TRANSCRIPT
Quiero invitarles a ir al Libro de Génesis capítulo 2 y este sermón lo voy a titular: “Cuando lo pierdes todo lo ganas todo”, cuando lo pierdes todo lo ganas todo. Recuerda las palabras de Jesucristo que dijo que el que pierda su vida la ganara y ese es un principio que está por toda la Escritura, cuando usted le entrega todo al Señor y lo pierde todo el Señor entonces se lo devuelve con creces.
Y esta es la conocida historia de Abraham y ese momento en su vida en que Dios le pide que entregue a su hijo Isaac y que se lo sacrifique, y encierra unas lecciones muy especiales para este día de las madres, lo escogí aunque presenta un hombre, un padre, pero el espíritu que contiene este mensaje es absolutamente propicio para meditar en la paternidad y en la maternidad del Espíritu maternal-paternal de Dios, y el espíritu al cual nosotros somos llamados por la Palabra con respecto a nuestros hijos, a nuestra maternidad, a nuestra paternidad. Este texto tiene lecciones para padres y para madres también pero lo dedico y su origen inicial es precisamente el día de las madres así que esa es mi inspiración de parte del Señor.
Dice el capítulo 22 de Génesis comenzando en el versículo 1: “Aconteció después de estas cosas que probó Dios a Abraham” una prueba, lo examinó, examinó lo que había dentro de su corazón, ¿cuántos saben que las acciones revelan lo que está en el corazón verdad? probó Dios su corazón y le dijo: Abraham, y él respondió: heme aquí.
Yo creo que todo creyente debe firmar un papel en blanco al final y ese papel lo que expresa es: heme aquí lo que Tú quieras de mi vida Señor, lo que Tú quieras escribir en la página de mi vida heme aquí, estoy dispuesto, estoy disponible, cuando hay esa disposición de parte de la mujer, del hombre entonces Dios puede hacer y escribir en el texto de nuestra vida cosas maravillosas.
Abraham le dijo: heme aquí, él no sabía lo que Dios le iba a pedir pero Dios le dijo: “Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac a quien amas, y vete a tierra de Moria, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que Yo te diré.”
“Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno” quiere decir lo preparó, lo ciñó, y tomó consigo dos siervos suyos, y a Isaac su hijo, y corto leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo.”
“Al tercer día alzó Abraham sus ojos y vió el lugar de lejos, entonces dijo Abraham a sus siervos: esperad aquí con el asno y yo y el muchacho iremos hasta allí, y adoraremos, y volveremos a vosotros”
“Y tomó Abraham la leña del holocausto y la puso sobre Isaac su hijo, y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo, y fueron ambos juntos, entonces habló Isaac a Abraham su padre y dijo: padre mío, y él respondió: heme aquí, mi hijo, y él dijo: he aquí el fuego y la leña mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto hijo mío, e iban juntos.”
“Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho edificó allí Abraham un altar y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña, y extendió Abraham su mano, y tomó el cuchillo para degollar a su hijo, entonces el ángel de Jehová le dió voces desde el cielo y dijo: Abraham, Abraham, y él respondió: heme aquí, y dijo: no extiendas tu mano sobre el muchacho ni le hagas nada porque ya conozco que temes a Dios por cuanto no rehusaste tu hijo, tu único”
“Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas había un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos, y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo, y llamó Abraham el nombre de aquel lugar “Jehová proveerá, por tanto se dice hoy en el monte de Jehová será provisto” bendiga el Señor Su Palabra.
Como decía dedico este sermón a mis hermanas madres. Este es uno de los pasajes más hermosos de la Escritura yo diría, el nivel de fe que muestra Abraham es sin precedentes, yo no creo que haya un momento mas preñado de espiritualidad y de lecciones morales que este momento y que refleje en una manera más poderosa los valores más profundos y más misteriosos del Evangelio que este momento de sublime y total desprendimiento de algo que amamos. El nivel de desprendimiento que muestra Abraham en este pasaje es único y nos inspira a nosotros a buscas ese mismo nivel de fe en nuestra vivencia personal.
La Biblia yo diría que establece este momento como una especie de marcador en las páginas de la Escritura, es un punto clave que nos invita a cada uno de nosotros a medir nuestra fe, nuestro nivel de entrega al Señor a la luz de ese acto sin precedentes ni imitaciones futuras de Abraham para que nos midamos nosotros mismos en nuestra disposición a cumplir la Voluntad de Dios en nuestras vidas y de hacer lo que Él nos pida no importa cuán escandaloso ni sacrificial pueda parecer.
Ciertamente hay otros pasajes que nos muestran la fe y la integridad de Abraham pero ninguno yo diría como este pasaje. El escritor de Hebreos siglos después de este evento ofrece a Abraham y este evento en su vida como ejemplo principal de lo que es la fe, como un paradigma de lo que es la fe.
