Para ganar a mayor número

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Quiero leer la Carta a los Corintios, Primera de Corintios capítulo 9, voy a ir a los versículos 16 en adelante, Primera de Corintios 9:16, dice el Apóstol Pablo: “Pues si anuncio el Evangelio no tengo por qué gloriarme, pues me es impuesta necesidad” voy a repetir eso “impuesta necesidad” en otras palabras es ¿qué? es una obligación, es algo que viene de Dios y que Dios nos impone a nosotros, es una necesidad, es algo imperioso, “y ¡ay de mí si no anunciare el Evangelio!” diga usted: ¡ay de mí si yo no anuncio el Evangelio! Óigame, eso es una Palabra muy fuerte, ay de mí si nosotros no compartimos el Evangelio.

“Por lo cual si lo hago de buena voluntad recompensa tendré, pero si de mala voluntad la comisión me ha sido encomendada” en otras palabras si usted predica el Evangelio lo hace gozoso, espontáneamente no se gloríe demasiado pero usted va a tener una recompensa, y si no quiere también debe hacerlo porque usted ha recibido una comisión de parte del Señor.

“¿Cuál pues es mi galardón? Que predicando el Evangelio presente gratuitamente el Evangelio de Cristo para no abusar de mi derecho en el Evangelio” ¿sabe qué? Pablo sentía que era un privilegio tan grande para él predicar la Palabra que él se había impuesto un compromiso de no recibir salario ni nada porque él sentía que para él era una gloria tan especial predicar el Evangelio de gratis y depender de sus propios recursos como él lo hacía para vivir, pero para él era un gran privilegio y él pensaba que si le pagaban era un abuso de su derecho así que imagínese, yo creo que de eso hay que aprender mucho ¿no?

Entonces dice: “Por lo cual siendo libre de todos me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número” ese es el título de este sermón “para ganar a mayor número” recuerde eso, “me he hecho a los judíos como si fuera judío para ganar a los judíos, a los que están sujetos a la ley aunque yo no esté sujeto a la ley para ganar a los que están sujetos a la ley, a los que están sin ley como si yo mismo también estuviera sin ley, aunque yo no estoy sin ley sino que estoy bajo una ley que es la ley de Jesucristo para ganar a los que están sin ley; Me he hecho débil a los débiles para ganar a los débiles, a todos me he hecho de todo” wow, “a todos me he hecho de todo para que de todos modos salve algunos, y esto hago” ¿por qué? “por causa del Evangelio para hacerme copartícipe de él” que el Señor bendiga Su santa Palabra, gloria a Dios.

Hermano debe leer eso tres veces al día con cada comida porque es un hermoso ejemplo de lo que es una vida vivida en el filo de la espada para traer vidas al conocimiento de Jesucristo. Nosotros estamos hoy continuando con una serie de mensajes que yo inicié unas semanas atrás sobre evangelismo. Mi deseo a través de estos sermones es crear en nosotros todos como Iglesia una consciencia poderosa, consumidora del llamado a ser evangelistas, el llamado a vivir vidas evangelísticas, el llamado a asumir una consciencia evangelística tanto como individuos como congregacional también y hemos visto que evangelizar, compartir el Evangelio, ser fructíferos, dar fruto para el Evangelio y para el Reino de Dios no es una opción es una obligación, hemos estado hablando de nuestro compromiso de convertirnos en una Iglesia verdaderamente evangelística.

Hemos dicho que durante todos estos años nosotros hemos pasado casi veinte años construyendo edificios, renovando edificios, invirtiendo mucho dinero congregacional en edificar esta planta física tan hermosa que Dios nos ha dado junto a dos edificios más que tenemos ahí al lado, hemos hecho una cantidad de cosas tremendas para tener un lugar verdaderamente apropiado para la predicación del Evangelio en diferentes maneras. Nuestros ministerios de servicio social, las oficinas que tenemos, los diferentes salones que usamos para clases de discipulamiento, jóvenes, ahora mismo mientras estamos aquí hay jóvenes que están teniendo su servicio allí al otro lado, hay clases de discipulado que se están dando en diferentes edificios y salones.

Hemos invertido mucho dinero pero ahora ya que Dios nos ha permitido tener esta bella planta física, ahora tenemos que invertir nuestras energías, nuestro tiempo, nuestro dinero en traer almas en gran cantidad al conocimiento de Cristo Jesús, tenemos que vertir nuestras energías a ser una Iglesia verdaderamente evangelística por el resto de nuestra existencia y mi deseo a través de estos sermones es preparar nuestra sensibilidad, concientizarnos además de otras cosas que estaremos haciendo, y todo lo que hagamos que esté orientado a traer almas al conocimiento de Jesucristo.

Hemos visto que ganar almas no es una opción sino una obligación, una expectativa de parte de Dios. Como dice Proverbios 11:30: “Ganar almas es sabio” dite ahí en tu corazón: “ganar almas es sabio”. ¿Sabe que cuando usted gana almas hay algo precioso que pasa en la vida suya también y no solamente en la vida de aquéllos que usted gana para Cristo?

Y nosotros hemos visto a través de estos sermones que los dones del Espíritu Santo son para aquéllos que dan fruto, aquéllos que están involucrados en hacer avanzar el Reino de Dios, es decir los que cumplen con esa gran comisión, id por todo el mundo y predicad el Evangelio haciendo discípulos a todas las naciones y enseñándoles que obedezcan las cosas que yo les he enseñado, esas fueron las últimas palabras que registra el Evangelio según San Mateo que Cristo dió antes de subir al cielo, y en Hechos él dice: “Y me seréis testigos en Jerusalén, en Judea y en Samaria, y en toda la Tierra”.

El cristiano está llamado a dar fruto, no hay alternativa. Los que usan los dones que reciben para negociar como vimos en esa parábola anterior donde el dueño de la empresa le da un talento a cada uno, le da una cantidad de dinero y les dice: negocien mientras yo regreso, y negociar para el Reino quiere decir hacer todo lo necesario para rendir lo que Dios te ha dado, no te quedes con tu talento escondido como hizo uno de los siervos que recibió un regaño muy fuerte de parte de su señor, asegúrate de que lo que Dios ha dado a tu vida tú lo uses para bendecir a otros, compartir la Palabra de Dios.

