Dios tiene un destino mejor para tu vida

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Quiero comenzar leyendo Primero de Crónicas capítulo 4 los versículos 9 y 10, dice así la Palabra del Señor: “Y Jabes” noten ese “y”, “Y Jabes fue más ilustre” esa palabra me cautivó cuando yo lei por primera vez esa oración, fui y la busqué en el hebreo original, “Y Jabes fue más ilustre que sus hermanos, al cual su madre llamó Jabes” tenía otros hermanos pero dice que Jabes era más ilustre que ellos; su madre le puso Jabes ¿por qué le puso eso? “por cuanto lo di a luz en dolor” dolor, otra palabra clave para entender este relato.

El versículo 10 dice entonces: “E invocó Jabes al Dios de Israel diciendo: oh si me dieras bendición y ensancharas mi territorio, y si Tu mano estuviera conmigo y me libraras del mal para que no me dañe” y qué lindo al final esa última notita que dice: “y le otorgó Dios lo que él pidió” qué bueno tener esa notita ahí ¿verdad que sí? porque sabemos que tuvo éxito esa oración que Jabes presentó delante del Señor.

Y una de las razones yo le decía al grupo en inglés esta mañana que yo escogí este pasaje es porque combina muy bien con lo que yo prediqué el domingo antepasado sobre Isaías 54, algunos recordarán porque yo sé que ustedes recuerdan todo lo que yo predico y lo que predico aquí arriba, que en Isaías 54 hay un llamado de parte de Dios a Israel en la forma de una mujer estéril que nunca ha dado a luz hijos y que está abrumada por su sentido de pérdida y de esterilidad, y Dios le dice a esa mujer estéril que cante, que eleve canción, como que celebre preventivamente por avance de la bendición que viene a su vida, y le dice: alaba, canta, celebra, dice porque más son los hijos de la estéril que los de la casada, y entonces Dios le dice a esa mujer: ensancha el sitio de tu tienda, alarga tus cortinas, extiende tus cortinas y alarga las cuerdas de tu tienda, una tienda de campaña es lo que está diciendo ¿no? escoge un lugar más amplio, pon ahí una tienda más grande con cortinas más anchas y entonces coge cuerdas más anchas para esas cortinas más grandes y también estacas más fuertes, más grandes para esa tienda que va a necesitar.

Y yo hablaba entonces ¿no? de ensanchar nuestra capacidad para creer que Dios va a hacer cosas grandes en nuestra vida para tomar acción y poner cortinas en ese espacio nuevo de fe que Dios nos da y de creer que Dios tiene algo, un destino. ¿Cuántos creen que Dios tiene un destino mejor para tu vida, amén? tu vida no ha terminado todavía.

Yo hablaba con alguien esta mañana, ah sí con un señor por el cual oré esta mañana y yo tuve una breve conversación con él, y me decía acerca de, se ve en su rostro y en su forma los estragos de una vida que ha sido golpeada por el mundo y por la tragedia. Personas que yo veo continuamente cuando paso por allí por la Olvan Street con Massachussets Avenue en estos rostros de individuos que están aprisionados por las drogas, homeless que no tienen vivienda, pobreza, tantas cosas terribles, y ví en su rostro y me acerqué a orar por él aunque le había pedido a alguien más que orara por él, y él me decía acerca de sus luchas, sus tribulaciones en la vida, los demonios dice que me están mordiendo el calcañar continuamente, me están persiguiendo y me dijo Pastor ore por mí que, y mis luchas.

Y comencé a hablarle, comencé a decirle del buen propósito de Dios para su vida y le dije: pero ¿qué edad tú tienes? y me dijo: 45 años, bueno mira tú estás apenas a la mitad de tu vida a lo máximo, tienes todavía una vida por delante y Dios puede hacer grandes cosas para ti en el tiempo que te queda por delante, cree que Dios tiene buenos propósitos para ti.

Y Dios en ese pasaje de Isaías 54 le está diciendo a esta mujer: hey, ensancha el sitio de tu tienda, cree por grandes cosas, comienza a emprender cosas grandes porque te extenderás dice a la derecha y a la izquierda y tus hijos heredarán las naciones, y levantarán las ciudades destruidas, eso es lo que Dios tiene para tu vida, pero hay principios que tienen que ser puestos en práctica y Jabes es otro símbolo. Yo lo que quiero es reforzar estas verdades que compartí con ustedes hace un par de domingos con otro pasaje que muestra esta misma dinámica en una manera diferente y al hacer esto quiero fortalecer en ti la consciencia de estos principios para tú poder vivir una vida fructífera, una vida que vaya de crecimiento en crecimiento, de mejor en mejor, de bendición en bendición, nuestros jóvenes que están aquí algunos de ellos que están apenas comenzando su vida profesional o que todavía no se han casado pero están pensando en casarse en algún momento o que están en la universidad, en la escuela y otras de ustedes hermanas que no han podido estudiar porque nunca han tenido la oportunidad, varones que han tenido experiencias negativas en su vida y no han podido llegar a donde Dios.

Usted sabe que Dios le quiere llevar y Dios quiere que tú extiendas el sitio de tu tienda y que alargues tus cortinas, y que uses los principios del Reino de Dios para que puedas llegar a esos niveles de grandeza a los cuales Dios te quiere llevar, y Jabes ilustra todas estas verdades por eso es que yo quiero discutirlas con todos ustedes.

Una de las cosas que me impacta de Jabes es que el comienzo de su vida es tremendamente negativo. Jabes nace bajo un signo de dolor y sufrimiento, su parto mismo, su nacimiento biológico fue acompañado de trauma, su mamá lo tuvo en dolor. Yo no sé si alguna hermana aquí ha tenido un parto peligroso.

Nuestra hija ustedes saben hace un año y medio tuvo un parto prematuro y para una mujer es bien amenazante me imagino un parto donde el bebé nace de cesárea o hay diferentes dificultades, el caso fue que Jabes parece que su nacimiento su mamá casi se muere, fue bien doloroso, bien traumatizante, él nació con una señal ya como negativa sobre su vida y entonces su mamá impresionada con este parto tan traumático quiso como memorializar su sufrimiento y le puso el nombre de dolor.

El nombre de Jabes, se nos sugiere, está relacionado con la palabra oseb y es como una inversión de la palabra en el hebreo original pero todos los estudiosos de la Escritura saben y la misma Escritura aquí nos dice que el nombre de él estaba relacionado con la palabra dolor, por eso es que su mamá dice: “por cuanto lo di en dolor lo voy a llamar Jabes”, era un juego de palabras pero incorporado en el nombre suyo estaba la palabra dolor.

Entonces es como abrumado en un sentido y se le ata un bloque de 40 libras a su cuello que él tiene que llevar todos los días, y cada vez que la gente le dice Jabes le está recordando su naturaleza adolorida y trágica, y esta mujer no entendió porque no tenía entendimiento espiritual. Los hebreos y otras religiones saben que a veces los nombres que les damos a nuestros hijos son con intencionalidad, pensar bien y las etiquetas que ponemos sobre nuestros hijos son bien importantes.

E inclusive los nombres implícitos que nosotros adoptamos sobre nosotros mismos. ¿Cómo tú te ves a ti mismo? porque a veces nosotros nos ponemos nombres a nosotros mismos sin ponernos un nombre específico pero como que nos ponemos una identidad y es como que estamos asumiendo: no, yo nací para sufrir, el mundo es trágico, yo no espero nada bueno.

Muchas veces nosotros sin darnos cuenta y a veces porque hemos tenido experiencias traumáticas, yo he hablado con personas en el lugar de la consejería acerca de cómo un evento, una violación por ejemplo a los 7, 8, 9 años sexual la marca, entonces de ahí en adelante su vida lleva como el signo de esta violación y entonces como que a veces empieza a odiar a los hombres o adopta una identidad: no, yo soy lesbiana por ejemplo, porque hubo una violación en el pasado y les estoy hablando no de teoría hermanos, les estoy hablando de cosas reales que yo experimento en el lugar de la consejería muchas veces; un padre abusivo o una madre que abandonó el hogar, o que murió prematuramente pero el hijo pequeñito lo identificó como un abandono y entonces luego adopta una actitud negativa acerca del mundo: no valgo, no soy amado y eso te sigue en un sentido, adoptas una actitud, una disposición y eso te sigue todos los días de tu vida.

Y una de las cosas que nosotros tenemos que hacer como creyentes continuamente es examinar la programación que está dentro de nosotros, examinar la manera en que nos percibimos a nosotros mismos y los nombres que nos hemos asignado a nosotros mismos, y también las palabras que les decimos a nuestros hijos hermanos, hablémosles cosas buenas, digámosles que han nacido para tener éxito, cantemos alrededor de ellos, dediquémosles tiempo y amor, y tiempo de calidad, sentémonos con ellos para leerles buenos libros porque nosotros creemos que van a ser intelectuales y gente educada, y valoricémoslos porque al decir estas cosas estamos diciendo bendición sobre ellos, digámosles que los amamos y que son amados, y que Dios tiene buenos propósitos para ellos porque eso va a ser una programación positiva que les va a preparar para creer que Dios tiene buenos propósitos para ellos.

Esta mujer en su ignorancia le pone un nombre que es doloroso a su hijo y que lo sigue el resto de su vida. Y parece que este nombre llevó a Jabes a una serie de experiencias dolorosas, lo que yo entreleo en este pasaje es que la profecía negativa de esta madre sí llegó a determinar el tipo de vida que este joven o este hombre había vivido, y entonces llega un momento en que Jabes harto de esta situación profiere una oración que vamos a analizar dentro de un momento.

Pero hay algo que yo quiero hacer antes de eso para que ustedes vean también la interacción que hay entre el sufrimiento, el dolor, las experiencias negativas de la vida y cómo nosotros podemos usar eso como un trampolín, como un punto de partida para cosas mejores.

El relato de Jabes comienza diciendo algo bien interesante, dice: “Y Jabes fue más ilustre que sus hermanos” y yo le decía que ese “y” que está ahí, porque la Biblia tiene intencionalidad en todo, ese y implica algo y es lo siguiente: si usted lee, estos dos versículos están insertados en uno de los trechos más aburridos de toda la Biblia, está en medio de una cantidad de listas de que fulanito, usted sabe cómo es la historia, fulanito engendró a sultano, y fulano engendró a fulano y a sultano, y este engendró a los otros, es como simplemente un relato periódico bien aburrido con diferentes genealogías, es como una lista de certificados de nacimiento.

Y en esa lista así como mecánica irrumpe este relato que personifica y aisla para nuestra consideración uno de esos personajes. Jabes hubiera podido ser simplemente uno de los demás, “Azur, padre de Tecoa, tuvo dos mujeres: Hela y Naara. Naara le dio a luz a Ajuzam, a Hefer, a Temeni y a Ajastari. Estos fueron los hijos de Naara. Los hijos de Hela fueron: Zeret, Zojar y Etnán, y Jabes pudiera haber sido uno así, engendró a Jabes y sigue adelante pero no, el Espíritu Santo se detuvo cuando llegó a Jabes porque Jabes había sido el sujeto de algo muy particular y muy espiritual, y Dios quería que nosotros supiéramos lo que había pasado allí, había algo en Jabes que lo sacaba del montón y lo aislaba, y dice que Jabes fue más ilustre que sus hermanos al cual su madre llamó Jabes.

A mí me impresionó la palabra ilustre y la busqué en el hebreo original, y en el hebreo original es la palabra cabad, o sea Jabes fue más cabad que sus demás hermanos, y la palabra cabad en el hebreo original sugiere sustancia y peso, peso sobre todo. Usted puede ver cómo peso puede dar lugar a ilustre.

Dice que había algo en Jabes, Jabes fue algo especial. Jabes fue más sustancioso que sus hermanos, Jabes tenía algo especial que lo apartaba del montón y que yo creo que fue lo que lo llevó a pronunciar esta oración tan bendecida y tan llena de significado que lo ayudó a salir de su destino terrible en el cual él vivía.

Y uno se pone a pensar ¿qué fue lo que hizo a Jabes más ilustre que le dió esa capacidad para proferir esa oración? yo creo que paradójicamente fue el dolor en el cual él había vivido. Esas experiencias tristes y negativas que él había tenido lo capacitaron a él para tener como un acceso singular a los principios espirituales y a orarle al Señor en esa manera.

¿Y por qué digo esto yo hermanos? es porque, hermanos: muchos de nosotros hemos experimentado dolor en nuestras vidas y yo creo que muchas veces Dios usa el dolor, y el dolor todo depende de cómo tú te relacionas con las tragedias de tu vida y los dolores en tu vida, si tú crees que tu dolor que tú pasaste en tu pasado cualquiera que fuera: abuso sexual, una relación que te llevó a un aborto, un amor que no fue correspondido y que te marcó, la falta de amor de una madre, todos, todos tenemos dolores de diferentes tipos, todos, todos, y depende de tú cómo te relaciones con ese dolor.

El dolor puede hacer dos cosas: destruirte, deformar, convertirte en una figura trágica y resentida, que tú te constituyas como en una víctima simplemente procesando y repitiendo el resentimiento de ese momento y de esos eventos de tu vida, y entonces lo que puede hacer es que te neutraliza, te sirve como una piedra de tropiezo que vas a arrastrar toda tu vida y tú puedes vivir lamentando y ensayando, y reviviendo ese dolor incluyendo la culpa de cosas que tú hiciste en el pasado que estaban mal pero que en algún momento vas a tener que procesarlas y dejarlas atrás, y seguir hacia adelante, y abrazar el futuro, el dolor puede victimizarte o destruirte o tú puedes decidir en el Nombre del Señor convertirlo en un aliado para seguir adelante y para crecer espiritualmente, todo depende de la narrativa que tú adoptes acerca de ese dolor en tu vida.

Si tú como hijo de Dios crees que en el mundo no hay coincidencias para los que a Dios aman, la Biblia dice que para los hijos de Dios todas las cosas ayudan a bien, todo, todas las tragedias, y si tú decides creer que Dios tenía un propósito; Dios no estaba durmiendo cuando te pasaron esas cosas y entonces como que se despertó cuando tú aceptaste a Cristo como Señor y Salvador, Él sabía desde la eternidad dónde tú ibas a estar, es decir que el Señor ha permitido muchas cosas de nuestras vidas para misteriosamente bendecirnos.

¿Sabes que el dolor de tu sufrimiento, de tu padecimiento te puede convertir en una persona por ejemplo más generosa? Yo he aprendido que cuando uno ha pasado por ciertos dolores uno tiene más compasión hacia los que se duelen, cuando uno ha fracasado a veces en la vida en ciertas cosas, cuando uno ha cometido ciertos errores uno tiene más compasión.

Una persona que fue adicta a drogas por ejemplo y que Dios lo sacó de allí sabe lo que sufre una persona adicta a las drogas ¿cierto? Una persona a quien Dios ha sacado digamos de la homosexualidad y todavía lucha a veces con ciertas tendencias entiende lo que están pasando otros en vez de decir: no, estos son unos perversos, no, son unos sexuales, y no, ¿no? no; muchas veces cuando nosotros pasamos por esas situaciones eso nos capacita para condolernos con otros e inclusive nos quebranta para ser más humildes delante de Dios.

El Apóstol Pablo por ejemplo tenía un aguijón que no identifica, dice que era un mensajero del diablo que lo abofeteaba continuamente, y dice que tres veces vino ante el Padre: Señor líbrame de esto, y tres veces el Señor le dijo: Bástate Mi Gracia, porque el Poder de Dios se perfecciona en la debilidad. Y Dios quería que Pablo peleara contra ese demonio en su vida para que las grandes revelaciones que Dios le había dado no lo enorgullecieran y lo hicieran arrogante.

Muchas veces cuando hemos tenido una vida perfectamente bien, todo bien, todo éxito nos convertimos en gente dura y no tenemos compasión con los demás, y decimos: bueno yo lo hice ¿por qué no lo puede hacer él también? y yo creo que a veces Dios permite las pruebas en nuestra vida para hacernos más como Cristo ¿sabe? Yo veo siempre que todas las cosas que el mundo nos dispara nosotros podemos convertirlas en oro.

Claro, yo voy a seguir pidiendo: Dios líbrame, provéeme, bendíceme, pero cuando el mal venga a mi vida yo lo voy a convertir en un aliado y le voy a decir: Señor ¿qué Tú me estás enseñando a través de esto y cómo puedo yo usar ese dolor para seguir adelante y para ser mejor?

Y yo creo que paradójicamente ese sufrimiento que Jabes padeció cuando era niño lo convirtió en un hombre más profundo, pensativo, apreciativo de las cosas espirituales y yo creo que eso fue lo que llevó a ser más ilustre que sus hermanos y que atrajo la atención de Dios, y lo preparó para emitir esa gran y hermosa oración que tenemos aquí.

Entonces él fue más ilustre, más profundo, más sustancioso que sus hermanos y a pesar de ese signo triste y doloroso que lo seguía toda su vida él tuvo un momento de gran revelación y emitió su amargura en un instante, yo creo que la oración de Jabes debe haber sido algo que duró un instante, yo creo que fue como un brote de su interior, y yo quiero examinar esos elementos que constituyen esa oración que él dió porque aquí también hay algunos principios que son bien importantes.

Dice la Biblia que: “Jabes invocó al Dios de Israel diciendo” y aquí vemos cuatro cosas que yo quiero señalar rápidamente, cuatro elementos yo diría de una vida exitosa y que tenemos siempre que tener en mente cuando oramos al Señor y tenemos que poner en práctica siempre, dice: “Oh” en realidad son 5 porque el “oh” es como un elemento aparte, él dice: “oh, si me dieras bendición” pidió bendición y vamos a hablar un poquito acerca de eso, “si ensancharas mi territorio” es la tercera, bendición y ensanchamiento de su territorio, “si Tu mano” yo veo aquí en “Tu mano” un cuarto elemento, “estuviera conmigo”, y entonces el quinto elemento “y me libraras de mal para que no me dañe” esas cinco cosas voy a tratar de resumirlas rápidamente.

Ese “oh” yo siempre lo he aislado rápidamente, yo veo en este oh pasión y también veo visualización. Cuando usted dice “oh” es como un “oh” de imaginación, es visualizar algo, es soñar en algo ¿no? es como que usted se está viendo de momento en una playa allá muy bonita o en un lugar de descanso, él está mirando su situación pero está contemplando un territorio nuevo y diferente, está tomando tiempo para ver algo y la Biblia señala muchas veces eso de ver.

Por ejemplo usted lee en el Libro de Hebreos en el capítulo 11 el gran señalamiento de los hombres y mujeres de la fe, y dice que algunos de ellos se sostuvieron como viendo una ciudad invisible, estaban alucinando, y vivieron la vida aquí en la Tierra como peregrinos y extranjeros, fueron aserrados, crucificados, pero como que veían y en un pasaje dice: “viéndola y saludándola” de tan clara que la veían.

Dice que Jesús por la bendición puesta delante de Él padeció una cantidad de sufrimientos porque Él podía ver toda la salvación que iba a venir a través de Su cruz, Él vió millones de vidas, un universo entero restituido y restablecido por Su sangre derramada en la cruz y por eso se sometió a todos estos sufrimientos.

Muchas veces es el ver el destino bueno que Dios tiene delante de nosotros lo que nos permite. ¿Qué mantiene a un estudiante de cuatro años de universidad de estudios en exámenes y malas noches? es la idea de recibir ese bendito diploma final cuando vaya allí con su batita de graduando, su libreta y lo que sea y le dicen: felicitaciones, tienes tu doctorado, tu licenciatura o lo que sea, eso es lo que nos mantiene muchas veces, es poder ver las cosas y Jabes visualizó: Señor si Tú me dieras esto y lo otro.

Entonces yo los animo a todos primeramente a soñar y a creer en grandes cosas y verlas, toma tiempo para visualizar las bendiciones de Dios en tu vida, ten sueños preñados, piensa en lo que tú quieres y visualízalo. Si tú quieres aprender un instrumento, si quieres graduarte de la universidad, si quieres comprar una casa, si quieres tener hijos bendecidos visualízalos en el espíritu. Cuando tú ores descríbeselos al Señor con lujo de detalles, ve esa bendición y pídele a Dios que te permita casi saborearla, ejercita tu capacidad creativa para ver las bendiciones del Señor y entonces métele gasolina, créelas con poder, apasiónate acerca de tus peticiones.

No le digas al Señor: ay ya Señor, bendíceme, haz esto y lo otro. Yo creo que a veces el Señor no nos bendice porque no somos lo suficientemente apasionados y aguerridos en nuestras peticiones y Dios a veces espera a que lleguemos a ese punto de hervor, al rojo vivo.

Cuando tú le pides a Dios es como Ana que quería un hijo y amargada fue al altar alli en el templo, y estaba tan metida en su oración que el sacerdote pensaba que estaba borracha, yo me imagino cómo ella estaba quizá en voz baja gesticulando y él la vió desde lejos y dijo: esta mujer está borracha en el santuario, se acercó a ella y le dijo: mujer digiere tu vino, como quien dice: no vengas aquí a la casa de Dios borracha y a beber.

Yo creo que así es como tenemos que desear las cosas y tenemos que pedirle al Señor: Señor dame pasión. Yo le estaba diciendo a los hermanos esta mañana que yo muchas veces en mi vida de oración le he estado pidiendo al Señor cosas ¿y sabe qué? si Dios no te contesta la primera vez sigue pidiendo, sigue pidiendo, y sigue como la viuda ante el juez injusto, sigue presentando tus peticiones como cuando te cepillas los dientes cada día dile: Señor te recuerdo esto, te recuerdo lo otro.

Hay oraciones que yo se las traigo al Señor semana tras semana, día tras día por años, ahora mismo por ejemplo hay peticiones que están delante de Dios por nuestra familia y otras cosas, y yo todos los días le digo: Señor, sorpréndenos con Tu bendición. Y yo cada vez que oro es como que añado una piedrecita a un montón hasta que el Señor me diga: ya, voy a responderle a este hombre, ya, me tienes harto (risas).

Y es así, en nuestra vida de oración tenemos que estarle trayendo nuestras peticiones y aumentando la pasión por dentro, aumentando la urgencia, y un día el Señor va a decir: Okay, ya.

Yo les decía que han habido veces en mi vida de oración que yo he sabido que he sabido que llegó mi oración al templo de Dios, que ya esa copa llegó a su momento en que va a rebosar porque llegaste a ese punto de definición, y ese “oh” a mí siempre me cautiva ese hecho, me recuerda de eso ¿no? veamos nuestras peticiones, presentémoslas con cuidado delante del Señor y cultivemos un sentido de urgencia y de necesidad, a Dios le encanta la gente desesperada.

Bartimeo, a riesgo de quedarme atorado en una sola cosa, Bartimeo: “Jesús hijo de David ten misericordia de mí” y la gente: no Bartimeo cállate que el Señor está ocupado, Jesús hijo de David ten misericordia de mí una y otra vez, el Señor no le contesta la primera vez, la segunda vez y en un momento se detiene y dice: Tráiganmelo acá, y le dice: ¿Qué es lo que tú quieres? Señor quiero ver, pues hágase conforme a tu necesidad, Bartimeo salió de allí cargando su lecho.

A Dios le gusta la gente desesperada: la mujer con el flujo de sangre, los hombres que rompieron el techo y bajaron al paralítico en medio de una sesión de enseñanza del Señor, ¿usted se imagina eso? el Señor ahí enseñando y de momento comienzan a caer pajitas del techo y se abre un hueco y entra el sol, y dos hombres allí: agárralo que va para abajo, no lo dejes caer, y el Señor dice que viendo la fe de ellos se conmovió y lo sanó no viendo la fe del hombre, pobre no tenía mucho que hacer excepto que lo bajaran, le pidieron permiso para hacerlo, pero el Señor vió la fe desesperada de ellos y dijo: Les tengo que responder.

El Señor ama a la gente así, la mujer con el flujo de sangre, la cirofenicia, you name them they are all over the place, gente desesperada que llegó a un punto de hervor y pasión. Jabes estaba harto de su vida y dijo: “Oh Señor”. Muy importante la pasión, la visualización, la insistencia.

Y entonces le pidió cuatro cosas más al Señor. Lo primero que le pidió: “si me dieras bendición” la palabra bendición fue como un resúmen de todo lo que él quería, oh Señor si Tú me dieras una Palabra que cubriera mi vida, si Tu bendición estuviera conmigo, si Tu buena palabra de shalom, de paz cayera sobre mi vida y me persiguiera.

Y yo pienso hermanos eso, pienso por ejemplo en el Salmo 23 donde el Salmista dice: “Ciertamente el bien y la misericordia de Jehová me seguirán todos los días de mi vida” ese bien y esa misericordia de Jehová que te sigue es la bendición que Jabes le pidió al Señor, y sabe que nosotros tenemos que entender eso, que si nosotros estamos en la Voluntad de Dios la bendición de Dios debe estar con nosotros hermanos.

Yo quiero que tú visualices tu vida como una vida que Dios se complace en bendecirla, si tú crees que Dios te ha llamado a bendición tú vas a vivir en bendición. Quizás vas a tener problemas y dificultades pero al final Dios siempre te dará victoria y saldrás mejor, y más fuerte de todas las situaciones que tú confrontes en tu vida porque todo va a resultar para bien, vas a pasar por un tiempo difícil pero Dios lo va a convertir en oro y vas a salir más fuerte, y también van a venir tiempos de refrigerio y de descanso en tu vida.

Pero recuerda que la bendición de Dios es la herencia de los hijos de Dios, y yo veo por ejemplo en el Salmo 3, porque muchos de nosotros no podemos creer estas cosas: ¡ah! esto es predicación de prosperidad y de una vez cerramos la mente a ello ¿no? el Salmo 1 como comienzan los Salmos: “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado sino que en la ley de Jehová está su delicia y en su ley medita de día y de noche” es la descripción de un hombre o de una mujer que camina en los caminos del Señor, porque eso es otra cosa: si tú estás viviendo como un perdido, un perverso, un sinvergüenza no esperes la bendición de Dios ¿no? ¡ah! soy cristiano.

El cristianismo no es un talismán que tú te lo pones, no, tienes que vivir en tu identidad de creyente. Ahora cuando tú amas a Dios, cuando tú eres ilustre como Jabes que tenía un corazón, un carácter formado por el crisol de la formación de Dios en su vida tú puedes ir delante de Dios y pedirle cosas grandes, y Dios te concede porque caminas.

Dice: “Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas que da su fruto en su tiempo, su hoja no cae y todo lo que hace prosperará” eso no lo digo yo tratando de sacarles dinero a ustedes eso lo dice el Señor, “y todo lo que hace prosperará.” Yo no sé ustedes hermanos pero todo lo que yo hago me bendice, me prospera y se toma más tiempo del que yo quiero pero lo puedo decir en mi vida y lo digo con temor y temblor, y con gratitud delante del Señor, yo no creo que he sido derrotado en una sola gran cosa que el Señor me diera para Su gloria, Dios ha sido fabulosamente generoso conmigo desde mi niñez en Alma Rosa por allá en República Dominicana y yo he vivido como un rey no por mí, sino por la misericordia y la bondad de Dios con Sus hijos.

Y por eso cuando yo les hablo a ustedes del Dios que levanta a Sus hijos yo les hablo de una profunda convicción porque he vivido eso y lo he visto en tantos de mis hermanos también, la bendición cuando tú agradas, cuando tu corazón es agradable a Dios Dios no se cansa de bendecirte, eso está en todas las páginas de la Biblia. Todo lo que hace prosperará y esa fue la bendición que Jabes le pidió al Señor.

En Deuteronomio 28 Dios le dice a Su pueblo que si caminan en Sus caminos, búsquelo ahí un momentito, esto es oro lo que les estoy dando así que no me mire el reloj, esto es importante porque si usted se va con eso y usted puede vivir en esta verdad yo le aseguro que usted va a vivir como un rey, dice en Deuteronomio 28: “Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios para guardar y poner por obra todos Sus mandamientos que Yo te prescribo hoy también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra” le está diciendo eso a Israel, y a nosotros, “y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán.”

¿Sabes que las bendiciones de Dios te persiguen como un sabueso cuando tú estás en los caminos del Señor? ¿dónde está fulanito? y ahí van las bendiciones de Dios, ciertamente el bien y la misericordia me seguirán, es que te siguen, te persiguen, tú te quieres escapar de ellas pero te buscan y te encuentran y Dios te bendice aunque no quieras, te alcanzarán si oyeres la voz, “bendito serás tú en la ciudad, bendito en el campo, bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, tus bestias, tus vacas” ahí puso todo lo que se le ocurrió, “bendita será tu canasta, tu artesa de amasar” tu atm, tu computadora, “bendito serás en tu entrar y en tu salir”.

Léase Deuteronomio 28 y márquelo, esa es su herencia, esa es la herencia de los hijos del Señor, y también hay uno allí para las naciones que no caminan con Él. ¿Por qué está este mundo como está actualmente? porque las naciones se han olvidado del Señor más que nunca, se han apartado de Dios, es triste decirlo pero es así. Pero cuando una nación, un pueblo, una Iglesia, un hombre, una mujer, un matrimonio, un hogar se dedican a bendecir al Señor, servirlo, honrar Sus mandamientos la bendición de Dios lo persigue, espera esa bendición.

Si tú estás en Cristo, si estás haciendo la obra de Dios, si estás caminando, te estás purificando, estás organizando tus caminos aunque no sean perfectos la bendición del Señor estará contigo no importa que seas una madre soltera, un estudiante apenas comenzando la vida, un inmigrante indocumentado Dios bendice a Sus hijos aunque faraón no quiera bendecirlos, Dios los bendice, los prospera, les abre caminos.

Los hijos de Dios caminamos con esa bendición y eso lo que Jabes le pidió: Señor si Tu bendición estuviera conmigo, asegúrate de que tú seas un imán para la bendición del Señor. Lo segundo es que les dice: si ensancharas mi territorio, ahí la palabra ensanchar quiere decir expandir. Lo que le dice el Señor a esta mujer estéril en Isaías 54: Ensancha el sitio de tu tienda porque te vas a extender a la derecha y a la izquierda, y vas a conquistar naciones, y tus hijos van a restaurar las ciudades destruidas y desoladas, la consigna para los hijos de Dios es ensanchamiento, es crecimiento, es expansión.

Cuando Jabes le pide eso al Señor le está diciendo: Señor, prospérame, ancha mi espacio, yo quiero tener más influencia en el mundo, yo quiero tener más territorio en el cual moverme, aumenta mis dones, aumenta mi reputación, promuéveme para cosas mayores. Hermano: ¿le estás tú pidiendo al Señor que te promueva, que te lleve a un lugar más alto? yo creo que muchos cristianos no somos bendecidos más porque no ambicionamos más en el Señor.

Ah ya yo tengo mi apartamentito aquí rentado y está muy bonito, bueno ¿y qué, no te gustaría que Dios te diera una casa por ejemplo? ¿por qué no? amén está bien si tú quieres vivir en un apartamento, okay te graduaste de escuela superior pero ¿no te gustaría quizás tener un grado universitario, no? okay tus hijos se graduaron de high school y son buenos muchachos pero ¿no te gustaría que ellos estudiaran y fueran más?

La idea es: hermanos, vamos a pedirle al Señor que ensanche nuestro territorio, crean que Dios puede llevarlos a otro nivel. Hombres que nunca estudiaron, le decía a un hermano esta misma mañana que lo aplaudo y él conoce quién es, acaba de completar 40 días de oración y me lo dijo en un contexto muy apropiado porque me trajo una palabra que me bendijo y yo este hombre, así como me encanta ver esos varones de pelo en pecho buscando de Dios que a veces creen que solamente es para afeminados la Iglesia, a mí me encanta ver hombres masculinos enamorados de Cristo y buscando sacrificarse, y crecer en los caminos del Señor, y lo veo y yo digo: este hombre él quiere herencia en los caminos de Dios, no se está contentando simplemente con venir a calentar un banco, él quiere negocio con Dios, quiere revelación, quiere autoridad en el Reino de Dios, no hay nada de malo con eso ¿sabe? claro si usted lo quiere usar para la gloria de Dios.

Hay que ser ambiciosos en el Señor. Yo les decía acerca de todos estos pasajes en la Escritura que nos enseñan que hay que creerle a Dios para mayores cosas, hay que atreverse a pedir bendiciones, crea que hay ambiciones que Dios le va a promover y viva como que Dios tiene cosas mayores, prepárese para reinar en otras palabras.

Si usted supiera que un día le van a entregar la autoridad sobre una nación ¿usted no estaría educándose y preparándose, y adquiriendo conocimientos y autoridad, y carácter para ser un hombre de estado, una mujer de estado? claro que sí. Si usted supiera que Dios tiene grandes cosas ¿usted no estaría estudiando, leyendo, esforzándose, preparándose, poniéndole leña a ese fuego para que Dios ponga un fuego grande.

Yo acá estoy estudiando idiomas, estoy estudiando música, estoy leyendo todo lo que me viene a la mano, todo mi tiempo yo lo invierto en enriquecer mi persona porque yo quiero que Dios tenga más para hacer más a través de mí. Viva su vida con propósito, ensanche el territorio de su vida, viva como que Dios tiene grandes cosas y ambiciones, viva como una persona que va a ser promovida a niveles más amplios de influencia; si ensancharas mi territorio, ensancha el sitio de mi tienda, las cortinas de mi tienda sean extendidas, alarga las cortinas de tu tienda. Vive de esa manera y cree que Dios tiene grande promoción para tu vida.

Ensancha mi territorio, bendíceme, y tercero: “Que Tu mano esté conmigo” si Tu Mano caminara conmigo. ¿Qué quiere decir la Mano de Dios? para mí la Mano de Dios es el Poder de Dios. Cuando yo veo mano en mi mente veo la Mano poderosa de Dios interviniendo y así lo ve la Escritura.

Cuando Dios saca a los hebreos de Egipto después de esa gran lucha con faraón ¿cómo los sacó dice? con mano fuerte y brazo extendido, es decir el Poder de Dios, si Tu Mano estuviera conmigo para pelear conmigo e intervenir a mi favor, se refiere al Poder, a la unción de Dios que requerimos para emprender cosas, el respaldo y la autoridad divina, necesitamos que Dios nos acompañe en nuestras empresas y proyectos, que Su Poder esté con nosotros en todo.

Los hijos de Dios tenemos que ser gente con apetito de poder, eso es lo que yo creo que caracteriza a la mentalidad pentecostal, es el Poder de Dios, la visitación del Poder de Dios. La persona con actitud pentecostal sabe que necesita los dones del Espíritu Santo, necesita la unción del Espíritu Santo, necesita el bautismo del Espíritu Santo porque no es con espada ni con ejércitos sino con el santo Espíritu de Dios, necesitamos dunamis, necesitamos exusia, Poder de Dios, autoridad de Dios, poder sobrenatural, sabiduría divina, revelación, autoridad cuando hablamos.

Pablo oraba a su gente y decía: oren para que yo pueda hablar la Palabra de Dios con poder, con denuedo y tú tienes que pedirle al Señor: Señor ponme el motor de un tanque de guerra dentro de mí, quítame ese motorcito de volkswagen y ponme un motor de tanque de guerra por dentro para que nosotros podamos movernos con ese Poder de Dios, y ese poder viene a través del bautismo del Espíritu Santo, la oración, la santificación, el servicio al Señor, la actitud de guerra, tú tienes el Poder de Dios contigo. Si tú eres un hijo de Dios el poder va contigo, emprende cosas creyendo que ese poder va contigo.

Busca la llenura del Espíritu Santo, consagra tu vida y muévete en esa autoridad sobrenatural, en esa expectativa. No es solamente con buenas intenciones venir a la Iglesia los domingos, allí una cosita pasar por agua, dos minutos allí y ya estás cansado, no, vive una vida de guerrero, vive una vida de buscar esa llenura del Espíritu Santo porque necesitas el Poder de Dios, la Mano de Dios en todo lo que emprendas, no vayas afuera sin contar con ese Poder de Dios ¿no? no solicites a un trabajo, no comiences a un año escolar, no tomes un exámen sin antes decir: Señor dame Tu sabiduría, dame Tu llenura, dame Tu autoridad, tenemos que vivir en esa manera.

Y lo último y voy a pedirle a Omar que pase por acá un momentito, lo último que Jabes le pide, entonces en eso: “Oh”, pasión, creatividad, la mano del Señor, la expansión de tu territorio, y lo último que dice: Oh Señor, caramba, si Tú me libraras del mal además de todas estas cosas que te estoy pidiendo.

Mire qué específico que fue Jabes, le pidió cosas primero bien positivas, bien bonitas pero entonces pensó en algo también: mi vida ha sido marcada por el dolor, el sufrimiento, los ataques del diablo, la negatividad, la tragedia, la depresión, oh Señor si Tú me libraras del mal para que no me haga daño.

Y yo decía que la vez pasada que hablábamos de Isaías 54 les hablaba de las estacas que son como elementos de defensa, y les decía que muchas veces las bendiciones de Dios viene pero a veces cuando nuestra vida es anchada, cuando alcanzamos más espacio, cuando Dios nos bendice por ejemplo con un mejor trabajo o con hijos ¿qué pasa? las demandas son mayores sobre nuestra vida y los peligros también.

¿Cuántas iglesias después de alcanzar cierto tamaño, cierta prominencia se vienen abajo por un escándalo, una situación terrible, algo que sucedió, una división, con las bendiciones viene también. Yo les decía el domingo antepasado que por ejemplo en este ministerio en inglés que estamos comenzando van a venir y comienzan a venir personas con ciertos status y cierta educación. Nosotros los latinos tenemos nuestra malignidad entiéndame bien.

Una de las cosas: yo me siento muy cómodo ya predicando entre mis hermanos hispanos porque somos hispanos, nos conocemos y está bien, ahora cuando se ancha la cosa y vienen otras culturas, y vienen personas de cierto nivel educativo y tengo que elegir mis palabras muy cuidadosamente aquí con lo que estoy diciendo, es un camino minado, pero cuando la vida de una Iglesia se pone más compleja porque Dios la ha bendecido y le ha dado una voz más abarcadora en eso vienen también elementos de más cuidado, viene gente que hay que hablarle entonces con más respeto y más cuidado porque se sienten que son de más fuerza y más autoridad, tienen una capacidad crítica mayor, están acostumbrados a ejercer autoridad en el mundo y cuando viene un pastorcito aquí latino a hablarle las cosas se sienten ofendidos a veces, yo les estoy hablando aquí con mi alma en la mano.

Yo les decía que eso puede pasar en una Iglesia cuando Dios la bendice, necesita fortalecer estacas. Yo le decía al Señor: Señor, fortalece mi corazón y hazlo como el corazón de un león para que yo no me deje intimidar por nadie que pase por esa puerta, y ese púlpito yo lo considero una embajada del Reino de Dios.

¿Sabe que las embajadas son un territorio? es inviolable. La embajada de Estados Unidos en Rusia es territorio de Estados Unidos. Para mí este púlpito no tiene nada que ver con el siglo XXI ni con la cultura de Boston, esta ciudad tan ilustre y tan intelectualmente desarrollada no tiene nada que ver con los avances ni con toda la sofisticación de la cultura moderna, este púlpito áspero como es pertenece al siglo primero, es más, hasta antes, a la antigüedad del Antiguo Testamento, y ninguna influencia de este mundo.

Yo tengo que fortalecer mi corazón para no convertirme en una persona políticamente correcta que sólo diga aquéllas cosas que me dan permiso para decir la gente allá afuera ni ustedes hermanos ¿saben? Yo les voy a hablar a ustedes en maneras que muchos de ustedes salgan de aquí echando pestes de mí y molestos pero que yo espero que el Señor les bendiga al final y bajen la cabeza. El rol de un Pastor es predicar la Verdad de Dios como mejor puede y no estar pensando en quién está sentado dónde sino si es la Palabra del Señor tiene que anunciarla con Poder.

Yo creo que muchas veces los Pastores cuando Dios nos bendice y nos promueve, y nos da un público mucho más selecto comenzamos a cortar una cantidad de cosas que no suenan bien ante ese público selecto y ahí comienza entonces la maldición a manifestarse, y ese es el peligro, esa es la seducción demoníaca que entra a una Iglesia y dice: ¿sabes qué? yo te puedo dar más gente así, yo podría darte una Iglesia de gente que den $10.000 a la semana de diezmo, gloria a Dios si quieren venir, amén, sí yo te puedo dar gente que son profesores de la universidad y gente, pero el mensaje bájalo un poquito, no seas tan áspero, no seas tan abrupto.

Es como le dijo Satanás a Jesús: yo te puedo dar este mundo si Tú postrado me adorares y esa seducción viene, vendrá a tu vida en diferentes maneras. Dios te dará una promoción en tu trabajo, el jefe te dirá: mira ahora eres manager de toda esta compañía o de este grupo de 100 personas pero tienes que trabajarme los domingos, en las noches, no hay horas, tu alma me pertenece a mí, te voy a pagar $150.000 al año pero tu familia y todo eso en segundo lugar, y usted va a tener que decidir si usted va a venderle su alma al diablo por esos $150.000 o si hay otras cosas más importantes, si usted quiere tener tiempo con sus hijos, con su esposa, con la Palabra de Dios, descansar un poco, tener un tiempo de refrigerio.

Es decir esa es la protección que uno necesita, las estacas, la guerra espiritual. Si Dios te bendice con Su Mano con un territorio ensanchado, con Su bendición persiguiéndote pídele también que cubra tus espaldas y que te libre de los ataques del enemigo que vendrán, eso se llama guerra espiritual; Oh Señor si me libraras del mal para que no me haga daño.

En el hebreo original la idea es del dolor, lea la traducción en inglés por ejemplo, si me libraras del dolor, en otras palabras Jabes se estaba recordando del dolor de su vida. Mira Señor: si Tú ya me quitaras a este mono de la espalda que me ha estado atacando para que no me haga más daño, pero la Escritura lo pone en términos del mal.

Estamos en un tiempo de la historia en que el mal como nunca ha sido soltado sobre la humanidad, el mal en muchas diferentes formas: experimentaciones de todo tipo, cosas genéticas, guerras, terrorismo, divisiones, seducción intelectual, pornografía y una cantidad de cosas, el internet con todas sus cosas buenísimas y todos sus peligros horribles que hay, rebeldía de los hijos contra los padres, divorcios, drogadicción, violencia en las calles, desorientación humana, todas esas cosas son viruses que se han desatado sobre el hombre en el siglo XXI como nunca antes en la historia de la humanidad y sobre las naciones también.

Quién pensaría: esa gente que fue asesinada en Francia, esta gente está caminando por esas calles celebrando el 14 de julio, un gran día de fiesta para la nación francesa, me imagino que andaban con su cesto de picnic anticipando un tiempo precioso en la playa, en esa ciudad hermosa y un camión de 20 toneladas, un monstruo mecánico lleno de maquinarias de refrigeración para hacerlo más pesado y dañino sube a la acera y comienza simplemente a abrumar, a destruir, ruedas sobre carne como si fueran pedazos de carne y vuelan los cuerpos por donde quiera: niñitos, ancianos, hombres, mujeres bien elegantes, el mal, ciego, el mal rebosando muerte y destrucción, el mal neutral sin odio, simplemente, ese camión no odia, el que estaba adentro odiaba pero el mal, el mal es ciego, el mal te puede visitar en cualquier momento. Yo creo que como nunca antes en la historia los hijos de Dios tenemos que cubrirnos con la sangre del Hijo de Dios cada vez que salimos a la calle.

Hermano: son tiempos para como nunca ejercer guerra espiritual en nuestras vidas, orar desesperadamente por nuestros hijos, ahora nuestros hijos entran a la escuela y usted no sabe con qué porquería los van a programar esos maestros. Esos sistemas hoy en día educativos desgraciadamente hacen mucho bien, no estoy hablando en general pero wow, con cuánta malicia están programando a nuestros niños y no nos dejan ni siquiera a nosotros con qué los van a educar a nuestros hijos, uno como padre va a la escuela y le dicen: lo sentimos mucho, lo despiden; ni siquiera dicen lo sentimos mucho le dicen: váyase de aquí, el perverso es usted por no querer que le enseñen perversión, imagínese el mundo en que vivimos, y nosotros tenemos que cubrir a nuestros hijos con la sangre de Jesús como nunca antes.

Nuestros matrimonios: usted abre el internet hoy en día y usted no sabe si le va a salir la foto de una mujer allí desnuda o un acto perverso que lo va a agarrar y lo va a convertir en un adicto a la pornografía como le ha pasado a tanta gente, usted respira el aire y usted no sabe lo que está ingiriendo hermano. Caminamos en un mundo dañado y como nunca tenemos que pedirle: Señor líbrame del mal para que no me haga daño.

Estos son tiempos en que tenemos que vivir la vida cristiana con extremada seriedad, yo creo que el tiempo de jugar a la Iglesia ya pasó hermano, usted o se declara un siervo, una sierva de Dios o mejor quédese en la casa porque los peligros son demasiado grandes, estamos en guerra, son tiempos para consagración, son tiempos para pedirle: Señor ten misericordia de mí, purifícame, santifícame para que el mal no tenga dónde meterse en mi vida y hacer daño, guárdanos de la violencia.

El terrorismo será peor cada vez hermanos, no quiero meterle miedo, pero usted cada vez que vaya a la Boylston Street o al Boston Common o a una reunión pública usted no sabe lo que puede pasar, asegúrese de usted estar bien con Cristo. Si tú te vas en ese momento ¿te vas al cielo? ¿has dejado una herencia en tus hijos, la Palabra de Dios metida en ellos?

Es tiempo de caminar ya seriamente, los tiempos son malos, se necesita gente clara. Por eso el rol de los Pastores es meterle sentido de urgencia a la gente, están viviendo como conejillos inocentes caminando en una selva de bestias salvajes queriendo destruir, la gente sale a la vida sin la protección que necesitan para ellos ni el poder que sólo Cristo puede traer a la vida de los hombres y las mujeres, líbranos del mal Señor, guárdanos, ayúdanos a vivir en el Poder de Tu Espíritu y aprender cómo hacer guerra contra los demonios que quieren hacer daño, que quieren hacer estragos en nuestras vidas.

Jabes pidió buenas cosas y Dios se las concedió. Dios le dijo: Jabes, tu corazón me agrada, tu actitud me agrada, tu oración me agrada, sea hecho como tú me pediste, el destino de Jabes fue cambiado completamente. Yo me lo imagino ¿no? me hubiera gustado ver el resto de la historia, un día le voy a pedir al Señor el video ya de Jabes, voy a tener muchos años para verlo todo, y yo creo que Jabes cambió, su destino fue poco a poco canalizado y dirigido, y todo lo que él le pidió al Señor, bendición, ensanchamiento de territorio, la poderosa Mano de Dios defendiéndolo y guiándolo, y protección del mal, todo le fue concedido, yo creo que ese es el drama de tu vida también, de mi vida, esa es la herencia de los hijos de Dios.

Los dones deben usarse con un corazón pastoral

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Quiero invitarlos a ir conmigo a Primera de Corintios en el capítulo 14, es un tema interesante que quiero tratar con ustedes. A la luz de nuestro deseo de ser una iglesia efectiva en alcanzar almas y retenerlas y ser una iglesia que cuando la gente entra y adora con nosotros se sienta acogida, se sienta bien, se sienta en armonía, se sienta que están en un lugar seguro, un lugar donde pueden experimentar la paz del Señor. Porque de nada nos sirve que la gente venga y no encuentre el espacio que necesita para sus necesidades, cuando vienen a veces afanados, tristes, ansiosos, cuando vienen confundidos, cuando vienen heridos de fuera, cuando vienen con alguna situación que les aqueja, es importante que estén en un lugar donde puedan encontrar ese descanso y esa armonía que están buscando del Señor.

Y por eso es tan importante. El evangelismo incluye no solamente traer a la gente a la iglesia, sino también ofrecerles ese ambiente seguro, ese ambiente de paz, ese ambiente donde puedan permanecer y estar a gusto. El Apóstol Pablo era no solamente un teólogo, escribió muchísimo pasajes de la escritura, dos terceras partes del Nuevo Testamento lo escribió él, pero también era un plantador de iglesias, era un evangelista, y era pastor también porque tenía un corazón pastoral y le escribió a los pastores y a las congregaciones que él ayudó a plantar, acerco de cómo debían conducirse, cómo debían regular su vida diaria, su vida cotidiana como congregaciones. Y escribió principios porque en esos tiempos no tenían lo que nosotros tenemos, esta escritura ya escrita, ya codificada, ya bien ordenada. No sabían cómo conducirse porque apenas estaba comenzando el crecimiento del Evangelio. Era el primer siglo y todavía todo estaba por establecerse.

Y entonces él escribió cartas que luego fueron ensambladas y reunidas en lo que hoy llamamos la Biblia, pero en ese tiempo eran simplemente los consejos de un pastor escribiéndole a sus congregaciones que él había ayudado a plantar, a veces contestando preguntas que le hacían. Pablo, tenemos este problema en la iglesia, ¿qué hacemos? Tenemos tal situación, está causando división, ¿qué hacemos? Y él también preventivamente escribía muchos principios que luego evidentemente el Espíritu Santo lo estaba dirigiendo a hacer esas cosas, pero luego esos principios habían de ser colectados en este documento que se llama la Biblia, que nos ayuda a gobernarnos y a dirigir nuestra vida congregacional.

Eso a manera de preludio. Déjenme ir con ustedes rápidamente, el versículo 20. Primera de Corintios, capítulo 14, versículo 20. Dice allí y nos dice a nosotros:

“Hermanos de la congregación León de Judá, no seáis niños en el modo de pensar sino sed niños más bien en la malicia. – hay gente que es muy adulta en la malicia y muy niños en el amor y en la gracia. – dice, no sed niños en el modo de pensar, es decir en su conducta, en su forma de ver las cosas, en su forma de razonar, sino si van a ser niños sean niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar, porque en la ley está escrito en otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo y ni aún así me oirán, dice el Señor.

Es un pasaje del Antiguo Testamento que él está citando, eso de otras lenguas y otros labios hablaré al pueblo de isarael. Entonces él dice, “Así que la profecía son por señal no a los incrédulos sino a los creyentes, aquí él está refiriendo.” Aquí él se está refiriendo a los diferentes dones del Espíritu Santo de los cuales él ya ha hablado en el capítulo 12 de esta misma carta, dones de lengua, profecía, dones de ciencias, sabiduría, sanidad, señales y prodigios, todos estos diferentes dones e incluye también las lenguas.

Él está tratando de enseñar cuáles son los propósitos de cada uno de estos dones dentro de la vida de una congregación. “Si por ejemplo, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, como estamos nosotros en esta mañana, y todos hablan en lenguas y entran indoctos o incrédulos – ¿a qué se refiere? A gente… indocto quiere decir que no están instruidos y no son conocedores de la palabra de Dios ni de los principios de la vida cristiana. Son completamente no instruidos en la vida cristiana.

“… si entran indoctos o incrédulos – puede que entre también gente que no conoce a Dios y simplemente son totalmente foráneos a los principios del Evangelio – si entra ese tipo de gente a la iglesia y los ven a ustedes hablando en lenguas, todo el mundo a la misma vez y haciendo ruido sin sentido, como puede pasar a veces… yo no sé si usted alguna vez ha ido a una congregación donde es un sal para fuera, todo el mundo está allí teniendo su pequeña fiesta y todo el mundo está hablando y está moviéndose y gritando y todo eso, y es una cacofonía.

Y entonces si entra alguien en ese momento que es un indocto, es un incrédulo, es una persona tímida, es una persona que no entiende lo que está pasando, “¿no dirán que están locos?” lo está diciendo en una forma como que tengan cuidado, la idea es que nosotros no queremos que la gente venga y piensen que somos una cantidad de locos. Gracias a Dios que eso lo dijo el Apóstol Pablo y no yo porque si lo digo yo, dirían el pastor está dañando el espíritu, están constriñendo el espíritu, pero lo dice el gran Apóstol Pablo que conocía de todos los dones.

“¿No dirán que están locos? Pero si todos profetizan y entra algún incrédulo o indocto por todos es convencido, por todos es juzgados.”

Ahora cuando dice, pero si todos profetizan, usted verá más adelante que él dice, si profetizan pero tiene que ser uno por uno. Vamos a saltar eso un momentito para que usted pueda ver, porque no se está contradiciendo. Mire el principio que él establece en el versículo 31, dice:

“Porque podéis profetizar todos uno por uno para todos aprendan y todos sean exhortados.” Pero alguien dirá, ah, pero pastor cuando yo quiero profetizar es que no me puedo aguantar, la boca se me salen las palabras, uno no puede controlar a Dios, uno no puede controlar el espíritu. Y él dice, “Y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas.” En otras palabras, tu sí puedes controlar. No me digas que te salió la palabra o que algo pasó.

Puede que cuando una persona no tiene experiencia en una ocasión cuando por primera vez experimenta una llenura del espíritu, como no tiene sabiduría puede que en ese momento no tenga control, pero lo que Pablo está sugiriendo es que cuando usted ya tiene cierta experiencia en los asuntos del espíritu, usted sí tiene control, usted puede esperar para hablar, usted puede meditar cuál es el momento más apropiado, usted puede saber si está en un ambiente donde lo que usted diga va a provocar escándalo y confusión o va a ser de bendición. Todas esas cosas la persona que está profetizando debe considerarlas.

No es cuestión de que ay, el espíritu me dijo que esa persona va a tener un accidente cuando salga de aquí y se va a matar él y sus hijos así que se lo voy a decir inmediatamente en público. Hermano, así dice el Señor, cuando salgas de la iglesia te vas a encontrar un camión y te va a arrollar y va… Señor reprenda al diablo! Hay que tener cuidado con esas cosas. Hay que meditar, hay que pensar, hay que sopesar lo que uno está diciendo y entonces uno puede…

Es decir que siempre miren ese principio aquí de orden que él está tratando de establecer. Entonces, dice, “Pero si todos profetizan y entra algún incrédulo o indocto por todos es convencido, por todos es juzgados, lo oculto de su corazón se hace manifiesto y así postrándose sobre el rostro adorará a Dios, declarando que verdaderamente Dios está entre vosotros.”

“¿Qué hay pues, hermanos? – Qué lindo este pasaje. – Cuando os reunís, como en una reunión de esta mañana, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación tiene interpretación, hágase todo para edificación.”

Ahora, note algo aquí también. A veces yo me adelanto un poquito al orden del sermón porque no quiero perder la oportunidad cuando llegue el momento del texto. Una cosa que hay que aclarar es que Pablo le está escribiendo a una iglesia, – por eso se llama iglesia primitiva, eran los comienzos mismos de la iglesia. En realidad no había tal como iglesias todavía. el concepto de iglesia como esta que existe aquí, como una sinagoga. Lo que los judíos tenían eran sinagogas, ellos entendían eso. La iglesia fue como una extensión quizás del concepto de una sinagoga o de un templo greco romano.

Pero, ¿cómo se reunían los primeros cristianos en las primeras décadas del Evangelio? ¿Dónde se reunían? En las casas. No había templos, no había santuarios. Recuerden, no había Biblia, un libro del Antiguo Testamento costaba el salario de todo un año de un obrero. No había nada escrito, no había textos que pudieran guiar la adoración en esos tiempos. No había ni siquiera pastores en muchos casos porque todavía ese concepto no se había desarrollado, ese género de un pastor que dirigiera. Poco a poco vemos que según va la iglesia avanzando esas cosas… la iglesia se va institucionalizando, va estableciendo un orden, protocolos, una forma de adorar.

No había ciertamente un piano eléctrico como este tan bien tocado por el hermano Omar Medina o diferentes instrumentos. No había un orden de servicios. No había coros. Entonces los hermanos se reunían y era… Dios le hablaba al pueblo y si había 10 hermanos, 15 hermanos reunidos en una casa uno tenía una palabra de edificación, “hermanos, tuve un sueño, el Señor creo que me habló acerca de esto, esto y lo otro.” Había testimonios, había salmo, uno tenía un himno. Yo quiero cantar algo para adorar el Señor.

El servicio era algo bien informal y gloria a Dios, dirigido por el Espíritu Santo. Yo creo que a veces nos hemos ido al otro extremo, donde hay iglesias que tienen tanto orden que es una camisa de fuerza más bien que limita al Espíritu Santo. Porque los extremos siempre son malos. En esos tiempos estos hermanos bien sencillos se reunían para adorar al Señor, y uno adoraba una cosa, otro decía otra, uno cantaba un himno, otro hablaba una palabra profética y así salían edificados y bendecidos de su reunión.

Ahora, hoy en día, las reuniones de la iglesia son públicas, son grandes congregaciones como la nuestra y no son gente de un solo pueblito metido en una montaña, son gente que vienen de todos los países de la tierra, son personas de diferentes nacionalidades, diferente culturas, diferentes niveles socio económicos, diferentes niveles de educación, inclusive diferentes trasfondos religiosos y diferentes trasfondos denominacionales. Algunos vienen de trasfondos presbiterianos.

Por ejemplo, ayer la hermana Delia, estuvimos en una reunión con ella y ella me hablaba de que ella asistía antes a una iglesia presbiteriana, antes de venir a León de Judá. Y en la iglesia presbiteriana usted sabe que todo es bien ordenado, gloria a Dios, lo decimos con mucho respeto, hay liturgia, hay repeticiones, hay cosas bien simbólicas. Y ella viene de ese trasfondo y entonces entró en una iglesia como la nuestra que es una iglesia más pentecostal, carismática, pero hay iglesias que todavía son más pentecostales o más ‘avivadas’ o cómo se llame, más espontáneas o lo que sea. Y aquí en nuestra iglesia hay gente que viene de todos esos trasfondos.

¿hay alguien que venga de un trasfondo metodista o que haya asistido por un tiempo a una iglesia metodista? Aquí tenemos a alguien, por ejemplo. ¿De un trasfondo bautista? Tenemos bautistas por acá. ¿Presbiterianos por casualidad alguien? Guau! es decir, que yo estoy seguro de que si yo pregunto va a haber alguien… ¿Cuántos asistieron a la iglesia católica alguna vez en su vida? Todos los que están aquí. Entonces, tenemos gente de diferentes trasfondos y hemos bebido esa leche y venimos y aunque entramos en la unidad de la iglesia León de Judá pero todavía tenemos algunos principios que recordamos de nuestros pasados y como que quisiéramos encontrar ese lugar perfecto donde… un poquito de allá, un poquito de acá, y un poquito de todo.

Pero recuerde que si hay un poquito de todo, eso quiere decir que no puede haber de todos para todos. Tiene que haber una selección de cosas, por eso a veces no vamos a poder ser agradados en todo lo que nosotros esperamos en un servicio. Pero en esos tiempos no, todos eran judíos, convertidos, o todos eran griegos o eran de un pueblito, de una montaña por allá y entonces podía haber esa mayor libertad, pero en un ambiente público como este, donde no solamente nos están viendo a nosotros aquí unos a otros, nos están mirando a través del internet, en España, en Italia, en Buenos Aires, en Guatemala, imagínese, es todavía más público este tipo de servicio, una pantalla de 2 dimensiones solamente, que no es lo mismo que ver a la persona en 3 dimensiones como los vemos aquí.

Entonces, todas estas cosas son… él está hablando de esos ambientes que son bien homogéneos. Ahora, si tiene lengua, revelación, hágase todo para edificación, versículo 26. Digan todos conmigo, edificación. ¿Qué quiere decir edificación? Quiere decir para fortalecimiento de las personas, de su fe, para bendición de ellos, para instrucción de ellos, para que conozcan más de la palabra de Dios, para que se sientan más seguros en su fe, para que reciban algo que sea de provecho para sus vidas. Es decir, para que sean edificados más, como una construcción que va subiendo poco a poco.

Cada vez que venimos a la iglesia venimos para eso, para ser edificados entre otras cosas, también evidentemente para adorar a Dios, primeramente, pero también para salir más fuertes que cuando entramos. Y ese debe ser el principio número 1 que debe gobernar todo lo que se da dentro de la iglesia. Cuando tu hagas algo en la iglesia, y me incluyo a mí mismo, todos nos tenemos que preguntar ¿lo que yo estoy haciendo en este momento está resultando en edificación para los que son objeto de lo que estoy haciendo o los que están presenciando y viendo y observando lo que yo estoy haciendo?

Yo creo que si nosotros nos hiciéramos esa pregunta pastoralmente, ¿Cuántos saben que cada uno de nosotros somos pastores unos de los otros? Es como cuando Caín le pregunta a Dios, ¿seré yo acaso guarda de mi hermano? Sí, en la iglesia cada uno de nosotros es guarda de su hermano. Somos pastores unos de los otros. Nosotros tenemos que cuidarnos unos a otros y atendernos unos a otros y tener cuenta de qué está sintiendo mi hermano cuando yo estoy haciendo algo. A veces puede ser algo supuestamente en el espíritu, puede que sí, que sea en el espíritu, pero yo me tengo que preguntar en ese momento cuando yo estoy haciendo algo en el espíritu para glorificar a Dios, que yo creo, estoy convencido de que es bueno y es importante, cómo está afectando eso a mi hermano, a mi hermana? ¿Está siendo de edificación? ¿Está siendo de bendición? ¿o está siendo piedra de tropiezo o de escándalo o de extrañeza? ¿Le está quitando el gusto de estar en ese momento en la adoración?

Y eso tenemos que hacer la pregunta tanto acerca de un individuo a quién le estamos ministrando quizás al frente, o en términos de toda la congregación que nos está viendo, o quizás en términos de los que nos están viendo a través del internet. Ahora, entiéndame, que todo tiene su límite. No es que nosotros vivamos continuamente solamente haciendo las cosas que son universalmente aceptables para todo el mundo, porque entonces no se haría nada. Pero sí hay que tener un cierto grado de cuidado acerca de que ningún hombre es una isla, como dice por ahí un dicho bien famoso. Somos un continente, somos todos parte uno de los otros. Somos un cuerpo y entonces cuando yo estoy en mi tiempo de adoración y estoy metido en la presencia del Señor, yo tengo que reservar un poco de lucidez mental para observarme a mí mismo o como otros me ven y para tratar de preguntarme cómo está afectando lo que yo estoy haciendo el sentir y el estado espiritual de los demás.

Pregunto, ¿están conmigo hasta aquí o los he perdido en algún momento? ¿Me están siguiendo? Porque estas cosas yo sé que son un poquito delicadas. Y les voy a decir por qué después estamos predicando esto, pero me he adelantado y decidido coger el arroz y los frijoles y mezclarlo todo de una vez aquí.

Entonces, dice, “si habla uno en alguna lengua extraña sea esto por 2 ó a los más 3…” Lengua extraña, ¿qué quiere decir? una lengua que otros no pueden conocer, que otros no interpretan, es una lengua espiritual, está hablando a veces… si yo hablase lenguas humanas y angélicas, dice el Apóstol Pablo, una lengua que otros no entienden.

Si yo hablo en lengua extraña, sea esto por 2 ó a lo más 3 y – digan todos – por turno, quiere decir eso en secuencia, uno primero, otro después. Y eso también hay matices que se pueden añadir. “… y uno interprete – eso es algo también… hoy en día no se usa tanto en las congregaciones pentecostales esta idea de interpretación y muchos de estos términos requerirían un sermón completo solamente en ellos. Pero la idea es que si alguien por ejemplo, se levanta, digamos no como ahora, porque ahora yo estoy predicando y quién sabe puede que en un momento dado y a veces se puede dar pero es muy contado el número de ocasiones en que cuando un pastor está predicando alguien se ponga de pie y sea legítimo dar una profecía porque de nuevo dice por turnos.

Pero puede que haya una ocasión que así sea. Lo que Pablo se refiere es que cuando hay lenguas, cuando está hablándose en lenguas, en una manera como que detiene el curso de las cosas y comanda la atención de todo el mundo a esa persona que está hablando en lenguas, que tiene que haber interpretación de esa lengua.

Ahora, eso no quiere decir que si usted está en tiempo de adoración y Laura está en su cima de adoración, usted pueda estar tranquilo hablando en lenguas, suave, adorando al Señor, de manera que no interrumpa a su hermano, su hermana, usted puede hacer eso. y lo pueden hacer muchos a la misma vez, puede haber un murmullo muy lindo, o puede haber en ocasiones, por ejemplo, lo que se llama cántico nuevo. Qué lindo cuando una congregación adora el cántico nuevo y a veces están adorando en lenguas diferentes y alguno está cantando, otro está hablando en lenguas bajito. En ese caso lo que se oye más bien es como una unanimidad, un murmullo que nadie en particular está en ese momento tomando la atención. En ese caso sí yo creo que se puede hablar en lenguas hasta un poquito más alto.

Lo que Pablo está diciendo es que cuando hay como un discurso en lenguas se habla así específicamente o una persona está hablando lo suficientemente alto como para que todos lo escuchen, en ese caso, debe asumirse que tiene que haber interpretación. Y esa persona que está hablando en lenguas muchas veces debe pedirle, dice el Apóstol Pablo, al Señor la interpretación. Por qué? Porque es importante que sepan lo que se está diciendo.

Dice aquí, y uno interpreta y si no hay intérprete calle en la iglesia y hable para sí mismo. Quiere decir en una forma más baja y para Dios. Asimismo los profetas hablen dos o tres y los demás juzguen. Qué quiere decir juzguen? Quiere decir determinen la validez, la legitimidad y el carácter bíblico de lo que esa persona está diciendo. Porque si alguien dice, he aquí, hijos míos, así dice el Señor, el pastor Miranda tiene que irse de la iglesia porque ya llegó su tiempo.

Yo voy a juzgar inmediatamente si esa persona está diciendo la verdad o no. hay cosas, hijo mío, así te dice el Señor, te tienes que casar con fulanito porque es vaso escogido por Dios para ti desde la fundación de los tiempos. Hay que tener cuidado con esas cosa. Hay que juzgar la legitimidad, hay que determinar si lo que esa persona está diciendo…

No hay nada de malo con que si una persona le dice, mire, el Señor me dijo que te vas a morir a los 35 años, usted le diga, hermano, déjame orar, voy a pensarlo bien, voy a meditarlos y si es de Dios yo le voy a creer. Hay que juzgar, hay que determinar la validez, la legitimidad de lo que la persona… eso no quiere decir que usted sea incrédulo. Es que hoy en día hay tanta… de cada 100 profecías yo creo que 3 ó 4 ó 5 muchas veces son del Señor y si eso le escandaliza a usted, lo lamento pero esa es la experiencia que yo he visto. No todo lo que sale de la boca de la gente, sobre todo en estos tiempos en que vivimos, es verdaderamente del Señor. Ofendí a alguien? No veo que nadie se paró de su asiento, así que parece que estoy bien hasta aquí.

Sí, hay que juzgar, hay que determinar lo que es de Dios y lo que no es de Dios. Yo digo que a veces las profecías son como en aquellos tiempos, como en los años 60, 70, yo no estaba nacido todavía pero me dicen que los meteorólogos decían en los años 60 cuando no había radares y no había todas estas maquinarias que hoy en día hay, mañana va a llover y hacía un sol quemaba a la gente. Se piensa que mañana va a haber sol y la gente hacía su fiesta afuera y le caía un chumbazo de agua. Hoy en día los meteorólogos son mucho más precisos que en aquellos tiempos.

Yo creo que hoy en día, no es porque Dios no hable claro, es porque muchas veces no hay nivel de revelación que había en otros tiempos por diferentes razones. Pero hay que tener cuidado porque la verdad es que cuando uno ve cuál es el resultado muchas veces de la palabra profética uno dice, guau, verdaderamente no hay la exactitud y es que hay que ser claro, o sí o no, no se puede tapar el sol con un dedo. Nosotros queremos ver la manifestación de Dios y a veces queremos tanto que oscurecemos el hecho de que no hay…

Dios no necesita excusas. Yo no tengo que maquillar a Dios. Él es perfecto. Yo no tengo que defenderlo. Si hay palabra, gloria a Dios, si no la hay, amén, él es Dios y sigue siendo Dios. Y hay que tener cuidado con estas cosas por eso hay que juzgar.

Aún en esos tiempos, estamos hablando del primer siglo y ya Pablo en esas décadas solamente de experiencia pastoral, ya había visto todo lo que se ve hoy en día en las iglesias, porque él escribió esto precisamente para dirigirse a los excesos y los abusos que ya existían en el primer siglo, hace 2000 años, ya estas cosas existían y también existen en este tiempo por eso es que los pastores y los instructores de la palabra de Dios que Dios ha puesto a presidir en las iglesias tenemos que ejercer ese mismo tipo de integridad y de orden en la conducta de las cosas de Dios.

Asimismo los profetas hablen dos o tres, los demás juzguen y si algo le fuera revelado a otro que estuviera sentado, calle el primero porque podéis profetizar todos uno por uno para que todos aprendan y todos sean exhortados. Y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas. Es decir, no me diga nadie, no, Pablo, es que no me puedo aguantar, usted sí se puede aguantar. El espíritu que Dios ha puesto en usted está… Dios le da a usted el dominio, el control para que usted lo dirija.

Pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz. Podríamos seguir leyendo esto pero yo estoy predicando este sermón en el contexto de ser una iglesia efectiva en retener y alcanzar y evangelizar a otros, también de mantener la armonía y la paz entre nosotros mismos, porque si hay disgustos, si hay insatisfacción, si hay desazón en el pueblo de Dios ese ambiente va a afectar la bendición y va a afectar a la gente que viene y que se mantiene en una congregación.

Aquí hay varios principios que quiero señalar rápidamente, aparte de los que ya he señalado. 1. Los dones del Espíritu Santo son reales, son verdaderos y deben ser usados tanto en la adoración privada como dentro de la iglesia. Yo amo los dones del Espíritu Santo y yo jamás volvería atrás a otros tiempos en la vida de esta congregación donde no había lugar para la manifestación de los dones, como nosotros tenemos durante muchos diferentes tiempos en la vida de nuestra iglesia.

Yo me considero pentecostal, me considero carismático, considero que nuestra iglesia es una iglesia abierta a los dones del Espíritu Santo. Es una iglesia pentecostal. Mire mi Biblia que pesa como 7 libras, Biblia de estudio pentecostal. Esa Biblia ojalá que el Señor me la metan en mi tumba cuando yo me muera, quiero guardarla. Me gusta esa idea de que su interpretación de ciertos pasajes y los comentarios que hace es pentecostal. Yo creo en los dones y los dones deben ser usados.

Yo animo a mis hermanos a aprender más de los dones. Como dice el Apóstol Pablo en Primera de Corintios 12, hermanos míos, no quiero que ignoréis acerca de los dones del espíritu. Es importante. Así que no estoy diciendo que no, al contrario, lo que quiero es proveer una plataforma adecuada para que los dones se puedan seguir manifestando con libertad. Yo estimo tanto los dones que quiero asegurarme de que tengan el adorno y el fundamento adecuado para que puedan seguir siendo usados.

Lo otro viene de una conversación que tuvimos entre algunos de los pastores esta semana, en la reunión de staff pastoral, donde hablamos acerca de eso y… nos preocupamos un poquito acerca de los tiempos de ministración cuando pasa la gente al frente para asegurarnos de que a veces hermanos bien intencionados cuando ministran, que lo hagan en una forma adecuada a los demás, que no haya mal uso de los dones o de la palabra profética.

Yo voy a hablar más adelante acerca de eso. Pero esa conversación que tuve con los pastores me motivó a decir, voy a tomar un sermón para hablar un poquito más acerca de eso y para establecer el orden, lo que la iglesia cree. Porque muchas iglesias no se toman tiempo para hacer esto que Pablo hizo aquí en Primera de Corintios, capítulo 14.

Esas dos cosas, ser efectivos, entretener a la gente y traerlos cuando son extraños y no conocen de la palabra y también asegurarnos de que haya orden en los momentos donde el espíritu se manifiesta y donde hay ministración.

Entonces los dones existen. Un principio importante que ya lo dije, los dones existen para la edificación del pueblo de Dios y como una señal de su poder y su presencia en medio de la congregación. Por eso Pablo habla de que cuando una persona es sanada o cuando recibe una palabra atinada proféticamente, guau… cuánta gente ha venido a la iglesia y me ha dicho, pastor, esa persona parece que estaba leyendo mi correo porque me dijo una cosa que fue absolutamente cierto y eso me tocó, me impactó. Y es de bendición. En otras ocasiones están como en otra parte de la galaxia hablándole a la persona y no dieron pero para nada. Depende, pero en muchas ocasiones sí el ejercicio de los dones puede bendecir a una persona que llegue de súbito a la iglesia. Existen para la edificación.

Otro principio, los dones poseen importancia y valor en la medida en que resultan para la bendición y edificación de los que están presentes en una reunión del pueblo de Dios. Si un don bendice, edifica, fortalece, sana, ayuda, promueve el crecimiento de alguien o de la congregación, es definitivamente de gran provecho.

Ahora, si el ejercer un don resulta en confusión, en escándalo, en descrédito para el Evangelio, entonces ese don se convierte en una piedra de tropiezo más bien y no tanto en una bendición. Los dones deben usarse con un corazón pastoral, ya lo dije eso, es decir, teniendo en cuenta a la persona a quien se le está ministrando o a los que están alrededor y teniendo cuidado de no escandalizar, herir, confundir, producir incomodidad o conflicto en las personas que están alrededor de nosotros.

Yo recuerdo hace años fui a la graduación en Gordon College y era un momento… sabe cómo son estos evangélicos anglosajones, bien solemnes, era una graduación bien todo en orden, bien solemne y había un hermano, no voy a decir de qué cultura era, pero venía de un trasfondo evidentemente pentecostal, y cada vez que el predicador decía algo, él salía con una expresión pentecostal, amén, Aleluya! Gloria a Dios, era el único que estaba haciendo eso y él resaltaba como un asío en una pierna y mientras iba procediendo el servicio, la predicación, más incómoda se ponía la gente. Usted veía a la gente mirándose unos a otros, él estaba teniendo una fiesta bien grande consigo mismo, él pensaba que estaba tocando le borde del manto de Dios en el santuario celestial, pero aquí abajo, esta gente que no estaba acostumbrada y en este ambiente donde no se permitía esas cosas o no se acostumbraba, él desafinaba como si estuviera en otra clave completamente diferente.

Yo creo que en parte él quería afirmar su cultura de dónde venía y también su cultura pentecostal. Bueno, esto es importante, al Señor le gusta, así que lo voy a hacer y los demás que les de un ataque al corazón, a mí qué me importa. Y yo dije, aquí usted tiene un caso donde esta persona no está discerniendo el espíritu, no está teniendo un corazón pastoral. Él está feliz con lo que está haciendo, él cree que está agradando al Señor, pero no está teniendo cuidado de sus hermanos alrededor, no está ejerciendo ese espíritu de Jesucristo que es tan importante cuando nosotros ministramos en el espíritu. Me siguen?

Deben usarse con un corazón pastoral. De nada sirve que una persona ejerza un don si está provocando conflicto en la iglesia o escándalo o incomodidad de algún tipo o provocando confusión en personas que muchas veces no tienen experiencia en el uso de los dones. Una iglesia como la nuestra donde ahora mismo yo puedo decirles que hay por lo menos 20 personas que son relativamente nuevas a la iglesia, o muy nuevos en el Evangelio, o están apenas todavía explorando la idea de entregar su vida a Jesucristo, o son visitantes, o vienen de un trasfondo…

Ahora mismo hay dos jóvenes que están visitando, uno a un miembro de mi familia y otro que… jóvenes que están en el servicio en inglés, que son completamente indoctos en las cosas del Evangelio. Gloria a Dios que están aquí en esta mañana. Pero vienen de un trasfondo muy intelectual, muy académico y yo estoy seguro que lo que ellos han visto es la ridiculización muchas veces de los dones entre los pentecostales y ahora vienen y gloria a Dios que están acá, y ellos no tienen criterio para poder juzgar ciertas libertades que nosotros, que tenemos experiencia en el Evangelio, nos tomamos.

Mire hermano, si alguien coge ahora mismo y se guinda de una de las paredes de esta iglesia, yo me quedo tranquilito y sigo adorando al Señor, a mi no me quita, pero yo como pastor, sé que hay muchos otros que sí se inquietan con eso y se sienten como que es una falta de respeto a su sensibilidad. Entonces uno tiene que tener cuidado con esas cosas. Ahora, si todos estamos… es como cuando la gente está borracha, usted ha visto 6 u 8 borrachos hablando, dicen tonterías y todos se entienden, se ríen de los chistes, el que está sin beber los ve y dice, esta es una partida de locos, pero ellos están felices y se hacen sentido y disfrutan de su tiempo y afirman su amistad como nunca, porque están todos borrachos.

Y así pasa, en una iglesia donde todo el mundo cree lo mismo y están todos con la misma costumbre, mire ahí pasa cualquier cosa, un sal para afuera y todo el mundo está feliz. El Señor está aquí, se van edificados, fortalecidos, arreglándose el moño que se les cayó, etc. sudando como caballos, pero en un ambiente diverso es muy diferente la cosa. Entonces, uno tiene que juzgar la madurez, la experiencia de la gente, la cultura, eso es bíblico, eso no es uno simplemente siendo un cobarde evangélico de 4 por 4, es siendo bíblico lo que dice el Apóstol.

De nada sirve que uno ejerza un don si está provocando conflicto, desazón o escándalo en algún tipo de persona que no tienen experiencia en el uso de los dones. En congregación León de Judá nosotros queremos dar espacio para la manifestación de los dones del Espíritu Santo, de la exuberancia del espíritu, pero a la misma vez queremos promover armonía congregacional, queremos evitar conflicto, escándalo, confusión para las personas que no tienen experiencia o madurez, o profundidad en esta dimensión.

Yo no estoy diciendo necesariamente que esa gente esté incorrecta. Simplemente estoy diciendo que como son más débiles o tienen menos experiencia o quizás están correctos, debemos tener cuidado con ellos. Sabe que hay una cosa, que el hecho de que tu tengas razón no quiere decir que tu tienes libertad. Piense en eso. Váyase a su casa y mastique eso un poquito.

Muchas veces el principio del amor es superior al principio de razón. Por ejemplo, Pablo habla en un caso de aquellos que no les importaba comer comida que hubiera sido sacrificada a los ídolos previamente. En los tiempos greco romanos se mataba una vaca, se sacrificaba a Júpiter y después lo metían a la carnicería para vender a $4.99 la libra y entonces los evangélicos, los cristianos decían, yo no puedo comer de esa comida, ha sido sacrificada a Satanás. Si me la como me va a coger un demonio, o lo que sea. Y había otros cristianos que eran bien maduros y bien seguros y decían, deme esa pechuga para acá, yo me la voy a comer en el nombre del Señor y esos ídolos ahora mismo quedan cancelados en el en el nombre de Jesús. Me voy a guisar ese pollo y me voy a comer hasta el hueso mismo, gloria a Dios. Aleluya! Y otros pensaban, si me como eso me va a coger un demonio.

Entonces cuando se reunían para la santa cena, para comer todos juntos los que tenían mucha libertad y madurez se pegaban su buen pedazo de carne sacrificado a los ídolos, porque ellos sabían que los ídolos no eran nada. Y el otro hermanito que pensaba que sabía que había sacrificado a los ídolos decía, guau, este hombre, cómo se atreve a comerse eso? no cree en Dios, no tiene reverencia, no tiene santidad y juzgaba al otro y pecaba. Entonces ese hermanito libre, maduro, que sabe que los ídolos no son nada estaba siendo piedra de tropiezo para el otro, aunque tenía razón. El otro es el que está equivocado porque los ídolos no son nada, conforme a tu fe te será hecho y si tu fe te da para ciertas cosas, gloria a Dios. Pero el otro no tiene esa madurez. Así que tu tienes que…

Pablo dice, entonces, somete tu madurez y tu convicción a la del hermanito más débil y no lo provoques a juzgar mal. Yo espero que alguien esté entrando en bendición ahora mismo. Gloria a Dios. Le estoy dando oro aquí, caramba. No todo lo que tiene razón es legítimo necesariamente en el contexto del cuerpo.

Sabe lo que es una célula cancerosa? Una célula cancerosa es una célula que dice, yo voy a seguir creciendo a cómo de lugar, no me importan las otras células. Yo tengo que crecer y quiero ser grande y fuerte y quiero multiplicarme. Y esa célula no tiene consciencia de que pertenece a un cuerpo completo y comienza a multiplicarse y crea un tumor que hace daño a un órgano y mata a la persona, porque no pensó que estaba, por así decirlo, en el cuerpo.

El hecho de que existimos en el cuerpo uno con los otros, tiene una serie de ramificaciones y de consecuencias muy grandes que están por encima de simplemente yo tener razón y yo quiero hacer lo que Dios me dice que haga o lo que yo pienso que Dios me dice que haga.

Entonces, amamos los dones pero queremos que sean manifestados en una forma ordenada. León de Judá es una congregación muy diversa, con personas de diferentes trasfondos cristianos y mucha gente nueva en la fe, o que están apenas explorando la fe y de diferentes trasfondos culturales y educacionales, por lo tanto tenemos que ejercer mucha cautela y disciplina para asegurarnos que el uso de los dones no provoque confusión y conflicto.

Pablo era un ardiente defensor de los dones, por eso escribió Primera de Corintios 12, léalo para que usted vea. Por eso enseñó acerca de ello y declaró que no quería que ignoráramos acerca de los dones pero a la misma vez se esforzó por establecer un orden y dar buenas guías y barreras de seguridad para el ejercicio de los dones, estableciendo un orden, estableciendo una lógica espiritual en el uso de los dones.

Hay que conocer la palabra para entender dónde están los linderos que gobiernan el uso de los dones, porque existimos en términos de un cuerpo. Y muchas veces, esto es importante, yo digo que muchas veces el orden colectivo produce cierto grado de empobrecimiento que si no existiéramos en conjunto uno con los otros sería muy bonito poder tenerlo, pero como existimos en términos de una sociedad, una colectividad, entonces a veces hay que empobrecer las cosas para que pueda haber el orden que se necesita.

Por ejemplo, son las 3 de la mañana y yo estoy parado en la Highland Ave. esquina Lowell en Summerville, a 3 cuadras de mi casa, y no hay un carro por ninguna parte, no hay ni un caballo, no hay una cucaracha moviéndose a las 3 de la mañana en esa esquina, pero hay un sign que dice “No se dobla a la derecha en rojo,” y la luz está roja y yo miro alrededor no veo un policía, no veo a nadie, pero hay una ley, porque sí puede que yo no vea a nadie pero y si viene un carro de momento con las luces apagadas y yo doblo y me choca y alguien resulta dañado o muere un niño o lo que sea. Qué hago yo? Yo tengo que pararme allí, perder 2 minutos de mi vida, esperando que la bendita luz cambie cuando no hay nadie alrededor y estoy desperdiciando tiempo, pero es lo que exige el orden de la sociedad y de la cultura.

Porque a las 3 de la tarde puede que haya un choque, o a las 2 de la mañana o 3, si yo no estoy viendo porque me tomé un par de traguitos por allí y no veo ese carro que vino, mis reflejos no están suficientemente rápidos, o cruza un perro que no vi, puede haber un accidente, entonces no. tenemos que… aunque no sea urgente y absolutamente necesario el orden exige que yo me mantenga allí.

Y así pasa con el ejercicio de los dones. Yo creo que sí sería mejor que todo el mundo pudiera saltar a la hora que quisiera. Ahora mismo el hermano Miguel se pone de pie y comienza a saltar en la silla, gloria a Dios. Aleluya! Padre, te adoro. Y yo estoy pensando aquí, esa silla nos costó $45 dólares. Suyen que está detrás de él está diciendo, no me deja ver al pastor y qué es lo que hace este loco saltando acá. Pierde la bendición. La otra hermana por allá, está diciendo, yo contribuí $10 dólares para esa silla y mira lo que este le está haciendo. Pierde la bendición.

Para el orden de conjunto tiene que haber ciertas cosas. Quizás el hermano va a tener que suprimir un poquito su libertad pero en el contexto de la iglesia completa él hacer eso, en un sentido está glorificando a Dios. Qué lindo es cuando uno se exime de hacer ciertas cosas que uno quisiera hacer por amor a los demás. Eso glorifica al Señor también muchísimo. Y a veces nosotros tenemos que empobrecer un poquito nuestra propia libertad para que haya la armonía necesaria en el cuerpo de Jesucristo. Por eso es que se necesita tanto el amor.

El mayor principio de todo es el amor. Y Pablo lo dijo en Primera de Corintios 12, yo digo que todo lo que usted tiene que saber acerca de los dones está en Primera de Corintios 12, 13 y 14. Si yo hablase lenguas humanas y angélicas y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, címbalo que retiñe. Y si tuviese todo los dones del mundo, profecías hasta el extremo y no lo hace eso con amor, nada soy, de nada me sirve porque el amor es el principio imperativo, es el principio número 1 y todo lo que hacemos nosotros tenemos que hacerlo en el contexto del amor de los hermanos y de los demás.

Y el Señor sabe allá arriba. Mira si tu sentiste que Dios te dijo, tírate a los pies de aquel hermano y bésale los zapatos ahora, y tu dices, pero si yo hago eso este hombre va a pensar que yo estoy loco, que estoy haciendo un acercamiento raro a él. Y tu te eximes. Tu vas a pensar, no, estoy ofendiendo a Dios. No. el Señor sabe. Tu vives en un contexto diferente, un contexto extraño. No creas que simplemente porque tu tuviste un impulso, no, mídelo primeramente. ¿Cómo va a recibirlo el hermano? ¿Cómo lo va a ver la persona que te ve ahí besando los zapatos del hermano? Qué va a pensar?

Entonces uno tiene que tener cuidado y si por alguna manera Dios quería que lo hiciera y no lo hiciste, ¿tu crees que el Señor va a estar allí listo para tirarte un rayo como Júpiter? Le voy a partir la cabeza porque no hizo lo que yo dije. No. el Señor sabe.

Yo le digo a veces a los hermanos, yo prefiero que no haga eso ahora. No, pastor, pero Dios me dijo que lo hiciera y usted está… No, te preocupes, yo y Dios nos arreglamos. Sinceramente, porque Dios le ha dado a los pastores a veces una carga de mantener el orden. Dios usted cree que está allí porque el pastor erró un poquito el blanco o le va a condenar entonces, una enfermedad o lo que sea, porque no hizo… Eso no es así. Dios es un Dios mucho más amplio, más lógico, más… él delega.

Ahora yo siempre digo, Señor, tu conoces mi corazón. Si es algo que yo estoy impidiendo que tu gloria se manifieste corrígeme, háblame, enséñame, yo estoy deseoso de hacer tu voluntad. Y yo creo que Dios y yo estamos bien al final del día. Yo creo que uno siempre está aprendiendo y está creciendo pero yo sirvo al Señor en ese sentido con tranquilidad. No me preocupo. Yo sé que Dios es un Dios que entiende nuestras debilidades y nuestras limitaciones.

Los dones no son un fin en sí mismos sino que dependen del contexto en que se usan y la forma en que se usan para expresar su verdadero valor. La iglesia tiene que mantener un balance entre la libertad en el uso de los dones y la responsabilidad pastoral de mantener el orden, evitar el conflicto y la confusión mientras se desarrolla el servicio.

En particular hay 2 tiempos en que es más cuidadoso esto, en los tiempos de adoración y en los tiempos de ministración. Son los tiempos de mucho tráfico y ahí son momento en que tiene que haber mucha disciplina y orden y supervisión pastoral y sujeción de los hermanos a la autoridad pastoral. Es importante tener en cuenta el orden en esos tiempos y el poner atención a la naturaleza pública de lo que se está dando.

A veces hay que establecer protocolos que no son ideales para permitir la libertad en el espíritu, pero que hacen posible ese orden bíblico del cual estamos hablando. Y siempre habrá una tensión entre la absoluta libertad y el control absoluto. Ambos tienen que limitarse hasta cierto punto para que haya un balance adecuado.

Yo creo que eso tiene que dar, por ejemplo, hay hermanos que les gusta pasar, y a mí me encanta que pasen al frente durante la adoración. Eso es bello, eso es lindo, eso es bíblico, eso es espiritual, a mí me inspira cuando veo hermanos que pasan al frente en tiempo de ministración y están ahí listos para adorar, para orar. Yo creo que la danza es bonita también, es linda, es hermosa pero también según el nivel público y atrayente del gesto uno tiene que tener cuidado.

Una persona se para aquí al frente y simplemente, Padre, estoy aquí trayéndote mi carga. Eso es mínimo el nivel de atención que comanda. Ahora si una persona está saltando o está haciendo otras cosas más… gloria a Dios. Aleluya! Santo es el Señor. Ya es otro nivel, entonces tiene que tener más cuidado cómo se hacen las cosas. Si tu te mueves, si estás danzando, todas estas cosas si estás aquí al frente en el medio, todo el mundo te ve. Yo le digo a los hermanos, mira, si tu quieres expresar fusión y entusiasmo y exuberancia espiritual yo no tengo ningún problema, veta una esquina. Hermanos, cuántos creen que Dios te puede ver debajo de ese balcón o aquí al frente? Sí o no?

Esto no es para meterle miedo a nadie. Esto es para que usted simplemente se sienta libre. Entonces, en la medida en que uno está comandando la atención del público, en esa medida uno tiene que decir, guau, ¿estoy yo siendo de bendición? Por ejemplo, cuando una persona ve a través de la internet, esa gente no está donde nosotros estamos, o cuando un incrédulo viene no tiene el amor que nosotros tenemos a la iglesia.

Yo amo a la iglesia aún cuando tiene sus locuras y sus cosas, yo la amo. Otros no tienen ese afecto para la iglesia, solo ven… Estaba ayer viendo por casualidad una de esas cosas, me vino un YouTube un grabación dice, “Ministers gone mad” y es una colección de alguien que estoy seguro no ama a la iglesia, de las locuras que hacen los pentecostales cuando están en su servicio.

Había un hermano pastor gateando por todas partes de la iglesia, había otro aullando como un lobo, una cantidad de cosas y yo como soy miembro de la iglesia de Jesucristo veo eso y siento ternura para con mis hermanos. Yo amo al pueblo de Dios que está disp8esto a aullar por Dios. Debemos comenzar un aúlla por Dios, es un buen lema. Yo los amo, pero imagínese uno de esos ateos furibundo, esa gente tan cínica con el Evangelio viendo esas cosas, se ríen, hacen el ridículo. Es como hacer el amor ante una cámara pública. El amor se hace en intimidad, tu con tu esposa en tu cámara. Y yo creo que muchas veces en este ambiente público en que uno vive de la iglesia, uno hace cosas que son íntimas a la iglesia. La iglesia entiende estas cosas pero cuando hay un público a veces que no le importa ni sabe ni quiere ni ama, lo que ven es una partida de locos haciendo cosas y para mí eso rebaja la dignidad del Evangelio.

Nosotros tenemos que ser respetuosos con esas cosas. Cuando le ministramos a la gente… a mí me gusta, yo amo el hecho de que hay libertad, de que hermanos vienen y orar por otros y yo no veo ningún problema en que alguien se acerque si Dios le mueve a una persona y con todo respeto se pare calladamente y con respeto, sabiendo que no es lo mismo que tu ser pastor.

Por ejemplo, yo tengo relación con hermanas que me conocen hace muchos años, si yo me acerco y le pongo la mano en el hombro cuidadosamente, con respeto, ellas se sienten tranquilas, pero si viene un hombre que no conocen y les impone las manos se sienten incómodas porque quién es esa persona. Él quizás está muy tranquilo y muy inocente pero hay que tener cuidado. Si una hermana le ministra a otra hermana hay que tener cuidado con lo que tu le dices. Hermana, tu no puedes dar a luz porque pecaste hace 10 años y ese aborto que te hiciste ahora te impide… Ten cuidado con lo que tu dices. Hay que tener mucho cuidado. Mientras más arriesgada la profecía, más cuidado debes tener.

Yo creo que no es lo mismo un pastor ministrando o una hermana amada que tu bien conoces que está orando por ti, que una perfecta extraña. Entonces uno tiene que tener cuidado con las libertades, imponer manos… yo veo a veces personas que lo que les falta es que le metan una llave inglesa para que la gente se caiga al piso. Yo no tengo que probarle mi unción a nadie, si se van a caer eso es cosa de Dios. Yo no tengo que ayudar a Dios.

Si tu no conoces no impongas manos. Sé respetuoso. Yo mismo me acerco a la gente y trato de decir, hermana, que conozcan mi voz y que sepan quién es. A veces están metidos que los asusto si hablo muy fuertemente, con cautela, corazón pastoral, sabiendo tus límites, poniéndote a tono con la otra persona a quien tu le estás ministrando y diciendo, quién es esa persona? Qué está sintiendo? Qué desea?

Hay veces que una persona lo que quiere es pararse aquí al frente y estar presente ante su Dios y estar tranquila con Dios, no quiere que le impongan manos, no quiere que la abracen, no quiere que la besuqueen, no quiere que le arreglen el pelo, simplemente estar tranquilos con Dios.

A veces hay que darle tiempo a la gente también. A veces la gente pasa y enseguida le caemos encima. No, déjalo que… cójalo suave, chico. Dale un ratito que esté con Dios y entonces acércate. Corazón pastoral. Ponerse a tono con las necesidades de las personas.

Yo no creo que estoy diciendo nada que no sea bíblico hasta aquí, hermanos. Y lo que buscamos es que haya lugar para la manifestación bella, armoniosa, atractiva, ministrante de los dones del Espíritu Santo. Queremos una iglesia madura, como dice Pablo, en los principios de la palabra de Dios, que matice una cosa con la otra, que compagine un tema con el otro y que pueda haber armonía y un lugar adecuado para que los dones se manifiesten. Eso es lo que deseamos y que el Señor nos ayude a ser una iglesia del espíritu, una iglesia de los dones del espíritu, pero también una iglesia de amor y de armonía espiritual.

Les bendigo en el nombre del Señor. Ore conmigo. Padre, Señor, damos gracias por tu palabra, damos gracias por el consejo del espíritu, damos gracias porque tu eres un Dios generoso, un Dios bueno, un Dios que te apiadas de nosotros y que conoce nuestras debilidades y pedimos que esta iglesia siempre tenga espacio para todo lo que tu quieres hacer. No queremos jamás limitarte y decimos, Padre, que habrá cosas a veces extrañas también, que tu vas a hacer y no entenderemos pero si es de ti te daremos la gloria y nos sujetaremos también, Señor. Líbranos de contristar tu espíritu, líbranos de limitar lo que tu quieres hacer.

Enséñanos tu el balance, Padre. Guíanos cada día a ser una iglesia donde la libertad en el espíritu se manifieste en todo momento y en formas efectivas y poderosas. Que nadie resulte dañado en alguna manera, Señor, de esta enseñanza que ha sido presentada en este día. Gracias por el consejo de tu palabra. Bendigo a tu pueblo, Señor, allá arriba, aquí debajo, sus vecindarios, sus hogares, sus familias, sus matrimonios, sus estudios, sus apartamentos donde viven, sus amistades, sus sueños, temores, ansiedades, los bendigo en el en el nombre de Jesús. Y arrojo toda bendición espiritual sobre tu pueblo, Señor, en este día. Recíbela ahora en el en el nombre poderoso de Jesús y regresa a tu hogar, a tu casa con la seguridad de que Cristo va contigo todos los días hasta el fin del mundo. Te bendigo en el en el nombre de Jesús amén, amén. Dios les bendiga, mis hermanos.

Vivir conforme a una visión

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Quiero hablarles acerca de una vida visionaria, una vida emprendedora, una vida que concibe grandes cosas para el Señor y que hace lo que tiene que hacer para realizar esa visión, una vida de visión que es algo que se habla tanto hoy en día, acerca de vivir conforme a una visión.

Y nuestra iglesia es una iglesia visionaria y por eso hacemos las cosas que hacemos, por eso estamos siempre cambiando algo por aquí, por allá, emprendiendo nuevos proyectos porque el Señor nos quiere invirtiendo en su reino y emprendiendo cosas nuevas y audaces.

En el capítulo 54 del libro de Isaías, el Señor le dice a Israel y nos dice a nosotros también por extensión:

“Regocíjate, oh estéril, la que no daba a luz, levanta canción y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto. Porque más son los hijos de la desamparada que los de la casada, ha dicho Jehová. – y aquí entra el Señor para con nosotros también en el desarrollo de ese llamado que él hace primeramente, y dice, – Ensancha el sitio de tu tienda – y eso te lo está diciendo a ti y me lo está diciendo a mí y se lo está diciendo a congregación León de Judá, – ensancha el sitio de tu tienda.

De paso, al continuar leyendo, tienda en este caso quiere decir una tienda de campaña, la tienda que usan los beduinos, que usan las tribus nómadas o que usan los boy scouts, esta idea de una tienda donde la gente mora pero que es una cosa móvil, una tienda de campaña. Y le está hablando a un pueblo que conocía muy bien lo que era vivir en el desierto y lo que era morar así en tiendas de campaña.

Entonces está usando esa ilustración para fortalecer su llamado a lo que le está diciendo, que levante canción, que espere grandes cosas de Dios, etc. entonces, dice:

“Ensancha el sitio de tu tienda y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas, no seas escasa, alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas, porque te extenderás a la mano derecha y la mano izquierda y tu descendencia heredará naciones y habitará las ciudades asoladas.”

Amén. Gloria al Señor. ¿Cuántos creen esa promesa en esta mañana? Eso es para ti, mi hermano, es para mí, es para congregación León de Judá. Dios nos llama a vivir una vida emprendedora. Dios nos llama a concebir grandes visiones, a no vivir vidas conformistas, no vivir vidas mediocres. Si alguien en esta tierra no tiene excusa para vivir una vida mediocre y acomodada, convencional, es el cristiano, porque nosotros tenemos un Dios grande y poderoso que espera de nosotros una vida de excelencia que lo glorifique a él, una vida a la altura del poder que él ha puesto en nuestras manos.

Si nosotros vivimos una vida pequeña, convencional, conservadora estamos deshonrando el gran Dios que nos ha llamado y que ha depositado un poder tan grande dentro de nosotros. Y por eso el llamado de Dios siempre para uno, como individuo, para una iglesia, para un ministerio, es esperar grandes cosas de Dios y vivir como que Dios tiene grandes cosas para ti.

Y en el comienzo de este capítulo el Señor dice regocíjate e interesantemente le está hablando figurativamente a una mujer estéril, una mujer que nunca ha concebido, nunca ha tenido hijos, nunca ha dado a luz. Y hay como una contradicción desde el comienzo mismo en este pasaje. Hay un llamado sorprendente. Regocíjate, uno puede entender eso, oh, sí, Dios nos está llamando a regocijarnos, pero oh, estéril. Guau, una mujer estéril en aquellos tiempos era una persona que era considerada como que fracasó en su femineidad.

Gracias a Dios, yo espero que si alguien está aquí, si hay una hermana que no ha concebido por la razón que sea, jamás se sienta como que es un fracaso, porque hay muchas formas de ser fructífero. Amén. Y también que sigamos esperando, si tu quieres tener hijos, sigue esperando en el Señor también y pon tu fe en el Señor pero ninguna mujer es un fracaso simplemente porque no pueda tener hijos. Reprenda ese pensamiento si está en usted.

Pero sí en aquellos tiempos, en aquella cultura, en esa sociedad judaica del Medio Oriente una mujer que no podía dar a luz era una mujer atribulada, era una mujer considerada un fracaso, era una mujer que se consideraba que era estéril, no solamente en su matriz sino en su vida entera, porque la realización de una mujer en ese tiempo era ser madre.

Y entonces el Señor le está hablando a Israel que es una nación que cuando Isaías le extiende este mensaje, es una nación que ha estado cautiva, el Señor había enjuiciado a Israel por su gran pecado, su idolatría, los había exiliado, los había enviado a Babilonia, estaban cautivos, era una nación que apenas estaba comenzando a ponerse de pie. Israel había sido estéril también y por eso después el Señor le habla de que no temas, no serás confundida, tu marido es tu hacedor.

Dice en el versículo 6, “porque como mujer abandonada y triste de espíritu te llamó Jehová, por un breve momento te abandoné pero te recogeré con grandes misericordias.”

