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Sobre alas de águila

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¿Cuántos de ustedes conocen esa parte en la Biblia, en Isaías 40, que habla acerca de montarnos en alas de águilas? ¿Cuántos ustedes han leído todo es capítulo 40 de Isaías y me pueden decir lo que está allí, antes de esa parte que habla de águilas?

¿Alguien sabe todo lo que dice antes? Porque saben qué, es una cosa pensar en poder volar, y es otra cosa pensar en cómo volar. Han escuchado esa canción que dice, “yo puedo volar, yo creo que puedo tocar el cielo…” ¿Saben qué? ¿Qué es lo que pasa con una persona que cree que puede volar?

¿Verdaderamente puede volar esa persona? ¿Puede tocar el cielo? No, claro que no. Es una canción muy bonita, pero no es real. Es en Cristo Jesús, hay ciertas promesas, y la imagen que se usa es esa imagen de poder volar. Y no es algo así como pensar en el aire, hay algo que está intencionado. No es cuento de hadas.

Por favor, no queremos que alguien salga a brincar del techo. Pero sí que hay mucha preparación que se toma antes para saber cómo volar en una forma imaginativa, como esas aves, de águilas. Es tal vez pensando como un paracaídas, pero eso no es lo mismo. Tal vez son esa imagen de alas que Dios nos presenta a nosotros. Pero esto es las cosas que vamos a reflexionar hoy.

Isaías, 40, verso 1, y ustedes pueden seguir leyendo en español. Versos del 1 al 3 vamos a estar leyendo. Isaías 40, verso del 1 al 3.

Padre, en el nombre de Jesús, pedimos tu presencia en este momento. Gracias porque así como la nieve cae en una forma tan suave, tu espíritu también ha estado reposando entre nosotros en una forma dulce y bella. No queremos irnos de este refugio, así como está soplando el viento afuera y aquí nos sentimos tan seguros.

Tú has sido un refugio para tu pueblo, y tú prometes que en este nuevo año, para ser ese viento debajo de nuestras alas. Oro por nueva esperanza y fuerza en el día de hoy. Que tú nos hables, y que tú palabra caiga en buen terreno. En el nombre de Jesús. Amen. Isaías 40, comienza diciendo, "consolaos, consolaos, pueblo mío”.

Cuando pienso en algo cómodo, yo pienso estar dentro de una casa, estar dentro frente a una chimenea bien cómodo sentado. Algunos de ustedes todavía por allí, tienen su jacket y sus sombreros puestos. Pero están aquí en la casa del Señor. Están aquí cerca del fuego del Espíritu Santo.

Consolaos para el pueblo de Dios. Este capítulo se escribió a un grupo de personas en exilio. El pueblo de Israel por muchas generaciones estuvieron cometiendo un pecado de idolatría. Edificaban ídolos y sacrificaban cosas delante de esos ídolos. Ofrecían sus propios hijos en el fuego delante de esos ídolos. El pueblo de Israel llegó a convertirse en una nación pagana.

Y profetas como Isaías, y otros, vinieron y les hablaron diciéndoles que si no se arrepentían iban a recibir el juicio de Dios. Página tras página de advertencias al pueblo. Dios diciéndoles, “no jueguen conmigo. Están jugando con fuego.” Y el tiempo llegó. Donde Dios permitió que naciones grandes y poderosas que conquistaran a Israel. Quemaron el templo, destruyeron las paredes, las murallas, y los sobrevivientes fueron llevados encadenados como esclavos al exilio. El pueblo de Israel llegó bajo el juicio de Dios. Por 70 años ellos vivieron en naciones donde ellos no escogieron vivir.

Y después de eso, Dios prometió traerlos una vez más. Ahora, el asunto con los profetas es que ellos están viendo visiones de parte de Dios. Están viendo lo que está por venir. Pero, no necesariamente está en una orden secuencia o cronológico. ¿Alguna vez usted ha visto como una cordillera de montañas en el horizonte? Usted puede estar viendo montañas que son más pequeñas que otras, desde su punto de vista. Y tal vez no tiene idea de qué montaña está cerca y cuál está a cientos de millas lejos de usted. Solamente pierde la perspectiva porque lo está viendo en el horizonte.

Y eso es lo que los profetas podían ver. En un capítulo ellos estaban profetizando de algo que tal vez pasaría mañana, y en la próxima oración, en ese mismo capítulo tal vez estaban hablando de la venida de Jesús.

Después de eso hablaban del exilio cuando iban a ser tomados como esclavos. Y luego tal vez hablaban de cuando ellos iban a regresar una vez más. Así que esto es una sección donde Isaías les está hablando de lo que va a suceder después de su castigo. Que ellos iban a regresar a sus hogares. Como en el Éxodo, ellos volvieron una vez más a Israel, y que iba a haber otro Éxodo cuando iban llegar una vez más a su gente.

Y luego, Juan el Bautista, una vez más tomó esas palabras diciendo, “voz del que clama en el desierto, preparad camino para Jehová, porque ahora vamos a estar libres de la esclavitud bajo el yugo de satanás y entraremos a la gloria del tiempo de Jesús.” Así que este capítulo tiene que ver con consuelo. Es esperanza. Significa que ese exilio del cual están viviendo, no va a durar por siempre.

¿Cuántos de ustedes saben que cuando estaban en un desierto parece que nunca termina? Usted siente que nunca va a tener otro vaso de agua, que nunca va a tener otra playa a la cual ir y nadar. O si les cambio la imagen, parece que va a seguir nevando y nevando y que el sol no va a volver a salir.

Pero Dios está diciendo algo, Él está diciendo, ese sol va a volver a salir, va a haber nuevas flores, va a ver una nueva vida para ti. Este exilio tan largo, va a llegar a una culminación. Nosotros sufrimos de distintos exilios o castigos o desiertos en nuestra vida.

Algunas veces sufrimos como el pueblo de Israel porque lo buscamos. Nos lo buscamos nosotros. ¿Alguna vez ustedes han tenido – se han metido en un gran problema y que usted tuvo que decir, sabes qué, yo ya no tengo a más nadie que culpar en esto, yo me metí en eso? Y hay temporadas de decisiones constantes y de las consecuencias con las cuales hay que lidiar.

Siempre, todos nosotros, algunos de nosotros, hemos estado en eso. El pueblo de Israel estuvo allí por 70 años. Y por eso es que Dios dice, tu pecado ha sido perdonado, tu tiempo de exilio ha sido completado.

¿Sabes qué? Dios no va a castigarte por siempre. Hay tiempos donde Dios toma esas malas decisiones que tú hiciste y las torna para el bien tuyo. Dios muchas veces hasta usó el exilio para bien en el pueblo de Israel.

¿Algunos de ustedes han escuchado de la reina Ester? ¿Se recuerdan de esa bella reina que salvó el…? Una tremenda lección de escuela dominical. Esa historia nunca hubiese pasado si no fuese sido por el Exilio. ¿Han escuchado de Daniel que llegó a ser un gran líder en esa gran nación pagana de Babilonia? ¿Saben cómo llegó a Babilonia en primer lugar? Él no quería llegar allí, él nació en exilio. Si no hubiese exilio no iba a haber un Daniel.

Dios toma nuestro pecado y esas consecuencias negativas de esas decisiones y saca bellezas de ello. Claro está, Ester y Daniel estaban viviendo en exilio pero ellos no hicieron nada para merecer eso. ¿Qué hicieron ellos? Nada, ellos nacieron allí. Pero sus abuelos eran chicos y chicas traviesos. Y por eso fue que ellos nacieron en Babilonia en vez de nacer en un hogar perfecto en Israel.

Puede ser que para muchos de nosotros, nuestro tiempo en exilio no haya sido por decisiones que hemos tomado, sino por las decisiones que otros tomaron que nos afectaron a nosotros. Nuestros abuelos o tatarabuelos hicieron unas decisiones fatales y nosotros estamos todavía limpiando los platos rotos. Estamos limpiando todavía las consecuencias de ello.

Ahora que Dios los bendiga, no es que estamos echando nuestras culpas sobre otros. Pero es que estamos reconociendo que muchos de nosotros somos pioneros. Estamos rompiendo generaciones de castigo por las decisiones que otros tomaron. Y como Daniel y Ester, estamos abriendo una nueva cadena de bendición para esas nuevas generaciones. Consuelo - “consolaos mi pueblo, mío”. Tu tiempo de desierto vendrá a su final.

¿Sabes qué? Hay veces que tú puedes estar cruzando por el desierto y no hay ninguna razón obvia de por qué. Como Jesús dijo, sus discípulos le preguntaron, “¿Por qué este hombre está ciego? ¿Pecaron sus padres o pecó él?" Y Jesús dijo, "ninguno de ellos." Jesús dijo, “por alguna razón misteriosa él es así pero esto es para que la gloria de Dios se manifieste.”

En el tiempo de Génesis, José tuvo que pasar tiempo como esclavo en un pozo y… la cárcel, okay. No hizo nada malo pero Dios tenía un propósito con eso. Job fue otro, que fue por sufrimiento tras sufrimiento. No hizo nada malo, Dios tenía un plan misterioso para él. Pero la buena noticia es que esto no dura por siempre. Dios tiene un propósito. Él tiene un propósito y llegará su tiempo en que se cumplirá.

Ahora, nosotros tenemos un papel que jugar en ese proceso de Dios liberarnos a través de todo eso. Dice que tenemos que preparar un camino para Jehová. Enderezar los caminos, tenemos que tomar montañas y hacerlas planas. Tenemos que levantar valles y hacer suave ese terreno que es árido.

¿Sabe? Esto es una imagen bien literal, porque para muchos israelitas, el salir de exilio y de Babilonia y llegar a su tierra prometida, tenía que pasar por muchos terrenos bien duros y difíciles.

¿Alguna vez ha estado en una de esas guaguas bien apretadas en una calle del campo de Guatemala? Usted está tan apretado con otras personas que le impiden que se mueva. Curvas y usted está tomando su vida en cada momento. Dios tenía que hacer un camino directo.

Ahora, yo nunca he hecho esto, pero me imagino que para tumbar una montaña hay que usar varios pedazos de dinamita y para levantar un valle, hay que usar muchas palancas y palas para llenarlo. Hermanos, ¿cuánto tiempo se tarda cumplir el discipulado? ¿Alguien lo ha hecho todo? ¿Cuánto les tomo? Dos años y medio. ¿Qué estamos haciendo nosotros aquí?

Mis hermanos, para lidiar con los valles y las montañas en su vida, requiere tiempo y requiere esfuerzo. Preparar el camino para el Señor. Verso 5 dice, “y se manifestará la gloria de Jehová.” León de Judá, ¿quieren ustedes ver la gloria de Dios revelada?

Ni tan siquiera nosotros hemos logrado entrar en lo que Dios le ha prometido al Pastor Miranda - todavía ni hemos empezado. Dios ha hecho grandes promesas y todavía no hemos experimentado ni pizca de ello. Pero, si queremos ver esa gloria de Dios revelada, hay muchas montañas que se tienen que explotar. Hay valles que se tienen que rellenar, porque no va a suceder así porque así. Dios está buscando una avenida totalmente derecha. Esa avenida de santidad que viene con el terreno.

Y pueden llegar a la parte del águila ya mismo. Pero parte de esto requiere tener una visión de nosotros mismos, en el verso 6. Dice -una voz que decía-, "da voces." Y yo respondí, "qué tengo que decir a voces." "Que toda carne es hierba y su gloria como la flor del campo. La hierba se seca y la flor se marchita porque el viento de Jehová sopló en ella." Ciertamente, como yerba es el pueblo. Secase la yerba y marchitase la flor, mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.

Ahora, yo les pregunto, ¿qué tipo de consuelo trae a nosotros el mero hecho de saber que nosotros somos como yerba que se seca y flor que se marchita? Díganme, ¿cómo eso nos ayuda a nosotros. Ya vamos a llegar.

Vamos al verso 15, ahora. No tan solamente Dios está hablando de ti, sino también de naciones. Imagínense, millones de ustedes. El verso 15, dice, “he aquí que las naciones son como la gota de agua que cae en el cubo.” Y como menudo polvo en las balanzas le son estimadas. ¿Cuán grande es una gota en un cubo de agua? ¿Cuánto pesa un grano de polvo? Así de importante es una nación delante de Dios. Está hablando que somos como yerba, como una flor, como polvo. Eso es lo que nos está comparando.

¿Y puedes creer que tú viniste a través de esta nieve para escuchar este mensaje? Dios está diciendo que nosotros somos nada. ¿Cómo eso nos ayuda a nosotros? Sabes lo que dice más adelante el pasaje, que sus reyes en sus tronos, si Dios accidentalmente estornuda, estos reyes salen de sus tronos. Y, cómo nos ayuda el saber cuán indignos somos nosotros. Porque no tengo que tomarme en una forma tan seria.

Verso 9. “Súbete sobre un monte alto, anuncia. Levanta fuertemente tu voz anunciadora a Jerusalén. No temas, di a las ciudades de Judá, ven aquí está vuestro Dios. He aquí Jehová, el Señor vendrá con poder. Y su brazo señoreará. He aquí que su recompensa viene con él. Y su paga delante de su rostro. Como pastor apacentará su rebaño y en su brazo llevará a los corderos, y en su seno los llevará. Pastoreará suavemente a las recién paridas. Hasta que no sepamos cuán pequeños somos, no podemos dejar que Dios nos cargue. Preferimos caminar por nuestra cuenta

Es bello y es precioso, pero el comienzo para esto es reconocer cuán pequeño yo soy. Antes de ser un águila, tengo que saber que soy un pichón. Pero no termina así.

Verso 12, dice, “el comienzo de la sabiduría.” Bueno, Gregg solía tener un profesor en la universidad que tenía esta conversación, “Wow! Si Dios es tan grande, porqué prestar atención a Él. Tú eres un Dios, yo soy un Dios, también.” Y mi pastor, nunca lo olvido. Fue Dave Hill. Mi pastor, pues le dijo precisamente eso... Dave Hill lo miró a los ojos, "mira tú no eres Dios." Número 1, Dios es mucho más sabio de lo que tú eres.

Verso 12. “¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano y los cielos con su palmo? ¿Que con tres dedos juntó el polvo de la tierra y pesó los montes en la balanza y con pesa los collados? ¿Quién enseñó el espíritu de Jehová o le aconsejó enseñándoles? ¿A quién Dios pidió consejo para ser avisado? ¿Quién le enseñó la ciencia o le mostró la senda de la prudencia? Fue llena de blanco, ¿usted fue? ¿Usted fue quien le enseñó?

Le voy a decir una historia. Yo estoy en la luz de… Saben que las luces están allí, hay una flecha para virar a mano izquierda. Voy allí con mi hijo de 2 años y medio en la parte de atrás. Y la luz de la flecha roja y la luz cambia verde a lado mío y los carros comienzan a pasar. ¿Saben lo que Noah dijo? Papi guía, guía - guía. Yo miro... yo le digo, "Noah, mira, esas luces están verdes. Pero yo tengo la flecha roja." Y yo me miro, y digo, yo no tengo que explicarme. “No te preocupes, papá sabe cómo guiar. Y obviamente mientras estoy haciendo esto, la luz cambia a verde y me empiezan a tocar bocinas. Él podría jurar que sabía mejor que yo. Y, ¿saben qué? Nosotros hacemos esto con Dios en cada momento. Y le decimos, “guía papi, guía.”

¿Qué fue lo que hizo Pedro cuando Jesús les dijo, mira tira tus redes al otro lado del bote? Y yo puedo empezar a escuchar esta condescencia en Pedro. Yo puedo escuchar a Pedro diciendo, “¿sabes Jesús… sabes qué? Tú no has estado pescando tanto como yo. Nosotros hemos estado toda la noche…” Y me imagino a Jesús mirando… “yo hice este lago, yo hice esos peces así que deja de estarme diciendo bobadas. Yo lo hice así que tira la red.”

Por eso es que Pedro, después que hace todo esto, tira las redes, recoge los peces, viene donde Jesús y dice, “Jesús, aléjate de mí porque soy pecador.” “Yo pensé que sabía más que tú, pero me equivoqué.”

Piensa en el escenario más precioso de un océano que tú has imaginado. Algo espectacular y tú puedes ver a lo lejos… imagínense en el lago Atitlán con el sol alumbrando… imagínense los paisajes en sus países que son bellos y siguen y siguen. Dios dice, “yo hice cada una de esas cosas. Yo sé lo que estoy haciendo.” Dio es más sabio de lo que yo puedo ser.

Tal vez no entenderé lo que estará sucediendo, pero mi papá sabe cómo guiar.

Número 2. Aquí hay otra joya de sabiduría de mis años de universidad. ¿Alguno de ustedes han ido al Gran Cañón de Colorado? Dios es más grande que el Gran Cañón. Dios es más sabio que tú y es más grande que tú. Esto no es una ciencia, hermanos.

El verso 21, en el capítulo 40 dice, “¿No sabes, no habéis oído, nunca se los han dicho desde el principio? ¿No habéis sido enseñando de la tierra que la tierra la fundó él? ¿Sabe? Cuando estuve en Argentina hay una frase que dicen los argentinos… “¿viste? ¿Viste?” Que usualmente me hacían sentir un poco… menso. Nuevamente diciéndome eso, “¿Viste? ¿Viste? ¿No lo entiendes? Capisci.” Hay veces que pensamos que somos más sabios y grandes que Dios y queremos tomar el control, pero Dios sabe más.

En el verso 22 dice, “Él está sentado sobre el círculo de la tierra cuyos moradores son como langostas. Él extiende los cielos como una cortina. Los despliega como una tienda para morar.” ¿Alguna vez usted ha estado en una de esas noches, llenas de estrellas que usted puede ver a lo lejos? Como Abraham que dijo, “mira ese cielo lleno de estrellas.” “Ese es mi palacio, Yo soy más grande que todo eso.” Él sigue adelante y lee, “¿a quién me van a comparar?” Cantamos hace unos minutos atrás, “¿quién como Jehová?” No hay nadie como el Señor.

¿Por qué dices, Oh, Jacob, y dices Israel, mi camino escondido de Jehová y mi Dios pasó mi juicio? Durante esos largos desiertos comenzamos a preguntar si Dios nos está prestando atención.”

Hay un hermano aquí en la iglesia, que conocemos, él está viviendo aquí y ha estado esperando para traer a su familia de su país de origen por un año y medio ya. Cada día es como una eternidad para él, parece que va a seguir por siempre, es una espera bien larga y una jornada bien larga y si yo fuera él sería bien fácil quejarme y decir, “¿Dios estás prestando atención?”

Verso 28, dice, “¿no has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová? El cual creó los confines de la tierra, no desfallece ni se fatiga con cansancio y su entendimiento no hay quien lo alcance. Él nunca se cansa y nunca se confunde sobre qué tiene que hacer. Por eso es que cuando adoramos ponemos nuestros ojos en Él, por eso es que glorificamos a Dios.

Porque mira lo que sucede después, Él da esfuerzo al cansado y multiplica las fuerzas del que no tiene. Los muchachos se fatigan y se cansan. Los jóvenes flaquean y caen, pero los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas. Esperar en Dios ahora en el 2010, ¿qué es lo que estás esperando que Él haga en tu futuro? ¿Cuáles son las bases para nosotros saber y creer que buenas cosas van a suceder en el futuro? Y el mero hecho que yo sirvo un Dios grande y poderoso que sabe lo que Él está haciendo y que puede transmitir su fuerza a mi vida. La palabra para renovar, para renovar sus fuerzas se usa típicamente en el Antiguo Testamento para el cambio de ropas viejas y poner una nueva.

José estuvo en la cárcel por muchos años y cuando fue tiempo de conocer al Rey, él puso a un lado sus vestiduras de cárcel, y se puso una vestidura adecuada para conocer al Rey. Cuando usted llega ante la presencia de Dios. Cuando miramos a quien Dios es, Él nos viste con nuevas fuerzas, nos vistes con majestad, dignidad y poder. Y podemos caminar con nuevas fuerzas, así que ponemos un lado mis vestiduras de cárcel, pongo a un lado mi debilidad y hay nueva fuerza respirando dentro de mí.

Y ahora llegamos a la parte que dice, ellos levantarán alas como águilas. Correrán y no se cansarán. Caminará y no se fatigarán. Podremos volar porque sabemos quién es Dios. Y sabemos que estamos confiando en Él. Amén.

¿Alguna vez usted ha visto un águila cansada? ¿Habrá visto a un águila sudando? Las águilas viven allá en esos lugares altos. ¿Alguna vez usted ha visto un águila aleteando sus alas bien duro? Yo no soy un experto en águilas así que no voy a hacer nada loco. Pero yo sé que ellas extienden sus alas. He escuchado que ellas buscan corrientes termales en el aire y solamente viajan en esos aires... iba a decir costas.

El águila es el único ave que yo sé que puedan descansar mientras están volando. Que pueden relajarse mientras están volando. Porque no es acerca de él, es acerca del aire que está viajando, son sus alas que lo aguantan.

¿Sabes? Cualquier hebreo cuando tú le preguntas - que oyen esa frase de en alas de águila, van a pensar en algún momento en la historia de Israel, como por ejemplo, en el éxodo cuando Dios les dice yo los saqué como en alas de águilas. Eso es lo que ellos pensarían. Pero sabes lo que es esta imagen y lo explica en el libro de Deuteronomio. Yo, dice Dios, yo soy como esa águila que vino y se acercó a ustedes y los agarré con mis garras. Y los saqué de Egipto y en alas de águila yo los saqué de allí.

Y, saben, yo creo que a esto es a lo que se refiere. Pero no lo es. En esta historia no significa que Dios sea el águila, tiene que ver con usted siendo el águila. No es Dios viniendo volando, es de nosotros salir volando. Es acerca de saber que Dios es tan sabio y grande y que puedo extender mi fe y salir de esa situación.

Pedro supo cómo volar en esta forma. Vimos esa parte cuando pensábamos que él era más sabio que Dios. Pero, si ves en el libro de Hechos, usted ve este hombre predicando y miles llegando al Señor. Usted ve un hombre con tal autoridad que cuando personas mentían delante de la presencia de Dios. Estas personas morían. Y esto es literal, hay historias donde la sombra de Pedro tocaba a alguien y esas personas eran sanadas. La gente tocaba un pañuelo y lo tocaban en la ropa de Pedro y tocaban al enfermo y sanaba. El apóstol Pedro aprendió a cómo volar.

León de Judá, esa palabra de cuando Dios vino como un águila y tomó a sus hijos y los sacó de Egipto eso fue hablando de una imagen de un niño - de cómo Dios trata un niño. Pero ahora Israel, aquí en el libro de Isaías, es tiempo para ellos volar. Es tiempo para que ellos crezcan y que estrechen sus alas.

León de Judá, por muchos años Dios ha estado cargando a esta iglesia. Pero nosotros todavía no hemos aprendido, empezado a volar en alas de águila. Estamos allí al punto de lanzarnos de ese precipicio y poder volar entonces como águilas. Es tiempo de crecer, preparen ese camino de arrepentimiento. Hay que humillarnos y saber que somos nada. Hay que tener fe en el hecho de que Dios es más grande y más sabio que yo. Hay que extender nuestras alas, cerrar mis ojos y brincar. Eso es lo que estamos en 2010.

¿Estás listo para verdaderamente vivir ese capítulo? Yo, para culminar, yo les invito a ponerse de pie. Y yo no sé cuál es el exilio o el desierto el cual tú estás viviendo hoy. Pero yo sé quién es el que te puede traer a casa. Yo no sé qué es lo que te causa cansancio pero yo sé quien puede renovar tus fuerzas.

Padre, en el nombre de Jesús, reconocemos que somos nada. Pero a la misma vez somos llamados a ser como águilas. Y, Padre, yo pido que en el año 2010, Padre, que a cada uno de aquellos que van por los largos procesos de la vida. Algunos sienten que han estado en el desierto por un largo tiempo. Padre, yo te pido que nos enseñes qué significa esperar en ti. Qué significa saber que Tú eres el más sabio en todo el universo y el más poderoso.

Padre, enséñanos a estirar nuestras alas y poder volar como Tú intencionas. Padre, yo pido nuevas fuerzas para tu pueblo. Yo pido por un año de nuevas fuerzas y, Padre, que tú cumplas Tú propósitos en nosotros. Y, Padre, te doy las gracias que eres fiel y que todo esto tiene que ver contigo y no con nosotros. En el nombre de Jesús.

Todo tiene su tiempo. Y tu tiempo se acerca.

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Yo creo que una de las cosas que Dios puso en mi corazón para poder compartir con ustedes es que nos gocemos en Él. Mi esposa siempre me dice que le vida es corta y que hay que disfrutarla al máximo. Y yo bien sabio he aprendido a recibir ese consejo de mi esposa.

Así que yo he querido, mis hermanos, y así entiendo que es el deseo del corazón de Dios que cada minuto de esta noche nosotros lo disfrutemos al máximo. Por eso es que nos gozamos desde el principio. Cada una de las canciones que hemos podido elevar delante de Dios. El poder escuchar a Orlando y Vanessa ministrando también.

Mire, y ser ministrados también por Jessi y el gozo que se le sale a él por los poros. Y yo creo que todo esto mis hermanos, representa algo de Dios. Y de cómo Él se goza con cada uno de nosotros. Cómo Él se goza en ustedes. Y a medida que yo meditaba en una palabra para esta noche. Una de las cosas que el Señor puso en mi mente fue lo siguiente. Es todo cuestión de tiempo.

Déjame decirlo de nuevo, es todo cuestión de tiempo.

Las temporadas del año marcan un tiempo. El reloj ahora mismo está marcando un tiempo. El mero hecho de que usted esté allí ahora sentado, marca un tiempo. Pero lo más hermoso de todo es que nosotros ahora mismo estamos en el tiempo de Dios.

Nosotros estamos viviendo un tiempo, Kairos, por así decirlo. Ese Kairos implica que Dios está en una acción tan intencionada donde nosotros no podemos estar ignorantes a lo que Él está haciendo en medio nuestro. Cosas tan simples y tan sencillas como un estrechón de manos con alguien puede ser una cita divina que Dios nos está dando. El mero hecho de que en algún momento recibamos una llamada que no estábamos esperando. Puede ser tiempo de Dios para su vida o para la vida de esa persona que está al otro lado del teléfono.

Miren esto, Eclesiastés, capítulo 3: Dice lo siguiente, y los que están siguiendo en inglés me pueden seguir.

Dice, “Todo tiene su tiempo y todo lo que se quiere debajo del sol tiene... su hora." Dile a la persona al lado tuyo, ‘todo tiene su tiempo. Y tu tiempo se acerca.’ Miren cómo dice el relato bíblico.

El relato bíblico dice que hay un tiempo para nacer y un tiempo para morir. Un tiempo para plantar y un tiempo para arrancar lo plantado. Un tiempo para destruir y un tiempo para edificar. Un tiempo para llorar y un tiempo para reír. Un tiempo para guardar luto y un tiempo para gozarse.

Actually, aquí dice un tiempo de bailar, ¿verdad?

Hay un tiempo para esparcir piedras. Y hay otro tiempo para juntar esas piedras. Hay un tiempo para abrazar. Y hay un tiempo para abstenerse de hacerlo. Hay un tiempo para buscar. Hay un tiempo para perder. Hay un tiempo para guardar cosas. Y hay un tiempo para desechar eso mismo. Un tiempo para romper las cosas. Y un tiempo para volverlas a unir. Un tiempo para callar. Y un tiempo para hablar. Un tiempo para amar. Y un tiempo para aborrecer. Todo debajo del sol tiene su tiempo. Y nosotros estamos en el tiempo de Dios.

Miren que eso puede estar repitiendo. Voy a estar repitiendo esto toda la noche. Lo que falta en los próximos minutos.

Miren estos mis hermanos, el vivir en el tiempo de Dios es algo que, de nuevo, no lo podemos dejar pasar por alto. No implica el que nosotros vamos a estar viviendo así, la vida del día al día. Significa que cada momento se tiene que vivir con una intención. Aún cuando yo me voy a acostar a dormir, tengo que hacerlo con una intención. Porque aún en mi sueño puede ser que tenga un encuentro con Dios, que tengo que estar atento a eso. Y Dios quiere, mis hermanos, mostrar cosas nuevas a cada uno de nosotros. Eso es algo que hemos estado escuchando por los últimos cuatro, seis meses en esta iglesia: Que Dios quiere hacer algo con nosotros. Muchos de nosotros no lo hemos experimentado ya.

Pero ese tiempo se acerca. Donde podremos ver a Dios en medio nuestro como nunca antes lo habíamos visto. ¿Saben qué? Muchos de nosotros vamos a comenzar a conocer a Dios en muchas formas… nuevas. Déjenme ilustrarles algo. Pastor Greg quédate allí.

Hay tiempos… donde Dios está enfrente tuyo. Y Él es el que está cogiendo todos los golpes por ti. ¿Alguien tiene un tomate o un huevo por allí? ¿Qué lo puedan tirar? ¡Miren que no me lo van a dar! Pero, a la misma vez, hay otro tiempo donde Dios está detrás de ti. Él te está empujando y Él te está motivando. Y Él te está diciendo: ‘Atrévete. Hazlo ahora. Yo te estoy dirigiendo. Yo te estoy guiando. Soy yo el que está abriendo puertas por ti’.

Y ahora hay otros tiempos, donde Dios está al lado tuyo.

Can I use your hand? Ah, ya. Y te tira la mano de lado. Y te dice, ‘No te apures. Llora en mi hombro.’ Tal vez nosotros hemos experimentado a Dios en distintas formas. Algunos de nosotros hemos estado en esa temporada en que Dios está frente nuestro. Tal vez algunos de ustedes están en la temporada donde Dios está detrás de ti, empujándote.

Y puede ser que algunos de ustedes tengan a Dios justamente a su lado. Ahora, pero hay un tiempo también, donde Dios no está. Could you go to that corner Greg? You can continue translating.

Hay tiempos donde Dios no está. Tú lo buscas al frente, atrás, al lado - y no está. Y usualmente decimos que este tiempo es, ¿qué? El desierto. Es el tiempo donde no sentimos a Dios. Nos sentimos abandonados. Creemos que Dios se ha desentendido de nosotros. Pero, ¿saben qué? El asunto es que Dios no se ha desentendido de nosotros.

Ese desierto lo que sirve mis hermanos, y esto creo que es algo que Dios ha implantado en mi corazón. Que el desierto usualmente lo vemos como algo negativo. Pero ese desierto es para que tú puedas internalizar todo lo que Dios ha hecho contigo mientras estuvo al frente, atrás y al lado tuyo. Tú necesitas esos tiempos a solas para que tú puedas digerir las cosas. Si Dios está todo el tiempo contigo, dándote la comida en la boca, tú no vas a aprender a agarrarlo y echártelo tú mismo. Son esos los tiempos que Dios usa para ayudarte a crecer.

Son cuatro tiempos: Dios de frente a ti, Dios detrás de ti, Dios al lado tuyo, y cuando Dios no está.

¿Dónde nos encontramos nosotros? A medida que cerramos esta año 2009. ¿Dónde tú has estado? ¿Con qué tiempo tú te identificas? Yo creo, mis hermanos, y no quiero decir esto por redundancia, pero a la misma vez lo quiero repetir: Nosotros estamos en un tiempo de Emanuel. El miércoles, cuando celebramos el día de Navidad, eso fue parte del mensaje que pude compartir con ustedes.

Que estamos en un tiempo de Emanuel, Dios con nosotros.

El domingo pasado, el Pastor Samuel también compartió este mensaje. Lo que significa el vivir bajo ese sentir que Dios es ese Emanuel. Que Dios está con nosotros, que Dios está entre nosotros y Dios está en favor de nosotros. Y hoy yo no puedo evitar, mis hermanos, el decirle a cada uno de ustedes: Emanuel. Que Dios está con nosotros. Estamos en un tiempo, mis hermanos, como nunca antes, que la presencia de Dios está caminando junto a cada uno de ustedes.

Es como si tuviésemos esa columna de fuego de noche y esa nube que nos tapa del sol durante el día. Estamos viviendo en esas temporadas, donde Dios va a estar abriendo caminos delante de ti. Él va a estar recibiendo todos los golpes, porque Él va a servir como escudo para tu vida. Pero a medida que sirve como escudo va a abrir puertas para ti.

Y en la misma forma Él va a estar detrás de ti, moviéndote, empujándote, animándote para que tú puedas alcanzar esas cosas que Dios ya ha ganado para ti. Dios va a estar a tu lado para animarte, cuando te sientas con ganas de llorar, para que tú puedas llorar con Él. Que tú te puedas sentir consolado o consolada.

Y también Dios va a traer ese tiempo, donde te vas a sentir solo, te vas a sentir sola y, ¿sabes qué? Cuando te sientas así, yo no quiero que tú llegues a donde nosotros los pastores diciendo: ‘Pastor, siento que Dios me ha abandonado’. Cuando te sientas así, piensa en lo siguiente: Dios quiere que internalices lo que Él te ha mostrado. Siémbralo en tu corazón. Como dice bien esta escritura, hay tiempo para todo. Y Dios tiene sus tiempos para ti.

Va a venir tiempos en este 2010, míralo bien. Van a venir tiempos en este 2010, donde algo nuevo va a nacer. Pero a la misma vez, algo va a morir. Van a venir tiempos en los cuales tú vas a tener que sembrar, y llegará el momento donde vas a poder arrancar lo que tú has sembrado. Va a llegar el momento donde tú vas a estar esforzándote por recoger aquellas piedras que se han esparcido. Pero también va a llegar el momento donde vas a tener que esparcir las cosas de alguna forma u otra.

Es bien interesante cuando el Pastor Gilberto estaba diciendo hace unos minutos atrás. Porque esta mañana lo escuché también en la radio. Escuché en la radio a alguien decir que para este nuevo año vamos a tener que olvidarnos de las bendiciones que Dios nos dio en el año pasado. Olvidarnos de lo que queda atrás para poder entrar en este año nuevo con una nueva expectativa de cuáles van a ser esas bendiciones, esas bendiciones nuevas que Dios va a traer a nuestro ser. Esas bendiciones que Dios va a traer a nuestra vida entera.

Bendiciones que las podremos compartir con otros. Va a venir su tiempo, mi hermano y mi hermana, donde tú vas a conocer a Dios en una nueva luz. Y mi oración, el deseo de mi corazón, y entiendo que es el deseo de Dios también, es que tú lo puedas conocer así.

Yo quisiera hacer algo, mis hermanos, me quedan 10 minutos. Diez minutos, y quisiera que por favor ustedes se pongan de pie. Lo que yo quisiera es que pudiésemos hacer una oración antes de, vaya, sí, si me puedes poner el reloj allí, chévere. Ponme el reloj.

Yo quisiera que hagamos una oración bien especial. Y si usted está con algún familiar suyo, que está allí cerca de usted, yo le animo a que usted agarre a esa persona y que se junten allí en un abrazo. Si usted está solo o sola, y pues tiene un hermano o hermana en Cristo, allí a su lado, yo le animo a que se acerque a esa persona también.

Y si no conoce a nadie, pues conozca a alguien en la familia en Cristo. Y esta oración la vamos a hacer, obviamente sin música, porque yo quiero que los músicos estén con su familia también. Si usted que nos ve por el Internet, por favor, agárrese a su familia también.

Y piense en esta palabra: ‘Es el tiempo de Dios para mi vida. Es el tiempo de Dios para mi familia. Es el tiempo de Dios para esta iglesia. Es el tiempo de ver cosas nuevas. Llegará el tiempo de perder cosas, pero detrás de esas cosas vendrán otras nuevas. Y todo porque proviene de Dios’.

Si usted es jefe de familia, les hablo a ustedes padres o esposos, yo quiero que usted bendiga a su esposa, a sus hijos. Y que esas esposas puedan recibir esa bendición. Si usted está con sus hermanos o hermanas allí, si son amigos o amigas. Tomen turnos para orar unos por otros, y pida que ese tiempo de Dios se cumpla en la vida de esa persona.

Señor, Jesús, como Iglesia venimos delante de ti. Venimos delante de ti como familias. Venimos delante de ti como hermanos y hermanas, amigos y amigas, somos parte de tu familia, parte de tu cuerpo, Señor.

Y, Padre, en este momento, en una forma especial, profética, yo declaro tu bendición sobre todas estas personas que están aquí en esta noche. Padre, este año 2009, este año 2009 trajo muchas cosas, quitó muchas cosas, experimentamos distintas cosas nuevas, y ahora nos estamos dirigiendo al año 2010 buscando lo que Tú tienes para nosotros. Cosas que los ojos no han visto, cosas que oídos no han escuchado, cosas que no han subido en el corazón de hombres pero que sí están en Tú corazón, que Tú las has escuchado. Que han salido de Tú boca, que Tú las estás viendo ahora mismo. Es a esas cosas que nos dirigimos.

Tornamos nuestros rostros a ti, Señor y reclamamos Tu bendición sobre nuestras vidas, sobre nuestras familias, sobre esta Iglesia, sobre nuestros trabajos, sobre nuestros vecindarios, nuestra comunidad, este estado de Massachusetts, la nación de Estados Unidos, los países de los cuales venimos.

Decimos que es Tú tiempo, que es Tú tiempo, Señor. Se Tú, Emanuel. Dios con nosotros. Dios entre nosotros y Dios a nuestro favor. Padre, declaramos Tu bendición sobre tu pueblo, Señor. Cosas nuevas sucediendo en este nuevo año, Jesús. A ti te damos la gloria, a ti te damos el honor por siempre y siempre. Amén y amén, Señor Jesús. Gloria a ti Jesús.

¿Dónde está Jessie? Se me fue Jessie. Bring your guitar, my brother. Jessie Jr, bring your beloved box. No se sienten. No se sienten.

Este es el momento donde yo les pido a todos ustedes que han traído sus gorritos de Año Nuevo, que se los pongan. Las cornetas que puedan sonar, las gafas que digan ‘2010’ con luces. Porque ¿saben qué? en el próximo minuto vamos a cantar otra vez, Jessie. Somos de los que se cree que con el poder de Dios se puede. Y como yo se que Jessie canta mejor que yo, le voy a poner el micrófono a él.

Vamos a declarar esto. Let’s declare this before the Lord. One more time.

Already. I’ll let you know.

[Canción]

Oiga bien, la gente está por ahí en la calle emborrachándose pero nosotros tenemos el vino nuevo que se llama ‘Jesús’.

[Canción]

30 segundos…30 segundos… ¡Qué felices estamos en la casa de Dios!

Prepárate que esto se pone bueno

9...8...7...6...5...4...3...2...1...0

¡Feliz AÑO NUEVO!

Celebrando, vamos.

Dios con nosotros

TRANSCRIPT

¿Cuántos de ustedes tuvieron una Feliz Navidad? ¿Cuantos de ustedes tuvieron una feliz navidad? El pastor Samuel y yo tenemos una oración delante de Dios y queremos, anhelamos una respuesta al 100% de esa oración. Hay algo que Dios tiene para usted por lo cual usted debe estar feliz y contento al respecto. Que Dios está con usted y que él nunca le ha dejado ni le ha abandonado. Vayamos en oración.

Señor Jesús te damos las gracias por tu presencia. Gracias por cada canción y coro que fue levantado delante de ti. Gracias por este coro. Gracias por el drama. Gracias por las muchas formas que nos has dado de poderte decir que te amamos y que te necesitamos. Y gracias por esta palabra. Espíritu de Dios esta es tu palabra, que seas tu soplando sobre ella y la hagas viva para que almas puedan ser liberadas, que cuerpos puedan ser sanados y que aquellos que están encadenados puedan salir de aquí libres. Pedimos esto en el nombre poderoso de Jesús. Amen.

Estamos leyendo de Mateo, capítulo 1, verso 18: “…. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Y he aquí una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel, que traducido es Dios con nosotros….”

¿Qué significa la Navidad para usted? Saben, hay mucha gente ahí afuera que preferirían que la Navidad no viniese y yo me imagino que tal vez hay algunos de ustedes aquí hoy, tal vez de algunos de ustedes escuchando por el Internet, que tal vez esta Navidad no es lo que ustedes esperaban. Tal vez usted no ha tenido la navidad que usted ha deseado por muchos años y yo entiendo que hay una razón por esto. Y yo sugiero que tal vez la razón por la cual no se disfruta la Navidad, y a pesar de todos los coros que se han cantado, que tal vez algunos de estos no hagan mucho sentido para usted, y tal vez usted está ahí sentado diciendo, yo quiero entender cuál es el gran asunto de esto. Yo deseo poder sentir el mismo gozo que otros sienten cuando llega la navidad. Pero si quiero ser honesto tal vez no disfruto la navidad y no puedo entender por qué la gente que canta al respecto está tan gozosa. Y aún me atrevo a ir más lejos: tal vez algunos de ustedes piensan que esas personas lo están haciendo sentir como que es algo. Tal vez algunos de ellos no entienden bien lo que es la navidad y solamente lo están falseando de alguna forma u otra. Porque tal vez usted lo ha estado falseando también. Tal vez haya algunos entre ustedes que han estado pasando navidad tras navidad y año nuevo tras año nuevo falseando lo que es el verdadero sentir de esa temporada, pero que aún no está todavía en su corazón. Y yo creo que la razón más importante de esto tiene que ver con qué usted piensa acerca de la navidad.

Cada uno de nosotros ha sido programado sobre qué es la navidad o qué no debe ser la navidad. Y esto cambia de cultura en cultura. Aquí hay gente de África, Latinoamérica y aún de Jersey. También Jersey se puede sentir como un país foráneo a veces. Pero no importando la cultura de donde usted venga, usted creció con la idea de que si estos puntos a, b, y c no están presentes usted no tuvo navidad. Si usted no tuvo un arbolito, si no tuvo muchos regalos, si usted no tuvo algo que dar, si tal vez no tuvo un poquito de coquito, … por su sangre que los redime. Tal vez si usted no tuvo alguien con quien parrandear con un cuatro o algo, entonces usted no tuvo navidad, pensará que no la tuvo.

Yo quiero reconfigurar de alguna forma u otra su idea de lo que es la navidad. Y yo tengo una confesión que hacer: a mí me encanta la navidad, me encanta la navidad. Yo soy uno de los fanáticos más grandes de la navidad. Pero no es porque todas mis navidades han sido perfectas. Yo perdí una abuela en diciembre 24 y casi al día de hoy hace 20 años, yo también enterré a una de mis tías que murió en la víspera de navidad. La gente muere en navidad. Pero todavía sigue siendo navidad. Y yo me regocijo cuando llega la navidad. Hay gente que pierde sus trabajos en la Navidad, pero yo me regocijo con la navidad. Y me regocijo cuando esta temporada llega.

Yo he conocido lo que es vivir con o sin pero me encanta y amo la navidad. Porque hay una idea central que le da sentido a lo que es la navidad. Sin ese aspecto no hay ningún tipo de navidad. No importa cualquier otro ingrediente que usted le ponga a su navidad si este ingrediente no está presente, no hay navidad. Y si usted no tiene nada más pero sí tienes esta verdad, no importa qué suceda usted va a tener una tremenda navidad. ¿Sabe por qué? Por Emanuel, Dios está con nosotros.

Por favor vean, un instrumento del siglo 21 en una mano del siglo XX. Dios está con nosotros. Todos digan Emanuel. Todo lo que esto significa es Dios con nosotros. Digan Dios con nosotros. Diga Dios conmigo. Esta es la idea central de lo que es la encarnación. Lo que esto significa es que Dios dejó su trono, vino a la tierra, se vistió de carne y caminó en medio nuestro. Hay libros que hablan de cómo esto puede ser posible. Y yo no estoy aquí para explicarles cómo Dios vino a esta tierra, se hizo carne en la persona de Jesús, yo estoy aquí para celebrar el hecho de que Dios vino del cielo y se hizo aquí carne en la tierra en la persona de Jesús. Yo estoy aquí para celebrar el hecho de que si Jesús, si Dios no hubiese dejado su trono y estar aquí con nosotros, no hubiese razón de celebrar.

Esto no es tan solamente la idea central de la navidad, así como servimos a Jesús, o mejor dicho, usted, siervo de Jesús, usted que es un discípulo de Cristo Jesús, Emanuel no es tan solamente el ingrediente secreto para una buena navidad, Emanuel es el ingrediente secreto para una vida cristiana exitosa aquí en medio del mundo en el cual vivimos nosotros. Emanuel significa que no importa lo que el infierno te tire, tu vas a tener victoria porque Dios está contigo. Eso es lo que Emanuel significa, que Dios está con nosotros.

Bueno, pastor Samuel, claro que Dios está con nosotros. ¿Acaso él no es omnipresente? ¿Acaso él no está en todo lugar? Pues claro que sí. Sabes, nosotros necesitábamos la encarnación para probar que Dios estaba en todo lugar. A través de todo el Antiguo Testamento ellos sabían que Dios era omnipresente. A través del Antiguo Testamento muchas mujeres tenían un sentido de comunión con Dios. Isaías no tuvo que profetizar la llegada de un Emanuel para decir y creer que Dios estaba en todo lugar.

Así que esto me dice que hay más con respecto a Emanuel que el mero hecho de su omnipresencia. No dejes que nadie te engañe, hay más para el concepto de Emanuel que el mero hecho de que Dios esté en todo lugar. Para hacerlo simple, hay gente que entiende esta idea muy bien de que Dios está en todo lugar, pero para ellos Dios es como un tío que vive bien lejos que en navidad solamente les manda en email para saludarlos. Casi no está presente en su vida. Saben que existe, saben que está en algún lugar pero está en la periferia de su existencia.

El punto es que Dios no quiere ser un tío lejano para ti. ¿Qué significa esto? Primero que nada significa que Dios está entre nosotros. Saben lo que amo de esta idea de Emanuel? Esta idea de que Dios está con nosotros. Que aún si usted fuera un teólogo, y que usted le encante el lenguaje y usted está, como quien dice, analizando esta oración, esta frase, Dios está con nosotros, es uno de los poemas más perfectos en cualquier idioma porque significa todas estas cosas a la misma vez. Y lo primero que significa es que Dios está entre nosotros, no tan solamente con nosotros pero entre nosotros, caminando en nuestras calles, en nuestros negocios, con usted cuando usted está en ese funeral, con usted cuando usted está dando a luz a un bebé, él está con usted cuando usted recibe esa factura de su trabajo, él está con usted cuando le dan un diagnóstico no deseado de su doctor. Él es un Dios que usted puede conocer y un Dios que puede ser conocido.

Dios no tenía que haber asumido carne o tener carne para que usted sepa que él estaba ahí. Él no tenía que pasar todo ese proceso para saber lo que es un corazón quebrantado, pero él quería que usted supiera que él sabía que significaba ser un humano, qué se sentía pasar lo que usted está pasando. Así que Jesús asumió todas estas cosas como usted lo hace cada día.

Mi Biblia dice que Jesús lloró. Mi Biblia dice que Jesús fue a bodas. Mi Biblia dice que Jesús sabía lo que significa ser traicionado. Jesús sabía lo que significaba ser desilusionado. Mi Biblia dice que Jesús sabía lo que era estar abandonado y solo. Y Jesús fue el que cuando miró a los cielos, cumplió la profecía que decía, mi Dios, mi Dios, por qué me has abandonado? Así que cuando te toca a ti mirar a los cielos y lo único que ves son nubes y tienes que decir, Dios, por qué me has abandonado? Van a poder escuchar que te dice, yo no he ido a ningún lugar estoy contigo. Él está con nosotros. Él quiere ser parte de tu mundo, parte de tu vida.

El que Dios está con nosotros también significa, que Dios está a tu favor, en otras palabras, si Dios está con nosotros, en otras palabras significa que él no está en contra tuya. Dios está conmigo y en el mismo sentido que cuando usted da la vuelta y usted mira a sus amigos y usted está a punto de irse y que tal vez usted piensa, y quién está conmigo ahora? Quién está a mi lado? Dios está tratando de decirle que él no está ahí para perseguirte, él te ama.

Déjenme permitir que eso entre ahí a su corazón. Él te ama. Él no está ahí para causarte problemas. Él quiere ser tu amigo. Lo que tenemos en Emanuel es Dios atreviéndose a hacer unos riesgos bien grandes por el mero hecho de querer ser tu amigo. Y la Biblia está llena de intentos que ha hecho Dios para ser nuestro amigo. Este Dios tan grande, fuerte y poderoso, humillándose a sí mismo, como nosotros nos humillaríamos con un niño, tratando de ser nuestro amigo.

Sabes, es posible, Dios sí tiene amigos. Abraham fue conocido como un amigo de Dios. La Biblia dice en éxodo 33 que Moisés hablaba con Dios cara a cara como si un hombre hablara con su amigo. La Biblia dice que David era un hombre que iba tras el corazón de Dios, en otras palabras, que conocía el corazón de Dios. Él vio su corazón. Hablaba con Dios de corazón a corazón.

Cuándo fue la última vez que usted tuvo una conversación con Dios de corazón a corazón? Cuándo fue esa última vez que usted no estuvo en la presencia de un tío lejano sino en la presencia de un amigo que es todopoderoso y que está ahí por usted? Cuándo fue esa última vez que usted experimentó que Dios invadió su Belén, esa área de tinieblas y te dijo, aquí estoy, yo soy tu amigo? Si no pueden entender esto puede ser por una de dos razones: puede ser que tal vez estás convencido de que Dios se ha olvidado de ti, que las circunstancias te han probado que este Dios del cual hablan estas personas no está interesado en mí. Déjame sugerirte algo, tal vez esas mismas circunstancias, esas mismas tribulaciones no significan que Dios te está abandonando, tal vez es todo lo opuesto, tal vez Dios lo que está tratando de hacer es captar tu atención, tal vez Dios te está dando una razón para que clames a él, tal vez Dios te está motivando para que vayas un paso más allá en poderlo conocer a él. Él quiere ser tu amigo. Así que tu dices, pastor Samuel, guau, con amigos como ese yo no necesito enemigos! Pero sabes, él te ama demasiado para dejar que esto se caiga al piso. Dios va a continuar buscándote porque él sabe cuánto tu le necesitas a él. Él no va a dejarse caer. Hasta que haya aliento en tus pulmones él ve esperanza. Siempre y cuando haya aliento en ti, cuando Dios te mira él ve alguien con quien él puede establecer amistad. Él ve un alma con quien él se puede conectar. Él ve el corazón con el cual él puede hablar. Él ve una vida a la cual él puede ministrar. Él ve un milagro que puede hacer realidad. Él ve un foro donde su gloria se pueda manifestar. Cuando Dios te ve él ve un templo esperando para que el Espíritu Santo lo pueda habitar. Literalmente, literalmente Dios él quiere meterse dentro de tu piel y hacerte entender, literalmente. Él no tan solamente quiere estar contigo pero en ti también. Él quiere ser tu amigo porque tiene un propósito para ti.

Lo cual me lleva al próximo significado de lo que es Emanuel: que Dios está acompañándote, apoyándote y dirigiéndote. Y aún a eso le añado, motivándote y también dándote la mano. Dios está contigo en el sentido que Dios está ahí a tu lado motivándote. Es como un cantante en una ópera, tal vez usted han escuchado cuando un cantante dice, hoy canté como nunca antes porque sentí que la audiencia estaba conmigo. Pues sabes, Dios está contigo, aplaudiéndote, y dándote la mano, dándote ideas, dándote su unción, su revelación.

Cuando pienso en esta idea de Dios estando conmigo, yo pienso en el libro de Esdra. Esdra tenía una frase a lo largo de todo el libro, tu no ves muchos milagros en el libro de Esdra pero lo que ves es un patrón que se repite continuamente. Sabes, Esdra recibiendo esta idea de parte de Dios, algo un poco loco que nunca antes nadie había hecho pero Dios le dice a Esdra, ve y hazlo tu. Así que a través de sueños y susurrado a través del Espíritu Santo, y Dios planta esta idea en su corazón y en su mente.

Yo les pregunto, cuántos de ustedes saben de qué estoy hablando? Que repentinamente su mente recibe un mensaje que solo puede venir de parte de Dios. Que tal vez en alguna forma u otra, nadie en su familia había ido a la universidad y usted recibe esta revelación de Dios de concebir esa idea, de impulsarse a alcanzar esto. Nunca antes nadie había tenido éxito en nada, pero de alguna forma Dios te está diciendo eres tu, ve tu y hazlo. Nadie en tu familia antes había sido liberado de drogas o de alcohol, pero la luz de Dios alumbra sobre ti, y él dice, yo he puesto vida en ti y tu vas a ser ese, tu serás aquel que va a eliminar las tinieblas en tu familia. Ve, yo estoy contigo. Ve, atrévete. Tal vez has estado sentado en estos asientos por años aquí en León de Judá. Ves este coro cantando como ángeles. Por qué tu no le hablas a los miembros de ese coro? Por qué no le preguntas su historia? Por qué no les pregunta cómo llegaron ahí? Por qué no le pregunta si algún día han tenido una navidad difícil? Por qué no le pregunta si en algún momento han pasado a través del infierno? Y la razón por la cual cantan como lo hacen. Es porque Dios les ha susurrado a ellos. Y él les ha dicho, yo tengo una vida para ti, algo que no puedes imaginar. Así que ve y hazlo. Has esto que nunca antes nadie había hecho. Yo estoy contigo. Yo estoy contigo.

Hay una gran diferencia con aquellas personas que viven como quien dice el día a día, con esa perspectiva de lo que es Emanuel y aquellos que no lo hacen así. hay una gran diferencia.

Yo quiero, mis hermanos y hermanas, que usted salga de aquí preguntándole a Dios dame una misión digna de tu gloria. Dame algo imposible, porque si hay algo con respecto a la navidad es que Dios puede hacer cosas imposibles, todas las cosas son posibles para Dios. Cuando usted se despierta finalmente a esa idea de que Dios está conmigo, no hay nada que te pueda detener.

Si tomas el ejemplo de José, en la Escritura tu nunca ves a José diciendo algo específico, nunca dice una palabra. En ningún lugar en la Escritura tu puedes ver que dice, y José dijo, pero lo que sí vemos es Dios revelándose a José a través de sueños. Y la Biblia dice que el día después José se levantó y actuó basado en esa revelación. Si Dios está contigo vive en una forma fuerte, si Dios está contigo, presta atención a esos sueños y atrévete a arriesgar cosas por el Reino de Dios. Si Dios está con nosotros quién puede estar en contra nuestro? Si Dios está contigo quién te puede detener?

Yo he tratado de vivir mi vida animando a otros para que puedan escuchar la voz de Dios y tal vez si usted no puede ver nada más que el final de la ruta aún si usted cree que esta película se va a terminar ya mismo, eso es lo que sí puede decir: está a punto de ser ya el 2010 y yo puede decir con toda convicción, yo nunca, nunca, nunca he visto a un justo caer desamparado ni que sus hijos mendiguen pan y ese es el mismo Dios que está con ustedes. Es el mismo Dios que está en usted, es el mismo Dios que está dando esa promesa a su vida. León de Judá, Dios está contigo. Eso no importa si al infierno no le gusta. No le importa si el infierno tiene un plan en contra tuya, Dios está contigo y las puertas del hades no van a poder prevalecer en contra tuyo.

Vamos a ponernos de pie un minuto. Yo quiero que puedas decir estas palabras conmigo: Emanuel. Dios está conmigo. Puedes creerlo? Por favor inclinen sus rostros un momento. Gracias, Dios. Tu nunca le has dado la espalda a este planeta. Tu tienes un plan. Tu eres ese Dios eterno. Tu eres grandioso. Tu eres todopoderoso, el Dios que reina por siempre, Príncipe de paz. El gobierno está sobre tus hombros. No hay nadie como tu. Toda autoridad en el cielo y en la tierra se te ha dado a ti. Los ángeles se inclinan ante ti y te llaman Rey y eres tu quien dice que estás con nosotros, eres tu quien dice que estás con cada uno de estas personas. Tu eres poderoso, eres invencible, tu eres tremendo y no hay nadie como tu.

Maestro, si hay una vida para tu inundar, yo declaro los cielos abiertos como si hubiese sido ese día allá, yo declaro a Gabriel en su puesto como en aquel día, yo declaro las huestes celestes declarando esas palabras de gran gozo. Yo declaro esa luz tuya alumbrando sobre esa alma que necesita un salvador que nazca en su vida hoy. Trae vida sobre aquel que solo ha conocido problema tras problema. Se con ellos Jesús. Se con ellos Jesús. Se con ellos.

Si tu estás aquí hoy y estas son buenas nuevas para ti, que nunca has visto la navidad en esta forma porque tal vez no ves a Dios en esa forma, y tu dices, pastor Samuel, yo quiero que Dios esté conmigo hoy, yo no quiero irme de aquí sin la certeza de que Dios está conmigo y quiero recibirle hoy. Yo quiero a Dios para navidad, Nuevo Año, el día de San Valentín, por siempre. Yo lo quiero conmigo hoy.

Por favor te invito a levantar tu mano. Si tu estás recibiendo al Señor Jesús por primera vez yo te invito a que pases al frente. Si es la primera vez que tu estás diciendo yo quiero recibir a Jesús por primera vez en mi vida, yo te invito a pasar al frente, queremos orar por ti. Si estás levantando tu mano porque estás recibiendo esta fortaleza de parte de Dios, yo quiero que tu también recibas esto hoy.

Gracias Señor Jesús. Te damos la gloria y el honor solamente a ti Jesús. Mi Dios, estas personas que están levantando sus manos, tu conoces su corazón, tu conoces su petición, tu conoces el anhelo y el deseo de sus vidas. Tu sabes lo que cada uno de mis hermanos y hermanas necesitan en una temporada como esta así que Padre, como bien hemos escuchado esta palabra, declaramos una vez más que tu estás con nosotros. Padre, declaramos que tu quieres ser ese amigo eterno para nuestras vidas, que tu estás ahí para animarnos, para levantarnos y Padre, es por eso que nuestras manos se dirigen a ti ahora, Señor. No queremos salir de este lugar sin ninguna duda, Señor, de que tu estás con nosotros. Así que Padre, manifiéstate a cada uno de tus hijos e hijas. Señor, que cada cual podamos ser afirmados en la verdad de que tu estás con nosotros.

Hoy declaramos un Emanuel. Declaramos un Emanuel sobre nuestras vidas que tu estás con nosotros, que tu estás con los nuestros, con nuestros seres queridos, que tu vas con nosotros dondequiera que vayamos. Que tu luz brille sobre nosotros siempre y siempre, Señor Jesús. Toda la gloria y toda la honra es para ti, Señor. Se glorificado en medio nuestro, Señor. Te buscamos con todo nuestro corazón. Gracias Señor Jesús. Gracias Dios.

Aprendamos de la Tortuga

25 de enero del 2010 - por Marina Miranda

“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante… “ Hebreos 12:1

Hace poco vi un documental sobre las tortugas verde marinas las cuales nadan miles de millas atraves del mar. Durante el viaje acumulan algas en su concha las cuales las hacen nadar más lentamente. Año tras año durante su trayectoria, estas llegan a un área en el mar, no más grande que el tamaño de una sala, un “spa marino,” un santuario, donde las tortugas permiten estaciadas que unos pequeños pececitos le coman toda el alga acumulada en su concha hasta dejar esta reluciente. Luego las tortugas siguen su trayectoria con su concha limpia y liviana.

Unos días después mientras tenía mi devocional en la mañana, recordé esta escena de la tortuga siendo limpiada por los pececitos. Ahí en mi sala, un santuario personal, yo también permitía ser limpiada por la palabra de Dios. Al presentarme ante Dios con mis cargas, algunas impuestas por el peso de malas actitudes, resentimiento, y otros tipos de pecados, era alivianada. Al finalizar mi tiempo devocional, yo también me sentía que había visitado un “spa espiritual” y lista para continuar con mi trayectoria diaria.

Amiga o hermana, busca ese tiempo bajo el cuidado especial del maestro que con tanto amor nos ministra y alienta para poder enfrentar los retos del diario vivir y alivianar nuestra carga.

Oración: Señor gracias por limpiarnos y llevar nuestras cargas. Amén

Lo imposible se hace posible

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Siempre que pensamos en el tiempo de la Navidad, uno se pone a pensar: ¡Guau, la Navidad! Qué no vaya a ser un mensaje así rutinario. No quiero que suene algo monótono: aquí va otro mensaje de Navidad. Pero sí, no puedo evitar el pensar en aquellos aspectos que son cruciales de los que hacen la Navidad lo que es. Son esos aspectos que nosotros no podemos mirar por encima de ellos sino que tenemos que fijarle atención porque aunque son aspectos que se vivieron en una época, en una temporada que fue hace mucho tiempo atrás con todo y eso son puntos que nos pueden hablar mucho a nosotros en el día de hoy. Y hay seis cosas -al menos- que yo logré identificar que quiero comunicar con ustedes hoy.

¿Cuáles son esos distintivos de la Navidad?

Número 1: La Navidad sucedió en un tiempo de mucha angustia. Era un tiempo donde la muerte se respiraba en el aire, era un tiempo donde muchas madres y padres lloraron las pérdidas de sus hijos, parte del relato de la Navidad en el Libro de Mateo [Mateo, Capítulo 2] nos habla que el Rey Herodes en aquel entonces cuando se enteró que había un Rey que había de nacer en medio del pueblo de Israel, él se sintió amedrentado de perder su poder y por eso mandó a eliminar a todos los niños de 2 años para abajo para ver si podía buscar eliminar a ese Rey que había de nacer. Y en particular estaba buscando eliminar a Jesús.

Así que una de las cosas que puedo resaltar es eso: que la Navidad sucede en un tiempo de gran angustia. Pero a pesar de esa angustia sucedieron cosas maravillosas. Fueron esas situaciones dificultosas que se convirtieron como en un semillero para la bendición de Dios.

Otro de los aspectos que puedo mencionar es que el tiempo de la Navidad fue un tiempo de revelación sobrenatural. Fue en el tiempo de la Navidad donde se dio una mayor manifestación de ángeles sea que sean visto en vivo y a todo color o a través de sueños. Un ángel que se manifestó a María y le dejó saber que iba a concebir el Hijo de Dios. Estaba el ángel que le habló a José y le dijo que no se alejara de María sino que estuviera con ella. Ese mismo ángel fue el que mandó a José a salir fuera de Israel a proteger a Jesús para que no fuera a ser eliminado.

Fue esa manifestación sobrenatural la que se le apareció a los Pastores en los campos mientras pastoreaban las ovejas. Fueron esos ángeles los que les comunicaron ese mensaje a los Pastores de que había un Rey que había de nacer y que ellos tenían que ir a adorarle. Un tiempo de revelación sobrenatural.

Por otro lado, también puedo decir que fue un tiempo del cumplimiento de profecías. Palabras que profetas como Isaías y Jeremías habían hablado hace siglos atrás fueron cumplidas en el momento del nacimiento de Jesús. Palabras que tal vez en la mente de muchos, habían sido olvidadas, el tiempo de Navidad las estaba volviendo a traer a memoria. Había una palabra que se estaba cumpliendo en medio de ese tiempo y de las personas que lo estaban testificando.

En la misma forma el tiempo de Navidad, se puede decir, que es el tiempo de Emanuel. Y con esto me refiero a que era el tiempo de Dios en nosotros. Fue el tiempo donde Dios se manifestó en carne a su pueblo escogido, fue el tiempo donde Dios decidió intervenir una vez más en la historia de la humanidad para cambiar las cosas. No era el tiempo de Dios por ellos, sino que era el tiempo de Dios con ellos.

A partir de eso, la Navidad también se convierte en el tiempo donde lo imposible se hace posible. Fue cuando el ángel le dijo a María: “María para ti, esto es imposible, pero no hay nada imposible para Dios”. La Navidad trae ese regalo que lo que para los hombres parecía que nunca iba a suceder, Dios le estaba diciendo a la gente: “Es tiempo de que esto suceda. Es tiempo de que mis planes se empiecen a cumplir en medio de mi pueblo”.

Y por último, mis hermanos, el sexto aspecto que quiero mencionar. Es el más importante de todos, se los voy a recordar ahora mismo, y es que la Navidad es el inicio de una nueva vida. Fue el tiempo donde una nueva esperanza, donde una nueva luz alumbró en medio de las tinieblas de la humanidad. Fue el momento donde cada hombre, cada mujer, cada niño, cada joven tuvo la oportunidad de empezar su vida otra vez.

Así que vuelvo y les repito para que no se les olvide: ¿Cuáles fueron esos aspectos de la Navidad? Número 1: un tiempo de angustia -este es el primero. Tengo una buena alumna ahí. Pero de ese tiempo de angustia surgió lo siguiente: un tiempo de revelación supernatural, unas profecías se estaban cumpliendo, un tiempo donde Dios estaba siendo con cada uno de nosotros, un tiempo donde lo imposible se estaba haciendo posible. Y un tiempo donde una nueva vida estaba comenzando.

Cuando usted salga por esas puertas, yo quiero que usted recuerde estas seis cosas. Porque son principios que se aplican a nosotros en el día de hoy. No hay nadie aquí en este salón ni allá en el Internet donde usted nos ve, no hay nadie que se pueda eximir de estos principios, cada uno de nosotros en alguna forma u otra, estamos experimentando momentos de angustia, de dolor, de persecución. La vida es difícil. El mismo Jesús lo dijo: “En el mundo tendréis aflicción, pero creed en mi, que yo he vencido al mundo”.

Es más, Jesús mismo usa esas aflicciones -como bien hemos aprendido en esta iglesia- para nuestros beneficios. Dios usa esas situaciones angustiosas y las transforma en regalos para bendecir nuestras vidas. Él usas esas experiencias para cumplir las promesas que Él ha dado sobre su vida. Hay profecías que han sido declaradas en los aires y que se empiezan a cumplir en medio de cada uno de nosotros.

Hay palabras que han salido de la boca de Dios que aunque nosotros no estemos al tanto de ella pero son dirigidas a nosotros. Pero si salen con la intención del corazón de Dios van a ser cumplidas en medio de nosotros. Son esas palabras las que van a causar que en nosotros se convierta un tiempo nuevo donde Dios se hace presente y tangible en medio de nosotros. Comenzamos a vivir un nuevo tiempo de Emanuel. Cada día que salimos de nuestra casa o que entramos a ella, o que nos acostamos a dormir o nos levantamos se convierte en un Emanuel porque Dios está con nosotros.

Dios está con nosotros. Él camina contigo, come contigo, duerme contigo, se ríe contigo, llora contigo, piensa contigo, camina a tu paso y también te mueve al paso de Él.

Emanuel: Dios con nosotros. Y porque Dios está con nosotros, mis hermanos, se convierte en un tiempo donde lo imposible se va a hacer posible. Dilo de nuevo para ti mismo: Lo imposible se hace posible.

Otra vez: Lo imposible se hace posible. Eso es la Navidad. Porque Jesús quiere hacer lo que para nosotros parece imposible, Él lo quiere hacer posible en ti. Tú ves tu situación, tu circunstancia y tú puedes decir: esto es imposible, yo no puedo superar esto. Y Dios te está diciendo: ‘No te preocupes yo lo voy a hacer posible porque soy Emanuel. Yo estoy contigo. Yo lo hago posible. No eres tú, soy yo’.

¡Aleluya!

Y porque Dios quiere hacer lo imposible, posible en nosotros, Él trae la esperanza de una nueva vida para cada uno de nosotros. Es el deseo del corazón de Dios. Dios llegó a este mundo para darnos una vida abundante a cada uno de nosotros. Él quiere darnos una vida abundante. Qué si tal vez, tú estás mirando a tu alrededor y lo que vez son cenizas, Dios quiere tornar esas cenizas en una danza, en un baile de gozo y de alegría en ti.

Dios quiere darte a ti un gozo que sobrepase cualquier circunstancia. Dios quiere darte a ti una sabiduría para tu saber como llevar cada uno de tus pasos. Dios no quiere que tú vivas tan solamente con una emoción, con una cosquilla en tu corazón que te haga brincar o algo, Dios quiere que esa emoción se transforme en una convicción profunda que transforme todo tu entorno; que cambie los paradigmas de tu vida, que cambie tu forma de hablar, tu forma de pensar, tu forma de relacionarte con otros, tu forma de administrar tu dinero o los bienes materiales que tienes, la forma en como tú cuidas tu cuerpo: la salud de tu cuerpo.

Dios quiere transformar todo eso. Él quiere darte una nueva vida, Él quiere hacer un Emanuel en ti, Él quiere transformar lo imposible en posible para que su Gloria se manifieste en ti.

Así que, ¿qué vamos a hacer en esta Navidad? ¿Vamos a sentarnos al lado del arbolito y cantar villancicos con nuestra familia? Hagamos, es bonito. ¿Vamos a darnos regalitos él uno al otro? Eso es bonito. Pero el mejor regalo que yo quiero que usted se lleve esta noche es que usted piense en la conexión de cada uno de estos puntos.

La Navidad es bonita, la temporada es bonita. Le da un gozo a uno, pero no nos quita la realidad en la cual estamos viviendo. Las pruebas van a seguir ahí. Las enfermedades van a seguir saliendo aunque las reprendemos en el nombre de Jesús.

Pero miren, eso mismo que yo acabo de decir, mira eso como el semillero de donde Dios va a sacar bendición para su vida. Mira que te lo digo, que va a ser el tiempo donde las palabras que Él ha decretado sobre ti se van a empezar a cumplir. Tal vez tú has visto muchas que se han cumplido hasta el día de hoy. Pero nuevas palabras se van a estar cumpliendo en medio de tu vida. Tú vas a ver que va a ser el tiempo de Emanuel en tu vida, vas a ver que es el tiempo de Dios en ti.

No es el tiempo de Dios por ti, es el tiempo de Dios en ti, contigo. Tú lo vas a poder experimentar en una forma tan tangible y palpable y por eso tú vas a comenzar a ver como lo imposible se va a empezar a tornar en cosas posibles.

Lo que antes parecía un gigante, por ese Emanuel se va a convertir en una cucaracha que vas a poder pisar y por eso tú vas a ver que se va a abrir la puerta a una nueva vida. Ahí está la Navidad en resumen. La nueva vida que recibimos en Cristo Jesús.

Mi hermano, mi hermana, tú que me estás escuchando en esta noche, yo te quiero animar. Haz de esta Navidad algo especial. No dejes que la rutina de la vida te agobie y te hunda. Mira si tal vez tienes que hacer como José y María que tuvieron que escapar de sus situaciones por un momento. Mira si tienes que cogerte un break- phew. ¡Sal!

Pero tenlo por seguro que Dios te va a traer otra vez. Y cuando Dios te traiga de nuevo, prepárate para esa revelación sobrenatural, esos ángeles que se van a aparecer en tu vida que tal vez no van a tener alas con plumas, tal vez va a tener una gorrita de los Red Socks, -si ves uno con la gorra de los Yankees no les hagas caso, ese es el otro. Pero los ángeles se podrán manifestar en distintas formas en tu vida.

Cosas sobrenaturales van a suceder. Yo lo creo así. Cosas sobrenaturales que van a confirmar la palabra de Dios en tu vida, que van a hacer de Dios un Emanuel, una presencia real y tangible en ti. Qué tú vas a ver que lo imposible se va a hacer posible y que la oportunidad de una nueva vida va a surgir de ti, surgirá en ti y de ti a otros.

Vamos a ponernos de pie y vamos a orar.

Señor Jesús a ti te damos la gloria y el honor. Gracias por tu palabra. Tú palabra que es viva y real. Señor la hemos declarado en fe. Hemos declarado esta palabra con autoridad porque sabemos que proviene de ti Jesús y de ti a nuestros corazones.

Tu deseo es que podamos experimentar tu vida. Qué podamos ver esas nuevas cosas que Tú quieres hacer en nosotros. Tú quieres tornar nuestro imposible en lo posible, Tú quieres ser ese Dios Emanuel, Tú quieres estar con nosotros, Tú quieres hacer cosas sobrenaturales en nuestras vidas aún a pesar de las persecuciones que podamos sufrir. Tú usas eso para traer Tu bendición a nosotros.

Así que Señor, lanzamos esta palabra a tu pueblo, los que están aquí, los que están lejos. Enviamos esta palabra Señor. A ti sea la gloria y el honor. A ti sea la gloria y el honor por todos los siglos y todas las edades.

Amén Señor Jesús y Amén mi Dios.

Aleluya. Gracias Dios. Gracias Señor Jesús. Gracias.

‘Toda la gloria, la honra y honor

Toda la gloria, la honra y honor’

Dile rapidito ahí al Señor donde estás dile:

“Quiero levantar mis manos,

Quiero levantar mi voz,

Ofreciendo a Ti mi vida

En Santidad y Amor.

Padre, sólo a Ti te ofrezco

Mi vida y mi corazón.

Y me postro en tu presencia

En adoración. Hijo de Dios

Recibe hoy toda la gloria

La honra y honor.

Hijo de Dios

Recibe hoy toda la gloria

La honra y honor.

Toda la gloria, la honra y Honor”

Sí, Padre, recibe toda la Gloria, toda la honra, todo el honor porque sacrificaste tanto a través de tu Hijo Jesucristo. Entregaste lo que Tú más amas para que nosotros hoy podamos experimentar momentos como el que hemos vivido, Señor. Sentimos que los cielos adelgazan y podemos penetrar en tu presencia, Señor.

Gracias Señor porque a través de Cristo Jesús tenemos ese puente que nos permite tener acceso a tu trono de misericordia. Permítenos siempre Señor estar atentos y conscientes de lo que aquel sacrificio significó.

Te damos gracias, Señor por el misterio de la encarnación. Las contradicciones en las que entró tu Hijo, los sufrimientos, los conflictos internos, los padecimientos, su humanidad, su deidad para que nosotros pudiéramos tener acceso a Ti y entrar en comunión contigo, Señor.

Te adoramos, te bendecimos, te damos gracias porque hoy podemos celebrar Navidad con alegría en nuestros corazones. Podemos celebrar el hecho de ser criaturas reconciliadas con el Padre. Gracias por hacernos habitantes de este misterio tan maravilloso.

Mantén siempre el sentido de maravilla, de misterio y ayúdanos a cada día estar conscientes del costo y el drama de la encarnación.

Te bendecimos, Señor. Bendecimos a tu pueblo, bendecimos nuestras vidas en estos días. Ayúdanos a mantenernos centrados en lo que verdaderamente vale. Te bendecimos. Regrésanos a nuestros hogares con Tu bendición, Padre.

Gracias Señor. En el nombre de Jesús. Hermanos y hermanas bendiciones. Adelante en el Señor.

Lánzate y camina por fe

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Mateo, Capítulo 2 . Dice aquí: ‘Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del Rey Herodes, vinieron del Oriente a Jerusalén unos Magos diciendo: “¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el Oriente y venimos a adorarle”. Oyendo esto el Rey Herodes se turbó y toda Jerusalén con él y convocados todos los principales sacerdotes y los escribas del pueblo les preguntó donde había de nacer el Cristo. Y convocados todos los principales sacerdotes y los escribas del pueblo, les preguntó ‘¿Dónde había de nacer el Cristo?’

“Ellos le dijeron: En Belén de Judea porque así está escrito por el profeta y tú Belén de la tierra de Judá no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá porque de ti saldrá un guiador que apacentará a mi pueblo Israel. Entonces Herodes llamando en secreto a los magos indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella. Y enviándolos a Belén dijo: “Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño y cuando le halléis hacédmelo saber para que yo también vaya y le adore”.

“Ellos habiendo oído al Rey se fueron y he aquí la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos hasta que llegando se detuvo sobre donde estaba el niño. Al ver la estrella se regocijaron con muy grande gozo y al entrar en la casa vieron al niño con su madre María y postrándose lo adoraron. Y abriendo sus tesoros le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra. Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino’.
Bendiga el Señor su Santa Palabra. Amén.

Me perdonan si me quito el jacket, hace calor. Este jacket y este sweater hacen una combinación mortal. Bien, hermanos. Esta semana yo estuve pensando acerca de estos Magos. En mi mente me pasé como tratando de ponerme en la mente de ellos y entender como se sentían ellos y que los impulsó a hacer este viaje. Porque la verdad es que es algo muy misterioso.

La escritura no nos dice mucho acerca de cómo ellos supieron de que se trataba esa estrella, ni que un rey iba a nacer, ni cual era el significado de ese rey. No nos dice muchos detalles, lo único que nos dice es que estos magos vinieron del Oriente y preguntaron: “¿Donde está el rey de los judíos que ha nacido porque su estrella hemos visto en el Oriente?”

Otra cosa, aquí aclaro, cuando dice que una estrella -yo se que los que estudian astronomía y un poco de ciencia saben que una estrella es una cosa gigantesca, el sol que no es una estrella demasiado grande es billones de veces más grande que la Tierra, por ejemplo- y astronómicamente no se presta mucho ese relato de que una estrella, yo creo que más bien la palabra que se usa aquí como estrella se refiere a un objeto luminoso, digamos, que apuntaba en cierta dirección y que ellos podían interpretar en cierta manera donde ese rayo podía llegar.

Así que no se detenga mucho a pensar, no pierda mucho tiempo tratando de descubrir como científicamente esto se puede… la Biblia no le interesa tanto resolver esos problemas científicos. Cuando usted llega al Cielo, pregúntele a Papá Dios y Él le dirá exactamente como fue. Podrá ver la grabación, el video y ahí usted entenderá perfectamente como fue.

Pero lo que me interesa señalar es ese proceso e imagino lo incierto que fue ese viaje. Ellos venían del Oriente y mucha gente piensa que se trataba de Irán, del área de Antigua Babilonia donde Daniel había estado cautivo y los israelitas habían estado cautivos muchos años. Y esa gente tuvo que hacer un viaje que no es como hoy que usted coge un avión y llega en, you know, de Irán a Israel [me imagino que] es más usted puede viajar en un cohete desde Irán a Israel hoy en día. Hubiera sido unos minutos, unas horas quizás a lo máximo, pero un viaje en ese tiempo era una cosa muy terrible, muy peligrosa también y muy incierta. Probablemente esos hombres nunca habían estado en ese lugar.

Lo que yo estaba pensando esta semana es que… acerca de viajes. Dios siempre nos lleva a través de viajes en la vida cristiana y esos viajes requieren fe de nuestra parte. Estos hombres no estaban seguros de todos los detalles, ellos tenían unas cuantas ideas que habían recibido de parte de Dios, pero evidentemente por las preguntas que ellos hacen cuando llegan allí, ellos no tenían toda la historia.

Dios no les dijo: “Aquí tienen un Google Map o Mapquest o un GPS” para llegar. Ellos tuvieron que ir mirando y yo no se si ellos usaron instrumentos científicos de su época para disparar quizás algunas coordenadas y ver quizás el ángulo de ese astro o lo que sea para ubicarlo. Pero ellos tuvieron que ejercer fe en todo el camino.

