Hablando de mi amigo Jesús

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No mami mira, ese muchacho era un muchacho bien contento con su carrera, sabía para dónde iba, tenía todos sus planes, él estaba feliz, sí, el único problema era que la gente hablaba mucho de él, la gente pensaba que él no tenía novia porque tenía algún problema, o no sé, quizás que le tenía miedo a la intimidad, miedo a comprometerse, sin embargo era un muchacho normal, como todo el mundo. Sí, eso no es problema, si él se reía mucho y le gustaba compartir con la gente, sí, también le gustaban los debates sí, de hecho por eso siempre se metía en problemas porque es que él no se le quedaba callado a nadie, sí. Pero no, ¿tú sabes qué?, aunque él siempre hablaba y discutía con la gente él siempre hablaba con base, y no era que discutía, lo que pasa es que a la gente no le gustaba lo que él tenía para decir, sí.

No yo sé, no pero yo lo admiré mucho porque él compartía con todo el mundo a su alrededor, jugaba con los niños, hablaba con los adultos, con los ancianos, sí, él siempre estaba ayudando a la gente pobre del barrio, sí una que otra vez se le vió llorar, sí a veces se le veía solo, mira ese muchacho era muy querido mami, cuando él murió eso fué un evento, ¿tú no te acuerdas?. Pero tú me lo presentaste en la escuela dominical cuando era muy chiquito. Mira mami el caso es que la trayectoria de la vida de él fué muy buena, y él dejó un buen legado después que se murió.

Entonces si yo no me caso pero vivo una vida bien, que le sea de bendición a otras personas, tú tienes que estar orgullosa de mí. ¿Tú sabes por qué yo no me he casado mami?, yo no he encontrado a una gente que te aguante a ti todavía (risas), no no no, eso fué un chiste, no, cualquier persona sí te aguanta, no pero mami hablando en serio. El muchacho de quien yo te estoy hablando es Jesús mami, sí mami, Él vino y sirvió a todo el mundo, pero ¿tú sabes cuál es el problema?. El problema es que los cristianos no piensan en Él como que Él no era una gente normal, ellos siempre lo miran como que Él estaba allá en el cielo y nosotros aquí en la tierra. Y es que como que estamos desconectados, sí.

Pero a mí me gusta pensar como que Él era un muchacho igual que yo, porque Él en algún momento tenía sus veintipico también. Sí, es más, mira ¿tú sabes qué?, tú me diste hasta una idea de algo que tengo que hablar mañana en la iglesia, si yo tengo que hablar de Jesús, te quiero mucho está bien, bye bye.

Yo creo que Jesús y yo tenemos mucho en común, ya te puedes imaginar diciéndole a los muchachos del barrio, llámenme Emmanuel que traducido es Dios con nosotros, jajaja, wow, me parece escuchar a María preguntándole a José a qué hora llegarías, o gritándole Jesús, ¡ven a bañarte!, jajaja, qué bendición es tener un Dios que comprende a uno. La verdad es que mientras más conozco Tu vida, más me enamoro de ti Señor. Nunca me cruzó por la mente la idea de que en verdad también te identificas con todo tipo de personas, niños, jóvenes, profesionales, trabajadores y hasta solteros como yo. Solteros en un mundo donde todos quieren que te cases, mi mamá por un lado, los vecinos por otro, la gente de la iglesia. La verdad es que si uno se lleva de la gente termina loco. Pero hey, si hablaron de ti porque eras soltero, ¿qué no dirán de mí?.

Sólo te pido que me ayudes a mantenerme enfocado en Tu trabajo Señor. Pero también, no te olvides de enviarme a la Eva, digo, mi ayuda idónea. Una compañera que te ame sobre todas las cosas porque si te ama a ti también me amará a mí. En fin, Tú conoces mi corazón. Hm, creo que se me acaba de ocurrir una idea, de esto le voy a hablar a la congregación, les hablaré acerca de como poder llamarte amigo, amigo porque Tú sí te identificas con todas nuestras necesidades. Ay mi mamá, esa señora es un caso serio. Aunque hablando así como los locos, yo creo que Jesús y yo tenemos mucho en común. Después de todo, yo creo que Tú fuiste un joven como todos los demás, y a lo mejor en tus veinte, veinticinco, treinta, quizás la gente esperaba que te casaras como todo el mundo y llevaras una vida normal.

¿Cómo habría sido eso de ser Tú cuando joven?. El Dios Todopoderoso y al mismo tiempo un muchacho popular, atlético, trabajador, quizás como todos los demás. Me pregunto ¿cuál habría sido la relación entre Tú y tu primo Juan?. Si de vez en cuando te ibas a su casa a dormir hasta el otro día. Hm, me imagino que ha de haber sido divertido ser tu amigo, tu pana, tu carnal. ¿Qué tipo de travesuras habrán hecho ustedes cuando jóvenes?.

Qué bendición es poder saber que Tú nos llamas amigos, el Creador del universo, que creaste todo, Tú no necesitas ser amigo de nosotros, Tú muy bien podrías tratarnos como que Tú eres el Maestro y nosotros los siervos, y vivimos felices todos, pero no, Tu dijiste quiero ser su amigo, y de por sí nos has revelado todo a través de tu palabra. Wow Señor cuando uno piensa en esto, hasta le dan ganas de arrepentirse otra vez, me acuerdo de esa canción que dice Cristo, nombre glorioso, precioso Santo, Emmanuel, Dios con nosotros, wow, Dios con nosotros. Señor, qué profundo es pensar que Tú puedes ser amigo nuestro. ¿Y Tú sabes por qué me dá pena pensar eso?, porque pensandolo bien yo creo que yo no te trato como si Tú y yo fuéramos amigos. A veces me dá verguenza hablar de ti en círculos fuera de la iglesia. Cuando voy a la escuela, la gente casi no sabe que soy cristiano la verdad, y es porque no hablo tanto de ti.

Y recuerdo a mi amigo Esteban, con Esteban yo hablo todos los días. Siempre le estoy contando las cosas que me pasaron, y pidiéndole consejo, y contigo yo hablo los domingos cuando tengo que orar en el tiempo de ministración de la iglesia. Pero ya de ahí, bueno ahora que tengo que preparar un mensaje, pero eso no es amarte como un amigo de verdad, ¿o sí?. Pero sí, a pesar de mi infidelidad has permanecido fiel, Tú me has tratado como un amigo, porque pensandolo bien Tú has estado ahí desde que nací, Tú me conoces mejor que nadie, mejor que mi mamá incluso, Tú sabes que a mamá no se le puede decir todo pero Tú lo sabes.
Qué privilegio es que Tú me ames Señor, perdóname por mi infidelidad, de verdad. Ayúdame a decir como Pablo que no me averguenzo del evangelio porque es de Dios para salvación. Yo no me quiero avergonzar de ti Señor, yo quiero sentirme cómodo frente a las personas al decir que soy cristiano, que no me dá verguenza ir a la iglesia, aunque no sea lo más chévere del mundo pero sí, yo quiero que todos sepan que soy cristiano, porque al fin del día Tú vales la pena en mi vida y Tú mereces el primer lugar, todo lo que yo he pasado en mi vida la gente no lo conoce pero Tú sí. Wow. Señor, inclusive aquí en la soledad de mi casa Tú estás conmigo.

Wow la verdad Señor yo no sé como Tú lo haces, de amarnos tanto, porque para tratar con personas como yo que somos tan infieles que cada día fallamos, yo creo que ya yo me hubiera rendido pero aún así Tú has permanecido fiel. ¿Pero qué implica eso de ser Tu amigo Señor?, sí definitivamente yo ya no voy a ser tan popular en la escuela, no, porque van a decir delante de Jonatán no se puede hablar porque él es cristiano. No a Jonatán no lo inviten a bailar porque él es cristiano, no porque él es aleluya. Cada vez que se armen los viajes el fin de semana no voy a ir porque ellos van a saber que voy a estar metido en la iglesia. ¿Valdrá la pena decirles?. Yo creo que no les digo, ¿verdad que no?, ¿o sí?, mándame una señal Señor. Mira, si Esteban me llama yo voy a saber que Tú no te ofendes, y si él no me llama pues yo voy a saber que sí que Tú quieres que hable con todo el mundo y les diga que soy cristiano.

¿Yo creo que se descargó el celular Señor?. No no no, era chequeando nomás. Pero es dificíl, no me elegisteis vosotros a mí si no que yo a vosotros para que vayáis y pongáis fruto, y ese fruto permanezca para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre Él os lo de. Que vayamos y demos fruto, yo creo que eso es hablarle a los demás acerca de ti. Después de todo Tú simplemente quieres bendecir la vida de las personas. Y esto hermano, que os améis unos a otros, ¿y cómo yo voy a amar a las personas así como Tú?. Porque yo te digo, hay gente que a mí me dan ganas de ahorcarlos, e inclusive en la iglesia, yo creo que a mí me es más fácil tener amistades fuera de la iglesia que dentro de la iglesia.

Wow, ¿entonces Tú me estás diciendo a mí que le diga a todos que soy cristiano para que pierda mis amistades fuera de la iglesia para que tenga que buscar dentro de la iglesia que tienen diez mil tipos de problemas también?. Señor, yo no creo que va a ser tan fácil, el versículo 18: "Si el mundo os aborrece sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros". Y está pasando Señor, ¿Tú tienes una respuesta para todo lo que yo te digo?. "Si fuereis del mundo, el mundo os amaría, pero porque yo os he elegido, por eso el mundo os aborrece, acordáos de la palabra que Yo os he dicho, el siervo no es mayor que su Señor, si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán. Si han guardado mi Palabra también guardaran la vuestra, mas todo esto os harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado". Wow Señor, la verdad que es un precio grande pero cuando uno lo compara con lo que Tú hiciste por uno, la verdad que no es como tanto. Señor ¿cómo puedo hacer yo para tener esta verdad pendiente todos los días de mi vida y de verdad tratarte como un amigo, será hablarte así como te estoy hablando ahora y contarte?.

Por ejemplo el día de hoy, bueno Tú sabes que yo me levanté y no hice el devocional, pero ¿Tú sabes que yo te quiero verdad?. Yo oré en el desayuno y antes de la comida, y antes de la cena también yo oré, que la oración era como memorizada, que yo siempre digo lo mismo, ¿y cómo Tú quieres que yo ore, con mi corazón?. Ok, wow, qué más. Que no lea la biblia cuando tengo que preparar un mensaje, que la lea más a menudo. Ok, hoy que es la clase de los niños eso tampoco cuenta, ok, ni los estudios bíblicos con los jóvenes, ni los domingos cuando vengo a la iglesia, no que Tú quieres una cita conmigo todos los días. ¿Cuántos versículos estamos hablando Señor?, uno por lo menos, ¿que medite?, ¿cómo así que medite?. Ok que vuelva otra vez, si el mundo os aborrece sabed que a mí me ha aborrecido antes.

¿Tú quieres que yo medite en eso, que qué significa eso?. Ok, eso significa que yo tengo que saber que quizá yo no voy a ser popular en medio la gente porque ellos saben que yo voy a ser cristiano, pero que eso no importa porque a ti te aborrecieron primero, ¿eso es lo que quieres decir?. Ok, ¿y cómo yo aplico eso?. Hm, que las canciones que yo canto en la iglesia que te voy a dar el primer lugar en mi vida, que eso tiene que ser de verdad, y que darte lo mejor de mi vida y el primer lugar implica poner a todo el mundo después. Wow. Bueno Señor, ¿Tú sabes por qué Tú me caes bien?. Porque Tú me comprendes, y porque Tú sabes que yo no lo voy a hacer así como Tú me estas diciendo hoy, yo voy a tratar lo mejor pero que eso no es suficiente, que Tú sabes que yo sé que Tú me vas a amar independientemente, pero que aún así Tú quieres que yo te dé la prioridad, ok, Tú quieres que yo ore por lo menos dos veces en la mañana, y al final del día, ok, en la mañana para que me encomiende a ti y al final del día para contarte como me fué. Bueno. Que eso es lo que significa ser un amigo.

Que piense en mi relación con Esteban, ok, siempre hablamos, compartimos de vez en cuando, que así mismo quieres que yo piense acerca de ti como que Tú eres mi mejor amigo. Hm, ok. ¿Y cómo yo le digo a la iglesia que haga eso?, ¿que simplemente lo modele, que lo vean a través de mí que yo estoy enamorado de ti?. Ohh ya, porque cuando uno está enamorado uno no se calla hablando de eso, que la gente me conozca porque soy cristiano y que les anime a hacer lo mismo, ok, que piense en la ropa, ¿cómo así que piense en la ropa?, ooh ok, a mí me gusta O neivy, y Banana Republic, Gaps, sí todo eso me gusta, a mí me gusta ponerme esa ropa para que la gente vea que uno compra en esos sitios. ¿Que qué tal si Tu nombre fuera como ponerse una de esas camisas, que si yo me atrevería a ponerme una de esas camisas si hubiera una marca que fuera Jesús?. Bueno, quizás sí, quizás no, que es algo similar, ¿o sea que si yo priorizara el hablar de ti como yo priorizo ponerme ropa de marca, que entonces la gente te conocería más porque lo verían en mí?. Wow, hm.

Entonces mi forma de hablar tiene que cambiar. Wow. Los chismes en el trabajo, ok, ok, representarte donde quiera que vaya, que no me averguenze orar en los restaurantes antes de comer, ok. Bueno Señor, está bien. Tú sabes que yo creo que lo voy a hacer, voy a intentarlo esta semana, y voy a tratar de demostrarte lo mucho que yo te amo, y ya no vá a ser con palabras, vá a ser con hechos. Y yo creo que voy a tener que hablar con la gente de la iglesia, sí, les voy a decir la conversación que Tú y yo hemos tenido hoy, sí, que sea como un niño, que a los niños no les importa, que aprendamos de los niños, ok, sí, wow, gracias. Tú te pasas a veces pero gracias, sí sí sí, yo te amo, te amo con todo mi corazón Padre. Y te pido que me ayudes a verdaderamente enamorarme de ti, que el domingo cuando venga a la iglesia Señor pueda meditar en las letras de las canciones que estoy cantando, que no me guste sólo la melodía pero que me guste la letra, y que tenga un tiempo emocional contigo en el medio del servicio. Sí, que lo que el pastor dice es a través de ti, que lo tengo que recibir aunque no me guste, sí Señor, gracias Señor, en el nombre de Jesús, amén (aplausos).

Amén, ¿cuántos recibieron una enseñanza esta noche?. Jonatán, ven por acá hombre, nuestra estrella local, Jonatán Toledo, muy bien. Quizás le puedes decir al pueblo exactamente qué era la idea número uno, que tú querías proyectar, ¿cuál era la esencia del pensamiento?.

Jonatán: Cuando yo me puse a pensar acerca de este mensaje, me puse a pensar cómo uno puede hablar de Jesús cuando hay tanto que decir, y qué sería lo que uno puede aplicar conociendo a Jesús, y yo pienso que lo principal que yo quería transmitir en esta noche era que Jesús no es un ser que está allá y nosotros estamos aquí, que Jesús dice en su palabra que Él nos llama amigos, para que nosotros nos acerquemos a Él y hablemos así. La oración no tiene que ser un ritual con una fórmula establecida de así tengo que orar, hay ejemplos en la biblia de cómo uno puede orar, pero simplemente una conversación así de tú a tú con el Señor, con tu lenguaje, con tus palabras, Él quiere esa cercanía, esa naturalidad, esa confianza de amigos, Él quiere que desarrollemo eso. Y también que no nos dé verguenza de hablar de nuestro amigo a los demás.

Cuando nosotros tenemos un amigo nosotros queremos que todo el mundo conozca bueno, yo soy amigo de fulano, y el Señor quiere que hagamos eso, que la gente nos conozca porque somos amigos de Él, porque hablamos como Él, y somos personas que bendecimos a los que están alrededor de nosotros.

Pastor: ¿Dónde está el balance entre ser carnal de Jesús y ser muy acercado a Él y también ser reverente ante Él y verlo como la suma total en nuestra vida, tiene que haber un balance no?.

Jonatán: Tiene que haber un balance definivitamente, porque a veces queremos ser tan fanáticos de Jesús que eso aleja a las demás personas, y vendemos una imagen que tampoco es correcta. Muchas veces nuestros hechos hablan más fuerte que nuestras palabras, y el Señor Jesús a través de su vida fué una persona super sencilla, el ejemplo ahí que yo puse en mis pensamientos que soy Jesús que traducido es Dios con nosotros, Él nunca dijo eso pero esa era la verdad, esa era su esencia, y yo me imagino que cuando Él era joven Él no andaba diciéndole a las personas yo soy el Hijo de Dios, no era algo que Él se lo estrujaba a las personas todo el tiempo, llegó un tiempo en que Él tuvo que hablar y defender su posición frente a los fariseos, frente a las personas y dejarles saber que Él era el enviado, pero Él vivió una vida normal, y mucha gente lo descubrieron por su forma de ser, había algo de Él que lo hacía resaltar.

Pastor: Hay una lección ahí que nosotros podemos aprender, esa idea de que Él era accesible, ¿cómo podemos nosotros invitarlo a nuestra vida en nuestro testimonio de cristianos, para los demás, el mundo que está allá afuera?

Jonatán: Así como usted dice siendo personas accesibles, que las personas sepan que somos cristianos pero que no somos que vamos a juzgarles. Que se sientan así como la mujer que tenía flujo de sangre que era juzgada por toda la sociedad, pero con Jesús se sentía cómoda y se sentía segura de poder ir y tocar el borde de su manto, porque ya sabía que Él no la iba a rechazar. Que la sociedad la iba a rechazar pero que Él no la iba a rechazar y atrevernos a experimentar eso. Experimentar ese rechazo de la sociedad por desarrollar una relación más íntima con el Señor.

Pastor: Amén, amén. ¿Y qué pasa cuando nos pegamos así a Jesús y tenemos esa intimidad con Él, qué tú crees que pasa en el creyente, el amigo de Jesús, qué impacto tiene eso sobre nuestra vida, el estar tan cerca de Él, mirarlo a Él, conversar con Él, tener intimidad, cercanía con Él, diálogo sostenido, contínuo, cuál es el impacto de eso?.

Jonatán: Yo creo que ahí es que nuestra vida comienza a ser verdaderamente transformada, ahí se desarrolla lo de la renovación de nuestro entendimiento que habla Pablo. Porque si usted se fija, cuanco usted es mejor amigo de una persona, usted actúa como esa persona, le gustan las mismas cosas, habla como esa persona, y cuando uno comienza a desarrollar una cercanía así con Cristo, la gente lo nota, la gente lo vé y la gente lo quiere, la gente quiere eso que uno tiene, y yo pienso que eso es un llamado que nosotros tenemos.

Pastor: La vida moderna, frenética, con tantas cosas que compiten, yo veía también la atención en ese personaje de, medio de todas las cuestiones del estudio, del trabajo, todo el frenesí de las modas, y las presiones sociales, sacar ese tiempo para el Señor es tan importante, ¿qué consejo tú nos darías acerca de como tener ese tiempo en medio de un mundo frenético que demanda tanto de nosotros?

Jonatán: Toma tiempo y es algo que hay que calendarizarlo como yo digo. Por ejemplo, cuando yo hablaba ahí de que yo a veces tomo la biblia cuando tengo que preparar un sermón o cuando tengo que preparar una clase para los niños, eso es cierto. Y yo me he dado cuenta a través de mi vida de que no es lo mismo trabajar para Jesús que estar con Jesús y pasar tiempo con Jesús. Que cuando yo tomo la biblia para preparar un sermón o algo, yo estoy trabajando para Él y no necesariamente para pasar tiempo con Él, inclusive hoy antes de todo esto yo tuve que sentarme y decir, Señor, ayúdame a decir todo lo que Tú quieres que hable, y yo tengo que sentir de que te amo y que te necesito. Y en la vida diaria yo pienso que en tu calendario tú puedes poner un tiempo para estar con Dios, así como nosotros nos levantamos temprano y decimos voy a ir al gimnasio o voy a preparar la comida o algo así, pensar voy a pasar cinco minutos con el Señor, diez, voy a hablar con el Señor y decirle algo, y lo mismo de las oraciones antes de la comida, que no sean oraciones monótonas, que no sean Señor, bendice estos alimentos, dales lo que no tienen en el nombre de Jesús amén, esa es la que yo siempre digo, y a veces cuando estoy haciendo eso como que me detengo y digo, wow, Señor gracias por tu provisión, gracias por estos alimentos y verdaderamente dale a los que no tienen Señor.

Pastor: ¿Hay alguna lección que has aprendido últimamente, alguna faceta nueva de Jesús en este último año, en el ministerio, en el trabajo con los niños, en una congregación como ésta, algo nuevo que se haya revelado acerca de la persona de Jesús para tu vida?.

Jonatán: Sí, yo pienso que muchas veces cuando uno decide dedicarse al ministerio joven, uno siempre comienza a mirar como todas las opciones alrededor de las cosas que uno podría estar haciendo en vez de estar en el ministerio, y uno dice qué tal si yo hiciera eso o hiciera esto como cualquier otro de los voluntarios y no me dedicara a esto tiempo completo, y yo he aprendido a través de esa serie de pensamientos que el Señor está para uno, en Santo Domingo dicen voy por ti, y es que el Señor lo dejó todo y no le importó dedicarse a nosotros, y si el Señor dejó todo qué no puedo dejar yo, y el detalle es que uno tiene que confiar y creer, porque dice sí el Señor dejó todo y yo puedo dejar todo, y el Señor vá a estar conmigo y me vá a sustentar, pero no es simplemente saberlo si no es creerlo y vivirlo, entonces a través de esto de Jesús precisamente pensando en este sermón, en esta charla, yo pensé que el Señor Jesús, Él hacía lo que sentía, y por eso fué que vino y lo hizo para mostrarnos con el ejemplo, que todo lo que dice en la biblia de Él fueron cosas que Él lo hizo, lo vivió es y experimentó.

Inclusive cuando pensé Señor, ¿Tú soltero?. Sí, Tú me conoces porque Tú pasaste por eso, y las personas, sí, no hay nada que Tú no sepas, que Tú no hayas experimentado, Tú fuiste un hijo, Tú entendés el corazón de Tu madre María, y sabiéndolo todo te identificas con todas las personas, entonces yo pienso que esa faceta de que el mismo Dios de ayer es verdaderamente el mismo Dios de hoy, que Él camina con uno a través de todo lo que uno experimente en la vida, porque nada es nuevo para Él, porque ya Él lo sabe, y no sé pero como que saberlo te haga click es algo bien bonito de un experimentar, y a veces no te hace click hasta que hay un evento bien específico en tu vida, que te hace verlo.

Pastor: Una última pregunta, ¿si tú pudieras adquirir una sola cualidad del carácter de Jesús, cuál tú escogerías?

Jonatán: Muy buena pregunta, yo siempre le pido a Dios en mis oraciones que me dé discernimiento, yo pienso que Jesús era una persona que discernía el entorno alrededor de Él, y era pronto para pensar y tardo para hablar, y yo pienso que le seguiría pidiendo eso, que me ayude a discernir las cosas a mi alrededor para yo poder medir mis palabras y escogerlas bien, y que lo que yo diga sea de bendición a otros, y siempre pienso en personas que han sido de bendición para mi vida, pero yo nunca veo que digan wow, he visto a fulano enojado, o echarle un boche a alguien, regañarlo, enojarse con alguien, pero al mismo tiempo personas que cuando tienen que decir no esto es rojo, o esto es azul, lo dicen sin miedo a quien le duela, yo pienso que esa característica de Jesús me gustaría desarrollarla más, porque hay tiempo para medirse y callar pero también hay tiempo para decir las cosas como son sin importar.

Pastor: Tremendo, ha hablado como un hombre sabio, amén, gloria al Señor, gracias hermanos precioso tiempo y, una gran bendición, tú ejemplificas mucho esas cualidades lindas de Jesús.

La santidad es el requisito para que Dios obre en tu vida y a través de ti

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Quiero continuar con esta serie que está dentro de una serie sobre la santidad, porque siento que el Señor nos ha llamado a meditar sobre esto, reforzar esos fundamentos, ponerlos bien sólidos en nuestras vidas, nuestras mentes como iglesia. Siento que este es un llamado de Dios en este año que hemos llamado un año de definición.

Recordarán ese mensaje que Dios me dio para compartir con ustedes la víspera de Año Nuevo, de definirnos como iglesia, definirnos como individuos, definirnos en el llamado de Dios para nuestras vidas y definir también lo que creemos, lo que somos y hemos estado hablando de diferentes cosas que distinguen a nuestra iglesia, elementos de nuestra fe, nuestra teología.

Y dentro de eso ustedes han escuchado nuestro entendimiento específico acerca de la santidad. Llamado a la santidad. Y hemos dicho que nuestra iglesia tiene un enfoque acerca de la santidad, primero, creemos que la santidad no es solamente apartarnos de cosas, no es solamente quitarse cosas, sino también es prepararnos para algo, apartarnos para servir al Señor. La santidad es, como vamos a ver en un momentito, un vehículo para algo que Dios quiere hacer nuestras vidas y a través de nosotros.

Segundo, decíamos a la santidad no es solamente un aspecto pasivo de las cosas, de quitarnos el aspecto digamos lo más burdo de los pecados, sino que es entrar hondo también en la santificación de nuestras emociones, actitudes, palabras, las relaciones humanas, la forma en que tratamos a la gente, la santificación de nuestros sentimientos, nuestros recuerdos. Es todo un proceso bien amplio.

Y el domingo pasado vimos esto en una manera gráfica tomando un texto de la Biblia, Colosenses 3, y viendo cómo el Apóstol Pablo, guiado por el Espíritu Santo nos llama a ir en una trayectoria de creciente santificación. Y vimos cuatro etapas, por lo menos, de perfeccionamiento del yo.

En la primera etapa, ustedes recordarán, no voy a detenerme demasiado, el Apóstol habla precisamente de lo que nosotros normalmente pensamos cuando pensamos en santidad, los pecados más gruesos del comportamiento humano. Fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos, avaricia, y decíamos que muchos cristianos se quedan solamente allí, enfocamos eso solamente. Pero eso es simplemente el primer nivel.

El Apóstol Pablo después dice, pero ahora ya habiendo trabajado eso un poco, porque siempre vamos a estar trabajando y tratando:

“…Pero ahora también dejen todas estas cosas, ira, enojo, malicia, blasfemia, no mentirse unos a los otros…”

La idea es, una vez que Dios te ha tratado en esas áreas más obvias y gráficas del pecado, entonces Dios espera que tu comiences también a someter tu interior al trato del Señor. Esa cosa que muchas veces minimizamos en la vida, que son el origen de tanto problema en la vida humana.

Qué es lo que divide la mayoría de las familias, las amistades, los matrimonios? No es que el amigo de momento le pegue un puñetazo al otro amigo y le deja el ojo amoratado y se separan. No, muchas veces ese amigo no es sincero, dijo algo fuera de tiempo, no perdonó al amigo cuando lo ofendió. Eso es lo que dividió. No son necesariamente las cosas peores. No es que le robó la cartera y se la llevó para la casa o que fue a la casa a comer y se llevó un plato.

Qué es lo que divide las iglesias muchas veces? No es el pecado más grueso, más obvio, es la murmuración, es la falta de lealtad, el ego no tratado por Dios, la mentira, las asperezas unos con los otros. Qué divide los matrimonios por igual?

Entonces esa dimensión es bien importante que la entendamos en la santificación. Pero Pablo dice, pero no pienses que solamente la santificación es dejar cosas y desvestirse de cosas, es también ponerse nuevas cosas. Entonces él habla:

“…Vístanse como escogidos de Dios, tercero, santo, amado, entrañable misericordia, benignidad, humildad, mansedumbre, paciencia, soportándose unos a otros, perdonándose unos a otros, si tuviera algo contra el otro…”

Usted ve? Cuando ya tu te has desvestido de todas esas cosas feas, dice, pero ahora vístete de cosas buenas también, no solamente destruyas, construye también. Dios te llama. Cómo está tu medida en esas áreas de bondad, benignidad, amor, paciencia, tolerancia, perdonar al que te ofende, decir cosas buenas de los demás, pensamientos positivos, bendecir a otros con tu buen trato. Cómo estás tu en esa dimensión?

Yo me tengo que medir todos los días con respecto a eso. Y entonces está el cuarto nivel dice, después que todas estas cosas tu las estás tratando dice:

“… Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto…”

Esa es, yo decía, la joya cúspide de la corona, el amor. Que el amor resume todo. Entonces, ven, lo que quiero, hermanos, es que entendamos eso. La santificación es la entrega de todo nuestro ser a un proceso.

Lo que quiero es continuar apretando esas tuercas porque Dios está hablándole a la iglesia. Yo creo que estos tiempos hermosos que estamos teniendo de adoración es porque a Dios le agrada lo que estamos haciendo. Hay cosas que están pasando en este pueblo que Dios está contento con ello. Y entonces cuando eso está , la bendición de Dios viene y Dios está llamando a esta iglesia a entregarse y consagrarse más. Y cuando yo digo esta iglesia te estoy diciendo a ti y a mí. Pon tu nombre allí.

Dios quiere que tu te entregues totalmente a él. Es un llamado a la santidad. Yo lo que quiero es dar un par de vueltas alrededor del territorio de la santidad y fortalecer algunas cosas que ya he dicho y verlo de otra manera y continuaremos quizás uno o dos sermones más yu después lo dejaremos descansar un rato, y volveremos en otro tiempo a tocar este tema, pero tu vas a seguir trabajando este tema.

Yo te puedo decir con toda seguridad que Dios está hablando a su pueblo y escucha, que privilegio saber que estamos en la voluntad de Dios como iglesia. Recibe esta palabra.

Somos un pueblo de sacerdotes, hermanos, por eso es que tenemos que ser santos. Los sacerdotes eran consagrados al Señor, somos un pueblo de sacerdotes apartados para servir y glorificar a Dios. Por eso, la santidad es tan importante para nosotros.

Si nosotros fuéramos simplemente un grupo más de gente. No, pero nuestra identidad nos lleva hacia la santidad. Tu identidad te lleva a la santidad. Mira lo que dice Primera de Pedro 2:9 al 11. Ya lo hemos leído en otro momento.

“…Más vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio…”
Fíjese real, no en el sentido de real versus falso, no, real quiere decir noble, como de un rey, nobleza. Tu no eres cualquier tipo de sacerdocio, tu eres un sacerdocio que perteneces a una realeza. Ahora, eso no es para que tu mires desde tu altura a la gente allá afuera. No, al contrario, con humildad, mansedumbre. Tu no lo mereces y yo no lo merezco, la sangre de Cristo nos compró ese privilegio, pero somos sacerdotes y sacerdotisas que pertenecemos a una casta de nobleza, real, príncipes y princesas es lo que nosotros somos, hermanos.

Somos una nación santa, apartada. Agios quiere decir eso, apartado de y para. Un pueblo adquirido, porque nos compró con sangre preciosa. El Evangelio no es gratis, el Evangelio costó vida, la vida del Hijo de Dios, adquirido para que anunciéis la virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.

Entonces nosotros somos un pueblo de sacerdotes reyes, princesas y todo sacerdote, todo rey era consagrado a su función. Venía el profeta y lo ungía con aceite y esa unción quería decir, tu estás apartado, tu estás sellado para un destino, una función y tu eres un vehículo ahora para un propósito que Dios tiene para tu vida.

Oh, si nosotros nos viéramos así. Lo que pasa es que nosotros no tomamos conciencia de lo que somos en Cristo, la posición que ocupamos. Venimos a la iglesia y un día ponchamos la tarjeta, pasamos al frente, levantamos la mano y como que todo sigue igual, business as usual. Pero yo creo que a veces fallamos en no enseñar al pueblo que mira, cuando tu pasar al frente o en una célula recibes a Cristo, o solo quizás en tu casa un día te tiraste al piso y dijiste, Señor, yo te necesito, eso te selló con una identidad nueva. Si alguno está en Cristo, nueva criatura es.

La mayoría de nosotros no tomamos consciencia de eso. Qué es lo que tu eres en Cristo? Y eso quiere decir que tu estás sellado, si Dios nos ayudara comenzando conmigo, a entender eso. Mi identidad me impone una santidad, un comportamiento. Un rey no puede andar por ahí en la calle jugando con los muchachitos bolitas en la acera. No, un rey camina y tiene que comportarse.

Cuándo usted vio a la reina Elizabeth aparecerse en una barra de Londres a tomar cerveza con las amigas? No. Ella se mantiene bien alejada. Usted la ve desde allá moviendo como una muñequita de los carros. Hasta eso le enseñan cómo hacerlo de una manera muy diferente a los demás. Si yo lo hago usted se ríe, pero a ella, no. Todo el mundo, sí, la reina. Porque su posición le impone un comportamiento en la vida.

Los franceses dicen noblece oblige, quiere decir, la nobleza obliga. Sabe que los reyes y las princesas ni siquiera se podían casar con quien querían, tenían que casarse con un príncipe a veces feísimo pero tenía dinero, nación, tierra y los reyes querían emparentar una nación con la otra. Entonces, las princesas y los príncipes eran meros peones, eran piezas movedizas para los intereses de las naciones. Entonces, cuando dos naciones querían hacer la paz o querían unir sus ejércitos o sus territorios, usaban a los hijos, los casaban y la princesa, la pobre, quizás estaba enamorada del que limpiaba el piso, precioso, pero tenía que casarse con este renacuajo porque era el príncipe de la otra nación. Y la pobre, como princesa, tenía que hacer eso porque ese era su deber.

La gente nada más piensa en los privilegios de los príncipes y las princesas, pero hay que eximirse de muchas cosas. Y así eres tu, tu eres un sacerdote, una sacerdotisa. Entonces, esa nobleza tuya te obliga a cierto comportamiento. Y yo creo que nosotros siempre tenemos que decir, qué soy yo? Quién soy yo? Quién yo soy? Yo me tengo que decir eso continuamente, hermanos. Eso me ayuda a mantenerme dentro de mi posición cuando la carne o lo que sea está arrebatándonos en otra dirección. Tu tienes que decir, quién soy yo, cuál es mi identidad? Somos un pueblo de sacerdotes y por eso es que tenemos que ser santos delante del Señor.

Otra cosa acerca de la santidad. La santidad es un requisito para el servicio a Dios. Si tu quieres servir al Señor tu tienes que santificarte, tienes que entrar en el asunto de la santidad. Por qué? Porque miren los utensilios del templo, las vasijas, los candelabros, las mesas, los salones del templo, las cortinas, todo cuando era iniciado para el servicio del templo, eso era apartado, eso era santo delante del Señor, terriblemente santo.

Si el sumo sacerdote quería dar una fiesta, no era como que iba a venir… okay, vamos a hacerlo en el templo porque es bien bonito y está bien decorado. Así que hoy ponemos de vacaciones el templo y hoy es para una fiesta. No. Era santo, apartado.

Los sacerdotes se santificaban también. Y asimismo pasa, si tu quieres servir al Señor tu tienes que caminar de cierta manera. Eso es lo terrible. Por eso dice el Apóstol Pablo, no os hagáis maestros muchos de vosotros sabiendo que recibiréis mayor condenación.

Hay mucha gente por ahí que quieren ser pastores, demasiada gente, yo diría. Pero es porque piensan solamente en los privilegios del pastorado. Oh, la gente te escucha, te puedes poner una corbata, no tienes que ir a la factoría más, ahora la gente diezma y tu vives… y la gente piensa solamente en eso, pero no piensan en la gran, terrible responsabilidad y peligro que es caminar en el ministerio.

Y asimismo tu, si tu diriges una célula, si estás en el ministerio de alabanza, si estás en los hujieres, si estás representando en alguna manera pública tu iglesia y el Reino de Dios, óigame, tiembla y teme delante del Señor. No es que te pongas neurótico tampoco, pero sí entiende lo que eso implica, que tu representas al Señor y para tu tener un servicio efectivo tu tienes que vivir de cierta manera, porque tu quieres que la gracia del Señor corra a través de ti.

Entonces, la santidad siempre ha sido un requisito. Los reyes tenían que ser santificados, los profetas tenían que ser santificados, los sacerdotes tenían que ser santificados, los utensilios tenían que ser santificados, el templo mismo, el mismo templo que Salomón construyó llegó un día en que lo consagraron. Dice que vino la presencia de Dios y se metió como una nube, y dice que los sacerdotes tuvieron que tirarse al piso, todo el mundo se cayó allí. La presencia del Señor fue tan densa y tan poderosa que nadie pudo permanecer y eso fue como la consagración del santuario.

Cuando los judíos después se corrompieron y comenzaron a usar el templo en maneras indebidas y el pecado cundió aún en el mismo sacerdocio israelita, dice la Biblia, que la presencia del Señor se fue del santuario porque ya no era un lugar santo, ya no era el lugar apartado para Dios.

Los judíos siguieron haciendo sus cosas pero ya la presencia de Dios no estaba allí. Después vino el destierro y todo lo demás, y la invasión babilónica y toda la destrucción de Israel y Judá.

Y muchas veces así estamos viviendo una doble vida y seguimos haciendo las cosas y como que nada pasa. Pero mira, ya la presencia del Señor se fue, se alejó, contristaste el Espíritu Santo. Y tenemos que volver a buscar esa presencia de Dios en nuestras vidas. Y por eso es importante porque la santidad es un requisito para el servicio al Señor. Si tu sirves al Señor, quieres servir en alguna manera, santifícate, santifiquémonos.

Otra cosa acerca de la santidad. La santidad es el pre requisito para las bendiciones. Una cosa es servicio, otra es bendición. Porque no todo en el Reino de Dios es solamente trabajo. Hay tiempo también para celebrar el sábado y el día de descanso, disfrutar con la familia, comerse un pollo asado la noche del sábado y la noche antes del sábado, como hacen los judíos.

Para el judío el sábado es la cosa más sagrada y más bella. Pero los fariseos convirtieron el sábado en algo rígido, farisaico, religioso, pero no, el sábado se supone que sea el día del Señor, se supone que sea un día de alegría, gozo, celebración. Se supone que los judíos se vistieran con su mejor ropa, la noche del viernes había una comida, la ama de casa preparaba la mejor comida. No se supone que se hable de negocios en las 24 horas del sábado. Nada que traiga trabajo o recuerde la factoría o lo que tu dejaste. Todo tiene que ser gozo, celebración, juego, disfrute, diversión, ir a la sinagoga y adorar al Señor.

Óigame, si nosotros entendiéramos esto así, aún el sábado, el día de reposo, tenemos que consagrárselo al Señor porque a Dios le gusta que su pueblo celebre. Dios te dice, será mejor que celebres sino te voy a dar por la cabeza. Óigame, ese es un mandamiento, hay que gozarse.

Entonces, no todo es trabajo, hay bendición también. Pero cómo vas a tu recibir la bendición? A través de la santidad. La santidad es el receptáculo idóneo para la bendición en la vida del creyente. Romanos 121:1 y 2 dice:

“…Entreguemos nuestros cuerpos como sacrificio vivo, dice al final, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta…”

En otras palabras, para que experimentéis y confirméis y veáis que es real, y que entendáis cuál es la bendición que Dios tiene para vuestras vidas. Cómo tu vas a confirmar lo que Dios tiene para ti? Tienes que vivir en santidad.

Mucha gente dice, pero no siento el gozo del Señor. Dios me prometió tantas cosas y no las estoy experimentando. Es posible que una de las razones sea porque tu vida no está preparada para recibir las bendiciones. Hay cosas que obstaculizan. Dios desde su trono dice, bendición para ti, pero entonces en el camino la bendición se pierde porque rebota contra tu vida que no está adecuada.

Tu compruebas la buena voluntad de Dios cuando te santificas y entregas tu vida al Señor. Qué dice Juan 15:10?

“Si guardares mis mandamientos, santidad, permaneceréis en mi amor así como yo he guardado los mandamientos de mi padre y permanezco en su amor…”

Mire lo que dice también el versículo 7:

“…Si permanecéis en mí y mi palabra, mis mandamientos, principios, permanecen en vosotros pedid todo lo que queréis y os será hecho…”

O el Señor estaba en ese momento eufórico y se le pasó la mano o eso es lo que él quiso decir. Si tu permaneces en Cristo y Cristo en ti, su verdad, su palabra, sus principios, sus preceptos están en ti y tu en él, mira, pide por tu boca. Por qué? Porque tu mente estará alineada con lo que Dios quiere. Tu le vas a pedir al Señor cosas que son para tu bendición. Ahí pide que Dios tiene para ti todo lo que tu quieras. La santidad es el requisito para las bendiciones de Dios.

Así es que tu puedes comprobar. Por qué dice Cristo, de nuevo, llevad mi yugo sobre vosotros porque mi yugo es fácil y ligera mi carga? Y dice, y encontraréis descanso para vuestras almas. Que paradójico. La manera de encontrar descanso es llevando el yugo. Cuál es el yugo? Los mandamientos, los principios, los preceptos, las barreras que Dios pone, el cerco alrededor del abismo.

Si tu quieres experimentar la bendiciones del Señor santifica tu vida, purifícala cada día más. Otra cosa, la santidad es la plataforma para la manifestación del poder de Dios en sus siervos. Aquí el énfasis está en el poder de Dios y la santidad. Hay una conexión entre el poder de Dios y la santidad.

Volviendo a Juan que es un Capítulo precioso, de paso, para la vida consagrada y en comunión con Cristo, léalo después y medite en él, Juan 15:16 dice:

“… No me elegisteis vosotros a mí sino que yo os elegí a vosotros y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto y vuestro fruto permanezca para que todo lo que pidieres al Padre en mí nombre, él os lo de…”

De nuevo, esa misma idea de la bendición y la provisión de Dios. Qué dice Josué 3? Qué le dijo el Señor a Josué cuando lo estaba preparando para servirlo a Dios? Josué 3:5 dice:

“… Y Josué dijo al pueblo, santificaos porque Jehová hará mañana maravillas entre vosotros…”

Yo creo que Dios le está diciendo a esta iglesia algo parecido y a mi propia vida también, santifíquense porque yo tengo la intención de hacer maravillas a través de ustedes. Hermanos, eso me persigue dondequiera que yo voy. Este fin de semana estaba en Maine hablando con una cantidad de gringos allá en la parte norte de Maine, era una conferencia y estaba yo sentado y en un tiempo de oración y adoración me fui a una esquina y me senté en el piso, minding my own business, como dicen. Y viene un norteamericano que no me conoce y dice, Dios va a desatar su poder en tu vida de una manera que tu ni siquiera te imaginas.

Hermanos, y esa palabra me ha perseguido por muchos años. Yo sé que un día Dios tiene sus propósitos. Yo no creo que es mi imaginación porque yo le he dicho, Señor, aparta esto de mí porque como Abrahán me lo ha estado diciendo ya durante tantos años, digo, bueno, cuándo se va a cumplir? Pero yo estoy esperando. Soy un hombre en espera, pacientemente esperé a Jehová. Se inclinó a mí y escuchó mi clamor.

Pero yo creo que Dios le dice a esta iglesia por igual. Las cosas tienen que ser en el tiempo de Dios, de paso, yo no pienso sacar una partida de tarjeta de profeta o Apóstol. Apóstol Roberto Miranda, bueno eso es asunto de él. Yo estoy aquí tranquilito, yo hago mi negocio, yo atiendo la tienda del Señor y él sabrá cuándo hace las cosas, porque cuando se hacen en el tiempo de Dios, eso es maravilloso, no en el tiempo del hombre. No hay que fabricar la unción. La unción tiene que ser real. Lo que Dios quiere en el siglo XXI es una unción real, que rompa muros y que explote ciudades. Eso es lo que Dios quiere. Lo otro es fácil de fabricar muchas veces. Pero eso es aparte.

Lo que Dios le dice a esta iglesia es eso, iglesia León de Judá, yo quiero hacer maravillas a través de ustedes. Dios le dijo eso a Josué cuando estaban listos para ya finalmente entrar en la tierra prometida después de 40 años en el desierto. Ya, era el momento de la verdad, iban a confrontar gigantes, iban a confrontar a Jericó precisamente. Y Dios le dijo, circuncídame a todos los varones, todo los hombres, la circuncisión era señal de pertenencia a Dios. Era un sello doloroso, gráfico, que decía, en la esencia misma de tu virilidad, allí yo voy a poner una marca que tu me perteneces a mí. Es como sellar una res con un hierro candente. Así fue que Dios decidió, mire cómo es Dios?

Las pobres hermanas se libraron de eso, pero yo creo que en el corazón Dios te dice, circuncídate hermana también. Pero le dijo, circuncídense. Hoy la circuncisión no es hecha con manos de hombres, hoy es en el corazón y en la mente, de paso, en el espíritu.

Estás tu circuncidado? Pero Dios le dijo, circuncídalos primero antes de que yo los pueda usar. Santifícamelos primero. Porque la santidad es el pre requisito, es la antesala del poder. Si tu quieres que el poder de Dios corra a través de tu vida con autenticidad, tienes que santificarte. Hay un precio que pagar. Entonces, la santidad es la plataforma sobre la cual descansa y aterriza el poder de Dios en la vida de un hombre o una mujer.

Otra cosa acerca de la santidad es que nos protege de los ataques y acusaciones del enemigo. Ponga aquí el énfasis sobre protección, nos protege. Porque es una forma de guerra espiritual. Hay mucha gente que vive reprendiendo al diablo, pisoteando al diablo y declarando confusión sobre el diablo, y el diablo tranquilito con un palillo en la boca y haciendo lo mismo que él hace siempre. Por qué? Porque no están en santidad. Es así, hermanos.

Mucha gente que no hay suficiente diablo para todos los evangélicos que han destruido al diablo y ya lo han matado, lo han pisoteado, lo han enterrado, lo han expulsado, ya no queda diablo, si fuera por los evangélicos que declaramos la destrucción sobre Satanás. Y él vivito y coleando como era hace cinco mil años sobre la tierra.

Pero es esa idea, también hay que cubrirse las espaldas. El diablo, diabolos quiere decir acusador, el diablo es el fiscal que te acusa, esa es su función. Y el Señor quiere protegernos pero si hay impureza en tu vida, si hay pecado en tu vida, nuestra vida, esa es un permiso que él tiene para hacer estragos en tu vida.

Yo les decía a los hermanos que dondequiera que hay pecado en nuestra personalidad, nuestra mente, nuestra vida, es como que el diablo anda tanteando dentro de nosotros a ver dónde encuentra un punto de conexión con lo que él es, su naturaleza. Yo digo que el diablo tiene como un alambrito, al final tiene una punta de metal puramente desnuda y él anda tanteando dentro de ti a ver dónde encuentra fornicación, impureza, mentira, resentimiento, venganza, depresión, tristeza, duda, temor, blasfemia, y cuando él… aquí encontré algo, ahí está. Y hace así y amarra ese punto de tu personalidad y por ahí él canaliza su energía y destruye tu vida, hace estragos.

Porque dice la palabra, cuando alguno de vosotros peca no diga que fue Dios que lo tentó, porque Dios no tienta a nadie, sino que sois tentados cuando de vuestra propia concupiscencia sois tentado.

Qué es lo que el diablo usa como su plataforma de aterrizaje? El pecado que está en ti y en mí. Lo que se parece a él. Por eso el Señor Jesucristo dijo una vez, vámonos de aquí porque viene el diablo y yo nada tengo que ver con él. El Señor no tenía nada que ver con Satanás, ni Satanás con él. Satanás no podía encontrar nada que se pareciera a él en Jesús.

Ahora, en muchos de nosotros, olvídese que él puede ser ciego y va a encontrar algo enseguida. Verdaderamente una de las formas de protegernos, porque muchas veces nosotros estamos en situaciones prácticas, relaciones, espacios donde Dios, por su santidad y su respeto a su propia ley no puede protegernos como él quiere. Y después le echamos la culpa al Señor.

Estábamos por allí borrachos, manejando el carro a 80 millas por hora, nos estrellamos contra una columna, y después le echamos la culpa al Señor cuando estamos en el hospital con la pierna con un yeso. Así pasa muchas veces.

Tenemos que vivir en cierta manera para que Dios pueda protegernos y guardarnos de los ataques del enemigo. La santidad es la mejor forma de hacer guerra espiritual. Es económica. Usted no tiene que estar reprendiendo ni peleando con el diablo ni nada, simplemente vive una vida limpia, pura. La santidad es la mayor protección, la mejor forma de guerra espiritual.

Ahora, los próximos momentos quiero detenerme sobre este aspecto. Está basado en ese pasaje de Romanos 7:14 al 25 donde Pablo abre su corazón delante de nosotros. Es uno de los pasajes más íntimos de toda la Escritura, donde este gran hombre de Dios nos deja ver su alma, nos deja ver su intimidad, su lucha personal que él tiene.

Sabe que muchas veces los pastores andamos por allí presentándole a la gente una imagen de inviolabilidad, invencibilidad. Y la gente dice, guau, que tremendo varón de Dios. Si yo pudiera algún día hacer algo así. No, el pastor es un hombre como cualquier otro, el mismo sistema nervioso, la misma lucha. Estamos involucrados en la pelea, en la batalla, y sabemos la responsabilidad que tenemos, pero hay una lucha. Ese diácono que parece un casto varón, está luchando por dentro si es honesto. Esa mujer de Dios que parece que ya lo tiene todo arreglado, y que se va a ir al cielo con todo y zapatos y pantalla, tiene lucha, si es honesta.

Y Pablo nos dio un ejemplo de honestidad porque la santidad es un proceso, no es un estado. Mire qué dice Pablo aquí en Romanos 7:14:

“…Porque sabemos que la ley es espiritual, más yo soy carnal…”
Este es el hombre que escribió dos terceras partes del Evangelio, el hombre que tuvo una visión tan grande de Cristo que no le fue ni siquiera permitido compartirla, el hombre que Cristo mismo lo llamó personalmente, tumbándolo del caballo, el hombre que envió a alguien para que orara por él para que recibiera el bautismo del Espíritu Santo, el hombre que Dios escogió para abrir brecha del Evangelio en el imperio greco romano. Ese hombre está diciendo:

“…Yo soy carnal, vendido al pecado, porque lo que hago no lo entiendo, pues no hago lo que quiero sino lo que aborrezco, eso hago…”

Algunos evangélicos, yo los oigo por allí todavía en la iglesia, que no les gusta que la gente diga, bueno, yo soy pecador. Y yo entiendo. A mí no me gusta decir yo soy pecador, pero en un sentido es honesto decirlo. Puede decir, yo soy inclinado al pecado. La naturaleza humana es eso. El mundo, el universo está inclinado hacia el pecado. Hay trampas que nos llevan a eso. Pero aquí dice:

“… Yo soy carnal, vendido al pecado…”
Muchos súper espirituales, hermano Pablo, jamás diga eso. Está confesando negativamente. Este es Pablo diciendo, yo soy carnal, vendido al pecado. Ahora, entienda lo que él está diciendo, no es que él es un esclavo del pecado. Él está siendo bien dramático allí porque después en el Capítulo 8, es un Capítulo de increíble bendición y seguridad. Pablo no se queda.

Es lo que yo digo, que siempre la confesión de pecado tiene que estar acompañada también de una declaración de libertad en Cristo Jesús. En el Capítulo 8 usted verá es como otro hombre, pero aquí él dice, mire, hay una dimensión sombría de mí, siniestra de mí, “porque lo que hago no lo entiendo, no hago lo que quiero sino lo que aborrezco, eso hago.”

Cuántas veces usted puede decir eso, hermano? Después que se salió esa palabrita, uy, se mordió la lengua, pero si yo dije que no lo iba a volver a decir? Ahí está. Usted prometió que no iba a gritarles más a los niños pero vino un muchachito le derramó el jugo en su silla favorita y salió el viejo, no tan viejo, hombre o mujer. Y otra vez, yo que dije que iba a tratar a mi hijo y lo iba a bendecir en vez de criticarlo. Es así. No hago lo que quiero.

“…Y si lo que no quiero eso hago, apruebo que la ley es buena…”
En otras palabras, si yo soy así es bueno que haya leyes en el mundo. El mundo moderno quiere que se quiten todas las leyes. Hey, lo que tu quieras, amén. Si hoy te levantaste con deseos de ser mujer, gloria a Dios. Si te sientes femenino, pues ponte una ropa femenina, una bata delicada y suelta tus gestos y haz lo que tu quieras.

Si mañana te sientes como un macho cabrío para comerte las niñas crudas, pues, amén, hoy tienes testosterona saliéndote por las orejas. Y la gente quiere… y nos critican a nosotros porque respetamos la ley de Dios. Hermanos, la única defensa para la humanidad es la ley de Dios.

Qué nos trajo el vivir en el mundo sin barreras? Destrucción. Qué pasaría si en las grandes carreteras no hubiera muros y protecciones, vallas alrededor, en esos caminos de México y de Centroamérica y el Caribe, esos barrancos, qué sería si no hubiera algo en esas montañas que protegiera contra nosotros mismos? El mejor lugar, el lugar más seguro para un hombre o una mujer es dentro de las barreras que Dios ha establecido.

Y Pablo dice, entonces apruebo que la ley es buena, “… y si lo que no quiero esto hago, apruebo que la ley es buena, de manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí…”

Es como que hay una presencia, hay un ejército enemigo dentro de mí y dentro de ti, hermano, así Pablo lo ve, porque él no se explica. Él quiere pero algo lo arrastra. Cuántos pueden decir, me identifico contigo, Pablo? Gracias por escribir eso allí. Porque la santidad es un proceso. Los evangélicos empobrecemos lo que es la santidad queriendo convertirlo en algo simplista, sencillo, ya pasaste al frente, ya te vestiste con una ropa suelta y vestido largo, todo eso es bueno, amén, pero ya eres santo. Mentira. Ahí comenzó la cosa, olvídese.

Es más, el diablo te va a dar más duro precisamente por eso. Es una lucha continua. Y yo sé que en mí, esto es mi carne, en esta biología mía, no mora el bien porque el querer el bien está en mí pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.

Léase ese pasaje es una psicología increíble. Pablo estaba hablando con un psiquiatra y simplemente hizo la transcripción de su conversación. Esa es la lucha por la santidad, hermanos, nadie dijo que es fácil, ni que es sencilla.

Por eso yo les digo a ustedes, en esta iglesia habrá dos cosas, la predicación de la palabra de Dios, clara, precisa y parta por donde parta, pero también habrá misericordia y un entendimiento de que es una lucha y un proceso a largo plazo. Va a haber las dos cosas, gracia y santidad, las dos cosas unidas.

La gente se va de un lado o del otro. Aquí vamos a tratar de mantenernos en la vía media. Habrá una declaración clara de lo que Dios espera y exige y habrá también misericordia y un entendimiento de que es una lucha y una batalla y un proceso a largo plazo y para toda la vida. Las dos cosas.

Así que no se deje escandalizar ni atemorizar porque usted escucha un mensaje como este, y se vaya a la casa diciendo, no, hombre, yo me quiteo porque yo esto no voy a poder hacerlo. No. Hay compañía, estás entre otros que estamos luchando también y te decimos, ven, únete a este grupo de gente que está en peregrinaje. Ven, juntos vamos a apoyarnos unos a otros. Cuando tu caigas, yo te voy a levantar, si yo caigo tu me levantas. Me cubres las espaldas, oras por mí, nos animamos en el camino de la fe. Cuando tu vas a esos discipulados en el frío de diciembre o enero y te refugias ahí una hora hablando con tus hermanos y discutiendo la Escritura, fortaleciéndose en los buenos propósitos de la vida, eso es la vida cristiana.

Si fallaste, confiesas, pides perdón, haces un propósito renovado de santidad y sigues para adelante. Habrá santidad y misericordia siempre. Por eso la Biblia nos deja estos precedentes aquí, porque no es fácil. Siempre vamos a estar avanzando hacia la santidad.

En Colosenses decía eso, pero habiendo hecho esto, vayan a esto y después de eso póngase esto, y después de lo otro, póngase finalmente los accesorios, hermanas. Es un proceso, y ese proceso dura toda la vida.

El mismo Pablo nos recuerda eso, Filipenses Capítulo 3, versículo 13 al 15. Está recibiendo, hermano? Cuántos se han dormido? Si se ha dormido no va a escuchar lo que estoy diciendo, pero haga algo, muévanse para yo ver que están vivos. Filipenses 3:12, dice Pablo:

“…No que lo haya alcanzado ya ni que ya sea perfecto, – mire lo que dice el Apóstol Pablo. Yo Pablo, digo, yo no he alcanzado todavía lo que estoy predicando, no he alcanzado la perfección de Cristo, todavía no soy perfecto, no estoy completo, me falta y tu vas a tener que decir eso hasta el día de tu muerte. No soy perfecto, no estoy completo, me falta todavía, pero no lo digas con agonía, dilo como un comienzo más bien.

Ahora qué dice Pablo? “… sino que prosigo…” Yo le decía a los hermanos, coja un poster y escriba con letra bien grande ‘prosigo’ y póngalo en la nevera, en la puerta de la nevera esta semana, prosigo. Yo digo que la vida del cristiano es como una flecha que prosigue hacia su blanco, siempre esa flecha está viajando en el espacio. Tu vida es así. Tu caminar en la fe es así. Tu eres una flecha. No has encontrado tu descanso, el Señor te renueva en el vuelo, pero tu sigue, esa flecha sigue, sigue, sigue hacia adelante poniéndose mejor, yo espero, cada día. Tu prosigues en la lucha, en la batalla.

“… prosigo por ver si logro asir, agarrar, aquello para lo cual fui también agarrado por Cristo Jesús…”

Cristo te agarra, agárrate de Cristo también. Un pentecostal invénteme un corito, Cristo te agarra y tu agarras a Cristo, algo así. Él te agarra, tu lo agarras. Hermanitas, no ponga otra cosa, es a Cristo que tenemos que agarrar y es Cristo que nos tiene que agarrar a nosotros también.

El Apóstol Santiago dice, acercaos a él y él se acercará a vosotros. Hay una mutualidad. Dice, yo prosigo para ver si logro agarrar a aquel que me agarró a través de la cruz. Hermanos, por si acaso hay confusión, dice, hermanos, de nuevo, yo mismo, Pablo, con todo lo que Dios me ha dado y me ha bendecido, y que predico tanto, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado.

Ahora, una cosa hago, dice, olvidando ciertamente lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está adelante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

Si usted lee las cartas de Pablo, usted verá que a Pablo le perseguía una cosa, era el recuerdo de cuando él persiguió a la iglesia, cuando él estuvo presente cuando estaban apedreando al pobre Esteban y le dieron la ropa a Saulo para poder coger mejor puntería y tirarle más duro a ese siervo de Dios que estaba muriendo allí a pedrada limpia. Y Saulo en su confusión farisaica, recogió la ropa de esta gente para que mataran mejor a Esteban. Y eso le perseguía.

Pablo decía que él era el menor de los Apóstoles, porque él había perseguido al pueblo de Dios. Pero fíjese lo que dice, yo creo que eso es lo que estaba en su mente. Dice, pero olvidando lo que queda atrás, ciertamente me extiendo a lo que está adelante.

Pablo hubiera podido permitir que esa imagen de su pasado lo congelara y le impidiera seguir sirviendo al Señor, pero él dijo, no, ¿Sabe qué? Yo echo a la basura eso, me olvido de eso. Yo ahora voy para adelante. Si tu fallaste hoy es un nuevo día, arréglate la ropa, límpiate, confiesa, haz un voto de fidelidad y sigue adelante y no dejes que el diablo te siga acusando de los mismos pecados una y otra vez.

Qué ha pasado en tu vida? Qué pecado grande has cometido? Ponle el nombre allí. El diablo quiero que tu pisotees ese charco el resto de tu vida y que tu no lo sirvas, que te sientas acusado y frágil. Dios dice, mira, sigue para adelante. Yo estoy contigo, hay que seguir adelante. Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

Es un proceso que dura toda la vida y habrá momentos en que le vamos a fallar al Señor pero tenemos que ponernos de pie y seguir adelante. La santidad involucra lucha, conflicto interior, una decisión deliberada, lo que vimos en Romanos 7:21 al 23.

Si tu no haces una decisión en algún momento, vas a tener problemas. Tiene que haber un momento de crisis en tu vida, en que tu determines que hoy es el día en que ya yo resuelvo este asunto para siempre. Hay mucha gente que viene a la iglesia y están posponiendo, es como esos novios que nunca se comprometen con la novia, la visitan, van a comer, hacen una cantidad de cosas y la pobre muchacha dice, bueno, pero cuándo me vas a poner el anillo? Cuándo nos vamos a casar? El tiempo está pasando, el reloj biológico está avanzando. No sé si estoy hablando a alguien, estoy profetizando. Pero hay mucha gente así en el Evangelio que están en el Evangelio pero no ha llegado ese momento de crisis en que se consagran finalmente.

La verdad es que todavía están a ver si viene alguien mejor en el camino. Como hay tantos hombres y mujeres así. Están ahí por si acaso les falla otra cosa, pero si ven una mejor opción, dejan a este y cogen lo mejor. Y así está mucha gente en el Evangelio. Están en el Evangelio pero psicológica, subconscientemente, no ha habido un momento de decir, ¿Sabe qué? Quemo las velas, ya no hay vuelta atrás. Ya no vivo yo más Cristo vive en mí. Ya yo sé cuáles son mis metas, mi fórmula para vivir y ya voy para adelante. Y me consagro, me entrego. Ya cerré el negocio. No estoy ya a la venta más.

Hay muchos hombres que vienen a la iglesia y están en el jueguito, mujeres por igual. Yo sé de lo que estoy hablando, hermanos, porque son cosas que yo mismo brego con ellas, he bregado con ellas y soy un psicólogo porque me conozco a mí mismo, me estudio a mí mismo. Y yo sé que hasta que no llegue ese momento de quemar las velas y morir, el diablo lo sabe y Cristo lo sabe también, y tu lo sabes subconscientemente, porque los juegos de la mente humana, son la cosa más horrible. Es un abismo sin fin.

Tiene que haber un momento que tu decidas, ya, me consagro, voy a vivir esta vida auténticamente. Tiene que haber una decisión de parte tuya. Y ¿Sabe qué? Muchas veces posponemos eso porque creemos que vamos a convertirnos en gente fea, aburrida. Es todo lo contrario. Ahí es donde Dios te va a liberar para ser esa persona bella y hermosa que tu puedes ser. Es el pecado lo que no te deja ser como tu. El diablo te dice, si sueltas eso te vas a convertir en una cosa fea y desagradable. Y Cristo te dice, no, yo quiero darte vida y vida en abundancia para que te rías, para que goces, para que seas bello, para que te inviten a la fiesta porque tu vas a ser la vida de la fiesta, de lo lindo y lo conversador, y liviano que vas a ser en tu vida.

Pero involucra lucha primero. Hay que hacer una decisión. No es producto de nuestro esfuerzo tampoco. Mire todo lo que yo estoy diciendo, hay una decisión, hay que luchar, hay que batallar, pero no lo convierta en una cuestión de obras. Tu nunca vas a poder ser santo por ti mismo, tu vas a depender de la ayuda del Espíritu Santo. El Espíritu Santo en ti te va a dar la fortaleza, la palabra de Dios morando en ti, los principios del Reino de Dios sobre los cuales tu vas a meditar, las conversaciones nobles que vas a tener, los libros buenos que vas a leer, la música santa y bella que vas a escuchar, las cosas constructivas de las cuales vas a ser partícipe, esas cosas te van a fortalecer en el camino hacia la santidad.

Es el espíritu de Dios que se va a ir apoderando más y más de ti y viviendo su vida a través de ti, no eres tu produciendo la santidad, porque sino, eso se convierte en obras y entonces la obras llevan al orgullo. Y en Cristo las obras quedan anuladas para que nadie se gloríe. No, es Dios en ti, la palabra en ti, la vida de Cristo en ti. En la medida en que tu te cedes al Señor, te entregas como un sacrificios vivo, santo, agradable, el Señor va completando su obra en tu vida. No eres tu quien tiene que hacerlo, es Cristo en ti.

Permaneced en mí y yo en vosotros, y llevaréis muchos frutos. Como el pámpano no permanece si no está pegado al árbol, así vosotros nada podéis hacer sin mí, dice el Señor, porque fuera de mí nada podéis hacer. Es pegándote a Cristo, enchufándote a Cristo que la energía de Cristo correrá a través de ti, te permitirá hacer lo que Cristo quiere que tu seas.

Escribe eso y llévatelo a la casa y entonces desmóntalo. La santidad requiere un reconocimiento sincero y activo de nuestra condición pecaminosa. La santidad comienza cuando nosotros le entregamos al Señor nuestra vida y sabemos que yo soy pecador, Padre, y necesito tu gracia.

Cómo dice el salmista? Porque yo reconozco mis rebeliones y mi pecado está siempre delante de mí. Si tu disimulas tu pecado, si tu lo disfrazas, si tu lo niegas que lo hay, Dios no te puede sanar. Todo comienza cuando tu le confiesas al Señor, yo estoy en lucha y necesito tu gracia, Señor. Tienes que reconocerlo primero.

La santidad debe perseguirse en paz y dependencia del Señor. No con ansiedad y sentido de culpabilidad. No con rigidez, porque eso se convierte en fariseísmo. No, es en paz. Tu te relajas, y cuando te relajas la gracia del Señor puede fluir más a través de ti.

Nuestra justificación ya se dio por medio de Jesús. Ya nosotros somos agradables al Señor, lo que yo digo es que los frutos de justicia, las buenas obras no son para que Dios nos bendiga y nos salve, es porque Dios nos ha bendecido y nos ha salvado, por eso nosotros nos comportamos en santidad. La santidad no es para salvarte, es porque eres salvo. Es un fruto de justicia.

Finalmente, hermanos, basado en ese pasaje, os ruego que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, yo les recuerdo que la santidad no tiene que ver solamente con lo sexual, lo obviamente inmoral o moral, sino que tiene que ver con lo ético, las relaciones humanas, el carácter, el uso de nuestros recursos y posesiones, la perfección total del yo. Es la entrega total del ser para el uso y la gloria exclusiva de Dios. Descansa ahora en el Señor.

Tomo un momentito. Recibe todo esto que has experimentado y éntralo hondo en tu corazón y en tu mente. Hay un llamado que Dios te hace. León de Judá, Dios nos está llamando. Jóvenes, allá arriba, dondequiera que estén escuchando, jóvenes adultos, yo sé que las hormonas están fuertes en ustedes, pero Dios les llama a una santidad que conviene a la casa del Señor. Hombres, mujeres de Dios, ciñámonos los lomos para pelear la buena batalla, proseguir al blanco. Vamos a limpiarnos, vamos a purificarnos, vamos a ponernos el uniforme de la santidad que es un uniforme bello. No es un uniforme falso, es un uniforme genuino.

Hombres y mujeres que han pagado el precio, lo pueden usar con honra. Dios te llama, te estoy profetizando ahora, Dios te llama, me llama, nos llama a una vida santa, agradable a Dios.

Reciba esta palabra. Pongámonos de pie. Tome algo aquí, séllelo en su corazón y en su espíritu. Recuerden lo que les digo, parte de la santidad es entregar al Señor el sábado, el día de descanso. Si queremos que Dios se mueva vamos a tener que hacer ajustes, porque la palabra de Dios tiene que ser predicada. Es la manera en que vamos a ser lavados y edificados, informados y educados y entrenados. Es todo, es la enchilada completa, desde la a hasta la z.

Cuando tu salgas de aquí sigue dedicándole este día al Señor y tu vida al Señor, todo tu ser y mañana cuando comiences en el trabajo, dedícale tu trabajo al Señor. Conságraselo al Señor. tu carro, conságraselo al Señor. Tu radio, tu tocador de compact disc o lo que sea, tu ipad, tu computadora, santifícala. Tu hogar, tu familia, tu matrimonio, tu mente, tus emociones, tus recuerdos, tu voluntad, tu intelecto, conságraselo al Señor.

Tu profesión, conságrasela al Señor, tu forma de vestir, conságrasela al Señor, tu sexualidad, conságrasela al Señor, tus apetitos, conságraselos al Señor. Tu forma de divertirte, tu sentido del humor, conságraselo al Señor, tus amistades, conságraselas al Señor. Todo, todo, entrégaselo al Señor. Pon todo sobre la mesa del sacrificio, te dice el Señor.

No solamente ahora y aquí, no, cuando tu salgas llévate el plato de la santidad, llévatelo contigo. Esta comida que Dios te ha dado. Hijo, yo quiero usarte, hijo, yo quiero bendecirte, hija, yo quiero que tu seas mi sacerdotisa. Joven, yo quiero hacer de ti un gran evangelista, un maestro de mi palabra, hombre, quiero ponerte a ser un entrenador de líderes, quiero usarte para avanzar mi reino, circuncida tu corazón, tu mente, tu cuerpo, tu ser. Purifícate. Pídele al Señor eso.

Mi primer encuentro con Jesús

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- Omar Soto: Ya que, toda esta serie está basada en la persona de Jesús, quiero preguntarte a ti, ¿cómo fué tu experiencia personal, de ese día, de ese momento, cuando tú decidiste entregar tu vida al Señor Jesús, qué sentiste, que pasó en ti, como fué ese encuentro?

- Greg Bishop: Pues a los 15 años, yo decidí que Jesús era bien chévere. I decided that Jesus was cool. And you know how, I was listening, estaba escuchando una música que se llamaba Jesus Christ Superstar (traduce: yo estaba escuchando una canción que se titulaba Jesus Christ Superstar, Jesucristo la Superestrella). Que no lo recomiendo, la teología es terrible en esa cosa, no lo recomiendo, y para mí Jesús era bien chévere, ya, I'm gonna become spiritual, yo voy a ser una persona espiritual, yo voy a pensar que Jesús es cool, y yo le pedí a un amigo cristiano hacerme una pintura, él era un amigo cristiano dedicado al Señor, y un artista, y yo le pedí si me pudiera hacer una pintura especial, con tres figuras buenísimas de la historia, una, Martin Luther King, no, ese hombre de la paz y de la reconciliación entre las razas, y el otro personaje, Mahatma Ghandi, que representó la no violencia, y poner a su lado mi amigo chévere Jesús, al lado de Martin Luther King y Mahatma Ghandi, y por alguna razón, mi amigo cristiano no quiso. My christian friend had a problem with that, and he said Jesus was not Mahatma Ghandi, pero yo dije pero cómo puede ser, Jesús representaba la paz y era un maestro de la bondad, y mi amigo dijo Gregory, o Jesús es Dios o no es nada, no es un profeta de la paz, no es un maestro meramente, Jesús es el Hijo de Dios o no es nada.

Y yo me quedé un poquito ofendido por esto, dije wow, él no es chévere como yo, this guy is not as cool as I am, pero yo seguía con mi música de Jesus Christ Superstar, y yo leía filosofía transcendentalist, y también una filosofía hindú, y me creía bien espiritual a los 15 años, yo estaba un poquito, no tenía una vida tan interesante, tenía que llenarme con algo, pero yo creyéndome muy espiritual en eso, rezaba mis rosarios toda la noche, ¿porque así buena suerte no?. Así que si yo quería algo rezaba, y no sin sinceridad, pero bueno, mi comprensión de Cristo era bien limitada ¿no?, y en esa época mi amigo me habló de creer en Jesús más que como en una figura histórica, si no de creer que Jesús era alguien real, el hijo de Dios.

Y él me sugirió entregar mi vida a Dios, y yo pensé bueno, soy católico así que yo, no hay nada malo en eso. Así que yo oré para entregar mi vida a Dios, y bueno, esperé un relámpago de los cielos, y no vino, yo ahí estaba ok well that was cool, whatever, después seguí explorando otras espiritualidades y todo eso, y un día leyendo del espiritismo, de la spirituality hindú, me quedé un poquito una noche asustado, porque en una noche yo pude sentir que el mundo espiritual es real, que hay un mundo alrededor nuestro en el espíritu que es muy real, en cierta manera, más real que lo físico, y se me ocurrió, yo no estoy seguro que todo en ese mundo es simpático. I don't know, if everything in that world is so chévere and so cool, and I got a little freaked out.

Y yo puse mi libro de filosofía, hindú al lado, y agarré un nuevo testamento, que un primo cristiano me había regalado, decidí yo sé que Jesús es chévere, así que por lo menos voy a leer primero de Él, y fuí a un estudio cristiano con mi amigo, y oré con ellos para aceptar a Cristo como mi Señor y Salvador, y una vez más yo esperé un relámpago de los cielos, y no vino, I said ok, whatever, así que así seguíamos, y después en esa época, 16 años ya, yo fuí a pasar el verano de vacaciones con unos primos, el mismo primo cristiano que me había regalado el nuevo testamento, y para jugar en el equipo de béisbol de su iglesia, había que asistir a su iglesia pentecostal, y yo fuí, fíjate yo me paniqueé otra vez con la bulla santa que se desataba ahí, y pero me gustaba que hablaban de la biblia como un libro con vida, hablaban de Jesús como alguien que ellos conocían personalmente, me gustó eso.

Y yo recuerdo que llegó un tiempo, que después de un sermón yo sentí algo raro, no sabía lo que era, y yo recuerdo mirar el piso y decir, siento algo raro, no sé lo que es, y en ese momento después del sermón una persona se puso a hablar en un idioma que yo no conocía, hablar en lenguas que yo ahora reconozco, y después había una traducción del mensaje, fué un mensaje profundo del amor de Dios, y me sentí conmovido, y yo volví a la casa, hablé con mi primo, ¿pero qué era eso?, no entiendo, y él dice bueno, Dios hablaba en un idioma angelical, yo pensé que era español al principio, fíjate, era una latina en una iglesia, pero no, por qué Dios tiene que hablar en un idioma desconocido, pero él me enseñó, yo no sabía, y comenzó a cambiar mi paradigma de la realidad.

Para mí Jesús era un personaje real e importante pero humano y lejano, pero si esto era real, que Dios podía moverse en el aquí y ahora, now, then my view of reality had to change, mi perspectiva de la realidad tenía que cambiar, el próximo domingo el sermón el pastor oró para aceptar a Cristo, y yo pensando que no estaba permitido acercarme al frente a aceptar a Cristo por ser católico, me quedé en la silla, y oré por tercera vez, keep trying, por vencida, y ya comenzé a sentir algo, no sé, yo creo que Dios me escuchó la primera vez pero por lo menos yo comenzé a entender, y yo volví a la casa, ya pasé un mes, dos meses fuera de la casa con unos primos, volví a la casa y mi hermana y yo somos bien cercanos, I love my sister very much, me lleva tres años, y los dos hablábamos de cosas personales mucho, y ella me había escrito una carta unos meses antes de la universidad, diciendo: Gregory, me siento como un Buda, esperando debajo de un árbol, esperando la verdad del universo llegar a mi mente.

Y así esperando nosotros, ¿no?, así que volví a la casa diciendo mira, tengo que hablar con mi hermana de esto, y no sabía como abrir el tema con ella, pero me senté con ella en su cuarto, jamás voy a olvidar, y dice: Loreley, tengo algo que decirte, no sé por dónde comenzar, y ella dijo, yo también tengo algo que decirte, no sé dónde comenzar, y nos mirábamos, bueno, comienza tú entonces yo dije, y ella dijo, me vas a creer loca, pero yo he comenzado a asistir a un grupo de jóvenes en una iglesia, y he llegado a creer que Jesús es el Hijo de Dios y que tenemos que tener una relación personal con Él, te dije que yo esperaba la verdad del universo, bueno, creo que es Jesús, y yo con lágrimas le dije, Loreley, yo te iba a decir lo mismo, ¡ooohh!.

Y eso fué mi milagro, y en esa noche yo fuí a mi cuartito, y ahí arrodillado me entregué, Señor, yo sé que Tú eres real, Jesús Tú no eres un Ghandi, Tú no eres un Martin Luther King, Tú eres el Hijo de Dios y yo soy Tuyo, haz conmigo lo que Tú quieras con mi vida, te recibo de verdad, me entregué, así que ahí yo entré en el significado de lo que es ser cristiano, aunque yo creo que el primer pasito que tomé Dios me escuchó, pero ahí fué. Y fíjate Omar.

- Omar: Te iba a comentar algo, Greg, nosotros sabemos en la escritura, Jesús en un momento dice en Juan capítulo 16, él dice que uno de los muchos roles del Espíritu Santo es el de poder traer a nuestros corazones revelación de quién es Él, y en estas tres etapas que tú mencionaste desde el primer momento que tú decidiste entregar tu corazón hasta el momento en que tú te encontraste con Loreley, tu hermana, nosotros podemos entender que el Espíritu de Dios estaba ahí, de alguna manera dando a conocer a Jesús a tu vida, y a la vida de tu hermana (Greg: amén, gracias Señor).

Al nosotros entender esto Greg, yo te pregunto, ¿cuáles fueron después de ese momento algunas experiencias que tú vivistes, cuáles fueron algunos sucesos en tu vida que de alguna manera u otra marcaron en tu vida la persona de Jesús en una forma más profunda, más íntima, como decir que qué imágenes, qué cosas sucedieron a tu alrededor que marcaron la persona de Jesús en una forma más directa?

- Greg: Amén, amén, dos cosas que yo no planificaba decir pero siento hablar: uno es que yo siempre olvido que a los 15 años no fué la primera vez que yo oré para recibir a Cristo. Mis padres, cuando yo tenía 5 años, me enviaban a una escuela protestante, y me enseñaron a orar como un protestante, cerrá los ojos bien duros ¿no?, y mira, mi mamá dice tú llegaste a la casa orando como un protestante, ¿qué hicimos mal?. A los 5 años, en nurtury school, yo digo que yo conocí a los 16, pero yo digo que Cristo me conoció a mí a los 5. Y Él no olvidó, del rato que tuvimos, porque un niño de 5 años es un ser humano válido delante de Dios, y yo creo que el Espíritu me tocó y yo respondí a los 5, y el Espíritu como tú dices se guía obrando hasta llevarme a entender la realidad de quién es Jesús, así que cuando hagamos ministerio con niños y jóvenes hermanos, hagámoslo en serio por favor.

Pero algo que yo no iba a compartir pero ahora siento compartir, es que este primer año después de conocer a Cristo, fué un año de mucho crecimiento, y yo recuerdo 6 meses después de ese año, yo recuerdo fué en diciembre del 84, unos amigos cristianos, ese mismo amigo que negó pintar a Jesús al lado de seres humanos, yo estaba en un grupo con él, y hablaban de la llenura del Espíritu Santo, de que se puede orar con uno para ser lo que llamábamos, bautizado en el Espíritu Santo, saturado, y yo pensé otra vez, qué chévere, queremos eso ¿no?, sounds like fun, así que nos pusimos a orar una vez, todos gritando como locos Señor, lléname del Espíritu Santo, nada, unos meses después pusieron manos sobre mí, orando en lenguas esta vez, nada, un día, Diciembre 5 1984, después de un tiempo de oración con unos anglicanos carismáticos, oraron por mí, eran las 9 de la noche, jamás olvido, y unos adultos, un pastor y otros oraron por mí, una amiga, y sentimos una paz tranquila, no había relámpagos ni nada por el estilo, pero sentimos una paz.

