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La multitud y los discipulos

Transcripción

Esta mañana quiero compartir algo que un momento también -yo no hablo nunca algo que no ha sido ministrado en mi vida primero porque es necesario que Dios nos quebrante a los pasos para que la palabra tenga sentido, ¿verdad? y la palabra llegue al corazón.

Y a todos nos gusta cuando nos convertimos, cuando conocemos al Señor, llega a nuestras vidas como una estabilidad y esa estabilidad de saber que somos algo, que ya Dios nos rescató de ese infierno, ¿verdad? de esa profundidad donde vivíamos, de esa oscuridad de las tinieblas y Dios nos trae a su luz.

Muchos de nosotros nos quedamos tan contentos o tan en paz por la salvación tan grande que Dios nos ha traído que no nos damos cuenta que hay una demanda, hay un deseo de Dios para que nosotros nos convirtamos en discípulos y lo que hemos recibido por gracia lo podamos dar.

Vamos a inclinar nuestros rostros y vamos a pedirle a Dios que esta palabra nos marque.

Padre en el nombre de Jesús. Yo se que Tú estás aquí Padre y eres Tú el que hablas al corazón, Señor. Queremos escucharte, Señor. Siempre hablas tu palabra con gracia porque con gracia nos has salvado, Señor. Siempre Tu palabra, Señor aunque es enérgica y a veces penetrante y como dice tu palabra "tan cortante" que penetra hasta lo más profundo, Señor. Hasta los tuétanos, Señor.

Señor, necesitamos tu palabra, necesitamos ser despertados por tu palabra y necesitamos que cada día nos alumbres con tu luz para saber cual es el camino a seguir. Señor, yo te doy gracias, porque esta oportunidad que nos das de escucharte solamente la tienen aquellos que han sido redimidos por la sangre y ha decidido seguirte, Señor. Señor, gracias. Quédate con nosotros espíritu Santo, que Tú tomas del Padre y nos los haces saber. En el nombre de Jesús. Amén.

Y venimos a esa estabilidad emocional, esa estabilidad espiritual, mental, hacemos decisiones, hacemos cambios. Nuestra vida es transformada al instante. Yo recuerdo cuando yo me convertí al instante, yo dejé algunos vicios. Recuerdo que dejé de fumar. Y esas primeras dos semanas tuve lucha, pero cuando el Señor me dijo -cuando yo tuve que hacer una decisión, recuerdo que el Señor me dijo- iba a cantar por primera vez, yo llevaba como un mes de convertida y por primera vez a mí me habían dado una canción y para mi eso era lo más grande del mundo.

Yo canté en el mundo como loca, así decimos en Puerto Rico. Hay algunas palabras boricuas que voy a decir, así que los que no son de Puerto Rico, como yo les dije a las muchachas, pues me dicen y yo trato de buscar una palabra neutral. Amén.

Yo recuerdo que cuando me dijeron que iba a cantar esa primera canción, yo dije "¡Guau!" y cuando iba de camino encendí un cigarrillo y yo recuerdo como que el Espíritu empezó como a 'hmmm' y me habían aceptado en la iglesia. Yo no tenía ningún problema en esa transición de dejar mis cosas.

Pero hay un momento en que Dios dice "Ya, quiero transformar un área de tu vida. Tienes que tomar una decisión". Y yo recuerdo que yo subía a la catacumba y me metía mis chicles y todo el mundo, yo juraba que nadie sabía que yo me había fumado cuatro cigarrillos antes

Pero llegaba y ellos me amaban, me abrazaban y me besaban porque ellos sabían. ¿Por qué? Porque ellos habían pasado por su proceso. Pero tenemos que tomar decisiones en Cristo. Y es cuando el espíritu nos pide algo, no cuando alguien te pida algo. Es cuando Dios te dice: "Quiero redimir esto en tu vida. Sencillamente no lo necesitas para seguirme. No necesitas esto".

Y yo recuerdo que yo cogí y no solamente tiré el cigarrillo sino que hice busqué en la cartera aquella cajetilla que había costado en aquella época era barata, pero ahora, una cajetilla es una cosa... no vale la pena. Con eso puedes ir y comprar cosas. La saqué y la tiré por la ventana y eso, esa decisión que yo tomé, Dios la respaldó.

Toda decisión que tú tomes Dios la va a respaldar. Ahí vienen lo sobrenatural de Dios que viene y hace "¡pup!": "Lo hiciste, ahora yo te voy a ayudar". Y recuerdo que aquello fue como que se quebró ese vicio, se quebró y milagrosamente -porque obviamente no entendemos esas cosas que hace el Señor que son milagros- cuando tú decides te quita algo y ya; que cuando yo llegué, canté, sentía la libertad de haber hecho una decisión a favor del Maestro. Y cuando regresé pasaron las semanas, mi esposo todavía no se había convertido y él también fumaba.

Yo recuerdo que me fumaba al lado y yo '¡pah! Pregúntame, como decimos en Puerto Rico. No tenía deseos de fumar'. Quiere decir que yo me di cuenta que hay un poder sobrenatural que corta y que te puede sacar la raíz del pecado y tú puedes ser libre. El único que te puede hacer libre es Jesucristo.

Por eso la palabra dice: "Conoceréis la verdad y la verdad os hará libre". Entonces en este caminar en el Señor, van a ver cosas que van a tener que decidir hacer. No van a venir por osmosis. Nosotros quisiéramos que todo viniera por osmosis, así como que del cielo, bajara eso, yo sintiera: "¡Ah! Porque lo siento". El amor es una decisión, adorar es una decisión, levantar las manos al cielo delante de la presencia del Señor, es una decisión.

Nunca esperes sentirlo porque la carne jamás querrá adorar. Jamás. Cuando los líderes le digan a ustedes levanta las manos, ustedes hagan "Señor hoy quisiera estar acostada, pero duelen los dedos, pero voy a levantar las manos porque tu palabra lo dice. Lift your hands. Lo voy a hacer en el nombre de Jesús". Yo decido y tan pronto tú haces eso, ¡ah! vencí lo que me estaba venciendo.

Entonces en aquella época que Jesús estuvo caminando sobre la tierra Él decidió hacer discípulos. Pero también Jesús estuvo cerca, Jesús trabajó. Jesús era un hombre de multitudes y sabía que en medio de la multitud había gente que le iba a seguir y había gente que seguían al maestro por la curiosidad, por saber quien era Él, porque muchos estaban esperando el Mesías. Sabían que el Mesías venía y cuando Jesús llegó a la tierra eso fue una revolución total.

Él llegó y todo lo establecido se empezó a, Él quebrantó toda la religiosidad establecida, Él era el sumo sacerdote, Él sabía lo que iba a pasar y entonces hubo contienda, hubo de todo allí. Y pudimos identificar -a través de los evangelios- que había una multitud que seguía a Jesús. Pero Dios escogió unos discípulos que iban a estar cerca, que eran los que verdaderamente Él iba a utilizar para multiplicarse en ellos. Todavía esa intención del Maestro, está.

"De tal manera amó Dios al mundo", dice la Biblia, "que envió a su hijo unigénito para que todo que aquel que crea no se pierda y tenga vida eterna". Pero de tal manera amó Dios al mundo, todos conocerán de Jesús. Eso será así. Jesús no vendrá hasta que todos conozcan quien es Él.

Ahora no todos le van a seguir. Entonces muchos de nosotros llegamos y nos convertimos y venimos a la presencia del Señor. Entonces cuando llegamos a ese camino nos damos cuenta que no es un camino ancho, sino que es un camino estrecho, como ahorita veremos acá al frente, nada cambiará en las circunstancias de la vida. Estamos viviendo un mundo caído que será redimido y habrá situaciones y habrá cosas que nosotros tendremos que tomar decisiones.

Ahora, caminaremos ¿cómo caminaba la multitud o caminaremos como caminaban los discípulos? Y en esta mañana yo quisiera desafiarte como Dios me desafió en un momento dado, para saber ¿en dónde yo estoy? ¿Cómo yo estoy caminando? Tengo una salvación tan grande, ¿me quedaré en mi Salvación o estaré yo multiplicándome? ¿Estaré siendo un discípulo del maestro o simplemente me he quedado siguiendo al maestro de lejos, disfrutando de sus bendiciones pero no haciendo ajustes en mi vida para ser un verdadero discípulo? ¿Somos discípulos o somos multitud?

Dios en la palabra nos sugiere que Él se revela a curiosos ocasionales de su presencia o que ellos lo pueden encontrar. La Biblia dice: "Buscadme y viviréis" o sea que es el que le busca el que va a encontrar los tesoros y va a conocer el corazón de Dios. Es el que le busca.

Y a veces nosotros nos quedamos ¿verdad? como a mitad de camino. Yo se lo que es tener una semana bien agitada, bien terrible y desde la mañana cuando abro mis ojos saber que tengo una agenda impresionante y que en vez de preguntarle a Dios cual es la agenda de Dios yo quiero correr la mía. Cuando eso sucede, amados, nosotros terminamos ese día tan agotados que no tenemos tiempo para... el tiempo fue como cisternas rotas que no retienen agua. No retenemos el tiempo, ¿por qué? porque entramos en un afán, en una ansiedad tan impresionante.

"El reino de los cielos se hace violento y solo los violentos lo arrebatan", dice la Biblia. Quiere decir que la violencia mayor que tú y yo vamos a tener en estos últimos tiempos que la venida de Cristo se acerca va a ser el tiempo. Porque es ese tiempo que la prisa loca de vivir nos quiere robar para nosotros tener tiempos -valga la redundancia- de calidad con el maestro.

Porque es lo que nos va a hacer crecer, eso es lo que nos va a hacer saber cual es nuestro propósito, eso es lo que nos va a dar dirección, visión. ¿Qué es lo que tú quieres hacer? ¿Para qué me quieres? Voy a ser de impacto en mi oficina, voy a ser de impacto en mi iglesia, voy a ser de impacto en la casa.

Nosotras las mujeres necesitamos tanto saber como bregar con nuestros hijos, como bregar con nuestros esposos, necesitamos una urgencia, saber como nos vamos a comportar, como vamos a hacer ayuda idónea. Entonces necesitamos tiempo y muchas veces ante ese llamado de Dios somos tardos en oír y reaccionamos sin pasión pero prontos para pedir y recibir la bendición.

En otras palabras, somos, estamos -sabemos que él está con nosotros- cuando Él nos llama a la presencia del Señor cuando Él quiere tener intimidad, cuando Él quiere intimar con nosotros: "¡Ay, sí, cuando yo regrese voy a orar!" ¿A cuántos les ha pasado eso? Entonces cuando regreses que vas a orar aquella serie de... tienes que abrir la computadora porque tienes como 55 en adelante de mensajes que tienes que contestar.

Entonces depende de la edad, ¿verdad? pero aquellas que tenemos ya, que estamos entrando en los 40, 50 ¿verdad? que es la mejor etapa de la vida. No se equivoque nadie. Esta es la flor, lo que pasa es que llega un momento en que tenemos que cerrar los ojos para descansar.

Mi papá dice que para descansar es la muerte, pero ya yo me estoy dando cuenta que no es la realidad. En esos momentos cuando dan las 9 qué tú dices: "El Señor me iba a dar una palabra, el Señor, hay yo no me he encontrado con Dios. Pero voy a ir" y ahí cuando te arrodillas o te sientas en tu sitio entras en una profundidad de la presencia de Dios tal que sencillamente Él dice: "Déjame dejarla descansar, porque imagínate si ella ni puede decir Gloria a Dios".

Eso me pasa a mí, yo no sé si a ustedes y no nos damos cuenta de que perdemos el track, de que perdemos el ritmo. No nos damos cuenta que estamos dejando a Dios a un segundo lugar y somos prontos para cuando la cosa se aprieta -como decimos en Puerto Rico- cuando el gas pela, esa es una de nuestras frases boricuas, cuando los huevos se ponen a peseta. Ya no, ya están más caros. Entonces, tengo que ayudar, tengo que orar, pero es por una situación especial.

También me ha pasado, entonces ahí somos prontos para buscar la presencia del Señor y es algo, amados, que Dios no tiene problema. El problema no es de Dios, el problema es de nosotros porque nosotros dejamos de conocer, dejamos de descubrir el poder de Dios. Dejamos de descubrir hacia donde me llevaba el Señor y no estamos en su perfecta voluntad. Hay una voluntad que es permisiva pero hay una perfecta que ahí es donde nosotros vemos, los ojos se nos abren y vemos como el plan de Dios se cumple y hay cosas imposibles para el hombre pero para Dios son posibles y las empezamos a descubrir.

Vemos la revelación de la palabra en nuestras vidas, que nos marca para el diario. Yo no creo que la revelación de la palabra sea algo etéreo que es como que no la puedo alcanzar. ¡No! La revelación de la palabra es algo que es para hoy, como decía el Pastor, es tan real Dios, es tan real. Él da soluciones tan pero tan sencillas pero tienes que meterte ahí.

¿Dónde nos podemos identificar? Vamos a Juan 6:1 al 14. Estoy mandando a preguntar algo porque ya yo se lo había dicho a la Pastora, que necesito saber horarios, el culto se acaba a las ¿11 y media? ¡Oh! Padre mío, ¡qué barbaridad! Yo tenía que preguntar eso ahí. Bendito. Pero yo voy a avanzar Pastor, vamos a ver como yo hago esto.

Al llegar a la página tres usted escuche todo lo que voy a decir y punto. No pestañeé porque voy a las millas. Okay. Juan 6: 1 al 14 dice: Me encanta esta palabra: Jesús alimenta 5000. "Algún tiempo después Jesús se fue a la otra orilla del mar de Galilea y mucha gente lo seguía porque veía las señales milagrosas que hacían los enfermos. Entonces subió Jesús a una colina y se sentó con sus discípulos. Faltaba muy poco tiempo para la fiesta judía de la Pascua.

Cuando Jesús alzó la vista y vio una gran multitud que venía hacía Él le dijo a Felipe: '¿Dónde vamos a comprar pan para que coma esta gente?' Esto lo dijo solo para ponerlos a prueba porque Él ya sabía lo que iba a hacer. Ni con el salario de 8 meses podríamos comprar suficiente pan para darle un pedazo a a cada uno, respondió Felipe. Otro de sus discípulos -Andrés, que era hermano de Simón Pedro- le dijo: 'Acá hay un muchacho que tiene 5 panes de cebada y hay dos pescados. ¿Pero que es esto para tanta gente?' 'Hagan que se sienten todos', ordenó Jesús. Me gusta cuando dice: ordena cosas.

'En ese lugar había mucha hierba así que se sentaron y los varones adultos eran como 5 mil. Jesús, tomó entonces los panes, dio gracias y distribuyó a los que estaban sentados, los que quisieron. Lo mismo hizo con los pescados. Una vez que quedaron satisfechos dijo a sus discípulos: 'Recojan los pedazos que sobraron para que no se desperdicie nada'.

Así lo hicieron y con los pedazos de los cinco panes de cebada que le sobraron a los que habían comido, llenaron 12 canastas. Al ver la señal que Jesús había realizado, la gente comenzó a decir: "En verdad este es el profeta, el que ha de venir al mundo". Pero Jesús dándose cuenta de que querían llevárselo a la fuerza y declararlo rey, se retiró a la montaña solo".

Mateo, me gusta mucho Mateo, creo que es o Marcos, porque en Mateo eso está en 14, sólo voy a leer esa frasecita porque me encanta: "Cuando Jesús recibió la noticia". Jesús venía de recibir la noticia de que Juan el Bautista había sido decapitado. Obviamente, Jesús hombre estaba en un proceso difícil. Una persona que él amaba que se criaron juntos, Juan de Elizabeth, se criaron juntos, eran primos y lo habían decapitado. Jesús viene de pasar un proceso 'hm', aceptar la voluntad de Dios como a veces nos toca a nosotros Señor. No hubiera querido pero la aceptó y dice:

"Cuando Jesús recibió la noticia se retiró él sólo en una barca a un lugar solitario". Jesús necesitaba espacio. "Pero las multitudes se entraron, y lo siguieron a pie desde los poblados y cuando Jesús desembarcó y vio a tanta gente, tuvo compasión de ellos y sanó a los que estaban enfermos". Y vemos un Jesús compasivo, ¿verdad? No quería perder ese punto.

¿Cuáles son las características de la multitud? La multitud como vemos aquí en Juan y también lo vemos relatado en los demás evangelios era gente de doble ánimo. Gente que dependiendo de como, de que era lo que se estaba ofreciendo, pues, ellos estaban allí. Gente que buscaban la oportunidad para investigar quien era ese hombre llamado Jesús.

Fíjate que en Santiago 1:8 -voy a leer esto rapidito- la gente que trabaja, la multitud, los que tenemos ese espíritu, esa cosa de multitud de solamente seguir es indeciso y es inconstante en todo lo que hace. Esa es una de las características de una persona que es multitud. Es indeciso, inconstante en todo lo que hace. Comienza algo pero no lo termina. Decide ir a la iglesia el domingo, pero al otro domingo no puedo ir. Voy a comenzar a leer la Biblia pero ¡Ah! se me perdió la Biblia. Compro otra pero la abrí en un año, pero Hm. A todos nos ha pasado, yo creo que aquí no hay nadie exento de eso.

A mi me ha pasado. ¿Usted no sabe cuantas biblias yo he comprado en mi vida? Hasta que empecé a tomar decisiones. Disfrutan de los milagros, disfrutan ver la obra de Dios a través de su talento. Disfrutan de los milagros, disfrutan de lo que hacen, disfrutan de ver las cosas que Dios hace con otros pero no abren su corazón. No le dan espacio a Dios para que haga milagros en su vida. Esa es una característica de multitud.

Buscan saciar sus necesidades. Es el Dios de la Bendición: Jehová Giré. Dios dame. Dios necesito y solamente vamos a la presencia del Señor para pedirle a Dios. Y no hay nada malo con pedirle a Dios, tenemos que pedirle a Dios porque la Biblia lo recalca: "Tocad la puerta y se abrirá, buscad y hallareis". Tenemos que pedirle al Señor pero ¿será que todo el tiempo y el único momento en que tenemos en que tenemos intimidad, tenemos relación con Dios es cuando le pedimos?

Andan detrás de las señales, son aquellos que van detrás de las señales pero no cambian. A veces vamos de iglesia en iglesia corriendo: "allí está fulano, allí está mengano. Están haciendo un milagro. Vamos para allá". Y muchas veces es que nos arriesgamos, estamos comiendo palabra buena aquí, no adultera, Cristo-céntrica y de momento nos vamos a un lugar porque hay fuegos artificiales y están pasando cosas, cuestiones y allá nos vamos y nos podemos confundir.

¡Cuidado! Siguiendo las señales. ¿Qué dice Marcos? Yo hice como mi esposito, mi esposito las marca para no perderse. Mira lo que dice de aquellos que conocen a Dios, los discípulos: "Estas señales seguirán a acompañarán a los que crean. En mi nombre expulsarán demonios, hablarán en nuevas lenguas. Tomarán en sus manos serpientes y cuando beban algo venenoso no les hará daño. Pondrán las manos sobre los enfermos y estos recobrarán la salud. Después de hablar con ellos el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Los discípulos salieron y predicaron por todas partes y el Señor los ayudaba en la obra y confirmaba su palabra con las señales que los acompañaban".

¡Qué diferente! No íbamos corriendo detrás de las señales. Los discípulos empezaron a correr detrás de las señales, las señales los acompañaban y dice aquí que era Jesús: "El Señor los ayudaba" ¿Cómo los ayudaba Jesús? ¿Qué hablaban ellos? Cuando nosotros hablamos y cuando nosotros declaramos algo lo declaramos ¿en el nombre de quien? En el nombre de Jesús y ese es el sentido que trae esa palabra: en el nombre de Jesús las cosas son hechas.

No temas, porque tú tienes el mismo Jesús que esta gente tenía. El espíritu de Dios habita en ti. Tú tienes autoridad para echar fuera, tú tienes autoridad para imponer manos y sanar, tú tienes esa autoridad. Tienes que ejercerla. Tienes que ser discípulo. La multitud -mejor es que lo haga otro- es aquellos que se sientan y miran: "¡Ay! Mira fulano, pasó. ¡Que tremendo! Mira el Señor lo bautizó, ¡que bueno!" pero yo nada.

Entonces, Dios quiere que tú entres a las aguas y esas aguas te cubran, que tú tengas la experiencia de ser usada por Dios, de saborear lo que es el poder de Dios en tu vida. Eran oidores olvidadizos y no hacedores de la palabra. Escuchaban la palabra pero no la retenían para accionarla. ¡Eso nos pasa tanto! La competencia del mundo es tan grande, hermanos, hay tanta presión en el mundo, hay tanta distracción en el mundo, hay tantas cosas que nos llaman la atención, hay tantas cosas que nos retan a hacer a no tener el carácter de Cristo y contestar mal por mal y si me dan una bofetada doy la otra.

En el mundo estamos llenos de violencia. Estamos viviendo -yo creo- los tiempos más violentos. Yo veo los jóvenes, yo admiro. Miren, hermanos, cuando yo voy a este viaje de jóvenes y veo jóvenes encendidos en la presencia de Dios digo: "¡Ay Dios mío! De verdad tú eres real. Tú no has perdido -nosotros decimos que los jóvenes se están perdiendo- mentira del diablo.

Hay jóvenes que están llenos de Dios, hay jóvenes que desean servirle al Señor, hay jóvenes que buscan en secreto la presencia del Señor y en público Dios los respalda. Jóvenes que no se quieren, adultos, mujeres, niños que no se quieren contaminar, que no quieren vivir en esas dos aguas y Dios los respalda. Pero tenemos… ¿qué? No podemos olvidarnos de la palabra.

Huyen ante el compromiso. Una de las cosas que la multitud vio en Jesús era que ellos pensaban que Él era el Mesías o algunos dicen que era el Mesías, otros decían que era el profeta. Pero cuando ellos vieron a Jesús en la mente de ellos eso significaba que era el líder político y dijeron "¡Guau! Llegó el Mesías", el líder político como el Mesías y que vencería a los romanos y marcaría el comienzo de una nueva era de riqueza y de paz para el pueblo de Israel.

Pero Jesús hablaba de un reino que no era de este mundo, entonces era un reino espiritual que él iba a establecer y cuando la multitud se dio cuenta que él no era el rey de los judíos aquel ¿qué hicieron? lo crucificaron. No le siguieron más. No se comprometieron. Necesitamos tener compromiso. Este es el tiempo de cuando viene el momento de la prueba no podemos huir. No podemos decir: "¡Ay! Cuando estaba en Egipto era mejor".

Compromiso delante de Dios. Regresaban, tenían otras prioridades antes que Dios. ¡Uy! Esto a mi me mató. Cuando esta frase me golpeó a mí: que yo supe tener prioridades más importantes que Dios. Yo sabía que había momentos en donde tenía que tomar decisiones y no las hacía. Cuando vino la decisión de dejar la universidad, fíjate si Dios es paciente con nosotros, pero tiene un deadline, tiene un límite y ahí es donde tú dices: "¡Oops! ¿Qué hago?"

Cuando llegó el momento yo estaba en los momentos, miren hermanos, más hermosos de mi trabajo en la universidad, yo dirigía el Coro, yo dirigía el departamento de Música allí. Habíamos tenido un viaje a Italia, el coro había ganado copa de oro en música sacra y coros mixtos, las banderas de Puerto Rico y usted sabe que eso es una emoción bien high. Sube un… -y yo digo: "¿Ahora me estás llamando para irme?"

Cuando esto está tan bueno aquí. El coro estaba bien, tenía unas buenas voces, habíamos trabajado muchísimo. Y cuando recibimos el premio que Dios me lo había dicho, yo me acuerdo que el Señor me había mostrado, yo había visto esa victoria. Preparé los muchachos porque para mí el coro eran parte de mi ministerio: ellos oraban, se convertían. En ese viaje se convirtieron los que no se habían convertido. Tenía hijos de pastores en el coro, los hijos del Pastor Mijain, eran estudiantes míos. Dios hizo lo que tenía que hacer allí en el coro, en ese viaje.

Pero además de que se convirtieron ganamos ese primer lugar. Cuando regresamos, comenzó el proceso de yo renunciar a la universidad. El Señor me dijo: "No te vas a ir, no vas a esperar a jubilarte, porque eso es lo más fácil. Yo te estoy llamando a que te jubiles para que después me sirvas. Te vas ya".

Yo anhelaba eso en mi corazón, pero tuve que tomar una decisión. Le dije: "Dios mío". Mi sangre fluía con la música coral. Eso era mi vida total. Era hacer música y cuando tomé la decisión me sacudí y dije: "Este es el tiempo de Dios". Lo hice con gozo pero decidí comprometerme con Dios y esa prioridad que Dios me estaba pidiendo: "Sal, ya es tiempo de que salgas". Fue romper, nunca miré hacia atrás. Yo no volví a la universidad ni a buscar un diploma. Todavía están allí y llevo casi 5 años fuera.

Regresan por más provisión y no por Dios. La multitud regresaba por más provisión. Seguían al maestro, porque el maestro les iba a dar algo. Ahora, características del discípulo. Los discípulos sirven y recogen los pedazos. La Biblia dice en Juan: "Cuando todo terminó Jesús les dijo a ellos: 'Vayan y recojan los pedazos que sobraron'".

El discípulo es el que sirve, el discípulo es el que se entrega al Señor y aún las cosas que nadie va a hacer y aún las cosas por las cuales nos vamos a tener que humillar las vamos a hacer, por amor a Cristo.

La multitud una vez termina todo, se va literalmente. El que es discípulo se mantiene fiel, pase lo que pase, venga lo que venga. Yo no voy a negar a Cristo. ¿Me tengo que humillar? Me humillo, ¿tengo que perdonar aunque no se arrepientan? Lo hago. ¿Tengo que enfrentarme a una persecución a causa del maestro? Recojo los pedazos. ¿Me hieren aunque amando más sea amada menos? Como decía Pablo: eso es recoger los pedazos.

Ahora hay una bendición de recoger los pedazos. El que recoge los pedazos es aquel que después de la fiesta tiene una parte especial con el maestro. ¿Usted sabe eso? Usted va a una fiesta y todo el mundo se va y entonces los íntimos se quedan con y allí el vino nuevo es el que sale, allí las cosas que no se dijeron al público se dicen en lo secreto, ahí tu compartes con esa persona. Es como cuando tú tienes una novia y los novios se casan, se va todo el mundo, pero casi siempre los novios se quedan al final y entonces vienen los abrazos. ¿Quien se queda? la familia, los íntimos.

¿Usted quiere ser íntimo de Dios? Tiene que recoger pedazos. ¿Usted quiere tener la calidad, lo bueno, lo sumo, el melao de la caña y no quiere que se le diluya? Pues no sea multitud, tiene que ser discípulo, tiene que estar en los últimos momentos ahí donde Dios hizo milagros impresionantes.

No todos los milagros se vieron en la multitud. Dios hizo cosas, ¿se acuerdan cuando Jesús fue a sanar aquella niña? Le dijo a la gente: "Nadie, los gritones no me acompañen, y los que lloran y los que no tengan fe no vayan conmigo. Yo me voy a llevar a estos tres. Y estos tres: Simón Pedro -ahora no tengo la Palabra no hago nombres. Yo no digo muchos nombres cuando yo no tengo las cosas claras en la palabra- se quedaron y vieron el milagro de la resurrección de esa niña, la hija de Centurión. ¿Verdad? Lo siguieron donde fuese.

Conocían al maestro. Filipenses 7 al 10 habla sobre eso, conocen al Señor. Saben lo que al maestro le agrada, saben lo que le desagrada. Tienen una intimidad con el espíritu santo, tienen una conexión donde el espíritu de Dios como no está contristado -acuérdate que cuando somos multitud- hay tantas cosas que están corriendo en nuestra mente y en nuestras emociones que el espíritu se contrita.

Pero cuando somos discípulos estamos sensibles a la voz de Dios, sensibles a lo que el maestro está diciendo. Y por ahí: "No, no hagas ese préstamo ahora", pero si yo iba a hacer ese prestamos. "No, no lo hagas", el espíritu te inquieta.

Conocen al Señor, saben hacia donde van, saben lo que es puertas abiertas y saben cuando las puertas se cierran y son de Dios. Dios siempre contesta: "Si, no o espera". A nosotros no nos gusta el espera, casi siempre es sí y sí y si me retiro y hago lo que me da la gana a veces nos damos duro cuando decimos "Sí el señor dijo" y Él había dicho: "Espera".

Somos formados por Él. Dios comienza a formarnos, Dios comienza a quebrantarnos como vasos en manos del alfarero. Dios nos lleva al lugar para afinarnos como la plata, nos pasa por el fuego. Los discípulos son transformados en carácter, en todo de adentro hacia afuera. Son quebrantados por Él.

Todas tus ambiciones se destruyen, tus sueños ya no son los tuyos, son los sueños de Dios. La limpieza empieza por la casa nosotros empezamos a ser transformados. A veces estamos casadas y mujeres, lo siento, pero yo tiro un poquito más a ellas. Nosotras a veces queremos que nuestros maridos sean transformados pero nosotras nos ponemos salvajes y queremos que las cosas sean ahora, les faltamos el respeto a nuestros esposos, les predicamos en vez de mantener....

Hay un proverbio que dice que en las muchas palabras no falta pecado. ¡Uy! Eso a mí siempre se me ha quedado aquí. A veces queremos insistir, a nuestro tiempo, como nosotros queramos. Cuando el Señor comenzó a trabajar con mi esposo. Lo primero que me dijo fue: "Quita tus manos y cierra tu boca. Tú vas a colaborar conmigo orando" y eso para mi no fue fácil.

¿Para qué mujer es fácil callarse y solamente orar? ¡Ay, bendito Dios!

Eso es pedirle a la chacha. Dios transfórmame si tú quieres que yo haga esto. Porque yo...va a haber momentos donde Dios te va a decir quebrantada, te voy a quebrantarte, te voy a callar. Y en ese proceso es donde Dios empieza a quebrantarte, donde la palabra empieza a ser vida, donde la única alternativa que tu tienes es buscar la palabra y saber cual es la voluntad de Dios.

Y Dios empieza a quebrarte y empieza a hacerte un hombre nuevo o una mujer nueva. Un hombre que pueda ser sacerdote, que pueda ser sabio para dirigir su familia. Fue una de las cosas impresionantes que Dios hizo en mi esposo: de ser seguidor, lo hizo cabeza, no cola. Comenzó a entender y a ser la puerta. El varón es la puerta del hogar. La unción comienza, el aceite dice en los Salmos que se derrama, ¿por dónde? Por la cabeza de Arón, baja por las barbas y ¿qué pasa? bendice todo el cuerpo.

El hombre es la cabeza donde quiera que se pare, varón usted es la cabeza. Está en su familia y su mujer tendrá tremendas ideas y tremendo liderazgo pero usted es la cabeza y eso... vas a rendir cuentas. Adán tuvo que bregar con esa situación. "La mujer que me diste", llamó Adán, ella metió la pata pero llamaron a Adán. ¡Qué barbaridad! ¿No es justo verdad?

Yo siempre pienso que los hombres pensarán eso: "Pero no es justo, si ella fue la que se zumbó. ¿Por qué me están llamando a mí? Llámala a ella". Pero el orden de Dios era ese, por eso no se deje. Nosotras somos influyentes y tenemos.... les comemos los dulces, pero usted no se deje comer los dulces, cuando usted tenga la razón y usted sepa hacia donde va, varón de Dios, prosiga y su mujer que se sujete. ¡Eh, Padre! Estoy como mala hoy.

No me inviten para congreso de hombres porque entonces sí... Miren yo he tenido que sujetarme. ¡Ay, bendito! Y no es que eso, ¿no es verdad, chicas? no es fácil: "Ay, sí me voy a sujetar. Hmmm!" Pero ahí es donde Dios nos quebranta, ahí es donde Dios nos enseña, mujeres, varones. Dios le enseña. Mantenga la firmeza, usted dirige. Nosotras nos sujetamos. Amén.

Dar cuentas. El discípulo da cuentas. ¡Qué difícil es dar cuentas! Un discípulo no camina como Llanero Solitario en la vida. Un discípulo da cuentas. El varón, el esposo le dice a su esposa; la esposa da cuentas a su esposo. Los líderes dan cuentas al Pastor, rinden responsabilidad.

Si usted dice que es discípulo y arranca, coge las maletas y es líder y coge las maletas y se desaparece y el Pastor no lo sabe, está actuando como multitud. La multitud era la que entraba y salía como le daba la gana, no le daba cuentas a nadie. Pero nosotros los discípulos, los líderes, la Grey, todos, en el orden establecido por Dios de sujeción, tenemos que dar cuenta.

No voy a versículos porque ya son las once y cuarto. Tenemos que dar cuentas. ¿Jesús dio cuentas? Pues claro. David, todas las victorias de David, consultó con Dios. ¿Qué le pasó a Saúl? Tuvo derrotas porque no se sujetó a Dios, no dio cuentas. Habitan en su presencia, cargan con la presencia del Señor, esperan en Él. Esperan que Dios se mueva primero, dejan que Dios de el primer paso. El discípulo carga con la presencia del Señor.

Es ese pollito, el pollino, que cargó a Jesús cuando entró a Jerusalén. Usted carga con la presencia del Señor. No la deje en su casa. ¿Sabe lo que pasa? El Señor como que a veces nosotros lo bajamos. Yo a veces lo bajo del carro.

En Puerto Rico, los tapones es una cosa impresionante y la gente hace sus cositas y yo "Dios te bendiga" y esa bendición se convierte, viene como con un saborcito de "te aplasto porque si te digo otra cosa me pueden salir..." y a veces le decimos al Señor: "Tú no estás, dame 5 minutos, que yo pongo a fulanito en orden". "Dame un break, Señor, que yo tengo que hacer unas cositas aquí para que la gente entienda".

Lo hacemos hermanos. Tenemos tantos rasgos de multitud y no nos damos cuenta y los metemos ahí y somos... vamos chigüín, chigüín, pero tenemos tantos rasgos.

Y por último tenemos que pagar el precio. Hay precio. Seguir al maestro, hay un precio, y es muerte. Es morir. Es morir a nosotros. "Es menguar, dice Pablo, para que Cristo crezca en nosotros".

Somos pescadores de hombres. Fue la primera y la última llamada de Dios. "Y, ya sois discípulos" les dijo al final. Pero al principio cuando decidió por sus discípulos les dijo: "Yo les voy a cambiar de pescador. En vez de pescar peces, van a pescar hombres".

Estableció el principio y el final de su ministerio y es el mismo llamado para nosotros. Somos convertidos. La salvación es preciosa, tenemos vida eterna, pero hemos sido llamados a pescar hombres y al final también se nos recuerda Jesús en el final del evangelio, va a ser difícil.

Va a ser una enseñanza difícil. Esta sí es la última. Juan 60. Esta es fuerte, yo nunca me imaginé a Jesús hablando en estos niveles, pero la Biblia lo dice. Pero Juan 60 es una enseñanza difícil y es un reto difícil para nosotros cuando nosotros no hacemos decisiones a tiempo. Con las que no estamos de acuerdo, a veces no estamos de acuerdo con todo lo que implica ser discípulo y es difícil aceptarlo.

Pero mira Juan 6:60. Esa es fuerte, ¿verdad? ¿Yo dije 60? No voy a decir por qué, porque hay varones y la mente se me va.

"Todo esto dijo Jesús mientras enseñaba en la sinagoga de Capenahum. Jesús había hablado fuerte entonces al escucharlo -dice 6:60- muchos de sus discípulos exclamaron: '¡Uy! esta enseñanza es muy difícil, ¿quien puede aceptarla?' Pero Jesús muy consciente de que sus discípulos murmuraban por lo que había dicho les reprochó: "¿Esto les causa tropiezo?". ¿Ustedes se imaginan a Jesús en esa? ¿Te molesta?

"¿Qué tal si vieran subir al hijo del hombre a donde antes estaba? ¿Qué tal si el plan de salvación de libertad y vida se desvanece? El espíritu da vida, la carne no vale para nada". Estoy en la nueva versión internacional.

"Las palabras que les he hablado son espíritu y son vida", o sea te estoy traspasando con la palabra. Te estoy dando un yugo fuerte, pero esto es vida para ti. La palabra es vida para nosotros aunque nos caiga a veces y sea difícil.

"Sin embargo hay alguno de ustedes que no creen". Es que Jesús conocía desde el principio quienes eran los que no creían y quien era el que iba a traicionarlo. Así que añadió: "Por esto les digo que nadie puede venir a mi a menos que se lo haya concedido el Padre". Entonces muchos de sus discípulos le volvieron la espalda, ya no andaban con él. Así que Jesús les preguntó a los 12 -a los íntimos, a los que recogen los pedazos-:"¿También ustedes quieren mancharse?".

¡Uy! Yo me imagino la cara de todos los discípulos: 'Oh, my God! Se molestó'

"Señor -Simón, siempre, es un baba en las buenas y en las malas, metiera o no metiera la pata- Simón Pedro dice: '¿A quien iremos? Tu tienes palabras de vida eterna y nosotros hemos creído y sabemos que Tú eres el Santo de Dios' "¿Cuantos han creído aquí? ¿Cuantos sabemos a quien vamos a ir? Dale un aplauso al Señor.

Él tiene palabras de vida eterna. Nos va a costar. Ahora es momento de que nos va a costar. Ponte de pie donde estas. Vamos a ponernos de pie y vamos a hacer un pacto con Dios y vamos a decirle:

Señor, se que tengo características. Se que mi llamado, que mi compromiso contigo en un momento se ha diluido. Se que te he tenido a veces no en primer lugar, ni en segundo, a veces te he tenido en último lugar. Aún así Tú me has amado, Tú eres fiel conmigo. Aún así Tú me has librado, Tú me has sanado, me has perdonado. Pero yo tengo que tomar decisiones.

Nos enfrentamos a muchas cosas, sí, pero jamás Pedro dijo: ¿A quién iré? Para sobrevivir, para tener vida en este tiempo y en el venidero solamente lo puedes dar Tú. Tú eres el único que puedes dar vida.

Vamos a orar, levanta tus manos al cielo.

Señor en el nombre de Jesús, venimos delante de ti, Señor reconociendo nuestra vulnerabilidad, nuestra debilidad, Señor. Señor yo se que cada día que nos confrontamos con estas palabras, Señor, nos confrontas, Señor. Nos pones la mirada, nos afinas la mirada, Señor, para mirarte a ti como viendo el invisible, para creerte.

Como dijo Pedro, nosotros hemos creído, hemos creído que tú eres Dios. Cueste lo que cueste, tengamos que morir, tengamos que padecer, tengamos que escoger, renunciar, rechazar los ofrecimientos del mundo, hemos creído que tú eres Dios.

Señor, y una vez más, Señor nosotros te decimos, te confesamos en esta mañana que queremos ser discípulos, que nos ayudes, Señor, a no ligar, a no mezclar a no diluir nuestro llamado, a mantenernos firmes en las tentaciones que el mundo nos trae que son impresionantes, Señor. Que nuestra carne tiembla, porque nuestra carne es débil pero tenemos el espíritu de Dios que habita en nuestros corazones y que nos dice y nuestro espíritu clama a tu espíritu como un abismo a otro abismo.

Padre, tú eres mi Padre, tú eres mi Señor. Tú sangre tiene un valor, Oh! Jesus! es incalculable tu valor, Padre. No vale la pena, lo que el mundo, lo que el tiempo me quiere robar. Quiero centrarme en ti, Señor queremos centrarnos en ti, queremos vivir para ti, queremos ser ofrenda grata a ti, Señor.

Ayúdanos, Señor, en nuestra incredulidad de que tus ofrecimientos son mayores. Tu palabra es verdad y se cumple. Que tu presencia irá con nosotros, irá delante de nosotros y calma la tempestad. Qué tu entras a lo secreto de nuestras vidas y nos transformas y nos perdonas.

Padre, necesitamos, Padre que nos ayudes a creer, pero nosotros tomaremos decisiones en esta mañana, Señor.

Si hay alguno que en esta mañana sabe, que así como yo saqué esa cajetilla de cigarrillos y la tiré, si Dios tiene que hacer un milagro, yo te diría que corras. Nos quedan cinco minutos. El espíritu santo hace lo que quiere en el momento que tú le das permiso.

Así que si hay alguien que tiene que venir aquí al frente, venga conmigo aquí vamos a orar una vez más. Vamos a hacer un pacto con Dios.

¿Hay alguien que en esta mañana corre a este lugar? y dice Señor hay un área en mi vida que yo tengo que cambiar. Yo te la tengo que entregar. Yo no puedo seguir siendo una multitud en esta área.

Dios te bendiga. No tengas miedo. Esto yo lo hago en lo secreto. Cada vez que descubro que hay un área en mi vida que yo tengo que darle freno y decir: "No. Basta ya. Yo no voy a hacerlo". Una de las áreas donde Dios me ha confrontado más es en ser una esposa sujeta y mansa. Mansedumbre. Escuchar y aprender a callar y Dios me demandó eso.

"Pero, Señor, es que yo tengo la razón", "No, no, no. Respeta a tu marido".

Recuerdo que mi esposo cuando comenzó la transformación de nuestra casa, por venir de un hogar matriarcal, lo que yo decía estaba bien. Hasta que llegó un momento en que él tuvo que tomar una decisión, guiar nuestra familia. Él no lo sabía todo pero Dios lo sabía todo y Dios era su líder y comenzó la transformación de ser el hombre, la cabeza, la puerta y toda bendición fluía. No era perfecto, nunca lo será, pero Dios comenzó a decirle "Yo te escogí a ti para que cuides de tu esposa y de tus hijos y los lleves a mi presencia".

El varón, varón tú tienes esa responsabilidad aunque sientas que sea dura. Dios está contigo, como decía el Pastor esta mañana y no habrá tormenta y no habrá llamado que Dios no te ayude a lograrlo. Por eso este es el tiempo de ser honesto con Dios, de escudriñar nuestros corazones y ser sincero con Dios.

Si este es el tiempo para hacer cambios, sal de tu asiento y dile Señor, ¿a quien iré si no a ti? Solo tú tienes palabra.

Padre en el nombre de Jesús nos reunimos delante de ti hombres y mujeres imperfectos, hombres y mujeres que necesitamos que tú Señor, estamos tomando decisiones en esta mañana. Padre cuando salimos de nuestro asiento, cuando respondemos a tu palabra es porque somos tus hijos. Somos tus hijos, hemos sido lavados por la sangre de Cristo.

Señor hemos sido escogidos por ti de entre la multitud para ser discípulos. Padre, en esta mañana, Señor entregamos todo lo que nos ha impedido, Señor, entregamos nuestras justificaciones, entregamos nuestros fracasos que nos impiden seguir adelante.

Señor y tomamos la decisión de seguirte porque todo lo que tú hiciste y tu palabra dice que "aún cosas mayores haremos". Sí te creemos, Señor nosotros damos un paso hacia adelante pero es un paso de decirte Sí creo. Sí creo que puedo ser un esposo sabio, un esposo, Señor, que pueda dirigir su familia.

Sí creo que pueda ser una mujer prudente. Yo recibo este reto en el nombre de Jesús.

Recibimos el reto que tú estas dando de ser ofrenda, de ser hombre de valor, mujeres de ayuda idónea, mujeres que no Padre, contemplen la vida con sencillez, que no somos mujeres ligeras en el pensar y en el actuar, sino que somos gente comprometida con nuestras familias, comprometidas con nuestros padres. Y los jóvenes Señor, radicales para Cristo. Jóvenes, Señor que no se dejan engañar ni seducir por los ofrecimientos del mundo, sino que deciden seguirte aunque les cueste. Aunque sean vituperados, aunque sean humillados, Señor.

Yo sé en quien he creído. Nosotros sabemos en quien hemos creído y hoy tú traes libertad en el accionar en el nombre de Jesús, tú traes libertad de los recuerdos del pasado, de los vicios del pasado. En el nombre de Jesús.

La carne hoy queda libre, la mente, las emociones quedan libres. En el nombre de Jesús. Para seguir a Cristo como un discípulo.

Padre, Señor nos humillamos delante de ti, nos sacudimos papá. Nos sacudimos Señor. Padre porque tu palabra dice que somos ministros del nuevo pasto. Sí, Señor. Oye bien esta palabra, esta es la confianza que delante de Dios tenemos por menos de Cristo. No es que nos consideremos competentes en nosotros mismos. Nuestra capacidad viene de Dios. Él nos ha capacitado para ser servidores de un nuevo pacto. No en el de la letra sino en el del espíritu, porque la letra mata y el espíritu es y da vida.

Estamos reunidos aquí creyendo que no nos vamos a descartar porque Dios no nos descarta. Somos ministros de un nuevo pacto. En esta mañana hemos tomado la decisión de sí pagar el precio de ser discípulos, de amar, de dar cuentas, de sujetarnos los unos a los otros en amor, de creer de buscar la palabra de hacer decisiones en su presencia. De seguirlo cueste lo que cueste.

Padre en el nombre de Jesús nos comprometemos y hacemos pacto contigo. Repite conmigo. Señor. Todos aquellos que quieren hacer pacto, levanten una mano. La decisión está en tus labios y en tu boca. Señor en el nombre de Jesús venimos delante de ti.

¿A quien iré sino a ti? Tú tienes palabra de vida.

Yo renuncio a mi estilo pasado de vida, a mi dureza de corazón, a mi falta de entendimiento, a mi insensibilidad para escuchar la voz de Dios cuando quiere transformarme. En esta mañana me acerco a ti en confianza sabiendo que es tu espíritu el que me llama, el que me toca y el que me puede cambiar.

Renuncio a mi estilo pasado de vida y acepto el llamado. Recibo la unción de tu espíritu santo, el poder de tu espíritu para poder lograr, para poder vencer toda tentación y ser un hombre, una mujer conforme a tu corazón.

Quiero agradarte en todo, por eso me comprometo delante de ti. Hago pacto contigo. No quiero volver atrás. Ayúdame en mi incredulidad. No quiero volver atrás. Recibo este llamado y me declaro en tu nombre discípulo tuyo, dispuesto a recoger los pedazos, dispuesto a rendirme a ti y a vivir vida santa, pura, agradable a ti.

Gracias, Señor, porque tú lo has hecho. En el momento que tomo la decisión tú lo haces y me darás la fuerza para seguir. Gracias Señor, Gracias, Jesús. Gracias, Papá. Te damos gracias.

El corazón de Dios para su casa

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Vamos al Libro de Primera de Reyes Capítulo 9 y hoy quisiera hablarles de este tema: ‘El corazón de Dios para su casa’.

Escuchen eso: el corazón de Dios para su casa. Usted saben bien que muchas veces, cuando yo hablo, o he hablado en estas noches aquí con ustedes, cada vez que yo me refiero a iglesia no tan solamente estoy hablando de un edificio estructural sino que más bien estamos hablando que cada uno de ustedes hacen…. ¿qué?

Si se recuerdan bien, cada uno de nosotros hacemos… ¿qué? ¿La…? Iglesia. Cada uno de nosotros hacemos la iglesia. Cuando usted sale de aquí de esas puertas y usted llega a su casa, usted sigue siendo ¿qué? La iglesia. Si usted va al supermercado a comprar leche, queso, jamón y pan para el desayuno aún en el colmado usted sigue siendo ¿qué? la iglesia.

Cuando usted está en el tráfico y está a punto de bajar las bendiciones del cielo a la persona que le cortó al frente usted… ¿es, qué ahí? No, usted es usted. Usted es la iglesia, también. Usted es usted pero está siendo la iglesia también.

Hermanos, si nosotros como Iglesia entendemos que sí un edificio estructural se convierte en una casa, se convierte en la casa de Dios pero bajo el entendimiento de lo que Jesús ha hecho en nosotros, este cuerpo se convierte en la casa de Dios también. Y por ende este cuerpo cuando se une a otras personas, cuando llegamos aquí todos nosotros hacemos un cuerpo mayor y ese cuerpo mayor sigue siendo la casa de Dios.

Por eso es que yo me he dirigido a meditar en este tema, que para mí me parece muy particular: el corazón de Dios por su casa. En otras palabras, cuando hablamos del corazón, en el corazón es donde usted tiene los deseos que nadie más conoce. En su corazón están sus pensamientos más íntimos y más profundos.

En su corazón están sus anhelos que tal vez son secretos para muchos pero no son secretos para usted y no son secretos para Dios. Y muchas veces en su corazón podemos aguantar estos rencores y estos odios acerca de otras personas, pero ese es un corazón que no ha sido tratado por Dios.

Pero también parte de ese deseo del corazón es poder dar a conocer precisamente esos deseos, la forma en que nosotros hemos sido creados, la forma en que Dios ensambló esos cables en nuestro cerebro. Nos ha formado con ese sentir de poder compartir lo que está en mi corazón con otra persona. Por eso es que existen estás conexiones entre seres humanos, que Dios nos ha hecho para vivir en comunidad, para vivir en conexión con otros, con otras a nuestro alrededor.

Por eso es que se forman matrimonios, por eso es que se forman familias, por eso es que se forman grupos de amistades donde yo puedo compartir con un grupo de amigos o amigas y conectamos porque hay algo que nos identifica, hay algo que nos une. Y cuando estamos en esa dinámica de conexión, hay algo que me mueve y me impulsa a yo poder compartir lo que está en mi corazón con otra persona.

En el contexto del matrimonio, un esposo, una esposa van a compartir los anhelos y los deseos que tienen el uno para el otro, ¿por qué? Porque es parte de su deseo que su compañero o su compañera puedan crecer y puedan edificarse juntos. En una familia un padre o una madre comparten que deseo que tiene en su corazón con su hijo o con su hija, ¿por qué? Porque anhelan y desean que ellos puedan crecer también a la altura de lo que ellos como padres desean para ellos.

Cuando usted está con un grupo de amigos o hermanos o hermanas -piense tal vez en una célula- cuando usted es parte de una célula; es más lo voy a decir así: cuando usted llega nuevo o nueva a una célula, obviamente usted no va a sacar toda su historia ahí para que todo el mundo lo conozca sino que usted poco a poco va conociendo la gente, va conociendo cuan genuino o hipócrita es la gente y lo digo así, porque a veces pensamos así, pero uno va pensando en todas esas cosas y a medida que uno va conociendo la gente, pues, uno va como que poquito a poquito, abriendo lo que uno tiene en su corazón.

Hasta que uno tiene un nivel de confianza con esa persona que en el momento más oportuno, tú abres tu corazón con esa persona y tú le dices: "Mira, esto es lo que está en mi corazón. Estos son mis deseos, estas son mis luchas, estos son mis anhelos, estos son mis traumas de vida y tú los compartes con esa persona porque tú sabes que esa persona no te va a pisotear sino que esa persona va a ¿qué? a levantar y edificar tu vida y te va a ayudar. Va a orar por ti, te va a dar una palabra de consejo o te va a dirigir a alguien que te pueda ayudar si esa persona no sabe como trabajar o tratar contigo.

Pero el asunto es que en el corazón está el deseo de compartir lo que está en su interior. De poder exponerlo a otro o a otra y cuando hablamos del corazón de Dios, esto no es una excepción. En el corazón de Dios está el deseo de compartir todo lo que Él tiene, todo lo que está en su interior, todo lo que forma su carácter, su esencia. El deseo de Dios es poderlo compartir con todos y cada uno de nosotros, que somos sus hijos, sus hijas, creación, hechura de sus manos.
Él desea compartir todas esas cosas con cada uno de nosotros.

Por eso cuando estoy hablando de este tema el corazón de Dios por su casa es porque hay una intención que Dios tiene en su corazón de compartir con su cuerpo, con su iglesia y más en estos días en los cuales vivimos que lo sabemos y entendemos así que Dios está trayendo algo distinto al ambiente, a la cultura, al ethos, a la atmosfera de lo que es Congregación León de Judá.

¿Por qué? Porque hay algo en el corazón de Dios que Él quiere compartir con nosotros. Ya ha habido o ha ocurrido una afinidad entre Congregación León de Judá y el corazón de Dios que Dios ha dicho como que: "Quiero ir a otro nivel con esta parte de mi cuerpo. Quiero dar a conocer algo nuevo de esta parte de mi cuerpo".

Y comienza a darse esta interacción. Pero para que esa interacción se de tienen que haber algunas cosas que tienen que estar en parámetro. Hay unas cosas que tienen que estar en lugar. Y aquí es donde los dirijo al texto.

Primera de Reyes Capitulo 9. Voy a comenzar con el verso 1 y dice así: “Cuando Salomón hubo acabado la obra de la casa de Jehová y la casa real y todo lo que Salomón quiso hacer, Jehová se le apareció a Salomón por segunda vez como le había aparecido en Gabaón. Y le dijo Jehová: Yo he oído tu oración y tú ruego que has hecho en mi presencia. Y yo he santificado esta casa que tú has edificado, para poner mi nombre en ella para siempre; y en ella estarán mis ojos y mi corazón todos los días”.

Vamos a leer esa última parte juntos. ¿Dónde estoy? ¡Oh! "Y en ella estarán mi ojos y mi corazón todos los días". Ojos y corazón. ¿Alguna vez usted le ha hecho a alguna persona este gesto de...?
[GESTOS CORPORALES]... parece que a uno se le confunden los dedos, y se le mete el dedo en el ojo. Pero eso es lo que yo entiendo, es como si Dios dijera...

Hay algo que yo veo que ocurre aquí porque hay todo un drama detrás de estas palabras que estamos leyendo. En el capítulo anterior, Salomón, después de haber sido elegido Rey y después de haber tomado este reto de su padre David de edificar una casa, edificar un templo donde pudiese habitar la presencia de Dios; después que se terminó Salomón hizo esta oración ejemplar de como él comienza a interceder delante de Dios por su pueblo.

Y estos versos que nosotros leímos fue la respuesta de Dios a esa oración.
Pero hay algo clave que está aquí cuando Dios dice: “Yo voy a poner en ella mi nombre para siempre y en ella estarán mis ojos y mi corazón todos los días”. Cuando está hablando de ese lugar específico.

Miren, eso significa que Dios está en ese lugar específico. No te vayas a buscarlo en el árbol detrás de la esquina, no te vayas a buscarlo en la tienda de aquel otro, está ahí en ese lugar. Hay algo cuando Dios dice que le está prestando atención a un lugar específico que trae un sentido de cobertura.

Hay algo cuando Dios dice intencionalmente -porque miren, obviamente, Dios nada ni nadie lo puede contener. El mismo Salomón en el capítulo 8, miren esto que interesante: el mismo Salomón comienza a orar delante de Dios, él mismo le dice: "¿Es verdad que Dios morará sobre la tierra? He aquí que los cielos, y los cielos de los cielos no te pueden contener".

El mismo Salomón reconoce que nada ni nadie puede contener lo que Dios es, lo que Dios significa. Pero cuando Dios -sabiendo que él sobrepasa todas las cosas- dice que sus ojos y su corazón van a estar en un lugar específico ya entonces está insinuando que Dios tiene una intención "intencional"-valga la redundancia; Dios tiene una intención directa con ese lugar en específico y que el que quiera disfrutar de lo que está en el corazón de Dios tiene que estar en ese lugar específico. Si te sales de ahí, hay problemas.

Déjenme darles esta ilustración. Me imagino que ya se imaginan que voy a hablar de Lucas, ¿verdad? Siempre hablo mucho de Lucas. Yo digo que los niños son tan interesantes. Yo he conocido en estas últimas dos semanas unas dinámicas tan interesantes con niños así de dos años, un año y medio.

Miren esto. Cuando Elle y yo salimos con Lucas que tal estamos caminando en el mall o algo así, Lucas tiene la tendencia que le gusta irse corriendo al frente de nosotros y nosotros lo empezamos a llamar: "Lucas, no te vayas muy lejos" y la gente así corriendo entre medio de nosotros. Pero Lucas aunque se va así corriendo él siempre tiene la tendencia de mirar para atrás a ver si nosotros estamos ahí todavía, a ver si no nos ha perdido de vista. Él sigue corriendo pero mirando para atrás y vuelve. Después que me ve y sabe que estamos ahí sigue corriendo.

Y eso a mí me captó la atención porque aunque le gusta coger su libertad, como quiera tiene en su mente ese sentido de que: "Okay, no me puedo alejar mucho de papi y mami. Al menos los tengo que ver para saber que ellos están ahí".

En esta semana pasada que estuvimos en Puerto Rico, mi hermana, tiene su hijo menor que es de cuatro años -mi sobrino- y yo me digo aquí es donde se ven las dinámicas con los niños, la influencia que ejerce un niño sobre otro. Cuando salimos al Mall a caminar mi sobrino le da con irse a correr al frente pero es de los que se da con irse a correr al frente y se va, y se va, y se va y uno: '¡Ey, muchacho!' y uno lo llama y él no hace caso y sigue corriendo, corriendo, corriendo.

Y el asunto es que Lucas se va corriendo detrás de él también. Entonces yo llamo a Lucas y cuando Lucas está solo si yo lo llamo él responde y vuelve para atrás pero esta vez seguía y seguía y seguía y se iba corriendo detrás de mi sobrino. Y uno tenía que salir corriendo detrás de ellos para poderlos alcanzar.

Yo me dije: "Mira que interesante lo que es la influencia”. Y conste que no estoy hablando mal de mi sobrino, mi sobrino es un ángel y yo lo amo a morir, también. Pero yo estoy diciendo lo que es la influencia de otro sobre una persona.

Porque yo me imagino, nosotros estamos bajo esta cobertura que Dios tiene sobre nosotros y hay veces que nosotros mismos nos gusta -como quien dice- empujar los límites que Dios tiene con nosotros.

Y hay veces que Dios dice: "¡Ey! Mis ojos y mi corazón están sobre este universo, ya tú sabes cuales son tus parámetros" y uno dice "¿de verdad? pero vamos a probar o ¿me puedo ir?" y salimos corriendo y miramos atrás. Okay, todavía estas ahí y si me llamas, Okay, regreso para atrás.

Me dan ganas de irme corriendo para otro lado pero mirando para atrás. ¿Estás ahí? Okay, vuelvo para atrás. Pero hay veces que hay cosas a nuestro alrededor que empiezan a ejercer un tipo de influencia que vemos esas cosas que se van corriendo y uno como que va detrás de ellas y allá el otro llamando: "Mira, muchacho vuelve para acá" y uno sigue corriendo en esa dirección y se olvida de esto otro que existe acá.

¿Estoy hablando verdad o me estoy inventando un cuento que me lo estoy sacando aquí de la manga ahora?

Es real, mis hermanos, es real. En alguna forma u otra todos y cada uno de nosotros, sea ayer, sea hoy o sea mañana nos va a pasar eso: que vamos a salir corriendo detrás de algo que creemos que es bien vislumbrante pero Dios está como que: "¡Ey! ¿Qué pasa? Estoy mirando, estoy velando. Ven acá, mantente bajo esta cobertura, bajo este lugar".

¿Saben? Al yo pensar en esto mis hermanos, yo me digo:'¡Guau! Si hubiese gente que pudiesen entender ese misterio'. Gente que verdaderamente pudiesen comprender lo que está en el corazón de Dios. Lo que Dios verdaderamente desea hacer con esa creación suya de sus manos.

Pero hay gente que está tan y tan confundida que aunque Dios se mate llamando, llamando y llamando van a seguir corriendo en su dirección y no le van a prestar atención porque están ya hipnotizados por esta influencia que -sea el mundo, sea la sociedad, sea el novio o la novia, el esposo o la esposa, el trabajo, el carro, la falta de dinero o el mucho dinero, sea lo que sea.

Los ha hipnotizado ya y se les hace difícil poder discernir cuando Dios está llamando y está diciendo: "¡Ey! ¿Tú quieres experimentar mi Bendición? ¿Tú quieres experimentar la cobertura mía? Pues mira asegúrate de que tú estés en este lugar. Asegúrate de que tú estés en mi casa para que en mi casa tú puedas conocer cuales son los deseos que yo tengo para tu corazón".

Y yo lo tengo que decir, hermanos, hay veces que si nosotros tenemos achaques en esta vida es porque nosotros mismos nos los hemos buscado. Nosotros mismos por nuestra propia terquedad nos hemos buscado los achaques que tenemos hoy en día. Y lamentablemente ese misterio de la palabra de Dios que: nuestros pecados visitan a la tercera, a la cuarta, a la quinta generación; miren hay veces que los achaques de nuestros hijos o los hijos de nuestros hijos caen sobre ellos por las metidas de pata que nosotros hacemos en estos días también.

Y ¿saben qué? Yo digo eso pero a la misma vez pido la cobertura y la protección de Dios sobre todas esas generaciones. ¡Ish! ¡Qué Dios libre la generación que está saliendo de mí ahora! Yo no quiero que las fallas de mis pecados caigan sobre la generación que está saliendo de mí. Y yo pido por la cobertura de Dios sobre eso.

Sobre ello y pido la cobertura de Dios sobre su cobertura, también. ¿Por qué? Porque yo creo que la intención de Dios es una intención buena que todos nosotros debemos disfrutar de ella.

Ahora, pero ¿qué pasa? ¿Qué pasa si seguimos corriendo, corriendo y corriendo y papá está llamando y no hacemos caso? Miren que interesante. Aquí es donde yo quiero apuntar distintas cosas y voy a ser -Okay 5 minutos- breve.

Algunas de las cosas que Salomón hizo en su oración, estoy leyendo en el Capítulo 8, él dice en el verso 29: "que estén tus ojos abiertos de noche y de día sobre esta casa, sobre este lugar del cual has dicho: Mi nombre estará allí; y que oigas la oración que tu siervo haga en este lugar. Oye, pues, la oración de tu siervo, y de tu pueblo Israel; cuando oren en este lugar, también tú lo oirás en el lugar de tu morada, en los cielos; -¿y qué es lo que dice después? Escucha y perdona."
Marquen esas palabras ahí: escucha y perdona.

Verso 31: "Si alguno pecare contra su prójimo, y le tomaren juramento haciéndole jurar, y viniere el juramento delante de tu altar en esta casa; tú oirás desde el cielo y actuarás, y juzgarás a tus siervos, condenando al impío y haciendo recaer su proceder sobre su cabeza, y justificando al justo para darle conforme a su justicia."

Brinquen conmigo al verso 38: "Toda oración y toda súplica que hiciere cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel, cuando cualquiera sintiere la plaga en su corazón – and plaga meaning enfermedad-, y extendiere sus manos a esta casa"- esto es si la persona está fuera de la casa-, miren eso la cubierta de seguro va hasta fuera de la casa.

Hoy día que las cubiertas de seguro está medio rara, la cubierta de seguro de Dios llega un poquitito más lejos que los seguros hoy día y es más barato. Este cuesta gracia y misericordia cuesta este seguro. No es como los otros. Óigame que cosa brava, hay que orar por los seguros de hoy día.
Hago un paréntesis, porque yo he escuchado en las noticias, que la verdad que yo me quedo con la boca abierta. Una familia se quejó -estoy haciendo un paréntesis- en National TV de esta aseguradora de planes médicos porque no quisieron asegurar a su hijo de 2 años de edad, porque estaba overweight, porque estaba en sobrepeso el niño, en un porcentaje bien mínimo.

Yo me digo: ¡Guau! No van a darle cobertura a un niño de 2 años que supuestamente está en sobrepeso y tal vez en los próximos 6 meses ese peso se va a ir por el piso. Entonces ¿van a esperar a que se ponga más flaco para que le den cobertura? Pero no se vaya muy lejos porque el otro día salió otra familia que se estaba quejando de que el seguro no quería asegurar a su hijo porque era muy flaco. El sistema de este mundo, mis hermanos, hay que seguir orando por eso. Cierro el paréntesis.

Okay. "Tú oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, y perdonarás, y actuarás, y darás a cada uno conforme a sus caminos, cuyo corazón tú conoces porque -miren este paréntesis, a mí me gusta, lo marqué ahí en rojo- "(porque sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres)". Caso cerrado.

"Sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres". Hermanos, yo les digo: hay algo bien particular del corazón de Dios y es el mero hecho de que en el corazón de Dios como hemos escuchado mucho en nuestra doctrina y teología aquí en León de Judá; o sea nosotros no somos ese tipo de iglesia que quiere ser bien nice, bien buena con la gente, como que: "¡Ah! Olvídate de esos temas que son medio conflictivos. No le prestes atención a eso. Dios te ama sea como sea".

Miren, Amén. Dios te ama sea como sea. Pero Dios también tiene este lado que parece un guayo que cuando te lo pega te va a sacar la costra que tengas. Te la va a sacar, porque te la va a sacar. Eso es lo bello de la gracia. La gracia podrá ser una palabra que suena como un poema a nuestros oídos pero la gracia tiene un lado que es bien rough también. Porque así es como Dios trata con nosotros. Ese es el tipo de papá que Dios es con nosotros.

Como dice la Escritura: "Dios a quien ama, disciplina, castiga", como usted quiera.

Mire esto otro verso que me llamó la atención. El verso 41, ahí mismo en el capítulo 48 dice: "Asimismo el extranjero, que no es de tu pueblo Israel, que viniere de lejanas tierras a causa de tu nombre -y dice en paréntesis- (pues oirán de tu gran nombre, de tu mano fuerte y de tu brazo extendido). Si este hombre extranjero o mujer extranjera viniese a orar a esta casa, tú oirás en los cielos en el lugar de tu morada y harás conforme a todo aquello por lo cual el extranjero hubiere clamado a ti para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre y te teman, como tu pueblo Israel, y entiendan que tu nombre es invocado sobre esta casa que yo edifiqué".

Déjenme cerrar aquí mis hermanos. Esta es la parte uno, como quien dice, de este mensaje.

Yo entiendo que lo que Dios está haciendo en medio de su Iglesia, estoy hablando de Iglesia con "I" mayúscula, su cuerpo mayor, alrededor del mundo. Yo creo que hay algo que Dios está dando en medio de su cuerpo, en medio de su Iglesia, en medio de su casa. Hay algo que Dios le está diciendo: "Mira yo he santificado esa casa. En otras palabras yo he separado esa casa en donde ustedes se reúnen para adorarme. Mis ojos están sobre ese lugar, mi corazón está sobre ese lugar".

Cuando alguien habla con ese nivel de intencionalidad hay que prestar atención porque hay algo que va a suceder en ese lugar; hay algo que va a suceder en esa casa que va a cambiar el curso de la historia de ese cuerpo, de esa casa. Algo va a suceder que va a cambiar el curso de las cosas. Y por ende eso significa que al nosotros estar bajo esa cobertura de los ojos y el corazón de Dios, al estar bajo esa sombrilla cuando ese algo ocurra de alguna forma u otra algo va a tener que suceder en su vida.

Amén. Al menos el hermano Roberto está prestando atención.
Déjame darle rewind. Okay. Si usted está bajo esa cobertura, bajo esa sombrilla, cuando ese algo que Dios tiene intencionado ocurra por ende algo va a suceder en usted. Amén. Okay, al menos ahora...

Hermanos, les estoy diciendo, sí en un tono jocoso, pero yo espero que estén entendiendo la seriedad que yo estoy diciendo aquí. Hoy más que nunca, mis hermanos, cada palabra que sale del corazón de Dios tiene una intencionalidad y si nosotros queremos experimentar el fruto de lo que esa palabra que sale del corazón de Dios, produzca, nosotros vamos a tener que tener nuestros oídos bien abiertos y bien afinados.

Porque yo creo que se están acercando tiempos donde la paciencia de Dios se va, como que, agotando cada vez más y más, y más y más y más. Hasta el día de hoy somos muchos, y lo estoy diciendo así, somos muchos que hemos vivido bajo un sentido de gracia barata.

Que pensamos -como dicen algunas iglesias que se enfocan en ese aspecto de ser una iglesia nice- pensamos que tan solamente con predicar una gracia de un Dios bueno que se compadece de nosotros, un Dios que no pide ni requiere nada de nosotros sino que vengamos ante Él tal y como somos y ahí lo dejamos. Ese tipo de Dios está llegando a un término final.

Yo creo que el tipo de Dios que se va a empezar a revelar hoy día va a ser un Dios mucho más serio. Y créanme que al yo decir esto me tiemblan las rodillas, mis hermanos, porque yo se que ni yo me voy a librar de las cosas que yo haya hecho delante de él.

Y yo estoy escuchando esa palabra que Dios está diciendo. Yo estoy escuchando esa palabra de que Dios tiene los ojos puestos sobre este lugar y que Dios tiene su corazón puesto sobre este lugar y lo que sea que salga del corazón de Dios, yo quiero disfrutar aunque sea de una migaja de eso. Porque aunque sea una migaja va a poder edificar en mí la intención que Dios tiene para con mi vida y como yo pueda desenvolver eso en los distintos ámbitos que yo me muevo.

Sea en mi casa con mi esposa, con mi hijo, aquí en la iglesia como Pastor con ustedes, con mi círculo de amistades, con mi familia extendida; lo que sea que salga del corazón de Dios yo se que me va a hacer a mi un mejor hombre, una mejor persona para yo poder llevar a cabo lo que Dios tenga para mi.

Persona que mantenga una perspectiva rebelde, un corazón endurecido, corazón que se cree que lo sabe todo cuando no sabe nada; una persona que mantenga ese tipo de perspectiva, miren ¿saben qué? no voy a decir que es lo que va a pasar pero no creo que vaya a recibir gran cosa. Y si recibe algo, créanme que se va a confirmar aún más la misericordia de Dios.

Mi mente humana piensa que esa persona no va a merecer nada, pero la mente de Dios trasciende la mía y si yo entiendo que esa persona merece no recibir nada pero Dios me dice: "¿Quién eres tú para juzgar si yo quiero hacer algo lo hago?". Fine, have your way y haz lo que tú quieras, pero hazlo. ¿Están entendiendo por donde voy con esto mis hermanos?

Mire, yo le invito a que usted lea ese capítulo 8 y capítulo 9 Primera de Reyes. Yo les invito a que ustedes lean eso. Mira - voy a terminar aquí, se los prometo- lo que Dios le dice a Salomón: "en ella estarán mis ojos y mi corazón todos los días" y después mira lo que dice: "Si tú anduvieses delante de mi como anduvo David tu padre en integridad de corazón, en equidad, haciendo todas las cosas que yo te he mandado y guardando mis estatutos y mis decretos yo afirmaré el trono de tu reino sobre Israel para siempre".

Verso 6, ¿qué es lo que dice? Bien claro, yo no puedo quitar esta parte de la Biblia pero dice: "Más si obstinadamente", ¿alguien que por favor me defina la palabra obstinado? Neciamente. ¿Algún otro sinónimo? Tercamente. Tercamente desordenado. ¿Hay algún Thesaurus por ahí que me pueda dar más palabras? Asignación: lo buscan para después.

"Mas si obstinadamente -en otras palabras esto quiere decir: si sabiendo que vas a hacer el mal te vas a apartar de mi y con todo eso lo haces, ¿qué es lo que dice?: " os apartareis de mi vosotros y vuestros hijos, y no guardareis mis mandamientos y mis estatutos que yo he puesto delante de vosotros, sino que fuereis y sirviereis a dioses ajenos, y los adoraseis.

“Entonces yo cortaré a Israel de sobre la faz de la tierra que les he entregado; y esta casa que he santificado a mi nombre, yo la echaré de delante de mí, e Israel será por proverbio y refrán a todos los pueblos y esta casa estaba en estima, cualquiera que pase por ella se asombrará, y se burlará y dirá: ¿Por qué ha hecho así Jehová contra esta tierra y esta casa?"

No, Dios es serio. No lo puedo esconder, no lo puedo obviar.

Así como Dios tiene ese lado dulce, amoroso que va y nos saca del lodo cenagoso, así también Dios tiene ese lado fuerte. Dios tiene ese lado duro, un lado que yo le tengo miedo pero que no me puedo esconder de ese lado. Tarde o temprano mi nalgada va a venir. Pero yo prefiero recibir una nalgada de parte de Dios que recibir una nalgada de alguno de ustedes. Al menos de mi madre, a ella sí se la acepto, que no fueron tantas las que me dio pero las que me dio fueron suficientes.

Mis hermanos, los quiero dejar ahí. Está palabra la estoy compartiendo más bien para seguir esta línea de mensajes que Dios está trayendo en medio de nosotros mis hermanos. Hay una intención que Dios tiene con nosotros como Iglesia. Hay una intención que Dios tiene con esta parte de su cuerpo universal que yo se, y como yo se los digo: cada uno de nosotros tiene un rol que jugar en esa parte del cuerpo.

Quiera Dios que cada uno de nosotros podamos mantenernos bajo la cobertura de los ojos y el corazón de Dios. Qué cuando Dios nos haga: '¡Ey!', que nosotros podamos decir: [LENGUAJE CORPORAL]

¿Me siguen? ¿Me entienden?

Vamos a ponernos de pie y vamos a orar. Padre, yo te doy las gracias porque Tu palabra es viva, tu palabra es verdad y no hay nada ni nadie que se pueda interponer a los planes e intenciones que tú tienes en tu corazón para cada uno de tus hijos e hijas.

Y Señor, asimismo, como dijo Salomón en esa oración hace tantos años atrás: que cualquiera que en esta casa dirigiera sus oraciones a ti, pidiendo perdón por sus pecados, que Tú le escucharás desde el lugar de tu morada y actuarás de acuerdo a lo que esa persona merece. Pero lo que esa persona merece no se mide a través de nuestros propios criterios sino que se mide a través de los tuyos.

Padre es bello y hermoso poder escuchar palabra de las grandes cosas que tú quieres hacer con esta iglesia Congregación León de Judá. Es excitante, al menos para mi es excitante Señor, me anima, me entusiasma. Pero a la misma vez, Señor Jesús yo te pido que nosotros también podamos abrir nuestro corazón al trato que tú tengas con nosotros porque para poder alcanzar ese nivel de altura también van a haber aquellas cosas que tú quieres corregir en nosotros.

Habrán áreas en las cuales nosotros vamos a tener que ser disciplinados. Señor ayúdanos a reconocer que cuando Tú disciplinas es porque nos amas y que si nos disciplinas, Señor, también declaro lo que dice tu palabra: que Tú no nos darás una prueba que sea mucho más fuerte o demasiado grande que nosotros no podamos sobrellevar.

Tú sabes cuál es el yugo que Tú pones sobre nosotros porque ese yugo se pone con gracia, con misericordia, con amor. Es un yugo que no durará por toda la vida sino por el tiempo que tú has determinado para entonces nosotros verdaderamente poder crecer y formarnos en el tipo de hombre, en el tipo de mujer que tú quieres que seamos para servir mejor en tu reino.

Señor, yo te pido que las intenciones y el deseo que tú tienes en tu corazón, que son buenas, sin duda alguna sabemos que son buenas, son interesantes, son buenas intenciones. Aventureras pero también son de grandes retos y bien fuertes de enfrentar. Esta iglesia, Señor, cada uno de nosotros, mi persona, nos exponemos a ti, Señor. Trata con nosotros.

Qué cuando Tú llames -porque tal vez nos estamos yendo muy lejos de tu cobertura, Señor-, que nosotros no seamos tercos, que no seamos obstinados, sino que podamos volver a ti y tornar nuestros ojos y nuestro corazón a ti Señor para poder seguir viviendo bajo esa cobertura que Tú tienes para nuestras vidas en estos días tan importantes que nos está tocando vivir.

Yo pido Tu bendición sobre cada uno de mis hermanos y hermanas que están aquí, Señor. Yo declaro tu paz, declaro tu bien sobre ellos, declaro tu ánimo, Señor. En ningún momento esta palabra ha sido para causar desánimos sino todo lo contrario, es para mimar, para motivarlos en los propósitos que Tú tienes para sus vidas.

Que cuando ellos salgan por esta puerta, mi Dios, que esta palabra siga haciendo eco en sus mentes, en sus corazones, en su espíritu y que esta palabra nos ayude a alinearnos aún más con las intenciones de tu corazón para nosotros, las intenciones de tu corazón para esta iglesia y como esta iglesia puede servir en conjunto con otras en el propósito que Tú tengas a nivel del mundo entero.

Bendice a mis hermanos y mis hermanas. Que ellos puedan salir de aquí en paz, dales un sueño profundo, tranquilo, reparador, mi Dios. Háblales, revélales en sus sueños, Señor y que con esos sueños venga la capacidad de recordar, de retener y de poder interpretar las cosas que tú estas revelando a tus hijos e hijas y que el día de mañana -si así Tú lo permites- podamos alcanzar grandes cosas para tu gloria y tu honra.

Pedimos esto en el nombre de tu hijo Jesús a quien le damos toda la gloria, toda la honra por siempre y siempre. Amén y Amén.

Un llamado a la madurez

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Escuche la palabra de Dios ahora mismo, para su vida, para su espíritu. Capítulo 4 del libro de Efesios, la carta a los Efesios: es un llamado de Dios hacia la madurez. Yo podría titular este sermón, asimismo "Un llamado a la madurez". Un llamado a la madurez. Eso es lo que Dios está llamando a la congregación León de Judá.

