que dice la frase? Ladrillo a ladrillo. Así fue construida Roma, porque alguien tuvo la idea de que un imperio grande se tenía que construir ladrillo a ladrillo, paso a paso, hombre a hombre, mujer a mujer. Y así lograron hacer uno de los imperios más grandes y más reconocidos en la historia del mundo.

Pero todo proviene de que alguien tenía una idea y esa idea la comunicaron en algún momento y alrededor tenía que haber personas para creer esa idea, para creerla, aceptarla y vivir de acuerdo a esa idea.

Hoy mismo, si yo les empiezo a hablar a ustedes, hermanos, tengo una idea y se las empiezo a vender de alguna forma u otra, los que crean en lo que yo estoy diciendo, van a adoptar esa idea y de alguna forma u otra se van a alinear a esa y van a vivir de acuerdo a esa idea.

Y si esa idea es buena o mala, yo se las puedo presentar lo más convincentemente posible para que ustedes la adopten y puedan vivir de acuerdo a ella. Y tal vez algunos de ustedes me van a creer y me van a seguir, como también puede haber otros de ustedes que digan, “Este pastor se fue algo en el coco así que siga con sus ideas por allá, por otro sitio.”

Cuando Jesús vino predicando y anunciando el Reino de Dios, Jesús vino trayendo una idea que era distinta, contraria a la ideología por la cual estaban viviendo los judíos en aquel momento. Así que imagínense ustedes, en aquel entonces cuando Jesús empieza su ministerio, él empieza predicando ‘arrepentíos porque el reino de los cielos está en medio de ustedes.’

Cuando él empieza a predicar así, la gente se queda como que, wow, espérate tu estás saliendo con una enseñanza totalmente distinta a la que nosotros hemos escuchado. Así que yo me pongo a pensar entonces, qué es el Reino de Dios, qué es el reino de los cielos, porque son una terminología que se intercala una con la otra.

Póngase a pensar usted, no sé cuántos de ustedes conocen historia medieval, algunos de ustedes conoce la historia medieval? O brincaron esa clase o se salían de esa clase o se quedaban dormidos en esa clase?

Déjeme ponérselo, yo iba a decir, en aquel entonces no había texto. Okay, no entendieron el chiste. En la época medieval no había textos, al menos textos como nosotros los tenemos hoy. Había sí textos escritos pero…

El asunto es este, yo tratando de ilustrar qué significa esto del Reino de Dios, o al menos tener una imagen clara en mí mente. Déjeme ponerlo de esta forma: cuántos de ustedes vieron la película de Braveheart, de Mel Gibson. Algunos han visto esa película? Yo sé que es larga pero muy buena. Es muy buena historia.

El asunto es que en esta película obviamente presentan a este personaje de William Wallace que poco a poco se va revelando en contra del poder que estaba establecido en aquel momento en Escocia. En aquel entonces en esa película lo que representa es un tipo de gobierno donde había un rey que tenía un dominio sobre todo un área y era un gobierno feudal, por así decirlo, que en distintas regiones tenían lo que se llamaban señores y esos señores estaban a cargo de dominar y gobernar sobre los distintos recintos o provincias que estaban asignados a ellos.

Entonces, nosotros como personas civiles que en aquel entonces se concebían como siervos, usted escogía dónde iba a vivir y entonces usted se tenía que someter al cuidado de ese señor que estaba a cargo de esa provincia. Ahora, el usted someterse al cuidad de ese señor significaba que usted también iba a adoptar los principios y los valores que regían a esa provincia.

Pero el asunto es que ese señor estaba sometido también a la autoridad del rey. Ahora, cuando yo pienso esto en la dinámica del Reino de Dios lo que yo pienso es en esto, y no se duerman, okay? Yo sé que esto puede sonar un poquito medio letárgico, pero piensen en esto. El Reino de Dios sí ejemplifica un tipo de gobierno que Jesús estaba presentando en la historia de la humanidad y era un tipo de gobierno donde aquellas personas que lo recibieran, que escucharan esa idea y que la creyeran, si querían vivir en ese Reino, se iban a tener que someter al cuidado de ese Rey, me siguen por dónde voy?

Ahora, ese gobierno del Reino de Dios no estamos hablando que es un gobierno geopolítico, o sea, no es algo que tiene que ver ocupar territorio y con tener políticos aquí tangibles, sino que más bien el Reino de los Cielos, el Reino de Dios es algo que se tiene que ver más en términos espirituales. Porque no es algo que se puede medir tangiblemente como que hay un presidente, y hay que elegir el presidente. No, no, no, así es como lo estaban viendo los discípulos. Pero eso no era el tipo de Reino que Jesús estaba hablando. El Reino que Jesús estaba hablando era un sistema totalmente nuevo. Era una ideología totalmente nueva a la cual la gente iba a tener que decidir vivir por ello o no.

Y aquí, mis hermanos, es donde yo veo que está ese elemento de fe. Porque así como Jesús se presentó enseñando esto también había otros rabinos y otros maestros en el área que enseñaban sus propias ideas y la gente las creía o no las creía. Pero lo que hizo la diferencia con Jesús es que había algo en él. Ahí es donde yo veo que una de las primeras cosas que hay que hacer es, ver si la persona que me está ofreciendo esa ideología tiene credibilidad o no. ahí es por donde la fe empieza a moverse de alguna forma u otra.

Esta persona que me está vendiendo este producto que promete que va a limpiar todas las cosas, desde la grasa de carro hasta el kétchup en una camisa, esa persona que me está vendiendo eso, ¿tiene credibilidad o no? no tiene credibilidad. Créanme que si la persona que lo está diciendo no tiene credibilidad, usted va a pasarle por encima a lo que le está diciendo.

Ahora, pero si esconde esa credibilidad detrás de una cara de ‘yo sé lo que te estoy diciendo’ pues, entonces uno tiene que ejercer un discernimiento aún mayor. Ahí es donde uno tiene que empezar a ver como quien dice, los frutos de la vida de esa persona. Y aquí es donde Jesús fue algo tan excepcional porque las palabra de Jesús, tras que venían llenas del poder del Espíritu Santo para traspasar a lo más profundo de los corazones, iban probadas también con actos.

O sea, Jesús no solamente se quedó en las palabras como muchos políticos hoy en día que hablamos, hablamos y hablamos solamente por coger votos pero a la hora de la acción es como que nada. O la acción que se logra es una acción más en favor de ellos que cualquier otra cosa.

Pero Jesús no fue así. Jesús mantuvo su credibilidad en que sus palabras no tan solamente eran efectivas, sino que también sus acciones las estaban respaldando todas y cada uno de ellas.

Miren, mis hermanos, donde yo veo que nuestra fe se basa en algo mucho mayor todavía. Si estamos buscando algo, estamos buscando como decía el miércoles pasado, una patria que es divina, una patria que es eterna. Estamos buscando el Reino de Dios que es algo que no se puede medir en términos físicos terrenales, pero que sí es algo que está ahí y es existente. Y en esa dirección es en la que nosotros vamos.

Ahora, pero buscar el Reino de Dios y qué más? Y su justicia, porque ese aspecto de justicia también es bien importante. Y es un aspecto de justicia que lo tenemos que aceptar también a través de la fe. Porque hoy día en términos de justicia cada cual lo jala como quien dice, para su lado. Cada cual quiere justicia a su propia forma.

Hernán me puede decir, “No, yo quiero que se me haga justicia.” Y entonces José sale y me dice, “No, no, yo quiero que se me haga justicia también.” Carmen me dice, “No, yo quiero que se me haga justicia.” Vanessa me dice, “”No, yo quiero que se me haga justicia.” Y entonces cuando vengo a ver tengo 75 perspectivas distintas de cómo hacer justicia y me voy a quedar, okay, pero entonces qué tipo de justicia vamos a llevar a cabo aquí?

Pero cuando estamos hablando de buscar el Reino de Dios y su justicia, ya ahí mi justicia se quedó a pique porque tengo que ajustarme a la justicia del Reino de Dios. ya no estamos hablando en que se me haga justicia de acuerdo a mis términos, estamos hablando de que se haga justicia de acuerdo a los términos de Dios.

Y aquí es donde las cosas se ponen mucho más interesantes todavía, mis hermanos, porque todos nosotros, y yo me voy atrever a decir eso, y si alguien se molesta, perdónenme, pero todos nosotros nos gusta jalar la soga para el lado de nosotros, a todos, nadie me venga a decir, ah, yo soy un santito, no, que la soga se vaya del lado del otro. Claro. Yo quiero ser como usted entonces.

En algún momento todos nosotros queremos jalar la soga para nuestro lado, que se haga justicia en el lado de nosotros. Pero cuando Jesús está diciendo este estilo de vida que yo les estoy pidiendo, que yo les estoy demostrando, que yo les estoy enseñando es algo mucho mayor. Porque si ustedes quieren vivir como sería los términos de un reino, si ustedes quieren vivir bajo la protección de ese Rey, si ustedes quieren vivir con el bienestar y la prosperidad de este Rey, si ustedes quieren experimentar todas las cosas buenas que este Rey te puede dar, te vas a tener que someter a los principios, los valores y las responsabilidades que ese Reino va a demandar de ti.

Si tu vas a venir a este Reino a imponer tu propia agenda, este no es el Reino del cual tienes que participar. Es bien interesante que Jesús, óigame, Jesús lo hizo tan y tan claro y puede sonar como palabras bien bonitas, bien domingueras, oh, buscar el Reino de Dios y su justicia, ah, y todo lo demás os será añadido.

Mire, no es tan bonito como usted se cree. Porque cuando ese Reino empieza a demandarle a usted, entonces es como que, pero yo no sabía eso. Yo no sabía que yo tenía que amar a mis enemigos. Yo estaba viviendo todavía bajo la ley de ojo por ojo y diente por diente. Me dan un puño y yo les doy dos. Ese no es el Reino de Dios.

El Reino de Dios es qué? Ah, te dieron una cachetada? Qué es lo que dice el texto? Ponle la otra cara para que te la aparejen con el otro lado. Ahora, el Evangelio según Omar Soto, lo que dice es que después de la segunda, tu sabes, pues ya ahora me toca a mí. No. eso es un libro apócrifo, por favor, no le hagan caso.