En Hebreos capítulo 11 versículos del 17 al 19 el escritor dice: “Por la fe Abraham” y esto es cuando él está haciendo así, un recorrido de ejemplos de fe a través de la historia, “Por la fe Abraham cuando fue probado ofreció a Isaac, y el que había recibido las promesas” es decir Dios le había prometido a Abraham un hijo años antes, “ese que había recibido las promesas ahora ofrecía a su unigénito habiéndosele dicho: en Isaac te será llamada descendencia” es decir él está aclarando, este hombre que recibe la promesa de un hijo y ahora es su único hijo legítimo, ahora, y se le ha dicho esta es tu descendencia, ahora pensando que Dios era poderoso para levantar aún de entre los muertos de donde en sentido figurado también le volvió a recibir; en otras palabras cuando Dios le dice: no mates a tu hijo es casi como una resurrección porque ya él iba a meter el cuchillo en la garganta, y cuando el ángel le dice: deténte es como que su hijo resucita de nuevo porque en la mente de Abraham.
Yo creo que Dios esperó a que Abraham mentalmente pasara por el umbral de “lo hago o no lo hago”. Cuando el ángel le dice: deténte es porque ya Abraham ha hecho la transacción mental de degollar a su hijo. Quizás hasta ese momento él estuvo: lo hago o no lo hago, lo hago o no lo hago, pero cuando Abraham pasa y dice: sí y ya su voluntad se ha ceñido el ángel le dice: deténte, y en ese momento Dios se lo devuelve, entonces es una resurrección de donde también en sentido figurado le volvió a recibir.
Es decir: el escritor de Hebreos está señalando ese momento como algo muy, muy trascendental en la historia de la fe, y en Romanos el escritor de Romanos, el Apóstol Pablo dice que Abraham es el padre de todos los creyentes. Toda persona que le cree a Dios en la tradición judeo-cristiana, toda persona de fe en un sentido es descendiente de Abraham.
Dice el versículo 11 de Romanos 4 que Abraham recibió la circuncisión como señal, como sello de la justicia de la fe que tuvo estando incircunciso, eso es largo de explicar pero, para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, esos somos nosotros los gentiles, para que también a ellos la fe les sea contada por justicia. Ese pueblo gentil del cual somos nosotros que no tenemos descendencia hebrea también estamos en esa tradición espiritual de que lo que le creemos a Dios nos es contado por justificación, creer en Cristo por ejemplo es nuestra justicia.
Y padre de la circuncisión, Abraham no es sólo padre de los gentiles que creen sino también padre de los hebreos que le creen a Dios, por lo que no solamente son de la circuncisión sino que también siguen las pisadas de la fe que tuvo nuestro padre Abraham antes de ser circuncidado. En otras palabras ese acto y esos actos de fe de Abraham lo constituyen en padre de la fe de otros que creen.
Ahora ¿por qué es tan excepcional ese acto de fe que registra este pasaje de Génesis? vamos a mirar eso un poquito más. Como sabemos Abraham había recibido la promesa de parte de Dios de tener un hijo ¿a qué edad, cuántos saben? a los 75 años así que si usted no ha tenido un hijo todavía, su hijo hay esperanza para usted no se desespere ¿sabe? madre y padre. A los 75 años este hombre no ha tenido hijos y Dios le dice: Vas a tener un hijo, Yo te lo voy a dar, ¿y sabe qué? Dios se tardó 25 años más para concederle, al Señor le gusta que se desazonen Sus milagros bien primero.
Se tardó 25 años más para cumplir esa promesa y Abraham y Sara, su esposa tuvieron a Isaac cuando Sara tenía 100 años ya de edad, esos espermatozoides creo que iban ya con bastón a fecundar a Sara, se me salió ese perdónenme (risas), Señor ten misericordia de este cerebro. Hermanos; sáquense eso de la mente por favor, imagínense cómo se sentiría una pareja en tener un hijo anhelado a los 100 años de edad, cuando ya ese sueño de paternidad y maternidad se ha abandonado, cómo amaría uno a ese hijo.
Uno piensa en el amor de los abuelos por ejemplo que es lo que yo creo que más se acerca a esa ternura que habrán sentido, Abraham era abuelo, bisabuelo y tatarabuelo, y padre yo creo a la misma vez, ahí está una mezcla de amores, y de hecho antes de Isaac Abraham sí había tenido un hijo que era Ismael aquí para los eruditos de la Biblia pero se trataba de un hijo ilegítimo, no era el hijo de su esposa y no era el hijo que Dios le había prometido porque Él le había dicho a Sara que ella iba a ser madre, no era el hijo nacido de la unión matrimonial entre Abraham y Sara; ese hijo fue hijo de un apresuramiento de parte de Sara mas bien porque Sara le dijo a Abraham: mira este Dios te ha prometido este hijo y ya van 20 años, y no lo has tenido así que llégate a la sierva esta, y Abraham muy humildemente y obedientemente pues ¿qué le quedaba al pobre? se allegó a Agar y tuvo un hijo con ella que se llamaba Ismael ¿no? y cuántos problemas le ha causado Ismael al mundo, es el padre de los árabes, los musulmanes.
Una cosa que a Dios le gusta es tomarse tiempo para darnos lo que Él nos ha prometido, en nuestro deseo de tenerlo a veces queremos ayudar a Dios y producimos artificialmente algo que no es de Dios, tenemos que tener cuidado. Cuando Dios promete algo Él tiene Su tiempo y Él lo cumple en su momento, espéralo y llegará, no se tardará dice la Palabra del Señor.