El apóstol Pablo en el versículo tres de Efesios, llama a esta congregación y por extensión nos llama a nosotros a través de los siglos, desde que fue escrita esta epístola y nos dice a nosotros congregación León de Judá: "Estén solícitos en guardar la unidad del espíritu en el vínculo de la paz". Estar solícitos quiere decir cuidadosos, diligentes, comprometidos en guardar la unidad del espíritu en el vínculo de la paz.

“Un cuerpo y un espíritu como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación. Un Señor, una fe, un bautismo; un Dios y padre de todos Él cual es sobre todos y por todos y en todos." Esa parte del llamado del apóstol Pablo es a la unidad; a la unidad en espíritu, la unidad en compromiso, la unidad en mentalidad, la unidad en el entendimiento de la palabra de Dios. La unidad de fluir juntos como un cuerpo fluye en sus movimientos en armonía y coherencia hacía un propósito específico.

Dios ha hecho de nuestra iglesia, una iglesia muy diversa: todos los colores, los diferentes niveles económicos, diferentes nacionalidades, diferentes niveles educativos. Pero de esa diversidad Dios quiere que haya una unidad en el espíritu. Y Dios quiere que nuestra iglesia fluya en el compromiso con Dios. Que todos bebamos de la misma agua y que todos recibamos el mismo bautismo del espíritu Santo.

En nuestros tiempos de oración y de adoración es el momento en que Dios envía su espíritu sobre nosotros y derrite el metal de los temperamentos y las personalidades y las proveniencias culturales diferentes. Y derrite todos esos metales de diferentes composiciones y hace de ellos una sola sustancia de unidad en el espíritu.

Dios quiere eso para esta iglesia. Dios quiere que nos amemos, que nos visitemos, que nos prefiramos unos a otros, que pongamos a un lado las barreras y que nos constituyamos en un solo espíritu; que bebamos de la misma agua.

Dios quiere que cuando haya tiempos de adoración, en que el espíritu esté exaltando, que no haya gente- como a veces uno ve- con la mirada perdida mientras hay una fiesta grande. A veces uno ve esa gente por un momento, cuando cruza, cuando uno corre la vista a través de la Congregación, hay gente llena del espíritu: adorando y experimentando la gloriosa presencia de Dios y hay otros con la mirada perdida, vacía.

Y no lo digo para atacar, sino para expresar, yo creo que el deseo del espíritu Santo de que esas personas también entren en la misma fiesta y un mismo espíritu; que haya unidad, haya compañerismo en el espíritu. Dios quiere que en esa unidad pueda caer la unción.

Dice la palabra del Señor: "Mirad cuan bueno es y cuan delicioso habitad los hermanos -¿cómo?- juntos en armonía". Dice que es como el óleo, es como el aceite que corre desde la cabeza y va por la barba y sigue bajando por las vestiduras hasta llegar al borde de las vestiduras. Y cuando hay esa unción de Dios que puede bajar porque hay unidad, no hay nada que la interrumpa, dice que: "Entonces allí envía Jehová bendición y vida eterna".

Entonces en este tiempo de nuestra vida como Congregación, Dios quiere que todos nosotros entremos en un mismo fluir y en una misma unidad. Yo creo que Dios está preparando cosas grandes, cosas grandes. No sólo para esta congregación sino para toda su iglesia en la tierra pero se requiere una unidad del espíritu.

Entonces más adelante en el versículo 11 dice el espíritu Santo por medio del apóstol Pablo: "Y Él mismo -es decir Dios- constituyó a unos apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros".

Fíjense algo, Dios cuando derramó su espíritu sobre la iglesia en el día de Pentecostés, declaró ciertos dones, ciertas aptitudes en medio de su pueblo para que esas aptitudes, capacitaran y bendijeran al pueblo de Dios. Y algunos de esos dones y algunas de esas funciones del cuerpo de Cristo son los apóstoles, los profetas, los evangelistas, los pastores y los maestros. Son diferentes funciones. Los maestros enseñan, instruyen; los pastores pastorean, nutren, gobiernan, dirigen, imparten orden, cobijan, aconsejan, administran.

Los evangelistas recogen almas y las traen y no solamente los evangelistas como Billy Graham o Yiyi Ávila, yo creo que toda iglesia tiene gente con espíritu evangelístico, unción.

Hay evangelistas en las iglesias, gente que tiene amor a las almas, que tiene apetito por las almas y que tiene una dotación especial para alcanzar las almas. Hay evangelistas. También hay profetas, hay gente con una dotación profética. Escuchan de Dios, reciben impartición de visiones, sueños, revelación y Dios quiere activar más el mover verdadero, genuino del profeta en medio de su pueblo.

Hay mucha gente, es como una antena medio defectuosa, es como esas antenas de televisión: reciben un poco pero lo que sale por la pantalla es a veces como un poquito borroso y a veces vienen unas líneas y otras cosas. Yo no se si eso se da ahora en las nuevas televisiones, quizás estoy pensando en las viejas de antes, ¿no? Ahí revelo ya mi edad.

Pero Dios quiere profetas bien sintonizados, como esos televisores de High Definition, high definición, de definición perfecta, que escuchen de Dios y que quede a un lado las emociones y las agendas y las heridas y los defectos de temperamento y que eso quede a un lado. Y que reciban directamente la palabra de Dios y la canalicen pura, limpia a su pueblo. Y esa unción profética, Dios la quiere extender más. Y también apóstoles.

El Ministerio del apóstol ha estado como sotto voce, ha estado bajito por mucho tiempo en el pueblo de Dios. Ha estado como ahí en remojo. Pero ahora el Señor está levantando más y más el ministerio apostólico porque Dios necesita. El ministerio apostólico no es un ministerio local, el ministerio apostólico es para su Iglesia con "i" mayúscula, el ministerio apostólico es para el orden que Dios necesita restaurar en estos tiempos.

El apóstol no es para una sola Congregación, sino es propiedad de la iglesia en general y le habla a la iglesia en general con una unción especial para declarar el mensaje que Dios tiene para un tiempo específico y para un propósito específico. Y Dios está levantando, también, sus apóstoles.

Entonces estas funciones que Dios declara sobre su pueblo, están en vigencia. Ahora ¿para qué? Dios derrama estas funciones. Es decir, Él mismo constituyó. Constituir quiere decir 'declaró', 'instaló' oficialmente designó a unos apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros.

¿Para qué? Mire esto, bien importante, dice: "A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio". Ahí hay unas palabras que hay que afinar y definir. Perfeccionar: es decir, mire, el propósito, la razón por la cual Dios derramó esos dones específicos como gotas de bendición y de unción específica sobre su pueblo fue para perfeccionar.

¿Qué quiere decir perfeccionar? Cuando un artista que lleva años estudiando un instrumento se va a otro país o se va a un conservatorio -usted ha oído: "¿se fue para perfeccionarse? ¿Para perfeccionar su don?" Esa expresión se usa en español. ¿Qué quiere decir eso? Para pulir, para completar, para afinar, para avanzar, para desarrollar.

Entonces mire eso. Dios ha decretado su unción sobrenatural sobre su iglesia en la forma de estos ministerios, no para que esos ministerios se exhiban a sí mismos, o simplemente se esparzan gratuitamente sobre el pueblo de Dios, sino con un propósito: de ser canales para el perfeccionamiento, el mejoramiento, el avance de ¿quién? de los santos. Digan todos: "Santos".

Ahora déjenme decirles, si usted viene de la tradición católica, de la cual yo respeto, esa palabra no va a hacer sentido como sonaba para Pablo. Porque para mucha gente santo es Santa Teresa de Jesús, o ¿cómo se llamaba la última que estaba en la India? Mother Theresa o la Madre Teresa. Gente de unos logros increíbles y de una fuerza ultra humana, o lo que sea; escogidos como para habitar en la estratosfera espiritual.

¿Sabe qué? Cuando Pablo dice "los santos" a ¿quién se está refiriendo? A ustedes, a la iglesia. Diga: "A mí." Santos quiere decir a los apartados, para Dios, a los consagrados, designados. ¿Sabe usted, que usted es santo? Hay santos que todavía hay que arrancarle un poquito los colmillos -yo entiendo- y las uñas; pero en la mente de Dios, usted es... porque usted ha sido apartado.

La palabra santo viene del hebreo original: la palabra "agios" o del griego. Quiere decir "es separado, apartado", es como digamos a un instrumento que ha sido separado para la adoración de Dios solamente. El arca, por ejemplo era santa, el templo era santo, los sacerdotes eran santos porque habían sido apartados para un propósito.

Bueno, en la economía del evangelio cada creyente, cada cristiano es apartado por Dios. Y es algo que tenemos que entender, hermanos, cuando Dios te llama, cuando tú entras en los caminos del Señor, entiende algo y es que se supone que tú te apartas ahora de ciertas prácticas. Tú vives en el mundo, pero no estás en el mundo -en un sentido- no eres del mundo. Has sido apartado. Ahora tú eres un instrumento, se supone, para la gloria de Dios.

Tú vives para Cristo, todo lo que tú eres pertenece para glorificar a Dios.

Oiga, ¡qué diferente eso a la idea de que mucha gene tiene del Evangelio! Qué es: “bueno ya yo soy evangélico, ya tengo el carnet de evangélico, voy a la iglesia, canto tres coritos, escucho un sermón a medio cocinar y me voy para mi casa hasta el próximo domingo” y eso me hace evangélico. Esa no es la idea. La idea es consagración total de tu vida, es un cambio radical. Y es una de las cosas que el espíritu santo le está hablando al pueblo de Dios.

Diciendo: "Congregación León de Judá quítate el velo y quita todo lo que impide la conexión directa con Dios y reconoce que Dios te ha llamado a vivir una vida consagrada al servicio del Señor." Porque tú eres por definición un santo. Si tú, verdaderamente, te crees un cristiano, tienes que ser un santo, quienes que ser apartado para el Señor. No hay términos medios. El Señor aborrece la gente tibia.

En el libro de Apocalipsis el Señor dice: "Por cuanto no eres ni frío ni caliente, te vomitaré de mi boca." Los tiempos de la tibieza cada día se hacen más y más inapropiados para los hijos de Dios. Entonces el apóstol Pablo dice: "Dios derramó de su espíritu en forma de apóstoles, profetas, pastores, evangelistas, maestros para que perfeccionen al pueblo de Dios". Para que trabajen para perfeccionar a los santos, dice ¿para qué? "para la obra del ministerio". Para la obra del Ministerio.

Hermano, entiende lo que está diciendo aquí de nuevo: Dios ha derramado su espíritu para prepararte a ti a través de sus designados, para que tú te perfecciones, tú vayas creciendo para la obra del ministerio. A veces nosotros pensamos que los únicos que están en el ministerio son ¿quienes? los pastores. ¿Verdad que sí? ¡Ah! Esos son, él está en el ministerio. Pero ¿sabe qué? La Biblia una y otra vez te dice a ti que tú estás llamado también para la obra del ministerio.

Tú eres parte y Dios quiere, Dios ha invertido su poder, su esencia sobrenatural para que tú te perfecciones y vayas creciendo y mejorando y aprendiendo y desarrollándote para que entonces ese crecimiento redunde en servicio al Señor. Y ¿cómo trabaja uno en la obra del ministerio? Uno trabaja en la obra del ministerio visitando a los enfermos, trayendo gente al conocimiento del Señor y predicando la palabra de Dios, haciendo obra de evangelismo personal.

Uno trabaja para el Señor visitando los hospitales, visitando a las viudas, a la gente que está solitaria, visitando a las personas que están deprimidas. Uno trabaja para el ministerio sirviendo en la Congregación para que toda necesidad que haya en la comunidad de fe en la cual uno está sea llenada por alguien, que diga "yo soy parte del ministerio" y que tú des de tu tiempo y te prepares para ser útil en el reino de Dios.

Dios te usa en el ministerio cuando tú das tu diezmo al Señor para que tu iglesia tenga lo que tu iglesia necesita para llevar a cabo las tareas que Dios le ha asignado. Es una manera también de tú trabajar para la obra del ministerio. Entonces lo que está diciendo aquí es que "todo lo que sucede en la vida de un hijo de Dios, está designado para preparar esa hija, ese hijo de Dios para que sea un miembro útil del reino de Jesucristo".

¿Cuántos pueden decir Amén si entienden lo que estoy diciendo?

Hay mucha gente que cree que ser miembro de una iglesia es para venir y como un catador de vino escuchar el sermón y hacer buches: "¡Mm! Déjame ver si me gustó el sermón hoy o no", si está salado, si está demasiado desabrido. Y se van y hacen comentarios: "Hoy me gustó el sermón." "No pero le faltó esto", son catadores de vino y no se lo tragan nunca, lo escuchen como hacen los catadores de vino.

Y lo que Dios quiere es que tú vengas a la iglesia y que tú recibas la unción que hay en la iglesia, recibas la bendición pero entonces que eso sea como la gasolina que tú uses para servir en la obra del ministerio; que cuando tú salgas de la iglesia, tú salgas a servir. Hay mucha gente que critica lo que se da en la iglesia y que exige que se haga en la iglesia pero no trabajan en la obra. Son consumidores, pero Dios quiere productores. Dios quiere hacedores, Dios quiere ministros.

Y ese es el mensaje de Dios claro para estos tiempos en nuestra congregación y en todo el pueblo de Dios. Dios le está diciendo al pueblo de Dios: 'Yo quiero un ejercito activado para el servicio. Yo quiero hombres y mujeres allá en las calles, en los vecindarios de mi comunidad predicando la palabra de mi Hijo porque yo vengo pronto".

No quiere Cristianos encubiertos, no quiere agentes secretos del Reino, Dios quiere gente declaradamente abierta, que salgan del closet. Hay mucha gente saliendo del closet hoy en día pero hay muchos cristianos que todavía están metidos en el closet. Y los que están saliendo del closet debería quedarse y los que debieran estar fuera no están donde tienen que estar. El Señor dice "Sal, ministra, sirve en mi nombre".

A fin de perfeccionar los santos para la hora del ministerio para la edificación del cuerpo de Cristo. Todo lo que se da en la iglesia es para edificar el cuerpo del Señor. Y ¿hasta qué punto? ¿Cuando podemos decir, Okay ya tengo todo lo que necesito, ya Dios se movió lo suficiente en medio de su iglesia? Mire dice: "hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento de hijo de Dios."

A un varón, a una mujer perfecta, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. Dios quiere, hermanos, entienda esto, Dios no quiere que tú te quedes pequeño. Tu meta como sierva de Dios, como siervo de Dios es crecer cada día.

Usted sabe, ¿cuando los niños llegan a cierta edad qué les encanta medirse a ver si crecieron una pulgada más? ¿Cuantos han tenido niños así que dicen: "Mamá, mírame" porque quieren ver si crecieron un poquito más en los últimos meses? Dios quiere que esa misma mentalidad este en nosotros también. Que nos preguntemos, ¿en los últimos tres meses, he crecido? ¿Cómo he crecido? ¿He crecido en carácter? ¿He crecido en compromiso, he crecido en conocimiento de la Palabra?

¿He crecido en el mover del espíritu de Dios en mí? ¿He crecido en discernimiento de la voluntad de Dios en mi vida? ¿He crecido en amor por las almas? ¿He crecido en entendimiento de los misterios de la palabra de Dios? ¿He crecido en celo por el Señor? ¿He crecido en santidad? ¿He crecido en eliminar un poco más los defectos que distorsionan mi personalidad en Cristo? ¿He crecido en entregarle al Señor más y más de mí vida? ¿He crecido en ser un cristiano contagioso?

Tenemos que estarnos preguntando eso continuamente. La gente viene a la iglesia y muchas veces simplemente vienen a sentarse allí pero no hay un sentido de que el hijo de Dios, la hija de Dios tiene que estar en continuo crecimiento. Tiene que estar en continuo proceso. La única manera que un cristiano no se estanca es fluyendo, cambiando, procesando, evolucionando.

Los cristianos no somos lagos, somos ríos que corren. El Señor dijo: "Ríos de agua viva correrán de su interior". No dijo lagos placidos. El cristiano que no fluye es como un pozo de agua maloliente, agua estancada, agua -eso fue el espíritu santo diciendo Amén.

Hermanos, si el cristiano no usa la unción de Dios, si la unción de Dios se pudre dentro de él y se convierte en algo dañino, la unción de Dios está hecha para fluir. Por eso es que si tú no sirves al Señor, si tú no haces algo con la unción de Dios, la unción de Dios se torna hostil contra ti. Porque la unción de Dios está hecha para correr. La unción de Dios que no se pone a correr y a evolucionar para avance del Reino de Dios es como una uña que crece a través de la carne. Y ¿cuánto duele una uña crecida?

Perdonen, quisiera buscar un ejemplo más agradable pero me parece que usted se va a recordar de ese. Hay cristianos que son así, tienen la unción de Dios les está rompiendo la carne porque quiere fluir y no la están dejando porque están consumiéndola, consumiéndola y la unción les hace daño. Cuando uno sirve a Dios y le da a Dios, cuando uno usa lo que Dios le da… ¿sabe qué? Dios le da más. Pero cuando usted no usa lo que Dios le ha dado, usted contrita al espíritu santo.

¿Qué dice la palabra? "Al que tiene se le dará más y al que no tiene aún lo que no tiene le será quitado". La unción de Dios está hecha, si usted mira la escritura una y otra vez; una y otra vez, toda la enseñanza de Jesucristo, todas sus parábolas eran de esa manera. Dios te da algo y Él espera que tú lo inviertas en su reino y que se lo devuelvas ¿cómo? multiplicado. ¿Sí o no?

Siempre, busque toda la escritura. Y si tú no se lo devuelves multiplicado Él se desagrada y te lo deja saber. Es la única manera, hermanos, el Señor quiere que tú inviertas, negocies con lo que Él te ha dado y se lo devuelvas multiplicado. Entonces por eso dice aquí que: "Dios quiere perfeccionarnos para que trabajemos, para que el cuerpo de Cristo sea edificado, sea aumentado. Que todos sigan" y dice: "Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe del conocimiento del Hijo de Dios".

¿Hasta dónde quiere que nosotros lleguemos? Hasta la unidad. ¿Recuerdan que comenzamos con la idea de unidad? Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios. ¿Saben lo qué pasa normalmente en las iglesias? Que hay personas que han crecido muchísimo, hay algunas que se han quedado a medias y hay algunos que todavía son niñitos espirituales.

Y hay una desigualdad tremenda en el Reino de Dios. Hay diferentes niveles de compromiso, diferentes niveles de entrega, muchos diferentes niveles de conocimiento de la palabra, discernimiento, uso de los dones. Es un desajuste tremendo y lo que Dios quiere es que todos crezcamos paralelos.

Hermano, Dios te está llamando. Este es un tiempo en que Dios espera que todos crezcamos. Yo espero en el Señor que en las próximas semanas nosotros -este fin de semana estuvimos en un retiro de líderes, de algunos líderes de ministerios y de pastores de la iglesia- y Dios nos está hablando, Dios nos está llamando para preparar y yo quiero, hermanos que cuando nosotros demos ese llamado, muchos de ustedes acudan para recibir entrenamientos intensivos.

Dios me ha puesto en la mente, en el corazón un evento que se repita unas cuantas veces al año de fin de semana donde venga gente nueva en el evangelio, gente que todavía necesita aprender y necesita una introducción básica a las verdades del Evangelio y que por un fin de semana intensivo nosotros les introduzcamos como a una inmersión básica de las verdades del evangelio y ministremos a su vida y que concluya esto con una graduación -por así decirlo- el domingo y para algunos quizás un bautismo para que eso sea el inicio y de ahí que usted continúe en los discipulados que nosotros ofrecemos a fin de que todos crezcamos en la unidad del conocimiento del Hijo de Dios.

Porque muchos de ustedes necesitan -no se los digo excepto como medica clínicamente necesitan- y Gloria a Dios que ustedes, yo se que van a estar dispuestos y anhelosos. Porque a través de la enseñanza es como el pueblo de Dios crece. Hay mucha gente en el pueblo de Dios que se está quedando atrás y Dios nos está diciendo como iglesia, nos está diciendo "prepárense, entren a las filas del servicio cristiano".

Yo compartía con los hermanos, y ya voy terminando hermanos, nuestra iglesia crece y sigue creciendo y gloria a Dios por eso, muchas vidas se suman al conocimiento de Dios. Pero hay un problema y es que yo no creo que estamos siendo tan efectivos como pudiéramos ser en ayudar a esa gente nueva y también en otros que ya llevan muchos años aquí en la iglesia que debieran estar ya a otro nivel de servicio y de entrega al Señor. A entrar en esa vida madura del espíritu y… ¿qué pasa?

Cuando una iglesia sigue creciendo en los bordes, pero la gente no entra hacia el centro, lo que pasa entonces es que esa iglesia -en inglés hay una expresión "top heavy"- es una iglesia que es como una casa bien ancha arriba pero con una fundación pequeña y con columnas débiles que cada día va aumentándole el peso arriba y si no hay columnas más anchas y si la base no se hace más grande el peso superior hace que se desplome.

Y cada día se suman almas pero, yo creo que tenemos que ir más en la medida de ayudar a esas vidas a convertirse en contribuidores al ministerio. Santos que sirvan en el ministerio del evangelio. Porque sino, ¿qué pasa? Más gente que bautizar, más gente que enterrar, más gente que casar, más gente que aconsejar y no hay una expansión del grupo de pastores, del grupo de líderes, del grupo de maestros.

Entonces ese grupo que se queda, que no está creciendo a la misma velocidad que están creciendo las necesidades cada día siente más la presión y aumentan las necesidades pero no aumenta el suplimiento de líderes porque no hay...

Estas personas que vienen con sus necesidades no sirven al Señor como debieran, no conocen de la palabra como debieran, no pueden ayudar en el ministerio, no dan para que crezca la base de la iglesia y entonces hay necesidades que cada día se quedan atrás, atrás, atrás y proporcionalmente la iglesia va perdiendo terreno en vez de ser lo contrario. Mientras más vienen al evangelio, más los preparamos, más los capacitamos, más les inducimos una mentalidad de servicio y de consagración al Señor y por lo tanto tenemos más líderes y más siervos que pueden hacer más la obra del evangelio. ¿Usted entiende?

Por eso es que Dios quiere que crezcamos en ese conocimiento hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios. A un varón, a una mujer perfecta a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo para que ya ‘no seamos niños fluctuantes llevados por doquiera de todo viento de doctrina por estratagema de hombres, que para engañar emplean con astucia las artimañas del error’.

Yo lo voy a dejar allí. Cada parte de ese texto está preñado de enseñanza y significado.

Lo que está diciendo, claramente hermanos, ya no podemos seguir con tantos niños inmaduros en la iglesia de Jesucristo. Necesitamos más líderes, necesitamos más gente que muera al mundo y que se entregue a servir al Señor.

Hermanos, León de Judá ya está llegando al punto de que Dios quiere que esta iglesia estalle y arrope esta comunidad. Pero no lo puede hacer hasta que esta iglesia se una más en la madurez que Cristo quiere y que tengamos más líderes y que haya una mentalidad aguerrida, una mentalidad de gente entregada radicalmente a los intereses del reino de Dios.

Y yo quiero hacer mi parte como Pastor de ustedes y su iglesia quiere hacer su parte; queremos darles las herramientas. Pero necesitamos que ustedes cuando escuchen el llamado acudan. Amén. Esa es la parte.

¿Cuántos aquí, por ejemplo...? Vamos a ver una pregunta ¿cuántos aquí han tomado las clases de discipulado que ofrecemos? Pónganse de pie un momentito por favor. Si usted ha tomado la clase de discipulado en algún momento, alguna de las clases. Si usted mira, yo creo que no más de una cuarta parte de la Congregación y sin embargo eso es manjar.

Yo hablaba como una hermana que está sirviendo como ujier y que lleva unos cuantos años aquí en León de Judá y ahora yo la estoy viendo por ese fuego por el Señor. Estoy dándome cuenta de los dones que hay en ella y yo la detuve -esta mañana entre los dos servicios- y le dije, "¿Sabes qué? Dios te está llamando a servir más al Señor" y yo le dije, "¿Tú has tomado los discipulados?"; me dijo: "¡Ah, Pastor, si usted supiera! Yo he tomado y eso cambió mi vida. Eso ha hecho la diferencia en mi vida". Y yo entonces: "¡Ah, claro que sí! Ahora entiendo".

Porque cuando la palabra de Dios comienza a entrar a tu vida hay cambios. Entonces Dios quiere que tú te capacites, que te perfecciones para el ministerio. Dios te va a usar en la medida que tú te capacites y te perfecciones.

Y yo quiero que cuando nosotros digamos: "Hermanos, por aquí es por donde la iglesia tiene que ir", que nosotros nos unamos como un ejército y fluyamos en esa dirección, en unidad. A eso es que Dios está llamando a la Iglesia, a esa autoridad apostólica que cuando los líderes de Dios digan: "Por aquí es por donde el pueblo de Dios tiene que ir" fluya el pueblo en esa dirección y reciban bendición y sean fortalecidos y sean perfeccionados porque están comiendo directamente de la comida que sale de la boca de Dios.

Pueblo de Dios, Dios te llama a la madurez, Dios te llama al compromiso, Dios te llama a la consagración, Dios te llama a dejar de jugar el jueguito de 'hoy sí, mañana no y después al otro día'.

Dios quiere gente entregada, gente militante, gente comprometida, gente disciplinada al Señor, gente que puedan adorar cuando está la parranda de la adoración pero que también que escuchen la palabra del Señor y la reciban porque que tienen apetito y saben discernir y disfrutar de la palabra del Señor.

Que no digan: "Bueno, ya yo adoré. Pues me voy para mi casa ahora." No, no, que estén ahí para recibir y prepararse porque saben que necesitan ese alimento para poder servir al Señor como necesitan. Ese es el llamado de Dios para esta iglesia en este tiempo.

Vamos a ponernos de pie. Vamos a hacer actos de consagración en nuestra vida, entregarnos más al Señor, darle más a Dios. Quiera el Señor que cada día nos hagamos más y más un pueblo radical, un pueblo comprometido, un pueblo militante para con Dios. Vamos a darle al Señor sin ambages, sin limitaciones, todo lo que Él tiene para nosotros.

Gracias Señor, Gracias Dios, Gracias. Gracias Señor, Gracias. Para que ya 'no seamos niños fluctuantes -dice la palabra- llevados por doquiera por todo viento de doctrina, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo, en aquel que es la cabeza. Esto es Cristo.' Crezcamos, Dios quiere un pueblo en crecimiento, un pueblo en evolución, un pueblo que viva para Dios y que se goce solamente en darle a Él la gloria. Un pueblo consagrado, un pueblo santo, un pueblo apartado, un pueblo entregado radicalmente al Señor.

Quiera Dios que ese espíritu llene tu vida en este día.

Te damos gracias, Señor. Nos consagramos a ti una vez más y pedimos que sea tu espíritu, Señor, tomando posesión de la tierra y llenándonos totalmente. Señor, consagrándonos, te pedimos una iglesia consagrada, una iglesia comprometida, una iglesia entregada a ti completamente, Señor. Te adoramos y te bendecimos, Dios.

Extranjero y peregrino

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Mis hermanos, Primera de Pedro, capítulo 2, comenzando con el versículo 9. Leamos del versículo 9 al 12, tal vez un texto conocido por muchos. Le voy a confesar algo mis hermanos, yo luché con el Señor acerca de esta palabra porque para mi esta palabra fue como un rayo que cayó -yo no se ni de donde- este texto no estaba siguiendo el patrón de estudio mío, era una palabra que me vino de repente.

Esta mañana pidiendo palabra para hoy, para esta noche, y luché con el Señor hasta digamos 45 minutos atrás diciéndolo una hora atrás y diciéndole: “Bueno, Señor, si esta es la palabra, Great! ¿Qué tiene que ver conmigo y este pueblo?” ¿Qué nos quiere decir? No tardó 5 minutos cuando el Señor no solamente me respondió, pero me respondió de una manera que jamás me olvidaré, y tengo un testimonio que compartirles. Ahora yo creo que ese testimonio les va ha oír muy familiar.

Primera de Pedro, capítulo 2, Versículo 9: “Mas vosotros, sois ¿qué? linaje escogido. Real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anuncies las virtudes de aquel que os llamo de las tinieblas a su luz admirable. Vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios. Que en otro tiempo no habéis alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia”.

Y luego dice en el versículo 11: “Amados yo os ruego como a extranjeros y peregrinos que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma. Manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles, para que en los que murmuran de vosotros como malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras”.

La frase que me vino repercutando una y otra vez fue esa frase: extranjeros y peregrinos. Busqué el texto y pedí al Señor: ‘Bueno Señor ¿como explico esto?’ Y en vez de explicar que es lo que quiere, cuando el Señor declara que usted, hermanos sepamos, que si usted se considera un discípulo de Jesucristo si usted se considera un cristiano, el Señor te considera todo esto. Real Sacerdocio, nación santa, un pueblo escogido por Dios y a la vez, el otro lado de esa moneda, es que a la vez, para este mundo, somos peregrinos y somos extranjeros.

Y le estaba pidiendo al Señor: “Padre, ¿como explico esto?” Y el Señor me lo reveló en tal vez uno de los lugares más especiales que yo conozco Saigo a donde como sushi de vez en cuando antes del servicio y ahí estoy leyendo esta palabra, pidiendo parte al Señor, sabiendo: “Bueno Señor y… ¿qué?”

Dentro de cinco minutos la joven que me estaba atendiendo se me acerca, mientras estoy leyendo esta palabra, y ella me pregunta: ‘¿Eso es una Biblia verdad?’ y le dije: Sí. Yeah it’s a Bible’ y ella me declara esto: "Yo nunca he leído una Biblia" "I’ve never read the Bible".

Ahora, mis hermanos, yo no estoy hablando; esta es una joven que habla muy bien el inglés muy educada, muy yo diría hasta profesional. The young professionals group which identify remarkably with her. Una joven se supone que ella fue a la Universidad. She’s a woman who knows, sabe que estudió, que ha estudiado.

Y para mí alguien que no ha leído nunca una Biblia y yo le pregunté: ‘Y ¿nunca te has sentido curiosa acerca de la Biblia? Nunca, pero ¿nunca en tu vida has leído la Biblia?’. ‘No’. Y eso ¿qué es? You know, por ‘¿Qué sacas tú de esto? Ella me dice: ‘bueno yo me consideraba ateo, pero no estoy seguro de eso. Yo estoy explorando y una vez yo visite una Iglesia tal vez en High School pero no he regresado después de eso’.

Yo dije: ‘Señor, esto es aquí en Boston, no estoy hablando del otro lado del mundo’. Esto es aquí en Boston, pero no puedo, yo no tengo que ir muy lejos de eso. Este fin de semana ¡guau! Yo me sentí, yo no podría ser más distinto que un marciano aquí en esta situación. Pero este fin de semana yo me sentí igual y eso fue aun entre mi propia familia. Y estábamos nosotros en una reunión familiar celebrando, un aniversario, y tuve yo que escoger, aún dentro de mi propia familia: ‘Señor, ellos están, ¿saben? No fue nada loco, pero yo no me sentí cien por ciento cómodo con toda la celebración y me vi como algo súper raro.

Yo le voy ha decir la verdad, no me gustó sentirme raro especialmente entre mi familia. No me gustó sentirme raro. I didn’t like that. Y ellos me conocen, ¿saben? claramente como familia de ellos, pero hermanos, a la vez me siento privilegiado de ser un seguidor de Jesucristo. Pero con cada día, yo me tengo que preguntar ¿qué es lo que eso representa? What does it really mean? A mi sociedad aún a mis propios familiares que tal vez no siguen al Señor, o no conocen al Señor como yo.

¿Qué es lo que quiere decir esto? Y quiere decir que a la vez nosotros tenemos un gran privilegio, somos , real sacerdocio y a la vez somos, por la misma razón que somos real sacerdocio, somos peregrinos y somos extranjeros. What does that mean? ¿Qué quiere decir eso? What does that mean? Primeramente quiere decir que nosotros no meramente, usted y yo, si usted se considera un cristiano, si usted se considera -para que usted sea real Sacerdocio, nación santa- quiere decir que hubo algo mucho más que meramente un cambio de religión para ti.

Y eso es lo primero que hablando con esta joven, eso fue una de las cosas que me vino a la mente. Yo le estaba tratando de explicar lo que era una Biblia y lo que era una religión, instintivamente. Eso era lo que estaba tratando de hacer. Porque ella me preguntó y eso, los cristianos y es como si fuera, hay cristianos y hay católicos y ‘¿Cómo es la cosa?’ Y le tuve yo que explicar: cristianos, católicos, lo que sea, toda esta gente tienen algo en común: creen que Jesucristo es Dios en carne.

Que Dios visitó la tierra y vino con poder para rescatarnos y se levantó de entre los muertos y por eso lo adoramos como Dios. Pero me encontré explicándole una religión, cuando la verdad, hermano eso no es lo que te hace, eso no es lo que nos hace real sacerdocio. Yo mismo caigo en esa misma trampa, no es una Religión que nos une, no es una Religión que nos hace hermanos. Es un milagro lo que nos une. Es un milagro que nos hace hermanos.

Hubo algo, hubo un terremoto espiritual en nuestras vidas, una experiencia que, es como si hubiésemos pasado por un filtro invisible. Dios nos vino al encuentro. Explicarle a ella lo que me sucedió, y tal vez lo que le sucedió a usted y hermanos si esto no es lo que te ha sucedido, si usted no entiende esto, yo no quiero que usted se vaya de aquí sin estar seguro de esto, sin experimentar esto. Explicarle a ella lo que me hace un seguidor de Cristo, es igual que explicarle a alguien, tal vez un encuentro extraterrestre.

Hay, tuve un encuentro y al final me di cuenta de eso y le di la dirección de la Iglesia, y le dije: ‘¿Sabe? Creemos esto, esto y lo otro, pero ¿sabe como sabemos que esto es verdad? La prueba está en la evidencia. Hay vidas transformadas, hay gentes que no son iguales. Y yo le dije yo he trabajado en el sistema legal, yo he trabajado en el sistema de Servicio Sociales, yo he visto millones de dólares, derramados sobre problemas, yo he visto el poder del Sistema Judicial tal vez más exaltado de todos los municipios de los Estados Unidos: la ciudad de Nueva York, derramándose sobre un joven, rodeado de Profesionales. Probation officers, Jueces, psicólogos y yo he visto cambios en una humilde Iglesia donde se predica de esta Biblia, que todo ese sistema no lo ha podido lograr.

Y yo digo eso es Iglesia tras Iglesia, vida tras vida. Hermano, lo que te hace un cristiano, lo que te hace un seguidor de Cristo es un milagro no una religión. Es una experiencia y como cualquier experiencia que uno tiene, no se sienta mal si usted tal vez lucha con tratar de explicar lo que te pasó. Eso es como la gente que ha estado, ¿sabe? Tratar de explicar una sinfonía a alguien: “¿Cómo estuvo?” ¿Qué le dice como estuvo? Como le voy ha explicar como estuvo, no lo oyó, no lo sintió, no vio los músicos tocando, no estuvo en el momento, lo perdió, lo perdió.

¿Cuando te casaste que sentiste? ¡Qué te voy a explicar como me sentí! Cuando nació tu primer hijo y lo cargaste ¿Qué te pasó por la mente? Qué importa. Perdí mi mente en ese momento dirían muchos padres, como te voy a explicar. Hermano la cosa mas bella, más grande, más impactante de tu vida es a la vez la más inexplicable. Sépalo, no trate de reducir en palabras lo que te ha pasado porque perderá su poder, eso es lo que pasa. Eso es lo que les pasa a los poetas -los pobres- por eso muchos de los poetas más poderosos son los que menos dicen.

Las poesías más poderosas son las más densas, las más cortas, porque dejan vacios que solamente aquellos que han tenido esa experiencia lo pueden compartir.

Lo que te hace lo que eres es un milagro. Luego uno lo trata de explicar, luego -es más uno no lo trata de explicar- uno va a este libro para que me explique lo que me pasó. Entonces abrimos este libro, para ver que fue lo que me sucedió, y qué significa y qué tengo que hacer con ella y qué consecuencias hay de haber vivido esa experiencia y como puedo yo garantizar que esa experiencia no sea más que meramente una emoción que el Señor que arrope esto que yo, yo veo aquí y así le tuve que explicar, yo veo en estas páginas no gente del pasado, de la antigüedad; yo me veo a mi, yo veo a mis amigos, yo veo a mi familia.

Esta gente puede ser hasta familia mía, yo vivo esto, le digo, es no estamos cuando leemos la Biblia, nos transportamos a ella, creemos que estamos caminando esas calles, porque vemos verdad. ¿Sabemos por qué es verdad? ¿Sabes por qué es verdad? ¿Sabe lo que me asegura a mí como es, por qué es verdad? Con una mente de Fiscal. Si una historia es demasiado perfecta, hay algo mal en ella.

Si todos los detalles caen en su lugar perfectamente, ya yo se que ese testigo me está mintiendo. Did something wrong cuando está demasiado perfecto. Aquí yo veo mucha imperfección, muchas vidas desechas, aún entre los héroes de la fe, aún entre el mismo Adam -el primer hombre- tuvo una falla terrible, Moisés, Abraham, David, Pedro, Pablo y tú y yo.

Y eso es lo más que me encanta de la Biblia, eso es lo más que me encanta de la Biblia, porque yo veo reflejada gente como yo que tuvo esta experiencia, y después de tener este encuentro con Dios vivo “¡Pum!”, cambian algo sucede. Pero entonces ella dijo algo interesante que nos trae a nuestro próximo punto.

Luego ella me pregunta esto : “Pero tú dices que son gente imperfecta. ¿La Biblia no dice que no deberíamos pecar? ¿No dice la Biblia que no deberíamos pecar?” Y yo dije ‘¡Guau! Ella nunca ha leído la Biblia, pero ella sabe. Ella que nunca ha leído la Biblia, ella sabe que la Biblia dice que no deberíamos pecar”

¿Saben lo qué me dice eso hermanos? Ellos tal vez no leerán la Biblia o tal vez no compartirán nuestro Dios, pero si en el momento que usted se identifica como uno de esos extraterrestres que sigue a un Dios vivo, esperan algo diferente de nosotros. There’s a different standard. Aún en el año 2009, aún en este nuevo siglo.

Se supone que el Cristiano tenga otra unidad y nos miden por eso, nos miden por eso, estamos bajo una lupa, estamos bajo una luz, estamos siendo observados muy cercanamente y hermanos eso me trae a la mente, eso me trae estas palabras ‘extranjero y peregrinos’ más enfáticamente todavía. Porque cada día, hermano, usted sabe lo que a usted le ha acontecido. We know what happened to us. Sabemos que es real, sabemos que no fue meramente una emoción, sabemos que Dios toco nuestras vidas, y en el momento que tocó nuestras vidas, algo sucedió.

Pero a la vez, hermanos, estamos en este mundo, estamos en este mundo. Y yo se mi hermano que día tras día yo tengo que hacer la, yo me tengo que recordar -así como recordó Pedro a la Iglesia- yo me tengo que recordar que para este mundo y esta gente, siempre seré un poco raro. Nunca me van a abrazar completamente, y si me abrazan completamente algo ha perdido el evangelio de su poder.

Ellos hermanos están buscando y noté eso aún eso entre mi familia hablando conmigo, compartiendo conmigo: ‘¿Samuel no quiere esto? Samuel no sea tan aburrido es esto es lo otro’. Pero a la vez ¿saben lo que estaban haciendo ellos? ‘Cuéntame’, ellos quieren: ¿Será esto verdad?, ¿Será esto verdad?, ¿Será esto verdad?

No te sorprenda que la misma gente que tal vez se olvide o te invitan a olvidarte que eres real sacerdocio, son la misma gente que van a pedir oración de parte de ti. Considera eso un privilegio, considera eso un privilegio; cuando te llamen a ti. Siendo usted dos mil millas de tu hogar, estando usted a una distancia de dos mil quinientas millas de su aldea, te llaman a ti y te piden Oración. ¿Sabes por qué? Porque en el momento que usted tiene esta experiencia, usted se convierte en Sacerdote de ese hogar.

Y todo lo que nosotros hacemos, todo lo que nosotros decimos, aún lo que nosotros pensamos: cuenta. Everything we say, everything we do, everything we think at that point it counts. Y ¿Sabes qué? Eso es parte del privilegio, eso es parte del privilegio, eso es parte de haber entrado en una estrada de existencia. Esto es meramente un ensayo. Lo que verdaderamente eres todavía está por revelarse.

El precio que usted esta pagando entre poco dice el Señor: “No te apures, no te apures si murmuran de vosotros, no tengas pena, murmuraran”. La palabra dice cuando murmuran. When it happens. No te apure, porque en el día que Dios nos visite y ese día vendrá, en el día de la visitación el Señor será Glorificado. ¿Por que? Por tu vida y eso nos da una vuelta de ciento ochenta, trescientos sesenta de grados y terminamos en donde comenzamos.

Hermano, su vida es la Biblia. Nuestra vida, el poder del Evangelio, viene de cada milagro que hace el Señor. Cada vida transformada delante de la presencia del Señor. Hermanos, esto es una invasión y el Señor estará produciendo más y más y más peregrinos y más y más y más extranjeros y lo hará a través del poder del testimonio de sus vidas.

Pongámonos de pie mis hermanos.

Antes de concluirme se me ocurre -y esto tal vez no será para todo el mundo- pero si lo que acabo de decir se oye raro -como quien dice- yo se eso de una religión o de ser cristiano. Pero eso que tú describes Samuel de una experiencia transformadora, impactante; Samuel yo te tengo que confesar yo no se lo que, no estoy seguro de lo que estas hablando.

Yo diría que en mi propia experiencia yo no he sentido eso, la quiero sentir. Anhelo sentirlo, anhelo sentirlo, yo quiero que Dios me traspase a eso y siento que estoy cerca, pero no, no he pasado a eso. ¿Si eso eres tú? Yo te invito no salgas de aquí sin pedirle al Señor: “Padre, dame eso. Jesús, dame eso. Espíritu de Dios no quiero salir de aquí sin saber que tú me has visitado con poder”.

Inclinemos nuestros rostros. Quiero orar por ti si ese eres tú. I don’t know if… pero quiero orar por ti si ese eres tú. Señor en el nombre de Jesús que cada… Señor te damos gracias por la luz. Maestro, que nunca nos olvidemos de las tinieblas, que nunca nos olvidemos de esos días, de esos momentos, de esa pesadilla en vida en que no te teníamos.

Porque hubieron tinieblas, y hubo Señor otra experiencia, yo jamás me olvidaré; el que te conoce y ha experimentado eso jamás se olvidará y primeramente Señor te damos Gracias. Gracias por encontrarnos. Gracias porque cuando no teníamos la capacidad de pedírtelo tú nos distes lo más que nosotros necesitábamos.

Nos sacaste del infierno literalmente. Nos sacaste de la muerte, nos sacaste Señor de una vida de confusión y una vida sin respuestas, una vida sin esperanza, una vida sin gozo, una vida sin propósito, una vida sin meta, una vida que no iba a llegar para ningún lugar, una vida sin milagros, una vida sin esperanza, una vida sin ni siquiera de oír del poder del Dios Altísimo.

Señor, te damos gracias porque ahora nuestra vida es irreconocible, aunque no podemos explicar como lo hiciste y vamos a vivir toda una eternidad sin saber exactamente que fue lo que hiciste. Pero sabemos que si no hubiese sido por ti, Jesús, it wouldn’t have happened and it happened because of you. Sucedió por ti y besamos tus pies y te damos gloria y te amaremos por siempre, por hacer eso, por sacarnos de las tiniebla.

Y Señor si hay alguien aquí que no sabe lo que es eso, todavía esta viviendo en tinieblas todavía no sabe lo que es la esperanza Señor, quieren eso, por eso están aquí, extiende ese milagro a sus vidas. Despiértalos Padre, sácalos de la tinieblas tráelo a la luz ahora en el nombre de Jesús.

Señor, ahora presentamos todos la luz a nuestro, todas las tinieblas a nuestro alrededor. Te damos Gracias por el privilegio de ser peregrinos en Boston, por ser extranjeros en Massachusetts, por ser Peregrinos en Colombia en donde nacimos, o en Puerto Rico o en la República Dominicana o entre nuestra familia en Florida. De ser extranjeros aún entre la gente que nos ama y nos conoce. Y yo te pido Señor en el nombre de Jesús tu unción sobre tu pueblo.

Yo pido ahora en el nombre de Jesús, tu unción sobre tus hijos. Te pido Señor tu iluminación.

Padre que tú pongas palabra de vida en los labios de cada uno a quien se le pregunte Señor la razón por su gozo; a quien se le pide la razón por su gozo, que ellos no, Señor que la sonrisa nada más lo diga todo.

Señor que el gozo nada más sea su mensaje. La vida transformada no lo cambiaríamos por nada Señor. No lo cambiaríamos por nada, no lo cambiaríamos por nada. Thank you Jesus.

Liberado de juegos de azar y de cocaine

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Mustafa: Hello. Hi, everyone. My name is Mustafa and I’m 30 years old.

Intérprete: Me llamo Mustafa, tengo 30 años

Mustafa: At a very young age, like, you can tell, Mustafa is a Muslim name.

Intérprete: Como se fijan el nombre Mustafa es un nombre musulmán.

Mustafa: When my father was bringing me up he didn’t, he wasn’t teaching me in the Muslim way. He wasn’t forcing me to be a Muslim. He was teaching me. He wanted me to choose which way I wanted to go.

Intérprete: Mi papá me educó no obligándome a ser musulmán pero enseñándome en esta religión.

Mustafa: At a very young age I started dealing with sin.

Intérprete: Así que muy joven empecé a tratar con el asunto de lo que es el pecado

Mustafa: and because I didn’t know about the word of God

Intérprete: Y sin conocer la palabra de Dios

Mustafa: I went the wrong way for a long time

Intérprete: Yo iba en un camino equivocado por mucho tiempo

Mustafa: I dropped out of school at a very young age

Intérprete: Dejé la escuela muy joven

Mustafa: And I came from Africa to the United States

Intérprete: Yo vine del África a los Estado Unidos

Mustafa: America, yeah! “Because the enemy says, John 10:10, he comes to kill, steal and destroy”

Intérprete: Pero como dice la Palabra en Juan10: “Qué el enemigo no ha venido sino para robar, matar y destruir”

Mustafa: He already had a control over my mind

Intérprete: Ya tuvo control sobre mi mente

Mustafa: So, my life, I was seeking for things that weren’t real

Intérprete: Así que yo en mi vida, yo buscaba cosas ilusorias, cosas que no eran reales.

Mustafa: And he lived in me.

Intérprete: Y el enemigo habitó dentro de mi

Mustafa: So, I kept following at first I get addicted to gambling

Intérprete: Al principio me puso adicto a juegos de azar, el juego

Mustafa: I didn’t like the fact that I was gambling because at the end of the month I had the plan, I had the bugdget I had to meet but I wasn’t able to meet that budget

Intérprete: Llegó al punto de que yo perdí mi dinero. Durante el mes no pudo pagar mis biles al final del mes

Mustafa: I remembered I wanted to commit suicide

Intérprete: Llegó el punto que yo quería terminar mi vida

Mustafa: Because I’ve lived the lie and after following the lie I find myself on a place that I thought it was going to give me fulfillment

Intérprete: Yo creí la mentira y pensé que iba a encontrar algo bueno en eso

Mustafa: It was just a lie. I wasn’t a man. I was told I was one but I wasn’t a man. I was weak. Everything that rose within me, every desire, everything that rose between me, I would follow

Intérprete: Yo era un hombre pero no sentí como hombre, me sentí como débil, como un esclavo a cada impulso que yo tenía

Mustafa: And it’s right. I became a slave to weaknesses. And I would follow after relationship. Then the last thing that brought me so desperate was crack cocaine

Intérprete: Y llegué al punto de tomar el crack cocaine

Mustafa: I found myself in the street of Candemn, New Jersey

Intérprete: Y llegué a las calles the Candemn, New Jersey

Mustafa: Very bad city

Intérprete: Una ciudad no muy buena

Mustafa: I was so desperate then that I called to God in the park one day. After I called, God made the way for me to get into a program in Connecticut called Turning Point Christian…

Intérprete: Llegué a un punto de desesperación en la calle, clamé a Dios y Dios abrió puertas para mi entrar en un programa en Connecticut que se llama Turning Point. Gracias a Dios.

Mustafa: ¡Aleluya! After I got into the program, two weeks after I was in the program somebody read Roman 7

Intérprete: Y después de dos semanas en el programa, alguien me leyó el texto Romanos 7

Mustafa: I got so excited like: “This is me, this is me. This is my life. I’ve been going through this struggle and he is talking about all my life,” and my eyes got open

Intérprete: Es un texto que habla de la lucha de Pablo diciendo que “Lucho con el pecado, yo hago lo que no quisiera hacer y ¿quién me va a librar de ese cuerpo de muerte?” Y yo me sentí “Esa es mi vida, yo conozco este hombre, yo estoy viviendo la realidad de este texto”

Mustafa: Amen. After that happened I learned about Jesus, I learned about what Jesus died on the Cross for us and what he has provided for me. Then I accepted Jesus to coming into my life, to become my savior

Intérprete: Y después yo aprendí que Jesús es el salvador, que Él vino a morir en la Cruz por nosotros, y yo lo acepté en mi corazón como mi Salvador

Mustafa: Amen. Thank you Jesus!

Intérprete: ¡Gracias, Jesús!

Mustafa: The Bible say we have to be transformed, to renew our mind

Intérprete: Pero la Biblia dice que tenemos que ser transformados por la renovación de la mente

Mustafa: So for a couple of –that was in 2006- years I became to serve the Lord and God was leading me in the right way

Intérprete: En 2006 esto comenzó y comencé a servir a Dios y Dios me guiaba en el camino correcto

Mustafa: But I came to a crossroad

Intérprete: Pero llegué a una encrucijada

Mustafa: Jesus says: “If anyone wants to be my disciple you have to pick up your cross you got to deny yourself and follow me daily

Intérprete: Jesús dice, “Si alguien quiere venir en pos de mi, tiene que tomar su cruz y negarte a ti mismo todos los días”

Mustafa: And I didn’t want to pick up my cross

Intérprete: No me daba la gana de tomar esa cruz, no me daba la gana hacerlo

Mustafa: So I got back to my old ways

Intérprete: Así que volví a mis caminos de antes

Mustafa: But God is good and the blood of Jesus, the Grace of God again in my live. In June of this year, God opened the door for me to come to Boston Teen Challenge

Intérprete: Pero Dios es bueno y la sangre de Jesús me buscó y así que en Junio de este año se me abrió una puerta para entrar en este programa Boston Teen Challenge

Mustafa: Since I’ve been to Teen Challenge, God has forgiven me and he has restore onto me the joy of my Salvation

Intérprete: Dios me ha perdonado, me ha restaurado el gozo de mi Salvación

Mustafa: Now, I’ve committed to pick up my cross and to follow God

Intérprete: Ahora si, ahora si me comprometo a tomar mi cruz y seguir a Jesús todos los días

Mustafa: Thank you. God bless you!

Intérprete: ¡Gracias! 

Reunido con la esposa

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Rick: Good afternoon everyone. My name is Rick and I’m from Boston Team Challenge

Intérprete: Buenas tardes. Mi nombre es Rick y estoy aquí de Boston Team Challenge

Rick: I’ve been in Team Challenge for three years

Intérprete: He estado por 3 años en Team Challenge

Rick: I came in broken and chained to bones. I mean just completely crashed

Intérprete: Vine quebrantado y en cadenas, destruido

Rick: I came into Team Challenge thinking that I would solve my problems and could quit in about 30 days but like any recovery place I went to but that wasn’t what God in mind. He had a whole different plan

Intérprete: Yo vine a Team Challenge pensando que en 30 días iba a tratar the arreglar mis problemas pero no fue así, Dios tenía otro plan para mi vida

Rick: As the fog started to clear from my mind

Intérprete: Cuando se quitó la neblina de mi mente

Rick: and the world of God enter my heart and my soul

Intérprete: Cuando la palabra de Dios comenzó a alimentar my corazón y mi mente

Rick: I started to see what Jesus had in mind for me

Intérprete: Comencé a ver lo que Jesús tenía en mente para mí

Rick: My life was his

Intérprete: Que mi vida era de Él

Rick: Not mine.

Intérprete: No mía

Rick: As I surrendered to the will of God

Intérprete: Cuando yo me rendí a la voluntad de Dios

Rick: I started to do ministries like this but out of the State

Intérprete: Comencé a hacer ministerios como este pero fuera del estado

Rick: We had a DAT team, I don’t know if you have seen us on store fronts with a table we read literature

Intérprete: No se si nos han visto a veces en asientos de comercios con mesas

Rick: We went to Virginia in a two weeks’ lift

Intérprete: Fuimos a Virginia en una dos semanas

Rick: The Pastor that spoke on a Sunday, he wasn’t supposed to be there because the Pastor of the church took ill

Intérprete: El Pastor que estaba there no debería estar allí pero el que iba a estar allí se enfermó

Rick: He started to prophecy on one side of the church and the church is crowded –600 people

Intérprete: Le cruzó profetizar de un lado, de un ángulo de la iglesia y estaba llena como 600 personas

Rick: I was still a new student about 5 months into the program

Intérprete: Yo era un nuevo estudiante como 5 meses en el programa

Rick: And the Pastor from Africa started to come towards me

Intérprete: El Pastor de África comenzó a caminar hacia mí

Rick: and I said, “Please Lord don’t it let to be me”

Intérprete: Y yo dije “Por favor, Señor, que no sea yo”

Rick: He came right two feet in front of my face, pointed at my chase and said: “Wait upon the Lord that he will soften your wife’s heart”

Intérprete: Vino delante de mi y me dijo: “Espera en Jehová, el Señor va a ablandar el corazón de tu esposa”

Rick: And I stayed in agreement because I knew the trouble I caused at home

Intérprete: Y yo me quedé en acuerdo porque yo sabía el problema que había causado en casa

Rick: My brothers around me knew through my testimony they knew what happened

Intérprete: Y mis hermanos sabían el problema que yo había causado en casa

Rick: But I couldn’t understand how the Pastor knew

Intérprete: Pero no entendía como aquel Pastor sabía

Rick: But I knew right that moment that God spoke through the Pastor to me because those words got to my heart…

Intérprete: Yo sabía que el Señor estaba usando aquel profeta aquel Pastor porque sus palabras llegaron a mi corazón como un fulmino

Rick: So for 20 months I wrote letters home to my wife and my daughters

Intérprete: Por 20 meses escribí cartas a mi esposa y a mis hijas

Rick: Telling them how great Jesus has treated me and how I’m changing and I’m a better man

Intérprete: Y diciéndoles que tan cosas grandes Jesús ha hecho en mi vida y como soy un mejor hombre

Rick: No reply at all from my family

Intérprete: Pero no había ninguna respuesta de mi familia

Rick: After 20 months of being in the program I got divorce papers

Intérprete: Después de 20 meses de estar en el programa me llegaron papeles de divorcio

Rick: I was devastated. I looked up and I said: ‘Lord, you said you’d soften my wife’s heart

Intérprete: Y yo estaba destruido y yo le dije: “Señor, Tú dijiste que ibas a ablandar el corazón de mi esposa”

Rick: But because of the Team Challenge I learnt about God and I learnt God never falls through on his word. He always stays on

Intérprete: Pero aprendí que a través de Team Challenge Dios siempre cumple su palabra

Rick: So for the next 30 days I still believed that God was gonna do what he said he would do

Intérprete: Y por los siguientes 30 días seguí creyendo que Dios iba a hacer lo que Él me profetizó, lo que me dijo

Rick: As I went to the Court Room my wife was there

Intérprete: Cuando llegué a la Corte y miré a mi esposa, estaba allí, ella

Rick: I said ‘Lord, I can’t. In 15 minutes we will be in front of the divorce judge’

Intérprete: Y dije “En 15 minutos, Señor, vamos a estar delante del juez de divorcio”

Rick: ‘And you said…’

Intérprete: “Y tú dijiste…”

Rick: ‘ You’d soften my wife’s heart’

Intérprete: ‘Que ibas a ablandar el corazón de mi esposa’

Rick: What shall I do?

Intérprete: ¿Qué hago?

Rick: And he said: ‘Pray’

Intérprete: Y me dijo: “Ora”

Rick: It’s what I also said

Intérprete: Es lo que yo también dije

Rick: I said: My wife doesn’t want to look me in the eyes because of all the things I’ve done

Intérprete: Dije: Mi esposa no puede ni verme a los ojos por todas las cosas que yo he hecho

Rick: So I was sure of his word and my wife Valerie is right there

Intérprete: Y aquí está mi esposa Valerie

Intérprete: Gloria a Dios

Rick: Thank you Jesus

Intérprete: Gracias Jesús

Rick: The Lord said: ‘Pray’, so we prayed together

Intérprete: La Palabra dijo: “Orad y oramos juntos”

Rick: And the blood of Jesus just covered us, comforted us

Intérprete: Y la sangre de Cristo nos cubrió, consoló

Rick: What it took from the City Hall Plaza to South East Station

Intérprete: Lo que tomó del City Hall Plaza a la estación

Rick: A 15-minute-walk

Intérprete: Unos 15 minutos

Rick: Took 2 and a half hour for my wife to take the train home

Intérprete: Le tomó 2 horas y media que mi esposa se fuera a la casa

Rick: We were holding hands

Intérprete: Estábamos teniendo las manos

Rick: Talking about our future

Intérprete: Estábamos hablando del futuro

Rick: And 3 hours earlier my wife didn’t want to look at me

Intérprete: Y dos horas antes ni quería verme mi esposa

Rick: But God

Intérprete: Pero Dios

Rick: He said

Intérprete: Él dijo

Rick: He softened my wife’s heart

Intérprete: Él ablandó el corazón de mi esposa

Rick: And he stood on those words

Intérprete: Dios fue fiel a su palabra

Rick: The Lord changed me

Intérprete: El Señor me cambió a mí

Rick: Through the basis of Team Challenge

Intérprete: por este instrumento de Team Challenge

Rick: And I’m not the same man

Intérprete: Yo no soy el mismo hombre

Rick: That walked through that door

Intérprete: Qué caminó entre esa puerta

Rick: I’m a new creature of Creation

Intérprete: Ahora soy una nueva criatura en Cristo

Rick: I’ll leave you with an inscription?

Intérprete: ¿Los dejo con una escritura?

Rick: Romans 12:1-2

Intérprete: Romanos 12:1-2

Rick: “Thee for I pledge you rather in God’s mercy to offer your bodies as living sacrifices”

Intérprete: “Os ruego que presenten vuestros cuerpos como sacrificios vivos”

Rick: “Holy and pleasant to God”

Intérprete: “Santos y agradables a Dios”

Rick: “This is a special act of worship”

Intérprete: “Que este es un servicio agradable de sacrificar

Rick: “ Do not conform any longer to the bounds of this world”

Intérprete: No se conforme a las prácticas de este mundo

Rick: “But be transformed by the renewing of your mind”

Intérprete: Pero sed transformado por el renuevamiento de vuestra mente

Rick: So you can test and approve what God

Intérprete: Para que puedan comprobar y aprobar las cosas

Rick: “This will impliciting a perfect will”

Intérprete: Toda aquella voluntad perfecta de Dios, se va a comprobar en vuestras vidas

Rick: Amen

Intérprete: Amén

El orgullo y la ambición son dos cosas distintas

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Segundo de Crónicas 26. No vamos a leer este capítulo entero pero sí ciertas secciones en particular, comenzando con el primer versículo: “Entonces todo el pueblo de Judá tomó a Uzías, el cual tenía diesiéis años de edad, y lo pusieron por rey en lugar de Amasías, su padre. Uzías edificó el Elot y restituyó a Judá después que el Rey Amasías durmió con sus padres. De dieciséis años era Uzías cuando comenzó a reinar y cincuenta y dos años reinó en Jerusalén. El nombre de su madre fue Jecolías de Jerusalén e hizo lo recto ante los ojos de Jehová conforme a todas las cosas que había hecho Amasías sus padre. Y persistió en buscar a Dios en los días de Zacarías, entendido en visiones de Dios y en estos días que buscó a Jehová, Él lo prosperó”.

Versículo 8: “Y dieron los amonitas –todo este relato es consistente y estos versículos están respaldando este relato- presentes a Uzías y se divulgó su fama hasta a frontera de Egipto porque se había hecho altamente poderoso.” Sigue el relato: “E hizo en Jerusalén máquinas inventadas por ingenieros para que tuviesen en las torres y en los baluartes para robar saetas y grandes piedras. Y su fama se extendió lejos porque fue ayudada maravillosamente hasta hacerse poderoso”

Pero ahora el relato toma otro giro. Y esa es la Palabra del Señor para nosotros hoy. “Más cuando ya era fuerte, su corazón se enalteció para su reino, porque se reveló contra Jehová su Dios. Entrando en el templo de Jehová para quemar incienso en el altar del incienso y entró tras él el sacerdote Asarías y con él 80 sacerdotes de Jehová, varones valientes –y me imagino con las rodillas temblando- se pusieron contra el rey Uzías y le dijeron: «No te corresponde a ti ¡Oh, Uzías! el quemar incienso a Jehová sino a los sacerdotes hijos de Aarón que son consagrados para quemarlo. Sal del Santuario, porque has prevaricado, y no te será para gloria delante de Jehová Dios».”

Y pueden tomar asiento, mis hermanos. Sentados les termino el relato. “Entonces, Uzías teniendo en la mano un incensario para ofrecerle el incienso se llenó de ira y en su ira contra los sacerdotes la lepra brotó en la frente. Delante de los sacerdotes en la casa de Jehová, junto al altar del incienso y le miró el sumo sacerdote Asarías y todos los sacerdotes. Y he aquí la lepra que estaba en su frente y le hicieron salir de ese lugar y él también se dio prisa en salir porque Jehová lo había herido.”

“Así el rey Uzías fue leproso hasta el día de su muerte. Y habitó leproso en una casa apartada por lo cual fue excluido de la casa de Jehová. Y Jotam su hijo tuvo cargo de la casa real, gobernando al pueblo de la tierra. Los demás hechos de Uzías primeros y postreros fueron escritos por el profeta Isaías –hijo de Amós- y durmió Uzías con sus padres y lo sepultaron en el campo de los sepulcros reales porque dijeron: «Leproso es» y reinó Jotam su hijo en su lugar.”

¡Qué bache de agua sobre nuestra fiesta, esta noche! ¿Qué querrá decir el Señor con esta palabra? Y hermanos, me siento un poco como Asarías en esta noche y me siento que también mi rodillas están temblando. Pero ¿sabes qué? Primeramente, reciban esta promesa. Hermanos, vienen días gloriosos para el reino de Dios y esta iglesia. No siente usted, hermanos, que lo que hemos esperado, muchos de nosotros 25 años, 20 años, 15 años ya el Señor está comenzando a dar revelaciones. Algunos testimonios que brotaron están noche así como el Pastor declaró el domingo esto es un principio nada más. Dios es grande.

Estamos experimentando solamente la frontera del poder de Dios, el Dios de la biblia no se ha anulado. Nuestra palabra declara un Dios, un Dios que levanta a los muertos de sus sepulcros. Y en el nuevo Testamento en Romanos capítulo 8 el Señor promete que el mismo espíritu que levantó a Jesucristo dentro de los muertos mora en usted.

O sea, no es la intención de Jehová, no es la intención del Señor que su mano sea cortada en estos momentos si no el deseo, el anhelo del corazón del Señor es revelarse con más poder todavía. Es que a través del poder del Señor, el nombre del Señor sea como un relámpago y aún los cimientos de nuestra sociedad tiemblen delante de la presencia del Señor y que los hombres no tendrán otra sino que de rodillas y declarar que Jehová, tu Dios, es Dios y a Él servir.

El Señor desea hacer eso y hacerlo en su familia, hacerlo con su cuerpo, hacerlo con sus hijos, hacerlo con su mente, hacerlo contigo, hacerlo conmigo. Y a la vez que el Pastor compartía esta visión también el Pastor compartió algo que nos debe hacer estremecer. Él dijo que este es el deseo, el anhelo del Señor. Hay cosas que Dios quiere que experimentemos como Iglesia y como iglesia de Jesucristo con “I” mayúscula. Pero hay ciertos patrones, hay ciertos códigos que el Señor espera que nosotros toquemos para que esa puerta se abra. Hay llaves espirituales que sólo a través del uso de ellas se permite que el fluir de Dios se pueda ver con todo su poder y toda su autoridad.

Hermanos, eso en estos días, hermanos, nosotros que estamos pidiendo que el avivamiento del Señor llegue de una vez, esa es la manera que deberíamos orar. Maestro, cualquier cosa que pueda impedir –sea en la Iglesia de Jesucristo o sea en mí como parte del cuerpo de Cristo- Señor que sea removido en el nombre de Jesús y cualquier obstáculo a tu poder, cualquier obstáculo a tu gracia, cualquier cosa que se atreva limitar o embotar que la voz del Señor se oiga. Señor, que sea removida y echada. Decimos Amén.

Cualquier cosa que pueda resistir el fluir del Señor; Señor aléjalo de aquí. Y no solamente aléjalo de aquí, aléjalo de mí. Y mis hermanos, hay un obstáculo gigantesco que puede resistir el trato de Dios en nuestra iglesia, pero no solamente en nuestra iglesia, en su vida y hacer inefectivo su ministerio y aún destruir su efectividad como un siervo de Dios. Y es hermanos, este germen, este obstáculo, este pecado –en verdad ha existido aún antes del planeta Tierra- el orgullo.

Mis hermanos, la receta de Satanás no ha cambiado desde el momento que él aprendió a usar esto para –no solamente que él cayera delante de la presencia del Señor- pero logró convencer una tercera parte de los ángeles del Cielo. Y desde ese momento su receta no ha cambiado y aquí lo vemos desglosado.

Solamente, hermanos, vamos a hablar de las manifestaciones que están aquí claro. Vamos a aprender de Uzías, vamos a aprender de él. Hay un par de cosas que podemos recibir, precisamente ahora en este tiempo de Jerusalén, Israel estaba en un tiempo de avivamiento y por esto es que nosotros tenemos que prestar atención. Esto no ocurrió a Uzías en un tiempo de vergüenza en la vida de Judá, sino de Gloria. Lo que le aconteció a Uzías aconteció en la cúspide de un avivamiento que se había desatado en Judá. Y sobre su propia vida y su propio ministerio.

En otras palabras, hermanos, una de las cosas sobre las que tenemos que velar, a pedirle al Señor, ‘sí que vengan estos milagros. Sí manifiesta Tu poder’, es velar por esto. Y una de las aplicaciones más sencillas es ésta.’ Bueno, Pastor Samuel, claramente esto habla de orgullo de puesto’ y hermanos, esa es una de las aplicaciones más obvias. What was he thinking? ¿En qué estaba pensando Uzías? Más claro no pudo ser la palabra. Era un hombre instruido en la palabra del Señor toda su vida, acostumbrado -52 años él visitando el templo- él no era un novato aquí. Él sabía que eso no era su puesto. ¿Qué le entró? Le entró la idea que alguien le prohibió algo. Había algo inalcanzable, prohibido a él.

Hermanos, lo prohibido es atractivo. Hermanos, diga usted, ‘pero Pastor Samuel, ¿qué hay de malo un poco de ambición? ¿Qué hay de malo? ¿No dice la palabra que ‘el que desea obispado buena cosa desea’? ¿No puedo yo desear hacer algo más en el Reino de Dios? ¿No puedo yo anhelar subir de puestos? Hermanos, el deseo de obispado es cuando habla la palabra del Señor y a la vez cuando el Señor habla de eso dice: “No todo el mundo puede llenar esos lugares. Hay gente a quienes le corresponde”.

Pero habla más de esto y vamos a ir al meollo. No es el deseo, es el orgullo y la ambición que son dos cosas distintas. Yo les invito, hermanos, a pensar en esto y esto es la red que echa Satanás porque no hay un fin a esto. Es un espiral vicioso. No hay manera. Si tú te montas en ese carrusel no hay lugar a donde usted se pueda despegar. No hay un nivel que le va a satisfacer. El que le abría la puerta al Rey le envidiaba al teniente a Rey, el teniente a Rey anhelaba ser el rey. El rey no estaba satisfecho con ser un rey cualquiera, quería ser un rey poderoso y el rey poderoso no se sintió satisfecho en ser un rey poderoso si no a la vez sacerdote.

Y usted que es por la Gracia de Jesucristo Rey y sacerdote -porque eso es lo que dice el Señor- aún así encontramos maneras de montarnos sobre la ambición. Y sabes lo que te invito en nombre de Jesús: piensa bien. ¿De dónde sale eso? Porque en esto hay, escucha la voz del amor del Señor. Muchas veces eso sale de un vacío dentro de usted. Eso nace, hermanos, de nuestro carácter –tal vez que puede llenar tal vacío con un título más o un puesto más- y el vacío está ahí todavía.

Lo que te dice el Señor esta noche es: examinemos nuestros corazones. Yo estoy predicando esta palabra, estoy bajo esta palabra y estoy bajo el dedo de Dios también. ¡Estoy predicando también!

Y mis hermanos, sepan esto, si usted se ha sentido por esto es el Señor, yo, tú conoces mi corazón, eso es precisamente por esto. Preocúpate por la manera que te quiero amar y no tanto en como te quiero usar. Preocúpate por mi amor, déjame amarte. Déjame llenar todo hueco, todo vacío. Déjame yo ser tu personalidad, que tú te informes por el hecho de que tú eres mi hijo, tú eres mi hija y no hay nada en la casa que no es tuyo.

Todo está a tu alcance y te amo. Y deja que el Señor llene ese vacío. Pídaselo al Señor.

Hermanos, yo creo que hay una aplicación más básica todavía. El Rey Uzías fue confrontado con su error. Y yo le voy a preguntar a usted: ¿usted se ha encontrado como el rey Uzías de vez en cuando? Cuando estamos fuera de orden y si tú eres hijo de Adán, hija de Adán, de vez en cuando estaremos fuera de orden.

Cuando estamos fuera de orden y el Señor nos llama la atención y el 99% de las veces no será a través de un ángel que Él envía sino uno de sus Ministros. Un profeta del Señor. Puede uno de los Pastores de staff, puede ser alguien en su célula, puede ser una amiga en su círculo de oración. Pero eres confrontado y de momento el profeta de Jehová –quien el Señor escoja- te dice: “No te corresponde eso. Estas actuando de una manera pecaminosa. No estás honrando al Señor de esta manera.”

¿Cómo reaccionas? Estos pobres sacerdotes, dice: ‘Ochenta hombres valientes’ y si vas a confrontar a un hombre con un ejército aún sumando de 300 mil hombres. You’d better be courageous to do that, –valiente. Ellos lo confrontan y en vez de él reconocer lo que había hecho. ¿Qué tenía en la mano? Un incensario, ¿no? La palabra te deja llenar los blancos. Pero hermanos, vean esta película: el hombre está al punto de -esto es un aparato grandísimo- y está a punto de quemar incienso y se llena de ¿qué? De ira

Y, ¿eso no te ha pasado? Pero ¿qué tan malo es lo que estoy haciendo? Solo estoy adorando al Señor. Sólo a mi manera. ¡Estoy quemando incienso! Hermanos, ¡qué difícil es esto! Muchas veces nosotros aún quemando incienso delante de la presencia del Señor y el Señor indicando lo que desea el Señor es que lo obedezca.

De esa manera eres un adorador. ¿Quieres adorar al Señor? Hónralo. Porque lo que estas haciendo Fulano, lo que estas haciendo Rey no te corresponde hacerlo. El Señor te quiere bendecir, te ama, te honra, pero no lo puede hacer porque no estás haciendo lo que te corresponde.

El hombre se llena de ira. Okay. Dos cosas acontecen y dos tienen un símbolo gigantesco. Primeramente, le brotó inmediatamente en su frente… ¿qué? Lepra. Y si eso es lepra, por lo que yo entiendo por letra –hay un libro excelente por el Dr. Philip Jansie: “Where is God? Where it hurts?,” que describe muy bien lo que esto. La lepra en sí no es fatal. Mata de una forma extraña porque la lepra es a la vez una enfermedad no sólo de la piel sino de su sistema nervioso y esto es lo único que hace.

Es una insensatez, pierdes el sentir. Los leprosos pierden su vista porque el Señor ha llenado su cuerpo de alarmas. Y hay una alarma en sus ojos que te avisa, que tienen que cerrar sus ojos y abrirlos porque si no se te secan.

Si usted pierde esa alarma, si usted pierde, si usted se hace insensible a eso, a la larga va a perder su vista. Si usted es insensible al tacto, los leprosos pierden sus manos muchas veces sobre un fuego encendido. Ellos pueden hablar contigo lo más bien y sus manos se están achicharrando porque ellos ya no sienten, ¿saben lo qué pasa?

Dicen los sacerdotes: usted ha revelado contra su Dios. ¿Sabe lo que pasa cuando usted decide rechazar esa palabra? Te brota lepra. Porque ya eso es un área de su existencia sobre el cual el Señor ya no te puede sanar. Ya es algo que el Señor no puede… es un área que usted va a perder, su sensibilidad al espíritu. Es lo primero que uno pierde, es la sensibilidad al espíritu. Y sin la sensibilidad al espíritu viene lo próximo: no hay manera que el Señor te pueda usar.

Este pobre rey vivió todo el resto de su vida en una casa aparte, fuera del palacio, fuera del templo, lejos de todo eso. Ya nadie buscó su consejo. Ese ejército ni siquiera se podía acercar a él. Un hombre inútil. Y su hijo tuvo que gobernar por el resto de su reino.

¿Saben? Yo leo eso, hermanos, yo he leído eso y me he afligido. Les voy a ser sincero: yo me he afligido por Uzías. Yo le he dicho al Señor:’ Señor, that’s just not fair’, ‘Señor se te fue la mano, eso es fuertísimo. Un hombre que te sirvió toda su vida, un hombre ungido, un hombre que tú honraste, un hombre que desató reformas en toda Judá, ¿cómo va a ser que él sea leproso toda su vida? Miriam, Señor que hizo algo más feo todavía, y le sanaste su lepra. Akab que era un sinvergüenza, Señor, y tú tuviste misericordia de él y lo perdonaste’.

Por años yo he tenido esa lucha con el Señor. Es más me molesta leer el Segundo de Crónicas 26. Es una lucha con Él. Aún preparándome para hoy esta noche, luchando yo con el pobre Señor. Hasta que ¿saben qué? El Señor esta tarde me dice: “Breakthrough”. Esta tarde el Señor me dice: “Samuel, Okay. Akab, Miriam, Samuel… ¿dónde ves tú que él me pidió que lo limpiara? Samuel, ¿dónde ves tú que él se humilló?”

Yo sentí que esto fue la voz del Señor. “Si él hubiese, me lo hubiese pedido, Samuel. If he’d only asked. Si me lo hubiese pedido, yo lo pude haber limpiado en cualquier momento.” Y me vino a la mente esta imagen de este hombre, no solamente leproso pero orgulloso y lleno de amargura, toda su vida, de tal manera que ni siquiera se atrevía pedirle que el Señor lo limpiara. Y eso es buenas noticias porque el Señor exalta a los humildes. El Señor exalta a los humildes and that is good news.

No hay una lepra que el Señor no pueda limpiar. No hay nada que usted tenga, arrastre a este lugar, delante de su altar que pidiéndole al Señor, humillado delante de Él, recibiendo lo que tenemos que recibir del Señor. Porque de esa manera Él nos santifica. Y de la manera que Él nos santifica más nos acercamos a Él y tenemos acceso a su poder. Y por más acceso que tenemos a su poder, más milagros hace Él y más te puede usar.

Pongámonos de pie.

Testimonios de Sanidad

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Pastor Miranda: Gloria, tú tienes un testimonio de nuevo… Amén, amén

Gloria: Cuando estábamos cantando ‘Que queremos darte gloria y alabanza’ y este es un testimonio de sanidad y yo sentía que era el momento. Yo lo estaba largando porque no es fácil pararse acá a hablar y yo estaba esperando, no se que estaba esperando, pero yo estaba esperando, pero yo había pactado con mi Señor en darle la Gloria y la alabanza cuando sucediera el milagro.

Hace 22 años yo estaba enferma de la tiroides y todos los días me tenía que tomar una pastillita -los que están con esa condición saben que todos los días hay que tomársela- y yo decidí en un momento mientras daba las clases de discipulado que uno tiene que declarar la palabra y declarar sanidad. Y yo empecé a declarar sanidad en mi cuerpo y para la Gloria y Honra del Señor, el Señor me sanó. Ya no tengo que tomarme ninguna pastilla. Y yo había pactado darle la Gloria y la Honra y lo hice en un grupo de hombres que estuvimos por allá en algo misionero y yo estaba con que no sabía como decirlo pero ya estoy aquí. Gloria a Dios. La Gloria y la Honra para mi Señor.