Eso me recuerda, hermanos, que Dios muchas veces nos envía a viajes y a jornadas y no nos dice todos los detalles y nosotros tenemos que emprender simplemente un camino de fe; lanzarnos en el nombre del Señor y creer que Él va a ir abriendo el camino paso a paso.

¿Saben qué esto de los viajes no es solamente estos hombres que dieron este viaje sino que en la Biblia hay muchos viajes que Dios le dice a personas que emprendan? Y no les dan todos los detalles del viaje, sino simplemente les da algunas cositas básicas y les dice “Ahora que caminen que yo en el camino les voy a ir proveyendo todas los detalles”

Déjenme hacer un paréntesis.

Primero lo que quiero es disipar algunos mitos, algunas creencias falsas acerca de estos hombres. Eso será muy bueno para ustedes y los que todavía no sepan eso, los hermanos que nos están viendo a través del Internet, pero para que conozcamos un poquito más: ¿Quiénes eran estos hombres, verdaderamente, estos tres Reyes Magos? Primeramente, no eran tres. No se sabe cuantos eran, ¿Okay? ¿Estamos claros en eso?

Si usted lee su Biblia -recuerde esto que es bien importante, ¿Okay?- porque hay una cantidad de cosas que la tradición mete allí. Si usted lee no dice cuantos eran, alright? No se llamaban Melchor, ¿cómo es? Gaspar y Baltasar. No dice cual era sus nombres, ¿Okay? Por favor, eso es todo tradición.

Es más, no había allí dos blancos y uno negrito, eso no era cierto tampoco. No hay tal cosa, sino eran simplemente…Yo creo, tendrían que ser más de tres, probablemente, porque estos hombres eran una tribu más bien. Se cree que una tribu especial que eran sacerdotes, era una tribu sacerdotal en Irán. Así que probablemente vino una comitiva más bien de ellos.

No eran reyes, eso era otra cosa, los tres Reyes Magos no eran reyes. Abandone esa idea, nada dice aquí que eran reyes. Eran probablemente sacerdotes científicos. En Babilonia, como también en el mundo Occidental, hasta la Edad Media o el Renacimiento la ciencia y la teología estaban juntos. Todo estaba mezclado. Solamente en el mundo moderno hubo esa separación de la ciencia y la religión, hasta que hoy en día son como dos ramas completamente diferentes.

En aquellos tiempos los hombres indagaban acerca de las cosas espirituales. Quizás eran astrólogos. Ellos observaban los astros, eso es muy probable: “que su estrella hemos visto en el firmamento”.

En Babilonia se exploraban las estrellas y se exploraban los astros y señales. Los misterios que hay, no podemos entrar mucho en ellos. Pero estos hombres eran científicos, eran filósofos, eran sacerdotes religiosos, era una mezcla de cosas pero no eran reyes, eran más bien gente sacerdotal, gente científica que investigaba estas cosas y que probablemente al investigarlas se tropezaron con esta señal y ellos podían entender y discernir. Y Dios en su misericordia les proveyó luz y Él querría que ellos fueran y adoraran a su Hijo.

No eran magos tampoco en el sentido que nosotros entendemos la palabra. No piensen en una gente con una varita mágica, ¿Okay? Haciendo cosas mágicas o poniendo un sombrero y sacando conejos del sombrero. Esta gente no eran magos en ese sentido. Because they were magos, pensamos que... no. La palabra “magos” viene de la palabra en el griego original que es ‘magoi’, dice que es una traducción de una palabra de Irán, de Irak, Babilónica, medio persa que quería decir gente así “gente sabia”, gente sacerdotal, gente que indagaba acerca de las cosas espirituales.

Y yo creo que estos hombres eran buscadores de la verdad y yo creo que por eso Dios los tocó y les habló acerca de su Hijo. Porque ellos estaban deseosos de conocer más de Dios, la única luz que ellos tenían eran sus tradiciones ocultistas, los astros, este tipo de cosas. Pero estaban buscando, estaban deseando conocer de la verdad y Dios les habló a ellos. Y les habló en términos que ellos entendían y de ahí entonces -imagino- que comenzó un proceso hasta llevarlos hasta el niño Jesús y hasta aún después que ellos regresaron a su patria yo creo que debe haber continuado el proceso.

¿Quién sabe como ellos llegaron entonces a entender verdaderamente quien era este ser? Se convirtieron y fueron, pero yo no creo que llegaron a ser grandes teólogos, no creo que llegaran a leer las Epístolas del Apóstol Pablo o este tipo de cosas. Lo cual me dice algo acerca de- y es que Dios, Dios se revela a quien lo está buscando, a quien tiene un corazón abierto verdaderamente, que tiene deseos de conocer. Y eso nos anima a nosotros a tener, you know, deseos de conocer a Dios porque Dios se revela cuando nosotros lo buscamos. Aunque tengamos errores y todo esto.

Es importante que entendamos que la salvación y la revelación de Dios no depende de conocimiento perfecto de tener toda la teología correcta y de… Dios busca nuestro corazón, no tenemos que ser perfectos en nuestro caminar, sino que Dios ve el deseo de nuestro corazón, el deseo de conocerlo mejor, el deseo de agradarlo, nuestros esfuerzos a veces torpes que hacemos.

Y el Señor está dispuesto a encontrarnos donde nosotros estamos y de ahí guiarnos poco a poco hacia un mejor conocimiento de Él. Pero lo que Él quiere es que comencemos la jornada, que comencemos donde estamos y como somos y Él nos irá guiando hasta el lugar perfecto donde está su Hijo perfectamente manifestado. Es una jornada, es un viaje y nosotros lo más importante que tenemos que hacer es comenzar ese viaje.

Esa idea de que estos hombres regresaron a su país y que no tenían todo el conocimiento, es más, María la mamá de Jesús, no sabía concretamente quien era su hijo. Era una jornada. Cuando ya Jesús era un hombre, todavía sus hermanos y su mamá pensaban que estaba loco cuando Él anunció que era el Hijo de Dios o comenzó a predicar. Es más, yo creo que, Jesús siempre habló ahí como entre comillas, entre paréntesis, entre misterios y parábolas acerca de su verdadera naturaleza.

Su mamá y sus hermanos no entendían correctamente. Cuando Jesús era niño dice que María veía ciertas cosas y las guardaba en su corazón. Estaba siempre como especulando. Ella misma, que había recibido la palabra del Arcángel, ella misma no tenía totalmente clara toda la teología acerca de su Hijo. Yo creo que ella nunca entendió -lo que nosotros entendemos hoy en día- ella no lo entendía ciento por ciento. Nosotros tenemos mucha más luz que la que tenía María, yo creo. Imagínate que lo tuvo en su vientre y nosotros entendemos más que ella.

Yo creo que esta idea, también de estos magos, que no tenían un conocimiento perfecto y que Dios los estaba llevando hacia un conocimiento mayor, nos invita a nosotros a ser bien cuidadosos a como tratamos a gente que no cree como nosotros, ¿Okay? Yo creo que nosotros tenemos que estar convencidos de lo que dice la Palabra, que Jesucristo es el camino, la verdad y la vida y que nadie viene al Padre si no es por Él.

Para mi eso es firme, seguro. Tenemos que predicar el Evangelio, tenemos que anunciar la Palabra. Ustedes saben todo eso, no estoy cuestionando eso. Pero sí estoy diciendo que sabia es la persona que guarda un poquito de espacio en su teología para lo misterioso de Dios. Dios se anuncia a quien Él quiere y como Él quiere y yo creo que vamos a llegar al cielo un día y vamos a encontrar gente allí con turbantes y con cosas raras y nos vamos a sorprender. Vamos a decir ¿qué hace este aquí? Dios dice ‘No, yo lo invité, y ¿qué?’

Usted va a tener que decir simplemente ‘Amén, Señor. Tú sabes lo que haces’. Ahora no nos metamos en esos líos nosotros, yo no tengo que estar… Yo lo único que he aprendido en mi vida es a reservar espacios para un Dios que es misterioso y soberano y Él sabe lo que hace. Ahora yo creo lo que dice la Biblia y lo que yo conozco y predico el Evangelio y predico a Cristo y es necesario que la gente conozca a Jesús. Pero Dios se anuncia como él quiere a gente.

Ahora mismo, por ejemplo, en el Medio Oriente, muchos árabes dicen que el Señor se les está apareciendo a gente por donde quiera en sueños. Mucha gente se está convirtiendo a través de sueños y revelaciones, directamente. Porque el mundo árabe está tan cerrado a la predicación del Evangelio que el Señor se le aparece directamente a las personas para que se conviertan.

¿Recuerdan la historia cuando estos hombres se acercaron a Jesús y dijeron “Señor, hay unos por allí que están predicando el evangelio y no tienen carnet de evangélicos? No son metodistas, no son luteranos. Ya los investigamos, no son bautistas, no son pentecostales y están predicando. Y nosotros somos los que tenemos la franquicia de evangelistas”

Y, ¿qué dijo el Señor? ‘Déjenlos tranquilos, porque nadie me llama Señor y puede decir algo malo o negarme. Así que déjenlos que ellos, no se pongan a perseguirlos ni nada’. Y así hacemos nosotros a veces: ¡Ah! Porque no creen en el bautismo del Espíritu Santo ya no… ¡Ey! Estése tranquilo, Dios sabe lo que Él hace. Déle tiempo a la gente. Dios los lleva poco a poco.

Nosotros tenemos que ser cuidadosos y dejar que el Señor vaya revelándose, que vaya enseñando su propósito en la vida de los demás y tenemos que darle espacio. Hay muchas cosas que podemos… Yo voy a ir cerrando esto.

Pero otras cosas que yo veo acerca de estos hombres que es bien importante, acerca de estos viajes de fe que tenemos que lanzarnos y que el Señor no nos dice todos los detalles, sino que Él va revelándonos detalles cuando nosotros damos pasos de fe y comenzamos a caminar. Entonces Él va -mientras caminamos- revelando lo que Él quiere y que nosotros no debemos esperar solamente hasta que tengamos todo el mapa declarado y todos los detalles.

La vida cristiana es una vida, hermanos, de caminar por fe, creyendo que el Señor va dándonos instrucciones según vaya el camino.

Es importante, hermanos, que nosotros entendamos que cuando Dios nos llama a hacer algo grande en nuestras vidas y una jornada puede ser comprar una casa, comenzar un negocio, entrar en una relación amorosa, decidir una profesión que vamos a estudiar, decidir entre tres universidades cual es la que vamos a ir, tomar un viaje misionero, decidir en una iglesia, decidir estudiar teología en un seminario en vez de estudiar una carrera secular, comenzar una clase de inglés o un curso de inglés, muchas cosas en nuestra vida. Iniciar una relación romántica para casarnos con una persona.

Todas esas cosas presuponen incertidumbre en el futuro y nadie nos garantiza que esa decisión va a ser ciento por ciento perfecta. Pero, ¿sabe qué? Yo creo que si nosotros y nuestro corazón es noble y estamos buscando agradar a Dios y hemos inquirido, hemos orado, hemos buscado consejo, nos hemos examinado a nosotros mismos, hemos buscado la palabra de Dios y todavía estamos seguros que o por lo menos creemos que sí que esto es de Dios y somos sinceros, lancémonos en el nombre del Señor.

Y creamos, entonces, que en el camino, Dios nos va a ir dirigiendo como dirigió a estos hombres y nos va a dar luz mientras nosotros caminamos y que no hay nada que pase en esa jornada que vaya a ser destructivo en última instancia.

Puede que nos equivoquemos, puede que pequemos, puede que lleguemos a un callejón sin salida y tengamos que entrar para atrás y buscar otra salida, puede que ofendamos a alguien, puede que haya pérdida en el camino, puede que hagamos una decisión que nos cueste más tiempo llegar. Pero, hermanos, todas esas cosas, Dios las usa para gloria de Él y para bendición de nosotros porque siempre vamos a estar aprendiendo algo.

Siempre de todo ese proceso Dios va a sacar gloria, honra, bendición y Él va a ser glorificado en esa energía que se desprende de nuestros esfuerzos en la jornada mientras buscamos su perfecta voluntad. No hay pérdida para los hijos de Dios, en otras palabras, usted no pierde. Dios recicla todo lo que usted le suelta, Dios lo recicla y lo convierte en Gloria y Honra para su nombre.

Por eso, es que yo creo que como cristianos, tenemos que tener una fe grande. Tenemos que emprender cosas en el nombre del Señor, tenemos que ser atrevidos. Viva una vida creativa en el nombre del Señor.

Yo creo que de todos los seres humanos, el cristiano es el que más derecho tiene para subirse sobre la cuerda floja, ahí con una vara y comenzar a caminar ese camino de fe creyendo que Dios va a proveer. Porque yo se que tenemos abajo una malla. Si usted se cae lo único que va a hacer es pum, pum, va a rebotar de la malla, coge su vara otra vez, va a la escalera y se sube otra vez en la… siga. Nunca se va a romper la cabeza porque el Señor va a estar ahí. ‘Porque a sus ángeles mandará cerca de ti a que te guarden en todos tus caminos -dice la palabra- para que tu pie no tropiece en piedra’.

Lánzate en el nombre del Señor a una jornada. Si Dios te ha dicho ‘Mira, allá está la estrella’, sigue a la estrella, lánzate y camina por fe y atrévete. Tú eres como Don Quijote, vete a buscar tu destino. Vamos a vivir vidas creativas. ‘Vete de tu tierra y de tu parentela -dice- a una tierra que yo te he de enseñar’.

Tenemos que saber que Dios es el Señor y que cuando lleguemos a un callejón sin salida por un error, el Señor va a estar allí para decirnos “¡Ey! Coge esta ruta, ve por acá y yo te llevaré” Porque Él es glorificado, porque tiene que ser Él quien se lleve la gloria no nosotros, ¿Okay?
Así que yo los quiero invitar a que: confía en tu Dios, confía en el Señor. Aunque no tengas todas las cosas claras.

Esta es una narrativa tremendamente complicada. Podríamos estar aquí horas hablando de Herodes y la pregunta y como la gente reacciona en Jerusalén y el deseo de Herodes de matar al niño y los peligros que corrían los magos y mil cosas que no tenemos tiempo para elucidar. Y ahí estaban estos hombres, iba a decir estos tres hombres -pero no son tres, estos hombres y están metidos en esta cosa y…

¿Qué hubiera pasado si Dios no les revela que no vayan a dónde lo de Herodes? Herodes quizás hubiera matado al niño y lo hubiera matado a ellos también. Pero Dios los libró, se les reveló y de un sueño. Entonces, entienda esto, que Dios va a estar contigo donde quiera, en todo ese proceso. Dios va a estar contigo.

Esta mañana yo pensaba ¿Por qué Dios no será un poquito más consecuente con nosotros y por qué no dejó esa nieve para el lunes o el martes? ¿Por qué tiene que dejar que sea el sábado en la noche? You know? Y yo digo, ¡guau! La verdad que hay tanto misterio en la vida. ¿Por qué muere un niño en una familia cristiana a los dos años, cuando están enamorados y adoran ese niño y entonces el Señor se lo lleva?

¿Por qué hay un accidente y una persona noble y buena choca y se muere y por qué nosotros que estamos sirviendo al Señor, hay un fracaso financiero y perdemos la casa a pesar de que oramos que el Señor no se la llevara? You know? Esa es la vida cristiana. Es una jornada llena de situaciones pero Dios está en todo porque evidentemente Dios estaba en esto.

Lo que podemos hacer en la jornada de fe es dar pasos de fe aunque llueva, truene, ventee aunque vengan gigantes, aunque haya accidentes, aunque haya divorcios, aunque haya perdidas de casa, aunque haya enfermedades no esperadas. Sigue dando un paso de fe delante del otro porque Dios sabe el detalle, Dios sabe la jornada.

Un día tú vas a ver a Cristo tal y como necesitas verlo, cara a cara le veras, y todos los detalles de la jornada quedarán atrás, no importará ya nada lo que tú hiciste, lo que no hiciste. Ya verás como verás como Dios te ve. Un día conocerás como eres conocido. Mientras tanto lánzate a la jornada. ¿Amén?

Amén.

Comencemos la jornada. Amén. Vamos a comenzar la jornada de fe y sigamos la jornada porque a Dios le interesa mucho que demos ese viaje. ¿Amén?

Padre gracias. Gracias por tu palabra, gracias por tu invitación a tomar la jornada de la fe. Padre ¡qué bueno es saber que Tú eres tan misericordioso! ¡Tan amante, tan bueno, tan hermosamente paciente con nosotros! Me da gran gozo saber que yo no tengo que tener todas las cosas planchadas y conocer todos los detalles y tener todo bien arreglado porque Tú tienes misericordia. Eres un Dios bueno y Tú buscas los deseos de nuestro corazón.

Yo bendigo a mis hermanos y hermanas y te pido que seas con cada uno de nosotros, que nuestra jornada te traiga gozo. Eso sí, Señor, que te traiga deleite al Tú mirar desde tu cielo y ver nuestro caminar aquí en la Tierra.

Sermon clásico #6060: Somos la sal de la tierra

Vamos a ir a Lucas13, vamos a leer dos pasajes: Mateo 5:16 y Lucas 13, versículos 18 al 21. Allí dice la palabra del Señor en Mateo capítulo 5, versículo 13: “Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se desvaneciere ¿con qué será salada? No sirve más para nada sino para ser echada fuera y hollada por los hombres. Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder, ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud sino se pone sobre el candelero y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”.

Lucas capítulo 13 versículos 18 al 21: “Y dijo ¿a qué es semejante el reino de Dios? Y ¿con qué lo compararé? Es semejante al grano de mostaza que un hombre tomó y sembró en su huerto y creció y se hizo árbol grande y las aves del cielo anidaron en sus ramas”. Y volvió a decir: “¿A qué compararé el reino de Dios? Es semejante a la levadura que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina hasta que todo hubo fermentado”.

Hermanos, este pasaje, en realidad yo quería exponerlo durante la noche de despedida de año y quiero hoy sin embargo compartirlo con ustedes porque creo que el Señor quiere hablarnos a través de él como Iglesia. Estos pasajes me impactaron mientras los meditaba recientemente porque nos habla acerca de lo que nosotros somos en Cristo Jesús. De la nueva naturaleza que nosotros hemos recibido como hijos de Dios.

Jesús quiso en varias ocasiones que sus discípulos, sus seguidores, entendieran su verdadera naturaleza. No la de Él sino la de ellos. Y por extensión la de nosotros como seguidores de Jesucristo. Que nosotros entendiéramos el carácter especial que nosotros tenemos en Cristo Jesús. La nueva naturaleza que nos ha sido dada, lo que nosotros verdaderamente somos, como dice la palabra: ‘Somos un real sacerdocio. Una nación santa, un pueblo apartado por Dios para cosas muy especiales’.

Cuando nosotros entramos en el reino de Dios, cuando recibimos a Jesús como nuestro Señor y Salvador, cuando el espíritu santo viene a morar a nuestra vida y hace obras de transformación interior, nos es imputada, nos es dada una nueva naturaleza.

Y es una naturaleza entre muchas otras cosas, de poder, es una naturaleza de influencia, es una naturaleza de gracia y por eso Jesús le refirió estos diferentes pasajes, estas diferentes ilustraciones o parábolas acerca de la iglesia, lo que es la iglesia y el reino de los cielos.

Es como una radiografía de lo que somos nosotros en el mundo espiritual.

Entrar al reino de Dios, hermanos, es algo excelente. Es algo excepcional. Cuando nosotros entramos al Reino de los Cielos, se nos imparte la misma vida de Dios y el poder de Cristo comienza a moverse, se activa dentro de nosotros.

El apóstol Pablo dijo: “Qué el mismo poder –en Efesios- que levantó a Cristo de los muertos, es el poder que habita en nosotros”. Y quizás tú te miras y dices ‘pero yo soy tan común y tan corriente no veo nada nuevo. Yo no brillo en la oscuridad, yo no soy radioactivo’ y sin embargo la palabra me dice que Dios se mueve con todo su poder dentro de mi y que eso me da razón para yo vivir la vida confiado y seguro y para tener ciertas expectativas de cómo Dios se va a manifestar a través de mi vida.

Hay una nueva naturaleza que habita dentro de ti aunque parezca que nada ha cambiado y que todo es como siempre.

Hace un par de días veía un documental en la televisión acerca de cuatro niños. Tres de ellos Filipinos y uno Vietnamita. Estos niños hasta cierta edad habían vivido una vida común y corriente, pobre, sus madres –tres de ellas prostitutas- reconocidas en la comunidad. Una de ellas simplemente una moza en un restaurant y estos niños vivían la vida de cualquier niño pobre de países eminentemente pobres como son Vietnam y las Filipinas.

Pero estos niños sin que la comunidad supiera mucho acerca de ellos, tenían algo muy especial. Aunque jugaban en las calles y en la tierra como cualquier otro niño dentro de ellos había algo muy excepcional.

Y es lo siguiente: estos niños tenían un papá norteamericano que era un hombre de negocios, dueño de aerolíneas, de grandes empresas en el mundo y este hombre viajaba mucho por el área del Oriente y parece que tenía una preferencia especial por mujeres asiáticas y procreó cuatro niños con estas mujeres y quien sabe que otros niños por ahí que no saben que tienen un padre de esa índole. Estarán, quizás, padeciendo de miseria, como tantos cristianos también que tienen un padre muy especial pero no lo perciben, no se dan cuenta de ello.

Pero estos niños, como les digo, eran hijos de un hombre eminentemente rico, multi-, multi-millonario. Y este hombre murió y dejó establecida una fundación. Murió inesperadamente, se ahogó, y dejó una fortuna valorada en más de 600 millones de dólares. Y dejó todo ese dinero a una fundación que se suponía que todo ese dinero simplemente se distribuyera a universidades para propósitos de investigación médica, etc.

Las madres, no lentas ni perezosas, supieron de la muerte de este hombre y buscaron buenos abogados. Los abogados pusieron demandas de paternidad. Establecieron en una forma bastante convincente que estos niños –y uno les ve las caras y es evidente que son hijos de este hombre- pero también por una pequeña muestra de sangre que quedaba en un sitio por un accidente que él había tenido antes de avión, se pudo constatar con mucha seguridad de que estos niños eran hijos de este hombre.

Y después de muchos años de pugna y meses y meses en que la Fundación y los abogados de él no querían soltar el dinero, ni querían que un centavo les tocara a ellos trataron de negociar para darle aunque sea un poquitito. Porque dijeron, “Nosotros queremos todo lo que nos toca”.

Y el caso fue, escuchen esto, hace poco resolvió el asunto y los abogados de este hombre, después de resistir mucho llegaron a un acuerdo con estas cuatro familias, estas cuatro mujeres –tres de ellas prostitutas como digo y una de ellas una mujer muy, muy humilde- y estos niños, hermanos, probablemente van a recibir cada uno 90 millones de dólares. ¿Okay? Cada uno 90 millones de dólares.

Creo que es como un 60 por ciento de toda la fortuna de este hombre. Tenían algo increíble dentro de ellos y no lo sabían. Llevaban los genes de un hombre multi-, multi-millonario y tremendamente poderoso. Y ellos reclamaron sus derechos, los hicieron valer, pelearon contra las fuerzas que no querían reconocerles sus derechos y ganaron.

Y hoy son multi-, multi-millonarios. De la miseria a la riqueza inimaginable para muchos de nosotros de ser multi-, multi-millonarios. ¿Por qué? Porque tenían una naturaleza excepcional dentro de ellos. Algo se movía dentro de ellos, era invisible pero estaba allí dentro de ellos y ese algo se hizo reconocer y se convirtió en algo entonces externamente reconocible.

Hermanos, se me ocurre si la aplicación de la ilustración ya no le es obvia, usted necesita despertarse y tomarse un café. No lo haga en el Santuario.

Pero, la idea es que nosotros al entrar en comunión con el espíritu de Dios, al recibir a Cristo como nuestro Señor y salvador, al venir a ser parte de la familia de Dios, nosotros tenemos en nuestros genes espirituales la herencia de un Padre multi-, multi-, millo-, billo-, trillo- millonario: es el creador del Universo, el dueño de todo lo que existe. Él tiene todos los recursos del universo a su disposición y nosotros somos partícipes de los recursos del cielo.

Quizás no lo parecemos externamente pero dentro de nosotros está implantada la naturaleza divina. Ha sido activada, esa naturaleza de Dios que había sido opacada por el pecado Adánico, hace miles de años atrás. Ahora recuerda que tú eres hijo y tú eres parte de una estirpe excelente. Tú eres parte de una empresa y de una energía conquistadora.

El padre nos ha inseminado con una nueva vida interior, un nuevo poder. Eso es lo que yo creo que la Biblia quiere expresar cuando habla de un nuevo nacimiento. Hay una nueva naturaleza que le es dada a cada hombre, a cada mujer que entra en comunión directa con el espíritu de Dios a través de Cristo Jesús.

Y ¿usted sabe cual es el problema, hermanos? Que muchos de nosotros no estamos consientes de eso, no cultivamos esa conciencia. No pasamos tiempo meditando en ella, no la activamos por medio de la fe, no la confesamos verbalmente, no nos atrevemos a emprender cosas en el nombre de esa naturaleza nueva que tenemos que es de nosotros. Y nos quedamos como esos niñitos antes de recibir su reconocimiento de paternidad pobres, miserables, como todos los demás. Cuando Dios nos ha llamado a ser una fuerza conquistadora en el mundo.

El brazo de Dios no se ha acortado, la mano de Él no ha sido retirada. La iglesia es la que tiene que despertarse a su nueva naturaleza pero las formas en que Cristo compara a la iglesia dice que es “la sal de la tierra,” dice que “es la luz del mundo,” la compara con una semilla de mostaza que es pequeñita pero que cuando crece se hace un árbol inmensamente frondoso y muchos pájaros encuentran nido y habitación en ese árbol frondoso.

Lo compara a la levadura que usted le echa unas cuantas semillitas o polvitos de levadura y ¿qué pasa? Esa levadura se esparce por toda la masa y la expande y la penetra y la hace algo grande. Algo mínimo deja sentir su fuerza en algo grande y tú quizás te consideras muy pequeñito pero en Cristo Jesús tú eres un gigante porque no eres tú sino Cristo dentro de ti. El poder de Dios dentro de ti. Esa es la nueva naturaleza que Cristo nos ha dado.

Tú y yo, hermano, la iglesia, los que somos miembros de la raza redimida en Cristo Jesús estamos hechos, estamos creados, estamos reconstruidos para reconquistar, para embellecer el mundo, para llenarlo todo, para establecer dominio, para ser agentes de vida, para ser una levadura.

¿Saben lo qué es una levadura? Una levadura le da vida. Si una masa de harina no tiene levadura, ¿sabe qué? Es como una galleta: flat, completamente plana. El pan no se levanta. ¿Qué es lo que permite que un pedacito de harina se haga algo grande y esponjoso? La levadura que está dentro de ella, es la vida, es lo que expande, es lo que da posibilidad de vida.

Y eso es lo que nosotros somos. Nosotros somos como computadoras humildes que se le han metido más memoria. Hacemos las cosas más rápido, procesamos más las cosas.

Yo tengo una computadora por allí que comenzó bastante limitada en sus posibilidades. Le compramos unos componentes pequeñitos, pero le inyectamos, cerramos la computadora. La computadora parecía la misma por fuera, pero cuando yo apretaba los botones, las cosas funcionaban bien rápidamente. Podía procesar mucho más porque dentro de ella tenía algo nuevo, un poder diferente.

Eso es lo que nosotros tenemos, el poder de Dios dentro de nosotros. Es la vida de Dios, nos ha dado Dios una nueva naturaleza. Hemos heredado como esos niños asiáticos, la naturaleza de nuestro Padre celestial, todo su poder, su honra, su prestigio, sus posibilidades, su promesa, su capacidad para influir y para cambiar la materia. Todo eso, tú y yo lo hemos recibido y todo está en que nosotros nos atrevamos a hacerlo, en que nosotros cultivemos la conciencia de que “yo lo tengo, yo lo puedo” y que nosotros creamos en el nombre del Señor.

¿Saben qué? Va a haber fuerzas que no van a querer permitir que nosotros entremos en esa nueva naturaleza. Esa es la inercia natural de tiempo y del espacio de este mundo en que nosotros vivimos. Este mundo Adánico, penetrado por el pecado. Como esos abogados de este hombre, no querían soltar el dinero a estos niños que le pertenecían por paternidad.

Hay en este mundo fuerzas diabólicas, fuerzas de la oscuridad y tal vez simplemente parte de la misma materia en que nos movemos que no va a querer que tú entres en el uso de tu poder. Y por eso es que no somos gigantes todos en una forma espontánea y natural.

Hay que luchar, hay que arrancar al diablo la naturaleza que Dios nos ha dado. Hay que ir contra el viento y contra la marea, hay que pelear, hay que batallar, hay que estar dispuestos a luchar porque el diablo no liberta ninguno de sus cautivos así por así, a menos que venga una fuerza mayor y lo obligue a soltarla.

Dice Jesucristo que “el hombre fuerte, a menos que no venga alguien más fuerte que él y lo ate, entonces no puede saquear su casa” pero cuando viene alguien más fuerte viene y ata al hombre fuerte que gobierna la casa y entonces hace lo que quiere con su casa.

El diablo es ese hombre fuerte que no quiere que tú entres en tu herencia y él va a hacer todo lo posible porque tú no lo hagas. Y van a venir pruebas a tu vida, van a venir luchas a tu vida, pero en el nombre del Señor si tú persistes tú vences, tarde o temprano.

Dios nos dio la visión pero no crea, hermano, que usted va a ir como quien pasa por un bosque lleno de flores simplemente recogiéndolas y metiéndolas en su cesto. Hay serpientes, hay lobos, hay fieras terribles que no quieren que tú entres en las bendiciones de Dios. Pero lo que tienes que hacer es persistir, en el nombre del Señor. Él que llamó y Él hará que tú entres en lo que Él ha declarado para tu vida. Fiel es el que prometió.

La vida no se abre para nadie, hermanos, este mundo no le cede a nadie nada a menos que uno no guerree y no batalle. Por eso cuando hablamos de victoria y de poder y de triunfo no se crea que le estoy prometiendo un lecho de rosas. Hay luchas en la vida, va a venir tribulación porque vivimos en un mundo que está penetrado por el mal y dice la Biblia que Satanás sólo sabe matar, robar y destruir. Sus poderes quieren que tú te mantengas pequeñito, tú te mantengas en la miseria, pero Dios quiere que tú tengas vida y la tengas en abundancia.

¿Quién va a ganar, Dios o el diablo? La Biblia dice: ‘Resistid al diablo y huirá de vosotros’.

Si tú te mantienes firme en lo que Dios ha declarado, si tú persistes en la visión que Él ha puesto en tu corazón, tarde o temprano, tú tendrás que entrar en ella.

Todo está en que tú creas en el Señor y cuando vengan los primeros que hayan de mentirte y a decirte “No, no lo puedes hacer” que tú simplemente no te vayas con la colita entre las piernas. ‘Okay, bueno, si me dijeron que era así, pues está bien’. Tú tienes que seguir resistiendo, tocando a la puerta: ‘Tocad y se os abrirá, pedid y se os dará, buscad y hallareis’, dice el Señor.

Hay un elemento de insistencia, de persistir hasta que la puerta se abra y venga la bendición a tu vida. El reino de los cielos se hace fuerte, los valientes lo arrebatan, aquellos que se mantienen firmes en las cosas del Señor, esa es la naturaleza.

Hermanos, mi visión del mundo, mi concepto del mundo es una visión conflictiva. Este mundo en que vivimos es un mundo de conflicto y de lucha. Y ¿sabe qué? Mi concepto del reino de Dios, es el concepto de un ejército. Nosotros somos guerreros, somos soldados en un ejército.

Cuando tú entras al reino de Dios tú entras como un soldado. Tú entras como un guerrero y muchos de nosotros no hemos entrado en esa mentalidad guerrera, muchos de nosotros todavía nos falta pasar por el boot camp, por la introducción al ejército, estamos allí afuera, tenemos el uniforme de soldado pero nos queda grande y la pistola nos baila porque no hemos podido en realidad entrar en la plenitud de la actitud que Dios quiere para nuestras vidas.

Y Dios, hermanos, desea que cada uno de nosotros cultive, cultive continuamente a fuerza de meditación a fuerza de visualización, a fuerza de verbalización, a fuerza de lectura, continuamente y de conversión positiva esa naturaleza guerrera del reino de los cielos. Jesús dijo: “Yo no he venido a traer paz, sino -¿qué?- a traer espadas” y Pablo compara una y otra vez al cristiano con un guerrero. ¿Por qué? Porque este mundo es inherentemente conflictivo, y si tú entras a este mundo sabes que vas a tener que guerrear, vas a tener que luchar y Dios te ha dado una naturaleza conquistadora.

La naturaleza de la iglesia de Jesucristo es una naturaleza conquistadora. Yo les digo, hermanos, no hay lugar de mayor paz que en el medio de la lucha para el creyente.

Yo siempre he dicho que si yo fuera pintor y me dijeran: “Pinta un cuadro que exprese la paz” yo pintaría el cuadro de la tormenta bíblica esa, cuando estaban Pedro y Jesús en la barca y los discípulos durmiendo allí en la barca y las olas azotando la barca. Y Jesús allí tranquilo en paz con su Dios.

Y ¿sabe qué? Esa gente estaba también segura porque Jesús estaba también en la barca. La barca no se podía hundir porque Jesús estaba en ella. Había tribulación, había lucha, sí pero había seguridad.

Muchos de nosotros como cristianos creemos que la paz está en escapar del conflicto. No hacer nada para el reino, no envolvernos en nada porque el diablo va y se molesta conmigo. Entonces mejor me quedo calladito allí para que no sepa que yo existo ni siquiera.

¿Sabe qué, hermano? Ese no es el lugar de la seguridad. El lugar de la seguridad es siguiendo al Señor, el lugar de la seguridad es dándole al Señor. El lugar del gozo es invirtiendo en el Señor, el lugar de la Gloria es sacrificándote para el Señor. El lugar de la gloria es sufriendo y batallando y sangrando y llorando para el Señor. Allí es donde está el gozo.

Donde está la paz, donde está la altura de vida. No viviendo la vida arrastrándonos por el piso. Deshonramos a nuestro Padre, porque nuestro Padre es un guerrero.

Nuestro Padre celestial es un soberano, es un rey. Él gobierna y él quiere que nosotros gobernemos también. Por eso el Señor quiso que nosotros entendiéramos eso y nos hace esas comparaciones de ser la sal de la tierra. La sal le da sabor a todo lo que toca. La luz del mundo, la luz conquista las tinieblas.

¿Usted ha visto alguna vez que se prenda una luz y que las tinieblas se queden iguales? La luz donde entra alumbra y establece su naturaleza. Nosotros somos así, hermanos, eso es lo que Cristo quiere que nosotros entendamos y por eso Él le dijo a la iglesia.

Hermanos, una y otra vez uno ve pasajes que nos invitan a ser militantes como cristianos. Cristo dijo: “Id por todo el mundo. Predicad el evangelio y haced discípulos a todas las naciones”. ¿Qué quiso decir con hacer discípulos? ¿Qué hace usted? Cuando usted tiene un discípulo ese discípulo le obedece, ese discípulo le sigue, ese discípulo adopta su mentalidad, ese discípulo ve a través de sus ojos, ese discípulo se convierte en una reflexión de su maestro.

No hay discípulos si no hay maestros.

[Audio de conclusión]

Entonces Cristo dijo “Conviertan a las naciones en sus discípulos como iglesia” es decir conquisten a las naciones. Impártanle a las naciones su fe, impártanle su creencia, impartan a las naciones la visión del reino de Dios. Dominen sobre las naciones. Establezcan los valores del Reino de Dios. Inseminen la cultura en la sociedad con los valores y la visión del Reino de Dios. Haced discípulos a las naciones”. Eso es lo que Cristo quiso decir.

Y el apóstol Pablo –yo recordaba- lo que dice en Segunda de Corintios, capítulo 10 versículo 4 y 5 donde dice el apóstol Pablo: ‘Porque las armas de nuestra milicia no son carnales’, es decir nuestras armas, hermanos, no son armas limitadas. No son esas pistolitas que usan por allí que aunque tienen mucho poder, no. Las armas del cristiano son armas mucho más poderosas.

Dice: ‘son poderosas en Dios para destrucción de fortalezas. Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo’.

Eso ciertamente se aplica al nivel humano, individual de que yo tengo que llevar mis pensamientos, mis emociones, los impulsos de mi ser a obediencia a Cristo, pero ¿sabe qué? También se aplica al nivel macro cósmico. Al nivel de las naciones y de la cultura y de la sociedad. Como cristiano y como siervo de Dios yo me siento comprometido, hermano.

Yo sé que todo lo que yo haga aquí en la tierra, sea orientado a llevar cautivo todo pensamiento y toda altivez rebajarla a reverencia a Cristo. Yo voy a hacer todo lo que esté de mi parte y de parte de esta iglesia, mientras nosotros estemos aquí para que esta iglesia sea una influencia en la cultura y en la comunidad para llevarla al conocimiento de Jesús y a la obediencia de los principios de Cristo.

Nosotros tenemos que ser una iglesia guerrera. Tenemos que ser una iglesia agresiva, tenemos que ser una iglesia visionaria, tenemos que ser una iglesia que entienda que estamos aquí no para ser dominados y para meternos en una esquina para que nadie nos veas, sino que para alumbrar a toda la comunidad y que la gente sepa que esta iglesia está en esta comunidad.

¿Qué dice el Señor ahí? Dice que la si uno coge una luz y la pone debajo de la cama, por ejemplo. Usted coge una vela y la pone debajo de la cama. Cuando viene a ver está saltando de la cama porque se ha quemado. Dice que una ciudad está en una colina, todo el mundo cuando viene y la ve.

Uno de mis recuerdos es la ciudad de Acapulco. Una noche íbamos viajando un grupo de estudiantes, hace veinte y pico de años, más de lo que quiero recordar, en un van lleno de colchones. Estábamos viajando por México y a las millas pudimos en medio de la oscuridad, pudimos ver las luces de la ciudad de Acapulco, por donde quiera. Las luces de Acapulco, precioso, habíamos estado caminando por entre las montañas y no estábamos seguros donde estábamos, si íbamos a llegar o no. Pero nos llenó el corazón de ánimo cuando vimos a la distancia todas esas luces de una gran ciudad. La ciudad de Acapulco. Y eso fue lo que Cristo quiso decir. Una ciudad asentada en un monte nadie puede dejar de verla.

Dice: ‘Una luz no se coge y se mete debajo de la cama o debajo de un escritorio sino que se ponen en un lugar desde donde extienda su influencia e ilumine todo lo que está alrededor de ella’. ¿Sabe qué, hermano? La iglesia de Cristo ha sido llamada a ser así también. Hemos sido llamados a que nuestra luz alumbre a todo lo que está alrededor de nosotros y que el mundo sienta nuestra influencia.

Dios nos ha llamado aquí a esta ciudad a establecer el dominio de Jesús con otras iglesias que lo están tratando de hacer. Pero, por lo menos nosotros tenemos una parte que nos toca a nosotros. Yo no se que porción les toca a otras iglesias, pero a mi me preocupa lo que a nosotros nos toca como pueblo de Dios.

Usted y yo venimos aquí a Boston a establecer la luz de Cristo. Nuestra luz no la vamos a poner debajo de la cama, la vamos a poner bien alto para que todo el mundo sepa donde está la Congregación León de Judá. Que puedan venir aquí y ser sanados, que puedan venir aquí y declarar las bendiciones de Dios, que puedan recibir esperanza, que puedan hacer su paz con el Señor Jesucristo.

Todas esas cosas nosotros queremos que nuestra iglesia pueda hacer porque ese es el llamado de la iglesia. El llamado de la iglesia es a ser agresiva. El llamado de la iglesia es a ser una fuerza de conquista. El llamado de la iglesia a ser un animal de presa, de cacería que vaya que tome la presa, que ponga la visión y se tire sobre la presa y conquiste en el nombre de Jesús. Y yo quiero que ustedes y yo cultivemos esa mentalidad agresiva en el nombre de Jesús.

Tú eres creyente, tú eres seguidor de Jesucristo, tú tienes un llamado sublime. Tu llamado es para conquistar y para establecer tu influencia, no para glorificarte tú sino para traer bendición y vida a los que necesitan el conocimiento de Jesús. La iglesia fue llamada a establecer con poder y con sabiduría el dominio de Dios sobre la tierra. Ese es el llamado.

Y cuando Cristo se fue de aquí fue bien claro en que le dejaba a la iglesia una encomienda: “Conquisten, negocien entre tanto que yo venga. Inviertan, esfuércense, trabajen duro porque yo quiero que este mundo sea sometible y que el mundo conozca que yo soy Señor de Señores y Rey de Reyes”.

Ese es nuestro llamado, hermanos, y para eso nosotros estamos aquí. No es para crear reputación y echarnos a dormir. Es para vivir nuestra vida para que el reino de los cielos sea establecido aquí en la tierra y las naciones conozcan el nombre de Jesucristo.

¿Sabe qué? La iglesia llegó hasta cierto punto a establecer su dominio sobre la cultura. Política, social, culturalmente en los primeros siglos de esta era pos cristiana. Cuando Roma a través de Constantino reconoció el señorío de Jesucristo, en el cuatro siglo después de Cristo. El poder más grande de toda la tierra se humilló ante la cruz y reconoció a Jesús como Señor. Pero lo reconoció imperfectamente. Pero de ahí comenzó un proceso en que la iglesia cristiana llegó a ejercer dominio.

A la iglesia de la Edad Media, en todo Occidente, era una iglesia tremendamente poderosa, el Papa Católico llego a obligar al Rey más fuerte del imperio occidental a humillarse en su patio y estar allí todo un día de rodillas y él dándose el lugar de ver si lo recibía o no para que reconocieran que el soberano era en realidad el poder religioso.

Pero ¿sabe qué? La iglesia se corrompió porque el poder corrompe. Y como Israel se corrompió y se enamoró del mundo, y el mundo le impartió su naturaleza porque la serpiente es la cosa más sutil que hay en el universo. Y poco a poco fue cooptando y subordinando y enamorando a la iglesia y la iglesia se enamoró del poder y entonces los hombres de Dios comenzaron a vestirse con ropas lujosas y a tener mansiones y a llenarse de una soberbia y un orgullo de que dominaban.

Y usted sabe bien, dice la Biblia que antes de la caída viene el orgullo y si Dios lo hizo con Israel, no es verdad que iba a dejar de hacerlo con la iglesia.

Y como la iglesia se enardeció y perdió su verdadera naturaleza, pues se convirtió simplemente en un poder más y con el tiempo fue decayendo, decayendo y con el tiempo vino la Ilustración en el Siglo 18, siglo 17 y la iglesia fue perdiendo poder.

Y mire hoy en día, por ejemplo, lo que es la iglesia en Europa, es irrelevante, ni siquiera es una fuerza de conflicto. No excepcional. En este país, la iglesia ha perdido tanto poder. Porque es que, hermanos, cuando la iglesia se mueve en la naturaleza que le pertenece, la iglesia es irresistible. Cuando usted y yo nos movemos en el poder de Dios nadie nos puede ganar. Yo le aseguro eso.

Si la iglesia de Cristo se despierta a su poder que tiene y se mueve en la forma en que Dios ha establecido que se mueva y se guarda de las tentaciones del mundo, la iglesia fácilmente en poco tiempo, vuelve otra vez a subir y a establecer el poder. Por eso es que a mí no me preocupa tanto esta cuestión de los problemas que hay hoy en día: la influencia del grupo homosexual o el crecimiento del aborto o las actitudes humanistas y seculares. Hermanos, cuando la iglesia está en el ring y está contra la esquina es cuando más poder tiene.

Si la iglesia se rebota y establece formas bíblicas de guerrear nadie la puede detener. La iglesia vuelve otra vez naturalmente a su actitud de poder.

Y eso es lo que nosotros tenemos que estar cultivando, que el Señor nos ayude a entrar en eso que Dios quiere que entremos y que querremos como guerrearon esos primeros creyentes primitivos que eran como dice Pablo: “ustedes no son nada. No hay entre ustedes gente muy conocida, muy exaltada, muy profesional”. Sin embargo esa gente, unos poquitos después habían conquistado al imperio Romano porque el poder de Dios estaba con ellos porque eran la sal de la tierra, porque eran la luz del mundo.

La sal es una imagen preciosa y no vamos a detenernos mucho más tiempo, pero mucho podríamos decir acerca de la sal. La sal entre otras cosas se usa para preservar, la sal preserva. ¿Ustedes han comido un buen bacalao con tomate y cebolla y todo esto? Y lo han comprado en la tienda salada, ese bacalao no tiene que estar en una nevera ni nada, porque la sal lo preserva. La sal se usaba en los tiempos antiguos en los barcos cuando no había neveras para preservar las carnes y las comidas.

En el mundo antiguo la sal se usaba mucho para preservar. En otras palabras la sal impide los procesos naturales de corrupción de la materia. La sal los atrasa, mejor dicho. El deterioro, el decaimiento natural de las cosas muertas, la sal tiende a detenerlo y a preservar la vida que queda en ellos. Lo podemos visualizar de esa manera.

Hermanos, y cuando Cristo dijo ‘vosotros sois la sal de la tierra’ estaba aludiendo a la iglesia como ese agente preservador. Ese agente que preserva la cultura, ese agente que mantiene, que impide que ese proceso natural de deterioro que hay en la humanidad.

Todo lo existente tiende a deteriorarse, esa es una de las leyes termodinámicas. Creo que es la segunda ley termodinámica y dice que todos los sistemas van hacia un proceso de creciente desorden e incoherencia. El mismo universo dicen los físicos está poco a poco perdiendo energía.

Pero no se preocupe porque va a tomarse entre 5 a 10 billones de años para que se termine la gasolina que tiene. Yo creo que Cristo viene mucho antes de eso, así que no pierda sueño. Pero sí han hecho experimentos y las mismas galaxias y el mismo universo dicen que está perdiendo energía poco a poco.

La sal es lo que detiene, lo que impide que el mundo se vaya deteriorando. Si al hombre se le dejara en sus procesos naturales de decaimiento, ya esta sociedad estuviera completamente destruida. Demonios –que no falta mucho- ya estuvieran caminando por las calles y gobernando en una manera total. Los hombres se hubieran corrompido totalmente.

¿Sabe lo que ha impedido que la cultura se deteriore completamente? La iglesia de Jesucristo que todavía está aquí en la tierra. Mientras la iglesia de Cristo esté aquí en la tierra es sal. Sal que penetra el ámbito del espíritu e impide que los poderes del diablo se posesionen completamente de la humanidad.

Nosotros, hermanos, preservamos este mundo. Sépalo. Nosotros somos los que mantenemos este mundo ahí aguantado. Que las bestias que están en el corazón del hombre no se vayan completamente de sus casillas, la iglesia, la influencia de la iglesia.

Y eso, hermanos, históricamente, la iglesia hay jugado ese papel. Cuando el imperio romano fue atacado por las ordes que venían del norte –estas tribus tremendamente primitivas pero muy poderosas, llenas de fuerza bélica- y esas tribus invadieron a Roma, muchos lo han comparado con una noche que se tiró sobretodo el occidente. Tenían mucho poder belicoso simplemente y Roma con toda su fuerza pero ya había decaído mucho no pudo resistir el embate de todas esas tribus poderosas que venían y fue conquistada.

¿Sabe quien mantuvo los conocimientos de la cultura griega y romana que se habían acumulado durante cientos y cientos de años anteriores? La iglesia. Los monasterios que surgieron en la Edad Media.

¿Quiénes eran los que mantenían la cultura a través de los manuscritos ilustrados, la investigación científica –la poca que había- la preservación del conocimiento, los experimentos y otras cosas que se hacían en los Monasterios? La iglesia cristiana mantenía el conocimiento, la iluminación.

Muchos monjes fueron sacados de sus monasterios para ser consejeros de Reyes, porque había sabiduría. Todavía se preservaba algo de la palabra de Dios y la iglesia fue la que mantuvo la cultura occidental durante su gran noche de siglos viva.

La vitalidad cultural, intelectual, espiritual estaba en la iglesia y de ahí salía lo que mantenía la cultura viva en occidente. Buena parte de la música, del arte, la literatura clásica de ¿dónde viene? De motivos bíblicos.

Váyase usted a cualquier museo, váyase aquí al museo de Bellas Artes de Boston y mire las grandes pinturas de los siglos de la Edad Media y usted verá que sus motivos eran casi exclusivamente, inclusive, motivos sagrados extraídos de las páginas de las escrituras. Juan Sebastián Bach uno de los grandes músicos de toda la historia, un genio como pocos genios, que la humanidad ha producido. Un hombre que dedicó toda su producción musical a Cristo Jesús.

La iglesia, hermanos, Occidente ha desarrollado el método científico que ha permitido a la humanidad mandar hombres a la Luna y al espacio y descubrí los secretos de las bacterias y de los viruses y hacer grandes inventos científicos, avances en todas las áreas de la tecnología. ¿Dónde se han dado esos grandes avances? En Occidente donde el Evangelio, donde el cristianismo ha imperado.

Ni en la India, ni en la China con todos los avances que tuvieron y todos los avances que inventaron en el área de las matemáticas y de la filosofía y todas esas cosas.

Pero la tecnología, la ciencia donde ha avanzado es en el Occidente donde el cristianismo ha tenido influencia. Y muchos filósofos de la ciencia dicen que lo que ha hecho que Occidente monopolice prácticamente el avance científico es el hecho de que detrás de las investigaciones científicas hay una verdad que el Evangelio siempre ha predicado y que la palabra de Dios dice que el universo fue creado por un Dios coherente que puso sistema que puso diseño en el universo y que se reveló a la humanidad y entonces esa creencia de que el hombre puede descubrir esta razón que Dios infundió en el universo es lo que ha alentado a los hombres en el Occidente ha investigar los secretos de la naturaleza y de la materia y que nos ha permitido crear esta cultura que nosotros conocemos científicamente.

En la India con todas sus investigaciones y todo su gran genio que tiene la India filosóficamente pero la ciencia allí arraigó ni los árabes que inventaron el cero y ciertas áreas de las matemáticas, no.

En Occidente donde el ánimo de creer Dios creó el universo y Dios quiere que nosotros conozcamos. El salmista dice: los cielos cuentan la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Esa creencia nos ha animado hermanos para bendecir el mundo con las investigaciones científicas.

La iglesia, la palabra de Dios, es una fuente preservadora. La palabra de Dios es una fuente que ilumina, fortalece, que bendice, que alimenta. Y tú eres parte de esa herencia gloriosa, mi hermano, tú perteneces a esa tradición que ha preservado la humanidad. Tú eres parte de esa sal de la tierra y nosotros tenemos que vivir con esa agresividad, cuando otros elementos han huido de los lugares que se están decayendo, la iglesia ha permanecido porque la Iglesia ha sentido ese llamado de ser sal en la tierra.

Yo estaba leyendo hace poco la historia de esta comunidad aquí de Rockberry y South Boston. ¿Saben ustedes hermanos que hace apenas 30, 40 años estos lugares de aquí eran lugares florecientes? Había muchas familias. Viaje usted, métase por esas calles, por allí y usted va a ver grandes edificios cerrados todavía con los nombres y los afiches de grandes factorías y fábricas que había en esta área hace apenas 30 años, 40 años por aquí. Hay edificios grandísimos que están ahora mismo clausurados donde hace unos cuantos años se oía todavía el choque de las maquinas y la vida de la industria.

Pero ¿qué pasó? Comenzó el deterioro y comenzó la huida a los suburbios y todos los elementos que preservan una comunidad comenzaron a fugarse de South Boston y Rocksberry sólo quedaron los lugares huecos donde había vida antes.

Y las familias de clase media desde que los hijos ya estudiaban, iban a la universidad ¿qué hacían? Se mudaban para los suburbios, no querían ya permanecer aquí con la gentuza del área. Y se compraban su casita por allá por donde fuera y ¿qué pasaba? El vecindario se fue deteriorando poco a poco. Se fue la industria, se fueron los servicios, se fueron las familias estables.

La gente trabajadora, la gente profesional y toda esta área se convirtió en un pueblo fantasma, un ghost town. Porque se fue la sal, se fue la luz, en desobediencia. Y aún la iglesias, desgraciadamente se unieron a esa fuga desobedeciendo a su llamado de ser sal y de ser poder preservador, de ser un agente de vida. Huyendo del llamado, huyendo de la naturaleza.

Las iglesias no se hicieron para huir del deterioro, las iglesias se hicieron para venir a donde está el deterioro e inseminarlo y poner la vida de Dios y decir: “Detente” a los poderes de las tinieblas y de la muerte. Porque aquí entró la sal y la sal tiene que estar donde está lo desabrido, donde está lo que no tiene sal.

Necesitamos un poquito de lucha para mantenernos vigorosos. Nuestra naturaleza es una naturaleza guerrera. El guerrero tiene que mantenerse haciendo ejercicio, guerreando para que su espada no se abote. Su espada tiene que mantenerse siempre afilada, su mente, sus ojos, su visión, su entendimiento, todo, tiene que estar con la postura del guerrero.

Por eso hemos venido aquí para ser sal de esta comunidad de Boston. Para ser sal aquí, para preservar. Porque nuestra vida no está en lo cómodo, nuestra vida no está en la inercia. Las iglesias se mueren ¿saben por qué? Porque llegan a cierto nivel de prosperidad, porque Dios las bendice. Si se mueven conforme a principios bíblicos una iglesia inevitablemente va a ser bendecida, va a llegar a cierto nivel de vida y de bendición.

Pero ¿qué pasa? Nos enamoramos, nos enamoramos de la prosperidad que Dios nos ha dado, entonces la prosperidad se convierte en nuestro Dios. La prosperidad ya no es un resultado sino es un objetivo. Entonces ya las iglesias se enamoran, llegan a cierto punto y ya nos miramos unos a otros bien vestidos y bonitos y nos decimos “¡Ah! Aquí tenemos que quedarnos. ¡Qué nadie cambie esto! No se mueva nadie. No hagan nada, no cambien nada.”.

Todo así. Tomamos una foto y nos quedamos ahí para siempre.

Pero ¿saben qué? En el momento que se tiró la foto comienza el decaimiento. La curva comienza ya a descender. Porque la iglesia no está hecha para quedarse en un punto dado. La iglesia es un animal vivo que está en proceso, dinámico, cambio continuamente tiene que estar haciendo algo nuevo. Continuamente tiene que estar buscando áreas nuevas de conquista, nuevas áreas de lucha, nuevos incentivos, nuevos retos y no puede amar su vida porque Cristo dice que ‘el que ama su vida la pierde’.

¿Sabe usted eso? Si usted ama su comodidad la va a perder. Usted tiene que despreciar su comodidad para usted tener comodidad. Eso es lo que dijimos al principio: las paradojas del reino.

Si una iglesia quiere crecer y prosperar y ser bendecida y llegar a nuevos niveles de vida, tiene que aborrecer su vida, aborrecer todos los logros, aborrecer su comodidad, aborrecer su prestigio, aborrecer su seguridad y lanzarse al abismo en el nombre del Señor.

En el nombre de aquel que ha dicho ‘No dejará que tu pie tropiece en piedra pues a sus ángeles mandará cerca de ti que te guarden en todos tus caminos’. Cuando usted se lanza en el nombre del Señor creyendo en el Dios que ha prometido, olvídese de todos los amarres de seguridad.

Si Dios le llama láncese en el nombre del Señor. Sea como Abraham, que el lema de su vida sea como Abraham: ‘Donde el Señor me mande allí yo iré. Deja a tu tierra y a tu parentela y vete a una tierra que yo te he de enseñar’. Ninguno de nosotros sabe que Dios tiene para nosotros en este lugar.

En realidad yo no lo sé. En términos específicos yo no lo sé. Ahora yo si sé una cosa que es bendición. Lo que sea y como venga es bendición porque Dios fue quien nos mandó a salir de nuestra tierra y de nuestra parentela y venir a una tierra nueva con nuevos retos, nueva savia, tierra que fluye leche y miel.

Hay por ahí unos cuantos gigantes pero ya a esos gigantes les han sacado los dientes y las uñas. Con una buena pedrada en la frente van a caer. No hay que temerles porque el Señor está con nosotros.

Yo les digo: Nunca había sentido, hermanos, que nosotros habíamos venido aquí a Boston a padecer. Yo nunca me he visto como un chivo allí amarrado con las cuatro patas con una soga que nos han tirado aquí a Rocksberry a padecer y a ser víctimas y ser mártires. Yo vengo aquí a disfrutar de este lugar que Dios nos ha dado.

Yo vengo aquí a ser bendecido, yo vengo aquí con gran expectativa de que Dios nos va a cuidar, nos va a guardar, nos va a bendecir. Porque cuando Dios da una cosecha, cuando Dios da una pesca milagrosa la barca amenaza con hundir de tanto que se cosecha y tanto que se recoge. Y hay que llamar a otros para que nos ayude porque es tanto lo que Dios nos da.

Esa es la expectativa, hermanos.

¿Sabe qué? Dios ya ha comenzado a mostrar su poder y su influencia positiva en este lugar. Cuando nosotros llegamos aquí, ese callejón allí, nosotros trabajábamos y usted veía allí drogadictos inyectándose drogas y prostitutas haciendo su negocio, ahí detrás en ese callejón. Pero, ¿sabe qué? Hace meses y meses y meses que ahí no se ve nadie. Porque cuando entró la Iglesia de Jesucristo entró el orden, entró la vida, entró la gracia, entró la coherencia de Dios.

Y este lugar ha ido mejorando y se ha ido levantando porque la iglesia es orden. Los vecinos de aquí al lado dijeron ‘que bueno que ustedes vienen, porque yo se que con ustedes esto se va a arreglar’.

Mire, alguien que no cree en Jesucristo sabe más a veces que nosotros los creyentes. Yo he visto en este tiempo, este lugar comenzar a respirar la paz de Dios, hermanos. Y yo oro continuamente que este lugar sea un lugar de paz y de bendición. Que los cristianos no tengan que entrar a este lugar con zozobra en su corazón, mirando para todos los lados, a ver quien le da la pedrada. ¡No! Vamos a entrar, vamos a disfrutar, vamos a gozarnos, vamos a celebrar lo que Dios nos ha dado.

Yo no vengo aquí a padecer, yo vengo aquí a conquistar en el nombre de Jesús. Nuestras oraciones, yo creo que ya cuando hemos estado aquí, hemos orado, hemos intercedido, hemos pasado horas en oración en este lugar, hemos bendecido a la comunidad. Yo creo que ya hay principados, hay potestades que ya empacaron sus maletas y ya se fueron a otro lugar de Boston, quizás fuera del país.

Ya le dijeron por ahí ‘Huye porque hay una comunidad que viene por ahí. Esa gente no se quiere enfanado. Fíjate, se comen hasta los niños crudos’ y ya ellos empacaron y se fueron para otros lugares un poco mas favorables para sus actividades. Yo espero que con el paso del tiempo, veamos que Dios honra a los que creen en Él y se atreven a emprender cosas grandes.No podemos atemorizarnos, hermanos.

Déjenme decirles: el diablo solo respeta al que lo mira a los ojos. A los demonios no les gusta mirar a un hijo de Dios a los ojos. ¿Sabes? Yo por experiencia propia se lo digo. Detestan porque ven la gracia de Dios en los creyentes y odian ver la gracia de Dios y el nombre de Jesús en sus ojos. Pero si usted le coge miedo se le monta encima y olvídese, que nunca lo van a dejar tranquilo.

Son como los perros. A los perros hay que mirarlo a los ojos, porque si usted los mira a los ojos, ellos se mandan corriendo y huyen… algunos, por lo menos.

Le aconsejo que no trate eso en su casa ¿Okay?

Hermanos, el mundo está hecho, aún a nivel de la naturaleza, para aquellos que se atreven a emprender cosas en el nombre del Señor y si usted tiene cualquier lucha en su vida, a mi no me importa cual sea la lucha que usted tenga, puede ser una lucha familiar, puede ser una lucha de salud, puede ser una lucha a nivel de las emociones, hermanos, yo les quiero decir que en Cristo Jesús hay plenitud de vida.

Después de este bautizo de fuego de estos años que he estado aquí yo puedo decir eso con la boca llena: En Cristo hay victoria. En Cristo hay poder, en Cristo hay triunfo y los problemas son simplemente peldaños que llevamos para llegar más cerca a la presencia de Dios.

Eso es todo. Dios permite que nos ejercitemos.

¿Cómo vamos a crear músculos si no es a través de ejercicios? La prueba es ejercicio, la prueba es simplemente una adivinanza que Dios te da para que la resuelvas y te sientas contento al resolverla.

Si estas pasando por pruebas dale Gracias a Dios en la seguridad de que la victoria es inevitable porque dice Cristo que más ante estas cosas somos “más que vencedores”. Gloria al Señor y en eso confiamos. Esa es nuestra fe, esa es nuestra confianza, nuestra confesión en este día.

Tú eres la sal de la tierra, tú eres la luz del mundo, tú eres levadura que leuda toda la masa con la vida de Dios. Tú has sido llamado a ser un agente de luz, de gracia, de vida, de bendición. Vive como un hijo del Rey. Vive como un hijo de uno que tiene todo el poder y que en sus manos están los reyes, en sus manos están las puertas de este mundo y Él se las abre a los que lo temen y a los que bendicen su nombre.

Somos las manos de Dios

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Primera de Corintios Capítulo 3. Voy a leer algún verso aquí que capta la idea de algo que quiero compartir con ustedes. Verso 9, miren como dice este verso; es más vamos a leerlos todos al unísono, dale si lo tenemos ahí en sus biblias. Vamos a ponernos bien tradicional aquí leer todos a la misma vez. Estaban esperando que pusieran el texto allí arriba. Nadie había abierto la Biblia, lo se todo. Marlene están poniendo presión allí arriba ahora. Se han mal acostumbrado la gente, hay que ponerles el texto ahora. Okay.

Dice: ‘Porque nosotros somos colaboradores de Dios y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios’. Míralo ahí, vamos a leerlo todos a la misma vez. Verso 9. Okay.

En el día de ayer, mis hermanos, yo tuve la oportunidad, el privilegio -por así decirlo- de participar en una vigilia que se estaba haciendo de frente a las oficinas del Senador Kerry. Era una vigilia donde distintas agencias pro-inmigrantes se reunieron para hacer abogar a favor de la reforma que se está dando ahora pero a nivel de los plantes de salud y más concerniente a los beneficios que la comunidad inmigrante pueda recibir o no.

Así que en el día de ayer Dios me concedió la oportunidad de poder estar allí como una figura pastoral y de poder compartir unas palabras con las personas que estuvieron en aquella reunión. Así que después de que al menos las primeras tres personas hablaron –que hablaron más en esa línea de lado político, de las implicaciones políticas de esa reforma que se está dando- pues me pidieron a mí que yo trajera como unas palabras de esperanza de esa perspectiva más espiritual, más de Dios. Porque algunas de las propuestas que se han hecho ya a nivel de Congreso las han anulado por completo; que sigue siendo [como quien dice] restricciones que le ponen a la comunidad inmigrante aquí en los Estados Unidos.

Así que yo -obviamente- me dije ‘Okay, Señor. Inspírame. Vamos a ver que podemos decir aquí y ahora’.

Así que yo dejé que el Señor me moviera y lo más que yo me recuerdo fue lo siguiente: al final de todo me pidieron que orara y yo terminé mi oración diciendo “Mira, Señor, nosotros hacemos lo que podemos. Luchamos, hacemos nuestros esfuerzos por buscar que la comunidad inmigrante tenga los beneficios que necesita. Pero al fin y al cabo todo está en tus manos”.

Ustedes me han escuchado decir eso muchas veces en mis oraciones. Yo al final de todo termino como que diciendo “Señor, mira, yo hago lo que puedo, el resto está en tus manos”. Y yo oro así y es una forma correcta de orar. Yo no estoy diciendo que es algo incorrecto.

Pero el asunto fue que después que yo terminé de orar –para mi sorpresa- en el grupo estaba la Senadora Sonia Chand Díaz; yo no se cuantos de ustedes la conocen a ella. Pero ella estaba en el grupo y el asunto era que se supone que ella hablara antes que yo pero por error que hubo me pusieron a mi hablar antes que ella y el asunto fue que cuando ella comenzó a hablar –para mi sorpresa- ella hizo referencia a las palabras de mi oración, pero las palabras que ella dijo me cogieron a mi de sorpresa.

Ella empezó diciendo –obviamente ella estaba hablando en inglés- pero ella estaba diciendo: “Pastor Omar yo me alegro que usted haya estado aquí hoy porque esa oración que usted ha hecho es bien importante”. Y ella empezó ha hablar de su crianza, de como su mamá la animaba a ella hablándole de cómo Dios obra en nuestras vidas y ella compartió un quote, una frase que su mamá el enseñó. Y estaba bien conectada con esa idea que yo dije “Todo está en tus manos, Señor”.

Y ella dice –ella complementó lo que yo dije- “Sí, Dios todo está en tus manos pero tus manos somos nosotros”. Cuando ella dijo eso yo me quedé como que ¡Guau! Eso fue una epifanía, lo que yo tuve en ese momento de la persona que menos yo esperaba.

Pero el asunto fue que esas palabras que ella dijo me hicieron pensar tanto en el mero hecho, mis hermanos, de que una vez más me convencí de que nosotros somos los instrumentos que Dios quiere utilizar aquí en este mundo, en este tiempo que nos ha tocado vivir. Por más difícil que sea nosotros somos el instrumento que Dios quiere usar.

Dígale a la persona que está al lado suyo ‘Tú eres un instrumento’. El instrumento no es tan solamente la guitarra o el piano ni la batería. Esos son instrumentos musicales. Pero usted es un instrumento en las manos de Dios. Como dice este pasaje que leí: ‘Somos… ¿qué? Colaboradores’ y esto es algo que yo quiero hablar hoy. De verdad que ese momento de ayer me ¡phew!

Miren como dice este pasaje. Vamos al verso 1, vamos a comenzar leyendo el verso 1. Dice: ‘De manera que yo, hermanos, no les pude hablar a ustedes como a espirituales sino como a carnales [parece que había un par de personas que estaban en la chuleta ese día]. Como a niños en Cristo, les di a beber leche y no vianda porque algunos no son capaces, ni son capaces todavía [porque aún están en la chuleta]’ Ponga ahí usted cualquier tipo de carne que usted quiera pensar.

‘Pues habiendo entre ustedes…’ miren esto… ‘celos, contiendas y disensiones.’ ¿Acaso no se están comportando en la chuleta? ’Como hacen los hombres que no me conocen a mí [a Dios]. Porque uno dice: ¡Ah! Yo soy del equipo de Pablo y el otro dice: No, no, no. Yo soy del equipo de Apolos. ¿Acaso no están siendo carnales con eso?’

Piensen en esta idea: lo que Pablo verdaderamente estaba queriendo decir es que obviamente en ese contexto en Corinto habían personas que preferían el ministerio de Pablo porque Pablo hacía más milagros y hablaba con mayor autoridad, otros se iban del lado de Apolos que era otro de los discípulos en aquel entonces que también predicaba fervientemente. Y habían bandos; la gente se estaba dividiendo.

Es como si alguno de ustedes dijera hoy como que “¡Ah, no! Yo prefiero al Pastor Roberto por encima del Pastor Gregory”; o que si este es mi favorito por encima del otro. ¿Saben qué? Ese tipo de conversaciones aquí no debe existir. ¿Por qué? Por lo que dice este texto.

Este texto, miren si seguimos diciendo: “¿Qué pues es Pablo y que es Apolos? Solamente servidores por medio de los cuales ustedes han creído y eso según lo que a cada uno le concedió el Señor”. Esa frase para mi es clave: según lo que a cada cual le concedió el Señor.

Si hay algo que a mi me edificado de poder ministrar en esta iglesia es la diversidad de dones, de características de personalidad que existe entre nosotros los Pastores. Obviamente Roberto –el Pastor Roberto- tiene su ser, su carácter; Greg tiene el suyo; Samuel tiene el suyo y yo creo que hasta ahora ustedes conocen bastante bien el mío.

Ninguno de los cuatro somos iguales. Ninguno. Pero esa diversidad que Dios ha puesto en cada uno de nosotros provoca que León de Judá tenga una vida, una vitalidad, una dinámica que la distingue comparado con otras iglesias. Y no es que estoy diciendo que otras iglesias sean peores o malas, no estoy diciendo eso. Sino que hacen algo distinto de la dinámica de esta iglesia.

Pero, ¿de dónde proviene eso? Eso proviene de Dios que forma en cada uno de nosotros ese tipo de carácter y sigue formando lo que Dios quiere hacer en nosotros y a través de nosotros para bendecir a nuestra iglesia. Y a la misma vez que yo digo esto, lo mismo se puede aplicar a cada uno de nosotros. Porque en cada uno de nosotros hay una gracia que de acuerdo a lo que le ha parecido, lo que le ha concedido el Señor se le ha dado a cada uno de ustedes.

Nadie aquí puede decir que si ‘fulana es mejor que sultana’ y que ‘perencejo es peor que zutanito’. Nadie puede decir eso aquí. Cada uno de nosotros, mis hermanos, estamos en distintos niveles de vida, en distintas etapas y con esa diversidad que hay aquí en medio de nosotros, esa es la diversidad que Dios quiere usar para bendecir e impactar la comunidad en la cual Él nos ha puesto a nosotros.

Mira claro está que si hay alguno que tal vez con su carácter nos pisan los callos y nos hacen como quien dice ‘clinch the teeth’, mira eso es verdad. Entre nosotros cuatro pasa también a veces. Hay veces que si el Pastor Roberto dice algo y si nosotros tres nos quedamos como que ‘Hm, no’. O hay veces que yo digo algo que ellos me miran como que: ‘Omar no way. Eso no va a pasar’. O viceversa. O sea nos pisamos los callos pero el asunto es que seguimos trabajando juntos porque entendemos que cada uno de nosotros contribuye algo al propósito al plan que Dios quiere hacer.

Somos colaboradores con Dios. Ustedes son colaboradores de Dios, con Dios. Ustedes se animan unos a otros en distintas formas, en distintos contextos ustedes están colaborando con Dios para bendecirse el uno al otro. En el contexto del matrimonio un esposo colabora con Dios para bendecir a su esposa y viceversa. Si es en una relación de padres con hijos o hijas es lo mismo: los padres colaboran con Dios para bendecir a sus hijos. Y los hijos colaboran con Dios para de una forma u otra bendecir a sus padres.

Aquí relaciones entre hermanos y hermanas que nos vemos así dos, tres veces en la semana. Cada una de esas oportunidades que tenemos para vernos colaboramos con Dios para bendecir la vida de cada uno de nosotros y por ende ustedes me bendicen a mi colaborando con Dios en lo que Dios tenga para mi vida. Es algo que va de par en par. Es algo que va en ambas direcciones.

Si una de esas direcciones se cierra hay algo que está ocurriendo. Porque Dios intencional que esas cosas puedan fluir entre el uno y el otro. Miren como sigue diciendo Pablo (estoy en el verso 6): “Yo planté y Apolos regó, pero el crecimiento lo ha dado Dios”.

Eso para mi es algo tan y tan revelador. Porque nosotros tenemos que entender que distintas personas en nuestras vidas, en distintas etapas van a servir en una función específica. Puede ser que haya una persona que en algún momento sembró por primera vez la palabra del evangelio de Dios en su corazón y en aquel entonces usted recibió esa palabra y usted siguió su vida y a lo largo del camino […] pueda ir creciendo.

En alguna forma u otra Dios es el que está haciendo el crecimiento en usted. No soy yo, no es Roberto, no es Pablo, no es Apolos… es Dios. Nosotros solamente estamos cumpliendo con nuestro deber. Dentro de los recursos que podamos tener hacemos lo que podemos. Lo poquito que tenemos lo sembramos y confiamos de que como estaba diciendo yo en mi oración: ‘Mira Señor el resto de las cosas están en tus manos. Mis manos están disponibles para ti en cualquier momento, Dios. Pero el resto de las cosas las haces Tú’.

Hay una parte que cae sobre mis hombres que yo no puedo dejar de hacer. En el momento que yo deje de hacer esa parte estoy dejando de ser un colaborador con Dios. En el momento que yo deje de darle a alguien una palabra de ánimo, una palabra de corrección, una palabra de paz, una palabra de consuelo, en el momento que yo deje de hacer eso esto dejando de cumplir mi propósito, estoy dejando de sembrar mi semilla, estoy dejando de regar esa semilla.

De una forma u otra voy a estar atrasando lo que Dios quiere. […] años atrás. Porque hay veces que nosotros caemos bajo la mentira –lo tengo que decir así. Caemos bajo la mentira de que hay veces que pensamos que si uno no responde al trato de Dios, Dios te va a quitar lo que ha puesto en ti, el favor. Como quien dice […]. Hay veces que yo lucho con mi… porque se me hace difícil encajar en mi cabeza que Dios no vaya a querer hacer algo con alguien que es creación de Él.

¿Me siguen por donde voy o los perdí? Hay veces que se me hace difícil digerir cuando yo escucho a alguien: ‘¡Ah! Si tú no quieres responderle al llamado de Dios, pues Dios se va a encargar de buscar a otra persona’. Fine, Dios puede buscar otra persona pero no significa que se va a olvidar de ti. Dios puede buscar otra persona.

¡Uuy! Busca labradores que hacen falta muchos en la mies. Busca todos los que Tú quieras, pero de ¿qué se vaya a olvidar de ti? ¿Qué se vaya a olvidar de lo que Él ha puesto en ti? ¿Qué se vaya a olvidar del plan que tiene contigo? ¿Qué Él se vaya a olvidar de tal vez esa carta simple y sencilla que le tienes que escribir? Una carta que has decidido escribirle a alguien, ¿enviarla para atrás? Porque esa carta nada más va a ser la diferencia en esa persona.

¿Tú te crees que Dios se va a olvidar de ti, cuando tú tal vez lo único que tienes que hacer es coger el teléfono y llamar una persona y decirle ‘Mira estoy pensando en ti, estoy orando por ti. Espero que todo te vaya bien’? Eso era todo. Esa llamada nada más puede salvarle la vida a alguien.

¿Tú te crees que Dios se va a olvidar de ti con el mero hecho de que tal vez tú puedas darle 5 dólares a alguien que necesita para agarrar el bus y llegar a una cita médica? ¿Tú te crees que Dios se va a olvidar de ti con el mero hecho de que tú puedas hacer eso? Yo no creo. Yo no creo. Se me hace difícil digerir eso.

Dios todo está en tus manos. Pero nosotros somos las manos de Dios, somos los colaboradores de Dios. Dios tiene grandes intenciones para cada uno de nosotros mis hermanos y hermanas.

Mira, la lucha afuera se puede poner difícil, las cosas en tu familia se pueden poner color de hormiga brava y de las del Amazonas que son más grandes todavía. Se pueden poner así. En tu interior puede ser que tú te deprimas y que tú pienses es como que ‘la única respuesta que tengo ahora es amarrarme una pesa de 20 libras al cuello y tirarme del Toben Bridge y ahí se acaba todo’.

Tú puedes llegar hasta pensar eso, pero aún en ese momento Dios está diciendo como que “No, tú eres mi hijo; tú eres mi hija. Yo te necesito. Yo necesito tus manos, yo necesito tus pies, yo necesito tu boca, yo necesito tus ojos, yo necesito tus orejas para poder hacer algo en favor de alguien. Yo te necesito. Yo no te he traído hasta aquí para que lo vengas a terminar todo porque te salió un aire ahí de repente y ya quieres enganchar los guantes y ya.”.

Tal vez Dios te diga: “¿Quieres enganchar los guantes por un ratito? Okay, un ratito. Cógete un break, te voy a soplar con la toalla, te voy a tirar agua, dos o tres cosas para que te levantes de nuevo y Okay, ponte los guantes otra vez y sigue peleando. Okay, vamos para adelante. Ahora es que se pone bueno”.

Dios brega así con nosotros muchas veces mis hermanos. Te puede dar un break. ¿Cuántas veces nosotros hemos dicho como que: ‘¡Ay! Me siento en un desierto espiritual. Me siento que Dios no me está hablando. Siento que Dios está tan lejos de mi’.

Yo no se tú, pero yo lo he dicho y yo estoy seguro que aunque haya un silencio sepulcral ahora mismo aquí yo se que hay varias personas que han dicho eso. Y muchas veces pensamos que esos desiertos espirituales es que Dios se ha alejado de nosotros y puede ser que si. Hay veces que hay algo en nosotros que le puede causar como que algo a Dios, como que: “Hm”.

Pero hay veces que esos desiertos espirituales pueden ser un break que Dios nos está dando a nosotros como quien dice para recargar baterías. Esa soledad que se siente muchas veces no significa que es ausencia de Dios, sino que significa un tiempo que Dios nos está dando a nosotros para absorber y asimilar todas las cosas que Él nos ha revelado de antemano. Porque lo que viene después va a ser aún mucho más intenso y necesitamos el tiempo para procesar y asimilar las cosas, cosa que cuando nos vayamos a mover a esa nueva etapa, mira, que podamos entonces movernos al ritmo que Dios quiere que nosotros nos movamos.

Así que, esos desiertos, mis hermanos, cuando lleguen, denle gracias a Dios. Denle gracias a Dios por esos desiertos aunque usted se sienta como una basura, no piense que es una basura porque Dios no lo ve así. Dios lo ve como uno de sus hijos, de sus hijas que están pasando por un tiempo de prueba, de formación, de -como quien dice- esas palabras, esas promesas que nosotros recibimos aquí en estas oportunidades los domingos, ese consejo que me dio el Pastor o ese consejo que me dio Leonor una noche que yo me pasé allí por la cocina. Ella me dice: ‘Pastor Omar, no se apure todo va a estar bien’.

Esas palabras por más sencillas que sean, que yo las pueda asimilar. Que yo me las pueda enterrar en mi corazón. Es más, anoche esas palabras que me dijo esta senadora Sonia –digo, no me las dijo a mi pero- las dijo al grupo, pero me estaba mirando a mi; esas palabras ‘Dios todo está en tus manos pero yo soy tus manos’. ¡Uff! ¿Asimilar eso?

En tiempos de soledad que yo pueda meditar y que yo pueda decir ‘Señor, yo soy tus manos en este mundo, en esta tierra. ¿Cómo tú quieres que yo pueda servirte? ¿Qué Tú quieres que yo haga? ¿Cómo?¿Cuando?¿Donde?¿A quien? Dime Señor. ¿A qué hora, en que canal?’ Que yo pueda pensar en todas esas cosas.