Pero ahora en Génesis 22 tenemos que ya ese hijo tan amado, tan esperado, tan deseado que ya está como sazonado en la cúspide de su belleza, 17, 18 años, un joven apuesto seguramente y lleno de vida y de energía, la esperanza de este padre-abuelo, ya gozando del amor y la preferencia de su papá encontramos que sorprendentemente Dios le pide a Abraham que le entregue su hijo y no solamente eso sino que él mismo se lo degolle en sacrificio.
Aquí no se nos dice que Abraham protestara, no hay nada de eso, pero usted y yo nos podemos imaginar cómo habrá sido la primera noche que Abraham pasó cuando Dios le dice sacrifícame a tu hijo, que zozobra, qué nivel de agonía habrá él experimentado, qué cuestionamiento de la Voluntad y la moralidad de Dios que te da un hijo, te pone a cultivar amor para él, te pone a amarlo desesperadamente, te dice que en él te será hecha descendencia y entonces te dice: ¿sabes qué? cancela todo eso, me arrepentí, cambié de opinión, mátamelo para Mi disfrute. No se nos habla de la agonía de Abraham pero uno se la puede imaginar, Dios le pide que entregara a su hijo.
Y sabemos algo interesante y es que en ese proceso en que Dios le está pidiendo a Abraham su hijo no solamente que está probando a Abraham sino que está ensayando Su drama venidero porque miles de años después Dios va a ejecutar exactamente lo que le está pidiendo a Abraham que haga y esta vez nadie le va a decir: no, no lo hagas, esta vez Él va a tener que ejecutar y en un sentido matar a Su propio Hijo Jesucristo.
El lenguaje que Dios usa cuando le ordena a Abraham sacrificar a Isaac anticipa el propio drama divino siglos después. Usted lee en el versículo 2 que dice: “Y Dios le dijo: Abraham toma ahora tu hijo, tu único” el Hijo unigénito de Dios que se sacrificó en la cruz del calvario, “toma tu hijo a quien amas” ese hijo amado, “tómalo y vete a la tierra de Moria y ofrécelo allá en holocausto” Dios ofreció a Su Hijo Jesucristo en holocausto por nosotros, el sacrificio pascual, el cordero inmolado. Interesantemente Dios le pide a Abraham que sacrifique a Isaac en un monte y el Señor fue también crucificado en el monte Gólgota.
Otro paralelo interesante es que Isaac carga su propia leña, la leña donde lo van a matar y degollar como Cristo cargó Su propia cruz. Y otra cosa: Isaac ya un joven con bastante fuerza hubiera podido imponerse sobre su papá cuando lo iba a degollar pero Isaac se tiende sobre la leña del sacrificio y deja que lo aten, y se somete a este acto misterioso de parte de Dios que parece totalmente caprichoso y arbitrario, como el Señor.
Le dijo: Padre si está en Ti pasa de Mí esta copa pero hágase Tu Voluntad y no la Mía y el Señor se subió a la cruz por nosotros también. Él dijo: Yo podría mandar una legión de ángeles que me librara pero si Tú me dices Yo lo haré y eso es lo que tenemos que hacer cuando Dios nos pide que hagamos algo escandaloso.
A pesar de lo terrible de la orden divina Abraham obedece con toda buena disposición, se levanta bien temprano, corta la leña, se dirige al lugar donde Dios le ha indicado, lo hace todo con excelencia, lleva fuego preparado para prender esa bendita leña donde su hijo va a estar degollado, ejecutó todo con perfección. Si hubiera sido yo, yo me levanto a las 3 de la tarde, él se levantó a las 5 de la madrugada para caminar. Se levantó temprano, fue directamente al lugar del sacrificio. Nosotros tenemos que abrazar la Voluntad de Dios en nuestra vida, tenemos que bendecir la mano del que nos abofetea y en eso hay grandeza espiritual y hay gran bendición.
La buena disposición de Abraham me recuerda lo importante que es que nosotros no solamente obedezcamos a Dios a regañadientes sino que lo obedezcamos con gusto y que entremos en el drama que Dios pone delante de nosotros.
Cuando Dios te pone algo no busques excusas para justificar tu renuencia o tu tardanza en obedecerlo sino obedécelo con todo tu corazón, con toda tu fuerza y dale más de lo que él te pide inclusive, y en eso serás grandemente bendecido y honrado.
Al estar dispuesto a sacrificar a su hijo Abraham muestra un elemento esencial de la fe y es esto que voy a decir: Dios es el origen de toda cosa buena que tú tienes y yo tengo, y a Él le pertenece en última instancia todo lo que nosotros llamamos nuestro. Lo que tenemos no es nuestro es de Dios, esa es la esencia de lo que se llama en la teología mayordomía, tú eres mayordomo de lo que tienes, tú no eres dueño. Si tu trabajo te presta un carro para que tú ejecutes las asignaciones de tu trabajo cuando tú manejas ese carro flamante y nuevo tú sabes que no es tuyo, es de tu compañía y te lo han prestado para que tú lleves a cabo las labores de la compañía, y tú tienes que cuidar ese carro porque no es tuyo, tú no puedes decir: oh mira qué bello carro yo tengo, tú lo tienes que cuidar y así es con las pertenencias de nuestra vida.
Nosotros siempre estamos apoderándonos de lo que es de Dios, todo lo que tú recibes es de Dios y tienes que administrarlo de esa manera, y si Dios nos pide o nos quita algo que Él nos ha dado en algún momento tenemos que bendecirlo, besar Su Mano y entregarle gustosamente lo que Él nos pide o nos quita, esa es la esencia misma de la vida de fe ¿y sabes qué? en esa disposición hay gran seguridad para tu vida.