Pastor Miranda: Gloria a Dios. Si alguien ha recibido otro tipo de sanidad o crea sanidad en su vida y quiere testificar, miren vamos a abrir este momento para si alguien más Dios ha hecho una obra de sanidad en su vida en estos días y usted quiere testificar acerca de ello. Ven por aquí primero. Amén. Vamos a darle Gloria.

¿Cuántos están dispuestos a escuchar un momento? El Señor está haciendo todas esas cosas. Amén, amén.

Walter Matute: Dios los bendiga. Mi nombre es Walter Matutes. Ya tengo más de un año de asistir a la iglesia constantemente. El testimonio que tengo no es precisamente mío pero es como que fuera mío porque es de mi hija.

Mi hija hace un año le detectaron un quiste en la rodilla izquierda y los doctores creían que era cáncer al principio. Mi esposa está aquí y ella pues también, no creo que ella pueda dar testimonio porque ella fue la que fue al hospital y ella fue la que trató con los médicos. El rostro de los médicos... y el veredicto de los médicos era al hacer la radiografía, no era alentador. Están hablando de un cáncer en la rodilla y tenía que hacerle más estudios.

Nosotros nos pusimos en oración junto con la hermana Gloria y el hermano Rafael, en casa. Y después de tres días de orar y de todo, pues, de estar ante la presencia del Señor, nosotros fuimos a hacerle los exámenes a mi hija y sólo le detectaron un quiste en la rodilla. Ella ha sido operada dos veces, ya porque el quiste regresó después de seis meses. Pero para la honra y Gloria de Dios ahora ya tiene ella más de ocho meses. La hemos llevado al doctor la semana pasada y todo está perfectamente bien. Ella ahora corre, ella ahora salta y todo sea para Alabanza del Señor.

Pastor Miranda: Amén, amén. Gloria al Señor. Alguien más levantó la mano y creo que, mire, ¿testimonio de Sanidad específicamente? ¿Si? Okay. Mirey es brasilera así que va a tener que hablar bien lentamente para que podamos entenderla.

Meyri: Que Dios los bendiga. Mi deseo como familia, la familia hispana como mi familia. Seis años atrás yo tuve una cosa llamada artritis y estaba ahí y fue al hospital y también apareció la hepatitis C y yo no sabía la gravedad de la cosa. Y era una cosa muy contagiosa.

Entonces yo le dije al médico: “Mi Dios me va a sanar,” cuando ella me dijo. Estaba en la iglesia aquí y vine al frente y pedí en oraciones y me preocupaba más por las personas porque es una cosa tan terrible que usted no puede ni dar la mano a la persona, no puede besar. Es una cosa horrorosa y yo no conocía. En un mes, el día que mi nieto nació yo tenía que ir al hospital. Cuando llegué el médico estaba riendo y dijo: “Tengo una buena noticia para usted. Su caso es diferente. No tiene nada”.

Y continué haciendo los exámenes y desapareció. Y pasaron unos días y me dieron un año yendo al hospital y porque mi dedo no doblaba. Cuando tenía que tomar unas inyecciones para ella dio todo normal. Dio dos meses nuevamente y yo pedí al Señor. Y un día una mañana cuando desperté mi dedo ... El Señor me ha sanado y nunca más para Gloria de Dios.

Pastor Miranda: Amén, amén. Yo creo que alguien más había levantado su mano. Okay.

Mujer: Buen día. Dios les bendiga, hermanos. Primera vez que me pongo de frente aquí a la Congregación pero ya yo soy viejita aquí en esta congregación. Le quiero dar la Gloria y la Honra a mi Dios porque tenía más de 15 años sufriendo de esta rodilla. Y yo le dije al Señor: ‘solamente te voy a pedir esto solo: que me ayudes a subir las escaleras como todo el mundo las sube’.

Y nunca me voy a olvidar de Él, donde quiera que yo fuera, dijera que Él me hizo esa operación y aún siendo cristiana dudaba porque tenía miedo de operarme. Porque nunca había tenido una cirugía. Pero para la Gloria y la Honra de mi Dios eso se acabó en el mismo día dos o tres horas y para la Gloria y la Honra de mi Dios yo estoy aquí.

Los que me conocen saben como yo venía a la iglesia. Me decían: ‘Tú eres fuerte hermana’ y yo les decía: ‘Yo tengo que venir aunque sea arrastrada a la Iglesia’. Y hasta lo último vine y estaba, después que Dios me operó estaba loca por venir de lo bien que me sentía. Pero tuve que esperar un tiempecito. La gloria y la honra se la tengo que dar a mi Dios porque tenía mucha vergüenza de pararme, pero la gloria y la honra de mi Dios y creámosle siempre al Señor, porque Él lo puede todo. Si lo pudo conmigo y esperé más de 15 años, teniendo ese Dios, el de ayer y anteayer y el de hoy es lo mismo. Entonces yo dudaba, aún siendo cristiana, dudaba pero ya yo le dije al Señor:’ Solamente quiero que tú me pongas a caminar como todo el mundo’.

Y la Gloria y la honra se la doy a mi Dios. Dios les bendiga, hermanos.

Pastor Miranda: Amén hermana. Le bendecimos en el nombre del Señor. ¡Qué bueno esos testimonios así concretos, específicos y al grano! Eso nos bendice. Así podemos más de nosotros testificar. Eso es bueno.

Karina García: El Señor les bendiga, mis hermanos. Mi nombre es Karina García y tengo un año y medio congregándome en esta hermosa congregación. Bueno mi testimonio también es bien poderoso y hermoso. Y estoy muy agradecida del Señor de las maravillas que Él ha hecho en mi vida. Hace aproximadamente 4 meses, después que tuve mi última bebé. Pues me diagnosticaron que tenía, pues, aparentemente un quiste que me refirieron a un cirujano para operarme. Me diagnosticaron que tenía problemas muy -aparentemente- serios en el hígado. También que tenía problemas. Me dio un patatús malísimo.

Me llevaron de emergencia al hospital, me hicieron MRI, y de todo. Pensaron que era hasta un tumor que tenía en la cabeza. Bueno, yo estaba muy mareada y creo que era -si el Pastor lo recuerda- ese día yo llegué aquí a la iglesia y había un día de sanidad. Un domingo de Sanidad. Y el Pastor oró por mí. Yo le comenté al Pastor cual era mi problema y yo no podía -incluso yo estaba estudiando- no podía guiar bien, una tontera bien terrible, era algo bien difícil. Duré como cuatro días en cama sin poderme levantar y yo: ‘Señor tú sabes, tengo tres niños. Mi vida… tengo que seguir adelante. ¿Qué es lo que me está pasando? Mi vida está en tus manos, yo soy tu hija’.

Hermanos, sin abundarles mucho, el Señor hizo la obra. Simplemente un día yo fui y volvieron a hacerme todos los análisis. Todo desapareció. Todo. El quiste, no había quiste. Todo. Los problemas del hígado se fueron, los mareos. Y resulta que los médicos, ahora no saben que pasó, ahora dicen que era stress. Que aparentemente era que yo estaba muy cargada de muchos problemas y mucho estrés esos días. Y yo alabo al Señor, porque el Señor es fiel. Miren no hay nada imposible, nada imposible que usted tenga en su vida que Dios no lo pueda resolver. Amén. Dios los bendiga.

Julio Valdez: Muy buenas tardes. Mi nombre es Julio Valdez. Yo el testimonio mío -estoy un poquito nervioso, me excuso, perdonen- yo tenía como dos meses con dolores en el cuerpo, musculares. Fui al doctor. El doctor me recetó unos calmantes y antes de que yo puse mi receta en la farmacia, pero antes de ir a buscarla yo vine el domingo que vino la violinista -la que estaba tocando el violín. Me hinqué ahí y le pedí a Dios que me quitara esos dolores, porque no podía hacer fuerza. Un tipo como yo, saludable, que hace un trabajo de mantenimiento. Entonces ella vino y se pegó delante de mí. Yo sentía como que algo se derretía de mi cuerpo, así como que se iba derritiendo. Después de eso sentí la sanación de mis hombros. Y le doy Gracias y Honra a Dios. Aleluya.

Pastor Miranda: Gloria al Señor.

Mujer: Amén. Hermanos, Dios los bendiga a todos. A mi me pasó algo. Yo tengo problemas, no declaro problema, declaro que yo estoy sana. Pero los doctores dicen que yo tengo problemas en la espalda, hernias y cosas varias. Yo trabajo en un hospital como asistente de enfermera y mi trabajo es bien duro. Tengo que levantar los pacientes, sentarlos, ¿ustedes saben, no? Como se tienen que tratar a los pacientes en el hospital. Hacía varios meses que yo me sentía muy bien. Gracias doy a mi Señor. Pero ¿qué pasó? El lunes yo estaba libre, era holiday, y me puse a limpiar la casa. Y no se que me pasó, de repente, lo que no me pasó en el hospital, me pasó en la casa. De repente, cuando estoy trapeando me quedé completamente doblada de un lado. Así. Y yo no sabía que hacer.

Era un dolor terrible y yo comencé a invocar la presencia del Señor decirle: ‘Padre, ¿qué pasa? Si Tú eres mi padre, Tú eres mi esposo, Tú eres mi amigo. ¿Qué está pasando? Ayúdame’. Yo soy padre y madre de mi casa y yo tengo que trabajar para mi casa, para mi hogar, para mi hija. Y nada. Y con toda mi desesperación seguí orando y como pude me fui arrastrando, agarrándome de las paredes y cogí almohadas, cogí un paño caliente y me lo puse en la espalda. Me bebí dos Ibuprofen. El Pastor… es un poquito largo pero voy a terminar. Nada, seguía bien fuerte el dolor. Entonces decidí llamar al hijo mío y le dije: “Gaby, yo estoy bien mal con la espalda. Yo no me puedo mover, yo no puedo caminar” Estaba bien, terriblemente doblada.

Comencé, seguí orando diciendo: ‘Señor, esto es tuyo, Papá. Yo tengo que trabajar mañana así que ¿yo no se que tú vas a hacer? Pero vamos a pelear porque esto es tuyo Padre. Tú me tienes que levantar. Yo me tengo que levantar y presentar a mi trabajo. Seguí todo el día así, seguí orando e invocando la presencia. Vino el hijo mío y me ayudó y me llevó a acostarme. Me puso en la cama. Al otro día yo dije: Yo no voy a llamar a enferma. Yo no voy a llamar a enferma porque Tú dices que Tú eres mi Padre. Que Tú estás conmigo como poderoso gigante, peleando mis batallas y mis peleas. Y Tú me vas a levantar de aquí’.

Hermanos, yo como pude a las cinco y media de la mañana yo me paré de la cama. Doy fe. Yo me vestí como pude. Salí, cogí mi carro y me fui a trabajar. Y fui ahí caminando al pasito al pasito. Y le doy las gracias al Señor. Nosotros tenemos una situación en el hospital que se llama one-to-one y nosotros atendemos pacientes. Un paciente, sentada todo el día en una silla atendiendo ese paciente cuando son agresivos, cuando tienen problemas de psiquiatría o problemas de que no se pueden mover y eso. Pues nada.

Cuando llegué al hospital, yo tenía más de dos meses que a mí no me ponían a hacer un one-to-one. Yo siempre estaba en el piso, bien duro, en los pisos más pesados del hospital. Así con mi espaldita, le pido fuerzas al Señor que siempre me ayuda. Y nada. Cuando llegué al hospital me dice la supervisora: “Tú vas para one-to-one para psiquiatría”. Yo dije: ‘¡Upa, dé gracias, Señor! Yo venía caminando, yo venía llorando: Gracias Señor porque Tú eres tan lindo”.

Bueno llegué al lugar al lugar donde tenía que trabajar y me senté todo el día, las 8 horas. Como podía me paraba al pasito porque la paciente cuando quería agua o algo. Gracias al Señor era una paciente con problemas… no gracias al Señor, porque la pobrecita estaba bien mala de psiquiatría y se pasó todo el día en la cama con una muñeca pensando que había parido, que había dado a luz. Y yo dije ‘Gracias Padre, por lo menos, Tú me estás permitiendo que yo cumpla con mis 8 horas’. Llegó la hora de irme. Me fui para mi casa. Al segundo día lo mismo, seguí orando, seguía con el dolor pero un poquito mejorcita. Y seguía bien fuerte: ‘Señor, ayúdame, mañana yo tengo que trabajar otra vez. Esto es tuyo Padre’.

Bueno me levanté de igual manera me fui a trabajar y cuando llegó me dicen otra vez: “Tú vas para one-to-one”. Yo digo: ¡Oh, Padre, Señor! Gracias. Yo no sabía ni como darle gracias al Señor por eso. Así pasó. Al tercer día también, hermanos me mandaron para el one-to-one. Y ya al cuarto día que fue el jueves, seguí haciendo one-to-one. Entonces el viernes me mandaron para el piso donde están los viejitos enfermos, el Geriatric. Y nada cuando estuve ahí, el día lo pasé de lo más tranquila trabajando como pude.

Le doy gracias al Señor. Yo pensaba que yo no iba a poder venir hoy a trabajar como ujier. Pero Gracias, yo le doy a mi Señor que yo estoy aquí. Ustedes me han visto moviéndome y todo eso. Gracias a Dios que pienso que él tiene control y ha tenido el dominio mío de mi espalda. Yo les pido que sigan orando por mí porque yo tengo años con este problema. A veces me tumba, a veces me para, pero yo quiero una Sanidad y completa. Que el Señor, definitivamente, el Señor haga la obra en mi espalda. Gracias hermanos. El Señor me los siga bendiciendo.

Pastor Miranda: Bueno, vamos a orar por nuestra hermana. Un momentito, ven, vamos a orar por ti y presentar.

Sí Señor, en el nombre de Jesús, Padre, declaramos sobre tu hija esa Sanidad total que ella necesita, Padre. En este ambiente donde te estamos dando Gloria y donde estamos declarando que Tú eres nuestro Dios sanador. Donde declaramos milagros e intervenciones que Tú has hecho en nuestras vidas, Señor. Nosotros declaramos sobre su espalda, una unción poderosa, Padre. Un toque, Señor, de tu espíritu, deshaciendo toda torcedura, toda imperfección, Señor. Todo desajuste, Padre en el nombre de Jesús. Fortalece lo débil, Señor. Endereza lo que esté torcido, Padre. Quita cualquier obstrucción Señor, cualquier impedimento de que fluya la energía como Tú has diseñado esta espalda, este cuerpo, Señor. Esa cintura.

En el nombre de Jesús nosotros declaramos tu poder sanador sobre esta vida, Padre. Desde la cabeza hasta los pies, desde su nuca, Padre hasta la parte baja de su espalda, señor. Sus piernas, Señor. En el nombre de Jesús todo su sistema neurológico, Padre los regulamos, Señor y establecemos Padre tu normalidad. Dios mío como Tú lo diseñaste este cuerpo Padre, para que funcione, reprendemos todo mal. Gracias Señor, en el nombre de Jesús, en el nombre de Jesús, en el nombre de Jesús declaramos sanidad. Amén, Amén, Amén.

Gloria a Dios. Amén, Amén.

Mujer: Mis hermanos yo también quiero dar, declarar una palabra de victoria y dar un breve testimonio. Al igual que la hermana, en Julio me hicieron un MRI y me detectaron que tenía un disco fracturado y las personas que saben que significa eso, es prácticamente cuando la gelatina del disco se sale y presiona contra los nervios. Y como por un mes yo tenía un dolor horrible. Era tanto el dolor que la mano se me estaba durmiendo y no hay posición que te permita estar sin dolor y era difícil para mí identificar si el dolor era en el músculo o era en el hueso. A tal punto que yo llegaba donde el doctor y le decía: ‘Mire haga algo yo no se que es lo que está pasando’.

Me mandan a que me haga un MRI y detectan que tenía dos discos fracturados. La solución es operarte o darte medicina fuerte como antidepresivos, para que entonces bloqueen la sensación en tu mente. Y cuando me dijeron que esas eran mis opciones, o terapia y cuando me dijeron que esas eran mis opciones, me molestó muchísimo. Porque yo soy una persona que gracias a Dios, no tengo que tomar medicina o sea medicinas fuertes y el hecho que me dijeran que tenía que tomar antidepresivos para neutralizar el dolor, me angustie, porque uno sabe que eso tiene muchos efectos alados.

Pero también, mis hermanos, yo creo que a veces uno tiene que simplemente presentarle esas cosas al Señor. Y decirle: ‘Okay, Padre’ y muchos hermanos Diáconos y los Pastores oraron por mi. Porque no sólo estaba bregando con el dolor, pero estaba bregando con la situación: que si tomo o no tomo la medicina. Y lo que yo sentí es: ‘OK. Señor voy a tomar esta medicina porque si Tú quieres que yo siga este tratamiento por ahora yo se Señor que Tú vas a librar de cualquier otra cosa’.

Y eso me enseñó que también uno no puede irse en contra de las direcciones del doctor. Pero siempre yo decía: ‘Señor, yo no quiero tomar esta medicina un día más de lo que Tú no quieras’.

Hubo un día de oración, yo pasé al frente, todavía sentía dolor pero son esos momentos que uno dice: ‘Señor yo voy a declarar por fe que después de estas semanas yo no voy a tomar esta medicina’.

Me enviaron a terapia y, mis hermanos, tengo ya dos meses de no tomar ninguna pastilla y tengo toda la fuerza en mi mano. No tengo dolor, ya la mano no se me duerme. Y la Gloria y la Honra es para el Señor. Y uno tiene que estar siempre agarrándose de la mano del Señor. Y aunque uno no lo crea, mire mi hermano, hay que declarar la victoria y la sanidad en el cuerpo porque Dios es fiel. Gracias.

Myriam Díaz: Hermanos, que el Señor les bendiga. Mi nombre es Myriam Díaz. Mi hijo Ricardo Antonio Díaz fue diagnosticado con Hutchinson linfoma que es un tipo de cáncer. Fuimos al tratamiento, nosotros nunca aceptamos el diagnostico, siempre dijimos “Ricardo no tiene. Ricardo fue diagnosticado”. Ricardo dio su testimonio y previamente había que hacerle otro examen y cuando le iban a hacer el PET scan, el Señor me había dicho: “Reúne los elders de la Iglesia -los ancianos- y yo había hablado con el Pastor para que ese domingo reuniera a los ancianos pero el señor que canta, el artista que canta estaba aquí -Ron Cannoly- y se tardó tantísimo que se le fue al Pastor de rabal. Entonces el miércoles -pero nosotros tenemos un Dios bien grande- y cuando tú clamas a Dios por encima del Pastor, el Señor lo va a hacer. Entonces el miércoles llegó y yo quería que mi hijo viniera aquí al servicio del miércoles y yo le dije: ‘Pues, Señor, la honra y la gloria para ti. En un servicio pequeño da igual’. Pero el martes le habían dado tratamiento a mi niño y no pudo venir. Y yo estaba un poquito desesperada y la cita de él era el viernes y yo le había dicho al Señor: ‘Entonces me voy para otra iglesia porque los ancianos de la iglesia tienen que orar por él’.

Pues no se pudo, el nene siguió enfermo. Entonces cuando fui a la cita el viernes, en el Children’s Hospital la máquina se dañó y no pudieron hacerle el scan. Ya yo se lo había dicho al Señor, yo le dije al Señor: “Yo hice todo lo que yo pude, todo lo que estuvo a mi alcance. Ahora te toca a ti. Si los ancianos no oraron por él no fue por falta de yo no seguir las instrucciones”. Martes la máquina seguía dañada, miércoles seguía dañada y se vino a arreglar el lunes próximo después que los ancianos de la iglesia oraron por mi hijo. Y para la Gloria y la Honra del Señor, Ricardo no tiene nada.

Pastor Miranda: Amén. Bueno. Yo desaté una -no voy a decir un avispero- algo santo aquí. Voy a decir amén. Este es el sermón que Dios quiere, hay que darle Gloria al Señor. Porque hemos pedido tanto porque Dios haga milagros y sanidades. Hay que darle Gloria a Dios y que nuestra Fe se fortalezca al escuchar estas experiencias de nuestros hermanos.

Mujer: ¡Aleluya! Cuando hay en nosotros un espíritu en nuestro corazón, hermanos, ¿verdad que no podemos callarlo? Yo doy gracias al Señor porque yo he tenido cuatro sanidades. Aquí he tenido dos sanidades. Hermanos, cuando el Señor sana a uno, sana de un todo. No tenemos porque estar sintiendo el dolor o la cosa ¡no!

Yo me vine de Honduras hace dos meses. Yo venía con mi vista roja, roja. Los doctores de allá uno de ellos me dijo: “Su vista va a ser perdida. Su vista va a ser chupadita y ya no” -me dice. Yo fui operada hace tres años y la circulación de mi cuerpo tanto me ha molestado como no hay verdad. Pero yo le dije: “Doctor, yo tengo un amigo. Yo tengo un sanador de arriba que es Cristo”. Me dice: “Mire, aquí tiene una medicina que usted estarla tomando. No le voy a garantizar que usted va a mirar, que usted va a recobrar su vista”. Le dije: “Si, doctor, pero yo es lo que le digo que yo tengo quien va a volver mi vista”. “¡Ah, bueno!” me dice. Yo le avisé a mi familia acá e inmediatamente me mandaron a traer.

Yo doy Gloria al Señor porque yo me sentaba, hermanos, yo no podía mirar mi Biblia. Yo no podía mirar las letras, solo miraba en negrita mi Biblia. Me daba un dolor en mi corazón. No podía dejarla en la casa sino que tenía que traerla. Yo miraba al hermano predicar, yo solo miraba el bulto, no le miraba nada. Y doy Gloria al Señor porque el día de hoy yo miro su rostro. Mi nieta me pidió una Biblia con letra grande. Estuvo como cuatro o cinco días para llegar. Yo estoy leyendo lindamente porque mi… este ojo tengo la córnea de abajo del ojo inflamada y el doctor, pues él me dijo ‘lo tiene inflamado. Le voy a dar unas gotitas’. Pero yo he estado con la fe completamente y estoy mirando completamente, no bien, bien pero ya puedo leer la Biblia. Ya puedo mirar la claridad. Que el Señor sea Glorificado...

Pastor Miranda: Amén, hermana. Gloria a Dios. Amén.

Isabel: Hermano, que el Señor continúe bendiciendo. Voy a ser bien al punto. Tengo tres problemas en la columna: tengo una desviación, tengo artritis degenerativa por los médicos y tengo dos espolones en el medio de la columna en la parte de adentro pero no se puede operar y me ha pillado un nervio. Los dolores son increíbles. Estoy en medicamentos bien delicados. Aparte de eso, últimamente, aparte de que tengo artritis en otras partes de mi cuerpo, son unos dolores que me cogen toda la coyuntura que cuando me levanto se me hacen difícil los dolores en las plantas de los pies.

El Señor siempre -que es lo que yo quiero dejar en los corazones de ustedes porque yo estoy tratando de bregar con esa situación- una de las cosas que el Señor me ha declarado, la palabra de Dios dice: “Por las llagas de Jesucristo hemos sido curados”. Entonces ¿por qué eso no pasa? Entonces es porque nosotros declaramos lo que sentimos, lo que vemos y lo que creemos nosotros, menos la palabra de Dios. Y ahí es que está el key del asunto: declarar lo que dice la palabra de Dios. Y en eso estoy. Porque no es difícil, uno con un dolor fuerte, declarar que yo estoy bien.

Y le doy gracias al Señor porque me da la oportunidad de que nadie cree lo que yo tengo porque Dios me permite arreglarme en medio de toda la situación de dolor y depresión. Porque el dolor me ha dado una depresión fuerte. Así es que lo que tenemos que hacer es un ejercicio que es lo que yo estoy haciendo de que aunque yo esté con todo mi dolor, yo digo: ‘Estoy bien’ por fe y ya los hermanos saben que la situación está pero yo declaro que estoy bien. Y Dios nos da la fortaleza todos los días, para hacer -aún a veces con limitaciones- las cosas más importantes y darle prioridad.

Pero que no olvidemos que si Dios está con nosotros y además de eso el Señor -en medio de eso- algo muy importante me ha bendecido porque cuando yo comencé los problemas el Señor me dijo a mí, me mostró la cruz y me mostró todo lo que pasaba porque yo me ponía más impía que cualquier impío, mis hermanos. Soltaba por la boca veneno. Le pedí al Señor que me preparara y me llevara. Y me ponía con los muchachos bien agresiva y entonces los médicos decían que era por causa del dolor. Y el Señor me mostró todo lo que Él pasó y ¿qué hizo? Y ya yo cuando estoy en medio de esa situación, me meto en mi cama, me tomo mi pastilla y me pongo en comunión con el Señor. Y he sellado mi boca porque Dios me dijo ante el dolor grave, el Señor me dijo: “O te sometes o la prueba será mayor” y a los tres meses la prueba fue heavy. Así que el Señor les bendiga.

Pastor Miranda: Amén. Vamos a orar por ti. Ven hermana. Y vamos a dejarlo ahí, ya. Para el próximo domingo -porque siento ya, este es el tiempo- hemos dado gloria al Señor y sí vamos a tener otros momentos en que vamos a poder darle gloria. Así que resérvese testimonio y vamos a tener otros momentos. Pero siento que ya es el tiempo de terminar con esta parte.

Padre, presentamos a Isabel delante de ti y pedimos Señor que Tú hagas una obra en su espíritu, sus emociones, su mente, así como su cuerpo también que necesita urgentemente un toque tuyo, Padre. La bendecimos. Bendecimos su familia, Padre y pedimos que hagas una obra, Señor en esas áreas que ella señaló delante de tu pueblo, haz una obra de Sanidad, Padre. Lo declaramos así en el nombre de Jesús.

Y te damos gracias por estos testimonios recibidos, Señor. Y creemos que Tú vas a estar haciendo cosas mayores.

Declaramos que estos son simplemente principios de milagro, Señor, que Tú haces en medio de tu pueblo. Declaramos tu poder Sanador, Padre. Pedimos que Tu Gloria se desate, Señor, en medio de tu pueblo. Necesitamos poder dar grandes testimonios, Señor, en este tiempo en que los hombres niegan tu presencia y tu poder.

Declaramos que Tú eres más que poderoso, más que suficiente, Señor y que veremos cosas mayores. Declaramos así: milagros grandes, milagros poderosos, Señor. Milagros que dejen a la gente boquiabierta. Milagros que no puedan ser controvertidos, ni negados, ni contradichos por la persona más escéptica, Señor incluyendo cualquier médico, Padre de esta ciudad.

En esta ciudad hay tanta medicina, Señor, los mejores médicos, mejores hospitales, mejores lugares de investigación médica, mejores maquinarias, Señor en que muchos de esos médicos no te glorifican ni creen en tu poder.

Pedimos que en esta ciudad, Señor, donde la medicina ha llegado a un nivel bien alto, y te damos Gracias por esos médicos, Padre. Te damos gracias por los avances de la ciencia porque son un paliativo pero declaramos, Señor, que en esta ciudad donde hay tanta medicina humana, la medicina de tu Espíritu Santo y el poder de tu palabra y los dones sanadores de tu espíritu, Padre y la palabra profética, la palabra apostólica, la palabra ungida, señor, harán milagros que pondrán en vergüenza todo avance, todo invento, toda técnica, toda tecnología de los médicos y será evidente que Dios es el mismo ayer, hoy y por los siglos.

Así lo declaramos y abrimos este lugar, Señor, para la manifestación de tu Gloria. En el nombre de Jesús. Nosotros decimos amén, amén. Gloria al Señor, amén, amén.

No conformarse con menos que lo mejor

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La palabra del Señor como decía, quiero ser obediente a la palabra de Dios y quiero ir a un pasaje. Primero de Crónicas capitulo 13. El Señor me cambio un poco el sermón, no un poco bastante por que voy a predicar otro Sermón diferente al que yo tenia.

¿Ven lo que digo acerca de que tenemos que creer, que hay que hacer lo que Dios quiere y no lo que nosotros queremos y nos proponemos y Él nos provee y El nos bendice, no?

Así que los dos vamos a cocinar este Sermón juntos, ustedes y yo ahora y el Espíritu Santo ¿Está bien?

El capitulo 13, donde vemos que David después de ser instalado como Rey, en Israel, una de las primeras cosas que él se propone hacer es, traer el Arca. ¿Cuántos han oído hablar del Arca, del pacto? El Arca, ok la mayoría, ¿todos? ¿Cuántos no han oído, no saben lo que es El Arca? No tenga vergüenza levante su mano OK.

Él propone traer El Arca a Jerusalén y ese es uno de sus primeros actos oficiales como Rey, y… Qué bueno sería si tuviéramos un presidente, se me ocurrió así de momento, si dijera una de mis primeros actos oficiales va a ser asegurarnos de que traigamos la Gloria de Dios a Estados Unidos.

Hoy en día, desgraciadamente tenemos un presidente y lo digo así, hay muchas cosas buenas que lo recomiendan ¿no? Es un hombre inteligente y muy sabio y lo digo con respeto pero hoy en día mucho de estos presidentes lo que quieren es restaurar la homosexualidad, su naturalidad aquí en los Estados Unidos, quitar las reglas que impiden que los homosexuales sean parte del ejército, quitar los impedimentos que hay, para un comportamiento que es destructivo.

Promover el aborto en nuestra nación, cosas que maldicen a nuestra tierra. Amamos a los homosexuales, amamos a cualquier mujer que haya tenido un aborto y se haya arrepentido de ello. Pero nosotros creemos que cuando un Presidente, cuando hombres y mujeres de estado promueven estas cosas, "maldicen la Tierra" y por más buenas intenciones que tengan y por más programas federales y oficiales que traten de hacer para mejorar la justicia en esta Nación, todo va a resultar en arena y muerte, porque Dios no se contradice a sí mismo

Así que ¡ojala que haya gobernantes en nuestra Tierra que sean verdaderamente, que pongan la prioridad donde tiene que ir! Suena muy fuerte para las diez y media de la mañana hermanos, ¿me disculpan? Pero me vino eso a la mente y no quiero reprimirlo por que yo creo que tenemos que hablar la verdad en este tiempo. Hay otras cosas, hay otras sutilezas que podríamos poner allí pero esa es la verdad y hay que decirlo de esa manera.

David tenia un corazón que amaba a Dios y por eso una de las primeras cosas que él hace es tratar de traer El Arca de Dios y ponerla de nuevo en Jerusalén y les voy a decir por que él trata de hacer eso.

Pero déjenme no adelantarme demasiado y vamos al capitulo 13 y entonces dice, aquí en el versículo 9, “Entonces David -son dos o tres capítulos así que voy a tener que saltar versículos- David tomó consejos con los capitanes de millares y de centenas y con todos los Jefes y dijo David a toda la Asamblea de Israel, "Si os parece bien y si es la voluntad de Jehová nuestro Dios enviaremos a todas partes por nuestros hermanos” y Versículo 3 :"Y tráiganos el Arca de nuestro Dios a nosotros, porque desde el tiempo de Saúl no hemos hecho caso de ella"

Fíjense eso, dice, “desde el tiempo de Saúl no hemos hecho caso de ella”, eso me impresiona al leer esa parte. Y dijo toda la asamblea “que se hiciese así, por que la cosa parecía bien a todo el pueblo”.

Una pregunta, aunque me doy cuenta ahora mismo mientras leo: ¿Por qué él tomó consejo con los capitanes y con los Jefes? ¿Por qué con los militares primeramente? Yo creo que era porque El Arca, El Arca del pacto, ¿Ustedes recuerdan? Dios mandó que se hiciera un Arca con unas dimensiones bien específicas, que era como el símbolo de su gloria, era como su presencia misma habitando simbólicamente en medio de su Pueblo.

En ese Arca era como un cofre se levantaba una tapa, encima de esa tapa había dos querubines; de paso, dicen que un querubín miraba en una dirección y el otro en la otra opuesta, pero sus alas que estaban abiertas se tocaban una a otra y adentro de esa Arca había El Maná -parte del Maná como recuerdo de la liberación de Egipto- había la vara de Aron también, que floreció, y estos eran símbolos de la presencia de Dios en Israel, los milagros de Dios.

Esa arca se guardaba en el lugar santísimo donde solamente el Sumo Sacerdote podía entrar una vez al año, en el día de Expiación para interceder por los pecados del pueblo. En ese lugar Santísimo se suponía que habitaba la misma presencia de Dios, me imagino en forma muy condensada.

Pero esa Arca vino a ser como símbolo de la presencia de Dios en medio de su Pueblo y esa Arca muchas veces los guerreros la llevaban delante de ellos con los Sacerdotes a la guerra como símbolo de la compañía de Dios, con los ejércitos del Dios vivo cuando peleaban contra sus enemigos, como símbolo de que los ejércitos de Israel necesitaban la presencia de Dios para pelear sus batallas.

El Arca era sumamente sagrada y por eso yo creo que él consulta con los soldados, los generales, porque estaban en un sentido, como desprovistos de ese apoyo tan importante para la guerra y para la peleas que el pueblo necesitaba emprender, estaban desamparados en cierto sentido y por eso David que era un hombre de guerra y un estratega muy logrado, pensó: “¡Ey! Necesitamos tener El Arca de nuevo en medio de nosotros, necesitamos traerla de nuevo a su lugar, instalarla adonde tiene que estar.”

¿Qué había pasado? ¿Por qué el Arca estaba descuidada? Fíjense lo que dice aquí: "no hemos hecho caso de ella desde el tiempo de Saúl." Fíjense lo que había pasado ¿qué pasaba en el tiempo de Saúl? La presencia de Dios no estaba en Israel. Había un Rey que era un hombre que se había pervertido, era un hombre tosco de entendimiento, no tenia discernimiento Espiritual su corazón se había apartado de Dios.

Dios lo había desechado, en el Sacerdocio estaba Elí como Sumo Sacerdote, un hombre ya anciano que también había perdido el entendimiento Espiritual. Sus hijos que eran Sacerdotes también se habían pervertido y hacían todo tipo de cosas deshonestas y había corrupción moral y había corrupción financiera, entre los Sacerdotes en Israel y Eli nunca había corregido a sus hijos que abusaban de la autoridad de su padre. Y Elí también había perdido la bendición de Dios, no tenia la aprobación.

¿Qué pasa en una Nación cuando tanto las autoridades civiles se han apartado de Dios y la bendición de Dios no esta sobre ellos, como también las autoridades eclesiásticas se han apartado de Dios y tampoco la bendición de Dios esta sobre ellos? ¿Qué pasa? La presencia de Dios se va, la presencia de Dios esta impedida, los dones del Espíritu, la unción de Dios, el Shalom de Dios no puede habitar en una tierra así.

Entonces, los Hebreos no tenían discernimiento y creían que ‘Bueno tenemos El Arca vamos a usarla, porque Dios dijo, donde estuviera El Arca ahí estaría su Poder,” y se metieron en una guerra con los Filisteos 20 años atrás, de paso por que no tenemos ocasión de leer todos los pasajes. Esto me vino a mi últimamente especialmente cuando estaba ahora en Texas me puse a leer estos pasajes y llevaron El Arca y sufrieron una terrible derrota y los filisteos enemigos de Israel acérrimos tomaron posesión del Arca.

¿Qué pasa cuando la gente cree que simplemente la presencia de Dios es cuestión de ritos vacíos, programas, cantos, cosas físicas y no de la presencia actual de Dios que bendice esas cosas? ¿Qué pasa muchas veces en las Iglesias? La presencia de Dios se ha ido.

Pero la gente sigue cantando igualito, los órganos siguen tocando igualito, los micrófonos se prenden cuando comienza el servicio. Se hace todo lo que hace una Iglesia, el símbolo del Arca que para suscitar la presencia y el mover de Dios. Pero Dios no esta en ninguna de esas cosas y creemos que con esas alabanzas huecas vacías, ese programa esos rituales vacíos que no representan verdaderamente un pueblo que está viviendo y gozando de la presencia de Dios y creemos que con eso vamos a recibir la bendición y tener éxito en nuestras batallas, nuestras peleas contra el Diablo y todas las fuerzas que quieren destruir nuestra vida. Sufrimos derrota.

Dios no se enamora de un pedazo de madera aunque este cubierto de oro y un símbolo y aunque lo haya bendecido en otro tiempo. El Arca en sí no tenía nada, el Arca era simplemente un símbolo de la presencia de Dios. Uno hubiera pensado "Dios nunca va ha permitir que esa Arca sea tomada."

Fue tomada, fue tomada por que ahí no estaba la presencia Dios en ese momento y es algo para nuestras Iglesias, porque muchas veces nosotros seguimos haciendo las mismas cosas de la vida Cristiana y nos preguntamos, ¿Por qué Dios no me bendice? ¿Por qué yo no tengo sanidad? ¿Por qué no tengo prosperidad? ¿Por qué en mi familia no hay bendición? ¿Por qué mi estado emocional no cambia? ¿Por qué mis finanzas no son bendecidas? Bueno hermano muchas veces quizá es porque la presencia de Dios no está con nosotros y tenemos que buscar ese Poder de Dios, tenemos que ir donde esta el Poder de Dios y hacer real los ritos en los cuales participamos.

Si nosotros venimos a la Iglesia simplemente creyendo que porque el Pastor o los músicos van a hacer ciertas cosas yo voy a ser bendecido, apártese de esa idea. Usted tiene que participar activamente en la acción para que tenga significado. Las acciones solas no significan nada, lo que significa es el corazón que se une a la acción y lo actualiza y lo convierte en poder de Dios.

Entonces los Judíos se metieron a la guerra con un Arca vacía ¿y qué pasó? los Filisteos lo derrotaron completamente y le arrebataron el Arca y se la llevaron. Larga la historia. Dios allí defendió su nombre, mientras El Arca estaba en el poder de los Filisteos y obligó a los Filisteos a devolverla, un pasaje precioso quizá en otro día lo vamos a discutir, pero Dios mostró que esos enemigos de Él no podían quedarse sin embargo con ese símbolo tan precioso, y El Arca fue devuelta con mano fuerte y brazo extendido a Israel, pero se quedó como descuidada, en la casa de un hombre que la recibió y allí estuvo casi veinte años, simplemente descuidada.

¿Por qué? Porque en Israel no había entendimiento espiritual: ‘bueno se robaron El Arca y ahora está en algún sitio por allí y bueno que lastima.’ Pero no había el entendimiento espiritual profético para discernir que esa Arca tenía que ser devuelta a su lugar Santísimo donde tenia que estar, como había tosquedad había torpeza Espiritual, el Pueblo no entendía lo importante que era tener ese símbolo de la presencia, de los dones, del poder de Dios en medio de Israel. Claro, si los dirigentes no tenían entendimiento Espiritual, donde no hay discernimiento, dice el Pueblo perece, donde no hay sabiduría, donde los líderes Espirituales no tienen entendimiento de la necesidad del Poder y la presencia de la Gloria de Dios, el Pueblo, el pobre hace lo que puede pero están patinando siempre sobre el mismo lodazal.

Pero cuando viene David que es un hombre que tiene Espíritu profético y que entiende así de una manera instintiva lo que es el Poder de Dios y como movilizar el poder de Dios. Él dice ‘¡Guau esto es un escándalo! ¿Cómo es posible que tengamos descuidada el Arca de Dios ahí en un… warehouse? ¿Cómo se dice warehouse en español? Alguien ayúdeme, un almacén, un almacén. ¿Cómo es posible que la tengamos allí metida con los caballos y cogiendo polvo descuidada en un sitio? Vamos a restaurar el…

David era sumamente cuidadoso de la gloria de Dios, ¿recuerda eso? Necesitamos que Dios nos de un celo nuevo y fresco por la gloria de Dios, en nuestras Iglesias. Entonces David dice, consulta con los lideres nacionales ‘tenemos que traer esta Arca’ y todo el mundo dice ‘Claro que sí’ .Amen, vamos a traerla, hermanos yo siento, ¿por qué estoy predicando esto?

Siento que Dios me a hablado en este tiempo acerca de la necesidad de nosotros buscar la Gloria de Dios mas y mas como Iglesia y como Iglesia Universal de Cristo en toda la Tierra. La Gloria de Dios ha sido desestimada, no hemos hecho caso de la Gloria de Dios como dice David.

Yo creo que tenemos un Pueblo una Iglesia en este tiempo que no entiende verdaderamente lo que es la Santidad y la Gloria de Dios. Un Pueblo que no entiende lo que son los misterios de Dios y como se mueve el Poder de Dios y como se suscita y se activa el Poder de Dios para que la Iglesia pueda llevar acabo las tareas que Dios le ha encomendado. Y yo creo que la Iglesia de Jesucristo como yo decía, el domingo antepasado hay cosas que Dios va a estar restaurando en este tiempo, cosas que han estado en desuso como el Arca, han estado en descuido, han estado desatendidas.

Y yo creo que El Señor va a llamar a la Iglesia a que vaya a esos lugares descuidados y vuelva a sacar esos utensilios del templo y esos elementos, esos artefactos que son necesarios para la adoración verdadera. Porque Dios se mueve a través de la adoración de su pueblo. Dios se mueve atreves de un corazón hambriento. Por eso es que tenemos que pedirle al Señor: ‘Padre ayúdanos cada día, enséñanos como enamorar tu presencia y como desatar tu presencia en nuestras reuniones, para que se hagan las cosas que tú quieres que se hagan en medio de nosotros’.

Yo siento que tenemos que pedirle al Señor: ‘Ayúdanos a ponerle carne, hueso y Espíritu a todo lo que hacemos, a todos los programas, a todas las cosas’. Yo espero que ese no sea mi celular porque me daría una vergüenza tremenda. No, OK ¡uf! Porque así es que suena el mío. Así es que suena la alarma, porque a veces uno pone la alarma y ni sabe para que la puso y suena en el momento menos apropiado. ¡Y yo que siempre hablo de los celulares! El caso es que hermanos yo creo que lo que Dios esta pidiendo a su Pueblo en este tiempo es que aprendamos a enamorar su presencia.

No lo puedo poner de otra manera, suscitar, activar, levantar su presencia en nuestros hogares en nuestros servicios. Como esta mañana que nos involucramos en ese momento de pedir la presencia de Dios y cuando la presencia de Dios desciende , los dones comienzan a fluir, el aceite activa la máquina entonces es más fácil uno fluir en eso.

‘Señor ayúdanos enséñanos como hacerlo’ en una manera genuina, no una manera mecánica, pero una manera genuina del corazón, porque yo siento que eso es lo que hace la diferencia, “esa unción que pudre el yugo” como dice la Biblia. Ese aceite que pudre la soga y hace que se rompan y fluya la presencia de Dios y las ataduras se rompan y fluya la sanidad y fluyan los dones, el entendimiento, el discernimiento, la palabra de sabiduría, la sanidad.

Es en medio de la presencia de Dios donde se mueve eso. El Señor se mueve en la adoración, el Señor se mueve en la alabanza, El Señor se mueve cuando nosotros declaramos sus atributos. Entonces Él acude y cuando Él está presente en un lugar el Diablo tiene que huir, con todas sus enfermedades, con todas sus ataduras, todas sus sogas y sus cadenas se las tiene que llevar con él, huyendo porque la presencia de Dios esta allí.

Yo creo que cada día más y más: Señor ayúdanos a activar tu presencia y ayúdanos a ser tales como hijos tuyos que podamos facilitar tu presencia en nuestros hogares, nuestros lugares de trabajo, nuestras Iglesias, nuestras oficinas, nuestros carros, nuestros dormitorios, que tu presencia pueda estar en esos lugares y habitar allí Señor. Porque donde está la presencia de Dios hay libertad como dice el corito.

Esa Arca era símbolo de la presencia de Dios, la Gloria Yekina se suponía que estuviera ahi, donde estuviera esa Arca, ahí estaba la presencia de Dios y David entendía esto y él quería traer esa Arca. En David había un Espíritu de adoración David era el máximo adorador, era un hombre que adoraba al Señor, ustedes lo van a ver adorando al Señor dentro de un momento si nos da tiempo.

Lo importante es eso, si hay algo que se puede quedar en nosotros de este Sermón es solamente eso: que Dios quiere hacer descender su Gloria de nuevo sobre la Tierra sobre sus Iglesias, pero el necesita un Pueblo que este hambriento de su Gloria y de su Presencia, un Pueblo renovado, un Pueblo con entendimiento, un Pueblo que no se contente con la rutina, un Pueblo que no se contente simplemente con lo normal, lo mediocre, lo básico.

Cuantos de nosotros le damos a Dios solamente un poquito de nuestras vidas y creemos que ya le dimos la gran cosa, ya estamos agotados, cansados por que fui a la Iglesia el domingo y ya no hay más nada. Si nos invitan un miércoles, no como es posible como se atreven no saben que yo tengo tantas otras cosas que hacer en mi vida. Somos tacaños con Dios, somos mezquinos y miserables para con Dios.

¿Usted cree que Dios va a fluir de esa manera en su vida? ¿Usted cree que Dios va a fluir en la vida de una persona que solamente le da con una cucharita de esas de té adoración y alabanza? A Dios le gusta la gente como David que adoró al Señor, se olvidó que era el Rey y se quedó casi en paños menores adorando al Señor y no le importó que estuvieran ahí las cámaras de televisión transmitiendo nacionalmente, internacionalmente. Eso es un poquito de exageración mía pero por si acaso, no vayan a pensar: ¡Ups! un momento.

El adoró al Señor con toda soltura, el era un adorador de primera, todos esos Salmos que él escribió, él era un adorador tremendo, por eso Dios lo amaba tanto. ¿Usted no ve que Dios siempre se mueve en la alabanza en la adoración? Gente que ama el corazón de Dios con toda su mente con toda su fuerza, esa es la gente que Dios verdaderamente honra y bendice. Como la mujer que le trajo el vaso de Alabastro, un perfume carísimo y era una mujer pobre y quebró ese vaso de perfume le tumbó la cabeza y derramó el perfume costosísimo sobre Jesús porque tenia tanta adoración en ella y secaba los pies de Jesús con su cabello y lloraba lágrimas de amor sobre Él.

Él Señor no se escandalizó de nada de eso, Él lo recibió todo. Mientras el mezquino ese Fariseo Simón miraba críticamente y decía: “Si este hombre fuera un verdadero profeta no permitiría que esa mujer se le acercara”. El Señor sabía quien ella era, pero sabía también que ella lo amaba y lo adoraba y había recibido bendición y por eso tenia tanto amor y por eso el Señor le dijo: "Déjala tranquila, no te atrevas a criticármela. Porque ella ha discernido que me está ungiendo para mi sepultura”.

¿Qué pasa? Cuando hay adoración los dones fluyen, ella discernió espiritualmente en ese momento, por el Espíritu Santo, sin saberlo que a Jesús lo iban a sepultar y era como una unción profética la que ella estaba haciendo sobre el cuerpo de Jesús. Porque donde hay alabanza donde hay adoración, donde hay apetito por la Gloria de Dios, Dios viene, Dios es agradado, busque en la Biblia cuantas veces la adoración desata el poder de Dios y por eso David ,déjame quedar un momentito allí, porque ya queda poquísimo tiempo, yo quiero ser sabio en el uso del tiempo.

Pero fíjese hay varias ocasiones en la escritura, yo continuaré con esto, hay varias ocasiones en la escritura donde en medio de la oración y ministración al Señor los dones caen y fluye el poder de Dios. Por ejemplo si usted busca en Hechos, Capitulo 13 dice allí que un día se reunieron unos profetas y siervos del Señor , para ministrarle al Señor, dice, específicamente.

Puede haber sido -a veces yo he pensado que fue un sábado por la mañana fíjese- no se por qué, no hay nada en la Biblia que sugiera. Pero yo imagino a estos hombres llegando como a las diez de la mañana a una de las casas ¿no? y vienen todos bien serios a adorar al Señor dice que- versículo 2 bueno un poquito antes- ‘Había entonces en la Iglesia que estaba en Antioquia Profetas y Maestros Bernabé, Simón -el que se llama Ariger- Lucio de Sirene Manahen -que se había criado junto con Herodes el Petrarca, Isaulo.

Usted imagine estos Titanes llegando por la mañana del sábado a una casa quitándose el abrigo con una cara seria porque venían a hacer una cosa bien clara al Señor. Yo digo hermanos, mire, cuando usted pueda únase con cuatro o cinco personas en una casa y adore al Señor. No tiene que ser la Iglesia solamente.

A mí me encanta cuando yo oigo de hermanos y hermanas que se reúnen en su casa, mire no tiene que haber -a veces creemos que tiene que haber un coro con diecisiete instrumentos y cuatro micrófonos y cuarenta bocinas para que la presencia de Dios se manifieste- a veces coja un día fuera de lo ordinario y reúnase con cuatro o cinco de sus amigas o amigos y reúnanse en una sala de una casa y comiencen a adorar al Señor y partan el pan de la palabra.

Uno coge un pasaje y lo comparten en armonía. No tenga guille de Profeta o de Apóstol. Porque muchas veces ¿sabe? se ponen a pelear uno con los otros porque el hermano monopoliza y comienza a predicar todo un Sermón con tres punto y cuatro poemas y todos los demás hermanitos ahí. ¡No! Comparta si tiene una palabra déla, no monopolice eso es lo que pasa, mata muchas veces es el ego de los hermanos, pero compartan como hermanos el pan de la palabra, adoren al Señor, canten unos cuantos coros y minístrense unos a otros en el Espíritu de Jesucristo. Prefiriéndose, humillándose uno delante de los otros y declaren la gloria de Dios sobre sus vidas, su Iglesia, sus ministros, su familia, sus amigos y después váyanse para sus casas tranquilitos y yo le aseguro que eso va a ser de gran bendición.

Porque a Dios le encanta ‘Donde estén dos o tres reunidos en mi nombre allí yo estaré’ y a Dios le gusta esas reuniones sencillas en los hogares, en las casas. Nos hemos puesto demasiado sofisticados a Dios le gusta que su pueblo se reúna y lo adoren así sencilla, extraordinariamente y que lo adoren ahí en esos lugares. Ahí muchas veces se dan cosas que uno ni siquiera se imagina.

Estos hombres llegaron allí tenían el Espíritu profético y llegaron con deseos mire lo que dice aquí dice: ‘Y ministrando estos al Señor y ayunando dijo el Espíritu Santo’. Ahí dice ministrando estos ¿a quien? al Señor, ¿Qué quiere decir esto? ¿Qué quiere decir la palabra ministrar? Eso quiere decir sirviéndole al Señor, ¿de dónde viene la palabra ministerio? Es de servicio.

Esta gente estaba ministrándole al Señor es decir adorando al Señor, estaban como un mozo que le sirve a un cliente la sopa, el agua, el postre.

Cuando nosotros venimos a la Iglesia, ¿sabe a qué venimos? A ministrarle al Señor. Eso es lo único que nosotros venimos a hacer, es a declararle al Señor sus atributos, reconocerle lo que Él es, mencionar sus principios, dedicarle ese tiempo al Señor.

Mucha gente viene a la Iglesia y no sabe a que viene a la Iglesia. La mayoría de los creyentes, yo creo desgraciadamente, hermanos, venimos a la Iglesia a un show o venimos a la iglesia porque es bueno ir a la Iglesia y nos sentamos allí, pero nuestra mente no está enfocada, no entendemos a que es que vamos a la Iglesia. Cuando uno va a la Iglesia uno va a ministrarle a Dios. Todo lo que se hace tiene que estar encabezando y guiándose hacia una sola cosa y es agradar al Padre, adorar al Padre y traer gozo a su corazón y darle la Gloria que sólo Él se merece.

Cuando nosotros adoramos al Padre, estamos haciendo lo que el Diablo se rehúsa hacer y lo que la mayoría de los seres humanos se rehúsan a hacer que es darle la Gloria a Dios y nosotros decimos: aunque ustedes no se la den, nosotros se la vamos a dar. Y entonces venimos a la casa del Señor y nosotros lo adoramos y lo Glorificamos y exaltamos su nombre y todo lo que se hace está encausado hacia darle Gloria y Honra a Él solamente.

Por eso es que cuando usted venga a la Iglesia yo les suplico: "entienda a qué usted vino" y dígase claramente: “yo he venido a ministrarle al Señor, yo he venido a asegurarme de que yo deje todo aquí antes de irme de regreso a mi casa. Yo deje toda la Gloria, toda la honra que está en mi corazón, el agradecimiento. Todo ahí a los pies del Señor.”

Cuando yo me vaya me voy vacío porque se lo dejé todo a Dios, y eso es lo que a Dios le agrada eso es lo que desata el poder el mover la bendición de Dios en nuestras vidas. Eso es lo que hace cuando salimos: salimos sudados, salimos refrescados, salimos como un atleta después de correr diez millas y está todo sudado, pero se siente, las endorfinas están por las nubes.

Se siente gozoso y alegre, liviano de cabeza, porque ha hecho lo que tenía que hacer y su cuerpo está contento. Eso pasa con el Espíritu cuando le damos al Señor toda la Gloria, toda la honra y podemos entrar en esa intimidad con Dios. Eso es lo que desata el Poder, la bendición en nuestras vidas, y eso es lo que Dios está buscando un pueblo que lo adore en Espíritu y en Verdad. Esas dos cosas son tan importantes, en Espíritu y en Verdad.

Es interesante lo que le pasó a David, porque David yo creo que quiso adorar al Señor en Espíritu pero no lo hizo en Verdad y hubo problema la primera vez, hubo muerte. Esa es parte de la historia, la trama esta, porque a veces tenemos buenas intenciones pero no tenemos como adorar al Señor verdaderamente. Como Él ha dicho que se le adore, no tenemos la verdad, la parte de la verdad, tenemos el Espíritu buenas intenciones, pasión, deseo de adorar al Señor, pero lo hacemos indisciplinadamente y eso no es suficiente. Tiene que haber estructura, tiene que haber claridad, tiene que haber verdad Bíblica debajo de la adoración para que Dios la reciba como es debido y tenga su impacto.

Entonces David, y bueno de nuevo, vamos a ver por un momento, regresando a lo de estos hombres todos varones ¿no? Dice que: ‘Ministrando estos al Señor, gracias a Dios que dijo ministrando al Señor, porque si hubiera dicho solamente ‘ministrando estos’ uno no entendería claramente que fue lo que paso allí. ‘Ellos estaban bendiciendo al Señor orando, leyendo la palabra’.

Era todo como una gran solicitud para que Dios fuera agradado y estaban en ayuno. Ayuno es una palabra que hoy en día ni sabemos como deletrearla muchas veces. Muchos de nosotros necesitamos ayunar y pedirle al Señor que nos de la fortaleza. El ayuno es poderoso, el ayuno tiene poderes. Tenemos que descubrir estos artefactos que están escondidos y descuidados. Tenemos que pedirle al Señor capacidad para entender, en esa combinación de alabanza, adoración, ministración de la palabra, profecía ministrándose unos a otros.

¿Que pasó? Dijo el Espíritu Santo, el Espíritu Santo habló, se manifestó. No fue que el Espíritu Santo habló -digamos en una manera, yo no creo que fue audible- como que salió una voz del aire, que dijo lo que sigue. Pero fluyó profecía. Uno de estos hombres que eran Profeta, el Espíritu Profético vino sobre él y él Profetizo y dijo: " Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado". Entonces habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.’

Hermanos, ese es el momento, uno de los momentos mas importantes en toda la historia de la Iglesia en los dos mil años que tiene la Iglesia de Jesucristo sobre la Tierra ese es uno de los momentos más importantes ¿Por qué? Porque allí se inició el ministerio del Apóstol Pablo. Hasta ese momento Saulo era simplemente un hombre conocido así un poquito porque había sido un Fariseo perseguidor de la Iglesia, se había convertido, pero era más bien simplemente un siervo de Dios pero no tenia autoridad.

No tenía un llamado todavía específico ministerial. Pero desde ese día el Espíritu Santo dijo: “Yo quiero a ese hombre a Saulo y a Bernabé que me los aparten, porque yo tengo una obra especial para ellos”.

Entonces esos Apóstoles, esos Profetas -mejor dicho y estos maestros, entendieron y le impusieron manos, quizás después de un tiempo de ayuno, dice: “Ayunando y orando”. Yo sospecho que ellos dijeron: ¿Sabes qué? Vamos a prepararnos un tiempo, vamos a ayunar todos y quizá unos días después se reunieron en ayuno y oración, le impusieron manos a Pablo, a Saulo era en ese tiempo.

Y a Bernabé y los consagraron para el ministerio y los enviaron en uno de los ministerios más poderosos que ha conocido toda la Tierra: el Ministerio de Pablo que escribió dos terceras partes del Nuevo Testamento y que desató el mover de la Iglesia en el siglo primero.

¿De dónde nació ese ministerio tan poderoso y esa palabra profética? De una reunión común y corriente donde gente le ministró al Señor y adoró al Señor. Ve, ¿ve lo que hace la declaración del poder de Dios cuando hay gente verdaderamente consagrada y entendida en lo que están haciendo? Los dones fluyen, el poder de Dios fluye. Entienda la conexión. Yo quiero que mantengamos la conexión.

David quería traer el Arca porque el Arca simbolizaba la presencia de Dios, de donde salían los dones y el poder para derrotar al enemigo y para traer prosperidad y bendición a Israel y el Arca era símbolo de esa presencia de Dios. Entonces la pregunta ¿Cómo se atrae la presencia en nuestro tiempo? A través de la adoración, la alabanza, la declaración del poder de Dios a través del ayuno, el clamor, los ministerios proféticos, a través de la asamblea de hombres y mujeres llenos del Espíritu Santo.

Ese es el equivalente de traer el Arca. Es decir ahora nosotros no necesitamos una caja de madera, cubierta de oro para traer la presencia de Dios. Ahora la presencia de Dios viene a nuestras reuniones completa a través de la alabanza y la adoración. Ese es el equivalente ya nosotros no necesitamos usar un templo como un lugar Santísimo cubierto con un velo inmenso. Hoy en día nosotros lo hacemos directamente apelando al trono de Dios y la presencia de Dios baja en nuestros medios y hace lo que tiene que hacer.

Entonces eso es lo que pasa cuando un pueblo aprende a adorar al Señor. Yo le pido: Señor ayúdame a mi primero a descubrir, eso es lo que yo, esa es mi petición hoy en día, ayúdame a descubrir la manera Señor, enséñame como entrar en tu lugar santísimo, como habitar en ese lugar secreto donde esta tu presencia.

Dame las palabras, dame la fórmula para que tu presencia pueda bajar al llamado de mi voz no por mí, sino porque tú quieres que tus hijos te adoren como es debido. Para que yo pueda hacer las cosas que tengo que hacer, para que tu Iglesia pueda hacer las cosas que tiene que hacer en este tiempo de la historia. Porque donde adoramos al Señor en la forma que Él quiere, allí está.

Yo encuentro cada día más y más difícil pedirle al Señor cosas específicas, porque lo único que me sale es eso de pedir la presencia de Dios, pedir la llenura del Espíritu Santo. Pedir su unción, porque si tenemos eso todo lo demás va a venir. ‘Buscad primeramente la Gloria de Dios, el Reino de Dios y su justicia y todas las demás cosas serán añadidas’, dice la palabra. Si tenemos la presencia de Dios, todo lo demás viene por naturaleza, por automático.

A veces nos pasamos el tiempo pidiendo al Señor: ‘Dame dinero, dame salud, resuelve mi problema, sana mi matrimonio, consígueme un trabajo, mejora mi condición financiera’, cuando lo que necesitamos es: ‘Señor dame tu presencia en mi vida, lléname de tu Espíritu’. Si yo lo tengo, eso todo lo demás va a venir. Si yo estoy lleno del Espíritu Santo y se como ir directamente al trono de la gracia yo voy a recibir todo lo que yo necesito.

Tenemos que cambiar las prioridades y buscar al dador de todos los bienes, en vez de buscar los bienes, en vez de buscar solamente el dame, dame, dame. Llénate del poder, busca el poder de Dios en tu vida. Busquemos el poder de Dios como Iglesia, busquemos el poder de Dios para nuestras familias, convirtámonos en gente hambrienta de la gloria de Dios, porque cuando tengamos la presencia de Dios en nuestras vidas todo lo demás vendrá por añadidura.

La palabra dice: ‘Doblemos las rodillas, clamemos al Señor, acerquémonos a Dios y Él se acercará a nosotros’. Dice la Palabra: ‘Acercaos a Dios y Él se acercará a vosotros’, dice la Palabra de Dios. Lo que necesitamos es acercarnos, tenemos mucha gente, tenemos mucha gente que no está donde tiene que estar con respecto a ese aspecto de hablando, lo que uno está hablando, acerca de la madurez, tenemos que…

Dice ….capitulo 4 Santiago: “¿De dónde viene la guerra y los pleitos entre vosotros? No es de vuestras pasiones las cuales combaten vuestros miembros, codicias y no tenéis. Matáis y arded de envidia y no podéis alcanzar, combatís y lucháis pero no tenéis lo que deseáis porque no pedís. Pedís y no recibís, porque pedís mal para gastar en vuestros deleites. ¡Oh almas adúlteras! No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios”.

Cualquiera pues que quiera ser amigo del mundo se constituye enemigo de Dios. O pensáis que la escritura dice en vano: “El espíritu que Él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente. Pero Él da mayor gracia, someteos pues a Dios”, dice la palabra, “Resistir al Diablo y huirá de vosotros, acercaos a Dios y él se acercara a vosotros. Pecadores limpiad las manos y vosotros los de doble ánimo purificad vuestros corazones. Afligíos, lamentad y llorar. Vuestra risa se convierta en lloro, vuestro gozo en tristeza. Humillaos delante del Señor y Él os exaltará”

Eso es lo que está buscando el Señor en este tiempo. El Apóstol Pablo dice “¿Por qué es que ustedes piden siempre y no reciben nada? Siempre están diciendo ‘necesito esto’ y clamando al Señor y llorando que el diablo me está haciendo esto y ‘¡qué vida tan triste yo llevo!’ y ¡qué cuanto sufro!’ y ‘¡qué cuanto no tengo!’ y lo que él dice es: “Mira lo que tienes que hacer es deja esa amistad con el mundo, deja ese amor que le tienes al mundo.

Deja esa timidez que tienes con Dios. Dobla las rodillas, acércate al Señor. Él se acercará a ti. Clama, santifica tu vida. Consagra al Señor y eso te va a dar el poder que tú necesitas para hacer lo que tienes que hacer.”Y eso es lo que Dios está buscando, ¿entienden? Nuestras vidas son ineficientes, inefectivas, no porque Dios se haya debilitado con el paso de los años.

Dios no conoce de senilidad ni de vejez. Dios es perpetuamente joven. Es más, Él ni siquiera es joven, porque si fuera joven, podría ser viejo o habría sido niño. Él es simplemente es lo que Él es, no cambia y Él siempre tiene el mismo poder. El problema es de nosotros que no sabemos como desencadenar. ¡Pobre Dios!

Él está allí arriba de ese oso mordiéndose los nudillos esperando cuando nosotros vamos a saber como llamar su poder y Él se pueda mover como Él quiera; que se levante de su trono y cubra la tierra con su poder. Porque hay una iglesia que sepa como hacer bajar su poder sobre la tierra.

Pero nosotros estamos en ese punto, ¿usted ve la conexión? Yo quería hablar de madurez, pero Dios está ensamblándolo todo. Dice: “Si ustedes quieren mi gloria, pónganse las pilas. Si ustedes quieren mi poder, hagan lo que tienen que hacer. Búsquenme como yo merezco ser buscado. A mi no se me busca como cualquier hijo de vecino por allí. A mí hay que buscarme como yo digo. Yo voy a bajar pero será mejor que ustedes sepan el protocolo de cómo acercarse a mi”.

Porque queremos ver la gloria de Dios, pero no sabemos como es que se le enamora, como es que uno le pide a ese Padre Todopoderoso, absolutamente, increíblemente Santo que descienda sobre nuestras vidas.

Cuando aprendemos a adorar al Señor, cosas grandes pasan.

Lo voy a dejar allí. Búsquese después, cuando usted pueda otro pasaje más para completar eso que yo le estaba diciendo: cuando nosotros suscitamos la presencia de Dios y Dios baja. Y es el pasaje cuando están Pablo y -creo que es Silas- están prisioneros… si alguien lo recuerda me lo dejan hacer llegar, y adoran al Señor. Están encarcelados, acaban de ser azotados y ellos adoran al Señor y la gloria de Dios desciende en ese momento y se rompen las cadenas y ese carcelero -ahí en 16 Hechos, versículo 25- “pero a medianoche orando Pablo y Silas, cantando himnos a Dios y los presos los oían y entonces sobrevino un gran terremoto de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían y al instante se abrieron todas las puertas y las cadenas de todos se soltaron” Porque donde está la presencia de Dios no hay cadenas. No puede haber cadenas.

Las cárceles por orden tienen que abrirse. Donde está la presencia de Dios, traída por la adoración. ¿Cuánto le habrá costado a Pablo y a su compañero adorar al Señor con sangre corriéndole por las espaldas, después de haber sido azotados? Si hubiésemos sido usted o yo, hubiésemos dicho ‘Señor ¿cómo tú permites que me azoten? Ahora no te voy a servir más por lo menos por lo menos por seis meses para que aprendas’. Pero a Pablo lo azotan, lo apedrean, lo meten en una cárcel y ellos adoran al Señor.

Yo le pido al Señor ese espíritu, porque nosotros sufrimos cualquier cosita y ya dejamos de adorar al Señor, dejamos de servirlo, nos ponemos resentidos con Él, nos enfriamos. Pablo y Silas lo adoraron, lo adoraron y mientras cantaban himnos bajó la presencia de Dios y rompió las cadenas, se abrieron las puertas de la cárcel. El carcelero este que los había azotado quizás él mismo, se echó a los pies y les dijo: ‘¿qué tengo que hacer para ser salvo?’

Esa misma noche estaban comiendo mangú con bacalao en la misma casa del carcelero y llevándolo, bautizándolo a él y a toda su casa, porque el poder de Dios, descendió a la adoración y el clamor de Dios.

Pidámosle al Señor que nos visite con su poder. Nos visite con su gloria. Vamos a ponernos de pie.

Yo pido al Señor que nos enseñe. Pidan al Señor si algo te ha tocado esta palabra. Hermanos, Dios está buscando un pueblo serio. Esos manganzones que están pensando en veinte mil cosas mientras adoran, Dios está harto de ellos. Los tibios le dan nauseas al Señor, ¿saben? Dios está buscando un pueblo renovado, un pueblo maduro, un pueblo consagrado, un pueblo entregado al Señor.

Yo le pido: comienza conmigo y comienza con los líderes de esta iglesia. Comienza con los que tenemos tanta responsabilidad delante de ti. Séllanos, séllanos, séllanos. Quémanos, destrúyenos y haznos de nuevo. Mata todo lo que tengas que matar, quema todo lo que tengas que quemar, cierra todo lo que tengas que cerrar, deshaz todo lo que tengas que deshacer pero queremos tu gloria, Señor.

Queremos que tú; te plazca habitar en nosotros y en medio de nosotros. Quema todo peligro, Señor y deja solamente un asiento donde tú te puedas sentar cómodamente. En nuestros corazones, nuestros hogares, nuestros carros, nuestros momentos de intimidad. Enséñanos como ser un pueblo agradable delante de ti.

Pidámosle al Señor que nos consagre. Hermanos, el Señor nos dice: es tiempo, es tiempo de consagrarlo, es tiempo de morir, es tiempo de dejar el atuendo de niños, es tiempo de dejar los juguetes y los juegos de muñecas, es tiempo de morir para vivir. Dejarlo todo para recibirlo todo, debilitarnos para ser fuertes. Perder todo lo que amamos para tener el mayor objeto de amor que debe ser nuestro Dios.

Tenemos que morir, morir, morir, morir, consagrarnos, consagrarnos, consagrarnos. Gente de doble ánimo el Señor nos dice: unifíquense, un solo propósito porque no queda mucho tiempo, no hay tiempo para jugar, no hay tiempo para estar esperando. No quiero adoración mixta, no quiero corazones divididos, no quiero mentes devaneando mientras me buscan. Quiero consagración, quiero limpieza, quiero pureza, quiero entrega, quiero que mueras de una vez por todas y te dediques a mi gloria. Los años que te quedan sobre la tierra, dedícamelos a mi, dedícamelos a mi. La fuerza que tienes dedícamelas a mi, conságramelas a mi, búscame a mi.

Abandona todo doblez de ánimo y entrégate. Te digo yo que merezco lo mejor y no me conformo con menos que lo mejor, lo máximo, lo extremado. Si me das menos que lo máximo no lo quiero, lo aborrezco, dice el Señor. Si me das lo que no necesitas o lo que te sobra lo aborrezco, no me agrada. Quiero tu vida, quiero tu corazón, quiero tus entrañas, quiero lo máximo de ti. Y lo tendré o no tendré nada, dice el Señor.

Vamos a entregar al Señor. Padre, enséñanos, yo mismo que predico esto, Señor, no se lo que estoy predicando, pero necesito que tú aclares las cosas y que nos enseñes como habitar en tu presencia, Padre. Guárdanos de errores, Señor, guárdanos de deshonrar tu santidad, deshonrar tu Gloria, Señor. No nos dejes caer de la altura desde donde Tú nos permites ver ciertas cosas, Señor. Desata tu unción sobre este pueblo.

Yo te quiero invitar, si tú sientes que esto está llamando a ti a consagrarte y no lo hagas si no lo sientes verdaderamente, pasa aquí adelante, pero no tiene que ser todos. Pero hay alguno de ustedes que debe estar diciendo: ‘yo necesito que Tú me lo des todo y que me consagres todo’.

Si tú eres uno de esos, ven aquí adelante. No tiene que ser todo el mundo… algunos si tú te sientes tranquilo y tú sabes que estás en esa dirección… Amén, quédate allí. No hay ningún juicio. Nadie tiene que mirar quien vino y quien no vino. Pero yo quiero invitarte en el nombre de Jesús. Pasen bien adelante, pasen bien adelante, que tú le entregues al Señor. Yo voy a estar allí con ustedes porque yo necesito entregarte más y no voy a estar contento hasta que no te lo haya entregado todo.

Así que yo estoy allí con ellos ahora mismo, porque yo necesito que Dios me cave por dentro. Coja una cuchara y saque todo lo que está adentro y ponga cosas nuevas. Yo quiero que él tenga todo de mí, así que Señor te entregamos nuestras vidas.

Queremos ver tu gloria, queremos ver tu gloria. Conságrate al Señor y sella esta entrega. Séllala y no vuelvas a tras, no subestimes la importancia de lo que estas haciendo. Márcalo ahí en alguna parte de tu Biblia y di en tal día yo entregué mi todo al Señor y no vuelvo atrás, no voy a seguir jugando con el Señor.

Yo voy a ser una mujer radicalmente comprometida con Dios, un hombre escandalosamente entregado a Dios. Quiero morir y me pongo sobre el altar y le pido al Señor que me meta el puñal de una vez por todas y me sacrifique delante de Él y que yo quede entregado, entregada a él.

Dale al Señor, dale al Señor, tú veras que Dios no se cansará de darte a ti. Entenderán lo que es verdaderamente, experimentar la gloria de Dios. Confiésale al Señor tu entrega ahí donde estás. Vive para él, trabaja para él. Habrá tiempo en la eternidad para gozar de muchos otros placeres, aquí en la tierra dale al Señor lo que te queda.

Cuando estés allá en el cielo podrás tener millones de años para disfrutar. Aquí en la tierra, Dios quiere gente consagrada a Él: siervos y siervas que le den a él todo y que no aguanten nada. Que lo que Él les pida se lo den inmediatamente porque ya se lo han puesto en las manos.

Esa es la gente que Dios quiere bendecir, esa es la gente que Dios quiere usar. A esa gente Dios le quiere hablar, a esa gente Dios le quiere ministrar. A esa gente Dios la quiere usar para hacer sus milagros.

¡Oh, Señor! Ten misericordia, perdónanos por descuidar tu gloria. Perdóname, perdónanos por descuidar tu gloria, por no tener suficiente sentido para buscarte como Tú mereces ser buscado. Nos entregamos. Esta iglesia, Señor, te la entrego, te la cedo, te la concedo porque es tuya, Padre. Por favor arráncanoslas de las manos, señor y toma Tú control de ella. Toma Tú control de ella. Necesitamos ver tu gloria padre. Necesitamos ver tu gloria.

¡Qué tu gloria descienda sobre la tierra! Vengase tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Vénganos tu gloria, vénganos tu gloria, vénganos tu gloria, vengamos tu gloria. Haz descender tu gloria. Haz mover las aguas, haz mover las aguas para que se manifieste tu poder en medio de nosotros.

¡Aleluya, aleluya!

 

Yo hago cosa nueva

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Isaías 43, versos 18 y 19. Okay. Si usted tiene la Biblia ahí, vamos a leerlos todos juntos. ¿Estamos listos? ¿Si? Okay. Déjame leer de la misma versión que ustedes puedan tener también. Dice, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

“No os acordéis de las cosas pasadas ni traigan a memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva. Pronto saldrá a la luz, no la conoceréis. Otra vez abriré caminos en el desierto y ríos en la soledad.”

Recibe esa palabra. Dígale a esa persona al lado suyo, “Recibe esa palabra”. Omar, recibe esa palabra. Santo. Con acento en la “i”: Recibe esa palabra. Un llamado a cosas nuevas, eso es lo que Dios puso en mi corazón hoy. Es algo bien interesante porque, y esto es algo que lo estoy meditando más o menos en línea con las cosas que Dios ha estado trayendo a nosotros como Iglesia en estas últimas semanas y por alguna razón u otra el Señor me hizo reflexionar más en este verso que yo hice referencia a él el miércoles pasado. Pero hoy el Señor me inquietó a detenerme más en él.

En este texto de Isaías, ese verso 18 comienza con un llamado de olvidar las cosas del pasado. Olvidar las cosas del pasado. Brevemente, les voy a dar un minuto. Yo quiero que usted piense aunque sea en tres cosas de su pasado que usted quisiera olvidar pero que no es difícil olvidar. No me las tiene que decir, solamente piénselas. Tres cosas de su pasado que usted quisiera olvidar pero que se le hace difícil olvidar. Okay, ya las tiene ahí. Eso fueron 30 segundos, no un minuto. Sorry, mi reloj está malo acá arriba.

El asunto es que lo que Dios está haciendo con esa palabra es que él está motivando a su pueblo en ese momento, en el contexto donde se está trayendo esta palabra –recuerden que el pueblo de Israel, en ese momento, estaba como quien dice en exilio, estaban en cautiverio, estaban siendo presionados por naciones, por pueblos que eran más fuertes que ellos y se estaban aprovechando de su nobleza. Y estaban siendo atormentados hasta cierto aspecto y en medio de esa situación, esta es la palabra que el Señor trae- ‘Olvídate de tu pasado, no vivas ya en él porque yo voy a hacer algo nuevo’.

Ahora yo quiero que usted se imagine esto: porque si usted está en un aprieto y de repente yo vengo y le digo: “Mira, ¿sabes que? Olvídate de ese aprieto o de lo que causó ese aprieto. Piensa en lo nuevo que Dios va a hacer contigo”. ¿Sabes qué? Hay veces que uno está tan hasta las narices de ese aprieto donde uno está que lo que yo le digo le puede entrar por una oreja y le sale por la otra.

Eso nuevo es como que ¡guau! Parece que está tan y tan allá que yo todavía estoy lidiando con lo que tengo aquí ahora mismo, o con esto que estoy arrastrando desde hace mucho tiempo.

Pero el llamado es a olvidarnos de ese pasado. El olvidarnos de ese llamado, significa que hay que aceptar que hay que recibir y hasta cierta forma hay que buscar intencionalmente esas cosas nuevas. Miren esa última parte que yo dije: hay que aceptar, recibir y en cierta forma buscar intencionalmente esas cosas nuevas.

Es bien interesante, porque el texto dice ‘Yo hago’, es como que las está haciendo. Está allá arriba en algún lugar, en algún lugar de ese mundo eterno del cual se hablaba el domingo pasado hay algo que Dios decreta a ese nivel. Que ya lo esta haciendo, pero nosotros no lo vemos tangible aquí en el ahora y por lo tanto parte del llamado es que nosotros nos podemos esforzar para buscar y encontrar y aceptar esas cosas nuevas que el Señor las tiene como quien dice “marcadas para cada uno de nosotros”.

Es parte de su propósito, es parte de la intención del corazón de Dios. Déjeme adelantarme, déjeme decirles el último punto aquí. Como parte de ese proceso, mis hermanos, hay que pedir un discernimiento sobrenatural. ¿Por qué yo digo esto? Pregunta, por muestra de manos: ¿Cuántos de ustedes en su tiempo de oración le piden al Señor discernimiento por x o y situación? La palabra discernimiento, no estoy hablando de sabiduría, no estoy hablando de inteligencia, no estoy hablando de cualquier otra cosa. Estoy hablando de discernimiento. ¿Oran por eso? Si no lo están haciendo, les animo a que lo hagan.