Recordamos que el endemoniado gadareno que Cristo libertó de su gran opresión demoníaca quería quedarse con Jesús, quería disfrutar de este ser que lo había liberado de sus años de terrible malgasto de su vida y el Señor le dijo: no, tú no estás llamado a estar conmigo sino ve a tus familiares y cuéntales cuán grandes cosas Dios ha hecho contigo, el cristiano no está hecho para simplemente disfrutar y comer, comer y comer, está diseñado para dar, dar, dar y compartir la fe con otros.

Hoy quiero hablar acerca de algo, un aspecto de este llamado y es que es importante sacrificarlo todo para ser un ganador eficaz de almas, ser un evangelista efectivo requiere que tú vivas en un estilo de vida sacrificial.

Toda gran institución de gran calidad que provee algún tipo de servicios sabe que el cliente reina, el cliente es el jefe ¿sí o no? mientras más alta la calidad de un negocio más importante es la satisfacción del cliente. Usted va a un gran hotel o a un gran restaurante y usted ve que malcrían al cliente, todos los que sirven en un gran hotel están entrenados a dar un servicio de 5 estrellas y aguantarles las mayores malacrianzas al cliente para que estén satisfechos.

Hace poco yo llamé a Amazon, el gran proveedor de productos para devolver una computadora porque una persona que la vino a traer de una de esas compañías, no voy a decir el nombre por si acaso alguien trabaja en ella aquí, pero cogió la computadora y en vez de poner la computadora o tocar el timbre, desde su vehículo la tiró a la puerta y la dejó allí, y siguió, y no se dió cuenta que mi esposa estaba mirando desde adentro lo que estaba pasando, y aunque no parecía que estaba dañada porque estaba muy bien envuelta y tenía mucho acolchonamiento, pero de todas maneras dijimos ¿sabes qué? no nos vamos a arriesgar, este es un producto caro, si algo sufrió pues hay que hacerlos responsables a ellos, entonces yo llamé a la compañía y les dije que simplemente no queríamos el producto y le expliqué, ¿sabe qué? esa persona que estaba al otro lado no me preguntó: bueno cuán lejos fue que la tiró y vamos a llamar a ver si es verdad o no, permítanos averiguar, ella simplemente me dijo: no se preocupe, si usted no la quiere devuélvanosla y nosotros le vamos a enviar otra inmediatamente, y no esperaron ni siquiera que nosotros enviáramos la computadora cuando ya enviaron el reemplazo, no hubieron preguntas, una voz bien amable y hospitalaria, no hubo problema porque esa es la política de esa gran institución, me impactó la extremada cortesía de esa persona.

Y si usted llama a Comcast o Apple ellos siguen la misma política, claro que tratan de venderle otros productos mientras tanto, pero es así, es increíble, a veces es verdaderamente como meloso, demasiado meloso, y cada vez que usted dice algo: sí, entiendo, gracias, le repiten lo que usted dijo, es una cosa increíble.

Yo tengo entendido que esto puede llegar a extremos verdaderamente sorprendentes. Hace dos semanas estaba hablando con un joven italiano, estábamos en casa hablando con él y no sé cómo la conversación se tornó a eso de Amazon, y él me decía: mira Roberto yo vivo en Italia y me confesó algo, esta gente llega al extremo de que yo he llamado, porque él compra muchos productos de Apple y de Amazon, y todo eso, y yo he llamado y les he dicho: mire yo compré un iPhone de ustedes y lo tengo hace seis meses y ya me estoy cansando de él, y me gustaría tener otro diferente, y ellos le han dicho: pues envíe ese y nosotros le enviamos uno nuevo, y no me hacen ningún tipo de preguntas.

Yo le tuve que preguntar tres veces porque creía que o es un gran mentiroso o me estaba diciendo la verdad y me dice: yo hago eso muchas veces con diferentes tipos de productos y ellos saben, yo no les estoy diciendo que está dañado o es deficiente porque si usted les dijera ellos enseguida.

Mi hija Sonia por igual, compró un cargador, una batería para su computadora, no le estaba funcionando, los llamó y le dijeron: quédate con ese y te vamos a enviar otro inmediatamente, ni siquiera le preguntaron envíanos el otro para ver si es así ni nada, son así.

Ahora, yo les aseguro que estas instituciones siempre se salen con la suya, Amazon hace billones de dólares al año y es ahora una de las compañías más asombrosas que hay en el mundo, porque ellos saben que ganar un cliente o retenerlo es mucho más valioso. Ese producto les costó 200 o 300 dólares, ellos prefieren que el cliente escriba bien de ellos, ¿cuánta publicidad están recibiendo ellos de mí gratis? es más los voy a llamar para que me manden una comisión o algo (risas), pero esta gente tiene una mentalidad sabia.

¿Saben que la mente secular es mucho más sabia que la mente cristiana? A veces aquí a nuestra Iglesia vienen personas y en vez de nosotros decir: wow un alma nueva vamos a ganárnosla, nos dicen algo que no nos gustó y enseguida los miramos mal o piden sentarse al lado nuestro y nos molesta tenerlos aquí al lado en vez de tener la mentalidad, por eso el Señor Jesucristo dijo: los hijos de este siglo son más sabios en el trato a sus semejantes que los hijos del Reino de la luz porque esa gente sabe cómo ganar clientes.

Es mucho más fácil ser simpático y flexible que salirse con la suya a corto plazo y perder un cliente permanentemente. ¿Cuáles son los clientes de la Iglesia de Jesucristo? No somos nosotros, no es usted, el cliente está allá afuera, nosotros existimos para traer clientes al Reino de Dios, para pegarlos, para convertirlos en clientes del Espíritu Santo, de la Palabra de Dios, el Reino de Dios, cada uno de nosotros es un vendedor del Reino de los cielos hablando de una forma muy reverente, cada uno de nosotros tiene un producto excelso, eterno, perfecto que vender y ese se llama Cristo y la Palabra de Dios.

Y entonces ¿a quién vamos nosotros a servir, a quién servimos nosotros? Nosotros servimos a la gente que necesita conocer el Evangelio y cualquier cosa que sea necesaria, cualquier sacrificio que sea necesario lo tenemos que hacer para que mucha gente venga al conocimiento de Jesús.

Pablo sabía lo que es ser un vendedor eficiente del Evangelio, en ese pasaje que acabamos de leer Primera de Corintios 9 vemos que Pablo tenía una consciencia muy clara de la importancia de ganarse a sus clientes, él sabía que lo más importante era ganarse un alma y por eso decía: si me tengo que disfrazar de payaso lo hago porque lo importante es ganar una alma para Cristo. Con los judíos yo hablo el lenguaje de los judíos, con los griegos yo hablo el lenguaje de los griegos, con la gente altamente educada yo hablo como si fuera una persona altamente educada, con el sencillo hablo el Evangelio sencillamente, con el pecador yo trato de hacerlo sentirse bien para ver si lo gano.