Cuando yo logro asimilar ese trato de Dios conmigo a tal nivel, miren ¿Sabes qué, mis hermanos? No hay cielo, ni tierra que se pueda interponer en lo que Dios quiera hacer con usted. Porque ya no nos estamos moviendo por sentimientos y [sonidos de sentimientos] nos estamos moviendo por convicción. Y cuando usted se mueve por convicción, mire hasta el mismo diablo se le puede parar al frente y usted dice: “¡Puck! Sigo moviéndome”, como si conmigo no fuera.

Cualquier comentario que quiera venir a su vida, que quiera tratar de que si antes alguien le decía ‘Mira que si te ves con las greñas así toda enmoruzada’ y eso antes a usted la ponía como que ‘¡Ahh!’. Si ahora le dicen, ‘mira tienes las greñas ahí’, mire usted haga… [lenguaje corporal]: Gracias. ‘Mírame que bien me veo ahora’.

Somos colaboradores con Dios, mis hermanos. Somos colaboradores con Dios. Cierre sus ojos y repítase esa palabra: Yo soy un colaborador de Dios y con Dios. Alguien Dios tiene que va a usar, que va a colaborar al propósito de Dios, al cumplimiento de Dios en mi vida. Y yo voy a servir para colaborar con Dios en el cumplimiento del propósito de Dios en la vida de esa otra persona o de otraS personas.

Así que cuando usted empiece a recoger su cartera, su bulto, que se empiece a poner su bufanda y cosas así y como que vaya ya preparándose mentalmente para recibir la bofetada de frío que va a recibir cuando abra esa puerta… mire que ni aún esa bofetada de frío le quite de su mente y su corazón el hecho de que usted es colaborar o colaboradora de Dios. Usted son las manos de Dios.

Oramos, sí: Señor todo está en tus manos. Eso significa: Señor, está conmigo. Está contigo pero está conmigo. La respuesta está en ti pero también está en mí, así que vamos adelante. Podemos decir Amén a eso. Amén ustedes ¿pueden decir Amén a eso? Amén. Chévere cogieron el mensaje.

Vamos a ponernos de pie, mis hermanos y vamos a orar.

Oiga, hermana Leonor, usted me ha bendecido tanto a mi; ¿Puede venir aquí y orar por nosotros? Yo quiero que usted nos de el privilegio de la bendición, de que usted ore por nosotros. Usted es la mano, usted es la boca del Señor ahora mismo, Leonor. Vengase. Venga, venga y ore. Bendiga a la Iglesia, mi hermana Leonor.

Aleluya. Yo espero que su familia este viendo por el Internet para que la puedan ver a usted también. Venga, venga Leonor. Bendíganos. ¿Saben que, mis hermanos? Yo digo esto con toda humildad y respeto por mi hermana Leonor. Yo creo que Leonor es una de esas mujeres que más ha bendecido mi vida, aquí. Ustedes me ven aquí parado y es porque en varias ocasiones, esta mujer, cuando yo llegó aquí a la iglesia en las mañanas que me asomo así en la cocina allí abajo y ella se está comiendo su café con su cantito de galletas y su quesito, siempre tiene una palabra que me anima. Siempre, siempre, siempre. Ella puede estar pasando sus cosas, pero ella siempre encuentra la gracia, el poder y la fuerza para compartir una palabra con uno.

Así que Leonor yo quiero que usted nos bendiga a nosotros. Nosotros somos su iglesia, somos parte de ese cuerpo y yo quiero que usted ore como Dios la mueva, como Dios la inquiete por nosotros que somos sus hermanos y hermanas. Así que vamos a orar, vamos a orar juntos.

Hermana Leonor: Bendito Dios, […] nos ha dado. Nos ha dado, Señor, estas palabras tan hermosas, Señor. Por mi hermano, Omar. Gracias Señor, que permanezca en nuestros corazones, Señor. También, Señor, vaya usted con cada uno de sus hijos a su hogar, Padre. Cuídelo y protéjalo de todo peligro aquí, Señor; y que mañana sea un nuevo amanecer para todos, Señor. Y los que están, Señor, enfermos en los hospitales, Señor, levántalos, Señor y dales consuelo y que llegue una palabra tuya, Señor hacia ellos Padre.

Señor, protéjanos, Señor. Proteja a nuestras familias, a nuestros hijos, a nuestros nietos, Señor, a nuestros pastores. Señor se lo pedimos, Señor por misericordia. Gracias Señor por esta palabra, Señor que usted nos ha dado en esta noche.

Gracias Señor por todo lo que usted nos da y levante Señor, el que está caído, Padre Santo. Ayúdanos, Señor por misericordia, se lo pedimos, Señor en el nombre de su hijo Jesucristo. Gracias Señor, Gracias Señor. Gracias Jesús, Gracias Dios.

Shema, León de Judá - Escucha, entiende y obedece.

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Predicador invitado en el día de hoy, un joven, ungido, medio loco, profundo en el Señor, apartado para el reino de Dios desde su niñez, que cuando dirige la alabanza de niños volamos en las nubes, yo quisiera presentar a Jonatan Toledo que venga. Quiero decir que esto no siempre me pasa pero la primera vez que conocí a Jonatan, yo recuerdo que estábamos en el parqueo, la hermana Carmen le había traído. Él sale del carro, hermana Carmen me lo presenta, lo conozco, él me dice, ‘Me llamo Jonatan’ y sentí la presencia de Dios de golpe, pero de golpe. Y resulta que le pusimos el nombre Jonatan como segundo nombre de mi hijo que estábamos esperando, no fue por eso totalmente, pero me digo, ‘I like that name’. Dios tiene algo.

Pero de verdad tiene un llamado, está estudiando en Cume, un seminario de Cume que es Cornwell aquí en Boston y esta es la primera vez que él predica un domingo aquí en León de Judá y él tiene una palabra relacionada con los niños y familias que él quiere compartir con nosotros. Adelante.

Padre, gracias por Jonatan, Señor. Gracias por su corazón, Señor, sincero y sencillo. Gracias que él sabe lo que es gozarse delante de ti y yo te pido que esta palabra sea pan fresco de los cielos y que él y que nosotros seamos bendecidos en tu presencia. En el nombre de Jesús. Amén.

Jonatan: Bueno, buenos días, hermanos. Que Dios les bendiga. Es un honor estar aquí de pie el día de hoy, pero también es una gran responsabilidad. Y le doy gracias a Dios por la oportunidad y a todos los que me llevan en sus oraciones a través de esta aventura por todos estos años.

[Déjame ver si funciona esto como un PowerPoint]

¿Cuántos de ustedes están familiarizados con la palabra “Shalom” del idioma hebreo? ¿Qué significa esa palabra? Significa paz, verdad, prosperidad, bienestar y todo lo demás. Hoy les quiero enseñar una frase en hebreo. Vamos a aprender un poquito de hebreo y se lee de derecha a izquierda, ¿verdad? Y esta frase es ‘Shema Israel’, ¿Okay?

Yo quiero que ustedes repitan después de mi: ‘Shema Israel’. Muy bien, muy bien. Ya pueden dar un ‘applause’ ahí y significa ‘Escucha Israel’. ¿Qué significa esta frase? Escucha Israel y de eso es que vamos a estar hablando el día de hoy.

Si pueden ir conmigo a sus Biblias a Deuteronomio Capítulo 6 versos del 4 al 9 y vamos a leer los versos en los que el pasaje se va a basar el día de hoy. Yo voy a leer de la nueva versión internacional porque me gustaron algunas palabras como ya lo tradujeron ahí.

Y dice la palabra de Dios: “Escucha Israel, el Señor nuestro Dios, es el único Señor. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Grábate en el corazón estas palabras que hoy te mando, incúlcaselas continuamente a tus hijos, háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levante. Átalas en tus manos como un signo, llévalas en tu frente como una marca, escríbelas en los postes de tu casa y en los portones de tus ciudades”. Vamos a ver.

Padre Celestial te damos gracias por tu palabra, Señor, porque tu palabra es nueva cada mañana. Te pido Dios para que Tú ayudes a compartir este mensaje con fidelidad al texto, Señor y que Tú prepares nuestros corazones para escuchar lo que queremos escuchar acerca de ti en el día de hoy. En el nombre de Jesús, Amén.

Okay. ¿Cuántos de ustedes tienen un celular? Déjenme ver sus celulares, yo quiero ver todos los que tienen celulares aquí. Siempre nos mandan apagarlos en la iglesia pero hoy yo quiero que ustedes me enseñen sus celulares. Okay. Very nice, very nice.

¿Para que utilizamos los celulares nosotros? Para comunicarnos, ¿verdad? Utilizamos los celulares para comunicarnos y lo importante de la comunicación es que podamos escuchar lo que nos están diciendo, ¿verdad que sí? Muchas veces no tenemos señal y ustedes ven a la gente diciendo ‘Espérame, espérame’ y a veces están, ‘¿Se oye? ¿No se oye?’; me gusta la expresión en inglés, ‘Can you hear me now?’.

Ustedes ven esto como en los comerciales que siempre dicen ‘Can you hear me now?’ porque lo importante de la comunicación es que uno pueda escuchar y entender lo que la persona está tratando de comunicar, ¿cierto? Right? Porque se está tratando de llevar un mensaje a través de este artefacto.

¿Sabía usted que Dios sigue hablando con nosotros hoy día? Pero Dios no habla a través de celular y yo tengo una foto que quiero que pongan ahí. Una foto que me encantó la primera vez que yo la vi. Ahí está. Dice “Dios te habla hoy, pero no por celular. Por favor apáguelo”.

Entonces vamos a apagar los celulares o ponerlos en vibrador, pero vamos a estar hablando de ese concepto de escuchar la voz de Dios el día de hoy. Entonces quiero que presten atención y pongan sus celulares a un lado.

Cuando Dios nos habla a nosotros es importante que nosotros escuchemos pero no es solamente el hecho de escuchar. Tenemos que entender lo que Dios está diciendo porque de nada nos sirve escuchar si no entendemos. Los que no hablamos francés, por ejemplo, o chino podemos pasar un día entero viendo las noticias en chino y no vamos a entender nada.

Entonces no sirve de nada, ¿verdad? Entonces cuando uno escucha uno tiene que tratar de entender lo que el Señor está diciendo a través de su palabra. Pero ¿para qué? ¿Por el simple hecho de entender? No, tenemos que obedecer lo que Dios está diciendo a través de su palabra.

No es solamente escuchar por escuchar o entender por entender. Tenemos que obedecer y muchas veces nosotros entendemos lo que Dios está diciendo pero no necesariamente obedecemos.

A veces esto se presta porque nos distraemos. Tenemos tantas cosas en la vida que nos pasan que no tenemos tiempo para poner en práctica lo que Dios dice y se nos olvida. Se nos olvidan los principios que Dios nos ha enseñado.

¿Cuántos recuerdan el mensaje de la semana pasada? Se nos olvida, ¿verdad? Y los que lo recordamos, ¿Cuántos lo hemos puesto en práctica? Se nos olvida, ¿verdad?

Y eso es algo que tenemos que prestar atención como iglesia. Muchas veces de nada nos sirve venir todos los domingos, escuchar la palabra y entenderla si no la vamos a poner en práctica. Y yo soy el primero hermanos. Se me olvida. No lo pongo en práctica, tengo miles de cosas que hacer y no estoy necesariamente enfocado en lo que Dios quiere que yo haga. Gracias. ¡Ay! Me siento como un Pastor, hoy.

Okay. Entonces nuestro pasaje el día de hoy es ‘Shema Israel’. Repitan conmigo ‘Shema Israel’. Muy bien. Entonces yo voy a decir Shema León de Judá. Voy a jugar un poco aquí con las palabras.

Voy a decir Shema León de Judá y cada vez que yo diga Shema León de Judá, yo quiero que todos respondamos ‘Escucha, entiende y obedece’. Porque esto es lo que significa la palabra ‘Shema’ en el idioma hebreo. Tiene un significado de esas tres palabras. Entonces cuando yo diga Shema León de Judá ¿qué ustedes van a decir? Escucha, entiende y obedece.

Muy bien. Entonces yo también voy a decir eso porque es para todos nosotros este mensaje el día de hoy. Eso es lo que vamos a hacer entonces. Y mantengan esto en mente a medida que vamos explorando este pasaje que Dios quiere que nosotros escuchemos, entendamos y que podamos obedecer.

Shema León de Judá. Escucha, entiende y obedece. Muy bien, están atentos. Vamos a ver si nos mantenemos así. Este pasaje en el Libro de Deuteronomio aparece que es el quinto libro de la Biblia y es un recordatorio que Moisés les está dando a los hijos de Israel a la tribu de Israel.

Y cuando Moisés le dice ‘Shema Israel’ le está diciendo ‘Escucha Israel’, le está diciendo entiende, obedece. Yo quiero que el pueblo de Israel padecía de amnesia. ¿Ustedes saben lo que es amnesia, verdad? Cuando a la gente se le olvidan las cosas, ¿verdad?

Y es que este pueblo, el Señor trataba con ellos de maneras tan especiales y les repetía las cosas una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez, pero se les olvidaba. Por eso pasaron años en el desierto. Porque escuchaban la voz de Dios pero no le obedecían. Y uno de los problemas que ellos tenían era la idolatría.

Este pueblo era idolatra. Se iba atrás de otros dioses y se olvidaba que Dios lo sacó de su cautividad en Egipto. Los milagros que el Señor hacia. El Señor hacía un milagro y ya mañana ellos estaban quejándose porque había otra cosa.

¿Sabe usted que yo creo que nosotros tenemos mucho en común con el pueblo de Israel? Se nos olvidan las cosas. Se nos olvidan las promesas de Dios y se nos olvida lo que Dios ha hecho en nuestras vidas. Por eso que cada vez que en la Biblia aparece la palabra Shema es para que uno recuerde, ¿verdad? Es para que uno preste atención. Shema León de Judá. Escucha, entiende y obedece.

Ahora, ¿a quién se está dirigiendo Moisés en este pasaje? Se está dirigiendo a una nueva generación que está a punto de entrar a la tierra prometida. A la tierra que el Señor le había prometido al pueblo de Israel. La vieja generación se había perdido en el desierto por su desobediencia y ya no iba a entrar en la tierra prometida. Entonces Moisés está hablando con esta gente diciéndoles “Okay. Escuchen. Yo necesito que ustedes entiendan lo que Dios ha tratado con sus padres desde principio de los tiempos para que no les pase lo mismo que les ha pasado a sus padres. Yo necesito que ustedes presten atención para que sepan como deben de conducirse en la nueva tierra en la que vamos a habitar”.

Y Dios es un Dios que desde el principio ha estado hablando de estas cosas.

Esta palabra aparece más de mil veces en el Antiguo Testamento y la primera vez que aparece es en Génesis, Capitulo 3 versículo 8 cuando habla de que Adán y Eva escucharon la voz de Dios. Se traduce como “oyeron”, ¿verdad?

Y el verso dice “Y oyeron la voz de Jehová Dios y se escondieron”. Esto fue inmediatamente después que ellos habían desobedecido. Ven como se presta el lenguaje. Pero ellos habían desobedecido el mandato de Dios de no comer del árbol de las ciencias del bien y del mal. Pero comieron, porque escucharon claramente cuando Dios les dijo, pero lo entendieron. Pero se hicieron los locos y lo desobedecieron.

Entonces cuando escucharon que Dios venía se escondieron porque sabían que estaban en desobediencia. Otra vez aparece la palabra en Génesis 11:17 cuando dice que ‘Dios bajó -cuando la gente estaba construyendo la Torre de Babel- y dijo ‘Vamos a bajar para confundir su lenguaje para que no se entiendan’ o sea Dios quiere interrumpir la comunicación entre las personas que están construyendo la Torre de Babel para que no se entiendan y para que no lleven a cabo su plan.

Y se utiliza esta palabra con una tonalidad de entendimiento.

Luego, muy interesante, en Éxodos 5:2 vemos una foto cuando aparece un Faraón. Cuando Moisés va donde el Faraón, Moisés lo mandan donde el Faraón y le dice “Quiero que dejes ir al pueblo de Israel porque el Señor dice que tienes que dejar ir al pueblo de Israel” y dice el Faraón “¿Quién es Dios para que yo le obedezca?” Esa es la palabra Shema en ese pasaje: para que yo le obedezca y deje ir al pueblo de Israel. “No conozco a Dios y no voy a dejar ir a Israel”.

Entonces vemos esta palabra que es una palabra muy fuerte que se utiliza en estos tres diferentes contextos. Y el mensaje es de escuchar, es de entender y es de obedecer. Entonces cada vez que usted escuche esta palabra o lea esta palabra en el Antiguo Testamento quiero que usted tenga eso en mente ¿qué es lo que Dios me está diciendo? ¿Qué es lo que Dios quiere que yo entienda? ¿Qué es lo que Dios quiere que yo haga?

El verbo obedecer es: yo obedezco, tú obedeces, él obedece, nosotros obedecemos y los verbos son palabras de acciones, tenemos que hacer algo. Entonces que lindo “yo obedezco”, ¡No! Tenemos que hacer algo con eso.

Entonces Moisés invita a Israel a escuchar, está invitando a este pueblo a que escuche, a que obedezca y a que entienda. Y yo quiero compartir una suma que yo me inventé con esta palabra. Matemática no fue mi materia más fuerte en la Universidad. Yo pasé pobremente en la universidad por matemática pero aprendía a sumar, dividir y restar por lo menos.

Entonces yo me inventé una suma con el significado de la palabra Shema y es escuchar + entender + obedecer = [es igual a] servicio. Digan conmigo: Servicio. O sea Dios quiere que nosotros le escuchemos, le entendamos y le obedezcamos para que podamos servirle. Y nuestro servicio es la respuesta de nuestra parte a Dios en amor por el servicio que el nos ha dado y es lo que Moisés le estaba diciendo a los israelitas: “Yo quiero que ustedes respondan a Dios con el mismo amor con el que Él nos ha tratado hasta ahora”.

Ahora, yo también aprendí a restar en la universidad, y les voy a decir la contraparte de esto. Escuchar + entender [menos] obedecer es desobediencia. Si usted escucha y entiende pero no obedece está en desobediencia. Si escuchamos, perdón, entendemos y no obedecemos estamos en desobediencia y por lo tanto estamos en pecado.

Y este era el problema de Israel. Ellos escuchaban, ellos entendían, ellos veían los milagros de Dios ahí: una columna de nubes y una columna de fuego, les caía maná del cielo y todo esto. Ellos veían, más claro no les cantaba un gallo, como dicen. Pero les restaba la obediencia. No obedecían y este era el problema de estas personas y es un problema que también padecemos hoy.

Esta suma que yo me inventé, yo le he puesto, la suma del amor. ¿Por qué? Porque cuando uno está en una relación, es muy importante la comunicación, ¿verdad que sí? Yo siempre escucho a las mujeres ‘Es que tú no me oyes, tú no me entiendes, tú que no se que’, ¿verdad?

Pero también los papás a los niños les dicen ‘Es que este muchacho no me oye, este muchacho no me entiende, este muchacho no obedece’. Vemos este lenguaje ¿verdad?

Si estos elementos están presentes en nuestras relaciones, estamos demostrando nuestro amor para con nuestros seres queridos. Si el esposo escucha, entiende y dialoga, trata de buscar una solución con su esposa, van a vivir en amor, van a vivir felices. “Escúchame, entiéndeme”.

Si los padres y los hijos se escuchan mutuamente –muchas veces los niños tienen cosas que decir y quieren ser escuchados y quieren que “mi papá me entienda. Porque las cosas han cambiado y necesito que tú me ayudes”. Entonces si usted ama a sus hijos, usted tiene que escucharlo, tiene que entenderlo, o es solamente obedecerlo. You get the point, right? Entonces esa suma quiero dejar con ustedes el día de hoy. Se le olvida todo, recuerde esto.

Shema León de Judá. Escucha, entiende y obedece.

¡Qué bueno! Muy bien, están despiertos. Esta historia del pasaje que acabamos de leer, Dios le está hablando al pueblo de Israel a través de Moisés y Moisés quiere que ellos respondan de la siguiente manera; Moisés quiere que ellos respondan diciendo “Yo te escucho, yo te entiendo, yo te obedezco”. Y esa es la misma respuesta que Dios quiere de nosotros: que escuchemos su palabra, que entendamos su palabra y que obedezcamos su palabra.

Recuerden que si restamos la obediencia estamos en desobediencia y por lo tanto estamos en pecado. Entonces esto es algo que tenemos que prestar atención. Pero ¿cuál es el mensaje de “escucha Israel”? En el verso 4 la Biblia dice: ‘Grábate en el corazón estas palabras que hoy te mando y incúlcaselas continuamente a tus hijos’.

Y dice ‘Escucha Israel, el Señor nuestro Dios es el único Señor, ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas’. Cuando Dios le dice que el Señor nuestro Dios es el único Señor, él no lo está diciendo por decirlo, él lo está diciendo, está prestando atención al problema de idolatría que tenían los israelitas.

Cuando él les dice ‘El Señor es el único Señor’ les está diciendo “Recuerden que el dios del sol y el dios de la lluvia que ustedes adoran no fue el que los sacó de Egipto, fue Dios que es el único Señor”. Les está diciendo, ustedes tienen que ser fieles al único Dios y no a los otros dioses.

Muchas veces nosotros tenemos muchos dioses en nuestras vidas. Porque cuantas veces cuando tenemos problemas vamos donde el consejero. “Ah, yo necesito consejería” o necesito esto o necesito lo otro y nos olvidamos que Dios tiene el poder para tratar con nuestros problemas. Muchas veces les damos más atención a los pastores que al mismo Dios. Y si el pastor se está convirtiendo en nuestro Dios, somos idolatras, porque el pastor está tomando el lugar de Dios en nuestras vidas.

A Dios hay que darle el primer lugar en nuestras vidas. Desde el principio Dios se ha querido comunicar a través con nosotros a través de su palabra. Dios es un Dios que habla y Él quiere una relación personal contigo no a través del pastor. Contigo, sin barreras, donde Él te ve sin títulos, sin faltas, sin nada y te dice “Tú eres mi hijo, yo te quiero”. Y eso es lo que Moisés les está diciendo, el Señor es un Dios único y Él quiere tú le escuches, le entiendas, les obedezcas.

La otra cosa que Moisés les dice aquí es que “amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas”, ¿verdad? Amar –a mi me gusta comparar esta palabra con servir como vimos anteriormente- si yo digo “yo amo a Dios, yo voy a servir a Dios, no por cumplimiento; cumplo pero miento, ¿verdad?, ¡No! Yo voy a hacerlo por amor.

Entonces si usted dice ‘yo amo a mi esposa’ yo voy a servir a mi esposa, le voy a llevar el desayuno, voy a lavar los trastes hoy, ¿verdad? Cosas así. Yo amo a mi esposo: voy a servir a mi esposo, voy a lavar su ropa, voy a sacarle caspa.

Todo esto, ¿verdad? Yo amo a mi esposo. Si usted no está casado, como mi caso, yo amo mi carro; bueno en mi caso una bicicleta. Amo mi bicicleta, voy a servir a mi bicicleta: voy a limpiar mi bicicleta, mi carro voy a cambiarle el aceite, voy a lavarlo. El amor se demuestra a través de nuestro servicio.

Entonces Moisés les está diciendo a los israelitas ‘Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas’. Tú tienes que servir a Dios con todo tu corazón, tú puedes servir a Dios parcialmente o pobremente, pero no insinceramente. Tiene que ser sinceramente y tu mente tiene que estar en eso. Y otra vez no por cumplimiento. ¿Qué significa cumplimiento? Cumplo pero miento, ¿verdad?

No es así que Dios quiere: ¡Ay! Señor tengo que hacer esto para… no, no, no. Tienes que hacer algo natural, que te salga del corazón y que lo hagas con amor. Entonces Moisés les está diciendo esto: “Tú tienes que amar a Dios incondicionalmente como Dios te amó a ti”.

Porque tenemos que ser imitadores de Él y si Él nos amó incondicionalmente que no importa cuantas veces nosotros pecamos, cuantas veces nosotros fallamos, él nos ama y nos sirve a través de sus bendiciones. Nosotros también tenemos que amar a Dios así.

Y no ponerle condiciones: Cuando tú me bendices yo te amo, cuando Tú me castigas, ‘I need a break’. No. Tenemos que amar a Dios incondicionalmente. Este es el tipo de amor ágape del que se habla en la Biblia. Un amor que va más allá, un amor sacrificial, ¿verdad? Y nuestro amor sacrificial para Cristo es poderse levantar a las 6 de la mañana a hablar con Dios, porque Dios quiere hablar conmigo. Pero muchas veces no queremos hablar con Él. I need to talk to my friend, necesito hablar con Él, necesito llamarlo. Voy a llamar al trabajo.

Muchas veces comenzamos el día y no hablamos con Dios. Y vemos que el Señor dice ‘Okay, mi son. I love you anyways’. Lo que son padres, serían muy triste que su hijo entre y salga de la casa sin dirigirle la palabra. Nosotros vivimos en la casa de Dios y nuestro planeta es de Dios. Muchas veces no le dirigimos la palabra más que cuando lo necesitamos. [‘Okay. Ahora me necesitas. Okay’]

Y quizás es por eso que Él nos manda pruebas. Él dice, “bueno como tú no me hablas, como todo te está saliendo bien, déjame mandarte una prueba para ver si tú te acuerdas de quien es tu Creador, de quien es que te ama”, ¿verdad? Entonces ahí a lo mejor usted…

Entonces Moisés les está diciendo “Ama al Señor, ama al único Dios” y todo eso. Shema León de Judá. Escucha, entiende y obedece. Dios es uno y amar a Dios es servir a Dios.

Ahora ¿para qué es el mensaje? Moisés les está diciendo algo, entonces me imagino, que ¿para qué me estás diciendo esto? Ya yo he oído este requeté mil veces. Ya yo se me de memoria. Espérate Moisés déjame repetírtelo…

Pero Moisés les dice en el verso 6: “Grábate en el corazón estás palabras que hoy te mando. Incúlcaselas continuamente a tus hijos”. Es para que te la grabes en el corazón y grabártela en el corazón es para que tú la vivas a diario. Todos los días debemos vivir teniendo presente que Dios es uno y que tenemos que amarle. Tenemos que amarle en el trabajo, tenemos que amarle en la escuela, tenemos que amarle en el parque. No solamente en la iglesia, a diario tenemos que amar a Dios.

Y eso es lo que significa “grabártelo en el corazón”. Ustedes ven como es que se graban las cosas. Cuando uno graba algo por ejemplo en un teléfono o en la pared, uno tiene que raspar y eso. No se si han visto los anillos –no me llega un ejemplo- pero tienen la idea. Se graba y se queda ahí, ¿verdad? No se borra. Es para que uno lo tenga presente siempre, tenemos que amar a Dios.

Pero le dice “incúlcaselas a tus hijos”. No es suficiente que yo ame a Dios, que yo sirva a Dios y que me quede con eso. Porque cuando yo me muera se va a quedar conmigo y no va a pasar a la siguiente generación.

En el Antiguo Testamento se utiliza mucho el lenguaje generacional. Siempre vemos el verso que dice que habla de “generación en generación” y siempre se dice “a los patriarcas: Abraham, Isaac y Jacob” y que esto y que lo otro. O sea que, los niños son muy importantes para Dios.

Si usted se fija en las esposas de los patriarcas –de Abraham, Isaac y Jacob- las tres eran estériles y era algo grande para ellas no poder tener hijos y el Señor de forma milagrosa permitió que cada una de ellas tuviera hijos. ¿Por qué? Porque esa era la importancia de los hijos, el Señor les estaba mandando un mensaje: ‘los hijos son importantes porque a través de tus hijos es que yo voy a seguir promoviendo mi palabra’.

Pero muchas veces somos egoístas y no amamos a Dios y tan pronto yo lo ame, tan pronto yo lo sirva, amo ser. No el Señor quiere que se la pases a los niños, que se la pases a la nueva generación y no tiene que ser necesariamente tu hijo. Si tú eres maestro en escuela secular, el Señor quiere que tú ames a Dios y que sepas que Dios es uno y que modeles eso para con tus estudiantes. Si no tienes hijos, tu sobrino, tu hermanito, tu primito.

¿Quién les está enseñando a ellos que amen a Dios? La sociedad. Pero, perdón, la sociedad no cree que Dios es uno. La sociedad no ama a Dios. ¿Quién le está enseñando? Vamos a ver más adelante, Moisés le dice: “incúlcasela a tus hijos”

Si vamos a Deuteronomio, no tienen que ir conmigo, solamente quiero notar algo aquí, 4 versículo 9 le dice: “Por tanto guárdate y guarda tu alma con diligencia para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida. Antes bien, las enseñaras a tus hijos y a los hijos de tus hijos.”

Es una responsabilidad que va de generación y generación. Y luego si vamos al capítulo 9 dice: “Acuérdate –utiliza esta palabra como para que sea acuerden- no olvides que has provocado la ira de Jehová tu Dios en el desierto. Desde el día que saliste de la tierra de Egipto hasta que entraste entrasteis en este lugar habéis sido rebeldes a Jehová”.

¿Por qué les está diciendo que han sido rebeldes? Porque han sido desobedientes. Porque lo han escuchado, lo han entendido y no han obedecido. Muchas veces estamos en rebeldía nosotros también y especialmente cuando se trata de nuestros hijos. Si les negamos a nuestros hijos la oportunidad de conocer a Dios como un Dios y de amar a Dios por sobre todas las cosas incondicionalmente, no estamos obedeciendo lo que Dios nos dice en su palabra.

Dios no quiere que su mensaje se quede en esta generación. Tenemos que pasárselo a la generación del futuro pero tenemos que pasárselo hoy, no mañana. Y ese es el mensaje que Moisés le está diciendo a esta gente.

Entonces yo le quiero dar tres formas en la que nosotros podemos hacer esto para con nuestros hijos o con los niños en nuestras vidas: nuestros sobrinos, nuestros primos, mis estudiantes.

Número 1: imite. Son tres “íes” que les voy a dar hoy. Imite. Tenemos que imitar a Dios y amar a nuestros hijos incondicionalmente pero buscar que nuestros hijos nos imiten a nosotros también. Y eso pasa automáticamente. Usted ve los niños que se quieren poner los zapatos de papá y mamá. Si el papá es un doctor, usted ve que se está poniendo la ropa del doctor. Y todos los niños nos imitan intencionalmente. Pero lo que queremos que imiten es nuestro amor por Dios. Entonces tenemos que modelarlo.

Si ellos no nos ven amando a Dios, ellos no van a amar a Dios, ‘porque mi papá no lo hace. A mi no me importa lo que dicen en el colegio dominical. Mi papá y mi mamá no lo hacen, a mi no me importa’. Imite, imite su amor por Dios. Enseñe con su ejemplo. Sus hijos le están mirando 24 horas al día todo lo que usted hace, todo lo que usted dice ellos lo repiten. Entonces usted tiene que imitar para que su hijo pueda imitar.

Número 2 instruya. Cuando dice “incúlcaselo en tu corazón”, le está hablando a que le enseñes, ¿verdad? Entonces usted tiene que enseñarle. Así como usted le enseña a vestirse, le enseña a amarrarse los cordones de los zapatos, como usted le enseña a peinarse y todo eso tiene que enseñarle que Dios es uno, quien es el verdadero Dios y tiene que enseñarle a amar a Dios.

Estas son cosas básicas que muchas veces no hacemos. Asegúrese de que ellos aprendan y de que cambien porque si usted le está enseñando pero su hijo no le está entendiendo y no está cambiando, una de dos: o él no está escuchando bien lo que usted está diciendo o usted no está enseñando bien.

Pero tenemos que enseñarles, tenemos que instruirlos. El versículo famoso de Proverbios: “Instruye al niño en su camino y aún cuando fuere lejos no se apartará de él”. Cuidado. ¿Cuántos niños ustedes conocen que han sido instruidos en la iglesia y todo y luego que llegan a adultos se apartan de los caminos del Señor? Este verso es una advertencia.

El Señor está diciendo. “Instruye al niño en su camino y aún cuando fuere viejo no se apartará de él”. Si tú lo instruyes y lo dejas que él vaya por su propio camino, si la enseñanza que yo te doy, cuando él sea viejo no se va a apartar de ese camino. También te está diciendo eso ese verso, pero también te dice: ahora si tú lo instruyes en el camino mío, cuando sea viejo no se apartará de él.

En cualquier camino que tú instruyas a tu hijo él no se va a apartar de ese camino cuando llegue a viejo. Entonces tenemos que prestar atención por eso y es una cosa que va siempre. No es “él se aprendió el versículo. Ya, felicidades”. No, it’s ongoing. Tenemos que instruir al niño.

Habla su lenguaje, comuníquese con ellos, manténgase al día con la jerga de por ahí para que usted pueda hablar con su hijo y su hijo diga “my dad is a cool dad”. Para que su hijo le ame. Porque si usted no es “cool” para su hijo, ellos van a imitar “the cool guy next door”. Entonces usted tiene que mantenerse activo y presente en la vida de su hijo.

La tercera es: involúcrese. Simplemente involúcrese. Usted necesita estar presente en su hijo. Aquí en la iglesia usted puede dar clases en escuela dominical. Sería lindo ver a los papás involucrados en la vida de sus hijos. Y tenemos mucha familias gracias a Dios en nuestra iglesia que están activamente involucrados y enseñando a sus hijos. No es la responsabilidad de la iglesia enseñar a sus hijos acerca de Dios. Es su responsabilidad. Ustedes pasan más tiempo con sus hijos que nosotros.

Y una hora de escuela dominical el domingo en la mañana no es suficiente en contra de seis días a la semana en la escuela y en la casa con ustedes. Entonces es usted que tiene que hacerlo y usted se tiene que involucrar pero no solamente involucrarse, involúcrelos a ellos también. Recuerde que tiene que imitar y modelar. Entonces que su hijo lo vea a usted haciendo su devocional por la mañana, leyendo la Biblia para que él quiera leer la Biblia; cuando usted va manejando que usted vaya escuchando una música: ¡Hey! Vamos a cantar esta canción. Okay, ¿qué canción te gusta de la iglesia? Vamos a comprar el CD. Okay, tú y yo vamos a cantarla.

Yo me imagino que su hijo se va a volver loco cuando usted le diga “vamos a cantar y vamos a brincar. Tú y yo vamos a brincar” A ellos les encanta eso. Y no hay nada para eso. Usted tiene que involucrarse y estar presente en la vida de ellos.

En la Biblia vemos que por ejemplo Ana y Elí y el Cana, ellos estaban involucrados activamente en la vida de Samuel. En el Nuevo Testamento vemos a Loira y Eunice y Pablo que estaban involucrados ahí siempre, siempre en la vida de sus hijos.

Mi mamá fue una mujer de oración, es una mujer de oración. Ella me decía que ella siempre oraba por mí antes de conocer a mi papá. Decía “Yo quiero un hijo que sea un Pastor y que no se qué y todo eso” y me contaba y me decía “¡Ay! Mami el Señor te la contestó por mitad porque ya tuvo el hijo, ya tú me pusiste el nombre y todo pero yo no voy a ser Pastor”.

Pero hoy yo estoy aquí ¿Cómo qué? Se salió con la suya mi mamá. Porque mi mamá oraba, ¿verdad? Oraba por mi pero no solamente oraba sino se involucró en su vida, mi mamá estaba en todas mis hermanos. Yo crecí en una iglesia donde mi papá era uno de los Pastores y mi mamá era directora del Ministerio Infantil o sea que yo veía a mi mamá en la casa, la veía en la iglesia y en la escuela también porque iba a una escuela cristiana y todo el mundo conocía a mi mamá, todo el mundo conocía a mi papá… el Pastor. Entonces a veces no me gustaba que ellos estuvieran tan involucrados porque yo no me sentía libre para hacer mis locuras, ¿verdad? Y mis travesuras. Mi mamá me salía hasta en la sopa.

Pero gracias a Dios hoy yo puedo mirar atrás y decir: Gracias al Señor mi mamá estuvo involucrada en mi vida. Y fue el gozo del Señor a través de mi mamá lo que me motivó a mí a seguir en los caminos de Dios. Yo la veía que para ella la iglesia era un gozo y no era: ‘¡Oh! Yo tengo que ir porque los pecados’ y todo eso. No, no, no. Para ella era un gozo y le gustaba estar en la iglesia y en todas las cosas. Ella decía ‘Church is fun. You know?’ A mi me gusta la iglesia también. Cuando yo ya iba creciendo en los años de la adolescencia me daba vergüenza porque mi mamá me decía ‘Ven vamos a hacer los títeres y vamos a cantar’ y mis amiguitos, uno es adolescente y las muchachitas y hmm, yo no quiero estar cantando ahí adelante, mami. ‘Pero no…’ Pero mi mamá estaba involucrada.

¡Qué lindo sería ver a muchos papás involucrándose en la vida de sus hijos! Y no porque yo le estoy diciendo sino porque la palabra de Dios nos dice que nos involucremos, que seamos ejemplo y que enseñemos con el ejemplo. Sería lindo verles a ustedes saltando para arriba y para abajo con los niños allá en una noche en Awana escuela dominical. Tómese un domingo al mes para que vea.

No hay cosa más emocionante que traer a su papá. ‘¡Ey! Mira mi papá vino hoy’. Sería bueno que usted le de ese regalo a su hijo un día. Vaya, aparézcase por escuela dominical y brinque con ellos para que ellos lo vean a usted y digan: ‘Si mi papá lo hace yo también lo puedo hacer. Porque mi papá ama a Dios y yo quiero amar a Dios’.

Hermano, el mejor regalo que usted le puede dar a su hijo es el Señor. Yo se que muchos padres se preocupan y dicen “¡Ay! Qué no tengo plata para comprarle ropa” o “No puedo pagarle el colegio donde quiero ponerlo a que estudie” que esto, que lo otro. Si usted le da al Señor, el Señor va a suplir todas las necesidades de sus hijos.

Mi mamá siempre se quejaba: “¡Ay! que yo te quería mandar a otro colegio”; yo le dije ‘Mami, no te preocupes que tú me diste a Dios y con el fundamento que yo tengo yo voy a sobrevivir, yo voy a estar bien’. Y el Señor para mi ha sido más que suficiente hermanos. En contra de todas las presiones sociales que los jóvenes atraviesan y todo, el Señor ha sido más que suficiente y eso fue lo que mi mamá me dio.

Ella no me dio una camisa muy bonita, unos zapatos muy bonitos a la última moda, porque todo eso pasa. Pero el Señor no pasa. El Señor no pasa. Entonces déle a su hijo el Señor, eso es lo mejor que usted le puede dar. Y cuando usted ore por su hijo recuerde que la oración, la fe sin obra es muerta.

Recuerdo un profesor de escuela dominical decía: “A Dios orando y con el mazo -el martillo, ¿verdad?- dando”. El de la fe sin obra es muerta. Si usted se sienta enfrente de la pared y ora “Señor que se caiga, Señor que se caiga la pared” no se va a caer. Agarre un martillo y diga que se caiga la pared [tang], Señor que se caiga la pared [tang].

Entonces cuando usted ora por su hijo: “Señor yo quiero que mi hijo te sirva”, involúcrese y que su hijo lo vea sirviendo, ¿verdad? A Dios orando y con el mazo dando. Shema León de Judá. Escucha, entiende y obedece. Recuerdan, ¡qué bien!

Amar a Dios es servir a Dios y enseñar a los hijos también. Si servimos a Dios y no le enseñamos a los hijos se queda con nosotros y se muere el mensaje. Hermanos, algo que quiero que tengan presente es que si usted no enseña a su hijo a amar a Dios la sociedad lo va a hacer por usted.

Pero no quiero decir eso como en términos futuros, quiero hablar en presente. Si usted no está enseñando a su hijo a servir a Dios, la sociedad está enseñando a su hijo a servir a Dios o no está enseñando a su hijo a servir a Dios. Aquí en este país removieron a Dios de las escuelas, fue lo primero. La sociedad tiene el concepto bien claro de trabajar con los niños.

Removieron a Dios de las escuelas y esto está desensibilizando [gracias] la creencia de Dios en el único y verdadero Dios. La sociedad tiene una agenda muy clara. Porque si le enseñamos a los niños en cinco años ellos van a ser los profesionales y la gente que van a estar al frente. Y como ellos no crecieron con un temor de Dios en sus corazones no van a hacer caso a ningún evangélico que se levante después, porque así no fue que ellos crecieron.

La sociedad tiene eso bien claro y lo está haciendo. Y es una guerra entre sociedad y televisión y media e Internet y la iglesia. Y nos están ganando la guerra.

La segunda cosa que está haciendo la sociedad es promoviendo la homosexualidad en las escuelas, ¿verdad? Ya es algo normal, claro. Cuando ese niño crezca, es algo normal. Vamos en un carril sin fondo y estamos perdiendo la guerra. Y si nosotros no enseñamos a los hijos, la sociedad se encargará de hacerlo y la sociedad lo está haciendo.

Y esto es algo alarmante, hermanos. Por eso necesitamos que usted se involucre en la vida de sus hijos y nos ayude a la iglesia a mejor servir a sus hijos. El Señor ha bendecido a nuestra iglesia de manera tremenda con el ministerio infantil. Pero necesitamos ayuda, no es fácil. Y una hora aquí no es suficiente, hermanos. Entonces, necesitamos que usted se involucre.

Shema León de Judá. Escucha, entiende y obedece.

Buenas noticias. Como vamos a aplicar este mensaje que hemos estado hablando. Moisés nos dice en el verso 7: ‘Háblales de ellas -o sea de estas palabras que te estoy hablando- cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Átalas en tus manos como un signo, llévalas en tu frente como una marca, escríbela en los postes de tu casa y en los portones de tus ciudades’.

Aquí no escuché la palabra iglesia. ¿Usted leyó la palabra iglesia aquí? Casa apareció ahí dos veces. ‘Habla de ellas en tu casa’, ustedes pasan más tiempo con sus hijos que nosotros. Y si nosotros podemos enseñarles de Dios a sus hijos, usted también puede enseñarle. Usted es más calificado aún que nosotros porque usted conoce a sus hijos mejor que nosotros.

Tome una Biblia y enséñele a su hijo palabra de Dios. Es en tu casa que tienes que hacerlo.

¡Qué lindo sería que su hijo aceptara a Cristo en su corazón en casa! Para nosotros es un gozo cuando los niños aceptan a Cristo aquí en la iglesia porque uno siente que estamos haciendo un buen trabajo, gloria a Dios y todo eso. Pero ¡qué lindo sería que usted pueda venir y dijera ‘mi hijo aceptó a Cristo conmigo anoche! Nos hincamos en la cama y oramos’.

Usted le está dando un regalo eternal a su hijo y usted sabe que la vida eterna su hijo la va a pasar con usted en el Cielo porque usted se involucró en la vida de su hijo. El título universitario que usted le pudo dar, la ropa que usted le pudo comprar y todo eso, se va a quedar. Pero si su hijo acepta a Cristo en su casa con usted, usted habrá hecho su trabajo porque usted ha modelado y se ha encargado de que el mensaje pase a la siguiente generación. Ese es el mejor regalo que usted le puede dar a su hijo.

Dice “en tu casa” a la hora de la cena: ‘¡Ey! ¿Qué aprendiste en al escuela dominical?’ o debería ser al contrario cuando ellos vienen aquí los domingos nosotros ‘¡Ey! ¿qué te enseñó tu mamá anoche?’. ‘¡Ah! Estabamos viendo Power Rangers o Lord of the Rings o Nemo’. Me puso la película de Finding Nemo.

Que cuando nosotros le preguntemos a su hijo que están aprendiendo de la Biblia en su casa que ellos nos puedan decir con ánimo y digan “¡Oh! Mi papá me enseñó esto y [sonidos]” y nosotros digamos “¡Guau! Gloria a Dios. Están hablando de Dios en casa. No están esperando a llegar a la iglesia”. Entonces eso tiene que hacerlo. Cuando ‘vayas por el camino’ dice aquí. Muchos de nosotros tomamos en el autobús. En el autobús hable con tu hijo: “Oye, vamos a repasar el versículo” y “¿Qué tú entiendes de ese versículo?”.

Si no toma el autobús y va en el carro, en el carro ponga un CD cristiano. Hable con su hijo, involúcrese, siempre. ‘Cuando vayas por el camino’, Moisés te lo está diciendo aquí. Está bien claro, yo lo entiendo perfectamente pero no lo estoy haciendo. Entonces estoy en desobediencia. Y tengo que prestar atención. La señal se me confundió y estoy distraído. Entonces tengo que sintonizarme otra vez para poder escuchar lo que Dios dice, entender lo que dice y hacerlo.

‘Cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes’. Mi mamá siempre, todas las noches, otra vez, nos poníamos y decíamos “en paz me acostaré y así mismo dormiré porque sólo tú…” Todas las noches. Yo me lo sabía de memoria y a veces yo “¡Ay! Mami tengo sueño” y ella “No vamos a ponernos. Busca tu Biblia”. Y había que buscar la Biblia porque hay que leerlo en la Biblia. No vamos a leer la palabra.

Pero anoche con los nervios que yo tenía de pararme aquí el día de hoy, yo busqué mi Biblia y yo “Señor en paz me acostaré, y así mismo dormiré…” Y fue una noche larga pero dormí bien gracias a Dios y me acordé de mi mamá. Entonces regálenles el Señor a sus hijos.

Cuando se acueste y cuando se levante. Que lo primero que usted haga cuando se levante es que canten una canción, un devocional familiar. Cinco minutos, cinco minutos al día. No hay nada mejor que comenzar el día con el Señor.

Uno se encomienda a Dios y dice “Señor bendíceme en el día de hoy. Llévame con bien en el autobús” y todo esto. Pero muchas veces no hacemos eso, queremos que la iglesia lo haga. ‘Yo lo traigo a la iglesia porque la iglesia esa en el ministerio del niño es potente. Ese muchacho tú lo ves ahí saltando’. No es para usted el mensaje. Aquí no dice en la escuela dominical, no en Awana. Dice en tu casa, ¿verdad que sí? Entonces en tu casa, cuando vayas por el camino y todo eso.

Dice ‘átalas a tu mano’. Yo tengo una pulserita aquí que las siglas significan “¿qué haría Jesús? Cada vez que yo veo eso, cuando me enojo en el trabajo que quiero decirle dos o tres cosas a una gente, ¿qué haría Jesús? Que el Señor te bendiga. ¿Verdad?

Átalas en tus manos, dice, luego dice “llévalas en tu frente”. Si uno las pone en la frente los que están alrededor van a ver que usted ama a Dios y que usted sirve a Dios. Cómprese una ropa cristiana. Yo tengo muchas playeras cristianas que dicen: Jesús me salvó. Usted está testificando sin palabras que Dios es el único Dios en su vida y que usted lo ama; que usted no se avergüenza de ser cristiano. Y si usted no se avergüenza de ser cristiano su hijo va a decir ‘It’s a good thing. My dad it’s not a shame. Pero no, a mi papá le gusta Gap or Old Navy. Entonces yo quiero ser como mi papá y voy a ir a Old Navy or Massey’s or This & That’.

Moisés no está diciendo eso, Moisés está hablando de la palabra de Dios. Entonces ropa cristiana. Compre ropa cristiana a su hijo. Le advierto, a su hijo no le va a gustar: “Mom, are you kidding me?. Me van a relajar en la escuela”. Pero quizás después cuando crezcan y puedan entender un poquito más lo van a agradecer y lo van a apreciar. Esto no es una garantía pero ahí va.

Luego dice ‘escríbelo en los postes de tu casa y en los portones de tus ciudades’. En mi casa, cuando yo iba a la casa de los amigos míos habían muchos cuadros muy bonitos. La casa mía llena de versículos, por todos los lados. A mi no me gustaba llevar gente a la casa porque yo decía ¿qué van a decir? Llena de versículos por todos los lados. Yo creo que mi mamá tomó esto muy literal pero ¡qué bendición es tener la palabra de Dios presente en la vida de uno! Qué uno aprenda un versículo que uno pueda entender y uno pueda aplicar en su vida.

Algo muy importante, hermanos, es. Yo pienso que muchas iglesias se les han olvidado la importancia del ministerio infantil. En el seminario no se habla del ministerio de niños, ministerio de jóvenes. Si tú estás en el seminario, tú mínimo tienes que estar aspirando a ser un pastor de jóvenes porque los niños esos los entretienen ahí los hermanos, yo que se. ¡No! No debe ser así.

Aquí está hablando de los niños ¿verdad? ¿Por qué tenemos que esperar que los jóvenes atraviesen tanto drama en la adolescencia para entonces comenzar a servirles y ministrarles? ¿Por qué no usar un poco de medicina preventiva? ¿Por qué? ¿Por qué dejamos que sea la escuela que los eduque y no nosotros?

Tenemos que modelar con el ejemplo y tenemos que estar presentes en la vida de los niños a nuestro alrededor. Si no son tus hijos, tus estudiantes. Que tus estudiantes te vean y quieran ser como tú.

Yo tenía unos profesores loquísimos que me encantaban. Me encantaban. Yo me acuerdo una vez –nunca me voy a olvidar- estaban promocionando un campamento de la iglesia y de cierta profesora decía: ‘Okay niños. Tenemos que llevar dos cosas para el campamento. ¡Qué no se les olviden estas cosas! Número 1 su Biblia. Lleven su Biblia. Número 2 un desodorante, por favor, para que levanten los brazos con libertad. Traigan sus desodorantes por favor.’

Pero ella se encargó de mostrarnos que en la iglesia uno se puede divertir, también, sanamente. Y yo veía a esa profesora y decía: I wanna be like her. I wanna be like that. Yo quiero ser el profesor loco que a los niños les guste, y todo. Porque si nosotros no somos así ellos se van a ir con el loco que esté en la televisión y van a querer ser como el loco que esté en la televisión.

Y el loco que esté en la televisión no está actuando de acuerdo a estos principios. Entonces tenemos que ponernos al día y prestar atención a lo que está pasando en la vida de los niños a nuestro alrededor sin vergüenza. Porque el Señor no se avergonzó de venir a ensuciarse y morir en la Cruz por nosotros.

Entonces nosotros no deberíamos avergonzarnos de testificar que somos hijos de Dios y que amamos a Dios por sobre todas las cosas. Shema León de Judá. Escucha, entiende y obedece.

Amar a Dios es servir a Dios y enseñar a nuestros hijos, también.

Ya para finalizar -no se preocupe estamos terminando- es una gran responsabilidad de la iglesia y está aquí para ayudar pero necesitamos que usted tome la iniciativa porque usted pasa más tiempo con los niños.

Escuchar, amar y enseñar es obedecer, servir e involucrarse. Van juntos, van de la mano y si usted entiende eso el próximo paso es obedecer y ponerlo en práctica. ¿Qué estamos haciendo por nuestros hijos? ¿Qué le enseñamos a nuestros hijos acerca de Dios ayer? ¿Qué le vamos a enseñar hoy? ¿Qué les vamos a enseñar hoy cuando vayamos a nuestras casas?

Padres, ¿están ustedes amando a sus hijos y enseñándoles que amen a Dios? Maestros, ¿estamos nosotros amando a nuestros estudiantes y enseñándoles que amen a Dios? Tenemos que hacer eso, hermanos. ¿Qué estamos esperando para escuchar la voz de Dios?

I think I have it here. Okay. ¿Qué estamos esperando para escuchar la voz de Dios? ¿Qué estamos escuchando para entender su mensaje? ¿Qué estamos esperando para obedecer su palabra? ¿Qué estamos esperando para amar y servir al prójimo? Y el prójimo está en nuestras casas. Ahí es donde comienza nuestro amor y nuestro servicio al prójimo. ¿Qué estamos esperando para enseñar a nuestros hijos?

Shema León de Judá. Escucha, entiende y obedece.

Vamos a orar. Amante Padre Celestial, te damos gracias que tu palabra es vida y eficaz, Señor. Porque Tú amorosamente, Señor, nos recuerdas una y otra vez lo que tenemos que hacer.

Ayúdanos, Señor a poner estas cosas en práctica, que te podamos obedecer, Señor. Danos las herramientas suficientes para hacer este trabajo con excelencia, Señor. Ayúdanos a amarte, a escucharte, a entenderte, a obedecerte, a servirte, Señor. Pero sobre todo a enseñar a nuestros hijos a que hagan lo mismo Padre.

Gracias por esta Congregación, Señor y gracias por las personas que tenemos activas, sirviéndote, Señor y ministrando tu niñez, Padre. Bendícenos en el día de hoy, Señor y ayúdanos a poner esto en práctica.

En el nombre de Jesús. Amén.

Una iglesia misionera

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Vamos a Lucas capitulo 10 y vamos a comenzar con el versículo 1 hasta el versículo 12. Evangelio según San Lucas. Yo quiero hablar acerca del llamado de Dios a hacer una Iglesia misionera. ¡Qué interesante que nuestros jóvenes, van a visitar Guatemala en una experiencia Misionera! Tenemos un misionero aquí.

Dios pone en mi corazón en realidad, sin que hubiera una conexión en mi mente, pero me doy cuenta ahora viendo todo esto, que hay una coincidencia divina. Dios quiere reforzar nuestro sentido del llamado a ser misioneros, a ser evangelistas, a trabajar a favor del Reino.

Diga conmigo: “Yo soy un misionero, o una misionera, yo soy una evangelista y Dios me llama a compartir su palabra con los perdidos”. ¿Puede usted decir amén a eso qué usted ha declarado? Hay un santo llamado de parte de Dios a su pueblo a compartir la palabra del Señor y este es un bello pasaje que nos afirma y nos confirma en ese llamado evangelistico que tenemos cada uno de nosotros.

Dice aquí Lucas capitulo 10 versículo 1: “Después de estas cosas designó el Señor también a otros 70” ¿Por qué ‘también’? Porque ya Él había designado a doce en otra parte del Evangelio según San Lucas y en otras partes del Evangelio, el Señor también envió a los doce. Esos doce eran parte de su círculo interior, pasaron a ser luego los apóstoles, pero también envió a otros.”

Estos setenta, y para mí es importante desde ese momento ya estamos entrando en la temática. Porque fíjese que, si Él hubiera enviado solamente a los doce, podríamos decir: “bueno eso es indicación de que el evangelismo es asunto de los profesionales, ¿no?".

Los pastores, los evangelistas, la gente que Dios dota en una manera excepcional, para predicar el Evangelio. Pero yo creo que el Señor quiso también, señalar a través de todos los tiempos que la obra misionera no era solamente, para esos súper escogidos, si no que también era para los demás y por eso escogió a estos setenta anónimos, completamente anónimos, no sabemos sus nombres. Es más algunos estudiosos de la Biblia piensan que quizá eran setenta y dos.

Hay un poquito de ambigüedad en los manuscritos griegos originales del cual procede la versión en español. Si eran setenta o setenta y dos y yo creo que aún en esa ambigüedad hay algo de importancia, son anónimos, no sabemos si eran setenta, setenta y uno, setenta y dos, porque como que Dios no quiere que nos enamoremos de ese numero 70, ni le asignemos algo especifico, eran parte, del grupo de Jesucristo y Él envió también a ese grupo.

Interesantemente la palabra “envió” es la palabra ‘Apostoling’ de donde viene la palabra Apóstol ¿no? Un Apóstol es una persona enviada para una misión especifica, en ese sentido yo creo que todos nosotros, todo hijo de Dios, toda hija de Dios tiene un llamado Apostólico, porque somos enviados. Amén.

Usted es enviado, yo soy enviado, el Señor Jesucristo en su gran comisión en Mateo 28, dijo “Id" y nos envía esa es la gran comisión. Dios nos ha comisionado, Jesucristo nos ha comisionado a predicar su palabra.

Entonces Él los envió, Él los apostolo, podríamos decir, a esos otros setenta, los envió de dos en dos delante de Él a toda ciudad y lugar donde Él había de ir y les decía “La mies a la verdad es mucha, más los obreros pocos. Por tanto rogad al Señor de la mies que envié obreros a su mies. Id, he aquí yo os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni calzado y a nadie saludéis por el camino. En cualquier casa que entréis primeramente decid, ‘Paz sea a esta casa’ y si hubiera allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él y si no se volverá a vosotros.

“Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den, porque el obrero es digno de su salario. No os paséis de casa en casa. En cualquier ciudad donde entréis y os reciban comed lo que os pongan delante y sanad a los enfermos que en ella haya y decidles ‘se ha acercado a vosotros el reino de Dios’. Mas en cualquier ciudad donde entréis y no os reciban, saliendo por sus calles decid, ‘aún el polvo de vuestra ciudad que se ha pegado a nuestros pies, lo sacudimos contra vosotros’. Pero esto sabed: ‘Que el reino de Dios se ha acercado a vosotros, y os digo que en aquel día será más tolerable el castigo para Sodoma, que para aquella ciudad’”.

Bendiga el Señor su santa y divina palabra.

Hay un llamado para el pueblo de Dios, es un llamado a predicar el Evangelio. Yo creo que de todas las grandes responsabilidades que tiene una hija, un hijo de Dios, yo creo que una de las más sagradas es dar de gracia lo que de gracia ha recibido, compartiendo el conocimiento de Cristo Jesús como Señor y salvador.

No podemos retener eso, no tenemos el derecho de no compartir el Evangelio. Cuando nosotros entramos a los caminos del Señor cuando recibimos a Cristo como Señor y Salvador, cuando entramos a las filas del ejército de Jesucristo, cae sobre nosotros una sagrada responsabilidad de proclamar la palabra.

Dice el apóstol Pablo, “a tiempo y a destiempo, en toda ocasión”, en nuestros trabajos, nuestro edificio donde vivimos, las calles de nuestros vecindarios, nuestros familiares, tenemos que compartir la santa palabra de Jesucristo.

Usted es, un misionero, usted es, una evangelista, usted es, un apóstol en el sentido de que usted ha sido enviada, enviado para proclamar la palabra del Señor. Sobre sus hombros reposa esa sagrada obligación, sobre nuestra iglesia reposa esa sagrada obligación de ser un lugar donde la gente tenga oportunidad de iniciar su jornada personal con relación a Cristo Jesús.

Una iglesia por definición tiene que desempeñar una labor continuamente evangelistica. Un pastor, el Apóstol Pablo, le dice a Timoteo "haz obra de evangelismo". Porque yo sea Pastor no quiere decir, bueno le dejo a los evangelistas o aun a la gente de la iglesia que tiene ese don el trabajo de evangelismo. ¡No! Yo tengo que estar siempre, haciendo mi parte también y yo siento esa gran responsabilidad.

Uno no puede simplemente hacerse un pastor profesional ministrándole a la iglesia y bregando con la administración, con los asuntos corporativos de la iglesia. Yo tengo que estar continuamente atendiendo a ese llamado también en mi propia vida y nosotros queremos ser una iglesia evangelistica. Cada día sentimos más y más el llamado y la obligación de mejorar nuestros sistemas, nuestras formas de desempeñar la tarea evangelistica en nuestra iglesia.

Me gusta este pasaje porque nos enseña como hacer la obra de evangelismo. Este pasaje para mi es paradigmático, para usar una palabra dominguera, es un pasaje que establece unos lineamientos claros de cuales son los distintivos que deben caracterizar una persona o una iglesia evangelistica. Ese es el centro de mi sermón.

Yo quiero que analicemos las directrices que el Señor Jesucristo le da, a los setenta y que miremos esas cosas esas asignaciones que el Señor les da como asignaciones a nosotros -de como nosotros debemos desempeñar la tarea evangelistica.

¿Qué es lo que constituye a un obrero efectivo en el evangelismo? ¿Cuales son las cualidades que deben caracterizar una comunidad cristiana qué quieren hacer bien la obra del evangelismo? Fíjense que el Señor mismo, el mejor evangelista y el mejor maestro de evangelismo que jamás ha existido, está enviando esta gente, y les esta dando un mini curso, acerca de como comportarse y que actitudes sostener mientras hacen la obra del evangelismo.

Así que yo creo que amerita que pongamos atención ¿sí o no? Si yo quiero ser un buen evangelista, si yo quiero que mi iglesia sea una buena iglesia evangelistica voy a analizar que cosa le dijo el Señor que hicieran, como les dijo que se debían comportar al hacer la obra evangelistica.

Yo creo que estas cosas las debemos usar para nosotros decir: “Padre ayúdanos a incorporar esto. Ayúdame a incorporar algunas de estas cualidades de carácter, de actitud, de comportamiento para que mi vida pueda ser una vida atractiva y una vida efectiva en la obra del evangelismo”.

Lo primero que yo veo aquí es bien claro, ya lo he señalado: el Señor los designó y yo creo que cuando el Señor designa, cuando el Señor manda a alguien a ejecutar algo, yo estoy seguro que también el Señor los capacita, ¿sí o no? Amén.

Yo no creo que el Señor te va a mandar a hacer algo, sabiendo que tú no tienes lo que tú necesitas para hacerlo. Yo no creo que el Señor te va a enviar a un lugar si Él no está seguro que Él te está dando todo lo que necesitas para que esa obra se complete, porque el Señor no se equivoca. Cuando Él dice algo: eso es. Eso entra en acción con su mandato. Están también los nutrientes que se requieren para ejecutar el mandato.

Por eso el Señor en el pasaje de la gran comisión dice, antes de enviar a los discípulos a ir a las naciones, dice: “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra, por tanto, id”. ¿Por qué dice Él ‘por tanto’? Porque esa dotación de poder absoluto que había en Él, Él se la estaba delegando a ellos también.

Los discípulos estaban vinculados en una forma íntima, indisoluble con la persona de Jesucristo y al Él enviarlos estaba diciendo: yo les doy a ustedes también el poder que yo tengo para que ustedes también hagan la obra que Dios me ha dado a hacer. Nosotros somos la extensión de Jesucristo y también tenemos el poder de Jesucristo adentro de nosotros, Amén.

Entienda esto: cuando usted predica, cuando usted comparte usted tiene la autoridad del cielo detrás de usted, dentro de usted. Es el Señor Jesucristo quien le ha dado ese mandato, crea en eso, no se mire asimismo así como un energúmeno que no tiene nada que dar, nada que decir.

Diga: “Yo tengo la comisión de Cristo dentro de mi. Cristo me designó, Cristo me envió, Cristo ha puesto su poder, el poder de su espíritu. Si yo comparto con alguien algo bueno yo voy a dejar en su vida, una semilla aunque sea de inquietud”.

Y comparta la palabra, porque usted va en la autoridad de su Señor, usted tiene los dones del Espíritu Santo. El Señor es quien ha dado el designio, la orden de enviar. Yo creo que es interesante, designó el Señor, Él es el dueño, Él es el que manda, Él es el que tiene el poder, Él es quien tiene la autoridad y Él lo manda a usted. Así que muévase en ese poder, en esa autoridad.

Interesante. De nuevo subrayo esto que dice: “También a otros setenta” porque ya había enviado a otros. El Señor los estaba entrenando, los estaba comisionando para que continuaran esa obra misionera, eso es lo que a Él más le importaba. Dejar claramente preparados a sus discípulos para ejecutar la obra misionera. Esta era una obra de aprendizaje, pero también era una obra de efectivamente hacer evangelismo. Entonces dice aquí a quienes envió: “De dos en dos”.

Es interesante que si usted lee este pasaje, hay muchas cosas que parecerían extrañas y hasta innecesarias y superfluas. Hay cosas aquí que el Señor dice que en realidad no tienen sentido a nosotros a menos que no tengan una aplicación para nuestras vidas.

Hay cosas aquí raras, que Él le dice, porque Él les dice por ejemplo: no lleves bolsa, ni alforja, ni calzado. Esto no era una coincidencia, no era que el Señor quería hacerlos sufrir, simplemente. Había una razón pedagógica, había una enseñanza que Él quería impartirles a través de esto.

Yo espero poder iluminar un poco esto. Cada cosa que el Señor les dijo aquí, tenía una implicación espiritual misionera y eso de que los “envió de dos en dos” es un principio de unidad y de armonía. Los llaneros solitarios no convienen en el reino de Dios, hermanos.

Es bueno cuando uno comparte el Evangelio en todo lo posible. Primero ser parte de una comunidad cristiana. Yo le tengo un poquito de repelio a los evangelistas por ahí que no están vinculados a una iglesia.

La gente que simplemente se han declarado evangelistas o profetas y van de iglesia en iglesia, no están vinculados a una comunidad, no hay accountability como dicen en ingles. No responden a alguien y yo creo que es importante cuando uno hace obra de evangelismo ser parte de una comunidad que nutre, que instruye a uno. Pero más que eso también yo creo que es algo muy bonito cuando uno hace obra de evangelismo sobre todo en las calles, o en algún lugar donde hay una persona adicional con usted que es su compañero de trinchera, y eso le da fuerza eso le da confianza a usted.

Yo creo que en el Evangelio uno ve siempre este principio de orar unos por los otros, fortalecernos unos a los otros, compartir unos con los otros. Eso nos da más peso, cuando nosotros compartimos el Evangelio. Ser parte de una comunidad aprender de la iglesia de Jesucristo como hacer la obra de evangelismo.

El Señor siempre los enviaba de dos en dos y eso tiene un principio espiritual muy poderoso, dice: “Delante de Él a toda ciudad y lugar a donde Él había de ir”. Interesante. Leyendo en el griego original la traducción al español: “delante de Él”, literalmente en el griego dice: “los envió de dos en dos delante de su rostro, delante de su cara, a la ciudad y lugar a donde Él había de ir”.

Es interesante esa expresión del escritor original de que Él los envía como que vayan adelante de su rostro, proclamando la palabra. Eso es una de las cosas que yo creo que hacen a Jesús como más poderoso porque la Biblia… ese rostro de Dios que nadie puede ver. Juan habla de ese rostro de Jesús, terrible, que él vio en su visión en el libro de Apocalipsis. Es como que levanta la dignidad de Jesucristo.

Pero también hay otra cosa importante en esto y es ese elemento de que nosotros, cuando nosotros anunciamos el Evangelio, a una persona a una comunidad, estamos yendo delante de Cristo, pero en realidad lo que nosotros tenemos que hacer, es poner a esa persona en contacto directo con Jesucristo y entonces nosotros nos echamos a un lado.

Podemos fortalecer a esa persona, discipularla, apoyarla en su crecimiento espiritual, animarla y darle el beneficio de la comunidad pero hay un elemento que es como cuando una novia se va a casar que su padre la acompaña.

El ministro dice: ¿Quién entrega esta mujer? y su padre dice: “Yo la entrego” y entonces pasa a la novia al brazo de su novio y ya como que entonces se aparta en un sentido. Ya esta pareja ahora tiene una parte de intimidad y de vida matrimonial que ya va más allá de la familia misma y entonces ya es una relación entre ellos dos.

Cuando nosotros predicamos el Evangelio, nuestra meta es ir delante de Jesucristo, ir delante de Él, unos cuantos pasos delante de Él. Presentarle a la persona el deseo de Jesús de entrar a sus vidas, hacer vida intima con ellos y cuando esa persona recibe a Cristo como Señor y salvador nosotros entonces le introducimos a Jesús y esa persona pasa ahora a un caminar directo con Cristo.

El Señor le dice: “Vayan delante de mí. Yo voy a ir a esa ciudad dentro de unos días vayan y preparen el camino. Hablen de mi persona, hablen de mi verdad mi palabra”. Nosotros somos transmisores de la persona de Jesús. ¡Qué privilegio tan grande hermanos! Nosotros estamos introduciendo a cada individuo a una vida de relación personal con Jesucristo.

Recuerde eso cuando usted le predique a una persona el Evangelio invítelo a establecer una relación personal, intima directa con la persona de Jesús. No es con una iglesia, no es con un sistema, no es con una religión, es directamente con la persona de Jesús. El Señor le comunicará lo que Él quiere de esa persona. El Señor entrará en una relación personal, llevará a esa persona a través de una serie de procesos y experiencias con Él.

Nuestra parte es ser intermediarios e iniciar a esa gente su experiencia con Cristo. ‘Los envió delante de Él de dos en dos a toda ciudad y lugar a donde Él había de ir y les decía’ y aquí el Señor hace como un comentario preludio a las instrucciones que les va a dar, le está poniendo un contexto, les dice hermanos la verdad: que el trabajo es mucho, la mies es mucha, la obra es grande hay mucha gente a la cual predicarle el Evangelio y que lástima los obreros que tenemos para llenar esa misión son relativamente pocos.

Órenle al Señor, al dueño de la obra, órenle al Padre para que envíe más obreros. Y yo creo que ese lamento de Cristo, esa observación de Jesús todavía sigue en pie. Hay mucha gente que necesita recibir el Evangelio y muy poca gente que se entregue a hacerlo.

Y no solamente porque no haya suficientes misioneros profesionales, sino porque que hay poca gente en realidad, pocos cristianos, que toman en serio su llamado a ser evangelistas.

Yo quiero preguntarte allí, no tienes que levantar tu mano, pero ¿cuándo fue la última vez que tú llevaste a alguien al conocimiento de Jesucristo? Otra pregunta que puedo hacer ¿alguien ha aceptado a Jesús como resultado de tu intervención? ¿Has ido tú delante de Jesús? ¿Vas tú delante de Jesús en tu trabajo, con tu familia, con tus amigos? No hay agentes encubiertos en el reino de Dios, hermanos. No hay gente por allí con un jacket esos de lluvia, con un coat, con una identificación secreta aquí de evangelistas. Somos cristianos y tenemos que ser obvios ante el mundo.

A mí me duele muchas veces cuando yo voy por la ciudad de Boston y voy a sitios de influencia, descubro cristianos por donde quiera. Pero ¿qué pasa? Están siempre detrás del closet, están metidos en el closet. Se sienten que no deben compartir porque el diablo nos ha vendido esta mentira demoníaca de que tenemos que respetar la privacidad de la gente, de que no podemos imponer nuestros valores.

Hermanos, métanle una llave inglesa, entra en el reino de los cielos a quien sea, que se salven, sea como sea. Métalos, empújelos para que entren al reino de Dios, fuerce la puerta un poco aunque sea. Comparta una palabra aunque sea identifíquese, denúnciese como un cristiano porque eso es un llamado.

Tenemos que, hay urgencia, el tiempo es corto. Los obreros son pocos, la gente se está perdiendo y la persona que usted menos piensa está deseosa de que alguien le predique el Evangelio o que lo invite a la iglesia, o que le de algo que leer, un buen documento que le inquiete.

Regálele a alguien, no tiene que ser un tratado; el tratado es simplemente una forma de miles de formas que usted puede usar para ser creativo en hacer la obra urgente esta del evangelismo. Hay tantos buenos videos, hoy en día que usted le puede regalar a la gente, hay buenos libros que usted puede regarle a una persona de evangelismo, una Biblia.

En una conversación, usted puede, quizás tener una conversación con alguien y esa persona le habla de algún problema que tiene en su vida y le dice ‘¿Sabes qué? Voy a orar por ti’, o ‘¿Tú me permites orar por ti? Vámonos a un lugar discreto ahora mismo’. Porque a la gente no le gusta que usted comience ahí al lado de la máquina de beber agua a clamar al Señor para que envíe fuego para este pobre pecador, ¡no! Sea discreto. Llévelo a un lugar discreto.

Ore por esa persona o dígale, ‘¿sabes qué? Yo te voy a regalar una Biblia y te invito a leer el Evangelio según San Juan. Vas a encontrar allí palabra acerca de Jesucristo. Y si te interesa más vamos a hablar, alguna explicación que tú quieras’.

Hay muchas formas creativas, hermanos, muchas formas elegantes inclusive. Muchas formas orgánicas, naturales de hacer obra de evangelismo. Yo quiero que usted se sienta implicado, que usted se sienta responsable delante de Dios porque la verdad es que hay mucha gente.

Yo creo que, definitivamente, los campos están blancos para la siega. Hay mucha gente, la persona que usted menos piensa, está desangrándose calladamente.

Ese jefe que usted ve allí con mucho dinero y que parece que se lleva el mundo por delante, esa persona quizá tiene hijos que no quieren saber de él, su matrimonio quizás se está deshaciendo, quizás anda con un cáncer y no se ha atrevido a confiárselo a nadie. Una palabra, quizás de ánimo y de inquietud puede llevar a esa persona a conocer a Jesucristo.

Pídale al Señor sabiduría y entendimiento porque hay una necesidad grande. El mundo, yo creo que, está listo. El mundo ha llegado a un callejón sin salida. La razón no da calor, no da alimento al hambre espiritual de la gente y hoy en día, esta sociedad que parece que está tan dura y resistente, yo he encontrado que hay gente que está deseosa que se le predique el Evangelio en una forma sana e inteligente y llena de gracia. Porque hay una gran necesidad.

Y oremos para que el Señor levante más personas, oremos para que haya un poder evangelistico que surja en medio de la iglesia.

‘Rogad al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies’. Vamos a pedirle a Dios y eso es lo que Cristo dice, vamos a pedirle a Dios, vamos a pedirle al Señor ‘Señor aumenta el número de gente que haga evangelismo’.

Otra cosa que yo diría aquí es que el Evangelismo debe estar unido a la oración también. Si usted no ora, no va a tener poder al testificar de Jesucristo. ¿Entiende lo que le digo? Hay que orar, hay que tener una sana vida devocional.

Cuando uno ora al Señor, cuando uno alimenta su vida espiritual, van a venir oportunidades para predicar el evangelio, Dios va a abrir oportunidades. Dios va a poner en usted una autoridad, una convicción bien fuerte y eso va a ser posible. Si usted nunca ora, si usted no tiene una comunión con Cristo Jesús, no va a generar el poder, el sentido de urgencia, el sentido de autoridad y de obligación para predicar la palabra.

Todo buen evangelista, toda buena evangelista está respaldado por una vida de oración.

Ahora Él dice: “Id, aquí yo os envío como cordero en medio de lobos”. ¿Por qué dijo el Señor eso? “Os envío como corderos en medio de lobos” Yo creo que aquí también hay un principio espiritual implicado y yo diría que es el principio de la guerra espiritual. Cuando nosotros preciamos el Evangelio, sobre todo en estos tiempos modernos, hay mucha hostilidad alrededor del Evangelio.

Estamos en una cultura que hasta cierto punto sí, colectivamente es hostil a la proclamación del Evangelio. Hay demonios, hay principados y potestades que quieren cerrarle la boca a los hijos de Dios y por eso hay tanta enseñanza, hoy día, en el mundo secular acerca de respetar la privacidad de la gente, del pluralismo, del multiculturalismo.

Hay mucha gente que hoy en día habla de que si usted le predica a alguien acerca de Jesucristo como Señor y salvador, usted está denigrando otras religiones. Usted está siendo un fanático, está implicando que usted es lo único y que las otras religiones no sirven. Bueno nosotros creemos que Cristo es el camino, la verdad y la vida y que nadie viene al Padre sino es por Él.

Yo no estoy diciendo que otra región no sirva pero estoy diciendo que sólo Cristo sirve. Y allá que ellos cojan las implicaciones de eso. Yo no le voy a decir a nadie ‘Tú religión no sirve, tú eres un sinvergüenza, tú eres un ladrón y salteador’, pero yo voy a decir, ‘Cristo es el único camino. Y si tú quieres decir eso, bueno eso es lo que dice mi palabra’. No se deje intimidar porque yo creo que el diablo siempre trata de congelar el corazón de los cristianos, poner temor. Mandar doctrinas de demonios en la cultura para cerrarnos la boca, para apagar nuestro ánimo evangelistico. Hacernos dudar de nuestro llamado espiritual, de nuestra dotación espiritual.

Hermano, reprenda eso en el nombre de Jesús. Estamos en guerra. El evangelismo es guerra. El evangelismo, hay una oposición. El Señor Jesucristo dice que nadie saquea la casa de un hombre fuerte hasta que primero no lo ata y entonces puede saquear su casa. El diablo tiene control ilegítimo de estas culturas. Y él no va a permitir que nosotros simplemente vengamos y tomemos sus almas que él tiene agarradas ilegítimamente por eso es que es tan importante la oración, la guerra espiritual.

Ayer por la mañana en el tiempo de oración con los hombres, de hecho les ánimo varones; los sábados hay unos tiempos muy bellos de oración que se están dando aquí a las 5 de la mañana. Yo se que para muchos de ustedes, las cinco de la mañana, usted ni siquiera puede concebir lo que es eso. Sábado por la mañana sobre todo, pero yo les animo en el nombre de Jesús, venga y tráigase un termo con –yo creo que trajeron chocolate ayer por la mañana- y cuando me quería agarrar sueño me tomaba mi traguito de chocolate.

Tráigase un termo con café o con chocolate y venga y cuide la alfombra por favor, si lo va a hacer. Ni siquiera debiera decir eso, me arrepiento. Tenga mucho cuidado.

Pero vengan a orar, es un tiempo precioso cuando los varones se reúnen y oran hay algo muy especial cuando hombres están adorando al Señor y orando y se está dando un lindo compañerismo entre los varones que se reúnen a orar los sábados por la mañana. Ore precisamente para que el Señor envíe obreros a su mies, ore para que nuestra iglesia sea más y más llena del espíritu Santo, ore para que el diablo sea frenando y amordazado para que no pueda hacer obra de impedimento para la predicación del evangelio.

Pero yo creo que cuando el Señor dice “los envío como corderos en medio de lobos,” está hablando de un mundo donde el diablo no quiere que las almas sean salvas y nosotros tenemos que cubrirnos con la sangre de Jesús. Tenemos que ir con esa conciencia del nombre poderoso de Jesús que nosotros representamos. Tenemos que frenar las obras del enemigo, tenemos que pedir protección sobre nuestra vida y sobre nuestra familia.

Lo que decir un hermano que compartió la palabra ayer, decía que la primera vez que le pidieron que compartiera el mensaje ante los hombres y es una persona que tiene cierta facilidad de palabra, se expresa muy bien y que no mostraba en ningún momento ningún tipo de timidez cuando habló.

Pero que la primera vez que el hermano Gilberto Sámano le pidió que trajera la palabra y él iba a hablar precisamente acerca del reino de Dios y todo eso. Dice que le entró un malestar emocional y espiritual tan grande y se sintió tan inepto y tan incapacitado y como que le cayó una frialdad espiritual que esa primera ocasión le pidió al hermano Gilberto que por favor lo perdonara -ya llegando a la iglesia no pudo hablar de lo que tenía que hablar- porque iba a hablar de algo serio: El reino de Dios, y de precisamente de llenarnos del poder de Dios y de la verdad de Dios para proclamar del evangelio y de reclamar nuestra herencia.

El diablo no quería que estos hombres recibieran eso y este hermano que viene de un trasfondo, de hecho de una secta falsa y que ha entrado finalmente en los caminos del Señor –yo creo que estaba todavía más abierto, más frágil al ataque demoníaco.

Gracias a Dios que en esta segunda vez, ya más fortalecido el hermano pudo desempeñar su labor en una forma muy, muy adecuada. Pero es así, cuando usted quiere proclamar la palabra, cuando hace una cita con la persona, se le rompe el carro a la persona, una goma por allá, cambia de opinión, lo que sea. Hay tantas trabas que el diablo pone y el mismo enemigo ha querido meter en la sociedad misma y en su doctrina contrariedad institucional contra el Evangelio.