Porque hoy más que nunca necesitamos poder discernir bien las cosas que están aconteciendo a nuestro alrededor. Porque hay veces que cosas nuevas pueden suceder en nuestro entorno y nosotros podemos decir: “¡Guau! esto es Dios”. Pero Dios no está metido en eso ni para los pillos, para ningún lugar. Puede ser cualquier otra cosa y uno tiene que saber discernir que es “eso” nuevo que Dios está haciendo en medio de la gamuza de cosas que está sucediendo a nuestro alrededor.

El discernimiento es importante. ¿Por qué yo hago mención de estas tres cosas? Yo quiero que vayan conmigo a Mateo, capítulo 14. ¿Cuáles son esas cosas nuevas a las cuales el Señor nos está llamando? Esas cosas nuevas a las cuales el Señor nos llama.

Mateo, capítulo 14. Muchos de ustedes son bien familiares con esta historia. Los versos del 22 al 33. Este es uno de mis pasajes favoritos y hasta me atrevo a decir que este fue el primer mensaje que yo prediqué en mi vida. El pasaje de cuando Pedro caminó sobre las aguas así que este es un pasaje bien cerca del tuétano de mi corazón. Pero miren, les voy a hablar un poquito del relato.

Verso 22 dice: ‘Enseguida Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca y se le adelantaran al otro lado, mientras Él despedía a la multitud. Después de despedir a la gente, subió a una montaña para orar a solas. Cuando llegó la noche, estaba allí solo y la barca ya estaba bastante lejos de la tierra, zarandeada por las olas y porque el viento le era contrario. En la madrugada Jesús se les acercó a sus discípulos, caminando sobre el agua del lago y cuando los discípulos lo vieron caminando sobre el agua quedaron aterrados y empezaron a gritar que era un fantasma’.

Miren una de las primeras cosas que yo veo aquí. Jesús en su soberanía de alguna forma u otra Él orquestó todo lo que estaba aconteciendo en este escenario, en este panorama. Porque si vemos bien desde el principio dice que “enseguida Jesús hizo que sus discípulos fueran a, se montaran en la barca y fueran al otro lado. O sea ya Jesús tenía una intención.

Miren, que interesante, me gusta el trato de Jesús, porque Jesús ve todo el panorama. Nosotros vemos parte nada más: lo que tenemos de frente. Pero Él ve más allá y porque Él ve más allá yo me atrevo a decir que Jesús provoca situaciones en nuestras vidas para ver donde nosotros estamos, como vamos a responder a tal o tal otra situación.

Y no es tan solamente porque Él sea un Dios terco y nos quiera probar, pero nos quiere probar. Él quiere probar donde nosotros estamos en nuestra vida de Fe. Él quiere de una forma u otra estirarnos, enseñarnos algo de las cosas, de los propósitos que Él tiene para nuestra vida y de lo que Él quiere hacer con nosotros.

Así que en ese panorama, yo veo como de alguna forma u otra, Jesús lo estaba preparando y aquí es donde yo veo que sucedió algo nuevo para los discípulos. Algo nuevo, inesperado que tuvo que provocar que los discípulos se olvidaran de lo que ellos conocían del pasado, lo que ellos conocían de la ciencia de que: no hay nadie que pueda caminar sobre el agua. Ellos se tuvieron que olvidar de esa teoría porque se encontraron con alguien que pudo romper esa teoría. Hubo alguien que desafío la fuerza de la gravedad y pudo caminar sobre el agua.

Esas cosas nuevas de Jesús, mis hermanos, son las que a mí me llaman la atención. Porque cuando empiezan a suceder cosas nuevas, ¿saben qué es lo que pasa? Nosotros respondemos igual que los discípulos: nos aterramos.

Hay veces que las cosas nuevas, los cambios nuevos que suceden en nuestras vidas, noticias que uno recibe –deseadas o no deseadas- hay veces que todas esas cosas, como que, la reacción primordial es como que ¡uhh! Me da el susto.

Apareció el cuco como quien dice. Y en medio de todas esas cosas, sabes que yo oigo como que el eco de las palabras de Jesús diciendo: “¡Hey! Tranquilo, calma, no te apures, yo soy. Es Jesús el que está con ustedes”. En medio de esas cosas nuevas, mis hermanos, miren esto. Hay cuatro cosas que yo quiero resaltar aquí. Lo voy a hacer lo más rápido que pueda. Pero hay algo que yo aprendo del personaje de Pedro, aquí.

Si seguimos leyendo el texto -el verso 27- ‘Pero enseguida, Jesús les habló diciendo: Tengan ánimo yo soy. No tengan miedo’. Entonces Pedro le dijo a Jesús: ‘Señor, si eres Tú, manda, ordena a que yo vaya a ti sobre las aguas’ y Jesús le dijo ¿qué? ‘Atrévete, ven sal del barco. Atrévete’.
Yo quiero hacer una ilustración aquí un momento. Yo necesito 13 voluntarios. 13. Yo necesito 11 personas que se paren aquí y yo voy a ser el número 12. Viene, viene. No se si las cámaras van a poder coger esto, pero 11 personas que se paren aquí. Medrat yo te voy a usar a ti de Jesús, vete allá. Voy a hacer una ilustración aquí. Váyase ya, allá a la otra esquina.

Yo quiero que ustedes se imaginen esto, porque hay veces que hay cosas… No están los 11 pero está bien, estamos algunos. Yo voy a hacer el personaje de Pedro -déjame quitarme lo que tengo en los bolsillos- ya porque me voy a meter al agua. Aquí estamos en una barca, esta es nuestra barca, la barca se está moviendo de lado a lado por las olas, cosas así y de repente Pedro que se conoce como el imprudente pues le dice: “Jesús si verdaderamente eres tú el que está sobre el agua, yo quiero que Tú ordenes que yo pueda caminar sobre el agua y vaya hacia ti”.

Y obviamente, Jesús le dice ‘¿Cómo?’. Dímelo al estilo tuyo, ¿cómo tú me lo dirías? Dale, así me gustó. Okay, ahora imagínense esto. Mira, Pedro recibió ese llamado pero todos los demás lo escucharon. ¿Qué ustedes me dirían ante eso que dijo Jesús?

‘No te atrevas Pedro, mira lo que me dijo, te vas a ahogar’. Tú me dirías: te va a ahogar. Fine. Respuesta humana, señoras y señores.

Empújenme, dale empújenme, suave… suave. Okay. El asunto es que ante tal reto, ante eso nuevo que se apareció delante de Pedro, Pedro decidió tomar ese llamado, aceptó ese llamado. Y ahí va Pedro. Yo no se si el brincó por el borde o se bajó poquito a poquito y tocó el agua así con el dedo primero a ver si lo aguantaba o no… el asunto es que se bajó y todo el mundo se queda con la boca abierta, también.

El asunto es que poco a poco, Pedro ahí va. Ahora pero ¿qué es lo que dice el texto después? Voy a darle pausa a la escena. Pausa. ‘Él dijo: “Ven, y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús”. Pedro al ver el fuerte viento –todo el mundo que haga el efecto del viento y alguien que haga relámpagos también y lluvia- Okay.

El asunto es que ante todas esas cosas, Pedro empezó a tener miedo y, ¿qué pasó? Jesús no me quiere salvar. So, Jesús me agarra y yo como que estoy mitad adentro y mitad afuera, todavía del agua y ¿qué es lo que Jesús me dice? “Hombre de poca fe”.

Pero como me lo dirías tú. ¡Qué guajero eres! Ahora yo no sé si ustedes van a poder ver esto pero aquí es donde yo veo lo bello de esta historia, mis hermanos, porque hay mucha gente que cuando leen esa historia piensan que lo que pasó con Pedro fue un fracaso.

Pero lo que pasó con Pedro fue algo totalmente distinto porque no tan solamente el hombre pudo caminar sobre el agua, pero él caminó sobre el agua de la mano de Jesús.

Miren esto. Cuando fueron a la barca, Jesús como que no “he didn’t drag him”, Él no arrastró a Pedro por toda el agua ahí. Yo no creo que… arrástrame, te voy a dar permiso para que me arrastres… pero en dirección al barco. Yo no creo que Jesús hizo eso. Yo creo que Jesús agarró a Pedro de la mano y los dos estaban parados sobre el agua y yo creo que los dos juntos fueron así bien pegaditos.

Y los dos fueron ahí, pie con pie y mano con mano y aquellos con la boca abierta. No, no sin temblar porque estoy agarrado de la mano de Jesús. Aquellos con la boca abierta y no decían nada ahí.

Gracias, gracias a nuestros actores. Un aplauso a nuestros actores.
Se te contestó la petición, ¿qué era tu petición? Arrastrarme por el piso a mí o algo… Hermanos, miren, yo sé que hay veces me pongo medio dramático. Pero yo quiero ilustrar algo para cada uno de ustedes. En todas nuestras etapas de nuestra vida, tanto como individuos, como personas, como familias, como iglesia que somos. Yo entiendo que hay veces que Dios orquesta una serie de cosas para que nosotros podamos ver algo nuevo de parte de Él.

Y hay veces que nosotros podemos estar tan y tan cómodos en lo que parece común, en lo que parece conocido a nosotros que miren, aunque tengamos al mismo Jesús delante de nosotros, hay veces que vamos a escoger hacer lo que los once discípulos hicieron y no tener el coraje y el valor de lo que hizo Pedro de atreverse, y lanzarse y caminar en esa nueva dimensión que el Señor tenía para él.

Miren, mis hermanos, yo no puedo decir que en esas nuevas etapas, que en esas nuevas dimensiones todo va a salir bien. Si yo les digo eso, les estoy mintiendo, les estoy engañando y yo no quiero hacer eso. Yo se que en esas nuevas etapas, en esas nuevas dimensiones cuando uno comienza a lanzarse a hacer cosas nuevas, siempre van a haber sus errores. Siempre van a haber sus momentos en los cuales nos vamos a caer o vamos a hacer que otros caigan. Pero es parte del proceso.

Lo que hace la diferencia es que nosotros podamos reconocer que en medio de esas cosas, no estamos solos. Sino que hay alguien que nos puede agarrar de la mano y que nos puede levantar para edificar nuestras vidas y en ese caso el fracaso se convierte en el fundamento para el éxito de nuestras vidas. El fracaso se convierte en el semillero para nosotros poder experimentar los frutos de la bendición de Dios en medio de nuestras vidas.

Tal vez la zancadilla que nosotros le dimos a otra persona se puede convertir no tan solamente en la oportunidad de crecimiento para su vida, sino también para la otra persona cuando procedemos en la forma que Dios tiene ordenado. En vez de buscar la mano de otra persona, poder buscar la mano del Señor Jesús que nos pueda levantar y que nos pueda poner en un terreno sólido aunque parezca agua, pero es sólido porque estamos con Él, eso es lo que hace la diferencia.

¿Saben qué? No hay nada mejor que disfrutar de la Gloria de caminar sobre los mares de nuestra vida junto de la mano del Maestro, no hay nada mejor que eso. En los mares y en las tormentas de la vida, no hay nada mejor que disfrutar de la Gloria de caminar junto a la mano del Maestro.
Déjeme decir eso otra vez. Cierre sus ojos y piense en esas palabras: En los mares de nuestra vida no hay nada mejor que la Gloria de caminar junto a la mano del Maestro. No hay nada mejor, no hay nada que se compare a eso. Pero para eso, mis hermanos, se necesitan agallas, se necesita tener valor. ¿Saben? Yo pensaba en estas palabras reflexionando en las cosas que Dios está haciendo con nosotros como Iglesia, mis hermanos. A mi pastoralmente se me hace difícil desconectarme de esas cosas.
Yo estoy tan y tan emocionado, entusiasmado por ver lo que el Señor Jesús quiere hacer en medio de nosotros, lo que el Señor Jesús quiere hacer conmigo, lo que el Señor Jesús quiere hacer contigo, contigo, contigo, contigo, contigo, contigo… yo quiero ver lo que el Señor Jesús va a hacer. Yo estoy bien convencido de que hay algo –como dice el profesa Isaías: ‘hay algo que el Señor está haciendo’.

Y el Señor Jesús nos está diciendo: ‘Olvídate de las cosas del pasado’. Pasado, pasó. El pasado está allá. La gloria que viste allá esa fue la Gloria que viste allá. La Gloria venidera va a ser mucho mejor. Las cosas en como el Señor –mira, escucha esto- la forma en que el Señor trató contigo allá no va a ser la misma de cómo el Señor va a tratar contigo ahora.

Por eso es que el discernimiento es tan importante, porque es rápido cuando pensamos en esas cosas nuevas, estamos esperando ver lo que para nosotros parece conocido, lo que para nosotros parece familiar y por eso es que el Señor dice: “¡Ah, ah! No pienses en eso que para ti parece familiar. No pienses en eso que a ti te trae recuerdos del pasado- Busca cosas nuevas, cosas locas”.

Yo jamás pensé que yo iba a ser arrastrado por el piso por Medrat. Pero, yo creo –no es que me estoy degradando- que a través de ese tipo de ilustración algo se les va a quedar a ustedes en su cabeza y no es tan solamente la imagen del Pastor Omar siendo arrastrado por el piso por un hombre que es el doble de grande de él. Sino es más bien la ilustración que Jesús en medio de esos aspectos de sus vidas, Él no te va a ti a arrastrar.

Dios no va a permitir que tú seas arrastrado. Dios no va a permitir que las circunstancias de la vida te tiren tan y tan al fondo que tú seas puesto en vergüenza. El Señor no va a hacer eso, porque el Señor no deja caer en vergüenza a ninguno de sus escogidos y ustedes -cada uno de ustedes- son escogidos por Dios.

Dios no te va a dejar caer en vergüenza, nunca. El que te puede dejar caer en vergüenza es el otro, pero el Señor no va a dejar que eso suceda. Y si te acercas aunque seas un vislumbre a un ese poquito de vergüenza el Señor la va a tornar en Gloria para ti. Y eso yo lo creo porque es una promesa de Él.

Así que mis hermanos, -¡guau! Sharp!- hermanos, miren yo los quiero dejar con esto. Yo los quiero dejar con esto, yo los quiero hacer pensar, hacer reflexionar. A mi me gusta hacer eso. A mí no solamente me gusta que su corazón palpite bien duro o algo, no. Mi deseo como predicador como Pastor es que estas palabras se cimienten en su corazón. Porque yo se que estas palabras son palabras de vida para usted.

Porque ahora mismo, yo no se, yo se que usted está en una etapa, en un momento, usted está en una posición en su vida donde el nosotros poder comprender estos principios de la palabra de Dios pueden hacer la diferencia en nosotros.

El yo comprender que si a Jesús le da con hacerme a mi caminar en el agua –y a lo que me refiero con eso es a hacer algo totalmente distinto, inesperado; hacer algo que en mi cabeza tan limitada nunca jamás podría haber llegado ese pensamiento a mi cabeza- si el Señor me hace a mi lograr hacer algo como eso. Miren yo se que va a ser primero que nada para la gloria de Él y segundo para enseñarme a mi lo que Él quiere hacer en mi vida y a través de mi vida.

Miren, yo compartía hoy con un hermanos de la iglesia, que este personaje de Pedro tenía tantas áreas en su vida que eran tan rough, como que tan ásperas y el Señor Jesús trató con él en tantas maneras, trató con él en tantas maneras al punto de que él sí llegó al punto de humillación.
Pero fue una humillación que él mismo se la provocó. O vuelvo y digo que Jesús mismo la había orquestado. Porque Pedro le dice –este fue el momento fulminante, no culminante, fulminante para Pedro- cuando Pedro dijo: “Jesús yo nunca te voy a negar”. ‘Ya tú veras’. “Antes de que el gallo cante tú me vas a negar 3 veces” y cuando sucedió –a mi me gustan las palabras que usan, creo el Evangelio de Lucas- ‘que cuando Pedro se dio cuenta lo que hizo, se fue y lloró amargamente’.
‘Lloró amargamente’. Esas palabras, mis hermanos es como que le llegan a uno al ser interior. Encontrarse uno en una situación en donde uno llora amargamente porque no has ofendido a nadie, no has frustrado a nadie; lo has hecho al mismo señor Jesús.

Eres un impío en otras palabras.

Pero que lo bello de todo esto es que ya Jesús lo sabía. Ya Jesús sabía cual iba a ser el resultado final. Jesús sabía que era necesario que Pedro se bebiera esas lágrimas amargas para poder hacer lo que iba a hacer después en Él.

Mire, perdone que le diga esto, pero es necesario que usted se beba dos o tres lágrimas amargas en algún momento en su vida, porque después de eso la Gloria que Dios va a traer sobre usted va a ser maravillosa, va a ser fantástica. Tal vez no en la misma forma que Pedro, pero en la forma que Dios quiera ministrarle a usted.

Hay cosas nuevas, mis hermanos. Dios nos está llamando a cosas nuevas y como iglesia y como individuos, como hombres, como mujeres, como jóvenes que somos tenemos que responder a ese llamado de Dios. Tenemos que responder a ese trato de Dios en nosotros. Mire, si eso significa que de vez en cuando nosotros tengamos que quitar nuestra atención y nuestro enfoque de las situaciones cotidianas de la vida, miren, despeguémonos de eso por un momento y busquemos enfocarnos.

Póngase como que, ‘okay, estoy en mi barca, estoy en medio de esta tormenta. ¿Cómo me voy a encontrar a Jesús en medio de esto? ¿Se me va a aparecer Jesús caminando por el agua? O ¿va a salir con un equipo de scuba con su careta y sus tanques? O ¿va a venir con un cometa? O ¿se me va a aparecer como un pececito que brinque y me muestre algo?’

¿Qué es lo que va a hacer? Yo no sé. Lo importante es que nosotros sepamos tener ese ojo para saber discernir lo que Él haga. Cosa que no nos creamos que es algún fantasma ahí que se apareció de la nada, sino que podamos entender y discernir e interactuar. Poder interactuar con lo que el Señor quiera hacer con nosotros. Qué no nos quedemos ahí blandengues, aplatanados en la barca como hicieron los otros 11 –no por ofender a los que estuvieron aquí- pero que sepamos como atrevernos a salir de esas áreas en las que estamos cómodos y lanzarnos a lo que el Señor Jesús tenga para nuestras vidas. ¿Amén? ¿Amén?

Vamos a ponernos de pie y vamos a orar. Gracias Señor Jesús. Gracias Dios. Gracias por tu Palabra, Señor. Padre tu palabra es vida, tu palabra es verdad, tu palabra es rica, Señor. Tu palabra es divertida, tu palabra es fuerte, tu palabra es seria, tu palabra nos confronta en distintas etapas de nuestras vidas. Tú nos encuentras a través de tu palabra.

Y Señor Jesús, yo no tengo la más mínima duda de que Tú nos estas llamando a cosas nuevas. Tú nos quieres sacar del anonimato, Tú nos quieres sacar de la rutina. Y hay veces que nosotros estamos tan acostumbrados a esa rutina, al pensar que vivimos como islas apartadas de los demás.
Pero Señor, no, Tú no nos llamas a ser eso. Tú nos llamas a ser una luz en medio de las tinieblas, Tú nos llamas a ser una ciudad puesta sobre lo alto de una montaña donde cualquier otro lugar, cualquier otra nación pueden ver esa ciudad. Tú nos llamas a ser un pueblo escogido, un linaje escogido, un sacerdocio real.

Y Señor Jesús tal vez no tenemos el plano de todo el proceso, tal vez no podemos ver todo el escenario como Tú lo ves. Y aunque nos incomode eso Señor, aunque no nos guste poder tener todos los detalles en su lugar. Señor declaramos nuestra total dependencia en ti porque Tú si ves todas las piezas. Tú vez todas las partes, Tú aún vez los futuros errores que nosotros vamos a cometer, Tú los ves, Tú los conoces ya.

Aunque te pedimos que nos libres de ellos, pero aún cuando sucedan, Señor, yo se que Tú vas a estar ahí para levantarnos, para fortalecer nuestra fe, para fortalecer nuestro caminar contigo. Gracias porque en medio de las circunstancias Tú no nos dejas caer en vergüenza, Señor sino que Tú nos levantas y nos pones sobre ese fundamento firme y nos permites caminar mano a mano contigo, Señor.

Que si hay momento que si nos dejas caminar a nosotros solos, pero hay otros momentos donde Tú estás tan y tan cerca. Yo pido que nos ayudes a discernir, Jesús como pueblo, quita de nuestros ojos, de nuestro corazón, de nuestro espíritu, de nuestra mente ese velo que impide el que nosotros podamos verte en una forma clara.

Y Señor que cuando Tú te aparezcas, cuando Tú te reveles, cuando Tú muestres esas cosas que Tú estás preparando ya en los cielos para cada uno de tus hijos e hijas, Señor que no nos dejemos llevar por el temor, que no nos dejemos llevar por el afán sino que podamos entender que eres Tú el que te estás acercando a nosotros, caminando sobre las aguas de nuestros mares, de nuestras vidas.

Qué Tú nos llamas a salir de esa barca, qué Tú nos llamas a hacer, nos llamas a experimentar esas cosas nuevas que Tú tienes para nuestras vidas, para fortalecer y edificar tu cuerpo, Señor Jesús, y cada uno de nosotros podernos convertirnos en esas piedras sólidas donde tu iglesia pueda seguir siendo edificada, Jesús.

Padre yo declaro mi bendición sobre cada uno de los hermanos y hermanas que están aquí, Jesús. Tú nos llamas a cosas nuevas, Tú nos llamas, Tú nos llamas a cosas nuevas.

Recibamos ese llamado del Señor a cosas nuevas. Busquémoslas intensamente. No nos quedemos sentados en lo común, en lo cotidiano, en lo rutinario; busquemos, busquemos intencionalmente esas cosas nuevas que el Señor tiene.

‘Buscad y hallaréis, Pedid y se os dará. Toquen a la puerta y se les abrirá.’
Esas son las palabras del Señor Jesús para cada uno de nosotros en esta noche. Busca, pide, toca la puerta y vas a ver, vas a recibir. Señor Tú deseas y anhelas comunicar los secretos que están en tu corazón a cada uno de tus hijos. Que tal vez, la revelación plena no se pueda dar de un solo momento, pero Tú sabes como llevarnos paso a paso. Enséñanos, mi Dios, a saber seguir el paso tuyo. Poder colaborar contigo, mi Dios.

Bendice a mis hermanos a medida que se preparan para salir de aquí, Señor. Llévalos con bien, llévalos con tu paz hasta sus hogares. Dales un sueño tranquilo, reparador mi Dios. Renueva sus fuerzas en una forma sobrenatural, que esta noche ellos puedan dormir en una forma tranquila.
Que tú te reveles a través de sus sueños, Señor y que mañana si así Tú lo permites, Señor, Tú les des un nuevo vislumbre de cómo meterle mano a las distintas cosas que puedan surgir en el día. Yo declaro tu bendición sobre tus hijos e hijas. Tu provisión sobre cada uno de ellos, tu protección mi Dios y el gozo tuyo que sea sobre cada uno de ellos.

Por tu hijo Jesús te damos toda la Gloria y toda la honra, Señor. Amén y Amén.

Cuando lo eterno toca lo interno, transforma lo externo

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Isaías Capítulo 40 verso 28. Estoy seguro que es un pasaje que muchos conocemos, pero dice la Escritura: “¿Acaso no lo sabes, acaso no te has enterado –estoy leyendo de la nueva versión internacional por si acaso ven palabras distintas ahí- que el Señor es el Dios eterno, creador de los confines de la tierra, no se cansa ni se fatiga y su inteligencia es insondable?”

Déjame leer esa parte de nuevo: “El Señor es el Dios eterno”.

Yo quiero que usted le diga a la persona que está al lado suyo lo siguiente, dígale: ‘Cuando lo eterno toca lo interno transforma lo externo’. Suena como un trabalenguas, yo lo se pero está aquí no se confunda. Otra vez, concéntrese bien: ‘Cuando lo eterno toca lo interno transforma lo externo’. Okay. Se pueden sentar.

¡Guau! Ustedes están llenos de energía hoy. Yo me siento energizado ahora. Gracias, Señor.

Miren hermanos, este tema es un tema que el Señor ha estado cocinando en mi cabeza y mi corazón ya por varias semanas y este tema surgió de una de las prédicas que yo hice un miércoles en la noche.

Que de hecho, hago un paréntesis hermanos: aquellos de ustedes que puedan llegar los miércoles en la noche al servicio de oración, mis hermanos, el Señor se está moviendo aquí en una forma exorbitante, extraordinaria por así decirlo. Así que si usted tiene la oportunidad de sacar una hora, una hora y media, miren eso es de bendición. Es algo que les recarga las baterías a través de la semana. Así que ténganlo en mente. Cierro el paréntesis.

Pero a través de esos mensajes que yo he estado predicando, el Señor puso esto en mi corazón y hay algo bien importante que yo quiero compartir con ustedes en el tiempo que me queda. Pero en esta frase hay un secreto que está inmerso en esto, que tal vez no es tan secreto, pero es algo que es bien sencillo y profundo a la misma vez. Pero esa dinámica de que ‘cuando lo eterno toca lo interno transforma lo externo’ esto es una dinámica que sale del corazón de Dios.

¿A qué yo me refiero? ¿Cuál es la implicación de todo esto? Miren lo eterno es todo aquello que se refiere a Dios. Eso es lo eterno. Si usted busca la definición de la palabra “eterno” en el diccionario, eterno significa algo que no tiene ni principio ni fin, algo que es persistente, algo que es constante, algo que no se rinde, algo que está en constante búsqueda todo el tiempo y nada ni nadie lo puede detener. Eso es el significado de lo eterno.

Y que yo sepa en el mundo entero donde nosotros vivimos lo único que encierra esa capacidad o él único que encierra esa definición se encuentra en Dios. Los atributos de Dios lo distinguen a él como un Dios eterno. Ese pasaje que acabamos de leer en Isaías es la base de todo. El Señor Jehová es el Dios eterno.

Hay otro pasaje que dice que con misericordia eterna me acordé de ti, te recogí, te restauré, te levanté… las misericordias de Dios son nuevas cada mañana. Todo esto implica que es algo que es nuevo, constante, se mantiene, permanece y que aunque tal vez por un momento uno como que ‘mete las patas’ y el Señor como que ahí ‘falló de nuevo’ pero con misericordia eterna una vez más vuelve y lo recoge y lo restaura y lo anima a seguir adelante.

Esas son las características de Dios. Es más Juan 3:16 ¿qué significa? Digo ¿cómo dice Juan 3:16? ‘De tal manera amó Dios al mundo que ha dado su hijo unigénito para que todo aquel que en Él crea no se pierda más tenga vida eterna’.

Nadie puede dar vida eterna, más que Él. Así que estos son atributos que encierran lo que es Dios. Dios es un ser eterno. Pero con todo y que es un ser eterno, Él tiene el deseo y la intención de invadir el mundo interno. El mundo interno ¿de quién? De usted y yo. El mundo interno del ser humano. Ese es el deseo de Dios de invadir todo lo que nosotros somos.

Ahora, este mundo interno también tiene una serie de atributos y características. En Jeremías se dice “engañoso es el corazón más que cualquier otra cosa”, ¿quién lo podrá entender? Solamente el Dios eterno lo puede entender. Usted hoy puede estar pensando una cosa y cuando salga ahí a la puerta va a estar pensando otra cosa totalmente distinta.

Hoy usted le puede decir a su esposo o a su esposa: ‘Mi amor, ¡qué lindo te ves!’ y por la tarde le va a decir ‘¡Eesh! ¿Qué pasó?’ o por la mañana, mejor dicho, cuando uno se levanta con todos los olores de la mañana, ¿verdad? Uno bosteza y ‘mi amor ¿cómo estas?’, ‘¡Hg! Si te amo’. Engañoso es el corazón más que cualquier otra cosa. Gracias a Dios que Dios es el único que lo entiende.

Es más en el ser interior, mis hermanos, hay veces que sucede algo que yo lo he identificado como la “esquizofrenia del alma” por así decirlo y no lo estoy diciendo en términos negativos pero es algo que demuestra lo que sucede en el ser interior. ¿Cuántos de ustedes se recuerdan las palabras de Pablo en Romanos Capítulo 7? En donde Pablo está diciendo de esa lucha interna que está dentro de él. Que él dice: ‘No entiendo que es lo que me pasa, pues no hago lo que quiero sino aquellas cosas que aborrezco. Eso es lo que hago’.

Y si sigo leyendo, ahora bien, ‘si hago lo que no quiero estoy de acuerdo con que la ley es buena, pero en ese caso ya no soy yo quien lo hace sino el pecador que está en mí. Ahora, yo sé que en mí –en mi naturaleza pecaminosa- no hay nada bueno. Aunque deseo hacer lo bueno pero no soy capaz de hacer lo bueno’. Yo no se, pero yo leyendo estas palabras ya me confundo yo mismo. ¿Qué revolú tiene este en la cabeza, ahí?

Pero esto es algo que muestra, mis hermanos, lo que sucede en el ser interior, en el mundo interior de cada uno de nosotros; que hoy somos sí y mañana somos no; que hoy estamos más o menos y yo no se que pasa después. Pero son cosas que suceden en nuestro ser interior. Es una dinámica que está ahí y obviamente cuando estoy hablando de lo “externo”; lo externo me refiero al mundo en el cual vivimos, la sociedad en la cual vivimos, los trabajos en los cual nos metemos, los colmados donde hacemos compras, las escuelas donde nuestros hijos estudian o donde usted se prepara para la universidad, el banco donde usted hace fila para cambiar su cheque. Todas esas cosas son el mundo que nos rodea.

La música que oímos, ‘Pegado de Cristo’ eso es como el “concón de Cristo”. Tenía que usar una expresión así. Pero eso es lo que pasa en el mundo en el cual estamos, mis hermanos, la música que escuchamos, todo eso influye sobre nuestras vidas.

Ahora, hay algo que yo quiero aplicar, porque voy a ir a un punto con esto. Hay una dinámica que se da entre estos mundos. En el mundo eterno -y quiero ser bien visual para que usted pueda entender lo que estoy diciendo- el mundo eterno siempre ha tenido ese deseo de conectar con ese mundo interno de nuestras vidas.

Si usted se da cuenta del centro de ese círculo emana esta luz blanca y para mí eso implica lo que la palabra dice ‘que nosotros somos creados y hechos a imagen de Dios’. Por lo tanto hay algo en nosotros, hay una esencia en nosotros y por eso es que yo lo identifiqué como esa luz ahí en el mismo medio.

Ahora pero en el círculo exterior ¿qué es lo que hay? Una sombra negra. Esas son las áreas negras y oscuras de nuestra naturaleza pecaminosa que alguna forma u otra ahí es donde se ve esa dinámica de “esquizofrenia del alma” que están estas dos personalidades en constante lucha y pelea por “quien va a dominar más que quien”.

Esta mañana yo decía es como tener dos perritos en mi casa y el que más yo alimente es el que más va a ganar, el que más fuerte se va a poner. Si yo alimento mi carne, pues mi carne es la que va a dominar y ese círculo negro se va a engrandecer y la luz del medio se va a ir apagando. Ahora si yo alimento ese espíritu, esa esencia de Dios que está en mi, esa luz va a brillar y va a ir creciendo de tal forma que esa influencia pecaminosa en mí se va a ver cada vez más pegada a los bordes hasta que se deshaga por completo.

Ahora lo interesante es –esa flecha amarilla que ustedes ve ahí- que hay una lucha constante entre lo eterno y lo interno. Siempre hay una lucha entre las intenciones que Dios tiene con cada uno de nosotros y como nosotros respondemos a esa intención de Dios. Y aquí es donde yo digo que el fuego quema, por así decirlo, porque en esa lucha mis hermanos es que nosotros podemos ver si esa luz que está en el interior crece o se debilita.

En como nosotros podamos responder a ese trato de Dios en medio de nuestras vidas, como Dios pueda trabajar en nosotros de una forma u otra. Ahí es donde nosotros vamos a ver si ese ser interno que está ahí, verdaderamente anhela y desea seguir lo que está guardado en lo eterno o si solamente se va a dejar llevar entonces por las influencias del mundo externo en el cual estamos. Y esto es algo que está en constante comunicación.

En ese mundo de lo eterno, mis hermanos, hay una serie de secretos, hay una serie de misterios que Dios anhela y desea revelar a cada uno de nosotros en algún aspecto de nuestras vidas, en alguna etapa de nuestras vidas.

Si usted se fija la parábola del sembrador, yo no se cuantos de ustedes son familiares con la parábola del sembrador- pero cuando Jesús habló por primera vez la palabra del sembrador y me estoy refiriendo a Mateo capítulo 13. La primera vez que él dijo esa parábola sus discípulos se le vinieron a él aparte y le preguntaron: ‘Jesús ¿por qué tú le hablas a la gente con parábolas? La gente no te está entendiendo’ y Jesús le dejó responder a sus discípulos: ‘A ustedes –esto es a los discípulos- se les da a conocer los secretos del reino de Dios pero a ellos que no han querido recibir esa verdad, le son ocultos’.

Por lo tanto, mis hermanos, yo escucho una palabra así, yo le doy Gloria a Dios porque nosotros que hemos decidido recibir ese trato de Dios, Dios nos da a conocer, Dios nos da a revelar esos secretos que Él tiene guardados en su corazón para cada uno de nosotros.

Pero la dinámica de nosotros…la belleza de nosotros poder vivir a la luz de esos secretos va a depender de cómo nosotros respondemos a ese trato de Dios.

¿Me están siguiendo hasta aquí? Déjame concretizar esto un poco más. ¿A qué se refiere esto con nosotros como León de Judá? ¿Qué es lo que está hablando el Pastor Omar? Miren, sin duda alguna a través de estos últimos 25 años de historia de Congregación León de Judá Dios ha tenido un trato bien directo con nuestra iglesia.

Dios ha tenido un trato bien directo con cada uno de nosotros. Desde que esta iglesia empezó en sus inicios allá en el Corpus Centre de ahí trasladarse a Cambridge y de Cambridge cruzar el río y venir hasta acá, Dios ha tenido ciertos tratos con esta iglesia. Dios ha permitido que esta iglesia llegue a unas profundidades en la dimensión espiritual que otros no han podido disfrutar, que otros no han podido experimentar.

Y quiero que tengan bien claro mis hermanos, que cuando yo estoy hablando de iglesia, yo no estoy hablando de la estructura de este edificio. Cuando yo hablo de iglesia, yo me refiero a cada uno de nosotros, porque ustedes son los que hacen la iglesia... Usted aquí, tal y como usted es, tal y como usted está, usted es la iglesia. Con sus defectos y sus virtudes, usted es la iglesia.

Cuando usted sale por esas puertas, la iglesia no se acaba, la iglesia continua porque: usted es la iglesia. Así que grábese eso bien: usted es la iglesia.

Por lo tanto a través de todos estos años, Dios ha tenido un trato con lo que es Congregación León de Judá, e distintas facetas, en distintas formas de nuestras vidas, Dios ha estado y ministrando en sus vidas. Yo puedo ver aquí alrededor de este salón y yo se que distintas personas aquí han experimentado una transformación de Dios de alguna forma u otra.

Ustedes han experimentado la bendición, el toque de Dios en medio de sus vidas en alguna forma u otra. Cosas tal vez tan sencillas como que no tenían que comer y de repente alguien se apareció y le dejó una compra ahí a la puerta de su casa. O el mero hecho, o algo tan grande y tan poderoso como que estaban a punto de desahuciarlo de su casa y Dios operó en una forma milagrosa y a usted le dieron el permiso de quedarse en su casa y no tan solamente eso sino que, le permitieron comprarse un carro, también. I don’t know. Un ejemplo.

Cosas tan bellas y preciosas como ver familias que estaban llegando aquí que se estaban rompiendo en cantos; que la esposa le estaba dejando al esposo calvo porque le estaba arrancando los pelos y el esposo porque tal vez no soportaba más a la esposa y ver a esas familias que llegan aquí y son transformadas, son renovadas y ahora son familias sólidas, bellas, preciosas que adornan la vida de esta iglesia y que adornan el reino de Dios.

Dios está haciendo cosas y yo no tengo duda de eso. Pero, hay algo más que el Señor quiere hacer. Hay algo más a lo cual el Señor quiere llevar a esta iglesia y aquí yo quiero hacer referencia, mis hermanos, al mensaje que predicó el Pastor Miranda el domingo pasado. Yo estoy seguro que la mayoría de ustedes lograron escuchar ese mensaje si estaban aquí. Si no lo han escuchado, por favor, vaya al internet y escuche ese mensaje del domingo pasado.

Pero ese mensaje, mis hermanos, a mí me hizo que me temblaran las rodillas y les voy a explicar por qué. El mero hecho de que yo escuche a nuestro Pastor decir que esta iglesia todavía no ha llegado al nivel que Dios quiere que llegue y que aún encima de eso decir que esta iglesia no está preparada para recibir lo que Dios tiene. Hay que prestar atención.

¿Saben por qué yo digo esto mis hermanos? Porque si yo veo todo lo que esta iglesia ha logrado alcanzar yo me voy a decir como que “¿cómo voy a hacer?” Todo lo que esta iglesia hace, la gente que esta iglesia ha logrado bendecir, las personas que han sido restablecidas. Tantas cosas que yo me pongo a pensar y escuchar que ¿todavía no estamos ahí? ¡Guau! Eso es fuerte mis hermanos, porque eso requiere un nivel de entrega, un nivel de sometimiento de parte nuestra a lo que Dios quiere hacer y como quien dice desventurarnos a los misterios y los secretos que Dios tiene guardados en su mente y su corazón para nosotros aunque nosotros no los conozcamos.

Miren, hay un pasaje bien bonito en Isaías 42, el Señor está diciendo a través del profeta: “Yo les anuncio cosas nuevas, pronto saldrán a la luz. No la conoceréis pero ya están en camino de suceder”. Y es bien interesante mis hermanos porque cuando yo oigo palabras así, yo me digo ‘¿qué es lo que ha pasado hasta el día de hoy?’.

Y me gustó la ilustración que el Pastor Miranda usó el domingo pasado cuando dijo que lo que nosotros hemos vivido y experimentado hasta el día de hoy ha sido todo a través de un velo. Usted se pone un velo en la cara y tal vez usted puede ver al otro lado pero en una forma borrosa, empeñosa pero no ve las cosas tal y como son.

Ahora una vez que ese velo es quitado y removido pues ya nuestros ojos se abren a una dimensión totalmente clara, nueva, que uno puede ver las cosas con un nivel de detalle, con un nivel de perfección. Y cuando usted hace eso su vida entonces se siente aún mucho más completa, su vida se siente hasta en cierto aspecto aún más útil porque al uno poder discernir las cosas mejor, uno entonces puede proceder en una forma más certera con lo que uno tiene que hacer.

Y yo entiendo mis hermanos que eso es parte del trato de lo que Dios está queriendo hacer con nosotros hoy día y esto por más excitante y aventurero que pueda sonar no va a ser nada fácil mis hermanos. Y esto yo lo estoy diciendo con mucha cautela, con mucho respeto de cada uno de ustedes, con respeto delante de Dios pero yo creo mis hermanos que esta iglesia va a ser estirada a un nivel totalmente nuevo, comenzando con el liderazgo del Pastor.

Déjenme decirles por qué. Conociendo yo al Pastor Miranda por estos últimos diez años que he trabajado con él –y esto yo lo digo con certeza, yo se que a él no le gusta que hablen mucho de- pero yo quiero mencionar esto porque esto nos puede ayudar a nosotros como iglesia a procesar algunas cosas. Cuando yo escuché en el mensaje del domingo pasado al Pastor decir que el llamado que Dios tiene para su vida es uno profético y apostólico, eso a mí me hizo llorar cuando yo lo escuché.

Pero no llorar en el sentido de duda, llorar en el sentido de que ‘finally’-finalmente como quien dice- hay una puerta que se está abriendo aquí. ¿Saben por qué yo entiendo que esto fue algo difícil para el Pastor mencionar? Porque conociendo a nuestro Pastor y esto lo digo para que usted lo conozca, él es bien cauteloso. A él no le gusta decir muchas así de su persona pero cuando él llega al punto de decir algo, es porque él entiende que es el tiempo de Dios de decirlo y que si lo dice es porque reconoce el reto y la responsabilidad que eso conlleva también.

¿Saben? Esto es algo que yo digo con mucho cuidado pero hay muchas personas allá afuera en el mundo donde nosotros vivimos hoy día que se protagonizan a sí mismos como profetas y apóstoles. Y, ¿saben qué? Algunas de esas personas, yo entiendo que tienen un llamado genuino de parte de Dios de ejercer ese tipo de ministerio, este tipo de llamado en el tiempo en el cual nosotros estamos viviendo hoy día. Pero hay otros, mis hermanos, que no dan el grado. Que se han autodenominado a si mismos sin verdaderamente Dios haber declarado eso –como quien dice- en los reinos espirituales para que se concretice en el mundo en el cual vivimos hoy día.

Yo quiero presentarles un panorama a ustedes, mis hermanos, porque parte de este trato que Dios está teniendo con nosotros como iglesia, todos nosotros vamos a jugar un rol en esto mis hermanos. Todos nosotros vamos a tener que apoyar en oración a nuestro Pastor ahora más que nunca. Si usted oraba por el Pastor dos o tres días a la semana, yo le sugiero que usted ahora por él: 7 días a la semana, es más 8 días a la semana ore por el Pastor ahora.

Porque yo entiendo que no es fácil la nueva dimensión a la cual Dios lo está moviendo a él. Y él va a necesitar todo el discernimiento que hay en el mundo espiritual para saber como moverse en eso. Y ¿por qué lo estoy diciendo, mis hermanos? Porque a medida que él se mueva en esa dirección van a haber implicaciones para nosotros como iglesia, también.

Nosotros como iglesia vamos a tener una responsabilidad de saber como responder a ese nuevo llamado, a ese nuevo nivel que Dios está moviendo, no solamente a nuestro Pastor sino también a nosotros como iglesia. Esta iglesia siempre ha sido bien cautelosa de no abusar de los dones del espíritu santo sino que los dones del espíritu santo se puedan mover con libertad en una forma genuina como mucho discernimiento porque entendemos que esos dones son para la edificación del cuerpo y no para la destrucción del cuerpo.

Y cuando estamos hablando de lo profético y de lo apostólico estamos hablando de ministerios que han sido ordenados por Cristo Jesús para el funcionamiento de la iglesia. Y es por eso, mis hermanos, que nosotros vamos a tener que ‘endure the process’, vamos a tener que soportar el proceso y dejar que el trato de Dios opere en medio de nuestras vidas.

¿Cómo el trato de Dios se da en medio de nosotros? Miren, mis hermanos, Dios puede tratar con usted en una forma individual como también Dios puede tratar con usted a través de las autoridades que ha establecido aquí hoy día. Yo decía este comentario en la mañana y yo reconozco, mis hermanos, que parte de ese trato de Dios también se da a través de los Pastores que nosotros tenemos aquí y de cómo nosotros somos receptivos a la enseñanza, la corrección, el ánimo que nosotros recibimos de nuestros Pastores.

Yo decía esta mañana que en una reunión que yo estuve con los diáconos y el Pastor donde él estaba empezando a comunicar toda esta visión donde él entiende que el Señor lo está moviendo, él en una mencionó en esa reunión –y me rio pero es serio- diciendo que él por muchos años, hay veces que se ha aguantado de decir cosas que él siente en su corazón por evitar problemas con la gente, por evitar problemas con nosotros porque no quiere con quien dice ‘pisarnos los callos’. Pero él ha entendido que por no hacer eso ha aguantado la bendición que Dios quiere traer a muchas personas.

Pero él ha reconocido ahora que, ‘miren yo estoy seguro que –estas son las palabras de él- si yo les digo algunas de las cosas que el Señor me inquieta, algunos de ustedes que están aquí yo se que van a salir corriendo porque no van a poder soportar lo que yo les voy a tener que decir. Se van a molestar, se van a frustrar, me van a mal entender y por eso se van a ir algunos. Y yo entiendo eso’.

Y cuando yo escuché eso, yo me hundí en mi asiento porque yo me dije: ¡Guau! ¿Qué tú me vas a querer decir a mí a través del Pastor? Yo usé este ejemplo esta mañana, es un ejemplo, pero yo me dije, miren si a mi el Pastor me sienta en un momento y me dice: ‘Mira Omar, yo se que a ti te gusta mucho hacer ejercicio, a ti te gusta correr bicicleta, participas en competencias y todo eso, pero yo creo Omar que por una temporada tú te deberías aguantar, abstener de todo eso y dedicar ese tiempo más a orar, a buscar la presencia del Señor, a estudiar la palabra”.

Yo estoy seguro que si el Pastor me dice eso a mí, yo estoy seguro que me van a crujir los dientes. Porque estaría quitándome algo que para mí es tan valeroso, o sea, yo admiro eso, yo admiro el hacer ejercicio. Me entretiene, mantiene mi cuerpo físicamente activo, con energía y me encanta participar de todo eso. Si él en un momento me dice ‘Yo creo que tú tienes que sacar eso de tu plato e incorporar esta otra cosa’, yo sé que yo me voy a molestar. Y les estoy hablando claramente y quien sabe si hasta me estoy preparando a escuchar eso en algún momento.

Estoy predicando. Señor ten misericordia por favor. Aunque sea salir a correr bicicleta dos o tres veces al año, please. Pero, ¿entienden lo que les estoy diciendo, mis hermanos? Yo creo que el trato de Dios con nosotros a veces se mete por donde más nos gusta y por donde más nos duele. Piense usted, ¿qué sería algo en su vida que por alguna razón u otra, Dios ha tratado de meterse por ahí, pero como a usted le gusta tanto y se siente tan cómodo y “no me toques por aquí, tócame por acá”, la bendición no está entrando por ahí?

Y de alguna forma u otra, mis hermanos, es como una palabra que Dios reveló a través de un hermano aquí en la iglesia. Por esas cosas nosotros le estamos robando el tiempo a Dios. Le robamos el tiempo de lo que Dios quiere hacer con nosotros. No dejamos que Dios, que esa dimensión de lo eterno verdaderamente se meta en nuestras vidas y haga los cambios que tiene que hacer.

Y mira, mi hermano, mi hermana, aunque duela, yo les estoy hablando ahora mismo y a mí me duele el corazón con lo que yo estoy diciendo porque sé que me estoy predicando a mí mismo. Pero aunque duela, mis hermanos, la bendición de Dios no avergüenza, la bendición de Dios es para prosperar nuestras vidas, a que nosotros podamos verdaderamente movernos en esas dimensiones que Dios tiene guardadas para cada uno de nosotros.

Y hermanos, movernos en esa dimensión no significa que yo voy a andar con dos alitas de ángel y una aureola, no significa eso; pero significa que mi vida personal sea mucho más genuina, más activa en cuanto a las cosas que Dios quiere que yo pueda hacer, que si Él me dice: “Omar brinca” que yo le diga ‘¿Cuán alto tú quieres que yo brinque y cuanto tiempo me quedo en el aire?’ No que: “Omar necesito que hagamos esto”, y empieza a refunfuñar ahí como si nada.

Y hermanos, yo les digo esto es algo serio, algo bien serio que todavía no lo logro comprender en su plenitud. Pero yo estoy seguro, mis hermanos, que si nosotros nos sometemos a ese trato de Dios como iglesia, si nosotros nos sometemos a ese trato de Dios que no tan solamente de parte de Él directa, que cuando Él ponga alguna impresión en nuestro corazón que nosotros no digamos “No, no. Eso es invento mío. Eso no proviene de Dios”.

Pero mire, recíbalo como de parte de Dios. Es más, ¿saben qué? Hay veces que –yo he dicho esto anteriormente, pero lo voy a mencionar otra vez- hay gente que viene donde mi y me dice ‘¡Ay! Pastor Omar si yo vengo a Cristo, Cristo me tiene que aceptar tal y como yo soy. Yo no tengo que cambiar nada porque Él me acepta tal y como yo soy’

Y, ¿saben qué? Yo estoy de acuerdo con esa persona. Dios te acepta tal y como tú eres. A ti te gusta darte dos o tres cervezas en una hora, date dos o tres cervezas, como tú quieras. Te gusta ir a Vincent’s por las noches y disfrutar allá –no he visto a nadie allá by the way- pero ¿te gusta ir clubbing o algo así? Es que yo vivo cerca, mis hermanos, todos los días yo tengo que pasar por Vincent para llegar a mi casa so por eso es que digo que no he visto a nadie cuando paso por el estacionamiento.

Pero miren si a ustedes les gusta, usted era de esas personas que se fumaba tres cajetillas de cigarrillos al día venga con sus tres cajetillas de cigarrillos. A mí no me importa, venga tal y como está, pero venga con el deseo de verdaderamente conocer a ese Dios eterno.

¿Saben por qué hago énfasis en eso, mis hermanos? Porque si usted viene con un deseo genuino de encontrarse con ese Dios eterno, de conectarse con todos esos misterios y secretos que están en ese nivel de lo eterno, mire por osmosis usted va a cambiar. Bueno, no por osmosis, bueno por esa conexión con lo eterno, su vida va a cambiar. Usted mismo va a venir donde mi y me va a decir ‘Mire Pastor, ya no estoy fumando 3, estoy fumando una.’ Fantástico, amén. Yo no te tuve que decir que cambiaras pero Dios está obrando ese cambio en ti.

Mire que si antes ‘iba cuatro noches a Vincent’s y ahora estoy yendo solamente una…’ Amén, ¡qué Dios haga ese cambio en ti! ¡Que si me compraba six packs de cerveza y ahora lo reduje a un pack nada más! Amen, que sea así. ¡Que si antes me salían cuatro palabras malas en una oración y ahora me sale uno, y es más o menos, mira, Amén! La cosa es que Dios está obrado el cambio en ti ¿por qué? Porque tú has decidido someterte a ese trato de Dios.

‘Pastor antes oraba 5 minutos. Ahora estoy orando 15’. Amén, Gloria a Dios o si antes oraba una vez a la semana y ahora estoy orando tres veces a la semana, amén. Gloria a Dios.

Esos cambios los produce Dios en ti.

Antes tú veías tu vida a través de unos lentes bien específicos. Cuando tú llegas a la presencia de Dios, Dios lo que te va a decir es: “Te tengo que cambiar la receta. ¿Me permites cambiarte los espejuelos?” y te los va a quitar y te va a poner otros lentes para que puedas ver la vida a través de la perspectiva de él.

Miren, mis hermanos, estas cosas que yo estoy compartiendo con ustedes yo las comparto con mucho temor, mis hermanos, porque yo sé, y una vez que Dios decida comenzar a interrumpir el transcurso de nuestras vidas para Él meter su agenda en medio de nosotros, las cosas van a cambiar. Las cosas van a cambiar.

Milagros que nosotros hemos visto hasta el día de hoy se van a quedar cortos al lado de lo que Dios va a estar haciendo. Restauraciones en las vidas de personas, de parejas, de familias que nosotros hemos visto van a ser nada comparado a lo que Dios va a estar haciendo desde ese momento en adelante.

Y yo les digo, mis hermanos, para mí esto es una aventura, para mí esto es algo bien excitante y yo quiero que ustedes reciban este mensaje así. Yo no lo estoy diciendo para que salgan de aquí diciendo “¡Ah! Esa iglesia, León de Judá se va a meter en lo apostólico ahora; van a ser un chorro de locos que van a estar diciendo un montón de cosas. Yo no vuelvo a esa iglesia”.

Mire, no piense así porque eso no es lo que va a estar ocurriendo. Déjenme decirles: ¿ustedes entienden lo que es un ministerio apostólico? ¿Entendemos lo que es un ministerio apostólico genuino? Mire, un apóstol, no es necesariamente una palabra que se para aquí en el altar y empieza a decir ‘así dice el Señor, así dice el Señor’ y está dando palabra profética por todos lados. No, no. Si usted ve el ministerio apostólico bíblicamente, ministerios apostólicos son aquellos donde si fluyen las palabras proféticas pero que son líderes que Dios establece para cubrir el liderazgo de otros.

El Apóstol Pablo donde quiera que él abría y plantaba una iglesia ¿qué hacia? Dejaba un líder, un Pastor a cargo de esas iglesias. Uno de los ejemplos mejores que tenemos es el ejemplo de Timoteo. Ese es uno de los perfectos ejemplos que tenemos acerca de eso. ¿Qué es lo que hacía Pablo? Pablo –como puedo decir- daba una cobertura espiritual sobre cada uno de esos líderes que estaban a cargo de cada una de esas iglesias y esa cobertura se veía también a través de una palabra profética donde Dios le hablaba contextualmente a cada una de esas iglesias y traía mensajes específicos para cada una de esas iglesias.

Si Dios mueve esta iglesia, en ese ámbito ahora mismo, por un lado yo no estaría sorprendido porque son muchos los Pastores hoy día que llaman aquí a esta oficina pidiendo cobertura de nuestro Pastor Roberto Miranda. Son muchos los Pastores que vienen y se quieren acobijar bajo sus alas porque entienden que hay una autoridad que Dios ha puesto sobre él.

Ahora, esto no es algo fácil de entender o recibir mis hermanos. Pero aquí es donde yo veo que está la conexión de todo esto. Porque si es algo que Dios tiene intencionado no tan solamente para nuestro Pastor sino también para nuestras vidas como iglesia entonces tenemos que decir ‘Señor, mira… -es más, como decía el texto Bíblico del domingo pasado- Señor no sé que hacer. Me estoy encontrando ante este nuevo reto y no se que hacer. Pero te miro a ti porque yo se que tú eres el que tienes la respuesta a todo esto’

En esta misma forma, mis hermanos, cada uno de nosotros, en esta etapa de nuestras vidas como iglesias, en esta etapa de su vida personal donde usted está tal vez estamos diciendo lo mismo, ‘Señor aquí estoy. No sé que hacer, no se que significa esto, yo no se que nuevo reto va a traer esto a nuestra iglesia pero Tú estás ahí arriba y yo estoy acá abajo, yo voy a decidir confiar en ti, yo voy a decidir confiar en tu palabra, yo voy a decidir confiar en lo que Tú quieras hacer’.

Mis hermanos, por último punto y déjenme subrayar esto aquí. Gran parte de la bendición que esta iglesia pueda experimentar se va a ver en la forma en como nosotros nos sometamos a la autoridad de ese líder principal que Dios ha establecido aquí. Hay un principio bien importante aquí mis hermanos y es ese principio de aprender a someternos a esa autoridad.

Si usted ven ejemplos bíblicos a través de toda la escritura, el más tangible que yo puedo pensar es el del Rey David. El Rey David –bueno David porque no… había sido ungido Rey pero todavía no era rey. Saúl todavía estaba en el poder- ¿qué era lo que estaba tratando de hacer Saúl? Tratando de eliminar a David. Estaba buscándolo por cielo, tierra y mar tratando de matar a ese que le iba a coger su puesto.

Y ¿Cuántas veces David tuvo la oportunidad de eliminar al Rey Saúl? En tres veces David estuvo ahí hasta en clavar una lanza en la cabeza de Saúl, pero no lo hizo. ¿Por qué? Porque él sabía que Saúl aunque estuviera loco, desquiciado, que lo quisiera matar, él sabía que Saúl fue un escogido de Dios y el estaba respetando eso. Y porque él respetó eso él pudo cubrir su Ministerio cuando le tocara a él subir al reino. Por eso es que como David no ha habido ningún otro Rey en la historia de Israel.

Asimismo, mis hermanos, nosotros hoy día si nosotros aprendemos a someternos a esas autoridades que Dios ha establecido en medio nuestro, nosotros –yo estoy seguro- que vamos a poder experimentar la bendición de Dios en una forma más tangible y más fluida en medio de nuestras vidas.

Miren, ¿cuál es una de las primeras autoridades que Dios estableció para nosotros? Dígame usted, piense, rápido. Piense desde que usted nació ¿cuál es una de las primeras autoridades que tenemos en nuestras vidas? Los padres. ¿Qué es lo que dice uno de los mandamientos? Honra a papi y a mami para que te vaya bien y tengas una vida larga en este mundo en el cual tú estas. Ese es el primer mandamiento que tiene una promesa.

Piense ¿usted ha tenido una vida abundante? ¿Usted puede mirar atrás en los tantos años que usted tenga, mirar atrás y decir ‘sí mi vida ha sido abundante, placentera, chévere, guau? Si usted no puede decir eso, analícese como usted ha estado en su relación con sus padres.

¿Usted ha honrado a sus padres en todo? Pregunta retórica.

Pero el punto es ese, mis hermanos, yo creo que el trato que Dios tiene con nosotros como iglesia, la intención de Dios es que esta iglesia pueda seguir siendo una influencia solida sobre la comunidad, la sociedad en la cual nos ha tocado vivir. No tan solamente aquí en este estado, sino también a través de las redes de la Internet hasta donde quiera que llegue esta iglesia.

Dios nos está llamando a nosotros continuar siendo los transmisores de esa bendición de Él, de que ese centro en medio de nuestras vidas, esa luz que el Señor ha puesto en medio de nuestros vidas, pueda seguir creciendo y creciendo y aunque en el proceso duela; aunque hayan cosas que tenga que cambiar en mi vida. Si tengo que cambiar mí forma de vestir y vestirme de otra forma solamente para que Dios pueda moverse a través de mí en una forma totalmente nuevamente nueva y distinta, pues mira: lo hago.

Si tengo que llevar mi chequera de otra forma para experimentar la bendición de Dios, pues mira, déjame llevar la chequera en otra forma para experimentar la bendición de Dios. Si en vez de estar tirándole cuchillos a una persona por la espalda y tengo que te tirarme esos cuchillos yo a mí entonces, entonces pues mira lo hago, para poder experimentar la bendición de Dios.

Si tengo que bajar mi nivel de orgullo porque estoy admirando los títulos que tengo en la pared de mi casa y poderme hacer tan humilde como otra persona que Dios ha puesto a mi lado, pues mira, lo hago por el mero hecho de experimentar la bendición de Dios en mi vida y de seguirla transmitiendo a otros a mi alrededor.

Hermanos, esto es algo serio y profundo y es bello a la misma vez. Ya emociona el mero hecho de que Dios tiene esta iglesia en su radar, de que Dios tiene esta iglesia bien pendiente, de que la está mirando con un microscopio y está diciendo: ‘Mira ahí está Françoise, yo veo a Françoise allí, tiene su vida bien medida. Y allí está Rosa. La estoy viendo a Rosa, la tengo bien clara y ahí está María y está Pedro y está Juan’.

Y Dios nos ve a todos y a cada uno de nosotros, ‘y esa es mi iglesia, una iglesia que yo he escogido con la cual yo tengo propósitos’.Miren, yo les voy a decir algo. Son muchas las personas hoy día que cuando tú le preguntas, ¿a qué iglesia es que tú vas? Ah, yo voy a Congregación León de Judá y esa es mi iglesia. Te dicen ‘esa es mi iglesia’ pero no se aparecen aquí más que dos o tres veces al año. Y ellos se caen de pecho diciendo que esa es su iglesia. Mira, amen, que digan que esa es su iglesia. Fine.

Pero yo creo que está llegando el momento donde Dios va a empezar a decir: ‘Tú dices que tú eres de Congregación León de Judá. Let’s prove it!. Vamos a probarlo a ver si tú verdaderamente eres de Congregación León de Judá. Vamos a ver si tú estas viviendo de acuerdo a todos los principios que se transmiten a través de la palabra que se predica en León de Judá’.

Si a ti te preguntan de que iglesia tú eres y dices ‘Yo soy de León de Judá, de verdad’ Y ¿por qué? Porque en León de Judá se predica esto, esto, esto y esto y yo estoy viviendo de acuerdo a cada una de esas cosas que se predican en esa iglesia y te las puedo enumerar desde la ‘a’ hasta la ‘z’ y desde la z hasta la a otra vez. Te las puedo enumerar. Una persona que no pueda responder a eso lamentablemente no creo que nosotros vayamos a reconocer que tú vienes a León de Judá. ¿De verdad? Como diría Jesús ‘No te conozco’.

Vienen tiempos emocionantes, mis hermanos. A esta iglesia se están acercando unos momentos sólidos, se están acercando unos momentos transformadores. Miren, yo le estoy orando a Dios que haya domingos donde la gente solamente por entrar por esas puertas, miren que se quebranten en llanto, que se quebranten en gozo, que cualquier cadena que tengan que ya estén entregando sus vidas al Señor y vengan de rodillas por ahí caminando porque no pueden cargar la gloria que hay en este lugar.

Amén.

Yo estoy orando, mis hermanos, de que si Dios pone algo en nuestro corazón y hablo de nuestro como autoridad pastoral para comunicar con usted uno no tenga que venir con “¡Ay! Bendito mi hermano, pero si puede hacer esto’. Pero el mero hecho de uno sentarse en una mesa con usted, que ya usted diga “yo sé que tengo que trabajar en esto”. Amén. Nos van a librar un dolor de cabeza bien grande, sin tener que romper la noticia a usted porque ya usted se está sometiendo al trato de Dios.

Mire que si aquí se hace un llamado tenemos que orar, tenemos que ayudar, mira que la iglesia se replete y la gente se esté tirando por los balcones porque no cabemos. Pero después que estamos ahí buscando intensamente la presencia de Dios.

Que si hay que hacer algún tipo de impacto en medio de la ciudad en la cual nosotros vivimos, mira que no titubeemos en hacer eso, pero en la medida en que Dios determine para cada uno de nosotros que nosotros podamos hacer nuestra parte. Que si yo tengo que ir desde Randolph hasta Burlington porque hay que ayudar a una señora porque no tiene, pues mira, que yo me mueva desde Randolph hasta Burlington para hacer la compra, llevársela a la casa, ponerla en la nevera y volver otra vez a mi casa y aunque sean dos horas del día pero lo implementé en edificar la vida de una hija o un hijo de Dios. Amén.

Yo quiero cerrar este momento, ¡guau! Me extendí. Yo quiero tomarme un momento para orar.

Vamos a ponernos de pie, vamos a orar. Cuando lo eterno toca lo interno transforma lo externo. Señor tú eres un Dios eterno, Tú eres el mismo de ayer, hoy y siempre y no hay nada ni nadie que se pueda comparar contigo, Señor. Y es por eso que yo te doy a ti toda la gloria y toda la honra Dios, porque solo tú la mereces. Nosotros somos nada, Jesús, somos polvo, somos un grano de arena, como cantaba Ramón hace unos minutos.

Sin embargo, de ese grano de arena, Señor, tú has decidido edificarte un pueblo, edificarte un ejercito Señor. El cual tú puedas usar, el cual tú puedas trabajar con ellos. Y Padre reconocemos que tú estás moviendo a Congregación León de Judá y a todos sus integrantes, todas esas partes de su cuerpo. Tú nos estas moviendo a nuevos niveles que por una parte no sabemos como nos vamos a mover en esas dimensiones pero sabemos y creemos que de ti provienen las palabras de vida.

De ti provienen esas palabras que nos van a enseñar el camino para nosotros poder andar en él. Yo te pido Señor de que cuando llegue el tiempo de que tú empieces a demandar, a requerir de nosotros, no porque eres un Dios autoritario sino porque eres un Dios que nos amas, eres un Dios que es todo amor. Que nosotros como hijos e hijas podamos alinearnos a ese llamado que tú tienes sobre nuestras vidas Jesús, que no seamos rebeldes, que no seamos testarudos pero que podamos ser sensibles a tu voz.

Crea en nosotros, Señor, un espíritu noble, un espíritu recto, un espíritu enseñable. Danos un corazón abierto y sensible a ti, Señor para poder recibir esta palabra mi Dios y poder responder en una forma afirmativa Jesús.

Padre en una forma especial, como iglesia queremos orar e interceder por nuestro Pastor Roberto Miranda, Señor. Padre le decimos Amén a lo que tú tienes guardado para él y para su familia, Señor y primero que nada sobre todos ellos pedimos tu cobertura, Señor, pedimos tu provisión, pedimos tu paz a través de este proceso, Señor, que tú les enseñes, que tú traigas revelación tanto a Roberto como a Mercedes, a sus hijas, Señor Jesús. Que tú traigas revelación de los planes que tú tienes allá guardados en lo eterno para cada uno de ellos.

Enséñales el camino en que deben andar y a nosotros como iglesia enséñanos a saber ser una piedra de apoyo para nuestro Pastor, Jesús, en este ministerio. Que no seamos piedras de tropiezo, Señor, que no entorpezcamos lo que tú quieres hacer para este tiempo sino que todos nosotros mi Dios, podamos estar listos, dispuestos a responder a lo que tú tengas para nosotros y lo que tú quieras transmitir a nuestras vidas a través de él Jesús.

Padre, declaramos tiempos nuevos sobre la vida de esta iglesia. Yo lo declaro así, Jesús. Yo declaro un tiempo nuevo, yo declaro que ese viento, ese aire fresco, esa agua renovadora que tú estas trayendo a esta iglesia Señor. Abrimos las puertas para que tú entres, entra como el Rey que tú eres de esta iglesia, como el Señor que tú eres de esta Iglesia y al menos para aquellos que así lo sientan, Señor, yo declaro esto: Te damos permiso para que tú trabajes en esas áreas de nuestras vidas que tienen que ser tratadas por ti.

Señor, que aunque duela, aunque moleste aunque incomode pero si proviene de ti Señor, lo recibimos con brazos abiertos. Tú sabes como tratar con nosotros, tú no avergüenzas, tú no avergüenzas, Señor sino que tú traes convicción para edificar nuestras vidas y levantarnos al nivel que tú tienes para nosotros.

Señor yo declaro tu bendición sobre tu pueblo, Jesús. Declaro tu bendición sobre tu pueblo, Señor. Enséñanos, enséñanos. Una vez más yo te lo pido, Señor, enséñanos a saber como colaborar contigo en este tiempo y no se estorbos para ti.

Enséñanos a como colaborar contigo, con ese Dios eterno. Interrumpe la agenda de nuestro interior para nosotros poder ser esas luces en el exterior que tú nos llamas a vivir. Padre, llénanos con tu presencia, llénanos con tu espíritu Señor. Que no estemos andando por ahí soñando con pajaritos en el aire, Señor sino que sepamos como traer tu palabra a cada una de esas esquinas de nuestras vidas, para saber como vivir una vida justa, una vida digna, integra, delante de ti y de aquellas otras personas que tenemos a tu alrededor.

Permite que esta casa, Señor, sea una casa donde tu Gloria se manifieste. Que si hay cosas que limpiar en esta casa, Señor, enséñanos a como limpiar, a como desechar esas cosas que hay que desechar para traer esos utensilios mi Dios que tú estas trayendo una vez más. Esos dones que tú quieres traer en medio de tu pueblo, Señor.

Llena, llena tu iglesia, llena a tus hijos e hijas, Señor. Te lo pido en el nombre de tu hijo Jesús. Tú que has sido el que comenzó esa obra en nosotros, Señor, lo declaramos que tú vas a ser fiel en completarla. Nuestro deseo es honrarte a ti, Señor. Nuestro deseo es honrarte a ti con nuestro corazón, con nuestras acciones, con nuestros pensamientos, con nuestras palabras queremos traer honra y gloria a tu nombre. Se tú exaltado por encima de todas las cosas.

En el nombre de tu hijo Jesús, te adoramos, Señor. Amén. Amén. Gracias Jesús, Gracias Dios.

Mi fe es como mi radio...

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Algo que el Señor ha puesto en mi corazón y yo no se cuantos de ustedes estuvieron aquí el domingo en el segundo servicio. A ver, por muestra, hermanos ¿cuántos de ustedes escucharon el mensaje del segundo servicio? Amén. Okay, muy bien, muy bien.

Los que no lo han escuchado y si usted tiene acceso al Internet o si puede comprar los CDs de ese segundo servicio, le recomiendo que lo compre. Si usted se considera una parte vital de lo que es Congregación León de Judá, usted no se puede perder ese mensaje. Ese mensaje tiene que estar en su librería de mensajes de los Pastores de León de Judá, así que por favor, escúchelo. Revéalo, escúchelo y revéalo una vez más.

Pero el asunto es que yo no estaba aquí el domingo pasado, yo estaba predicando en otro lugar, pero el Pastor Miranda me dio la tarea de que yo tenía que escuchar ese mensaje. Y, yo pues, como buen estudiante, como buen alumno, anoche me acosté a las once y media escuchando el mensaje porque yo estaba preparado por sí acaso él me preguntaba algo en la reunión de staff que teníamos así que quería estar listo.

Pero el asunto es que yo no lo escuché tanto por el sentido de una tarea. Yo lo escuché, mis hermanos, porque yo entiendo que Dios está haciendo algo importante; que Dios está haciendo algo en medio de esta Iglesia, en medio de cada uno de ustedes, es porque ustedes son la iglesia. Cuando hablamos de la iglesia, mis hermanos, yo les recalco: la iglesia no es tan solamente este edificio, la iglesia son cada uno de ustedes. Cada uno de ustedes componen lo que es Congregación León de Judá y cada uno de ustedes juega una parte vital en el llamado, en el propósito que Dios tiene para esta iglesia; cada uno de ustedes es una pieza de ese rompecabezas que va a formar un escenario, una pintura, un panorama que al final cuando se vea va a ser algo grandioso.

Y pensando yo en ese mensaje hay algunas cosas que el Pastor Roberto mencionó inspirado por el espíritu y yo entiendo que lo dijo en una forma profética que yo quiero reflexionar en alguna de esas cosas. Es como -yo no sé cuantas veces ustedes han escuchado a alguien que da una presentación y después vienen otras personas y como que dan su respuesta a lo que esa persona dijo- pues, más o menos yo quiero hacer algo así, pero no es que me voy a ir de la línea de lo que el Pastor dijo, consta.

Y yo quisiera comenzar leyendo una pequeña historia que me encontré hoy en una reflexión que estaba haciendo. La historia de un personaje y solamente voy a leer algunas líneas y no las voy a leer todas. Pero este personaje dice, esta es su historia: 'Compré un radio para mi oficina, lo encendí y busqué mi estación favorita. Todo lo que escuché fue estática. Pensé que quizás el radio estaba muy cerca de la computadora, así que lo moví y mejoró un poco la señal, pero finalmente hallé un lugar donde la recepción fue buena y pude escuchar la emisora con claridad'.

Yo no sé cuantos de ustedes en algún momento han vivido eso, que ustedes tienen un radio con la antenita esa que uno como que va moviendo por distintos lugares en la casa a ver donde sirve mejor y no sé es algo como que "quédate ahí, no te muevas".

Yo no sé, hay veces que en mi casa, yo no sé por qué se hacía esto, yo todavía no logro entender pero mi papá había veces que cogía un papel de aluminio y se lo ponía a la punta y lo conectaba con una ventana que supuestamente aumentaba la recepción o algo así, yo no se, yo "un día te va a dar un cantazo de corriente, es lo que te va a dar eso".

¡Oh! un alambre de esos, un gancho de ropa, también se lo conectaban para que tuviera mayor señal o algo.

El asunto es que estaba buscando una mejor frecuencia para oír claramente lo que estaba diciendo. Ahora este señor, del cual estoy leyendo, dice: 'Mi fe es como mi radio. Dios siempre me está enviando mensajes pero no siempre estoy en el lugar correcto para recibirlos'.

A ver, déjame leer esa línea de nuevo, lento. A ver déjame decirlo como un poema:

“Dios siempre me está enviando mensajes pero no siempre estoy en el lugar correcto para recibirlos. A veces mi mente y mi corazón no están sintonizados para escuchar el mensaje. Los servicios de adoración en mi iglesia pueden ser un lugar donde yo puedo escuchar la voz de Dios. La compañía con otros creyentes me puede ayudar a sintonizarme para escuchar la voz de Dios. El leer la biblia y tener tiempo de reflexión me ayuda a sincronizarme con la voz de Dios. Pero muchos de nosotros, así como el radio, necesitamos estar en el lugar adecuado si queremos escuchar claramente el mensaje de Dios.”

Cada uno de nosotros necesita estar en el lugar adecuado si queremos escuchar ese mensaje, esa palabra de Dios.

Ahora, esa reflexión me hizo pensar en algo que para mí lo pude conectar con el mensaje que el Pastor estaba trayendo. Una de las partes de ese mensaje, porque ese mensaje estaba lleno de cosas, pero una de las cosas fue cómo el Pastor estaba identificando distintas poblaciones que están dentro de la iglesia. Personas que están como que en distintos círculos concéntricos donde tal vez, hay personas que todavía como que el mensaje del Evangelio, como que no ha penetrado de tal forma de que sus vidas hayan sido transformadas por completo.

Y a mí me llamó mucho la atención porque en la grabación del mensaje cuando el Pastor dijo eso, yo escuché el eco de la gente: "Amén, gloria a Dios. Sí, eso es verdad" y el Pastor como que " No, no, no. No digan Amén, no digan Gloria a Dios porque usted puede ser una de esas personas".

Yo cuando oí ese mensaje, yo mismo en mi casa como que lo oí y "¡Uf! Déjame no decir Amén porque yo puedo ser una de esas personas también". El asunto es que mientras meditaba en esto, por alguna razón el Señor me dirigió a la parábola del sembrador. La parábola del sembrador. Y yo quiero que ustedes vayan conmigo a Mateo capítulo 13. Quiero simplemente repasar algunos versos de esta parábola con ustedes y ver como hay una conexión aquí.

Mateo capítulo 13. Y voy a empezar a leer en el verso 9. Voy a leer algunos versos, así salteados. Verso 9. Y por favor no se me confundan, recuerden que estoy aprendiendo de esta nueva versión de la biblia. Esta nueva versión internacional en español, así que, es como si la estuviera leyendo de nuevo la Biblia. Así se aprende algo nuevo.

Pero Mateo capítulo 13 verso 9. Empiezo a leer aquí. Miren como dice el verso 9: “El que tiene oídos para oír, oiga.”. Mira por donde empezamos, Jesús es bien directo. “El que tiene oídos para oír, que oiga.” No es que le entre por un oído y le salga por otro. Es el que tiene oídos para oír, que oiga. En otras palabras que lo que tiene que decir es importante, siempre.

“Los discípulos se le acercaron y le preguntaron a Jesús: ¿Por qué le hablas a la gente en parábolas?”

Miren la respuesta de Jesús. Me fascina esta respuesta: “Jesús respondiendo les dijo: Porque a ustedes les es dado a saber los misterios del reino de los Cielos, más a ellos no les es dado.” Algunos versos más abajo –verso 16: “Dichosos los ojos de ustedes porque ven y sus oídos porque oyen. Porque les aseguro que muchos profetas y otros justos anhelaron ver lo que ustedes ven pero no lo vieron y oír lo que ustedes oyen pero no lo oyeron.” Ahora aquí es donde está el meollo.

Verso 18. Escuchen lo que significa la parábola del sembrador. 'Cuando alguien oye la palabra acerca del reino y no la entiende viene el maligno y arrebata lo que se sembró en su corazón. Esta es la semilla sembrada junto al camino'. Este es el ejemplo número 1.

Número 2: 'El que recibió la semilla que cayó en el terreno pedregoso es el que oye la palabra e inmediatamente le entra un éxtasis y le da euforia. Dice "¡Guau! ¡Qué rico, qué chévere está esto!

Recibe la palabra con alegría pero es todo superficial. Pero -miren ese pero bien grande que dice ahí- como no tiene raíza, la euforia le dura poco tiempo. Cuando surgen los problemas o la persecución a causa de la palabra enseguida se aparta de ella.

Ejemplo número 3: 'El que recibe la semilla que cayó entre los espinos es el que oye la palabra, pero -de nuevo el gran pero ahí- las preocupaciones de esta vida y el engaño de las riquezas la ahogan de modo que esta no llega a dar fruto'.

Ahora el verso 23, este es el cuarto ejemplo. 'Pero el que recibe la semilla que cayó en buen terreno, es el que oye la palabra y la entiende'.

Miren esto qué interesante, mis hermanos, el ejemplo número dos y el ejemplo número tres son los ejemplos donde habla acerca de las circunstancias de la vida y como las circunstancias de la vida, vinieron, se escabulleron y le robaron lo que se había sembrado ahí.

Pero el ejemplo número 1 y el ejemplo número 4 son los únicos ejemplos que usan la palabra "entiende" o no la entiende o la entiende.

Hay algo bien importante aquí, porque yo puedo oír algo y como bien dije ahorita: ese algo que yo escucho me puede entrar por una oreja y me puede salir por el otro y mi entendimiento va a ser ¿qué? Nulo, cero, mínimo, o bien superficial. Va a ser mi entendimiento de eso que yo escuché.

Si Bruno me quisiera explicar a mi de como funciona un circuito de electricidad, yo estoy seguro que él me lo puede explicar con todas las palabras técnicas que existen en el vocabulario de ingeniería y a mi me va a entrar por aquí y me va a salir por allá.

