Conscientes de lo inconsciente

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El miércoles pasado, estuvimos hablando del tema todos necesitamos otra oportunidad. Usamos la parábola en que Jesús estaba hablando acerca de la higuera, dueño que plantó una higuera en su viña, después de varios años, iba buscaba frutos y no la conseguía. Y pensó eliminarla, pero el viñador dijo, “No, mira, déjame cavar alrededor de ella una vez más, abonarla y si da fruto, pues muy bien, se queda ahí, si no da fruto, entonces la eliminamos.” Pero el viñador lo que hizo fue interceder por una oportunidad más.

Y yo me quedé pensando en esto, reflexionándolo. Yo me decía, Señor, cómo puedo abundar un poco más en este tema. Y pensando en esa idea de una oportunidad más, no se por qué, pero el Señor me llevó a pensar acerca de cuán conscientes nosotros estamos de lo inconsciente. Y ese es el título que yo le puse al mensaje de hoy, “Conscientes de lo inconsciente.” Yo sé que suena como un trabalenguas, pero por favor, quédense conmigo, manténgase conmigo, voy a tratar de ser lo más claro y directo posible.

A qué me refiero con nosotros estar conscientes de lo inconsciente? Si yo hablo lo consciente, el lado consciente de nosotros son aquellas cosas de las cuales nosotros tenemos control, estamos al tanto de ello. Si yo parpadeo ahora, yo estoy consciente de que estoy parpadeando y lo estoy haciendo a sabiendas. Ese es mi lado consciente. Yo estoy consciente que con mi mano yo estoy haciendo estos gestos, que mis pies se están moviendo de una dirección a otra, que intencionalmente miro algunas personas, porque yo sé que esta palabra les va a ir directo a ellos. Pero inconscientemente yo no sé cómo las personas lo están interpretando el que yo mire a alguien de esa manera.

La parte inconsciente es la parte de la cual yo no tengo control. Yo no puedo hacer nada por ello. O puedo sí hacer que lo haga, es otra cosa, porque es algo como que ya está funcionando ahí. Ahora mismo mientras yo hablo con ustedes, mi cerebro está emitiendo señales nerviosas de las cuales yo no estoy en control, pero lo está haciendo. Mi corazón está mandando sangre alrededor de todo mi cuerpo y lo está haciendo, yo inconsciente de ello, pero lo está haciendo para que entonces mi cuerpo pueda funcionar.

Cuando yo estoy consciente de eso es cuando me detengo y hago un silencio total que hasta puedo sentir el latir de mi corazón. So, es cuando único yo me hago consciente de algo que es inconsciente, pero es inconsciente porque está ahí. Yo no tengo control de ello. Si yo trato de aguantar la respiración, qué es lo que pasa? Que va a pasar con su corazón? Va a empezar a latir bien rápido pero de repente va a ir reduciendo, reduciendo hasta que usted… hay que llamar al 911, o a Nelva que la tenemos aquí, y Nelva se encarga de darle un buen cantazo en pecho para que su corazón vuelva a latir.

Pero eso es lo inconsciente, es todo lo contrario de lo consciente. Aquellas cosas que parece que no tenemos control, sin embargo, están en función a pesar de nuestra consciencia. Yo puedo decir, mis hermanos, que gran parte de nuestro proceder, de nuestra manera de actuar en la vida, sin duda alguna, está determinado por aquellas cosas de las que nosotros estamos al tanto. Me siguen ahí?

Gran parte de nuestro proceder en la vida está determinado porque nosotros estamos conscientes de cómo procedemos. Yo puedo tomar una decisión consciente si hoy voy a saludar a Medrac o no, y yo procedo de acuerdo a eso, porque decido de acuerdo a eso. Válgame la oración que hicimos ahorita. Yo me puedo dar cuenta que tal vez hay alguien que no veo hace tiempo y yo conscientemente puedo tomar la decisión si llamo a esa persona o no.

Pero también gran parte de nuestro proceder en la vida está también determinado por esas partes que son inconscientes, que son aspectos de nuestra vida que están ahí y cuando menos nosotros lo esperamos hay algo que sucede y es como que, rayos, y eso de dónde salió? Y por qué yo dije eso, cuando yo no lo quería decir?