Muchas veces nosotros nos ponemos de santurrones, usted ve que la gente nos tiene miedo muchas veces. A veces a mí cuando yo estoy conversando con gente que no conoce al Señor dicen algo y: ¡oh! perdóneme Pastor porque dije una palabra que, y yo les digo: tranquilo no te preocupes, ya he oido esa palabra veinte mil veces; nosotros no, nos tapamos los oídos y nos ponemos todos santurrones de momento, y la gente nos coge miedo.

Si usted quiere evangelizar almas sea sencillo, diga chistes con ellos, hable de pelota, hable del cine, hable de la música, hable de buena comida, infórmese acerca de los periódicos, acerca de lo que está pasando en el mundo. Muchos de nosotros vivimos en una burbuja evangélica y lo único que hacemos es leer libros evangélicos, ver películas evangélicas y creemos que eso es santidad, todo depende.

Yo vivo leyendo porque necesito mantenerme al día porque mi trabajo es vender el Evangelio y yo necesito hablar con gente moderna, gente clásica, adultos, jóvenes, lo que sea y nosotros tenemos que estar entrenándonos y preparándonos para ser buenos vendedores del Evangelio de Jesucristo y tenemos que usar cualquier medio. Esta Iglesia si va a ser verdaderamente evangelística tiene que ser una Iglesia hospitalaria, cada uno de nosotros tiene que sentir una gran responsabilidad por el que entra por esas puertas.

Si usted va hacia la puerta de salida y usted encuentra a alguien que no conoce puede que sea un visitante, salúdelo, póngale buena cara, dígale: Dios te bendiga, si está mal vestido dígale: wow qué linda está esa ropa, si le huele mal el aliento dígale: wow tu aliento huele a azucenas, pégesele bien de cerca para que no se dé cuenta, si está borracho déle un abrazo dígale: Dios te ama, Dios tiene grandes cosas para ti pero no sea santurrón al decírselo, dígaselo de una forma respetuosa, si camina de una forma que a usted no le guste déle la mano de todas maneras y bendígalo, no importa cuál sea su trasfondo.

El Evangelio yo digo que es de teflón, no se le pega a nada, si es algo malo el Señor se lo lleva no se preocupe, hay gente que le dan la mano y le dan la punta de cuatro dedos porque tienen miedo que si le dan la mano a alguien que es impuro se le va a pegar un demonio o algo así, yo siempre le digo a la gente: déme la mano completa porque piensan que si le dan la mano a un hombre como que están siendo sensuales y ¡qué, tenemos que despejarnos de esas cosas hermanos, el Evangelio es libertad en Cristo Jesús, hay que reírse!

La gente quiere venir a un lugar donde hay risa, donde hay compañerismo, donde hay soltura, donde hay danza, donde hay vida, donde hay prosperidad, donde hay liviandad de espíritu, donde hay naturalidad; sólo nosotros pensamos que mientras más serios somos y más exigentes más la gente va a entrar, es todo lo contrario.

Los fariseos hablaban mal de Jesús porque le gustaba estar en las fiestas y en las bodas, el primer milagro que el Señor hizo lo hizo en una boda. Yo creo que aunque los Evangelios mencionan a Jesús riéndose pero yo creo que la sonrisa más bella que se ha dado en este mundo era la sonrisa de Jesús. La carcajada más simpática fue la de Jesús. Yo sospecho que el Señor era un gran contador de buenos cuentos y que a la gente le gustaba tenerlo al lado y estar con Él porque Él era así.

Saqueo un terrible pecador simplemente el Señor lo vió subido en un árbol y le dijo: Saqueo bájate de allí porque hoy nos vamos a comer un arroz con pollo en tu casa, se invitó a su casa, y cuando Él estaba allí comiendo Saqueo ya había invitado a todos sus compañeros, y los santurrones del pueblo diciendo: oh mira, se está reuniendo con los publicanos, con los fariseos, y Saqueo conmovido con la simpatía del Señor se levantó en medio del día de esa reunión y le dijo: Señor yo reconozco que soy un pecador y si le he robado a alguien se lo devuelvo cuadruplicado, el amor del Señor, la simpatía del Señor convirtió a Saqueo y me imagino que a muchos de sus compañeros también.

Cuando la mujer vertió un vaso de alabastro con un perfume costosísimo sobre la cabeza del Señor y enjugaba el cuerpo del Señor con sus propios cabellos había un santurrón que dijo: mira si este fuera un verdadero profeta no dejaría que esta mujer de mala fama se acercara a él y el Señor dijo: Déjenmela tranquila porque esto lo está haciendo para Mi sepultura.

¿Sabe que al Señor le gusta cuando la gente lo adora en espíritu y en verdad y con soltura? Yo creo que al Señor no hay nada que le guste más cuando un pecador lo adora y está buscando de Él y viene a la Iglesia con todo y su pecado, porque ahí Él puede tratar con ellos y nosotros tenemos que hacer las puertas de la Iglesia más anchas, no más estrechas y tenemos que vivir para los inconversos, tenemos que incomodarnos para los inconversos hermanos, tenemos que pedirle al Señor que nos dé Su corazón sensible y sencillo, y que nosotros vivamos con una sola meta y es de traer el mayor número posible de almas al conocimiento salvador de Cristo Jesús, salvar un alma de la perdición eterna amerita cualquier tipo de sacrificios.

Mientras yo he estado predicando estos sermones el Señor me ha estado embargando a mí mismo con ese sentido de pasión por las almas, yo le he pedido al Señor que me haga sentir dolor. ¿Sabe lo que es? La Biblia dice y nosotros creemos la Palabra del Señor que si usted no tiene a Cristo no tiene al Padre, el que no tiene al Hijo no tiene al Padre, por eso el Señor mandó a Jesucristo para que ninguno se pierda sino que todos procedan a salvación eterna.

