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Yo se que uno no tiene que estar nervioso pero si estoy nervioso, y probablemente es distinto… la sensación es distinta, hay sentimientos muy fuerte ahora cruzando por mi corazón, mi vida, sobre todo sentimientos de gratitud, sentimientos de que Dios de una u otra manera ha trabajado en nuestra vida para poder aprender a creer.
Ustedes saben que no es fácil creerle a Dios, no es fácil creer algo que no se ve. No es fácil asumir la voz de Dios y comenzar a hacer cosas como loco. Pero si, hay que estar locos para el mundo y cuerdo para Dios para creerle.
Yo creo que Dios tiene una tremenda oportunidad hoy día para tu vida, tu no fuiste llamado para estar sentado ahí, en esa silla, tu no llegaste aquí para solo ser un número en una iglesia, tu llegaste para marcar la diferencia en el mundo.
¿Tu sabes cuál es la diferencia entre alguien que canta adoración y una adorador del Señor? Tu te imaginas cual… ¿qué es lo que hace la diferencia de eso?
El Salmo 37 dice: “…deléitate asimismo en el Señor, y él te concederá las peticiones de tu corazón...”
¿Cuántos pueden deleitarse en el Señor? ¿Cuántos están aprendiendo a deleitarse en el Señor? Dígale a su hermano que está al lado, “yo estoy aprendiendo a deleitarme en el Señor”. Después se dan una sonrisa por si acaso para que se crea.
Yo comparo…hago una comparación entre el que adora y un adorador de la siguiente manera: no necesariamente porque usted ve un avión con alas, necesariamente usted tiene que saber que eso va a volar. Uno va a un museo y ve aviones completitos con alas pero no hay nada que los haga volar. Usted va a los aeropuertos a veces y hay una zona donde se ponen los aviones malos y esos aviones incluso tienen toda una maquinaria por dentro pero no tiene lo esencial para volar. Un avión no necesariamente porque usted lo ve ahí es un avión que vuela. Necesitamos ver un avión volando para que haga el trabajo que tiene que hacer.
No necesariamente aquel que adora al Señor y que canta y que llora y que hace toda una serie de cosas que tienen relación con el cántico de adoración, necesariamente es un adorador. Y saben que la iglesia del Señor se está llenando de cantantes, están quedando muy pocos adoradores. Los adoradores marcan la diferencia.
Quiero invitarlo a abrir su Biblia, quiero invitarlo para que veamos tres ejemplos que tienen que ver con hombres que marcaron su vida y la vida de una nación con su vida de adoración.
Jueces, capítulo 7, versículo 15, Jueces capítulo 7, versículo 15, este uno de los pasajes… hay una serie de pasajes en la Biblia donde cada uno de nosotros puede identificar su vida de adoración, cada uno de nosotros puede identificar su manera de ver al Señor. Pero me gusta Jueces, me gusta el libro de Gedeón, me gusta la historia de Gedeón porque representa desde lo más simple, desde una realidad más humana llegando hasta la historia de David, un adorador por excelencia, un adorador que estaba conforme al corazón de Dios.
Dice Jueces 7,15 “…cuando Gedeón oyó el relato del sueño y su interpretación…” dice “…adoró y vuelto al campamento de Israel dijo: levantaos porque Jehová ha entregado el campamento de Madian en vuestras manos”.
Oremos al Señor, gracias Señor Jesús por este tiempo, gracias por la oportunidad Dios de poder escuchar tu palabra. Señor, yo te pido que tú puedas abrir nuestros corazones, abrir nuestras mentes, abrir nuestro entendimiento para poder discernir e interpretar tu mensaje, tu recomendación para cada uno de nosotros en el nombre de Jesús, amen y amen.