Y tenemos que acompañar siempre la obra de Evangelismo con mucha guerra espiritual. Una congregación que está siendo efectiva en evangelismo, una persona que está haciendo obra evangelista debe siempre cubrirse con la sangre de Jesús. Debe asegurarse de que su vida de oración este fuerte, que esa persona esté fortalecida. Que entienda que está yendo en guerra contra ese poseedor de almas, ese esclavizador de almas que no quiere que una sola persona se salve. Y usted está implicado en ese forcejeo.

Cada vez que hablamos del reino de Dios en la Biblia, hablamos de algo de algo que van en contra de un reino ilegítimo que es el reino de las tinieblas. Entre el reino de Dios y el reino de las tinieblas hay una oposición a muerte. Y si usted representa el reino de Dios, si usted está tratando de expandir ese reino, sepa que usted entra en contra de ese reino de las tinieblas que va a hacer todo tipo de oposiciones.

Y tenemos que estar muy conscientes de esto. Así que el Señor dice “Yo los envío como corderos en medio de lobos”. Y entonces les dice en el versículo 4: “No llevéis bolsa, ni alforja, ni calzado”. Dejen la Mastercard y la Visa en la casa. El ATM déjenlo en la casa no lleven dinero en su cartera. ¿Por qué les dijo el Señor esto? ¿Por qué quería hacerles la vida difícil? No, yo creo que Él quería enseñarles un principio de fe a los discípulos.

Él les dijo: ‘¿Saben qué? Les voy a hacer la cosa difícil. Dejen en dinero en la casa, dejen las cosas bien cómodas’. No les está diciendo que fuesen descalzos, yo creo que lo que les está diciendo es que no lleven un par extra de zapatos. Hermanas, yo sé que para muchas de ustedes, eso es bien difícil. Salir así de viaje sin llevarse una maleta llena de cosas aunque también hay algunos varones que son tan vanidosos como las hermanas, déjenme decirles.

Hoy en día las cremas y las cosas, los varones están tan corrompidos como las hermanas también. ¡Tenemos una cantidad de metrosexuales por allí increíbles!

Pero el Señor quería darles un ejercicio espiritual a esta gente. Él les dice: ‘Yo quiero que ustedes vean que yo soy su proveedor y que si ustedes dejan de usar estas cosas yo les voy a proveer en el camino’. Y eso es bien importante, hermanos. Cuando nosotros nos lanzamos a una obra de evangelismo que nosotros creamos, que el Señor es capaz de proveerme. El Señor es mi proveedor, el Señor es mi fortalecedor.

Sin fe no es posible hacer obra de evangelismo. Entonces nosotros le pedimos al Señor: “Señor auméntanos la fe. Fortalece mi fe”. Muchas veces la falta de trabajo de evangelistico es porque nos falta fe. Es interesante cuando nosotros nos atrevemos en el nombre del Señor a hablarle a alguien es como que decimos ‘hermano me gustaría compartir algo acerca de Jesucristo’ y la persona dice ‘Okay’ y entonces uno dice ‘¿Qué que? ¿Qué sí?’ y nos quedamos como que no sabemos que hacer porque no esperábamos que nos dijera que sí.

Hágalo en el nombre del Señor. Crea. Órele al Señor, pídale fe y entonces crea que el Señor va a estar allí honrando su acción de fe. Y que Él le va a proveer para el camino. Se necesita fe para ser un evangelista adecuado y cuando nosotros, entonces, aprendemos que Dios provee y que Dios abre las puertas, eso aumenta todavía más nuestra fe.

Dice “y a nadie saludéis por el camino”. ¿Quería el Señor que sus seguidores fueran odiosos y que adquirieran la reputación de ser cariduros? No, yo creo que había un principio allí también y yo creo que ese es el principio de enfoque, de concentración. De que predicar el Evangelio es cosa seria. Él no quería que estuviesen entreteniéndose con largas conversaciones en el camino y cosas. Y

O creo que, cuando el Evangelismo tiene que ser algo que capte nuestra concentración y que entendamos que esa es una labor sagrada que el Señor quiere que hagamos y que estemos concentrados en ello, que lo practiquemos, que aprendamos acerca de ellos, que lo pongamos en práctica en nuestra vida.

Yo he hablado anteriormente eso de que cuando uno está en una misión, la gente que es poderosa en el espíritu tiene como esa cualidad de –no es que son odiosos pero hay una cualidad de-seriedad en los asuntos de Dios.

Yo creo que Dios quiere más y más que su pueblo adquiera ese sentido de la seriedad que está implicada en el reino de Dios. Nosotros nos permitimos todo tipo de libertades en los caminos del Señor y hay una actitud de laxitud y de relajamiento que no conviene en tanto cristiano.

Si quiero evangelizar, pues lo hago; si quiero diezmar eso es cosa mía, si quiero ir a la iglesia un domingo y el otro domingo me quiero quedar en la casa viendo televisión eso es asunto mío; si quiero vivir una vida de santidad o no el Señor entiende.

Hermanos, la vida cristiana es cosa seria, la vida cristiana es cosa de concentración. La vida cristiana es para que nosotros al llenarnos del espíritu santo adquiramos una cualidad de seriedad y de concentración y de obediencia y de sujeción a las cosas del reino de Dios. Yo creo que según uno va creciendo en los caminos del Señor hay un elemento profético que toma posesión de uno.

Y de nuevo, yo creo que uno puede reírse, uno puede disfrutar de la vida, uno puede disfrutar de un buen chiste pero también hay un sentido de que yo soy un ‘soldado en el reino de Dios’, yo estoy en los negocios del Rey, yo estoy concentrado y no tengo tiempo para estar perdiendo tiempo en conversaciones vanas y en asuntos que me roban el tiempo a lo que yo tengo que hacer.

Hermano, examine en que usted usa su tiempo y yo estoy seguro que hay por allí cosas que usted puede cortar y dedicárselas más a las cosas del reino de Dios, aprender más de la palabra. Esa novela que tanto tiempo le roba, hermano, hermana, reprenda al diablo, éntrese en ayuno; déjela a un lado y dedíquese tiempo a conocer de la palabra de Dios. Estudie más de la palabra del Señor.

Yo me sorprendo cuantos buenos videos hay hoy en día de educación cristiana. Tantos recursos que hay en el internet. En estos tiempos que yo he dejado de ver televisión, hermanos, yo les aseguro he aprendido tanto, me he educado, he dicho ¿sabes qué? El tiempo que voy a estar -me he comprado una cantidad de videos de historia de Estados Unidos, del mundo, de cultura y tantas otras cosas. Y me estoy enriqueciendo muchísimo. Es como si estoy otra vez en la universidad y estoy aprendiendo tanto porque creo que mi tiempo ahora, ese tiempo que dejé de ver televisión se lo voy a dedicar al Señor y voy a aprender y me voy a preparar para ser un mejor evangelista, un mejor siervo, un mejor obrero de Dios.

Use su tiempo adecuadamente. Usted está en una cosa, usted es un siervo del reino de Dios, un representante del reino de Jesucristo. Apriete su vida, concéntrese en lo que vale, en las cosas eternas. Cuando esté allá en el cielo usted podrá entrevistar a los artistas de cine y usted podrá cantar mejor que Beyoncé o JLo o quien sea. Dedíquese aquí al servir al Señor. Allí arriba usted puede hacer todo, usted tendrá billones de años para mejorar su voz y hace todo este tipo de cosas.

Concéntrese ahora en redimir el tiempo porque el tiempo es corto. Dice ese himno ‘pronto la noche viene, tiempo es de trabajar’. Vamos a concentrarnos en las cosas del Señor. Yo creo que eso fue lo que el Señor quiso implicar en esto: “Y a nadie saludéis por el camino. Vayan a lo que van e involúcrense en lo que yo les he enviado”.

Ustedes tienen una misión, cumplan esa misión. Nosotros tenemos una misión mientras estamos en la Tierra, vamos a dedicarnos a esa misión, hermanos y el Señor enviará entonces su bendición. Al que mucho se le da, entonces Dios le dará más, al que hace más, Dios le dará más para que pueda hacer más todavía. Y al que no usa los dones que tiene ese poquito que tenga le serán quitados, dice la palabra.

Invierta el tiempo en lo que tiene que hacer. Dice también ‘en cualquier casa que entréis, primeramente decid “paz sea a esta casa” y si hubiera allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él y si no se volverá a vosotros’.

¿Qué principio había allí? Hermanos, nosotros cargamos como representantes del reino de Jesucristo un caudal de bendiciones que podemos proferir sobre la gente a la cual nosotros le predicamos el evangelio.

Déjenme decirles, cuando usted entre en una casa y hay rencilla, hay rencores, hay violencia, hay desorden, está la presencia del diablo allí amordazando y deshaciendo y azuzando a esa gente para que como perros vivan comiéndose unos a otros -hay hogares así, hermanos- llenos de la maldad del enemigo, la música a todo lo que da, violencia, todo tipo de perversiones, los niños están siendo entrenados para ser fierecillas cuando sean más grandes.

Esa gente son esclavos del diablo.

Cuando un hijo de Dios entra, entra el orden del reino de Dios con él o con ella. Cuando usted entra, entra el poder vivificador, el poder que da vida, luz, orden, coherencia al universo con usted. Usted lleva eso. Y Cristo le ha dado el poder para usted declarar eso sobre esas vidas. Cuando usted entra a una casa y dice “paz”, los hebreos usaban la palabra “shalom”, y para el hebreo shalom quiere decir bienestar, bendición. No es simplemente paz así en el sentido genérico de la palabra.

Era una palabra cargada de implicaciones: bienestar físico, emocional, espiritual, material, financiero, familiar, todo eso estaba implicado en la palabra. Entonces el Señor Jesucristo le da una nueva autoridad a esa palabra, dice: “cuando ustedes entren a un hogar, en su modalidad evangelistica, ustedes entren y declaren la paz del Señor sobre esa casa donde ustedes entran y mi respaldo estará sobre eso”.

Cuando usted le predique el evangelio a una persona, sepa que usted tiene poder para orar, para que Dios bendiga a esa persona. Usted tiene poder para declarar bienestar. Si esa persona está ansiosa, si hay desorden en su vida, si hay ataduras en su vida, mire ore, llénese de una autoridad apostólica y profética y declare como que usted sabe lo que está haciendo. La paz del Señor sobre esa persona, ore por sus problemas, bendiga ese hogar, bendiga ese individuo.

Dice el Señor que si esa persona tiene fe para recibir lo que usted está orando y si hay en esa persona algo digno de la aprobación del Señor, esa paz suya va a reposar sobre él o sobre ella.

A mi me impresiona esto que dice “y vuestra paz reposará sobre él”. Usted comparte la paz que usted tiene dentro de usted, la que usted comparte con esa persona. ¡Qué interesante! Es como si usted le transfiere su propia esencia de paz a ese individuo, a esa persona. Si esa persona recibe su oración y es digna de esa oración delante de Dios, esa paz va a reposar y es interesante –para que ustedes vean los misterios del espíritu- si hay algo en esa persona que rechace esa paz, si hay alguna impureza, si hay algo que no es de Dios en esa persona, su palabra de paz va a rebotar y va a volver a usted.

Misterios. Son cosas espirituales. Nosotros nos movemos en un mundo tremendamente misterioso. Nuestra parte, sin embargo es proferir paz. La parte del Señor es determinar que se hace con esa paz.

Ore por alguien, bendígalo y entonces deje el resultado al Señor. Como dice asimismo el himno “Sembraré, sembraré, dejaré el resultado al Señor”. Los dominicanos antiguos, esos evangélicos de antes conocen ese himno muy bien.

‘Sembraré, sembraré,

Sembraré, sembraré,

Dejaré el resultado al Señor’

Óigame ¡qué bueno son esos viejos himnos! Tenemos que aprenderlos, por eso es que no podemos olvidarnos de ellos. Son himnos que nos refuerzan en ese valor evangelistico, ¿no? Usted ore, usted bendiga y deje el resultado al Señor. Comparta la palabra, deje, entonces que el Señor se encargue.

Si esa personas, si Dios tiene un propósito con ella, al usted predicarle el evangelio, Dios hará lo que tiene que hacer. Si no, si Dios no tiene propósitos con ellos, eso es asunto de Dios y ellos. Su parte usted la descargó como un vigía, como un atalaya, si usted advierte del desastre que viene y esa persona sigue durmiendo y no le importa lo que usted dijo, eso es problema de él o de ella, usted ya descargó su responsabilidad “sino se volverá a vosotros”.

Dice “posad en aquella misma casa comiendo y bebiendo lo que os den. Porque el obrero es digno de su salario”. Es interesante. Hay dos veces en que el Señor les dice que coman y beban lo que les den. En este caso lo que al Señor le interesa es señalar que usted está haciendo una obra importante. Estos hombres y mujeres iban a ir predicando el evangelio, Él les ha dicho ‘no lleven comida,’ no lleven una cantina con comida ni nada por el estilo, dependan de lo que les den.

Y entonces cuando lleguen a una casa entiendan, ustedes están haciendo una obra bien importante y si les dan de comer, recíbanlo y no anden por allí con temores, ni con vergüenza porque ustedes están haciendo una obra bien importante. Y ustedes merecen que les pague. El obrero es digno de su salario. El estaba señalando la importancia de predicar el evangelio y de que no tuvieran temor al respecto, no fueran falsamente modestos o temerosos.

Dice “No os paséis de casa en casa”. Hay un principio aquí de estabilidad y de carácter, yo creo. Él estaba diciendo no anden por ahí de lugar en lugar, creando una mala impresión de que ustedes son unos lambones, pidiendo comida donde quiera y pidiéndole a la gente y aprovechándose de la gente, ¿no?

‘Quédense en un hogar, creen relaciones sólidas en esos hogares, dense a conocer’. Yo creo que aquí hay un principio de carácter. La gente que tiene algo que esconder no quiere que lo conozcan y va de sitio, en sitio saltando de lugar en lugar. Pero el Señor dice ‘¡No enseñen esta habilidad! Si hay una casa que les recibe quédense en esa casa y de ahí hagan obra de evangelismo’.

El carácter es muy importante. Alguien ha dicho ‘No se puede predicar la moralidad en calzoncillos’. Mucha gente esta predicando el evangelio y no representan el carácter del evangelio. Entonces alguien dice por ahí ‘tus obras hablan tan duro que no puedo escuchar tus palabras’. Nosotros tenemos que tener un carácter estable, tenemos que desarrollar relaciones que afirmen lo que nosotros somos.

Por eso es tan importante. Si yo le voy a predicar alguien será mejor que mi comportamiento afirme lo que yo estoy diciendo. Hay gente por allí y usted lo ve en las carreteras, con un gran afiche: Cristo te ama y se están metiendo entre todo el mundo en la carretera, pitándole a la gente, abriendo la ventana y maldiciendo y luego la suben. Tremendo cartel Cristo te ama. ¿Quién va a creer en un evangelio así? ¿No?

Mi hija habla de un día que fue a Market Basket ahí en Sommerville y una señora -ella estaba esperando para entrar en un estacionamiento- y vino esta señora y bump le cogió el estacionamiento y tenía tremendo coso que decía así, ‘Dios te ama’ en el carro. ¿Qué tipo de predicación es esa? Nuestra predicación tiene que tener el respaldo de una vida, un carácter que le de autoridad a lo que nosotros predicamos.

Yo creo que el Señor estaba implicando eso, ‘quédense en un lugar estable.’ Proyecten una imagen de seriedad, sobriedad. No hagan nada que arroje duda acerca de las motivaciones que ustedes tienen para predicar el Evangelio. Entonces dice aquí algo bien importante, dice [ya voy terminando hermanos] “Comed lo que os pongan delante”.

De nuevo ¿por qué dijo el Señor eso? Tenemos que ser humildes. Yo creo que hoy en día hay tanto evangelista por allí quedándose en hoteles de 5 mil dólares por noche y lo que están haciendo es negando el Evangelio.

Hay tanto desprestigio que ha caído sobre el pueblo de Dios tanta gente, tanto Pastor, tanto evangelista que están esquilando las ovejas y aprovechándose del dinero del pueblo de Dios, con salarios de millones de dólares y todo lo pasan por este asunto de que ‘Yo soy un siervo de Dios. Yo tengo que encarnar la prosperidad de Dios’. ¡Qué buen argumento! Así cualquiera, ¿verdad que sí?

Hace poco, desgraciadamente, uno de los evangelistas más conocidos aquí en Estados Unidos, un hombre que yo sé que es serio, ama al Señor, integridad, viene de un trasfondo familiar increíblemente sólido y que yo sé que es una persona comprometida. Pero se hizo un exposé, un periódico secular, [está en una semana] se quejó de que su salario es de 1 millón punto 2; 1.2 millones de dólares. Y es interesante de que representa un ala del Evangelio norteamericano que no se esperaría un salario así.

Porque atacan a los Pentecostales, los carismáticos, como Joyce Mayer y otras así Paula White, este tipo de evangelistas Pentecostal Carismático, porque tienen salarios grandes. Pero este hombre, calladito ahí, está recibiendo 1.2 millones de dólares de salario. Este hombre tuvo la sagazidad o la obendiencia como sea de entregar uno de los salarios y ya solamente él gana 500 mil y pico, el pobre. Oremos para que el Señor le provea siempre.

Pero muchas veces estos evangelistas que se precian de tener tanto dinero y que creen que hay que pagarles sumas reales, de reyes, no ven estos pasajes comodamente “coman lo que les pongan por delante”. Dicen “bueno, si me ponen bistec y langosta entonces me voy a comer”. ¡No! Coma lo que sea que le ponga por delante. De muestra de ser parte de la comunidad, de compartir los dramas de la gente.

Muchas cosas.

Lo último “Sanad a los enfermos que en ella haya y decidles ‘Se ha acercado a vosotros el reino de Dios’ “.

Hermanos, tenemos que pedirle más y más al Señor unción del espiritu santo, llenura del poder de Dios. El Señor Jesucristo ha querido, le ha placido que la proclamación del reino de Dios sea acompañada de señales y prodigios. Él ha dado los dones del espritu santo para fortalecer y respaldar nuestra proclamación del evangelio. Yo creo que Dios quiere que en estos últimos tiempos su iglesia adquiera más y más poder para proclamar un evangelio de autoridad.

El reino de los cielos le da el metiz, contradice todo lo que el diablo ha establecido en el mundo. Si el diablo representa enfermedad, el reino de los Cielos representa salud, si el reino de las tinieblas representa disfuncionalidad, neurosis, violencia, conflicto entre los seres humanos, el reino de los Cielos representa salud emocional, orden armonía, el amor de uno para con los otros.

Si el reino de las tinieblas representa esclavitud, ataduras, y hábitos que se poseen de nosotros, el reino de Dios representa libertad mental, dominio propio, capacidad para controlar y domar y sujetar las pasiones al orden de Dios. Es todo lo contrario. Dios nos ha dado el poder. Cristo dijo que estas señales seguirán a los que creen en mi nombre. “Sobre los enfermos pondrán las manos, sanarán”.

Dice la palabra: “Levantaremos muertos, libertaremos a los cautivos del diablo, hablaremos nuevas lenguas”.

Todas estas cosas Dios ha querido que sean parte de nuestro ajuar, nuestra herencia. Yo creo que no hay más manifestación del poder de Dios en la iglesia porque no hay más evangelismo. A veces estamos esperando que haya manifestaciones para que entonces haya evangelismo.

¿Qué les parece si nos ponemos a hacer evangelismo para que haya manifestaciones? ¿Para que va a dar Dios señales si no hay gente que no…? Las señales son para evangelismo. Así que cada día sentimos más y más el Señor ha puesto en mi corazón.

Yo creo que en esta mañana a tener a estos jóvenes aquí, al tener al misionero Ira, Dios nos está diciendo “pueblo mío, yo tengo una bendición para ustedes. Yo tengo un llamado, este es un tiempo de cosecha”. Yo creo que estamos en los últimos tiempos y que Dios quiere que nuestra iglesia fluya más y más en obra de evangelismo. Así que recibe ese llamado.

Ponte de pie en esta mañana, vamos a pedirle al espiritu Santo que descienda sobre nosotros ahora mismo y una investidura de poder caiga sobre esta iglesia y reconozcamos este llamado.

Y si hay alguien en esta mañana que no ha recibido todavía a Jesús como Señor y Salvador queremos abrir ese espacio para orar por usted e introducirlo a esa hermosa relación con Cristo, como Señor y Salvador.

No te afanes

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Saben mis hermanos, en mi corazón, hay ahora mismo un sentido de -como puedo decir- there’s an overwhelming feeling of how God responds to our hearts and our needs. Hay un sentido abrumante de cómo el Señor responde a nuestros corazones. Antes de yo bajar aquí, yo estaba pensando y reflexionando en distintos textos y una de las cosas que yo quería compartir con ustedes esta noche era precisamente eso. Esta cruzándome yo con el texto que dice ‘Esta generación con sus labios me adora, más su corazón está lejos de mi’.

Fue uno de los textos con los cuales me crucé y al escuchar estas palabras que fueron compartidas ahora la verdad es que me trae un sentido de tener que reconocer que Dios busca confirmar estas cosas a su pueblo siempre, mis hermanos. Dios siempre va a buscar la forma de traer una palabra que llegue al corazón.

¿Y saben por qué les digo esto, mis hermanos? Yo en mi capacidad pastoral cuando yo miro aquí alrededor y me pongo a pensar “¡Guau, Señor! Tantas necesidades que hay ahí afuera y tantas personas que tienen tantas peticiones, tantos problemas, tantos altos y bajos y yo me digo es como tener una lista -¿cuál escojo para poder predicar?”.

Y ¿saben qué, mis hermanos? Para mi eso es algo imposible. Pero Dios en alguna forma u otra se encarga de que su palabra llegue a donde tiene que llegar. La Palabra de Dios es ‘viva y eficaz’, eso es algo que dice en el Libro de los Hebreos.

La palabra de Dios es viva y eficaz y más cortante -es más se los voy a leer-: “Más cortante que toda espada de dos filos que penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas, los tuétanos y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”.

Esa última parte de ese verso, mis hermanos, ¿saben qué? Siempre me ha cautivado de una forma u otra porque usted puede llegar aquí con unas intenciones que para mi pueden ser escondidas. Yo no conozco lo que está ahí detrás de sus ojos. Yo no puedo ver lo que está detrás de su pecho, escondido en su corazón.

Yo no lo puedo ver. Tal vez me lo puedo imaginar pero no puedo discernirlo tal y como es. Pero Dios en su soberanía si lo ve. Él sabe cuando llegamos aquí con intenciones medio nébulas y también sabe cuando llegamos aquí con unas intenciones genuinas de decir ‘Señor, mira yo te necesito. Yo necesito que tú intervengas en mi vida’.

Y yo he estado pensando a lo largo de todas estas cosas y yo me digo, mira, Señor, ahora al fin y al cabo lo más que podemos hacer es decir es, “Mira, Papá, Tú eres el que tienes la respuesta”.

Hay un pasaje en el Libro de Juan donde Jesús estaba confrontando a distintas personas acerca de quien Él era. Jesús estaba diciendo que Él es ‘el pan de vida y el que venga a Él y coma de Él no tendrá hambre jamás’.

Estas palabras que Jesús estaba diciendo, fueron palabras que escandalizaron a muchos. Porque la gente pensaba que tenían que verdaderamente morder un canto a Jesús, pero eso no era lo que Él estaba diciendo. Lo que Él estaba diciendo, la palabra que Él estaba dando, que Él estaba comunicando. Y en un momento Él mismo confrontó a sus discípulos y les dijo ‘¿Acaso las palabras que yo les estoy diciendo, ustedes también las dudan? ¿Se les está haciendo difícil recibir lo que yo estoy diciendo?’.

Y miren, ¿saben qué? Si Jesús ahora mismo nos dijera esa pregunta a cada uno de nosotros, yo estoy seguro que en algún rincón de nuestro corazón, diríamos ‘Mira, sí, Señor hay veces que se me hace difícil masticar estar cosas que tú me das, o vivir o ajustar mi vida a lo que Tú tienes para mi, a lo que Tú quieres hacer conmigo. Hay veces que se me hace difícil’

Pero aquí en este pasaje miren la respuesta que Pedro le dio a Jesús. Él le dijo: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes las palabras de vida”. ¿A quién iremos? Eso sonó como que ‘hemos tratado todo, hemos investigado, hemos chequeado con este con aquel y con el otro.

O sea ¿usted no se imagina a usted mismo cuando usted tiene sus problemas? Si usted es una persona que tal vez como yo no es una persona tan introvertida sino que se siente cómodo hablando de sus cosas con otra persona para buscar consejo, para buscar un tipo de asesoramiento y saber como tomar decisiones, miren al escuchar esas voces, de alguna forma u otra lo que estamos haciendo es exponiendo nuestro corazón para que Dios nos de dirección en alguna forma u otra.

Dios si se puede revelar a nuestras vidas. Dios puede hablar a nuestro corazón en una forma bien directa. Pero yo creo también en la revelación que Dios nos da a través del consejo de otras personas, las experiencias que han vivido otras personas.

Y ¿saben qué, mis hermanos? Yo quiero animarlos en esta noche diciéndoles algo. Yo estoy seguro que se van a reír cuando les diga esto. Tengo que hacerlos reír, han estado demasiado serios esta noche, tengo que hacerlos reír de una forma u otra.

¿Cuántos de ustedes han escuchado la frase que dice ‘Hakuna Matata’? ¿Cuántos vieron la película ‘The Lion King’? Deja ver las manos, ¿cuántos vieron la película ‘The Lion King? Okay. Miren ¿saben qué? Yo no estoy haciendo una mala promoción de Disney ni nada de eso. Porque yo se que hay personas que dicen que esas películas de Disney son del diablo o cosas así. Por favor no apunten a nadie, please. No me den en la cabeza.

Pero miren, esa frase es real. Yo pensaba que esa frase era una invención de la película. Pero cuando esa película salió a mi me gustó tanto que yo conseguí el soundtrack de esa película. Pero conseguí el soundtrack del coro africano original que canta las canciones de la película. Y ¿saben qué? En esa canción sale la canción de ese coro cantando Hakuna Matata. Hakuna Matata es una expresión africana que quiere decir ‘no hay problema’. Eso es lo que significa Hakuna Matata en africano.

Y ¿saben qué? Esa expresión sale de la Biblia. ¿Saben donde se encuentra esa expresión en la Biblia? Vayan conmigo a Mateo, capítulo 6. Por favor, no vayan a decir por ahí, ‘Mira que el Pastor Omar está predicando de películas de Disney, please’. Es más si yo hubiese planeado esto con tiempo yo hasta les ponía el clip de la película y todo ahí cuando sale la canción [canta] pero no voy a hacer eso.

Miren esto, de donde sale esta expresión en la Biblia. Mateo Capitulo 6 el verso 31. Agrándalo ahí Marlene, el verso 31. Okay, mírenlo ahí. ¿Qué dice el verso 31? “No os afanéis” ¿Saben que significa ‘no os afanéis’ en la versión según el Pastor Omar Soto? No te preocupes. Hakuna Matata. Miren yo le doy permiso. Díganle a la persona que está al lado suyo ‘Hakuna Matata’

Miren, mis hermanos. Yo sé que es bueno reírse, pero ¿saben que? En medio de todo esto, yo reconozco que hay unas realidades en la vida que son bien difíciles de lidiar con ellas. Y hay veces que el estrés de la vida pesa, pesa, tiende a pesar en nuestros hombros y yo se que las luchas que nosotros tenemos en distintas formas, en distintas maneras, que se puedan manifestar esas luchas; mira, hay veces que nos agobian.

Y nos preguntamos ‘¿qué voy a hacer? ¿Qué voy a hacer con este jefe mío que me está haciendo la vida imposible? ¿Qué voy a hacer con este esposo/a qué en vez de ayudarme lo que siento es que son un impedimento grande para mí? ¿Qué voy a hacer con este hijo, con esta hija? Y los hijos quizás van a decir ¿qué voy a hacer con este padre o esta madre?’

Hay veces que uno tiene issues tan internos, que uno tiene unas luchas que no ha compartido con nadie y uno se dice ‘Señor ¿qué voy a hacer con esta mentalidad tan carnal que hay en mi a veces? Que yo trato de pensar en una forma digna, santa como Tú mandas; pero mi carne es tan débil que no logro dar ‘como quien dice- pie con bola’. Que si estoy luchando con una adicción tan y tan fuerte y llevo años y años luchando con esto y no logro sobrepasarlo en distintos aspectos. Y en entonces en medio de todo ese estrés, empezamos a pensar cosas que ni tenemos que pensar.

Y hay veces que hasta nos atrevemos a pensar ‘Dios mío ¿estaré poseído yo por algún pichón o algo? En el nombre de Jesús, que Dios reprenda. ¿Habrá algún gato encerrado dentro de mí? ¿Dónde está para sacármelo de encima?

Miren, mis hermanos, el mismo Jesús dijo que nosotros en el mundo vamos a tener aflicción. Vamos a tener a gente que nos pisen los callos de ambos pies a la misma vez, no uno, ambos. Y en la misma forma usted también le va a pisar los callos a otras personas. ¡No se crea que es que a usted se los van a pisar todo el tiempo! Usted también va a pisarle los callos a otros. Intencional o no intencionalmente.

Pero en medio de todas esas cosas, en medio de todo ese estrés cuando usted llega aquí a esta iglesia o cuando usted llega a su casa y se arrodilla al lado de su cama o al lado del inodoro o al lado de la mesa del comedor, usted se arrodilla y dice ‘Señor ¿qué voy a hacer? No puedo más. Tengo un estrés que me está agobiando’

Mire, ¿sabe qué? Hakuna Matata. No hay problema. Tranquilo. Paz, paz. Mis hermanos, es tan fácil olvidar las palabras que el mismo Jesús nos ha dado a nosotros. Esas palabras que yo estoy diciendo, en su Biblia ¿salen en color rojo o en color negro? Si salen en color rojo ¿sabe quien las está diciendo? Él mismo, Él mismo te está diciendo ‘No te afanes’.

¿Cuál es la respuesta que nos da? ¿Qué dice el verso 33?

Todas las demás cosas le van a ser añadidas, mis hermanos. ¿Por qué? ¿Es tan difícil obedecer un llamado tan bello y tan especial? ¿Por qué se nos hace tan fácil olvidarnos, día tras día cuando salimos por la puerta de nuestras casas? Salimos y es como que esas palabras se fueron a ajuste.

‘Okay, tengo que hacerle este reporte a mi jefe’ o ‘Tengo que hacer un pedido de tantas cosas’ o ‘Tengo que cocinar tantas cosas’ o ‘Tengo que lavar tantas cosas’ o ‘tengo que ir a este lugar, que si tengo que ir allá’, ‘que si me van a sacar una muela, que si me van a hacer un discount o que…’ You name it, fill in the blank.

Tantas cosas que se nos pueden hacer así tan fácil olvidar que lo que el Señor nos dice ‘Mira, búscame primero a mi y todas las demás cosas que tú necesitas van a caer en su lugar’. Mire si no me cree a mí, créale a Él. Por favor, créale a Él. Yo no me canso de decir esto. Vamos a agarrar a Dios responsable a sus propias palabras.

Cuando usted se encuentra así en ese afán, en esa ansiedad, mire, acérquese a Dios y diga ‘No me quiero afanar, así que te busco a ti’. Pero si lo buscas a Él. Mira esto es como un tango: ‘It takes 2 to tango’. Yo no bailo tango así es porque hago este movimiento medio raro. Yo se que hay veces que hay que levantar la pierna así y todo. Pero el asunto es que ‘It takes 2 to tango’. Yo puedo venir delante de Dios y Dios va a dar una respuesta. O sea Dios va a dar un paso y Él va a esperar que yo siga ese paso. Yo no me puedo quedar así rendido y que Dios me arrastre por todos lados bailando así no, no.

En el baile se necesita y se requiere de las dos personas para que pueda fluir. Por lo tanto cuando nos acercamos delante de Dios, no nos acerquemos delante así esperando a que todo vaya a salir como si fuera una varita mágica y que suceda todo. Mire, nosotros tenemos que poner de nuestra parte.

Ese texto lo que está implicando es eso. Yo tengo que buscar primeramente que Dios pueda suplir a cada una de esas necesidades. Si yo no doy esa parte mía de yo buscar, de yo moverme activamente, de tomar acción, de tomar riesgos, mira el resto de las cosas no van a suceder. Es más, -¡guau, qué revelador!- esas palabras de Jesús es un acto de fe. Es un acto de fe, porque el mero hecho de que yo vaya a buscar a Dios, primero es porque yo estoy confiando que lo que viene después va a suceder.

Ahora pero no el mero hecho de yo buscar a Dios solamente por el mero hecho de obtener los resultados. Tengo que acercarme a Dios porque precisamente por lo que se nos compartió hace unos minutos atrás. El mero hecho de estar cerca del corazón de Dios. El mero hecho de estar cerca del corazón de Dios, de poder experimentar el amor de Dios. De yo darle amor porque Él me ha dado amor a mi primero.

Cuando yo entro en esa relación, en esa conexión de amor; miren, por eso es que dice que ‘todo lo demás va a fluir, va a caer en su lugar’.

Cuando un matrimonio está experimentando turbulencia que dicen “Houston, we have a problem” y están ahí como que se me cae el avión o no. ¿Qué es lo que pasa? Es como que, ¿ustedes han visto esa imagen de dos burritos que están amarrados por la misma soga y uno quiere comer pasto de un lado y el otro quiere comer pasto del otro lado y están ahorcándose porque se quieren ir los dos a la misma vez por su lado? Allí no hay una relación de amor.

Ahora cuando se encuentran en el medio y se hablan y se cuchichean, tú sabes, se acarician un poco y llegan al acuerdo, Okay, ‘Mira vamos a hacer esto: vamos a comer los dos juntos acá primero y después vamos los dos juntos y comemos acá en el otro lado’.

Cuando hay entidades que entran en ese tipo de relación de armonía, de fluidez, miren todo lo demás cae en su lugar. Es tan simple y tan dificultoso también poder hacer eso. Es algo tan simple como eso.

Cuando nosotros logramos vivir en esa armonía del amor de Dios, del amor que Dios nos da a nosotros y el amor que podemos expresar unos a otros a través de lazos de hermandad fraternales… miren, mis hermanos, crea a Dios que es una cosa misteriosa: todas las demás cosas van a caer en su lugar.

Pero para que eso se lleve a cabo yo tengo que poner de mi parte. Si yo entro en esa relación de amor apuntando dedos a quien sea el contrincante diciendo ‘el problema lo tiene esa persona y no yo. Yo estoy bien’, pues mire Hakuna Matata de nuevo.

No nos afanemos, mis hermanos. Yo quiero que usted se vaya de aquí con esa frase hoy. No se afane, no se preocupe. Y tal vez le estoy pidiendo algo inhumano porque es algo humano preocuparse. Pero cuando usted se encuentre preocupado o preocupada recuérdese de esa frase. Dígalo: Hakuna Matata.

No se ponga a decir meditaciones así, cosas de tipo yoga, eso no le va a facilitar nada. Mire, céntrese en el Señor, búsquelo a Él. Búsquelo a Él y tú verás como todas las demás cosas van a caer en su lugar.

De nuevo: no me creas a mí, créele a Dios porque esas son palabras de Él. Él sabe lo que Él tiene para cada una de sus vidas. Él sabe lo que tiene para su corazón, para el futuro suyo. Él sabe lo que tiene para usted. Él sabe por donde usted ha cruzado, Él sabe lo que usted ha hecho, con intenciones o sin intenciones. Si usted dice ‘Hay Señor, fue sin querer queriendo’ ¿pues sabes qué? Con querer o sin querer Él sabe lo que nosotros hemos hecho. Él sabe cuales han sido nuestras burradas y Él sabe cuales han sido nuestras buenas acciones.

En algún momento vamos a tener que enfrentar consecuencias. Mire, consecuencias siempre vamos a tener que lidiar con ellas. Pero enfrentar consecuencias sin la compañía de Dios versus enfrentar consecuencias con la compañía, la aseguranza y el poder de Dios: son dos historias bien distintas. Así que, mis hermanos, váyase de aquí hoy -No lo estoy botando, consta- pero salga de aquí hoy con esa certeza.

Salga de aquí hoy con esa certeza. Yo creo que estas palabras que yo estoy diciendo, muchos de ustedes pueden dar testimonio de precisamente eso: de cómo ustedes han experimentado la mano y la provisión de Dios en sus vidas en una forma u otra. Puede ser que algunos de ustedes estén en la situación de que no les pueda salir de la boca ni siquiera un Hakuna y el Matata ni se diga.

Pero mire, si usted logra centrarse en Dios, en buscarlo a Él y tal vez yo no estoy diciendo que usted se pare al día para orar, yo no estoy diciendo eso. Buscar a Dios se hace 24 horas al día 7 días a la semana. Usted se conecta con Dios, sea que esté cogiendo un examen, sea que este tipeando algo en la computadora, sea que este oyendo el último disco de no se quien que haya salido. Yo iba a decir otra persona, pero si dicen Michael Weed, está bien… Sea lo que sea que usted este haciendo, usted se puede conectar con Dios.

Cuando usted le da un estrechón de manos a alguien, usted se está conectando con Dios. Porque hay algo de Dios en esa persona aunque sea el bandolero más grande o la bandolera más grande, con todo usted se está conectando con Dios. Porque es un hijo o una hija de Dios, porque es creación de Dios. Y al yo conectarme con esa persona de alguna forma u otra se que mi situación, mis peticiones personales se están conectando con las de Dios.

Cada vez que yo como Pastor me siento en consejería o que me siento con alguien a charlar o a hablar en una forma sana, yo se que esos momento se convierten en una oración delante de Dios, se convierten en una ofrenda, en un sacrificio porque me estoy uniendo a otra persona. Y esas dos personas al tener algo común centrado en el poder y el amor de Dios, mira, las dos personas nos convertimos en un sacrificio a Dios. Olemos a Dios, porque Dios se hace presente y real en nosotros.

Así que mis hermanos, vayan con esa certeza hoy. Que cuando usted se encuentre en medio de cualquiera sea su arroz con bueyes ahí en medio de eso usted se puede encontrar ese ingrediente de Dios que le puede dar sazón a todo y que puede organizar todas las cosas en su vida. Recuerden esa palabra “No se afanen”.

No se afanen, busquen conectarse, busquen unirse al corazón de Dios y ustedes comprobarán como Dios va a permitir que todas las demás cosas caigan en su lugar. Sea lo que sea, mis hermanos, cuando digo llene el blanco, lo digo: llena el blanco. Lo digo. Sea lo que sea. En su vida o en la vida de otra persona llena el blanco y por último –es la parte más difícil- este dispuesto a hacer cambios.

Esté dispuesto a hacer cambios. No espere ver cosas diferentes si usted no hace cosas diferentes. Lo peor en la vida es querer ver cosas distintas haciendo lo mismo todo el tiempo. Si esa es su estrategia, lo espero ver en mi oficina, para orar por usted y darle un kleenex para que pueda llorar.

Pero si usted quiere ver cosas distintas en su vida, atrévase a hacer cosas distintas. Atrévase a pensar en una forma distinta, atrévase a ver a la gente en una forma distinta. En vez de decir ‘aquí viene este -ya tú sabes qué- mejor di aquí viene un hijo una hija de Dios’. Vamos a ver como podemos conectarnos con Dios a través de esta persona. O como usted puede facilitar que esa persona se conecte con Dios a través de usted.

Así que yo me voy a callar la boca. El mensaje ya ha sido dicho, vamos a ponernos de pie y vamos a orar. ¿Tú sabes la canción de Hakuna Matata? En mayor por favor. ¡Ay, eso si que sería una barbaridad! Ponerlos a cantar esa canción. Yo soy loco, pero no es para tanto.

Padre, en el nombre de Jesús nos acercamos a ti, Señor. ¡Oh, mi Dios! Porque no hay nadie más bellos y no hay nadie que se compadezca de nosotros como tú. No hay nadie que tenga un deseo de corazón de poder intervenir en nuestras vidas como tú.

Tú eres el que estás pendiente de cada uno de los suspiros que salen de nuestro ser. Tú eres el que está pendiente de cada una de nuestras ansiedades que habitan en cada terminar de los nervios de nuestro sistema.

Tú eres el que conoces, Señor, nuestros anhelos y nuestros deseos más profundos, Señor que hay veces que nos consumen por dentro, por verlos ya realizarse, tocarlos y vivirlos, saborearlos, Señor.

Tú conoces todas esas cosas. Padre tú conoces a mis hermanos y hermanas que han llegado Dios mío en medio de unas situaciones que no saben como van a salir y a esas personas, Señor, yo les digo en tu nombre: no se afanen. Busquen a Dios, busquen a Dios. Humillen su ego de tal forma que ustedes puedan buscar a Dios primero para encontrar en Él la sanidad, la fuerza, el poder, la paz, la sabiduría, el discernimiento para saber como navegar las distintas situaciones que tienen en su vida.

Y Señor, Padre, yo se que tal vez van a haber situaciones que no van a funcionar como algunos esperan. Van a haber algunos resultados que para algunas personas van a ser bien duros y bien difíciles de lidiar con ellos. Pero Tú eres el Dios que estás con nosotros aún en esos valles de sombras o de muerte.

Tú eres el Dios que va con nosotros a través de esos valles de lágrimas y Tú prometes que esas lágrimas van a cambiarse en manantiales para nuestras vidas, para las vidas de otros.

Así que Señor yo te pido que Tú fortalezcas a aquellas personas a las cuales estas palabras que yo estoy diciendo y que Tú les des la firmeza y el valor para saber esperar en ti Señor, a través de las pruebas de su vida. Y poder ver esa luz del sol que se levante al otro lado del horizonte con nueva vida, con una nueva esperanza, con un nuevo propósito, con una nueva intención.

Y el resto de nosotros que estamos andando en un camino fijo, Señor, firme que sí tenemos nuestras altas y nuestras bajas pero que estamos lidiando con cada una de ellas, sigue dándonos Tú cobertura, Señor, sigue dándonos tu fuerza, sigue hablándonos a lo largo del camino.

Que podamos seguir teniendo encuentros Señor contigo a través de distintas cosas a nuestro alrededor, distintas personas, distintos mensajes que Tú puedas transmitirnos a nosotros. Se tú ese compás, se Tú esa estrella norte que dirija nuestro paso en cada momento, Jesús.

Guía a cada uno de mis hermanos y hermanos, Señor. Una vez más yo te pido que Tú les ministres tu paz, tu paz que sobrepasa todo entendimiento, tu paz que cubre igual a nuestros corazones en tu hijo Jesús, tu paz no como el mundo la da sino solamente Tú la sabes dar.

Esa es la paz que yo ministro sobre los corazones de mis hermanos, hoy.

Llévanos con bien hasta nuestros hogares, Señor. Que podamos tener un descanso tranquilo, profundo, reparador y Padre que en el día de mañana si así Tú lo permites, mi Dios, que podamos levantarnos con nuevas fuerzas, que podamos enfrentar las sorpresas de la vida con gozo, con valor, con confianza en ti y que esos momentos duros y difíciles nos des también la firmeza que necesitamos para saber como sobrellevarlos, mi Dios.

Confiados en ti, buscándote a ti, confiando en tu palabra de que al buscarte a ti Señor, Tú permitirás que todas las demás cosas caigan en su lugar. Te entregamos nuestras vidas al cuidado tuyo y de tus manos. Pedimos todas estas cosas en el nombre de tu hijo Jesús a quien le damos toda la gloria y todo el honor por siempre y siempre.

Amén y Amén. Gracias Señor, gracias Jesús.

Tu actitud determina tu destino

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Capítulo 13, Libro de Números. Vemos aquí la historia conocida de cuando Moisés, mientras los israelitas estaban en el desierto, y para los hermanos que no conocen la historia bíblica simplemente hacemos recuerdo. Los judíos, los hebreos estuvieron en Egipto por siglos, mucho tiempo cautivos allí en Egipto. Eran esclavos y en realidad Dios había permitido que ellos estuvieran en Egipto para que se hicieran una gran y poderosa nación.

Crecieran numéricamente y llegó el momento en que ya los hebreos habían alcanzado un número muy grande -1 millón y pico de personas- y Dios ahora quería sacarlos de Egipto. Y el Señor -ustedes recuerdan la historia- envió a Moisés como un libertador y sacó al pueblo hebreo de las garras de los egipcios y el propósito de Dios era llevarlos a Canaán, una tierra que Él les tenía reservada en otra parte del Medio Oriente. Y allí el Señor tenía reservado gran bendición, gran provisión, gran abundancia para el pueblo de Dios. Una tierra -dice que fluía leche y miel- de gran abundancia.

Dios había decretado que las tribus, las naciones que poseían esas tierras iban a ser exterminadas, iban a ser extirpadas de la tierra por su gran maldad, su gran pecado. Se habían corrompido moralmente con sacrificios humanos, grandes perversidades sexuales, todo tipo de corrupción. Y Dios había decretado que esas naciones tenían que ser extirpadas de la tierra y que esa tierra iba a ser entregada a los hebreos.

Sabemos también que Abraham, ya siglos antes de que los hebreos fueran a Egipto, cuando era simplemente un hombre nómada Abraham había recorrido esas tierras y como que las había marcado para Dios,

Siglos atrás ya Dios tenía el propósito de entregarle esas tierras a su pueblo y todo lo que vino entre la jornada de Abraham y la llegada de los hebreos a Canaán fue simplemente la preparación de Dios, a través de la historia. Preparado el escenario para que finalmente los hebreos pudieran llegar a la tierra prometida.

Y aquí tenemos entonces en el Capítulo 13 que ya los hebreos están bien cerca de entrar a Canaán, han salido de Egipto y ya todo está preparado para que ellos entren a Canaán. Ya Dios tiene el propósito de que así sea. Mira eso, están al borde mismo ya de entrar en la bendición. Por eso es que yo digo que es importante que entendamos que muchas veces Dios tiene propósitos benévolos, Dios tiene grandes bendiciones y planes para nuestra vida. Pero ¿saben qué? Nosotros tenemos el poder para frustrar y esto puede sonar un poquito escandaloso. Nosotros tenemos poder para frustrar las grandes bendiciones que Dios tiene para nosotros.

Dios ha permitido que el ser humano, en su libre albedrío, en su libertad con que Él lo ha creado, tenga derecho a cerrarle las puertas a la bendición que ya Dios tiene preparada para ellos. Por desobediencia o simplemente por obstinación o porque aman más los atractivos del mundo o lo que sea. Y podemos perder las bendiciones que Dios tiene.

Yo diría, una de las ilustraciones más claras de esto es la salvación. Dios mandó a su hijo Jesucristo, Cristo murió en la cruz, vivió aquí en la tierra, tuvo tres años de ministerio, dejó su iglesia establecida, dejó toda una palabra de instrucción para nosotros. Y ya en la mente de Dios, Dios quiere que todo el mundo sea salvo, dice. Dios quiere que todos procedan a la salvación.

¿Cuántos saben eso? Dios no tiene una cuota para que la gente sea salva. Dios no dice “Solamente se van a salvar 144 mil o diez millones o tres billones”, ¡No! Dios quiere que todo el mundo entre a la salvación.

¿Pero qué pasa? Mucha gente no sigue las prescripciones que Dios ha establecido y pierden sus almas porque no obedecen a lo que Dios manda que es aceptar a Cristo como su Señor y Salvador. Recibir a Jesús, caminar en los caminos que Él ha establecido. Entonces el propósito benévolo de Dios es frustrado.

Recordarán cuando Cristo sentado sobre el monte en Israel, miró a Jerusalén y dijo:”Jerusalén, Jerusalén, tú que apedreas a tu profeta. Cómo quise yo cubrirte como la gallina cubre a sus polluelos y no quisiste”. Y ahora dice “Tu tierra es dejada desolada completamente porque desobedecieron el plan de Dios. Y aquí vemos a Dios ya dio para entrar a los hebreos en la tierra prometida.

Y entonces, en el capítulo 13, en el Versículo 1 Dios le habla a Moisés diciendo: ‘Envía tú hombres que reconozcan la tierra de Canaán la cual yo doy a los hijos de Israel. De cada tribu de sus padres enviaréis un varón. Cada uno príncipe entre ellos”.

Dios manda a Moisés a que escojan un representante de cada una de las 12 tribus, un hombre noble, un hombre que es cabeza de su familia y que los envíen como espías a la tierra antes de entrar a la tierra, están cerca de ella. Antes de entrar a la tierra, Dios dice: “Envíame 12 hombres para que hagan una especie de reconocimiento de la tierra”. Una especie de espionaje para que vean como es la tierra a la cual yo los envío.

Y miren aquí, en el versículo 17 dice: ‘Los envió pues Moisés a reconocer la tierra de Canaán, diciéndoles: ‘Subid de aquí al Negueb y subid al monte. Y observad la tierra como es y el pueblo que la habita, si es fuerte o débil, si poco o numeroso. Como es la tierra habitada, si es buena o mala y como son las ciudades habitadas, si son campamentos o plazas fortificadas y como es el terreno: si es fértil o estéril, si en él hay árboles o no’.

En otras palabras Dios les está diciendo: Vayan y exploren esa tierra que Dios nos ha dicho que es nuestra. Miren a ver como es la tierra, examinen las tribus que están allá y vengan con un reporte de que armas tienen, si son fuertes, si son altos, si son numerosos, si tienen ejércitos grandes. Examinen las condiciones de la tierra: si hay buenos árboles. Es decir, un reconocimiento total de la tierra.

Y entonces dice: “Regresen con ese reporte a nosotros”.

Yo veo aquí algo bien importante. Una se preguntaría ¿para qué era necesario eso? Si ya Dios había dicho que iban a entrar a la tierra y ya tenían la tierra declarada por Dios que era parte de ellos. ¿Por qué tenían que hacer este reconocimiento tan detallado? ¿Tan preciso de la tierra?

Bueno, yo creo que Dios quiere que nosotros seamos gente de orden, gente que se tome tiempo para analizar sus promesas, para analizar lo que Él ha declarado sobre nuestras vidas. Yo creo que la fe no niega la inteligencia, no hay conflicto entre la fe y él uno hacer exploraciones sanas de las promesas de Dios, conocer lo que Dios ha dicho, estudiar la Biblia. Usar la mente para entender.

Yo creo que muchas veces, nosotros los cristianos creemos que simplemente porque Dios nos ha dicho que nos va a dar esto o nos va a dar lo otro, yo me voy a sentar a esperar que venga. Yo creo que hay que hacer esfuerzo, hay que hacer muestra parte también, hay que estudiar, analizar las cosas.

Y Dios quería que estos hombres entraran a la tierra y que cuando el pueblo fuera a entrar -porque iban a haber batallas- Dios les dijo “esa tierra es de ustedes”, pero cuando ellos entraran a esa tierra iban a haber allí tribus enemigas que iban a estar esperándolos. Iba a haber guerras, iba a haber luchas y Dios quería que ellos estuvieran preparados también.

No era simplemente, Okay, Dios iba a mandarlos, iba a matar a todo el mundo enemigo y ellos iban a entrar y coger la tierra como si nada hubiera pasado. No, ellos tenían que hacer su parte también, tenían que estudiar las condiciones, tenían que prepararse porque iba a haber batallas.

Hermanos, yo creo que así pasa en nuestra vida también. Dios ha declarado ciertas cosas sobre nuestra vida pero no es como que el diablo va a estar también ahí tranquilito con un palillo en la boca esperando que nosotros entremos y cojamos todo lo que Dios ha declarado.

¿Cuántos saben que hay oposición y lucha en la vida del cristiano? Va a haber lucha, nosotros mismos vamos a veces en nuestra carne a oponernos a veces a las bendiciones que Dios quiere. Gente que nosotros amamos va a oponerse a que nosotros entremos en las bendiciones de Dios.

¿Cuántos hermanos se convirtieron al Señor y enseguida el primer enemigo que tuvieron fue gente de su propia familia, de su propia casa? Que dijeron tú te estás volviendo un fanático un Aleluya, tú ya nada más quieres estar en la iglesia y dándole el dinero a esos Pastores que lo que hacen es que se lo roban y se lo cogen para ellos, etc., etc. ¿No?

Y ahora lo que quieres tú es nada más, estar leyendo esa Biblia, eso es todo lo que tú haces. Antes tú ibas con nosotros al cine y a las fiestas, bebías y esto y lo otro y ahora no quieres hacer nada. Te estás volviendo un aburrido, un fanático, ¿no? Un santurrón.

A veces vienen las oposiciones a nuestra vida desde adentro mismo, a veces nuestros propios hábitos, las ataduras emocionales y mentales que tenemos del pasado cuando entramos a los caminos del Señor y Dios quiere darnos bendiciones y limpiar nuestra tierra y organizar nuestra vida. Tenemos ataduras, tenemos heridas del pasado, cosas emocionales que nos atan, depresiones, temores, complejos de inferioridad, ataduras a gente, a ambientes.

¿Cuántas personas quieren entrar en los caminos de Dios y aman tanto la sociedad y el prestigio y no quieren entrar en los caminos de Dios porque los afanes del mundo, como dice la parábola de Jesucristo los mantiene alejados? Quieren, la palabra cae en ellos, sienten amor. Cuando van a la iglesia lloran, sienten gozo por el Señor pero hay enemigos adentro y enemigos afuera que se oponen a que esa gente entre a los caminos del Señor.

Y será mejor que usted entienda eso, que usted estudie ¿ve? Lo que ellos hicieron fue hacer un reconocimiento de la tierra, conocer tanto lo bueno que había en la tierra como también los enemigos que había en la tierra. Y para que cuando entraran a la realidad de esa lucha estuvieran preparados. Y yo creo que así tenemos que hacer nosotros.

Nosotros tenemos que estudiar la palabra, tenemos que conocer la naturaleza de las promesas que Dios tiene para nuestra vida y también las responsabilidades así como también los enemigos que hay.

Porque la vida cristiana no es un paseo por el parque. Hay lucha. La Biblia dice que el reino de los cielos se hace fuerte y los valientes lo arrebatan. Así que será mejor que usted conozca la naturaleza de esa tierra que Dios tiene delante de usted. Es tierra buena, tiene que fluye leche y miel. Pero una tierra también de batallas. Se requiere oración, se requiere ayuno, se requiere depurarse uno de muchas cosas.

Hay que dejar cosas atrás, habrá que pelear batallas con enemigos que querrán destruir su alma. Porque el diablo solo sabe matar, robar y destruir. Él no quiere que una vida entre a los caminos del Señor, él está consagrado a obstaculizar cada pulgada de terreno que usted quiera conquistar, que Dios le haya dado.

Y será mejor que usted estudie bien a fondo que usted conozca sus responsabilidades, que usted conozca la palabra. ¿Cuáles son mis compromisos? ¿Cuáles son mis derechos? ¿Cómo entro yo en el uso de mis derechos y de lo que Dios ha declarado en mi vida? Y que se tome tiempo para estudiar.

Yo creo que eso es lo que Dios quería, que ellos entraran a esa tierra, la reconocieran bien, conocieran su naturaleza y entonces claro en cuanto a lo que tenían que hacer y lo que les esperaba por delante, entonces procedieran para que no se sorprendieran de cualquier cosa que encontraran del otro lado.

Pero aquí viene algo importante, hermanos, y es lo siguiente. Mire, yo creo que a la larga lo más importante para nosotros entrar en toda la bendición que Dios quiere darnos en nuestra vida lo más importante es que nosotros le creamos a Dios. Que sepamos, sí va a haber guerra, va a haber lucha, va a haber dificultades pero Dios es más poderoso que todas esas cosas.

Pablo en su libro a los romanos dice: “Tenemos muchas cosas”, dice, “ni la muerte, ni la vida, ni los principados, ni los ángeles, ni potestades, ni lo presente, ni lo futuro, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Cristo”. Hay muchas cosas en la vida que se van a oponer a nosotros es cierto. Pero dice Pablo también que ‘antes en todas estas cosas somos más que vencedores’.

No hay nada de malo, al contrario, yo le aconsejo, como le digo, que usted sepa la naturaleza de la batalla que le espera en la vida cristiana. Que usted sepa que esto no es un lecho de rosas, que la vida cristiana es una vida de dificultades, de luchas y de pruebas. Pero que también usted sepa que antes en todas esas cosas usted puede ser más que vencedora y que todo lo que usted pase y que todos los gigantes que vengan en su contra, todos los dramas, todas las dificultades en las cuales usted pueda pasar por su vida, todo eso es materia para Dios crearse un hombre, una mujer llena del espíritu santo.

Una mujer, un hombre de una contextura que no se atribule ni se congele, ni se eche a morir por nada de este mundo. Que sepa que todo lo que el diablo le tire lo puede batear de hold run y sacarlo del campo porque está ya aguerrido, está ya preparado, está acostumbrado a la lucha y sabe que Dios en todas esas cosas siempre nos saca adelante.

Él, en todo, hermanos, eso es lo que yo creo, que cualquier cosa que venga a mi vida en el nombre de Jesús, en la palabra yo puedo encontrar una solución para ello porque Dios está conmigo. Yo tengo que creerle a Dios. ¿Usted entiende? Y hay dos tipos de cristianos y en realidad ese es el centro de mi mensaje.

Hay dos tipos de cristianos. Hay un tipo de cristiano que le cree a Dios, lo que yo llamo, que tiene una mentalidad de suficiencia. Una mentalidad de suficiencia.

Diga conmigo ‘Mentalidad… de suficiencia’. Eso es muy importante.

¿Qué quiere decir una persona que tiene una mentalidad de suficiencia? Es la persona que como Pablo dice: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Esa es la persona que camina a la vida cristiana diciendo ‘en Dios yo tengo más que lo que yo necesito para la vida’.

Esa persona que se ve a sí misma como un gran saco de bendiciones y de provisión y de recursos. Es la persona que como Pablo dice: “Qué Dios me ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales”.

Esa persona tiene una mente de suficiencia. Cuando vienen las carencias, los problemas, las dificultades, los obstáculos a su vida dice “No, aunque hay obstáculos, yo los evito. Los he analizado. Yo creo que Dios es más que poderoso para sacarme adelante”.

Esa es la mentalidad de suficiencia. No una mentalidad que mete su cabeza en la arena como estos pájaros ‘ostrich’, no se como se dice en español. ¡Avestruz! Gracias. Ya el cerebro se me puso un poquito lento esta mañana. No, no es que ignoremos las complejidades, pero a pesar de las complejidades decimos ‘Dios es más que poderoso para sacarme adelante’.

Déjeme decirle, esa es una de las cosas que en esta etapa para buscar para la construcción de nuestro edificio, hay muchas dificultades, muchas complicaciones en el camino. Pero yo siempre creo que no importa, el Señor es más que suficiente. Si esto es de Dios, y si a Dios le place, nosotros vamos a instalar ese edificio allí y vamos a ver la gloria de Dios. Tenemos que seguir adelante.

¿Hay complicaciones? Claro. ¿Qué proyecto de esa magnitud, qué cosa grande en el mundo, qué cosa que Dios quiere usar para bendecir a una nación no va a tener sus dificultades? Usted cree que el diablo se va a quedar allí tranquilito, dejando que se levante un Santuario poderoso y bello para el Señor. ¡No!.

Va a ver, esa es la naturaleza de la vida. Pero yo creo que antes, en todas esas cosas somos más que vencedores. Qué si Dios nos diera el dinero así que nos lloviera, no desarrollaríamos músculos para la batalla. ¿Sabe? La fe se crea empujando contra la inercia, contra la resistencia. Es así que se crea un hombre, una iglesia poderosa que ve los milagros de Dios hacerse.

Entonces hay un tipo de cristiano que tiene una mentalidad de suficiencia y yo le voy a mostrar aquí como yo veo esto. Y hay otro tipo de cristiano que tiene lo que yo llamo una ‘mentalidad de carencia’.

Digan conmigo ‘Mentalidad… de carencia’.

Ese es el tipo de cristiano que se enfoca en las limitaciones, en los obstáculos, en los peligros y en los problemas. Pero no ve la provisión de Dios. Es el tipo de persona que cuando va a entrar a su tierra prometida, cuando contempla lo que Dios le ha declarado y le ha prometido dice, “Hmm, sí pero yo no estoy seguro si es verdad o no. Y yo he visto que fulanito sirvió al Señor muchos años y no le fue bien. Y míralo ahí como está, pobrecito, en esa casita toda destartalada y que bueno yo traté una vez y me fracasó. Y que yo no tengo educación y que eso es quizás para la gente que tiene mucha fe”, etc.; y comienzan.

Es el tipo de persona que cuando trata algo, le falló la primera vez, ya se desalientan, tiran la toalla, no siguen tratando. Es el tipo de persona que no le gusta batallar. Cuando se le puso la cosa fuerte en la familia y en el hogar y la esposa le dijo “Si tú sigues con esos Aleluya, te voy a divorciar”, enseguida de una vez dejan de ir a la iglesia para que la mujer no le divorcie.

Es la persona que cuando entra al Evangelio y chocó el carro y ya dice “¡Ah, bueno! Si es así yo no voy a entrar al Evangelio porque me iba mejor cuando estaba afuera del Evangelio” y ya dejan de ir a la iglesia. Es la persona que cuando entra al Evangelio a los seis meses lo botan del trabajo y ya tiró la toalla porque “cuando yo estaba afuera me iba mucho mejor”. Es el tipo de persona que solamente se enfoca en el problema, las dificultades.

Y es lo que yo digo, de nuevo, mirando la situación del Santuario y todas estas cosas, son retos grandes. Pero Dios nos ha ido bendiciendo una y otra vez y yo no puedo dejar que una dificultad, una situación me quite mi ánimo, mi gozo.

Yo no puedo dejar que la magnitud de la tarea me enfoque únicamente en la limitación. Yo tengo que mirar la provisión. Yo quiero mantener mi mentalidad enfocada en la provisión de Dios. La abundancia de Dios, lo que Dios promete.

Yo les digo, hermanos, el destino de su vida, lo que resulte en su vida, la curva de su vida, así sea ascendente o si va a ser simplemente plana o si va a ser decadente, va a ser determinado por cual de esas dos mentalidades usted cultive. Cual de esas dos posturas usted mantenga erguida y trate de adoptar como el lema de su vida.

¿Sabe qué muchas veces lo que resulta de nuestra vida depende de lo que pasa aquí en esta parte, la mente? La visión, la capacidad para envisionar. Es la actitud, tu actitud determina tu destino. Si tú tienes una actitud de limitación de pequeñez, de que cualquier cosita ya te agota y te cansa y te destruye y que cualquier problemita ya te tira por el suelo. Y si tú te ves a ti mismo como algo pequeño, que no tiene, que no sabe, que no puede, tu vida va a seguir ese camino.

Ahora, si tú crees que tienes un Dios grande, poderoso que habita dentro de ti y que es el poder de Dios el que te lleva a la victoria, tu vida probablemente va a ser muy diferente. Porque tú te vas a atrever a emprender cosas. ¿Cuántas veces tú emprendiste cosas pensando que no iba a resultar y te dio resultado? Y cuando viniste a ver tenías una gran bendición ahí sentada sobre ti.

Yo trato siempre de creer de eso, de que, yo tengo que creer que hay cosas que a veces me parecen “No, no van a resultar” pero yo las hago en el nombre de Jesús porque Dios está conmigo. Porque tengo una mentalidad de suficiencia y se abre el mar delante de mi milagrosamente.

Y Josué y Caleb de esos doce líderes que Dios envió a través de Moisés a reconocer la tierra que Dios les había prometido, diez de ellos después de reconocer la tierra regresaron con un reporte negativo y dos de ellos que tenían un ‘espíritu diferente’ dice la Biblia, regresaron con un reporte positivo. Le creyeron a Dios y dijeron ‘Nosotros vamos a entrar en esa tierra porque Dios nos la ha dado’.

Y por eso es que yo digo que Josué y Caleb, esos dos, ejemplificaban una mentalidad de suficiencia, de abundancia, de fuerza en Dios, de poder en Dios. Y esos otros diez hombres representaban esa mentalidad de carencia, esa mentalidad pusilánime, esa mentalidad de ratón, que no pudieron ver más allá de los problemas y las dificultades.

Su mente, su mentalidad, su autoestima, su auto-imagen, como ellos se veían a sí mismos determinó su actitud ante la promesa de Dios y finalmente su destino final. Porque de esos doce hombres, solamente dos entraron a esa tierra que Dios tenía prometida. Los otros 10 murieron de plaga porque ofendieron a Dios con su desobediencia y su actitud negativa. Solamente dos de ellos entraron a esa tierra prometida.

Miren el drama aquí. ¡Hay mucha tela que cortar en esto! Pero solamente les quiero dejar esto: mentalidad de abundancia, mentalidad de carencia. ¿Cuál es tu programa? ¿Cuál es el programa de la computadora tuya? ¿Cuál es la actitud, cuál es la postura que rige tu vida?

Yo te animo en el nombre de Jesús en esta mañana a salir de aquí diciendo: ‘¡No! Yo voy a cultivar una mentalidad de que todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Yo voy a cultivar una mentalidad de suficiencia en Dios. Yo voy a cultivar una mentalidad de que aunque vengan los gigantes a mi vida, yo creo que en Dios yo soy más que poderoso para vencerlos y salir más fuerte que nunca de la guerra’. Eso es lo que yo quiero que tú te grabes en tu corazón. Yo quiero tener, yo voy a cultivar, yo voy a llenar mi vida de una mentalidad de abundancia.

Estos doce hombres se van a Canaán, pasan 40 días allá explorando la tierra y regresan a la tierra. Miren el versículo 25 dice: “Volvieron de reconocer la tierra al fin de cuarenta días. Entonces se reúne Moisés con ellos y está todo el pueblo allí escuchándolos”. Y mire cual es el reporte que diez de esos hombres le traen a Moisés.

Versículo 27 dice: “Y les contaron diciendo: ‘Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel’. Ahí yo creo que Moisés comenzó a preocuparse un poquito. Ese ciertamente era como diciendo: Sí, la verdad, Okay, está bien, tiene fluye leche y miel. Eso es cierto. Pero como que estaban ya preparándose para la parte negativa.

Usted ve la mentalidad de carencia pasa por encima las promesas de Dios. Pasa por encima el poder. No se enfoca en lo que está allá adelante, la bendición. Yo digo, hermanos, para usted salir adelante en la vida, usted tiene que tener una capacidad para ver las cosas antes de que sean. Y usted tiene que casi como que disfrutarlas, usted tiene que vivirlas.

No sé, ¿cuántos de ustedes les gusta sentarse e imaginarse todos los detalles? Como digamos si usted fuera una persona rica. Usted se sienta a veces y ahí en su mente visualiza las cosas. Usted es un gran cantante, un gran artista de cine y usted se ve, ¿no?

Usted escucha una pieza de música y usted se ve tocando esa pieza, usted se mete dentro del artista y puede ver la gente escuchándole y la admiración. Yo no sé. Todo depende. ¿Cuántas personas pueden visualizar algo? Y visualizar la bendición.

Si usted quiere una casa, ¿puede usted ver esa casa en su mente? ¿Puede usted ver los cuartos? ¿Puede ver esa ventanita cuando entra el sol por la mañana? ¿Usted se ve con su tacita de café viendo ese sol levantarse por encima de los techos de las demás casas? ¿Puede usted ver los detalles del piso de madera bien pulidito, bien bonito? ¿Puede usted visualizar las bendiciones de Dios en su vida?

Cuando usted tiene un proyecto, usted ¿puede ver ya ese proyecto antes de que sea? Yo veía este edificio cuando era simplemente escombros y polvo y pedazos de madera y de ladrillo tirados por el piso. Y por eso me metí en él. Yo he aprendido ya hermanos, yo no puedo ver las cosas como son. Yo tengo que verlas como Dios las ha declarado. Yo tengo que verlas a través de los ojos de la fe y yo tengo que celebrar las bendiciones de Dios antes de que sean.

La mayoría de los seres humanos pueden entrar en las cosas cuando ya están. Pero ¿sabe qué? Cuando las cosas ya están hechas son demasiado caras para usted tenerlas. Es así.

Mire, un vecindario. Aquí hubo gente en este vecindario del South End que cuando era un desastre y era un área que había un tren altísimo que corría por la Washington Street y que cada vez que pasaba por ahí ese tren hacía temblar todos los edificios y todos los apartamentos. Pero hubo gente que años antes de que tumbaran el tren sabían que lo iban a tumbar y ¿saben qué? Compraron las casas alrededor. Las compraron por centavos.

Cuando este vecindario era lleno de basura y de crimen, compraron sus casas. Sufrieron por tres o cuatro años, pero ¿saben qué? Ahora están sentados en un nido de dinero. Porque las propiedades que ellos compraron por 50 mil dólares ahora valen 500 mil dólares o un millón. ¿Por qué? Porque tuvieron la visión de verlas antes de que este vecindario se convirtiera en un vecindario exquisito de gente de dinero. Compraron antes.

Ahora, los que entran ahora, tienen que pagar precio de la actualidad. En el real estate es así, el que hace dinero es el que se atreve a comprar antes de que las cosas sean reales. Porque hay visión, pueden ver las cosas antes de que sean.

Cuando estaba este desplome financiero aquí en todo su apogeo, hace unos meses atrás, Warren Buffet, uno de los hombres más ricos del mundo, sino el más rico del mundo, en ese tiempo terrible en que el mundo parecía que se iba a caer a pedazos, compró casi un billón de dólares de acciones. ¿Por qué? Porque ese hombre tiene visión y él pensó ‘Eso no va a durar para toda la vida’.

Y esas acciones que costaban centavos, que antes costaban dólares, él las compró a centavos y ahora me imagino que está riéndose sólo yendo al Banco. Porque tuvo visión, pudo ver las cosas antes de que fueran. Pudo visualizar las bendiciones, se enfocó en las bendiciones en vez de las maldiciones. Se enfocó en el oro encerrado en vez de enfocarse en las dificultades para llegar al oro. ¿Usted entiende?

Estos hombres hicieron lo contrario, estos hombres se enfocaron en los problemas y pasaron así de largo las bendiciones y eso es una de las características. La mentalidad de carencias se enfoca en los problemas, dificultades, peligros, complicaciones pero no se enfoca en la bendición posible.

Mire como dicen: “La ciertamente fluye leche y miel y este es el fruto de ella”. No podían negar, trajeron unos racimos que dos hombres tenían que cargarlos [de uva] de tan grandes que eran los racimos. Léase la historia.

Ahora dice “Más” –ahí está el problema- “pero el pueblo que habita aquella tierra es fuerte y las ciudades muy grandes y fortificadas y también vimos allí a los hijos de Anak”, y le comenzaron a temblar las rodillas porque los hijos de Anak eran jugadores de basketball [6.7, 6.8] eran unos tipos bien altos y los judíos son gente de baja estatura.

Me imagino que en aquellos tiempos –hace 3 mil años imagínese- todavía más. Entonces dice: “Amalek hasta el Nebeo, el Negueb, el Eteo el Jebuseo, el Amorreo habitan en el monte y el Cananeo habita junto al mar”. Ve ellos estaban mencionando todos esos gigantes, toda esa gente grande. ¡Oh, sí! Hay bendición. Dios dijo pero la gente tan grande que tenemos que pelear con ellos.

Y entonces mire la diferencia, esa es la mentalidad de carencia que se enfoca en problemas, dificultades, obstáculos, peligros, limitaciones.

Mire la mentalidad de suficiencia ahora operando. Versículo 30: “Entonces Caleb” –uno de esos dos Josué y Caleb- “hizo callar al pueblo delante de Moisés y dijo: Subamos luego y tomemos posesión de ella porque más podremos nosotros que ellos”. Aleluya.

¿Ustedes ven la diferencia mis hermanos? La mentalidad de suficiencia es una mentalidad “resolute” como dicen en inglés, resuelta, clara, firme, segura. ‘Más podremos nosotros que ellos’. Olvídese si son grandes, más duro caen cuando les demos. Más podremos nosotros que ellos. Ellos se enfocaron en lo que tenían. Lo que eran, lo que podían ¿no?

“Más los varones que subieron con él dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo porque es más fuerte que nosotros”. Caleb y Josué dicen: Nosotros somos más fuertes que ellos. Ellos dicen: Ellos son más fuertes que nosotros.

Ve, ahí usted tiene la mentalidad de carencia y la mentalidad de suficiencia perfectamente explayadas. Y hablaron mal los hijos de Israel de la tierra que había reconocido, diciendo: “la tierra por donde pasamos para reconocerla es tierra que traga a sus moradores y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de gran estatura. También vimos allí gigantes hijos de Anak, raza de los gigantes”.

Y mire aquí esta lección psicológica tan poderosa: “Y éramos nosotros a nuestro parecer como langostas y así les parecíamos a ellos”.

Mire, según usted se vea, así será su vida. Escriba eso, si usted quiere y vaya a vivir la vida con esa palabra: Según usted se vea a sí mismo o a sí misma así va a ser su destino y su vida. Si usted se ve como un renacuajo, allí, como una persona que no tiene nada que ofrecer, un pobrecito. Una persona que nunca tuvo nada, que nunca lo amaron, que nunca le dijeron nada bueno, que nunca pudo ir a la escuela. Olvídese, que su vida va a ser un fracaso. Usted va a ser simplemente una persona básica. Amén.

Mire, voy a ir a su funeral y voy a predicar en él, porque eso no es problema. Amén.

Dios le ama y usted se irá al cielo como cualquier otro. ¿Pero no le gustaría a usted disfrutar de esta vida de las bendiciones que Dios le ha dado a usted y poder usted tener una vida productiva y tener cosas buenas y salir adelante y progresar? Y todo depende de como usted se vea a si mismo.

Si usted se ve como una persona llena del espíritu santo, el poder de Dios que habita dentro de usted, las promesas de Dios son para usted. Dios es más poderoso en usted que cualquier problema, cualquier dificultad, los dones del espíritu santo están con usted.

Usted tiene la mente de Cristo, usted está sentado con Cristo en los lugares celestiales. Dios le ha provisto toda bendición en los lugares celestiales. Así será su vida. Usted se atreverá a emprender cosas nuevas, grandes, atrevidas, usted irá más allá de lo que usted es y tiene el momento para ir hacia lo que Dios tiene para usted. El destino que Dios tiene para usted. Usted se atreverá, usted empujará siempre las fronteras. No se quedará simplemente donde usted está encerrado.

Algunas personas ‘Pues este trabajo Dios me lo dio y con esto yo como y visto a los muchachos y eso’. Pero mire, quizás Dios quiere que usted sea el dueño de esa empresa, no simplemente un trabajador allí, explotándolo a usted. ‘¡Ah! Es que las cosas se hacen de esta manera y así es que se han hecho siempre’.

Mire, quizás Dios le quiera dar una forma diferente para que usted lo haga de una manera como nunca antes se ha hecho. Usted invente otra cosa, inspire a muchos y bendiga a otras y que le entre a usted la bendición de Dios para su vida. No crea, no viva simplemente metido en las cuatro paredes de lo que usted es, sino véase a sí mismo como Dios lo ve a usted.

Y mire que interesante dice: ‘Nosotros nos veíamos como langostas’, es como insectos. La langosta es ese insecto chiquitito. ‘ante esos grandes hombres y así nosotros les parecíamos a ellos’. ¿Sabe qué? La gente lo va a ver a usted, como usted se vea a sí mismo también. Eso es cierto.

Si usted es una persona acomplejada, se siente inferior, si piensa que todo el mundo es mejor que usted, más fuerte que usted, la gente lo va a tratar así, ¿sabe? La gente son como los animales, cuando huelen debilidad se le paran encima a cualquiera. Mire, es cierto.

La gente, no tiene que ser grandes genios psicológicos, la gente huele la cosa instintivamente. Son como los animales. Si un perro sabe que usted le tiene miedo, olvídese, se le va a subir encima y le va a hacer lo que él quiere.

¿Por qué un hombre puede dominar un caballo, un elefante? Porque un hombre tiene una voluntad que puede dominar ese gran animal. La mente de un animal es una mente limitada. Ese hombre que se cree más fuerte, encuentra una manera y se le sube encima y lo domina y lo guía por donde quiere. Y ese gran animal se deja dominar.

Ahora que ese animal sepa que le tiene miedo, se come a ese hombre vivo. Porque es que todo depende de cómo tú te ves a ti mismo. Mucha gente se queja de que ‘me tratan mal, que no me aprecian, que no…’. Mire, cambia la forma de verte a ti mismo, date respeto a ti mismo, date valor a ti mismo. Cree que tú tienes en Dios.

Si uno está en Cristo, es una nueva criatura, no importa lo que vivió en el pasado. Si en el pasado no te dieron valor, tus padres no te animaron, no te valoraron, si creciste en una familia disfuncional, si no fuiste a la escuela, ahora en Cristo Jesús, tú eres más que eso. Tú tienes dones de Dios dentro de ti, tú tienes la mente de Cristo, tú puedes salir adelante. Tú puedes hacer cosas nuevas.

No vivas en el pasado. ¿Cómo tú te ves a ti mismo en Cristo Jesús? ¿Qué ha hecho Cristo en tu vida y como te ha transformado? Se necesita una mente transformada para que uno pueda entrar en todo lo que Dios quiere para nuestra vida.

¿Qué dice Efesios capítulo 1? Uno de mis pasajes favoritos. Efesios 1:16. Pablo dice: ‘No ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, para que el Dios del Señor Jesucristo, el Padre de Gloria os de espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él’.

Pablo ora para que los lectores de Efeso reciban entendimiento de parte de Dios. ¿Para qué ese entendimiento? Dice aquí: ‘Alumbrando los ojos de nuestro entendimiento para que sepáis cual es la esperanza a que Él os ha llamado y cual es la riqueza de la gloria de su herencia en los Santos y cual la súper eminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos’.

En otras palabras, Pablo dice: “Hermanos, yo oro continuamente para que la mente de ustedes sea abierta, para que ustedes entiendan cuan grande es la riqueza que Dios ha puesto en ustedes. Cuan grande es la esperanza, cuan grande el poder que Dios ha hecho habitar en ustedes”.

¿Usted sabe lo que nos limita muchas veces a nosotros los cristianos? Que no entendemos cuan grande es la provisión que Dios ha puesto en nosotros. Nosotros tenemos el motor de un tanque de guerra y andamos por ahí con un motor de Volkswagen, de motocicleta chiquitita. No usamos el poder de Dios, no usamos la provisión de Dios porque que creemos, ¿no?

Cuando nos convertimos al Señor vino un ángel y nos sacó el motorcito pequeñito ese de Volkswagen y nos metió un motor de avión de propulsión a chorro y nosotros seguimos creyendo que tenemos el mismo motorcito y por eso no nos atrevemos a hacer cosas más grandes. Pero ese motor está ahí esperando que nosotros apretemos ese acelerador para rugir como un gigante y volar por los aires a miles de millas por hora.