¿Tú sabes cuál es el mejor seguro? cuando uno compra a veces un televisor le dicen: hey ¿usted quiere comprar un seguro? y a veces le cobran más que el televisor mismo a través de los años ¿sabes?
Pero ¿sabes cuál es la manera de tú asegurar mejor tu casa, tu matrimonio, tu carro, tus hijos? Entrégaselos al Señor, fírmale una carta y di: Señor esto es Tuyo y yo te lo voy a administrar por un tiempo, voy a hacer el mejor trabajo posible pero, y voy a hacer el mejor trabajo posible pero yo sé que eso te pertenece a Ti, yo no me voy a apoderar de él, no voy a querer apoderar de él, no voy a dominarlo, no voy a tratar de hacer lo que yo quiero con ello, yo voy a ser administrador Tuyo y siempre estaré mirando para preguntarte ¿qué quieres que yo haga con esas pertenencias hoy? es Tuya y las quiero administrar bien, esa es la esencia de una fe bíblica.
Todo es de Dios incluyendo nuestro dinero, nuestra profesión, nuestros hijos, nuestros sueños, todo lo que amamos todo es de Él. Si hay algo que amemos más que a Dios esto ya se ha convertido en un ídolo y es idolatría. Todo lo que tú pones por encima de la Voluntad y la administración de Dios es idolatría, todo lo que tú tienes debes tomarlo livianamente en tu mano. Correy ten Boom una famosa creyente decía que ella había aprendido a mantener en su mano todo lo que tenía livianamente para que si Dios se lo arrancaba no le doliera.
Al inicio mismo de la formación de la fe cristiana ahí en Moria vemos que Dios está estableciendo un precedente que sirve como fundamento de nuestra fe y en este día de las madres yo he pensado mucho en Abraham a pesar de que es hombre pero es la esencia de la maternidad también y de la paternidad, él es un buen ejemplo de cómo debemos considerar y amar, y tratar a nuestros hijos.
Nuestros hijos no nos pertenecen a nosotros. Madres entiendan, tu hijo no es tuyo es de Dios, no lo poseamos, no lo controlemos, dice la Biblia que no lo llevemos a ira queriendo meterlo como meterlo en un cajón chiquitito para que no se muevan queriendo evitarles dolores y mantenerlos ahí micromanejados, suelta a tus hijos a la Voluntad del Señor.
Hijos no se aprovechen tampoco de eso porque veo a unos ahí diciendo: ¿tú ves mamá lo que te está diciendo? Es una danza entre padres e hijos, el padre, la madre suelta según el hijo va madurando, el hijo y la hija se someten a su padre, y lo honran, bendicen a su madre y Dios bendice a ese hijo, a esa hija que bendice a su madre y a su padre, y entonces es una danza maravillosa que glorifica a Dios.
Nuestros hijos no nos pertenecen y son un misterioso instrumento de Dios para que se cumpla Su Voluntad en la Tierra, y Dios te honra trayendo un instrumento suyo a la Tierra para que tú se lo prepares y se lo afiles, y lo sueltes para que permitas que avance el Reino de Dios en la Tierra.
Dios nos da a nuestros hijos para que se los cuidemos y se los formemos, y tenemos que consagrarlos a Dios desde el principio, y hacer todo lo posible para formarlos y educarlos de manera que amen a Dios por sobre todas las cosas y que lleguen a ser instrumentos útiles para Su Reino en Sus Manos.
Dios te está dando una flecha cuando te da un hijo, una hija, Dios te está dando un proyectil amoroso que tú hagas explotar para bendición de la humanidad y en vez de quizás regalarle una pistola regálale un libro, en vez de comprarle audífonos para que escuche música que lo corrompa llévalo un día a un museo para que admire obras de arte y dale buena música y pon su creatividad a funcionar, háblale de cosas nobles, tráelo a la Iglesia, invierte en él.
Si tu hijo te dice: papá, mamá quiero ir a la Iglesia un viernes en la noche a I Wanna o a la escuela dominical mira, desvístete, pierde lo que tengas que perder, róbate el bocado de la boca pero si tú puedes hacer algo para enriquecer a esa criatura para que sea útil en las Manos de Dios hazlo. Cuando tú obtengas tus hijos di: Dios me ha dado un tesoro en la mano y yo tengo que crear algo precioso para que Dios lo pueda usar.
Me recuerda a la historia de Ana cuando Dios le dió a Samuel también así en una manera milagrosa ¿qué hizo Ana? Ana no dijo: wow este hijo lo he esperado tanto tiempo, me lo voy a comer hasta el último huesito, no, ella cogió ese hijo que Dios le había dado milagrosamente y lo lleva al templo, y le dice: se lo dedico a Dios ¿usted sabe lo que es eso? Y dijo: Samuel de ahora en adelante vivirá en el templo y será un sacerdote para Dios, y Samuel llegó a ser el gran profeta Samuel, abrió la dispensación profética en el Antiguo Testamento, un hombre poderoso de Dios.