Él me puede preguntar: "¿Entendiste?" y yo le voy a decir: "Si". "Okay, ahora hazlo tú". Se quema el circuito cuando yo lo toco.

Nosotros podemos leer un libro de ayuda personal, un libro de autoestima, un libro que me ayude a poder rebajar un poco la pipa que tengo o algo así pero si no entiendo lo que yo estoy leyendo, solamente va a ser un libro más que acabo de leer y lo vuelvo y lo pongo en mi librero y ahí se queda.

La diferencia es, mis hermanos, que cuando yo logro entender algo, hay algo que pasa en el interior. Porque con el entendimiento viene un sentido de transformación. Con el entendimiento viene un sentido de que, "¡Guau! La forma en que yo estaba haciendo las cosas, no está muy bien, así que yo voy a considerar esta otra opción"

Cuando a mí me dicen: "Omar, mira, la forma en la cual tú estas llevando tu chequera no está muy bien. Yo te voy a explicar como tú debes llevar tus números". Y si alguien me lo explica de tal forma que yo lo entienda, ese entendimiento si se cimenta en mi cabeza va a ocasionar un cambio en como yo llevo mi chequera.

Si yo he sido el tipo de persona que he tenido relaciones interpersonales con otro y estoy brincando de una novia en otra, de una novia en otra y nunca logro conseguir la persona ideal; y si alguien me dice: "Mira, Omar, yo creo que tú tienes que ajustar estas cosas en tu carácter y entender lo que las relación significa y que significa una vida duradera con otra persona". Si alguien me explica y yo lo logro entender, en mi vida se van a dar los ajustes necesarios para yo entonces poder tener una relación saludable con otra persona.

Pero hay una clave para esa parte de poder entender y poder entender tiene que ver con como está mi corazón.

Antes de yo poder entender la palabra yo tengo que entender como está mi terreno. Y esto es bien importante, mis hermanos, porque hay veces que estamos tan y tan desconectados de lo que está aquí adentro que por más que se hable la palabra no va a causar efecto.

Hasta que aquí adentro no haya un terreno que verdaderamente pueda recibir esa palabra, que transforme el corazón el efecto va a surgir en lo que se dio en los otros ejemplos. Va a crecer por un tiempo, pero después se va a secar. Va a crecer otra vez pero los espinos, las circunstancias la van a amortiguar completa y no se va a dar el crecimiento.

Yo creo, mis hermanos, que... déjenme ponerlo de esta forma. Hubo una palabra que el Pastor mencionó el domingo, que a mí me quebró mi corazón, pero en una forma buena, no en una forma mala. En una forma buena, porque el Pastor estaba reconociendo que nosotros como iglesia hemos llegado a un nivel de vivencia en el Señor, pero que es un nivel incompleto. Y nosotros podemos ver todo lo que Dios ha permitido que Congregación León de Judá haya podido logarado hacer, lo que hemos podido lograr alcanzar. La forma en que Dios ha usado este ministerio para bendecir a otros, eso lo reconocemos.

Pero el yo escuchar de las palabras de mi Pastor, de su pastor, decir que todavía nos falta, que todavía no estamos preparados para lo que Dios tiene para esta iglesia, eso a mí me trabajó. No en una forma mala, recuerden, y miren que yo estoy hablando en capacidad Pastoral, pero estoy hablando como si fuera un feligrés igual que ustedes que está recibiendo la palabra de mi Pastor, de su Pastor. Esa palabra me hizo pensar a mi "qué yo estoy haciendo o qué yo no estoy haciendo para que esa revelación adicional que Dios quiere traer a nuestras vidas, se pude dar. Él usó ese ejemplo de tener un velo.

Miren, ustedes si me veían a mí anoche, tal vez se echaban a reír. Pero yo anoche cogí una bufanda de mi esposa que es medio "citrus" por así decirlo y yo me dije: "Okay, déjame ver que significa tener un velo," y yo me la puse así en la cara y yo podía ver la silueta de mi mano pero no la veía completamente. Me puse a dar vueltas alrededor de la cocina, la sala y yo como que tratando de ver. No era que estaba haciendo trampa por debajo de la cosa que me puse, sino que estaba buscando a ver como se sentía.

Y miren, obviamente yo conozco mi casa, o sea yo me puedo mover y se donde estar la esquina para no chocarme ni nada por el etilo. Pero el asunto es que no lo estaba viendo todo y tal y como estaba. Yo estaba viendo todo en una forma nébula. Y eso a mi me hizo tanto sentido, mis hermanos, porque como iglesia, miren, yo se, yo entiendo que Dios nos ha permitido movernos en una dimensión. Dios nos ha permitido como iglesia experimentar algunas cosas.

Hay personas aquí que han experimentado cambios en sus vidas, milagros, provisión de trabajos, restauración de familia, restauración de emociones, restauración de tantas cosas y eso ha sido por gloria y misericordia de Dios. Pero aún al pensar en eso atreverse uno a decir que todavía no estamos ahí, que todavía no estamos en el punto que Dios tiene intencionado para nosotros; que todavía hay un velo que hay que como que coger un bisturí, y cortarlo y abrirlo así, para poder entrar en esa dimensión.

Oigan, mis hermanos, yo no sé ustedes, pero eso a mí me emociona y me asusta a la misma vez. Me emociona y me asusta. Y por un lado yo conecto esto con lo que yo estoy leyendo aquí de esta parábola. Porque por un lado, para yo poder pasar ese velo y ver lo que está al otro lado yo tengo que asegurarme de que mi terreno esté listo y preparado para lo que vaya a ver en el otro lado.

Hace mucho tiempo, yo estaba hablando aquí, una de las palabras de Jesús en el libro de Juan, que cuando Él se estaba despidiendo de sus discípulos Jesús les dice a los muchachos: 'Muchachos aún tengo muchas cosas que revelarles pero todavía no es el tiempo. Todavía no están preparados para'.

Miren eso que interesante. El mero hecho de que el mismo Jesús dice: 'Yo quiero revelarme algo más pero todavía no es el tiempo'. Y esto yo lo veo en dos formas: todavía no es el tiempo de Dios para que esa revelación llegue y todavía no es el tiempo en la dimensión suya porque nosotros no estamos preparados todavía para recibir lo que sea que Dios tenga para nosotros.

¿Qué yo tengo que hacer para poder estar preparado? ¿Qué yo tengo que modificar en mi vida para que en mi se pueda dar lo que dice esa parábola del sembrador: 'Que mi fruto pueda ser al 30, al 60 hasta el 100 por ciento, ciento por uno. Que mi vida pueda dar ese fruto'.

Y obviamente, yo sé que nuestro Pastor, hiló fino en muchas cosas, que yo mismo cuando las oía yo iba que como con una libretita apuntando: me falta, aquí estoy más o menos, aquí estoy bien; esto me falta, aquí estoy bien mal. Yo voy haciendo mi lista.

¿Saben por qué mis hermanos? Hay una belleza acerca del Dios al cual nosotros servimos. Dios tiene este lado que es bien gentil, que es todo amor, que es como que todo bien chévere, bien nice. Como que ¡guau! cuanto te amo, cuanto te anhelo, cuanto deseo que tu vida experimente toda la abundancia que yo tengo para ti.

Está ese lado que es bien sweet, bien como quien dice: 'la cherry en el tope del frosty del pastel'. Pero Dios también tiene ese lado que es bien cortante, es bien tajante, mis hermanos. Y hay veces que nosotros nos olvidamos de eso y yo se que para nosotros poder entrar en esa dimensión que Él tiene para nosotros, miren hay asperezas en mi. Hay asperezas en todos nosotros que se tiene que ir cortando poco a poco, poco a poco para entonces poder entrar a eso que Dios tiene para nosotros.

Requiere por un lado, un sentido de vulnerabilidad.

¿Se recuerdan cuando yo hablé hace unos miércoles atrás de vulnerabilidad? De uno como quien dice, bajar sus defensas y dejar a otro, como que le toque sus botones, como quien dice: 'Mira te voy a decir algo y te vas a molestar pero déjame que te lo diga porque yo se que va a ser de bendición para ti'.

Y que uno no se revele en contra de eso sino que uno lo pueda recibir, que uno lo pueda aceptar y así mismo aceptar la bendición que Dios tiene para uno. El trato de Dios en el terreno del corazón, por así decirlo. De como Dios pueda meter sus manos en ese terreno y abonar nuestros corazones, de sacar escombros para que esa semilla que está plantada pueda dar fruto y que de ese fruto provea otra semilla para que otro tipo de producto se lleve a cabo en nosotros.

Yo les digo, mis hermanos, yo estoy seguro de que así como vienen tiempos buenos, tiempos de bendición, tiempos de poder en la misma forma van a venir tiempos duros. Van a venir tiempos fuertes porque esos cambios no son muy placenteros a veces. El mero hecho de que la Escritura dice en Romanos, como dice el Apóstol Pablo: "Por tanto no se conformen, pues, al mundo en el cual viven ahora sino sean renovados porque la renovación, transformación de nuestra mente, nuestro entendimiento, nuestra forma de pensar".

Mira que si me dicen: 'No seas cabeciduro'. 'Pero si yo no soy cabeciduro' y lo se que lo soy cabeciduro y yo comenzara a ser intencional en ponerme en situaciones donde yo pueda identificar esas cosas que están fallando, que están flaqueando, que de una forma u otra están impidiendo, están frenando lo que Dios quiere proceder en mi vida.

Y ¿saben qué, mis hermanos? La responsabilidad es de cada uno de nosotros. Miren como Dios trabaja. Yo me recuerdo de ese mensaje que prediqué hace unos domingos atrás y ahora como que me está haciendo un flash en mi mente.

Hubo un domingo donde yo prediqué un mensaje que decía:"Yo soy el responsable de mis encuentros con Dios". Yo no puedo estar dependiendo en lo que otros puedan estar haciendo por mi, yo soy el responsable de como Dios se pueda revelar a mi vida. Yo soy el que le pongo a Dios límites. Dios puede tener muchas cosas para mi pero si yo le empiezo a poner límites y le digo: "No Dios aquí no te metas", "No esto no lo puedo soltar", "No Dios, aquí tú no sabes como bregar con esto porque yo soy el que hay bregado con eso por mis 30 y pico años de vida", o mis 40 y pico o mis cincuenta y algo y mis dieciséis algo de vida que usted tenga.

Pero el asunto es mis hermanos, que ha una semilla que el Señor quiere sembrar: una semilla nueva. Yo lo veo así. Hay una semilla que se ha puesto en nosotros, que ha crecido, que ha dado fruto pero yo creo que hay una semilla nueva que ese sembrador quiere tirar y que el fruto de esa semilla nos lleve a esa nueva dimensión. Pero nosotros tenemos que ser bien responsables con como está el terreno de nuestro corazón.

Y miren, hermanos, que si yo tengo que aceptar el que me digan algo fuerte, mire, recíbalo en el nombre de Jesús. Consta que yo también se lo que dice la palabra en Primera de Telesalonisenses, Capitulo 5. Hay una palabra que para mí también es crucial, que la uso también en este mensaje y es esa palabra que dice: 'examinadlo todo, retened lo bueno y desechad, rechazad lo malo'.

Ahora ¿qué es lo bueno y qué es lo malo de acuerdo a los lentes por lo cual usted lo este viendo? o ¿qué es lo bueno y lo malo de acuerdo a los lentes de Dios? ¿Cuál de los lentes me voy a poner yo para ver? Para poder entender y discernir que es lo bueno y que es lo malo: lo bueno con lo cual me tengo que quedar y lo malo que tengo que desechar.

Lo bueno que tengo que recibir de los que viene de afuera hacia mi, lo malo que tengo que rechazar de lo que pueda venir de afuera hacia mi como también lo que pueda salir de adentro para afuera. Lo bueno que esté en mi retenerlo y lo malo que esté en mi rechazarlo, echarlo afuera.

Mis hermanos, yo les digo, las cosas que Dios tiene son fuertes, son bellas y lindas pero a la misma vez son fuertes. Y yo sé que el Pastor hablaba de un porcentaje de personas y dentro de ese porcentaje de personas, mira, puede ser que haya algunas que entren en esa nueva dimensión como también puede ser que haya aquellas que se queden rezagadas.

Y, ¿sabes qué? I wouldn't be surprised. No me sorprendería porque el mismo Jesús lo dice: 'Hay algunos que van a escuchar su voz y que van a responder y se van a lanzar por completo. Pero también van a haber aquellos que va a ser todo lo opuesto'. Yo quisiera que no fuera así. Mi corazón pastoral es como que yo quiero tener a todo el mundo en el barco pero si el mismo Jesús dijo que no todo el mundo va a estar en el barco, yo, busco -como quien dice- salvar los más que pueda, meter en el barco a los más que yo pueda por cumplir mi parte del llamado. Mi parte de lo que Dios pide que yo haga.

El resto, it's up to him -depende de Él. Él es el que se encarga de tocar los corazones.

Así que en esto, mis hermanos, yo lo veo en una forma dual. Es algo que va en dos vías. Por un lado, sí es lo que Dios quiere hacer conmigo y por lado es lo que pide que yo haga para Él en retorno. Que ese tiempo de comodidad en la cual yo me encuentro, que tal vez mi comodidad se tenga que ver alterada en algún tiempo, en alguna forma para yo poder descubrir y experimentar eso nuevo que Dios tiene, pero que a la misma vez ese sacrificio va a traer sus frutos. Ese sacrificio va a traer el fruto en su vida.

Y miren, mis hermanos, quiero terminar con esto: Jeremías. Yo se que todos conocemos esta palabra pero quiero que la leamos. Jeremías capítulo 33, el verso 3. Es más ¿alguien se lo sabe de memoria por si acaso?

Miren eso. "Clama a mí y yo te responderé y te mostraré cosas pequeñas y al descubierto que tú las conoces ya". ¿Te confundí verdad? Eso no es lo que dice el pasaje.

Ahora, pero lo dije intencionalmente porque Dios también te puede revelar cosas que ya tú conoces lo que pasa es que tú no le estás prestando atención. Pero la cosa es que Dios lo está poniendo de un lado mucho más interesante. Dios te está diciendo: "Clama a mí y yo te voy a responder y te voy a mostrar cosas grandes y ocultas que tú no conoces". Oiga, yo no sé usted, pero cuando yo leo esa palabra me da escalofríos.

"Cosas grandes y ocultas que tú no conoces", que yo no conozco. Cosas grandes que tienen que ver con tu vida, cosas grandes que tienen que ver con el mundo en el cual vivimos. Cosas ocultas que están en ti y que tienen que salir, cosas ocultas que ocurren a nivel de los aires en los cuales vivimos y que nos las vemos, no las conocemos, no las podemos percibir pero que llegará el momento en que Dios va a traer esa revelación y todo va -como quien dice- a conectar y a caer en su lugar.

Cuando ese momento llegue, yo estoy seguro que Dios va a querer una iglesia, meaning: todos nosotros, una iglesia que pueda responder. Una iglesia que pueda -como quien dice- pararse firme como ese pasaje de Josafat que se estuvo leyendo el domingo, estar firmes, mantener su puesto, estar quietos; que Dios es su salvación, que Dios es el que se va a encargar de mover las cosas. Nosotros somos ese instrumento, ese vaso, ese conducto a través del cual fluye todo lo que Dios tiene.

Mis hermanos, yo no comparto estas palabras con la intención de traer un sentido de inseguridad, o con la intención de traer un sentido de frustración o con traer un sentido de que ¡Guau! Pues entonces yo no soy parte de. Todo lo contrario. Si comparto esta palabra, mis hermanos, es porque ustedes son parte del plan del Dios. Es porque ustedes, todos nosotros, todos, todos, todos somos parte del plan de Dios.

En alguna forma u otra, por más insignificante que uno se crea que es, uno forma parte del plan de Dios. En la forma que sea, en la forma que eso se pueda manifestar. Yo creo que por eso es que yo leí ese pasaje de Jeremías: "Mira Señor, muéstrame cual son esas cosas en las que tú quieres que yo me pueda mover. ¿Cuáles son esas cosas nuevas que tú tienes para mí? ¿Cuales van a ser los cambios que yo voy a tener que hacer para poder adentrarme en esas cosas nuevas que tú tienes?".

Dios quiere, mis hermanos, Dios quiere que nosotros nos podamos poder las pilas y podamos procesar estas cosas, mis hermanos. Que no leamos esto así a lo loco, sino que prestemos atención a lo que Dios está verdaderamente queriendo decir a nuestras vidas, a nuestros corazones; qué nosotros podamos escuchar y a la misma vez entender. Porque es en ese entendimiento, mis hermanos, donde verdaderamente nosotros vamos a experimentar las cosas que Dios tiene para nuestras vidas. Que si tal vez, yo en algún momento, yo tal vez peleo conmigo mismo y me digo: "Yo no entiendo por qué hay veces que yo me pongo tan negativo, tan pesimista, si yo se que tengo un Dios que todo lo puede, que tiene cosas abundantes para mi vida, ¿por qué, por qué, por qué hay veces que mi mente se pone tan negativa?

Es todo lo opuesto a lo que Dios tiene. Estoy diciendo testimonio porque eso hay veces que son cosas que ocurren en mi. ¿Qué es lo que Dios me tiene que mostrar? ¿Qué es lo que yo tengo que hacer? ¿Qué cosas nuevas yo tengo que implementar para que esos pensamientos negativos se arranquen de mi por completo?

O quizás no es que se arranquen sino que yo pueda aplicar lo que dice la misma Escritura: "Someterlos a la obediencia de Cristo" y que esa negatividad no influya sobre mi, sino que yo la pueda sacar de mi con el poder y la autoridad que Dios da a mi vida para entonces yo poder vivir a la altura de lo que Dios pide de mi. Ese es mi ejemplo. ¿Cuál es su ejemplo? Usted lo conoce.

Dios está tirando una semilla, Dios está saliendo al campo. Escuche bien: Dios está saliendo al campo y Él está tirando una semilla. Está tirando una semilla en tu corazón, en tu corazón, tu corazón que me estas viendo por el Internet: Dios está tirando una semilla. ¿Cómo tenemos que preparar ese terreno para que esa semilla de el fruto que Dios espera?

Padre en el nombre de Jesús, yo bendigo a tu pueblo ahora mismo. Puedo decir que estamos en el mismo bote, señor Jesús, que vemos las cosas a medias. Hemos experimentado tu poder a medias, hemos recibido tu palabra a medias, pero falta más, falta más. Falta conocer más, falta entender más, falta someternos más, falta obedecer más, falta sacrificar aún más, falta rendir aún más. Falta buscarte aún más. Falta, Señor.

Pero esta falta no es algo negativo, Señor, es algo que nos llena y nos inspira a poder buscarte, a poder seguirte, a poder anhelar lo que tú tienes en tu corazón para cada uno de nosotros. Señor líbranos de entrar en esa dimensión con intenciones egoístas, solamente con la intención de ver cuanto tú puedes hacer por mi y nada más. No, Señor, líbranos de eso.

Ayúdanos a entender que tu bendición no es tan solamente para la edificación de nuestras vidas personales, sino también para que ese fruto pueda ser de beneficio a otros a nuestro alrededor. Ayúdanos a ser el tipo de iglesia que tú nos estas llamando a ser y que cuando tu palabra empiece a fluir, Señor, que cuando esa palabra rema, esa palabra fresca, nueva en el momento oportuno cuando comience a fluir que nosotros podamos tener un corazón receptible para recibirla para dejar que tú trates con nosotros, que tú trates con nuestras imperfecciones aunque duela, Señor.

Pero es mejor sufrir bajo el trato tuyo que bajo el trato de cualquier otra persona. Ayúdanos a reconocer lo que tú estas haciendo en medio de nuestras vidas, Jesús y que no te demos la espalda, Señor. Que no ignoremos lo que tú estas queriendo hacer, sino que podamos adentrarnos, Señor y seguir al paso contigo, Dios.

Enséñanos, Padre.

Yo te pido que tú traigas discernimiento a nuestras vidas para saber como recibir esta palabra, saber como entenderla, saber como internalizarla, como aplicarla y dejar que esa palabra transforme todo nuestro ser para verdaderamente poder reflejar tu carácter, tu persona, la persona de Jesús.

Yo pido tu bendición sobre cada uno de mis hermanos y hermanas en esta noche que se han dado cita, que han aguantado hasta este momento, Señor. Yo te pido que cuando ellos salgan de este lugar, que Tú les lleves con bien hasta sus hogares. Padre que en el descanso de la noche, que su cuerpo, sus músculos, sus tendones, su corazón, su sangre, mi Dios pueda reposar en ti. Que se pueda renovar en ti y que mañana si así tú lo permites podamos levantarnos con una nueva luz, con una nueva recepción a ti, Señor.

Con una nueva sincronización contigo, que podamos estar en frecuencia contigo para verdaderamente escuchar tu voz y recibirla, Señor. Gracias por este momento, Jesús.

Te damos toda la Gloria y toda la honra a ti, Jesús. Amén y Amén. Gracias Señor Jesús, Gracias Dios. Amén. Aleluya.

Apriétanos las tuercas

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La palabra que quiero compartir va muy a tono con lo que nuestra hermanas Gloria estaba exhortando en esta mañana, y es simplemente un sermón que yo voy a llamar un sermón profético y se titula “Apriétanos las tuercas”, qué les parece? Vamos a ponerle así, Apriétanos las tuercas. Está en Segundo de Crónicas Capítulo 20, y digo que es un sermón profético, una palabra profética porque saben cómo yo a veces lo único que tengo, casi como un versículo, un par de frases en la mente y hasta escribí unas notas y no sé donde están. Yo creo que el Señor me las quitó para que simplemente confiara en él, lo que él quiere que yo diga. Está muy bien así.

Segunda de Crónicas, Capítulo 20, y ustedes saben la historia de Josafat. Yo he predicado sobre ello hace ya unos meses, varios meses atrás y vaya al versículo 13, Segundo de Crónicas, Capítulo 20, versículo 13 y déjenme darle el trasfondo a ese momento aquí en el versículo 13. Josafat rey de Judá recibe un reporte urgente, hay una crisis en Judá, la nación que él dirige. Recuerdan de Israel se había dividido en dos, había habido una guerra civil, estaba el reino de Judá y el reino que se llamaba Israel, aunque originalmente los dos eran Israel, pero ahora había dos reinos: Judá e Israel. El reino del norte se llamaba Israel y el reino de la parte sur se llamaba Judá y Josafat era rey en Judá, la parte sur del reino dividido.

Josafat era un hombre piadoso, un hombre temeroso de Dios, un hombre temeroso de la palabra de Dios, se había esforzado mucho porque el pueblo de Judá enderezara sus caminos, pero les llega una noticia de que viene un ejército en su contra, un ejército invasor ha entrado a Judá y se acerca para invadir y poseer toda la tierra y expulsar a los hebreo de su tierra, poseerlos, conquistarlos y le dan ese reporte al rey. El rey evidentemente se preocupa muchísimo y sabe que no tiene las fuerzas como ejército para poder resistir este inmenso ejército enemigo que viene en su contra, y que ya está dentro de la nación. Y entonces convoca una reunión de toda la nación, una reunión de crisis, una reunión para clamar a Dios porque es lo único que les queda. Su ejército no tiene la solución así que él convoca a toda la nación, los reúne en una gran plaza pública y se reúne todo el pueblo, dice con sus mujeres y sus niños, para clamar a Dios y para pedirle que haga un milagro y que los libere.

De hecho la oración que él hace, parte de ella, no la voy a leer toda, yo creo que sería bueno que la escucháramos porque es una oración muy bella, muy elocuente. Por ejemplo, en el versículo 10 del Capítulo 20 dice:

“…Ahora pues, he aquí…., él está orando al Señor públicamente, el rey está orando delante de toda esa inmensa multitud de su pueblo mientras ese ejército se va acercando, lejos, pero ya están dentro de la tierra y vienen a poseerlos. Entonces él clama, dirige al pueblo en una oración pública y dice: “…. Ahora pues, he aquí los hijos de Amón y de Moab, y los del monte de Seir a cuya tierra no quisiste que pasase Israel cuando venía de la tierra de Egipto, sino que le dijiste que se apartase de ellos y no los destruyese. He aquí ellos nos dan el pago ahora, viniendo a arrojarnos de la heredad que tu nos diste en posesión….”

Y entonces él clama en versículo 12 “… oh Dios nuestro, no los juzgarás tu porque en nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros….”

Miren que linda esa palabra que dice él, dice, “….no sabemos qué hacer….” Cuantas veces usted se ha encontrado en situaciones que usted no sabe qué hacer. Yo pienso que para un hijo de Dios, una hija de Dios a veces esa posición es la mejor de todas porque es cuando usted se rinde y usted dice, ¿saben qué? Ya yo he tratado todo y no me sale nada de posible respuesta. He hecho todas las diligencias que puedo hacer, no tengo la respuesta. Yo he hecho mi parte y cuando yo analizo esta situación está imposible de penetrar, no sé qué hacer. Cuando uno llega al final de sus fuerzas, no? Es un buen punto para el creyente porque entonces es cuando muchas veces Dios puede entrar en acción, cuando nos humillamos y reconocemos que somos débiles.

Entonces dice, no sabemos qué hacer…. Muchos nos quedamos allí desgraciadamente. No sé qué hacer y entonces nos deprimimos y dejamos de ir a la iglesia, dejamos de servir al Señor, nos ponemos rebeldes porque Dios no nos ama y no ha cumplido su promesa, pero Josafat dio un paso más. dice:

“… No sabemos qué hacer y a ti volvemos nuestros ojos….” Él lo dijo así, públicamente, Señor, yo estoy desesperado, esta nación está desesperada, no sabemos qué hacer en esta situación tan difícil y por lo tanto lo único que podemos hacer es voltear los ojos hacia ti y a ver si tu nos extiendes tu mano de socorro y de ayuda.

Entonces dice la palabra que cuando él terminó de orar, dijo, bueno, ya acabé, ya yo le dije al Señor no sé qué hacer, qué más voy a hacer. Dice, mire lo que dice en el versículo 13, “….y todo Judá estaba en pie delante de Jehová, con sus niños, sus mujeres, y sus hijos. Esa multitud estaba escuchando a su rey orar y es como que el escritor pone una cámara gigante y corre la cámara con esa película de cine en pantalla grande, corre la cámara y uno puede en ver la pantalla esa multitud de mujeres con sus niños, sus esposos a los lados, los jóvenes, los ancianos, todo el mundo está tenso, silenciosos y esperando a ver qué va a pasar. El rey ha terminado su oración, hay una expectativa, y hay un silencio.

Y yo me imagino que ese silencio estuvo por varios minutos. Yo me imagino que el rey Josafat se puso incómodo y toda la gente estaba incómoda también, que hacemos, nos vamos, nos quedamos, qué vamos a hacer. Es importante a veces uno esperar la palabra de Dios, esperar que Dios hable, tan importante. Muchas veces nosotros estamos hablando, hablando, hablando y orando, y orando y orando y tu dices, cállate un momento para yo poder decirte lo que yo quiero que tu hagas, para darte palabra. Es importante a veces estar en silencio y descanso en el Señor.

Dios me ha hablando mucho en este tiempo acerca de eso, de en medio de las crisis, las pruebas, las dificultades, las luchas, que tu alma no esté afanada porque uno se quema muchas veces por eso, por no esperar en el Señor. Uno puede trabajar mucho, puede hacer muchas cosas pero uno tiene que pedirle al Señor, Señor, déjame estar por dentro tranquilo, callado y a veces tomar tiempo para descansar y no hacer nada porque a veces lo más serio que uno puede hacer en la vida es no hacer nada. Eso cuesta más que hacer algo muchas veces. A veces la cosa más poderosa que una mujer, un hombre de Dios puede hacer es tomarse un día, no ir al trabajo y ese día quedarse en la casa esperando en el Señor y orando y clamando y ayunando y leyendo su palabra, y adorando al Señor, y teniendo una buena fiesta con Dios. Guau! Si nosotros hiciéramos eso de vez en cuando quién sabe lo que pasaría en nuestras vidas. Porque esa quietud en el Señor, ese descanso en el Señor, ese guardar un día de descanso poderoso en Dios, quietud poderosa yo llamo a eso. No es la quietud de no hacer nada, es una quietud simplemente de uno centrarse en Dios y concentrarse en él y adorarlo y hacer cosas que lo glorifiquen a él. Hay mucho que decir sobre eso pero no es el momento.

Pero ellos se quedaron de pie, esperando, entonces dice en el versículo 14, “…. Y estaba allí Jahaziel, hijo de Zacarías, levita de los hijos de Asaf, dice, sobre el cual vino el espíritu de Jehová en medio de la reunión, sobre el cual vino el espíritu de Jehová en medio de la reunión….”

Había un hombre, un sacerdote, parece que venía de un linaje bien específico de sacerdotes, tiene que haber sido un hombre bien especial y dice que el Espíritu Santo cayó sobre ese hombre en respuesta a la oración que hizo Josafat. Y ese hombre profetizó.

Es importante, hermanos, que nosotros le pidamos al Señor que nos ayude cada día más y más a cultivar la intimidad con el Espíritu Santo y que le pidamos al Señor que nos ayude a ser un pueblo unido por el espíritu y que aprendamos a fluir en los dones del espíritu. Escúcheme bien, es bien importante, este es el tiempo más que nunca de que nosotros nos llenemos de energía del espíritu, que seamos un pueblo que se mueva en el espíritu, que cuando le pidamos a Dios algo que creamos que él lo va a hacer, que si le oramos al Señor y decimos que tu presencia está en medio de nosotros, creamos que esa presencia va a descender, por que Dios ha prometido que si se lo pedimos él lo va a dar.

Entonces vino el Espíritu Santo sobre Jahaziel y él profetizó y dijo, “… oíd Judá todo y vosotros moradores de Jerusalén, y tu rey Josafat, Jehová os dice así, No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande porque no es vuestra la guerra sino de Dios. Mañana descenderéis contra ellos, he aquí que ellos subirán por la cuesta de Sis y los hallaréis junto al arroyo antes del desierto de Jeruel…”

Mire a ver si Dios no sabía, no estaba en control de la situación. Él sabía exactamente por donde venía esa gente, donde iban a esar mañana, le dio que ni el gps le podía decir con más exactitud dónde es que venía esa gente. Antes que hubiera gps el Señor ya lo había inventado allá arriba. Él tiene un gps que ese sí que no se equivoca. El mío me ha llevado a varios sitios raros a veces, pero ese… el Señor estaba en control. ¿Qué pasa? Muchas veces hay tantas cosas en la vida, hay tantas situaciones por las cuales uno pasa en la vida, hay tantos enemigos con los cuales uno lucha, tantos problemas que le vienen a uno en la vida y uno cree como que Dios se olvidó de mí, Dios no sabe lo que está pasando. Y si me está pasando eso quiere decir que Dios no sabe lo que está pasando porque él es bueno y no va a permitir…. Pero Dios sabe, Dios está en control. Dios tiene un plan. Lo que pasa es que a veces tenemos que buscar ese plan y tenemos que creerle a Dios y vivir una vida que sea capaz de desatar el mover poderoso de Dios.

Porque si vivimos una vida desordenada y diluida y tibia los propósitos de Dios no se van a poder cumplir en nosotros, es tan importante que vivamos vida de integridad delante de Dios y que en todo lo posible….

Josafat era un hombre que tenía sus errores, tenía sus defectos pero era un hombre que amaba a Dios que había pagado el precio. Y yo creo que por eso cuando clamó Dios lo escuchó y le dijo, mira, le dio a Jahaziel esa palabra profética, le dijo, mañana no se preocupen, salgan contra ellos. Es una multitud inmensa es cierto, pero van a subir por ese sitio, espérenlos allí porque yo tengo un plan. Dios sabe.

Nuestra iglesia tiene 25 años, 27 años ya en existencia. Yo he caminado con la iglesia desde que comenzó en sus primeros servicios y nuestra iglesia ha pasado por muchas diferentes etapas, muchos diferentes procesos y uno como que se pregunta, bueno, qué es lo que Dios tiene, qué plan tiene Dios para esta iglesia, con todas las cosas que han pasado y todas las situaciones y las mudanzas, y todo, Dios ha estado con nosotros y uno siente como que Dios tiene un plan bien específico para esta iglesia. Hay un propósito que él tiene con ella. Él sabe exactamente, y lo que nosotros tenemos que pedirle al Señor, Señor, enséñanos cuál es el plan que tu tienes, qué es lo que tu quieres hacer con Congregación León de Judá , danos una palabra profética, danos instrucción profética. No la instrucción que viene del pastor Miranda a hacer planes y sentar un grupo de gente y, ok, qué vamos a hacer, y hablar en la carne con la mente y la conjetura del cerebro humano. Sino, yo creo cada día más y más que nosotros tenemos que proceder conforme a la palabra profética, a las instrucciones que Dios da a su pueblo.

Eso es lo que el pueblo de Dios necesita, en este tiempo de la historia humana, lo que la iglesia de Jesucristo necesita es palabra profética, palabra de Dios. ¿Por qué? Porque la época que está viviendo la iglesia cristiana en la tierra es una época de gran crisis donde hay grandes enemigos que están en contra de la iglesia y hay todo un sistema, y este es en realidad, este es el punto de mi sermón. Hay aquí palabra para el individuo cuando está pasando por crisis, pero en realidad esto es para la iglesia nuestra, León de Judá, y también para la iglesia de Jesucristo en general, este sermón, esta palabra que Dios me ha dado es más bien en ese nivel que yo la predico.

Pero la iglesia de Cristo en EEUU, en Europa, en el mundo occidental, y en muchas otras partes del mundo está en crisis como estaba Judá. Hay un enemigo muy fuerte en contra de ella, los medios de comunicación, los gobiernos, mire esta nación con un gobierno secular, racionalista, que no tiene la sabiduría de Dios en él. Y hay cosas que están en contra de los valores, y los principios de la iglesia de Jesucristo en esta nación, en Europa, en muchas partes del mundo y yo creo que la iglesia de Cristo puede decir, como dijo Josafat, no sabemos qué hacer y hacia ti volvemos nuestros ojos.

Por eso es que en este tiempo de crisis y de presión sobre la iglesia de Jesucristo en el mundo entero no podemos depender de la palabra humana. En otros tiempos quizás la iglesia de Cristo puede avanzar solamente con una oración genérica y con cierta iluminación, pero Josafat no podía ir al libro de la ley y tratar de buscar allí una solución para esa crisis. Esa crisis requería una palabra directamente de la boca de Dios para resolver esa crisis, no podía depender de la otra palabra que es muy buena también, pero hay veces en su vida que usted necesita que Dios mismo le mande un mensaje directo del trono y le diga, esto es lo que tu tienes que hacer. Vas a ir a tal sitio, y vas a poner una solicitud y vas a tocar a esa puerta, y vas a hacer algo extremo y eso es lo que va a resolver tu problema.

Hay momentos en que usted no puede ir a la Biblia y decir, oh, Señor…. No, no, no, usted necesita una palabra de Dios, nacida en el espíritu, cultivada dentro de usted. Esa palabra que sale inédita de la boca de Dios. Y yo creo que en este tiempo de la humanidad la iglesia de Jesucristo necesita una palabra profética, una palabra clara que le diga por dónde tiene que ir para confrontar a ese enemigo y para descabezarlo y destruirlo y entrar en la efectividad y la prosperidad que Dios quiere que ella tenga.

Y eso fue lo que Jahaziel le dijo. Eso fue lo que Dios hizo, ¿no? Salir contra ellos. Mire, versículo 17, “…. No habrá para que peleéis vosotros en este caso, es decir, ustedes no van a tener que pelear directamente con el enemigo, en este caso en particular ustedes no van a tener que pelear, ustedes no van a tener que enfrentarlo directamente. Hay otros casos en que Dios te va a pedir, y se lo pidió, había que coger las espadas y pelear con el enemigo, y cortarle la cabeza directamente. Pero Dios dijo, en este caso no va a ser así, la pelea va a ser diferente. En este caso dice, no habrá que pelear ustedes en este caso, sino, qué le dice, mire “… paraos, estad quietos y ved la salvación de Jehová con vosotros…”

Ve lo que yo digo acerca de estar quietos a veces y pararse en lo que Dios ha dicho. Hay veces, hermanos, que cuando Dios te habla y te dice algo en tu corazón y te da una palabra profética, lo único que tu tienes que hacer es pararte en esa palabra. Esa palabra tiene que convertirse en una alfombra, una plataforma, la palabra que Dios te dio, tu tienes que pararte sobre ella y quedarte tranquilito sobre esa palabra, eso es todo lo que tu tienes hacer. Mientras tu estés parado sobre esa palabra y mientras tu te muevas en esa palabra, tu eres invencible. Esa palabra que vino de la boca de Dios tiene que cumplirse por obligación. El cielo y la tierra podrán pasar pero esa palabra se va a cumplir. Tu tienes que pararte sobre esa palabra, no te pongas a buscar otra cosa, no te pongas a hacer otra cosa porque si te sales de ella, entonces están en territorio ajeno, inseguro, incierto.

Ese pararse sobre lo que Dios ha declarado en tu vida tiene un poder tremendo y a veces uno tiene que ser obstinado. Si Dios te ha dicho algo en tu corazón y tu sabes que es de Dios verdaderamente, una palabra genuina de Dios, párate sobre ella.

Yo les podría decir que muchas veces en mi vida Dios me ha dado una palabra, a veces la ha activado un versículo de la Escritura y esa palabra es la que yo he usado y me ha aguantado ese versículo hasta pasar por la crisis. O me ha dado un pensamiento y yo me he tenido que parar sobre ese pensamiento y tengo que creer que eso es de Dios. Y eso es lo que me ha llevado. Esa ha sido mi bandera mientras yo he peleado esas batallas. Y Dios me ha sacado adelante. Paraos y estad quietos.

Ese estar quieto es como un estar quieto por dentro, respirar hondo y no estés buscando que te digan. No te estés buscando consejos de los demás, qué tu piensas de esto, y qué tu piensas de lo otro, qué tu crees de lo que estoy haciendo, eso es bueno en algunos momentos, hermanos, pero cada día Dios me dice más y más, si yo te he dicho algo, créelo y no estés consultando por allí para escuchar. A mi me gusta mucho el consejo general de los demás, yo trato en todo lo posible, pero hay cosas que Dios me dice cada día más, lo que yo te he dicho eso es lo que tu tienes que hacer. No andes por ahí buscando otras segundas opiniones.

Alguien ha dicho si Dios puso un punto, no pongas un signo de interrogación. Si Dios te dijo algo, créelo, estate tranquilo en eso y entonces espera que tu vas a ver la salvación de Dios. Tu vas a ver la salvación de Dios. Eso es lo que Dios me estaba diciendo acerca de la iglesia en este tiempo de Jesucristo y todo este tipo de cosas, no te afanes tanto, no estés….

Hace uno o dos años atrás yo estaba bien metido y bien activo en todas las cuestiones de Nueva Inglaterra buscando avivamiento, unidad de la iglesia, matrimonio homosexual, una cantidad de cosas, peleando por aquí, yendo de una reunión a otra, organizando cosas y ¿saben qué? Y me ha dolido tener que refirmar de todas esas cosas porque le digo sinceramente no me gusta decir estas cosas, cuando yo llegaba, oh, ahí llegó Roberto, ya está la solución. Vamos a hacerlo. Y me ha dolido, yo he tenido que humillarme y apartarme de muchas de esas cosas y la gente pensará, yo a veces me pregunto, pensarán que yo me desaparecí del mapa, que yo no fui consistente en lo que …., pero Dios me ha dicho, estate tranquilo, espera lo que yo voy a hacer. Y estoy quieto pero por dentro también es una quietud diferente, saben, yo estoy esperando en el Señor.

Y si Dios te dice estate quieto, no estés buscando otras cosas, no estés, te digan lo que digan, y hasta que tu mente diga lo que ella quiere decir, obedece lo que Dios te dice y espera en el Señor. Y entonces Dios veremos…. Él es Dios, él sabe el problema, él sabe lo que su iglesia necesita en esta región, él sabe lo que su iglesia necesita en esta nación, así que, es como que él se ha sorprendido de lo que está pasando.

Mi parte, yo lo que digo es que yo tengo que llenarme por dentro del poder de Dios, yo tengo que asegurarme de que mi vida esté bien con Dios, de que yo esté recibiendo palabra de Dios, que esté comiendo buena comida espiritual y entonces como atraer el poder de Dios desde mi postura de salud interior, jalar el poder de Dios y entonces cuando ese poder está dentro él sabe lo que tiene que hacer. Eso yo creo que es lo que uno tiene que hacer cuando está pasando por situaciones difíciles de la vida. Llénate del poder de Dios y atrae las cosas a ti, que tu te conviertas en un imán que atraiga las cosas hacia tu espíritu y eso es lo que es la quietud interior, de uno reposar en Dios.

Entonces, Jahaziel le dijo, ve la salvación de Jehová, oh Judá y Jerusalén no teman ni desmayen, salgan mañana contra ellos porque Dios estará con ustedes. Imagínese si uno escucha esa palabra, si usted es un pueblo con un ejército, si tiene un ejército, Josafat tenía un ejército, y hay otro ejército bien poderoso que viene contra usted, y usted le ha pedido al Señor una cosa que haga, y el Señor obedece a esa oración, y le da una palabra profética a alguien y le dice, aguanten su ejército, esta pelea no es así, pero salgan mañana contra ellos y pónganse enfrente y espérenlos cuando ellos salgan en tal sitio, porque ustedes no son los que van a tener que pelear.

Hermanos, la verdad es que a uno le puede pasar como le pasó a Gloria que uno dice ciertas cosas, compromete ciertas cosas y después cuando Dios le dice algo, uno se echa para atrás porque lo que dice es contrario a todo lo que le dicta su carne. Por eso yo creo que nosotros tenemos que aprender, hermanos, a movernos por fe y en obediencia estricta al Señor. No se lleve de sus emociones. No se lleve ni de su cuerpo porque el cuerpo es la cosa más malcriada que hay en el universo y a veces Dios le va a decir, yo quiero que tu vayas a tal sitio a orar y a clamar, ve a la iglesia, no solamente el domingo por la mañana, yo quiero que vayas a mitad de semana y vayas a esa reunión de oración especial, y quiero que ayunes. Y usted va a decir, yo estoy demasiado cansado, yo he trabajado demasiado, como dicen muchos aquí en esta iglesia y en otras iglesias. Confiéselo. Y estamos demasiado cansados, demasiado, el cuerpo no obedece, pero uno tiene que obedecer a la palabra de Dios.

Y cuando uno se mueve en la palabra de Dios ahí es donde viene la bendición porque ni el cuerpo ni la mente, ni las emociones se sujetan a lo que Dios quiere hacer. Son cosas caídas, son cosas que están penetradas por el pecado, no son buenos instrumentos para procesar lo que Dios quiere.

Por eso es que yo aprendo cada día más y más, yo tengo que dejarme llevar por mi entendimiento espiritual, no por lo que Roberto Miranda quiera, diga, tema, anhele, sino por lo que dice la palabra de Dios, qué dice el espíritu dentro de uno. Si el espíritu te dice, ve a la iglesia, mira, aunque te tengas que arrastrar, ve arrastrándote y entra a la iglesia. Si el espíritu te dice has esto, búscate una grúa para que te mueva el brazo y te lleve a hacer lo que Dios dijo, pero hazlo. No te dejes llevar.

Es una de las cosas que yo le digo a ustedes, mis hermanos, les hablo ahora en el espíritu profético, que muchos de ustedes y les hablo en el espíritu pastoral también, muchos de ustedes todavía no entienden lo que es vivir en el espíritu y en la palabra profética. No lo digo en ánimo de acusación y condenación, lo digo en una manera pero bien natural, pero lo digo en una forma profética, el Señor te está hablando. Y tu tienes que aprender lo que es vivir la vida en el espíritu, lo que es consagrarte verdaderamente al Señor y vivir para él y en él y por él. Y lo que es entrar en esa dimensión.

Yo mismo, en esta etapa de mi vida descubro que hay cosas todavía que yo tengo que moverme en otra modalidad para este tiempo de mi vida. Tengo que apretarme las tuercas yo mismo y ustedes también. Y esta iglesia también para que Dios pueda hacer lo que él quiere hacer, que podamos proceder con esa integridad, esa verticalidad, esa seguridad, esa firmeza, esa confiabilidad de la persona que marcha en la palabra de Dios y que no se deja llevar por sus emociones, sus apetitos, su cuerpo, su depresiones, su ansiedad, sueño, lo que sea, no, esa persona camina en la palabra de Dios. Toda la palabra, todo el consejo de Dios. Dios quiere una iglesia así. Dios quiere gente así. Y Dios nos está hablando y nos va a seguir hablando de esa manera.

Entonces, cuando, fíjese por qué yo estoy diciendo esto, porque en realidad yo ni siquiera he llegado todavía al punto central de esta palabra, estoy llegando a ella. Entonces, él le dijo, hagan esto y parecía contrario a lo que dictaría la razón. La razón dictaría, prepárense para aunque sea morir peleando, fortalezcan los muros en los que llega el enemigo, pongan gente en los muros para que puedan resistir. Pero Dios le dice, no, salgan y expónganse y espérenlos donde ellos van a salir mañana y no va a ser militar la batalla. Todo lo contrario de lo que dictaba la razón, el buen liderazgo, la estrategia militar, la buena administración, todo… la palabra que Dios les dio era completamente contra la razón, usted ve?

Y entonces miren lo que le dijo Josafat, bueno entonces dice, “… entonces Josafat se inclinó el rostro a tierra y asimismo todo Judá y los moradores de Judá se postraron delante de Jehová y adoraron a Jehová…”

¿Qué pasó? Ellos decidieron creer que lo que Jahaziel había dicho era cierto o provisionalmente porque usted va a ver lo que le dice Josafat más adelante. Se postraron, adoraron, dijeron bueno, Dios nos ha hablando y se fueron para sus casas.

Dice, “….y se levantaron los levitas, bueno, todavía no dice, y se levantaron los levitas de los hijos de Coat y de los hijos de Coré para alabar a Jehová, el Dios de Israel con fuerte y alta voz….”

Alabaron también, glorificaron al Señor, le dieron gracias por esa palabra que habían recibido. La recibieron, la consagraron, la sellaron como palabra de Dios. Ok, entonces dice que por la mañana llegó el día ahora de la verdad. El profeta les ha dicho lo que tienen que hacer, por la mañana bien temprano todo el mundo se levanta. Y yo me imagino que puede pasar lo que le pasó de nuevo a nuestra hermana Gloria; una cosa es cuando en la emoción del servicio eso está que arde, todo el mundo está saltando y gozando y danzando y gloria a Dios, una visitación, palabra profética por aquí, por allá, una cosa linda y cuando salimos a la calle, y ya vamos por el camino se nos pasó la emoción y volvemos otra vez el problema es exactamente que teníamos cuando llegamos a la iglesia y se nos enfrían los pies otra vez, comenzamos a dudar y a cavilar dentro de nuestra cabeza, preguntándonos, ah, eso fue emoción te dice el diablo. Se te cruza alguien en el camino y tu dices, dos o tres palabrotas y ya perdiste la bendición y ya se te olvidó todo lo que pasó en ese momento, ¿verdad? El diablo es así, es un cínico increíble. Porque le gusta y a veces en los tiempos de mayor bendición es cuando enseguida olvídate que ahí viene el latigazo en la espalda. Él es así.

Entonces, mire cuando se levantaron por la mañana, salieron al desierto de Tecoa y mientras ellos salían Josafat, estando en pie, les dijo “… oídme Judá y moradores de Jerusalén, aquí está, este es el centro de esta palabra, creed en Jehová vuestro Dios y estaréis seguros, creed a sus profetas y seréis prosperados….”

Eso es a donde yo quería llegar. Eso fue lo que les dijo Josafat a ellos, creed en Jehová, vuestro Dios y estaréis seguros y creedle a sus profetas y seréis prosperados. Si usted quiere todavía estar más en el centro del sermón, quite la primera parte y quédese con la segunda solamente por un momento. Creed a sus profetas y seréis prosperados. Esa es la palabra de Dios para nosotros en este tiempo y para la iglesia de Jesucristo en el lugar donde está la iglesia. Créanle a los profetas de Dios y ustedes van a ser prosperados.

A eso es lo que Dios nos está llamando en este tiempo. Y en este tiempo de la iglesia, la Congregación León de Judá, Dios le está diciendo a ustedes créanle a los profetas de Dios y van a ser bendecidos, van a ser prosperados. Ahora, uno no le puede creer a los profetas de Dios si no le cree a Dios primero, por eso fue que él dijo, creed a Dios, a Jehová y estaréis seguros y como consecuencia de ustedes creerle a Dios, créanle a los profetas que él envía, y entonces ustedes van a ser bendecidos y prosperados.

Como yo aplico eso, cómo yo desgrano eso? Hermanos, yo siento que este es un tiempo absolutamente en el destino de esta iglesia. Como digo, yo tengo 27 años caminando con esta Congregación, 25 de ellos como su pastor, y Dios siempre me habla en momentos como cuando nos movimos aquí a Boston, era una locura dejar un santuario que era nuestro, sin pagar un centavo, tranquilos allí, un vecindario exquisito y Dios nos dice, muévanse a Boston y venir uno a comer polvo y a derrumbar paredes y a pasar frío y malos ratos para hacer un santuario aquí en la ciudad, dejar uno su tierra y su parentela, literalmente casi, y dejarlo todo y venir, dejar eso y comenzar de cero otra vez porque Dios dio la palabra, Dios me dio una palabra. Yo la compartí con el pueblo, el pueblo recibió la palabra y con temor y temblor nos lanzamos ladrillo a ladrillo a construir un nuevo ministerio. Nos movimos aquí, nos mudamos en el 97 a este lugar, diciembre del 97 formalmente.

Y hemos estado aquí y yo creo que hemos visto la gloria de Dios, hemos visto la bendición de Dios. Dios no nos ha fallado. Hermanos, yo tiemblo a la idea de que podríamos estar todavía en Cambridge. ¿Qué sería de nosotros si nos hubiéramos quedado en Cambridge? Una iglesita allí todavía. Quizás bendecida, diciendo pero nuestro destino estaba aquí, y requería un moverse en fe. Y requería gente que creyera al Señor porque moverse de un vecindario tranquilo, elegante, seguro a la decrepitud que era este vecindario en aquel tiempo, eso tenía que ser de Dios. Y decir, vamos a cambiar nuestro nombre de Iglesia Bautista Central a Congregación León de Judá, como lo hicimos.

Porque yo sentí que el Señor nos dijo, cambien su identidad, y cambien su nombre también. Y tantas otras cosas. ¿Por qué? Porque procedimos conforme a una palabra profética. Y cuando yo he tenido el valor de escuchar. Yo recuerdo cuando comenzaba esta iglesia allá en Cambridge, la primera vez, quizás ya se lo he dicho antes, la primera vez que yo me paré en el santuario allí en Cambridge para dar la clase de escuela dominical con 12, 15 personas, no sé si eran 15, 20, no más adultos, y yo estaba, no era casado todavía, estaba todavía comprometido con Meche, y la primera vez tendría que haber sido noviembre porque noviembre fue que nos mudamos, noviembre del 82, y me paro yo detrás del púlpito pequeño ese a dar la escuela dominical a los adultos, y me viene esa sensación tan fuerte en mi espíritu de que Dios me dijo, esta iglesia ha sido fundada para que tu la pastorees y les digo, yo lo que no tenía la menor intensión ni deseo de ser pastor, feliz haciendo mis estudios doctorales en Harvard, contemplando una profesión académica, fumándome una pipa y ….. de profesor, ganando decenas de miles de dólares, elegante y feliz y escribiendo libros. Y Dios me dice, esta iglesia ha sido fundada para que tu la pastorees. Dios usó al reverendo Juan Vergara para fundar esa iglesia y yo no sé cómo lo puedan tomar, pero Dios fundó esa iglesia para que yo la pastoreara. Y Dios lo usó a él porque en ese tiempo yo no estaba preparado, era un estudiante graduado simplemente, nunca había desempeñado mi ministerio y Dios lo usó a él como el padrino. Y Dios me dijo eso, y yo me quedé calladito, cómo se lo voy a decir, cómo le dice usted al pastor de la iglesia que la iglesia fue fundada para que usted la pastoree.

Esa es una palabra profética. ¿Cómo yo la recibí? La recibí aquí adentro y después se transfirió a mi mente y yo la interpreté. Lo que yo sentí lo interpreté aquí en mi mente y me decía, esa es la traducción. Y yo se lo compartí a Meche después que fuimos a almorzar ese domingo y ella dijo, ¿sabes qué? Yo recibí que yo iba a ser la esposa de un pastor. Meche era católica apostólica romana en ese tiempo, y yo me enamoré de ella y la invité a ser mi esposa porque yo sabía que en el tiempo yo iba a hacer la obra antes de que nos casáramos, como lo hice. Ella no era una mujer dada a recibir pero ese día Dios le habló a ella también diciéndole la parte que le tocaba a ella. Comparamos notas y entonces entendimos que Dios estaba…. Yo me quedé tranquilo allí, no dije nada, yo mismo no estaba seguro si era palabra de Dios o no, una impresión fuerte que yo sentí una impresión. Como al año y pico el pastor Vergara dijo, me tengo que ir para Puerto Rico, regresar con su esposa. Nadie hubiera esperado jamás que él tuviera que regresar a Puerto Rico, nosotros no sabíamos que él tenía que regresar a Puerto Rico, quisieron quedarse, hicieron todo lo posible, hicimos todo lo posible porque amábamos al pastor Vergara y estábamos enamorados de él, su esposa Elsie, pero no fue posible y él tuvo que quedarse allá en Puerto Rico, trató de arreglar allá los asuntos con la Universidad de Elsie, la querían, la esperaban allá. Y entonces yo me tuve que meter a esas aguas y aprender a ser pastor poquito a poquito. Y todavía estoy aprendiendo a ser pastor, 25 años.

Pero el asunto es este, cuando usted recibe una palabra de Dios y entonces yo tuve que dejar mi doctorado, gracias a Dios, Dios me permitió terminarlo pero tuve que meterme a pastorear, cambiar mi sentido de identidad, de futuro, entregar algo que yo amaba tanto y que deseaba tanto por algo que estaba aquí, que Dios, que todavía bien podría decir, pero cómo sabe que fue Dios, si fue Dios o no. Yo no puedo decirle cien mil por ciento pero yo lo creo en mi espíritu, y hasta aquí no he visto nada que contradiga que fue de Dios. Y nunca me arrepiento de haberlo hecho, al contrario, me considero bendecido.

Pero cuando uno tiene que dar pasos de fe, de atreverse a hacer cosas, cuando usted cree que Dios… yo no estoy diciendo por ahí, todo el tiempo que Dios me habló, Dios me dijo…. No, no, no, hay momentos en que Dios me dice algo y cuando Dios me dice algo, yo lo creo y entonces tengo que luchar con eso. Dios me ha dicho, por ejemplo, yo siento que Dios me ha dicho, quiero un templo allí. Yo estoy luchando con esa palabra, pero yo tengo que dar pasos de fe en esa dirección. Y durante años yo he estado ahí, poniendo un pedazo de madera, un pedazo de ladrillo espiritualmente hablando sobre otro, para hacer eso posible. Y ha habido momentos difíciles como esta crisis económica que parecía desmentir todo lo que yo pensaba, pero gloria a Dios, Dios nos ha bendecido y nos ha afirmado.

Pero yo sigo en eso porque yo creo que Dios dijo eso, y yo, o creo o mejor será que me vaya de aquí y deje de predicar en que le creamos a Dios. Porque usted o créale a Dios o cállese la boca y no predique ciertas cosas. Entonces usted tiene que seguir con miedo y con temor, y con duda pero usted siga adelante, porque eso fue lo que usted siente que Dios le dijo y usted no ha recibido otra palabra, pues siga esa palabra. Párese sobre ella.

Y de un paso al día, un paso a la vez. Hermanos, lo que yo les digo es que esa palabra profética, cuando Dios le habla, cuando Dios le habla a una Congregación, Dios le haba a un hombre, a una mujer, tiene que pararse sobre esa palabra y seguirla, seguirla, seguirla.

¿Por qué yo digo todo esto? Hermanos, es que este es un tiempo, de nuevo, clave. Yo he estado, toda mi vida yo he estado esperando un momento, un tiempo en que Dios visite la tierra, Dios visite el mundo y me callo esas cosas porque son algo, son cosas muy personales y muy grandes y muy serias. Me las callo y yo creo que ya es el tiempo, y yo tengo que comenzar a hablar de estas cosas porque si no las hablo creo que estoy contristando al Espíritu Santo y contristando el llamado de Dios para esta iglesia y para mi vida. Entonces yo tengo que decir simplemente lo que siento en mi espíritu, lo que yo creo que Dios me está diciendo y entonces yo le voy a dejar al Señor lo demás.

Que puede hacer un hombre sino decir lo que siente que Dios le dice, y entonces tiene que dejárselo. Pero como yo soy tan conservador, tan cuidadoso de no decir cosas me quedo callado y entonces no quiero que la fruta se pase antes de cogerla del árbol. Y yo creo que este es el tiempo en que nuestra iglesia tiene que marchar conforme a una palabra profética de Dios.

Dios tiene un propósito para esta Congregación. Dios prepara una visitación sobre esta región y sobre la tierra. Y Dios necesita esta iglesia como un ejército bien preparado, bien organizado, bien disciplinado, con gente que marche conforme a las órdenes de Dios y que no esté cuestionando la palabra profética de Dios, que viene a través de su siervo.

Perdónenme que sea tan claro en estas cosas, pero Dios me ha dado una palabra profética. Yo soy un profeta de Dios, hermanos. Lo digo así, la primera vez en la vida que usted me escucha decir eso. Usted sabe que nunca digo algo así, pero creo que si no lo digo estoy deshonrando al Señor y entonces tengo que hablar las cosas porque creo que al decir eso puede que algo se libere que tiene que ser liberado, tiene que ser declarado, porque yo no puedo ser más santo que el Papa, no puedo ser más íntegro que Dios.

Y yo hasta aquí he marchado en mi identidad pastoral pero hay otra identidad, otra cosa que Dios me ha dado y la reprimo y la aguanto y no lo digo porque tengo tanto respeto a esas energías. Pero yo sé que Dios tiene un propósito, tiene un llamado, Dios tiene un mover en este tiempo de la historia y de esta nación y de esta ciudad, y de esta región y Dios quiere que sus profetas se levantes, sus Apóstoles.

Este es el tiempo en que la iglesia tiene que caminar por una palabra apostólica, no es por una palabra de hombre, Dios tiene que levantar sus apóstoles y sus profetas. Yo creo que el pueblo de Dios ha discernido que Dios está levantando el ministerio del Apóstol de nuevo y entonces todo el mundo hoy en día se denomino Apóstol. Pero es porque hay un sentido profético en las entrañas del pueblo de Dios de que sí, que es el tiempo de que los Apóstoles caminen sobre la tierra otra vez, que el Apóstol camine sobre la tierra.

Pero no todo el mundo que se llama Apóstol o profeta hoy en día es Apóstol o profeta. Hay que tener mucho cuidado con eso. Pero Dios sí está esperando en este tiempo que se levanten Apóstoles, que le den a la iglesia las órdenes que tiene que seguir y lo que tiene que hacer directamente de Dios, órdenes selladas que bajan del trono de Dios y la reciben los hombres que Dios ha puesto para que lleven a cabo su labor. Y esos hombres tienen que entonces darle esa palabra a la iglesia y la iglesia tiene que decidir si le va a creer o no.

¿Usted entiende por qué el mensaje? Ese mensaje, yo he predicado ese texto varias veces pero nunca he tocado ese punto y estos últimos meses Dios me está diciendo, predica eso. Creedle a sus profetas y seréis prosperados. Y yo lo he reprimido pero tengo que decirlo.

Y Dios ha estado haciendo unas cosas en estos días, hemos compartido con los líderes. Yo no sé a dónde lleva todo esto, no veo concretamente claro pero tengo que dar pasos de fe. Y yo les insto a usted buscarse por dentro, examínense, examinémonos, yo tengo que examinarme a mi mismo, yo tengo que pasar mi propio proceso y los invito a ustedes a hacer lo mismo. ¿Estamos nosotros preparados verdaderamente para hacer lo que Dios quiere que hagamos?

Hermanos, yo les digo, francamente nuestra iglesia no está preparada. Somos una iglesia linda, bella, preciosa, mucha gente nos admira y nos respeta pero yo les puedo decir con toda confianza, y con toda seguridad que esta iglesia no está preparada para ir a la guerra. Y no es porque seamos inferiores a otras iglesias, pero no estamos preparados para lo que Dios tiene para nosotros. Hay mucha gente que no son soldados en el Reino de Dios. No, no son, no son soldados. No tienen la mentalidad de un soldado guerrero y necesitan adquirir la mentalidad de un guerrero en este tiempo para que nosotros podamos marchar como un ejército, como Dios nos necesita, tiene que haber un cambio de mentalidad, tiene que haber un cambio de mentalidad. Tiene que haber una disciplina, tiene que haber una seriedad, tiene que haber una integridad.

Aquí hay gente que usted le dice, un ujier se le acerca y le dice, por favor, muévase una banca para que venga una visita y se siente, y le dan una mala cara. No saben lo que es ser un soldado de Jesucristo en un ejército. Hay gente que un encargado del estacionamiento le dice, mueva su carro allí, por favor, y le hacen la vida imposible a esa persona porque no saben lo que es ser un soldado en un ejército.

Hay personas que usted, le dice el pastor o alguien cualquier cosita y tiran una puerta, o dan una mirada fea, o se rebelan en su corazón, no saben lo que es caminar conforme a autoridad. El pastor les dice vengan a esta reunión, el Señor quiere bendecirle, hacer algo, y esa persona escucha y se da el lujo de venir o no porque eso es asunto de ellos. El pastor lo dijo pero eso no es… no saben lo que es caminar conforme a autoridad y por eso no son bendecidos, por eso no son prosperados, por eso no entran en la madurez espiritual en que Dios les quiere. Por eso la palabra les rebota de su mente y de su corazón y no reciben los nutrientes de la palabra de Dios. Por eso no ganan sabiduría, por eso nunca salen del atolladero, porque no saben lo que es obedecer la palabra profética, no saben lo que es caminar en disciplina, no saben lo que es caminar bajo autoridad.

Si Dios va a hacer algo en esta iglesia y a través de esta iglesia, a través de mi vida, tanto yo como ustedes tenemos que aprender lo que es caminar en autoridad. Ustedes recuerden, yo prediqué varios sermones, Dios me lo recordó, que uno predica cosas serias y le olvida. Y hace un año, exactamente yo estaba en medio de una serie sobre autoridad. Dios me habló, a veces uno hace cosas proféticamente pero no las entiende, y yo prediqué sobre autoridad porque Dios me inquietó a predicar sobre autoridad. Esos sermones están ahí en Internet, varios de ellos. Y yo mismo los leía y decía, guau, esto es lo que yo he estado sintiendo.

Y es así que Dios habla a veces. Dios nos habla y nosotros no entendemos ni siquiera lo que está diciendo. Búsquese su sermón están ahí en el Internet, es más, yo le pedí a Ernst si él lo hizo, están ahí al frente mismo de la página, usted puede, escúchelos de nuevo a la luz de lo que yo estoy diciendo.

Si la iglesia de Jesucristo en este tiempo de su historia en el mundo entero va a moverse como Dios quiere que se mueva en autoridad como nunca antes en toda la historia de la humanidad, necesita moverse conforme a la palabra apostólica profética. Y cuando los Apóstoles y los profetas de Dios digan algo, toda la iglesia tiene que unirse como un ejército y marchar conforme a las órdenes de los Apóstoles y los profetas de Dios, escúcheme.

El ejército no se puede poner a cuestionar y a cavilar en su mente, será esto, lo otro, oh, pero yo pienso que debe ser mejor de esta manera, que debe ser…. No, se obedece y se mueve y si se le cree a los profetas de Dios hay prosperidad y hay bendición. Si se le resisten hay estancamiento, y hay pérdida. No hay nada como moverse en la palabra llena del poder y el espíritu de Dios. Esa palabra está llena de nutrientes, si usted se la come, usted es fortalecido, usted es prosperado, usted es bendecido. Si usted no se la come usted no puede recibir los nutrientes que Dios está bajando, entiéndalo.

Cuando un hombre, una mujer se hace humilde, sencillo de corazón, como un niño y responde a la palabra profética, esa persona está comiendo del seno de su madre, está recibiendo la lecha directa que lo nutre y le da fuerza y le aumenta su resistencia. No tiene que ir a tomar leche enlatada o de una botella, lo toma del pecho de la madre directamente porque baja de la boca de Dios y va directamente a la persona. Y esa persona se mueve en todo el poder y toda la autoridad de Dios. Cuando está haciéndolo en su propia cavilación, en su propia mente, eso es palabra inerte, muerta. No hay bendición, no hay progreso, no hay autoridad. La persona que se sujeta a autoridad, tiene autoridad, se mueve y es prosperada y es bendecida. Mientras está allí creyéndose que es la gran cosa y que puede darse el lujo de creer o no creer, recibir o no recibir, cuestionar o no cuestionar, tiene el juicio de Dios sobre él o sobre ella.

Y este es el tiempo, hermanos, en que esta iglesia Dios le está diciendo, el tiempo es corto, no queda mucho tiempo, es tiempo de ir a la guerra, y tu no quieres que la guerra te sorprenda en esa condición. Prepárate y ponte bien y aprende lo que es ser un miembro de un ejército. Créele a los profetas de Dios y serás prosperado. Créele a Dios, cree en este Evangelio que tu dices que tu has recibido, créelo. Y vívelo y acéptalo en su totalidad. Créele a Dios y estarás seguro. Créele a sus profetas y vas a ser bendecido y prosperado. Esa es la palabra del Señor para esta Congregación. Este es el tiempo, no queda mucho tiempo para lo que Dios quiere hacer en la tierra. No queda mucho tiempo, escúcheme bien.

Y el pueblo de Dios necesita prepararse para lo que viene, para la batalla, para ir contra el enemigo, para marchar como un ejército, para usar la palabra profética, para usar las instrucciones espirituales que vienen de la boca de Dios. Se necesita un corazón preparado y sanado para moverse en humildad y obediencia.

Saben lo que dice, el Señor me ha hablado también, si usted no se hace como niños, dice el Señor, no entrarán al reino de los Cielos. Usted sabe que hay que ser como un niño, y muchos de nosotros somos tan adultos, se nos ha enseñado que tenemos que cuestionarlo todo, pensarlo todo, y decidir nosotros si queremos obedecerlo o no. Eso es rebeldía.

En otro tiempo quizás de esta iglesia, eso funcionaba pero ya no funciona. No puede funcionar. Hoy en día se necesita gente con corazón de niño. Usted tiene que medir si la gente que sirve, le sirve a usted como líder de esta Congregación son gente que escuchan de Dios y son gente que tiene un corazón de siervo. Y si tienen corazón de siervo y escuchan de Dios entonces escúcheles, obedézcales y muévase según la directiva de Dios.

Cuando le dicen tome discipulado, estudie la palabra, oren todos los días, busquen la unción del espíritu, hágalo. Lea la palabra todos los días, ore todos los días, busque la unción del espíritu. No esté allí pensando, lo hago o no lo hago, ah, lo dijo pero nada, eso fue un anuncio. Lo haré, no, no, hágalo. Obedezca. Si Dios le está diciendo a usted, este es el tiempo, prepárate, apriétate todas las tuercas si puedes, hazlo. Toma en serio.

Este es el tiempo dice el Señor. Es el tiempo. Es el tiempo de que la iglesia se mueva en autoridad, bajo autoridad, reglas de autoridad, disciplina, integridad, seriedad. Muramos al mundo, tomemos el Evangelio en serio, seamos gente que nos movamos conforme a los patrones de la palabra de Dios. Esa es la palabra. Mientras tu seas simplemente una persona mirando a ver si compran la mercancía como tantos en esta iglesia, nunca vas a entrar en la bendición de Dios. Compra la mercancía y asegúrate que la compres y métela en tu casa. No estés allí viendo si la compran o no. Esos tiempos ya están pasando, por no decir que han pasado.

Créele a los profetas de Dios y serás prosperado, dice la palabra del Señor para nuestra iglesia y nuestro tiempo. Vamos a ponernos de pie.

Tómese un momento para meditar en lo que usted ha recibido esta mañana. Tómese un momento y piense bien en lo que usted ha recibido y pídale al Señor que le de sabiduría para interpretar esto que usted ha recibido y pídale al Señor que usted pueda, que usted sea capaz de absorberlo todo y vivir a la altura de esa palabra y yo le pido al Señor que me de a mí la capacidad para vivir a la altura de lo que yo acabo de declarar, de predicar.

Esta palabra es para León de Judá, es para mí, y es para la iglesia de Jesucristo en general. Padre enséñanos a conocerte y a conocer tu camino y discernir tu voz y a caminar en obediencia, Señor, a ti, en sujeción a ti, en este tiempo clave y delicado, Señor, y arriesgado de nuestra vida como Congregación, como ministerio, enséñanos a discernir tu voz, que tu quieres de nosotros en este tiempo, Señor. Que tu quieres de nosotros. Tu nos has invitado a conocerte, dice tu palabra que no enorgullezca el que tiene dinero o fuerza, de su fuerza o su riqueza, sino que se enorgullezca de conocerte a ti y conocer tu corazón. Y si tu has dicho eso, Padre, nosotros que estamos tomando en serio eso, queremos conocerte, queremos conocerte, queremos discernirte, queremos saber por donde caminar y cómo caminar delante de ti, Señor. No sabemos qué hacer y hacia ti volvemos nuestros ojos, Señor. No sabemos en qué dirección ir y hacia ti volvemos nuestros ojos.

Creemos que tu nos vas a dar direcciones claras, tu nos vas a dar instrucciones, Señor porque tu no eres un Dios que dejas a tu pueblo en confusión o ignorancia, Señor. Cuando tu pueblo se humilla delante de ti, dice no sabemos qué hacer, no sabemos cómo caminar, no tenemos la próxima parte de este proceso clara. Nosotros confiamos en que tu vas a hablarnos y vas a darnos direcciones claras, Señor. Tu pueblo escucha, tu pueblo está atento a ti y deseamos, Señor, y necesitamos escuchar de ti en este tiempo para que la gloria sea solo tuya, Señor, porque no queremos andar en nuestras propias conjeturas, en nuestros propios razonamientos, no se trata de esto en este tiempo, Padre. Necesitamos una palabra segura de ti, Señor. Enséñanos a movernos en esa claridad, oh Dios. Bendice a tu pueblo, Padre. Protégenos del mal, protégenos de nuestras propias mentiras y engaños propios, personales, Padre. Ayúdanos a caminar rectamente en tu revelación, Padre, en tu palabra, no palabra de hombre, Señor, no cosas emocionales sino tu palabra; Padre, en este tiempo de la historia, Señor.

Tu pueblo dice no sabemos qué hacer, hacia ti volvemos nuestros ojos. Yo sé, Señor, que tu nos guiarás al lugar seguro. En ti todo es sí y amén, Señor. Gracias, gracias, Señor Jesús. Gracias, padre. Te adoramos, te bendecimos, amen, amen, amen.

Hermanos, vayan en la paz del Señor. Váyanse con la paz del Señor. Dios está con usted. Dios le ama. Tiene buenos propósitos para su vida. Medite en esta palabra, hermano, medite en lo que usted ha escuchado y guárdelo en su corazón. Amen. Amen.

Creer a los profetas

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Vamos a la palabra del Señor. Segundo de Crónicas capítulo 20 y vamos a donde el Señor nos lleve ahí en ese capítulo. Vamos a comenzar. Una palabra de Dios que siento es una palabra profética, lo digo con mucha deliberación y peso, es una palabra profética de Dios.

Esta mañana cuando yo comencé a predicar lo único que tenía era -como a veces me sucede- un fragmento de versículo en mi mente y con eso dije: "Bueno..." y había escrito unas notas ahí breves esta mañana, y de hecho que no las podía encontrar y que era como que Dios quería que yo diera esa palabra de aquí adentro del Espíritu y que saliera como Él la quería ensamblar y así lo hicimos. Porque esta palabra es una palabra de instrucción y de formación para nuestra iglesia para todos nosotros los que estamos aquí en esta comunidad, Congregación León de Judá. Y vamos a recibirla en esta tarde y dejar que el Señor nos marque y nos forme con esa palabra.

Yo he predicado, como ustedes saben, sobre este pasaje: Segundo de Crónicas. El año pasado prediqué un par de sermones, precisamente sobre este pasaje. Esto me inició en un proceso de escribir sobre la vida del Rey Josafat y hay un libro por ahí que Dios ha gestado sobre la vida del Rey Josafat que con la ayuda del Señor vamos a publicar pronto. Pero hay aquí un mensaje para nosotros y hay una fracción de ese texto que se me quedó y no lo había predicado antes pero me ha estado trabajando.

Yo creo que es el tiempo de Dios para que lo compartamos con ustedes y ¿ustedes saben la historia culminante de la vida, la biografía del Rey Josafat? Ese momento en que después de una serie de reformas que él lleva a cabo en Judá queriendo fortalecer las raíces espirituales del pueblo hebreo y de arraigar bien la adoración al único y verdadero Dios; en un pueblo que se había descarriado hacia el paganismo.

Después de hacer grandes esfuerzos para fortalecer espiritualmente a su pueblo, se da una gran crisis en la vida de él y de su nación. Un día vienen y le dan noticia de que un ejército invasor ha entrado a Judá y que ya están no muy lejos de la capital - Jerusalén- y que vienen con intenciones de poseer la tierra y expulsar a los hebreos y quedarse con la tierra. Y es un reporte militar, claro, que eso es lo que estaba pasando. Y Josafat se, evidentemente, se conmueve y se llena de terror ante lo que está sucediendo y se da cuenta de que en él y en su ejercito no están los recursos que se requieren para poder resistir este ejercito que viene decidido a destruir la tierra y tomar posesión de ella.

Él no tiene las fuerzas, Judá no tiene los recursos para hacerlo y él reconoce este hecho y entonces, mire vamos a comenzar por allí, vamos al versículo 10 o aún antes, vamos al versículo 9. Pero no quiero ir demasiado hacia atrás porque en realidad donde yo quiero llevar está bastante avanzado, pero hay un trasfondo allí bien importante. Josafat se da cuenta, apela a Dios, en el versículo 9 él le habla a Dios basado en su palabra, en lo que el Señor le había prometido.

Cuando nosotros oramos, cuando estamos en una crisis, en una necesidad a ¿dónde vamos a ir primeramente? Tenemos que ir a la promesas de Dios, tenemos que ir a lo que Dios ha dicho, los derechos que nosotros tenemos, los compromisos que Él ha hecho con nosotros, los pactos que Él nos ha dado. Las aseguranzas que Él ha emitido de lo que Él va a hacer cuando nosotros tengamos situaciones de necesidad. Es ahí a donde tenemos que ir: a las promesas de Dios. Y entonces Josafat en los versículos anteriores les recuerda lo que Dios ha prometido, lo que le prometió a Salomón cuando se instaló el templo: "qué si venía pestilencia, guerra" y si ellos clamaban a Él, Él iba a escuchar e iba a acudir en su favor.

Siempre tenemos que -entre comillas- recordarle a Dios lo que Él ha prometido, lo que Él ha dicho porque en ese lugar estamos seguros. Por eso es que tenemos que conocer la palabra de Dios. Si usted no conoce la palabra de Dios, ¿cómo usted va a actuar cuando venga la guerra y el pánico y el temor y su mente no esté funcionando claramente?

Lo único que le puede ayudar es que la palabra de Dios esté tan sembrada dentro de usted a fuerza de estudiarla y meditarla continuamente y memorizarla que esa palabra en el tiempo de la crisis brote con tanta espontaneidad que usted no tenga que estarla buscando a ver donde la encuentra. No, no, esa palabra va a estar dentro de usted como las células están en sus tejidos, integrada a su vida. Esa palabra va a brotar y entonces usted va a poder tomar esa palabra y recordarle -entre comillas- a Dios lo que Él ha dicho.

Él lo sabe pero usted será entonces como un jurista, un abogado que viene ante el Juez, que apela basado en la ley que ha sido establecida. Lo que la nación ha declarado formalmente usted se lo va a traer al juez y va a decir: "Señor Juez, aquí está la ley que usted obedece y sobre la cual usted funciona y yo estoy basándome en esa ley para mi apelación y para lo que yo estoy pidiendo de usted. Y usted va a obedecer esa ley" y el Juez se sujeta a la ley que está por encima de él.

La palabra de Dios, Dios se sujeta a ella porque es su palabra y Él la honra. Por eso es tan importante.

Permítame, dese un tiempecito para esto, relájese. Yo creo que usted tiene bastante gasolina hoy para quedarse un ratito. Escuche y esto palabra de Dios para su vida. Déjeme darle todo lo que Dios quiere para usted. Hermano, estudie la palabra, conozca la palabra.