Y esto puede ser bien peligroso cuando somos ignorantes a esa forma de proceder. Cuántas personas, mis hermanos, podrían haberse librado de una relación amorosa un poco dañina, porque pensaron el amor es ciego? Pero yo a eso le añado, sí, el amor será ciego pero no es ignorante y mucho más menos el amor de Dios. Ese sí que no es ignorante para nada, y ciego menos, exacto. Ese amor sí que no es ciego.

Pero piensen en eso mis hermanos, hay veces que uno inconscientemente actúa, procede de acuerdo a sentimientos de los cuales uno no está totalmente consciente, pero que son sentimientos que están ahí, sin importar qué.

Y esos sentimientos están ahí porque nosotros mismos los hemos forjado, los hemos criado, los hemos educado, les hemos dado comida de alguna manera u otra y eso al crecer se forma en algo más habitual. Y cuando tu vienes a ver ya es algo que sucede tan y tan inconsciente que después que pasa lo que pasó, uno se da cuenta como que, oops, y cómo yo llegué ahí? Y por qué yo dije lo que le dije a esta persona, cuando yo lo que quería decir era otra cosa?

Usted, de repente, se encuentra en una discusión y antes de usted llegar a esa discusión que está bien caliente, usted ya había pensado de antemano, me voy a mantener calmado, me voy a mantener calmada, no voy a levantar la voz, porque esto es lo que yo quiero decir, esto es lo que yo quiero alcanzar. Pero de repente, qué pasa? Cuando usted está en el fuego de la conversación, que usted ve que la otra persona se le empieza a trepar encima a caballito y usted como que, en este caballito sí que no. Y entonces uno se agita después y cuando vienes a ver todo lo que tu habías pensado decir, se fue a un lado y reaccionaste en una forma inconsciente a algo que estaba pasando de frente a ti.

Conscientemente tu habías pensado en hacer las cosas en una manera, pero de repente tus emociones tomaron control e inconscientemente actuaste de la manera que no querías actuar.

Cuántas veces estás en un trabajo, o hemos estado en un trabajo y se te presenta la oportunidad de subir en la escalera, como quien dice, y de poder ganar un poquito más, y tu ves tu necesidad y hablas con tu familia y, bueno, mira, sí, se presentó esta oportunidad, puedo empezar a ganar un poco más ahora. Y como que te enamoras de este sueño, de esta visión, y es como que mira todo lo que podemos conseguir si yo logro tener este trabajo. Y te dejas llevar por esas emociones que están ahí, pero de alguna manera u otra inconscientemente están tomando control de tu decisión, que te metes por esa vía, algo que parecía ser prometedor.

Pero dos o tres meses, o seis meses más adelante, oops, te das cuenta de que ese trabajo te ha robado tu tiempo para estar con tu familia, te ha robado tu tiempo para tu estar con Dios, te ha robado tu tiempo hasta para contigo mismo, y te das cuenta entonces que estás viviendo para trabajar en vez de trabajar para vivir.

Inconscientemente te dejaste llevar por esta imagen que se veía muy prometedora, pero no fuiste consciente en saber cómo decidir para ir en la dirección que mejor pareciera, de acuerdo a los propósitos de Dios.

Miren, una de las cosas importantes que yo quiero que nosotros aprendamos, mis hermanos, de esto, – y tengo voy a ir a la Biblia ahora, no es que estoy hablando por hablar, voy a ir a la Biblia – Es que nosotros podamos aprender o tenemos que aprender a estar conscientes, en contacto con aquellas cosas que son inconscientes para nosotros.

Nosotros tenemos que saber que hay una realidad más allá de lo que nuestras acciones conscientes, nuestros cinco sentidos, nos pueden decir, y nosotros tenemos que aprender a estar en contacto con esas otras áreas que no necesariamente las podemos medir con nuestros sentidos, pero que si las ignoramos nuestra vida puede sufrir un poquito más.

Mientras tanto si estamos al tanto de esas cosas, nuestra vida puede ser un poco más llevadera. Porque vamos a estar entonces en sintonía con unas realidades que están ahí, pero en una manera inconsciente y que no necesariamente las podemos ver.