Y entonces Dios le dió más hijos a Ana interesantemente, esta mujer de quien su matriz había estado cerrada durante décadas, cuando entrega a su hijo que Dios le ha dado como un sacrificio ahora Dios le da muchos hijos más y esa es la dinámica central de la fe, cuando tú le das al Señor Dios te da más, cuando tú te desprendes de las cosas Dios te dice: ahora te voy a dar hasta que me digas: ya es suficiente no me des más. Muchos de nosotros sabemos de lo que estamos hablando.
Tus hijos son instrumentos de Dios y tienen una misión que cumplir en la Tierra, alimenta esa misión con tu fe, no veas al diablo haciendo cosas malas a través de tus hijos, ve a Dios llevándolo a través de un proceso de formación y santifica lo que están viviendo, y di: no te voy a soltar hasta que no vea la grandeza de Dios realizada en tu vida. No dejes de orar por ellos, báñalos con agua con una preciosa matita y concibe en tu mente cosas grandes que ellos van a hacer para avance y gloria del Nombre de Dios. No le sueltes a tus hijos al diablo jamás, no te des por vencido, no dejes de orar, no dejes de clamar, no dejes de regarlo con tus oraciones y tu expectativa creativa de que Dios está haciendo algo glorioso en sus vidas, y hasta que no tengas un Samuel en tus manos no se lo sueltes, clama al Señor y cree por cosas grandes, invierte en ellos porque son instrumentos.
Y cuando suceda algo que tú no esperabas, algo misterioso, cuando parezca que se ha atorado la máquina y que ya no están progresando, cuando parezca que hicieron algo que es irremediable y que ha dañado sus vidas cree que en Dios no hay abortos, Dios siempre completa lo que Él comienza y sigue peleando, y esperando, y bendice, y cree por un final glorioso, no hay muertes prematuras de los sueños divinos.
Eso me hizo recordar las palabras de Dwight L. Moody yo estoy terminando ahora una biografía del gran evangelista del siglo XIX, un hombre de Dios muy poderoso, un hombre de fe. Moody perdió dos nietos ya cuando estaba en el cenit de su vida y estuve leyendo, me conmovió esta semana una carta que él le escribió a su hijo y a su yerna cuando murió una de sus nietas para consolarlos a ellos, Irene se llamaba ella, y voy a traducir las palabras de esa carta preciosa que Moody le escribe a sus hijos para consolarlos, dice, porque él estaba en otra parte, estaba evangelizando y estaba en otra ciudad, no pudo llegar a tiempo para enterrar a su nietecita.
Él escribió un telegrama y le dijo: “he estado pensando esta mañana en el viejo profeta esperando en el valle del Jordán hace tantos años atrás por el carruaje que habría de llevarlo a su hogar” estaba pensando en Elías. “El carruaje de Dios llegó al valle de Connecticut” donde ellos vivían, “llegó ayer en la mañana a las 6 y 30 de la mañana y se llevó a nuestra pequeña Irene al hogar celestial. El primero” es decir el profeta Elías “fue tomado al final de sus días de servicio activo, la otra, Irene fue tomada en el amanecer temprano de su juventud, pero el servicio del profeta no estuvo más completo” dice Moody “que el servicio de aquélla pequeña sierva del Señor, Irene, porque Dios los llamó a ambos y Dios nunca interrumpe el servicio de uno de los suyos.”
“Irene ha terminado su carrera, su trabajo ha sido bien empleado aquí en la Tierra y ella ha logrado más de lo que muchos en sus setenta años han logrado, y nosotros no la tomaríamos de nuevo, no la querríamos que se nos regresara. Aunque su voz fue la voz más dulce que yo jamás escuché en toda la Tierra nunca se acercó a mí desde que tenía tres meses de edad sin una sonrisa aún en los tiempos de dolor de su enfermedad, pero Cristo tenía algún otro servicio ahí arriba para ella.”
“Mi vida ha sido mucho mejor por su ministerio aquí en la Tierra, ella nos ha hecho a todos nosotros mejores, yo le doy gracias a Dios en esta mañana por la esperanza de la inmortalidad, yo sé que la veré en esa gloriosa mañana futura más bella en la gloria de su resurrección que cuando estaba aquí en la Tierra.” Esa es la actitud de resignación y de entrega de alguien que sabe que nuestros hijos tienen una misión que cumplir aquí en la Tierra y nada pasa en sus vidas que tronche el propósito de Dios, siempre Dios tiene algo y lo cumple, y el tiempo es perfecto, y nosotros tenemos que entregar nuestros hijos a la Voluntad del Señor una y otra vez, darles el mejor ejemplo posible, la mejor educación para que crezcan y sean hombres y mujeres de fe que amen al Señor por sobre todas las cosas.
Cuando invertimos nuestros hijos, cuando invertimos nuestro dinero, nuestro matrimonio en el Reino de Dios, cuando lo sujetamos a la Voluntad de Dios y le decimos: Señor cúmplase Tu Voluntad en esto que Tú has puesto bajo nuestra administración, cuando nos despegamos emocionalmente de ellos y se los consagramos al Señor entonces el Señor Dios los bendice y nos da mucho más de lo que le entregamos a Él.