Una señora vino aquí, una violinista, hace dos domingos cuando estuvo Ron Kenoly. Tuvimos un tiempo precioso en la noche, una noche extraordinaria de adoración. Una violinista muy lograda ministró en el poder del Espíritu Santo en el violín.

Ella dijo algo que en realidad me hizo sentido, tanto que uno escucha esas cosas, pero ella decía: "Mira si tú estás en crisis, estás en problemas, en necesidades, te quiero hacer una pregunta: ¿Leíste tú hoy la palabra de Dios? ¿La leíste hoy?"

Y la verdad es que si yo le preguntara a todos ustedes aquí -lo voy a hacer pero no tiene que levantar su mano ¿Okay?- ¿estudia usted la palabra de Dios, la conoce usted bien? ¿la estudia todos los días? ¿Es hábito? Y hay veces que usted no podrá pero ¿la medita usted? y ¿hasta qué punto usted conoce la Biblia? ¿Hasta que punto esa Biblia usted la puede manejar de atrás para adelante, de adelante para atrás, de adentro para afuera y de arriba para abajo y de abajo para arriba? ¿Hasta qué punto?

Yo me temo que muchos de nosotros no conocemos la Biblia. Dependemos de lo que se nos da aquí el domingo, pero yo les animo en el nombre del Señor a conocer la Biblia, estudiar la Biblia, hacerse un estudioso sistemático de la palabra de Dios. Porque esa palabra es lo que usted va a usar cuando venga el momento de la crisis, de la necesidad para apelar a Dios

Entonces Josafat hizo eso. Muchos de nosotros somos débiles en los momentos de crisis porque no estamos alimentados con la Palabra de Dios y aún alimentados y aún así tenemos problemas. Imagínese.

Entonces él apela a lo que Dios le ha dicho. Después tómese su tiempo y lea el capítulo 20 y usted verá como él apela a lo que dice la Biblia. Entonces en el versículo 10 dice: "Ahora pues..." Ese 'ahora pues' quiere decir: "Señor yo te he recordado lo que dice tu palabra, lo que has prometido, con lo que te has comprometido y ahora como consecuencia de mi apelación a tu ley y a tu promesa: "He aquí Señor los hijos de Amón y de Mohab y los del monte de Sehira cuya tierra no quisiste que pasase Israel cuando venía de la tierra de Egipto"...

Fíjese él conoce la Biblia. Él está diciendo Tú prometiste esto, esto y lo otro y ahora Señor esa misma gente que tú un día -yo leí en tu palabra que cuando Israel venía a Canaán Tú le hiciste un favor a esa gente y nos dijiste a nosotros "No los maten a ellos, no los destruyan a ellos". Y nosotros te obedecimos y no los destruimos. Ahora esa misma gente mira como nos paga: viene a sacarnos de nuestra tierra.

¿Usted ve que lindo es cuando usted puede usar la palabra de Dios de esa manera? ¿Cuando usted vive en la palabra? Esa palabra es vida dentro de usted, usted la puede manejar en el sentido positivo de la palabra. Usted la puede usar como una espada en los momentos... ¿por qué usted cree que habla de la espada de la palabra? ¿por qué usó la imagen de una espada para la palabra? No usó la palabra escudo ni la palabra yelmo ni apresto o bota. Usó la palabra espada porque la Biblia es una espada, es activa.

Dice la Biblia que es “viva y eficaz”. No es un arma inerte, pasiva. Está viva. Si usted la sabe usar usted puede cortar con ella, romper muros, destruir, martillar, cavar hondo. La Biblia es un weapon -es un arma de guerra- para los que saben usarla y esta viva, y corta y penetra y divide y rompe, quebranta.

Eso es lo que hace la Biblia, por eso es que tenemos que conocerla.

Entonces le dice "Señor a cuya tierra tú no quisiste que pasase Israel cuando venía de la tierra de Egipto, sino que se apartase de ellos y no los destruyese". “Y he aquí, Señor…” -versículo 11- “ellos nos dan el pago ahora viniendo a arrojarnos de la heredad que tú nos diste en posesión. ¡Oh, Dios nuestro! No los juzgarás tú". Él apela en forma específica, clara, detallada.

Así es que uno tiene que orar, hermano, uno tiene que orar con nombre y apellido, con claridad, detalle ante el Señor, precisión, firmeza, parado en lo que Dios ha dicho. Lo que uno conoce de la, los métodos de Dios.

"He aquí ellos nos da el pago, arrojándonos de la tierra que Tú nos diste. ¡Oh, Dios nuestro! ¿No los juzgarás Tú? Porque en nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros". Él reconoce: Yo no tengo la respuesta.

Cuando nosotros estamos en situaciones difíciles en la vida lo que necesitamos hacer es reconocer que no tenemos las respuestas. Yo siempre he dicho que no hay lugar más poderoso para una hija o un hijo de Dios que cuando admite su impotencia delante del Señor.

Y digo delante del Señor, porque si usted admite su impotencia simplemente en una forma pasiva, de una pared eso no es suficiente. Pero cuando usted la admite delante de Dios, esa impotencia se convierte en poder. Es la diferencia. Porque al usted admitir su impotencia, usted abre un vacío que Dios puede llenar y eso es lo que tenemos que hacer en nuestra vida: tenemos que admitir, vivir continuamente seguro: "Yo no tengo lo que se necesita para esta crisis en mi vida"

Entonces, mire, y esto es importante: "En nosotros no hay fuerza para tan grande multitud. No sabemos que hacer". ¿Usted ve? La raíz misma de la oración es eso, la raíz misma de todo clamor a Dios es eso: Yo no se que hacer. No tengo lo que necesito y gracias a Dios que Josafat no se quedó allí sino que dice: "Y a ti volvemos nuestros ojos". Miren, no hay expresión más bella, yo creo, en toda la escritura que esas palabras: "No sabemos que hacer y a ti volvemos nuestros ojos".

Esas son palabras inmortales y hermosas y yo creo que la Iglesia de Jesucristo en esta época de su historia, en los dos mil años que la iglesia de Jesucristo tiene sobre la tierra, como nunca esas palabras aplican. En el mundo occidental incluyendo Estados Unidos, Canadá, todo Europa, muchos otros países del mundo, aún en Latinoamérica, en otras partes del mundo, los vientos del secularismo, humanismo, la homosexualidad, la sexualidad, la herejía están soplando sobre el mundo.

La iglesia de Jesucristo no tiene la respuesta, la iglesia de Cristo no sabe que hacer. En Nueva Inglaterra, por ejemplo, aquí se ha tratado todo y no hemos dado pie con bola y el diablo sigue arrollando, poseyendo. En esta nación, ahora mismo hay gobierno con todo respeto lo digo que no conoce a Dios, ni conoce de sus principios ni su metodología. Perdóneme si usted no está de acuerdo con eso pero yo creo así, porque si se conociera lo que es Dios hay cosas que no se permitirían. No hay sabiduría y siempre ha habido, cada gobierno tiene sus cosas, pero en este tiempo de la historia en Europa. Ya Europa es un desierto, Europa es una tierra post-cristiana o por lo menos pre-cristiana. Yo prefiero verlo de esa manera.

Pero la iglesia, y este es un mensaje mas bien para León de Judá, aunque tiene una aplicación individual como han visto, este mensaje es para la congregación León de Judá como iglesia y también para la iglesia de Jesucristo en un sentido. La iglesia está en una época de crisis ahora mismo y tiene que admitir que no sabe a donde ir, no sabe que hacer.

Si Dios no mete su mano, en poco tiempo el cristianismo será historia. Un grupito de gente por allí sin ningún tipo de influencia estarán adorando al señor o multitudes impotentes estarán adorándola pero sin acceso a las maquina del poder, la influencia. No lo tendremos, lo tendrán otros. Podremos estar en nuestras iglesias adorando al Señor, pero nuestra iglesia será un refugio. No habrá poder, no habrá palabra para influenciar sobre la humanidad. No hay que ser un sociólogo demasiado desarrollado para entender eso.

Entonces la iglesia de Jesucristo en esta época crítica de la historia tiene que admitir:’ No sabemos que hacer, Señor. No tenemos la estrategia'. Y la iglesia de Jesucristo, hoy en día tiene que admitir su impotencia y voltearse hacia Dios y decirle: 'Señor solamente Tú tienes la respuesta, solamente Tú sabes lo que se puede hacer'.

Josafat convocó a toda la nación. Esa oración que él está haciendo que yo he leído la está haciendo ante toda la nación de Judá a la cual él ha convocado para orar y clamar a Dios. Él convocó una Asamblea Nacional y ahí llegaron la mujeres, los niños, los esposos, los ancianos toda la nación estaba en una gran plaza y su rey estaba clamando a Dios y diciéndole 'Señor mira lo que está pasando. No tenemos la respuesta, solo Tú la tienes'

Y entonces dice que en ese momento, yo creo, no lo dice pero yo lo asumo, 'hubo un silencio'. El rey terminó de orar y entonces el versículo que sigue yo siempre lo he visto como si fuera una cámara cinematográfica y estamos viendo una pantalla y estamos viendo un drama y de momento el cinematógrafo hace correr la pantalla lentamente a través de la multitud y podemos ver según la cámara se desliza por la pantalla podemos ver los rostros asustados y expectantes de la gente.

Y hay un silencio. Josafat ya se le acabó el material y está esperando o simplemente estará pensando "¿Cómo cierro yo esto?" y la gente también estará esperando, escucha a su rey, saben que están en crisis. Yo imagino que fue un momento preñado y un momento de gran incomodidad pero también de gran expectativa y había un silencio sepulcral en toda esa gran asamblea. Y de momento el silencio es quebrantado por una voz profética.

Aquí en el versículo 14 dice: "Estaba allí Haziel -hijo de Zacarías, hijo de Benahías, hijo de Beyel, hijo de Matanía- le da el linaje de este hombre. Tiene un linaje ilustre espiritualmente. "Levita de los hijos de Azaf" Era un sacerdote que servía al Señor y al ser hijo de Azaf, de los hijos de Azaf, si usted busca en los Salmos era una familia de adoradores. Era una familia que... hay salmos de Azaf en la escritura. Eso es muy significativo, venía de una familia de adoradores y si usted ve más adelante la adoración va a jugar un papel bien importante en la salvación que habría de venir a Judá.

Es muy importante. Yo creo que Dios está llamando a esta Congregación a adorar a Dios en el espíritu verdaderamente y tomar tiempo, como el que tomamos esta tarde para "Usher in the Glory of God," para hacer descender la Gloria de Dios, la alabanza es la plataforma sobre la cual es espíritu de Dios desciende. La alabanza es las alas de los ángeles que llevan la adoración del pueblo Dios hasta el trono de Dios. La alabanza es el lubricante que hace posible que todo lo demás fluya en la manera que es concebido. Y yo no creo que es coincidencia que Dios escogiera un hombre de una familia de adoradores y que quizá él mismo era un músico, quizá él mismo era un director de alabanza y a ese hombre Dios escogió.

Hermanos, yo les digo, esa noche que vino esta Señora aquí, la violinista, yo sentí al Señor dar una palabra y es que Dios quiere que nuestra Iglesia se mueva más en adoración extraordinaria.

¿Qué digo con adoración extraordinaria? Qué sea una adoración no de lo que hacemos normalmente, sino adoración en días y en horas no comunes, en que tengamos que ofrecer al Señor un verdadero sacrificio de alabanza.

Porque ya tenemos el domingo marcado, ya por la mañana las ropas nos están esperando paradas frente a la cama, porque ya están listas, porque ya lo hacemos todos los domingos. Pero lo que Dios quiere es Okay, le hagamos así a la arena y digamos: 'ahora tengamos que comenzar de nuevo'. Vamos a tener que tomar momentos diferentes para adorar al Señor y ser intencionales.

Adoración extraordinaria y sacar tiempo para adorar a Dios y buscar la presencia de Dios. Rutina tiene que irse. Les digo hermanos, eso es parte...

Por eso Dios escoge a un hombre, a un adorador. Porque la adoración iba a ser clave, este pasaje siempre se ha usado a través de la historia como un paradigma, un ejemplo de lo importante que es la adoración de guerra para hacer descender la Gloria de Dios en un ámbito, en una situación.

Entonces ese hombre rompe el silencio. Dice que "sobre ese hombre vino el espíritu de Jehová en medio de la reunión". Dios descendió en espíritu y poseyó por así decirlo a este hombre. Y este hombre entonces habló la palabra directa salida del Espíritu de Dios, de la boca de Dios, salió a través de la boca de este hombre y este hombre le dio la instrucción al pueblo, que el pueblo necesitaba.

Hermanos, una de las cosas, Dios está llamando a esta Congregación, está llamando a su Iglesia -con i mayúscula- a aprender a fluir más y más en los dones verdaderos del Espíritu Santo y digo 'verdadero' porque hay mucho fluir falso que es emocionalismo y es otra cosa pero no es el fluir verdadero de Dios. El fluir verdadero del don de Dios está enmarcado por la palabra de Dios.

Usted tiene que conocer la palabra, tiene que conocer los principios de la palabra, tiene que conocer la teología de la palabra y ese es el instrumento a través del cual puede fluir palabra segura, profética de Dios al pueblo de Dios.

Necesitamos pedirle al Señor sabiduría sobre el balance de como desatar la palabra verdadera y los dones, la manifestación verdadera del don de Dios sobre su iglesia. Es un tiempo ahora en el que la iglesia necesita sana instrucción sobre como canalizar el mover poderoso y verdadero de Dios en su seno. Hay mucha gente bien intencionada en el mundo.

Dios ha permitido una explosión de poder en estas décadas, el poder Pentecostal. Pero hoy en día hay mucha espuma, mucho follaje y el fruto está creciendo raquítico porque toda la fuerza de la mata se está yendo a las hojas y a la mata que están creciendo caóticamente. Tiene que venir el podador y cortar muchas ramas para que el poder de Dios pueda fluir para ir a donde tiene que ir que es al fruto.

Hay mucha adoración hoy en día, hay mucha congregación hoy en día que cree que está fluyendo en el poder del espíritu pero es otra cosa y entonces ahora tiene que venir el orden apostólico de Dios para enseñarle a la Iglesia como canalizar eso, como adelgazarlo, como canalizarlo verdaderamente y como rendirle al Señor una adoración que sea adecuada. Un fluir del espíritu adecuado.

Tanto la iglesia evangélica tradicional como la iglesia evangélica Pentecostal necesitan instrucción hoy en este tiempo, corrección, enseñanza apostólica profética sobre como verdaderamente proveerle al Señor una plataforma para el mover. Porque la iglesia va a necesitar y está necesitando desesperadamente el mover genuino de Dios en este tiempo, su palabra, su poder. Y lo va a necesitar como nunca porque yo creo que se avecina un tiempo en la historia de la Iglesia en que Dios va a querer hacer descender su poder como nunca antes y le va a dar a la iglesia una autoridad, un poder, una influencia, una capacidad administrativa como nunca antes en la historia y la iglesia va a necesitar de los dones revelatorios del Espíritu Santo y de los dones activos del Espíritu Santo para poder desempeñar la tarea que tiene por delante.

Va a necesitar enseñanza, instrucción, corrección, va a necesitar autoridad apostólica, va a tener que fluir en la autoridad, en la enseñanza, en la instrucción apostólica para poder hacer lo que Dios quiere que ella haga y por eso es que se necesita en este tiempo ese descender de las instrucciones de Dios.

Voy a seguir hablando así, como el Señor me dirija.

En este tiempo, Dios está llamando... hay vasos, hay utensilios que durante siglos han estado escondidos en el palacio Babilónico. Durante siglos han estado escondidos y ahora el Señor está ordenando que esos utensilios y esos vasos sean sacados de ese lugar escondido y regresados al templo de Dios para guiar a la iglesia. Este es el tiempo, hay verdades escondidas en la palabra de Dios que ahora el Espíritu Santo las va a estar desatando y activando para que el pueblo de Dios pueda fluir en el poder y la autoridad que Él quiere que fluya.

Así como en el Antiguo Testamento cuando hubo el exilio, cuando hubo la cautividad, los vasos santos del Santuario fueron tomados y llevados y poseídos por los reyes Medo persas y Babilónicos y cuando llegó el tiempo que cesara el cautiverio, Israel regresara a la tierra prometida, Dios movió el corazón del Rey para que soltara esos vasos, esos utensilios para que fueran regresados e instalados de nuevo en el lugar de la adoración. ¿Usted ve?

Y Dios me ha dicho, me ha hablado acerca de eso hace meses, meses atrás. Diciendo: 'Es tiempo de que los utensilios que han estado durante siglos escondidos porque mi pueblo ha estado en cautividad y desobediencia y por un tiempo yo he apartado mi gloria y la he escondido y la he frenado y la he cubierto con un velo. Ha habido manifestación de mi gloria pero es a través de un velo y la gloria que han visto es a través de un velo. La han visto etérea, nebulosa, difusa, indefinida. Pero yo voy a descorrer el velo para que vean mi gloria en una manera diferente y clara; definida'.

Y por eso es que hay esos utensilios, esos principios, esos conceptos de la adoración verdadera a Dios están siendo, van a ser soltados y van a ser liberados para que la Iglesia de Jesucristo pueda adorar al Dios verdadero y su gloria pueda descender y manifestarse como Él quiere sobre la tierra.

Entonces hay verdades que han estado escondidas, hay cosas que como le dijo Dios a Daniel en su libro que en un tiempo dice que Dios traería revelaciones que habían estado escondidas. Hay profecías que han estado cerradas, selladas con llave. Nadie las ha podido abrir, han estado selladas a la mente, han estado selladas como estuvo sellada la imagen de Jesús cuando se acercó a los dos hombres que caminaban en el camino a Emaús y lo veían pero no lo veían. Sus mentes estaban cerradas. Y así la Iglesia de Cristo ha leído la palabra durante siglos y hay verdades que yo creo han estado cerradas esperando a que Dios dijera: "Es el tiempo, voy a abrir la llave de sus mentes, para que puedan entender ciertas cosas y puedan fluir en mi gloria, en mi poder".

Yo creo que en estos tiempos Dios le va a estar hablando a sus profetas, sus apóstoles para que puedan entender cosas que la Iglesia va a necesitar en este tiempo en que Dios quiere darle algo muy especial a su pueblo. Y nosotros tenemos que estar dependiendo de esa revelación de Dios. La iglesia va a tener que fluir en una revelación directamente de la palabra de Dios, que solo va a venir cuando seamos capaces de proveerle a Dios la plataforma que Él requiere de adoración y de clamor puro para que descienda su palabra profética sobre su pueblo, que le permita resolver las situaciones que la iglesia necesita resolver. Los tranques, los dilemas, los encerramientos, las crisis, la impotencia. Todas estas cosas tienen que ser... Dios tiene que bajar dirección apostólica profetica a su pueblo y el pueblo de Dios tiene que aprender como fluir en eso y como recibir esto.

Entonces, cuando vino el Espíritu de Dios sobre... en medio de la reunión Jaziel profetizó y dijo, versículo 15: 'Oíd duda a todo y vosotros moradores de Jerusalén y tú rey Josafat, Jehová os dice así: "No temáis, ni os amedrentaréis delante de esta multitud tan grande porque no es vuestra la guerra sino de Dios".

Dios les dijo: 'No se preocupen esto no es de ustedes, esta pelea no es ustedes quienes la van a pelear, no va a ser con armas humanas'. ¿Qué dice la palabra? 'Las armas de nuestra milicia no son carnales sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas'. Hay armas que usa el pueblo de Dios y lo que tiene que usar es la gloria, el poder de Dios y eso es lo que destruye al enemigo. Entonces dice: 'ustedes no tienen que pelear esta batalla, es de Dios. No se dejen atemorizar.

Por eso es que yo en este tiempo, en que veo tantas cosas pasando en esta nación, en este país y en esta ciudad; ¿saben qué? Yo la verdad es que he estado tranquilo y en paz. Yo nunca me deprimí cuando perdimos la batalla... porque no la perdimos, no debo usar esa expresión... del matrimonio, de la homosexualidad y todo eso allá en la Casa de Estado y se instaló una persona pro-homosexual y en la ciudad de Boston hay un alcalde -con respeto- que es tremendamente pro-homosexualidad y matrimonio homosexual y todo esto. Quédense allí tranquilitos, yo me he retirado porque he entendido que la batalla era otra, en otra manera. Y no me arrepiento de nada de eso. Pero decidí en ese tiempo: no me voy a deprimir, no me voy a desanimar y he estado buscando la gloria de Dios, tranquilito.

Y hay mucho aquí con respecto a esa instrucción porque es que la batalla no es mía, la batalla no es de ninguno de nosotros. Esa batalla es de Dios. La iglesia no... Cristo dijo que 'las puertas del diablo y del infierno no iban a prevalecer contra su Iglesia jamás'. ¿Por qué creer que ahora va a ser?

¿Cuántas veces ha habido gobiernos anti-cristianos en las naciones, han perseguido a la iglesia inclusive y Dios... se han ido, han sido pisoteados, abatidos y han caído de cabeza ante el Dios verdadero. Y así será con cualquier nación, cualquier pueblo que se ponga enfrente de lo que Dios quiera hacer. Tendrán que caer y mientras más se corrompan y se perviertan más rápida y más grande será su caída.

Dios tiene sus tiempos, ciclos, momentos, fases y Él sabe cuando hace lo que tiene que hacer. Él nunca llega tarde, nunca llega demasiado temprano, nunca erra un solo tiro. Cuando Él da, da exactamente donde Él quiere dar y por eso estamos tranquilos porque la batalla no es nuestra. Yo entendí esa batalla no es mía, si eso fue lo que Él decidió. Amén. Él es Dios, Él es bien capaz de defender su tierra y Él sabe lo que hace. No tenemos que amedentrarnos.

Aunque el cielo y la tierra pasen su palabra no pasará. Y entonces Dios le dijo: "No teman, esta es batalla de Dios" y le dio instrucciones -versículo 16- : "Mañana descenderéis contra ellos. He aquí que ellos subirán por la cuesta de Sisz y los hallareis junto al arroyo antes del desierto de Jeruel".

Óigame, el GPS este de Dios les dijo exactamente donde tenían que ir. ¿Saben qué? Dios tenía GPS antes de que lo inventaran aquí abajo. No fue como que le dijo ¡Guau!¡Qué invento tan bueno hicieron esta gente allá en el Siglo 21 voy a comprar unos cuantos para mis ángeles! El Señor sabía exactamente donde iban a ir ellos y les dio instrucciones precisas y concisas: mañana ellos van a ir en tal sitio y van subir por aquí y van a creer que le van a tender una emboscada y ustedes van a estar allí esperándolos.

¿Saben hermanos? Dios siempre tiene un plan. Dios siempre tiene una respuesta, Dios siempre sabe lo que está sucediendo. A Dios nada le coge por sorpresa y Dios no se paniquea por nada. Él conoce los movimientos del enemigo y Él está tranquilito, simplemente mirando y ejerciendo autoridad.

Ustedes recuerdan esa visión que yo tuve del León de Judá, ese sueño, hace años atrás. Lo que yo vi fue esa nube de arañas venenosas posándose sobre la ciudad de Boston, pero encima de eso estaba la cara del León, un león, el león de Judá con un rostro firme, seguro, inminentemente confiado y sabio y lo único que ese león hacía era mirar esa escena. Y yo entendí al mirarlo que él estaba en control. Con él mirar solamente, él hacía todo lo que tenía que hacer.

Él no estaba inseguro, ni triste, ni deprimido, él solamente miraba y con esa mirada él controlaba todo. Y es por eso que cuando yo vi eso yo dije tres veces: 'Tú eres el Señor, Tú eres el Señor, Tú eres el Señor' porque el diablo quiere gobernar el mundo pero hay un solo Señor, hay un solo Rey de Reyes, hay un solo Señor de Señores y él no se va a salir con la suya, jamás. Porque Dios sabe todo lo que está sucediendo, él sabe el momento, Él sabe como es que tenemos que hacer.

Tenemos que pedirle al Señor las estrategias. Lo que tenemos que hacer es pedirle al Señor que él nos de palabra profética para nosotros saber que es lo que tenemos que hacer. Porque Dios tiene para nosotros la respuesta y les dijo exactamente donde tenían que ir, donde tenían que esperarlos y todo lo demás estaba allí, claro.

Entonces le dijo: "No habrá para que peléis vosotros en este caso". Yo creo que en este tiempo Dios quiere que la pelea sea de Él y que nosotros simplemente movamos su gloria, la palanca es la gloria de Dios, el poder de Dios, esa es la parte nuestra: movilizar la gloria de Dios y entonces Él pelea. Eso es lo que nosotros tenemos que aprender como iglesia de Jesucristo.

Y mire, esas palabras preciosas, bellas, maravillosas: "Paraos, estad quietos y ved la salvación de Jehová con vosotros". Lo que nosotros tenemos que ver es una palabra de dirección clara y entonces tenemos que hacer de esa palabra una plataforma y ponernos encima de esa palabra y esperar en ella y que alrededor ruga el enemigo y ruga el huracán y nosotros parados sobre esa palabra y estar quietos en el Señor.

El Señor me ha llamado a estar quieto en el Señor y Dios me habla tanto en estos días de quietud, reposo y descanso. El mundo ahí afuera y las necesidades de la iglesia no me permiten estar en reposo físicamente. Pero yo le pido al Señor: "Señor ayúdame a estar en reposo en mi espíritu y en mi alma. Qué yo me mueva y haga diferentes cosas pero que mi espíritu no se afane, no se queme, que yo pueda estar tranquilo dentro de mi asiento en ti. Lo que tú has declarado".

Y eso es lo que tenemos que pedirle al Señor en este tiempo.

Dios me está hablando mucho, mucho acerca del descanso de Dios. Guardar el sábado, en el sentido del descanso de Dios. Descansar en Él, fortalecerme. Fortalécete. Por eso es que yo he dejado de hacer muchas de las cosas que yo estaba haciendo antes y me duele en mi corazón porque yo a veces pienso 'mis amigos que estuvimos involucrados en tantas batallas.

Yo que estaba en tantas reuniones, en tantas cosas, encabezándolas y de momento me he metido aquí adentro en esta iglesia y no me ven en muchas cosas'.

Y yo creo que algunos de ellos quizás me lo estoy imaginando piensen que yo me desmoralicé por aquella derrota. Pero no yo tengo que obedecer lo que Dios me dice: 'Estate quieto. Descansa en mí. Fortalécete, búscate de mi, llénate y ve la salvación que yo voy a hacer'.

Y uno no puede estar obedeciendo sus emociones y al que dirán, ni nada. Uno tiene que obedecer a lo que Dios dice. Porque si eso es lo que Dios te dijo, eso es lo que tú tienes que hacer. No hagas nada fuera de la voluntad de Dios.

En este tiempo, hermanos déjenme confesarles algo, hay muchas cosas que yo hago y no hago fuera de la voluntad de Dios que me la impone; muchas consideraciones pastorales y de hombres -que son ustedes, perdonen- digo así: muchas cosas que en mi espíritu interior yo quisiera ser diferente pero no tengo, no siento la autoridad y no siento que tengo lo que esta iglesia necesita para hacer lo que verdaderamente... yo entiendo eso y yo creo que Dios también lo entiende pero hay un tiempo para todo.

Y hay un tiempo en que uno tiene ya que dejar lo que era de niño y moverse como hombre de Dios y hay momentos -profetizo otra vez- León de Judá ha estado viviendo por un tiempo en una dispensación, por así decirlo.

Dios nos ha movido en diferentes dispensaciones. Cambridge fue una dispensación y después de Cambridge vino Boston y Boston fue un lugar de reposo por un tiempo y de altura mayor. Dios nos llamó aquí.

Nos permitió en Cambridge pelear algunas batallas, crecer, desarrollar cierta identidad y después dijo "Crucen el río y vengan a Boston". Nos aumentó el nivel de guerra, nos aumentó el nivel de trabajo, de prueba. Aquí nos hicimos más guerreros, aquí aprendimos muchas cosas, aquí crecimos en ciertas cosas.

Y ahora Dios está llamando -esto es palabra profética- a esta familia espiritual a ir a otro nivel, a cruzar otro río, a entrar en otra dimensión de acción y de poder y de autoridad y de mover en el espíritu. Y este es un tiempo... yo no lo entiendo todo claramente, pero estoy aquí sacando lo que está dentro desde hace tiempo.

Porque ya es tiempo de dejar las cosas que son de niño y hablar en otra manera. Dios está llamando a esta iglesia ahora, otro nivel, hay otro campo de batalla que tenemos que emprender y va a haber cambios. Tiene que haber cambios. El primer cambio tiene que ser en mi, mi identidad, mi forma de actuar, mi forma de moverme. Tengo que pedirle al Señor que rompa muchas cosas, muchas estructuras que fueron buenas por un tiempo pero ya es como que Dios está diciendo 'Ya ese tiempo pasó'.

Ahora es otro tiempo, porque tenemos que fluir en los tiempos de Dios. Si usted se adelanta a los tiempos de Dios y usted quiere actuar de cierta manera cuando todavía no recibió esa autoridad, usted va a fallar, va a fracasar porque no le dieron esa autoridad.

Pero yo siempre he dicho 'Señor cuando llegue el momento... y a veces les digo continuamente he estado peleando porque me pregunto '¿Señor estoy yo aguantando tu gloria? ¿Estoy yo conquistando tu espíritu? ¿Es cobardía mía o es verdaderamente discernimiento que Tú me dices "no es el tiempo, espera el tiempo" para moverte en otra manera?'

Y esa es una agonía la que uno sufre muchas veces por dentro, porque uno quiere serle fiel a Dios y uno quiere ser responsable con su gente. Pero llega un momento que uno tiene que hablar y decir las cosas y salga pato gallareta, dicen por ahí. Lo que sea, lo que pase: 'si perezco, que perezca' como dijo Esther. Pase lo que pase, si yo callo y no digo estas cosas ahora entonces voy a estar malogrando la unción de Dios y el llamado de Dios para mi vida y para esta congregación.

Y a un nivel mayor de gloria y de autoridad, hay un mayor nivel de responsabilidad y de seriedad y de peligro también. Así que Dios le dirige una palabra a esta congregación y le dice 'Mis hijos ustedes han recibido mucho, pero se espera mucho de ustedes y es tiempo de que ustedes ya dejen los juegos de muñecas y que entren ahora en un juego serio de grandes apuestas y de grandes riesgos y de gran ganancia potencial, también'.

Y eso quiere decir: "Hermanos, les hablo aquí en el espíritu del Señor, déjenme decirles, esta iglesia y yo como estoy constituido hasta este momento no estamos preparados para lo que Dios quiere de nosotros".

No estamos preparados, no somos el ejército que Dios necesita. Hay mucha gente aquí que si el enemigo ataca o si hay el llamado de guerra de Dios van a huir, van a ser destruidos, van a ser esparcidos. Este ejército no es capaz. Dios ha bendecido esta Congregación. Yo amo y estoy enamorado de mi Congregación. Es una Congregación bella, diversa, enriquecida con tantas cosas lindas pero no es la Congregación que Dios quiere. Ni yo soy el Pastor que Dios quiere.

Dios necesita que los instrumentos, los elementos que Él ha puesto en nosotros ahora se fortalezcan y se aprieten y haya purificación, haya condensación, haya unificación, haya disciplina, haya fluir en autoridad y bajo autoridad. Nosotros tenemos muchos niños malcriados y en pañales todavía en esta Congregación.

Hermanos, eso lo digo con el amor más grande que ustedes se puedan imaginar. No hay una gota de ira ni de condenación en esa palabra. Simplemente un diagnostico objetivo y clínico de parte de la boca de Dios y eso también digo- Dios nos ama.

Déjenme decirles, yo me siento feliz con la iglesia que Dios me ha dado a pastorear. En esta ciudad León de Judá es tenida en alta estima y para mucha gente León de Judá es un modelo y es una Congregación ejemplar.

Pero yo les digo hoy, les puedo decir porque lo he sabido mucho tiempo- que, yo les decía a los diáconos en un retiro que tuvimos hace poco y en donde ha salido mucho de esto, nosotros somos una iglesia talentosa, talentosa pero no somos una iglesia unida. Hay una diferencia.

Tenemos gran talento pero nos falta unción verdadera y yo no tengo ninguna vergüenza en decir eso. Algunos hermanos han creído que me están dando noticias al decirme algo parecido a través de los meses y los meses. Yo los escucho y los dejo que piensen lo que quieran porque yo se lo que Dios ha dicho y yo entiendo bien que esto ha sido un tiempo simplemente transicional para que disfrutemos de lo que Él nos da, que aprendamos.

En la Biblia siempre hay patrones claros. Cuando un hombre se casaba en el antiguo Israel se le daba tiempo para estuviera con su mujer gozándose de ella y ella de él. No se le mandaba a la guerra y se le daba tiempo libre para que se formaran como pareja y como matrimonio y entonces después se le llamaba, se le podía llamar a la guerra.

Dios es muy sabio en lo que hace. Y antes de que venga la guerra tiene que venir el tiempo de preparación, de descanso, de disfrute de lo que Dios ha dado y entonces viene la guerra, entonces viene la preparación. Uno tiene que aprender a moverse en lo que es del momento, el tiempo de Dios.

Cuando los tiempos cambian, nosotros también cambiamos. Ahora yo les digo en el espíritu que nuestra Congregación no sabe lo que es moverse bajo la autoridad apostólica y bajo la autoridad profética.

Yo mismo no se como moverme en la autoridad apostólica y profética aunque les digo -en el nombre del Señor- lo dije esta mañana y lo vuelvo a declarar: Yo soy un profeta de Dios. Yo soy un apóstol de Dios.

No, no aplaudan, por favor, no. Les digo esto con temor y temblor y es como que me sacara cada palabra con una tenaza para poder decirla.

He reprimido esas cosas porque hay tanta gente que está declarándose apóstoles y profetas. Yo no necesito que ustedes, nadie me diga esto. Esto lo digo para Dios, no lo digo para ustedes. Lo digo porque tengo que decir ciertas cosas y declararlas en público porque eso es parte de lo que tiene que hacerse para que se cumpla lo que Dios quiere.

Esta mañana yo sentía -allá en mi casa yo decía- si yo digo esto quizás pido que vengan y me unjan de la Congregación. No me atreví a hacerlo y vino esta gente a orar por mí para que... hay cosas que tienen que cumplirse, cosas que tienen que hacerse conforme a los patrones de Dios. Yo no necesito que nadie me llame apóstol, ni voy a mencionar eso. Nadie jamás, no lo mencione. Todo lo que se necesita es decirlo y lo digo contra mi voluntad y contra mi deseo y contra mis emociones. Al contrario eso me complica la vida, tremendamente.

Pero yo creo que Dios tiene un llamado para mi vida. No soy la última Coca-Cola en el desierto, no soy el único profeta, no soy... pero eso es algo. Yo me he movido en una opción pastoral y he tratado de hacer lo mejor que puedo dentro de esa opción. Pero yo creo que hay otra opción que Dios tiene y hay una preparación para todas las cosas.

Y entonces yo digo esto y allá el Señor. Yo lo digo en obediencia a Dios, ahora que Él hace con eso, eso es asunto de Él.

Pero yo creo que la iglesia de Jesucristo necesita esa palabra apostólica, profética que venga de la boca de Dios y pase a través de las autoridades constituidas para que cuando esa palabra caiga sobre el pueblo, ella palabra llena de nutrientes... yo decía esta mañana -es como la lecha de la madre de su pecho, sale directo, su vida, sus nutrientes a la boca del bebé y se transmite la vida de la madre a esa criatura- esa leche tiene una virtud que no tiene ninguna otra leche del mundo y así pasa.

Cuando la palabra profética de Dios sale de la boca de Dios y cae y el pueblo aprende a moverse, se está moviendo en la energía misma, la vida misma de Dios y hay un poder en eso, una autoridad, y una virtud que no tiene ninguna otra palabra. Ni ésta que es esencial, importante y enmarca todo lo demás, pero esa palabra salida del horno de Dios para el momento preciso y necesario tiene algo que es importante, clave, insustituible y eso es lo que la iglesia necesita en este tiempo: instrucción, palabra, claridad.

Para eso se necesita una iglesia con i mayúscula o con i minúscula, allí ustedes, que sepa fluir bajo autoridad. Que tenga una mentalidad sobrenatural.

Una iglesia aguerrida, una iglesia integra y responsable que sepa lo que tiene que hacer.

Ni ustedes ni yo entendemos lo que es moverse en autoridad.

Les doy ejemplos tan pequeños. Muchas veces hay ujieres que cuando se llevan a alguien para decirle 'muévase a un asiento por favor para que un visitante se siente' y ustedes, algunos de ustedes les dan miradas fulminantes y se quejan y se resiste y hacen la vida imposible. Y a veces ponemos las cosas al lado simplemente para que nadie se siente al lado, sabiendo que hay gente que se tiene que sentar.

A veces un asistente de estacionamiento le dice 'mueva su carro' y usted no quiere. Le hace la vida difícil. Ese pueblo no sabe fluir en autoridad. No lo digo condenatoriamente, todas las iglesias lo hacen. Pero ese pueblo no sabe fluir en autoridad.

Hay veces que hay cambios que hay que hacerlos en los ministerios y otras cosas y uno no se atreve. Hay consejos que hay que darle a la gente cuando vienen a buscar consejería, no se atreve porque el pueblo no sabe fluir en autoridad. Y ese pueblo es un pueblo endeble, es un pueblo... está cojeando.

Cuando el pueblo de Dios se mueve como un ejército en autoridad y en disciplina y en precisión, eso tiene una gracia demasiado poderosa.

Hay gente que no lee su palabra, que no ora. Vienen a la iglesia y se sientan allí, quien sabe para que y necesitan cambiar. El 50% de nuestra iglesia, yo les decía a los diáconos, hermanos, y de nuevo amor, amor, amor, amor. El 50% de nuestra iglesia necesita un encuentro con el Cristo resucitado...

No, no diga Amén porque quizás usted está... y si lo dice de esa manera para usted recibirlo: Amén. Pero quizás eso es para usted.

Le estoy diciendo hay un 50% hermanos, hay muchos de ustedes que han conocido al Señor recientemente. Muchos de ustedes vienen de familias que nunca conocieron a Cristo y ustedes son los primeros. Pero hay tanta gente que se pasa años en el desierto, dando vueltas, no cambian.

No han entrado donde tienen que entrar. Yo les digo en el nombre de Jesús como padre espiritual: pónganse las pilas. Déjense de estar viniendo a la iglesia simplemente como vienen a misa.

Esto no es una misa. Este es un lugar de extremada presencia y seriedad de Dios. Va a haber cambios en el carácter, la moralidad, la forma de vivir, la forma de hablar, los hábitos. Hay que cambiar. Basta ya de misa. Basta ya de dar vueltas en el desierto. Dios nos está llamando a algo diferente.

Cuando se le dice a usted: "Mire, hay discipulados, hay clases que usted tiene que tomar". ¡Tómelas! Prepárese en el espíritu, conozca la palabra de Dios. No simplemente cuando llegue ese momento haga caso omiso y aquí está el Pastor estrujándose: 'Tomen por favor, una bendita clase' y usted ahí tranquilito, no hace nada. Estudie la palabra, conviértase al Señor.

Las rodillas se doblen, las manos se levanten, las lágrimas fluyan para que el Señor visite a su pueblo, visite a su vida y lo transforme y haga de usted un hombre o una mujer de Dios, como Dios quiere.

El Señor dice: "No más misas. No más misas"

Dios quiere un pueblo aguerrido, un pueblo verdadero. Es tiempo ya, dejemos el juego de muñecas, como yo decía. Esto es serio, esto es real y necesitamos... tiene que haber cambios.

Yo no se a donde dirige todo esto que yo estoy diciendo pero tiene que haber cambios. Eso lo dice claramente el espíritu del Señor.

Tiene que haber cambios en todos nosotros. Es un tiempo diferente y se requiere esto.

Pero mire, ya voy terminando, este es el tiempo, pero es más no voy a pedir disculpas. Es lo que tengo que aprender, no se puede más. A veces uno es demasiado gentil con la gente, demasiado bueno.

Los tiempos ya de ese... si usted tiene que irse váyase con la bendición de Dios. No hay vergüenza en hacerlo.

Váyase porque hay compromisos, pero el resto que se quede y escuche lo que yo tengo que decir; lo que tiene la palabra de Dios que decir. Este es un sermón claro y fundacional, fundamental para el pueblo de Dios. Dios está hablando a su pueblo. Escúchelo porque es importante. Aunque no hubiera nadie aquí yo tendría que predicar esto y tendría el mismo valor porque está siendo declarado ante el diablo y ante Dios...

Eso es lo que importa, son cosas judiciales que tienen que declararse y por eso es tan importante todo esto. Entonces hermanos el profeta les dice: 'Párense, esténse quietos y vean la salvación. No teman ni desmayen, mañana salgan contra ellos porque Dios estará con ustedes'.

Y entonces vino ¿qué pasó? cuando ellos recibieron esa palabra ellos dice que se postraron y adoraron y la recibieron como palabra de Dios. La sellaron y la firmaron: 'la recibimos de ti, Señor. Es palabra'. ¿Por qué? Porque había que hacerlo. Si se le pidió a Dios dirección y Dios dio una palabra profética, había que firmar sobre esa palabra.

Pero mire aquí está a donde yo iba y donde voy y donde he estado yendo. Pero esto es lo importante.

Dice: "Cuando se levantaron por la mañana salieron donde Dios les había dicho..." Hay que obedecer al Señor cuando Él da una palabra, hay que obedecerle. ..."y mientras ellos salían Josafat estando en pie les dijo algo".

Párese un momentito allí. Es la mañana la gente ya se tomó su te e imagino que en todo Judá había lucecitas prendidas en las casas, se veían las lucecitas y era de madrugada. Y yo me imagino que la gente estaba pensando en lo que había pasado ayer y lo que Dios había dicho y como ellos habían sentido la presencia de Dios. Pero esta mañana cuando es el tiempo de ponerse a hacer lo que tienen que hacer, se le están enfriando los pies a la gente y yo imagino que eso nos pasa muchas veces.

Cuando usted salga de aquí ¿sabe qué? Usted se va a montar en su carro y va a pasar como decía la hermana Gloria Marroquín esta mañana, muchos vamos va decir 'eso fue emoción'. ¿Habrá sido Dios que habló o seré yo que simplemente es la carne?

Esas preguntas son naturales, la tendencia en un momento de visitación uno cree ciertas cosas; uno las celebra, uno las recibe pero después cuando llega el momento de ponerlo a prueba se le enfrían los pies a cualquiera. Porque era contrario a todo lo que se podía esperar. Ellos tenían más bien que fortalecer los muros, poner barreras al enemigo, preparar a los hombres de guerra para que por lo menos pelearan hasta la muerte. Pero Dios les está diciendo: "¡No! Salgan contra ellos, muevan mi gloria y créanle a lo que ha dicho mi profeta. Salgan al encuentro de ellos. No esperen a que vengan, salgan ustedes al encuentro de ellos".

Y entonces Josafat entendiendo esto se para ante esa gente que ya esta comenzando a salir -yo imagino al rey de Judá esperando en un lugar- y les dice: 'Un momento. Óiganme Judá y moradores de Jerusalén'.

Y esto es la palabra de Dios, esto es lo que yo he pensando después que prediqué estos sermones, estas palabras han estado trabajando en mi mente. Nunca las prediqué pero Dios me ha dicho: 'Eso tú tienes que proclamarlo. Eso que se te quedó en el tintero, tú tienes que decirlo'. Y eso es lo que yo estoy haciendo esta mañana.

Por eso les digo, cuando yo llegué aquí esta mañana lo único que tenía era esta palabra y es una sección bien pequeña.

"Óiganme Judá y moradores de Jerusalén. Creed en Jehová vuestro Dios y estaréis seguros. Creed a sus profetas y seréis prosperados."

Hermanos, ahí está el meollo del asunto y ahí está el centro mismo de la salud del pueblo de Dios en este tiempo. Creerle a Dios. Porque hay que creerle a Dios y hay que conocer a Dios y creer que Dios es el mismo ayer, hoy, por los siglos. Y que el mismo que obró de cierta manera profética en el primer siglo es capaz de obrar en esa manera en este Siglo XXI.

Entonces hay que creerle a Dios. Pero mire, lo más, esto es lo más doloroso para mi decirlo y sin embargo es lo más importante, porque muchos de nosotros decimos: "Bueno, yo le creo a Dios". Pero eso, "creed a sus profetas y seréis prosperados"

¿Sabe? Si usted cree verdaderamente que hay palabra profética en esto y si la iglesia de Cristo se va a mover como tiene que moverse... yo he dicho eso antes en reuniones grandes de gente de Nueva Inglaterra -vamos a tener que aprender a movernos en la palabra apostólica, profética.

Tendrá que haber un presbiterio en regiones y en naciones que cuando de esa palabra todo el pueblo de Dios se alinee a esa palabra y fluya en la palabra profética apostólica.

Ahora mismo, eso no lo hay en la tierra, no lo hay en las regiones, pero yo creo que tiene que venir y es el tiempo de que venga.

Porque Dios prepara un tiempo para su iglesia ahora en que naciones y gobiernos van a tener que escuchar la palabra de la iglesia y va a ser una palabra donde los reyes van a temblar cuando vean a la iglesia decir algo. Y van a tener que tenerle miedo y respeto a la iglesia y la iglesia se va a mover en esa autoridad, en ese poder y será mejor que esa iglesia sepa que es lo que tiene que hacer y como tiene que moverse y que esté procediendo como un ejercito bien administrado, bien coordinado, fluyendo bajo la revelación de Dios que va a través de sus apóstoles y profetas.

Eso es lo que dice Efesios 2:20 dice que: "Ya no sois extranjeros ni advenedizos sino conciudadanos de los santos, miembros de la familia de Dios edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas. Siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo".

Jesucristo siempre será el fundamento y su palabra que no cambia, pero sobre esa palabra y esa autoridad y esos principios y esos conceptos está la palabra profética apostólica que es lo que hizo esta Biblia: Juan, Santiago, Pedro, Pablo establecieron la plataforma de la iglesia y sobre eso es que nosotros nos movemos; sobre lo que Dios le dio a sus apóstoles y a sus profetas en el antiguo testamento: la palabra de Dios vertida en carne humana para que fuera canalizada.

Y este es el tiempo en que así mismo tiene que ser.

Entonces, hermanos, tenemos que pedirle al Señor que nos ayude a fluir en autoridad."Creed a sus profetas y seréis prosperados" eso es lo que dice la palabra del Señor y eso es lo que yo tengo que aprender, también y ustedes todos tienen que aprender como movernos en esa autoridad y como prepararnos para lo que viene. Hermanos, prepárense.

Una gran porción de esta Congregación está ahora mismo -si el enemigo ataca va a atacar por esa parte débil de la iglesia- muchos de ustedes necesitan y es el tiempo. No se sienta avergonzado, pero si usted sabe que usted es uno de esos comience. Yo voy a tener... ya comenzamos hablando con los líderes principales de la Congregación, tuve una reunión.

Yo tengo que entender y nosotros que es lo que eso quiere decir para nosotros darles a ustedes las instrucciones necesarias.

Pero cuando usted reciba esa instrucción usted tiene que obedecer, usted debe moverse. A usted no se le va a pedir, yo no le voy a pedir a usted que me de la llave de su carro para que... ¡no, no! eso no es de lo que estamos hablando.

No se le va pedir que de el título de su casa. ¡No! Pero que usted haga lo que usted tiene que hacer según la palabra de Dios para ser un hombre o una mujer de Dios, una guerrera, un guerrero de Dios.

Eso es lo que estamos hablando. Cosas respaldadas por la palabra del Señor y nosotros tenemos una responsabilidad grande de dar esa palabra clara de Dios a ustedes.

Si usted pasa aquí al frente, recibe a Cristo, mire si usted lo recibe y usted verdaderamente tuvo una experiencia, un encuentro, eso quiere decir entonces que usted tiene que buscar de Él. Entender lo que es el señorío de Cristo, entender lo que usted hizo. ¿Cómo usted lo va a entender si usted no toma tiempo para estudiar la palabra? ¿Si no se somete a un proceso de aprendizaje, estudio de la palabra, si no alinea su vida, si no cambia cosas?

Esta iglesia ha fluido así en una manera muy suelta porque eso es lo que Dios ha permitido por un tiempo. Pero es otro tiempo y entonces hay que moverse en otra manera y tiene que haber ajustes, cambios, aprendizajes, practica.

Gloria a Dios que Judá entendió eso y dijeron 'Está bien creemos que lo que pasó ayer fue palabra de Dios y ahora los recibimos'. Cuando salieron el Señor les mostró exactamente lo que tenían que hacer y ese día comenzaron a adorar al Señor y la Gloria de Dios cayó y ese ejercito poderoso e irresistible se destruyó así mismo, todos, se mataron unos a otros dice la Biblia y el pueblo de Israel no tuvo que hacer nada, simplemente manifestar la gloria de Dios y después se pasaron días recogiendo los despojos y regresaron a Jerusalén con gran riqueza.

Ese pueblo que un momento atrás era un pordiosero y un impotente regresaba con gloria y con riqueza. ¿Entiende? Eso es.

¿Por qué? Porque se movieron conforme a autoridad profética. Escucharon la palabra de Dios, la obedecieron, se humillaron y obedecieron instrucciones. A eso nos llama el Señor en este tiempo.

Vamos a meternos en estas aguas y dejar que Dios nos guie. Yo se una cosa: que cuando uno obedece a Dios y lo hace... no hay pérdida, no hay desastre. Si usted le pide a Dios un pan Él no le va a dar una piedra y si le pide un huevo no le va a dar un escorpión porque Dios ama a sus hijos. Así que esa es la palabra del Señor para usted y para mí en este día. Recíbala. Yo la declaro en el nombre de Jesús, en el Espíritu de Dios.

Póngase de pie un momento. Quiero que los músicos vengan aquí un instante. Pídale al Señor ahora mismo, selle esa palabra en su espíritu. Séllela en su espíritu. Declárela ahí dentro de usted y créala en el nombre de Jesús, créala, créala. Yo tengo que decir, yo la creo, Señor, yo la creo.

Eres tú quien estas hablando, eres tú quien has hablado Señor. Ahora enséñanos el camino, Padre. Enséñanos el camino. Enséñanos el camino.

Pido que el Señor dé sabiduría, hermano Samuel y los demás. Deje que el Señor le hable y selle esta palabra en su espíritu. Crea.

Dígale 'Señor yo creo. Yo creo en esta palabra. Ayúdame a vivirla. Padre yo pido que selles el corazón de mis hermanos, el mío con esta palabra. Yo la suelto sobre el cuerpo de tu pueblo en el nombre de Jesús. Cobre alas y visite a cada uno de tus hijos y después salga de aquí a otros lugares también y los que estuvieron hoy aquí y los que no han estado reciban la energía de esta palabra, Señor.

Desátala, Señor. En el nombre de Jesús nosotros la desatamos. Nosotros la declaramos.

Haz lo que tengas que hacer, Señor, pero no nos dejes. No nos dejes estériles. Queremos dar fruto para ti y queremos traer gloria y ganancia a tu reino y a tu nombre. Así que desato la salud de Dios, la vida de Dios sobre el pueblo de Dios, la palabra de Dios en el nombre de Jesús que fluya y corra y que se instale en nuestros corazones. Que se instale en la contextura misma de esta iglesia.

Enséñanos como ser un pueblo que fluya bajo autoridad, Señor. Queremos que tu gloria, Padre, ocupe la tierra, que tu gloria ocupe la tierra, Señor. Purifícanos, sananos, perdónanos, santifícanos, límpianos, límpianos, Señor. Sánanos, circuncídanos, Señor, nuestra mente, corazones, espíritus, cuerpos, circuncídalos.

Santifícanos. Enséñanos a ser un pueblo que te glorifique, Padre

Hazlo, hazlo. Tenemos tanto deseo, hambre, sed de ver tu gloria, ver tu gloria, ver tu gloria y conocerte como tú nos has dicho que puedes ser conocido. Así queremos conocerte, Señor. Permítenos el privilegio, en este tiempo, tu tiempo de conocerte. Hemos oído de ese Dios, hemos leído de él. Hemos visto vislumbres de él, pero no lo conocemos Señor y queremos conocerlo

Queremos conocerlo, queremos conocerte. Muéstranos tu rostro, Señor. Bendito y alabado sea tu nombre, Jesús. Espere un momento ahí en el Señor, hermano, hermana espere un momento.

Siga ahí hermano, hermana, siga orando. Gracias Dios.

Busca al sanador, NO a la sanidad!

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Señor, porque te abres, siendo nosotros, Padre, el polvo de la tierra. Pero te amamos Señor y sentimos Tu amor. Señor, sentimos tus caricias, sentimos tus cuidados, sentimos Tu amor, sentimos Tu sonrisa, sentimos Tu presencia.

Padre sea la razón que nos llevo aquí, sobre todo amamos esto: estar cerca de Ti, saber que Tu ojo se descansa sobre nosotros, sobre nuestros corazones sentir Tu mano, Señor sobre nuestras vidas y no hay cosa que se compare, Maestro.

Deléitate en este momento Maestro, que sea una delicia para Ti, que te agrade a Ti, que Tu corazón de Padre se agrade Señor.

"We love you Jesus, because you’ve allowed us to love you; because you’ve let us love you, because you’ve let the Lord know that we love you.” Gracias, Padre, por permitirnos el privilegio de amarte, de amarte Señor, de amarte Maestro.

Mis hermanos, en este mismo espíritu pido que por favor abran sus Biblias en esta misma reverencia. Eso es casi totalmente consistente con aún lo que acabamos de cantar: el Salmo 63.

Mis hermanos cada día más y más yo me maravillo de la manera en que el Espíritu Santo dirige esta Iglesia y dirige estos momentos; en particular los miércoles, y by the way is there anybody in the house with Spanish challenge tonight?, that’s all right or so am I, so I’m in good company but I’m gonna try to be merciful and I’ll play bilingual for you. We’re reading at Psalm 63.

Y mis hermanos como me encuentro explicando tantas veces, hermanos les prometo el Pastor Omar y yo no nos combinamos. No hablamos de lo que iba a compartir, yo no supe qué el Señor le había dado como, bueno yo estoy seguro que ni siquiera él sabía lo que el Señor le dio como tema de intersección, o los signos que el Señor le dio. Pero este último coro que acabamos de cantar, la letra se encuentra aquí en el Salmo 63. Psalm 63. Amén.

We are reading at Psalm 63 and the lyrics, actually, even, of the song we just had appeared in the Psalm and in a minute we’ll see why. Oh, Jesus! We just love to linger in your presence. Now, Master, more than ever. I invite you Spirit of God to hover and just sweep in for a dive. Spirit of God penetrate on my heart and soul isolating target, our deepest needs and your grace and your mercy reach it and change us Master into what you have for us, in Jesus name.

Maestro, espíritu de Dios como nunca más en este servicio, sobre todo queremos que Tu Espíritu, Señor ahora penetre nuestras mentes nuestros corazones, sople sobre esta palabra, vivifícala, encuentra el blanco dentro de nuestra alma que más necesita que se registre Tu presencia y allí tócanos.

Allí transfórmanos, allí sánanos, te pedimos en el nombre de Jesús. Amen. Y declara este Salmo Dios, Dios mío eres Tú. Oh God! You’re my God. Earnestly I seek you de madrugada te buscaré…

In fact if you’re reading in English, could you just follow from verse 1 to verse 8 and I’ll be reading that in Spanish. Amen. Dime si este eres Tú esta noche. Tell me if this is You tonight. Dios.

“Dios mío eres Tú, de madrugada te buscaré -todos digan: buscaré, de madrugada, te buscaré.

Mi alma tiene sed de Ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida donde no hay aguas para ver tu poder y tu gloria así como te he mirado en el santuario. Porque mejor es Tu misericordia que la vida. Mis labios te alabaran, así te bendecirá en mi vida. En tu nombre alzare mis manos, como desmeollo y de grosura será saciada mi alma, y con labios de júbilo te alabará mi boca. Cuando me acuerde de Ti en mi lecho, cuando medite en Ti en las vigilias de la noche.

Porque has sido mi socorro y así en la sombra de tus alas me regocijaré. Está mi alma apegada a Ti. Tu diestra me ha sostenido.”

In the name of Jesus. Doesn’t it that song just suck the wind out of your lungs? ¿Qué te dice El Señor? ¿No es eso un espejo para tu alma esta noche? Y la clave de todo esto hermanos, la clave de este Salmo es esa palabra precisa y en esa palabra me concentraré esta noche."Buscar" ‘To seek’.

Hace unas semanas atrás el Pastor a la conclusión de la ministración de Ron Kenoly el Pastor anunció que íbamos a tener lo que aún yo entendí que era tal vez un concierto con la hermana LaDonna Taylor. Ron Kenoly ministered here on September 20th, Sunday before last and as blessed as that was and has marveled us as the Lord blessed us and ministered to us, through his ministry I’m not even going there.

That evening the Pastor did something incredible and after ten hours of worshipping and praise training and the Pastor and I worshipped till 11 pm the night before and then two services of Ron Kenoly, the Pastor did something unthinkable. He said ‘730 tonight we’re gonna have Sister Latana Taylor this classical violinist play for us, tonight’. I thought: ‘I’m coming because you say so. Hey, man! But I won’t have Pastor. Oh, yeah!’

Yo vengo Pastor, pero Amen en el nombre de Jesús, yo esperaba un concierto, pero casi desde el primer minuto que ella llegó muy temprano en la noche, esto se convirtió en esto: en que el poder de Dios nos ministró de una forma fenomenal, ella es un instrumento profético literalmente, no su violín, ella, en muchas maneras. She is a prophetic dazzle in many ways. Eccentric, that’s for sure.

Es única. But there are so many profits. Pero of all of the things that happened that evening the Lord just moved us in such and I have to be honest, in my life in God’s presence I’ve never seen anything quite like that. It was odd and beautiful and profetic and holy. And the only thing that I remember that she said that stuck with me…

Lo único que me acuerdo que ella dijo que se quedó conmigo fue esta frase, en ese momento yo mismo me dije, eso es una buena palabra y voy a meditar en eso.

Pero fíjate esa palabra cobró vida, mira, una frasecita que ella dijo, compartió y eso me siguió trabajando, y me siguió trabajando. Y dije: ‘La próxima vez que el Señor me dé la oportunidad de compartir en este contexto de miércoles compartiré lo que esta sierva de Dios compartió’.

Una frase sencillísima, mientras ella ministraba…of all of the things that she said the only thing that I actually remember and did, the only phrase I actually remember is this one little phrase, the moment I thought ‘That’s a good word’. The Lord just spoke through her and I left it there but I cannot get rid of it. It worked in my head and continuous to work in my head still.

Y es esta palabra: “Busca el Sanador y no la sanidad”.

She said this: ‘The people who are up seeking healing specifically -she dared to say to them- seek the Healer and not the healing.

Hermanos, preparando este mensaje yo traduje lo que ella dijo, como que lo ablandé un poco automáticamente lo traduje así: Busca el sanador antes que la sanidad, o busca al sanador primero que la sanidad. Y el Espíritu Santo me confrontó y me dijo: " No te atrevas. Eso no fue lo que ella dijo. Di lo que oíste".

‘Say what she said I was very tempted -even in English to be off translating- to soften it and that’s a dangerous place for any prophetic vessel and right now I’m standing in God’s presence and I have to offer him account. It’s His word not mine. And he says while I’m…I was about to translate this: ‘Seek the Healer before the healing’ and the Spirit of God said: ‘That’s not what I said. I said: “Seek the Healer and not the healing”.

Por más y hermanos, yo admito, eso, ella dijo lo primero que es más fuerte todavía, más violento, más indigerible. That’s an indigestible thing to almost say to people. We’re in the house of God seeking healing. Indigerible a una gente que están aquí precisamente y legítimamente buscando la sanidad.

¿Cómo me atrevo a compartir eso? Pero fíjate El Señor me trabajó más y más y más.

Seek the healer and not the healing.

Busca el Sanador y NO y no la sanidad. Y por más que el Señor me trabajó, El Señor me aclaró: “Samuel esto no es un punto es ‘EL’ punto. The Lord more and more saying ‘Sam, this isn’t just a point, it is THE point’. It is making the difference between the way the gospel is being preach with authority and the way the gospel is being preach in some other places.

Es la diferencia entre el Evangelio que su alma apetece, genuino con autoridad. Irónicamente el Evangelio que tiene la autoridad para sanarte, tiene que ser expresado así. Es el reto que El Señor te da esta noche. It is the challenge que El Señor me da, comenzando conmigo; porque por algo El Señor me trabajó esto. ¿Por qué esto es tan importante?

Hermanos, ¿qué pasa cuando buscamos la sanidad y no el sanador? O aún cuando buscamos la sanidad antes que el sanador. O buscamos la sanidad a través del sanador. Tradúzcalo como usted lo traduzca, vamos a terminar en el mismo lugar.

Translate this however you want to translate it because it doesn’t get any softer in English. What happens when you seek healing before the healer? What happens when you seek the healing through the healer? What happens when you seek the healing through -and am just going to repeat myself- what happens? You know what happens? At least three things.

Tres cosas acontecen les garantizo. Primeramente Dios es sólo una opción más para llegar a tu verdadera meta. Dios es un medio a un fin y no el fin; eso es uno de los resultados.God becomes a means to an end and not the End, we the capital ‘E’. He becomes one more option, just one more option in order for you to get what he really wants.

Mis hermanos, una expresión para mi obvia, en nuestros países latinos tenemos siglos de experiencia en esto, en nuestros países latinos aún en el día de hoy, aún en la modernidad de hoy, en muchos lugares si no encuentra nuestra gente de esta aldea lo que necesitan a través del evangelio, a través de la Iglesia; lo buscan en la santería. Lo buscan en el Vudú, lo buscan en el humanismo, lo buscan donde quiera.

Lo que necesito es esto, esta respuesta, este resultado, esta liberación, esta situación. Lo que busco es esto y voy a seguir buscando y somos capaces. ¿No lo han visto en muchos de nuestros países? Esto es solamente un ejemplo.

It’s just one example but in many of our nations we come from a land where syncretism is the norm, where focus show up to mass on Sunday morning and though ask their priest for a blessing. But that night if the lady with the white outfit who smokes cigars can give… if I can give my way this way I’m going to get my way this way and if I can’t get it this way, I’m going to get it this other way. But I’m going to have my way and if the Shaddai can help me owesome! But if anybody else can help me that’s good for me too. Si el Shaddai me puede bendecir, adorare al Shaddai. Pero la idea es buscar mi meta.

Hermanos, su meta puede ser, hermano, no estoy atacando su meta hay necesidades serias aquí. Necesidades de sabiduría, necesidades de liberación, necesidades de sanidades físicas, necesidades de matrimonios que están a punto de arruinarse.

There are some serious needs and I’m not knocking the needs, God is not knocking the needs. There are marriages that God needs to heal and bodies that God needs to restore and heal. There’s confusion that God needs to clear up, there’s oppression that God needs to clear. There are needs. God’s challenged you to seek the healer, even before you’ve been there asking for those needs.

¿Saben por qué? Yo dije que había por lo menos tres razones. La segunda razón es esta, es más probable de comprometer; que usted comprometa su relación con Dios si sólo está buscando a la sanidad y no al sanador porque Dios no es su meta. Sólo estas usando a Dios.

Another reason why you want to seek the healer and not the healing, another reason that’s bad is that you’re more likely if you’re going to compromise your relationship with God, you’re more likely to do it if you’re just seeking something other, getting something other; you’re just using him.

Hermano, uno no necesita ser un genio espiritual, para saber cómo esto se siente. Imagínese usted en el lugar de Dios. ¿No sabe usted? Cuando su hijo de catorce años o quince, dieciséis años que acaba de sacar su licencia de chofer, en el momento usted lo ve lavando la loza y cortando la grama y portándose mejor que nunca, que triste que el primer instinto de muchos padres es que, "¿qué se trae este muchacho?"

Is it not something your 16-year-old who has just got his driving permit, right? All of the sudden he doesn’t move a muscle at home but, Lord! One day the dishes are washed, he’s mowing the lawn and he’s offering to paint the shed! And unfortunately, the first thing that comes to your mind is, ‘what does this kid want?’ You know he’s after something. Well look, if that’s you, don’t you think God knows the difference too?

¿No crees que Dios ve eso? No crees que Dios se da cuenta cuando uno pregunta: ‘¿Qué tanto, Pastor, puedo…? Es que uno no se atreve a preguntar eso, eso sí sería la sinceridad, ¿qué tanto puedo pecar y aun todavía alcanzar mi meta?

Just how much sin can I get away with and still see, you know, the pearly gates? How much can I get away with? You know? And that brings us to the state of the gospel itself.

Y eso nos trae al estado del evangelio en sí. Y yo creo que eso es una de las cosas que más lamenta Dios, acerca de esto.

¿Qué pasa cuando buscamos al sanador y no la sanidad? El Evangelio en sí, el predicar el Evangelio se convierte en un producto. Un producto que se vende en un mercado de ideas sociales, un producto más, eso es. Hay gente que han escrito su doctorado acerca del estado del mundo postmoderno y una de las cosas que califica el mundo postmoderno, es que, sabe, si el Evangelio de Jesucristo te puede convencer, si te puedo decir a ti: Sí, Dios es un Dios que satisface sus necesidades. Es un Dios sanador, es un Dios poderoso, trátanos.

Try it. Venga, comparta esto y sabemos que estamos compitiendo con otras verdades y supuestamente igualmente legítimo. You end up in a situation where you preach in the gospel and you’re selling an item: the gospel of Jesus Christ becomes a product that is for sale on an open market of ideas and because you’re concerned about your customers, meaning you, we are very cautious about the gospel that we preach.

There’s certain chapters scripture that are not read in the churches… in some… even evangelical churches of this city would not preach out of certain books out of the Bible. Would not preach certain truths. They warn you, just you know? Pastor you will bring the word here not all? They’re seekers. Seekers. My question is this: who are you seeking? What are you seeking? What’s being sought? Are you seeking the healing? Or you’re seeking the healer? You’re a seeker?

¿Eres un buscador? ¿Qué estas buscando?, ¿El sanador o la sanidad?

Now that sounds strong, pero ¿sabes por qué lo digo así, tan fuerte? Y, mis hermanos, primero el Señor me tuvo que retar a mí. Antes de compartir esta palabra el Señor, no sé cuantas veces desde que oí esa palabra hasta esta noche me preguntó el Señor, ¿Qué estás haciendo hoy Samuel? ¿Qué es tu meta hoy, el Sanador o la sanidad?

Believe me, the Lord has confronted me. What is your goal Sam: the healer or the healing? And you know why? ¿Sabes por qué es tan importante?

Hermanos, y tal vez esto no te va a sentir más cómodo. Esto sí le digo si usted busca al Sanador antes que buscar la sanidad, usted conseguirá lo que necesitas, conseguirás más que lo que necesitas.If you seek the healer rather than the healing the Lord is going to lead you to what you need, aunque no sea lo que usted está buscando, aunque no sea el resultado que usted le ha pedido al Señor.

The Lord is going to lead you to what you need even if it’s not what you want, even if it’s not what you asked for, even if it’s not what you expected. And there’s a one good reason for this because the healer is life itself and you seek him and you’ve found him. You’ve just found life and maybe for the first time in your entire existence you will actually be alive! Just as he intended.

Busca, hermano, el Sanador y no la Sanidad aunque te niegue lo que estas buscando. Y no digo que Él lo hará pero Él es capaz de hacerlo, precisamente porque Él está interesado en darte lo que más necesitas, porque el sanador es en sí, él incorpora. Él es la vida, Él es la resurrección. Usted lo busca a Él y resultas, saldrás de su presencia más vivo que en toda su existencia.

El Señor se glorifica, mira hermano, si usted se ha sentido así, ‘Pastor Samuel yo le he pedido al Señor y él me ha negado y una vez más le pedí y lo ha negado, ¿será que no me ama?, ¿será que no me escucha?, ¿qué hago yo para mover la mano de Dios en este sentido?

Sabe, hay muchos héroes de la palabra que le pueden acompañar incluyendo el apóstol Pablo que estuvo donde está usted.

El Apóstol Pablo escribiendo a los Corintios le dice: “¿Sabes? yo te entiendo, yo le pedí algo al Señor tres veces. Yo le pedí al Señor tres veces que me quitara este aguijón, que me hace la vida imposible. Me dijo ‘no’ tres veces y la última vez me dijo que: ‘Bástate en mi gracia porque mi poder… ¿qué? ¿Se perfecciona atreves de sus victorias? No, mi poder se perfecciona a través de tu debilidad.

You feel like that sometimes? ‘Pastor Sam, I don’t know what is going to take to make God to move his hand? I ask him over and over again. He knows that this uis a good thing. He knows that it’s a desire of my heart. He knows that this will be a victory. He knows that this will glorify the Lord. Why does he keep saying ‘no’?

And the Apostle Paul said: ‘I’ve been there. I asked God three times for a specific need’. This guy who has seen the hand of God move in indescribable ways and the Lord says ‘Be at peace, my brother. Just take hope in my grace, my strength is made perfect in your weaknesses.’

Hermanos, mi papá, por ir allí, esto es un ejemplo de esto, mi papá desde los nueve años de mi edad, creo que el evento que marcó más la relación de mi papá con mi familia, fue una noche un Febrero años atrás, en que el de la noche a la mañana quedo ciego a los treinta y cinco años de edad.

No fue ni siquiera algo paulatino como el glaucoma, estamos hablando de que el veía perfectamente bien a las nueve de la noche y ya para las siete de la mañana por este ataque que por poco lo mata él amaneció ciego, y ciego se ha mantenido él por casi cuarenta años. Y cuidado que oramos por él, y cuidado que muchos han orado por él, y cuidado que él le ha pedido al Señor su vista.

Yo lo único que se es esto, desde ese momento papi pastoreó tres iglesias, todas el plantó, todas van bien con sus Pastores. Desde que él se quedo ciego dos de los Pastores que le siguieron en distintos Ministerios ahora son superintendentes de distintos distritos de la Asamblea de Dios.

Ellos pastoreando cientos de Iglesias. Papi hizo lo que nunca hizo viendo. Papi tuvo un ministerio en radio, papi viajó a Méjico y por todos los Estados Unidos. Dios usó y yo no quiero imaginarme, ¿qué hubiese sido de él? ¿De su ministerio? ¿De nuestro hogar?, francamente, ¿de su matrimonio? ¿De mi relación con él? Yo no sé. Yo lo que sé es que Dios se ha glorificado en él.

He’s alive and ignited. My father- it’s been almost 37 years since overnight he lost his sight to bring him to an aneurism.

A man of God. He’s asked God over and over again ‘I would love my sight back’. Since then the man has planted 4 churches, the man has had an apostolic calling raising up. The people who’d followed him in ministry ended up being superintendents of different districts of the Assemblies of God. The man started a radio ministry. I don’t know where his life, our lives, his marriage, his ministry, where would that be? If God had given him the healing rather than giving him himself.

Y ese es el otro punto, hermano. Cuando nosotros tenemos el sanador y nos preocupamos por el sanador antes que de la sanidad… Are you guys still with me? When we worry about the healer rather than the healing…

Hermano, te preocupas más por la relación que por los resultados. You care much more about the relationship than about the results. Vivirás la vida cristiana, dejas de pecar, o sirves en un ministerio, perdonas una ofensa o… Porque quieres, no porque quieres que Santa Claus tenga merced de ti y te regale el juguete que más tú le has estado buscando y que aparezca bajo el árbol. Sino porque amas a Dios y lo quieres agradar y no lo quieres ofender.

Reprograma toda tu manera de ver a Dios. Every program, when you see the healer rather than the healing, everything you do in the kingdom whether it’s you know, your decision to sin or not to sin, your decision to serve in any capacity. I don’t care if it’s handing somebody a glass of water. Don’t you think God knows why you did that? What was in your heart? What was the goal? What were you after? What did you want? He sees that and in your heart you care much more about the relationship than about the results.

¿Saben por qué eso es importante, mis hermanos? Creer más, preocuparte más por la relación y no por los resultados, porque y eso es porque El Señor me enfatizó y me dijo: ‘Samuel este es EL punto. Esa es la raíz de todo pecado y toda tentación’

This is the root of every temptation and of every sin.

¿Sabes por qué? Mientras usted esté enfocado, preocupado por la sanidad, la meta, su meta verdadera y no el Sanador… el enemigo un día de estos te va a decir -mientras usted está frustradamente buscando lo tuyo, el enemigo te va a decir: ‘¿Pero por qué te estás matando tanto, chico? Te tengo un atajo por aquí. ¿No es esto lo que estas buscando? Y Dios, este Dios que te ama y que tú sirves ¿te ha contestado?’ ‘How’s that going?’ ¿Cómo te va?

Como un bumper sticker que leí hoy: ‘How does that hope can change working out for you?’

El enemigo te va a preguntar ¿Cómo te está resultando esto de tu esperanza en Dios?’ Muchacho si aquí hay, there’s a shortcut, aquí hay un atajo no te mates tanto. Solo te pido, te doy todo esto si tan solo te arrodillaras y me adores. Just I’ll give you everything…

Si se atreve a decirle eso, mira si Satanás se atreve a dar esa oferta a Jesús, el Mesías, tú no estas excepto, hermano.

If Satan can get in Jesus, his face, and give Jesus –this is Jesus, the baptized Jesus: ‘This is my beloved son and who am I pleased”. That Jesus, Satan got in his face and said: ‘I can do it. I’ll give you a shortcut. All you need to do is just take a second and just between us and don’t mean a thing. I will give you anything you need. No cross involved, no humiliation involved. No sin involved. Sin is a nasty thing, isn’t it Jesus? No sin.

¿Sabe? y esto nos devuelve a Latana, una y otra vez Ron Kenoly declaró, El Padre, declaró Jesús: ‘El Padre busca adoradores, que le busquen, que le adore en espíritu y en verdad’.

Les quiero decir algo hermanos: Él no es el único buscando adoradores.

He’s not the only one. The Father seeks worshippers that worship him in spirit and truth. Let me tell you something. The Father is not the only one seeking worshippers. Someone is after your heart. Alguien esta detrás de tu corazón. Mis hermanos tú le das al Sanador tu corazón y todo lo demás te vendrá por añadidura. Su misericordia es mejor que la vida , sí mi hermano.

Pongámonos de pie.

Esta noche bajo la inspiración del Espíritu Santo, sin combinación ninguna conmigo, el Pastor Omar dirigido por el Espíritu Santo hizo algo que raramente se hace aquí, no hubo intersección. No porque nosotros nos hablamos, esto fue el Espíritu Santo trabajándome a mí, trabajándole a él y trabajando sus vidas. Si fuera por eso nada más, hermanos yo le insto, reciban esta palabra.

I urge you, receive this word.

Sabiendo que para muchos, si pensamos bien, esta es una palabra difícil, porque en sus corazones desesperadamente necesitan algo de parte del Señor. Y El Señor te promete: ‘Yo te doy más de lo que tú me pides. Yo te doy las llaves del Reino, yo te doy más de lo que tú te puedas imaginar. Pero búscame a mi’.

I know that you have needs, this is a hard word, this is a hard word, this is a hard word because you’re here because there are things that you definitely you need desperately. But the Lord is telling you: ‘Listen, I own the cattle on a thousand hills. I am the Resurrection, I am the life. I am your creator, I know what you need. Seek me and live. Seek me and live.’

Baja tu rostro, búscalo.

Señor, en una forma misteriosa, ahora Señor, permitimos esta transacción invisible, especialmente en corazones que vienen con la necesidad más desesperada, queremos algo de ti.

Vinimos porque queremos algo de ti, vinimos porque Tú eres el único que nos lo puede dar, vinimos porque solo tú tienes palabra de vida. Ahora Señor dejamos nuestra necesidad como una ofrenda aquí en el altar y elegimos a ti. Destronamos aún nuestra necesidad y te ponemos a TI en el trono de nuestro corazón.

Tú serás nuestro Dios.

Dios, Dios mío eres Tú.

A Ti te buscare, a Ti buscaré

You are my God not my need.

You are my God, you are my God.

I thirst for you.

My body longs for you, my soul yearns for you.

My reason for existence lies in you.

My past has no meaning, I have no future unless it is through you and if I find you I have all that I need.

Padre, esa es nuestra oración, esa es nuestra declaración. Señor, Satanás esta noche pierde autoridad y Padre declaramos en nuestros corazones: Tú y solo Tú serás nuestra, meta nuestro fin, nuestra búsqueda, nuestro amor, nuestro anhelo, nuestra agenda. Tú y sólo TU.

“A Cristo sólo a Cristo, yo adoraré,

A Cristo sólo a Cristo, yo exaltaré,

A Cristo sólo a Cristo, yo adoraré,

A Cristo sólo a Cristo, yo exaltaré.