Vamos a la Biblia conmigo. Hay dos historias bíblicas que para mí son bien reveladoras. Una se encuentra en Segunda de Reyes, Capítulo 6, aquí sale la historia de cómo el Rey sirio quería entrar en problemas con el Rey de Israel y lo está buscando y dondequiera que él va a buscarlo, por alguna razón u otra, cuando llega allí no lo encuentra al rey de Israel.

Y la razón por la que no lo encuentra es porque Eliseo, uno de los profetas de Israel, recibe por revelación de parte de Dios de que el rey de los sirios quería venir en contra del rey de Israel, y él le avisa al rey de Israel dejándole saber, mira, sal de aquí porque el rey de los sirios te está buscando. Y pasó en distintas ocasiones hasta que el rey de los sirios, preguntó, ven acá, quién está difumando información de nosotros que el rey de Israel siempre se entera cuándo yo voy a buscarlo, a qué hora y en qué lugar y en qué sitio? Y ahí fue donde le dijeron, no, es que é tiene un profeta de Dios allí y él es el que le está diciendo. Ah, pues, vamos a buscar a ese profeta y vamos a eliminarlo para que no me siga dañando los planes.

Qué fue lo que pasó? Viene el rey de Siria a buscar a Eliseo y de repente el criado, el siervo de Eliseo, cuando se da cuenta lo que está sucediendo, miren cómo dice, verso 15:

“… Y se levantó de mañana y salió el que servía al varón de Dios y he aquí el ejército tenía sitiada la ciudad con gente de a caballo y carros. Entonces, su criado le dijo, “ay, señor mío, y ahora qué vamos a hacer?!”– el chapulín colorado aprendió esto de la Biblia, oh, y ahora quién podrá defenderme? – Eliseo le dijo, “mira, no tengas miedo porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos.” Y oró Eliseo y dijo, “Te ruego oh Jehová, que abras sus ojos para que él vea.” Entonces Jehová abrió los ojos del criado y miró y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo y de carros de fuego alrededor de Eliseo…”

Miren qué revelación más bonita. Este muchacho tenía sus ojos velados por la realidad de lo que él estaba viendo delante de él. Conscientemente él lo que veía era el ejército de los sirios que venía a caerle encima a ellos. Pero inconsciente/conscientemente Eliseo estaba viendo un ejército más grande que estaba más allá de ellos. Y ahí fue donde Eliseo tuvo que interceder para que los ojos de este muchacho pudieran ver lo que Eliseo estaba viendo.

Como quien dice, Dios, hazme un favor, cambia su perspectiva de lo que él está viendo conscientemente y permite que él se pueda conectar con aquellas cosas inconscientes donde tu estás, para que él pueda ver lo que tu estás haciendo y que él pueda estar tranquilo. Esa es la historia número uno.

Segunda historia, vamos a Lucas, Capítulo 24. Esto es otro pasaje favorito mío. Este es el relato del camino a Emaús. Dos de los discípulos de Jesús después que había sucedido todo lo que sucedió con Jesús, su muerte en la cruz, y ahora estaba supuestamente en la tumba, después del tercer día, ya Jesús había resucitado, pero estos dos discípulos todavía se estaban lamentando de lo que estaba sucediendo. Qué es lo que dice el relato, verso 15:

“…Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó y caminaba con ellos. – miren aquí donde está la conspiración del cielo, por así decirlo. – …Más los ojos de ellos estaban velados para que no le conociesen…”

O sea, aquí yo veo una conspiración de Dios, o del mismo Jesús, algo hizo Jesús que le veló los ojos a estos dos muchachos para que no lo pudieran identificar. So, ya eso me da a entender que Jesús intencionalmente ya tenía un plan, un propósito detrás de esto, que le quería enseñar a estos dos muchachos. Sigue el relato y Jesús como que se hace el tonto, como que él no sabe lo que había pasado y ellos le dicen, “Oye, eres tu el único forastero en Jerusalén que no sabe las cosas que han sucedido en ella y que han acontecido en estos días?” “Ah, de qué cosas ustedes hablan? Cuéntenme, yo quiero saber el chisme.” So, ahí algo le dio a Jesús de bochinchero también. No, perdóname Dios.