Pero nosotros no lo creemos. Y Pablo dice ‘Yo oro para que su entendimiento sea transformado, sea renovado. Para que ustedes entiendan lo que Dios ha hecho habitar dentro de ustedes’. Cuan grande es el poder para con nosotros los que creemos. Si tú no crees, olvídate, que nada va a pasar en tu vida. Si tú le crees a Dios, entonces el poder de Dios se activa dentro de ti.

‘Según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de entre los muertos y sentándole en su diestra en lugares celestiales’.

El mismo poder que levantó a Cristo de los muertos, habita dentro de ti. Eso es todo lo que te puedo decir. Pero todo depende de que tu mente sea transformada, que tú solo le puedas creer a Dios. Si tú te ves a ti mismo como todavía sentado allí en tu sillita de niña abusada o descuidada y no entiendes que tú estás sentada en los lugares celestiales a la diestra de Cristo Jesús reinando sobre el mundo, entonces vas a ser siempre esa niñita abusada, triste y deprimida.

Si tú te crees que Dios te hizo nueva en Cristo Jesús, entonces es diferente. Si te violaron cuando eras niña y tú vives todavía pensando en eso –y miren no es que estoy minimizando el dolor de eso-y tú te has enfocado en eso y has vivido sentada en esa violación y eso ha tomado control de tu identidad, entonces estás perdiendo la oportunidad.

Porque ante Cristo tú eres una virgen pura, nadie te ha tocado, nadie te ha hecho daño. En Cristo Jesús eres una nueva criatura, eres completamente nueva. Olvídate del pasado, olvídate de las luchas del pasado. Olvídate de los fracasos, olvídate de las heridas, olvídate de los problemas y de las distorsiones de la vida.

En Cristo Jesús tú tienes algo nuevo, diferente. Cristo habita dentro de ti. Cristo te ha sanado. Los dolores del pasado ahora tú los puedes convertir en escalones para la grandeza espiritual. Ningún ser humano puede llegar a ser un gran hombre, una gran mujer si no hay dolor en su camino, ¿sabe? Si no hay fracaso, si no hay derrota, si no hay heridas, si no hay algunas cicatrices.

¿Qué general, qué guerrero que vale lo que es no tendrá algunas heridas en sus manos, en su rostro, o en alguna parte de su cuerpo? Si ha peleado batallas, alguien le tiene que haber dado en alguna manera. Y esas heridas son su señal de honra ¿sabe? Y así es en la vida. Nadie llega a la muerte ileso, siempre va a haber derrotas, heridas, fracasos, cicatrices. Pero todo eso en Cristo Jesús es lo que te hace un hombre grande, una mujer poderosa.

No dejes que el diablo te susurre ‘fracasaste, te hicieron, te dieron, no te hicieron, no te dijeron, no te dieron, no te afirmaron’. Eso es mentira del diablo. En Cristo Jesús tú eres perfecto, tienes la mente de Cristo, tienes poder y Dios quiere que tú te renueves tu mente para que puedas ver lo que Dios ha hecho habitar dentro de ti.

Vive con eso, esa es la mentalidad de suficiencia. Esa es la mentalidad que se atreve a hacer cosas. Esa es la mentalidad de mujer segura, de hombre seguro de si mismo que a pesar de lo que sea camina con esa seguridad. Dios es poderoso dentro de mí.

Último punto. Los hebreos cuando escuchan este mal reporte se llenan de rebeldía. Dicen “Dios nos hizo venir aquí para matarnos”. Ahora con este reporte que esta gente ha dado se llenan de miedo y comienzan a murmurar de Moisés, comienzan a murmurar de Dios. Lea la historia, no tenemos tiempo.

Quieren apedrear a Moisés. Imagínense. Ese hombre que los ha sacado de Egipto, ahora quieren tirarle piedras porque dicen “este hombre a lo que nos trajo es a que muramos aquí. Mira el reporte que traen estos hombres”. No quisieron escuchar a Josué y a Caleb.

Entonces Josué y Caleb insisten. Mira el versículo 7 del capítulo 14: “Y hablaron a toda la congregación de los hijos de Israel diciendo ‘La tierra por donde pasamos para reconocerla es tierra en gran manera buena. Si Jehová se agradare de nosotros, Él nos llevará a esta tierra y nos la entregará’.

Hermanos, si Dios está contigo, ¿Quién contra ti? Si Dios te ha dicho ‘esto es tuyo’, ¿Quién te lo puede arrebatar? Si Dios te ha prometido bendición, prosperidad, éxito, gozo, paz, trascendencia, ¿quién te puede quitar eso? Nadie te lo puede quitar.

Si Dios está contento contigo no importa que el diablo ruga alrededor de ti. No importa que todos los hombres estén en tu contra. Todo lo que a ti te interesa es que Dios apruebe de ti, que Dios tenga buenos propósitos para ti y que tú le creas a Dios y que te conectes con lo que Dios quiere para tu vida y que te mantengas fijo allí.

Todos los días, todos los días. Cuando te levantes cada día, conéctate con lo que Dios ha dicho. No te conectes con tus emociones, con los dolores de los huesos o con lo que pasó en el fin de semana, o la semana. Conéctate con lo que Dios ha dicho. Enfócate en la mentalidad de abundancia de Dios.

‘Por tanto no seáis rebeldes contra Jehová. Ni temáis al pueblo de esta tierra, porque nosotros los comeremos como pan. Su amparo se ha apartado de ellos y con nosotros está Jehová. No los temáis’.

Ellos se enfocaron en el Dios que estaba con ellos, ¿usted ve? Esa es la diferencia. Dios es el equalizer. Dios es el que hace la diferencia en los asuntos. Había una serie hace unos años atrás que se llamaba ‘The Equalizer’. No se, ¿cuántos la vieron? Confiesen.

El equalizer era un hombre que iba viajando por diferentes ciudades con un revolver tremendo y él era el “ecualizador”, él era el que hacía la diferencia. Cuando una persona estaba siendo oprimida por algún maleante, por algún mafioso o algo así, este hombre llegaba como el gran héroe en el caballo blanco. Y como tenía entrenamiento en guerra y sabía usar su pistola y tenía estrategias y todo eso, él defendía a esa persona humilde que no tenía chance contra ese enemigo tan fuerte.

Él era el que hacía la diferencia. Por eso se llamaba ‘The Equalizer’, ¿no? Él ecualizaba la batalla. ¿Sabe qué? Dios es el gran ecualizador. Puede que el diablo va a tener más poder que tú, siempre. La vida va a tener más fuerza que tú siempre. Pero si Dios está contigo, él ecualiza la batalla. Es más, Él la pone del otro lado completamente.

Por eso es que dicen: ‘Ante todas estas cosas somos más que vencedores’. ‘Si Dios se agrada de nosotros, Él nos entrará en la tierra’. Lo que nosotros tenemos que determinar en la vida es que ha dicho Dios acerca de mi reto. ¿Qué ha dicho Dios acerca de mi sueño, de mi visión? ¿Qué ha dicho Dios acerca de eso que yo quiero emprender? ¿Qué ha dicho Dios acerca de ese negocio que yo quiero abrir?

¿Qué ha dicho Dios acerca de esa carrera que yo quiero emprender ya avanzado en edad? ¿Qué ha dicho Dios acerca de esa casa que yo quiero comprar? ¿Qué ha dicho Dios de ese hombre o esa mujer con quien yo quiero casarme? Porque si Dios ha dicho Amén, te bendigo. Adelante, mete mano y olvídate de todos los problemas que haya por delante. No suena muy espiritual, pero es así.

Ahora, si Dios te ha dicho ‘No’, no trates de preguntarle ¿Eso fue una pregunta, Dios o fue una afirmación? Si Dios dijo ‘No’ es ¡no! Cierra la puerta, llora, patalea, pero no entres ahí porque vas a tener problemas. Si Dios está contigo sigue adelante. No mires a los gigantes, enfócate en la promesa que Dios ha declarado sobre tu vida. Eso es lo que hace toda la diferencia.

No te enfoques tanto en las dificultades de la vida. Lo que Dios me dice en esta mañana es: No mires tanto alrededor de ti. No estés siempre pensando en que esto, que lo otro, que difícil está el mundo, la economía, que no se puede hacer nada, que no se puede conseguir trabajo porque hay un 12%, lo que sea de desempleo, así que no voy a ir a buscar trabajo. Lo que voy a hacer es a meter en la cama y taparme con una gran sábana a deprimirme. A cocerme a fuego lento allí en depresión.

No, porque no se puede. Fulanito trató y lleva ya siete meses buscando trabajo y no ha encontrado nada. Así que para que voy a tratar ¿no? Tanta gente. Hermanos, no mires a las circunstancias, mira al Dios que está por encima de las circunstancias.

No puedo reprimir este versículo. Dice: “El que al viento observa, no sembrará”. Ese es el gran sabio Salomón. ‘El que al viento observa no sembrará y que él que mira a las nubes no segará’. ¿Sabe qué? Es la verdad. Si el sembrador se pone a pensar que puede llover mañana o que puede haber sequía o que un rayo le puede caer encima a esa mata que él está sembrando o que puede venir un insecto y comerse esa matita… nunca sembraría. Porque siempre hay 20 mil problemas.

Óigame, el que quiera ponerse a cocinar posible escenarios tétricos va a salir con 17 posibles tragedias que pueden sucederle. El que se pone a pensar en esto, en lo otro, que esta dificultad, que este problema… la vida de fe no es así, hermanos. La vida de fe no se enfoca, aunque examina las cosas para saber el terreno que está caminando como vimos- en eso. Okay, puede pasar eso, puede pasar lo otro. Amén.

Esas son las condiciones. Pero después que reconoció lo que puede pasar dice ‘No ahora yo voy hacia adelante’. Mire el versículo 5 dice: “Como tú no sabes cual es el camino del viento” -preciosas palabras, esto es poesía pura- “o como crecen los huesos en el vientre de la mujer encinta, así tú ignoras la obra de Dios, Él cual hace mejor, si esto o aquello o si lo uno y lo otro es igualmente bueno”.

Yo siempre me he llevado de esa palabra ¿sabe? Yo digo, yo no puedo estar pensando en lo que puede pasar. Yo siempre trato de reconocer lo que puede pasar porque me gusta andar lúcidamente en la vida pero después que yo he reconocido lo que me puede pasar y yo todavía digo ‘por aquí yo tengo que ir’, yo tengo que caminar seguro. Yo no puedo vivir una vida de miedo y de temor sino que yo tengo que vivir una vida emprendedora.

Yo tengo que sembrar a siete y a ocho, repartir. No dejar mi mano descansar.

Como Pastor, yo tengo que seguir siempre invirtiendo en mi congregación, buscando nuevas cosas, desarrollando nuevos programas. Trabajando para mejorar mi ministerio, para mejorar mí persona. Yo tengo que estar siempre sembrando. Yo no puedo estarme preocupando por el desastre que puede venir o lo que me pasó o las dificultades que hay. Porque si me enfoco en los peligros, en los problemas me voy a quedar estrechito.

¿Qué le pasó al siervo infiel? Cuando le dieron su talento él cogió su talento y lo metió debajo de la cama porque tenía miedo de que si lo perdía su amo lo iba a condenar cuando regresara. Dejó que el miedo le impidiera invertir su talento.

Y ¿saben qué? A muchos de nosotros el miedo nos congela. El miedo a lo que podrá suceder, el miedo a las circunstancias. Pensamos ‘si yo siembro mi semilla y viene un animal y se la come’, o si hago esto, o si voy a la escuela y después no consigo trabajo o si aplico y después no me aceptan o si me caso y fracaso. O si compro esta casa y viene un rayo y me la tumba y entonces no tengo dinero para construir. No se, cualquier cosa.

Si compro este carro y no puedo pagarlo dentro de seis meses. Es bueno que sepas más o menos pero llega un momento que tienes que hacer una decisión. Seguir adelante. Mucha gente se congela y no hace decisiones porque tiene miedo de lo que pueda pasar.

Mire siempre en la vida, va a haber un elemento de peligro en todo lo que usted haga. Y si usted se deja intimidar porque hay peligro, usted nunca va a seguir adelante. Lo único que usted tiene que hacer en su vida, cuando usted quiera emprender algo nuevo, ore, ayune, busque, explore, lea, consulte.

Ahora después que usted hizo ya, después que usted meció todo esto en una botella bien grande y si todavía hay luz verde y usted dice ‘yo puedo seguir adelante’, olvídese siga adelante. Y si no salió bien la cosa, déjeselo al Señor y aprenda y vaya a la próxima batalla.

Yo no creo que uno puede estar… después que usted hizo todo lo que usted pudo, tírese en el nombre del Señor y deje que Dios se encargue de lo demás. No viva después llorando sobre leche derramada. Eso es otra cosa. Yo creo que en Dios no hay fracasos. Yo creo que en Dios hay experimentos que no trabajaron pero que nos mejoran para la próxima vez que probemos.

En la vida del hijo de Dios no hay fracasos, hermanos. Dios honra y el diablo le abre campo al hombre o a la mujer decidida que de hacer su homework, después de hacer su tarea dice ‘Yo voy a seguir adelante porque Dios está conmigo’. Y si me equivoqué, Dios es poderoso para que de ese huevo estrellado, hacer una tortilla o lo que sea. Pero Él lo va a hacer posible.

Esas son las palabras, ¿no? No le tema a las dificultades de la vida. Siga adelante. Crea que Dios está con usted. La vida es larga, va a haber muchas batallas. Algunas de esas batallas usted la va a perder. Pero la guerra usted nunca la va a poder perder. Perderá tres, cuatro, cinco batallas pero eso lo ayudará a ser más sabio, más sobrio, más entendido, tener una mejor mentalidad.

En la vida del hijo de Dios no hay pérdidas, hermanos. Hay experimentos que nos hacen más fuertes.

Vamos a ponernos de pie.

Yo te pido hermano, hermana que tú cultives esa mentalidad de suficiencia. La mentalidad de Josué, de Caleb. No cultives esa mentalidad pusilánime de esos 10 hombres que se quedaron en el desierto.

¿Sabe qué? Todo ese pueblo que salió de Egipto, ninguno de ellos entró a la tierra prometida. Dios hizo que se quedaran 40 años en el desierto. ¿Por qué se quedó el pueblo de Israel 40 años en el desierto? Aquí tienen una respuesta Trivia.

¿Saben por qué se quedaron 40 años? Porque Dios les dijo ‘Por cada día que esos espías estuvieron allá esa tierra buena que yo les di y que negaron mi promesa y mi bendición, ustedes van a tener que quedarse un año en el desierto’.

Así que por 40 días de espionaje tuvieron 40 años en el desierto porque ofendieron a Dios no creyéndole a las promesas de Dios. Tengamos cuidado, hermanos. Cuando Dios te promete algo y te declara bendición, créele a Dios. Porque es peligroso tener la bendición de Dios en tu mano y denigrarlas y descuidarlas.

Las bendiciones de Dios cuando no se usan y no se aprovechan se tornan hostiles dentro de nosotros. Hay que correr con las bendiciones de Dios. Hay que procesar las bendiciones de Dios, hay que vivir en las bendiciones de Dios. Esa es la palabra de Dios para tu vida.

Dile Amén al espíritu santo. Cree.

El Señor te dice ‘Camina la vida seguro en mi. Yo estoy contigo. Yo te entregado la tierra que pise la planta de tus pies, solo mire que te mando que te esfuerces y seas valiente. No temas ni desmayes porque yo estaré contigo donde quiera que tú vayas’.

Emprende la vida con fe, con seguridad, con confianza, atrévete a sembrar. Atrévete a negociar, atrévete a invertir, atrévete a hacer cosas grandes y diferentes más allá de tu capacidad actual. Porque el Dios que está contigo es más que poderoso para cubrir cualquier déficit que haya en tu vida.

El Señor está contigo. Cultiva esa mentalidad y cree que en Cristo Jesús tú eres más que vencedor, que tú todo lo puedes en Cristo Jesús. Y que aún los fracasos del pasado, aún las dificultades y deformaciones y trampas del pasado, todo eso Dios lo recicla y lo convierte en material para la gloria venidera que Él tiene para ti. Recibe en el nombre de Jesús ese espíritu de Josué y de Caleb en esta mañana.

Recíbelo. Padre, yo tomo mi porción. Yo que he predicado este mensaje, te pido me ayudes a comer de ese manjar, Señor, que es tu palabra. Renuévame a mi primero, Padre para que yo pueda bendecir a tu pueblo también. Y renueva a cada uno de tus hijos que están pasando por batallas, están pasando por dificultades, están luchando, tienen guerras y hay tiempo de carencia en sus vidas.

Pero yo declaro en el nombre de Jesús en esta mañana que tú eres más que poderoso para vencer cualquier complicación, Señor. Créate un pueblo aguerrido, Padre. Créate un pueblo poderoso, créate un pueblo que no mire los gigantes sino que vea la tierra que Tú has prometido, Señor.

En el nombre de Jesús nos renovamos, Padre. Esos que han estado batallando largo tiempo. Han estado remando toda la noche y no han salido a camino, yo pido que Tú entres a su barca y los saques adelante. Que Tú calmes su tempestad, Señor y que Tú traigas bendición a sus vidas en esta mañana.

Nos renovamos. Recibe el espíritu de la suficiencia en tu vida. Recibe el espíritu del poder y la confianza. Recibe el espíritu de la esperanza que hay en Cristo Jesús. Recibe el espíritu que celebra las riquezas que son tuyas, están ahí. Están ahí, las riquezas son tuyas. Créelo. En el nombre de Jesús.

Padre, llénanos con un espíritu nuevo, un espíritu fresco, un espíritu de renovación. Nosotros decimos que Tú no nos dejarás quedar en vergüenza. Tú no nos dejarás quedar en el desierto, Padre. Nosotros entraremos en la tierra que Tú nos has prometido.

Te adoramos, te bendecimos. Aleluya, aleluya, aleluya. Dale gloria al Señor. Cultiva esa bendición de Dios dentro de ti. Gracias Jesús. Amén, amén, amén.

Gloria a Dios. Gloria al Señor.

Hermanos, les bendigo en el nombre de Jesús.

El reposo del Señor

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Vamos al Salmo 95. Esto es el primer texto que Dios me dio en la preparación de este mensaje así que vamos a comenzar ahí. Así que cuando Dios habla, hay que escuchar. Salmo 95, vamos a comenzar en el versículo 7 al final: “Porque Él es nuestro Dios y nosotros el pueblo de su prado y ovejas de su mano. Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestro corazón. Como en Merivá, como en el día de Massa, en el desierto donde me tentaron vuestros padres. Me probaron y vieron mis obras. Cuarenta años estuve disgustado con la nación y dije ‘Pueblo es que vaga de corazón. Y no han conocido mis caminos’. Por tanto juré en mi furor que no entrarían en mi reposo”.

La palabra final es la palabra primera que quisiera hablar: ‘reposo del Señor’, una invitación a descansar en la presencia de Dios. El pueblo de Israel, Dios les había sacado de la esclavitud en Egipto, tenía buenos propósitos para ellos, les prometía descanso en la tierra prometida. Hogares bendecidos, una vida tranquila pero ellos no quisieron por rebelión, por pecado, cayeron bajo el juicio de Dios y vagaban en el desierto por cuarenta años.

Pero gracias a Dios el Señor sigue hablando y hoy si escuchamos su voz no vamos a endurecer el corazón otra vez porque hay una invitación a descanso para el pueblo de Dios, hay una invitación a una vida interior de descanso y tranquilidad que Dios tiene para nosotros.

Pero muchas veces, yo diría la mayoría de las veces, nosotros negamos la invitación. Rehusamos entrar en el descanso del Señor y andamos afanados, ¿no? Andamos afanados. Aquí en este país más que nunca andamos afanados. Habla con cualquier doctor o persona que trabaja en la salud, sabrían que muchas enfermedades asociadas con el afán están creciendo en estos días. No tiene que ser así para nosotros. Podemos entrar en el descanso del Señor.

Isaías 30, por favor, conmigo. Isaías 30:15. Saben que yo cuando estaba orando y pensando predicar de descanso, porque esto es un tema que no se siente, no es tan llamativo, el descanso, ¿no? Pero vamos a hablar de eso.

La noche de viernes en AWANA fue ‘pijama night’, no se si se acuerdan los que llegaron. Todos los niños y muchos maestros llegaron en sus pijamas, así que con sleepers, con todo, bien abrigados, no se preocupen. Todo lindo. Fue un pijama party de lo mejor que hay. Estábamos como si estuviéramos en nuestra propia casa, descansando, pasando bien juntos. Fue lindo, especialmente ver los maestros y maestras listos para la cama. Todo apropiado, pero lindo. Verán las fotos, un día.

Bueno, así que el Señor me confirmó: descanso para mí pueblo. Isaías 30:15: Porque así dijo Jehová el Señor. El Santo de Israel: ‘En descanso y en reposo seréis salvos. En quietud y en confianza será vuestra fortaleza y no quisiste sino que dijiste: “No antes huiremos en caballos”. Por tanto vosotros huiréis sobre corceles veloces cabalgaremos y por tanto serán veloces vuestros perseguidores”. Pero no tenía que ser así. En descanso y en reposo seréis salvos, en quietud y en confianza será vuestra fortaleza.

Dos capítulos después: Isaías 32 versículo 14: ‘Porque los palacios quedarán desiertos, la multitud de la ciudad cesará, las torres y fortalezas se volverán cuevas para siempre’.

Esto es el juicio del Señor sobre Israel. ‘Donde descansen gatos monteses y ganados hagan majada. Hasta que sobre nosotros –versículo 15- sea derramado el espíritu de lo alto y el desierto se convierta en campo fértil y el campo fértil sea estimado por bosque. Habitará el juicio en el desierto y en el campo fértil morará la justicia. Y el efecto de la justicia, será paz y la labor de la justicia reposo. Y seguridad para siempre y mi pueblo habitará en morada de paz, en habitaciones seguras y en recreos de reposo’.

Son promesas del Señor y vamos a hablar de eso en el día de hoy. Padre en el nombre de Jesús. Gracias Señor que tú eres un Dios vivo, un Dios que es fuego consumidor y también eres un Dios de descanso y reposo que ha hecho el mar de cristal con una paz perfecta.

Gracias Señor que tu invitación está ahí y no queremos endurecer el corazón. Tú nos invitas a hacer cambios para que podamos entrar en una vida activa, pero una vida de descanso a la misma vez y Tú nos invitas, Señor. Y no queremos ser como el pueblo de Israel que decía: “¡No! Vamos a huir en caballos”. Nosotros queremos someter a ti y recibir las promesas que tú tienes para nosotros en el día de hoy. Háblanos hoy Señor, háblanos Espíritu Santo en el nombre de Jesús. Amén y amén y amén.

Descanso.

Parece un sueño no alcanzable en Boston, ¿no? ¿Cuántos aquí –no tienen que levantar la no- trabajan en dos o tres trabajos? ¿Cuántos aquí están criando hijos, se levantan a las 5 porque ya están llevando a los niños para el Day Care y van corriendo de cosa a cosa? ¿Cuántos no tienen trabajo y están muy afanados por no tener? Todos están trabajando duro. Afanados en este país donde a veces ni hay tiempo para comer con paz. ¿Qué pasa con eso? ¿Comiendo pizza en el carro? Esto no sucede en los países de Latinoamérica aunque me imagino que ahora más porque me imagino que ya están dañados, un poquito; pero no tanto antes.

Descanso.

La invitación del Señor, ¿saben qué, cristianos? Podemos tener una vida con descanso interior, podemos vivir con eso ¿tú sabes? Pero muchas veces vivimos con todo lo opuesto, vivimos vidas – y aprendí esta palabra- afanadas cuando andamos corriendo.

¿Cómo tú crees que era Jesús? ¿Qué es la imagen que tienes de Jesús? ¿De un CEO activo, apurado que no tiene tiempo –Mira, vamos, vamos, rápido? ¿Imaginas un Jesús así? Mira, hay un caso en la Biblia que Jesús andaba con urgencia a Jerusalén, andaba delante de los discípulos pero por lo general tú ves a Jesús que nunca está apurado. Él sabe que Él va a ganar la batalla, no tiene que darse prisa. Él sabe para donde vas.

Hay casos de Jesús durmiendo en la Biblia, durmiendo, pero era el hijo de Dios ¿cómo es que tiene que dormir, no? En una barca durante la tormenta, durmiendo así como si nada. Y ¿Quiénes están afanados en el texto? No es Jesús, son los discípulos: “¿No te importa que muramos?” Pero Jesús tranquilo, después reprende la tormenta y todo paz.

Jesús después de caminar mucho se sienta al lado de un pozo tranquilo, descansando, buscando agua y ahí se pone a evangelizar tranquilamente con una persona que necesitaba escuchar la palabra de Dios.

Jesús que un día andaba, porque le pidieron sanar una niña que estaba muriendo- ¿se acuerda? Una niña de 12 años e hija del gobernador de la Sinagoga y todo el mundo andando apurado: “Tenemos que llegar para salvarla, para sanarla”. Jesús andando. Y esta otra señora le tocó, ¿te acuerdas? Le tocó y se le salió poder, sanó. Jesús se paró: “I felt kind of a rub” –“Quién, alguien me tocó”, ¿Qué pasa?” y los discípulos: “Mira, mira, vamos, vamos. Hay mucho que hacer. Hay ministerio que hacer, hay una niña muriendo, hay que sanarla” y Jesús: “Espera, espera. Alguien me tocó”. Hay 100 personas alrededor tuyo. “Alguien me tocó y yo tengo tiempo para ella”. Tranquilo.

Jesús así ¿como era la manifestación del espíritu sobre Jesús cuando se levantó de las aguas?, ¿Cómo era? Una paloma, ¿no? Una paloma que reposaba sobre Él. Jesús tranquilo. Dios mismo,. Dios, ¿se cansa Dios? No. Jesús era Dios en carne así que se cansaba como nosotros pero Dios creador no se cansa.

¿Pero qué pasa entonces que después de toda esa Creación que hizo Dios? ¡DESCANSÓ! Instituyó el sábado. Mira el descanso es de Dios, el reposo es de Dios. El afán, al otro lado, yo creo que el afán e inquietud es del otro lado. De verdad del otro lado. Dice la palabra que los demonios andan afanados buscando una persona donde pueden encontrar algún reposo, pero después de entrar en esa persona, ¿qué hacen con esa persona? Le quita el sueño muchas veces.

¿Cómo era el gadareno? ¿Cómo era él? ¿Te acuerdas el hombre que tenía una legión de demonios? Y él estaba allí todo descontrolado. Lo tenían que amarrar con cadenas y aún así no se calmaba para nada. Así que Jesús le echa fuera los demonios y ¿cómo quedó el gadareno después? ¿Cómo quedó? Sentado, vestidito, tranquilo escuchando a Jesús. Con descanso interior, con tranquilidad.

Esa es la promesa para nosotros, hermanos, Dios nos invita a eso. La presencia de Dios trae descanso.

Moisés, clamando por la presencia de Dios a acompañar a Israel, dice: “Si tú no vas con nosotros no nos envías de aquí” y Dios dice “Yo iré con vosotros y te daré descanso”. Porque donde está la presencia de Dios, ¡phew! Hay una calma. No me malentiendas, te puedes alborotar.

Ahí en el culto en inglés, gracias a Dios, hay unos hermanos africanos y a veces cuando se mueve el Dios, el espíritu de Dios, no es nada comparado con los latinos. ¡Aún más alborotados que aquí! Dios se mueve y ¡ay! A veces gozo, se mueve pero también cuando viene la presencia de Dios. Aunque haya tal vez expresiones externas podría llegar una paz interna que nos hace personas más calmadas, más quietas, más así…, descansando. Pero es la voz de Dios que nos invita a hacerlo.

Pero quiero que vayan conmigo a Isaías –ya que están en Isaías- 57. Hay mucho ahí hablando de que Dios busca, tengo que leer versículo 15 que amo tanto. Isaías 57:15 dice: “Porque así dijo el alto y sublime, el que habita la eternidad y cuyo nombre es el Santo. Y habito en la altura y la santidad y con el quebrantado y humilde de espíritu para hacer vivir el espíritu de los humildes y para vivificar el corazón de los quebrantados”

¿Sabes qué? Para descansar uno tiene que ser humilde. Después saltando habla de lo […] dice versículo 18: “He visto sus caminos pero le sanaré y pastorearé y le daré consuelo a él y a sus enlutados”. ¿Qué hace el buen pastor? ¿Nos hace qué? En lugares delicados nos hace descansar.

Después versículo 19: “Produciré fruto de labios para paz. Paz al que está lejos y al cercano, dijo Jehová, y lo sanaré”. Versículo 20: “Pero los impíos, ¿cómo son? Son como el mar en tempestad que no puede estarse quieto y sus aguas arrojan cieno y lodo. No hay paz, dijo mi Dios para los impíos. No hay paz para los impíos, pero hay paz y hay descanso para el pueblo de Dios si estamos dispuestos a suavizar el corazón, ¿no?

Hay un texto en el libro de Esther de un rey que estaba edificando una -¿Cómo se llama a “gallows”? La cosa para matar a la gente, ¿no? ¿Cómo se llama? El lugar para ahorcar a una persona. Guillotina o algo así y quería hacerlo como, perdón hermanos, ya llevo seis meses predicando en inglés cada domingo. Se me fue aún peor que antes mi español. Él estaba haciendo esto, planificando matar un hombre inocente y esa noche ¿adivine qué pasó con él? No pudo dormir.

Es así. Cuando hay pecado, cuando hay rebelión no hay descanso, están inquietos, hay afán porque la cosa no está bien. Es como un tren que no está en su carril, no se mueve, so that’s a bad example. Pero vamos a decir, algo que está fuera de lugar y por eso no está puesto en su lugar, ¿no? Bueno, forget that image.

Bueno, descanso. Una promesa del Señor.

Dice la palabra: ‘Si Jehová no edificare la casa en vano trabajan los que la edifican. Si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia. Por demás es que os levantéis de madrugada y vayáis tarde a reposar y que comáis pan de dolores, pues que a su amado dará Dios el sueño’. ¡Ay, Señor! ¿Tú me amas? Si soy tu amado entonces, Jesús dice: “Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados y os haré descansar”. Vamos a hablar más de eso después.

En Deuteronomio una profecía Benjamín dice: “El amado de Jehová habitará confiado cerca de él y lo cubrirá siempre y entre sus hombros morará”. O sea que hay un abrazo para ti, para el amado de Dios, para calmar el corazón inquieto, para hacerte descansar como nunca antes. Pero ¿sabes qué? No todo descanso es bueno. ¿Sabes qué? Como hay dinero falso, hay descanso falso también. Hay descanso que es pecaminoso, ¿no?

¿Puedes pensar en algún ejemplo? Vamos por ahí. Segundo de Samuel. Mucha Biblia hoy. ¿Están listos? Aunque vamos a descansar, vamos a buscar mucho de la palabra, ¿Okay?

Segunda Samuel. Hay varios ejemplos en la Biblia de descanso cuando no se supone que se descansara. Los proverbios dicen: “Un poco de sueño, un poco de dormitar y cruzar por un poco las manos para reposo y así vendrá tu necesidad como caminante y tu pobreza como hombre armado”.

Hay descanso que es pecaminoso, hay descanso que no es de Dios. Hay descanso que hasta baja la guardia para Satanás. Vamos a ver eso.

Segunda Samuel, 11. Vamos a ver cuando David se tomó una vacacioncita inapropiadamente. Versículo 1: “Y aconteció el año siguiente, en el tiempo que salen los reyes a la guerra –así que es tiempo que los reyes van a la guerra- que David envió a Joad y con él a sus siervos y a todo Israel y destruyeron a los samonitas y sitiaron a Rabat. Pero David -¿qué hizo David?- se quedó en Jerusalén”.

Se tomó unas vacaciones cuando se supone que estuviera peleando las batallas del Señor y mira que pasa con una vacación no ordenada por Dios: “Y sucedió un día -¿a qué hora?- al caer la tarde que se levantó David de su lecho”.

Al caer la tarde, yo no se, el sol se pone a las 3 en Israel, como aquí, no se. Pero aún si es así, esto es muy tarde para dormir. Así que él estaba durmiendo. No sabemos si fue una siesta larga o tal vez estaba ya festejando toda la noche, tiene que dormir hasta que se está levantando el sol.

Yo recuerdo, yo una vez hice eso, aquí en la iglesia, una noche de Año Nuevo. Estábamos aquí festejando, aquí toda la noche y hasta la […] y después yo me levanté y el sol ya se estaba poniendo y me sentí ‘¡pero qué pecaminoso es esto, ¿no?!’.

El sol poniéndose y yo levantando, quiero desayunar. David lo hizo y estaba muy mal. Se levantó de su lecho y se paseaba sobre el terrado de la casa real y vio desde el terrado a una mujer que estaba bañando la cual era muy hermosa y sabemos lo demás, ¿no?

David por estar descansando fuera de la voluntad de Dios se le bajó la guardia para Satanás le pillara. Y eso es, el descanso falso nos deja abiertos a la tentación.

Hermanos, esto es importante. Como tú descansas determina mucho de cómo tú vives. Porque el descanso muchas veces se usa como un escape y esto no es lo que Dios quiere para nosotros.

Ejemplos en el Nuevo Testamento: ¿puedes pensar en personas durmiendo cuando no se supone que estuvieran durmiendo? Jesús, en el huerto, ¿no? de Getsemaní, Él dice: ‘Quédense aquí a orar un poco’. Él vuelve y ¿qué están haciendo ellos? Durmiendo.

Él dice: ‘Ora, vela para que no caigan en la tentación’ y ustedes están descansando en una manera que se le está bajando la guardia para Satanás.

Hay otros casos así. Hay parábolas que hablan del encargado de una casa y el dueño se va de viaje y cuando vuelve a la medianoche encuentra a su mayordomo allí durmiendo en lugar de [estar] trabajando como se supone que hiciera. Hay que estar despierto y velar, tener la antena bien puesta y nunca bajar la antena, seguir conectado con el espíritu santo.

Hay un caso en el Libro de los Hechos de alguien durmiendo durante un sermón y no le fue muy bien, así que ¡escuchen, escuchen!

A mi me encanta. [Estoy] predicando a veces y siempre es el esposo ahí durmiendo y la esposa mira que yo lo veo y después comienza a hacer eso…

Así que el pobre se cayó de una ventana, se murió. Pablo tuvo que hacer una resurrección, Gracias a Dios, todo salió bien. Pero no se duerme cuando uno tiene que estar despierto, ¿no? Mucho de los que pasa por descanso en nuestra ciudad, en nuestra sociedad, es descanso falso. Es algo que no renueva el alma son actividades que nos bajan la guardia y nos dejan abiertos al ataque del enemigo.

[El] descanso espiritual es todo lo opuesto. El descanso en Dios, sí, baja la guardia pero no al enemigo sino a Dios porque todos tenemos interferencia entre nosotros y Dios. Tenemos que limpiar los aires para que podamos recibir las señales del espíritu Santo otra vez. Y cuando descansamos nos acercamos al Señor otra vez.

Vamos a mirar un ejemplo así: Primera de Reyes, versículo 19. Vamos a leer de un hombre de Dios, se llama Elías, que había hecho guerra espiritual fuerte contra los profetas de Baal. Él puso el sacrificio, los profetas de Baal clamando para sus dioses falsos que no hicieron nada. Elías ahí clamó al Espíritu Santo que cayó y consumió la ofrenda ahí con fuego y toda el agua.

Así que él hizo guerra espiritual, después manda que arrestaran y mataran [a] esos profetas falsos que estaban haciendo cosas terribles.

Y después, dice la palabra, en Primera de Reyes 18:46. Dice la palabra: ‘Que la mano de Jehová estuvo sobre Elías, él cual ciñó sus lomos y corrió delante de Acab hasta llegar a Jesreel’. Él corrió diez kilómetros después de eso y no solamente eso, estaba terminando un tiempo de sequía y Elías se puso a interceder, dice la palabra que ‘él puso la cabeza entre las rodillas’, así que estaba doblado con una oración intensa.

¿No se si tú has experimentado eso? Que el Espíritu Santo pone una carga en tu corazón y tú oras con una carga tan fuerte que es algo que te consume muchas energías.

Él lo hizo no solamente una vez sino siete veces hasta que se subiera una nube y ya comenzaron a llegar las nubes para llover. Él después de toda esa guerra espiritual estaba con una adrenalina terrible y corrió 10 kilómetros delante del Rey y después de todo ese ‘high’ –ese alto- de adrenalina espiritual, dice la Palabra que ‘Jezabel dice: “Ya te voy a hacer pagar por lo que has hecho. Tú te quedas muerto por haberme quitado mis profetas falsos” ‘.

Y ¿qué hace Elías? Corre otra vez pero ahora huyendo [por] su vida y llega al desierto y se pone debajo de un árbol y ¿qué ora Elías? Él ora con fuerzas, Él dice ‘Señor ya no soy mejor que mis antepasados. Quítame la vida ya, basta’. Usa la palabra ‘basta ya’.

¿Saben qué? Después aún después de servir al Señor con intensidad espiritual, con fuerzas con ahínco, con dedicación, haciendo guerra espiritual se puede llegar a un bajón si no tenemos cuidado. Y ese bajón puede ser acompañado de depresión y a veces perder la esperanza para el futuro. Esto pasa.

Me encanta lo que Dios hizo. Ya estamos en Primera de Reyes 19. Si tú miras que él se levanta y después versículo 5. “echándose debajo del enhebro, se quedó dormido y aquí luego un ángel le tocó y le dijo: ‘levántate y come´, entonces él miró y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas y una vasija de agua. Y comió y bebió y volvió a dormirse”.

Tú sabes que a veces necesitas una buena arepa, una buena pupusa, una buena tortilla, un cafecito; pero eso fue hecho por los Cielos ¿de cuál país hubiera sido? No sabemos. Tiene que ser pan, mata, no sé pero algo rico y después se repone, se duerme. El ángel sigue cocinándole y después tiene fuerza, va otra vez.

Y él va para un encuentro con Dios en el Monte de Oreb y mira lo que pasa. En primera de Reyes 19, versículo 11: “Y él le dijo ‘sal fuera’ [Dios hablando a Elías] y ponte en el Monte delante de Jehová y he aquí Jehová que pasaba y un grande y poderoso viento que rompía los montes y quebraba las peñas delante de Jehová”. Así que Dios está pasando ¿no? Viento fuerte que está quebrantando piedras, tiene que ser Dios pasando.

Pero mira lo que dice la palabra: “Pero Jehová no estaba en el viento, y tras el viento un terremoto, pero Jehová no estaba en el terremoto, y tras el terremoto un fuego, pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego, [¿qué llega por fin?] un silbo apacible y delicado y cuando lo oyó Elías cubrió su rostro con su manto y salió y se puso a la puerta de la cueva y he aquí vino a él una voz diciendo: ‘¿Qué haces aquí Elías?’.

Hermanos, yo soy así, muchas veces yo vengo al Señor todo afanado, [todo] corriendo y Dios dice: ‘Mira, cálmate’. Y a veces el Señor no pasa así rápido. Hay que tomar tiempo para que todo el fuego, para que todo el viento, para que todo el movimiento ya pase y ya puedo calmarme y escuchar la voz del Pastor que es un silbo apacible que quiere hablarte.

Pero no podemos escuchar porque hay tanta interferencia, hay que limpiar los aires y calmarnos a veces y se toma tiempo.

¿Saben qué? Uno de mis pastores favoritos que escribe se llama David Handson y él era pastor por un tiempo en –no sé- Minnesota por ahí donde hay mucho bosque y él preparando sus mensajes, él tomaba tiempo estudiando y orando y trabajando el mensaje. Pero después de todo ¿saben lo que él hizo para prepararse bien? Salía a pescar.

Yo no pesco, sólo pesco resfriados… pero él salía a pescar. Y él ahí llegó y después de unas horas el Señor le decía: “Diles esto. Diles esto mijo” ya él sabía que tenía no solamente un mensaje, él tenía una palabra de Jehová porque se tomó el tiempo de calmarse y de verdad escuchar la voz del Señor.

Hay que hacerlo. Si queremos escuchar de verdad lo que Dios dice cuando hay descanso hay revelación. ¿Cuándo es que Dios le revela a Adán quien es su esposa? ¿Cuándo? Después de él dormir un buen rato. Ya él pudo ver que ‘esta es carne de mi carne y hueso de mis huesos’. Abraham estaba preocupado y afanado porque Dios le había hecho promesas que no se estaban cumpliendo y él dice: ‘Mira no tengo prole y tú me has prometido hijos y ¿qué me va a pasar? Y Dios le dice ‘Cálmate, váyase a ver las estrellas así será tu descendencia’.

Y ¿saben lo que pasa después con Abraham? ¿Alguien sabe? Se duerme y cuando se duerme se le aparece una antorcha y se le aparece un fuego humeando. Se le aparece la presencia de Dios en una manera muy rara y Dios le habla un mensaje, una promesa para él. Hay revelación.

Jacob, ¿cuándo es que Jacob vio? El está corriendo y después se pone a dormir con la cabeza sobre una piedra, ¿no? ¡Que almohada! Y ¿que ve en su sueño? Una escalera a los cielos y ángeles subiendo y descendiendo.

Hermanos, es cuando a veces descansamos que Dios habla, pero andamos tan afanados que yo creo que a veces Dios quiere decirnos algo y dice ‘Ah, ah’. ¿Tienes algún amigo que habla tanto y se mueve tanto que tú no puedes “you can’t get even any word at twice” como se dice en inglés, no puedes entrar una palabra? ¿no? Somos así con Dios. Dios dice: ‘Mira, cálmate, quiero hablarte.’ Así que la revelación de Dios.

Vamos en la última parte, aquí. Quisiera hablar de tres impedimentos al descanso espiritual y también les voy a dar tres sleeping pills [¿cómo se llama?] en el Señor, tres tranquilizantes en el Señor de la palabra. Así que primero Salmo 127.

Y un impedimento al descanso muchas veces es este Salmo 127, ya lo leímos una vez pero vamos a volver a eso, dice: ‘Si Jehová no edificare la casa en vano trabajan los que la edifican. Si Jehová no guardare la ciudad en vano vela la guardia. Por demás es que os levantéis y vayáis tarde a reposar y que comáis pan de dolores pues que a su amado dará Dios el sueño.’.

Y después dice: ‘He aquí, herencia de Jehová son los hijos, cosa de estima el fruto del vientre como saeta, hermano del valiente’ y así sigue hablando de eso. Así que está trabajando para edificar la casa y Dios dice ‘Mira, tú puedes trabajar día y noche para edificar tu casa, pero si el Señor no lo edifica en vano trabajas’.

Yo creo, ¿te habrás hecho la pregunta? ¿Por qué está hablando de edificar una casa y después se pone a hablar de los hijos? Yo me pregunto si es que a veces es que estamos tan ocupados edificando la casa materialmente que olvidamos que hay hijos en la casa y que los hijos son la bendición de Dios. Las relaciones no se si esta es la intención aquí en el Salmo. Pero el punto es que podemos estar tan ocupados haciendo cosas buenas que tratamos de hacer la obra del Señor en lugar de dejar que el Señor haga su obra a través de nosotros.

Hermanos, no sé si –esto es un poquito fuerte- se puede decir que es ¿pecado trabajar para Dios? Y hay bendición en trabajar con Dios. No se, un poquito, no quiero exagerar la cosa. Pero los fariseos trabajaban para Dios, tenían sus reglas: hay que hacer esto, hay que hacer lo otro. Aún el día de descanso lo habían convertido en una carga, imagínate.

Lo que tenía que ser un regalo de Dios para descanso ellos lo hicieron trabajoso. Trabajando para Dios con su orgullo yo voy a hacer la obra de Dios, yo sólo. Y Dios dice ‘Mira es en arrepentimiento y descanso que serás salvo’. Trabajar con Dios.

¿Qué dice Jesús cuando habla de la vid? Él dice: “Yo soy la vid, ustedes son los pámpanos. El pámpano separado de la vid se seca. Apártate de mi y nada puedes hacer pero permanece en mi y yo en ustedes, darán mucho fruto”.

Una pregunta, un árbol que tiene una rama, un pámpano –pámpano es rama- el pámpano tiene que trabajar muy duro para dar fruto, ¿no? tiene que trabajar. Voy a dar fruto, voy a dar fruto. El único requisito para el pámpano para dar fruto es estar conectado al árbol correcto. Él es la vid verdadera. Escogemos otras vides, nos conectamos a otras cosas para sustentarnos y no damos frutos. Dios dice ‘Mira conéctate conmigo’.

Descansar no significa ser pasivo, fíjate. Hay una diferencia entre aguas de reposo –aguas quietas- y aguas estancadas. Un cristiano sirve a Dios, pero no le sirve a Dios sólo.

Ahí volviendo a lo que Jesús dijo: “Venid a mi. Todos los que estáis trabajados y cargados y yo os haré descansar”. Así que estoy esperando que Él me va a buscar un pasto delicado para que yo descanse, ¿no?

Pero mira lo que dice: “Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón y ya hallareis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es fácil y ligero, mi carga”. Descansar no es estar sin moverse, es estar trabajando pero con un yugo con Jesús al lado y si uno trabaja con Él cargando, ustedes saben como es la ilustración: un buey fuerte al lado tuyo. Él carga la mayoría, tú cargas un poco y vas con Él. Pero si tú no vas al paso con Él o adelante o detrás entonces terminas con más carga que Dios no quiere para ti.

Muchas cargas que tenemos no son cargas que Jesús nos ha puesto, son cargas que nosotros nos hemos puesto, o tal vez que Satanás mismo nos ha puesto. Un hermano en el culto en inglés me dice: Ora por mí, Señor no permitas que Gregory cargue, ninguna carga, ningún yugo que no sea tuyo, no otro yugo, que este Dios. Trabajamos para Él y Dios es el que está al lado. Así que trabajando para Dios nos cansa, hay que trabajar con Dios y permanecer en Él.

Número dos. Otra cosa que nos roba el sueño y la paz y el reposo, vamos [al] Salmo 4. ¿Cuántos oran con sus hijos cada noche? Una oracioncita que dice: ¿Cómo es en español? Okay, ya. How did I go? Okay, vamos una vez más. Así que: En paz me acostaré y así mismo dormiré porque sólo tú Jehová me haces vivir confiado. ¿Sabes qué? Vamos a ver el contexto de esta oracioncita.

Salmo 4, mira lo que dice en [el] versículo 4; Salmo 4 dice: “Temblad y no pequéis”, en inglés the translation is ‘In your anger do not sin’; Meditad en vuestro corazón estando en vuestra cama y callad y ofreced sacrificios de justicia confiado en Jehová”. ¿Ustedes saben el versículo en Efesios que dice: que en tu ira, estéis airados pero no pequéis, no dejes que el sol se ponga sobre vuestro enojo? Esto sale de este Salmo.

Sabes que es muy difícil estar tranquilo y estar enojado a la misma vez ¿lo has tratado? ¿Lo has probado en esta misma semana? Estas molesto, estas enojado, ahora trata de estar tranquilo just doesn't work. Si quieres vivir esta oración en paz me acostare, hay que tomar la píldora, la pastilla del perdón. Hay que perdonar.

Hay una hermana, me encanta el testimonio que ella dice después en el discipulado aprendiendo del perdón hermana Carmen, todo eso, que ella perdonó unas cosas feas de su pasado, perdonó delante de Dios. Y ella que había sufrido de insomnio por muchos años se curó, no siempre es así. No voy ha hacer promesas. Pero ¿sabes qué muchas veces estamos inquietos porque estamos enojados?

Después dice algo más en el salmo 4 dice: “Muchos son los que dicen ¿quién nos mostrará el bien? Alza sobre nosotros, ¡oh Jehová! la luz de tu rostro. Tú diste alegría a mi corazón, mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto. En paz me acostaré”. El punto es, él estaba tan bien, contento con lo que Dios le había dado.

Otra cosa que quita la paz es el afán por tener algo más. Ya Dios me ha bendecido, pero ya necesito otra bendición. No me malentiendas, no debemos estar conformes, debemos siempre estar siguiendo adelante, pero es el afán de que tengo que ganar más dinero, tengo que tener otra promoción, tengo que tener un carro mas nuevo, tengo que tener una casa más grande, o sea que el sueño americano quita sueño muchas veces hermanos.

Dice la palabra de Dios que en Eclesiastés muchas cosas de esos, dice: “Aún de noche rico su corazón no reposa, todo el trabajo del hombre es para su boca y con todo eso su deseo no se sacia”. No me malentiendas, hay que trabajar, hay que tener sueños grandes. Pero si nosotros ponemos el afán en eso nunca tenemos suficiente, we never have enough.

Hay que aprender a decir Acción de Gracias. Este jueves ‘Señor gracias porque Tú me has dado bendiciones, estoy agradecido por lo que me has dado. Porque tú eres en mi vida y en paz me acostaré y asimismo dormiré porque solo Tú Jehová me haces vivir confiado.

Salmo 131, el último que quiero mirar juntos. Salmo 131. Otra cosa que quita sueño y quita ese descanso espiritual es la preocupación. La palabra en inglés worry, worry, la preocupación. Eso quita la tranquilidad que Dios tiene para nosotros.

Salmo 131 dice: ‘Jehová no se ha envanecido mi corazón, ni mis ojos se enaltecieron, ni anduve en grandeza ni en cosas demasiado sublimes para mi. En verdad que me he comportado y he acallado mi alma como niño destetado de su madre. Como niño destetado esta mi alma, espera ¡oh Israel! en Jehová desde ahora y para siempre”.

Tiene que humillarse. Tiene que decir se que Tú eres Dios, yo no. Tú tienes todas las soluciones yo no. Tú puedes estar en todas partes, yo no. Soy un niño delante de ti y yo puedo ser un niño, y esto está bien y puedo descansar delante de ti. Jesús en la barca no.

Hay un Salmo lindo: Salmo 3 que dice: “Más Tú Jehová eres escudo alrededor de mi. Aunque me rodeen diez millares de gentes que se pusiere en sitio contra mi no temerá mi corazón” y después él dice: “Me acosté y dormí y después me levanté porque Jehová me sostentaba y no temeré a los diez millares de gentes que se pusieran en sitio contra mi. Más Tú Jehová eres escudo alrededor mío”.

Podemos descansar.

Salmo 23: “Aderezas mesa delante de mi en presencia de mis angustiadores”. No importa que hay guerra, no importa que hay luchas yo se que Tú tienes todo bajo control, Tú eres mi papá, puedo descansar en ti. Gracias a Dios, qué lindo ¿no? ¡Qué lindo!

Él que habita al abrigo del altísimo, morará bajo la sombra del omnipotente. Hermanos Dios nos invita a la paz, Dios nos invita a ese descanso, no endurezcamos el corazón. El pecado, la rebelión, la preocupación, el orgullo quita el descanso que Dios tiene para nosotros.

Hay que arrepentirnos. Hay que decir: Señor voy a dejar de vivir una doble vida. Voy a confesar ese pecado que yo tengo, voy a dejar de buscar arreglar [las] cosas [a] mi propia manera y voy a dejar que Tú tomes control de la vida. En ti quiero descansar.

Vamos a orar. Les invito a ponerse de pie y los músicos pueden pasar y vamos a orar. Porque para descansar hay que humillarse, para descansar hay que arrepentirnos hay que confesar el pecado que quita la paz y vamos a tomar un momentito delante de Dios Padre en el nombre de Jesús.

Yo estoy delante de ti, te doy gracias por tu invitación a tu pueblo Señor y no queremos endurecer el corazón como rebeldes Señor. No queremos vivir haciendo nuestras propias cosas, queremos someternos a ti porque hay descanso que está ahí que Tú nos estas invitando a disfrutar Señor.

¿Cuál es la cosa que te quita el descanso? ¿Estás enojado? Hay que perdonar. Tal vez es el afán, la preocupación, ¿qué va a pasar? ¿Qué va a pasar? Tal vez es el orgullo: Yo puedo yo sólo. Pensar que somos Dios. Lo que sea.

Ahora es el momento de descansar, es el momento de perdonar, es el momento de dar gracias, es el momento de renunciar a ese pecado. Es el momento de descansar en los brazos de tu papá celestial. Gracias Padre.

Padre en el nombre de Jesús yo te pido: ¡oh Dios mío! Que Tú Señor regales el regalo de descanso espiritual a tu pueblo, que lucha Señor por que la vida no es fácil, y tiene que luchar.

Pero, Señor, Tú vienes, Señor con un regalo envuelto, Tú vienes Señor con una mesa preparada donde podemos descansar nuestra alma y sentir la renovación que solamente Tú puedes dar.

Yo te pido, Señor, por tu pueblo, Señor, que están cansados y abatidos Señor y te pido que Tú seas su buen pastor y que Tú les des el pan de tu presencia, el pan de tu palabra Señor que sacia el alma, que nos deja descansar Señor, sabiendo que aunque la batalla sigue puedo estar tranquilo en mi Dios.

¡Oh Dios mío! Bendice tu pueblo, desátalo te pido en el nombre de Jesús. Yo reprendo Señor todo ataque del enemigo que nos quiere quitar esa paz y descanso en ti Señor. En el nombre de Jesús lo reprendemos, lo renunciamos.

Sabemos que Tú eres Dios y no nosotros y no se ha envanecido el corazón, mis ojos no se enaltecieron, ni anduve en grandezas, ni en cosas demasiado sublimes para mí. En verdad me he comportado y he acallado mi alma como niño destetado de su madre. Gracias Señor.

Gracias Señor por ese descanso. Te pido que sea dulce en esta semana, que sea dulce Señor, que sea rico en esta semana. En actividades y en momentos tranquilos, que Tú Señor nos pastorees. En el nombre de Jesús. Amén.

La vida es corta

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Mientras meditaba el Señor me llevó al Libro de Juan Capítulo 11. En el Evangelio de Juan Capítulo 11, nosotros encontramos la historia de la resurrección de este personaje: Lázaro y de como el Señor Jesús manifestó su poder en medio de su vida. Y es un pasaje que ciertamente nos ayuda a pensar a nosotros y a meditar en este sentido de lo que es la vida, lo que es la muerte. Nos hace pensar en qué será, cómo será ese más allá.

Uno medita en tantas cosas pero a la misma vez, algo en lo cual yo quiero hacer hincapié es en la promesa que el Señor Jesús nos da a través de estas palabras. Y voy a leer algunos versos, salteados, para más o menos poner en contexto esta reflexión.

El Evangelio de Juan Capítulo 11 comenzando en el verso 1 dice así: “Estaba entonces enfermo, uno llamado Lázaro de Betania, la aldea de María y de Marta su hermana. María cuyo hermano Lázaro estaba enfermo fue la que ungió al Señor con perfume y le enjugó los pies con sus cabellos. Enviaron pues, estas dos hermanas para decir a Jesús: ‘Señor, he aquí que el que amas está enfermo.’ Y oyéndolo Jesús, dijo: ‘Esta enfermedad no es para muerte sino para la gloria de Dios. Para que el hijo de Dios sea glorificado a través de ella’.

Miren como dice este verso 5: “Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro. Pero cuando oyó pues que estaba enfermo se quedó dos días más en el lugar donde estaba”. Un poquito más al frente, verso 17, dice: “Vino, pues, Jesús y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro.

“Betania estaba cerca de Jerusalén como a quince estadios y muchos de los judíos habían venido a Marta y a María para consolarlas por su hermano. Entonces Marta cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle pero María se quedó en la casa. Y Marta dijo a Jesús: ‘Señor, si hubieras estado aquí mi hermano no hubiese muerto'. Más también sea hora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará".

Quiero meditar un momento en estas palabras, mis hermanos. ¿Saben? Hay veces que en la vida suceden cosas que para nosotros pueden parecer bien injustas, y yo creo que son cosas que uno no las puede evitar verlas a través de ese lente. O mejor dicho, que nuestra reacción, la mayor parte de las veces es decir como que: “¡Guau! Pero esto es algo bien injusto. ¿Cómo algo así me va a suceder a mí? Si yo trato de vivir una vida recta, yo trato de enseñarle a mi familia, a mis hijos una vida apropiada como Dios manda. ¿Por qué hay veces que suceden estas cosas que son tan inesperadas?

Hay un libro, que yo me imagino que muchos de nosotros lo hemos leído, que dice: "Cuando lo que Dios hace, no tiene sentido". No se si en algún momento se han encontrado con ese libro, pero si no se lo recomiendo que lo lean. Porque hay veces que esas mismas cosas que suceden como que en nuestras mentes, como que no calculan, hay algo que no computa ahí adentro y se nos hace difícil poder procesar esas etapas de la vida.

Y aquí en este pasaje yo veo precisamente una mujer –en este caso el ejemplo de Marta- que en su desespero porque tenía este hermano a quien ella amaba tanto y tanto y tanto, que tal vez había buscado todos los recursos habidos y por haber porque él pudiese ser sanado, que pudiese recibir salud en medio de su condición. Y no habiendo encontrado nada, el último recurso que tuvo fue llegar a la persona de Jesús.

Ya había tenido un encuentro anterior con Jesús. Jesús y esta familia eran muy cercanos y al fin y al cabo después de no tener a nadie más; lo más que puede decir es ‘Mira, manda a buscar a Jesús y dile que por favor llegue’.

Ahora, si todos nosotros empezamos a analizar esta historia, si lo leemos hasta ahí, nosotros tendríamos la tendencia de pensar: ‘Bueno, tal vez cuando Jesús se enteró fue ipso facto’. Fue rápido, se apareció, dijo: “¡Ah! Está sucediendo eso, pues, dejo todo lo que estoy haciendo y me voy para allá". O al menos así es como nosotros responderíamos, verdad.

Si usted se entera de que un familiar suyo de repente sucedió algo y está en emergencia en el hospital, usted deja todo lo que está haciendo y sale corriendo para encontrarse con esa persona. O si en el centro de trabajo donde usted está, si tal vez usted está atendiendo un departamento y de repente sucede algo en otro departamento y usted tiene que salir corriendo y atender lo que está sucediendo allá. Usted deja lo que está haciendo y ¡sale! a ese lugar.

En el caso de uno como Pastor hay veces que uno recibe esas noticias de personas, miembros de la iglesia que están en situaciones emergentes y la situación es que cuando uno escucha eso, pues, la tendencia de uno Pastoralmente es como que ¡Guau! Pues déjame dejar todo lo que estoy haciendo e ir allá y estar con esa familia. Es una reacción natural de nosotros el hacer o pensar que eso es lo que va a pasar.

Pero aquí Jesús, irónicamente, se tomó su tiempo. Jesús intencionalmente cuando escuchó esa noticia, dice el texto que él decidió quedarse donde estaba por dos días más. ¿Qué es eso? Pero, tú eres Jesús, ¿por qué te estas tardando? ¿No se supone que tú vayas? Ándale, ándale, Jesús, muévete, muévete.

Pero, ¿sabes qué? Jesús no se adhiere a nuestro tiempo. Jesús no se adhiere a lo que nosotros verdaderamente queremos y deseamos como si fuera una exigencia de nosotros hacia Él. Pero Él tiene una intencionalidad con cada una de las cosas. Miren si se tardó que no fue hasta cuatro días después que Lázaro fue sepultado que Jesús llegó a donde él estaba. ¡Miren eso!

¿Acaso esto no nos hace pensar y reflexionar? Para algunos, uno puede pensar que eso fue algo injusto de parte de Jesús. La misma Marta cuando se acercó a Él le dijo: ‘Jesús, si tú hubieses estado aquí, Lázaro no hubiese muerto’.

Yo me imagino a esa mujer acongojada, con sus lágrimas, tal vez no tenía ni aliento para decir esas palabras. Tan atribulada estaba que quien sabe si entre silbo y silbo pudo decir ‘Jesús, si tú hubieses estado aquí, nada de esto hubiese sucedido’. Es como que como reclamándole algo al Señor. Y yo creo que ella estaba en toda su libertad de hacer eso.

Así como nosotros también estamos en nuestra libertad de proceder así con él. Pero la respuesta de Jesús fue bien interesante. Miren como Jesús le responde en el verso 23. Jesús le dice a Marta: ‘Tu hermano, resucitará’. Y Marta le dijo: “Sí, Jesús yo se que va a resucitar en la resurrección y en el día postrero". Pero Jesús le dijo: ‘Yo soy la Resurrección y la vida. El que cree en mí aunque esté muerto, vivirá’.

“Yo soy la Resurrección y la vida. El que cree en mí aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mi, no morirá eternamente”.

Y miren esta pregunta que hace. ¿Cómo dice esa pregunta a final?: “¿Crees esto? ¿Me crees lo que te estoy diciendo o te suena como falacia lo que estoy diciendo?”.

Miren que interesante en medio del dolor que Marta tenía, Jesús se atrevió –como quien dice a confrontarla- ‘Mira, yo te estoy diciendo algo y estoy siendo bien serio contigo. ¿Me vas a creer en medio de tu debilidad, en medio de tu dolor? ¿Vas a recibir mi palabra? ¿Vas a creer en lo que yo estoy diciendo? Si no lo crees no vas a ver lo que estas esperando, pero si lo crees entonces lo verás'.

Aquí es donde yo veo, mis hermanos, que el personaje de Jesús hace la diferencia donde que quiera que está. La persona de Jesús puede cambiar las cosas, puede cambiar el rumbo natural de nuestras vidas para Él poder mostrar la gloria de Dios Padre y suya también en su conexión con Dios. Mostrar su gloria en medio de nuestras vidas.

Y claro está, cuando nosotros leemos –si yo sigo leyendo el resto de la historia miren- el resto de la historia es bien interesante, es un drama, es una novela. Jesús cuando estuvo ahí postrado de frente a la tumba, el texto dice que: “Jesús mismo se echó a llorar”. Jesús mismo se identificó con el dolor de esa familia porque amaba a esa familia y el mismo texto nos los dice que: 'Él amaba a esa familia'.

Y cuando llegó allí, yo creo que ese lado humano de Jesús, se quebrantó. Se quebrantó con todos los que estaban allí. Tal vez se dijo: “Yo no puedo ser tan frío con esto. Yo tengo que sentir esto también.” Y lloró, se compungió también.

Se identificó con ellos. Pero después que botó sus lágrimas se levantó un Jesús totalmente distinto del suelo. Ahí se levantó ese Jesús que tiene un poder sobrenatural, ahí se levantó un Jesús que tiene autoridad sobre la vida y sobre la muerte, ahí se levantó un Jesús donde un capítulo antes Él sale y dice: “Yo conozco a mis ovejas y nadie me las puede quitar. Nadie las puede arrebatar de mi mano porque están en mi mano”. Y ese Jesús con esa autoridad se paró ante esa tumba e hizo una declaración como ninguna otra y el personaje de Lázaro salió de esa tumba.

Hay algunos que tal vez digan: “¡Guau, Omar! Eso es una novela muy bonita”. Pero ¿saben qué? Yo creo que esto es una historia real, que Jesús operó en esa forma. Y muchas veces nuestra tendencia es preguntar “¡Guau! ¿Jesús puede obrar así también en nuestras vidas? ¿Jesús puede hacer los mismos milagros? ¿Jesús podrá sacar a alguien de un ataúd?”

¿De qué si lo puede hacer? Lo puede hacer, sin duda alguna Él lo puede hacer. Ahora, pero de que quiera, ya estamos hablando de otra cosa.

¿Saben? El mismo Señor a través de la palabra, Él ha escrito tantas cosas que son inspiradas por Él, por su corazón. El mismo Dios dice que en la vida: “Todo tiene su tiempo”. En la vida todo tiene su tiempo, el libro de Eclesiastés Capítulo 3 nos habla de esto: “En la vida hay tiempo para todo.

Hay tiempo para reír, hay tiempo para llorar, hay tiempo para sembrar, hay tiempo para arrancar, hay tiempo para hablar, hay tiempo para callar, hay tiempo para hacer paz, hay tiempo para hacer guerra, hay tiempo para abrazar y hay tiempo para soltarse cada cual por su lado. Como también hay tiempo para la vida y también hay tiempo para la muerte”.

La muerte es parte en el curso natural en el cual Dios nos tiene. Es parte del rumbo de nuestras vidas. Tarde o temprano – a mí es interesante porque mi esposa siempre me dice que: ‘Mira, la vida es tan corta y uno la tiene que disfrutar al máximo’- y yo me alegro cada vez que yo escucho a mi esposa decir eso, porque es la verdad. Es una mujer que vive llena del Señor y le quiere sacar a cada minuto de su vida el máximo potencial.

Hay veces que yo me levanto así medio atribulado, con mi cara medio atribulada por lo que sea que haya pasado, ella me dice: “Hombre, ríete, la vida es corta. Ánimo”. Y esas palabras, como que si estoy bien, bien down, como que al principio es como que: “¡Ah! No me vengas con eso otra vez”. Pero mientras yo medito en esas palabras yo me digo: ¡Guau, Señor! Una vez más tiene razón. ¿Por qué voy a estar tan acongojado, si tú eres el que tiene el control de todas las cosas?”.

Si hay cosas que yo no puedo resolver, si hay cosas que están fuera de mi control, ¿por qué yo me voy a atribular por eso? Yo tengo que confiar que Tú eres el que va a obrar. Qué sea que yo me muera mañana o sea que me muera en veinte años, mira, todos esos días están en tus manos. Tú eres el que estás en control de cada una de esas cosas.

Y claro está, uno no quiere que llegue ese momento. Al menos que usted tenga pensamiento suicida uno no quiere que llegue ese momento. Uno no se quiere encontrar con la muerte. ¡No! Pero tarde o temprano eso llegará a nuestras vidas. Sea en la forma en que eso sea.

Pero lo que yo quiero enfatizar fueron las palabras que dijo mi hermana Linda al final de esta reflexión acerca de Holanda. Son unas palabras que están centradas en Primera de Tesalonicenses, Capítulo 4, y yo quiero leer estos versos, para ponernos en la misma página.

Dice Pablo hablando a esta iglesia, Primera de Tesalonicenses Capítulo 4 desde el verso 13 dice: ‘Tampoco queremos hermanos que ignoren acerca de los que duermen –en otras palabras los que mueren- para no se entristezcan como aquellos que no tienen esperanza–. Palabra clave: que no se entristezcan como aquellos que no tienen esperanza- porque si creemos que Jesús murió y resucitó así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en Él.

Por lo cual les decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor no nos vamos a ir antes de aquellos que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo. Y los muertos en Cristo resucitarán primero’. Y miren como se desenvuelve el drama.

‘Y luego nosotros los que vivimos, los que nos hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire y así estaremos por siempre con Él’.

En varias ocasiones yo he hecho esta pregunta y la voy a hacer otra vez hoy: ¿Cuál ustedes creen que es el aspecto más distintivo de nuestra fe cristiana? El aspecto más distintivo de nuestra fe cristiana es precisamente esa promesa. Que tenemos una promesa de vida eterna, que tenemos la esperanza de que cuando esta vida en este cuerpo llegue a su final, va a haber una vida eterna que nos va a estar esperando.

Y no con cualquier persona, va a ser una vida eterna con el Rey de reyes, el Señor de señor, el Creador de este universo y todo lo que hay en él. Va a ser una vida cara a cara, mano a mano, hombro a hombro con Él. Y en conjunto con Él, ¿saben qué? Todos aquellos que han confesado que Él es el Señor de sus vidas y los que Él quiera llevarse por ahí.

Hubo una vez que alguien me preguntó, ¿Pastor, Omar, usted cree que mi mascota me la voy a encontrar en el Cielo, también? Miren, ¿saben qué? Esas mascotas son creación de Dios y la creación misma espera y aguarda al retorno de Él. Le hablo en Romanos, está ahí. La creación misma espera ansiosamente el retorno de Jesús.

¿Si se va a encontrar con su perrito o su gatito o su periquito, o su monito o lo que sea? Yo no se. Eso está en Dios. Al menos yo no lo he leído aquí en la Biblia, pero si se da allá Dios. Voy a tener a muchos perros y gatos esperándome allá arriba en el cielo.

Pero por encima de todas esas cosas, mis hermanos, yo creo que yo voy a volver a reunirme con esos seres queridos que se han ido antes que yo.

Yo voy a tener una abuela que dio lo mejor, que yo voy a tener un amigo de escuela que era un gran ejemplo para mí. Y así muchas otras personas: hermanos en iglesias, las iglesias donde yo he estado en el transcurso de la vida, personas, hombres, mujeres, personas que fueron de tanta inspiración para mi que cuando esas personas se fueron de este mundo dejaron un hueco tan abierto y vacío pero a la misma vez ese hueco se llenaba con un sentido de esperanza.

Qué no era que le estaba diciendo adiós para siempre a esa persona, sino que le estaba diciendo “nos vemos luego. Nos vemos luego”. Pero eso lo puedo decir, solamente, porque creemos en esta promesa que el Señor Jesús nos ha dado.

Y yo aprovecho, mis hermanos y hermanas, yo aprovecho para compartir esto con ustedes hoy. Tal vez, alguno de ustedes ha perdido algún ser querido y se pueden identificar muy bien con mi hermano Darwin. ¿Saben lo que es perder a alguien que está tan y tan apegado a su corazón? Sea una madre, un padre, un abuelo, una abuela, un tío, una tía, un hermano, una hermana o un amigo o un conocido. Pero de alguna forma u otra nos podemos identificar.

Tal vez yo no puedo decir: “Yo se lo que se siente vivir eso” porque obviamente nunca he estado ahí. Pero sí puedo identificarme. Y ¿saben qué? ¡Qué bello es saber que el que más se identifica con cada uno de nosotros es Dios Padre!

Porque Él sabe lo que es perder un ser querido, Él sabe lo que es ver ese hijo tan preciado, ser absorbido por el poder de la muerte. Y precisamente porque Él mismo tiene control sobre la vida y la muerte, Él dice: “No, mi hijo no va a terminar ahí. Yo voy a levantar a mi hijo”.

Y el poder de la resurrección se mostró ahí. Y ese poder no se quedó ahí sino que ha sido extendido a cada uno de nosotros como una promesa de que llegará el momento de que si nosotros llegamos a estar siete pies bajo tierra va a haber un poder que va a obrar en nosotros y nos va a levantar con un cuerpo totalmente glorificado.

Si usted se va a casar o no en el cielo, mire yo no se, pero el mero hecho de que usted llegue al cielo y esté ante la presencia de Dios, Gloria a Dios por eso. Que si tiene un barrito en el frente de su cara, mire ese barrito no va a estar ahí, porque va a ser un cuerpo glorificado, que si tiene un pie más corto que el otro, mire, eso no va a estar en el cielo porque su cuerpo va a ser uno totalmente glorificado. Como Dios lo intenciona.

Que si sufrimos aquí en este mundo, en esta tierra donde estamos, que si sufrimos esa pérdida de esos seres que amamos, que queremos, que hay veces que hasta pensáramos como que ‘hubiese querido yo estar ahí en la posición de esa persona’ para que esa persona pudiese seguir viviendo. Pero así no fue como Dios lo intencionó.

¿Sabes qué? Uno se pregunta: Señor, ¿por qué? ¿por qué sucede esto? Yo estaba pidiendo que tú cuidaras a mi familia, estoy por acá, mi familia está allá. Yo oro: “Señor, protege a mi familia” constantemente. En ese aspecto yo si me puedo identificar muy bien contigo Darwin y con el resto de los familiares allá, yo me puedo identificar. Constantemente día tras día yo le pido a Dios por la protección y la salud de mis padres, de mi familia allá.

Pero a la misma vez yo se que en algún momento yo recibiré una noticia que no quiero escuchar. Y si ese momento llega, lo voy a sufrir, voy a llorar y yo espero que mi iglesia esté ahí para sostenerme. Pero a la misma vez porque tengo esta promesa, porque tengo esta esperanza, yo se que es un episodio de la vida.

Es un capítulo de la vida y que el Señor va a estar con cada uno de nosotros a lo largo de esos capítulos en cada página que está siendo escrito en nuestras vidas.

El Señor está ahí. El Señor está ahí para fortalecernos, el Señor está ahí para acariciar nuestra cabeza y abrazarnos en su pecho y dejarnos saber: ‘Mira, todo está bien. Todo está bien. Yo estoy en control’.

Como dice Pablo, hay personas que no pueden disfrutar esa esperanza porque no han conocido esa afinidad con Dios, pero ustedes que están aquí sí. Eso es lo que yo veo que hace la diferencia.

Ustedes son una familia donde el amor de Dios está ahí bien presente. En ustedes, familia, allá en Ecuador, el amor de Dios está bien presente en medio de ustedes. Y yo se que ustedes lo han sentido, lo han experimentado, que el Señor está ahí en medio de ustedes y eso es lo que los fortalece.

Yo les animo, hermanos, a que en estos episodios de la vida que no nos preguntemos tanto el por qué sino que podamos recibir esa pregunta que nos dice Jesús: ‘¿Crees esto? ¿Crees esto que yo soy la resurrección, que yo soy la vida?’

Y que si tú crees en mí aunque muramos aquí en esta vida, pero con todo y eso, la vida eterna que nos espera es mucho mejor. Yo creo que esto puede servir de fortaleza y esperanza a todos nosotros. Solamente si lo crees. Yo te invito a ponerte de pie y vamos a orar una vez más.

Gracias, Señor Jesús. Gracias Dios. Gracias Señor. Gracias Dios, Gracias Señor Jesús. Aleluya.

Yo te invito, vamos a cantar este himno: ‘Cuan grande es mi Dios’.

En momento así cuando uno logra declarar esa alabanza delante de Dios, de que Dios es grande. Ya uno en medio de esos momentos tan difíciles, el Señor está ahí con nosotros. Eso es algo que conforta el alma, que alienta el alma, que alienta el espíritu, que nos da fuerzas para seguir adelante.

Gracias Señor Jesús.

La generación Samuel

TRANSCRIPT

El Primer Libro de Samuel, capítulo 3. Primero de Samuel capítulo 3 y voy a compartir con ustedes algo muy especial, que yo creo que Dios quiere que esto se comparta. Ayer tuvimos un hermoso evento donde vinieron miembros de unas 15 iglesias hispanas de Connecticut, Rhode Island, New Hampshire, Massachusetts, y había aquí un gran número de líderes que trabajan en el Ministerio de Educación para Niños, Educación Infantil. Hubo mucha bendición, muchos talleres que se dieron aquí.

Dios ha bendecido nuestra iglesia con un programa que se llama AWANA, las letras quieren decir algo que ahora no tengo claro, pero AWANA ha revolucionado la enseñanza infantil y de paso damos gracias al Señor por todos los maestros que durante tantos años han bendecido nuestra iglesia con Escuela Dominical para Niños, clases para Niños y el Señor como que siempre va mejorando, mejorando, mejorando así que damos gracias a Dios por todos esos maestros que han trabajado arduamente en el pasado.

Y AWANA ha venido para bendecir y mejorar y complementar lo que se hace. Ahora mismo, allá arriba, no me sorprendería, hay mas de 100 niños tomando clases en diferentes niveles desde muy infantiles hasta ya más creciditos. Una bendición tremenda. Y los viernes en la noche si usted viene aquí, las vigas de esta iglesia están dando tumbones porque hay niños saltando, adorando al Señor, danzando, cantando, jugando. Todo con un propósito inminentemente espiritual.

Dios está haciendo cosas muy bellas. Y nosotros hemos querido compartir esa bendición porque somos unas de las primeras iglesias hispanas en esta región que ha adoptado el programa de AWANA y entonces vinieron unos maestros de California, de Florida hubo talleres. Una bendición muy grande, muy especial.

Y me invitaron para dar la charla primera por la mañana. Y en realidad les digo la verdad, aunque yo adoro el Ministerio de Niños y creo que es algo tan especial, tan bello, en realidad ese no es mi llamado. Mi llamado es como Pastor, claro que sí, animar eso porque entiendo la importancia de los niños, hemos respaldado. Pero hay otras personas aquí en la Iglesia que ese es su don, su llamado, su pasión y están haciendo una obra maravillosa.

Y dije: '¿De qué voy a hablar yo con autoridad acerca del ministerio de los niños?'. Se me ocurrieron varias alternativas pero una se me grabó en la mente enseguida. Una imagen me vino. La imagen de Samuel en el Templo cuando niño, cuando Dios le habla por primera vez. Y quiero compartir eso porque lo compartí ayer y Dios me dio esa palabra como una palabra que yo siento que es más que simplemente una enseñanza, es como una palabra que Dios quiere marcar nuestra iglesia. Yo diría una palabra profética, no solamente para nuestra congregación, sino para la Iglesia latina y para las demás congregaciones.

Pero me voy a referir a la iglesia latina en este momento porque somos latinos aquí nosotros. Pero incluyo a todas las Congregaciones y quisiera declarar este sermón, esta palabra también a los hermanos y hermanas que nos escuchan a través del Internet, sus iglesias porque yo creo que esta es una palabra que Dios quiere para este tiempo que se acerca. El tiempo que se avecina, el tiempo que estamos entrando como iglesia de Jesucristo en general.

Y no voy a dar mucho más preámbulo. Vamos al capítulo 3, Primero de Samuel. Dice aquí:

"El joven Samuel"- déjenme pararme aquí un momentito. Cuando Dios me dio la imagen yo más bien veía a Samuel como un niño y siempre he pensado que Samuel era niño cuando recibió esta visión, esta revelación de parte de Dios. Pero dije: "¡Hm!”

El joven, me puse a buscar en New Kings versión y otras traducciones y dice "the child Samuel" y vi la versión de Las Américas de la Biblia en español y dice "el niño Samuel" pero no contento con eso quise buscar en el hebreo original porque es importante porque quiero hablar de los niños y la importancia de los niños y el destino que Dios tiene para los niños y el llamado a la Iglesia latina y a todas las demás iglesias a ministrarle específicamente a los niños, a una nueva generación.

Yo estoy llamando este sermón, esta palabra: "La generación Samuel". Dios quiere prepararse una generación en el espíritu de Samuel. Entonces busqué en el hebreo original y la palabra que se traduce joven aquí es 'naar' en el hebreo original quiere decir niño. En inglés la definición que yo encontré: lad, boy puede referirse a un adolecente. Y yo creo que Samuel era probablemente un adolescente.

Así que cuando dice aquí joven no piensen en un joven de 18, 19 años, 20 años yo creo que Samuel era mucho más jovencito que eso. Yo lo vería como un niño de 10 años, 11,12 años quizás. Es posible que él estuviera entrando en esa etapa de la pubertad, cuando ya era un hombrecito y quizás esto fue lo que inició. Quizás Dios dijo: "Este niño está preparado para entrar en su ministerio profético" y lo inició a través de esta palabra.

Pero es bien importante que no lea joven aquí como un adulto, un joven adulto haciendo la transición de la adolescencia a la juventud.