Miren, mis hermanos, déjeme resumir con esto, ya me pasé 5 minutos. Déjeme 3 minutos más. Déjeme resumir esto. Qué es buscar el Reino de Dios y su justicia? Esto lo que implica es el que yo me pueda someter, sujetar y dedicarme a conocer en su totalidad lo que es el Reino de Dios, su valores, sus principios, sus reglas, sus beneficios. Eso es lo que implica buscar el Reino de Dios.

Si usted estaba pensando buscar el Reino de Dios solamente por obtener los beneficios, se equivocó. Los beneficios no deben ser la motivación por la cual usted va a buscar el Reino de Dios. acuérdese lo que Jesús está diciendo, ‘busca el Reino de Dios y entonces estas cosas… poquito a poquito se te van a añadir, pero lo primero es que tu busques esto. Esta debe ser tu motivación. Esto debe ser tu impulso, tu ímpetu. Ahí es donde tiene que estar.

Qué es lo que significa esto? Implica, aquí yo menciono 3 cosas, implica, número 1, el que yo pueda promover ese Reino de Dios, que yo lo pueda promover, que yo pueda hablar de ese Reino también, porque me gusta tanto, me identifico tanto con ello que hablo de eso.

Implica el que yo pueda contribuir también al Reino de Dios. en la época medieval cuando un siervo decía, ‘yo quiero vivir bajo la cobertura de usted’. Ese siervo lo que estaba diciendo es, ‘estoy dispuesto a contribuir también a su reino, lo que usted necesite de mí.’ Sea que contribuya con aguacates, vianda, lo que sea, una cabra, un caballo, lo que sea, yo voy a contribuir eso al reino también.

En el caso nuestro, tal vez no vamos a venir aquí donde el pastor, ‘Pastor, mire, le voy a traer esta yuca, esta vianda para contribuir al reino. Si lo trae, hey, almuerzo, chévere. Pero me entienden? Estamos hablando del contexto aquí de hoy. Implica el que yo pueda contribuir al bienestar del Reino de Dios.

Y por último, hago énfasis en esto, mis hermanos, implica también el que yo pueda proteger el bienestar del Reino de Dios. y ahí me paro, mis hermanos, porque esto es algo bien delicado y bien serio. Porque el mero hecho de que yo estoy bajo la cobertura de un rey, no significa que yo me convierta en un instrumento para proteger la salud de ese reino también.

Hace poco estaba leyendo estas tarjetas devocionales de los 40 días de propósito de Rïck Warren, y me crucé con una tarjeta que cuando la agarré me cautivó tanto que la tengo aquí en mi Biblia guardada. Y esa tarjeta, miren lo que dice:

“Es mi responsabilidad proteger la unidad de mi iglesia.”

Yo creo que esta tarjeta llegó en un momento crucial en mi rol como pastor y en mi rol como un miembro más de esta iglesia. Esto fue hace un mes atrás que yo leí esta tarjeta. Y yo me digo, guau, Señor, pero esto es bien interesante, es mi responsabilidad proteger la unidad de mi iglesia.

Piense usted, aquí es donde usted está, piense usted en estas líneas, es mi responsabilidad, no es la responsabilidad del pastor Miranda, no es la responsabilidad del pastor Omar, ni del pastor Greg, ni del pastor Samuel, no es la responsabilidad de los diáconos, no es la responsabilidad de los líderes de ministerio, el líder de mí célula, no es la responsabilidad del líder de alabanza y oración es mí responsabilidad proteger la unidad de mi iglesia.

El verso bíblico que dice, Romanos 14:19, “Esforcémonos por promover todo lo que conduzca a la paz y la mutua edificación.” Eso es ser parte, eso es una parte de buscar el Reino de Dios. el yo poder buscar la paz y la unidad del Reino aquí donde Dios me ha puesto.

Así, mis hermanos, por fe no tan solamente estamos buscando algo mejor para nuestras vidas, sino que estamos buscando el Reino de Dios, porque a través de alcanzar el Reino de Dios nosotros entonces alcanzamos todo lo que Dios tiene para nosotros. Eso es lo que significa buscar el Reino de Dios. Buscar aquello que define el gobierno de Dios sobre el mundo entero y cómo yo me puedo integrar a eso y cómo yo lo hago entonces, eso va a ser la próxima parte donde entonces empiezo a hablar acerca de las bienaventuranzas. Porque Jesús lo menciona todo ahí.

Qué significa vivir en el Reino de Dios? está todo ahí. Lea la Biblia y conocerá. Vamos a ponernos de pie y vamos a orar, mis hermanos.

Dios mío te doy las gracias porque tu nos llamas a ser parte de tu Reino. Tu nos llamas a adoptar una vida totalmente distintas, tu nos llamas, Señor Jesús, a vivir bajo tu cobertura. Eso es lo que tu nos estabas ofreciendo cuando empezaste tu ministerio, lo que nos sigues ofreciendo ahora y por fe creemos que la consumación de este Reino se va a ver cuando tu vengas por tu iglesia una vez más y que todos podamos vivir juntos delante de la presencia de Dios, delante de tu presencia.

Que rico va a ser eso, Señor! Poder estar delante de tu presencia por toda una eternidad. Así que, Señor, en el entretiempo que estamos aquí, enséñanos a poder entender lo que significa buscar tu reino aquí en este tiempo, Señor, en esta tierra, en esta ciudad donde nos has puesto a vivir, con las personas que tenemos a nuestro alrededor, enséñanos a poder entender lo que significa buscar tu Reino y su justicia. Que nosotros podamos someternos por completo a esos principios, a esos valores que tu tienes sobre nuestras vidas y así entonces, como tu quieras, como tu determines, poder recibir las bendiciones que tu tienes para con nosotros, esas bendiciones abundantes, esas riquezas en gloria que tu tienes para nuestras vidas.

Señor, yo te pido que estas palabras fortalezcan los corazones de mis hermanos y hermanas en el caminar que ellos tienen contigo, Jesús, dirígeles, guárdales, protégelos, que ellos puedan llegar con bien hasta sus hogares, Señor, y que tu les des un descanso tranquillo, reparados, y que mañana si así tu lo permites podamos echarle mano a todo lo que pueda traer el día.

Te damos la gloria y la horna solo a ti. Llévanos con bien y en tu nombre Jesús oramos. Amén y amén.

Limpieza en la Casa

27 de junio del 2011 - Por Myrza Marilys Lassús

Me levanto temprano. Comienzo a limpiar los baños, luego la cocina, luego a separar la ropa para lavar, luego a recoger la sala, luego recoger los cuartos, finalmente pasar la aspiradora… etc., etc., etc. Esta es la rutina de la limpieza de la casa. Sería perfecto limpiar y no tener que hacerlo jamás. Viviéramos en un paraíso si así fuera. Pero no. Tan pronto limpiamos, tenemos que comenzar de nuevo. Es un círculo vicioso. ¿Qué quiere decir eso? ¿Qué no somos limpios? ¿Qué no nos preocupamos? ¿Porque la casa se ensucia de nuevo? Porque no vivimos en un mundo perfecto. Porque quizás no tenemos a una persona que lo haga por nosotros. Y esto muchas veces nos impacienta y nos molesta que tengamos que volver con lo mismo.

De la misma forma es nuestra vida espiritual. Por un lado se limpia algo y por otro lado vemos que hay más cosas por sacar: enojos, pleitos, iras, contiendas, disensiones, envidias, jactancia, rencores, mentiras, injusticias, odios, etc. Y, quizás decimos, “no tenemos remedio”. Pero esto no debe de ser nuestra preocupación. El Señor murió por nosotros en una cruz y nos dio la salvación y nos limpio de nuestros pecados desde antes de nacer; ya el nos conocía por nombre. Y nos mando al Consolador para ayudarnos con nuestra santificación. ¿Sabes lo que el Señor pide de nosotros? Que le busquemos en espíritu y verdad y TODAS las demás cosas vendrán y parte de esas cosas es el cambio en tu vida. Cuando le buscas, el Espíritu Santo te redarguye y cambias porque cambias. Veras las cosas diferente y no vas a querer hacer esas cosas que antes hacías… así poco a poco limpias tu casa interior.

Que el Señor nos colme de paciencia y de paz para poder atravesar el camino de nuestra limpieza interior. Gracias Dios Redentor por tener misericordia para con nosotros. No lo merecíamos, pero tuviste misericordia y nos redimiste del pecado. Gracias por Tu gracia. Amén.

Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazon!

TRANSCRIPT

Vamos a Jueces capítulo 7, la Santa palabra de Dios, Jueces, antes de leer este pasaje solo quiero ponerme en contexto, se trata del ministerio de Gedeón, Dios llama a Gedeón a libertar a su pueblo de la opresión, de una nación mucho más fuerte que ellos, los Madianitas que han oprimido a Israel por mucho tiempo, los Hebreos reclaman a Dios, se arrepienten de sus pecados, Dios decide liberarlos, y levanta a un hombre que se llama Gedeón, le da instrucciones, y antes de él llevarlos a la guerra, con el grupo de hombres que se han comprometido con él de ir a la guerra, Dios decide que tiene que hacer algo para aclarar las cosas y definir bien quienes van a ir con él, y quienes no. Entonces la batalla está delante de ellos y está muy inminente, van a ir a la guerra, entonces éste es el contexto, hay treinta y dos mil hombres, treinta y dos mil hombres que se han ofrecido para ir a la guerra con Gedeón, ante un ejército mucho mucho más grande.

Treinta y dos mil puede parecer un número grande pero comparado con el número inmenso del enemigo eran poquísimos. Entonces Dios decide que si se van los treinta y dos mil, aunque es un número pequeño relativamente, es todavía un número demasiado grande para lo que Dios tiene, algo muy importante es que cuando la gente está preparada, Dios no necesita mucha gente para realizar su labor, y tú no necesitas tener muchos recursos, no necesitas tener grandes recursos para hacer grandes proezas en la vida, lo que necesitas es un corazón adecuado, y eso yo quiero hablar, de nuestro corazón, por eso el Señor decide poner a prueba estos hombres. Otra cosa muy importante aquí es, la biblia dice son muchos hombres los llamados pero pocos los escogidos. Todos estos hombres, estos treinta y dos mil hombres, habían hecho algo muy importante y noble, y era ofrecerse para ir a la guerra, ya eso era mucho, pero no todos estaban preparados ni eran conforme al corazón de Dios.