Cada vez que nosotros hablamos de adorar al Señor pensamos en una canción. Cada vez que nosotros hablamos de adorar al Señor pensamos en un instrumento, en una cuerda, en una tecla de piano, en una batería o en cualquier tipo de instrumento. Cada vez que nosotros hablamos de adorar al Señor hablamos del servicio de las nueve, de las doce o del servicio del día miércoles o de cualquier servicio. Cada vez que hablamos de adorar al Señor hablamos de participar de probablemente un dvd cristiano donde haya mucha música cristiana. Cada vez que hablamos de adoración se ha transforma y hemos arrinconado el adorar al Señor solo en un área de nuestra vida, que tiene que ver con nuestra voz, que tiene que ver con nuestras emociones, que tiene que ver con lo que sentimos.
No todos los domingos llegamos igual a la iglesia. Hay días que llegamos con ganas de levantar los brazos y ojala llegar ahí arriba al cielo del edificio y otros días llegamos bien abajo con los brazos.
Hay una reacción emocional, cada uno de nosotros tiene una distinta reacción a lo que le pasa en la semana. Vemos la adoración de la iglesia como el fin, pero adorar en la iglesia no es el fin, la adoración en la iglesia es la consecuencia de una vida de adorador. Tú no comienzas tu vida cantándole al Señor. Tú estás aquí y adoras al Señor como una consecuencia de tu manera de vivir.
Gedeón es un reflejo, históricamente Gedeón representa esta generación que creció sabiendo algo de Dios. Sabiendo que Dios, el Dios de su padre, hacia muchas cosas. Gedeón representa la vida de hombres y mujeres que sí saben de Dios, pero nunca han hecho una decisión por el Señor, y viven una vida entendiendo que necesitan de Dios pero no hay nada que los motive a buscarlo más.
De alguna manera Dios también usa a cada una de estas personas para poder mostrar su gloria y Gedeón representa muy bien a estas personas. Gedeón pertenecía a una generación que no estaba siendo alimentada espiritualmente, que lo único que tenían era tradición, que lo único que tenían era historia, que lo único que tenían era una noción de lo que Dios había hecho antiguamente. Muchas de nuestras vidas están relacionadas con eso. Gedeón pertenece a la tribu de Manasés en el pueblo de Israel, era el menor de una familia. Así que con mayor razón, más lejos de su experiencia con Dios estaba.
En esos años por la rebeldía de Israel, Dios envió a un pueblo, a los madianitas para oprimir, escuche bien esta palabra, oprimir a Israel. Les quitaban sus cosechas, abusaban de ellos, los mataban, les quitaban sus posesiones, dice en el relato bíblico en el capitulo 6, dice que eso fue uno de los años en donde el pueblo de Israel vivió la miseria más grande de su historia, llegaron a ser tan pobres que ya no sabían que hacer.
Comenzaron a clamar al Señor pero Dios les dijo que por su rebeldía él había levantado a ese pueblo de Madian para poder intervenir sus vidas.
El libro de Ageo menciona que muchas veces nosotros recogemos en saco roto, e Israel estaba recogiendo en saco roto.
Pero Gedeón representa a un hombre que sabía que había algo más. Gedeón representa esta estructura de personas que saben que hay un Dios, y que de alguna manera tienen que ser confrontados. Dios confrontó y enfrentó a Gedeón. Gedeón de una u otra manera cuando Dios lo llama le dice, “ah, pero si tu eres el Dios que nos tiene de esclavo…” y dice: “Ah pero tu eres el Dios que nos ha hecho sufrir tanto”, “Ah pero tu eres el Dios que nos ha hecho ser pobres”, pero Dios le muestra a Gedeón que ese no era su plan para él ni para su pueblo.
¿Saben? Cuando Dios comienza a tratar con Gedeón, Gedeón comienza a sentir que ese Dios de sus padres era tan real ahora como antes. Los madianitas hoy día, los madianitas representan un pueblo opresor para Israel, un pueblo que los obligó a creer lo que ellos creían, un pueblo que los obligó a hacer lo que ellos hacían, un pueblo que los obligó a tener a un Dios de tradiciones y cambiar su vida por una vida de idolatría, por una vida miserable, por una vida de perdedores. Hoy día, el Madián espiritual que está haciendo muchas de esas cosas, está oprimiendo la vida de las personas, nos está llevando a vivir de acuerdo al sistema. No queremos levantarnos contra el sistema, no queremos hacerle daño al sistema. Al sistema económico, el que no tiene es porque no se endeuda, ¿si? El que no tiene es porque no se endeuda… “guau que lindo lo que tienes en tu casa… ¿cuánto debes?”.