Le está hablando a una nación fracasada, una nación caída, una nación derrotada, una nación que su Dios la ha enjuiciado, la ha castigado ya ahora se siente como que está apartada de la bondad de Dios. No hay esperanza para ella. Imagínese estar uno cautivo, llevado a otra tierra, la tierra de uno desierta, desolada completamente.

De paso, no es la única vez que Israel ha pasado por esa situación. Cuando Cristo vino a la tierra y fue crucificado poco tiempo después de su resurrección Israel fue tomada por Roma, después de rebelarse contra el poderío de Roma y Jerusalén fue destruida completamente, los judíos fueron desterrados de su tierra, se prohibió que judíos vivieran en Jerusalén y durante casi 2000 años Israel estuvo desperdigado.

Usted ha oído hablar del judío errante. En todas las naciones había judíos que habían sido desterrados de su tierra. Israel no era nación ni siquiera, dejó de ser nación. Jerusalén dejó de ser poblada por hebreos. Había unos cuantos siempre, un remanente pequeñito que se mantenía, pero no era nación y uno diría, ¿cuándo se ha visto en la tierra que después de 2000 años una nación vuelva a resucitar? Algo impensado y sin embargo así sucedió. Dice que en un día, era la promesa del Señor y en 1948 Israel volvió a ser nación. Y desde entonces los judíos han estado regresando a su tierra natal.

Y yo digo, el Dios que hizo ese gran milagro es el Dios que puede reavivar a su iglesia en el siglo XXI también, aquí en Norteamérica, en Europa, en otras partes del mundo. Por eso nosotros no podemos poner nada más allá del poder de Dios. Si en tu vida ha habido esterilidad por alguna razón, si en tu vida ha habido fracaso, si en tu vida ha habido tiempos de gran sequía nunca pongas por encima del Señor la posibilidad de que Dios pueda ponerte a florecer por primera vez o que pueda volver a traer esos tiempos de prosperidad y de bendición a tu vida.

Nunca te dejes vencer por una condición de pobreza, de fracaso. Si algo fracasó en tu vida ahí hay una raicita de vida que quedó dentro de la tierra. La mata por fuera quizás cayó pero por dentro está la vida de Dios que va a brotar de nuevo. En Dios siempre hay posibilidades. No podemos perder las esperanzas. Quizás tu nunca hayas dado a luz pero tu puedes dar a luz.

Y sabe una de las cosas principales para uno dar a luz en el mundo y en la vida, sobre todo después de tiempos de fracasos y esterilidad, una de las cosas más importantes es hacer lo que dice aquí, cantar, regocijarse en el Señor como algo activo, adoptar una política por así decirlo de gozo espiritual, gozo en el Señor, regocijarnos en el Señor.

Yo hablaba con la congregación de los miércoles, el grupo que viene los miércoles el llamado de Pablo en filipenses capítulo 4, regocijaos en el Señor. Otra vez os digo, regocijaos, vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. En la Biblia hay continuos llamamientos al gozo como un arma poderosa para la bendición, para la prosperidad, para el éxito, para el progreso.

Una de las cosas que más mata el poder y el mover de Dios en nuestras vidas es una actitud pesimista. Es una actitud de queja, una actitud de silencio con respecto a las cosas buenas. Cuando nosotros nos entrenamos y nos acostumbramos a hablar positivamente y a sentir positivamente una postura militante de vida, cuando entendemos que gozarnos en el Señor no es un resultado, gozarnos en el Señor no es como algo que surge como resultado de que tiene los biles pagados, de que te dieron un aumento en el trabajo, de que finalmente la persona que tu amabas se va a casar contigo, o que las cosas están bien. Regocijarse para el cristiano es una postura que nosotros adoptamos, es una ética espiritual, es algo que abrazamos como una actitud que rompe muros y que destruye las obras del diablo en nuestra vida.

Y muchas veces nosotros tenemos que cantar aunque no sintamos el deseo de cantar. Uno puede… si nosotros tenemos una actitud pesimista por dentro, si somos negativo por dentro como cristianos tenemos que primero decidir cambiar esa actitud y entonces comenzar a entrenarnos. Quizás tu no puedas cambiar tus emociones primero, pero tu puedes comenzar a hablar positivamente.

Yo digo siempre, nosotros reímos en nuestra familia, mi mamá, Toñita, cuando le decían, “Doña Toña, ¿cómo se siente hoy?” “Bien,” aunque a veces estuvo en unos tiempos terribles en su vida, padeciendo de terribles dolores del nervio trigémino. Hay personas aquí que saben lo que es ese dolor y sin embargo Toña nunca perdió su gozo en el Señor. Ella hablaba positivamente, siempre tenía una sonrisa. A veces sonreír le costaba pero se sonreía. Hablar le costaba pero decía una palabra de consej a alguien.

Para tu recibir bendición tienes que comenzar desarrollando y cultivando un espíritu positivo en tu vida. Aprende a hablar positivamente. Aprende a confesar. Yo he aprendido en mi vida que aunque algo malo esté pasando yo voy a encontrar esa vetita de oro en el medio de las dificultades y voy a buscar algo por lo cual darle gracias a Dios en mi vida.

Cosas como la gratitud es importante. Exprésale gracias al Señor por las cosas que pasan en tu vida. Amén. No solamente mire las cosas malas, mira las cosas buenas en medio de las cosas malas y dale gracias a Dios por eso. Busca algo bueno por lo cual darle gracias a siempre. Canta. Yo creo que la adoración es importante también. Llenar nuestros hogares de alabanza, de adoración, sacar tiempo en el día para adorar al Señor, para confesar cosas buenas, eso es importante también. Gratitud, adoración, confesión positiva, hablar cosas buenas en tu vida y tener un buen consejo para llenar tu vida de cosas buenas.

Todas estas cosas liberan la posibilidad de que Dios pueda hacer algo en tu vida. Por eso yo creo que este pasaje que habla de construir, de edificar, comienza con un llamado a cantar y a celebrar las cosas buenas que Dios va a hacer en tu vida. Si Dios no ha hecho cosas buenas en tu vida últimamente comienza anticiparla y a decir que Dios las va a hacer. Yo vivo mi vida siempre esperando cosas nuevas y bellas que Dios va a hacer.

Este tiempo que nosotros estamos viviendo como congregación yo creo que es uno de los mejores tiempos que hemos tenido y yo no puedo esperar a ver qué es lo que va a psar en un año, dos años en esta iglesia, porque yo creo que Dios tiene buenas cosas y hay que hablarlas, hay que declararlas, hay que celebrarlas.

Esta mañana cuando estábamos aquí arriba después del tiempo de adoración Dios me ha estado hablando de reposar en el Señor y estar quieto en el Señor. Esta mañana no sé por qué, quizás fue porque se me perdieron los lentes esta mañana y los he buscado por todas partes y eso me sacó de quicio un poquito. Cuando uno es obsesivo, compulsivo peus siempre está… y había una voz dentro que me decía, “Descansa, reposa en el Señor, estate tranquilo.” Y después cuando subí aquí en este momento me invadió ese espíritu de que reposar en Dios y adoptar una actitud positiva es una de las cosas que nosotros tenemos que hacer como congregación. El afán nos mata muchas veces, el estar siempre en esgrima con el diablo. A veces el Señor quiere simplemente, baja las manos y espera en mí y confía en mí, y remite tu causa al Señor y dejar que él haga, que él obre en nuestras vidas. Eso es tan importante.

“En quietud será, dice la palabra, vuestra fortaleza, en quietud y reposo vuestra salvación. Tu guardarás en perfecta paz aquel cuyo pensamiento en ti persevera.” Tantos pasajes que nos hablan de eso.

Entonces, esa idea de cantar al Señor, de regocijarnos en el Señor, de levantar voces de júbilo… sabe usted que muchas mujeres que no pueden dar a luz cuando se relajan entonces pueden dar a luz. Eso es un fenómeno médico. Yo he conocido mujeres que no podían dar a luz y que adoptaron un niño, una pareja no podían dar a luz, adoptaron un niño y como ya esta mujer tenía un hijo, como que ya su afán de dar a luz bajó y entonces pueden dar a luz. Los médicos saben, los obstetras saben que una de las cosas que una mujer tiene que hacer es relajarse para poder dar a luz. Si está en tensión y en guerra es contraproducente.

Y yo creo que como cristianos usemos el regocijo, el gozo en el Señor como una manera de atraer cosas buenas. Dios le gusta estar donde está la alabanza, donde está el gozo, donde está la celebración de su bondad.

Entonces, lo primero, tu quieres vivir una vida poderosa, positiva, regocíjate en el Señor y adopta el regocijo como un arma espiritual. Lo segundo que el Señor le dice aquí en el versículo 2 es lo que yo llamo una fórmula para la victoria y para el éxito en la vida. Hay 4 cosas que yo veo aquí, las voy a decir lo más pronto posible.

Dice ensancha el sitio de tu tienda, 2. Extiende las cortinas de tus habitaciones, 3. Alarga tus cuerdas, 4. Refuerza tus estacas. Son 4 elemento todos unidos a esta idea. Dios usa una ilustración de una tienda de campaña que tiene que ser reemplazada con otra. ¿Y cuáles son los elementos que componen una tienda de campaña? Hay 4, el sitio, las cortinas, las cuerdas y las estacas.

Y cada uno de ellos es un elemento que nosotros tenemos que tener en consideración cuando queremos construir algo, cuando queremos emprender algo en nuestra vida, cuando queremos cambiar nuestra situación, puede ser en un ministerio también cuando se quiere ir a otro nivel. En lo que sea yo creo que estos son principios para la construcción en toda la vida.

Primero, ya lo dije es esto de tener una expectativa positiva, adorar al Señor, alabarlo, confesar positivamente, cultivar una actitud de expectativa de las bendiciones de Dios. Ensanchar el sitio, es algo como que uno a veces no piensa que en la construcción una de las cosas más importantes es el lote, por así decirlo, el terreno, el solar donde se va a construir. La gente piensa solamente en el edificio que va encima pero si usted ha estado en construcción en algún momento de su vida como yo lo he estado durante todos estos años de construcción acá, o si usted observa, una de las cosas que más tiempo toma es simplemente la planificación.

Los arquitectos se toman meses para diseñar un edificio y para ir a través de todo el proceso de conseguir permisos y todas estas cosas y luego, cuando ya se tiene toda la documentación entonces hay que tomar el lugar donde se va a construir y hay que prepararlo. Lo primero que hay que hacer es limpiar el lugar, si hay algo encima, destruirlo, aplanarlos todo. Este edificio, antes de nosotros construir nos pasamos meses llenándolo de grandes cantidades de cemento reforzado para que fuera la base de las columnas y las vigas y todo lo demás. Nos tomamos meses haciendo solamente la parte del lote, del solar.

Y para mí el solar, el sitio, es la mente, la sensibilidad, la imaginación, la creatividad. Es el lugar donde Dios va a poner las visiones que tu quieres concebir en tu vida. Y si tu quieres vivir una vida creativa, poderosa, lo primero que tienes que hacer es entrenar tu mente a creer grandes cosas para el Señor. Tu tienes que ensanchar tu capacidad para visualizar, imaginar, creer, esperar.

¿Dónde es que Dios planta los grandes proyectos? En el alma, en la mente. Muchos de nosotros no hacemos grandes cosas porque no soñamos grandes cosas. Yo les animo a imaginar, a fantasear en la forma positiva de la palabra, involucrarse en soñar despierto, verse en grandes espacios, verse haciendo cosas grandes, ver a sus hijos ya graduados, estudiando, casados, haciendo cosas buenas en la sociedad, ver tu vida progresando, verte a ti misma mujer, si eres un ama de casa, concibiendo un proyecto nuevo en tu vida.

Hablaba con una hermana esta mañana animándola, hey, está viniendo al servicio de las 9 de la mañana y quiere mejorar su comprensión del inglés. Qué buena oportunidad ahora para tu aprender el idioma bien. Lee libros, ve la televisión en inglés más, estudia, es decir, esta idea de que nosotros tenemos que visualizarnos, vernos haciendo grandes cosas en el Señor.

Y tenemos que pedirle al Señor que ensanche nuestra capacidad para esperar cosas grandes de Dios. Y nuestra imaginación tenemos que cultivarla. Él dice, “ensancha el sitio de tu tienda,” antes de que comiences a construir primero preparar el lugar, hazlo lo suficientemente grande. Muchos de nosotros no soñamos lo suficiente o nuestros sueños son pequeñitos porque es lo que nos hemos acostumbrado.

Concibe visiones que te den miedo. Concibe visiones que te aterroricen cuando tu las contemples. Y creo que Dios puede llevarte a grandes cosas. Yo hablaba con una joven que me decía lo contenta que ella estaba porque está haciendo una maestría en trabajos sociales, como trabajadora social. Yo le decía, “Qué bueno, te felicito,” me regocijaba con ella, celebraba eso. y decía, “Mira, un día piensa que Dios te puede dar un doctorado en ciencias sociales, en trabajo social. Dios te puede llevar a ser una profesora en una universidad,” y yo veía su sonrisa y veía su mirada que se llenaba de expectativa. Claro que sí, tu puedes hacer eso.

Tu puedes esperar grandes cosas de Dios. Nuestro problema muchas veces es que no soñamos lo suficiente y no le pedimos al Señor lo suficiente. Y lo primero que tenemos que hacer es eso, Señor, dame una mente que no ponga nada por encima de ti. Cuando nosotros vinimos aquí a Boston, yo pensaba que era simplemente para servir a la comunidad latina. Yo les prometo que esa era mi única percepción, era una iglesia hispana, íbamos a servir a hispanos.

Y desde que llegamos aquí el Señor comenzó a anchar las cosas. Es más, mi visión era tan pequeña que el primer edificio que nosotros compramos, el santuario aquel, mi capacidad en ese tiempo, mi fe, no me daba más que para creer que lo que nosotros necesitábamos era una caja. La caja del primer piso, entrar allí, poner unas sillas y a la buena de Dios tener una iglesia y eso era todo. Yo lo confieso, me da vergüenza decirlo.

El Señor ha ido anchando, gloria a Dios, mi visión para a veces agonía de ustedes que tienen que seguirme con las visiones que Dios me da. Pero Dios ha ido ensanchando mi capacidad para creerle en grande, por grandes cosas. Y desde que yo llegué allí el Señor comenzó a hablarme enseguida. Los arquitectos nos obligaron, “Mira, Roberto, tu puedes coger este primer piso, por qué no rompemos la mitad del techo y ponemos dos balcones arriba y hacemos una plataforma más grande y hacemos esto y hacemos lo otro. Ellos mismos me comenzaron a aconsejar y así fue que comenzamos a ampliar ese edificio y comenzamos a hacer otras cosas.

El Señor comenzó a llamarnos al trabajo social, a meternos en la ciudad, a trabajar en cosas sociales, a hablarle a la ciudad, a invitar gente de afuera a venir, a concebir la posibilidad de que nosotros podíamos ministrar no solamente a hispanos sino a norteamericanos. Comenzamos el servicio en inglés porque vimos que nosotros podíamos hablarle también a otro sector de la ciudad.

El Señor comenzó a ensanchar el sitio y a enseñarme que uno puede creer grandes cosas. Y si estamos ahora haciendo este proyecto de cambiar los servicios, yo sé que eso es incómodo para ustedes, mis hermanos, yo les aseguro que es incómodo para mí también y me inspira un poco de temor muchas veces pero yo nunca dejaré que el temor me limite en emprender cosas grandes para Dios.

Así que no se preocupe por esa parte, el temor es algo con lo cual yo vivo y yo simplemente me tomo 2 aspirinas al final del día y sigo adelante. No permita que el temor le impida emprender cosas grandes para Dios.

Pero nosotros tenemos que anchar nuestras expectativas y Dios nos ha dado mucho más de lo que pensamos. Pídale al Señor que te ilumine para creer grandes cosas que él puede hacer en tu vida y no dejes que tu viudez del pasado, tu esterilidad del pasado te aguante. Cree que Dios puede hacer grandes cosas a través de ti y no le pongas límite al Señor. Ensancha el sitio, ensancha la base, la plataforma de tu creencia y de tu expectativa.

Entonces, el Señor le dice, “y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas,” entonces esta tienda de campaña ya tiene su espacio más grande y ahora si hay un espacio más grande las cortinas tienen que ser más largas. Una tienda de campaña, piense en eso, la tela, el cuero que compone la base de la tienda de campaña, consíguete cortinas más grandes porque tu tienda va a ser más grande.

Ahora, hay un contraste entre el sitio, que es algo como abstracto, una base, un punto de partida, algo imaginativo, ahora dice, consíguete las cortinas y consíguete cortinas más grandes. Aquí yo veo que uno tiene que pasar en algún momento de la visión a la acción, a lo concreto. Okay, ya tu soñaste, visionaste, oraste, consultaste, pero ahora tienes que salir de tu asiento y comenzar a trabajar, comenzar a perseguir… mucha gente sueña, sueña, pero no hace nada. Llevan años diciendo, yo quiero hacer esto, quiero comprarme la casa, quiero aprender inglés, quiero prepararme para un mejor trabajo, pero no hacen absolutamente nada.

Y una de las cosas más difíciles es pasar de la concepción a la acción. Esa mujer o ese varón que quiere estudiar en la universidad, ha sido toda su vida obrero y gloria a Dios por eso, pero siente que Dios lo está llamando a otro nivel, quiere ir a la universidad. Mira, si Dios ha puesto eso en tu corazón vas a tener que comenzar a tocar puertas. Un día vas a tener que coger medio día de trabajo y eso es lo difícil, cuando tu tienes que comenzar a hacer cosas específicas y salir de lo abstracto.

Vas a tener que decir, el miércoles yo le voy a pedir a mi jefe medio día de trabajo y voy a ir a Bunker Hill Community College y voy a ir allí, yo no sé a dónde voy a ir, porque todas esas cosas nos frenan. La idea de dónde voy, qué hago, qué digo, con quién hablo, voy a hacer el ridículo, no sé a dónde ir. No, simplemente tu tienes que reservar ese día, esto es extender las cortinas, tienes que coger esa mañana, ir al lugar, pedirle y preguntarle a alguien en la planta física, ¿dónde está la oficina de admisiones? Ir allí y con tu inglés medio matado decirle, “Yo quiero solicitar a la universidad qué tengo que hacer…” Quizás te sorprendas, vas a encontrar una persona simpática que va a ver que tu estás tratando de hacer algo positivo y te va a decir, “No, lo que usted tiene que hacer es esto, yo le ayudo.” Y cuando tu vienes a ver poco a poco se va armando tu proyecto.

Pero tienes que comenzar en algún. Lo más difícil es eso. Es ir de lo conceptual a lo concreto y ha sido así con todos estos proyectos de construcción. Cada vez que yo he tenido que comenzar algo, me viene como un sentido de temor y de ¿será esto posible? Este proyecto de los dos servicios, usted sabe todas las consideraciones que ha habido que tener en cuenta, todo lo que hemos hablado tanto con líderes, con los pastores de la iglesia, diferentes grupos, tantas cosas, obstáculos en la mente de uno y todavía hay cosas que uno no entiende de este proyecto, cómo va a resultar, valdrá la pena, estoy yo desestabilizando la congregación. Son preguntas que todo líder se debe hacer. No es que yo sea obsesivo, compulsivo o loco, todo el mundo se pregunta, Señor, ¿será posible?

Pero uno tiene que comenzar. Hemos comenzado, poco a poco, gradualmente hablando con gente, consultando y poco a poco el proyecto se va armando solo. Muchas veces lo que tienes que hacer es comenzar y comenzar pequeñito y cuando tu comienzas en lo pequeñito Dios te va poniendo en lo mayor y tu vas aprendiendo. El proyecto mismo en la medida que tu lo vas emprendiendo te va enseñando nuevas cosas y Dios te va abriendo caminos, pero tienes que comenzar a poner las cortinas. Tienes que hacer esfuerzos pequeños.

Dios siempre te pregunta, como les he dicho antes, qué tienes a la mano. Y lo que tu tienes a la mano va a ser el punto de partida para cosas mayores. Lo que Moisés tenía en su mano era una vara y una mano y el Señor le dijo, con eso has dos señales, una mano que se convertía leprosa y luego estaba sana de nuevo, una vara que la tiraba en el piso y se convertía en una serpiente y la tomaba otra vez y se convertía en una vara de nuevo. Señales que Dios le dio para comenzar el proceso.

Lo que tienes que hacer es abrir camino poco a poco y Dios te irá enseñando entonces lo que tienes que hacer y obrar en el Señor, dejar que Dios haga la obra. Hablaba con Minelia, mi hermana que le decía acerca de… ella ha estado sufriendo por mucho tiempo de este problema del trigémino y durante meses la vida de Minelia se estaba yendo por un dolor que es uno de los dolores terrible de la anatomía humana, el nervio trigémino, ojo, nariz, oído. Es un nervio que ese dolor es como un corrientaso continuo que tienes, uno de los dolores más terribles.

Pero los médicos le decían, el médico especialista que ella tenía, “No, no debes hacerlo todavía porque eso es peligroso, es arriesgado, esto y lo otro,” le metían mucho miedo de que no podía, no era posible. Y yo que conozco lo que ese dolor por mi madre que pasó por ello, yo le decía, “Minelia, aquí yo estoy, quiero ayudarte.” La llamé, hice una investigación, le sugerí un especialista en Boston y ella se lanzó con todo tipo de temores. “Mira, no vas a perder nada, ve, habla con él, lo peor que te puede pasar es que te diga lo que ya tu sabes y simplemente te diga, no, no debes, y que confirme lo que el otro médico te ha dicho.”

Pero ella se lanzó y fue allí y tuvo una consulta y el médico le dijo, “Tu puedes hacerlo,” y para gloria del Señor Minelia es una mujer renovada completamente. Esa operación fue un éxito total para gloria del Señor e inmediatamente pasó de terribles dolores a ningún dolor. Pero tuvo que atreverse, tuvo que lanzarse.

La Biblia dice que el que mira mucho las nubes nunca siembra. Es así, si tu vas a ir un día de campo y comienzas, oh, y qué si llueve y yo entonces toda esta comida la pierdo y esto y lo otro, nunca vas a sembrar. Uno tiene que atreverse en el nombre del Señor. Ensancha el sitio de tu tienda, alarga tus cuerdas, es decir, despiértate, levántate, emprende la tarea.

En tercer lugar, dice aquí alarga las cuerdas. Claro ahora tiene una tienda más grande con un espacio grande, unas cortinas grandes, ¿qué otra cosa tiene que hacer? La parte estructural. Las cuerdas son como las columnas en un edificio y las vigas. Este edificio está soportado, la belleza que usted ve por debajo y por todas partes tiene vigas de acero, fundaciones de acero, columnas de acero. Ese balcón es todo acero y encima están las carpetas, las alfombras, todo lo demás, el adorno. Pero hay una estructura.

Nuestro cuerpo es carne y por fuera tiene una cierta belleza, más o menos para muchos, pero adentro… usted ha visto alguna vez unos dibujos anatómicos, lo feo que es el ser humano cuando se le quita la piel, lo que hay es un esqueleto, hay un sistema nervioso, una cantidad de cablería, venas por dondequiera, intestinos, estómago, todo. Si usted piensa en lo que compone a esa mujer que usted tanto ama y de la cual está tan enamorado, nunca se va a casar con ella. Eso es así, porque todo es estructura. Nosotros somos estructura. Somos sistemas y entonces Dios toma esos sistemas y los cubre con una cosa bella, pero dentro hay una anatomía y así debe ser con la vida del ser humano también. Todo en el universo requiere una estructura.

Y por eso es que Dios habla, no solamente de las cortinas sino ahora entra a una parte estructural y piensa en las cuerdas que van a agarrar. Las cuerdas en una tienda de campaña son esos cordones que van a atar esa cortina a la tierra y van a impedir que venga el viento o la brisa y comience a moverla por dondequiera, imagínese si no hubiera esas cuerdas. Las cuerdas son la estructura.

Y yo creo que asimismo en nuestra vida y en nuestros proyectos que emprendemos tiene que haber estructura. Y esa es una de las cosas más difíciles para nosotros aprender como latinos que somos, voy a hablar ahora entre latinos, por ejemplo, la cultura latina es una cultura, así como la cultura africana yo creo también, es una cultura muy espontánea. Nosotros nos reímos de todo, nos gozamos con todo, todo es amistad, usted va a nuestras oficinas de gobierno y ahí está todo el mundo hablando por teléfono y llega fulanito que es amigo de la que trabaja en la maquinita, “Ah, no, ven tu primero,” y lo ponen por encima de la línea, un desastre muchas veces.

La gente se va antes… Ahora eso ha cambiado un poco pero antes en nuestros países la gente se va a las 12 y regresaba a las 2 de la tarde, después de dormir una siesta, darse un baño, comer una comida con arroz, habichuelas, carne y todo, ¿quién va a trabajar, quién va a producir nada? Después de una siesta como esa y una comida tan fuerte, ya el resto del día estaba perdido. Nuestras culturas son culturas que muchas veces carecen de estructura, carecen de gobierno, carecen de sistemas, carecen de protocolos. Nosotros no planificamos, hermanos, hay que decirlo, claro que hay excepciones, yo entiendo eso muy bien.

Pero mire los países de nuestro continente, son países que no funcionan y… piense en México, un país con tantos recursos y perdone si hay algún mexicano aquí, no estoy hablando de… yo amo a México muchísimo, pero un país tan rico, con tantos recursos, con una geografía tan grande y sin embargo tanta pobreza, tanta miseria, tanto mal funcionamiento.

Venezuela ahora mismo qué triste decirlo, un país con petróleo como pocos países del mundo, con una fortuna increíble, es un caso de una neurosis nacional terrible. Piense en África, esos países que tienen tantos recursos minerales, tantos recursos naturales, sin embargo son naciones que viven en la miseria y que la corrupción se lo lleva todo. Guatemala, El Salvador, Honduras y como digo mi propio país República Dominicana. Mire Puerto Rico, parte de Estados Unidos y ahora mismo hay que sacarlo de la bancarrota.

¿Cuál es el problema con nuestras naciones y nuestras sociedades? Es que no hemos aprendido a funcionar conforme a estructuras, conforme a principios, conforme a protocolos, sistemas. Nosotros funcionamos por impulso. No nos moriremos de ansiedad nunca, es como los dominicanos, nosotros aunque estemos muriéndonos de hambre pero para una buena cerveza y un merengue siempre hay tiempo y siempre hay dinero. Eso es así. ¿Sí o no?

El gringo se muere de úlceras y de ansiedad, nosotros no, nosotros viviremos hasta los 100 años pero pobres y pasándolo mal en otras maneras. Nos gozamos pero somos como animales silvestres, corriendo por el campo libremente pero no servimos ni para carga, ni para montarlo ni para nada. Es así, porque carecemos de estructura, disciplina, protocolo, sistema, planificación, gobierno, hábitos que van por encima de nuestros impulsos.

Muchas veces si nos sentimos que queremos hacerlo, lo hacemos, sino, no. yo le digo a la gente uno de los grandes principios para el éxito es dominar lo aburrido. Si tu aprendes a dominar lo aburrido y lo haces de todas maneras tu eres un gigante y vas a ir lejos. Nuestros jóvenes, aprenden a sentarse y a leer, si tiene que quedarse sentados 2 horas, 3 horas, lee. Hay muchos jóvenes que usted le dice, si tu quieres estudiar e ir a la universidad y sacar buenas notas vas a tener que pasar 3, 4 horas leyendo todos los días y estudiando y eso como ponerle la cruz a un vampiro. ¿Qué? ¿4 horas? Ellos creen que don 10 minutos de leer ya van a…

El blanco, por así decirlo, no es que son más inteligentes que nosotros, es que son más disciplinados. Yo he ido a las grandes universidades de esta tierra y les digo la verdad, la mayoría de la gente que llega a Harvard, a Princeton, a Yale a todos esos sitios, no es que son genios, ni son brillantes, es que tienen una capacidad increíble para trabajar, para leer, para disciplinarse, para pasar una noche sin dormir haciendo el trabajo. Lo que te enseñan esas grandes universidades es disciplina, persistencia, dominar tus impulsos y tus emociones y ser puntilloso, ser sistemático en las cosas, ser analítico.

Y nosotros tenemos que aprender esa parte de nuestra vida, tenemos que aprender a dominar lo pequeño, a dominar lo aburrido, a dominar lo que no nos gusta y vivir por principios, no por sentimientos o por temores o por apetitos. No. el hombre, la mujer, que llegar a grandes cosas es que ha aprendido a disciplinarse y a vivir por principios. Se levanta a cierta hora, si sabe que por la mañana tiene que levantarse a las 5, pues acuéstate a las 10 de la noche, deja la novela, deja la película, deja el bembeteo en el teléfono, acuéstate y levántate temprano y aprovecha esos minutos de la mañana. Hay que disciplinarse, hermanos.

En tu trabajo sé persistente, hazte imprescindible, esas 8 horas de trabajo dale 9 a tu jefe, enseña excelencia en lo que haces, estructura, las cuerdas que sostendrán tu vida tienen que ser poderosas también. Hay una parte que tu tienes que hacer que Dios no la va a hacer. El problema es que muchas veces, Señor, dame esto, dame el trabajo, dame el aumento de sueldo, pero no hacen nada de tu parte. Y Dios dice, bambalán, como dice Miguel. Sinvergüenza, ponte a trabajar y en tu trabajo yo voy a bendecir y te voy a llevar hacia adelante. Hay una parte que tu tienes que hacer. Disciplina, estructura, organización, principios, sistemas, la parte estructural, la estructura que va a sostener tu proyecto, tu visión.

Y finalmente, dice, “y refuerza tus estacas.” Piense en una persona que consigue una tela mucho más grande, una cortina bien grande, en un espacio bien grande para poner una nueva tienda de campaña, va y compra en Home Depot las cuerdas más fuertes, más gruesas posibles, y entonces deja las estaquitas chiquititas que tenía la tienda cuando era bien pequeña originalmente y con eso amarra todo lo demás. Usted cree que por más grande que sean esas cuerdas y las estacas no están fuertemente metidas y no son estacas mucho más grandes esa tienda cuando venga todo el viento… porque imagínese ahora esa tienda es mucho más grande. Hay más tela que empujar y cuando el viento viene y se mete dentro de esa tienda o empuja por afuera, hay más espacio, más tela, más cosas que puede mover o desde adentro o hacia adentro. Entonces, necesita unas estacas bien fuertes que sostengan las cuerdas.

Por eso es que yo creo que este pasaje no es simplemente una ilustración. Yo he encontrado allí principios para la vida que son muy poderosos. Ahora, ¿a qué equivalen las estacas en términos de vida? Yo diría que las estacas me hablan a mí acerca de defensa, protección, de cosas que van a garantizar la duración del proyecto, la parte defensiva, la parte protectiva, la protección de un proyecto.

Sabes que cuando Dios te bendice y Dios te prospera y te ponen, por ejemplo, en un lugar de más responsabilidad, o de más influencia, entonces el viento de la vida comienza a soplar más fuertemente contra ti. ¿Para cuántas personas, por ejemplo, el que le den un aumento de trabajo ha significado el desplome de su matrimonio? Porque comenzó a trabajar más, porque demandaban más horas, ahora es el supervisor, ahora tiene que trabajar mucho más, llega a la casa de mal humor, tenso, su fin de semana tiene que pasarlo enviando correos electrónicos, contestando… y se olvida de su casa, se olvida de su esposa, se olvida de sus hijos, y cuando viene a ver esa bendición de ese nuevo trabajo, esas cuerdas más grandes y esas cortinas más grandes vienen a ser de maldición para su vida. Pierde su matrimonio, pierde su salud, se pone neurótico porque no reforzó las estacas.

¿Cuáles son las estacas? Las estacas en nuestra vida son la oración, la integridad, el carácter las relaciones humanas, el dominio propio, el dominio del yo. Cuando Dios te bendice el enemigo va a querer hacer daño en tu vida y van a venir retos como consecuencia de la bendición. Toda bendición tiene su lado negativo y peligroso, siniestro, toda bendición. Los ministerios Dios los pone a crecer muchas veces, Dios nos da iglesias crecientes, más grandes, con más prominencia en la ciudad pero también vienen más tensiones.

Usted cree, por ejemplo, el servicio en inglés, si ese servicio que yo creo que sí, que va a crecer, van a venir mucha gente secular, van a venir personas profesionales que están acostumbrados a mandar y a querer que todo sea por votación y que todo se haga de una manera como se hace en el mundo, van a venir gente con malas costumbres seculares y sociales, y va a haber mucha más presión para mí como pastor principal, y para todo el liderazgo de la iglesia a comenzar a comerciar con el reino y comenzar a predicar un Evangelio más cómodo, que sea más conveniente para esa gente, más culta y más educada y más secularizada.

Y viene la tentación a bajar el nivel de la predicación, a no hablar de cosas que ofendan a la gente. Hay más prominencia, sí que las noticias, cualquier cosas que se dice desde el púlpito se expande, se da a conocer, y entonces uno comienza a ser más conservador y a tener más cuidado con lo que dice. Es peligrosísimo, por eso es que muchas veces hay que tener cuidado con uno desear más grandes cosas. Hay más peligros.

Entonces uno tiene que reforzar las estacas. Uno tiene que decidir, Señor, yo primero te voy a honrar a ti contra viento y marea, no importa quién venga, el Presidente Obama puede venir y sentarse ahí y si tu me diste un sermón que yo tengo que predicar y lo ofende, so be it, que así sea, yo voy a predicar la palabra del Señor. No importa quién venga. No vamos a cambiar nuestras costumbres, nuestro mensaje, y nuestra fe en Dios ni en la palabra del Evangelio.

Porque esa es la tentación del diablo. El diablo quiere seducirte, te da el mundo, como le dijo a Jesucristo, “Yo te puedo dar todo, si tu simplemente me adoras.” Cuando Dios te bendice asegúrate de que tu veas el lado oscuro y que tu te prepares para la bendición. Si Dios te da un matrimonio, cuídalo, bendice, si Dios te da a tus hijos atiéndelos, si Dios te da un ministerio, comienza a fortalecer tu carácter, tu integridad, tu caminar con el Señor. Mira a ver cuáles son las áreas débiles en tu vida, ira, sensibilidad extremada a la crítica, heridas del pasado. Ahora vas a necesitar ser más cauteloso. Tus estacas tienen que ser más grandes e ir más profundo en la tierra. Si vas a estudiar asegúrate de sacar tiempo para el Señor, asegúrate de poner todos tus estudios y tus esfuerzos en el Señor.

Si vas a abrir un negocio no dejes de darle tu diezmo al Señor. No dejes de orar por tu trabajo, estudia buenos libros, cuida tu cuerpo, descansa, cuida tu matrimonio. Estacas. Cosas que protegen la bendición que estás recibiendo del Señor.

Yo espero que esto te sea de bendición para tu vida. Celebra lo que Dios va a hacer, gratitud, expectativa, confesión positiva, anchar tu visión y esperar grandes cosas del Señor. Lanzarte a realizar los sueños y en el camino Dios te va a encontrar y te va a abrir nuevos caminos. Tu cuerda, vive una vida de disciplina, principios, protocolos, preparación, dominio propio, persistencia, atención al detalle.

Y finalmente, no olvides la protección de las estacas. La oración, la perfección del yo, superarte a ti mismo en muchas diferentes áreas de tu vida, proteger lo que Dios te ha dado, con guerra espiritual, oración, integridad, carácter.

Si tu haces estas cosas yo te garantizo una vida poderosa, una vida de gran bendición, de gran éxito y de cosas buenas y nuevas que irán manifestándose en tu vida. Recibe esta palabra ahora mismo.

Baja tu cabeza y di Señor, yo voy a vivir esa vida poderosa. Yo voy a vivir esa vida emprendedora, yo voy a poner atención a los principios de la buena siembra, del buen cultivo, de creerte a ti. Tu me has hecho un instrumento en este mundo, tu me has hecho un canal de energía, de bendición, un ejemplo, me has hecho una ciudad que otros mirarán para ver mi progreso y mi comportamiento y yo quiero ser lo más que yo pueda ser para inspiración a otros y para gloria del Señor.

Y quiero dar una oportunidad también por último, si alguien en esta tarde ha venido y Dios le ha hablado en alguna forma a través de la adoración, a través de la predicación, a través del tiempo de intercesión que hemos tenido aquí adelante, o algo que Dios ha hecho en tu vida, y tu sientes que quieres entregar tu vida al Señor porque después de todo ese es el principio de todo éxito, tener a Cristo en nuestro corazón, tener esa electricidad que le va a dar vida y energía a todo lo demás.

Y si todavía tu no has entregado tu vida a Jesús y quieres en esta tarde iniciar un caminar con Cristo como tu respaldo y tu recurso número 1, te invito a aceptar a Jesús como Señor y salvador y a hacerlo en la manera en que lo prescribe la palabra del Señor, que es confesándolo con tu boca, confesándolo delante de los hombres, invitándolo a ser tu Señor y tu salvador. Y qué mejor manera que aquí entre tus hermanos, en la familia de Dios en este lugar sagrado y seguro donde tu puedes hacer tu pacto con el Señor en esta tarde e invitarlo a ser tu salvador y tu Señor.

¿Habrá alguien que quiera dar ese paso esta tarde? Y si no lo ha hecho antes te invito ahora a levantar tu mano dondequiera que tu estés y queremos orar por ti y ponerte en las manos de Jesús para que te vayas de aquí bien, bien preparado para emprender esa vida poderosa, esa vida creativa.

Si hay alguien que quiera hacerlo en esta tarde abrimos este momento para eso. Hacemos este espacio. Levanta tu mano o simplemente pasa aquí adelante y me encantaría orar por ti en este momento. Gracias Señor, esperamos en tu te damos gracias Jesús por lo que estás haciendo y por lo que vas a hacer. Amén.

Si no hay nadie… vamos a poner nuestra vida en las manos del Señor ahora. Yo les deseo un buen fin de semana en el Señor, que disfruten de su tiempo, descansen, tengan buenos tiempos y vamos a vivir esas vidas fructíferas, esas vidas creativas y emprendedoras en un Cristo que quiere que tengamos éxito en todas las cosas que emprendamos.

Padre, te adoramos, te bendecimos. Gracias porque tu eres el Dios de triunfos, eres el Dios de montañas que escalamos, eres el Dios de horizontes sin fin, eres el Dios que nos sorprende con cosechas mucho mayores de las que esperábamos. Eres el Dios que ha puesto todo el poder del universo dentro de nosotros, tenemos el espíritu excelente de Cristo Jesús.

Pedimos que nos ayudes a ver las posibilidades que encerramos dentro de nosotros con Cristo de poder. Bendigo a tu pueblo en este fin de semana, Señor, bendigo nuestra nación. Danos un tiempo especial en estos próximos días y todo lo haremos para gloria y honra de tu nombre, en el en el nombre de Jesús oramos y el pueblo de Dios dice Amén.

Tenaces en la tensión

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Quiero hablarles acerca del tema de este sermón que lo voy a titular “Tenaces en la tensión”, vamos a leer en Josué 3:14 hasta el capítulo 4 versículo 7. Algo que yo siempre estoy animando a los jovenes que hagan en el servicio que tenemos al otro lado es que nunca permita que el sermón sea como un monólogo en el que Dios te habla a ti pasivamente, tiene que ser un diálogo en el cual tú tomas notas e interactúas con el Espíritu del Señor, porque de esa manera tú vas a recordar las cosas que Dios puso en tu corazón cuando estábamos escuchándolo, así que ¿están listos? vamos a hacerlo, adelante.

Gracias por el compañerismo de los santos Dios, nos comprometemos a escuchar de parte Tuya, pedimos que abras nuestros ojos para verte más claramente hoy, corazones y mentes para ser sensibles a Ti, primeramente queremos honrarte a Ti como Padre, y queremos honrar también a los padres que están en medio de nosotros Señor, en Tu Nombre oramos Señor, amén, amén.

Quiero decirles: yo llegué a Boston para entrar a la escuela de leyes, la escuela de leyes era un sueño mío, quería haber hecho eso hace mucho tiempo ya así que cuando me aceptaron en la universidad de North Eastern me sentía con gran expectativa, yo sabía que tenía que venir de Florida hasta Boston.

Mi primer semestre en la escuela de leyes fue terriblemente retante y difícil, una de las cosas sobre la escuela de leyes es que te sumerge en un programa de aprendizaje muy intensivo porque tienen que enseñarte muchas cosas y enseñarte mucho para que tú puedas estudiar mucho esforzadamente, así que mi primer semestre en la escuela de leyes lo estaba haciendo excelentemente bien, estaba trabajando duramente todas mis clases pero había una clase que simplemente no podía comprender, se llamaba procedimientos civiles, y procedimientos civiles se trata de cómo traer un reclamo legal frente a una corte, y por alguna razón que no me explico simplemente no me entraba en la cabeza ese tema de procedimientos civiles.

Y el profesor me decía continuamente no se preocupen, cuando llegue el momento del exámen al final del curso todo va a estar bien, y ahí estoy yo sentada frente a la computadora lista para presionar el botón que dice okay comienza el exámen, y yo estoy diciéndole: ¡Señor no puedo entender nada todavía, ayúdame a comprender! así que abrí el exámen y comencé a leer la narrativa de la historia de la que trataba el exámen y traté de identificar los temas y las preguntas que constituían el meollo del exámen, y cuatro horas después de iniciar el exámen no sé qué fue lo que dije, lo que escribí pero terminé, yo tenía mi maleta ahí en una esquina del salón para irme de regreso a mi casa a la Florida porque quería salirme de todo eso.

Una de las cosas acerca de esa universidad North Eastern es que ellos no dan notas simplemente es una forma de ellos parecer bien cool, bien modernos en su forma educativa, pero en lugar de darte una nota, te dan como un párrafo donde el profesor dice qué tal te fue en el exámen lo cual es excelente cuando te va bien pero si no te ha ido bien en el exámen no es tan atractiva esa idea y como es una narrativa que tiene que escribir el profesor pues se toma tiempo para añadir las notas.

Así que fue más o menos por ahí a mitad de febrero cuando finalmente recibí las notas de mi exámen, y nunca lo voy a olvidar, estaba parada ahí en la esquina de Harrison Avenue con Rich Street, era un viernes en la noche y yo venía a trabajar con los estudiantes de escuela intermedia en el programa de I Wanna, y aquí voy yo recibiendo un texto de una amiga que me dice que finalmente llegaron las notas así que me metí en el internet en mi teléfono tratando de descubrir qué había pasado, ví todas mis notas y las narrativas todas: excelente, bien, buen análisis, buen trabajo, excepto la bendita clase de procedimientos civiles, y acababa yo de recibir simplemente, me habían pasado ahí raspando lo cual es el equivalente de una ¡D! yo nunca en mi vida había recibido ni siquiera una D, ni siquiera una C que es más o menos pasando ahí un poco mejor, me llamaban insuficiente en ese texto, me llamaban inadecuada mi performance.

Inmediatamente yo comencé a llorar porque aquí estoy yo, no tenía familia en Boston, he estado aquí por seis meses y me sentía como una huérfana, me quería ir a la seguridad de mi casa en Florida, quería dejar la escuela de leyes, olvidarme de mis sueños así que ¿qué hice? llamé a mi papá, porque ¿a quién llama uno en una situación así? Y le estaba diciendo a mi papá: papá me acaban de llamar marginal, inadecuada, insuficiente y mi papá ni siquiera entendía lo que le estaba diciendo.

Y mis padres siempre tienen esta costumbre de que cuando yo hablo con ellos siempre me ponen en el teléfono audible ¿no? en el speaker phone, y entonces mi mamá hace poco me dijo el lado de ellos de la historia, y ella me dice que mientras él me escuchaba en el teléfono le decía a ella bajito: ¡tenemos que decirle algo a ella!

Entonces nunca olvidaré en ese momento que mi papá me dice: definitivamente no vas a abandonar la escuela de leyes, no vienes a Florida, a la casa y de hecho tienes una asignación allá en la Iglesia a la cual tienes que atender ¿no es la hora de que estés allá en la Iglesia? “qué tú estás haciendo papi” (risas), no podía creer que mi papá me estuviera diciendo tal cosa.

Pero he aquí lo que tengo que decirles, que cuando estamos en esos puntos de tensión y la realidad es que siempre nos vamos a encontrar en algún tipo de tensión en nuestra vida entre las promesas de Dios y la realización de esas promesas, Dios ha declarado muchas cosas sobre tu vida, sobre la vida de tu familia pero no necesariamente quiere decir que tú vas a recibir esas cosas en los próximos 30 minutos.

Pero aquí está la idea que quiero explayar y exponer con ustedes: la invitación no es una invitación a vivir tensos todo el tiempo, es una invitación a ser tenaces, persistentes, mantenerse ahí en la lucha y cuando usted es tenaz lo que usted hace es que se mantiene en el ring, se mantiene en la pelea. Tú no dejarás entonces que la tensión te derrote sino que en ese caso lo que haces es que la tensión te fortalezca, te afirme, te discipline.

En la historia que leímos yo encuentro por lo menos tres principios de los cuales yo quiero hablar con ustedes, lo interesante yo encuentro de esta historia en particular es que encontramos a los israelitas en el borde mismo del río Jordán, han estado deambulando en el desierto durante cuarenta años, eran como ese siervo del cual cantábamos ahí en ese canto anterior, y aquí se encontraban ellos finalmente frente al río Jordán, Moisés les había dicho que eran el pueblo de Dios y Dios los enviaba a poseer la tierra.

Ahora lo que me impacta acerca de la palabra poseer en el idioma original, en el griego, es que esa palabra involucra dos cosas: desposeer para poseer, lo que yo encuentro aquí es que a fin de poder poseer las cosas de Dios tenemos que despojarnos de algo que requiere antes despojarse de él y eso quiere decir que para ellos poder entrar en posesión de la tierra, lo primero que tenían que hacer de alguna manera es desposeer ese río que se erigía algo así como como un obstáculo delante de ellos, y aquí está el primer principio del cual quería hablarles: manténte firme cuando te encuentres en la tensión.

Y quiero hablarle a los padres por un momento, quiero hablarles acerca del rol que tienen como padres. La historia al comienzo vemos esto, los sacerdotes que llevaban el arca y que estaban ahí en frente del pueblo de Dios. Y así en las estructuras de nuestra familia normalmente los padres se supone que jueguen ese papel sacerdotal, desempeñan ese rol de establecer la estabilidad, de establecer el tema, la temática, la dirección del hogar, había una razón, una lógica detrás del hecho de que en ese momento de que yo cuando estaba en ese momento de crisis yo llamé a mi papá, no necesariamente a mi mamá, yo necesitaba escuchar esa voz de mi sacerdote, así que lo que vemos aquí en esta historia ¿no? es que vemos a los sacerdotes cargando delante el pueblo el arca del pacto, esa arca como sabemos tenía dentro de ella los diez mandamientos, tenía la vara de Aarón que había florecido en el desierto, era un recordatorio para ellos no solamente de la Presencia de Dios que caminaba con ellos sino del Poder de Dios que habitaba en medio de ellos.

Y como padres ustedes desempeñan ese papel, ustedes cargan el arca del pacto de Dios, y no solamente eso sino que ustedes la cargan y en un sentido sostienen la Presencia de Dios en el centro, en el medio de su familia, y eso está bien. Ahora no solamente juegan ustedes ese papel de liderazgo sino que esto involucra ciertas responsabilidades y aquí dice en el texto que los pies, las plantas de los pies de los sacerdotes tocaron por un momento la superficie del agua del río y a mí me encanta esa imagen porque son los pies de nuestros padres los que nos guían, nos orientan.

Y veo ahí como un paréntesis en el versículo 15 si lo pueden poner, dice que las orillas del río Jordán se desbordan durante la primavera, durante el tiempo de la cosecha. Ese paréntesis no está allí simplemente como un pensamiento secular secundario porque en la primavera el río Jordán se hincha muchísimo más o menos de 3 a 10 piez debe ser, y entonces se hace como de 90 a 100 pies de ancho, mucho más que lo normal, he aquí tú y tu familia están al borde mismo de realizar y cumplir tus promesas, pero en frente de ti ves una frontera, una barrera que es insuperable en un sentido.

Pero aquí vemos cuál es el rol del sacerdote, el sacerdote casi como que pone la punta de sus pies en el agua, pisa el agua y cuando parecía imposible que algo sucediera, esto me hace imaginar todos los ríos inaccesibles insuperables que ustedes tienen que continuamente estar pisando para resolver un problema. Tienes que ir por ejemplo a esa investigación antes que tu hijo entre a estudiar en esa escuela, tienes que investigar el equipo de soccer en el cual va a jugar tu hijo para asegurarte de que sea una buena experiencia y un buen lugar para él, tienes dos hijos cada uno en una escuela diferente para llevarlos de aquí para allá, Arnold Dios te bendiga, eres un hermoso padre y un ejemplo de eso.

Uno tiene que estar siempre como pisando el río y haciendo cosas imposibles para ellos, y eso es parte de tu responsabilidad como padre, es parte de ese honor que nosotros hoy celebramos como padres. Así que no solamente tenían estos sacerdotes la responsabilidad de pisar con los pies la superficie del agua del río Jordán sino que miren a ver, observemos la reacción que ellos tuvieron.

Dice que los sacerdotes portando el arca se pararon firmemente en el medio del río que ahora estaba dividido, estaban en terreno seco, ahora ¿cómo fue eso posible? de eso se trata la fe de un padre, la fe de un padre que ve que las cosas parecen imposibles pero que también sabe que a través de Cristo Jesús todas las cosas son posibles.

Así que ahí los veo a ustedes parados en el mismo medio del río Jordán y ese era mi padre cuando lo llamé en medio de ese momento de crisis, ¡no, no vas a venir a casa, te vas a quedar en Boston, ve y sirve! esa es la fe de un padre, ese es el tipo de reacción que nosotros queremos que nuestros padres siempre ejemplifiquen, que ustedes se mantengan firmes a favor de nosotros y nosotros hoy estamos honrando las mil maneras en las que ustedes se han mantenido firmes a través de su paternidad.

De hecho también hay otro grupo de personas que queremos honrar en esta tarde, queremos honrar a los graduandos que se han graduado de diferentes cursos. ¿Saben ustedes? la graduación es algo que es algo verdaderamente como familiar porque no eres solamente tú que te estás graduando sino también tus padres que han contribuido a esa graduación, tus hermanos, tu hermana que tuvieron que soportarte en ese proceso, y nosotros estamos en esa época de graduaciones por donde quiera ¿saben ustedes? debido al hecho de que sus padres se mantuvieron ahí en esa tensión fue que ustedes pudieron pasar a la tierra prometida.

Así que el segundo principio que vemos explayado en esta historia, en la primera vemos eso ¿no? mantenerse parado ahí en la tensión firme, pero también tenemos que halar de esa tensión, así que en Josué capítulo 4 versículo 3 dice: “Tomen doce piedras del medio del río Jordán que está seco ahora”. Lo que me encanta, lo bello de esta imagen es que podemos observar los papeles, los diferentes roles que juega el pueblo en esta situación.

Los sacerdotes firmes en su posición, ahora los otros líderes lo que hicieron fue que extrajeron esas piedras del río mismo, del fondo del río, y quiero decirles graduandos, los que se gradúan que esto fue lo que han hecho en esta época de graduaciones. Una graduación es un momento simbólico en tu vida, es un momento en que tú pasas al otro lado en el sentido en que es una nueva era, una nueva época en la cual estás entrando.

Y cuando dicen tu nombre y tú caminas, llegas allí hasta la plataforma y te dan ese diploma, literalmente lo que has hecho es que has pasado a la otra orilla y entonces ese potencial que está dentro de ti ahora ha sido como desatado, es un nuevo comienzo, pero ¿sabes? es un nuevo comienzo también que vendrá con responsabilidades nuevas, así que Josué les dice: saquen esas piedras del río, las amontonen y hagan como una especie de columna con las piedras, y saben ustedes que esas columnas en nuestras vidas vienen de esos lugares donde nuestros padres se han mantenido parados.

Nunca debemos perder vista de ese hecho. Cuando uno pasa al otro lado la Biblia te dice llévate algo para que recuerdes eso que pasaste, extrae, saca algo de esa tensión donde habitaste.

Yo pienso que muchas veces nosotros permitimos que esos momentos de tensión mas bien como que nos rompan, nos separen de nosotros mismos porque eso nos estira demasiado, nos estresa, nos hace sentir como ansiosos y conflictuados, pero aquí Josué nos recuerda: no dejes que la tensión como que te rompa en dos ¿no? te separe en ti mismo sino mas bien hala algo de la tensión misma para tu beneficio.

Y vemos que en el versículo 6 se nos hace una pregunta muy poderosa, dice que cuando tus hijos te pregunten en el futuro ¿qué significan estas piedras para ti? Yo creo que esa es una pregunta muy poderosa porque cuando nos vemos caminando a través de estos momentos en la vida de tensión y de reto, cuando experimentamos esos momentos en que parece imposible una victoria, cuando yo era jovencita odiaba la geometría, pensaba que nunca la iba a pasar pero la pasé. Hoy en día yo no le puedo decir nada de esos paralelogramos y de esas cosas que estudié pero la pasé, vencí, cuando uno está metido en el lío uno piensa que es imposible salir de él.

Así que cuando tú tomes esas piedras del medio del río eso te dará la oportunidad de compartir con otros lo que esa piedra te recuerda del proceso que acabas de vivir. ¿Qué significado espiritual tiene ese momento que viviste ahora que te encuentras en el otro lado?

Y esto nos trae al último y tercer principio que quiero compartir con ustedes: establece recordatorios, establece recordatorios. Nosotros somos olvidadizos, por eso es que en el iPhone tienes una cosita que se llama recordatorios para que no se te olviden las cosas, y así mismo era esa gente en ese tiempo, también necesitaban recordatorios.

Así que él les dice a ellos en Josué 4:19, dice que ellos llegaron al Jordán el día 10 del mes primero y acamparon en Gilgal, Gilgal es un nombre muy interesante porque es como un juego de palabras, y viene de la palabra Galal, ustedes saben eso muy bien, que quiere decir como que tú estás rodando, haciendo rodar algo de ti mismo para ponerlo sobre otra persona. Así que cuando el Señor los saca del río Jordán quiere que recuerden que Yo los saqué rodando de ese río donde se encontraban, todos tus temores, ansiedades, tú confiaste en Mí así que por esa razón yo te saqué al otro lado, amén, praise the Lord, así que esa palabra Gilgal literalmente quiere decir compromiso.

Así que vemos en el Salmo 37 versículo 5 confía tu sendero al Señor y Él hara, es un recordatorio del compromiso de Dios con ellos y el compromiso de ellos con su Dios, y esto es exactamente lo que ha pasado con nuestra familia como resultado del hecho de que nuestros padres se han mantenido en la tensión, se trata de un padre que ha comprometido su sendero con el Señor, y como ha comprometido su sendero al Señor, como él rodó con sus cargas y las echó de un lado sus temores acerca de lo imposible, eso quiere decir: que tú pudiste padre pasar al otro lado.

Y ahora me refiero a los graduandos, igualmente eso es lo que les ha sucedido a ustedes también, ustedes también han tenido como en un sentido que entregar sus cargas al Señor para pasar al otro lado. Quizás un día usted también pensó: hey yo no me voy a poder graduar pero lo hiciste y es por esa dependencia del Señor, ese compromiso con Dios.

Y ahí dice en el versículo 24 en el capítulo 4 dice el Señor: Yo quiero que ustedes establezcan estas columnas para que todos los pueblos conozcan la mano del Señor como poderosa y para que teman la mano de Jehová todos los días.

Yo creo que lo hermoso, lo bello de mantenernos en la tensión, ser tenaces en la tensión es que según nosotros caminamos conforme a los caminos del Señor su Mano nos ha protegido en toda la trayectoria, así que en esa tensión que experimentamos entre las promesas de Dios y su realización debemos ser tenaces, mantenernos, tenemos que aferrarnos a las formas de Dios y tenemos que recordar las victorias que ya hemos tenido cuando nos hemos mantenido en la tensión, así que hoy nosotros honramos a esos padres que se han mantenido firmes.

Y no importa cuál sea su situación familiar, no importa que quizás usted no ha tenido una imagen firme de un padre en su vida pero no importa, fueron los sacerdotes los que se han mantenido firmes y nosotros tenemos un sacerdote, sumo sacerdote que ha estado manteniéndose firme delante de Dios y Él se mantendrá firme mientras tú pasas por la tensión.

Así que mientras en nuestra vida nosotros pasamos de un lugar a otro lugar, a otro lugar siempre va a haber tensión pero tenemos que mantenernos firmes en esa tensión, tenemos que halar cosas de esa tensión y entonces tenemos que establecer recordatorios, memoriales de lo que fue esa tensión. La tensión no es que tú te mantengas ahí tenso, estresado sino a que seas tenaz, firme, mantenerte en la tensión.

Así que si tú te has graduado de alguna cosa no importa de que sea, escuela superior, universidad, algún programa técnico, una clase de economía doméstica, lo que sea, belleza yo quiero invitarte a que vengas con tu familia, pasa aquí adelante, si tú te has graduado de algo, si tú has tenido una victoria estos últimos días de alguna cosa de la cual te has graduado te invitamos a pasar aquí adelante.

Algo que queremos hacer por ustedes esta semana, tenemos una piedrita memorial para cada uno de los graduandos (aplausos), y hay algo que quiero recordarles acerca de esas piedras memoriales: Dios te ha atravesado a través de esta experiencia para algo mayor, algo grande. Hubo gente que se mantuvo en la brecha por ti, el Señor se mantuvo firme a tu favor y Él te sacó al otro lado, y Él hizo eso solamente para desbloquear un nuevo nivel de potencialidad en ti, así que por medio de esa piedra yo quiero que tú recuerdes que Dios te atravesó, Dios te sacó de ahí y la tierra prometida está delante de ti.

Vamos a ponernos de pie, vamos a orar por nuestros hermanos ¿amén? yo creo que hemos recibido una buena Palabra nutritiva y bendecimos a estos hermanos, amén, amén, vamos a extender nuestras manos hacia estos graduandos también, Padre te damos gracias por este día de los padres Señor, te honramos como nuestro Dios, nuestro Padre, te honramos Jesús como nuestro sumo sacerdote y te damos las gracias por mantenerte firme a nuestro favor, gracias por mantenerte allí en medio de la tensión, bendice Señor a cada uno de estos graduandos, gracias por la victoria que celebramos la cual está en Cristo y solamente en Él, y celebramos el hecho de que esa tierra prometida está delante de nosotros.

Gracias Señor por Tu fidelidad, bendecimos a cada padre en esta casa en esta mañana, los honramos por la manera en que ellos se han mantenido firmes, doble porción de Tu fuerza, de Tu sabiduría en sus vidas, te damos gracias por todas estas cosas Señor y oramos en Tu Nombre, amén, amén, gloria a Dios, amén, gracias.

Bienaventurado aquél cuya transgresión ha sido perdonada

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Vamos al Libro de los Salmos capítulo 32. Hoy quiero compartir con ustedes un Salmo que tiene mucho potencial de acercarnos un poquito más a Dios. La semana que viene nosotros vamos a estar celebrando el día de los padres aquí en Estados Unidos y quizás muchos ya se están preparando comprando cositas para papá, cosas así, pero yo creo que siempre es bueno tener en perspectiva que nuestro Padre celestial también necesita ser celebrado y reconocido en nuestras vidas y nuestras presencias, y hoy yo quiero hablar acerca de un Salmo donde el Rey David tiene un diálogo con Dios muy interesante que yo creo que nos muestra un poquito en cuanto a la relación muy íntima que él tenía con Dios.

Yo quiero que leamos ese Salmo, Salmos capítulo 32, ustedes pueden leerlo si lo buscan en su Biblia, pero dice la Palabra de Dios: “Bienaventurado aquél cuya transgresión ha sido perdonada y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad y en cuyo espíritu no hay engaño; Mientras que ayer se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día porque de día y de noche se agravó sobre mí Tu mano, se volvió mi verdor en sequedades de verano; Mi pecado te declaré y no encubrí mi iniquidad. Dije: confesaré mis transgresiones a Jehová y Tú perdonaste la maldad de mi pecado, por eso orará a Ti todo santo en el tiempo en que puedes ser hallado. Ciertamente en la inundación de muchas aguas, no llegarán estas a él; Tú eres mi refugio, me guardas de la angustia, con cánticos de liberación me rodearás; Te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar, sobre ti fijaré mis ojos;”

“No seáis como el caballo o como el mulo sin entendimiento que han de ser sujetados con cabestro y con freno porque si no no se acercan a ti; Muchos dolores habrán para el impío mas el que espera en Jehová le rodea la misericordia, alegraos en Jehová y gozaos justos, y cantad con júbilo todos vosotros los rectos de corazón.”

Es un Salmo muy bonito, muy profundo que tiene un trasfondo muy interesante, y antes de que entremos a fondo en lo que yo creo que Dios tiene para nosotros en este día a través de este Salmo vamos a hablar acerca del Libro de los Salmos en general.

Muchos de nosotros sabemos que el Libro de los Salmos es una colección de 150 poemas escritos por diferentes personas que expresan una variedad de emociones, es uno de los Libros más sentimentales de la Biblia donde uno encuentra temas de amor y adoración para con Dios, tristeza por el pecado, dependencia de Dios ante las diferentes circunstancias de la vida, también vemos el tema de la batalla entre el temor y el confiar en Dios, y el caminar en Dios en medio de un camino oscuro.

El Libro de los Salmos es un Libro donde por años, siglos los cristianos han ido ahí en busca de esperanza, en busca de aliento. En general cuando uno se siente mal, cuando uno se siente abrumado por el pecado, por los problemas de la vida uno como que va al Libro de los Salmos para buscar una palabra de esperanza, una palabra de aliento, y es muy interesante quizás darse cuenta de que los Salmos conectan tanto con nosotros porque fueron escritos por personas que estaban en medio de situaciones donde la única esperanza que ellos tenían era clamarle a Dios y a veces cuando nosotros nos encontramos en situaciones así recurrimos a los Salmos porque tienen ese mismo efecto de darnos esa esperanza, ese aliento que nos anima a seguir un día más sabiendo que nuestra historia no termina como en medio de la situación que estemos sino que nosotros sabemos cómo termina.

Ah, este Salmo en particular, el Salmo 32 es considerado uno de siete salmos penitenciales, y generalmente el término penitencial se relaciona con salmos que se prestan, que son himnos donde los miembros de una congregación o donde la persona individual está confesando sus pecados y se está permitiendo apelar al carácter misericordioso de Dios para experimentar Su misericordia.

Sin embargo cuando uno mira el Salmo 32 en específico uno se da cuenta que más que un Salmo penitencial donde el salmista está pidiendo perdón por sus pecados, donde el salmista está quebrantado, adolorido, el salmista está mas bien dándole gracias a Dios por haber perdonado su pecado, es un salmo que a pesar que se considera como uno de penitencia donde uno va para pedir perdón por mi culpa, por mi pecado, todo esto, este salmo es diferente porque es un himno de acción de gracias donde el Rey David está agradeciéndole a Dios por haberle perdonado.

Nosotros vemos un ejemplo en este salmo de cómo los salmistas compartían sus más profundas penas y su sentir con Dios directamente sin necesidad de ningún intermediario. El Salmo 32 es un testimonio del gozo que uno recibe al experimentar el perdón de Dios sabiendo que uno no merece ser perdonado, que es por gracia que uno es perdonado. Es un diálogo litúrgico entre el Rey David y Dios, un diálogo que comenzó a solas y luego se manifestó en la presencia de otras personas que estaban junto con el Rey David, y es una invitación a confesarnos para con Dios de manera que también podamos experimentar este gozo exhuberante que el Rey David experimentó al haber sido perdonado, y el Salmo 32 también nos enseña de que si venimos a Dios con corazones de confesión Él nos escucha y Él nos perdona.

Algo muy interesante acerca de este salmo es que muchas personas que estudian la Biblia lo conectan con el Salmo 51 y es un salmo que vamos a leer más adelante, y el Salmo 51 es un salmo que el Rey David escribió inmediatamente después de ser confrontado por el profeta Natán luego de haber pecado con Betzabé, todos conocen la historia un poquito que el Rey David se enamoró de una mujer que vió bañándose en una piscina y entonces el quiso acostarse con ella, se acostó con ella y ella quedó encinta, entonces como para tratar de cubrir su pecado él manipuló una estrategia de batalla y puso al esposo de esta mujer en la línea de combate para que a él lo mataran, entonces a él lo mataron y todo y entonces esto como que pasó sin que nadie se diera cuenta pero él sí sabía lo que había hecho, entonces el Salmo 32 es como una respuesta a lo que pasó en el Salmo 51.

Y mira lo que dice en el Salmo 51 versículo 13, estos son los versos que David escribió como prometiéndole a Dios que si Él lo perdonaba esto es lo que él iba a hacer, entonces en el Salmo 51 a partir del versículo 13 David le dijo al Señor: “Si me perdonas entonces enseñaré a los transgresores Tus caminos y los pecadores se convertirán a Ti; Líbrame de homicidios oh Dios, Dios de mi salvación, cantará mi lengua Tu justicia; Señor abre mis labios y publicará mi boca Tu alabanza”.

David estaba diciéndole a Dios: Señor si Tú me perdonas por esto que yo he hecho yo me estoy comprometiendo delante de Ti que yo voy a hablar acerca de Tus bondades, voy a hablar acerca de Tu misericordia infinita, voy a escribir salmos y alabanzas a Ti, entonces el Salmo 32 es un resultado de esta oración que él hizo.

Pero para que ustedes tengan una idea un poquito más clara del vocabulario que se está manejando en estos dos salmos yo quiero que leamos el Salmo 51 también para que ustedes vean la diferencia de tono en los dos salmos. En el primer Salmo, el 51 David está pidiendo perdón y en el Salmo 32 él está dándole gracias a Dios, mira lo que dice el Salmo 51, él le dice: “Ten piedad de mí oh Dios conforme a Tu misericordia, conforme a la multitud de Tus piedades, borra mis rebeliones, lávame más y más de mi maldad porque yo reconozco mis rebeliones y mi pecado está siempre delante de Dios”, este era un pecado que lo estaba atormentando a él, a pesar de que la mayoría de la gente no se había enterado de lo que él había hecho él sí lo tenía presente.

Y él le dice: “Contra Ti, contra Ti sólo he pecado y he hecho lo malo delante de Tus ojos, para que seas reconocido justo en Tu Palabra y tenido por puro en Tu juicio, he aquí en maldad he sido formado y en pecado me concibió mi madre, he aquí Tú amas la verdad en lo íntimo y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría. Purifícame con isopo y seré limpio, lávame y seré más blanco que la nieve, hazme oír gozo y alegría y se recrearán los huesos que has abatido; Esconde Tu rostro de mis pecados y borra todas mis maldades, crea en mi oh Dios un corazón limpio y renueva un espíritu recto dentro de mí; No me eches de delante de Ti y no quites de mi Tu santo espíritu. Vuélveme el gozo de Tu salvación y espíritu noble me sustente; Entonces enseñaré a los transgresores Tus caminos y los pecadores se convertirán a Ti; Líbrame de homicidios oh Dios, Dios de mi salvación, cantará mi lengua Tu justicia; Señor abre mis labios y publicará mi boca Tu alabanza porque no quieres sacrificio que yo lo daría, no quieres holocausto.”

“Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado y al corazón contrito y humillado no despreciarás Tú oh Dios”. Estas palabras encierran el corazón del Rey David, un corazón de una persona que estaba arrepentida finalmente en vista de lo que él había hecho, pero él estaba arrepentido, quizás pensó que el Señor no lo perdonaría pero aún así se postró delante de Dios y le abrió su corazón porque Dios lo conoce todo, pero él simplemente quería hablar con Dios como de hijo a padre, y él resolvió no quedarse abrumado por el pesar de su pecado sino que luego de experimentar el gozo del perdón de Dios entonces comenzó a darle gracias a Dios y ahí es que entonces nosotros comenzamos a ver lo que pasó con el Salmo 32.

Mira lo que dice el versículo 1 del Salmo 32, dice: “Bienaventurado aquél cuya transgresión ha sido perdonada y cubierto su pecado” ¿ven cómo cambia el tema? En el primer Salmo 51 él está clamando por piedad y por misericordia, está pidiendo: Señor perdóname, Señor ten misericordia de mí, pero una vez ya experimentó el perdón de Dios ya no hay más razón para que él se sienta menospreciado por Dios sino que ahora él está diciendo: “Bienaventurado aquél cuya transgresión ha sido perdonada y cubierto su pecado” “bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad y en cuyo espíritu no hay engaño” un espíritu que es transparente.

“Mientras callé se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día porque de día y de noche se agravó sobre mí Tu mano y se volvió mi verdor en sequedades de verano”. Los versos 1 y 2 del Salmo 32 establecen el tema y resaltan la razón por la cual David se siente bienaventurado.

La palabra bienaventurado significa feliz, extremadamente feliz, una proclamación exhuberante de aquéllos que experimentan el perdón de Dios, la palabra bienaventurado también se traduce como bendecido, entonces en el Salmo 32 está diciendo que la razón por la que él se considera un hombre bendecido es porque él ha sido perdonado por Dios y la razón de su felicidad interior se encontraba en esto.

Él se sentía bendecido porque sus pecados habían sido perdonados y es muy interesante ver aquí que la bienaventuranza o la bendición en la vida del Rey David no estaba necesariamente asociada con el bienestar material sino mas bien con la certeza de que su vida estaba bajo el cuidado y la protección de Dios.

Yo creo que por esto es que quizás las personas pobres a pesar de que quizás no tengan muchas comodidades en la vida también pueden experimentar la bendición genuina de Dios, se pueden sentir bienaventurados y bendecidos porque la verdadera bienaventuranza no se encuentra en cosas materiales.

Hoy en día si uno se pone a mirar en facebook, twitter, internet o hasta hablando por la gente uno se da cuenta que las únicas razones por las que se sienten bendecidos es por cosas materiales. Uno siempre dice que uno está bendecido cuando a uno le dan una beca para la universidad o cuando uno consigue un apartamento o le dan un aumento en el trabajo, cuando uno tiene una familia maravillosa, buena salud, buenos hijos, un ministerio vibrante en la Iglesia, y uno basa como que la bendición en esas cosas que se ven, pero yo creo que la bendición de la que está hablando el Rey David aquí va mucho más allá de eso.

El Rey David era el Rey de una nación, tenía a su disposición lo que quisiera: dinero, lugares, todo ¿qué no tenía él? es como, él no tenía necesidad de nada. Sin embargo en este Salmo lo que él está diciendo es que la razón por la que él se sentía bienaventurado y bendecido es porque él había experimentado el perdón de Dios. Es muy interesante ver cómo una persona que tiene tantas cosas se puede sentir vacío porque su gozo, su plenitud no se encuentra en estas cosas materiales que pueden pasar.

El problema con esto es que cuando nosotros basamos nuestra felicidad, nuestro sentir de ser bendecidos en este tipo de cosas materiales son cosas que no necesariamente nos guían a Dios.

Cuando nuestras necesidades están cubiertas uno en realidad no tiene necesidad de Dios. Por lo general uno viene a Dios cuando uno está en medio de un problema, uno siempre viene a Dios para pedirle cosas: Señor guíame, Señor ayúdame, Señor bendíceme y cuando le estamos diciendo que nos bendiga no tenemos en mente que nos perdone, queremos que nos bendiga dándonos algo que quizás nos va a acomodar un poquito.

Yo no estoy diciendo que los bienes materiales son malos, para nada, yo pienso que sí, que una casa, un carro, un trabajo, estudio, todas esas cosas son bendiciones de Dios pero el significado más profundo de la bendición de Dios no se queda ahí, es más profundo, va mucho más allá de eso, y es por esto que quizás la gente que no tiene una casa, no tiene un carro, no tienen cosas se sienten profundamente agradecidos con Dios porque se sienten bendecidos de saber que Dios está con ellos y que su felicidad no depende de estas cosas.

En el Nuevo Testamento en la Biblia hay 112 referencias en cuanto a las palabras bendecir, bendición, bendecido y lo interesante es que ninguna de estas citas bíblicas habla en cuanto a la prosperidad material. Yo voy a leer unos pasajes rápido ustedes no los tienen que buscar, pero solamente para que ustedes vean más o menos de qué se trata esto.

En Mateo en el pasaje de las bienaventuranzas Jesús está diciéndole a todas las personas que estaban presentes: Bienaventurado, se supone que la palabra bienaventurado significa bendecido, “Bienaventurados los pobres en espíritu, bienaventurados los que lloran, bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, bienaventurados sois cuando por Mi causa os vituperen” no hay ninguna referencia a posesiones materiales.

Mira lo que dice Lucas: “Bienaventurados los que oyen la Palabra de Dios y la guardan”, ¿okay? así es que uno es bendecido. En Romanos 4 el apóstol Pablo dice: “Bienaventurados aquéllos cuyas iniquidades son perdonadas y cuyos pecados son cubiertos”. Pablo está citando en el Nuevo Testamento el pasaje del Salmo 32 que nosotros acabamos de leer y vamos a hablar de eso un poquito más adelante, mira lo que dice Santiago: “Bienaventurado el varón que soporta la tentación” y en Apocalipsis habla de que: “Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor”, “Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero”.

En ninguno de estos pasajes en el Antiguo o en el Nuevo Testamento hay un indicio de que la bendición está necesariamente conectada con prosperidad material ni con circunstancias perfectas en la vida, al contrario, uno ve que aquí el Señor está diciendo que bienaventurados, dichosos, felices son estas personas que sufren por causa del Evangelio, son las personas que se aferran al Señor en cualquier circunstancia. Ser bendecido se refiere a aquéllas personas que reciben el favor y la gracia de Dios a pesar de las circunstancias de su vida.

En el caso de David su gozo no se encontraba en saber que él había sido perdonado por Dios aún cuando él no se lo merecía y quizás, yo pienso que nosotros debemos desarrollar un entendimiento de que las bendiciones materiales son buenas pero son temporales, son cosas que se quedan aquí.

La Biblia nos dice que en medio de estas circunstancias, las circunstancias difíciles de la vida sí podemos ser bendecidos y los pobres pueden experimentar estas cosas. Una familia saludable, la prosperidad material y buena salud son regalos maravillosos por los cuales podemos agradecer a Dios y debemos agradecer a Dios por estas cosas pero estas no son las bendiciones principales de Dios, Dios quiere que nosotros nos deleitemos en el conocimiento de que hemos sido perdonados.

En el verso 1: “Bienaventurado aquél cuya transgresión ha sido perdonada y cubierto su pecado”. La realidad es que todas estas cosas que nos rodean, un buen trabajo, una casa, un carro esas cosas en cualquier momento pueden cambiar. Usted puede tener el mejor trabajo del mundo pero si su salud desfallece usted deja de trabajar.

¿Cuántos de nosotros conocemos personas que en alguna temporada de su vida estaban bien, tenían todas sus cosas cubiertas? Quizás muchos de nosotros antes de venir a este país gozábamos de buenos títulos donde nos encontrábamos y al venir aquí nos encontramos de repente limpiando pisos o lavando baños, haciendo cosas que no tienen nada que ver con lo que uno hacía en el país de uno, eso no significa que uno no es bendecido porque la bendición de Dios no se contiene en un trabajo ni en una condición social, la bendición de Dios se queda con uno donde quiera que uno vaya independientemente de lo que uno esté haciendo, entonces tenemos que basar nuestras cosas en eso.

Ahora, David dice: “Bienaventurado aquél cuya transgresión ha sido perdonada” ¿qué significa la palabra transgresión? La palabra transgresión es un sinónimo de rebelión y pecado, entonces él está diciendo: Bienaventurado aquél cuya rebelión, cuyo pecado ha sido perdonado.

Una definición de transgresión dice que es una violación de un precepto, de una ley o de un estatuto, es una transgresión que uno hace intencionalmente rompiendo la ley, que fue lo que él hizo; él sabía que lo que él iba a hacer con esta mujer no estaba bien. Él sabía que tratando de arreglar la situación mandando a matar al esposo de esta mujer él sabía que eso era aún peor y aún así lo hizo, ¿y cuál fue el resultado? que no tuvo paz en su corazón hasta que confesó sus pecados y experimentó el poder de Dios.

El Salmo 32 como dije antes es un Salmo al cual el Apóstol Pablo en el Nuevo Testamento hace referencia. Cuando el Apóstol Pablo en Romanos capítulo 4 dice: “Bienaventurados aquéllos cuyas iniquidades son perdonadas y cuyos pecados son cubiertos” él está citando este Salmo 32, y él está hablando del Antiguo Testamento resaltando que el Rey David era un ejemplo de una persona que había sido justificada por medio de la fe y no por medio de las obras; él está diciendo: el perdón de Dios no se gana por las cosas buenas que uno haga.

David, él no trató de hacer el bien y decir: okay ¿cómo yo voy a arreglar esta situación? voy a dar dinero a los pobres, voy a ayudar a la familia del Señor que maté, voy a hacer esto, no, él no se fue con eso, él simplemente le pidió perdón a Dios y la justificación se encuentra en eso no en las obras que uno puede hacer, porque si no las personas que tuvieran más dinero podrían cubrir sus pecados repartiendo dinero, haciendo obras caritativas, haciendo todo tiempo de bien, pero no se trata de eso, se trata de simplemente uno venir humillado delante de la Presencia de Dios.

Pablo nos recuerda de que nosotros también podemos tener esta experiencia de experimentar el perdón de Dios si nos humillamos. Ahora, sabiendo de que las verdaderas bendiciones se encuentran en el perdón de Dios, de que Dios quiere perdonar a cada uno de nosotros nuestra tarea es mantener esto en mente y recordarlo.

Desde el Antiguo Testamento Dios se ha dado a conocer para con Sus hijos como un Dios que quiere perdonarlos porque Él sabe que nosotros vamos a seguir fallando, mientras estemos aquí en la Tierra vamos a seguir fallando, con nuestras palabras, con nuestros hechos, vamos a fallar, Dios está consciente de eso pero Él quiere perdonarnos.

Mira lo que Él le dijo a Moisés cuando le estaba entregando ¿ustedes se acuerdan cuando Dios le dió los diez mandamientos a la gente, verdad? las tablas, que Moisés bajó y entonces encontró un desastre en el pueblo, rompió las tablas y entonces subió otra vez unas nuevas leyes para el pueblo como una segunda chance, mira lo que dijo Moisés en cuanto al carácter de Dios en ese entonces, él dijo en Éxodo: “Jehová, Jehová, fuerte, misericordioso y piadoso, tardo para la ira y grande en misericordia y verdad, que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado” este era el carácter de Dios, así era como Moisés conocía a Dios, así es como Dios se daba a conocer para con todas las personas en Israel y así es como Dios se quiere dar a conocer para con nosotros. Más que como un Dios que nos quiere dar bendiciones materiales Él quiere que nosotros lo reconozcamos como un Dios que es grande en misericordia.

David se consideró bendecido porque él sabía que el Señor le había perdonado y el perdón de Dios no es algo que nosotros debemos tomar a la ligera pero yo creo que nosotros sí lo tomamos a la ligera, nosotros no meditamos en la grandeza del perdón de Dios y cuando nosotros no meditamos en la grandeza del perdón de Dios en nuestra vida nuestro caminar con Dios se convierte en una gracia barata que es una gracia que nosotros damos por sentada y simplemente hacemos lo que hacemos porque sabemos que Dios nos perdona y ya, no estamos compungidos por el perdón de Dios.

Nos hemos acostumbrado al hecho de que hemos sido perdonados y es como si ni siquiera debiéramos agradecerle a Dios por esto, por esto es que se nos hace fácil caer en chismes, una mentirita blanca, robarse los lapiceros de la oficina, hay como cosas leves que uno hace a diario porque uno simplemente se siente perdonado por Dios y no es algo como que tan grande, y solamente le agradecemos a Dios cuando Dios nos da cosas materiales, pero ¿cuándo fue la última vez que usted se sentó en su casa a darle gracias a Dios no por un aumento, no por una ropa, no por su salud sino por el hecho de que Dios lo ha perdonado? Es muy fácil darle gracias a Dios cuando Dios nos saca de un problema pero es bien difícil recordar de dónde Dios nos ha sacado espiritualmente.

A veces nosotros creemos que el hecho de que un día hicimos la oración de fe y nos convertimos, nos perdonamos es suficiente y ya, no hay que pensar más en eso pero yo pienso de que Dios sí quiere que nosotros mantengamos en mente de que Él nos perdonó, sí, salvos por Su gracia pero es una cosa constante porque a diario nosotros fallamos.

Yo quiero leer un pasaje en Lucas capítulo 7 versículo 36 que ilustra un poco la actitud de dos personajes en cuanto al perdón de Dios en sus vidas. Si pueden ir conmigo al Libro de Lucas capítulo 7 versículo 33, yo voy a tratar de ilustrar lo que estoy tratando de decir con esta historia, okay mira lo que dice aquí, esta es la historia de una pecadora que ungió los pies de Jesús.

Dice: “Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él” lo invitó a su casa, los fariseos eran los líderes religiosos, y le dice: “y habiendo entrado en casa del fariseo se sentó a la mesa, entonces una mujer de la ciudad que era pecadora al saber que Jesús estaba en la mesa en casa del fariseo trajo un frasco de alabastro con perfume, y estando detrás de Él a Sus pies llorando comenzó a regar con lágrimas Sus pies y los enjugaba con sus cabellos, y besaba Sus pies, y los ungía con este perfume; Cuando vió esto el fariseo que le había convidado dijo para sí: este si fuera profeta conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora.”

“Entonces respondiendo Jesús le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte, y él dijo: ¡oh! di maestro; Un acreedor tenía dos deudores, el uno le debía quinientos denarios y el otro cincuenta, y no teniendo ellos con qué pagar perdonó a ambos, di pues cuál de ellos le amará más.”

“Respondiendo Simón dijo: pienso que aquél a quien le perdonó más; Y Él le dijo: rectamente has juzgado, y vuelto a la mujer dijo a Simón: ¿ves a esta mujer? Entré a tu casa y tú no me diste agua para mis pies, mas esta ha regado mis pies con lágrimas y los ha enjugado con sus cabellos. No me diste beso mas esta desde que entré no ha dejado de besar mis pies, no me ungiste mi cabeza con aceite mas esta ha ungido con perfume mis pies, por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados porque amó mucho, mas aquél a quien se le perdona poco, poco ama. Y a ella le dijo: tus pecados te son perdonados.”

Esta historia para mí es una ilustración de un corazón agradecido que reconoce que ha sido perdonado y quiere expresar su gratitud para con Dios. Para esta mujer el saber que ella podía ir delante de Jesús y besar sus pies a ella no le importó quizás gastar todos sus ahorros en este frasco de alabastro, besar los pies de Dios, ungirlos con sus lágrimas, pero sin embargo el fariseo que conocía la Escritura, que andaba recto delante de Dios al ver a Jesús como que no se emocionaba, como que nada le pasaba porque ya él estaba salvo, ya él ni siquiera pensaba en sus pecados y yo pienso que muchos nos comportamos así a veces; mientras más tiempo pasamos en el Evangelio pensamos que ya lo sabemos todo, sí, Dios nos salva, Dios nos ama, que esto que lo otro y ya no tenemos la necesidad de postrarnos ante los pies de Jesucristo.

Por eso es que usted generalmente gente nueva en el Evangelio que son la gente que más se quebranta, la gente que más viene porque para ellos está fresco en su mente: wow Dios me perdonó mis pecados, esto es algo grande, esto es algo que no se puede tomar a la ligera, esto es algo que no se puede dar por sentado y son la gente que está dispuesta a ir y buscar ese momento de intimidad con Dios, y esto es lo que Jesús les está diciendo a estas personas en este cuadro. Ahora, cuando uno se da cuenta de qué tan pecadores somos y de cuánto Dios nos ha perdonado no tenemos otra opción que simplemente postrarnos ante el Señor y darle gracias por habernos perdonado.

Vamos a volver a nuestro pasaje en el Salmo 32, mira lo que dice el versículo 2: “Bienaventurado aquél cuya transgresión ha sido perdonada y cubierto su pecado, bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad y en cuyo espíritu no hay engaño.” La palabra engaño aquí se refiere a aquéllas personas que tratan de engañar a Dios encubriendo sus pecados y al mismo tiempo se engañan a ellos mismos, y engañan a las personas a su alrededor, son personas que se neutralizan en cuanto a darse cuenta de que ellos viven en pecado y ya ni siquiera les afecta eso, y ellos viven una vida donde se engañan ellos mismos.

David trató de engañarse a sí mismo al no confesar sus pecados para delante de Dios, la gente no sabía lo que David había hecho pero él sabía y Dios sí sabía, y es muy interesante de que David sabiendo que Dios es omnisciente, que Dios todo lo sabe aún así sintió la necesidad de confesar sus pecados.

Él pudo haber dicho: bueno Dios sabe que yo hice esto pero Él conoce mi corazón, Él sabe que yo estoy arrepentido, sigo adelante y no ha pasado nada, pero no, él no experimentó la paz y el perdón de Dios hasta que él confesó con su boca lo que él había hecho.

Mira lo que él dijo en el versículo 3: “Mientras callé se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día.” Aquí nosotros vemos la pérdida de vitalidad en la fuerza, la pérdida de la paz interior que David tenía y quizás esa era una de las formas que el Señor estaba tratando de usar para que David entonces volviera en sí y dijera: es que yo tengo que confesar mis pecados.

Hay personas que piensan que a veces Dios permite que lleguen pruebas a nuestras vidas porque estamos muy cómodos, porque no estamos pasando suficiente tiempo en oración entonces el Señor dice: Muy bien déjame mandarte otra cosa para que tú te acuerdes que tú tienes que depender de mí y no de tus propias fuerzas, de tus propios logros.

Mira lo que dice el versículo 5: “Mi pecado te declaré” en otras palabras, reconocí ¿verdad? reconocí mi pecado, “y no encubrí mi iniquidad, dije: confesaré mis maldades a Jehová y Tú perdonaste la maldad de mi pecado”. Nosotros somos bendecidos cuando nosotros confesamos nuestros pecados y decidimos andar en integridad delante de Dios y delante de los hombres.

Nosotros somos bendecidos cuando rehusamos vivir engañándonos a nosotros mismos ¿y a qué yo me refiero con engañándonos a nosotros mismos? Cada uno de nosotros sabe con qué lucha, todos nosotros tenemos luchas diferentes. Quizás para unos es: me gusta el chisme porque me entretiene y yo no estoy hiriendo a nadie con eso, usted tiene un problema con la mentira o la avaricia, o el orgullo, son cosas leves que quizás uno ve muy normal pero más que esas cosas quizás hay otros pecados más oscuros que usted tiene en su vida y usted sabe cuáles son.

¿Cómo uno vive engañándose a uno mismo cuando uno falla en reconocer esos pecados y traerlos delante de Dios en confesión y en arrepentimiento? A menudo nos es fácil rodearnos de personas que se gozan en nuestros logros, de personas que nos apoyan en todo, de personas que quizás cuando uno les comparte las luchas que uno tiene tratan de tapar el sol con un dedo y te dicen: mira no te preocupes por eso, it’s not that big of a deal, pero yo pienso que nosotros debemos rodearnos con personas que más que se gocen con nuestros logros y nuestras cosas hagan las preguntas difíciles y nos digan: ¿cómo está tu relación con Dios? ¿cuándo fue la última vez que te postraste delante de Dios y le diste gracias porque te perdonó, o cuándo fue la última vez que te postraste delante de Dios para pedirle perdón por tus pecados?

Ese tipo de preguntas nadie las hace. Por lo general uno: ¡ay, te dieron un carro, una promoción! ¡ay ¿cuándo damos una vuelta, cuándo vamos para tu casa? pero pocas veces la gente dice: okay ¿cuándo vamos para tu casa y vamos a ir a orar por ti? vamos a ir a bendecir tu casa, son cosas que nosotros tenemos que pensar.

David reconoció su pecado y Dios le perdonó la iniquidad de su pecado. El versículo 1 cuando él habla de que se confiesa: “La confesión significa afirmar nuestra intención de abandonar el pecado de manera que podamos seguir a Dios fielmente.” La confesión tiene que ver con el arrepentimiento, no es simplemente confesar el pecado simplemente por verbalizarlo y externalizarlo. Cuando uno confiesa el pecado uno necesita abandonar ese pecado.

Mira lo que dice la Biblia en Primera de Juan 1:19, dice: “Si confesamos nuestros pecados Él es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos de toda maldad” esto es en el Nuevo Testamento. Mira, vamos a ver los versículos 8, 9 y 10 de Primera de Juan, mira lo que dice Primera de Juan 8, 9 y 10: “Si decimos que no tenemos pecados nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros, si confesamos nuestros pecados Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. SI decimos que no hemos pecado le hacemos a Él mentiroso y Su Palabra no está en nosotros.”

El confesar los pecados se supone que nos libere para nosotros disfrutar una comunión más íntima con Dios, una relación con Dios sin ningún tipo de vergüenza, no hay necesidad de sentirse avergonzados.

Algunos cristianos no entienden cómo funciona lo de la confesión de pecados, ellos se sienten culpables y confiesan sus pecados una y otra vez, una y otra vez y se les hace difícil aceptar el perdón de Dios en sus vidas. Algunos cristianos creen que Dios les perdona cuando confiesan pero que si ellos en algún momento mueren con un pecado sin haber sido confesado pues como que se van a perder, estas personas no entienden que Dios quiere perdonarnos, que Dios permitió que Su Hijo muriera en la cruz para Él poder ofrecernos ese perdón, Él utilizó a Dios en nuestro lugar para Él podernos ofrecer este perdón.

Nosotros no necesitamos confesar todos los pecados de nuestro pasado una y otra vez y no necesitamos temer que Dios nos va a rechazar si no mantenemos nuestras vidas perfectas delante de Él. Yo pienso que muchas personas no vienen a los caminos de Dios porque nosotros vendemos una imagen de que hay que ser perfecto para estar dentro de una Iglesia, de que uno no puede pecar, de que uno no puede fallar y eso es mentira. Lo que nos diferencia a nosotros de las personas pecadoras fuera de la Iglesia es que nosotros somos pecadores arrepentidos, igual que ellos, ellos son pecadores, nosotros somos pecadores, la diferencia es que nosotros nos hemos arrepentido y ellos quizás necesitan arrepentirse, y nosotros no podemos ser un obstáculo pretendiendo de que nuestras vidas son perfectas, de que no tenemos más necesidad de perdón. Nosotros tenemos que ser vulnerables y dejarle saber a la gente: yo soy tan pecador como tú, la diferencia entre tú y yo es que yo vengo delante de Dios y yo trato de pedirle perdón a Dios, y trato de cambiar, porque no es simplemente pedirle perdón de la boca para afuera.

La verdadera confesión involucra un compromiso a no seguir pecando. Cuando el Rey David se confesó y se arrepintió de este pecado él no lo volvió a hacer. Él dijo: yo mas nunca vuelvo a acostarme con una mujer que no sea mi esposa, esto que yo he hecho es grave, yo tengo que arrepentirme y salir de eso, y ese es el principio que nosotros debemos de seguir. Cuando confesamos cualquier pecado debemos de tratar de no volverlo a hacer sea lo que sea.

Cuando nosotros confesamos nuestros pecados nosotros estamos haciendo tres cosas, número uno: estamos acordando con Dios de que nos vamos a apartar de esas cosas, número dos: estamos asegurándonos de traer estas cosas delante de Dios y número tres: estamos reconociendo nuestra tendencia a pecar y nos vemos obligados a depender del poder de Dios.

Cuando uno confiesa los pecados con Dios uno no lo está reconociendo pero uno está diciendo: Señor ayúdame a no hacerlo otra vez, y tenemos que prestar atención a las cosas pequeñas porque quizás usted dice: yo no soy un hombre adúltero, yo no le soy infiel a mi esposa, yo no robo, yo no he matado a nadie, okay pero ¿qué tal esos comentarios que uno hace semana tras semana criticando a otras personas? eso es chisme, eso no agrada a Dios.

¿Cuándo fue la última vez que usted se arrepintió por estar hablando de una persona a sus espaldas? y si usted se arrepintió por hacer esas cosas ¿volvió usted a caer en lo mismo unos meses después o está tratando de no volver a caer en lo mismo? ¿cuándo fue la última vez que usted se arrepintió de tener esas conversaciones que no edifican?

El punto del arrepentimiento y la confesión de los pecados es que uno se de cuenta de lo que uno está haciendo mal y uno trate de cambiar, porque si uno no trata de cambiar de nada sirve que uno se arrepienta.

Mira lo que dice en el versículo 6: “Por esto orará a Ti todo santo en el tiempo en el que puedas ser hallado”, la palabra “por esto” nos muestra que es una lección para todo santo, todo cristiano en cuanto a la necesidad de ofrecer oraciones de confesionarios en el tiempo en el que Dios puede ser hallado, ¿cuándo Dios puede ser hallado? ahora, en cualquier momento uno puede venir delante de Dios y ofrecerle oraciones de arrepentimiento, esto fue lo que el Rey David estaba compartiendo.

Cuando el Rey David escribió el Salmo 32 él estaba en una audiencia con otras personas y él estaba declarando de que él se sentía bendecido, se sentía agradecido de que Dios lo había perdonado y él estaba animando a la gente a que confesaran sus pecados para con Dios, no necesariamente en una audiencia pública sino para con Dios y de que trataran de arrepentirse, y que cambiaran su forma de ser.

Yo creo que lo que nosotros podemos aprender del Rey David en este salmo es que David reconoció su pecado y su tendencia a hacer el mal. Él reconoció que el pecado era una rebelión contra Dios mismo porque él sabía que él no debía hacer ciertas cosas y sin embargo las hacía. Yo creo que por eso es que David es reconocido en la Biblia como el hombre más cercano al corazón de Dios porque a David no le temblaban los labios para confesar sus pecados delante de Dios, para postrarse delante de Dios.

David era un hombre fuerte que no necesitaba nada pero sin embargo cuando él estaba con Dios Él se humillaba y decía: yo soy Tu hijo, yo no soy nada y así es que son las cosas, él hablaba claro abiertamente con Dios, muchas veces nosotros decimos: ah pero es que Dios sabe, Dios sabe, sí, Dios sabe pero Él quiere hablar contigo.

Los que son padres quizás se pueden identificar con esto cuando usted sabe que su hijo ha hecho algo y usted como que espera a ver si su hijo le va a decir, y el hijo se hace el loco o se hace la loca y usted: ¿cuándo me va a decir, cuándo me va a decir? ¿cómo se siente usted cuando su hijo finalmente viene y le dice lo que él hizo, cuál es su impulso? Su primero impulso quizás no es castigarlo, es perdonarlo, pero quizás usted dice: bueno pero lo tengo que corregir porque hay consecuencias, y esto fue lo que hizo Dios con el Rey David. El niño que fue fruto de ese acto murió ¿okay? Dios lo perdonó pero su hijo murió, el pecado trae consecuencias.

Cuando uno se arrepiente Dios nos perdona y uno puede estar seguro que Dios nos perdona y es como quien dice: borrón y cuenta nueva, pero pueden haber consecuencias de lo que uno hace. Lo bueno del caminar en Cristo es que las consecuencias no las enfrentamos solos, las consecuencias nosotros las enfrentamos con Dios, y Él dice: Te voy a castigar pero Yo estaré contigo, eso fue lo que Dios le dijo a Moisés.

Cuando Dios estaba llamando a Moisés a salir Él no le dijo: Todo te va a ir bien, Él no le dijo todo te va a ir mal, Él le dijo: Yo estaré contigo, si las cosas te van bien Yo voy a estar contigo, si las cosas te van mal Yo voy a estar contigo.

Hoy nosotros vamos a celebrar la Santa Cena, la comunión y yo quiero que nosotros tomemos la Santa Cena hoy de una manera diferente. Yo quiero invitar a los ujieres a que se preparen y que repartamos los elementos de la Santa Cena y le voy a pedir al Pastor Samuel que nos ayude también, pero yo quiero que nosotros tomemos unos minutos ahí donde usted está en su asiento para pensar y reflexionar en las cosas que nosotros hemos hecho esta semana o quizás en los últimos meses que aún no hemos tomado el tiempo para traerlas delante de Dios.

Cuando nosotros tomamos la Santa Cena se supone que nosotros estamos reflexionando en lo que Dios ha hecho en nuestras vidas y yo quiero que hoy como el Rey David fue delante de Dios, se postró y confesó sus pecados que nosotros confesemos nuestros pecados también, en silencio ahí donde usted se encuentra, delante de Dios antes de tomar la Santa Cena, y yo les invito a que esto no sea algo que hacemos hoy y ya no lo volvamos a hacer, yo les invito a que ustedes hagan esto, traten de hacer esto semanalmente en su casa.

Cada uno de nosotros sabe con lo que lucha, nadie conoce su corazón mejor que usted y Dios pero es ese corazón al que Dios quiere acercarse en el silencio de su corazón, en el silencio de su casa, Él quiere que usted venga delante de Dios semana tras semana y le diga: Señor perdóname, ayúdame a cambiar las cosas que necesito cambiar, que nosotros podamos confesar nuestros pecados de manera que nosotros podamos decir como dijo David: bienaventurado, feliz aquél cuya transgresión ha sido perdonada y cubiertos sus pecados, que nosotros podamos experimentar ese gozo de que Dios nos perdona no importa lo que uno haga.

Quizás para David haber cometido adulterio y haber asesinado a un hombre era lo más grande y él decía: yo no tengo perdón de Dios, pero él se postró delante de Dios sin importar y le pidió perdón, y Dios lo perdonó, entonces hermanos: no hay pecado tan grande que Dios no quiera perdonarnos, Él simplemente quiere que nosotros vengamos delante de Él, abramos nuestro corazón, le pidamos perdón y le pidamos Su ayuda para cambiar lo que nosotros necesitamos cambiar.

Y si tú estás aquí el día de hoy y aún no has tenido un tiempo para hacer esa oración de fe para pedirle al Señor que entre a tu vida, que te perdone, que te ayude a cambiar para tú comenzar a vivir de una manera diferente y pasar del grupo de los pecadores no arrepentidos al grupo de los pecadores arrepentidos yo te invito a que tú hagas esa oración ahí en tu asiento, es algo entre tú y Dios, y si tú haces esa oración después tú puede encontrarme a mí o a cualquiera de los Pastores, a los ujieres, a cualquiera en esta Iglesia y decirle: yo quiero comenzar a vivir de una manera diferente, yo quiero comenzar una nueva vida con Cristo ¿cómo yo puedo comenzar a hacer eso? la vida cristiana es una vida que se vive en comunidad, no para juzgarnos los unos a los otros sino para ayudarnos a acercarnos a Dios cada día más.

Una jornada de fe

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Hebreos capítulo 11 es un conocido pasaje acerca de la fe a la cual estamos siendo llamados. Déjenme comenzar diciendo algo del origen de este mensaje que compartí esta mañana con el ministerio en inglés, y quizás sobre todo quería compartirlo con ese grupo en particular, no el ministerio en inglés sino ese grupo de ese servicio en inglés, compartí ese sermón porque fue como la primera vez que explorábamos esta posibilidad de un servicio a las 9 de la mañana exclusivamente en inglés, y yo sentía del Señor que era como abriendo algo nuevo, algo diferente aunque hemos hecho ya cosas parecidas, y que era un momento de cierto peso, y quería marcarlo en el marco bíblico de fe y de entendimiento como Iglesia.

Y ayer en la tarde mientras le pedía al Señor sabiduría acerca de qué predicar que le hiciera justicia a ese momento me vino a la mente la imagen de Abraham cuando Dios lo llama y le dice que se vaya de su tierra y de su parentela a un lugar que Él le habría de mostrar, y me parece que ese es el momento en que esta Iglesia se encuentra y el proceso que esta Iglesia ha estado viviendo a través de los años, de lo cual esta etapa es parte y es una nueva manifestación de esas instrucciones que recibimos de vez en cuando de parte del Señor para hacer cambios y ajustes en nuestro ministerio.