Hay mucha gente que quiere servir al Señor, mucha gente que tiene deseo de hacer cosas para Dios pero no están preparados, sus corazones no son conforme a lo que Dios quiere y necesita. Por eso mucha gente dará vueltas toda su vida sin lograr lo que tanto desean, porque su corazón no está preparado. Y hasta que el corazón no está preparado no viene el éxito, y el logro que Dios quiere. Por eso es que tenemos que tener cuidado, con cómo está nuestro corazón, y de hecho, lo que me animó a tratar este pasaje, originalmente aunque Dios le dió un giro diferente esta mañana, es el hecho que yo había preparado mi sermón, de hecho cuídate de lo adecuado, a veces nosotros decimos que lo adecuado es bastante bueno, alguien ha dicho que lo bueno es el enemigo de lo excelente, no es suficiente ser bueno y adecuado, uno tiene que buscar la excelencia, sobre todo en como servimos al Señor, y en el servicio al Señor eso es tan importante, la forma en que caminamos delante de Dios.

Algunos dirían bueno venir a la iglesia eso es suficiente, yo doy mi diezmo, yo sirvo al Señor qué más quiere, que se conforme con eso, esté tranquilo, sabe qué?, Dios merece algo mucho mejor que eso, Dios merece la totalidad de nuestro ser, Dios merece acciones de grandeza, de exageraciones para Él, para su gloria, entonces mire lo que pasa cuando estos hombres están allí listos para ir a la guerra, se han registrado, creen todos que van a ir pero Dios dice a Gedeón, versículo 4, ya quizá hasta se olvidaron donde estábamos, Jueces 7:4, pero es parte del sermón, eso es la, como se dice por ahí, la ñapa, yo creo que la palabra verdadera es la yapa, pero vamos a decir ñapa, latinos que somos. Ok, 7:4, dijo Dios a Gedeón: "Aún es mucho el pueblo", en otras palabras, Gedeón dijo treinta y dos mil, eso es todo lo que tenemos, es bastante, Dios dijo sabes son demasiados, quítame un poco de esa gente, aún es mucho el pueblo, llévalos a las aguas, esta mañana Dios me esclareció, aún en el momento de leerla, llévalos a las aguas, tú sabes lo que revela el carácter de un hombre, una mujer, el corazón, las aguas, cuáles son las aguas, las aguas de la prueba, las aguas de la vida, las aguas de los problemas, las aguas de la presión, las aguas del tiempo, eso es lo que revela lo que hay en un hombre, en una mujer.

Hace poco una persona que nosotros conocemos muy bien, era esposa de un hombre, hoy en día hay que aclarar eso también, esposa de un hombre que habían vivido juntos creo que son veinti pico de años, y un día este hombre se va de la casa con otra mujer, se va a su país y se desaparece prácticamente, de allá le informa que ya no quiere estar más con ella, y la deja como decimos nosotros. Veinti pico de años viviendo con un hombre y tú no sabes lo que hay en su corazón pero un día sale a la luz, yo le dije bueno hermana mejor sola que mal acompañada. A veces tú puedes vivir, acostarte con una persona y no saber lo que hay en su corazón, pero el tiempo, la prueba, y la presión de la vida, las aguas, sacan a la luz lo que hay en el corazón de las personas, por eso es importante que nosotros sepamos lo que hay en nuestro corazón, Dios le dice llévalos a las aguas, porque eso es lo que saca a la luz, cuando las aguas te están llegando hasta el cuello, y qué tú vas a hacer ahí, ahí se va a saber lo que tú tienes dentro del corazón.

Llévalos a las aguas, y allí te los probaré. Me gustó esto también, te los probaré. Sabe que nosotros necesitamos decirle Señor, yo no sé con quién camino, pruébamelo para saber qué hay dentro de ellos, sea en el matrimonio, sea en el noviazgo, sea en una sociedad financiera, de trabajo, sea en el ministerio, sea en la amistad, tú tienes que decirle al Señor, pruébamelo, pruébamela, joven si tú te vas a casar tú tienes que decirle al Señor Señor, pruébamela, te la suelto, te lo suelto, pruébamelo, a ver qué pasa, saca a la luz lo que está escondido, porque muchas veces no sabemos lo que hay, yo creo que tenemos que tener cuidado con quién nos asociamos, eso va a determinar nuestro destino, y tenemos que tener cuidado por ejemplo donde vivimos, donde estudiamos, a qué ciudad vamos.

Lot se fué a una ciudad, se llamaba Sodoma, porque le gustaba lo que veía, se veía muy frondosa, muy verde, pero no juzgó conforme al corazón de Dios, y por eso terminó en desastre su vida, perdió a su mujer, perdió todo lo que tenía, porque no le pidió a Dios que le probara a donde él tenía que ir, sino que se dejó llevar por los ojos. Muchas veces nosotros hacemos decisiones de quién va a ir con nosotros a la guerra, a la vida, a los eventos y las luchas, las empresas de la vida, en vez de decirle al Señor, Señor, métele fuego por debajo de los pies a ver qué sale de ahí, a veces salen cucarachas, alacranes, y a veces salen cosas buenas también, pero hay que tener cuidado con eso.

Entonces Dios dijo Yo te lo voy a probar, los que van a ir contigo en esta empresa, dámelos a mí, usted tiene que decir en la vida dámelos Tú Señor, es importante eso, y cuando Dios te diga algo hazlo, y aquí dice "Y del que yo te diga, vaya contigo, este irá contigo, más del que yo te diga este no irá, no irá". Hay que tener cuidado de nuevo porque muchas veces Dios nos dice esa persona no es para ti, no vayas con él, no vayas con ella, ese amigo no debes andar con él. Esa ciudad no es la que Yo quiero. Esa carrera que tú vas a escoger, sí te va a dar mucho dinero, pero no es la que Yo tengo para ti. Mire si Dios te dice no vayas con eso, no vayas con eso, obedece al Señor, obedece al Señor, escapa con tu vida, vive lo que Dios dice, entonces del que Yo diga no irá no dirás por favor, no no vayas, no por favor, no irá.

Y Jehová dijo a Gedeón, y aquí hay algo muy importante, Dios es un psicólogo tremendo, y Él lo sometió a una prueba muy interesante, dice: "Cualquiera que lamiere las aguas como lame el perro, aquél pondrás aparte. Es decir que él cogía su agua y simplemente la bebía, de esa manera, apresuradamente, "aquél lo pondrás aparte". "Así mismo cualquiera que se doblare sobre sus rodillas para beber". Dice aquí que fué el número de los que lamieron llevando el agua con la mano a su boca, la cogían y la bebían así, que los que lamieron el agua con su boca, trescientos hombres, 1%, menos del 1%, cada cien hombres uno lamió el agua con la mano, los otros se tiraron al agua y a beber agua desenfrenadamente. "Y todo el resto del pueblo se dobló sobre sus rodillas para beber el agua. Y Dios dijo a estos trescientos hombres, os salvaré. Y entregaré a los Madianitas en tus manos, y váyase toda la demás gente cada uno a su lugar". Yo me imagino cuando le dijeron a todos esos otros treinta y un mil hombres que se tenían que ir a casa se fueron refunfuñando como hacemos nosotros, molestos, qué tiene que ver cómo yo beba el agua, qué quiere decir eso. Gedeón se ha vuelto loco y es un arbitrario. Pero Dios sabía lo que estaba haciendo. Ahora yo me rompí la cabeza mucho tiempo meditando qué veía Dios en esa prueba, por qué Él escogió a esos trescientos hombres, y asegurándome que Meche no me viera, ni supiera lo que yo estaba haciendo hice una prueba en la bañera, e imité lo que estos hombres hacían. Y estos hombres que metieron la boca en el agua se doblaron, se llenaron de agua, pusieron la boca y la cabeza, estamos revelando algo de lo que había en su corazón, pusieron algo de lo que había en su mano, revelaron algo que había en su corazón también.

Si usted hace la prueba como yo lo que yo entendí es que esos hombres que bebieron el agua indisciplinadamente, se doblaron, doblar las rodillas, hay formas de doblar las rodillas que son muy buenas y otras que son muy malas, yo creo que esta gente al llenarse de agua y beber indisciplinadamente, porque recuerden que el enemigo estaba alrededor, porque para mí beber agua así, tú no puedes beber mucha agua así, yo creo que estos hombres bebieron así con la mano porque sabían que iban a la guerra y no podían beber demasiada agua, tenían que tener cuidado, estos hombres quizás eran más disciplinados, dominaban más su necesidad, y bebían solamente lo necesario en una forma incómoda, yo creo que revelaron en su corazón cierto sentido de la misión que estaba dentro de ellos, y tomaron solamente lo necesario y en una forma incómoda, los otros bebieron lo que les dió la gana, se doblaron, se metieron a absorber el agua, no tuvieron suficiente atención al hecho de que delante de ellos estaba la guerra, mientras que los otros tomaron la misión, bebiendo solamente un poquito de una forma disciplinada.

Estaban revelando quién estaba apto para la tarea, quién era de un corazón entregado a la misión, quién era de un corazón en control de sí mismo, y otros que revelaron que simplemente su apetito y su necesidad, era lo que les interesaba, y yo creo que esos trescientos están comprometidos con la misión, que están dispuestos a pagar el precio, esos son los que Dios está dispuesto a usar. Revelaron lo que había en sus corazones, en sus psicología, en su temperamento, en su carácter. Usted entiende?, y es interesante que eso es lo que Dios va a hacer siempre en la vida con los hombres y las mujeres que Él quiere, los va a probar en las aguas, lo que usted haga, las acciones pequeñas de su vida dicen mucho acerca de su carácter general. Por eso yo siempre observo las cosas pequeñas porque eso es lo que revela el corazón de una manera mucho más clara que las grandes.