Ese Evangelio que dice que la gente no se pierde porque Dios ama demasiado para que la gente se pierda ¿para qué entonces el Señor se incomodó de la manera que lo hizo para venir a esta tierra, hacerse un hombre humilde y sencillo, despojarse de Su gloria, pasar treinta y pico de años en la Tierra, entrenar a todo un grupo de personas para la empresa mayor de todas que era predicar el Evangelio, ¿para qué se subió a una cruz y derramó Su sangre perfecta y preciosa si no era porque Él sabía que era a través de Su sacrificio que la humanidad iba a ganar salvación y vida eterna?

La Palabra del Señor dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su hijo unigénito para que todo aquél que en Él cree no se pierda” no se pierda “sino que tenga vida eterna.” La Palabra del Señor también dice: “Porque no hay otro mediador entre Dios y los hombres sino Jesucristo hombre” a mí me gustaría francamente, yo preferiría que no fuera así. Yo quisiera que toodo el mundo pudiera entrar al Evangelio sin ningún tipo de precondiciones pero al Señor le plació que fuera a través de Su Hijo. En el día de Su bautismo el Señor dijo: Este es Mi Hijo amado en quien tengo complacencia, y si Dios lo dijo es así, no hay otra manera de entrar al Reino de Dios si no es a través de Jesucristo, entonces nosotros tenemos que compartir porque un alma que se pierde para la eternidad eso es una pérdida terrible.

Dios dió a Su Hijo para que un alma se salvara, para que ninguno se pierda, y nosotros tenemos que entender esto. Yo le pido a Dios que nos dé absoluta consciencia de que salvar una alma de la perdición eterna ¿y qué es la perdición eterna? Es estar en una eternidad sin tener comunión con Dios. De alguna forma va a haber una dimensión que yo no entiendo cómo va a ser esa dimensión donde la Presencia de Dios no alcanzará, donde el rostro de Dios no iluminará, donde la Presencia del Señor no mantendrá una vida preservada.

Yo creo que el criminal más grande de este mundo es reconocible como un ser humano porque de alguna forma la gracia de Dios lo toca, pero un día ese criminal no tendrá acceso a esa gracia preservadora de Dios y entonces yo creo que su ser estará en total agonía mental, espiritual, porque la obra unificadora de la gracia de Dios hará que este ser sea eminentemente esquizofrénico, totalmente dividido. Para mí ese es el infierno, es la separación de todo pensamiento porque la gracia de Dios no unifica y no preserva, yo no creo necesariamente que es con un demonio vestido de una pijama roja punchando a alguien con un tridente, yo creo que es mucho más sofisticado que eso pero lo que sea yo no quiero estar allí y no quiero que mis seres queridos tampoco estén allí, y hay que decirles: arregla tus cuentas hoy, hoy es el día de la salvación.

Hay que predicar esa Palabra porque salvar una alma del infierno amerita cualquier tipo de sacrificios. Cuando estamos claros con respecto al valor de una alma ningún sacrificio es demasiado grande, yo le pido al Señor haznos conscientes del valor de un alma.

Yo estoy leyendo ahora mismo una biografía de D.L. Moody, Dwight Lyman Moody, uno de los grandes evangelistas del siglo XIX, me ha impactado su pasión consumidora por las almas. Moody cuando era joven dejó una prometedora carrera como comerciante, como vendedor y empresario que estaba haciendo mucho dinero en Chicago a los veinte y pico de años para dedicarse al Evangelismo, y el Señor lo bendijo, y él empezó evangelizando a los niños. La gente lo llamaba crazy moody porque él sentía una pasión muy grande por los jovencitos en una ciudad que se estaba expandiendo frenéticamente como Chicago en 1865 o 70 por ahí, y había una cantidad de niños, imagínese hace 200 y pico de años no había cuidado de niños como hoy en día, las agencias sociales y había una cantidad de niños en la ciudad de Chicago abusados, maltratados por sus padres, habían cientos y miles de esos niños corriendo por las calles de Chicago desatendidos durante el día, y Moody sentía una gran pasión por esos niños.

Y comenzó una clase de escuela bíblica en las noches, el sábado en la noche y se iba a buscar a los niños por uno de los peores vecindarios de Chicago que la gente le decía: no te metas allí porque te van a matar, y allí iba Moody con un par de amigos recogiendo a esos niños y llevándolos, y él abrió un lugar que había sido una barra, lo alquiló y lo limpió, y allí estableció una escuela biblica donde llegaron cientos y cientos de niños a escuchar el Evangelio. De hecho el presidente Abraham Lincoln llegó y visitó esa barra porque ya se había expandido la reputación de Moody, y allí él tenía que jugar con ellos y hacerse como un niño, saltar y bailar con ellos, solamente oían unos tres o cuatro minutos y después ya perdían la atención, y Moody hacía todo lo posible, les daba pedacitos de azúcar, la gente lo criticaba porque dizque estaba sobornando a los niños con pedacitos de azúcar para traerlos al Evangelio, por eso lo llamaban crazy moody porque él hacía todo lo que fuera necesario para ganarse a esos niños.

Y poco a poco esos niños fueron aprendiendo a poner atención, y cuando ya estaban un poquito entrenados él los sacaba y los ponía en una clase de Evangelismo, y esos niños fueron transformados por la Palabra de Dios, y yo creo que ese amor que Moody tenía y su humildad en tratar con los niños primero fue lo que entonces permitió que Dios lo pusiera como uno de los grandes evangelistas en el mundo y en Europa, Moody llegó a ganarse cientos de miles de almas, se dice que es uno de los hombres que más almas ha ganado para el Evangelio y estableció instituciones que todavía existen como el Seminario Moody en Chicago y otras instituciones parecidas, porque amaba a las almas y Dios lo exaltó.

Moody decía: no hay más grande honor que ser un instrumento en la manos de Dios para llevar a una persona fuera del reino de Satanás a la gloriosa luz del cielo. Otra cita de él dice: no necesitamos más experiencias en el monte de la transfiguración, cuando un hombre se pone tan alto y se cree tan alto que no puede alcanzar hacia abajo aún perdido entonces hay algo malo en su experiencia cristiana.

Si León de Judá va a convertirse en una Iglesia verdaderamente evangelística tendrá que hacer grandes sacrificios, tendremos que olvidarnos de nosotros mismos y de nuestra comodidad personal para que Dios pueda usarnos como una Iglesia verdaderamente poderosa y profética en esta ciudad. Muchos decimos: yo quiero ver nuestra Iglesia evangelizando pero hay un precio que pagar: tu comodidad, tus preferencias, tus privilegios.