Yo le he dicho al pueblo que esto no es de iniciativa mía en realidad, yo no creo que es de iniciativa mía cambiar ese servicio de las 9 a inglés y mover nuestro grupo en español a las 12 porque si fuera iniciativa mía tendría más dudas de las que ya tengo porque la fe es agónica, es así, pero siento que el Señor nos está llamando a una nueva etapa de fe, a un nuevo proceso de fe. Marylin God bless you, great to see you, Marilyn bendiciones.

Dios nos está llamando a una jornada mayor de fe, nos está declarando la nueva etapa que tenemos que vivir y ese cambio digo que no es un experimento para mí, no es como que yo estoy trasteando con el motor a ver si sale algo bueno, yo siento que estamos en la Presencia misma del Señor, que estamos siendo dirigidos por Dios a hacer algo heróico, heróico y arriesgado, y generoso, y desprendido también, porque nuestro pueblo latino está siendo llamado a desprenderse de algo que es muy bueno y muy agradable, venir a las 9 de la mañana los que les gusta venir a las 9 de la mañana por diferentes razones, y estamos como cediendo ese espacio, ese pedazo de real estate de la Iglesia para algo que no nos da a nosotros personalmente tanto provecho ni tanto disfrute al nivel emocional, y los estamos haciendo por puras razones clínicas ministeriales evangelísticas buscando los intereses del Reino de Dios, no lo estamos haciendo porque como que queremos mejorar un poquito las cosas o experimentar con algo que nos dé mejor resultado, sino que es una voz divina yo creo que estamos escuchando y que nos avanza, y que nos lleva más hacia adelante en lo que Dios quiere para esta Congregación y el destino que Dios tiene para ella.

El escritor de Hebreos en ese famoso pasaje de Hebreos 11 que habla acerca de la fe, lo que es la fe, habla acerca de lo que Abraham hizo y cómo Dios se acercó a Abraham, pero antes de ir a Hebreos 11 déjeme ir mejor hacia atrás y conectarnos con el momento original que se encuentra en Génesis capítulo 12 al comienzo de la carrera, de la jornada espiritual de Abram. En este momento Abraham todavía, la h todavía no ha sido añadida a su nombre por lo menos en español como está traducido porque todavía él no es ese padre de multitudes, su nombre no ha sido anchado todavía, es Abram, un beduíno común y corriente que Dios por alguna razón que sólo Él conoce decidió ensanchar su nombre y ensanchar su autoridad, y su alcance espiritual.

Pero dice en el capítulo 12 de Génesis que: “Jehová le había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre a la tierra que Yo te mostraré” y ayer pensando se me vino a la mente esa escena de Dios hablándole a Abraham y diciéndole: Deja lo que te es familiar, deja lo que te es cómodo. ¿Usted se imagina? se dice que los ancianos son muy apegados a sus costumbres y a su territorio familiar, no les gusta abandonar sus hábitos ni sus lugares comunes quizás porque están en una etapa frágil y no quieren aventurarse a cosas nuevas, pero a los 75 años de edad o quizás un poco antes Dios le dice a este hombre: Deja todo lo que te es familiar, deja todo lo que te es cómodo, deja todo lo que tú sientes que estás en control, ponlo a un lado y abandónalo, esa es la instrucción que Dios le da, y yo digo que ese momento es el momento esencial en toda jornada de fe y en toda vida que vive por fe.

Y por eso el escritor de Hebreos escoge este momento como uno de los grandes momentos de fe, porque toda movida de fe en la vida de un hombre o de una mujer de Dios involucra precisamente eso, involucra algo que te es familiar, que te es valioso, que te da comfort, que te da un sentido de seguridad y ponerlo a un lado para lanzarte a algo que Dios tiene para ti, y eso es amenazante, cuando tú te desvistes y te despojas de algo que tú amas porque te da tranquilidad, porque Dios te lo ha dicho.

Y ese es el proceso en el que muchos de nosotros estamos involucrados a lo largo de nuestra vida. Puede ser un joven que sale de su país para venir a estudiar a Estados Unidos porque siente que Dios lo está llamando en esa dirección. Puede ser alguien que decide comprar una casa y se aventura ¿cómo voy a pagar las mensualidades? y todo lo que eso implica, los muebles, puede ser una persona que se va a casar con otra persona y tiene que aventurarse a compartir su vida de aquí en adelante en una forma íntima con otro ser humano con toodo lo que eso implica, puede ser un estudiante que a mitad de camino en su carrera Dios lo está enviando en otra dirección y tiene que reponer un año de esos años que ya ha estado estudiando o cambiarlo todo completamente, muchas diferentes maneras en que a través de la vida Dios a veces nos cambia el mundo y nos dice: No, ese no es el camino, este es el camino que tienes que seguir y uno tiene que decidir: ¿voy a obedecer a Dios o me voy a quedar en el lugar que me es familiar y me es seguro?

¿Voy a apostar a Dios? o voy a decirle: mira Señor ¿sabes qué? ya a estas alturas del juego yo lo que quiero es retirarme, estar tranquilo, no me molestes con retos demasiado grandes. Yo creo que eso es lo que todos nosotros tenemos que decidir.

Ese momento en que Dios le dice a Abraham: Mira vete de tu tierra y de tu parentela, ese es el momento en que si tú vas a vivir una vida de fe vas a tener que vivir muchas veces a través de tu vida, y los que hemos vivido esos momentos sabemos que nosotros hemos orado y hemos examinado nuestras motivaciones, y hemos tomado tiempo para estar delante del Señor y examinarnos con honestidad, si hemos consultado con otra gente madura en la fe, si hemos consultado la Palabra de Dios, si hemos determinado que no lo estamos haciendo por alguna motivación individual, personal, y una vez que hemos pasado por todos esos puntos y esa voz todavía está allí diciéndonos: tienes que hacer esto, tienes que hacer lo otro, entonces lánzate en el Nombre del Señor y Dios te respaldará.

Y si te equivocaste Dios se asegurará de enderezar tu camino, y si no llegas al lugar donde tú pensabas que ibas a llegar llegarás a otro que va a ser mejor porque así es Dios cuando tú buscas Su gloria. Nunca dejes de vivir por fe, recuerda eso, si tú vas a ser creyente genuino, auténtico el distintivo de tu vida tendrá que ser vivir por fe y tener esos momentos que te van a dar terror cuando tú mires al abismo y veas lo que está allí que no puedes ver el fondo y te dicen: tírate, y ya tú lo vas a hacer en el Nombre del Señor porque dice la Palabra del Señor que tus pies no tropezarán en piedra, a sus ángeles mandará cerca de ti a que te guarden en todos tus caminos.

Cuando uno pone su fe y su confianza en el Señor y uno está seguro o más o menos seguro de que uno está haciendo las cosas para la gloria de Dios no tema, láncese en el Nombre del Señor, y esa es la vida que Dios bendice y que Dios honra en la cual el Señor es glorificado grandemente.

Yo digo que la fe es la medida esencial del Reino de Dios, la fe es la moneda con la cual se compra y se vende en el Reino de Dios. La Bibli dice que sin fe es imposible agradar a Dios, si tú quieres vivir por fe vas a tener que vivir por fe y no por vista.

El versículo 38 de Hebreos capítulo 10 dice: “Mas el justo vivirá por fe” el riel sobre el cual el justo se monta es fe, es creerle a Dios cuando todo dentro de ti te grita: no lo hagas, es poner en entredicho tu carne y escuchar una voz mas alta, un principio más alto que va más allá de tus emociones y de lo que tus instintos te dicen que hagas, eso es fe, proceder conforme al manual, proceder conforme a principios y no conforme a emociones.

Cuando tú entras en la carrera cristiana entiendes que Dios te está llamando a vivir conforme a unos principios mucho más altos que tu carne y tus emociones, tu sentido de seguridad, tu deseo de lo familiar, Dios te está llamando a vivir como uno se toma una pastilla, simplemente se la toma con agua y ni siquiera piensa en qué sabe, simplemente se la toma porque eso es lo que hay que hacer.

Y así nosotros estamos navegando como Iglesia en este tiempo, y así hemos navegado a través de todos los años que hemos existido como Congregación, siempre ha sido por fe para gloria del Señor y Dios nos ha hecho una Congregación que se mueve de esa manera, y que cuando creemos que ya todo está bien normal Dios nos dice: Espérate, nos mete una zancadilla y nos dice: Ahora te falta esto, comienza de nuevo.

Dios demanda tanto de Abraham que no solamente le dice: Vete de lo que es cómodo sino que le dice: A una tierra que Yo te voy mostrar, a la tierra que te mostraré; en otras palabras ni siquiera le dice a dónde va, le dice simplemente: Comienza a caminar y en el camino yo te diré dónde tienes que ir, y eso es algo que también si tú quieres vivir una vida de fe tienes que aprender.

Yo siempre pienso en las palabras del poeta español creo que fue Antonio Machado que dijo: caminante, no hay camino, se hace camino al andar; caminante, no hay camino, sólo estelas, en otras palabras el trazo que deja un bote cuando va, que deja atrás, sólo estelas en la mar, eso es todo. El camino en la vida cristiana se hace dando un paso delante del otro caminando por fe y tú no sabes muchas veces si vas a terminar en un callejón sin salida o si vas a caerte por un barranco, todo es posible y Dios no te garantiza totalmente una cosa ni la otra.

Fe no es estar seguro de todo sino a pesar de tu inseguridad seguir caminando en el Nombre del Señor y yo he aprendido que eso es uno de los modelos más importantes de tu vida si tú quieres crecer en el Señor, si Dios te dice algo hazlo, si no tienes todo claro delante de ti trata de buscar toda la luz que tú puedas y en el camino Dios te va a encontrar, y Él abrirá todo el camino delante de ti.

El escritor de Hebreos cientos y cientos, probablemente 1500 años después o algo así, meditando en cómo ilustrar lo que es la fe para ilustrar al pueblo de Dios escribe uno de los ejemplos más exaltados de fe. De paso, Abraham tuvo dos momentos grandes de fe, uno fue ese momento cuando salió a caminar en esa tierra que no conocía, y tuvo un segundo momento que fue cuando Dios le pidió que sacrificara a Isaac, yo hablé acerca de eso hace unas semanas atrás, y vimos que ahí también Dios le pidió que sacrificara lo que él más amaba que era ese hijo que él había tenido a los cien años de edad, que era hijo y nieto a la vez también, y a los cien años de edad Dios le dice: Ahora ese hijo que Yo te di sacrifícamelo, y Abram, ahora Abraham decide obedecer a Dios.

Lo interesante es que ya Abraham ha aprendido algunas lecciones fíjese, porque cuando Isaac le pregunta: pero papá, porque Abraham no le han informado acerca de lo que va a pasar, e Isaac le dice: tenemos la leña, tenemos el fuego ¿y dónde está el cordero? y Abraham no le dice: tú eres el cordero, le dice: Dios proveerá, de ahí viene la palabra Jehová Jiré, eso fue lo que él dijo en hebreo, Dios proveerá el cordero hijo mío.

Y dice el escritor de Hebreos que Abraham pensaba que Dios era poderoso para que si él terminaba matando a su hijo Dios lo podía resucitar, así que él había aprendido que aunque él no sabe lo que va a pasar, él no tiene totalmente claro el proceso el Señor será fiel y Dios se asegurará de que todo resulte para bien al final, y nosotros estamos así y hemos estado así a través de los años, siempre confiando que Dios tiene todas las piezas de este proceso que nosotros estamos viviendo como Congregación.

El escritor de Hebreos en el versículo 8 de Hebreos 11 dice: “Por la fe Abraham siendo llamado obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia, y salió sin saber a dónde iba; por la fe habitó en la tierra prometida como en tierra ajena morando en tiendas con Isaasc y Jacob, coherederos de la misma promesa” y yo les decía a los hermanos en esta mañana que a Dios le encantan las tiendas; tiendas no en el sentido de Marshall’s y no, no tengan ideas aquí, ah, yo sabía, por eso es que a mí me encantan tanto las tiendas, no, abandonen eso, ya yo las ví mirando maliciosamente a sus esposos diciendo: ¡tú ves, te lo dije! No son ese tipo de tiendas son tiendas de campaña.

Pero a Dios le gustan las tiendas ¿sabe por qué? porque la fe se lleva muy bien con las tiendas de campaña, porque las tiendas de campaña son fáciles de montar y desmontar, son muy portátiles, muy portables, y si usted camina en fe usted necesita estar listo para moverse en cualquier momento que Dios le diga. Si usted en el desierto se construye una casa de cuatro dormitorios y una piscina tiene problemas porque el desierto está hecho para simplemente moverse, por eso los beduinos viven en tiendas de campaña porque siempre se están moviendo de un lado para el otro, tienen que hacerlo.

Cuando Dios mandó al pueblo hacia Canaán los mandó a habitar en tiendas, y yo creo que les estaba dando una lección, una preparación en sus vidas para que aprendieran a vivir en fe, y el tabernáculo que Él les instruyó que construyeran no era el templo final que habrían de construir cuando entraran a Canaán, era una estructura que los sacerdotes y los levitas ensamblaban en un momentito, lo montaban y lo desmontaban como hicimos con el piano acá, el púlpito, fácil de mover, las columnas eran postes y las paredes y el techo eran pieles de animales, y los candelabros y las cosas que usaban eran fáciles de desmontar y meter en un receptáculo y llevarlo al próximo sitio al que Dios los tenía que llevar.

Y Dios les proveyó una columna de humo, una nube de humo y una columna de fuego para que los orientara en la noche y en el día, yo digo: wow ¿por qué no les dió un GPS? caramba, qué tacaño fue el Señor, Él sabía que iban a venir GPSes, les hubiera dado algo de alta tecnología pero no, les dió una humilde columna de humo y de fuego para que los orientara, para que aprendieran a discernir porque muchas veces Dios no nos da instrumentos perfectos para navegar porque Él quiere que ejercitemos nuestro discernimiento, Él quiere que ejercitemos nuestro sentido de dependencia de Él, Él quiere que indaguemos, que busquemos, que estemos atentos a Él, que nos hagamos frágiles, y por eso muchas veces Dios no te da la instrucción a todas las cosas que Él tiene para ti sino te las da pedacito a pedacito para que tú aprendas a confiar en Él.

¿Cómo desarrolla uno los instintos de la fe? es así, Dios te da pequeñas adivinanzas y en el proceso de tú adivinar Él te ejercita tu entendimiento y así es que Dios hace con nosotros, por eso es que Él nunca te va a dar ciento por ciento de las instrucciones y la dirección exacta donde Él te quiere llevar.

Yo he estado toda mi vida les digo, siguiendo una brújula muy imperfecta dentro de mí acerca de lo que Dios quiere y ustedes quiéranlo o no al tenerme como Pastor principal están implicados en ese viaje, en esa jornada espiritual personal porque, gracias hermana por afirmarme eso, por lo menos hay una persona que está escuchando el sermón aquí; porque desde niño yo he estado viviendo esa Voluntad de Dios y esa nube que me orienta y me dirige, y yo les compartí a los hermanos esta mañana, yo he sentido ese llamado del Señor a buscar algo, algo que está todavía delante de mí.

Y yo les decía a los hermanos que yo soy como esos pájaros que vuelan en el océano atlántico y que viajan grandes distancias por una brújula biológica que tienen que les indica, dice que los pájaros leen las estrellas, se orientan según las estrellas, no me pregunte cómo lo hacen, pero ellos pueden navegar instintivamente y orientarse, y viajan en un océano que no tiene ningún marcador simplemente orientándose y a veces puede ser magnética dicen algunos científicos, orientándose por las corrientes magnéticas de la Tierra, no les pregunte a ellos qué es lo que están siguiendo ni la física detrás de todo eso, ellos simplemente están obedeciendo a un reloj, un mecanismo biológico que Dios ha instalado en ellos pero se orientan muy bien y no se pierden, y regresan.

Los salmones van al sitio donde van a morir donde nacieron, donde nacieron a morir ¿y cómo llegan a ese lugar? no les pregunte, ellos tienen algo escrito dentro de ellos y van ahí dirigidos. Los hijos de Dios tenemos una brújula dentro de nosotros. Algunos tienen una bruja, otros tienen una brújula dentro de ellos (risas), yo prefiero tener una brújula en cualquier momento ¿sabe? pero Dios nos dirige.

Yo recuerdo desde niño tener ese sentido de dirección del Señor que fuera, y todavía soy como Abraham buscando una tierra que Dios me ha de enseñar en el camino. Algunos podrán pensar que esa tierra es ya León de Judá, a los sesenta años ya es donde Dios me quiere pero yo todavía siento que no, que todavía hay otra parte de ese camino, y todo lo que yo hago lo hago como un experimento parcial.

Y lo que sí he visto es que nuestra Congregación ha sido guiada en una forma de ir edificando más y más, y Dios va añadiendo diferentes piezas a esa estructura para algo que yo no entiendo bien pero, como les digo desde niño en República Dominicana yo he sido un viajero como Abraham y quizás muchos de ustedes pueden decir lo mismo, pero lo primero fue, Dios nos sacó de Alma Rosa allá en República Dominicana y nos trajo a Brooklyn, Nueva York, y yo creo que antes de eso soy viajero porque mi familia viene de África y de España, tengo sangre africana gloria a Dios y sangre española, porque las sangres de los pueblos están en nosotros y por eso el pueblo latino tiene algo muy especial que Dios quiere hacer porque es un pueblo también viajero, somos África, somos Asia, somos Europa, somos Amerindia, todas las razas del mundo están dentro de nosotros.

Ayer estaba en un lugar de una familia del ministerio en inglés y había una pareja, él es asiático y ella es centroamericana, y a pesar de que ella es centroamericana parecías perfectamente asiática, y era como si podría ser fácilmente de la raza que no voy a decir mucho acerca de ellos, eran exactamente ¿por qué? porque Latinoamérica tiene Asia, los asiáticos vinieron pasando por el estrecho de Bering, pasando por Norteamérica hasta llegar a Sudamérica, los mayas y los aztecas, son de sangre asiática, nosotros la tenemos y Dios nos ha hecho así gente migratoria.

Por eso es que yo creo que ese pueblo latino que Dios ha traído desde Centroamérica, Sudamérica, el Caribe, tiene algo que Dios quiere en este tiempo y que esta nación va a ser bendecida por un pueblo peregrino porque somos peregrinos y extranjeros, a Dios le encantan los peregrinos y extranjeros, hay algo que Dios está, la raza humana, la humanidad está buscando algo en este tiempo y los que los van a ayudar son los que son peregrinos como ellos en la fe, los que como Abraham están en búsqueda de una tierra que Dios les va a enseñar cuál es esa tierra.

Eso es lo que nosotros, y mucha gente aquí no nos quiere pero es que Dios es el dueño de la tierra y Él sabe cómo Él reparte su tierra y se la da a quien Él quiere, y nosotros no estamos para robarle tierra aquí a nadie sino para bendecir a esta nación que nos ha acogido, no queremos conquistar, queremos bendecir y queremos simplemente ganarnos nuestro pan y bendecir esta nación porque eso es lo que Dios quiere.

La crisis migratoria de todos esos pueblos que están migrando de Medio Oriente es un espectáculo, esos barcos desesperados donde se hunden muchos cientos de personas a la vez a veces, hay algo que Dios, la humanidad están en búsqueda, está emigrando hacia algo, son como pájaros que están emigrando a su destino, hay movimientos hoy en día por toda.

Y dice la Biblia, Daniel dice que en algún momento los hombres estarían viajando y habría una inquietud, y las distancias se acortarían, y estamos en ese tiempo ahora de la historia de la humanidad porque hay algo que está pasando, y Dios nos está llamando a ponernos a tono con eso a ser un pueblo peregrino, a ser un pueblo de tiendas de campaña, y Dios va a usar eso a gente que esté dispuesta a migrar así, a moverse de esa manera, gente que no ame la tierra, gente que no ame su casa, gente que esté dispuesta a dejarlo todo, y si Dios te dice: Déjalo todo, abandónalo todo porque Yo tengo algo para ti tú dices: amén Señor ¿a dónde quieres que yo vaya? enséñame el camino, esa es la gente que Dios va a usar, la gente que está dispuesta a desprenderse de lo que aman y que están dispuestos en un instante a ponerse a tono con el llamado de Dios en sus vidas.

Y por eso es que Dios nos ha llamado en este tiempo en que parecía: okay ya hemos invertido millones de dólares en edificar estos edificios y hemos invertido en muebles, y en tecnología, y en cantidad de cosas. Podríamos decir: okay Señor, ya, qué bueno llegamos, vamos a hacer tres tiendas y aquí nos quedamos como los discípulos en el monte de la transfiguración y el Señor les dice: No, no, no, abajo hay trabajo que hacer, no nos podemos dormir en nuestros laureles, donde está la gloria uno quiere quedarse a donde está la gloria pero Dios dice: no, tú eres un peregrino, tú eres un extranjero, tú estás llamado a vivir en proceso, a ir a la próxima etapa de gloria.

Dios siempre tiene más gloria para nosotros. ¿Cómo es que dice ese jueguito pentecostal, recuerdan? Después lo recuerdo pero nosotros decimos esas cosas, y a su gloria más gloria, ¿quién vive? Cristo y a Su gloria, más gloria, nosotros decimos eso pero no entendemos lo que estamos diciendo muchas veces, y muchas veces nosotros queremos agarrar la gloria que tenemos y el Señor nos dice: No, tienes que soltar esa para que Yo te dé más gloria, y eso nos amenaza. Es como esos juegos de la televisión que te dicen: okay te ganaste $500 ¿quieres arriesgar los $500 para ganarte el carro? y tú estás: oye ¿qué hago, los pierdo los $500, me gano el carro? y tú tienes la opción, y si estás dispuesto a arriesgar los $500 pues muy posiblemente te ganas el carro, la cosa es que Dios no te garantiza que te vas a ganar el carro, quizás lo vas a perder todo pero tienes que arriesgarte en el Nombre del Señor. La gloria te pide que tú te despojes.

Dios nos llama como Iglesia: nunca nos enamoremos de lo que tenemos hermanos y yo sé el sacrificio que se les está pidiendo a los hermanos que vienen al servicio de las 9 sobre todo, porque es como que todo este trabajo que estamos haciendo y qué bueno, hemos trabajado, hemos sangrado para tener este lugar ¿y ahora tenemos que soltar una mitad de eso y entonces meternos al servicio? Pero yo creo que cuando hacemos eso en obediencia al Señor Dios no se queda corto, nos bendice y nos da mucho más.

Pero es así, vete de tu tierra y de tu parentela, de lo que te es familiar, de lo que te es cómodo, entra en la nueva etapa de gloria que Dios quiere para tu vida y el Señor se encargará. Yo creo que si nosotros somos fieles al Señor en este momento de nuestro desarrollo como Congregación y obedecemos al Señor no teniendo ninguna garantía de éxito pero creyendo que al hacerlo estamos abriendo un espacio para que Dios nos use en una manera mayor y amplifique nuestro espacio como Congregación el Señor nos bendecirá y estaremos contentos de que lo habremos hecho, esa es la jornada de la fe.

Yo les decía que a través de toda mi vida ha sido así y ustedes están involucrados en un drama muy interesante porque es que mi vida, su vida, y yo me atrevo a decir estas cosas en esta etapa de mi vida, las he guardado muchos, muchos años y me siento tremendamente incómodo al hacerlo, le confieso, no me gusta hablar de mí mismo, no me gusta hablar de mis dramas personales y menos me gusta arriesgarme, ni arriesgar mi imagen ante un público y eso es lo que estoy haciendo en estos momentos al decirle que yo vivo décadas desde niño creyendo que Dios tiene algo para hacer a través de mi vida, y que Dios ha configurado esta Congregación y mi vida dentro de ella, y nos está llevando a través de un drama que todavía no entendemos cuál es el final de él, pero yo creo que va a ser para gloria de Dios.

¿Y sabe lo que me da miedo? que un día cuando yo me muriera mi ataúd esté enfrente de aquí y alguien esté diciendo: el Pastor Miranda siempre creyó que Dios lo llamó a algo y aunque no llegó, y ahí se queda la pesadilla, le soy honesto. Y por eso muchas veces yo he reprimido esa visión porque no me gusta hacerme frágil, no me gusta arriesgarme frente a la gente, pero por otra parte he sentido de parte de Dios que si no lo hago puedo estar reprimiendo la visión porque la Biblia dice: declara la visión y escríbela en tablas.

Y muchas veces hay que declarar la visión por fe para que la visión cobre vida, si tú no la declaras, no te arriesgas la visión se queda ahí estancada y yo la estoy declarando frente a ustedes, estoy declarando una intuición eso es todo, es una voz. Yo no creo que necesariamente Abraham escuchó la Voz de Dios desde el cielo físicamente hablándole y diciéndole: Abraham vete de tu tierra y de tu parentela, ¿quién sabe si fue un sueño que él tuvo? como el sueño que yo tuve de que Dios nos sacara de nuestra tierra y de nuestra parentela en Cambridge, fue un sueño, a los pentecostales nos gusta decir tuve una visión como para levantar la categoría, no fue una visión, para mí una visión es algo que tú ves en trance.

Fue un sueño y podría ser que comí demasiado arroz con habichuelas la noche anterior, nada me garantiza que fue una visión, una revelación de Dios, para mí fue algo tan real, tan vívido, con sentido que yo ví, creo que sí, Dios me mostró el rostro del León de la tribu de Judá sobre las azoteas del área financiera de Boston, esa área que ahora vemos desde el cuarto piso con una cantidad de arañas venenosas gigantes sobre esos edificios, rascacielos de Boston y la cara del León de la tribu de Judá que después yo entendí que era el León de Judá mirando y ejerciendo autoridad sobre esas entidades demoníacas, y mi mano desde abajo apuntando hacia el león diciendo tres veces: tú eres el Señor, tú eres el Señor, tú eres el Señor, y ese fue el origen de nuestra mudanza de Cambridge a Boston, dejando nuestra tierra y nuestra parentela para ir a edificar edificios y a bregar con escombros, y con un vecindario lleno de crímen y otras cosas, y hemos visto que Dios le puso una H a nuestro nombre como a Abraham porque nos ha ensanchado, nos cambió el nombre.

¿Qué usted prefiere, Iglesia Bautista Central o Congregación León de Judá? yo creo que ese segundo nombre es más digno, y eso fue parte también de la revelación de Dios, hay algo en ese nombre Congregación León de Judá, porque yo creo que en este tiempo de la historia que estamos viviendo; Cristo tiene muchos nombres a través de la historia y de la Biblia, hay decenas de nombres que le aplican a Él: El Cordero, la perla de gran precio, la Rosa de Sarón, muchísimos nombres.

Yo creo que en este momento de la historia el Nombre que le aplica a Jesús es el León de la tribu de Judá, ¿por qué? porque esta tierra se le ha dado a Satanás poder para moverse como nunca y tiene que haber un león que ruja y ahuyente el poder del enemigo. La Iglesia de Cristo en este tiempo de la historia tiene que ser un león o una leona, los tiempos del cordero eso era otro momento.

Cuando Cristo viene, viene como un guerrero y viene con Su manto cubierto de sangre, viene con una espada que sale de Su boca. El Cristo que Juan ve en Apocalipsis no es un Cristo ahí a medio cocer es un ser que aterra cuando se le mira, sale una espada de Su boca, es bronce bruñido, es terrible, tanto que a Juan se le derriten las piernas y se desmaya. Por eso es que a mí me molestan tanto estos evangélicos aquí en esta nación tan cobardes que quieren ganarse a la gente simplemente con un aullido de gatito cuando lo que Dios quiere es un rugido de león.

Yo creo que Dios nos cambió el nombre, nos cambió la identidad, nos cambió el ministerio, Dios nos anchó. Como le dijo a Abraham: Haré tu descendencia como la arena del mar que si se pueden contar se podrá contar tu descendencia, estaré contigo, los que te maldigan los maldeciré, los que peleen contra ti Yo pelearé contra ellos, Dios nos, nos atrevimos a irnos de nuestra tierra y de nuestra parentela.

Y yo he estado siempre yéndome de mi tierra y de mi parentela, hay tantas cosas, no voy a entrar en esos detalles, lo hice esta mañana, pero son momentos a través de mi vidas que Dios me ha llamado una y otra vez a dejar lo que me era cómodo y entrar en otra etapa de mi vida.

Yo voy a compartir algo que quizás no lo he compartido antes, cuando yo estaba en Princeton mi área de estudio, mi concentración era relaciones internacionales, política internacional, yo quería ser diplomático, quería entrar al departamento de estados de Estados Unidos, trabajar en el área diplomática, y por eso entré a un departamento, la escuel Woodrow Wilson que era una escuela dentro de la universidad y me estaba preparando para entrar en esa dirección, y a mitad de camino después de yo haber invertido mucho tiempo en esa área Dios me cambió el derrotero y a través de un profesor universitario que conocí, Alcadio Díaz Quiñonez, cambié y decidí, cuando entré a hacer mi doctorado cambié mi concentración y entré al área de literatura hispanoamericana, de lenguas romances, la dirección y gloria a Dios porque eso me preparó.

Yo siempre le digo a la gente que una de las mejores maneras de prepararse para el ministerio es estudiando literatura, porque en la literatura uno aprende a apreciar los personajes y ustedes son una partida de personajes interesantísimos cada uno de ustedes, conocer los personajes y analizarlos es una de las destrezas más importantes que uno tiene y ustedes son unos personajes muy interesantes, un día a mí me encantaría escribir un libro “Personajes de León de Judá”, los trataría de disimular completamente porque hay ahí unas revelaciones que son (risas) terribles.

Pero yo creo que el Señor estaba llevándome, siempre ha sido así. Cuando tú vives en fe, cuando tú vives en fe Dios siempre está cogiendo todas las piezas de tu tablero y cuando tú crees que ya las tienes todas bien ubicadas les da un manotazo y vuelan por el piso, y te dice: Ármalo otra vez, así es que hay que vivir en la vida cristiana.

Y hemos visto que una y otra vez cuando uno se lanza en fe hermanos buscando del Señor Dios nunca nos decepciona. Una de las últimas; los estoy aburriendo dénme un par de minutos más (risas), déjenme. ¿Sabe que Dios siempre habla a través de metáforas? y como Cristo dice: El que tenga oídos para oír, oiga, lo que pasa es que Dios nos habla y nosotros no lo vemos porque somos de vista corta y torpe.

Pero yo estoy convencido ya después de analizar ese proceso bastante tiempo ya que Dios me metió en una metáfora de fe a través de las pantallas estas, porque es que es así que Dios entrena a Sus siervos y a Sus hijos, y uno tiene que aprender a ver y a entender que en este tiempo en que estamos emprendiendo esta otra jornada de fe, de cambiar los arreglos de la Iglesia en términos de sus servicios, porque la verdad es que como les dije antes eso fue una agonía para mí personalmente, arriesgarme.

Desde la China hermanos, un chino llamado Sherlock, de dónde se les ocurre, el riesgo que uno se toma al hacer este tipo de cosas, pero Dios así es que nos entrena y yo les digo: yo le digo Señor no dejes que me rompa la cabeza delante de este pueblo y gracias al Señor, yo creo que el Señor me sacó con bien y que vamos a ver cosas más lindas todavía que vienen, esa otra pantalla, ya está aquí, lo que pasa es que hay una pieza que tenemos que instalar para ponerla, pero así es que Dios obra, Él nos pone a través de ejercicios de fe, es como entrenar un guerrero, entrenando un atleta.

¿Cómo se entrena un atleta? a través de esfuerzos, a través de formas artificiales de entrenar los músculos y así pues se prepara para las verdaderas batallas, y yo creo que esto era como parte, el carácter juguetón de Dios siempre está involucrado. Yo veo a Dios en tantas cosas a través de mi vida, escenas que no es que yo estoy proyectando proféticamente, es que yo creo que así es que Dios habla. Yo creo que Dios siempre te está guiñando el ojo tras bastidores, Él no se revela completamente pero te guiña el ojo de vez en cuando y yo creo que eso de las pantallas fue Dios guiñándome el ojo para mostrarme algo de que hay que lanzarse a veces por fe, hay que viajar grandes distancias para conseguir lo que Él quiere y que hay que tomar riesgos en el Nombre del Señor. Si tu corazón está limpio y puro lo estás haciendo para gloria de Él.

Si has orado, si has clamado, si has consultado, si te has examinado, si quieres la gloria de Dios, si quieres bendecir a otros, si estás haciendo algo que es contrario a lo que a ti te gustaría hacer en tu carne, si tú pones todas esas cosas juntas y te dicen: métete, sigue adelante porque así es la jornada de fe, así es como tú encuentras la Voluntad de Dios.

Mucha gente me pregunta: Pastor ¿cómo puedo yo saber la Voluntad de Dios? eso es como preguntarme ¿cuál es el origen del universo? es bien complejo, tiene muchas piezas pero algunas de ellas son así y el caminar de un hombre de Dios es bastante complejo, pero a la larga tú tienes que lanzarte al abismo. Llega un momento en que ya tú lo miraste por todas partes, lo examinaste, no hay nada que ver, entonces deja de estar pensando y tírate en el Nombre del Señor, y el Señor enviará todos Sus ángeles para que te guarden en todos tus caminos.

Yo le pido al Señor que en esta etapa, con esto ya termino, estamos en un tiempo de la historia en que la humanidad está en un proceso, tiene algo que ver definitivamente con los últimos tiempos, yo no voy a decir que Cristo va a venir mañana pero está cerca, está cerca y yo creo que la humanidad está buscando algo y que nosotros estamos viviendo un tiempo en que estamos aquí en Boston pero alrededor de nosotros están rugiendo y están manifestándose fuerzas en el resto de la humanidad que están conspirando para llevarlo todo a la cúspide, y que este es un momento que si no es el último de la humanidad es un momento increíblemente épico, de proporciones épicas, si no sabe lo que quiere decir búsquelo en el diccionario, de proporciones extraordinarias, un peso tremendo.

Cuando uno mira todo lo que está pasando en este tiempo en el mundo, como digo las grandes migraciones desde el Medio Oriente, el islam enfurecido y levantándose para juzgar a las naciones y mantenerlas en jaque mate, todas esas naciones que niegan lo sagrado que dicen que Dios está muerto pero ahora se levanta esta horda que dice que no, que Dios está vivo y lo van a imponer sea como sea con su violencia.

La guerra nuclear, el levantamiento de China, Corea del Norte con su amenaza de convertirse en una potencia nuclear, Irán por otra parte, Israel en dificultades con el movimiento palestino que no deja a las naciones tranquilas, esta nación que ha perdido su credibilidad en el mundo. Antes Estados Unidos era el elemento estabilizante en el mundo, ya no es así, ya Estados Unidos ha perdido su credibilidad, su prestigio porque se ha vendido al secularismo y a la experimentación y ha perdido su derrotero, ha perdido su claridad y está Estados Unidos mismo en crisis, una crisis de liderazgo terrible como nunca antes, una división de los diferentes grupos que la constituyen, una crisis de familia, de juventud, una crisis racial terrible, una epidemia de crímen y de violencia.

Chicago este fin de semana pasado 64 personas heridas y 11 muertos en un fin de semana solamente y se espera que este verano va a ser el verano más terrible en la historia de Chicago por toda la violencia de las gangas, esta nación tiene ahora mismo una de las tasas de violencia y crímen más terrible y más alto de todas las naciones civilizadas e industrializadas del mundo, terrible, algo está pasando en el mundo.

Y Dios requiere una Iglesia, una Iglesia que Él pueda usar para dar consejo a este mundo. Yo creo que los gobiernos del mundo van a venir a la Iglesia para buscar sabiduría, consejo, Dios está llevando el mundo a una crisis, el hombre racional secular autosuficiente está siendo humillado y se le está mostrando que él no tiene la solución a sus propios problemas. El hombre siempre ha creído que la próxima etapa de su desarrollo va a traer la solución a los males del mundo; el tiempo industrial, la revolución científica, la era del espacio, el descubrimiento de la energía atómica, todo ya vamos, ya llegamos, ya llegamos.

Antes de la primera y de la segunda guerra mundial la gente creía que la industrialización del mundo iba a traer todas, y que la época científica, y que ya la religión no era necesaria, vino la segunda guerra mundial y la primera con toda la destrucción de decenas de millones de personas y se fue abajo ese sueño vano de autosuficiencia del hombre. Todavía está el hombre insistiendo en que no necesita a Dios y Dios está humillándolo, humillándolo y está llegando ya a su extremo final.

Y la Iglesia de Cristo yo sé que tiene un papel heróico que jugar en los últimos tiempos, y Dios va a necesitar iglesias peregrinas, iglesias que se dejen guiar por Él, iglesias que escuchen de Él, iglesias con una tecnología milenaria, del espíritu, y del poder de Dios y la sabiduría de Dios para aconsejar a estas naciones que están siendo llevadas a un callejón sin salida, y nosotros queremos ser esa Iglesia, queremos ser parte de ese pueblo que Dios va a usar en los últimos tiempos, en este tiempo de la historia, pero se requiere que nosotros vivamos una espiritualidad fronteriza, una espiritualidad incómoda, una espiritualidad insomníaca creo que es así que se dice la palabra, de gente que no duerma bien porque están pensando en el Reino.

Si tú no duermes bien es porque generalmente, y estás con Dios muchas veces es porque estás pensando y maquinando, yo no duermo bien porque siempre ando maquinando acerca de las cosas del Reino de Dios, Dios quiere gente que como los soldados duerman livianamente porque están en guerra.

¿Cómo dividió el Señor Dios a los guerreros de Gedeón, los trescientos que quedaron de treinta mil al inicio, los que lamían el agua como perros creo que era? no, eso era ¿no? es decir esos que simplemente estaban mirando mientras, los que se arrodillaban no porque estaban metiendo la cabeza en el agua y tenían que estar mirando alrededor, los que lamían el agua así simplemente porque querían tener los ojos alrededor, eso fue lo que Dios escogió, no me confundas Lucy, está bien.

No ¿por qué? porque Dios escogió el corazón, Dios le dijo a Gedeón: Llévamelos al agua y Yo te los voy a probar. ¿Usted sabe que Dios antes de escoger los que van a estar en Su ejército Él los prueba, prueba su corazón para ver si están dispuestos a dejarlo todo? Dios no va a obrar a través de congregaciones cómodas, congregaciones que se vendan al mundo, congregaciones que miren la última doctrina de mercadeo para entonces orientar su predicación, que estén dispuestos a vender la cruz o los distintivos del Reino, o el escándalo de la crucifixión para agradar al mundo, Dios va a buscar aquéllos que digan: no, vamos a mantenernos firmes en lo que Dios dijo porque eso fue lo que Él dijo y lo vamos a obedecer hasta lo último, y si perecemos que perezcamos.

Esa es la Iglesia que Dios va a usar en este tiempo, ahora mismo están siendo probados, ahora mismo están siendo probados y solamente los que estén dispuestos a vender su vida y despreciarla hasta la muerte, y a obedecer los reclamos escandalosos de Dios sólo esos van a ser usados en la conquista, y yo les suplico a ustedes que me escuchan que vivan a ese nivel de autenticidad y de integridad.

Cuando usted me escuche aquí proponerles un nuevo proyecto entienda, no lo hago porque simplemente necesito estar ocupado en algo, porque soy inquieto de naturaleza, lo hago porque creo que estoy escuchando de parte del Señor y usted únase, viva esa vida, sea generoso con su dinero, con su tiempo y hermanos yo les digo la verdad yo no voy a cambiar, si usted se molesta con el modus operandi de esta Iglesia va a tener problemas porque esto no va a cambiar, se va a poner inclusive hasta más caliente, esta Iglesia necesita guerreros.

No estamos buscando evangélicos, estamos buscando guerreros, estamos buscando gente del Reino, estamos buscando peregrinos y extranjeros, estamos buscando gente de la tienda de campaña, gente que se mueve a un instante, gente que duerme un sueño liviano porque la guerra puede comenzar en cualquier momento y tienen que levantarse enseguida y duermen con sus armas al lado, gente generosa, gente que no ame el dinero, que no ame el aprecio de los demás, que no ame el prestigio, que no ame la comodidad, que no ame su profesión, que todo se lo hayan entregado a los pies del Señor y le digan: Padre haz lo que Tú quieras de ello, y esa es la gente que Dios va a bendecir, va a respaldar y va a inclusive prosperar como prosperó a los hebreos, ese es el llamado de Dios para nuestro tiempo.

Lo que estamos haciendo es mínimo sinceramente para lo que Dios ya, la manera en que Dios nos ha bendecido y lo que Él tiene todavía por delante, hay una tierra donde Dios nos quiere llevar, hay una tierra donde Dios nos quiere llevar y nos ha estado llevando a través de todas estas movidas de fe que hemos hecho, y como Abraham seguimos de camino.

¿Cuántas veces más tendremos que desmontar la tienda? no les puedo decir pero yo creo que cada vez que lo hagamos Dios nos va a bendecir, nos va a afirmar y nos va a mostrar que era de Él, nos va a vindicar en lo que estamos buscando.

Yo bendigo esta Iglesia y me abro al propósito de Dios, y decimos: Señor lo que Tú quieras, lo que Tú quieras de nosotros, ayúdanos solamente a vivir a la altura del llamado, ayúdanos a vivir al nivel de la grandeza que Tú tienes para nosotros. Póngase de pie y abra su corazón y su espíritu al llamado de Dios en este tiempo, diga amén a los propósitos del Señor, los planes de Dios.

Dile: Señor yo quiero ser un ave de presa, yo no quiero ser un pavo allí caminando con la cabeza para abajo, yo quiero ser un águila que surque las alturas con ojos que vean a millas de distancia y se lancen sobre la presa, y la agarren con sus garras, y sigan el vuelo, que habiten en los lugares altos. Dios quiere águilas en este tiempo, Dios quiere aves de presa para gloria Suya.

Pídele al Señor que afile tus instintos de guerrera, que afile tus instintos de ave guerrera, de guerrero, de cazador para el Reino de Dios, ese es el llamado, abrázalo ahora mismo. Dile: Señor hazme uno de Tus guerreros, hazme uno de los trescientos de Gedeón, haz esta Iglesia una de las trescientas que Tú vas a usar.

Éntranos en nuestro destino, te entregamos nuestra vida. Joven: entrégale tus sueños de grandeza y de realización propia al Señor, entrégale tu apetito por el dinero y la fama, y el prestigio, ama de casa entrégale tus hijos a Dios, entrégale tu matrimonio, entrégale tu cuerpo, tu mente, tu intelecto al Señor, yo lo pongo todo, es que no creo que ya tenga mucho que entregarle al Señor porque todo lo que yo creo que tengo está a Sus pies y si hay algo Padre, revélame algo para yo tirártelo también a los pies. Derramemos nuestra vida como una libación, agua derramada delante de los pies del Señor y vivamos a ese nivel.

Entrégale al Señor todo lo que tú amas acerca de ti mismo, todas las características de tu personalidad, todo lo que tú amas acerca de tu temperamento, tu personalidad, tus hábitos entrégaselo todo al Señor, dile: Padre lo que no te gusta, lo que no te agrada de mí yo te lo entrego, despójame de ello Padre aunque me duela pero yo necesito viajar livianamente y me despojo de todo peso que me limita en mi carrera de la fe para que mi matrimonio pueda ser un matrimonio liviano, bendecido, ágil, para que mi alabanza sea una alabanza despejada, para que mi compartir el Evangelio tenga la unción Tuya Padre, me despojo de todo lo que yo amo de mí mismo inclusive, te entrego todo lo que yo más amo de mi propio ser, lo pongo todo a Tus pies para que mi hogar sea un hogar donde Tú habites, y a través del cual Tú puedas hablar y en el cual Tú puedas morar, y que Tú puedas bendecir.

Esta Iglesia, Padre despójanos de todo peso que no seas agradable a Ti Señor, despójanos de ello para que podamos caminar livianamente y correr esta carrera, andar este peregrinaje Señor livianamente delante de Ti, ágilmente delante de Ti, te entregamos todo lo que somos, todo lo que tenemos, todo lo que amamos Padre, todo lo que consideramos nuestro nos despojamos de ello ahora mismo, todo sentido de propiedad, lo ponemos todo a Tus pies, sírvete de nosotros Señor y haz lo que te plazca con este pueblo.

Te prometemos vivir livianamente y agarrar las cosas livianamente, no apegarnos a nada de este mundo Señor para que Tu Nombre sea glorificado, sea Tu Nombre enaltecido y hágase Tu Voluntad en la Tierra y en la historia como se hace en el cielo, te entregamos nuestras vidas, te entregamos Congregación León de Judá para gloria y honra de Tu Nombre, gracias, amén Señor.

Una radiografía de los primeros cristianos - 4 elementos de la Iglesia efectiva

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Quiero invitarles a ir a Libro de los Hechos en el capítulo 2, versículo 41 hasta el 47. Aquí tenemos una radiografía de los primeros cristianos a los comienzos mismos de la Iglesia después del Pentecostés y después del primer gran sermón evangelístico del apóstol Pedro, y sabemos que hubo una gran cosecha de almas en ese primer sermón que Dios, inspirando al apóstol Pedro le dió.

En el versículo 41 dice que: “Como resultado de ese sermón evangelístico los que recibieron su Palabra fueron bautizados y se añadieron ese día como tres mil personas, wow qué impacto más grande, 3.000 personas como consecuencia de un solo sermón público que se dió ahí en la calle prácticamente, hubo lenguas, bautismo del Espíritu Santo, estruendos, la gente se congregó de todas partes.

Yo siempre digo que la mayor arma evangelística es el mover del Espíritu Santo, cuando una Iglesia está llena del Espíritu Santo, cuando los dones de Dios están en manifestación el evangelismo se da casi sin esfuerzo, y esta gente se congregó, el Apóstol Pedro predicó un sermón poderoso y como 3000 personas creyeron al Señor y fueron bautizadas ese mismo día; wow, cómo habrá sido ese primer bautismo, wow, increíble.

Y aquí está el corazón de lo que yo quiero compartir con ustedes, aquí está en el versículo 42, dice: “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con los otros, en el partimiento del pan y en las oraciones”, yo veo aquí cuatro características de una Iglesia poderosa, de una Iglesia que es efectiva en el Evangelismo.

En estas semanas hemos estado hablando acerca de cómo ser efectivos en Evangelismo y hemos estado viendo desde diferentes aspectos bíblicos todo lo que tiene que ver con Evangelismo, cuál es la actitud de una Iglesia evangelística, sus prácticas, cuáles son los elementos bíblicos que fundamentan el hacer y quehacer evangelístico, y aquí quiero que ustedes vean cuál es la apariencia y cuál es la constitución interna de una Iglesia que Dios usa para Evangelismo.

Y entonces los versículos que siguen, 43 al 47 vemos un poco más de cómo era esa vida de los primeros creyentes, no hay una Iglesia que ejemplifique más lo que debe ser la Iglesia de Jesucristo que esa Iglesia del primer siglo. Nosotros siempre vamos al Libro de los Hechos para ver porque ahí Dios se estaba moviendo en una forma muy pura, muy poderosa, esta gente había estado allí con Cristo, los apóstoles, los primeros discìpulos estaban penetrados por el mover del Espíritu Santo, los dones estaban en manifestación, Dios estaba iniciando y empujando hacia adelante Su Iglesia y por lo tanto, ese Libro de los Hechos está escrito para que veamos cómo era el mover de Dios en esa Iglesia virgen, en esa Iglesia que estaba siendo iniciada.

Dice que como consecuencia de eso que estaba sucediendo ahí en Jerusalén “sobrevino temor a toda persona” versículo 43, y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles, habían sanidades, liberación, manifestaciones del Poder de Dios, “y todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas” ya eso se ha dicho en el versículo 42 en una forma resumida, “tanto así que vendían sus propiedades y sus bienes, y los repartían a todos según la necesidad de cada uno, perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios y teniendo favor con todo el pueblo” y aquí está lo interesante, dice que: “y el Señor añadía cada dia a la Iglesia los que habían de ser salvos”.

¿Ve usted aquí la eficacia evangelística de ese tipo de Iglesia? Como consecuencia de todo lo que estaba pasando dentro de ellos y con ellos el Señor añadía cada día a los que habían de ser salvos. Aquí no se nos dice tanto de que ellos estuvieran mandando panfletos y haciendo campañas evangelísticas bien organizadas y que hubieran, no, la Iglesia era virgen, no tenía ni siquiera la estructura para hacer estas cosas, pero como consecuencia de su vida interna y de estar fluyendo conforme a los principios del Espíritu Santo espontáneamente traía a la gente y la gente era convertida cuando observaba la vida de estos creyentes.

Yo siempre he creído que el mayor instrumento evangelístico no es los evangelistas, las campañas, no es los recursos tecnológicos que nosotros adoptemos, aunque todas esas cosas son muy buenas, pero lo que más atrae a la gente es la vida de los hijos de Dios ¿amén? los hermanos que invitan a otros, la calidad de vida que la gente encuentra cuando viene a la Casa de Dios, cuando observan cómo se aman unos a otros, cuando observan la integridad de los hijos de Dios, cuando ven que aquí en la Iglesia las cosas se conducen en una manera diferente a como se conducen en el mundo.

Una de las cosas que más me gusta acerca de nuestra Congregación es esa diversidad tan grande que nosotros tenemos como Iglesia: tenemos centroamericanos de diferentes nacionalidades, tenemos centroamericanos, tenemos caribeños, tenemos sudamericanos, tenemos un ministerio en inglés que ahora mismo está teniendo su reunión en el otro edificio, tenemos jóvenes, adultos y ancianos, tenemos personas que vienen de distintos trasfondos denominacionales inclusive; tenemos gente que viene de trasfondos pentecostales bien conservadores, y tenemos evangélicos así más calladitos, más formales, y gloria a Dios aquí todos hacemos un sancocho de diferentes víveres y nos gozamos unos con los otros.

Y cuando la gente viene y ve esa diversidad que hay en nosotros y que nos amamos dice: wow Dios tiene que estar aquí porque allá afuera no hay esto, allá afuera lo que hay es división, cada grupo se reúne con su grupo y se me olvidó, veo aquí a Milton y a su esposa también, los brasileños también están acá con nosotros gloria a Dios, eso no se da en el mundo. Cuando la gente ve ese amor que tenemos unos con nosotros dice: wow verdaderamente yo quiero pertenecer a esta comunidad.

Yo digo que la apologética más grande de todas es la vida de la Iglesia y yo veo cuatro características de esa Iglesia que era tan efectiva en añadir cada día a la Iglesia los que habían de ser salvos junto con el mover del Espíritu Santo, y el versículo 42, por eso yo digo que es un retrato, dice que ellos: “perseveraban la doctrina” subraye aquí doctrina, número dos: “en la comunión unos con los otros” subraye comunión, “en el partimiento del pan” subraye ahí el partimiento del pan, y en cuarto lugar “las oraciones” déjeme desmontar rapidísimamente porque tengo que ir a las millas.

Número uno perserveraban en la doctrina de los Apóstoles, una Iglesia efectiva en Evangelismo tiene que ser una Iglesia bíblica ¿amén? tiene que ser una Iglesia que persevere en las enseñanzas de la Palabra de Dios. Si una Iglesia tiene doctrina falsa, doctrina conveniente que ha sido ajustada para que agrade a la gente esa Iglesia no va a tener efectividad evangelística.

Hoy en día en Estados Unidos hay muchas iglesias evangélicas que se llaman main light churches que han cambiado la doctrina en muchas diferentes maneras: celebrando la homosexualidad, poniendo la justicia social en frente de una espiritualidad sólida, bíblica, sana, han cambiado muchos diferentes aspectos de la enseñanza bíblica en otras áreas, liberalismo moral, sexual, cosas por el estilo, y esas iglesias en vez de atraer a la gente que es lo que se supone que suceda cuando se baja la doctrina se están muriendo, todo lo contrario, una detrás de la otra, son las iglesias que están dejando de crecer mientras que las iglesias bíblicas que insisten más en la Palabra de Dios y se mantienen en la doctrina son las iglesias que prosperan aquí y en cualquier parte del mundo.

Donde quiera que usted vea crecimiento evangelístico en este tiempo sea en África, sea en Asia, sea en Latinoamérica o sea aún en Estados Unidos o en Europa usted va a encontrar iglesias que están insistiendo en mantenerse pegadas a la Palabra del Señor.

“Perseveraban en la doctrina” gloria a Dios y por eso es que yo enfatizo tanto la importancia de que nuestra Iglesia se adhiera a la Palabra del Señor, por eso enfatizamos los discipulados, esta semana grabamos unas 180 personas de diferentes niveles de discipulado, el miércoles que hay 200 y pico de personas tomando diferentes clases que nosotros proveemos de instrucción bíblica, nuestros niños están siendo educados también y enfatizamos mucho la importancia de la Palabra de Dios porque sabemos que ahí está el fundamento.

A mí me encanta cuando nuestros niños por ejemplo en I Wanna se memorizan versículos de la Palabra del Señor porque eso está allí, está grabado en sus corazones, crecen y su sistema neurológico se va formando en la Palabra del Señor.

Cuando yo era niño asistía a la escuela dominical y yo creo que ahí fue que se grabó mi sensibilidad espiritual. Todavía recuerdo a la señorita Cora, una misionera canadiense, en ese tiempo todavía no había ninguna de estas ayudas tecnológicas, ella usaba aquéllas y ahí ya me estoy poniendo mi edad, usaba las pepitas esas que se ponen en los pizarrones, las figuritas de Daniel, de David matando al gigante, esas cosas se grabaron en mi corazón y se grabó el amor por la Palabra de Dios así que yo les animo a ser gente de la Palabra.

A mí me encanta esa gente que viene con su Biblia de 5 libras metida debajo del brazo caminando por la calle y dice: yo soy evangélico ¿y qué, no te gusta? esta Biblia casi se me está cayendo a pedazos pero yo la amo porque dice aquí: Biblia de estudio pentecostal y yo creo en los dones del Espíritu Santo, yo creo que las biblias deben ser grandes, pesadas y feitas para que sean verdaderamente ungidas, subrayadas, ese soy yo. Yo sé que hoy en día los jóvenes usan los ipads y los iphones, yo también los uso pero no hay nada como una buena Biblia desgastada para recordarte que la Palabra de Dios es importante.

Esta gente perseveraba, me gusta el uso del verbo perseverar, es un verbo sustancioso. Yo lo busqué en el diccionario y quiere decir mantenerse adherido a, denota pasión, insistencia, persistencia, intensidad ¿sabe por qué hermano? porque mantenerse en la doctrina cuesta, usted va a tener mil tentaciones a salirse de la doctrina, en su vida las hormonas lo van a empujar a salirse de la doctrina, su temperamento lo va a empujar a salirse de la sana doctrina, las dificultades del matrimonio lo van a empujar a salirse de la sana doctrina, la tentación entre los hermanos también; los Pastores sentimos la tentación de salirnos de la sana doctrina queriendo atraer a la gente a que se salven y de tajo voy a cambiar esto, no voy a decir esto, voy a decir lo otro.

Hay que perseverar, en otras palabras hay que decir: yo me voy a amarrar a la doctrina y de ahí no me voy a salir no importa lo que me quiera sacar de ella, hay que permanecer firme y si tú honras la doctrina de Dios Dios te va a honrar a ti también. Una Iglesia que honra la sana doctrina es una Iglesia que va a prosperar y va a ser bendecida.

Pensaba en lo que Pablo le dijo a Timoteo en Timoteo creo que es capítulo 3 rápidamente, Segunda de Timoteo 3 versículo 14 le dice Pablo a Timoteo: “Pero persiste” ahí está persevera, usted ve que donde está ese llamado a la doctrina es a perseverar, mantenerse, no alejarse de ella porque la tentación va a ser alejarse de ella.

De paso, me estoy atorando aquí, es que la Palabra del Señor es tan rica, tan buena que uno quiere salirse de ella pero no puede, hay muchos seminarios hoy en día que se salen de la sana doctrina. Nuestra hija Sonia se acaba de graduar de Yale en la escuela de management y cuando yo estaba ahí esperando la graduación y todo eso recordaba: Yale una de las más grandes universidades del mundo fue fundada en el siglo XVIII como consecuencia de que Harvard que había sido fundada para ser un seminario para la preparación de hombres para el ministerio se había hecho demasiado liberal y había abandonado la doctrina, entonces los primeros puritanos y los cristianos aquí en Estados Unidos fundaron a Yale como un sustituto y una alternativa para Harvard, que fuera más doctrinalmente sólida porque aún en las universidades se enseñaba mucho la Palabra del Señor, fundaron a Yale, con el tiempo Yale también se liberalizó y entonces fundaron a Princeton para que también fuera un lugar donde se predicara y se enseñara una enseñanza intelectual y espiritual bíblica y Princeton también con el tiempo salió de la sana doctrina.

Lo que hemos visto en Estados Unidos a través de los siglos es que muchas de estas universidades, Dartmouth, Boston University fueron fundadas por cristianos sólidos en la fe pero con el tiempo fueron deslizándose y abandonando la sana doctrina, y perdimos esos grandes recursos para el Reino de Dios. Nosotros los edificamos y los paganos los cogieron, y se adueñaron de ellos porque no fuimos vigilantes, no perseveramos, uno tiene que perseverar contra viento y marea en la sana doctrina.

Y por eso Pablo le dice a Timoteo: “Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste sabiendo de quién has aprendido, y que desde la niñez has sabido las sagradas Escrituras las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús”. Yo podría hacer un sermón sólo de ese pasaje bíblico que está allí pero no lo voy a hacer y denle gracias a Dios, pero en algún momento volveré a eso.

Pero estos cristianos perseveraban, permanecían, se atornillaban a la sana doctrina y por eso Dios los bendecía. En segundo lugar dice que ellos también estaban en la comunión unos con otros, la comunión unos con otros, es decir había koinonia, la palabra en griego es koinonia, la compenetración, koinonia es una palabra muy profunda, es intimidad, es compañerismo, es compartir, es compenetrarse unos con los otros, había comunión íntima unos con los otros, unanimidad, se reunían para actividades en conjunto para el Reino, había amor entre los creyentes.

¿Sabe que Dios envía la bendición donde hay comunión de los cristianos, donde hay armonía? ¿Qué dice el Salmo 133? “Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía, y al final dice: “Porque allí envía Jehová bendición y vida eterna.” Nadie quiere venir a una Iglesia donde hay chismes, donde hay división, donde hay crítica, donde hay grupitos cada uno sentado por su lado, donde hay pugnas y donde hay simplemente falta de compañerismo, la gente quiere compañerismo, la calle está fría y una Iglesia donde hay gente que se ama, por eso yo les digo hermanos: ámense unos a otros.

Invite a la persona más distante de su propia etnicidad y sus propias costumbres porque es muy bonito si el dominicano invita al dominicano para que se coma un sancocho porque a todos les gusta un sancocho, pero dominicano: vete a la casa de un hermano salvadoreño y cómete unas pupusas que son tan ricas, si alguien me quiere invitar una pupusa yo con gusto, me dejan saber, aprende a comer los frijoles refritos que hacen los mexicanos o los guatemaltecos tan ricos que son, un hondureño con su salsita de crema de queso por encima unos maduritos, tan buenos que los hacen, aprenda a comer la comida de los otros, invítense unos a otros y disfrute, y aprenda a comer algo diferente a lo suyo, no todo es arroz con habichuela y carne hermano, hay tanta buena comida en el mundo, disfruten, invítense unos a otros, apréciense unos a otros porque como dice el Señor Jesucristo ¿de qué le sirve a uno dizque estar solamente con la gente que es igual a uno, qué mérito hay en eso? busca alguien diferente a ti y haz armonía, y haz compañerismo con ellos y el Señor será glorificado, y entonces eso se convierte en un acto espiritual, en una declaración de la unidad del pueblo de Dios.

Yo adoro la diversidad, me encanta probar diferentes comidas y sazones. ¿Cuántos aquí usan comino para cocinar o estos otros sabores de la India y del África? Aprenda a cocinar no todo es ajo y cebolla, y salsa de tomate (risas), sálgase de lo común y corriente, vaya a una tienda africana y cómprese algún tipo de sabor allí raro, gengibre, canela para cocinar, sí no solamente para los postres, es difícil pero aprenda.

Esa comunión que hay entre los hermanos es tan bella. Filipenses 2:3 y 4, Filipenses 2 el Apóstol Pablo, uno de los pasajes que a mí más me gusta, dice el Apóstol Pablo: “Completad mi gozo sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa” eso es lo que Dios quiere de Su pueblo, y tenemos que cultivar eso, eso no se da por inercia, se da por intencionalidad.

“Nada hagáis por contienda o por vanagloria, antes bien con humildad estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo, no mirando cada uno por lo suyo propio sino cada cual también por lo de los otros” ahí usted tiene la receta para una Iglesia en comunión unos con los otros y esa Iglesia entonces es una Iglesia poderosísima. ¿Sabe cuál es la mayor apologética? Apologética quiere decir el mayor argumento a favor de la fe cristiana y de la deidad de Jesucristo es la comunión que tienen los cristianos unos con los otros.

Uno de los momentos conmovedores en el Ministerio de Jesucristo se encuentra en Juan capítulo 16 cuando Jesús a punto de ser crucificado ora por Sus discípulos, y le dice Cristo a Su Padre en esa famosa oración sacerdotal: “Mas no ruego solamente por estos” Juan 17:20 “Mas no ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos” los que han de venir después de ellos, “para que todos sean uno como Tú oh Padre en mí y yo en Ti, que también ellos sean uno en nosotros” ¿para qué? “para que el mundo crea que Tú me enviaste.”

¿Sabe que? de nuevo, uno de los mayores elementos del Evangelismo efectivo, de una Iglesia efectiva es eso, la unidad de la Iglesia, el amor de los hermanos unos con los otros, y no amor porque todos seamos lo mismo, la misma nacionalidad, el mismo nivel socioeconómico o el mismo color, las mismas costumbres, no, porque en nuestra diversidad aprendamos a amarnos y apreciarnos unos a otros, y esa unidad de la Iglesia es tremendamente efectiva, cuando la gente ve eso dice: wow, verdaderamente Jesucristo es quien Él dice que es, porque nadie puede hacer posible que haya este tipo de unidad.

Tenemos que cultivar la unidad, hacer esfuerzos por amarnos unos a otros, invitarnos unos a otros, perdonarnos unos a otros, proteger y mantener la unidad de la Iglesia. Por eso es que cuando yo veo que hay asomos de división en nuestra Congregación o cualquier tipo de cosa, cuando yo veo al diablo tratando de sembrar semilla dentro de nosotros enseguida se me paran las orejas y los ojos, no tengo tolerancia porque el diablo quiere dividir la Iglesia siempre y no podemos tolerar eso.

Cuando usted ve algo que es origen y elemento de división en la Iglesia o huya o confróntelo en el Nombre del Señor con amor pero no permita porque el enemigo quiere sembrar cizaña y dividir al pueblo de Dios, la comunión es muy importante para ser una Iglesia efectiva en Evangelismo.

Entonces tenemos perseverar en la doctrina, tener comunión unos con los otros, y hay un tercer elemento que está asociado porque esto es una progresión lógica con la comunión, dice que en el partimiento del pan, de nuevo 2:42, doctrina de los Apóstoles, comunión y en el partimiento del pan. ¿Qué hay de importancia, qué hay de significativo en el partimiento del pan?

Recuerde que esto era algo simbólico, no era tanto el pan ni partirlo siquiera, había mucho más en eso. Recuerde que el pan judío no era pan como el que nosotros tenemos así sliced bien suave que se dobla por donde quiera, era un pan un poco más duro que lo dividían y lo distribuían, era una señal también de compañerismo y amistad, el padre de la casa partía ese pan entero y tenía una cantidad de simbolismos, por eso el Señor antes de ser crucificado cuando se reunió para la llamada última cena Él tomó el pan dice, lo partió y se lo dió a Sus discípulos, y dijo: Cada vez que ustedes hagan esto de partir el pan en esa forma intencional en que Yo lo estoy haciendo háganlo en memoria de Mí, recuérdenme, que así como este pan es partido Mi cuerpo va a ser partido también en la cruz, me van a penetrar con una lanza, me van a azotar mis espaldas y van a abrir Mi piel, van a quebrarme como Yo estoy quebrando este pan, y cada vez que ustedes hagan ese acto recuérdenme a Mí siendo quebrado por la salvación de sus pecados.

Es decir que el partimiento del pan para los primeros cristianos era dos cosas: era social porque los cristianos se reunían en las casas para comer juntos, y por eso yo creo que es algo tan bonito que nos invitemos unos a otros, la hospitalidad es importante, que seamos generosos unos con otros en la comida para partir el pan, los cristianos se reunían en la comida en el llamado ágape para expresarse amor y cariño unos a los otros, y el Señor había animado, porque recuerde que estos primeros cristianos al apartarse de la fe cristiana y asociarse con el Mesías Jesucristo perdían a veces sus relaciones familiares, su familia como hoy en día los judíos, cuando un judío ortodoxo o judíos que toman en serio su fe se aparta de la fe judaica y se convierte al cristianismo hay muchos judíos todavía padres que guardan luto, quitan todo recordatorio de la vida de ese joven o de esa persona, es como si se murió, guardan luto y se rasgan los vestidos porque esa persona ya se apartó de la familia y lo rechazan completamente, y entonces estos nuevos cristianos necesitaban comunión, necesitaban una familia, entonces ellos se reunían en las casas para adorar, comían juntos, tenían vida social juntos, pero también recordaban el sacrificio de Cristo en la cruz del calvario.

Pero cuando la Biblia dice aquí que permanecían en el partimiento del pan había una serie de asociaciones alrededor de este acto, era expresarse amor unos a los otros, tener intimidad y comunión, pero también era recordar el sacrificio de Cristo, recordar la centralidad de Jesús, recordar la obra salvífica de la cruz y es algo que nosotros también tenemos que hacer continuamente, la centralidad de lo que Cristo ha hecho en la cruz del calvario que es lo que representa la Santa Cena, Su sangre derramada por nosotros en la cruz del calvario, Su cuerpo quebrantado por nosotros, eso es lo que nos da entrada al Reino de Dios.

Y yo no tengo problema con que hermanos se reunieran en sus casas en una forma muy deliberada quizás y que tuvieran una comida, y que recordaran, y oraran, y dijeran: ¿sabes qué Señor? esto que estamos haciendo lo dedicamos a Ti y recordamos la sangre, el cuerpo de Jesucristo en la cruz del calvario.

El centro de la vida cristiana es la Gracia de Dios derramándose sobre nosotros, la salvación no es por nada que nosotros podamos hacer sino porque Cristo se dió en la cruz del calvario, de que la salvación es gratuita. Yo espero que estés diciendo amén ahí aunque sea por dentro, la salvación es por gracia, es lo que Cristo hizo en la cruz del calvario, y estos cristianos partían el pan en obediencia a lo que el Señor les había mandado que hicieran. Es importante que la Iglesia tenga esos rituales significativos, la Santa Cena, la adoración, todas estas cosas que son importantes porque nos mantienen unidos y en ese acto de unirnos para recordar la sangre de Cristo y el sacrificio de Cristo en la cruz hay mucho poder, hay mucho significado.

Finalmente, estos cristianos persistían en las oraciones, el cuarto elemento de la Iglesia efectiva son las oraciones. Ahora, esa palabra oraciones también es muy significativa y en los versículos 46 y 47 se nos da una idea más amplia de lo que se da aquí en términos muy básicos, dice: “Perseverando unánimes cada día en el templo, partiendo el pan” como dice “en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón” dice: “alabando a Dios y teniendo favor con todo el pueblo” ese alabando a Dios se refiere también a esas oraciones porque la oración de esta gente, ellos no se reunían solamente para orar sino para alabar.

Cuando uno ve momentos allí en que estos cristianos, por ejemplo en Hechos capítulo 13 vemos un momento en que los discípulos se unen dice para ministrar al Señor y ahí el Espíritu Santo habló y dijo: “Apártenme a Pablo y a Silas para la obra para la cual Yo los tengo destinados” y allí hubo un momento de profecía, de partición de manos y allí Pablo y Silas salieron a predicar el Evangelio.

Las reuniones de los primeros cristianos se reunían para orar en un lugar y dice que el lugar tembló cuando estos cristianos oraron y clamaron al Señor. En otro momento cuando Pedro y Juan habían sido encarcelados los cristianos se unieron para orar para que el Señor los libertara y los sacara de la cárcel, y de hecho en medio de la reunión Pedro se aparece allí habiendo sido libertado por un ángel, los cristianos se reunían para todo, se reunían y esa palabra “las oraciones” se refiere a la vida congregacional, la vida de reunión y de oración.

Estos primeros cristianos tenían una vida muy básica de oración ¿no? no tenían biblias, no tenían instrumentos como los que nosotros tenemos no tenían pantallas LED, no, ellos se reunían y lo único que tenían era; de hecho ni siquiera tenían el Nuevo Testamento. Es más no tenían un pergamino con la Palabra de Dios, eso era algo que sólo los ricos tenían o un sacerdote. Hoy en día usted compra una Biblia por $1.50, aquéllo les valía el salario de un año, entonces ellos simplemente se reunían para orar, para cantar algo que algún hermanito.

Yo me recuerdo esos coritos tan lindos que cantaban hace 50 años la Iglesia y qué coritos más sabrosos y más ungidos, hoy en día tenemos cientos de coros y yo creo que muchos de ellos no se comparan con algunos de esos coros poderosos, no hay Dios tan grande como Tú, ese coro que se lleven todos pero que me dejen ese, son coritos que tenían testosterona, tenían proteína espiritual porque fueron creados por gente llena del Espíritu Santo, y estos cristianos se reunían así para adorar juntos así en forma bien básica pero oraban, clamaban al Señor.

Este viernes tuvimos una reunión de oración que hemos estado teniendo estos viernes. ¿Sabe que salimos a las 2 y pico de la mañana? Yo pensé que eran como las 12 francamente no había visto mi reloj pero eran las 2 de la mañana cuando salimos, el Señor se manifestó en esa reunión pequeña con tanto poder que casi podíamos tocar Su Presencia, ya cuando entró las 11 y media de la noche ya nos íbamos a ir y entonces fue cuando el Señor dejó el mejor vino para lo último, yo podía con mis ojos espirituales ver al Señor con Su vestido y con un cinto ceñido, no lo ví visualmente con mis ojos pero lo ví con mi espíritu y sentí Su Presencia allí, y entramos en un tiempo de adoración como de dos horas y pico alabando al Señor solamente porque sentimos que el Señor estaba allí y nos había visitado, Su Presencia estaba allí como casi corporal.

Y yo sé que allí logramos grandes cosas, tuvimos durante ese tiempo de oración un tiempo de guerra espiritual, de proclamar el Señorío de Cristo sobre la ciudad y sobre la región, proclamar el poder del Evangelio, derribar principados y potestades. Yo sé que aunque sea dos o tres demonios les cortamos la cabeza ahí el viernes en la noche ¿sabe?

Dios se movió, cuando la Iglesia de Cristo se une el Señor dice: Donde estén dos o tres en Mi Nombre allí Yo estoy, aleluya, y lo que ustedes aten en la tierra Yo lo ataré en el cielo, lo que ustedes desaten en el cielo Yo lo desataré. Si la Iglesia supiera el poder que tenemos cuando nos juntamos y decimos: está abierta la sesión como cuando una corte de justicia o un gobierno el director hace así con su martillo y ¡bum! dice: estamos en sesión para tratar los asuntos del Reino de Dios, y cuando la Iglesia de Cristo se reúne en sesión para orar, atar, desatar, declarar, liberar, declarar cosas en el mundo del Espíritu Dios honra desde Su Trono.

Si la Iglesia orara más, sj la Iglesia adorara más, si dedicáramos más tiempo a unirnos como pueblo de Dios el mundo cambiaría en un instante, se haría mucho más fácil el Evangelismo, la unción de Dios correría con más libertad, cuatro cosas sencillas pero muy poderosas para una Iglesia que quiere ser efectiva en el Evangelismo: perseverar en la doctrina, partir el pan unos con los otros, tener comunión íntima unos con los otros y en último lugar orar y adorar al Señor en espíritu y en verdad.

Hermano: entra eso ahí en tu corazón ahora mismo, recíbelo en el Nombre de Jesús, recíbelo en el Nombre de Jesús. Doctrina, comunión, compartir el pan, la cruz de Cristo y mantenernos en esa oración, en esa adoración que es tan importante. Quiera Dios que nuestra Iglesia, al yo señalar estas cosas, al predicarlas digo: Señor hazlas parte de mi vida, hazlas parte de mi Congregación, que nunca nos salgamos de allí Señor.

Ahora Padre: entra Tu Palabra hondo en nuestros corazones, la recibimos. Al predicarla Padre yo te pido que la hagas una realidad de León de Judá hasta que Cristo venga. Queremos ser una Iglesia efectiva y queremos que estas cualidades aniden y se hagan parte estructural de nuestra vida como Congregación, que así sea Padre, te damos gracias por lo que Cristo ha hecho en la cruz del calvario, en el Nombre de Jesús; y nosotros decimos: amén, les bendigo mis hermanos, la Gracia del Señor sea con ustedes en esta mañana.

¿Qué tipo de tierra eres?

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Esa palabra del Señor nos manda a leer en Marcos, capítulo 4. Yo quiero preguntarte qué tipo de tierra tu eres. Ese es el tema de este sermón. ¿Qué tipo de tierra, de terreno eres? Esta parábola del sembrador nos inspira, nos llama a considerar el proceso de la evangelización. Dice aquí en el versículo 1:

“El Señor comenzó a enseñar junto al mar y se reunió alrededor de él mucha gente tanto que entrando en una barca se sentó en ella en el mar.”

¿Recuerdan esa barca de Pedro, el domingo pasado? Aquí está la barca de nuevo, o quizás fue en ese momento en que el Señor predicó este mensaje. La Biblia es muy bonita. Hace un ratito yo me sonreía porque es como si fuera la primera vez que veía un versículo que está en el capítulo 3, versículo 9 dice que el Señor les dijo que sus discípulos que le tuviesen siempre lista la barca a causa del gentío para que no le oprimieses. Un detalla interesante, Jesús y las barcas. Ese es un tema para un buen sermón, pero no quiero distraerlos.

Se sentó en la barca y estaba en tierra la gente junto al mar, “y el Señor les enseñaba por parábolas muchas cosas y les decía en su doctrina, ‘Oíd, he aquí el sembrador salió a sembrar y al sembrar aconteció que una parte cayó junto al camino – una parte ¿de qué? De la semilla que tiró. – y vinieron las aves del cielo y la comieron. Otra parte cayó en pedregales donde no tenía mucha tierra y brotó pronto porque no tenía profundidad de tierra, pero salido el sol se quemó y porque no tenía raíz – marque eso ahí en su Biblia – se secó.”

Tenemos dos tipos de semillas, una cae junto al camino, otra cae en pedregales. “Y una tercera porción de la semilla cayó entre espinos, versículo 7, y los espinos crecieron y la ahogaron, la abrumaron, y no llegó a dar fruto. Pero otra parte, la cuarta porción de la semilla, cayó en buena tierra y dio fruto pues brotó y creció y produjo a 30, a 60 y ciento por uno. Entonces les dijo el que tiene oídos para oír oiga.”

Eso te dice el Señor, si tu tienes oídos para oír en este momento escucha la palabra del Señor. Esta es una de las parábolas más famosas de Jesucristo. De hecho, que nosotros tenemos un cuadro que montamos hace unas cuantas semanas, al frente del santuario cuando usted sale, que representa esta parábola del sembrador. La puedo ver desde aquí ahora mismo. Y lo pusimos allí a la salida porque cuando usted sale por esa puerta usted regresa a su comunidad y yo quiero que ese cuadro sirva como un recordatorio de que cuando usted sale de aquí, usted sale a sembrar la semilla del Evangelio.

Nosotros salimos a servir al reino, salimos a compartir lo que nosotros de gracia hemos recibido. Entramos para ser alimentados y salimos para alimentar y para sembrar la palabra del Señor. Pero ciertamente esta parábola es una de las más conocidas de toda la historia. Y me gusta esta parábola por varias razones. Me gusta por su perspicacia. ¿Cuántos saben decir lo que quiere decir la palabra perspicacia? Es una palabra dominguera. Perspicacia quiere decir su capacidad profunda de análisis, su capacidad analítica atinada, incisiva podríamos decir, su perspicacia espiritual y psicológica, por su entendimiento de los procesos humanos y sobre todo del proceso espiritual de la evangelización.

Vemos aquí un entendimiento muy profundo de los procesos que inciden en la proclamación del Evangelio. Nos muestra la complejidad que involucra la predicación del Evangelio. La predicación del Evangelio es algo tremendamente complejo y hay muchos factores que afectan el destino de la palabra de Dios cuando sale de la boca de un predicador o una predicadora.

¿Cuántos saben de ustedes que Dios no es el único actor en el proceso de la evangelización? Esta parábola nos hace conscientes de que hay muchos diferentes actores, muchos diferentes elementos que afectan el proceso de la predicación. Por ejemplo, en esta parábola vemos que están involucrados, primero, el sembrador, también una semilla que juega un rol, el tipo de tierra en que cae la semilla también es importante. Hay espinos, hay piedras, hay pies que pisotean, hay pájaros que comen la semilla, hay un sol que afecta la semilla. Hay muchos diferentes factores.

Satanás está en el proceso porque más adelante el Señor explica él mismo… una de las pocas parábolas en que el Señor explica el significado de cada uno de los símbolos que él emplea. Qué bueno es tener a Jesús interpretando él mismo su palabra, ¿verdad? Uno quisiera tener ese privilegio siempre. Pero aquí el Señor mismo explica lo que él quiso decir con su parábola.

Y él dice que esos pájaros que salen en la primer tipo de semilla es Satanás que afecta el destino de la semilla. Y hay una serie de otros factores adicionales que determinan si el acto de tirar la semilla prospera y tiene éxito o no. entonces, una de las cosas primeras que esta parábola nos enseña es la complejidad, la diversidad de factores que afectan la proclamación del Evangelio.

No muestra el carácter dinámico y complejo del Evangelio y de su proclamación. Y en este tiempo en que nosotros estamos reflexionando continuamente sobre evangelismo, y estos sermones están diseñados para ser un compendio de enseñanza sobre diferentes aspectos, es como una sola presentación extendida con diferentes aspectos, que todo tiene que ver con una educación completa, más o menos, pero por lo menos abarcadora de los diferentes factores que afectan el evangelismo.

Entonces en este tiempo de reflexión una de las cosas que nosotros tenemos que entender es que no todo depende de nosotros solamente cuando proclamamos el Evangelio. Y yo le voy a decir por qué eso es tan importante. Pero esto me enseña a mí que nosotros somos como los sembradores, la iglesia, usted y yo, pero usted ve que no solamente es el sembrador sino que hay otros factores aquí que juegan un papel importante.

¿Y sabe cuál es uno de los factores más interesantes del destino de la predicación del Evangelio? La voluntad de Dios. ¿Y por qué yo digo esto? Porque hay gente con la cual Dios no tiene propósitos y que por alguna razón no están destinados a ser salvos y esto es tremendamente misterioso pero la palabra nos dice eso. Es decir, que hay personas que por más que nosotros nos esforcemos y hagamos todo lo que está de nuestra parte, no están destinados a ser salvos. Y Dios no tiene propósitos con ellos. Y la Biblia dice que a menos que Dios no active su llamado en la vida de una persona, esa persona permanece inerte.

Sabe que tiene que haber una intervención divina para que la gente venga al Evangelio. La palabra dice que nadie viene a Cristo si el Espíritu Santo no lo atrae a él. Y hay personas que Dios simplemente… no me pregunte por qué, pero si usted busca en Romanos, capítulo 9, usted va a ver allí algo acerca de eso. Todo el capítulo 9 de Romanos está diseñado para iluminar un poco ese aspecto.

Por ejemplo, el pueblo hebreo, ¿por qué le pueblo hebreo a pesar de haber recibido la revelación abrahámica, los pactos y todo eso, hoy en día todavía, dice la Biblia, que tiene como un velo que cubre su entendimiento? Imagínese eso, siglos y siglos han pasado desde que Cristo vino a la tierra, del linaje de Judá y todavía ese pueblo israelita judío permanece su entendimiento embotado, aunque es el pueblo de Dios y Dios lo tiene como en paréntesis. Mientras él completa su trabajo entre nosotros los gentiles, los no hebreos, ese pueblo está ahí como en suspensión animada espiritualmente.

Y usted le habla a los judíos acerca de Cristo y es como que están cerrados como los muros de Jericó. Y dice la Biblia que un día el Señor quitará el velo de ellos y entenderán y llorarán por Cristo como se llora por un hijo perdido. Pero mientras tanto el Señor los tienen en paréntesis, porque Dios es un Dios de orden y primero trabaja entre y nosotros y cuando se haya completado la plenitud de los gentiles, entonces el Señor tornará su mirada otra vez hacia los hebreos.

Hay gente inclusive que usted le predica el Evangelio y tienen el entendimiento embotado. Este mismo fin de semana leí un artículo en el New York Times escrito por una novelista judía, de paso, que es interesante, donde ella ha padecido de insomnio prácticamente toda su vida, un insomnio debilitante, una ansiedad y una depresión y ella ha buscado solución para su problema clínico en yamanes, en ese momento está visitando, cuando escribe el artículo, se ubica visitando a un yamán mexicano que se llama Rafael, buscando a ver si él tiene la solución, pero ella es incrédula. Y yo creo que ella está buscando más bien otro párrafo para su artículo que estaba escribiendo.

Pero es fascinante de todas maneras. Y ella habla de cómo a ella le es imposible creer. Su papá un científico judío norteamericano, ella con una educación privilegiada muy racional, no puede, por más que quiere, como que tiene un casco de metal que cubre su entendimiento y no puede creer.

Yo he tenido experiencias con personas así. Recuerdo alguien muy querido mío que en una cena me dijo, yo he tratado pero simplemente…. Me dio pena porque era como una admisión de derrota que esta persona me estaba diciendo, no puedo creer. Y hay personas así, es como que Dios no tiene con ellos un propósito y esto afecta muchas veces el destino de nuestra predicación.

Versículo 14, Romanos, 9, dice, “¿Qué pues diremos, que hay injusticia en Dios?” Porque usted puede decir, bueno, y ¿cómo es eso que una persona nace y Dios no tiene propósito con ella y entonces se pierden? ¿Qué culpas tienen ellos? Esos misterios que yo no puedo resolver, pero ahí están en la palabra. Dios es soberano. Dios hace lo que quiere.

“¿Qué pues diremos, que hay injusticia en Dios? De ninguna manera. Pues a Moisés dice, tendré misericordia del que yo tenga misericordia y me compadeceré del que a mí me de la gana, en otras palabras, del que yo me compadezca. Así que no depende del que quiere ni del que corre sino de Dios que tiene misericordia. Porque la escritura dice a faraón – está argumentando el escritor de Romanos – para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra. De manera que de quien quiere tiene misericordia y al que quiere endurecer endurece.”

Qué misterio. Por eso es que nosotros tenemos que tener mucho cuidado cómo oramos. En este tiempo aquí en esta nación sabe que ya yo no oro porque no salga Hilary o porque no salga Trump, yo estoy diciendo, Señor, simplemente cúmplase tu voluntad. ¿Por qué? Porque quizás Dios quiere que esto se ponga peor todavía en esta nación. Quizás Dios quiere que todavía faraón resista un poco más a Moisés antes de que venga la visitación del poder de Dios sobre esta nación.

Sabe usted que Dios a veces lleva las cosas hasta un punto oscuro, oscuro y que la gente se corrompa, la maldad de los hombres tiene que llegar, dice, a su cúspide antes de que Dios intervenga. Y a veces estamos nosotros orando, Señor, que se convierta este, otro. Sí, podemos pedir lluvia, porque nosotros queremos la visitación y a la postre Dios va a hacer su voluntad, pero yo no sé cuánto tiempo mientras esperamos y clamamos se tomará para que Dios intervenga.

¿Sabes qué? Yo duermo tranquilo. ¿Por qué? Porque yo sé que suba Hilary o suba Trump o suba quién sea, el Señor está en su trono, como decimos, está en control. Y él es quien está llevando las cosas a su lugar y a veces él hace que se levante el faraón para mostrar su gloria entonces. A veces él permite que una persona sufra y resista porque él tiene que madurar a esa persona antes de que finalmente baje la cabeza ante el Señor.

Tu quizás estás orando por tu hijo, Señor, conviértelo, conviértelo. Y debes seguir orando, pero quizás el Señor tiene todavía unos años más que se dé contra la cabeza y la pared antes de que venga a los caminos del Señor. Tu parte, sigue orando, sigue clamando al Señor y deja el resultado al Señor.

Hay gente a quien nosotros le proclamaremos el Evangelio, hay naciones, hay generaciones que nuestra parte simplemente es sembrar la semilla. A veces nosotros no sabemos qué propósito Dios tiene con la gente y cuánto tiempo se tomará. Pero yo sé una cosa, que Dios es fiel y que la palabra sí promete que el Señor viene pronto, que viene una cosecha de almas y nosotros tenemos que estar clamando al Señor, danos unción, danos entendimiento, danos poder para estar preparado cuando venga la visitación de tu poder.

Pero hay personas que tu vas a predicarles y no te preocupes, deja que el Señor haga la obra, él sabrá lo que él tiene en mano con esas personas. Se nos sugiere aquí que con algunas personas Dios tiene planes y propósitos y con otras no. y esto quizás explica por qué algunos terminan no salvados y otros sí. Esto es muy complejo y sugiero que usted no se atormente demasiado en ello. Lo importante como digo es predicar el Evangelio. De nada sirve que nos atormentemos, nos sintamos culpables pues hay una parte que solo le pertenece a los misterios del Señor.

¿Sabe por qué yo estoy enseñando todo esto? Porque muchas veces yo veo en esta nación ahora mismo un sector de la iglesia evangélica que está atormentado porque la gente acusa a la iglesia de ser farisaica, de no entender a las personas homosexuales y a los trasvestistas y a los trangénero, de que nos creemos mejor que nadie, y hay muchos cristianos atormentándose porque quieren que la iglesia sea popular, quieren que la iglesia sea aceptada. Les atormenta la crítica que la gente dirige hacia la iglesia y están continuamente experimentando y buscando a ver cómo quitar toda ofensa del Evangelio para que la gente deje de pensar que los cristianos somos malas personas.

Y usted ve que quitan la cruz, porque la cruz ofende a algunos. Campus Crusade un ministerio universitario cristiano cambió su nombre de Cruzada Estudiantil a Cru, porque cruzada ofende a los musulmanes y a otra gente entonces vamos a quitar la palabra cruzada. Otros quitan la palabra cristiana del nombre de la iglesia y ponen algo comunitario, iglesia de la comunidad. Otros llaman a la iglesia, iglesia de Gracia, porque gracia le gusta a la gente, nadie va a llamarle iglesia de condenación, claro. Pero gracia porque eso le va a enseñar a la gente que estos son buena gente, puede ir a esa iglesia.

Mire, usted le puede cambiar el nombre que usted quiera, usted puede esconder lo que usted quiera, las almas son salvadas cuando el Espíritu Santo toca el corazón y la gente reacciona positivamente a la obra de Dios. Nuestra parte no es cambiar el Evangelio, nuestra parte no es darle maquillaje y ponerle más desodorante al Evangelio, nuestra parte es predicar la palabra, ser fieles y dejar lo demás al Señor. Porque en última instancia el Señor es quien se encargará de hacer la obra, no nosotros.

Yo no sé qué planes Dios tiene con esta generación. Claro que sí, nosotros queremos ayudar en todo lo posible, mejorar nuestra forma de predicar el Evangelio, proveerle a la gente un ambiente correcto, predicar un Evangelio balanceado, todo lo demás, pero yo sé que en última instancia cuando todo se haya hecho, yo lo único que puedo hacer es descansar y dejar el resultado al Señor. No cambiemos el mensaje. No cambiemos la proclamación de la palabra porque hay procesos y Dios es quien tiene el control absoluto.

Y por eso el leer esta parábola me da paz, me permite predicar el Evangelio con soltura, sin afán, dejando el resultado al Señor. Mi parte, tu parte es proclamar la palabra en toda oportunidad y entonces descansa. No prediques el Evangelio con ansiedad, quieres que esa persona se convierta, y estás allí insistiendo y molestando y llamando por teléfono y entregando tratados y todo eso, no, predica la palabra y entonces deja que el Señor obre.

La gente quiere recibir el mensaje del Evangelio de personas que están confiados en su material. Si tu tienes un vendedor… sabe cuando yo voy a comprar algo lo que más me disgusta es cuando no he pasado por la puerta y ya yo veo que por allá se comienza a mover el vendedor para venir donde mí. Déjeme tranquilo, si yo lo necesito yo lo llamo. Venga, dígame, estoy a sus órdenes acá, cualquier cosa yo voy a estar por allí. Gracias. Ahora déjeme tranquilo que yo sé bien lo que estoy buscando.

Es decir, nosotros tenemos que predicar el Evangelio tranquilamente, con elegancia, con gracia, con confianza. A nadie le gusta un vendedor que desconfía de la mercancía que vende. Y yo creo que esa timidez que tiene tanto evangélico hoy en día en esta nación, queriendo justificarse, que la gente piense que somos buena gente, quitando todos los distintivos del Evangelio, eso es más contraproducente que cualquier otra cosa.

La gente quiere que usted le presente un Evangelio claro, firme, contundente y que usted lo predique con seguridad y eso tiene mucho poder para convencer. No predique el Evangelio con ansiedad, sintiéndose culpable. Hay partes que solo el Señor entiende y en última instancia él está en control.

Note aquí que hay una sola semilla que es predicada. No hay muchas diferentes semillas, una sola semilla. El Evangelio dice es la palabra una vez dada a los santos. Y la iglesia no tiene poder para cambiar la semilla. La semilla siempre es la misma. El Evangelio no cambia, es el mismo mensaje. La diferencia está en la tierra y el contexto. Y esa tierra es la persona, el corazón del individuo, la sensibilidad que recibe el mensaje. El contexto en que se predica la palabra.

Miremos la primera semilla. Esa primera semilla dice aquí que es recibida por una persona, un individuo que simplemente no entiende el carácter sublime o la importancia de vida o muerte del Evangelio. En otra versión de esta parábola que se encuentra en Mateo, el Señor explica eso de que esa primera persona que recibe el Evangelio no entiende el mensaje y por eso el enemigo quita el mensaje de ella.

Entonces esta persona, cuando usted le predica el Evangelio piensa que usted lo que le está predicando es una denominación, una congregación, que lo que usted quiere es su dinero, que ya ha escuchado lo mismo 20 mil veces, que usted es de ese grupo que se aparece por allí, esos evangélicos locos que están en la televisión, etc., no entiende que usted le está presentando la oportunidad de vida eterna, de un marco de referencia para su existencia, de un entendimiento de sus orígenes y todas estas cosas. No es iglesia, no es religión, es la salvación eterna de su alma.

Pero esta gente no entiende el mensaje del Evangelio. Pero se nos dice algo más y es que el diablo es quien quita la semilla de su entendimiento. Como que esta persona no valora, no entiende, su entendimiento está ciego, el enemigo puede entonces arrebatar la semilla del Evangelio. Aquí el Señor sugiere claramente oposición diabólica y demoníaca que yo me alegro que sea él mismo interpretando su propia parábola porque no hay duda de que lo que él quiso decir es que a veces hay interferencia.

Otro de los actores importantes en la proclamación del Evangelio es Satanás. Muchas veces la influencia demoníaca, diabólica impide que mucha gente reciba el Evangelio. ¿Sabía usted que en evangelismo hay guerra espiritual también? Y que el diablo tiene sumo interés en que nadie se convierta al Evangelio.

Búsquese en Segunda de Corintios capítulo 4, en el versículo 3 dice así: “Pero si nuestro Evangelio está aún encubierto entre los que se pierden está encubierto, en los cuales el dios de este siglo – ¿quién es el dios de este siglo? Satanás. Siglo no se refiere a este siglo de 100 años, se refiera a esta edad, esta época, este tiempo, esta dispensación, este sistema humano en el cual estamos involucrados – segó el entendimiento de los incrédulos…”

Es decir, cuando una persona se empecina en no creer es porque esa persona en alguna forma también está siendo afectada por una influencia demoníaca que le impide creer.

“… para que no les resplandezca la luz del Evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. – es interesante el versículo 6 – Porque Dios que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.”

¿Por qué tu llegaste a conocer a Cristo y a aceptar a Cristo? Porque la luz de Dios resplandeció sobre ti. No fue porque tu naturalmente de buena gente que eres decidiste creer en Cristo, Dios te alumbró, te iluminó para que tu pudieras ver. Mientras tanto el enemigo estaba tratando de cegar tu entendimiento para que tu no recibieras la palabra.

Tu tienes que preguntarte ¿habrá una lucha espiritual? ¿Por qué yo no acepto a Cristo? ¿Por qué yo no he entregado mi vida a Jesucristo? ¿Habrá una parte de lucha espiritual? Yo tengo que pedir, Señor, dame entendimiento, abre mis ojos para que yo pueda conocerte.

Entonces, vemos que Satanás muchas veces ciega el entendimiento de la gente para que no les resplandezca la luz del Evangelio. Él viene y quita la semilla, por una parte uno le está predicando el Evangelio y su mente está pensando en otras cosas, o viene una distracción, o viene un problema o lo que sea, y la gente sigue su camino y se olvida de lo que escuchó. Por eso es importante orar por las personas que queremos que conozcan a Jesucristo, para que el Señor quite el velo que cubre su entendimiento y puedan recibir al Señor.

Una iglesia que está buscando ser efectiva evangelísticamente tiene que orar, y por eso es que estos tiempos de oración, yo creo que el Señor soberanamente los ha impuesto sobre nosotros. Yo no me propuse tener tiempos de oración de esta manera insistente, una vez, el viernes, pero los demás es el Señor mismo quien los ha… y por eso es que uno tiene que aprender de las cosas. Dios te va enseñando. Y yo creo que vamos a seguir hasta que el Señor nos dé libertad, vamos a ver cómo. No lo queremos convertir en rutina tampoco pero si una iglesia quiere ser efectiva tiene que orar.

Si tu quieres ser efectivo en tu vida tienes que orar. Si tu quieres que personas conozcan a Cristo ponlas en una lista y ora insistentemente por ellas para que el diablo sea vencido en ellos y ellos puedan recibir neutralmente la palabra de Dios.

Sabe que dice la Biblia que primero hay que atar al hombre fuerte antes de que las personas puedan creer. Mire lo que dice Marcos capítulo 3, versículo 27 – estoy dando material pero usted puede escuchar la grabación después otra vez – dice aquí, “Ninguno puede entrar en la casa de un hombre fuerte – ¿quién es ese hombre fuerte? Satanás, los espíritus demoníacos – y saquear sus bienes si antes no le ata y entonces podrá saquear su casa.”

Y él está hablando específicamente en el contexto de la predicación del Evangelio y del reino demoníaco que se opone al Reino de Dios. Y primero hay que atar, a veces tenemos que orar en forma de guerra espiritual para que nuestros hijos conozcan al Señor. Y es importante que la gente entienda que hay una pelea por cada alma. Esto no es sencillo, esto no es fácil, hay guerra espiritual detrás bastidores por cada alma. Cada alma que se convierte es un milagro de Dios porque hay poderes que están dedicados a impedir, porque el diablo quiere causarle dolor al Señor en la pérdida de sus hijos. Y tenemos que clamar al Señor y tu mismo ayuda al Señor clamando para que Dios abra tus ojos y tu puedas entender la importancia del Evangelio.

A veces tenemos que despojar al diablo primeramente para que pueda haber una cosecha de almas. Tenemos que orar por esta ciudad de Boston para que el Señor abra el entendimiento de la gente y puedan recibir el Evangelio. Una iglesia que está involucrada en evangelismo tiene que ser fuerte en la oración y en la santidad, de otra manera no puede haber efectividad en la vida cristiana.

Es decir, que la primera semilla el diablo está involucrado en no permitir que prospere. La segunda semilla que cae se nos dice que cayó en pedregales, la porción de la semilla cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra y como no estaba profundamente arraigada no tenía forma de alimentarse ni recibir agua de la humedad que hay debajo de la tierra.

Esta porción de la semilla cae y prematuramente da fruto, o mejor dicho, simplemente brota una matita, pero no se ha tomado tiempo para esa semilla ir hacia abajo, meterse en la tierra, porque ¿qué pasa? Cuando una planta tiene raíces puede beber de la humedad que está debajo de la tierra, puede alimentarse de los nutrientes de la tierra, pero si no tiene raíces hondas se marchita fácilmente. Y paradójicamente hay personas así que creen en Cristo, reciben la palabra, se convierten, usted los ve que comienzan a venir a la iglesia, pero como no tienen buena formación, buena enseñanza, buena raíz, buenos hábitos espirituales, cuando vienen los problemas y las dificultades inmediatamente usted no los vuelve a ver en la iglesia.

Y aquí se desprenden dos o tres cosas bien importantes. Una de las cosas, mis hermanos que han conocido al Señor recientemente, tu que estás joven en la fe, aliméntate espiritualmente, lee la palabra, estudia la palabra, adquiere buenos hábitos devocionales. Por eso nosotros hacemos diferentes cosas. Una de las cosas que ofrecemos es después que la persona se convierte los animamos a tomar 3, 4 clases que ofrecemos siempre para que por lo menos tenga algo de conocimiento de lo que sucedió en su espíritu cuando aceptó a Cristo como Señor y salvador. Y los animamos que adquirir buenos hábitos de oración, lectura de la palabra, congregarse, servir al Señor y otros hábitos devocionales para que puedan ser gente saludable.

Si tu corazón no está educado en la palabra del Señor tu experiencia cristiana va a ser deficiente. Ofrecemos clases de discipulado también, todas estas cosas que ustedes escuchan de talleres y retiros, esto está diseñado para que esa mata, esa semilla que ha caído en la tierra pueda ir hacia abajo. Cultiva tu vida espiritual porque para tu ser una mata que pueda resistir los ataques de la vida es importante que eches raíces. Esta mata como no ha echado raíces es frágil y débil y por eso cuando sale el sol se quema fácilmente y muere. A los nuevos creyentes los animo a tomar la vida cristiana en serio y hacer todo lo posible por madurar en las cosas de la fe.

Ahora, dice que las pureabas, cuando una persona no tiene una vida cristiana sólida está a merced de cualquier prueba que pueda venir. Es como un bebé. Sabe que los bebés son frágiles y cualquier resfriado se puede convertir en una pulmonía, cualquier caída puede afectar su cerebro en una manera terminante, y por eso los bebés nosotros los cuidamos tanto y les damos tanto mantenimiento porque cualquier prueba, es decir, cualquier trauma sobre su sistema puede ser fatal o muy dañino.

Y cuando la gente está en esa parte inicial de la vida cristiana pueden venir pruebas. Dice que cuando viene la prueba se aparta del Evangelio. Y uno puede pensar, bueno, nosotros sabemos lo que son pruebas, pero hay dos tipos de pruebas que yo quiero decirles a ustedes que es muy importante que tengamos siempre en consideración. ¿Sabe cuál es la primera prueba que experimentan los nuevos creyentes? A veces es aquí en la iglesia. Una de las pruebas más peligrosas, irónicamente, es la misma vida de la iglesia para los nuevos creyentes.

En la iglesia hay mucha gente imperfecta, todavía están en formación y algunos no son muy maduros y cuando la gente recibe a Jesucristo y viene a la iglesia piensa que todos son unos santitos, que todo el mundo está santificado, que todo el mundo es un dechado de virtudes y cuando se dan cuenta que no es así, se escandalizan y cuando surge la persona chismosa, la persona que lo mira mal, la persona que lo critica, cuando ve a 2 cristianos que ella suponía que eran muy maduros peleándose uno con el otro, cuando ven que la iglesia está hecha de gente también enferma, que necesitan gracia del Señor, echan un pie y se van. Y el diablo a veces usa a los hermanitos dentro de la misma iglesia para hacer daño a los demás.