Entonces yo medité eso esta semana, el origen de esto era porque yo cuando iba de viaje, teníamos delante 24 horas de oración, yo no había tenido tiempo de preparar bien el programa de esas horas y, eran 24 horas de acción que teníamos por delante, queríamos llenar cada hora de cosas activas, bien intencionadas y con propósito, pero no habíamos tenido tiempo para planificar todo bien, había hecho un bosquejo así básico, y entonces del aeropuerto llamé prácticamente y dije Samuel no tengo todas las cosas claras, dejé un mensaje a David también, había hablado con Toby también y aquí en el ministerio, pero todo estaba así deforme, desordenado así como las aguas en el mundo que Dios ordenó, entonces lo dejé y tuve que irme, y allá estuve trabajando todos esos días, de vez en cuando miraba el internet, y veía que había señales de vida en lo que estaban haciendo, veía correos que se estaban intercambiando, pero cuando regresé encontré un programa muy bien formado, muy bien organizado, y descubrí que estos líderes habían estado trabajando arduamente, y cuando llegamos aquí lo único que tuve que hacer fue meterme en el programa y Dios bendijo, dije gracias Señor por hombres y mujeres que toman en serio la encomienda que se les dá, y ejecutan con excelencia sin que uno los esté azotando por la espalda para que hagan lo que tienen que hacer, porque tienen un carácter de excelencia, y eso es lo que quiere levantar Dios en este tiempo, un pueblo que tome en serio las cosas de Dios, y que ejecute, y que sean leales en lo que se les encomienda, y tomen en serio las encomiendas del reino, de su líder, de su iglesia, y ejecuten pulcramente lo que se les está.

Wow, que buena es la excelencia, que bueno es contar con gente que tú les dices algo y corren con la misión y tú puedes despreocuparte de ellos, eso es tan importante, entonces otra ilustración que fué lo que confirmó predica sobre eso esta semana, en mi tiempo de oración, todos trabajaron, como digo señala una persona porque fué algo que me impresionó de ellos, preciosos, no estoy señalando a nadie ni por comisión ni por omisión. El caso fue que mi hermano Bruno tenía uno de los tiempos de oración y llegó a las dos de la mañana que le tocaba a él, y estuvo cuatro horas y pico tocando allí durante el tiempo de oración, adoración, y él se quedó mucho tiempo más de lo que yo creo que estaba programado para él, y yo veía que escogía los himnos, veía su atención a lo que estaba haciendo, y su deseo de enriquecer los tiempos de sus hermanos con su acción, y dije wow que bueno, es como una ama de casa que hace una comida, y le echa sus diferentes sazones.

Yo he descubierto que la diferencia entre un plato bueno y uno excepcional es los detallitos que se le echa a la comida. Ese poquito de comino que tú le echas, o culantro, ese fuego bajito que tú lo pones o que lo dejas una hora extra sazonándose al fuego, eso es lo que hace la diferencia sí o no?. Es el cuidado, la atención, es el detalle pequeño, la atención, y entonces eso, pero sabe qué es lo que más me motivó acerca de este hermano, cuando terminó yo dije wow, que excelente labor, sabes se subió otra vez y se puso a cantar con el coro de tres hermanos, ya el no estaba en el primer lugar tocando el piano pero decidió, voy a darle más fuerza a los que están adorando como uno más de los que estaban adorando, se subió allí, y para mí eso fué todavía más importante, ese detalle. Sabes que así es que Dios vé a los hombres y a las mujeres hermanos, Dios siempre está observando todo lo que nosotros hacemos.

Y nosotros creemos que no. A veces es un detalle pequeñito, pero Dios siempre está mirando. Yo creo que uno tiene que vivir la vida sabiendo que 24 horas al día, 365 horas al día Dios te está mirando, 60 segundos por minuto. El ojo de Dios está, la computadora divina está midiendo los movimientos más pequeños de tu corazón, tus sentimientos como tú adoras al Señor. Hay veinte, treinta personas que verdaderamente adoran al Señor, otros adoran genéricamente, o hay diferentes grados. La mujer con flujo de sangre estaba metida en una multitud y cuando ella tocó el borde del manto de Jesús, el Señor se estremeció por dentro y salió poder de Él, sin quererlo ni siquiera. Por qué, porque esta mujer tenía algo en su corazón que la distinguió de la multitud. Y cuando Él dijo quién me tocó, los discípulos dijeron pero como quien te tocó si hay una multitud, todo el mundo está empujándote, no Él dijo alguien me tocó. Pero por qué, porque lo tocó con una necesidad, una urgencia, una premura.

Una intencionalidad, su corazón se distinguió del montón, como estos hombres se distinguieron del montón. Estos otros treinta y un mil setencientos habían hecho algo muy bueno, digno de encomio pero, había trescientos que eran, hacían la diferencia, y así es el mundo a través de la cualidad del hombre, la mujer, que sirve al Señor, lo que hace la diferencia, si usted mira a través de la escritura, usted vé siempre eso, Dios siempre prueba a los hombres y a las mujeres, Abraham le dijo yo te voy a dar un hijo, a los 75 años le dijo yo te voy a dar un hijo, voy a hacer cosas grandes a través de ti, voy a bendecir la humanidad a través de ti. Y al que te maldiga yo lo voy a maldecir y tú vas a ser de renombre a través de los siglos, a un beduíno seco como una pasa le dijo eso.

Y entonces pasaron veinticinco años y tuvo el hijo, y después que lo tiene porque hay una cosa mira, Dios puede tener grandes propósitos con un hombre, una mujer, pero yo creo que muchos hombres y mujeres, no cumplen lo que Dios ha determinado para ellos, porque su corazón no ha sido tratado por Dios, no se han dejado tratar por Dios, se han conformado con lo mínimo, su interpretación de la palabra y del reino es muy básica, y entonces yo sí creo que Dios puede tener un propósito con un hombre, una mujer, y ese propósito no cumplirse, porque su corazón no le agrada a Dios. Y por eso Dios puso a Abraham a prueba y lo metió a las aguas, y le dijo dame tu único hijo, ese hijo por el cual había esperado casi 100 años, que ahora llenaba su corazón, era abuelo y papá a la vez, y Dios le dijo dámelo, sacrifícamelo, y sabe qué, Abraham con todo su dolor terrible que debe haber tenido, le iba a meter una puñalada a su vida, porque Dios se lo había dicho, porque Dios quería ver que había en él, me ama a mí más que a su hijo?. Es digno este hombre del gran llamado que yo tengo para él?. Vamos a sacar eso a la luz, vamos a hacer un experimento, y Abraham dió la talla.

Cuando le iba a meter el cuchillo Dios le dijo aguántate, yo lo único que quería ver era lo que tú ibas a hacer. Dios prueba, Dios está mirando tu corazón, eso es lo que a mí me asusta de todas las cosas que yo vivo, es que yo sé que Dios siempre me está mirando, yo tengo que vivir mi vida como que yo siempre estoy en la balanza, porque Dios y el diablo te están mirando siempre, cuando Dios le dijo Job, Dios le dijo qué te parece mi hijo Job, no hay ninguno como él en la tierra, mira cómo se comporta, mira cómo se conduce, mira cómo me honra, mira lo pulcro que es en la vida. Y le dijeron claro Tú lo has bendecido con estas cosas, dinero, hijos, reputación, influencia, quién no te va a servir así, claro que te sirve porque es egoísta.

El diablo es un cínico por si acaso. Y le dice pruébalo. Él le dijo mira quítale lo que Tú le has dado, a ver si te sirve. Ok, quítale las riquezas, se mantuvo firme. Ahh pero tiene muchos hijos, descendencia, uno de esos te conoce. Quítale los hijos a ver si te sirve. Se le mueren los hijos, firme. Y finalmente le dice sí pero, su cuerpo todavía está intacto, y si hay salud todo lo demás se puede bregar con ello, y le dice bueno tócale, pero no le toques su alma, y entonces le viene una sarna terrible a Job, y ahí dice su esposa, le dijo a Job, maldice a Dios y muérete, Dios es un sinverguenza y un infiel, y Job dijo yo creo que mi redentor vive y que Él está conmigo, y con lucha en su corazón se mantuvo allí, y esto suscitó el respeto de Dios.

Porque es que las aguas te prueban. Cuando las aguas están llegándote al cuello, y tú tienes que decidir si hago algo indigno o hago algo digno, y me consigno a la misericordia y a la fidelidad de Dios. Ahí es donde tú sabes verdaderamente, qué tú vas a hacer, y yo les puedo decir hermanos, es una retahila de personajes y versos que prueban esos siempre en la biblia, las acciones, revelan el corazón y a Dios le importa mucho, estos hombres aquí, Dios dijo vamos a probar, y entonces eso fué lo que sacó a la luz. Hay dos cosas que yo digo prueban el corazón de una persona, el tiempo porque el tiempo, uno puede hacer cosas por voluntad, simplemente por fuerza, o por lo que la gente diga, o por interés, pero llega un momento en que tú te cansas, si no es algo genuino que está unido a tu personalidad, tu psicología, llega un momento que si lo que tú estás haciendo no está unido a tu corazón, te vas a agotar y un día va a salir el monstruo, y una cosa que es bien importante, y lo segundo es la prueba, a veces la aflicción, la prueba, la crítica, los problemas financieros, las amenazas, una oportunidad que venga, eso hace que una persona que si no está su corazón claro, va a salir, por eso es importante que lo que tú haces nazca del interior, y tú dejes que Dios forme tu personalidad, y tu corazón, y tu psicología, porque eso es lo que va a determinar qué es lo que va a salir a través de tu vida, a través del tiempo..

Entonces eso es importantísimo que entendamos. Entonces para Dios el corazón es lo más importante que hay. Antes de usar o bendecir a alguien. A Dios no le interesa tanto el tamaño de un hombre, una mujer, su pedigree académioco, su alcurnia familiar, no le interesa cuánto dinero tiene, lo que le interesa es cómo está su corazón, y por eso es que Él se preocupa tanto por eso, hay un rey en la biblia, Asa, papá de Josafat, que un día cuando viene un gran ejército contra él, clamó a Dios y le pidió que lo librara, e hizo una oración conmovedora, y Dios oyó su oración, lo libró, y lo bendijo, y le dió victoria contra ese inmenso ejército, y vino otro gran ejército, contra su pueblo, pero yo me imagino que este hombre ya se había cansado, con el tiempo, porque qué es lo que pasa hermanos, la vida, si tú no no te cuidas, te va como gastando los dientes de la máquina, y por eso es que uno tiene que cada día de la vida renovar su compromiso con el Señor.