Porque me ha dado la victoria,

Porque me ha dado el poder,

Porque me ha dado la victoria,

Él es mi Rey.

A Cristo he proclamado Rey

Porque Él me ha dado vida eterna,

Porque me ha dado el poder

Porque Él me ha dado la victoria,

Él es mi Rey

A Cristo he proclamado Rey

A Cristo he proclamado Rey

Te adoramos Rey.

We worship you King.”

Te damos toda nuestra adoración, te damos toda nuestra adoración. Nos comprometemos a buscarte a ti, es tu diestra la que nos sostiene, Señor, es tu diestra la que nos sostiene. Tú eres nuestro socorro Señor.

Tú eres Rey, Maestro. Y ahora Padre, llévanos Señor en paz a nuestros hogares, hogares que Tú, Señor has provisto para nuestras vidas. Pido que Tú Señor llenes cada uno de esos espacios, con Tu Espíritu, con Tu protección y con Tu poder.

En el nombre de Jesús. Amén. ¡Gloria a Dios!

Dar sin miedo

TRANSCRIPT

Hermanos, nos queda algo muy especial ahora. Nuestra hermana Patricia Sobalvarro nos bendijo esta mañana con un mensaje precioso salido del corazón y del espíritu y yo le dije "Mira," el plan no era que ella predicara en la tarde, pero le dije: "Patricia tienes que compartir ese mensaje de nuevo," y ella muy siempre bien dispuesta me dijo: "Está bien, Pastor, así lo voy a hacer".

¡Qué bueno que se desarrollan esos nuevos predicadores y predicadoras! Gloria a Dios.

Esta mañana también tuvimos la graduación del Ministerio de Crown Financial Ministry. Hay docenas de personas que están recibiendo instrucción sobre mayordomía, como usar su dinero, sus finanzas. Celebramos la graduación de treinta y pico... 34 personas en esas clases porque creemos que la bendición de Dios es para esas cosas concretas así como nuestras finanzas.

Yo sé que Patricia tiene una palabra de ánimo y de sabiduría para nosotros. Así que bienvenida y te bendecimos en el nombre del Señor.

Patricia S.: Mis hermanos, que Dios les bendiga en esta preciosa tarde. Yo le doy gracias a Dios por los grupos de célula porque creo que fue ahí donde como éramos más pequeños, uno ahí va, desarrolla, practica. Nunca me olvido que yo tenía un grupo y la primera vez que iba a compartir una palabra empecé a llorar y era como que, 'That´s not a good sign' ¿no?

Así que yo le doy gracias a Dios por esos grupitos y también hago eco a esas palabras que muchas veces nos acusan a nosotros los de las Iglesias grandes de que no hay comunidad. Pues ¿saben qué? No hay excusas ahora, ya escuchó y ella sabe que hay un grupo en todo rincón de este estado. Así que les animo yo también a participar en las células.

Bueno, mis hermanos, voy a hacer algo porque alguno de ustedes estuvieron aquí en el primer servicio. En esta tarde quiero ser fiel también con el uso del tiempo pero si usted es de las personas que ya conoce la historia del libro de Éxodo le voy a retar en este momento que le pida a Dios que le de un discernimiento, que le revele algo nuevo, un pensamiento nuevo, una promesa nueva y si usted tiene poquito tiempo de estar en esta Iglesia o tiene poquito conocimiento de la palabra también te animo, te insto a que tengas mente abierta y corazón abierto porque lo que yo voy a compartir no es una predica. Ni me gusta decir una predica, yo siento que es una palabra que Dios me dio a mi vida y le doy las gracias al Señor por permitirme compartirla con ustedes, así que vamos a estar leyendo del libro de Éxodos capítulo 35.

Pero oremos al Señor.

Padre, en el nombre de Jesús te damos gracias, Padre, por este banquete que nos das, Señor. Pedimos mi Dios que abras nuestro entendimiento. Padre, que nos reveles cosas nuevas, Señor. Padre, que no sea meramente información la que estemos procesando sino que Tu espíritu se conecte con nuestros espíritus, Señor y salgamos de este lugar renovados. Con una nueva perspectiva a este mundo tan incierto, Señor y nos encomendamos en ti, Padre.

En el nombre de Jesús, amén.

No hice esto en la mañana pero lo voy a hacer, así que el título de este pensamiento es: 'Que Dios permita que seamos sabios de corazón'.

Yo decía esta mañana que hay libros en la Biblia o pasajes o pensamientos que te bendicen, por supuesto, porque es la palabra de Dios; pero llega un momento cuando tú abres la Biblia y empiezas a leer y sacas un comentario y escuchas unas bellas predicaciones del Pastor Roberto y pones dos, tres cositas en perspectiva y tú dices '¡Guau! Esto sí que es bueno. Esto sí que ha marcado mi vida'.

Y del libro de Éxodo, yo creo que en estos tiempos, está haciendo esto en mi vida. Me ha transformado en la manera que pienso, está haciendo cosas en mi vida en lo que es una de esas áreas que es tan difícil para manejar a veces.

Muchos pensamos que las relaciones o las situaciones de la vida son difíciles y a veces tenemos problemas presentándolas al Señor, pero, ¿sabe qué? Hay un tópico, hay un tema que es aún más difícil de controlar o entregárselo al Señor y eso tiene que ver con las finanzas.

Y algo bien interesante del Libro de Éxodo que vamos a ver en el transcurso de estos minutos es que Dios tiene palabra para todo momento y aquí hay mucho que podemos aprender de como un pueblo tan pequeño, tan pobre, tan traumado hasta cierto punto: los israelitas que salieron de Egipto; pudieron ser de bendición y son de bendición aún para nuestras vidas en estos días.

Una de las cosas más fascinantes que yo he encontrado sobre el libro de Éxodo es el enfoque principal de este libro que es: como Dios anhelaba que los israelitas le conocieran a través de una relación personal y eso es lo que quiero enseñar o compartir con ustedes el día de hoy. De ver como es que Dios está tan íntimamente comprometido contigo, con tus necesidades, que Él de antemano -hay que hacer énfasis en esto- Dios ya prepara una solución para esa necesidad que está en tu vida. Especialmente cuando esa necesidad tiene un principio espiritual.

Así que muchos ya conocemos la historia, ¿no? Sabemos de que Dios levanta un líder llamado Moisés para liberar a los israelitas de la opresión de los egipcios. Llega un momento en la historia cuando Dios habla directamente con Moisés en el Monte Sinaí y le dice: "Mira, yo amo tanto a mi pueblo" -y estas son la manera que yo lo estoy procesando- que quiero morar en medio de ellos. No están en la tierra prometida. Es el momento pero yo quiero acercarme y morar con ellos y quiero que se construya un tabernáculo, un centro de adoración".

No era porque Dios era un Dios egocéntrico, simplemente Él anhelaba tener esos tiempos con su pueblo. Pues, viene Moisés y tiene que compartir esta palabra con el pueblo.

Así que vamos entonces al Éxodo Capítulo 35, versículo 4 y dice así: 'Le habló Moisés a toda la congregación de los hijos de Israel diciendo: "Esto es lo que Jehová ha mandado. Tomad entre vosotros ofrenda para Jehová, todo generoso de corazón y traerá Jehová oro, plata bronce, azul, púrpura, carmesí, lino fino, pelo de cabras, pieles de carneros teñidos de rojo, pieles de tejones, maderas de acacia, aceite para el alumbrado, especias para el aceite de la unción y para el incienso aromático y piedras de ónice y piedras de engaste para el efod y para el pectoral”.

¿Por qué tanto detalle? Porque esta no iba a ser cualquier carpa o cualquier tabernáculo. Éste iba a ser un lugar donde iba a morar la presencia divina del Señor.

Y hay personas que han estudiado esto y dicen que el precio de ese tabernáculo en términos de nuestra economía de hoy tenía más o menos un costo como de 10 millones de dólares. Imagínense un pueblo que está en el desierto y de la noche a la mañana viene Moisés -su líder espiritual- y le dice: "Tenemos que construir un tabernáculo que va a costar 10 millones de dólares".

¿Cuál cree usted que fue la pregunta de Moisés? 'Bueno, ¿y cómo vamos a recaudar este dinero? ¿De dónde va a salir estos recursos? ¿Qué podía Moisés esperar económicamente hablando, de una comunidad inmigrante que fue puesta en libertad pero prácticamente salió huyendo porque les querían matar?

Hablando un poquito más del tabernáculo, en los Capítulos 35 y 36, ahí es donde vamos a ver de donde sale o como ellos iban a costear esta gran necesidad. Y al leer estos pasajes, mis hermanos, aquí es donde yo le pido al Espíritu Santo que haga esa transacción espiritual en nuestros corazones.

En estos capítulos nos damos cuenta que si Dios permite que se dé una necesidad en su pueblo, especialmente cuando tiene un propósito espiritual, mis hermanos, Él se compromete a darnos una solución a este problema.

Leamos como Moisés les comunica la noticia a los israelitas. Bueno, realmente ya lo hicimos. Les dice: 'Vamos a construir y esto es lo que necesitamos'.

¿Qué fue lo que pasó en el versículo 10 del Capitulo 35? Y dice la Palabra: "Todo sabio de corazón de entre vosotros vendrá y hará todas las cosas que Jehová ha mandado". Y el 20: "Y salió toda la Congregación de los hijos de Israel de delante de Moisés". ¿Okay? ¿Qué está pasando? Moisés tiene esta conversación: 'Vienen nuestros hermanos, escuchen el sermón, se van a casa. Le dice: "Okay, honey, ¿qué tú crees de esto? ¿Damos, no damos?" O sea ¿Cuáles son las conversaciones que usted cree que se están dando en este proceso?

Ellos están asimilando la información que Moisés les dice. ¿Qué tipo de conversaciones usted cree que se dieron en las familias? Recuerden que los israelitas eran una comunidad que por muchos años vivieron como esclavos. Estaban en pobreza y estaban oprimidos por egipcios.

¿Cómo creen que ellos están reaccionando ante este reto tan grande? Casi absurdo, diría, ¿no? De pedir que se construya un tabernáculo cuyo costo puede ser en los millones de dólares. ¿Ustedes creen que estos israelitas tienen algo escondido por ahí? ¿Qué tal vez Moisés sabía que ellos tenían algo?

Yo decía esta mañana, ¿ustedes creen que estos israelitas tienen como una cuentecita poniendo un poquito de dinero bajo el mattress o algo así? O sea a veces cuando leemos la Biblia no demos la información por sentada. La palabra de Dios es muy lógica y tiene mucho, mucho sentido.

Bueno, más adelante vamos a ver como Dios provee para esa necesidad.

¿Cómo usted hubiera reaccionado si está en medio de la comunidad de los israelitas y se le pide eso? Acuérdese que no ha pasado más de tres meses que ellos salieron de Egipto y están literalmente "en tránsito a" otro punto: la tierra prometida.

Vamos a ver que pasa, entonces, en Éxodo en ese mismo capítulo en el versículo 21.

Y dice así: "Y vino todo varón a quien su corazón estimuló y todo aquel a quien su espíritu le dio voluntad con ofrendas a Jehová para la obra del tabernáculo de reunión y para toda su obra y para la sagradas vestiduras. Vinieron así hombres como mujeres, todos los voluntarios de corazón y trajeron cadenas y zarcillos y anillos y brazaletes y toda clase de joyas de oro. Y todos presentaban ofrenda de oro a Jehová. Todo hombre que tenía azul, púrpura, carmesí y lino fino, pelo de cabras, pieles de carneros teñidas de rojo o pieles de tejones lo traía. Todo el que ofrecía ofrenda de plata o de bronce traía a Jehová la ofrenda y todo el que tenía madera de acacia la traía para toda la obra del servicio. Además todas las mujeres, sabias de corazón hilaban con sus manos y traían lo que habían hilado: azul, púrpura, carmesí o lino fino."

¡Qué alivio! Gloria a Dios, ¿no? Ustedes se imaginan la felicidad de Moisés de decir: 'Padre gracias porque tu gente escuchó'.

No cabe duda, mis hermanos, no cabe duda que en este período de la vida de los israelitas había mucho agradecimiento en su corazón. Me imagino yo; por haber salido de un lugar donde estaban siendo oprimidos y sí tal vez nunca en su vida antes habían tenido oro o plata o todas estas cosas bellas.

Pero yo me imagino que llegó el momento que ellos pusieron esto, ¿no? o ellos tomaron algo y, "Señor, esto no es nada comparado con todo lo que Tú me vas a dar. Si esta es la única manera que yo tengo para demostrarte mi amor y mi agradecimiento por salvarme la vida, ¡por supuesto que lo voy a hacer!"

¡Qué lección tan bella, mis hermanos!

Si nosotros en el Siglo 21 con cuentas de 41K, cuentas en el Cayman Islands, si nosotros fuésemos un poquito generosos como estos israelitas, yo creo que nuestras vidas y nuestras finanzas se estarían menos complicadas.

Ahora mi pregunta es ¿qué significa ser sabio de corazón?

Pensé bastante en esta frase y la mejor manera que yo puedo describirlo es: usando parte de ese mismo conocimiento bíblico que hemos aprendido por medio de las clases de finanzas, de Crown. Y creo que ser sabio de corazón significa entender que la manera que manejamos nuestros recursos financieros afectan nuestra relación con el Señor. Usando las palabras del Señor Jesús lo podemos decir de esta manera: "Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quien os confiará lo verdadero?" Lucas 16:11 y eso tal vez es una cita para otro día.

Creo que hemos aprendido que en la forma que cada uno de nosotros tomamos estas decisiones económicas muestran mucho nuestros principios, nuestros valores y hay una cosita aquí chiquita que no me va a dejar a mí mentir, yo puedo ser diaconisa, yo puedo dar clases pero si este librito, mi chequera dice otras cosas de como yo manejo mi dinero, de como yo manejo mi tiempo, cuales son mis prioridades creo que yo voy a estar en problemas y una discrepancia.

Una hermana en la mañana decía que para yo poder ministrar afuera -y esto no es crítica mis hermanos, esto es una palabra que yo lo estoy aplicando en mi vida-, yo primero tengo que poner mi casa en orden y es un principio muy profundo. Y lo digo con mucho respeto porque es algo que no se logra como dicen "overnight".

Dios está llamando a Congregación León de Judá a experimentar esa santidad y eso no significa sólo en el área emocional o en el área espiritual, yo creo que tiene que ver con las finanzas.

Esta iglesia tiene un llamado redentor no por una persona o por un grupo, sino que Dios espera de nosotros y es tiempo, mis hermanos, que dejemos... o mejor dicho es tiempo que entendamos que el traer nuestros diezmos y nuestras ofrendas no es una obligación, no estamos cumpliendo con un mandato, no es una ley. Es parte simplemente de agradecerle al Señor por lo que Él ha hecho en nuestras vidas.

Nunca venga y ponga un dólar porque usted se siente manipulado o por que se siente que es la manera de hacerlo. Porque, mis hermanos, Dios guarda y yo no creo que eso se da pero usted tiene que reconocer que en el momento que usted está poniendo esa ofrenda, ese diezmo, ese regalo lo está haciendo porque usted cree que es una manera pequeña de decirle a Dios: 'Gracias'. Gracias por la vida, gracias por lo que me das. Yo reconozco que lo que tengo no lo tengo por mis propios méritos, eres Tú Él que me lo das y es una pequeña parte de mi agradecimiento para contigo.

Yo creo que los israelitas fueron muy inteligentes o fueron sabios de corazón al entender que en lo que tiene que ver con las finanzas Dios tiene una parte y nosotros tenemos otra parte. Primero que nada, son tres cositas que yo creo que ellos se dieron cuenta.

La primera, creo que lo acabo de decir: Todo o absolutamente todo lo que tenemos le pertenece a Dios: mis habilidades, inteligencia, mi carro, mi casa, mis hermanos, no hay nada que sea mío, no existe.

Yo creo que el cristiano debe empezar a usar otro lenguaje y dejar de decir, "¿Qué voy a hacer con mi dinero hoy?" No, "Señor, ¿qué quieres que haga con tú dinero?" "Señor, ¿qué quieres que hagas con esta propiedad que me has puesto?" "Señor, ¿qué quieres que yo haga con estos dones que Tú me has dado?" Y cuando logramos entender que Dios es dueño de todo, nuestra perspectiva del dinero cambia.

El dinero es simplemente una herramienta que Dios usa para moldear nuestro carácter y acercarnos a Él.

El segundo punto que yo creo que los israelitas tenían bien presente es de que ellos se dieron cuenta que Dios estuvo, está y estará siempre en control de su existencia. No había nada que era sorprendente para el Señor. No había nada que ellos pensaban que podía pasar solo así, porque la presencia de Dios estaba indudablemente en medio de ellos.

Mis hermanos, no hay noticia que CNN o Wall Street pueda reportar y que sorprenda a Dios. Yo les quiero dejar saber que a pesar de las crisis económicas, a pesar de las crisis migratorias cada vez las cosas se ponen más difíciles supuestamente. A pesar de las malas noticias que escuchamos, mis hermanos, no hay nada que le sorprenda al Señor. ¿Usted cree que esto es nuevo para el Señor? Por supuesto, que no.

Pero en el proceso tenemos que aprender que si yo voy a ser parte de esa diferencia, si realmente voy a ser parte de ese pueblo sobrenatural tengo que entender que es Dios el que está en control, no yo. No es nada que yo puedo hacer.

Y por último, mis hermanos, en lo que son los atributos del Señor, el pueblo israelita tenía muy claro que Dios era su proveedor. Hay más de 250 nombres diferentes, que por cierto muchos de ellos los profetizamos esta mañana. Hay muchas maneras que podemos hablar de Dios y es precioso saber que el nombre Jehová Giré, que significa "El Señor provee", era la manera que Dios quería manifestarse ante este pueblo israelita y ellos sabían eso.

¿Cómo no creer que si tengo necesidades el día de hoy, Dios me puede sacar de apuros? Claro no, o sea, algunos de nosotros tal vez estamos pasando por situaciones difíciles. Es más fácil decirlo cuando tenemos nuestro trabajo o cuando saber que ver una casa pero, mis hermanos, las situaciones no se dan, ¿como entonces voy yo a conocer que mi Dios que vengo y alabo todos los domingos es un Dios real? Es bien lindo venir a adorar al Señor un domingo pero, ¿qué pasa un martes en la noche cuando te quedas sin dinero para ponerle gasolina a tu carro? Aún en esas situaciones Dios se puede glorificar y se quiere glorificar.

Los problemas son como dice el Pastor: 'plataformas para Dios enseñarte' que Él tiene el control, que Él es tu proveedor, que Él si permite situaciones es para moldear nuestro carácter, para llevarnos a nuevo lugares.

Mis hermanos, no podemos ponerle toda la responsabilidad al Señor tampoco. No podemos esperar que 'Bueno, Señor, yo tengo 25 años en la iglesia. ¡Oh! Por favor ayúdame'. No, mis hermanos. Nuestro deber es también darnos cuenta que hay dos economías: la del mundo y la del Señor.

Es increíble saber que casi el 43% de personas que compraron casas antes de esta crisis, nadie puso un downpayment. 43% por ciento de miles de miles de miles de miles de miles de personas. ¡Con qué razón hay tanta deuda!

Nosotros sabemos, mis hermanos, que Dios espera algo más de nosotros. No podemos seguir gastando incontrolablemente como que somos los dueños del dinero. No podemos decir: 'No, yo no voy a ahorrar porque no pertenezco a este país'. Mis hermanos, Dios tiene planes para tu vida. Tal vez Dios está ahorita dándole vida a un ministerio en tu espíritu, tal vez Dios está esperando que tú hagas algo pero porque a veces estamos tan encadenados con nuestras finanzas, no nos permite llegar al otro punto.

Mis hermanos, es tiempo de que dejemos la economía de este mundo y nos enfoquemos en la economía del Señor. Reconocer que Él espera que yo sea mayordoma no sólo del 10 por ciento sino el 100 por ciento de lo Él puso en tus manos, mis hermanos. Él espera que empecemos a cambiar nuestra mentalidad. Él no necesita el dinero de nadie, Él no necesita este edificio, Él no necesita que nadie esté haciendo las cosas. Él simplemente quiere tu corazón. Él quiere que tú y yo reconozcamos, mis hermanos, que si estamos en este lugar es porque Él un día murió en la cruz para darme vida y vida en abundancia.

El deseo de mi corazón en todos estos días ha sido que Dios transforme nuestro interior, que Dios haga una transacción espiritual, que nos moldee, that the Lord may stir up our hearts, that we may be able to understand that is not about giving a percentage it's saying 'God, everything that I've got belongs to you, nothing that I have stays here because I'll die'.

Todo lo que yo tengo Señor, quiero que Tú le des vida. Por eso yo te doy mi dinero, te doy mi educación, te doy mis dones. Te doy aún lo que no tengo, Señor, porque yo quiero que Tú lo bendigas. Señor, en este día yo le pido a mi Dios, que nuestra Iglesia, Congregación León de Judá entienda que cuando el Pastor pide que traigan las ofrendas y los diezmos no es porque queremos manipular o sacar algo.

Mis hermanos, es una oportunidad para adorar al Señor, es una oportunidad para decirle 'Dios te amo' y ¿saben qué? No importa si tú tienes un dólar o cien dólares. Es aquí lo que el Señor quiere ver: como tú vienes delante de la presencia del Señor.

Mis hermanos, no tengamos miedo. Don't be afraid when the Lord asks you to be generous because he already has a solution. I didn't get to read this but... en el Libro de Éxodo en capítulo 3, Dios muchos años antes que el pueblo pase por toda esta transición de estar oprimidos, Dios había dicho a Abraham que su descendencia iba a caer en cautiverio, pero Él iba a usar aún las posesiones de los egipcios y su pueblo iba a salir con la manos llenas.

Todo el oro y toda la plata que estuvo en Egipto iba a ser de los israelitas. ¡Imaginense eso! Es como que yo pienso, que los mismos agentes de inmigración les dijeran a los inmigrantes: 'No te vayas, no te vayas, ven, quédate, te voy a dar esto. Por favor, te necesitamos'.

Eso fue una promesa que Dios le hizo a Abraham y despues se la volvió a confirmar a Moises y por eso fue mis hermanos, que en el capítulo 36, y con esto voy terminando, miren como Dios obra en nuestras vidas cuando le damos a Dios de los profundo de nuestro corazón.

Y dice así: "Y tomaron de delante de Moisés toda la ofrenda que los hijos de Israel habían traído para la obra del servicio del Santuario a fin de hacerla y ellos seguían trayendole ofrenda voluntaria cada mañana. Tanto que vinieron todos los maestros que hacían toda la obra del Santuario, cada uno de la obra que hacía y hablaron a Moises diciendo, 'El pueblo trae mucho más de lo que se necesita para la obra que Jehová ha mandado que se haga'."

¿Hermanos, escucharon eso? Un pueblo que cruzó un desierto, un pueblo que estaba oprimido de una manera milagrosa pudo traer más allá de lo necesario para construir este tabernáculo. Sólo un Dios proveedor, sólo un Dios que está en control, sólo un Dios grande puede hacer esos milagros, mis hermanos.

Y ese Dios del Antiguo Testamento es el mismo Dios que mora en nuestras vidas. Es ese mismo Dios Él que te dice: 'No temas.' Aunque tal vez no tengas trabajo, permíteme que siga moldeando tu carácter, permíteme que siga dejándote saber que Yo Soy Tu Dios, Tu Padre.

Mis hermanos: No temas cuando el Señor te pide que seas generoso, porque el Señor ya tiene ese camino. Él simplemente espera que lo camines con Él y que lo experimentes en una manera diferente.

Qué el Señor tenga misericordia de nosotros y nos permita entender la dulce y sublime bendición que es decirle: 'Padre, do you know what? Tal vez hoy no tuve mucho dinero, tal vez esta semana solo tuve dos casas para limpiar y no tres; tal vez no pude comprar toda la leche que quería pero me aseguré de apartar mis 5 dólares para decirte 'Te amo, Señor'.

Y que esa sea la actitud que marque esta iglesia mis hermanos.

¡Que Dios nos bendiga!

Meditar en la palabra de Dios

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Hay algo que el Señor me movió a compartir con ustedes hoy y yo creo que es algo muy especial y quiero decirles, mis hermanos, yo quiero animarles. Yo quiero animarles a que ustedes puedan seguir sacando estos tiempos los miércoles, yo lo creo en mi corazón que Dios está haciendo algo especial en estos momentos.

O sea, hay algo que Dios está haciendo en la atmósfera de la Iglesia, sin duda alguna el Espíritu de Dios se está moviendo en una forma nueva, refrescante, la vida de la gente... miren tendremos nuestros achaques de día a día. Pero yo creo que aún en medio de esas cosas Dios las está usando para fortalecer a su pueblo, para animar a su pueblo, preparar a su pueblo para algo precioso que Él tiene guardado en su corazón para cada uno de nosotros así que yo le ánimo, anime a otras personas que usted conoce que se pueden beneficiar de venir aquí, si usted quiere traer a visitas traiga visitas.

Mire, hasta ore porque estamos haciendo negocios con el Hampton Inn para poder tener estacionamiento y que la gente pueda llegar y podamos estacionarnos sin ningún problema.

Mire, queremos que la gente, el pueblo sea bendecido. Yo creo que Dios nos está moviendo a nuevas dimensiones en nuestra vida de fe no tan solamente a nivel individual pero yo creo que a nivel corporativo también y que de el nivel corporativo se transmita eso a la comunidad en la cual nosotros vivimos. Eso es algo que siempre Dios obra en esas formas, Dios no solamente te va a bendecir para que tú te quedes gordo ahí en el asiento, o gorda; sino que Dios va a bendecirte, Dios va a traer bendición a tu vida para que de ti emane algo que llegue a las personas que están a tu alrededor, que tú puedas moverte en una forma firme, eficiente, eficaz para transmitir esa bendición de Dios a otras personas a tu alrededor.

Así que cierre esa cápsula y voy a lo que voy a hablarles hoy. Pero hermanos, miren, hay un propósito por el cual yo me sentí movido hoy a que pudiésemos leer la Escritura hoy.

Hace tiempo que no hacíamos esto, ¡guau! Yo creo que hace casi un año, si no me equivoco que yo había hecho esto, sacamos un momento para leer distintas escrituras y yo no sé si ustedes lo notan, mis hermanos, pero cuando leemos la Palabra hay algo -déjenme decirlo así- hay algo bien distinto cuando usted se sienta en su casa y lee la escritura por sí solo a cuando usted llega aquí y alguien la lee en alta voz y usted como que recibe algo en otra dimensión. Yo no sé si a usted le ha pasado o si yo soy el único anormal que percibe eso, pero extraño, gracias por la corrección... diferente, ahí está... suena a palabra un poco fuerte ahí. Podemos evitar eso en el video.

¡Oh! Miren, by the way, hermanos gracias a Dios estamos empezando a transmitir... bueno vamos a empezar a transmitir los servicios de los miércoles también a través de la Internet porque hay gente; la Iglesia del internet están pidiendo más, más, más. Así que el alcance que tenemos está llegando.

Yo les digo, mis hermanos, para mí es algo bien humbling, ¿cómo se dice esto? humilde no es la palabra. Es algo que me llena, me conmueve porque hace dos días atrás recibí un email de una persona, un hermano en Patagonia allá en Argentina, que el mensaje del miércoles pasado el hermano Ernst Diehl lo grabó y ese mensaje lo puso en el internet y ese mensaje así de rápido ese hermano vio ese mensaje allá en Patagonia allá en Argentina y me escribió un mensaje de cuanta bendición fue ese mensaje para su vida.

Y yo me dije como que... ¡guau! Señor en Patagonia, mira eso. Allá en Patagonia enviamos la bendición de Dios también y donde quiera que usted se encuentre, así que esperamos que la palabra de Dios sea bendición para ustedes hoy.

Pero, miren, vayan conmigo al libro de Nehemías Capítulo 8.

-A los “che” allá en Argentina, definitivamente. ¿Oye, che?

Nehemías Capítulo 8. Hay una palabra aquí bien interesante que yo quiero compartir con ustedes. Y va a ser algo breve pero solamente quiero resaltar algo ahí para cada uno. Voy a estar leyendo de una versión nueva, esta es la nueva versión internacional así que síganme... síganme los buenos. Nehemías Capítulo 8.

"Al llegar el mes séptimo los israelitas ya estaban establecidos en sus ciudades, entonces todo el pueblo como un solo hombre se reunió en la plaza que está de frente a la puerta del Agua y le pidió al Maestro Esdras, Sacerdote Esdras a traer el Libro de la Ley que el Señor le había dado a Israel por medio de Moisés. Así que el día primero del mes séptimo el Sacerdote Esdras llevó la Ley ante la Asamblea que estaba compuesta de hombres y mujeres y de todos los que podían comprender la lectura y la leyó en presencia de ellos en la Plaza que está frente a la puerta del agua.

“Todo el pueblo estaba muy atento a la lectura del libro de la Ley" -quiero hacer hincapié en esto- TODO el Pueblo ESTABA MUY ATENTO a la lectura de la Ley, estaba MUY ATENTO... dígale a la persona que está a su lado, dígale: 'Está muy atento y haga énfasis en el “muy atento” aunque suene como una vaca, pero diga “muuy” atento. En otras palabras, están muy atentos a lo que se está leyendo ahora, ¿verdad?

"Entonces el maestro Esdras se puso de pie sobre una plataforma de madera…” -voy a personificar al maestro Esdras ahora- puesto de pie sobre una plataforma de madera, “construida para la ocasión especifica. Hacia su derecha estaban Matías, Sená, Anias, Urías, Hilquías, Maceias y a su izquierda Pedaísa, Misael, Malquias, Hasum, Hasbadana, Zacarías y Mesulam.”

¿Cuántos de ustedes nombrarían a alguno de sus hijos así? Mesulam, ¿verdad? Bueno, yo conozco a alguien que se me llama Misael, eso sí lo puedo decir. Muy buena persona, by the way.

"Esdras,” -verso 5- a quien la gente podía ver porque él estaba en un lugar más alto -como estoy yo ahora-, “abrió el Libro el todo el pueblo se puso de pie".

Miren esto. Este es el tipo de situación que a cualquier Pastor en su Iglesia, el día que un Pastor abra la Biblia y todo el pueblo de ponga de pie y haga lo siguiente:

"Esdras bendijo al Señor, el gran Dios, y todo el pueblo levantó las manos y respondió: ¡Amén! y ¡Amén! y luego adoraron al Señor inclinándose ¡hasta tocar el suelo con la frente!”

Miren la reacción que ocasionó en el pueblo el mero hecho de tan solamente abrir el libro. Si a un Pastor le sucede eso en su Iglesia: que un día cuando abra el libro la gente se ponga de pie y digan ¡Amén! y ¡Amén! y que se tiren de cabeza al piso en adoración a Dios, ese va a ser el día que al Pastor le van a tener que dar resucitación boca a boca porque se va a quedar patidifuso.

Déjame intentar esto. 'El pueblo cuando se abrió el libro levantó las manos y grito: ¡Amén! y ¡Amén!'. ¡Amén y Amén!… Okay, todavía no, todavía no...

Dice la Escritura que el Pueblo cuando Esdras abrió el libro el Pueblo levantó las manos y gritó ¡Amén! Yo no he abierto el libro todavía. El pueblo levantó las manos y gritó ¡Amén! y ¡Amén! Cuando abrió el libro… (Público presente:) ¡Amén! y ¡Amén!

¡Ay! Casi, casi. Bueno se pararon, más todavía.

Miren, esto mis hermanos, hay algo en ese pasaje que a mi me cautivó. Porque el momento en que esto estaba sucediendo era el tiempo en el cual Nehemías estaba restaurando todo el pueblo de Israel. Estaban restaurando las murallas de la ciudad, estaban restituyendo el orden de la adoración, estaban restituyendo todo lo que tenía que ver con la ley que ellos seguían.

Recuerden que el pueblo de Israel había estado en esclavitud, había estado viviendo en ruinas por tanto tiempo. Un pueblo oprimido, un pueblo que no tenían recursos, un pueblo que no veían la luz al final del túnel, era un pueblo que ya habían perdido su sentido de esperanza, que sí sabían que había una palabra, una promesa que se había dado a ellos pero había pasado ya tanto tiempo viviendo en esa escasez, tanto tiempo viviendo en esa miseria, tanto tiempo que había estado esperando a que Dios dijera algo, que hiciera algo pero la realidad que tenían de frente era tan y tan fuerte que ya se habían desanimado.

Habían perdido su esperanza en esa palabra. Pero no fue hasta que Nehemías que llegó impregnado con esta visión de Dios de restaurar a su pueblo de que se compungió de corazón porque sabía que su pueblo, que sus hermanos, que sus hermanas estaban en toda esa desolación que él fue e hizo algo diferente. Se esforzó y buscó la forma de restablecer todo lo que es, todo lo que significa el pueblo de Israel. Su sistema de gobierno, su sistema de ley, su sistema de adoración, el sistema de como los sacerdotes funcionaban en el templo fue una restauración total.

Y en el centro de toda esta restauración miren lo que había, en el medio de toda esa restauración estaba la ley, estaba la Palabra. Estaba el fundamento de esa nación.

Lo que estaban haciendo ahí era restituyendo el orden de la adoración a Dios, estaban trayendo a memoria todo lo que la palabra de Dios decía para beneficiar al pueblo trayendo a memoria de como el pueblo tenía que vivir delante de Dios. Y hay un momento en el cual se estaba leyendo y por lo que se estaba recibiendo de esa Palabra el pueblo se angustió tanto y pensaron como que: " ¡Guau! No estamos viviendo de acuerdo a esa ley, pues, estamos en total pecado delante de Dios" y el pueblo se compungió y lloró delante de Dios. Pero Nehemías tuvo que animar al pueblo y decirle: "¡Ahh! Animo mi gente, animo, porque hoy, hoy se ha hecho esta palabra realidad en medio de nosotros. Hoy Dios ha vuelto a restituir su presencia en medio nuestro".

Todo eso porque se comenzó a leer la Ley. Porque volvieron al fundamento.

¿Saben qué, mis hermanos? Yo vuelvo y digo esto: cuando nosotros leemos esta Palabra si nos sentamos en la casa, como quien dice 'déjame abrir ahí al azar a ver en que Palabra caigo y a ver que leo', si leemos así, si procedemos con esto de esta forma. Mira, ¿sabes qué? Tal vez no le vas a sacar mucho provecho. Cuando esta Palabra dice que hay que leerla, que hay que meditarla, que hay que escudriñarla, que hasta cierto punto también hay que memorizarla también, eso es lo que significa es que yo no puedo darme el lujo de tener que leer así: verso 1, verso 2, verso 3 y seguir leyendo por ahí -como una carrera- a ver cuanto puedo leer en un minuto o en una hora.

Lo que eso significa es que yo tengo que sentarme a analizar, a profundizar porque hay algo, hay algo en estas palabras cuando uno las lee que causa algo en el corazón. Miren, si pensamos en los textos que se leyeron hace unos minutos atrás, si yo recuerdo por un lado: el hermano Rafael comenzó leyendo el Salmo 86.

El Salmo 86 alguna de las palabras que dice, verso 3:

'Compadécete Señor de mí porque a Ti clamo todo el día,

Reconforta el espíritu de Tu siervo

Porque a Ti Señor elevo mi alma'.

Esas Palabras si uno las lee, y es como si yo las leo al papagayo, pues se oyen así nada más. ¿Pero saben lo que significa esto cuando uno va palabra por palabra? Compadécete, Señor, de mí, que todo el día clamo a ti.

Si leo otra Palabra, alguien leyó por ahí el Salmo 121:

'Alzaré mis ojos a los montes,

¿De dónde vendrá mi socorro?'

...mi socorro no viene de The Bank of América, mi socorro no viene del título que tengo enganchado en la pared, mi socorro no viene del vecino de al lado que me puede dar un vaso de leche cuando lo necesito, mi socorro viene de... Jehová.

Alguien leyó también el Salmo 34, creo que fue Marina, si no me equivoco. Empezó leyendo en la parte que dice... el verso 7, ¿verdad?

'El ángel del Señor acampa alrededor de los que le temen y los defiende'. Miren esa Palabra.

Donde quiera que usted va el ángel de Jehová está a su alrededor, está ahí con usted y lo defiende y lo protege. Y tal vez usted me puede decir: "¡Ah! Pero ¿Por qué me pasó aquello? ¿Dónde estaba el ángel?" o "¿Por qué me hicieron esto cuando yo estaba allí, ¿dónde estaba el ángel?".

Esa es una de las preguntas que yo diría esa es para que Dios lo sepa y que usted lo averigüe.

That's for God to know and for you to find out. ¡Quisiera yo tener la respuesta a todas las cosas! pero lamentablemente no las tengo pero yo se que hay una Palabra ahí.

Y si usted está aquí es porque el ángel de Jehová acampó alrededor de usted y lo protegió y lo defendió. ¿Qué tal vez pudo haber sucedido algo peor? Pero usted está aquí.

Abraham, ¿Tú leíste algo en Primera de Corintios 10, creo que fue? Primera de Corintios 10... Segunda de Corintios 10, esto también me gustó mucho. ¿Cuál fue el verso? ¿El tres?

"Pues aunque vivimos en el mundo no libramos batallas como lo hace el mundo porque las armas con las que nosotros luchamos -pero déjame que no se me confundan, déjame leerlo en la versión que es-: "las armas de nuestra milicia no son carnales, contra poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas.." y entonces la otra parte ¿llevando qué? "Llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo Jesús".

¿Saben qué mis hermanos? Ese verso es un verso clave: "Llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo". Cuando un pensamiento dice: ‘¡Guau! Tengo ganas de que cuando salga de aquí irme a la barrita de la esquina y darme un palo viejo'. Mire someta ese pensamiento a la obediencia de Cristo no vayas a la esquina y vete a tu casa y tomate un vaso de leche. Eso es cierto.

Manuel, ¿Cuál fue el que tú leíste? Primera de Pedro 5:6. "Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios para que Él los exalte a su debido tiempo. Depositen en Él todas sus ansiedades porque Él cuida -¿de quién?- de ustedes".

Óigame, yo no sé usted, pero ¿por qué yo tengo que andar con todas las ansiedades trepadas en mi espalda cuando yo fácilmente las puedo depositar al cuidado de Dios y que el se encargue de cada una de ellas?

No significa que yo me haga el loco y que yo me despiste con las cosas que yo tengo que trabajar pero sí que la ansiedad que esas cosas puedan traer no me afecten a tal nivel, sino que yo pueda entregar esas cosas al Señor para entonces poder recibir la sabiduría, el discernimiento que hace falta para saber como lidiar con todas y cada una de esas cosas.

Para yo ser lo vulnerable suficiente para que cuando alguien me dice: "Omar, yo creo que hay este aspecto de tu carácter en el cual tú tienes que trabajar" que yo no le saque las uñas a esa persona sino que yo pueda recibir. 'Okay, bueno, pues tengo que trabajar algo en mí. Pues mira déjame entonces hacerlo".

La palabra de Dios, mis hermanos, miren, yo les digo, hay algunas cosas en este libro que son medias nébulas, que uno se dice como qué ¡guau!¿y de dónde salió eso? Que si el papá de tal cual se acostó con aquella otra y que si lo engañó y lo engatusó pero y con todo eso, la bendición de Dios estaba en esa persona ¡Guau!

Hay unas historias aquí que son medio raras, yo lo tengo que reconocer, pero es la historia de Dios en la humanidad y de alguna forma u otra de ahí nosotros sacamos esa vida que nosotros necesitamos para poder vivir nuestras propias novelas y dramas. ¿Cuántos de ustedes ven novelas? A ver por muestra de manos, ¿cuántos ven novelas?

¿Saben qué? Yo creo que todos ustedes deberían levantar la mano porque todos ustedes son parte de una novela. No la ven porque la están viviendo, ¡obviamente! La están viviendo, se la están viendo 24 horas al día los 7 días de la semana, cada segundo que respiras cuando único que no la ves es cuando estás durmiendo esa novela

Hay algunas que son best sellers, hay algunas que tienen volúmenes, ¡uff! una librería esas novelas. Hay algunas novelas que tienen capítulos que no se han cerrado, hay muchas novelas que tienen capítulos que están por empezar. Miren lo que estoy diciendo, mis hermanos. ¿Escucharon bien lo que estoy diciendo? Porque lo estoy diciendo con una intención. Hay novelas ... no es que no las veas ... vélas.

Hay novelas aquí y allá también, hay novelas por ahí que tienen capítulos que no se han cerrado, capítulos que han quedado en puntos suspensivos y hay novelas que tienen capítulos que están por empezar. Capítulos excitantes, capítulos tal vez un poco medio tenebrosos, capítulos que estarán llenos de mucha aventura, de suspenso, pero la novela se pone mejor porque el personaje principal, los personajes principales son ¿saben quien? usted y Dios y en medio de cada uno de esos capítulos hay una Palabra que se infunde en medio de ustedes.

¿Cuál es mi moraleja de esta noche? Hermanos, hay una vida que está cerrada aquí en este libro. Por favor no la tomemos por sentado, no lo veamos como un libro más. Yo sé que es difícil a veces sacar el tiempo disciplinadamente de uno sentarse y leer y meditar porque conlleva tiempo, hermanos, yo se que conlleva tiempo.

Si queremos sacarle verdaderamente provecho a esto hay que sacar ese tiempo aunque sea media hora donde uno se pueda sentar y leer aunque sea un verso y que ese verso yo lo mastique, y lo mastique y le saque el jugo hasta más no poder.

Pero hay una vida que está aquí centrada, mis hermanos, y hay algo que Dios trae a cada uno de nosotros. Hay algo que Dios trae a su vida cuando usted la lee, cuando usted la escucha ser leída.

Hay algo que Dios trae, hay una revelación, hay una luz que se prende de repente en la noche y trae dirección a su vida. Ahora ¿qué fue lo que pasó con el pueblo de Israel? Miren cuando este libro se abría hicieron fiesta, levantaron sus manos y gritaron ¡Amén! y ¡Amén!

¿Qué significa Amén? Qué así sea.

Imagínense eso: levantar mis manos y decir, "Señor, que así sea" y después de eso tirarme de cabeza en adoración. Lo que yo leo, Señor, que así sea. Amén. Esas palabras, esas promesas que Tú me das, que así sea, que si tengo que llorar y si tengo que sufrir por un momento... que así sea, porque después yo sé que voy a ver la Gloria tuya obrando en medio de mi vida. Pero hay algo, hay una vida que está aquí centrada que yo digo ¡Amén! a eso.

Es más I hold you accountable to it. Yo te agarro a ti responsable a tus propias palabras. Las cosas que Tú dices que vas a hacer en medio de mi vida se dijeron hace 2000 años atrás y quien sabe si más. Pero yo sé que Tú tienes vida aún ahora. O sea, yo te aguanto a Ti, Señor responsable de esas palabras también porque son palabras que viene tuyas.

Tú dices que Tú tienes paz, que Tú tienes planes de paz para darnos el final que nosotros esperamos, no un final de destrucción, sino que Tú tienes un final de bien para cada uno de nosotros.

Es una palabra que Tú dices, está marcada en rojo en la Biblia, que son las palabras de Jesús, pues mira, son tus palabras. Yo te aguanto a eso.

Hay una vida que se da ahí, mis hermanos, agarremos esa vida, agarremos esa palabra que se penetre y que transforme todo lo que el Señor está haciendo en medio de nuestras vidas.

Esta palabra es eterna. Es más, les voy a dar un preview de la próxima semana.

Escuchen esto: cuando lo eterno toca lo interno, transforma lo externo.

Lo voy a decir otra vez: Cuando lo eterno toca lo interno, transforma lo externo. Es un trabalenguas por eso es que...déjenme decirlo de nuevo para que yo mismo me lo aprenda: Cuando lo eterno toca lo interno transforma lo externo. Esta palabra es una palabra eterna. Las palabras de Dios no pasarán. Cuando esa palabra llega al interior y transforma el interior todo lo que se refleja afuera se transforma también.

Vamos a ponernos de pie y vamos a orar. Gracias Jesús, Gracias Dios, Gracias Señor.

Padre, te adoramos y te bendecimos Señor porque Tú eres grande, Tú eres bello, Tú eres precioso. Para siempre es Tu misericordia, no hay nada ni nadie que se compare contigo Jesús.

¡Oh, Señor! Mi alma te alaba y te bendice. Mi alma te alaba y te bendice, Señor. Solamente quiero adorarte en este momento, Jesús. Qué Tu palabra están viva, es tan real, Señor. Tu Palabra que traspasa lo más profundo de nuestro ser.

En esa palabra estás centrado Tú mismo Señor, estás Tú, estás Tú presente en cada letra, en cada sílaba, en cada verso, en cada frase, Tú estás ahí de una forma u otra. Señor yo reconozco el valor de Tu palabra, el peso que tiene Tu palabra, Señor.

El poder para reargüir nuestras vidas y alinearnos con tus propósitos y con los deseos de Tu corazón. Tu palabra que pudre el yugo del enemigo en el medio de nuestros corazones. Tu palabra que aviva el fuego de Tu presencia en medio de nosotros. Padre yo levanto Tu palabra en alto, sea una palabra que consuma todo nuestro ser.

Padre, que sea una palabra que corra como un fuego a través de todos nuestros huesos y que consuma toda aspereza, que pudra, Señor toda atadura y que traiga la libertad que solamente Tú puedes dar en medio de nuestros corazones.

Padre, yo pido sabiduría para tu pueblo, Señor, para poder entender Tu palabra. Yo pido un don de revelación sobrenatural para poder conocer tus misterios, tus designios, tus secretos, tus planes, tus propósitos. No tan solamente para nuestras vidas individuales sino también para conocer como Tú quieres que nosotros seamos instrumentos de tu justicia, instrumento de tu paz en las vecindades donde vivimos, en los sectores donde vivimos, en nuestro lugares de trabajo, en nuestros lugares de estudio.

Señor, ¡Oh, Padre! que Tu palabra fluya en medio de tu pueblo, Señor. Que podamos hablarnos, Señor con tu palabra para mimarnos, Señor, para que Tu palabra cancele cualquier pensamiento, Señor, que se revele en contra tuya. Que nosotros podamos vivir de acuerdo a esa Palabra siempre, internalizarla, hacerla nuestra, Señor.

Para que Tú tomes tu lugar en medio de nosotros siempre. Padre, yo pido que la bendición tuya, Señor, sea sobre cada uno de mis hermanos y hermanas en esta noche. Esta palabra que he compartido Jesús, que esta palabra se haga viva, real en medio de sus corazones, que ellos puedan salir de aquí... que no se olvide esta palabra, Señor, sino que ellos puedan llegar hasta sus hogares y seguir meditando en ella.

Padre, guarda el sueño de cada uno de mis hermanos y hermanas. Yo te pido, al yo ver las caras de mis hermanos aquí, yo te pido por favor que Tú les concedas un sueño reparador.

Padre, quita toda ansiedad que impida que mis hermanos y hermanas puedan dormir y descansar bien en esta noche.

Pon Tu mano en esa almohada Jesús, pon Tu mano en esa almohada, Señor. Acaricia sus cabellos, que ellos puedan dormir pacíficamente en Ti En paz me acostaré y asimismo dormiré porque Tú Señor estás con nosotros.

Y que el día de mañana, si Tú lo permites, Jesús, que Tú nos concedas la fuerza, la energía para poder asir todas aquellas cosas que tenemos por delante y que en todo momento traigamos gloria y honra a tu nombre. Te adoramos Jesús. Amén y Amén.

Hermanos y hermanas bendiciones. Que la paz de Dios sea con cada uno de ustedes. Salúdense unos a otros.

Uno de los pocos

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Cada uno de nosotros somos uno de los pocos. Y ¿Qué significa esto de ser uno de los pocos? Bueno, por un lado puedo decir que significa que uno no es parte de la multitud, que uno no es parte de la muchedumbre o como yo diría, bueno no lo voy a decir, uno no es parte del bonche ahí afuera, del montón, exacto, esa es la palabra, uno no es parte de la población en general, sino que uno es parte ya de un grupo distinto.

Y obviamente en la sociedad que vivimos hay tantos grupos ahí afuera que cada grupo tiene su particularidad y su particularidad lo define, lo distingue. Pero cada grupo tiene un renglón de principios, de valores por los cuales se rige y nosotros como hijos e hijas de Dios tenemos también nuestro renglón, nuestro patrón de principios por los cuales nosotros también nos regimos. Y eso nos hace a nosotros uno de los pocos.

Y podrá sonar algo medio, no deseado porque…. Uno de los poco, yo no quiero ser poco, yo quiero ser mucha cosa, yo quiero ser algo grande. Pero en el contexto en el cual estoy diciendo esto, ser uno de los pocos es algo bueno, es algo deseado, pero que es algo bien difícil.

Hay tres textos que yo quiero repasar brevemente con ustedes porque son textos que son un poco medio, complejos de analizar, o sea, necesitaría tres noches para poder analizar estos tres pasajes, pero los quiero leer solamente para ponerlos ahí en su radar.

El primer pasaje se encuentra en Mateo Capítulo 7, comenzando por el verso 13 y dice:
“…Entrad por la puerta estrecha porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición o la destrucción, como usted la quiera poner, la traducción que usted esté leyendo, y, miren lo que dice, …. Y muchos son los que entran por ella porque estrecha es la puerta y angosto el camino que lleva a la vida… ¿y que es lo que dice después?, …. Y pocos son los que la hallan….”

El segundo texto que les quiero leer es Mateo, el mismo Mateo, Capítulo 9, verso 37, Jesús le dice a sus discípulos “…. A la verdad que la mies es mucha y pocos los obreros….”

Y el tercer pasaje que les voy a hacer referencia está en Mateo, Capítulo 22, verso 14 que dice “…. Porque muchos son llamados pero pocos los escogidos, pocos los escogidos…”

Yo no sé ustedes pero a mí me está que Jesús se trae algo con esos textos, porque son palabra de Jesús. A mi profesor del Nuevo Testamento, ¿que usted cree? Algún lo dejaré que él explique esto en la forma contextual, pero en la forma de predicación ahora yo creo que Jesús tiene algo entre manos cuando está diciendo que hay algo especial con los pocos.

Pocos son los que pueden entrar por la puerta estrecha y no está hablando de los flacos nada más que como yo, así que no se preocupen, los anchitos también pueden entrar por esa puerta estrecha. Esa puerta estrecha hace milagros. Pero pocos entran por esa puerta estrecha.

La mies es mucha pero son pocos los obreros. Y muchos son los llamados, guau, pero pocos son los escogidos. O sea, yo no sé, pero ese último texto que a mí hay veces que cada vez que yo lo leo como que me pica la cabeza, es como que guau, espérate, o sea tu estás llamando a tanta gente pero de verdad que tan poquitos van a ser los que van a heredar la vida?

¿Qué requiere ser uno de los pocos? ¿Qué se toma, qué cuesta ser uno de los pocos? Yo tengo, al menos 7 cosas que yo he logrado identificar, y si no puedo cubrir las 7 cosas por el tiempo, al menos les voy a dar las primeras tres. Pero ¿Qué cuesta? Si usted tiene una libreta, lápiz, papel lo que usted quiera, apúntese eso para que no se le olvide. ¿Qué cuesta ser uno de los pocos?

Número 1, hay una cosa que yo he identificado aquí. Número 1 es que usted debe ser una persona que tiene sus prioridades bien claras para ser uno de los pocos. Usted tiene sus prioridades bien claras, bien definidas. Usted tiene un enfoque en qué es lo que usted tiene que alcanzar o qué es lo que quiere alcanzar. Usted no es el tipo de persona que le dice que sí a tuti li mundi, que si le dice, sí mira, hoy nos vamos a reunir a las 5 y media y al rato se encuentra con otra persona, y ¿Cuándo nos reunimos? A pues, vamos a reunirnos a las 5 y media. Pues sí, a las 5 y media, no hay problema, nos reunimos. Y al rato entonces se encuentra con otra tercera persona, y le dice, ah, mira vamos a tomar un café, ah, que chévere, me encanta tomar café. ¿Cuándo nos reunimos? Vamos a reunirnos ahorita, a las 5 y media. Sí, claro que sí. Entonces cuando viene a ver, llegan las 5 y media y usted está partido en 3 cantos y no sabe a cuál de todos se va a ir.

En otras palabras, como usted es una persona clara, que tiene sus prioridades bien claras, usted sabe cuándo decir que no. Usted sabe a quién decirle que no y a qué decirle que no. Porque usted está bien enfocado, y ya eso lo separa, lo hace a usted uno de los pocos.

Número dos, y este es bien importante, para ser uno de los pocos significa que usted tiene un corazón enseñable. Ha escuchado esa expresión? Que usted tiene un corazón enseñable. Hágase una pregunta de retrospección ahora mismo. Yo tengo un corazón enseñable? Si no sabe lo que significa tener un corazón enseñable, significa que usted no es rebelde cuando viene a recibir un consejo, que usted puede tener 78 años de vida y que con todo y eso usted puede abrirse a recibir una palabra o un consejo que de alguna forma u otra lo vaya a ayudar a usted a llevar su vida en una forma más completa, más plena, que usted no se cree un sabelotodo, sino que de alguna forma u otra usted sabe que con cada día que pasa usted está aprendiendo algo nuevo.

Hay un corazón enseñable en usted. No hay un sentido de rebeldía a poder recibir lo que otros puedan contribuir, aunque sea una persona más joven que usted, o una persona más adulta que usted, con todo no hay ese sentido de rebeldía de que quién eres tu para decirme lo que yo tengo que hacer. Oye, yo no sé, pero esa expresión que yo acabo de decir yo sé que muchos de nosotros la hemos dicho en algún momento.

Piense, pregúntese usted, en algún momento usted ha dicho, pero quién se cree este para decirme lo que yo tengo que hacer. Esto se da en muchos contextos. Puede ser que una esposa le diga al esposo y quién tu te crees? O viceversa, o el esposo le dice a la esposa, pero quién tu te crees para decirme lo que yo tengo que hacer? Puede ser que un maestro le dice a un estudiante, mira, te recomiendo, y que se cree este maestro, decirme lo que yo tengo que hacer. O en una forma bien irónica, que el estudiante le diga al maestro qué tiene que hacer. Que un jefe le diga a un empleado algo que tiene que hacer y que el empleado diga, pero quién se cree este para decirme lo que yo tengo que hacer. Que una mamá le diga a su hijo o a su hija, mira, necesito que hagas esto y esto y esto, y lo otro, y que el hijo le responda, o la hija le responda, pero que tu te crees? Hay un corazón enseñable.

Número uno, tiene sus prioridades bien definidas. Número dos, tiene un corazón enseñable. Número tres, esta es una de mis favoritas y las más difíciles, número tres, apúntelo para que no se le olvide, número tres, reconoce sus errores y hace todo lo posible por poder enmendarlos. Reconoce sus errores y hace todo lo posible por poder enmendarlos. Esto es algo que no viene muy natural porque nadie le gusta reconocer sus errores. A nadie le gusta lidiar con su propio bagaje.

Y yo creo que esto es una de las muchas razones de por qué hay veces que hay gente tan amarga, por así decirlo, que es que como tienen una pesa de 30 libras atada de cada uno de los pies y está por ahí caminando y no se dan cuenta por qué, y es porque no han lidiado con su propio bagaje. No quieren dar su brazo a torcer, le quieren torcer el brazo del otro a causa de las cosas suyas.

Miren qué interesante, qué irónica es la vida. Pero miren, el mero de que reconocen sus errores, es una persona que está bien a tono con sus faltas y que no huye de estas. Una persona que está bien a tono con sus faltas y que no huye de estas sino que hace todo lo posible por lidiar con ellas, aunque duela, aunque sea vergonzoso, aunque cause un poquito de dolor y roce con fulano o mengano y sutano, por un tiempo, pero después las cosas se ponen mejor, pero lidia, lidia con esas cosas.
Es una persona que cuando le sale, es una persona que no tiene miedo a ser vulnerable. Saben que vulnerable para muchos significa debilidad. ¿Verdad? Particularmente a los hombres muchas veces esto se le hace difícil a los hombres porque el hombre, usted sabe, tiene que ser macho, nosotros tenemos la correa ahí en su lugar y tenemos que representar bien, yo, llorar? Darte el lujo de una lágrima, jamás en la vida pensaste? Y eso hay veces como que se le pega a las mujeres también, y las mujeres como que les sale el mismo espíritu y ¿yo, llorar, por ti? Uuu, jamás. Ni una lágrima. Vete al baño y échate agua para que veas aunque sea algo líquido en la cara.

Pero miren, el ser vulnerable yo creo que desde la perspectiva de Dios, vulnerabilidad es una bella combinación de debilidad con fortaleza, o mejor dicho, de una fortaleza que surge de nuestra debilidad. Eso significa ser vulnerable.
Yo pensaba en las palabra del Apóstol Pablo en Segunda de Corintios, Capítulo 9 verso 12, o Capítulo 12 verso 9, cuando estaba diciendo, Señor, tres veces te he pedido que me quites este aguijón en mi carne y las tres veces me has dicho, ¿Qué? Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en tu debilidad.

Cuando tu eres vulnerable, cuando tu estás con el brazo torcido tirado en el piso que no puedes hacer más nada y estás dando en el piso, me rindo, me rindo, no puedo más, eso es vulnerabilidad. No es la vulnerabilidad de que otra persona me tuerce el brazo, sino el yo dejar que Dios me tuerza el brazo a mí a través de esas personas para entonces hacerme el tipo de hombre o el tipo de mujer que Dios quiere que usted sea. Eso lo hace a usted uno de los pocos.

Tiene sus prioridades, un corazón enseñable, reconoce sus errores, número cuatro, que sale de la tercera, no se da por vencido enfrente de las circunstancias de la vida. Uno de los pocos es una persona que no se da por vencido a pesar de las adversidades que puedan venir tocando la puerta de su vida. Y si llegan estas adversidades, sabe lo que hace esa persona? Si se cae y se pela la rodilla, ¿Qué hace? Se pone una curita de Snoopy en un lado y una curita de Mickey Mouse en el otro y vamos a seguir. Patitas para que te quiero, tenemos que correr un mundo entero.

Miren, esto es bien importante, mis hermanos, y pueda ser que tenga un tono jocoso en mi voz pero es bien importante, mis hermanos. Y hasta cierto punto causa temor porque podrán ser palabras que suenan bien bonitas pero cuando esas palabras llegan al tuétano del célibe claramente nos confrontan y nos retan, guau, estoy viviendo a la luz, a la altura de cada una de esas cosas? Verdaderamente que no me doy por vencido, no me cuiteo así de rápido en las cosas que puedan llegar? Que si al primer vistazo de un problema, ah, que otro líe con eso, yo no me voy a meter ahí. O a la primera que me digan, no, no se puede hacer, pues, está bien, no se puede y me voy con el rabo metido entre las patas. No, se esfuerza.

La Escritura dice que el Reino de los Cielos es, se hace fuerte y solamente los valientes lo arrebatan, se asen del reino, lo agarran con las manos y se meten ahí, sudan, se ensucian las manos por alcanzar lo que Dios tiene prometido para ellos. No se dan por vencido, le dará un cantazo aquí, un golpe por allá pero siguen, siguen, siguen luchando, siguen luchando hasta que logran conseguir aquello para lo cual el Señor lo está llamando. Déjame a no brincar al otro punto.

La persistencia aquí es clave. La persistencia para esos que son unos de los pocos es clave, ¿por qué? Porque han entendido que darse por vencido no es una opción, y precisamente porque no se dan por vencidos entonces viene el punto número 5, que entienden qué significa el éxito, entienden cuál es el significado y el valor del éxito en sus vidas, entienden que el éxito no se mide por la fama, el dinero, que uno pueda conseguir después que uno termina algo, la gloria que viene con que todo el mundo te aplauda y diga, guau, que bonito hiciste esto, o que lindo te quedó aquel poema, o que bueno que has logrado terminar toda tu educación. Eso no es el éxito. Entienden que éxito significa mantenerse fiel al proceso por el cual Dios nos tiene metidos. Ahí es donde verdaderamente el éxito se mide. Mantenerme fiel al proceso.

Un ejemplo bello y perfecto de esto es la vida de José. Ah, y no estoy hablando de José de los Panchos, estoy hablando del José de la Biblia. Un hombre que Dios le había dado promesa, le había dado palabra, le había dado sueño y que fue lo primero que pasó, sus hermanos tenían envidia de él, segundo, ellos mismos lo vendieron. No, primero lo tiraron en un pozo para abajo, sabe Dios cuántos pies cayó y se golpeó y quien sabe si hasta una costilla se le quebró o algo, pero después vinieron, lo sacaron y con todos los dolores que tenían se lo vendieron. Y allá lo empezaron a usar y pasó todas cosas que pasaron, pasó cárcel, pasó engaño, pasó traición y miren, tal vez si yo hubiese estado en las chancletas de José, porque en aquel entonces estaba en chancletas, no zapatos, si hubiese estado en las chancletas de José en aquel entonces quien sabe si yo hubiese fallado al punto número 4. Me hubiese dado por vencido. Es más desde la primera.

Pero no, es un ejemplo perfecto de que uno tiene que persistir, ¿por qué? Porque había una promesa de Dios sobre su vida y por el mero hecho de que había una promesa del Señor, mira, se mantuvo ahí firme, persistente y él reconocía que el éxito de él poder experimentar esa promesa, esa bendición de Dios no era el mero hecho de que lo iba lograr alcanzar en aquel entonces sino que se iba mantener fiel al proceso. Mantente fiel al proceso, mantente fiel al proceso.

¿Qué significará eso para muchos de nosotros? Mantenerse fiel al proceso. Porque nos mantenemos fiel al proceso entonces está el punto número 6. Punto número 6, usted conoce el sacrificio cara a cara y lo ha vivido. Aquí es donde viene la clave de esa idea de ser uno de los pocos. Usted conoce de qué se trata el sacrificio, usted sabe lo que es sacrificar algo por otra cosa, o por otra persona. Usted sabe que como sacrificar sus deseos y ponerlos a un lado por el beneficio de esta otra causa, por la cual se está viviendo. Usted ha sido tocado por el sacrificio en algún momento, usted ha tenido que llorar, usted ha tenido que derramar sus lágrimas y su sudor en sacrificio por algo mayor. Y por el mero hecho de que usted ha decidido sacrificarse porque hay un sentido de promesa sobre su vida, ya eso lo hace a usted uno de ¿Qué? De los pocos. Porque no muchos pueden sacrificar muchas cosas en su vida, pero hay pocos que sí.

Saben, hay algo bien interesante con este aspecto y lo añado aquí. Porque para ser uno de los pocos significa que no es suficiente con ser salvo. Ser uno de los pocos significa que no es suficiente con solamente aceptar a Jesús para ser salvo y tener un ticket para ir al cielo, sino que ser uno de los pocos significa que hay un sentido de llamado y porque hay un llamado que nos define, hay llamado que nos da un sentido de propósito, hay un llamado que nos da un sentido de dirección y ese sentido de dirección nos hace entonces uno de los escogidos. Porque hay muchos que son llamados pero no pueden escuchar la voz de quien los está llamando.

Hay muchos que han recibido un llamado tan directo de parte de Dios pero por no querer sacrificar, por no querer tener prioridades bien establecidas, por no querer regir su vida por unos principios que Dios ha establecido, por no querer recibir, por no querer tener un corazón enseñable y vivir en una forma empedernida de que lo que yo hago eso es lo que va, y lo que yo digo eso es lo que cuenta, por no querer someterse a esas cosas viven apartados de la bendición de todo lo que Dios puede ofrecer.

No es suficiente con solamente ser salvo, no es solamente el yo poder decir, ok, cuando me muera me voy al cielo. No, hay que vivir con un sentido de propósito mientras estamos aquí en la tierra, con un sentido de ser llamado pero no tan solamente llamado, es más, con un sentido de ser salvo pero esa salvación me da un sentido de ser llamado y ese sentido de llamado me da un sentido de ser escogido, que he sido separado para algo aparte y que no soy parte del montón sino que soy parte de este grupo selecto que Dios tiene ahí presente delante de su presencia.

Por último, tuve tiempo de decirlos todos, por último, las personas que son unos de los pocos tienen una íntima conexión con aquel que los ha llamado a ser parte de él. El libro de Juan Capítulo 15 lo dice bien claramente: “… yo soy la vid y ustedes son los pámpanos, el que en mi permanece lleva mucho fruto, pero apartaos de mi nada pueden hacer….”

Oye, palabras tan bellas, tan poéticas, tan sencillas pero tan profundas que cuando las analizamos en su plenitud, cuando las rompemos, cuando las leemos una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez pero no leerlas al papagayo sino leerlas con sentido como, guau, aquí hay algo profundo.

Separado de ti no puedo hacer nada. A la primera que yo trate de separarme ya se empieza a pudrid la uva que yo significo. La uva se convierte en una pasa por darles una imagen de como se arruga. Esas personas que son parte de los pocos tienen un acceso a Dios que ningún otro puede tener. ¿Por qué? Porque han logrado cumplir con todos los demás pasos y saben que su centro es Dios, su centro es Dios.

Déjenme terminarles con esto. Por las últimas dos noches en mi casa, antes de acostarme a dormir, como a las noches están tan placenteras, tan frescas, yo me voy al deck de mi casa en la parte de atrás y obviamente, yo vivo como quien dice en Randolf que estoy ahí al lado de Blue Hills y es mucha área de bosques, de árboles y cosas así, estoy en el deck de mi casa, yo cojo una silla y la abro, y me pongo un abrigo para evitar el frío y me pongo a mirar así al cielo como un bobolón, me pongo a mirar el cielo y yo empiezo a contemplar, y miren que interesante, el lunes fue mi cumpleaños, mi suegro me hizo un chiste, sale y dice, Omar, tienes la edad de Cristo ahora, y yo le digo, bueno, espero no terminar crucificado como él entonces, porque yo no puedo resucitar, yo no sé si tengo ese poder, o si ese poder…. Él sale y me dice, bueno, ya estás casado así que más puedes hacer. Eso fue un chiste malo, no se apuren, o no entendieron el chiste.

El asunto fue que yo me siento en la parte de atrás y empiezo a mirar el cielo, y mis hermanos, hace tiempo que yo no veía cuan estrellado estaba el cielo. No estrellado de pum… sino estrellado de estrellas y yo me puse a ver y me puse a contemplar y yo me decía, guau, Señor, la verdad es que hay veces que uno se ahoga en un vaso de agua porque tantas cosas, es más, yo empecé mi oración diciendo, y qué Señor, cómo va tu día? Por así decirlo, porque no es como ha sido, no es que se estaba preparando para irse a dormir sino que el día de él continúa. Entonces digo, Señor, cómo ha sido, cómo continua tu día? Y yo me pongo a ver todas las cosas y todas las estrellas y yo trato de comprender todas las cosas que Dios estaba haciendo y la verdad es que yo digo, no puedo, no puedo por algo tu eres Dios. Por algo tu eres Dios.

Pero hermanos, esos minutitos que yo pasé en la parte de atrás mirando, hablando, diciendo cosas, es más hasta vi una estrella fugaz pasar y yo me dije, ey, que regalo de cumpleaños. When you wish upon a star…. Hasta empecé a cantar así yo. Pero el asunto fue, mis hermanos, que esos minutos que yo pasé ahí a solas con Dios, Lucas estaba en el séptimo sueño, mi esposa estaba en el décimo sueño ya y yo estaba ahí disfrutando con Papá, poder buscar esa conexión, buscando esa conexión con Papá que verdaderamente me pueda nutrir y me pueda dar las fuerzas que yo necesito para poder echarle mano a todas las cosas que vienen a mi alrededor.

Miren si yo trato de lidiar con todas las cosas que yo tengo a mi alrededor por mis propias fuerzas, me voy a poner como una pasa, porque se me va a ir el jugo así. Más sin embargo, si yo soy bien intencional, porque requiere un nivel de intencionalidad, es más, ese debe ser el punto 8 aquí. Apúntenlo aquí, el punto 8, tienes que ser intencional si quieres ser uno de los pocos. Tienes que ser intencional, intencional en tu trato con Dios, en tu cercanía con Dios, de que no tan solamente vienes para pedir, pedir, pedir, sino que vienes para decir, hey, ¿Cómo fue tu día Dios? Tienes que ser intencional en tu trato con otras personas. No te acerques a como que, ah, hermano, que bien, me alegro que seas parte de esta iglesia, somos hermanos pero verdaderamente no hay un deseo genuino de conocer quién es Rafael Tejera, y de conocer su vida, y de conocer su historia y de yo dar a conocer mi vida y mi historia también con él.

Uno tiene que ser intencional en ese trato de verdaderamente crecer en lo que somos, en el cuerpo de Cristo. Digo, yo no estoy diciendo que digas todos los detalles de tu vida, pero mira, que sí haya un sentido de genuinidad.

Es más, miren la misma imagen de la vid y las uvas, en el racimo de uvas, cuántas uvas hay, pueden haber en un mismo racimo? Muchas. O sea, no tan solamente estoy conectado a la vid sino que estoy conectado a otras uvas que están en el pámpano. Yo no puedo decir que soy la uva `más grande y más jugosa, yo no puedo decir eso, porque justamente al lado mío hay otra, y somos parte del mismo pámpano.

Así que hermanos, yo cierro con esto, Dios nos llama a ser uno de los pocos. No hay nada malo con ser uno de los pocos, es una bendición ser uno de los pocos. Es algo que nos distingue, es algo que nos separa, es algo que nos pone en otra categoría y habrá gente ahí afuera que pueden decir que también son de otra categoría pero yo sé cuál es la categoría que nos define a nosotros, es la categoría de Cristo Jesús que ya tiene unos principios ahí para cada uno de nosotros.

Así que mis hermanos, yo les dejo con esos 8 puntos. Hace tiempo que yo no daba un mensaje así de puntos específicos pero ¿saben qué? Llévense eso mis hermanos, piensen, mediten en eso, oren en eso, analícense a la luz de esas cosas y digan, Señor, cómo estoy viviendo? Estoy viviendo a la luz que tu pides de mi? Que me falta? Si necesito reconocer mis errores, mira, ayúdame, dame la fuerza para ser vulnerable pero a la misma vez encontrar la fuerza que tu me das de todo eso.

Así que mis hermanos, vamos a ponernos de pie. Déjenme orar por ustedes, déjenme bendecirlos y que ustedes puedan salir y sentarse en su casa y mirar al cielo, mirar a las estrellas y decir, Señor, la verdad que tu eres grande y que mi vida verdaderamente está en el hoyo de tu mano, en la palma de tu mano y tu eres el que cuida de mi, tu eres el que cuida de mi familia y sí me llamas a yo ser responsable con todas las cosas que tengo a mi alrededor. Pero yo sé que mis fuerzas provienen de ti, Dios.

Así que, Señor Jesús, en este momento, ah, Padre, una vez más la verdad es que mi corazón, mi alma te dan las gracias, mi espíritu te agradece, Señor, porque en tu palabra, mi Dios podemos encontrar, Señor, un banco de recursos para nuestras vidas. En palabras tan simples y tan sencillas como lo que es poder entender que tu eres la vid y nosotros somos los pámpanos y que tenemos que permanecer unidos a ti, Señor, para verdaderamente ser nutridos en la forma que tu anhelas y que tu deseas, que nosotros podamos vivir con un sentido de propósito, Señor, de poder ser escogidos, de ser parte de los pocos y no parte de los muchos, ser parte de aquellos a los cuales tu llamas, que tu escoges para ser parte tuya, mi Dios.

Padre, yo quiero pedirte una cobertura bien especial sobre cada uno de mis hermanos y hermanas, que esta palabra, Señor, aunque sea uno de los puntos que se han discutido aquí, sea cual sea, sea el aspecto de trabajar en prioridades, sea el aspecto de tener un corazón enseñable, sea el aspecto de reconocer nuestras faltas y trabajar en ellas, sea el aspecto, mi Dios, de entender en qué se basa el éxito en nuestras vidas, o sea el aspecto, mi Dios, del aprender a ser vulnerables, o sea también el aspecto, mi Dios, de ser intencionales en las cosas que hacemos y sobre todas las cosas, de poder mantener una conexión efectiva contigo. Cualquiera de esos aspectos, Señor, cualquiera de estas palabras que ha llegado al corazón de mis hermanos, yo te pido que tu trates con ellos, la mejor forma en que tu sabes cómo. Tu palabra no avergüenza, tu palabra edifica, tu palabra nutre, tu palabra nos ayuda a crecer, tu palabra nos confronta, Señor, con tu carácter, con tus anhelos, con tus deseos, con tus principios, y nosotros tenemos que alinearnos a tu palabra si queremos ser uno de los pocos.

Ayúdanos a entender ese aspecto de sacrificio, Señor, o sea que uno de nosotros tenemos que aprender lo que significa sacrificar algo mi Dios, que no es el mero hecho de deshacernos de algo, sino verdaderamente entender el costo de ese sacrificio.

Padre, lleva a mis hermanos y hermanas con bien hasta sus hogares y que todo lo que ha surgido en esta noche, Señor, sirva para ánimo, sirva para fortaleza, sirva para edificación de sus vidas, sus familias, de sus trabajos, de sus estudios, de sus vecindarios, de todo lo que sea, Señor, aún de sus mismos cuerpos físicos, Señor, que esta palabra nutra e inunde sus corazones.

A ti te damos toda la gloria y todo el honor, Señor. Bendícenos a medida que vamos a nuestras casas, danos un sueño tranquilo, reparador, y que mañana si así tu lo permites, podamos levantarnos con nuevas fuerzas para echarle mano a todo lo que traiga la vida en el día de mañana, contigo Señor todo lo podemos hacer, sin ti, nada. Gracias porque tu eres quien nos da las fuerzas para poder lograr hacer esas cosas, mi Dios. Te bendecimos, en el nombre de tu hijo Jesús, amen y amen. Gracias, Señor Jesús, gracias Dios.

El fruto de labios

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Quiero invitar al hermano Samuel Acevedo, tiene la palabra de Dios para nosotros. Esta mañana fue de gran bendición al pueblo de Dios. Vamos a escuchar, la palabra de Dios ahora y pónganse en ánimo de recibir a través de esta manera.

Oremos mis hermanos. Señor te damos gracias por tu presencia que ha sido tan palpable y te damos gracias, Señor por esta palabra que es vida y eficaz, y más cortante que una espada de dos filos.

Ahora espíritu de Dios sopla sobre ella, abre nuestras mentes, abre nuestros corazones y haz la obra que Tú anhelas hacer, en nuestras vidas a través de ella. Te suplicamos en el nombre de Jesús.

Mis hermanos, ustedes se han dado cuenta lo mucho que hemos adorado y alabado al Señor en esta tarde, igual esta mañana tuvimos nuestra alabanza y adoración en la semana.

Tuvimos nuestra alabanza y adoración esta mañana igual hoy y se sintió la presencia del Señor.

Luchamos por eso, tenemos… Dios nos ha bendecido con un equipo de adoradores y el Señor los usó esta mañana y si eso no fuera suficiente, experimentamos alabanza y adoración a través de la danza y los talentos de la hermana Dulce y si eso no fuera suficiente ya estamos instruyendo los adoradores de la próxima generación y un día de estos estaremos acostumbrados a ver a Leo y a Isabel bendiciéndonos aquí, alabando y adorando al Señor juntos.

Ahora comencemos con una pregunta: ¿Por qué tanta alabanza? ¿Por qué tantos esfuerzos? ¿Por qué esta maquinaria que sea ha levantado? Toda una empresa que se ha levantado, tanto cuidado que se le da y esto, hermanos, no incluye todo lo demás.

La proyección es parte del equipo de adoración y alabanza. Los hermanos que trabajan el sonido para asegurar que el sonido sea perfecto, que los micrófonos todos funcionen como tienen que funcionar, que los instrumentos estén todos a tono.

Todo eso es parte de un ejercicio muy preciso y muy sagrado, un blanco que queremos llegar, y la respuesta es esto, primeramente queremos agradar a Dios, claro, Amén.

Queremos bendecir a Dios, lo hacemos por Él, pero la otra respuesta es tan importante como esa. Es por usted, es por ti, ustedes.

Mis hermanos, la adoración y la alabanza más importante que se lleva a cabo en esta Iglesia o en cualquier Iglesia, en la Iglesia de Jesucristo, la adoración que más vale, sin exageración y que más le importa al Señor es la adoración que sale de cada corazón individual.

El punto, hermanos, el objetivo de la adoración y la alabanza lo que queremos lograr con la adoración y la alabanza el deseo de estos músicos, el anhelo de los que levantan adoración aquí, los que danzan, los que cantan, los que afinan, los que trabajan, el anhelo es que usted adore al Señor y que el Espíritu que esta... la palabra es "facilitar", todo el equipo existe para facilitar el intercambio sublime entre un Dios sagrado temible, sentado en santidad y tu Espíritu; que se conecte, que dialogue, que tu Espíritu se habrá a Él y que en esta atmosfera tengamos un teclado, tengamos una guitarra, tengamos computadoras o tengamos una niña con una pandereta y maracas, como sucede en tantas casas que ofrecen sus espacios para una célula.