Y esa noche camino a la casa comenzé a experimentar hablar en unas palabras que yo no sabía, y ya al llegar a la casa me estaba saliendo un idioma que yo no conocía, tenía que ensayar el inglés para hablar con mi mamá cuando entré a la casa, ella me miraba, ¿y qué ustedes hacen en estas reuniones?, ¿están tomando algo?, y dice que yo estaba todo rojo, y yo después le conté a mi mami, mamá, he recibido la llenura del Espíritu y hablo en lenguas ahora, y mamá me miró y dijo, no lo digas a tu papi, que vá a llamar a psicólogo de niños, conocíamos a un psicólogo de niños, todavía no ha cambiado de idea yo creo. Pero comparto eso porque estamos hablando de la interacción del Espíritu y Jesús, en estos días yo no podía dormir, me levantaba en la noche orando, estaba como borracho por unos días, confesé todos los pecados que podía pensar, eran muchos, los puse a quemar en el baño, I set them on fire, I listed my sins, a big one, uno saliendo de la puerta del baño mi papá, ¿qué estás haciendo ahí?, nada estoy con Dios, ¿qué haces ahí?.

Y yo sentí enamorado de Jesús, enamorado de Jesús, primer amor, borracho con amor, borracho con amor, y yo quiero ser así, yo quiero vivir enamorado de Jesús, obsesionado con Jesús, no podía dejar de hablar de Él, y es la obra del Espíritu Santo, yo creo que nos llena, no solamente para que tengamos experiencia de Él, si no, el Espíritu existe y vive con nosotros para enfocar nuestra vida a Jesús, para que nos enamoremos de Él, y así fué en ese momento de mi vida, y un poco después, yo pasé, yo era un joven bastante intenso con altos y bajos, y bueno, en el verano tuve un bajo, no sé, me sentía muy introspectivo, no sé si ustedes han analizado mucho por dentro mis cosas, y me sentía ay, soy pecador, y un día yo estaba tan bajo que decidí quedarme en casa, y el jefe limpiador me dijo mira ya no sirves, toma un día libre, hago mejor sin ti ese día, volví a la casa pasé el día orando, y yo me sentí en ese tiempo, yo me castigaba mucho por mis fallas, y en ese día yo tuve una experiencia, como si pudiera ver a Cristo en la cruz, no era una visión, pero una impresión fuerte por dentro de Jesús sobre la cruz.

Y sentí las palabras te amo Gregory, te amo, no hay amor como el amor de Cristo en la cruz, te amo, relájate, morí por ti, qué más puedo hacer, así que la obra del Espíritu revelándome a Cristo en este primer año como bebé cristiano y yo creo que el Espíritu lo hace especialmente cuando somos nuevos, obra para revelarnos quien es Jesús.

- Omar: Greg déjame hacerte otra pregunta, ¿cuándo fué que tú decidiste entregarte al ministerio y responder de esa forma al llamado que Jesús estaba haciendo sobre tu vida?

- Greg: Sabes que te digo que nunca había un momento para mí de un llamado fuerte, místico, para decirte así, yo nunca tuve una señal en los cielos ni nada por el estilo, ni una experiencia del Dios decirme tienes que ser pastor. Lo tomamos por sentado entre los jóvenes, vas a ser misionero, y si no misionero, nos conformamos con pastor, éramos jóvenes demasiado locos, radicales, y nos creíamos mejores que otros, bueno, eso es otra cosa. Yo siempre lo tomaba por sentado que yo siempre sabía que yo tenía que pastorear, nunca había un tiempo de un llamado, pero, desde ese momento, han habido momentos en que yo tenía que decidir si yo iba a seguir abrazando este llamado o no. Momentos de riesgo, momentos de inseguridad de mi futuro si todo va a funcionar, cómo voy a hacerlo, y hay una imagen de Jesús que siempre me viene, que Dios trae esta imagen a mi mente, en varios momentos de decisión o de compromiso en mi vida, y digo esto con un poquito de cautela, porque nosotros no creemos que podemos inventar nuestro propio Jesús.

Algunos dicen bueno, para mí Jesús es, bueno, está bien que tienes una experiencia con Jesús pero Jesús es quien es, yo soy quien soy, no puedo inventar a Jesús según mis imaginaciones, hay una experiencia que yo tengo con Jesús, eso es muy personal, no hablo de eso mucho, pero se basa en la parábola de los talentos, cuando el jefe, el dueño en esta parábola entrega talentos a sus siervos, y dice que tiene que ser fiel y negociar con lo que él les confía mientras está de viaje, y cuando vuelve él vá a pedir cuentas de ellos, uno negocia y gana uno más, y él dice bien hecho siervo fiel, otro cinco más, otro por temor lo esconde, y él dice has hecho mal, hubieras invertido lo que yo te entregué, y él castiga ese siervo.

Para mí hay una escena que viene a mi mente con cierta regularidad a mi vida, y es de una mesa, una mesa casi de negocios, y yo sé en mi corazón que Jesús está sentado en esa mesa, yo no tengo una imagen visual, sólo tengo una impresión de esta mesa, y Jesús está sentado, y hay un ambiente de solemnidad, porque yo sé que sobre esa mesa hay documentos que hay que firmar, documentos de entrega de mi vida, documentos de responsabilidad por lo que Dios me ha dado, son documentos de compromiso, no sé si has tenido que firmar un documento importante en tu vida pero es así, yo sé que Jesús está sentado ahí, y está esperando mi respuesta, cómo yo voy a firmar o si voy a firmar.

Y es una cena sobria, fuerte, y es interesante porque yo en esta iglesia cada yo miro esta bandera con el León, y estos ojos, y son ojos serios, y yo siento el impacto de esa experiencia que tengo con Jesús, ¿qué vas a hacer Gregory, qué vas a hacer con tu vida, vas a ser cuidadoso, me vas a servir o no, vas a entregar tu vida?. Y yo siento esta experiencia no una vez, si no muchas veces, porque para mí es un compromiso que se tiene que renovar. Así que mi experiencia de Jesús en esos momentos es una experiencia solemne, hay cierto temor, no es ansiedad, como ay le temo, pero sí hay algo grave, algo de peso que Él me está pidiendo, y yo siento esa escena.

- Omar: Pastor Greg, yo sé que muchos de nosotros, muchos de los que nos ven por el internet también, a diario nos encontramos con situaciones donde tenemos que responder, y responder de una forma que el Señor espera que respondamos, y muchas veces nos we compromise, pero en el sentido de que obviamos lo que Jesús nos está pidiendo, como que bajamos nuestro estándar, y decidimos proseguir como la vida nos exige o nos demanda por así decirlo, si yo te preguntara al tú ver a parte de la iglesia, ¿qué tú nos dirías a nosotros para nosotros no bajar ese estándar y poder responder como Jesús espera, esa imagen que tú dices cuando venga el dueño de este reino a reclamarnos por lo que Él ha puesto en nuestras manos, ¿cómo debemos responder?. Yo recuerdo que hasta hablábamos hoy acerca de la imagen de esta parte donde Jesús está a la puerta y llama, si alguno oye mi voz y abre la puerta, yo entraré en él. ¿Qué se requiere de nosotros para responder?. Me gustaría que abundaras en eso y que nos lleves en esa dirección.

- Greg: Yo sé que en el ministerio de Crown, no sé cuántos han tomado ese curso, pero ellos piden la gente firmar un documento simbolizando entregar todos sus bienes a Cristo, y en discipulado nivel tres hay una lección cuando oramos diciendo Señor, te entrego todo, mi corazón, mi mente mi cuerpo, mis sueños, mi todo. Yo recuerdo enseñando nivel tres, me asusté un poco, para orar la entrega de los niños, es una cosa entregar, pero entregar algo tan íntimo, como son los hijos, y casi no podía orarlo por miedo, but no, no puedo, en cada momento de la vida hay que tomar una decisión, y durante esa oración yo supuestamente el maestro, ¿no?, pero cada vez que enseño discipulado soy un alumno con todos, cada vez, no importa el nivel.

Cuando llegué a la oración de entregar los niños a Cristo, mis niños, mi familia, me sorprendió que yo sentí una sensación de alivio, de gozo, como si hubiera, se hubiera quitado de mi una pesa de los hombros, me sentí gozoso y relajado, como ahh, te los entrego, y yo creo que el firmar los documentos y entregar la vida a Cristo es bueno porque todo tiene que estar en sus manos, cuando mi vida está en Él hay paz, Él dice toma mi yugo y esto no garantiza que todo va a ser fácil en la vida, nunca hay promesas de vida fácil, pero hay promesas de toma mi yugo sobre ti y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón, y hallarás descanso por tus almas, es hasta tomar el yugo que descansamos.

Así que esto sería mi palabra de ánimo. No hay nada más miserable que vivir una vida doble. Es cuando estamos aferrados al niño que vivimos con ansiedad, cuando soltamos, Jesús nunca garantiza vida fácil, pero sí Él promete la paz y el descanso del alma, porque hemos entregado la vida a Cristo, hemos firmado el documento, y después sentimos wow, gracias Señor, es mejor que Tú seas el dueño de todo porque Tú sabes lo que estás haciendo.

- Omar: Qué buena esa última palabra que usaste, ver y saber que Él está en control de todas las cosas, me gustaría que oraras Pastor Greg por la iglesia, y yo quisiera que ustedes hermanos también se pusieran de pie, para que resuma con estas palabras, y yo se que tenías otra cosa que decir pero yo quiero que vayamos ya enfocándonos en hacia dónde nos está llevando el Pastor Greg con lo que nos está compartiendo, y a medida que él lleva sus últimas palabras con la oración que él vá a hacer, piense usted, cómo usted vá a responder a Jesús, cómo yo voy a responder a Jesús, como usted que nos vé por el internet vá a responder a Jesús. Él está a la puerta llamando, en medio de las rutinas de su vida, en medio del agite que usted pueda estar viviendo, Él está ahí tocando la puerta, ¿cómo vamos a responder?.

- Greg: Amén, si puedo agregar, finalizar con una imagen más que tengo en mi mente de Jesús, y es en la escena de cuando Jesús multiplicó los panes y los peces, ¿sabes la historia?. Yo me pongo en los zapatos de los discípulos, que estaban cansados, habían recibido malas noticias que Juan el Bautista se había muerto en la cárcel, estaban agotados, sin comer, y después vino una multitud en el desierto, buscando comida, y los discípulos preocupados se pusieron a dar consejos a Jesús, hay que mandar a esa gente a buscar comida, imagínate, dando consejos a Jesús, yo soy así muchas veces. Abrumados, ¿cómo vamos a buscar comida para toda esa gente?, hay que despedirlos, Jesús los miró a los ojos y les dijo algo, les dijo, dénles ustedes de comer.

Hay otra mirada que yo veo en el rostro de Jesús en este momento, es casi una sonrisa, de Jesús diciendo, ¿por qué no ustedes darles de comer?, pero cómo, sacan la calculadora, costaría mucho dinero, 5.000 más niños y mujeres más 5 pesos por la comida, ya esto suma, ¿cómo vamos a hacerlo?. Tratando de buscar soluciones en la carne, Jesús yo lo veo con esta sonrisa, porque Él les iba a enseñar su poder, que si tú me das lo poco que tiene yo lo puedo multiplicar, y yo voy a dar gracias a Dios por lo poco que tú tienes y lo voy a multiplicar y te lo voy a dar a ti y tú lo vas a dar a la multitud y después tú vas a terminar con una cesta llena, y esta mirada de Jesús dice ¿por qué tú no das algo de comer?, ¿why don't you give them something to eat?, ¿pero cómo?. Y Él les dice yo estoy contigo, yo voy a hacer algo que tú jamás puedes entender, que Yo soy el buen pastor.

Esta gente se sienta sobre el pasto verde, y yo les voy a dar de comer. Y una y otra vez en mi vida cuando yo le digo sí Señor, te voy a dar lo poco que tengo, Él lo multiplica y lo usa, y Él enseña que Él es poderoso a través de mí, con todas mis debilidades, y yo creo que somos así, Jesús te mira, Él espera que firmes y Él espera lo poco que tienes para ser multiplicado, y yo te invito en este día a tomar este paso de fé, a decir Señor Jesús, yo quiero firmar contigo, ya basta de estar ya en dos aguas, ya quiero ser un cristiano de verdad, no quiero pensar, no quiero nada más, sólo pensar que Tú eres chévere, aceptar que tú eres el Hijo de Dios, mi Señor y Salvador, yo no voy a tenerte como yo quiero que Tú seas, voy a recibirte como mi Señor y me entrego a ti y de verdad te quiero conocer.

Hoy es un día, un tiempo de decisión, de entregarnos a Jesús, de verdad, de conocerlo, y hay un Espíritu Santo aquí que anhela revelar ese Jesús a tu corazón. Así que nosotros abrimos, Él está pidiendo entrada, y le vamos a abrir la puerta, ¿amén?.

Silencio y quietud: artes en peligro de extinción

5 de marzo del 2012 - Por Mercedes López-Miranda

En descanso y en reposo seréis salvos; En quietud y en
confianza será vuestra fortaleza. Isaías 30:15

Descanso. Reposo. Quietud. Silencio. Estas son palabras que nos parecen cada vez más foráneas. Nuestras conversaciones frecuentemente están plagadas de alusiones a exceso de trabajo y falta de quietud. Y tristemente vemos esta condición moderna como una virtud, que a la vez nos parece una cárcel inescapable. Con frecuencia nos extendemos mucho más de lo prudente porque no tomamos inventario correcto de los valiosos pero limitados recursos de tiempo y energía.

Es posible llevar este estilo de vida por bastante tiempo pero llega el día en que se hace evidente que estamos viviendo fuera de balance. ¿No te ha pasado que has invertido horas y horas de preparación para agradar a otros y cuando llega el momento de la celebración estás tan agotada que no tienes fuerza para disfrutar de su compañía? ¿No te has sentido ansiosa y como si estuvieras cargando un gran peso sobre los hombros porque hay muchas actividades compitiendo por tu tiempo? ¿Se ha afectado tu capacidad para dormir, para reír y para recibir con expectativa positiva el regalo de un nuevo día? ¿Se parece tu vida a la de los pequeños roedores que parecen no poder parar de dar vueltas y más vueltas en su rueda? ¿Te encuentras preguntándote a ti misma cómo es que has llegado a este punto y si habrá alguna manera de detener, o al menos reducir la velocidad de tu propia rueda?

La habilidad de hacer varias cosas a la vez (en inglés “multi-tasking) es grandemente valorada en nuestro tiempo. Nos hemos convertido en expertas malabaristas manteniendo nuestra atención en varias cosas a la vez. Soy una entusiasta partidaria de la eficiencia. Y también creo lo que tantas veces oí de los labios de mis padres: “El tiempo es oro". Pero veo también cómo la mujer moderna ha convertido la actividad en un ídolo, en un fin en sí mismo que le provee un falso sentido de identidad.
También recibimos un bombardeo diario de invitaciones a interactuar con información. ¿Y cuántas de nosotras no hemos caído en la tentación de pasar horas conectadas, día a día, en la red cibernética?
Sé de personas que gastan mucho tiempo diariamente poniendo al día su perfil y comunicándose por medio de su “red social". Otras simplemente navegan de un sitio a otro llenando su mente de información que muchas veces no es edificante.

Si pusiéramos atención al ambiente de nuestros hogares, muy posiblemente, descubriríamos no sólo exceso de actividad, sino también exceso de sonidos. Este ruido muchas veces se origina en un televisor que permanece prendido a toda hora aún cuando nadie lo está mirando. En muchos hogares ni siquiera hay reglas establecidas en cuanto al uso de éste y otros medios para la protección de sus niños.

Es importante trabajar y mantenernos ocupadas. No hay duda de que los medios de comunicación pueden ser muy útiles. Pero también es necesario que salgamos de las trampas de afán en las que hemos caído. Es imperante que analicemos nuestras vidas para reducir las distracciones externas que dominan nuestro espacio físico, mental y espiritual.

Al asumir un estilo de vida con exceso de actividad y ruido también hemos descuidado la postura de reposar en Dios. Francois Fenelon dijo:
“ Cuán raro es encontrar un alma con quietud suficiente para escuchar a Dios."

Dios es un comunicador. Te creó para que vivas en comunión con El. Desea hablarte cada día y darte instrucciones y consejo sabio para todas las situaciones de tu vida. ¿Pero cómo habrá de hablarte si
no encuentra quietud ni reposo en ti, si la línea está tan obstruida que no puedes escuchar?

¿Qué te parece si te comprometes a cultivar más las posturas de silencio y reposo en El? Al principio vas a tener que luchar para dominar malos hábitos y costumbres familiares. Vas a tener que resistir al Enemigo de tu alma que quiere mantenerte distraída y desenfocada. Pero te aseguro que vas a ser renovada de adentro para fuera. Las distracciones drenan tus energías pero tu reposo en el Señor te traerá nuevas fuerzas. Al tener esta nueva quietud no sólo vas a poder hablar con Dios.
También vas a escuchar las palabras de vida que tiene reservadas para ti como su hija amada.

Cuatro etapas en el proceso de la santificación - yendo hacia la perfección

 

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Colosenses capítulo 3. Vamos a recibir esta palabra del Señor, quiero hablar de cuatro etapas en el camino hacia la santidad, cuatro etapas en el proceso de la santificación, la jornada de perfeccionamiento que Dios tiene para todos aquéllos que entran en su caminar. El subtítulo de esta presentación es yendo hacia la perfección, el Señor nos llama a ser perfectos como nuestro Padre que está en los cielos es perfecto. La palabra perfecto quiere decir completo, redondeado bien, los atributos, las cualidades que Dios quiere para nuestras vidas. Y esto es una continuación sobre el tema que inicié el domingo pasado, acerca de cuáles son los distintivos de nuestra iglesia con respecto al tema de la santidad, ¿qué es lo que creemos?.

He querido definir mejor lo que creemos respecto del proceso de la sanidad y la santificación, y vamos a entrar de lleno en la palabra, aquí Colosenses capítulo 3, cuatro etapas de santidad, yendo hacia la perfección, dice el apóstol Pablo en la carta a los Colosenses capítulo 3: "Si pues habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba". Hay una precondición y una condición, o una conclusión. ¿Cuántos han resucitado con Cristo?, yo espero que tú hayas resucitado con Cristo ya a través de su obra en tu vida. "Buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios, poned la mira en las cosas de arriba y no en las de la tierra, porque habéis muerto y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo en vuestra vida se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con Él en gloria".

Hay una recompensa, después que nosotros luchamos aquí en la vida, Dios trata con nosotros, nos purifica, nos sana, nos limpia, nos perfecciona, hay una recompensa última, que es que nuestra vida se manifestará plenamente con Cristo en la gloria, ¿amén?. Así que, bien, entonces ¿sabe qué?, iba a hacer como esta mañana, el material que vamos a tratar está en los versículos 5, el que sigue, hasta el 14, pero voy por un momento, más bien para economizar tiempo lo voy a estar trabajando según vayamos tratándolo para apretar mejor. Entonces mis hermanos, esto es una meditación basada en la del domingo pasado, y así brevemente yo he querido apuntalar algunas cosas acerca de la santidad, cómo percibimos la santidad, como congregación, yo como pastor principal, el liderazgo de esta iglesia, hablamos de la santidad como un llamado de Dios desde el principio mismo de las escrituras, el comienzo del pueblo de Israel, Dios llamó a Israel a ser un pueblo santo, apartado de las contaminaciones, corrupciones de las sociedades que estaban alrededor, reflejando un estilo de vida diferente al del mundo que rodeba a Israel, y un Israel apartado también para representar a un Dios santo, diferente de los dioses paganos, corruptos, sensuales, falsos, que estas naciones adoraban.

Y yo decía que así se supone también que compartimos ese mismo llamado de ser apartados de y apartados para. También se supone que nosotros reflejemos un estilo de vida diferente, que eso nos capacite para ser testigos fieles y efectivos, para un mundo que nos requiere tener valores diferentes. Entonces estábamos hablando también de que la santidad en mi manera de verla, no es solamente algo que tiene que ver con la parte sensual de la vida, no significa solamente abstenerse de la inmoralidad aunque evidentemente eso es una parte esencial de ello, sino que también yo hablaba de una santidad vertical para con Dios, que nos recuerda de la santidad esencial y total del Dios que servimos, y se supone que nosotros reflejemos esa pureza, esa perfección moral de Dios, pero también hablaba de la santidad horizontal que se refiere a la que tiene que ver con la gente que está a mi derecha, a mi izquierda, que camina conmigo sobre la tierra.

Se supone que yo también refleje los valores de Dios en la forma en que yo me relaciono y trato a los demás, incluyendo mi esposa, mis hijos, mis hijas, los compañeros de mi iglesia, los colegas con quienes trabajo, la gente en la calle, se supone que yo refleje en mi vivir y en mi carácter también esos valores exaltados del evangelio. Y entonces lo que yo decía, que nuestra iglesia siempre tratará de mantener ese balance entre las dos cosas, y que para nosotros no es suficiente simplemente bueno, absténganse de la homosexualidad, de la inmoralidad, dejen de beber, dejen de fumar, dejen de decir palabras obscenas, todo eso es absolutamente importante, entiéndanme bien, de una importancia absolutamente clave, pero yo decía también que nosotros vamos a medir la madurez de nuestros feligreses también de la manera que nos comportamos unos con otros, y las cartas de Pablo reflejan mucho ese llamado, a amarnos los unos a los otros, a reflejar esa calidad de vida congregacional, pero también con que tratamos a los demás.

Por ejemplo dice, bendecid a los que os maldicen, bendecid y no maldigáis, perdonad a los que os ofenden, amad a los que hablan mal de ustedes, es decir hay una relación muy alta con los que hay afuera, y un llamado a una altura ética puf, absolutamente increíble, esa es la altura a la cual Dios nos llama, entonces santidad vertical, santidad horizontal. Ahora, yo quiero hablarles a ustedes cómo la palabra trabaja este valor, como la palabra de Dios, cómo digo yo, expresa estos valores y estos sentimientos tan importantes. Yo quiero que veamos cómo la palabra trabaja, porque quiero apuntalarla, quiero meterla hondo como una raíz que vá hondo en la tierra de nuestra congregación.

Y yo esta mañana, recordé que hace muchos años había predicado un sermón, y me fuí a una caja que tengo en el basement y la busqué y la encontré, y ahí había un sermón del año 1995, Enero 8 de 1995, haga la matemática, hace 17 años, es el sermón que yo he usado como base para lo que voy a predicar. ¿Y sabe?, que ví allí lo que leí, no hay nada allí que yo tenga que cambiar, eso es lo que yo siempre he creído, lo que siempre hemos predicado, porque es la verdad de Dios. Quizá lo hemos matizado un poquito más pero es la misma. Así que quiero hablar basado en esa meditación de Colosenses capítulo 3, para que ustedes vean cómo la palabra encarna esto, lo que yo le prometí el domingo pasado es el lente interpretativo, llámelo así, es el marco de referencia teórico-teológico.

Pero lo que quiero hoy enseñarles, cómo la palabra de Dios trabaja estas cosas y nos las presenta de una manera implícita, si usted tiene el lente correcto usted puede entonces separar lo que parece una totalidad pero es algo también muy bien estructurado, entonces cuatro etapas de santidad. Lo que quiero decirles, otra vez me traiciona el aparatito este, pero déjeme ver si yo puedo ser como, ahora lo apagué completamente, yo no soy buen técnico, bueno alguien vá a venir, no se preocupe. Escúcheme a mí entonces, la segunda transparencia nos dice algo, y es que la santificación es el trabajo de toda una vida, no termina cuando usted pasa al frente, mucha gente empobrece el evangelio pensando que yo ya pasé al frente, ponché la tarjeta, me dieron el sello de visa, mi pasaporte, ahora me echo a echar grasa simplemente por los próximos 40 años, y no tengo más nada que hacer, no, sabe que ahí comienza una jornada sublime y maravillosa, llena de aventuras, el camino hacia la perfección.

Dice Pablo prosigo al blanco, dice la palabra del Señor: "porque la senda del justo es como la luz de la aurora, que vá en aumento hasta que el día es perfecto". La vida cristiana debe ser un perpetuo superarnos, un perpetuo ser cosas nuevas, tenemos que ir siempre hacia la perfección. Lo que tenemos en los primeros cuatro versículos es una exposición teórica, teológica de lo que sigue en los demás versículos. Pablo dice aquí, en los primeros versículos: "Si habéis resucitado con Cristo", hay un énfasis que Pablo pone en la persona de Cristo, Pablo siempre es lo que llaman Cristocéntrico, nuestro llamado a la santidad y el punto de referencia que Dios quiere que seamos siempre es Cristo, cómo era Cristo, cómo se movió Cristo en el mundo, qué hizo Cristo en la cruz, y qué ganó Cristo para nosotros.

La base de todas nuestras aspiraciones y la fuente de nuestro poder para vivir como Dios quiere es Cristo, su sacrificio en la cruz hace posible todo lo demás, hay un pasaje también en Colosenses que dice que Jesús en la cruz derrotó a los principados y a las potestades, dice que los exhibió publicamente, es decir mostró su verguenza total, y anuló el acta de los decretos que nos era contraria, en la cruz Cristo ganó una serie de beneficios que nos dejan libres para seguir el camino a la santidad. Y tenemos que poner la mirada en Él, y lo que dice Pablo es que a través de la cruz nosotros hemos recibido ciertas virtudes, ¿dónde dice la biblia de paso que estamos sentados?. Usted dirá bueno, el 68 de la North Hampton Street ahora, bueno eso es físicamente, pero espiritualmente estamos juntamente con Cristo en los lugares celestiales, a la diestra de Dios, posicionalmente usted está sentado a la diestra de Dios Padre con Cristo Jesús.

Eso quiere decir hay autoridad, hay poder, hay perspectiva, desde arriba usted puede ver todo, hay libertad de las circunstancias que controlan al hombre, a la mujer que conocen a Cristo, hay una libertad nueva, hay una serie de valores nuevos, hay un llamado nuevo, una condición sublime, exaltada que usted recibe como hijo de Dios ahora. Entonces como consecuencia de eso, como usted está sentado allá arriba, ¿dónde deben estar su cabeza y su corazón?. Allá arriba, porque si usted allá arriba y su cabeza está aquí en el mundo, usted necesita una lobotomía, un cambio de algo, una operación seria. Muchos cristianos son así, su estado espiritual está en el suelo pero sus aspiraciones, cabeza, corazón, lealtades donde están, en el mundo, y Pablo dice no, ustedes han resucitado con Cristo, son ciudadanos del reino de Dios, destinados a la eternidad, sus valores, afectos, aspiraciones, su enfoque deben estar en las cosas de arriba también.

Muchos de nosotros somos amigos del mundo, y no estamos consagrados, la santidad comienza cuando tú entiendes que la totalidad de tus energías deben estar consagradas a Dios, entonces tienes que buscar las cosas de arriba, tú tienes que poner la mira en las cosas de arriba, la santidad comienza cuando tú entiendes ese llamado a establecer prioridades, ¿por qué?. Porque tú has muerto, ah tu estás vivo ahora pero sabes qué, espiritualmente con respecto al mundo tú estás muerto, desconectado, te desenchufaron del mundo, esa conexión que te ataba al mundo que hacía que el mundo tuviera ese poder definitivo en tu vida, se supone que desenchufaron ese cable, para propósitos del mundo tú estás muerto, dice que tu vida está escondida con Dios.

Oh hermanos, si nosotros entendiéramos judicialmente lo que nosotros somos, lo que Dios nos ha declarado, porque todo comienza en tu identidad, según tu sentido de identidad así vá a ser tu desempeño en la vida. Muchos de nosotros todavía no hemos cambiado de identidad, no hemos cambiado de conciencia, entonces todavía estamos en el mundo y creemos que estamos vivitos y coleando para el mundo. El hombre, ese viejo hombre no está tan viejo nada, está fresquecito, hay amistad, compañerismo con el mundo. Pero Pablo dice no, pongan la mira en las cosas de arriba. Hermano, si tú amas las cosas del mundo, no eres un buen candidato para la santificación, porque el mundo te vá a estar halando, y vá a estar inyectándote su energía, y tú estás aquí dizque aspirando a ser como un hijo de Dios, hay una contradicción inherente, estructural que necesita ser corregida.

Por eso Pablo dice: "ustedes han muerto, su vida está escondida con Cristo". Siempre tiene que haber muerte primero para que después haya resurrección, como el caso de Jesús, tuvo que morir para entonces resucitar. El llamado entonces en el camino a la santidad es, establezcamos prioridades, ¿en qué tú estás enfocado, en qué están puestos tus afectos, qué tú piensas, qué tipo de música tú le das prioridad en tu vida?. Cuando tú escuchas cosas, inclusive anoche yo ví una película, se llama Hugo, se las recomiendo, preciosa película, yo veo películas de vez en cuando por si acaso hermanos, pero cuando yo veo una película así yo estoy pensando cómo eso me hace capacitado para entender las cosas de la cultura y del arte, cómo me ancha mi entendimiento intelectual de la cultura, del cine, del arte, de los valores humanos, todas esas cosas están allí.

Yo lo estoy viendo a través de los lentes de un pastor, ahora estoy disfrutando de la película, entiéndame, pero yo la estoy interpretando a la luz de lo que yo soy y cómo la puedo interpretar para la luz del reino de Dios como estoy haciendo ahora mismo, le estoy sacando jugo a eso que yo ví. No porque en la mira mía y la tuya debe estar siempre en las cosas de arriba, tú tienes que ver el mundo, las acciones de tu vida, las experiencias, las caídas y levantamientos, las aventuras, las victorias, las derrotas a la luz de la eternidad. ¿Qué me está diciendo Dios a través de esto?, ¿cómo yo puedo usar esto como un peldaño hacia la perfección a la cual Dios me llama?.

Pablo dice entonces en el versículo 5, como consecuencia de todo esto que Dios ha hecho, ¿dónde está tu mira, dónde está tu posición ontológica, espiritual?, como consecuencia de todo eso que tú eres, Cristo ha cumplido en ti todo lo que tiene para ti en la eternidad. Mira lo que dice entonces: "Haced morid pues", vé ese pues, ese pues ata lo que yo acabo de explicar con lo que sigue. "Como consecuencia de eso hagan ciertas cosas", y lo que yo quiero que ustedes vean conmigo es que hay cuatro niveles de crecimiento y perfeccionamiento a los cuáles nos llama la palabra, pero primero vean esto. En esos 4 movimientos hay dos categorías, dos de esos movimientos son para destruir, despojarse, desvestirse, y dos de esos cuatro movimientos son para vestirse, ponerse y revestirse. Hay un destruir para poder construir. Yo que he estado 17 o 18 construyendo, trabajando en construcciones, literalmente he entendido lo que significa esto.

Cada vez que nosotros hemos cogido un edificio como este, siempre me doy cuenta que hay que destruir, hay que cavar hay que deshacerse de, hay que quitar cosas viejas para poner cosas nuevas. La destrucción y el despojo siempre vienen antes de la renovación. Si tú quieres ser como Cristo, hay cosas que ocupan un lugar, hay una de las leyes de la física que dice que dos objetos no pueden ocupar un mismo espacio. Algo tiene que salir de tu vida, muchas veces nosotros estamos tan llenos de atributos viejos que los nuevos de Cristo no pueden llenar nuestra vida. Estamos tan llenos de la vida del mundo que la vida de Cristo no puede caber dentro de nosotros. Si tú quieres vivir tienes que morir, el Señor Jesucristo dijo si el grano de tierra no cae a tierra y muere, queda solo, queda infructífero, pero si muere, lleva mucho fruto. Siempre hay que morir para vivir, siempre hay que despojarse de algo para adquirir algo nuevo.

Hay cosas que tú amas y que tú valoras, que si no se las entregas al Señor primeramente no podrás recibir la buena cosa que Dios tiene para tu vida. Mire por ejemplo con Abraham, Abraham tuvo que despojarse internamente de lo que él más amaba, que era su Isaac, su posibilidad de permanencia, de herencia, de procreación, de fama, de influencia mundial como Dios le había prometido. Y cuando Dios le dá lo que él quería, los 100 años de edad, ahora le dice dámelo a mí, gloria a Dios que Abraham dijo parece una locura pero tómalo, porque Dios muchas veces lo que quiere es que tú te despojes de lo que tú más amas, hasta que tú no mueras no vas a vivir hermano. Y yo veo esa dinámica siempre en la escritura, cuando el hijo, el joven rico viene a donde Jesús lleno de ansiedad y de deseo de perfección, le dice Señor ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?.

Bueno, tú sabes lo que dicen los mandamientos, haz esto, pero se lo dijo con una sonrisita maliciosa en la boca, y el joven rico le dijo bueno Señor, pero si yo ya he hecho todo eso, bueno una cosita te falta, toma todos los bienes tuyos, toma toda tu riqueza, tus propiedades, tu reputación social, tu influencia, toma todo eso, véndelo, despójate de ello, y dáselo a los pobres y entonces ven y sígueme y vas a encontrar lo que tú quieres. Y dice la biblia que como tenía tantas posesiones, se puso triste y prefirió irse y seguir con su carga espiritual en vez de ser libre y despojarse de lo que lo ataba al mundo. Ahora yo siempre he dicho, que si ese joven le hubiera dicho al Señor bueno Señor, está bien, te lo entrego todo, cuando hubiera volteado la espalda, el Señor hubiera dicho oops, un momento, ven acá, estaba jugando contigo, como hizo con Abraham, sólo quería que tú hicieras la transacción adentro de ti, que tú transfirieras el dinero mental, espiritual, emocionalmente, ahora que lo hiciste, guárdalo, tómalo, úsalo para mi gloria, y sabes que el mortgage, el seguro está en un papel mío, cuando yo te lo quiera pedir tú me lo tienes que dar, vívelo como si lo tienes pero como si no lo tuvieras, úsalo como que es un préstamo mío para mí.

Y muchas veces Dios para bendecirnos tiene primero que cortar cosas de nosotros, para primero llegar donde Cristo tú tienes que despojarte de todo aquéllo que es humano, carnal, terrenal, diabólico, animal. Entonces el apóstol dice primero hagan morir, después vivan, entonces hay cuatro cosas ¿no?, que están aquí, hay cuatro secciones en ese pasaje que sigue, del 5 al 12, del versículo 5 al 7 hay un llamado, del 8 al 11 otro llamado, del versículo 12 al 13 y en el versículo 14 un llamado final, cuatro niveles de perfección espiritual. La biblia los llama un constante crecimiento, de un nivel a otro, de un nivel a otro. Hermanos todo lo que es vivo crece, si tú estás vivo en Cristo tú vas a crecer, hay una constante evolución, qué triste que muchas iglesias le hemos vendido a la gente esta maleficencia, yo no sé cómo llamarlo, esta mentira, de que cuando entramos al evangelio lo que tenemos que hacer es simplemente seguir una rutina, hablar de una cierta manera, aprenderse fórmulas, y cerrar con llave nuestro interior, todo lo contrario, ahí comienzan las cosas, y toda tu vida vá a tener que ser un ir, ir, ir hacia algo, cuando llegaste a un nivel, a otro, tienes que ir a otro, a otro, hay contínuo crecimiento, nunca nos detenemos, no podemos estancarnos, tú tienes que ser perpetuamente inquieto, deseando más para tu vida.

Yo a lo que quiero llamarlos mis hermanos es a que seamos cosmonautas del Espíritu, siempre explorando nuevas fronteras, como Star Trek, todos tenemos una cosita aquí Star Trek, estamos vestidos de cosmonautas, where no man has gone before, tenemos que ir a otras partes del universo del Espíritu, descubriendo muchas áreas de nuestra vida, hay muchos pasajes que nos dicen eso ir siempre añadiendo cosas, mire por ejemplo uno sólo, segunda de Pedro 1: 5 al 8: "Vosotros también poniendo toda diligencia, por esto mismo añadid a vuestra fé conocimiento, al conocimiento dominio propio, al dominio propio paciencia, a la paciencia piedad, a la piedad afecto fraternal, y al afecto fraternal amor". Ya yo estoy cansado de leer sólo lo que les acabo de leer. Necesito una Coca Cola, alguien por ahí que me ayude.

Es contínuo trabajo, bueno yo ya tengo virtud, me porto bien, soy una persona virtuosa, pero ¿sabes qué?, si no le añades a eso conocimiento de los misterios y sutilezas de la palabra de Dios, eres un bruto virtuoso, eres un ignorante que tiene buenas intenciones pero poco conocimiento, dice la palabra que por eso fracasó Israel, tenía mucho celo para con Dios pero le faltaba conocimiento, yo amo el conocimiento, y mucha gente desprecia el conocimiento de la palabra, ah no, el pastor se puso demasiado fino hoy, yo lo que me gusta ahí es una chuleta con dos papas y vamos a lo que vinimos. No, la palabra tiene sublimes verdades que hacemos bien, entonces después de la virtud viene el conocimiento, pero qué pasa, mucha gente tiene virtud y conocimiento y entonces, eso, como que se convierte en un fin en sí mismo, es como que se agarran de un cable de alto poder, pero se requiere de dominio propio para poder canalizar eso, manejarlo correctamente, porque si no mucha gente con virtud y conocimiento se vuelven orgullosos, entonces hay que dominarnos.

Hay un llamado de Dios a dominar los apetitos de la carne, dominar las emociones, dominar los malos recuerdos, dominar las malas experiencias que nos han deformado, y todo esto es parte del dominio propio, del control de nuestras facultades, entonces después del dominio propio, paciencia, porque si usted tiene virtud, conocimiento, y dominio propio, usted entonces ya no tiene paciencia con esos pobres diablos que se portan tan mal en la iglesia. Usted se convierte en una persona imposible de soportar, se necesita paciencia, con usted mismo y de paso con los demás. Entonces es un ponerse siempre nuevos atributos y cosas, porque qué dice la palabra, si estas cosas están en nosotros y abundan, no permitirán que seamos infructuosos, siempre habrá algo que hacer en el reino de Dios.

Entonces es una visión a la que Dios nos llama, de constante crecimiento versus la visión pobre de la gente cristiana, muchas ocasiones, de una vida religiosa estancada y simplista. Entonces mire el primer nivel, que es lo más pronto que puedo, el primer nivel dice haced pues lo terrenal, digan todos terrenal, lo terrenal en ustedes, ese es el primer nivel, y ahí es muchas veces donde nos quedamos, yo llamo lo terrenal la vida biológica, humana, la vida carnal, la vida animal, las pasiones carnales y obvias, lo más obviamente pecaminoso, eso es lo que la gente piensa cuando piensa en santidad, bueno, yo no soy homosexual, yo no fornicador, yo no soy adúltero, yo no fumo, no bebo, no hago cosas malas, no pateo las viejitas en la calle, no le robo las paletas a los niños cuando los papás no están mirando, por lo tanto yo ya estoy listo para irme para el cielo.

Y hay mucha gente así que cree, bueno como yo ya dejé, y muchas iglesias de santidad como yo les digo, eso es, a eso limitan los sermones, los llamados, y qué pasa, hay gente santa pero feísima que yo no quiero cenar con ellos ni los quiero en mi casa, francamente, perdónenme que se los diga sinceramente, le hablo a la gente en la vida son un mal testimonio de la belleza del reino de Dios, porque para mí la santidad es bella, hermosa, atractiva, sonriente, como yo decía el domingo pasado, es algo hermoso, es algo que gana a la gente, simpático, nuestra gentileza sea conocida de todos los hombres dice el apóstol Pablo. Entonces mucha gente piensa en lo terrenal, en lo carnal, hermano, bien importante, si usted no ha bregado con ese primer nivel, no se vista como decía el domingo pasado, si usted no ha bregado con ese primer nivel usted está atado al diablo, hay un boquete bien grande por donde el enemigo puede meter todo lo que quiere hacer en su vida y hacer daño, robarle la energía y batutearlo, porque esa es la energía que él ejemplifica, y tenemos que depurarnos y bregar con eso.

Nunca nos vamos a desvestir completamente de lo carnal, lo animal, porque nuestra naturaleza misma, biológica, neurológica es terrenal, pero tenemos que montar una batalla contínua, una renuncia de nuestro ser interior a ello, un apelar a la fuerza y el poder del Espíritu Santo y la iluminación de Dios para que siempre esté limpiándonos, purificándonos. Tenemos que someter nuestro ser al trato de Dios. Nunca terminará la batalla contra la carne, estos diferentes niveles están continuamente dándose en nuestra vida en diferentes secuencias y relación una con la otra, pero definitivamente, el primer nivel es ese, y Pablo los menciona, algunas de las cosas que caracterizan ese primer nivel, fornicación, porneia, es decir todo lo que tiene que ver con, no había la palabra pornografía, todo lo que es impureza, no es solamente tener sexo antes o fuera del matrimonio, si no todo lo que es impuro, y todo lo que no conviene a la santidad y la pureza, sin mancha de Dios.

Impureza, pasiones desordenadas, avaricia, porque no es solamente lo sexual, es también la avaricia, las corporaciones que explotan a la gente, los medios de comunicación que envician a las personas, los ejecutivos que mienten y manipulan, y crean necesidades que la gente no tiene, que se van a sus casas con bonos obscenos sabiendo que están mintiendo y cocinando los libros, porque saben que después todo eso se vá a venir abajo, pero qué les importa a ellos si ya tienen su bono de tres millones de dólares, que se embrome quien sea, allá ellos, esa es la maldad del mundo, no es solamente lo sexual, es toda cosa que ata al hombre al aquí, el espacio, el tiempo, entonces dice Pablo líbrense de todo eso, batallen, contra todo eso.

Y dice aquí: "La ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, en las cuáles vosotros también anduvisteis, en otro tiempo, cuando vivías en ellas" pretérito imperfecto, queriendo decir hey, ya estoy asumiendo que eso ya no es un factor dominante en sus vidas, ustedes vivían en eso pero ahora, hermano Dios siempre asume que ahora, pero ya hemos bregado con esas cosas, por lo menos en lo básico, esta congregación, Dios nos está llamando cada día más y más hermanos a la santificación de nuestras vidas, a ese nivel primeramente, dejemos esas cosas, esa impureza, por favor jóvenes, hombres, yo sé que hay mucho apetito aquí, yo sé que el viejo hombre, la mujer, todavía está gritando y chillando dentro de ellos, de nosotros, pero la biblia dice hey, esas cosas son para la gente de afuera, ustedes vivían con eso, se movían con esas cosas, ahora ya la palabra asume que esas cosas están muriendo, nos estamos despegando de esas cosas en nuestra vida física, psíquica, no debe ni siquiera mencionarse dentro de nosotros, digo eso con temor y temblor, se asume que esto ya no es una realidad dominante en nuestras vidas, no practicamos eso, no nos dominan.

Mire la palabra, practicar, ser dominado por, estar inmersos en esto, es diferente a que hay momentos que caemos, tropezamos, nos levantamos, pero no vivimos en ello, no lo celebramos, no lo practicamos, no dejamos de sentir que nos hinca el arrepentimiento cuando practicamos estas cosas porque sabemos que estamos fuera de la voluntad de nuestro Padre celestial. Somos sensitivos al rechazo de Dios a estas cosas. Entonces la biblia nos llama, despojémonos de estas cosas, porque ya nuestra vida está con Cristo.

Segundo nivel, dice aquí entonces en el versículo 8, mire mire qué interesante: "Pero ahora dejad también". Es lo que le digo que la palabra trabaja y conjuga las cosas en una manera muy bella cuando lo entendemos, el Espíritu Santo guía al apóstol Pablo a decirle a los Colosenses y a nosotros por extensión, hermano, deja esas cosas violentas y feas de la vida animal del hombre sin Cristo, y la gente dice wow, gracias a Dios, ya dejé todo eso, ya no me domina, pero ahora, es decir, hay un segundo nivel, no te pongas tan cómodo, pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas, ira, enojo, etcétera, ¿cuáles son todas esas cosas?.

El primer nivel es acciones obvias, externas, el segundo nivel yo lo llamo algo interno, actitudes, razgos personales, hábitos del corazón, ira, enojo, malicia, blasfemia, palabra deshonesta, ¿por qué la distinción del Espíritu Santo?, porque es lo que yo digo, en muchas iglesias, y cristianos, y círculos cristianos la gente se enfoca en lo primero, y los pastores, los predicadores, el proceso de discipulamiento, la ética de una iglesia muchas veces, evitamos lo otro, el otro nivel, no hablamos tanto de eso, pero la biblia nos llama.

Yo creo que no podemos verdaderamente reflejar la bondad de Dios a menos que esa dimensión, no hayamos dejado que Dios la trate, y eso es lo que hace para mí tan agónico el camino cristiano, me señalo a mí mismo, porque cada día yo me mido a esa palabra y me encuentro falto, necesito el trato de Dios en mi vida. No puedo bajar la guardia, hermanos no se preocupen, no me voy a pegar un tiro dentro de los próximos 10, 20 años, no, no es que yo vivo tampoco neurótico por eso, no, pero yo sé donde está mi tarea, y la acepto gozosamente, porque yo sé que ya tengo la aprobación de mi Padre celestial, y Él está comprometido a trabajar conmigo, lo que yo entiendo es que yo no soy un corredor de 100 metros, soy un corredor de 26 millas, soy un maratonista, y tengo que correr la buena carrera de la fé hasta llegar al final, y Dios me llama a otros niveles de perfección que no tengo todavía, estoy tratando con ello no?.

Ira, enojo, malicia, blasfemia, muchas congregaciones, secretamente, familias, cristianos que sirven al Señor, hay cosas, ¿a cuántos de nosotros nos toca esto?, y Pablo diría cosas similares a estas, porque hay muchas otras cosas, murmuramientos, rencores, mentiras que decimos unos de los otros, actitudes que hay en nuestra vida, somos ultrasensitivos a las percibidas ofensas de los demás, incluso hay otras cosas, tendencia a despreciarnos a nosotros mismos, a despreciar a los demás, manipular a la gente, controlarlos, denunciar sus defectos, humillar a las personas con nuestra capacidad verbal, nuestro sentido del humor hiriente, muchas cosas que pertenecen a esa segunda dimensión de perfeccionamiento, es toda esa vida interna del yo que nos aprisiona también, y Pablo dice pero también estas cosas, no sólo lo sexual, inmoral, dejen también las actitudes indebidas, el trato inapropiado de los demás, pídanle al Señor que los sane.

Yo creo que también voy a hablar en el futuro acerca de ok, ¿cuál es el mecanismo que Dios usa para hacer efectivo el cambio en nuestras vidas?. Porque eso es también importante. ¿Cómo vamos a llegar a esto, no?. Entonces mire esta aclaración, hermano, ¿sabe qué?. Yo diría por experiencia personal, propia y observación, y no solamente esta iglesia, yo diría literalmente cientos de iglesias, ministerios, que esa frontera es la que más daño hace muchas veces en las congregaciones, la que más empobrece, la que más daña el testimonio de la iglesia, la que más afea los ministerios, la que más neutraliza a los líderes, la que más mata ministerios a los que Dios quisiera desatar, pero no puede, es lo que más de reputación trae al reino de Dios en la televisión, en las grandes iglesias, en los grandes ministerios, es el no dejar que Dios trate esa área, y no reflejar el trato de Dios, el desangramiento divino en esa dimensión.

Eso es lo que pone a líderes unos contra otros, las agendas secretas que gobiernan muchas veces a la gente, son las divisiones en las iglesias, los pastores que no dirigimos bien a nuestras congregaciones, nos dejamos poseer por el ego, el orgullo, dominar, el pantalleo, la explotación de los demás, es esa dimensión, por eso es que yo me detengo sobre ella y la palabra también se detiene. Estas cosas mis hermanos tenemos que dejarlas a un lado, deje que Dios trate el área de su mente, su personalidad, sus emociones, se conoce como el proceso de discipulamiento, de perfeccionamiento del yo. Óigame, esto mata matrimonios, esto es lo que está matando tantas familias, esto es lo que nos hace a mí y a los consejeros tan difícil el trabajo de consejería. Porque yo veo esta carencia de trato en esa dimensión en los cónyugues, está desangrando los matrimonios de gente que ama a Dios, viene a la iglesia pero los valores que ellos ejemplifican y como se tratan unos a otros, me hace a mí y a otros que queremos promover la sanidad de los matrimonios, casi nos ata las manos, porque hace difícil para la esposa soportar a su marido, hace difícil muchas veces para el marido tratar con el amor que necesita, hace que los hijos pierdan el amor y el afecto a sus padres.

Y entonces a veces uno, hermanos, uno no sabe qué decirle, por favor ayuden al Espíritu Santo, pidiéndole al Señor que trate con su vida, con la mía, pidiéndole que nos queme, nos mate, nos corte, nos desangre, para que la vida de Cristo pueda manifestarse dentro de nuestras familias, nuestra espiritualidad. Para que entonces la palabra del Señor pueda encarnar como es debido en la vida de los hijos de Dios.

Sabes cuando tú dejes que Dios trate con esa área de tu vida vas a ser una persona diferente. Se molestan conmigo porque les hablo así mis hermanos, yo espero que no, es la palabra de Dios hablando a sus vidas, esa dimensión tiene que ser tratada, yo espero que nadie se vaya molesto de aquí conmigo, yo no le estoy señalando su llaga, estoy apuntando para lo que Dios quiere para su vida, mírelo posivitamente, y eso le vá a ser de bendición en su trabajo, relaciones humanas, en todo, deja que el cuchillo quirúrgico de Dios entre dentro de ti y extirpe esas cosas, y las reemplaze con el carácter de Cristo Jesús. Deja que Dios te forme.

Hay un tercer nivel, carnalidad, biología meramente biológica, carnal, terrenal, segundo, desvístase de los atributos esos secretos que afean la personalidad humana, las heridas y deformaciones del pasado, que te convierten en una espina en el costado de los demás, esas venas secretas, negras que corren en tu vida. Pídele al Señor que te desangre y salga de ti para que tú puedas ser más como Cristo. Hay una transfusión de sangre, de la sangre humana, carnal a la sangre de Cristo dentro de ti. Pero el tercer nivel es un nivel más excelso todavía, vamos de lo más bajo, y concreto, y duro, a algo un poco más leve, hasta algo todavía más sublime.

Mire lo que dice, entonces en el versículo 12, voy a saltar tres versículos, una transición, versículo 12 dice, ahí está: "Vístete", los dos primeros son despójate, desvístete, suéltate de, echa abajo, aquí dice: "Vestíos", ponte, asume, revístete, estás desnudo porque ya supuestamente te has librado, ahora vístete, recuerda que yo dije que hay que destruir para construir, "Vestíos pues como escogidos de Dios". Sabe lo que la palabra nos llama a asumir y a vivir como la identidad de hijos de Dios que nosotros tenemos. Tú eres un hijo de Dios, entonces Dios te dice vive ahora como un escogido, no vivas una vida esquizofrénica, con un estado sublime y noble y real dentro de ti pero viviendo como un pordiosero y un vagabundo.

Vive como Dios te ha hecho, ¿cómo se supone que nos vistamos, cuáles se supone que sean las cualidades que expresemos, que nos caracterizen externamente?. Santos y amados. ¿Qué quiere decir amados?. Fáciles de amar yo diría, benignos, bondadosos, simpáticos, queribles, tiernos, santos y amados, de entrañable misericordia, de mansedumbre, de paciencia, y otras cosas similares, transparencia, honestidad, misericordia, perdón, gozo, paz, mansedumbre, templanza, dominio propio, todas estas cosas que hablamos, estas son las virtudes que nosotros debemos estar asumiendo día tras día tras día en nuestras vidas.

Yo quisiera tener tiempo, no lo voy a hacer pero detenerse en cada una de estas cualidades, ¿cuántos de nosotros delante del Señor diciendo? Padre, yo quiero ser como Cristo, yo quiero ejemplificar el carácter de Jesús, no estoy contento con simplemente haber dejado las cosas viejas, yo quiero vestirme de cosas nuevas que te glorifiquen, y adornen mi vida Señor. ¿Cuántas veces estamos pidiendo al Señor estas cosas hermanos?. Ahí entra lo positivo, ¿no?. Esto nos recuerda a algo más, dice soportándoos y perdonándoos unos a otros. ¿Por qué?, porque mire mi hermano, nadie ni usted mismo se comporta con ese nivel, y tarde o temprano tenemos que soportarnos a nosotros o a otros, y eso es lo que finalmente si alguien nos ofende perdonarlos y perdonarnos incluso a nosotros mismos.

Tenemos que sumergirnos en un comportamiento, vestíos, quiere decir que te cubras completamente, te llenes, déjate gobernar por ese comportamiento a la altura de nuestra condición. Recuerde el fruto del Espíritu en Gálatas 22, amor, paz, paciencia, benignidad, bondad, fé, mansedumbre, templanza, hay una cantidad, hay listas, todo lo bueno, todo lo noble, todo lo puro, todo lo amable, todo lo perfecto, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si algo digo de alabanza en esto pensad, contínuamente hay listas de esos llamados, esas cualidades, que nos apuntan a una cosa, niégate a ti mismo, ama a los demás, vive para los demás, esa negación del yo. El mundo, la selva es para el más fuerte, mis necesidades, Cristo dice no mires tus necesidades tanto como las de los demás.

No mires tu gloria como la gloria de Dios, es lo opuesto de la gratificación carnal que busca la gratificación del yo a cualquier costo. El yo debe morir, debe ceder a la consideración de los demás, esa es la base del amor, es un principio más alto al cual nos llama la escritura. El último nivel, tenga paciencia y deme unos minutitos más, el último nivel, el amor, entonces deja lo terrenal, deja las cualidades impuras y no nobles, desvístete de todo eso, ponte virtudes conforme al reino de Dios, de bondad, paciencia, y entonces la corona, y yo diría la joya que está encima de la corona es el amor. El completarlo todo, el amor, dice el apóstol Pablo es el vínculo perfecto, lo que nos une unos a otros en forma indisoluble y orgánica.

Yo les decía a los hermanos esta mañana, mire, no le pida a Dios amor porque no es que Dios te vá a dar con una varita mágia amor. El amor es la conclusión de una vida entregada al trato de Dios. El amor es aquéllo que cuando tú has asumido todas las virtudes a las cuales te llama la palabra, juntos constituyen una actitud y una postura que se llama amor. Por eso cada día tenemos que someternos al trato de Dios, entregarnos al ser del Señor, saber a la altura a la cual nos ha llamado, y poco a poco entonces el amor se vá constituyendo en la cualidad distintiva de nuestras vidas. El amor perfecto es el resultado de toda una vida de perfeccionamiento y trato de parte de Dios. Sin amor dice el apóstol Pablo, si no tengo amor nada soy, si no tengo amor de nada me sirven las cosas que yo hago, si la motivación de mi vida no es bendecir a los que están alrededor de mí, si la motivación de mi vida no es manifestar el amor de Cristo, si la manifestación de mi vida no es el despojarme de mí mismo sean y vivan.

Si yo no reflejo la abnegación de Cristo en mi vida, entonces nada de lo que yo hago tiene en última instancia valor o significado. ¿Usted entiende la altura a la cual Dios nos llama hermanos?. Cuatro niveles de santificación es lo que embellece, ennoblece y afinca todas las demás cualidades espirituales. Despójate de tu cuerpo que te grita y te controla, despójate de las emociones y las deformaciones que te afean, asume las cualidades y virtudes del carácter de Cristo, y por encima de todo que tu vida refleje amor para con los demás, un amor que sólo Dios puede manifestar a través de ti porque en nosotros no está manifestar un amor tan alto, una cosa tan alta y sublime como esa.

Hermanos yo espero haberles complicado la vida un poquito en esta tarde, los que todavía me están escuchando, yo espero que usted se vaya de aquí pensando wow, esto es más complejo de lo que yo pensaba, pero también más interesante, ahora yo entiendo por qué yo me aburría tanto en la vida cristiana, y es porque yo había empobrecido y simplificado demasiado la jornada del cristianismo, esto es algo serio, hermoso, para ser un poquito mejor, desangrarme un poquito más, si tú eres afortunado en la vida cristiana, cada día Dios vá a venir y te va a meter una jeringuilla y te va a sacar un poquito de sangre. Te vá a debilitar un poco para que tú manifiestes un poco más el amor de Dios en tu vida, te vá a ahuecar un poco para que quepa más la unción de Dios dentro de ti.

Te va a empobrecer un poquito para enriquecerte un poco más, te va a sacar un poco de carne para poner de su Espíritu, quiera Dios que sea esa la bendición de nuestras vidas, yo le pido a Dios que esta iglesia y este pastor cada día podamos ejemplificar un poco más del Reino de Dios para que este mundo crea que Jesucristo es el Señor. Póngase de pie, gloria al nombre del Señor Jesús, damos gloria y honor a su nombre.

Padre, esta palabra es demasiado alta para nosotros, pero la emitimos de todas maneras y la recibimos, nos metemos dentro de ella porque si nos la ponemos nos queda grande, Señor, pero queremos crecer, crecer, crecer para llenar esa palabra, yo pido que este pueblo pueda en tu misericordia, pueda mientras esta iglesia permanezca aquí, reflejar esos valores, comienza conmigo Padre, yo admito frente a tu pueblo que no estoy a la altura de la palabra que yo mismo predico y necesito Tu trato, Espíritu Santo, llévanos al nivel que necesitamos ir, manifiesta Tu energía, no la energía del mundo, queremos que la energía de Cristo, llene estas familias, estos hogares, esta comunidad aquí representada, y que ese poder, esa energía tuya llene ese mensaje sublime tuyo, comienze a expandirse como un vapor santo, una nube de gloria hacia los cuatro vientos, llenando esta comunidad, estableciendo un ejemplo, predicando un mensaje, proyectando una vida, un ejemplo Señor para que la gente lo pueda ver, comienza conmigo, mi hogar, mi familia, sigue con cada hombre, cada mujer, cada hogar aquí representado.

Yo envío tu gloria ahora a este pueblo Padre, envío tu energía, mata todo lo que tiene que ser muerto en nosotros Padre, Señor envía tu cuchillo ahora a cortar todo lo que no sea tuyo, trata con nosotros, no dejes de tratar con nosotros, Señor clávala, una estaca, una señal, en el corazón de esta iglesia Padre, hasta que Cristo venga, ayúdanos a estar a la altura de ese mensaje Señor, para gloria tuya, te adoramos, gracias por lo que hemos experimentado hoy en este santo lugar, nos lo llevamos como una llamita, que nada la apague, la vamos a proteger y la vamos a guardar, la vamos a poner en el altar de nuestras casas, para que alumbre nuestras vidas y nuestro hogar, sácanos de aquí como llamas ardientes que ejemplificamos el evangelio de Jesús, su buena palabra, gracias, en el nombre de Jesús, oramos, amén y amén.

Pueblo de Dios recibe esa palabra y pídele al Señor que la haga real en tu vida y en la mía, estamos bendecidos.

Volviendo al primer amor

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Yo titulé mi mensaje hoy, volviendo al primer amor. Quisiera que vayan conmigo a Apocalipsis capítulo 2, un pasaje que yo sé que muchos conocemos, yo lo quisiera leer solamente para refrescarlo. Apocalipsis capítulo 2, último libro de la biblia del Nuevo Testamento, esta es la carta, hay siete cartas que se escriben a siete iglesias entre el capítulo 2 y el capítulo 3, y la primera carta vá dirigida a la iglesia que está en Éfeso. Voy a comenzar en el verso 2, dice así del 2 al 5: "Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo, tu paciencia, que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles y no lo son, y los has hallado mentirosos, y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre y no has desmayado. Pero tengo contra ti que has dejado tu primer amor. Recuerda por tanto de dónde has caído, y arrepiéntete y haz las primeras obras, pues si no, vendré pronto a ti, quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieses arrepentido."

Qué carta tan interesante. La carta sigue pero lo voy a dejar ahí, la idea central de lo que quiero compartirles hoy. Qué interesante que cuando vemos lo que está diciendo la carta, obviamente esto es un mensaje de Jesús que está siendo comunicado por el apóstol Juan, los líderes, los pastores que están a cargo de estas iglesias. Si ustedes dicen el verso 1 dice: "Escribe al ángel de la iglesia de Éfeso". Eso es interpretado como cada uno de los pastores y obispos que estaban a cargo de cada una de esas iglesias. El relato de acuerdo al libro de Hechos dice que el ángel de la iglesia de Éfeso era Timoteo, porque Timoteo fué el personaje que Pablo dejó a cargo de la iglesia de Éfeso. So se puede decir que esta carta iba dirigida a Timoteo y al resto de los líderes que estaban ahí en la iglesia de Éfeso.

Cuando él dice esto, El que tiene las siete estrellas en su diestra, El que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice lo siguiente, ahí está hablando de Jesús, el mensaje que Jesús está diciendo: "Mira, yo conozco tus obras", en otras palabras, está reconociendo todo lo bueno que esta persona está haciendo, se está dando cuenta que no es una iglesia que está cruzada de brazos, es una iglesia activa que tiene acción, que tiene ministerios, que tiene proyectos, y están ahí día tras día haciendo la obra que Dios mandó a hacer. Pero en medio de todos esos complementos que le está haciendo a la iglesia de repente le saca algo que es fuerte, que no necesariamente es un complemento, no es necesariamente una palmada en la espalda, si no que es una nalgada por así decirlo, y se lo deja saber, tengo una sola cosa en contra tuya, gracias a Dios que fué solamente una cosa, imagínese si hubiera sacado una lista.

Cuando nosotros le decimos a alguien ay, qué chévere te has portado, pero, y sacamos un laundry list de todas las cosas que tiene malas, menos mal aquí se sacó una, te has olvidado de tu primer amor. ¿Qué significa ese primer amor?. Mientras yo leía, muchos comentaristas dicen que ese primer amor se puede interpretar de muchas formas, por un lado si ustedes ven el libro de Hechos capítulo 20 que Pablo se está dirigiendo ahí a la iglesia de Éfeso, la iglesia de Éfeso era una iglesia que demostraba su amor por los santos en otras provincias, era una iglesia que estaba en contacto con otras iglesias en el área, y demostraban su amor enviando ofrendas, apoyando a sus ministerios, esa era una forma en que ellos demostraban su amor, en el libro de Efesios, en el capítulo 1, miren cómo Pablo se dirige a ellos diciéndoles: "Por esta causa también yo habiendo oído de su fé en el Señor y de su amor para con todos los santos", miren qué interesante, la iglesia de Éfeso era catalogada como una iglesia que demostraba su amor genuino no tan solamente por los integrantes de esa iglesia si no por otros también.

So, una de las formas en que se puede interpretar esto de que has perdido tu primer amor, es que tal vez ellos habían perdido ese amor que ellos mostraban a otras personas, a otros creyentes o a los que no eran creyentes, había mermado un poco. Una segunda dimensión de por qué ese primer amor, o cómo se interpreta ese primer amor, tiene que ver con ese sentido más individual de lo que es su devoción, su pasión personal hacia la persona de Jesús. Y es lo que se compara con el hecho de, como cuando una pareja está recién casada, que son como dos tórtolos y no hay nadie que los pueda separar, que pueda explotar esa burbuja, y que parece una luna de miel eterna, y que todo es vías y castillas, y suenan violines por todos lados, y angelitos y cupidos por todos lados, como ese amor primero, esa pasión inicial, a ese amor es al que se refiere, a esos primeros amores que es como que hablaste con la persona, enganchas, y cinco minutos después la tienes que llamar, me haces falta mi amor, no puedo dejar de escucharte. Ese es el otro tipo de amor al que se refiere que se pierde ahí, es como ese deseo de estar en constante intimidad con el Señor Jesús.

Ahora es interesante porque no dice que la iglesia ha perdido todo su amor, si ustedes ven el verso 3 dice: "Has sufrido y has trabajado arduamente por amor de mi nombre", la iglesia tenía un amor, había un amor que estaba moviendo a la iglesia, pero el amor original, el amor que es la fuerza motriz para este otro amor que pueda llevar a cabo todas las funciones, todas las estrategias, toda la logística que estaban haciendo, ese primer amor esencial era el que había bajado. Que interesante mis hermanos. Que fácil para que ese primer amor sea abrumado por las rutinas de nuestra vida. Las rutinas de la vida se hacen tan y tan cargadas que fácilmente pueden apagar esa llama de amor, que por la mañana te levantas y estás cantando y alabando al Señor, te montas en el carro y estás cantando y alabando al Señor, y hay Jesús qué rica es la vida contigo, y sigues el día entero, te dijeron dos o tres en el trabajo pero a ti no te importa, Señor, no me importa lo que me digan, Tú eres todo para mí, bajas, vas y almuerzas, y es más, lees un libro de meditaciones que se llama un café con Dios, todos los días estás embollado con el Señor ahí en todo momento, se acabó el tiempo del trabajo, te montas en el carro para regresar a tu casa, y pones de nuevo el CD de Marcos Witt, y ahí en su presencia, vas, llegas a la casa, los nenes están trepando paredes pero no te importa, tú estás en la presencia del Señor, el esposo o la esposa te dijo algo, hace falta leche, de verdad está nevando afuera, y vas cantando por todo el camino y lo único que tienes en la mente es al Señor que lo tienes entre ceja y ceja, llegas a la casa, le das leche a los nenes, y ya se acuestan a dormir y tú sigues ahí alabando al Señor y no puedes esperar a que se acuesten a dormir para tú meditar y empezar a escribir, tu diario, y hay Señor qué rica es la vida contigo, y a las 10 y media te arrodillas al lado de la cama, Señor, gracias por todo, y cuando te acuestas tienes una sonrisa ahí en tu cara porque como que, ah Señor qué rica es la vida contigo.

¿Qué se requiere mis hermanos, qué se requiere para mantener esa llama de amor encendida?, no les estoy diciendo que me respondan, esta es una pregunta retórica para ustedes, yo sé la respuesta, y aún así se hace difícil hacerlo. Todo lo que yo les dije, eso es todo parte para yo volver a encender ese fuego otra vez, es más, le puedo sacar una receta ahí bíblica, ayune veintiún días al estilo de Daniel, y tú vas a ver cómo ese amor se enciende de nuevo. Ora 4 horas por día, enciérrate en un cuarto sin que nadie te oiga y tú vas a ver cómo ese amor se va a encender otra vez. Cuando llegues a la iglesia saca el pastor de su silla para que tú te sientes ahí, y a todo lo que diga dí sí, amén, todas las canciones cántalas aunque no te las sepas y tú vas a ver cómo ese amor se va a encender, pero, se requiere algo más mis hermanos.

¿Saben por qué lo digo?. Porque nosotros que conocemos ese amor por tanto tiempo, fácilmente tu primer obstáculo va a ser acá arriba, en tu mente, tu mente vá a empezar a razonar, ay por qué, por qué es necesario, ya Él está contigo, por qué te vas a tener que poner con todas esas cosas de nuevo y encender, levantar el polvo otra vez. ¿Qué pasa cuando un esposo no mantiene sus cariños con su esposa?. ¿Qué pasa cuando un padre después de haber trabajado dos trabajos al día sus hijos quieren brincarle encima para jugar con él pero el padre dice no ahora no, estoy cansado, cuando viene a ver después de dos semanas, después de dos, tres meses, de uno, dos, tres años, esa ha sido la rutina que ha definido tu vida, y cuando vienes a ver, tus hijos están rebeldes y no quieren saber nada contigo y tú te preguntas qué les pasó a mis hijos. El trabajo fué más importante, no sacaste tiempo para ellos, no te quejes, no te quejes.

Tenemos que ser intencionales en volver a capturar ese primer amor, o no capturar, mejor dicho volver a encontrar ese primer amor. Miren lo que dice aquí, miren si el Señor es tan bueno que Él nos dá la receta de cómo poder hacer eso. Verso 5 dice: "Recuerda por tanto de dónde has caído". Y esto es un poco fuerte porque es como que te dijeran, acuérdate de ese pecado donde metiste las patas bien metidas. Y nadie se quiere recordar de eso. Pero en alguna manera u otra, si ese fué el momento más bajo de tu vida y ahí fué donde el Señor te alcanzó, entonces sí recuérdate de eso no por lo que tú hiciste o sufriste, si no recuérdate de ese momento para recordar lo que fué que el Señor te extendiera su amor en ese momento, en tu vida, en tu momento más bajo, en el momento donde tú pensabas que ya todo estaba perdido, recuérdate de qué se sintió cuando Jesús te dijo aquí estoy para ti, yo te amo, yo tengo propósitos contigo, yo puedo enderezar tus pasos, si tan sólo me dejas entrar y me dejas tomar control de tu vida. Recuerda de dónde has caído y arrepiéntete.

Si ustedes han tomado discipulado nivel 1, ¿qué es lo que significa arrepentirse?, tornar en una dirección, si vas en una dirección vuelve de nuevo a la otra. Ahora, arrepentirse aquí no significa, ah bueno, qué es lo que quieres, ¿que vaya ahora en dirección a mi pecado?, no no no no no, eso no es lo que está diciendo, dice que cambies de una vida monótona a una dirección de una vida llena de amor y de pasión por el Señor, eso es lo que está diciendo ahí. Y haz las primeras obras, haz las primeras obras. Bien interesante. Cuando mi hijo estaba volcando las canastas tratando de encontrar su juguete, yo me recuerdo que en varias ocasiones yo le decía no hagas eso que estás revolviendo todo, y lo que estaba tratando de hacer era detenerlo a él porque me estaba revolviendo todo su cuarto. ¿Sabes?, la vida vá a tratar precisamente de hacer eso, hay cosas que tú tienes que sacar para encontrar la esencia de ese amor, hay cosas que tú tienes que sacar de en medio, comentarios que la gente ha dicho de ti, decepciones que tú has tenido, rutinas de trabajo demasiado abrumadoras que tienes que esforzarte por sacar algún tiempo para estar con el Señor, un hijo o una hija rebelde que te está causando un dolor de cabeza, por un momento lo vas o la vas a tener que sacar del panorama para tú poder encontrarte con ese recurso central. Un esposo, una esposa que te está hablando fuerte que tú yá tienes que salir de esa relación, por un momento, subrayo esa frase, por un momento vas a tener que sacarlo o ponerlo en stand-by, por encontrarte con el recurso de esa esencia del amor del Señor.

Y vas a tener que empezar a hacer cosas que has dejado de hacer, porque precisamente estas rutinas de la vida te han abrumado tanto que te han impedido hacer esas cosas que tú hacías antes que tú estabas en una relación de amor intenso con el Señor. ¿Qué es lo que tú hacías?, piénsalo, ¿qué es lo que tú hacías?, piensa, ¿qué es lo que tú hacías en esos momentos iniciales que tú empezaste la relación con el Señor?. Yo quiero que tú hagas ese ejercicio intencionalmente empezando desde hoy, ¿qué es lo que tú hacías en esos momentos que tu amor estaba por las nubes por así decirlo?. ¿Orabas más a menudo, leías la biblia más a menudo, participabas de una célula, orabas en los cultos de oración, participabas en los servicios los domingos, ayudabas a alguien que estaba en necesidad, en vez de mirar a alguien con una cara gruñona lo mirabas con una cara amable, pacífica, inspirabas a esa persona, ibas caminando por el campo y de repente vistes un gorrioncito cantando bien lindo y de repente dijiste wow, qué lindo eres Señor?, y ahora es más, ni lo oyes ahora, el pájaro está por ahí haciendo lo que tiene que hacer, está por ahí ensuciando.

¿Qué es lo que tienes que hacer para ver al Señor en esos rinconcitos de tu vida?. Yo espero mis hermanos, yo no quiero seguir hablando, este es como quien dice el aperitivo, el caviar para que usted se vaya de aquí pensando, reflexionando y con un deseo en su corazón genuino, evalúese ahora usted mismo donde está, si usted tuviera un termostato que mide su amor y su pasión por el Señor, ¿está frío, por ahí abajo, está a mitad, está caliente al rojo vivo intenso?, hágase esa pregunta, pregúntese usted mismo, Señor, ¿cómo está tu amor por mí?, atrévase a preguntarle a Dios eso, y no se venga a justificar pensando, ah, pero yo estoy siendo el líder de esta célula, yo voy y visito al shriners y le llevo comida a los niños, yo voy y visito a los niños en el hospital, voy a la casa de fulano de tal, vengo aquí, canto, oro, alabo, yo hago todo eso, ¿sabes qué?, nada que ver acá adentro, como están las cosas allá adentro en tu corazón.

Allá en tu esencia, si yo fuera a escarbar lo que está ahí adentro ¿con qué tú te vas a encontrar, si escarbas en mi vida y sacas todo lo que tienes que sacar, con qué tú te vás a encontrar?. Yo les digo mis hermanos, esta serie para mí vá a ser un reto, porque yo creo firmemente que usted no vá a poder encontrar ese primer amor a no ser que yo refleje ese amor, si yo como uno de los líderes espirituales de esa iglesia, si yo no reflejo esa misma pasión, y consta, yo sé que todos nosotros reflejamos nuestra pasión de maneras distintas, si yo no reflejo esa pasión, si yo no reflejo en mí ese deseo de experimentar su gracia, experimentar su amor una vez más, experimentar lo que significa estar ahí con Él y estar ahí cerquita, y no sentirlo por allá lejos, si yo reflejo eso yo sé que usted vá a entrar ahí, ahora si usted me vé, vamos hermano vamos a cantarle, de nuevo, vamos a cantar la misma canción, oh cuan amor inagotable, fidelidad incomparable, tu pueblo dice gracias. Ahí viene el pastor con su hit de nuevo, si yo no reflejo esa pasión jamás voy a poder esperar que ustedes vvian esa pasión.

Yo sé que usted me estoy metiendo en aguas profundas, yo sé que el Señor vá a demandar algo de mí. Y así como espero mis hermanos que todos vengamos con ese deseo, llegue domingo, usted se levanta por la mañana y mire su termostato, como está, su pasión por el Señor, su amor por el Señor, estoy de camino a ese primer amor, o me estoy alejando, o estoy en el mismo sitio, el miércoles que viene, que haya pasado todos los dilemas del día, y usted se encuentre en el momento de decidir voy o no voy para la iglesia, mire ese termostato, cómo está ese amor por Dios. Yo creo que la esencia de todo esto se encuentra en la esencia del Señor Jesús, por eso es que queremos escuchar palabras que nos recuerden lo que significa, qué hizo en nuestras vidas, qué vá a seguir haciendo, yo sé que cuando nosotros nos exponemos a eso, vá a echar chispas, así que mis hermanos yo tengo mis expectativas altas, para mí personalmente.

Si usted vé que yo de vez en cuando me tiro ahí de rodillas, ore por mí, hay algo que yo estoy buscando, y yo espero que así mismo usted se sienta en toda su libertad de buscar, de rebuscar en esa canasta, en ese ataúd que usted tiene en el ático de su casa, lleno de polvo, ábralo y encuentre ahí lo que usted necesita para que encienda de nuevo ese primer amor. ¿Amén?. Vamos a ponernos de pie y vamos a orar.

Padre yo te doy las gracias por la oportunidad que nos concedes de exponernos a tu palabra el día de hoy, Señor lo más que puedo decir es que estoy anheloso de cómo esta serie se vá a desenvolver, y yo te pido Señor que en medio de los quehaceres de nuestra vida, en medio de todo el ajetreo que uno pueda tener, que podamos buscar y escarbar esa esencia de lo que significa volver a experimentar ese primer amor. Jesús por favor permite que estas palabras causen algo en nosotros, yo, mi anhelo Señor es escuchar testimonios de cómo tus hijos e hijas vuelven a encontrarse otra vez con el Señor, vuelven a encontrar esa llama en sus corazones, así que te pido que esta semana que vamos a estar reflexionando en ti, en Tu persona, en Tu vida, en Tu poder, en Tu amor, permite que esas palabras lleguen a nuestro corazón y despierten en nosotros un hambre, y una sed por ti, de buscarte, de amarte y de ser amados por ti. Así que Señor yo dejo a tus hijos e hijas en tus manos, te pido tu bendición para cada uno de ellos y de ellas, te pido que al salir de aquí esta noche que Tu palabra siga haciendo eco en sus vidas, y que seas Tú llenándoles como solo Tú lo puedes hacer, te lo pido por favor en el nombre de Jesús, amén y amén.

La santidad es vertical y horizontal

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Vamos a la palabra del Señor en Primera de Tesalonicenses, Capítulo 3, en el versículo 12. Dice allí la palabra del Señor: “…Y el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros y para con todos, como también lo hacemos nosotros para con vosotros… – Ese es el Apóstol Pablo, como yo lo hago con ustedes, háganlo ustedes también sentir con todos los demás y unos con los otros en la iglesia. – … para que sean afirmados vuestros corazones y reprensibles en santidad delante de Dios, nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos…”

Uso este texto como un punto de partida para lo que quiero hablar en esta tarde. El tema de la santidad y cómo la definimos. Quiero hablar con ustedes en esta serie de sermones donde tratamos de aclarar y especificar las creencias de nuestra iglesia, cuáles son los distintivos de nuestra congregación. Quiero hablar de un tema que es tan importante para las iglesias, el tema de la santidad.

Yo creo que nuestra iglesia tiene una interpretación un poquito compleja de lo que es la santidad y yo creo es algo que es importante que ustedes entiendan, cómo es que nosotros lo interpretamos este tema. Y por eso quiero tomarme este tiempo ahora.

Qué es la santidad según lo describe la Biblia, según lo entendemos nosotros? Cómo la definimos? Por eso escogí este pasaje como punta de partida, donde el Apóstol Pablo llama precisamente a ese pueblo de Tesalónica a una vida de santidad delante de Dios, una vida de ser irreprensibles delante del Señor. Pero no solamente eso, sino que también antes de él hablar de esa cualidad de ser irreprensibles y santos, él habla de que crezcamos en amor uno para con los otros y para con todos.

Entonces, vemos aquí esta doble vertiente de la santidad donde no es solamente santidad como la entendemos, de ser irreprensibles delante de Dios, vivir una vida recta y todo lo demás, sino también de expresar el amor de Cristo, de expresar las cualidades del carácter de Jesús unos para con los otros.

Y esa va a ser la manera en que yo voy a acercarme a este tema, porque yo creo que nuestra iglesia debe hacer todo lo posible por mantener un balance en esas dos dimensiones de la santidad. Yo voy a hablar un poco más acerca de eso.

Entonces lo primero que quiero decir es lo siguiente, el llamado a la santidad de parte de la Escritura es algo muy real, muy presente, muy continuo, no es algo que se le ocurrió a Dios a último momento sino que desde Génesis hasta Apocalipsis hay una insistencia sobre el hecho de que el pueblo de Dios debe vivir una vida santa.

El ser santos no es solamente como se ha interpretado a veces en la iglesia católica, y lo decimos esto con respeto, discrepamos, de que los santos son como esta gente súper desarrollada que hay que pasar a través de un proceso exhaustivo de determinar si pueden calificar para esa categoría de santos. Y muy poca gente, menos de un 1% si acaso, llegan a ese nivel exaltado. La Biblia espera que todos los hijos de Dios vivamos en santidad. Pueden decir amén a eso.

Es un llamado universal y la Biblia una y otra vez habla de los santos que están en esta ciudad o en esta iglesia en tal sitio, y es algo que es parte integral del llamado de la vida cristiano. Dios llama a su pueblo en Israel a ser santo, y ahí comienza el llamado de Dios hacia la santidad, no comenzó con el Nuevo Testamento sino que comenzó con el pueblo de Israel.

Por ejemplo, en Éxodo, Capítulo 19, en el versículo 6, en los comienzos mismos de la Escritura uno ve este llamado de Dios a través de Moisés al pueblo de Israel, le dice:

“…Y vosotros seréis un reino de sacerdotes y gente santa. Estas son las palabras que les dirás a los hijos de Israel…”

Es decir, en el mismo momento en que Dios estaba fundando esta nación de Israel, ya había un llamado hacia la santidad. Israel tenía que ser un pueblo santo para con Dios y ¿Sabe qué? Eso es algo que nos debe a nosotros siempre sobrecoger en nuestra identidad como pueblo cristiano. Es que Dios nos dice a nosotros también, ustedes también tienen que ser un pueblo santo para mi gloria.