Para que los dientes de tu máquina estén bien afilados, siempre. Para que si tu corazón no está adecuado, la vida va quitándote ese filo, ese sello del Señor. Y en su tiempo más avanzado, más adulto vino otro ejército contra él. Y esta vez Asa en vez de hacer lo mismo que hizo la primera vez, buscar al Señor, lo que hizo fue que hizo una alianza barata, militar con un rey impío, y entregó todos los utensilios del templo, entregó las riquezas de su país, para afiliarse con un ejército impío, para que atacara al otro ejército y él no tuviera que tratar con la invasión, y se salió con la suya pero sabes qué, cuando él venía de la batalla se encontró con un profeta y mire lo que le dijo, dijo "Por cuanto te has apoyado en el rey de Siria y no te apoyaste en Jehová tu Dios, por eso el ejército de Siria ha escapado de tus manos". Recordó lo que había pasado antes Los Etíopes y los Sirios, no eran un ejército muy numeroso, con carros y caballos, con todo porque te apoyaste en Jehová Él te los entregó en tus manos, porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra para mostrar su bendición a favor de los que tienen corazón perfecto para con Él. Los que tienen corazón perfecto para con Él. Eso a mí me estremece.

Yo siempre digo mis hermanos lo que siempre está mirando toda la tierra, Dios está ávido de gente que tenga un corazón apasionado para con Él y pulcro, y de excelencia, que lo prefieran a Él por sobre todas las cosas. Uno cree que Dios no se fija pero hermanos Dios se fija en lo pequeño y en lo grande, lo íntimo y lo público, lo que tu haces cuando nadie te ve es quizás lo más importante de todo, y lo que tú haces a largo plazo Dios siempre está mirando eso, recuerda eso. Yo tengo que recordar eso continuamente, y Dios quiere bendecir gente, Dios quiere prosperar gente, Dios quiere levantar profetas, maestros, gente de influencia, pero siempre está buscando qué hay en su corazón. Y donde quiera que hay un siervo apasionado, de excelencia, Dios lo selecciona y lo aparta, para que pelee sus grandes batallas y sean honrados y bendecidos.

Los ojos de Dios están rondando toda la tierra para mostrar su favor a los que son de corazón perfecto para con Él. Y tus acciones como la acción de Asa mostró, sabe qué Asa creyó que Yo no lo puedo librar de esta batalla, e hizo una alianza humana, entonces eso aflige el corazón de Dios, hay actos que no son malos en nuestra vida pero nosotros al preferir la conveniencia a lo que Dios quiere, entonces eso hace que el corazón de Dios se contriste, y por eso es que tenemos que ser excelentes para con Dios en todo lo que nosotros hacemos, y Dios siempre está buscando eso, por eso es bien importante que nuestro corazón sea conforme al corazón de Dios. Dios prueba a la gente para sacar a la luz lo que la gente siente de Él. Muchas de las cosas que están pasando en tu vida, Dios está diciendo Yo voy a meterla al fuego a ver qué pasa, la voy a meter a las aguas, le voy a quitar lo que ella más ama, o lo que él más ama, y voy a ver si se queda conmigo. Sabe que hay gente que viene a la iglesia porque Dios los bendijo una vez, pidieron a Dios, clamaron una vez, y están en la iglesia, y pasan algunos meses y años, y sirven al Señor, pero un día le piden al Señor algo, y Dios no se lo dá, o Dios le quita algo que ellos aman. Entonces se quedan un tiempecito para disimular, pero uno los observa, y vé que van decayendo, cuánto tiempo le dan al Señor, y ya no vienen a la iglesia, y un día se desaparecen del mapa, porque Dios no les dió lo que deseaban.

Yo creo que la mujer el hombre de Dios tiene que estar, pruebe truene o ventee. Hay que decir no, yo voy a servir al Señor sea lo que sea, yo no voy a servir por los panes y los peces, yo lo voy a servir porque Él es Dios. O mejor ese coro "te daré lo mejor de mí, te daré lo mejor de mí, te daré lo mejor". Uno canta eso muchas veces y no sabe lo que está diciendo, hay que darle al Señor lo mejor de lo mejor porque a Dios le alegra eso, y Dios está buscando eso siempre. En Deuteronomio usted va a ver eso allí, Deuteronomio, busquelo allí, Dios probó a Israel 40 años, para probarte, para ver lo que había en tu corazón, para sacar a la luz lo que estaba escondido. Por qué es tan importante el corazón para Dios, porque en el corazón reside la fuerza motriz de la vida. El corazón es la fuente de nuestras acciones y motivaciones, es como la fuente de un río. Es pequeña muchas veces pero puede producir un río inmenso con muchísimas ramas y tributarios, usted va al río Nilo, y cuando lo encuentra en su fuente tributal es un riachuelito, pero eso da lugar a un río bien grande con el tiempo, y así pasa, el corazón es bien pequeñito, es una masa bien pequeña, la biblia dice que el corazón, pero hoy diríamos la mente, el carácter, la psicología, el temperamento, pero es eso, es la fuerza motriz.

Quien sabe si cuando lleguemos al cielo un día el corazón tenía algo que los médicos no podían ver, o los psicólogos y eso es lo que decía la biblia que era el corazón, no sé. Pero esa fuente de tu vida, el centro de tu vida, de ahí sale tooodo, palabras, pensamientos, acciones a tu vida, eso es tan importante, no?. Y por eso es que tú y yo tenemos que guardar nuestro corazón, ya aterrizando, vaya conmigo a Proverbios 3:4. Yo voy a seguir con esto un poquito más quizás el domingo que viene, no lo terminé, por eso quiero terminar aquí un poquito antes, pero quizás yo creo que ya, mire en Proverbios capítulo 3 verso 4, yo creo que es una advertencia y un consejo que Dios nos dá, a todos nosotros hermanos.

Dice: "Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él mana la vida". Sobre toda cosa guardada guarda tu corazón porque de él mana la vida. En otras palabras, sobre cualquier otra cosa de la vida y del mundo, sobre toda otra cosa de esta vida, paso por ahí, ahí va pasando un hombre que tiene un corazón como pocos hombres, ahora mismo, ese es un hombre de un corazón perfecto para con Dios, sobre toda cosa guardada guarda tu corazón porque de él mana la vida, en otras palabras hay muchas cosas que tú puedes guardar en la vida, guardar quiere decir en este caso protegida cuidada, vigilada. Sobre toda cosa que es buena, importante para tu vida, cualquier otra cosa, no?. Familia, hijos, dinero, trabajo, posición, ministerio, porque tú puedes hacer muchas cosas externamente para Dios, pero eso no quiere decir que tu corazón sea agradable para Dios. Dice sobre toda cosa guardada, sobre toda importante en el mundo y en la vida, cuida tu corazón, cuida lo de adentro, la vasija, porque de él mana la vida, mana, de él emana la vida, de él sale la sustancia, la esencia, que colorea lo demás, ese es el sofrito del hombre, la mujer, perdone una ilustración burda pero, es la idea. Es que de tu corazón, de ese núcleo, de esa pepita de vida, de ahí sale tooodo lo demás que tú haces, dices, piensas, y por eso es que hay que guardar ese diamente pequeñito que está dentro de tu ser, guárdalo, es decir, vigílalo que esté en forma, asegúrate que ahí entren solamente cosas buenas y nobles, porque eso va a determinar el hombre o la mujer que tú seas en el resto de tu vida.

De él mana la vida, la esencia de tu ser. De esa cosita pequeña, hay que guardarla, y mira de qué cosas hay que guardar el corazón, si quiere apúntelas, hay seis siete cosas que yo diría que son, hay que guardar tu vida de ellas. Guarda tu corazón de orgullo y soberbia primero, guarda tu corazón de orgullo. En cualquier manifestación, creerte que eres mejor que la gente, que tú eres más espiritual que otros, que tú sabes algo, dice ninguno tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, si no piense de sí con cordura. Y es importante guarda tu corazón de soberbia. Número dos, guarda tu corazón de rencor y resentimiento. Si alguien te ha hecho algo en tu vida, no retengas rencor porque el daño te lo haces tú, la persona que tú tienes rencor con ella quizás está de lo más feliz por allá, ni sabe que tú estás comiéndote un cable, o odiándolos, y resintiendo por lo que te hicieron, no. Mira no lo hagas por esa persona, hazlo por ti, sácate esa espina rápido, perdona y sigue con tu vida. Siempre mantén tu corazón limpio de rencor, nunca permitas que el rencor, porque el rencor es una tinta negra, que cuando cae en tu agua la colorea, así que guarda tu corazón del rencor también.

Tercero, guarda tu corazón de envidia y celos. Guarda tu corazón de desear lo que otro tiene. La unción que otro tiene, la mujer que otro tiene o el hombre, el dinero que otro tiene, la posición de influencia, el destino que ha tenido, guarda tu corazón de envidia, el ministerio, la unción que Dios le dió, no no, guarda tu corazón de envidia, siempre. Si tú detectas celos o envidia en tu corazón, mira, exorcísalo y échalo fuera de tu vida como un demonio, porque es terrible. Guarda tu corazón de celos y envidia, bien importante, ok?.

Cuarto, guarda tu corazón de odio. No es lo mismo que rencor, resentimiento. Puede haber odio. Por ejemplo Israel y los Palestinos, los Palestinos y los Árabes odian a Israel, es un odio que le tienen, la única palabra, y ese odio no los deja vivir, los Palestinos están carcomidos por el odio, y por eso no prosperan, tienen oportunidad de triunfar pero no se pueden sacar la espina del odio contra ese pueblo que ellos detestan, y todo el mundo árabe está carcomido por el odio, odio hacia las demás naciones, un odio que los anima y se matan unos a otros, se comen, porque el odio te envenena tu corazón tu alma, tu corazón y tu vida, no cedas al odio, contra nadie, guarda tu corazón de lujuria, impureza.

Hace poco leí en el internet un médico, que ha cometido decenas de actos de pedofilia con niños, y cuando ves su foto en el internet tú ves un hombre consumido por la lujuria, no dejes que la sensualidad anide en tu corazón. Joven, si el internet te atrapó en alguna imagen lujuriosa, hombre o mujer, sácate eso lo más pronto que tú puedas, porque esa es una cosa que te carcome, y va creciendo creciendo creciendo, hasta que gobierna tu vida. Cuando un pensamiento así viene sácalo de tu vida, porque la lujuria y la impureza mental eso es una picazón que mientras tú más te la rascas más te pica, perdonando la expresión. Sácala, confiésate con alguien, busca ayuda, o lo que sea, pero no permitas que eso gobierne tu vida, porque eso es terrible y dañino, y finalmente la hipocresía.