El asunto es que ellos le empiezan a hablar y le empiezan a hablar de acuerdo a lo que ellos entendían que Jesús iba a hacer. Ellos estaban hablando de acuerdo a lo que ellos conscientemente pudieron entender de lo que Jesús iba a hacer en la tierra. Miren cómo dice el verso 21:

“…Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel…”

Esa frase lo que significa es que ellos pensaban que él iba a liberar a Israel del pueblo de los romanos, o del poder de los romanos y que él se iba a hacer cargo de gobernar a todo Israel, que él iba a ser, como quien dice, el linaje de David, que él iba a ser el próximo rey de Israel para que entonces ellos fueran librados del dominio de los romanos.

Pero conscientemente ellos estaban viendo a Jesús en una forma incorrecta. Qué fue lo que pasó? Jesús les tuvo que corregir a ellos. Él les habla de todo el relato bíblico desde Moisés hasta el tiempo de él y él lo que hizo fue ir revelándole los propósitos que Dios tenía detrás de su muerte. Llega un momento en el relato donde ya llegaron a un punto en el camino donde Jesús iba a seguir en otra dirección, y ellos iban a ir en la suya y como ya era tan tarde, le dicen a Jesús, “Ah, ven quédate con nosotros.” “Okay, yo me quedo con ustedes.” Miren que interesante, verso 30 dice:

“…Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo y partió y les dio…”

Ese símbolo de Jesús tomar el pan, bendecirlo, partirlo y entregárselo a ellos, fue el símbolo que le quitó el velo de sus ojos y ellos pudieron ver que era Jesús el que estaba con ellos. Ahora yo hago esta pregunta. Cuál es el propósito de esto? Cuál es la idea detrás de que hay cosas que para nosotros son escondidas de nuestros ojos por un tiempo para que después nuestros ojos sean desvelados y nosotros poder conocer lo que verdaderamente estaba ahí todo el tiempo. Me siguen con mi pregunta?

Yo puedo decir, mis hermanos, yo me identifico con ustedes, muchas veces nosotros en nuestra vida tomamos decisiones donde sabemos a medias, es como que estamos viendo con un solo ojo. Y nosotros oramos, no, Señor, yo quiero ver las cosas tal y como tu quieres. Yo quiero estar en tu voluntad, Señor. Yo quiero andar en tus propósitos. Yo necesito que tu me hables, que tu me des con lujos de detalles, cuál es el plan que tengo por delante.

Pero miren, mis hermanos, no todo el tiempo Dios funciona así. Hay veces que Dios, como en este caso de Jesús, él anda contigo por un tiempo y permite que tus ojos vean solamente algo limitado. Los discípulos sabían que estaban caminando con una tercera persona, había alguien que estaba caminando con ellos, pero ellos no lo podían ver quién era verdaderamente él.

Igualmente Dios con nosotros, muchas veces hace las cosas igual. No me pregunte por qué? Pregúntaselo a él, a mí no. Pero muchas veces Dios permite que nosotros tomemos decisiones, que nosotros hagamos cosas que pensamos que estamos caminando bien, pero estamos viendo a medias. Y más adelante llega el momento donde Jesús dice, okay, déjame quitarte la venda de los ojos para que tu puedas ver bien lo que estás haciendo, o por dónde vas y que no te vayas a caer.

Eso fue lo que Jesús hizo con sus discípulos. Sus discípulos tenían una perspectiva totalmente errónea de quién era Jesús y qué era lo que él iba a hacer. Por lo tanto, Jesús les tuvo que dejar saber a ellos, “no, no, muchachos, yo no vine aquí a deshacerme de Roma y yo ser el rey sobre ustedes. Yo no estoy hablando de un gobierno terrenal, yo estoy hablando de un gobierno celestial que es mucho mayor que cualquier gobierno de este mundo. Eso fue lo que yo vine a establecer. Yo los estoy haciendo a ustedes embajadores de ese reino que está por encima de cualquier otra cosa.”