Y por eso yo digo, hermanos, que la iglesia tiene que ser un lugar donde los pequeñitos puedan encontrar un buen ambiente para educarse. Tenga cuidado, yo no tengo ya tolerancia para la gente chismosa en la iglesia, hermanos, cero tolerancia. Repréndelo en el en el nombre de Jesucristo toda murmuración, todo chisme, toda carnalidad en el en el nombre de Jesús. Si usted ve una persona chismosa denúnciemela que yo me voy a encargar de ella. Ahora no vengan todos al final del servicio, pero sinceramente, hermanos, eso me duele en el corazón, porque esa es una prueba diseñada por el diablo para escandalizar a los pequeñitos.

Y la Biblia dice bien claro, mira, mejor sería que te ates una piedra de molino y te tires al fondo del mar antes que escandalizar a uno de los pequeñitos. Y a veces nos escandalizamos unos a otros, hermanos. Yo creo que hay tantas pruebas que vienen. Mire, a veces usted dónde encuentra la mayor tentación? Dentro de la iglesia no allá afuera.

Yo les digo a mis hermanas, lo voy a repetir por integridad. Mis hermanas, ¿sabe una de las cosas que yo amo de la iglesia católica en sus mejores tiempos? Era cuando esas hermanas se vestían como para ir a la iglesia. Yo entiendo bien que… pero yo creo que la iglesia debe ser un lugar donde los hombres no tengamos distracciones innecesarias. Amén. Hermanas, por favor, entienda bien lo que les quiero decir. Yo no me considero un santurrón porque ni que quisiera serlo lo podría ser, es más, pero hermanas, este es lugar donde ustedes y los hombres también les digo lo mismo, si por casualidad Dios les ha dado un cuerpo que provoque malos pensamientos también, vístase como debe.

Yo creo que el cristiano debe vestirse de una forma apropiada pero por lo menos para venir a la casa del Señor. Es tan lindo cuando yo veo a mis hermanas que se visten con esa delicadeza, con esa consideración de que están en la casa de Dios. Eso es como que me hace sentir a mí bendecido. Allá afuera usted haga lo que quiera pero le suplico, y eso yo creo que va a ser de bendición para usted, le prometo, porque eso es un mensaje que usted le envía a su espíritu.

Yo quiero que usted haga lo que usted quiera con eso. Pero les hablo con mi corazón pastoral aquí en la mano, con todo el amor. No estoy hablando de que usted se compre un saco de harina y se lo ponga tipo musulmana con los [inaudible] solamente ahí, no, usted puede vestirse bien, pero órele al Señor, pregúntele al Señor acerca de eso. Eso es todo. Porque muchas veces eso es piedra de tropiezo, escandaliza a algunos hermanos y otros hermanitos que la carne está todavía fresquecita y nueva, y si usted juega un papel público en alguna manera, pregúntese, ¿estoy yo desempeñando mi tarea en una forma inspiradora en vez de tentadora? ¿Entienden lo que quiero decir? al buen entendedor pocas palabras bastan.

Porque es que la iglesia puede ser un lugar de problemas, puede ser un lugar de tentación y de complejidad y de complicaciones innecesarias. Y eso es todo, y tenemos que tener cuidado… cuidarnos unos a otros, tener misericordia unos de otros. La iglesia puede ser un lugar… y las pruebas pueden venir en otras maneras también, pueden venir a través de los sufrimientos.

Sabe que muchas veces cuando comenzamos a servir al Señor vienen los ataques del diablo a nuestra vida también y el diablo quiere ver si nosotros nos mandamos a huir porque vienen los problemas y las pruebas, las dificultades. Lo que tu tienes que hacer es resistir en el nombre del Señor. Párate firme, entiende y discierne que el diablo a veces quiere destruir tu vida y la Biblia dice que simplemente resistamos al diablo y él huirá de nosotros.

No te dejes escandalizar porque el domingo siguiente después de convertirte el carro se te dañó, o que el IRS te escribió una carta que hay un dinero ahí que hace 4 años que tu le debías y ahora lo sabes. Resiste, se fiel hasta la muerte. Dios te dará la corona de la vida.

El Evangelio es para los decididos, los fuertes y dice que es preciso que a veces a través de muchas pruebas y dificultades lleguemos al reino de los cielos. Pero yo te puedo prometer una cosa, es que en el nombre de Jesucristo si tu te mantienes firme, Dios te dará victoria en todas tus tribulaciones y Dios usará todas tus dolencias, todas tus pruebas para hacer un hombre, una mujer poderosa de Dios y un cristiano más efectivo.

El cristiano coge los lanzamientos del diablo y se los batea de jonrón ciento por ciento de las veces. Las pruebas, no permitas… echa tu raíz honda en una vida devocional, las prácticas de la vida devocional cristiana, congrégate, sirve, pégate a dos o tres personas maduras en la fe, lee la palabra, y el Señor te dará la corona de la vida.

La tercera semilla es la que cae entre espinos, que entonces crecen alrededor de la semilla, la ahogan y la dejan sin fruto. ¿A qué equivale esto? El Señor lo explica en el versículo 19, él dice que los afanes de este siglo, el engaño de la riqueza y la codicia de otras cosas – usted escriba ahí lo que usted quiera – entran y ahogan la palabra y esta se hace infructuosa, es decir, no da fruto.

Esos espinos son los afanes de la vida, la vanidad del mundo, el engaño de la riqueza, la codicia, la sensualidad. Es uno de los grandes obstáculos. Yo creo que es el número 1 en la lista de la gente cuando quiere entrar a los caminos del Señor.

Por ejemplo, la Biblia relata acerca del joven rico, vino ante el Señor con gran ansiedad, Señor, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna? Y el Señor al final le dice, “Mira, toma tu dinero, dalo a los pobres, distribúyelo y entonces ven y sígueme.” ¿Qué dice la Biblia? El hombre se fue triste porque tenía mucho dinero, mucha fama, mucha influencia social y el Señor dijo, guau, qué difícil es para los ricos entrar en el reino de los cielos.

Y ¿sabes qué? Usted no tiene que ser rico en dinero para tener dificultad de entrar en el Reino de Dios, a veces usted puede ser rico en apariencia, rico en amistad, rico en profesión, rico en influencia social, rico en prestigio, rico en juventud, rico en vitalidad y salud, y esas cosas usted tiene que estar dispuesto a todo entregárselo al Señor para que el Señor haga su obra en su vida.

Si usted ama cualquier cosa de este mundo más que a Cristo usted no merece ser un discípulo del Señor. Hay que despreciar nuestra vida hasta la muerte, dice la palabra. Y mucha gente cuando recibe la predicación les gusta el Evangelio pero cuando se ponen a contar el costo y se dan cuenta que esta práctica yo les robo a los clientes, yo les vendo carros que no sirven y les digo que son el mejor carro que se han comprado en su vida. Este joven con quien yo salgo y tengo una relación ilícita lo voy a tener que dejar por el Evangelio. Este hábito, esta boca, esta influencia social, me van a decir que soy un evangélico fanático, voy a perder prestigio, me van a decir que soy un santurrón, que soy un fariseo, que por qué yo rechazo a la gente, etc. y hay una cantidad de cosas que son obstáculos para que la gente entre al conocimiento de Jesucristo.

Y mucha gente como este joven rico dice, sabes qué, no esto no es para mí. Aman más la opinión de la gente y dicen no, no lo quiero. Mucha gente hace este tipo de transacción mental y se engañan pensando que como que Dios no se dio cuenta. Pero ¿sabes qué? Siempre que usted dice no al Evangelio ese es un no activo y hay como una cámara que retrata el momento en que usted dijo no al Evangelio. Y un día nosotros tenemos que dar cuenta, cuando vengamos ante el trono de Dios, dice la Biblia, cada uno tendrá que dar cuenta de sus decisiones. Y Dios te va a preguntar ¿por qué tu amaste más al mundo que a mí? Y tenemos que poder dar una respuesta.

Ojalá que nosotros a tiempo podamos decir, no, Señor, te entrego lo que tu quieras. Yo amo más la vida eterna que cualquier cosa de este mundo. Pero nosotros tenemos que predicarle a la gente simplemente, predicamos y cada uno tiene que hacer su decisión según la semilla que es.

Y eso me lleva a la última semilla, dice la Biblia que la cuarta porción de semilla cayó en buena tierra y nos dice la parábola que esta persona es la persona que oye el Evangelio, lo entiende, lo recibe y da fruto a diferentes niveles, a diferentes capacidades. No todo el mundo va a ser un Billy Graham que le habrá predicado a millones de personas, pero cuando tu entres al Evangelio Dios te llama para que lo sirvas, para que prosperes, para que des fruto, para que crezcas, para que hagas algo positivo y para que ayudes a otros a conocer a Jesucristo.

Dios tiene un plan para tu vida. ¿Qué tipo de tierra eres tu? De esas 4 porciones que hay allí, ¿a cuál de ellas perteneces tu? Quiera el Señor que tu seas como esa buena tierra.

Préstale tu barca al Señor

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El capítulo 5 de Lucas dice: “Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios. Y el Señor vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago y los pescadores habiendo descendido de ellas lavaban sus redes. Y entrando en una de aquellas barcas la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco y sentándose enseñaba desde la barca a la multitud.

Cuando terminó de hablar dijo a Simón, “Boga mar adentro y echad vuestras redes para pescar.” Respondiendo Simón le dijo, “Maestro, toda la noche hemos estado trabajando y nada hemos pescado, más en tu palabra echaré la red.” Y habiéndolo hecho encerraron gran cantidad de peces y su red se rompía. Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca para que viniesen a ayudarles y vinieron, y llenaron ambas barcas de tal manera que se hundían.

Viendo esto Simón Pedro cayó de rodillas ante Jesús diciendo, “Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador.” Porque por la pesca que habían hecho el temor se había apoderado de él y de todos los que estaban con él y así mimso de Jacob y Juan, hijos de Sebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón, “No temas, desde ahora serás pescador de hombres.” Y cuando trajeron a tierra las barcas dejándolo todo le siguieron.”

Bendiga el Señor su palabra. Amén. Préstale tu barca al Señor. Dios nos ha escogido para que colaboremos con él en la evangelización del mundo. Y a nosotros nos toca decirle sí a esa invitación a través de nuestra vida. Como Cristo le rogó a Simón Pedro que le prestara su barca para llevar a cabo su tarea evangelística que estaba delante de él. Él también nos pide a nosotros que le entreguemos nuestra barca, nuestra vida, nuestros recursos para que él pueda expresarse a través de nosotros.

Este pasaje comienza describiendo una necesidad en el ministerio docente evangelístico de Jesús. Las multitudes lo seguían dondequiera que él iba y estaban desesperados, se agolpaban sobre él. ¿Por qué? Porque el Señor les daba comida, llenaba las necesidades de la gente y por eso lo perseguían. Jesús era muy diferente a los religiosos de su tiempo, a los fariseos, a los saduceos, a los establecidos de la religión. Él llenaba necesidades, si la multitud tenía hambre él proveían comida, si estaban endemoniados los liberaba, si estaban necesitados de una palabra de afirmación como Saqueo o la mujer con el flujo de sangre o sanidad, lo que fuera, el Señor proveía esa necesidad. Si necesitaban sanidad física, el Señor los sanaba físicamente, les daba esperanza.

Y yo creo que una iglesia que quiera ser efectiva evangelísticamente tiene también que llenar necesidades. Ahora no solamente las necesidades que la gente identifica, por si usted le dice a la gente simplemente qué ellos quieren, le van a decir queremos comida, queremos dinero, queremos fama, queremos que Dios nos diga que somos buenos, pero no van a estar dispuestos necesariamente a pagar el precio de esas cosas. Y la iglesia tiene también que llenar necesidades secretas que ellos mismos no conocen.

Tenemos que despertar esas necesidades y eso es parte también de la predicación de la iglesia. Pero es importante que esta gente se agolpaba sobre Jesús, lo perseguía, lo cual no sucedía con los fariseos y los saduceos. Una religiosidad muerta no tiene nada que enseñarle o darle a la gente. Hay que ofrecerle a esta cultura un enfoque del Evangelio que llene las necesidades de esta cultura.

¿Cuáles son algunas de las necesidades de la gente de este tiempo? Hace poco fui a comer con un pastor que me invitó en New Hampshire, un pastor amigo mío, John Foster, y me llevó a un sitio muy lindo, un restorán italiano muy bonito en un área muy próspera de New Hampshire y nos sentamos en un sitio precioso. Este hombre tiene dos restoranes, uno que queda bien cerca y este es como una especie de un grocery store, una bodega italiana con carnes exquisitas, curtidos de todo tipo, todos los vinagres habidos y por haber, todas las aceitunas. Es un sitio como de museo casi, precioso. Y dentro de ese sitio grande tiene también una cafetería, un pequeño restaurante, un café donde la gente puede tomarse sus lattes y sus capuchinos, un sitio muy lindo, muy escogido.

Y mientras estábamos ahí esperando que nos sirvieran yo miraba alrededor y veía toda esa gente de clase media y media alta, porque esa área de New Hampshire es así, es uno de los sitios más prósperos de toda la nación. Yo le decía a John, mirando esta gente ahí sentados tan contentos, tan sofisticados, en ese ambiente tan sofisticado, decía guau, venir a esta gente y decirle, ¿sabes qué? Cristo quiere sacarte de tu vida miserable. Él quiere calmar tu infelicidad, se reirían de nosotros. Porque esa gente está muy contenta, tienen dinero, tienen casas lujosas, tienen sitios como este para comer lo que les da la gana, leen periódicos muy sofisticados, tienen acceso a toda la cultura del mundo. Venir a decirles a ellos, el Señor quiere rescatarte de tu vida pobre y triste, no les hace sentido a ellos.

Tenemos que ofrecerle un Evangelio que hable a lo que ellos necesitan. Porque hay necesidades en ellos, y nosotros tenemos que entonces presentarles el Evangelio de una manera contextualizada, como hizo Pablo, por ejemplo, en el areópago en Grecia. Les habló acerca de su apetito de conocimiento, de intelecto, de cultura y enmarcó el Evangelio en una forma que ellos pudieran entender, y aún lo rechazaron así, pero hubo cierto tipo de cosecha al final.

Pero nosotros tenemos que ser una iglesia que llene necesidades como Cristo llenó ciertas necesidades. Yo diría que algunas de las necesidades de la cultura de este siglo XXI que está alrededor de nosotros, Boston, una de las grandes, grandes ciudades del mundo, bueno la gente siempre necesita comunidad. La gente a pesar de todo su dinero está solitaria y necesita venir a un ambiente donde se sientan amados.

Una de las cosas que yo descubro, aún por ejemplo en el ministerio en inglés que ahora misma celebra su culto paralelo a nosotros, es que hay mucha gente de Europa, de Asia, quieren venir a donde estamos nosotros los latinos porque hay un calor que nosotros ofrecemos. Se sienten bienvenidos. Se sienten que están entre gente que tiene cierto grado de sanidad emocional, porque a veces el dinero y la cultura te da ciertas cosas pero también te esteriliza muchas veces y esta gente necesita calor humano, necesitan una sonrisa, necesitan estar con gente que tenga salud emocional, que se rían, que no tengan todas las pretensiones que tiene la gente sofisticada y muy estudiada.

Y nosotros podemos ofrecerles ese cariño. Cuando la gente viene a la iglesia salúdeles. Si usted no conoce a la persona, extienda su mano hacia ellos, cuando entren por la puerta, quien quiera que sea, si usted no le conoce, preséntese, quizás es miembro de la iglesia pero usted no lo conoce, ni él o ella a usted. Preséntese, salúdele, extiéndale la mano, en vez de salir apurado que vamos de acá de una vez para la casa, o ir a saludar a la gente que conocemos, tenga ese sentido ministerial de extenderse hacia a alguien y busque a alguien, dígale, mi nombre es… no tiene que darle un discurso, simplemente, hey, ¿cómo está? Mi nombre es tal y tal, Dios le bendiga, qué bueno que estamos acá ¿verdad? Y quien sabe si se puede entablar una amistad muy bonita.

Así que la gente necesita comunidad. Todo el dinero que tengan y la vida allá afuera la gente está solitaria. Una persona con mucho dinero no encuentra a veces sinceridad, no encuentra calor humano muchas veces y usted se va a sorprender de lo que puede hacer una sonrisa y un gesto de generosidad.

La gente también necesita un sentido de realización personal, se sienten inseguros acerca de sí mismos. A pesar de que tienen el título universitario o académico, a pesar de que tiene la posición en la corporación, todavía hay áreas en que se sienten inferiores, se sienten que no han llegado, se sienten que les falta algo todavía. Y por eso es que tratan de llenarlo con cosas materiales y con títulos y logros y posiciones, pero eso no llena la necesidad que hay en su alma de sentirse como conectados a algo que está más allá de ellos.

Y una iglesia tiene que ser un lugar que conecte a la gente con Dios, los conecte con un sentido de mayor propósito, de que hay algo más. Y por eso es que cuando nuestra gente viene a la iglesia y cuando la gente de afuera viene, necesitan un ambiente donde la vitalidad del Reino de Dios sea manifiesta, donde la adoración sea sentida, intensa.

Yo les insto, hermanos, a meterse en la alabanza y la adoración, a crear un ambiente, a suscitar un ambiente de alabanza. No vengamos como gente pasiva, a que nos manipulen como marionetas, no, usted venga bien orado, bien preparado para adorar al Señor y para suscitar un ambiente de alabanza. Usted es parte del milagro de la adoración, usted es parte del milagro de hacer vivía la presencia de Dios en medio del ambiente, así que yo sé que sobre todo para el servicio de las 9, es temprano en la mañana y como que la mañana invita a una quietud y a una suavidad, y por eso es que tenemos que ser doblemente insistentes en adorar al Señor con vitalidad para que la gente venga y sienta esa presencia de Dios en el espíritu.

Hay que ir más allá y a veces nos sorprendemos cuando hacemos un poquito de esfuerzo se calientan los motores y sentimos más fuertemente la presencia de Dios. Porque hay una parte que nosotros tenemos que hacer en nuestra vida y que la gente venga y sienta esa presencia de Dios. La gente necesita enseñanza práctica acerca de las relaciones humanas, el trabajo, la familia, tienen problemas interrelacionales y la iglesia tiene que ser un lugar que provea consejo, que provea enseñanza, que provea una predicación práctica, que los ayude a entender cómo relacionarse con los demás y cómo relacionarse también con su familia, esposos y esposas. Por eso, por ejemplo, estos talleres de matrimonio, son tan importantes.

Yo le pedí al Señor hace meses, muchos meses atrás, Señor, ayúdanos a ser una iglesia que le ministre más a la familia, a la juventud, a los matrimonios, esposas y esposos, padres e hijos, y hemos hecho esfuerzos y hemos visto gracias al Señor, que hay cosas, pero desgraciadamente muchos de nosotros a veces que necesitamos esa enseñanza no venimos.

¿Sabe quiénes vienen muchas veces a los talleres de matrimonios? Los que no necesitan, porque tienen familias y matrimonios sólidos. Digo no necesitan, todos necesitamos, pero muchas veces los que vienen a estos talleres son las personas que tienen ya matrimonios que están funcionando muy bien. Por eso tienen buenos matrimonios, porque le dedican tiempo a ello.

Muchas veces las parejas que necesitan fortalecerse no vienen. Y esto no es un regaño, o sí, quizás sea un regaño. Pero les animo a participar de estos recursos porque la iglesia quiere ser una iglesia que supla necesidades y esa es una de las áreas que más necesita el siglo XXI, familias y matrimonios saludables.

Entonces, hay muchas otras cosas que diría. No quiero perderme en ese punto solamente, pero es importante que nosotros, la iglesia de Cristo, como Jesús provea para las necesidades del hombre, de la humanidad. Y si una iglesia, si un cristiano, si un creyente es un indicio de la presencia de Dios en el mundo, va a ser contagioso y la gente va a venir a donde él, a donde ella, o va a venir a la iglesia porque está supliendo necesidades.

Y el Señor de momento se encuentra que hay una multitud que lo está persiguiendo, quiere escucharlo, se pegan contra él y él está rodeado de la gente y no puede hablar, no puede predicar porque se requiere distancia entre el predicador y la gente a quien le va a predicar. Entonces él mira alrededor, uh, una barca sola, vacía. Hay unos pescadores cerca de ella que están limpiando sus redes, lavando las redes para que la sal no se las carcoma y están preparándolas para la próxima pesca.

El Señor decide resolver su dilema pidiéndole al dueño de la barca, Pedro, y va donde él y le dice, “Mira, ¿me quieres prestar tu barca porque necesito predicarle a esta multitud?” “Claro que sí, no la estoy usando, adelante.” Y el Señor me imagino que llamó a un par de personas, cogen la barca, la retiran de la orilla y la ponen más o menos cerca de la orilla pero ya en el agua. El Señor se sube sobre la barca y la multitud está un poquito más alejada y entonces el Señor, teniendo una plataforma adecuada puede predicarle a la multitud el mensaje con más detenimiento.

Y es interesante que Pedro, veremos más adelante, ha estado toda la noche tratando de pescar y no ha cogido ni un solo pez. Pedro en un sentido es ahora una imagen hasta cierto punto de derrota financiera. Tiene problemas financieros porque si usted no pesca va a tener problemas, pero eso es para más adelante. Hay un drama también paralelo que se está desarrollando allí.

Pero ahora Pedro puede ser útil prestándole su barca al Señor. Y aquí yo veo un simbolismo muy interesante y es que nuestras vidas, como dije al inicio, nuestras vidas son como la barca de Pedro. El Señor necesita su palabra proclamada a una multitud necesitada que urge de la palabra del Señor y nosotros, como Pedro, como la barca de Pedro, somos la respuesta a la necesidad del Señor.

Ahora Jesucristo hubiera podido buscar otra solución a su dilema, como Dios que él era y como un ser totalmente milagroso. Vemos a Jesús haciendo milagros tremendamente creativos en otro momento, calmando una tormenta, haciendo que aparezcan monedas en un pez. Para él no hubiera sido ningún problema magnificar su voz. ¿Usted cree que él no podía hacer eso? claro que sí, magnificar su voz y que toda la gente le escuchara. No hubiera necesitado de la barca de Pedro.

Pero Dios en sus esfuerzos por la redención del mundo Dios siempre trabaja en asociación con el hombre, siempre. Dios no trabaja unilateralmente, a él le gusta trabajar en comunidad y nos ha escogido a nosotros para que seamos parte del milagro de la evangelización del mundo.

Eso es un misterio para mí porque Dios podría coger un arcángel poderoso, fuerte, no le da problemas al Señor, no necesita comida, no tiene mujer que sostener, no tiene un hogar, hijos que le causan problemas, no tiene que dormir, puede viajar con alas muy poderosas de un país a otro y predicar el Evangelio, no necesita mantenimiento, no hay peligro de que cometa errores. Él podría usar ángeles pero no, él ha querido usarnos a nosotros, su creación. Y nosotros somos parte del milagro de la evangelización.

El plan evangelístico de Dios es usar a hombres y mujeres como nosotros para proclamar su Evangelio. No tiene ningún otro plan. Aunque es un plan un poquito difícil, pero le trae gran satisfacción al Señor y si nosotros no predicamos el Evangelio no hay quién lo predique.

La palabra dice, cómo escucharan el Evangelio si no hay quién les predique. Qué misterio tan grande es ese. Entonces, el Señor dice, “Pedro, préstame tu barca,” y Pedro accede a la petición de Jesús y desde ese momento se inicia un proceso que llevará a un cambio radical, dramático en su propia vida también. A veces los cambios pequeños, las decisiones pequeñas que nosotros hacemos son tremendamente significativos y cambian nuestro destino.

Pedro dice, no estoy usando mi barca, claro que sí, Señor, adelante, úsala. Esa decisión que él hizo cambia su vida radicalmente. Y así con nosotros también. Asistir a la iglesia, aparte del domingo, un día usted decide, voy a dejar de venir a la iglesia solamente el domingo, voy a ir un miércoles en la noche y quizás Dios le encuentre en un servicio de oración humilde, sencillo, usted vea otra dimensión del plan de Dios para su vida.

Registrarse para una clase de discipulado puede cambiar su vida. Cuántos de nuestros hermanos han sido impactados grandemente por su estudio en las clases de discipulado. Invitar a alguien a nuestra casa a una cena para hablarle del Evangelio. Acercarse a ese vecino que usted todos los días ve y que baja la cabeza. Ambos bajan la cabeza para no mirarse cuando se van para el trabajo por la mañana. Acérquese un día, preséntese y quién sabe lo que Dios puede hacer a través de ese encuentro pequeño.

Hacer una lista de oración para orar por 5 personas, meterla ahí en su Biblia y cuando usted está en el autobús o en el tren sacarla y 5 minutos orar por cada uno de esas personas para que conozcan al Señor, para que Dios cambie sus vidas. Apuntarse para servir en algún ministerio de la iglesia. Venir al taller de parejas. Son cosas sencillas pero esas son las cosas que llevan a una vitalidad espiritual que le permite entonces ser útil al Señor.

Y cuando usted comienza y es fiel en lo poco en lo mucho entonces Dios le pondrá. Amén. Tenemos que salir de la rutina, de ser domingueros, perdóneme si eso le ofende un poco, pero la vida cristiana es mucho más que venir a la iglesia los domingos. Hemos retenido esa tradición católica de ir a la misa, pero la vida cristiana es mucho más que eso. El domingo es simplemente como la culminación de una vida de toda la semana vivida ante la presencia del Señor. Y no es sustituto para una vitalidad, para una entrega, la vida de un verdadero discípulo, consagrado, sirviendo al Señor militantemente, entregando todo lo que tiene, todo lo que es para el servicio al Señor.

Es allí donde se dan los encuentros con el Señor. Es en esos momentos donde Dios te habla y cambia tu vida y te provee también para tus necesidades. Pedro hace un gesto pequeño, accede a que Cristo use su barca y eso cambia su vida totalmente. Y entonces el Señor puede montarse sobre la barca de Pedro, cumplir su propósito predicándole a la multitud y aquí yo creo que verdaderamente se inicia el verdadero drama de este texto, de Lucas 5 1 al 11.

Porque a mí siempre me encantan esos momentos de encuentro dramático entre el drama de un hombre y Jesucristo. Y aquí está este caso, porque ahora Pedro es invitado por Jesús a tomar la barca y bogar mar adentro. Dice aquí que cuando él terminó de hablar, “le dijo a Simón, “Boga mar adentro y echad vuestras redes para pescar.”

Guau, parece que el Señor tenía otra agenda secreta y ahora esa agenda va a comenzar a desarrollarse. Y aquí yo veo otro simbolismo bien importante. Primero señalamos la barca en su simbolismo de nosotros, nuestras vidas que pueden ser usadas como plataforma para la proclamación del Evangelio. Pero aquí yo veo un simbolismo rico que a mí me abrió mucho acerca de este texto, y es que este texto nos habla de 3 posiciones diferentes que ocupa la barca a través de esta narrativa.

Y así puede ser también nuestras vidas, nuestros niveles de acercamiento al Señor. 3 diferentes niveles de acercamiento al Señor, y también 3 niveles de utilidad y de compenetración con el espíritu de Dios. Porque esta barca, primero cuando la vemos retratada en Lucas 5, está cerca de la orilla dice el versículo 2, “vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago.”

La primera posición es cerca de la orilla. La segunda posición de la barca es apartada de tierra un poco, versículo 3, “le rogó que la apartase de tierra un poco.” Esta barca pasa de estar a la orilla, pasa a estar apartada de la tierra un poco. Y finalmente vemos que la barca es llevada mar adentro, “boga mar adentro.”

Esta barca va como a través de diferentes niveles posicionales, pero yo creo que así también nuestra vida es igual. Y también así como esa barca sirve en 3 maneras diferentes y tiene como 3 niveles de utilidad, también nosotros en la medida en que vamos a través de las 3 posiciones también nuestra vida adquiere diferentes niveles de utilidad y de riqueza espiritual.

Porque se trata de 3 posiciones con respecto al mundo. Para mí la orilla es el mundo. Ustedes recuerdan la historia de la semilla que cae en 3 ó 4 diferentes lugares. Una dice que cae junto al camino y en el camino la gente la pisotea y queda infructuosa. El camino, la orilla, es el lugar donde estar el ir y venir de la vida, es el mercadeo, es el afán humano, es el lugar donde están las multitudes, donde la gente va y viene y trafica y todas estas cosas. Y esa barca se encuentra allí cerca de la orilla cuando la vemos.

Y muchos cristianos son como la barca de Pedro que está cerca de la orilla. Su mente todavía está en las cosas del mundo. Sí, han hecho un gesto de acercamiento al Señor pero todavía están en la orilla, tienen interés en las cosas espirituales, es cierto, visitan la iglesia de vez en cuando, evitan los pecados más gruesos, más escandalosos, pero no se han entregado al Señor completamente, no son discípulos todavía, no son verdaderamente seguidores de Jesucristo. Son gente religiosa, más o menos, y a veces ni siquiera eso. son quizás como Nicodemo. Nicodemo sabía que Jesús era un hombre importante, religiosamente hablando y viene a donde Jesús de noche para que no lo vean. Cuántos de nosotros así somos, ¿verdad? No cargamos nuestra Biblia porque no queremos que nos identifiquen como religiosos, evangélicos. Eso no quiere decir nada, quizás su Biblia la tiene en un Ipod o en un Iphone o lo que sea. Pero la verdad es que muchas veces nosotros tenemos hasta vergüenza de que en nuestro vecindario nos identifiquen como uno de esos pentecostales rajatablas que van con la Biblia en el brazo.

Muchas de estas personas todavía no han tenido ese encuentro. Nicodemo era así. Vino de noche, Señor, sabemos que tu eres un hombre de Dios porque haces esto y lo otro. Y el Señor lo paró y dijo, Nicodemo, no me vengas con esas cosas. Si tu no naces de nuevo no puedes ver el Reino de Dios. El Señor era directo, identificó de qué pie cojeaba. Es como el joven rico, ¿qué debo hacer para tener la vida eterna? Bueno, entrega tus bienes a mí, sígueme. No puedo, Señor, estoy demasiado apegado a mi dinero.

Hay gente que está cerca de la orilla. En León de Judá puedo decir que hay unos cuantos, me perdonarían si soy así directo, pero los hay. Debes tu preguntarte, ¿Dónde estoy yo con respeto a estas posiciones espirituales? Y Dios nos recibe allí pero él quiere que vayamos más hondo, que vayamos más a fondo. Dios no nos puede usar. La barca está allí vacía, infructuosa, simplemente inerte. Y cuando un cristiano no se ha consagrado al Señor, no ha entregado su vida al Señor, no ha habido ese quebrarse de la vara de la voluntad bajo el dominio de Cristo, ese cristiano tarde o temprano va a estar vacío como la barca, va a estar inútil como la barca, no va a experimentar las revelaciones más profundas del Evangelio, no va a experimentar el gozo del Señor como Dios lo quiere. Va a tener cierto grado de beneficio porque el Evangelio tiene beneficios.

Cuando tu pones el dedo sobre el Evangelio se transmite energía y vida, pero qué bueno sería si metes toda la mano para que traspase todo tu ser, sería mucho más poderosa esa experiencia.

La segunda posición de la barca es cuando se aparta de tierra un poco. El Señor le dice, sácame la barca un poquito para yo poder anunciar la palabra a la multitud. Muchos creyentes pasan a veces de ser seguidores casuales, como los que acabo de describir, permitiéndose escapadas a la carne de vez en cuando, una vacacioncita después de toda la santidad es tan difícil que de vez en cuando hay que sacar un día libre. Manteniendo su tiempo y sus finanzas y sus placeres separados de su fe hasta cierto punto, evitando todo lo posible ser cristianos radicalmente comprometidos, vienen a la iglesia, dan su ofrenda, alaban, leen la Biblia de vez en cuando, se identifican hasta cierto punto como evangélicos, pero todavía no han tenido esa entrega radical. No viven esa posición desesperada, clamando al Señor, Señor, quiero más de ti. Quiero conocerte.

Hay una posición donde Dios nos llama a muchos de nosotros y ya hemos entrado a cierto nivel en la vida de la iglesia. Y yo quiero animarles a ir más allá de esa posición, quizás usted hace ciertas cosas, quizás es miembro del grupo de ujieres o ayuda en I wanna u otras cosas. Usted ha entrado a cierta posición, pero yo creo que hay una posición todavía más poderosa de la vida cristiana y yo soy un poco místico en ese sentido, en el sentido bueno de la palabra, porque Dios quiere algo más de nosotros y hasta que no llegamos a la tercera posición vamos a estar a medias en la vida espiritual. Dios quiere algo más profundo que simplemente venir a la iglesia todos los domingos y aún a veces algunos miércoles.

Yo veo mucho cristiano que le da al Señor lo externo y le da al Señor las cosas más grandes, más feas y más notorias de la vida cristiana, pero no le dan su interioridad. Yo veo cristianos que los he conocido durante tantos años y son, hasta cierto punto su carácter no ha cambiado mucho, tienen los mismos defectos personales, uno predica a veces sermones que uno dice, guau, finalmente la flecha se metió en el corazón, y al otro día usted lo ve haciendo exactamente lo que han estado haciendo todos los días de su vida.

¿Por qué? Porque han cerrado ciertas partes de su ser a la penetración de la palabra del Señor. Sabe que para mí la frontera más fuerte del Evangelio es cuando usted le da su interioridad al Señor, su carácter, su temperamento, sus defectos, sus relaciones humanas, su forma de hablar, su forma de tratar a los demás, su orgullo. Hay gente que Dios tiene que convertirles la lengua, tiene que convertirles el bolsillo, tiene que convertirles su cerebro, tiene que convertirles su pasado, sus recuerdos del pasado. No han permitido que el Señor entre en esas áreas de su vida y vienen a la iglesia a hacer muchas cosas pero no le han entregado al Señor su interioridad, esa segunda etapa de la barca, cuando hay un nivel de consagración que nos separamos.

Mejor dicho, es el segundo nivel en el sentido de externo. Pero el tercer nivel, no quiero confundir las imágenes. Primero, casualidad más bien en el Evangelio; segundo, una entrega mediana y Dios hace ciertas cosas a través de nuestra vida. Pero a mí la que más me interesa de todos es la tercera posición. El Señor le dice a Pedro, “ahora boga en mar adentro. Lleven la barca bien afuera.” Es cuando la barca está totalmente separada de la orilla, hasta el punto de que casi no se puede ver la orilla.

Esa es la posición que yo llamaría la posición de la consagración del yo, la entrega total a Dios. Es ahí en esa posición radical donde Dios puede obrar en nosotros y a través de nosotros, y hacernos verdaderos ganadores de almas, efectivos. Es allí donde Dios comienza a contestar nuestras oraciones dramáticamente, donde vemos los milagros de Dios, donde comenzamos a vivir una vida sobrenatural, donde le conocemos a él profundamente y él a nosotros.

Yo hablaba con un hombre muy exitoso esta semana en unas reuniones que tuve y me sorprendí de su profundidad espiritual. Estábamos sentados almorzando en unas reuniones – ustedes pensarán, el pastor se pasa la vida almorzando todo el tiempo. Estábamos en una junta directiva y este señor, un inversionista muy exitoso, me sorprendió con su profundidad espiritual. Yo lo he visto, lo conozco ya varios años porque siempre que vamos a las mismas reuniones ahí nos vemos, pero nunca había tenido ocasión de hablar. Y descubrí un hombre muy profundo, muy conocido en las cosas del Evangelio, los misterios del Evangelio, muy consagrado al Señor.

Y él me hablaba de conocer a Cristo y de ser conocido por él. Y él me hablaba de que él quiere ser conocido por Dios. Él dice que cuando Dios nos conoce, y es cierto, la Biblia habla de eso de ser conocido por Dios y de conocer a Dios. Conocer es algo activo, no solamente algo pasivo. La Biblia dice que Adán conoció a Eva. En el Antiguo Testamento conocer quiere decir tener intimidad física.

Y yo creo que esa es la idea de conocer a Dios y ser conocido por él. Esa es el bogar mar adentro. Pablo dice, quiero conocerle, hablando de Jesucristo. Y quiero conocerle en su poder y en sus padecimientos. Moisés le dijo al Señor, muéstrame tu rostro. Si tu me amas, si quieres verdaderamente usarme, quiero verte, quiero conocerte. Ese es el lugar donde verdaderamente Dios quiere que lleguemos. Es allí donde tenemos encuentros con Dios, donde él se abre a nosotros, nos enseña quién él es verdaderamente.

Mar adentro Pedro conoce quién es Jesús. La multitud escuchó solamente una dimensión de Jesús pero en mar adentro Pedro conoció la deidad de Jesús, tanto así que se llenó de temor. Cuando vio esa pesca milagrosa, todos esos peces y entendió, este ser con quien yo estoy aquí en tanta intimidad y cercanía en esta barca acaba de mandar cientos y cientos de peces que acudieran de todas partes y que se metieran en nuestra red. La peor de las situaciones, durante el día cuando los peces están asustados y hay ruido y no quieren estar cerca y se van bien lejos, Cristo hace este tremendo milagro. Y Pedro se llena de temor, como se llenó Isaías cuando vio la divinidad de Dios, como los profetas cuando vieron a Dios muy cerca, sentían que iban a morir porque vieron la deidad de Dios.

Pedro se llena de temor y dice, “Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador.” Mar adentro Cristo le revela su divinidad, le revela su verdadera identidad a Pedro. Es mar adentro donde tu conoces al Señor, es en oración, buscando de Dios, entregando tu vida, clamando a él, deseándolo de una manera desesperada, es allí donde Dios quiere mostrarte lo que él quiere para tu vida.

Hasta que no tenemos mucha hambre Dios no nos da mucha comida. La Biblia dice, buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia y las demás cosas vendrán por añadidura. Pedro le cede su barca a Jesús y el Señor le dice, “Ahora te voy a mostrar algo que tu no has visto jamás.”

Cuando servimos a Dios primero y le damos todo lo que tenemos y somos para sus propósitos entonces él nos da cosas que ni siquiera esperábamos. Una de las cosas que Cristo le da a Pedro es que le suple sus necesidades físicas, materiales. Pedro está en la orilla lavando redes que no han pescado ni un solo pez y ahora el Señor le dice, “Boga mar adentro, echa tu red para pescar.”

Tu sabes, cuando tu sirves a Dios y dejas que Dios use tu vida primeramente sabes que el Señor vela por toda tus demás necesidades. Yo no tengo temor de decirle a la gente, sirve a Dios, sirve a Dios radicalmente en tu vida y el Señor siempre te bendecirá. Esto no es prosperidad barata. Esto es gente que sabe. Yo le puedo decir que yo hablo porque he experimentado la generosidad de Dios en la vida.

Cuando tu sirves a Dios, Dios te bendice, bendice a tus hijos, bendice a tus finanzas, bendice tu matrimonio, bendice tu familia, bendice tus emociones, pero tienes que amarlo desesperadamente y darle la mejor parte a él. Muchos de nosotros le damos al Señor el ala para quedarnos nosotros con la pechuga. Tiene que ser de la otra manera, dale la pechuga y él te va a dar el pollo entero.

Esa es la clave de una vida bendecida. Yo les digo sin temor a equivocarme, dejen que Dios les use primeramente, denle y dense al Señor y ustedes verán que su vida…, Dios va a velar por los suyos, Dios va a defender sus intereses, Dios va a multiplicar sus panes y sus peces, pero tienes que comenzar así.

Pedro le dio a Jesús su barca y el Señor le dijo, “Ahora, Pedro, te voy a enseñar algo, ven, vamos mar adentro.” Y Pedro, que no pudo pescar un solo pez en la noche en condiciones óptimas, ahora pesca una gran multitud de peces, porque atendió primero a las necesidades del Señor.

Cuando ustedes me escuchan aquí animándolos, denle al Señor para que su iglesia tenga lo que necesita para su trabajo misioneros, los pastores no deberíamos tener que estarle rogando a la gente, inventándonos cada domingo una forma nueva y creativa de que den, eso debe ser la ética del creyente, del hijos de Dios, deseo de darle al Señor. Usted no necesita que le rueguen ni que le convenzan, dele al Señor generosamente y olvídese de todo lo demás y usted verá que Dios se encargará de sus necesidades. Tan sencillo como eso.

Otra cosa que yo veo mar adentro es que la fe de Pedro es probada. El Señor le pide que pesque en condiciones menos que ventajosas y esto requería fe de parte de Pedro. Hoy en día, la posibilidad de una pesca milagrosa de almas parecería imposible. El mundo está tan indiferente a las cosas del espíritu. Yo pienso en esta jornada que estamos emprendiendo al evangelismo y a traer vidas a Cristo y de hacer de nuestra iglesia una iglesia con una orientación primordialmente evangelística, en esta ciudad tan cerrada, tan sofisticada, tan siglo XXI, como es Boston, y pienso en tanta gente, no solamente los latinos. Los latinos somos hasta cierto punto fáciles de evangelizar, aunque también tenemos nuestra propias complejidades, pero pienso también en otras personas, otras nacionalidades, otros grupos. Porque Dios ha puesto a León de Judá para pescar en muchas aguas diferentes.

Pero cuando usted contempla la gente hoy en día parecen muy difíciles de pescar, y el Señor nos dice, no, echa la red para pescar. Pedro dice, “pero Señor, si hemos tratado toda la noche y no hemos cogido ni un solo pez.” Gracias a Dios que él tuvo la sagacidad de decir, “Pero en tu palabra yo echaré la red.”

Nosotros tenemos que echar la red la palabra de Dios. Es su responsabilidad no es nuestra. Echa tu red en el en el nombre de Jesús, echemos las redes en el en el nombre de Jesús. Si estamos en la voluntad de Dios él se encargará de darnos la tecnología y de darnos la estrategia y los medios. Yo sé que Dios va a bendecirnos con una gran pesca milagrosa porque lo vamos a hacer en el poder sobrenatural de Dios.

Cuando el poder de Dios está en nuestras vidas ningún obstáculo puede frenarnos o empobrecernos. Dios siempre proveerá su poder para sacarnos victoriosos. Lo importante es tenerlo a nuestro lado y ponerlo a él en el primer lugar y obedecerlo en todo. La obediencia a la palabra de Dios siempre trae recompensa y victoria.

Yo veo mucha gente cambiando la metodología y queriendo irse a formas que no escandalicen a la gente, opacan el Evangelio, le quitan sus demandas radicales. Tratan de hacer el Evangelio tipo vainilla, básico, quitan el nombre que puede inquietar a la gente, omiten todos los temas que puedan resultar desagradables y escandalosos, y tratan de buscar un Evangelio término medio para que la gente… abren un poco más la puerta para que la gente pueda entrar.

Pero a la misma vez empobrecen el Evangelio porque la cosecha de almas, la pesca milagrosa no se da nosotros mejorando los medios del Evangelio, sino buscando el poder de Dios. Y por más escandaloso que sea, por más contra intuitivo que sea, si lo estamos haciendo en el espíritu de Dios y en la palabra de Dios, tendremos resultados positivos en nuestra vida. Llenémonos del poder de Dios, busquemos vidas más entregadas al Señor.

Estos tiempos de oración que hemos tenido los viernes… De paso este viernes no vamos a tenerlo por diferentes razones, pero el otro viernes sí vamos a tener tiempo de oración, como lo hemos tenido. Dios ha bendecido grandemente esos tiempos, hemos tenido una asistencia maravillosa, unas visitaciones del poder de Dios espectaculares, muy bellos tiempos de oración.

¿Por qué estamos haciendo eso? porque queremos el poder de Dios, queremos una iglesia bien cerca al Señor y a su palabra, queremos llenarnos del Espíritu Santo, queremos que esa vitalidad cunda en todas las áreas de nuestra vida congregacional, porque si estamos llenos del poder de Dios, si estamos mar adentro, si tenemos un entendimiento de la deidad de Cristo y de su poder, no hay obstáculo que no podamos vencer.

Por qué no bogar mar adentro en tu vida, en mí vida. Eso es lo que Cristo quiere que nosotros hagamos, que tengamos una visión de él como Señor, como salvador, como Dios. Eso es lo que tenemos que hacer en nuestra vida espiritual. Dios te está llamando a un encuentro con él.

Y yo quiero llamarles a todos ustedes y a mí mismo a buscar una consagración mayor en nuestras vidas. Tómese un momento en su espíritu y ingiera este mensaje y reciba este llamado del Señor en su vida. Si hay alguien que siente de Dios buscar más hondo, buscar más profundo en esa vida espiritual, en ese acercamiento al Señor, yo le invito ahora a entregarse completamente al Señor, consagrarse a él. Adopte una vida más radical para con Cristo. Pídale al Señor que lo inquiete a buscar más hondo en la vida cristiana. Comprométase a leer más de la palabra, una vida de oración más profunda.

Pídale al Señor que esas áreas de su vida que le impiden ser todo lo que Dios quiere para usted, sean quitadas. Saque tiempos de ayuno, santifíquese más, clame más al Señor. Santiago dice que doblemos las rodillas, que lloremos delante de Dios, que le pidamos al Señor que nos fecunde. Entrega tu vida al Señor. Consagra tus recursos al Señor cada día más y más. Eso es lo que Dios quiere para tu vida.

Si hay alguien en este día que quiera entregar su vida al Señor Jesucristo inclusive también abrimos ese espacio. Puede levantar su mano, pasar aquí al frente. Queremos orar por usted también, es una manera que usted puede ir, salir de la orilla y entrar más hondo, apartarse de la tierra un poco, comenzar esa jornada con el Señor. Si no lo ha hecho, le invito a hacerlo en esta mañana, levantar su mano, si no quiere pasar al frente, yo puedo orar desde donde usted está también, pero no se quede pasivo. Participe con el propósito de Dios en su vida también.

Y como congregación le pido, hermanos vamos a entregarnos más. Dios quiere una congregación radicalmente comprometida con el Reino de Dios. Invito a todos nuestros hermanos a buscar más hondo el propósito de Dios en su vida. Padre, en el en el nombre de Jesús te pedimos, Señor, éntranos más hondo en la vida espiritual. Éntranos más hondo, Señor, en la vida del espíritu. Queremos más de ti, Señor. Queremos que tu gloria, Padre, llena esta congregación. Y te pedimos, úsanos, sácanos de la orilla, Padre, éntranos mar adentro donde podamos tener una visión de lo que tu tienes para nosotros, que pasemos a ser verdaderos pescadores de hombres, Padre. Queremos más de ti, Señor, te necesitamos.

Gracias por este día. Entregamos este servicio a ti con acción de gracias en el en el nombre de Jesús. Amén.

Cuando lo pierdas todo, lo ganas todo

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Quiero invitarles a ir al Libro de Génesis capítulo 2 y este sermón lo voy a titular: “Cuando lo pierdes todo lo ganas todo”, cuando lo pierdes todo lo ganas todo. Recuerda las palabras de Jesucristo que dijo que el que pierda su vida la ganara y ese es un principio que está por toda la Escritura, cuando usted le entrega todo al Señor y lo pierde todo el Señor entonces se lo devuelve con creces.

Y esta es la conocida historia de Abraham y ese momento en su vida en que Dios le pide que entregue a su hijo Isaac y que se lo sacrifique, y encierra unas lecciones muy especiales para este día de las madres, lo escogí aunque presenta un hombre, un padre, pero el espíritu que contiene este mensaje es absolutamente propicio para meditar en la paternidad y en la maternidad del Espíritu maternal-paternal de Dios, y el espíritu al cual nosotros somos llamados por la Palabra con respecto a nuestros hijos, a nuestra maternidad, a nuestra paternidad. Este texto tiene lecciones para padres y para madres también pero lo dedico y su origen inicial es precisamente el día de las madres así que esa es mi inspiración de parte del Señor.

Dice el capítulo 22 de Génesis comenzando en el versículo 1: “Aconteció después de estas cosas que probó Dios a Abraham” una prueba, lo examinó, examinó lo que había dentro de su corazón, ¿cuántos saben que las acciones revelan lo que está en el corazón verdad? probó Dios su corazón y le dijo: Abraham, y él respondió: heme aquí.

Yo creo que todo creyente debe firmar un papel en blanco al final y ese papel lo que expresa es: heme aquí lo que Tú quieras de mi vida Señor, lo que Tú quieras escribir en la página de mi vida heme aquí, estoy dispuesto, estoy disponible, cuando hay esa disposición de parte de la mujer, del hombre entonces Dios puede hacer y escribir en el texto de nuestra vida cosas maravillosas.

Abraham le dijo: heme aquí, él no sabía lo que Dios le iba a pedir pero Dios le dijo: “Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac a quien amas, y vete a tierra de Moria, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que Yo te diré.”

“Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno” quiere decir lo preparó, lo ciñó, y tomó consigo dos siervos suyos, y a Isaac su hijo, y corto leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo.”

“Al tercer día alzó Abraham sus ojos y vió el lugar de lejos, entonces dijo Abraham a sus siervos: esperad aquí con el asno y yo y el muchacho iremos hasta allí, y adoraremos, y volveremos a vosotros”

“Y tomó Abraham la leña del holocausto y la puso sobre Isaac su hijo, y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo, y fueron ambos juntos, entonces habló Isaac a Abraham su padre y dijo: padre mío, y él respondió: heme aquí, mi hijo, y él dijo: he aquí el fuego y la leña mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto hijo mío, e iban juntos.”

“Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho edificó allí Abraham un altar y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña, y extendió Abraham su mano, y tomó el cuchillo para degollar a su hijo, entonces el ángel de Jehová le dió voces desde el cielo y dijo: Abraham, Abraham, y él respondió: heme aquí, y dijo: no extiendas tu mano sobre el muchacho ni le hagas nada porque ya conozco que temes a Dios por cuanto no rehusaste tu hijo, tu único”

“Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas había un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos, y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo, y llamó Abraham el nombre de aquel lugar “Jehová proveerá, por tanto se dice hoy en el monte de Jehová será provisto” bendiga el Señor Su Palabra.

Como decía dedico este sermón a mis hermanas madres. Este es uno de los pasajes más hermosos de la Escritura yo diría, el nivel de fe que muestra Abraham es sin precedentes, yo no creo que haya un momento mas preñado de espiritualidad y de lecciones morales que este momento y que refleje en una manera más poderosa los valores más profundos y más misteriosos del Evangelio que este momento de sublime y total desprendimiento de algo que amamos. El nivel de desprendimiento que muestra Abraham en este pasaje es único y nos inspira a nosotros a buscas ese mismo nivel de fe en nuestra vivencia personal.

La Biblia yo diría que establece este momento como una especie de marcador en las páginas de la Escritura, es un punto clave que nos invita a cada uno de nosotros a medir nuestra fe, nuestro nivel de entrega al Señor a la luz de ese acto sin precedentes ni imitaciones futuras de Abraham para que nos midamos nosotros mismos en nuestra disposición a cumplir la Voluntad de Dios en nuestras vidas y de hacer lo que Él nos pida no importa cuán escandaloso ni sacrificial pueda parecer.

Ciertamente hay otros pasajes que nos muestran la fe y la integridad de Abraham pero ninguno yo diría como este pasaje. El escritor de Hebreos siglos después de este evento ofrece a Abraham y este evento en su vida como ejemplo principal de lo que es la fe, como un paradigma de lo que es la fe.

En Hebreos capítulo 11 versículos del 17 al 19 el escritor dice: “Por la fe Abraham” y esto es cuando él está haciendo así, un recorrido de ejemplos de fe a través de la historia, “Por la fe Abraham cuando fue probado ofreció a Isaac, y el que había recibido las promesas” es decir Dios le había prometido a Abraham un hijo años antes, “ese que había recibido las promesas ahora ofrecía a su unigénito habiéndosele dicho: en Isaac te será llamada descendencia” es decir él está aclarando, este hombre que recibe la promesa de un hijo y ahora es su único hijo legítimo, ahora, y se le ha dicho esta es tu descendencia, ahora pensando que Dios era poderoso para levantar aún de entre los muertos de donde en sentido figurado también le volvió a recibir; en otras palabras cuando Dios le dice: no mates a tu hijo es casi como una resurrección porque ya él iba a meter el cuchillo en la garganta, y cuando el ángel le dice: deténte es como que su hijo resucita de nuevo porque en la mente de Abraham.

Yo creo que Dios esperó a que Abraham mentalmente pasara por el umbral de “lo hago o no lo hago”. Cuando el ángel le dice: deténte es porque ya Abraham ha hecho la transacción mental de degollar a su hijo. Quizás hasta ese momento él estuvo: lo hago o no lo hago, lo hago o no lo hago, pero cuando Abraham pasa y dice: sí y ya su voluntad se ha ceñido el ángel le dice: deténte, y en ese momento Dios se lo devuelve, entonces es una resurrección de donde también en sentido figurado le volvió a recibir.

Es decir: el escritor de Hebreos está señalando ese momento como algo muy, muy trascendental en la historia de la fe, y en Romanos el escritor de Romanos, el Apóstol Pablo dice que Abraham es el padre de todos los creyentes. Toda persona que le cree a Dios en la tradición judeo-cristiana, toda persona de fe en un sentido es descendiente de Abraham.

Dice el versículo 11 de Romanos 4 que Abraham recibió la circuncisión como señal, como sello de la justicia de la fe que tuvo estando incircunciso, eso es largo de explicar pero, para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, esos somos nosotros los gentiles, para que también a ellos la fe les sea contada por justicia. Ese pueblo gentil del cual somos nosotros que no tenemos descendencia hebrea también estamos en esa tradición espiritual de que lo que le creemos a Dios nos es contado por justificación, creer en Cristo por ejemplo es nuestra justicia.

Y padre de la circuncisión, Abraham no es sólo padre de los gentiles que creen sino también padre de los hebreos que le creen a Dios, por lo que no solamente son de la circuncisión sino que también siguen las pisadas de la fe que tuvo nuestro padre Abraham antes de ser circuncidado. En otras palabras ese acto y esos actos de fe de Abraham lo constituyen en padre de la fe de otros que creen.

Ahora ¿por qué es tan excepcional ese acto de fe que registra este pasaje de Génesis? vamos a mirar eso un poquito más. Como sabemos Abraham había recibido la promesa de parte de Dios de tener un hijo ¿a qué edad, cuántos saben? a los 75 años así que si usted no ha tenido un hijo todavía, su hijo hay esperanza para usted no se desespere ¿sabe? madre y padre. A los 75 años este hombre no ha tenido hijos y Dios le dice: Vas a tener un hijo, Yo te lo voy a dar, ¿y sabe qué? Dios se tardó 25 años más para concederle, al Señor le gusta que se desazonen Sus milagros bien primero.

Se tardó 25 años más para cumplir esa promesa y Abraham y Sara, su esposa tuvieron a Isaac cuando Sara tenía 100 años ya de edad, esos espermatozoides creo que iban ya con bastón a fecundar a Sara, se me salió ese perdónenme (risas), Señor ten misericordia de este cerebro. Hermanos; sáquense eso de la mente por favor, imagínense cómo se sentiría una pareja en tener un hijo anhelado a los 100 años de edad, cuando ya ese sueño de paternidad y maternidad se ha abandonado, cómo amaría uno a ese hijo.

Uno piensa en el amor de los abuelos por ejemplo que es lo que yo creo que más se acerca a esa ternura que habrán sentido, Abraham era abuelo, bisabuelo y tatarabuelo, y padre yo creo a la misma vez, ahí está una mezcla de amores, y de hecho antes de Isaac Abraham sí había tenido un hijo que era Ismael aquí para los eruditos de la Biblia pero se trataba de un hijo ilegítimo, no era el hijo de su esposa y no era el hijo que Dios le había prometido porque Él le había dicho a Sara que ella iba a ser madre, no era el hijo nacido de la unión matrimonial entre Abraham y Sara; ese hijo fue hijo de un apresuramiento de parte de Sara mas bien porque Sara le dijo a Abraham: mira este Dios te ha prometido este hijo y ya van 20 años, y no lo has tenido así que llégate a la sierva esta, y Abraham muy humildemente y obedientemente pues ¿qué le quedaba al pobre? se allegó a Agar y tuvo un hijo con ella que se llamaba Ismael ¿no? y cuántos problemas le ha causado Ismael al mundo, es el padre de los árabes, los musulmanes.

Una cosa que a Dios le gusta es tomarse tiempo para darnos lo que Él nos ha prometido, en nuestro deseo de tenerlo a veces queremos ayudar a Dios y producimos artificialmente algo que no es de Dios, tenemos que tener cuidado. Cuando Dios promete algo Él tiene Su tiempo y Él lo cumple en su momento, espéralo y llegará, no se tardará dice la Palabra del Señor.

Pero ahora en Génesis 22 tenemos que ya ese hijo tan amado, tan esperado, tan deseado que ya está como sazonado en la cúspide de su belleza, 17, 18 años, un joven apuesto seguramente y lleno de vida y de energía, la esperanza de este padre-abuelo, ya gozando del amor y la preferencia de su papá encontramos que sorprendentemente Dios le pide a Abraham que le entregue su hijo y no solamente eso sino que él mismo se lo degolle en sacrificio.

Aquí no se nos dice que Abraham protestara, no hay nada de eso, pero usted y yo nos podemos imaginar cómo habrá sido la primera noche que Abraham pasó cuando Dios le dice sacrifícame a tu hijo, que zozobra, qué nivel de agonía habrá él experimentado, qué cuestionamiento de la Voluntad y la moralidad de Dios que te da un hijo, te pone a cultivar amor para él, te pone a amarlo desesperadamente, te dice que en él te será hecha descendencia y entonces te dice: ¿sabes qué? cancela todo eso, me arrepentí, cambié de opinión, mátamelo para Mi disfrute. No se nos habla de la agonía de Abraham pero uno se la puede imaginar, Dios le pide que entregara a su hijo.

Y sabemos algo interesante y es que en ese proceso en que Dios le está pidiendo a Abraham su hijo no solamente que está probando a Abraham sino que está ensayando Su drama venidero porque miles de años después Dios va a ejecutar exactamente lo que le está pidiendo a Abraham que haga y esta vez nadie le va a decir: no, no lo hagas, esta vez Él va a tener que ejecutar y en un sentido matar a Su propio Hijo Jesucristo.

El lenguaje que Dios usa cuando le ordena a Abraham sacrificar a Isaac anticipa el propio drama divino siglos después. Usted lee en el versículo 2 que dice: “Y Dios le dijo: Abraham toma ahora tu hijo, tu único” el Hijo unigénito de Dios que se sacrificó en la cruz del calvario, “toma tu hijo a quien amas” ese hijo amado, “tómalo y vete a la tierra de Moria y ofrécelo allá en holocausto” Dios ofreció a Su Hijo Jesucristo en holocausto por nosotros, el sacrificio pascual, el cordero inmolado. Interesantemente Dios le pide a Abraham que sacrifique a Isaac en un monte y el Señor fue también crucificado en el monte Gólgota.

Otro paralelo interesante es que Isaac carga su propia leña, la leña donde lo van a matar y degollar como Cristo cargó Su propia cruz. Y otra cosa: Isaac ya un joven con bastante fuerza hubiera podido imponerse sobre su papá cuando lo iba a degollar pero Isaac se tiende sobre la leña del sacrificio y deja que lo aten, y se somete a este acto misterioso de parte de Dios que parece totalmente caprichoso y arbitrario, como el Señor.

Le dijo: Padre si está en Ti pasa de Mí esta copa pero hágase Tu Voluntad y no la Mía y el Señor se subió a la cruz por nosotros también. Él dijo: Yo podría mandar una legión de ángeles que me librara pero si Tú me dices Yo lo haré y eso es lo que tenemos que hacer cuando Dios nos pide que hagamos algo escandaloso.

A pesar de lo terrible de la orden divina Abraham obedece con toda buena disposición, se levanta bien temprano, corta la leña, se dirige al lugar donde Dios le ha indicado, lo hace todo con excelencia, lleva fuego preparado para prender esa bendita leña donde su hijo va a estar degollado, ejecutó todo con perfección. Si hubiera sido yo, yo me levanto a las 3 de la tarde, él se levantó a las 5 de la madrugada para caminar. Se levantó temprano, fue directamente al lugar del sacrificio. Nosotros tenemos que abrazar la Voluntad de Dios en nuestra vida, tenemos que bendecir la mano del que nos abofetea y en eso hay grandeza espiritual y hay gran bendición.

La buena disposición de Abraham me recuerda lo importante que es que nosotros no solamente obedezcamos a Dios a regañadientes sino que lo obedezcamos con gusto y que entremos en el drama que Dios pone delante de nosotros.

Cuando Dios te pone algo no busques excusas para justificar tu renuencia o tu tardanza en obedecerlo sino obedécelo con todo tu corazón, con toda tu fuerza y dale más de lo que él te pide inclusive, y en eso serás grandemente bendecido y honrado.

Al estar dispuesto a sacrificar a su hijo Abraham muestra un elemento esencial de la fe y es esto que voy a decir: Dios es el origen de toda cosa buena que tú tienes y yo tengo, y a Él le pertenece en última instancia todo lo que nosotros llamamos nuestro. Lo que tenemos no es nuestro es de Dios, esa es la esencia de lo que se llama en la teología mayordomía, tú eres mayordomo de lo que tienes, tú no eres dueño. Si tu trabajo te presta un carro para que tú ejecutes las asignaciones de tu trabajo cuando tú manejas ese carro flamante y nuevo tú sabes que no es tuyo, es de tu compañía y te lo han prestado para que tú lleves a cabo las labores de la compañía, y tú tienes que cuidar ese carro porque no es tuyo, tú no puedes decir: oh mira qué bello carro yo tengo, tú lo tienes que cuidar y así es con las pertenencias de nuestra vida.

Nosotros siempre estamos apoderándonos de lo que es de Dios, todo lo que tú recibes es de Dios y tienes que administrarlo de esa manera, y si Dios nos pide o nos quita algo que Él nos ha dado en algún momento tenemos que bendecirlo, besar Su Mano y entregarle gustosamente lo que Él nos pide o nos quita, esa es la esencia misma de la vida de fe ¿y sabes qué? en esa disposición hay gran seguridad para tu vida.

¿Tú sabes cuál es el mejor seguro? cuando uno compra a veces un televisor le dicen: hey ¿usted quiere comprar un seguro? y a veces le cobran más que el televisor mismo a través de los años ¿sabes?

Pero ¿sabes cuál es la manera de tú asegurar mejor tu casa, tu matrimonio, tu carro, tus hijos? Entrégaselos al Señor, fírmale una carta y di: Señor esto es Tuyo y yo te lo voy a administrar por un tiempo, voy a hacer el mejor trabajo posible pero, y voy a hacer el mejor trabajo posible pero yo sé que eso te pertenece a Ti, yo no me voy a apoderar de él, no voy a querer apoderar de él, no voy a dominarlo, no voy a tratar de hacer lo que yo quiero con ello, yo voy a ser administrador Tuyo y siempre estaré mirando para preguntarte ¿qué quieres que yo haga con esas pertenencias hoy? es Tuya y las quiero administrar bien, esa es la esencia de una fe bíblica.

Todo es de Dios incluyendo nuestro dinero, nuestra profesión, nuestros hijos, nuestros sueños, todo lo que amamos todo es de Él. Si hay algo que amemos más que a Dios esto ya se ha convertido en un ídolo y es idolatría. Todo lo que tú pones por encima de la Voluntad y la administración de Dios es idolatría, todo lo que tú tienes debes tomarlo livianamente en tu mano. Correy ten Boom una famosa creyente decía que ella había aprendido a mantener en su mano todo lo que tenía livianamente para que si Dios se lo arrancaba no le doliera.

Al inicio mismo de la formación de la fe cristiana ahí en Moria vemos que Dios está estableciendo un precedente que sirve como fundamento de nuestra fe y en este día de las madres yo he pensado mucho en Abraham a pesar de que es hombre pero es la esencia de la maternidad también y de la paternidad, él es un buen ejemplo de cómo debemos considerar y amar, y tratar a nuestros hijos.

Nuestros hijos no nos pertenecen a nosotros. Madres entiendan, tu hijo no es tuyo es de Dios, no lo poseamos, no lo controlemos, dice la Biblia que no lo llevemos a ira queriendo meterlo como meterlo en un cajón chiquitito para que no se muevan queriendo evitarles dolores y mantenerlos ahí micromanejados, suelta a tus hijos a la Voluntad del Señor.

Hijos no se aprovechen tampoco de eso porque veo a unos ahí diciendo: ¿tú ves mamá lo que te está diciendo? Es una danza entre padres e hijos, el padre, la madre suelta según el hijo va madurando, el hijo y la hija se someten a su padre, y lo honran, bendicen a su madre y Dios bendice a ese hijo, a esa hija que bendice a su madre y a su padre, y entonces es una danza maravillosa que glorifica a Dios.

Nuestros hijos no nos pertenecen y son un misterioso instrumento de Dios para que se cumpla Su Voluntad en la Tierra, y Dios te honra trayendo un instrumento suyo a la Tierra para que tú se lo prepares y se lo afiles, y lo sueltes para que permitas que avance el Reino de Dios en la Tierra.

Dios nos da a nuestros hijos para que se los cuidemos y se los formemos, y tenemos que consagrarlos a Dios desde el principio, y hacer todo lo posible para formarlos y educarlos de manera que amen a Dios por sobre todas las cosas y que lleguen a ser instrumentos útiles para Su Reino en Sus Manos.

Dios te está dando una flecha cuando te da un hijo, una hija, Dios te está dando un proyectil amoroso que tú hagas explotar para bendición de la humanidad y en vez de quizás regalarle una pistola regálale un libro, en vez de comprarle audífonos para que escuche música que lo corrompa llévalo un día a un museo para que admire obras de arte y dale buena música y pon su creatividad a funcionar, háblale de cosas nobles, tráelo a la Iglesia, invierte en él.

Si tu hijo te dice: papá, mamá quiero ir a la Iglesia un viernes en la noche a I Wanna o a la escuela dominical mira, desvístete, pierde lo que tengas que perder, róbate el bocado de la boca pero si tú puedes hacer algo para enriquecer a esa criatura para que sea útil en las Manos de Dios hazlo. Cuando tú obtengas tus hijos di: Dios me ha dado un tesoro en la mano y yo tengo que crear algo precioso para que Dios lo pueda usar.

Me recuerda a la historia de Ana cuando Dios le dió a Samuel también así en una manera milagrosa ¿qué hizo Ana? Ana no dijo: wow este hijo lo he esperado tanto tiempo, me lo voy a comer hasta el último huesito, no, ella cogió ese hijo que Dios le había dado milagrosamente y lo lleva al templo, y le dice: se lo dedico a Dios ¿usted sabe lo que es eso? Y dijo: Samuel de ahora en adelante vivirá en el templo y será un sacerdote para Dios, y Samuel llegó a ser el gran profeta Samuel, abrió la dispensación profética en el Antiguo Testamento, un hombre poderoso de Dios.

Y entonces Dios le dió más hijos a Ana interesantemente, esta mujer de quien su matriz había estado cerrada durante décadas, cuando entrega a su hijo que Dios le ha dado como un sacrificio ahora Dios le da muchos hijos más y esa es la dinámica central de la fe, cuando tú le das al Señor Dios te da más, cuando tú te desprendes de las cosas Dios te dice: ahora te voy a dar hasta que me digas: ya es suficiente no me des más. Muchos de nosotros sabemos de lo que estamos hablando.

Tus hijos son instrumentos de Dios y tienen una misión que cumplir en la Tierra, alimenta esa misión con tu fe, no veas al diablo haciendo cosas malas a través de tus hijos, ve a Dios llevándolo a través de un proceso de formación y santifica lo que están viviendo, y di: no te voy a soltar hasta que no vea la grandeza de Dios realizada en tu vida. No dejes de orar por ellos, báñalos con agua con una preciosa matita y concibe en tu mente cosas grandes que ellos van a hacer para avance y gloria del Nombre de Dios. No le sueltes a tus hijos al diablo jamás, no te des por vencido, no dejes de orar, no dejes de clamar, no dejes de regarlo con tus oraciones y tu expectativa creativa de que Dios está haciendo algo glorioso en sus vidas, y hasta que no tengas un Samuel en tus manos no se lo sueltes, clama al Señor y cree por cosas grandes, invierte en ellos porque son instrumentos.

Y cuando suceda algo que tú no esperabas, algo misterioso, cuando parezca que se ha atorado la máquina y que ya no están progresando, cuando parezca que hicieron algo que es irremediable y que ha dañado sus vidas cree que en Dios no hay abortos, Dios siempre completa lo que Él comienza y sigue peleando, y esperando, y bendice, y cree por un final glorioso, no hay muertes prematuras de los sueños divinos.

Eso me hizo recordar las palabras de Dwight L. Moody yo estoy terminando ahora una biografía del gran evangelista del siglo XIX, un hombre de Dios muy poderoso, un hombre de fe. Moody perdió dos nietos ya cuando estaba en el cenit de su vida y estuve leyendo, me conmovió esta semana una carta que él le escribió a su hijo y a su yerna cuando murió una de sus nietas para consolarlos a ellos, Irene se llamaba ella, y voy a traducir las palabras de esa carta preciosa que Moody le escribe a sus hijos para consolarlos, dice, porque él estaba en otra parte, estaba evangelizando y estaba en otra ciudad, no pudo llegar a tiempo para enterrar a su nietecita.

Él escribió un telegrama y le dijo: “he estado pensando esta mañana en el viejo profeta esperando en el valle del Jordán hace tantos años atrás por el carruaje que habría de llevarlo a su hogar” estaba pensando en Elías. “El carruaje de Dios llegó al valle de Connecticut” donde ellos vivían, “llegó ayer en la mañana a las 6 y 30 de la mañana y se llevó a nuestra pequeña Irene al hogar celestial. El primero” es decir el profeta Elías “fue tomado al final de sus días de servicio activo, la otra, Irene fue tomada en el amanecer temprano de su juventud, pero el servicio del profeta no estuvo más completo” dice Moody “que el servicio de aquélla pequeña sierva del Señor, Irene, porque Dios los llamó a ambos y Dios nunca interrumpe el servicio de uno de los suyos.”

“Irene ha terminado su carrera, su trabajo ha sido bien empleado aquí en la Tierra y ella ha logrado más de lo que muchos en sus setenta años han logrado, y nosotros no la tomaríamos de nuevo, no la querríamos que se nos regresara. Aunque su voz fue la voz más dulce que yo jamás escuché en toda la Tierra nunca se acercó a mí desde que tenía tres meses de edad sin una sonrisa aún en los tiempos de dolor de su enfermedad, pero Cristo tenía algún otro servicio ahí arriba para ella.”

“Mi vida ha sido mucho mejor por su ministerio aquí en la Tierra, ella nos ha hecho a todos nosotros mejores, yo le doy gracias a Dios en esta mañana por la esperanza de la inmortalidad, yo sé que la veré en esa gloriosa mañana futura más bella en la gloria de su resurrección que cuando estaba aquí en la Tierra.” Esa es la actitud de resignación y de entrega de alguien que sabe que nuestros hijos tienen una misión que cumplir aquí en la Tierra y nada pasa en sus vidas que tronche el propósito de Dios, siempre Dios tiene algo y lo cumple, y el tiempo es perfecto, y nosotros tenemos que entregar nuestros hijos a la Voluntad del Señor una y otra vez, darles el mejor ejemplo posible, la mejor educación para que crezcan y sean hombres y mujeres de fe que amen al Señor por sobre todas las cosas.

Cuando invertimos nuestros hijos, cuando invertimos nuestro dinero, nuestro matrimonio en el Reino de Dios, cuando lo sujetamos a la Voluntad de Dios y le decimos: Señor cúmplase Tu Voluntad en esto que Tú has puesto bajo nuestra administración, cuando nos despegamos emocionalmente de ellos y se los consagramos al Señor entonces el Señor Dios los bendice y nos da mucho más de lo que le entregamos a Él.

La seguridad mayor para nuestros hijos es un padre que ora y dice: Señor cúmplase Tu Voluntad en la vida de mi hijo. Oh yo quería un gran cantante, yo quería un ingeniero pero Tú has querido otra cosa, cúmplase Tu Voluntad, no controles, no te adueñes, súeltale tus hijos al Señor y deja que el Señor los lleve a través de Su proceso.

Tenemos que desprendernos de las cosas que más amamos hermanos hasta el punto de que parezca que los aborrecemos de tan desprendidos. ¿Usted entiende cuando Cristo dice: El que no aborrezca a su padre y a su madre? no es que tú los aborrezcas en el sentido de detestarlos, es que tú te desprendas tanto de las cosas de este mundo: hijos, dinero, tiempo, holgura, comodidad, sueños, carrera, ilusiones, que te desprendas tanto hasta el punto de que tu desprendimiento se haga tan profundo de que roce con detestar y odiar, parece que odias porque estás tan desprendido de ello, es un desprendimiento activo no es un desprendimiento pasivo cuando decimos: Señor te entrego lo que más amo.

La Biblia dice que habían grandes multitudes que seguían a Jesús pero Él se volvió y les dijo: Si alguno viene a Mí y no aborrece a su padre y a su madre, a su esposa y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, y aún su propia vida no puede ser Mi discípulo, y el que no carga su cruz y me sigue no puede ser mi discípulo.

¿Qué separa a uno del montón de la gran multitud que sigue a Jesucristo porque le han dicho que el Señor sana y provee, y prospera, y bendice, y da carros, y da casas, y da victorias, y lo siguen por la ganancia que hay, de un verdadero discípulo? El discípulo dice: Señor lo que Tú quieras darme eso es lo que yo recibo. Tú me has dado hijos, te los entrego a Ti, te los voy a cuidar, los voy a formar, cúmplase Tu Voluntad. Me diste una carrera, si Tú la quieres Señor es Tuya. Yo amo dormir pero si Tú quieres que me desvele orando y clamando, y sirviendo a otros gloria a Dios. Amo mi dinero y es bueno tenerlo pero si Tú me lo pides para el avance de Tu Reino tómalo Señor es Tuyo también.

Todo lo que tú tienes ponlo a disposición del Señor, si Dios te lo pide de la forma más escandalosa y agresiva dáselo y dale gracias por dejarte ser usado, no te agarres de nada de este mundo. Abraham muy bien pudiera haber dicho: Señor de ninguna manera ¿cómo Tú te atreves a pedirme lo que Tú mismo me has dado? Ese hijo es mío, yo lo he anhelado toda mi vida, Tú me lo entregaste, Tú no puedes volver atrás en Tu promesa, este hijo me pertenece, yo voy a disfrutar de él hasta que muera, no te lo puedo dar; Abraham se desprendió de lo que era legítimamente suyo para que la Voluntad de Dios se cumpliera en su vida.

Si Dios le hubiera dicho: Señor no puedo hacer eso ¿usted cree que Dios no se lo hubiera dejado? Dios hubiera respetado la voluntad de Abraham. Cuando Dios nos pide algo y nosotros decidimos no dárselo entonces allá usted con su Dios, Dios no lo va a obligar. Ahora, se está perdiendo una gran bendición y al no entrar eso que usted tiene que ama más que a Dios dentro de la Voluntad de Dios ya eso está a la deriva, está en otra zona de contingencia y de accidente porque lo que es seguro es lo que está dentro de la Voluntad de Dios, por más tormentas que vengan si está dentro de la Voluntad de Dios nadie se lo puede arrebatar.

¿Cuál es el lugar más seguro de toda la historia de la humanidad sabe cuál es? La barca en medio de la tormenta con Jesús adentro de ella. Esa barca no se pudiera hundir jamás, ni una barca que estuviera metida en una montaña bien lejos del mar estaría más segura que esa barca porque el Señor estaba dentro de ella.

Sus hijos si están entregados al Señor están bajo la cobertura de Dios, su dinero, su tiempo, sus sueños, su profesión, todo si está en las Manos del Señor y usted le ha dicho: Padre haz lo que Tú quieras de ello está blindado, protegido por la buena Voluntad del Señor y si Dios te quita algo te va a devolver con creces en alguna forma dignificado, ennoblecido, embellecido porque se lo has puesto a Su disposición, y Filipenses 2 nos anima a tener el mismo sentir que hubo en Cristo Jesús.

Abraham legítimamente podría haberle negado su hijo al Señor pero no se aferró a él, se desprendió de él. Cristo se hubiera podido aferrar a Su deidad sin complicaciones perfecta en el cielo, pero cuando Dios le dijo: Hijo necesito que te adelgaces en un bebé y que en un momento dado te subas sobre una cruz y seas sacrificado por el bien de la humanidad, el Señor no le dijo: Padre ¿cómo Tú me pides eso? ¿Yo Rey de reyes y Señor de señores perfectamente divino, Yo convertirme en un bebé frágil y participar de todas las indignidades de un ser humano? No me pidas tal cosa, pero el Señor no se aferró a ello sino que se despojó dice la Palabra, se desvistió y bajó en la forma de un hombre, y se hizo obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. ¿Y sabe qué pasó? dice: “Por lo cual Dios lo exaltó hasta lo sumo y le dió un Nombre que es sobre todo nombre para que ante el Nombre de Jesús se doble toda rodilla de lo que está en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra”.

Cuando tú te entregas a la Voluntad del Señor, cuando tú entregas todo lo que tú amas al Señor, cuando tú te desvistes de tu gloria y pones todo a disposición del Señor Dios entonces te exalta, te levanta, experimentas felicidad, experimentas gozo, experimentas el verdadero placer de tener algo que Dios bendice ahora con Su bendición.

Yo te pregunto terminando: ¿estás tú dispuesto, estamos nosotros como Congregación, estoy yo que predico este mensaje dispuesto a entregar todo lo que legítimamente nos pertenece incluyendo nuestros hijos, para que los propósitos de Dios se cumplan en nuestras vidas? Esto es lo que marca verdaderamente como gente de fe a un cristiano y no como un mero seguidor superficial de Jesucristo.

El motivo de los hijos es simplemente el inicio de algo mucho más profundo, lo que Dios quiere que le entregue es tu corazón, dice: Dame hijo mío tu corazón y miren tus ojos a través de Mis ojos, esa es la postura radical que Dios honra. Hasta que un hombre, una mujer creyente no ha llegado al punto de darle al Señor el asiento de su voluntad no es un verdadero seguidor de Cristo. Hasta que Dios no oye el ruido de una rama que se quiebra de la voluntad no está satisfecho y va a perseguirnos hasta que se dé ese momento, y que bajemos la cabeza como el caballo cuando el jinete lo doma, y se permite ser montado y usado, y eso es lo que Dios quiere de ti que tú mueras.

Yo te pregunto esta tarde ¿cuál es tu Isaac, cuál es tu Isaac, qué es lo que tú más amas? ¿qué es lo que tú dices: Señor yo te doy todo lo demás pero no me pidas eso? Hay compartimentos en nuestra vida, hay cajas blindadas cuya combinación solamente nosotros conocemos y Dios no las va a abrir a la fuerza, ahí guardamos nuestro tesoro. La Biblia dice que donde esté nuestro tesoro ahí estará nuestro corazón.

¿Hay algo que tú no le has entregado al Señor? ¿hay un hijo al cual amas desesperadamente y del cual tú dices: si me quitan esto me muero? ¿hay un hombre, una mujer a quien tú amas más que a la buena Voluntad de Dios y al aprecio de Dios en tu vida? ¿hay una cuenta de banco, hay una casa, hay una profesión que tú dices: Señor yo no puedo darte esto no me lo pidas? y no se lo has dicho con la boca se lo has dicho con el corazón, con la mente invisiblemente, inaudiblemente pero se lo has dicho y mientras tú haces eso la perfecta Voluntad de Dios no se va a cumplir en tu vida, pero cuando tú lo hagas Dios dice: Eso es lo que estaba esperando, ahora voy a entrar a tu vida, te voy a bendecir, te voy a multiplicar.

Dios le dijo a Abraham: Por cuanto no me negaste tu hijo, tu unico hijo Yo haré que tu descendencia sea como la arena del mar, como las estrellas del cielo, si se pueden contar la estrellas del cielo se podrá contar tu descendencia.

¿Cuántos hijos espirituales ha tenido Abraham desde esos miles de años en que tuvo un encuentro con Dios en el monte Moria? Incontables generaciones de hombres y mujeres que lo tienen a él como padre espiritual porque tuvo el valor de entregar al Señor lo que más amaba.

Yo te animo en esta tarde padre, madre, entrégale a tus hijos, persona próspera entrégale al Señor tu prosperidad, persona que tienes algún tesoro entrégaselo al Señor preventivamente. Baja tu cabeza allí donde tú estás y Dios te está hablando en esta tarde, el Señor te dice: yo quiero que tú salgas de aquí hoy habiéndome entregado todo lo que tú tienes, quiero que me firmes un papel en blanco y que me lo entregues y en ese papel tú estarás diciendo: Señor lo que tú quieras escribir en el programa de mi vida yo te digo: sí. Si tú te atreves a hacer eso tu vida será algo glorioso, una vida heróica, una vida épica, nunca te aburrirás, nunca serás mediocre, no te irás de este mundo sin haber dejado una marca, avanzarás el Reino de Dios y muy probablemente vas a tener grandes gozos, grandes disfrutes en tu vida porque el Señor nunca nos azota y nos saca todo el jugo sin bendecirnos también, Dios se encarga también de darte bendiciones y placeres que el diablo y el mundo no te pueden dar.

Entrégale al Señor tu corazón, entrégale tu vida, esta Iglesia tiene que entregarle al Señor esta Iglesia. Yo desde aquí le entrego al Señor nuestro programa, le entrego al Señor esos asientos, esta alfombra, esta plataforma, mi ministerio, se los entrego a ustedes, entrego los dos servicios y el servicio en inglés al Señor, entrego nuestros ingresos, entrego el futuro de esta Iglesia, entrego el llamado de esta Iglesia, entrego cualquier aspiración de grandeza ministerial al Señor, se lo entregamos todo, nada es nuestro, ni usted ni yo tenemos ningún derecho a determinar nada de esta Congregación porque todo es de Dios ¿puede usted decir amén a eso? porque todo es de Dios.

Y esta es una barca, León de Judá es una barca, este sitio es una barca y el Señor quiere predicar Su Evangelio a multitudes y dice: León de Judá ¿me prestas tu barca? para yo apartarme de tierra un poco y predicarle a este mundo perdido, y tú y yo tenemos que decir: Señor claro que sí toma la barca, los remos y también la red que está dentro te lo entrego todo.

Te invito a entregar tu vida al Señor en esta tarde ahora mismo y si hay alguien que quiere hacerlo no sólo en una manera espiritual, si tú quieres entregar tu vida a Jesucristo y no lo has hecho antes te invito a hacerlo ahora también, te invito a pasar aquí al frente, levantar tu mano, si hay alguien que quiere hacerlo, como Dios te indique, si hay alguien que quiere hacerlo abrimos este espacio, queremos orar por ti ¿sientes tú ese llamado de Dios?

Puedes levantar tu mano, puedes ponerte de pie, abro este espacio aquí mientras oro por los demás hermanos pregunto si hay alguien aquí que todavía no ha entregado su vida al Señor quizás un joven lleno de bríos, de futuro y talento, y tú le quieres entregar tu vida a Jesucristo, y tú le dices: Señor con temor y temblor te entrego mi vida, o quizás eres un anciano al final de sus años y dices: ¿sabes qué Padre? entiendo que he desperdiciado mi vida pero hoy te la entrego, y yo te invito a pasar aquí al frente, levantar tu mano como Dios te indique, si hay alguien que quiere hacerlo abrimos este espacio, queremos orar por ti

¿Sientes tú ese llamado de Dios? Mientras hacemos eso si alguien siente del Señor venir quiero también invitarte ahora mismo, si eres un hijo de Dios, sirves al Señor, caminas en Sus caminos, pasa por acá jovencito ¿tú estás levantando tu mano? Ven aquí, acompáñalo hermana, mientras; este chico yo lo conozco, yo creo que desde que tú naciste probablemente, qué bueno, hoy me siento realizado qué bendición, así en el comienzo de su juventud.

Si alguien más quiere pasar aquí al frente yo quiero que esto sea una entrega total de todos nosotros, posiblemente hay otras personas más yo creo que Dios puede bendecir, I declare God’s blessing in your life, I tell you God right now is looking at you and He’s examining every move of your heart and your emotions, and He is sanctifying, blessing, and releasing, and sealing every part of your being and as you walk this life walk knowing that you have the blessing and the favor of God in your life, He will enhance your intelligence, He will grant you great victories, He will bless you intellectually, professionally, physically, emotionally, He will be your partner in life, He will be your manager and your trainer and He will show you the way.

I’ve been where you are now as a young boy and I’ve seen the Lord bless me in extraordinary ways, and He has given me the desires of my heart and He will give them to you too if you obey Him and you follow Him so say: Jesus take over my life, just say that inside of yourself, give your life to the Lord as beautiful as you are, give your life to the Lord and say: Father I yield my life to You, my future I give it to You and I want You to walk with me every day of my life, there is no greater blessing than that I’m telling you, He will make you something extraordinary, He will make you into something great, powerful and beautiful.

And through you I bless many young people in our city, in our community, through you I bless countless students in high schools, in colleges, in middle schools, in kindergardens, and I bless this youth, and I declare that they belong to Jesus Christ and the Kingdom of God not to Satan, and through you I bless them as well, and I call them to come forward to be blessed and to be taught, and edified by the Spirit of Jesus Christ, you are a chosen generation and I bless you in the Name of Jesus Christ.

¿Hay alguien más ahora mismo que quiera entregar su vida a Jesús? yo abro este momento también para ti, no lo resistas, no pelees más, entrega a Isaac y Dios te lo va a devolver multiplicado y bendecido, y transformado en algo glorioso.

Y ahí Congregación León de Judá yo te invito a reconsagrar tu vida al Señor ahora mismo, a examinar todas las rendijas de tu vida, todos los cubículos, todos los espacios, todos los objetos y si no tienes la marca que dice Reino de Dios en ello aplícaselo ahora mismo, entrégaselo al Señor todo, todo, todo; tu cuerpo, tu intelecto, tus sueños, tu dinero, tu casa, tu familia, tu espíritu, tus emociones, tus recuerdos, todo entrégaselo al Señor y di: Señor yo soy Tuyo, Tuyo soy, aduéñate de mí, enséñame cómo llegar a otro nivel de vida, les bendigo en el Nombre del Señor, amén, amén, gracias Señor porque nos das una cosecha nueva, incipiente, te place tener estas criaturas nuevas Señor que tienen todo un camino largo para andar y bendecirlas, las entregamos a Ti Señor, gracias y así pedimos que nos des el gozo de ver cientos de ellos venir a Jesucristo Señor y a vivir vidas bendecidas y prosperadas, gracias Padre.

Esta Iglesia se somete a Ti Señor, te entregamos todo lo que tenemos, todo lo que somos, Tuyo es Padre, glorifícate en ello y recibe esta bendición que es Tuya Señor gracias, gracias Padre, te adoramos y te bendecimos. Pueblo de Dios ponte de pie y entrégaselo todo al Señor, si tú has hecho ese pacto allí, si tú has hecho ese pacto levanta tu mano y dale gracias al Señor, y sal de aquí una criatura que pertenece al Reino de Dios para servir al Señor y darle a Él todo lo que Él quiera de ti, te bendigo en el Nombre del Señor, gracias, amén, amén.

Shhhhh, la reina duerme

TRANSCRIPT

Soy pastor de matrimonios, de familias. Me dedico a predicar siempre a la familia. Fui pastor de jóvenes 6 años. Conozco la problemática de los jóvenes. Aquí ayudé un año en mi iglesia a los jóvenes, así que también conozco problemáticas acerca de los chicos que llegan aquí a Estados Unidos, a veces sin hablar muy bien el lenguaje. Y yo siempre he tenido una percepción con respecto a los hijos de los latinos. Hay un fenómeno en Estados Unidos y es que cada vez la sociedad americana es menos congregacional, cada vez menos buscan a Dios, las iglesias en América se están vaciando, estando quedando solo los edificios.

Piense usted por un momento por qué cree que Dios permite que sus hijos vengan. Qué cree que Dios está pensando con los jóvenes latinos cristianos que aprenden al idioma, que vienen a esta cultura, y que como cristianos empiezan a fungir como torres como evangelizadores, como personas distintas que traen la bendición a esta sociedad americana. Por eso no tenga en poco la vida de sus hijos.

Como Pablo le decía a Timoteo, nadie tenga en poco tu juventud. Pero no es el tema del que voy a hablar. Las mujeres van a salir felices ellas, van a decir, ay, pastor tiene que invitarlo otra vez a ese hombre, y los hombres van a salir un tanto preocupados de decir, a qué horas entré yo aquí, Dios mío. Vamos a hablar de matrimonio, vamos a hablar de familia.

Para cuando uno va a hablar de matrimonio, nosotros tenemos una fuente de consulta que no falla, que es la Biblia, y además Dios se permitió poner en la Biblia un libro que hablar acerca de las relaciones matrimoniales, de relaciones sexuales inclusivo, de la relación entre un hombre y una mujer, es el libro de Cantar de los cantares, que fue escrito por Salomón. Entonces es una alegoría acerca también de la relación que hay entre el Señor Jesús y su iglesia, pero además habla acerca de matrimonio.

Entonces, le hago una breve descripción. Voy a hacer un anuncio. No voy a predicar lo mismo en los dos servicios, entonces pueden grabar esta predicación los chicos de sonido, no en video, pero sí en audio, y si quieren después dejarla a disposición de ustedes, sería bueno, para que tengan esta primera parte y luego la segunda parte en el siguiente servicio. Porque yo sé que muchas mujeres van a decir, ay, sí, la necesito.

Déjenme describir un poco qué es el libro del Cantar de los cantares. Lo escribe la persona que después del Señor Jesús es la persona más sabia que ha pisado este planeta, que es el sabio de sabios, Salomón, era muy sabio. Escribe esta historia que es como un clásico culebrón, a ver si puedo decir qué es un culebrón. Un culebrón es una novela clásica, como las mexicanas, como las venezolanas hace un tiempo, no sé si ustedes ven novelas, es decir, La rosa de los vientos, La flor deshojada, La esmeralda de no sé dónde, o sea, usted lee el libro del Cantar de los cantares y parece un culebrón.

¿Cómo son los culebrones, las novelas, sobre todo las mexicanas? Es la historia del niño rico, adinerado, guapo, bien presentado, de buen linaje que de pronto un día va pasando y ve a la mucama, la muchacha de servicio, la niña que viene de una familia muy pobre, que no tiene destino y de pronto cuando sus miradas se cruzan quedan eternamente enamorados y ahí empieza toda una trama de vencer todas las imposibilidades para que los dos terminen amándose. Ese es un culebrón, que no son como las novelas colombianas porque las novelas colombianas son muy cómicas. ¿Ven novelas colombianas aquí o no? No me digan que no vieron Betty la fea, Pedro el escamoso, Hasta que la plata nos separe, todas esas novelas y no sé si alguna vez vieron una serie de un tipo, de Pablo Escobar que hablaba así.

Bueno, las novelas colombianas son distintas, pero los culebrones mexicanos, venezolanos. No sé si vieron novelas venezolanas algún día, se acuerdan La ciega, Topacio. Esas novelas clásicas. Usted lee el Cantar de los cantares y es una historia similar. ¿Qué es? Salomón, el hombre más sabio que existe sobre el planeta tierra, el hombre más rico que existe sobre el planeta tierra, un hombre que algún día va a en su carruaje y de pronto ve a una muchacha, una sulamita. La sulamita, es la historia de amor entre Salomón y la sulamita. Fíjese que ni siquiera ella tiene nombre, no se llama Marta, Gloria, María, Teresa, no, le dicen sulamita, que es como decir, la nicaragüense, la hondureña, la salvadoreña, la ecuatoriana, la peruana, ni siquiera nombre tiene.

Y entonces cuando ellos se ven quedan eternamente enamorados es que se escribe el Cantar de los cantares, ni siquiera tiene un orden cronológico, o sea, no es una historia que empieza y termina. No, está hablando en algunas oportunidades de un tema y luego pasa a otro sin advertirnos de nada, y también está escrita de tal manera que a veces habla la sulamita, y a veces habla Salomón. Entonces, ella dice una cosa y él dice otra, y se escribe así, en una forma muy poética.

Pero además habla abierta y si usted quiere aprender sexualidad a la manera de Dios, tiene que leer el Libro del Cantar de los cantares. Yo cuando dicto los seminarios acerca de matrimonio, hay una charla que es de sexualidad y miramos qué se permite, qué se debe hacer, qué no se debe hacer, qué piensa Dios, o sea, ahí encontramos el manual por excelencia acerca de lo que debe ser un matrimonio en todos los aspectos.

Además, mire esto, este hombre le recuerdo que tenía 700 esposas y 300 concubinas. A ver, yo le pregunto si un hombre sabio, sabio, sabio, el más sabio de los sabios con 1000 esposas se escribe un libro sobre la sexualidad, yo me lo leo. ¿Sí o no? sabe por qué, porque ese sí sabía. Yo me lo leo. Además tenía que ser muy sabio porque para aguantarse mil esposas. Si usted y yo con una y a veces no sabemos qué hacer, a veces decimos en qué carretera abandonada la tiro. ¿Dónde la dejo? Con una y necesitamos sabiduría, imagínate ese pobre con mil! Además tenía que ser muy sabio porque no solamente tenía mil esposas, tenía mil suegras. Tenía que ser sabio, muy, muy sabio.

Y entonces él con la sabiduría escribe el libro del Cantar de los cantares. Usted abra su Biblia en el libro del Cantar de los cantares. Aquí yo tengo la Nueva Versión Internacional. De pronto si usted tiene un dispositivo electrónico busca la nueva versión internacional, ¿la ponen en la pantalla? Me pueden poner la Nueva Versión Internacional en la pantalla.

Mire cómo empieza el libro del Cantar de los cantares. Dice, la amada – o sea, la que está hablando es la mujer, dice, “Ay, si me besaras con los besos de tu boca, grato en verdad es tu amor, más que el vino, grata es también de tus perfumes la fragancia, tu mismo eres bálsamo fragantes, con razón te aman las doncellas, hazme del todo tuya, date prisa, llévame, oh, rey a tu alcoba.” Así empieza.

Y la que está hablando es una mujer. “Regocijémonos y deleitémonos juntos, celebremos tus caricias más que el vino. – y aquí me encontré con la primera frase que a mí me hizo detener y encontrar un punto óptimo en la relación matrimonial. – Sobran las razones para amarte.”

Escuche, es una mujer que dice de su amado, sobran las razones para amarte. Guau, no le parece romántico. ¿A mí sabe qué me parece? Me parece un punto óptimo, me parece un reto de uno poder llegar a esa posición como marido, como esposo, como padre, como productor, como líder, como cobertura de un hogar, que su esposa termine pensando cosas como estas.

Sabes una cosa, mi amor, sobran las razones para amarte. Pudiera verte en cualquiera de las cosas que tu haces y tu eres superior a todos. Guau! Dios te hizo a ti y rompió el molde. Eres todo mío, eres único, eres grande, guau! pues yo no sé, a mí me hace un doble reto. Primero, que la mujer tiene que admirar a su esposo por lo que él es, pero a mí me hace un reto como varón, que yo tengo que hacer que mi esposa me admire, que yo tengo que ser digno de admiración.

Señores, no sé si ustedes alguna vez hayan escuchado cosas como estas y yo continuamente en consejería las escucho. Mujeres después de varios años de matrimonio diciendo, pastor, yo no sé cuándo dejé de amarlo. ¿Usted ha escuchado cosas como esas? Yo no sé cuándo dejé de amarlo. Yo les digo generalmente, mire, yo sé cuándo una mujer deja de amar a un hombre, cuando la mujer deja de admirarlo. Porque la mujer ama lo que admira, admira lo que ama.

O sea, una mujer cómo hace para poder amar a un hombre, empieza por admirarlo, empieza por sentirlo que él es distinto a los demás. Los hombres no nos definimos por el aspecto físico, al hombre no lo define la belleza, muchos se ponen felices conmigo, gracias a Dios, Señor, están de acuerdo conmigo como… ¿ustedes creen que mi esposa está conmigo por el físico? No. porque la mujer ve en el hombre otras características, ve que es responsable, trabajador, líder, que habla bien, que es educado, que lo admira por su conocimiento, por su capacidad para hacer cosas. Las virtudes y las características de un hombre hacen que la mujer se enamore de él.

Por eso cuando usted es irresponsable, usted no es un líder en su casa, usted no es un buen padre, usted no se comporta como un hombre, pues usted no sé… imagínese, yo sin ciertas características que admira mi esposa, por el físico no tenía esperanza, yo hubiera muerto virgen.

Pero escúchenme, señoras, ustedes se definen por lo físico. Eso lo vamos a hablar no sé si alcancemos en esta charla o en la siguiente, pero la mujer es definible por el físico. Ayer hablábamos algo y decíamos, la mujer necesita sentirse bella y necesita sentirse deseada y atraída por su esposo. Eso es muy importante para una mujer, que se sienta bella, que pasan los años y él todavía admira su belleza. Para una mujer es importante ser bella. Punto. Si la mujer se sienta bella va a estar segura andando el sendero de la vida. Créamelo. ¿Son inteligentes las mujeres? Sí, mucho, pero una mujer no quiere parecer inteligente para llamar la atención, más que parecer bella y que ser bella, porque ella se define por lo físico.

Ayer hablábamos, cuando se encuentras dos mujeres ¿qué hacen? Ah, hola, qué lindo. Lo primero que busca es algo bello en esa mujer, ¿o no? ay, qué lindo el bolsa, la moña, el pelo, qué linda, linda, linda. ¿Por qué cuando las mujeres se saludan se dicen lindas entre ellas? Porque esta mujer sabe lo que la otra mujer necesita. ¿Qué necesita? Que le digan que está bella. Una mujer invierte miles de dólares en la liposucción, en el relleno, se pone aquí, se quita acá. No compran un solo libro, una enciclopedia, no, eso no, porque si las mujeres quisieran llamar la atención sencillo, se ponen un [inaudible] debajo del brazo y pasan por el lado de los hombres para que todos digan, guau, mira qué inteligente esa mujer que va ahí. No.

La mujer ¿en qué invierte su dinero? Invierte su dinero en hacerse los rayitos en el cabello, en cortarse aquí, en ir al spa, en pintarse las uñas, en ponerse el collar, que se vea bella porque ella necesita sentirse bella. Ah, son inteligentes, intuitivas, sí, tienen tantas virtudes pero las demás virtudes parece como que pasan a un siguiente plano porque ella lo que necesita es ser bella. Los hombres no. o sea, un hombre… yo, para hacer sentir cómodo al pastor o tener una conversación, o quiero, por ejemplo, darle un calificativo, le digo, “Pastor, usted es muy inteligente. Pastor, usted predica bien, usted sabe mucho.” Yo no puedo llegar a decirle, “oye, qué linda corbata tienes.”

Si yo me encuentro con su pastor y le digo, “oye, qué guapo estás.” El pastor dice, a este hermano no hay que invitarlo más acá. Se preocupa. Dice, hey, los hombres no… nos sentimos incómodos cuando alguien nos califica nuestro físico, aún nuestra mamá después de la adolescencia un varón no quiere que su mamá ande diciendo, qué niño lindo…

Entonces, ¿cómo nosotros somos valorados? Nosotros somos valorados por las virtudes y las capacidades. Tenga capacidades, ser responsable, ser un hombre inteligente. Al hombre lo definen tres cosas fundamentales. Estas son preguntas que se hace un hombre que tiene que resolver en su vida. ¿Quién es? ¿Qué hace? ¿Cuánto gana? Eso es importante para nosotros. El quién es, ¿qué nos da el quién es? Ah, les presento al pastor, su función como pastor lo define; al abogado, al odontólogo, al ingeniero. Ricardo, el ingeniero. Gabriel, el odontólogo. Nos definimos por el título que llevamos.

Escuche a una madre, una madre habla, mi hijo es ingeniero. Mi hijo es científico. Mi hijo es pastor, profeta, futuro arcángel, porque las mamás siempre querrán que… fanfarronear con sus hijos. Y a nosotros eso es importante, quién soy. Yo soy comediante. ¿Qué hace? O yo, hago records mundiales, programas de televisión y hago comedia. ¿Qué hago? Eso me define. ¿Cuánto gana? Porque en el cuánto gano significa que cuánto puedo darle a mi familia. Hay cosas que están atadas a ese cuánto gano, que significa que yo puedo cumplir mi rol como proveedor de una familia, como guardián de una casa, como el que paga la universidad de los hijos, como el que provee todas las cosas para que su esposa esté bella, confortable, para asegurar su futuro. Esas son cosas importantes.