Hay muchos líderes que no les gusta que vengan otros líderes a trabajar cuando más personas vienen al Evangelio porque ven como que les están quitando su posición y pelan los dientes como un perro que le están queriendo quitar el hueso, y enajenamos a la gente. Hay mucha gente que está muy cómoda sentada allí con sus espacios y les molesta cuando viene un ujier y les dice que levanten su cartera para que otra persona se pueda sentar porque les gusta tener los dos brazos abiertos y cruzar las piernas, y descansar, y disfrutar del servicio, pero si viene mucha gente al conocimiento de Jesucristo tú vas a tener inclusive que ceder tu asiento, ¿tú estás dispuesto a hacer eso? Hay que incomodarse para servir a Jesucristo.

Yo le digo que muchas veces el Señor me ha traído a la mente cuando nuestra Iglesia comenzaba apenas en sus mismos comienzos, yo todavía no era el Pastor, era un laico que apenas que servía en la Iglesia, estaba el Pastor Vergara predicando y yo recuerdo esa imagen en mi mente de yo sentado junto con Meche con mis piernas cruzadas de lo más tranquilo escuchando el sermón y disfrutando, y yo a veces añoro eso. A veces voy por las calles de Boston y de Cambridge los domingos caminando hacia la Iglesia y veo a través de las vitrinas de un restaurant la gente leyendo el New York Times tomándose una piña colada o un bloody mary con el periódico esperando un buen bronch y yo yendo a la Iglesia a sudar la gota gorda allí predicando, pero ¿sabe qué? eso es un gran privilegio para mí, yo le doy gracias al Señor que así sea.

A mí me gustaría estar allí leyendo el New York Times pero servir a Cristo es mucho mejor como dice la Palabra, ser usado por Dios para traer almas al conocimiento de Cristo y avanzar el Reino de Dios es el mayor privilegio que yo pueda tener, y mi familia ha ganado mucho más por ser una familia que sirve al Señor que si hubiéramos ganado nuestra vida. La Biblia dice que el que pierde su vida la ganará. Cuando usted sacrifica sus sueños para Cristo el Señor le bendice mucho más allá de sus expectativas.

Yo recuerdo el precio que nosotros tuvimos que pagar para venir aquí a Boston dejando la comodidad de Cambridge, dejamos un edificio que no teníamos que pagar por ello lindísimo, precioso con un órgano que era precioso escucharlo en un vecindario sin crímen ni nada, muy elegante y dejamos todo eso por seguir el llamado del Señor para venir aquí a Boston para estar mejor ubicados, para poder alcanzar a nuestra gente, yo pensaba en los latinos solamente porque mi fe sólo daba para eso, y cuando llegamos aquí yo les he dicho ya lo tétrico que era este lugar, pero el Señor nos ha bendecido más allá de nuestras expectativas.

Yo le doy gracias a Dios que tuve el valor de escucharlo y atrevernos a sacrificarlo todo, y no solamente no hemos sacrificado nada sino que hemos ganado mucho más porque nos atrevimos a creerle a Dios y lanzarnos al vacío confiando que el Señor era poderoso para bendecirnos, hay que salir de su zona de comodidad, hay que creerle al Señor.

Para muchos que nos veían salir de la comodidad de Cambridge a un lugar tan difícil como era este hace veinte años nuestra mudanza a Boston les parecía una verdadera locura, a mí también me parecía una verdadera locura, pero Dios bendijo nuestra fe mucho más allá de lo que nos hubiéramos imaginado y todavía digo que no hemos visto todo lo que Dios tiene para nosotros, estamos al borde simplemente de ver la gloria de Dios.

Cuando hacemos la Voluntad de Dios aunque nos cueste grandemente al inicio siempre recibiremos mucho más de lo que aparentemente sacrificamos, ese es el mensaje de Filipenses 2:5 al 11, uno de mis pasajes favoritos, que nos dice: “Haya pues en ustedes el mismo sentir que hubo en Cristo Jesús, el cual siendo igual a Dios no tomó el ser igual a Dios como cosa a qué aferrarse sino que se despojó a Sí mismo y asumiendo la forma de hombre se hizo obediente hasta la muerte y muerte de cruz, por lo cual Dios lo exaltó hasta lo sumo y le dió un nombre que es sobre todo nombre para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla de lo que está en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra”, dice: haya en ustedes el mismo sentir, en otras palabras nosotros tenemos que imitar a Cristo en Su disposición de imitar al Padre.

¿Por qué vino Cristo a la Tierra? porque el Padre le dijo: Tú eres Mi única solución, alguien tiene que pagar el precio del pecado de esa humanidad para que esa humanidad pueda ser salvada, y el Señor dijo: Padre aquí estoy, hágase Tu Voluntad y no la mía, y el Señor se despojó de Su gloria, tomó la forma de un bebé balbuceante, inocente, frágil y entonces empezó esa carrera, y un día se tuvo que subir a la cruz después de ser magullado y torturado, y avergonzado, y derramó sangre perfecta y preciosa.

Y ese proceso de autohumillación dice que por esa razón Dios entonces le dió un nombre que es sobre todo nombre, porque cuando tú te humillas en Cristo eres exaltado, cuando tú lo pierdes todo lo ganas todo, cuando tú humillas tu orgullo y tu vanidad, y tu comodidad, y tus prerequisitos, y tus sueños, y te desvives para que el Reino de Dios avance Dios no se cansa de bendecirte, te lo puedo decir por experiencia propia.

A través de nuestra vida hemos visto la gracia de Dios descender sobre nosotros, mientras más le hemos dado más hemos recibido. Yo soy deudor de Cristo Jesús y nadie me admire ni me respete por lo que, lo he hecho por interés personal porque he aprendido que cuando tú le das al Señor Dios más te bendice y te recompensa, y no hay como un creyente vivir como Cristo vivió dándose a él, entregándolo todo al Señor.

¿Estás tú dispuesto verdaderamente a pagar el precio? Yo digo eso y yo sé pero muchos decimos amén y no sabemos lo que estamos diciendo porque si usted supiera lo que está en mi mente usted se asustaría ahora mismo. Hay que vivir de esa manera.

En el pasaje que leímos de Primera de Corintios el Apóstol Pablo habla de hacerse como judío con los judíos, hacerse débil para los débiles, de vivir bajo la ley para los que están bajo la ley a fin de ganarlos a todos para Cristo, eso tiene implicaciones muy prácticas, muy concretas para nuestra vida, ¿cómo podemos aplicar eso a nuestra condición actual como Iglesia, como individuos?