Y para el pueblo de Israel ese llamado a la santidad quería decir que el pueblo de Israel tenía que ser diferente. Cuando Dios nos llama a ser santos, nos llama a ser diferentes. Diferentes moralmente, a las naciones perversas que había alrededor de Israel en esos tiempos en que la nación de Israel fue fundado. Era naciones que, como vamos a ver, vivían sobre unos valores que Dios desaprobaba. Y entonces Dios les decía al pueblo judío, ustedes tienen que ser diferentes a esas naciones, a los amalecitas, a los amonitas, a los filisteos, a todas esas naciones que estaba alrededor de ellos, el pueblo de Israel, se suponía que fuera diferente.

Y hoy en día, en nuestros tiempos nosotros también Dios nos llama. Porque nosotros estamos rodeados, yo no voy a decir que vamos a ver el mundo como perverso, como gente que no merece la misericordia de Dios. Dios nos está llamando que nos veamos a nosotros mismos como mejores y aquella gente allá afuera, como lo veían los fariseos. Bueno, nosotros, gracias a Dios que estamos aquí en la verdad, y los demás que se vayan para el infierno.

No, pero sí tenemos que entender mientras aún miramos con una gran misericordia y compasión al mundo de ahí afuera, tenemos que entender que mucha gente hoy en día vive en tinieblas, vive sin el conocimiento de lo que Dios quiere para ellos. Hay mucha gente que está practicando cosas que son contrarias a la voluntad de Dios y que están convencidos que ellos están bien, o se han convencido y se han auto hipnotizado para creer que lo que están haciendo está bien, y entonces Dios nos dice a nosotros, ustedes tienen que vivir una vida diferente. Como yo le pedí a mi pueblo de Israel que fuera diferente a esas naciones alrededor de ellos, ustedes en el siglo XXI, en el año 2012, tienen que vivir una vida con valores diferentes a los que vive el mundo alrededor de ustedes.

Ahora, cómo vivían esas naciones? Cómo eran esas naciones para que nosotros podamos hacer una claridad acerca de cómo nosotros tenemos que ser. Bueno, esas naciones eran naciones paganas y vivían entre otras cosas, uno de los problemas que tenían con Dios era que vivían una vida sexualmente desenfrenada. Sus valores sexuales eran valores completamente sin disciplina alguna. Había mucha inmoralidad sexual. Había cultos a dioses completamente impuros y contrarios a la santidad de Dios. Por eso yo creo que en el Antiguo Testamento Dios resalta tanto su santidad y su pureza, porque los dioses que esta gente adoraba eran dioses que promovían más bien el desenfreno sexual. Había los cultos a las sacerdotisas, que eran prostitutas sagradas. Había dioses fálicos, y una cantidad de otras cosas. Eran comunidades que practicaban la homosexualidad, practicaban las orgías, este tipo de cosas, y se veían como algo muy normal. Y dice la Biblia que Dios, por esas cosas, sacó a estas naciones de las tierras donde estaban y le entregó esa tierra a un pueblo que él esperaba y quería que viviera en una forma diferente.

Otras cosas, esas naciones adoraban a dioses falsos. Dioses que en realidad eran demonios y que reclamaban una adoración que solo el Dios verdadero, Jehová, Yavé, merecía. Otro punto también, esas naciones practicaban sacrificios humanos, sacrificios de bebés, niños, supuestamente para ganar poder, para acarrearse la aprobación de esos dioses y sacrificaban a personas, como vemos hoy en día en muchas naciones todavía paganas, que hacen estos sacrificios, a esos dioses que son en realidad demonios sedientos de sangre humana. Y entonces Dios decía, ustedes tienen que ser diferente a esas naciones.

Hoy en día, en el mundo en que vivimos uno ve a través de la televisión, a través del internet, a través de los valores que se practican en esta sociedad, una cultura que se parece mucho interesantemente a esa cultura de hace 3 mil, 4 mil años, cada día más y más, en un sentido, el hombre se hace más complejo, más avanzado cultural, intelectualmente pero a la misma vez, en un sentido como que vamos hacia atrás, pareciéndonos más y más a las prácticas que estas naciones llevaban a cabo hace miles y miles de años.

Entonces, Dios le decía a Israel, ustedes, mi pueblo, tiene que vivir en una manera diferente. Eso quiere decir entre otras cosas, que en vez de adorar a dioses falsos, yo requiero que ustedes me adoren solamente a mí.

Cuál es el primer mandamiento de los 10 mandamientos? Amarás al Señor. En otra versión dice, no tendrás dioses ajenos delante de mí. Y entonces habla de amarlo a él por encima de todas las cosas.

El distintivo principal era eso, una consagración total. Hermanos, cuántos de nosotros, los que estamos aquí sentados, y yo mismo, aquí de pie, podemos decir, yo amo al Señor con toda la fuerza de mi alma, mi mente, mi ser? Francamente, yo les digo y gloria a Dios por esa reacción tan entusiasta de parte de ustedes, pero yo les digo, cuando yo me miro a mí mismo, yo me digo, todavía me falta mucho camino. Sinceramente hay muchas cosas que yo todavía podría hacer para ejemplificar una vida completamente entregada al Señor y lo que el Señor pide de mí.

Yo creo que todos podemos mejorar en eso. Pero definitivamente una de las cosas que distingue a un pueblo santo es una vida dedicada al Señor. Todo lo que tenemos, nuestra familia, trabajo, dinero, tiempo libre, diversiones, intelecto, sueños, todo está dedicado al Señor.

Otra cosa, cuando Dios le decía al pueblo de Israel, quiero que sean santos, había toda una serie de leyes que tenía que ver con las comidas, el vestido, todas estas cosas. El pueblo de Dios tenía que mantenerse limpio porque el cuerpo era importante. Entonces, vamos a ver más adelante que esa área de comidas y de rituales, cambió un poco con el tiempo. En el Nuevo Testamento se hace más compleja esa dimensión, pero definitivamente en el Antiguo Testamento la santidad estaba acompañada de esa idea de las comidas cosher y de guardar ciertas restricciones.

Porque a Dios le importa la materia y por eso también otra de las áreas que a Dios le preocupaba mucho, era el cuerpo humano. Cómo los israelitas trataban sus cuerpos, y debieron tratar el cuerpo conforme a las leyes de Dios.

Una de las cosas interesantes acerca de las culturas primitivas, por ejemplo en el África, en Asia, hasta cierto punto también, usted notará que las naciones paganas, que no conocen al Dios verdadero, hay como una glorificación de la naturaleza. La naturaleza es extremadamente dominante. Hay un culto al sol, a la luna, a las fuerzas de la naturaleza. Dioses que tienen que ver con la naturaleza. El cuerpo tiene control, los apetitos humanos.

Cuando Dios llama a Israel a ser santos y nos llama a nosotros también a ser santos, le está diciendo, miren, su cuerpo es bueno, yo he creado el cuerpo, y por lo tanto ustedes tienen que tratar su cuerpo no conforme a como si el cuerpo y la materia fuera Dios, sino conforme a lo que yo establezco como valores acerca del cuerpo.

Ustedes tienen que relativizar el cuerpo en cierto sentido, pero no tampoco denigrarlo. El Evangelio, el Antiguo Testamento valora el cuerpo humano y nos dice, ustedes son el templo del Espíritu Santo, Dios mora dentro de ustedes, por lo tanto cuiden sus cuerpos.

Israel tenía que cuidar su cuerpo. Miren, yo le decía esta mañana a los hermanos, y me curo en salud, diciéndole que si usted tiene un tatuaje en su cuerpo, no se preocupe, yo no estoy atacándolo con lo que voy a decir ahora mismo, pero sabe que en el Antiguo Testamento Dios le decía a los israelitas, ustedes no deben marcar su cuerpo. No deben sajar su cuerpo con navajas y cosas por el estilo. No deben penetrar sus cuerpos. Y es lo que digo, lo interesante es que la cultura moderna, a pesar de que se hace tan avanzada en muchas cosas, pero hoy en día, cuánta industria hay para los tatuajes. Hay programas de televisión dedicados a tatuarse el cuerpo.

Las naciones paganas primitivas se tatuaban el cuerpo. Y de nuevo, hermano, por favor baje la guardia, no lo estoy diciendo a nadie, no estoy atacando a nadie. Solamente estoy hablando de lo que dice la palabra del Señor.

Si usted se hizo un tatuaje antes de conocer al Señor o en otro tiempo, mire, no salga de aquí huyendo ahora, no lo estoy atacando, pero solamente le estoy diciendo algo para que entendamos cuán compleja es la cosa. Por qué? Porque Dios dice, ese cuerpo que yo creé es un cuerpo santo. Yo quiero que ustedes lo usen para cosas buenas, no le hagan daño, no lo traten como si fuera una pared donde usted pinta cualquier cosa. Ese cuerpo refleja mi acto creador y usted tiene que cuidarlo.

Y así tenemos que hacer con las demás cosas. Por eso es que no podemos abusar de nuestro cuerpo. No podemos usar sexualmente nuestro cuerpo de manera que le hagamos daño, que lo expongamos a virus y plagas y cosas dañinas. No podemos glorificar tampoco el cuerpo y convertirlo como la meta de nuestras vidas, glorificarlo.

Hoy en día, como en el tiempo de Grecia y de Roma, el cuerpo humano se ha convertido en un Dios y usted ve que la televisión ya no se ve gente normal, gente como nosotros, sino todos tienen unos músculos que se le quieren salir de la camisa, las mujeres todas son bellas, los varones tienen los cuerpos bien cuidados y bien tratados y son perfectos. Ya lo que la serie de televisión son eye candy, todo el mundo está mirándolos allí para saliéndose la baba… no importa tanto lo que está diciendo, simplemente uno está viendo gente preciosa y hermosa, con colores lindos. Es la glorificación del cuerpo humano.

Y también es como que vamos hacia atrás en un sentido, como estas naciones. Y la santidad nos llama sí, a ver el cuerpo es de Dios, es hermoso pero usarlo dentro de las normas que Dios ha establecido, cuidar de nuestro cuerpo, vivir una vida sobria.

Yo creo que también eso tiene que traducirse a la dieta. Yo creo que los cristianos, si verdaderamente vamos a entender lo que es la santidad con respecto al cuerpo, mire, hermano, tenemos que cuidar lo que comemos, menos chuletas y un poquito más de pescado.

Hay personas que no pueden comer pescado, es porque no se acostumbraron a ello. En el Caribe, por ejemplo, lo que se come es chuleta y carne de res. Y una dieta así es dañina para el cuerpo, usted necesita vegetales, necesita frutas. Estoy sonando como su mamá ahora pero es cierto.

Por eso es que tanta gente latina y afroamericana, esto pasa en todo el mundo, esta nación se está convirtiendo en una nación obesa, increíblemente. Tenemos que cuidar nuestros cuerpos, porque es el templo del Espíritu Santo.

No es solamente no fumar, por eso yo digo que tenemos que tener un entendimiento amplio de lo que es la santidad. No es solamente no fumar, no beber, pero qué de no comer tanta carne roja, qué de comer menos, qué de descansar nuestros cuerpos más, qué de no estar trabajando, trabajando y sacar un día para estar con la familia para meditar en la palabra del Señor, qué de variar nuestra dieta, qué de hacer ejercicios, qué de dar una buena caminata cuando llegamos del trabajo e ir a un parque, aspirar un poco de aire fresco, caminar con nuestra esposa tomados de la mano. Qué te parece Ruth, y decirle que te va a ser siempre fiel. Son cosas lindas, hermanos, eso es parte de esa santidad y ese cuidado del cuerpo humano.

Es decir, había este llamado a ser diferente. Otra área en que Israel se suponía que fuera santo, es sostener una vida sexualmente pura, monógama. Dios llama a su iglesia a una pureza sexual dentro de un matrimonio entre un hombre y una mujer. Hoy en día, el mundo desgraciadamente, se va en otras direcciones, donde hay un desenfreno sexual terrible, donde hay esfuerzos por normalizar inclusive hasta la poligamia, donde el matrimonio se ha convertido simplemente en una conveniencia y cuando no funciona, se desbarata y se busca otro. Pero es una poligamia disfrazada, eso es todo. Múltiples matrimonio, indisciplina en esa área.

Hoy en día, también el concepto del matrimonio se ha cambiado y hoy en día un hombre o una mujer, mujer con mujer, hombre con hombre, y hasta hay esfuerzos por hombre con niños, todo eso está pasando en una cultura que cada día se desenfrena más y más. En ese contexto, Dios le dice al pueblo de Dios, yo quiero que ustedes sean diferentes, que ustedes sean un pueblo santo, apartado para mí, que refleje los valores de mi reino.

Ahora, eso es en el Antiguo Testamento. En el Nuevo Testamento ese tema de la santidad continúa. Vemos algo y es que en el Nuevo Testamento la parte ritual, la parte de la ropa, el vestirse, las fiestas, los festivales sagrados, lavarse las manos, el que si se comía langostas o conejo u otros animales o no, estas cosas cambian en el Nuevo Testamento, a la luz de lo que Cristo ha hecho en la cruz del calvario, de su sacrificio en la cruz que nos ha liberado de una cantidad de cosas que a la luz de lo que Cristo dice, no son tan importantes, no son tan necesarias, pero que tienen un valor también importante para considerarlo, pero no tienen la fuerza que tenían antes en el Antiguo Testamento.

Pero la ley moral del Antiguo Testamento se transfiere al Nuevo Testamento y continúa ese llamado hacia la santidad. Por ejemplo, en Primera de Tesalonicenses 3:12, lo cual leí al inicio,

“…Para que sean afirmados vuestros corazones irreprensibles en santidad delante de Dios, nuestro Padre, en la venido de nuestro Señor Jesucristo, con todos sus santos…”

Otro pasaje acerca de santidad, Hebreos 12:14:

“…Seguid la paz con todos y la santidad sin la cual nadie verá al Señor…”

Es un llamado fuerte que hay en el Nuevo Testamento a vivir vidas santas, vidas agradables al Señor. Es decir, que vemos que desde Génesis hasta Apocalipsis esa insistencia de la palabra es bien clara.

Así como mi pueblo Israel, yo esperaba que fuera santo, así yo espero que ustedes sean santos. La gracia que caracteriza el Nuevo Testamento, la salvación por gracia no por obras, no nos exime de ese llamado a la santidad.

Y sabe por qué no nos exime? Porque la santidad cristiana está vinculada al carácter de Dios, a la persona de Dios, y Dios nunca cambia ni cambiará. Dios es totalmente santo. Qué quiere decir que Dios es santo? Quiere decir que Dios es diferente a toda cosa creada. Dios nunca miente. Dios nunca explota a nadie. Dios nunca abusa de su poder. Dios no es un Dios sensual. Dios es un Dios puro, limpio, él no tolera nada corrupto, nada torcido, nada falso, y nosotros que buscamos comunión con ese Dios necesitamos ser como él.

Entonces, vemos que Dios es único, Dios está totalmente separado de toda cosa creada, aunque también una parte interesante que además de Dios estar separado, Dios también está involucrado en su creación. Dios no existe allá en la estratósfera completamente separado de nosotros, Dios es diferente a nosotros, es completamente separado de lo que nosotros somos, pero él está involucrado en su creación, en la historia y no solamente eso, sino que encarnó en la persona de Jesús y vino a ser como uno de nosotros también.

Que maravillosa idea. Dios perfecto, y hombre perfecto unidos en la persona de Jesús simbolizando ese Dios que se comporta en una manera muy diferente a cualquier ser humano, pero que también está involucrado, tratando de llevar la creación a su estado original de perfecta santidad, de total perfección.

Y nosotros también, hermanos, somos llamados a como Dios ser separados también, reservarnos únicamente para Dios y para los valores de su reino. El pueblo de Dios se supone que exista en esa separación, en esa distancia santa de los valores del mundo. Como cristianos nosotros somos llamados a dos cosas, hermanos, somos llamados a ser separados de las prácticas y los valores de un mundo que no conoce de Dios, pero también somos llamados para servir al Señor. Somos separados del mundo, Dios nos separa para servir al Señor y ser sus instrumentos.

Es decir, que en un sentido nuestra santidad es igual a la santidad de Dios. Dios está aparte del mundo, está separado del mundo, pero no se queda separado, sino que se involucra con el mundo. Nosotros somos iguales. Nosotros somos separados del mundo, en nuestros valores, nuestra forma de comportarnos, pero Dios espera que estemos metidos en el mundo, que seamos la sal de la tierra, seamos la luz del mundo.

¿Sabe qué? Tu santidad no es para que tu no toques, no te relaciones con la gente, andes por allí con temor de que te vayan a mancillar si tu te metes en un autobús o en un tren. No, Dios quiere que mientras nosotros vivimos una vida santa, estemos totalmente involucrados en el mundo. Si usted es un ama de casa que tu vecina y tus vecinos sepan que hay algo diferente en ti, pero tu también eres una persona simpática, agradable, accesible.

Si tu trabajas en una escuela, trabajas como enfermera en un hospital o como médico, eres un maestro, eres un chef en un restaurante, lavas platos en ese mismo restaurante, si tu eres un hombre de negocios, una mujer de negocios, si tu dirigieses una agencia social, eres un político, lo que sea, sí, en un sentido tu identidad debe ser muy diferente a los valores del mundo, pero también tu estás metido en el mundo y eras una presencia. Tu estás siempre enseñándole al mundo cómo es que Dios quiere que vivamos la vida, y tu vida provoca interés en la gente. Guau, por qué él se comporta de esa manera? Por qué él no está maldiciendo como los demás de la fábrica? Por qué ella no está criticando a los jefes en la manera en que lo hace la demás gente y quejándose? Por qué no se esconde en el baño para fumar a las 10:00 de la mañana? Y por qué él está ahí dando 8 horas de trabajo por 8 horas de pago?

Es decir, Dios quiere que tu seas santo, que seas puro, que tus valores sean valores maravillosamente diferentes, pero Dios te quiere también metido en el mundo siendo sal, siendo levadura, siendo un agente de transformación y de cambio en el mundo. Y ese es el llamado difícil de la santidad que Dios quiere ambas.

Así como él es diferente pero también está en el mundo trabajando, que tu también lo seas. Primera de Pedro, Capítulo 2, versículo 9, dice:

“…Más vosotros sois linajes escogido, real sacerdocio, nación santa…”

Ve usted allí ese aspecto de que ustedes son algo diferente? Ustedes son algo especial, pero miren lo que dice:

“…Pueblo adquirido por Dios para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable…”

Yo creo que uno de los problemas muchas veces con la definición de santidad en mucho evangélico es que como que creen que la santidad solamente es para apartarse de, pero no apartarse para. Entonces hay un pueblo como místico, separado que no interactúa con el mundo, no se mezcla con el mundo, y entonces ese pueblo, dice la Biblia, que si la sal pierde su sabor no sirve para nada.

La sal tiene que estar mezclada con la sustancia que va a salar, no hay tal cosa como una sal teórica, si usted va a salar una carne, usted no se la echa a la madera de la mesa, usted se la echa a la carne para que la sale y le de influencia.

Cómo vamos nosotros a ser un pueblo influyente en el mundo si no nos mezclamos con el mundo? Ahora, eso plantea unos peligros tremendos, yo entiendo eso, pero no hay alternativa. Tenemos que invitar gente a nuestros hogares, tenemos que ser trabajadores que la gente conoce.

Saben que lo que dicen por allí los sociólogos? Que una vez que un cristiano ha sido cristiano por dos o tres años, ya pierde su efectividad evangelística. Sabe quiénes son los mejores evangelistas? La gente nueva. Porque todavía tiene contacto con los familiares y con los amigos y todo esto. Tristemente una vez que ya los cristianos, los evangélicos tienen un tiempo en la cultura evangélica, ya pierden el contacto con los incrédulos y dejan de ser sal, ya no invitan gente a la iglesia.

Cada vez que viene una nueva persona y se convierte en la iglesia, yo no veo solamente a esa persona, yo veo a 4 ó 5 ó 6 que vienen con ella también. Su papá, su mamá, sus amigos, sus hermanos porque esa persona quieren que otros conozcan al Señor. Nunca dejes de tener contacto con los incrédulos. Que tu santidad no te impida ser un agente activo. Amén. Dios te ha llamado para que anuncies las virtudes del Señor.

Otro asunto acerca de la santidad. Por qué es importante la santidad? Mire, si usted no ejemplifica santidad, usted no puede, ni yo podemos tener comunión con Dios. Un Dios santo, un Dios puro, requiere gente santa y pura para relacionarse con él. La Biblia dice que Dios no puede ni siquiera mirar el pecado. Cómo nosotros vamos a tener intimidad con Dios? Mucha gente se siente separada de Dios y aún en la iglesia, oran pero no se sienten en contacto con el Señor. Adoran pero no sienten pasión por Dios. No sienten como que Dios les habla. Puede que una de las razones sea que tu vida no está lo suficientemente consagrada al Señor, porque sin santidad nadie verá al Señor. Sin santidad no podemos tener comunión con él.

No podemos recibir nada de Dios tampoco. Te gustaría a tu recibir poder de parte de Dios? Te gustaría a ti recibir revelación de Dios? Tienes que limpiar tu vida, cada día pedirle al Señor más y más, Señor, hazme un instrumento tuyo, hazme un hilo, un conector a través del cual pueda correr tu gracia a mi vida.

Y finalmente, sin santidad no podemos ser usados por Dios. Dios no va a usar un instrumento impuro. Los utensilios en el templo, los muebles del templo, el templo mismo era un lugar sagrado, santo. Eran cosas dedicadas al Señor y no podían ser usadas para propósitos profanos. Y por eso es tan importante que nosotros también, que somos instrumentos de Dios, somos templos del Dios viviente, vivamos vidas santas para que Dios pueda usarnos a nosotros.

Dice el Apóstol Santiago que una fuente no puede producir agua dulce y agua amarga. No puede producir veneno y también jugo que calme la sed. Tiene que producir o una cosa o la otra. Cuántos de nosotros podemos decir, no, yo soy una fuente que produce agua dulce solamente? Qué sale de nuestra boca? Cómo es nuestro trato con los demás? Cómo son nuestras acciones alrededor de nosotros? Verdaderamente producimos nosotros energías que están consagradas a producir cosas positivas, cosas buenas para el Señor?

Yo llamo a la santidad, el gran prerrequisito. La santidad está en la base de toda cosa buena que un cristiano puede recibir. La santidad es el sinequanon, para usar una expresión fancy, en latín. Es aquello sin lo cual usted no puede recibir ninguna cosa buena de parte del Señor. Ser santo, buscar la santidad, santificar nuestras vidas, mejorar cada día la manera en que nosotros vivimos la vida, y lo que somos delante de Dios y de nuestros hermanos, les aseguro hermanos, es la mayor bendición que usted se puede dar a su vida.

Mucha gente piensa como que el llamado a la santidad, nosotros lo hacemos porque somos santurrones, porque queremos aguarle la fiesta a la gente. Mire, al contrario, es el amor lo que nos llama a llamar a la gente a la santidad. Cuántas veces escuchamos por ahí esta idea de que porque nosotros exigimos la pureza sexual, de que porque exigimos la disciplina en la vida cristiana, lo hacemos porque somos self righteous, somos como santurrones, nos creemos mejor que los demás, no tenemos misericordia, no tenemos amor. Eso es lo que usa el mundo secular hoy en día para acusarnos a nosotros cuando insistimos en cierto tipo de pureza en la vida.

Pero sabe que es todo lo contrario. Lo que nos impele, lo que nos obliga muchas veces a insistir a la gente a aceptar los valores de la palabra de Dios como normas para la vida, es que los amamos a ellos, es que sin esos valores ellos no van a poder ser felices. El diablo quiere que tu vivas como a ti te da la gana, y que tu creas que esa es la manera de vivir, pero al final te jala la soga y te parte el cuello en un momento. A él no le importa que tu te desboques a través de los placeres. Pero un día, un sida, un día, una bala en una discoteca, un día un accidente mientras estás drogado o borracho, un día un matrimonio que se desploma, un día unos hijos que ya no quieren saber de ti y que se van por el mundo de la perdición, un día te encuentras deprimido, te encuentras lleno de ansiedad, no puedes dormir, necesitas pastillas para todo, te fuiste detrás del dinero, te fuiste detrás de los placeres del mundo, pensabas que el mundo era tuyo, pero a la larga, los cobradores vienen y te piden con intereses lo que tu les tomaste prestado.

Entonces, Dios dice, mira, vive la vida bien desde el principio, controla tus apetitos, disciplina tu vida, entra en la verdad de Dios, rígete por los mandamientos del Señor porque en esa vida hay bendición, hay eternidad.

El diablo quiere que tu experimentes placeres que te quemen el sistema nervioso. En una discoteca todas las luces brillando por dondequiera, el interés de esa mujer si se va ir contigo en la noche al final de la fiesta, y sin embargo al otro día, qué pasa? Tu sistema está quemado totalmente. Te sientes deprimido, te sientes vacío, no sabes por qué, y cuando tu practicas eso una y otra, y otra, y otra vez viene la destrucción en tu vida. Y un día te encuentras a los 50 años prematuramente viejo y deprimido. Tus hijos se fueron, no quieren saber de ti, la mujer se fue con otro hace tiempo. Qué pasó? El diablo se cegó, te engañó, te entretuvo para que tu le entregaras tu vitalidad.

Yo veo mujeres y hombres cuando vengo a veces a la iglesia, parados allí en esa calle de Alban Street con Massachusetts, a los 30,40 años, todavía uno ve a veces mujeres y hombres que les queda todavía un poco de vitalidad. En algún momento fueron gente bella, atractiva, llena de vida, pero ya usted lo ve, el cable se está secando ya. Les queda poco tiempo. Usted lo ve en la piel reseca, la mirada caída, la boca que refleja amargura, el cuerpo que ya no camina de la misma manera. Esa gente está viviendo a tarjetazo puro, se drogan, tienen sexo desenfrenado, se emborrachan, hacen lo que les da la gana, viven como chivo sin ley, pero hay un precio que pagar y Dios dice, no hijo mío, entra dentro del marco sano de mi santidad y vas a vivir una vida feliz todos los días.

Quizás no vas a tener esos apetitos desenfrenados, pero lo que yo te doy es maná, es vida eterna, algo que no te quema, no te destruye, no te seca, sino que se renueva dentro de ti cada día.

Qué cree usted que es mejor inversión? Dos hora y pico aquí en la iglesia, recibiendo palabra de Dios, adorando al Señor, con gente que tiene valores sublimes, que están persiguiendo, o cuatro, cinco horas en una discoteca o haciendo cosas que son indebidas? Cuál de esas dos vidas cree usted que está invirtiendo para el futuro? No falta mucho decirlo.

Por eso es que tenemos que vivir esa vida disciplinada. Esa es la santidad a la cual Dios nos llama. La santidad nos asegura el bienestar espiritual y emocional. Cuando usted vive dentro de los valores del Señor, usted tiene paz en su corazón, aún cuando viene la tormenta, usted puede decir, paz en medio de la tormenta.

Aún cuando vienen las dificultades y las pruebas en la vida usted dice como el salmista, aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno porque tu estarás conmigo, tu vara y tu callado me infundirán aliento.

Hermanos, cuando uno vive una vida que agrada al Señor, nadie lo puede tocar, aunque cuando el diablo viene y te ataca y tu sufres, tu sabes que a la larga tu Dios va a venir y te va a salvar y te va a sacar de la prueba.

Tu sabes que tus espaldas están cubiertas, la vida de una persona que ha aceptado los valores del Reino de Dios, es una vida segura y también sabe que cuando usted tiene una vida santa y agradable al Señor, eso le asegura la bendición y la prosperidad de Dios material, también. Dios bendice a un pueblo que vive en santidad.

Por eso yo les digo, yo no puedo esperar a ver lo que Dios va a hacer con esta comunidad en los próximos años, cómo ustedes van a cambiar, cómo sus hijos van a ser bendecidos, cómo sus hijos van a ser prosperados. Yo deseo que nosotros abramos esta pared, la echemos para atrás, para adelante y que esto se llene de familias que busquen refugio en la casa de Dios.

Solo de esa manera se va a detener el derramamiento de sangre en nuestras calles. Solo de esa manera se va a detener la muerte prematura de nuestros jóvenes que se meten jeringuillas que les envenenan la sangre y los matan prematuramente. Nuestras hijas que se convierten en madres antes de ellas mismas ser hijas como debieran serlo. La iglesia es el único refugio para el mundo y tenemos que anunciar esta vida que Cristo nos llama a vivir, para que muchos vengan.

Yo creo que la iglesia es el único refugio para una comunidad que aspira tener la bendición y la prosperidad de Dios. Así que yo quiero, y nosotros tenemos que asegurarnos de que todo el mundo que podamos atraer a los caminos de Dios. Y entonces tenemos que vivir esos valores, tenemos que ejemplificar esos valores. Yo te llamo a ti y a mí, cada día a pelear esa buena batalla de la fe, porque no es fácil. Hay que pagar un precio, hay que eximirse de muchas cosas, hay que batallar contra el grito de la sangre y de la carne dentro de nosotros.

Pero cuando usted lo hace así, la vida se ordena, la vida se arregla, la vida asume su curso y vale la pena, ciertamente, vale la pena. Tenemos que hacer todo lo posible. La santidad nos asegura la protección divina.

Cuando usted vive conforme a los valores del Reino de Dios, Dios le protege de los ataques del diablo. Y si el diablo viene, el Señor se para y dice, tiene que pasar a través de mí primero. Y aún si Dios permite que tu seas probado, Dios te saca brillando como el oro, dice la palabra del Señor.

Dios a veces permitirá que venga la prueba a tu vida, pero si tu lo pasas con Dios, eso redundará en bendición para tu vida. Serás un hombre, una mujer más como Dios te quiere. Sabes que sin pruebas no puede haber en última instancia verdadera santidad. Es una paradoja. Pero la verdad es que necesitamos que Dios a veces mate un poco la carne dentro de nosotros para que podamos entonces ser como Cristo nos quiere.

Muchas veces el grito de la carne está tan grande dentro de nosotros que tiene que ser apaciguada un poquito. Y por eso a veces vienen los sufrimientos, vienen ciertas enfermedades, ciertas luchas, porque Dios nos está metiendo una jeringuilla y nos está sacando un poco de esa sangre extra que tenemos, nos está debilitando un poco.

Sabe que es necesario que a veces seamos debilitados? Hay hombres que tienen demasiada testosterona dentro de ellos, por ejemplo, y necesitan que le saquen un poco de testosterona, un par de buenas enfermedades, resuelve ese problema fácilmente. Es la verdad, hermanos.

Mire, el quebrantamiento del yo, el quebrantamiento de la carne es parte de la forma en que Dios usa para hacernos más como Cristo. El Señor Jesucristo dijo, si el grano de trigo no cae a tierra y muere, queda solo, pero si muere lleva mucho fruto. No es el Señor quien dice también, llevad mi yugo sobre vosotros porque mi yugo es fácil y ligera mi carga? Dice, así hallaréis descanso para vuestras almas.

Muchas de las cosas que nosotros sufrimos, los padecimientos, las luchas, los sinsabores de la vida, es porque la carne está demasiado viva dentro de nosotros. Y Dios tiene que venir un poco y aplacarla a través de situaciones difíciles.

Dios usa todo, hermanos, para crearse un hombre, una mujer santa. Pero sí, yo te digo una cosa, que el estado normal, normativo de un hijo de Dios, es protección de la prueba, protección de las dificultades, y si vienen Dios las usará para beneficio tuyo, en vez de para destrucción tuya.

Finalmente, amarrando cabos, quiero introducir este punto que es tan importante para nosotros como iglesia. Esto nos distingue a nosotros como congregación, aunque no somos los únicos que enseñamos esto.

La santidad es mucho más que abstenernos de la impureza sexual. Yo creo que hay muchas iglesias que limitan la santidad a como decía la hermana García, de lo que se da de la cintura para abajo. Y creemos que la santidad es puramente lo que tiene que ver con impureza sexual, pero la santidad en la Biblia es mucho más que eso.

Yo quiero, en esta tarde, extender el concepto de santidad en el cual nosotros vivimos. Quiero extenderlo a la dimensión ética, la dimensión social, la dimensión de nuestras relaciones unos con los otros. Por eso yo escogí ese pasaje de primera de Tesalonicenses 3, donde el Apóstol Pablo habla de que tengamos esa actitud de generosidad unos con los otros, y para con los demás allá afuera. Porque también eso es parte de la santidad que Dios quiere.

Yo creo que hay muchas iglesias que todo es el aspecto externo de la santidad. Y hay mucha gente que yo creo que por esa razón, no ha entrado en una vida más poderosa y más usada por Dios, porque se han limitado solamente a mirar ese aspecto de la vida cristiana. Yo hablo cada vez más y más acerca de santidad vertical y santidad horizontal. Si hubiera tenido tiempo en mi preparación de esta presentación, hubiera puesto una cruz ahora mismo allí. Una cruz tiene una dimensión vertical y una dimensión horizontal. Y en la parte vertical de la cruz hubiera escrito santidad vertical, es decir, santidad para con Dios. Yo y Dios. Y mucha gente piensa que santidad es eso solamente, lo que se da entre yo y Dios, como Dios es santo, puro, yo también tengo que ser así.

Si yo estoy bien con Dios, pues, eso es lo que se necesita. Pero se olvidan de la otra dimensión de la cruz, la santidad horizontal. Vamos a hacer un experimento esta mañana. Lo hice con los hermanos de las 9, cautelosamente extienda su mano hacia los lados. ¿Verdad que está tocando a alguien? ¿Verdad que está afectando a alguien? Y usted ve, esa es la parte de la vida cristiana que tenemos que nosotros cuidar mucho, porque muchos cristianos solo piensan en esto, la santidad mía y Dios.

Pero muchas veces no nos preguntamos, bueno, y qué de mi relación con mi esposa o mi esposo? Cómo está mi relación con mis hijos? Cómo me ven mis hijos, mis hijas? Qué piensan de mí mis amigos y mis amigas? Si yo pudiera pararme en una esquinita del salón, sin que nadie me viera y se le hiciera una pregunta, oye, qué tu piensas de fulanito? Qué palabras vienen inmediatamente a tu mente? Qué dirían? Quisquilloso, rencoroso, murmurador, guarda rencor, si la hace la paga, ten cuidado, no se le olvida una sola, chismoso, no paga lo que debe, calculador, manipulador, dominante. O dirían, uf, una persona generosa, llena de amor, trabajadora, tu le dices un secreto y ese secreto va a la tumba con ellos, tolerante, ve lo bueno en ti antes que lo malo. Es una persona amorosa, da de sí misma, generosa con sus bienes, es una persona confiable, tiene misericordia de la persona caída.

Son preguntas importantes. Cómo nos ve el mundo y cómo nos ve la gente con la cual nos relacionamos? Eso también es santidad. Yo creo que uno de los problemas con tanta gente en las iglesias es que en la iglesia nos pasamos el tiempo hablando de santidad solamente en la dimensión vertical, moralidad, y otro tipo de cosas. Pero no se enfatiza lo suficiente de cómo nos relacionamos unos con los otros.

Y ¿Sabe qué? Yo diría, hermanos, que en el mundo lo que más convence a la gente a entrar en los caminos del Señor es a veces la moralidad horizontal, aún cuando decimos lo importante que es la moralidad vertical también. Pero yo encuentro que lo que más llama a la gente a los caminos del Señor es cuán atractivos somos, cuán amables somos, cómo nos tratamos unos a los otros, el amor que tenemos.

Cómo dijo Jesucristo? Dijo, Padre, para que ellos sean unos como tu y yo somos uno, para que el mundo crea que tu me enviaste. Cuál es la mayor apologética del señorío de Cristo ante el mundo? El amor que nos tenemos unos con los otros, la manera en que nos tratamos, cómo nosotros tratamos a nuestros colegas en el trabajo, cómo nos conducimos, la gentileza.

Hay una palabra que a mí siempre me persigue del Apóstol Pablo, cuando él dice, vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. Gentileza quiere decir en el griego original, vuestra generosidad, vuestro amor, vuestra capacidad para ver el oro escondido en la persona, la oportunidad que le das al caído. Esa es la santidad horizontal que es tan importante como, en mi opinión, la moralidad vertical. Las dos cosas son importantes.

Yo creo que uno de los problemas, hermanos, con el cristianismo a través de los siglos, y por eso se han cometido tantos errores a través de la historia, es porque los pastores, los maestros de la iglesia no le hemos dado igual importancia a la moralidad horizontal que le damos a la moralidad vertical.

Entonces el mundo se ha quedado una cantidad de gente que dice, bueno, gracias a Dios porque ya yo sé quién Jesucristo es, he entregado mi vida a él, me he abstenido de matar gente, de hacer esto, de hacer lo otro, pero sus corazones todavía están duros, no están tratados por el maestro del amor, y entonces por eso vemos las grandes guerras religiosas en el siglo XVI, la persecución de los judíos, las cruzadas donde se mataron tantos cientos de miles de personas. Vemos la esclavitud en Estados Unidos, en Inglaterra, países cristianos. Vemos la discriminación del negro en las ciudades de Estados Unidos en el siglo XX todavía.

Vemos todas estas cosas que se dan en el cristianismo, vemos iglesias que hay gente supuestamente muy santa, pero examine la calidad de la vida de esas iglesias, y pregúntese si a usted le gustaría vivir en esa iglesia y estar allí mucho tiempo. Porque no se trató con esa dimensión.

Dios quiere una santidad que refleje un carácter verdaderamente cristiano, que refleje la generosidad, la ternura y la compasión de Jesucristo. Es lo que la Biblia llama el fruto del Espíritu Santo. Usted ha escuchado el fruto del Espíritu Santo en Gálatas, Capítulo 5, bondad, benignidad, amor, templanza, esperanza, fe, todas estas cualidades hermosas del Evangelio. Esas cualidades, dulce y mansas del Evangelio, entonces el fruto del espíritu es muy importante para una santidad completa. No es solamente ser puro sexualmente sino también ser generosos.

Nosotros somos una iglesia de gente generosa. Yo pienso que estemos en vía a ser, que amemos a los demás, que perdonemos al ofensor, que nos toleremos. León de Judá tiene que ser conocido por ser una iglesia de tolerancia uno para con los otros, de amar a nuestros enemigos, de ayudar al pobre, de no mentir, de no murmurar, de ser honestos y trabajadores.

Cuando yo oigo de hermanos que están diciendo cosas falsas de otros hermanos, a mí eso me duele en el corazón. Hace poco oí a alguien que dijo que aquel hermano tiene sida, y dijo, pastor, yo no tengo sida, he cometido muchos errores en mi vida, pero gracias a Dios no tengo sida. Pero esta hermana anda por ahí diciendo que este hermano tiene sida en nuestra iglesia.

Usted cree que eso es santidad? No. Yo digo eso para sacar esa espina, hermanos, no lo digo para atacar a nadie. En una iglesia cristiana nunca debe haber murmuración, nunca se le debe dañar el carácter a un hermano. Si usted sabe algo dañino y vergonzoso de un hermanos, llévese ese secreto a la tumba, ore por ese hermano, que no sea usted la causa de que esa imagen de ese hombre, esa mujer sea rebajada, porque es una persona de amor, de misericordia, de mansedumbre, usted refleja la gentileza de Jesucristo.

De nuevo, Dios nos llama a las dos cosas, ser puros, ser sexualmente disciplinados, cuidar nuestro cuerpo, portarnos bien en la sociedad pero también reflejar el carácter de Dios, la pureza de su reino, ser diferentes a las cultura que no se someten a Dios y a sus valores.

Que hay en el mundo allá afuera? En el mundo allá afuera hay manipulación de la gente, usar el dinero para oprimir, usar el control de la información para formatearle la mente a la gente, usdar los medios de comunicación, el marketing, el mercadeo, la publicidad para uno servirse de la gente y hacerse rico y hacer dinero.

Los cristianos decimos, nunca usaremos nuestro poder para manipular a nadie, nunca usaremos el conocimiento que tenemos para sacar ventaja de ello. Seremos gente de amor, gente de bien, gente que las personas puedan voltearnos las espaldas y saber que nunca le haremos daños, porque lo que nos controla es el amor de Jesucristo, la generosidad de Jesús.

Terminando, lo más difícil de ejecutar y fácil de ignorar para muchos de nosotros, es precisamente esa dimensión horizontal de la santidad, porque requiere un largo y doloroso proceso de trato y perfeccionamiento de parte de Dios.

Si tu quieres abrazar esa santidad, mi hermano, mi hermana, tienes que resignarte a que Dios te va tener que poner unos braces en los dientes y te va a apretar de vez en cuando los braces. El hombre o la mujer de Dios que quiere llegar a ser como Cristo, tiene que resignarse a una vida de disciplina y trato del Espíritu Santo. De vez en cuando Dios te va a llamar al gimnasio y te va a decir, estás un poquito gordito, métete en el rodillo y comienza a correr unas 10 millas. Te voy a poner a dieta. Te voy a apretar.

A veces tenemos que ir a la clínica de Dios. Yo le temo a esos días de clínicas de Dios, cuando Dios me llama y dice, ven acá, Roberto, tengo que sacarte un poquito de sangre para que seas más como yo te necesito. Y eso es una disciplina continua.

Si tu eres un hijo de Dios, una hija de Dios, tu meta debe ser, yo quiero ser más como Cristo cada día. Y eso quiere decir que la vida cristiana es una vida de ciertas incomodidades también. Es como la vida de un atleta. Un atleta no puede hacer lo que le da la gana. Un atleta no puede comer lo que le da la gana. Un atleta no puede acostarse a dormir a la hora que quiere. Es una vida de privaciones, pero ¿Sabe qué? Que hermoso es un atleta, que bien se siente, que orgulloso se siente de su cuerpo, de su vida.

Asimismo somos nosotros. Tenemos que pagar un precio pero vale la pena el resultado. Y por eso muchas veces como es tan difícil y tan doloroso, no queremos, pero es necesario. Dios quiere formar un pueblo que refleje la santidad de Dios en todas las dimensiones y no solamente en el aspecto tradicional y básico, mucho en el inventario de la santidad que mucho no conocemos.

Voy a terminar con esta idea. León de Judá, nuestra iglesia, siempre insistirá en las dos dimensiones de la vida cristiana. Si usted se pregunta, bueno, por qué la iglesia de León de Judá no habla tan insistentemente de la santidad como la iglesia donde yo iba? De vez en cuando, hermanitas me sacan a parte, también a veces los hermanitos, pero son como las hermanitas sobre todo que vienen de la iglesia pentecostal y me llaman a capítulo porque no hacemos ciertas cosas, porque yo no llamo a las hermanas a que dejen las pantallas y que se vistan un poquito con más soltura, que hagan esto, que hagan lo otro.

La verdad es que el vocabulario que nosotros usamos para la santidad es más complejo que eso. No quiere decir que no creemos en la santidad, pero tratamos de ver la totalidad de la santidad. Y yo espero que con el tiempo nuestra iglesia inclusive refleje en el vestir, en las cosas externas la santidad que conviene al pueblo de Dios, pero también las cosas internas.

Hay un pasaje que a mí siempre me persigue, por ejemplo, el Apóstol Pablo que dice a las hermanas, dice que vuestra apariencia no sea la de peinados ostentosos y de mucho oro, y de vestidos costosos, sino el ornato de una vida santa, de una vida ordenada, una vida bendecida.

Hay mujeres y hombres en la medida en que les aplique también, porque hoy en día también a los hombres, creemos que la hombría es andar con los 6 botones de la camisa abiertos y una cadena de oro en medio para llamar la atención, las pectorales bien desarrolladas, pantalones estrechos que revelen la anatomía que Dios nos ha permitido desarrollar o lo que sea. Y el Apóstol Pablo nos dice, miren mis hermanos, mis hermanas, que su belleza no dependa de esas cosas, sino que dependa…

Yo creo que lo que atrae a una mujer a un hombre, no es tanto las pectorales, los bíceps desarrollados, es su carácter. Yo creo que la mayoría de las mujeres son generalmente bastante razonables, y lo que quieren es un hombre que tenga sus 10 dedos en las manos y que sea esencialmente saludable, que sea limpio, se bañe todos los días, que sea trabajador. No están buscando cosas del otro mundo, están buscando un hombre feo, formal y fuerte, eso es lo que dicen los mexicanos.

Y les digo la verdad, yo no he encontrado más hermoso en una mujer que un carácter afable, espiritual, inteligente, saludable, una salud emocional en ella. Esas son las cosas que adornan a un hombre, a una mujer, y que lo hacen atractivo. Porque la belleza física se va en cualquier momento. Pero el ornato de una vida bien vivida, eso nunca se despeja.

Un hombre, una mujer, mientras más crece, más se puede hacer muy atractivo. Porque dice la palabra que mientras el ser exterior va decayendo, el interior se va renovando de día en día, y la belleza interior brilla a través de la belleza exterior y la transforma.

Esos son los valores y por eso es que nosotros insistimos en esas cosas, porque eso es lo más importante. Yo espero que nosotros entendamos eso, que las mujeres no sientan que tienen que anunciar toda la mercancía de un solo tirón, porque sino están en desventaja. Hermana, lo importante es que tu reflejes la gracia del Señor en tu vida, eso es lo más atractivo de todo.

Y por eso es que yo digo, que yo espero que con el paso del tiempo nuestra iglesia también vaya mejorando en esas dimensiones. De paso, no engañemos tampoco. Porque hay hermanas que dicen, no voy a poner pantalones estrechos, pero se ponen una falda más estrecha que los pantalones. Mejor ponte el bendito pantalón, esa es la hipocresía pentecostal. No usan pantalones, pero usan una falda que le dan gangrena a veces a las pobres mujeres. No, no, tiene que ser algo verdaderamente honesto.

Tenemos que luchar legítimamente. Pero yo espero que con el paso del tiempo nuestra iglesia sea una iglesia que refleje esa pureza, esos valores. Eso viene de adentro. Eso no lo puede imponer el pastor, eso no lo puede imponer una ley externa, eso cuando Cristo trata contigo y va mejorándote y tratándote, tu vas a sentir aquello de lo cual yo estoy hablando. Eso es algo que sale de adentro.

Y para nuestra iglesia esos valores de santidad van a determinar cómo escogemos a nuestros líderes principales. Si usted se pregunta, por qué hay como una… cuál es la selectividad que gobierna quién enseña en nuestra iglesia? De nuevo, no somos perfectos tampoco en determinar eso, porque hay errores y cosas que pasan. Pero en todo lo posible nosotros vamos a escoger líderes, sobre todo al nivel principal, que reflejen, y le vamos a poner presión y si no se conforman a eso, a la larga van a tener dificultad en esta iglesia, que reflejen esos valores balanceados. Ese va a ser el marco en el cual usamos los dones, el amor, la misericordia.

Por eso decimos, si tu uso de los dones en el medio de la congregación escandaliza, crea incomodidad, crea confusión, entonces tu no estás usando los dones conforme al marco del amor de Dios, no lo estás usando conforme a la santidad de Dios.

El uso de los dones tiene que estar gobernado por la misericordia, la consideración con los demás, el amor para con los demás. Ese entendimiento de la santidad determinará cómo nosotros medimos la madurez espiritual de la gente en nuestra iglesia, si estamos creciendo, si estamos mejorando.

Yo siempre me lo pregunto, no es cuántas faldas largas vinieron el domingo a la iglesia, sino cómo estaba el amormetrómetro de la iglesia? Dónde estaba el nivel del amor hoy? Dónde estaba la gentileza? Dónde estaba la gracia? Dónde estaba la misericordia? Dónde estaba la amistad entre nosotros? Cómo se sentía el aire? Se sentía despejado o pesado? Esos son los valores, lo que enseñamos y predicamos, cómo discipulamos a nuestra gente, los valores de los discipulados, cómo medimos el éxito de nuestra iglesia, si estamos progresando o no, cómo invertimos nuestras energías para formar el carácter de nuestra feligresía.

Quisiera tener más tiempo para cerrar estas cosas. Pero yo espero que por lo menos el tono esencial de mi mensaje se haya hecho claro a ustedes. Queremos ser un pueblo balanceado, un pueblo santo, 360 grados. Queremos reflejar la santidad de Dios, pero también queremos reflejar su misericordia, su amor, su gracia, todo junto.

Quiera Dios que esos sean los valores de nuestra iglesia. Bajemos nuestra cabeza un momento. Vamos a imitar el trato de Dios en nuestras vidas. Si tu sientes que algo de lo que yo estoy diciendo toca tu vida y te habla, yo pido que el Señor Jesús permita ahora que haya una medicina que entre a tu corazón.

Yo quiero que esta gracia de Dios entre a tu matrimonio, que tu casa sea una casa de orden, de armonía y de paz, porque los valores del Reino de Dios estén en ti, en tu esposa, en tus hijos, que haya amor de los padres para con los hijos, de los hijos para con los padres, que nuestros vecindarios sean lugares donde cada día se pongan mejores porque haya tres o cuatro familias proféticas en las 4 esquinas de una calle que misteriosamente vayan ejerciendo una influencia positiva en ese vecindario, porque el amor de esa familia se manifiesta.

Y que nuestros trabajos, nosotros seamos pacificadores. Que bueno es cuando hay un agente de paz en un trabajo. Esas personas son como levadura que van cambiando la atmósfera alrededor de ellos. Yo le pido al Señor que en la escuela, donde nosotros estamos, los vecindarios donde estamos, los trabajos donde estamos, nuestra gente se distinga por ser un pueblo transformador, un pueblo contagioso.

Yo le pido al Señor, Señor, hazme a mí un agente de tu paz y de tu misericordia. Sé que estoy lejos de llegar a ser todo lo que Dios quiere que yo sea, en ese sentido, pero digo, Padre, hazme un hombre puro, un hombre limpio, un hombre sano y también un hombre de misericordia, de amor y de gracia, un hombre de una buena sonrisa. Y tu quieres lo mismo también para ti, para tu familia, para tu vida, queremos reflejar el carácter de Jesús.

Yo quiero ser como Cristo. No te gustaría a ti también ser como Cristo? Pidámosle al Señor que nos haga como Jesús, puro, santo, limpio, misericordioso, gentil, generoso, perdonador, afirmador del débil, veraz en todo lo que él dice, así queremos que esta iglesia sea, Padre. Te la ofrecemos, te ofrecemos nuestras vidas. Gracias por tu palabra, gracias por todas las cosas buenas que hemos recibido en este día. Te damos el honor y la gloria en el en el nombre de Jesús. Y el pueblo de Dios dice, amén, amén. Gloria al en el nombre del Señor. Amén.

Conscientes de lo inconsciente

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El miércoles pasado, estuvimos hablando del tema todos necesitamos otra oportunidad. Usamos la parábola en que Jesús estaba hablando acerca de la higuera, dueño que plantó una higuera en su viña, después de varios años, iba buscaba frutos y no la conseguía. Y pensó eliminarla, pero el viñador dijo, “No, mira, déjame cavar alrededor de ella una vez más, abonarla y si da fruto, pues muy bien, se queda ahí, si no da fruto, entonces la eliminamos.” Pero el viñador lo que hizo fue interceder por una oportunidad más.

Y yo me quedé pensando en esto, reflexionándolo. Yo me decía, Señor, cómo puedo abundar un poco más en este tema. Y pensando en esa idea de una oportunidad más, no se por qué, pero el Señor me llevó a pensar acerca de cuán conscientes nosotros estamos de lo inconsciente. Y ese es el título que yo le puse al mensaje de hoy, “Conscientes de lo inconsciente.” Yo sé que suena como un trabalenguas, pero por favor, quédense conmigo, manténgase conmigo, voy a tratar de ser lo más claro y directo posible.

A qué me refiero con nosotros estar conscientes de lo inconsciente? Si yo hablo lo consciente, el lado consciente de nosotros son aquellas cosas de las cuales nosotros tenemos control, estamos al tanto de ello. Si yo parpadeo ahora, yo estoy consciente de que estoy parpadeando y lo estoy haciendo a sabiendas. Ese es mi lado consciente. Yo estoy consciente que con mi mano yo estoy haciendo estos gestos, que mis pies se están moviendo de una dirección a otra, que intencionalmente miro algunas personas, porque yo sé que esta palabra les va a ir directo a ellos. Pero inconscientemente yo no sé cómo las personas lo están interpretando el que yo mire a alguien de esa manera.

La parte inconsciente es la parte de la cual yo no tengo control. Yo no puedo hacer nada por ello. O puedo sí hacer que lo haga, es otra cosa, porque es algo como que ya está funcionando ahí. Ahora mismo mientras yo hablo con ustedes, mi cerebro está emitiendo señales nerviosas de las cuales yo no estoy en control, pero lo está haciendo. Mi corazón está mandando sangre alrededor de todo mi cuerpo y lo está haciendo, yo inconsciente de ello, pero lo está haciendo para que entonces mi cuerpo pueda funcionar.

Cuando yo estoy consciente de eso es cuando me detengo y hago un silencio total que hasta puedo sentir el latir de mi corazón. So, es cuando único yo me hago consciente de algo que es inconsciente, pero es inconsciente porque está ahí. Yo no tengo control de ello. Si yo trato de aguantar la respiración, qué es lo que pasa? Que va a pasar con su corazón? Va a empezar a latir bien rápido pero de repente va a ir reduciendo, reduciendo hasta que usted… hay que llamar al 911, o a Nelva que la tenemos aquí, y Nelva se encarga de darle un buen cantazo en pecho para que su corazón vuelva a latir.

Pero eso es lo inconsciente, es todo lo contrario de lo consciente. Aquellas cosas que parece que no tenemos control, sin embargo, están en función a pesar de nuestra consciencia. Yo puedo decir, mis hermanos, que gran parte de nuestro proceder, de nuestra manera de actuar en la vida, sin duda alguna, está determinado por aquellas cosas de las que nosotros estamos al tanto. Me siguen ahí?

Gran parte de nuestro proceder en la vida está determinado porque nosotros estamos conscientes de cómo procedemos. Yo puedo tomar una decisión consciente si hoy voy a saludar a Medrac o no, y yo procedo de acuerdo a eso, porque decido de acuerdo a eso. Válgame la oración que hicimos ahorita. Yo me puedo dar cuenta que tal vez hay alguien que no veo hace tiempo y yo conscientemente puedo tomar la decisión si llamo a esa persona o no.

Pero también gran parte de nuestro proceder en la vida está también determinado por esas partes que son inconscientes, que son aspectos de nuestra vida que están ahí y cuando menos nosotros lo esperamos hay algo que sucede y es como que, rayos, y eso de dónde salió? Y por qué yo dije eso, cuando yo no lo quería decir?

Y esto puede ser bien peligroso cuando somos ignorantes a esa forma de proceder. Cuántas personas, mis hermanos, podrían haberse librado de una relación amorosa un poco dañina, porque pensaron el amor es ciego? Pero yo a eso le añado, sí, el amor será ciego pero no es ignorante y mucho más menos el amor de Dios. Ese sí que no es ignorante para nada, y ciego menos, exacto. Ese amor sí que no es ciego.

Pero piensen en eso mis hermanos, hay veces que uno inconscientemente actúa, procede de acuerdo a sentimientos de los cuales uno no está totalmente consciente, pero que son sentimientos que están ahí, sin importar qué.

Y esos sentimientos están ahí porque nosotros mismos los hemos forjado, los hemos criado, los hemos educado, les hemos dado comida de alguna manera u otra y eso al crecer se forma en algo más habitual. Y cuando tu vienes a ver ya es algo que sucede tan y tan inconsciente que después que pasa lo que pasó, uno se da cuenta como que, oops, y cómo yo llegué ahí? Y por qué yo dije lo que le dije a esta persona, cuando yo lo que quería decir era otra cosa?

Usted, de repente, se encuentra en una discusión y antes de usted llegar a esa discusión que está bien caliente, usted ya había pensado de antemano, me voy a mantener calmado, me voy a mantener calmada, no voy a levantar la voz, porque esto es lo que yo quiero decir, esto es lo que yo quiero alcanzar. Pero de repente, qué pasa? Cuando usted está en el fuego de la conversación, que usted ve que la otra persona se le empieza a trepar encima a caballito y usted como que, en este caballito sí que no. Y entonces uno se agita después y cuando vienes a ver todo lo que tu habías pensado decir, se fue a un lado y reaccionaste en una forma inconsciente a algo que estaba pasando de frente a ti.

Conscientemente tu habías pensado en hacer las cosas en una manera, pero de repente tus emociones tomaron control e inconscientemente actuaste de la manera que no querías actuar.

Cuántas veces estás en un trabajo, o hemos estado en un trabajo y se te presenta la oportunidad de subir en la escalera, como quien dice, y de poder ganar un poquito más, y tu ves tu necesidad y hablas con tu familia y, bueno, mira, sí, se presentó esta oportunidad, puedo empezar a ganar un poco más ahora. Y como que te enamoras de este sueño, de esta visión, y es como que mira todo lo que podemos conseguir si yo logro tener este trabajo. Y te dejas llevar por esas emociones que están ahí, pero de alguna manera u otra inconscientemente están tomando control de tu decisión, que te metes por esa vía, algo que parecía ser prometedor.

Pero dos o tres meses, o seis meses más adelante, oops, te das cuenta de que ese trabajo te ha robado tu tiempo para estar con tu familia, te ha robado tu tiempo para tu estar con Dios, te ha robado tu tiempo hasta para contigo mismo, y te das cuenta entonces que estás viviendo para trabajar en vez de trabajar para vivir.

Inconscientemente te dejaste llevar por esta imagen que se veía muy prometedora, pero no fuiste consciente en saber cómo decidir para ir en la dirección que mejor pareciera, de acuerdo a los propósitos de Dios.

Miren, una de las cosas importantes que yo quiero que nosotros aprendamos, mis hermanos, de esto, – y tengo voy a ir a la Biblia ahora, no es que estoy hablando por hablar, voy a ir a la Biblia – Es que nosotros podamos aprender o tenemos que aprender a estar conscientes, en contacto con aquellas cosas que son inconscientes para nosotros.

Nosotros tenemos que saber que hay una realidad más allá de lo que nuestras acciones conscientes, nuestros cinco sentidos, nos pueden decir, y nosotros tenemos que aprender a estar en contacto con esas otras áreas que no necesariamente las podemos medir con nuestros sentidos, pero que si las ignoramos nuestra vida puede sufrir un poquito más.

Mientras tanto si estamos al tanto de esas cosas, nuestra vida puede ser un poco más llevadera. Porque vamos a estar entonces en sintonía con unas realidades que están ahí, pero en una manera inconsciente y que no necesariamente las podemos ver.

Vamos a la Biblia conmigo. Hay dos historias bíblicas que para mí son bien reveladoras. Una se encuentra en Segunda de Reyes, Capítulo 6, aquí sale la historia de cómo el Rey sirio quería entrar en problemas con el Rey de Israel y lo está buscando y dondequiera que él va a buscarlo, por alguna razón u otra, cuando llega allí no lo encuentra al rey de Israel.

Y la razón por la que no lo encuentra es porque Eliseo, uno de los profetas de Israel, recibe por revelación de parte de Dios de que el rey de los sirios quería venir en contra del rey de Israel, y él le avisa al rey de Israel dejándole saber, mira, sal de aquí porque el rey de los sirios te está buscando. Y pasó en distintas ocasiones hasta que el rey de los sirios, preguntó, ven acá, quién está difumando información de nosotros que el rey de Israel siempre se entera cuándo yo voy a buscarlo, a qué hora y en qué lugar y en qué sitio? Y ahí fue donde le dijeron, no, es que é tiene un profeta de Dios allí y él es el que le está diciendo. Ah, pues, vamos a buscar a ese profeta y vamos a eliminarlo para que no me siga dañando los planes.

Qué fue lo que pasó? Viene el rey de Siria a buscar a Eliseo y de repente el criado, el siervo de Eliseo, cuando se da cuenta lo que está sucediendo, miren cómo dice, verso 15:

“… Y se levantó de mañana y salió el que servía al varón de Dios y he aquí el ejército tenía sitiada la ciudad con gente de a caballo y carros. Entonces, su criado le dijo, “ay, señor mío, y ahora qué vamos a hacer?!”– el chapulín colorado aprendió esto de la Biblia, oh, y ahora quién podrá defenderme? – Eliseo le dijo, “mira, no tengas miedo porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos.” Y oró Eliseo y dijo, “Te ruego oh Jehová, que abras sus ojos para que él vea.” Entonces Jehová abrió los ojos del criado y miró y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo y de carros de fuego alrededor de Eliseo…”

Miren qué revelación más bonita. Este muchacho tenía sus ojos velados por la realidad de lo que él estaba viendo delante de él. Conscientemente él lo que veía era el ejército de los sirios que venía a caerle encima a ellos. Pero inconsciente/conscientemente Eliseo estaba viendo un ejército más grande que estaba más allá de ellos. Y ahí fue donde Eliseo tuvo que interceder para que los ojos de este muchacho pudieran ver lo que Eliseo estaba viendo.

Como quien dice, Dios, hazme un favor, cambia su perspectiva de lo que él está viendo conscientemente y permite que él se pueda conectar con aquellas cosas inconscientes donde tu estás, para que él pueda ver lo que tu estás haciendo y que él pueda estar tranquilo. Esa es la historia número uno.

Segunda historia, vamos a Lucas, Capítulo 24. Esto es otro pasaje favorito mío. Este es el relato del camino a Emaús. Dos de los discípulos de Jesús después que había sucedido todo lo que sucedió con Jesús, su muerte en la cruz, y ahora estaba supuestamente en la tumba, después del tercer día, ya Jesús había resucitado, pero estos dos discípulos todavía se estaban lamentando de lo que estaba sucediendo. Qué es lo que dice el relato, verso 15:

“…Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó y caminaba con ellos. – miren aquí donde está la conspiración del cielo, por así decirlo. – …Más los ojos de ellos estaban velados para que no le conociesen…”

O sea, aquí yo veo una conspiración de Dios, o del mismo Jesús, algo hizo Jesús que le veló los ojos a estos dos muchachos para que no lo pudieran identificar. So, ya eso me da a entender que Jesús intencionalmente ya tenía un plan, un propósito detrás de esto, que le quería enseñar a estos dos muchachos. Sigue el relato y Jesús como que se hace el tonto, como que él no sabe lo que había pasado y ellos le dicen, “Oye, eres tu el único forastero en Jerusalén que no sabe las cosas que han sucedido en ella y que han acontecido en estos días?” “Ah, de qué cosas ustedes hablan? Cuéntenme, yo quiero saber el chisme.” So, ahí algo le dio a Jesús de bochinchero también. No, perdóname Dios.

El asunto es que ellos le empiezan a hablar y le empiezan a hablar de acuerdo a lo que ellos entendían que Jesús iba a hacer. Ellos estaban hablando de acuerdo a lo que ellos conscientemente pudieron entender de lo que Jesús iba a hacer en la tierra. Miren cómo dice el verso 21:

“…Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel…”

Esa frase lo que significa es que ellos pensaban que él iba a liberar a Israel del pueblo de los romanos, o del poder de los romanos y que él se iba a hacer cargo de gobernar a todo Israel, que él iba a ser, como quien dice, el linaje de David, que él iba a ser el próximo rey de Israel para que entonces ellos fueran librados del dominio de los romanos.

Pero conscientemente ellos estaban viendo a Jesús en una forma incorrecta. Qué fue lo que pasó? Jesús les tuvo que corregir a ellos. Él les habla de todo el relato bíblico desde Moisés hasta el tiempo de él y él lo que hizo fue ir revelándole los propósitos que Dios tenía detrás de su muerte. Llega un momento en el relato donde ya llegaron a un punto en el camino donde Jesús iba a seguir en otra dirección, y ellos iban a ir en la suya y como ya era tan tarde, le dicen a Jesús, “Ah, ven quédate con nosotros.” “Okay, yo me quedo con ustedes.” Miren que interesante, verso 30 dice:

“…Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo y partió y les dio…”

Ese símbolo de Jesús tomar el pan, bendecirlo, partirlo y entregárselo a ellos, fue el símbolo que le quitó el velo de sus ojos y ellos pudieron ver que era Jesús el que estaba con ellos. Ahora yo hago esta pregunta. Cuál es el propósito de esto? Cuál es la idea detrás de que hay cosas que para nosotros son escondidas de nuestros ojos por un tiempo para que después nuestros ojos sean desvelados y nosotros poder conocer lo que verdaderamente estaba ahí todo el tiempo. Me siguen con mi pregunta?

Yo puedo decir, mis hermanos, yo me identifico con ustedes, muchas veces nosotros en nuestra vida tomamos decisiones donde sabemos a medias, es como que estamos viendo con un solo ojo. Y nosotros oramos, no, Señor, yo quiero ver las cosas tal y como tu quieres. Yo quiero estar en tu voluntad, Señor. Yo quiero andar en tus propósitos. Yo necesito que tu me hables, que tu me des con lujos de detalles, cuál es el plan que tengo por delante.

Pero miren, mis hermanos, no todo el tiempo Dios funciona así. Hay veces que Dios, como en este caso de Jesús, él anda contigo por un tiempo y permite que tus ojos vean solamente algo limitado. Los discípulos sabían que estaban caminando con una tercera persona, había alguien que estaba caminando con ellos, pero ellos no lo podían ver quién era verdaderamente él.

Igualmente Dios con nosotros, muchas veces hace las cosas igual. No me pregunte por qué? Pregúntaselo a él, a mí no. Pero muchas veces Dios permite que nosotros tomemos decisiones, que nosotros hagamos cosas que pensamos que estamos caminando bien, pero estamos viendo a medias. Y más adelante llega el momento donde Jesús dice, okay, déjame quitarte la venda de los ojos para que tu puedas ver bien lo que estás haciendo, o por dónde vas y que no te vayas a caer.

Eso fue lo que Jesús hizo con sus discípulos. Sus discípulos tenían una perspectiva totalmente errónea de quién era Jesús y qué era lo que él iba a hacer. Por lo tanto, Jesús les tuvo que dejar saber a ellos, “no, no, muchachos, yo no vine aquí a deshacerme de Roma y yo ser el rey sobre ustedes. Yo no estoy hablando de un gobierno terrenal, yo estoy hablando de un gobierno celestial que es mucho mayor que cualquier gobierno de este mundo. Eso fue lo que yo vine a establecer. Yo los estoy haciendo a ustedes embajadores de ese reino que está por encima de cualquier otra cosa.”

En el relato de Eliseo también es lo mismo. Eliseo tuvo que interceder a Dios para que su criado pudiera ver lo que Dios estaba verdaderamente haciendo detrás de esas cosas que este muchacho tenía de frente a sus ojos. Y aunque no se lo impidió, el muchacho se sintió amenazado en un momento, ver todo este ejército que vienen a capturarlos a ellos, quién sabe si a matarlos también. Uno se va sentir intimidado por la situación, pero ante tal intimidación Dios está haciendo algo más allá. Y nosotros tenemos que vivir nuestra vida creyendo que así es.

Usted en la situación de vida en la que usted se encuentre, Tal vez usted está de frente a una situación ahora que puede ser bien amenazante, algo amedrentadora también, y uno como que, y ahora qué hago? Y ahora, quién podrá defenderme? Y hace falta que Dios quite esas vendas de nuestros ojos para que entonces nosotros podamos ver antes de que la amenaza te caiga encima y ahí Dios te libra de cualquier cosa.

Pero miren lo que pasó. Qué pasó en el relato de Segunda de Reyes, Capítulo 6? A mí me gustó esta parte de esta historia, me fascinó. Hace tiempo que yo no la leía y cuando la leí hoy fue como que, esto es revelador. Y lo quiero decir, así que me regalan cinco minutos más. Miren lo que pasó.

Cuando el criado de Eliseo vio el ejército de ángeles que había alrededor de ellos, qué fue lo que pasó? Eliseo oró pidiendo entonces que los ojos de los sirios fueran cegados, cuando llegaran a ellos.

“…Y luego que los sirios descendieron a él, oró Eliseo a Jehová y dijo, “Te ruego que hieras con ceguera a esta gente”, y los hirió con ceguera conforme a la petición de Eliseo. Después les dijo Eliseo…”

Imagínense esto, tu tienes al rey de los sirios con todo su ejército de frente a ti, buscando a Eliseo y tu eres Eliseo, pero ellos no saben que tu eres Eliseo. Porque eso fue lo que pasó en el relato. Es idéntico a la situación de Jesús con los dos discípulos que iban de camino a Emaús. Ellos iban hablando de Jesús pero no sabían que el que estaba ahí era Jesús. So, los sirios venían buscando a Eliseo, pero no sabían que el que estaba de frente era Eliseo, porque sus ojos fueron cegados.

Y Eliseo les dice, yo no sé cuántos de ustedes vieron la película de Star Wars, un poder que tenían los jedi y que era como hacer que la persona hiciera o dijera como ellos decían. Nosotros no somos los que ustedes buscan, no, no nosotros no somos los que ustedes buscan. Pueden seguir su camino. Sí, vamos a seguir nuestro camino. Y se iban. Cierro la ilustración, para que vean la película. Está en el cine ahora por si acaso.

Eliseo les dice, “muchachos, este no es el camino.” Y el rey de los sirios como un ciego, este no es el camino. Ni es esta la ciudad. Seguidme y yo los guiaré al hombre que ustedes buscan. Y los guió a Samaria donde estaba el rey de Israel. Y cuando llegaron, dijo Eliseo, “Jehová, ahora sí ábrele los ojos para que ellos vean en el problema donde están metidos.” Cuando se dan cuenta, rayos, este hombre nos metió en la boca del lobo.

“…Cuando el rey de Israel los hubo visto, verso 21, le dijo a Eliseo, “Ahora sí los puedo matar, ¿verdad?” y qué les dijo Eliseo, “No los mates, matarás tu a los que tomaste cautivos con tu espada y con tu barco? Pon delante de ellos pan y agua para que coman y beban y vuelvan a sus señores”…”

Miren esto que interesante. Esto para mí fue súper revelador. Hablando de otras oportunidades, de nuevas oportunidades. Cuando Dios te da una nueva oportunidad, cuando Dios quita el velo de tus ojos y te revela algo nuevo, que vas a hacer con ello. Le vas a cortar la cabeza a todo el que tienes de frente de ti? O vas a servir? Vas a dar amor, vas a dar una oportunidad de la oportunidad que se te ha dado a ti.

Lo mismo pasó con Jesús. Cuando Jesús le dio esa nueva oportunidad a los discípulos, qué pasó con ellos? Ellos no se quedaron lamentándose de que me mataron a Jesús, no tengo mi líder, no tengo mi jefe o mi mentor espiritual. No, ellos dijeron, qué hicieron? Volvieron a sus discípulos y les dijeron, mira, lo hemos visto, sí, podemos confirmar lo que Marta y María habían dicho. Y ellos ahora porque vieron eso se convirtieron en unos embajadores mucho más fuertes del mensaje de Jesús y ese reino celestial que quería establecer aquí en la tierra. Por ende, estamos nosotros aquí ahora. Porque hubo gente hace miles de años atrás que la venda de sus ojos fue quitada, que ellos fueron conscientes de lo inconsciente, ellos estuvieron en contacto con aquellas cosas que sus ojos no podían ver y porque supieron cómo entrar en conexión con eso, se hicieron personas mucho más efectivas en su forma de vivir y en su forma de poder llevar a cabo su ministerio.

De igual manera, mis hermanos, todos nosotros incluyéndome a mí, empezando por mí, nosotros necesitamos estar conscientes de aquellas cosas que son inconscientes. Yo sé como eso se aplica a mi vida, cómo se aplica a su vida, nadie mejor lo va a saber que usted. Pero cada uno de nosotros, mis hermanos, tenemos que abrirnos a la realidad de qué es lo que Dios me está tratando de dar a conocer a mí detrás de x, y, z, situación que tu estás viviendo ahora mismo.

Estás en un conflicto con una persona o con un grupo de personas? Inconscientemente tu reacción es cortarle la cabeza a todo el mundo. Conéctate con ese lado de lo que Dios quiere que tu hagas, a ver si tu respuesta va a ser diferente. Estás apurado por llegar a la iglesia? Tu cónyuge está en el trabajo? Conéctate con ese lado que está más allá para saber entonces cómo poder responder a una situación como esa.

Porque tu no sabes lo que Dios está haciendo del otro lado también. Si fuera por nuestro propio capricho, nosotros estaríamos cercados en nuestro propio mundo, lo que veo de frente. Ah, ahí viene ese ejército a hacerme la vida imposible. Ah, me quitaron a Jesús. Pero si nos hacemos conscientes de esta otra realidad que nos rodea, que es tangible, si nos hacemos conscientes de esto, y vivimos en línea con lo que eso requiere de nuestras vidas también.

Miren, mis hermanos, yo me atrevo a decir que nuestras vidas serían totalmente distintas. Ahora, no estoy diciendo que se ponga esquizofrénico y empiece a decir, “Ah, pastor Omar, estoy oyendo voces por la noche.” No, porque si viene con eso, entonces yo sé a dónde lo voy a mandar conscientemente, sé a dónde lo voy a mandar. Tenemos muy buenos contactos para eso y están bien cerquita de aquí.

Pero sí, mis hermanos, yo creo que nosotros tenemos que aprender a pedirle a Dios, “Dios, mira, si estoy en medio de una situación y no estoy viendo bien las cosas, quítame de mis ojos lo que impide el que yo pueda ver las cosas de la forma que tu quieres que yo las vea.” Y cuando tu hagas eso la revelación que tu me des, Señor, enséñame para saber vivir de acuerdo a esas cosas que tu me has revelado de lo desconocido y me has hecho a mí conocerlo en mi mente tan pequeña, ayúdame, entonces a yo alinear mi vida a esa nueva revelación que tu me has dado.

Ahí es donde yo veo esa nueva oportunidad. Eres tu de esas personas que se la pasa reconciliándose con Dios cada tres meses porque sigues cayendo en la misma cosa, en la misma cosa. Mira, pídele a Dios que te abra bien tus ojos para que tengas una nueva oportunidad y que no vuelvas a caer en el mismo hoyo, sino que tu puedas caminar en una dirección más firme y constante hacia lo que Dios quiere para ti.

Tenemos que hacernos conscientes de aquellas cosas que son inconscientes. Tenemos que estar al tanto, alerta, mis hermanos, de lo que Dios está haciendo en medio de nosotros. O sea, no es tan solo, amén, pero no es tan solo, mis hermanos, estar alerta de eso, sino es también que nuestras acciones se alineen con esa nueva realidad.

Ahí es donde verdaderamente vamos a descubrir la validez del poder estar en contacto con esas cosas. Así que, mis hermanos, yo creo que cada día es una nueva oportunidad para nosotros podernos hacer conscientes de lo que Dios está haciendo. Y yo me curo en salud diciendo esto, no es que lo vayamos a conocer todo a la perfección, pero sí yo creo que Dios va dando su revelación poco a poco.

El mismo Jesús le dijo a sus discípulos, en el libro de Juan, Capítulo 16, le dice, “…aún tengo muchas cosas que decirles pero por ahora no las pueden sobrellevar…”

Para mí, ese verso es clave en mi vida, porque mi lado consciente me dice, no, tu tienes que saberlo todo. Pero en mi lado inconsciente el Señor me dice, tu no puedes sobrellevar todas las cosas que yo te quiero dejar saber. Pero el espíritu de verdad, él que conoce lo que hay en mi corazón te va a dejar saber lo que tu necesitas saber en tu corazón cuando sea el tiempo oportuno.

Mientras tanto, sigue caminando, sigue estando alerta de lo que yo te voy a dejar saber, porque tu nunca sabes cómo, cuándo y dónde va a llegar esa revelación que Dios quiere traer a tu vida. Amén.

Vamos a ponernos de pie, mis hermanos, y vamos a orar. Padre, tu sabes que siempre mi deseo al yo predicar estos mensajes, que pueden ser un poco difíciles de seguir, mi deseo, Señor, es que mis hermanos y hermanas puedan abrirse, Dios, aún más a las cosas que tu tienes para cada uno de nosotros.

Y no necesariamente estar viviendo la vida de acuerdo a nuestros propios caprichos o nuestras propias perspectivas, o percepciones de la vida, sino que aprendamos a considerar aún más las percepciones que tu tienes para con nosotros en la vida, Señor. Padre, mira, tu palabra está llena de una riqueza de verdades que nosotros todavía tenemos por aprender.

Como bien dice Pablo, en parte conocemos, Señor, nuestros ojos todavía están velados y creemos que llegará el momento en el cual tu quitarás ese velo y te podremos ver tal y como tu eres y te conoceremos como tu nos conoces a nosotros.

Pero en este entretiempo, Señor, aquí en la vida donde nosotros estamos, tan solo yo te pido, Señor, que nos ayudes a estar conscientes de esas cosas que nosotros no podemos medir con nuestros 5 sentidos, que solamente lo podemos medir con la dirección de tu Espíritu Santo en medio de nuestras vidas. Hay una nube de ángeles que tu pones alrededor de nosotros y muchas veces en la vida tu caminas, estás con nosotros, en medio de situaciones difíciles y nosotros no podemos distinguir que tu estás ahí, pero tu estás, y lo creemos así por fe.

Pero yo te pido, Señor, que en la medida en que tu entiendas cómo, que tu quites ese velo de nuestros ojos para nosotros poderte ver en medio de nuestras vidas, en medio de las circunstancias que nosotros crucemos, Señor, en las cosas en las que nos vayamos a enfrentar en el futuro, Señor, abre nuestros ojos, abre nuestros oídos, mi Dios, abre nuestro espíritu para poder estar en total sintonía contigo y saber cómo aprovechar esas nuevas oportunidades que tu nos das para hacer una diferencia, Señor, y una diferencia para bien, una diferencia para glorificar tu nombre en todo momento.

Padre, yo dejo a mis hermanos y hermanas en tus manos. Y te ruego que por favor estas palabras que hemos compartido en esta noche, Señor, sigan haciendo eco en nuestras vidas y que tu las uses para darnos dirección en todas las cosas que nosotros podamos estar haciendo ahora mismo o que vayamos a hacer en un futuro. Bendecimos tu nombre y ahora llévanos a nuestras casas con bien, con tu protección, Señor, y que mañana si así tu lo permites podamos echarle mano a lo que el día de mañana traiga y hacer lo mejor para ti, por tu hijo Jesús oramos y te damos las gracias. Amén, Señor, amén. Dios me los bendiga, mis hermanos, adelante en el Señor.

Tu relación con tu congregación

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Este sermón es parte de esta serie de sermones que he estado predicando, tratando de esclarecer y aclarar cuáles son los fundamentos de nuestra iglesia, qué es lo que somos, qué creemos, por qué somos como somos y aclarar las ambigüedades y las cosas que a veces no se definen porque pocas veces los pastores tienen la oportunidad de desarrollar este tipo de meditaciones. No es una meditación como un sermón que se presta al gloria a Dios, Aleluya! Pero sí yo creo que nos invitan a pensar, bíblica, teológicamente, y a conocer aspectos de nuestra vida como iglesia y como individuos también.