En el relato de Eliseo también es lo mismo. Eliseo tuvo que interceder a Dios para que su criado pudiera ver lo que Dios estaba verdaderamente haciendo detrás de esas cosas que este muchacho tenía de frente a sus ojos. Y aunque no se lo impidió, el muchacho se sintió amenazado en un momento, ver todo este ejército que vienen a capturarlos a ellos, quién sabe si a matarlos también. Uno se va sentir intimidado por la situación, pero ante tal intimidación Dios está haciendo algo más allá. Y nosotros tenemos que vivir nuestra vida creyendo que así es.

Usted en la situación de vida en la que usted se encuentre, Tal vez usted está de frente a una situación ahora que puede ser bien amenazante, algo amedrentadora también, y uno como que, y ahora qué hago? Y ahora, quién podrá defenderme? Y hace falta que Dios quite esas vendas de nuestros ojos para que entonces nosotros podamos ver antes de que la amenaza te caiga encima y ahí Dios te libra de cualquier cosa.

Pero miren lo que pasó. Qué pasó en el relato de Segunda de Reyes, Capítulo 6? A mí me gustó esta parte de esta historia, me fascinó. Hace tiempo que yo no la leía y cuando la leí hoy fue como que, esto es revelador. Y lo quiero decir, así que me regalan cinco minutos más. Miren lo que pasó.

Cuando el criado de Eliseo vio el ejército de ángeles que había alrededor de ellos, qué fue lo que pasó? Eliseo oró pidiendo entonces que los ojos de los sirios fueran cegados, cuando llegaran a ellos.

“…Y luego que los sirios descendieron a él, oró Eliseo a Jehová y dijo, “Te ruego que hieras con ceguera a esta gente”, y los hirió con ceguera conforme a la petición de Eliseo. Después les dijo Eliseo…”

Imagínense esto, tu tienes al rey de los sirios con todo su ejército de frente a ti, buscando a Eliseo y tu eres Eliseo, pero ellos no saben que tu eres Eliseo. Porque eso fue lo que pasó en el relato. Es idéntico a la situación de Jesús con los dos discípulos que iban de camino a Emaús. Ellos iban hablando de Jesús pero no sabían que el que estaba ahí era Jesús. So, los sirios venían buscando a Eliseo, pero no sabían que el que estaba de frente era Eliseo, porque sus ojos fueron cegados.

Y Eliseo les dice, yo no sé cuántos de ustedes vieron la película de Star Wars, un poder que tenían los jedi y que era como hacer que la persona hiciera o dijera como ellos decían. Nosotros no somos los que ustedes buscan, no, no nosotros no somos los que ustedes buscan. Pueden seguir su camino. Sí, vamos a seguir nuestro camino. Y se iban. Cierro la ilustración, para que vean la película. Está en el cine ahora por si acaso.

Eliseo les dice, “muchachos, este no es el camino.” Y el rey de los sirios como un ciego, este no es el camino. Ni es esta la ciudad. Seguidme y yo los guiaré al hombre que ustedes buscan. Y los guió a Samaria donde estaba el rey de Israel. Y cuando llegaron, dijo Eliseo, “Jehová, ahora sí ábrele los ojos para que ellos vean en el problema donde están metidos.” Cuando se dan cuenta, rayos, este hombre nos metió en la boca del lobo.

“…Cuando el rey de Israel los hubo visto, verso 21, le dijo a Eliseo, “Ahora sí los puedo matar, ¿verdad?” y qué les dijo Eliseo, “No los mates, matarás tu a los que tomaste cautivos con tu espada y con tu barco? Pon delante de ellos pan y agua para que coman y beban y vuelvan a sus señores”…”

Miren esto que interesante. Esto para mí fue súper revelador. Hablando de otras oportunidades, de nuevas oportunidades. Cuando Dios te da una nueva oportunidad, cuando Dios quita el velo de tus ojos y te revela algo nuevo, que vas a hacer con ello. Le vas a cortar la cabeza a todo el que tienes de frente de ti? O vas a servir? Vas a dar amor, vas a dar una oportunidad de la oportunidad que se te ha dado a ti.