Las iglesias crecientes, las iglesias evangelísticas, las iglesias que Dios está usando y ha usado a través de los siglos generalmente comienzan con una visión evangelística y empresarial y Dios las bendice porque están siendo empresariales, están negociando para el Reino, pero muchas de esas iglesias ¿sabe qué pasa? que con el tiempo se olvidan del llamado original y se tornan en iglesias cómodas y establecidas, se enamoran de sus propiedades, se enamoran del programa cada domingo, se enamoran de lo predecible del programa y del control, se hacen juntas y gobiernos, y entonces escogen a los mejores diezmadores, y esos diezmadores se convierten entonces en un grupo de interés, la gente ya no quiere que sus hijos se mezclen con la gente de la calle que vendrán a la Iglesia, no quieren que les ensucien las paredes y entonces se tornan en protectoras propietarias, y entonces dejan de pensar en los que están afuera, los que necesitan ser salvados por el Evangelio.

Alguien ha dicho que la única institución que existe para servir a los que están fuera de ella es la Iglesia porque toda corporación trabaja para sus clientes, sus intereses personales internos pero la Iglesia existe para los que no tienen nada que ver con ella para que puedan venir y conocer a Jesucristo.

Nosotros tenemos que desarrollar la mentalidad de que cualquier cosa que nos permita ganar almas debe tener la prioridad, cualquier cosa, diga conmigo: cualquier cosa, no importa que nos incomodemos o que nos cueste tiempo o dinero si nos conduce a la salvación de almas eso es lo que tenemos que hacer hermanos. Para nosotros la Congregación hispana, voy a hablar un momento a los que hablan español solamente, eso quiere decir que Dios nos ha llamado no sólo a ganar almas de los hispanos sino a la gente de todas las razas, las culturas y las lenguas de esta ciudad.

Cada día nuestra Iglesia se convierte más y más en una Iglesia internacional, ya no somos una Iglesia solamente latina. Cuando yo voy a diferentes lugares y me piden que me presente yo digo: yo soy el Pastor Miranda y pastoreo una Congregación multiétnica, antes yo decía una Iglesia latina pero me he estado entrenando porque ya no es así, ya nuestra Iglesia tiene que identificarse como una Iglesia que le ministra a diferentes razas, diferentes culturas como vimos el domingo pasado el domingo de resurrección en el servicio de las 9, esto estaba lleno de afroamericanos, anglosajones de diferentes nacionalidades europeas, africanos, asiáticos, caboverdeanos, familias mixtas. Un microcosmo de la humanidad estaba con nosotros ¿y no creen que eso es un gran privilegio para nosotros hermanos? En vez de quedarnos en el guetto latino Dios nos está llamando a evangelizar a las naciones, eso es un gran privilegio.

No podemos tornarnos en una Iglesia protectiva que diga: no, nosotros los latinos fuimos los que construimos, los que dimos dinero y ahora nos quieren quitar, esta Iglesia no es suya ni es mía, es del Reino de Dios, créalo, recíbalo en el Nombre del Señor. La gloria suya es ser un instrumento para el esparcimiento del Evangelio a donde quiera que sea, ya usted tiene la salvación así que confórmese y ahora sirva al Señor.

Si el Señor quiere llenar esto de todas las razas, las culturas y las etnias gloria a Dios porque el Señor dijo: Id a todas las naciones, no dijo solamente vayan a los hispanos. Todo lo que Dios nos ha permitido hacer aquí es de Él, es para Él y para Su gloria ¿y sabe qué? si usted adopta una mentalidad de distribuir el Reino Dios le va a bendecir a usted grandemente, no se agarre de nada, no se aferre porque si usted se agarra eso se convierte en una uña que crece hacia adentro y le hace daño, ponga a correr el Evangelio, sacrifíquelo todo, délo todo, olvídese de su privilegio.

¡Oh! mi privilegio es porque yo llevo aquí 20 años en León de Judá, mentira, dé la bienvenida al primero que llegue y sepa que ese es más valioso de lo que usted ahora es, usted ya sabe a dónde va, sabe lo que es, desvívase para que ese llegue al mismo nivel que usted, incomódese, entréguelo todo para el Reino de Dios. Si usted es un líder mire, que vengan otros líderes, entregue su puesto, no se preocupe que el Señor le encontrará otro puesto; lo que pasa es que la gente se enamora de lo que tiene, lo que es y entonces se estanca y se les pudre en las manos. Dé, entregue, déle gracias al Señor por otros que vienen.

Yo recuerdo cuando Dios estaba trayendo a León de Judá a otro avivamiento hace veinte y pico de años antes de mudarnos acá, cuando vino el Espíritu Santo sobre nuestra Iglesia y los dones comenzaron a fluir en Iglesia Bautista Central Dios comenzó a traer gente de fuera, gente que conocía del poder de Dios y que se convirtieron en una ayuda ¿y sabe quiénes fueron que causaron un problema? los líderes antiguos, los diezmadores, los maestros de escuela dominical, los que no les gustaba que León de Judá estuviera comenzando a fluir en los dones del Espíritu Santo, y me acusaban de haberles robado su Iglesia.

Y llegó el punto de que después de unos cuantos meses esta Iglesia comenzó a convertirse en una Iglesia dividida, y yo comencé a escuchar por allí de la gente que estaba molesta y que pensaban que Roberto les habia robado su Iglesia, así una hermana querida, una de las mujeres que yo más amé, una señora mayor llegó a decir que les habíamos robado, que yo le había robado su Iglesia, y tanto me dolió escuchar eso de parte de una mujer que yo tanto amé, pero nuestra Iglesia comenzó a amargarse porque esos líderes no querían progresar.

Dios estaba haciendo cosas, estaba cambiando la música, estaba cambiando mi forma de predicar, estaba cambiando el tiempo de la ministración, estaba cambiando la composición del liderazgo, estaba cambiando cosas, por eso es que yo les digo a Pastores con quienes yo hablo: mira no pidas avivamiento si no estás dispuesto a pagar el precio porque cuando una Iglesia comienza a cambiar y hay una efervecencia todas las estructuras comienzan a revolucionarse y los que están acostumbrados al status quo se sienten mal.