La seguridad mayor para nuestros hijos es un padre que ora y dice: Señor cúmplase Tu Voluntad en la vida de mi hijo. Oh yo quería un gran cantante, yo quería un ingeniero pero Tú has querido otra cosa, cúmplase Tu Voluntad, no controles, no te adueñes, súeltale tus hijos al Señor y deja que el Señor los lleve a través de Su proceso.
Tenemos que desprendernos de las cosas que más amamos hermanos hasta el punto de que parezca que los aborrecemos de tan desprendidos. ¿Usted entiende cuando Cristo dice: El que no aborrezca a su padre y a su madre? no es que tú los aborrezcas en el sentido de detestarlos, es que tú te desprendas tanto de las cosas de este mundo: hijos, dinero, tiempo, holgura, comodidad, sueños, carrera, ilusiones, que te desprendas tanto hasta el punto de que tu desprendimiento se haga tan profundo de que roce con detestar y odiar, parece que odias porque estás tan desprendido de ello, es un desprendimiento activo no es un desprendimiento pasivo cuando decimos: Señor te entrego lo que más amo.
La Biblia dice que habían grandes multitudes que seguían a Jesús pero Él se volvió y les dijo: Si alguno viene a Mí y no aborrece a su padre y a su madre, a su esposa y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, y aún su propia vida no puede ser Mi discípulo, y el que no carga su cruz y me sigue no puede ser mi discípulo.
¿Qué separa a uno del montón de la gran multitud que sigue a Jesucristo porque le han dicho que el Señor sana y provee, y prospera, y bendice, y da carros, y da casas, y da victorias, y lo siguen por la ganancia que hay, de un verdadero discípulo? El discípulo dice: Señor lo que Tú quieras darme eso es lo que yo recibo. Tú me has dado hijos, te los entrego a Ti, te los voy a cuidar, los voy a formar, cúmplase Tu Voluntad. Me diste una carrera, si Tú la quieres Señor es Tuya. Yo amo dormir pero si Tú quieres que me desvele orando y clamando, y sirviendo a otros gloria a Dios. Amo mi dinero y es bueno tenerlo pero si Tú me lo pides para el avance de Tu Reino tómalo Señor es Tuyo también.
Todo lo que tú tienes ponlo a disposición del Señor, si Dios te lo pide de la forma más escandalosa y agresiva dáselo y dale gracias por dejarte ser usado, no te agarres de nada de este mundo. Abraham muy bien pudiera haber dicho: Señor de ninguna manera ¿cómo Tú te atreves a pedirme lo que Tú mismo me has dado? Ese hijo es mío, yo lo he anhelado toda mi vida, Tú me lo entregaste, Tú no puedes volver atrás en Tu promesa, este hijo me pertenece, yo voy a disfrutar de él hasta que muera, no te lo puedo dar; Abraham se desprendió de lo que era legítimamente suyo para que la Voluntad de Dios se cumpliera en su vida.
Si Dios le hubiera dicho: Señor no puedo hacer eso ¿usted cree que Dios no se lo hubiera dejado? Dios hubiera respetado la voluntad de Abraham. Cuando Dios nos pide algo y nosotros decidimos no dárselo entonces allá usted con su Dios, Dios no lo va a obligar. Ahora, se está perdiendo una gran bendición y al no entrar eso que usted tiene que ama más que a Dios dentro de la Voluntad de Dios ya eso está a la deriva, está en otra zona de contingencia y de accidente porque lo que es seguro es lo que está dentro de la Voluntad de Dios, por más tormentas que vengan si está dentro de la Voluntad de Dios nadie se lo puede arrebatar.
¿Cuál es el lugar más seguro de toda la historia de la humanidad sabe cuál es? La barca en medio de la tormenta con Jesús adentro de ella. Esa barca no se pudiera hundir jamás, ni una barca que estuviera metida en una montaña bien lejos del mar estaría más segura que esa barca porque el Señor estaba dentro de ella.
Sus hijos si están entregados al Señor están bajo la cobertura de Dios, su dinero, su tiempo, sus sueños, su profesión, todo si está en las Manos del Señor y usted le ha dicho: Padre haz lo que Tú quieras de ello está blindado, protegido por la buena Voluntad del Señor y si Dios te quita algo te va a devolver con creces en alguna forma dignificado, ennoblecido, embellecido porque se lo has puesto a Su disposición, y Filipenses 2 nos anima a tener el mismo sentir que hubo en Cristo Jesús.
Abraham legítimamente podría haberle negado su hijo al Señor pero no se aferró a él, se desprendió de él. Cristo se hubiera podido aferrar a Su deidad sin complicaciones perfecta en el cielo, pero cuando Dios le dijo: Hijo necesito que te adelgaces en un bebé y que en un momento dado te subas sobre una cruz y seas sacrificado por el bien de la humanidad, el Señor no le dijo: Padre ¿cómo Tú me pides eso? ¿Yo Rey de reyes y Señor de señores perfectamente divino, Yo convertirme en un bebé frágil y participar de todas las indignidades de un ser humano? No me pidas tal cosa, pero el Señor no se aferró a ello sino que se despojó dice la Palabra, se desvistió y bajó en la forma de un hombre, y se hizo obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. ¿Y sabe qué pasó? dice: “Por lo cual Dios lo exaltó hasta lo sumo y le dió un Nombre que es sobre todo nombre para que ante el Nombre de Jesús se doble toda rodilla de lo que está en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra”.