Yo creo que entre los temas que hemos discutido, este tema de cómo yo pienso que debe ser la relación entre usted y su iglesia, congregación León de Judá en este caso, pero cómo debe ser la relación de cualquier creyente con su iglesia. Y cuál debe ser la relación de la iglesia con el creyente, cuáles son los deberes, responsabilidades, cuáles son los privilegios, cuáles son las expectativas. Hay muchas expectativas irrazonables y a veces injustas y exageradas del rol de la iglesia. A veces quizás tenemos una expectativa muy baja, inclusive, del rol de la iglesia, de nuestra relación con nuestra iglesia.

Y yo quiero aclarar un poco acerca de eso, para que ustedes entiendan lo que yo creo que debe ser la relación de un feligrés con su iglesia, en un tiempo donde hay tanta diferencia de opiniones y tanto frenesí, gente yendo y viniendo, saliendo y entrando de las iglesias.

De nuevo, siempre me curo en salud y digo que cualquier similitud con gente viva o muerta es pura coincidencia, no estoy tirándole indirectas a nadie, no estoy vengándome de nadie ni nada por el estilo, por favor, relájese y escuche esto porque está desarrollando en un espíritu de oración pastoral, deseo de edificar y bendecir a mi congregación y con nadie en mente. Digo eso simplemente para que estemos tranquilos porque esto nos aplica a todos.

Hay un pasaje que escogí casi al azar de la Escritura porque la Biblia, en la medida en que en el Nuevo Testamento la iglesia se estaba desarrollando todavía su identidad, como institución, apenas vemos algunas pinceladas de lo que llegaría a ser la iglesia después de dos mil años de desarrollo hasta nuestros tiempos. Pero sí hay momentos que nos enseñan que los primeros creyentes comenzaron a congregarse en grupos, tipo sinagoga, tipo iglesia local donde se reunían los creyentes para hacer las cosas que se hacían en una sinagoga judía, predicar, tener compañerismo, tener enseñanza práctica acerca de la vida, adorar al Señor, orar juntos, practicar los rituales de la fe, todas estas cosas. Y los cristianos transfirieron esas costumbres y rituales a su propia vida ahora como judíos cristianos, y es lo que veo muchas veces en las páginas de la Escritura.

A través de los siglos la iglesia ha ido adquiriendo todo un aparato mucho mayor que eso, oficiales, obispos y vemos allí diáconos y pastores y maestros, y profetas, y todo este tipo de cosas, fue añadiendo diferentes componentes a lo que hoy en día se entiende por la iglesia.

Pero, por ejemplo, mire cuál eran las cualidades de la vida de los creyentes en el libro de los Hechos, en el Capítulo 2, versículo 44, dice:

“…Todos los que habían creído estaban juntos – una de las cosas que provee una iglesia es comunidad, coinonía, compañerismo - …estaban juntos y tenían en común todas las cosas… - había un compartir juntos los bienes y las bendiciones – … y vendían sus propiedades y sus bienes y los repartían a todos según la necesidad de cada uno… – esto no es necesariamente prescriptivo o normativo, sino que en ese momento de efusión, de una manifestación poderosa del Espíritu Santo los creyentes fueron movidos a entregar sus bienes, vender, muchos de ellos, no todos, era algo como excepcional y no se nos dice aquí que eso es lo que uno tiene que hacer siempre. Ahora, si usted lo quiere hacer y donarlo para el templo, gloria a Dios, llaves de la casa se reciben, títulos de carros. Ellos hacían esto.

“… según la necesidad de cada uno… – pero aquí está lo importante, dice en el versículo 46, – … y perseverando unánimes cada día en el templo – porque era el lugar de reunión. Una iglesia tiene un lugar de congregación. Hay cristianos por allí que son llaneros solitarios y su templo es a veces la televisión, el último evangelista que hay en el aire, el último popular, el último grito de la moda, ese es su pastor y ese es su iglesia y ellos creen en Jesucristo pero no creen en la iglesia. Desgraciadamente el Señor dejó su iglesia y su iglesia como un cuerpo de hombres y mujeres invisible y eterno, pero también una comunidad. La vida cristiana se comparte en comunidad y no hay tal cosa como un cristiano una isla sola. El cristiano desarrolla su identidad a la luz de su vida en comunidad y todo lo que esa vida permite y evoca.

“…perseverando unánimes cada día en el templo y partiendo el pan en las casas comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, adoración, teniendo favor con todo el pueblo, testimonio, y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos…”

Evangelismo, conquista, sembrar la palabra del Evangelio en la sociedad que es conmovida al ver la vivencia. Una de las cosas que yo no señalo aquí en la presentación, uno de los atributos de la iglesia es que se supone que sea para mí, pero eso lo dejé, porque es profundo pero no viene al caso necesariamente. Nosotros se supone que vivamos ejemplificando lo que es una sociedad justa, una sociedad como Cristo la diseñó en el jardín del Edén. Esa es nuestra aspiración. Tenemos que manifestar eso y somos un testimonio vivo al mundo que al ver nuestra vida excelente, y viendo los valores del Reino de Dios, son conmovidos y son convencidos de que Cristo quién él dice que él es.

Así que una de las cosas que hace una buena congregación es ejemplificar los valores del Reino de Dios según Dios los destinó antes de la caída. Pero eso es algo personal y podríamos desarrollarlo mucho más pero hay mucha carne allí.

Yo quiero hablar específicamente, cuál es tu relación con tu iglesia, con tu congregación. Más específicamente cuál debe ser nuestra relación con nuestra congregación y sus autoridades, los pastores, los diáconos, los líderes de los diversos ministerios, cómo te debes tu relacionar con ellos, cuál debe ser esa relación entre nosotros.

Fíjese, a mí me agrada mucho, encuentro mucho beneficio en comparar nuestra relación con nuestra iglesia con la relación matrimonial. Gloria a Dios, hay una hermana que sabe de qué estoy hablando. Sí me ayudó mucho mientras trabajaba este sermón y meditaba en él aquí y allí, que se me ocurre que, de nuevo, usar la metáfora del matrimonio que me parece más elegante que una gallina o un gallinero, pero se le puede sacar mucho provecho a usar la metáfora, la imagen de un matrimonio. Cómo debe ser nuestra relación con nuestra congregación? Vamos a ver qué provecho le sacamos a esa idea de nuestra relación con nuestra iglesia como un matrimonio.

Número 1, recuerdas, hermano, hermana, cuando un día lleno de ilusiones, muchas de ellas que fueron destruidas inmediatamente que comenzaste la vida matrimonial, tu le dijiste, hasta que la muerte nos separe, y bien lo dijeron, hasta que la muerte nos separe. Una de las cosas acerca del matrimonio que es para toda la vida. Amén. Y nos casamos con la idea de en prosperidad y en tristeza, para todas las cosas que ustedes saben, en enfermedad y en salud, en todo lo que la vida y en todo lo que quita seréis fiel el uno al otro, marido y mujer, tantas veces que lo he dicho, que ya casi me lo sé de memoria.

Pero una de las cosas serias acerca del matrimonio es que es para toda la vida. Es un compromiso terriblemente serio y solemne. Y por eso se hace en comunidad y se hace ante la gente y ante los familiares y los amigos, y a veces se publica en los periódicos y se firma un contrato, en un sentido, un pacto, y se sella para que tenga vigencia y tiene peso legal inclusive. Porque hay que amarrarse con todas las cadenas que uno pueda para no salirse a veces de él.

Pero es a largo plazo, y eso tenemos que recordarlo, hermanos. Si la gente entendiera que la cuestión del matrimonio no es asunto de pasión o emoción, sino que es un acto de la voluntad, es una palabra que tu le das, es un voto, es un pacto que tu haces con un hombre o una mujer, de compartir la vida juntos. Y tu te inviertes en él o ella en ti, y es una compenetración total del ser, es un misterio dice el Apóstol Pablo, como Cristo con su iglesia.

El matrimonio es algo bien profundo. Pero a mí me gusta la idea de que de esa misma manera el compromiso con una iglesia debe ser a largo plazo, por lo menos, no necesariamente yo no voy a decir, hasta que la muerte te separe, porque hay muchas cosas por las cuales yo creo que es legítimo uno… a veces llegó el tiempo del Señor para no estar en un lugar. A veces Dios verdaderamente te movió de un sitio a otro. Hay veces que estuviste en una relación abusiva con una iglesia, una congregación y tienes que escapar por tu vida. Hay veces que hay herejía que se está enseñando en una iglesia y tienes que huir por tu salud espiritual.

Hay muchas razones legítimas para romper el vínculo con una congregación, pero yo creo que cuando nosotros establecemos una relación de membrecía con una iglesia, de compromiso con una iglesia, si la hemos examinado bien, hemos estado tiempo en ella, hemos encontrado razones legítimas para hacer hermandad con una comunidad, debemos decir, ¿Sabe qué? Esta es mi iglesia y yo voy a hacer todo lo posible para mantenerme en relación íntima con ella y voy a pasar los tiempos malos y los tiempos buenos con ella.

Hay gente que solamente está esperando a que venga un vientecito malo para echar un pie e irse a otra iglesia. Y cualquier cosa que pasa de una vez… no un sentido… una de mis quejas acerca del mundo en que vivimos eclesiástico, es que la gente, como en el matrimonio también, han perdido ese sentido de compromiso y de lealtad con su congregación. Hubo un tiempo en que una persona vivía, como yo decía el domingo pasado, en una iglesia y moría en esa iglesia.

Hoy en día, todo el mundo está moviéndose, es como un juego de sillas. Está todo el mundo dando vueltas y cuando terminó la música todo el mundo está buscando una silla donde sentarse. Y así hacemos, todo el mundo está corriendo de un lado para otro buscando y cambiamos de iglesia como nos mudamos. Había gente que en su vida pasada en sus países nacían en una casa y se morían en la misma casa. Hoy en día, cuántos podemos decir eso? Nos hemos mudado como 800 mil veces, diferentes ciudades, diferentes países, diferentes vecindarios.

La vida moderna es una vida de un gran frenesí. Eso se ha traducido a la iglesia, a la pertenencia de una iglesia. Yo creo que hay salud y bendición en un compromiso a largo plazo con una iglesia. Amén. Así que recuerde eso. El compromiso con una congregación debe ser en todo lo posible, con un nivel de permanencia, una mirada hacia la permanencia y el compromiso a largo plazo. En eso hay salud y hay bendición.

En segundo lugar, yo creo que la relación de la iglesia es como en un matrimonio. Un matrimonio fue diseñado para reflejar la unidad de Dios dentro de su diversidad. Esto es profundo teológicamente, pero Dios es una Trinidad, tres personas en un solo Dios, un misterio. Dios es un Dios complejo que lo masculino y lo femenino están unidos en su persona. Dios es tremendamente masculino cuando conquista, cuando crea, cuando legisla, pero también es femenino cuando ama, cuando perdona, cuando nutre, cuando acoge y abraza.

Dios une, lo que nosotros llamamos, masculino y femenino. Dios no entiende de esas cosas, no que no entiende, pero él es más que eso, y es todo eso. Pero Dios es infinitamente complejo y su Trinidad en unidad es algo misterioso.

Yo creo el hombre y la mujer en su diferencia y al unirse en una sola carne y al ejemplificar a través de una vida de conjunto, de compañerismo, complemetaridad, colaboración y siendo diferentes pero también uno, ejemplifican la unidad de la Trinidad. Cuántos pueden decir amén a lo que estoy diciendo? O ya se les voló la tapa de los sesos y dicen, no, el pastor está demasiado poético.

Yo creo que el matrimonio se supone que ejemplifica esa unidad de Dios dentro de su complejidad y su diversidad. Y así pasa en una iglesia también, donde nosotros somos diferentes temperamentos, culturas, naciones, colores, diferentes niveles socio económicos, pero ejemplificamos la unidad del cuerpo de Cristo. Amén. Somos uno en Cristo Jesús, un solo cuerpo, un espíritu, un bautismo, un solo Dios y Señor, una sola palabra que nos une, una sola doctrina.

Y una iglesia es así. Una iglesia es algo muy diverso pero se supone que haya unidad y ejemplifique esa unidad en la complejidad y en la diversidad. Y recuerde eso, no todo el mundo va a pensar como usted. Los líderes no van a pensar como usted, quizás usted va a estar escuchando al pastor diciendo, somos como una gallina, y dice, no, pero yo soy un águila. Pero dele un poquito de humor a él y déjelo que él piense así. En la diversidad hay enriquecimiento. Piénselo, véalo de esa manera y después regrese a su forma de pensar, quizás un poquito más estirado. Pero hay diversidad en una clase de discipulado, hay diversidad en una célula. Pero en eso somos enriquecidos y aprenda a ver el mundo a través de los ojos de otra persona por un momento y regrese después a su perspectiva porque eso le va a ayudar a usted también. Tolere la diversidad.

A veces habrá momentos en que la iglesia está yendo en una dirección diferente a lo que usted cree o una célula, o un grupo. Vaya y examine, guárdelo en su corazón, ore, y deje que el Señor vaya aclarando las cosas. Pero el matrimonio, como la iglesia, refleja unidad dentro de la diversidad.

Otra cosa también, yo creo que el matrimonio fue diseñado por Dios, les estoy dando dos por uno a ustedes, de paso, una sobre matrimonio y sobre la iglesia. Gloria a Dios. No le voy a cobrar por la primera parte. Dos sermones en uno.

Para reflejar el verdadero amor, el matrimonio está diseñado para reflejar lo que es el amor. Como yo decía, el amor no es pasajero, el amor no busca lo suyo, no es jactancioso, no echa un pie cuando la cosa se pone fea, tolera, perdona, ama, acepta, confía en el futuro, tiene esperanza de que las cosas serán mejores aunque no se vean tan bien. Ve lo bueno en el otro aunque todavía el otro no lo manifieste.

El verdadero amor va más allá de las emociones. El verdadero va más allá de la biología. El verdadero amor permanece, véase Primera de Corintios, Capítulo 13. En el matrimonio se supone que se refleje el verdadero amor de Dios y en la iglesia es igual.

Si tu estás en la iglesia por lo que la iglesia te da a ti, eso no es amor por tu iglesia. Tu tienes que decir, ok, qué puedo yo dar, como dijo John F. Kennedy, no pienses en lo que tu iglesia puede hacer por ti, piensa en lo que tu puedes hacer por tu iglesia.

Mucha gente viene a la iglesia con una actitud de que me den, son consumidores. Hoy en día, más que nunca la gente viene a la iglesia con una mentalidad consumista. Qué me van a dar? Si no tienen un buen programa, el mejor programa en la ciudad de cuidado de niños, lo siento mucho, dónde está? Ah, bueno shop around. Si no tienen esto, si no tienen lo otro… qué me dan? Qué me dieron? Qué me suplieron?

Son catadores de vino. Y qué tal te pareció el sermón del pastor? Ay, no me gustó, estaba demasiado salado, demasiado fuerte. Ay, sí, es cierto, el pobre, hay que orar por él. Somos consumistas muchas veces. Siempre estamos pensando qué me puede dar a mí la iglesia. No, yo creo que cuando tu vienes con esa idea de darle a los demás, oh, que no me llamaron, estuve en el hospital y no me llamaron. Estuve tres semanas fuera y nadie me llamó. Hey, cuándo llamaste tu a alguien? Llama a alguien, dile, estoy enfermo, oren por mí. Sobórnalos, les voy a hacer una comida para que vengan y me visiten. Pero toma iniciativa.

Hay mucha gente que está pensando qué me van a dar, qué me tienen que dar. ¿Sabe qué? La persona más poderosa y más bendecida es la persona que da antes de recibir. No sea consumidor, sea un dador y tu verás cómo recibirás más y más. La llave a la bendición y a la provisión es cuando tu das, olvídate de ti mismo y Dios se acordará de ti. Apunte eso para que no se le olvide.

Se un dador, se generoso. Refleja el verdadero amor que da y no espera nada. El matrimonio fue diseñado para ayudarnos a crecer y a superarnos. Esa criatura que Dios puso ahí al lado tuyo, por la mañana, a las 5 de la mañana, – no es mi esposa, de paso. Ella es hermosa desde que se levanta hasta que se acuesta y mientras duerme también. Estoy hablando de ustedes no de nosotros. Me cubro en salud porque sino usted sabe. – Pero la idea es que en esa lucha cuerpo a cuerpo, a veces bien cerrada, hay bendición, hay crecimiento.

Yo creo que Dios diseñó el matrimonio, entre otras cosas, como un ejercicio para ser más como Cristo. ¿Sí o no? Diga gloria aunque sea para hacerme creer que dije algo bueno. Hay una bendición, porque si todo fuera un lecho de rosas y no hubiera nada que perdonar, tolerar, no hubiera que ser paciente, visión a largo plazo, gozo en la diferencia, usted no crecería en el matrimonio.

Yo digo que el matrimonio es como una adivinanza que Dios nos ha dado para que en el proceso de resolverla, desarrollemos conocimiento y entendimiento. Entonces, la iglesia es muy parecida porque por eso es que yo digo, que no se puede crecer espiritualmente si no es en comunidad. La iglesia es un mecanismo que Dios diseñó para que por medio del forcejeo unos entre otros, y la tolerancia del que desafina cuando estás cantándole al Señor, y te está sacando de la tonada que tu quieres tener, y el hermanito que se puso de pie en el momento que tu estabas tratando de ver a la cantante, y esto y lo otro. Todo eso es parte del proceso que Dios usa para desarrollar las virtudes del Evangelio en nosotros.

No es solamente cuando todo va bien, sino lo maravilloso de la vida cristiana es que en las luchas, en las dificultades, los conflictos, los desazones, las decepciones, las traiciones, en todas esas cosas, si tu te agarras del Señor, y lo ves a través de los lentes de la palabra, tu vas a crecer y vas a ser bendecido. Así que no eches un pie cuando la cosa se pone difícil, dile, Señor, gracias porque a través de esto yo voy a ser más como Cristo y ve el propósito secreto de Dios en las luchas y en las dificultades de la vivencia cristiana.

Yo les digo, hermanos, no se crece si no es a través de la desazón. La gente cree que cuando viene dificultad, oh, no, Dios no está aquí, me voy a echar un pie. No, quizás es cuando Dios está trabajando y es una oportunidad para tu desarrollar carácter cristiano. La gente que está echando un pie de un sitio a otro cuando la cosa se pone fuerte en una iglesia, nunca crece, como en el matrimonio también.

Si tu echas un pie desde que la cosa se puso un poquito color de hormiga, nunca vas a desarrollar carácter. Y olvídate que vas a encontrar un hormiguero más grande todavía cuando te vayas a otro lugar. Eso es así. Uno tiene que resolver las cosas en una forma legítima para entrar a la próxima etapa de la fe.

Parece que alguien se reconoció en algo que yo dije. Por eso yo digo, que en el matrimonio nos mantenemos en las buenas y en las malas. Haz un compromiso con tu congregación, haz un voto de permanencia. Llueva, truene o ventee mantén tu relación con tu iglesia.

Ahora yo voy a hablar después acerca de que hay situaciones en que quizás es legítimo, yo digo, pero en todo lo posible mantén tu compromiso con tu iglesia en todas las circunstancias.

Otra cosa acerca del matrimonio, en el matrimonio hay momentos de pasión pero también de normalidad y monotonía. No diga amén para que no revele nada. Pero el que se casa creyendo que el matrimonio va a ser una luna de miel perpetua, mire, el que vive así se le quema el sistema nervioso rápido. Dele a gracias a Dios que no es así. Es más, yo creo que la belleza del matrimonio se manifiesta ‘más en la normalidad de la vida.

Y déjenme decirle algo, yo creo que ese es el secreto del éxito también, en cualquier área de la vida. Porque para mí, el reto más grande para un individuo es vivir en la monotonía y la normalidad de la vida. No es tanto los momentos en que la adrenalina está por el cielo y tu levantas un carro con una sola mano porque estás lleno de adrenalina, sino es cuando tu tienes que vivir la vida allí. Te levantas por la mañana, dudas de tu salvación y todo está malo, está lloviendo allá afuera, pero tu te vas a tu trabajo, te pones tu ropa, te montas en tu carro, prendes la calefacción y pones a Marcos [inaudible] o a quien sea para calentarte un poquito y te vas a tu trabajo, metes 8 horas, regresas a tu casa, te comes el arroz con habichuela que te hizo tu esposa y ves un programa de televisión o mejor todavía, oras o vas a la iglesia, y te acuestas a dormir y mañana haces lo mismo otra vez.

En ese contexto, y por eso es que hay mucha gente que fracasa en la vida, y tiene problemas porque no saben lidiar con la normalidad. Yo les diría que la vida humana es 90 % tedio y 10% excitación y gozo. Algunos dirían, guau, que visión más pesimista tiene el pastor. Pero francamente yo encuentro belleza en la normalidad de la vida.

Y el matrimonio es así, habrá momentos en que la luna estará llena y habrá violines detrás de ti, y la pasión te inundará, gloria a Dios. Aleluya! Pero también hay momentos de simplemente vivir la vida con tu esposa, y darle gracias al Señor porque tienes una compañera, un compañero. Los dos están haciendo viejos juntos, desarrollando arrugas juntos y están aprendiendo y tomaditos de la mano caminan por el camino de la vida. Amén.

Y ustedes se han dado una palabra el uno al otro de ser fieles. Y en eso hay una gran bendición. Haya tormentas, haya rayos y centellas, gloria a Dios, de bendición y excitación, pero también de normalidad en la vida. Y mucha gente echa un pie porque cuando llega la normalidad se asustan y dicen, oh, algo pasa. Eso no es lo que yo veo en las series de televisión o lo que sea. Y entonces comparan, ven, y dicen, algo anda mal, y están buscando esa mujer perfectamente maquillada que nunca se le cae un solo pelito y todo está bien. Y no la van a encontrar porque ella se pasó 8 horas con maquilladoras profesionales para que se vea tan bien en la televisión.

De paso, cuántas veces hemos visto esas artistas de cine cuando están haciendo sus compras el sábado por la mañana, que las agarran ahí, y uno dice, Angelina Jolie, oh Dios mío, no, no puede ser. Y es simplemente la vida es la normalidad también. Y tenemos que prepararnos para eso en cualquier área, trabajo, amistad, y la iglesia también. La iglesia tiene sus momentos.

Hay mucha gente que lo que le gusta es la novedad y desde que entra a una iglesia el reloj está corriendo. Cuando ya dejaron de saludarlos cada domingo que vienen, y el pastor no corre detrás de ellos, y no son la gran cosa cuando llegan a la célula, ya, olvídese, a los 6 meses están inquietos, buscando la próxima adrenalina, el próximo lugar, el próximo pastor que los tongonee y los visite. Es la normalidad.

Una iglesia tiene su momento gran bendición, gozo tremendo, un concierto, una comida excelente, pero la mayoría de las veces, es normal. Vive la vida de tu congregación, disfruta de ella. No pienses como que hay algo mal que está pasando. Lo que digo, gente que siempre está buscando la novedad, no pueden lidiar con la normalidad.

Otra cosa, ya lo he dicho y no me voy a detener mucho en eso, que en un matrimonio uno crece a través de las imperfecciones, los conflictos, la disciplina del matrimonio, al tenerse uno allí, por una palabra, un compromiso, una decisión que uno hizo, y así uno aprende a sujetar las emociones. Las emociones no te controlan, tu las controlas a ellas. Tu vives por principios no por emociones. Un hombre, una mujer nunca llega a la altura necesaria a menos que no aprenda a vivir por principios. Si las emociones, los apetitos te gobiernan tu vida, no vas a tener éxito en nada.

El hombre, la mujer de Dios es una persona que vive conforme a los principios, la disciplina de la vida y cuando vienen las imperfecciones, los conflictos, los sujeta a la palabra de Dios y los trabaja. En ese proceso crece y desarrolla el carácter de Cristo Jesús.

Todas esas imperfecciones de la vida cristiana y de la convivencia cristiana así como del matrimonio son diseñados por Dios para crear carácter en nosotros. El que echa un pie cuando la cosa se pone difícil, nunca crea carácter, nunca crece porque es como que si te ponen a hacer un ejercicio, y tu a los 2 minutos estás ya un poquito cansado, por eso es que la gente deja de hacer ejercicios, compran las máquinas y a los tres días no la están usando porque hay que mantenerse hasta que la cosa cambie, hasta que se dé el desarrollo.

Todas estas cosas son diseñadas para que crear en nosotros carácter, formación y mantenerse uno allí hasta el último momento.

Lo último que digo acerca del matrimonio y de la iglesia. Cuidado con las comparaciones. Qué quiero decir con eso? Hoy en día, los consejeros de matrimonio lo avalan esto que voy a decir, cuando usted vivía en su aldeíta en Guatemala, en El Salvador, en República Dominicana, usted tenía solamente un grupito bien limitado de gente con quien comparar. Los hombres siempre veían la misma indita, el grupito en la aldea, la misma persona y todo el mundo iba a la tierra a trabajar pero cuando vino la televisión, y nos movimos a las ciudades, usted siempre está comparando. En su trabajo usted está comparando al hombre que levanta pesas con su esposo que tiene las piernas flacas o lo que sea. Y él compara a la secretaria bien maquilladita, bien preparada y todo esto, con su esposa que dejó en la casa con los rolos y todas las cosas. Siempre estamos comparando y pensando, guau, si yo hubiera sabido, si hubiera tenido la oportunidad antes.

Siempre estamos comparando. Tenga cuidado con las comparaciones. Porque yo les aseguro, dice en inglés que la grama siempre se ve más verde del otro lado. Usted ha visto, hay grama que se ve preciosa, tupidita y usted va y se acerca y tiene hoyos como la suya también. Y así pasa, la gente hace comparaciones y siempre estamos comparando porque el mundo moderno ofrece muchas más oportunidades para comparar que en nuestros tiempos.

Mire, reprima esa tentación a comparar. Diga siempre todo el mundo tiene problemas, todo el mundo tiene imperfecciones y si tu te vas detrás de aquél o aquella porque parece que te ofrece una oportunidad mejor, mira cuando te metas allá vas a descubrir que estás en el mismo lío. Después que se pasó la adrenalina es lo mismo. Deje de comparar. No entretenga esa tendencia nuestra de comparar.

Y así pasa con las congregaciones y los predicadores. Oh, si mi pastor usara una corbata como ese que está allí. Mire esos zapatos de 800 dólares. Dale los 800 dólares para que se los compre. Míralo que bien, como predica cosas prácticas y como me afirma a través de la televisión. Ah, y entonces comenzamos a comparar y cuando vamos aquí a la iglesia el domingo, vemos al pastorcito, nos parece un renacuajo.

O vamos a una iglesia y vemos a fulanito, ese pastor me gusta. Esta gente sí tienen esto, tienen lo otro. Allí sí que se mueve el espíritu. Y ya comienza la raíz de la traición a meterse en nuestro corazón.

Y por eso es que hay tanta gente descontenta, porque siempre estamos comparando. A mí me encanta que la gente vaya a otras iglesias, usted saben bien que nunca he puesto trabas a eso, pero vaya con la actitud correcta y no compare. Si hubiera una comparación, véala en una forma objetiva y déjela correr, así mismo en su matrimonio.

Otros elementos que no tienen que ver necesariamente con el matrimonio son importantes. Elementos importantes en la relación con una congregación. Ya hemos señalado la mayoría de estos: la fidelidad y la lealtad. Tenemos que ser fieles a nuestra congregación, tenemos que ser leales a nuestra iglesia.

La gente siempre piensa, bueno, el pastor tiene que ser leal a mí. Los diáconos, los líderes tienen que ser leales a mí, pero tu eres fiel y leal a tu congregación? Has hecho un voto de permanencia con tu congregación? Cómo tu hablas de tu congregación? Cómo hablas tu de tu esposo o de tu esposa ante tus amigos? Y aún ante tu mamá y tus familiares? Hay cosas que el esposo, la esposa nunca debe de su esposa con quien sea, con Dios solamente, porque son cosas íntimas, con cosas personales que atañen a su identidad y a su honor.

Y así pasa la gente muy fácilmente habla de sus pastores, sus iglesias y no tiene cuidado de la fidelidad y la lealtad que se le debe, y además que nos es dañino a nosotros espiritualmente. Así que es bien importante.

Yo le digo a la gente, mira, si hay resentimiento en tu vida hacia tu pastor o tu iglesia, o hay un sentido de amargura, huye por tu vida, no te quedes, porque te estás dañando. Ese rencor, esa amargura, ese resentimiento, esa mala palabra hacia tu iglesia es una uña que crece hacia adentro y te hinca la carne espiritualmente. Límpiate de eso. Límpiate de cualquier tipo de resentimiento como el ministerio en el cual trabajamos, con la gente con quien trabajamos. Eso es dañino en el espíritu. Tenemos que limpiarnos de eso, ser fieles.

Cuántos pueden decir amén? Es bien importante. Sujeción a la autoridad, es muy importante. En el matrimonio hay elementos de autoridad y también lo debe haber en la iglesia. Sujétate a tus autoridades. Si son autoridades legítimas, respétalas, ámalas, obedécelas en todo lo que sea bíblico y del Señor.

La iglesia tiene que funcionar conforme a principios de autoridad. La iglesia no es una democracia. Lamento decirles, tiene elementos congregacionales, no es una autocracia tampoco, pero es una relación mucho más compleja que una democracia. Y hay momentos que serán decisiones con las cuales tu no estás de acuerdo y tu tienes que bajar la cabeza, si están dentro de un parámetro bíblico y encontrar paz en ello y seguir adelante y apoyar las decisiones de tu congregación y tus autoridades.

La convivencia con la iglesia requiere una integración de corazón a la misión, principios y prácticas de nuestra congregación. Si hay divergencia entre lo que la iglesia predica y cree, si hay una separación emocional, teológica, mental entre lo que tu iglesia cree y practica y lo que tu crees y sientes en tu corazón, hay algo allí que no está bien. Cómo andarán dos juntos si no estuvieren de acuerdo?

Tu tienes que unirte a la enseñanza, a la doctrina, a la ética, a la visión de mundo y de Dios de tu iglesia. Se requiere una unidad de espíritu. Donde hay una división, una separación, un desacuerdo esencial, no puede haber convivencia. Y eso es importante.

Una relación correcta con tu iglesia requiere un compromiso financiero. Así como la iglesia tiene un compromiso contigo, hay un compromiso espiritual de integridad, de consistencia. Si tu recibes de tu iglesia apoyo para tu vida, principios que permiten prosperidad en tu trabajo, en tus relaciones humanas, tu matrimonio, tus hijos son bendecidos, tu vida es enriquecida en tantas maneras, tu debes apoyar y cargar tu parte de la carga de tu iglesia. Porque una iglesia tiene muchas compromisos y muchas necesidades y cada creyente, si está unido a su congregación, debe comprometerse financieramente con ella y en una forma estable y confiable para que su iglesia pueda prosperar y hacer todas las cosas que Dios la ha llamado a hacer.

Digan amén fuertemente. Gloria a Dios. Servicio voluntario. Es necesario servir en tu congregación. Si tu no sirves, no sirves. Piensen eso. Hay que servir voluntariamente. Hay iglesias que se han profesionalizado hasta el punto de que todo lo que se mueve hay que pagarle. Yo creo que los siervos son dignos a su salario, eso es cierto, pero hay mucha gente que si usted no le paga no hacen nada. Entonces, las iglesias tienen que tener presupuestos altísimos y yo les digo, resistiré esa mentalidad hasta la muerte.

Yo creo que una iglesia necesita una plataforma sólida de personas que dediquen su vida para ella y hay cosas que una iglesia cuando llega cierto tamaño, necesita un respaldo. Pero nunca se pierda el hecho de que tu tienes que darle al Señor voluntariamente y que Dios te bendice a través de eso. Amén.

Tu eres un siervo de tu iglesia. Cómo estás tu sirviendo en tu congregación? Qué estás dando a tu iglesia? Hay que servir para ser bendecido y mientras uno más le da, hermanos, yo les digo, sinceramente delante de Dios, si yo pudiera trabajar en mi profesión y servir a la iglesia el resto de mi tiempo, eso sería mi preferencia. Pero yo sirvo al Señor, porque el Señor me asignó a ser pastor y tengo que hacerlo porque las demandas de mi ministerio lo exigen. Pero yo quisiera tener una plataforma financiera secularmente y darle el resto de mi tiempo a mi iglesia. Pero eso es imposible dada las responsabilidades.

Cuando dejé mi profesión fue a regañadientes, pero yo creo que lo ideal es que uno desarrolle su forma como Pablo de vivir, y entonces uno le de al Señor. Qué estás tu haciendo? Cómo estás tu sirviendo a tu iglesia? Generosamente. En qué manera te está saliendo del molde? Bien importante. Servicio voluntario.

Apoyo y participación en sus actividades y proyectos. Eso está en un servicio voluntario. Tu debes asistir las vigilias, a las comidas, dentro lo razonable, porque hay muchas cosas que pasan. Hay que estar activo, hay que participar en la vida de la iglesia. Tu no puedes simplemente venir, dar dinero e irte a tu casa, ni siquiera eso es suficiente. Tienes que integrarte a la vida de tu iglesia.

Qué se debe esperar de una congregación? Un espacio para adorar, compartir la vida cristiana y crecer espiritualmente. Cosas bien profundas, no voy a tener tiempo para desarrollarlo. Cuando digo espacio, no me refiero a lo físico, aunque eso es, un espacio virtual, una oportunidad, un ambiente, una dimensión, un ámbito donde la persona puede crecer. Una iglesia buena se supone que le provea a la gente un medio donde pueden vivir.

Lo que quería decir con esta parte final es que si una iglesia te está proveyendo esto está bien, merece tu respaldo. Un espacio para adorar, compartir la vida cristiana y crecer espiritualmente.

Número dos, una iglesia debe proveer integridad en el liderazgo. Si una iglesia no te provee esto, tienes todo el derecho de irte de ella. Y cuando digo integridad en el liderazgo, comenzando conmigo, para abajo, comportamiento moral, debe haber una integridad moral, de carácter, de comportamiento en la vida cristiana.

Los siervos de Dios deben reflejar los mejores valores del Reino de Dios. Esa es la gran carga del ministerio, hermanos, el gran peso que lleva un hombre, una mujer que sirve a Dios. Tiene que ser igual o mejor que sus feligreses y ejemplificar los mejores valores del Reino de Dios en todas las áreas.

Debe haber buen trato de la feligresía, no abuso, no explotación, no manipulación, sino un trato cuidadoso de las almas. Y debe haber justicia y equidad no trato preferencial. El rico y el pobre son igual delante de Dios. El altamente educado y el poco educado son iguales delante de Dios. Una de las cosas más me molesta es cuando la gente me acusa de vez en cuando lo hacen, de ser un ministerio elitista. Oh, que solamente los profesionales en León de Judá… eso es una mentira del diablo. Si usted analiza nuestra iglesia, nuestra vida como iglesia, nosotros apreciamos al pobre y al pudiente igualmente, al educado y al no educado.

Yo siempre he dicho que yo he tenido que deshacerme del 80% de mi educación para ver el rostro del Señor. Yo no adoro la educación ni la entronizo. La educación es buena pero es la unción de Dios y los valores del Reino de Dios los que dan el éxito. Así que siéntase afirmado.

Nuestra iglesia nunca le dará preferencia a nadie. Yo amo, amo, amo a la gente humilde y los ricos necesitan a la gente humilde. Amo, amo, amo a la gente no educada porque a la gente altamente educada necesita la gente de la tierra. La educación pervierte y deforma muchas veces la sensibilidad humana. Y a veces hay que volver a la tierra, hay que tomarse un cafecito con la viejita sin dientes que ha servido al Señor 80 años y sentarse a sus pies y aprender de ella. Yo valoro eso tremendamente.

Hay justicia y equidad. Una iglesia necesita enseñanza bíblica y ortodoxa. Si tu iglesia apartó de la fe una vez dada a los santos, huye por tu vida. Si hay buena enseñanza, una plataforma bíblica sólida, está bien, para eso es que la iglesia existe. Eso es la expectativa, tiene que haber.

Compañerismo y comunidad, tiene que haber oportunidades para vivir la vida cristiana juntos, compartir la fe, amarnos unos a otros. Busque comunidad, no venga y te vayas. No, ven los miércoles, ven a las reuniones de grupos pequeños, haz amigos y una iglesia debe proveerle a la gente esas oportunidades.

Nosotros tratamos, hacemos todo lo posible por proveerle a la gente oportunidades de romper con el tamaño y de buscar un lugar, un grupo de hermanos con los cuales tu te identifiques en tu vida espiritual.

Y finalmente, debe proveerle oportunidades para crecimiento y servicio. Una iglesia buena le provee a la gente oportunidades donde puedan encontrar su llamado, sea sirviendo en una célula, en el ministerio de hujieres, ministerio de diáconos, enseñando a los niños, enseñando una clase de discipulado, limpiando la iglesia, como diácono, como maestro, debe haber oportunidades. Las hay.

Servir no quiere decir que el pastor te permite pasar aquí al frente y orar delante de la congregación. Mucha gente cree que eso es una oportunidad de servicio. No, es servir cuando nadie te ve. Darle pan al pobre. Hay gente aquí en la iglesia que va los sábados y le da comida a los deambulantes en la calle. Eso es servir al Señor. Nadie los ve pero están haciendo la obra del reino.

Finalmente, una buena iglesia provee entrenamiento para crecer y servir. Te prepara en tu llamado para que tu sirvas al Señor. Esas clases de discipulado están diseñadas para preparar siervos y muchas otras maneras para crecer y servir.

Entonces, hermanos, si estas cosas están presentes, no hay buscar un divorcio. Si tu matrimonio te está dando lo que fue diseñado para dar, no estés por allí buscando una faldita nueva o un pantalón nuevo. Eso es la vida cristiana.

Hemos hecho de la vida congregacional una cosa como espectacular y estamos buscando cosas irrazonables y por eso la gente vive en este frenesí de buscar una iglesia y viven de un sitio a otro buscando la iglesia idónea. No hay tal cosa. Lo que se necesita son pan, leche, comida sólida, amor, compañerismo, oportunidad de servicio.

Si tu iglesia te da eso, descansa, sírvela y Dios te bendecirá y crecerás y serás un hombre, una mujer saludable en Cristo Jesús. Amén.

Póngase de pie. Reciba esta palabra del Señor, recíbala en su espíritu y vamos a prometernos ser gente fiel en el Señor. Yo sé que es una palabra fuerte quizás, no sé, pero creo que es una palabra bíblica, amén, yo me la tengo que aplicar a mí mismo como mi responsabilidad como su pastor, los líderes de la iglesia también. Pero Dios quiere iglesias sanas, iglesias sencillas, iglesias saludables, iglesias sólidas, gente fiel. Si eso está allí es la gloria de Dios en la tierra.

Padre, ayúdanos a ser hombres y mujeres idóneos, fieles, que te honremos en todo lo que hacemos. Que esta iglesia, Padre, ejemplifique lo que hemos declarado. Esta es una palabra profética, Señor, que yo declaro sobre las raíces mismas de esta congregación. Y que estos valores imperen en esta iglesia hasta que Cristo venga.

Queremos ser un ejemplo de integridad y de fidelidad. Te entregamos esta palabra, la recibimos en nuestros corazones, la hacemos nuestra. Ten misericordia de nosotros y ayúdanos a vivirla todos los días de nuestra vida. Bendigo a tu pueblo y declaro sobre tus hijos y tus hijas la bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén, y amén. Dios les bendiga, mis hermanos, la gracia del Señor sea con ustedes.

Aleluya! Somos el pueblo del Señor. Estamos aquí para llevar su palabra a todas las naciones. Aleluya!

Este sermón es parte de esta serie de sermones que he estado predicando, tratando de esclarecer y aclarar cuáles son los fundamentos de nuestra iglesia, qué es lo que somos, qué creemos, por qué somos como somos y aclarar las ambigüedades y las cosas que a veces no se definen porque pocas veces los pastores tienen la oportunidad de desarrollar este tipo de meditaciones. No es una meditación como un sermón que se presta al gloria a Dios, Aleluya! Pero sí yo creo que nos invitan a pensar, bíblica, teológicamente, y a conocer aspectos de nuestra vida como iglesia y como individuos también.

Yo creo que entre los temas que hemos discutido, este tema de cómo yo pienso que debe ser la relación entre usted y su iglesia, congregación León de Judá en este caso, pero cómo debe ser la relación de cualquier creyente con su iglesia. Y cuál debe ser la relación de la iglesia con el creyente, cuáles son los deberes, responsabilidades, cuáles son los privilegios, cuáles son las expectativas. Hay muchas expectativas irrazonables y a veces injustas y exageradas del rol de la iglesia. A veces quizás tenemos una expectativa muy baja, inclusive, del rol de la iglesia, de nuestra relación con nuestra iglesia.

Y yo quiero aclarar un poco acerca de eso, para que ustedes entiendan lo que yo creo que debe ser la relación de un feligrés con su iglesia, en un tiempo donde hay tanta diferencia de opiniones y tanto frenesí, gente yendo y viniendo, saliendo y entrando de las iglesias.

De nuevo, siempre me curo en salud y digo que cualquier similitud con gente viva o muerta es pura coincidencia, no estoy tirándole indirectas a nadie, no estoy vengándome de nadie ni nada por el estilo, por favor, relájese y escuche esto porque está desarrollando en un espíritu de oración pastoral, deseo de edificar y bendecir a mi congregación y con nadie en mente. Digo eso simplemente para que estemos tranquilos porque esto nos aplica a todos.

Hay un pasaje que escogí casi al azar de la Escritura porque la Biblia, en la medida en que en el Nuevo Testamento la iglesia se estaba desarrollando todavía su identidad, como institución, apenas vemos algunas pinceladas de lo que llegaría a ser la iglesia después de dos mil años de desarrollo hasta nuestros tiempos. Pero sí hay momentos que nos enseñan que los primeros creyentes comenzaron a congregarse en grupos, tipo sinagoga, tipo iglesia local donde se reunían los creyentes para hacer las cosas que se hacían en una sinagoga judía, predicar, tener compañerismo, tener enseñanza práctica acerca de la vida, adorar al Señor, orar juntos, practicar los rituales de la fe, todas estas cosas. Y los cristianos transfirieron esas costumbres y rituales a su propia vida ahora como judíos cristianos, y es lo que veo muchas veces en las páginas de la Escritura.

A través de los siglos la iglesia ha ido adquiriendo todo un aparato mucho mayor que eso, oficiales, obispos y vemos allí diáconos y pastores y maestros, y profetas, y todo este tipo de cosas, fue añadiendo diferentes componentes a lo que hoy en día se entiende por la iglesia.

Pero, por ejemplo, mire cuál eran las cualidades de la vida de los creyentes en el libro de los Hechos, en el Capítulo 2, versículo 44, dice:

“…Todos los que habían creído estaban juntos – una de las cosas que provee una iglesia es comunidad, coinonía, compañerismo - …estaban juntos y tenían en común todas las cosas… - había un compartir juntos los bienes y las bendiciones – … y vendían sus propiedades y sus bienes y los repartían a todos según la necesidad de cada uno… – esto no es necesariamente prescriptivo o normativo, sino que en ese momento de efusión, de una manifestación poderosa del Espíritu Santo los creyentes fueron movidos a entregar sus bienes, vender, muchos de ellos, no todos, era algo como excepcional y no se nos dice aquí que eso es lo que uno tiene que hacer siempre. Ahora, si usted lo quiere hacer y donarlo para el templo, gloria a Dios, llaves de la casa se reciben, títulos de carros. Ellos hacían esto.

“… según la necesidad de cada uno… – pero aquí está lo importante, dice en el versículo 46, – … y perseverando unánimes cada día en el templo – porque era el lugar de reunión. Una iglesia tiene un lugar de congregación. Hay cristianos por allí que son llaneros solitarios y su templo es a veces la televisión, el último evangelista que hay en el aire, el último popular, el último grito de la moda, ese es su pastor y ese es su iglesia y ellos creen en Jesucristo pero no creen en la iglesia. Desgraciadamente el Señor dejó su iglesia y su iglesia como un cuerpo de hombres y mujeres invisible y eterno, pero también una comunidad. La vida cristiana se comparte en comunidad y no hay tal cosa como un cristiano una isla sola. El cristiano desarrolla su identidad a la luz de su vida en comunidad y todo lo que esa vida permite y evoca.

“…perseverando unánimes cada día en el templo y partiendo el pan en las casas comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, adoración, teniendo favor con todo el pueblo, testimonio, y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos…”

Evangelismo, conquista, sembrar la palabra del Evangelio en la sociedad que es conmovida al ver la vivencia. Una de las cosas que yo no señalo aquí en la presentación, uno de los atributos de la iglesia es que se supone que sea para mí, pero eso lo dejé, porque es profundo pero no viene al caso necesariamente. Nosotros se supone que vivamos ejemplificando lo que es una sociedad justa, una sociedad como Cristo la diseñó en el jardín del Edén. Esa es nuestra aspiración. Tenemos que manifestar eso y somos un testimonio vivo al mundo que al ver nuestra vida excelente, y viendo los valores del Reino de Dios, son conmovidos y son convencidos de que Cristo quién él dice que él es.

Así que una de las cosas que hace una buena congregación es ejemplificar los valores del Reino de Dios según Dios los destinó antes de la caída. Pero eso es algo personal y podríamos desarrollarlo mucho más pero hay mucha carne allí.

Yo quiero hablar específicamente, cuál es tu relación con tu iglesia, con tu congregación. Más específicamente cuál debe ser nuestra relación con nuestra congregación y sus autoridades, los pastores, los diáconos, los líderes de los diversos ministerios, cómo te debes tu relacionar con ellos, cuál debe ser esa relación entre nosotros.

Fíjese, a mí me agrada mucho, encuentro mucho beneficio en comparar nuestra relación con nuestra iglesia con la relación matrimonial. Gloria a Dios, hay una hermana que sabe de qué estoy hablando. Sí me ayudó mucho mientras trabajaba este sermón y meditaba en él aquí y allí, que se me ocurre que, de nuevo, usar la metáfora del matrimonio que me parece más elegante que una gallina o un gallinero, pero se le puede sacar mucho provecho a usar la metáfora, la imagen de un matrimonio. Cómo debe ser nuestra relación con nuestra congregación? Vamos a ver qué provecho le sacamos a esa idea de nuestra relación con nuestra iglesia como un matrimonio.

Número 1, recuerdas, hermano, hermana, cuando un día lleno de ilusiones, muchas de ellas que fueron destruidas inmediatamente que comenzaste la vida matrimonial, tu le dijiste, hasta que la muerte nos separe, y bien lo dijeron, hasta que la muerte nos separe. Una de las cosas acerca del matrimonio que es para toda la vida. Amén. Y nos casamos con la idea de en prosperidad y en tristeza, para todas las cosas que ustedes saben, en enfermedad y en salud, en todo lo que la vida y en todo lo que quita seréis fiel el uno al otro, marido y mujer, tantas veces que lo he dicho, que ya casi me lo sé de memoria.

Pero una de las cosas serias acerca del matrimonio es que es para toda la vida. Es un compromiso terriblemente serio y solemne. Y por eso se hace en comunidad y se hace ante la gente y ante los familiares y los amigos, y a veces se publica en los periódicos y se firma un contrato, en un sentido, un pacto, y se sella para que tenga vigencia y tiene peso legal inclusive. Porque hay que amarrarse con todas las cadenas que uno pueda para no salirse a veces de él.

Pero es a largo plazo, y eso tenemos que recordarlo, hermanos. Si la gente entendiera que la cuestión del matrimonio no es asunto de pasión o emoción, sino que es un acto de la voluntad, es una palabra que tu le das, es un voto, es un pacto que tu haces con un hombre o una mujer, de compartir la vida juntos. Y tu te inviertes en él o ella en ti, y es una compenetración total del ser, es un misterio dice el Apóstol Pablo, como Cristo con su iglesia.

El matrimonio es algo bien profundo. Pero a mí me gusta la idea de que de esa misma manera el compromiso con una iglesia debe ser a largo plazo, por lo menos, no necesariamente yo no voy a decir, hasta que la muerte te separe, porque hay muchas cosas por las cuales yo creo que es legítimo uno… a veces llegó el tiempo del Señor para no estar en un lugar. A veces Dios verdaderamente te movió de un sitio a otro. Hay veces que estuviste en una relación abusiva con una iglesia, una congregación y tienes que escapar por tu vida. Hay veces que hay herejía que se está enseñando en una iglesia y tienes que huir por tu salud espiritual.

Hay muchas razones legítimas para romper el vínculo con una congregación, pero yo creo que cuando nosotros establecemos una relación de membrecía con una iglesia, de compromiso con una iglesia, si la hemos examinado bien, hemos estado tiempo en ella, hemos encontrado razones legítimas para hacer hermandad con una comunidad, debemos decir, ¿Sabe qué? Esta es mi iglesia y yo voy a hacer todo lo posible para mantenerme en relación íntima con ella y voy a pasar los tiempos malos y los tiempos buenos con ella.

Hay gente que solamente está esperando a que venga un vientecito malo para echar un pie e irse a otra iglesia. Y cualquier cosa que pasa de una vez… no un sentido… una de mis quejas acerca del mundo en que vivimos eclesiástico, es que la gente, como en el matrimonio también, han perdido ese sentido de compromiso y de lealtad con su congregación. Hubo un tiempo en que una persona vivía, como yo decía el domingo pasado, en una iglesia y moría en esa iglesia.

Hoy en día, todo el mundo está moviéndose, es como un juego de sillas. Está todo el mundo dando vueltas y cuando terminó la música todo el mundo está buscando una silla donde sentarse. Y así hacemos, todo el mundo está corriendo de un lado para otro buscando y cambiamos de iglesia como nos mudamos. Había gente que en su vida pasada en sus países nacían en una casa y se morían en la misma casa. Hoy en día, cuántos podemos decir eso? Nos hemos mudado como 800 mil veces, diferentes ciudades, diferentes países, diferentes vecindarios.

La vida moderna es una vida de un gran frenesí. Eso se ha traducido a la iglesia, a la pertenencia de una iglesia. Yo creo que hay salud y bendición en un compromiso a largo plazo con una iglesia. Amén. Así que recuerde eso. El compromiso con una congregación debe ser en todo lo posible, con un nivel de permanencia, una mirada hacia la permanencia y el compromiso a largo plazo. En eso hay salud y hay bendición.

En segundo lugar, yo creo que la relación de la iglesia es como en un matrimonio. Un matrimonio fue diseñado para reflejar la unidad de Dios dentro de su diversidad. Esto es profundo teológicamente, pero Dios es una Trinidad, tres personas en un solo Dios, un misterio. Dios es un Dios complejo que lo masculino y lo femenino están unidos en su persona. Dios es tremendamente masculino cuando conquista, cuando crea, cuando legisla, pero también es femenino cuando ama, cuando perdona, cuando nutre, cuando acoge y abraza.

Dios une, lo que nosotros llamamos, masculino y femenino. Dios no entiende de esas cosas, no que no entiende, pero él es más que eso, y es todo eso. Pero Dios es infinitamente complejo y su Trinidad en unidad es algo misterioso.

Yo creo el hombre y la mujer en su diferencia y al unirse en una sola carne y al ejemplificar a través de una vida de conjunto, de compañerismo, complemetaridad, colaboración y siendo diferentes pero también uno, ejemplifican la unidad de la Trinidad. Cuántos pueden decir amén a lo que estoy diciendo? O ya se les voló la tapa de los sesos y dicen, no, el pastor está demasiado poético.

Yo creo que el matrimonio se supone que ejemplifica esa unidad de Dios dentro de su complejidad y su diversidad. Y así pasa en una iglesia también, donde nosotros somos diferentes temperamentos, culturas, naciones, colores, diferentes niveles socio económicos, pero ejemplificamos la unidad del cuerpo de Cristo. Amén. Somos uno en Cristo Jesús, un solo cuerpo, un espíritu, un bautismo, un solo Dios y Señor, una sola palabra que nos une, una sola doctrina.

Y una iglesia es así. Una iglesia es algo muy diverso pero se supone que haya unidad y ejemplifique esa unidad en la complejidad y en la diversidad. Y recuerde eso, no todo el mundo va a pensar como usted. Los líderes no van a pensar como usted, quizás usted va a estar escuchando al pastor diciendo, somos como una gallina, y dice, no, pero yo soy un águila. Pero dele un poquito de humor a él y déjelo que él piense así. En la diversidad hay enriquecimiento. Piénselo, véalo de esa manera y después regrese a su forma de pensar, quizás un poquito más estirado. Pero hay diversidad en una clase de discipulado, hay diversidad en una célula. Pero en eso somos enriquecidos y aprenda a ver el mundo a través de los ojos de otra persona por un momento y regrese después a su perspectiva porque eso le va a ayudar a usted también. Tolere la diversidad.

A veces habrá momentos en que la iglesia está yendo en una dirección diferente a lo que usted cree o una célula, o un grupo. Vaya y examine, guárdelo en su corazón, ore, y deje que el Señor vaya aclarando las cosas. Pero el matrimonio, como la iglesia, refleja unidad dentro de la diversidad.

Otra cosa también, yo creo que el matrimonio fue diseñado por Dios, les estoy dando dos por uno a ustedes, de paso, una sobre matrimonio y sobre la iglesia. Gloria a Dios. No le voy a cobrar por la primera parte. Dos sermones en uno.

Para reflejar el verdadero amor, el matrimonio está diseñado para reflejar lo que es el amor. Como yo decía, el amor no es pasajero, el amor no busca lo suyo, no es jactancioso, no echa un pie cuando la cosa se pone fea, tolera, perdona, ama, acepta, confía en el futuro, tiene esperanza de que las cosas serán mejores aunque no se vean tan bien. Ve lo bueno en el otro aunque todavía el otro no lo manifieste.

El verdadero amor va más allá de las emociones. El verdadero va más allá de la biología. El verdadero amor permanece, véase Primera de Corintios, Capítulo 13. En el matrimonio se supone que se refleje el verdadero amor de Dios y en la iglesia es igual.

Si tu estás en la iglesia por lo que la iglesia te da a ti, eso no es amor por tu iglesia. Tu tienes que decir, ok, qué puedo yo dar, como dijo John F. Kennedy, no pienses en lo que tu iglesia puede hacer por ti, piensa en lo que tu puedes hacer por tu iglesia.

Mucha gente viene a la iglesia con una actitud de que me den, son consumidores. Hoy en día, más que nunca la gente viene a la iglesia con una mentalidad consumista. Qué me van a dar? Si no tienen un buen programa, el mejor programa en la ciudad de cuidado de niños, lo siento mucho, dónde está? Ah, bueno shop around. Si no tienen esto, si no tienen lo otro… qué me dan? Qué me dieron? Qué me suplieron?

Son catadores de vino. Y qué tal te pareció el sermón del pastor? Ay, no me gustó, estaba demasiado salado, demasiado fuerte. Ay, sí, es cierto, el pobre, hay que orar por él. Somos consumistas muchas veces. Siempre estamos pensando qué me puede dar a mí la iglesia. No, yo creo que cuando tu vienes con esa idea de darle a los demás, oh, que no me llamaron, estuve en el hospital y no me llamaron. Estuve tres semanas fuera y nadie me llamó. Hey, cuándo llamaste tu a alguien? Llama a alguien, dile, estoy enfermo, oren por mí. Sobórnalos, les voy a hacer una comida para que vengan y me visiten. Pero toma iniciativa.

Hay mucha gente que está pensando qué me van a dar, qué me tienen que dar. ¿Sabe qué? La persona más poderosa y más bendecida es la persona que da antes de recibir. No sea consumidor, sea un dador y tu verás cómo recibirás más y más. La llave a la bendición y a la provisión es cuando tu das, olvídate de ti mismo y Dios se acordará de ti. Apunte eso para que no se le olvide.

Se un dador, se generoso. Refleja el verdadero amor que da y no espera nada. El matrimonio fue diseñado para ayudarnos a crecer y a superarnos. Esa criatura que Dios puso ahí al lado tuyo, por la mañana, a las 5 de la mañana, – no es mi esposa, de paso. Ella es hermosa desde que se levanta hasta que se acuesta y mientras duerme también. Estoy hablando de ustedes no de nosotros. Me cubro en salud porque sino usted sabe. – Pero la idea es que en esa lucha cuerpo a cuerpo, a veces bien cerrada, hay bendición, hay crecimiento.

Yo creo que Dios diseñó el matrimonio, entre otras cosas, como un ejercicio para ser más como Cristo. ¿Sí o no? Diga gloria aunque sea para hacerme creer que dije algo bueno. Hay una bendición, porque si todo fuera un lecho de rosas y no hubiera nada que perdonar, tolerar, no hubiera que ser paciente, visión a largo plazo, gozo en la diferencia, usted no crecería en el matrimonio.

Yo digo que el matrimonio es como una adivinanza que Dios nos ha dado para que en el proceso de resolverla, desarrollemos conocimiento y entendimiento. Entonces, la iglesia es muy parecida porque por eso es que yo digo, que no se puede crecer espiritualmente si no es en comunidad. La iglesia es un mecanismo que Dios diseñó para que por medio del forcejeo unos entre otros, y la tolerancia del que desafina cuando estás cantándole al Señor, y te está sacando de la tonada que tu quieres tener, y el hermanito que se puso de pie en el momento que tu estabas tratando de ver a la cantante, y esto y lo otro. Todo eso es parte del proceso que Dios usa para desarrollar las virtudes del Evangelio en nosotros.

No es solamente cuando todo va bien, sino lo maravilloso de la vida cristiana es que en las luchas, en las dificultades, los conflictos, los desazones, las decepciones, las traiciones, en todas esas cosas, si tu te agarras del Señor, y lo ves a través de los lentes de la palabra, tu vas a crecer y vas a ser bendecido. Así que no eches un pie cuando la cosa se pone difícil, dile, Señor, gracias porque a través de esto yo voy a ser más como Cristo y ve el propósito secreto de Dios en las luchas y en las dificultades de la vivencia cristiana.

Yo les digo, hermanos, no se crece si no es a través de la desazón. La gente cree que cuando viene dificultad, oh, no, Dios no está aquí, me voy a echar un pie. No, quizás es cuando Dios está trabajando y es una oportunidad para tu desarrollar carácter cristiano. La gente que está echando un pie de un sitio a otro cuando la cosa se pone fuerte en una iglesia, nunca crece, como en el matrimonio también.

Si tu echas un pie desde que la cosa se puso un poquito color de hormiga, nunca vas a desarrollar carácter. Y olvídate que vas a encontrar un hormiguero más grande todavía cuando te vayas a otro lugar. Eso es así. Uno tiene que resolver las cosas en una forma legítima para entrar a la próxima etapa de la fe.

Parece que alguien se reconoció en algo que yo dije. Por eso yo digo, que en el matrimonio nos mantenemos en las buenas y en las malas. Haz un compromiso con tu congregación, haz un voto de permanencia. Llueva, truene o ventee mantén tu relación con tu iglesia.

Ahora yo voy a hablar después acerca de que hay situaciones en que quizás es legítimo, yo digo, pero en todo lo posible mantén tu compromiso con tu iglesia en todas las circunstancias.

Otra cosa acerca del matrimonio, en el matrimonio hay momentos de pasión pero también de normalidad y monotonía. No diga amén para que no revele nada. Pero el que se casa creyendo que el matrimonio va a ser una luna de miel perpetua, mire, el que vive así se le quema el sistema nervioso rápido. Dele a gracias a Dios que no es así. Es más, yo creo que la belleza del matrimonio se manifiesta ‘más en la normalidad de la vida.

Y déjenme decirle algo, yo creo que ese es el secreto del éxito también, en cualquier área de la vida. Porque para mí, el reto más grande para un individuo es vivir en la monotonía y la normalidad de la vida. No es tanto los momentos en que la adrenalina está por el cielo y tu levantas un carro con una sola mano porque estás lleno de adrenalina, sino es cuando tu tienes que vivir la vida allí. Te levantas por la mañana, dudas de tu salvación y todo está malo, está lloviendo allá afuera, pero tu te vas a tu trabajo, te pones tu ropa, te montas en tu carro, prendes la calefacción y pones a Marcos [inaudible] o a quien sea para calentarte un poquito y te vas a tu trabajo, metes 8 horas, regresas a tu casa, te comes el arroz con habichuela que te hizo tu esposa y ves un programa de televisión o mejor todavía, oras o vas a la iglesia, y te acuestas a dormir y mañana haces lo mismo otra vez.

En ese contexto, y por eso es que hay mucha gente que fracasa en la vida, y tiene problemas porque no saben lidiar con la normalidad. Yo les diría que la vida humana es 90 % tedio y 10% excitación y gozo. Algunos dirían, guau, que visión más pesimista tiene el pastor. Pero francamente yo encuentro belleza en la normalidad de la vida.

Y el matrimonio es así, habrá momentos en que la luna estará llena y habrá violines detrás de ti, y la pasión te inundará, gloria a Dios. Aleluya! Pero también hay momentos de simplemente vivir la vida con tu esposa, y darle gracias al Señor porque tienes una compañera, un compañero. Los dos están haciendo viejos juntos, desarrollando arrugas juntos y están aprendiendo y tomaditos de la mano caminan por el camino de la vida. Amén.

Y ustedes se han dado una palabra el uno al otro de ser fieles. Y en eso hay una gran bendición. Haya tormentas, haya rayos y centellas, gloria a Dios, de bendición y excitación, pero también de normalidad en la vida. Y mucha gente echa un pie porque cuando llega la normalidad se asustan y dicen, oh, algo pasa. Eso no es lo que yo veo en las series de televisión o lo que sea. Y entonces comparan, ven, y dicen, algo anda mal, y están buscando esa mujer perfectamente maquillada que nunca se le cae un solo pelito y todo está bien. Y no la van a encontrar porque ella se pasó 8 horas con maquilladoras profesionales para que se vea tan bien en la televisión.

De paso, cuántas veces hemos visto esas artistas de cine cuando están haciendo sus compras el sábado por la mañana, que las agarran ahí, y uno dice, Angelina Jolie, oh Dios mío, no, no puede ser. Y es simplemente la vida es la normalidad también. Y tenemos que prepararnos para eso en cualquier área, trabajo, amistad, y la iglesia también. La iglesia tiene sus momentos.

Hay mucha gente que lo que le gusta es la novedad y desde que entra a una iglesia el reloj está corriendo. Cuando ya dejaron de saludarlos cada domingo que vienen, y el pastor no corre detrás de ellos, y no son la gran cosa cuando llegan a la célula, ya, olvídese, a los 6 meses están inquietos, buscando la próxima adrenalina, el próximo lugar, el próximo pastor que los tongonee y los visite. Es la normalidad.

Una iglesia tiene su momento gran bendición, gozo tremendo, un concierto, una comida excelente, pero la mayoría de las veces, es normal. Vive la vida de tu congregación, disfruta de ella. No pienses como que hay algo mal que está pasando. Lo que digo, gente que siempre está buscando la novedad, no pueden lidiar con la normalidad.

Otra cosa, ya lo he dicho y no me voy a detener mucho en eso, que en un matrimonio uno crece a través de las imperfecciones, los conflictos, la disciplina del matrimonio, al tenerse uno allí, por una palabra, un compromiso, una decisión que uno hizo, y así uno aprende a sujetar las emociones. Las emociones no te controlan, tu las controlas a ellas. Tu vives por principios no por emociones. Un hombre, una mujer nunca llega a la altura necesaria a menos que no aprenda a vivir por principios. Si las emociones, los apetitos te gobiernan tu vida, no vas a tener éxito en nada.

El hombre, la mujer de Dios es una persona que vive conforme a los principios, la disciplina de la vida y cuando vienen las imperfecciones, los conflictos, los sujeta a la palabra de Dios y los trabaja. En ese proceso crece y desarrolla el carácter de Cristo Jesús.

Todas esas imperfecciones de la vida cristiana y de la convivencia cristiana así como del matrimonio son diseñados por Dios para crear carácter en nosotros. El que echa un pie cuando la cosa se pone difícil, nunca crea carácter, nunca crece porque es como que si te ponen a hacer un ejercicio, y tu a los 2 minutos estás ya un poquito cansado, por eso es que la gente deja de hacer ejercicios, compran las máquinas y a los tres días no la están usando porque hay que mantenerse hasta que la cosa cambie, hasta que se dé el desarrollo.

Todas estas cosas son diseñadas para que crear en nosotros carácter, formación y mantenerse uno allí hasta el último momento.

Lo último que digo acerca del matrimonio y de la iglesia. Cuidado con las comparaciones. Qué quiero decir con eso? Hoy en día, los consejeros de matrimonio lo avalan esto que voy a decir, cuando usted vivía en su aldeíta en Guatemala, en El Salvador, en República Dominicana, usted tenía solamente un grupito bien limitado de gente con quien comparar. Los hombres siempre veían la misma indita, el grupito en la aldea, la misma persona y todo el mundo iba a la tierra a trabajar pero cuando vino la televisión, y nos movimos a las ciudades, usted siempre está comparando. En su trabajo usted está comparando al hombre que levanta pesas con su esposo que tiene las piernas flacas o lo que sea. Y él compara a la secretaria bien maquilladita, bien preparada y todo esto, con su esposa que dejó en la casa con los rolos y todas las cosas. Siempre estamos comparando y pensando, guau, si yo hubiera sabido, si hubiera tenido la oportunidad antes.

Siempre estamos comparando. Tenga cuidado con las comparaciones. Porque yo les aseguro, dice en inglés que la grama siempre se ve más verde del otro lado. Usted ha visto, hay grama que se ve preciosa, tupidita y usted va y se acerca y tiene hoyos como la suya también. Y así pasa, la gente hace comparaciones y siempre estamos comparando porque el mundo moderno ofrece muchas más oportunidades para comparar que en nuestros tiempos.

Mire, reprima esa tentación a comparar. Diga siempre todo el mundo tiene problemas, todo el mundo tiene imperfecciones y si tu te vas detrás de aquél o aquella porque parece que te ofrece una oportunidad mejor, mira cuando te metas allá vas a descubrir que estás en el mismo lío. Después que se pasó la adrenalina es lo mismo. Deje de comparar. No entretenga esa tendencia nuestra de comparar.

Y así pasa con las congregaciones y los predicadores. Oh, si mi pastor usara una corbata como ese que está allí. Mire esos zapatos de 800 dólares. Dale los 800 dólares para que se los compre. Míralo que bien, como predica cosas prácticas y como me afirma a través de la televisión. Ah, y entonces comenzamos a comparar y cuando vamos aquí a la iglesia el domingo, vemos al pastorcito, nos parece un renacuajo.

O vamos a una iglesia y vemos a fulanito, ese pastor me gusta. Esta gente sí tienen esto, tienen lo otro. Allí sí que se mueve el espíritu. Y ya comienza la raíz de la traición a meterse en nuestro corazón.

Y por eso es que hay tanta gente descontenta, porque siempre estamos comparando. A mí me encanta que la gente vaya a otras iglesias, usted saben bien que nunca he puesto trabas a eso, pero vaya con la actitud correcta y no compare. Si hubiera una comparación, véala en una forma objetiva y déjela correr, así mismo en su matrimonio.

Otros elementos que no tienen que ver necesariamente con el matrimonio son importantes. Elementos importantes en la relación con una congregación. Ya hemos señalado la mayoría de estos: la fidelidad y la lealtad. Tenemos que ser fieles a nuestra congregación, tenemos que ser leales a nuestra iglesia.

La gente siempre piensa, bueno, el pastor tiene que ser leal a mí. Los diáconos, los líderes tienen que ser leales a mí, pero tu eres fiel y leal a tu congregación? Has hecho un voto de permanencia con tu congregación? Cómo tu hablas de tu congregación? Cómo hablas tu de tu esposo o de tu esposa ante tus amigos? Y aún ante tu mamá y tus familiares? Hay cosas que el esposo, la esposa nunca debe de su esposa con quien sea, con Dios solamente, porque son cosas íntimas, con cosas personales que atañen a su identidad y a su honor.

Y así pasa la gente muy fácilmente habla de sus pastores, sus iglesias y no tiene cuidado de la fidelidad y la lealtad que se le debe, y además que nos es dañino a nosotros espiritualmente. Así que es bien importante.

Yo le digo a la gente, mira, si hay resentimiento en tu vida hacia tu pastor o tu iglesia, o hay un sentido de amargura, huye por tu vida, no te quedes, porque te estás dañando. Ese rencor, esa amargura, ese resentimiento, esa mala palabra hacia tu iglesia es una uña que crece hacia adentro y te hinca la carne espiritualmente. Límpiate de eso. Límpiate de cualquier tipo de resentimiento como el ministerio en el cual trabajamos, con la gente con quien trabajamos. Eso es dañino en el espíritu. Tenemos que limpiarnos de eso, ser fieles.

Cuántos pueden decir amén? Es bien importante. Sujeción a la autoridad, es muy importante. En el matrimonio hay elementos de autoridad y también lo debe haber en la iglesia. Sujétate a tus autoridades. Si son autoridades legítimas, respétalas, ámalas, obedécelas en todo lo que sea bíblico y del Señor.

La iglesia tiene que funcionar conforme a principios de autoridad. La iglesia no es una democracia. Lamento decirles, tiene elementos congregacionales, no es una autocracia tampoco, pero es una relación mucho más compleja que una democracia. Y hay momentos que serán decisiones con las cuales tu no estás de acuerdo y tu tienes que bajar la cabeza, si están dentro de un parámetro bíblico y encontrar paz en ello y seguir adelante y apoyar las decisiones de tu congregación y tus autoridades.

La convivencia con la iglesia requiere una integración de corazón a la misión, principios y prácticas de nuestra congregación. Si hay divergencia entre lo que la iglesia predica y cree, si hay una separación emocional, teológica, mental entre lo que tu iglesia cree y practica y lo que tu crees y sientes en tu corazón, hay algo allí que no está bien. Cómo andarán dos juntos si no estuvieren de acuerdo?

Tu tienes que unirte a la enseñanza, a la doctrina, a la ética, a la visión de mundo y de Dios de tu iglesia. Se requiere una unidad de espíritu. Donde hay una división, una separación, un desacuerdo esencial, no puede haber convivencia. Y eso es importante.

Una relación correcta con tu iglesia requiere un compromiso financiero. Así como la iglesia tiene un compromiso contigo, hay un compromiso espiritual de integridad, de consistencia. Si tu recibes de tu iglesia apoyo para tu vida, principios que permiten prosperidad en tu trabajo, en tus relaciones humanas, tu matrimonio, tus hijos son bendecidos, tu vida es enriquecida en tantas maneras, tu debes apoyar y cargar tu parte de la carga de tu iglesia. Porque una iglesia tiene muchas compromisos y muchas necesidades y cada creyente, si está unido a su congregación, debe comprometerse financieramente con ella y en una forma estable y confiable para que su iglesia pueda prosperar y hacer todas las cosas que Dios la ha llamado a hacer.

Digan amén fuertemente. Gloria a Dios. Servicio voluntario. Es necesario servir en tu congregación. Si tu no sirves, no sirves. Piensen eso. Hay que servir voluntariamente. Hay iglesias que se han profesionalizado hasta el punto de que todo lo que se mueve hay que pagarle. Yo creo que los siervos son dignos a su salario, eso es cierto, pero hay mucha gente que si usted no le paga no hacen nada. Entonces, las iglesias tienen que tener presupuestos altísimos y yo les digo, resistiré esa mentalidad hasta la muerte.

Yo creo que una iglesia necesita una plataforma sólida de personas que dediquen su vida para ella y hay cosas que una iglesia cuando llega cierto tamaño, necesita un respaldo. Pero nunca se pierda el hecho de que tu tienes que darle al Señor voluntariamente y que Dios te bendice a través de eso. Amén.

Tu eres un siervo de tu iglesia. Cómo estás tu sirviendo en tu congregación? Qué estás dando a tu iglesia? Hay que servir para ser bendecido y mientras uno más le da, hermanos, yo les digo, sinceramente delante de Dios, si yo pudiera trabajar en mi profesión y servir a la iglesia el resto de mi tiempo, eso sería mi preferencia. Pero yo sirvo al Señor, porque el Señor me asignó a ser pastor y tengo que hacerlo porque las demandas de mi ministerio lo exigen. Pero yo quisiera tener una plataforma financiera secularmente y darle el resto de mi tiempo a mi iglesia. Pero eso es imposible dada las responsabilidades.

Cuando dejé mi profesión fue a regañadientes, pero yo creo que lo ideal es que uno desarrolle su forma como Pablo de vivir, y entonces uno le de al Señor. Qué estás tu haciendo? Cómo estás tu sirviendo a tu iglesia? Generosamente. En qué manera te está saliendo del molde? Bien importante. Servicio voluntario.

Apoyo y participación en sus actividades y proyectos. Eso está en un servicio voluntario. Tu debes asistir las vigilias, a las comidas, dentro lo razonable, porque hay muchas cosas que pasan. Hay que estar activo, hay que participar en la vida de la iglesia. Tu no puedes simplemente venir, dar dinero e irte a tu casa, ni siquiera eso es suficiente. Tienes que integrarte a la vida de tu iglesia.

Qué se debe esperar de una congregación? Un espacio para adorar, compartir la vida cristiana y crecer espiritualmente. Cosas bien profundas, no voy a tener tiempo para desarrollarlo. Cuando digo espacio, no me refiero a lo físico, aunque eso es, un espacio virtual, una oportunidad, un ambiente, una dimensión, un ámbito donde la persona puede crecer. Una iglesia buena se supone que le provea a la gente un medio donde pueden vivir.

Lo que quería decir con esta parte final es que si una iglesia te está proveyendo esto está bien, merece tu respaldo. Un espacio para adorar, compartir la vida cristiana y crecer espiritualmente.

Número dos, una iglesia debe proveer integridad en el liderazgo. Si una iglesia no te provee esto, tienes todo el derecho de irte de ella. Y cuando digo integridad en el liderazgo, comenzando conmigo, para abajo, comportamiento moral, debe haber una integridad moral, de carácter, de comportamiento en la vida cristiana.

Los siervos de Dios deben reflejar los mejores valores del Reino de Dios. Esa es la gran carga del ministerio, hermanos, el gran peso que lleva un hombre, una mujer que sirve a Dios. Tiene que ser igual o mejor que sus feligreses y ejemplificar los mejores valores del Reino de Dios en todas las áreas.

Debe haber buen trato de la feligresía, no abuso, no explotación, no manipulación, sino un trato cuidadoso de las almas. Y debe haber justicia y equidad no trato preferencial. El rico y el pobre son igual delante de Dios. El altamente educado y el poco educado son iguales delante de Dios. Una de las cosas más me molesta es cuando la gente me acusa de vez en cuando lo hacen, de ser un ministerio elitista. Oh, que solamente los profesionales en León de Judá… eso es una mentira del diablo. Si usted analiza nuestra iglesia, nuestra vida como iglesia, nosotros apreciamos al pobre y al pudiente igualmente, al educado y al no educado.

Yo siempre he dicho que yo he tenido que deshacerme del 80% de mi educación para ver el rostro del Señor. Yo no adoro la educación ni la entronizo. La educación es buena pero es la unción de Dios y los valores del Reino de Dios los que dan el éxito. Así que siéntase afirmado.

Nuestra iglesia nunca le dará preferencia a nadie. Yo amo, amo, amo a la gente humilde y los ricos necesitan a la gente humilde. Amo, amo, amo a la gente no educada porque a la gente altamente educada necesita la gente de la tierra. La educación pervierte y deforma muchas veces la sensibilidad humana. Y a veces hay que volver a la tierra, hay que tomarse un cafecito con la viejita sin dientes que ha servido al Señor 80 años y sentarse a sus pies y aprender de ella. Yo valoro eso tremendamente.

Hay justicia y equidad. Una iglesia necesita enseñanza bíblica y ortodoxa. Si tu iglesia apartó de la fe una vez dada a los santos, huye por tu vida. Si hay buena enseñanza, una plataforma bíblica sólida, está bien, para eso es que la iglesia existe. Eso es la expectativa, tiene que haber.

Compañerismo y comunidad, tiene que haber oportunidades para vivir la vida cristiana juntos, compartir la fe, amarnos unos a otros. Busque comunidad, no venga y te vayas. No, ven los miércoles, ven a las reuniones de grupos pequeños, haz amigos y una iglesia debe proveerle a la gente esas oportunidades.

Nosotros tratamos, hacemos todo lo posible por proveerle a la gente oportunidades de romper con el tamaño y de buscar un lugar, un grupo de hermanos con los cuales tu te identifiques en tu vida espiritual.

Y finalmente, debe proveerle oportunidades para crecimiento y servicio. Una iglesia buena le provee a la gente oportunidades donde puedan encontrar su llamado, sea sirviendo en una célula, en el ministerio de hujieres, ministerio de diáconos, enseñando a los niños, enseñando una clase de discipulado, limpiando la iglesia, como diácono, como maestro, debe haber oportunidades. Las hay.

Servir no quiere decir que el pastor te permite pasar aquí al frente y orar delante de la congregación. Mucha gente cree que eso es una oportunidad de servicio. No, es servir cuando nadie te ve. Darle pan al pobre. Hay gente aquí en la iglesia que va los sábados y le da comida a los deambulantes en la calle. Eso es servir al Señor. Nadie los ve pero están haciendo la obra del reino.

Finalmente, una buena iglesia provee entrenamiento para crecer y servir. Te prepara en tu llamado para que tu sirvas al Señor. Esas clases de discipulado están diseñadas para preparar siervos y muchas otras maneras para crecer y servir.

Entonces, hermanos, si estas cosas están presentes, no hay buscar un divorcio. Si tu matrimonio te está dando lo que fue diseñado para dar, no estés por allí buscando una faldita nueva o un pantalón nuevo. Eso es la vida cristiana.

Hemos hecho de la vida congregacional una cosa como espectacular y estamos buscando cosas irrazonables y por eso la gente vive en este frenesí de buscar una iglesia y viven de un sitio a otro buscando la iglesia idónea. No hay tal cosa. Lo que se necesita son pan, leche, comida sólida, amor, compañerismo, oportunidad de servicio.

Si tu iglesia te da eso, descansa, sírvela y Dios te bendecirá y crecerás y serás un hombre, una mujer saludable en Cristo Jesús. Amén.

Póngase de pie. Reciba esta palabra del Señor, recíbala en su espíritu y vamos a prometernos ser gente fiel en el Señor. Yo sé que es una palabra fuerte quizás, no sé, pero creo que es una palabra bíblica, amén, yo me la tengo que aplicar a mí mismo como mi responsabilidad como su pastor, los líderes de la iglesia también. Pero Dios quiere iglesias sanas, iglesias sencillas, iglesias saludables, iglesias sólidas, gente fiel. Si eso está allí es la gloria de Dios en la tierra.

Padre, ayúdanos a ser hombres y mujeres idóneos, fieles, que te honremos en todo lo que hacemos. Que esta iglesia, Padre, ejemplifique lo que hemos declarado. Esta es una palabra profética, Señor, que yo declaro sobre las raíces mismas de esta congregación. Y que estos valores imperen en esta iglesia hasta que Cristo venga.

Queremos ser un ejemplo de integridad y de fidelidad. Te entregamos esta palabra, la recibimos en nuestros corazones, la hacemos nuestra. Ten misericordia de nosotros y ayúdanos a vivirla todos los días de nuestra vida. Bendigo a tu pueblo y declaro sobre tus hijos y tus hijas la bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén, y amén. Dios les bendiga, mis hermanos, la gracia del Señor sea con ustedes.

Aleluya! Somos el pueblo del Señor. Estamos aquí para llevar su palabra a todas las naciones. Aleluya!