El caso es que eso llegó a un punto en que yo tuve que propiciar una división gentil de la Iglesia e invité, llamé al Pastor que fundó nuestra Congregación que estaba en ese tiempo disponible, le dije: ¿le gustaría venir a Boston Pastor de nuevo? porque yo sé que mucha de esa gente estaba penando por esos tiempos suaves y tranquilos de León de Judá, y le dije: ¿le gustaría venir a fundar una Iglesia que hay? Nosotros le vamos a apoyar con dinero, un lugar y vamos a donar todos los líderes que se quieran ir con usted, y así lo hicimos.

Se me fueron los diezmadores, se me fueron los músicos, se me fueron los maestros, la Iglesia se quedó con gente nueva, los ingresos bajaron a la mitad y fue doloroso porque yo hice un llamado y se fueron un 25% de la crema de la crema supuestamente pero eran conservadores que no querían cambiar, querían que la Iglesia se quedara en una Iglesia bautista tradicional.

Pero ¿sabe qué? que al final de ese año y ese año con la tristeza de ver la Iglesia reducida, de no ver en las bancas gente que yo amaba y de saber que éramos una Iglesia en luto, pero entonces el Señor comenzó a traer nuevos músicos, comenzó a traer adoradores en el espíritu. Díganme si yo estoy mintiendo los que estuvieron en ese tiempo allá, ustedes saben que yo estoy diciendo la verdad hermanos, comenzó a traer gente ungida que nos levantaron los brazos porque yo no tenía experiencia en el Espíritu Santo, los dones comenzaron a moverse entre nosotros y al final ese año teníamos el mismo número de gente que teníamos antes de la división y el mismo presupuesto, y en ese tiempo ya Dios me dió la visión, el sueño del León de Judá que nos trajo aquí a esta Iglesia, y si hubiéramos tenido a esa gente conservadora jamás hubiéramos podido venir aquí a Boston porque se hubieran opuesto a ello, pero hay que atreverse a incomodarse, hay que atreverse a ir a mirar al abismo y contemplar lo que Dios quiere que se haga.

Las iglesias se mueren porque no están dispuestas a morir, el Señor dice que si el grano de trigo no cae a tierra y muere queda solo, hoy en día hay mucha gente que se queja de que las iglesias no están creciendo, de que la sociedad, pero es que mire, mire las iglesias en nuestro tiempo, yo no quiero ser crítico pero no escuchamos muchas veces el Espíritu Santo porque si escucháramos el Espíritu Santo tendríamos que cambiar el estilo, tendríamos que hacer algo diferente porque el viento de Dios sopla por donde le da la gana, y a nosotros a veces nos enamoramos de la barca y de la dirección hacia donde vamos y le decimos: Señor no nos molestes, ya estamos demasiado viejos, ya déjanos ahora vivir, retirarnos aquí en el espíritu y trabaja ya Tú con otro que venga después.

Hay iglesias que no quieren crecer porque si crecen les quita su intimidad y su comodidad, y ese sentido de ser una familia pequeñita. Usted vive para traer almas al conocimiento de Cristo, para avanzar al Reino de Dios, usted no vive para su comodidad. Yo ví el domingo pasado en el servicio de las 9 lo que en mi mente he visto del servicio en inglés. ¿Usted sabe por qué nosotros comenzamos el servicio en inglés que se da allá en el otro santuario? Porque yo siempre he entendido que Dios nos llama no sólo a servir a los hispanos sino que nos ha llamado a ser una Iglesia que sirva a toda la ciudad de Boston, y yo dije: voy a comenzar un servicio en inglés porque yo he sabido que si esa comunidad crece va a haber un impacto sobre esta ciudad extraordinario.

Y este domingo pasado yo no sé cuántos estuvieron aquí en el servicio de las 9, ¿algunos estuvieron en el servicio de las 9? la mayoría viene a las 12, pero yo ví que este santuario aquí estaba lleno y parte de arriba también, pero lo que me impactó fue que una tercera parte de la gente que vinieron eran o inconversos o gente nueva buscando del Señor. Ví afroamericanos, ví asiáticos, ví caboverdeanos, ví latinos que dominan el inglés, ví una señora que hace tiempo me ha hablado de sus hijos que por razones largas de explicar no habían venido a la Iglesia y ese domingo llegaron, son angloparlantes y ellos hablan inglés solamente porque la esposa del hijo es norteamericana, y yo les pregunté: qué tal, ¿qué les pareció? Porque yo los saludé y me dijo: mira están encantados, habían sido heridos por una Iglesia que se había separado hace tiempo, hacían meses y meses que no iban a ninguna Iglesia.

Y ese día al yo ver esa Congregación tan diferente yo dije: mira, wow, esto es lo que León de Judá puede llegar a ser, y eso quiere decir quizás que vamos a tener que aumentar la frecuencia de nuestros servicios en inglés, y muchos latinos se van a sentir mal por eso y van a decir: nos están robando la Iglesia, yo espero que no. Yo no sé cuántos aquí dicen: no, nosotros somos una Iglesia hispana y ahora vienen estos gringos desteñidos a quitarnos la Iglesia, tenga cuidado; sacrífiquese, lo que importa es una alma. Una alma es una alma sea negra, sea blanca, sea homeless, sea joven, sea niño, un alma es eterna, un alma es infinitamente valiosa, no importa el ropaje que tenga. Una persona andrajosa vale igual que el presidente de esta nación para los ojos de Dios, es un alma, es un espiritu eterno, tiene la imagen de Dios en él o en ella no importa qué raza, no importa qué cobertura externa tenga. Mire lo de adentro, mire esa energía divina que va a existir por toda la eternidad y que si no encuentra un lugar donde escuchar el Evangelio se va a perder por toda la eternidad, ese es un precio que usted tiene que estar dispuesto a pagar.

A mí me encantaría venir a la Iglesia y predicar el mismo sermón en español, a mí me complica la vida tener que predicar bilingüe y tener que predicar dos idiomas muchas veces pero ¿sabe qué? qué privilegio tan grande es eso hermano. Nuestro ministerio se ha anchado, nuestras vidas han sido bendecidas, la grandeza en el Reino de Dios cuesta, la corteza exterior se tiene que quebrar.

Usted sabe que si un grano de trigo o de frijoles o lo que sea no se pudre por fuera la vida que está por dentro no puede interactuar con la tierra y recibir los nutrientes de la tierra? se queda solo. Coja un grano de garbanzo o de lo que sea y póngalo en una mesa y venga cinco días después a ver si es el mismo grano, sería loco pensar que ese grano que usted puso sobre esa superficie se va a convertir en una mata, no puede. Ahora métalo en la tierra y que ese grano comience a romperse con la humedad y el frío, y los nutrientes de la tierra, ese grano se abre, se parte por fuera y si pudiera decir ¡ouch! lo haría, le dolería, pero entonces la vida comienza a surgir y una mata entonces se hace posible, y esa mata da muuchos granos como ella, y se convierte en algo fructífero y bello como ella, y así es la vida suya y la mía.