Cuando tú te entregas a la Voluntad del Señor, cuando tú entregas todo lo que tú amas al Señor, cuando tú te desvistes de tu gloria y pones todo a disposición del Señor Dios entonces te exalta, te levanta, experimentas felicidad, experimentas gozo, experimentas el verdadero placer de tener algo que Dios bendice ahora con Su bendición.
Yo te pregunto terminando: ¿estás tú dispuesto, estamos nosotros como Congregación, estoy yo que predico este mensaje dispuesto a entregar todo lo que legítimamente nos pertenece incluyendo nuestros hijos, para que los propósitos de Dios se cumplan en nuestras vidas? Esto es lo que marca verdaderamente como gente de fe a un cristiano y no como un mero seguidor superficial de Jesucristo.
El motivo de los hijos es simplemente el inicio de algo mucho más profundo, lo que Dios quiere que le entregue es tu corazón, dice: Dame hijo mío tu corazón y miren tus ojos a través de Mis ojos, esa es la postura radical que Dios honra. Hasta que un hombre, una mujer creyente no ha llegado al punto de darle al Señor el asiento de su voluntad no es un verdadero seguidor de Cristo. Hasta que Dios no oye el ruido de una rama que se quiebra de la voluntad no está satisfecho y va a perseguirnos hasta que se dé ese momento, y que bajemos la cabeza como el caballo cuando el jinete lo doma, y se permite ser montado y usado, y eso es lo que Dios quiere de ti que tú mueras.
Yo te pregunto esta tarde ¿cuál es tu Isaac, cuál es tu Isaac, qué es lo que tú más amas? ¿qué es lo que tú dices: Señor yo te doy todo lo demás pero no me pidas eso? Hay compartimentos en nuestra vida, hay cajas blindadas cuya combinación solamente nosotros conocemos y Dios no las va a abrir a la fuerza, ahí guardamos nuestro tesoro. La Biblia dice que donde esté nuestro tesoro ahí estará nuestro corazón.
¿Hay algo que tú no le has entregado al Señor? ¿hay un hijo al cual amas desesperadamente y del cual tú dices: si me quitan esto me muero? ¿hay un hombre, una mujer a quien tú amas más que a la buena Voluntad de Dios y al aprecio de Dios en tu vida? ¿hay una cuenta de banco, hay una casa, hay una profesión que tú dices: Señor yo no puedo darte esto no me lo pidas? y no se lo has dicho con la boca se lo has dicho con el corazón, con la mente invisiblemente, inaudiblemente pero se lo has dicho y mientras tú haces eso la perfecta Voluntad de Dios no se va a cumplir en tu vida, pero cuando tú lo hagas Dios dice: Eso es lo que estaba esperando, ahora voy a entrar a tu vida, te voy a bendecir, te voy a multiplicar.
Dios le dijo a Abraham: Por cuanto no me negaste tu hijo, tu unico hijo Yo haré que tu descendencia sea como la arena del mar, como las estrellas del cielo, si se pueden contar la estrellas del cielo se podrá contar tu descendencia.
¿Cuántos hijos espirituales ha tenido Abraham desde esos miles de años en que tuvo un encuentro con Dios en el monte Moria? Incontables generaciones de hombres y mujeres que lo tienen a él como padre espiritual porque tuvo el valor de entregar al Señor lo que más amaba.
Yo te animo en esta tarde padre, madre, entrégale a tus hijos, persona próspera entrégale al Señor tu prosperidad, persona que tienes algún tesoro entrégaselo al Señor preventivamente. Baja tu cabeza allí donde tú estás y Dios te está hablando en esta tarde, el Señor te dice: yo quiero que tú salgas de aquí hoy habiéndome entregado todo lo que tú tienes, quiero que me firmes un papel en blanco y que me lo entregues y en ese papel tú estarás diciendo: Señor lo que tú quieras escribir en el programa de mi vida yo te digo: sí. Si tú te atreves a hacer eso tu vida será algo glorioso, una vida heróica, una vida épica, nunca te aburrirás, nunca serás mediocre, no te irás de este mundo sin haber dejado una marca, avanzarás el Reino de Dios y muy probablemente vas a tener grandes gozos, grandes disfrutes en tu vida porque el Señor nunca nos azota y nos saca todo el jugo sin bendecirnos también, Dios se encarga también de darte bendiciones y placeres que el diablo y el mundo no te pueden dar.
Entrégale al Señor tu corazón, entrégale tu vida, esta Iglesia tiene que entregarle al Señor esta Iglesia. Yo desde aquí le entrego al Señor nuestro programa, le entrego al Señor esos asientos, esta alfombra, esta plataforma, mi ministerio, se los entrego a ustedes, entrego los dos servicios y el servicio en inglés al Señor, entrego nuestros ingresos, entrego el futuro de esta Iglesia, entrego el llamado de esta Iglesia, entrego cualquier aspiración de grandeza ministerial al Señor, se lo entregamos todo, nada es nuestro, ni usted ni yo tenemos ningún derecho a determinar nada de esta Congregación porque todo es de Dios ¿puede usted decir amén a eso? porque todo es de Dios.
Y esta es una barca, León de Judá es una barca, este sitio es una barca y el Señor quiere predicar Su Evangelio a multitudes y dice: León de Judá ¿me prestas tu barca? para yo apartarme de tierra un poco y predicarle a este mundo perdido, y tú y yo tenemos que decir: Señor claro que sí toma la barca, los remos y también la red que está dentro te lo entrego todo.