Guarda tu corazón de hipocresía o doblez, siempre sé una persona transparente, honesta, campechana, tu corazón sepa lo que tú eres y tienes en la mano, nunca cedas a la duplicidad, al disimulo, a la falsedad, el hombre la mujer de Dios tiene que ser transparente, claro, vertical, conocible, es importante, guarda tu corazón de la hipocresía, seis cosas, que son bien importantes guardarse uno de ellas, pero esas son seis cosas importantes que yo puse allí.

Guarda tu corazón sobre toda cosa guardada porque de él mana la vida, y tenemos que pedirle al Señor, mejor lo voy a dejar allí porque el domingo que viene yo lo voy a retomar y quizás podemos tratarlo con más tiempo, pero lo que Dios nos dice guarden su corazón, su personalidad, porque yo busco eso en un hombre, una mujer, yo les digo hermanos, yo le digo al Señor, Señor confórmanos, como iglesia, a lo que Tú quieres de nosotros, y mi vida, yo como líder principal de esta congregación, yo siento el peso de Dios sobre mi vida cada día, y la verdad es que puedo decirles tengo un temor terrible que no debiera tenerlo quizás pero a veces un poquito de temor no es malo, de caminar delante de Dios, de este pueblo en una forma que sea conveniente ante Dios.

Oren por sus pastores, por sus líderes, para que siempre podamos caminar rectamente delante de Dios, nuestro corazón sea un corazón agradable. Ahora mismo lo más que uno desea en este tiempo es que mi corazón sea agradable, que mi vida te agrade Señor, eso es lo que yo más anhelo en este tiempo de mi vida, ser agradable a Dios. Agradar al Señor con esa parte de mi vida. Porque yo entiendo que eso es lo que más, a Dios no le interesan grandes acciones, grandes cantidades de dinero que tú le des al Señor, no no, lo que Dios quiere es tu corazón, que cuando tú lo mires tu corazón sea como una joya, Él saca de vez en cuando de un cofre que está cubierto con terciopelo, y Dios mira alrededor, y los ángeles están por allá haciendo sus cosas, y Él saca tu nombre, y abre su cofre, y adentro del cofre está tu corazón como envuelto en terciopelo, y Dios lo saca y aparta el terciopelo, y mira tu corazón, y viene una sonrisa a su rostro y dice ese es mi hijo, mi hija, me agrado en su corazón.

Y entonces vuelve otra vez, lo cubre, y lo vuelve a poner en su cofre y lo cierra, y continúa con su misión de redimir el universo. Cómo está tu corazón, tu personalidad, no subestimes la importancia de tu corazón, y asegúrate que todas tus acciones reflejen un corazón conforme al corazón de Dios. Que Dios nos ayude hermanos a ser un pueblo agradable a Él. Pónganse de pie un momento, nuestros ujieres por favor traigan la santa cena, haz un reconocimiento de lo que tú acabas de escuchar aquí, vamos a ser buenos pentecostales, pon tu mano en tu corazón un momento, y dile Señor fórmame según Tu deseo. Dame un corazón que sea agradable a ti, conforme a Tu corazón, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí, amén, amén, sí Señor, es nuestro deseo Padre.

¿Adultos o Niños?

25 de julio del 2011 - Por Myriam Diaz

En estas vacaciones de verano, nuestros niños han estado trabajando con nosotros en nuestro taller de mecánica. El teléfono suena constantemente en la oficina y el plan es que mis niños lleven y traigan mensajes entre mi esposo y yo. Mi esposo es quien sabe todos los detalles de todos los carros. El es quien da las instrucciones a los mecánicos, ordena las partes, organiza el plan de trabajo del día, y él es quien dice que carro entra o sale.

Un cliente llamó y quería saber que andaba mal con su carro y que se requería para arreglarlo. Inmediatamente yo le doy la instrucción a mi hijo el cual, en vez de ir y hacer lo que yo le mandé a hacer, se da vuelta y le dice a mi hija que vaya ella. El niño no se movía y yo miraba el teléfono y veía que mi cliente esperaba una respuesta. La lucecita de el teléfono estaba encendida. Estas lucecitas indican la espera de el cliente y el cliente en cualquier momento puede decidir no esperar más y perdemos una oportunidad de servir a ese cliente o informarle el progreso de su auto. Yo necesito que mi niño pare ya de mandar a su hermana y se levante y vaya ya!

Los segundos pasaban y yo seguía mandando a mi niño. Para entonces, ya además de la lucecita ha comenzado un sonido que hace "bip, bip" que añade a la urgencia de dar el mensaje. Este “bip bip” indica que el tiempo de espera se ha extendido. En este instante Dios comenzó a ministrar a mi vida lo que pasa en la vida espiritual cuando Dios nos pide que hagamos algo.

“Así mismo”, me dijo Jehová en mi espíritu, “es mi pueblo cuando yo les pido que vayan a dar Mi Palabra. Vuelven donde mi y me piden que envíe a otro, que les de otra señal o que se lo pida de otra manera. ¡Son niños! Mientras tanto el que tiene la necesidad sufre, espera y tal ves hasta se va a otro lugar a buscar lo que se tiene aquí a la mano. Todo por que mis hijos se detienen y dudan”

Dios está derramando su conocimiento sobre su pueblo y necesita un pueblo que no dude en obedecer, en representar bien a Dios. En suplir las necesidades de su pueblo sin hacerlo esperar.

Cuando Dios te da una palabra corre con ella, sus ovejas escuchan Su voz. Tu eres su oveja y El es tu pastor.

Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen Juan 10:27

…y si a ellos te enviara, ellos te oirán. Ezequiel 3:6 b

No todos somos puestos por atalayas, más a los atalayas Dios les dice:

Aconteció que al cabo de los siete días vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
«Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; oirás, pues, tú la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte. Ezequiel 3:16-17

Se que cuando Dios me envíe a algo debo ir y dar la respuesta a aquel que anda llamando, buscando la información que Dios me acaba de entregar a mi. No le pediré que envíe a otro, lo haré y ejecutaré los negocios de Dios con urgencia. Amén.

En búsqueda de algo mejor

TRANSCRIPT

Si se recuerdan, hace dos miércoles atrás, la última vez que compartí con ustedes, hablé acerca de esas 4 dimensiones, de cómo la fe, esa fe que nosotros tenemos tiene 4 vertientes, y una es la fe que nos mueve, que nos dirige a lo que es nuestra experiencia de salvación que es nuestra entrada a nuestra relación con el Señor a través de la persona de Jesús.

Esa misma fe también se define como lo que es la certeza de aquellas cosas que no se ven. Se recuerdan cuando leímos Hebreos 11. También está la fe como el don de fe que es cuando estamos hablando de una fe con hipertrofia, o una fe en esteroides por así decirlo, que es como cuando todo el mundo dice que no, aquí ya no hay salida, aquí se acabó esto. La fe, esa sobrenatural, ese don se activa y nos permite decir, no, Dios no ha terminado. Dios todavía tiene algo en medio de las cosas. Y nosotros nos lanzamos así.

Y también está la fe de acuerdo al fruto del espíritu que habla acerca de fidelidad, de cómo Dios a través de ese sentido de fe, nos da también a nosotros un sentido de ser fiel en lo que nosotros hacemos, de ser fiel en nuestra relación con él porque él se mantiene fiel a nosotros y también poder ser fieles los unos a los otros en nuestra relación como hermanos y hermanas en el Señor.

Pero hoy, quiero tirarme por una vertiente que está relacionada, pero diría yo que es paralelo porque me puse a leer ese pasaje de Hebreos 11 y yo estoy seguro que muchos de ustedes han leído este pasaje que habla acerca de los héroes o los patriarcas de la fe.

Así que vayan conmigo a Hebreos, Capítulo 11, vamos a leer algunos versos aquí, pero en sí como tal, me quiero enfocar en los versos del 13 al 16, Hebreos Capítulo 11, los versos del 13 al 16. Y a este mensaje le he puesto este título: “Fe en búsqueda de algo mejor”, apúntelo por ahí.

Yo creo que cuando nosotros vivimos por fe es porque esa fe nos está impulsando a buscar algo mejor, a alcanzar algo mejor. Porque definitivamente Dios no quiere que nosotros nos quedemos donde nosotros estamos. Dios quiere algo mejor para sus hijos e hijas. Podemos decir amén a eso, ¿verdad? Dios quiere algo mejor para nosotros.

Si Dios hubiese pensado de otra forma, pues yo creo que él ni hubiese enviado a su hijo Jesús a morir por nosotros, y nos hubiese dejado así tal y como estábamos. Pero desde los orígenes del mundo se puede ver que Dios tiene un deseo, un propósito con toda su creación, en especial con nosotros como seres humanos. Hebreos Capítulo 11, verso del 13 al 16, miren cómo dice:

“… Conforme a la fe murieron todos estos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo y creyéndolo y saludándolo y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. Porque lo que estos dicen claramente dan a entender que buscan una patria, pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían el tiempo para volver, pero anhelaban una mejor…”

Óigame, me gusta esa frase. Podría decírselo usted a usted mismo, anhelaba algo mejor.

“…Esto es celestial, por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos, porque les ha preparado una ciudad…”

Que lindo es esto. Miren, este texto tal vez cuando uno lo empieza a leer, es como que, espérate pero aquí hay algo que no suena muy bueno. Porque empieza diciendo, “conforme a la fe murieron.” Es como que, okay, ya me lo tiró ahí, estas personas murieron, y no tan solamente murieron, sino que también dice, “todos estos sin haber, ¿qué? Recibido lo prometido.”

Tal vez usted está diciendo, pastor Omar, ¿qué mensaje de ánima usted va a sacar de aquí? por qué me empieza a decir que estas personas murieron sin haber recibido lo prometido?

De qué personas está hablando? Vamos a ver. Empieza en el verso 4 mencionando a uno de los primeros seres creados en la tierra, que fue Abel. Abel es el primero que menciona. Luego menciona a Enoc, en el verso 5, en el verso 7 menciona a Noé, y del verso 8 al 12 habla acerca de Abraham y Sara. Esos son los personajes de los cuales está hablando antes del verso 13.