Si nosotros estamos dispuestos a pagar el precio y morir a nuestras preferencias, morir a nuestra comodidad, morir a lo que nosotros decimos: esto es mío, esto yo me lo gané, yo di en toda esa campaña financiera que el Pastor hizo y ahora me vienen a quitar lo que es mío, hermano reprenda eso en el Nombre del Señor.

Yo siento ¿no? que estoy alcanzándoles en esta Palabra y que ustedes resuenan conmigo, que entienden lo que estoy diciendo. Vamos a pagar el precio y el Señor nos dará un edificio más grande que este en el futuro sin dolor si es necesario para que el Evangelio siga creciendo porque cuando usted le da al Señor el Señor no se cansa de bendecir su vida y de multiplicar sus posibilidades, el Señor le exaltará.

Yo le pido al Señor: ayúdanos a pagar el precio sea lo que sea, dar más dinero para Ti gloria a Ti, dar más tiempo para Ti gloria a Ti, vivir en una manera más santificada para que el Señor te pueda usar más, pídele al Señor que te torne en un instrumento, eso tiene un precio. Vas a tener que orar más, santificarte más, sacrificarte más, ser un buen trabajador porque el Evangelio no se predica en calzoncillos, hay que predicarlo con integridad. Si tú estás venveteando todo el tiempo y desperdiciando el tiempo de tu jefe no pretendas evangelizarlo, se un buen trabajador, se un buen amigo, se un buen hermano, se generoso vive como un vendedor 24 horas al día que en un momento tienes que ofrecerle tu producto y será mejor que te hayas ganado a tu cliente, santifícate, ora más, entrega más, adopta una mentalidad de discípulo.

Dios no va a usar una persona tibia, Dios no usa una persona que viene a la Iglesia y poncha la tarjeta de evangélico y ya se cree que es un discípulo, un discípulo vive 24 horas al día con su identidad de discípulo. El Reino de Dios tiene demasiados evangélicos, lo que se necesita son discípulos que imiten a su Señor, que reflejen el carácter de Jesús, que vivan para Él, que hayan entregado todo y lo hayan puesto todo a los pies del Señor, y que le digan: Señor lo que Tú quieras es Tuyo, lo que Tú me pidas yo te lo daré, que cojas una hoja en blanco y pongas tu firma abajo y digas: Señor escribe aquí lo que a Ti te dé la gana; mi dinero es Tuyo, mi tiempo es Tuyo, mi sueño es Tuyo, mi privacidad es tuya, mi diversión es Tuya, mis talentos son Tuyos, mi matrimonio es Tuyo, esa casa que yo tanto amo es Tuya, todo lo que Tú quieras lo pongo a Tus pies Señor.

Y si tú vives así vas a conocer la felicidad más grande, vas a conocer a Jesucristo verdaderamente, porque tú no puedes conocer a alguien que lo dió todo a menos que tú no lo des todo verdaderamente. Pablo dice: yo lo perdí todo para ver si conozco a Cristo en Sus padecimientos y en Su resurrección. Si tú quieres verdaderamente a Jesús tienes que ser como Jesús y vivir como Jesús, y tienes que hacer de Él verdaderamente tu mentor, y un discípulo es uno que imita a su mentor en todas las áreas. Si Dios va a hacer algo en tu vida y si tú vas a conocer lo que es el verdadero provecho del Evangelio deja que tu carne se muera, deja que tu corteza se muera. Se como el grano de trigo que cae en tierra y muere y atrévete a tirarte a ese abismo, créeme que no vas a despedazarte porque el Señor mandará Sus ángeles para que te tomen en sus brazos y te dé una vida realmente fructífera y realizada.

Si tú quieres la realización personal muere a todo lo que te da placer y a todo lo que tú consideras importante, y vive para Él, y arrójate por el abismo, y tú verás que el Señor nunca te dejará despeñar, ese es el llamado del Señor para esta Iglesia, lo que cueste Señor, lo que Tú quieras lo haremos.

Póngase de pie un momento y entréguele al Señor su vida, entrégueselo todo. Yo le pido al Señor que los próximos años que me quedan yo quiero ser como una bola de cañón disparada para gloria de Dios, mi gran privilegio será vivir como un soldado para Cristo. Francamente no quiero comodidad, no quiero nada excepto saber que estoy sirviendo al Señor y que estoy en el centro de Su Voluntad, y yo te llamo a ese estilo de vida mi hermano.

Repúdialo todo, entrégalo todo, sacrifícalo todo. Tu cuenta de banco, tu sueño de volver a tu país y comprarte una casita y vivir allí hasta que te mueras, lo que sea entrégaselo al Señor, ponlo en Sus manos como el joven rico al que el Señor le dijo: vende todo lo que tienes y entrégaselo a los pobres, y entonces sígueme, ¿estás tú dispuesto a hacer eso para encontrar la felicidad? Si tú estás dispuesto a hacer di: Señor amén, yo te entrego mi vida ahora mismo, te entrego todo lo que soy, todo lo que tengo, arrepiéntete, arrepiéntete de tu comodidad en el Evangelio.

Arrepiéntete de tu deseo de ganar tu vida y entrégasela al Señor si te atreves, si lo estás haciendo de corazón te estoy diciendo: esto es peligroso. Yo se lo pedí, yo recuerdo muy bien cuando estaba en Harvard hace treinta y pico de años yo dije: Señor, mi vida lo que Tú quieras aquí está y miren el lío en que me metí, gloria al Señor por eso. Cuando usted le pide al Señor es peligroso, entregue su vida al Señor ahora mismo.

Joven entrégale tu vida al Señor y tú verás que Dios te dará tus sueños o te dará un sueño mayor y más noble. Entrégale tu matrimonio al Señor. Hombre: entrégale tu hombría al Señor, entrégale tu orgullo, entrégale tu vanidad varonil, entrégale tu dureza, entrégale tu masculinidad y dile: Señor hazme un pedazo de pan blandito para gloria Tuya para que me puedan comer los demás, sacrifica todos tus placeres y todo lo que tú amas, entrégaselo al Señor.