Entonces: "El niño Samuel ministraba a Jehová en presencia de Elí" -¿quien es Elí? Para los hermanos que no conocen. Elí era sumo sacerdote en Israel en ese tiempo. Era el sacerdote más importante en Israel, cabeza. Pero Elí era un hombre que había perdido la visión. Elí encabezaba espiritualmente a Israel pero como anciano había perdido el entusiasmo, había perdido la pasión. Sus hijos se habían corrompido. Eran sacerdotes también pero se habían corrompido moralmente, financieramente, abusaban de sus privilegios sacerdotales. Elí o los había corregido permitía que sus hijos hicieran todo tipo de desarreglos en su sacerdocio.

Elí era un hombre ya dice la Biblia y mire como murió Eli:" Elí de un susto se cayó de una silla donde estaba recostado y era tan obeso que el peso mismo de su cuerpo con el peso de su cuerpo y fue como castigo de parte de Dios, de paso.

Pero Elí representa esa visión espiritual que ha decaído, ha perdido el primer amor, el fuego, la pasión por Dios y que simplemente lleva a cabo sus labores formalmente pero no tiene pasión, no tiene visión, no tiene la bendición de Dios. Y esto es importante porque Samuel representa como el sustituto de Elí. Si Elí representa corrupción, falta de visión, holgazanería espiritual, Samuel presenta nueva vida, unción, nueva generación, palabra de Dios, profecía, dones sobre naturales. Un nuevo tiempo, una nueva iglesia. Entonces Samuel ministraba, porque cuando niño, su mamá que había pedido al Señor un niño porque era estéril y Dios le dio a Samuel.

Y esta mujer reconociendo que era un don de Dios, cogió a ese niño que ella tanto amaba y se lo dio a Elí para que creciera en el templo y creciera como un nazareo, un hombre dedicado al Señor. Y Samuel yo imagino que con una ruedita allí jugaba dentro del templo; si tenía una de esas Action Figures que los niños juegan o un camioncito él en el templo era que jugaba. Cuando se movía y entraba allí un sacerdote prendiendo la lámpara al Señor lo miraba así quizás entre las puertas. Creció compenetrándose con los gestos, los ritos, el ambiente, el olor a los diferentes perfumes que los sacerdotes quemaban en el templo, escuchando las palabras de alabanza de los diferentes cantores.

Ese fue el pan diario de Samuel desde bebé. Su mamá dice que lo visitaba y le llevaba una túnica especial cada año, pero yo sospecho que esta mujer también iba al templo y veía a su hijo regularmente pero lo había dedicado al Señor.

Entonces Samuel estaba ahí en el templo, ¿no? Dice que en presencia de Elí "y la palabra de Jehová escaseaba en aquellos días, no había visión con frecuencia", era un tiempo de esterilidad espiritual. Israel se había corrompido, los símbolos del Evangelio, de Jehová, de adoración al Señor se habían corrompido, había desanimo, dejadez, corrupción espiritual. Dios no se manifestaba. Yo creo que muy parecido a nuestros tiempos donde hay una escasez de verdadera palabra de Dios.

Dice: "Aconteció un día que estando Elí acostado en su aposento cuando sus ojos comenzaban a oscurecerse de modo que no podía ver". Su falta de visión física, reflejaba una falta de visión espiritual también. Dice que: "esa noche Samuel estaba durmiendo en el templo de Jehová" ¿por qué? porque vivía en el templo; "donde estaba el arca de Dios". ¿Por qué puso el espíritu Santo eso "donde estaba el arca de Dios? Porque Samuel se compenetraba en ese ambiente donde estaba la presencia sobrenatural de Dios que recordaba los actos poderosos de Dios en la historia de Israel.

"Y antes que la lámpara de Dios fuese apagada Jehová llamó a Samuel", de noche, se van a acostar, antes de que soplaran las lámparas y las apagaran, Samuel ya quizás se iba a acostar, Jehová llamó a Samuel y él respondió "heme aquí y corriendo luego a Elí dijo: 'Heme aquí, ¿por qué me llamaste?' Samuel pensó que era Elí que lo estaba llamando, quizás tenía un aposento contiguo al de Elí y pensó "me llamaron."

“Y como no tenía experiencia en las cosas de Dios fue donde Elí y le dijo: "Aquí estoy, ¿para que me quieres?" y Elí le dijo: "Yo no he llamado, vuelve y acuéstate" y él se volvió y se acostó. Y Jehová volvió a llamar nuevamente a Samuel, este niño y levantándose Samuel vino a Elí y dijo: "Heme aquí ¿para qué me has llamado?" y él dijo: "Hijo mío, yo no te he llamado. Vuelve y acuéstate".

Dice y aclara aquí: “Y Samuel no había conocido aún a Jehová,” no tenía experiencia en las cosas espirituales, no sabía discernir los moveres sobrenaturales de Dios ni la palabra de Jehová le había sido revelada. Todavía no había entrado en su función sacerdotal.

[Si alguien me puede traer un poquito de agua, uno de los fieles, se lo agradezco muchísimo. Agua mejor. Gracias, hermanos]

Ni la palabra de Jehová le había sido revelada. Jehová, pues, llamó la tercera vez a Samuel y el se levantó y vino Elí y dijo otra vez por tercera vez: "Heme aquí ¿para qué me has llamado? Entonces entendió Elí que era Jehová quien llamaba al niño, al joven".

Hermanos, hay una forma específica de uno relacionarse con Dios y de escuchar la palabra de Dios. A veces Dios quiere decirnos cosas pero nosotros estamos tan toscos, tan ignorantes, por eso es que el pueblo de Dios necesita meterse de nuevo en una transformación espiritual que nos permita escuchar de Dios.

Dios quiere comunicarse con su pueblo, Dios quiere traer palabra profética pero muchos de nosotros estamos toscos y torpes y como no tenemos experiencia en como discernir la voz de Dios, creemos a veces que es nuestro propio pensamiento, una inquietud psicológica o algo. Y tenemos que pedir al Señor: "Señor danos discernimiento y enséñanos como abrir nuestra alma, nuestra vida a ti y como estar preparados para adorarte".

Hay una forma específica, Dios nos está diciendo de entrelazarse y relacionarse con el mover sobrenatural de Dios. [Thank you, dear] y necesitamos aprender como es que a Dios se le responde. Entonces dice aquí que: "Elí entendió que era Jehová quien llamaba al joven y entonces Elí le dijo a Samuel: 'Mira, Samuel, ve y acuéstate. Y si Él te llamare otra vez, Dios, entonces tú le vas a decir: 'Habla Jehová porque tu siervo oye' ".

Yo me imagino ese niñito, ¿no?: 'Ok. Voy a decirle, habla Jehová porque tu siervo oye. Habla Jehová porque tu siervo oye'. Llega se mete en el dormitorio, se acuesta otra vez y escucha la voz de Dios. Dice: "Vino Jehová y se paró y llamó como las otras veces". Era el Espíritu Santo de Dios que quería hablarle a Samuel, quería comunicarle algo: 'Samuel, Samuel'. Entonces Samuel dijo: "Habla porque tu siervo oye".

Imagínense ese niñito diciendo esas palabras ensayadas que le habían dicho. Porque Dios quiere revelarse a los niños también, por eso digo la generación Samuel. Dios quiere comenzar a hablarle a los niños, prepararse una generación que escuche de parte de Dios. Y miren lo pesada que es la profecía que Dios le confía a este niño. Dice: "Jehová le dijo a Samuel. He aquí que yo haré una cosa en Israel que a quien la oyere le retinarán ambos oídos. Aquel día yo cumpliré contra Elí todas las cosas que he dicho sobre su casa, desde el principio hasta el fin. Y le mostraré que yo juzgaré su casa para siempre, por la iniquidad que él sabe; porque sus hijos han blasfemado a Dios y él no los ha estorbado. Por tanto yo he jurado a la casa de Elí que la iniquidad de la casa de Elí no será expiada jamás, ni con sacrificios ni con ofrendas.

Y Samuel estuvo acostado hasta la mañana y abrió las puertas de la casa de Jehová. [Él era como un pequeño levita, hacía los oficios de la casa y le tocaba, abrió las puertas del templo] Y Samuel temía descubrir la visión a Elí [lo que había escuchado, tenía temor de decirle que Dios le había dicho acerca de su mentor, prácticamente su padre espiritual].

Llamando pues Elí a Samuel le dijo: “Hijo mío, Samuel, ven acá. Y él le respondió: Aquí estoy. Y Elí le dijo: ¿Qué es la palabra que te dijo Dios anoche? Te ruego que no me escondas nada de lo que Él te dijo, porque si me encubres una palabra de todo lo que habló contigo…” -te parta un rayo, fue lo que le quiso decir- “…así te haga Dios y aún te añada si me encubres palabra de lo que habló contigo.

Yo creo que Elí sabía que le habían dicho algo y que tenía que ver con él, tenía la conciencia culpable y quería saber lo que Dios le había dicho. Le dijo: No me encubras nada, dímelo todo aunque sea malo, yo quiero saberlo, quiero escucharlo. Y Samuel se lo manifestó todo sin encubrirle nada y entonces Elí dijo: 'Bueno, Jehová es'. En otras palabras: Él es Dios, haga lo que le de la gana. Si eso es lo que Él determinó en mi vida, yo lo respeto y lo recibo. Se resignó a la palabra.

Y Samuel creció y Jehová estaba con él y no dejó caer a tierra ninguna de sus palabras. Así como dijo Dios sobre Elí así le pasó y usted puede leer el resto de la historia. "Y todo Israel, desde Dan hasta Beersheva, conoció que Samuel era fiel profeta de Jehová". Una nueva época se abre, el mover profético de Dios vuelve a correr. El viento del espíritu comienza a soplar otra vez, sobre la tierra, porque Samuel un profeta de Dios se está moviendo en el pueblo.

"Y Jehová volvió a aparecer en Silo". Silo era un lugar muy específico en la Escritura donde se dieron grandes milagros. Dios comenzó otra vez. "Porque Jehová se manifestó a Samuel en Silo por la palabra de Jehová".

Ahora, hermanos, lo que Dios puso en mi corazón que compartiera con los maestros de niños ayer y lo comparto ahora con ustedes y con los hermanos que nos escuchan y nos ven a través de la Internet. Dios dice a la iglesia de Jesucristo: "Prepárenme una generación como la de Samuel" y esto está hablándose no solamente a los padres de niños sino también a los adultos que no tienen niños, a los varones, a las hermanas solteras.

Mire, Dios quiere que nuestras iglesias sirvan como incubadoras de profetas y de evangelistas, de maestros, de apóstoles que en 20, 15 años lleguen a ser esa nueva generación que Dios va a usar. Porque yo no puedo explicarle todo a menos que ustedes no entiendan, está convicción que hay en espíritu y no mía solamente, sino es la convicción de mucha gente con la cual yo he estado conectándome, escuchando y leyendo porque Dios ha puesto esta inquietud en mi corazón y entonces he estado buscando en el Internet y leyendo y Dios le está hablando a su pueblo acerca de un tiempo que se avecina donde Dios quiere cambiar muchas cosas en el mundo y quiere iniciar una nueva época en la historia de la humanidad.

Yo siento que Dios está preparando un tiempo como nunca antes en la historia de la humanidad y yo creo que antes que Cristo venga [y de nuevo, no tengo tiempo para desmenuzar todo esto escatológicamente] en el mundo se tienen que dar ciertos fenómenos, ciertos eventos.

Yo creo que todavía Dios quiere que naciones vengan al conocimiento de Jesucristo. Nosotros estamos pensando simplemente en término de individuos, personas y eso es muy importante como decía el doctor Richard Booker el viernes: hay una diferencia entre el Evangelio de Salvación y el Evangelio del Reino.

Cristo habló del Evangelio del Reino y a mi siempre me ha impactado eso, porque el Señor dijo en su gran comisión: "Id y haced discípulos a las naciones". Mire que Dios siempre piensa en término de colectividades. "Serás salvo tú y tu casa". Si usted lee las profecías en el Antiguo Testamento habla de las naciones. Naciones, una y otra vez, habla de Egipto y de Mohab. Dios le habla de su juicio a las naciones.

Habla de que en los últimos tiempos habrá naciones que conocerán al Señor y por eso les digo que Dios ha estado hace ya varios años revolucionando mi escatología y yo no estoy seguro todavía, pero ahora estoy entendiendo un poquito mejor porque hay inquietudes que Dios ha puesto en mi corazón que no encajan con algunas cosas que yo oigo tradicionalmente en la escatología de la iglesia, pero ya eso viene de muchos, muchos años atrás.

Y Dios prepara una época en que yo creo, que la Iglesia de Jesucristo estará instalada como una Institución de gran autoridad en las naciones.

Yo creo que Dios quiere que la iglesia de Jesucristo impacte gobiernos, impacte sistemas legales, impacte el mundo académico, impacte el mundo filosófico-artístico, impacte los medios de comunicación, impacte el mundo corporativo-financiero. Nosotros siempre estamos pensando en términos de una persona. El diablo piensa en términos de una nación, un sistema, una colectividad, una doctrina, una disciplina académica, un área de la vida de una nación.

Dios está trayendo como una transformación a la iglesia de que comience a pensar en grande, que comience a pensar… Yo hace años escribí esto: El Master Plan que todavía está en el Internet. Ni siquiera me he preocupado por buscarlo. Hace ya como 4 o 5 años Dios me puso a escribir este documento a cerca de, precisamente, lo que Dios quiere de gobierno apostólico.

Y en ese tiempo yo no entendía tanto como ahora entiendo. De todas las cosas que Dios quiere hacer, de que Dios quiere que vayamos preparando para invadir, para establecer. Yo veo en mi espíritu una época que viene donde la iglesia de Jesucristo tendrá gran autoridad como nunca antes.

Ahora mismo, si miramos Europa, la iglesia de Jesucristo absolutamente está decrepita, completamente en el suelo. Estados Unidos cada día va empeorando la condición de la iglesia evangélica en Estados Unidos, no hay diferencias en muchas áreas entre un evangélico y un pagano.

Los gobiernos no toman noticia de los valores judeo-cristianos ya. Hemos perdido las universidades, hemos perdido los medios de comunicación, los periodistas, el New York Times, New York Post, Boston Globe, las páginas del internet no registran el impacto de la iglesia.

Personas como Sara Payline y Mike Cockaby son muy interesantes pero, no, jamás comandan respetabilidad intelectual o política. Hacemos el ridículo muchas veces. Y yo amo esa gente, yo creo que tienen un corazón puro pero o son lo que Dios necesita, lo que Dios quiere en este tiempo para comandar la atención.

Hay gente escondida que Dios tiene que sacar y llenar con el espíritu Santo. Hay Moiseses, que todavía están en Egipto, pero Dios quiere tomarlos y convertirlos en libertadores de su pueblo. Y la iglesia tiene que preparar eso para que verdaderamente podamos hablar en el espíritu profético.

Hoy en día en nuestros países, como en Guatemala, por ejemplo, es otro país surgen presidentes evangélicos y hacen el ridículo y fracasan y fallan. En Brasil tenemos un 30-40% de evangélicos pero no se siente la diferencia.

En el Salvador, en Puerto Rico hay grandes números de evangélicos pero pregúntese si los gobiernos, si la justicia social, si el progreso que se supone que represente el avance el evangelio se manifiesta en las estructuras de nuestras culturas. No. No lo hay. Aquí en Estados Unidos hay grandes congregaciones de miles de personas, los púlpitos más desarrollados se encuentran en Estados Unidos, sin embargo este país sigue despedazándose más y más espiritualmente.

El diablo sigue ganando más y más terreno porque la iglesia no hace una diferencia. Al diablo no le importa que se levante 100 ó 1000 mega iglesias si el se queda con los medios de comunicación, con las universidades, con los hospitales, con el gobierno, con las corporaciones, con las agencias sociales. Porque el piensa en términos de sistemas y legítimamente ha posesionado.

Hermanos, Dios quiere cambiar las cosas. Cada vez que yo paso por Harvard y yo veo todos esos edificios, ese gran vecindario, esa ciudad increíblemente poderosa que es Harvard, ustedes ¿saben lo que yo pienso? Nos la robaron. Porque Harvard fue fundada como una institución para el entrenamiento de ministros. La primera persona que dio dinero para Harvard fue John Harvard y dio su biblioteca y el equivalente de unos 10 mil dólares para fundar esa universidad y por muchas décadas, dos siglos y pico, Harvard fue un lugar que el evangelio se temía a Dios.

Por lo menos había temor de Dios y por mucho tiempo fue un lugar para con pasión con Dios. Hoy en día es un motor de secularismo y racionalismo terrible. Nos han robado esas cosas, pero yo creo que Dios quiere restaurar eso y quiere prepararse una generación. ¿Ve? Ahí es donde yo voy. Estos son tiempos de cambios.

Vamos a ver cambios y nosotros somos una generación de transición, pero yo creo que en 15, 20, 25, 30 años si Cristo no ha venido y yo personalmente creo que todavía falta para su venida, aunque puede venir ahora mismo; pero en 15,20,30 años Dios va a querer que esos niños que ahora están jugando allá arriba -y no jugando sino recibiendo enseñanza y palabra y que vienen los viernes- que esos niños sean la generación que esté en control y que haga establecer la presencia de Dios.

La palabra de Dios en esta nación: que sean abogados y gobernantes y hombres de negocios y periodistas; que reflejen los valores del reino de Dios y que la Iglesia tenga poder, tenga autoridad, que el mover profético de Dios esté en medio de la tierra y que esos niñitos sean adultos llenos del espíritu santo. Con una palabra profética para darle a presidentes, a primeros ministros, a los dirigentes de las instituciones poderosas. Esa generación Samuel que Dios está preparando y eso quiere decir que la iglesia hoy tiene que estarle preparando al Señor esa generación.

Ese es el punto que Dios me ha dicho.

Dios dice: "Prepárenme la generación que yo voy a usar para conquistar terreno". Ahora después de todo eso, sabemos que Dios tiene su venida y de nuevo nadie sabe como todo esto se ensambla. El problema es que hablar de estas cosas requiere tanto matiz que uno tendría que pasarse horas poniendo los puntos sobre las "íes".

Pero, valga decir, tiempos se acercan. Grandes transformaciones, gran influencia le espera a la iglesia de Jesucristo y Dios dice: "Prepárenme la generación que yo voy a usar para establecer por un tiempo mi dominio antes de que mi hijo venga. Para entonces yo buscar una iglesia que me entregue lo que a mí me pertenece y se la entregue a mi hijo y mi hijo me la entregue a mí. Y yo se El Todo en Todo como dice el apóstol Pablo".

Entonces, es importante que entendamos, Samuel nace en el contexto de esa iglesia decrepita, esa iglesia que representa Elí, decaída. El pueblo de Israel se ha corrompido, no hay fuerza, no hay palabra, no hay pasión para con Dios.

Y yo creo que estos niños se están desarrollando en medio de una iglesia así, que necesita fuerza, necesita renovación. El poder de Dios tiene que fluir en la iglesia, en nuestra iglesia, las iglesias de Cristo. Ahora mismo, estos niños representan esperanza de una iglesia nuevo-testamentaria, llena del poder del espíritu santo.

Y esos niños van, están ahora ahí desarrollándose en ese contexto, así que eso es bien importante. Esos niños están creciendo en el contexto de una iglesia mundial que necesita renovación y necesita una visitación del poder de Dios.

En segundo lugar, estos niños, esta generación Samuel, requiere padres que como Ana, amen a sus hijos, los valoren y los deseen. Dice la Biblia que "Ana le traía una túnica cada año". Ana no se desentendió de Samuel porque lo entregó en el templo, no, Ana seguía con sus deberes de madre. Y yo me imagino que ella visitaba continuamente a su hijo. Ana deseaba un hijo. Cuando ella vino ante Dios derramó su alma pidiéndole un hijo a Jehová y el Señor se lo concedió.

Hoy en día, hermanos, la gente no valora los niños muchas veces. La gente no quiere tener hijos. Ahora, los hispanos, gracias a Dios no tenemos ese problema. Nosotros nos estamos reproduciendo increíblemente, como conejos. Esto está creciendo, aunque nos cierren todas las puertas de Texas y de California, ya estamos metidos aquí, nadie nos saca de aquí. Vamos a seguir creciendo.

Dicen los sociólogos que una de las revoluciones más grandes que se están dando en los Estados Unidos es el desarrollo de la comunidad latina, ¿saben? Eso es así. Para el año 2050 se espera que este país que este país sea casi un 30% latino. Así que imagínese eso. Aquí la gente va a tener que aprender a comer plátano, tortilla y a tomar malta Goya aunque les guste o no les guste porque el pueblo de Dios y el pueblo latino y la iglesia de Jesucristo tiene un gran deber de discipular a esa comunidad y a nuestros niños, hermanos.

Nosotros tenemos el deber de levantarlos en el temor de Jehová y ofrecerle al Señor unos jóvenes, una generación dentro de 10, 15 años que revolucione esta nación. Yo creo que Dios ha traído la nación latina aquí como una comunidad profética. Nuestros valores son valores sanos, aún los que no conocen el evangelio como nosotros lo conocemos, son gente que son temerosa de Dios. Lo que pasa es que si no los discipulados, no los evangelizamos se van a ir, como se han ido los demás grupos, simplemente secularizándose.

Por eso es que la iglesia de Jesucristo está llamada a ser una iglesia militante y a tener visión para entregarle al Señor nuestra comunidad y decirle "Padre, aquí están los hispanos para hacer la diferencia en este país". Para que nosotros hagamos el balance, que esta nación ahora se va de un lado y del otro. Están como Israel entre dos dioses y nuestra comunidad cuando pueda votar y esa generación cuando llegue el momento de votar y de hacer valer sus valores cristianos, eso es lo que va a hacer la diferencia en este país.

Ahora mismo, nosotros hacemos ya una gran diferencia, pero todavía más. Por eso es que tenemos que amar a nuestros hijos. Padres, yo les digo: valoren a sus hijos. Como Ana valoró a Samuel. No, no dejen a sus hijos aquí. Hay hermanos que llegan a la iglesia y sueltan a los niños como si fuera una papa caliente y los sueltan por allí y se meten por aquí y se olvidan de sus hijos.

¿Dónde están sus hijos? A veces yo camino por los salones y las escaleras y encuentro a los niños colgándose de una de las barandas de... y los padres no saben donde están. Lleve a su hijo a la clase y dígale: "Te quedas allí o ya tú sabes lo que te va a pasar". Llévelo a la clase, péguese a ellos. En el tiempo de adoración no los deje sueltos, no, que aprendan a adorar al Señor. Valore a sus hijos, déle importancia a sus hijos.

Y le digo a los papás, a los varones: Varones amen, eduquen, discipulen a sus hijos. No le dejen todo el trabajo a las mujeres. Gregory me hablaba el otro día y Omar acerca de que se han dado cuenta de que padres jóvenes que vienen al frente con sus niños en los brazos. Oiga, eso es precioso. Eso quiere decir que estamos cogiendo la idea. ¡Qué bueno, cuando esos varones asumen su rol de discipuladores, también!

Óiganme el varón tiene un rol muy importante que jugar en la educación de los niños. No le dejen el trabajo a las mujeres solamente. Varones, métanse ahí a bendecir a sus hijos. A mí me encantaría ver hombres allí arriba trabajando en la escuela dominical, trabajando en AWANA y en todos estos Ministerios.

Varones, ¡por favor! Asuman su trabajo, la parte del trabajo. No le dejemos solamente a las mujeres. Yo celebro lo que están haciendo los hombres, como están creciendo, pero todavía necesitamos más. Porque tenemos el deber de valorar, amar y no le deje a la iglesia todo el trabajo. Ana aunque consagró a Samuel seguía involucrada en la vida de su hijo.

Nosotros tenemos que valorar a los niños. Los niños tienen alma, los niños tienen espíritu. Dios le quiere hablar a los niños como le habló a Samuel. Padres que amen a sus hijos, los valoren y los deseen.

En tercer lugar, la generación Samuel requiere gente que le consagre y entregue sus hijos al Señor desde pequeños. La clave aquí es consagrar, entregar. Padres, tomen a sus hijos y conságrenselos al Señor activamente, bendigan a sus hijos todos los días en la noche oren por ellos y declaren la bendición de Dios.

Declaren un destino profético sobre sus hijos, oren por ellos y digan: "Padre yo te entrego mi hijo, te entrego mi hija. Será un hombre, una mujer de Dios. Será una profetiza, será una consejera, un consejero para tu iglesia".

Hermanos, miren, yo le digo al Señor siempre, aunque mis hijas no lleguen a ser grandes e ilustres mujeres pero que amen a Dios. Eso es lo único, lo que más me importa. Ahora, gloria a Dios, van a ser y son mujeres especiales, pero sobre todo yo quiero que amen al Señor apasionadamente. Eso es lo más importante. Asegúrense de que sus hijos, consagren a sus hijos al Señor y derive placer de ver a sus hijos crecer en el amor a Dios.

Entréguelos, bendígalos, impóngale manos, únjalos, declare el favor de Dios sobre ellos.

Cuarto lugar. Esa generación Samuel es una generación que nace bajo una unción sobrenatural en respuesta a las necesidades del pueblo de Dios y de este tiempo. Hay una unción especial: esos niños, esta generación de niños, tiene un llamado, una unción profética sobre sus vidas y tenemos que reconocerlo.

Vea en su hijito. Iglesia: veamos en esos niños. Como Samuel un llamado especial, esos niños están destinados a ser cosas grandes y preparar esa venida del Señor poderosa, nuestros tiempos. Así que véalo así y cuide a esos niños, protéjalos, invierta en ellos, prepáreselos al Señor. Porque Dios está diciéndole a la Iglesia: "Prepárenme mi generación, Samuel. Preparen mi generación de transición. Preparen mi generación que va a sustituirlos a ustedes para la obra a la cual yo los he llamado".

Y tenemos un sagrado deber como iglesia de invertir y esforzarnos y trabajar. Así les hablo a las iglesias que escuchen este mensaje también: preparen esa generación que va a gobernar y que va a establecer grandes cosas en los tiempos futuros. Es una generación con una unción sobrenatural.

En quinto lugar, es una generación destinada a sustituir la iglesia actual que hasta cierto punto ha perdido su unción sobrenatural. Como Elí, Samuel sustituyó a Elí en el sacerdocio: poder profético en Israel. Nosotros tenemos cosas que hacer y Dios nos va a usar pero en realidad esa generación que viene va a ser como la generación que entró a la tierra prometida y nosotros estamos llamados a prepararle al Señor, educarle al Señor esos niños para que cuando entren en su adultez estén listos para hacer la obra que Dios quiere que hagan.

Ellos están llamados a sustituirnos a nosotros.

En sexto lugar, esa generación Samuel es una generación ungida específicamente para restaurar lo profético y para moverse bajo la unción profética. Esos niños van a ser adultos que van a escuchar de Dios, van a recibir palabra de Dios. Se van a mover bajo una unción poderosa, un peso de la generación de Dios.

Es una generación escogida para hacer grandes cosas y tenemos que educarlos como hizo Elí: instruirlos, que se acostumbren a adorar al Señor. Hay que pasarlos al frente para que dancen, para que canten, para que dirijan, hay que imponerles manos, hay que pedirles que oren también por otros. Hay que enseñarlos a orar, a adorar, hay que creer que van a ser bautizados en el Espíritu Santo.

Hay que creer que van a profetizar, hay que creer que esos niños van a hacer cosas muy grandes, muy poderosas y tenemos nosotros que estarlos entrenando para que sepan como moverse en la unción sobre natural.

Es una generación destinada a traer avivamiento y renovación a la iglesia porque ahora la palabra de dios escasea. La iglesia tiene meros asomos, hay pequeños destellos de la gloria y la presencia de Dios en este tiempo en la iglesia. Pero Dios quiere usar ahora esa generación para traer avivamiento a nosotros. El problema no es el mundo allá afuera, el problema es la iglesia.

Cuando la iglesia sea avivada el mundo tomará su directiva de la iglesia. Cuando la iglesia se ponga de pie y comience a vivir sobrenaturalmente fundamentada en la palabra de Dios, el mundo tendrá que tomar noticia.

Cuando Dios se mueve en la Iglesia el mundo... dice la Biblia que: "Dios nos ha entregado el mundo". Dios nos ha entregado la tierra. Dice: "Todo poder me es dado en la tierra y en el cielo por tanto id" fue lo que dijo el Señor Jesucristo. El tiene poder, el diablo quiere hacernos pensar que él es el que tiene poder y en un sentido es el príncipe de este mundo, pero por encima de él -él es un príncipe ilegitimo- está Jesucristo. Y hay una parte que nosotros tenemos y tenemos que prepararle al Señor: esa generación que va a darle duro al mundo con su unción y sustituirnos a nosotros.

En octavo lugar, esa generación Samuel debe crecer en el templo de Jehová donde está el arca de dios. Como creció Samuel, cerca de los dones, conociendo el poder de Dios, compenetrándose con él. Vamos a instruir a nuestros hijos en una visión sobrenatural.

Lo que a mí me gusta del ministerio de AWANA es que los niños crecen como con una mentalidad guerrera, tienen banderas, tienen chalecos, tienen sus bolsitas, tienen sus rangos, tienen sus canciones, tienen sus danzas, tienen sus símbolos y estos niños crecen en una manera diferente. Se aprenden textos bíblicos.

¿Saben hermanos? Que hoy en día muchas iglesias creen que con mucha tecnología, mucho video, muchas presentaciones de PowerPoint y todo eso es que vamos a hacer la diferencia. Yo creo que todo eso es bueno y debemos usar la tecnología, pero el diablo ha tenido tanto poder sobre los niños en este tiempo que nuestros niños muchos están ya corrompidos espiritualmente y necesitan liberación.

Necesitan una medicina muy fuerte, necesitan alimento sólido. Necesitan las abcs de la vida cristiana, necesitan que se ore con ellos y por ellos, necesitan que se les imparta la unción y el bautismo del espíritu santo. Necesitan aprender a usar las armas de guerra, porque están en guerra.

El diablo ha querido poseer sus almas. El Internet los corrompe, los medios de comunicación los sexualiza antes de tiempo, los convierten en consumidores antes de tiempo. Los niños están ya ordenándole a sus padres que les compren el tenis de última moda de 150 dólares porque sino se sienten ridículos. Las niñas están corrompidas a los 12, 13 años ya están sexualmente activas y los jovencitos se han convertido en predadores, victimarios de las niñas que el sistema este maldito de las escuelas y el Internet y todo eso endemoniado le está enseñando rebeldía contra los padres, una sexualidad desaforada, una actitud consumerista, secularismo, rebeldía contra la autoridad.

Todo lo malo el diablo ha querido metérselo y los poderes ahí afuera están cooperando con el enemigo. Deshaciendo lo que la iglesia trata de hacer, bajo supuestos valores y paradigmas seculares racionales que son verdaderamente doctrinas del demonio que están siendo infundidas. Y esa generación necesita un poder especial para sacar con fuego lo que el diablo ha metido en sus corazones.

Hay niños hoy a los 7, 8, 9 años ya están adictos a la pornografía porque la Internet los ha corrompido y los niños hoy en día crecen en su propia sub-cultura con los iPods los text messaging, el Internet, los tweeter y todas estas cosas, el Facebook y You Tube y todo esto. Los niños no necesitan a los padres ya, están creciendo en su propia subcultura y están siendo discipulados por el mundo secular. Necesitan liberación, necesitan sanidad.

Por eso es que tenemos que darle fuego, tenemos que darle espíritu santo, tenemos que darle palabra de Dios, tenemos que educarlos en el templo.

Cerca de donde está el arca de Dios que es símbolo de poder, de presencia de Dios. Tenemos que invertir en nuestros hijos, tenemos que traerlos a la iglesia, tenemos que pelear a brazo partido con el enemigo que quiere sellar a nuestros hijos antes porque quiere matar el espíritu profético.

El diablo quiere, como siempre ha hecho, con Faraón que quiso matar a los hebreos cuando nacían y como Herodes que quiso matar a esa generación para que no saliera el Mesías. Hoy en día el diablo quiere destruir esa generación profética y la iglesia tiene que ponerse de pie y decir: ¡No! Nosotros vamos a pelear por ellos y vamos a infundirles una mentalidad espiritual.

Padres entendamos que estamos en guerra por el alma de nuestros hijos y que tenemos que presentarle al Señor una generación como Él la necesita para sus propósitos de los últimos tiempos. Perdonen, pero esto es importante. Tengo un par de puntos más y les prometo que ya estoy aterrizando.

Esa generación Samuel, debe recibir un entrenamiento, una educación espiritual intensiva, continua, bíblica como Samuel la recibió. Las escrituras, aprenderse versículos, conocer los personajes de la Biblia, los libros de la Biblia, memorizarse coros, danzar ante el Señor. Debemos entrenarlos para que sean guerreros.

Tienen que ser instruidos en los misterios y el contenido de la Palabra de la biblia, tiene que ser entrenada en como comunicarse con Dios, como responder a Él cuando Dios hable. Bien importante.

Penúltimo punto, tiene que ser [esa generación Samuel tiene que ser] entregada, consagrada, cedida a Dios como propiedad suya por padres que entiendan el llamado especial profético que tiene esa generación para iniciar una nueva época en la vida del pueblo de Dios y aún de la sociedad en general.

Tenemos que entregar nuestros hijos al Señor y decirle: "Aquí está mi ofrenda. Tú me diste esta hija y yo te la ofrezco como instrumento en tus manos". Consagre sus hijos al Señor y entréguelos a Dios y dígale: "Señor, esto es tuyo para tus propósitos. Es una lanza, es una flecha, es una bala, es una bola de cañón, es un proyectil que yo quiero poner en tus manos para que Tú rompas cercos y derribes muros y traigas una nueva ola, un nuevo sistema en la vida de tu pueblo".

Consagre sus hijos al Señor, dele nombres proféticos a sus hijos. Comience a profetizar sobre sus hijos, visualice el tipo de hijo, de hija que usted quiere y profetice, declárelo delante del Señor. Háblele a su hijo y dígale: "Yo te declaro una mujer de Dios, una consejera, una Débora, una Sarah, una María en el pueblo de Dios". "Yo te declaro un Gedeón, yo te declaro un Kaleb, yo te declaro un Samuel, yo te declaro un Josué en la vida del pueblo de Dios. Yo te consagro para avivamiento, te consagro para renovación, te consagro para pronunciación de palabra profetica, te consagro para ser un profesional lleno del espiritu santo donde quiera que tú vayas, que tú declares que la gloria y la honra es para Dios. Te consagro como un cantante, como un salmista, como un profeta de Dios".

Declare el futuro de Dios sobre sus hijos y conságreselos al Señor.

Y por último lugar, la generación Samuel, será llamada a traer orden tanto dentro de la iglesia como fuera de la iglesia. Esa generación quitará y pondrá reyes, quitará y pondrá Primeros Ministros y Presidentes, consagrará gente para el servicio de Dios en mundo secular, inspirará santo temor entre los inconversos porque el poder de Dios será tan fuerte en ella que será como que profetas y apóstoles y ungidos de Dios están caminando sobre la tierra declarando la gloria de Dios y el mundo tendrá que poner atención y temer ante los decretos de esos hombres y mujeres llenos del espiritu santo.

Ahora la iglesia está en vergüenza, derrotada, perseguida, no tiene relevancia, no tiene vigencia, no es escuchada, es ridiculizada. La gente declara la muerte de la iglesia. Time Magazine, Newsweek, escritores de gran renombre se ufanan de que ya el tiempo de la iglesia cristiana en Estados Unidos está en decadencia y locamente declaran que ya la ciencia, el conocimiento, ridículo, ridículo.

En estos tiempos post-modernos, todavía el diablo tiene los corazones de la gente, haciéndoles creer que la solución está en más conocimiento, mejor psicología, mejor antropología, mejor sociología, mejor biología, química, cuando ya todo eso... ya ellos mismos confiesas que todo eso falló. Falló en el siglo XX y ahora el diablo quiere volver a renovarlo en el Siglo XXI, cosas locas. La ciencia y el conocimiento nunca han sido la solución para la humanidad y quieren despojarse de los que creen bajo el nombre de fundamentalismo.

Creen que al darnos un nombre de fundamentalistas ya nos están poniendo una X y nos están borrando del escenario. La religión, la espiritualidad nunca desaparecerá del ámbito humano porque está escrita en el corazón del hombre. Dios la escribió allí. Nadie se podrá zafar de eso, está en los genes, está en la biología, está en la química, está en la electrónica del cuerpo humano. Nadie podrá zafarse de eso.

Y la iglesia de Cristo todavía los mejores tiempos están delante de ella, hermanos. Tenemos que prepararle al Señor una generación nueva, tenemos que estar invirtiendo porque lo que viene es grande. Tenemos que estar envisionando cosas grandes que Dios va a hacer y preparándole a Dios sus profetas, sus maestros, sus apóstoles, sus evangelistas, sus pastores y pastoras. Gente llena del espiritu Santo, moviéndose en el poder de Dios.

Dios nos dice: "Celebren, casen a sus hijos y a sus hijas, abran negocios, construyan templos porque van a necesitar muchos lugares donde venga la gente a recibir palabra mía. Prepárenme vasijas, vasijas no pocas, porque el aceite que yo tengo que dar es mucho y va a correr por toda la tierra. Así que prepárenme una generación de líderes. Prepárenme una generación de líderes porque los necesito para la obra a la cual yo los he llamado".

Ese es el llamado de Dios para la iglesia de Jesucristo en este tiempo. Vamos a preparar la generación Samuel, vamos a preparar la generación que va a instalar a David y a Saúl y va a ungir a los reyes y va a caminar inspirando temor al mundo alrededor porque el Dios mismo caminará con ellos. Esa es la palabra del Señor para esta iglesia y para la iglesia de Jesucristo en este tiempo.

Vamos a ponernos de pie. Traigan sus niños aquí un momento, padres. Los que tienen niños tráiganlos aquí un momento. Y vamos a orar también por los que están allí arriba y proféticamente vamos a declarar la unción de Dios sobre esa generación en esta tarde. En el nombre de Jesús. Nosotros declaramos que esos niños son guerreros, generales, presidentes, médicos, periodistas, escritores, artistas, consejeras, son Deboras, son Sarahs, son Ruths, Esteres, que Dios está usando y ahora mismo en el nombre de Jesús.

Acérquense bien hacia adelante, vengan bien hacia adelante, y si hay que empujar un poquito los asientos primeros, por favor, acérquense madres y padres. Bien hacia adelante, bien hacia adelante. Inclusive si tienen que subir aquí, suban aquí algunos para que otros tengan oportunidad. Vengan aquí arriba algunos.

Vamos a entregarle esos niños al Señor y los que están allí arriba también se los consagramos al Señor. Si quieren subir aquí los niños déjenlos que suban como sea, o suban ustedes con ellos, no se apuren.

En el nombre de Jesús, declaramos tiempos nuevos, soltamos una unción especial y que esto sea simplemente una primicia. Esto es simplemente un símbolo de lo que Dios está haciendo y va a estar haciendo en Latinoamérica, en Asia, en Europa, en la India, en el Medio Oriente, en Australia, Asia Central, el Océano Pacífico, Rusia, Mongolia, Tíbet. El Señor está haciendo cosas grandes.

En el nombre de Jesús declaramos unción especial corriendo hoy en día. Esta es la generación Samuel, la generación Samuel. Declaramos una generación ungida llena del Espiritu Santo, una generación profetica. We declare a profetic generation. Declaramos que estos niños serán la punta de lanza que Dios va a usar, guerreros espirituales, entendidos en el mover de Dios.

Ponga su mano su niño ahora mismo y declare una nueva generación, un mover poderoso de Dios, la llenura del Espiritu Santo, plenitud de vida, revelación. Niños que vean visiones, sueñen sueños, reciban palabra profetica de Dios, se muevan en el poder del Espiritu santo.

En el nombre de Jesús, declaramos tiempos nuevos, un fluir del Espiritu Santo, llenura del espiritu de Dios, fluir del poder de Dios, fluir del poder de Dios. Una nueva generación. Generación profetica, generación Samuel, generación destinada a cambiar destinos, generación que tiene autoridad para fluir en el poder y los dones del Espíritu Santo.

En el nombre de Jesús declaramos padres sabios, padres entendidos que conozcan su llamado y que sepan lo que Dios les ha llamado a hacer. Ustedes son guardianes, ustedes son nodrizas, ustedes son madres espirituales, ustedes cuidan la propiedad de Dios. Sus hijos son el talento que Dios ha puesto en sus manos. Asegúrese de educar a sus hijos en el poder y el temor de Dios; proveerles ambientes sanos, donde la presencia de Dios pueda correr y hacer cosas.

Yo desato, en el nombre de Jesús, unción celestial sobre los niños de esta congregación, sobre los adolescentes de esta congregación. Sello sus mentes y sus corazones contra toda artimaña del diablo, toda malicia del enemigo que quiera poseer sus corazones y sus almas. Los declaramos una generación profetica que fluya en el poder del Espiritu Santo llena de los dones de Dios, sabia y entendida en el uso de los artefactos, los utensilios, las vasijas del templo de Dios.

En el nombre de Jesús, los adolescentes, los jóvenes de esta iglesia los declaramos ungidos, llenos del Espiritu Santo, sabios en el uso de las armas de guerra espirituales. En el nombre de Jesús. Sus corazones quedan sellados, declaramos la unción, la unción de Dios está fluyendo en este momento. El fuego de Dios está sellando los corazones, el calor de Dios está fluyendo.

Niños reciban la unción del Espíritu Santo, niños reciban la palabra de Dios, niños reciban revelación en sus espíritus y sus corazones, niños reciban, reciban en el nombre de Jesús gracia, Gracia de Dios, unción fresca de Dios. Unción de Dios. En el nombre de Jesús, gracias. Unción fresca del Espiritu Santo sobre los niños. Sean bendecidos, sean llenos del espiritu profético de Samuel. El espiritu profético de Samuel. Fluya el espiritu Santo, fluya la gloria de Dios.

"Levántenme una generación", dice el Señor. Yo me preparo una generación, Yo me reservo una generación elite, una generación sacerdotal, una generación guerrera, mis generales yo los preparo para la cosecha de los últimos tiempos", dice el Señor.

"Mi gloria se posará sobre ellos. El arca de mi poder caminará sobre ellos. Yo respaldaré su palabra y no dejaré que caiga una sola palabra de ellos a tierra como hice con Samuel, lo haré con ellos también", dice el Señor.Palabra de Dios en los corazones de estos niños. Un nuevo orden espiritual. Aleluya. Te damos gracias Señor. Ayúdanos a levantarte un ejército poderoso, Padre.

En el nombre de Jesús declaramos tu unción, declaramos tu Gloria.

Gloria de Dios sobre estos niños. Aleluya, Aleluya. Gracias Señor. Recibimos tu doble porción. Gracias Jesús. Amén.

El final de todas las cosas está cerca. Estás listo?

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El doctor Richard Booker es el fundador del Instituto para estudios hebreo-cristianos. También tiene otro Ministerio que se llama “Sonidos de la Trompeta”. Este hombre de Dios lleva más de 30 años llevando el mensaje hebreo-cristiano a las naciones. Hace más de 30 años el Señor tocó la vida del doctor Richard Booker mientras él era un hombre muy exitoso en el área de los negocios. Dios lo llamó al Ministerio a través de una visitación muy poderosa, una confrontación directa con Jesucristo. El doctor Richard Brooker llegó a conocer al Señor. Dejó todo su trasfondo secular, profesional y desde entonces sirve al Señor y al pueblo de Dios llevando a cabo el mensaje de las raíces hebreas del cristianismo y ayudando a los cristianos a recuperar esa dimensión de su fe.

Gail Thomas que es miembro de nuestra comunidad anglo-parlante aquí en León de Judá, es representante del ministerio que el doctor Richard Booker dirige. Gail ha estado trabajando con ese Ministerio durante muchos años de graduada del Instituto para estudios hebreo-cristianos y el hecho de que él esté aquí esta noche con nosotros es resultado de esa relación que muchos años ella lleva con ese Instituto. Así que es un privilegio tener al doctor Richard Booker y vamos a escuchar lo que Dios tiene para hablarnos a través de su ministerio.

Démosle un gran aplauso de bienvenida al doctor Richard Booker que está con nosotros.

Una cosa. Para los padres que tiene niños sepan que hay una película que se está ofreciendo ahora mismo arriba. Así que si usted tiene un niño y quiere que escuche o sea parte de una película que se está presentando, déjele saber. Es en el tercer piso allá en el 301, 302. Así que están bienvenidos.

Aleluya. Amen. Jesús es Señor. Gloria a Dios. Amén, Amén, Amén. Te adoramos, Señor. Bendecimos tu nombre. Magnificamos tu nombre. Tú eres el único Dios verdadero. El santo de Israel. Aleluya. Magnificamos tu nombre. Te damos alabanza y gloria y honor, Señor e invitamos a tu espíritu Ruajacodesh, que venga y este en nuestra presencia y en nuestro medio. Invade nuestras vidas, Señor. ¡Qué no vayamos a nuestras casas como vinimos! Cámbianos esta noche. Haznos más como Tú Señor, para que la ciudad de Boston vea tu luz y se arrodille a ese nombre que es sobre todo nombre. Aleluya. Denle un gran aplauso al Señor. Bendito sea su nombre, Aleluya. Gracias por toda esa alabanza hermosa que ustedes han presentado. Yo no sabía que estaba en Boston, pensé que estaba en Jerusalén. Aleluya. Ese es nuestro destino final. Amén. Quiero conversar con ustedes en esta noche. ¿Cuántos de ustedes creen que estamos viviendo los últimos tiempos? Aleluya.

Y eso quiere decir que la venida del Señor está a las puertas. Yo quiero hablar con usted acerca de cómo servir a Dios en los últimos tiempos. La Biblia nos dice que podemos hacer muchas cosas para servir al Señor en los últimos tiempos.

Y yo quiero compartir con ustedes una pieza de la Escritura esta noche. Está hacia atrás en el nuevo Testamento, escrito por un hombre judío.

En español lo llamamos Pedro. Ken quiere decir en hebreo ‘sí’. Así que si usted escucha algo que le gusta de momento usted puede decir “Ken”, “Sí”.

La primera vez que fui a Israel –hace 25 años- el nombre de toda la gente parecía que era Ken. Entonces me di cuenta que lo que quería decir era “sí”

Si usted tiene su Biblia, abra su Biblia en Primera de Pedro, capítulo 4. Quiero leer un pasaje de la Escritura y entonces comentarlo. Primera de Pedro, capítulo 4, versículos 7 al 11.

Estamos muy agradecidos de tener a Gail y su hermana con nosotros esta noche.

Gail fue con mi esposa y yo a Israel hace varios años ya. Y de momento descubrió que estaba en casa, finalmente al llegar a Israel.

Regresó a su estado natal de New Hampshire, vendió todo lo que tenía, que no era mucho, de paso. Se mudó a Houston, Texas donde yo vivo. Se pasó un año con nosotros en nuestro Ministerio. Tomó todos sus cursos, worked in the Ministry with us para absorber el Ministerio. Luego regresó aquí a Nueva Inglaterra para compartir lo que Dios había puesto en ella, con Nueva Inglaterra. Así que por favor, cuando puedan oren por Gail. Gracias

Aquí tenemos Primera de Pedro 4:7-11 y lee de esta manera:

Ahora quiero hablar a ustedes acerca de esta escritura. Pieza por pieza, parte por parte. Primeramente Pedro declara: “El final de los tiempos está a la puerta”. Ahora ¿qué quiso decir Pedro con esto?

¿Quiso decir él que el mundo se estaba acabando? No. Lo que él quería decir es que el orden actual, presente del mundo como está constituido, como lo conocemos, ese orden estaba llegando a un final. Ese sistema. Y si nosotros creemos que estamos viviendo en los últimos tiempos al acercarnos más y más a la venida segunda del Señor. Todo, entonces, sabemos va a cambiar. Amén. ¿Ken? Bien

Tov, en hebreo ahora, quiere decir bueno. Hable con alguien y dígale ‘tov’ a una persona al lado suyo. Háblele en hebreo. Ya están aprendiendo hebreo esta noche. ‘Genaima tov’ quiere decir: ‘mirad cuan bueno’. ‘Genaima tov, umanaim. Shevet ajim, gamiaja’: Mirad cuan bueno y delicioso es.

Habitad los hermanos juntos en armonía. Aleluya.

Ahora el apóstol Pedro escribió esta carta en los años sesenta en el primer siglo. No los 1960 sino los 60 del primer siglo. Y escribió otra carta también, ya hacia el final de su vida. Cuando Pedro escribió esta carta, los romanos odiaban a los cristianos porque los cristianos como ellos no adoraban a muchos dioses y por esto los Romanos consideraban a los cristianos paganos porque solo adoraban un Dios. Muchas gracias. ¡Ken, dice!

Tov!

La mente romana era carnal no entendía que esos primeros creyentes amaban las celebraciones, era un amor espiritual. Amor del corazón de los unos hacia los otros. Pensaban más bien, los Romanos veían esas manifestaciones de amor como incestuosas. Pensaban que el servicio de la comunión de la Santa Cena era una forma extraña de canibalismo, por esto de comer el cuerpo de Jesús y la sangre.

Ahora cuando Nerón era el emperador de Roma en el año 64 DC, sabemos que él quemó una buena parte de la ciudad de Roma. Era un hombre alocado completamente poseído por el demonio. Un hombre muy, muy terrible. Cuando él quemó la ciudad de Roma les echó la culpa a los cristianos de haber ellos quemado Roma y persiguió a los cristianos severamente.

Unos cuantos años después en el año 70 DC, el emperador romano el General Tito quemó completamente la ciudad de Jerusalén. Destruyó el templo y esparció al pueblo romano por todas las naciones del mundo. Los expulsó de Jerusalén y de Israel.

Y un poco tiempo después que Pedro escribió esta primera carta suya, fue asesinado, fue matado por los Romanos. Así que todos estos cambios tumultuosos tuvieron lugar en el tiempo en que Pedro escribió su primera carta.

Así que para Pedro y esos primeros creyentes era como que el final de los tiempos, de todos los tiempos, estaba ahí a la puerta, ya dándose.

El mundo según ellos lo entendían estaban llegando a su final. Todo lo que Pedro conocía y con lo cual se sentía cómodo estaba llegando como a un final. Y ciertamente así fue en los últimos años de su vida.

Y yo creo que las palabras del apóstol Pedro son para nosotros también en nuestro propio tiempo. Ahora yo les quiero hablar a ustedes como maestro pero también les voy a profetizar. Ahora cuando alguien dice que les va a profetizar, entonces como que todo el mundo se despierta y pone atención.

Así que yo les voy a hablar la palabra profética de Dios a ustedes.

En los próximos años veremos cambios dramáticos en nuestro mundo. El final del sistema mundial actual, según lo conocemos, está llegando a su final. Todo lo que pueda ser conmovido, será conmovido.

El Señor va a remover en una manera muy poderosa el mundo. ¿Ken? Aleluya. Tov.

¿Están ustedes listos para que el Señor conmueva el mundo? Todo lo que el mundo conoce y con lo cual es familiar, está familiarizado, y con lo cual se siente cómodo va a ser removido por el Señor. Ahora, ya que vivimos en este mundo, pero no somos de este mundo; muchas de las cosas con las cuales nosotros los creyentes nos sentimos cómodos también van a ser removidas y sacudidas. ¿Ken?

El Señor quiere que nosotros sepamos como servirle como creyentes victoriosos. Al ver estas cosas que están sucediendo, como llegando a su fin; cosas con las cuales estamos familiarizados, con las cuales nos sentimos cómodos y el Señor nos dice 5 cosas que podemos hacer para servir a Dios en los últimos tiempos.

Y Yo quiero compartir con ustedes estas 5 cosas.

Número 1: Él dice que debemos resistir hasta el final. Debemos persistir hasta el final. Eso quiere decir que debemos ser sobrios y vigilantes. Esa frase, el fin, quiere decir terminar algo o traer a un cierre, a una terminación, darle terminación a algo. Y el Señor dice: ‘Aquel que resista hasta el fin, ¡será salvo!’

Y este evangelio del Reino, será predicado en todo el mundo como testigo a todas las naciones.

Y entonces dice ‘vendrá el final’. ¿Ken? Aleluya.

El apóstol Pablo dijo: ‘Yo aguanto, resisto todas las cosas por el Señor’.

Dice que la Gloria de Dios pronto llenará toda la Tierra.

Pronto vamos a ver el derramamiento más grande de todos los tiempos del rua jakodesh.

El espíritu Santo que el mundo jamás haya presenciado en toda la historia de la humanidad. Lo mejor para el pueblo de Dios está ahora en juego y en el futuro que ha de venir. Pero primero tiene que haber una resistencia, un resistir a través de todos esos cambios que se van a dar en nuestro mundo. Y dice que Dios va a permitir que el Evangelio del Reino sea predicado. El Señor habló de ese Evangelio del Reino. Ahora es importante esto, el evangelio del Reino es diferente al evangelio de la Salvación. Son dos cosas diferentes.

El evangelio para salvación es recibir a Cristo como tu salvador y damos gracias a Dios por ese evangelio. Pero el evangelio del Reino que Dios usa también esa expresión en la Biblia, es diferente, es mucho mayor.

Dice la palabra: “Recibe a Jesús como Señor, como Rey, como maestro, como sanador, como redentor, como rey de reyes y Señor de Señores, en tu vida, hoy. Aleluya. Amén

Y por lo tanto, el Evangelio del Reino tiene el poder de Dios, que normalmente no vemos en manifestación. En el Evangelio para Salvación, son dos tipos de Evangelio, dos versiones, dos manifestaciones del Evangelio.

El Nuevo Testamento dice que Jesús predicó el Evangelio del Reino y cuando Él predicó ese Evangelio del Reino sus palabras eran seguidas por manifestaciones de señales y de prodigios y milagros. Aleluya.

Él sanó a los enfermos, libertó a las personas de los demonios, Él sanó a las personas.

Y el Señor dijo: “Mayores cosas que las que yo he hecho, ustedes harán, si ustedes proclaman este Evangelio del Reino. Aleluya.

Así que muy pronto vamos a ver el Evangelio de Salvación cambiar a esa proclamación del Reino de Dios y cuando nosotros proclamamos y proclamemos ese Evangelio del Reino, las señales y los prodigios de Dios, van a salir de nosotros.

Todos los que están aquí en este lugar, de ustedes saldrá esa manifestación poderosa hacia la gente, ustedes caminarán por las calles de Boston, estirarán sus manos y fuego y bendición saldrá de sus dedos, la gente será sanada. Pecadores serán salvos, Boston será cambiado, el reino de Dios descenderá y la gente reconocerá que Jesús es el Señor. Aleluya.

Isaías nos dice que el gobierno estará sobre sus hombros y que el aumento de su gobierno, de ese aumento no habrá fin. Seguirá creciendo y creciendo y creciendo. La gloria de Dios cubrirá toda la tierra como las aguas cubren el mar. Aleluya. Y nosotros lo ayudaremos a Él a administrar y manejar su reino sobre toda la Tierra.

Lo mejor para el pueblo de Dios está a las puertas. Aleluya. ¿Ken?

Bendito sea el Señor. Gloria a Dios. Pedro dice: “Todas las cosas, el fin de todas las cosas está a las puertas” y ¿qué quiso decir él con ‘todas las cosas’?

Todas las cosas que son contrarias a la voluntad de Dios, todas esas cosas están por terminar.

Todas las cosas que son malas están llegando a su final. Todas las cosas que carecen de la gracia de Dios, todos esos políticos corruptos están llegando a su fin. ¿Ken?

Todas esas declaraciones gubernamentales malignas van a llegar a su final también. ¿Ken?

Las guerras estarán llegando a su final, la pornografía está llegando a su final. Todos los que abusan sexualmente a los niños están llegando a su final. Asesinatos llegando a su final. Violaciones llegando a su final, también. Corporaciones avaras llegando al final. Dioses falsos están llegando también al final; pobreza, enfermedad llegando a su final, divorcios están llegando a su final; dolor del corazón, tristeza, desesperación todo esto llegando a su final.

Cristianismo tibio llegando a su final. Israel como una nación secularista también llegará a su final y lo único que quedará de pie es el Reino de Dios.

Aleluya. Pedro dice que el final de todas las cosas está a punto de llegar a las puertas y ¿qué quiere decir esto de “a las puertas” que está a punto ya de llegar? Esta frase “a las puertas” o “llegando al final” quiere decir muy cerca, cercano, acercándose, listo para ser revelado, desatándose, explotando, estallando, manifestándose hacia afuera. Y cualquiera que responda a ese Evangelio del Reino de Dios, la vida del Dios mismo, del Rey mismo se manifestará a través de esa persona. Explotará, estallará a través de esa persona. No la podrás contener cuando esa vida del Rey esté dentro de ti.

El Reino de Dios tiene que salir de ti y manifestarse a todos los que están a tu alrededor y de esta manera tú extenderás el Reino de Dios a la vida de los demás.

Y el Señor Jesús dice: “El Reino de Dios está a las puertas”.

Cada vez que el Señor hacía un milagro, era una revelación, una manifestación del Reino de Dios manifestándose, expresándose explosivamente y cuando veamos esa plenitud del Reino de Dios, desatándose y viniendo desde el cielo a la Tierra, pronto la veremos dentro de ti. Así que al ver nosotros que las cosas cambian no es tiempo para ponernos temerosos.

Es un tiempo para ser fieles. Aleluya. Es un tiempo para regocijarnos porque el Reino de Dios está a las puertas.

Celebramos esa venida del Rey de Reyes y Señor de los Señores. Ken.

Pedro dice 4 cosas más que tenemos que hacer mientras estamos resistiendo.

Él dice primeramente: ‘Ora como un vigilante, como un vigía, serio, comprometido’.

Como sabemos, esta parte del Nuevo Testamento fue escrito en el idioma griego.

Los Evangelios actualmente fueron escritos en hebreo

pero estas cartas, como esta carta de Pedro, fue escrita en griego. Y esa palabra griega que se traduce en inglés como serio, un atalaya serio, un vigía serio, lo que quiere decir es tener una mente correcta, una actitud correcta.

¿Tiene alguien por ejemplo un amigo o una amiga o un miembro de su familia qué ha hecho algo verdaderamente estúpido, tonto? Tonto y usted le dice a esa persona que ha hecho algo tonto: ¿estás en tus cinco sentidos?

Yo estoy seguro que ustedes no conocen a nadie que se haya portado de esa manera jamás. El Señor nos dice que se encontró con alguien así.

Este hombre poseído por el demonio que él encontró y ustedes recuerdan la historia.

Este endemoniado gadareno tenía que vivir en las cuevas. Lo habían encadenado. Estaba loco demoníacamente, en la cabeza y en el espíritu también. Muchas gracias.

Pero el Señor llegó, PERO el Señor llegó, PERO EL SEÑOR llegó. EL SEÑOR LLEGO. Aleluya

Y liberó a este hombre. Este hombre fue el liberado de todas estas cosas. Y la gente vino a ver a este hombre y dijeron ‘está en sus cinco sentidos’. Había vuelto en sí.

El Señor lo liberó de toda esa locura que lo hacía confuso en su mente y entonces lo devolvió a sus cinco sentidos, a una mente sana.

Así que ese sentido completo que se traduce en inglés la palabra ‘serio’, ser un vigilante, un atalaya, serio. Quiere decir ser un atalaya que tenga una mente sana, que este en sus cinco sentidos, sobrio, en control de si mismo, disciplinado, capaz de razonar con una mente santificada, una mente renovada por la palabra de Dios y el espíritu Santo, permitiéndonos pensar en la manera que Dios piensa.

Pedro dice que: “Debemos mantener oraciones vigilantes”, mantener una vida de oración vigilante. “Ser un vigía, un atalaya”.

¿Saben ustedes lo que hace un atalaya, verdad? Un atalaya se para encima del muro y cuando todo el mundo está durmiendo y han bebido demasiado y han fiesteado demasiado, el atalaya tiene que mantenerse despierto.

Está encima del muro, vigilando para que el enemigo no venga, tiene que ser sobrio, alerta, despierto, buscando por todas partes para que el enemigo no entre. Y si ve que el enemigo viene, ¿él que hace? Toca el shofal, toca la trompeta en atención y despierta al pueblo, que el enemigo se acerca.

Así que Pedro dice que debemos orar como un atalaya, estar alertas a lo que está pasando alrededor nuestro para saber lo que está haciendo el enemigo.

Para estar concientes y ver que es lo que Dios quiere hacer para prevenir ese desastre.

Segunda cosa que Pedro dice: “La segunda cosa por encima de todas las demás cosas es amar fervientemente”.

Primera de Pedro 1:22: “Amaos los unos a los otros fervientemente con amor sincero con un corazón puro”.

Ahora él dice: “Sean puros y sinceros. Eso quiere decir con motivaciones puras, que vivamos lo que decimos que creemos. Que tengamos un amor verdadero, sin condiciones, sin esperar nada en retorno.

En la Biblia esta palabra “serio”, un atalaya serio y sincero, la palabra “sincero” quiere decir ser probado por el sol, no tener cera.

[Risas] Yo creo que así es.

¿Qué quiere decir el apóstol Pedro con esta idea de “sin cera”, probado por el sol?

¿Qué quiere decir esto? En los tiempos de la Biblia muchas tienditas pequeñas hacían cerámica. Algunas veces esa cerámica que hacían se cuarteaba y cuando esa cerámica se cuarteaba le llamaban una cerámica crackeada, cuarteada.

Ahora si el mercader, el vendedor, el negociante no era honesto, lo que hacía en vez de botar esa cerámica cuarteada, que él no debía vender, lo que él hacía que sellaba esa grieta, esa partición con cera. Le metían cera en la grieta. Entonces lo que hacía es que ponía esa cerámica en la parte de atrás de los anaqueles o de la tienda donde no había mucha luz del sol, ¿ve? estaba oscuro la parte de atrás de la tienda.

Y entonces si el comprador, el cliente potencial no era sabio, no discernía, así en la oscuridad no se daba cuenta que la cerámica no estaba cubierta. Entonces ¿qué pasaba? Compraba una cerámica, o un vaso cuarteado. Pero si era un comprador astuto, sabio, ¿qué hacía? Cogía ese vaso, esa vasija, la sacaba al sol a la luz del sol, entonces la levantaba hacia el sol y al examinarla a la luz del sol, podía discernir si le había puesto cera en esas grietas entonces no compraba ese vaso o le pedía un descuento bastante jugoso.

Entonces cuando Pedro dice que nuestro amor debe ser “sincero” sus lectores en aquel tiempo entendían exactamente lo que quería decir acerca de cómo debía ser su amor. Su amor debía ser así probado por el sol, ser real, verdadero. Sin hipocresías, sin ningún tipo de agenda. Sin ninguna motivación egoísta, sin querer obtener algo de la persona que estaba pretendiendo amar.

Así que nosotros podemos determinar si nuestro amor no tiene cera por los tipos de relaciones que sostenemos con los demás. Si nuestro amor depende de usar a la persona para nuestros propios propósitos, entonces vamos a estar siempre quebrantando nuestras relaciones.

Cuando nos cansamos y no podemos utilizar más a la persona para propósitos egoístas, así que nosotros debemos permitir que nuestras vidas sean probadas por el hijo, no por el sol solamente. En inglés la palabra hijo y sol tienen la misma /son/. Deben ser probadas por el sol de Cristo Jesús, el hijo de Dios. ¿Ken?

Que el espíritu Santo, brille la luz de Dios sobre nuestros corazones para ver si estamos encubriendo algún tipo de grietas en nuestras relaciones.

En caso de que estemos pretendiendo ser algo que no somos. Así que debemos tener un amor genuino, sincero los unos con los otros. Tenemos que examinarnos unos a otros para ver si en términos espirituales nosotros somos vasijas cuarteadas, quebradas.

¿Entienden lo que estoy diciendo? Están un poquito callados ahí. ¿Ken?

Ahora ustedes deben sentirse animados por las cosas que quieren escuchar y las cosas que no quieren escuchar, pero necesitan escuchar. ¿Ken?

Aleluya.

Y la próxima cosa que dice el apóstol Pedro, es practicar la hospitalidad o servir a Dios y también servir a los demás sin quejarse.

No necesita traducción esa parte.

Pedro entendía esto porque el Señor le había hablado y anteriormente le había dicho: “Ve a la casa de un gentil”

La frase en hebreo es “ o vey”. ¡Oh, no! No esto por favor. Gentiles, no. Son impuros. Esa petición de Dios era tan traumática para un hebreo como Pedro que el Señor hizo descender un lienzo, un talit y ¿recuerdan la visión que tuvo Pedro? Ese lienzo estaba lleno de comida impura. Todo tipo de reptiles y cosas que se deslizaban que un judío jamás debía comer y Dios tampoco quería que Pedro comiera de esas cosas.

Pero ¿recuerdan que el Señor hizo descender ese talit, esa sábana tres veces? Porque en ese momento en que Pedro veía esa visión, tocando a su puerta había tres de esos gentiles impuros.

Pedro jamás había pisado la casa de un gentil. así que el Señor tuvo que hacer algo muy dramático para hacer que Pedro entendiera.

O sea que a la misma vez, Cornelio, el centurión, un buscador de Dios, había enviado esos tres siervos suyos a la casa de Peter. Y esos tres hombres decían: “Por favor ven a la casa de nuestro señor Cornelio”.

Como decimos Pedro jamás había pisado la casa de un gentil.

Aún peor, era tarde en la noche, Pedro invitó a esos tres gentiles a que entraran a su casa.

Yo me imagino que se habrá puesto los dedos a la nariz. Esto era un cambio dramático para la vida y las costumbres del apóstol Pedro.

Así que cuando Pedro finalmente fue a la casa de Cornelio, finalmente dijo: “¿saben qué? Dios me ha mostrado que no debo llamar impuro a ningún hombre, no limpio”

Entonces Pedro dijo: “Por lo tanto he venido sin resistir, sin rechazar o sin quejarme”.

Dice Santiago Capitulo 5 versículo 9: “No se quejen unos de los otros”

Eso es lo que hacen en New Hampshire, pero no lo hacen aquí en Boston. ¿Ken?

Aquí está lo que yo quiero decirles: En estos tiempos finales, mucha, mucha gente va a venir al Reino de Dios. No todos van a ser como ustedes, no todos van a ser como yo. Va a haber gente que uno seguramente pensará: “Definitivamente Dios no puede amar a la gente así”. Pero Dios sí los ama y los va a enviar a ustedes para que ustedes les puedan mostrar cuanto verdaderamente Dios los ama a ellos. Aleluya.

Gente de todo tipo de trasfondos, gente que uno de otra manera jamás tendría nada que ver con ellos van a venir a ustedes, porque verán la gloria resplandeciente, la belleza deslumbrante del Reino de Dios saliendo, emanando de ustedes.

Amen

Quizás usted va a tener que permitir que un extranjero, un extraño absoluto se siente en su silla favorita en la casa o que se coma su segunda porción de su comida favorita, quizás usted tendrá que recoger a alguien en el aeropuerto cuando no sea conveniente.

O dar sacrificialmente para alguien que este en necesidad. Compartir su hogar con extraños o miembros de la familia como miembros permanentes de su casa, como invitados permanentes en su cama, en su único sofá. ¿Ken? Ahí más o menos.

Es lo que dice Pedro: sin quejarse.¡Ustedes están quejándose!

Finalmente, tenemos oración, vigía, si es serio y amor sincero, hospitalidad y finalmente dice: ‘Usen sus dones espirituales de la multiforme Gracia de Dios’.

¿Qué quiere decir esto de ser buenos mayordomos de la multiforme Gracia de Dios?’ Esto quiere decir que el Señor tiene un plan maravilloso para cada uno de ustedes. Quiere decir que todo estará en el ministerio.

Ustedes todos son ministros de Dios. El Señor tiene un lugar de ministerio para cada uno de ustedes y Él quiere manifestar su vida a través de ustedes. En formas muy especiales que solamente Dios y usted específicamente pueden manifestar ese ministerio.

Ahora, Pedro usa esta frase: “la multiforme gracia de Dios”

¿Qué quería decir él con esta frase “multiforme gracia de Dios”? La palabra quiere decir multicolor. Se refiere como a un pedazo de vidrio que sirve como una prisma que refleja la luz, la refracta. Un prisma capta los rayos del sol. Por ejemplo uno puede ver muchas veces la luz solar traspasando las ventanas, los vidrios de una ventana. Y cuando los vidrios captan esos rayos solares los dobla, los refracta de esa manera uno puede ver los colores que componen esos rayos su composición interna. Cuando la luz es refractada uno ve su composición que de otra manera no podría verla.

Entonces lo que Pedro quiere decir es que nosotros somos como ese pedazo de vidrio de Dios. Nosotros somos el prisma de Dios.

Nosotros somos el pueblo que Dios ha puesto sobre la tierra que cuando la gente nos mira a nosotros, verán esos rayos, el amor y la Gloria de Dios en nosotros y entonces querrán lo que nosotros tenemos. Nosotros muchas veces le decimos a la gente ¡No! Mantén tus ojos exclusivamente en Jesús. ¿Dónde está Jesús? No lo puedo ver. Lo estoy buscando por todas partes. ¿Dónde está? ¡Oh! Ahí está, lo veo en ti. ¡Ah! Eso es lo que es el amor, entonces. Eso es lo que quiere decir paz en medio de la tormenta. ¡ah! Eso es lo que es la Santidad de Dios entonces cuando se ve en ti. Eso es lo que es ser puro.¡ah! Eso es lo que quiere decir tener gozo. No podemos ver al Señor en los cielos a menos que el Señor no descorra el cielo. La única manera en que el mundo puede ver a Dios es a través de nosotros. Amén. Ken. Así que una y otra vez en el Nuevo Testamento se nos dice: “Imiten al Señor”.

La gente muchas veces le gustaría escuchar o ver un sermón que escuchar un sermón. Le gustaría ver un sermón que escucharlo en cualquier momento. A ellos les gustaría mejor que la gente caminara con ellos que simplemente les apuntara hacia el camino. Así que tenemos que vivir nuestras vidas de manera que la gente pueda ver la vida de Dios en nosotros. Nosotros somos el prisma de Dios, somos ese pedazo de vidrio de Dios. Tórnese hacia la persona al lado suyo y dígale: “Tú eres el pedazo de vidrio de Dios”. ¿Ken?

Tú eres un pedazo de vidrio de Dios. Ahora, yo se que a ustedes les han llamado cosas mucho peores que pedazo de vidrio de Dios.

Pedro termina sus palabras y dice: “Amén”. La palabra Amén viene de tres letras hebreas: el alef, la men y la nun. Ken. Alef, men and nun.

En hebreo se pronuncia elmeje ne aman, que quiere decir Dios el Rey fiel.

Amén quiere decir es un fiel dios que guarda sus promesas, guarda sus pactos. Eso es lo que quiere decir la palabra Amen. Un Dios que guarda sus pactos, sus promesas.

Él que nos ha llamado es fiel, fiel a su palabra, fiel a Israel, fiel a aquellos de nosotros que hemos sido injertados. Es fiel para completar la buena obra en nosotros. Fiel para redimirnos y comprarnos para sí mismo. Fiel para ayudarnos a resistir hasta el fin. Dios es fiel para levantarnos de entre los muertos. Fiel para darnos un cuerpo glorificado para que podamos vivir por siempre con Él.

Él es fiel para establecer el Reino pleno de su reino sobre la tierra.

Para el reino de Dios está a las puertas, listo para ser revelado, manifestándose, derramándose en todos. Aleluya.

Denle un gran aplauso al Señor. Shavat Shalom.

Lléname de tu gloria! Estás apto para recibirla?

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Isaías, capítulo 6, mis hermanos, miren esto. Yo creo que esto es uno de los misterios de Dios más interesantes. Pero con todo y eso es una de las formas en las cuales él obra. Es algo que le sale a él de su corazón, de intervenir en la humanidad, de intervenir en el ser humano, de poner su mano en alguna forma u otra. Este capítulo de Isaías 6, es el capítulo donde Dios se encuentra con Isaías y le da como quien dice su comisión, su llamado. Pero el asunto es que la perspectiva de Isaías al principio fue una como de que quién soy yo para esto, y hay muchos personajes en la Biblia que respondieron de esa forma cuando se encontraron con Dios cara a cara. El mismo Moisés dijo, ah, pero quién soy yo, si yo soy tartamudo y rápido empezó a poner excusas.

Y Isaías obviamente no se quedó atrás, y por eso es que los quiero dirigir a este texto. Voy a empezar leyendo, obviamente el verso 1 para tener todo el contexto de la historia. Dice:

“En el año en que murió el rey Usías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, su faldas llenaban el templo…”

Yo quiero que se fijen primero en eso. Isaías vio al Señor “….por encima de él había serafines, cada uno tenía 6 alas, con dos cubrían sus rostros, con otras dos cubrían sus pies y con otras dos pues, volaban. Y el uno al otro daba voces diciendo santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos, toda la tierra está llena de su gloria. Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba y la casa de llenó de humo. Entonces dije, ay de mí, estoy muerto porque siendo hombre inmundo de labios y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey Jehová de los ejércitos….”

Yo quiero detenerme ahí. Aquí es donde yo quiero hacer referencia a algo, mis hermanos, porque obviamente en el tiempo en que Isaías estaba viviendo, el contexto aquí bíblico, recuerden que el pueblo de Israel estaba en exilio. Mientras que el pueblo de Israel estuvo en exilio es como quien dice se olvidaron por completo de todas las cosas que Dios les había ordenado, el haber seguido la ley, que era el Torá, ellos se olvidaron de eso por completo. Los babilonios se apoderaron de todos sus utensilios de adoración. Todo lo que implicaba la oración de ellos delante de Dios, ellos se quedaron con todo y el pueblo de Israel se quedó sin nada, era un pueblo esclavo, era un pueblo en la nada.

Y eso provocó a que más de la mayoría del pueblo de Israel se olvidara de todo lo que implicaba tener una relación con Dios. Y en medio de todo eso olvidarse de cuando tu no tienes esa estructura, ese sistema que le da forma a tu vida, que le da sentido y dirección, que define la forma en que una persona habla o se expresa, la forma en que una persona trata a la otra, pues entonces ¿Qué es lo que pasa? En la ausencia de eso todo lo demás del mundo secular en el cual se está viviendo comienza a tomar el lugar de ese sistema. Y por lo tanto ahí fue donde el pueblo de Israel se corrompió con todo lo que era el sistema de Babilonia.

Empezaron a adorar a otros dioses, se fueron detrás de otros ídolos, de los baales, de los chacales, de los… todos los demás que habían por ahí. No, chacal no existía para aquella… ¿Verdad? Que yo sepa. Si tenía una trompeta por ahí. Pero el asunto es que se fueron detrás de otros dioses. Está permitido que yo diga eso aquí? El asunto es que en medio de esa situación está Isaías, e Isaías reconoce que él es un hombre pecador, inmundo de labios. Sabe Dios el tipo de vocabulario que él tenía. Pero a Dios le dio con darle a él una revelación que no le iba a dar a ninguna otra persona.

Miren qué interesante. Dios aunque él mismo fue que mandó a ese pueblo de Israel a exilio, con todo y eso, Dios no se había desconectado de su pueblo. Aunque su pueblo insistía en caminar a espaldas de él, él seguí ahí encima de ellos. Y a través de todo eso él identificó a esta una persona para que él se encargara de divulgar la palabra, las intenciones, el propósito del corazón de Dios a su pueblo.

Y aquí está Isaías cuando se encuentra ante tal revelación y es bien interesante porque qué fue lo primero que él dijo? Ay de mí, que soy que? Hombre muerto. Eso suena como un perro muerto ahí en la calle, como perro muerto. Pero ¿saben qué? Mis hermanos, es bien interesante esta expresión porque en el acontecimiento bíblico cada vez que Dios revelaba su gloria a alguien esa persona no lo podía contener, no podía contener el peso de la gloria de Dios. Y o se caían de rodillas, qué fue lo que pasó cuando Moisés se encontró de frente a la zarza? Se iluminó todo, y qué fue lo que Dios le dijo? Pasó, discipulado 1, qué fue lo que le dijo Dios a Moisés? Quita tus sandalias porque el lugar en el cual estás es santo. Y qué fue lo que pasó? Él se tuvo que caer de cara al piso porque él sabía que no podía mirar en esa dirección.

El Apóstol Juan cuando estaba en la isla de Pasmos, que Jesús se reveló a él, cuál fue una de las primeras cosas que él dijo? Caí como muerto, como una guanábana, caí ahí. El mismo Pablo cuando Jesús se le reveló a él en el camino a Damasco, qué es lo que dice la Escritura? Que se cayó del caballo?, eso es lo que dice la Escritura. No, Señores y señoras, lean bien, no dice que se cayó del caballo, dice que se cayó. Dice que se cayó, no dice que se cayó del caballo, se cayó. Lean bien.

Si estaba en el caballo, pues está bien, yo entiendo que se cayó del caballo, pero como el texto bíblico no dice que estaba en el caballo, solamente dice que se cayó, pues yo asumo que estaba andando con el caballo y la soga del caballo en la mano, pero él iba caminando a pie. No sé, haga usted su propia historia.

El asunto es que la gloria de Dios es tan y tan pesada, mis hermanos, que no se puede contener. Yo le hago una pregunta, seamos honestos, vamos a hablar aquí honestamente: cuantos de nosotros en algún momento en nuestro tiempo de oración le hemos pedido al Señor, Señor, muéstrame tu gloria. Yo quiero más de tu gloria, Señor. Lléname, lléname, aquí estoy. Here is the target. Lléname de tu gloria. Cuántos hemos dicho eso? Ah? No, no han pedido eso? Mira, caramba! Ok, si no lo ha pedido por qué no la pedido, alguien que me lo explique. Por qué no ha pedido eso en oración? Ah? Por miedo, eso es una buena respuesta, me gustó.

Pero, ahá, muy bien. Me alegro por esa respuesta, espero que hoy aquí aprenda cómo pedir entonces. Voy a eso ya mismo. Voy a eso ya mismo. Así que me alegro por ese comentario. Pero miren, hermanos, ¿saben qué? Hay veces que, y no es que nosotros pidamos con mala intención, pedir vivir bajo la gloria, bajo la cobertura, bajo aún bajo la misma presencia de Dios es bueno. Pero el asunto es que nosotros no podemos contener ese poder.

Si ahora mismo a Dios le diera con bajar su shekina, con su gloria, su presencia y bajar aquí, yo voy a ser el primero que voy a caer en el piso. Y después de mí va a ser un domino effect. Todos los demás se van a ir por ahí. Es más, yo creo que vamos a tener que salir corriendo de aquí porque va a ser algo tan y tan pesado. No? No han leído el texto bíblico? Cuando Salomón terminó de dedicar el templo que restituyeron toda la alabanza a través de los levitas y que Dios los mandó a santificarse, y cuando esos levitas comenzaron a adorar en el templo, qué fue lo que dice el texto? Que la presencia de Dios bajó de tal forma que la gente se tuvo que ir porque no ponían contener la gloria de Dios.