La maquinaria, no se compara la importancia de la maquinaria, el vehículo el instrumento al fin el objetivo que es que nuestras vidas, nuestra realidad, nuestros corazones se conecten con el corazón del Dios que anhela que este delante de Él.

Pues otra pregunta una breve encuesta aquí, y yo no quiero que nadie levante sus manos o conteste, tal vez algunos Amenes.

Pero hermanos a tal vez a cuantos de ustedes en el momento que ustedes entran a la casa de Jehová , tal vez hasta por las puertas y llegas a su asiento y saludas a dos o tres hermanos, ¡pum! ya usted esta en sintonía, ya tienes un canal directo, como hoy y en un momento dado tu espíritu se desprende y ya está con facilidad delante de la presencia del Señor, se te hace fácil llegar a la presencia del Señor, sientes la presencia del Señor en el momento que llegaste, Amén. Gloria a Dios cuando es así.

Ahora, y aquí hermanos, nadie le garantizó, nadie va a fallar aquí, nadie va ha fracasar en esta encuesta hay dos respuestas correctas.

Ahora ¿cuántos de ustedes luchan, francamente, luchan cuando entran y oyen esta música y ven la gente cantando? Y en verdad si fuéramos sinceros usted diría "yo no lo entiendo", “no me entra por que la gente llora, ¿de qué llorarán? Ellos cantan estas palabras y hacen bulla y levantan sus manos y lo que sea y de momento tu los ves llorando o pasando al altar o Dios mío brincando, saltando; ¿De dónde sale eso?, ¿Qué le ha entrado a ellos? ¿What is up with them?” Pero usted no se va y usted esta aquí y ese es el detalle quieres entender.

Anhelas entender, ves que es algo especial y desearías con toda el alma ser uno de esos locos u oír algo que te haga derramar lágrimas delante del Señor, aunque te cueste. “Yo no entiendo, Samuel, pero quiero entender y sí se me hace difícil entrar a ese ambiente”.

Hermanos les tengo noticias. Yo he contestado “Sí” a cada una de esas preguntas, para serle sincero. Yo les confieso hermanos han habido días, hoy Gloria a Dios fue uno de esos días, llego y bendito sea el Señor, la presencia del Señor se hace tan palpable y uno entra a su presencia, es como si se pusiera unas pantuflas en su casa y ya está en la presencia de un Dios que te estaba esperando, Gloria a Dios y el calor de Dios se derrama sobre ti.

Pero hermanos yo también he tenido días, he tenido experiencias en que se me ha hecho difícil entrar en la alabanza y en la presencia del Señor, lo deseo pero es como si fuera una pared de acrílico transparente que obstruye que entre yo en la alabanza y que yo también participe de la alabanza y que el Señor me toque.

‘¿Tú, Samuel? ¿Tú? Un Ministro, aquí. ¿A ti te ha pasado eso?’ Es más hermanos les doy un breve testimonio. Hace unas semanas atrás - un miércoles- el Pastor Omar se me acercó y me dijo: “Sami ¿estarás en el servicio aquí esta noche y tal vez podemos participar juntos y ministrar?” Y yo le dije que “Sí”. Le dije “Sí”, no al Pastor Omar, le dije “Sí” al Señor, y el Señor me dio la oportunidad de estar a solas con Él por lo menos unos minutos antes de ese servicio del miércoles y le confesé esto al Señor, le dije: "Señor estoy vacio, estoy quemado" no por ninguna otra razón sino por que es miércoles a las dos de la tarde “hop day” mitad de semana y yo estaba luchando con la banalidad, la esterilidad de un día largo.

¿Usted ha tenido días así? E-mail, llamadas, cosas que tienes que escribir, proyectos que tienes que terminar, reuniones.

“Pero Samuel tú trabajas aquí, tu oficina es dos pisos de aquí ¿Tú veras ángeles de vez en cuando, verdad?” “Te tropiezas Tú con el Shaday. ¿Cómo tú vas a tener un día estéril o banal?”.

NOTICIAS: hermano, usted puede trabajar aquí y Gloria a Dios que tenemos el privilegio de trabajar directamente con algo que expande los intereses del Reino de Dios. Pero yo les digo, hermanos, los Ministros, los que trabajan aquí día tras día "trabajan" hermanos el discipulado ¿Cuántos de ustedes compartieron el discipulado? Amén, Gloria a Dios.

Les tengo noticias: ese milagro, esa bendición del discipulado es resultado de PowerPoint Presentations, de Excel Spreadsheets, de listas de llamadas, trabajo. Igual que el trabajo que hace usted. Hermanos, yo me sentí así y fui delante de la presencia del Señor y le dije "Señor lléname, llena mi vaso y solo oí al Señor decir estas palabras, es más me llevó a este texto: Hebreos Capítulo, versículo 15.

Solamente me habló esas palabras a mi espíritu y me dijo “Samuel”, sentí que el Señor me dijo “Samuel dame fruto de labios, dame aunque sea fruto de labios y yo me encargo de lo demás” y me dirigió a este texto.

Así que ofrezcamos siempre a Dios por medio de Él, sacrificio de alabanza. Diga ‘sacrificio’, es decir fruto de labios, diga ‘fruto de labios’ que confiesan su nombre y así me dijo el Señor. El Señor me dijo “Samuel llega y dame fruto de labios. Simplemente llega, y cuando veas las palabras declaradas: Digno es el Señor, digno es el Señor Aleluya". Dilas confiésalas, levanta tus manos usa tu diafragma "Yo me encargaré de lo demás".

Hermanos Gloria a Dios. Así fue, comencé como muchos hermanos. Por eso es que me encantan los servicios los miércoles por que si hay una noche a donde se sacrifica alabanza, es un miércoles en la noche. Garantizado: el Señor llega y con poder.

Hemos tenido unos tiempos los miércoles en la noche poderosísimos, pero es que la gente llega y saben a lo que han llegado y han llegado después de sus días largos, días así y tal vez usted tiene días así. Maestro de escuela pública, usted que trabaja en una empresa sin fines de lucro o tal vez tiene un puesto en una fábrica, o tal vez maneja un camión o trabajas en construcción, después de ese día… llegar aquí y usted le da fruto de labios al Señor y de momento usted ve que pasa esas declaraciones de sus labios y penetra en tu mente, penetra en tu corazón, penetra en tu ser.

Ya ni siquiera son las palabras que uno ve en la pantalla, son palabras que salen de tu vida y de tu alma son declaraciones naturales. Es tu vida, está cantando tu propio salmo al Señor y el Señor recibe tu alabanza y me di cuenta que a mi alrededor todo el pueblo estaba haciendo lo mismo, y se derramó el poder del Señor de una forma poderosa ese miércoles en la noche.

Un pueblo ofreciéndole al Señor sacrificio de alabanza, un pueblo ofreciéndole al Señor ‘fruto de labios’, y sabes ¿por qué mis hermanos? Y creo que porque el Señor me aconsejo esto.

Hermanos las victorias más significantes que usted pide departe del Señor, la apertura que usted busca departe del Señor, no te llegará por hechos heroicos.

Lo que usted pide de parte del Señor hermanos, el Señor te ama lo suficiente que Él no te pide, Él no te pide que usted cruce el mar y construya una misión en un continente lejano para tener acceso a su presencia. El Señor tal vez te llame para usarte de esa manera, pero para tener acceso a su presencia Él se ha cuidado que ese proceso sea tan sencillo como sea posible.

Y esas victorias que nosotros buscamos serán a través de gestos, sencillos pasos de fe, gestos de obediencia. Así como el diezmar es uno de esos gestos, el Señor le dice "¿Confías en mi, crees mi palabra? Diezma". Trae tu diezmo a la alforja y te voy a bendecir. Un gesto sencillo, un paso de fe, un paso de obediencia, pero al hacerlo estás creyendo en el Señor y sus promesas.

Y al usted obedecer al Señor, te bendice igual ofreciéndole al Señor fruto de labios, aunque no sienta nada, aunque no lo entienda, aunque al principio te cueste, aunque es literalmente un sacrificio para ti, Él te pide fruto de labios, le das fruto de labios y el Señor te contesta y te bendice.

Hermanos ¿Por qué? Sería suficiente que el Señor nos mandara adorarlo de esa manera. Pero el Señor que nos conoce se digna explicarse. Hay todo una teología detrás de eso, y esa teología esta encapsulada creo en estos versículos que les rodea comenzando con el versículo 12.

Hebreos capítulo 13 versículo 12, declara el Señor: " Por lo cual también Jesús para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta, salgamos pues -versículo 13- a Él fuera del campamento llevando su vituperio, porque no tenemos aquí ciudad permanente sino buscamos la por venir así que ofrezcamos siempre a Dios -el versículo con el cual comenzamos- por medio del sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre”.

Primeramente hermanos, el Señor, declara Jesús para santificar el pueblo mediante su propia sangre "padeció fuera de la puerta, Santificando al pueblo”, el mismo libro de Hebreos. Vamos a considerar varios versículos aquí del libro de Hebreos, de unas cuantas, pero el libro de Hebreos declara en el versículo 12: ‘la declaración que nosotros conocemos de corazón, que sin Santidad ¿verdad? nadie verá al Señor’ y mira esto es algo urgente para Dios. Porque si hay alguien que conoce lo importante, lo vital que es que tú como su creación tengas acceso a la presencia del Señor, es tu Dios.

Si hay alguien que sabe que nuestra vida depende de Él, que nuestro bienestar depende de Él, así como necesitamos oxigeno, alimento agua fresca, necesitamos la presencia de nuestro Dios. Toda buena dadiva todo don perfecto cae como nieve de sus poros sobre esta tierra, es lo que nos bendice.

Si hemos experimentado gozo, paz, amor, bondad, si eso lo vemos en este mundo es porque Dios lo provee. Él es la fuente, Él es la fuente.

Si usted ha conocido cualquier bondad en esta tierra, la raíz es el trono de Dios, el Señor te dice "Acércate a la raíz, tú me necesitas" y podemos ver toda la escritura como una larga jornada de cercanía.

El jardín mismo como un poema en el que el Señor crea seres capaces de entrar en dialogo con Él, capaces de amarlo, de entenderlo, de abrir sus corazones a Él.

Él los buscaba en el fresco del día y diariamente Él bajaba de su presencia para conocer, amar, bendecir, visitar a este ser que había creado y cuando eso falló el Señor siguió buscando.

La jornada seguía, llegamos al éxodo, en el que el Señor escoge a un pueblo, aparta a un pueblo y le dice “Este Pueblo me buscará y yo me podré acercar a ellos y revelar mi Gloria a ellos”.

Se emocionó tanto el Señor de tener un Pueblo con quien dialogar, que Él no perdió tiempo en bajar de su trono y en el momento en que el Señor pasó la frontera de lo sobrenatural a lo natural, encendió un monte, hubo un terremoto, el momento que Él habló el pueblo se espantó y le dijeron a Moisés, "Por favor entiéndete tú con Dios". Esto es más que lo que nosotros somos capaces de digerir.

El Señor dice “No te apures. La próxima vez que yo venga seré como uno de ellos mismos. Tendré carne, le hablaré directamente, cenaré yo con ellos y ellos conmigo y nada, nada, nada impedirá que ellos tengan acceso a mi presencia y yo a ellos”.

Y por eso hermanos en el momento dice que ‘mediante la sangre de Jesús tenemos acceso’, en el momento en que Jesús expiró sobre la cruz del calvario.

Fíjate, –interesante–, el Señor ni siquiera espero hasta el momento de la resurrección. En el momento que el Señor derramó su última gota de sangre, declara la palabra que lo próximo que acontece que el Señor no pierde tiempo ‘es rasgar el velo del templo’, como quien dice ¡boom! ‘Venga entra hace tiempo que te estaba esperando’ ‘Come on in. I’ve missed you’.

Abrió el santuario porque ahora, hermano, rociado por la sangre del cordero usted tiene acceso al trono de Dios. Y eso simple y sencillamente es el evangelio de Jesucristo. Hermano seas quien tú seas, pase por lo que usted ha pasado, pensado lo que usted ha pensado, hecho lo que usted ha hecho.

Hermanos, la sangre de Cristo tiene poder para santificarte en ese momento, en ese instante y usted tiene libre acceso al trono de Dios. Por invitación del sumo Sacerdote que intercede por ti.

Como declara la palabra en Hebreos capitulo 4 "Acerquémonos ahora ya que tenemos un sumo Sacerdote, que nos entiende, que compadece con nosotros, que ha sido tentado en cada manera pero sin pecados" Acerquémonos en confianza al trono de la gracia y ahí, hermanos, recibid, la gracia que usted ha buscado, la misericordia que usted ha buscado, el oportuno socorro que tú has buscado de parte del Señor.

La razón porque usted está aquí la repuesta está en la presencia del Señor. Él te espera.

‘Bueno, Samuel si así es la cosa, ¿por qué es tan difícil? Si el Señor abrió el Santuario y si tenemos acceso y el velo se ha rasgado, ¿por qué me cuesta entrar en la presencia del Señor todavía? What´s wrong?’

El Señor ha hecho el noventa y nueve por ciento del trabajo, hermano, pero sí hay algo que nos toca a nosotros, el Señor nos instruye dice: “Salgamos pues a Él, fuera del campamento llevando su vituperio”. Paremos allí.

Salgamos a Él. Tenemos que salir a Él ahora. Hermanos, el velo del templo se ha rasgado pero me gusta lo que escribió A.W. Tosser una vez: " El velo del templo se ha rasgado pero ha quedado un velo en nuestros corazones". Ha quedado un velo que el Señor a través de su espíritu tiene que rasgar y eso yo creo que está representado en el campamento.

El escritor de Hebreos es muy específico y dice que ‘Jesús sufrió fuera de las puertas de la ciudad’, ¿ustedes notaron? y también dice "Salgamos nosotros fuera del campamento" ahora esto tiene varios sentidos. Primeramente lo literal, nuestro Señor, sabemos que fue crucificado.

El calvario se encuentra fuera de los muros del antiguo Jerusalén.

Literalmente fuera de la puerta de la ciudad, pero cualquier Hebreo y eso es dirigido a los Hebreos, cualquier Hebreo que lee este texto automáticamente cuando él lee esta ‘imagen de campamento y salgamos del campamento’, inmediatamente ellos piensan en otro campamento y en otra era y piensan en ese momento en el Éxodo.

En que las doce tribus se encontraban en un campamento marchando por el desierto dirigidos por Moisés y Josué y la Gloria del Shakiná del Señor se encontraba a las afueras del campamento.

Pero dentro del campamento -si tuviéramos hoy un video de un campamento- aparte del hecho de que bajaba el maná una vez al día -eso sí es raro- o que tubería saliera de una peña y que bebían de una peña eso también es raro, pero aparte de eso, hermanos, ver ese campamento es igual que ver un campamento en Canadian National Park: tiendas , fogones prendidos, gente preparando maná frito o maná colado o maná molido , esta semana ¿cuál es el menú? mangú de maná. ‘Maná ¿qué hay esta noche mami? Maná. ¿No hay más na’? No.’

Esta es la tercera vez que predico esto y es la única que pude resistir hasta ahora, no hay más na’.

Y habían reuniones, habían conferencias, habían líos, había fila con sus cantaros para recibir agua de la peña. Había actividad, había gente trabajando.

En otras palabras esto para mi, hermanos, representa nuestro trajín, esto representa nuestras vidas atareadas esto representa la banalidad de la vida, la nieve que cae sobre su vida día tras día, embotando su capacidad de escuchar la voz del Señor y digerir al Señor y su voz y entender su presencia. You’re too busy, ¿cómo vas a entrar en la presencia del Señor con el trajín que usted vive y todas las distracciones que usted vive?

Y si había uno que vivía una vida atareada, ¡era Moisés!, el pobre Moisés. Tan atareado era Moisés que su suegro le tuvo que decir ‘Moisés tienes que buscar gente aquí, tienes que, tú no puedes cargar todo esto, delega autoridad, busca ayudadores a tu alrededor’.

Porque el pobre Moisés desde que se levantaba hasta que se acostaba, era un problema tras el otro un conflicto tras el otro, ¿cuándo tenía el tiempo para entrar en la presencia del Señor?

Pero de vez en cuando Moisés oía una voz que le decía “Moisés, Moisés” y él sabía que era la voz que salía de esa columna de fuego. Que si uno levantaba su rostro de sus luchas y sus trabajos, uno veía a la distancia esa presencia, cerca, fíjate.

La presencia del Señor esta tan cerca muchas veces y nosotros no lo discernimos por nuestro trajín.

Cuando el oía esa voz él se levantaba y salía del campamento dejaba su trajín y hacia el esfuerzo por entrar en la presencia del Señor.

Hermanos, eso es lo que el Señor pide de ti "salgas del campamento". Hermanos, el Señor ha luchado por que usted tenga acceso a su presencia, el calvario es para eso mismo, para que tenga usted acceso a su presencia. Pero, hermano, usted tendrá que luchar, esforzarse llevar su vida como un cristiano.

Ya te advierto hermano si usted quiere tomar al Señor en serio y crecer en sus caminos tendrás que hacer un esfuerzo intencional e intencional… de entrar en la presencia del Señor

¿Cuántos de ustedes estuvieron en la clase discipular hoy? Ok si no aprendieron acerca de las citas con Dios, van a aprender acerca de eso. Y las citas con Dios es eso mismo hermano, la primera hora de la mañana antes de su primera decisión, antes de su primera conversación, "¡SALGA DEL CAMPAMENTO!"

Tome su primer café con el Señor, regístrale lo que ha de acontecer con tu día, llénate de Él, salga del campamento. Él te está esperando, y hermanos durante el día ¿no te ha acontecido a veces, no ha oído la voz del Señor a veces así como Moisés la oía?, ¿no te ha pasado eso? Usted puede estar en su computadora en su trabajo, o tal vez está usted manejando su camión, o tal vez usted está en medio de una reunión, una conferencia, puede estar hasta enseñando su clase -pero de momento tal vez no es una voz audible- puede ser que usted hasta lo confunda por emoción y una de las cosas que yo pido del Señor en este momento, es que el Señor suba su capacidad, aumente el volumen de sus corazones para que pueda discernir la voz del Señor.

Cuando Él te llama por el día, y usted lo puede confundir con una nostalgia, lo puede confundir como un sentir de llanto mezclado con gozo o algo así; pero es el Señor llamándote.

Hermanos, el Pastor la semana pasada compartía, podemos orar y orar continuamente y eso es lo que declara esta palabra.

Ofrezcamos a cada instante siempre continuamos de presentarle al Señor "fruto de labios".

Hermano, si usted no se puede apartar en ese momento, aun si no lo puede hacer de voz audible, responde al Señor con algo de alguna manera. Aknowledge him!, ¡Respóndele!

Usted puede si esta manejando su camión, le dice "Señor siento tu voz, siento Tu presencia y tomo este momento para agradecerte, quien eres, gracias por acompañarme, por recordarme que no estoy solo Señor.” “Padre esta aula, estos niños, estos rostros, ¡qué privilegio Padre! ¡Úngeme, úngeme! Úsame maestro”. Puede estar en construcción: “Señor cada clavo, cada pedazo de zinc o de madera que pongo en su lugar, me acuerdo de Ti, Tú eres el carpintero por excelencia. Yo sigo tus pasos, toma esto como adoración, como alabanza a tu nombre maestro”

Acknowledge him! ¡Salgan del campamento! ¿Sabes por qué? Porque tú eres, nosotros somos seres eternos, créelo o no. Tu vida es más que lo que usted ve: su computadora, su blackberry, su casa, su carro, su trabajo, su cuenta bancaria.

Tú representas mucho más que eso para Dios.

Dice aquí: ‘Porque no tenemos aquí ciudad permanente si no que buscamos la a por venir’.

Y ¿no le ha pasado a usted a veces mis hermanos - y tal vez usted ni siquiera se considera un cristiano, pero usted esta aquí, por que algo que dice, que algo anda mal en el mundo alrededor?

Hay como si fuera una imperfección que usted no puede detectar y ¡la cosa tiene que ser mejor que esto! Tiene que haber un Dios, porque no hay manera de que sea de otra manera y ¿sabes qué? Esa ciudad existe, ese lugar es real.

Hay una dimensión sobrenatural, espiritual, invisible, pero es real. Es real y la palabra lo relata en el versículo dos, en el capítulo doce, versículo 22; en el capitulo anterior.

En el versículo 18 el escritor de Hebreos, escribe, que: “Si hubo gloria cuando el Señor descendió sobre el monte Oreb y lo encendió bajo su unción”.

Pero eso no se compara con la gloria que nosotros experimentamos en un domingo típico en "León de Judá". Porque un domingo típico en León de Judá, esta es la realidad.

Cuando usted entra por esos atrios en el nombre de Jesús o cualquier lugar que predica el Evangelio bajo la unción del Señor, el ambiente es este, sino que habéis acercado al Monte de Sion, la ciudad del Dios vivo. Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles.

Hermanos, por lo menos yo creo que el Señor esta escribiendo de manera literal aquí, que los ángeles hacen acto de presencia. Pero Él, si se quedara con ángeles llegamos a la congregación de los primogénitos, que están escritos en los cielos.

Hermanos, Víctor Cardona nunca se ha rajado de la membrecía aquí; él esta aquí. Anastasia sigue adorando al Señor. Están inscriptos aquí y va mas allá, aquí dice "Hemos llegado al Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, a Jesús. A Jesús el mediador del nuevo pacto y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel”.

Hermanos, usted no lo verá, tal vez no lo siente, no tenemos la capacidad de palparlo, pero aquí hay ángeles en este momento y carros de fuego rodeando este lugar, enviados por el Señor para ministrarnos.

Enviado con ese propósito.

Hermanos, ¡esto si es milagroso!

Esos Ángeles que el Señor envía son ministrados, ellos son ministrados POR TI y por la alabanza que sale de tus labios y ellos anhelan que el Señor hoy, ¡Ojalá llegue un adorador a la casa de Jehová! y que eso sea usted.

Hermanos, y hay guerra también -yo no quiero enfocarme demasiado en eso- pero el otro lado de la moneda es lo que yo no quiero ver aquí.

Lo que muchas veces nos persigue cuando entramos a la casa del Señor y en el momento que esos seres esos espíritus ven a Jesús que está aquí en forma del Espíritu Santo por que Él ha declarado que ‘no nos dejaría ni nos abandonaría’ , ellos ven su autoridad , ven la sangre del cordero sobre usted, y ¡ellos huyen!

Eso acontece en la casa de Dios, eso es lo que la adoración y alabanza y sobre todo hermano, eso es su hogar. This is our home. El Señor nos ha llamado a habitar en esa dimensión, eso es a donde, usted pertenece allí, usted fue creado para entrar allí.

‘Entonces Samuel dime como, ¿Cómo se hace eso, como entra uno a esa dimensión que parece tan foráneo, tan extraño y tan otro?’ Y hemos hecho todo un ciclo, hemos terminado donde comenzamos, entramos a esa dimensión a través del fruto de labios. Entramos a esa dimensión a través de sacrificio de alabanza.

‘Bueno Samuel, esa no es mi tradición, no estoy acostumbrado a eso y francamente no siento nada cuando yo hago eso.’ Hermano ¿sabes qué? Por eso lo llaman un sacrificio de alabanza. Usted se sentirá raro la primera vez que usted se levanta por la mañana para estar a solas con el Señor.

¡Hazlo! Hazlo por 30 días, dime si su vida es igual. Usted se sentirá raro, hermanos por eso, esta gente son facilitadores, esto no es un show, esto no es una tarima. Y ellos fluyen, es automático. Ustedes oyen cuando ellos dicen -hermanos adoren al Señor, levanten sus manos. Hermanos, como dijo Gonzalo esta mañana echen sus cartas delante del Señor.

Hermanos, la adoración y la alabanza de lo está haciendo usted, estos gestos sencillos- ‘fruto de labios’ y hermanos tal vez, y te digo, yo te puede confesar hermano, tal vez usted no sienta nada. Tal vez la primera vez que usted levanta manos al Señor, no lloras, no sientes escalofríos, no hablas en lenguas, nada de eso.

Pero de una manera u otra, usted ha entrado en la presencia del Señor y el Señor tratará contigo, y puede ser que las cuatro horas que usted ha invertido en la casa del Señor te va a ahorrar doce horas dándole vueltas a un problema.

Y el Señor en un momento te ilumina, viene una fuente de sabiduría de una respuesta que salió, usted ni siquiera sabe como eso aconteció, pero fue aquí como resultado de usted darle al Señor, ese ofrecerle ese gesto tan sencillo como de niños, ‘un fruto de labios’ y el Señor te contesta.

Hermanos, yo no tengo ni el tiempo y hasta me da, -no sé como te diría- todas las veces que yo he visto al Señor contestar oraciones.

Diez años en el centro de recursos académicos.

Hermanos, yo le puedo testificar el recurso principal de Recursos Académicos es un Dios que escucha oraciones. El único que me explico, es el único recurso en verdad que tengo es ‘fruto de labios’.

‘Fruto de labios’.

La provisión, la sabiduría, la paz, la bondad, la gracia, la misericordia, todo está rodeado. Es la mesa que Él ofrece delante de su presencia, es la mesa que se te abre a ti. ¡Si tan sólo te acercaras, si tan solo hicieras el gesto y te acercaras a la mesa! Él te espera, Él te invita, Él anhela tenerte cerca, si le ofreces un sacrificio. Pongámonos de pie.

Hermanos, vamos a hacer un ejercicio de esto.

Hermanos, ¿qué necesita usted de la presencia del Señor? ¿Por qué está aquí? Oíste mensaje, participaste en alabanza, pero yo pido, hermanos, en el nombre de Jesús que nadie salga de aquí un espectador.Pero aquí en esta tarde -esta fue mi oración esta mañana y sigue siendo mi oración en este momento- gente que nunca han experimentado lo que es entrar en la presencia del Señor.

Que hoy el Señor, que hoy penetre usted el velo. Hagamos eso, levante sus manos al Señor, un gesto, yo no se si esto es nuevo para ti. Hermanos, olvídate de mí porque esto no se trata de mí, y olvídate de esta gente, estos músicos, este talento. No se trata de ellos. Somos facilitadores.

Nuestro trabajo termina en el momento que el Espíritu de un Dios vivo toca tu espíritu. En el momento que Él te ministra con gemidos indecibles. En el momento que usted se pierde de aún de la idea de quien está a tu alrededor y estas delante de la presencia de un Dios vivo.

Padre te adoramos, te ofrecemos adoración.

Hermanos, yo les voy a facilitar, pero ustedes dele su propio salmo y ahí dale Gloria al Señor. Padre, Tú eres bueno, Tu misericordia no tiene, no tiene fondo. Tu misericordia no tiene límites, Tu gracia es enorme. Tú eres mi proveedor. Tú eres Padre -aunque todavía espero el milagro- yo declaro, yo confieso con mis labios que Tú eres mi proveedor.

Aunque todavía no he visto el milagro yo confieso con mis labios que Tú eres mi sanador. Aunque todavía no he visto el milagro yo confieso con mis labios que Tú eres mi protector. Aunque todavía estoy esperando Tu intervención, yo declaro mi libertad. ¡Tú eres mi libertador! Tú eres Él que me recibe.

Tú eres Señor Él que está sentado en el trono y a Ti dirijo mi alabanza y adoración.

Ofrécele, bendice a tu Dios. Bendice a tu Dios. Bendice a tu Dios. Bendice a tu Dios, Amén.

Ahora ofrécele ‘fruto de labios’. Declara esta declaración delante del Señor, aunque tú no lo sientas, aunque tú no lo entiendas dile estas palabras al Señor. Amén.

Vivir en tiempos de crisis

TRANSCRIPT

Vamos a la palabra del Señor en el Libro de Segundo de Reyes en el Capítulo 4. Y vamos a continuar con el tema que iniciamos hace un par de domingos ("Vivir en tiempos de normalidad") que fue el tema basado en la vida de esta mujer maravillosa que le llámanos la sunamita. ¿Por qué la llamamos la sunamita? ¿Alguien me puede decir? Porque vivía ¿dónde, en qué ciudad? Sunem. Digan todos: "Sunem." Y por eso se llamaba la sunamita. Era una ciudad en Israel y allí fue el profeta Eliseo a posar en su casa.

Hace un par de domingos iniciamos ese sermón y el Señor cambió el giro del sermón que yo tenía originalmente. Yo había compartido otra enseñanza basado en ese texto por la mañana; pero ustedes recordarán que el Señor me detuvo allí en ese momento en que cuando Eliseo conmovido por la generosidad de esta mujer que le ha ofrecido un dormitorio en su casa para que cuando él va por sus viajes misioneros y pasa por esa ciudad él se hospede en su casa y tenga allí un lugar tranquilo donde ir y descansar.

Y tan bella esa imagen que dice que, "ella quiso que allí hubiera un escritorio, una lámpara, una silla, una cama..." Ella pensó en detalles, ella quería que este hombre estuviera cómodo.

Allí puso estas cosas y conmovió el corazón de Eliseo y Eliseo la llamó y ahí fue donde el Señor fue como que 'secuestró el sermón' y Eliseo le dice a ella: "¿Sabes qué? Usted ha estado tan solicita por nuestra comodidad, ha sido tan minuciosa en sus atenciones para con nosotros. ¿Podemos ayudarla en algo? ¿Quiere usted que yo vaya donde las autoridades del gobierno y le de una entrevista con el General de esta región si usted necesita algo, se le pueda proveer? O ¿quiere usted que yo hable con el rey o algo especial que usted necesita que yo haga por usted?". Y cual fue su respuesta: "Yo habito en medio de mi pueblo".

Ella no quiso ser ruda con el profeta. ¿Qué quiso decir ella con eso? "No se preocupe señor profeta, yo estoy bien. Yo tengo mi gente a mí alrededor, estoy en mi familia, estoy en mi pueblo, estoy en mi ciudad. Tengo lo que necesito. Gracias, pero yo estoy bien. Lo que he hecho, lo he hecho por amor a Dios y por amor a usted que es un siervo de Dios".

Y Dios me detuvo allí y recuerden que estuve hablando de lo que significa 'habitar en medio de su pueblo'. Dios me llamó a compartir con ustedes acerca de la importancia de ser una comunidad como iglesia. Que no seamos solamente como barcos que nos cruzamos en la noche, venimos un momentito, nos sentamos y aquí hay alguien a mi lado y yo ni le conozco, ni se quien es ni me importa y nos vamos y no hay un sentido de familia. Yo hablaba de la importancia también de mantener buenas relaciones con los hermanos de la iglesia, ¿no? Cuando hay una aspereza, cuando hay un roce, cuando hay un disgusto, busque rápidamente la reconciliación. Pida perdón, de perdón, sea generoso.

Si la persona que está a su lado desafina perdónelo o ruéguele al Señor que le de mejor oído. No esté diciendo, "¿cuando se irá este malandrón de aquí para que yo pueda cantar como debo cantar?". Bendígalo y recuerde que cuando llega esa alabanza allá al trono de Dios suena en estéreo con todos los... Dios la ha purificado. Busquemos ser gente tolerante. Velemos unos por los otros.

Yo pensaba esta semana, ¿Sabe cuando usted sabe que usted está santificado? Cuando hay una comida, un buffet y usted se sirve lo que usted necesita pensando que el hermano de al lado tiene que darle un poquito de comida. ¿Qué pasa? Cuando hay esas comidas uno se sirve todo lo que puede primero y el que viene pues es problema de él.

Ahí se nos fue toda la santificación, se nos fueron todos los valores, se nos fue todo.

Y yo digo que cuando uno ve una Congregación que velan los unos por los otros ahí hay un pueblo que sabe y que está verdaderamente tocado por la presencia de Dios. En esos momentos cuando somos una comunidad, cuando habitamos en medio de nuestro pueblo, cuando hay buenas relaciones en el hogar tenemos también su familia... ¿cómo le ve a usted su familia? ¿Le ve como una agente de paz, de reconciliación? o dicen "Ahí viene fulanito, vamos a correr todo el mundo antes de que comience a hablar. Porque cuando habla todo se daña".

Y que bueno que cuando usted llega a la casa de un familiar la gente dice, "¡guau! ¡Qué bueno que llegó! Porque llegó la bendición, llegó la alegría, llegó el servicio". Eso es tan lindo. Yo doy gracias al Señor.

Me voy a tomar un momentito. Mi hermana Nancy es una mujer que sirve, es una mujer que tiene un corazón de servicio. Y cuando Nancy llega a la casa ella es la última que sale porque se pone a lavar los platos -si es una comida, lo que sea- es una mujer que el servicio, y es una bendición tenerla en la casa porque además trae alegría del Señor a nosotros. Pero también es una mujer que sirve y sirve porque sirve, si entienden lo que les estoy diciendo. Y eso es lindo, ¿no?

Habitar en el pueblo, habitar en medio del pueblo. Siempre ser consciente porque nosotros los cristianos somos conscientes de lo vertical pero no de lo horizontal y eso es uno de los grandes problemas con el pueblo de Dios.

A veces somos tremendos para la alabanza, las lenguas, los dones...todas las cosas que tienen que ver con Dios, pero nuestro hermano... que lo parta un rayo, no nos importa eso es problema de ellos. Yo sirvo a mi Dios. Y tenemos que ser muy conscientes de esa dimensión.

Yo siempre enfatizo la dimensión horizontal de la vida cristiana. Recuerden que la cruz va hacia arriba, pero también va hacia los lados. Amén.

Y entonces eso es muy importante: que nosotros tengamos esa dimensión horizontal adecuada.

Y esta mujer dijo "No, yo habito en medio de mi pueblo" y eso es tan importante.

Entonces, hermanos, es importante, yo me detuve allí porque yo sentí que el Señor y de hecho hubo una gran bendición cuando esa palabra vino, varios hermanos me dijeron "Pastor, esa palabra marcó nuestra vida como iglesia". Yo siento que el Señor quería que esa palabra cayera.

Pero claro, hay tantas cosas que podemos decir acerca de este pasaje y de esta mujer preciosa. Y ¿saben qué? Ahora mismo yo estoy indeciso si continuar con el sermón que di esta mañana sobre esta mujer... pero mire... déjeme ir un poquito hacia atrás y vamos a leer en el Versículo 18 y entonces yo continuaré desde allí. Está bien, vamos a dejarlo así. Dios me permitirá empatar este sermón como Él quiera.

Eliseo bendice a esta mujer con el regalo de un hijo. Ella no había tenido hijos jamás en su vida, su esposo es un hombre ya entrado en años, nunca han podido tener hijos y como consecuencia de su solicitud para con el profeta, Eliseo insiste. Luego que ella dice "¿Sabe qué? Yo no necesito nada". Eliseo dice "No, pero tenemos que bendecir a esta mujer" y le profetiza que para el año entrante, para esa misma fecha, ella tendrá un hijo en sus manos.

Y es cuando usted sirve, cuando le da al Señor, Dios estará solicito para con usted. Vendrá bendición a su vida.

Ahora tomemos el relato aquí en el versículo 18 capitulo 4 y dice: "Y el niño creció". Ese bebé que Eliseo le había profetizado creció, ya era un niño de quizás 6,7 años. Dice "Pero aconteció un día que vino a su padre que estaba con los segadores..." Su papá era, parece, un agricultor, tenían negocio de agricultura. Él tenía sus empleados, estaba trabajando en la agricultura. Era quizás a mediodía, probablemente, o algo así y el niño viene a donde está su papá y le dijo a su padre: "¡Ay, mi cabeza, mi cabeza!" Y el padre dijo a un criado "Llévalo a su madre".

Oiga, párese un momentito allí.

Yo esta mañana me detuve. Nunca había visto antes eso, pero fíjese a ¿quién remite él al niño cuando está enfermo? A la mamá. Y yo le decía a los padres, a los varones 'Hermanos preocúpense por sus hijos también. Qué no sea la mamá solamente la que atienda los problemas de los niños'. '¡Ah! Llévaselo a mamá para que ella lo atienda. Yo estoy en mi trabajo'.

Cada padre, cada papá tiene un llamado a preocuparse por sus hijos y a amar a sus hijos y darle el calor paternal a sus hijos. Sea una hembrita, sea un varón: "Papá extiéndele calor y atiende a tus hijos". No se lo eche todo a la mamá. Que el cuidado, la educación, el cariño, ¡no! Dale tú cariño a tus hijos, preocúpate tú por tu hijo.

Este hombre, así como la mujer sunamita, representa la vitalidad misma de la vida espiritual, una mujer solicita por las cosas de Dios. Una mujer atenta y preocupada por las cosas del Señor; de esta misma manera este hombre está inmortalizado en la Biblia como un hombre hasta cierto punto indiferente.

Es como dicen 'non-entity'. Mientras esta mujer representa la pasión, este hombre enfatiza como la dejadez y la mediocridad espiritual. Cuando su hijo viene muriéndose él le dice a los criados "Llévenselo a la mamá para que la mamá lo atienda".

Yo estoy seguro que él amaba a su hijo.

Pero cuantos de nosotros, varones, muchas veces descuidamos a nuestros hijos y pensamos que "bueno, como su mamá los atiende yo no tengo que estar tan..." ¡No, hermanos! Yo creo que los hijos necesitan ver un padre comprometido con el Señor, que encabece su casa como un sacerdote de Dios, como un siervo de Dios, que sea tan vital como su esposa.

Desgraciadamente en la iglesia de Jesucristo a través de los siglos y en todas las culturas, muchas veces son las mujeres las que han llevado la delantera espiritual y los hombres estamos como rezagados detrás. ¡Qué triste eso! ¡Qué pérdida! Cuando el Señor ha pedido que los hombres sean como sacerdotes en su hogar.

Yo le pido a los jóvenes que van a tener a sus hijos en el futuro o a los padres jóvenes: 'Haz un voto con Dios de que tus hijos van a ver un papá solicito para con las cosas del Señor´. Un papá que cuando llegue el domingo va a ser el primero que va a estar ajorando bien suavemente a su familia para que lleguen a la iglesia a tiempo.

Qué va a estar solícito, porque cuando llegue el miércoles de la oración, ir allá a la oración; qué cuando haya un evento especial, él sea el primero que esté deseando transmitir la gloria de Dios a su hogar. No seamos indiferentes en ese sentido. No le releguemos a la madre el cuidado de nuestros hijos. Eso es un mensaje no pagado, es una parte del sermón secundaria, pero se me ocurrió en este momento, ¿no?

Este niño le dice a su padre, "¡ay, mi cabeza, mi cabeza!" y el padre, "Llévenlo a su madre".

'Y habiéndolo él tomado y traído a su madre estuvo sentado en sus rodillas hasta el mediodía…' y ¿qué pasó con el niño? Murió. Aquí hay otra enseñanza bien importante.

Hermanos, uno se pregunta ¿cómo es posible que si Dios le dio este niño a esta mujer... ella no lo estaba pidiendo, ella ya había llegado a una edad madura, ella estaba ya ajustada a su esterilidad y a su falta de ser madre y Dios activamente, activa su matriz, activa la capacidad reproductiva de su esposo y tienen ese hijo en su entrada edad? Y ahora este hijo, como cualquier otro ser humano, se enferma y se muere.

Y yo me pregunto ¿Qué lógica hay detrás de esto?

Yo podría ver que quizás un niño que nace común y corriente como cualquier otro niño este sujeto a los vaivenes de la vida y se enfermara y se muriera. Pero ¿un niño determinado activamente por Dios? sacado de la vejez y la esterilidad y proferido a la vida por el Espíritu de Dios y que ese niño muera y... es importante, hermanos, muchas veces uno quisiera que los regalos de Dios, las provisiones de Dios vinieran con un seguro para toda la vida y que vinieran con un contrato de servicio también extendido: que nada les pasara y que no hubiera ningún problema.

Y lo que yo veo, hermanos, es que mire, hay muchas cosas en la vida que van a venir: situaciones, pruebas, dificultades, crisis en nuestra vida que no van a hacer sentido. Hay cosas que Dios te habrá dado, inclusive, y después las va a perder o van a entrar en crisis.

Y tú vas a tener que preguntarte si en ese momento tú vas a decir "¿sabes qué? Dios no hace sentido, Dios no le importa mi vida, Dios es falso en sus promesas; así que me voy a desentender de Él" o si tú vas a decir "Yo sé que Dios tiene un propósito en esto y yo voy a esperar hasta que el Señor aclare que es lo que Él está buscando con esto" y también tú vas a ir y buscar la solución a tu problema en Dios.

Y tú vas a esperar hasta que el Señor te responda y te aclare que es lo que quiere en tu vida.

Porque, hermanos, déjenme decirles porque nosotros estemos en la voluntad de Dios, porque estemos sirviendo al Señor, porque Dios nos haya bendecido, no quiere decir que no vayan a haber tribulaciones en nuestra vida. Van a venir dificultades, van a venir situaciones de prueba. Y en ese momento tú vas a tener que determinar ¿saben qué? Pase lo que pase yo voy a permanecer pegado a la promesa de mi Dios, y yo voy a buscar fortalecer esa promesa en mi vida.

Porque vienen las aflicciones, vienen las pruebas, eso es parte del diario vivir, de la condición de ser humanos.

Yo pensaba también en lo que dice el Apóstol Pablo mismo en Efesios capítulo 6 donde dice que: "Nos vistamos toda la armadura de Dios". Porque no tenemos lucha contra sangre y carne sino contra principado, contra potestades, contra huestes espirituales de maldad en los lugares celestiales.

Hay una lucha en la vida, hay un enemigo que va a querer arrebatarte las bendiciones que Dios ha traído a tu vida. Estamos en guerra, vivimos en un mundo siniestro, hermanos.

Dios no es el único jugador en este estadio. Hay toda una hueste maligna en este mundo que quiere robar, matar, destruir, sembrar desdicha, tragedia en nuestras vidas y va a querer robarnos las bendiciones. Y nosotros tenemos que estar alertas, tenemos que estar vitales, tenemos que estar llenos de la energía del Espíritu Santo. Tenemos que estar preparados para que cuando llegue la prueba en vez de desplomarnos y llenarnos de pánico sepamos a donde tenemos que ir para buscar la respuesta que necesitamos.

Porque a cualquiera de nosotros nos puede pasar cualquier cosa. Aunque tú estés en el centro de la voluntad de Dios, quizás por eso más razón para que el enemigo busque hacerte tambalear y traer aflicción a tu vida.

Entonces tiene que hacer como dice el Apóstol Pablo en ese mismo pasaje de Efesios 6 dice que "Tenemos que vestirnos de toda la armadura de Dios, la coraza de la fe, el escudo de la palabra, la espada -no se si el escudo de la palabra o la espada de la palabra, creo que es, una de esas cosas- la cosa es que la espada, el escudo, el yelmo de la salvación, el calzado del Evangelio"; todas estas cosas tenemos que vestirnos de cada una de las partes de la vida cristiana, hermanos. Tenemos que estar llenos de la unción del espíritu.

Tenemos que aprovisionarnos con todo lo que Dios ha provisto. La palabra del Señor dice "Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino ¿qué? poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas". Aleluya.

Y tenemos que llenarnos de la unción de Dios para que cuando venga el día malo dice el Apóstol Pablo allí, "para que cuando venga el día malo podamos estar firmes", y dice "Y habiéndolo pasado todo, estar firmes". Esa palabra "estar firmes", es una palabra que quiere decir- el Apóstol Pablo estaba usando una imagen de la guerra romana cuando un soldado venía el enemigo a atacar y el soldado mantenía su puesto, mantenía su lugar. No se movía de él y cuando pasaba esa avalancha de ataque, él todavía estaba firme en su lugar, su posición defendiéndola. Y esa es la idea que está detrás de esa palabra.

Cuando viene la crisis a tu vida, cuando viene el problema, cuando viene el enemigo como una inundación para arrebatarte la bendición de Dios, tú tienes que en ese tiempo pararte firmemente en lo que Dios ha prometido, lo que Dios ha dicho a tu vida.

Y tú tienes que mantenerte allí, aguantar en esa posición. Muchas veces lo único que un hombre o una mujer de Dios necesita hacer es pararse sobre lo que Dios ha dicho. Tú no tienes que estar ahí buscando al diablo y atacando y azuzándolo, yo creo que lo que uno más necesita hacer es simplemente mantenerse firme.

Dice la palabra "Resistid al diablo y huirá de vosotros".

Hay momentos en la vida, mira, puede venir una racha de sufrimiento a tu vida y es importante identificar cuando esos momentos vienen a nuestra vida. Puede ser un tiempo de enfermedad. El médico te dice '¿Sabes qué? usted tiene una enfermedad y vamos a tener que darle quimioterapia o va a tener que entrar en un régimen fuerte de una dieta fulminante o va a tener que cambiar su estilo de vida y ya su vida no va a ser la misma y tiene que hacer esto y tiene que hacer lo otro'. Y en ese momento usted tiene que decir '¿Sabe qué? Está viniendo el día malo a mi vida pero yo voy a mantenerme pegado a la palabra de Dios.

Tiempo para revestirme con toda la armadura de Dios, tiempo para tomar esas verdades que yo he aprendido en otros tiempos de mi vida y aplicarlas ahora. Hay que identificar cuando vienen esos tiempos a nuestra vida. Puede ser un tiempo de dificultad familiar, puede ser un tiempo que el enemigo te cubre con una sombra de depresión, puede ser tiempos en que un hijo se pone rebelde y el muchachito que era tan hermoso y tan obediente de momento entra a la adolescencia y es como que hay un monstruo en la casa y usted no sabe de donde salió.

¿Qué hay que hacer en esos tiempos? Identificar ese momento y decir 'este es el día malo del cual habla la palabra y en vez de yo ponerme a echar gritos y paniquearme lo que voy a hacer es que voy a usar toda la armadura de Dios' y usted se ciñe los lomos en oración, en ayuno, búsqueda de la palabra de Dios, confesión de lo que Dios ha dicho a su vida. Reclamar lo que Dios ha prometido en su vida y ¿sabe qué? ese tiempo pasa como, ahora mismo viene como cuando... usted abre un horno que se ha ido acumulando el calor y usted ha visto a veces que... yo he tenido un par de ocasiones que he visto como que explota y sale como un humo y sale como una ola de calor.

Así pasa muchas veces en nuestras vidas, hay como una ola de calor que pasa y usted tiene que estar preparado para ese momento cuando viene, usted tiene dos opciones -yo creo que muchos creyentes cuando vienen esos días malos se nos muere lo que Dios nos ha dado y el diablo viene a arrebatarnos lo que Dios ha proferido sobre nuestra vida. La pregunta es ¿qué vamos a hacer en esos momentos? y cómo vamos a confrontar el diablo que quiere destruir nuestros matrimonios, destruir a nuestros hijos, destruir nuestras finanzas, destruir nuestra salud, destruir nuestras emociones, recordarnos todos los errores que hemos cometido.

Meternos en una vida de depresión o ansiedad o culpabilidad o resentimiento o lo que sea y usted tiene que decir 'por aquí tú no vas a pasar, yo voy a pararme en lo que Dios ha prometido y yo voy a atornillar mis pies sobre la palabra de Dios y tú puedes rugir y tirar todas las piedras que tú quieras. Yo voy a mantenerme firme en lo que Dios ha declarado'.

Y usted comienza a presionar al enemigo con su oración, con su confesión, con su declaración de que Dios es fiel y que Dios hace sentido aunque su sentido lo desmienta, usted, '¡no! Yo sé que mi Redentor vive. Yo se que Él es bueno, yo sé que Él no está adormecido'.

"No se dormirá ni adormecerá el que guarda a Israel" dice la Palabra del Señor. Y cuando usted se mantiene, mientras el diablo ruge y la tormenta le arranca el techo a la casa y quizá cuando termine todo, quizá lo que quede sean dos o tres palitos de tu casa antigua.

Cuando pasó la tormenta ¿qué es lo que tú haces entonces? cuando viene la quietud, vuelve y construye tu casa. Vuelve otra vez y pon tablas sobre esas columnas.

Y ¿sabes qué? "Tu segunda casa va a ser mejor que la primera" dice el Señor.

Hermanos, va a venir la prueba, va a venir la dificultad, va a venir la lucha a nuestra vida. Usted va a tener tres, cuatro, cinco episodios en su vida por lo menos de prueba recia, de dificultades en su vida. Yo no creo que haya un creyente que valga su peso que no tenga cinco o seis cicatrices que pueda mostrar donde el diablo le tiró una pedrada o un espadazo. Como un guerrero, no hay un General que valga sus estrellas que no pueda decir que no estuvo en una batalla unas cuantas veces y que fue herido quizás, o que tuvo miedo o que el enemigo vino para querer destruirle. Eso es parte de la vida y va a venir y usted no tiene que extrañarse por eso.

No se extrañe que venga la prueba a su vida como si Dios fuera inconsistente con usted. Es que si usted está en Dios, si usted está en este mundo, usted va a tener aflicción y el diablo va a venir como un oso o un león y va a querer arrebatarle lo que Dios le ha dado; y usted tiene que llenarse del poder del Espíritu Santo. Usted tiene que usar los tiempos de prosperidad y de tranquilidad para llenarse de la provisión de Dios. Su aceite tiene que estar rebozando y cuando venga la racha fuerte esa, usted tiene que tener suficiente aceite para que se consuma bastante y todavía quede suficiente para cuando venga la otra bendición.

Usted llene otra vez la vasija. Somos gente de guerra, vivimos en un mundo siniestro y necesitamos siempre estar en esa posición. Cuando el diablo venga a arrebatarte lo que Dios te ha dado, asegúrate que tú tengas lo que tú necesitas para hacerle frente al enemigo y que tu fe no flaquee. Muchos de nosotros cuando viene el tiempo de la sequía nos desplomamos porque estábamos débiles y necesitamos eso.

Esta mañana el Señor me trajo a la memoria la imagen de David cuando iba a pelear con Goliat y David tuvo que convencer a Saúl -un guerrero experimentado- de que él un jovencito que no había estado en la guerra tenía lo que se necesitaba para confrontar a Goliat. Y mire como David le dice a Saúl en Primero de Samuel Capítulo 17 y dice aquí en el versículo 33: 'Dijo Saúl a David: No podrás tú ir contra aquel filisteo para pelear con él porque tú eres muchacho y él es un hombre de guerra desde su juventud'.

Físicamente, David, no podía jamás hacer frente a un guerrero experimentado que medía como 8 pies y pico. ¡Imposible! Y Saúl estaba solo viendo al muchachito este que aunque era un joven fuerte pero jamás podía hacerle frente a un hombre que había estado peleando toda su vida y que tenía todas las ventajas habidas y por haber: tamaño, experiencia, peso, maña; todo lo tenía Goliat. Y aquí está este jovencito inexperimentado.

Mire como le responde David a Saúl en el versículo 34 Primero de Samuel: 17: 'David respondió a Saúl: "Tu siervo era pastor de las ovejas de su padre y cuando venía un león o un oso y tomaba algún cordero de la manada, salía yo tras él y lo hería y lo libraba de su boca y si se levantaba contra mí, yo le echaba mano de la quijada y lo hería y lo mataba.

Fuese león, fuese oso, tu siervo lo mataba y este filisteo incircunciso será como uno de ellos porque ha provocado al ejercito del Dios viviente". Añadió David: "Jehová que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, Él también me librará de la mano de este filisteo".

Gloria al Señor.

Hermanos, ¿podemos nosotros hablar de esa manera en nuestra vida cuando el diablo quiere arráncate un hijo -como venía a arrancarle a David en forma de oveja o de león? Cuando el diablo viene a arrancarte la paz en tu hogar, cuando el diablo viene a arrancarte la salud o la estabilidad emocional o a hacer estragos en tu vida y querer amargar tu corazón y querer llenarte de resentimiento o empobrecer tu vida en alguna manera; ¿tienes tú lo que se requiere para desarretar al león o al oso; romperle la quijada y llevarte a tu ovejita, tu herencia, tu bendición a tu casa intacta?

Eso es lo que tenemos que preguntarle. Yo le pido 'Señor ayúdanos para que cuando venga la crisis a nuestra vida, en vez de tirarnos a morir nosotros podamos confrontar al oso, al león y arrebatarle lo que él quiere quitarnos de nuestra vida' y para eso se requiere que uno tenga la vitalidad necesaria.

Esta mujer una de las cosas que yo veo de ella es que en los tiempos de normalidad ella atesoró reservas para el tiempo de la crisis. Cuando su hijo murió ella estaba preparada espiritual y emocionalmente. Ella sabía lo que tenía que hacer, ella recibió revelación de parte de Dios sobre donde estaba la solución a su problema. En vez de decir: "¡Oh, mi hijo!" y tirar protestas contra Dios y perder su fe, ella enseguida se metió a buscar la solución y ¿cómo sabemos que fue así? Porque ya la vimos. Porque cuando todo estaba bien en su casa, su negocio estaba tranquilo, su matrimonio estaba bien, ella ya estaba en una madurez tranquila, estaba conforme con su no ser madre.

Se ve que era una mujer que era vital espiritualmente. Cuando pasó ese hombre de Dios por su casa, ella enseguida le suplicó que se quedara en su casa porque ella sabía que donde estaba la bendición de Dios, allí estaba también la prosperidad y la estabilidad. "Ella invitó insistentemente -dice la Biblia al profeta para que se quedara en su casa"; ella sabía que tenía que buscar esa presencia de Dios en su vida, en su hogar, que si ese profeta que era un siervo de Dios que traía la vitalidad del Espíritu posaba sobre su casa iba a ser de bendición.

Ella invirtió y dice que el profeta vino y se quedó en su casa y "después no contenta con eso, dijo: ¿sabes qué? Evidentemente él pasa por aquí varias veces al año. Vamos a prepararle un aposento, vamos a prepararle una oficina para que cuando él llegue y pase por aquí no se tenga que quedar en un dormitorio más, simplemente, allí sintiéndose quizás incomodo de estar entre la familia. Vamos a hacerle la vida cómoda y vamos a hacerle un anexo a la casa. Vamos a prepararle un cuarto para que él esté cómodo allí y vamos a asegurarnos que tenga lo que necesita". Vamos a poner una conexión de Internet allí para que él también no tenga que estar pidiendo, vamos a ponerle todo: un buen teléfono, una computadora y que él pueda estar tranquilo allí en su espacio.

Ella pensó en las cosas específicas, estuvo solícita, quiso invertir en el Señor.

Era una mujer que evidentemente amaba a Dios y eso es importante, hermanos, cuando tu vida esté bien y normal y no haya nubes en el cielo y los billes estén pagados y la salud esté estable, ese es el mejor tiempo para tú cultivar una vida de vitalidad espiritual. Para tú orar regularmente, leer la palabra de Dios regularmente, ir a tus clases de discipulado. Hay un anuncio, no pagado de nuevo, para la clase de discipulado.

Crecer en el conocimiento de la palabra de Dios, llenarte de la unción, tirarte un ayunito de vez en cuando allí y llenarte de la unción.

Cuántos de nosotros… ¿qué pasa? Nos ponemos espirituales… ¿cuando? Cuando estamos en la trinchera y las balas están silbando por nuestra cabeza. Entonces somos gigantes espirituales, entonces buscamos la intervención divina y clamamos y entramos en ayunos y somos unos titanes espirituales.

Hermanos, déjenme decirles: el mejor tiempo para clamar y crecer y buscar la bendición de Dios es los tiempos de normalidad.

Tenemos que ser como José, que en los años de las vacas gordas, ¿qué hizo? Atesoró trigo, alimento, porque él sabía que por ahí venían también los tiempos de las vacas flacas y el hambre y la sequía. Y cuando vinieran esos tiempos él necesitaba tener sus graneros llenos para darle comida al pueblo cuando faltara el alimento. Y así tenemos que ser nosotros.

Mira, si Dios te está dando unos tiempos de descanso, refrigerio, bendición, gozo, prosperidad, ese es el mejor tiempo cuando todo está quieto para tú llenar tu alforja de la bendición de Dios. Sirve al Señor, dale al Señor, ora al Señor, estudia la Palabra, prepárate porque por ahí puede venir el día malo.

No te estoy metiendo miedo, no estoy diciendo que tiene que suceder pero si tú eres un ser humano y vives en este mundo va a venir un tiempo de dificultad en tu vida y es bueno que tú te prepares. Tú eres un soldado, eres un guerrero, una guerrera y necesitas estar alerta para que cuando venga la dificultad tú puedas saber que hacer en tu vida.

Es una advertencia. Usa este tiempo de tu vida para llenar tu alforja de la bendición de Dios.

Ahora bien, mire esto, ¿qué hace ella? cuando el niño muere, dice el versículo 21 "Ella entonces subió y lo puso sobre la cama del varón de Dios y cerrando la puerta se salió".

Donde, miren esto aquí hermanos, ¿dónde puso ella al niño? Si usted fuera la mamá de este niño ¿no lo pondría usted en su cama, la cama suya? o ¿no lo pondría usted en la cama de él?

Usted sabe que el niño muere, usted lo va a poner en la cama de la familia. ¿Qué hizo ella? Ella llevó al niño y lo puso ¿dónde? en la cama del profeta Eliseo. Ella fue al aposento que ella había construido en tiempos de paz y puso al niño sobre la cama del profeta. Yo creo que el Espíritu Santo la iluminó a ella para hacer ese gesto profético y para poner su criatura en el territorio del profeta de Dios. Simbólicamente ella estaba diciendo 'Este es un problema de Dios, no es mi problema. Dios me dio este hijo, Él se va a tener que encargar de él ahora'.

Hermanos, ¿dónde ponemos nosotros los problemas cuando vienen a nuestra vida? ¿Los ponemos en nuestra cama y nos llenamos de insomnio? Y llega la noche y a las 2 de la mañana -yo soy el primero que tengo que levantar la mano a veces- estoy con los ojos como dos bombillas pensando en esto, pensando en lo otro, pensando en aquello que hay que hacer, que esto y lo otro y se nos va el sueño porque nos llevamos los problemas a la cama.

¿Y qué dice la palabra de Dios? "No ponga los problemas en la cama de Dios. Pon los problemas en el aposento de Dios". El Señor dice "Echa sobre mí tu carga".

Dios te está diciendo: 'Cuando tú estés en situaciones difíciles échale el problema a Dios'. El problema es suyo. Dios está deseoso de que su pueblo le eche encima sus problemas.

Pon tus problemas en el territorio divino, no los pongas en el territorio humano. Allí no hay nadie que te pueda ayudar. Ni tú mismo te puedes ayudar, pero cuando venga la situación difícil en tu vida clama al Señor, busca la unción de Dios.

El Apóstol Pablo de nuevo dice en Filipenses, capítulo 4: "Por nada estéis afanosos." Y ese nada quiere decir… "nada", quiere decir la muerte de un niño, la enfermedad, la crisis financiera. Dice: 'No te preocupes, no cultives el afán, la inquietud, el insomnio, la preocupación excesiva'. Yo sé que eso es difícil pero eso es lo que me dice la palabra del Señor.

Cuando tú sientas ansiedad y tristeza y miedo por algo que está pasando, reconócelo, entiende que lo estás pasando pero no le des albergue en tus emociones. Cuando la ansiedad viene a visitar mi vida yo de una vez la encaro y le digo "Tú eres una persona que no has sido invitada, no has sido invitada a esta casa, tienes que irte" y yo comienzo a hacer guerra espiritualmente contra la ansiedad y comienzo a declarar la paz de Dios en mi Espíritu y comienzo a declarar la bendición de Dios y la provisión y la solución de Dios a mi vida.

No te acomodes a la ansiedad, no te acomodes a la preocupación, no pienses 'Ya yo estoy destinado a ser así toda mi vida y a tomarme pastillas todo el tiempo y a vivir...'

Mira, la palabra dice: "No te afanes, si no…" Esa palabra 'si no' es importantísimo, en otras palabras esa energía nerviosa que entra a tu vida, ¿sabes qué? en vez de dejar que circule dentro de tus emociones y rebote y se haga cada vez más fuerte con cada ciclo que da dentro de ti, dirígesela al Señor.

Dice: " Si no sean conocidas vuestras peticiones". ¿Qué quiere decir eso? En vez de afanarte, ora; en vez de llenarte de ansiedad, clama; en vez de quedarte con el problema en tu cama, transfiéreselo a la cama del Señor. "Sean conocidas vuestras peticiones", Dios las conoce pero a Él le encanta que tú las verbalices, que tomes tiempo para expresar lo que tú necesitas en tu vida. Clama, órale al Señor, preséntale a Dios tu necesidad.

Hermanos, yo les digo algo, cada día yo aprendo más y más que la oración no es algo que es para cuando tienes la crisis en tu vida. La oración debe ser algo que permee, llene tu vida cada día. Tú tienes que orar como uno respira, tú tienes que orar como tu corazón late, tú tienes que orar como tu sangre corre por tus venas, continuamente. La Biblia dice: "Orad sin cesar". Eso quiere decir que nosotros tenemos que cultivar ese hábito de oración y ese gusto por la oración, no es solamente para resolver un problema sino que tu vida entera tiene que estar alimentada, nutrida, integrada por un espíritu de oración.

Oración es conversar con tu Padre, oración es tomarte un café con el Señor a las 4 de la tarde y renovarte con tu fuerza. Oración es tú por la mañana deleitarte en coger esos minutos de quietud en tu casa y antes que los muchachos se despierten y comience a rugir el ruido de la vida, tú sacar esos minutos y estar con tu Papá mientras te tomas el primer café del día y hablar con Él y decirle, 'Padre, yo te presento mi día, satura mi mente con tu presencia. Yo reconozco que soy un hijo o una hija de la eternidad.'

‘Yo sé que hoy mi trabajo va a ser bendecido porque Tú me vas a bendecir. Yo sé que Tú me vas a llevar por esa ruta 93 o la 128 cargada de carros y me vas a mantener bendecido. Yo sé que Tú me vas a dar lo que yo necesito para que este día sea de bendición. Tú me vas a usar, Tu presencia va a estar conmigo. Yo voy a regresar a mi casa tranquila y me vas a dar la victoria. Y cuando yo me acueste voy a poner mi cabeza sobre mi almohada y voy a tener un sueño apacible.'

Orar es tu recordar que tu vida está en las manos de Dios y meterle vitamina a todo lo que tú haces y nutrir todos tus problemas, sueños, aspiraciones con la nutrición de la presencia de Dios y tú vas a ver que tus plantas crecen mucho más hermosas que las del vecino que no ora o del cristiano que no ora.

Y él se preguntará, "¿por qué esta persona hace lo mismo que yo hago y mire que bellos son esos tomates y esos ajíes que ella planta? Y mire que flores tan grandes". Es que tú le estas echando 'miracle grow' espiritual. Miracle grow es una sustancia que se le echa a las plantas, Meche la usa allá en casa.

Óigame, yo creo que usted... hace unos días atrás había unos tomates que no estaban como basil, bueno, esta está bien sofisticada albahaca, imagínese. Tiene un jardín muy bonito y tiene un toque para las plantas. Y esa albahaca se estaba secando y estaba muriéndose, y ella cogió y le echó una sustancia -son como unas bolitas- y abrió un poco la tierra y se las metió y a los pocos días esa albahaca estaba frondosa y llena de vida.

¿Por qué? Porque tenía nutrientes debajo, había que echarle agua, había que mantenerle los insectos fuera, pero había algo adicional que estaba nutriendo esa planta y se estaba alimentando de esos nutrientes secretos. Y yo creo que así es la oración, la oración es el "miracle grow" de nuestra planta vital y cuando nosotros oramos hay una vitamina que entra a los afanes, las luchas, las intervenciones los esfuerzos naturales de la vida y entonces hay algo adicional, secreto que hace que tu vida florezca y que la gente se pregunte, "¿pero por qué esta persona trabaja tanto como yo y le rinde más el dinero?"

Y, "¿por qué esta persona es igual que yo y tiene tanta vitalidad y se levanta por la mañana y hay una canción en su boca mientras que yo estoy deprimido?" Miracle grow de la oración.

¿Qué dice la Palabra? Dice: 'Antes bien, sean conocidas vuestras peticiones en toda oración y ruego'. Ese 'en toda oración y ruego' quiere decir que esa expresión del Apóstol Pablo 'en toda' quiere decir continuamente, en cualquier tipo de oración y ruego, podría decir.

A veces la oración puede ser, 'Señor, te alabo y te glorifico'; a veces la oración puede ser un clamor directo y especifico; a veces la oración puede ser una alabanza que tú le das al Señor, un cántico que sale que tu boca; a veces la oración puede ser un silencio preñado cuando tú te quedas calladito y disfrutas de ese calor que te da tu Papá, ese brazo y tú dices "Gracias, Señor, lo siento y me quedo pegadito a Ti".

Si yo pudiera escribir merengue, escribiría un merengue así, "Pegadito a Ti" lo llamaría. Porque, hermanos, a veces todo lo que Dios necesita es que nos acurruquemos en su regazo y no tenemos que decirle nada, no tenemos que pedirle nada sino simplemente pegados a Él sintiendo su calor y dejando que su vitalidad se transmita a nosotros y que nosotros escuchemos ese latido de su corazón seguro, firme; no se mueve por nada, nada lo incomoda, nada lo conmueve, nada lo hace temer.

Su latido es un latido regular, Él sabe que el mundo esta bajo su dirección. No hay nada que se escapa a su vigilancia, no hay nada que resiste su intervención y cuando usted siente el latido del corazón de su Padre, porque está pegado a él eso es todo lo que usted necesita.

Vaya al banco con eso, la bendición de Dios ya esta sobre su vida.

Si que la oración es muchas formas diferentes no solamente, hablar, hablar, hablar. A veces Dios quiere que tú calles y que dejes que Él te responda y que tú escuches lo que Él te está diciendo que te llenes simplemente de la opción que Él te ha dicho: “Hijo no tienes que decirme más, ya yo tengo lo tuyo y te lo voy a dar”, y que usted se quede tranquilito, y reciba.

Hay muchas formas de orarle al Espíritu Santo, puede ser, mientras estas en tu cama y si te sientes inquieto: cierra tus ojitos y dedícale al Señor unos pensamientos y cuando venga a ver va a estar roncando tranquilo, porque vino la bendición de Dios y te olvidaste de tus problemas y ya es hora de levantarse. Hay muchas maneras, es en toda oración y ruego.

Y, ¿qué dice después el Apóstol? Dice: "Y la paz de Dios, y la paz de Dios, y la paz de Dios".

Yo declaro esa paz sobre tu vida ahora mismo en el nombre de Jesús, recibe la Paz de Dios.

Tomate un aliento bien fuerte y di ‘La paz de Dios en mi vida’, recibe esa paz de Dios en el nombre de Jesús.

Yo declaro esa paz Dios sobre ti, cualquier problema que este ahora mismo acosando tu vida, cualquier necesidad, cualquier dificultad, cualquier gigante, cualquier enemigo, cualquier reto, mira cualquier construcción que tú tengas que hacer en tu vida ahora mismo di "la paz de Dios, el Shalom de Dios en mi vida”.

Dios está conmigo como poderoso gigante, aunque venga el fuego no me quemará, aunque venga el río a abrumarme, no me ahogará.

El Señor está conmigo, la Paz de Dios me inunda, y la Paz de Dios dice que "Sobrepasa TODO entendimiento" porque cuando hay problemas en la vida lógicamente no podemos aspirar a tener paz.

Pero cuando Dios instala la paz en ti eso viene de afuera no viene de ti, eso viene desde la eternidad al tiempo y el espacio; desde donde no hay problemas y pasa por ese aire lleno de demonios y de problemas y aterriza en tu espíritu es un e-mail, directo de Dios a tu corazón; un Fedex que viene y Dios lo instala dentro de ti.

La paz de Dios sobrepasa todo entendimiento. Cuando tú oras, clamas, buscas la solución, el terreno divino, cuando tú pones tu problema en la cama del profeta y no en tu propia cama, la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento dice, “guardará vuestras mentes y corazones en Cristo Jesús, Señor nuestro".

Cuando tú reclamas lo que Dios promete en tu vida y tú te mueves en la energía del espíritu, la paz de Dios llena tu espíritu, tu corazón y guarda tu mente en Cristo Jesús.

Y cuando tú pones tu mirada en Cristo Jesús y tú instalas tu mente en Cristo Jesús, el poder de Cristo Jesús se transmite a tu vida y entonces corre al problema y lo disuelve y lo destruye y da la solución que tú necesitas.

Porque todo lo que tenemos que hacer es mirar hacia Cristo, mirar hacia Él. Si podemos mirarlo con una mirada de Fe como dice el corito, una mirada preñada, esa mirada transmite el poder de Dios a tu vida y te da paz y te da la solución que tú necesitas.

Muchos de los problemas en nuestra vida es, porque no miramos a Él, no mantenemos la mirada puesta sobre Él, la ponemos en muchas otras cosas alrededor de nosotros, incluyendo el mismo problema que nos está aquejando, y Dios dice "quita la mirada del problema, ponla en mi, hijo."

La palabra de Dios dice que, hay un pasaje que dice: ‘pongamos la mirada en aquel que sufrió tal contradicción de pecadores, de tal manera que nuestro ánimo no se canse hasta desmayar’ está en Hebreos, creo que es, ¿no?

Y la idea es en el griego original, enfoquen la mirada con tal grado de concentración en Cristo Jesús, que su ánimo no se canse, no desmaye, no se caiga.

Muchas veces todo lo que Dios pide es "pon la mirada en mi. Enfoca lo que yo he dicho no mires al gigante que viene con esos molleros inmensos y ese rugido y esa amenaza y esa- todo ese alardeo- no lo escuches, no lo mires”.

Pon la mirada en Cristo en lo que Él ha prometido, lo que Él ha dicho, lo que Él ha sido para ti y agárrate de él. Los judíos en el desierto cuando las serpientes de fuego estaban envenenándolos y matándolos ¿qué le dijo Dios a Moisés?: "Mira hazte una serpiente de bronce igualita a la que los esta matando a ellos y levántala en un palo y diles que miren a esa serpiente. Y cuando ellos miren a la serpiente van a ser bendecidos y van a ser sanados”.

Porque cuando Dios te da una solución y tú enfocas la mirada en la solución, a veces, hermanos, miren, Dios se burla del enemigo y te enseña que sus ataques peores son para tu bendición y muchas veces Dios torna la serpiente que el enemigo quiso, la torna en una fuente de bendición para tu vida.

Dios torna el problema que vino a tu vida en algo que es de bendición. Pero tienes que mirar a Cristo, tienes que enfocarlo a Él, tienes que estar lleno de su palabra tienes que tener un reflejo que cuando venga el problema inmediatamente el instinto te lleve a Él, no al problema. "Pon la mirada en Él. Enfoca la mirada en Él y Dios te llevará a la solución.”

Yo lo voy a dejar allí.

Pero la palabra de Dios es bien clara en esta tarde para todos nosotros hermanos. Dios quiere un pueblo que sepa que hacer cuando viene el problema, creo que ahí esta el meollo del mensaje en esta tarde. Cuando el enemigo venga a tu vida, no te hipnotices con su mirada serpentina, como los animalitos que la serpiente los enfoca y los hipnotiza y los congela, y entonces ella puede venir y arroparlos y destruirlos.

¡No! Quita la mirada de la serpiente, olvídate de la serpiente ya está vencida. Pon la mirada en Cristo Jesús y haz de esa mirada una mirada radioactiva, que atraiga el mover de Dios y lo recanalize y destruya a la serpiente. La serpiente no la vas a destruir tú, la serpiente, Dios la destruye, Dios la disuelve.

Esta mujer puso su problema en la cama del profeta y fue donde el profeta y le dijo, “mira yo no te pedí un hijo y te dije no me des un hijo porque no te burles de mi. Ahora me lo diste, mi hijo ha muerto, así que esa es tu responsabilidad.” Y ustedes conocen la historia, el profeta fue donde estaba el hijo, se posó sobre él lo bendijo; profirió palabras de vida y esa mujer salió con su hijo en mano, vivo, sano, resucitado. Porque ella supo donde poner el problema, ella supo a donde ir para su necesidad.

El Señor te dice hoy claramente, "pon el problema en mi territorio, cultiva la mirada que se enfoca en mí."

En los días de paz cultiva la capacidad para mirar hacia mí instintivamente. Los soldados entrenan en tiempos de paz y hacen el mismo ejercicio una y otra y otra vez para que cuando este el rugido de la batalla, ellos no tengan que pensar ‘¿Qué hago? ¿Cómo armo el rifle, cómo lo recargo?’. No eso lo hacen por instinto porque durante el tiempo de la paz se han entrenado, y han repetido los mismos ejercicios una y otra y otra vez, así que cuando hacen las cosas las hacen automáticamente, porque no hay tiempo para pensar no hay tiempo para decir, ‘Ok, ¿qué hago ahora? y ¿Cómo resuelvo?’ ¡No, no!

El mirar a Cristo tiene que ser un instinto, un reflejo inyectado dentro de ti y a fuerza de tu repetirlo todos los días de tu vida se hace un hábito natural y cuando viene el problema, tú pones el problema de una vez en la cama en ese cuarto que tú construiste para la gloria de Dios.

En tus tiempos de paz y de quietud, hay un cuarto hay un refugio, ese es el cuarto donde viene el profeta, ese es el cuarto donde viene la presencia de Dios, ese es el cuarto donde el Espíritu Santo está.

Ese cuarto tiene que estar en cada casa, tiene que estar en cada alma, tiene que estar en cada interior, tiene que haber un cuarto donde está la presencia del profeta, donde hay una cama para tú poner tu problema y la muerte que el diablo quiere traer a tu vida. Constrúyete ese lugar. Dale al Señor, invierte tu vida en el Señor. Cuando venga la prueba, tú vas a saber lo que tienes que hacer. El Espíritu Santo te iluminará y tú veras la Gloria de Dios.

Vamos a bajar nuestras cabezas un momento y pidámosle al Señor que cambie nuestros instintos. Dios quiere un Pueblo guerrero, Dios quiere un Pueblo preparado, Dios quiere un Pueblo que no se atemorice cuando venga el rugido del león.

Dios quiere un pueblo que cuando las balas comiencen a silbar no eche a huir porque no sepa que hacer, sino un pueblo aplomado, un pueblo guerrero un pueblo probado, un pueblo fogueado y cuando venga el león, ese pueblo se atrinchera, se posa sobre la palabra y lo mira fijamente y le dice ‘Por aquí tú no pasas. Yo tengo la armadura de Dios. Yo se como hacer guerra contra ti y tú no vas a salirte con la tuya. Yo me voy a parar en lo que Dios ha declarado’.

Pueblo de Dios los tiempos de los pañales ya pasaron. Pueblo de Dios, Dios quiere que entres en la adultez espiritual. Echa a un lado todo lo que distrae, todo lo que empobrece tu caminar. Ya dice el Señor ‘Es tiempo de dejar los juegos de niños, es tiempo de venir a la iglesia como quien se pone un sombrero y se lo quita.

Es tiempo de dejar de jugar al evangelio y de dejar que el Espíritu de Dios se posesione de todos los rincones de tu vida, y que tú vivas solamente para Dios y que todo lo que reclame derechos en tu vida quede destronado y que el Señor sea el Rey de todos los compartimentos de tu vida.

Para que cuando venga el día de la prueba tú salgas mejor que antes. Cuando haya terminado todo tú estés como esta mujer con su hijo intacto, puedas irte a tu casa y sentarte otra vez en esa mecedora dando gracias a Dios recordando la batalla de la cual Dios te libró.

Celebrando la bendición, celebrando la liberación, celebrando la fidelidad de Dios en tu vida.

Hay un precio, hermano, hermana, hay que pagar un precio. La vitalidad no viene, la autoridad no viene, el discernimiento no viene simplemente porque sí, se lo ganan los que han invertido.

La salvación es para todos, la unción es para los pocos. La unción es para los que pagan el precio, la unción es para los que saben que esto es serio. Vivir una vida rolliza y vital en el Señor, hay un precio. No entres al cielo cojeando y rengueando apenas ahí cuando se están cerrando las puertas. Entra al cielo con tu cabeza en alto lleno de fuerza porque viviste una vida atesorando vitalidad. Pagaste el precio, hiciste las disciplinas de un guerrero, te esforzaste en el Señor, le diste al Señor y Dios te sacó de todas tus pruebas.

¡Aleluya, gracias, Señor!

Padre, levántate un pueblo poderoso en esta tarde. Señor, has algo con nosotros. No queremos ser mediocres, no queremos deshonrar ese Dios tan grande al cual servimos. Señor, ayúdanos a ser soldados de los cuales Tú te puedas enorgullecer; que honremos a ese Dios grande al cual servimos.

Quítanos todo lo que compita con esa entrega total de nuestras vidas. Te alabamos y te glorificamos Señor. Bendito y alabado sea Tu nombre.