Madián nos está llevando, empujando a llevar, a tener esos sistemas en nuestra casa. El sistema dice que no puedes corregir a tus hijos, y ve lo que tienes en tu casa… mira lo que tienes en tu casa porque el sistema… porque Madián nos ha dicho que no podemos corregir a nuestros hijos.
Me acuerdo de una historia de un hombre que fue llevado a la corte por no adherirse al sistema. El juez le aplica cinco mil dólares de multa por haberle dado una paliza de esas buenas, que algunos se merecen. Sabes que pilló a su hijo con dos semanas de inasistencia a sus clases y él le fue a hacer la guardia afuera y cuando se dio cuenta de eso, le fue a dar una paliza, y el hijo muy bien educado lo llevó a la corte, muy bien enseñado. Cuando el juez le aplica la multa al padre le dice, el padre le dice al juez le dice: “¿sabes qué? Ponme otra de cinco mil porque cuando salga de aquí también le voy a dar”.
Nosotros no somos valientes para eso muchas veces. El sistema dice que tu hijo te tiene que gritar y que tu le tienes que gritar a tu hijo. Este imperio madianita espiritual se está metiendo en nuestros hogares, estos madianes espirituales.
El sistema escolar está dañando la educación de nuestros hijos ¿y nosotros? Bien, gracias… es así…
El sistema político está dañando los derechos de muchas personas, ¿y nosotros? Bien, gracias… es así…
El sistema económico está dañando la vida de muchas personas ¿y nosotros? Bien, gracias… es así…
Entonces el único día que descansamos es el día domingo a la hora del servicio ¿Por qué? Porque ahí aparecen nuestras tradiciones, las mejores tradiciones religiosas incluyendo desde la corbata para abajo, pasando por un buen cheque de ofrenda, pasando por una buena voz para cantar, pasando por el brazo más alto para llegar lo más arriba posible. Ese día descansamos, el pueblo hacía eso. Venía… sabía quien era Dios y descansaba esos días, pero vivía oprimido por este Madián.
¿Sabes qué? Dios ya no quiere que tu vivas en esa opresión, Dios te está llamando a tomar esta decisión que tomó Gedeón, y aunque no le creía mucho al Señor. ¿Ustedes se acuerdan de la historia del Gedeón?
Eso significa que Gedeón aun no estaba muy seguro de lo que estaba haciendo, ya Dios le había mostrado parte de lo que iba a hacer con él pero tuvo que llegar un momento en que Gedeón tuvo que tomar esa arma, tuvo que tomar la decisión, tuvo que tomar la determinación. Se levantó Gedeón y determinó… cambió su estructura mental y dijo: “ya Madián, nunca más me va a gobernar!!!”.
¿Cuántos de nosotros se han levantado… nos hemos levantado contra este sistema madianita? Estos madianitas espirituales que nos someten a su voluntad, tienen encajonada la iglesia en cuatro paredes. Quieren encajonar tu vida espiritual en tu casa, quieren limitarte en tu vida espiritual. Pero Gedeón no aceptaba eso, pero el pueblo si, estaba callado, solo eran algunos los que hacían algunas actividades guerrilleras. Si ustedes leen el capítulo 6 y el capítulo 7 se van a dar cuenta que Gedeón era un verdadero guerrillero en esos tiempos, era un verdadero activista de los derechos humanos.
¿Sabes? Gedeón representa hoy día la vida de aquellos que están siendo confrontados por Dios a tomar una decisión espiritual en su vida.
Madian, el ejército madianita era incontable, el ejército madianita no tenía un número fijo, lo único que veían era personas, armas y caballos y muchas cosas, y ¿saben qué? Gedeón se levantó contra 32.000 y tuvo que pelear con 300, hasta 300 llegó, ¿sabes por qué? Porque Dios quería glorificarse en su vida.