Interesante porque viendo yo todo lo que Dios está haciendo ahora en Congregación León de Judá, los mensajes que ha estado transmitiendo a través de nuestro pastor, una de las cosas que ha hecho hincapié es que parte, o una de las intensiones y el propósito de Dios para la iglesia en este momento, es renovar y revitalizar lo que es la alabanza y la adoración en la iglesia. ¿Saben qué, mi hermano, mi hermana? Y yo sé que aquí tengo músico también y parte del grupo de alabanza y oración, pero yo anhelo y tal vez no sé cómo estoy pidiendo, mi identifico con usted, aún como pastor yo creo que tal vez yo no sé lo que estoy pidiendo, pero si es la voluntad de Dios que eso se de aquí, que la alabanza y la oración se renueve a tal forma que la presencia de Dios se manifiesta en este lugar, que todo el mundo tenga que salir corriendo de aquí porque es como que … that’s too much!

Usted se imagina que se prendan las alarmas de fuego o algo así porque la presencia es tan y tan fuerte, la temperatura en este lugar va a subir a tal forma que o nos caemos o salimos muriendo de aquí. Y no lo estoy diciendo en una forma negativa, mis hermanos, no estoy diciendo eso pero sí estoy diciendo que la visitación que Dios quiere traer en medio nuestro en estos días es de tal y tal magnitud que nosotros aunque lo deseemos, nuestra limitación humana no va a poder contener, no va a poder resistir lo que Dios quiere hacer, que vamos a tener que tratar, como quien dice, cógelo suave conmigo. Ay de mí que soy hombre muerto. ¿Verdad que sí?

Entienden por dónde va la expresión de Isaías? Miren lo que hace la presencia de Dios en medio de un lugar, la presencia de Dios revela todo lo que hay escondido. Yo puedo esconder muchas cosas de todas ustedes, hay cosas del pastor Omar Soto que ustedes ni las saben, ni las sabrán porque no se las voy a decir. Esa es la intensión de un secreto ¿verdad? Pero yo estoy seguro que si dentro de esos secretos que Omar está aguantando hay algo con lo cual Dios tiene que bregar y si Omar da la casualidad que ese día que la presencia de Dios se manifieste está aquí, yo sé que yo voy a tener que decir, ay de mí, Señor! Soy un hombre de labios inmundos, soy un hombre de corazón inmundo. Pero lo bello, lo misterioso de todo esto es que con todo y eso, Dios anhela revelarse a su pueblo.

Aunque vivimos en esta fachada tan caída, con todo Dios anhela y desea revelarse a cada uno de nosotros. En alguna forma u otra, mis hermanos y hermanas, ¿saben qué? Es interesante porque cuando Dios te mira, cuando Dios te mira lo primero que Dios ve no es el pecado que nos pueda dañar a nosotros, lo que Dios ve es la belleza que él puso en usted.

Miren cómo dice el texto, verso 6: “…. Y voló hacia mí uno de los serafines teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas, ¿y qué fue lo que hizo? Tocando con él sobre mi boca dijo, he aquí que esto tocó tus labios y es quitada tu culpa y limpio tu pecado….”

Antes que Isaías tal vez empezara a decirle la lista de todos su pecado a Dios, Dios dijo, espérate, antes de que tu digas algo, déjame yo dejarte saber lo que yo pienso de ti. En Zacarías, vayan conmigo al libro de Zacarías. Usted ha conocido a alguien que se llama Zacarías piedras del río? Está aquí en la Biblia. Es el Zacarías del cual estamos hablando, lo que pasa es que Zacarías es uno de esos libros que las páginas se pegan y como que no se puede encontrar rápido… ok, aquí.

Zacarías, capítulo 3, miren esto, Zacarías capítulo 3, la visión del sumo sacerdote Josué. Vamos a empezar en el verso 1, dice:

“Me mostró al sumo sacerdote Josué el cual estaba adelante del ángel de Jehová y Satanás estaba a su mano derecha para acusarle….”

Miren ese panorama qué interesante. El mismo diablo estaba al lado de este hombre escogido por Dios para darle palo. Y qué fue lo que Jehová le dijo al mismo Satanás? Que Jehová te reprenda, muchacho, Satanás, perdón. Me emocioné ahí.

“….Jehová que ha escogido a Jerusalén te reprenda, dos veces lo dice. No es este, Josué, un tizón arrebatado del incendio? Y Josué estaba vestido de vestiduras viles, y estaba adelante del ángel. Esa imagen, vestido de vestiduras viles significa que él estaba sucio delante de la presencia del mismo Dios. Pero habló el ángel y mandó que los que estaban delante de él, diciendo: quítenle esas vestiduras viles y a él, a Josué, le dijo, mira que he quitado de ti tu pecado y te he hecho vestir de ropas de gala. Después dijo, pongan mitra limpia sobre su cabeza, y pusieron una mitra limpia sobre su cabeza y le vistieron las ropas. Y el ángel de Jehová estaba ¿qué? Sigue, sigue, y el ángel de Jehová entonces amonestó a Josué diciendo, así dice Jehová de los ejércitos. Esta es la parte que me da…. Si anduvieres por mis caminos, y si guardares mi ordenanza también tu gobernarás mi casa, también guardarás mis atrios y entre estos que aquí están te daré lugar.”

Miren lo que Dios puede hacer con una persona que él, como quien dice, tiene una intensión y un propósito. Miren, aunque el mismo diablo se pare delante de usted para hacerle la vida imposible, si el Señor tiene algo con usted you’ll come through, o sea, se va a hacer.

¿Saben qué? Ese encuentro tiene algo especial, porque yo me imagino a Josué tal vez con un sentido de vergüenza como que no me miren, por qué, y la confrontación que tuvo con el ángel. O sea, mira, yo reconozco que había algo malo en ti, pero eso te es quitado para que tu puedas entrar verdaderamente en lo que Dios tiene intencionado para ti. Hubiese sido bien interesante si Josué hubiese dicho, no, no, no, yo estoy bien con esta ropa vil, así apestosa y así andrajosa, yo estoy bien así. Déjame así. Es interesante, porque hay gente que responde así, hay gente que están tan acostumbrado a esa ropa vil, a esa ropa sucia, apestosa que cuando uno los quiere ayudar a cambiarse…, ya esa ropa yo aprieto el botón y se quita sola y se pone sola, como dice Roberto a veces. La ropa se pone sola y todo cae en su lugar. Pero miren, como yo decía el miércoles pasado, miren, cuando Dios tiene sus ojos puestos sobre usted y su corazón también está ahí, mira, no hay nada que se pueda interponer al deseo de Dios.

Yo quiero terminar leyéndoles este último texto que yo sé que muchos de nosotros lo conocemos, mis hermanos. Primera de Corintios, capítulo 2, perdón, capítulo 1, primera de Corintios capítulo 1. Aquí es donde están los misterios de Dios que yo por más que rompa la cabeza no lo voy a lograr entender. Pero dice en el verso 25, Primera de Corintios, capítulo 1, verso 25, dice:

“…. Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres….” y las mujeres también, claro está, no nos vayamos por algo de género, vamos a añadirlos a los dos ahí. Miren ustedes, hermanos, su vocación, que muchos de ustedes no son sabios según la carne y no muchos son poderosos, y no muchos son nobles, sino que lo necio del mundo, oiga, yo espero que usted tenga una buena autoestima porque el mismo Pablo está diciendo, lo necio, lo necio, me dijo necio Pablo, qué pasa? Tal vez algunos de ustedes, Omar tal vez tu dices que te dijo necio, pero yo no.

“…Pero lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a los sabios, y lo débil del mundo escogió Dios para avergonzar a los fuertes. Y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios y lo que no es para deshacer lo que es…”

Dígame usted si eso no es un misterio genial. Eso es un misterio genial, mis hermanos, porque es que solo a Dios se le ocurre decir algo así. O sea, nosotros estamos tan acostumbrados a pensar en la otra forma, que aquí lo que vale es lo fuerte, aquí lo que vale es lo noble, aquí lo que vale es el que tiene todos sus títulos de Phd de la mejor universidad, así es como este mundo funciona. Y la tendencia o el pensamiento que nos quieren sembrar a nosotros es que si tu quieres funcionar a ese nivel vas a tener que conseguir todas esas cosas para poder funcionar, para que te hagan caso, para que te escuchen tu voz y te tomen en cuenta, y que entonces te puedan dar el crédito a ti cuando salga una buena idea.

Pero Dios no brega así. Que somos nosotros los hispanos aquí en EEUU? Qué somos? Ese es el término político que nos dan. Minoría. Vamos a ver si ese va a ser el caso cuando venga el censo del 2010 ahora, ¿verdad? Vamos a ver si verdaderamente somos minoría. ¿Verdad? Somos la minoría más grande. Mira que coincidencia, que ironía, que ironía, las ironías de Dios. Somos la minoría mayoritaria aquí en EEUU.

Y mis hermanos, es tan interesante. ¿Saben qué? Al yo mencionar todas estas cosas, mis hermanos, yo comparto esto de mi corazón porque es que yo les tengo que decir, mis hermanos, las últimas semanas para mí han sido un tiempo de, como puedo decir, de romperme la cabeza. Pero yo sé que no voy a encontrar la solución. Pero el mero hecho de que yo estoy escuchando cada vez más y más y más que Dios tiene intensiones, que Dios tiene propósitos, que algo va a hacer Dios, ¿saben qué? Yo llevo escuchando eso desde que yo llegué aquí a EEUU, hace 10, 11 años atrás. Yo llevo escuchando lo mismo, lo mismo, lo mismo, parece un disco rayado. Dios va a ser algo, y todo profeta que se aparezca por ahí, todo Apóstol que se aparezca por ahí, dice lo mismo, lo mismo, lo mismo y lo mismo.

Y hay veces que uno dice, como que, ya, enough is enough. Cuando va a venir de verdad? Pero hay algo, mis hermanos, hay algo en el aire. Hay algo en el ambiente y yo no les se decir, no les se explicar con palabras, pero hay algo en el ambiente. Hay algo en los aires que se está dando. Yo me imagino cuando Daniel comenzó a orar que se dedicó a orar y a ayunar por 21 días y que cuando ese ángel se le apareció y se le reveló, lo primero que le dijo, fue, mira Daniel, perdona que me tardé pero tuve que pasar una lucha en los aires contra las huestes de Satán. Y yo me imagino que ahora mismo en los aires hay una lucha que se está desatando entre las fuerzas del bien y las fuerzas del mal. Hay algo que está sucediendo, hay una espada que Dios está usando para traspasar las tinieblas y verdaderamente traer su luz. Hay un juicio sagrado que se está acercando a la tierra hoy día, y es algo que ya está escrito en el mismo hebreo dice, es tiempo de que el juicio de Dios comience y que comience por dónde? Por la casa de Dios.

Hay un proceso de purificación en el cual Dios va a meter la iglesia, así como cuando en el tiempo de Salomón, cuando terminó la edificación del templo que entonces Dios dio la orden, yo quiero que el pueblo se santifique, porque hay algo que yo voy a hacer aquí que va a causar que la gloria venidera de esta casa sea mayor que, qué? Que la postrera. Hay algo, mis hermanos, hay algo en los aires. Y yo no me quiero quedar atrás. Yo no me quiero quedar atrás.

Y miren como Dios está hablando. Dios está hablando ahora más claro que nunca. Si uno no presta atención, mis hermanos, camarón que se duerme se lo lleva la corriente. Miren que interesante: el día de ayer yo estaba viendo las noticias por la mañana mientras preparaba a Lucas para llevarlo al cuido, y estaban entrevistando a esta muchacha que fue Miss California, no sé si escucharon la noticia de hoy de ella, Carrie Prejean, se llama ella. La estaban entrevistando porque si no lo saben, pues les digo ahora, ella ganó el certamen de Miss California, para ir a participar de Miss Universo, pero ¿saben qué? Aunque ella ganó cuando le estaban haciendo una de las preguntas al final, le hicieron la pregunta de, como era la pregunta? No, no fue necesariamente los gays, yo creo que le hicieron una pregunta medio tergiversada para ver cómo ella respondía. Tenía que ver algo con la familia y el matrimonio y la cosa fue que ella respondió diciendo, yo entiendo que el matrimonio tiene que ser entre un hombre y una mujer, y después dijo, yo lamento por aquellos que están ahí en el público que tal vez no están de acuerdo con mi respuesta, pero así es como yo pienso. Miren, mis hermanos, esa mujer le cayeron chinchas encima. A esa mujer la atacaron como usted tiene idea y la llamaron los nombres más feos que usted se pueda imaginar, la llamaron así en National TV.

Ayer cuando yo estaba viendo esta entrevista ella salió con un libro que se titula “Still standing”, Todavía estoy de pie, porque en ese libro ella está diciendo, y ella se está quejando de la ironía del media que define los EEUU, que supuestamente EEUU tiene esta ley de freedom of speech, de que todo el mundo se puede expresar libremente pero a ella le robaron ese derecho que tiene todo americano. Por el mero hecho de que ella dio su perspectiva con respecto a un issue la bombardearon y la siguen bombardeando todavía. Obviamente ahí salieron a la luz fotos que ella se tomó al desnudo en una época anterior, hasta salió a la luz supuestamente un video sexual que ella le hizo a su novio cuando tenía 16, 17 años. Todo por dañar su imagen, todo por dañar su reputación.

Ella se identifica como una mujer conservadora, cristiana y aún por eso la han criticado. La han criticado porque dicen entonces que es una hipócrita, que si eres cristiana cómo vas a estar posando en bikini en un certamen de belleza. Tantas cosas que le han dicho, pero a mí lo que me capto la atención de la respuesta de ella fue, ella dijo lo siguiente, miren, todo este mal, todos estos errores que yo he hecho han salido a la luz ahora, pero yo todavía estoy de pie porque creo en los principios en los cuales yo estoy basada. Yo creo en los principios de la palabra de Dios y de mi fe cristiana, ella lo expresó así, y nadie me va a quitar de eso.

Cuando yo escuché a esa mujer diciendo eso yo me dije, guau! Que inspirador es esto. Porque muchas veces uno lo que tiene temor es que salgan todos los esqueletos que uno tiene encerrado en el clóset, más sin embargo Dios precisamente lo que quiere hacer es que esos esqueletos salgan para él entonces verdaderamente hacer lo que él quiere hacer con los suyos, con sus hijos y con sus hijas. Dios no puede bregar con un pueblo que tiene esqueletos encerrados.

Y miren, yo les estoy diciendo esto con temor y temblor. Yo me pongo a pensar, guau, Señor, si a mí me salen todos mis esqueletos, ay mamá! Prefieren que me entierren, prefiero que me entierren de verdad. Digo, no vayan a pensar tan mal de mí, yo no soy… podré parecer pero no lo soy.

Pero mis hermanos, es algo que yo veo que Dios está haciendo en su pueblo. Hay algo que Dios está haciendo, cosas tan mínimas que uno puede pensar como que, eso no le importa Dios. Mire, aún eso el Señor quiere bregar con ello. Y ¿saben qué? Él está ahí de frente, él está de frente a la iglesia ahora mismo y él está diciendo las mismas palabras que él dijo con Isaías. Estas son las palabras que Jesús, que Dios, Jesús está diciendo ahora mismo delante de su pueblo. Termino aquí.

Él está diciendo ahora, a quién enviaré y quién irá por nosotros, a quién enviaré y quién irá por nosotros. Después que él purifica te comisiona. Porque eso fue una pregunta retórica lo que Dios hizo. Fue como si Isaías hubiese estado ahí y de repente Dios se para así, guau! A quién enviaré, quién va a ir, quién va a ir por nosotros? Entonces, como él no es Isaías por eso debe ser.

Pero entienden la idea, fue una pregunta retórica lo que él hizo, porque él sabía, él sabía que él había marcado a Isaías para eso, solamente estaba esperando a que él diera la respuesta. Es más, esto es bien revelador para mí ahora. Fácilmente Dios pudo haber dicho, déjame coger otra persona de Isaías entonces. Fácilmente, no déjame quedarme aquí. Fácilmente Dios pudo haber dicho, mira Isaías, ya te pegué este carbón en tu boca, tu estás curado. Vete. Ahora, vamos a responder. Y él, ok, fine, no pero Dios dijo como que, guau! Let me see if he gets the picture. Deja ver si él entiendo lo que yo verdaderamente intenciono con él.

Entonces hace la pregunta quién irá, a quién enviaré, quién va a ir por nosotros? Él sabe, él sabe que eres tu, él lo sabe, él sabe que eres tu, él sabe que eres tu, sabe que soy yo. Él lo sabe. Pero él te está dando tu espacio a que tu mismo digas, aquí estoy, aquí estoy, Señor, aquí estoy, soy imperfecto, tengo una rodilla que no da mucho, pero aquí estoy. Aquí estoy, tal vez mi pelo no es el más bello de todos pero mira, aquí estoy. Aquí estoy, Señor, mira, no tengo mucho dinero en mi cartera pero aquí estoy. Aquí estoy, Señor, mira, tengo achaques en la espalda, pero hey, mira, aquí estoy. Aquí estoy, Señor, estoy peleando con una enfermedad bien fuerte pero hey, aquí estoy. Heme aquí, mándame, como un cohete, a la luna contigo vamos. Aquí estoy, Señor, mira, tengo luchas todavía con esta dicción, pero mira aquí estoy, quiero estar de tu equipo. Aquí estoy Señor, mira, mis hijos, mis hijas todavía me están dando dolores de cabeza pero hey, aquí estoy. Aquí estoy. Aquí estoy, Señor, mira, ese pastor me está dando dolor de cabeza, no puedo bregar con él, pero Señor, aquí estoy. Aquí estoy. Aquí estoy. Envíame a mí, úsame a mí, yo quiero ser parte de tu equipo, Señor, no me quiero perder esta aventura aunque me duela Señor, aunque me tengas que apretar y exprimir y virar patas arriba como una media, Señor, hazlo pero si estoy en tus manos, es mejor sufrir bajo tu mano que sufrir bajo la mano de otra persona.

Claro está, hay veces que Dios usa personas para movernos de esa forma. Así que con esa oración yo digo, Señor, ayúdanos a entender cuando tu estás bregando con nosotros a través de otras personas.

Vamos a ponernos de pie, mis hermanos, y vamos a orar. Guau! Padre, yo te doy la gloria y la honra solamente a ti Señor Jesús. Gracias Jesús. Gracias Dios porque en ti nuestras vidas están seguras, en ti tenemos sentido, en ti tenemos propósito, hay una intencionalidad que tu nos das a nosotros, Señor Jesús. Como dijo Isaías, Señor, ay de nosotros, somos tan imperfectos, Señor, somos tan imperfectos de labios, de mente, de acciones, pensamientos, pero con todo y eso tu te paras de frente a nosotros, Señor Jesús y estás dispuesto a limpiarnos, a purificarnos, a cambiarnos esas vestiduras viles y ponernos un ropaje completo de gala, a poner un carbón encendido en nuestras bocas para purificar nuestro hablar, para verdaderamente funcionar como tus portavoces. Ahí está de frente a nosotros diciéndonos, a quién enviaré, quién irá por nosotros?

Señor yo declaro lo que dice tu Escritura, que tu pones en nosotros tanto el querer como el hacer. Buenas intensiones no son suficientes. El querer solamente no es suficiente. Pon en nosotros, Señor Jesús, ese querer como el hacer. El pedir sí que tu nos llenes con tu presencia pero que a la misma vez dejemos que tus manos nos trate, Dios.

Y Señor, tal vez yo mismo no sé cómo estoy orando, yo no sé qué vaya a psar cuando salgamos de aquí, yo no sé que nos espera allá afuera, Señor. Yo no sé que nueva lucha, yo no sé que nueva situación nos va a esperar allá afuera Señor que nos va a poner en un tanque, que tal vez va a causar en nosotros un sentido de desesperación. Yo no sé. Pero sea lo que sea, Señor, yo sé que con la prueba tu provees la salida y que tu nos das una prueba que no sea demasiado fuerte que no podamos sobrellevar. Yo te pido que sobre cada uno de nosotros repose esa fortaleza que solamente tu das, esa certeza en tus promesas, esa convicción de que los propósitos y las intenciones de tu corazón para el nuestro son buenas, que tu tienes planes de bien, Señor, que sobrepasan nuestra mente tan limitada. Tu lo sobrepasas todo.

Ayúdanos a confiar en ti, Señor, en todo momento por favor. Ayúdanos a reposar en ti, ayúdanos a saber discernir, a saber discernir cuando tu estás obrando Señor en las circunstancias de la vida para traernos a nosotros al nivel que tu quieres que estemos. Yo te ruego que tu seas con cada uno de mis hermanos y hermanas, Señor, que esta palabra, esta noche sea una palabra de ánimo, sea una palabra de esfuerzo, sea una palabra que afirme sus corazones, sus mentes, sus cuerpos, sus familias, su espíritu en ti, Señor.

Cualquiera sea la situación que mis hermanos y hermanas están viviendo ahora mismo yo declaro firmemente que tu estás en medio de ellos como poderoso gigante, Señor, que tu vas a proveer esa salida que ellos están buscando, que tu vas a proveer esas finanzas, esos recursos que necesitan para poder lograr alcanzar sus metas, que esas nuevas etapas de vida a las cuales muchos de nosotros nos estamos adentrando ahora, Señor, que aunque tal vez no sabemos cómo vaya a ser todo ese otro lado de la montaña, tu también estarás ahí, Señor, que tu también vas a proveer tu cobertura, proveerás tu sabiduría, proveerás tus recursos, tu eres el dueño del oro y la plata, Señor, y que de tus abundantes riquezas en gloria te encargarás a suplir a cada uno de tus hijos e hijas. Tu bendición enriquece y no trae consigo vergüenza, Señor. No hay por qué nosotros como tu pueblo, como tus hijos e hijas, tengamos que vivir en vergüenza porque es tu bendición la que enriquece nuestras vidas. A ti te doy toda la gloria y toda la honra por siempre y siempre, Señor Jesús. Recibe el honor en esta noche y da tu bendición a cada uno de tus hijos e hijas, por ti Jesús. Amen y amen.

No es cómo empezaste, es cómo termines

Transcripción

Ahora tenemos a Lilian Gutiérrez que no es extraña, que no es extranjera a León de Judá. Denle un gran aplauso a Lilian. Lilian es una New Yorkriqueña que Dios ha bendecido de una manera extraordinaria. Ella ministra en iglesias en muchas partes de esta nación y trae ese gozo del Señor, esa vitalidad que la caracteriza y siempre que está con nosotros nos gozamos tanto con ella, con su sentido de humor, su vitalidad, su gozo de la vida muy especial. Encarna esa vida abundante, que Cristo tiene para sus hijos y sus hijas así que es un gozo tenerte de nuevo Lilian con nosotros. Te bendecimos.

Vamos a darle un gran aplauso a la Pastora Lilian Gutiérrez.

Lilian Gutiérrez: Gracias, Pastor. Claudina y yo estábamos hablando, pongan mi nombre en ese directorio y cualquier hermano soltero por ahí, está bien que me llame a cualquier hora de la noche o de la mañana. Después que sea soltero, guapo, rico y sin compromiso. Ahora yo sé que me voy a meter en lío, es de locos, pero yo me voy para atrás para Bronx esta noche no me importa.

Bueno, que precioso estar aquí con ustedes. Le doy las gracias al Señor, a los Pastores por su invitación. A todas ustedes. ¿Cuántas hermanas estaban ayer en el retiro? Bueno, les tengo que confesar que después de meterle tantas patadas a esos ladrillos me dio un dolor en los pies que tuve que poner Bengay toda la noche. Pero le metimos cuantas patadas había. ¿Así se dice patadas o qué? Kicks. Le metimos patadas a esos ladrillos representando que hay veces que el Señor nos hace, "Mira, métete en mi presencia. ¿Tú me necesitas? Búscame. ¿Tú necesitas un milagro? Lánzate. No te aguates que yo me estoy moviendo". Pero el que busca es el que encuentra.

El que se lanza es el que consigue. Jesús dijo: "Pedid y os recibirá, buscad y hallarais, tocad y la puerta se abrirá". Pero la realidad es que eso está escrito en el griego es un tenso continuo. En otras palabras el que pide, pide, pide, pide, pide, pide, pide, pide al fin recibe. El que busca, busca, busca, busca, busca al fin haya; el que toca, toca, toca, toca, toca al fin la puerta se le abre.

Y eso es lo que pasa muchas veces que empezamos y no terminamos. Buscamos y no desmayamos. Pero el Señor quiere un pueblo que se levante firme y fuerte. ¿Sabes? Mis padres están ancianitos. Ustedes conocen mi testimonio. Ya mi papá tiene 90, mi mamá tiene 85. Entonces tienen mucho padecimiento. Mi papá está en una silla de ruedas, ya casi no pueden salir mucho. No pueden ir mucho a los cultos, ¿no? Entonces últimamente se han metido a hacer algo que nunca hacían y eso es mirar las novelas. Y algunas, yo le digo a mi papá, algunas son tan calientes que yo le digo; "Papi, no mires eso que eso te hace daño" y él me dice "Bendito, ¡déjame aunque sea mirar!"

Bueno, anyway, porque algunas son demasiado de calientes, ¿no? Pero una vez yo llegué y estaban viendo una novela que me gustó el título. Porque el título fue este: 'Las tontas no van al cielo'. ¡Ajá! Ustedes lo saben. Oh, my God! ¡Pastor! Pastor, ahora usted sabe por qué no vienen a los cultos de los viernes.

Gracias a Dios que esa novela ya se terminó. Pero ¿saben por qué me cogió ese título? Porque es una realidad. Los que son tontos, los que son bobos, los que se quedan hacia atrás no acaparan lo que necesitan y eso fue como es el "gist", el grueso de la novela: que era una mujer tan tonta que todo el mundo le brincaba por encima, le quitaban los maridos, le quitaban los novios.

¡No! Pero el Señor no está buscando un pueblo que deje que le quiten las bendiciones. Está buscando un pueblo que diga: 'Yo no soy tonta, ni tonto'. Porque las tontas no van al Cielo, los tontos menos todavía. Porque Jesús no era tonto. Jesús no fue un tonto. Por eso no me gustan los cuadros que pintan de Jesús que los hacen verse medio… [LENGUAJE CORPORAL].

Jesús no fue así, hablaba cuando tenía que hablar; reprendía cuando tenía que reprender; echaba fuera cuando tenía que echar fuera. Porque era un hombre completamente hombre, completamente Dios, completamente hombre. Con autoridad. Con integridad, con juicio y así es que tiene que estar el pueblo. ´Para tonto ni para atrás ni para adelante.

Hermanos, perdonen porque yo estudio, pienso y me preparo en inglés entonces cuando me paro dependo del Señor. Así que meto disparates, bueno, ustedes me ayudan, ¿Okay? Háblenle para que yo sea una Yankee. Pero déjenme decirles. Wait. Mi papá que les dije que tiene 90 y todavía tiene como un ladito como rebelde, ¿no? Pues él detesta a los Yankees, detesta a los Mets y le encanta los Boston Red Socks.

Entonces él mira los juegos y dice: "Qué pierdan, qué pierdan". Miren que traicionero. Pero como tiene 90 y es un veterano de la Guerra número 2 tenemos que dejar que él siga adelante. Amén. Así que sea la gloria para Cristo.

No, tenemos que gozarnos en el Señor. Es una cosa que el Señor me está enseñando a mí. Ay veces que uno se pone tan serio, tan sobrecargado, tan amargado que como decía mi viejo Pastor que era un cubano decía: "Hermanos -hablaba así bien cubano, ya él está con el Señor- Hermanos ¿aquí ustedes están bautizados en el espíritu o con jugo de limón? Y si es jugo de limón, prepárese una limonada y métale mucha azúcar". Para que se gocen.

La palabra dice que el gozo del Señor, nuestra fortaleza es y esta vida, esta vida, está llena de problema, tribulaciones, de lágrimas. Nos pasan cosas que no esperamos y tenemos que saber como reírnos. Especialmente reírnos de nosotros mismos. Hay veces que yo llego después de una predica y digo '¿Por qué yo habré dicho eso? ¿Por qué yo hice tal cosa?' Y me tengo que reír para no sobrecargarme ¿no? Tenemos que aprender a reírnos. Es bueno, tener un sentido de humor, un corazón alegre trae sanidad al alma.

¿Saben qué? hasta los psicólogos, los científicos, personas en la carrera de salud dicen que cuando uno se ríe, fíjese, es algo que el Señor ha creado, cuando uno se ríe, los sesos -the brains- desatan..¿se dice brains?. ¡oh cerebro! ¿Y qué son los sesos?

Anyway, ustedes entienden brains. Pues, eso mismo, the brains, desata una química, una hormona que viaja por todo el cuerpo y trae sanidad a todos los órganos del cuerpo. Mire lo que el Señor ha creado en nosotros, una defensa tan preciosa. Por eso tenemos que aprender a gozarnos, reírnos. El gozo, David dijo 'El gozo del Señor es mi fortaleza' y cuando dijo eso estaba en el medio de una crisis. Estaba bajo la persecución, había oposición, lo estaban oprimiendo y dijo 'El Gozo del Señor, es mi fortaleza'.

Por eso a mi me encanta venir a esta iglesia, porque me encanta ver como ustedes lo adoran y lo alaban. ¡Qué precioso! Y yo me río con gente que no le gusta la alabanza porque en el mundo la gente van a las fiestas y yo era una que cuando estaba en el mundo, yo era una que iba a muchos rock concerts, ¿no? ¿Qué era? Iba a los conciertos de salsa, ¿no? La gente va a los conciertos, se tiran, se jalan, ¡Azúcar!

La gente va, se merece ¡el venado! Yo fui a Puerto Rico y allá estaba Daddy Yankee: "Métele gasolina..." entonces la gente en el mundo se desbaratan. Para los Yankees en estos días, la ciudad de Nueva York si usted va, las bocinas, la gente gritando hasta las 2 o las 3 de la mañana: "Yankees". Bueno pero entonces llegamos a la casa y estamos… [LENGUAJE CORPORAL]

Tenemos que aprender, Señor. Tal como en el mundo yo me desbaraté para el diablo, ahora yo para ti, yo me gozo, yo te alabo porque Tú eres precioso. Y al Señor le gusta un pueblo que lo sepa alabar.

El Salmo 22 dice que: "El habita en las alabanzas de su pueblo" y habita no sólo que vive. En el hebreo una palabra que quiere decir que se mueve, que extiende su mano, que hace justicia y cuando usted lo está alabando, Él está haciendo justicia para con usted. El Señor está rompiendo, haciendo, deshaciendo y es una cosa maravillosa.

Y yo me alegro, Pastor, con el crecimiento que hay en este lugar. En el medio de un fallo de la economía. Cuando el mundo dice que no hay, cuando los bancos dicen que no, cuando el mundo cree que ya es imposible, el Señor los está expandiendo a ustedes. El Señor les está añadiendo a ustedes. ¿Por qué? Porque Dios obra en una economía celestial y aunque los bancos físicos están en malas condiciones, el banco de Gloria está lleno de riquezas. Y el Señor suple a su pueblo lo que necesita.

Allá nosotros también estamos envueltos en un "Building Project" ¿no?, de crecimiento y necesitamos 35 millones de dólares. Todos los bancos nos han dicho: "No way. No se puede, no se puede". Pero el Señor en estos días nos está diciendo: "Ten fe que cuando el hombre dice que No, yo digo que Si. Cuando el banco no suple yo desato del cielo el banco celestial". Y estamos creyendo por fe que el Señor nos va a ayudar porque necesitamos ampliar el templo para las almas que tenemos que alcanzar.

¿Sabe qué estamos en los últimos días? No se necesita, ¿cómo se dice? Un doctorado en Teología para saber que estamos en los últimos días. Pongan las noticias de las 6 y ya usted sabe que estamos en los últimos días. Pero el Señor dijo que "en los últimos días se iba a derramar sobre la faz de esta tierra de una manera que nunca jamás se había hecho".

Y le dijo a Joel: "En los últimos días yo derramaré mi espíritu sobre toda carne y mis hijos y mis hijas van a vivir, van a profetizar, van a tener visiones, van a ver mi mano moverse y yo voy a restituir lo que se ha comido la oruga. Lo que se comió Saltón, lo que se comió Revoltón, lo que se comió la langosta. Yo lo voy a restituir para que los hombres sepan que no es el hombre que está en cargo. Yo soy el que sigo sentado sobre el trono".

Y el Señor tiene la última palabra. Lo que el Señor dice, el Señor lo cumple. Porque el Señor, nos dio hijo de hombre para que el que mienta se arrepienta. Si el Señor te lo prometió, tarde o temprano el Señor lo cumple.

El Señor le habló a mi mamá que yo iba a llegar a sus caminos, muchos años antes de yo llegar y aunque yo salté, me rebelé, no quise, eso de religión eso es para los pobres, los ignorantes. ¡Ah, qué quiero saber yo de Jesús! Bueno, pues después que ella se enfermó, que le diagnosticaron cáncer del estomago, a mi papá se le fue la mente. Se puso en un estado catatónico. No hubo ni psiquiatra, ni medicina, ni shotverbing, no hubo tratamiento, nada que lo pudo sanar. Pero el Señor hizo una obra sobre natural: sanó a mi mamá, le devolvió la mente a mi papá, han pasado 28 años y todavía estamos aquí para la gloria de Cristo.

Ese es el Dios que nosotros le servimos y todavía sigue vivo, fuerte, maravilloso y el Señor se está moviendo. Vamos a movernos con el Señor para que podamos ser los hombres y mujeres que el Señor quiere que seamos. ¿Amén?

A ver esta mañana y esta tarde el Señor tiene para nosotros en el libro de Eclesiastés y si tienen la bondad de ponerse de pie cuando lo encuentre. Eclesiastés 9 y vamos a empezar en los versos 11 y 12. Y cuando lo tengan pueden decir Amén, Gloria a Dios. Las tontas no van al cielo, los tontos menos todavía. El Señor es bueno, hey, men?

Eclesiastés 9 versos 11 y 12. ¿Sabe? Cómo que a algunos libros de la Biblia como que se les pegan las páginas, no se encuentran muy bien. Ese es uno de ellos, pero si está por Proverbios, ya casi está por Eclesiastés. Y así lo vamos a leer en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Dice el verso 11: "Me volví y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera ni la guerra de los fuertes, ni aún de los sabios el pan. Ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor, sino que tiempo y ocasión acontece a todos. Porque el hombre tampoco conoce su tiempo como los peces que son presos en la mala red y como las aves que se enredan en lazo, así son enlazados los hijos de los hombres en el tiempo malo cuando cae de repente sobre ellos".

Y el mensaje es este: No es cómo se empieza, es cómo se termina. No es cómo empezamos esta carrera, es cómo la vamos a terminar. No es cómo se empieza, es cómo se termina. Padre en el nombre de Jesús de Nazaret te alabamos y te bendecimos, te damos Gracias, porque tú has sido más que bueno con nosotros. Gracias que hasta este momento tú has estado tan presente. Te hemos sentido, te hemos visto, te hemos palpado en este lugar, Señor.

Gracias. Gracias por las bendiciones ricas en este ministerio, esta Iglesia, estos pastores, gracias, gracias, gracias y sabemos que tú tienes aun más todavía. Ayúdanos a seguir corriendo esta carrera que terminemos como tu quieres que terminemos: en victoria, gloriosamente. Porque no es cómo empezamos en ti, es cómo terminamos. Ayúdanos a llegar hasta el punto final en ti para la gloria de Cristo Jesús. Y el pueblo dice Amén.

Y antes que se siente dígale a dos o tres hermanos o hermanas: "Hermano, hermana no es cómo empezaste, es cómo termines. No es como empezaste esta carrera, es como la termines. No es como empezaste en Cristo sino como vas a terminar". No es como empezamos, es como vamos a terminar.

Fíjese el libro de Eclesiastés se le conoce como parte de la literatura de sabiduría igual que el libro de Proverbios, el libro de Cantares. Y en el libro de Eclesiastés, Salomón que el Rey Salomón se le considera por muchos como un hombre más sabio de todo el mundo, de toda la humanidad.

Y en Eclesiastés, Salomón hace algo que algunas veces nosotros como que nos aguantamos un poquito de hacer y es esto: él cuestiona todo aspecto de la vida. Le hace preguntas a Dios de todo: de la vida, de la muerte, de lo malo, de lo bueno, de riqueza, de pobreza, de salud, de enfermedad, de amistades, de belleza, de trabajo, de vida, de vagancia, de muerte, de juventud, de vejez. Le hace miles de preguntas al Señor.

¿Sabe una cosa? Algunas veces nosotros nos detenemos pero yo he aprendido que a Dios le gusta una buena pregunta. Dios le gusta cuando le hagamos la pregunta. No, tiene que contestarla pero sí Dios se entretiene en nuestras preguntas. Y tarde o temprano cuando llegue el momento que el Señor dice: "Hoy es el día", el Señor contesta nuestras preguntas. No siempre la contesta como queremos que la conteste pero si nos manda la respuesta.

Y Salomón, por eso cuando empezamos en el verso once, me gusta, él dice: "Me volví", en otras palabras él estaba pensando en todos estos asuntos: la vida, la muerte, lo mucho, lo poco, los buenos, los malos y dice 'de repente como que recapacité -I returned'- me volví para atrás y puse mi pensamiento en el Señor y me di cuenta que la vida no es basada en lo que el hombre dice y hace si no lo que Dios quiere como Dios disponga.

Hay dos temas principales en Eclesiastés. Uno es este: en la vida todo es vanidad de vanidades. En otras palabras, todo es temporario. Todo empieza y termina; todo es superficial. Uno está aquí hoy quizás no está mañana. Uno es joven un día y al próximo día le salen las arrugas, la gravedad empieza a jalar todo en el cuerpo para abajo. Estoy hablándoles a los hermanos también, ¿sabes?

Ayer les hablé a las hermanas, pero los hermanos cuidado. ¿Yo les conté a las hermanas que algunas veces cuando uno dice, 'Señor por qué es que yo estoy soltera todavía, por qué será que yo no me he casado cuando yo tuve tantos novios qué se yo qué? Y un novio que tuve 30 años atrás que era guapo, buen mozo, elegante, bueno, anyway, yo no era cristiana; pero yo sé que mi mamá lo reprendió, lo echó de casa.

Anyway. Pero estuve en una comida de retiro de una principal amiga mía, porque yo trabajaba con la Junta de Educación y fui a una comida y lo menos que yo me esperaba allá me encontré este ex-novio. Y cuando lo miré, yo dije: "¡Ay, Señor! Está calvo, está ciego y está barrigón". Gracias, Señor que todavía tú me dejaste así. Gracias Señor".

Porque así es la vida, hermanos, todo cambia, todo cambia en la vida. Un día usted está fuerte y saludable, el otro día se encuentra en un salón de emergencia en el hospital. Un día usted tiene riqueza, viene un huracán le sopla la casa se queda sin nada. Un día usted tiene muchos amigos, otro día busca y no hay nadie que esté que le de el socorro. Y así es la vida. Todo es vanidad de vanidades. Por eso no vale la pena uno aferrarse de nada ni nadie. No se aguante con nada ni nadie, menos el Señor.

El segundo tema es este: la vida al futuro está lleno de sorpresas. Y muchas veces lo menos que uno espera es lo que le llega a la puerta y lo que más que uno anhelaba, lo que uno esperaba nunca se le aparece. Así es la vida. Sabemos que estamos aquí en este segundo preciso, pero aún cinco después de este momento no sabemos lo que puede suceder.

Cuantas personas no han visto y que conocemos de la Iglesia una familia que salieron del culto de los jóvenes, se metieron en el carro iban para un Friday's a comer juntos y vino un borracho en el carro y mató a los tres jóvenes, que salieron de un culto de adoración. Así es la vida.

El hijo menor de mi hermana, mi sobrino de 14 años, fue a nadar con unos amiguitos. Hubo un accidente y mi sobrino se murió, se ahogó. ¡Qué choqué para mi hermana, mi hermana! Pero así es la vida. Por eso dice la palabra: "El mañana no se le es prometido a nadie". Tenemos este segundo, este momento y tenemos que aprovecharlo.

Jesús, ¿dijo qué?: "Ni os afanáis por mañana, porque mañana trae sus propios afanes". Preocúpese por este momento lo que está sucediendo aquí ahora que solamente tenemos este segundo para agarrar. Amén.

Y así sigue Salomón. Y entonces termina, la conclusión en el capítulo 12 es este, esta es la conclusión de él: 'Para vivir, para seguir en esta carrera, para terminar como el Señor quiere que terminemos dos cosas: teme a Dios -porque el temor de Dios es el principio de sabiduría- teme a Dios y guarda sus mandamientos'. Este es el todo del hombre. Nada más vale la pena, nada más es importante. Temer a Dios y guardar sus mandamientos. Eso nos mantiene corriendo esta carrera hasta el día que el Señor nos mande a buscar.

Entonces Salomón hace unas observaciones. Este Capítulo 9 es un capítulo clave, bien significante y el mensaje principal es este: el hombre no debe vivir por sus propias fuerzas, habilidades o conocimiento sino con toda confianza y dependencia total en el Señor. Cuando vivimos así, el Señor dirige nuestros pasos y llegamos hasta donde tenemos que llegar.

Entonces en el verso 11 hace unas observaciones y en el 12 nos da un aviso. Lo primero que dice es esto en el 11: "Me volví y vi debajo del sol que ni es de los ligeros la carrera". Y busqué esta palabra en el hebreo para estar segura de lo que estoy diciendo, pero el término que usó aquí: que la carrera no es para aquellos que son naturalmente rápidos.

¿Sabes qué hay gente que son ligeras? Bueno, yo sé que ustedes están en Boston, aquí la gente son un poquito más... pero allá en Nueva York, allá caminamos rápido, allá se come rápido, allá se habla rápido, allá se hace todo rápido. Si usted se ha montado en un subway, ¿ustedes se han montado en un subway en la ciudad de Nueva York? Cuando el tren pare y se abran esas puertas, usted tiene que correr para adentro porque si usted no corre para adentro los que están saliendo corren para afuera y no sólo corren sino que corren todos juntos.

Entonces es como una ola: usted está entrando y ellos lo están echando para afuera. Usted tiene que seguir entrando porque sino se le cierra la puerta, se va el tren y usted se queda en la plataforma. Y así es la vida. La vida, uno tiene que moverse, porque sino se le escapan las bendiciones. Van y vienen las oportunidades.

Las puertas se abren y se cierran y usted todavía parado esperando, 'where's the train?' No, usted tiene que moverse. Usted tiene que buscar, usted tiene que hacer los arreglos, usted se tiene que determinar que usted se va a mover, usted va a buscar lo que usted necesita porque hay bendiciones para el pueblo, pero el pueblo se tiene que mover y se tiene que mover ligero. Se tiene que mover rápido.

El apóstol Pablo comparó esta vida con la carrera y le dijo a los Corintios: "No sabéis que los que corren en el estadio todos la verdad corren pero uno sólo se lleva el premio. Corred de tal manera que tú lo obtengáis'. En otras palabras, hay muchos que están corriendo en esta carrera pero al final solo uno se va a llevar ese premio. Corre tú individualmente como que ese premio tenga el nombre tuyo puesto ahí para que sigas corriendo y no te desmayes y no te eches hacia atrás.

En Corintio había un estadio que era uno de los más grandes en el Imperio Romano y cada tres y cuatro años tenían juegos como tenemos aquí Olympics -Olimpiadas le dicen- tenían esos juegos y aunque había muchas competiciones, la competición que más le gustaba a la gente era la de los que corrían la carrera y a esos le daban el entrenamiento más duro.

Y una de las cosas -yo leí esto y estuvo bastante maravilloso porque es algo que tiene, por eso Pablo lo usa, principios espirituales- les decían a los que corrían la carrera: "Corre y no mires a la derecha, no mires a la izquierda, mira solamente el premio que tienes al final porque si miras el que está corriendo a la derecha o si miras el que está a tu izquierda puede que te desanime, puede que te atribule, puede que te confundas. Para que ganes la carrera corre solamente mirando al premio que está al final de la carrera".

Y muchas veces eso nos pasa a nosotros espiritualmente, que si estoy pendiente de mi mamá, que si estoy pendiente de mi familia, que si estoy pendiente de los trabajadores, que si mi supervisor. ¡No! Mis ojos están puestos en Cristo Jesús y todo lo que me acapare el Señor es suficiente para bregar con todos los asuntos de mi vida.

El libro de Hebreos, ¿dice qué? "Puestos vuestros ojos en Cristo Jesús, el autor y consumidor de vuestra fe". Es el autor porque empezó el primer capítulo de mi vida, es el consumidor porque ya tiene escrito el último capítulo de mi vida y los demás capítulos yo tengo que seguir corriendo.

Como fui maestra tantos años, me gusta usar cuentos de hadas y fábulas porque realmente esos cuentos de hadas no fueron escritos para niños, aunque los usen estos días. Fueron escritos como satires, como comentarios contra el gobierno de Inglaterra y la opresión que había. Entonces estaba la fábula del conejo y la tortuga. ¿Lo conocen? Se acuerdan que empezó la carrera: get ready, set, go -a la lista, a la marca, bum! Entonces empezaron, el conejo rápido y la tortuga iba… [LENGUAJE CORPORAL]

Entonces el conejo miró para atrás y dijo, "esa tortuga está tan lenta, déjame pararme. Se fue a la casa del ratoncito y allí se tomó un cafecito Bustelo con leche. Bueno ¿aquí toman Bustelo o toman qué? Anyway, lo que sea… capuchino. Se tomó el cafecito. Salió, se metió otra vez en la carrera y allí estaba todavía la tortuga [LENGUAJE CORPORAL]

'¡Ay! Déjame ir a la casa del oso que me de una tortilla con habichuelas fritas, ahí; es más comió un bangú con quesocito o si no que me den un peñil con arroz con habichuelas, que me den arroz con andules, que me den frijoles, que me den tortilla'. Ya cubrí todas las naciones aquí. Okay, anyway. Qué me de spaghetti con meatballs, que me de couched hotdogs, lo que sea. Se sentó y se comió la merienda. Salió y todavía estaba la tortuga [LENGUAJE CORPORAL]

Entonces ¿qué pasó? Pasó al lado de una laguna, un laguito y estaba la palmita y se dijo el conejo: "¡Ah! Me voy a coger una siestecita aquí porque esa tortuga es tan lenta." Y se acostó en la laguna y se quedó dormido. Y al rato se despertó con gritos "¡Yeah! Tortuga" porque mientras él dormía [LENGUAJE CORPORAL]

Entonces yo la apoyo, sea usted rápido, sea lento, sea la media, siga caminando hasta llegar a su punto final que el Señor tiene un destino para cada uno. Muchos han empezado esta carrera y muchos se han desviado. Con muchos que yo fui al seminario 28 años atrás, en estos días, ya no existen. Muchas iglesias donde yo fui a predicar, Pastor, 20, 25 años atrás que estaban llenas y gloriosas ya no están en Ministerio.

¿Por qué? Porque se desvían, quitan los ojos de Cristo Jesús, se olvidan del premio que tenemos al final. El apóstol Pablo dijo: "Yo no estoy perfecto todavía. Todavía yo no he alcanzado la perfección. Pero una cosa yo estoy determinado a hacer. Me olvido de lo que me queda por atrás y prosigo a la meta que tengo en Cristo Jesús".

Y hay veces que usted se tiene que hacer de esa disposición. Yo me olvido de los errores, me olvido del pasado porque no importa como empecé, lo que importa es como yo voy a terminar. Y yo sigo adelante en Cristo Jesús, porque hay una carrera que correr.

Pero sigue Salomón y dice además de… ¿qué? "… la carrera no es de los ligeros. La batalla no es de los fuertes". Entonces busqué esa palabra fuertes, quiere decir 'aquellos que son naturalmente, físicamente fuertes. Hay gente que son fuertes y no conste su estatura. Creemos que solamente los grandes...

Mi papá es pequeño y frágil, es delgado pero mi papá tiene una fuerza que nació con ella. Yo me acuerdo años atrás cuando no era cristiano, se metió en una pelea con un hombre irlandés. El irlandés era grande, robusto, es más tenía dos o tres whiskys metidos. Entonces mi papá se salió del carro, estamos que rebuzne con el carro, mi papá se cortó, bueno y mi papá le dijo: "¡Hey!" y fue donde el gran irlandés. Mi mamá le gritaba: "Métete en el carro, que te va a matar ese irlandés" y mi papá "No, yo no le tengo miedo". Bueno, saben la verdad, mi papá le hizo tanto frente que el irlandés se metió en el carro y se fue.

Y hay veces, que personas así naturalmente son fuertes, tienen ánimo. Pero esta guerra mis hermanos no es física, esta no es una guerra de puños, esto es una guerra espiritual.

Pablo le dijo a los Efesios y los Efesios tenían lugares, bases militares, sabían eso de militar, de pelear guerra. Pero Pablo dijo: "En Cristo la guerra no es contra sangre y carne. Esta guerra es contra potestades, principios, huestes celestiales. Tenemos un enemigo que se esconde, que se tapa, que nos miente, que se cola, que se mete, que nos engaña, que nos enreda para que no lleguemos al lugar que el Señor tiene para nosotros".

Pero le dijo: "Revistase, no con tu propio poder, pero con el poder del Señor. Ponte la armadura para que cuando llega el día malo te puedas parar". Me gusta en inglés porque dice: "Take a stand". En otras palabras, literalmente, ponte de pie porque esta guerra no se puede pelear sentado. El pararse de pie es una posición de autoridad y no pararse con los pies juntos, fíjese. Literalmente dice: "pararte de pie con los pies separados" porque hay fuerza.

¿Sabe que cuando usted está así le soplan, usted pierde pero cuando usted se para así usted tiene mejor balance? Y aunque le soplen… [LENGUAJE CORPORAL]

Pastor, esta iglesia me hace hacer cosas locas… ¡porque me apoyan!

Aleluya. Así le dijo Pablo: "When you've done everything... cuando has hecho todo, cuando has orado lo más que tú puedes orar, cuando has ayunado que ya no puedes ayunar más, cuando has alabado, adorado y esperado, párate" y párate mira con así.

Acuérdese que los lomos significa lugar de seguridad. Yo sé en quien yo he creído. Bueno, ojalá que los hermanos hagan eso. Pero las hermanas, yo se en quien yo he creído. Y los hermanos, espiritualmente, yo se en quien yo he creído. Y yo se que el Señor va a perfeccionar todo lo que me corresponde hasta el día de Cristo. Y el Señor peleará mis batallas.

Cuando Moisés sacó a Israel de Egipto, llegaron al puente que estaban de frente al Mar Muerto y estaban los egipcios y el Faraón detrás de ellos y el pueblo lloró enseguida. Como hacemos nosotros, damos queja: "¡Ay, qué si estábamos mejor en Egipto!" Mentira, eran esclavos, estaban oprimidos, no tenían comida y mintieron dijeron: "Allá estábamos comiendo arroz con habichuelas, allá teníamos chuletas". Mentira, no tenían nada.

Estaba el temor y el Señor le dijo a Moisés: "Mira, dile a mi pueblo que se estén tranquilos. Que guarden su paz porque yo Jehová pelearé por ellos". Y los egipcios que ven hoy nunca jamás lo van a ver otra vez porque tenemos un Dios que sabe defender su pueblo.

David dijo en el Salmo 3: "Yo vi cuando Dios le metió un puño a mi enemigo y le tumbó los dientes". Y hay veces, tenemos que obrar por gracia y misericordia porque lo que va para allá viene para acá. Pero hay veces que usted dice: "Señor, ciérrale la boca a esos mentirosos. Señor túmbale los dientes a dos o tres que me están mortificando".

Cuando yo estaba recién convertida y el Pastor conoce muchas de las personas que yo conocí años atrás y la hermana que el Señor usó para que yo llegara a los caminos del Señor. Ese grupito de hermanas tenían un grupito de oración pero fuerte y cuando yo estaba recién convertida mi mamá me llevaba a sus cultos y esas hermanas ¡guau!

Esas hermanitas, que ya casi todas están con el Señor, oraban así: "Señor mira, esa nuera mía sinvergüenza. Jálale los pelos. Y mira ese yerno mío borrachón, mujeriego, rómpele las patas y mételo en el hospital". Y ¿saben una cosa? Así fue que llegamos muchos con las patas rotas, con los pelos jalados para arriba, sin dientes. Llegamos, pero llegamos porque ¡sí que oraban!

Y eso que, hermanos, yo no les sugiero que comiencen a orar así. Yo no oro así, pero si que esas hermanas oraban. Eran oraciones ¿saben qué? eran oraciones violentas. Pero ¿sabes lo que dijo Jesús? Jesús dijo esto:"Desde los días de Juan el Bautista hasta el presente el reino de Dios ha sufrido violencia. Pero los violentos lo arrebatan". Y esa palabra, ese término "arrebata" que lo miré en el griego quiere decir: "cogerlo rápidamente y no soltarlo ni por un segundo".

En otras palabras mis hijos le pertenecen al Señor. Mis hijos le van a servir a Cristo. Mi esposo va a venir. Las finanzas vienen porque vienen. La iglesia se va a llenar de su gloria. Mi sanidad ya está por llegar. Mis fuerzas el Señor va a restaurar, las bendiciones vienen porque vienen. El Señor va a hacer lo que va a hacer y lo tenemos que arrebatar y no soltar por nada ni por nadie. Porque hay bendiciones para tú, para mí y no es cómo empezamos es cómo terminamos esta carrera en Cristo Jesús.

Y sigue Salomón, además de que "la carrera no es de los rápidos, ni la guerra de los fuertes, ni aún de los sabios, es el pan. Y esto está hablando de sabio, está hablando de aquellos que saben hacerse, saben hacer planes". ¿Saben qué? A muchos nos gusta planificar, nos gusta hacer y deshacer pero la verdad es que nuestras necesidades están en las manos del Señor. El Señor es Jehová Giré que suple lo que necesitamos y podemos planificar, hacer y deshacer y tenemos que hacerlo pero al final del día el Señor es el que suple lo que yo necesite.

Yo lo compartí esta mañana en uno de los programas de noticias, no un programa cristiano, un programa que no sé si era 20/20, Line/line uno de esos programas de noticias estaban entrevistando a este hombre y él dijo que a los 14 años dejó a México, se fue para California, trabajó en un restaurante lavando platos, vivió en las calles, durmió en los parques, pero dentro de él había un sueño: que quería hacerse de algo en la vida. Luchó, se tiró y buscó del Señor. En estos días, para hacerle un cuento largo, en estos días, es el neurocirujano -neurosurgeon- número uno de este país que trabaja en John Hopkins Hospital.

Los grandes…, los grande políticos, los grandes hombres internacionales cuando hay un problema de la mente, del cerebro, tumores es a él a quien tienen que consultar. Y cuando lo entrevistaron el reportero le preguntó, "¿Y cómo tú llegaste?", él dijo "Porque el Señor me trajo hasta aquí. El Señor me suplió todo". El Señor le abrió las puertas.

Fíjese, 14 años, sin una palabra de inglés, sin familia, lavando platos, viviendo en las calles y llegó a ser un cirujano número uno del mundo. Ese es el Dios al cual nosotros le servimos. Por eso el Señor dijo: "la plata es mía, el oro es mío. Lo que tú necesites yo te lo puedo suplir".

"Las riquezas, dice también Salomón, no es para aquellos que son negociantes". Hay gente que son negociantes, se saben hacer de dinero, pero muchas veces lo hacen a través de manipulaciones, a través de tricks, hasta la buscan, se mueren.

Cuando yo estaba en la universidad trabajé part-time en un negocio de stereo equipment, equipo, entonces fíjese, el hombre, era un pueblo -me da lástima decirlo pero es la verdad- era de un pueblo latino que había mucha gente pobre, mucha gente de necesitada. El hombre, el dueño no hablaba una palabra de español. Bueno tres palabras: bueno(u), bonito(u), barato(u) y la verdad es que muchas de las cosas que le vendía a esa gente pobre no eran ni bueno, ni bonito, ni barato. Porque él cogía mercancía vieja, usada, la limpiaba, la volvía a reempacar con cajas nuevas y la vendía como productos nuevos. Cosas ya usadas que ya no servían para robarle el dinero a gente pobre.

El mundo está lleno de negociantes así. Pero en la casa de Dios, nosotros hacemos negocios limpios, porque Dios suple a través de su propia voluntad. Y cuando oramos y le pedimos el Señor nos ha dicho que nos va a suplir. Es más ¿qué nos ha dicho? "Qué le va a tocar el corazón a ciertos millonarios de Nueva York que nos van a dar ese dinero". Sabemos que el Señor sabe hacerlo de su manera perfecta y preciosa y de la manera que Él lo haga, el Señor sabe hacerlo bueno. Pero cuando nosotros queremos meter la mano, manipular y hacer negocios muchas veces dañamos el guiso. El San Cocho se daña.

Tenemos que dejar que el Señor sea el que supla nuestras necesidades.

Y sigue aquí Salomón y dice otra cosa más, fíjese: "El favor de Dios no es para aquellos que son elocuentes". ¿Saben que hay gente que son muy elocuentes? Saben hablar, saben con quien hablar y otra vez es para la Junta de Educación, 33 años en Nueva York. Fui todo: de maestra, administradora, supervisora, etc. Yo vi personas en el sistema educacional que no tienen nada que ver con la educación. No saben nada de maestría, no tienen compasión para con los niños, no están interesados en la educación de niños pero conocen a la gente correcta, son bien políticos, bien carismáticos, saben con quien hablar, saben cuales puertas tocar y están en posición haciendo decisiones para millones de niños, que no deben de estar ahí.

Pero la casa de Dios, el favor de Dios, la gracia de Dios no esta basada en lo elocuente que uno sea o lo mucho que uno sepa. Está basada en que Dios derrama su gracia a quien Él quiere bendecir.

Dios levanta a quien Él quiere levantar, Dios apoya a quien quiere apoyar, Dios sana cuando Él quiere sanar, Dios mueve cuando Él quiere mover. Dios hace lo que Él quiere hacer y como lo quiere hacer. Y tenemos que depender de esa gracia.

El apóstol Pablo estuvo un aguijón. Hay muchas interpretaciones de que era ese aguijón. Algo que Pablo dijo que lo amargó tanto, lo afligió tanto que él clamó a Dios que se lo quitara. Algunos dicen que quizás estaba ciego por la luz del damasco, algunos dicen que "No, quizás fue que sufría de problemas psicológicos" porque había veces que estaba contento y había veces que estaba triste. Sufría de depresiones. Hay otros que dicen: "No, era el dolor emocional, que sus hijos en el Señor se fueron contra él y lo criticaron, lo acusaron de ciertas cosas".

No sabemos el aguijón, pero sabemos esto: Pablo, clamó, le pidió al Señor que le quitara ese aguijón. Pero el Señor no le dijo "Te lo voy a quitar", le dijo ¿qué? "Bástate mi gracia. Porque mi gracia se perfecciona en tus debilidades". En otras palabras, mientras más débil estemos, más problemas tengamos, más se manifiesta el poder de Dios en nuestras vidas.

Entonces Pablo dijo: "Bueno, si es así, entonces yo me glorió en los problemas, me glorió en las enfermedades, me glorío en las tribulaciones porque cuando estoy débil es cuando más fuerte estoy. Porque cuando estoy débil en mi persona, entonces tengo que depender de la gracia de Dios". Y Dios nos dice: "Pueblo, bástate en mi gracia. Venga lo que venga, pase lo que pase no se detenga ahí, siga corriendo, que mi gracia te llevará de aquí a allá y de allá a allá y de allá al otro día y de mes en mes y de año en año hasta que llegue al punto final y termine con victoria".

El Señor quiere que el Pueblo termine con una victoria, no como victimas, como vencedores en Cristo Jesús. Y Salomón termina con este aviso y dice esto: "Cuidado que el tiempo malo no los agarre, no llegue de repente como les hace a los peces y a las aves".

¿Sabe que los pececitos, los peces están nadando en el agua, no? El pececito está lo más contento... 'Hay poder, poder, sin igual poder...' Está nadando de lo más happy: "Yo tengo gozo, gozo, gozo. Es tan hermoso..." Bueno, ahí está el pez. Pero de repente ¿qué pasa? Le tiran la red y agarran el pez cuando menos lo esperaba.

El ave está volando lo más contento, se sienta sobre las rameras 'phis' ahí está la trampa que agarra al pobre ave y Salomón dice esto: "Estén listos apercibidos para que cuando les llegue el día malo no les pase como al pececito que está nadando o el ave que está sentado sobre la ramera. Sino que usted tenga los ojos abiertos para que sepa cuando se acerque el día malo. Y cuando se le acerca aprende a pararse y seguir corriendo para que nada ni nadie lo detenga de las bendiciones que el Señor tiene para usted".

El Señor tiene bendiciones para cada uno de los que están aquí. Tiene su nombre sobre su bendición. Hay un premio al final de esta carrera y no importa cuando empezaste, como empezaste, lo que importa es como tú vas a terminar: o te vas a desmayar y salir de la carrera o vas a seguir corriendo como la tortuga. Llego porque llego y aunque el conejo se detenga por aquí, aunque algunos se desvíen por allá, usted mire… [LENGUAJE CORPORAL]

Yo llego porque llego, porque yo estoy determinada a perseverar hasta el día del Señor Jesucristo.

Pablo dijo: "Yo estoy persuadido que el que empezó esta buena obra en mí, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. Y aunque todavía me falta mucho, yo se que el Señor no ha terminado conmigo. Yo soy una obra en el proceso -a work in progress- el Señor me ha cambiado mucho, pero todavía me falta. Porque la carne todavía está viva". Como le dije: si me dejan le tiro un venado, le tiro un métale gasolina. Si me dejan le tiro un merengue bien merengueado, ¿si me dejan le echo una salsa y tos? Fuerte porque mi carne está viva. La carne está viva. El espíritu está salvo pero la carne está viva. Tengo que crucificar mi carne.

Pablo dijo: "No soy yo que vivo en Cristo, sino Cristo que está viviendo en mi. Tengo que matar la carne, las pasiones naturales para seguir corriendo esta carrera que empecé en Cristo Jesús". Porque lleguen o no lleguen los demás yo tengo que seguir corriendo hasta el día que Cristo me llame.

Como dije, mi papá tiene 90, tiene Parkinson Disease y cuatro años atrás le dio un stroke, el año pasado se cayó en la casa y se rompió la cadera, tiene una mecha con tornillos. Noventa años, ¿y saben? Los médicos le dicen: "Pero usted debe de estar muerto ya," y saben la respuesta de él: "Yo soy un veterano de la Guerra número 2".

Entonces una de las cosas que hacían los soldados en la guerra 2 para apoyarse los unos a los otros es que se decían esto: 'Praise the Lord, pass the ammunition'. En otras palabras: 'Alaba a Dios, pásame las balas que voy a matar a dos o tres más'. Entonces mi papá a los 90 en silla de ruedas con tantas enfermedades todavía está diciendo: 'Praise de Lord, pass the ammunition'. Alaba a Dios y dame el rifle que tengo que matar a dos o tres más demonios por ahí.

Y esa debe de ser la disposición del pueblo. Venga lo que venga, pase lo que pase: Praise de Lord and pass the ammunition, que no es cómo empecé, es cómo voy a terminar.

Y yo estoy determinado que voy a seguir hasta que vea la gloria de Dios en la tierra de los vivientes. David dijo: "Yo hubiera desmayado si no creyese que voy a ver las bondades, las riquezas, las bendiciones de Dios en la tierra de los vivientes".

Hermanos, hay bendiciones para usted, hay salud para usted, hay finanzas para usted, hay trabajo para usted, hay casa para usted, hay prosperidad para usted, hay familia para usted pero se tiene que levantar y correr esta carrera. Tiene que pelear hasta el día que usted termine, tiene que seguir hasta el día que el Señor enraba su redil porque el Señor le dará su gracia. Bastate en mi gracia.

¿Saben? a mi papá le gustan mucho himnos antiguos pero uno que se pasa cantando es este: 'Cuando allá se pase lista, cuando allá se pase lista, cuando allá se pase lista, a mi nombre yo feliz responderé' y entonces el grita "Felipe" y él mismo contesta: "Presente".

Y yo le pregunté: "¿Por qué tú te pasas cantando eso viejo?" Me dijo: "Estoy practicando para el día que se me diga 'Felipe' y yo diga 'Presente' ". Ya yo llegué, peleé la buena batalla, corrí hasta el final, no me dejé vencer. Soy victorioso. Lo gané. Seguiré adelante. Yo tendré la victoria porque NO ES CÓMO EMPECÉ, ES CÓMO TERMINO.

Gracias Señor. Gracias, Señor. Y hermanos, como decía mi viejo Pastor: "Para atrás ni para coger impulso". Siga adelante que las tontas no llegan, los tontos menos.

Pero vamos a seguir porque vamos a terminar en gloria, vamos a terminar en victoria. Vamos a terminar con la cabeza para arriba no para abajo. Vamos a terminar en integridad, vamos a terminar en santidad del espíritu, vamos a terminar haciendo la voluntad del Señor. No nos vamos a dejar llevar por el fraude, vamos a seguir por delante en Cristo Jesús. Amén. Praise God.

Antes de seguir. Hay alguien en este lugar que quizás usted nunca ha tenido una experiencia con Cristo Jesús, qué quizás este es el día que el Señor le diga 'Pasa por aquí que yo voy a empezar una carrera contigo. Qué este sea el día del comienzo de tu carrera en Cristo'.

¿Hay alguien que diga "Hermana yo quiero empezar en este día? Quizás yo estaba apartada, quizás yo nunca he estado". Ven hermana, pasa por aquí. Vente se atrevida, pasa por aquí. Aleluya.

Acuérdese que los tontos no llegan, pero los que están dispuestos a pelear, los que están dispuestos a correr esta carrera llegan hasta el final. Hay alguien mas que dice, este es el día, que yo me restauro que yo renuevo mi voto con el Señor, porque voy a seguir corriendo esta carrera y "Para atrás ni para coger impulso".Por que estoy determinada a seguir corriendo.

Gracias Señor, gracias, hermana. Gracias, Señor, Dios me la bendiga. Gracias Señor.

Usted que esta ahí extienda su mano hacia aquí por que cuando venga una sola alma hay gozo en el cielo.

Hay fiesta en Cristo Jesús, cada vez que una persona diga hoy “Señor yo quiero empezar contigo, Señor yo te entrego mi vida” Hay fiesta en el cielo, hay fiesta, hay fiesta en Cristo Jesús.

Gracias Señor.

La multitud y los discipulos

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Esta mañana quiero compartir algo que un momento también -yo no hablo nunca algo que no ha sido ministrado en mi vida primero porque es necesario que Dios nos quebrante a los pasos para que la palabra tenga sentido, ¿verdad? y la palabra llegue al corazón.

Y a todos nos gusta cuando nos convertimos, cuando conocemos al Señor, llega a nuestras vidas como una estabilidad y esa estabilidad de saber que somos algo, que ya Dios nos rescató de ese infierno, ¿verdad? de esa profundidad donde vivíamos, de esa oscuridad de las tinieblas y Dios nos trae a su luz.

Muchos de nosotros nos quedamos tan contentos o tan en paz por la salvación tan grande que Dios nos ha traído que no nos damos cuenta que hay una demanda, hay un deseo de Dios para que nosotros nos convirtamos en discípulos y lo que hemos recibido por gracia lo podamos dar.

Vamos a inclinar nuestros rostros y vamos a pedirle a Dios que esta palabra nos marque.

Padre en el nombre de Jesús. Yo se que Tú estás aquí Padre y eres Tú el que hablas al corazón, Señor. Queremos escucharte, Señor. Siempre hablas tu palabra con gracia porque con gracia nos has salvado, Señor. Siempre Tu palabra, Señor aunque es enérgica y a veces penetrante y como dice tu palabra "tan cortante" que penetra hasta lo más profundo, Señor. Hasta los tuétanos, Señor.

Señor, necesitamos tu palabra, necesitamos ser despertados por tu palabra y necesitamos que cada día nos alumbres con tu luz para saber cual es el camino a seguir. Señor, yo te doy gracias, porque esta oportunidad que nos das de escucharte solamente la tienen aquellos que han sido redimidos por la sangre y ha decidido seguirte, Señor. Señor, gracias. Quédate con nosotros espíritu Santo, que Tú tomas del Padre y nos los haces saber. En el nombre de Jesús. Amén.

Y venimos a esa estabilidad emocional, esa estabilidad espiritual, mental, hacemos decisiones, hacemos cambios. Nuestra vida es transformada al instante. Yo recuerdo cuando yo me convertí al instante, yo dejé algunos vicios. Recuerdo que dejé de fumar. Y esas primeras dos semanas tuve lucha, pero cuando el Señor me dijo -cuando yo tuve que hacer una decisión, recuerdo que el Señor me dijo- iba a cantar por primera vez, yo llevaba como un mes de convertida y por primera vez a mí me habían dado una canción y para mi eso era lo más grande del mundo.

Yo canté en el mundo como loca, así decimos en Puerto Rico. Hay algunas palabras boricuas que voy a decir, así que los que no son de Puerto Rico, como yo les dije a las muchachas, pues me dicen y yo trato de buscar una palabra neutral. Amén.

Yo recuerdo que cuando me dijeron que iba a cantar esa primera canción, yo dije "¡Guau!" y cuando iba de camino encendí un cigarrillo y yo recuerdo como que el Espíritu empezó como a 'hmmm' y me habían aceptado en la iglesia. Yo no tenía ningún problema en esa transición de dejar mis cosas.

Pero hay un momento en que Dios dice "Ya, quiero transformar un área de tu vida. Tienes que tomar una decisión". Y yo recuerdo que yo subía a la catacumba y me metía mis chicles y todo el mundo, yo juraba que nadie sabía que yo me había fumado cuatro cigarrillos antes

Pero llegaba y ellos me amaban, me abrazaban y me besaban porque ellos sabían. ¿Por qué? Porque ellos habían pasado por su proceso. Pero tenemos que tomar decisiones en Cristo. Y es cuando el espíritu nos pide algo, no cuando alguien te pida algo. Es cuando Dios te dice: "Quiero redimir esto en tu vida. Sencillamente no lo necesitas para seguirme. No necesitas esto".

Y yo recuerdo que yo cogí y no solamente tiré el cigarrillo sino que hice busqué en la cartera aquella cajetilla que había costado en aquella época era barata, pero ahora, una cajetilla es una cosa... no vale la pena. Con eso puedes ir y comprar cosas. La saqué y la tiré por la ventana y eso, esa decisión que yo tomé, Dios la respaldó.

Toda decisión que tú tomes Dios la va a respaldar. Ahí vienen lo sobrenatural de Dios que viene y hace "¡pup!": "Lo hiciste, ahora yo te voy a ayudar". Y recuerdo que aquello fue como que se quebró ese vicio, se quebró y milagrosamente -porque obviamente no entendemos esas cosas que hace el Señor que son milagros- cuando tú decides te quita algo y ya; que cuando yo llegué, canté, sentía la libertad de haber hecho una decisión a favor del Maestro. Y cuando regresé pasaron las semanas, mi esposo todavía no se había convertido y él también fumaba.

Yo recuerdo que me fumaba al lado y yo '¡pah! Pregúntame, como decimos en Puerto Rico. No tenía deseos de fumar'. Quiere decir que yo me di cuenta que hay un poder sobrenatural que corta y que te puede sacar la raíz del pecado y tú puedes ser libre. El único que te puede hacer libre es Jesucristo.

Por eso la palabra dice: "Conoceréis la verdad y la verdad os hará libre". Entonces en este caminar en el Señor, van a ver cosas que van a tener que decidir hacer. No van a venir por osmosis. Nosotros quisiéramos que todo viniera por osmosis, así como que del cielo, bajara eso, yo sintiera: "¡Ah! Porque lo siento". El amor es una decisión, adorar es una decisión, levantar las manos al cielo delante de la presencia del Señor, es una decisión.

Nunca esperes sentirlo porque la carne jamás querrá adorar. Jamás. Cuando los líderes le digan a ustedes levanta las manos, ustedes hagan "Señor hoy quisiera estar acostada, pero duelen los dedos, pero voy a levantar las manos porque tu palabra lo dice. Lift your hands. Lo voy a hacer en el nombre de Jesús". Yo decido y tan pronto tú haces eso, ¡ah! vencí lo que me estaba venciendo.

Entonces en aquella época que Jesús estuvo caminando sobre la tierra Él decidió hacer discípulos. Pero también Jesús estuvo cerca, Jesús trabajó. Jesús era un hombre de multitudes y sabía que en medio de la multitud había gente que le iba a seguir y había gente que seguían al maestro por la curiosidad, por saber quien era Él, porque muchos estaban esperando el Mesías. Sabían que el Mesías venía y cuando Jesús llegó a la tierra eso fue una revolución total.

Él llegó y todo lo establecido se empezó a, Él quebrantó toda la religiosidad establecida, Él era el sumo sacerdote, Él sabía lo que iba a pasar y entonces hubo contienda, hubo de todo allí. Y pudimos identificar -a través de los evangelios- que había una multitud que seguía a Jesús. Pero Dios escogió unos discípulos que iban a estar cerca, que eran los que verdaderamente Él iba a utilizar para multiplicarse en ellos. Todavía esa intención del Maestro, está.

"De tal manera amó Dios al mundo", dice la Biblia, "que envió a su hijo unigénito para que todo que aquel que crea no se pierda y tenga vida eterna". Pero de tal manera amó Dios al mundo, todos conocerán de Jesús. Eso será así. Jesús no vendrá hasta que todos conozcan quien es Él.

Ahora no todos le van a seguir. Entonces muchos de nosotros llegamos y nos convertimos y venimos a la presencia del Señor. Entonces cuando llegamos a ese camino nos damos cuenta que no es un camino ancho, sino que es un camino estrecho, como ahorita veremos acá al frente, nada cambiará en las circunstancias de la vida. Estamos viviendo un mundo caído que será redimido y habrá situaciones y habrá cosas que nosotros tendremos que tomar decisiones.

Ahora, caminaremos ¿cómo caminaba la multitud o caminaremos como caminaban los discípulos? Y en esta mañana yo quisiera desafiarte como Dios me desafió en un momento dado, para saber ¿en dónde yo estoy? ¿Cómo yo estoy caminando? Tengo una salvación tan grande, ¿me quedaré en mi Salvación o estaré yo multiplicándome? ¿Estaré siendo un discípulo del maestro o simplemente me he quedado siguiendo al maestro de lejos, disfrutando de sus bendiciones pero no haciendo ajustes en mi vida para ser un verdadero discípulo? ¿Somos discípulos o somos multitud?

Dios en la palabra nos sugiere que Él se revela a curiosos ocasionales de su presencia o que ellos lo pueden encontrar. La Biblia dice: "Buscadme y viviréis" o sea que es el que le busca el que va a encontrar los tesoros y va a conocer el corazón de Dios. Es el que le busca.

Y a veces nosotros nos quedamos ¿verdad? como a mitad de camino. Yo se lo que es tener una semana bien agitada, bien terrible y desde la mañana cuando abro mis ojos saber que tengo una agenda impresionante y que en vez de preguntarle a Dios cual es la agenda de Dios yo quiero correr la mía. Cuando eso sucede, amados, nosotros terminamos ese día tan agotados que no tenemos tiempo para... el tiempo fue como cisternas rotas que no retienen agua. No retenemos el tiempo, ¿por qué? porque entramos en un afán, en una ansiedad tan impresionante.

"El reino de los cielos se hace violento y solo los violentos lo arrebatan", dice la Biblia. Quiere decir que la violencia mayor que tú y yo vamos a tener en estos últimos tiempos que la venida de Cristo se acerca va a ser el tiempo. Porque es ese tiempo que la prisa loca de vivir nos quiere robar para nosotros tener tiempos -valga la redundancia- de calidad con el maestro.

Porque es lo que nos va a hacer crecer, eso es lo que nos va a hacer saber cual es nuestro propósito, eso es lo que nos va a dar dirección, visión. ¿Qué es lo que tú quieres hacer? ¿Para qué me quieres? Voy a ser de impacto en mi oficina, voy a ser de impacto en mi iglesia, voy a ser de impacto en la casa.

Nosotras las mujeres necesitamos tanto saber como bregar con nuestros hijos, como bregar con nuestros esposos, necesitamos una urgencia, saber como nos vamos a comportar, como vamos a hacer ayuda idónea. Entonces necesitamos tiempo y muchas veces ante ese llamado de Dios somos tardos en oír y reaccionamos sin pasión pero prontos para pedir y recibir la bendición.

En otras palabras, somos, estamos -sabemos que él está con nosotros- cuando Él nos llama a la presencia del Señor cuando Él quiere tener intimidad, cuando Él quiere intimar con nosotros: "¡Ay, sí, cuando yo regrese voy a orar!" ¿A cuántos les ha pasado eso? Entonces cuando regreses que vas a orar aquella serie de... tienes que abrir la computadora porque tienes como 55 en adelante de mensajes que tienes que contestar.

Entonces depende de la edad, ¿verdad? pero aquellas que tenemos ya, que estamos entrando en los 40, 50 ¿verdad? que es la mejor etapa de la vida. No se equivoque nadie. Esta es la flor, lo que pasa es que llega un momento en que tenemos que cerrar los ojos para descansar.

Mi papá dice que para descansar es la muerte, pero ya yo me estoy dando cuenta que no es la realidad. En esos momentos cuando dan las 9 qué tú dices: "El Señor me iba a dar una palabra, el Señor, hay yo no me he encontrado con Dios. Pero voy a ir" y ahí cuando te arrodillas o te sientas en tu sitio entras en una profundidad de la presencia de Dios tal que sencillamente Él dice: "Déjame dejarla descansar, porque imagínate si ella ni puede decir Gloria a Dios".

Eso me pasa a mí, yo no sé si a ustedes y no nos damos cuenta de que perdemos el track, de que perdemos el ritmo. No nos damos cuenta que estamos dejando a Dios a un segundo lugar y somos prontos para cuando la cosa se aprieta -como decimos en Puerto Rico- cuando el gas pela, esa es una de nuestras frases boricuas, cuando los huevos se ponen a peseta. Ya no, ya están más caros. Entonces, tengo que ayudar, tengo que orar, pero es por una situación especial.