Te invito a entregar tu vida al Señor en esta tarde ahora mismo y si hay alguien que quiere hacerlo no sólo en una manera espiritual, si tú quieres entregar tu vida a Jesucristo y no lo has hecho antes te invito a hacerlo ahora también, te invito a pasar aquí al frente, levantar tu mano, si hay alguien que quiere hacerlo, como Dios te indique, si hay alguien que quiere hacerlo abrimos este espacio, queremos orar por ti ¿sientes tú ese llamado de Dios?
Puedes levantar tu mano, puedes ponerte de pie, abro este espacio aquí mientras oro por los demás hermanos pregunto si hay alguien aquí que todavía no ha entregado su vida al Señor quizás un joven lleno de bríos, de futuro y talento, y tú le quieres entregar tu vida a Jesucristo, y tú le dices: Señor con temor y temblor te entrego mi vida, o quizás eres un anciano al final de sus años y dices: ¿sabes qué Padre? entiendo que he desperdiciado mi vida pero hoy te la entrego, y yo te invito a pasar aquí al frente, levantar tu mano como Dios te indique, si hay alguien que quiere hacerlo abrimos este espacio, queremos orar por ti
¿Sientes tú ese llamado de Dios? Mientras hacemos eso si alguien siente del Señor venir quiero también invitarte ahora mismo, si eres un hijo de Dios, sirves al Señor, caminas en Sus caminos, pasa por acá jovencito ¿tú estás levantando tu mano? Ven aquí, acompáñalo hermana, mientras; este chico yo lo conozco, yo creo que desde que tú naciste probablemente, qué bueno, hoy me siento realizado qué bendición, así en el comienzo de su juventud.
Si alguien más quiere pasar aquí al frente yo quiero que esto sea una entrega total de todos nosotros, posiblemente hay otras personas más yo creo que Dios puede bendecir, I declare God’s blessing in your life, I tell you God right now is looking at you and He’s examining every move of your heart and your emotions, and He is sanctifying, blessing, and releasing, and sealing every part of your being and as you walk this life walk knowing that you have the blessing and the favor of God in your life, He will enhance your intelligence, He will grant you great victories, He will bless you intellectually, professionally, physically, emotionally, He will be your partner in life, He will be your manager and your trainer and He will show you the way.
I’ve been where you are now as a young boy and I’ve seen the Lord bless me in extraordinary ways, and He has given me the desires of my heart and He will give them to you too if you obey Him and you follow Him so say: Jesus take over my life, just say that inside of yourself, give your life to the Lord as beautiful as you are, give your life to the Lord and say: Father I yield my life to You, my future I give it to You and I want You to walk with me every day of my life, there is no greater blessing than that I’m telling you, He will make you something extraordinary, He will make you into something great, powerful and beautiful.
And through you I bless many young people in our city, in our community, through you I bless countless students in high schools, in colleges, in middle schools, in kindergardens, and I bless this youth, and I declare that they belong to Jesus Christ and the Kingdom of God not to Satan, and through you I bless them as well, and I call them to come forward to be blessed and to be taught, and edified by the Spirit of Jesus Christ, you are a chosen generation and I bless you in the Name of Jesus Christ.
¿Hay alguien más ahora mismo que quiera entregar su vida a Jesús? yo abro este momento también para ti, no lo resistas, no pelees más, entrega a Isaac y Dios te lo va a devolver multiplicado y bendecido, y transformado en algo glorioso.
Y ahí Congregación León de Judá yo te invito a reconsagrar tu vida al Señor ahora mismo, a examinar todas las rendijas de tu vida, todos los cubículos, todos los espacios, todos los objetos y si no tienes la marca que dice Reino de Dios en ello aplícaselo ahora mismo, entrégaselo al Señor todo, todo, todo; tu cuerpo, tu intelecto, tus sueños, tu dinero, tu casa, tu familia, tu espíritu, tus emociones, tus recuerdos, todo entrégaselo al Señor y di: Señor yo soy Tuyo, Tuyo soy, aduéñate de mí, enséñame cómo llegar a otro nivel de vida, les bendigo en el Nombre del Señor, amén, amén, gracias Señor porque nos das una cosecha nueva, incipiente, te place tener estas criaturas nuevas Señor que tienen todo un camino largo para andar y bendecirlas, las entregamos a Ti Señor, gracias y así pedimos que nos des el gozo de ver cientos de ellos venir a Jesucristo Señor y a vivir vidas bendecidas y prosperadas, gracias Padre.
Esta Iglesia se somete a Ti Señor, te entregamos todo lo que tenemos, todo lo que somos, Tuyo es Padre, glorifícate en ello y recibe esta bendición que es Tuya Señor gracias, gracias Padre, te adoramos y te bendecimos. Pueblo de Dios ponte de pie y entrégaselo todo al Señor, si tú has hecho ese pacto allí, si tú has hecho ese pacto levanta tu mano y dale gracias al Señor, y sal de aquí una criatura que pertenece al Reino de Dios para servir al Señor y darle a Él todo lo que Él quiera de ti, te bendigo en el Nombre del Señor, gracias, amén, amén.