Mire esto, dice la palabra de Dios, Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza y lo puso en el huerto. Es que la palabra de Dios hace esto, dice Dios hizo al hombre y lo puso… o sea, lo puso a hacer cosas. Dios hace al hombre, lo pone en el huerto para que lo labrara y lo cuidara. Señoras, Adán estaba solo, Eva no había llegado todavía a este planeta, no estaba acá. Y ya Adán labraba, o sea, hacía, labraba, trabajaba, ganaba y se definía. Lo puso en el huerto para que lo labrara. ¿Qué era? Agricultor y lo cuidara, ¿qué era? Defensor de un lugar que se estaba preparando para lo que Dios habría de traerle.

Eva no estaba y ya Adán ganaba, trabajaba, tenía un título y laboraba por eso a nosotros nos define eso. Cuando usted encuentra un hombre que no provee para su hogar, que no cuida a sus hijos y su esposa, no cuida el edén, usted dice cosas como estas, hey, compórtese como un hombre! Ese no se comporta como un hombre, porque los hombres trabajamos, laboramos, cuidamos y proveemos. Esas funciones que tenemos que estar haciendo todo el tiempo.

A ver, aquí para hablarle un poquito a las mujeres. Díganlo sino que siente usted cuando usted llega a casa con su salario, y usted hace esto, ¿cómo entra? Usted no entra derrotado, usted acaba de recibir el fruto de su esfuerzo y usted entra orondo a su casa y usted saca ese cheque. No alcanza a sacar el cheque… o sea, usted lo ve por última vez. Yo en mi casa no soy José Ordoñez, yo en mi casa tengo muchos apellidos, José huevos, José leche, José el mortgage, José la renta, ¿cuántos apellidos tengo yo allá?

Pero cuando yo llego a mi casa y yo hago esto, créanmelo, llego de un viaje y traigo lo que me pagaron por mi show, que se vendieron los DVDs afuera, allá afuera van a estar en la mesa por si quiere comprarlos. Entonces, todo ese dinero yo no alcanzo a ver nada, llego y digo, toma. Y sabes una cosa, mi esposa lo toma y yo me quedo con una felicidad, me siento tan contento que cuando veo a mi hijo con los tenis nuevos, siento felicidad, cuando veo que mi esposa llega con su camioneta llena de mercado, guau, me paro en la puerta… porque cumplí la función para la que Dios me diseñó.

Claro, yo tengo también mi corazoncito. Yo le digo a mi esposa que ella es bella y la verdad ella es muy bella, pero también tengo mi corazoncito y cómo me gusta cuando mi esposa me dice, “eres único, como tu no hay 2. Gracias por traer el dinero. Sabes, me encanta saber que en 27 años de matrimonio en esta casa las necesidades tu las has cubierto para mí. Te admiro. Te amo.” Eso es lo que está haciendo la sulamita aquí que dice, “sobran las razones para amarte.”

La primera pregunta que le quiero hacer esta mañana a ustedes, queridas mujeres, es, ¿Cuántas veces usted valora lo que su esposo hace por usted? ¿Cuántas veces, señores, usted se hacen dignos de eso, usted cumple porque cumple porque cumple? Y se gana la admiración de su esposa. Además, si no lo valoras tu, si no lo ponderas tu, ¿quién esperas tu que te lo valore? Lo que tu no digas otra vendrá a decirlo. Lo que tu no valoras, hay personas prestas a valorar.

Estuve en Oklahoma hace como unos 6 meses. Me dio tristeza escuchar a un hombre después de esta predicación decirme, pastor, es triste para mí pero durante muchos años quería tener un acenso. Mi esposa siempre me preguntaba por un acenso en el trabajo, y el día que logré mi acenso, llegué a mi casa y le dije, “Amor, me dieron el acenso”, y ella me respondió, “Ya era hora.”

Eso degrada al hombre. Eso lo minimiza. Señoras ustedes tienen la capacidad de construir pero de destruir a un varón. Ustedes pueden hacer lo que le costó a una madre 25 años, usted lo puede dañar en 25 minutos, con lo que usted diga, con lo que usted haga. Necesitamos mujeres que aprendan a valorar a sus esposos, como necesitamos esposos que se hagan dignos de esa valoración.

Mire esto, nací en un hogar muy pobre. Los que han visto el video de Yo no pedí nacer, y vieron el show, yo he contado mi testimonio. Un hombre muy pobre, un hombre además que nació en una familia muy pobre con 5 hermanos más y que además fui desdeñado por mi familia. O sea, era complicado tenerme a mí como hijo porque nací hiperactivo, con una capacidad mental inusitada. O sea, pasaba algo y yo inmediatamente lo convertía en comedia con una velocidad…. Construía cosas, hacía, nada se me escaba, he tenido ese asunto desde que nací. Odié mi talento durante muchos años porque me metió en muchos problemas.

Cuando venía visita a la casa me tenían que esconder a mí porque yo siempre metía la pata. Si venía la señora y la señora decía y… entonces yo siempre estaba… Y luego cuando ya me inicié en la comedia reconozco que herí a muchas personas. Los comediantes somos eso, o sea, no sé si te hayas dado cuenta que un comediante… nunca caigas en labios de un comediante, por favor, porque un comediante puede agarrar al mismo presidente de un país y volverlo trizas. Se nos permite a los comediantes decir cosas que en boca de otras personas sonarían feas.

Y entonces yo crecí siendo desdeñado. Tu no sirves para nada. Tu eres la vergüenza de esta familia. Tu mamá no ha debido parirte. Tu eres un problema, ¿qué estaré pagando yo para tener un hijo como tu? Y crecimos en una sociedad en donde las calificaciones en la escuela eran las que denotaban quién era bueno y quién era malo. O sea, los niños buenos traían buenas notas, los niños malas no traen buenas notas como tu, que eres un mediocre. Y yo reconozco, yo era el que siempre estaba en la parte de atrás en la escuela. Yo no hice nada bien en la escuela. Yo lo único que aprendí a hacer bien en la escuela fue la firma de mi papá.

Y yo siempre estaba atrás porque la profesora explicaba en 5 minutos y a mí me bastaban 5 minutos para entender lo que la señora estaba diciendo. Los otros 40 minutos de la clase yo no necesitaba estar repitiendo, repitiendo y explicando, yo ya había entendido, 40 minutos libres para poner nicknames, sobrenombres, burlarme, hacer, imitar, siempre estaba yo allá atrás, entonces reconozco que fui un mal… no me interesaba estudiar. Yo fui un estudiante así, estas eran mis calificaciones, raspando, raspando, raspando. Perdió, perdió, raspando. Va a perder. Aceleró, pasó.

Cuando ya decían, ya usted va a perder el año, yo aceleraba al final de año estudiaba, sacaba las notas, para afuera. Listo. Siguiente. Entonces, esto va para los padres de familia, jamás le digas a un hijo que no sirve para nada. No es que tu hijo no sirva para nada, es que tu hijo no sirve para todo. A mí me dijeron que yo era un don nadie y que no servía para nada, solo porque no traía buenas notas. Y te lo voy a decir con conocimiento de causa, jamás le digas a un hijo que no sirve para nada, no vaya a ser que estés maltratando al hombre que va a bendecir tu vejez.

La Biblia es un manual, la Biblia te muestra familias por todos lados, y yo no sé si te hayas dado cuenta que en la Biblia siempre hay un hijo que es el educado, juicioso, que estudia, las mejores notas y otro que es una cosa tan rara, ¿o no? Jacob y Esaú, Esaú salía, cazaba… Jacob en la casa debajo de la mamá. Usted ve la historia del hijo pródigo. Un hijo que siempre hacía lo correcto y un hijo… que necesito la plata, que me voy… relajado. Y el otro que era el perfecto, era tan perfecto que cuando vino su hermano no cabía… yo nunca te he desobedecido, jamás me he comido el becerro gordo.

No sé si te das cuenta que en la Biblia siempre está el psico rígido y el relajado. Yo en mi casa tengo uno, está por graduarse en la universidad de Bayola en Los Ángeles, lo invitaron a estudiar en Harvard. Le llegó su cupo, él dijo… es un tipo… Y tengo otro qué te dijera… yo le digo, “Andrés, el mundo se va a caer,” él se corre para un lado. Usted se está identificando, ¿o no?

Okay, pero escúchenme esto. Yo fui víctima de sentirme un don nadie porque no funcionaba donde funcionaban mis hermanos. Y entonces he aprendido como padre que tengo que pastorear a mi hijo, porque a los hijos se les educa pero se les pastorea, se les corrige pero se les pastorea. Entonces, he tenido que decirle a mi hijo, “Hey, Andrés, puede ser que tu hermano sea superior a la hora de estudiar, pero eso solo lo hace superior en esa área de la vida porque tu tienes otras áreas de la vida en donde tu eres muy superior a él. Una nota mejor no te hace más hijo mío. ”

“La nota no dice que te tengo que amar menos. Tu vales por lo que vales, por el talento que Dios ha puesto en ti. Ah, me tienes que estudiar y tienes que hacer el esfuerzo de sacar las mejores notas. Haz el esfuerzo. Pero no creas que te vuelves más hijo mío cuando me traes las mejores notas. Eres mi hijo y te amo. Basta. Punto. Te amo.”

Entonces, yo crecí creyendo que yo era un don nadie. ¿Por qué? Porque tenía un talento que metía en problemas a todo mundo y porque no era el que traía las buenas notas. Entonces, siempre se me dijo, “No sirves para nada.” Y yo fui un muchacho que creía durante muchos años que no servía para nada. Fui vendedor ambulante, no terminé mi estudio, hasta que cumplí 21 años y yo – y esto es inexplicable, los médicos le han dado ya un diagnóstico que es un crecimiento retardado – yo conozco a mi esposa a la edad de 21 años y desde que conozco a mi esposa y le doy mi palabra de que esto es así, yo he crecido 5 cm más. Yo era diminuto, enjuto, flaco, insignificante, o sea, los colombianos que están acá saben que yo inventé un personaje que se llama Pablo Remalas porque a él no le pasa nada bueno, es muy de malas, de malas. Montó una fábrica de hielo y se le incendió.

Oiga, una cosa, tienen que entrar ahí en YouTube y buscan Mundo José Ordoñez y ahí están todos los personajes. Yo inventé a Pablo Remalas debido a esa área de mi vida, ese capítulo de mi vida en donde yo creía que no servía para nada. Cuando yo conozco a Jazmine yo siempre he sido un tipo soñador y le cuento los sueños a mi esposa.

Tengo 21 años aquí acumulados de gente que me ha dicho, “Tu no sirves, tu no puedes, ¿tu quién eres?” tan insignificante era yo que el día que yo me casé con mi esposa mi familia no vino al matrimonio. Yo tengo 5 hermanos y 5 medios hermanos y tengo un papá y una mamá. Pero el día que yo me casé una hermana vino, mi papá no estaba, mi mamá no estaba, mis hermanos no estaban, porque era un tipo tan insignificante que no merece ni siquiera que se vaya al matrimonio de él.

Me caso yo con mi muñeca, con mi esposa, y le cuento mis sueños y cuando yo le cuento mis sueños, es que no vine a poner a mi papá ni a mi mamá en el patíbulo, no. fui mal hijo, mal estudiante, pero aparte de eso qué sentirías tu si le preguntas a tu hijo de 9, 12 13 años y le dices, “¿Qué quieres ser en la vida?” y él te dice que quiere ser cuenta chistes. La gente le tiene miedo a la gente rara, pero ojo que la gente rara es la que cambia el mundo, la gente que se atreve a pensar distinto, a creer distinto y a emprender distinto, esos cambian el mundo.

Steve Jobs decía, “La gente no sabe lo que quiere hasta que se lo das.” Entonces, era complicado. El chistocito, el que se va dedicar a echar chistes. Y es verdad, nosotros los comediantes somos empíricos, o sea, no tenemos una universidad, no hay una universidad de comediantes. Yo no vengo a decirles, hola, buenos días, soy comediante, graduado en la universidad de Jajaja Harvard. No existe la Jajaja Harvard. Entonces, puedo entender un poco, pero escúchame, nadie vino a mi matrimonio.

Cuando yo le cuento mi sueños a mi esposa, mi esposa me dice, “Y lo vas a lograr porque tu eres único en el mundo.” La palabra de Dios dice, “el que halla mujer, halla el bien.” O sea, yo me casé con mi esposa e inmediatamente encontré la aliada número 1 de mi vida. Ojo con esto, que cuando mi esposa habla de mí, habla la persona sobre el planeta tierra que tiene más poder, más autoridad para bendecirme, porque con ninguna otra persona yo soy uno. Yo no soy uno con mi papá, yo no soy uno con mi mamá, ni con mis hermanos, ni con mis amigos, ni con mi compadre, ni con mi comadre, yo soy uno con Jazmine. Lo que ella dice tiene una importancia y una relevancia en mi vida como ninguna otra persona.

¿Entendiste, querida mujer, lo que significa cuando tu abres tu boca para bendecir a tu esposo, para bien decir de él? Tu eres único, así me llamó desde el primer día que le conté mis sueños. Hice un record en España, hice 80 horas de chistes para el libro de los Guinness Records en Madrid. Antes de hacer el record le mando la solicitud al libro de los Guinness y el libro de los Guinness responde y dice, “Señor Ordoñez, llene por favor esta solicitud para que usted pueda hacer ese intento de romper ese record para el libro de los Guinness.” Terminé de llenarlo y abajo después de la firma decía, “bienvenido al libro de las personas únicas en el mundo.”

La pregunta es, ¿quién lo dijo 23 años antes? Mi esposa cuando habla me bendice como ninguna otra persona o me destruye como ninguna otra persona. Aprende a hablar bien de tu esposo. Pero él no tiene nada bueno, lo mejor que tiene es un primo en segundo grado, no más. Pondérele el primo en segundo grado, bendígalo. Algo bueno ha de tener. Además no se ofenda usted misma, porque ¿quién lo escogió? A veces les digo, ¿y quién lo escogió? Es que mi marido es un borracho, que es un mujeriego. ¿Quién lo escogió? ¿Dónde lo conociste? En una discoteca. Él era el novio de mi mejor amiga. Y ahora vienes a quejarte porque él es alcohólico y mujeriego, ¿no te diste cuenta?

Una vez íbamos en un crucero para matrimonios, iba el cantante Marcos Barrientos, iba Cash Luna y José Ordoñez, íbamos en una van aparte, adelante estaba Marcos, en la mitad estaba Cash y aquí estaba yo con mi esposa. Entonces, dice Cash echando un chiste, “Sería un desastre si Marcos echara chistes, yo cantara y Ordoñez predicara.” O sea, él cambió los roles para echar un chiste. Y eso no le sentó bien a mi esposa. Y menos mal íbamos en la parte de atrás y me pegó un codazo, clásico codazo de mujer herida. Y me dice mi esposa, “Si él supiera que esas tres cosas tu las haces mejor que ellos.” Guau!

Pueda ser que yo no cante como Marcos Barrientos, puede ser que yo no predique como Cash Luna, en el humor sí ellos son unos simples mortales, eso no es lo importante aquí. ¿Sabe qué es lo importante aquí? es el concepto que mi esposa tiene de mí, que cree que yo predico como el mejor, canto como el mejor, y puede unirse a lo que dice la sulamita, sobran las razones para amarte.

Empiezo a terminar. Necesito ir al siguiente versículo, esta capacidad que tengo de hablar, Dios mío… si usted puede quedarse a la segunda, chévere, si no invite y sino después consigue el audio de la segunda.

Dice la amada, “Morena soy pero hermosa, hijas de Jerusalén; morena como las carpas del Cedar, hermosa como los pabellones de Salmá. No se fijen en mi tez morena ni en que el sol me bronceó la piel, mis hermanos se enfadaron contra mí y me obligaron a cuidar las viñas y mi propia viña descuidé…”

Ella cuenta una historia. Ella dice, morena soy, empieza a describirse. Morena soy, pero hermosa. Ojo con esto, cuando usted dice algo y luego le pone un pero significa que eso que acaba de decir no es del todo cierto o hay alguna duda. O sea, morena soy, pero hermosa. O sea, que ella está diciendo que del todo no es hermosa, que ella quisiera sentirse hermosa pero que ella sabe que no es hermosa, pero que le gustaría que la vieran como hermosa. Porque las mujeres ¿por dónde se definen? Por su físico, por su belleza.

Entonces, ella dice, morena soy, pero hermosa. Morena como las carpas del Cedar – las carpas del Cedar no eran morenas, eran negras. En ese tiempo las personas de piel morena, de piel negra, eran tenidas como de una menor ralea. O sea, con un estatus más abajo. Entonces ella dice, morena soy pero hermosa. O sea, quisiera sentirme hermosa. Y empieza a contar una historia, la historia de su vida, ¿sabe por qué, caballeros? Porque las mujeres cuando llegan a nuestros brazos traen una historia para contar.

Dice, les quiero contar por qué soy morena, porque es que mis hermanos se enfadaron conmigo y me pusieron a trabajar al rayo del sol, dice en otra versión, y el sol tostó mi piel. O sea, yo me moreneé de tanto estar trabajando y mis hermanos me esclavizan, yo tengo que trabajar para mis hermanos y ni siquiera tengo la oportunidad de trabajar para mí. O sea, yo no tengo plata, no tengo futuro, tengo unos hermanos que me esclavizan. Pregúntese usted, por qué unos hermanos esclavizaban a su hermana. La primera pregunta que me sale a mí es, ¿y dónde estaban los padres? O tenemos padres que permiten que los varones maltraten a las mujeres o tenemos una mujer que es huérfana, cualquiera sea el caso, ella trabaja de sol a sol. Ella es ruda. Imagínese una mujer que está labrando la tierra todo el tiempo y dice – hay una parte de esa herencia que me toca a mí pero yo no tengo tiempo para trabajarla porque tengo que trabajar para ellos. Ellos me explotan laboralmente y yo no tengo vida.

Eso cuenta, yo quisiera sentirme bella pero estoy maltratada por mis hermanos. Lo cuenta y por qué lo cuenta. Vuelvo y les digo, señores, tu esposa cuando llegó a tu vida, a los 23, a los 18, a los 25, traía una historia familiar, traía una manera, una cultura. Vivimos en un país en donde muchas veces nos casamos entre culturas. No puedes desconocer la cultura de donde viene, la familia de donde viene, el contexto cultural, el contexto socio económico, no puedes desconocer ningún factor de tu pareja cuando llega a vivir contigo porque eso inmediatamente tiene un impacto de cómo vas a vivir con esa persona, de cómo pensamos los colombianos, los dominicanos, los salvadoreños, los peruanos, los bolivianos. Se viene con una manera cómo nacemos, como crecimos, cómo nos educó, lo que papá y lo que mamá dijeron. Eso vino ahí.

Y sabe una cosa, que uno no puede decir, ah, yo voy a tomar la parte que me interesa de mi esposa, pero la otra no. ¿Se acuerda lo que hablábamos ayer? No. te casaste con los problemas, también te casaste con sus traumas, te casaste con sus errores. Los errores de tu mujer son tus errores. Lo que a ella le duele a ti te tiene que doler. Lo que en la vida de ella no esté resuelto tu lo tienes que resolver. Esa parte donde no le va muy bien, tu la tienes que resolver. Tu eres el varón, eres la cabeza del hogar, estás para resolver el problema de tu mujer.

¿Porque qué hace Salomón inmediatamente? Le dice, versículo 8, “Si no lo sabes, bella entre las bellas” – y tenía mil, pero le dijo, hey, no lo sabes, bella entre las bellas.” ¿Qué hace un hombre sabio? Donde ella es débil yo la vuelvo fuerte, donde a ella le va mal yo le fortalezco. Los maltratos que sufrió en su infancia por parte de su papá que nunca la cuidó, la poca estructura educacional que tiene, la parte de su formación, amor, “en dónde eres débil porque acabas de encontrar la respuesta a tus problemas. Yo soy las respuestas a tus interrogantes, yo soy la calma para tus aflicciones, yo soy el resolver tu vida. Tu vida es vida desde que mis ojos vieron tus ojos.”

Entonces, el hombre en una discusión ¿sabes qué hace? Tenemos esta tendencia. Donde ella es débil, sacamos su debilidad, la ponemos en público y la exponemos. Tu qué sabes si tu nunca tuviste, si tu mamá es igual a ti. Sacas todo eso que a ella le duele, donde tiene una vida sin resolver, y solo lo utilizas para refregárselo en la cara en una discusión. Donde ella es débil tu la desnudas. Expones sus errores, cuando deberías cubrirla porque los hombres cubrimos. Donde eres débil yo te hago fuerte, mi amor.

En una discusión hacemos esto, tu qué sabes, tu eres bruta. Tu no sabes, tu eres bruta. Okay. Digamos que es bruta, juguemos a que es bruta. ¿Y quién tiene que resolver el problema? Se supone que se casó contigo y que tu al ser el líder de tu casa, que estás para protegerla, para bendecirla y para cuidarla, donde ella es débil la tienes que hacer fuerte. Jamás le digas a tu esposa que es bruta si no estás dispuesto, acto seguido, en ir a una universidad y matricularla para que estudie.

¿Cuántos años de educación le faltan a tu esposa? Preguntémonos ahí, ¿cuántos años le faltan de educación? ¿Cuántas veces escuchas en tu matrimonio cosas como estas, que tu esposa dice, “Yo pude haber hecho, yo pude haber sido, yo pude haber logrado”?

Sabe cómo envejecen nuestras mujeres, hablando de frustraciones, de cosas inconclusas, irresueltas, y el hombre se permite llevar a una mujer a la vejez a ese estado. Mi esposa se casó conmigo cuando tenías 18 años, yo pagué su universidad. Actualmente estudia inglés y está pensando en empezar una siguiente carrera, porque quiero que cuando estemos viejos mi esposa nunca diga, “Yo pude haber sido,” no, tu eres. Amor, gracias por haber hecho posible mi sueño. Yo soy el realizador de los sueños de mi esposa. Yo soy.

Señores, el matrimonio es diario. Ese el problema que tenemos, que el matrimonio es diario. No pienses nunca un matrimonio de 30, de 35, piensa en el hoy. El matrimonio se vive día a día. Hoy te vas a levantar y todas las preguntas que tiene tu esposa, las vas a resolver. Y si ella hoy se levantó con una aflicción tu la tienes que resolver. Si hay algo que le molesta, es tu problema, resuélvelo.

Porque Salomón dijo, cómo que fea. Bella, entre las bellas. Y en la siguiente predicación vamos a ver qué hizo él para que esta mujer terminara siendo una de las mujeres más felices de la Biblia. Una historia que empezó en medio de la penuria, del dolor y de la aflicción, y terminó de la manera adecuada. Por ahora le dejo todo esto para su reflexión.

Póngase sobre sus pies y oremos. Si tiene a su muñeca ahí al lado, abrácela, abrace su muñeca, abrace su muñeco. Hagamos una oración, Señor, necesitamos que tu hagas algo hoy por la familia, por el hogar, por las esposas, por los esposos. Necesitamos que tu actúes de manera conveniente en la familia que está representada acá. Y queremos pedir perdón por todas las veces que nosotros como varones, que ellas como mujeres, Señor, han fallado y levantamos el rostro a ti para decirte que hagas tu maravillosa obra. La vida de José Ordoñez solo cambió el día que le entregó su corazón a Jesús.

SEGUNDA PARTE

Voy a hacer un pequeño resumen de lo que dijimos en el primer servicio. Hablábamos acerca del libro del Cantar de los cantares, que es el compendio que Dios permitió, no sé cómo se traducirá compendio. Pobre del que esté traduciendo, Dios mío, dale sabiduría porque traducir a José Ordoñez no es fácil, hablo rápido y fuera de eso hablo en términos de comedia y cosas culturales que al hacer la traducción eso no… entonces yo los pongo a sufrir. A las personas que hablan inglés aquí, de todas maneras disfruten ver reír a los demás.

Entonces, decía, que el libro del Cantar de los Cantares fue escrito por Salomón, que es la persona después del Señor Jesús, la persona más sabia que ha pisado este planeta. Es el sabio de los sabios. Aparte de eso es un hombre rico, poderoso y se cuenta la historia en el libro del Cantar de los cantares de cómo él se enamora de la sulamita, que es una mujer que cuenta una historia desgarradora, dura, dice ella cuando empieza a describirse:

“Yo morena soy, pero hermosa…” O sea ella no se sentía hermosa sino que decía morena pero… pero, pero, y hablábamos acerca de la importancia de que a la mujer la define el físico, la mujer es definible por su físico. Dime qué tan bella se siente una mujer y yo te diré qué tan segura está. O sea, si ella se siente bella, ella se siente segura. Si una mujer se siente poco agraciada, se siente fea, va a estar siempre insegura, va a sentir como que no tiene cabida en los lugares de preeminencia, en un lugar adecuado. La mujer nació para sentirse bella.

Les voy a poner un ejemplo. Yo tengo 4 hijos, 2 niñas, una ya se casó, tiene 26 años y la otra tiene 14 años. Las niñas han hecho siempre esto y quiero que los hombres me ayuden a ver si no les pasa igual. Que las niñas cuando están pequeñitas, 6 años, 4 años, 5, 9, no sé, se ponían siempre la mejor ropa, mis hijas, se ponían sus colitas, sus trencitas, se ponían brillo en los labios, hermosas y adivinen, luego de ponerse bellas, adivinen a quién era el primero que iban a buscar. Les pasa ¿verdad? Y me buscaban a mí y esto hacen las niñas, buscan al papá y preguntan, “Papi, ¿cómo estoy?” ¿Qué hace uno de padre? “Bella, estás hermosa.” ¿Tu te preguntaste alguna vez por qué las niñas hacen eso?

Nadie se los enseña. Pero mis hicieron lo que tus hijas hacen, porque ellas necesitan desde pequeñas saber que son bellas. Nadie se lo enseñó, ella necesita la voz de un varón que le diga que es hermosa, porque si ella se siente hermosa, se siente segura. Un niño no. los varoncitos no hacen eso, bueno, por lo menos un niño normal no.

Yo creo que usted se preocuparía si su hijito de 7 años viene y le dice, “Papi, ¿cómo estoy?” Usted dice, vea, yo era la oveja negra de la familia y este me resultó la oveja rosada. Usted se preocupa si un niño está demasiado preocupado, medio narciso, preocupado por su belleza, porque a los hombres, como lo hablábamos en el primer servicio la belleza no es importante nosotros. Hace parte, como decir, para una mujer es importante ser inteligente pero no es lo más importante. Una mujer no querrá parecer más inteligente que bella, siempre querrá ser bella e inteligente. Pero bella, bella, por esos sus grandes gastos en la vida de una mujer son el bolso, los zapatos, los rayitos del pelo, el arete, el perfume, el collar. Eso hace parte de la femineidad para sentir que ella está siendo valorada. Desde niñas necesitan una voz, listen to me, la voz de un varón que dice, estás bella.

Lamentablemente en nuestros países latinoamericanos, no sé cómo sea aquí en Estados Unidos, cómo es el padre americano, pero lamentablemente en nuestros países nosotros provenimos de una raza, de una generación en donde los padres asumían que si eran tiernos con sus hijos, entonces eran débiles. Y nunca les dijeron a sus hijos… Yo tenía 6 años cuando vine y le di un beso en la mejilla a mi papá por su cumpleaños y me dijo, “No me beses, los hombres no se besan.” No culpo a mi papá porque a su vez mi abuelo le dijo eso a mi papá. Entonces, muchas veces si un hombre acaricia a su hija, juega con ella, a veces siente que está siendo demasiado tierno y está siendo débil.

Entonces, cuántas mujeres crecieron sin escuchar la voz de su padre diciéndoles que estaban bellas, que estaban hermosas. Y es miserable crecer en una familia así y luego casarse con un hombre que sigue en la misma tónica, que no ha entendido que la mujer nació para ser amada y admirada por su físico.

Cuando usted toca o habla el físico de su esposa está tocando la parte más almática y más sensible de una mujer. Jamás haga chistes sobre el cuerpo de su esposa. El pecado no había entrado a la raza humana, y dice que Adán y Eva estaban desnudos y no sentían vergüenza. Eso quiere decir que Dios diseñó el físico del esposo y de la esposa que se admiren mutuamente y entiendan el proceso lógico del envejecimiento sin dejar de admirarse. Jamás se ría de las nalgas de su señora, de sus pechos, de sus arruguitas, de sus canitas, de la vena várice que le está saliendo. Jamás le diga que es que tiene la instalación por fuera. No se burle. Si usted va a hacer un comentario jocoso, aprenda a hacer comentarios jocosos que construyan no que destruyan, porque es un acto violatorio hablar mal del cuerpo de la mujer y luego querer estar con ella. Las mujeres necesitan sentirse bellas.

Las mujeres aquí van a decir, “Vuélvalo a invitar, pastor, ese tipo…” Mire, les voy a dar este versículo que las mujeres van a correr a apuntar con una velocidad inusitada. Malaquías capítulo 2, versículos del 13 al 16. Apúntenlo, ténganlo ahí como una reliquia, si quiere lo puede mandar a amplificar en su casa, no se lo voy a leer pero si lo quieren lo pueden leer. Le voy a decir, porque necesito parafrasearlo, necesito meterlo dentro del contexto cultural actual.

Dice Dios, Dios es el que está hablando, “Otra cosa que ustedes hacen es inundar de lágrimas mi altar, vienen, lloran, me traen sus diezmos y luego vienen y me preguntan a mí, Señor, ¿por qué no nos oyes, por qué no nos contestas, Señor? ¿Me preguntan por qué no los oigo? Porque yo soy testigo de la manera como ustedes tratan a sus esposas y hasta que ustedes no aprendan a tratar bien a sus esposas yo no los oigo.”

Léalo que ahí está. No recibo su ofrenda con agrado, no escucho sus oraciones, no me vengan a decir, vengo a ti, Señor, porque no oigo, porque con esa misma carita de mamo santo que me vienes a poner aquí en la iglesia los domingos, con esa misma voz con que me cantas, esa misma voz la utilizas para gritar a tu esposa el martes. Escuché cuando le hablaste mal el miércoles, el jueves en la madrugada me di cuenta de cómo tu la tratabas, y mientras tu no resuelvas este asunto, y como dice la palabra de Dios, dejé de cubrir sus vestiduras de violencia, hasta que no aprendas a tratar a tu esposa tu y yo no hablamos. ¿Cómo la vio?

Por eso me disgusto cuando hay gente en la sociedad que dice que la Biblia es un libro machista. Usted dice, eso es Malaquías, eso es el Antiguo Testamento. No, vámonos al Nuevo Testamento, el Apóstol Pedro, que era el Apóstol más sanguíneo de los 12 que tenía el Señor. Sanguíneo porque era un tipo explosivo, violento. Ese fue el que le bajó la oreja a Malco, ¿se acuerda? Sí. Ahora, fue que Malco se agachó, Pedro no iba a bajar la oreja, lo que pasa es que Malco tenía reflejos, cuando vio venir el machete, hizo… y le bajó la oreja, pero Pedro iba por la cabeza. Ese mismo Apóstol que hace cosas como esas termina en una de sus cartas, dice el Apóstol Pedro, “traten a sus mujeres como a vaso más frágil, denle honor a sus muñecas, a sus esposas para que sus oraciones no tengan estorbo delante de Dios.”

¿Acaso no es lo mismo que dice Malaquías? Es lo mismo. Dice el Apóstol, bajo la inspiración del Espíritu Santo, dice, “cuando usted grita a su esposa, cuando usted no la trata como vaso frágil, todas las oraciones que usted hace, todas las peticiones que usted hace, tienen estorbo, el cielo se cierra para usted.” Les acabo de decir por qué a muchos de ustedes no les dan el aumento que andan pidiendo, no le sale el contrato que andan buscando, no les han dado todo ese trabajo que ustedes están esperando, no se han sanado de la enfermedad por la cual ustedes le viven clamando a Dios. Todas esas oraciones que ustedes andan pidiéndole a Dios, Dios no las escucha porque escucho más fuerte el grito que le pegaste a tu esposa.

¿Vio lo que le dije que las mujeres iban a salir, sí, sí? Y algunas vinieron solas y están diciendo, “Ay, no vino, no vino.” Sencillo, usted después consigue los Cds de la predicación, donde dice José Ordoñez, borrá ahí José Ordoñez, y pone Paquita la del barrio y se la da a su marido. Pero necesito retomar.

¿Qué decía yo en la primera parte? La sulamita empieza a contar una historia sobre su vida. Ella era una mujer que ni siquiera nombre propio tiene la Biblia para ella. Era la sulamita, era de Sulám. O sea, ella cuenta esta historia, yo morena soy, o sea, me siento… en ese tiempo las mujeres de tez morena eran tomadas como de baja ralea, entonces ella dice, morena soy pero hermosa, pero bonita. O sea, como que queriendo decir, necesito sentirme bella.

Y hablábamos en ese contexto cuando encontramos lo que decía la sulamita misma en el Cantar de los Cantares, capítulo 1, versículo 8, le responde Salomón. ¿Qué le responde Salomón? Dice Salomón, cuando escucha que ella dice, yo no soy tan bonita… y otra cosa, ella dice, ¿ustedes saben por qué yo soy morena? Porque es que he sido maltratada, abusada por mis hermanos durante muchos años. Mis hermanos me esclavizan. Ellos se enojaron conmigo y me pusieron a trabajar para ellos y ni siquiera yo tengo mi dinero, ni puedo trabajar para mí mismo, y entonces estoy descuidada. Ella misma se dice descuidada. Mi propia viña descuidé.

Entonces imagínese una mujer que está trabajando al rayo del sol, su piel la tostó el sol y está maltratada por sus hermanos, pobre, harapienta, y de pronto pasa Salomón, el hombre más poderoso del planeta por aquel tiempo, el hombre más rico que ha existido y el hombre más sabio después del Señor Jesús que ha pisado este planeta. Y la ve, sus miradas se cruzan, se enamoran y ¿saben qué hace Salomón? Hace lo que hacen los hombres sabios, aquí concluimos nuestra primera predicación. ¿Qué hace un hombre sabio? Un hombre sabio no desconoce las debilidades de su esposa, tiene que necesariamente aprender cuáles son sus debilidades.

Cuando te casaste con tu esposa, hay una parte que te encantaba, que te gusta. Ella tiene la parte donde es fabulosa, donde parece que nadie la supera. No sé, todas las mujeres tienen ese encanto maravilloso y uno que otro detallito, dificultad, error, defecto, poquitico, chiquitico. Hay un área de tu esposa que es la que no te gusta, con la que te sientes incómodo. Venía ahí, hay hubieses querido hacer esto, tomar solo la parte buena y rechazar la parte mala, pero no se puede. Ella todita, todita, es para ti, en lo malo y en lo bueno, por eso aquí cuando vienes a casarte nosotros los pastores te decimos, ¿la aceptas en lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza? Tu respuesta no fue, sí, no, sí, no, sí, no. ningún hombre responde así. ¿Cómo respondiste? ¿Qué dijiste? Sí, y ese sí incluía sí, la parte que no me gusta de ti también la acepto, también es mía. Tu parte problemática, el trauma que traes de tu infancia es mío. Yo tomo tu carga, querida, hermana, amiga, amante mía, tu parte en donde no eres buena es mía. Yo tengo que resolver donde eres débil yo soy fuerte, porque los hombres sabios hacen esto, se dan cuenta e inmediatamente trabajan para resolver los problemas de su esposa.

¿Qué hace el hombre moderno? Donde ella es débil la debilita más. Por ejemplo, su padre siempre dijo que ella era fea, que ella era bruta. Los latinos crecemos escuchando cosas imbéciles, perdóneme la expresión, de nuestros padres, porque a su vez ellos recibieron esa educación. Tu no sirves para nada, quítate de aquí. Yo no espero nada de ti, tu eres imbécil, tu eres igual a tu mamá. Quién sabe cuántas cosas y cuántos traumas se volcaron sobre la vida de tu esposa o de tu esposo. Y ¿qué hace el hombre moderno? Donde ella es débil la debilita más. Donde ella es débil esa es su herramienta favorita de discusión y de pelea. Le repite lo que su papá le repitió, lo que sus hermanos, como en el caso de la sulamita, hicieron con ella. En vez de ser nosotros una fuente donde ellas puedan sanar sus heridas, construirse como personas, desarrollarse como personas.

Un hombre debe vivir con una mujer haciéndole entender esto. Yo soy la respuesta a tus preguntas. En mí encuentras refugio, calma, desarrollo, prosperidad. ¿Qué hace Salomón? Ella dice, soy pobre y fea y ¿qué dice Salomón? Versículo 8:

“Si no lo sabes, bella entre las bellas” – y tenía mil en el palacio, pero él dijo bella entre las bellas, donde eres débil yo te fortalezco.” Guau. Yo creo que tu conoces el área débil de esposa, ¿verdad? Por qué no la cubres, por qué no la bendices. Tu no puedes decirle a tu esposa, yo te quiero a ti pero sin la costumbre y sin la manía aquella y yo te amo a ti pero a tu mamá no la paso, pero a tu hermano no, pero a tu familia, pero tus costumbres… no, no, no, cuando un hombre le dice a una mujer que la ama pero… ese pero inmediatamente acaba de poner un límite al amor que ese hombre tiene por esa mujer.

O sea, yo te amo, pero hasta allá no me pidas porque tampoco te voy a amar tanto. ¿Y sabes qué dice la palabra de Dios? La palabra de Dios en el capítulo número 5 de Efesios dice, “maridos, amen a sus esposas como Cristo ama a la iglesia,” o sea, como Cristo te ama, así tu ama a tu esposa. Perdón, ¿Jesús qué dice en algún momento? Bueno, yo te quiero, me interesas como hijo pero hay una partecita tuya que esa sí no… yo hasta allá no te puedo amar, yo hasta allá no me puedo entregar por ti. Yo ese problema no te lo puedo resolver. Siempre que vienes a Dios, siempre que vienes a Jesús, Jesús te dice, “todo lo puedes conmigo.” Todo lo puedes hacer, todo lo puedo en Cristo.

Jamás vas a venir a Dios y Dios te va a decir, ay, no, no es que recursos no hay, tiempo no hay. No, esa enfermedad todavía no hemos descubierto la cura. Todas las respuestas las hayas en Jesús. Y él dice, así como tu vas a Jesús y en él encuentras todas las respuestas, que tu esposa viva contigo de la misma manera. Jamás permitas que tu esposa salga de tu presencia sin la respuesta que anda ella buscando. Si no sabes la respuesta le dice, mira, no sé, pero yo me encargo de resolver este problema.

¿Cómo vas a pagar la renta? No tengo, no sé cómo, pero es mi responsabilidad si mañana me tengo que levantar a vender empanadas, si mañana tengo que ir a limpiar casa, a lavar autos, si mañana tengo que salir a barrer calles, yo lo voy a hacer, porque te casaste con un hombre que resuelve todos tus problemas. Cuando estás insegura yo estoy inseguro, cuando estás herida yo estoy herido por lo cual, como somos uno yo resuelvo, yo pago, yo hago, yo sano.

¿Qué hace el hombre moderno? El hombre moderno ve a su mujer con el problema, ve con el trauma, y más encima le cae, más le maltrata. Viene una mujer, “Amor, ¿cómo vamos a pagar el mortgage?” “No sé.” Esa es la respuesta favorita. “¿Y qué quieres que haga si no me alcanza? ¿Qué quieres que haga?” puros gallos, kikikiriki. ¿Qué quieres que haga? ¿Es que aquí dice banco o qué? ¿Tu crees que tengo un árbol allá atrás en el patio que bota dólares o qué? Oye, qué clase de respuestas son esas. Eres un varón. Los varones dicen, no sé, pero yo pago. Yo respondo. Yo te doy. Me puse bravo.

Para una mujer debe ser espectacular vivir con un hombre que ella sabe que cada vez que le consulta algo él tiene la respuesta. Que diga, a las mujeres les encanta tener… mire, dejémonos de bobadas. Cuando la mujer gobierna un hogar, la culpa es del hombre porque la mujer en el fondo le encanta tener un hombre al timón de una familia, al gobierno de un hogar. Un hombre que resuelve. A la mujer le encanta decirle a sus hijos, “Tu sabes que si papá se entera de esto, tu sabes cómo es papá, y se lo voy a contar a papá porque él resuelve.”

Hombres que resuelven decíamos en el primer servicio. Dios crea al hombre a su imagen y semejanza y lo puso en el huerto para que labrara y para que cuidara. Nosotros recién estamos hechos, cuidábamos, trabajábamos, producíamos, éramos hombres. Esa es la definición de un hombre. Barro. ¿No lo ves en el niño? Un niño cuando está pequeño jamás viene y te dice, “Papá, ¿estoy lindo?” ¿Sabes qué hace un niño? Te cae a patadas. Ironman. Spiderman. ¿Sabe qué es eso? barro.

El Señor Jesús dice, “te tienes que volver como un niño,” ¿o no? habla con un niño de 6 años, de 7 años que no está contaminado y ¿qué dice un niño? Si ese niño de 7 años se da cuenta que alguien se mete con su hermana, él da su vida por su hermana. Si él se da cuenta que alguien vino a ofender a su mamá, no tiene problema con agarrar un palo, un cuchillo, si el niño ve que la vida de su mamá está en peligro, aaaah, va a matar o a morir por defender su familia. La pregunta es qué nos pasa mientras crecemos. Qué nos pasó?

Ese niño puede decir que va a conquistar los planetas, que es Ironman, que tiene poderes superiores a los de Spiderman, que defenderá su familia, que honrará a su mamá y empezamos a crecer y tu hablas con ese mismo, que fue un niño soñador y corre porque el bill del agua llegó $47 dólares más costoso y ante eso huye. No sabemos qué hacer. Se nos pierde la varonía. ¿Dónde la dejamos? En qué parte del camino hacia la adultez dejamos la capacidad de ser varones y de entender que podemos cuidar y dar nuestra vida por una familia.

Entonces, Salomón que es un hombre sabio resuelve el problema. Para ustedes, caballeros, que están mirándome con esa cara de disgustados y dicen por dentro, a qué horas me metí yo a esta iglesia, yo aquí no vuelve. El comediante, el desgraciado ese, todo eso que están pensando… yo le hago una pregunta a usted, se la hago sinceramente, ¿cuántas cosas están sin resolver en la vida de su esposa? Resuélvalas y me sería fabuloso si las mujeres al llegar a casa me ayudan un poquito y le dicen, “Cuando el pastor dijo eso, yo sentí que tu en tu vida conmigo te hace falta esto, esto, esto, esto y esto, y esto y esto y esto… con todos los dedos.” Eso quiero yo, a aprendas a ser un varón como la Biblia dice, no como tus amiguitos ni la sociedad dice.

No hemos resuelto esto, no hemos hecho esto, me siento insegura. Yo les decía en el show, en Emparejados, ayer por cuestión de tiempo no pude decirlo pero, la mujer nació para estar tranquila. Deja de pagarle un mes de mortgage a tu esposa y ahí la vas a tener. El hombre puede dormir debiendo tres meses, entró en foreclosure, le van a quitar la casa y él…. Si no le das seguridad.

Mira, a una mujer se le ama pagándole los biles. Suena tonto, suena interesado pero escúchame, yo no puedo decirle a mi esposa que la amo con excelencia si la estoy llenando de deudas. Yo no puedo decirle a mi esposa que yo la amo verdaderamente si todas las cosas que la rodean no dicen lo mismo que yo estoy diciendo. Yo te amo pero tienes la refrigeradora como la fuente de un parque principal de nuestros países, solo agua y luz, no más. No, no, yo te digo que yo te amo, pero ve y mira la heladera, la nevera, y esa nevera va a decir lo mismo que yo estoy diciendo, yo te amo pero ve y mira la cuenta bancaria, lo que yo me esfuerzo, lo que yo trabajo para ti… y con esto no estoy diciendo, ay, es que tienes que llenarle… tienes que hacer que ella te vea comprometido con que estás dando todo. No te está pidiendo un palacio, te está pidiendo que te comprometas, que luches, que madrugues, que trasnoches, que inviertas, que sueñes, que sigas creyendo que Ironman existe.

Es desgastante para una mujer casarse con un hombre que tiene que estarlo arriando – en Colombia decimos – hey, levántate, pero trabaja, pero paga, pero…. Eso desgaste. Mire, no hay como una mujer que por inercia la velocidad y el liderazgo de su esposo lo sigue, y ella está tranquila porque entre menos ella tenga que trabajar para producir más tiempo tiene de calidad para dedicarle a sus hijos, que es la labor más grande y elocuente que puede tener una mujer. Pero sabe qué nos pasa al fenómeno de hoy en día, la mujer está laborando, trabajando. Ah, ¿entonces no debemos trabajar? No, yo no estoy diciendo eso. el hombre desconoció sus obligaciones y como el hombre desconoció sus obligaciones la mujer asumió el rol de ser la que provee en casa.

Ahora, una mujer nunca – escuchen esto, muchachos – nunca te dará algo si no pide algo a cambio, porque ella – ah, con gusto te ayuda, con gusto trabaja, okay, un mes no te alcanzó, entonces ella trabaja, porque como ella no puede dormir con las deudas, pero qué raro al mes siguiente tampoco le alcanzó al tipo. Entonces, ella puso un poco más, y un poco más pero ella se da cuenta de algo, si paga más, manda más. Ella no te dará esto, este mes pagué más, mando más y llega un momento en que una mujer se abroga el derecho de decirle a tu esposo, “Tu cállate que yo aquí pago todo.”

En ese momento ¿sabes qué hace? El infierno aplaude. Lo logramos. ¿Qué logramos? Logramos opacar, desdibujar al varón, que es lo que está buscando desde el comienzo el diablo siempre con la sociedad, que el hombre sea borrado. ¿Por qué? ¿Por qué la serpiente se mete con Eva y no con Adán? Porque ya sabía que si venía con propuesticas él le daba dos patadas y la mandaba… pero ella dijo, no, no, no, le vamos a destruir el radar a Adán primero. Cuando dañemos la mujer, lo dañamos y lo anulamos a él. Y mira esto, ¿qué hace la sociedad actual? Saca a la mujer de la casa y la pone en el sector productivo tapando todos los huecos y las cosas que su marido no paga. Y las feministas salen y dicen que quedarse en casa es un acto que degrada a la mujer.

¿Tu eres boba? Tu te vas a quedar lavando ropa, cuidando niños, limpiando baños, tu te vas a quedar allá cocinando. ¿Para eso estudiaste? Qué estúpida que eres dedicada a la casa, teniendo todo un mundo por delante para que logres todos tus sueños. Y pregunto, ¿está mal la mujer ejecutiva que logra sus sueños y que tiene un gran sueldo? No está mal, pero no es el camino mejor, no llamemos un camino bueno como un camino mejor, porque no es bíblico. Tratamos mal a la mujer en la casa, es una imbécil, y ponderamos a la que está en el escritorio de ejecutiva. Entonces, le damos más valor al escritorio de ejecutiva y dañamos la cuna.

Esta es una imbécil que está criando niñas y niños. Y es un camino bueno, pero no es el mejor. y tu escoge con libertad. Porque les pregunto, séanme sinceros, ¿quién está criando los niños hoy en día? Aquí tengo una respuesta, el hombre, ¿alguien me ayuda más? Las niñeras, las baby sitters. Ayer venía en el avión con una baby sitter colombiana y me decía, “Yo me he disfrutado ´más esos niños que sus propios padres. Yo los vi dar el primer paso. Yo los monto en bicicleta y ellos me dicen, ma.” No, no, pero no hablemos de la sociedad americana, hablemos de la sociedad latinoamericana.

¿sabe quién está criando nuestros hijos en Latinoamérica? La muchacha de servicio, la abuela. Ahorita hablamos de eso. Nuestros hijos están llegando a nuestras casas y lo máximo que encuentran es un papel en el microwave. Nuestros hijos están llegando a casa y nadie les está educando cómo hacer las tareas, cómo cepillarse los dientes, cómo bañarse, cómo orientarse. Nuestros hijos están llegando a casa y están inmersos en la internet metidos en pornografía todo el día, toda la noche. ¿Quién está cuidando la casa si el baluarte que Dios puso en el hogar, está siendo productivo? Porque tiene que responder por lo que un no sé qué calificativo ponerle, sinvergüenza de estos no cubre. Y si usted cree que debe ser ejecutiva, salir y ganar dinero, por favor hágalo. No estamos en contra de eso, pero aprenda a escoger siempre un camino mejor. porque cuando usted se jubile quizás va a tener que utilizar el cheque de su jubilación para pagar el tratamiento contra las drogas de sus hijos, el alcoholismo o tantos problemas que puede acarrear el hecho de que la mamá la quitamos del hogar.

Piénselo. Esto allá afuera suena retrógrado, ambiguo, que estúpidos que son esos cristianos, todavía quieren encerrar a la mujer. Entonces, Salomón hace esto, resuelve el problema de ella, pero no lo resuelve solamente diciéndole, no, no, acaso no lo sabes, bella entre las bellas… Mira lo que hace Salomón, versículo 9.

“Tu y tus adornos amada mía, me recuerdan a las yeguas enjaezadas de los carros del faraón.” Ella dice, “Yo soy fea,” y él le dice, “mi yegua.” Las yeguas para el rey eran de las pertenencias más costosas y más preciadas porque eran una yeguas traídas de Egipto, que valían un ojo de la cara, pero que además… No está tratando a la mujer como un animal, entienda muy bien el término alegórico, poético, que cuando ellas entraban… usted ha visto un caballo percherón o de fino paso, se abre, todo mundo hace ¡Guau! o sea, la imponencia cuando un ejemplar de estos ingresaba… esos caballos abrían, eran varios caballos y abrían paso entre la gente e inmediatamente la gente sabía que venía el rey. Y él dice, “ah, pero eres así,” pero no se fije en lo de yegua, que eso tiene una connotación, como que feíta, mi yegua. No.

No, fíjese en esto. Le pregunto, ¿Cómo que él le dice, tu y tus adornos? ¿Cuáles adornos? Ella, dos versículos atrás está diciendo, yo soy pobre, tengo que trabajar para mis hermanos, soy una esclava que no tiene ni qué ponerse. ¿Por qué Salomón le dice ‘tu y tus adornos’? Porque un hombre jamás le dice a su esposa que está bella, si no corre inmediatamente a comprarle todas las cosas y proveérselas para que ella esté bella.

Señores, que el acto de decirle bella a su esposa sea el acto más costoso de su vida, en eso hay bendición. Jamás le diga a su esposa que está bella si no corre y le compra un bolso para la bella, y un collar, y un perfume, y una crema, y un vestido. En esta parte de la predicación las mujeres se vuelven unas lobas. Les pregunto, ¿hace cuánto que su esposo no le regala un vestido sin que usted le haya dicho que se lo regale?

Empiezo a terminar. Mira, él hace esto, bella, y le pone los aretes, bella, y le pone el collar, bella y le pone el vestido, tu eres bella. ¿Sabes por qué tu esposa no te cree cuando tu le dices que está bella? Porque mero hablar, está bonita, está bella. Sí, pero afloje algo. Eso no. yo a mi señora… mire, no sé es mi manera de pensar, para mí es un acto de deshonra que mi esposa me diga, “Oye, mira que ya…” Bueno, ella siempre lo dirá, “No tengo qué ponerme,” así tenga igual… pero yo voy. Mire, yo no me dejo robar la bendición. Yo voy con ella en un centro comercial y le digo, “Tu cabes en ese vestido, te lo voy a comprar ya.” Y se lo compro. Ahora, no hagan lo que a veces mi esposa hace, no sean bobas, porque ellas tienen la costumbre de hacer esto. “Te voy a comprar este vestido aquí.” “Ay, eso está costoso.” Ya dijo, lo compra. ¿Quién te dijo que lo que tu marido te tiene que comprar tiene que ser en una rebaja, en un garaje sale? Si le cuesta así… ámame porque no soy barata. Sí, que te lo compre.

Entonces, él le dice bella, pero grandes recursos de Salomón se iban para hacer sentir bien a su muñeca porque su muñeca era la pertenencia más grande que él tenía.

Vamos al capítulo número 2 del libro del Cantar de los Cantares, capítulo 2 versículo 1. Quiero que ustedes lo lean, quiero que se den cuenta lo que pasa en la vida…pongan mucha atención en lo que pasa en la vida de esta mujer. Dice, está hablando ella, la amada:

“Yo soy una rosa de sarón, una azucena de los valles.” Capítulo 1, “yo soy fea, yo soy pobre, yo no soy bonita.” Capítulo 2, “yo soy una rosa de Sarón, yo soy una azucena de los valles.” Capítulo 1, “yo soy fea.” Capítulo 2, “yo soy una rosa de Sarón.” Pregunta, ¿qué pasó? Escuche, a ella se le notó que se había encontrado con ese hombre, porque a las mujeres se les tiene que notar que hay un antes de su esposo y un después de su esposo. Se le tiene que notar.

No sé si usted conozca casos como estos, familiares diciendo, “Oye, tu te acuerdas la muchacha esta, cuando íbamos allá a la casa que estaba toda pobrecita, nadie le ponía atención a esa niña, no llamaba la atención para nada, que era feíta, tenía unas gafas anchas, ¿tu te acuerdas? Con unos zapatitos viejos y que la mamá y el papá siempre… esa niña no era importante en la familia, nada, pero mira esto, no es por chisme pero te lo quiero contar. Tu sabes, consiguió un muchacho, mira tu lo que es el muchacho, ay, no tu vieras. El otro día me la encontré en la calle, yo no la reconocí, con su peinado, con unos aretes, con un bolso, con unos zapatos, caminaba tan segura, le brillaban los ojos. Venía con un par de niños, era hermoso acababan de llegar de crucero porque se había ido de tercera luna de miel. Cuando ella me dijo, hola, mira, que yo soy Marcela. Mira, yo casi me voy de para atrás, dije, qué le pasó a esta nena si esta nena se perdía pasando un túnel, Dios mío. Esta no servía para nada. Esta era una mucama que no servía para nada. Mira, pero encontró a este tipo, el tipo la llenó de honor, le tiene su casa, trabaja para ella, le paga la universidad, los niños, ayudó a su mamá porque él está ayudando inclusiva a su familia. Mira, que hay unas que corren con una suerte en la vida, mamita. ¿Por qué no me tocó a mí?”

No sé, yo te lo acabo de contar en versión José Ordoñez que es la versión de humor, pero llévala a la vida diaria. Es que sí se tiene que notar. Es que se tiene que notar que una mujer diga, mi vida era una hasta que te vi, hasta que te encontré, mi amor. Sobran las razones para amarte, porque mi vida es vida desde que mis ojos vieron tus ojos. Qué placer es vivir la vida con un hombre como tu, un varón que refleja la imagen de Dios aquí en la tierra. Guau!

O sea, este es un llamado a que el hombre sea lo que Dios dice que es, no lo que la sociedad dice, ni lo que tus amigos en el bar dicen que tu eres. Tu eres la imagen de Dios, eres el sacerdote de tu casa, eres la cobertura de tus hijos, eres la cobertura de tu esposa. ¿Cuándo lo vas a entender? Deja de vivir con la mediocridad matrimonial con que vive la sociedad. En la Biblia hay vida y vida en abundancia, no en ambulancia.

Y mira la perla que me encuentro abajo. Versículo 7, y ponga cuidado porque con esto concluyo. El que habla es el amado, o sea, Salomón, mire lo que dice:

“Yo les ruego mujeres de Jerusalén por las gacelas y cervatillos del bosque, que no desvelen ni molesten a mi amada hasta que ella quiera despertar.” O sea, él decía, shhhhh, la reina duerme. Escucha, cuando yo leí este versículo entendí mi función como hombre al envejecer con mi esposa. Yo creía que era la única vez que me iba a encontrar con esta idea pero usted va a encontrar que ese mismo versículo se repite 3 veces en el Cantar de los cantares. Búsquelo que lo va a encontrar.

Y usted se va a dar cuenta cómo Salomón va subiendo el tono, la primera vez dice, mire, yo les ruego por favor, a todas las mujeres que por favor la sulamita está durmiendo, no quiero que me la despierten. Pero la segunda vez él dice, mire que les pido que mientras la reina esté durmiendo, nadie me la despierte. Y la tercera vez empieza como diciendo, ay de aquel que me despierte a mi muñeca mientras ella está descansando. Y sabe la alegría que me dio y el reto que recibí como hombre al leer una cosa como estas. Porque Salomón se convirtió en el descanso de su muñeca, porque todo esposo se convierte en el descanso para su esposa.

Tenemos un problema, nadie defiende a la mujer actual. Necesitamos hombres en casa que se levanten y digan, “Lo siento, queridos hijos, mamá durante 25 años de su vida se ha levantado a las 5 de la mañana a hacer desayunos, mamá durante muchos años ha lavado ropa y los ha cuidado a ustedes, pero queridos hijos, hasta ese tiempo terminan. Así que mamá no madruga más.”

Necesitamos hombres en casa que se paren y digan, hey, si no te gusta lo que mamá cocinó, cocina tu, porque mi muñeca no es tu muchacha de servicio. Estoy hablando de un hombre que confronta a sus hijos. ¿Sabe cuál es el problema? Que el hombre hoy en día hasta de sus propios hijos se esconde. Les tiene miedo a sus hijos. Si el hijo se le enoja, él se frustra. Uno, como consejero va y habla con los hombres que tienen problema con sus hijos. Me dicen, “Pastor, ya estoy cansado de decirle.” ¿Quién te dijo que ser papá es algo para lo que uno se da el permiso de cansarse?

Si hay algo en lo que no te puedes cansar es en cumplir la misión que Dios te ha entregado como padre. Yo ya no le digo más, ya estoy cansado de decirle. No, tu le vas a decir una vez, y otra vez y otra vez y vas a ser como una gotera con tu hijo, porque tu hijo no puede pasar por encima de tu autoridad. Es tu hijo. Los papás no se jubilan. Jubílate como gerente pero te entierran como papá. Eres papá hoy y siempre.

Necesitamos en casa hombres que digan, “Hijo, lo siento, sé que mi disciplina te disgusta y te doy todo el derecho de disgustarte. Puedes enojarte todo lo que quieras conmigo, pero lo que yo he dicho se va a cumplir en esta casa porque yo no soy tu padre por democracia. Yo no hice una campaña electoral para que me eligieras a mí como tu papá. No llené la casa de afiches, vota por mí como tu papá. No te debo el lugar que Dios me ha dado. Soy tu papá porque en el cielo se dijo que yo era tu papá y si necesito mirarte tu celular lo voy a ver, y si necesito quitártelo te lo voy a quitar y si necesito desconectártelo, y si necesito rompértelo te lo voy a romper. Yo soy tu papá, no existe la república federal independiente de tu habitación. Entraré a tu habitación cuantas veces se me dé la gana, y miraré tu celular y no me vengas a amenazar que me vas a demandar. Demándame si crees que debes hacerlo, pero mientras vivas en esta casa aquí hay una ley que la dicta Dios y yo, tu padre, la va a hacer cumplir. No le vuelves a hablar así a mamá.”

Vivimos en una sociedad donde los hijos les hablan como se les da la gana a mamá en presencia del papá y el papá no se levanta a defenderla. Hay que tener problemas con los hijos. “Tu eres mi hijo, pero si le vuelves a hablar así a mamá, no vaya ser que se me olvide y deje de verte como hijo y te vea como un hombre. A mi muñeca, a lo más sagrado que tengo en mi vida me la respetas, me le hablas en tono bajo, me la miras a los ojos y me la honras porque es tu madre.”

Es lo mismo, transcríbalo. Es Salomón parado en el palacio diciendo, shhh, la reina duerme. O sea, él dice, hey, esta mujer ya se fregó mucho en la vida, esta mujer fue maltratada por su infancia, esta mujer fue maltratada por la vida en su adolescencia, en su juventud hasta que llegó a mis brazos. Y cuando llega a mis brazos yo le doy el refugio y la calma que ella necesita. Suficiente, hijo, suficiente.

Hubo un tiempo en que esta mujer se quitaba el pan de la boca para dártelo, no lo sabes, querida hija, pero para que vistieras tu vestido de 15 años y ponerte hermosa, para comprarte los zapatos que siempre quisiste, tu mamá usaba brasier cocido con hilo de otro color, pero hasta para eso hubo un tiempo, querido hijo, hasta para eso, porque ya eres un varón, ya eres una mujer, responde por tu vida porque ella es mí muñeca y tiene quién la defienda.

Hay un momento en la vida, por eso la Biblia dice que los hijos son… en el salmo 127, son como flechas. Usted no se queda con las flechas, los hijos se van, se disparan, dice. Usted para disparar una flecha tiene que pasar por tensión, las flechas no se disparan si no hay tensión. Es tensionante ser padre pero un padre de familia hace esto. Ya están grandes, mi muñeca y yo nos debemos un crucero. Ay de aquel que se meta con mí muñeca, podrá ser mi hijo, podrá ser el que sea, pero mi muñeca no tiene por qué andar criando los nietos.

Tu te preguntas por qué nuestros países son tercermundistas, llenos de pobreza, mucho tiene que ver con un hombre desconsiderado, que su hijita se fue y se embarazó y ella no tiene problema con venir a darle su hijo para que se lo crie la mamá y tenemos en nuestras sociedades latinoamericanas abuelas criando esclavizadas criando nietos, y eso trae pobreza porque la palabra de Dios dice, honra a tu mamá para que te vaya bien. El que no honra a mamá le va mal, produce pobreza, muerte, miseria.

¿Sabías que deshonrar al papá trae muerte? Hónralo para que seas de larga vida. ¿Qué hace una mujer cuando le entrega, o un varón, cuando viene con un hijo y se lo entrega a la abuela para que se lo críe? La condena, porque los nietos están para disfrutarse.

La misión en la vida, querido varón, es que tu seas la imagen de Jesús en tu casa, que cubras y que bendigas. La Biblia está diseñada para que más o menos entre los 55 y los 60 años agarres del brazo a tu muñeca y le digas, “Amor, ya los graduamos, ya pagamos la casa, vámonos para nuestra luna de miel.” Shhh, la reina duerme. Ay del que me la despierte. Ella tiene derecho a tener vida.

Cierre sus ojos. Señor, tus palabras son vida, son siempre, son ahora, son eternas, no pasan de moda, el cielo y la tierra pasan pero tu palabra permanece. La palabra que nos enseña cómo tener una familia adecuada. La palabra que nos enseña cómo debemos criar hijos, cómo debemos tener un comportamiento en el matrimonio. Por eso Señor, honramos tu palabra en esta tarde, en este lugar y te damos gracias por habérnosla dado.

Resistid al diablo y huirá de vosotros

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El domingo pasado comenzamos un recorrido a través del capítulo 4 de Lucas. Este capítulo 4 de Lucas sirve para ilustrar una vida a ejemplifica el evangelismo, un estilo de vida evangelístico. Cuáles son los componentes, cuáles son los elementos que constituyen un estilo de vida evangelístico. De eso hemos estado hablando estos domingos, porque de nuevo, queremos que nuestra iglesia adopte un estilo de vida evangelístico. Y estamos haciendo una inversión a muy largo plazo para ir reconstituyendo la neurología, por así decirlo, de nuestra iglesia hacia el evangelismo, que todo lo que hagamos esté orientado en esa dirección. El viernes por ejemplo, tuvimos ese tiempo de oración y es una forma de buscar la unción de Dios para evangelizar.

A veces la gente piensa que solamente una cosita por acá, no, es todo. El echar la semilla es simplemente la culminación pero alrededor de eso hay muchas piezas. Tenemos que aprender a vivir como iglesia y como individuos, cada uno de nosotros tienes que ser un evangelista del reino y Jesús es el modelo por excelencia de lo que es vivir un estilo de vida evangelístico.

El domingo pasado vimos en el comienzo del capítulo 4 que el Señor fue llevado por el Espíritu Santo al desierto, viniendo del Jordán, fue llevado por el espíritu al desierto para ser tentado por Satanás. Y allí vimos, es como irónico, que el Espíritu Santo dirigiera al Señor al desierto para ser tentado. La Biblia dice que Dios no tienta a nadie. Entonces uno se pregunta por qué entonces Dios mandó a Jesús a ser tentado? Parecería una contradicción. Pero era porque él estaba siendo llevado a una confrontación, yo creo que consigo mismo. Y Satanás nos tienta donde nosotros nos encontramos.

La Biblia dice que cuando somos tentados no digamos que Dios nos tienta porque Dios no tienta a nadie sino que somos tentados de nuestras propias concupiscencias. El diablo lo que busca es lo que está en nosotros, esas áreas de quebrantamiento que hay en nuestra vida, esas son las pistas de aterrizaje del diablo. Y todos las tenemos. Y el Señor Jesús, no es que él tuviera corrupción dentro de él, pero recuerde que él vino salvar a la humanidad, y también tenía que pasar por la cruz. Él sabía todo esto.

Y Satanás lo tentó en esas áreas, porque le ofreció el mundo sin tener que ir a la cruz. Le dijo, “El mundo es mío y yo te lo doy si tu lo quieres.” Y eso hubiera sido muy tentador para el Señor. Guau, puedo librarme de la muerte, puedo librarme de la cruz, puedo librarme de estos años de ministerio, todo, pero le estaba ofreciendo algo falso, porque en el momento en que él adorara a Satanás, que era el precio, ya perdía la batalla. Y así una y otra vez, yo puedo convertir las piedras en pan, y el Señor tenía hambre y hubiera sido muy tentador coger la carnada pero no lo hizo.

Entonces traducimos eso en nuestra vida y yo decía el domingo pasado que hay áreas en nuestra vida que tienen que ser también tocadas y tratadas por Dios. Y Dios nos lleva a veces a esos desiertos en la vida para quebrantarnos. Muchas veces los sufrimientos, los padecimientos, los tiempos de tribulación son llamados de Dios para que confrontemos esas áreas, las resolvamos, las definamos de una vez por todas.

Y todo cristiano tiene que tener esos tiempos de confrontación en su vida, tiempos de ir al desierto para tener un encuentro consigo mismo, descubrir esas áreas que están en nosotros que nos impiden entrar en la plenitud de lo que Dios quiere para nuestra vida. Y que necesitamos definir esas cosas, porque muchas veces estamos cojeando con la mundanalidad, con el apego al mundo, al dinero, a las cosas, y no lo definimos. Venimos a la iglesia pero no nos hemos definido y tiene que haber ese momento de desierto, de confrontación con lo demoníaco. Lo demoníaco no tiene que ser algo así abiertamente infernal, no tiene que ser una gran impureza, no tiene que ser una adicción a drogas, puede ser una actitud, puede ser una aflicción emocional, todas esas cosas vienen del mismo lugar, del infierno. Y nosotros tenemos que confrontarlas y buscar el poder de Dios y resolverlos para que no nos hagan estar siempre cojeando y titubeando.

Entonces dice, después que hubo acabado toda tentación, Satanás se apartó de él por un tiempo, porque siempre tenemos que seguir purificándonos, siempre tendremos que seguir perfeccionándonos y limando las asperezas que hay en nuestra vida.

Entonces, vimos también que el Señor volvió a su ministerio en el poder del espíritu a Galilea y enseñaba en las sinagogas, se difundió su fama y era glorificado por todos. ¿Qué pasó? Cuando él tuvo ese momento de encuentro, de definición, entonces vino una gran unción del Espíritu Santo sobre su vida.

Y cuando nosotros definimos nuestra vida, cuando determinamos, no, yo no soy una persona que simplemente va a la iglesia los domingos, yo no simplemente soy un evangélico genérico. Cuando nosotros definimos y entregamos finalmente nuestra vida al Señor, cuando tenemos ese momento de crisis, entonces el espíritu de Dios se mueve poderosamente en nosotros. Porque ya el espíritu no está contritado, el espíritu no está diluido en nosotros, el espíritu entonces tiene un instrumento en el cual se puede mover y vemos la diferencia en nuestra vida. Vemos una unción aumentada, vemos más efectividad en el evangelismo, vemos que tenemos gracia con los demás, vemos que testificamos y la gente escucha, que Dios nos comienza a usar, que comenzamos a apreciar más la palabra, que el tiempo de oración es más nutrido y más intenso y más profundo. ¿Por qué? Porque hemos definido esas áreas.

Cuando el Señor tiene su encuentro en el desierto sale de allí, entra plenamente en su ministerio y el poder de Dios comienza a manifestarse en su vida. Y necesitamos el poder del Espíritu Santo para poder ser poderosos.

Dijo aquí, para poder ser evangelistas efectivos necesitamos el poder de Dios en nuestra vida y su unción sobrenatural. Sin ese poder divino no podemos tener éxito en hacer las obras de Dios. El patrón bíblico es que recibamos la unción del Espíritu Santo para poder ir a las naciones y predicar el Evangelio. Las señales siguen a los que evangelizan. Los dones del Espíritu Santo son para hacer la obra evangelística.

Cuando el Señor comienza a proclamar el Reino de Dios la unción de Dios comienza a manifestarse a través de él, los dones comienzan a fluir. Cuando una iglesia comienza a moverse en evangelismo y a traer almas y a buscar el poder de Dios, ese poder de Dios valida y respalda la obra que están haciendo.

Muchas veces la razón por la cual el poder de Dios no se manifiesta en nuestra iglesia es porque nos hemos metido en el programa. Comenzamos a poner el énfasis en otras coas, comenzamos a poner el énfasis en la gente, en la comodidad de las personas, en el qué dirán si hacemos esto, si hacemos lo otro, en vez de decir, okay, Señor, ¿cuál es la voluntad tuya? ¿Qué es lo que tu quieres que hagamos?

Cuando uno está pensando en lo que Dios quiere que usted haga y usted pone todo sobre la mesa del Señor, entonces el poder de Dios comienza a fluir en su vida. Es muy importante que seamos una iglesia desprendida. No se apegue a nada, hermano, yo he aprendido que para que una iglesia pueda crecer no se puede apegar a nada. A veces nos apegamos a la reputación, al nombre, a la comodidad, a la rutina, al programa, y estos son tiempos que si queremos que el poder de Dios fluya en nuestra iglesia, yo creo que vamos a tener que hacer sacrificios.

Y quizás yo digo esto y usted no sabe lo que estoy diciendo, y va a decir amén apresuradamente. Es más costoso de lo que usted piensa. Hay que tener cuidado cuando uno dice, Señor, hágase tu voluntad en mi vida, porque puede ser muy costoso. Pero así también pueden venir grandes bendiciones de Dios a través de esa crucifixión.

Todo poder, toda liberación, toda resurrección, requiere una crucifixión primero. Y si Dios te dice, súbete a la cruz y no te subes, ten cuidado, porque el poder de Dios entonces no va a fluir sobre tu vida como tu quieres que fluya. Eso es gratis. Diga, auch, me dolió eso.

Ahora vemos de los versículos16 al versículo 30, vemos otra fase en la vida del Señor. El Señor dice que llegó a Nazaret y en el día del sábado entró a la sinagoga, conforme a su costumbre. Qué interesante. No le parece eso intrigante? El hecho de que el Señor tenía la costumbre de ir a la sinagoga el sábado. ¿Qué quiere decir eso? tenemos que tener la costumbre de ir a la casa del Señor porque allí hay encuentros con Dios a veces. No a veces, debe ser siempre.

No pierda la costumbre de venir a la casa de Dios aunque esté nevando o sea lo que sea, venga a la iglesia. La Biblia dice que no dejemos de congregarnos como algunos tienen por costumbre. Hay gente que tiene la costumbre de no ir a la iglesia. Tenga usted la costumbre de ir a la iglesia. Eso tiene importancia. Ah, no yo puedo adorar a Dios comiéndome mis corn flakes frente a la televisión, viendo el evangelista. No, hay algo especial cuando usted se incomoda y viene a la casa de Dios. Allí Dios puede tocarlo, allí Dios puede hablarle, allí Dios puede hacer algo en su vida.

Él tenía la costumbre de ir a la sinagoga y cuando él llega allí él profetiza. Lo invitaron a abrir el libro de la ley y él se paró frente a la congregación y cogió el libro de Isaías 61 y dijo acerca de sí: “El espíritu del Señor está sobre mí, porque cuanto me he ungido para dar buenas nuevas a los padres.”

Él se apropió de una profecía que había sido dada siglos atrás y él dijo, implícitamente, él le dijo a la gente, ese soy yo. El Señor me ha ungido a mí para romper cadenas, para libertar cautivos, para dar vista a los ciegos, para libertar a los que están oprimidos por el diablo, a predicar el año agradable del Señor. Él hace suya la profecía mesiánica donde se profetizada que el Mesías funcionaría en la unción del Espíritu Santo haciendo milagros de liberación, sanidad, justicia social.

Al declarar el llamado de Dios para nuestras vidas y para nuestra iglesia, profetizar que Dios me ha llamado a mí. Dios te ha llamado a ti a romper cadenas, a predicar de estas cosas como yo estoy haciendo en estos sermones, y al orientar en una forma sostenida, continua, nuestros esfuerzos en la dirección del evangelismo y de rescatar almas para Cristo, nosotros también iremos aprendiendo a ser una iglesia evangelística. Y Dios continuará derramando su poder sobre nosotros.

Sabe que muchas veces hay que declarar las cosas con la boca, hay que declararlas públicamente, hay que decir, Dios me ha ungido, Dios me ha llamado, Dios ha extendido su voz, vamos a hacer esto, vamos a ir allí, vamos a hacer lo otro, porque si tu no lo declaras, si tu no lo dices, no sucede muchas veces. El Señor públicamente dijo, no, yo soy el Mesías. Esa palabra de Isaías se aplica a mí vida.

Sabe, cuando usted declara las cosas usted se compromete con ellas. Ya usted ha dicho algo y ya usted tiene que seguir en esa dirección si va a ser consistente. Y por eso es que usted me escucha continuamente declarando estas cosas. Cuántos años llevamos diciendo, Dios tiene un propósito para esta iglesia, Dios tiene un llamado profético, Dios tiene un propósito específico para esta congregación. Yo veo a veces sermones que escribí hace décadas y digo lo mismo. He estado anunciando eso, porque yo creo en declarar las cosas de Dios.

Y a veces no cumplimos todo lo que prometimos y lo que dijimos pero bastante que se hace. Y cada vez que usted da una profecía es como una vuelta de una onda. Cuántas vueltas tiene uno que dar para coger velocidad para entonces soltar la onda, y asimismo tiene que ser muchas veces que decir las cosas varias veces.

Cuando José interpreta el sueño del faraón, el faraón tuvo dos sueños, uno de las vacas gordas y uno de las vacas flacas, por así decirlo, y José dijo, el hecho de que tu hayas tenido el sueño dos veces quiere decir que Dios está comprometido con lo que está diciendo y que él lo va a hacer. Lo está diciendo dos veces para que se sepa que él está comprometido.

Muchas veces hay que declarar lo que ha hecho en tu vida y lo que Dios quiere hacer en tu vida muchas veces hasta que se haga carne de tu carne, sangre de tu sangre. Hay que declara las cosas de Dios. Hay que hablar a veces aunque usted no lo crea dígalo de todas maneras, Dios me ha sanado, Dios me ha liberado, Dios va a proveer, Dios me va a abrir puertas, Dios me va a proveer ese trabajo, Dios va a traer a mi hijo al conocimiento de Jesucristo, Dios va a romper mis cadenas, Dios lo ha hecho, inclusive usted diga, aunque no lo vea, porque Dios llama a las cosas que no son como que son. A veces también nosotros tenemos que llamar las cosas que no son como que son y creerlas.

Me impacta el hecho de que el Señor anuncia. Implícitamente yo soy el Mesías y Dios me ha ungido para hacer esto, y hacer lo otro. Es una declaración. Y así la iglesia tiene que estar diciendo, nosotros somos llamados para hacer algo. Tenemos que estar conscientes de la unción de Dios que ya reposa sobre nosotros y declararla. Como siervos de Dios tenemos la unción también del Espíritu Santo para anunciar el Evangelio, para romper cadenas, para libertar a los cautivos. Usted tiene esa unción. Dígalo y créalo y obre como que ya lo tiene y muévase en lo que Dios ya ha hecho. Esa unción ya está en cierta medida dentro de ti, solo resta que te muevas por fe en ella y que la declares por fe.

El Apóstol Pablo le dice a Timoteo, “Te insto a que avives el fuego del don de Dios que está en ti.” ¿Cómo se aprende a ser un evangelista? Evangelizando. ¿Cómo se aprende a consolar almas y aconsejar almas? Aconsejándolas y llamándolas al conocimiento de Jesucristo. Ejerce la unción que está dentro de ti por fe y Dios hará lo demás. No desperdicies oportunidades para declarar el Evangelio aunque no te sientas con la autoridad para hacerlo.

El Señor hace otra cosa también interesante. Fíjese que dice, “hoy se ha cumplido esta escritura delante de vosotros – queriendo decir, hoy esto se ha hecho una realidad en mi persona – Y dice que todos daban buen testimonio de él, hasta aquí todo va muy bien, todo el mundo está contento con él. Qué lindo! Y están maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca.

Pero entonces fíjese en el versículo 23 él les dijo: “Sin duda me diréis este refrán, médico, cúrate a ti mismo, de tantas cosas que hemos oído que se han hecho en Capernaúm, has también aquí en tu tierra.”

Es interesante, cuando usted trata de hacer la voluntad de Dios vienen los críticos. Cuando usted se sale de lo normal a mucha gente no le va a gustar y gente se va a quejar de su vida. Cualquier persona que trata de hacer algo en la vida va a tener gente que lo critique y va a tener gente que no va a estar contenta con él y van a encontrar siempre un pelito en el sancocho.

Entonces él los confronta y les habla y dice, hablando de la viuda que Elías alimentó por un tiempo, dice, “Pero a ninguna de ellas fue enviado Elías sino a una mujer viuda en Sarepta de Sidón, – una impía, una pagana, una que no era miembro del reino de Israel. –Y muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo pero ninguno de ellos fue limpiado sino Naamán, el sirio – es decir, un hombre que no era miembro de la familia de Israel. – dice que al oír estas cosas que se cambió, cambió el aire. Todos en la sinagoga, los que estaban diciendo qué bueno, lleno de gracia, estamos contentos contigo, cuando el Señor les puya en la herida dice que “se llenaron de ira y levantándose le echaron fuera de la ciudad, lo llevaron hasta la cumbre del monte para despeñarle.”

Es decir, se indignaron con lo que él les estaba diciendo. Un mal comienzo para un ministerio ¿verdad? La gente quiere llevarlo al tope del Prudential Center y tirarlo de la última ventana. Pero yo veo aquí algo, dice que “Jesús también confronta – sabe que el Evangelio no es solamente decirle a la gente, Dios te ama, eres bueno, y Dios está aquí para servirte y para darte dinero y darte una buena esposa y darte hijos bien comportados y darte el carro que tu quieres, hay mucha gente que ese es el Evangelio que quieren predicar, solamente las cosas buenas. Pero también hay que confrontar, hay que predicar la palabra de Dios sin ambigüedades.

Yo veo el ejemplo de Jesús, no podemos diluir y aguar el Evangelio solamente para ganar gente. La predicación del Evangelio tiene que ser auténtica, predicada bíblicamente, no rebajando las demandas del Evangelio solo para que la gente entre en la iglesia. El Evangelio no solamente puede ser cosas buenas y bonitas y fáciles, el Evangelio tiene un precio, hay un costo también, hay que pasar por la puerta estrecha, dice, hay que humillarse.

Si no hay convicción de pecado y arrepentimiento no puede haber salvación. Si la iglesia no predica arrepentimiento y no define lo que es el pecado, no está predicando el Evangelio legítimamente. ¿Sí o no? hay que dejarle saber a la gente, hay una diferencia entre una vida vivida conforme a la voluntad de Dios y una vida vivida fuera de la voluntad de Dios. Hoy en día lo que estamos haciendo es como anchando más la voluntad de Dios para que todo el mundo pueda caber en ella. Y es todo lo contrario. La gente tiene que adelgazarse para poder meterse en la voluntad de Dios.

Hay una diferencia. Queremos anchar el Evangelio para que la gente entre. No, lo que hay que hacer es reducir a la gente para que entre al Evangelio. Es importante la diferencia. Tenemos que decirle, tiene que haber arrepentimiento, tiene que haber un cambio de estilo de vida, tu tienes que romper esas ataduras que te están agarrando. Tu tienes que morir para vivir. Y se hace importante como vemos aquí, confrontar el pecado y el orgullo espiritual.

Los judíos se creían que ellos eran la gran cosa. Nadie como ellos. Y estaban llenos de arrogancia espiritual, y el Señor les dijo, no, eso tiene que morir. Dios no hace acepción de personas. Dios busca a los humildes, a los sencillos y por eso buscó a Naamán o por lo menos quiso dar un ejemplo de que no solamente los judíos iban a estar en el Reino de Dios. Naamán era un gentil, la viuda de Sarepta era una gentil también.

Y donde está la gente que reconoce su necesidad, allí es donde Dios se mueve. Si hay gente orgullosa y auto suficiente el poder de Dios no se puede mover. Y nosotros tenemos que ayudarlos para que descubran su condición y busquen arrepentimiento. Ahora, cuando predicamos del pecado tenemos que hablar del pecado, sí, con amor y humildad, reconociendo que nosotros mismos estamos en nuestra propia lucha personal y que hay esperanza para el pecador.

Nunca predique del pecado con un látigo en la mano. No, siempre tenga aceite también en la mano para ungir la espalda cuando usted la azota con la verdad de Dios. Siempre tenga vino para calmar el dolor de la gente arrepentida y recuerde que usted mismo es también pecador. Tenemos que predicar del pecado en humildad, en sencillez de corazón, reconociendo que nosotros primeros necesitamos de la gracia de Dios. Amén.

La iglesia tiene que ser tanto buscar la santidad pero también saber que hay que hacerlo con amor, con humildad, con misericordia, con compasión. Dios es fiel para perdonar si hay arrepentimiento. Dios nunca rechaza al pecador, y como un Padre amante siempre desea ver el regreso del hijo pródigo y recibirlo sin recriminaciones cuando regresa al hogar.

La iglesia de Cristo tiene que ser una iglesia que predica santidad y predica misericordia a la misma vez, esperanza para el pecador, las dos cosas a la vez. Ahora, de los versículos 31 al versículo 37 hay otra fase de la vida evangelística de Jesús. Hemos visto una confrontación consigo mismo, con la tentación, con el mal que había no en él, pero sí el mal que lo amenazaba. Hubo una llenura del Espíritu Santo, hubo un profetizar y declarar la voluntad de Dios para su vida, hubo un confrontar a la gente acerca de su necesidad de arrepentimiento y del perdón de Dios.

Y ahora en los versículos 31 al 37, vemos que el Señor en otra sinagoga, llegó otro sábado y de nuevo como era su costumbre fue a la iglesia, y allí hay un hombre que está endemoniado, “el cual exclamó a gran voz diciendo, ‘Déjanos, ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos?”

En la misma sinagoga había una persona endemoniada. ¿Cuántos saben que a veces en la iglesia hay gente que necesita liberación? A veces son los diáconos, pero no es así, si me agarran esos diáconos me botan de la iglesia. Pero puede ser cualquier persona, sabe que a veces hay gente que necesita liberación. Pero el diablo muchas veces está moviéndose, a veces estamos afligidos, hay veces que el enemigo está moviéndose, aún en la iglesia. Y cuando el poder de Dios está presente los demonios se molestan y se manifiestan.

Y el Señor estaba preparado para esa manifestación en la sinagoga. Yo digo que el evangelismo siempre implica una confrontación continua con el mal, con los poderes de Satanás, como vemos en el relato del endemoniado gadareno, que explicamos anteriormente acerca de ello, donde el Señor se movía, los demonios de molestaban y comenzaban a manifestarse.

Cuando evangelizamos tenemos que cuidarnos de los inevitables ataques y confrontaciones espirituales que vendrán. Eso viene con el territorio. Si usted está viviendo una vida evangelística, los demonios se van a molestar alrededor de usted, ¿sabe? Si la unción de Dios está en su vida va a haber persecuciones, va a haber ataques contra esa persona que está poniéndose de pie y entrando en su llamado.

Yo he visto hermanos de la congregación que comienzan a consagrarse, comienzan a buscar de Dios, comienzan a orar, a ayunar y el enemigo también comienza a arreciar contra ellos y muchas veces se dejan dominar y se dejan derrotar y usted ve que poco a poco van perdiendo el entusiasmo y cuando viene a ver se disipó esa unción inicial, porque no fueron capaces de resistir.

La Biblia dice, resistid al diablo y huirá de vosotros. Cuando tu estés buscando de Dios en tu vida y vengan los ataques no te quitees, como dicen en buen español, no te rajes como dicen los mexicanos, no le huyas al diablo, no le voltees la espalda a Satanás. ¿Qué tu tienes que hacer? Pararte firme.

Dice la palabra, cuando venga el día malo, dice que tenemos que pararnos, resistir hasta que se vaya el día malo y habiendo acabado todo, estar firmes. A veces entramos en el día malo, a veces el enemigo viene como un viento recio sobre nuestra vida, vienen tiempos de enfermedad, vienen tiempos de problemas matrimoniales, vienen tiempos de aflicción, vienen tiempos de depresión, vienen tiempos de enfermedad de algún tipo, vienen tiempos de escasez financiera. Ese es el día malo. Y olvídese, que si usted va a estar en la tierra anticipe que va a haber unos cuantos días malos en su vida y mientras usted más viva, más números de días malos va a poder decir que hubo en su vida, porque es tiempo de aflicción, es tiempo de prueba. Y ese es el diablo queriendo hacer daño en tu vida.

O muchas veces el Señor queriendo probarte y confrontarte y purificarte. Y tenemos que pedirle al Señor discernimiento, cuál es cuál. Pero cuando sea el día malo y es el enemigo que está haciendo estragos en tu vida, no huyas, no digas, bueno, ya traté esto de evangélico y no me fue bien así que me voy a volver al mundo. No. manténgase firme en el Señor. Diga, yo voy a pelear esta batalla, yo voy a vencer, yo voy a pararme firme. Y diablo, tu vas a tener que huir, vas a tener que abandonar el campo porque yo no lo voy a abandonar así que uno de los dos tiene que hacerlo, y vas a ser tu. Párese firme, manténgase, ore, ayune, pase el ventarrón ese, cierre las ventanas de su casa como hace cuando vienen los huracanes. La gente busca una plancha de plywood y clava las ventanas para que el viento no las destruya. Y cuando pasó el huracán entonces abren las ventanas otra vez, recogen lo que haya que recoger y continúan con su vida.

Así hay que hacer en la vida cristiana. Si quieres ser un cristiano a largo plazo, cuando venga el día malo, cuando venga el enemigo, cuando vengan las manifestaciones del diablo en tu vida productiva, párate firme y ojalá que tengas las armas que necesitas. Si tienes la unción de Dios vas a tener las armas. Cuando viene el día malo, tiempo de orar, tiempo de ayunar, tiempo de buscar el rostro de Dios, tiempo de encontrar a dos o tres hermanos y amarrarte con ellos para que el viento no los lleve y esperar a que el Señor responda. Dios siempre responderá.

Dice la Biblia que nunca Dios nos probará más allá de lo que podemos resistir. Recuerda eso. No importa cuán difícil sea el ataque del diablo en tu vida, nunca va a ser lo suficientemente fuerte como para destruirte ni derrotarte, a menos que tu no te dejes derrotar. Pero si tu dices, no, yo no voy a dejarme derrotar, los ataques de Satanás no van a poder tener victoria sobre tu vida. Recuerda que si vas a vivir en el Evangelio, si vas a evangelizar, si vas a ser usado por Dios, vas a tener que vivir la vida de un guerrero, un soldado, y la espada vas a tener que tenerla en la mano. Tienes que proveerte de toda la armadura de Dios, dice la palabra, porque no tenemos lucha contra carne y sangre, sino contra principados, potestades, fuerzas tenebrosas que gobiernan este mundo.

Tenemos que tener la armadura de Dios, la espada de la palabra. Tenemos que tener el escudo de la fe. Tenemos que tener las botas del Evangelio, tenemos que tener el casco de la justicia o algo bueno así. Hay que tener que tener la armadura de Dios. Si tu quieres vivir una vida productiva, poderosa, usada, ungida, llena del Espíritu Santo, fructífera, será mejor que tengas una buena espada en la mano porque va a haber momentos en que el diablo entonces se va a molestar contigo porque estás rescatando almas, estás robando almas.

Nunca busque la fructificación sin la unción, las dos cosas van juntas. Apunte eso. Entonces, el Señor estaba preparado, cuando vino este demonio, el Señor le dijo, “Cállate y sal de él,” dice que entonces el demonio derribándole en medio de ellos salió de él y no le hizo daño alguno.

Qué lindo, ¿verdad? ¿Cuántos quieres esa unción de Dios en su vida para descabezar demonios, para derrotar al enemigo, para arrebatarle almas a Jesucristo? Recibe esa unción ahora mismo, llénate de esa autoridad en el en el nombre de Jesús. Di, yo tengo autoridad sobre Satanás. No sea un cristiano aguado, sea un cristiano lleno del Espíritu Santo.

Yo tengo autoridad. Dios nos ha dado autoridad. La misma autoridad que hubo en Cristo, está en ti. Hay que pagar un precio. Hay que ser una vasija preparada para que la unción de Dios se manifieste en nuestras vidas. El Señor estaba preparado y destruyó la obra del enemigo en la vida de este hombre. La guerra espiritual viene con el evangelismo. Eso es inevitable y hay que prepararse y hay que estar listos para la batalla.

Entonces vemos un curioso incidente y el Señor va a visitar la casa de Simón, uno de sus seguidores y la suegra de Simón tenía una gran fiebre y le rogaron por ella. Yo no sé si Simón fue el que pidió que rogara por su suegra pero el caso es que parece que era un buen hombre, amaba a su suegra. Y el Señor fue consistente con él y sanó a la suegra. Tenemos que orar por nuestras suegras, tenemos que orar por nuestros suegros. He hablado del amor de Dios que debe estar en nosotros. Meche me mira, debo decir que mis suegros son las mejores gente que hay en la historia de la humanidad, gente que yo admiro. No piense que el pastor está hablando de su propia vida autobiográfica. Simplemente un chiste barato que no podía resistir usar.

Demos gracias a Dios por nuestra suegra y nuestro suegro. Amén. Gente noble y buena que Dios usa grandemente en nuestra vida. El caso es que la suegra de Simón está enferma, le ruegan a Jesús que la sane y el Señor la sana. ¿Qué punta le podemos sacar a ese versículo?

Yo digo aquí que el evangelismo ofrece oportunidades que van a venir a nuestra vida, porque el Señor quizás lo que iba ahí era a tomarse una taza de té o un cafecito o algo, y encuentra que la suegra de Pedro tiene fiebre. Guau, una oportunidad para declarar el poder de Dios, para hacer algo especial.

Tenemos que aprovechar las oportunidades cotidianas que nos surgen para hacer la obra de Dios. Ahí en la fábrica viene una señora que no conoce al Señor y comienza a hablarle a usted mientras están ahí haciendo su trabajo y le dice, “Mira, mi esposo me está golpeando, me está abusando.” Hey, cuando la hora de lonche, no durante el trabajo, pero en la hora de lonche cójala, siéntese con ella y diga, “Sabes que yo quiero orar por ti para que el Señor o lo ilumine o lo elimine, pero que haga algo en la vida de tu esposo.” Ore con unción de Dios. Use ese momento.

Alguien le dice, estoy enfermo, necesito algo, no le diga, voy a orar por ti. Ponga la mano ahora mismo y diga, “Voy a orar por ti ahora, ven, vamos a orar un momento.” A veces hermanos me dice, “Pastor, ore por tal y tal cosa,” yo he desarrollado la costumbre de que cuando puedo le digo, “Vamos a orar ahora mismo,” porque no sé si me voy a acordar después que me vaya. No sé si voy a tener oportunidad pues ahora mismo lo voy a coger aquí y vamos a orar por usted ahora mismo hermano. Vamos a unirnos en fe.

Use los momentos, las oportunidades que Dios provee en su vida. Cuando uno es un evangelista natural, uno está continuamente buscando oportunidades, que pueden surgir a veces con nuestra propia gente, nuestra propia familia a veces puede necesitar un momento, un toque de Dios. Cuando estamos en situaciones sociales la gente está mirándolo a usted para ver qué usted va a hacer y usted tiene que estar listo para aprovechar cualquier oportunidad. Y cualquier oportunidad puede querer decir simplemente que usted haga acto de presencia y que usted esté allí simplemente diciendo, Señor, y que su radar esté 360 grados moviéndose como los satélites en el espacio buscando una onda para agarrarla.

Busque oportunidades. A veces solamente la presencia suya en un lugar puede romper una cadena o puede bajar. No quiero revelar mucho pero por ejemplo, ayer mismo fui a visitar familiares en Providence y había parte de la familia que yo no la conocía y no son personas que yo sepa que son evangélicos, y estaban en otra parte de la casa donde estábamos celebrando el cumpleaños de mi hermano, Gilio, y yo sentí del Señor ir a donde ellos estaban. Yo hubiera podido estar con la gente que yo me sentía cómodo, pero como pastor yo sé de que el hecho de que yo me saliera de mi área y fuera a donde ellos estaban y tuviera una conversación con ellos, era mi forma de decir, ¿sabe qué? Los pastores no andan siempre por allí como más santos que todo el mundo y santurrones y apartados de los impíos. No, usted tiene que ser una presencia simpática. Y el hecho de simplemente yo ir y conversar y hacerme presente, ya eso baja resistencias, ya la gente entiende, guau, esta persona es como nosotros.

Y nosotros tenemos que ser naturales, cualquier cosa que usted haga puede hacer una diferencia en la vida de una persona. No, hay veces que la gente está allí… nosotros somos como… la gente cree que caminamos sobre las aguas y no saben todos los secretos que tenemos y todas las cosas en nuestra casa. Pregúntele a la esposa y usted verá si camina sobre las aguas y no. y usted tiene que mostrarle a la gente que usted está hecho de carne y hueso como cualquier otro y que la gente no tiene que tenerle miedo a usted porque es evangélico y esas cosas bajan la guardia en la gente.

Entonces aproveche las oportunidades. Tenemos que estar alertas para discernir en la normalidad de nuestra vida oportunidades que Dios está abriendo para que traigamos un alma al conocimiento de Jesucristo, o que hagamos su obra cuando él nos está llamando. Si vivimos un estilo de vida evangelístico podremos discernir esos momentos en que Dios nos está llamando a ser un instrumento.

Pídale al Señor que le abra los ojos, que le abra el entendimiento para que usted pueda discernir esas oportunidades, porque Dios está siempre buscando un instrumento para hacer correr su gracia en un momento cotidiano. Si usted vive un estilo de vida evangelístico podrá discernir esos momentos y ser el instrumento de Dios para ese momento. Es bien importante.

Entonces, en los versículos 40 y 41 vemos que la reputación de Jesús comienza a crecer. Dice que “al ponerse el sol todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades…” Este es uno de los pasajes más bellos y más abundantes del poder sanador de Jesucristo que hay en toda la Biblia. Y una de las cosas que yo veo aquí es que todos los que se acercaron para recibir sanidad fueron sanados. El Señor nunca desprecia un alma que está buscando una provisión de él y hay poder suficiente en él para sanar a toda la gente que se han…

Dios no tiene una cuota. Es un misterio, por qué algunos se sanan y por qué otros no, yo no puedo decirle, pero lo que yo veo en la escritura es que Dios quiere sanar y que sino… yo no sé la respuesta pero usted no se preocupe por el misterio ocúpese por lo que usted ve que es real y es que Dios sana si usted se acerca a él. Concéntrese en eso, no le busque tres patas al gato. Tu necesitas sanidad, pídele sanidad al Señor.

Dice aquí que “él poniendo las manos sobre cada uno de ellos los sanaba y salían demonios dando voces pero él los reprendía y no los dejaba hablar.” Venían enfermos de diversas enfermedades y él ponía las manos sobre cada uno de ellos y los sanaba. Hubo un derroche de poder sanador. La reputación del Señor comienza a crecer, la gente afluye a él. Según el Señor va usando sus dones los dones van fluyendo con mayor intensidad.

Lo que comenzó como una gotita de agua se convierte en un riachuelito y después en un caudal de poder sanador y la reputación del Señor se aumenta según él va usando su poder. Al principio es ahí en la sinagoga, por aquí, otra cosa por allí, hubo un tropiezo cuando lo quisieron despeñar, pero él no se desalentó, siguió usando su don. Y eso es lo que nosotros tenemos que hacer cada día, mientras nosotros proclamamos ese llamado evangelístico del Señor, usted siga simplemente moviéndose. Haga lo que le venga a la mano cada día. No se preocupe por el resultado final, lo importante es que cuando una iglesia comienza a moverse en el estilo de vida evangelístico, los dones comienzan a moverse y a fluir y la unción de Dios aumenta.

¿Cómo se desarrollan los dones? Desarrollándolos. ¿Cómo la unción de Dios crece en nuestra vida? Es nosotros usando esa unción cada día más. Pero hermanos, es importante que nosotros usemos los dones de Dios. No se preocupe porque el comienzo sea un poco débil. Yo no pienso desalentarme, no pienso dejar lo que ya yo he declarado y yo creo que según yo vaya fluyendo el Señor va a ir haciendo la obra en nuestra vida como iglesia, seguiremos clamando, buscando el poder y la unción de Dios en nuestra vida.

Comenzar un estilo de vida evangelístico es un asunto de fe, nos lanzamos y Dios va proveyendo la dirección y el poder. Según usamos los dones esos dones comienzan a aumentar y a manifestarse con mayor claridad en nuestra vida. Si Dios lo ha llamado a hacer algo en su vida y si usted siente que Dios lo ha ungido para algo, comience a caminar por fe. No se desaliente porque la primera vez que usted oró por alguien con un resfriado le dio neumonía y se murió. Usted siga orando, agarre otro más, quizás se le morirán 5 ó 6, pero el séptimo ese si se le muere va a resucitar. Dios lo va a sanar.

Hay que comenzar a caminar por fe y el río comienza a abrirse delante de usted. Denle un aplauso al Señor. Hay que moverse no importa cuáles sean las dificultades que puedan surgir. El Señor según se fue moviendo los dones del Espíritu Santo comenzaron a fluir en su vida.

La última parte, hemos visto entonces, confrontación en el desierto, consagración, definición, derrota básica del diablo, poder de Dios que comienza a fluir según el Señor ha vencido al enemigo, declaración por fe de lo que Dios lo ha llamado a hacer y ser, ataque y crítica cuando él predica la verdad de Dios, que tiene que ser predicada para que se conviertan los impíos, confrontación con los demonios que vienen cuando usted trata de vivir una vida evangelística y que de fruto para el Señor, discernimiento de oportunidades cotidianas y aprovechando toda oportunidad que le venga a la mano para ser usado por Dios en el evangelismo.

Luego va a ver usted un mayor fluir del poder de Dios en su vida. Usted va a ver que según usted usa los dones, los dones comienzan a manifestarse más y más, su efectividad crece, su autoridad crece, mientras usted más ayuna, busca la consagración de Dios, usa los dones, Dios va a ir ungiéndole más, en eso va a haber momentos de prueba, dificultad, usted atraviesa el ventarrón, sigue adelante, Dios comienza a honrar. Y finalmente aquí en los últimos 3 versículos yo veo aquí algo interesante. Y es que hay un sentido de urgencia en el Señor para la proclamación del Evangelio.

El Señor dice en el versículo 43, “Es necesario que también vaya a otras ciudades a anunciar el Evangelio del Reino de Dios porque para esto he sido enviado.” Vamos a leer todos ese versículo, hermanos.

“Pero él les dijo, es necesario que también vaya a otras ciudades a anunciar el Evangelio del Reino de Dios porque para esto he sido enviado.” Amén.