Y lo que está diciendo el verso 13 es que esas personas murieron sin haber recibido lo que se les había prometido. Pero cuál fue esa promesa? Si nos recordamos la promesa que Dios les dio a ellos fue una tierra prometida y una descendencia, ¿qué? Tan numerosa que ni las estrellas del cielo las podían, como quien dice, tan numerosas como las estrellas del cielo y como los granos de arena del mar. Esa era la promesa, La Promesa, y lo voy a decir la Promesa, con P mayúscula, por así decirlo, que Dios le había dado a esas personas.

Pero miren qué interesante mis hermanos, porque si nosotros nos fuésemos a analizar las historias de cada una de estas personas, obviamente hay algunas historias aquí que son un poquito trágicas. Porque a Abel, qué le pasó? Fue le primer asesinato registrado en la historia de la humanidad. Valga. Pero sí se recuerda su persona como un hombre que de acuerdo a su fe la ofrenda que él trajo agradó a Dios. fue de los primeros que agradó a Dios. su fe lo que él estaba buscando, lo que estaba buscando era agradar a Dios y lo logró hacer.

So, al menos alcanzó parte de una promesa. Pero el resto de la promesa se le tronchó por el celo de su hermano. A Enoc, si no saben la historia, lean Génesis Capítulo 5, ahí es donde habla acerca de Enoc. Enoc, lo único que menciona la Biblia de Enoc fue que Enoc caminó con Dios por, ¿saben cuántos años? por 300 años. De verdad. De verdad, pastor Omar?

Bien que sí, y sigue caminando. Saben por qué? Es más, esto lo voy a leer para que vean que yo no lo estoy inventando. Miren lo que dice, Génesis Capítulo 5, el verso 21, dice:

“Vivió Enoc 65 años y engendró a Matusalén y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, 300 años y engendró hijos e hijas…”

Usted sabe lo que es caminar con Dios por 300 años? si caminara un día con Dios sería algo inolvidable. Imagínense 300 años.

Pero, dice “… y fueron todos los días de Enoc 365 años, y el verso 24 miren la clave aquí, caminó pues Enoc con Dios y desapareció porque se lo llevó…”

En otras palabras, lo que ese texto está diciendo es que Enoc fue una de las pocas personas que no experimentó la muerte. Como Elías arrebatado. Lo que pasa es que Elías se fue en una parranda, en una carroza de carros de fuego. Enoc, el caso de él que parpadeas y… se fue. Y en un abrir y cerrar de ojos se fue.

Miren que interesante que relacionado a Enoc hay un pasaje que nosotros lo conocemos que dice, “pero sin fe es imposible agradar a Dios porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que hay y que es galardonador de los que le temen.”

Ese pasaje nosotros lo usamos mucho, pero ese pasaje lo está diciendo en relación a la vida de Enoc. Porque Génesis lo único que dice es que él caminó con Dios. y qué significa eso que caminó en Dios? si caminó con Dios es porque creía que le hay, que hay un Dios. y a lo largo de esos 300 años, que algunos dicen que esos son números figurativos, simbólicos, pero sean 300 años o hubiesen sido 30 años, la cosa es que el hombre creía que había un Dios y en todo lo que hacía, lo hacía como si estuviera en relación con ese Dios.

Y Dios en su carácter, en su conducta fue galardonador de Enoc porque se llevó a vivir con él por toda una eternidad. 300 años no fue suficiente, le dio aún más. Ahí se mide ese sentido de fe de Enoc en el hecho de que él sí tenía fe porque sabía que había un Dios y estaba intencionalmente en relación con ese Dios, todos los días de su vida. Ahí se puede decir que ese hombre siguió una promesa y la recibió completa porque está con él.

Qué otro personaje nos habla? Noé. Qué pasó con Noé? Noé vio una promesa cumplirse. Cierto es, él fue salvado en el arca porque tuvo la fe de creerle a Dios cuando todos los demás estaban diciendo, “ay, muchacho, tu eres loco, esa es una llovizna nada más lo que está cayendo. No va a pasar nada.” Déjame salvar los que Dios me dijo y en este caso los animales fueron más importante que las personas, las únicas personas que se salvaron fueron la familia de Noé. Ahí se vio la fe de este hombre. Y Dios la recompensó.

Pero obviamente su vida llegó a un final. Estaba todavía una promesa aún mucho más grande, que esa promesa se le comunica entonces a Abrahán y a Sara y la promesa es de darle una descendencia numerosa.

Saben una cosa que a mí me interesa de todo este relato, y aún de los otros personajes que menciona este Capítulo 11, es que ninguna de estas personas eran perfectas. Todas estas personas tenían sus fallas. Y es bien interesante porque a Sara la están reconociendo como una mujer de fe cuando escuchó al ángel decir, “Y tu esposa va a concebir también” qué fue lo que ella hizo, “se tostó este ángel.” So, la primera que dudó a la palabra fue ella misma. Más sin embargo aquí la están identificando como una mujer de fe.

Mira esto, que interesante. Miren que interesante. Yo espero que usted esté siguiendo el hilo de por dónde yo voy porque aún después que ella recibió esa palabra, y que tenían una promesa de que Dios les iba a dar un hijo, ellos tomaron los asuntos en sus manos y decidieron hacerlo a su propia forma también, pero con todo eso hubo consecuencias. Pero a pesar de las consecuencias Dios mantuvo su lado del deal, como quien dice, su lado de pacto.

Pero con todo, estas personas fueron consideradas como patriarcas, héroes de la fe y los tenemos ahí como ejemplo. Y entonces nos cruzamos con estos versos que dicen, “hey, estas personas vivieron de acuerdo a la fe y murieron también de acuerdo a esa misma fe que ellos estaban profesando. Pero no recibieron lo prometido, sino que lo miraron de lejos, creyéndolo, saludándolo, confesando que estaban como extranjeros y peregrinos en la tierra.”

Que era lo que estaban buscando? el verso 14, qué dice que estaban buscando? ellos estaban buscando una patria. Cuántos tienen amor por su patria? Cuántos tienen amor por Santo Domingo? Cuántos tienes amor por Chile? Cuántos tienen amor por Colombia? Cuántos tienen amor por Guatemala? Por Puerto Rico? Amén. Por Cuba? Cuba la grande, Cuba la única. Venezuela y todos los demás países aquí representados.

Miren, uno ama esa patria, pero a mí me gusta esto, “buscaban un patria pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron ciertamente tenían el tiempo de volver.”

Que interesante esto, mis hermanos, que esa experiencia de fe tenía dos momentos donde estas personas fácilmente podían haber regresado por el mismo lugar que salieron. A quién les recuerda esto? Al pueblo de Israel cuando salieron de Egipto. Qué es lo que estaban diciendo una y otra vez, una y otra vez cuando se cruzaban con un problema, “Ay, Moisés, por qué nos sacaste de aquí? vamos a volver allá a Egipto.”

Y por estar pensando de esa forma, qué fue lo que pasó’? Dios usó 40 años para deshacerse de toda esa generación incrédula y terca que, a pesar de todos los milagros que Dios hizo, como quieran seguían pensando en volver y volver.

En vez de volver, pero miren cómo dice, “pero anhelaban una mejor, esto es celestial” De esa frase es de donde yo saqué el tema de este mensaje, una fe que busca algo mejor. Si yo preguntase qué tu estás buscando? qué tu me responderías? Si yo te pidiera a ti hoy en esta noche, a medida que tu estás aquí sentado, o que estás sentado en tu casa, frente a la computadora, donde sea que estés, si yo te preguntase, honestamente, qué tu estás buscando? cuál sería esa respuesta? Cuando venimos aquí a en esta iglesia, qué estamos buscando? cuando nos acercamos a un Dios que es todopoderoso, qué estamos buscando con acercarnos a él? Cuando nos unimos a una célula, qué estamos buscando? cuando oímos una palabra profética de que Dios va a bendecir a su pueblo con grandes cosas y escuchamos esa palabra y esa palabra nos anima, nos inspira, qué lo que verdaderamente estamos buscando?

Ciertamente estamos buscando bendición, pero ahora yo digo, estamos buscando por capricho, deseo personal o estamos buscando verdaderamente por fe? Y aquí es donde yo veo que hay una diferencia entre estas dos, porque todos nosotros tenemos nuestros caprichos, mis hermanos. Yo no lo voy a negar. Todos nosotros tenemos nuestros deseos personales, cosas que nosotros queremos alcanzar. El mismo salmo 90, a mí me encanta este salmo 90. El salmo 90 en el verso 17 dice, “sea la luz de Jehová, nuestro Dios, sobre nosotros, y la obra de nuestras manos confirma sobre nosotros, sí, afirma, sí la obra de nuestras manos confirma.”

Este verso lo que está diciendo es que, mira, Dios, hemos tenido años de tribulación, hemos tenido años de tristeza pero ahora queremos ir en esta dirección, tenemos estos planes de bien y queremos que tu luz alumbre sobre estas cosas, que tu nos concedas tu favor, que tu seas con nosotros y que lo podamos lograr. Eso es un deseo personal y se lo estamos presentando a Dios, y mire, Dios sin duda alguna va a permitir que algunos de tus deseos tu los puedas alcanzar.

Es como yo digo a veces, que Dios es un papá tan y tan consentido, hay veces que se pone como un padre consentido y nos concede a nosotros esos caprichos. Pero cuando esos caprichos están impulsados por deseos corrompidos, créame que no van a suceder.

Hay otro pasaje que puedo usar en Santiago Capítulo 4, versos 2 y 3 que dicen, “Codician y no tienen, matan y arden en envidia y no pueden alcanzar. Combaten y luchan pero no tienen lo que desean porque no piden y si piden no reciben porque piden mal gastar en sus propios deleites.”

Cuando nuestras intensiones están mal intencionadas créame que usted se puede gastar la saliva que usted tenga en su boca que Dios no le va a conceder lo que usted está pidiendo. Por más que usted ore, por más que usted ayune, Señor, ese convertible rojo el año, es el que yo quiero. Te voy a dar un Datsun del ’82, porque la razón por la cual me estás pidiendo el convertible no se ve muy bien.

Señor, la lotería. Señor, la lotería y el diezmo te lo voy a dar a ti, de esa lotería. El diezmo, deberías dar más del diezmo. Por qué estamos buscando? si nosotros buscamos entonces por fe, y aquí voy a ir resumiendo, si nosotros buscamos por fe, miren, debemos entender que nuestro alcance no se puede medir en términos de este mundo, sino más bien en términos celestiales.