Todos necesitamos otra oportunidad

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El verso 6, Lucas capítulo 13 el verso 6 en adelante. El título que le he puesto al mensaje de esta noche es el siguiente: todos necesitamos otra oportunidad. Escuche bien, todos necesitamos otra oportunidad. Para dejarles saber, yo creo que este mensaje de hoy fué grandemente inspirado por el mensaje que el pastor Andrés compartió con nosotros el miércoles pasado, si usted no estuvo aquí un breve resumen el pastor Andrés fué inspirado por Dios para hablar sobre la temática del perdón, y cuán importante es para nosotros como creyentes, como hijos de Dios, el poder entender, el poder existe en el poder dar y pedir perdón.

De que muchas veces nosotros por instintos humanos preferimos como quien dice esconder las cosas y guardar las cosas, y no experimentar la sanidad que puede venir a nuestras vidas o la vida de otras personas, cuando nos atrevemos a perdonar o pedir perdón, y hay veces que preferimos entonces dejar que el tiempo arregle las cosas, pero en el principio, en el sistema de Dios no necesariamente el tiempo arregla las cosas si no que es Dios, obrando a través de esas acciones intencionales que Él pide de nosotros, de nosotros reconocer nuestras faltas y pedir perdón cuando fallamos, como también de nosotros otorgar perdón a otras personas cuando han fallado en contra de nosotros.

La sanidad que eso trae a nuestras vidas, él también estaba hablando de la libertad que eso trae a nuestras vidas cuando verdaderamente operamos bajo esos principios del reino de Dios, al yo haber estado reflexionando en ese mensaje, me puse a pensar en eso también, cuando uno perdona uno también está otorgando una oportunidad más, uno está otorgando una oportunidad más a que alguien pueda restaurar su vida, uno está otorgando una oportunidad más a que un matrimonio pueda encontrar restauración, reconciliación, cuando uno dá ese perdón uno está dando una oportunidad más para que alguna persona salga del atolladero de algún conflicto personal, y que pueda encontrar la luz de Cristo en medio de sus vidas.

Cuando nosotros pecamos delante de Dios necesitamos una oportunidad de parte de Él para nosotros de alguna manera enmendar nuestros errores delante de Él, y poder entonces seguir andando en ese camino que Él ha trazado para nosotros. Dios más que nunca, Dios más que cualquiera, no es tan solamente el otorgador de segundas oportunidades sino que Él es también el otorgador de ¡juuh!, varias oportunidades en nuestras vidas, por ende, todos necesitamos otra oportunidad. ¿Cree usted que necesita otra oportunidad?, ¿que usted necesita otra oportunidad para buscar que su vida sea una exitosa, saludable, de valor, llena del poder de Dios?, ¿cree usted que usted necesita una oportunidad más para usted darle a alguien una muestra de amor?, ¿cree usted que usted merece una oportunidad más para intentar alcanzar ese trabajo que estaba buscando, para quien sabe, buscar enmendar quizás un error del pasado y hacer las cosas nuevas y empezar de cero otra vez?, ¿o empezar de 5, de 10, de donde sea que tenga que empezar?, por si acaso no tiene que volver tanto a cero, puede ser un poquito antes también, no lo quiero llevar tan atrás.

Todos necesitamos otra oportunidad. Lucas capítulo 13 miren lo que dice, es una parábola de Jesús, dice: "Tenía un hombre una higuera plantada en su viña, y vino a buscar fruto en ella y no lo halló, y dijo al viñador: he aquí que vengo a buscar hace tres años fruto en esta higuera y no lo hallo, y le dijo:, córtala." Para qué vá también a inutilizar la tierra. "El viñador le dijo entonces: señor, déjala todavía este año hasta que yo cave alrededor de ella y la abone, y si diere fruto bien, y si no, la cortamos después." Todos necesitamos otra oportunidad. Si yo les doy un poquito de contexto de esta parábola, está utilizada para reforzar unos puntos que Jesús estaba utilizando en los versos anteriores a los que yo leí, déjame leerles esa parte, miren lo que Jesús estaba leyendo en el verso primero de ese capítulo 13, dice el relato: "En ese tiempo estaban algunos allí que contaban acerca de los Galileos cuya sangre Pilatos había mezclado con los sacrificios de ellos", esto fué un pequeño percance social que hubo en ese tiempo, obviamente los judíos vivían bajo el dominio de Roma, so Pilatos era ese emperador como que estaba gobernando y hacía muchas cosas que a los judíos los ponía en tensión y conflicto político entre estas dos partes.

Y le vinieron a Jesús con este dilema y respondió diciendo: "¿Piensan que estos Galileos porque padecieron tales cosas o injusticias, eran más pecadores que todos los Galileos?, yo les digo, no, antes si no se arrepienten perecerán igualmente". ¿O aquéllos dieciocho sobre los cuáles cayó la torre en Siloé, piensan que eran más culpables que todos los hombres que habitan en Jerusalén?, yo les digo, no, antes si no se arrepienten todos perecerán igualmente." Por lo tanto esa parábola de la higuera estéril está haciendo referencia a esas palabras que Jesús dijo antes. Todos ustedes perecerán a menos que no se arrepientan, la gente llega a su ruina si no son reformados en su manera de pensar, ¿que es lo que dice Romanos 12?, transformaos pues por la renovación de su entendimiento para que así puedan conocer la voluntad de Dios, perfecta y agradable.

Como la higuera estéril, nosotros podemos ser cortados a menos que no demos fruto. La primera referencia de esta parábola vá dirigida a la nación y el pueblo de Israel. Obviamente todos nosotros sabemos que el pueblo de Israel fué el pueblo escogido por Dios, era un pueblo que fué escogido para ser de Él, de Dios, y se le dió el privilegio de conocer y experimentar cosas de parte de Dios que ningún otro pueblo había experimentado. En retorno Dios esperaba un sentido de lealtad y obediencia a Él, lo cual eso Dios lo interpretaba como el fruto de este pueblo. Pero Israel decepcionó a Dios, en cuanto a las expectativas que Él tenía concernientes a su pueblo, ya que le faltó la lealtad y obediencia.

Por ende, ¿dónde terminó Israel?, en el exilio. Se puede decir que abandonados por Dios. Pero gracias a la intervención de Cristo, Dios decidió extenderles un tiempo adicional de gracia, válgame cómo vamos en línea con la palabra, decidió extenderles un tiempo de gracia cuando vino la persona de Jesús, y después de Jesús los apóstoles y cómo los apóstoles siguieron regando el evangelio, para que en el nombre de Cristo se les pudiese ofrecer perdón en respuesta de su arrepentimiento, ¿me están siguiendo hasta aquí o los he perdido en algún lugar en el camino, me siguen?.

Sin duda esta parábola está hecha para hacernos concientes a nosotros, nosotros que disfrutamos de esta gracia de Dios, y los privilegios de ser parte de su pueblo, para buscar que nuestro temperamento, el temperamento de nuestra mente, y la tenacidad de nuestras vidas responda en todo momento en acorde con la profesión de nuestra fé y el fruto que nos es requerido, voy a ir rompiendo esto ahora, miren varias ilustraciones que hay en esta parábola. Esta parábola empieza diciendo de que hay un hombre que tenía una higuera plantada ¿en dónde?, en su viña, so por ese lado ya la historia tiene que empezar a capturar nuestro atención, porque la viña no estaba en un lugar donde debía estar plantada, la viña era ¿para qué?, para las uvas, para los olivos, es un terreno específico para un tipo de arbusto específico que produce un fruto específico y el terreno es específico, para eso.

Entonces esta parábola nos está enseñando de que yá, esta persona decidió sembrar una árbol que no vá de acuerdo a lo que se está sembrando allí, que no vá de acuerdo al fruto que se espera de ese terreno, pero lo agarró y lo plantó ahí. Esta higuera, estaba en un mejor terreno del terreno donde comúnmente crecen las higueras, las higueras eran un árbol silvestre, es como ese árbol que crece al lado de la calle, dá un fruto considerado como un arbusto silvestre, y aquí lo plantaron en un terreno específico, en un terreno donde no iba a estar expuesto a tantos elementos, si no que iba a estar recibiendo una atención, un cuidado que otras higueras no iban a recibir. Eso era lo que estaba pasando con esta higuera estéril, y no tan solamente eso si no que también tenía un dueño que velaba por ella. Allá afuera al estilo silvestre la gente lo que hace es que se sienta abajo de la higuera y coge sombra. Acá en esta viña había un dueño que estaba pendiente al crecimiento de esa higuera, cada tres años venía a chequear, bueno, no era que venía constantemente, es que imagínense ustedes, tú tienes arbustos de uvas y entre medio de uvas está así en medio este de higuera así que no lo podía ver, so estaba muy conciente de eso.

¿Cuáles eran las expectativas de este dueño?, obviamente quería disfrutar del fruto de la higuera, él buscó el fruto y no mandó a buscar a otro a buscarlo por él, por ende eso me dá a entender que el dueño quería tener un contacto personal con esa higuera, no estaba dependiendo de sus siervos que fueran a buscarle su fruto y se lo trajeran a él, él mismo iba y buscaba, movía las hojas y buscaba el fruto él mismo, por ende muestra ese deseo de tener esa intimidad con la higuera. Dios siempre espera frutos de aquéllos que viven en su viña. Cada uno de nosotros, se puede decir que somos como una higuera. Hemos sido plantados en un lugar en el cual no pertenecíamos, si me dejo llevar por lo que está diciendo esto, esa viña está intencionada para el pueblo de Israel, el pueblo escogido por Dios, nosotros por la gracia y la misericordia de Dios hemos venido a ser plantados en esa viña también.

Somos como el bump a lo largo del horizonte, se vé todo un plantado de viñas y de repente se vé un plantado de higueras que sobresalen, y Dios está pendiente de todo eso, y lo vé, y entra en contacto con esas higueras, pero hay algo bien interesante, el tener hojas no es suficiente, ¿saben que la hoja de la higuera es una hoja bien grande?, por algo dice que Adán y Eva cuando vieron que estaban desnudos se hicieron vestiduras de hojas de la higuera, so son bastante grandes para hacer un tipo de ropa interior y cubrirse. Pero las hojas no son suficientes, ¿sabe lo que son las hojas?. Yo me atrevería a decir que las hojas en nuestra vida es como adoración de labios, las hojas son la parte más superficial de este árbol, y muchas veces adoración de labios puede hacer algo bien superficial, con nuestra boca podremos parecer el más santito pero eso es solamente lo que se vé en la superficie, el dar flores no es suficiente. ¿Qué sería el dar flores en nuestra vida?, mira, tú puedes mostrar un gran potencial, pero si no ejecutas basado en ese potencial, de nada te sirve. Oh sí, esta persona se vé muy prometedor pero no está haciendo nada, no está tomando acción, so yo puedo aparentar ser algo pero si no lo soy, si no lo hago, si no actúo de acuerdo a lo que aparento ser, de nada me sirve. Puedo dar mucha flor pero si no hago lo que esa flor aparenta de nada me vá a servir. Hay que dar fruto mis hermanos.

Hay que dar fruto, ¿cuál es ese fruto?, nuestros pensamientos, nuestras palabras y nuestras acciones deben estar en línea con el evangelio de Cristo Jesús, y aquí es mis hermanos donde yo veo que todos nosotros necesitamos una oportunidad, otra oportunidad, porque es ahí donde Dios se acerca a charlar con nosotros, es ahí donde Dios encuentra follaje, encuentra flores, encuentra hojas pero no encuentra fruto, porque muchas veces nosotros fallamos en poder vivir de acuerdo a lo que la palabra de Dios pide de nosotros. Yo me acuerdo de una de las prédicas más recientes del pastor, es esto de cómo podemos transmitir nuestra vida de fé a una vida ética, hacer esa conexión de cosas que son espirituales y transmitirlo a la vida práctica, a cómo yo vivo esto en el diario vivir, a cómo yo puedo amar a una persona que me cae, ¡uh!, que me cae flaco, cómo yo puedo tolerar a una persona que me ha ofendido tanto, cómo yo puedo perdonar a alguien que ante mis ojos me ha insultado de una manera que yo no puedo concebir.

Cómo yo puedo someterme al liderazgo de alguien cuya filosofía no corresponde con la mía y yo no puedo ajustarme a esa persona, si yo me pongo a justificar cada uno de esos casos mire, ante los ojos de este mundo usted vá a tener razones para salirse con la suya, pero ante los ojos del principio de la palabra, del reino de Dios, la respuesta no siempre es muy buena, porque ante todos esos ejemplos que yo he dicho cuál es la respuesta de Dios, tienes a alguien que te cae gordo, perdón flaco que fué lo que dije, recibe a esa persona, habla con esa persona, conecta con esa persona, ¿qué es lo que dice Jesús?, alguien te maldice, pues maldícele tu también, alguien te dá una cachetada pues dale tú dos, ¿eso es lo que dice Jesús?, ¿y por qué entonces nuestras acciones reflejan eso?, ¿por qué nosotros en vez de darle la bofetada en la cara no podemos actuar de acuerdo a como la palabra pide de nosotros?.

Óigame, yo me estoy predicando a mí mismo, a mí no se me está haciendo fácil decir esto ahora mismo, porque es duro mis hermanos, yo sé que es duro, lo que el Señor pide de nosotros es duro, es difícil, si para uno es difícil tener que vivir con las imperfecciones de uno, cuanto más difícil se nos vá a hacer vivir con las imperfecciones de otra persona, pero es ahí donde el Señor nos llama a vivir, es ahí donde el fuego quema de verdad, that is where the fire burns for real, es ahí donde nosotros tenemos que andar, ese es el fruto que el Señor quiere que nosotros demos, yá quieres salir de tu esposo, de tu esposa, aguanta, tolera un poco más, ya tu jefe en el trabajo tú lo que quieres es mandarlo 'pa su país de origen y tú hacer otra cosa, aguanta, tolera, sométete a los principios de la biblia que lo que dice es que si hay una autoridad por encima de ti esas autoridades están ahí por alguna razón, y al someterte a esas autoridades te estás sometiendo a Dios, so no pienses que te estás sometiendo a Juan Pancho de las Casas, piensa que te estás sometiendo a Dios, ay pastor pero si tú supieras lo que Juan Pancho de las Casas me hace todos los días usted no me diría lo que me está diciendo ahora, pues con más razón debe someterse a la autoridad de Juan Pancho de las Casas, porque ahí hay un principio espiritual, obviamente, read the fine print, si es un abuso que se sale de lo normal, salga de ahí corriendo, yo soy el primero que le voy a decir porque está peleando con el mismo diablo.

Pero si es algo que está dentro de los cabales, como dice la palabra Dios no dá una carga más pesada de lo que nosotros podemos aguantar y resistir, si ahí estamos mis hermanos, si ahí es donde la vida nos ha llevado, o lo voy a poner en otro nivel, si ahí es donde usted ha escogido estar, aguante, y viva de acuerdo a lo que Dios le pide. ¿Sabes qué?, no estamos solos, ¿qué pasó con la higuera en la historia de la palabra?, ¿saben que aquí pasó algo duro?, porque el dueño de la viña emitió un juicio duro, dijo, ya pasaron tres años, no me está dando el fruto que yo espero, así que muchacho, córtala, el dueño de la viña emitió un juicio y se tenía que hacer, el viñador se corrió un riesgo en atrever a decir no nos vayamos por ese camino todavía, el viñador decidió interceder a favor de la viña, qué bueno es saber que nosotros tenemos a Cristo como el viñador de nuestras vidas, como el intercesor de nuestras vidas.

Y este viñador pidió un año más, miren qué interesante que el viñador no dijo sí, sácala, el viñador no dijo, ah no pues yo renuncio porque vá a ser mucho problema sacar esa higuera de aquí porque vá a ser mucho revolution, el viñador no dijo eso, el viñador dijo, dale un break, dale un break, aplazó el tiempo de ser cortada, miren esto qué interesante: Cristo ofrece espacios de gracia y misericordia para nosotros poder enmendar nuestros errores y esforzarnos por alinearnos a las expectativas del dueño de la viña. ¿Quieres que te lo diga otra vez?, Cristo ofrece espacios de gracia y misericordia para nosotros poder enmendar nuestros errores y esforzarnos por alinearnos a las expectativas del dueño de la viña que es Dios.

¿Cómo se transmite esto a tu vida?, ¿cómo se transmite esto a tu diario vivir, a mi diario vivir?, que cada palabra, que nuevas son las misericordias de Dios, cada mañana su misericordia es nueva, cada día nosotros tenemos un espacio de gracia, cada momento tenemos un espacio de misericordia que se nos otorga a nosotros para nosotros poder decidir y definirnos si vamos a vivir como Dios quiere o si vamos a seguir viviendo como nosotros queremos. Cada día, cada momento, es más, de este momento a que yo haga este movimiento aquí ya yo estoy viviendo en un espacio de gracia, yo puedo decidir yo muevo el pie aquí o lo muevo para el frente o lo tiro para acá, esas tres decisiones ya puedo tener tres influencias totalmente distintas, espacios de misericordia y de gracia que se nos otorgan para nosotros poder vivir de acuerdo a lo que Dios desea de nosotros.

¿Por qué le digo que no estamos solos?, porque Cristo promete velar por nosotros. ¿Qué fué lo que él dijo?, dame un tiempo, déjame cavar alrededor de ella y regarla, ¿cuántos de ustedes disfrutan de sus jardines?, de sus flores, sus plantas, allá en sus países de origen que sembraban aguacate, mango, plátano, cosas así, ¿me siguen?. ¿Cómo es ese proceso de cultivo, es más, ¿cómo está la tierra ahora en el invierno?, la tierra, cuando usted se para encima de la grama, ¿cómo usted se para sobre eso?, parece fría, helada, dura, parece un pedazo de cemento, cuando empieze a llegar la primavera, si usted quiere llegar a ver una gramita verdecita, ¿qué es lo que usted tiene que hacer?, usted tiene que coger uno de esos rastrillos bien grandes y empezar a sacar todo ese material seco que está por encima y empezar a raspar para que esa tierra empieze a coger aire, que se empieze a abrir al moisture, como quien dice al roció que pueda caer en la mañana, para que ese terreno comienze a absorber de nuevo todos los nutrientes que necesita para poder producir.

Cuando usted tiene una florecita en un florero, ¿qué es lo que sucede?, cuando la flor se seca, ¿qué es lo que usted tiene que hacer?, ok déjeme trabajar esta tierra, abrir espacios por aquí, por allá, volver a echar abono, ¿y qué sucede?, se prende de nuevo la flor, y eso es lo que Jesús quiere hacer con usted y conmigo, Él quiere cavar alrededor de su tierra, Él quiere cavar en su terreno, Él quiere abrir y limpiar lo sucio, y sacar cosas que no son necesarias, y abrir, sacar favor, esa misericordia de Dios pueda haber y servir entonces como el abono que nosotros necesitamos para dar el fruto que Dios espera de nuestras vidas. ¿Cuál es ese abono, lo que estamos recibiendo ahora?, leer la palabra de Dios, escuchar lo que dice, escuchar a otro leyendo la biblia, escuchar una predicación, tener tiempos de alabanza, de meditación, ser parte de un grupo, de una célula, y poderme rozar los codos con otras personas aprendiendo la palabra, y cuando estamos aquí que el Espíritu de Dios se mueve y poder yo decir mira Dios, haz conmigo como tú quieras, Dios quiere un buen fruto de cada uno de nosotros, frutos genuinos, frutos que alegren su corazón y que por ende sean de bendición a otras personas a nuestro alrededor.

Usted vá por ahí cuando los cherry, las hojas usted tiene calor, se sienta debajo de un árbol y wow, no hay nada más bello como cuando usted puede coger un fruto y meterle el diente, ah, qué rico se siente, ahí es donde usted dice este árbol me ha hecho la vida, usted iba al árbol y sacaba el fruto directamente de la mata y se lo comía, y decía ¡ah!, o se iba al otro vecino e iba a comerse las quenepas también del otro vecino. El fruto es lo que hace la diferencia, el fruto es verdaderamente lo que endulza el alma, el fruto mis hermanos, pero para dar ese fruto es un camino duro, es un camino difícil, porque significa que nosotros nos podamos adherir a esto, pero mis hermanos, lo lindo de toda esta historia es otra oportunidad. Muchas oportunidades a lo largo de la vida, y Dios está dispuesto a otorgarla, Dios está dispuesto a dar eso por ti. Cuando se nos dé esa oportunidad mira, hey, sácale el máximo, aprovecha, si tienes que hacer un esfuerzo adicional por cambiar la forma en que tú te expresas con otras personas a tu alrededor mira, pues, haz un esfuerzo, si tú estás por decir pero mira que eres un, dale rewind, rethink, y piensa ok, ¿cómo hablaría Romeo en estos momentos?, mi amada Julieta tú sabes cuánto yo te amo, si sabes que una persona te cae que, ash, si pudiera, si tan sólo tuviera un momento a solas para demostrarle lo que yo verdaderamente soy y hacerlo sufrir, si tan sólo tuviera un momento de poderme sentar con esa persona y ofrecerle un café y poder hablar sinceramente con ella, sin ofenderle, sin insultarle, pero buscando restaurar la dinámica, si tú tienes una actitud de que caminas como el pavo real, ¿cómo puedes cambiar esa actitud y ser un poquito más manso, más humilde, con más cordura, considerando a otros como mayores a ti?.

Digo no mayores, perdón, no quise decir que sean mayores que yo, pero mejor que tú, eso quise decir, tienes un hijo, una hija que todos los días te hace la vida imposible, que te insulta ahí en tu cara, y tú le respondes para atrás con el mismo insulto, ¿qué tal si hoy si cuando hoy llegas a tu casa y tu hija está a punto de ¡waaahh!, tú te sientas y le dices amada mía, tranquila, ¿quieres un cafecito?, ¿quieres un mantecado, un heladito?, vamos a sentarnos a hablar, calma. Oye, aquél ujier que el domingo cuando tú estabas orando viene y me dice hermana se puede mover pal lado porque hace falta otro asiento y usted como que, ¡oooyyy!, me acaba de tumbar del séptimo cielo este ujier, qué falta de sensibilidad. En vez de responder así, haga usted, ok señor, pausa un momento, aquí está, ok, play de nuevo, ay, gracias señor.

Yo no estoy diciendo que eso sea usted ser hipócrita pero que usted sepa entender cómo son las dinámicas y que nosotros sepamos como vivir a la luz de esas cosas, yo poder respetar a otros, y más si son personas que están en autoridad por encima de mí, yo creo que ahí mencioné un ejemplo con el cual muchos se identificaron, todos necesitamos otra oportunidad mis hermanos, definitivamente, yo creo que Dios tiene esas oportunidades para cada uno de nosotros, y Dios está dispuesto a darlas, yo espero mis hermanos que esta palabra haya hecho eco de alguna forma en su corazón, es más mire, lo voy a decir así, todos necesitamos una oportunidad, y usted necesita darle una oportunidad a alguien también, véalo de esa manera, usted se tiene que dar una oportunidad a usted mismo, misma.

Yo quiero que usted se ponga de pie, y vamos a hacer esta última oración, agarre la mano de dos o tres personas al lado suyo, vamos a orar: a la luz de estas palabras que hemos escuchado mis hermanos y hermanas yo le invito a que empieze a orar con esa persona que está al lado suyo, y de nuevo deje que el Espíritu de Dios interceda ahí con ustedes ahí ahora mismo. Usted sabe cómo esta palabra hace eco en su corazón, yo puedo intentar dar ilustraciones pero usted sabe muy bien cómo esta palabra hace relevancia a su vida ahora mismo, yo creo que por alguna razón esta palabra ha sido compartida hoy, necesitamos esas oportunidades, necesitamos esos espacios de gracia y misericordia para poder enmendar errores, para poder cambiar cosas que han sucedido, necesitamos esos espacios del favor de Dios donde de alguna manera u otra nuestras acciones puedan cambiar la dirección no tan solamente de tu vida si no también de otras vidas involucradas en la tuya.

Dios quiere traer esas oportunidades a tu vida y a la vida de otros a través de ti. Dios está en el negocio de hacer precisamente esas cosas, y sobre todo, Dios quiere traer las oportunidades donde tú puedas ver su mano obrando en cosas de tu vida, donde tú puedas ver un momento donde tú puedas experimentar a Jesús cavando alrededor de tu vida y abonando tu vida con personas a tu alrededor, con situaciones a tu alrededor, para que tú entonces puedas entrar en una nueva etapa de dar frutos, frutos que vayan de acuerdo a los principios del reino de Dios, eso es lo que Él quiere y desea para ti y de ti ahora mismo. Ora por esa persona con quien tú estás, y si tú tienes que decir en tu oración Señor no lo cortes, no la cortes, concédele un tiempo más a tu hijo, concédele un tiempo más a tu hija, y permite que Jesús pueda abonar el corazón de este hermano, de esta hermana mía y que seas Tú Señor el que traiga ahora mismo, yo te pido Señor que seas Tú trayendo nuevas temporadas Señor de espacios de Tu tiempo, de Tu favor, de Tu gracia, de Tu misericordia, trae nuevas oportunidades a la vida de tus hijos e hijas Señor Jesús, trae nuevas oportunidades para enmendar errores, trae nuevas oportunidades para decir algo que sea de edificación para la vida de otra persona, trae nuevas oportunidades para actuar en una manera que pueda infundir sobre el corazón de otra persona. Trae nuevas oportunidades para la restauración de vidas que están afectadas por alguna adicción.

Trae nuevas oportunidades para que matrimonios puedan ser bendecidos y restaurados, y afirmados en los propósitos que Tú tienes para ellos Señor, trae oportunidades para que nosotros como iglesia podamos seguir creciendo al nivel que Tú quieres que crezcamos Señor, trae nuevas oportunidades para que aquéllos que nos ven por el internet, que Tú sabiendo las necesidades que ellos tienen, trae nuevas oportunidades donde ellos puedan ver Tu mano obrando e intercediendo en su favor, concediéndoles un tiempo extendido de tu gracia Señor. Oh Padre y sobre todas las cosas ayúdanos a entender que no es todo cuestión de ofrenda de labios o de pretender ser algo que no somos, si no que Tú verdaderamente quieres cambios que se vean en lo más profundo de nuestro ser y de nuestro carácter, danos Señor el valor que necesitamos para saber cómo traer mi Dios, los principios de Tu palabra al centro de nuestro ser y poder hacer los cambios necesarios en nuestra forma de pensar, de hablar y de vivir, para que nuestra vida en esos sentidos se pueda alinear aún más a lo que significa ser parte de tu viña, Tú nos amas Señor, y yo creo que en esta noche Tú nos has otorgado una nueva oportunidad, yo lo creo así y lo declaro así, por Tu Hijo Jesús quien intercede por nosotros, que esta noche es una noche de nuevas oportunidades.

Obra Tú en nosotros Jesús, cava alrededor de nosotros y abona en nuestra vida como tú Señor sabes hacerlo, nos abrimos a Tu trato, nos abrimos al trato tuyo Señor en medio de nosotros, haz como Tú quieras, gracias Señor Jesús, y ahora te pido que Tu bendición sea con nosotros, a medida que salimos de aquí y regresamos a nuestros hogares Señor, guíanos con bien, llévanos con Tu protección, y permite que esta palabra pueda seguir haciendo eco en nuestras mentes, para cada día apegarnos aún más al deseo de Tu corazón. Bendice a mis hermanos y hermanas, deposita Tu paz sobre cada uno de ellos en el nombre de Jesús, amén y amén. Gracias Señor Jesús.

La iglesia - redil o gallinero?

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Desgraciadamente mi tema está lejos de ser romántico, pero es amoroso, digamos. Lo anima un espíritu de amor y de trato pastoral. Quiero hablarles, imagínense el titula “La iglesia redil o gallinero”, después de una música como esta, perdónenme. Dios tenga misericordia de ustedes con un pastor como este.

Lo bueno es que ya les he acolchonado la palabra con esta música hermosa. Pero quiero hablarles, esta palabra yo sé que es del Señor y va a permitir que nos amemos más unos a otros y que ustedes comprendan mejor a su pastor principal, su iglesia, sus pastores en general. Es parte de esta serie que hemos estado predicando sobre lo que es nuestra congregación y lo que es el liderazgo de nuestra iglesia, y qué es lo que creemos y qué es lo que yo, como pastor, creo acerca de elementos que nos afectan en una manera muy poderosa como congregación.

Y de paso, déjenme decirle algo acerca del amor, por ejemplo, el amor de matrimonio, el amor de esposa, esposo, novio, novia, familia, una de las cosas que se necesitan en el hogar para mantener la armonía es buena comunicación, ¿verdad que sí? Hablar de las cosas que hay que hablar, no cuando ya están encima de nosotros causándonos problemas sino preventivamente, proactivamente, manteniendo las tuberías limpias, siempre buena comunicación, buena definición de lo que creemos conocernos unos a otros.

Y de esa manera, pues sabemos el territorio en que estamos caminando. Muchas parejas no hablan entre sí, muchos matrimonios no se comunican, se limitan a las cosas cotidianas pero no hablan de esas cosas profundas y que muchas veces son las que afectan la vida de la pareja. Y uno tiene que ser proactivo, siempre tiene que estar hablando las cosas, aclarando las cosas y dando información a su pareja para que haya una buena relación que marche como es debido.

Y lo mismo tiene que darse entre el pastor y su congregación también, entre los líderes y sus diferentes ministerios. Tiene que haber una claridad acerca de quién somos, qué pensamos, cómo nos sentimos, cuáles son nuestros temores, cuáles son nuestros resentimientos, cuáles son las heridas que llevamos allí, que a veces no nos atrevemos a expresar y así nos conocemos mejor y nos tratamos en una manera más apropiada unos a otros, y eso mantiene limpio el amor y hace una gran diferencia.

Así que en esta serie de sermones, yo he estado hablando acerca de definición. Ustedes recordarán, los que estuvieron aquí el día de víspera de Año Nuevo, que hablamos que yo sentí del Señor que este año es un año de definición para León de Judá, es un año de definición y debe ser para tu vida y para la mía, donde Dios nos llama a estar claros, a definirnos, a decidirnos de una vez por todas, no andar queriendo ser esto o lo otro, y tratando de ser algo para todo el mundo, sino ser claros en lo que creemos y somos y sobre todo con respecto al Señor.

Entonces, en esta serie de sermones yo he querido definir mejor lo que somos como iglesia. Porque yo decía que a veces es difícil de ubicar, porque tenemos tanta diversidad entre nosotros, y tenemos una diversidad teológica y bíblica y pastoral tan grande y tomamos elementos de tantas diferentes fuentes que a veces es difícil para la gente saber si somos pentecostales, bautistas, evangélicos, ateos, la gente a veces no sabe qué es lo que somos.

Y entonces es importante definir estas cosas para que usted entienda la complejidad. No es confusión, como yo digo sino complejidad. Y por eso estamos tomando estos tiempos para hablar de temas que yo espero que sean de bendición para ustedes, de paso.

Yo durante años he resistido a hablar de estas cosas, les digo, sinceramente, por temor a confundir a mis hermanos, por temor de escandalizarlos, por temor de que no entiendan lo que estoy diciendo. Y ahora estoy saliendo del closet en la manera más positiva de la palabra. Aquí en el South End eso tiene otras resonancias diferentes, pero estoy confesándome con ustedes para que ustedes me conozcan, nos conozcamos unos a otros.

Es lo que he querido definir mejor mi propia visión de la Biblia, de la iglesia, del ministerio, etc. Así que en ese ánimo es que quiero predicar este sermón y finalmente yo les pido disculpas si para muchos de ustedes esto suena como una conferencia, o una charla más que como un sermón. Pero es la palabra de Dios, amén. Está fundamentada en principios muy bíblicos.

Por eso este tema, en un sentido es un poquito como jocoso. No lo tome totalmente en serio, esto del gallinero. Una hermana muy amable y linda vino después del primer servicio y muy atribulada, ‘Pastor, yo no soy una gallina,’ me dijo. ‘Usted tiene que aclarar eso porque usted nos está llamando gallinas y entonces qué es usted? Un gallo.’ Yo no sé, estaba confundida la pobre mujer acerca de eso. Yo pues, traté de animarla lo más que pude, yo no lo estaba llamando una gallina.

Hermana, esto es simplemente una metáfora, no lo tome demasiado en serio. Yo he querido simplemente esclarecer algunas cosas y usar esta ilustración. Es una ilustración, eso es todo, así que relájese.

Otra cosa que quiero decir antes de continuar. Yo le prometo delante del Señor que no estoy tirando indirectas a nadie. Me voy a curar en salud porque lo que voy a decir puede que usted piense como que se lo estoy dirigiendo a usted. Delante de Dios le puedo prometer que no tengo a nadie en mente. Este sermón yo se lo hubiera podido predicar aquí a asientos vacíos sinceramente. Así que, por favor, relájese que no le estoy tirando a nadie. Recuerde eso. Me prometen? Amén.

Otra cosa, yo no estoy frustrado, no estoy molesto con nadie tampoco. Yo amo mi congregación. Estoy feliz de ser pastor de esta iglesia. Amén. Creo que es una iglesia amable, amorosa, tolerante, es un idilio lo que tenemos ustedes y yo, y los demás pastores de la congregación. Así que no estoy expresando, no estoy ventilando frustraciones, no estoy tampoco vengándome de alguien o de algunos, nada por el estilo. Así que, le suplico, porque así mismo me voy a sentir más cómodo de expresar estas cosas y les aseguro que son expresiones que yo podría predicar esto en cualquier iglesia en cualquier lugar de conferencia cristiana y sería el mismo material.

Pero yo creo que esto puedo ayudarnos a esclarecer algunas cosas que… déjenme decirle por qué este tema? Porque yo creo que muchas veces entre los pastores y las congregaciones hay desajustes y las congregaciones esperan una cosa de sus pastores y no la reciben, y entonces se sienten a veces resentidos, se sienten desatendidos, se sienten maltratados y a veces los pastores esperan ciertas cosas de sus congregaciones y tampoco las reciben. Y entonces se sienten como que no son tratados adecuadamente.

Yo iba a leer un pasaje pero no lo voy a leer de Segunda de Corintios, capítulo 11, en los versículos del 1 al 11. Si usted lee la carta de los corintios, usted se dará cuenta la frustración que Pablo sentía como Apóstol, plantador de iglesias, pastor de esas congregaciones, él no se sentía comprendido, se sentía a veces mal interpretado, subestimado, se sentía que las congregaciones de Corinto no eran los suficientemente agradecidas de él ni que podían entender la complejidad de su ministerio.

Y entonces él escribe en varios capítulos de Segunda de Corintios ventilando su frustración y diciendo, por ejemplo, ustedes si alguien viene y les roba el dinero y los maltrata, ustedes lo reciben muy bien y lo bendicen, pero a mí, cuando yo vengo, dicen, su palabra es débil y no tiene mensaje, no tiene sermón, no tiene unción. Y así por el estilo.

Lo que yo quería usar en ese pasaje es mostrarles a ustedes que los malos entendidos entre pastores e iglesias han existido desde que la iglesia está en el mundo y que yo no soy diferente en eso y que es importante que uno aclare las cosas. Eso no es nada nuevo. Las iglesias y los pastores siempre han… y por eso es importante que se entiendan unos a otros.

Por ejemplo, yo quiero que a través de este sermón ustedes entiendan un poco de mi estilo pastoral, por qué yo hago ciertas cosas, por qué no hago otras, por qué me comporto en cierta manera en el trato pastoral con ustedes, por qué no hay a veces todas las cosas que ustedes quisieran que yo hiciera, así también los demás pastores de la congregación. Y quiero esclarecer un poco acerca de eso.

Por eso he llamado a este sermón, “La iglesia, redil o gallinero?” y son dos modelos de la iglesia. El modelo antiguo, bíblico, de donde viene la palabra pastor es el modelo que vemos en Jesucristo, en Juan capítulo 10, versículo 11, por ejemplo el Señor dice:

“…Yo soy el buen pastor, el buen pastor su vida da por las ovejas…”

Y en ese capítulo el Señor Jesucristo se presenta a sí mismo como pastor de ovejas, como el excelente pastor. Yo pienso también en el salmo 23, cuántos no se lo saben?

“…Jehová es mi pastor, nada me faltará. En lugar de ese delicados pastos me pastoreará, confortará mi alma, me guiará por sendas de justicia, por amor de nombre…”

Todas las intervenciones del pastor. Que hermosa forma de ilustrar lo que es la relación entre un líder espiritual y sus feligreses. Y esa metáfora del ministerio estará con nosotros hasta que Cristo venga.

Pero mirándolo por otra parte, cuando el Señor usó esa metáfora del líder, el siervo de Dios como un pastor, no quiso decir como que esa era la única imagen que debía usarse para la iglesia. Yo creo que esa imagen se presta a modificaciones y ajustes y mi teoría es, mi tesis, por así decirlo, es que en el siglo XXI, en el siglo XX inclusive, anterior, esa imagen de pastor, redil, ovejas, como que tiene que ser cambiada un poco, y tenemos que complementarla con otros entendimientos del ministerio, de lo que es una iglesia, lo que es una grey, lo que es una feligresía, y que al considerar otras metáforas, otras imágenes, otros modelos del ministerio, eso nos va a ayudar a entender mucho mejor nuestra realidad y la realidad del pastor.

Y eso es lo que yo quiero hacer. Aquí tiene usted una imagen clásica del pastor: sus ovejitas. Mire que lindas se ven, que gorditas, que mansas se ven allí, y el pastor vigilando en el horizonte para ver si viene algún lobo para darle con esa vara que él tiene en la mano. Él está en control, mire que él está al frente. Las ovejas están detrás de él, comiendo en sus pastos mientras él vigila y las guarda. Ese pastor conoce el nombre de cada una de sus ovejas, estoy seguro, y hay una relación íntima, personal directa, individual. Ese pastor seguramente hasta le ha dado nombre a cada una de esas ovejas.

Tenemos la imagen del himno Eran cien ovejas… donde el pastor deja las 99 para ir a buscar a Juanita que se quedó por allá en la maleza y que el lobo se la va a comer. Él la reconoció. Cuando metió a las 99 en el redil, dijo, me falta Juanita. Y se fue corriendo a buscarla, porque él la conoce individualmente.

Esa es la imagen clásica del pastorado. Pero es una imagen limitada en uso, como toda metáfora, como toda símile, como toda comparación, tiene un uso pero también necesita otras cosas para complementarse totalmente.

Y por qué yo creo que esa imagen del pastor, redil, oveja tiene que enriquecerse un poco más y matizarse con otras imágenes? Porque yo creo que las condiciones modernas del pastorado han cambiado. Ser pastor hoy no es lo mismo que haber sido pastor hace 50 años.

Hay gente que estuvo 50 años en la misma iglesia, cuando nosotros comenzamos en Cambridge, había unas viejitas, Rose Phillips era una viejita como de 90 años y Rose Phillips había pasado toda su vida en esa iglesia que nosotros heredamos, toda su vida, de jovencita, niña, hasta que murió, ahí le celebraron su funeral y esa iglesia enterró a Rose Phillips. Esa era la imagen, la continuidad, el pastor como el centro de la vida de una congregación, todo se refería en términos de él, de su cuidado de las ovejas. Y los pastores, yo creo que tenían un nivel de autoridad que muchas veces hoy en día no se tiene.

Una iglesia como la nuestra tiene gente profesional, gente muy segura de sí misma que hay que darles cuentas, hay que hacerle reportes, ellos quieren saber cómo se gasta el dinero. Yo tengo diáconos que son gente que las hemos escogido porque son gente pensante, individual en su forma de pensar y porque si tienen que cuestionar algo, lo cuestionan y me mantienen a mí en línea, y yo tengo que darles cuenta, y eso es bueno también.

Pero esa idea del pastor como que el gobierna, es la autoridad final, eso ha cambiado mucho, en nuestros vecindarios, en la comunidad. Los pastores ya no gozan del mismo prestigio y autoridad que antes. Mientras que esa imagen del pastor, la oveja, el redil, presupone una relación entre líder y congregación que ya ha cambiado con el paso del tiempo. Hay límites que tiene el pastor en un mundo democrático y con conceptos limitados de la autoridad. Hoy en día hay que dar más cuenta.

Y por eso y muchas otras razones, yo creo que se requiere un nuevo modelo, más ajustado a la realidad pastoral actual. Vivimos en un mundo dinámico, cambiante. Por eso tenemos que tener un modelo diferente de la iglesia, de las congregaciones y el trato pastoral, un modelo a largo plazo de la realidad pastoral y eclesiástica.

Por eso, hermanos, yo quiero reemplazar por un momento, no para siempre, la imagen del pastor por la imagen del granjero. Mire aquí la diferencia de ese pastor plácido y tranquilo, con 8 ó 10 ovejitas, y este pobre granjero que se ve frustrado y listo ya para irse para la casa, rodeado de miles de gallinas y él tiene que proveer para todas esas gallinas. Cómo va a hacer él eso? Él tiene que encontrar una manera, no individualizada, él no puede tener la misma relación con esas gallinas que tiene un pastor con un grupo de ovejas.

Si usted busca en YouTube, por ejemplo, cómo es una granja de gallinas, usted va a ver que depende mucho más de un sistema que del cuidado individual de cada una de las gallinas. Y por eso yo digo que ayuda mucho si nosotros pensamos por un ratito, sopórtenme, y vaya conmigo y vamos a ver qué provecho le podemos sacar a la comparación de una iglesia con un gallinero. Perdone que yo quisiera encontrar algo más elegante, pero yo creo que vamos a ver.

Porque una de las cosas que yo digo es que tenemos que ser realistas. No podemos vivir como con una imagen idealizada y romántica de la iglesia que no responde las realidades del trato pastoral. Por eso, hago esta aclaración, no pretendo desprestigiar el modelo original, vamos a seguir hablando del pastor, de Jehová es mi pastor, nada me faltará. Vamos a seguir hablando de la grey, vamos a seguir hablando de feligresía. Hay unas resonancias poéticas y espirituales de esa imagen que no deben abandonarse.

No se trata de cambiar una cosa por la otra, sino de usar estas dos imágenes, redil y granja de gallinas, para decirlo así, juntamente, es una cosa y la otra. Ahora, por qué es importante mirar la iglesia, por un momento como una granja de gallinas? Yo digo que hay un desajuste estructural entre estas dos formas.

Hoy en día nosotros queremos seguir usando estos términos de pastor, de ovejas, de redil, cuando la imagen que tienen las ovejas de sí mismas, ustedes, ha cambiado. Pero qué pasa? Que la imagen del pastor no ha cambiado. Las ovejas hoy en día se ven como con más opciones. Las ovejas hoy en día se sienten libres para cuestionar al pastor. Las ovejas se sienten libres, bueno si la iglesia no tiene un buen ministerio de niños, pues aunque yo ya he estado 10 ó 15 años, ya me casé, tengo niños ahora, si la iglesia no tiene un buen programa de niños, pues me voy a otra iglesia, donde yo pueda tener un programa para niños. Mis hijos son adolescentes, la iglesia no tiene un buen programa de jóvenes, pues me voy a otra iglesia.

El pastor pide mucho dinero, pues entonces me voy a una iglesia donde no piden tanto dinero. Oh, la iglesia es demasiado insistente en santidad, pues, van a una iglesia que es un poco más liberal. Las ovejas hoy en día, se sienten libres para cambiar de redil y cambiar de pastor, mientras que, por otra parte, al pastor, se le exige y se le pide el mismo comportamiento que tenían los pastores de antes.

Cuál es la imagen que tenemos del pastor? El hombre que se desvive por las ovejas. Ese pastor que usted lo puede llamar a las 3 de la mañana porque le duele el estómago, para que ore y lo unja, venga a la casa para ungirlo, para que usted pueda dormir tranquilo, porque tiene que trabajar mañana. La imagen del pastor que da su último sermón en el púlpito y después un ataque al corazón en el púlpito, y gloria a Dios, murió con las botas puestas, vamos a enterrarlo ahora, porque es un hombre de Dios.

El hombre que se desvive mientras que, por otra parte, las ovejas no sienten el mismo llamado a permanecer hasta la muerte y dar sus vidas por el pastor. Entonces, yo veo un desajuste allí. Por eso digo, no estoy tirándole piedras a nadie, es una realidad. ¿Sí o no? Y entonces yo creo que eso, lo que pasa es que crea una situación de injusticia y desigualdad.

Crea expectativas falsas del ministerio y del pastorado y en mi opinión, da lugar a pastores neuróticos y en conflicto consigo mismos, da lugar, inclusive, a familias neurotizadas, da lugar a hijos, sabe que los hijos de pastores son proverbialmente conocidos por ser rebeldes, por comportarse mal, por irse de la iglesia, por acusar a las iglesias de quitarle a sus padres, etc. Gracias al Señor, les digo hermanos, ustedes han sido una bendición. Yo le doy gracias al Señor de que nunca hemos sentido que ustedes… yo creo que nuestras hijas nunca se han sentido como que ustedes les han robado. Meche, estoy en lo correcto o no? Amén. Ella dice que me avala en eso. Y yo creo que si nuestras hijas estuvieran allí, dirían lo mismo. Ellas aman a esta iglesia, aman la iglesia, aman al Señor porque hemos mantenido un balance, pero no siempre es así.

Y entonces, muchas veces este conflicto que hay, pastores que se sienten maltratados, no tenidos en cuenta, tienen que estar continuamente para mantener a la gente contenta y en la iglesia, tienen que hacer esto, tienen que hacer lo otro, porque sino la gente se les va y entonces hay un desajuste entre esas imágenes que tenemos del pastor y las ovejas y la realidad.

Por eso, hermanos, yo quiero darle una metáfora más realista. En vez de ovejas, hablemos de gallinas. Dile a tu hermano, tu eres una gallina. Pero por un momento, considérese una gallina y considerémonos aquí un gallinero, por un instante solamente, después usted regresa a su identidad de oveja.

Vamos a ver qué ventaja le podemos sacar. Si por un momento nosotros, por un instante, consideráramos la iglesia como una granja de gallinas y al pastor como un granjero, qué ventaja le podríamos sacar a esto?

Mire, una de las cosas que me gusta acerca de la imagen de una granja es que es realista, opera de la realidad vivencial de la gente, admite el elemento de impureza, el elemento de pecado, el elemento de conflicto, el elemento de lucha, el elemento de proceso, el elemento de una humanidad caída, que son cosas que son reales en la iglesia.

Este miércoles, cuando nos reunimos los pastores, nos reunimos los miércoles por la mañana, de la congregación, Gregory estaba ahí sentado esperando a que yo llegara, y los otros pastores todavía no habían llegado y de una vez me fajó con una serie de problemas y situaciones en la congregación, hermanos que tenían esto, preguntas, etc., y pasamos como una hora y media hablando de diferentes situaciones pastorales en la iglesia. Y al final Gregory me dice, Roberto, te pido perdón porque caramba, te traje tantos problemas, ya te contaminé la mañana. Le dije, mira, Gregory, no te preocupes, cuando yo llegue a la casa me tomo dos aspirinas, me acuesto tranquilo. Esa es la realidad de la iglesia.

Qué médico, cuando termina el día y tiene las manos sucias de sangre, a veces y la bata de operar, dice, caramba, este hospital es una locura. Yo no vuelvo a este hospital porque siempre tienen gente enferma. Es un hospital. Es la realidad.

Si usted mira un hospital, cómo está construido un hospital? Es tomando en cuenta gente enferma, gente que se muere, gente que está frágil. Eso es. Por qué tienen linóleo y no tienen, por ejemplo, una alfombra de 2 pulgadas de grueso? Porque el linóleo aguanta mucho y eso es lo que se necesita en un hospital.

Y así es bueno tener un entendimiento realista de lo que es la iglesia, y por eso el gallinero, aunque no es tan romántico, me ayuda a mí a ver ciertos aspectos de la vida cristiana y del trato del pastor, como un granjero que cuida una economía total.

Mire, hablemos un poquito acerca de las gallinas. La naturaleza de las gallinas. Esto es un tratado filosófico bien profundo: la naturaleza de las gallinas. Cómo son las gallinas? Las gallinas producen cosas muy buenas, ¿verdad que sí? Carne, huevos, muchas cosas interesantes, así como ustedes producen cosas bellísimas. Las gallinas también son animales muy graciosos, aves muy graciosas e interesantes. Ustedes me proveen a mí un caudal interminable de ilustraciones, anécdotas. Meche y yo nunca nos aburrimos cuando vamos a comer juntos, porque tenemos tantas cosas de qué hablar, hermanos.

Ustedes son un caudal de humanidad increíble. Nunca nos aburrimos. Se los digo sinceramente. Y las gallinas, usted las ha visto cómo caminan y se mueven y son interesantísimas. Ahora, también producen mucha suciedad, perdone que se lo diga así. Usted sabe lo que producen las gallinas. Usted ha ido a un gallinero? El olor que producen las gallinas. Sabe que nosotros, así como cuerpo, en nuestra humanidad también producimos malos olores, producimos conflicto, chismes, perdone que se lo diga, producimos pecado. Hay muchas cosas también que no son honrosas al Señor ni dignas de alabanza, que se dan en una congregación como la nuestra, con tantos niveles de madurez y de posición en la jornada cristiana.

Sí, producen suciedad, otra cosa, son muchas y no se les puede dar demasiada atención individual. Mire solamente este cuerpo que está aquí. Esta mañana había un grupo similar al de ustedes a las 9 de la mañana, y a veces yo tengo dificultad en saber quién vino a las 9 y quién vino a las 12, si vino, si fue a su país de vacaciones, si está afuera por seis meses y vuelve otra vez. Es imposible darle atención individual a cada persona.

Así como ese granjero que ustedes vieron ahí, no puede darle atención a cada gallina individualmente. Otra cosa, las gallinas están en continuo movimiento, no se paran, son seres enérgicos, y las iglesias son así, siempre están en proceso, en cambio. Los niños están convirtiendo en adolescentes, los adolescentes en jóvenes. Hay muertes, matrimonios, bautismos, problemas, dificultades, gente se muda, gente viene. El siglo XXI es un siglo increíblemente dinámico y siempre está en movimiento, y en ese mundo es que nosotros ministramos como pastores.

Eso plantea una serie de retos para el pastor y para los líderes espirituales de una congregación. Qué otra cosa? Las gallinas generan mucho conflicto entre sí por el aglomeramiento y la competencia por recursos limitados. Yo estuve en una granja de gallinas este verano, y yo creo que de ahí saqué este sermón, dele gracias a Dios por esos días de vacaciones que tomamos. Y me fascinaba mirar estas 200, 300 gallinas peleándose por los granitos de maíz.

Caleb, nuestro nieto, le tiró unos granitos de maíz y todas se tiran, se abalanzan y se picotean unas a otras, para comerse los granitos. En una iglesia, hay mucho conflicto también y parte de lo que tiene que hacer el granjero, pastor, es trabajar con el conflicto. Pero se parece mucho a una granja.

Otra cosa, perdonen, las gallinas no son muy leales. Digan auch! Francamente vivimos en un tiempo en que esa idea de Rose Philips, 50, 60, 80 años en una congregación ya ha pasado. Hoy en día, la gente se toma la libertad de moverse en una manera mucho más libremente y de darse el privilegio de escoger o no escoger. Ustedes saben a lo que me refiero.

Y esa es la realidad de una iglesia y así es que nosotros vivimos. Nos movemos en ese mundo. Otra cosa, las gallinas aprenden con dificultad. No tienen un cerebro muy grande. No sé si usted se ha fijado. Tienen una cabecita muy pequeñita. Entonces, se toma tiempo instruirlas, enseñarlas, y hay que ser paciente con ellas, hay que tomar una visión a largo plazo, hay que ser comedidos, hay que repetir las mismas cosas una y otra vez. Y uno tiene que tener esa paciencia con las gallinas, con las congregaciones e ir poco a poco enseñándolas.

Y yo creo que es mucho mejor asumir eso desde el principio que frustrarse porque fulanito lleva 20 años predicando la misma cosa y todavía no se le entra en la cabeza. Las gallinas son difíciles de aprender y también difíciles de controlar. Y el pastor tiene que tener una idea más modesta de su capacidad para controlar las gallinas.

Entonces, mire unas comparaciones que nos pueden ayudar todavía a mejor entender esto. Una comparación entre redil y gallinero. En un redil, qué hay? Ovejas, ¿verdad? En un gallinero hay gallinas, por lo menos hay 5 ó 6 que están poniendo atención. Yo les dije que las gallinas tienen dificultad en aprender. Ahí ven.

Cómo son las ovejitas? Mansas y obedientes. Usted coge una ovejita y a mí me han dicho que una de las cosas terribles es ver una ovejita que va a ser llevada al matadero, y ella mansamente pone el cuellito para que le den mejor todavía el golpe de muerte. Son animales mansos y obedientes. Cómo son las gallinas? No tan mansas y obedientes. Esa es la verdad. Las gallinas son eléctricas, van por donde ellas les da la gana. Trate usted de llevar una manada de gallinas en el prado y usted verá qué es lo que le pasa. Se le van por todas partes. Las ovejas, olvídese, con un par de perritos y usted domina una manada inmensa de ovejas. Porque son mansas y obedientes.

Cómo es el redil? En el redil, el pastor es la figura preponderante, es el centro. Usted vio esa imagen del pastor en el centro, en el frente de la fotografía. Mientras que en una granja el pastor es menos central, el pastor más bien se preocupa por establecer un sistema que pueda alimentar y proteger y guardar a todas las gallinas a la vez. Entonces la figura del pastor es menos importante y lo más importante es el sistema que él introduce para cuidar a toda la multitud. Guarde eso en mente, porque una de las cosas que yo veo como pastor, yo tengo que hacer y los líderes pastores, e inclusive los líderes de otros ministerios, es establecer un sistema que funcione y entonces mantener ese sistema y mejorarlo cada día para que ese sistema alimente la vida de los que entran en él.

Entonces, qué otra cosa? En el redil el pastor depende del cuidado individual, como decía, conoce cada una de sus ovejas, las cuida, les quita las pulgas, lo que sea, la atiende, la venda, la busca, la mantiene dentro del redil. Mientras que en la granja lo principal es el proceso.

Si usted mira en YouTube por ejemplo, ponga la palabra gallinero o granja de gallinas, y usted verá que las granjas de gallinas son sitios muy científicos donde hay aparatos para mantener la temperatura, para regular que los huevos no se rompan cuando las gallinas los ponen, que el tamaño de las gallinas sea el preciso y si exceden, se ponen en otro lugar, el agua la administran por unas botellitas pequeñitas que ellas aprietan con el pico y sale una gota de agua. Todo tremendamente regulado.

El proceso es más importante que la persona. Y así yo creo que es en una iglesia, cuando llega a cierto punto, yo no puedo atender a cada individuo personalmente, o los demás pastores, y por eso hay que depender más de sistemas, protocolos que ayuden a que todos puedan funcionar juntos. Después voy a explicar un poquito más acerca de eso.

Otra cosa, las ovejas son pasivas. Pero las gallinas son dinámicas y hay que bregar con eso. Otra cosa, en el modelo pastoral, es un modelo más estático, más predecible, más unificado, mientras que el modelo de la granja es dinámico. Las gallinas corren por donde quieran, hay movimiento continuo.

Las intervenciones personales del pastor a diferencia del control estratégico. El pastor tiene que saber y medir en qué va a invertir su tiempo, si lo va a invertir en una reunión comunitaria que puede generar recursos para la iglesia o si lo va a invertir en irse con doña Chencha a tomarse un café a las 10 de la mañana y pasar tres horas hablando con ella y consolándola y diciéndole que Dios la ama.

Con quién va a pasar el tiempo, con un líder que bendice a 100 personas en la iglesia o con una persona que no tiene tanto que ver con la bendición de la congregación. Puede que sí, no hay que ser interesado todo el tiempo, pero el pastor tiene un tiempo limitado y tiene que determinar, bueno, en qué voy yo a invertir mi tiempo? Porque el sistema necesita esa intervención estratégica.

Las acciones del pastor son importantes en el redil, mientras que en la granja, los sistemas, los protocolos, son los que imperan. El sistema pastoral es autoritario. El pastor gobierna, controla, determina, dicta, dice, enseña, profetiza, declara y las ovejas se moldean.

Mientras que en el sistema de la granja, el pastor tiene que ser mucho más pensante y estratégico en cómo mueve la economía de todas esas gallinas. Su intervención es más indirecta.

En el redil, cuidado intensivo. En el gallinero, cuidado colectivo de la totalidad. El pastor activo, el granjero, estratégico. En el modelo del redil, el énfasis es sobre lealtades, el pastor ama a sus ovejas hasta la muerte. Las ovejas se pegan a su pastor hasta la muerte también. Mientras que en el gallinero, hay un énfasis sobre más bien el control del medio ambiente, de la totalidad del sistema.

Usted ven entonces que a mí me ayuda cuando yo examino la vida cristiana, y la vida de la iglesia desde la perspectiva de la granja de gallinas, del granjero, porque ilumina muchas cosas acerca de la realidad de una iglesia.

Yo diría otra cosa y es que el modelo del pastor no se presta a una iglesia grande, una iglesia dinámica, una iglesia creciente. Un pastor no puede pastorear individualmente a cada persona. En esta congregación yo creo que usted se beneficiaría mucho de entender que es como los supermercados, versus una bodega. Usted va a la bodega y ahí está el bodeguero con una libretita y usted le dice, don Pancho, hoy no me ha llegado el cheque, pero necesito una libra de carne y 4 plátanos y media libra de arroz, y una funda de habichuelas, y él dice, no te preocupes, muchachos, son 14.50 dólares, lo apunta en la libretita y el viernes usted viene, cambia el cheque y le paga. Pero qué pasa? Que esa bodeguita también tiene limitaciones. Si usted quiere una sopa de Wolfgang Puck no la va a encontrar allí. Si quiere 27 marcas de cereal, no la va a tener, va a encontrar 3 a lo máximo.

Pero váyase a un supermercado como Market Basket y usted va a ver un pasillo completo de cereal solamente o de comida de perro, o de servilletas. Por qué? Porque el supermercado no tiene quizás el trato personal de la bodega, pero por qué es que la mayoría de la gente se va al supermercado? Porque pueden hacer una comprar y comprarlo todo de un solo tirón. No tienen la ventaja pero hay otras cosas que compensan.

Y así, muchas veces una iglesia como esta, quizás no tiene ese cuidado intensivo, individual de cada persona, quizás usted no tiene el gusto de que su pastor vaya al quinceañero de su hijita, o que vaya a probar el nuevo sancocho que su esposa aprendió a hacer esta semana, pero hay otras cosas que usted puede disfrutar. Quizás usted puede disfrutar de un ministerio de adoración más rico, de un ministerio de discipulado más amplio, con más posibilidades, un ministerio de niños con más departamentos y maestros mejor preparados. Quizás usted puede disfrutar de una iglesia que va a ministrarle a su familia en una manera más efectiva, va a haber discipulados y clases de células o ministerio de células, va a haber buena administración, va a haber un espacio más grande.

Sí, usted está cambiando algunas cosas individuales, pero hay un sistema que lo alimenta y le da muchas más posibilidades, en vez de esas iglesias a veces fragmentadas, y gloria a Dios por ellas, amén. Pero uno tiene que escoger una cosa o la otra. Y yo creo que cuando una iglesia llega a cierto tamaño, ya es más importante el manejo de sistemas y yo pienso que mi rol como pastor principal de la iglesia es proveerles a ustedes un espacio virtual, una ecología, una economía donde usted puede encontrar algo para su vida.

Si usted quiere aprender a servir al Señor, bueno, mi deber es como hice años atrás, comenzar el ministerio de células, y cuántos hermanos se han beneficiado del ministerio de células. Si necesitamos clases de entrenamiento bíblico y de enseñanza bíblica, ahí tenemos los discipulados que se comenzaron hace tantos años atrás en Cambridge, y que alimentan tantas personas y los preparan para el servicio en el reino del Señor. Si usted es un apasionado del servicio social y del trabajo en la comunidad, bueno, hay ministerios para gente homeless, está Alfa, está Herck, si usted quiere aprender inglés hay posibilidades. Y mi labor es posibilitar estas cosas, encontrar las personas mejor capacitadas para dirigir esos ministerios y asegurarme de que esos ministerios corran bien, orar por ellos, hablar con los líderes, supervisarlos, retroalimentarlos, delegar.

Y entonces al yo hacer eso, ustedes encuentran esos espacios para conectarse con el llamado de Dios en sus vidas. Amén. Esa es mi función. Yo tengo que cambiar el privilegio de sentarme con usted, conocerlo a usted íntimamente y usted a mí, por el privilegio de abarcar más gente, de impactar una ciudad, de alcanzar sistemas, de crear una iglesia poderosa que impacte la ciudad y que haga cambios radicales en la sociedad.

Hay que cambiar una cosa por la otra. Pero el modelo del pastor tratando a 10, 20 personas en la semana, o 30 personas y hay 800 ó 900 ó 1200 que son ignoradas, y son descuidadas porque él tiene que estar atendiendo a esas 20 ó 30 ó 40, no da resultado. Y la gente cuando entra a este modelo de iglesia tiene que entender que hay un precio que pagar. El modelo del granjero sí se presta porque, como les digo, el granjero trata al nivel mayor.

Como el granjero, la función del pastor principal debe ser velar por el ambiente total de la congregación. Yo llamo a eso, mantener el espacio donde se dan las interacciones de los feligreses, a diferencia de micro manejar cada miembro o cada situación. Más que el guardián de cada oveja, el pastor debe velar por el ambiente donde ellas viven y se mueven. El granjero pastor, se asegura de desarrollar y darle mantenimiento a ese ambiente.

De manera que ese ambiente provea todo los nutrientes para el crecimiento y el sostén de las ovejas. Por eso yo me tengo que reunir, por ejemplo, digamos el ministerio de alabanza. Que bendición recibimos hoy de ese ministerio! Ahora, eso ha sido una lucha cuerpo a cuerpo de años, para formar ese ministerio. Yo tengo las heridas para mostrárselas, si tuviera tiempo y no los escandalizara les mostraría las llagas. Ha sido una lucha a largo plazo, yo me reúno con ellos continuamente, les doy mi visión pastoral de lo que es la adoración.

Mi parte es asegurarme de escoger buenos líderes, de asegurarme que cualquier conflicto se atienda a tiempo, de infundirles a ellos los valores bíblicos de esta congregación, de enseñarles cuál es mi concepto de lo que es una buena alabanza y una buena adoración. Y entonces, yo tengo que soltarlos a ellos para que ellos hagan su trabajo. Y cuando algo anda mal ellos me ven allí haciendo señas y moviéndome, y después del servicio hablamos, o en la próxima reunión conversamos. Porque si eso pasa, se da como es debido, aunque usted no me vea, yo estoy adorando con el grupo de adoración. Mi presencia está allí porque ya yo la dejé allí con ellos, cuando me reuní con ellos. Y así pasa con cualquier otro ministerio.

Eso es lo que yo llamo desarrollar y darle mantenimiento a ese ambiente para que mantenga a las ovejas en una forma saludable. En este modelo el pastor es más bien como un mayordomo, un facilitador, un partero de la vida de Dios en la economía de la iglesia. Yo veo cada día, hermanos, mi rol como pastor en una forma más humilde y más modesta. Yo no me engaño a mí mismo acerca de lo que yo puedo hacer en sus vidas. Lo único que yo puedo hacer es un delgado alambre a través del cual corra la gracia de Dios a sus vidas. Eso es todo.

Y cuando yo he cumplido mi función, yo tengo que echarme a un lado para que ustedes sigan tratando directamente con Dios. Yo tengo que saber que yo no puedo crear santos, eso lo hace el Espíritu Santo. Yo puedo quizás canalizar la palabra de Dios y esa palabra hace la obra en ustedes. Yo tengo que bregar con mi propia humanidad, mis propias limitaciones. Y yo les digo siempre a ustedes, no dependan de mí, no se apeguen a mí. Es más, no se apeguen a ningún hombre o ninguna mujer, hermanos, pongan su mirada siempre solamente en el Señor.

Ponga su mirada en el Reino y gócese en este sistema maravilloso que es la iglesia de Jesucristo. Pero muchas iglesia yo creo que sufren y sabe que muchos pastores le hacemos daño a la gente por pegarlos a nosotros y usar manipulaciones para que se enamoren de nosotros y como que se apeguen. Eso es un pecado. Yo veo tantas prima donas hoy en día en el Evangelio y Dios aborrece eso. El único que debe ser entronizado y glorificado es Cristo Jesús. Yo soy un dedo que apunta hacia el Señor y eso es todo.

Yo me veo más bien como uno que maneja y facilita y administra los dones del Espíritu Santo en ustedes. Esta iglesia no es mía, su dinero no es mío, su propiedad no es mía, las almas no son mías, los feligreses no son míos. Yo no me puedo aprovechar de nada de esta congregación porque todo pertenece al Señor. Yo simplemente soy un sirviente que al final del día tengo que darle gracias al Señor por dignarse usarme para su gloria y su honra. Eso es todo.

Yo les suplico, hermanos, nunca se dejen manipular por nadie. Nunca se apeguen a ningún hombre, es más, ni a ninguna iglesia tampoco, porque León de Judá no es nada sin el Espíritu Santo dentro de nosotros. El día que nosotros dejemos de vivir la palabra de Dios y de predicarla como es debido, esta iglesia se desploma, porque no es vida nuestra, es la vida del Reino de Dios a través de nosotros.

Por eso es que a mí me gusta más la idea de un hombre que está más bien siendo simplemente un canalizador de energías, en vez de uno que está sentado en el trono haciendo la labor que debe hacer el Espíritu Santo. Yo soy un facilitador, un partero, eso es todo.

Por eso, hermanos, en ese modelo de la granja, donde el pastor está trabajando a través del sistema y no es la figura central, es importante en ese sistema delegar, entrenar a la gente, discipular a la gente, retroalimentar a la gente. Qué hice bien? Qué hice mal? Después de este primer servicio, yo le pregunté a dos o tres personas, óyeme, qué te pareció el sermón? Por qué? Porque quería saber si lo podía predicar la segunda vez a las 12 o si tenía que abandonarlo y buscar otro sermón. Porque no estaba seguro totalmente de que la gente hubiera entendido lo que estaba diciendo, o que estaba diciendo lo correcto.

Yo mismo necesito retroalimentación. Y mis líderes necesitan saber. Esto que yo estoy haciendo ahora mismo de predicar esta serie de sermones, es parte de eso. Porque en una iglesia así se necesita mucha comunicación, mucha información, mucho entendimiento de los valores y los principios que rigen a la congregación.

Se requiere un modelo de atención colectiva y global, a diferencia de específica o individual. Hermanos, el pastor debe reconocer sus limitaciones y su realidad y proceder desde ahí. Por eso es que yo digo que es importante verlo de esta manera, porque, de nuevo, en la granja es el sistema lo que más importa y no tanto la figura central del individuo líder.

Yo he desarrollado en estos días, pensando y preparándome para este sermón, he desarrollado la idea esta de realismo pastoral. Me parece un buen concepto. Y es la idea de que yo, ustedes, nosotros, los líderes principales, los pastores de esta congregación, debemos adoptar una perspectiva modesta, limitada, realista y a largo plazo del pastorado y de la iglesia.

A mí me ha ayudado muchísimo verlos a ustedes y verme a mí mismo como… somos viajeros en una jornada a largo plazo. Dios está tratando con nosotros, está bregando con nuestra humanidad. A veces nuestra humanidad se sale de las casillas, nos ofendemos unos a otros, murmuramos unos de los otros, cometemos errores, pecamos unos con los otros y contra Dios.

Yo veo parejas en conflicto, veo gente diciendo una cosa y haciendo otra. Esa es la realidad de esta iglesia y de cualquier iglesia en el mundo. Yo veo gente que en un momento están aquí arrodillados, adorando al Señor, danzando, derramando lágrimas, y en otro momento abusando de su esposo o su esposa, siendo egoístas, viviendo vidas dobles, desobedeciendo en las cosas más básicas y esa es la realidad de la iglesia, hermanos.

Esa es la materia con la cual nosotros bregamos. Yo no quiero llamar a las cosas por otro nombre. De esa realidad tenemos que partir hacia la hermosa realidad que Dios tiene para nuestras vidas y tenemos que reconocer dónde estamos y por eso yo entiendo mejor la iglesia cada día. Y sabe qué? Eso me libera para no guardar resentimientos, eso me libera para no ponerme cínico cuando veo contradicción en la vida de la gente. Eso me libera cuando yo cometo mis propios errores. Eso me libera cuando me siento mal atendido, mal interpretado, maltratado, porque esa es la realidad de la iglesia desde que el mundo es mundo y desde que Cristo la fundó y será hasta que Cristo venga de esa manera.

Y yo creo que es bueno que nosotros partamos de un realismo pastoral. Y de ahí trabajemos para ir a la gloriosa visión que Dios tiene para nosotros. Quiera el Señor que nosotros podamos entender esto, de que mi rol y el rol de los pastores no es solamente llamarnos a la santidad, con este concepto, mire, aísle este concepto por un momentito. Yo veo dos cosas que tiene uno que hacer como pastor, uno es llamar al pueblo de Dios y llamarse uno mismo hacia una vida de santidad, proseguir al blanco, como dice el Apóstol Pablo, trabajar hasta que la imagen de Cristo sea forjada en nosotros, entregarle al Señor toda impureza, todo defecto, toda distorsión, toda imperfección de nuestro carácter y vivir deseando que la gloria de Dios se manifiesta en nuestras vidas, y trabajar arduamente para eso.

Pero ¿Sabe qué? Yo he aprendido también que en la iglesia hasta que Cristo venga, el rol de la iglesia también tendrá que ser proveer cercas para que el pecado no se desborde. Hay que regular el pecado, administrar el pecado. Mientras usted esté en esta iglesia usted va a tener cosas que no son de Dios, y mi rol como pastor, muchas veces va a ser simplemente mantener el pecado dentro de límites tolerables que no destruyan a la iglesia. Porque ustedes van a seguir pecando, yo voy a seguir pecando. Yo no sé si usted se escandaliza con eso que he dicho, pero todavía no he encontrado nadie que me contradiga efectivamente al respecto. Y todavía no he visto evidencia de lo contrario.

Muchos de los hermanos que más aman a Dios, que más adoran al Señor, que más hablan en lenguas, son a veces los que más necesitan de la misericordia y el trato de Dios. Se los digo por observación propia y por experiencia personal. Y mientras esta iglesia permanezca parte de nuestro rol va a ser entender eso y asegurarnos de que ese pecado no se desborde, que cuando se manifieste encuentre controles seguros, confrontación, disciplina, amor, corrección adecuada y eso es parte del trabajo del pastor. Al final del día tendré que bregar con mi propia humanidad, con la humanidad de mi pueblo, y decirle, Señor, gracias por la gracia que tu nos has dado. Gracias por la sangre de Jesús. Ayúdame a llevar estas ovejas finalmente al redil de tu mansión, de tu gracia, de tu misericordia eterna.

Y mientras tanto vamos a seguir adelante, hermanos, vamos a seguir tolerándonos, vamos a seguir amándonos, perdonándonos unos a otros y vamos a seguir reconociendo la realidad de la iglesia. Somos ovejas, pero somos gallinas también, hermanos. Somos un redil, pero también somos un gallinero. Y nuestro Señor Jesucristo es el pastor de pastores, pero tampoco le importa arremangarse la camisa y ser un granjero de vez en cuando también y mandar su Espíritu Santo para que nos guíe hacia toda verdad y delegarle al Espíritu Santo y a su iglesia el trabajo de redimir la humanidad.

Que bueno! Que bueno es Dios! Yo le doy gracias al Señor. Yo cada día me enamoro más de la iglesia de Jesucristo. Me enamoro más de ustedes, les amo más, a la misma vez que les conozco más y me conozco a mí mismo. Que el Señor les bendiga y que nos ayude a ser esa iglesia ejemplar que Cristo ama.

Vamos a ponernos de pie, hermanos. Padre, gracias por tu amor inagotable. Gracias porque tu nos amas a pesar de que nos conoces. Permite que esta congregación pueda habitar bajo tu mirada de aprobación, mientras Cristo venga, Señor, mientras estemos en la tierra llévanos a ser más y más aceptables delante de ti. Yo bendigo esta palabra, entiérrala en nuestros corazones, Señor, y saca todo lo que no sea de ti. Bendecimos a tu pueblo, Señor, en el nombre de Jesús. Y el pueblo de Dios dice, amén. Dios les bendiga, mis hermanos.

Perdonar es una llave de sanidad

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Quiero invitarle a preguntarse si realmente en su corazón, siente el perdón del Señor. Yo decía que no soy profeta desde el punto de vista que se asume ser profeta en estos tiempos, porque la pregunta que voy a hacer o la observación que voy a hacer puede hacerse en cualquier iglesia, en cualquier lugar a cualquier hora.

Pero creo que aquí el Señor está poniendo en nuestro corazón, en alguien, en algunas personas, la necesidad de entender que hay falta de perdón en el corazón. Que hay una actitud de rencor, de raíces de amargura, que aún no han sido totalmente entregadas delante del Señor. Yo quiero que con sus ojos cerrados, y en una actitud totalmente honesta frente al que todo lo vé, todo lo sabe, frente al que nos creó, podamos discernir en nuestros corazones esas áreas que necesitan ser sanadas, porque alguiens nos hirió, porque alguien maldijo nuestras vidas, porque alguien abusó de nosotros. El Señor quiere que estemos libres.

Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios, que brotando alguna raíz de amargura os estorbe y por ella muchos sean contaminados. Hebreos capítulo 12 versículo 15. "Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios, que brotando alguna raíz de amargura os estorbe y por ella muchos sean contaminados". Señor, encomiendo esta palabra Señor a través de tu Espíritu Santo al corazón de cada uno de nosotros, que necesitamos hacer una revisión de las áreas de nuestra vida, de nuestro corazón, frente a ti, en el nombre de Jesús, yo te pido que tu Espíritu Santo traiga convicción, traiga discernimiento, traiga arrepentimiento, y traiga restauración, en el nombre de Jesús, amén, amén.

¿Por qué razón podemos quedar o tener raíces de amargura en nuestras vidas?. Y probablemente una de las causas más importante, tal vez más definida o definitorias por las que pueden quedar raíces de amargura es falta de perdón. Perdonar es una llave de sanidad y de sanidad interior, que abre paso a la sanidad del alma. ¿Sabe?, perdonar es una decisión, y la falta de perdón hace que quede en nuestro interior raíces de amargura. En Efesios capítulo 4 versículo 32 nos dice: "Más bien sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo". Sabe, hoy día hablar de perdón no es tan fácil, alguno dirá mira pastor, probablemente tú no has pasado las experiencias que yo he pasado, a ti no te han perseguido, no te han abusado, probablemente no has sufrido de violencia, probablemente no has sufrido de indiferencia, no te han rechazado, no has pasado necesidad por alguna causa física o mental, pero es interesante como el Señor no miró ni siquiera cada una de nuestras debilidades o de nuestros pecados para morir en la cruz del calvario por cada uno de nosotros, con cada una de nuestras diferencias, con cada uno de nuestros pecados y nos perdonó a todos por igual.

Probablemente no tengo la experiencia de las heridas profundas que puede causar la vida en algunas personas, pero no por eso la palabra del Señor deja de tener autoridad para poder recomendar que las raíces de amargura traen ansiedades, traen enfermedades, traen situaciones a nuestra alma que pueden provocar que muchos sean contaminados.

Sabe, yo estoy hablando a un corazón, a una persona, a un grupo de personas hoy día, que de alguna manera aún no han entendido que el perdón de Dios significa ya no me acuerdo más de sus pecados. A veces nosotros ni siquiera hemos recorrido el camino de perdonar o de sentirnos perdonados, ni siquiera nosotros nos hemos perdonado, sabemos que el Señor nos perdonó, sabemos que Él derramó su sangre en la cruz del calvario para perdón y remisión de pecados, no excluye nada, ninguna circunstancia, ni muy simple ni muy extrema, Él murió en la cruz del calvario para traernos sobre nosotros perdón, remisión de pecados, darnos salvación y entregarnos vida eterna.

Muchos de nosotros tenemos claro eso, pero aún así, muchos de nosotros aún no hemos sido capaces de perdonarnos nosotros mismos por esas cosas que quedaron en el pasado. La palabra del Señor nos dice que si no perdonamos Dios no nos perdona. Alguien dijo una vez que perdonar es recordar las ofensas en paz. Yo no creo eso. Podemos asumir perdonar a la persona que nos ofendió pero no me la nombren más en mi vida. Había una frase política del país de donde yo vengo que decía, "ni perdón ni olvido", eso era todo lo que había que hacer. No hay perdón sin justicia. Sabe, que bueno que nosotros podamos dimensionar esta necesidad de escudriñar, de discernir dentro de nuestros corazones, el perdón del Señor se muestra, se está mostrando a través de nuestro propio perdón por nuestras propias acciones.

Muchas veces personas que han practicado ciertas cosas como abortos y han sentido el perdón del Señor, aún no se han sentido perdonadas, no han sentido la convicción de sentirse perdonadas ellas mismas. Hombres que han sido de alguna manera crueles, violentos, y han sentido el perdón del Señor por su abuso, aún sienten que en su vida esos recuerdos vienen y los traen a sentirse mal. Pero si yo era así, pero si yo vivía así, pero si yo hice esto, yo sé que el Señor me perdonó pero yo no me puedo olvidar. Sabe, el Señor nos está llamando a que podamos entender que el perdón que captamos a través de haber recibido a Jesucristo, es un perdón completo que trasciende el cuerpo, el alma, y el espíritu, y cada uno de nosotros debe aprender a experimentar eso.

El perdón ante todo es algo que debe suceder en nuestro corazón. Cuando perdonamos, perdonamos dentro de nosotros, y no hace falta que esté la persona necesariamente a la que tenemos que perdonar allí, ¿por qué decimos esto?, porque a veces sólo podemos perdonar en el recuerdo. Probablemente la persona que le hicimos daño o nos hizo daño ya ni siquiera exista, aún así debemos buscar que el perdón tenga una vida en nosotros. El perdón es algo que está dentro de nosotros, surge desde nosotros hacia aquéllas personas que pasaron por nuestras vidas y nos lastimaron. Eventualmente en nuestro diario vivir siempre nos vamos a encontrar con personas que van a hacer algo que nos vá a hacer sentir mal, y cada día debemos practicar ese perdón.

Otra razón por las que se brotan raíces de amargura es la autocondenación. No debemos seguir autocondenándonos porque el Señor ya nos perdonó. No debemos seguir reprochándonos nuestra conducta anterior porque el Señor ya nos perdonó, y cuando tenemos esa convicción, entonces podemos decir que todo lo pasado ya es viejo. Segunda de Corintios capítulo 5 versículo 17 dice que: "De modo que si alguno está", ¿dónde?, en Cristo, no en la religión evangélica, no en una iglesia determinada, "De modo que si alguno está en Cristo", ¿y quién es Cristo?, la roca, la piedra angular, el lugar donde nosotros nos paramos y comenzamos a caminar firmes, el que dió su vida por nosotros en la cruz del calvario, "De modo que si alguno está en Cristo nueva criatura es, las cosas viejas pasaron, y he aquí que todas son hechas nuevas", incluyendo las heridas del alma, incluyendo aquéllos que te maltrataron alguna vez.