Él tenía un sentido de urgencia. Sabe mientras yo estaba leyendo ese versículo ahora mismo, Dios me habló. Interesante. Fíjese que la gente quería que él se quedara allí con ellos porque estaban recibiendo la gracia del Señor, y el Señor dijo, no, yo tengo que ir también a otros lugares.

Sabe que nosotros creemos muchas veces que Dios nos ha llamado solamente a ministrarle a los hispanos y podemos tener algo adicional en inglés. Pero yo siento en este tiempo de nuestra vida y de mi propia vida que Dios ahora nos está, como siempre he creído, nos está llamando a más allá y nosotros vamos a tener que experimentar un cambio de identidad como iglesia. Es necesario que vayamos a otras etnicidades, a otros grupos, a otras lenguas y el Señor, yo lo voy a hacer así proféticamente, el Señor está desatando ahora su llamado a otros lugares, a otras ciudades, a otras etnicidades.

Si tu te quieres quedar con identidad solamente de hispano y si tu crees que esto que Dios nos ha dado es solamente para nosotros, abandona ese sentido de propiedad, esto es para todo el Reino de Dios, esto es para otras ciudades, para otras naciones, para otras culturas, para otros pueblos. Y Dios te está diciendo, mira, abandona la comodidad. Cualquier precio que tengamos que pagar para que el poder del llamado de Jesucristo se manifieste en nuestra vida, tenemos que darlo y tenemos que decir, Señor, si tu lo quieres, así va a ser.

Porque es necesario que vayamos a otras ciudades. La gente le buscaba y lo detenían para que no se fuera de ellos, pero él les dijo, es necesario que también en otras ciudades anuncie el Evangelio del Reino de Dios, porque para esto he sido enviado.

Hermanos, yo creo que ahora mismo Dios me está hablando. No sé lo que quiere decir, y no se preocupen, esto está dentro de la voluntad del Señor pero nosotros no estamos llamados solamente ni a Boston ni solamente a los latinos. Esto es mucho mayor y no podemos dejar que nada nos detenga, hermanos. Tenemos que ir a donde el Señor nos lleve. Si la nube se levanta tenemos que ir a donde la nube nos lleva.

Y por si acaso está pensando que yo tengo alguna idea en mi mente, nada de eso, en términos de que me voy o lo que sea, no, pero sí yo sé que Dios me ha llamado a mí a anunciar el Evangelio en otras partes y en otras maneras y ha llamado a León de Judá también a ser una iglesia misionera en muchas otras partes y en muchos otros campos. Y hay un precio que pagar para eso, hay un precio que pagar. No se crea que simplemente haciendo las cosas comunes y corrientes. Hay que vivir sacrificialmente, donde la nube te lleva ve allí. Ten cuidado que si la nube se fue y tu te quedes en el lugar donde estás porque es cómodo y es bonito y es bueno. Si la nube se va vete detrás de ella.

Si la columna de fuego se movió sigue la columna de fuego. Ay de nosotros si nos quedamos porque está bonito el lugar y la columna ya se ha movido a otra parte. Ahí empalmo lo que pasó con el gadareno que dijo, Señor, yo quiero ir contigo porque me quiero sentir seguro. Y el Señor dijo, no, no, vete a tu familia y predícale el Evangelio y dile lo que Dios ha hecho contigo. Es una vida de sacrificio, es una vida de misión.

Tenemos que tener un espíritu misionero, un sentido de urgencia. Para eso Dios nos ha llamado. Dios te ha llamado para ser un instrumento en las manos de Dios, para predicar el Evangelio. Cualquiera que sea el costo, sea lo que tengas que dejar, déjalo, entrégaselo todo al Señor, no importa lo que sea. Toma un momento en tu espíritu ahora, baja tu cabeza o levanta tus ojos al cielo, di, Señor, donde tu me lleves, yo he sido llamado para anunciar el Evangelio, para proclamar las buenas nuevas. Tu me has llamado, tu me has salvado para ser un instrumento en tu mano. Yo no quiero vivir cómodamente, yo no quiero vivir como una persona normal, común y corriente, yo quiero ser un siervo tuyo, una sierva tuya. Yo quiero ser usado por ti, tengo desesperación de ser usado por ti.

Lo que tu quieras de mí, eso es lo que yo voy a hacer, Señor. Te entrego todo. Entrégale todo al Señor, entrégaselo todo, entrega lo que tu más amas al Señor para que Dios pueda usarte. Mientras tu tengas algo que amas más que la voluntad de Dios en tu vida, Dios no podrá hacer todo lo que él quiere hacer en tu vida.

Te adoramos Señor, te bendecimos Padre. Si tu estás dispuesto a recibir ese llamado de Dios, si estás dispuesto a pagar el precio, ponte de pie ahora mismo, dile, Señor, yo entiendo lo que me están diciendo, yo entiendo lo que ha dicho el pastor Miranda, y yo digo amén. Úsame para tu gloria Señor. Úsame para tu propósito. Yo me consagro a ti. Yo no quiero ser un evangélico a medias, tibio, yo quiero ser un hombre, una mujer que viva y vibre para ti, Señor.

Si alguien quiere recibir a Cristo como su salvador, le invito a pasar aquí al frente también. Si Dios te está llamando a consagrar tu vida al Señor, este espacio está abierto también ahora mismo. Pasa aquí al frente y oraremos por ti. Gracias Señor, te adoramos.

Padre, a ti la gloria y la honra. Gracias Jesús. Nos consagramos a ti, Señor, nos entregamos a ti. Gracias Señor. Dios poderoso, nos consagramos a ti, Señor. Le bendigo mi hermana. Dios tiene un propósito para tu vida y en la medida en que tu vayas entregando esa vida al Señor, Dios va haciendo la obra. Cuando regreses a tu casa regresa con un sentido de compromiso. Busca una buena iglesia, sirve al Señor, adopta una identidad de creyente, de seguidora de Jesucristo.

Si hay alguien más que quiere recibir al Señor o quiere dar un paso de consagración de su vida, le invito a pasar aquí y declarar esa intención. Te alabamos. Te bendecimos, Señor, gracias por tu palabra, Padre. Yo oro por esta vida, la consagramos a ti, Señor. Invita a Cristo a entrar allí. Dile, Señor, yo te recibo en mi ser.

Si alguien lo está haciendo en su asiento, diga, Señor Jesús te invito a tomar posesión de mi vida. Me entrego a ti. Y busque una oportunidad para dar testimonio público de lo que usted ha hecho. Comprométase a caminar como un creyente. Gracias Señor, te alabamos, Señor. Entra este mensaje en lo más profundo de nuestro corazón. Has tu obra en nosotros, Padre. Te entregamos nuestra vida, Padre. Desata tus dones, Señor, en nosotros. Danos poder sobre el mal. Ayúdanos a ir a ese lugar de desierto para purificarnos de una vez por todas, Señor, y entrar en un nuevo nivel de poder y de autoridad. Aprovechar oportunidades, arrebatarle almas a Satanás, resistir el mal hasta que huya de nosotros. Te entregamos todo lo que tenemos. Te entregamos esta iglesia, te entregamos su programa, te entregamos su gobierno, todo, Señor, úsalo para tu gloria. En el nombre de Jesús.

¿En qué área de mi vida está Satanás obrando?

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Buscando principios y conceptos espirituales que usar para alimentar esta visión evangelística que queremos fundamentar en nuestra Iglesia, ví aquí en Lucas capítulo 4 lo que yo llamo un estilo de vida evangelístico y ese sería el tema de este sermón, un estilo de vida evangelístico.

Y normalmente a mí me gusta escoger un pasaje breve, pequeño para concentrarme e ir a fondo en ese pasaje pero voy a hacer algo diferente y es que voy a coger este capítulo que es bastante largo, son como 40 y pico de versículos, 44 versículos, y lo que yo quiero es hacer un recorrido a vuelo de pájaro para que tengamos una idea más o menos, yo voy a resaltar ciertos momentos en la vida de Jesucristo, en el inicio de Su Ministerio, y el Señor ha dicho que Él es nuestro modelo, que nos mantengamos pegados a Él y entonces daremos fruto.

Yo no creo que nadie pueda mejorar sobre cómo vivir una vida evangelística sobre el modelo que ya Jesús estableció, nadie puede inventarse un modelo mejor, el Señor define el modelo evangelístico y al ver Su vida, y ver cómo la progresión de Su vida nosotros también podemos aprender principios para una vida evangelística.

Entonces a lo largo de este capítulo 4 nosotros podemos encontrar algunos de esos principios que el Señor encarnó, que el Señor integró en Su propia trayectoria y que nos ayudan a entender el estilo de vida que nosotros debemos vivir, yo quiero que tú pongas tu nombre y t persona en este capítulo porque las verdades que vemos aquí reflejadas en la vida del Señor Jesucristo se aplican a cada uno de nosotros personalmente y a nuestra Congregación también.

Entonces aquí en el capítulo 4 en los versículos del 1 al 12 por ejemplo, vemos, y si usted tiene una Biblia que está dividida en las secciones del 1 al 12 como que hace una separación natural de un tema y es la tentación de Jesús, es un pasaje muy específico que describe el famoso momento en que el Señor dice que después de Su bautismo fue llevado por el Espíritu al desierto, y uno piensa: ¿cómo es posible que el Espíritu Santo dirigiera a Jesucristo a ser tentado por el diablo? uno piensa: eso no tiene sentido.

Uno a veces pasa por situaciones en nuestra vida de confrontación con el enemigo y pensamos que es el enemigo el que está en control, el que está haciendo que sucedan las cosas pero por qué el Señor mismo a veces quiere que nosotros tengamos confrontaciones con Satanás; eso como que a veces suena raro ¿verdad? usted está diciendo: el Pastor Miranda ya se está volviendo un hereje, está comenzando a predicar doctrina falsa, pero la verdad es que hay casos en la Escritura donde Dios tiene una relación muy rara con Satanás y pone a Satanás a hace Sus propósitos.

Por ejemplo en el caso del Apóstol Pablo, Pablo dice que para que la grandeza de las revelaciones que él había recibido en su vida no lo enorgullecieran demasiado Dios mandó un mensajero de Satanás, un aguijón en su vida que lo persiguiera acerca de lo cual él tres veces le dijo al Señor: líbrame de esto y Dios le dijo tres veces: Bástate Mi gracia porque Mi Poder se perfecciona en la debilidad, Dios estaba usando los ataques del enemigo para perfeccionar y pulir la vida y el ministerio de Su siervo Pablo.

En este caso el Espíritu Santo lleva a Jesús, no está en este texto pero sí hay otro pasaje, un pasaje en Marcos que ustedes podrán ver que dice que el Espiritu Santo lo llevó al desierto. Y bueno aquí nos dice: “Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto por cuarenta días y era tentado por el diablo” una confrontación directa con Satanás, era como un prerrequisito para que Él pudiera entrar plenamente en Su misión evangelística.

Yo veo algo aquí y es que hay áreas de nuestra vida que Dios quiere tratar antes de que podamos ser útiles a Él, antes de que pueda usarnos. En el caso de Jesús Él tenía que derrotar a Satanás, Él tenía que establecer un precedente de que Él era superior al diablo y es como que Él tenía que establecer claro Su Señorío y entender claramente por qué Dios lo había llamado; muchas veces las luchas con el enemigo nos ayudan a definirnos y a entender claramente cosas acerca de nosotros mismos.

En el caso de Jesús era como que para que la Escritura se cumpliese Él tenía que ser confrontado directamente como cabía a Su gran importancia y Su estatus como Hijo de Dios. La confrontación entre Jesús y el diablo fue algo que no se dará ni antes ni después en la vida de ningún ser humano, eso era algo que era específicamente para el Señor Jesucristo en Su carácter mesiánico.

Pero ¿sabe qué? que en nuestras vidas también si nosotros queremos ser efectivos en el Evangelismo y en una vida fructífera para el Señor hay áreas de nuestra vida también que tendrán que ser resueltas, hay áreas en que el enemigo tiene como parte en nuestras vidas y que nos impiden vivir una vida fructífera en el Señor ¿cuántos pueden entender lo que estoy diciendo? Y que a veces vamos que tener que resolver esas cosas porque si no vamos a estar cojeando toda nuestra vida y no podremos ser verdaderamente efectivos con el Señor.

Hay áreas de nuestra vida que nosotros tenemos que superar antes de poder ser útiles como ganadores de almas y como gente que de fruto para la gloria del Señor. Yo puedo pensar en todos nosotros, hay temas que nos aquejan y nos acosan, para alguien puede ser una tendencia depresiva, otros se descorazonan y se desaniman demasiado rápido cuando vienen las dificultades, hay personas que tienen resentimientos en su corazón, hay otros que tienen complejos de inferioridad, hay otros que tienen ataduras espirituales en sus vidas que necesitan resolver, algunos tienen ataduras espirituales, otros tienen problemas con la carne, pensamientos obsesivos, prácticas que no agradan al Señor, habitos que no honran al Señor y que tienen que ser confrontados y tratados, y trabajados en nuestra vida y sometidos al dominio del Señor.

Algunos de nosotros hay orgullo en nuestras vidas, otros tenemos problemas relacionales con la gente y estamos siempre metiéndonos en problemas y en dificultades, conflictos, enajenamos a la gente alrededor de nosotros, algunas personas tienen actitudes dominantes y siempre quieren estar en el primer lugar de su vida, otros se creen más de lo que son en el Señor y creen que porque Dios les ha dado ciertos dones como que tienen derecho a ciertos privilegios en el Reino de Dios.

Hermanos la lista es muy larga y fíjese que la diversidad de ejemplos que yo les estoy dando porque muchos de nosotros pensamos: bueno el diablo eso quiere decir que son cuestiones sexuales o inmoralidad, o adicción a las drogas, no, hay una cantidad de cosas también en nuestro carácter y en nuestras actitudes que son de Satanás porque son de la carne, son obras de la carne y ahí el diablo tiene su diezmo en las obras de la carne ¿cuántos saben eso?

Entonces todo lo que es de la carne en nuestra vida, nuestro carácter, todo lo que no es de Dios tiene un origen diabólico y el diablo le saca provecho a esas cosas, y cuando uno quiere entonces entrar y dar fruto para el Señor y servir al Señor uno descubre que esas cosas están allí como un freno que nos están jalando hacia abajo y nos impiden verdaderamente ser fructíferos para con el Señor.

Hay aspectos de nuestra vida que contristan al Espíritu Santo también y el enemigo puede usar esas cosas para destruir los mejores propósitos que nosotros tengamos, hay áreas de nuestro matrimonio muchas veces que no están tratadas por el Señor, hay cosas que nosotros tenemos que morir a ellas para arreglar nuestra vida familiar, y si nuestra vida familiar no está arreglada nuestra relación con nuestros hijos, nuestro comportamiento con nuestro cónyugue, sea la esposa con el esposo o viceversa, esas áreas también el enemigo va a usarlas en tu vida para traer piedra de tropiezo y para distraerte de tu capacidad para dar fruto.

Algunos de nosotros tenemos un excesivo apetito por el dinero, por la comodidad, por las posesiones y esas cosas nos impiden dedicarnos al Señor. A algunos les encanta dormir, algo tan sencillo como eso, esa cama tiene un poder magnético que nos agarra y cuando queremos salir salen unas manos así que nos agarran y nos atan de nuevo a la cama, y las sábanas se hacen más deliciosas en el momento en que queremos levantarnos para orarle al Señor, tenemos que sometérselo al Señor también ¿cuántos saben lo que estoy diciendo?

¿Y qué del televisor? Yo no podría ser un predicador pentecostal si no hablara de la televisión también, la televisión a veces nos hace perder tanto tiempo hermanos que es terrible. Les voy a confesar algo: hace poco me quedé atrapado en una serie de televisión y ví una, y hasta que no termine la serie, le tuve que pedir perdón al Señor muchas veces, miren el Pastor también sufre de estas cosas también, y me prometí jamás, y aquí me comprometo delante de mi Congregación, es una pérdida de tiempo, y no estoy hablando de que me pasé horas y horas pero sí es algo que te roba tiempo en tu vida.

Entonces yo quiero primeramente animarte a preguntarte en este día: ¿qué área de mi vida sirve como piedra de tropiezo para que yo pueda dar fruto al Señor, en qué área de mi vida está Satanás obrando? De nuevo no es que se le aparece un demonio enfrente oliendo a azufre para que sea del diablo, no, el enemigo es muy sutil y hay áreas estructurales de nuestra vida en que él impide que nosotros podamos vivir un estilo de vida evangelístico ¿y sabes lo que tú vas a tener que hacer en ese caso? Vas a tener que tener una confrontación con el diablo también en esa área de tu vida.

Tú vas a tener que identificar esa área que te está impidiendo ser fructífero para con el Señor y vas a tener que dar rodilla y ayunar, sacar tiempo para ayunar; no te creas que es un ayunito ahí de medio día comiendo corn flakes y ya eso te va a resolver el problema ¿no? quizás vas a tener que ayunar por varios meses sacando un día a la semana o medio día, lo que sea, orando al Señor trayendo esa petición delante de Dios continuamente y verlo como que tú estás entrando en el desierto.

El desierto puede ser tu dormitorio, el desierto puede ser un sofá donde tú te vas a sentar para clamar al Señor un poquito extra, el desierto puede ser venir a la Iglesia media hora antes de que comience el servicio y buscarte un lugar aparte donde no venga un hermano a venvetearte ya que te ve allí y no tiene nada más que hacer y entonces viene a molestarte, escóndete en algún sitio donde no te vean allá en el otro santuario, y si usted lo ve déjelo que esté orando, tampoco lo moleste, el caso es que el desierto puede ser cualquier lugar donde tú vas a buscar apartarte para consagrar tu vida al Señor, entonces tienes que sacar tiempo.

Yo estoy sacando tiempo y como le digo una cosa le digo la otra, este tiempo en mi vida necesito dirección del Señor y estoy sacando tiempo extra para estar en la Presencia de Dios y pedirle que me ayude a romper cualquier cosa que está impidiendo que la gloria del Señor se manifieste más en mi vida y en mi ministerio. Yo quiero invitarlos a hacer lo mismo, estoy hablando de experiencia personal, pero si tú quieres ser fructífero para el Señor vas a tener que pagar el precio y tienes que nombrar ese gigante que hay en tu vida, y tienes que resolver eso, y dar la batalla, y clamar al Señor para que Dios rompa lo que sea que está impidiéndote que tú puedas entrar en ese próximo nivel de productividad y de ser fructífero para con el Señor ¿amén?

Es así como el Señor Jesucristo tuvo Su propio momento de confrontación y después tuvo otros momentos también porque dice la Biblia que cuando terminó la tentación y venció a Satanás dice que el diablo lo dejó por un tiempo, búsquelo por allí y usted verá que es así, no sé si está aquí pero sí dice que: “Y cuando el diablo hubo terminado toda tentación se apartó de Él por un tiempo” y la lucha contra el enemigo cuando tú quieres ser fructífero para con el Señor va a ser para toda tu vida, y cuando tú identifiques que el diablo está usando algo en tu vida para atacarte y para ponerte trabas repréndelo en el Nombre del Señor y cualquier área de tu vida que te esté impidiendo ser todo lo que Dios quiere que tú seas identifícala, no vivas tu vida cojeando.

El diablo quiere desangrarte continuamente, traerte todo tipo de trabas y distracciones. A veces son cosas más grandes, a veces son cosas serias pero tenemos que identificar que en todas esas cosas el enemigo está trabajando y tenemos entonces que ir delante del Señor e ir al desierto y decir: Padre esta batalla yo la voy a librar en Tu Nombre y yo voy a vencer en el Nombre de Jesús, y ese tema lo voy a definir y voy a buscar Tu unción y Tu liberación ¿amén?

Así que esa es una de las cosas que yo veo aquí, que el Señor toda Su vida evangelística siempre estuvo luchando con los demonios o la tentación del diablo en Su propia vida en una manera u otra tratando de desviarlo y de sacarlo de Su dirección en que Él tenía que ir, y nosotros tenemos que identificar eso continuamente en nuestra vida y pagar el precio de ser un guerrero que está siempre alerta.

La Biblia dice: “Sed sobrios y velad porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente anda como león buscando a quién devorar” tenemos que buscar esas áreas débiles y darle la gloria al Señor siempre.

Así que si tú quieres vivir un estilo de vida evangelístico lo que tienes que hacer es confrontar al enemigo en todo momento e identificar esas áreas en tu vida. Hay mucha tela que cortar y voy a tratar uno solo más para no terminar demasiado tarde, y creo que lo que voy a hacer es que voy a seguir este tema más adelante cuando tengamos la oportunidad el próximo domingo quizás.

Lo otro que yo veo después de esa parte del versículo 1 al 12 que describe la tentación, dice en el versículo 14 que: “Jesús volvió” ¿cómo? “en el Poder del Espíritu a Galilea y se difundió su fama por toda la tierra de alrededor; y enseñaba en las sinagogas de ellos, y era glorificado por todos” ¿qué es lo que pasa cuando tú vives una vida de confrontar al enemigo y de darle atención a las áreas que tienen que ser atendidas y que tú estás siempre perfeccionándote, puliéndote y entregando tu vida al Señor, y declarando el Señorío de Cristo y de Dios en tu vida? Es que el Poder de Dios aumenta en tu vida, la unción del Señor aumenta en tu vida.

Hay áreas de nuestra vida que aunque no sea pecados así horrorosos contristan al Espíritu Santo. ¿Usted entiende esa expresión contristar al Espíritu Santo? Contristar quiere decir cualquier cosa que entristece, que disminuye la capacidad o el deseo del Espíritu Santo de moverse libremente en tu vida y eso a la larga termina disminuyendo tu poder, disminuyendo tu unción, disminuyendo tu efectividad, disminuyendo tu sentido de la Presencia de Dios en tu vida y cuando tú arreglas esas cosas, y tú se las entregas al Señor tú ves que la unción de Dios aumenta enseguida; sientes más gozo por el Señor, la Presencia del Señor se manifiesta más en tu vida, Dios te usa, vas a encontrar momentos en que vas a poder testificar de Cristo, vas a gozar más cuando tú hablas del Señor, vas a experimentar momentos cercanos con Dios, vas a comenzar a ver milagros en tu vida.

Ese problema que tú tenías con tu hijo que no quería venir a la Iglesia, que no quería buscar de Dios de momento como que mágicamente un día de la nada tu hijo te dice: mamá yo quiero ir a la Iglesia, o esa persona que te estaba hostigando en tu trabajo de momento o la mueven de departamento o se va del trabajo y como que Dios resolvió eso y tú no sabes cómo. Cuando una persona está en el centro de la Voluntad de Dios hay más oportunidades para que el Poder de Dios se manifieste en nuestra vida.

¿Sabe usted que hay muchas batallas que nosotros peleamos directamente con el diablo que no son ni siquiera necesarias? Porque si el Poder del Espíritu Santo estuviera en tu vida ese poder mantendría a raya al enemigo y muchas peleas que tú tienes que dar ni siquiera se darían porque el Señor las neutralizaría delante de ti.

Dice la Biblia que la unción de Dios pudre el yugo, los pentecostales conocen ese versículo muy bien ¿verdad que sí? la unción de Dios pudre el yugo. Cuando algo se pudre usted no tiene que buscar una tijera para cortarlo ¿verdad que sí? si el yugo se pudre usted simplemente hace: fuich y el mismo yugo se rompe porque está podrido por la unción, la unción de Dios humidifica la soga del diablo. Wow qué bien salió eso, escríbalo ahí antes de que se me olvide y devuélvamelo al final del servicio.

Sí señor la unción de Dios en tu vida humidifica, humedece y pudre las ataduras de Satanás en tu vida. Cuando hay santidad, cuando hay cercanía al Señor, cuando estamos entregándole continuamente diferentes aspectos de nuestra vida el Poder de Dios entonces se manifiesta porque hermanos, cuando nosotros tenemos a Cristo en nuestra vida, en nuestro corazón el Espíritu Santo mora dentro de nosotros, con todo Su Poder está allí residiendo, residente, pero una cosa es el Poder de Dios que reside en nosotros y otra cosa es el Poder manifiesto de Dios que se manifiesta en nuestra vida ¿entiende lo que estoy diciendo?

Una plancha tiene todo el poder que necesita puesta sobre la tabla, tiene los alambres, tiene la programación electrónica, tiene la cuerda, puede estar conectada a la electricidad en la casa pero hasta que usted no aprieta el botón ¿verdad que sí? y la activa, el poder está allí en la plancha pero usted toca la superficie de la plancha y está fría, pero cuando usted la activa la plancha se calienta y usted puede planchar entonces ¿verdad que sí?

Y así pasa con nosotros, cuando usted es un hijo de Dios el poder ya está dentro de usted, usted es como una plancha pero no está prendida. Hay muchos cristianos que son planchas apagadas, óigame qué bueno estuvo eso también apúnteme eso allí (risas), hey si ustedes no me lo van a dar entonces voy a tener que dármelo yo mismo el aplauso. Voy a titular este sermón: No seas una plancha apagada se una plancha prendida (risas), lo que quiero decir es que muchas veces estamos: Señor dame poder, Señor quiero Tu unción y Dios dice: menso la unción ya está dentro de ti, actívala ahora para que se manifieste, quita toda esa porquería que está cubriéndola y déjala que se exprese en tu vida ¿no? muchas veces es así.

Hay cosas, hay prácticas, hay actitudes, hay dejadez en nuestra vida espiritual que está impidiendo que el Poder de Dios se manifieste en nosotros y entonces cuando nosotros hemos tenido nuestra confrontación con Satanás en el desierto, y estamos limpiándonos como que el Poder de Dios naturalmente sube, la unción de Dios se manifiesta y entonces milagrosamente cosas comienzan a suceder alrededor de nosotros.

Tú te conviertes en un portador de los propósitos de Dios, Dios te puede usar entonces en muchas cosas. No pelees tanto por obtener la unción, pelea mas bien por quitar los obstáculos a la unción de Dios en tu vida.

Y entonces yo veo eso, una vez que el Señor es bautizado por el Espíritu Santo en agua cuando tiene Su encuentro con Juan el Bautista, una vez que entra al desierto tiene Su confrontación directa que establece un precedente legal con respecto a Su superioridad con respecto a Satanás, entonces Él regresa del desierto, entra en Su Ministerio público y Dios comienza a hacer cosas alrededor de Él, y si tú quieres ser una vida verdaderamente útil para el Señor tú tienes que tener tu propio tiempo de consagración.

Yo creo que muchos de ustedes Dios los quiere usar grandemente y yo les digo hermanos yo estoy muy claro, el Poder de Dios tiene muy poco que ver con que tú tengas un doctorado en teología, no tiene mucho que ver con que seas muy bien educado ni con dinero ni nada por el estilo, el Poder de Dios es irrespectivo de tu condición educativa o carácter, lo que el Poder de Dios está buscando es una vasija vacía y limpia para habitar en ella y manifestarse, y a muchos de ustedes Dios los quiere usar para Su gloria.

Póngase a buscar del Poder de Dios en su vida. Ahí un momentito tome un segundo en su vida y conviértase por segunda vez ahora mismo, y diga: Señor en el Nombre de Jesús yo quiero ser un fogón, yo quiero ser una estufa prendida de Tu Poder en mi vida, renuncio a la tibieza, me arrepiento de mi tibieza, renuncio a la tibieza espiritual. No lo haga por agradarme a mí, hágalo porque verdaderamente usted tiene un compromiso allí. Diga: Señor estoy cansada de ser una plancha apagada, quiero que Tú prendas mi vida y yo voy a pagar el precio, voy a identificar esas cosas que están impidiendo Tu unción en mi vida y te entrego ahora mismo eso que está sirviendo de piedra de tropiezo.

Hermano si usted no se olvida cuando usted salga de aquí Dios va a cambiar su vida y usted va a comenzar a ver que el Poder de Dios se va a manifestar en usted, pero usted tiene que entender que la vida cristiana opera basada en poder.

El gran genio del movimiento pentecostal es eso, de que cristianos volvieron a descubrir la importancia del Espíritu Santo y de los dones del Espíritu Santo, y cuando comenzaron a buscar el Poder de Dios y el Espíritu Santo, y Sus dones Dios activó un movimiento que ha corrido por toda la Tierra y ha sido la matriz del movimiento pentecostal en toda la Tierra, pero ese Poder de Dios estaba allá en el mundo, estuvo desde que fue derramado el día de pentecostés, pero durante mucho tiempo los cristianos se olvidaron de buscar de ese poder y se metieron en simplemente ser la Iglesia haciendo sus cosas como la hacen, pero Dios quería, Dios estaba buscando gente que entendiera que hay que buscar el Poder de Dios, y yo quiero despertar tu espíritu en esta mañana en el Nombre de Jesús.

Yo creo que muchos de ustedes necesitan que Dios despierte su espíritu, ustedes necesitan tener, yo necesito tener una confrontación con el diablo en el desierto, un encuentro con Dios pero también para derrotar a Satanás, necesitamos una confrontación donde Dios te llame a tener consciencia de que Él te quiere, Él te necesita, Él está buscando reclutas para hacer algo grande en este tiempo de la historia, y Él necesita obreros para Su mies, y que a Él no le importa que tú tengas entrenamiento de seminario o que tú tengas dinero, o que tengas una mente privilegiada, o que seas atractivo físicamente, al Señor no le importan ninguna de esas cosas, lo único que el Señor está buscando es un hombre, una mujer que lo ame y que lo deseen, y que quieran ver Su gloria manifestada en su vida.

Hay tanta gente en la Iglesia cristiana incluyendo nuestra Congregación que no han tenido ese momento de confrontación desnuda para decirle al Señor: Señor yo te entrego mi vida y quiero ser una lanza en Tus manos, una flecha en Tus manos, una bola de cañón en Tus manos y necesito mi encuentro Contigo, y necesito vencer la dejadez, la indiferencia, el temor, el conformismo, el excesivo apetito a mi comodidad, los complejos de inferioridad y en este día yo me comprometo a limpiarme para que Tú puedas usarme, renuncio a lo que me impide ser lo que Tú quieres que yo sea y me comprometo a vivir el estilo de vida que Tú requieres Señor, estoy dispuesto a pagar el precio que Tu requieres Señor, actívame, actívame, pídele al Señor que te active en esta mañana.

Si tú crees que eso es para ti y de nuevo, piénsalo bien antes de hacer lo que te voy a pedir pero si tú estás teniendo ahora mismo un momento de encuentro así directamente con este llamado de confrontar al diablo en el desierto y ponle el nombre que tú quieras a esa área de tu vida que tiene que ser llevada al desierto y entregada al Señor para que Dios pueda entonces sacarte en el Poder del Espíritu Santo y tú puedas ser una persona magnética como el Señor Jesucristo lo fue, usada grandemente por Dios, entonces te voy a pedir que según Dios lo vaya motivando te pongas de pie.

Si tú has hecho ese pacto con el Señor en tu vida, si tú le has dicho verdaderamente y yo quisiera ver, ojalá que alguno que nunca ha dado ese paso esta mañana lo sienta, algunos jóvenes, algunas personas que verdaderamente están sintiendo del Señor ese llamado, pídele a Dios que ponga ese fuego en ti esta mañana, y entonces yo quiero que mañana, pasado mañana, durante la semana tú te pongas a buscar de Dios en tu vida.

¿Qué te impide consagrar tu vida al Señor, qué es lo que te ha impedido ahora mismo que tú tuvieras ese momento con el Señor, qué te aguanta para dar ese paso? No lo hagas por sorpresa por lo que el Pastor va a decir si tú te paras pero si tú tienes esa convicción entonces yo creo que te debes de poner de pie, y si no la tienes entonces mi pregunta es ¿qué está pasando en tu vida que no la tienes, qué atadura hay que romper, qué encuentro en el desierto tienes tú que tener para que se pueda dar ese milagro en tu vida?

No hay una mejor vida que la vida vivida en entrega total para el Señor ardiendo como una llama perpetua para que Dios pueda alumbrar este mundo y darle calor a este mundo. Yo quiero que tengas tu encuentro allí ahora mismo con el Señor, Dios está hablando a tu vida. Pídele al Señor, identifica ahora mismo ese gigante: tu carrera, un hábito que no glorifica al Señor, amor al dinero, a la comodidad, la inercia simplemente de que ¡ah! esas son tonterías simplemente de evangélicos, Dios te está llamando a la consagración, Dios te está llamando ahora mismo a la entrega, lo que yo digo es que es como una segunda conversión, es como una segunda conversión lo que Dios está pidiendo ahora mismo de ti.

En esta mañana yo mismo ahora mismo digo: Padre déjame ahora mismo ser el primero en declarar mi compromiso radical delante de ti de ser un cristiano radical y de vivir el resto de mis días buscando Tu gloria y siendo un recurso para Ti, cualquiera que sea el área de mi vida que me está atrapando y me está frenando te la entrego ahora mismo Señor, te la entrego y me comprometo a buscar Tu Voluntad para mi vida, y yo voy a entrar en el desierto, dile así al Señor: voy a entrar en el desierto, quiero entrar en el desierto.

Yo he estado en el desierto, he estado peleando en el desierto últimamente hace por un tiempo, he tenido muchas peleas en el desierto pero estoy en un tiempo en el desierto en que yo sé las áreas de mi vida que yo tengo que entregarle al Señor para que Él pueda usarme mayormente y yo quiero que tú me acompañes en esta mañana de la misma manera.

No importa cuán consagrado tú estés pero tú tienes que tener un encuentro con tu enemigo, con el Poder de Dios, Dios no te va a dejar pelear con Satanás solo, si tú estás consagrado Él va a estar a tu lado y Él te va a sacar adelante. Salgamos de aquí consagrados al Señor, salgamos de aquí a ser un pueblo útil para Dios. Gracias Señor te adoramos Padre y consagramos nuestras vidas en esta tarde Señor, en esta mañana, te alabamos, gracias.

Una ciudad de refugio

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Voy a estar leyendo en el libro de Marcos, capítulo 10, versos 46 al 52 y voy a leer de la versión Internacional.

“Después llegaron a Jericó, más tarde salió Jesús de la ciudad acompañado de sus discípulos y de una gran multitud. Un mendigo ciego llamado Bartimeo, el hijo deTimeo, estaba sentado junto al camino, al oír que el que venía era Jesús de Nazaret se puso a gritar, “Jesús, hijo de David, ten compasión de mí.” Muchos lo reprendían para que se callara pero él se puso a gritar aún más. “Hijo de David, ten compasión de mí.” Jesús se detuvo y dijo, “Llámenlo,” así que llamaron al ciego, “Ánimo, levántate, te llama,” él arrojando la capa dio un salto y se acercó a Jesús. “¿Qué quieres que haga por ti?” le preguntó. “Rabí, quiero ver,” respondió el ciego. “Puedes irte,” le dijo Jesús, “tu fe te ha sanado.” Al momento recobró la vista y empezó a seguir a Jesús por el camino.”

Dios siga bendiciendo su palabra. En esta mañana en el tema que vamos a estar hablando es para que veamos. Y celebramos en esta mañana especial la discapacidades que existen dentro de nuestra sociedad y cómo las personas pueden vivir la vida dentro de estas discapacidades. Y eso me llama a mí la atención que a veces uno en la vida piensa, Señor, cuándo yo podré ver a un ángel? Por qué no puedo ver ángeles? Me gustaría verlos y hablar con ellos.

Sin darnos cuenta que muchos de estos ángeles han tomado forma humana, de una manera simbólica y los tenemos alrededor. Y esto me recuerda una historia cerca de 20 años atrás. Había una pareja esperando su bebé, una pareja cristiana, ellos están contentos, alegres, y hasta pensando lo que sería ahora con esa nueva llegada su familia. Ellos no estaban pensando que tener un bebé es como tener un mortgage, una hipoteca. Ellos están pensando en la alegría, en el detalle que esa criatura va a traer a ese hogar.

Compartían con sus hermanos y hermanas en la iglesia ese impacto positivo que sería en la vida de este joven matrimonio esta criatura. Esta joven pareja servía fielmente al Señor, comprometidos gozaban de un momento indescriptible de paz y alegría. Pasan los meses, llega el momento del alumbramiento, momento tan esperado, la criatura nace y una vez que es traída al hogar, la atmosfera en el hogar seguía de una alegría inmensa. Tenemos un pequeño ser humano que Dios nos ha dado con la bendición de poderlo levantar y que en el futuro sea alguien de provecho para la sociedad y un creyente.

Disfrutando ellos de esta criatura, cuando la criatura llega a los 2 años se dan cuenta que algo no está saliendo como se debe esperar de una criatura a los 2 años. Toman su criatura y la llevan a los profesionales del campo de la salud y los médicos les dicen a ellos, “Bueno, su criatura tiene uno de los espectrum de autismo, aspberger. Es un momento de choque, es un momento de enfrentarse con una realidad no esperada. Es un momento en el que surgen las dudas por qué a mí, si he sido fiel al Señor, si yo le he dedicado toda mi vida a servirle, qué pasó?

Pero la pareja que era una pareja experimentada en el Señor, no tomó ni dejó que este momento de tragedia se convirtiera en un monumento que apagara la alegría o el gozo que esta criatura había traído al seno de su familia. Al contrario, después de meditar y pensar deciden que ahora vamos a comenzar un nuevo viaje con retos nuevos y oportunidades. En vez de hacer un momento de tragedia, y quedarnos cimentados y anclados en esa tragedia y seguir llorando y lamentándonos, nos vamos a mover y vamos a disfrutar de nuestra criatura, la bendición que Dios nos ha dado. Este no será un momento de tragedia, este será un momento de bendición, un momento de alegría, un momento de decirle al Señor, “Señor, tu has dado, tu podrás quitar siempre será tu nombre bendito.”

Es fácil llegar a esta determinación cuando están discutiendo yu planificando solamente los padres, pero ahora hay que prepararse porque la sociedad te va a preguntar, la familia va a preguntar, la iglesia va a preguntar, y a veces es como si uno tuviera que hacer una lista y cuando te saluda y te preguntan, ¿y qué tiene el tuyo? Sacas la lista, porque la gente a veces no tiende, no sabe, es ignorante. Pero esta pareja tiene una esperanza, ellos saben que la sociedad lo señala como un error. Los sistemas educacionales los catalogan educación especial, pero la iglesia, oh la iglesia, la iglesia es diferente.

So, ellos tienen en su corazón que no importa lo que pase en nuestra sociedad, cuando lleguemos a mi iglesia – y de hecho estoy hablando de otra iglesia – ah, ellos van a entender, nos van a recibir. Lamentablemente cuando la pareja llega y va a la iglesia, la gente comienza a pararse y a hablar por la criatura, porque asume que tiene demonios. Usted se imagina eso? que tu hijo o hija tiene una discapacidad y la iglesia en vez de escuchar, preguntar, ser compasiva, entender, tiene demonios.

Y servicio tras servicio los padres tenían que llenarse de paciencia, tener sabiduría, cuando se levantaba un hermano o una hermana muy bien intencionada pero ignorante, porque no estaba educada en lo que estaba pasando, y a veces las buenas intenciones no son suficientes, nos tenemos que educar. Yo me trato de poner en ese sitio, he llegado a la casa de Dios a alabarle, a servirle, a bendecir, a estar con mi familia y mi familia me dice a mí que mi hijo está lleno de demonios y que por eso actúa de esa manera.

Estamos aquí en esta iglesia en un programa de evangelismo que nuestro pastor está hablando y explicando, y hablando con Roberto en esta semana de este mensaje, Roberto me dijo, “Dile a la iglesia que mi corazón, que congregación León de Judá pueda ser una ciudad de refugio,” grábate eso en tu mente y en tu corazón, ciudad de refugio.

Si dejásemos la historia ahí, esta familia tenía suficientes excusas y razón para dejar la iglesia, para olvidarse del Evangelio, para olvidarse del Señor, discriminados por la sociedad, discriminados por las comunidades, discriminados por la familia, discriminados por la iglesia, quién entonces queda? Pero ellos sabían, ellos entendieron que hay un Dios por encima de la comunidad, hay un Dios por encima de la sociedad, hay un Dios por encima de la iglesia que mantiene sus brazos abiertos todo el tiempo para recibirlos como somos, como venimos y como estamos.

Han pasado un poco más de 20 años y hoy en día los dos hijos de esta pareja están estudiando en la universidad. Fíjense, de tener demonios, de ser rechazados, los padres no se quedaron y construyeron un edificio, en ese rechazo se movieron. Y estos niños tienen nombre, Gabriel Medina y Taina Medina. Sus padres son Maritsa y Omar Medina. Démosle un aplauso a Omar que nos deleita en esta mañana con una alabanza.

Cuántos pueden alabar al Señor? La historia no tuvo un triste final, la historia no tuvo un final de tragedia porque el Señor siempre ha estado con sus brazos abiertos.

Desde el principio fuiste llamado,

Yo te escogí desde mucho antes.

Fuiste separado para servir.

Solo no estás, contigo siempre estaré

Cada paso que tu das, yo estoy contigo en la hora oscura

Yo soy tu paz, soy la luz y la verdad que alumbre el camino.

Un fiel amigo hasta el final.

No temas, no desmayes, porque Jehová tu Dios, está contigo.

Del enemigo te guardará, con su diestra te sostendrá.

Solo no estás, contigo siempre estaré.

Cada paso que tu das, yo estoy contigo en la hora oscura

Yo soy tu paz, soy la luz y la verdad que alumbre el camino.

Un fiel amigo hasta el final.

Cada paso que tu das, yo estoy contigo en la hora oscura

Yo soy tu paz, soy la luz y la verdad que alumbre el camino.

Un fiel amigo hasta el final.

Cada paso.

Hace algunos años la iglesia metodista americana hizo un research, exactamente 4 años atrás, hizo una encuesta nacionalmente con todos sus miembros que tenían alguna discapacidad. Y le hizo una sola pregunta en la encuesta, si puedes soñar tener el presupuesto de crear la iglesia perfecta que atienda y entienda las discapacidades de tu familia, tus hijos, o tus puras discapacidades, qué harías? Qué esperas? Y dice que el 80% de las personas contestaron con algo que no tiene que ver con dinero ni edificios, dijeron, una actitud de amabilidad cuando llegamos a la iglesia. Una mano que nos diga bienvenidos. Welcome to church.

Quizás debemos imitar la actitud de Walmart. Hi! Una de las cosas que me llama la atención de Bartimeo cuando vamos al contexto histórico de este pasaje es que Bartimeo no tenía nombre. Digo pero, guau, siempre lo llamamos Bartimeo. Y descubro que en esa época toda persona que era discapacitada dentro de la cultura judía del primer siglo, no se le daba un nombre. So, tras que nace con una discapacidad, sin todavía tener consciencia de lo que le espera, imagínense en el primer siglo, va a ser rechazado por su familia, porque le recuerda a ellos que eso es el fruto de una maldición. Va a ser rechazado por la sociedad, por la familia, jamás podrá visitar ni una sinagoga y encima de todo eso, no tiene nombre.

En otras palabras, no existe. Te imaginas luchar como ser humano en el primer siglo bajo esas circunstancias. Cada vez que lo ven, ahí está Bartimeo, eso quiere decir, ahí está el hijo de Timeo. No era digno de tener un nombre. Y encima de ser ciego tenía lo peor, era mendigo. Dice que se sienta a la orilla en el camino – déjenme decir también algo. Si se nacía en la cultura griega o la cultura romana, y tenías una discapacidad hacían 2 cosas, o te mataban, la familia tiene derecho de matarte al nacer esa criatura, o te llevaban al desierto y te dejaban y te defiendes por ti mismo. Para que vean la realidad de ese primer siglo.

Trayéndolo ahora al siglo XXI nosotros que vamos a empezar a hacer un programa de evangelismo, estaba leyendo y se hizo un estudio en el gobierno federal que mundialmente hay registrados 700 millones de discapacitados, y decía este reporte si los cogemos a todos y los ponemos en uin país, será el tercer país más grande de todo el mundo, después de la China y de la India, solamente de discapacitados. Qué implica eso? un país que no va a tener derecho a la educación, un país que no va a progresar, un país que va a tener que mendigar.

Dice este ciego, mendigo, él no puede ver, está en el camino, tiene su manto. El manto es bien importante porque el manto es cómo él consigue el dinero porque como él no ve. En esa época todavía no se había inventado lo de los vasos o los sombreros. Era el manto sobre sus piernas y ahí la gente tiraba el charity, el dinero, porque él no ve, pero él podía escuchar. Y sentado en ese camino él ha visto muchas personas pasar a través de los años, muchas personas pasar, pero esta vez está escuchando un ruido diferente. Alguien viene que hay un ruido diferente.

El curso de la vida de este hombre está por cambiar. La escena de su vida que no tiene futuro, que no tiene esperanza, que está sumergida en desalientos, amarguras y rechazos, dice que escucha ese bullicio y el supo que el que venía no era Jesús Gonzalez ni Jesús Rodríguez, era Jesús de Nazaret.

Oh, hermanos, cuando leemos este relato bíblico sí es bueno celebrar que Dios lo sana, pero hay que entender las condiciones en que él estaba, en que él vivía, lo que él pasaba para poder entender entonces le milagro que no es solamente que ve. ¿Cuántas veces pasamos por los caminos y no vemos a esos bartimeos de la vida? ¿Cuántas veces en nuestro diario vivir le decimos al Señor, dame la oportunidad de hablarle a alguien del Evangelio. Padre, dame las herramientas de decirle a alguien las buenas nuevas de salvación. Y después le decimos, Padre, y tercero, ponen a alguien en el camino que yo le pueda hablar. Pero realmente es que caminamos tan y tan erguidos que no nos fijamos en que si miramos hacia abajo vemos la necesidad imperante de la gente que está a la orilla del camino esperando que alguien le diga, yo tengo a Jesús de Nazaret para ofrecértelo.

Cuando el pastor Roberto le estaba hablando a los pastores acerca del programa de evangelismo, él preguntó, ¿alguien tiene alguna idea, alguna historia, alguna experiencia? Yo tengo una experiencia no sé si es positiva o negativa, pero una experiencia. Cuando estaba en seminario, gracias al Señor fui al seminario por una beca que se me otorgó. So, casi al final de mis años de seminario me había sobrado un dinero de la beca y pensaba, cómo puedo usar ese dinero para algo educativo. Y anuncian en el seminario que va a venir un famoso evangelista americano que se dedica a hacer trabajos de evangelismo. Y solamente había 300 asientos disponibles en el área que él iba a estar y costaba so much. So, yo aproveché, fui a registraduría, yo quiero que este dinero lo pongan para este evento porque yo quiero estar ahí porque yo quiero saber qué es lo que este experto de evangelismo reconocido mundialmente hace, porque yo lo quiero aprender, porque tenemos que estar dispuestos a aprender.

So, me acuerdo que llegué ese día, había 8 muchachos del seminario, mucha gente había viajado de Estados Unidos para escuchar a esta persona. Usualmente me siento en la parte de atrás pero ese día yo estaba sentado al frente porque yo quería saber cuál es el secreto. Y cuando a ese hombre lo presentan y comienza a decir, ustedes han venido aquí para descubrir el secreto del evangelismo. Todo el mundo yeee. Y quieren tener las herramientas para alcanzarla. Y todo el mundo, síiii. Y yo le decía a mi amigo, tu sabes, ya llegamos. Y él dice, voy a empezar cómo yo lo hago cuando estoy en el aeropuerto.

Y él cogió unos minutos de pausa. Yo pienso, bueno, me imagino que debe estar verificando cómo está vestida la persona, de dónde viene la persona, si está en un buen área, si está en el terminal, entonces yo acá meditando. Y él se para y dice, cuando estoy esperando para abordar el avión con mi boleto en mano le pregunto al que está atrás de mí, ¿tu conoces a Jesucristo como el Señor y salvador? No. y ahí le digo lo básico del Evangelio. Y le pregunta al de enfrente, ¿tu conoces a Jesucristo como tu Señor y salvador? No. le digo el plan de salvación.

Yo estoy esperando que diga algo más. Me monto en el avión, cojo mi asiento, cuando viene la azafata a preguntarnos si queremos algún aperitivo, le pregunto a ella, ¿tu conoces a Jesús como tu único y exclusivo salvador? Y yo digo en mi mente, yo no he venido a esta conferencia para que me digan que el gran programa de evangelismo es abrir la boca y comunicar las buenas nuevas de salvación. Yo estoy buscando algo más complicado, más complejo, algo más especializado, algo más técnico.

Él nos dice a nosotros, podemos aprender las técnicas, podemos tener las herramientas, pero la manera más tocante, la manera que hace más efecto es cuando usted, que es la mejor arma que tenemos en el reino de los cielos, abre su boca y comunica sencillamente a otro las buenas nuevas de salvación.

Cuando llegué a mi apartamento estaba mi mamá esperándome y me dice, “¿Cómo fue esa conferencia?” Well, es solamente abrir la boca y contar el Evangelio. Y ella me dice, “Pues entonces págame el dinero a mí porque eso es lo que yo hago.”

Se levanta Bartimeo y comienza a dar gritos, “Jesús, hijo de David, ten compasión de mí.” Eso me recuerda a veces nosotros estamos tan enfocados, tan busy en nuestro diario vivir que nos llaman y los que están a nuestro alrededor dicen, déjalo tranquilo, deja tranquila, llámalo después. Ahora no. pero él gritaba más. ¿Usted ha pasado por esa experiencia? Yo pasé por esa experiencia hace algunos años cuando vivía en la ciudad de Nueva York y esto realmente pasó en Nueva York.

Me preparaba con la familia para ver el juego de los Yankees e ir 4 a un estadio de baseball es costoso. So, decidimos, vamos a comer bien, los vamos a llenar bien, para cuando lleguemos al parque no se compre nada. Pero se me olvidó un detalle, eso suena bien entre adultos, no con niños. So, Vivian y yo tomamos el tren, llegamos al parque, nos sentamos, estamos recordándole a los hijos, “Acuérdense cuando nos sentemos en el parque vamos a ver el juego de baseball, no vamos a comprar nada.” Okay. Todo está bien hasta que una familia se nos sienta inmediatamente al frente. Era el papá con 3 muchachos. Y él compró popcorn, compró hotdogs, compró soda, compró Cracker Jack, y el hijo mío pequeño, Isaac Gabriel, siempre el pequeño…

Yo noto que el caballero le da de comer a sus hijos pero se pasa mirando a Isaac Gabriel. Y le digo, bueno ¿qué estará haciendo Isaac Gabriel que llama la atención de este caballero? So cuando yo miro a Isaac Gabriel, él está así… ¿Qué pasó? Terminamos comprando Cracker Jack, hotdog y sodas. Algo chistoso, algo bonito. Pero cuando la experiencia es negativa no nos reímos.

Cuando somos los que nos están olvidando, los que no se fijan en nosotros, los que no tienen ni siquiera un nombre, así nos sentimos, sentados en la congregación, metidos entre mucha gente pero nadie sabe que nos sentimos desalentados, nos sentimos solos, nos sentimos como que no tenemos nombre, no tenemos personalidad, solamente porque hemos llegado de un mundo que nos rechaza, de una sociedad que nos señala y de un mundo que nos mira como que no tenemos ningún valor.

Pero déjame decirte algo en esta mañana, se ha llegado a esta congregación en esta mañana con ese sentimiento, con esa problemática emocional de rechazo, sacúdete, que esta congregación estamos con los brazos abiertos. Yo sé que a veces nos tenemos que echar aceite en las coyunturas… nuestra expresión vale más que tener un edificio que está preparado para discapacitados. Tenemos elevadores, nuestras puertas tienen las medidas correctas, de acuerdo al gobierno federal para poder pasar una silla de ruedas, los baños están preparados para todo eso. la facilidad está preparada para recibir discapacitados, la pregunta es, ¿la gente que puede hablar en esta iglesia está preparada para recibir a los discapacitados? O los mantendremos en una esquina sin nombre, porque el Cristo que yo recibo él me dio a mí un nombre, un nombre nuevo. Aleluya!

Jesús dio la orden, “Llamadle.” Qué dirían esos Apóstoles que estaban con Jesús? Se habrá vuelto loco Jesús? Cómo Jesús le va a dar a este mendigo ciego un tratamiento de VIP. Hace 68 años, 1948 en Puerto Rico, mi tío Domingo Rivera, era un adicto al alcohol y un jugador de cartas, un hombre que podía ganar en una noche 5000 dólares pero los perdía, porque su vicio era jugar. Rechazado por la sociedad, viviendo en las calles, nadie de mi familia conocía al Señor. Y un domingo a la mañana Domingo estando sin camisa, con unos pantalones, sin zapatos, sin medias, borracho en la acera, porque no todos venimos de alta alcurnia, yo me acuerdo de dónde yo vine y no me olvido de eso.

Dice que este hermano esperando por la [inaudible] pública, que iba a una iglesia en aquel entonces en la parada 14 en Santurce, una iglesia que iba el gobernador de Puerto Rico, una iglesia de alta alcurnia, llega a la parada de vehículos y ve a este hombre tirado en el suelo borracho y le pregunta, “¿Cómo te llamas?” Y él le dice, “Domingo.“ “Domingo, ¿tu quieres cambiar tu vida?” “Sí.” “Ven el próximo domingo y espérame en esta parada de guaguas y ven conmigo para la iglesia.”

Pasó una semana, mi tío vive en la calle, ¿qué hizo mi tío? Llega el sábado por la noche, tiene que tener la ropa para llegar a la iglesia y no sé si en otros países, pero en Puerto Rico se acostumbraba cuando uno lava ropa, y no hay secadora, uno pone la ropa afuera y la tiende. So, él fue por diferentes casas haciendo shopping y dice que Dios lo bendijo mucho. So, mi tío era un hombre de 6.4, un hombre bien alto, y los pantalones le quedaban como si estuviera cruzando el río, sin correa, tenía una soga como correa, una camisa, zapatos sin medias.

Cuando llega este caballero, este hermano la próxima semana y lo ve, él está en la parada esperando al hermano de la iglesia que lo vaya a llevar, el hermano lo coge, le paga la transportación pública, llegan a la iglesia, está el gobernador dentro de la iglesia, hay muchos senadores dentro de la iglesia, y Domingo le dice al hermano, “¿Quieres que me siente atrás.” Dice, “No, no, vente conmigo.” Y lo sentó al frente.

Y durante las predicaciones él le decía a este hermano, “Me levanto ahora y acepto a ese Jesús.” “No, tienes que esperar a que hagan el llamado.” Okay. La historia cuenta que Domingo se convierte al Señor, 1948. Un hombre rechazado por la sociedad. Esa conversión de Domingo Rivera cambió a toda la familia Rivera.

Jesús [inaudible] congregación, como decía el pastor la semana pasada, tratemos al que no conoce al Señor con un tratamiento VIP, porque por esa persona fue derramada la sangre de Cristo en la cruz del calvario.

Es interesante que Jesús sabe lo que va a pasar, pero Jesús no era ligero de palabra. Él no es rápido y se encuentra con este hombre y le dice… lo llamaron, arrojó la capa, lo que implica que si ahí había dinero, el dinero se fue, él está dejando su modo actual de ganarse la vida, sin todavía tener la sanidad. El sale y tira ese manto, él sabe que algo va a pasar, está esa expectativa, algo va a pasar.

Si nosotros fuéramos Jesús que es nuestro rol en esta época, y nos encontramos con alguien con discapacidades o alguien alcohólico, o alguien bajo los efectos de la drogadicción, automáticamente sabemos qué es lo que la persona necesita pero no nos tomamos el tiempo de preguntarle a esa persona, ¿qué tu necesitas? No lo que yo creo que tu necesitas, qué esa persona necesita. Porque al preguntarle a esa persona qué necesita, le estamos dando a esa persona la dignidad. Le estamos dando importancia, le estamos diciendo que es un ser humano, le estamos diciendo que nosotros estamos dispuestos a escuchar aunque no tengamos la respuesta, pero si no tenemos la respuesta, podemos decir como Pedro y Juan, no tenemos ni plata, ni oro, pero de lo que tenemos te vamos a dar, que es el poder de Dios en acción.

Jesús preguntó, ¿qué necesitas? ¿Y qué dijo él? Que vea, quiero ver. Rabí, yo quiero ver. En el ministerio de inglés hay una persona que a veces sirve en el Departamento en el programa de ujieres, que también tiene una discapacidad, es cuidado por personas que están en el ministerio de español. Y este muchacho que aparentemente no está escuchando o tiene problemas cognitivos, dicen ellos, me contaban que caminando una vez por la calle junto con este muchacho, él vio alguien que estaba tirado, un homeless, y ellos siguieron caminando pero él fue donde el homeless y le dijo, “Si quieres cambiar tu vida ven a la iglesia para que conozcas a Jesús.” Ellos se quedaron. Dios hablando el mensaje de salvación.

Y en otra ocasión, conozco a otra persona que tiene también un problema cognitivo. Le estaban enseñando cómo caminar sin perderse y dónde él iba a hacer su terapia quedaba un Burger King como a unos 4 ó 5 bloques, y la idea era que poco a poco fuera solo, fuera del sitio de rehabilitación a Burger King, comprara su Whoper y regresara sin tener ayuda. Y dice que caminando hacia Burger King viene alguien que también está en la calle y le pide dinero y él siguió caminando, lo ignoró, pero se recordó y regresó para atrás. Y le dijo, “Te puedo comprar comida, si me acompañas a Burger King y escuchas mi historia, entonces te compro en el Burger King.”

Hermanos, estamos viendo, Bartimeo no veía pero escuchó que venía el Cristo. Y ese Cristo cambió la escena de la vida de una vez y por todas. Estás tu viendo? Si no puedes ver no puedes escuchar, si no escuchas no puedes ayudar, si no puedes ayudar no estás beneficiando el Reino de los cielos.

En este día Dios te da la oportunidad de ser un agente de cambio. Muchos de nosotros con una buena vista y buenos oídos esperamos por los Bartimeos de esta época para traerlos a Jesús. Lamentablemente no estamos viendo. No puedes ver los Bartimeos en tu familia, en tu trabajo, en tu comunidad, los que nos rodean, los que están a la vuelta de la esquina. Muchas veces oramos, Dios dame la oportunidad de compartir la buena salvación. Lo que deberíamos decir es, Señor, abre mis ojos. Padre, abre mis ojos para yo poder ver a los Bartimeos de esta vida, que no solamente se quedan los Bartimeos en el ministerio de inglés, que también vengan al ministerio de español, que vengan a nuestro servicio, gente que habla español que no tiene dónde vivir, que pueda venir aquí y se sientan cómodos, gente con síndrome de Down, gente con autismo, gente con traumatic brain injury, gente rechazada por la sociedad, gente que sale de la cárcel, que pueda venir aquí y decir, “Cuando llego a esta iglesia la gente me recibe, cuando llego aquí la gente me llama por mi nombre, porque Dios me ha dado un nombre.”

Que contento me puse hace algunas semanas recibiendo un texto de mi Miguel Eusebio Ramírez, nuestro ministro en la cárcel, cuando me manda un mensaje pero con una fotografía, como un Face, está él con 4 ex presos que acabaron nuestro discipulado haciendo evangelismo en la calle. Y le pregunta, “¿Pero ustedes tienen entrenamiento?” “Pastor, nuestro mejor entrenamiento es que estábamos perdidos, nos encontramos con Jesús y ahora somos nuevas criaturas.”

En esta mañana Dios nos dice, no paremos, llámenle, no paremos, llámenle, no paremos, llámenle. Cuando veamos a alguien que està discapacitado darle la mano, nadie sabe lo que está pasando el que está sentado a nuestro lado, por las batallas que pasa durante el día de la semana, sed de ánimo para que al final del tiempo podamos decir, “Señor, yo veo, y si yo veo soy usado para tu gloria, soy usado para tu causa, para que el reino sea expandido.”

Yo no quiero cuando yo llegue al cielo yo me pregunte, “te puse mucha gente en el camino.” “Padre, pero yo no lo vi.” Porque estabas mirando con ojos de ignorancia, con ojos de discriminación, con ojos de prejuicio, cosas que no tienen cabida ni lugar dentro del cuerpo creyente. Reprendemos todo espíritu de discriminación, todo espíritu de recepción negativa, de rechazo, porque somos una iglesia que recibe al que necesita, porque tenemos a Jesús, predicamos a Jesús y vivimos a ese Jesús.

Dios les bendiga en esta mañana. Y quiero dejarles con una última alabanza, antes de que te vayas en esta mañana, esta iglesia tiene un programa que se llama body system y eso es buscando voluntarios que den un domingo al mes, una hora y media, con niños que son discapacitados para que sus padres se puedan sentar y escuchar también el mensaje del Señor. Una hora y media, de lo contrario los padres no vienen, se quedan en la casa viendo el servicio por internet porque no pueden venir a congregarse. Es tiempo de empezar a ver porque ya Dios llamó, ya Dios dio la orden, es tiempo de empezar a ver.

So, cómo traducimos esta acción, dona tu tiempo, una hora y media al mes para que una familia pueda recibir el mensaje de la palabra del Señor. Atrás estará Melvin y mi esposa Vivian. Dios les bendiga.

Para ganar a mayor número

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Quiero leer la Carta a los Corintios, Primera de Corintios capítulo 9, voy a ir a los versículos 16 en adelante, Primera de Corintios 9:16, dice el Apóstol Pablo: “Pues si anuncio el Evangelio no tengo por qué gloriarme, pues me es impuesta necesidad” voy a repetir eso “impuesta necesidad” en otras palabras es ¿qué? es una obligación, es algo que viene de Dios y que Dios nos impone a nosotros, es una necesidad, es algo imperioso, “y ¡ay de mí si no anunciare el Evangelio!” diga usted: ¡ay de mí si yo no anuncio el Evangelio! Óigame, eso es una Palabra muy fuerte, ay de mí si nosotros no compartimos el Evangelio.

“Por lo cual si lo hago de buena voluntad recompensa tendré, pero si de mala voluntad la comisión me ha sido encomendada” en otras palabras si usted predica el Evangelio lo hace gozoso, espontáneamente no se gloríe demasiado pero usted va a tener una recompensa, y si no quiere también debe hacerlo porque usted ha recibido una comisión de parte del Señor.

“¿Cuál pues es mi galardón? Que predicando el Evangelio presente gratuitamente el Evangelio de Cristo para no abusar de mi derecho en el Evangelio” ¿sabe qué? Pablo sentía que era un privilegio tan grande para él predicar la Palabra que él se había impuesto un compromiso de no recibir salario ni nada porque él sentía que para él era una gloria tan especial predicar el Evangelio de gratis y depender de sus propios recursos como él lo hacía para vivir, pero para él era un gran privilegio y él pensaba que si le pagaban era un abuso de su derecho así que imagínese, yo creo que de eso hay que aprender mucho ¿no?

Entonces dice: “Por lo cual siendo libre de todos me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número” ese es el título de este sermón “para ganar a mayor número” recuerde eso, “me he hecho a los judíos como si fuera judío para ganar a los judíos, a los que están sujetos a la ley aunque yo no esté sujeto a la ley para ganar a los que están sujetos a la ley, a los que están sin ley como si yo mismo también estuviera sin ley, aunque yo no estoy sin ley sino que estoy bajo una ley que es la ley de Jesucristo para ganar a los que están sin ley; Me he hecho débil a los débiles para ganar a los débiles, a todos me he hecho de todo” wow, “a todos me he hecho de todo para que de todos modos salve algunos, y esto hago” ¿por qué? “por causa del Evangelio para hacerme copartícipe de él” que el Señor bendiga Su santa Palabra, gloria a Dios.

Hermano debe leer eso tres veces al día con cada comida porque es un hermoso ejemplo de lo que es una vida vivida en el filo de la espada para traer vidas al conocimiento de Jesucristo. Nosotros estamos hoy continuando con una serie de mensajes que yo inicié unas semanas atrás sobre evangelismo. Mi deseo a través de estos sermones es crear en nosotros todos como Iglesia una consciencia poderosa, consumidora del llamado a ser evangelistas, el llamado a vivir vidas evangelísticas, el llamado a asumir una consciencia evangelística tanto como individuos como congregacional también y hemos visto que evangelizar, compartir el Evangelio, ser fructíferos, dar fruto para el Evangelio y para el Reino de Dios no es una opción es una obligación, hemos estado hablando de nuestro compromiso de convertirnos en una Iglesia verdaderamente evangelística.

Hemos dicho que durante todos estos años nosotros hemos pasado casi veinte años construyendo edificios, renovando edificios, invirtiendo mucho dinero congregacional en edificar esta planta física tan hermosa que Dios nos ha dado junto a dos edificios más que tenemos ahí al lado, hemos hecho una cantidad de cosas tremendas para tener un lugar verdaderamente apropiado para la predicación del Evangelio en diferentes maneras. Nuestros ministerios de servicio social, las oficinas que tenemos, los diferentes salones que usamos para clases de discipulamiento, jóvenes, ahora mismo mientras estamos aquí hay jóvenes que están teniendo su servicio allí al otro lado, hay clases de discipulado que se están dando en diferentes edificios y salones.

Hemos invertido mucho dinero pero ahora ya que Dios nos ha permitido tener esta bella planta física, ahora tenemos que invertir nuestras energías, nuestro tiempo, nuestro dinero en traer almas en gran cantidad al conocimiento de Cristo Jesús, tenemos que vertir nuestras energías a ser una Iglesia verdaderamente evangelística por el resto de nuestra existencia y mi deseo a través de estos sermones es preparar nuestra sensibilidad, concientizarnos además de otras cosas que estaremos haciendo, y todo lo que hagamos que esté orientado a traer almas al conocimiento de Jesucristo.

Hemos visto que ganar almas no es una opción sino una obligación, una expectativa de parte de Dios. Como dice Proverbios 11:30: “Ganar almas es sabio” dite ahí en tu corazón: “ganar almas es sabio”. ¿Sabe que cuando usted gana almas hay algo precioso que pasa en la vida suya también y no solamente en la vida de aquéllos que usted gana para Cristo?

Y nosotros hemos visto a través de estos sermones que los dones del Espíritu Santo son para aquéllos que dan fruto, aquéllos que están involucrados en hacer avanzar el Reino de Dios, es decir los que cumplen con esa gran comisión, id por todo el mundo y predicad el Evangelio haciendo discípulos a todas las naciones y enseñándoles que obedezcan las cosas que yo les he enseñado, esas fueron las últimas palabras que registra el Evangelio según San Mateo que Cristo dió antes de subir al cielo, y en Hechos él dice: “Y me seréis testigos en Jerusalén, en Judea y en Samaria, y en toda la Tierra”.

El cristiano está llamado a dar fruto, no hay alternativa. Los que usan los dones que reciben para negociar como vimos en esa parábola anterior donde el dueño de la empresa le da un talento a cada uno, le da una cantidad de dinero y les dice: negocien mientras yo regreso, y negociar para el Reino quiere decir hacer todo lo necesario para rendir lo que Dios te ha dado, no te quedes con tu talento escondido como hizo uno de los siervos que recibió un regaño muy fuerte de parte de su señor, asegúrate de que lo que Dios ha dado a tu vida tú lo uses para bendecir a otros, compartir la Palabra de Dios.

Recordamos que el endemoniado gadareno que Cristo libertó de su gran opresión demoníaca quería quedarse con Jesús, quería disfrutar de este ser que lo había liberado de sus años de terrible malgasto de su vida y el Señor le dijo: no, tú no estás llamado a estar conmigo sino ve a tus familiares y cuéntales cuán grandes cosas Dios ha hecho contigo, el cristiano no está hecho para simplemente disfrutar y comer, comer y comer, está diseñado para dar, dar, dar y compartir la fe con otros.

Hoy quiero hablar acerca de algo, un aspecto de este llamado y es que es importante sacrificarlo todo para ser un ganador eficaz de almas, ser un evangelista efectivo requiere que tú vivas en un estilo de vida sacrificial.

Toda gran institución de gran calidad que provee algún tipo de servicios sabe que el cliente reina, el cliente es el jefe ¿sí o no? mientras más alta la calidad de un negocio más importante es la satisfacción del cliente. Usted va a un gran hotel o a un gran restaurante y usted ve que malcrían al cliente, todos los que sirven en un gran hotel están entrenados a dar un servicio de 5 estrellas y aguantarles las mayores malacrianzas al cliente para que estén satisfechos.

Hace poco yo llamé a Amazon, el gran proveedor de productos para devolver una computadora porque una persona que la vino a traer de una de esas compañías, no voy a decir el nombre por si acaso alguien trabaja en ella aquí, pero cogió la computadora y en vez de poner la computadora o tocar el timbre, desde su vehículo la tiró a la puerta y la dejó allí, y siguió, y no se dió cuenta que mi esposa estaba mirando desde adentro lo que estaba pasando, y aunque no parecía que estaba dañada porque estaba muy bien envuelta y tenía mucho acolchonamiento, pero de todas maneras dijimos ¿sabes qué? no nos vamos a arriesgar, este es un producto caro, si algo sufrió pues hay que hacerlos responsables a ellos, entonces yo llamé a la compañía y les dije que simplemente no queríamos el producto y le expliqué, ¿sabe qué? esa persona que estaba al otro lado no me preguntó: bueno cuán lejos fue que la tiró y vamos a llamar a ver si es verdad o no, permítanos averiguar, ella simplemente me dijo: no se preocupe, si usted no la quiere devuélvanosla y nosotros le vamos a enviar otra inmediatamente, y no esperaron ni siquiera que nosotros enviáramos la computadora cuando ya enviaron el reemplazo, no hubieron preguntas, una voz bien amable y hospitalaria, no hubo problema porque esa es la política de esa gran institución, me impactó la extremada cortesía de esa persona.

Y si usted llama a Comcast o Apple ellos siguen la misma política, claro que tratan de venderle otros productos mientras tanto, pero es así, es increíble, a veces es verdaderamente como meloso, demasiado meloso, y cada vez que usted dice algo: sí, entiendo, gracias, le repiten lo que usted dijo, es una cosa increíble.

Yo tengo entendido que esto puede llegar a extremos verdaderamente sorprendentes. Hace dos semanas estaba hablando con un joven italiano, estábamos en casa hablando con él y no sé cómo la conversación se tornó a eso de Amazon, y él me decía: mira Roberto yo vivo en Italia y me confesó algo, esta gente llega al extremo de que yo he llamado, porque él compra muchos productos de Apple y de Amazon, y todo eso, y yo he llamado y les he dicho: mire yo compré un iPhone de ustedes y lo tengo hace seis meses y ya me estoy cansando de él, y me gustaría tener otro diferente, y ellos le han dicho: pues envíe ese y nosotros le enviamos uno nuevo, y no me hacen ningún tipo de preguntas.

Yo le tuve que preguntar tres veces porque creía que o es un gran mentiroso o me estaba diciendo la verdad y me dice: yo hago eso muchas veces con diferentes tipos de productos y ellos saben, yo no les estoy diciendo que está dañado o es deficiente porque si usted les dijera ellos enseguida.

Mi hija Sonia por igual, compró un cargador, una batería para su computadora, no le estaba funcionando, los llamó y le dijeron: quédate con ese y te vamos a enviar otro inmediatamente, ni siquiera le preguntaron envíanos el otro para ver si es así ni nada, son así.

Ahora, yo les aseguro que estas instituciones siempre se salen con la suya, Amazon hace billones de dólares al año y es ahora una de las compañías más asombrosas que hay en el mundo, porque ellos saben que ganar un cliente o retenerlo es mucho más valioso. Ese producto les costó 200 o 300 dólares, ellos prefieren que el cliente escriba bien de ellos, ¿cuánta publicidad están recibiendo ellos de mí gratis? es más los voy a llamar para que me manden una comisión o algo (risas), pero esta gente tiene una mentalidad sabia.

¿Saben que la mente secular es mucho más sabia que la mente cristiana? A veces aquí a nuestra Iglesia vienen personas y en vez de nosotros decir: wow un alma nueva vamos a ganárnosla, nos dicen algo que no nos gustó y enseguida los miramos mal o piden sentarse al lado nuestro y nos molesta tenerlos aquí al lado en vez de tener la mentalidad, por eso el Señor Jesucristo dijo: los hijos de este siglo son más sabios en el trato a sus semejantes que los hijos del Reino de la luz porque esa gente sabe cómo ganar clientes.

Es mucho más fácil ser simpático y flexible que salirse con la suya a corto plazo y perder un cliente permanentemente. ¿Cuáles son los clientes de la Iglesia de Jesucristo? No somos nosotros, no es usted, el cliente está allá afuera, nosotros existimos para traer clientes al Reino de Dios, para pegarlos, para convertirlos en clientes del Espíritu Santo, de la Palabra de Dios, el Reino de Dios, cada uno de nosotros es un vendedor del Reino de los cielos hablando de una forma muy reverente, cada uno de nosotros tiene un producto excelso, eterno, perfecto que vender y ese se llama Cristo y la Palabra de Dios.

Y entonces ¿a quién vamos nosotros a servir, a quién servimos nosotros? Nosotros servimos a la gente que necesita conocer el Evangelio y cualquier cosa que sea necesaria, cualquier sacrificio que sea necesario lo tenemos que hacer para que mucha gente venga al conocimiento de Jesús.

Pablo sabía lo que es ser un vendedor eficiente del Evangelio, en ese pasaje que acabamos de leer Primera de Corintios 9 vemos que Pablo tenía una consciencia muy clara de la importancia de ganarse a sus clientes, él sabía que lo más importante era ganarse un alma y por eso decía: si me tengo que disfrazar de payaso lo hago porque lo importante es ganar una alma para Cristo. Con los judíos yo hablo el lenguaje de los judíos, con los griegos yo hablo el lenguaje de los griegos, con la gente altamente educada yo hablo como si fuera una persona altamente educada, con el sencillo hablo el Evangelio sencillamente, con el pecador yo trato de hacerlo sentirse bien para ver si lo gano.

Muchas veces nosotros nos ponemos de santurrones, usted ve que la gente nos tiene miedo muchas veces. A veces a mí cuando yo estoy conversando con gente que no conoce al Señor dicen algo y: ¡oh! perdóneme Pastor porque dije una palabra que, y yo les digo: tranquilo no te preocupes, ya he oido esa palabra veinte mil veces; nosotros no, nos tapamos los oídos y nos ponemos todos santurrones de momento, y la gente nos coge miedo.

Si usted quiere evangelizar almas sea sencillo, diga chistes con ellos, hable de pelota, hable del cine, hable de la música, hable de buena comida, infórmese acerca de los periódicos, acerca de lo que está pasando en el mundo. Muchos de nosotros vivimos en una burbuja evangélica y lo único que hacemos es leer libros evangélicos, ver películas evangélicas y creemos que eso es santidad, todo depende.

Yo vivo leyendo porque necesito mantenerme al día porque mi trabajo es vender el Evangelio y yo necesito hablar con gente moderna, gente clásica, adultos, jóvenes, lo que sea y nosotros tenemos que estar entrenándonos y preparándonos para ser buenos vendedores del Evangelio de Jesucristo y tenemos que usar cualquier medio. Esta Iglesia si va a ser verdaderamente evangelística tiene que ser una Iglesia hospitalaria, cada uno de nosotros tiene que sentir una gran responsabilidad por el que entra por esas puertas.

Si usted va hacia la puerta de salida y usted encuentra a alguien que no conoce puede que sea un visitante, salúdelo, póngale buena cara, dígale: Dios te bendiga, si está mal vestido dígale: wow qué linda está esa ropa, si le huele mal el aliento dígale: wow tu aliento huele a azucenas, pégesele bien de cerca para que no se dé cuenta, si está borracho déle un abrazo dígale: Dios te ama, Dios tiene grandes cosas para ti pero no sea santurrón al decírselo, dígaselo de una forma respetuosa, si camina de una forma que a usted no le guste déle la mano de todas maneras y bendígalo, no importa cuál sea su trasfondo.

El Evangelio yo digo que es de teflón, no se le pega a nada, si es algo malo el Señor se lo lleva no se preocupe, hay gente que le dan la mano y le dan la punta de cuatro dedos porque tienen miedo que si le dan la mano a alguien que es impuro se le va a pegar un demonio o algo así, yo siempre le digo a la gente: déme la mano completa porque piensan que si le dan la mano a un hombre como que están siendo sensuales y ¡qué, tenemos que despejarnos de esas cosas hermanos, el Evangelio es libertad en Cristo Jesús, hay que reírse!

La gente quiere venir a un lugar donde hay risa, donde hay compañerismo, donde hay soltura, donde hay danza, donde hay vida, donde hay prosperidad, donde hay liviandad de espíritu, donde hay naturalidad; sólo nosotros pensamos que mientras más serios somos y más exigentes más la gente va a entrar, es todo lo contrario.

Los fariseos hablaban mal de Jesús porque le gustaba estar en las fiestas y en las bodas, el primer milagro que el Señor hizo lo hizo en una boda. Yo creo que aunque los Evangelios mencionan a Jesús riéndose pero yo creo que la sonrisa más bella que se ha dado en este mundo era la sonrisa de Jesús. La carcajada más simpática fue la de Jesús. Yo sospecho que el Señor era un gran contador de buenos cuentos y que a la gente le gustaba tenerlo al lado y estar con Él porque Él era así.

Saqueo un terrible pecador simplemente el Señor lo vió subido en un árbol y le dijo: Saqueo bájate de allí porque hoy nos vamos a comer un arroz con pollo en tu casa, se invitó a su casa, y cuando Él estaba allí comiendo Saqueo ya había invitado a todos sus compañeros, y los santurrones del pueblo diciendo: oh mira, se está reuniendo con los publicanos, con los fariseos, y Saqueo conmovido con la simpatía del Señor se levantó en medio del día de esa reunión y le dijo: Señor yo reconozco que soy un pecador y si le he robado a alguien se lo devuelvo cuadruplicado, el amor del Señor, la simpatía del Señor convirtió a Saqueo y me imagino que a muchos de sus compañeros también.

Cuando la mujer vertió un vaso de alabastro con un perfume costosísimo sobre la cabeza del Señor y enjugaba el cuerpo del Señor con sus propios cabellos había un santurrón que dijo: mira si este fuera un verdadero profeta no dejaría que esta mujer de mala fama se acercara a él y el Señor dijo: Déjenmela tranquila porque esto lo está haciendo para Mi sepultura.

¿Sabe que al Señor le gusta cuando la gente lo adora en espíritu y en verdad y con soltura? Yo creo que al Señor no hay nada que le guste más cuando un pecador lo adora y está buscando de Él y viene a la Iglesia con todo y su pecado, porque ahí Él puede tratar con ellos y nosotros tenemos que hacer las puertas de la Iglesia más anchas, no más estrechas y tenemos que vivir para los inconversos, tenemos que incomodarnos para los inconversos hermanos, tenemos que pedirle al Señor que nos dé Su corazón sensible y sencillo, y que nosotros vivamos con una sola meta y es de traer el mayor número posible de almas al conocimiento salvador de Cristo Jesús, salvar un alma de la perdición eterna amerita cualquier tipo de sacrificios.

Mientras yo he estado predicando estos sermones el Señor me ha estado embargando a mí mismo con ese sentido de pasión por las almas, yo le he pedido al Señor que me haga sentir dolor. ¿Sabe lo que es? La Biblia dice y nosotros creemos la Palabra del Señor que si usted no tiene a Cristo no tiene al Padre, el que no tiene al Hijo no tiene al Padre, por eso el Señor mandó a Jesucristo para que ninguno se pierda sino que todos procedan a salvación eterna.

Ese Evangelio que dice que la gente no se pierde porque Dios ama demasiado para que la gente se pierda ¿para qué entonces el Señor se incomodó de la manera que lo hizo para venir a esta tierra, hacerse un hombre humilde y sencillo, despojarse de Su gloria, pasar treinta y pico de años en la Tierra, entrenar a todo un grupo de personas para la empresa mayor de todas que era predicar el Evangelio, ¿para qué se subió a una cruz y derramó Su sangre perfecta y preciosa si no era porque Él sabía que era a través de Su sacrificio que la humanidad iba a ganar salvación y vida eterna?

La Palabra del Señor dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su hijo unigénito para que todo aquél que en Él cree no se pierda” no se pierda “sino que tenga vida eterna.” La Palabra del Señor también dice: “Porque no hay otro mediador entre Dios y los hombres sino Jesucristo hombre” a mí me gustaría francamente, yo preferiría que no fuera así. Yo quisiera que toodo el mundo pudiera entrar al Evangelio sin ningún tipo de precondiciones pero al Señor le plació que fuera a través de Su Hijo. En el día de Su bautismo el Señor dijo: Este es Mi Hijo amado en quien tengo complacencia, y si Dios lo dijo es así, no hay otra manera de entrar al Reino de Dios si no es a través de Jesucristo, entonces nosotros tenemos que compartir porque un alma que se pierde para la eternidad eso es una pérdida terrible.

Dios dió a Su Hijo para que un alma se salvara, para que ninguno se pierda, y nosotros tenemos que entender esto. Yo le pido a Dios que nos dé absoluta consciencia de que salvar una alma de la perdición eterna ¿y qué es la perdición eterna? Es estar en una eternidad sin tener comunión con Dios. De alguna forma va a haber una dimensión que yo no entiendo cómo va a ser esa dimensión donde la Presencia de Dios no alcanzará, donde el rostro de Dios no iluminará, donde la Presencia del Señor no mantendrá una vida preservada.

Yo creo que el criminal más grande de este mundo es reconocible como un ser humano porque de alguna forma la gracia de Dios lo toca, pero un día ese criminal no tendrá acceso a esa gracia preservadora de Dios y entonces yo creo que su ser estará en total agonía mental, espiritual, porque la obra unificadora de la gracia de Dios hará que este ser sea eminentemente esquizofrénico, totalmente dividido. Para mí ese es el infierno, es la separación de todo pensamiento porque la gracia de Dios no unifica y no preserva, yo no creo necesariamente que es con un demonio vestido de una pijama roja punchando a alguien con un tridente, yo creo que es mucho más sofisticado que eso pero lo que sea yo no quiero estar allí y no quiero que mis seres queridos tampoco estén allí, y hay que decirles: arregla tus cuentas hoy, hoy es el día de la salvación.

Hay que predicar esa Palabra porque salvar una alma del infierno amerita cualquier tipo de sacrificios. Cuando estamos claros con respecto al valor de una alma ningún sacrificio es demasiado grande, yo le pido al Señor haznos conscientes del valor de un alma.

Yo estoy leyendo ahora mismo una biografía de D.L. Moody, Dwight Lyman Moody, uno de los grandes evangelistas del siglo XIX, me ha impactado su pasión consumidora por las almas. Moody cuando era joven dejó una prometedora carrera como comerciante, como vendedor y empresario que estaba haciendo mucho dinero en Chicago a los veinte y pico de años para dedicarse al Evangelismo, y el Señor lo bendijo, y él empezó evangelizando a los niños. La gente lo llamaba crazy moody porque él sentía una pasión muy grande por los jovencitos en una ciudad que se estaba expandiendo frenéticamente como Chicago en 1865 o 70 por ahí, y había una cantidad de niños, imagínese hace 200 y pico de años no había cuidado de niños como hoy en día, las agencias sociales y había una cantidad de niños en la ciudad de Chicago abusados, maltratados por sus padres, habían cientos y miles de esos niños corriendo por las calles de Chicago desatendidos durante el día, y Moody sentía una gran pasión por esos niños.

Y comenzó una clase de escuela bíblica en las noches, el sábado en la noche y se iba a buscar a los niños por uno de los peores vecindarios de Chicago que la gente le decía: no te metas allí porque te van a matar, y allí iba Moody con un par de amigos recogiendo a esos niños y llevándolos, y él abrió un lugar que había sido una barra, lo alquiló y lo limpió, y allí estableció una escuela biblica donde llegaron cientos y cientos de niños a escuchar el Evangelio. De hecho el presidente Abraham Lincoln llegó y visitó esa barra porque ya se había expandido la reputación de Moody, y allí él tenía que jugar con ellos y hacerse como un niño, saltar y bailar con ellos, solamente oían unos tres o cuatro minutos y después ya perdían la atención, y Moody hacía todo lo posible, les daba pedacitos de azúcar, la gente lo criticaba porque dizque estaba sobornando a los niños con pedacitos de azúcar para traerlos al Evangelio, por eso lo llamaban crazy moody porque él hacía todo lo que fuera necesario para ganarse a esos niños.

Y poco a poco esos niños fueron aprendiendo a poner atención, y cuando ya estaban un poquito entrenados él los sacaba y los ponía en una clase de Evangelismo, y esos niños fueron transformados por la Palabra de Dios, y yo creo que ese amor que Moody tenía y su humildad en tratar con los niños primero fue lo que entonces permitió que Dios lo pusiera como uno de los grandes evangelistas en el mundo y en Europa, Moody llegó a ganarse cientos de miles de almas, se dice que es uno de los hombres que más almas ha ganado para el Evangelio y estableció instituciones que todavía existen como el Seminario Moody en Chicago y otras instituciones parecidas, porque amaba a las almas y Dios lo exaltó.

Moody decía: no hay más grande honor que ser un instrumento en la manos de Dios para llevar a una persona fuera del reino de Satanás a la gloriosa luz del cielo. Otra cita de él dice: no necesitamos más experiencias en el monte de la transfiguración, cuando un hombre se pone tan alto y se cree tan alto que no puede alcanzar hacia abajo aún perdido entonces hay algo malo en su experiencia cristiana.

Si León de Judá va a convertirse en una Iglesia verdaderamente evangelística tendrá que hacer grandes sacrificios, tendremos que olvidarnos de nosotros mismos y de nuestra comodidad personal para que Dios pueda usarnos como una Iglesia verdaderamente poderosa y profética en esta ciudad. Muchos decimos: yo quiero ver nuestra Iglesia evangelizando pero hay un precio que pagar: tu comodidad, tus preferencias, tus privilegios.

Hay muchos líderes que no les gusta que vengan otros líderes a trabajar cuando más personas vienen al Evangelio porque ven como que les están quitando su posición y pelan los dientes como un perro que le están queriendo quitar el hueso, y enajenamos a la gente. Hay mucha gente que está muy cómoda sentada allí con sus espacios y les molesta cuando viene un ujier y les dice que levanten su cartera para que otra persona se pueda sentar porque les gusta tener los dos brazos abiertos y cruzar las piernas, y descansar, y disfrutar del servicio, pero si viene mucha gente al conocimiento de Jesucristo tú vas a tener inclusive que ceder tu asiento, ¿tú estás dispuesto a hacer eso? Hay que incomodarse para servir a Jesucristo.

Yo le digo que muchas veces el Señor me ha traído a la mente cuando nuestra Iglesia comenzaba apenas en sus mismos comienzos, yo todavía no era el Pastor, era un laico que apenas que servía en la Iglesia, estaba el Pastor Vergara predicando y yo recuerdo esa imagen en mi mente de yo sentado junto con Meche con mis piernas cruzadas de lo más tranquilo escuchando el sermón y disfrutando, y yo a veces añoro eso. A veces voy por las calles de Boston y de Cambridge los domingos caminando hacia la Iglesia y veo a través de las vitrinas de un restaurant la gente leyendo el New York Times tomándose una piña colada o un bloody mary con el periódico esperando un buen bronch y yo yendo a la Iglesia a sudar la gota gorda allí predicando, pero ¿sabe qué? eso es un gran privilegio para mí, yo le doy gracias al Señor que así sea.

A mí me gustaría estar allí leyendo el New York Times pero servir a Cristo es mucho mejor como dice la Palabra, ser usado por Dios para traer almas al conocimiento de Cristo y avanzar el Reino de Dios es el mayor privilegio que yo pueda tener, y mi familia ha ganado mucho más por ser una familia que sirve al Señor que si hubiéramos ganado nuestra vida. La Biblia dice que el que pierde su vida la ganará. Cuando usted sacrifica sus sueños para Cristo el Señor le bendice mucho más allá de sus expectativas.

Yo recuerdo el precio que nosotros tuvimos que pagar para venir aquí a Boston dejando la comodidad de Cambridge, dejamos un edificio que no teníamos que pagar por ello lindísimo, precioso con un órgano que era precioso escucharlo en un vecindario sin crímen ni nada, muy elegante y dejamos todo eso por seguir el llamado del Señor para venir aquí a Boston para estar mejor ubicados, para poder alcanzar a nuestra gente, yo pensaba en los latinos solamente porque mi fe sólo daba para eso, y cuando llegamos aquí yo les he dicho ya lo tétrico que era este lugar, pero el Señor nos ha bendecido más allá de nuestras expectativas.

Yo le doy gracias a Dios que tuve el valor de escucharlo y atrevernos a sacrificarlo todo, y no solamente no hemos sacrificado nada sino que hemos ganado mucho más porque nos atrevimos a creerle a Dios y lanzarnos al vacío confiando que el Señor era poderoso para bendecirnos, hay que salir de su zona de comodidad, hay que creerle al Señor.

Para muchos que nos veían salir de la comodidad de Cambridge a un lugar tan difícil como era este hace veinte años nuestra mudanza a Boston les parecía una verdadera locura, a mí también me parecía una verdadera locura, pero Dios bendijo nuestra fe mucho más allá de lo que nos hubiéramos imaginado y todavía digo que no hemos visto todo lo que Dios tiene para nosotros, estamos al borde simplemente de ver la gloria de Dios.

Cuando hacemos la Voluntad de Dios aunque nos cueste grandemente al inicio siempre recibiremos mucho más de lo que aparentemente sacrificamos, ese es el mensaje de Filipenses 2:5 al 11, uno de mis pasajes favoritos, que nos dice: “Haya pues en ustedes el mismo sentir que hubo en Cristo Jesús, el cual siendo igual a Dios no tomó el ser igual a Dios como cosa a qué aferrarse sino que se despojó a Sí mismo y asumiendo la forma de hombre se hizo obediente hasta la muerte y muerte de cruz, por lo cual Dios lo exaltó hasta lo sumo y le dió un nombre que es sobre todo nombre para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla de lo que está en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra”, dice: haya en ustedes el mismo sentir, en otras palabras nosotros tenemos que imitar a Cristo en Su disposición de imitar al Padre.

¿Por qué vino Cristo a la Tierra? porque el Padre le dijo: Tú eres Mi única solución, alguien tiene que pagar el precio del pecado de esa humanidad para que esa humanidad pueda ser salvada, y el Señor dijo: Padre aquí estoy, hágase Tu Voluntad y no la mía, y el Señor se despojó de Su gloria, tomó la forma de un bebé balbuceante, inocente, frágil y entonces empezó esa carrera, y un día se tuvo que subir a la cruz después de ser magullado y torturado, y avergonzado, y derramó sangre perfecta y preciosa.

Y ese proceso de autohumillación dice que por esa razón Dios entonces le dió un nombre que es sobre todo nombre, porque cuando tú te humillas en Cristo eres exaltado, cuando tú lo pierdes todo lo ganas todo, cuando tú humillas tu orgullo y tu vanidad, y tu comodidad, y tus prerequisitos, y tus sueños, y te desvives para que el Reino de Dios avance Dios no se cansa de bendecirte, te lo puedo decir por experiencia propia.

A través de nuestra vida hemos visto la gracia de Dios descender sobre nosotros, mientras más le hemos dado más hemos recibido. Yo soy deudor de Cristo Jesús y nadie me admire ni me respete por lo que, lo he hecho por interés personal porque he aprendido que cuando tú le das al Señor Dios más te bendice y te recompensa, y no hay como un creyente vivir como Cristo vivió dándose a él, entregándolo todo al Señor.

¿Estás tú dispuesto verdaderamente a pagar el precio? Yo digo eso y yo sé pero muchos decimos amén y no sabemos lo que estamos diciendo porque si usted supiera lo que está en mi mente usted se asustaría ahora mismo. Hay que vivir de esa manera.

En el pasaje que leímos de Primera de Corintios el Apóstol Pablo habla de hacerse como judío con los judíos, hacerse débil para los débiles, de vivir bajo la ley para los que están bajo la ley a fin de ganarlos a todos para Cristo, eso tiene implicaciones muy prácticas, muy concretas para nuestra vida, ¿cómo podemos aplicar eso a nuestra condición actual como Iglesia, como individuos?

Las iglesias crecientes, las iglesias evangelísticas, las iglesias que Dios está usando y ha usado a través de los siglos generalmente comienzan con una visión evangelística y empresarial y Dios las bendice porque están siendo empresariales, están negociando para el Reino, pero muchas de esas iglesias ¿sabe qué pasa? que con el tiempo se olvidan del llamado original y se tornan en iglesias cómodas y establecidas, se enamoran de sus propiedades, se enamoran del programa cada domingo, se enamoran de lo predecible del programa y del control, se hacen juntas y gobiernos, y entonces escogen a los mejores diezmadores, y esos diezmadores se convierten entonces en un grupo de interés, la gente ya no quiere que sus hijos se mezclen con la gente de la calle que vendrán a la Iglesia, no quieren que les ensucien las paredes y entonces se tornan en protectoras propietarias, y entonces dejan de pensar en los que están afuera, los que necesitan ser salvados por el Evangelio.

Alguien ha dicho que la única institución que existe para servir a los que están fuera de ella es la Iglesia porque toda corporación trabaja para sus clientes, sus intereses personales internos pero la Iglesia existe para los que no tienen nada que ver con ella para que puedan venir y conocer a Jesucristo.

Nosotros tenemos que desarrollar la mentalidad de que cualquier cosa que nos permita ganar almas debe tener la prioridad, cualquier cosa, diga conmigo: cualquier cosa, no importa que nos incomodemos o que nos cueste tiempo o dinero si nos conduce a la salvación de almas eso es lo que tenemos que hacer hermanos. Para nosotros la Congregación hispana, voy a hablar un momento a los que hablan español solamente, eso quiere decir que Dios nos ha llamado no sólo a ganar almas de los hispanos sino a la gente de todas las razas, las culturas y las lenguas de esta ciudad.

Cada día nuestra Iglesia se convierte más y más en una Iglesia internacional, ya no somos una Iglesia solamente latina. Cuando yo voy a diferentes lugares y me piden que me presente yo digo: yo soy el Pastor Miranda y pastoreo una Congregación multiétnica, antes yo decía una Iglesia latina pero me he estado entrenando porque ya no es así, ya nuestra Iglesia tiene que identificarse como una Iglesia que le ministra a diferentes razas, diferentes culturas como vimos el domingo pasado el domingo de resurrección en el servicio de las 9, esto estaba lleno de afroamericanos, anglosajones de diferentes nacionalidades europeas, africanos, asiáticos, caboverdeanos, familias mixtas. Un microcosmo de la humanidad estaba con nosotros ¿y no creen que eso es un gran privilegio para nosotros hermanos? En vez de quedarnos en el guetto latino Dios nos está llamando a evangelizar a las naciones, eso es un gran privilegio.

No podemos tornarnos en una Iglesia protectiva que diga: no, nosotros los latinos fuimos los que construimos, los que dimos dinero y ahora nos quieren quitar, esta Iglesia no es suya ni es mía, es del Reino de Dios, créalo, recíbalo en el Nombre del Señor. La gloria suya es ser un instrumento para el esparcimiento del Evangelio a donde quiera que sea, ya usted tiene la salvación así que confórmese y ahora sirva al Señor.

Si el Señor quiere llenar esto de todas las razas, las culturas y las etnias gloria a Dios porque el Señor dijo: Id a todas las naciones, no dijo solamente vayan a los hispanos. Todo lo que Dios nos ha permitido hacer aquí es de Él, es para Él y para Su gloria ¿y sabe qué? si usted adopta una mentalidad de distribuir el Reino Dios le va a bendecir a usted grandemente, no se agarre de nada, no se aferre porque si usted se agarra eso se convierte en una uña que crece hacia adentro y le hace daño, ponga a correr el Evangelio, sacrifíquelo todo, délo todo, olvídese de su privilegio.

¡Oh! mi privilegio es porque yo llevo aquí 20 años en León de Judá, mentira, dé la bienvenida al primero que llegue y sepa que ese es más valioso de lo que usted ahora es, usted ya sabe a dónde va, sabe lo que es, desvívase para que ese llegue al mismo nivel que usted, incomódese, entréguelo todo para el Reino de Dios. Si usted es un líder mire, que vengan otros líderes, entregue su puesto, no se preocupe que el Señor le encontrará otro puesto; lo que pasa es que la gente se enamora de lo que tiene, lo que es y entonces se estanca y se les pudre en las manos. Dé, entregue, déle gracias al Señor por otros que vienen.

Yo recuerdo cuando Dios estaba trayendo a León de Judá a otro avivamiento hace veinte y pico de años antes de mudarnos acá, cuando vino el Espíritu Santo sobre nuestra Iglesia y los dones comenzaron a fluir en Iglesia Bautista Central Dios comenzó a traer gente de fuera, gente que conocía del poder de Dios y que se convirtieron en una ayuda ¿y sabe quiénes fueron que causaron un problema? los líderes antiguos, los diezmadores, los maestros de escuela dominical, los que no les gustaba que León de Judá estuviera comenzando a fluir en los dones del Espíritu Santo, y me acusaban de haberles robado su Iglesia.

Y llegó el punto de que después de unos cuantos meses esta Iglesia comenzó a convertirse en una Iglesia dividida, y yo comencé a escuchar por allí de la gente que estaba molesta y que pensaban que Roberto les habia robado su Iglesia, así una hermana querida, una de las mujeres que yo más amé, una señora mayor llegó a decir que les habíamos robado, que yo le había robado su Iglesia, y tanto me dolió escuchar eso de parte de una mujer que yo tanto amé, pero nuestra Iglesia comenzó a amargarse porque esos líderes no querían progresar.

Dios estaba haciendo cosas, estaba cambiando la música, estaba cambiando mi forma de predicar, estaba cambiando el tiempo de la ministración, estaba cambiando la composición del liderazgo, estaba cambiando cosas, por eso es que yo les digo a Pastores con quienes yo hablo: mira no pidas avivamiento si no estás dispuesto a pagar el precio porque cuando una Iglesia comienza a cambiar y hay una efervecencia todas las estructuras comienzan a revolucionarse y los que están acostumbrados al status quo se sienten mal.

El caso es que eso llegó a un punto en que yo tuve que propiciar una división gentil de la Iglesia e invité, llamé al Pastor que fundó nuestra Congregación que estaba en ese tiempo disponible, le dije: ¿le gustaría venir a Boston Pastor de nuevo? porque yo sé que mucha de esa gente estaba penando por esos tiempos suaves y tranquilos de León de Judá, y le dije: ¿le gustaría venir a fundar una Iglesia que hay? Nosotros le vamos a apoyar con dinero, un lugar y vamos a donar todos los líderes que se quieran ir con usted, y así lo hicimos.

Se me fueron los diezmadores, se me fueron los músicos, se me fueron los maestros, la Iglesia se quedó con gente nueva, los ingresos bajaron a la mitad y fue doloroso porque yo hice un llamado y se fueron un 25% de la crema de la crema supuestamente pero eran conservadores que no querían cambiar, querían que la Iglesia se quedara en una Iglesia bautista tradicional.

Pero ¿sabe qué? que al final de ese año y ese año con la tristeza de ver la Iglesia reducida, de no ver en las bancas gente que yo amaba y de saber que éramos una Iglesia en luto, pero entonces el Señor comenzó a traer nuevos músicos, comenzó a traer adoradores en el espíritu. Díganme si yo estoy mintiendo los que estuvieron en ese tiempo allá, ustedes saben que yo estoy diciendo la verdad hermanos, comenzó a traer gente ungida que nos levantaron los brazos porque yo no tenía experiencia en el Espíritu Santo, los dones comenzaron a moverse entre nosotros y al final ese año teníamos el mismo número de gente que teníamos antes de la división y el mismo presupuesto, y en ese tiempo ya Dios me dió la visión, el sueño del León de Judá que nos trajo aquí a esta Iglesia, y si hubiéramos tenido a esa gente conservadora jamás hubiéramos podido venir aquí a Boston porque se hubieran opuesto a ello, pero hay que atreverse a incomodarse, hay que atreverse a ir a mirar al abismo y contemplar lo que Dios quiere que se haga.