Un hombre, un adorador de Dios, no solo espera adorar el día domingo, vive una vida constante de adoración. Un adorador de Dios comienza a decir en la mañana y en la noche: “Señor, te alabo, te adoro, te bendigo, lo que hago, lo que digo, lo que pienso, es para honrarte y para bendecirte”.
Entonces comienzas a destruir sus altares que madian ha establecido en tu casa. Esos altares que los madianitas espirituales han establecido en tu corazón. Esos altares que los madianitas espirituales han establecido en tu mente; pensar mal de otro, tener malos sentimientos, tener rencor, tener odio. Dios es capaz de cortar eso, solo tienes que tener una determinación, solo tienes que hacer una determinación, levantarte y decir: “bueno, yo ya escuche el sueño y su interpretación” y Gedeón adoró y luego le dice al pueblo: “bueno, levantémonos y vamos y peleemos contra Madián”.
¿Ustedes saben lo que pasó después? ¿Qué les pasó a los madianitas? ¿Alguien me puede decir lo que le pasó a los madianitas? Fueron vencidos, se comieron entre ellos, ellos mismos se confundieron.
Me encanta cuando Gedeón toca trompeta y rompe cántaro, esa es la parte que más me gusta de esto. ¿Sabes por qué no levantó un dedo, no levantó una espada, no levantó un misil, no hizo nada de eso? solo glorificó el nombre de Jehová de los ejércitos. Y a pesar que él tenía una vida secularizada, él entendió de que Dios lo estaba preparando. Él era un adorador. Él no solo adoraba en su tiempo de tradición religiosa, él trataba de vivir su vida de adorador.
¿Cuántos viven oprimidos, cuántos viven oprimidos por el sistema? ¿Cuántos están siendo oprimidos por este madián espiritual que está metiendo en su casa, en su mente, en su corazón esta vida sucia, muchas veces pecadora? y tu sabes que esta mal.
Yo quiero invitarte a que tengas determinación, que te levantes y decidas enfrentar con Dios a este Madián espiritual. Josué, los muros de Jericó, unos tremendos muros. En esos muros, ¿sabes qué era tan anchos los muros que vivía gente ahí arriba? no era una cosa de bloque de 8, 10, 10 pies donde uno trae un camión y lo bota, eso era una cosa enorme, eso era una fortaleza impenetrable, nadie… esa era la ciudad más segura que había.
Josué es un ejemplo de aquel hombre que le cree al Señor, es un ejemplo de aquel hombre que entiende que Dios tiene cosas más grandes para su vida. Cuando pasan el Jordán se encuentran con tremenda sorpresa, un muro enorme de alto, enorme de ancho, una ciudad enorme de grande, pero no era impenetrable.
Josué también era un adorador, Josué también entendió que su vida dependía de lo que el Señor dijera para él. ¿Cuántos de nosotros estamos tratando constantemente de que nuestros sueños se hagan realidad pero hay un muro que nos pone limitaciones?. Llegamos y vemos ese muro, y le decimos: “Señor, gracias pero me quedo hasta aquí. Señor, gracias por todo lo que me has dado, prefiero conservarlo, no quiero ir más allá, yo no puedo escalar ese muro, yo no puedo romper ese muro, no puedo pasar mas allá” y el Señor te dice: “pero si yo te he dicho que pases, que vallas y recojas eso, eso es lo que te pertenece, eso es lo que yo te voy a dar”.
Josué nos enseña cómo es importante para nuestra vida ir entendiendo que escuchar la voz de Dios y hacer lo que a Dios se le place tiene sus ganancias. ¿A cuántos de nosotros se le hubiese ocurrido dar 7 vueltas a ese muro? No, nosotros hubiésemos contratábamos a los mejores extremistas probablemente para que pusieran unas bombas en algunas partes bien estratégicas para ver si logramos hacer daños. Y si sacamos un ladrillo de esos podemos meternos por un hoyito por ahí ¿no es cierto?. En ese tiempo no había esas cosas. O a lo mejor contratar en esos años a una compañía de catapultas así que se lancen todos hacia el otro lado, tampoco no había medios, no había economía para eso.