Tengo un caso en mi iglesia, él contó su testimonio, este muchacho, venía de otra iglesia, él aceptó a Cristo hace algunos años, pero nunca le dijeron que tenía que entender que él no era culpable de su situación, y que tenía que perdonarse. A los cinco años lo echaron de su casa en Guatemala, a los cinco años le dijeron no te queremos y él se acuerda claramente cómo sus padres le dijeron no te queremos, desde los cinco años vivió en la calle, ya lleva unos doce o trece años que vino a EEUU, yo creo que su familia ni siquiera sabe que él está acá, y vivió introduciéndose en el alcohol, en la vida que a Dios no le agrada, hasta que un día entendió que el Señor Jesucristo lo llamó y lo perdonó, y también le dijo tampoco es tu culpa, perdónate, no te autocastigues, no te infrinjas heridas porque no te quisieron en tu casa, no sabes por qué no te quisieron, perdona, si no puedes ir y perdonar, perdona de aquí, con los ojos cerrados, y deja que el Espíritu Santo trabaje en tu vida.

Sabe, este muchacho ha cambiado, este muchacho ha entendido que ahora sintiéndose perdonado con la convicción del Señor, él puede perdonarse incluso de sus malas decisiones y puede decir las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas, así que, en Hebreos capítulo 8 versículo 12 dice que: "Yo les perdoné sus iniquidades, y nunca más me acordaré de sus pecados". Este es un nuevo pacto, el Señor ya no vá a tener presentes nuestros pecados, nos arrepentimos y nos perdonó, estamos en una nueva etapa, iniciamos una nueva vida en Él y que Él nos está dando esta nueva vida a través de Jesucristo. ¿Hay alguno aquí que todavía no experimente esa vida en Jesús?. ¿Hay alguno aquí que aún necesite entender que su vida puede ser una vida total y absolutamente diferente?.

Sólo abriendo su corazón y diciendo Señor Jesús perdóname. Señor, lávame con tu sangre, Señor restaura mi vida, aún el autor en el libro de Hebreos dice que, no debemos permitir que alguna raíz de amargura se desarrolle en nuestro corazón. ¿Cuántos quieren permanecer en la gracia del Señor?, ¿cuántos quieren permanecer ahí en la presencia del Señor?.

Sabe, el Nuevo Testamento nos habla de un Dios misericordioso, Él está mucho más presente, y Él quiere que cada uno nos perdonemos, quiere que podamos llegar delante de Él con un corazón limpio, sin heridas, sin raíces, que nuestra adoración fluya poderosa delante de Él. En Mateo capítulo 6 versículos 12 al 14 dice esta oración: "perdonando nuestras ofensas como nosotros también perdonamos a nuestros ofensores, y no nos dejes caer en tentación, si no que líbranos del mal, porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, vuestro padre celestial también os perdonará a cada uno de vosotros". Hay una consecuencia, necesaria, debemos abrir nuestro corazón, si alguien nos hirió, si alguien nos maltrató verbalmente, si alguien abusó y sabes su nombre, si sabes cuál es su imagen, en el nombre de Jesús declara perdón, por sobre todas las cosas para que tu corazón, para que tu alma, para que tu vida esté libre y puedas adorar al Señor con todas tus fuerzas.

Sabe, aún el Señor quiere que lleguemos, nos recomienda que lleguemos con alguna de nuestras ofrendas, pero antes de llegar al Señor tengamos cuidado si tenemos que pedirle perdón a alguien, dice vé a donde tu hermano, pídele perdón y luego ven al altar y ofrenda. No estoy sólo hablando de dinero, tu adoración, tu alabanza, tu servicio, tu trabajo dentro de la iglesia, muchos de nosotros por años nos hemos identificado con estar presentes dentro de la iglesia y muchos de nosotros conocemos cómo se vive y cómo se trabaja, pero también muchas veces nos olvidamos que necesitamos estar con nuestro corazón sano cada día, si a alguien ofendimos, si alguien nos ofendió y nuestro corazón lo recibió, aún antes de presentar ofrenda, aún antes de presentar adoración, aún antes de presentar acción de gracias, vamos, pidamos perdón, perdonemos.

Ninguno de nosotros es perfecto, ninguno de nosotros. Ninguno de nosotros puede decir que no puede perdonar, ninguno de nosotros puede decir que no debe sentir perdón, cada uno de nosotros necesitamos ponernos a cuenta con la línea del amor y del perdón de Jesucristo. Aún Mateo capítulo 18 versículo 21 dice: "Pedro se acercó y le dijo: Señor, ¿cuántas veces pecará mi hermano contra mí y yo le perdonaré?", nosotros decimos yo le aguanto una, a la segunda le cierro un ojo y a la tercera le cierro los dos probablemente. En un mundo donde los extremos son normales, o te amo o te odio, aún a la iglesia traemos esos hábitos, aún a la iglesia traemos esa manera de vivir, aún hay gente en la iglesia que necesita entender que ya el perdón de Jesucristo está en su vida, por lo tanto deshágase de todas esas cosas que a Dios no le agradan y que le están haciendo daño a su alma. Aún no sólo la palabra del Señor lo enseña, aún la ciencia enseña que el hombre que vive amargado, con falta de perdón, hasta enfermo pasa.

Hay personas que están amargadas, sufriendo, personas jóvenes, y usted las vé y les echa el doble de la edad que tienen, no voy a mirar a nadie. Aún necesitamos trabajar esas áreas de nuestra vida, el Señor quiere rejuvenecernos, el Señor quiere que nos renovemos, el Señor quiere darnos cada día su vida, su aliento de Espíritu, pero su alegría no puede morar en corazones que sólo viven en amargura, que sólo hablan amargura, que sólo se quejan, que sólo traen amargura al mundo. Yo quiero hablar a su corazón, y quiero decirle que deje de lado todo aquéllo que le ha puesto en problemas por causa de raíces de amargura, aunque sea difícil, aunque la acción de perdonar sea el último sacrificio en esta batalla, procure perdonar, procure abrir su corazón, y aunque haya sido mucho el daño, deje que el Señor Jesucristo restaure su vida, deje que Él le muestre su amor, deje que Él traiga su bendición sobre usted, no se atrase, deje que el Espíritu Santo corra con libertad, que cuando usted levante sus manos a pesar de todas esas heridas del pasado, el bálsamo que es la unción del Espíritu Santo venga sobre usted, esas heridas pasan, se van cicatrizando y van tomando otro color, otra forma, ya no hay infección, hay sanidad.

Así que no viva de los recuerdos. La palabra dice en Colosenses: "Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros, sobre todo tened entre vosotros un ferviente amor, porque el amor cubre multitud de pecados". La falta de perdón nos separa de Dios, no podemos alabar a Dios con libertad, nos afecta en nuestras relaciones personales, en la iglesia o en la casa, no somos de bendición, ¿sabe por qué?, porque sólo ver a una persona que tiene amargura en su corazón trae tristeza, trae murmuración, trae queja.

La amargura, la raíz nos enferma, trae problemas de salud, afectamos a nuestros hijos, a nuestros esposos o esposas, ponemos semillas de falta de perdón, todo se une en nuestra casa, pueden nacer ánimos de venganza, y somos estorbo por no perdonar. No podemos dejar que la raíz de amargura nos estorbe en nuestra relación y cercanía con el Dios y Padre que está en los cielos. Aquél que nos proveyó del instrumento de salvación, a nuestro Señor Jesucristo. Así que si hay alguna raíz de amargura en su corazón, quiero invitarle a que cierre sus ojos ahora, perdonar a otros nos hace grandes, fuertes, ¿y sabe lo mejor?, que el beneficio es para nosotros mismos. Oremos.

Y comienze a declarar perdón, sobre quien usted crea que necesita perdonar, aún nosotros los pastores que estamos expuestos a hablar todas estas cosas, aún en el silencio de nuestro hogar, cuando usted nos vé predicando, muchas de estas cosas que también han afectado en nuestra vida, necesitamos sentirnos perdonados, necesitamos perdonar muchas veces las ofensas de otros. Aún nosotros debemos confesar que no somos perfectos, que aún hay heridas en nuestro corazón que tienen que ser sanadas, porque ya el Señor lo hizo, ¿qué fué eso que te ha marcado toda tu vida que hoy día necesita sanidad?. ¿Qué fué esa situación, quién fué esa persona, cuál fué esa circunstancia que aún el día de hoy cada ciertas horas o cada ciertos días del mes viene a tu mente, y te trae amargura, y te trae tristeza?.

Hoy día es el día que el Señor creó para que tú te libres de eso, para que tú te sanes de eso, para que le digas al Señor, Señor, saca toda raíz de amargura de mi corazón, saca toda palabra de maldición de mi boca, saca todo aquéllo que ha herido mi vida o aquéllo con lo cuál yo he herido a otros, enséñame a perdonar así como Tú me perdonaste, a pesar de la condición de mi vida. Enséñame Señor a llegar con manos limpias, con un corazón puro, con un olor grato delante de ti, porque Tú ahora habitas en mí, porque Tú habitas en nosotros, ya no habitas en templos por manos de hombres, si no que nosotros somos Tu templo vivo Señor. Señor yo oro por esa situación puntual en el corazón de mis hermanos, de violencia, de infidelidad, de malos tratos, a veces de palabras de maldición que fueron traspasadas desde la infancia, Señor yo oro para que Tu perdón se complemente Dios mío y fortalezca mi corazón para que aún entendamos, que debemos aprender a perdonarnos, y debemos aprender a perdonar a otros, gracias Señor, porque Tu palabra es viva, porque Tu palabra es eficaz, porque Tu palabra es cortante y penetrante como una espada de doble filo, que penetra hasta partir el alma y llega hasta la médula de los huesos.

Y yo te pido que esta palabra penetre en el corazón de los que necesitan hoy día, que se introduzca esta palabra en la médula de cada hueso Señor, y que Tu Espíritu Santo haga fluir, haga correr sangre nueva, la sangre de Jesucristo en cada una de sus vidas, gracias Señor, gracias Jesús.

La naturaleza de la Iglesia

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Les recuerdo que estamos tomando tiempo en estos domingos para meditar sobre aspectos que definen nuestra Congregación, son temas que nos ayudan a comprender el tipo de iglesia a la cual asistimos. Por qué creemos lo que creemos? Por qué muchas veces somos una iglesia que tiene sus complejidades y que, como decía yo el domingo pasado, unimos y aunamos diferentes elementos que hoy en día se ven en diferentes sectores del cuerpo de Jesucristo.

Creemos que Dios ha dado su revelación a través de los siglos y aún en nuestro tiempo a diferentes segmentos de la iglesia, el segmento pentecostal, el segmento evangélico, y a tantos otros grupos cristianos bíblicos y que hacemos bien en aprender un poquito de cada uno de esos segmentos de la iglesia y unirlos todos en una espiritualidad que refleje esas complejidad de la iglesia.

Y entonces, una de las cosas que yo siento que necesitamos hablar es cuál es el entendimiento de esta Congregación, de este pastor, del liderazgo de esta iglesia concerniente a lo que es la iglesia de Jesucristo, y lo que es una Congregación, lo que es una iglesia con i minúscula también.

Así que yo voy a hablar de la iglesia con I mayúscula, la iglesia universal de Jesucristo, y también quiero hablar acerca de la iglesia con i minúscula.

La naturaleza de la iglesia. Y lo primero que podemos preguntar es para qué existe la iglesia de Jesucristo en el mundo? Cuál es la misión y la visión de la iglesia? Primeramente déjeme decir algo, la iglesia de Jesucristo es esa comunidad de hombres y mujeres que han sido llamados, eso lo que quiere decir la palabra iglesia, de donde viene la palabra ─ del original eclesia. Esa comunidad de hombres y mujeres que han sido llamados a través de los siglos y de diferentes naciones para ser una comunidad salvada por Jesucristo, por la sangre de Jesús, que ejemplifica los valores del Reino de Dios.

Esa es la iglesia de Jesucristo esencialmente. Ahora, esa iglesia existe para ciertos propósitos. Tiene una misión y una visión que cumplir aquí en la tierra. Cuáles son las cosas que cumple la iglesia? Cuáles son los propósitos y las tareas?

Para qué existimos? Qué funciones llevamos a cabo nosotros como iglesia de Jesucristo? Lo primero, yo diría, que hace la iglesia en la tierra es adorar y trabajar para la gloria de Dios. Nosotros existimos primeramente para glorificar al Señor, se hacen muchas cosas en la vida de la iglesia, se dan diezmos, se evangeliza, muchas cosas, pero al final de cuentas como comunidad nosotros existimos para dar gloria y honra al Señor. Y todo lo que nosotros hacemos, los esfuerzos, las misiones que emprendemos, la vida misma que nosotros vivimos aún yo diría, que nuestras agonías, nuestros sufrimientos y aún nuestras caídas, cuando nos arrepentimos y venimos ante el Señor, todo esto redunda en última instancia en gloria y honra para el Señor.

Pero la iglesia tiene que ser una comunidad de adoración, tiene que ser una comunidad que sepa que existimos para dar gloria al Señor. Esta tarde, por ejemplo, cuando nosotros estábamos aquí en este tiempo de alabanza yo sé que estábamos cumpliendo algo que es muy cercano y muy amado por el Señor. Y es cuando su pueblo se suelta y le rinde gloria y menciona los atributos de Dios y reconoce todas las cosas bellas del Reino de Dios, y nuestro corazón se abre en adoración al Señor. A Dios le agrada eso.

Imagínese que en ese momento nosotros estábamos en comunión con literalmente millones de cristianos en toda la tierra adorando el nombre del Señor. Porque en alguna parte del mundo a las 12:30 y a la 1:00 cuando nosotros estábamos adorando al Señor, en algún lugar eran las 9:00 de la mañana, las 10:00 de la mañana y había una Congregación que estaba comenzando a adorar al Señor.

Y sabe algo? Que la iglesia de Jesucristo nunca cesa de adorar, porque si usted mira las 24 horas del día en alguna parte alguien se está levantando cuando alguien se está acostando. Y en alguna parte del mundo hay un hombre o una mujer que se está levantando para ir a su trabajo y está adorando al Señor mientras otro se está acostando, regresando de su trabajo. 24 horas al día el pueblo de Dios siempre está adorando al Señor.

Que hermoso! Piense eso. Nunca cesan las alabanzas de parte de la iglesia, elevándose ante el trono del Señor. Porque siempre hay alguien, siempre hay comunidades adorando y glorificando al Señor. Siempre hay alguien ayunando, siempre hay alguien declarando el señorío de Cristo sobre la tierra. Somos una comunidad que adora, y en todo lo que nosotros hacemos, recuerde eso siempre, que en última instancia la iglesia existe para adorar y para traer gloria y honra al Señor.

Primera de Pedro, Capítulo 2, déjeme leer rápidamente aquí. Vamos a estar yendo a la palabra. Primera de Pedro 2:5, dice:

“…Vosotros también ─ nosotros, iglesia ─ como piedras vivas sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo…”

Eso es lo que nosotros estábamos haciendo esta tarde, ofreciendo sacrificios espirituales al Señor, a través de esa adoración. Pero ahora, mientras yo proclamo la palabra en esta forma verbal, yo también estoy adorando al Señor. Y mientras usted escucha, usted está adorando al Señor también. Es decir, que la iglesia es una máquina de, por así decirlo, de adoración y gloria para Dios.

Además de eso, también nosotros somos llamados para proclamar el Evangelio, somos llamados para anunciar continuamente las verdades de la palabra de Dios. Sabe que la iglesia es una institución y no solamente una institución sino una comunidad que siempre está declarándole al mundo la palabra del Evangelio. Estamos haciéndolo evangelizando almas, primeramente. Declaramos lo que Cristo hizo en la cruz, declaramos que él murió y resucitó por nuestras vidas.

Y cuando yo hice llamamiento esta tarde, después de la adoración, por qué nosotros insistimos en hacer llamamientos y en traer almas a Cristo e iniciarlos en su caminar cristiano? Porque esa es una de las responsabilidades más grandes que tiene la iglesia y tu y yo, nuestra vida, tiene que ser vivida siempre siendo instrumentos de que otros vengan al conocimiento de Jesucristo.

Yo espero que nuestra iglesia nunca tenga que estar dependiendo de formas artificiales de hacer evangelismo. Por qué? Porque nuestros miembros, los miembros de esta Congregación sean evangelistas cada uno de ellos. Recuerda que cuando tu invitas a un compañero de trabajo, a un familiar a la casa del Señor, tu les estás proveyendo una oportunidad a esa alma para ordenar su vida con Cristo, recibir al Señor, comenzar un camino nuevo en el Señor.

Así que siempre hay una oportunidad, y no solamente tiene que ser el pastor quien haga llamamiento, tu lo puedes hacer en tu trabajo. Si tu ves que alguien tiene un hambre y te ha dado una oportunidad para hablar de Cristo, preséntale el Evangelio, invítalo a orar contigo, invítalo a entregar su vida al Señor. Tu puedes hacer eso continuamente. La iglesia es una comunidad evangelística.

En primera de Pedro, Capítulo 2, versículo 9, dice:

“… Más vosotros ─ de nuevo, refiriéndose a nosotros, la iglesia,─ vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa…”

Todas esas son definiciones, de hecho, de lo que es la iglesia de Jesucristo. “…pueblo adquirido por Dios para que anunciéis ─ ahí está proclamación ─ para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable…”

Nosotros tenemos que estar siempre proclamando lo que Dios hizo por nosotros. Esa es la mejor palabra evangelística, lo que Dios hizo por mí. Dale a la gente testimonio de cómo Dios cambió tu vida, cómo Dios impactó tu vida.

Pero nosotros como Congregación León de Judá siempre insistiremos en proclamar el Evangelio y tendremos que darle lugar a ese aspecto de nuestra vida como iglesia de Jesucristo en todas las cosas que hacemos.

Una tercera función que tiene la iglesia de Jesucristo es preservar las enseñanzas de Jesús y de los Apóstoles hasta que Cristo venga por segunda vez. Sabes tu que como iglesia, nosotros hemos sido hechos custodios de la palabra del Señor, la revelación de Dios que está en las Escrituras. A la iglesia se le ha confiado la administración de las verdades del Evangelio contenidas desde Génesis hasta Apocalipsis.

Nosotros tenemos el cuidado de ese tesoro y tenemos que preservarlos exactamente como fue dado a nosotros. No podemos cambiarlo, no podemos quitarle ni añadirle, tenemos que ser fieles a la palabra del Señor y ¿Saben qué? Otra cosa, tenemos que defender esa revelación de Dios.

Por qué digo esto? Porque en el tiempo en que vivimos el Evangelio de Jesucristo está siendo sometido a todo tipo de perversión, siendo diluido, siendo reajustado. La Biblia dice que vendrá el día en que tendrán comezón de oír y no se sujetarán a la palabra del Señor y se buscarán maestros para que les hable conforme a los apetitos de su corazón y estamos en esos tiempos ahora mismo.

Y la iglesia de Jesucristo tiene que pararse y decir, nosotros vamos a defender la revelación de Dios y tenemos que hablar esa palabra pura. Por eso es que, de nuevo, en esta Congregación siempre trataremos de predicar un Evangelio que refleje la complejidad y el contenido de la palabra del Señor. No nos vamos a llevar de lo que vemos, las modas que vemos allá afuera, o lo que a la gente le gusta oír, o lo que la gente sofisticada quiere oír cuando viene a la iglesia. Nosotros queremos custodiar la revelación de Dios exactamente como nos ha sido confiada a nosotros. Amén.

Y tenemos que contender por ello. Si vemos dondequiera que haya una doctrina falsa, aunque se parezca mucho a la doctrina original, tenemos que aclarar eso y señalar lo que es verdaderamente de Dios y lo que no es de Dios.

Hay un pasaje en Judas, versículo 3, porque Judas solo tiene un Capítulo, cuántos sabían eso? Judas es el libro más corto de la Biblia, solamente tiene un Capítulo y en el versículo 3 de Judas, dice así:

“…Me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente, ─ mire cómo nosotros tenemos que relacionarnos con la palabra de Dios en este tiempo. Sabe lo que quiere decir contender ardientemente? Quiere decir pelear con dientes y uñas. Por qué? ─ … por la fe que ha sido dada una vez a los santos…”

En otras palabras, el Evangelio fue anunciado una sola vez y ya nosotros lo recibimos y ahora tenemos que preservarlo exactamente como ha sido revelado y si hay que pelear para defenderlo en el sentido de argumentar, de aclarar, de confrontar, lo hacemos. Porque hay que defender la revelación de Dios en este tiempo en que esa revelación está siendo sometida a todo tipo de ajustes falsos y de herejías.

El Apóstol Pablo, de hecho, lo declara en una forma todavía más seria en Gálatas, Capítulo 1, en el versículo 8, él dice allí:

“… Más si aún nosotros o un ángel del cielo ─ imagínese – os anunciare otro Evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema…”

Eso quiere decir, sea maldito. Esa es la verdad, sea condenado. Y lo repite una vez más, “… como antes hemos dicho, también ahora lo repito, si alguno os predica diferente Evangelio del que habéis recibido sea anatema…”

Preservar la integridad del Evangelio es cosa seria, hermanos. Y por eso muchas veces nosotros tendremos que predicar un Evangelio que no le va a gustar a la gente. Yo siempre me he lamentado pero creo que es un precio legítimo para pagar. Nuestra iglesia podría tener una cantidad de personas bien importantes, bien involucradas en la sociedad, y en la cultura y en la política, si yo diluyera un poquito el Evangelio que predicamos.

Hay mucha gente que viene aquí y dicen, ah, León de Judá es una iglesia que tiene servicios sociales y brega por la justicia social. Y de nuevo, creen que somos una iglesia más liberal de lo que somos y de momento se tropiezan con una enseñanza del pastor y dicen, ah, no, aquí me voy porque no me gustó lo que predicó el pastor.

Pero amén, es el precio que tenemos que pagar, gloria a Dios, porque nuestro deseo no es agradar a la carne, sino agradar al Señor que confió su Evangelio. Y tenemos que ser fieles a la palabra del Señor. No importa que no le guste a quien no le guste, cuando la gente entra por las puertas de la iglesia tiene que ajustarse a la doctrina de la iglesia, no la doctrina de la iglesia a la gente, por más ricos, más importantes, más intelectualmente desarrollados que sean, no importa. La iglesia de Cristo es la nodriza de la humanidad y tiene que proclamar la verdad de Dios aunque el diablo se moleste y haga lo que quiere. Así que preservamos las enseñanzas de la palabra de Dios.

Otra cosa que hacemos es hacer discípulos. La iglesia existe para hacer discípulos, instruir y para preparar a los santos para el servicio del Evangelio. Mire lo que dice Efesios, Capítulo 4, versículos 11 y 12.

“… Y el mismo, Dios mismo, constituyó a unos Apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros…”

Para qué hizo Dios todo esto? Para qué Dios creó toda esta serie de personas importantes en la economía de la iglesia, los pastores, los maestros, evangelistas, profetas? Dice:

“…a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo…”

Para qué yo predico? Para qué existe esta iglesia? Para qué tenemos clases de discipulado? Para prepararte a ti para la obra del servicio del Señor. Mucha gente viene a la iglesia y creen que la iglesia existe, más bien para pasarle la mano por encima, consolarlos, añoñarlos, como decimos los dominicanos, chinearlos, como dicen los guatemaltecos, y secarle las lágrimas. Todo eso es bueno, es importante, pero ¿Saben qué? La gente debe venir a la iglesia para equiparse para servir a Cristo Jesús, para ser maestros, para ser evangelistas, para el servicio de la obra del Señor.

Y la iglesia tiene que proveerle a la gente las herramientas que necesita para ser testigos efectivos de Jesucristo y siervos de Dios. Esa es la función principal de la iglesia. Por eso es que, hermano, hermana, tu tienes que cambiar tu esquema. Mucha gente creció en la iglesia y para ellos su modelo era, bueno, yo voy a la iglesia a persignarme y, no estoy aludiendo a ninguna religión ni nada, voy allí para estar 20 minutos, hacer unas cositas allí rápidamente y después me voy a mi casa y vuelvo al otro domingo y hago lo mismo.

No, la iglesia es una escuela. La iglesia es un hospital. La iglesia es un lugar de formación. La iglesia es un ejército, es un lugar de entrenamiento donde la gente viene, recibe palabra, recibe enseñanza, recibe restauración de Dios y entonces salen saludables para servir a Jesucristo y ser instrumentos de Dios.

Y por eso nuestra iglesia enfatiza tanto el discipulamiento, la preparación de nuestros niños, las células, el desarrollo de líderes para que puedan ser gente útil y efectiva para la obra del Evangelio.

Otra función de la iglesia es transformar el mundo. Sabe que la iglesia existe para cambiar la sociedad. Nosotros estamos aquí para ser levadura. El Señor dijo que el reino de los cielos es como levadura que entra en la masa y es algo chiquitito. La levadura es algo mínimo, pero cuando entra en una masa inmensa, leuda toda la masa, la penetra y la infla, hace sentir su efecto en ella. Y eso es lo que es la iglesia. La iglesia es un agente transformador.

Por eso es que tenemos que mezclarnos con el mundo, mientras preservamos nuestra identidad como cristianos, pero tenemos que ser siempre agentes de cambio en el mundo. La iglesia confronta la injusticia, confronta la inmoralidad, confronta la guerra, confronta la pobreza, la enfermedad, todo lo que es contrario a la bendición de Dios, al elemento luminoso, vivificante del Evangelio es enemigo de la iglesia y la iglesia declara guerra contra ello.

Y la iglesia existe para cambiar las estructuras de la sociedad. Somos sal de la tierra, somos luz del mundo. Tenemos que afectar la sociedad y afectar la cultura, y por eso es que tenemos que ser parte de un esfuerzo. Yo creo que Dios llama a su iglesia, en este tiempo como nunca antes, a cambiar el mundo y a no conformarnos simplemente con anunciar el Evangelio espiritualmente, sino que tenemos que afectar los gobiernos, tenemos que afectar el sector de la salud pública, tenemos que afectar el sector financiero, tenemos que declarar la palabra de Dios y lo que Dios quiere a todos esos segmentos de la sociedad.

Dios quiere que seamos transformadores de vida. Yo quiero ver jóvenes, adultos, meterse en la política de esta ciudad y de esta nación, evangélicos, convencidos, preparados como José que entró en Egipto y cambió la sociedad, porque tenía la unción de Dios en él.

Tenemos que entrar en todas esas áreas, en la policía, en el ejército. Yo creo que en todas esas áreas debe haber cristianos viviendo un Evangelio vital, apasionado y siendo sal y ejemplo para todos esos sectores de la sociedad. Somos una cultura.

Y por eso también nuestra iglesia cree en el involucramiento comunitario y en todas las cosas que hacemos. Esta semana nuestro hermano, el pastor Samuel Acevedo, yo no pude ir, pero Samuel fue en representación nuestra, estaba sentado con 6, 8 personas en una mesa con el gobernador de Massachusetts, hablando acerca de asuntos de justicia social y de cuestiones penales y todo esto. Gloria a Dios que nuestra iglesia puede figurar en ese lugar y afectar y declarar lo que la iglesia de Cristo piensa acerca de esos asuntos.

Y nosotros tenemos que estar involucrados en esas cosas, porque Dios nos ha llamado a eso. Cómo dice Segunda de Corintios Capítulo 10, versículos 4 y 5:

“…Porque las armas de nuestra milicia no son carnales sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas ─ y mire aquí lo que me importa, dice ─ derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo Jesús…”

En otras palabras, donde quiera que haya una filosofía, un sistema, un gobierno, una práctica que no se conforma a la verdad de Dios, nosotros tenemos que estar allí trabajando para cambiarlo y traerlo a sujetarse a la verdad de Dios. Tenemos que contender para que las palabras del Evangelio se hagan reales en todos los aspectos de la sociedad. Somos agentes de transformación como la iglesia también.

Otro elemento de la iglesia es que hemos sido llamados, y esto es algo misterioso, hemos sido llamados a testificarle a los principados y a las potestades del plan de salvación y la sabiduría de Dios.

Uno diría, bueno, los demonios ya están condenados al infierno, así que nosotros no tenemos que decirles nada a ellos. Por qué hay que decirles algo? ¿Saben qué? Porque a Dios le glorifica cuando su pueblo le anuncia y le muestra a los demonios que Cristo es el Señor y que Dios está sentado en su trono y que el mundo pertenece a Cristo y no a ellos y que se equivocaron cuando se metieron con Dios, trataron de sustituirlo a él.

Nosotros tenemos esa función también. y usted dice, bueno, pastor Miranda, dónde está eso? Vaya conmigo a Efesios, Capítulo 3, versículo 10, dice allí:

“…Para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales…”

Guau! Entiende usted lo sublime que es la función de la iglesia en ese sentido? Que nosotros hemos sido llamados, inclusive hasta los mismos demonios, a Satanás mismo, anunciarles Jesucristo es el Señor.

Cuando nos involucramos en ese tiempo de adoración que le rendimos gloria, honor al Señor, y dijimos, tu eres el Señor. Le estamos diciendo eso a Cristo, pero también se lo estamos diciendo a los principados y a las potestades. Les estamos diciendo, ustedes tienen unos reclamos falsos. Satanás no es señor de este mundo, Cristo es el Señor.

Y la iglesia con su vida, con su forma de relacionarnos unos a otros declaramos el señorío de Cristo a los principados y a las potestades.

Dos cositas más que hace la iglesia. Modelar una humanidad redimida ante el mundo. Sabe que nosotros tenemos que ser una comunidad ejemplar. Si usted lee la visión de nuestra iglesia dice, ser una iglesia ejemplar que ejemplifique los mejores valores de la palabra de Dios.

La iglesia de Cristo en su vivencia, en la manera en que nos relacionamos unos con los otros, nos tratamos unos a otros, la manera en que vivimos, somos una señal y somos un ejemplo al mundo. Y le decimos al mundo, miren, esta es la manera que se supone que vivan aquellos que han sido tocados por la sangre de Jesús. Cuando la iglesia vive como Cristo lo ha mandado a vivir, ejemplifica lo que Dios quiso que fuera este mundo cuando lo creó.

Por eso es que es importante, hermanos, que la calidad de nuestra vida, cuando nosotros nos relacionamos unos con los otros, ejemplifique algo diferente a lo que se encuentra allá en el mundo. Por eso es que nosotros, los cristianos, debemos ser la gente más bien hablada del mundo, debemos tratarnos con generosidad, mansedumbre, debemos perdonarnos unos a otros, tolerarnos, amarnos unos a otros, apoyarnos, si alguno cae, en vez de darle una patada para que se vaya más al piso, lo levantamos, lo restauramos.

Si alguien te ofende, en vez de tu decir, no te apures, que te agarro en la vuelta de la esquina, usted lo perdona y pide la bendición de Dios sobre él o sobre ella. Si alguien cometió un error y lo ofendió, usted es el primero en buscar reconciliación con esa persona y perdonarla.

En la comunidad cristiana no debe existir, hermanos, la hipocresía, la murmuración, el meter el cuchillo en la espalda, la ley de diente por diente y ojo por ojo, la palabra abusiva, la manipulación, el rencor, el retener el agravio, el hablar mal unos de los otros, el criticarnos desnudamente unos a otros. La iglesia de Cristo tiene que ser un modelo para la humanidad.

¿Verdad que sí? Amén. Por lo menos una hermana está de acuerdo conmigo. Porque al hacer eso nosotros estamos modelándole al mundo. Que triste es cuando la gente viene a la iglesia y ve exactamente lo que ve en el mundo, y dice, hey, para qué voy yo? Gozo más allá afuera y no tengo que estar con todas las demás limitaciones. La gente cuando venga a la iglesia debe ser intrigada, guau, cómo es que esta gente llegó a una altura tal espiritual y moral y ética?

Para mí esto es bien importante porque cuando yo hablo acerca de santidad y vamos a dedicar un sermón acerca de eso en el futuro, yo estoy pensando no solamente en la santidad en el sentido de santidad pelo, pantalón y pintura, como dicen muchas iglesias por allí. No, estoy hablando de la totalidad de la vida cristiana, la parte vertical, moral, con Dios pero también la parte horizontal, la manera en que nos tratamos unos a otros, y tratamos a nuestros semejantes.

Para mí la vida cristiana tiene que ser, la lucha, la agonía para mí de la vida cristiana es esa parte de cómo yo puedo someter mi carne al carácter de Jesucristo? Cómo yo puedo ser como Cristo cada día más? eso es lo que a mí me causa agonía porque nunca llego a ello. Y a cada rato el viejo hombre, que no está tan viejo, está vivito y coleando dentro de mí, se sale y se manifiesta y tengo que volver a empujarlo para que se meta otra vez de donde vino.

Eso es lo que hace la vida cristiana agónica verdaderamente. Es muy fácil decir, bueno, yo no adultero, yo no robo, yo no mato, yo no fumo, yo no me emborracho. Ah, pero qué difícil es someter el yo, qué difícil es someter la boca, por ejemplo. Dice el Apóstol Santiago que la lengua es chiquita pero crea unos desastres en el mundo terribles.

Y así, todos los demás apetitos de la carne y de las deformaciones del carácter. Esa es la guerra verdadera en mi vida y en la tuya también, por si acaso. Por eso tenemos que modelar una humanidad redimida. Miren lo que dice Primera de Pedro, 2:11 y 12, dice:

“…Amados, yo os ruego, como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma, manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles, para que lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación al considerar vuestras buenas obras…”

Que lindo! Que cuando la gente nos vea y considere la manera en que vivimos glorifiquen a Dios y digan, me rindo, me tiro a los pies del Señor, sí, definitivamente, aquí está Cristo.

Tenemos que vivir una vida así y esa es la batalla más grande y tenemos que pelearla, modelar una humanidad redimida y transformada por el poder de Dios ante la humanidad y ante el diablo también, que se avergüence cuando nos vea vivir como nosotros vivimos. Amén.

Y lo último que hace la iglesia es proveer compañerismo y apoyo para los creyentes. Coinonía, usted sabe esa palabra? Comunión, comunidad. La iglesia debe ser un lugar donde el solitario encuentre compañía, donde el hermano, el hermana que dejó a sus niños en Centroamérica o Sudamérica o el Caribe y está solo aquí comiéndose un cable, encuentre a alguien que lo invite, venga usted a mi casa, vamos a cenar esta tarde. Ven conmigo.

Cuántos hermanos al final del servicio se tienen que ir solos? Invita a alguien a tu casa. La hospitalidad es algo maravilloso, es un valor del Evangelio. La iglesia de Cristo debe ser un lugar donde lloramos con los que lloran y nos reímos con los que se ríen, celebramos con los que celebran.

Como yo decía el domingo pasado, me dio tanto gusto en estos días en que un par de familias perdieron sus seres queridos, y que lindo fue ver esos hermanos y hermanas visitando a gente que estaba agonizando en el hospital, consolando a los que habían perdido a un padre, a una madre, yendo al cementerio en temperaturas bien frías, declarando el amor de Dios a esas familias. Eso glorifica al Señor. Que bueno es cuando nosotros no vemos a alguien porque el pastor no puede hacer ─ yo a veces no sé quién está, quién no está, pero tu posiblemente lo sabes porque tu tienes un grupo más reducido de gente.

Si tu ves una hermana, un hermano, que hace días que no lo ves en la iglesia, no esperes al pastor, llámalo tu. Ora con él o con ella. Por eso, para mí, las células son tan maravillosas, porque son comunidades pequeñas donde la gente se ama, se apoya, se edifican mutuamente, se educan, se discipulan unos a otros y se expresan el amor de Cristo.

Una iglesia tiene que ser un lugar de familia. A veces espiritualizamos, oh, Dios le bendiga, hermano, hermana, pero lo llamas amigo, es tu amigo, porque hermano, es una palabra ya tan usada, pero Dios quiere que seamos amigos también, que nos amemos unos a otros, que nos comuniquemos. En una iglesia como la nuestra, tan diversa, tantas nacionalidades, niveles socio económicos, dos servicios, una cantidad de cosas, es fácil que la gente se pierda en la multitud. Se tu un pastor. Preocúpate tu por alguien, llama a alguien, ora por alguien, invita a alguien a tu casa a comer. La iglesia tiene que ser un lugar de respaldo y de coinonía, de amor unos para con los otros.

Primera de Pedro 4:8, dice:

“… Y ante todo tened entre vosotros ferviente amor ─ entre vosotros ferviente amor─ porque el amor cubrirá multitud de pecados… ─ y mire aquí lo que dice – porque nosotros podemos entenderla, entre vosotros ferviente amor. Es un lenguaje muy espiritual, pero mire él va y mete el cuchillo un poquito más hondo, dice, -…hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones…”

Auch, eso sí que duele. Invitar a alguien a tu casa y sentarlo a tu mesa y cocinar para él o para ella, sin estar respingando, refunfuñando. No, no, hazlo con gusto. Dice la Biblia que algunos hospedaron a ángeles sin darse cuenta. Quien sabe cuántos angelitos están disfrazados de gente común y corriente, cuando tu lo invitas a tu casa tienes la presencia de Dios allí. Algún día nos sorprenderemos cuando veamos esa hermanita que parecía toda desgreñada y nos reciba con una presencia angelical y nos diga, ven y entra a la casa del Señor. Un ángel en disfraz estaba allí.

“… hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones, cada uno según el don que ha recibido minístrelo que los otros como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios…”

Que lindo! Tenemos a ser una comunidad hospedadora. Dios quiere ese compañerismo, ese apoyo entre los creyentes.

Hay dos modelos de la iglesia. Usted se pregunta, bueno por qué el pastor Miranda, por qué los líderes de esta Congregación, por qué esta iglesia se mueve cómo se mueve? Y en realidad, esto es una de las cosas que yo más quería trabajar con ustedes.

Yo veo en la Biblia y veo también a través de la historia en las diferentes manifestaciones de la iglesia, y de las iglesias, como dos modalidades de iglesia. Y de paso les digo, que yo me suscribo más al segundo modelo que les voy a presentar en un momento. Y yo creo que al usted entender esto, creo que me va a entender un poquito más y cómo nosotros tratamos con muchas cosas.

Hay dos modelos de iglesia en el mundo. Hay un modelo que ve la iglesia como una comunidad santa, pura, apartada del mundo, que existe para glorificar a Dios y usted ha escuchado que eso es todo lo que yo he predicado hasta ahora. Pero como que este modelo de iglesia enfatiza eso y se enfoca en eso. La iglesia como una comunidad santa y pura. La iglesia de santidad como que se enfocan más en ese aspecto de la iglesia. Es una comunidad apartada del mundo. Lo ven como en formas verticales.

Ese tipo de iglesia tiene claros requisitos para membrecía, y participación de privilegios, es una iglesia que tiene una doctrina, enfatiza mucho la doctrina, enseñanza clara, bien definida. Y si tu quieres tomar la santa cena tiene que ser bautizado, tiene que haber pasado por una clase de 6 meses o 3 años, tiene que haber hecho una cantidad de cosas. Y si cometiste un pecado antes de venir a la iglesia ese domingo, ya no puedes participar de la santa cena. Tiene claros requisitos, participación de privilegios y tiene una fuerte disciplina para los que violan sus estatutos también. Hay reglas claras, hay patrones bien definidos y usted dirá, bueno pastor, qué tiene eso de malo? No tiene nada de malo.

Como digo, más bien es el énfasis. Ese tipo de iglesia es una iglesia estática, es una iglesia que personalmente, yo estoy exagerando quizás un poquito, pero quiero más bien aislar estos elementos para que ustedes entiendan.

Generalmente esa iglesia no es muy flexible. Es una iglesia que es monolítica en su composición, segundo punto. Por qué? Porque normalmente en una iglesia así, tan estricta, tan rígida en sus patrones, vendrá mucha gente pero no se van a sentir cómodos, porque normalmente en una comunidad donde está viniendo gente nueva, hay cantidad de cosas que no están en orden. Hay que gente que no se ha casado y están conviviendo. Han tenido pero nunca se han arreglado su vida en ese sentido. Hay personas que están bregando con luchas y tendencias a tantas diferentes cosas. Mentes que no han sido tocadas todavía por el Señor, adicciones a drogas, al alcohol, vidas familiares que están en desorden, dudas acerca de Dios, deformaciones del mundo allá afuera, divorcios, convivencia, desorden sexual, una cantidad de cosas, mucha de esa gente tiene hambre de Dios pero si vienen a una iglesia y encuentran una iglesia muy rígida, muy cuadrada, esa gente dice, no, hombre, yo aquí no quepo. Y se van.

Entonces, ese tipo de iglesia es una iglesia que siempre como que se queda pequeña y el tipo de persona que cabe en ella es un tipo de persona muy definido, no tiene mucha gente nueva. Se especializan por esa idea de que el camino es estrecho. Les gusta ese versículo, estrecha es la senda y pocos son lo que entran en ella, y se sienten bien contentos porque están dentro de esa senda estrecha. Pero la senda estrecha no cabe mucha gente en ella desgraciadamente. Son iglesias conservadoras.

Ahora, les digo, hermanos, hay muchos elementos allí que yo aprecio, amo y yo voy a dedicar todo un sermón solamente hacia la santidad, así que no les voy a decir cuándo para que no se queden en la casa. Quiero hablar acerca de la santidad, la importancia extremada.

La iglesia es una comunidad pura, santa, agradable a Dios. pero si ese es el elemento definidor de la iglesia, eso muchas veces crea unas distorsiones en la totalidad de la vida que la incapacita para hacer otras cosas muy importantes que tiene que hacer la iglesia en el mundo también.

Ahora, hay otro modelo. Es un segundo modelo, y de nuevo, les digo, yo estoy exagerando un poquito para hacer más clara la diferencia. Y les estoy diciendo que muchos de esos elementos yo los aprecio porque, de nuevo, quiero ser redundante en eso para que no haya mal entendido acerca de lo que estoy predicando.

Ahora, el modelo al cual yo me suscribo, como pastor de ustedes, y que yo creo que es lo que esta iglesia ─ esa es la doctrina oficial de León de Judá. Si usted oye algo diferente en una célula o si usted ve un modelo diferente, entienda que eso no representa el sentir del pastor principal y yo creo que del ethos, el sentir de esa iglesia en general.

El segundo modelo es de la iglesia como una comunidad evangelística, dedicada a traer a los inconversos empleando métodos creativos y expresando flexibilidad a fin de resultar atractiva y traer a la gente al conocimiento de Dios.

Yo creo que Cristo ha dejado su iglesia en el mundo para que sea un organismo de conquista y de evangelización al mundo, traer a la gente al conocimiento de Cristo. Y en ese proceso la iglesia se adapta, no cambia el Evangelio como dije al principio, pero cambia a veces la forma de expresarlo, es flexible para ver si atrae al mayor número posible de personas.

Ahora, dentro de esa énfasis sabe que tiene que glorificar a Dios, sabe que tiene que vivir una vida santa, sabe que tiene que hacer guerra espiritual, sabe que tiene que perpetuar la palabra de Dios y todas estas cosas, pero yo creo que Cristo dejó a su iglesia aquí en el mundo, como decía antes, para ser sal de la tierra, para poseer, conquistar, establecer la bandera de Cristo y atraer al mundo para el Señor.

Y en ese proceso, si queremos hacer eso, tenemos que ser, como dice el Señor Jesucristo, astutos como serpientes, mansos como paloma. Tenemos que contextualizar el Evangelio, tenemos que ser gente campechana. Tenemos que oler a la gente allá afuera, porque si el incoverso viene aquí y huele solamente angelitos, que no los va a oler les aseguro, porque hay muchos de nosotros que necesitamos trato del Señor, dice, no, esto no es para mí.

La iglesia tiene que oler a la humanidad allá afuera, que cuando vengan se reconozcan en nosotros. Yo me imagino que el Señor no convive con la gente santurrona, porque yo creo que el Señor era un hombre, y es un ser campechano, sencillo, fácil de tener acceso.

Mire cómo el se acerca a Saqueo. Saqueo es un criminal, un corrupto, pero tiene algo en su corazón que le dice, yo necesito perdón. Y Saqueo ni se atreve a acercarse a Jesús, se sube en un árbol esperando ver a este ser que le ha comunicado esperanza. Saqueo habrá dicho, yo me conformaré solamente con verlo cuando pase entre la multitud porque no merezco ni siquiera tocar el borde de su manto.

Y ahí va el Señor caminando con sus discípulos y la multitud siguiéndolo, y de momento él se da cuenta, aquí está este hombre, y le dice, Saqueo, bájate de ese árbol, prepárame un sancocho que voy a ir a tu casa esta noche a cenar contigo. Y allá está el Señor sentado, hablando con los publicanos y me imagino, diciendo hasta algunos de los mejores chistes que se han oído en todo la historia del universo, porque si alguien podía decir un buen chiste me imagino que era Jesucristo.

Y ahí están los fariseos comiéndose un cable y molestos porque el Señor no les ha aplicado las cuatro leyes del Evangelio y no los ha llamado a arrepentirse pecadores. Y ahí viene Saqueo, se levanta en un momento después de la comida y dice, señores, Dios ha tocado mi vida, y quiero decirles que si le he robado a alguien, se lo devuelvo, primero la mitad de mis bienes la voy a distribuir a los pobres, y si a alguien le he robado se lo voy a dar cuadruplicado. No solamente se lo voy a devolver, sino que se lo voy a multiplicar.

El Señor no había disparado ni un solo tiro, pero qué conmovió el corazón de Saqueo y de sus amigos? El amor de Cristo.

Óigame, yo he aprendido eso, hermanos, que muchas veces, sí, muchas veces lo que la gente está buscando, no es que usted les lea un sermón de tres puntos y un poema. Lo que la gente está buscando es ver su vida en Cristo, su pasión por el Señor, lo que Cristo ha hecho en usted, y una actitud de amor, misericordia, compasión, campechana, usted no se cree la última Coca Cola en el desierto. Usted sabe que usted es un pecador también arrepentido y perdonado y la gente cuando ve eso, se tira a los pies y dice, dónde tengo que ir? Quiero entregarme al Señor Jesucristo.

Si la iglesia fuera así más transparente, más accesible, yo creo que ya hubiéramos conquistado el mundo entero. Yo creo que busque una espiritualidad sana, una espiritualidad sencilla, no una espiritualidad estratosférica con tanta artificialidad, que eso es lo que echara al mundo fuera.

Ahora, tenemos que ser santos, puros, limpios, pero no estar afectando una santidad que en realidad, no agrada ni siquiera al Señor.

Yo veo que el Señor era así, era sencillo, fácil, accesible. Y nosotros tenemos que hacer lo mismo. Primera de Corintios, Capítulo 9, yo espero que no estén aburridos, hermanos, yo espero que usted esté recibiendo del Señor. Yo sé que el tiempo pasa pero estas son enseñanza que tenemos que atesorar en nuestros corazones. Tenemos que tomarnos tiempo para expresar la palabra del Señor.

Mire cómo Pablo, cuál era la postura de Pablo, Primera de Corintios, Capítulo 9, versículo 19 dice Pablo:

“…Por lo cual siendo libre de todos, me he hecho siervos de todos para ganar a mayor número…”

Qué era lo que determinaba el estilo ministerial de Pablo? El deseo de ganar el mayor número de gente posible a Jesucristo. Él vivía para eso. Dice:

“…Me he hecho a los judíos como judío para ganar a los judíos. A los que están sujetos a la ley, aunque yo no estoy sujeto a la ley, como si fuera sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley. A los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley, no estando yo sin ley de Dios sino bajo la ley de Cristo, para ganar a los que están sin ley…”

En otras palabras, a veces mire, usted tiene que usar métodos creativos para ganar a alguien al Señor Jesucristo. Le voy a decir un secreto, los otros días un hombre de negocios, por larga cosas de explicar, yo lo invité a comer en agradecimiento por cosas que ha hecho a favor de la construcción y de la iglesia. Es un hombre sofisticado y que ha sido bendecido por el ministerio de León de Judá y que varias veces me ha dicho acerca de cómo Dios está obrando en su vida por la exposición. Un norteamericano, gringo, gringo, de esos 6 pies con 4 pulgadas.

El caso fue que estábamos en un ambiente y mire, por esas cosas largas de explicar, en ese momento cuando llegó el momento de comer y de servir la comida, yo creo que él se sentía un poco como avergonzado de orar en público y ¿Saben qué? Yo sentí del Señor no orar por la comida sino continuar el diálogo y provocarlo a él a una conversación espiritual. Algunos dirían no, es que tu eres el pastor, tienes que orar y dar testimonio. Mire, toda la conversación esa noche fue acerca del Señor, en una manera u otra. Y yo no creo que necesariamente en ese momento yo pecaba si decidía no orar. A veces usted puede provocarle inquietud a la gente y por qué no ha orado? Ore, por favor, y le van a suplicar que ore. Lleve a la gente a desear que usted le hable del Evangelio.

A veces nosotros cansamos a la gente y los enajenamos con una insistencia, en vez de esperar el momento de Dios. y encarnar en nuestra vida la integridad del Evangelio, la belleza, la armonía y el gozo, la paz, la soltura del Evangelio.

Yo sé que quizás usted no está de acuerdo conmigo, pero a veces yo prefiero usar un estilo zen, si no sabe no se preocupe lo que quiero decir con eso, pero yo prefiero usar una forma contraria de lo que se espera para provocar en la gente inquietud para que se pregunten por qué esta persona vive como vive.

Y yo he descubierto que eso tiene su provecho y tiene su ─ este hombre, yo sé que ha sido transformado su vida, y este hombre va a entregar su vida al Señor. Yo lo estoy seduciendo poco a poco para traerlo al Evangelio. Hay que usar métodos creativos.

Por eso Pablo dice, “… a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley. Me he hecho débil a los débiles para ganar a los débiles…”

Eso no quiere decir, no se vaya a ir a un prostíbulo ahora para ganar a las personas que… No, no, no me venga con eso. La idea es que cuando usted ve algo, un complejo en una persona, una debilidad, mire, identifíquese con ellos. No venga afectando esta superioridad, esta seguridad, esta súper espiritualidad, creyendo que con eso usted lo va a… no, al contrario, lo va a enajenar y va a decir, no, yo jamás puedo vivir como este hombre. Él está ya casi con los pies en el cielo y aquí estoy yo en la tierra bregando con mi humanidad.

No, enséñele también su lado débil, su lado flaco. Yo creo que tenemos que ser transparentes, tenemos que ser flexibles, tenemos que ser campechanos, tenemos que ser humildes y humanos en vez de estar afectando una espiritualidad que ni nosotros tenemos, hermanos, esa es la verdad.

Identifíquese con la gente y hable de sus propias luchas y cómo Cristo está obrando para sanar esa parte de su vida. Comuníquele victoria y esperanza pero también háblele de sus batallas y de esa manera usted le comunica un Evangelio real, de carne y hueso, que la gente pueda identificarse con él.

Dice, “…me he hecho débil a los débiles, a todos me he hecho de todo para que de todos modos salve algunos…”

Pablo decía, mira, de cualquier manera, si yo puedo entrar un alma al Reino de Dios, si me tengo que torcer en 8, lo voy a hacer para que entre a los caminos del Señor.

Yo creo que eso es lo que yo veo que es el tipo de comunidad con la cual yo identifico esta iglesia. Ese tipo de iglesia paga el precio en términos de su disciplina y estatutos claros y flexibles. Es decir, va a tener que pagar un precio. Se nos van a ensuciar un poquito las paredes cuando venga gente que no está tratada completamente por el Evangelio, pero qué? Le ponemos un poquito más de pintura a las paredes, eso es todo. Hay un precio, a veces tenemos que incomodarnos, como yo decía antes, que todo lo que nosotros hacemos lo tenemos que hacer con miras a los que entran a la iglesia.

Por qué Pablo dice? Mira, las lenguas. Sujétenlas. Las manifestaciones de los dones, sujételos, cuando están en la Congregación, porque si viene alguien de fuera, un inconverso, un indocto que pueda digerir lo que está pasando entre ustedes. Y eso es un sacrificio para algunos de nosotros que somos más apasionados y que queremos estar continuamente adorando. Podríamos pasar 6 horas aquí hoy y no hay problema, pero la mayoría de los seres humanos no son así, y la iglesia tiene que encontrar un balance para hacer posible el avance del Evangelio.

Entonces, ese tipo de iglesia está en perpetuo proceso, atrayendo gente nueva y no discipulada. Ese tipo de iglesia es dinámico, agresiva, tiene una diversidad de madurez y conformación a los estatutos, y es multigeneracional. Es capaz de alcanzar diferentes generaciones y es capaz de existir a través de los años, como una iglesia conquistadora, que siempre está renovándose y creciendo y trayendo nueva gente, y bregando con la realidad humana en todas sus manifestaciones.

Cuántos entienden lo que estoy diciendo? Yo me identifico más con ese modelo, aunque creo también, que dentro de ese modelo tenemos que insistir en la santidad, tenemos que insistir en ser separados del mundo.

Uno de mis versículos favoritos que siempre me persigue es ese versículo que dice, “no os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento. Presentad vuestros cuerpos como un sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que vuestra verdadera adoración…”

Yo creo en todo eso, pero creo que la iglesia es una comunidad ante todo, conquistadora, militante, agresiva. Por eso es que la palabra dice que el reino de los cielos se hace fuerte y los valientes lo arrebatan.

La idea es de que el Evangelio avanza como un témpano de hielo, poquito a poquito, pero va cubriéndolo todo, rompiendo montes, derribando… muchas de esas grandes montañas que usted ve en el norte, en Maine, y eso, son producto de grandes mazas de hielo que avanzaron un cuarto de pulgada cada siglo, pero en varios miles de años, fueron empujando todo lo que estaba frente de ellos, y fueron empujando la tierra y esa tierra se fue amontonando y se convirtió en muchas de las montañas que nosotros vemos hoy en día, los cañones, todo esto.

Y así yo veo la iglesia. La iglesia de Jesucristo tiene dos mil años en la tierra y procede poco a poco, pero debe ir avanzando y rompiendo todo lo que se pone en su camino y configurándolo conforme a los propósitos de Dios en la tierra. Y tenemos que tener esa visión del Evangelio para poder ser la iglesia que Cristo quiere que seamos. Una iglesia debe ser celosa de la gloria y de la santidad de Dios, primero.

Segundo, debe ser activa en su comunidad. Debe ser multigeneracional, como dije. Debe ser flexible para atraer a los inconversos. Debe tener un corazón pastoral, paciente y con visión a largo plazo para la gente que está siendo trabajada por Dios. la santificación es un proceso largo. Yo voy a hablar acerca de santidad y santificación. Y debe estar adaptada a su contexto.

Termino con esto, diga gloria a Dios. Hermanos, déjeme decirle algo, la iglesia de Jesucristo estará aquí hasta que Cristo venga. A la iglesia le ha sido encomendada la difícil tarea de ser mayordomo de la revelación de Jesucristo hasta la segunda venida. La iglesia custodia los dones, el poder y la autoridad de Jesucristo en la tierra. La iglesia confronta al mundo con la verdad de Dios y los valores del Reino de Dios.

La iglesia tiene que ser una presencia profética en el mundo, confrontando el mal, confrontando la injusticia, confrontando todo lo que se levanta contra la verdad de Dios. y la iglesia tiene que moverse con autoridad y realismo, no siendo melindrosa ni mística en cuanto al pecado o la pureza.

Tenemos que ser reales. Le ministramos a gente de carne y hueso, gente que está penetrada por el pecado. La iglesia es un hospital, la iglesia es un lugar de tratamiento. Aquí viene la gente que curarse de todo ese pecado que se le ha pegado en el mundo. Y estamos aquí todos bregando, incluyendo el que les habla, por ser agradables al Señor. Y tenemos que tratarnos con esa humildad, esa sencillez, esa transparencia, esa paciencia, esa visión a largo plazo.

Un santo se toma mucho tiempo para producirse, hermanos. No se toma de la noche a la mañana. Y la iglesia tiene que ser realista. Somos médicos de guerra. Estamos en el campo de batalla, las balas nos están silbando, no tenemos tiempo para hacer una operación en un lugar totalmente perfecto y abrimos el cuerpo y hacemos lo que podemos y seguimos adelante.

Y el Señor está contento con eso. Está bien. Nos ha delegado una tarea difícil, pero si somos demasiado melindrosos, a veces yo creo que exageramos lo delicado que es Dios. Dios es delicado pero también es fuerte y él sabe que sus hijos tenemos una tarea difícil que hacer en la tierra. Y él trabaja con nosotros.

Finalmente, la iglesia es una institución que encarna en el mundo, es decir, aterrizamos sobre la tierra y nos mezclamos con la historia, con el tiempo, el espacio, las instituciones, las leyes, los gobiernos, las finanzas. Esa es la realidad de la iglesia. Bregamos con todo eso.

Mi entendimiento de la iglesia es que es algo robusto, es algo pesado, es algo fuerte, es algo real y tenemos que ser así unos con los otros y tratarnos de esa manera. Y por lo tanto, la iglesia tiene que moverse como que está así, tenemos que sujetarnos a las leyes del mundo. Estamos en el mundo, Cristo dijo, denle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.

Estamos en el mundo, no somos del mundo pero hay condiciones que el mundo nos impone. Somos una corporación legal, por ejemplo, y tenemos que bregar dentro de eso.

Ahora, mientras reconocemos que estamos en el mundo, también sabemos que nos movemos encima del mundo, y que nuestros valores no son los del mundo. Nuestro poder, como dice Pablo, no es el poder del mundo, sino son armas espirituales, de luz. Y nuestra vida interna debe reflejar los valores del Reino de Dios.

Hermanos, esa es la comunidad que nosotros debemos ser como iglesia, es la comunidad que Cristo quiere que seamos. Yo le pido al Señor que nuestra iglesia pueda reflejar esa complejidad de la iglesia según la palabra del Señor la refleja.

Vamos a ponernos de pie. Yo le pido al Señor ─ vamos a pedirle al Señor que León de Judá siempre sea una iglesia multifacética, multiforme, que refleje la palabra de Dios en toda su complejidad, que seamos la iglesia de Jesucristo como el Señor la quiere, una comunidad ejemplar, una comunidad transformadora, una comunidad evangelística, una comunidad restauradora, una comunidad de misericordia y de verdad. Dios nos ayude a ser esa iglesia para gloria del Señor.

Padre, entregamos esta enseñanza a ti y te pedimos que estas palabras se conviertan en puntales para esta Congregación y para mí, como su pastor principal, y para todo pastor, todo líder, todo servicio, todo ministerio de esta iglesia. Nos entregamos a ti, Señor, en este día. Sigue trabajando en nosotros y haznos una comunidad de adoración, una comunidad de santidad, una comunidad de evangelismo, una comunidad dadivosa y generosa de servicio a ti, Señor. Sigue purificándonos, sigue tratando con nosotros.

Te adoramos y te bendecimos. Gracias por todo lo que has hecho hoy y lo que harás, en el nombre de Jesús. Amén. Amén. Hermanos, que la gracia y la paz del Señor sea con todos ustedes. Dios les bendiga.

Tomar el riesgo y vivir de acuerdo a la verdad

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Los animo a que de vez en cuando visiten la página de internet, vea los sermones que van a lo largo del año, vea la temática, mis hermanos, que están corriendo ahí. Porque yo creo que hay cosas que Dios nos está hablando. Hay cosas que Dios nos está queriendo dejar saber. Y yo sé que cada mensaje tiene como su enfoque, su tonada específica, pero cuando usted empieza a ver el conglomerado de todas esas cosas y la totalidad de lo que Dios nos está comunicando, uno puedo hacer sentido de distintas cosas. Y yo creo que eso es una de las cosas más bellas de la palabra de Dios.

Cuando la Biblia que la palabra de Dios es viva y eficaz, es eso, que tiene una vida y tal vez para alguien, una palabra que escuche hoy va a tener un impacto que otra persona que lo escuche por otro lado. Y puede ser que de aquí a dos semanas usted vuelva a escuchar ese mensaje y como que otra parte le capta la atención y eso lo hace reflexionar en otro aspecto de su vida.

La vida de la palabra de Dios es así, versátil, no es estática, es bien diverso y uno tiene que aprender a ver a Dios en todos esos aspectos. A qué voy con toda esta introducción? Es que esta mañana yo tenía un dilema, voy a compartir un poquito de mi dilema con ustedes. Para qué otro dilema, pastor, no necesito más ya, con los míos suficiente.

Pero el asunto es, mis hermanos, que miren esto, obviamente uno como pastor recibe muchas noticias de situaciones que están sucediendo en la vida de distintos hermanos y hermanas y hay veces que uno como que se abruma, es como que guau! Cuándo va a parar todo esto? Cuándo va a parar estos escenarios medio negativos y vamos a empezar a escuchar historias un poquito más positivas? Y de repente, yo recordé esas primeras palabras que se compartieron en el servicio de año nuevo, cuando el pastor estaba diciendo que este año obviamente, él no puede prometerte un año libre de problemas, pero sí te podemos prometer un año lleno de victorias.

Y a la misma vez estaba diciendo que en distintas formas todos nosotros nos vamos a ver expuestos a experimentar algún tipo de pérdida, algún tipo de frustración, algún tipo de situación o problema que será bien difícil, algo bien inesperado y que uno va a haber un momento donde uno se va a sentir como que y ahora qué hago? De dónde saco esto? Cómo hago para resolver esta situación?

Pero lo que venía detrás de esa palabra, es que con todas esas situaciones Dios te dará la victoria y Dios va a glorificarse en medio de ello. Yo me ponía a pensar, Señor, habremos nosotros dicho una mala profecía o algo así? Pero no, no es así. Es que la vida es la vida y sea como sea, uno va a tener sus riesgos, unos va a tener sus momentos duros, difíciles.

Orábamos por el esposo y la esposa, y tal vez hoy tu esposa estaba cuchi cuchi contigo, mañana se levanta y es como que Gua! O viceversa. Porque a los hombres les pasa igual, hoy el hombre está todo zalamero. Mi amorcito, mañana cuando se levanta es como que, uf. La vida le pisa.

Es así, y uno tiene que aprender a cómo vivir con todas esas cosas. Hoy un compañero en el trabajo te saludó y tu te quedaste como guau! Me saludó. Espéralo mañana y te pasa por el lado, y es como una mosca en la pared. Y qué pasó con el saludo de ayer? La gente tiene sus momentos.

Pero miren, en medio de todas estas cosas, mientras yo pensaba esta mañana, yo me dije, Señor, qué podemos hacer en medio de todas estas cosas? O sea, cuando la vida se pone así, dura, difícil, qué hay en tu palabra que nosotros podemos sacar de ella? Y me puse a escuchar un podcast de uno de mis predicadores favoritos y el que me encontré hoy él estaba hablando acerca de riesgo. Los riesgos de la vida.

Yo me atrevo a pensar que muchas veces cuando hablamos de riesgos, los riesgos es como algo… tiene una dimensión de temor porque cuando tu estás hablando de un riesgo es que estás corriendo un peligro. Hay algo que puede suceder o que vaya bien o que vaya mal, y eso es la definición de riesgo. O sea, tu te estás atreviendo a hacer o decir o actuar en una manera donde el resultado tu no lo sabes si va a terminar siendo bueno o va a terminar siendo malo.

Y muchas veces nosotros evitamos vivir en esa línea del riesgo. Pero el asunto es que tarde o temprano cada uno de nosotros nos enfrentamos a algún riesgo. Cuando usted venía aquí a la iglesia usted se pudo haber corrido el riesgo de que algo le pasara en el camino. Dios lo libre, que no le pase. Pero están esos riesgos.

Cuando cae la nieve que hay hielo ahí afuera, usted sale a caminar, usted camina con el riesgo de que no se vaya a resbalar y darse un cantazo bien fuerte. Si alguien trabaja en construcción imagínese usted. Si alguien que trabaja en construcción, que trabaja arreglando techos o algo así, siempre que alguien va subiendo una escalera tu corres el riesgo de que en algún momento tu pie se resbale o algo.

Hoy yo me puse a tirar fotos desde el techo del nuevo edificio. Y cuando me dijeron sube al techo, que yo voy subiendo por esa escalerita, digo, aquí yo me estoy cogiendo un riesgo. Porque tras que el viento estaba soplando y yo tan flaco, el viento me coge y me puede volar por el borde del techo. Uno se toma sus riesgos.

Y ¿Saben qué? La Biblia está llena de historias de personas que corrieron riesgos. Y yo me crucé con algunas que se las quiero traer a colación en estos próximos minutos.

Segunda de Reyes, Capítulo 7, quiero contarles esta historia que me pareció muy jocosa, pero que es muy interesante acerca de esta dinámica de riesgos. Segunda de Reyes, Capítulo 7 empezando en el verso 3. Esto es un relato que el profeta Eliseo está haciendo para traer una moraleja a un grupo de personas. Y en este relato miren lo que él dice:

“…Había a la entrada de la puerta cuatro hombres leprosos, lo cuales se dijeron el uno al otro, ‘Para qué estamos allí hasta que muramos? Si tratáremos de entrar en la ciudad, por el hambre que hay en la ciudad vamos a morir en ella. Y si nos quedamos donde estamos, también moriremos. Así que vamos pues ahora y pasemos al campamento de los sirios, si ellos nos dieran la vida pues, viviremos, y si nos dieren la muerte, pues sea como sea, vamos a morir…”

Vieron los gozos de esta historia, es como los Three Stooges estaban hablando consigo, bueno, okay vamos a ver qué podemos resolver de este dilema que tenemos? Estamos leprosos, es una enfermedad que puede causar la muerte, si nos quedamos aquí donde estamos sentados, vamos a tener una muerte lenta y dolorosa. Si nos metemos a la ciudad, si ustedes saben los parlamentos de ley en aquel entonces, era que un leproso tenía que irse fuera de la ciudad, hasta que se curara para entonces volver a entrar. Si ese leproso entraba a la ciudad cuando estuviera leproso todavía se podía correr el riesgo de que lo apedrearan, porque estaba rompiendo una ley. So, ellos dicen, hey, si entramos a la ciudad o morimos porque nos apedrean, o morimos porque hay hambre en la ciudad, una de las dos. Y si nos quedamos aquí sentados nos morimos en los laureles en los que estamos.

Y entonces, de repente pensaron, ahora si nos vamos al campamento de los enemigos quién sabe si allí, si nos rendimos, levantamos la bandera blanca, hey, venimos en son de paz y nos dejen entrar allí, pues, viviremos. Tal vez nos den una esquinita en el campamento donde nadie entre en interacción con nosotros, pero allí estaremos.

El asunto de esta historia, mis hermanos, es que estas cuatro personas estaban decidiendo si tomaban un riesgo o no. hay otra historia en el libro de Ester, para hablarle a las mujeres también. Esta es una de las líneas que más impacta de toda la Escritura. Es cuando el pueblo, los israelitas que estaban viviendo ahí en ese tiempo de cautiverio, se había pasado este edicto de que los iban a eliminar a todos y Ester obviamente, mujer judía pero que estaba como una de las concubinas del rey, ella estaba tranquila. Entonces viene su tío Mardoqueo y le dice, hey, quién sabe si para un momento como este Dios te permitió que tu estuvieras en el lugar donde estás. Y miren cómo dice el relato, Ester, Capítulo 4 empezando en el verso 13, le dice:

“…Dijo Mardoqueo que le respondieran a Ester, no pienses que escaparás en la casa del rey más que cualquier otro judío, porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos, más tu y la casa de tu padre pereceréis. Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino? Ester, dijo que le respondiesen a Mardoqueo, ve, y reúne a todos los judíos que se hayan en Susa y ayunad por mí, no coman ni beban en tres días, noche y día, yo también con mis doncellas haré igualmente. Entonces entraré a ver al rey aunque no sea conforme a la ley y si perezco, que perezca…”

Ahí está el riesgo. Esta mujer se estaba arriesgando a perder su vida, pero se atrevió, tomó el riesgo.

Un tercer ejemplo, en el libro de Daniel, tres de mis personajes favoritos, Sadrac, Mesac y Abednego, amigos de Daniel. En el Capítulo 3 de Daniel se habla acerca del relato donde el rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro para que todo el mundo adorase a esa estatua, que cuando sonaren todos los instrumentos, trompetas, bocinas, címbalos, todo, dondequiera que estuviera la gente, en cualquier punto de la ciudad, todo el mundo se tenía que inclinar en dirección a esta estatua y adorarla. Qué pasó con Sadrac, Mesac y Abednego? ellos no lo hicieron así, porque su única adoración iba dirigida a Dios, no a ningún ídolo, ninguna estatua. Y miren qué interesante relato de estos tres varones. Daniel Capítulo 3 en el verso 16, miren cómo dice:

“…Sadrac, Mesac y Abednego respondieron al rey Nabucodonosor diciendo, ‘Rey, no es necesario que te respondamos sobre este asunto, porque he aquí que nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo y de tu mano, oh rey, nos librará… ─y aquí es donde se ve el riesgo─ … y si él no nos librase… ─miren lo que están diciendo, estos tres muchachos son guapetones, son tigres─ … y sino sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado…”

Ahí fue donde se vio el riesgo de estos tres personajes. Cómo sigue la historia? El rey se encendió `más que el horno, los tiró a los tres en el horno a quemarse, y después de unos minutos, el rey se asomó otra vez y qué vio? Tres muchachos bailando en el fuego con un cuarto. Dime tu, por qué? Por qué les estoy hablando de esto, mis hermanos?

Yo creo que como el mensaje que traje en el primer miércoles, donde yo les estaba hablando acerca del fracaso como la matriz para el éxito, se recuerdan de ese mensaje los que lo pudieron escuchar? Esa idea, mis hermanos, del riesgo está bien involucrada en toda esta temática. Muchas veces nosotros queremos vivir alejados de ese margen de riesgo porque nos gusta estar en una vida cómoda, nos gusta saber que tenemos todo bajo control, nos gusta saber que yo estoy en control de mis finanzas, que estoy en control de pagar todas las deudas en mi casa, que mis hijos están bien alimentados, bien vestidos, bien calentitos ahora en el invierno. Me gusta saber que tengo una vida donde yo me levante mañana y sé qué es lo que va a pasar, porque tengo mi agenda ahí al dedillo.

Pero cuando nos acercamos a ese margen de riesgo, cuando ya yo me estoy metiendo en una dimensión de que lo que suceda va a ser algo desconocido, ya ahí muchas veces evitamos vivir ahí. Pero la idea es, mis hermanos, que ahí en esa línea es donde más podemos conocer a Dios. No es que Dios no esté contigo en el área de confort, de comodidad y de seguridad. Dios está contigo ahí y Dios quiere que vivas ahí, pero también Dios te provee y quiere que tu tengas esos momentos donde tu te atrevas a arriesgarte y a vivir cosas que de alguna manera u otra van a transformar tu vida.

Déjeme darle distintos ejemplos. Ya que estábamos orando por los matrimonios, dígame ustedes si estoy en lo correcto o no, que muchas veces las parejas evitan conversaciones por evitar conflictos. ¿Sí o no? que tu sabes que tu sabes, que tu sabes que si tu traes a colación este tema se va a colmar la copa y algo va a suceder, o al menos así es como tu estás asumiendo que va a pasar. ¿Verdad? ahí hay alguien que está totalmente de acuerdo conmigo.

Si tu estás en tu lugar de trabajo y tu ves que tienes un colega que está haciendo algún tipo de trato o trabajo que no va de acuerdo a los principios de la compañía donde tu estás y tu sabes lo que está sucediendo, tu te tienes que tomar un riesgo, en que vas a tus superiores y les dejas saber lo que está sucediendo o evitas un problema con tu colega de trabajo, y para que tu no te metas en problemas con él, y quién sabe si con otros colegas, pues, tu dices, yo no vi nada, conmigo no es.

Hay veces que surgen problemas entre familia, padres con hijos, la suegra se quiere meter y tomar decisiones en el matrimonio también, o el suegro, y cuando surgen ese tipo de dinámicas así muchas veces es como que ay, la suegra. Si usted quiere escuchar buenos mensajes acerca de las suegras, les recomiendo que oigan a Dante Gebel, ese hombre es un maestro hablando de las suegras. Búsquelo en Google quién es Dante Gebel, habla muy bien de las suegras. Dante Gebel dondequiera que esté, no nos conocemos pero le di una buena promoción.

El asunto es, mis hermanos, que en esas dinámicas de familia muchas veces surgen situaciones que usted sabe que si usted trae a colación un tema o que usted tiene que confrontar a un hermano o una hermana concerniente a algo, usted sabe que si usted se toma ese riesgo, el tiro le puede salir por la culata de alguna manera u otra.

Yo no sé por qué siempre nos ponemos a pensar que las cosas van a salir mal en vez de pensar que las cosas se pueden resolver. Por qué será que a nosotros como humanos la tendencia casi siempre es pensar, si digo algo, olvídate, la cosa se va a acabar de empeorar, y no pensamos del otro lado. No, tengo que decir algo porque si lo digo, yo sé que esto se va a resolver. Y puede ser que usted sea una de esas personas bien positiva que está aquí, si usted lo es, lo aplaudo, gloria a Dios. Siga siéndolo.

Pero el asunto es, mis hermanos, que nosotros tenemos que aprender a vivir en esa línea de riesgos, de atrevernos a decir algo que se tiene que decir sea porque estamos viviendo bajo los principios de la palabra de Dios, o sea porque una acción va a traer una consecuencia que de alguna manera u otra va a traer algún tipo de reconciliación a lo que esté sucediendo. Pero el punto es que uno se tiene que atrever a cruzar esa línea del riesgo, uno se tiene que atrever a vivir en esa línea del riesgo porque por más incómodo que sea, mis hermanos, nos tenemos que atrever a vivir ahí.

Mientras yo pensaba en esto yo me decía en mi cabeza, guau, cuántas preguntas a mí me gustaría hacerle a mi papá, pero yo sé que si se las hago vamos a terminar discutiendo. Pero en algún en mi corazón yo sé que yo necesito tener esas conversaciones con él porque van a traer algún tipo de claridad a mi corazón que me van a ayudar a poder tratar con él en una manera totalmente distinta, y él conmigo. Pero no nos atrevemos porque no queremos tomar el riesgo.

Tu esposa, tu esposo, cuando tu llegas a tu casa, si no está aquí o si lo tienes ahí al lado tuyo, ahora mismo tu me estás escuchando pero aquí al lado de tu cabeza, tu sabes que está situación entre nosotros dos, y como que el pelo te pesa más de ese lado. Y tus ojos me miran, ah, pastor Omar, si usted supiera! Yo no tengo que estar ahí. Yo me imagino cómo es.

Pero tu sabes que tienes que tomar el riesgo. Tienes que recoger los calzoncillos una vez más para que el mensaje se comunique. Tienes que halagarla a ella para que el mensaje se comunique. Tienes que caminar con ella por el mall aunque no te guste, aunque sea window shopping pero tienes que caminar lado a lado con ella. Tienes que coger ese riesgo de cargar las bolsas de ropa por ella, y de zapatos aunque no sean tuyos, ya aquí estoy en desventaja. Yo me estoy tomando un riesgo bien grande al decir esto.

Pero, mis amores, muchachas, ustedes no se quedan atrás. Tienen que tomar el riesgo de decirle a él, oye, quedó bien esto, aunque no sientas decirlo. Que tal vez por la mañana tuvieron una discusión saliendo de la casa, pero ahora estás a punto de regresar a tu casa otra vez y tu sabes que sabes que ahora mismo tu estás diciendo, no le quiero ver ni la cara a ese… bendito, pero en vez de pensar así, tu riesgo se va a ver en el hecho de que tu puedas ir, sentarte al lado de él en la cama, aunque sea, y atreverte a decirle, mira, tenemos nuestras diferencias pero quiero respetarte. Quiero poder acercarme a ti aún más. Quiero tratar de restaurar las cosas. Aunque un 90 por ciento de tu corazón esté diciendo lo contrario, pero que ese diez por ciento te atreva a vivir en esa línea de riesgo y confiar en Dios de que el resultado va a ser bueno.

Tienes que atreverte a vivir en el riesgo de que si tienes que delatar a alguien, no te estés preocupando porque vayan a decir, soy un chota ahora, nadie va a confiar en mí. Digo, yo no sé si esa palabra está bien dicha, pero eso es un chivar, es como delatar a alguien, déjeme decirlo en español fino, de la Real Academia Española. Si tienes que delatar a alguien porque se está escondiendo de algo y lo tienes que delatar con algún superior, no te preocupes porque los otros van a decir, ah, este está delatando a todo el mundo. No, no te preocupes por eso, vive de acuerdo a la verdad.

Vive de acuerdo a la verdad. Tómate ese riesgo. Camina en ese lugar desconocido y Dios se va a encargar de exaltarte por encima de tus enemigos.

Tuviste un percance con alguien hace tiempo atrás y eres de esas personas que dice, yo perdono pero no olvido. Y tu sabes cómo yo soy con esa teoría, yo creo que yo he sido bastante claro aquí en la iglesia con esa teoría. Esa teoría está bastante cierta. Tu puedes perdonar y tampoco te olvidas de lo que sucedió, pero ese rencor que aguantas en tu corazón eso es lo que hace la diferencia.

Y tu sabes que tal vez tienes que tener una conversación donde tengas que pedir perdón o te tengas que acercar a alguien para, hey, tu me heriste pero yo te perdono. Y tienes que caminar en el riesgo de esa situación. Y atreverte a que lo que va a surgir de ahí Dios se encargue de traer victoria.

Miren, mis hermanos, yo sé que es easier said than done, es más fácil decirlo que hacerlo. Yo mismo conozco la incomodidad de caminar en esas aguas, pero por algo leímos Isaías 43. Yo creo lo que dice la palabra, que si caminamos por esas aguas, no nos vamos a ahogar, y si nos metemos por ese fuego, la llama no va a arder en nosotros. Son caminos duros para andar en ellos, son caminos difíciles y si los medimos a través de los ojos de este mundo, puede parecer hasta que sea injusto, pero la justicia de este mundo no se iguala a la justicia de Dios.

Y muchas veces la justicia bajo la cual Dios quiere que nosotros vivamos está mucho más alta de la justicia de este mundo. So, el riesgo no es necesariamente hacer justicia aquí, sino es hacer justicia a nivel de lo que Dios pide. Cuando caminamos en esa zona de lo desconocido, de lo misterioso, porque uno nunca sabe cómo Dios vaya a tornar la tortilla y qué ingredientes le vaya a poner, uno tiene que confiar de que las cosas van a suceder.

Tienes una decisión que tomar, una decisión bien apremiante, que la tienes ahí que te está exprimiendo el corazón hasta más no poder. Y tienes miedo porque sabes que de una o de otra la situación puede salir en una manera deseable o no deseable. Y aquí es donde viene esa idea de que tal vez con esas decisiones uno tiene que experimentar ciertas pérdidas, pero que a medida que caminas por esas aguas, y por el fuego, de nuevo, no te vas a ahogar, no te vas a quemar, pero vas a salir al otro lado victorioso, victoriosa. Solo porque te atreviste a tomar ese riesgo inicial.

Cuando tomas ese riesgo vas a poder ver esa presencia adicional caminando contigo dentro de ese horno de fuego. Mira, escucha bien, cómo te estoy diciendo. Yo no te estoy diciendo que tu conversación con tu esposo o tu esposa te vaya a ir color de rosa. Puede ser que las cosas se pongan como el horno ese de la historia de Daniel. Puede ser que las cosas se pongan así, pero yo creo que dentro de ese horno tu y tu esposa, Dios va a estar ahí con ustedes caminando en ese fuego para sacarlos al otro lado, y que sus ropas salgan planchaditas, con vapor de horno.