Las iglesias se mueren porque no están dispuestas a morir, el Señor dice que si el grano de trigo no cae a tierra y muere queda solo, hoy en día hay mucha gente que se queja de que las iglesias no están creciendo, de que la sociedad, pero es que mire, mire las iglesias en nuestro tiempo, yo no quiero ser crítico pero no escuchamos muchas veces el Espíritu Santo porque si escucháramos el Espíritu Santo tendríamos que cambiar el estilo, tendríamos que hacer algo diferente porque el viento de Dios sopla por donde le da la gana, y a nosotros a veces nos enamoramos de la barca y de la dirección hacia donde vamos y le decimos: Señor no nos molestes, ya estamos demasiado viejos, ya déjanos ahora vivir, retirarnos aquí en el espíritu y trabaja ya Tú con otro que venga después.

Hay iglesias que no quieren crecer porque si crecen les quita su intimidad y su comodidad, y ese sentido de ser una familia pequeñita. Usted vive para traer almas al conocimiento de Cristo, para avanzar al Reino de Dios, usted no vive para su comodidad. Yo ví el domingo pasado en el servicio de las 9 lo que en mi mente he visto del servicio en inglés. ¿Usted sabe por qué nosotros comenzamos el servicio en inglés que se da allá en el otro santuario? Porque yo siempre he entendido que Dios nos llama no sólo a servir a los hispanos sino que nos ha llamado a ser una Iglesia que sirva a toda la ciudad de Boston, y yo dije: voy a comenzar un servicio en inglés porque yo he sabido que si esa comunidad crece va a haber un impacto sobre esta ciudad extraordinario.

Y este domingo pasado yo no sé cuántos estuvieron aquí en el servicio de las 9, ¿algunos estuvieron en el servicio de las 9? la mayoría viene a las 12, pero yo ví que este santuario aquí estaba lleno y parte de arriba también, pero lo que me impactó fue que una tercera parte de la gente que vinieron eran o inconversos o gente nueva buscando del Señor. Ví afroamericanos, ví asiáticos, ví caboverdeanos, ví latinos que dominan el inglés, ví una señora que hace tiempo me ha hablado de sus hijos que por razones largas de explicar no habían venido a la Iglesia y ese domingo llegaron, son angloparlantes y ellos hablan inglés solamente porque la esposa del hijo es norteamericana, y yo les pregunté: qué tal, ¿qué les pareció? Porque yo los saludé y me dijo: mira están encantados, habían sido heridos por una Iglesia que se había separado hace tiempo, hacían meses y meses que no iban a ninguna Iglesia.

Y ese día al yo ver esa Congregación tan diferente yo dije: mira, wow, esto es lo que León de Judá puede llegar a ser, y eso quiere decir quizás que vamos a tener que aumentar la frecuencia de nuestros servicios en inglés, y muchos latinos se van a sentir mal por eso y van a decir: nos están robando la Iglesia, yo espero que no. Yo no sé cuántos aquí dicen: no, nosotros somos una Iglesia hispana y ahora vienen estos gringos desteñidos a quitarnos la Iglesia, tenga cuidado; sacrífiquese, lo que importa es una alma. Una alma es una alma sea negra, sea blanca, sea homeless, sea joven, sea niño, un alma es eterna, un alma es infinitamente valiosa, no importa el ropaje que tenga. Una persona andrajosa vale igual que el presidente de esta nación para los ojos de Dios, es un alma, es un espiritu eterno, tiene la imagen de Dios en él o en ella no importa qué raza, no importa qué cobertura externa tenga. Mire lo de adentro, mire esa energía divina que va a existir por toda la eternidad y que si no encuentra un lugar donde escuchar el Evangelio se va a perder por toda la eternidad, ese es un precio que usted tiene que estar dispuesto a pagar.

A mí me encantaría venir a la Iglesia y predicar el mismo sermón en español, a mí me complica la vida tener que predicar bilingüe y tener que predicar dos idiomas muchas veces pero ¿sabe qué? qué privilegio tan grande es eso hermano. Nuestro ministerio se ha anchado, nuestras vidas han sido bendecidas, la grandeza en el Reino de Dios cuesta, la corteza exterior se tiene que quebrar.

Usted sabe que si un grano de trigo o de frijoles o lo que sea no se pudre por fuera la vida que está por dentro no puede interactuar con la tierra y recibir los nutrientes de la tierra? se queda solo. Coja un grano de garbanzo o de lo que sea y póngalo en una mesa y venga cinco días después a ver si es el mismo grano, sería loco pensar que ese grano que usted puso sobre esa superficie se va a convertir en una mata, no puede. Ahora métalo en la tierra y que ese grano comience a romperse con la humedad y el frío, y los nutrientes de la tierra, ese grano se abre, se parte por fuera y si pudiera decir ¡ouch! lo haría, le dolería, pero entonces la vida comienza a surgir y una mata entonces se hace posible, y esa mata da muuchos granos como ella, y se convierte en algo fructífero y bello como ella, y así es la vida suya y la mía.

Si nosotros estamos dispuestos a pagar el precio y morir a nuestras preferencias, morir a nuestra comodidad, morir a lo que nosotros decimos: esto es mío, esto yo me lo gané, yo di en toda esa campaña financiera que el Pastor hizo y ahora me vienen a quitar lo que es mío, hermano reprenda eso en el Nombre del Señor.

Yo siento ¿no? que estoy alcanzándoles en esta Palabra y que ustedes resuenan conmigo, que entienden lo que estoy diciendo. Vamos a pagar el precio y el Señor nos dará un edificio más grande que este en el futuro sin dolor si es necesario para que el Evangelio siga creciendo porque cuando usted le da al Señor el Señor no se cansa de bendecir su vida y de multiplicar sus posibilidades, el Señor le exaltará.

Yo le pido al Señor: ayúdanos a pagar el precio sea lo que sea, dar más dinero para Ti gloria a Ti, dar más tiempo para Ti gloria a Ti, vivir en una manera más santificada para que el Señor te pueda usar más, pídele al Señor que te torne en un instrumento, eso tiene un precio. Vas a tener que orar más, santificarte más, sacrificarte más, ser un buen trabajador porque el Evangelio no se predica en calzoncillos, hay que predicarlo con integridad. Si tú estás venveteando todo el tiempo y desperdiciando el tiempo de tu jefe no pretendas evangelizarlo, se un buen trabajador, se un buen amigo, se un buen hermano, se generoso vive como un vendedor 24 horas al día que en un momento tienes que ofrecerle tu producto y será mejor que te hayas ganado a tu cliente, santifícate, ora más, entrega más, adopta una mentalidad de discípulo.

Dios no va a usar una persona tibia, Dios no usa una persona que viene a la Iglesia y poncha la tarjeta de evangélico y ya se cree que es un discípulo, un discípulo vive 24 horas al día con su identidad de discípulo. El Reino de Dios tiene demasiados evangélicos, lo que se necesita son discípulos que imiten a su Señor, que reflejen el carácter de Jesús, que vivan para Él, que hayan entregado todo y lo hayan puesto todo a los pies del Señor, y que le digan: Señor lo que Tú quieras es Tuyo, lo que Tú me pidas yo te lo daré, que cojas una hoja en blanco y pongas tu firma abajo y digas: Señor escribe aquí lo que a Ti te dé la gana; mi dinero es Tuyo, mi tiempo es Tuyo, mi sueño es Tuyo, mi privacidad es tuya, mi diversión es Tuya, mis talentos son Tuyos, mi matrimonio es Tuyo, esa casa que yo tanto amo es Tuya, todo lo que Tú quieras lo pongo a Tus pies Señor.

Y si tú vives así vas a conocer la felicidad más grande, vas a conocer a Jesucristo verdaderamente, porque tú no puedes conocer a alguien que lo dió todo a menos que tú no lo des todo verdaderamente. Pablo dice: yo lo perdí todo para ver si conozco a Cristo en Sus padecimientos y en Su resurrección. Si tú quieres verdaderamente a Jesús tienes que ser como Jesús y vivir como Jesús, y tienes que hacer de Él verdaderamente tu mentor, y un discípulo es uno que imita a su mentor en todas las áreas. Si Dios va a hacer algo en tu vida y si tú vas a conocer lo que es el verdadero provecho del Evangelio deja que tu carne se muera, deja que tu corteza se muera. Se como el grano de trigo que cae en tierra y muere y atrévete a tirarte a ese abismo, créeme que no vas a despedazarte porque el Señor mandará Sus ángeles para que te tomen en sus brazos y te dé una vida realmente fructífera y realizada.

Si tú quieres la realización personal muere a todo lo que te da placer y a todo lo que tú consideras importante, y vive para Él, y arrójate por el abismo, y tú verás que el Señor nunca te dejará despeñar, ese es el llamado del Señor para esta Iglesia, lo que cueste Señor, lo que Tú quieras lo haremos.

Póngase de pie un momento y entréguele al Señor su vida, entrégueselo todo. Yo le pido al Señor que los próximos años que me quedan yo quiero ser como una bola de cañón disparada para gloria de Dios, mi gran privilegio será vivir como un soldado para Cristo. Francamente no quiero comodidad, no quiero nada excepto saber que estoy sirviendo al Señor y que estoy en el centro de Su Voluntad, y yo te llamo a ese estilo de vida mi hermano.

Repúdialo todo, entrégalo todo, sacrifícalo todo. Tu cuenta de banco, tu sueño de volver a tu país y comprarte una casita y vivir allí hasta que te mueras, lo que sea entrégaselo al Señor, ponlo en Sus manos como el joven rico al que el Señor le dijo: vende todo lo que tienes y entrégaselo a los pobres, y entonces sígueme, ¿estás tú dispuesto a hacer eso para encontrar la felicidad? Si tú estás dispuesto a hacer di: Señor amén, yo te entrego mi vida ahora mismo, te entrego todo lo que soy, todo lo que tengo, arrepiéntete, arrepiéntete de tu comodidad en el Evangelio.

Arrepiéntete de tu deseo de ganar tu vida y entrégasela al Señor si te atreves, si lo estás haciendo de corazón te estoy diciendo: esto es peligroso. Yo se lo pedí, yo recuerdo muy bien cuando estaba en Harvard hace treinta y pico de años yo dije: Señor, mi vida lo que Tú quieras aquí está y miren el lío en que me metí, gloria al Señor por eso. Cuando usted le pide al Señor es peligroso, entregue su vida al Señor ahora mismo.

Joven entrégale tu vida al Señor y tú verás que Dios te dará tus sueños o te dará un sueño mayor y más noble. Entrégale tu matrimonio al Señor. Hombre: entrégale tu hombría al Señor, entrégale tu orgullo, entrégale tu vanidad varonil, entrégale tu dureza, entrégale tu masculinidad y dile: Señor hazme un pedazo de pan blandito para gloria Tuya para que me puedan comer los demás, sacrifica todos tus placeres y todo lo que tú amas, entrégaselo al Señor.

Jesucristo es la resurrección y la vida

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Quiero compartir con ustedes un pasaje de la escritura que se encuentra en el Evangelio según San Juan, el capítulo 6. Queremos celebrar y memorizar este día tan especial en toda la cristiandad. Vamos a ir al versículo 37 y quiero conectar la resurrección de Cristo con nuestra propia esperanza de resurrección y explorar qué es lo que hace posible esa conexión entre esos dos aspectos. Juan 6:37 son palabras del Señor Jesucristo:

“…Todo lo que el padre me da vendrá a mí y al que a mí viene no le echo fuera...” Es importante que tu recuerdes eso, si tu has venido en este día y piensas quizás que no hay esperanza para ti o que las ofensas que tu has cometido a través de tu vida son demasiado grandes para que el Señor las persone o para que tu puedas gozar de comunión con el Padre, si tu estás viniendo a él, si has venido a él en este día y estás buscándolo a él el Señor no te va a rechazar, si lo estás buscando es porque él mismo te está invitando, no porque tu vinieras de tu propia cuenta sino por el Señor mismo quiere tener comunión contigo. Él no te va a echar fuera, él recibe a todos los que vienen a él.

“… porque yo he descendido del cielo no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió… – Y ahora estamos entrando más en materia – … y esta es la voluntad del Padre, el que me envió, que de todo lo que él me diere no pierda yo nada sino que los resucite en el día postrero…”

Hay una cantidad de términos del día postrero, de resucitar, de no perder nada de lo que el Padre ha dado, son conceptos muy importantes que tenemos explorar. Y el versículo 40 dice:

“…Y esta es la voluntad del que me ha enviado, que todo aquel que ve al Hijo… – ver al Hijo, ¿qué quiere decir eso de ver al Hijo? No lo podemos ver físicamente pero podemos concentrar nuestra mirada en él. – … todo aquel que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna y yo le resucitaré en el día postrero.”

Entonces, vemos aquí que el Señor dice que todo aquel que mira, que ve al Hijo y que cree en él tiene vida eterna, y el Señor promete resucitar a todo aquel que fija su mirada en él en el día postrero. Juan 11:25 también tiene una palabra muy linda para nosotros que hace conexión con eso. El Señor dice:

“…Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí aunque esté muerto vivirá y todo aquel vive y cree en mí no morirá eternamente. – Y entonces el Señor le hace una pregunta a Marta con quien estaba hablando en este caso y le dice – …¿Crees esto?”

Yo quiero preguntarte a ti en esta tarde, recibe esta pregunta como si fuera para ti solamente, ¿crees esto? ¿Crees tu que si tu crees en Jesucristo aunque estés muerto por un instante vas a vivir eternamente? Yo espero que tu respuesta sea sí, yo creo, que puedas afirmar eso.

Hoy, hermanos, de nuevo repito estamos aquí para celebrar el domingo de resurrección. Cristianos a través de toda la tierra han estado celebrando y continuarán celebrando la resurrección de Cristo Jesús. A mí me gusta a veces pensar al Señor sentado en su trono desde temprano, desde que comenzó este nuevo día, yo no sé cuál es el país que tiene la distinción de ser el primer país donde comienza el día, no estoy seguro cuál es la tecnología detrás de eso. pero imaginemos ese país que hace ya horas atrás no sé si es en Asia probablemente, en algún país de Asia, Nueva Zelandia, guau, tenemos aquí un geógrafo que conoce. ¿Hace cuántas horas estuvieron ellos celebrando entonces? Muchas horas atrás en Nueva Zelandia se levantaron cristianos tempranito en la mañana, quizás alguna hermana o hermano cuando tocaron as 12 de la noche ya estaban comenzando a darle gracias al Señor por la resurrección y a celebrar la resurrección de Jesucristo.

Desde que comenzó el día no ha parado esta humanidad de darle gracias a Dios por la resurrección de Jesucristo. Según la tierra ha ido girando para que el sol la alumbre, según ha ido amaneciendo en diferentes partes del mundo, cristianos, católicos romanos, griegos ortodoxos, rusos ortodoxos, adventistas, bautistas, evangélicos de todas las diferentes persuasiones y todas las variantes de cristianismo que hay en el mundo, han estado celebrando la resurrección de Jesucristo.

Y el Padre allá arriba sentado en su trono ha aspirado el olor de toda esa humanidad diciendo, Cristo vive, Cristo vive, y no terminará hasta que termine el día. 24 horas de incesante declaración de que Cristo ha resucitado. Se trata de una de las doctrinas céntricas de la fe cristiana. El hecho de que Cristo no solo no se quedó en la tumba, sino que resucitó activamente al tercer día de su crucifixión y que está a la diestra del Padre como dice esa gran confesión de nuestra fe.

La Biblia relata en hermoso detalle el evento de esas mujeres que van a la tumba temprano en la mañana un día como hoy, hace dos mil años y pico y encuentran que ese cuerpo que ellas pensaban que iban a estar viendo y adornando con especies como era la costumbre en aquel tiempo para que ese cuerpo no se descompusiera demasiado rápido, por así decirlo, esas mujeres que tenían una fe imperfecta, porque ya el Señor les había dicho lo que tenían que esperar pero no lo podían creer porque biológicamente era como imposible creer en algo tan raro como la resurrección de un muerto.

Pero esas mujeres cuando llegan a la tumba dice la palabra que encontraron que la piedra que cubría esa cueva donde estaba encerrado el cuerpo de Jesús había sido removida. Y la cueva a donde estaba el cuerpo de Jesús, esa tumba, estaba vacía.

Hay otro pasaje en la Escritura que dice que había un ángel que se sentó sobre la piedra que cubría la entrada a la tumba de Jesucristo, como en una señal de la victoria de la resurrección sobre la muerte, sobre todo obstáculo que impide que nosotros entremos en comunicación con ese magno evento de la resurrección de Jesucristo.

Nosotros también recordamos que el Señor se le aparece después de su resurrección a una cantidad de personas, no fue una resurrección así y entonces él se fue al cielo, sino que él estuvo en la tierra por un tiempo y se le apareció a Pedro que estaba triste porque había negado al Señor y le dio unas encomiendas. Se apareció a los 12 discípulos que estaban… o a los 11 porque ya Judas no pertenecía a esos 12, pero también se les apareció a ellos y los bendijo y confirmó la fe de Tomás que dudaba.

Y luego se le apareció a otro grupo de discípulos entre los cuales estaba Pedro también, que estaban pescando creían ya que no había esperanza para ellos y se le apareció a los 2 discípulos en el camino a Emaús y les recordó que él había dicho que él iba a morir y que tenía que pasar por un proceso y que eso era parte del cumplimiento de las Escritura.

Y dice el Apóstol Pablo en Primera de Corintios capítulo 15, que luego el Señor se le apareció también a más de 500 hermanos, 500 cristianos, 500 seguidores de Jesucristo y se presentó ante ellos. No era una alucinación porque 500 personas no van a tener la misma alucinación. Era una realidad. Y Pablo dice, cuando escribe eso dice que hay todavía algunos que viven, porque Pablo ya escribía algún tiempo después de la resurrección, 30, 40, 50 años después, quizás menos, y él decía, todavía hay unos que están vivos, dándoles como una nota de autenticidad a lo que él estaba diciendo.

Los primeros cristianos creían que era muy importante que ellos testificaran acerca de la resurrección de Jesucristo y Pedro en su primer sermón, en el Libro de los Hechos, el primer sermón que la iglesia predica en realidad después de la ascensión de Cristo, habla acerca de que ese Cristo que los judíos había crucificado, Dios lo había levantado de entre los muertos y lo había hecho Señor de toda la creación. Es porque la resurrección es el hecho central de la fe cristiana.

La crucifixión es bien importante también, pero sin resurrección no habría consumación de la deidad de Jesucristo. Es lo que garantiza la victoria de Cristo sobre la muerte, su divinidad, su carácter divino. Ninguno de los fundadores de las grandes religiones del mundo pretende haber resucitado, y ninguna de las grandes religiones del mundo asevera que sus fundadores hubieran resucitado.

Los musulmanes admiten que Mahoma murió y no reclaman como que él haya resucitado. Los budistas no afirman que el Buda que fundó su religión haya resucitado, es más, saben que él murió de un dolor de estómago, hasta saben de qué murió y tienen una tumba que memoriza la vida y la muerte del Buda. Y lo mismo con respecto a Confucio, que ese nombre creo que dice algo también, no sé, pero Confucio murió también y fundó una gran religión, pero falleció, no resucitó.

Pero los cristianos insistimos en que nuestro fundador vive y reina como lo hemos proclamado esta tarde. Él resucitó de entre los muertos. Y desafiamos al mundo a que nos pruebe lo contrario. Y durante dos mil y pico de años la gente ha estado tratando de meterle el clavo a esa afirmación de los cristianos y matar nuestra esperanza, pero no pueden, no lo han podido hacer. Nadie jamás ha podido desprobar que Jesús resucitó de entre los muertos. Los más desarrollados cerebros han tratado a través de los siglos pero no ha sido posible.

¿Por qué? Porque el hecho del nacimiento de Jesús es algo histórico porque generaciones de creyentes, nuevas declaran que el Señor ha resucitado, como lo hacemos nosotros aquí en el Siglo XXI en la ciudad de Boston en esta tarde.

Ha habido abogados muy desarrollados que han tratado de hacerle un juicio a la resurrección de Jesucristo y tratar de determinar si conforme a los principios de la jurisdicción o del legalismo, de lo legal, pueden desprobar y han tenido que bajar sus cabezas ante la evidencia que existe para la resurrección. Hay muchísima evidencia que junta hace un cúmulo de argumentos que resulta muy difícil desprobar la resurrección de Jesucristo. Yo he conocido gente que ha tratado de desprobar la resurrección de Jesucristo pero no han podido.

Yo les decía a los hermanos esta mañana, mi cuñado Eddie que quizás más adelante va a ver este programa, era un intelectual marxista, comunista, ateo, muy convencido de que la Biblia era una patraña y una cantidad de mentiras, y hace muchos años atrás algunos cristianos comenzaron a visitar a mi hermana Sari en Miami, y llegaban en los momentos más inoportunos de la semana y Eddie se metía en el dormitorio hasta que ellos se fueran. Le molestaba la presencia de estos cristianos. Y le molestó tanto que él decidió, mientras esperaba que ellos se fueran, pasar el tiempo y ponerse a leer la Biblia para desarrollar argumentos y un día ponerlos en vergüenza a todos.

Y pasaron varias semanas y Eddie comenzó a leer la Biblia solo, mientras estaban los demás evangélicos en la casa molestando, y un día Eddie salió de su cuarto convencido de que Jesucristo era el Hijo de Dios. Y hace ya varios años que él sirve como pastor en la ciudad de Miami y a veces yo creo que es más evangélico que yo en muchas de sus insistencias doctrinales porque Cristo es una realidad en el corazón del hombre. La resurrección de Jesucristo nos da esperanza a todos contra el más grande enemigo de la humanidad que es la muerte. Todo ser humano tiembla ante ese hecho irrefutable.

Un hombre o una mujer puede vivir una vida negando muchas cosas pero nunca va a poder negar la muerte. Sabe que en algún momento por más poderoso que sea, por más intelectualmente desarrollado que sea, por más dinero que tenga, por más logros, por más adulado que sea por la gente, un día como dice la Biblia, desnudo vino al mundo y así mismo desnudo se irá. Todos los juguetes se le quedan. Alguien ha dicho que nadie ha visto un féretro arrastrando un camión de mudanza detrás, porque todos tenemos que confrontar la muerte. Tu y yo sabemos que un día nuestra biología es irrefutable y todos los reclamos de grandeza y de independencia bajan la cabeza ante el hecho de que la muerte es una realidad y entonces qué, qué queda detrás de la cortina.

La Biblia declara que Cristo resucitó que nosotros también podemos resucitar después de la muerte si ponemos nuestra esperanza en él. Yo espero que en esta tarde tu puedas decir sí, yo he puesto mis ojos sobre Cristo Jesús y mi camino, mi destino eterno está asegurado. Yo sé en quién he creído como dice el Apóstol Pablo. Nosotros también como consecuencia de la resurrección de Jesucristo podemos tener nuestra propia resurrección.

Esa es una de las cosas más importantes que al poner nuestra mirada en Cristo y afirmar que él resucitó de entre los muertos, nosotros somos salvos también. La Biblia dice eso mismo, si creemos en nuestro corazón, si confesamos con nuestra boca que Jesucristo es el Señor y que Dios lo levantó de entre los muertos somos salvos. Tan sencillo y tan contundente como eso.

Jesús declara en Juan capítulo 11, “yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí aunque esté muerto, vivirá y todo aquel que vive y cree en mí no morirá eternamente.” Cristo es tan parte de la resurrección que dice que él es la resurrección y cuando tu conectas tu vida a él tu también eres parte de esa resurrección. La resurrección de Cristo pasa directamente también a tu propia vida.

Es interesante que cuando el Señor hace esa afirmación de que él es la resurrección y la vida y que todo aquel que en él cree no muere eternamente, él está haciendo esa declaración a Marta mirando a la muerte de su hermano Lázaro y ya Jesús presto a resucitarlo. Pero el Señor no se queda solamente en esa declaración teórica de que él es la resurrección y la vida, sino que él entonces le pregunta a Marta, “¿Crees esto?”

Yo creo que es importante no solamente escuchar pasivamente y asentir en una forma genérica que Cristo es la resurrección, sino que también es importante tener nuestra propia reacción a ello, afirmarlo con nuestra propia boca, con nuestras propias acciones y palabras. El hecho de la resurrección de Jesucristo demanda una reacción de todos nosotros.

Hay un libro que se escribió muy famoso que se titula “Evidencia que demanda un veredicto.” En otras palabras, ante la afirmación de que Cristo es la resurrección y la vida y de que si uno cree en él uno tiene vida eterna, hay que reaccionar, hay que dar un veredicto, o creo o no creo. Y en esta tarde mi deseo es ser como un peine que se pase a través de esta congregación y que se atore dondequiera que haya uno que no cree en Jesucristo como resucitado y levantado de entre los muertos y que se quede ahí un momentito estas palabras, y que hasta que tu no reacciones positivamente, tu digas, no, hoy yo no salgo de aquí sin afirmar mi fe en Jesucristo, sin creer, sin confesar que él es el Señor y que Dios lo levantó de entre los muertos. Ese es mi deseo, que esto sea un punto de referencia para cada uno de los que estamos aquí, porque eso es bien importante.

Por eso es que la iglesia de Cristo a través de los siglos ha pedido a la gente que haga una confesión pública de su fe en Jesucristo. Cómo sabemos, por ejemplo, en el Libro de los Hechos cuando Pedro predica ese sermón, el primer sermón evangelístico que registra la escritura podríamos decir, ¿cómo sabemos que se convirtieron 5000 ó 3000, hubo dos sermones? ¿O cómo sabemos que se convirtieron 3000 ó 5000? ¿Cómo se sabe? Yo creo que porque él les dijo, hey, ¿cuántos creen que ese Jesús que nosotros crucificamos es el Hijo de Dios y que resucitó de entre los muertos? Porque les pidió una reacción y porque más o menos se hizo un conteo rápido.

Porque es que siempre hay que tener una reacción. Mucha gente dice, no, yo creo en mi espíritu, yo no tengo que decirle nada a nadie porque eso es entre Dios y yo. No, hay algo muy importante de uno expresar externamente lo que uno ha creído en el interior. Por eso Pablo dice que si tu crees en tu corazón que Jesucristo es el Señor y confiesas con tu boca que Dios lo levantó de entre los muertos serás salvo. No se trague el humo, bótelo, sáquelo. No ingiera la resurrección, declárela también. Dé una afirmación de ello.

Hay que humillarse ante los procesos que Dios ha establecido. Hay que pasar por el proceso. Si un médico te dice, mire, haga esto, hago lo otro, usted lo hace porque su vida depende de ello probablemente y así mismo pasa con la escritura. La iglesia de Jesucristo ha dado una forma, Cristo mismo lo ha… Él dice, si alguno me confesare ante los hombres, yo le confesaré ante mi Padre que está en los cielos.

Hay que confesar a Cristo públicamente y esa confesión, mis amados amigos y hermanos, es la confesión más importante que un ser humano puede hacer y requiere una declaración formal y no solamente un asentimiento pasivo. Es más importante esa confesión que una declaración matrimonial, usted se paró ante su comunidad, ante sus familiares y amigos, y el pastor le dice, “Fulanito, ¿tu aceptas a fulanita como tu esposa para amarla?” Usted sabe el drill, ¿verdad? Y usted dice, “Sí, lo recibo, sí, la recibo.” Y ahí hay una foto que queda en el record. ¿Por qué hacemos eso? porque se trata de algo tremendamente serio.

Mire a ver si su novia se va conformar que usted diga, no, pero tu sabes que yo te amo y ya eso es suficiente para ti. No, ella quiere ver ese anillo, ella quiere vestirse ese traje, ella quiere agarrarlo a usted y que no se le pueda escapar, que usted recuerde que usted le dijo a ella que usted la iba a amar hasta que la muerte los separara. Algunos aún así se escabullen, imagínense si no lo hicieran.

Es importante. Cada vez que alguien hace algo de gran importancia siempre se requiere como un evento público. Es más, cuando uno se muere hasta hay que publicarlo a veces en los periódicos para que la gente crea, finalmente se murió ese malasangre. No lo puedo creer porque la hierba mala no muere, pero ahí está en el periódico así hay que creerlo.

Cuando usted se hace ciudadano de Estados Unidos o de cualquier país, hay una ceremonia, Vilma de ciudadanía, ¿sí o no? ¿Por qué? Porque usted está pasando a algo bien importante. Usted está en ese momento como confrontando a qué país usted pertenece y a qué país usted le está dando alianza y lealtad y eso requiere una declaración, algo solemne que afirme. Hay juramento de bandera, hay graduaciones donde una universidad certifica que esos que están allí han pasado por los requisitos de esa universidad y que merecen ese diploma que se les entrega en la mano y que entonces ellos cuelgan sobre una pared para que todo el mundo sepa que ellos son graduados de universidad y de tal universidad.

Toda cosa importante requiere firmar un contrato. Usted compra una casa, firma un contrato. Es más, usted le pide a su computadora que le cambie el operating system y hay un cuadrito que dice, yo estoy de acuerdo con los requisitos y qué se yo qué, de Google o de Apple o lo que sea, con 7 mil diferentes condiciones y usted dice, simplemente lo oprime y ya, I agree, porque es importante.

Toda gran decisión requiere una ceremonia específica, un momento. Y no hay decisión más importante en el mundo que la que va a determinar tu destino eterno, la que va a determinar lo que tu vas a hacer por el resto de la eternidad. La vida es un suspiro. La Biblia dice que el hombre es como la flor del campo que pasó el viento por ella y pereció y su lugar no la conocerá más.

Estamos en el mundo por un instante, 70, 80 años nos parece una eternidad sobre todo si tenemos achaques y queremos ya que Dios nos lleve de este mundo, pero en realidad cuando tu piensas en la eternidad algo que no tiene fin, que va por todo el tiempo de los tiempos, de los tiempos, tu miras la vida y esto que te parece tan importante y tan definitivo te parece como un abrir y cerrar de ojos, no tiene significado a la luz de la eternidad. Y sin embargo, tristemente mucha gente se va a la muerte sin haber determinado, sin haber asegurado qué va a pasar con su destino eterno.

Muchos de nosotros sacamos seguros y pagamos todos los meses 30, 40, 50 dólares a un seguro raro para asegurarnos unos cuantos años de vejez sin problemas, pero no aseguramos lo más importante que es nuestra eternidad. Y la Biblia dice que cuando nosotros entramos en una relación verbal, un asentimiento personal con Jesucristo, su resurrección, sus reclamos, solamente entonces podemos estar seguros de nuestra vida eterna. No es algo que podemos dejar para mañana, no es algo que podemos decir, bueno, yo soy demasiado joven.

¿Te gustaría a ti vivir la vida pendiendo de una cuerda que se te puede romper en cualquier momento y no tener debajo una malla de seguridad? Es una decisión que tenemos que hacer y tenemos que hacerla hoy. Hoy, dice la Biblia, es el día de salvación, hoy es el día que Cristo te pregunta, ¿crees esto? ¿Crees lo que yo he declarado?

Jesús dice, el que vive y cree en mí, poniendo ese énfasis ahora en el que vive en mí, en otras palabras, se trata no solamente de un asentimiento verbal sino también de adoptar un estilo de vida que muestre que creemos en él. Yo les invito, hermanos, al ustedes expresar su fe en Jesucristo también hacer un compromiso, a vivir una vida cristiana auténtica, a continuar creciendo en el Señor.

Dios ha puesto en nuestros corazones esta inquietud de traer muchos al conocimiento de Jesucristo, más de los que hasta aquí Dios nos ha permitido hacer, en una forma bien intencional pero también ha puesto en mi corazón este compromiso que tenemos que aprender entonces como iglesia cómo llevarlos a ustedes a una vida robusta en Cristo Jesús.

Porque recibir a Cristo es simplemente decir, I do, es ponerse el anillo, pero después entonces hay que vivir juntos, hay que hacer un hogar, hay que tener una relación con él, no simplemente venir de vez en cuando y tener una vida casual cristiana. No, quiero invitarte a echar raíces en tu fe cristiana y recibir todos los beneficios de tu relación con Jesucristo.

Eso quiere decir que no te dejes de congregar. La Biblia dice no dejemos de congregarnos como algunos tienen de costumbre. Sabes que cuando tu te congregas y adoptas una familia de fe y esa familia de fe te adopta a ti, así es que tu puedes seguir creciendo y conociendo más del Señor y cada día entonces conocer algo más de lo que Dios quiere para tu vida. La fe cristiana es un gran manual con instrucciones para todos los aspectos de la vida, para tu vida financiera, tu vida matrimonial, tus relaciones personales, tu vida profesional o de ama de casa o de obrero, cómo confrontar la enfermedad, las tragedias, las pérdidas, los sinsabores, los retos, los triunfos de la vida.

El cristianismo es un manual, esa Biblia tiene respuesta para toda situación que un hombre o una mujer pueda confrontar. Y para eso necesitamos crecer. Yo les confieso mi sentido de necesidad en este tiempo de como iglesia, no solamente aprendamos a traer a la gente a Jesucristo sino también a llevarlos a través de la carrera cristiana. Nosotros vamos a hacer nuestra parte, yo les aseguro, vamos a estar aprendiendo, vamos a estar desarrollando diferentes formas y entonces yo les invito a ustedes, cuando sirvamos la mesa, a tomar de ella. Cuando tu aceptes a Jesús comprométete entonces a buscar de él y a militar.

Ustedes pueden hacer una revolución en la ciudad de Boston, mis hermanos. Podemos traer a muchos jóvenes confundidos, a muchos que están atados en las drogas, en la desesperación de una vida sin significado y traerlos a un conocimiento de Jesucristo. Ahora mismo yo veo aquí cientos de evangelistas que queremos enviar a la ciudad para traer miles de creyentes al conocimiento de Jesucristo.

Ese fue el reto que yo le ofrecí esta mañana a los que vinieron al servicio en inglés. Esta iglesia, hermanos, es un paquete de dinamita que va a explotar no para matar vidas, como esos suicidas en Bruselas, sino para dar vida y distribuir la gracia de Dios a través de toda la ciudad.

Yo veo en cada uno de ustedes aún en los que han llegado hoy por primera vez, yo veo en ustedes mensajeros que pueden traer a sus amigos, a sus familiares, a las personas que trabajando con ustedes al conocimiento de Cristo para que vivan vidas transformadas. El mundo no le puede ofrecer a la comunidad latina – aunque sé que quizás hay otros de otra comunidad, pero así le hablé a los de la comunidad anglo parlante esta mañana – hermanos, el gobierno federal, las agencias sociales, las escuelas, no le pueden ofrecer a nuestra comunidad lo que nuestra comunidad necesita. Cristo y su Evangelio puede hacer la diferencia.

Yo pienso en nuestros niños, nuestros jóvenes, cuando abrazan la ética del cristianismo, cuando abrazan los valores morales de la fe cristiana entonces pueden convertirse en estudiantes saludables, entonces pueden prepararse para ser esposas y esposos saludables. Entonces los sistemas de esta ciudad informados por los valores sanos del Evangelio podrán encontrar la manera de crear estudiantes que puedan funcionar como deben. Y nuestro compromiso, nuestro deseo es que como iglesia nosotros aprendamos a ofrecerle a nuestra comunidad la enseñanza que necesita para vivir esa vida abundante que Cristo murió para darnos y que resucitó para asegurarnos.

Yo quiero que León de Judá se convierta en un transmisor y que tu te conviertas en un agente de transformación para nuestra comunidad porque el Evangelio de Cristo es algo revolucionario y hace la diferencia. Pero se necesitan cristianos comprometidos que estén educándose, que estén creciendo, que estén cambiando, que estén entregándole al Señor parte de su ser y de su vida cada día para que el Señor ponga nuevos componente en ellos y entonces puedan ser esa iglesia transformadora.

Ayer por la mañana 200 mujeres se dieron cita en el cuarto piso de nuestra iglesia y yo escuchaba esta conversación entre Meche y Eneida donde Eneida hablaba de la diferencia que hizo el Señor Jesucristo cuando ella pasó por años de crisis en su vida. Y yo veía esas mujeres muchas de ellas nuevas a la fe, pasándose los Kleenex como si fuera pan caliente, conmovidas e impactadas y recibiendo educación y enseñanza e identificándose con las verdades que estaban siendo intercambiadas en esa entrevista tan bella. Y yo decía, eso es lo que la iglesia puede hacer, tomar una mujer abusada, por ejemplo, y darle buena instrucción, buena enseñanza, cómo defenderse, cómo pasar por las crisis, cómo transmitir esa bendición a sus hijos.

Yo veía cómo una de las hermosas hijas de Eneida al final del servicio hablaba de lo que su madre había significado y el hecho de cómo su madre había hecho la diferencia a pesar de todo lo que ella había sufrido y padecido de abusos y decepciones, su madre les había transmitido la capacidad para ser saludables. Y esa joven tan atractiva, tan bien educada me mostraba a mí que cuando el Evangelio está metido en una situación de tragedia humana hace la diferencia y cambia las pérdidas en escalones para la grandeza y para la transformación y entonces en vez de legarles a nuestros hijos disfuncionalidad y enfermedad, les legamos salud, esperanza, buenos principios.

Y esa es la diferencia que hace Jesucristo y por eso yo les doy el reto en este día de resurrección, no solamente a recibir a Cristo, pero también a comenzar a vivir en Cristo y también entonces a transmitir a Cristo a otros y convertirse en cristianos capacitados y preparados para inducir esperanza en otros seres humanos.

Voy terminando, quiero hacer un par de puntos más. La resurrección de Jesús no solamente nos asegura vida eterna en el futuro, sino que también nos bendice aquí en la vida que tenemos y nos ayuda a vivir vidas libres, vidas abundantes. Porque el Señor ha dicho, “yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia.”

Cuando nosotros creemos en la resurrección le perdemos el temor a la muerte que es algo tan importante. Usted puede vivir libre de ese miedo. Mucha gente, aún cristianos, le tienen miedo a la muerte, pero cuando tu crees en la resurrección de Jesucristo que hace posible tu propia resurrección, entonces tu estás libre de ese temor y entonces tu puedes vivir una vida donde ya la muerte ha perdido su aguijón, el sepulcro ha perdido su victoria. Sí es una realidad pero tu sabes que será como ese pinchecito de una aguja cuando entra pero ya, eso es todo. La muerte nos va a visitar pero tu sabes que inmediatamente tu pasas de una vida imperfecta a una vida perfecta y eterna ante la presencia de Dios. Ya tu no le tienes temor a la muerte.

Cristo dice, “y esta es la voluntad de quien me ha enviado, que todo aquel que vea al Hijo y crea en él, tenga vida eterna y yo le resucitaré en el día postrero.” Ese día postrero es el día del juicio, es el día en que la Biblia dice que llegará el momento en que todo individuo sobre la faz de la tierra, los que han vivido y los que están vivos y los que estarán vivos en unos próximos años, toda persona tendrá que comparecer ante la presencia de Dios y dar cuenta de lo que han hecho, sea bueno o sea malo, dice la Biblia.

En ese día postrero solamente los que han puesto su mirada en Jesús y han creído en su resurrección podrán permanecer eternamente ante la presencia de Dios. Los que no han hecho su paz con Cristo seguirán viviendo porque Dios no nos convierte en chatarra y nos apaga las luces cuando morimos. Su eternidad está en nosotros, pero viviremos apartados de la presencia de Dios si no hemos recibido a Cristo como Señor y salvador. Solamente aquellos que han puesto su firma en la parte de abajo del pacto entre Dios y los hombres a través de Jesucristo podrán disfrutar de esa vida eterna y perfecta que es solamente posible en Cristo Jesús.

Por eso es que creer en Cristo, afirmar que él vive y que él es real debemos hacerlo ahora para entonces poder estar libres para vivir la vida como Dios quiere y no tenerle temor a la muerte.

Hace poco, apenas una semana y pico, fui a la casa de nuestro hermano Efraín Ortiz que es un hombre que hemos conocido durante muchos años, fue miembro de nuestra congregación, fiel, generoso, participó en la iglesia, siempre estuvo disponible para ayudar en cualquier situación de necesidad, cualquier actividad, tenía un restaurante y siempre era muy generoso en su negocio con nuestras actividades. Se ganó el cariño de mucha gente. Hace poco, su ahora viuda, su esposa, nos llamó y él pidió que yo fuera a visitarlo a su casa. Sabíamos que él había estado enfermo pero yo no sabía que ya los médicos le habían dado 4 ó 5 meses de vida. Y el cáncer que él había estado combatiendo durante varios años ya finalmente lo había postrado en cama y ya no podía levantarse de la cama.

Y yo fui a visitarlos una tarde lluviosa hace pocos día y entré a su casa y llegué hasta su dormitorio y ahí estaba el hermano Efraín acostado, había perdido muchísimo peso, sus ojos habían adquirido un tamaño desproporcionado dado la pequeñez de su cuerpo y todo el peso que había perdido. Pero esos ojos en vez de ser ojos de desesperación y de tristeza, eran ojos de alegría y de paz y de dulzura. Eran ojos que tenían un conocimiento de algo que nosotros muchas veces no conocemos cuando estamos tan metidos en los afanes del mundo. Él sabía que su tiempo había llegado a menos que Dios no hiciera un gran milagro de resurrección prácticamente y me conmovió la expresión de paz que había en el rostro del hermano Efraín.

Él estaba tranquilo, no había desesperación en su rostro, estaba en paz. Pudimos conversar acerca de su situación con toda claridad. Y cuando yo miraba a través de la ventana de su cuarto, que era bastante amplio y estaba iluminado con dos grandes ventanas, fue interesante porque mientras yo hablaba con él me di cuenta que más allá del patio de su casa había un pequeño cementerio. Y me resultó dramático el hecho de que aquí estoy yo con una persona que está a unos pasos de la otra vida y allí hay como un cementerio recordándonos que hay algo que espera. Yo no le mencioné de hecho lo que estaba pensando en ese momento, pero mi mente estaba corriendo acerca de la realidad de la muerte, esperándonos a todos o muy cerca o muy lejos, pero ahí está.

Y la verdad es que yo salí de esa reunión edificado, bendecido y hasta confirmado en mi llamado pastoral porque yo digo, guau, nosotros los siervos del Señor podemos preparar a la gente para un evento tan importante como es la partida con Dios. Y este hombre hoy puede estar tranquilo esperando su momento sin terror, en paz con Dios y no hay dolor en su corazón, en su espíritu. ¿Por qué? Porque él había puesto su esperanza en Jesucristo, porque él sabía que la resurrección venía y que él simplemente iba a pasar de una vida imperfecta a una vida perfecta, que iba a haber un pequeño atrio de transición pero que inmediatamente que él expirara y que diera su último aliento inmediatamente estaba presente ante el Padre.

Así lo dice el Apóstol Pablo, estamos ausentes del cuerpo y presentes ante el Señor, y Pablo dice que estar con Cristo es muchísimo mejor. él estaba en problemas, dice Pablo, porque no estoy seguro qué es lo que prefiero, porque estar aquí en el mundo me permite bendecir a otros y ayudarlos a conocer a Jesucristo, pero estar en el cielo es 20 mil veces mejor para mí, así que estoy en aprietos, no sé cuál de los dos preferir.

Óigame, así yo quisiera que estuviéramos todos nosotros, en aprietos, simplemente estando en el mundo porque quizás podemos ser útiles al Señor pero sabiendo que nos espera la patria celestial, mucho más gloriosa porque estamos convencidos de nuestra fe.

Yo he visto esa misma convicción en los que han perdido seres queridos que saben que sus seres queridos están con el Señor. También hay esa tristeza dulce, mansa, de que sí, no tenemos el cuerpo físico y no tenemos a papá o a mamá para que nos de un abrazo, de esos abrazos que puede dar una madre, pero sabemos que un día les veremos y que celebraremos nuestra victoria juntos de estar en la eternidad.

Es lo que yo sentí cuando mi madre amada falleció a los 92 años hace casi 10 años ya y estábamos reunidos los familiares y me recuerdo bien ese círculo alrededor de nuestra Toñita en su cama de hospital y sabíamos que ya el tiempo estaba listo, estaba aún el médico que la había atendido durante muchos años con ella y Toña estaba en su cama y estábamos hablando con ella, orando con ella, sabíamos que ya el momento los médicos nos habían dicho, reúnanse porque ella va a partir en cualquier momento. Y todavía recuerdo, como si fuera ahora mismo ese momento en que Toña dio su último suspiro y se fue con el Señor.

Y nosotros lloramos hasta el médico estaba llorando porque había aprendido a amar a mi madre en los años que la había atendido, porque fue algo tan bello, tan dulce que fue como que vino un ángel y extendió la cortina alrededor de su cuerpo y dijo, “ya no pertenece a ustedes. Se fue con su Padre celestial.” Y nosotros lloramos calladamente, eso fue un sábado un poquito después de mediodía, y al otro día domingo, cuando le notificamos a la congregación yo pude predicar un sermón, tranquilo, porque yo sabía dónde estaba mi madre. Yo sabía que ella estaba con el Señor y que a los 92 años quizás ella quería ya que la entraran en la presencia del Padre. Y yo sé que ahora ella corre maratones a través de los planetas y de las galaxias y no se cansa, no tiene dolor del trigémino, sus sistema digestivo está funcionando perfectamente, es más no tiene ni siquiera, ¿para qué? No tiene que comer. Está libre.

Mi hermano, mi hermana, yo quiero que tu tengas también esa misma esperanza en esta mañana en la resurrección de Cristo Jesús. Yo quiero que tu prepares tu corazón ahora mismo, si te puedo pedir que inclines tu cabeza aquí, que todos estemos… puede que tu seas un joven lleno de vida todavía y lleno de fuerzas con unos molleros bien grandes, porque levantas pesas, y la muerte es lo que está más lejano de tu mente ahora mismo. O puede que tu seas un profesional con logros y con grandes ilusiones acerca del futuro y la muerte parezca que eso es para dentro de 50 años todavía. o puede que tu seas un anciano o una persona avanzada en edad y ya la muerte adquiere más realidad en tu vida. O puede que tu estés padeciendo de algún tipo de condición médica que te recuerde de tu mortalidad en una forma bastante contundente. No importa cuál sea tu condición, quizás algún niño puede entender lo que yo estoy diciendo, también los llamo a recapacitar y a pensar en lo que es la vida eterna y lo que es esa garantía que Cristo ofrece.

Yo quiero para ti la seguridad, yo quiero para ti la convicción, yo quiero para ti el contrato firmado por medio de tu declaración de que Jesucristo es tu Señor y que tu crees que él resucitó de los muertos y tu no tienes vergüenza de confesarlo ante los hombres y tu estás dispuesto a casarte con él, y tu estás dispuesto a decir, sí, lo recibo, sí, lo prometo, sí, me caso con él, sí, estaré con él en las buenas y en las malas, en las pruebas y en los triunfos. Jesucristo será mi Señor.

Yo quiero invitarte ahora mismo que lo confieses internamente y que todos nosotros aquí confesemos a Jesús como Señor y salvador, particularmente aquellos que no lo han hecho todavía. y yo quiero darles a todos la oportunidad y yo veo a varias personas venir aquí al frente si no muchos ahora mismo o levantar su mano donde usted está y decir, “Yo me comprometo con Cristo Jesús y su resurrección.”

Yo quisiera que tu levantaras tu mano ahora mismo, quiero pedirte que levantes tu mano, si tu has venido en esta tarde y no lo has hecho antes, entrega tu vida a Jesús ahora mismo. Levanta tu mano y dile al Señor, “Señor, yo te recibo.” Allá arriba en los balcones, aquí una mano se levanta, yo sé que hay muchos más. Usted ha venido esta tarde, entregue su vida a Jesús ahora mismo. Allí hay otra mano que se levanta. Levántela bien en alto.

Cristo dice, “si alguien se avergüenza de mí, yo me avergonzaré de él en el día del juicio.” Por qué no recibes a Cristo esta tarde. Entrega tu corazón al Señor. Ven a aquel que ha dado su vida por ti. Veo varias manos detrás también. Hay otros. Hermanos, tiene que haber un momento en el que tu te humilles delante del Señor y este es un momento precioso para hacerlo.

Ponte de pie, aquellos que han levantado su mano pónganse de pie dondequiera que usted esté. Póngase de pie. Yo quiero ver decenas de personas, porque yo sé que aquí hay muchos que necesitan hacer su pacto con Cristo Jesús. No tenga vergüenza de poner su fe en Jesús. Mientras más joven mejor, mientras más elegante mejor, mientras mejor educado mejor, mientras más lejos de la muerte mejor, porque entonces puede vivir muchos años a la luz de tu relación con Jesucristo.

¿hay alguien más? Si tu estás batallando ahora mismo, si ella quiere venir déjenla aquí adelante. Si estás batallando, es el Espíritu Santo que dice, recíbeme. No seas demasiado orgulloso para aceptar a Jesús. ¿Alguien más?

Hermanos, quisiera invitarles, pueden ustedes caminar con ellos y traerlos acá. Quiero que varios de los hermanos de la iglesia pasen aquí, algunos hujieres o diáconos o hermanos que son parte de nuestra comunidad, Peter y Eneida y otros, pasen aquí. Vamos a orar con ustedes. Vengan, vamos a hacer una gran multitud aquí, convertidos y no convertidos y convertidos por primera vez, vengan acá y vamos a celebrar la resurrección de Jesucristo.

Y hay otros acá, hay otros que deben venir también y hacer su pacto con Jesús. Vengan aquí adelante. Yo tengo fe para creer que muchos van a venir acá. Ven con tu pareja. Si no te has casado y están viviendo juntos, no se preocupen mejor, venga. Si tienes alguna adicción, algún problema, algún hábito y todavía no lo has resuelto, yo te necesito. Cristo te necesita acá.

Si estás batallando con algo y tu crees que estás demasiado enmarañado para recibir a Cristo, precisamente para ti es este llamado. Si no eres una persona muy religiosa pero tienes inquietudes espirituales ven y dile a Jesucristo, “Señor, vengo tal y como soy, con mis problema, mis ataduras, mi negocio que no estoy seguro si tu lo apruebas o no, mis malos hábitos, pero yo te necesito Jesucristo, y yo por lo menos creo dos cosas, que tu eres el Hijo de Dios y que tu resucitaste de entre los muertos y estoy dispuesto a confesar esto hoy ante una comunidad como esta.”

Y después comienza entonces a desempacar eso que tu has confesado. Yo le suplico que si alguien está de pie, algún creyente se acerque a ellos y los bendiga. Aquí veo esta pareja linda que está acá. Alguien que se acerque aquí, eso es hermana, venga, oren con ellos dondequiera que haya una vida. Allí hay otros, hermanos alguien que conoce al Señor, ore con esa persona, que no se quede nadie sin recibir afirmación de parte de alguien de la comunidad de fe.

El Señor está mirando, no se preocupe si alguien se acercó a usted, el Espíritu Santo se para a cada uno de ustedes como si fueran el único esta tarde y el Espíritu Santo está moviéndose en el corazón suyo ahora mismo en el en el nombre de Jesús. Yo creo que algo maravilloso está pasando aquí ahora mismo. Hay una unción especial. El Espíritu Santo te está tocando. El Señor está corriendo a través de esta multitud y tu dialoga con el espíritu de Dios, dile, “Señor, te recibo, yo creo que tu resucitaste de entre los muertos, yo creo que tu eres el Hijo de Dios, yo creo que tu eres mi salvador, yo creo que tu vienes por segunda vez, yo pongo mi fe en ti, yo no confío en mi propia justicia sino que confío en ti. Yo no tengo el capital para pagar por mis pecados pero tu lo tienes y yo tomo un préstamo de ti y con eso pago por mi vida eterna ahora mismo. Señor, eres tu el capitalista. Eres tu el que paga por mi salvación.” Dile así al Señor.

Señor Jesucristo yo voy a vivir mi vida creyendo en su resurrección y creyendo en tu divinidad y yo voy a caminar contigo todos los días de mi vida. Y entonces, mi hermano, mi hermana, ponte a pelear esa buena batalla hasta que Cristo se haga real en tu vida. Esta iglesia es tu iglesia, recuerda eso, es tan tuya como de la persona que más años… como mía, tenga en este lugar, y entonces comienza vivir una vida auténticamente cristiana. Dale tu vida al Señor.

Comienza a leer la palabra. Pídele al Espíritu Santo que te cambie, pídele al Espíritu Santo que entre en ti ahora mismo. Di, Espíritu Santo entra en mi vida y siéntate en el trono de mi vida y enséñame cómo ser tu hijo, cómo ser tu hija. Yo quiero conocerte. Dile al Espíritu Santo, quiero conocerte y quiero ser conocido por ti.

Hermanos, yo les prometo que vamos a hacer todo lo que esté de nuestra parte, dennos un tiempecito y nosotros vamos a montar una forma de ayudarlos a ustedes a crecer en la fe y yo les pido simplemente que se unan a nosotros y que nos den un poquito de su tiempo para instruirles y enseñarles, porque queremos que ustedes sean cristianos productivos, fructíferos, y que puedan experimentar el provecho de ser hijos de Dios y que todos los beneficios de la ciudadanía cristiana vengan a ser parte de ustedes.

Qué linda, veo una madre con su hija recibiendo a Cristo. Generaciones siendo bendecidas. De eso trata. Deja que el Señor te toque en esta tarde, deja que el Señor te toque.

Padre te damos gracias por esta cosecha de almas. Lo consagramos a ti, Señor, los atamos a ti, que puedan sentir tu amor esta tarde, Padre, que puedan sentir el amor de esta congregación. Señor, acompáñalos a través de su vida cristiana y que nada de este mundo les obstruye ni les escandalice de manera que se aparten de ti. Ayúdanos a ser una iglesia genuina que ame a los pequeños y los lleve hacia una vida firme y permanente en Jesucristo.

Oh, yo les bendigo en nombre del Señor en esta tarde. Cristo les ama y tiene grandes cosas para ustedes. Cada uno de ustedes es una joya ahora mismo en los ojos del Señor. Usted no sabe lo precioso que usted es, lo preciosa que usted es ante Cristo Jesús. Ahora mismo hay fiesta en el cielo, ahora mismo hay celebración, ahora mismo los ángeles están danzando alrededor del trono de Dios por cada uno de ustedes.

Y yo estoy en las nubes, estoy declarando grandes cosas para sus vidas. Ahora vivan esa vida poderosa en el Señor y comiencen a caminar. Estaremos en contacto con ustedes, pronto vamos a… queremos que ustedes tomen algunas clases básicas, unas cuantas horas que ustedes donen a este esfuerzo de convertirlos a ustedes en cristianos furctíferos. Les abrazo a cada uno en el nombre del Señor ahora mismo y declaro gracia sobre gracia, sobre gracia sobre sus vidas.

Cuando ellos regresen a sus asientos denles un abrazo también, estréchele la mano y dígale, te felicito por la más hermosa decisión que tu has hecho en tu vida. Están sellados. Aleluya! Sellados con la gracia del Señor. Les bendecimos en el en el nombre de Jesús. Amén. Amén.

Jesucristo es la resurrección y la vida

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Quiero compartir con ustedes un pasaje de la escritura que se encuentra en el Evangelio según San Juan, el capítulo 6. Queremos celebrar y memorizar este día tan especial en toda la cristiandad. Vamos a ir al versículo 37 y quiero conectar la resurrección de Cristo con nuestra propia esperanza de resurrección y explorar qué es lo que hace posible esa conexión entre esos dos aspectos. Juan 6:37 son palabras del Señor Jesucristo:

“…Todo lo que el padre me da vendrá a mí y al que a mí viene no le echo fuera...” Es importante que tu recuerdes eso, si tu has venido en este día y piensas quizás que no hay esperanza para ti o que las ofensas que tu has cometido a través de tu vida son demasiado grandes para que el Señor las persone o para que tu puedas gozar de comunión con el Padre, si tu estás viniendo a él, si has venido a él en este día y estás buscándolo a él el Señor no te va a rechazar, si lo estás buscando es porque él mismo te está invitando, no porque tu vinieras de tu propia cuenta sino por el Señor mismo quiere tener comunión contigo. Él no te va a echar fuera, él recibe a todos los que vienen a él.

“… porque yo he descendido del cielo no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió… – Y ahora estamos entrando más en materia – … y esta es la voluntad del Padre, el que me envió, que de todo lo que él me diere no pierda yo nada sino que los resucite en el día postrero…”

Hay una cantidad de términos del día postrero, de resucitar, de no perder nada de lo que el Padre ha dado, son conceptos muy importantes que tenemos explorar. Y el versículo 40 dice:

“…Y esta es la voluntad del que me ha enviado, que todo aquel que ve al Hijo… – ver al Hijo, ¿qué quiere decir eso de ver al Hijo? No lo podemos ver físicamente pero podemos concentrar nuestra mirada en él. – … todo aquel que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna y yo le resucitaré en el día postrero.”

Entonces, vemos aquí que el Señor dice que todo aquel que mira, que ve al Hijo y que cree en él tiene vida eterna, y el Señor promete resucitar a todo aquel que fija su mirada en él en el día postrero. Juan 11:25 también tiene una palabra muy linda para nosotros que hace conexión con eso. El Señor dice:

“…Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí aunque esté muerto vivirá y todo aquel vive y cree en mí no morirá eternamente. – Y entonces el Señor le hace una pregunta a Marta con quien estaba hablando en este caso y le dice – …¿Crees esto?”

Yo quiero preguntarte a ti en esta tarde, recibe esta pregunta como si fuera para ti solamente, ¿crees esto? ¿Crees tu que si tu crees en Jesucristo aunque estés muerto por un instante vas a vivir eternamente? Yo espero que tu respuesta sea sí, yo creo, que puedas afirmar eso.

Hoy, hermanos, de nuevo repito estamos aquí para celebrar el domingo de resurrección. Cristianos a través de toda la tierra han estado celebrando y continuarán celebrando la resurrección de Cristo Jesús. A mí me gusta a veces pensar al Señor sentado en su trono desde temprano, desde que comenzó este nuevo día, yo no sé cuál es el país que tiene la distinción de ser el primer país donde comienza el día, no estoy seguro cuál es la tecnología detrás de eso. pero imaginemos ese país que hace ya horas atrás no sé si es en Asia probablemente, en algún país de Asia, Nueva Zelandia, guau, tenemos aquí un geógrafo que conoce. ¿Hace cuántas horas estuvieron ellos celebrando entonces? Muchas horas atrás en Nueva Zelandia se levantaron cristianos tempranito en la mañana, quizás alguna hermana o hermano cuando tocaron as 12 de la noche ya estaban comenzando a darle gracias al Señor por la resurrección y a celebrar la resurrección de Jesucristo.

Desde que comenzó el día no ha parado esta humanidad de darle gracias a Dios por la resurrección de Jesucristo. Según la tierra ha ido girando para que el sol la alumbre, según ha ido amaneciendo en diferentes partes del mundo, cristianos, católicos romanos, griegos ortodoxos, rusos ortodoxos, adventistas, bautistas, evangélicos de todas las diferentes persuasiones y todas las variantes de cristianismo que hay en el mundo, han estado celebrando la resurrección de Jesucristo.

Y el Padre allá arriba sentado en su trono ha aspirado el olor de toda esa humanidad diciendo, Cristo vive, Cristo vive, y no terminará hasta que termine el día. 24 horas de incesante declaración de que Cristo ha resucitado. Se trata de una de las doctrinas céntricas de la fe cristiana. El hecho de que Cristo no solo no se quedó en la tumba, sino que resucitó activamente al tercer día de su crucifixión y que está a la diestra del Padre como dice esa gran confesión de nuestra fe.

La Biblia relata en hermoso detalle el evento de esas mujeres que van a la tumba temprano en la mañana un día como hoy, hace dos mil años y pico y encuentran que ese cuerpo que ellas pensaban que iban a estar viendo y adornando con especies como era la costumbre en aquel tiempo para que ese cuerpo no se descompusiera demasiado rápido, por así decirlo, esas mujeres que tenían una fe imperfecta, porque ya el Señor les había dicho lo que tenían que esperar pero no lo podían creer porque biológicamente era como imposible creer en algo tan raro como la resurrección de un muerto.

Pero esas mujeres cuando llegan a la tumba dice la palabra que encontraron que la piedra que cubría esa cueva donde estaba encerrado el cuerpo de Jesús había sido removida. Y la cueva a donde estaba el cuerpo de Jesús, esa tumba, estaba vacía.

Hay otro pasaje en la Escritura que dice que había un ángel que se sentó sobre la piedra que cubría la entrada a la tumba de Jesucristo, como en una señal de la victoria de la resurrección sobre la muerte, sobre todo obstáculo que impide que nosotros entremos en comunicación con ese magno evento de la resurrección de Jesucristo.

Nosotros también recordamos que el Señor se le aparece después de su resurrección a una cantidad de personas, no fue una resurrección así y entonces él se fue al cielo, sino que él estuvo en la tierra por un tiempo y se le apareció a Pedro que estaba triste porque había negado al Señor y le dio unas encomiendas. Se apareció a los 12 discípulos que estaban… o a los 11 porque ya Judas no pertenecía a esos 12, pero también se les apareció a ellos y los bendijo y confirmó la fe de Tomás que dudaba.

Y luego se le apareció a otro grupo de discípulos entre los cuales estaba Pedro también, que estaban pescando creían ya que no había esperanza para ellos y se le apareció a los 2 discípulos en el camino a Emaús y les recordó que él había dicho que él iba a morir y que tenía que pasar por un proceso y que eso era parte del cumplimiento de las Escritura.

Y dice el Apóstol Pablo en Primera de Corintios capítulo 15, que luego el Señor se le apareció también a más de 500 hermanos, 500 cristianos, 500 seguidores de Jesucristo y se presentó ante ellos. No era una alucinación porque 500 personas no van a tener la misma alucinación. Era una realidad. Y Pablo dice, cuando escribe eso dice que hay todavía algunos que viven, porque Pablo ya escribía algún tiempo después de la resurrección, 30, 40, 50 años después, quizás menos, y él decía, todavía hay unos que están vivos, dándoles como una nota de autenticidad a lo que él estaba diciendo.

Los primeros cristianos creían que era muy importante que ellos testificaran acerca de la resurrección de Jesucristo y Pedro en su primer sermón, en el Libro de los Hechos, el primer sermón que la iglesia predica en realidad después de la ascensión de Cristo, habla acerca de que ese Cristo que los judíos había crucificado, Dios lo había levantado de entre los muertos y lo había hecho Señor de toda la creación. Es porque la resurrección es el hecho central de la fe cristiana.

La crucifixión es bien importante también, pero sin resurrección no habría consumación de la deidad de Jesucristo. Es lo que garantiza la victoria de Cristo sobre la muerte, su divinidad, su carácter divino. Ninguno de los fundadores de las grandes religiones del mundo pretende haber resucitado, y ninguna de las grandes religiones del mundo asevera que sus fundadores hubieran resucitado.

Los musulmanes admiten que Mahoma murió y no reclaman como que él haya resucitado. Los budistas no afirman que el Buda que fundó su religión haya resucitado, es más, saben que él murió de un dolor de estómago, hasta saben de qué murió y tienen una tumba que memoriza la vida y la muerte del Buda. Y lo mismo con respecto a Confucio, que ese nombre creo que dice algo también, no sé, pero Confucio murió también y fundó una gran religión, pero falleció, no resucitó.

Pero los cristianos insistimos en que nuestro fundador vive y reina como lo hemos proclamado esta tarde. Él resucitó de entre los muertos. Y desafiamos al mundo a que nos pruebe lo contrario. Y durante dos mil y pico de años la gente ha estado tratando de meterle el clavo a esa afirmación de los cristianos y matar nuestra esperanza, pero no pueden, no lo han podido hacer. Nadie jamás ha podido desprobar que Jesús resucitó de entre los muertos. Los más desarrollados cerebros han tratado a través de los siglos pero no ha sido posible.

¿Por qué? Porque el hecho del nacimiento de Jesús es algo histórico porque generaciones de creyentes, nuevas declaran que el Señor ha resucitado, como lo hacemos nosotros aquí en el Siglo XXI en la ciudad de Boston en esta tarde.

Ha habido abogados muy desarrollados que han tratado de hacerle un juicio a la resurrección de Jesucristo y tratar de determinar si conforme a los principios de la jurisdicción o del legalismo, de lo legal, pueden desprobar y han tenido que bajar sus cabezas ante la evidencia que existe para la resurrección. Hay muchísima evidencia que junta hace un cúmulo de argumentos que resulta muy difícil desprobar la resurrección de Jesucristo. Yo he conocido gente que ha tratado de desprobar la resurrección de Jesucristo pero no han podido.

Yo les decía a los hermanos esta mañana, mi cuñado Eddie que quizás más adelante va a ver este programa, era un intelectual marxista, comunista, ateo, muy convencido de que la Biblia era una patraña y una cantidad de mentiras, y hace muchos años atrás algunos cristianos comenzaron a visitar a mi hermana Sari en Miami, y llegaban en los momentos más inoportunos de la semana y Eddie se metía en el dormitorio hasta que ellos se fueran. Le molestaba la presencia de estos cristianos. Y le molestó tanto que él decidió, mientras esperaba que ellos se fueran, pasar el tiempo y ponerse a leer la Biblia para desarrollar argumentos y un día ponerlos en vergüenza a todos.

Y pasaron varias semanas y Eddie comenzó a leer la Biblia solo, mientras estaban los demás evangélicos en la casa molestando, y un día Eddie salió de su cuarto convencido de que Jesucristo era el Hijo de Dios. Y hace ya varios años que él sirve como pastor en la ciudad de Miami y a veces yo creo que es más evangélico que yo en muchas de sus insistencias doctrinales porque Cristo es una realidad en el corazón del hombre. La resurrección de Jesucristo nos da esperanza a todos contra el más grande enemigo de la humanidad que es la muerte. Todo ser humano tiembla ante ese hecho irrefutable.

Un hombre o una mujer puede vivir una vida negando muchas cosas pero nunca va a poder negar la muerte. Sabe que en algún momento por más poderoso que sea, por más intelectualmente desarrollado que sea, por más dinero que tenga, por más logros, por más adulado que sea por la gente, un día como dice la Biblia, desnudo vino al mundo y así mismo desnudo se irá. Todos los juguetes se le quedan. Alguien ha dicho que nadie ha visto un féretro arrastrando un camión de mudanza detrás, porque todos tenemos que confrontar la muerte. Tu y yo sabemos que un día nuestra biología es irrefutable y todos los reclamos de grandeza y de independencia bajan la cabeza ante el hecho de que la muerte es una realidad y entonces qué, qué queda detrás de la cortina.

La Biblia declara que Cristo resucitó que nosotros también podemos resucitar después de la muerte si ponemos nuestra esperanza en él. Yo espero que en esta tarde tu puedas decir sí, yo he puesto mis ojos sobre Cristo Jesús y mi camino, mi destino eterno está asegurado. Yo sé en quién he creído como dice el Apóstol Pablo. Nosotros también como consecuencia de la resurrección de Jesucristo podemos tener nuestra propia resurrección.

Esa es una de las cosas más importantes que al poner nuestra mirada en Cristo y afirmar que él resucitó de entre los muertos, nosotros somos salvos también. La Biblia dice eso mismo, si creemos en nuestro corazón, si confesamos con nuestra boca que Jesucristo es el Señor y que Dios lo levantó de entre los muertos somos salvos. Tan sencillo y tan contundente como eso.

Jesús declara en Juan capítulo 11, “yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí aunque esté muerto, vivirá y todo aquel que vive y cree en mí no morirá eternamente.” Cristo es tan parte de la resurrección que dice que él es la resurrección y cuando tu conectas tu vida a él tu también eres parte de esa resurrección. La resurrección de Cristo pasa directamente también a tu propia vida.

Es interesante que cuando el Señor hace esa afirmación de que él es la resurrección y la vida y que todo aquel que en él cree no muere eternamente, él está haciendo esa declaración a Marta mirando a la muerte de su hermano Lázaro y ya Jesús presto a resucitarlo. Pero el Señor no se queda solamente en esa declaración teórica de que él es la resurrección y la vida, sino que él entonces le pregunta a Marta, “¿Crees esto?”

Yo creo que es importante no solamente escuchar pasivamente y asentir en una forma genérica que Cristo es la resurrección, sino que también es importante tener nuestra propia reacción a ello, afirmarlo con nuestra propia boca, con nuestras propias acciones y palabras. El hecho de la resurrección de Jesucristo demanda una reacción de todos nosotros.

Hay un libro que se escribió muy famoso que se titula “Evidencia que demanda un veredicto.” En otras palabras, ante la afirmación de que Cristo es la resurrección y la vida y de que si uno cree en él uno tiene vida eterna, hay que reaccionar, hay que dar un veredicto, o creo o no creo. Y en esta tarde mi deseo es ser como un peine que se pase a través de esta congregación y que se atore dondequiera que haya uno que no cree en Jesucristo como resucitado y levantado de entre los muertos y que se quede ahí un momentito estas palabras, y que hasta que tu no reacciones positivamente, tu digas, no, hoy yo no salgo de aquí sin afirmar mi fe en Jesucristo, sin creer, sin confesar que él es el Señor y que Dios lo levantó de entre los muertos. Ese es mi deseo, que esto sea un punto de referencia para cada uno de los que estamos aquí, porque eso es bien importante.

Por eso es que la iglesia de Cristo a través de los siglos ha pedido a la gente que haga una confesión pública de su fe en Jesucristo. Cómo sabemos, por ejemplo, en el Libro de los Hechos cuando Pedro predica ese sermón, el primer sermón evangelístico que registra la escritura podríamos decir, ¿cómo sabemos que se convirtieron 5000 ó 3000, hubo dos sermones? ¿O cómo sabemos que se convirtieron 3000 ó 5000? ¿Cómo se sabe? Yo creo que porque él les dijo, hey, ¿cuántos creen que ese Jesús que nosotros crucificamos es el Hijo de Dios y que resucitó de entre los muertos? Porque les pidió una reacción y porque más o menos se hizo un conteo rápido.

Porque es que siempre hay que tener una reacción. Mucha gente dice, no, yo creo en mi espíritu, yo no tengo que decirle nada a nadie porque eso es entre Dios y yo. No, hay algo muy importante de uno expresar externamente lo que uno ha creído en el interior. Por eso Pablo dice que si tu crees en tu corazón que Jesucristo es el Señor y confiesas con tu boca que Dios lo levantó de entre los muertos serás salvo. No se trague el humo, bótelo, sáquelo. No ingiera la resurrección, declárela también. Dé una afirmación de ello.

Hay que humillarse ante los procesos que Dios ha establecido. Hay que pasar por el proceso. Si un médico te dice, mire, haga esto, hago lo otro, usted lo hace porque su vida depende de ello probablemente y así mismo pasa con la escritura. La iglesia de Jesucristo ha dado una forma, Cristo mismo lo ha… Él dice, si alguno me confesare ante los hombres, yo le confesaré ante mi Padre que está en los cielos.

Hay que confesar a Cristo públicamente y esa confesión, mis amados amigos y hermanos, es la confesión más importante que un ser humano puede hacer y requiere una declaración formal y no solamente un asentimiento pasivo. Es más importante esa confesión que una declaración matrimonial, usted se paró ante su comunidad, ante sus familiares y amigos, y el pastor le dice, “Fulanito, ¿tu aceptas a fulanita como tu esposa para amarla?” Usted sabe el drill, ¿verdad? Y usted dice, “Sí, lo recibo, sí, la recibo.” Y ahí hay una foto que queda en el record. ¿Por qué hacemos eso? porque se trata de algo tremendamente serio.

Mire a ver si su novia se va conformar que usted diga, no, pero tu sabes que yo te amo y ya eso es suficiente para ti. No, ella quiere ver ese anillo, ella quiere vestirse ese traje, ella quiere agarrarlo a usted y que no se le pueda escapar, que usted recuerde que usted le dijo a ella que usted la iba a amar hasta que la muerte los separara. Algunos aún así se escabullen, imagínense si no lo hicieran.

Es importante. Cada vez que alguien hace algo de gran importancia siempre se requiere como un evento público. Es más, cuando uno se muere hasta hay que publicarlo a veces en los periódicos para que la gente crea, finalmente se murió ese malasangre. No lo puedo creer porque la hierba mala no muere, pero ahí está en el periódico así hay que creerlo.

Cuando usted se hace ciudadano de Estados Unidos o de cualquier país, hay una ceremonia, Vilma de ciudadanía, ¿sí o no? ¿Por qué? Porque usted está pasando a algo bien importante. Usted está en ese momento como confrontando a qué país usted pertenece y a qué país usted le está dando alianza y lealtad y eso requiere una declaración, algo solemne que afirme. Hay juramento de bandera, hay graduaciones donde una universidad certifica que esos que están allí han pasado por los requisitos de esa universidad y que merecen ese diploma que se les entrega en la mano y que entonces ellos cuelgan sobre una pared para que todo el mundo sepa que ellos son graduados de universidad y de tal universidad.

Toda cosa importante requiere firmar un contrato. Usted compra una casa, firma un contrato. Es más, usted le pide a su computadora que le cambie el operating system y hay un cuadrito que dice, yo estoy de acuerdo con los requisitos y qué se yo qué, de Google o de Apple o lo que sea, con 7 mil diferentes condiciones y usted dice, simplemente lo oprime y ya, I agree, porque es importante.

Toda gran decisión requiere una ceremonia específica, un momento. Y no hay decisión más importante en el mundo que la que va a determinar tu destino eterno, la que va a determinar lo que tu vas a hacer por el resto de la eternidad. La vida es un suspiro. La Biblia dice que el hombre es como la flor del campo que pasó el viento por ella y pereció y su lugar no la conocerá más.

Estamos en el mundo por un instante, 70, 80 años nos parece una eternidad sobre todo si tenemos achaques y queremos ya que Dios nos lleve de este mundo, pero en realidad cuando tu piensas en la eternidad algo que no tiene fin, que va por todo el tiempo de los tiempos, de los tiempos, tu miras la vida y esto que te parece tan importante y tan definitivo te parece como un abrir y cerrar de ojos, no tiene significado a la luz de la eternidad. Y sin embargo, tristemente mucha gente se va a la muerte sin haber determinado, sin haber asegurado qué va a pasar con su destino eterno.

Muchos de nosotros sacamos seguros y pagamos todos los meses 30, 40, 50 dólares a un seguro raro para asegurarnos unos cuantos años de vejez sin problemas, pero no aseguramos lo más importante que es nuestra eternidad. Y la Biblia dice que cuando nosotros entramos en una relación verbal, un asentimiento personal con Jesucristo, su resurrección, sus reclamos, solamente entonces podemos estar seguros de nuestra vida eterna. No es algo que podemos dejar para mañana, no es algo que podemos decir, bueno, yo soy demasiado joven.

¿Te gustaría a ti vivir la vida pendiendo de una cuerda que se te puede romper en cualquier momento y no tener debajo una malla de seguridad? Es una decisión que tenemos que hacer y tenemos que hacerla hoy. Hoy, dice la Biblia, es el día de salvación, hoy es el día que Cristo te pregunta, ¿crees esto? ¿Crees lo que yo he declarado?

Jesús dice, el que vive y cree en mí, poniendo ese énfasis ahora en el que vive en mí, en otras palabras, se trata no solamente de un asentimiento verbal sino también de adoptar un estilo de vida que muestre que creemos en él. Yo les invito, hermanos, al ustedes expresar su fe en Jesucristo también hacer un compromiso, a vivir una vida cristiana auténtica, a continuar creciendo en el Señor.

Dios ha puesto en nuestros corazones esta inquietud de traer muchos al conocimiento de Jesucristo, más de los que hasta aquí Dios nos ha permitido hacer, en una forma bien intencional pero también ha puesto en mi corazón este compromiso que tenemos que aprender entonces como iglesia cómo llevarlos a ustedes a una vida robusta en Cristo Jesús.

Porque recibir a Cristo es simplemente decir, I do, es ponerse el anillo, pero después entonces hay que vivir juntos, hay que hacer un hogar, hay que tener una relación con él, no simplemente venir de vez en cuando y tener una vida casual cristiana. No, quiero invitarte a echar raíces en tu fe cristiana y recibir todos los beneficios de tu relación con Jesucristo.

Eso quiere decir que no te dejes de congregar. La Biblia dice no dejemos de congregarnos como algunos tienen de costumbre. Sabes que cuando tu te congregas y adoptas una familia de fe y esa familia de fe te adopta a ti, así es que tu puedes seguir creciendo y conociendo más del Señor y cada día entonces conocer algo más de lo que Dios quiere para tu vida. La fe cristiana es un gran manual con instrucciones para todos los aspectos de la vida, para tu vida financiera, tu vida matrimonial, tus relaciones personales, tu vida profesional o de ama de casa o de obrero, cómo confrontar la enfermedad, las tragedias, las pérdidas, los sinsabores, los retos, los triunfos de la vida.

El cristianismo es un manual, esa Biblia tiene respuesta para toda situación que un hombre o una mujer pueda confrontar. Y para eso necesitamos crecer. Yo les confieso mi sentido de necesidad en este tiempo de como iglesia, no solamente aprendamos a traer a la gente a Jesucristo sino también a llevarlos a través de la carrera cristiana. Nosotros vamos a hacer nuestra parte, yo les aseguro, vamos a estar aprendiendo, vamos a estar desarrollando diferentes formas y entonces yo les invito a ustedes, cuando sirvamos la mesa, a tomar de ella. Cuando tu aceptes a Jesús comprométete entonces a buscar de él y a militar.

Ustedes pueden hacer una revolución en la ciudad de Boston, mis hermanos. Podemos traer a muchos jóvenes confundidos, a muchos que están atados en las drogas, en la desesperación de una vida sin significado y traerlos a un conocimiento de Jesucristo. Ahora mismo yo veo aquí cientos de evangelistas que queremos enviar a la ciudad para traer miles de creyentes al conocimiento de Jesucristo.

Ese fue el reto que yo le ofrecí esta mañana a los que vinieron al servicio en inglés. Esta iglesia, hermanos, es un paquete de dinamita que va a explotar no para matar vidas, como esos suicidas en Bruselas, sino para dar vida y distribuir la gracia de Dios a través de toda la ciudad.

Yo veo en cada uno de ustedes aún en los que han llegado hoy por primera vez, yo veo en ustedes mensajeros que pueden traer a sus amigos, a sus familiares, a las personas que trabajando con ustedes al conocimiento de Cristo para que vivan vidas transformadas. El mundo no le puede ofrecer a la comunidad latina – aunque sé que quizás hay otros de otra comunidad, pero así le hablé a los de la comunidad anglo parlante esta mañana – hermanos, el gobierno federal, las agencias sociales, las escuelas, no le pueden ofrecer a nuestra comunidad lo que nuestra comunidad necesita. Cristo y su Evangelio puede hacer la diferencia.

Yo pienso en nuestros niños, nuestros jóvenes, cuando abrazan la ética del cristianismo, cuando abrazan los valores morales de la fe cristiana entonces pueden convertirse en estudiantes saludables, entonces pueden prepararse para ser esposas y esposos saludables. Entonces los sistemas de esta ciudad informados por los valores sanos del Evangelio podrán encontrar la manera de crear estudiantes que puedan funcionar como deben. Y nuestro compromiso, nuestro deseo es que como iglesia nosotros aprendamos a ofrecerle a nuestra comunidad la enseñanza que necesita para vivir esa vida abundante que Cristo murió para darnos y que resucitó para asegurarnos.

Yo quiero que León de Judá se convierta en un transmisor y que tu te conviertas en un agente de transformación para nuestra comunidad porque el Evangelio de Cristo es algo revolucionario y hace la diferencia. Pero se necesitan cristianos comprometidos que estén educándose, que estén creciendo, que estén cambiando, que estén entregándole al Señor parte de su ser y de su vida cada día para que el Señor ponga nuevos componente en ellos y entonces puedan ser esa iglesia transformadora.

Ayer por la mañana 200 mujeres se dieron cita en el cuarto piso de nuestra iglesia y yo escuchaba esta conversación entre Meche y Eneida donde Eneida hablaba de la diferencia que hizo el Señor Jesucristo cuando ella pasó por años de crisis en su vida. Y yo veía esas mujeres muchas de ellas nuevas a la fe, pasándose los Kleenex como si fuera pan caliente, conmovidas e impactadas y recibiendo educación y enseñanza e identificándose con las verdades que estaban siendo intercambiadas en esa entrevista tan bella. Y yo decía, eso es lo que la iglesia puede hacer, tomar una mujer abusada, por ejemplo, y darle buena instrucción, buena enseñanza, cómo defenderse, cómo pasar por las crisis, cómo transmitir esa bendición a sus hijos.

Yo veía cómo una de las hermosas hijas de Eneida al final del servicio hablaba de lo que su madre había significado y el hecho de cómo su madre había hecho la diferencia a pesar de todo lo que ella había sufrido y padecido de abusos y decepciones, su madre les había transmitido la capacidad para ser saludables. Y esa joven tan atractiva, tan bien educada me mostraba a mí que cuando el Evangelio está metido en una situación de tragedia humana hace la diferencia y cambia las pérdidas en escalones para la grandeza y para la transformación y entonces en vez de legarles a nuestros hijos disfuncionalidad y enfermedad, les legamos salud, esperanza, buenos principios.

Y esa es la diferencia que hace Jesucristo y por eso yo les doy el reto en este día de resurrección, no solamente a recibir a Cristo, pero también a comenzar a vivir en Cristo y también entonces a transmitir a Cristo a otros y convertirse en cristianos capacitados y preparados para inducir esperanza en otros seres humanos.

Voy terminando, quiero hacer un par de puntos más. La resurrección de Jesús no solamente nos asegura vida eterna en el futuro, sino que también nos bendice aquí en la vida que tenemos y nos ayuda a vivir vidas libres, vidas abundantes. Porque el Señor ha dicho, “yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia.”

Cuando nosotros creemos en la resurrección le perdemos el temor a la muerte que es algo tan importante. Usted puede vivir libre de ese miedo. Mucha gente, aún cristianos, le tienen miedo a la muerte, pero cuando tu crees en la resurrección de Jesucristo que hace posible tu propia resurrección, entonces tu estás libre de ese temor y entonces tu puedes vivir una vida donde ya la muerte ha perdido su aguijón, el sepulcro ha perdido su victoria. Sí es una realidad pero tu sabes que será como ese pinchecito de una aguja cuando entra pero ya, eso es todo. La muerte nos va a visitar pero tu sabes que inmediatamente tu pasas de una vida imperfecta a una vida perfecta y eterna ante la presencia de Dios. Ya tu no le tienes temor a la muerte.

Cristo dice, “y esta es la voluntad de quien me ha enviado, que todo aquel que vea al Hijo y crea en él, tenga vida eterna y yo le resucitaré en el día postrero.” Ese día postrero es el día del juicio, es el día en que la Biblia dice que llegará el momento en que todo individuo sobre la faz de la tierra, los que han vivido y los que están vivos y los que estarán vivos en unos próximos años, toda persona tendrá que comparecer ante la presencia de Dios y dar cuenta de lo que han hecho, sea bueno o sea malo, dice la Biblia.

En ese día postrero solamente los que han puesto su mirada en Jesús y han creído en su resurrección podrán permanecer eternamente ante la presencia de Dios. Los que no han hecho su paz con Cristo seguirán viviendo porque Dios no nos convierte en chatarra y nos apaga las luces cuando morimos. Su eternidad está en nosotros, pero viviremos apartados de la presencia de Dios si no hemos recibido a Cristo como Señor y salvador. Solamente aquellos que han puesto su firma en la parte de abajo del pacto entre Dios y los hombres a través de Jesucristo podrán disfrutar de esa vida eterna y perfecta que es solamente posible en Cristo Jesús.

Por eso es que creer en Cristo, afirmar que él vive y que él es real debemos hacerlo ahora para entonces poder estar libres para vivir la vida como Dios quiere y no tenerle temor a la muerte.

Hace poco, apenas una semana y pico, fui a la casa de nuestro hermano Efraín Ortiz que es un hombre que hemos conocido durante muchos años, fue miembro de nuestra congregación, fiel, generoso, participó en la iglesia, siempre estuvo disponible para ayudar en cualquier situación de necesidad, cualquier actividad, tenía un restaurante y siempre era muy generoso en su negocio con nuestras actividades. Se ganó el cariño de mucha gente. Hace poco, su ahora viuda, su esposa, nos llamó y él pidió que yo fuera a visitarlo a su casa. Sabíamos que él había estado enfermo pero yo no sabía que ya los médicos le habían dado 4 ó 5 meses de vida. Y el cáncer que él había estado combatiendo durante varios años ya finalmente lo había postrado en cama y ya no podía levantarse de la cama.

Y yo fui a visitarlos una tarde lluviosa hace pocos día y entré a su casa y llegué hasta su dormitorio y ahí estaba el hermano Efraín acostado, había perdido muchísimo peso, sus ojos habían adquirido un tamaño desproporcionado dado la pequeñez de su cuerpo y todo el peso que había perdido. Pero esos ojos en vez de ser ojos de desesperación y de tristeza, eran ojos de alegría y de paz y de dulzura. Eran ojos que tenían un conocimiento de algo que nosotros muchas veces no conocemos cuando estamos tan metidos en los afanes del mundo. Él sabía que su tiempo había llegado a menos que Dios no hiciera un gran milagro de resurrección prácticamente y me conmovió la expresión de paz que había en el rostro del hermano Efraín.

Él estaba tranquilo, no había desesperación en su rostro, estaba en paz. Pudimos conversar acerca de su situación con toda claridad. Y cuando yo miraba a través de la ventana de su cuarto, que era bastante amplio y estaba iluminado con dos grandes ventanas, fue interesante porque mientras yo hablaba con él me di cuenta que más allá del patio de su casa había un pequeño cementerio. Y me resultó dramático el hecho de que aquí estoy yo con una persona que está a unos pasos de la otra vida y allí hay como un cementerio recordándonos que hay algo que espera. Yo no le mencioné de hecho lo que estaba pensando en ese momento, pero mi mente estaba corriendo acerca de la realidad de la muerte, esperándonos a todos o muy cerca o muy lejos, pero ahí está.

Y la verdad es que yo salí de esa reunión edificado, bendecido y hasta confirmado en mi llamado pastoral porque yo digo, guau, nosotros los siervos del Señor podemos preparar a la gente para un evento tan importante como es la partida con Dios. Y este hombre hoy puede estar tranquilo esperando su momento sin terror, en paz con Dios y no hay dolor en su corazón, en su espíritu. ¿Por qué? Porque él había puesto su esperanza en Jesucristo, porque él sabía que la resurrección venía y que él simplemente iba a pasar de una vida imperfecta a una vida perfecta, que iba a haber un pequeño atrio de transición pero que inmediatamente que él expirara y que diera su último aliento inmediatamente estaba presente ante el Padre.

Así lo dice el Apóstol Pablo, estamos ausentes del cuerpo y presentes ante el Señor, y Pablo dice que estar con Cristo es muchísimo mejor. él estaba en problemas, dice Pablo, porque no estoy seguro qué es lo que prefiero, porque estar aquí en el mundo me permite bendecir a otros y ayudarlos a conocer a Jesucristo, pero estar en el cielo es 20 mil veces mejor para mí, así que estoy en aprietos, no sé cuál de los dos preferir.

Óigame, así yo quisiera que estuviéramos todos nosotros, en aprietos, simplemente estando en el mundo porque quizás podemos ser útiles al Señor pero sabiendo que nos espera la patria celestial, mucho más gloriosa porque estamos convencidos de nuestra fe.

Yo he visto esa misma convicción en los que han perdido seres queridos que saben que sus seres queridos están con el Señor. También hay esa tristeza dulce, mansa, de que sí, no tenemos el cuerpo físico y no tenemos a papá o a mamá para que nos de un abrazo, de esos abrazos que puede dar una madre, pero sabemos que un día les veremos y que celebraremos nuestra victoria juntos de estar en la eternidad.

Es lo que yo sentí cuando mi madre amada falleció a los 92 años hace casi 10 años ya y estábamos reunidos los familiares y me recuerdo bien ese círculo alrededor de nuestra Toñita en su cama de hospital y sabíamos que ya el tiempo estaba listo, estaba aún el médico que la había atendido durante muchos años con ella y Toña estaba en su cama y estábamos hablando con ella, orando con ella, sabíamos que ya el momento los médicos nos habían dicho, reúnanse porque ella va a partir en cualquier momento. Y todavía recuerdo, como si fuera ahora mismo ese momento en que Toña dio su último suspiro y se fue con el Señor.

Y nosotros lloramos hasta el médico estaba llorando porque había aprendido a amar a mi madre en los años que la había atendido, porque fue algo tan bello, tan dulce que fue como que vino un ángel y extendió la cortina alrededor de su cuerpo y dijo, “ya no pertenece a ustedes. Se fue con su Padre celestial.” Y nosotros lloramos calladamente, eso fue un sábado un poquito después de mediodía, y al otro día domingo, cuando le notificamos a la congregación yo pude predicar un sermón, tranquilo, porque yo sabía dónde estaba mi madre. Yo sabía que ella estaba con el Señor y que a los 92 años quizás ella quería ya que la entraran en la presencia del Padre. Y yo sé que ahora ella corre maratones a través de los planetas y de las galaxias y no se cansa, no tiene dolor del trigémino, sus sistema digestivo está funcionando perfectamente, es más no tiene ni siquiera, ¿para qué? No tiene que comer. Está libre.

Mi hermano, mi hermana, yo quiero que tu tengas también esa misma esperanza en esta mañana en la resurrección de Cristo Jesús. Yo quiero que tu prepares tu corazón ahora mismo, si te puedo pedir que inclines tu cabeza aquí, que todos estemos… puede que tu seas un joven lleno de vida todavía y lleno de fuerzas con unos molleros bien grandes, porque levantas pesas, y la muerte es lo que está más lejano de tu mente ahora mismo. O puede que tu seas un profesional con logros y con grandes ilusiones acerca del futuro y la muerte parezca que eso es para dentro de 50 años todavía. o puede que tu seas un anciano o una persona avanzada en edad y ya la muerte adquiere más realidad en tu vida. O puede que tu estés padeciendo de algún tipo de condición médica que te recuerde de tu mortalidad en una forma bastante contundente. No importa cuál sea tu condición, quizás algún niño puede entender lo que yo estoy diciendo, también los llamo a recapacitar y a pensar en lo que es la vida eterna y lo que es esa garantía que Cristo ofrece.

Yo quiero para ti la seguridad, yo quiero para ti la convicción, yo quiero para ti el contrato firmado por medio de tu declaración de que Jesucristo es tu Señor y que tu crees que él resucitó de los muertos y tu no tienes vergüenza de confesarlo ante los hombres y tu estás dispuesto a casarte con él, y tu estás dispuesto a decir, sí, lo recibo, sí, lo prometo, sí, me caso con él, sí, estaré con él en las buenas y en las malas, en las pruebas y en los triunfos. Jesucristo será mi Señor.

Yo quiero invitarte ahora mismo que lo confieses internamente y que todos nosotros aquí confesemos a Jesús como Señor y salvador, particularmente aquellos que no lo han hecho todavía. y yo quiero darles a todos la oportunidad y yo veo a varias personas venir aquí al frente si no muchos ahora mismo o levantar su mano donde usted está y decir, “Yo me comprometo con Cristo Jesús y su resurrección.”

Yo quisiera que tu levantaras tu mano ahora mismo, quiero pedirte que levantes tu mano, si tu has venido en esta tarde y no lo has hecho antes, entrega tu vida a Jesús ahora mismo. Levanta tu mano y dile al Señor, “Señor, yo te recibo.” Allá arriba en los balcones, aquí una mano se levanta, yo sé que hay muchos más. Usted ha venido esta tarde, entregue su vida a Jesús ahora mismo. Allí hay otra mano que se levanta. Levántela bien en alto.

Cristo dice, “si alguien se avergüenza de mí, yo me avergonzaré de él en el día del juicio.” Por qué no recibes a Cristo esta tarde. Entrega tu corazón al Señor. Ven a aquel que ha dado su vida por ti. Veo varias manos detrás también. Hay otros. Hermanos, tiene que haber un momento en el que tu te humilles delante del Señor y este es un momento precioso para hacerlo.

Ponte de pie, aquellos que han levantado su mano pónganse de pie dondequiera que usted esté. Póngase de pie. Yo quiero ver decenas de personas, porque yo sé que aquí hay muchos que necesitan hacer su pacto con Cristo Jesús. No tenga vergüenza de poner su fe en Jesús. Mientras más joven mejor, mientras más elegante mejor, mientras mejor educado mejor, mientras más lejos de la muerte mejor, porque entonces puede vivir muchos años a la luz de tu relación con Jesucristo.

¿hay alguien más? Si tu estás batallando ahora mismo, si ella quiere venir déjenla aquí adelante. Si estás batallando, es el Espíritu Santo que dice, recíbeme. No seas demasiado orgulloso para aceptar a Jesús. ¿Alguien más?

Hermanos, quisiera invitarles, pueden ustedes caminar con ellos y traerlos acá. Quiero que varios de los hermanos de la iglesia pasen aquí, algunos hujieres o diáconos o hermanos que son parte de nuestra comunidad, Peter y Eneida y otros, pasen aquí. Vamos a orar con ustedes. Vengan, vamos a hacer una gran multitud aquí, convertidos y no convertidos y convertidos por primera vez, vengan acá y vamos a celebrar la resurrección de Jesucristo.

Y hay otros acá, hay otros que deben venir también y hacer su pacto con Jesús. Vengan aquí adelante. Yo tengo fe para creer que muchos van a venir acá. Ven con tu pareja. Si no te has casado y están viviendo juntos, no se preocupen mejor, venga. Si tienes alguna adicción, algún problema, algún hábito y todavía no lo has resuelto, yo te necesito. Cristo te necesita acá.

Si estás batallando con algo y tu crees que estás demasiado enmarañado para recibir a Cristo, precisamente para ti es este llamado. Si no eres una persona muy religiosa pero tienes inquietudes espirituales ven y dile a Jesucristo, “Señor, vengo tal y como soy, con mis problema, mis ataduras, mi negocio que no estoy seguro si tu lo apruebas o no, mis malos hábitos, pero yo te necesito Jesucristo, y yo por lo menos creo dos cosas, que tu eres el Hijo de Dios y que tu resucitaste de entre los muertos y estoy dispuesto a confesar esto hoy ante una comunidad como esta.”

Y después comienza entonces a desempacar eso que tu has confesado. Yo le suplico que si alguien está de pie, algún creyente se acerque a ellos y los bendiga. Aquí veo esta pareja linda que está acá. Alguien que se acerque aquí, eso es hermana, venga, oren con ellos dondequiera que haya una vida. Allí hay otros, hermanos alguien que conoce al Señor, ore con esa persona, que no se quede nadie sin recibir afirmación de parte de alguien de la comunidad de fe.

El Señor está mirando, no se preocupe si alguien se acercó a usted, el Espíritu Santo se para a cada uno de ustedes como si fueran el único esta tarde y el Espíritu Santo está moviéndose en el corazón suyo ahora mismo en el en el nombre de Jesús. Yo creo que algo maravilloso está pasando aquí ahora mismo. Hay una unción especial. El Espíritu Santo te está tocando. El Señor está corriendo a través de esta multitud y tu dialoga con el espíritu de Dios, dile, “Señor, te recibo, yo creo que tu resucitaste de entre los muertos, yo creo que tu eres el Hijo de Dios, yo creo que tu eres mi salvador, yo creo que tu vienes por segunda vez, yo pongo mi fe en ti, yo no confío en mi propia justicia sino que confío en ti. Yo no tengo el capital para pagar por mis pecados pero tu lo tienes y yo tomo un préstamo de ti y con eso pago por mi vida eterna ahora mismo. Señor, eres tu el capitalista. Eres tu el que paga por mi salvación.” Dile así al Señor.

Señor Jesucristo yo voy a vivir mi vida creyendo en su resurrección y creyendo en tu divinidad y yo voy a caminar contigo todos los días de mi vida. Y entonces, mi hermano, mi hermana, ponte a pelear esa buena batalla hasta que Cristo se haga real en tu vida. Esta iglesia es tu iglesia, recuerda eso, es tan tuya como de la persona que más años… como mía, tenga en este lugar, y entonces comienza vivir una vida auténticamente cristiana. Dale tu vida al Señor.

Comienza a leer la palabra. Pídele al Espíritu Santo que te cambie, pídele al Espíritu Santo que entre en ti ahora mismo. Di, Espíritu Santo entra en mi vida y siéntate en el trono de mi vida y enséñame cómo ser tu hijo, cómo ser tu hija. Yo quiero conocerte. Dile al Espíritu Santo, quiero conocerte y quiero ser conocido por ti.

Hermanos, yo les prometo que vamos a hacer todo lo que esté de nuestra parte, dennos un tiempecito y nosotros vamos a montar una forma de ayudarlos a ustedes a crecer en la fe y yo les pido simplemente que se unan a nosotros y que nos den un poquito de su tiempo para instruirles y enseñarles, porque queremos que ustedes sean cristianos productivos, fructíferos, y que puedan experimentar el provecho de ser hijos de Dios y que todos los beneficios de la ciudadanía cristiana vengan a ser parte de ustedes.

Qué linda, veo una madre con su hija recibiendo a Cristo. Generaciones siendo bendecidas. De eso trata. Deja que el Señor te toque en esta tarde, deja que el Señor te toque.

Padre te damos gracias por esta cosecha de almas. Lo consagramos a ti, Señor, los atamos a ti, que puedan sentir tu amor esta tarde, Padre, que puedan sentir el amor de esta congregación. Señor, acompáñalos a través de su vida cristiana y que nada de este mundo les obstruye ni les escandalice de manera que se aparten de ti. Ayúdanos a ser una iglesia genuina que ame a los pequeños y los lleve hacia una vida firme y permanente en Jesucristo.

Oh, yo les bendigo en nombre del Señor en esta tarde. Cristo les ama y tiene grandes cosas para ustedes. Cada uno de ustedes es una joya ahora mismo en los ojos del Señor. Usted no sabe lo precioso que usted es, lo preciosa que usted es ante Cristo Jesús. Ahora mismo hay fiesta en el cielo, ahora mismo hay celebración, ahora mismo los ángeles están danzando alrededor del trono de Dios por cada uno de ustedes.

Y yo estoy en las nubes, estoy declarando grandes cosas para sus vidas. Ahora vivan esa vida poderosa en el Señor y comiencen a caminar. Estaremos en contacto con ustedes, pronto vamos a… queremos que ustedes tomen algunas clases básicas, unas cuantas horas que ustedes donen a este esfuerzo de convertirlos a ustedes en cristianos furctíferos. Les abrazo a cada uno en el nombre del Señor ahora mismo y declaro gracia sobre gracia, sobre gracia sobre sus vidas.

Cuando ellos regresen a sus asientos denles un abrazo también, estréchele la mano y dígale, te felicito por la más hermosa decisión que tu has hecho en tu vida. Están sellados. Aleluya! Sellados con la gracia del Señor. Les bendecimos en el en el nombre de Jesús. Amén. Amén.

Negociando para el Reino

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Quiero hablar acerca de negociando para el Reino, cómo negociar para el Reino. La palabra clave en este mensaje es negocios, negociar. Lo digo con toda intencionalidad. Nos referimos a una postura, una actitud que debemos tener cuando abordamos el trabajo cristiano, negociando para el Reino.

También este pasaje nos recuerda que predicar el Evangelio es algo serio, es algo que tiene que ver con vida o muerte. Es algo tremendamente deliberado. Y voy a leer la parábola que el Señor pronunció con respecto a este aspecto del Reino y recuerden que estamos en esta serie de sermones que tiene que ver con el llamado a evangelizar. Lo que quiero hacer y lograr a través de esta serie de sermones es aguzar su consciencia de la importancia de predicar el Evangelio, de ver esto como una responsabilidad seria, como una carga privilegiada que nosotros tenemos, el compromiso como creyente, el hecho de que nuestra identidad como creyentes reside en esa actividad evangelística, en ese llamado a compartir con otros lo que Cristo ha hecho en nuestra vida y lo que Cristo significa para nosotros.

Si nuestra vida no está saturada de esa urgencia de predicar el Evangelio entonces estamos viviendo la vida cristiana fuera de nuestro eje, porque el centro de nuestro llamado, de nuestra existencia es compartir la palabra de Dios. Y yo creo que esto se va a hacer bien claro a través de ese mensaje. Como digo, todos estos mensajes están destinados a enriquecernos y establecer un fundamento teológico, bíblico, sólido para que podamos proseguir con el llamado evangelístico con toda consciencia y con toda propiedad.