Aunque nuestra fe en Dios produce resultados en nuestro tiempo terrenal, con todo debemos entender que aquello, aquella Promesa con P mayúscula, para lo cual nuestra fe en Dios nos impulsa es para encontrarnos con él. Esa Promesa a la cual Dios nos está llamando, miren lo que dice, en Hebreos 11, el último verso de ese Capítulo, el verso 39 y 40, miren lo que dice:

“Todos estos, todas las personas de las cuales está hablando este Capítulo, todos estos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante de la fe… o sea que por eso es que se les está reconociendo porque tuvieron fe, a pesar de sus imperfecciones, fueron hombres y mujeres que tuvieron fe en Dios… no recibieron lo prometido… y usted va a decir, ah, caray, por qué no? qué es lo prometido?... proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros…”

Sabe lo que está hablando ahí en ese texto? Ese texto está hablando de la promesa que nosotros tenemos en el Señor Jesús de una vida eterna, reunidos eternamente con Dios. Ahí es donde se va a ver la perfección del pueblo de Cristo. Esa es la fe a la cual nosotros estamos apuntando.

Por eso es que nosotros somos peregrinos y extranjeros en esta tierra, porque aunque vivimos aquí nuestra verdadera residencia no está en Boston, Massachusetts, nuestra verdadera residencia no está en Randolph, nuestra verdadera residencia no está en Hyde Park o en Rosslindale, o en Revere o en Stoneham o en Medford, donde sea que usted viva, su verdadera residencia, nuestra verdadera residencia está en la dirección 777, calle de oro y mares de cristales. Dónde es eso? Enrique, explícame donde queda eso? Bien algo, allá arriba, ¿verdad? No hay cohete que llegue allá arriba.

Miren a dónde voy, mis hermanos. Ciertamente nosotros estamos buscando algo porque Dios quiere bendecirnos en este tiempo terrenal en el cual nosotros estamos. Dios quiere bendecirnos aquí en este tiempo actual. Dios quiere que tu lleves una vida plena, que tu lleves una vida abundante, que tu te puedas parar en medio de cualquier situación y poder decir, “Caramba, oye, estoy viviendo esto y esto y esto, pero guau, por dentro me siento, no se meta nadie conmigo, porque conmigo está el más grande de todos.”

Es como este sentido de certeza, de nuevo, de seguridad y no es seguridad en uno mismo, sino es seguridad en el hecho de que hay alguien mucho mayor que nosotros que está, como quien dice, dándonos su cobertura, dándonos su abrigo, su arrullo, su protección, su nutrición para que nosotros podamos llevar a cabo vidas que son plenas, que son abundantes, que mira, sí, tenemos nuestros achaques, tenemos nuestras situaciones, hay veces que nos las vemos bien difícil, hay veces que tenemos frustraciones, que tenemos decepciones, pero con todo y eso, esa fe sobrenatural, esa fe que es de otro mundo, esa fe que hay veces que se ponen esteroides, nos impulsa a nosotros y nos llena para nosotros poder, como quien dice, recalibrar nuestro sistema y seguir apuntando a aquellas cosas a las cuales Dios nos está llamando.

Por algo es que el Capítulo 12 nos dice, “Por tanto nosotros también teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, qué tenemos que hacer? Despojarnos de todo peso y del pecado que nos asedia y correr con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos nuestros ojos en…”

Hágale a Dios todo el mundo así, hey. I’m looking at you. “… Puestos nuestros ojos en Jesús.”

Qué es lo que dice después, “…el autor, el consumador, en él empieza, en él termina…” y si él está en medio de eso, miren mis hermanos, él es el que nos va a estar moviendo, que va a estar ahí, como quien dice, puyando, no te conformes con esto, sigue buscando más, siguen apuntando a más.

Ese es el Dios que cuando te dieron una mala nota, una mala calificación en High School y te frustraste y te dieron tu primera F a los que le dieron una F, uno dice, ay, ya aquí se acabó mi carrera. Y el Señor dice, no, ese no es el final de tu carrera, sigue buscando, sigue adelante. Que tal vez alguno de nosotros, nos dieron una enfermedad y como que, guau, espérate cómo yo voy a enfermarme con esto ahora? Y después de un tiempo, de repente, de la nada, vuelve Dios y empieza a puyar, hey, esto no ha terminado aquí.

Se te murió un ser querido y sufriste su partida, te dolió y le cuestionaste a Dios por qué y pasaste un tiempo de silencio, donde nada se sentía, las hojas de árboles no se movían y tu estabas ahí en una depresión total y de repente, de la nada, vuelve otra vez ese puyazo. Hey, esto no se ha acabado, sigue adelante. Todavía tengo algo contigo. Yo te estoy llamando a algo más.

Ese es Dios a través de su Hijo Jesús que nos impulsa, que nos mueve, que nos dice, mira, yo soy el que ha comenzado, yo soy el autor de lo que está sucediendo en tu vida. Yo soy el que te está impulsando. Si tu estás buscando algo es a mí que quien tu tienes que buscar. Sí, busca que yo te provea el dinero que necesitas para pagar tus deudas, busca que yo te de el amor que tu necesitas por tus hijos, por tu esposa, por tu esposo. Busca que yo te pueda proveer una buena casa. Busca el tu ser parte de una iglesia que te pueda nutrir, que te pueda enseñar. Busca el tu tener amigos, amigas a tu alrededor que te animen. Busca el tu tener un buen aire acondicionado en el verano y una buena calefacción en el invierno. Busca tener buena salud. Métete en un gimnasio. Busca lo que tu quieras buscar, pero sobre todas esas cosas, qué es lo que nos enseñó Jesús? Busca primeramente qué? Y todas esas demás cosas que yo mencioné?

Ven por qué fue que yo dije al principio que es algo tan básico, pero a la misma vez es tan profundo. Estamos buscando por la fe encontrarnos eternamente con el Señor. Ese es el llamado que Dios tiene sobre todos nosotros. Esa es la Promesa con P mayúscula a la cual él nos está llamando. La Promesa de una vida eterna. Hay promesa que Dios nos cumple aquí en nuestro tiempo porque Dios ha prometido bendecirte aquí y esas promesas él las va a cumplir. Él se va a mantener fiel aunque nosotros le demos la espalda, él se va a encargar de mantenerse fiel a su lado del trato.

Pero está esa Promesa que no se va a dar hasta el día en que él indique. Ahí es donde todos nosotros vamos a ser perfeccionados en conjunto con Abel, en conjunto con Noé, en conjunto con Enoc, y en conjunto con todos los demás que están ahí, con Sara, con Abraham, es más, ahí es donde nos vamos a encontrar con Sara y le vamos a decir, “Guau, Sara, tu sabes que a ti te denominaron como una mujer de fe aún cuando tu te habías mofado del ángel. Guau, muchacha, la verdad es que Dios te ama un montón, oíste.”

Ahí es donde le vamos a decir a Enoc, “Enoc, qué se sintió que estabas aquí parado en la tierra y te fuiste, qué se sintió?” Ahí es donde todos vamos a ser perfeccionados. Todos vamos a ser perfeccionados ahí. Es donde te vas a encontrar a aquel que te pisó los cayos hace mucho tiempo atrás. Lo vas a mirar cara a cara y le vas a decir, “Guau, la verdad es que Dios es grande, que Dios te trajo aquí al igual que me trajo a mí también. Míranos cómo somos. Estamos con la naturaleza que Dios intencionó desde el principio para nuestra vidas.”

Fe en búsqueda de algo mejor. Gracias te doy Señor Jesús porque tu eres el que pones esa fe en nosotros, Señor. Tu eres el que nos impulsa, tu eres el que nos animas a seguir, tu eres el que nos llena, el que nos enseña, Señor, tu eres el que nos corrige, tu eres el que te mantienes callado cuando hay que callar y el que nos habla cuando nos tienes que hablar. Tu eres el que nos acompaña a través de todos los altos y bajos de nuestra vida y eres el que nos llama a una vida eterna contigo.

Ahí es donde está fundada nuestra fe, Señor, si yo no tuviese esa promesa de vida eterna, yo no sería lo que soy ahora, pero porque tengo esa promesa por eso me mantengo firme, caminando, perseverando, Señor. Por eso es que todos estamos aquí a pesar de las distintas circunstancias que puedan venir, que traten de distraernos, de confundirnos del camino contigo, Jesús, con todo ponemos nuestra mirada en ti, Señor, porque eres el autor y el consumador de nuestra fe.

Tu eres el que trae a nuestra vida, Señor, todas aquellas cosas buenas y bellas que tu tienes para nosotros en tu riquezas, en gloria. Así que, Señor, mira a medida que seguimos meditando en este tema de la fe, usa estas palabras, Señor, para afincar esa fe en ti, Señor. No en ningún hombre, en ninguna mujer, en ninguna institución sino que nuestra fe siempre pueda permanecer en ti, Señor. A ti es quien seguimos, a ti es a quien buscamos, no es a nadie ni a nada más.

Así que, Señor, te damos las gracias por tu palabra, por tu fidelidad y por las promesas que tu tienes sobre nuestras vidas, las cuales nos impulsan a seguir adelante. Bendícenos, Señor, a medida que salimos de aquí de este lugar, Jesús, cúbrenos, protégenos en el camino, Señor, a los que vayamos a nuestros respectivos hogares. Sabemos que la lluvia está ahí afuera, gracias por la lluvia, que refresca el ambiente pero a la misma vez están sus peligros, así que por favor protégenos hasta llegar bien a nuestros hogares, Señor, y que tu nos des un descanso tranquilo, reparador, mi Dios, que esa cama, Señor, sean plumas de ángeles en las cuales reposemos para mañana recobrar fuerzas, energías y lograr hacer aquello que nos toca hacer.

Bástele a cada día su propio afán, pero por ahora nuestro afán es reposar en ti. Gracias te damos Jesús, bendecimos este tiempo. Gracias por cada uno de mis hermanos y hermanas, los que están aquí y los que nos ven por el internet y sobre cada uno de ellos yo declaro tu paz, tu amor, tu bien, tu fidelidad, tu misericordia y tu gracia y tu favor. En el nombre de Jesús. Amén. Amén. Gracias, Señor.