Mis hermanos, yo sé que estamos en unos tiempos donde Dios está haciendo una serie de cosas y ajustes con nosotros, sus hijos, a través de toda la iglesia. La iglesia a nivel del cuerpo es universal lo que es la iglesia. Yo sé que Dios está tratando con nosotros. Y en una forma Dios nos está retando a que nosotros tomemos ese riesgo de que yo me pueda hacer responsable con alguien, que si yo estoy luchando con algo, con alguna debilidad, con algún hábito en mí que no es saludable, que yo tome el riesgo de atreverme a abrir mi boca y encontrar a alguien de confianza y poder decir, mira, te tengo que decir esto. Yo no sé cómo va a resultar la situación, pero me voy a atrever a hablarlo contigo, confío en Dios, confío en ti de que me vas a ayudar a orar y cada semana quiero hablar contigo, reportarme contigo de cómo estoy haciendo. Y te doy permiso para que me corrijas a mí también. Atrévete a tomar un riesgo como ese, y yo te aseguro que vas a ver la mano de Dios en tu vida. Tanto para hombres como para mujeres, los dos.

Yo los dejo con esto, mis hermanos, somos como el barro en las manos del alfarero. Y eso requiere un riesgo en sí como tal, dejar que otro ponga sus manos sobre mí para que me moldee, eso duele, aprieta, pero si lo estamos haciendo en el nombre del Señor, creyendo y confiando de que al otro lado del río las cosas se van a poner súper mejor, atrevámonos a tomar ese riesgo, mis hermanos.

Atrevámonos a vivir en esa línea riesgosa. Que bueno es pensar que nosotros somos una iglesia que vive en esa línea de riesgo. Asómese ahí afuera, y dígame si nos hemos tirado un riesgo grande o no. pero una cosa es tirarnos un riesgo así, confiando en Dios, que confiando en el hombre. Atrevernos a meternos a evangelizar en una sociedad que está totalmente anti Dios, anti Cristo, eso es un riesgo en sí como tal. Más sin embargo, nos atrevemos. Nos atrevemos a hacer células, nos atrevemos a compartir en nuestras áreas de trabajo, nos atrevemos a ponernos una camisa cristiana en un lugar donde tal vez te vas a sentir como una mosca en la pared, okay, tengo una camisa cristiana, y qué?

Tienes amigos a tu alrededor, hay una racha de divorcios a tu alrededor y tu propio matrimonio está como que siendo tentado a entrar en esas aguas. Te vas a tomar el riesgo de decir, no, yo voy a cubrir mi matrimonio, voy a hacer todo lo posible por fortalecer mi matrimonio, voy a buscar de Dios. voy a buscar que Dios inyecte una dosis de amor insulínico en nosotros para que podamos sobrevivir esto. Guau! Hoy no es domingo, Omar, hoy es miércoles.

Amor insulínico, guau, me gustó eso. Lo tengo que apuntar. Pero entienden la idea, mis hermanos, ¿verdad? es más, miren, piénselo de esta forma, quién sabe que el riesgo que tu tienes que tomar, que yo tengo que tomar, es atrevernos a tan solamente creer en Dios aún más todavía. Yo creo que son unos de los mayores riesgos que nosotros tenemos ahora mismo. Atrevernos a creer en Dios.

Señor, yo no sé cómo se van a tornar las cosas, pero voy a tomar el riesgo de creer en ti, de creer en tu palabra, de creer en tus promesas. Me voy a morder la lengua y voy a dejar que seas tu haciendo lo que se tiene que hacer. Si perezco, que perezca. Pero yo estoy seguro que tu no me vas a dejar perecer.

Atrévase a confiar en Dios. Tome ese riesgo. Amado Dios, decir estas palabras me llena de gran temor porque yo sé que me estoy hablando a mí mismo. Así como también le hablo a cada uno de mis hermanos que están aquí, los que oyen por el internet, y yo lo creo en mi corazón que tu nos estás llamando a tomar ese riesgo de creerte a ti aún más de lo que hacemos ahora, de creerte a ti en medio de las situaciones de nuestras familias, matrimonios, relaciones con hijos o hijas, creerte a ti en la situación de nuestro ámbito de trabajo. Creerte a ti aún en el ámbito ministerial aquí en la iglesia, Señor, y los distintos conflictos que puedan surgir entre una persona u otra.

Atrevernos a hablar, Señor, atrevernos a hablar con respeto, Señor, pero buscando que las cosas se puedan resolver o que las cosas se puedan contemplar de una perspectiva distinta para conocer algo nuevo de parte tuya. Atrevernos a perdonar, como también pedir perdón. Atrevernos a vivir de acuerdo a los principios de tu palabra, Señor, y no necesariamente por los principios de este mundo.

Sí, Señor, es un riesgo creer esta palabra pero lo tomamos. Tomamos el riesgo de creerte a ti, Señor, de creer que cuando nos movemos en tu nombre, Señor, que tu nos darás la victoria. Tomamos el riesgo, Señor, de creer que al hablar en la forma que tu nos enseñas a hablar, o el actuar en la forma que tu nos enseñas a actuar, aunque la situación por un momento se ponga un poco más turbulenta, pero tomamos el riesgo creyendo que al otro lado, Señor, tu nos darás la victoria. Y que podremos ver tu mano, podremos ver tu gloria en una manera totalmente nueva y que esos riesgos nos va a ayudar a conocerte a ti aún más, conocer algo nuevo de parte tuya.

Señor, yo no sé cómo esta palabra podrá llegar al corazón de mis hermanos, pero sí algo te pido, que tu hagas llegar este mensaje a sus corazones, tu eres el único que puede hacer esta palabra relevante a la situación de vida que están viviendo cada uno de ellos en estos mismos momentos. Así que, Jesús, yo te pido que tu nos ayudes a recibir esta palabra, a discernirla bien de acuerdo a los propósitos que tu tengas con nuestras vidas en estos momentos, que nos des la fuerza, nos des el valor para poderla asimilar y poder vivir de acuerdo a esta palabra, Señor, creyéndote a ti y no a ninguna persona.

Así que, Señor, como siempre digo, te pido que esta palabra siga haciendo eco en los corazones de mis hermanos y hermanas, que aún durante el sueño de la noche esta palabra haga reverberar verdades en medio de nuestras vidas y que mañana si así tu lo permites, cuando nos levantemos, Señor, podamos levantarnos con una perspectiva totalmente nueva y atrevernos a creerte a ti. Lleva a mis hermanos y hermanas con bien hasta sus hogares, protégelos en su camino, Señor, y que ellos puedan ir con tu paz, con tu amor y con tu gozo a sus respectivos hogares.

Gracias, Señor, una vez más y a todos danos tu bendición. Por tu Hijo Jesús oramos, amén, amén. Dios les bendiga, mis hermanos.

Una espiritualidad diversa

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El domingo pasado hablamos acerca de una espiritualidad práctica, una fe práctica. Cuántos recuerdan algo de ese sermón? Balance entre lo espiritual y lo práctico. Déjeme ver si quizás rápidamente puedo descubrir algo aquí. yo escribí un resumen del sermón del domingo para que ustedes recuerden, donde Pablo, en el Capítulo 14 habla acerca de mantener un balance cuando expresamos los dones del espíritu a la luz de una serie de diferentes consideraciones: el amor, edificar a otros, atención a los visitantes y los no creyentes, una serie de cosas.

Déjeme leer rápidamente algo del sermón de la semana pasada para que ustedes puedan tener una idea de a dónde voy. Porque quiero habar esta mañana acerca de una espiritualidad diversa, una espiritualidad variada, diversificada. Pero antes de eso yo titulo este resumen ‘Los dones solo se deben expresar dentro del marco del amor.’

Yo digo aquí esto, hermanos, frecuentemente observamos en la iglesia una falsa polémica. Esto no está aquí en la presentación de esta tarde. Observamos en la iglesia una falsa polémica entre los creyentes que enfatizan el orden en el culto y los que insisten en la libertad y la espontaneidad en el espíritu cuando la iglesia se reúne para adorar.

Cuántos saben a qué me estoy refiriendo? Entonces, muchas iglesias yo digo, son tan insistentes en un servicio ordenado, bien coreografiado, que terminan constriñendo el espíritu y estancando el libre fluir de las bendiciones que Dios quiere enviar a sus hijos, mientras lo alaban con libertad y entusiasmo, esa es un ala.

Otros, desean tanto darle libre curso al espíritu que se van al otro extremo, desdeñan las estructuras, es decir, las desprecian o las desconsideran, se olvidan de los límites del tiempo, admiten cualquier expresión emocional o cualquier impulso de los hermanos y terminan creando una mezcla poco saludable de emocionalismo desenfrenado y expresiones genuinas del mover de Dios en el servicio. Dos extremos.

Pablo escribió Primera de Corintios, 14, lo que leímos el domingo pasado, para establecer un sano balance entre ambos extremos. Establece como punto de juicio elementos tales como el amor y la consideración por los demás, la atención a los nuevos creyentes y a los no creyentes en el culto, un espíritu de servicio para con el prójimo, y la prioridad de buscar la edificación de los demás antes que la satisfacción personal. Estos son los valores que exaltan los principios del Evangelio, las nobles actitudes que verdaderamente reflejan el espíritu de nuestro Señor Jesucristo, quien se despojó e incomodó a sí mismo para servir y salvar a los demás.

Los dones siempre deben expresarse en el espíritu de Jesús, que es un espíritu de qué estará pensando el otro, cómo está afectando mi comportamiento a los demás, está siendo de edificación, bendición, estoy despojándome yo para que otro sea bendecido, o estoy yo simplemente celebrando mi propia fiesta y cada cual que se atienda sus propias necesidades?

No debemos hacer nada solo para edificarnos a nosotros mismo, sino sobretodo para bendecir y edificar a los que adoran al Señor con nosotros. Por eso Pablo dice, y nos anima a imitarlo, prefiero hablar 5 palabras con mi entendimiento para enseñar también a otros, que 10 mil palabras en lengua desconocida.

El valor preponderante aquí no es el expresarme o edificarme a mí mismo, no es ni siquiera darle expresión pública a una energía genuinamente espiritual, es más bien expresar el amor de Cristo, eximirme de hacer algo que pueda causarle confusión o serle de piedra de tropiezo a la persona débil e ignorante, es en suma, glorificar el espíritu amable y considerado de nuestro Señor Jesucristo, imitarlo en su comportamiento gentil y generoso.

Esta es la mayor de todas las alabanzas y la más alta expresión del espíritu compasivo y amoroso de nuestro Padre celestial. Amén.

Lo voy a dejar allí. Hay muchas cosas más que escribí en ese resumen, pero quiero entrar de lleno en la presentación. Pero quiero que ustedes vean un fluir de la enseñanza. Nosotros buscamos una iglesia balanceada, una iglesia compleja, una espiritualidad que reúna los diferentes matices de la palabra de Dios y a través de esta serie de sermones yo he querido darme a explicar, darme a entender y que ustedes también sepan la iglesia a la cual ustedes asisten, y los pastores y el liderazgo espiritual que ustedes tienen, que nos definamos en este año en que el Señor nos ha llamado a definirnos.

Ahora bien, quiero hablarles hoy, como decía, acerca de una espiritualidad diversa. Estoy usando la palabra espiritualidad, lo primero que yo creo que tenemos hacer es qué es una espiritualidad? Cuando hablamos de espiritualidad, porque quiero armar algo. Por eso les digo, relájense, si dejaron las habichuelas puestas, corra, apáguelas y venga otra vez.

Estos sermones son arriesgados, son complejos pero muchas veces uno se exime de pronunciarlos por temor y a veces yo creo que les faltamos el respeto a la gente. Ustedes son capaces de manejar la complejidad, yo estoy seguro de eso. Amén.

La primera pregunta que yo quiero que examinemos es, qué es, cuando yo hablo de espiritualidad, qué es una espiritualidad? Yo digo aquí, es una manera específica de enfocar las cosas del espíritu. Es una cierta disposición espiritual de un individuo o un grupo religioso. En nuestro caso, hay espiritualidades cristianas. Hay diferentes espiritualidades, es el punto, y yo quiero que analicemos algunas de ellas para que usted entienda la diversidad que hay en el cuerpo de Jesucristo. Hay diferentes espiritualidades, como diferentes enfoques, diferentes maneras de manejar la sustancia del espíritu.

Es una actitud del espíritu. Yo hablo aquí también que una espiritualidad es una especie de constelación de elementos, es un grupo, un conjunto de elementos y actitudes espirituales, que juntos constituyen una forma de relacionarse con Dios y con los demás tanto en el cuerpo de Jesucristo como en el mundo exterior.

Una espiritualidad es reconocible por las cosas que enfatiza y aísla, como que la espiritualidades ven algo en la Escritura, les llama la atención eso y como que lo enfatizan y lo aíslan. Yo no voy a dar unos ejemplos de ello, de parte de las Escrituras. Una espiritualidad se distingue por aquello en lo cual se enfoca, aquello a que le da importancia primordial, aún mientras reconoce que hay otras cosas de valor en el Reino de Dios y en la palabra.

Hay diferentes espiritualidades, a través de la historia se han manifestado diferentes enfoques acerca de la Escritura. Hay grupos que cada uno se distingue por un énfasis de aspectos de la palabra del Señor, un interés, una prioridad en un sentido. Son cosas distintivas de los diferentes tribus y sectores del pueblo de Dios. Hay diferentes espiritualidades.

Por ejemplo, les voy a hablar de algunas de ellas. Yo espero que esto sea de edificación para que usted entienda cuando usted mira el variado panorama de la iglesia de Jesucristo, usted pueda reconocer alguno de ellos. Esta es mi propia agrupación de las diferentes espiritualidades o tradiciones, podríamos decir también que vemos en el pueblo de Dios.

Hay lo que yo llamo, espiritualidad litúrgica y ortodoxa. La palabra liturgia, hoy en día como que para los evangélicos se ha hecho una palabra peyorativa, pero es una palabra noble. Hay una espiritualidad litúrgica y ortodoxa. Dentro de esa espiritualidad yo incluyo grupos como los católicos, los griegos ortodoxos, los rusos ortodoxos, las diferentes iglesias ortodoxas que hay en el mundo, las iglesias episcopales, anglicanas, que enfatizan, número 1, el rito dentro del culto, el simbolismo, la riqueza del santuario, una progresión anual bien organizada de oraciones, el guardar los diferentes festivales de la tradición cristiana.

Hay otra cosa también, hay una consciencia, ese tipo de espiritualidad tiene una consciencia de la acumulación de enseñanza que ha habido a través de la historia en los 2000 años de vida de la iglesia. Hay una celebración de los grandes hombres y mujeres que han aportado sus conocimientos y experiencias a la sabiduría de la iglesia y el conocimiento teológico, Santo Tomás de Aquino, San Agustín, Lutero, Calvino, Santa Teresa de Jesús, San Francisco de Asís, en nuestros tiempos también, Bonheoffer y Bart, hay una acumulación de verdades y de enseñanzas. La espiritualidad litúrgica se caracteriza por ese apreciación y celebración de esa larga historia cristiana.

Hay lo que yo llamo también, la espiritualidad pentecostal, todas las iglesias pentecostales en el mundo que enfatizan el Espíritu Santo, los dones del espíritu, el poder en la vida cristiana, la vida sobrenatural, guerra espiritual, sanidad, profecía, revelación. La espiritualidad pentecostal ve a Dios manifestándose cada día y el poder del Espíritu Santo.

Yo diría que su versículo clave es, “No es con espada, no es con ejército, sino con mi espíritu, dice el Señor.” Es una espiritualidad maravillosa y hay miles y miles de iglesias que se suscriben a eso y enfatizan esa dimensión aunque son más que eso, como ustedes ven. La espiritualidad no excluyen demás cosas pero como que se distinguen y enfatizan un área.

Hay lo que yo llamaría también la espiritualidad evangélica. Nosotros somos evangélicos pero la diferencia entre la espiritualidad que yo llamo evangélica y la pentecostal, es que en la espiritualidad sencillamente evangélica no hay un énfasis tan fuerte sobre los dones del Espíritu Santo y sobre la guerra espiritual, y sobre esa dimensión de guerra y de agresividad en el espíritu, que enfatiza tanto el mundo pentecostal.

A esa espiritualidad se incluyen iglesias y denominaciones como los metodistas, los bautistas, templo bíblico, presbiterianos, luteranos, iglesias congregacionales, que son iglesias evangélicas y bíblicas, pero no se suscriben tanto a la dimensión Pentecostal, enfatizan eso sí la palabra, la prioridad de la palabra, la enseñanza, la reflexión teológica, el carácter, el orden, el guardar la fe de la iglesia hasta que Cristo venga en orden y en sobriedad y en armonía. Eso es algo muy bello también.

Hay una diferencia por eso digo, los pentecostales son evangélicos pero no necesariamente los evangélicos son pentecostales. Hay una diferencia.

Hay lo que yo llamaría también, la espiritualidad activista, hay toda una constelación de grupos que de filosofías y teologías que se suscriben a eso, que es una espiritualidad que enfatiza el actuar sobre la historia, el cambiar las estructuras de la sociedad, el traer cambio aunque sea forzadamente, pero cambiar la injusticia y cambiar las estructuras desiguales de la historia.

Por ejemplo, todo lo que se llama la teología de la liberación que estuvo muy fuerte en los años 70 y hasta un poco de los 80 en Latinoamérica, que sobretonos de marxismo y de transformación a veces inclusive, a mano armada, como en Nicaragua, en otros países, donde elementos de la iglesia católica participaron en las revoluciones, en el Salvador y en Colombia y en otros países también.

Y está también lo que se llama Dominium Theology, teología de dominio, que habla acerca de convertir Estados Unidos, por ejemplo, en una sociedad cristiana y si hay que tomar el poder a través de las elecciones para que Estados Unidos sean una sociedad cristiana, amén. Pero es una teología que no se conforma simplemente con reflexionar teológicamente, sino quieren actuar también y tomar parte activa en los asuntos de la humanidad.

Teología feminista, que quiere por ejemplo, corregir los aspectos de dominio del hombre y muchas veces se quejan de que la teología cristiana es una teología vista a través de los ojos de los hombres y que hay de las mujeres, dicen ellas. Y entonces habla de la liberación de la mujer por medio del estudio de la Biblia también. eso es lo que yo llamo espiritualidad activista.

Hay otra espiritualidad que yo llamo espiritualidad profética que habla de justicia social, del cuidado de las minorías, los que no tienen el poder político, la misericordia, el darle atención a las ciudades con sus problemas específicos. Y hay una diferencia entre la profética y la activista en el sentido de que la activista es profética, pero no toda teología profética es necesariamente activista. No toda la gente que reconoce las inigualdades y la importancia de la misericordia necesariamente quieren entrar en el activismo político o en la revolución u otras cosas así. Pero usa, yo le llamo profética, porque usan esos textos en el Antiguo Testamento y en otros pasajes de la Escritura donde los profetas denunciaron la injusticia y denunciaron el abuso de los pobres y la desconsideración hacia los que no tienen el poder, las viudas, los huérfanos, los que están en prisión, etc. es una espiritualidad profética que habla mucho acerca del amor y la misericordia hacia los pobres y los desamparados.

Está también lo que yo llamo una espiritualidad fundamentalista, que enfatiza los fundamentos, por eso la palabra, de la palabra de Dios. Y es una espiritualidad concebida en el conflicto con esas teologías liberales que estuvieron aquí en Estados Unidos, sobretodo en los años 40 y los 50, cuando comenzó verdaderamente a afectar mucho en esta nación todo el movimiento liberal. Y muchos evangélicos viendo lo que le estaba pasando a esta nación, que se iba más y más hacia la herejía, como ha seguido, se levantaron en protesta y comenzaron a enfatizar los distintivos de la fe cristiana para contrarrestar y contrapesar ese movimiento hacia la herejía del cristianismo aquí en Estados Unidos.

Es decir, que es una espiritualidad que se levanta en contra de, es polémica por eso digo, es militante muchas veces. Y también esa espiritualidad yo la veo mucho, por ejemplo, en como los baasistas del sur, por ejemplo, son muy enfáticos en la doctrina y a veces son resistentes, por ejemplo, al movimiento pentecostal, resisten las lenguas, por ejemplo, y los bautistas del sur han llegado hasta el extremo de pedirle a sus misioneros y a la gente que va a trabajar con ellos que tienen que rechazar las lenguas y si no las rechazan en su confesión doctrinal, no pueden trabajar para ellos.

Yo respeto mucho a los bautistas del sur pero quiero señalar esa polémica que hay contra los dones del Espíritu Santo también y del movimiento pentecostal. Los fundamentalistas van a los fundamentos, y dicen, ahí nos paramos y eso es lo que somos. Y es una mentalidad un poco polémica siempre.

Pero esto es importante porque tenemos que reconocer. si uno no reconoce el terreno en el cual usted está manejando se va a perder, se va a desorientar y eso le pasa a muchos cristianos. Me dan un ratito para desarrollar todo esto? Yo creo que es bueno.

Hay lo que yo llamo también una espiritualidad de santidad, todo lo que tiene que ver con el énfasis sobre la santidad al Señor. Servimos a un Dios santo, tenemos que ser moralmente íntegros, tenemos que consagrarnos al Señor y ser un pueblo apartado. Recuerdo las enseñanzas de los hermanos Wesley en el siglo XVIII, el movimiento de santidad en el siglo XIX y aún en el siglo XX, las iglesias afroamericanas, y en las iglesias latinas, pentecostales también. hay iglesias que enfatizan la santidad en el vestido, en el comportamiento, todas estas cosas.

Hay sectores pentecostales que son sectores de santidad también y mezclan las dos cosas. El movimiento pentecostal en el avivamiento de Azuza, mucha de la gente que se metió en el movimiento pentecostal, venía del movimiento de santidad. Y por eso hay una mezcla de las dos cosas, pero hay una separación allí porque no todos los de santidad son necesariamente pentecostales.

Y hay lo que yo llamo también una espiritualidad separatista, sobretodo en el siglo XVIII se vio mucho con los anabaptistas, en Alemania, los menonitas en nuestro tiempo, que vienen de toda esa tradición, los brethren, los hermanos y otros grupos también así, el conde de Zinzerdorf en Alemania y Austria. Los separatistas, como dice la palabra, quieren separarse del mundo en una manera radical. No juran a banderas, no van a la guerra, no declaran the Pledge of Allegiance, el juramento a la bandera norteamericana. Quieren ser una comunidad como separada del mundo, pero no son activistas, rechazan el mundo, rechazan el pecado y se salen de la sociedad en un sentido y quieren ser como una iglesia pura que rechace la mundanalidad y que rechaza inclusive las corrupciones de otras iglesias, como ellos la ven.

Estos son diferentes espiritualidades, diferentes grupos y sensibilidades del espíritu que se manifiestan en el cuerpo de Jesucristo. Están allí, cuando yo voy a una iglesia anglicana o católica, veo un tipo de espiritualidad. Cuando voy a una iglesia de store front en Roxbury, pentecostal puertorriqueña o caribeña o guatemalteca, veo la espiritualidad pentecostal. Cuando visito una iglesia menonita o de quakers veo ese aspecto de separación del mundo veo también en las iglesias cuáqueras todo el aspecto de justicia social y otras cosas por el estilo.

Es decir, hay diferentes tipos de… cuando voy a una iglesia bautista del sur o templo bíblico veo esos hermanos bien correctos, enfatizando la Biblia y enfatizando el orden de la iglesia y la santidad de la iglesia. Hay una mezcla de espiritualidades que usted ve en todos los grupos de la iglesia de Jesucristo.

Y por eso yo digo, hermanos, que es importante reconocer esas diferentes espiritualidades y las personas que han dado nacimiento a esas sensibilidades, con sus enseñanzas, personas como San Agustín, el padre Las Casas en el siglo XV, cuando vinieron los españoles a América y habló acerca de la justicia para los indígenas que estaban siendo explotados por los españoles y los conquistadores. Lutero, que se levantó contra las corrupciones de la iglesia católica y dio lugar a la reforma de la cual nosotros somos descendientes. Calvino, acerca de predestinación y el señorío y la soberanía de Dios en la iglesia.

George Whitefield, que habló acerca de la predicación, un hombre que trajo avivamiento. Jonathan Edwards aquí en Nueva Inglaterra, padre de un gran avivamiento pentecostal y un pensador increíble, un filósofo de primera categoría. Yale tiene todo un departamento dedicado al estudio de la mente y el desarrollo intelectual que este hombre permitió, un hombre de Dios, en fuego por Dios pero con una mente incandescente para la teología y la ética y la estética, muchas cosas tremendas. Un hombre rico.

Lo que quiero, hermanos, es sugerirles a ustedes entre otras cosas lean más allá de lo que ustedes están acostumbrados a leer. Yo a veces me temo de que muchos de mis hermanos piadosos se limitan a estas novelitas evangélicas sabrosonas y jugosas de testimonio, de sanidad y de conversión y de esto y de lo otro, y no le dedican tiempo a esas cosas más sustanciales. Lea el pensamiento de Calvino. Lea acerca de la reforma en el siglo XVI en Europa y cómo llegó aquí a América. Lea acerca del pensamiento de un Karl Barth o de Dietrich Bonhoeffer o de Martin Luther King jr. Porque estas cosas son importantes, estas son gente que Dios ha bendecido con un entendimiento especial y han dado lugar a muchas cosas maravillosas en el seno de la iglesia.

Oriéntense, lean acerca de esto, porque nosotros somos parte de esa herencia. Esa gente de Dios enriquece y matiza nuestro pensamiento religioso. Debemos conocerlos y aprender cada día más de ellos.

Lo que estoy diciendo, hermanos, es que cada una de estas espiritualidades se enfoca en y enfatiza una parte de la verdad de la Escritura. Porque en la Biblia hay santidad, hay fuego del Espíritu Santo, hay misericordia por los pobres, hay un llamado a retener la fe una vez dada a los santos sin cambiarla, hay un llamado a apartarnos del mundo, todo eso está ahí adentro, pero que muchas veces nos fascinamos con un aspecto de la Escritura y entonces como que nos olvidamos de lo demás. La gente que se enamora tanto de los dones del Espíritu Santo se olvidan del fruto del Espíritu Santo, por ejemplo. Los corintios hicieron eso. Pablo dice, oh, entre ustedes hay muchos dones, muchas señales, pero jalándose los moños todos los días unos a otros, peleándose, llevándose a la corte, división, herejía, superficialidad espiritual, como vemos hoy en día en muchos pentecostales. Y entonces tenemos que mirar esas dimensiones complejas de la Escritura.

Cada una de estas espiritualidades se enfoca en y enfatiza una parte de la verdad de la Escritura, pero lo que vemos es que la Biblia, a su vez, las encierra e incluye a todas. La Biblia es la mina de donde sacamos esas pepitas de oro diferentes, y las llevamos luego a nuestras casas, oh, my precious, como dice el personaje de la trilogía, esta maravillosa del cine. Como que idolatramos un pedacito de la verdad mientras que alrededor de nosotros hay oro, hay diamantes, hay plata, hay bronce, hay de todo y no celebramos la totalidad de la palabra de Dios.

Esto es bien importante. Nosotros en esta iglesia, su pastor principal, creo que los pastores de la iglesia, el liderazgo de esta Congregación en León de Judá encontramos valor y utilidad en cada una de estas diferentes tradiciones y espiritualidades. Celebramos de cada una de ellas, incluimos elementos de cada una en nuestra práctica como Congregación.

Eso es lo que nos hace, a veces, difíciles de definir. Y que mucha gente tiene dificultad de entender por qué el pastor hace esto, por qué no hace lo otro, por qué oh, el culto estaba tan sabroso y Dios se estaba moviendo y parece que se iba a volar la tapa del techo, y el pastor viene y comienza, ah, ahora vamos a colectar los diezmos y las ofrendas. Cortó la bendición, este hombre no sabe discernir el espíritu.

Es porque no entendemos que en ese momento yo estoy mirando las otras dimensiones de la vida cristiana, la iglesia sigue adelante, la iglesia necesita… Si ustedes se me van sin darme los diezmos y las ofrendas, imagínese, quién me va a pagar al final del mes. No, estoy jugando. Pero necesitamos pagar las luces, necesitamos pagar la calefacción, necesitamos pagar las misiones y las cosas que queremos hacer. Hay un tiempo para todo.

Yo veo la iglesia como una cosa compleja, es parte espíritu y es parte carne y huesos, está en la tierra, es una institución y hay que darle lugar a todo. Hay que alabar al Señor, hay que colectar diezmos y ofrendas, hay que predicar la palabra y edificar al pueblo del Señor, hay que celebrar la santa cena, hay que educar a los niños, hay que discipular a personas, hay que evangelizar a los visitantes, hay que hacer de todo y hay una diversidad de cosas y tratamos de incluirlas todas. Y nuestra iglesia trata de mantener ese balance.

Por ejemplo, yo doy gracias al Señor, porque esta semana yo he visto el amor de nuestros hermanos manifestado para familias que han perdido seres queridos durante la semana. Yo he visto hermanos y hermanas orar con gente que ha estado en dolor, ir a los hospitales y estar allí, tiempo, ir a visitar… lamentamos reconocer, la hermana Mayra [inaudible], no sé cuántos la conocieron, falleció esta semana. Estuvo un par de años con nosotros, conoció al Señor aquí en la iglesia, se fue con el Señor esta semana.

Yo pude ver cómo hermanos de esta Congregación, doy gracias a la hermana Anita Valverde, Mayra y otros, cómo estuvieron allí con ella a través de meses visitándola en su casa, ministrándole, ella estaba tan agradecida. Yo fui la semana pasada a visitar un hospital para personas que están en las últimas y me encontré allí con 10 guerreras, cada una con su espada en la mano orando por esa hermana y ministrándole. Que bendición.

Y por ejemplo, yo creo, sin embargo, cuando vamos a visitar hermanos que están enfermos en el hospital, no solamente nos preocupamos, bueno, quiero hacer la buena obra de visitarlo, sino que tenemos que pensar, okay, no me quiero quedar demasiado tiempo tampoco. Quiero poner atención a que esta persona no se siente bien, retirarme después de unos minutos de orar por ella y bendecirla y entonces continuar.

Es decir, que aún en el hacer el bien uno tiene que estar pensando en diferentes cosas. Es lo que yo llamo espiritualidad balanceada. Si usted va a visitar una persona que acaba de dar a luz, mire, gloria a Dios, pero tampoco esa hermana no tiene su make-up puesto, se va a sentir… espere a que esté un poquito mejor y entonces vaya y visítela, pero muchas personas dicen, no, tengo que ir…

Hermanos, entienden lo que quiero decir? Tenemos que tener balance en la vida y nuestra espiritualidad tiene que estar balanceada de esa manera.

Lo que yo digo es que en León de Judá nosotros le damos valor a esas diferentes tradiciones. Por ejemplo, si usted mira nuestra iglesia en el área de transformación social y justicia social tenemos Alfa, tenemos el centro de recursos académicos, tenemos el ministerio de jóvenes en el área de la sexualidad Vale esperar. Tenemos ministerios de consejería, inglés como segunda lengua. Hay diferentes ministerios porque nosotros creemos en la justicia social, creemos que la iglesia es una fuerza transformadora en la cultura y dedicamos tiempo, dinero, espacio, energía a esa dimensión de la vida cristiana y con eso nos identificamos con esas espiritualidades que enfatizan la justicia social, las necesidades del pobre, la transformación en la ciudad, todas estas cosas importantes.

Por otra parte, también, tenemos una parte que se parece mucho a la espiritualidad de santidad porque hablamos de la santidad, la moralidad, y de paso digo, no solamente por ejemplo, fuimos muy activos en la cuestión de la controversia con el matrimonio, creemos en la santidad del matrimonio, pero también creemos que en el matrimonio el esposo no debe oprimir a la esposa, y eso es santidad, que la esposa debe respetar a su marido también. Amén.

Y que tenemos que ser cuidadosos de los demás también, que tenemos que preservar matrimonios, que sean de bendición para nuestros hijos. Todo eso es santidad y yo voy a dedicar un sermón acerca de lo que yo veo como una santidad abarcadora y compleja, que no es solamente moral, no es solamente adulterio, promiscuidad, homosexualidad sino que es también fruto del Espíritu Santo, consagración al Señor, entrega de todo nuestro ser al Señor, eso es una verdadera santidad. Pero nosotros enfatizamos la santidad.

Nos parecemos a los evangélicos al enfatizar mucho las Escrituras, por eso tenemos las clases de discipulado, por eso enfatizamos tanto la educación en nuestros hijos, por eso tenemos I wanna, que es una enseñanza sistemática y queremos darle a nuestros hijos fundamentos sólidos de la palabra. Creemos que las manifestaciones de los dones tienen que estar enmarcadas en la palabra de Dios y que aunque algo parezca espectacular, sabroso, sensacional, si no está avalado y cabe dentro del marco de la Escritura, no va para ninguna parte entre nosotros.

En ese sentido nos parecemos mucho a los evangélicos en su énfasis sobre las Escrituras. Somos pentecostales, nos parecemos mucha a las iglesias pentecostales, en el sentido de que usted ha visto la soltura con que alabamos al Señor, el tiempo que le damos a la adoración, creemos en guerra espiritual, sanidad, liberación, todas las cosas que pasan… cuando el pueblo alaba a Dios, suceden cosas… sabemos que el poder de Dios se mueve en medio de la alabanza, y en eso nos parecemos mucho a la tradición pentecostal.

Y yo creo, inclusive, yo aprecio aspectos del catolicismo y de la ortodoxia cristiana. Yo me he beneficiado del estudio de los grandes pensadores de la iglesia a través de los siglos. Amo ese respeto por la autoridad apostólica que yo veo en las iglesias católicas y griegas ortodoxas. Yo amo a veces entrar a una iglesia y sentir esa atmósfera de recogimiento que hace posible los vitrales hermosos de una catedral o el olor del incienso o la madera oscura, o la luz tenue de una catedral o de una iglesia anglicana, episcopal, católica.

No estoy de acuerdo con muchas de sus enseñanzas, pero amo ese sentido de que cuando tu entras a ese lugar santo, respiras ese silencio, esa quietud. Muchas veces en las iglesias evangélicas no hay una reverencia adecuada para la presencia de Dios y entonces somos como muy familiares con el Señor, y Dios es santo, terriblemente santo.

Yo creo que debemos preservar un poquito de ese respeto y esa reverencia y ese respeto por la autoridad que yo veo en los hermanos católicos y la jerarquía, que yo creo que también, sanamente, tiene su lugar en la vida cristiana.

Es decir, que yo veo valor y veo bendición en muchas de esas tradiciones y yo creo que lo que yo digo, una espiritualidad cristiana sana toma un poquito de esas diferentes cosas. Para mí el texto bíblico que se me olvidó leerlo al principio es Primera de tesalonicenses, Capítulo 5:21 que dice, “Examinadlo todo y retened lo bueno…”

Nosotros tenemos que hacer eso siempre. Examinar, nuestro radar está mirando todas las diferentes espiritualidad y tradiciones y aprendemos de esto, de lo otro, cogemos de aquí, cogemos de allá, desechamos cosas y nos quedamos con lo bueno y nos salimos con la nuestra siempre, porque estamos en todos los mundos. Siempre y cuando sea de la palabra del Señor.

Yo trazo una ilustración de las artes marciales mixtas. Usted sabe que por muchos, muchos años, las artes marciales se han mantenido en la atención pública separados unos de los otros. Tenemos el tae kwon do, tenemos yuyitsu, tenemos yudo, tenemos las artes marciales que vienen de Tailandia y de Asia Occidental, del Japón, de la China, algunas místicas, otras puramente físicas, como el Tae kwon do, pero todas estas diferentes… kick boxing que fue un comienzo de esa mezcla de boxeo con tae kwon doy, y fíjense lo que ha pasado con el tiempo, la gente se dio cuenta, sobretodo cuando vinieron los brasileños al escenario de las artes marciales, los brasileños hicieron una mezcla de yuyitsu, de lucha, de yudo, de boxeo, una cantidad de cosas, y cuando vieron unos grandes competencias mundiales, se quedaron con todos los títulos. Y la gente se dio cuenta, guau, es bueno mezclar las diferentes tradiciones marciales y hacer una síntesis de ella. Nadie podía bregar con ellos porque habían hecho una mezcla de diferentes artes e hicieron una síntesis invencible.

Y hoy en día, eso explica en parte la gran locura que hay por las mixed martial arts. Han tumbado la lucha libre, los diferentes estilos de artes marciales aunque todavía existen, pero se han dado cuenta. De paso, yo no celebro las artes marciales mixtas en la televisión, tampoco las condeno abiertamente pero yo no creo que hay que celebrar esa violencia, esa brutalidad que se manifiesta. Pero sí celebro el principio de mezclar aptitudes y coger lo bueno de una cosa y de la otra y sintetizarlo y usar lo mejor de cada tradición.

Yo veo la ventaja que aporta la diversidad y la inclusividad en la vida cristiana y en otras dimensiones también de la experiencia humana. La gente, hermanos, está acostumbrada a ver solo uno o dos de estos elementos espirituales que yo he señalado, estas espiritualidades, conviviendo en una iglesia o en un ministerio. Y cuando ven varios de ellos piensan, no, esta gente está confundida, esta gente son indecisos, esta gente no se han definido bien, y cuando ven esa mezcla no saben qué hacer con esa mezcla.

Mucha gente no entiende, bueno, qué es León de Judá? Es una iglesia pentecostal, evangélica, de santidad, de justicia social, liberal, conservadora, fundamentalista? Qué somos? Porque están acostumbrados a ver como una sola cosa o dos a lo máximo. Nosotros decimos, no, hay de bendición en todas estas energías. Nosotros cogemos de aquí, de allá y hacemos una mezcla que yo creo que es la mezcla bíblica, es la mezcla del Espíritu Santo más bien.

Mucha gente ve contradicción o ve indecisión en esa mezcla de cosas. Pero yo creo que lo que hay en realidad es más bien, una complejidad. Es una mezcla de las diferentes cosas, hermanos, que creemos que son parte de la síntesis bíblica. Es importante, hermanos, crear una consciencia histórica del desarrollo del pensamiento de la iglesia, de ver cómo el pensamiento y la teología de la iglesia cristiana se ha ido desarrollando y matizando a través de los siglos, ver esa progresión.

Por ejemplo, yo veo en la Escritura en el libro de los Hechos, cómo los Apóstoles bregaron en un momento con la cuestión de que estaban entrando los gentiles a la iglesia y no estaban preparados para eso, y tuvieron entonces que lidiar, qué vamos a hacer con estos gentiles? Los convertimos en judíos o los dejamos con sus tradiciones y respetamos sus tradiciones y simplemente nos limitamos a las cosas más básicas del Evangelio? Y eso fue lo que hicieron.

La iglesia siempre ha tenido que desarrollar su pensamiento. Cuando llegó el momento del conflicto con los judíos y los griegos, desarrollaron todo esto que tuvo que ver con lo que llamamos los diáconos de la iglesia. Entonces, la iglesia siempre ha estado desarrollando esto, los pensamientos de la iglesia ha tenido que bregar con esas cosas.

Yo creo, hermanos, el estar conscientes de esa diversidad a través de la historia, de las diferentes tradiciones de la iglesia, nos libra de muchos errores, errores que ya se han experimentado en el pasado y que podemos evitarlos cuando entendemos esta trayectoria de la iglesia.

Por ejemplo, el exceso que yo veo hoy en día entre los grupos que enfatizan la profecía, a veces el desorden, la falta de cuidado en lo que usted le dice a la gente supuestamente bajo la unción. Yo creo en eso y hermanos, aquí hay libertad para la profecía. La Biblia dice no menospreciemos las profecías, pero a veces la gente se puede enamorar tanto de la profecía que no son cuidadosos en el uso de la profecía y desprestigian la profecía.

Pero si nosotros tuviéramos la historia de la iglesia, veríamos que el movimiento montanista en el siglo IV se distinguió por eso, un exceso de atención a la profecía que llevó al desastre y llevó a unos excesos terribles que desprestigiaron la profecía para muchos.

Si nosotros entendemos eso, tenemos más cuidado. El docetismo, una doctrina que niega la importancia de la carne y que decían, no, Jesús no vino en carne al mundo, él no encarnó, eso era un espejismo, era una ilusión. Él no fue crucificado tampoco, porque el cuerpo no redime, el cuerpo es malo. Niegan el cuerpo, niegan la materia, ven la materia como algo malo. Y no, yo creo que Dios creó al mundo y dijo, todo es bueno. Yo amo una buena comida, yo amo el arte, yo amo una buena puesta de sol y yo creo en la bendición de la naturaleza, creo que la iglesia no es una institución desencarnada, como yo decía el domingo pasado, meramente espiritual. Es una institución legal, es una institución transformadora, está en la historia, está en el tiempo y hay que ponerle atención a esas cosas. Hay que ponerle atención a las necesidades materiales de la gente.

El Señor les dijo a los discípulos, dadle vosotros de comer. Los discípulos decían, no Señor, ya les dimos la palabra mándalos para su casa. Y el Señor le dijo, no, denles de comer ustedes. Enfatizó la comida también, enfatizó las necesidades del cuerpo. Y el docetismo en el siglo IV y el gnosticismo decían que el cuerpo era malo. Yo creo en la belleza de la sexualidad, creo en una sexualidad sana, dentro de los parámetros del Señor, eso es hermoso, es digno.

Todas estas cosas son importantes, lo que estamos buscando es el orden y el balance de todas estas cosas. Pero si estudiamos las diferentes tradiciones y las herejías de la iglesia nos damos cuenta que muchas de las cosas que hoy en día hacemos, si entendiéramos el pasado, nos cuidaríamos de ellas.

Yo creo también que nos libra, no solo de errores, sino también de presunción, de creer que somos lo único, que hemos descubierto algo trascendental e inusitado, que nunca se ha dado antes. Yo pienso en los Testigos de Jehová que si usted mira ellos dicen, nosotros somos los únicos. Si usted no es Testigo de Jehová y no se bautiza con los Testigos de Jehová, usted se pierde, no es salvo. Yo digo, guau, y qué les pasó a los 20 siglos de la historia de la iglesia? Dios se desentendió de la iglesia hasta el siglo XX? Dijo, oh, espérate, si tengo aquí un grupo de gente que yo mandé a mi hijo a morir por ellos y se me olvidó…

Qué presunción creer como que nosotros somos los únicos. Y hay grupos que se creen, si usted no se bautiza con ellos, si no es con ellos, usted no es salvo. Y yo creo que hay que entender la riqueza de la iglesia, cómo Dios se ha revelado a través de los siglos. No somos los únicos, hay muchos que han pensado muchas cosas ricas y eso nos ayuda a ser humildes, a celebrar los logros y las enseñanzas de los demás.

Yo creo que eso también nos debe hacer más sobrios, más inclusivos, cuando vemos por allí un nuevo predicador, predicando una doctrina rara y nueva, y nos dejamos deslumbrar. Ese movimiento nuevo, esa iglesia que está creciendo a pasos agigantados, y todo el mundo, ah, vamos a ir a esa iglesia porque allí el Espíritu Santo está moviéndose.

La persona que conoce el mover de la iglesia a través de los dos mil años y que ha estudiado esos diferentes movimientos, dice, okay, vamos a esperar, vamos a ver qué pasa. Porque así ha habido muchos movimientos en la iglesia que han avanzado dramáticamente y después se han explotado. Como dijo, Gamaliel, si esto es de Dios permanecerá, si no es de Dios se va a disolver con su tiempo.

Hay movimientos que son como luces de bengala, iluminan el firmamento y la noche por un momento pero asimismo desaparecen en un instante también. Cuando usted entiende esto usted dice, okay, déjame examinar esto a la luz de la palabra del Señor. Suena muy lindo, pero vamos a ver qué dice la Biblia. Y si es de Dios usted lo acepta, no lo rechaza porque sea nuevo, pero si no es de Dios, usted dice, bueno, otro día.

Eso también creo que nos debe ayudar a ser más tolerantes de las personas que aparentemente son diferentes a nosotros pero que tienen algo allí que podemos también aprender de ellos y celebrar. Nos ayuda a ser menos dispuestos a condenar irreflexivamente o a adoptar impulsivamente. Como dice la palabra, terminamos examinándolo todo y reteniendo lo bueno.

Hermanos, ya termino con esto, lo que estoy diciendo es que nuestra iglesia, mi propio énfasis espiritual, yo creo que se distingue por ese reconocer que hay mucho en la familia de Dios de lo cual aprender y celebrar, y que nosotros tenemos que aún a veces cuando discrepamos violentamente de lo que piensan ciertos grupos de la iglesia cristiana, tenemos que decir, okay, por qué ellos le están dando tanto énfasis a eso? Habrá algo en la Biblia que yo puedo aprender? Y cuando vamos a ver, oh, sí, por ejemplo, todo lo que tiene que ver con esto de justicia social. Hay muchos grupos liberales, yo no me suscribo al liberalismo, yo creo en la doctrina y la palabra una vez dada a los santos, pero creo que también muchas veces los cristianos conservadores nos hemos olvidado de los derechos del pobre, y nos hemos ido con los poderes y a los ricos no los hemos llamado a capítulo con su descuido y su explotación del pobre.

Yo creo que la iglesia, para su vergüenza, no ha sido esa voz profética que debiera ser, que debiera haber sido, por ejemplo, aquí en Estados Unidos durante el tiempo de la esclavitud, o durante el tiempo de la exclusión de los afroamericanos. Para su vergüenza la iglesia en Alemania durante el tiempo de Hitler se fue detrás de Hitler y solo unos pocos cristianos alemanes, denunciaron a Hitler. Dónde estaba la revelación de Dios?

Entonces, yo he aprendido que esos hermanos que a veces son tan liberales que me dan ganas de ahorcarlos, pero tienen una intuición de la Biblia de amar al pobre, al desvalido, a la viuda, al huérfano, de visitar al prisionero, de amar a los que no tienen poder, de la misericordia y yo he aprendido de ellos. He retenido lo bueno y he rechazado lo que yo creo que no es de Dios. Nosotros tenemos que hacer eso también.

Finalizo con una ilustración que muchos de ustedes quizás han escuchado, es el relato de los 6 ciegos y el elefante. En ese relato es una historia bien famosa de la literatura mundial, donde se dice que 6 hombres ciegos se acercaron a un elefante, nunca habiendo visto un elefante, no sabían lo que era un elefante, ciegos de nacimiento, se acercaron a un elefante y cada uno comenzó a tocar una parte del elefante. Y el ciego que tocó la trompa del elefante dice, un elefante es como un tubo y esa es su esencia, un tubo.

Otro tocó las piernas del elefante y sintió su fortaleza y su dureza y dijo, no, el elefante es como una columna. Otro tocó las orejas inmensas del elefante y dijo, no, el elefante es como un abanico de mano. Otro tocó la cola del elefante, dijo, no, eso no es así, un elefante es como una soga. Otro tocó el vientre del elefante y sintió su fortaleza, su dureza y dijo, no, un elefante es como un muro, como una pared. Y cada uno estaba peleando con el otro porque decía, no, el elefante es así, no, el elefante es así, y llevaron a los seis ciegos ante el rey y les dijo, el problema está en que ustedes solamente están viendo una parte del elefante. El elefante es todas esas cosas, porque está compuesto de todas esas cosas.

Y yo creo que asimismo, hermanos, yo diría que Dios es mucho más complejo que un elefante. La doctrina cristiana es tremendamente compleja y muchas veces nosotros peleamos unos con los otros en el cuerpo de Jesucristo porque uno ha visto una cosa del reino, otro ha visto otra, y decimos, no, eso no es así, en vez de mirar la belleza que hay en esas diferentes intuiciones.

Yo creo que lo que nosotros tenemos que hacer en el Reino de Dios, hermanos, es ver lo bueno que hay en cada una de esas tradiciones y aprender de ellas. No estoy abogando por, lo que yo llamaría, un relativismo indiscriminado. No estoy diciendo, oh, cada cual crea lo que quiere y vamos a celebrar todas las herejías y nadie diga nada de las cosas que son falsas. No, yo creo que lo que estoy diciendo es que cada tradición cristiana tiene aspectos de verdad y también tiene aspectos de limitaciones y falsedad. Tenemos que discriminar sabiamente, examinarlo todo, retener lo bueno.

Yo diría lo primero es que tenemos que conocer bien a Dios, tener experiencias con Dios, estudiar la palabra, empaparnos de la palabra. Por eso es que yo les animo, tomen las clases de discipulado, lean su Biblia, estudien los grandes temas de la Escritura, los grandes personajes, los grandes Capítulos, los grandes principios de la palabra de Dios, compenétrese bien, porque vivimos en tiempos de gran herejía donde es muy difícil a veces distinguir la mentira de la verdad y necesitamos cada uno de nosotros llenarnos primero de la palabra de Dios, conocer bien quién es Dios y entonces analizar estos diferentes movimientos y aprender de ellos, y retener lo que es de Dios en ellos.

Y de esa manera yo creo que vamos a ser cristianos saludables, cristianos sólidos. Debemos empaparnos de la sabiduría de Dios que viene por medio del escrutinio de su palabra y luego abordarlo todo, examinarlo todo a la luz de ese entendimiento divino. Eso es lo que yo busco, hermanos, una iglesia que sea sólida, una iglesia que sea balanceada, una iglesia que sea compleja, una iglesia que reconozca la belleza de la revelación de Dios en todo su cuerpo.

Que el Señor nos ayude, hermanos, a hacer esto y a ser ese tipo de iglesia. Amén. que Dios les continúe bendiciendo y Padre, nosotros pedimos tu sabiduría, pedimos sobriedad para discernir lo que es tuyo y lo que no es tuyo y ser un pueblo sobrio, un pueblo inteligente, sabio, un pueblo que pueda beneficiarse de todas las bendiciones hermosas que tu les has dado a tus hijos a través de toda la historia de tu iglesia.

Celebramos tu complejidad, Señor, celebramos la belleza multifacética de tu palabra. Ayúdanos a ser como Cristo, balanceados, complejos, abarcadores, Señor. Así lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

Cuando la gloria del Señor entra a tu casa

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He aquí, una de las historias favoritas mías de toda la biblia, y tal vez nos dirá algo aún distinto esta noche, Segunda de Samuel capítulo 6 versículo 1, la historia de David trayendo de nuevo el arca de Dios a Jerusalén, ¿se acuerdan de esa historia?, David volvió a reunir a todos los escogidos de Israel, y se levantó David y partió de Baalá, de Judá, con todo el pueblo que tenía consigo para hacer pasar de allí el arca de Dios, y me encanta esto hermanos, lee esto como si estuvieras leyendo un lector de una novela, porque hay más. Él no se queda meramente en decir qué es el Arca de Dios, pero si acaso usted no sabe del donde que él está hablando, si acaso usted lo vá a equivocar, usted lo vá a equivocar con otro Arca de Dios él nos aclara de qué está hablando.

Él dice el Arca de Dios sobre el cual era invocado Jehová de los ejércitos, que mora entre los querubines, y esto fué literalmente. El Arca de Dios fué una caja por así decir que el Señor específicamente dictó todos los detalles de este Arca a Moisés, porque posado sobre esta Arca caminaría la gloria del Señor, lo que llamamos la gloria Shekinah del Señor, y al lado de cada Arca había un querubín de oro, y en ese espacio entre las alas de los querubines moraba la nube de Jehová, y ustedes saben la historia. Este es el mismo instrumento, el mismo Arca que dirigió al pueblo de Israel en el desierto, ¿verdad se acuerdan?.

Brinquemos al versículo 5, y David y toda la casa de Jehová danzaban con toda clase de instrumentos de madera de haya, con arpas, salterios, panderos, flautas y símbalos. Cuando llegaron a la era de Nacon, Usa extendió su mano al Arca de Dios y la sostuvo, buenas intenciones, porque los bueyes tropezaban, y el furor de Jehová se encendió contra Usa, y lo hirió por esa temeridad, y cayó muerto ahí en el Arca de Dios, poderoso este instrumento aún después de miles de años, el poder de la unción de Dios no se disminuyó nada, y el momento en que este hombre tocó el Arca de Dios tanta fué la unción de Dios, respondiendo a este gesto irreverente, que lo mató en este momento.

Bueno, y se entristeció David, por haber herido Jehová a Usa, y fué aquél lugar llamado Peres-Usa, hasta hoy, "Y temiendo aquél día David a Jehová dijo: ¿cómo ha de venir a mí el Arca de Jehová?. De modo que David no quiso traer para sí el Arca de Jehová a la ciudad de David, y la hizo llevar David a casa de Obed-Edom Geteo, ahora imaginenselo ustedes. Alguien toca la puerta de Obed-Edom, Dios sólo sabe qué estará haciendo él en ese momento, lavando los platos, abre la puerta, ahí está el Rey David, detrás de él todo un desfile de sacerdotes y de levitas, etc., un carrito sobre el cual estaba el Arca del Señor, y detrás de ese carrito estaba otro carrito tal vez, y esta detrás de una sabana tal vez lo que quedaba del cuerpo de Usa. Le tocan la puerta y le dicen tuvimos un problema en el camino, y estábamos, no pudimos cambiar una llanta que yo quería, tuvimos un problema, nuestra intención era llevar al Arca a Jerusalén, y acaba de matar a nuestro amigo, ¿usted nos hace un favor?, quédese con el Arca un ratito, tal vez tenerlo en su sala, hasta que nosotros podamos decidir qué hacer con ella, qué tal. You might have it on your living room for a while.

Y Obed-Edom concedió esto y abrió su hogar al Arca de Dios, y dice la palabra: "Y estuvo el Arca de Jehová en la casa de Obed-Edom Geteo tres meses, y bendijo Jehová a Obed-Edom y a toda su casa. Fué dado aviso al Rey David diciendo, fué bendecida la casa de Obed-Edom, y todo lo que tiene a causa del Arca de Dios. Entonces David fué y llevó con alegría el Arca de Dios a casa de Obed-Edom a la ciudad de David." Primero mis hermanos, les insisto, llévense la gloria de Dios a su casa. Primeramente, qué es lo que el Señor nos dice de esta palabra, David, entendía que necesitaba como rey la presencia de Dios cerca de él. Su anhelo era estar cerca de la presencia de Dios, ¿qué es lo que está pasando aquí?.

David en los capítulos anteriores, acaba de recibir la corona como Rey de Israel y de Judá, después de 32 años de espera, muchas veces durmiendo en el desierto o en cuevas, o a donde la noche lo cogía, más de 30 años así después de la promesa de Saúl, por fin él es el rey, como le prometió el Señor sobre Israel y sobre Judá. No tan sólo eso, el Señor le dió la dicha y la gracia de conquistar a Jerusalén, sacar de allí los Jebusitas, y antes de David Jerusalén no era Jerusalén. Lo que hizo Jerusalén, la capital de Israel, y la ciudad santa como lo conocemos ahora fué la conquista de David de esa ciudad, y ahora él vivía en una fortaleza llamada la ciudad de David, y estaba él seguro allí, y el dijo ¿sabes qué?, pero me falta una cosa, a donde yo esté gobernando, y donde yo esté viviendo, yo necesito que la presencia de Dios esté cerca de mí.

Y hermanos no se crean que esto fué algo automático o por sentado, Saúl fué rey durante cuarenta años antes de David y nunca se le ocurrió a Saúl traer el Arca a donde él estaba, Saúl estaba muy contento en gobernar una ciudad y el arca lo tenían guardado en unas tiendas lejos de él, y para Saúl el Arca era meramente, era como si fuera una arma secreta, y en un momento cuando Israel estaba rodeado por sus enemigos él mandaba a buscar el Arca de Dios, como si fuera una cajita mágica para vencer a sus enemigos. Primeramente mis hermanos, tenemos que vencer esa mentalidad, si usted ha estado aquí con esa mentalidad, y usted ha tratado a Dios buscándolo en apuros, ¿sabes qué?, Dios no negó su presencia en esos momentos, Dios los acompañaba en las batallas, en la alta mayoría de los casos la presencia de Dios estuvo aquí, ahí y los sacó de sus apuros, pero Dios desea algo más contigo.

Y comienza con esto, y si están anotando algo anoten esto: no se trata de la caja. Sabe, el Arca lo que hacía era la presencia de Dios. Lo que hacía esta caja especial, era la idea que la gloria del Señor estaba sobre esta caja. Separa la gloria de Dios del Arca y lo que tiene usted es una caja, eso pasó una vez a propósito. El Señor se molestó tanto como decimos los boricuas, se enfogonó tanto con Israel que un día en medio de batalla dijo, bye, see you pass, los dejó ahí y ellos marcharon con su caja a la batalla, y no fué lindo lo que pasó allí, los filisteos descubrieron en poco tiempo, esto es una caja, su Dios no está aquí. Hermanos, sin la presencia de Dios, la caja, mira, usted está buscando un lugar a donde guardar los adornos de navidad, los puede guardar en esa caja, usted está buscando guardar las herramientas, lo puede guardar ahí, los motetes que tú ya no te los has puesto en diez años, los puedes guardar ahí, porque sin la presencia del Señor, es una caja, ¿y sabes qué?, muchas cosas que para nosotros, esa caja representa nuestros símbolos religiosos, las cosas que nosotros tanto atesoramos, lo que es religión, porque, bueno, si somos evangélicos o si somos pentecostales, si cantamos gospel, si levantamos la mano, si hablamos en lenguas, y nosotros nos podemos enfocar, solamente en la caja, y olvidarnos de lo más importante que es la presencia del Señor.

Hermano, ¿usted se quiere preocupar por algo?, preocúpese por la presencia del Señor, preocuparse por la caja y preocuparse por la presencia del Señor, ambos requieren energía, usted no puede gastar la misma energía preocupándose por la caja y por la presencia del Señor, el que se preocupa por la caja constantemente se está preguntando, ¿se sentirá bienvenido el Espíritu Santo aquí?, ¿estará preparado el ambiente de tal manera que el Señor se siente, se sentirá a gusto aquí?, ¿qué desea Dios para que se sienta libre en nuestros medios?, ¿qué es lo que ha dicho Dios, cómo se sentirá el Señor a morar en mi corazón a donde yo esté?. Eso es suficiente energía, si usted se quiere preocupar por algo preocúpese por eso, por agradar a la presencia del Señor, por tenerla cerca, y eso es lo que él quería, David quería la presencia del Señor donde mismo él iba a gobernar sobre Jerusalén.

Hermanos yo les quiero compartir algo, esta iglesia anhela avivamiento, yo, para mí, para muchos, esto sí quieren una marca que distingue la congregación de León de Judá, y no solamente nosotros, como nosotros hay otros locos más, que no creen que el avivamiento es una obra de ficción por ahí, es algo, yo lo espero ver, y acaso creo que ya estamos experimentando sombras de una visitación poderosa del Espíritu de Dios, ¿cómo lo sabemos?, ¿cómo sabemos nosotros que el Señor está reinando sobre Boston como lo hemos pedido, que el Señor está reinando sobre Nueva Inglaterra?. Hermanos yo les sugiero que muchas veces nosotros estamos buscando señales en los lugares equivocados, estamos buscando señales sobre la Casa Estatal, estamos buscando tal vez señales sobre la Casa Blanca, sobre las escuelas, las instituciones gubernamentales, las leyes, la economía, sabe yo también lo busco ahí, yo quiero ver y yo anhelo ver la transformación de esas instituciones, yo creo que así será.

Pero antes, yo creo que estamos buscando en un lugar equivocado, antes de que el avivamiento llegue a esas instituciones, la presencia del Señor tendrá que habitar nuestras casas, la presencia del Señor tendrá que invadir nuestros hogares, y eso pasó con Obed-Edom, le trajeron el Arca de Dios, y algo entendía él del poder de Dios y la presencia del Señor, y le dió la bienvenida, y algo en su corazón tenía Obed-Edom que le agradó a Dios. Y en los tres meses que estuvo el Arca de Dios en la casa de Obed-Edom, el Espíritu Santo se sintió bienvenido allí, en otras palabras, como decimos los latinos, el Espíritu Santo se sintió entre su casa. Se sintió en su hogar.

La biblia no nos dá los detalles de lo que sucedió en esos tres meses. Lo que sí me dice la biblia es esto, y esto es mi deseo para usted, yo creo que este es el deseo del Espíritu Santo para usted en esta noche, llévese la gloria de Dios para su casa, porque Él desea, como Obed-Edom, bendecir toda su casa, traducido household, tu familia extendida, tu economía, todo lo que él poseía, no hubo una esquina de Obed-Edom que el Señor no tocó, yo creo que eso también fué, no creo que ese proceso fué también automático, yo creo que eso fué una invasión paulatina, como una radioactividad nuclear, yo me imagino tener esta caja digamos, la presencia de Jehová, primero ahí en su sala, y lo primero que uno entiende es esto, y tal vez Obed-Edom entiende esto, al Espíritu Santo tú no lo controlas, no es tu juguete, hay cierta reverencia, cierto temor de la presencia del Señor aún en tu casa, especialmente en tu casa, en tu intimidad, especialmente ahí caminas con una reverencia por la presencia que habita ahí, insistes, insistes en una reverencia, por la presencia de Dios que habita ahí, me imagino un Job levantándose de madrugada ofreciendo sacrificio por sus hijos para que el Espíritu de Dios que moraba en su hogar no se ofendiera, reverenciando la presencia del Señor.

Y la radioactividad de esa presencia se levanta y pasa a la cocina y a la despensa, y a donde guardamos la comida, corriendo al sótano, al aceite, a lo que controla nuestro hogar, subiendo esa radioactividad, perforando esas paredes, no hay nada que pare el Espíritu de Dios, entrando a nuestro dormitorio, cubriendo nuestra cama matrimonial, bendiciendo todo lo que está allí, y si eso fuera suficiente, no respeta paredes, sale de nuestra casa, porque cuando la presencia del Señor habita en tu casa, no hay manera de detenerlo o esconderlo, y comienza a radiar a la casa de mis vecinos, a toda esa cuadra, y dentro de poco todo Summerville la ciudad a donde vivo siente que hay algo diferente porque la presencia del Señor mora en el 162 Central Street, no saben por qué es, no saben por qué es, y usted verá que esta radioactividad comienza a cambiar cosas, comienza a insistir de nosotros ciertas cosas, comienza a trabajar bendiciendo todo lo que alcanza, sus finanzas, su intimidad con su cónyugue, su economía, la ética de trabajo, la manera en que usted se comunica con sus trabajadores, su relación con sus hijos, la presencia del Señor cubre la cuna de sus hijos, y yo estoy hablando espiritualmente, usted puede tener 50 y pico de años, sus hijos 20, 30 años, tendrán niños de ellos mismos, vivirán en el otro extremo del mundo, allí alcanza la radioactividad de la gloria de Dios, bendiciendo nuestra casa.

Y hermanos, entre poco, si hay suficiente Obed-Edoms que aparecen, si la gloria de Jehová comienza a habitar en nuestras casas, ya el rey sabe oh, ahora es seguro, hay campo libre, ahora sí podemos mover el Arca a la ciudad santa, al centro de gobierno, entonces veremos las señales que estamos pidiendo al Señor, pero comienza con nuestra casa. Les invito a ponernos de pie por una última intercesión, los adoradores, el adorador.

Mi hermano, ustedes han oído esa frase, al despedirnos, Señor, nos despedimos de este lugar, ¿cómo es?, nos despedimos de este lugar pero no de tu presencia, yo digo amén también, pero ahora vamos a orar eso individualmente, y con ganas, esto es un refugio para ti, gloria a Dios, pero sabes, ya el Espíritu Santo quiere acompañarte a tu casa, yo no sé lo que te espera allí, no sé lo que hay en tu trabajo, no sé lo que espera tu realidad, como cambiaría si el Espíritu de Dios morara allí, como cambiaría Dorchester si el Espíritu de Dios morara allí, como cambiaría Rocksberry si el Espíritu de Dios morara allí, como cambiaría Villa Victoria si el Espíritu de Dios morara allí, como cambiaría Cambridge si el Espíritu de Dios morara allí, como cambiaría Molden si el Espíritu de Dios morara allí.

Pero eso requiere que alguien, que usted le dé la bienvenida al Espíritu de Dios, de una forma activa, de una forma deliberada, de una forma intencional, let's do that, con tus ojos proféticos, te invito a captar esta imagen profética, tú llegas y no hay ninguna irreverencia en esto, el Señor se deleitaría si escuchara esto, en el baúl de tu carro mete el Arca de Dios, sube a tu apartamento, saca el Arca de Dios, descánsalo a donde mismito usted ora, sin pedir permiso, no te apures, a lo largo los vá a bendecir, a lo largo los vá a bendecir, y ya dirige, dirige el Espíritu de Dios, dále el lugar, dirige la influencia del Espíritu de Dios, dirige la sanidad del Espíritu de Dios.

Ahora recibe esta oración, comienza a recibir estas instrucciones, comienza a recibir esta intervención, sobre tus siervos, nombre nombre si es necesario, a dónde tú quieres que la radioactividad de la gloria de Dios alcanze, nombre hijos, nombre hermanos, nombre familiares, nombre jefes de trabajo, nombre supervisores, tú eres Obed-Edom en esta noche, y el Espíritu Santo desea morar contigo, desea morar contigo, desea estar contigo, habitando los espacios de tu vida, no lo dejes aquí, no lo dejes aquí.

Señor, en el nombre de Jesús invade nuestras vidas, invade nuestras vidas, no nos pidas que te dejemos, no nos pidas que dejemos tu presencia, acompáñanos Espíritu de Dios, llena Señor los espacios de cada hogar, de cada realidad, de cada vida, Señor, que tu presencia se haga sentir, abrimos nuestras mentes, abrimos nuestras carteras, abrimos Señor nuestra sala de trabajo, abrimos Señor nuestro caminar, donde quiera Señor te damos la bienvenida, no te quedes aquí, Espíritu de Dios, no te quedes aquí, no te quedes aquí, no te quedes aquí, amén.

Bendiciones y responsabilidades

23 de enero del 2012 - Por Carmen Ray-Calvo

En su carta a los Efesios el Apóstol Pablo nos recuerda que como creyentes gozamos de bendiciones en el Señor pero que también tenemos responsabilidades.

Entre esas bendiciones podemos señalar las siguientes:

Hemos sido escogidosEfesios 1:4

Adoptados a la familia de DiosEfesios 1:5; 2:19

Conocimiento de la voluntad de DiosEfesios 1:9

Una herencia eternalEfesios 1:11

Sabiduría y conocimientoEfesios 1:17

Poder divinoEfesios 1:19-20

Vida espiritual vida?Efesios 2:1-5

Ciudadanía celestialEfesios 2:19

Acceso a Dios a través de CristoEfesios 3:12

Este listado puede hacerse mucho más extenso, porque podemos disfrutar de muchísimas más bendiciones en el Señor; pero hay una parte que nos corresponde a nosotros como hijos de Dios, ya que tenemos la oportunidad como hijos de ser participes del plan de Dios para nuestra vida.

Algunas de nuestras responsabilidades son:

Guardar la unidad del EspírituEfesios 4:3-6

Usar nuestras habilidades para el beneficio de la iglesiaEfesios 4:7-13

Seguir creciendo y madurandoEfesios 4:14-15

Despojarnos de nuestras prácticas pecaminosasEfesios 4:17-24; 5:2-14

Hablar con honestidad y purezaEfesios 4:25-29

Seguir la dirección del EspírituEfesios 4:30

Andar en amorEfesios 5:2

Honrar a Dios en el matrimonioEfesios 5:22-33

Resistir las fuerzas de maldadEfesios 6:10-18

Como creyentes en Jesucristo tenemos que estar dispuestos a vivir una vida sometidos a El. El Señor nos llama a vivir en completa entrega a El; no podemos vivir para Dios y el mundo, tenemos que establecer una diferencia bien marcada y decidirnos a vivir una vida a plenitud para nuestro Dios; recordándonos a nosotros mismo que si queremos morar bajo la sombra del Omnipotente tenemos que habitar bajo su abrigo. Y esto solo lo lograremos cuando pasemos tiempo de intimidad con El, concentrándonos en El y renovando nuestro compromiso de buscar y seguir su voluntad.

Oración:

Señor vengo a ti reconociendo que te necesito más que el aire que respiro que sin ti soy menos que nada; quiero vivir totalmente para ti, para tú servicio, por esa razón rindo a tus pies la totalidad de mi ser. Hazme un vaso de honra para ti, para que otros puedan venir a ti a través de mi testimonio. En el santo nombre de Jesús, amén.

Hágase todo para edificación

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Quiero invitarlos a ir a Primera de Corintios, Capítulo 14, vamos al versículo 20 hasta el 33. Yo voy a leer esta palabra, póngale atención mientras la lee porque en algún momento del mensaje yo voy a entrar en una exposición de esa palabra y la introducción mía está basada en esa palabra. Y quiero continuar con la serie de sermones que interrumpimos por navidades y otra cosas que intervinieron, esa serie de sermones que yo titulé ‘Fe compleja’, en ánimo de continuar exponiendo qué es lo que nosotros creemos, qué es lo que yo creo como pastor principal de esta Congregación, y por qué nosotros hacemos las cosas como las hacemos y por qué no las hacemos como no las hacemos, y por qué a veces es difícil ubicarnos, si somos pentecostales, si somos evangélicos de 4 por 4, qué es lo que somos y por que a veces es difícil ubicarnos dónde nosotros estamos. Y yo espero que es porque estamos dentro de la complejidad de la palabra de Dios que es compleja.

Escuche cómo Pablo razona, porque nosotros tenemos que aprender a través del Espíritu Santo, él está razonando. Y usted dice, bueno, si el Espíritu Santo lleva a Pablo a razonar así, así es que yo tengo que aprender a razonar también en mi propia vida y en las cosas del espíritu. Dice el versículo 20:

“…hermanos de León de Judá y de los que me escuchan a través de la internet y de la radio también, hermanos, no seáis niños ─ en otras palabras, no sean inmaduros ─ en el modo de pensar, ─ de razonar, de estudiar la palabra, de analizar la palabra de Dios ─ no sean niños en el modo de pensar, de razonar la Biblia, de vivir la vida del espíritu, sino sed niños en la malicia…”

Hay algunos en la iglesia que tienen un doctorado en malicia, pero necesitan ir a kindergarten en términos de sabiduría espiritual. Perdone si usted se siente aludido, pero si se siente aludido es porque necesita algo ahí, porque no se lo estoy diciendo a nadie en particular.

“… sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar…”

Ahí usted tiene lo que yo persigo, lo que yo quiero que nuestra iglesia, por eso las clases de crown, las clases de discipulado, todo lo que hacemos con trabajo de justicia social con nuestros jóvenes. Es que queremos producir una cultura de cristianos maduros, balanceados, no solamente con un fuego pentecostal falso, sino con la totalidad de la palabra del Señor, gente madura, gente balanceada, gente sobria.

Y Pablo dice, él ahora está razonando y ilustrando lo que él acaba de decir. Porque él está hablando acerca de las lenguas y el uso de las lenguas, pero en ese Capítulo 14 es más que las lenguas. Yo veo ahí una forma de conjugar las cosas del espíritu en general y eso es lo que me interesa. Esto es simplemente un caso administrativo con las lenguas, de algo mucho más amplio que eso.

“…En la ley está escrito, ─ es decir, en la Biblia que ellos conocían que era el Torá, el Antiguo Testamento que nosotros llamamos el Antiguo Testamento ─ … en la ley está escrito en otras lenguas y con otros labios, hablaré a este pueblo y ni aún así me oirán, dice el Señor…”

Eso se encuentra en Isaías 28, de paso, del 11 al 12. Él está citando un texto de Isaías.

“… En otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo…”

Él está diciendo, las lenguas fueron profetizadas ya por Isaías, lo que nosotros estamos ahora practicando… él está hablando de una iglesia pentecostal, Pablo. Pablo pentecostal, le habla a una iglesia pentecostal en Corinto.

“… Y ni aún así me oirán, dice el Señor. ─ entonces mire la conclusión, cuando él estudia este pasaje bíblico él dice ─ … así que las lenguas son por señal no a los creyentes sino a los incrédulos….”

Por qué? Porque lo que él acaba de citar, ni aún así no me creerán. Es decir, son incrédulos y por eso el Señor les habla en lenguas para que le crean. Entonces Pablo dice, bueno, si es así, entonces parece que las lenguas son una señal no para los creyentes, sino para los incrédulos.

“…Pero la profecía ─ hay una diferencia en la mente de Pablo entre lenguas y profecía ─ pero la profecía no es para los incrédulos sino a los creyentes….”

Ahora, en la mente de Pablo la palabra profecía quería decir muchas cosas. Esencialmente lo que nosotros vemos por lo que podemos entender en la Biblia, la palabra profecía es una palabra que viene directamente de la boca del Señor para una persona, para una comunidad. Esa palabra puede ser algo acerca del futuro, pero puede ser simplemente una palabra de corrección, o una palabra de estímulo, pero que viene directamente de la boca de Dios para una persona en particular.

Porque a veces pensamos que la profecía es solamente predecir el futuro. No es solamente predicción, puede ser también corrección, confrontación. Algunos profetas escribieron y no hay nada ahí acerca del futuro, es simplemente una confrontación acerca del pecado, acerca de la injusticia en la nación o lo que sea. La diferencia está, dice Pablo, en que la lengua entre otras cosas es… hablo una lengua que a veces no se entiende, pero la profecía sí es una palabra en español, en nuestro caso, en inglés, para una comunidad angloparlante. Entonces,

“…La profecía no es a los incrédulos sino a los creyentes. Si pues toda la iglesia se reúne en un solo lugar, como en este culto, y todos hablan en lenguas ─ todo el mundo está hablando en lenguas, no hay profecía, solamente lenguas ─ y entran indoctos o incrédulos…”

Cuáles son los indoctos? Los inmaduros, la gente crudita en el Evangelio. La gente no docta, no instruida en la palabra de Dios, que no conocen mucho de la Biblia. Como en nuestra iglesia, que hay mucha gente que apenas está entrando en el Evangelio. Están todavía como buscando, tratando de encontrar su derrotero, su lugar en el Evangelio.

Si entran indoctos, gente nueva en el Evangelio, o incrédulos, gente que simplemente está ahí porque alguien los trajo o porque la esposa lo jaló y lo amenazó con divorciarlo o no cocinarle más si no venían a la iglesia ese domingo, o están simplemente como buscando, pero no han hecho todavía una decisión a favor del Señor, si entra gente así indoctos o incrédulos y los ven a usted todo el mundo en un salpafuera gritando y hablando en lenguas y no hay orden, todo es un salpafuera, un desorden. Dice,

“… No dirán que ustedes están locos ─ cuanta gente que ha ido a una iglesia y dicen, yo fui a esa iglesia y salí de allí con un dolor de cabeza, y dije, yo jamás vuelvo. Hay personas que una mañana se levantan con un deseo ardiente de buscar de Dios y dónde voy? Ah, una iglesita que hay por ahí en el vecindario. Van allí y salen escandalizados porque no entendían lo que estaba pasando y lo que vieron fue algo que `más bien les dio miedo. ¿Sí o no? Eso pasa. Y claro, cuando la gente se va de allí, ah, ese es un impío, los impíos no saben de Dios, el Señor los reprenda, que se vayan al infierno porque nosotros somos los verdaderos. Aquí somos los marines de la fe, etc. esta excusando simplemente una incompetencia espiritual.

Por eso yo le pedí esta mañana al Señor, Padre, ayúdame a ser comedido en lo que digo, no darle palos a la gente, no dejarme intoxicar demasiado por las palabras.

“….No dirán que están locos? Pero si todos profetizan ─ si todos hablan en una forma comprensible, edificante, coherente, con algo que pueden entenderse y que tiene materia espiritual digerible ─ pero si todos profetizan y entra algún un incrédulo o indocto, por todos es convencido, por todos es juzgado…”

Mire este momento precioso aquí en que estaban estos hermanos acá, y de momento el espíritu me mueve… porque yo le había dicho a Omar, Omar, 10 minutos o sino el miércoles en la reunión de pastores nos vamos a jalar los moños tu y yo. Pero yo estoy allí escuchando y algo sucede aquí y en mí el espíritu se enardece y digo, no, cómo es posible que entre creyentes… yo entiendo… miren, yo comprendo muy bien, no estoy aludiendo a nada con respecto a eso, pero yo digo, si estamos aquí y estamos creciendo en el Señor, cómo es posible que no, que alguien no pueda dar un testimonio, claro que sí.

Y entonces, esta hermana Betania Ester. Entonces Betania comienza a hablar acerca de su vida. Ella en un sentido está profetizando porque está hablando en el espíritu, no era algo que estaba preparado ni nada, sino que el espíritu mueve al espíritu. Ella habla de su vida, habla de su experiencia. Otra hermana entonces también testifica, otro hermano por acá, conmovido por lo que Dios ha hecho en su vida, otro habla de la diferencia que ha hecho crown en su vida y cómo ha cambiado y habla de la prudencia en las finanzas. Cómo Dios ha edificado su vida. Eso es profecía, hermanos, diga amén aunque usted no lo crea.

Eso es profecía, porque la profecía no es, así te dice el Señor, pueblo de Dios, oh, siento el espíritu en este momento… eso es necesariamente profecía. Profecía es una palabra que sale del espíritu de Dios, pasa a través del espíritu de un hombre, una mujer, y llega recién horneada a la vida de los hijos de Dios. Eso es profecía.

Para mí, eso fue un momento profético. Ahora, piense en una persona que llega de afuera, está sentada allí, una persona coherente, pensante, escucha todo eso, no cree usted que va a ser conmovido? O está muerta o Dios lo tiene ya destinado para el infierno, o va a salir de aquí tocado por el espíritu? Sí, Señor.

“…Por todos es convencido, por todos es juzgado…”

Qué quiere decir juzgado? Redargüido. Óyeme, por qué no estoy yo también metido en esto? Esta gente tan linda que se ve. Mira cómo hablan. Mira cómo Dios las está bendiciendo y yo acabo de venir de una discoteca anoche, borracho y estoy aquí resacado. No, yo necesito hacer algo con mi vida. Es juzgado por todos, es convencido por todos, confrontado, redargüido, edificado, hay bendición. Amén.

Eso es lo que Pablo está diciendo. Hermanos, francamente yo prefiero eso. Si tengo que escoger, porque lo bueno es que no hay que escoger entre una cosa o la otra. Yo prefiero eso a un lenguaraje que nadie entiende y todo el mundo jalándose y empujándose y cayéndose, y no hay nada. Mucho polvo y después todo queda igualito. Yo prefiero transformación de vidas, que una parranda espiritual que yo me gozo pero eso no deja nada. ¿Sí o no? Esa es la diferencia.

Entonces, Pablo está diciendo a esta gente, “… es juzgado por todos cuando hay profecía. Pero si todos profetizan y entra un incrédulo, por todos es convencido, por todos es juzgado, lo oculto de su corazón se hace manifiesto…”

Escuchando todo esto la gente… hay algo aquí que sale a la luz. Ahora entiendo, ya, claro que sí. Es confrontado.

“…Y así, postrándose sobre el rostro adora a Dios declarando que verdaderamente Dios está entre vosotros…”

Quién puede negar que Dios está entre este cuerpo de gente? Quién puede negar que a la iglesia que está haciendo esto posible tiene el espíritu del Señor dentro de ella? Eso es lo que está diciendo Pablo. Usted entiende? Y así es que uno tiene que juzgar las cosas del espíritu, hermanos.