Probablemente tu vida y mi vida tienen muchos sueños, tenemos muchos anhelos pero hay muchos de ellos que la limitación es muy alta, es muy ancha y es muy larga.
Y nos quedamos siendo los conformistas de siempre. Mientras tenga para pagar la renta y para echarme un cafecito en la boca está bien. Mientras tenga para el pasaje del bus esta bien. El Señor quiere que los sueños que él te ha prometido dar, quiere que los conquistes y no hay muro que se puede enfrentar a eso.
Pero allí está nuestra fe, levántate y cree, levántate y cree que esas limitaciones van a ser derribadas por el Señor. Un adorador no solo canta, también cree lo que canta, un adorador no solo canta, también cree las promesas implícitas en la alabanza y en la adoración, las vive. Por eso la adoración cantada y la alabanza cantada no es el fin es la consecuencia de nuestra vida de adoración.
Josué le creyó al Señor y podría haber dicho: “Señor, porque no tomamos un camino más larguito, nos hacemos amigos de los de Jericonsio, esa palabra no la pueden traducir en ingles ¿eh? Pero Dios le había dicho a Josué que no, que lo que había adentro era para ellos, tenían que tomarlo, eso era parte de su tiempo de tomar la tierra.
¿Cuánto te cuesta realizar tus sueños? ¿Cuánto te cuesta pensar que vas a conseguir lo que quieres conseguir? Tenemos problemas con el ingles,- no, yo no puedo porque no tengo tiempo, no tengo dinero, no tengo nada-. Y probablemente muchas limitantes naturales que tienen mucha razón en nuestras vidas. Esos muros… quieres sacar una carrera, los jóvenes salen de high school, los jóvenes hispanos salen de high school y muchas veces no quieren, no quieren o no pueden entrar a las universidades, pero tu tienes un Dios más poderoso que puede derribar esos muros. A lo mejor tú eres una persona adulta que si también tienes ganas de seguir adelante con tus estudios, con hacer un buen negocio y las limitantes pueden ser muchas. Puede ser tu educación, puede ser tu inglés, puede ser tu transporte pero tu Dios es más grande que todo eso. No hay una limitante para tu Dios, tu Dios es ilimitado, tu Dios es infinito, tu Dios no tiene altura, no tiene anchura, no tiene profundidad y Josué le creyó al Señor.
Cada día dieron una vuelta, y el último día dieron siete vueltas y luego ordenó a los sacerdotes levantarse y tocar bocina y tocar trompeta y alabar y glorificar el nombre del Señor, lo mismo que hizo Gedeón“…a mi señal toquen trompetas y rompan cántaros….
Hay un común denominador, levántate y cree. A los que tiene esta cosa como de Gedeón, que un poquito le creen al Señor y un poquito no, levántate y ten determinación porque Dios te está confrontando hoy día a creerle, a sacar de tu vida esas influencias de Madián, a sacar de tu vida esas influencias que están perjudicando tu mente, tu manera de ver la vida. A esa influencia que te está diciendo hoy día: “sabes, quítate la vida”. A ese sistema que te está diciendo: “tú ya no tienes remedio en tu salud”, pero Dios te dice otra cosa, Dios puede derrotar, Dios puede levantarte, Dios puede enseñarte a creer. Y Dios quiere que tú creas, y Dios quiere que tú seas determinante.
El rey David, se inició ahí como pastor, pastor de ovejas, no pastor de iglesia, y tuvo que hacer muchas cosas en su vida de pastor. Este es un proceso creciente, Gedeón representa esa vida de personas que están observando a Dios y que hoy día Dios te está diciendo, no lo observes más, abrázalo, tómalo.
Josué representa esas vidas de aquellos que si han servido al Señor pero necesitan de una u otra manera aprender a creer en estas estrategias medias raras que el Señor nos da. Creerle al Señor es dar vueltas a un muro, no es por las vueltas, es por la fe, es por la obediencia, es por su actitud de adorador al Señor.