También me ha pasado, entonces ahí somos prontos para buscar la presencia del Señor y es algo, amados, que Dios no tiene problema. El problema no es de Dios, el problema es de nosotros porque nosotros dejamos de conocer, dejamos de descubrir el poder de Dios. Dejamos de descubrir hacia donde me llevaba el Señor y no estamos en su perfecta voluntad. Hay una voluntad que es permisiva pero hay una perfecta que ahí es donde nosotros vemos, los ojos se nos abren y vemos como el plan de Dios se cumple y hay cosas imposibles para el hombre pero para Dios son posibles y las empezamos a descubrir.

Vemos la revelación de la palabra en nuestras vidas, que nos marca para el diario. Yo no creo que la revelación de la palabra sea algo etéreo que es como que no la puedo alcanzar. ¡No! La revelación de la palabra es algo que es para hoy, como decía el Pastor, es tan real Dios, es tan real. Él da soluciones tan pero tan sencillas pero tienes que meterte ahí.

¿Dónde nos podemos identificar? Vamos a Juan 6:1 al 14. Estoy mandando a preguntar algo porque ya yo se lo había dicho a la Pastora, que necesito saber horarios, el culto se acaba a las ¿11 y media? ¡Oh! Padre mío, ¡qué barbaridad! Yo tenía que preguntar eso ahí. Bendito. Pero yo voy a avanzar Pastor, vamos a ver como yo hago esto.

Al llegar a la página tres usted escuche todo lo que voy a decir y punto. No pestañeé porque voy a las millas. Okay. Juan 6: 1 al 14 dice: Me encanta esta palabra: Jesús alimenta 5000. "Algún tiempo después Jesús se fue a la otra orilla del mar de Galilea y mucha gente lo seguía porque veía las señales milagrosas que hacían los enfermos. Entonces subió Jesús a una colina y se sentó con sus discípulos. Faltaba muy poco tiempo para la fiesta judía de la Pascua.

Cuando Jesús alzó la vista y vio una gran multitud que venía hacía Él le dijo a Felipe: '¿Dónde vamos a comprar pan para que coma esta gente?' Esto lo dijo solo para ponerlos a prueba porque Él ya sabía lo que iba a hacer. Ni con el salario de 8 meses podríamos comprar suficiente pan para darle un pedazo a a cada uno, respondió Felipe. Otro de sus discípulos -Andrés, que era hermano de Simón Pedro- le dijo: 'Acá hay un muchacho que tiene 5 panes de cebada y hay dos pescados. ¿Pero que es esto para tanta gente?' 'Hagan que se sienten todos', ordenó Jesús. Me gusta cuando dice: ordena cosas.

'En ese lugar había mucha hierba así que se sentaron y los varones adultos eran como 5 mil. Jesús, tomó entonces los panes, dio gracias y distribuyó a los que estaban sentados, los que quisieron. Lo mismo hizo con los pescados. Una vez que quedaron satisfechos dijo a sus discípulos: 'Recojan los pedazos que sobraron para que no se desperdicie nada'.

Así lo hicieron y con los pedazos de los cinco panes de cebada que le sobraron a los que habían comido, llenaron 12 canastas. Al ver la señal que Jesús había realizado, la gente comenzó a decir: "En verdad este es el profeta, el que ha de venir al mundo". Pero Jesús dándose cuenta de que querían llevárselo a la fuerza y declararlo rey, se retiró a la montaña solo".

Mateo, me gusta mucho Mateo, creo que es o Marcos, porque en Mateo eso está en 14, sólo voy a leer esa frasecita porque me encanta: "Cuando Jesús recibió la noticia". Jesús venía de recibir la noticia de que Juan el Bautista había sido decapitado. Obviamente, Jesús hombre estaba en un proceso difícil. Una persona que él amaba que se criaron juntos, Juan de Elizabeth, se criaron juntos, eran primos y lo habían decapitado. Jesús viene de pasar un proceso 'hm', aceptar la voluntad de Dios como a veces nos toca a nosotros Señor. No hubiera querido pero la aceptó y dice:

"Cuando Jesús recibió la noticia se retiró él sólo en una barca a un lugar solitario". Jesús necesitaba espacio. "Pero las multitudes se entraron, y lo siguieron a pie desde los poblados y cuando Jesús desembarcó y vio a tanta gente, tuvo compasión de ellos y sanó a los que estaban enfermos". Y vemos un Jesús compasivo, ¿verdad? No quería perder ese punto.

¿Cuáles son las características de la multitud? La multitud como vemos aquí en Juan y también lo vemos relatado en los demás evangelios era gente de doble ánimo. Gente que dependiendo de como, de que era lo que se estaba ofreciendo, pues, ellos estaban allí. Gente que buscaban la oportunidad para investigar quien era ese hombre llamado Jesús.

Fíjate que en Santiago 1:8 -voy a leer esto rapidito- la gente que trabaja, la multitud, los que tenemos ese espíritu, esa cosa de multitud de solamente seguir es indeciso y es inconstante en todo lo que hace. Esa es una de las características de una persona que es multitud. Es indeciso, inconstante en todo lo que hace. Comienza algo pero no lo termina. Decide ir a la iglesia el domingo, pero al otro domingo no puedo ir. Voy a comenzar a leer la Biblia pero ¡Ah! se me perdió la Biblia. Compro otra pero la abrí en un año, pero Hm. A todos nos ha pasado, yo creo que aquí no hay nadie exento de eso.

A mi me ha pasado. ¿Usted no sabe cuantas biblias yo he comprado en mi vida? Hasta que empecé a tomar decisiones. Disfrutan de los milagros, disfrutan ver la obra de Dios a través de su talento. Disfrutan de los milagros, disfrutan de lo que hacen, disfrutan de ver las cosas que Dios hace con otros pero no abren su corazón. No le dan espacio a Dios para que haga milagros en su vida. Esa es una característica de multitud.

Buscan saciar sus necesidades. Es el Dios de la Bendición: Jehová Giré. Dios dame. Dios necesito y solamente vamos a la presencia del Señor para pedirle a Dios. Y no hay nada malo con pedirle a Dios, tenemos que pedirle a Dios porque la Biblia lo recalca: "Tocad la puerta y se abrirá, buscad y hallareis". Tenemos que pedirle al Señor pero ¿será que todo el tiempo y el único momento en que tenemos en que tenemos intimidad, tenemos relación con Dios es cuando le pedimos?

Andan detrás de las señales, son aquellos que van detrás de las señales pero no cambian. A veces vamos de iglesia en iglesia corriendo: "allí está fulano, allí está mengano. Están haciendo un milagro. Vamos para allá". Y muchas veces es que nos arriesgamos, estamos comiendo palabra buena aquí, no adultera, Cristo-céntrica y de momento nos vamos a un lugar porque hay fuegos artificiales y están pasando cosas, cuestiones y allá nos vamos y nos podemos confundir.

¡Cuidado! Siguiendo las señales. ¿Qué dice Marcos? Yo hice como mi esposito, mi esposito las marca para no perderse. Mira lo que dice de aquellos que conocen a Dios, los discípulos: "Estas señales seguirán a acompañarán a los que crean. En mi nombre expulsarán demonios, hablarán en nuevas lenguas. Tomarán en sus manos serpientes y cuando beban algo venenoso no les hará daño. Pondrán las manos sobre los enfermos y estos recobrarán la salud. Después de hablar con ellos el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Los discípulos salieron y predicaron por todas partes y el Señor los ayudaba en la obra y confirmaba su palabra con las señales que los acompañaban".

¡Qué diferente! No íbamos corriendo detrás de las señales. Los discípulos empezaron a correr detrás de las señales, las señales los acompañaban y dice aquí que era Jesús: "El Señor los ayudaba" ¿Cómo los ayudaba Jesús? ¿Qué hablaban ellos? Cuando nosotros hablamos y cuando nosotros declaramos algo lo declaramos ¿en el nombre de quien? En el nombre de Jesús y ese es el sentido que trae esa palabra: en el nombre de Jesús las cosas son hechas.

No temas, porque tú tienes el mismo Jesús que esta gente tenía. El espíritu de Dios habita en ti. Tú tienes autoridad para echar fuera, tú tienes autoridad para imponer manos y sanar, tú tienes esa autoridad. Tienes que ejercerla. Tienes que ser discípulo. La multitud -mejor es que lo haga otro- es aquellos que se sientan y miran: "¡Ay! Mira fulano, pasó. ¡Que tremendo! Mira el Señor lo bautizó, ¡que bueno!" pero yo nada.

Entonces, Dios quiere que tú entres a las aguas y esas aguas te cubran, que tú tengas la experiencia de ser usada por Dios, de saborear lo que es el poder de Dios en tu vida. Eran oidores olvidadizos y no hacedores de la palabra. Escuchaban la palabra pero no la retenían para accionarla. ¡Eso nos pasa tanto! La competencia del mundo es tan grande, hermanos, hay tanta presión en el mundo, hay tanta distracción en el mundo, hay tantas cosas que nos llaman la atención, hay tantas cosas que nos retan a hacer a no tener el carácter de Cristo y contestar mal por mal y si me dan una bofetada doy la otra.

En el mundo estamos llenos de violencia. Estamos viviendo -yo creo- los tiempos más violentos. Yo veo los jóvenes, yo admiro. Miren, hermanos, cuando yo voy a este viaje de jóvenes y veo jóvenes encendidos en la presencia de Dios digo: "¡Ay Dios mío! De verdad tú eres real. Tú no has perdido -nosotros decimos que los jóvenes se están perdiendo- mentira del diablo.

Hay jóvenes que están llenos de Dios, hay jóvenes que desean servirle al Señor, hay jóvenes que buscan en secreto la presencia del Señor y en público Dios los respalda. Jóvenes que no se quieren, adultos, mujeres, niños que no se quieren contaminar, que no quieren vivir en esas dos aguas y Dios los respalda. Pero tenemos… ¿qué? No podemos olvidarnos de la palabra.

Huyen ante el compromiso. Una de las cosas que la multitud vio en Jesús era que ellos pensaban que Él era el Mesías o algunos dicen que era el Mesías, otros decían que era el profeta. Pero cuando ellos vieron a Jesús en la mente de ellos eso significaba que era el líder político y dijeron "¡Guau! Llegó el Mesías", el líder político como el Mesías y que vencería a los romanos y marcaría el comienzo de una nueva era de riqueza y de paz para el pueblo de Israel.

Pero Jesús hablaba de un reino que no era de este mundo, entonces era un reino espiritual que él iba a establecer y cuando la multitud se dio cuenta que él no era el rey de los judíos aquel ¿qué hicieron? lo crucificaron. No le siguieron más. No se comprometieron. Necesitamos tener compromiso. Este es el tiempo de cuando viene el momento de la prueba no podemos huir. No podemos decir: "¡Ay! Cuando estaba en Egipto era mejor".

Compromiso delante de Dios. Regresaban, tenían otras prioridades antes que Dios. ¡Uy! Esto a mi me mató. Cuando esta frase me golpeó a mí: que yo supe tener prioridades más importantes que Dios. Yo sabía que había momentos en donde tenía que tomar decisiones y no las hacía. Cuando vino la decisión de dejar la universidad, fíjate si Dios es paciente con nosotros, pero tiene un deadline, tiene un límite y ahí es donde tú dices: "¡Oops! ¿Qué hago?"

Cuando llegó el momento yo estaba en los momentos, miren hermanos, más hermosos de mi trabajo en la universidad, yo dirigía el Coro, yo dirigía el departamento de Música allí. Habíamos tenido un viaje a Italia, el coro había ganado copa de oro en música sacra y coros mixtos, las banderas de Puerto Rico y usted sabe que eso es una emoción bien high. Sube un… -y yo digo: "¿Ahora me estás llamando para irme?"

Cuando esto está tan bueno aquí. El coro estaba bien, tenía unas buenas voces, habíamos trabajado muchísimo. Y cuando recibimos el premio que Dios me lo había dicho, yo me acuerdo que el Señor me había mostrado, yo había visto esa victoria. Preparé los muchachos porque para mí el coro eran parte de mi ministerio: ellos oraban, se convertían. En ese viaje se convirtieron los que no se habían convertido. Tenía hijos de pastores en el coro, los hijos del Pastor Mijain, eran estudiantes míos. Dios hizo lo que tenía que hacer allí en el coro, en ese viaje.

Pero además de que se convirtieron ganamos ese primer lugar. Cuando regresamos, comenzó el proceso de yo renunciar a la universidad. El Señor me dijo: "No te vas a ir, no vas a esperar a jubilarte, porque eso es lo más fácil. Yo te estoy llamando a que te jubiles para que después me sirvas. Te vas ya".

Yo anhelaba eso en mi corazón, pero tuve que tomar una decisión. Le dije: "Dios mío". Mi sangre fluía con la música coral. Eso era mi vida total. Era hacer música y cuando tomé la decisión me sacudí y dije: "Este es el tiempo de Dios". Lo hice con gozo pero decidí comprometerme con Dios y esa prioridad que Dios me estaba pidiendo: "Sal, ya es tiempo de que salgas". Fue romper, nunca miré hacia atrás. Yo no volví a la universidad ni a buscar un diploma. Todavía están allí y llevo casi 5 años fuera.

Regresan por más provisión y no por Dios. La multitud regresaba por más provisión. Seguían al maestro, porque el maestro les iba a dar algo. Ahora, características del discípulo. Los discípulos sirven y recogen los pedazos. La Biblia dice en Juan: "Cuando todo terminó Jesús les dijo a ellos: 'Vayan y recojan los pedazos que sobraron'".

El discípulo es el que sirve, el discípulo es el que se entrega al Señor y aún las cosas que nadie va a hacer y aún las cosas por las cuales nos vamos a tener que humillar las vamos a hacer, por amor a Cristo.

La multitud una vez termina todo, se va literalmente. El que es discípulo se mantiene fiel, pase lo que pase, venga lo que venga. Yo no voy a negar a Cristo. ¿Me tengo que humillar? Me humillo, ¿tengo que perdonar aunque no se arrepientan? Lo hago. ¿Tengo que enfrentarme a una persecución a causa del maestro? Recojo los pedazos. ¿Me hieren aunque amando más sea amada menos? Como decía Pablo: eso es recoger los pedazos.

Ahora hay una bendición de recoger los pedazos. El que recoge los pedazos es aquel que después de la fiesta tiene una parte especial con el maestro. ¿Usted sabe eso? Usted va a una fiesta y todo el mundo se va y entonces los íntimos se quedan con y allí el vino nuevo es el que sale, allí las cosas que no se dijeron al público se dicen en lo secreto, ahí tu compartes con esa persona. Es como cuando tú tienes una novia y los novios se casan, se va todo el mundo, pero casi siempre los novios se quedan al final y entonces vienen los abrazos. ¿Quien se queda? la familia, los íntimos.

¿Usted quiere ser íntimo de Dios? Tiene que recoger pedazos. ¿Usted quiere tener la calidad, lo bueno, lo sumo, el melao de la caña y no quiere que se le diluya? Pues no sea multitud, tiene que ser discípulo, tiene que estar en los últimos momentos ahí donde Dios hizo milagros impresionantes.

No todos los milagros se vieron en la multitud. Dios hizo cosas, ¿se acuerdan cuando Jesús fue a sanar aquella niña? Le dijo a la gente: "Nadie, los gritones no me acompañen, y los que lloran y los que no tengan fe no vayan conmigo. Yo me voy a llevar a estos tres. Y estos tres: Simón Pedro -ahora no tengo la Palabra no hago nombres. Yo no digo muchos nombres cuando yo no tengo las cosas claras en la palabra- se quedaron y vieron el milagro de la resurrección de esa niña, la hija de Centurión. ¿Verdad? Lo siguieron donde fuese.

Conocían al maestro. Filipenses 7 al 10 habla sobre eso, conocen al Señor. Saben lo que al maestro le agrada, saben lo que le desagrada. Tienen una intimidad con el espíritu santo, tienen una conexión donde el espíritu de Dios como no está contristado -acuérdate que cuando somos multitud- hay tantas cosas que están corriendo en nuestra mente y en nuestras emociones que el espíritu se contrita.

Pero cuando somos discípulos estamos sensibles a la voz de Dios, sensibles a lo que el maestro está diciendo. Y por ahí: "No, no hagas ese préstamo ahora", pero si yo iba a hacer ese prestamos. "No, no lo hagas", el espíritu te inquieta.

Conocen al Señor, saben hacia donde van, saben lo que es puertas abiertas y saben cuando las puertas se cierran y son de Dios. Dios siempre contesta: "Si, no o espera". A nosotros no nos gusta el espera, casi siempre es sí y sí y si me retiro y hago lo que me da la gana a veces nos damos duro cuando decimos "Sí el señor dijo" y Él había dicho: "Espera".

Somos formados por Él. Dios comienza a formarnos, Dios comienza a quebrantarnos como vasos en manos del alfarero. Dios nos lleva al lugar para afinarnos como la plata, nos pasa por el fuego. Los discípulos son transformados en carácter, en todo de adentro hacia afuera. Son quebrantados por Él.

Todas tus ambiciones se destruyen, tus sueños ya no son los tuyos, son los sueños de Dios. La limpieza empieza por la casa nosotros empezamos a ser transformados. A veces estamos casadas y mujeres, lo siento, pero yo tiro un poquito más a ellas. Nosotras a veces queremos que nuestros maridos sean transformados pero nosotras nos ponemos salvajes y queremos que las cosas sean ahora, les faltamos el respeto a nuestros esposos, les predicamos en vez de mantener....

Hay un proverbio que dice que en las muchas palabras no falta pecado. ¡Uy! Eso a mí siempre se me ha quedado aquí. A veces queremos insistir, a nuestro tiempo, como nosotros queramos. Cuando el Señor comenzó a trabajar con mi esposo. Lo primero que me dijo fue: "Quita tus manos y cierra tu boca. Tú vas a colaborar conmigo orando" y eso para mi no fue fácil.

¿Para qué mujer es fácil callarse y solamente orar? ¡Ay, bendito Dios!

Eso es pedirle a la chacha. Dios transfórmame si tú quieres que yo haga esto. Porque yo...va a haber momentos donde Dios te va a decir quebrantada, te voy a quebrantarte, te voy a callar. Y en ese proceso es donde Dios empieza a quebrantarte, donde la palabra empieza a ser vida, donde la única alternativa que tu tienes es buscar la palabra y saber cual es la voluntad de Dios.

Y Dios empieza a quebrarte y empieza a hacerte un hombre nuevo o una mujer nueva. Un hombre que pueda ser sacerdote, que pueda ser sabio para dirigir su familia. Fue una de las cosas impresionantes que Dios hizo en mi esposo: de ser seguidor, lo hizo cabeza, no cola. Comenzó a entender y a ser la puerta. El varón es la puerta del hogar. La unción comienza, el aceite dice en los Salmos que se derrama, ¿por dónde? Por la cabeza de Arón, baja por las barbas y ¿qué pasa? bendice todo el cuerpo.

El hombre es la cabeza donde quiera que se pare, varón usted es la cabeza. Está en su familia y su mujer tendrá tremendas ideas y tremendo liderazgo pero usted es la cabeza y eso... vas a rendir cuentas. Adán tuvo que bregar con esa situación. "La mujer que me diste", llamó Adán, ella metió la pata pero llamaron a Adán. ¡Qué barbaridad! ¿No es justo verdad?

Yo siempre pienso que los hombres pensarán eso: "Pero no es justo, si ella fue la que se zumbó. ¿Por qué me están llamando a mí? Llámala a ella". Pero el orden de Dios era ese, por eso no se deje. Nosotras somos influyentes y tenemos.... les comemos los dulces, pero usted no se deje comer los dulces, cuando usted tenga la razón y usted sepa hacia donde va, varón de Dios, prosiga y su mujer que se sujete. ¡Eh, Padre! Estoy como mala hoy.

No me inviten para congreso de hombres porque entonces sí... Miren yo he tenido que sujetarme. ¡Ay, bendito! Y no es que eso, ¿no es verdad, chicas? no es fácil: "Ay, sí me voy a sujetar. Hmmm!" Pero ahí es donde Dios nos quebranta, ahí es donde Dios nos enseña, mujeres, varones. Dios le enseña. Mantenga la firmeza, usted dirige. Nosotras nos sujetamos. Amén.

Dar cuentas. El discípulo da cuentas. ¡Qué difícil es dar cuentas! Un discípulo no camina como Llanero Solitario en la vida. Un discípulo da cuentas. El varón, el esposo le dice a su esposa; la esposa da cuentas a su esposo. Los líderes dan cuentas al Pastor, rinden responsabilidad.

Si usted dice que es discípulo y arranca, coge las maletas y es líder y coge las maletas y se desaparece y el Pastor no lo sabe, está actuando como multitud. La multitud era la que entraba y salía como le daba la gana, no le daba cuentas a nadie. Pero nosotros los discípulos, los líderes, la Grey, todos, en el orden establecido por Dios de sujeción, tenemos que dar cuenta.

No voy a versículos porque ya son las once y cuarto. Tenemos que dar cuentas. ¿Jesús dio cuentas? Pues claro. David, todas las victorias de David, consultó con Dios. ¿Qué le pasó a Saúl? Tuvo derrotas porque no se sujetó a Dios, no dio cuentas. Habitan en su presencia, cargan con la presencia del Señor, esperan en Él. Esperan que Dios se mueva primero, dejan que Dios de el primer paso. El discípulo carga con la presencia del Señor.

Es ese pollito, el pollino, que cargó a Jesús cuando entró a Jerusalén. Usted carga con la presencia del Señor. No la deje en su casa. ¿Sabe lo que pasa? El Señor como que a veces nosotros lo bajamos. Yo a veces lo bajo del carro.

En Puerto Rico, los tapones es una cosa impresionante y la gente hace sus cositas y yo "Dios te bendiga" y esa bendición se convierte, viene como con un saborcito de "te aplasto porque si te digo otra cosa me pueden salir..." y a veces le decimos al Señor: "Tú no estás, dame 5 minutos, que yo pongo a fulanito en orden". "Dame un break, Señor, que yo tengo que hacer unas cositas aquí para que la gente entienda".

Lo hacemos hermanos. Tenemos tantos rasgos de multitud y no nos damos cuenta y los metemos ahí y somos... vamos chigüín, chigüín, pero tenemos tantos rasgos.

Y por último tenemos que pagar el precio. Hay precio. Seguir al maestro, hay un precio, y es muerte. Es morir. Es morir a nosotros. "Es menguar, dice Pablo, para que Cristo crezca en nosotros".

Somos pescadores de hombres. Fue la primera y la última llamada de Dios. "Y, ya sois discípulos" les dijo al final. Pero al principio cuando decidió por sus discípulos les dijo: "Yo les voy a cambiar de pescador. En vez de pescar peces, van a pescar hombres".

Estableció el principio y el final de su ministerio y es el mismo llamado para nosotros. Somos convertidos. La salvación es preciosa, tenemos vida eterna, pero hemos sido llamados a pescar hombres y al final también se nos recuerda Jesús en el final del evangelio, va a ser difícil.

Va a ser una enseñanza difícil. Esta sí es la última. Juan 60. Esta es fuerte, yo nunca me imaginé a Jesús hablando en estos niveles, pero la Biblia lo dice. Pero Juan 60 es una enseñanza difícil y es un reto difícil para nosotros cuando nosotros no hacemos decisiones a tiempo. Con las que no estamos de acuerdo, a veces no estamos de acuerdo con todo lo que implica ser discípulo y es difícil aceptarlo.

Pero mira Juan 6:60. Esa es fuerte, ¿verdad? ¿Yo dije 60? No voy a decir por qué, porque hay varones y la mente se me va.

"Todo esto dijo Jesús mientras enseñaba en la sinagoga de Capenahum. Jesús había hablado fuerte entonces al escucharlo -dice 6:60- muchos de sus discípulos exclamaron: '¡Uy! esta enseñanza es muy difícil, ¿quien puede aceptarla?' Pero Jesús muy consciente de que sus discípulos murmuraban por lo que había dicho les reprochó: "¿Esto les causa tropiezo?". ¿Ustedes se imaginan a Jesús en esa? ¿Te molesta?

"¿Qué tal si vieran subir al hijo del hombre a donde antes estaba? ¿Qué tal si el plan de salvación de libertad y vida se desvanece? El espíritu da vida, la carne no vale para nada". Estoy en la nueva versión internacional.

"Las palabras que les he hablado son espíritu y son vida", o sea te estoy traspasando con la palabra. Te estoy dando un yugo fuerte, pero esto es vida para ti. La palabra es vida para nosotros aunque nos caiga a veces y sea difícil.

"Sin embargo hay alguno de ustedes que no creen". Es que Jesús conocía desde el principio quienes eran los que no creían y quien era el que iba a traicionarlo. Así que añadió: "Por esto les digo que nadie puede venir a mi a menos que se lo haya concedido el Padre". Entonces muchos de sus discípulos le volvieron la espalda, ya no andaban con él. Así que Jesús les preguntó a los 12 -a los íntimos, a los que recogen los pedazos-:"¿También ustedes quieren mancharse?".

¡Uy! Yo me imagino la cara de todos los discípulos: 'Oh, my God! Se molestó'

"Señor -Simón, siempre, es un baba en las buenas y en las malas, metiera o no metiera la pata- Simón Pedro dice: '¿A quien iremos? Tu tienes palabras de vida eterna y nosotros hemos creído y sabemos que Tú eres el Santo de Dios' "¿Cuantos han creído aquí? ¿Cuantos sabemos a quien vamos a ir? Dale un aplauso al Señor.

Él tiene palabras de vida eterna. Nos va a costar. Ahora es momento de que nos va a costar. Ponte de pie donde estas. Vamos a ponernos de pie y vamos a hacer un pacto con Dios y vamos a decirle:

Señor, se que tengo características. Se que mi llamado, que mi compromiso contigo en un momento se ha diluido. Se que te he tenido a veces no en primer lugar, ni en segundo, a veces te he tenido en último lugar. Aún así Tú me has amado, Tú eres fiel conmigo. Aún así Tú me has librado, Tú me has sanado, me has perdonado. Pero yo tengo que tomar decisiones.

Nos enfrentamos a muchas cosas, sí, pero jamás Pedro dijo: ¿A quién iré? Para sobrevivir, para tener vida en este tiempo y en el venidero solamente lo puedes dar Tú. Tú eres el único que puedes dar vida.

Vamos a orar, levanta tus manos al cielo.

Señor en el nombre de Jesús, venimos delante de ti, Señor reconociendo nuestra vulnerabilidad, nuestra debilidad, Señor. Señor yo se que cada día que nos confrontamos con estas palabras, Señor, nos confrontas, Señor. Nos pones la mirada, nos afinas la mirada, Señor, para mirarte a ti como viendo el invisible, para creerte.

Como dijo Pedro, nosotros hemos creído, hemos creído que tú eres Dios. Cueste lo que cueste, tengamos que morir, tengamos que padecer, tengamos que escoger, renunciar, rechazar los ofrecimientos del mundo, hemos creído que tú eres Dios.

Señor, y una vez más, Señor nosotros te decimos, te confesamos en esta mañana que queremos ser discípulos, que nos ayudes, Señor, a no ligar, a no mezclar a no diluir nuestro llamado, a mantenernos firmes en las tentaciones que el mundo nos trae que son impresionantes, Señor. Que nuestra carne tiembla, porque nuestra carne es débil pero tenemos el espíritu de Dios que habita en nuestros corazones y que nos dice y nuestro espíritu clama a tu espíritu como un abismo a otro abismo.

Padre, tú eres mi Padre, tú eres mi Señor. Tú sangre tiene un valor, Oh! Jesus! es incalculable tu valor, Padre. No vale la pena, lo que el mundo, lo que el tiempo me quiere robar. Quiero centrarme en ti, Señor queremos centrarnos en ti, queremos vivir para ti, queremos ser ofrenda grata a ti, Señor.

Ayúdanos, Señor, en nuestra incredulidad de que tus ofrecimientos son mayores. Tu palabra es verdad y se cumple. Que tu presencia irá con nosotros, irá delante de nosotros y calma la tempestad. Qué tu entras a lo secreto de nuestras vidas y nos transformas y nos perdonas.

Padre, necesitamos, Padre que nos ayudes a creer, pero nosotros tomaremos decisiones en esta mañana, Señor.

Si hay alguno que en esta mañana sabe, que así como yo saqué esa cajetilla de cigarrillos y la tiré, si Dios tiene que hacer un milagro, yo te diría que corras. Nos quedan cinco minutos. El espíritu santo hace lo que quiere en el momento que tú le das permiso.

Así que si hay alguien que tiene que venir aquí al frente, venga conmigo aquí vamos a orar una vez más. Vamos a hacer un pacto con Dios.

¿Hay alguien que en esta mañana corre a este lugar? y dice Señor hay un área en mi vida que yo tengo que cambiar. Yo te la tengo que entregar. Yo no puedo seguir siendo una multitud en esta área.

Dios te bendiga. No tengas miedo. Esto yo lo hago en lo secreto. Cada vez que descubro que hay un área en mi vida que yo tengo que darle freno y decir: "No. Basta ya. Yo no voy a hacerlo". Una de las áreas donde Dios me ha confrontado más es en ser una esposa sujeta y mansa. Mansedumbre. Escuchar y aprender a callar y Dios me demandó eso.

"Pero, Señor, es que yo tengo la razón", "No, no, no. Respeta a tu marido".

Recuerdo que mi esposo cuando comenzó la transformación de nuestra casa, por venir de un hogar matriarcal, lo que yo decía estaba bien. Hasta que llegó un momento en que él tuvo que tomar una decisión, guiar nuestra familia. Él no lo sabía todo pero Dios lo sabía todo y Dios era su líder y comenzó la transformación de ser el hombre, la cabeza, la puerta y toda bendición fluía. No era perfecto, nunca lo será, pero Dios comenzó a decirle "Yo te escogí a ti para que cuides de tu esposa y de tus hijos y los lleves a mi presencia".

El varón, varón tú tienes esa responsabilidad aunque sientas que sea dura. Dios está contigo, como decía el Pastor esta mañana y no habrá tormenta y no habrá llamado que Dios no te ayude a lograrlo. Por eso este es el tiempo de ser honesto con Dios, de escudriñar nuestros corazones y ser sincero con Dios.

Si este es el tiempo para hacer cambios, sal de tu asiento y dile Señor, ¿a quien iré si no a ti? Solo tú tienes palabra.

Padre en el nombre de Jesús nos reunimos delante de ti hombres y mujeres imperfectos, hombres y mujeres que necesitamos que tú Señor, estamos tomando decisiones en esta mañana. Padre cuando salimos de nuestro asiento, cuando respondemos a tu palabra es porque somos tus hijos. Somos tus hijos, hemos sido lavados por la sangre de Cristo.

Señor hemos sido escogidos por ti de entre la multitud para ser discípulos. Padre, en esta mañana, Señor entregamos todo lo que nos ha impedido, Señor, entregamos nuestras justificaciones, entregamos nuestros fracasos que nos impiden seguir adelante.

Señor y tomamos la decisión de seguirte porque todo lo que tú hiciste y tu palabra dice que "aún cosas mayores haremos". Sí te creemos, Señor nosotros damos un paso hacia adelante pero es un paso de decirte Sí creo. Sí creo que puedo ser un esposo sabio, un esposo, Señor, que pueda dirigir su familia.

Sí creo que pueda ser una mujer prudente. Yo recibo este reto en el nombre de Jesús.

Recibimos el reto que tú estas dando de ser ofrenda, de ser hombre de valor, mujeres de ayuda idónea, mujeres que no Padre, contemplen la vida con sencillez, que no somos mujeres ligeras en el pensar y en el actuar, sino que somos gente comprometida con nuestras familias, comprometidas con nuestros padres. Y los jóvenes Señor, radicales para Cristo. Jóvenes, Señor que no se dejan engañar ni seducir por los ofrecimientos del mundo, sino que deciden seguirte aunque les cueste. Aunque sean vituperados, aunque sean humillados, Señor.

Yo sé en quien he creído. Nosotros sabemos en quien hemos creído y hoy tú traes libertad en el accionar en el nombre de Jesús, tú traes libertad de los recuerdos del pasado, de los vicios del pasado. En el nombre de Jesús.

La carne hoy queda libre, la mente, las emociones quedan libres. En el nombre de Jesús. Para seguir a Cristo como un discípulo.

Padre, Señor nos humillamos delante de ti, nos sacudimos papá. Nos sacudimos Señor. Padre porque tu palabra dice que somos ministros del nuevo pasto. Sí, Señor. Oye bien esta palabra, esta es la confianza que delante de Dios tenemos por menos de Cristo. No es que nos consideremos competentes en nosotros mismos. Nuestra capacidad viene de Dios. Él nos ha capacitado para ser servidores de un nuevo pacto. No en el de la letra sino en el del espíritu, porque la letra mata y el espíritu es y da vida.

Estamos reunidos aquí creyendo que no nos vamos a descartar porque Dios no nos descarta. Somos ministros de un nuevo pacto. En esta mañana hemos tomado la decisión de sí pagar el precio de ser discípulos, de amar, de dar cuentas, de sujetarnos los unos a los otros en amor, de creer de buscar la palabra de hacer decisiones en su presencia. De seguirlo cueste lo que cueste.

Padre en el nombre de Jesús nos comprometemos y hacemos pacto contigo. Repite conmigo. Señor. Todos aquellos que quieren hacer pacto, levanten una mano. La decisión está en tus labios y en tu boca. Señor en el nombre de Jesús venimos delante de ti.

¿A quien iré sino a ti? Tú tienes palabra de vida.

Yo renuncio a mi estilo pasado de vida, a mi dureza de corazón, a mi falta de entendimiento, a mi insensibilidad para escuchar la voz de Dios cuando quiere transformarme. En esta mañana me acerco a ti en confianza sabiendo que es tu espíritu el que me llama, el que me toca y el que me puede cambiar.

Renuncio a mi estilo pasado de vida y acepto el llamado. Recibo la unción de tu espíritu santo, el poder de tu espíritu para poder lograr, para poder vencer toda tentación y ser un hombre, una mujer conforme a tu corazón.

Quiero agradarte en todo, por eso me comprometo delante de ti. Hago pacto contigo. No quiero volver atrás. Ayúdame en mi incredulidad. No quiero volver atrás. Recibo este llamado y me declaro en tu nombre discípulo tuyo, dispuesto a recoger los pedazos, dispuesto a rendirme a ti y a vivir vida santa, pura, agradable a ti.

Gracias, Señor, porque tú lo has hecho. En el momento que tomo la decisión tú lo haces y me darás la fuerza para seguir. Gracias Señor, Gracias, Jesús. Gracias, Papá. Te damos gracias.

No es cómo empezaste, es cómo termines

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Ahora tenemos a Lilian Gutiérrez que no es extraña, que no es extranjera a León de Judá. Denle un gran aplauso a Lilian. Lilian es una New Yorkriqueña que Dios ha bendecido de una manera extraordinaria. Ella ministra en iglesias en muchas partes de esta nación y trae ese gozo del Señor, esa vitalidad que la caracteriza y siempre que está con nosotros nos gozamos tanto con ella, con su sentido de humor, su vitalidad, su gozo de la vida muy especial. Encarna esa vida abundante, que Cristo tiene para sus hijos y sus hijas así que es un gozo tenerte de nuevo Lilian con nosotros. Te bendecimos.

Vamos a darle un gran aplauso a la Pastora Lilian Gutiérrez.

Lilian Gutiérrez: Gracias, Pastor. Claudina y yo estábamos hablando, pongan mi nombre en ese directorio y cualquier hermano soltero por ahí, está bien que me llame a cualquier hora de la noche o de la mañana. Después que sea soltero, guapo, rico y sin compromiso. Ahora yo sé que me voy a meter en lío, es de locos, pero yo me voy para atrás para Bronx esta noche no me importa.

Bueno, que precioso estar aquí con ustedes. Le doy las gracias al Señor, a los Pastores por su invitación. A todas ustedes. ¿Cuántas hermanas estaban ayer en el retiro? Bueno, les tengo que confesar que después de meterle tantas patadas a esos ladrillos me dio un dolor en los pies que tuve que poner Bengay toda la noche. Pero le metimos cuantas patadas había. ¿Así se dice patadas o qué? Kicks. Le metimos patadas a esos ladrillos representando que hay veces que el Señor nos hace, "Mira, métete en mi presencia. ¿Tú me necesitas? Búscame. ¿Tú necesitas un milagro? Lánzate. No te aguates que yo me estoy moviendo". Pero el que busca es el que encuentra.

El que se lanza es el que consigue. Jesús dijo: "Pedid y os recibirá, buscad y hallarais, tocad y la puerta se abrirá". Pero la realidad es que eso está escrito en el griego es un tenso continuo. En otras palabras el que pide, pide, pide, pide, pide, pide, pide, pide al fin recibe. El que busca, busca, busca, busca, busca al fin haya; el que toca, toca, toca, toca, toca al fin la puerta se le abre.

Y eso es lo que pasa muchas veces que empezamos y no terminamos. Buscamos y no desmayamos. Pero el Señor quiere un pueblo que se levante firme y fuerte. ¿Sabes? Mis padres están ancianitos. Ustedes conocen mi testimonio. Ya mi papá tiene 90, mi mamá tiene 85. Entonces tienen mucho padecimiento. Mi papá está en una silla de ruedas, ya casi no pueden salir mucho. No pueden ir mucho a los cultos, ¿no? Entonces últimamente se han metido a hacer algo que nunca hacían y eso es mirar las novelas. Y algunas, yo le digo a mi papá, algunas son tan calientes que yo le digo; "Papi, no mires eso que eso te hace daño" y él me dice "Bendito, ¡déjame aunque sea mirar!"

Bueno, anyway, porque algunas son demasiado de calientes, ¿no? Pero una vez yo llegué y estaban viendo una novela que me gustó el título. Porque el título fue este: 'Las tontas no van al cielo'. ¡Ajá! Ustedes lo saben. Oh, my God! ¡Pastor! Pastor, ahora usted sabe por qué no vienen a los cultos de los viernes.

Gracias a Dios que esa novela ya se terminó. Pero ¿saben por qué me cogió ese título? Porque es una realidad. Los que son tontos, los que son bobos, los que se quedan hacia atrás no acaparan lo que necesitan y eso fue como es el "gist", el grueso de la novela: que era una mujer tan tonta que todo el mundo le brincaba por encima, le quitaban los maridos, le quitaban los novios.

¡No! Pero el Señor no está buscando un pueblo que deje que le quiten las bendiciones. Está buscando un pueblo que diga: 'Yo no soy tonta, ni tonto'. Porque las tontas no van al Cielo, los tontos menos todavía. Porque Jesús no era tonto. Jesús no fue un tonto. Por eso no me gustan los cuadros que pintan de Jesús que los hacen verse medio… [LENGUAJE CORPORAL].

Jesús no fue así, hablaba cuando tenía que hablar; reprendía cuando tenía que reprender; echaba fuera cuando tenía que echar fuera. Porque era un hombre completamente hombre, completamente Dios, completamente hombre. Con autoridad. Con integridad, con juicio y así es que tiene que estar el pueblo. ´Para tonto ni para atrás ni para adelante.

Hermanos, perdonen porque yo estudio, pienso y me preparo en inglés entonces cuando me paro dependo del Señor. Así que meto disparates, bueno, ustedes me ayudan, ¿Okay? Háblenle para que yo sea una Yankee. Pero déjenme decirles. Wait. Mi papá que les dije que tiene 90 y todavía tiene como un ladito como rebelde, ¿no? Pues él detesta a los Yankees, detesta a los Mets y le encanta los Boston Red Socks.

Entonces él mira los juegos y dice: "Qué pierdan, qué pierdan". Miren que traicionero. Pero como tiene 90 y es un veterano de la Guerra número 2 tenemos que dejar que él siga adelante. Amén. Así que sea la gloria para Cristo.

No, tenemos que gozarnos en el Señor. Es una cosa que el Señor me está enseñando a mí. Ay veces que uno se pone tan serio, tan sobrecargado, tan amargado que como decía mi viejo Pastor que era un cubano decía: "Hermanos -hablaba así bien cubano, ya él está con el Señor- Hermanos ¿aquí ustedes están bautizados en el espíritu o con jugo de limón? Y si es jugo de limón, prepárese una limonada y métale mucha azúcar". Para que se gocen.

La palabra dice que el gozo del Señor, nuestra fortaleza es y esta vida, esta vida, está llena de problema, tribulaciones, de lágrimas. Nos pasan cosas que no esperamos y tenemos que saber como reírnos. Especialmente reírnos de nosotros mismos. Hay veces que yo llego después de una predica y digo '¿Por qué yo habré dicho eso? ¿Por qué yo hice tal cosa?' Y me tengo que reír para no sobrecargarme ¿no? Tenemos que aprender a reírnos. Es bueno, tener un sentido de humor, un corazón alegre trae sanidad al alma.

¿Saben qué? hasta los psicólogos, los científicos, personas en la carrera de salud dicen que cuando uno se ríe, fíjese, es algo que el Señor ha creado, cuando uno se ríe, los sesos -the brains- desatan..¿se dice brains?. ¡oh cerebro! ¿Y qué son los sesos?

Anyway, ustedes entienden brains. Pues, eso mismo, the brains, desata una química, una hormona que viaja por todo el cuerpo y trae sanidad a todos los órganos del cuerpo. Mire lo que el Señor ha creado en nosotros, una defensa tan preciosa. Por eso tenemos que aprender a gozarnos, reírnos. El gozo, David dijo 'El gozo del Señor es mi fortaleza' y cuando dijo eso estaba en el medio de una crisis. Estaba bajo la persecución, había oposición, lo estaban oprimiendo y dijo 'El Gozo del Señor, es mi fortaleza'.

Por eso a mi me encanta venir a esta iglesia, porque me encanta ver como ustedes lo adoran y lo alaban. ¡Qué precioso! Y yo me río con gente que no le gusta la alabanza porque en el mundo la gente van a las fiestas y yo era una que cuando estaba en el mundo, yo era una que iba a muchos rock concerts, ¿no? ¿Qué era? Iba a los conciertos de salsa, ¿no? La gente va a los conciertos, se tiran, se jalan, ¡Azúcar!

La gente va, se merece ¡el venado! Yo fui a Puerto Rico y allá estaba Daddy Yankee: "Métele gasolina..." entonces la gente en el mundo se desbaratan. Para los Yankees en estos días, la ciudad de Nueva York si usted va, las bocinas, la gente gritando hasta las 2 o las 3 de la mañana: "Yankees". Bueno pero entonces llegamos a la casa y estamos… [LENGUAJE CORPORAL]

Tenemos que aprender, Señor. Tal como en el mundo yo me desbaraté para el diablo, ahora yo para ti, yo me gozo, yo te alabo porque Tú eres precioso. Y al Señor le gusta un pueblo que lo sepa alabar.

El Salmo 22 dice que: "El habita en las alabanzas de su pueblo" y habita no sólo que vive. En el hebreo una palabra que quiere decir que se mueve, que extiende su mano, que hace justicia y cuando usted lo está alabando, Él está haciendo justicia para con usted. El Señor está rompiendo, haciendo, deshaciendo y es una cosa maravillosa.

Y yo me alegro, Pastor, con el crecimiento que hay en este lugar. En el medio de un fallo de la economía. Cuando el mundo dice que no hay, cuando los bancos dicen que no, cuando el mundo cree que ya es imposible, el Señor los está expandiendo a ustedes. El Señor les está añadiendo a ustedes. ¿Por qué? Porque Dios obra en una economía celestial y aunque los bancos físicos están en malas condiciones, el banco de Gloria está lleno de riquezas. Y el Señor suple a su pueblo lo que necesita.

Allá nosotros también estamos envueltos en un "Building Project" ¿no?, de crecimiento y necesitamos 35 millones de dólares. Todos los bancos nos han dicho: "No way. No se puede, no se puede". Pero el Señor en estos días nos está diciendo: "Ten fe que cuando el hombre dice que No, yo digo que Si. Cuando el banco no suple yo desato del cielo el banco celestial". Y estamos creyendo por fe que el Señor nos va a ayudar porque necesitamos ampliar el templo para las almas que tenemos que alcanzar.

¿Sabe qué estamos en los últimos días? No se necesita, ¿cómo se dice? Un doctorado en Teología para saber que estamos en los últimos días. Pongan las noticias de las 6 y ya usted sabe que estamos en los últimos días. Pero el Señor dijo que "en los últimos días se iba a derramar sobre la faz de esta tierra de una manera que nunca jamás se había hecho".

Y le dijo a Joel: "En los últimos días yo derramaré mi espíritu sobre toda carne y mis hijos y mis hijas van a vivir, van a profetizar, van a tener visiones, van a ver mi mano moverse y yo voy a restituir lo que se ha comido la oruga. Lo que se comió Saltón, lo que se comió Revoltón, lo que se comió la langosta. Yo lo voy a restituir para que los hombres sepan que no es el hombre que está en cargo. Yo soy el que sigo sentado sobre el trono".

Y el Señor tiene la última palabra. Lo que el Señor dice, el Señor lo cumple. Porque el Señor, nos dio hijo de hombre para que el que mienta se arrepienta. Si el Señor te lo prometió, tarde o temprano el Señor lo cumple.

El Señor le habló a mi mamá que yo iba a llegar a sus caminos, muchos años antes de yo llegar y aunque yo salté, me rebelé, no quise, eso de religión eso es para los pobres, los ignorantes. ¡Ah, qué quiero saber yo de Jesús! Bueno, pues después que ella se enfermó, que le diagnosticaron cáncer del estomago, a mi papá se le fue la mente. Se puso en un estado catatónico. No hubo ni psiquiatra, ni medicina, ni shotverbing, no hubo tratamiento, nada que lo pudo sanar. Pero el Señor hizo una obra sobre natural: sanó a mi mamá, le devolvió la mente a mi papá, han pasado 28 años y todavía estamos aquí para la gloria de Cristo.

Ese es el Dios que nosotros le servimos y todavía sigue vivo, fuerte, maravilloso y el Señor se está moviendo. Vamos a movernos con el Señor para que podamos ser los hombres y mujeres que el Señor quiere que seamos. ¿Amén?

A ver esta mañana y esta tarde el Señor tiene para nosotros en el libro de Eclesiastés y si tienen la bondad de ponerse de pie cuando lo encuentre. Eclesiastés 9 y vamos a empezar en los versos 11 y 12. Y cuando lo tengan pueden decir Amén, Gloria a Dios. Las tontas no van al cielo, los tontos menos todavía. El Señor es bueno, hey, men?

Eclesiastés 9 versos 11 y 12. ¿Sabe? Cómo que a algunos libros de la Biblia como que se les pegan las páginas, no se encuentran muy bien. Ese es uno de ellos, pero si está por Proverbios, ya casi está por Eclesiastés. Y así lo vamos a leer en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Dice el verso 11: "Me volví y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera ni la guerra de los fuertes, ni aún de los sabios el pan. Ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor, sino que tiempo y ocasión acontece a todos. Porque el hombre tampoco conoce su tiempo como los peces que son presos en la mala red y como las aves que se enredan en lazo, así son enlazados los hijos de los hombres en el tiempo malo cuando cae de repente sobre ellos".

Y el mensaje es este: No es cómo se empieza, es cómo se termina. No es cómo empezamos esta carrera, es cómo la vamos a terminar. No es cómo se empieza, es cómo se termina. Padre en el nombre de Jesús de Nazaret te alabamos y te bendecimos, te damos Gracias, porque tú has sido más que bueno con nosotros. Gracias que hasta este momento tú has estado tan presente. Te hemos sentido, te hemos visto, te hemos palpado en este lugar, Señor.

Gracias. Gracias por las bendiciones ricas en este ministerio, esta Iglesia, estos pastores, gracias, gracias, gracias y sabemos que tú tienes aun más todavía. Ayúdanos a seguir corriendo esta carrera que terminemos como tu quieres que terminemos: en victoria, gloriosamente. Porque no es cómo empezamos en ti, es cómo terminamos. Ayúdanos a llegar hasta el punto final en ti para la gloria de Cristo Jesús. Y el pueblo dice Amén.

Y antes que se siente dígale a dos o tres hermanos o hermanas: "Hermano, hermana no es cómo empezaste, es cómo termines. No es como empezaste esta carrera, es como la termines. No es como empezaste en Cristo sino como vas a terminar". No es como empezamos, es como vamos a terminar.

Fíjese el libro de Eclesiastés se le conoce como parte de la literatura de sabiduría igual que el libro de Proverbios, el libro de Cantares. Y en el libro de Eclesiastés, Salomón que el Rey Salomón se le considera por muchos como un hombre más sabio de todo el mundo, de toda la humanidad.

Y en Eclesiastés, Salomón hace algo que algunas veces nosotros como que nos aguantamos un poquito de hacer y es esto: él cuestiona todo aspecto de la vida. Le hace preguntas a Dios de todo: de la vida, de la muerte, de lo malo, de lo bueno, de riqueza, de pobreza, de salud, de enfermedad, de amistades, de belleza, de trabajo, de vida, de vagancia, de muerte, de juventud, de vejez. Le hace miles de preguntas al Señor.

¿Sabe una cosa? Algunas veces nosotros nos detenemos pero yo he aprendido que a Dios le gusta una buena pregunta. Dios le gusta cuando le hagamos la pregunta. No, tiene que contestarla pero sí Dios se entretiene en nuestras preguntas. Y tarde o temprano cuando llegue el momento que el Señor dice: "Hoy es el día", el Señor contesta nuestras preguntas. No siempre la contesta como queremos que la conteste pero si nos manda la respuesta.

Y Salomón, por eso cuando empezamos en el verso once, me gusta, él dice: "Me volví", en otras palabras él estaba pensando en todos estos asuntos: la vida, la muerte, lo mucho, lo poco, los buenos, los malos y dice 'de repente como que recapacité -I returned'- me volví para atrás y puse mi pensamiento en el Señor y me di cuenta que la vida no es basada en lo que el hombre dice y hace si no lo que Dios quiere como Dios disponga.

Hay dos temas principales en Eclesiastés. Uno es este: en la vida todo es vanidad de vanidades. En otras palabras, todo es temporario. Todo empieza y termina; todo es superficial. Uno está aquí hoy quizás no está mañana. Uno es joven un día y al próximo día le salen las arrugas, la gravedad empieza a jalar todo en el cuerpo para abajo. Estoy hablándoles a los hermanos también, ¿sabes?

Ayer les hablé a las hermanas, pero los hermanos cuidado. ¿Yo les conté a las hermanas que algunas veces cuando uno dice, 'Señor por qué es que yo estoy soltera todavía, por qué será que yo no me he casado cuando yo tuve tantos novios qué se yo qué? Y un novio que tuve 30 años atrás que era guapo, buen mozo, elegante, bueno, anyway, yo no era cristiana; pero yo sé que mi mamá lo reprendió, lo echó de casa.

Anyway. Pero estuve en una comida de retiro de una principal amiga mía, porque yo trabajaba con la Junta de Educación y fui a una comida y lo menos que yo me esperaba allá me encontré este ex-novio. Y cuando lo miré, yo dije: "¡Ay, Señor! Está calvo, está ciego y está barrigón". Gracias, Señor que todavía tú me dejaste así. Gracias Señor".

Porque así es la vida, hermanos, todo cambia, todo cambia en la vida. Un día usted está fuerte y saludable, el otro día se encuentra en un salón de emergencia en el hospital. Un día usted tiene riqueza, viene un huracán le sopla la casa se queda sin nada. Un día usted tiene muchos amigos, otro día busca y no hay nadie que esté que le de el socorro. Y así es la vida. Todo es vanidad de vanidades. Por eso no vale la pena uno aferrarse de nada ni nadie. No se aguante con nada ni nadie, menos el Señor.

El segundo tema es este: la vida al futuro está lleno de sorpresas. Y muchas veces lo menos que uno espera es lo que le llega a la puerta y lo que más que uno anhelaba, lo que uno esperaba nunca se le aparece. Así es la vida. Sabemos que estamos aquí en este segundo preciso, pero aún cinco después de este momento no sabemos lo que puede suceder.

Cuantas personas no han visto y que conocemos de la Iglesia una familia que salieron del culto de los jóvenes, se metieron en el carro iban para un Friday's a comer juntos y vino un borracho en el carro y mató a los tres jóvenes, que salieron de un culto de adoración. Así es la vida.

El hijo menor de mi hermana, mi sobrino de 14 años, fue a nadar con unos amiguitos. Hubo un accidente y mi sobrino se murió, se ahogó. ¡Qué choqué para mi hermana, mi hermana! Pero así es la vida. Por eso dice la palabra: "El mañana no se le es prometido a nadie". Tenemos este segundo, este momento y tenemos que aprovecharlo.

Jesús, ¿dijo qué?: "Ni os afanáis por mañana, porque mañana trae sus propios afanes". Preocúpese por este momento lo que está sucediendo aquí ahora que solamente tenemos este segundo para agarrar. Amén.

Y así sigue Salomón. Y entonces termina, la conclusión en el capítulo 12 es este, esta es la conclusión de él: 'Para vivir, para seguir en esta carrera, para terminar como el Señor quiere que terminemos dos cosas: teme a Dios -porque el temor de Dios es el principio de sabiduría- teme a Dios y guarda sus mandamientos'. Este es el todo del hombre. Nada más vale la pena, nada más es importante. Temer a Dios y guardar sus mandamientos. Eso nos mantiene corriendo esta carrera hasta el día que el Señor nos mande a buscar.

Entonces Salomón hace unas observaciones. Este Capítulo 9 es un capítulo clave, bien significante y el mensaje principal es este: el hombre no debe vivir por sus propias fuerzas, habilidades o conocimiento sino con toda confianza y dependencia total en el Señor. Cuando vivimos así, el Señor dirige nuestros pasos y llegamos hasta donde tenemos que llegar.

Entonces en el verso 11 hace unas observaciones y en el 12 nos da un aviso. Lo primero que dice es esto en el 11: "Me volví y vi debajo del sol que ni es de los ligeros la carrera". Y busqué esta palabra en el hebreo para estar segura de lo que estoy diciendo, pero el término que usó aquí: que la carrera no es para aquellos que son naturalmente rápidos.

¿Sabes qué hay gente que son ligeras? Bueno, yo sé que ustedes están en Boston, aquí la gente son un poquito más... pero allá en Nueva York, allá caminamos rápido, allá se come rápido, allá se habla rápido, allá se hace todo rápido. Si usted se ha montado en un subway, ¿ustedes se han montado en un subway en la ciudad de Nueva York? Cuando el tren pare y se abran esas puertas, usted tiene que correr para adentro porque si usted no corre para adentro los que están saliendo corren para afuera y no sólo corren sino que corren todos juntos.

Entonces es como una ola: usted está entrando y ellos lo están echando para afuera. Usted tiene que seguir entrando porque sino se le cierra la puerta, se va el tren y usted se queda en la plataforma. Y así es la vida. La vida, uno tiene que moverse, porque sino se le escapan las bendiciones. Van y vienen las oportunidades.

Las puertas se abren y se cierran y usted todavía parado esperando, 'where's the train?' No, usted tiene que moverse. Usted tiene que buscar, usted tiene que hacer los arreglos, usted se tiene que determinar que usted se va a mover, usted va a buscar lo que usted necesita porque hay bendiciones para el pueblo, pero el pueblo se tiene que mover y se tiene que mover ligero. Se tiene que mover rápido.

El apóstol Pablo comparó esta vida con la carrera y le dijo a los Corintios: "No sabéis que los que corren en el estadio todos la verdad corren pero uno sólo se lleva el premio. Corred de tal manera que tú lo obtengáis'. En otras palabras, hay muchos que están corriendo en esta carrera pero al final solo uno se va a llevar ese premio. Corre tú individualmente como que ese premio tenga el nombre tuyo puesto ahí para que sigas corriendo y no te desmayes y no te eches hacia atrás.

En Corintio había un estadio que era uno de los más grandes en el Imperio Romano y cada tres y cuatro años tenían juegos como tenemos aquí Olympics -Olimpiadas le dicen- tenían esos juegos y aunque había muchas competiciones, la competición que más le gustaba a la gente era la de los que corrían la carrera y a esos le daban el entrenamiento más duro.

Y una de las cosas -yo leí esto y estuvo bastante maravilloso porque es algo que tiene, por eso Pablo lo usa, principios espirituales- les decían a los que corrían la carrera: "Corre y no mires a la derecha, no mires a la izquierda, mira solamente el premio que tienes al final porque si miras el que está corriendo a la derecha o si miras el que está a tu izquierda puede que te desanime, puede que te atribule, puede que te confundas. Para que ganes la carrera corre solamente mirando al premio que está al final de la carrera".

Y muchas veces eso nos pasa a nosotros espiritualmente, que si estoy pendiente de mi mamá, que si estoy pendiente de mi familia, que si estoy pendiente de los trabajadores, que si mi supervisor. ¡No! Mis ojos están puestos en Cristo Jesús y todo lo que me acapare el Señor es suficiente para bregar con todos los asuntos de mi vida.

El libro de Hebreos, ¿dice qué? "Puestos vuestros ojos en Cristo Jesús, el autor y consumidor de vuestra fe". Es el autor porque empezó el primer capítulo de mi vida, es el consumidor porque ya tiene escrito el último capítulo de mi vida y los demás capítulos yo tengo que seguir corriendo.

Como fui maestra tantos años, me gusta usar cuentos de hadas y fábulas porque realmente esos cuentos de hadas no fueron escritos para niños, aunque los usen estos días. Fueron escritos como satires, como comentarios contra el gobierno de Inglaterra y la opresión que había. Entonces estaba la fábula del conejo y la tortuga. ¿Lo conocen? Se acuerdan que empezó la carrera: get ready, set, go -a la lista, a la marca, bum! Entonces empezaron, el conejo rápido y la tortuga iba… [LENGUAJE CORPORAL]

Entonces el conejo miró para atrás y dijo, "esa tortuga está tan lenta, déjame pararme. Se fue a la casa del ratoncito y allí se tomó un cafecito Bustelo con leche. Bueno ¿aquí toman Bustelo o toman qué? Anyway, lo que sea… capuchino. Se tomó el cafecito. Salió, se metió otra vez en la carrera y allí estaba todavía la tortuga [LENGUAJE CORPORAL]

'¡Ay! Déjame ir a la casa del oso que me de una tortilla con habichuelas fritas, ahí; es más comió un bangú con quesocito o si no que me den un peñil con arroz con habichuelas, que me den arroz con andules, que me den frijoles, que me den tortilla'. Ya cubrí todas las naciones aquí. Okay, anyway. Qué me de spaghetti con meatballs, que me de couched hotdogs, lo que sea. Se sentó y se comió la merienda. Salió y todavía estaba la tortuga [LENGUAJE CORPORAL]

Entonces ¿qué pasó? Pasó al lado de una laguna, un laguito y estaba la palmita y se dijo el conejo: "¡Ah! Me voy a coger una siestecita aquí porque esa tortuga es tan lenta." Y se acostó en la laguna y se quedó dormido. Y al rato se despertó con gritos "¡Yeah! Tortuga" porque mientras él dormía [LENGUAJE CORPORAL]

Entonces yo la apoyo, sea usted rápido, sea lento, sea la media, siga caminando hasta llegar a su punto final que el Señor tiene un destino para cada uno. Muchos han empezado esta carrera y muchos se han desviado. Con muchos que yo fui al seminario 28 años atrás, en estos días, ya no existen. Muchas iglesias donde yo fui a predicar, Pastor, 20, 25 años atrás que estaban llenas y gloriosas ya no están en Ministerio.

¿Por qué? Porque se desvían, quitan los ojos de Cristo Jesús, se olvidan del premio que tenemos al final. El apóstol Pablo dijo: "Yo no estoy perfecto todavía. Todavía yo no he alcanzado la perfección. Pero una cosa yo estoy determinado a hacer. Me olvido de lo que me queda por atrás y prosigo a la meta que tengo en Cristo Jesús".

Y hay veces que usted se tiene que hacer de esa disposición. Yo me olvido de los errores, me olvido del pasado porque no importa como empecé, lo que importa es como yo voy a terminar. Y yo sigo adelante en Cristo Jesús, porque hay una carrera que correr.

Pero sigue Salomón y dice además de… ¿qué? "… la carrera no es de los ligeros. La batalla no es de los fuertes". Entonces busqué esa palabra fuertes, quiere decir 'aquellos que son naturalmente, físicamente fuertes. Hay gente que son fuertes y no conste su estatura. Creemos que solamente los grandes...

Mi papá es pequeño y frágil, es delgado pero mi papá tiene una fuerza que nació con ella. Yo me acuerdo años atrás cuando no era cristiano, se metió en una pelea con un hombre irlandés. El irlandés era grande, robusto, es más tenía dos o tres whiskys metidos. Entonces mi papá se salió del carro, estamos que rebuzne con el carro, mi papá se cortó, bueno y mi papá le dijo: "¡Hey!" y fue donde el gran irlandés. Mi mamá le gritaba: "Métete en el carro, que te va a matar ese irlandés" y mi papá "No, yo no le tengo miedo". Bueno, saben la verdad, mi papá le hizo tanto frente que el irlandés se metió en el carro y se fue.

Y hay veces, que personas así naturalmente son fuertes, tienen ánimo. Pero esta guerra mis hermanos no es física, esta no es una guerra de puños, esto es una guerra espiritual.

Pablo le dijo a los Efesios y los Efesios tenían lugares, bases militares, sabían eso de militar, de pelear guerra. Pero Pablo dijo: "En Cristo la guerra no es contra sangre y carne. Esta guerra es contra potestades, principios, huestes celestiales. Tenemos un enemigo que se esconde, que se tapa, que nos miente, que se cola, que se mete, que nos engaña, que nos enreda para que no lleguemos al lugar que el Señor tiene para nosotros".

Pero le dijo: "Revistase, no con tu propio poder, pero con el poder del Señor. Ponte la armadura para que cuando llega el día malo te puedas parar". Me gusta en inglés porque dice: "Take a stand". En otras palabras, literalmente, ponte de pie porque esta guerra no se puede pelear sentado. El pararse de pie es una posición de autoridad y no pararse con los pies juntos, fíjese. Literalmente dice: "pararte de pie con los pies separados" porque hay fuerza.

¿Sabe que cuando usted está así le soplan, usted pierde pero cuando usted se para así usted tiene mejor balance? Y aunque le soplen… [LENGUAJE CORPORAL]

Pastor, esta iglesia me hace hacer cosas locas… ¡porque me apoyan!

Aleluya. Así le dijo Pablo: "When you've done everything... cuando has hecho todo, cuando has orado lo más que tú puedes orar, cuando has ayunado que ya no puedes ayunar más, cuando has alabado, adorado y esperado, párate" y párate mira con así.

Acuérdese que los lomos significa lugar de seguridad. Yo sé en quien yo he creído. Bueno, ojalá que los hermanos hagan eso. Pero las hermanas, yo se en quien yo he creído. Y los hermanos, espiritualmente, yo se en quien yo he creído. Y yo se que el Señor va a perfeccionar todo lo que me corresponde hasta el día de Cristo. Y el Señor peleará mis batallas.

Cuando Moisés sacó a Israel de Egipto, llegaron al puente que estaban de frente al Mar Muerto y estaban los egipcios y el Faraón detrás de ellos y el pueblo lloró enseguida. Como hacemos nosotros, damos queja: "¡Ay, qué si estábamos mejor en Egipto!" Mentira, eran esclavos, estaban oprimidos, no tenían comida y mintieron dijeron: "Allá estábamos comiendo arroz con habichuelas, allá teníamos chuletas". Mentira, no tenían nada.

Estaba el temor y el Señor le dijo a Moisés: "Mira, dile a mi pueblo que se estén tranquilos. Que guarden su paz porque yo Jehová pelearé por ellos". Y los egipcios que ven hoy nunca jamás lo van a ver otra vez porque tenemos un Dios que sabe defender su pueblo.

David dijo en el Salmo 3: "Yo vi cuando Dios le metió un puño a mi enemigo y le tumbó los dientes". Y hay veces, tenemos que obrar por gracia y misericordia porque lo que va para allá viene para acá. Pero hay veces que usted dice: "Señor, ciérrale la boca a esos mentirosos. Señor túmbale los dientes a dos o tres que me están mortificando".

Cuando yo estaba recién convertida y el Pastor conoce muchas de las personas que yo conocí años atrás y la hermana que el Señor usó para que yo llegara a los caminos del Señor. Ese grupito de hermanas tenían un grupito de oración pero fuerte y cuando yo estaba recién convertida mi mamá me llevaba a sus cultos y esas hermanas ¡guau!

Esas hermanitas, que ya casi todas están con el Señor, oraban así: "Señor mira, esa nuera mía sinvergüenza. Jálale los pelos. Y mira ese yerno mío borrachón, mujeriego, rómpele las patas y mételo en el hospital". Y ¿saben una cosa? Así fue que llegamos muchos con las patas rotas, con los pelos jalados para arriba, sin dientes. Llegamos, pero llegamos porque ¡sí que oraban!

Y eso que, hermanos, yo no les sugiero que comiencen a orar así. Yo no oro así, pero si que esas hermanas oraban. Eran oraciones ¿saben qué? eran oraciones violentas. Pero ¿sabes lo que dijo Jesús? Jesús dijo esto:"Desde los días de Juan el Bautista hasta el presente el reino de Dios ha sufrido violencia. Pero los violentos lo arrebatan". Y esa palabra, ese término "arrebata" que lo miré en el griego quiere decir: "cogerlo rápidamente y no soltarlo ni por un segundo".

En otras palabras mis hijos le pertenecen al Señor. Mis hijos le van a servir a Cristo. Mi esposo va a venir. Las finanzas vienen porque vienen. La iglesia se va a llenar de su gloria. Mi sanidad ya está por llegar. Mis fuerzas el Señor va a restaurar, las bendiciones vienen porque vienen. El Señor va a hacer lo que va a hacer y lo tenemos que arrebatar y no soltar por nada ni por nadie. Porque hay bendiciones para tú, para mí y no es cómo empezamos es cómo terminamos esta carrera en Cristo Jesús.

Y sigue Salomón, además de que "la carrera no es de los rápidos, ni la guerra de los fuertes, ni aún de los sabios, es el pan. Y esto está hablando de sabio, está hablando de aquellos que saben hacerse, saben hacer planes". ¿Saben qué? A muchos nos gusta planificar, nos gusta hacer y deshacer pero la verdad es que nuestras necesidades están en las manos del Señor. El Señor es Jehová Giré que suple lo que necesitamos y podemos planificar, hacer y deshacer y tenemos que hacerlo pero al final del día el Señor es el que suple lo que yo necesite.

Yo lo compartí esta mañana en uno de los programas de noticias, no un programa cristiano, un programa que no sé si era 20/20, Line/line uno de esos programas de noticias estaban entrevistando a este hombre y él dijo que a los 14 años dejó a México, se fue para California, trabajó en un restaurante lavando platos, vivió en las calles, durmió en los parques, pero dentro de él había un sueño: que quería hacerse de algo en la vida. Luchó, se tiró y buscó del Señor. En estos días, para hacerle un cuento largo, en estos días, es el neurocirujano -neurosurgeon- número uno de este país que trabaja en John Hopkins Hospital.

Los grandes…, los grande políticos, los grandes hombres internacionales cuando hay un problema de la mente, del cerebro, tumores es a él a quien tienen que consultar. Y cuando lo entrevistaron el reportero le preguntó, "¿Y cómo tú llegaste?", él dijo "Porque el Señor me trajo hasta aquí. El Señor me suplió todo". El Señor le abrió las puertas.

Fíjese, 14 años, sin una palabra de inglés, sin familia, lavando platos, viviendo en las calles y llegó a ser un cirujano número uno del mundo. Ese es el Dios al cual nosotros le servimos. Por eso el Señor dijo: "la plata es mía, el oro es mío. Lo que tú necesites yo te lo puedo suplir".

"Las riquezas, dice también Salomón, no es para aquellos que son negociantes". Hay gente que son negociantes, se saben hacer de dinero, pero muchas veces lo hacen a través de manipulaciones, a través de tricks, hasta la buscan, se mueren.

Cuando yo estaba en la universidad trabajé part-time en un negocio de stereo equipment, equipo, entonces fíjese, el hombre, era un pueblo -me da lástima decirlo pero es la verdad- era de un pueblo latino que había mucha gente pobre, mucha gente de necesitada. El hombre, el dueño no hablaba una palabra de español. Bueno tres palabras: bueno(u), bonito(u), barato(u) y la verdad es que muchas de las cosas que le vendía a esa gente pobre no eran ni bueno, ni bonito, ni barato. Porque él cogía mercancía vieja, usada, la limpiaba, la volvía a reempacar con cajas nuevas y la vendía como productos nuevos. Cosas ya usadas que ya no servían para robarle el dinero a gente pobre.

El mundo está lleno de negociantes así. Pero en la casa de Dios, nosotros hacemos negocios limpios, porque Dios suple a través de su propia voluntad. Y cuando oramos y le pedimos el Señor nos ha dicho que nos va a suplir. Es más ¿qué nos ha dicho? "Qué le va a tocar el corazón a ciertos millonarios de Nueva York que nos van a dar ese dinero". Sabemos que el Señor sabe hacerlo de su manera perfecta y preciosa y de la manera que Él lo haga, el Señor sabe hacerlo bueno. Pero cuando nosotros queremos meter la mano, manipular y hacer negocios muchas veces dañamos el guiso. El San Cocho se daña.

Tenemos que dejar que el Señor sea el que supla nuestras necesidades.

Y sigue aquí Salomón y dice otra cosa más, fíjese: "El favor de Dios no es para aquellos que son elocuentes". ¿Saben que hay gente que son muy elocuentes? Saben hablar, saben con quien hablar y otra vez es para la Junta de Educación, 33 años en Nueva York. Fui todo: de maestra, administradora, supervisora, etc. Yo vi personas en el sistema educacional que no tienen nada que ver con la educación. No saben nada de maestría, no tienen compasión para con los niños, no están interesados en la educación de niños pero conocen a la gente correcta, son bien políticos, bien carismáticos, saben con quien hablar, saben cuales puertas tocar y están en posición haciendo decisiones para millones de niños, que no deben de estar ahí.

Pero la casa de Dios, el favor de Dios, la gracia de Dios no esta basada en lo elocuente que uno sea o lo mucho que uno sepa. Está basada en que Dios derrama su gracia a quien Él quiere bendecir.

Dios levanta a quien Él quiere levantar, Dios apoya a quien quiere apoyar, Dios sana cuando Él quiere sanar, Dios mueve cuando Él quiere mover. Dios hace lo que Él quiere hacer y como lo quiere hacer. Y tenemos que depender de esa gracia.

El apóstol Pablo estuvo un aguijón. Hay muchas interpretaciones de que era ese aguijón. Algo que Pablo dijo que lo amargó tanto, lo afligió tanto que él clamó a Dios que se lo quitara. Algunos dicen que quizás estaba ciego por la luz del damasco, algunos dicen que "No, quizás fue que sufría de problemas psicológicos" porque había veces que estaba contento y había veces que estaba triste. Sufría de depresiones. Hay otros que dicen: "No, era el dolor emocional, que sus hijos en el Señor se fueron contra él y lo criticaron, lo acusaron de ciertas cosas".

No sabemos el aguijón, pero sabemos esto: Pablo, clamó, le pidió al Señor que le quitara ese aguijón. Pero el Señor no le dijo "Te lo voy a quitar", le dijo ¿qué? "Bástate mi gracia. Porque mi gracia se perfecciona en tus debilidades". En otras palabras, mientras más débil estemos, más problemas tengamos, más se manifiesta el poder de Dios en nuestras vidas.

Entonces Pablo dijo: "Bueno, si es así, entonces yo me glorió en los problemas, me glorió en las enfermedades, me glorío en las tribulaciones porque cuando estoy débil es cuando más fuerte estoy. Porque cuando estoy débil en mi persona, entonces tengo que depender de la gracia de Dios". Y Dios nos dice: "Pueblo, bástate en mi gracia. Venga lo que venga, pase lo que pase no se detenga ahí, siga corriendo, que mi gracia te llevará de aquí a allá y de allá a allá y de allá al otro día y de mes en mes y de año en año hasta que llegue al punto final y termine con victoria".

El Señor quiere que el Pueblo termine con una victoria, no como victimas, como vencedores en Cristo Jesús. Y Salomón termina con este aviso y dice esto: "Cuidado que el tiempo malo no los agarre, no llegue de repente como les hace a los peces y a las aves".

¿Sabe que los pececitos, los peces están nadando en el agua, no? El pececito está lo más contento... 'Hay poder, poder, sin igual poder...' Está nadando de lo más happy: "Yo tengo gozo, gozo, gozo. Es tan hermoso..." Bueno, ahí está el pez. Pero de repente ¿qué pasa? Le tiran la red y agarran el pez cuando menos lo esperaba.

El ave está volando lo más contento, se sienta sobre las rameras 'phis' ahí está la trampa que agarra al pobre ave y Salomón dice esto: "Estén listos apercibidos para que cuando les llegue el día malo no les pase como al pececito que está nadando o el ave que está sentado sobre la ramera. Sino que usted tenga los ojos abiertos para que sepa cuando se acerque el día malo. Y cuando se le acerca aprende a pararse y seguir corriendo para que nada ni nadie lo detenga de las bendiciones que el Señor tiene para usted".

El Señor tiene bendiciones para cada uno de los que están aquí. Tiene su nombre sobre su bendición. Hay un premio al final de esta carrera y no importa cuando empezaste, como empezaste, lo que importa es como tú vas a terminar: o te vas a desmayar y salir de la carrera o vas a seguir corriendo como la tortuga. Llego porque llego y aunque el conejo se detenga por aquí, aunque algunos se desvíen por allá, usted mire… [LENGUAJE CORPORAL]

Yo llego porque llego, porque yo estoy determinada a perseverar hasta el día del Señor Jesucristo.

Pablo dijo: "Yo estoy persuadido que el que empezó esta buena obra en mí, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. Y aunque todavía me falta mucho, yo se que el Señor no ha terminado conmigo. Yo soy una obra en el proceso -a work in progress- el Señor me ha cambiado mucho, pero todavía me falta. Porque la carne todavía está viva". Como le dije: si me dejan le tiro un venado, le tiro un métale gasolina. Si me dejan le tiro un merengue bien merengueado, ¿si me dejan le echo una salsa y tos? Fuerte porque mi carne está viva. La carne está viva. El espíritu está salvo pero la carne está viva. Tengo que crucificar mi carne.

Pablo dijo: "No soy yo que vivo en Cristo, sino Cristo que está viviendo en mi. Tengo que matar la carne, las pasiones naturales para seguir corriendo esta carrera que empecé en Cristo Jesús". Porque lleguen o no lleguen los demás yo tengo que seguir corriendo hasta el día que Cristo me llame.

Como dije, mi papá tiene 90, tiene Parkinson Disease y cuatro años atrás le dio un stroke, el año pasado se cayó en la casa y se rompió la cadera, tiene una mecha con tornillos. Noventa años, ¿y saben? Los médicos le dicen: "Pero usted debe de estar muerto ya," y saben la respuesta de él: "Yo soy un veterano de la Guerra número 2".

Entonces una de las cosas que hacían los soldados en la guerra 2 para apoyarse los unos a los otros es que se decían esto: 'Praise the Lord, pass the ammunition'. En otras palabras: 'Alaba a Dios, pásame las balas que voy a matar a dos o tres más'. Entonces mi papá a los 90 en silla de ruedas con tantas enfermedades todavía está diciendo: 'Praise de Lord, pass the ammunition'. Alaba a Dios y dame el rifle que tengo que matar a dos o tres más demonios por ahí.

Y esa debe de ser la disposición del pueblo. Venga lo que venga, pase lo que pase: Praise de Lord and pass the ammunition, que no es cómo empecé, es cómo voy a terminar.

Y yo estoy determinado que voy a seguir hasta que vea la gloria de Dios en la tierra de los vivientes. David dijo: "Yo hubiera desmayado si no creyese que voy a ver las bondades, las riquezas, las bendiciones de Dios en la tierra de los vivientes".

Hermanos, hay bendiciones para usted, hay salud para usted, hay finanzas para usted, hay trabajo para usted, hay casa para usted, hay prosperidad para usted, hay familia para usted pero se tiene que levantar y correr esta carrera. Tiene que pelear hasta el día que usted termine, tiene que seguir hasta el día que el Señor enraba su redil porque el Señor le dará su gracia. Bastate en mi gracia.

¿Saben? a mi papá le gustan mucho himnos antiguos pero uno que se pasa cantando es este: 'Cuando allá se pase lista, cuando allá se pase lista, cuando allá se pase lista, a mi nombre yo feliz responderé' y entonces el grita "Felipe" y él mismo contesta: "Presente".

Y yo le pregunté: "¿Por qué tú te pasas cantando eso viejo?" Me dijo: "Estoy practicando para el día que se me diga 'Felipe' y yo diga 'Presente' ". Ya yo llegué, peleé la buena batalla, corrí hasta el final, no me dejé vencer. Soy victorioso. Lo gané. Seguiré adelante. Yo tendré la victoria porque NO ES CÓMO EMPECÉ, ES CÓMO TERMINO.

Gracias Señor. Gracias, Señor. Y hermanos, como decía mi viejo Pastor: "Para atrás ni para coger impulso". Siga adelante que las tontas no llegan, los tontos menos.

Pero vamos a seguir porque vamos a terminar en gloria, vamos a terminar en victoria. Vamos a terminar con la cabeza para arriba no para abajo. Vamos a terminar en integridad, vamos a terminar en santidad del espíritu, vamos a terminar haciendo la voluntad del Señor. No nos vamos a dejar llevar por el fraude, vamos a seguir por delante en Cristo Jesús. Amén. Praise God.

Antes de seguir. Hay alguien en este lugar que quizás usted nunca ha tenido una experiencia con Cristo Jesús, qué quizás este es el día que el Señor le diga 'Pasa por aquí que yo voy a empezar una carrera contigo. Qué este sea el día del comienzo de tu carrera en Cristo'.

¿Hay alguien que diga "Hermana yo quiero empezar en este día? Quizás yo estaba apartada, quizás yo nunca he estado". Ven hermana, pasa por aquí. Vente se atrevida, pasa por aquí. Aleluya.

Acuérdese que los tontos no llegan, pero los que están dispuestos a pelear, los que están dispuestos a correr esta carrera llegan hasta el final. Hay alguien mas que dice, este es el día, que yo me restauro que yo renuevo mi voto con el Señor, porque voy a seguir corriendo esta carrera y "Para atrás ni para coger impulso".Por que estoy determinada a seguir corriendo.

Gracias Señor, gracias, hermana. Gracias, Señor, Dios me la bendiga. Gracias Señor.

Usted que esta ahí extienda su mano hacia aquí por que cuando venga una sola alma hay gozo en el cielo.

Hay fiesta en Cristo Jesús, cada vez que una persona diga hoy “Señor yo quiero empezar contigo, Señor yo te entrego mi vida” Hay fiesta en el cielo, hay fiesta, hay fiesta en Cristo Jesús.

Gracias Señor.