Lo mismo pasó con Jesús. Cuando Jesús le dio esa nueva oportunidad a los discípulos, qué pasó con ellos? Ellos no se quedaron lamentándose de que me mataron a Jesús, no tengo mi líder, no tengo mi jefe o mi mentor espiritual. No, ellos dijeron, qué hicieron? Volvieron a sus discípulos y les dijeron, mira, lo hemos visto, sí, podemos confirmar lo que Marta y María habían dicho. Y ellos ahora porque vieron eso se convirtieron en unos embajadores mucho más fuertes del mensaje de Jesús y ese reino celestial que quería establecer aquí en la tierra. Por ende, estamos nosotros aquí ahora. Porque hubo gente hace miles de años atrás que la venda de sus ojos fue quitada, que ellos fueron conscientes de lo inconsciente, ellos estuvieron en contacto con aquellas cosas que sus ojos no podían ver y porque supieron cómo entrar en conexión con eso, se hicieron personas mucho más efectivas en su forma de vivir y en su forma de poder llevar a cabo su ministerio.

De igual manera, mis hermanos, todos nosotros incluyéndome a mí, empezando por mí, nosotros necesitamos estar conscientes de aquellas cosas que son inconscientes. Yo sé como eso se aplica a mi vida, cómo se aplica a su vida, nadie mejor lo va a saber que usted. Pero cada uno de nosotros, mis hermanos, tenemos que abrirnos a la realidad de qué es lo que Dios me está tratando de dar a conocer a mí detrás de x, y, z, situación que tu estás viviendo ahora mismo.

Estás en un conflicto con una persona o con un grupo de personas? Inconscientemente tu reacción es cortarle la cabeza a todo el mundo. Conéctate con ese lado de lo que Dios quiere que tu hagas, a ver si tu respuesta va a ser diferente. Estás apurado por llegar a la iglesia? Tu cónyuge está en el trabajo? Conéctate con ese lado que está más allá para saber entonces cómo poder responder a una situación como esa.

Porque tu no sabes lo que Dios está haciendo del otro lado también. Si fuera por nuestro propio capricho, nosotros estaríamos cercados en nuestro propio mundo, lo que veo de frente. Ah, ahí viene ese ejército a hacerme la vida imposible. Ah, me quitaron a Jesús. Pero si nos hacemos conscientes de esta otra realidad que nos rodea, que es tangible, si nos hacemos conscientes de esto, y vivimos en línea con lo que eso requiere de nuestras vidas también.

Miren, mis hermanos, yo me atrevo a decir que nuestras vidas serían totalmente distintas. Ahora, no estoy diciendo que se ponga esquizofrénico y empiece a decir, “Ah, pastor Omar, estoy oyendo voces por la noche.” No, porque si viene con eso, entonces yo sé a dónde lo voy a mandar conscientemente, sé a dónde lo voy a mandar. Tenemos muy buenos contactos para eso y están bien cerquita de aquí.

Pero sí, mis hermanos, yo creo que nosotros tenemos que aprender a pedirle a Dios, “Dios, mira, si estoy en medio de una situación y no estoy viendo bien las cosas, quítame de mis ojos lo que impide el que yo pueda ver las cosas de la forma que tu quieres que yo las vea.” Y cuando tu hagas eso la revelación que tu me des, Señor, enséñame para saber vivir de acuerdo a esas cosas que tu me has revelado de lo desconocido y me has hecho a mí conocerlo en mi mente tan pequeña, ayúdame, entonces a yo alinear mi vida a esa nueva revelación que tu me has dado.

Ahí es donde yo veo esa nueva oportunidad. Eres tu de esas personas que se la pasa reconciliándose con Dios cada tres meses porque sigues cayendo en la misma cosa, en la misma cosa. Mira, pídele a Dios que te abra bien tus ojos para que tengas una nueva oportunidad y que no vuelvas a caer en el mismo hoyo, sino que tu puedas caminar en una dirección más firme y constante hacia lo que Dios quiere para ti.

Tenemos que hacernos conscientes de aquellas cosas que son inconscientes. Tenemos que estar al tanto, alerta, mis hermanos, de lo que Dios está haciendo en medio de nosotros. O sea, no es tan solo, amén, pero no es tan solo, mis hermanos, estar alerta de eso, sino es también que nuestras acciones se alineen con esa nueva realidad.