Fuiste creado para adorarlo, para bendecirlo, deléitate asimismo en el Señor y él te concederá las peticiones de tu corazón. David en segunda de Samuel, en su historia en el capítulo 17, es un ejemplo de quien ha vivido esta vida de adoración a plenitud, este es la imagen exacta o casi, casi perfecta de lo que Dios busca en cada uno de sus hijos, ésta es la imagen que Dios está buscando para poder realizar las grandes maravillas y sus grandes obras que tiene hoy día que hacer en medio nuestro.
La vida parece en un momento donde el pueblo de Israel y los filisteos se iban a una guerra, y cada uno se preparaba, lo único es que los filisteos parece que eran mucho mejor, tenían una altura enorme, eran como no se, ver un equipo de basketball de los Estados Unidos con uno de Chile.
Unos verdaderos gigantes, no digo que todos los chilenos son chicos ¿eh?, yo no quise usar otro país para no ofender, perdónenme los chilenos. Había una desigualdad enorme, tanto era esa desigualdad que tan solo uno de esos gigantes era capaz de tener arrinconado a ese pueblo. Imagínense el resto del equipo. No había por donde, ese ejército de Israel que sabía que su Dios era el Dios creador de todas las cosas. Ese ejército de Israel que sabía que su Dios era quien lo habría librado de un montón de batallas y le había dado muchas victorias. Ese pueblo de Israel que contenía y que mantenía sus tradiciones, cada vez que iba a la guerra reconocía el nombre del Señor por sobre todas las cosas.
Ese pueblo de Israel muchas veces nos representa a nosotros porque somos bien agrandaditos aquí en la iglesia. Aquí en la iglesia al Diablo le decimos de todo, pero salgamos de la puerta para afuera. Aquí en la iglesia, guau, mire…yo de aquí veo una cantidad de cientos de aureolas, pero yo vi algunos que la sacaron de su bolsillo cuando entraron, yo estoy seguro que más de alguno va a querer volverla a su bolsillo.
Así representa ese ejército de Israel, muchas veces estamos bien contentos en la iglesia, somos los primeros activistas de la iglesia. Ojalá nos llenaran de actividades de lunes a domingos para mantenernos ocupados en este activismo religioso. Ese pueblo ha estado ocupado en activismo religioso, en lo que nunca se ocupó, en aprender a ser valiente, y entender que Dios busca valientes.
Se le levantó el primer gigante, y este gigante tuvo la no menor idea de azotarlos y de reprimirlos verbalmente por cuarenta días. ¿Cuántos días lleva el gigante diciéndote cosas? ¿Cuántos años lleva el gigante diciéndote cosas? ¿Cuánto tiempo lleva el gigante amenazándote? ¿Cuánto tiempo lleva el gigante reprimiendo tu vida espiritual?
Este Goliat tan grande, ese Goliat que en esos años apenas aparecía en la mañana, porque además se levantaba temprano, yo diría que se levantaba antes que el pueblo de Israel, los esperaba. Y se daba el lujo de entrar y de salir cuantas veces él quería durante el día. Y ha atemorizado el pueblo de Israel y aparece uno que es chileno, porque es chiquitito.
No, ahí podría decir de cualquier otro país, ¿no es cierto? Que no tenía experiencia de guerra, que lo que más había hecho… nada, haber matar a un león y a un oso. No era nada eso, ¿cuántos de nosotros mataríamos a un león y a un oso? ¿Cuántos de nosotros pasaríamos solos horas y días cuidando a las ovejas sin Internet, sin televisión, sin radio –ese si que la sufría- sin tu celular? ¿Cuántos sufren por su celular? De alguna manera este gigante se encargó de amedrentar al pueblo. Y hay gigantes hoy día que te están amedrentando, que te están reprimiendo, que te están amenazando.
¿Cuáles son esos? Tu carácter, tus adicciones, tu manera pesimista de ver la vida. ¿Tu crees que hoy día lo vas a pasar bien? No lo vas a hacer y ya nos sometemos al miedo del gigante. Tú crees que si tú estás luchando con adicciones o con problemas cualquiera sea, ¿tu crees que hoy día lo vas a pasar muy bien? No, no te preocupes, yo me voy a encargar de que tú tengas tu mal día.