Entonces, dice aquí en el versículo 11, Lucas 19: “…Oyendo ellos estas cosas –porque ya el Señor había hablado de otras situaciones y otros temas – prosiguió Jesús y dijo una parábola porque cuanto estaba cerca de Jerusalén – y esto es interesante – y ellos pensaban que el Reino de Dios se manifestaría inmediatamente…”

Entonces el Señor ofrece esta parábola en una forma correctiva, para corregir un error de parte de sus discípulos, una percepción equivocada que ellos tenían acerca de la venida del Reino de Dios y cómo sería. Esta parábola es una corrección a esa percepción equivocada. Entonces, el Señor dice:

“…Un hombre noble se fue a un país lejano para recibir un reino y volver. – Pregúntese quién es este hombre noble y de qué se trata ese reino y qué quiere decir esto de que se fue a un país lejano. Es una parábola, tiene sus equivalencias. – “… se fue a un país lejano para recibir un reino y volver. Y llamando a 10 siervos suyos les dio 10 minas…” – minas se refiere a una moneda de cierto valor.

Yo estuve investigando un poquito acerca de esto y se dice que una mina era más o menos el equivalente de 100 dracmas, y si le dio 10 minas, eso quiere decir que le dio 1000 dracmas. Y una dracma era otro tipo de moneda, una dracma era el equivalente del salario de un día para un obrero. Es decir, que al darle 10 minas les estaba dando el equivalente de 1000 días de trabajo de un obrero, es decir 3 años prácticamente de trabajo. Era una cantidad bastante considerable. Hoy en día podría ser el equivalente casi de 100.000 dólares si estimamos que un obrero se gane 30.000 dólares o algo por el estilo al año. Entonces es una cantidad de cierto peso. Entonces les dio 10 minas a cada uno, mina es la moneda, una unidad de dinero.

“… Y les dijo, “Negociad entre tanto que vengo.” – Quiero que mediten esa palabra, negociad, porque no es una palabra casual. Para mí, cuando yo entendí el significado de la palabra negociad en el griego original, me abrió un entendimiento mucho más amplio, más profundo de esta parábola. Le dice:

“…”Negociad entre tanto que vengo.” – Y aquí el Señor añade interesantemente otro elemento que no necesariamente es esencial al resto de la parábola pero que me parece interesante. – “…Pero sus conciudadanos le aborrecían y enviaron tras él una embajada diciendo, “No queremos que éste reine sobre nosotros.”

Aquí el Señor en su narración añade un elemento de conflicto y de oposición, de drama en un sentido al resto de la narrativa. Tiene enemigos que no quieren. ¿Quiénes serán esos enemigos? Pregúntese mientras yo leo. ¿A qué se está refiriendo el Señor aquí acerca del Reino de Dios, el mundo y todas estas cosas y cómo mucha gente percibe a Jesucristo y al Reino de Dios y al Evangelio?

“…Aconteció que vuelto él después de recibir el reino, mandó llamar ante a él aquellos siervos a los cuales había dado el dinero para saber lo que había negociado cada uno….”

De nuevo, surge la palabra negociar. Y no se pone en términos de cuánto habían hecho, cuánto habían obtenido, no, cuánto había negociado cada uno, cuánto habían ganado como ganancia por medio de sus inversiones y sus esfuerzos de negocios específicamente. Es de ganancia lo que está hablando aquí, usando ese mismo término de negocios. Esta parábola está saturada con una atmósfera de negocio, de corporación, una corporación más bien, un negocio.

“…Entonces, vino el primero a quien ese hombre noble le ha dado 10 minas, – 100.000 dólares vamos a decir – diciendo, “Señor, tu mina ha ganado 10 minas.” – Interesante, piense también en eso, tu mina ha ganado. Qué interesante que él no dice, yo gané o yo hice. No, dice ‘tu mina ha ganado,’ un detallito bien interesante y revelador en mi opinión.

“… tu mina ha ganado 10 minas. Él le dijo, “Está bien, buen siervo, por cuanto en lo poco has sido fiel, tendrás autoridad sobre 10 ciudades.” – Ganó 10 minas y ahora el Señor le da autoridad sobre 10 ciudades. Me parece un buen negocio, cierto esfuerzo pero ahora es gobernador de 10 ciudades completas.

“Vino otro diciendo, “Señor, tu mina ha producido 5 minas.” – Este ganó solamente la mitad de lo que ganó el otro y uno pensaría que quizás merecía menos aprobación o menos alabanza de parte del Señor, porque su rendimiento fue la mitad que lo del otro, pero fíjese que recibe la misma expresión de reconocimiento del Señor y también a éste dijo, – “Tu también sé sobre 5 ciudades.” – Conforme a su rendimiento le dan también una recompensa de 5 ciudades, pero lo alaban porque trajo rendimiento y se esforzó e hizo lo que su Señor le había mandado a hacer.

“Y vino un tercero diciendo, “Señor, aquí está tu mina, la cual he tenido guarda en un pañuelo.” – Yo me lo imagino sacando un pañuelito con 4 nudos y ahí está la moneda dentro y mientras se lo está diciendo está desenvolviendo los nudos uno a uno. – “Aquí está tu mina, la que he tenido guarda en un pañuelo porque tuve miedo… – Piensen en eso también. – … de ti por cuanto eres hombre severo que tomas lo que no pusiste y siegas lo que no sembraste.”

Esta es la percepción que tiene este siervo del hombre noble. Es interesante porque una de las cosas que me gusta de esta parábola es la forma en que proyecta este hombre noble. ¿Quiénes creen ustedes que es este hombre noble? Jesucristo, díganlo todos, Jesucristo. Este es el hombre… Jesús está diciendo la parábola pero está hablando de sí mismo, este hombre noble que se va a un país lejano. ¿Cuál es ese país lejano? El cielo. Entonces cuando él regresa del cielo, lo llama y este siervo conoce algo del carácter de este hombre.

Para mí esta parábola es bien reveladora también porque nos dice algo acerca de Jesucristo, para los que estamos acostumbrados a pensar que él es un corderito manso, siempre con los bucles rubios y ojos lánguidos y medio como low energy, como dice Donald Trump. Pero aquí se nos presenta una imagen severa de Jesucristo, es un hombre del cual hay que tener cuidado, porque este hombre sabe cómo es Jesús o cómo es su Señor. Y fíjese que el Señor este no le dice, “¿Cómo tu piensas eso, muchacho, si yo soy un pan de Dios? Tan bueno que yo soy, tan tranquilo.” No, él dice, mire cómo le contesta:

“…Entonces, él le dijo, “Mal siervo, por tu propia boca te juzgo. Sabías que yo era hombre severo… – en otras palabras, tienes razón, tu sabes que yo soy así, – …que tomo lo que no puse y que siego lo que no sembré, ¿por qué pues no pusiste mi dinero en el banco? Para que al volver yo lo hubiera recibido con los intereses.”

Por qué por lo menos, caramba, no me lo metiste en Cambridge Savings a coger 1.9 de interés, en vez de eso me traes el dinero aquí, ya la inflación se ha comido un 2 por ciento de ese dinero, por qué aunque sea no lo depositaste en un high yield de bond o algo así. Si tenías miedo de que se te perdiera, por lo menos, hubieras buscado una forma básica para que no quedara inactivo el dinero, si era el miedo lo que te hizo omitir algún tipo de actividad.

“Y dijo a los que estaban presentes, “Quítenle la mina, y dénsela al que tiene las 10 minas.” – esa es la lógica contra intuitiva del Reino de Dios – Y ellos le dijeron, “Pero Señor, si el otro tiene 10 minas, en otras palabras, es una injusticia, cómo tu le vas a quitar a este pobre hombre la mina que tiene y se la vas a dar al que tiene 10.” Y mire la respuesta del Señor:

“Pues yo os digo que a el que tiene se le dará más al que no tiene aún lo que tiene se le quitará.”

La idea es el que tiene poquito o casi nada, si no lo rinde, si no hace algo con ello aún ese poquito que tiene, que es casi nada, se lo van a quitar y se lo van a dar al que está… ¿A quién ustedes le quieren dar su dinero, hermanos? ¿A un inversionista que trabaja duro que conoce el mercado, que es diligente, sabio, astuto, o a un alcahuete que no hace nada, simplemente tirado en una cama todo el tiempo? ¿A quién usted le va a dar? A la persona diligente ¿verdad? ¿Y en quién el Señor va a invertir sus dones y sus recursos y su energía y su poder? En los que van a rendirle provecho al reino. Eso es algo muy lógico.

De nuevo, la lógica de esta parábola sale del mundo de los negocios. Como les digo, esta parábola está penetrada y saturada por la lógica y el ethos, el sentido del mundo corporativo, el mundo de los negocios, el mundo de las ganancias, el mundo de las inversiones. Y eso es interesante cuando lo aplicamos al Reino de Dios. Y dice entonces:

“…Y también aquellos, mis enemigos, – ahora volvemos al detallito ese que se nos perdió al principio que había gente que no quería que él reinara – Y también aquellos mis enemigos, que no querían que yo reinase sobre ellos traedlos acá y decapitadlos delante de mí…”

¿Cuántos pueden reconciliar esa última imagen con Jesús? Muy pocos, ¿verdad? Sin embargo hay un aspecto de Jesús que es así. El Cristo que viene en su segunda venida no es el que fue crucificado, es un juez, es un rey, que viene a tomar su herencia y viene a tomar cuentas, tanto de los que le sirven como de los que se oponen a su venida.

Ahora, aclaro aquí que no es para… los creyentes, los que han creído en Cristo Jesús, la salvación no es por lo que usted hace, usted se salva por gracias, pero hay un costo. La Biblia habla dice que los creyentes vamos a comparecer ante el tribunal de Cristo, hay varios pasajes en la escritura, no tengo tiempo para desarrollar ese punto demasiado ahora mismo. Vamos a comparecer ante el tribunal de Cristo pero no es para determinar si vamos a ser salvos o no, va a ser para determinar qué tipo de recompensas habremos de recibir.

Yo creo que en el Reino de Dios venidero va a haber todo tipo de gloria y de actividad. Yo creo que mucha gente piensa que el Reino de Dios en el cielo, todo se nos va a dar una bata blanca del mismo tamaño y un harpa para que nos sentemos en una nube a tocar por toda la eternidad. El Reino de Dios va a ser un lugar de tremenda actividad, la verdad es que para mí el infierno sería eso, tocar un harpa por toda la eternidad sentado en una nube con una bata blanca. Pero gloria a Dios que el Reino de Dios va a ser un lugar de diferentes niveles, de mucha actividad, de esfuerzo sin el filo que tiene el trabajo en este mundo caído, pero Dios va a permitir, yo no sé cómo va a ser eso, pero el Reino de Dios va a tener naciones, va a tener gobierno, va a tener gloria, va a tener diferentes estados, diferentes niveles de gloria y de autoridad. Y ¿qué va a determinar todo eso? lo que nosotros hagamos, el esfuerzo que nosotros recibamos acá.

Es como en una competencia se ofrecen medallas de bronce, de plata, de oro, para diferentes niveles de excelencia en el desempeño de un atleta. Algunos van a recibir una medalla de aluminio, otros prácticamente de madera si acaso, pero todos vamos a recibir algo según el nivel de esfuerzo que nosotros hayamos emprendido aquí en la tierra. Así que piense en eso.

Y la escritura es bien clara, hay muchos pasajes que sugieren esto, de que según nosotros hemos sembrado y esforzado aquí en la tierra, hemos invertido en el Reino de Dios en ese nivel vamos a recibir una recompensa equivalente. Entonces, me estoy adelantado un poco pero está bien que lo tengamos en mente.

Ahora bien, vamos un poquito hacia atrás. Lo que tenemos aquí es esta idea de un hombre noble que es Jesucristo y los discípulos piensan que el Reino de Dios va a venir inmediatamente, que Jesús no va a pasar por la cruz, no va a haber crucifixión, no va a haber muerte, nada de esto. Ellos se rehúsan a creer esto. Ellos están pensando que esto va a ser algo rápido, sencillo, por eso dice, “vendría inmediatamente.”

Cuando Jesús va hacia Jerusalén en este mismo tiempo, el Señor se va acercando… Semana Santa es ese acercamiento de Jesús a Jerusalén para ser crucificado. Pero ellos piensan que Jesús va a Jerusalén a tomar la ciudad, a declararse el Mesías y a establecer su reino y ellos cada uno van a tener un puesto de alguna importancia en este nuevo gobierno político. Pero el Señor les dice, “No, eso no va a ser así, se va a tomar tiempo, va a haber drama en el medio.” Entonces, por eso él les dice esta parábola y les dice, un hombre noble se fue a un lugar lejano, ese lugar lejano se ha tomado 2000 años, era un viaje bien largo. Para nosotros por lo menos sabemos que 2000 y pico de años era ese viaje.

Ese hombre noble se fue a un país lejano que es el cielo donde el Señor está sentado a la diestra del Padre esperando el momento preciso para descender otra vez y venir y tomar su Reino. Entonces, el Señor se va a un país lejano y antes de irse, como hizo el Señor Jesucristo, recuerdan en la gran comisión, Mateo 28, él les dijo, “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra por tanto id, predicad el Evangelio, haced discípulos a todas las naciones, enseñándoles a obedecer las cosas que yo os he mandado.”

Y el Señor mientas estuvo aquí en la tierra estuvo preparando esos siervos. Estos 10 siervos son simplemente un ejemplo de todos aquellos hombres y mujeres con quiénes él trabajó mientras estaba aquí en el mundo, los entrenó, los puso a través de diferentes tipos de ejercicios evangelísticos y misioneros, les embutió su palabra, una cantidad de cosas y los preparó y les dejó una encomienda. “Vayan por el mundo, hagan crecer mi iglesia, hagan desarrollarse mi iglesia, prediquen el Evangelio,” y eso es lo que esta iglesia de Jesucristo ha estado haciendo durante los últimos 2000 y pico de años, evangelizando, sembrando la semilla, desarrollando el Reino de Dios, estableciendo todo tipo de instituciones, haciendo todo tipo de esfuerzos para avanzar el reino de Jesucristo, con diferentes tipos de éxito y de lucidez.

Pero el Señor estaba diciendo, esto no es fácil, se va a tomar tiempo. Yo me voy pero yo voy a volver. Entonces dice que los reúne y les da a cada uno una dotación, le da una mina a cada uno. Eso es símbolo de lo que cada creyente recibe cuando recibe el Espíritu Santo al recibir a Cristo como Señor y salvador. ¿Sabías tu que dentro de ti hay un don que Dios ha puesto, una mina? No importa tu nivel de educación, no importante si seas hombre o mujer, joven, anciano, Dios ha puesto algo de valor en ti, una capacidad, una dotación de poder, hay gracia dentro de ti. En ti hay un potencial que Dios ha infundido en tu vida. Di amén a eso. Tu lo tienes dentro de ti. Dios te ha dado algo, una capacidad para cantar, una capacidad para enseñar, una capacidad para dar, una capacidad para servir en los ujieres o en la enseñanza de los niños, o para ser un filántropo que avanza los intereses de la iglesia, o para dirigir, o presidir, algo hay en ti que Dios puso para que tu uses eso para que su reino avance.

Yo quiero que tu entiendas eso, hay una mina, y yo diría una mina en el sentido también que la conocemos esa palabra, hay una mina de posibilidades dentro de ti, tanto que Dios ha puesto en tu vida. El Apóstol Pablo le dice a Timoteo, “Te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que hay, que está dentro de ti.”

Así que si en esta mañana puedes apropiarte, internalizar esta idea de que dentro de Dios ha puesto algo que es de valor para su reino, quizás tu no lo sabes y una de las tareas del creyente es descubrir el don de Dios. Cuál es el don, cuál es la potencialidad específica que Dios ha puesto en mí. Pero no te preguntes, ¿habrá algo en mí de valor? No. di, lo que hay en mí de valor, cómo lo puedo yo usar para el Reino de Dios y cómo puedo yo entrar en el uso de ese don.

¿Cómo se desarrollan los dones? Ese es un tema para un sermón. Pero una de las cosas es sirviendo. Comienza con lo que tienes a la mano, comienza con lo más pequeño, lo más fácil, quizás lo más fácil para ti va a ser hablarle a tu hermano de carne y hueso, tu hermana de sangre, con quien tu te sientes cómoda, la conoces, es tu amiga, se llevan bien, pero no conoce a Jesucristo. Puedes comenzar por allí. Regálale un libro, enséñale un video, siéntala un día y háblale acerca de tu experiencia con Cristo. Eso es algo sencillo. Puede ser un amigo en el trabajo. Puede ser alguien en el autobús que tu te encuentras y comienzan una conversación y te dice acerca de su familia y de su hijo o que está enfermo y tu le preguntas, ¿puedo orar por ti? Te invito a la iglesia. ¿Tu conoces a Jesucristo? No importa, si tu conoces a Cristo no te preocupes que Dios está contigo, él te va a sacar adelante. Yo voy a orar por ti. Aquí tienes mi teléfono, llámame.

Lo que tienes a la mano, comienza. Ahora mismo estamos necesitando ayuda por ejemplo, para el domingo de resurrección con los niños. Muchos de nosotros decimos, Señor, llévame al África para que allá yo morir por ti, que son musulmanes, me martiricen y yo dar mi sangre… Pero si te dicen, mira, sirve a los niños un día aquí. ay, no eso es demasiado chiquito para mí. Yo quiero irme en una bola de fuego que me inmole, que me sacrifiquen.

Si en lo poco no eres fiel, en lo mucho tampoco vas a ser fiel. Comienza donde puedas, haz lo que puedas. Diezma, ofrenda, mucha gente, Señor, mi vida es tuya, haz lo que quieras de mí, pero cuando llega el momento de darle al Señor, ah, no, ahí nos congelamos. Muchos de nosotros no vamos a poder…

Hace poco me dijeron la historia de un grupo de jóvenes misioneros en el siglo XIX que querían servir al Señor predicando el Evangelio en las misiones foráneas, y no todos podían ir, entonces estos jóvenes – esto es real – hicieron un pacto y ellos dijeron, vamos a mandar, creo que eran como 10 de ellos, ustedes van a ir a la India, al África, donde fuera, ustedes van a ir como misioneros y nosotros nos vamos a quedar aquí en Estados Unidos y vamos a trabajar y hacer dinero para sostenerlos a ustedes. Y durante toda su vida estos jóvenes que se quedaron sostuvieron a los que se fueron en misiones en sus necesidades misioneras.

¿Cuál de esos dos usted cree que merecía más alabanza? Yo creo que los dos estaban trabajando como un solo organismo para avanzar el Reino de Dios. Hay gente que quizás no tiene un don misionero pero tienen el don de hacer dinero y podrían dar más para el Reino de Dios y servir de esa manera. Usted puede ayudar a avanzar el Reino de Dios usando, si usted trabaja en la tecnología por ejemplo como el hermano Javier Encina, al usted trabajar en la tecnología sabe cuántas cosas usted hace posible.

Veo al hermano Mario Ulloa allí detrás, sabe que esos dos primeros edificios fueron hechos posibles por la generosidad de gente como Mario Ulloa, como el hermano Roberto Naranjo y otros así que trabajaron tan arduamente. Y ahora el hermano Mario viene aquí y se sienta allí y nadie sabe quién es Mario Ulloa. Ese señor que está allí con la barba, ese señor pegado a la ventana es… sinceramente, hay poca gente que yo admiro tanto en esta tierra como ese hombre. Y hoy en día la gente viene y nadie sabe acerca de su trabajo sacrificial para la obra de Dios. Pero nosotros no estaríamos sentados aquí hoy sin el trabajo de gente como él.

Y para mí, gente como él vale 10 evangelistas porque hacen posible este tipo de trabajo, porque sus dones los están invirtiendo en el Reino de Dios. Hay algo que usted puede hacer para avanzar el Reino de Dios. La mina que tu has recibido en tu mano, qué estás haciendo con ella? Tienes que ponerla a generar, tienes que invertirla, tienes que pedirle al Señor, tienes que estar inquieto y decir, Señor, yo no quiero irme de esta tierra sin dejar mi marca en el Reino de Dios. Yo quiero hacer algo por ti, úsame. Ore, comience, en el proceso de comenzar y hacer algo Dios te va revelando la próxima etapa del viaje.

Cuando se usaban los carros que tenían los cambios que eran standard, bien pesados, usted recuerda si el carro está en neutro, yo no sé si todavía es así porque yo no manejo un carro standard, pero cuando el carro está parado si usted trata de mover el gear, es bien difícil. Ahora, cuando lo quita y lo pone en uno de los cambios y comienza a mover el carro, mucho más fácil mover el gear. Así pasa con los dones. Cuando usted comienza a moverse en fe y da un paso de fe detrás del otro y usted hace lo que tiene a la mano, y usted comienza en el nombre del Señor, Dios le va dando sabiduría sobre lo próximo.

En el principio de la Biblia que dice, “Ven buen siervo y fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré.” Si tu eres fiel dándole un año de servicio al Señor trabajando con niños, por ejemplo, o como ujier, o limpiando algún aspecto de la iglesia, si tu eres fiel en eso y no te preocupas porque te den gloria y alabanza o te paren aquí al frente de la plataforma o lo que sea, pero tu lo haces para gloria del Señor, y eres fiel en lo que haces, el Señor te va a poner en otra cosas. Quizás un día vas a evangelizar multitudes, quizás vas a escribir un libro para gloria del Señor, quizás vas a cantar ante multitudes, pero comienza con algo sencillo y pequeño y sé generoso con Dios.

Yo he aprendido que cuando uno comienza así y sirve no para que nadie lo vea ni lo alabe, sino como que Dios lo está mirando y eso es lo que a usted le importa, el Señor le bendice su vida, bendice su don, lo multiplica, lo ensancha y lo usa en mayor escala. Así que no se deje intimidar porque usted no sabe dónde está su don. Comience a explorar. Métase en esa jornada maravillosa exploratoria que le va a durar toda una vida y poco a poco usted irá descubriendo nuevos aspectos de la dotación de Dios en su vida, pero tiene que comenzar con lo pequeño. No se preocupe por el resultado, preocúpese por ser fiel al Señor y obedecer esa comisión que usted ha recibido.

Entonces, este hombre se ha ido, se va a ese país lejano, sus siervos comienzan a trabajar, a invertir y la instrucción que él les da es bien importante. No quiero omitir esto, la palabra ‘negociad’, pracmateusaste es la palabra en el griego original. Es un imperativo. Usted vio la palabra pragmático, praxis, de ahí viene, práctico. Esta palabra en el griego original que se traduce al español negociad, su raíz es de trabajar en una forma práctica, en una forma coherente. Yo puse aquí una pequeña definición que nos refiere un poquito acerca de esta idea.

Dice aquí, el jefe de la corporación, porque es lo que es este hombre, les dice “Negociad entre tanto que yo vengo.” La palabra negociad en el griego original es pracmateusaste, esta palabra viene del mundo de los negocios. Lleva la idea de conducir negocios diligentes, invirtiendo gran energía y esfuerzo a fin de producir resultados efectivos.

No se trata meramente de trabajar en algo, sino de trabajar con diligencia, con un sentido de propósito, con disciplina y persistencia, con una meta clara en mente y una metodología bien delineada. En otras palabras, es un esfuerzo organizado, deliberado, disciplinado, calculado, estratégico, así debe ser el trabajo de la iglesia.

Las iglesias que trabajan indisciplinadamente, hoy una cosa, mañana la otra, manga por hombro porque todo es para el Señor y el Señor es misericordioso, no esperen hacer nada de excelencia. Yo siempre he creído que la iglesia de Jesucristo debe ser la organización más bien organizada y de mayor excelencia en todo el mundo, que use en manera más eficiente y efectiva los recursos que tiene a la mano.

Yo soy tacaño con el dinero del Señor. Cada dólar hay que sacarle el jugo, hay que multiplicar su rendimiento y la iglesia de Cristo que reflejar excelencia, tiene que reflejar eficacia y eficiencia, tiene que reflejar organización, disciplina, propósito. Para mí la iglesia de Jesucristo es un organismo de gran coherencia y la obra de la iglesia debe ser bien meditada, bien planificada, bien ejecutada, coherente, descentralizada, dirigida con buenos principios, protocolos y procedimientos, debe rebozar excelencia, porque nosotros tenemos la mente de Cristo. ¿Y qué quiere decir tener la mente de Cristo? Quiere decir tener la mente que ha estructurado el mundo, el universo, los átomos, las células de todos los organismos vivientes, el orden de un cuerpo viviente.

Esa mente, el logos, que creó el universo es lo que está dentro de ti. Por eso yo animo a los jóvenes y a mis hermanos a estudiar, a desarrollar su entendimiento, a esperar grandes cosas del Señor. Si usted va a estudiar, propóngase la meta de ser el estudiante más logrado de su clase, propóngase la meta de llegar al nivel más alto, no por orgullo sino porque el Señor ha puesto en usted algo increíblemente poderoso. Si usted va a ser una madre, prométase que usted va a ser la madre más exaltada del mundo, con más capacidad, más conocimiento, más sabiduría, más unción, porque el Señor está dispuesto a enseñarle los mejores principios de la maternidad.

Si usted va a ser un obrero en una fábrica asegúrese de que otros envidien la destreza y la disciplina y la excelencia con que usted hace su trabajo. No importa lo que nosotros hagamos, no importa cuál sea nuestro territorio, Dios nos ha entregado la tierra y se supone que nosotros trabajemos con todo sentido de disciplina y propósito. No me diga que usted no puede porque Cristo está dentro de usted. Y usted mismo ha dicho, todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

La mente de Cristo es una mente pensante, es una mente lógica, es una mente coherente y nosotros tenemos que proceder con ese mismo tipo de dotación, ese sentido de alta estima, no de nosotros mismos, sino del Dios que está dentro de nosotros. La iglesia tiene que rebozar excelencia. La iglesia es una gran corporación que negocia para el Reino de Dios y por eso tiene que ser estratégica en sus intervenciones, su planificación, su trabajo. Y nosotros somos obreros. Usted es un inversionista y también es un cliente y es un empleado, y por eso es que cada creyente tiene que vivir la vida cristiana con ese sentido de deber, pero también de privilegio, de dotación.

Dios no es Dios que le dice a usted que haga grandes cosas, pero le dota en una manera mínima. No. él le da gran dotación para que usted obtenga grandes resultados en todas las áreas de su vida. Los creyentes tenemos que ser excelentes en toda nuestra vida porque tenemos un Dios poderoso que se mueve dentro de nosotros.

Por eso Pablo le dice a Timoteo, “Te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía,” que es lo que tiene este siervo infiel, cobardía, “no nos ha dado Dios espíritu de cobardía o timidez – otra traducción – sino de poder, de amor y de domino propio.”

Y sabe que la palabra dominio propio es una mala traducción, el original griego es una mente sana, por eso es que en inglés “he has given us a spirit of power, of love and a sound mind.” Búsquelo en una de las traducciones. ‘Sound mind’ es una mente que piensa bien, es una mente que percibe con precisión la realidad. Esa es la mente que Dios nos ha dado. No es excusa para que nosotros no desarrollemos el don de Dios que está dentro de nosotros porque la dotación de Dios es tan grande.

Yo digo que hay dos formas en que el cristiano puede proceder en la vida, o desde una mente de suficiencia o de una mentalidad de carencia. Hay cristianos que todo es, yo no puedo, no tengo, no sé, no me dieron, no me hicieron, no me dieron la oportunidad, y se viven quejando de fulanito, del gobierno, de la injusticia del mundo, de que la gente es mala, de que los pastores son corruptos, de que las iglesias son malas, y entonces siempre están aplatanados, sentados en una banca sin hacer nada.

Eso se llama proceder de una mentalidad de carencia, de insuficiencia, como los 10 espías que vienen a lo de Moisés después de examinar la tierra y dicen, “Sí, Moisés, es cierto, esa tierra es tremenda, da unas uvas que una sola da una botella de vino completa, pero los hombres que están allí son unos gigantes, todos podrían ser miembros del MBA, miren 6 pies con 8 y tienen unos huesos que son durísimos y por lo tanto nosotros no podemos jamás meternos en esa tierra.”

Había dos, Josué y Caleb, que dicen, “Mira, si el Señor nos ha entregado la tierra lo vamos a comer como pan, como mantequilla.” Yo le añado la mantequilla. Si el Señor nos ha dado la tierra nosotros vamos a ganar esa tierra. Eso se llama proceder con una mente de suficiencia, de dotación. ¿Y quiénes fueron los que entraron a la Tierrra Prometida?” los 10 espías se quedaron muertos, solamente Josué y Caleb, de toda esa generación primera, entraron a la Tierra Prometida, todos los demás murieron en el desierto. ¿Por qué? Porque tenían un espíritu diferente, así lo dice la Biblia.

¿A qué grupo queremos nosotros pertenecer? ¿Al grupo de los 10 espías o de los dos espías como Josué y Caleb? Entonces, ¿a qué equipo tu perteneces? El que dice yo no tengo, yo no sé, no puedo, no me dieron, no me hicieron, o el grupo que dice todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Yo voy a predicar el Evangelio, yo voy a compartir con otros, yo voy a hacer todo lo que pueda para avanzar el Reino de Dios. De un aplauso al Señor.

Negociad entre tanto que yo venga. ¿Cómo puedes tu negociar para el Reino de Dios? ¿Qué puedes hacer para avanzar los intereses? ¿Cómo estás tu negociando para el Reino de Dios? Yo quiero que León de Judá negocie hasta que Cristo venga, que León de Judá sea una corporación conocida por la excelencia con que procede a ejecutar las directrices del CEO de la iglesia, que es Cristo Jesús, en todo sentido y que tengamos miembros que estén igualmente comprometidos con avanzar esta nave que es el Reino de Dios.

Entonces, dice esa parábola cuando este señor viene le pide cuentas a sus siervos. Me parece interesante. ¿Cómo viene él? Yo me lo imagino, él los pone en línea delante de él y le dice, okay, vamos a ve ahora. Esto no es cuestión, de que oh, hermanito, qué tal, ¿cómo te fue? Yo sé que es un favor lo que tu me has hecho y gracias a Dios que tu aceptaste esa mina. ¿Pudiste hacer algo con esa mina? No, él los llama a cuentas.

Hay otra parábola que está en Mateo 25:14 al 30 y usted la puede leer después y comparar un par de cositas. Tiene unas cositas diferentes pero es la misma parábola prácticamente. Los llamó a cuentas, los reunió y yo me lo imagino en una forma así, bien de negocios, okay, yo te di una mina, ¿qué hiciste con ella? Le dan el reporte de lo que cada uno hizo y entonces está el tercer hombre que le dice, “Mira, yo sé cómo tu eres, yo sé que si yo hubiera desperdiciado esa mina me hubieras cortado la cabeza así que lo que hice fue que la guardé debajo del colchón.”

Entonces la reacción, como he dicho, después y la actitud de este hombre nos revela algo. Sabe que cuando usted mira esa parábola de Jesucristo acerca de servicio y de cuentas al Señor y todo esto, todo esto está penetrado por una atmosfera de seriedad, de severidad, de expectativas claras y esto es interesante, hay un pasaje donde el Señor Jesucristo dice, “El que no recoge conmigo desparrama.” ¿Ha escuchado eso?

Qué interesante. Es como que hay dos extremos en la vida cristiana, o usted sirve como un instrumento para el avance del Reino de Dios o usted es un obstáculo, usted está robando energías. Perdone que sea tan claro, espero que nadie se ofenda porque eso no lo digo yo, lo dice la palabra, usted o es un facilitador o es un obstáculo para el Reino de Dios.

Déjeme ponerlo de esta manera, las ramas de un árbol, cuando un árbol sigue creciendo y creciendo se multiplica su ramaje y llega un momento en cada rama y cada hoja y cada extremo del árbol está pidiendo savia, está pidiendo energía porque necesita el alimento que el árbol está cogiendo de la tierra. Y cuando árbol tiene tanto ramaje el riesgo es que no dé suficiente fruto porque toda la energía se desperdicia en distribuirse a través de tantas ramas y entonces por eso llega un momento en que el fruto es débil, pequeño o agrio. ¿Y qué hace el agricultor? Poda, las ramas que no dan fruto las poda para que las que dan fruto tengan más alimento, para que den más frutos. Ese es el principio detrás de podar.

Entonces, yo creo que muchas veces, se me ocurre algo que no sé, yo lo someto a su consideración, no estoy seguro de que puedo decir esto, pero de todas maneras voy a rumiar libremente y usted me dice… se me ocurre que muchas veces nosotros los pastores queremos iglesias que tengan mucha gente aunque sean medio convertidos, aunque no crean ni en la luz eléctrica, pero que vengan porque queremos una iglesia grande, queremos una iglesia con mucha gente y a veces lo que hacemos es que bajamos el Evangelio a un nivel bien básico para que venga mucha gente.

Y yo me pregunto si en la mente del Señor eso es lo que verdaderamente Dios quiere. Yo no sé si Dios prefiere una iglesia de 100 personas que trabajan duro y que cada uno está comprometido con el Reino de Dios o una de 1000 en la cual 800 tienen dudas de si son salvos o no y no conocen el por qué han creído y por qué han sido llamados al reino y un sentido de compromiso y de deber y de entrega total al Señor. No sé. Yo les pregunto eso a ustedes. Me lo debo preguntar a mí mismo, porque es lo mismo, uno quiere un árbol frondoso, un árbol con muchas hojas, con muchas ramas, bien grande, bien bonito, bien llamativo, ¿pero es eso verdaderamente lo que constituye un árbol saludable?

¿Qué quiere usted, una higuera como el Señor vuestro a la higuera llena de ramas y de hojas y cuando metió la mano no encontró un solo higo y la maldijo? ¿O quiere usted un… hay unos arbolitos chiquitos de mango, no son muy altos, pero usted mete la mano y dondequiera agarra uno diez mangos? ¿Qué quiere usted un árbol con muchas hojas, grandísimo, sin mangos o un árbol pequeñito pero tupido?

Entonces, el Señor usa es principio. Si nosotros no damos fruto el Señor no está contento y a lo mínimo le va a poner una multa. Mucha gente se pregunta por qué es que yo no siento el gozo del Señor, por qué esas promesas que dicen en la Biblia no se han realizado en mi vida, por qué es que yo hago esto y lo otro y voy a la iglesia y no siento el gozo del Evangelio ni he visto esos cambios en mi vida.

Pregúntese si quizás está usted dando todo lo que usted puede al Señor, está orando, está ayunando, está leyendo la palabra, está adorando al Señor, está sirviendo, está dándole al Señor, está trabajando para el Reino de Dios.

Yo he aprendido que el gozo del Señor viene cuando le damos al Señor, cuando nos entregamos a él, cuando lo servimos. No hay mayor gozo que un alma conozca a Jesucristo a través de la obra de uno, no la obra de uno pero de Cristo en uno. Pero saber que mi vida sirvió para que alguien fuera bendecido por el Evangelio, guau, eso vale millones de dólares, sinceramente. Para mí el mayor privilegio es saber que yo estoy avanzando el Reino de Dios.

Qué me importa a mí la gloria del hombre y los aplausos de la humanidad si el gozo mayor es que un día voy a escuchar la voz de Dios que me dice, “Ven, buen siervo y fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré.” Ese es el mayor privilegio de un hombre o una mujer, servir al Señor. De qué nos sirve tener grandes cantidades de dinero metidas en una cuenta de banco si hay tantas cosas que podemos hacer para el Reino de Dios. No es que no ahorremos y que no seamos sabios, pero muchas veces nosotros agarramos y agarramos y agarramos, y el dinero se nos va como agua. Nos enfermamos y el médico se lo llevó todo o un abogado por un divorcio, una pelea matrimonial para dividir los bienes.

Pero cuando servimos al Señor, Dios nos bendice y nos rinde. Yo he aprendido, cuando tu le das al Señor y sirves al Señor lo poquito que tu tienes te sabe a gloria. Te comes un plátano con aceite de oliva y eso te sabe como un manjar de un chef francés, porque estás tranquilo, porque tu sabes a dónde vas y de dónde vienes y tienes la paz del Señor en tu vida. No hay nada como servir al Señor y escuchar esa voz de Dios, “Ven, buen siervo, aprobado.”

Entra en el gozo, entra en el disfrute de tu Señor. Hermanos, les dejo con ese pensamiento en esta mañana de que servir al Señor es algo serio, es un negocio, en el mejor sentido de la palabra. Es un negocio sagrado, sublime, glorioso, eterno, un privilegio tremendo y es una obligación que está acompañada de gran satisfacción porque el servir al Señor no es deber estéril, es disfrute continuo, es uno crecer y crecer sabiendo que la savia del Señor está corriendo a través de nosotros. Es un negocio. ¿Qué estás haciendo para servir el Reino de Dios? ¿Cómo estás negociando para el reino? Negociemos para el Reino de Dios. Amén.

Negociando para el Reino

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Quiero hablar acerca de negociando para el Reino, cómo negociar para el Reino. La palabra clave en este mensaje es negocios, negociar. Lo digo con toda intencionalidad. Nos referimos a una postura, una actitud que debemos tener cuando abordamos el trabajo cristiano, negociando para el Reino.

También este pasaje nos recuerda que predicar el Evangelio es algo serio, es algo que tiene que ver con vida o muerte. Es algo tremendamente deliberado. Y voy a leer la parábola que el Señor pronunció con respecto a este aspecto del Reino y recuerden que estamos en esta serie de sermones que tiene que ver con el llamado a evangelizar. Lo que quiero hacer y lograr a través de esta serie de sermones es aguzar su consciencia de la importancia de predicar el Evangelio, de ver esto como una responsabilidad seria, como una carga privilegiada que nosotros tenemos, el compromiso como creyente, el hecho de que nuestra identidad como creyentes reside en esa actividad evangelística, en ese llamado a compartir con otros lo que Cristo ha hecho en nuestra vida y lo que Cristo significa para nosotros.

Si nuestra vida no está saturada de esa urgencia de predicar el Evangelio entonces estamos viviendo la vida cristiana fuera de nuestro eje, porque el centro de nuestro llamado, de nuestra existencia es compartir la palabra de Dios. Y yo creo que esto se va a hacer bien claro a través de ese mensaje. Como digo, todos estos mensajes están destinados a enriquecernos y establecer un fundamento teológico, bíblico, sólido para que podamos proseguir con el llamado evangelístico con toda consciencia y con toda propiedad.

Entonces, dice aquí en el versículo 11, Lucas 19: “…Oyendo ellos estas cosas –porque ya el Señor había hablado de otras situaciones y otros temas – prosiguió Jesús y dijo una parábola porque cuanto estaba cerca de Jerusalén – y esto es interesante – y ellos pensaban que el Reino de Dios se manifestaría inmediatamente…”

Entonces el Señor ofrece esta parábola en una forma correctiva, para corregir un error de parte de sus discípulos, una percepción equivocada que ellos tenían acerca de la venida del Reino de Dios y cómo sería. Esta parábola es una corrección a esa percepción equivocada. Entonces, el Señor dice:

“…Un hombre noble se fue a un país lejano para recibir un reino y volver. – Pregúntese quién es este hombre noble y de qué se trata ese reino y qué quiere decir esto de que se fue a un país lejano. Es una parábola, tiene sus equivalencias. – “… se fue a un país lejano para recibir un reino y volver. Y llamando a 10 siervos suyos les dio 10 minas…” – minas se refiere a una moneda de cierto valor.

Yo estuve investigando un poquito acerca de esto y se dice que una mina era más o menos el equivalente de 100 dracmas, y si le dio 10 minas, eso quiere decir que le dio 1000 dracmas. Y una dracma era otro tipo de moneda, una dracma era el equivalente del salario de un día para un obrero. Es decir, que al darle 10 minas les estaba dando el equivalente de 1000 días de trabajo de un obrero, es decir 3 años prácticamente de trabajo. Era una cantidad bastante considerable. Hoy en día podría ser el equivalente casi de 100.000 dólares si estimamos que un obrero se gane 30.000 dólares o algo por el estilo al año. Entonces es una cantidad de cierto peso. Entonces les dio 10 minas a cada uno, mina es la moneda, una unidad de dinero.

“… Y les dijo, “Negociad entre tanto que vengo.” – Quiero que mediten esa palabra, negociad, porque no es una palabra casual. Para mí, cuando yo entendí el significado de la palabra negociad en el griego original, me abrió un entendimiento mucho más amplio, más profundo de esta parábola. Le dice:

“…”Negociad entre tanto que vengo.” – Y aquí el Señor añade interesantemente otro elemento que no necesariamente es esencial al resto de la parábola pero que me parece interesante. – “…Pero sus conciudadanos le aborrecían y enviaron tras él una embajada diciendo, “No queremos que éste reine sobre nosotros.”

Aquí el Señor en su narración añade un elemento de conflicto y de oposición, de drama en un sentido al resto de la narrativa. Tiene enemigos que no quieren. ¿Quiénes serán esos enemigos? Pregúntese mientras yo leo. ¿A qué se está refiriendo el Señor aquí acerca del Reino de Dios, el mundo y todas estas cosas y cómo mucha gente percibe a Jesucristo y al Reino de Dios y al Evangelio?

“…Aconteció que vuelto él después de recibir el reino, mandó llamar ante a él aquellos siervos a los cuales había dado el dinero para saber lo que había negociado cada uno….”

De nuevo, surge la palabra negociar. Y no se pone en términos de cuánto habían hecho, cuánto habían obtenido, no, cuánto había negociado cada uno, cuánto habían ganado como ganancia por medio de sus inversiones y sus esfuerzos de negocios específicamente. Es de ganancia lo que está hablando aquí, usando ese mismo término de negocios. Esta parábola está saturada con una atmósfera de negocio, de corporación, una corporación más bien, un negocio.

“…Entonces, vino el primero a quien ese hombre noble le ha dado 10 minas, – 100.000 dólares vamos a decir – diciendo, “Señor, tu mina ha ganado 10 minas.” – Interesante, piense también en eso, tu mina ha ganado. Qué interesante que él no dice, yo gané o yo hice. No, dice ‘tu mina ha ganado,’ un detallito bien interesante y revelador en mi opinión.

“… tu mina ha ganado 10 minas. Él le dijo, “Está bien, buen siervo, por cuanto en lo poco has sido fiel, tendrás autoridad sobre 10 ciudades.” – Ganó 10 minas y ahora el Señor le da autoridad sobre 10 ciudades. Me parece un buen negocio, cierto esfuerzo pero ahora es gobernador de 10 ciudades completas.

“Vino otro diciendo, “Señor, tu mina ha producido 5 minas.” – Este ganó solamente la mitad de lo que ganó el otro y uno pensaría que quizás merecía menos aprobación o menos alabanza de parte del Señor, porque su rendimiento fue la mitad que lo del otro, pero fíjese que recibe la misma expresión de reconocimiento del Señor y también a éste dijo, – “Tu también sé sobre 5 ciudades.” – Conforme a su rendimiento le dan también una recompensa de 5 ciudades, pero lo alaban porque trajo rendimiento y se esforzó e hizo lo que su Señor le había mandado a hacer.

“Y vino un tercero diciendo, “Señor, aquí está tu mina, la cual he tenido guarda en un pañuelo.” – Yo me lo imagino sacando un pañuelito con 4 nudos y ahí está la moneda dentro y mientras se lo está diciendo está desenvolviendo los nudos uno a uno. – “Aquí está tu mina, la que he tenido guarda en un pañuelo porque tuve miedo… – Piensen en eso también. – … de ti por cuanto eres hombre severo que tomas lo que no pusiste y siegas lo que no sembraste.”

Esta es la percepción que tiene este siervo del hombre noble. Es interesante porque una de las cosas que me gusta de esta parábola es la forma en que proyecta este hombre noble. ¿Quiénes creen ustedes que es este hombre noble? Jesucristo, díganlo todos, Jesucristo. Este es el hombre… Jesús está diciendo la parábola pero está hablando de sí mismo, este hombre noble que se va a un país lejano. ¿Cuál es ese país lejano? El cielo. Entonces cuando él regresa del cielo, lo llama y este siervo conoce algo del carácter de este hombre.

Para mí esta parábola es bien reveladora también porque nos dice algo acerca de Jesucristo, para los que estamos acostumbrados a pensar que él es un corderito manso, siempre con los bucles rubios y ojos lánguidos y medio como low energy, como dice Donald Trump. Pero aquí se nos presenta una imagen severa de Jesucristo, es un hombre del cual hay que tener cuidado, porque este hombre sabe cómo es Jesús o cómo es su Señor. Y fíjese que el Señor este no le dice, “¿Cómo tu piensas eso, muchacho, si yo soy un pan de Dios? Tan bueno que yo soy, tan tranquilo.” No, él dice, mire cómo le contesta:

“…Entonces, él le dijo, “Mal siervo, por tu propia boca te juzgo. Sabías que yo era hombre severo… – en otras palabras, tienes razón, tu sabes que yo soy así, – …que tomo lo que no puse y que siego lo que no sembré, ¿por qué pues no pusiste mi dinero en el banco? Para que al volver yo lo hubiera recibido con los intereses.”

Por qué por lo menos, caramba, no me lo metiste en Cambridge Savings a coger 1.9 de interés, en vez de eso me traes el dinero aquí, ya la inflación se ha comido un 2 por ciento de ese dinero, por qué aunque sea no lo depositaste en un high yield de bond o algo así. Si tenías miedo de que se te perdiera, por lo menos, hubieras buscado una forma básica para que no quedara inactivo el dinero, si era el miedo lo que te hizo omitir algún tipo de actividad.

“Y dijo a los que estaban presentes, “Quítenle la mina, y dénsela al que tiene las 10 minas.” – esa es la lógica contra intuitiva del Reino de Dios – Y ellos le dijeron, “Pero Señor, si el otro tiene 10 minas, en otras palabras, es una injusticia, cómo tu le vas a quitar a este pobre hombre la mina que tiene y se la vas a dar al que tiene 10.” Y mire la respuesta del Señor:

“Pues yo os digo que a el que tiene se le dará más al que no tiene aún lo que tiene se le quitará.”

La idea es el que tiene poquito o casi nada, si no lo rinde, si no hace algo con ello aún ese poquito que tiene, que es casi nada, se lo van a quitar y se lo van a dar al que está… ¿A quién ustedes le quieren dar su dinero, hermanos? ¿A un inversionista que trabaja duro que conoce el mercado, que es diligente, sabio, astuto, o a un alcahuete que no hace nada, simplemente tirado en una cama todo el tiempo? ¿A quién usted le va a dar? A la persona diligente ¿verdad? ¿Y en quién el Señor va a invertir sus dones y sus recursos y su energía y su poder? En los que van a rendirle provecho al reino. Eso es algo muy lógico.

De nuevo, la lógica de esta parábola sale del mundo de los negocios. Como les digo, esta parábola está penetrada y saturada por la lógica y el ethos, el sentido del mundo corporativo, el mundo de los negocios, el mundo de las ganancias, el mundo de las inversiones. Y eso es interesante cuando lo aplicamos al Reino de Dios. Y dice entonces:

“…Y también aquellos, mis enemigos, – ahora volvemos al detallito ese que se nos perdió al principio que había gente que no quería que él reinara – Y también aquellos mis enemigos, que no querían que yo reinase sobre ellos traedlos acá y decapitadlos delante de mí…”

¿Cuántos pueden reconciliar esa última imagen con Jesús? Muy pocos, ¿verdad? Sin embargo hay un aspecto de Jesús que es así. El Cristo que viene en su segunda venida no es el que fue crucificado, es un juez, es un rey, que viene a tomar su herencia y viene a tomar cuentas, tanto de los que le sirven como de los que se oponen a su venida.

Ahora, aclaro aquí que no es para… los creyentes, los que han creído en Cristo Jesús, la salvación no es por lo que usted hace, usted se salva por gracias, pero hay un costo. La Biblia habla dice que los creyentes vamos a comparecer ante el tribunal de Cristo, hay varios pasajes en la escritura, no tengo tiempo para desarrollar ese punto demasiado ahora mismo. Vamos a comparecer ante el tribunal de Cristo pero no es para determinar si vamos a ser salvos o no, va a ser para determinar qué tipo de recompensas habremos de recibir.

Yo creo que en el Reino de Dios venidero va a haber todo tipo de gloria y de actividad. Yo creo que mucha gente piensa que el Reino de Dios en el cielo, todo se nos va a dar una bata blanca del mismo tamaño y un harpa para que nos sentemos en una nube a tocar por toda la eternidad. El Reino de Dios va a ser un lugar de tremenda actividad, la verdad es que para mí el infierno sería eso, tocar un harpa por toda la eternidad sentado en una nube con una bata blanca. Pero gloria a Dios que el Reino de Dios va a ser un lugar de diferentes niveles, de mucha actividad, de esfuerzo sin el filo que tiene el trabajo en este mundo caído, pero Dios va a permitir, yo no sé cómo va a ser eso, pero el Reino de Dios va a tener naciones, va a tener gobierno, va a tener gloria, va a tener diferentes estados, diferentes niveles de gloria y de autoridad. Y ¿qué va a determinar todo eso? lo que nosotros hagamos, el esfuerzo que nosotros recibamos acá.

Es como en una competencia se ofrecen medallas de bronce, de plata, de oro, para diferentes niveles de excelencia en el desempeño de un atleta. Algunos van a recibir una medalla de aluminio, otros prácticamente de madera si acaso, pero todos vamos a recibir algo según el nivel de esfuerzo que nosotros hayamos emprendido aquí en la tierra. Así que piense en eso.

Y la escritura es bien clara, hay muchos pasajes que sugieren esto, de que según nosotros hemos sembrado y esforzado aquí en la tierra, hemos invertido en el Reino de Dios en ese nivel vamos a recibir una recompensa equivalente. Entonces, me estoy adelantado un poco pero está bien que lo tengamos en mente.

Ahora bien, vamos un poquito hacia atrás. Lo que tenemos aquí es esta idea de un hombre noble que es Jesucristo y los discípulos piensan que el Reino de Dios va a venir inmediatamente, que Jesús no va a pasar por la cruz, no va a haber crucifixión, no va a haber muerte, nada de esto. Ellos se rehúsan a creer esto. Ellos están pensando que esto va a ser algo rápido, sencillo, por eso dice, “vendría inmediatamente.”

Cuando Jesús va hacia Jerusalén en este mismo tiempo, el Señor se va acercando… Semana Santa es ese acercamiento de Jesús a Jerusalén para ser crucificado. Pero ellos piensan que Jesús va a Jerusalén a tomar la ciudad, a declararse el Mesías y a establecer su reino y ellos cada uno van a tener un puesto de alguna importancia en este nuevo gobierno político. Pero el Señor les dice, “No, eso no va a ser así, se va a tomar tiempo, va a haber drama en el medio.” Entonces, por eso él les dice esta parábola y les dice, un hombre noble se fue a un lugar lejano, ese lugar lejano se ha tomado 2000 años, era un viaje bien largo. Para nosotros por lo menos sabemos que 2000 y pico de años era ese viaje.

Ese hombre noble se fue a un país lejano que es el cielo donde el Señor está sentado a la diestra del Padre esperando el momento preciso para descender otra vez y venir y tomar su Reino. Entonces, el Señor se va a un país lejano y antes de irse, como hizo el Señor Jesucristo, recuerdan en la gran comisión, Mateo 28, él les dijo, “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra por tanto id, predicad el Evangelio, haced discípulos a todas las naciones, enseñándoles a obedecer las cosas que yo os he mandado.”

Y el Señor mientas estuvo aquí en la tierra estuvo preparando esos siervos. Estos 10 siervos son simplemente un ejemplo de todos aquellos hombres y mujeres con quiénes él trabajó mientras estaba aquí en el mundo, los entrenó, los puso a través de diferentes tipos de ejercicios evangelísticos y misioneros, les embutió su palabra, una cantidad de cosas y los preparó y les dejó una encomienda. “Vayan por el mundo, hagan crecer mi iglesia, hagan desarrollarse mi iglesia, prediquen el Evangelio,” y eso es lo que esta iglesia de Jesucristo ha estado haciendo durante los últimos 2000 y pico de años, evangelizando, sembrando la semilla, desarrollando el Reino de Dios, estableciendo todo tipo de instituciones, haciendo todo tipo de esfuerzos para avanzar el reino de Jesucristo, con diferentes tipos de éxito y de lucidez.

Pero el Señor estaba diciendo, esto no es fácil, se va a tomar tiempo. Yo me voy pero yo voy a volver. Entonces dice que los reúne y les da a cada uno una dotación, le da una mina a cada uno. Eso es símbolo de lo que cada creyente recibe cuando recibe el Espíritu Santo al recibir a Cristo como Señor y salvador. ¿Sabías tu que dentro de ti hay un don que Dios ha puesto, una mina? No importa tu nivel de educación, no importante si seas hombre o mujer, joven, anciano, Dios ha puesto algo de valor en ti, una capacidad, una dotación de poder, hay gracia dentro de ti. En ti hay un potencial que Dios ha infundido en tu vida. Di amén a eso. Tu lo tienes dentro de ti. Dios te ha dado algo, una capacidad para cantar, una capacidad para enseñar, una capacidad para dar, una capacidad para servir en los ujieres o en la enseñanza de los niños, o para ser un filántropo que avanza los intereses de la iglesia, o para dirigir, o presidir, algo hay en ti que Dios puso para que tu uses eso para que su reino avance.

Yo quiero que tu entiendas eso, hay una mina, y yo diría una mina en el sentido también que la conocemos esa palabra, hay una mina de posibilidades dentro de ti, tanto que Dios ha puesto en tu vida. El Apóstol Pablo le dice a Timoteo, “Te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que hay, que está dentro de ti.”

Así que si en esta mañana puedes apropiarte, internalizar esta idea de que dentro de Dios ha puesto algo que es de valor para su reino, quizás tu no lo sabes y una de las tareas del creyente es descubrir el don de Dios. Cuál es el don, cuál es la potencialidad específica que Dios ha puesto en mí. Pero no te preguntes, ¿habrá algo en mí de valor? No. di, lo que hay en mí de valor, cómo lo puedo yo usar para el Reino de Dios y cómo puedo yo entrar en el uso de ese don.

¿Cómo se desarrollan los dones? Ese es un tema para un sermón. Pero una de las cosas es sirviendo. Comienza con lo que tienes a la mano, comienza con lo más pequeño, lo más fácil, quizás lo más fácil para ti va a ser hablarle a tu hermano de carne y hueso, tu hermana de sangre, con quien tu te sientes cómoda, la conoces, es tu amiga, se llevan bien, pero no conoce a Jesucristo. Puedes comenzar por allí. Regálale un libro, enséñale un video, siéntala un día y háblale acerca de tu experiencia con Cristo. Eso es algo sencillo. Puede ser un amigo en el trabajo. Puede ser alguien en el autobús que tu te encuentras y comienzan una conversación y te dice acerca de su familia y de su hijo o que está enfermo y tu le preguntas, ¿puedo orar por ti? Te invito a la iglesia. ¿Tu conoces a Jesucristo? No importa, si tu conoces a Cristo no te preocupes que Dios está contigo, él te va a sacar adelante. Yo voy a orar por ti. Aquí tienes mi teléfono, llámame.

Lo que tienes a la mano, comienza. Ahora mismo estamos necesitando ayuda por ejemplo, para el domingo de resurrección con los niños. Muchos de nosotros decimos, Señor, llévame al África para que allá yo morir por ti, que son musulmanes, me martiricen y yo dar mi sangre… Pero si te dicen, mira, sirve a los niños un día aquí. ay, no eso es demasiado chiquito para mí. Yo quiero irme en una bola de fuego que me inmole, que me sacrifiquen.

Si en lo poco no eres fiel, en lo mucho tampoco vas a ser fiel. Comienza donde puedas, haz lo que puedas. Diezma, ofrenda, mucha gente, Señor, mi vida es tuya, haz lo que quieras de mí, pero cuando llega el momento de darle al Señor, ah, no, ahí nos congelamos. Muchos de nosotros no vamos a poder…

Hace poco me dijeron la historia de un grupo de jóvenes misioneros en el siglo XIX que querían servir al Señor predicando el Evangelio en las misiones foráneas, y no todos podían ir, entonces estos jóvenes – esto es real – hicieron un pacto y ellos dijeron, vamos a mandar, creo que eran como 10 de ellos, ustedes van a ir a la India, al África, donde fuera, ustedes van a ir como misioneros y nosotros nos vamos a quedar aquí en Estados Unidos y vamos a trabajar y hacer dinero para sostenerlos a ustedes. Y durante toda su vida estos jóvenes que se quedaron sostuvieron a los que se fueron en misiones en sus necesidades misioneras.

¿Cuál de esos dos usted cree que merecía más alabanza? Yo creo que los dos estaban trabajando como un solo organismo para avanzar el Reino de Dios. Hay gente que quizás no tiene un don misionero pero tienen el don de hacer dinero y podrían dar más para el Reino de Dios y servir de esa manera. Usted puede ayudar a avanzar el Reino de Dios usando, si usted trabaja en la tecnología por ejemplo como el hermano Javier Encina, al usted trabajar en la tecnología sabe cuántas cosas usted hace posible.

Veo al hermano Mario Ulloa allí detrás, sabe que esos dos primeros edificios fueron hechos posibles por la generosidad de gente como Mario Ulloa, como el hermano Roberto Naranjo y otros así que trabajaron tan arduamente. Y ahora el hermano Mario viene aquí y se sienta allí y nadie sabe quién es Mario Ulloa. Ese señor que está allí con la barba, ese señor pegado a la ventana es… sinceramente, hay poca gente que yo admiro tanto en esta tierra como ese hombre. Y hoy en día la gente viene y nadie sabe acerca de su trabajo sacrificial para la obra de Dios. Pero nosotros no estaríamos sentados aquí hoy sin el trabajo de gente como él.

Y para mí, gente como él vale 10 evangelistas porque hacen posible este tipo de trabajo, porque sus dones los están invirtiendo en el Reino de Dios. Hay algo que usted puede hacer para avanzar el Reino de Dios. La mina que tu has recibido en tu mano, qué estás haciendo con ella? Tienes que ponerla a generar, tienes que invertirla, tienes que pedirle al Señor, tienes que estar inquieto y decir, Señor, yo no quiero irme de esta tierra sin dejar mi marca en el Reino de Dios. Yo quiero hacer algo por ti, úsame. Ore, comience, en el proceso de comenzar y hacer algo Dios te va revelando la próxima etapa del viaje.

Cuando se usaban los carros que tenían los cambios que eran standard, bien pesados, usted recuerda si el carro está en neutro, yo no sé si todavía es así porque yo no manejo un carro standard, pero cuando el carro está parado si usted trata de mover el gear, es bien difícil. Ahora, cuando lo quita y lo pone en uno de los cambios y comienza a mover el carro, mucho más fácil mover el gear. Así pasa con los dones. Cuando usted comienza a moverse en fe y da un paso de fe detrás del otro y usted hace lo que tiene a la mano, y usted comienza en el nombre del Señor, Dios le va dando sabiduría sobre lo próximo.

En el principio de la Biblia que dice, “Ven buen siervo y fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré.” Si tu eres fiel dándole un año de servicio al Señor trabajando con niños, por ejemplo, o como ujier, o limpiando algún aspecto de la iglesia, si tu eres fiel en eso y no te preocupas porque te den gloria y alabanza o te paren aquí al frente de la plataforma o lo que sea, pero tu lo haces para gloria del Señor, y eres fiel en lo que haces, el Señor te va a poner en otra cosas. Quizás un día vas a evangelizar multitudes, quizás vas a escribir un libro para gloria del Señor, quizás vas a cantar ante multitudes, pero comienza con algo sencillo y pequeño y sé generoso con Dios.

Yo he aprendido que cuando uno comienza así y sirve no para que nadie lo vea ni lo alabe, sino como que Dios lo está mirando y eso es lo que a usted le importa, el Señor le bendice su vida, bendice su don, lo multiplica, lo ensancha y lo usa en mayor escala. Así que no se deje intimidar porque usted no sabe dónde está su don. Comience a explorar. Métase en esa jornada maravillosa exploratoria que le va a durar toda una vida y poco a poco usted irá descubriendo nuevos aspectos de la dotación de Dios en su vida, pero tiene que comenzar con lo pequeño. No se preocupe por el resultado, preocúpese por ser fiel al Señor y obedecer esa comisión que usted ha recibido.

Entonces, este hombre se ha ido, se va a ese país lejano, sus siervos comienzan a trabajar, a invertir y la instrucción que él les da es bien importante. No quiero omitir esto, la palabra ‘negociad’, pracmateusaste es la palabra en el griego original. Es un imperativo. Usted vio la palabra pragmático, praxis, de ahí viene, práctico. Esta palabra en el griego original que se traduce al español negociad, su raíz es de trabajar en una forma práctica, en una forma coherente. Yo puse aquí una pequeña definición que nos refiere un poquito acerca de esta idea.

Dice aquí, el jefe de la corporación, porque es lo que es este hombre, les dice “Negociad entre tanto que yo vengo.” La palabra negociad en el griego original es pracmateusaste, esta palabra viene del mundo de los negocios. Lleva la idea de conducir negocios diligentes, invirtiendo gran energía y esfuerzo a fin de producir resultados efectivos.

No se trata meramente de trabajar en algo, sino de trabajar con diligencia, con un sentido de propósito, con disciplina y persistencia, con una meta clara en mente y una metodología bien delineada. En otras palabras, es un esfuerzo organizado, deliberado, disciplinado, calculado, estratégico, así debe ser el trabajo de la iglesia.

Las iglesias que trabajan indisciplinadamente, hoy una cosa, mañana la otra, manga por hombro porque todo es para el Señor y el Señor es misericordioso, no esperen hacer nada de excelencia. Yo siempre he creído que la iglesia de Jesucristo debe ser la organización más bien organizada y de mayor excelencia en todo el mundo, que use en manera más eficiente y efectiva los recursos que tiene a la mano.

Yo soy tacaño con el dinero del Señor. Cada dólar hay que sacarle el jugo, hay que multiplicar su rendimiento y la iglesia de Cristo que reflejar excelencia, tiene que reflejar eficacia y eficiencia, tiene que reflejar organización, disciplina, propósito. Para mí la iglesia de Jesucristo es un organismo de gran coherencia y la obra de la iglesia debe ser bien meditada, bien planificada, bien ejecutada, coherente, descentralizada, dirigida con buenos principios, protocolos y procedimientos, debe rebozar excelencia, porque nosotros tenemos la mente de Cristo. ¿Y qué quiere decir tener la mente de Cristo? Quiere decir tener la mente que ha estructurado el mundo, el universo, los átomos, las células de todos los organismos vivientes, el orden de un cuerpo viviente.

Esa mente, el logos, que creó el universo es lo que está dentro de ti. Por eso yo animo a los jóvenes y a mis hermanos a estudiar, a desarrollar su entendimiento, a esperar grandes cosas del Señor. Si usted va a estudiar, propóngase la meta de ser el estudiante más logrado de su clase, propóngase la meta de llegar al nivel más alto, no por orgullo sino porque el Señor ha puesto en usted algo increíblemente poderoso. Si usted va a ser una madre, prométase que usted va a ser la madre más exaltada del mundo, con más capacidad, más conocimiento, más sabiduría, más unción, porque el Señor está dispuesto a enseñarle los mejores principios de la maternidad.

Si usted va a ser un obrero en una fábrica asegúrese de que otros envidien la destreza y la disciplina y la excelencia con que usted hace su trabajo. No importa lo que nosotros hagamos, no importa cuál sea nuestro territorio, Dios nos ha entregado la tierra y se supone que nosotros trabajemos con todo sentido de disciplina y propósito. No me diga que usted no puede porque Cristo está dentro de usted. Y usted mismo ha dicho, todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

La mente de Cristo es una mente pensante, es una mente lógica, es una mente coherente y nosotros tenemos que proceder con ese mismo tipo de dotación, ese sentido de alta estima, no de nosotros mismos, sino del Dios que está dentro de nosotros. La iglesia tiene que rebozar excelencia. La iglesia es una gran corporación que negocia para el Reino de Dios y por eso tiene que ser estratégica en sus intervenciones, su planificación, su trabajo. Y nosotros somos obreros. Usted es un inversionista y también es un cliente y es un empleado, y por eso es que cada creyente tiene que vivir la vida cristiana con ese sentido de deber, pero también de privilegio, de dotación.

Dios no es Dios que le dice a usted que haga grandes cosas, pero le dota en una manera mínima. No. él le da gran dotación para que usted obtenga grandes resultados en todas las áreas de su vida. Los creyentes tenemos que ser excelentes en toda nuestra vida porque tenemos un Dios poderoso que se mueve dentro de nosotros.

Por eso Pablo le dice a Timoteo, “Te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía,” que es lo que tiene este siervo infiel, cobardía, “no nos ha dado Dios espíritu de cobardía o timidez – otra traducción – sino de poder, de amor y de domino propio.”

Y sabe que la palabra dominio propio es una mala traducción, el original griego es una mente sana, por eso es que en inglés “he has given us a spirit of power, of love and a sound mind.” Búsquelo en una de las traducciones. ‘Sound mind’ es una mente que piensa bien, es una mente que percibe con precisión la realidad. Esa es la mente que Dios nos ha dado. No es excusa para que nosotros no desarrollemos el don de Dios que está dentro de nosotros porque la dotación de Dios es tan grande.

Yo digo que hay dos formas en que el cristiano puede proceder en la vida, o desde una mente de suficiencia o de una mentalidad de carencia. Hay cristianos que todo es, yo no puedo, no tengo, no sé, no me dieron, no me hicieron, no me dieron la oportunidad, y se viven quejando de fulanito, del gobierno, de la injusticia del mundo, de que la gente es mala, de que los pastores son corruptos, de que las iglesias son malas, y entonces siempre están aplatanados, sentados en una banca sin hacer nada.

Eso se llama proceder de una mentalidad de carencia, de insuficiencia, como los 10 espías que vienen a lo de Moisés después de examinar la tierra y dicen, “Sí, Moisés, es cierto, esa tierra es tremenda, da unas uvas que una sola da una botella de vino completa, pero los hombres que están allí son unos gigantes, todos podrían ser miembros del MBA, miren 6 pies con 8 y tienen unos huesos que son durísimos y por lo tanto nosotros no podemos jamás meternos en esa tierra.”

Había dos, Josué y Caleb, que dicen, “Mira, si el Señor nos ha entregado la tierra lo vamos a comer como pan, como mantequilla.” Yo le añado la mantequilla. Si el Señor nos ha dado la tierra nosotros vamos a ganar esa tierra. Eso se llama proceder con una mente de suficiencia, de dotación. ¿Y quiénes fueron los que entraron a la Tierrra Prometida?” los 10 espías se quedaron muertos, solamente Josué y Caleb, de toda esa generación primera, entraron a la Tierra Prometida, todos los demás murieron en el desierto. ¿Por qué? Porque tenían un espíritu diferente, así lo dice la Biblia.

¿A qué grupo queremos nosotros pertenecer? ¿Al grupo de los 10 espías o de los dos espías como Josué y Caleb? Entonces, ¿a qué equipo tu perteneces? El que dice yo no tengo, yo no sé, no puedo, no me dieron, no me hicieron, o el grupo que dice todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Yo voy a predicar el Evangelio, yo voy a compartir con otros, yo voy a hacer todo lo que pueda para avanzar el Reino de Dios. De un aplauso al Señor.

Negociad entre tanto que yo venga. ¿Cómo puedes tu negociar para el Reino de Dios? ¿Qué puedes hacer para avanzar los intereses? ¿Cómo estás tu negociando para el Reino de Dios? Yo quiero que León de Judá negocie hasta que Cristo venga, que León de Judá sea una corporación conocida por la excelencia con que procede a ejecutar las directrices del CEO de la iglesia, que es Cristo Jesús, en todo sentido y que tengamos miembros que estén igualmente comprometidos con avanzar esta nave que es el Reino de Dios.

Entonces, dice esa parábola cuando este señor viene le pide cuentas a sus siervos. Me parece interesante. ¿Cómo viene él? Yo me lo imagino, él los pone en línea delante de él y le dice, okay, vamos a ve ahora. Esto no es cuestión, de que oh, hermanito, qué tal, ¿cómo te fue? Yo sé que es un favor lo que tu me has hecho y gracias a Dios que tu aceptaste esa mina. ¿Pudiste hacer algo con esa mina? No, él los llama a cuentas.

Hay otra parábola que está en Mateo 25:14 al 30 y usted la puede leer después y comparar un par de cositas. Tiene unas cositas diferentes pero es la misma parábola prácticamente. Los llamó a cuentas, los reunió y yo me lo imagino en una forma así, bien de negocios, okay, yo te di una mina, ¿qué hiciste con ella? Le dan el reporte de lo que cada uno hizo y entonces está el tercer hombre que le dice, “Mira, yo sé cómo tu eres, yo sé que si yo hubiera desperdiciado esa mina me hubieras cortado la cabeza así que lo que hice fue que la guardé debajo del colchón.”

Entonces la reacción, como he dicho, después y la actitud de este hombre nos revela algo. Sabe que cuando usted mira esa parábola de Jesucristo acerca de servicio y de cuentas al Señor y todo esto, todo esto está penetrado por una atmosfera de seriedad, de severidad, de expectativas claras y esto es interesante, hay un pasaje donde el Señor Jesucristo dice, “El que no recoge conmigo desparrama.” ¿Ha escuchado eso?

Qué interesante. Es como que hay dos extremos en la vida cristiana, o usted sirve como un instrumento para el avance del Reino de Dios o usted es un obstáculo, usted está robando energías. Perdone que sea tan claro, espero que nadie se ofenda porque eso no lo digo yo, lo dice la palabra, usted o es un facilitador o es un obstáculo para el Reino de Dios.

Déjeme ponerlo de esta manera, las ramas de un árbol, cuando un árbol sigue creciendo y creciendo se multiplica su ramaje y llega un momento en cada rama y cada hoja y cada extremo del árbol está pidiendo savia, está pidiendo energía porque necesita el alimento que el árbol está cogiendo de la tierra. Y cuando árbol tiene tanto ramaje el riesgo es que no dé suficiente fruto porque toda la energía se desperdicia en distribuirse a través de tantas ramas y entonces por eso llega un momento en que el fruto es débil, pequeño o agrio. ¿Y qué hace el agricultor? Poda, las ramas que no dan fruto las poda para que las que dan fruto tengan más alimento, para que den más frutos. Ese es el principio detrás de podar.

Entonces, yo creo que muchas veces, se me ocurre algo que no sé, yo lo someto a su consideración, no estoy seguro de que puedo decir esto, pero de todas maneras voy a rumiar libremente y usted me dice… se me ocurre que muchas veces nosotros los pastores queremos iglesias que tengan mucha gente aunque sean medio convertidos, aunque no crean ni en la luz eléctrica, pero que vengan porque queremos una iglesia grande, queremos una iglesia con mucha gente y a veces lo que hacemos es que bajamos el Evangelio a un nivel bien básico para que venga mucha gente.

Y yo me pregunto si en la mente del Señor eso es lo que verdaderamente Dios quiere. Yo no sé si Dios prefiere una iglesia de 100 personas que trabajan duro y que cada uno está comprometido con el Reino de Dios o una de 1000 en la cual 800 tienen dudas de si son salvos o no y no conocen el por qué han creído y por qué han sido llamados al reino y un sentido de compromiso y de deber y de entrega total al Señor. No sé. Yo les pregunto eso a ustedes. Me lo debo preguntar a mí mismo, porque es lo mismo, uno quiere un árbol frondoso, un árbol con muchas hojas, con muchas ramas, bien grande, bien bonito, bien llamativo, ¿pero es eso verdaderamente lo que constituye un árbol saludable?

¿Qué quiere usted, una higuera como el Señor vuestro a la higuera llena de ramas y de hojas y cuando metió la mano no encontró un solo higo y la maldijo? ¿O quiere usted un… hay unos arbolitos chiquitos de mango, no son muy altos, pero usted mete la mano y dondequiera agarra uno diez mangos? ¿Qué quiere usted un árbol con muchas hojas, grandísimo, sin mangos o un árbol pequeñito pero tupido?

Entonces, el Señor usa es principio. Si nosotros no damos fruto el Señor no está contento y a lo mínimo le va a poner una multa. Mucha gente se pregunta por qué es que yo no siento el gozo del Señor, por qué esas promesas que dicen en la Biblia no se han realizado en mi vida, por qué es que yo hago esto y lo otro y voy a la iglesia y no siento el gozo del Evangelio ni he visto esos cambios en mi vida.

Pregúntese si quizás está usted dando todo lo que usted puede al Señor, está orando, está ayunando, está leyendo la palabra, está adorando al Señor, está sirviendo, está dándole al Señor, está trabajando para el Reino de Dios.

Yo he aprendido que el gozo del Señor viene cuando le damos al Señor, cuando nos entregamos a él, cuando lo servimos. No hay mayor gozo que un alma conozca a Jesucristo a través de la obra de uno, no la obra de uno pero de Cristo en uno. Pero saber que mi vida sirvió para que alguien fuera bendecido por el Evangelio, guau, eso vale millones de dólares, sinceramente. Para mí el mayor privilegio es saber que yo estoy avanzando el Reino de Dios.

Qué me importa a mí la gloria del hombre y los aplausos de la humanidad si el gozo mayor es que un día voy a escuchar la voz de Dios que me dice, “Ven, buen siervo y fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré.” Ese es el mayor privilegio de un hombre o una mujer, servir al Señor. De qué nos sirve tener grandes cantidades de dinero metidas en una cuenta de banco si hay tantas cosas que podemos hacer para el Reino de Dios. No es que no ahorremos y que no seamos sabios, pero muchas veces nosotros agarramos y agarramos y agarramos, y el dinero se nos va como agua. Nos enfermamos y el médico se lo llevó todo o un abogado por un divorcio, una pelea matrimonial para dividir los bienes.

Pero cuando servimos al Señor, Dios nos bendice y nos rinde. Yo he aprendido, cuando tu le das al Señor y sirves al Señor lo poquito que tu tienes te sabe a gloria. Te comes un plátano con aceite de oliva y eso te sabe como un manjar de un chef francés, porque estás tranquilo, porque tu sabes a dónde vas y de dónde vienes y tienes la paz del Señor en tu vida. No hay nada como servir al Señor y escuchar esa voz de Dios, “Ven, buen siervo, aprobado.”

Entra en el gozo, entra en el disfrute de tu Señor. Hermanos, les dejo con ese pensamiento en esta mañana de que servir al Señor es algo serio, es un negocio, en el mejor sentido de la palabra. Es un negocio sagrado, sublime, glorioso, eterno, un privilegio tremendo y es una obligación que está acompañada de gran satisfacción porque el servir al Señor no es deber estéril, es disfrute continuo, es uno crecer y crecer sabiendo que la savia del Señor está corriendo a través de nosotros. Es un negocio. ¿Qué estás haciendo para servir el Reino de Dios? ¿Cómo estás negociando para el reino? Negociemos para el Reino de Dios. Amén.

Algunas veces los milagros requieren tiempo y esfuerzo

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Leyendo desde Segundo de Reyes capítulo 5 versículos del 9 al 14, “Y vino Naamán con sus caballos y con su carro, y se paró delante de la casa de Eliseo, y entonces Eliseo le envió un mensajero diciendo: “Ve y lávate siete veces en el Jordán y tu carne se restaurará, y serás limpio” 2 Reyes 5:10

“Y Naamán se fue enojado diciendo: “He aquí yo decía para mí saldrá él luego y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano, y tocará el lugar, y sanará la lepra”” 2 Reyes 5:11

“Abana y Farfar ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? Si me lavare en ellos ¿no seré también limpio?” Y se volvió y se fue enojado” 2 Reyes 5:12

“Mas sus criados se le acercaron y le hablaron diciendo: “Padre mío, si el profeta te mandara alguna gran cosa ¿no la harías? ¿cuánto más diciéndote: lávate y serás limpio?”” 2 Reyes 5:13

“Él entonces descendió y se zambulló siete veces en el Jordán, conforme a la Palabra del varón de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio” 2 Reyes 5:14

¿Cuántos pueden decir gloria a Dios? Y antes de comenzar quiero que haga algo: quiero que se torne a una persona que esté al lado suyo y quiero que le diga la siguiente Palabra a esa persona al lado suyo: algunas veces los milagros requieren tiempo y esfuerzo. Ahora recuerde esas palabras porque son el título de mi sermón y también constituyen el tema central de mi sermón.

En 1997 el reconocido cantante de salsa Domingo Quiñonez lanzó un álbum muy interesante con un título interesante así como con una carátula muy intrigante, el título del disco era “Se necesita un mialgro”, como vemos aquí en la tapa del álbum se podía ver a Quiñonez con sus manos levantadas y su rostro mirando hacia arriba como si estuviera clamando por un milagro.

Los historiadores de la música latina consideran a este álbum y esa tapa como de las más cautivadoras en toda la historia de la música latina. No se puede negar que ese título y esa tapa jugaron un papel muy importante en la carrera de Domingo Quiñonez y también tuvieron mucho que ver con el éxito de su álbum. La compañía discográfica que produjo este disco estima que más de la tercera parte o por lo menos una tercera parte de las ventas de este álbum se podían atribuir al título del disco y esa impresionante imagen de Domingo Quiñonez mirando hacia el cielo esperando un milagro.

Ahora vale la pena recordar que Domingo Quiñonez es un hombre de Dios, un hombre cristiano devoto, creyente que no tiene vergüenza de proclamar su fe y sus más profundas convicciones acerca de la música cristiana y su creencia en Jesucristo, y eso es lo que yo creo que denota y expresa esta canción.

Cuando uno examina la letra de esa canción encontramos que Quiñonez se lamenta del auge de la violencia en nuestra sociedad, el aumento no solamente acá sino en toda la tierra y en todo el mundo y la pérdida prematura de tantas vidas jóvenes debido a ese auge de la violencia. En esta canción uno encuentra a Domingo Quiñonez lamentando esa continua distancia y disparidad entre aquéllos que tienen demasiado y aquéllos que tienen poco, y también se queja de la corrupción de los sistemas gubernamentales que antes de llegar al poder prometen todo tipo de cambios y mejoras pero después se convierten en parte del problema ellos mismos.

Quiñonez se lamenta también de que en vez de mejorar y aceptarnos unos a otros por encima de nuestras diferencias de raza, género, religión, etnicidad, cultura mas bien continuamos peleando unos con los otros precisamente debido a esas diferencias, y después de lamentar todas esas cosas que él señala en sus canciones Quiñonez levanta una plegaria hacia los cielos y le pide a Dios que efectúe el milagro del cambio.

Ahora otra cosa interesante es que ese temor que vemos en Quiñonez reflejado a un mundo que va poniéndose peor y peor, y esa misma esperanza de un cambio milagroso también se expresa repetidamente en nuestros propios tiempos a través de la música popular y de la cultura popular, películas muy conocidas como The Matrix, Hijos del Hombre, Guerra Mundial Z, Soy Leyenda también, Distrito 9, A tiempo, Juegos del Hambre, también Divergente, estas y otras películas revelan un profundo temor de que en vez de las cosas ir en mejora y a pesar de todo nuestro aprendizaje, de la ciencia, de la tecnología los seres humanos parece que estamos encaminados hacia un destino de empeoramiento y de destrucción final, pero también estas expresiones como que se aferran a esa idea y esa esperanza de que un cambio todavía pueda verse y constatarse en nuestros tiempos.

Esa misma expresión de ansiedad por la condición humana y ese deseo de que un milagro lo cambie todo se puede ver en algunas de las series más interesantes de la televisión, por ejemplo podemos pensar en series de televisión como The Walking Dead y también Los 100, Continuum, Gotham, y todavía hay uno más que hay que mencionar, Penny Dreadful, pero aún si nos tornamos al mundo de la literatura o a nuestros periódicos veremos lo mismo y eso es un nivel significativo de preocupación en nuestras vidas colectivas e individuales y en anticipo siempre buscando ese milagro que sane nuestras vidas individuales y colectivas.

Ahora, les he mencionado todos estos ejemplos seculares porque ilustran, nos dicen algo, creo que están expresando una ansiedad colectiva de todo el mundo y un anhelo común de un cambio colectivo en la humanidad.

Ahora en el resto de mi tiempo con ustedes esta tarde quiero enfocarme en ese deseo que vemos, que entendemos de un cambio transformador porque lo que vemos en este deseo es que estamos anhelando diferentes tipos de milagros en diferentes formas, nos gustaría ver milagros que transformaran y curaran nuestras enfermedades colectivas, milagros que mejoraran nuestras comunidades locales donde vivimos, milagros que traigan sanidad y transformación a nuestros matrimonios, milagros que sanen nuestras mentes y nuestros cuerpos, milagros que traigan avivamiento y madurez espiritual a nuestras congregaciones, ese deseo de estos y otros milagros los podemos constatar en todos alrededor de nosotros.

Pero desgraciadamente lo que no veo normalmente es esa capacidad para rebotar, esa capacidad para seguir adelante, persistir, la perseverancia, la dedicación, esa disponibilidad para seguir, esa voluntad para luchar y mantenerse en la lucha, y también de la paciencia que se requiere para esperar a que llegue el milagro, mantenerse comprometido con la tarea y trabajar para hacer posible con Dios ese milagro que queremos experimentar.

Muchas veces parece como que nosotros queremos obtener mágicamente el milagro que estamos anhelando, una mentalidad mágica, todo lo que se requiere es que me siente, me ehe para atrás y simplemente espere a que Dios mágicamente me provea el milagro, es como si esperáramos que el milagro se diera instantáneamente, mágicamente, claro y que no requiera mucho esfuerzo de mi parte, pero yo creo que tenemos que meternos en el hábito de aceptar el hecho de que hay milagros que requieren tiempo y esfuerzo, amén. Me estoy poniendo pentecostal ahora (rie).

Es una lección muy importante que tenemos que aprender, ¿saben ustedes? Es muy fácil sucumbir a la mentalidad de que los milagros son siempre cosas que suceden inmediatamente al vapor. Después de todo nos encontramos sumergidos en una cultura que siempre espera ¿qué? Gratificación inmediata, una cultura acostumbrada a lo conveniente, una cultura que no está muy familiarizada con la idea de la paciencia, de esperar, de tener que sacrificar, tener que luchar para poder obtener lo que queremos. Nuestra época es la época de lo instantáneo, la era de los restaurantes de comida rápida e instantánea, la era de pasar rápido, comprar lo que tú quieres y seguir manejando, la idea esta de hacer las compras por el internet, y también esa idea ¿no? de comprar de que la mercancía que compramos nos llega al otro día, así que nos hemos acostumbrado a la idea de lo cómodo, lo rápido, lo conveniente.

Tenemos nuestros microondas y fíjese cuántos lo usan más de la cuenta a veces, (Pastor Roberto: el Señor reprenda eso) tenemos los cafés instantáneos, nada como un buen café hecho genuinamente, tenemos allí los restaurantes que tienen allí comida ya lista para que nos la llevemos, estamos tan apurados que no tenemos ni siquiera tiempo de sentarnos y disfrutar la comida, y simplemente la cogemos, nos la llevamos para la casa o la comemos en el camino, si queremos comprar ropa o zapatos o un aparato electrónico para el hogar ni siquiera vamos a la tienda ya, y si no queremos esperar al correo normal simplemente las ordenamos para que lleguen al otro día, y a veces cuando queremos perder peso por razones de salud tenemos píldoras que nos prometen que vamos a perder peso muy rápido sin hacer ningún cambio, nada de cambiar las tortillas, los frijoles refritos, las pupusas, nada de eso lo dejamos allí, la sal.

Bueno ustedes ya están cogiendo mi ritmo, entendiendo el punto que quiero explicar ¿verdad? nos hemos acostumbrado a recibirlo todo tan rápidamente, tan fácilmente, tan convenientemente que se nos ha hecho tremendamente difícil esperar, se nos hace hecho muy difícil reconciliar tales conceptos como paciencia, perseverancia, propósitos firmes y la lucha, el sacrificio para conseguir las cosas, y generalmente pues tendemos a pensar que las cosas de la vida nos van a llegar instantáneamente.

Pero yo creo que tenemos que entrar en el hábito de aceptar que algunas veces los cambios van a tomar tiempo y esfuerzo para llegar a nuestras vidas, que muchas veces los cambios que deseamos no van a llegar con tanta facilidad y en esa misma manera tenemos que entrar en el hábito de aceptar que algunos de esos milagros grandiosos que estamos deseando y algunos de los milagros que Dios quiere efectuar en nuestras vidas van a tomarse tiempo y esfuerzo.

Yo creo que necesitamos, Congregación León de Judá, entrar en el hábito de pensar que algunas de las cosas que Dios quiere llevar a cabo en nuestras vidas no se pueden meter ahí en una microondas para que se cuesan instantáneamente al vapor, algunas de las cosas que Dios quiere efectuar en nuestras vidas no se pueden meter en una cafetera instantánea para gozarse y degustarse en unos minutos, algunos de las cosas que Dios quiere llevar a cabo en nuestras vidas no pueden ajorarse, no pueden apresurarse, tienen que cocerse cuidadosamente, lentamente en una hornilla normal, tomarse su tiempo, tienen que cocerse lentamente en un horno normal y probablemente van a requerir paciencia, perseverancia y trabajo de nuestra parte. Amén, ¿lo están recibiendo? Amén, métalo allí en su corazón.

En realidad yo pienso que la Biblia está llena de textos que comunican precisamente ese mensaje. Por ejemplo en el Antiguo Testamento vemos pasajes como los siguientes, el Salmo 37 versículo 7: “Guarda silencia ante Jehová y espera” digan espera, “espera en Él”, Salmo 40 versículo 1: “Pacientemente esperé a Jehová, se inclinó a mí y escuchó mi clamor”, Isaías 40 versículo 31 también: “Pero los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas, levantarán alas como las águilas, correrán y no se fatigarán”. Si vamos al Nuevo Testamento también vamos a encontrar pasajes similares, Romanos 5 versículos 2 al 4: “Nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios y no solamente esto, sino que también nos gloriamos en nuestros padecimientos y tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia o perseverancia, la paciencia produce carácter fuerte, y ese carácter probado produce esperanza en nosotros” amén.

También tenemos Romanos 8:25: “Porque si esperamos” dice la Palabra “en lo que no vemos todavía, con paciencia lo esperamos y lo recibiremos” podríamos continuar en muchos pasajes similares, pasajes similares a este nos recuerdan la importancia de la paciencia y de la perseverancia en el objetivo que perseguimos.

Yo creo que el pasaje que mejor se expresa respecto al mensaje y al tema que estamos tratando es el que leímos al inicio de nuestra meditación. Y el pasaje que leímos anteriormente narra la historia de un comandante del ejército militar llamado Naamán, desgraciadamente él había contraído una enfermedad terrible llamada lepra.

Ahora como usted quizás sabe, en los tiempos de Naamán contraer la lepra era prácticamente una sentencia de muerte, se trataba de una enfermedad terriblemente degradante y humillante, las personas que desarrollaban esta enfermedad muchas veces mostraban unas llagas supurantes muy feas, en ocasiones esas personas perdían miembros, extremidades de sus cuerpos porque literalmente se pudrían y se desprendían de sus cuerpos, dedos, extremidades de las manos, la nariz, los dedos de los pies y aún parte de las orejas mismas.

Y encima de todo esto como algunas formas de esta enfermedad se creía que eran contagiosas también había un estigma social y la gente que sufría de lepra muchas veces tenían que vivir vidas aisladas fuera del vivir común.

Ahora, cuando Naamán se da cuenta de que padecía esta terrible enfermedad y conociendo su destino final decide viajar desde la parte norte de Damasco descendiendo hasta la tierra de Israel buscando ese milagro de sanidad. Era un hombre muy importante, un soldado muy apreciado por el rey. Va directamente al rey de Israel quien entonces lo transfiere directamente al Profeta Eliseo.

Dice que aquí se pone la cosa interesante. Dice la Escritura que Naamán se le aparece de momento al Profeta Eliseo con sus carros, su comitiva etc. hecha de guardaespaldas, de sirvientes y claro, Naamán esperaba que siendo un general el Profeta iba a salir corriendo de su casa a recibirlo personalmente y entonces claro, procedería a sanarlo inmediatamente, pero en vez de salir y saludarlo parece que el Profeta simplemente lo mira a través de la ventana, qué hace este tipo aquí que se cree la gran cosa con ese gran grupo de personas que lo acompaña tipo Trump o algo así, yo creo que Naamán era mejor tipo que Trump pero bueno, eso es puramente mi experiencia personal, esto es puramente, León de Judá no se hace responsable (ríe).

Y entonces vemos que el Profeta decide darle a probar a Naamán una dosis muy grande de humildad así que simplemente le envía a su mensajero, su siervo con instrucciones muy específicas: váyase al río Jordán y sumérjase en las aguas del río Jordán siete veces. Dice la historia que Naamán se puso furioso y que salió caminando y refunfuñando diciendo algo como: caramba yo pensé que ciertamente el Profeta saldría a recibirme, no solamente saldría a recibirme sino que movería su mano a través de mi cuerpo y me sanaría al instante, pero en vez de eso el Profeta le dice: hey camina 25 millas hasta las aguas turbias del río Jordán y sumérgete allí, métete allí siete veces, necesitaba un trato así humillante, y ahora aquí viene lo interesante.

Debo onfesar que ya para este momento de mi vida he escuchado y he leído docenas de sermones acerca de esta historia precisamente, casi siempre estas historias lo que hacen es que golpean e insultan y ridiculizan a Naamán por su supuesta arrogancia, por esto de ser así como una persona malcriada acostumbrada siempre al trato preferencial con un mal temperamento y con una actitud negativa, yo entiendo, yo sé que es así, puedo ver que Naamán sí manifiesta algunas de estas características y es evidente que él estaba esperando un milagro ahí rápido y a la carta, pero quiero darle un poquito de amor al personaje de Naamán y a su historia, quiero extenderle un poco de comprensión y compasión, no debemos ser demasiado ásperos, demasiado exigentes tampoco con este personaje ¿por qué?

Porque si somos honestos tenemos que admitir que la mayoría de nosotros hubiéramos reaccionado de la misma manera ¿sí o no? algunos de nosotros quizá le hubiéramos dicho al Profeta: ¿sabes con quién estás tratando? ¡Yo vengo de Brooklyn! Hubieran dicho algunos, que tengo ahí mi cuchilla ya lista para (risas), o le hubiéramos dicho: yo soy guitarrista de León de Judá, o soy un profesor de seminario, o soy un diácono en la Iglesia, o un Pastor asociado, ujier en la Congregación León de Judá, bueno tengo una licenciatura o una maestría, un doctorado, yo soy el jefe de una compañía importante, muchas veces hemos hecho uso de ese mismo tipo de argumento.

Oh yo soy un ciudadano americano con ciertos privilegios o derechos, o quizás podríamos decir: soy un hombre o una mujer adulta y exijo un mínimo de respeto etc., etc. así que hey, no seamos tan duros con el pobre Naamán, probablemente hubiéramos reaccionado de la misma manera en su situación.

Además quiero enfocarme ahora en los dificultades y obstáculos que Naamán tenía que superar para poder obtener su milagro, vamos a ver contemos las formas. Primeramente él tenía que reconocer: necesito sanidad y tuvo que humillarse para recibir algún tipo de sanidad, algunos de nosotros hubiéramos quedado allí fritos no queriendo admitir que necesitamos ayuda. En segundo lugar tuvo que viajar aproximadamente 260 millas desde Damasco hasta llegar al sur a la tierra de Israel para entrevistarse con el Profeta Eliseo.

Ahora tengan en cuenta hermanos que 260 millas es una distancia considerable en un tiempo donde no habían taxis uber, no había jet blue, no habían grey hounds, no habían carros. Mi punto es que su viaje no fue ni fácil ni breve.

Tercero, tenemos que tomar en cuenta que en ese tiempo los leprosos que se sospechaba que sufrían de lepra no podían atravesar ciertos lugares públicos, habían leyes, habían reglamentos que se habían establecido que a veces requerían que estas personas fueran por una ruta apartada y eso evidentemente significaba que su viaje habría sido tremendamente difícil.

Cuarto, cuando finalmente llega a la casa del Profeta el Profeta procede a humillarlo y a hacerlo sentirse como un ciudadano de segunda clase.

En quinto lugar, el Profeta le dice: si quieres ser sanado tienes que viajar ahora 25 millas más para llegar al río Jordán así que vemos ahora que se alarga el viaje.

Hay algo más también que necesitamos tener en cuenta. En sexto lugar tenemos que tomar en cuenta la condición del río donde él tenía que lavarse. El río Jordán tenía la reputación de ser uno de los ríos más turbios y sucios de todo Israel, se parece un poquito al río Charles aquí traidor que es para sumergirse, estaba exagerando un poquito pero está bien; sí, es como un río ahí como dijo el Charles es digamos como si tuvieras que ir al lugar más sucio y más fangoso, pero ven mi punto ¿verdad?

Y finalmente en séptimo lugar tenemos que recordar que a Naamán se le indicó que tenía que sumergirse en esa agua tan turbia no dos, ni tres, ni cuatro, ni cinco, ni seis tampoco sino siete veces, digan todos siete veces. Como puedes ver las cosas no se le hicieron fáciles.

Sin embargo para su beneficio después de quejarse amargamente Naamán decide seguir las instrucciones del Profeta y yo me imagino que cuando Naamán se sumergió la primera vez inmediatamente examinó su piel para ver si algo había mejorado, y no hay duda de que la segunda vez también hizo lo mismo, y la tercera vez, la cuarta vez, la quinta vez también, yo sospecho que ya a la sexta vez de hacer el movimiento comenzó a pensar: no creo que se vaya a dar este milagro.

Sin embargo vemos que obedientemente procede y se sumerge una séptima y última vez, y dice la Escritura que esta última vez después de emerge de las aguas Naamán notó que su piel había sido restaurada completamente, y no solamente había sido restaurada su piel sino que había sido restaurada hasta el punto de recuperar la tersura y suavidad y vitalidad de la piel de un bebé.

Y claro, la piel de Naamán fue restaurada hasta ese punto, claro porque eso es lo que uno esperaría que suceda, cuando Dios hace un milagro lo hace bien y eso es algo con lo que siempre podemos contar. Pero el punto de mi sermón es que el milagro de Naamán no llegó fácilmente, no llegó rápidamente sin resistencia y quizás también se trate a sí mismo en tu propia vida.

Los milagros, los cambios que quizás también nosotros estamos deseando, los cambios y transformaciones que estamos esperando en nuestra vida requieren tiempo, requieren esfuerzo pero ¿sabes qué? Dios está dispuesto si tú estás dispuesto, dilo conmigo: Dios está dispuesto si yo lo estoy.

Quizás vas a tener que viajar desde Damasco esa travesía hasta la tierra de Israel, quizás vasa tener que humillarte delante de Dios, quizás vas a tener que llegar hasta las aguas turbulentas del río Jordán, quizás vas a tener que sumergirte siete veces en esas aguas pero Dios está dispuesto si tú estás dispuesto. Yo creo firmemente que Dios todavía está en el negocio de ejecutar milagros si nosotros estamos dispuestos a invertir el esfuerzo y el tiempo en ellos.

Quiero terminar con lo siguiente: ¿qué milagro de transformación has estado tú personalmente anhelando? ¿qué milagro transformador has estado clamando al Señor para tu vida? ¿qué milagro transformador has estado pidiéndole al Señor que lleve a cabo en tu vida? ¿has estado clamando porque haya armonía y sanidad en tu hogar? ¿has estado anhelando un cambio de situación en tu matrimonio que anda triste? ¿has pedido al Señor que algún ser querido tuyo cambie su estilo de vida autodestructivo? ¿has estado tratando de alguna manera de liberarte de algún tipo de adicción pero no has podido? ¿has estado lidiando con algún problema depresivo o de ansiedad? ¿has estado lidiando con algún sentido de pérdida, de tristeza, de luto y no has podido zafarte de esa tristeza? ¿hay alguna enfermedad en tu vida, alguna condición de salud que has estado lamentando? ¿has estado pidiendo que avivamiento verdadero, genuino visite tu Iglesia, tu comunidad espiritual? ¿qué milagro de cambio has estado clamando al Señor y pidiéndole en tu propia vida? Dios está dispuesto si tú estás dispuesto.

Dios siempre está dispuesto, está dispuesto a efectuar algún cambio, algún milagro pero la pregunta que importa es: ¿cuán ardientemente tú estás anhelando un milagro de cambio, lo quieres suficiente como para presentárselo al Señor hoy? ¿lo quieres lo suficiente como para perseverar y esperarlo pacientemente? ¿lo quieres lo suficiente como para mantenerte firme en esa esperanza de recibirlo, como para mostrar perseverancia y persistencia? Una vez más te lo digo: Dios está dispuesto si tú lo estás, Dios les bendiga, amén, gloria a Dios, amén, amén gloria al Señor, dénle un aplauso al Señor, aleluya, gracias Señor Jesús, gracias Dios, recibimos Tu palabra Padre, recibimos Tu mensaje Señor, gloria a Dios, lo internalizamos.

Hermanos es un reto para todos nosotros, hemos aprendido durante todos los años sobre todo los pentecostales que creemos en el Poder del Espíritu Santo, en las intervenciones fulminantes de Dios que vemos a través de la Escritura, nos hemos acostumbrado a estar esperando cosas, milagros allí cocidos al vapor y es claro también a través de la Escritura que a Dios le interesa trabajar en nuestro carácter, crear hombres y mujeres como Cristo, desarrollar las virtudes del Evangelio en nuestros espíritus y la única manera en que eso se hace es a través de experiencias que nos enseñan, quebrantamientos, la espera, la oración a mitad de la noche, esa madrugada que quisiéramos que ya salga el sol que se ha hecho demasiada larga muchas veces, hemos clamado a Dios, nos hemos cocido en el fuego lento de nuestra ansiedad, nuestra agonía, nuestra espera y preguntamos ¿dónde está el Señor?

Somos como los discípulos movidos por las olas en el lago y diciendo pereceremos, y estamos allí desde que comienza la noche y estamos toda la noche remando porque el viento nos escoltará, y nos preguntamos ¿dónde está el Señor? El Señor está allí cultivando paciencia, ese es el reto de este mensaje para ti y para mí, el Señor está allí enseñándonos que Él es el Dios victorioso sobre las olas, sobre la tormenta, cuando Él está sobre esa barca esa barca no se va a hundir.

El cristiano tiene que aprender a esperar, a persistir y a veces el Señor nos alarga la espera para que maduremos, para que creemos complejidad psicológica, espiritual y la única manera en que se cultiva es a través de la espera, a través de la lucha, a través del esfuerzo, a través de la inversión, Dios no quiere crear pollitos allí que abren la boca y viene el aguilucho, y les mete de una vez la comida, Él quiere crear fieras que busquen su comida y la ingieran ellos mismos, la pasen a digerir, no quiere niños sino en el espíritu sino gente madura que puedan comer alimentos sólidos.

Recibe ese mensaje en el Nombre del Señor, un mensaje fundacional, formativo para nuestra Congregación. Tenemos décadas insistiendo como Iglesia, haciendo nuestro trabajo, trabajando duro, dando, perseverando, esperando, orando por una visitación poderosa del Señor y Dios nos ha permitido crecer como Iglesia de muchas maneras, internamente hemos visto a muchos de ustedes crecer y madurar, y como Iglesia también hemos crecido, somos un pueblo relativamente fuerte en una forma muy humilde, muy cotidiana un día a la vez poniendo un paso por delante.

Yo sé que Dios quiere hacer ese milagro de la proliferación, de florecer y que nuestro llamado se haga real en un instante también pero tenemos que sumergirnos siete veces también en el río. Creo que todo este tiempo de espera ha sido esa formación de Dios porque Dios nos da lo milagroso y lo estruendoso después de haber aprendido lo cotidiano, la oración día a día, el trabajo esforzado, pagar el precio, invertir, dar sin esperar nada sino simplemente ser fieles al llamado del Señor, y cuando hemos pagado el precio, cuando hemos hecho nuestra tarea el Señor va a decir: Tu lepra va a ser sanada instantáneamente.