Ahí es donde verdaderamente vamos a descubrir la validez del poder estar en contacto con esas cosas. Así que, mis hermanos, yo creo que cada día es una nueva oportunidad para nosotros podernos hacer conscientes de lo que Dios está haciendo. Y yo me curo en salud diciendo esto, no es que lo vayamos a conocer todo a la perfección, pero sí yo creo que Dios va dando su revelación poco a poco.

El mismo Jesús le dijo a sus discípulos, en el libro de Juan, Capítulo 16, le dice, “…aún tengo muchas cosas que decirles pero por ahora no las pueden sobrellevar…”

Para mí, ese verso es clave en mi vida, porque mi lado consciente me dice, no, tu tienes que saberlo todo. Pero en mi lado inconsciente el Señor me dice, tu no puedes sobrellevar todas las cosas que yo te quiero dejar saber. Pero el espíritu de verdad, él que conoce lo que hay en mi corazón te va a dejar saber lo que tu necesitas saber en tu corazón cuando sea el tiempo oportuno.

Mientras tanto, sigue caminando, sigue estando alerta de lo que yo te voy a dejar saber, porque tu nunca sabes cómo, cuándo y dónde va a llegar esa revelación que Dios quiere traer a tu vida. Amén.

Vamos a ponernos de pie, mis hermanos, y vamos a orar. Padre, tu sabes que siempre mi deseo al yo predicar estos mensajes, que pueden ser un poco difíciles de seguir, mi deseo, Señor, es que mis hermanos y hermanas puedan abrirse, Dios, aún más a las cosas que tu tienes para cada uno de nosotros.

Y no necesariamente estar viviendo la vida de acuerdo a nuestros propios caprichos o nuestras propias perspectivas, o percepciones de la vida, sino que aprendamos a considerar aún más las percepciones que tu tienes para con nosotros en la vida, Señor. Padre, mira, tu palabra está llena de una riqueza de verdades que nosotros todavía tenemos por aprender.

Como bien dice Pablo, en parte conocemos, Señor, nuestros ojos todavía están velados y creemos que llegará el momento en el cual tu quitarás ese velo y te podremos ver tal y como tu eres y te conoceremos como tu nos conoces a nosotros.

Pero en este entretiempo, Señor, aquí en la vida donde nosotros estamos, tan solo yo te pido, Señor, que nos ayudes a estar conscientes de esas cosas que nosotros no podemos medir con nuestros 5 sentidos, que solamente lo podemos medir con la dirección de tu Espíritu Santo en medio de nuestras vidas. Hay una nube de ángeles que tu pones alrededor de nosotros y muchas veces en la vida tu caminas, estás con nosotros, en medio de situaciones difíciles y nosotros no podemos distinguir que tu estás ahí, pero tu estás, y lo creemos así por fe.

Pero yo te pido, Señor, que en la medida en que tu entiendas cómo, que tu quites ese velo de nuestros ojos para nosotros poderte ver en medio de nuestras vidas, en medio de las circunstancias que nosotros crucemos, Señor, en las cosas en las que nos vayamos a enfrentar en el futuro, Señor, abre nuestros ojos, abre nuestros oídos, mi Dios, abre nuestro espíritu para poder estar en total sintonía contigo y saber cómo aprovechar esas nuevas oportunidades que tu nos das para hacer una diferencia, Señor, y una diferencia para bien, una diferencia para glorificar tu nombre en todo momento.

Padre, yo dejo a mis hermanos y hermanas en tus manos. Y te ruego que por favor estas palabras que hemos compartido en esta noche, Señor, sigan haciendo eco en nuestras vidas y que tu las uses para darnos dirección en todas las cosas que nosotros podamos estar haciendo ahora mismo o que vayamos a hacer en un futuro. Bendecimos tu nombre y ahora llévanos a nuestras casas con bien, con tu protección, Señor, y que mañana si así tu lo permites podamos echarle mano a lo que el día de mañana traiga y hacer lo mejor para ti, por tu hijo Jesús oramos y te damos las gracias. Amén, Señor, amén. Dios me los bendiga, mis hermanos, adelante en el Señor.