No es solamente lo llamativo, lo místico, lo espectacular, lo estrepitoso, fuego y el azufre. Es, qué queda cuando el polvo bajó, qué queda? Cuando nos fuimos a nuestra casa y el diablo está ahí esperándonos afuera con tres demonios fumándose un cigarrillo, esperando que salgamos para pelear. Saliste con más fuerza que cuando entraste? Eso es lo que cuenta verdaderamente, no cuánto saltaste, cuánta lenguaraje. No, no, saliste edificado, fortalecido, mejor preparado para vivir la vida cristiana, para evangelizar a otro, para ser ejemplo a tu comunidad, para bendecir a tu familia. Esa es la diferencia, hermanos.

Entonces Pablo dice, “…Qué hay pues, hermanos, cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación…”

En otras palabras, se refiere, mire todo lo que hemos hecho en nosotros en este servicio, ha habido adoración y alabanza, música, testimonios, anuncios, predicación, quién sabe qué otras cosas, ofrendas y diezmos que se han tomado. Ha habido un poquito de todo, himnos, revelación de parte de Dios, yo creo que aquí inclusive hubo un poquito de revelación. Dice;

“…Hágase todo para edificación…”

Diga conmigo, hágase todo para edificación. Diga otra vez, edificación. Eso es lo que nosotros buscamos en todo lo que la iglesia hace, tiene que preguntarse al final, hubo edificación? Hubo crecimiento? Hubo instrucción? Hubo progreso? Yo siempre pregunto eso. Nuestra comunidad, esta hermosa gente que está aquí reunida, hay una diferencia entre lo que era 5 años atrás y lo que es hoy? Yo creo que sí. Yo veo ya como el gadareno, muchos demonios que se han ido y ya la gente está sentada en su asiento, cuerdos y bien vestidos. Dios está haciendo la obra de limpieza. Nuestros niños están creciendo, están adorando al Señor mejor. Nuestros jóvenes están estudiando, se están disciplinando, están entrando en las cosas, con unos tumbones de vez en cuando, pero siguen para adelante en el nombre del Señor. Hay edificación. Yo siempre pregunto eso. Cuánto ruido se hizo este domingo en el servicio, sino cuánta edificación hubo? Porque al diablo no le importa cuántas hojas tiene la higuera, sino cuántos frutos tienes. Y a Dios tampoco. A Dios le importa fruto, bendición, crecimiento. Entonces, usted entiende cómo juzga y razona la palabra de Dios?

“…Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos o a lo más tres, y por turno, y uno interprete, y si no hay interprete calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios…”

Hay muchas veces que las lenguas son para tu edificarte directamente. Es como para tu irte a tu casa y sacar dos bolas de mantecado y comértela tranquilito que nadie te vea. Es decir, muchas veces las lenguas, si no hay interpretación, Dios te va a alimentar intravenosamente, directamente, te va a dar el alimento.

Ahora, si hay un servicio aquí, por ejemplo, hay una hermanita comienza a hablar en lenguas, yo digo, hermanita, siéntese, por favor, porque yo estoy profetizando y el espíritu de Dios está hablando a través de mí así que espere su turno. Venga en algún momento y diga, pastor, Dios me ha dado algo, un mensaje, y yo quiero compartirlo con la iglesia. Yo le digo, hermana, sí, dígame. Y entonces yo juzgo en el espíritu, espero, y entonces determino… Las cosas tienen que hacerse con orden. Entiende?

Ahora, contradice eso el espíritu? En ninguna manera. Es que las cosas de Dios son coherentes. Ahora, de vez en cuando puede haber una excepción, puede pasar algo raro. Amén. y tenemos que estar también abiertos a discernir el espíritu en ese momento. Pero normalmente hay un orden, hay una coherencia en que se hacen las cosas cuando el Espíritu Santo, y hay entendimiento de la palabra de Dios.

“…Así mismo los profetas hablen dos o tres y los demás juzguen, ─ es decir, interpreten, examinen, midan si es de Dios o no ─ … y si algo le fuere revelado a otro que estuviere sentado, calle el primero porque podéis profetizar todos uno por uno para que todos aprendan y todos sean exhortados y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas, pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz…”

Hay que me dice cuando yo trato de poner algún orden en alguna cosa, en alguna manifestación, por eso es que el Espíritu Santo no se manifiesta más en esta iglesia. Y quieren echarme a mí un sentido de culpabilidad, porque usted no es pentecostal, usted no sabe si es en el espíritu. No, a veces creemos que para que el espíritu de Dios se manifieste, tiene que haber desorden. Y no es así. Las cosas en el espíritu son en orden, hay un patrón que se sigue.

Violé mi propio propósito de no meterme en exégesis de la Biblia mientras la leía. Pero está bien. lo que quiero hablar, hermanos, es de una espiritualidad que tiene la mira en las cosas del espíritu pero que también tiene los pies sobre la tierra. Es las dos cosas.

Lo que yo veo aquí es Pablo, un hombre lleno del espíritu, tiene todos los dones del Espíritu Santo, escribió dos terceras partes del Nuevo Testamento, subió al tercer cielo y oyó cosas que ni siquiera él era digno de decírselo a los demás, conocía del Señor en una manera tremenda. Jesucristo se le apareció varias veces, fue escogido desde la fundación del mundo, también hablando con un orden, una coherencia, una sobriedad impresionante. Tiene los pies sobre la tierra. Este es un hombre que ha plantado muchas iglesias, es un fariseo, ha estudiado en las mejores universidades y seminarios de su tiempo. Ha viajado, es un ciudadano del país más poderoso, Roma, aunque es judío también. Es un hombre que ya lo ha visto todo. Been there, done that, como dice and bought the tee shirt, inclusive.

Y ya él sabe lo que es verdadero y lo que no. ha estado en todas las iglesias, ha visto de todo, y ya un hombre maduro, escribiendo para el Señor, sabe lo que verdaderamente es importante y lo que no, lo que es paja y lo que es sólido, lo que es bueno, si tiene otros elementos, pero que no es bueno necesariamente en sí, simplemente porque sí.

Y eso es lo que yo quiero formar en ustedes, mis hermanos. Un espiritualidad que a la misma vez que vive en el mundo del espíritu, pero también tiene los pies sobre la tierra. Como pastor yo deseo dar a luz un pueblo práctico, con una espiritualidad sana, que le permita prosperar y vivir una vida sabia y prudente.

Óigame, dónde están esos hermanos de adoración perdiéndose estas joyas y estas perlas de enseñanza que yo estoy dando? Diles si pueden venir por acá un momentito y sentarse allí donde yo los vea. Disculpen, hermanos. Yo le dije al Señor, Padre, ten misericordia de mí esta mañana. Les aseguro no peleé con la mujer, desayuné bien, no estoy de mal humor.

Un pueblo práctica, con una espiritualidad sana, que le permita prosperar y vivir una vida sabia y prudente. Se ha fijado algo, hermano? Que en el mundo evangélico parece haber una división en dos partes. Por una parte está el mundo pentecostal, con mucha aparente unción, y mucho aparente poder, pero muchas veces pobre, relativamente ignorante, con poco impacto sobre el mundo y la sociedad, con iglesias pequeñas y débiles. Perdóneme, yo hablo como pentecostal, pero es cierto o no? los que supuestamente tienen la gran unción y el poder y los dones, usted ve que sus vidas económicamente, su matrimonio, su vida familiar, honestamente cuando usted lo observa objetivamente, no tienen la supuesta bendición y prosperidad que ellos tanto predican, que nosotros predicamos, mejor dicho.

Por una parte está ese mundo, y yo sé que me van a caer chinchas cuando todo esto salgo por la radio, por el internet, pero sepan que lo hablo con amor y porque amo, hablo la verdad.

Por una parte está ese mundo pentecostal que es una contradicción viviente entre lo que profesa y predica y lo que vive en última instancia. Y está el mundo evangélico no pentecostal, los presbiterianos, metodistas, luteranos, todo este grupo que aunque no supuestamente enfatizan tanto los dones y el poder de Dios y la unción, y todas estas cosas, usualmente son más prósperos, más ordenados y disciplinados, con iglesias de larga permanencia, gente bien educada, financieramente exitosa, con más impacto sobre la cultura, que los que tenemos el conocimiento de los dones y del Espíritu Santo.

Por qué? Es porque hay una contradicción en nosotros, por una parte nos entra la unción del espíritu y por otra hay un boquete grande que se nos va todo, y desperdiciamos lo que Dios ha puesto en nuestras manos. Hablamos de prosperidad, oh, el Señor nos prospera y después nos vamos a nuestra vida totalmente desprovista de esa prosperidad. Y estos evangélicos que no creen ni en la luz eléctrica, muchas veces, se montan en sus Mercedes Benz y se van a sus vecindarios, a una casa de 500 mil dólares. Yo digo, bueno, Señor, o es que tu estás fallando en tus promesas o hay algo que no estamos haciendo que debiéramos hacer?

Me perdonan? Entonces, yo pienso, por ejemplo, mire Park Street Church, es una iglesia no pentecostal, ahí ni un nime suena cuando está la adoración. Es todo bien ordenado, tres himnos o dos a lo máximo, y ni un corito siquiera. En la tarde tienen música contemporánea, la llaman ellos. Yo amo Park Street Church, respeto a su pastor, un hombre de Dios, Gordon Hughenberg, un hombre educado.

Pero mire, esa iglesia, a pesar de que no hay nada supuestamente de los dones y todo esto, hace poco celebró sus 200 aniversario. Yo creo que yo he dicho esto antes, 200 años tiene esa iglesia allí en el mismo centro de la Ciudad de Boston, al lado de Boston Common. Allí ha predicado Billy Graham, esa iglesia el pastor, en los años ’50 de esa iglesia, ayudó a levantar el Seminario Gordon Conwell Theological Seminary y Christianity today, una revista muy poderosa aquí en Estados Unidos, sale de ese ministerio también. han tenido un impacto nacional. Es una iglesia histórica y 200 años han tenido allí manteniendo viva la palabra de Dios, no se han liberalizado. Y es una iglesia próspera, una iglesia que es impactante en la ciudad.

Y sin embargo, hay tantas otras iglesias que supuestamente tienen los dones y el Espíritu Santo y no hacen ni siquiera un movimiento leve en el radar de la cultura. Y las iglesias pentecostales duran 20, 30 años, 40 años y después se disuelven y se desaparecen. No tienen la longevidad que tienen muchas de estas iglesias evangelicas, supuestamente no pentecostales.

Dónde está la contradicción? Mire otro caso. Hay dos revistas que para mí son como una ilustración de esta contradicción horrible, Carisma Magazine, y la revista Christianity Today. Son dos revistas que para mí son como dos ejemplos de lo que pasa en el mundo carismático y en el mundo no carismático.

Christianity Today es una revista evangélica, sólida, periodísticamente de gran excelencia, artículos sólidos, escritores tremendos, con un presupuesto multimillonario, muy escrupulosa en lo que enseñan y los anuncios a ponen, una cantidad de cosas que esa revista yo se la echo a cualquier revista religiosa del mundo, sólida, pero evangélica, no pentecostal. Y a veces enseñan cosas que a mí mismo me molestan. Yo la leo porque me gusta leer de todo, pero a veces salgo con indigestión. Pero también muchas cosas muy buenas en ella.

Y entonces está Carisma Magazine. Cuántos han leído la revista Carisma? Es una revista pentecostal. Es la revista representativa del mundo pentecostal. Y la verdad es que es una revista inferior, escrita por yo creo que por estudiantes de escuela superior de periodismo a veces. Ahí lo que hacen es recortar artículos de libros y otra cosas y para mí es un cash cow, perdonen, es como que todo se va en anuncios y hacer dinero al dueño de la revista, que es de una familia que es con fines de lucro. Y es una revista inferior. Yo ya dos veces he cancelado la suscripción y como que por alguna razón vuelvo otra vez y la pongo y después me molesto otra vez con lo que veo, y vuelvo y la cancelo. Es una relación de amor y odio que tengo con ella.

Y yo digo, que pena que una revista que supuestamente reconoce la unción del espíritu y que está dedicada a exaltar los dones, es inferior a una que no se inmuta por esas cosas. Dónde está la contradicción? Algo anda mal. Yo digo que hay algo…

Mire esto, no me interesa necesariamente el tipo de espiritualidad evangélica que estoy señalando, no carismático, yo creo en los dones y yo no cambiaría una adoración como la que tuvimos esta mañana por nada del mundo. Yo creo en los dones y por eso es que estoy hablando de esta manera. Es para inquietar a la gente, para declarar la verdad de Dios.

Respeto esa espiritualidad evangélica no carismática, pero el punto está, hermanos, en que no tenemos que escoger entre una cosa y la otra. Podemos tener lo mejor de ambos mundos, eso es lo que quiero señalarles a ustedes. Y eso es lo que Dios quiere. Dios quiere la mentalidad de Pablo, que es una mentalidad espiritual pero pensante también. es una espiritualidad consciente de lo misterioso y lo sobrenatural, pero también con la mente de Cristo que piensa clara, sistemática, estratégica, coherentemente.

Y yo les digo, hermanos, si nosotros logramos mantener estos dos elementos de la espiritualidad cristiana como iglesia en tensión, esta iglesia un día va a explotar y el techo va a volar por todas partes porque la gloria del Señor se va a manifestar de una manera extraordinaria. Vamos a ver nuestra iglesia progresar, crecer, nuestros hijos ser prosperados, los chevrolets se van a cambiar por Cadillacs y Mercedes y las casas, los apartamentitos se van a convertir en casas grandes, lujosas, para gloria del Señor.

Ahora, no perdamos el amor al Reino de Dios, eso sí. Porque Dios prospera a su pueblo. Nuestros hijos serán mejores que nosotros, más espiritualidad y más prósperos, más bendecidos, más pensantes que nosotros. Estamos sembrando para el futuro.

Por eso les digo, siembren para gloria de Dios, siembren a largo plazo, siembren con una visión. Las iglesias no pentecostales usted ve que edifican templos de 40, 60 millones de dólares. Nosotros tenemos que estar arrancándole a la gente cada centavito para edificar un templo que por la gloria del Señor lo edificamos, porque él nos da sabiduría, pero ese templo costaría una fortuna. Pero dónde está? Los incrédulos, tienen más de la unción de Dios que nosotros? Los que solamente conocen una parte del Reino de Dios pueden hacer más que los que tienen la totalidad del Reino de Dios? es imposible. Algo anda mal.

Y por eso es que tenemos que decirle, Señor, ten misericordia de nosotros. Ayúdanos a pensar en la manera en que razona tu palabra. Hasta aquí me están siguiendo? He dicho algo escandaloso o falso? Yo no creo.

Eso es lo que yo quiero, hermanos, que la gente entienda por qué yo hablo como hablo, pienso como pienso y practico la vida cristiana como la practico. Se requiere una espiritualidad sana, balanceada, una espiritualidad que tiene pasión y unción pero que también aprovecha la razón y aprovecha la sabiduría que hay en la palabra de Dios, piensa con cordura, se vale de todo los principios que encierra la Escritura, y no solamente de la parte más sabrosa y más llamativa. Balance. Conoce la palabra y sabe cómo coger un tema y desglosarlo a la luz del Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento, sabe pensar teológica, sistemáticamente.

Y no solamente se pega de un versiculito y con eso pretende manipular a Dios y forzarlo a hacer lo que uno quiere que él haga. Estamos con el pedacito de papel al Señor, mira, aquí está… no, leíste todo lo demás que yo dije en la Biblia? Y por eso nuestras oraciones a veces no son efectivas. Y por eso hablamos, hablamos y hablamos y no hay producto porque estamos falseando, violentando la palabra de Dios.

Mi metodología pastoral busca un sano balance entre ambos extremos. Por eso es difícil de entenderla. Los súper espirituales no saben porque dicen, no, este hombre no es pentecostal, esta iglesia dice… pero no son pentecostales porque están acostumbrados a un tipo superficial de razonamiento espiritual.

La gente súper espiritual no va a entender a León de Judá. Y algunos están en nuestra iglesia, lo digo con honestidad delante del Señor. De paso, qué es una persona súper espiritual? Yo diría de esta manera, alguien que solo pone atención a lo supuestamente, a lo superficialmente espiritual y no matiza sus juicios y decisiones con la prudencia, la totalidad de la palabra, la observación del comportamiento humano y de las reglas de la convivencia humana, el sentido común, la reflexión teológica. Todo es espíritu, espíritu, espíritu. Y yo no sé, pero si hay alguien aquí que es espíritu, espíritu, espíritu, es un fantasma y lo vamos a reprender en el nombre de Jesús y lo vamos a mandar al lugar de donde vino. Porque yo creo que aquí tenemos, cuerpo, mente, intelecto, espíritu, todo ahí metido en ustedes.

Y esta es una iglesia espiritual pero también es una institución y hasta ahora Dios no nos ha hecho solamente espíritu. Tenemos un edificio, hay que meterle calefacción y aire acondicionado en el verano, y sudamos y una cantidad de cosas que no nos gustan pero son la realidad, somos humanos.

Entonces, la persona súper espiritual como que ignora el cuerpo, ignora la carne y cree que todo es espiritual, espiritual, espiritual. De paso, me gusta esa imagen de cuando Jesús resucita que él llega ante los discípulos… yo prediqué alguna vez acerca de eso en un domingo de resurrección, y creen que es un fantasma. Y el Señor les dice, hey, búsquenme por ahí un pescadito frito con dos tostones, vamos a ver qué pasa? Y el Señor coge ahí el cuchillo y se mete su pescado y su poquito de ensalada y ellos ven que le entra y no se le sale como a Casper, the friendly ghost, por todas partes. Y dicen, miren a ver si un espíritu hace eso?

En otras palabras, era un cuerpo, el cuerpo del Señor era un cuerpo real, él no era un fantasma que está flotando con una bata que le llega hasta los pies. No, el Señor es cuerpo. Allá arriba, en el cielo, él tiene un cuerpo glorificado y todavía tiene las marcas de la cruz en él. Porque es que la iglesia no es un fantasma simplemente, no es una cosa desencarnada, encarna en la realidad. Es una corporación, es una institución legal, es una escuela de enseñanza, es un lugar de disciplina, de confrontación. Hay que pagar biles, es una realidad. Y los principios del Evangelio tienen que encarnar en ese cuerpo.

Pero la gente súper espiritual solamente vive allá en los aires, con dos alitas supuestas, volando por la estratósfera y queriendo servicios que sean simplemente espirituales, entre comillas. Y cuando se confrontan con el orden y la disciplina, y el sistema no saben qué hacer con ello.

Hay silencio total. Yo veo hermanos en la iglesia de Jesucristo que han caído en este error de la súper espiritualidad. Quieren agradar al Señor tanto que se vuelven místicos y todo es espíritu, profecía, dones, éxtasis, transes, revelación, santidad superficial, y se olvidan de las consideraciones prácticas del Evangelio, de las limitaciones del matrimonio, la familia, la vida congregacional, las limitaciones del cuerpo físico, los deberes del trabajo, las obligaciones cotidianas. Usted entiende?

Una esposa, por ejemplo, tiene hijos, tiene un esposo al cual darle cuenta y viceversa, pero si esa esposa… no, yo tengo que servir al Señor, y llega todos los días a la casa a medianoche porque estaba predicando el Evangelio y yendo a la clase de discipulado, y preparándose para el ministerio, y cuando llega a la casa lo que encuentra es un esposo malhumorado, deseoso de divorciarse de ella, echando pestes del Evangelio, porque dónde está mujer cuando la necesita? Y los hijos manga por hombro y la casa toda desordenada, porque ella supuestamente está sirviendo al Señor. Hay que ser prudentes, hermanos. ¿Sí o no?

Hay que pensar con cordura. El Evangelio tiene que aterrizar sobre la tierra. Y eso no lo empobrece, al contrario, impacta la tierra. Entonces, la sal para salar tiene que mezclarse con la sustancia. Si está afuera solamente siendo sal, y no se mezcla, no sala. ¿Sí o no? Al buen entendedor pocas palabras bastan.

Como dice el Señor, el que tenga oídos para oír, oiga. Hay muchas iglesias que todo es servicio para acá, servicio para allá. Siete días a la semana servicio para que la gente no tenga tiempo para pecar. Pero ¿Saben qué? Eso es lo contrario. La carne no se mata así tan fácilmente, y por eso hay divorcios, escándalos en la iglesia, jóvenes que no quieren saber del Evangelio, poco producto porque no se está poniendo atención a las demás cosas de la vida. Necesitamos una espiritualidad balanceada, una espiritualidad sana, una espiritualidad bíblica.

Hay creyentes que viven testificando en el trabajo, todo el tiempo que están en el trabajo. Testificando, porque supuestamente hay que predicar el Evangelio en todo tiempo. Y qué consiguen con eso? Se acarrean la mala voluntad de la gente, la condenación de los jefes, y un slip de despedida. Y luego le echan la culpa a los incrédulos, en vez de su propia falta de prudencia y de sabiduría.

Si usted está trabajando, trabaje. Y de vez en cuando, en su hora del almuerzo, pues, predique. Pero de qué le sirve a usted estar predicando y robándole dinero a su jefe? Ese hombre no cree ni en la luz eléctrica, así él no va a entender eso. Mejor dele lo que él le está pagando, sea el mejor trabajador posible y eso va a hacer de testimonio a él y a todos los que están alrededor de usted. Amén.

Hay una espiritualidad, hermanos, que no juzga las cosas como es debido. Y lo que nosotros buscamos es una espiritualidad balanceada, coherente, armoniosa, sólida y eso es lo que tratamos.

Ya prediqué el sermón y todavía me falta el texto que les dije que iba a examinar. Denme un momentito más. En este pasaje, en Primera de Corintios 14, tenemos un ejemplo de una sana sabiduría como caracterizaba al Apóstol Pablo.

Qué pasa en este pasaje? Había una controversia entre los corintios. Los súper espirituales decían, no contristemos el espíritu, démosle total libertad a los dones en el culto, métele allí hasta que explote el lugar. No se apuren, vamos para adelante, vamos hacer de todo aquí, porque esto es el espíritu. Que todo el mundo hable en lenguas con libertad y haga lo que sienta en el espíritu supuestamente, según los dirija el espíritu.

Entonces, cada culto era una cuestión…no había orden, no había coherencia. Porque si hay coherencia eso no es del espíritu supuestamente. Si hay una hora de comenzar, si hay un servicio bien organizado, eso supuestamente no es del espíritu. Y eso parece que estaba causando tensión en Corinto.

Pero había otros en la iglesia que quizás eran más sabios y más prudentes, más pensantes, que notaban que llegaban visitantes a la iglesia y salían disgustados. La gente entraba, pero no venía. La iglesia con mucha profecía, mucha cosa pasando, pero no crece, no prospera, no puede pagar los biles, porque no puede comprar un templo, están rentando un edificio por allí en un lugarcito pequeñito, donde nadie ni siquiera sabe que está la iglesia, y no hay progreso, a pesar de que supuestamente está pasando todo eso, mucha lengua, mucho hablar, mucha cuestión.

Esos visitantes salían disgustados, enajenados por lo que percibían como una falta de orden y armonía en los cultos cristianos y un sentido de que no sabemos lo que está pasando aquí. Un lenguaraje solamente pero no hay nada con lo cual nosotros podamos identificarnos.

Yo pienso que quizás por un momento, por un tiempo, todo el mundo en la iglesia disfrutó de ese desorden, de ese ambiente sabrosón de mucha intensidad. Pero a lo largo del tiempo se fueron dando cuenta que esa espontaneidad desaforada, estaba más bien empobreciendo la obra evangelística de la iglesia. En vez de bendecir a la gente y de que hubiera crecimiento, la iglesia estaba compuesta de un club élite, de unas cuantas personas que como los borrachos, hablaban entré sí y se entendían pero nadie más alrededor de ellos podía entender lo que estaban diciendo.

Porque esto es bien importante, hermanos, la obra a largo plazo de la iglesia requiere unos parámetros estratégicos, hay que entrar en una forma estratégica de actuar. No es solamente el momento, sino hay que pensar a largo plazo, cómo podemos conquistar nuestra ciudad, cómo podemos conquistar a los jóvenes y retenerlos, cómo podemos impactar la casa de gobierno, cómo podemos hacer un cambia, una mella en este mundo gobernado por el diablo.

Entonces, había esta lucha en la iglesia de Corinto, le enviaron un correo electrónico a Pablo, y le dijeron, Pablo, danos un consejo acerca de esto. Y Pablo les escribió y les envió el Capítulo 14 de Primera de Corintios para aconsejarlos pastoralmente.

Y entonces Pablo los llama en esa enseñanza a ser maduros en el modo de pensar y eso es lo que falta entre tanto creyente pentecostal, madurez, complejidad, balance, sobriedad. Y estoy hablando como un pentecostal. Por eso, de paso, hermanos, les digo, muchos no entendían a Pablo, en Corinto mismo, y no aceptaban su apostolado.

Lo comparaban con otros súper Apóstoles, con esa espiritualidad mística, llamativo, y cuando Pablito iba allí a enseñarles un estudio bíblico, un sermón expositivo, con tres puntos, decían, ah, no, pensábamos que era otra cosa. Tanto que se habla de Pablo y mira aquí dando un estudio bíblico. Nosotros queremos carne roja, queremos que se le cae la gente, que hablan con una voz estruendosa, que se comen los niños crudos. Eso es lo que quería la gente.

Entonces venía Pablo, maestro, pastor, plantador de iglesias, pensador estratégico, teólogo, inspirado por el Espíritu Santo, a instruir, a enseñar a edificar, y decían, eso no lo queremos. Queremos un plátano con dos chuletas fritas encima y no nos vengan con todas esas cuestiones.

Y eso molestaba. Porque hay muchas veces hermanos, la gente confunde, creen que unción es todo este levantar polvo. Y eso es necesariamente unción, eso es manipulación muchas veces. A veces, sí lo es. Yo creo, hermanos, yo creo en los dones del espíritu, yo creo que muchas veces Dios nos motiva, nos mueve a poner a un lado un sermón y todo lo demás y simplemente meter mano espiritualmente. Pero eso no puede ser la práctica de todos los domingos.

La vida es mucho más compleja que eso. La vida de iglesia tiene miles de años en la tierra y necesita algo… edificación, enseñanza, celebración de las cosas que Dios está haciendo en el pueblo de Dios. No siempre puede ser parranda todo el tiempo. Eso cansa a cualquiera, le quema el sistema nervioso al más bonito, hermanos.

Largo de explicar, pero Pablo sufría de ese problema, que decían, no, este hombre no es ungido. Queremos los grandes Apóstoles. Para edificación suya, déjeme leer solamente dos versículos, Segunda de Corintios 10, versículo 10 al 13. Por eso les digo esto es enseñanza, esto no es para que usted se vaya a la casa con el sistema nervioso quemado. No, el cerebro quemado pero no. Dice Pablo aquí:

“…Porque a la verdad dice la gente, las cartas son duras y fuertes ─ hablando de Pablo, ─ más la presencia de él es débil y las palabras menospreciables ─ como que no hay nada admirable en la palabra de Pablo ─ …esto tenga en cuenta tal persona que así como somos en la palabra por carta, estando ausentes, lo seremos también en hechos, estando presentes, porque no nos atrevemos a contarnos ni a compararnos con algunos que se alaban así mismos pero ellos, midiéndose así por sí mismos, y comparándose consigo mismos, no son juiciosos…”

Y eso continúa, léase después Segunda de Corintios, Capítulo 11, versículos 3 al 6:

“…Y pienso que en nada he sido inferior a aquellos grandes Apóstoles… ─ él lo dice sínicamente, ─ pues aunque sea tosco en la palabra no lo soy en el conocimiento, en todo y por todo os lo hemos demostrado…”

Pablo está defendiendo su estilo ministerial. Porque es que a través de la historia de la iglesia, siempre ha habido lo mismo. La gente que cree que si hay solamente enseñanza sólida y buena predicación, nutriciosa, que eso no es unción. Lo que la gente quiere es el relajo, muchas veces, en los servicios, hermanos, y si usted le da comida sólida, dicen, no. háblele a la gente de la segunda venida de Cristo, de los demonios, de la sanidad, prosperidad y ellos están felices. Se quedan 4 horas. Pero háblele acerca del fruto del espíritu, de la transformación del yo, de la consagración verdadera al Señor, de todas estas cosas sólidas de la palabra y dicen, otro día te oiremos. No nos interesa eso, eso lo dejamos para los miércoles en la noche. Y no vienen los miércoles entonces.

Es así, la gente es así. La gente quiere pan con mantequilla y mermelada. No les interesa muchas veces la comida sólida de la palabra de Dios y ese es uno de los grandes problemas del mundo pentecostal, y por eso estamos como estamos. Por eso no crecemos y no somos bendecidos. Tenemos que ser más maduros que eso, hermanos.

En el versículo 22 Pablo lleva a la iglesia a la palabra, aquí dice.

“…Así que las lenguas son por señal no a los creyentes sino a los incrédulos, pero la profecía no a los incrédulos sino a los creyentes…”

Si usted examina todo el pasaje de Primera de Corintios Capítulo 14, usted ve a Pablo bregando, okay, qué es lo que dice la palabra? Vamos a entender lo que dice la palabra. Pablo descubre que las lenguas en la adoración congregacional son una señal primordialmente para los que no conocen al Señor, para los visitantes, no para los creyentes. Él está diciendo, lean en la palabra, qué es lo que dice? Para qué son las lenguas? Y cuál es el propósito de las lenguas?

Entonces, aplíquenlo de esa manera. No es para los creyentes, es para los visitantes, es para los que no conocen al Señor. El uso de las lenguas debe reflejar su propósito original, escritural.

Lo que yo quiero que usted observe es el razonamiento de Pablo. Es un razonamiento, valga la redundancia, razonable. Es un razonamiento sobrio. Y así nosotros debemos examinar el uso de los dones también. Pablo está siendo práctico, hermanos, y eso no lo hace menos espiritual.

Si llega la gente de afuera no iniciada en las cosas del espíritu, y ven el desorden dice Pablo, pensarán que estamos locos. Debemos, por lo tanto, matizar el uso de los dones y ajustar a las consideraciones prácticas de la vida institucional a los propósitos del Evangelismo y la conquista del mundo para Cristo.

Mire cómo razona Pablo en el versículo 18 y 19:

“…Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros ─ Pablo es pentecostal, él está anticipándose a aquellos que dicen, no, porque este hombre no tiene unción, no cree en los dones, no está ungido, etc. no, yo hablo en lenguas más que todos ustedes juntos ─ pero en la iglesia,─ digan todos, en la iglesia ─ en la iglesia, en una reunión congregacional como esta, en un tiempo de adoración colectivo, dice, yo prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento para enseñar también a otros que diez mil palabras en lengua desconocida…”

Diga gloria a Dios. pablo está diciendo, miren, no es que yo no crea en las lenguas, al contrario, yo las practico más que todo el mundo, yo creo en su producto, creo en su provecho, pero, hermanos, cuando estamos en una reunión congregacional no es necesariamente el tiempo para tener un lenguaraje sino es un tiempo para edificación del cuerpo de Jesucristo.

Ahora, entiéndame, no estoy diciendo que no sea importante y bueno de vez en cuando hablar en lenguas. Hay veces que el Señor nos dirige en eso. Yo muchas veces sentado allí estoy hablando en lenguas porque necesito fortalecerme en el espíritu. Yo creo en eso. Ahora no diga que el pastor Miranda dijo que ya no se puede hablar en lenguas los domingos en el servicio. No. lo que estoy diciendo es que lo hacemos tiene que estar condicionado por consideraciones de por qué nos reunimos.

Qué es lo que estamos buscando hacer a final de cuentas? Mire, cuando usted practica cualquier don y hay gente alrededor suyo, pregúntese lo que yo estoy practicando, está siendo de bendición para mis hermanos o de piedra de tropiezo? Me estoy sirviendo yo a mí mismo o estoy sirviendo al Señor y a mis hermanos?

Porque de qué me sirve a mi tener una gran parranda y emborracharme y estar escandalizando a la gente, sacándolos del Reino de Dios, creando confusión en su mente y haciendo un espectáculo. A quién glorifica eso sino a mí mismo? Yo estoy diciendo, hey, yo me voy a gozar y todo el mundo que se vaya para el diablo, eso es problema de ellos. Si no les gusta, que no se lo coman. Eso es lo que estamos diciendo. En vez de decir, no, yo lo que estoy haciendo debe bendecir al pueblo de Dios, debe glorificar, de ejemplificar el carácter armonioso, misericordioso de servicio de Cristo Jesús.

Los dones no es para que tu te sirvas a ti mismo, y te llenes a ti mismo. Los dones son para bendición de los demás. Por lo menos, en el contexto congregacional. Ahora, cuando estás en tu casa, cierra la puerta, cierra bien la ventana y grita todo lo que tu quieras, quítate toda la ropa, si tu quieres, desgréñate los pelos. No importa, estás tu y el Señor. Amén. Gloria a Dios.

Pero si tu estás en armonía con los demás tienes que entonces disciplinar tu espiritualidad. Mire, aún Pablo usa la estética para razonar, porque los conocimientos humanos no son extraños tampoco ni foráneos muchas veces, a razonamiento espiritual. Miren los versículos 7 al 9, ya estoy aterrizando, las ruedas de abajo ya pegaron, ahora faltan nada más las de adelante. Dice el Apóstol Pablo;

“…Ciertamente las cosas inanimadas que producen sonido ─ es decir, todas las cosas inanimadas, por ejemplo, una trompeta, un piano, ─ las cosas inanimadas que producen sonidos como la flauta, o la cítara, la guitarra, si no dieren distinción de voces cómo se sabrá lo que se toca con la flauta o con la guitarra?”

Piense en eso. Si hay 17 guitarristas, cada uno tocando su propia tonada, cómo va a saber la gente lo que están tocando? Él dice, no, mire, en el mundo de la estética hay un orden. Entonces dice;

“…y si la trompeta diere sonido incierto en una batalla, quién se preparará para la batalla?”

Si hay 8 trompetas tocando, por allá, por allá y por acá, dónde se reúnen los soldados para defenderse contra el enemigo? Tiene que haber un orden. Y cuando la iglesia se reúne es para la guerra, es para fortalecer a los soldados. Si cada uno está haciendo lo que le da la gana, no hay edificación, no hay bendición. Entonces dice;

“…Así también vosotros si por la lengua no diereis palabra bien comprensible, cómo se entenderá lo que decís? Porque hablaréis al aire…”

Y él sigue con su razonamiento muy interesante. Aprendamos del razonamiento, hermanos, y entonces usted debe aplicar eso a todas las demás áreas. Pablo pone la edificación por encima de todo lo demás. Y esa es una buena pregunta que tenemos que hacernos siempre. En qué manera lo que estoy haciendo supuestamente en el espíritu, edifica a los demás hermanos, a mi familia, mi propia vida, mi crecimiento espiritual? Cómo avanza esto el Reino de Dios? de qué sirve tener una gran fiesta espiritual en el culto si eso conduce al escándalo y a la confusión de los demás.

Dónde está el supuesto provecho? Tenemos que juzgar lo que hacemos a la luz de todos los valores de la palabra de Dios, incluyendo el amor, la misericordia, la compasión, la bondad. Si yo estoy escandalizando a mi hermano, no estoy ejerciendo bondad y amor para con él.

Voy a cerrar la Biblia para resistir la tentación de seguir. Lo último, ahora sí, puedes tocar un poquito para inspirar a la gente. Hay que distinguir el espíritu. Escuche esto, quiero que usted vea cómo estos principios se aplican a muchas diferentes situaciones de la vida.

Vamos ahora, por un momento, a Primera de Corintios, Capítulo 11, cuando Pablo habla acerca de la santa cena y él dice, la santa cena es algo sublime, algo que a través de la cual recordamos el cuerpo y el sacrificio y la cruz de Jesucristo. Y Pablo dice, y hay muchos de ustedes que cuando vienen a celebrar ese hermoso rito, lo que hacen es que vienen a jactarse, porque la santa cena en aquel tiempo era una comida completa, no se crean que era un pedacito de galletita con jugo Welsh. No, eso era una comida total. Ahí había arroz con gandules, pupusas, todo. Pupusas sin carne de res, eran vegetarianas.

Y entonces venían todos a comer juntos y cada uno traía su comida, era un padlock supper, y cada uno traía sus cositas por acá, suponía que todos comían a la misma vez, esperándose, cómo come la gente? Esperándose unos a otros. Cuando usted va un restaurante, cuando le traen a usted la comida primero, usted comienza comer enseguida y los otros esperando ahí, los pobres, a que le traigan la suya? No, usted espera y entonces todos comen juntos.

Entonces, Pablo dice, mire, cuando celebran la santa cena hay muchos de ustedes que vienen aquí y comienzan a comer enseguida y se olvidan de los demás y uno se están jactando de arroz con pollo, y ensalada, y cantidad de cosas buenas, y hay otros hermanitos con una tortillita con sal, y un poquitito de frijoles refritos encima, y ustedes comen y no les importa ese hermanito, en vez de compartir con ellos lo que ustedes tienen.

Y si no llegaron a tiempo, usted viene y come porque usted tiene hambre. Y Pablo dice, eso es un insulto a la mesa del Señor. Porque ustedes no están discerniendo el propósito por el cual se dio, el que ustedes lleven a cabo el ritual no es nada, al contrario, están comiendo y están comiendo veneno porque el amor no está gobernando lo que ustedes están haciendo. Tienen que esperarse unos a otros, tienen que tener misericordia unos de los otros, tienen que honrar el cuerpo de Cristo que fue magullado y molido por misericordia y amor y servicio a los demás.

Y usted no puede comer el cuerpo de Cristo en contradicción a lo que ese cuerpo representa. Y si usted lo hace, hay una contradicción estructural que conduce a enfermedad y a una muerte.

Y yo creo que por eso muchas iglesias, que supuestamente practican los dones, pero no se dejan matizar por los demás elementos de la palabra, están comiendo juicio contra sí mismas y por eso no progresan y no son bendecidas. Porque no lo están haciendo en el espíritu de Jesucristo y de la palabra de Dios.

Ahora, si usted conoce toda la palabra, todo el consejo, y busca aplicarla toda, incluyendo los dones, entonces esos dones van a bendecir y van a hacer prosperar a la iglesia y a la gente que los practica.

Usted ve cómo el razonamiento de la palabra es tan real, tan verdadero? Y yo podría tomar cualquier texto de la Escritura, o cualquier situación humana y conjugarlo y examinarlo a la luz de los elementos de la palabra del Señor y uno podría ver claramente cómo estos principios son universales. Úselo en su vida. Cómo mi espiritualidad está bendiciendo a mi familia? Cómo mi testimonio está bendiciendo al trabajo donde yo practico mi trabajo? Cómo mi testimonio es de edificación? Cómo mis dones, que Dios me ha dado, resultan en avance para la iglesia, en edificación para los demás, en la conversión de los incrédulos y en la edificación del cuerpo de Jesucristo? Esa es la pregunta.

Y eso es lo que yo llamo espiritualidad sana y balanceada. Que el Señor nos bendiga. Vamos a ponernos de pie, hermanos. Vamos a examinarnos cada uno como dice el Apóstol Pablo, cada uno examínese a sí mismo antes de participar de las bendiciones del Señor.

Yo le pido al Señor, Padre, ayúdame a mí, ayuda a esta iglesia, ayuda a nuestro liderazgo espiritual, a reflejar la armonía y la coherencia de tu sana palabra. Danos espíritu de entendimiento, espíritu de cordura y de sabiduría en todo lo que hacemos. Y que en todo, Señor, podamos ejemplificar y expresar el carácter de Cristo Jesús. Eso es lo que pedimos para esta iglesia, y para este pueblo al cual bendecimos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Amén.

Hermanos, que la gracia del Señor sea con ustedes. Amén.

Viviendo conforme a la agenda de Dios

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Todos saben que fuimos creados con un propósito ¿verdad? Fuimos creados con un propósito y ese propósito lo vamos a cumplir en el nombre de Jesús. Estamos caminando en ese propósito? Estamos caminando en el propósito para el cual fuimos creados? O estoy caminando en mi propósito personal?

En esta noche vamos a estar hablando un poquito acerca de lo que es caminar en el propósito del Señor. Y yo creo que este es un tiempo maravilloso para nosotros. Caminar en lo que es la senda antigua, en lo que es la agenda de Dios. Cuántos están caminado en la agenda de Dios? todos, ¿verdad? ¡Aleluya! Yo los felicito. Ya comenzamos bien.

Pues ¿Saben qué? En esta noche vamos a hablar acerca de caminar, de que es tiempo de que nosotros caminemos en la agenda del Padre, porque por mucho tiempo a veces estamos caminando y estamos caminando en nuestra propia agenda. Vamos a ver si en esta noche en cuál agenda tu estás caminando, si en la del Padre, o en la propia tuya. Y para esto vamos a ir a nuestras Biblias y vamos al Libro de Mateo Capítulo 6, y vamos a comenzar en el verso 24. Vamos a leer esta pequeña porción completa porque dijimos que era refrescar nuestra memoria, ¿verdad? Por eso quiero leerla entera. Vamos a leerla en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo de Dios. Amén.

“…Ninguno puede servir a dos señores porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas. Por tanto os digo, no os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber, ni por vuestro cuerpo qué habéis de vestir. No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo que no siembran ni siegan, ni recogen en graneros, y vuestro Padre celestial las alimenta. No valéis vosotros mucho más que ellas?

Y quién de vosotros podrá por mucho que se afane añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen, no trabajan ni hilan, pero os digo que ni aún Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, no hará mucho más a vosotros hombres de poca fe? No os afanéis pues diciendo, qué comeremos o qué beberemos, o qué vestiremos porque los gentiles buscan todas estas cosas, pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Más buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia y todas estas cosas os serán añadidas. Así que no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán, basta a cada día su propio mal…”

Que palabra más tremenda esta. Bendito el Señor. Ustedes saben que los niños tienen agenda. El niño suyo le dice a usted para dónde usted va? O el niño de 3 años, 5 años, cada día le dice, a dónde usted tiene que llevarlo? ¿Verdad que no? los niños no tienen agenda. La palabra dice que tenemos que ser cómo? Como niños.

Si nosotros, dice la Biblia, tenemos que ser como niños, entonces tenemos un papá, ¿verdad? Y ese papá, nosotros estamos diciéndole a él lo que nosotros tenemos que hacer o tenemos que esperar que el papá nos diga a nosotros lo que tenemos que hacer?

Tenemos nosotros que tener la agenda nuestra como niño en este caso de Dios, como hijos de Dios? o tenemos que dejar que él como Padre, diga lo que yo tengo que hacer? Usted es el que le tiene que hacer la agenda a su hijo, ¿verdad? mañana usted va al colegio, después del colegio, usted va a regresar y vamos a ir a tal o cual lugar. Y usted va a guiar su hijo porque él no sabe cómo hacer las cosas de la mejor manera. Quizás el tenga muchas cosas y muchos deseos en su corazón y en su mente, y cosas quiera hacer, pero él no tiene la capacidad para hacerlas porque todavía es muy pequeño.

En el caso nuestro, nosotros no tenemos la capacidad de guiarnos a nosotros mismos. Usted tiene la capacidad de guiarse a sí mismo? Pero nosotros no entendemos esto y siempre estamos haciendo las cosas como yo quiero, como me parece, como yo entiendo que es mejor. Y por eso todo nos sale mal.

Y estamos afanados, y estamos haciendo y trabajo aquí, trabajo allí, y me afano por trabajar y tener hasta 3 trabajos en el día, para poder tener un dinerito. Pues, para que el dinerito me rinda. Y me afano en los estudios, y hago una carrera, y me voy a graduar de otra, y de otra, pero todos esos afanes es para tener más qué? Más dinero.

Todos los afanes, si usted se pone a analizar, el por qué usted trabaja, el por qué usted estudia, el por qué usted hace esto, todo usted lo hace para tener una mejor remuneración. Y nos enfocamos en lo que realmente Dios no nos ha llamado a enfocarnos. Nos hemos estado enfocando en lo económico, en lo material y hemos estado viviendo una vida conforme a nuestros propósitos, no conforme al propósito para el cual hemos sido creados.

Hemos sido creados con un propósito grande y poderoso en el Señor. Pero muchas veces no lo conocemos porque estamos afanando tanto y estamos tan envueltos en las cosas cotidianas de la vida, y en los afanes de qué me pongo, de qué no me pongo, de qué voy a comer, qué no voy a comer, y nos envolvemos tanto en esto que nos hemos olvidado de que Dios nos ha hecho un llamado y que tenemos que responder al llamado que Dios nos ha hecho.

Estamos viviendo conforme a nuestra agenda, a lo que yo creo, a lo que a mí me parece. Y a veces no tenemos tiempo ni siquiera para orar. Y nos pasamos el día trabajando, trabajando, salimos de la casa, no tenemos tiempo para orar. Vamos al trabajo, venimos del trabajo, tenemos un segundo trabajo, a veces venimos a la iglesia y ¿Saben qué? Que a veces estamos hasta afanando en las cosas de la iglesia, pero no estamos dentro de la agenda de Dios.

Usted sabe que hasta dentro de la iglesia nosotros hacemos muchas cosas que a Dios ni le interesa que la hagamos? Porque hay un llamado que Dios te ha hecho que tu tienes que identificarlo y la manera de identificarlo es buscando primeramente qué? El Reino de Dios y su justicia y dice que todas las demás cosas serán añadidas. Pero qué hacemos nosotros normalmente? Buscamos las añadiduras y si tenemos tiempo buscamos el Reino de Dios.

Nos afanamos por todas las añadiduras y si yo tengo tiempo voy a la iglesia. Estoy afanando en todas las cosas y buscando las añadiduras y si tengo tiempo yo podría trabajar en el ministerio, pero no creo que tenga tiempo. Y nos envolvemos en los afanes de este mundo y este país ni se diga. Porque aquí sí que hay afán. Mire que en mi país hay mucho afán, pero este país, si usted se lleva óigame usted no duerme, solo trabaja. Porque este es un país como solo de trabajo?

Entonces, el enemigo está envolviéndonos a nosotros de tal manera que estamos vivienda una agenda que no es la agenda de Dios porque la agenda de Dios dice que hay que buscarlo a él primero y él entonces va a dar todo aquello que tu necesitas. Y eso no quiere decir que te vas a cruzar de brazos. No. eso quiere decir que cuando tu buscas el Reino de Dios, cuando tu buscas su presencia, cuando tu te encargas de entregar toda tu vida al Señor y decirle, Señor, yo quiero que tu hagas conmigo lo que a ti te plazca. Dime qué es lo que tengo que hacer?

Y antes de nosotros tomar algunas decisiones nosotros podamos ir delante del Padre para que él nos diga cuál es la agenda que él tiene para mí. Pero estamos afanados, turbados, preocupaciones van, preocupaciones vienen, porque no hemos tomado esta palabra de una manera seria y contundente.

Dice que si la vida no es `más que el cuerpo? Si Dios nos dio la vida, no nos va a dar para mantener esa vida? Si nos dio el cuerpo nos va a dejar desnudos? No. nos va a proveer el vestido, pero tenemos que buscarlo a él primeramente. Tenemos que nuestra vida rendírsela a él.

Me decía una hermana que estábamos compartiendo esta palabra, me decía, pastora, pero es que mire, la gente trabaja mucho y entonces viene muy cansada y por eso no tiene deseos de ir a la iglesia. Le digo, efectivamente. Pero mira, cuando tu tienes pasión por Dios, no hay cansancio que te haga quedarte en tu casa. No hay cansancio que te impida alabar a Dios, no hay cansancio que te impida a ti reconocer su señorío, su grandeza. No hay cansancio que te impida a ti entender que Jehová es Dios.

Bendición el nombre del Señor. Pero ¿Saben qué? Hace falta pasión. Hace falta entrega. Hace falta que nosotros entendamos que Reino de Dios es la primero que tenemos que buscar. Si saliste del trabajo, guau, vete a la iglesia que Dios te va a dar descanso ahí. Bendito el nombre del Señor.

Y le decía, óyeme, allá en nuestra iglesia los martes tenemos culto, tenemos dos cultos. Y hay personas que vienen del otro lado de donde nosotros estamos, tienen que cruzar puente, y duran una hora y hasta hora y media en un …, aquí no sé cómo le dicen, tapón, ¿verdad? Allá le decimos tapón, y aquí le decimos el tráfico. Una hora y media de tráfico y esa gente llega a la iglesia y tenemos dos cultos y llegan cansados y van directito y se van al primer culto de las 6:30.

Y salen de ahí gozosos en el Señor porque la presencia de Dios se lleva el cansancio, se lleva la enfermedad, se lleva toda turbación, todo lo que te preocupa. Oye, se lo va a llevar la presencia del Señor. Bendito el nombre de Jesús pero tu le estás dando a Dios la prioridad en tu vida.

Por que no es que no trabajes, pero que entiendas que Dios está primero. Que yo tengo que buscar primeramente a Dios. Señor, qué es lo que tu quieres? Jesús iba predicaba, y hacía y luego que recorría toda la tierra, y empezaba a predicar, y ¿Saben qué? Jesús iba y se apartaba a orar al Padre. Es como quien dice, Padre, y ahora qué sigue?

Y es lo que Dios quiere en esta noche que nosotros entendamos. Tenemos que buscar a ver cuál es la voluntad de Dios. Señor, para qué tu me creaste? Tu me creaste para yo venir a trabajar a esta tierra y solo para trabajar? Tu me creaste para yo venir y hacer y obtener 5 títulos universitarios? Para eso tu me creaste? Para qué fuimos creados?

Fuimos creados por un propósito y es de servir a Dios, es de rendir nuestra vida al Señor, y luego de ahí, entonces, Dios va a cumplir cada uno de tus proyectos y propósitos, Dios los va a cumplir.

Sabe por qué no hemos visto la gloria de Dios en nuestras vidas? Porque hemos invertido la palabra. Hemos estado caminando conforme a nuestra agenda. Hemos estado haciendo lo que a mí me gusta, lo que me complace. Yo me siento bien haciendo esto. Y hemos vivido una vida tranquila y vengo a la iglesia, y alabo al Señor, y glorifico a Dios y todo está bien, pero todo me sale mal.

Por qué? Porque Dios no te creó para que te afanes tanto, porque de esos afanes él dice que él sabe que tu lo tienes, que tienes esa necesidad y que él te la va suplir. Dios te va suplir tus necesidades. No importa qué tan grandes sean. Él es fiel y él te creó y así como te creó, así él te ama. Y tiene cuidado de ti. Pero tienes que entender que tienes que caminar conforme a la agenda de tu Padre, no puedes caminar conforme a tu agenda.

Yo duré mucho tiempo caminando en mi propia agenda. Y todo me salía mal. Por qué es que todo sale mal? Cuando usted invierte la palabra, todo le va a salir mal. Y aunque algo parezca que le salió bien, usted va a concluir diciendo, no era así.

En esta noche qué es lo que yo quiero refrescar en su mente? Que tenemos que caminar conforme a la agenda que Dios ha planificado para nosotros. La palabra en Filipenses 4:6 dice:

“…Por nada estéis afanosos…”

Si usted se pone a hablar con cualquier cristiano, usted se da cuenta que eso no es afán, eso hay que llamarlo un chin más. La gente vive con un desosiego y un cansancio y un agotamiento pero no es para menos. Sabe que cuando tu andas en la agenda de Dios tu descansas. Sabes que cuando tu dejas que el Espíritu Santo sea quien te guie llega un momento en que tu te das cuenta que no eres tu?

A veces, los hermanos me dicen, pastora, pero usted sí trabaja? Y cómo es que usted logra hacer tantas cosas? Y entonces ahí yo me doy cuenta que no soy yo que lo estoy logrando, que es Espíritu Santo. Porque con mi fuerza yo no iba a poder lograr hacer todo lo que pude hacer en ese día. Cuando nosotros dejamos que sea Dios quien dirija nuestra agenda, óigame el tiempo nos va a rendir. Y todas las cosas van a salir tan perfectamente que usted se va asombrar. Y usted va a decir, pero por qué no lo hice antes?

Pero tenemos que entender que dice la palabra que por más que tu te afanes, tu no vas a añadir un codo a tu estatura. Cuántos años tienes afanando y dónde estás? Has podido lograr lo que has querido? Verdad que no lo has podido lograr?

Pero en esta noche yo te hago un reto. Empieza a caminar en la agenda de Dios y yo te aseguro que todo lo que tu has deseado lo vas a ver antes de que tu te lo imagines, va a llegar a ti. Te va a sorprender. Las bendiciones de Dios te van a sorprender. Bendito el nombre de Jesús. Te van a sorprender las bendiciones de Dios.

Porque vas a estar caminando en obediencia, y dice la palabra que cuando tu obedeces, las bendiciones qué hacen? Te alcanzan las bendiciones.

Nosotros tenemos que decirle al Señor, Señor, yo estoy cansada de trabajar y de vivir conforme a mi agenda, yo quiero saber cuál es tu voluntad en mi vida. Yo quiero saber para qué tu me llamaste, para qué me creaste, con qué finalidad tu me creaste, qué era lo que tu querías que yo hiciera? Yo estoy dispuesta a hacerlo.

Pero hay cosas que vas a tener que dejar. Hay cosas que vas a tener que soltar. Muchas cosas que tienes en la mano, que le estás haciendo porque tu quieres, no porque Dios te ha dicho, la vas a tener que soltar, y te va a doler. Porque andar en la agenda de Dios cuesta. Porque eso significa, ¿Saben qué? Negarme a mi misma. No hacer lo que yo quiero hacer sino lo que Dios quiere que yo haga. Y eso sí que duele.

Porque yo quiero tres trabajos, y Dios me está diciendo que es uno solo. Pero ¿Saben qué? Que con ese solo trabajo Dios te va a bendecir de tal manera que vas a recibir más de lo que recibes con los tres trabajos que estás haciendo. Dios te va a bendecir. Dios va a bendecir tu vida de una manera especial porque vas a entrar dentro de su agenda y todo lo que te falte Dios lo va a añadir.

No vas a tener ni que salir a buscarlo. Dice que todo lo que tu desees va a llegar. Por qué las cosas no están llegando? Porque estamos caminando conforme a nuestra agenda. Yo pasé mucho trabajo cuando estuve caminando en mi agenda. Porque Dios me decía, es por aquí, y yo decía, pero es que por aquí es que me gusta. Y el Señor, pero es que por aquí es que te quiero. Señor, pero esto se ve mejor. Porque yo lo veía con mis ojos.

Y entonces, yo llegó un momento cuando llegó la ansiedad porque ¿Saben qué? Que los afanes producen ansiedad, los afanes producen depresión, los afanes producen tormento. Tu vives atormentado, tu no tienes paz. Cuando estás afanado no hay paz en tu corazón. Pero si tu vas a Filipenses 4, del 6 al 7, dice:

“… Por nada estéis afanosos y no sean conocida vuestras peticiones delante de Dios con acción de gracia, dando gracia al Señor, y dice, que la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento guardará vuestro corazón en Cristo Jesús…”

Por qué no sentimos paz? Por qué estamos siempre preocupados? Porque no hemos aprendido a descansar en el Señor. Cuando tu andas en la agenda de Dios tu descansas en él y sabes que todo lo que va a pasar va a suceder bien.

Recuerdo a veces en momentos donde estaba bien ansiosa, muy preocupada y con mil cosas. Quería hacerlas todas el mismo día. Y pensaba, Señor, voy a hacer esto, voy a hacer, y voy a hacer y voy a hacer. Y cuántas cosas voy a hacer? Y al fin y al cabo si hacía dos era mucho, de las 10 que tenía. Cuando empecé a andar en la agenda de Dios, entonces pude experimentar que el tiempo me rinde, porque Dios va poniendo cada cosa en su debido orden y tu te sorprendes y dices, guau, que maravilloso, el tiempo rinde, las cosas te llegan, lo que tu tenías en tu corazón, lo que anhelabas aparece alguien y te lo trae y tu dices, guau, pero Dios es tremendo.

Porque cosas insignificantes que tu tenías ahí, que no se las dijiste a nadie, Dios viene y envía uno de sus emisarios aquí en la tierra, uno de sus angelitos aquí en la tierra y va y te lo llevas, y tu dices, guau, Dios.

A veces tengo deseos de comerme cualquier cosa sencilla y se aparece alguien, pastora, mire lo que le traje. Yo dije, guau, Padre, tu eres tremendo, tu eres maravilloso. Y tengo que alabarlo, y tengo que gozarme porque en cosas tan sencillas que él no tenía ni que contestármelas, yo la quería pero si él no me la quiere contestar, yo no me afanaba. Pero es para que nosotros veamos lo tan pendiente que él nos tiene.

Es para que nosotros entendamos el cuidado tan especial que él tiene con nosotros. Y si nosotros entendiéramos esto, nos afanáramos menos o no nos afanáramos, si nosotros entendiéramos cuán preocupado por así decirlo, está Dios por bendecirnos.

Tu sabes que Dios está más ansioso por bendecirte que tu por recibir bendición? Lo único que él está esperando es que tu comiences a caminar en su agenda, que tu comiences a buscar su reino, su voluntad, su perfecta voluntad, qué es lo que tu quieres que yo haga? Cuando tu te metes dentro de la voluntad del Señor, óyeme, las cosas te van a salir bien, las cosas te van a llegar. No tienes que preocuparte, no, las cosas… dice la palabra, que te van a llegar.

Pero no podemos servir como dice la Biblia, a dos señores. O servimos a Dios o servimos a las riquezas. Porque todo nuestro afán es por tener dinero, por vivir cómodo, por tener profesión, por tener título y decir que tengo títulos. Y no estoy en contra de los títulos, líbreme Dios, y no estoy en contra del dinero, líbreme Dios, todo eso es bueno. Pero eso no debe ser nuestra prioridad.

Porque afán significa trabajo forzoso, trabajo penoso, significa ansiedad. Cuando usted está ansioso usted vive en tristeza, usted vive con una amargura. Y usted, cómo tu estás? Ahí, entre dos. Por allá decimos, entre [inaudible].

Y usted como que la vida, como que no le tiene ningún sentido, no le ve sabor a la vida. Pero mire, cuando usted vive en la agenda de Dios, la vida tiene sentido, y mientras más usted trabaja para el Señor, usted como que tiene más deseo de seguir trabajando, y usted sigue haciendo, y usted se goza y la vida es un continuo gozo.

Cuando usted decide servir al Señor, cuando usted se apasiona de Dios, cuando su deseo es agradarle por encima de todas las cosas, cuando su preocupación es adorarle, servirle, no me importa que yo esté cansado, yo voy a ir a la iglesia. No me importa qué tenga yo, pero yo tengo que ayunar, porque ¿Saben qué? Hay veces que ni nos gusta ayunar. Eso es come, come, y seguimos comiendo. Y no paramos de comer. Bendito el Señor.

No nos gusta ayunar. Por qué que la comida es tan buena y entonces el día que usted dice que va a ayunar, alguien que no le brinda nunca nada, le dice que lo va a llevar a un desayuno. Eso es así, yo no sé si usted le ha pasado. A mí me ha pasado. Y le brindan ese día lo que a usted más le gusta. Yo no sé pero es una cosa como mandada, como dicen. Todo lo que a usted le gusta, ese día se lo presentan. Y alguien que nunca le había brindado nada, ese día se aparece y le brinda.

Y nosotros decimos, bueno, imagínate, este nunca me ha brindado nada, tengo que aprovechar esto. Y ahí mismo rompe el ayuno. Pero no es posible, no puede ser, ni debe ser. Nosotros tenemos que aprender a agradar a Dios por encima de todo.

Me gusta comer pero yo voy a ayunar porque yo quiero estar más cerca de Dios, yo quiero que Dios hable a mi vida. Yo quiero que Dios haga algo en mi corazón. Y empezar a pedirle al Señor que queremos estar más cerca de él.

Bendición el nombre de Jesús y orar, orar, oh, pero nosotros oramos y vamos 5 minutos y nos arrodillamos y ¿Saben qué? Que en esos 5 minutos, saben lo que hacemos? Señor, Padre, yo quiero la jeepeta, Padre, yo quiero una casa. Mira, que yo necesito un apartamento, Dios mío. Señor, mira, un trabajo nuevo. Yo necesito otro trabajo porque este trabajo no es suficiente. Señor, mira… en el nombre de Jesús amén.

Usted cree que eso es posible? Somos crueles con Dios. Sabes, somos crueles. No nos presentamos a decirle gracias por lo que me has dado, Señor, gracias, tu eres bueno. Gracias por tus bondades y no tomamos un tiempito de acción de gracias. Eso es inmediatamente, nos arrodillamos eso es pedir, pedir y pedir.

Recuerdo la anécdota de algo, de unos ángeles que eran dos ángeles, uno llevaba las peticiones a Dios y el otro le correspondía llevar la acción de gracias a Dios. y el que llevaba las peticiones se pasaba todo el día sube y baja, sube y baja, sube y baja, y el de la acción de gracias, sentado en una esquina esperando. Y el otro ya estaba agotado, ya estaba cansado, y le dice, pero, qué es lo que tu haces? Yo estoy subo y bajo y tu sentado ahí? Estoy esperando a que alguien venga a darme una acción de gracias para llevársela al Padre, pero no ha venido nadie.

Porque nosotros no acostumbramos agradecerle al Señor por lo que nos ha dado. Nos pasamos la vida pidiéndole a Dios y no dedicamos un tiempo para hacer agradecidos con nuestro Dios. y cuando tu eres agradecido de Dios es porque realmente tu lo amas y tu anhelas que él siga contigo y siga bendiciéndote.

Y es algo que nosotros tenemos que aprender. Es parte del reino, aprender a dar gracias, porque cuando tu das gracias tu eres justo. Y el Reino de Dios es justicia, hasta agradecer a la gente que te ayuda, que te extiende la mano, eso es justicia. Por eso tenemos que buscar el Reino de Dios y su justicia. Todo lo que es justo tenemos que practicarlo. Pero tenemos que enfocarnos en Dios, en qué es lo que Dios quiere que yo haga, qué es lo que Dios quiere para mí. Señor, para qué me creaste? Dios nos creó con un propósito determinado y nosotros estamos haciendo muchas cosas fuera de lo que es el propósito de Dios. y estamos afanados haciendo y haciendo inclusive dentro de la iglesia, estamos en 10 ministerios y a Dios quizás ni le interesa en 9 de esos, nada más le interesa uno solo.

Queremos hacer cosas, es tiempo de que nosotros nos detengamos y volvamos a Dios. Volvamos a decirle al Señor, Señor, qué es lo que tu quieres que yo haga? Señor, para qué tu me creaste? Qué es lo que tengo que hacer para ti? porque nos afanamos mucho en todas las cosas y no vamos a preguntarle al Señor realmente qué es lo que él quiere.

Y estamos haciendo lo que queremos no lo que él quiere. En esta noche, yo te hago un llamado a reflexionar y a ver realmente buscando la dirección de Dios, qué es lo que Dios quiere que tu hagas? Señor, cuál es tu agenda para mi vida? Yo quiero que tu me muestres tu agenda, no quiero caminar en mi agenda porque todo lo daño. A veces Dios lleva las cosas muy bonitas, y nosotros venimos y nos ponemos a hacer cosas y dañamos lo que ya Dios ha hecho. Porque no le preguntamos, porque no le pedimos dirección para hacer algo.

Todo lo que tu vayas a hacer tienes que ir a la presencia del Señor. Y decirle, Señor, esto es lo que tu quieres para mí? Señor, tu estás de acuerdo con que yo haga este negocio? Tu estás de acuerdo con que yo vuelva y haga una carrera? Tu estás de acuerdo con que yo me case con ese hombre? O con esa mujer, tu estás de acuerdo con eso?

Que en todo lo que nosotros vayamos a hacer busquemos la dirección de Dios, busquemos cuál es la voluntad de Dios. No cuál es mi voluntad ni qué es lo que yo quiero hacer. Qué es lo que Dios quiere que yo haga? Porque eso es lo que te va a bendecir, eso es lo que va a bendecir tu vida. Bendito el nombre del Señor.

Esto es un tiempo donde el enemigo está tratando de desenfocarnos. Sabe, y si te desenfocas pierdes. Y fue algo que Dios me hizo entender. Cuando nos desenfocamos del propósito de Dios, perdemos y tenemos la historia de David. David cuando va a llevarle alimento a sus hermanos, uno de sus hermanos se levanta y dice yo sé a qué tu has venido. Yo me imagino diciéndole cuántas cosas.

Tu viniste a burlarte de nosotros, tu viniste… yo me imagino cuántas cosas le dije este hermano a David. Y David le responde, y ahora qué hice? Ese ‘y ahora qué hice?’ Parece que ellos estaban acostumbrados a decirle a David y a levantarle calumnias y David en este momento dice, y ahora qué hice? Porque a lo que vine fue a traerle comida. Eso es malo? Sí, yo sé a qué tu has venido. Viniste a ver… y David sabe qué hizo? Siguió su camino. No le guardó rencor porque si le guarda rencor, entonces David, dice, oye, le vengo a traer comida y mira con lo que me sale. Me voy a ir y no voy a dejar y me voy.

Pero David no le guardó rencor. David no tomó eso en cuenta porque él estaba enfocado en el propósito de Dios. Él dijo, oye, el hermano hablando y él va y sigue, como que lo ignora. Y va le pregunta, oye, que le vas a dar al que le arranque la cabeza a ese gigante, qué es lo que le vas a dar? David estaba enfocado en el propósito de Dios. David estaba, óyeme que nada ni nadie podía desenfocarlo del propósito para el cual Dios lo había llamado en ese momento.

Y entonces sigue hacia adelante y enfrenta a aquel gigante y le arranca la cabeza. Por eso, no deje que los afanes te desenfoquen del propósito de Dios. No dejes que los afanes te hagan salir de la agenda de Dios. Mantén tu mirada en cuál es el llamado que Dios te ha hecho para que puedas derribar los gigantes que están impidiéndote crecer. Esos gigantes que están impidiendo que tu puedas ver la voluntad de Dios. Esos gigantes que están impidiendo que tu puedas arrebatar las bendiciones que ya Dios determinó para ti.

No puede dejar desenfocar por los afanes de este mundo, porque Dios trae cosas grandes para ti. Dios te va a dar galardones grandes cuando tu le arranques la cabeza a esos gigantes que están tratando de impedir tu vuelo. A esos gigantes que están tratando de impedir que tu puedas crecer en Dios, que puedas desarrollarte. Cuáles son esos gigantes? El trabajo, la universidad, cuál es el gigante que tienes que arrancarle la cabeza para que entonces las bendiciones de Dios puedan llegar a tu vida?

Es momento de que nosotros entendamos cuáles son las cosas, los afanes que nos están desenfocando de buscar el Reino de Dios. Porque hasta que no nos enfoquemos en ese reino, no nos enfoquemos en esa presencia, no nos enfoquemos en esa voluntad de Dios, las cosas no nos podrán salir como nosotros anhelamos.

Sabe, desde que determiné andar en la agenda de Dios y a veces como que uno quiere salirse, porque a veces uno quiere salirse, a veces hay cosas que dicen, oye, pero cualquiera… pero hay que tener cuidado porque entonces lo que tienes lo vas a perder. Mejor es uno mantenerse y decir, Señor, hay veces que le digo, Espíritu Santo, no me sueltes, no me dejes hacer lo que quiero hacer, no me dejes, y se lo pido con ansiedad al Espíritu Santo, no me dejes hacer lo que yo quiero. Porque todo lo daño.

Yo no sé si a usted le ha pasado, pero Dios va muy bien y uno viene y lo daña desde que uno quiere andar en la agenda de uno, uno lo daña. Y le pido al Espíritu Santo, no me lo permitas, no me lo permitas. Y cuando veo que tengo muchas situaciones que quieren agobiarme, inmediatamente veo como un bombillito rojo que me dice, peligro. Y tomo Filipenses 4:6 y me voy suelto todo y me voy en oración. Señor, dime qué es lo que voy a hacer? Porque son tantas que no sé por cuál voy a comenzar. Dime qué es lo que debo hacer?

Y ahí empiezo a pedirle al Espíritu Santo que me diga qué es lo que voy a hacer? Y él va poniendo cada cosa en orden y a medida que voy derramando mi corazón delante de su presencia, voy sintiendo algo tan lindo, voy sintiendo esa paz que dice ahí la palabra, que sobrepasa todo entendimiento. Y ya cuando me paro de ahí, ya yo sé todo lo que tengo que hacer.

Pero ya siento paz, estoy tranquila, ya no estoy afanada, simplemente voy y hago lo que tengo que hacer en el tiempo de Dios no en el tiempo mío. Hay gente que usted la ve con afán de vida y yo vivía con un afán de vida, y no lograba nada. Ahora yo ando en el tiempo de Dios y hay gente que se desespera conmigo. Se desespera porque ellos quieren que yo haga cosas que yo no puedo, porque es que yo aprendí que por más que me afane, no voy a añadir un codo a mi estatura. Entonces, pastora, mire que usted sabe que mire, que hay que hacer… Sí, hay que hacerlo, vamos a orar. Vamos a orar porque no puedo hacer nada. Ya lo que humanamente tenía que hacer lo hizo, ahora nada, orar y que Dios haga lo que tiene que hacer porque no puedo.

Y hay muchas que hoy en día antes se desesperaban pero hoy en día me dicen, ay, pastora, yo quiero ser como usted, así con esa paciencia. Pero cuando tu tratas de andar en la agenda de Dios tu vas a sentir paz, vas a caminar con paz y la vida no te va a maltratar porque los afanes nos maltratan. Amén.

Así que en esta noche he querido traer esta reflexión porque en este tiempo nosotros tenemos que determinar andar como Dios quiere que nosotros andemos. Él es nuestro Padre, nosotros somos sus hijos y tenemos que andar en la voluntad de él, en lo que él ha determinado para mí.

Yo quiero que nos pongamos de pie en esta noche. ¡Aleluya! Bendito el Señor. Yo quiero que en esta noche si hay alguna persona que sabe que ha estado andando en su propia agenda, y que hoy le dice al Señor, Señor, yo te pido perdón por haber caminado conforme a mis deseos, conforme a mis placeres, conforme a mi voluntad, yo quiero que tu me perdones hoy y que tu me enseñes a andar en tu agenda, dentro de tu voluntad, a buscarte a ti primeramente, a buscar tu reino, a buscar tu voluntad perfecta para mi vida, Señor.

Yo quiero que si hay alguna persona que entiende que ha estado así en este tiempo, que pase aquí adelante y le diga al Señor, Señor, yo estoy dispuesta a caminar en tu agenda, yo estoy dispuesto a caminar en tu agenda. Yo estoy dispuesto a buscar tu reino, a buscar tu voluntad perfecta. Dios está buscando gente apasionada por él. Dios está buscando gente que realmente anhele tocar el corazón de Dios, gente que anhele su presencia permanente en su vida, gente que esté dispuesta a dejarlo todo con tal de agradar al Señor, de obedecer al Señor.

Bendito el nombre de Jesús. Dile al Señor lo que tu anhelas en tu corazón porque yo sé que hay anhelos grandes en tu corazón, pero los afanes no te han permitido a ti desarrollar esos anhelos que tu tienes para con Dios. dile al Señor en esta noche, háblale al Señor porque él está aquí, en esta noche Dios está en este lugar. Abre tu corazón. Derrama tu corazón ante su presencia y dile, yo te necesito, yo quiero más de ti, yo quiero más de tu presencia. Yo anhelo caminar en tu voluntad, Señor.

Yo te pido, Señor, que quites todo afán, toda ansiedad, toda preocupación, todo tormento. Abre tu boca y dile al Señor que quite toda ansiedad de tu vida, toda preocupación que hay en tu mente, todo lo que te hace a ti preocuparte, todo lo que te hace deprimirte, toda depresión en esta noche yo la cancelo en el nombre de Jesús.

Yo declaro que todo insomnio ahora es cancelado, todo aquello que no te permitía dormir, hoy el Señor se lo lleva en esta noche y tu vas a dormir placenteramente. Tu vas a dormir en paz porque los afanes se van en esta noche. Todo afán, toda ansiedad se va ahora en el nombre de Jesús. Solo abre tus labios y dile al Espíritu Santo que saque de ti todo aquello que no es de él.

Dile al Espíritu Santo que tu quieres hacer su voluntad. Dile que ya no quieres caminar conforme a tus deseos, que ya no quieres cumplir tus propósitos sino sus propósitos. Cuando tu cumplas sus propósitos él va a cumplir los tuyos. Él tiene cuidado de ti. Dios tiene cuidado de tu vida, lo que has anhelado, todo lo vas a recibir.

Deléitate asimismo en Jehová y él concederá las peticiones de tu corazón. Deléitate en su presencia. Deléitate en él y tu vas a ver todas las bendiciones como van a llegar a tu vida. Te van a sorprender. Bendiciones que has estado esperando te van a sorprender, cuando decidas descansar en el Señor, cuando decidas ponerle tu agenda en las manos al Señor.

Pon tu agenda en las manos del Señor en esta noche porque él está aquí para recibirla y darte una agenda nueva conforme al propósito para el cual él te creó. Bendito el nombre de Jesús. Espíritu Santo de Dios, toca estas vidas ahora, Señor.

Mira el deseo de su corazón de agradarte, Señor, mira el deseo de su corazón de servirte, de rendirse delante de ti, Dios, diciéndote, quiero caminar en tu agenda, Señor. Quiero caminar en tu voluntad perfecta. No quiero caminar en mis deseos, quiero caminar en los tuyos, Dios.

Padre, toca estos corazones ahora. El Espíritu Santo está ahí tocando tu vida. El Espíritu Santo está ahí recibiendo esa palabra que sale de tu corazón. El Espíritu Santo la está recibiendo. Esas lágrimas el Espíritu Santo las recibe ahora y pone en orden tu vida. El Espíritu Santo da sentido a tu vida, de hoy en adelante tu vida tendrá sentido, tendrá razón de ser porque él toma tu vida para guiarla.

Él es tu guiador. Deja que el Espíritu Santo sea quien te guie. Deja que él te tome, deja que él te muestre lo que debes hacer. Gracias, Espíritu Santo. Gracias por lo que haces, Señor. Padre, en el nombre de Jesús yo bendigo cada una de estas vidas, yo declaro tu gloria, tu voluntad sobre ellas, Señor. En el nombre de Jesús establece tu voluntad perfecta.

Yo declaro, Señor, que comienzan a andar conforme a tu agenda, al propósito para el cual tu los creaste, en el nombre de Jesús. Espíritu Santo de Dios, te damos gracias, Señor, en esta noche. Gracias porque tu marcas nuestras vidas, Señor, porque no seremos los mismos, Dios. Gracias. Gracias, Señor, gracias.

Dale gracias a tu Dios en esta noche. Dale gracias a tu creador. Oh, yo declaro una pasión grande en este pueblo. Yo declaro una pasión en tu corazón por su presencia, en el nombre de Jesús.

Gracias, Espíritu Santo de Dios. Gracias, Señor. Sabe, yo declaro que este es un pueblo apasionado por Dios y si están aquí en esta noche es porque son apasionados. Pero Dios aumenta esa pasión en ustedes. El Espíritu Santo enciende una llama poderosa dentro de sus vidas y yo declaro en el nombre de Jesús que tu vida no será la misma en el nombre de Jesús, lo declaramos, lo creemos y si tu lo crees dale un aplauso fuerte a Dios. Dale gracias al Señor. Voy a caminar en tu agenda, Señor. Voy a caminar dentro de tu voluntad, en el nombre de Jesús. Gracias, Señor.

Practica con tu armadura

16 de enero del 2012 - Por Myriam Díaz

Y dijo David a Saúl: “No puedo andar con esto, pues nunca lo practiqué. Entonces David se quitó aquellas cosas..." I Samuel 17:39

“Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo, porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra huestes espirituales de maldad en
las regiones celestes." Efesios 6:11-12

En estas navidades mi esposo quería regalarme un "Kindle" para que yo leyera mis libros. El insistía que era un regalo que yo usaría, que yo necesitaba y que me facilitaría el acceso a toda una librería. El insistía que yo podía tener todos mis libros al alcance de mis manos, él no entendía como yo no quería un "kindle".

El "Kindle" es un instrumento computarizado por medio del cual puedes comprar libros a través de Amazon.com, los precio son más bajo que en las librerías y una vez los compras los tienes todos a tu disposición sin necesidad de Internet o Wi-FI.

Yo tenía ya una costumbre y no quería cambiarla. No había experimentado la conveniencia del "Kindle", aunque sí había visto a otros usarlo y había escuchado a otros hacer comentarios de lo conveniente que era éste aparato. Mi esposo me llevó a la tienda y me lo enseñó, lo tomé en mis manos, pasé mi dedo sobre el “Kindle” y lo desprecié. Lo puse en su lugar y le aseguré a mi esposo que no lo necesitaba.

Llegó el día de la navidad y entre el sonido de papeles rasgados al abrir regalos descubrí el "Kindle". Como todas nosotras haríamos para no hacer sentir mal a la persona que nos regala, lo miré y procedí a abrirlo segura de que nada funcionaría tan perfecto como me lo habían pintado. Luego traté de buscar una palabra en el diccionario con el que llega equipado y se tardó un montón de tiempo y dije: “¿Vez? Te lo dije, es terrible". La terrible era yo. No solo por continuar despreciando un beneficio que no entendía, sino también por expresárselo a quien con tanto amor me lo regalaba. Unos minutos después mi esposo me dijo que podía comprar la Biblia y tenerla en el Kindle y que solo con un toque de mi dedo podía ver el significado de palabras que no entendía. Comencé a tocar el objeto y a familiarizarme con él, a entenderlo y a ver los beneficios. Con otro toque podía revisar las referencias de la Biblia y volver donde estaba antes. Ahora, delicioso es para mis ojos el "Kindle". El día siguiente al entrar a mi casa voceaba: "Kindle ¿dónde estas?" Ahora el Kindle se ha convertido en un "amigo" en algo placentero, en algo bueno, algo útil y la verdad es que no entiendo por que no lo quería, no entiendo por que lo rechazaba.

David rechazó en una época la armadura de Saúl, 1 Samuel 17: 39... Y dijo David a Saúl: “No puedo andar con esto, pues nunca lo practiqué. Entonces David se quitó aquellas cosas..." No las rechazó por que no eran útiles, las rechazó por que no estaba impuesto a usarlas, no podía usarlas, no había practicado, se sentía incomodo. Llego el día en la vida de éste rey en que poco a poco aprendió a usar su propia armadura, la armadura completa de un rey, la usó, la recogió poco a poco mientras batallaba, practicó y la pudo usar con confianza. Ganó batallas contra ejércitos que no hubiese ganado con una honda y cinco piedrecitas. Su fe y su fidelidad a Dios y su ejército compusieron la formula completa para ganar todas las batallas.

Dios nos da la armadura del Espíritu, nos enseña cosas nuevas tales como el mundo espiritual y nosotros despreciamos la armadura por que no sabemos como usarla, hemos visto a otros usarla pero no hemos practicado. Creemos que es para nosotros pero la despreciamos, como yo al "Kindle", como algo terrible que no funciona. Todo por que no sabemos usarla. Efesios 6:11-12 dice: “Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo, porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes."

Mi esposo sonreía al verme usar el "Kindle" una y otra vez, sonreía y bromeaba respecto a mi primera reacción. Así Dios, en su paciencia nos mira, nos compra la armadura y nos la da y cuando la comenzamos a usar se deleita en nuestras conquistas olvidándose del primer desprecio. Por eso y por tanto más amo a mi Dios con todo mi corazón, mi alma y mi mente y viviré enamorada de El por siempre y hasta la eternidad. Gracias mi Dios por mi esposo. Amén.

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