Bueno, como tú quieras Goliat, entonces me escondo. Entonces me voy a un rincón, y prefiero no pelear, prefiero ni siquiera mirarlo a los ojos y que pase el día como sea. Señor voy a luchas como sea, Señor pero que no se me cruce el gigante porque le tengo miedo. Y ahí aparece este personaje David, David que era conforme al corazón de Dios.
¿A cuántos les gustaría ser considerado así? ¿Cuántos les gustaría llegar a ser considerados en esa relación tan estrecha de casi amigos de Dios? Muchas veces llegamos a ser solo fieles de la iglesia, no pasamos más allá, pero Dios quiere que tu seas su amigo, Dios quiere que tu estés en su corazón, que seas conforme a su corazón.
David era un hombre conforme al corazón de Dios. Eso lo llevó a ¿sabes qué? a servir de carne de cañón, de carnada espiritual. Él se fue a meter ahí, y cómo que se creía este gigante, que venía a ofender al pueblo de Dios, que venía a ofender el nombre del Señor. Yo voy a ir a pelear con él dice, y se presentó, ¿Ustedes saben la historia?
Yo me imagino a David cargado con esas cosas así, con esa armadura y esa espada y saliendo de la carpa, ¿se lo imaginan? Él no podía hacer eso, él no confiaba ni siquiera en esa armadura, él no confiaba en esa espada por eso le pesaba tanto, porque esa no era su confianza, su confianza era Jehová de los ejércitos, su confianza era el Señor, su confianza era aquél que lo libró de los ataques de esas bestias ahí en el campo.
¿Sabes? sólo tomó cinco piedras, sólo tomó eso, y tenía una habilidad ahí, era muy buen tirador de piedras pero su valentía no estaba establecida en su puntería sino en su confianza en el Señor.
Dios sólo usó esa habilidad que él tenía para derrotarlo ¿Cuál es el gigante que te atormenta diariamente? ¿Cuál es el gigante que está ahogando tu vida con amenazas? ¿El miedo? ¿La escasez?
La vida de un adorador comienza cantando en la iglesia y avanza en la medida en que Dios te va dando victorias en tus luchas. El que vive oprimido, que se levante con determinación, el que vive con limitaciones que se levante y crea, el que vive reprimido, que se levante y sea valiente, porque los valientes arrebatan el reino de los cielos.
¿Cuántos de nosotros cada día estamos expuestos a estos madianitas espirituales? ¿Cuántos de nosotros estamos mirando ese muro todos los días pensando cuándo se caerá? ¿Cuántos de nosotros miramos al gigante desde adentro de la carpa, solo vemos así, abrimos un poquitito de la carpa para ver si no salió ese día para ver si podemos ir a comprar pan y volver? ¿Cuántos de nosotros…? Muchas veces nuestra vida, sólo es una vida pasajera espiritual. Dios quiere que tu vida sea una vida completa en el Señor. Dios quiere que tu vida sea una vida completa de adorador.
Cuando te levantas en la mañana, aunque sepas que no va a ser un buen día, aunque sepas que ese día tienes que pagar la renta y todos los biles, ese es un de los más malos días que hay. Dios quiere decirte: yo quiero un adorador, un adorador que me adore en espíritu y verdad, no sólo aquel que canta. Yo quiero que tu me cantes, yo quiero que tu llores, yo quiero que tu te postres, pero quiero que tu vivas esa adoración. Yo quiero que tu vivas esa manera de verme en la iglesia.
Yo quiero que toda esa valentía que tienes dentro de la iglesia, cuando abras la puerta hacia el parking la sigas teniendo, y sigas luchando lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado, domingo, todos los meses, todos los años.
Si estás oprimido, levántate porque Dios ha determinado hoy día a usarte. Si estás limitado, levántate porque Dios hoy día ha determinado que tu fe crezca y que tu creer signifique derribar los muros de Jericó. Si estás reprimido, levántate porque el Señor busca valientes.