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La maternidad visionaria - levantar una generación de Samueles

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Cuando nuestra hija menor tenía 8 años escribió para el día de las madres un poema para dedicármelo a mí y el poema dice:

“Querida mami, eres como una rosa, bella en todo sentido. Me encantan tus suaves pétalos y tu dulce perfume. Como todas las rosas también tienes espinas pero te amo a pesar de las espinas.”

Ahora ella tiene 3 hijos y sus hijos se están encargando de hacerle reconocer cuáles son sus espinas también y a la misma vez disfrutar de su dulce perfume en su maternidad. No hay una función en el mundo tan llena de gozos y memorias hermosas y a la misma vez de retos y dificultades que la de ser mamá o papá.

Y yo sé que estamos en el día de las madres. Voy a hablar quizás más acerca de la mamá pero papá, no te sientas excluido. Tu también estás involucrado en eso y todos los principios que yo voy a compartir se aplican igualmente a ti. Así que simplemente haces correcciones, modificas y también es para ti, papá.

Es una tarea tan importante y tan compleja que nosotras no podemos ejercerlas en nuestra propia fuerza. Tenemos que hacerlo con la colaboración de Dios. Nosotros en nuestra maternidad somos los colaboradores de Dios. y esta misión obviamente va mucho más allá que de criar hijos saludables, hijos que sean buenos ciudadanos. Nosotros como hijos de Dios no nos podemos conformar con eso. Queremos lograr mucho más.

Y la misión de nosotros es darles a nuestros hijos un ejemplo vivo en comportamiento y en palabra de lo que significa amar y obedecer a Dios. y qué nosotros queremos hacer a través de eso? nosotros queremos que nuestros hijos, nuestros nietos, todos aquellos a quien nosotros influenciamos con nuestra maternidad, todos ellos se aferren a esos principios, los vean modelados y a su vez deseen modelarlos en su propia vida, de manera que ellos a su vez los lleven, los transmitan a la nueva generación.

El amor de Dios, el trato de Dios es generacional. Lo vemos en la palabra de principio a fin. A Dios le importan las generaciones, le importa el individuo pero le importan las generaciones. Y ahí es donde nosotros entramos, en transmitir esa obra de Dios a la próxima generación para que ellos a su vez lo puedan hacer.

En los años ’90 se hablaba mucho acerca de visión. Visión en la empresa, visión en la profesión, visión en el liderazgo, dondequiera que uno se metía había un taller, una enseñanza, libros acerca de lo que es visión. Y lo que sería una persona visionaria, la podríamos describir como una persona que planifica el futuro con sabiduría y con una idea clara de dónde quiere llegar. Es la persona que se levanta cada día pensando, okay, o al final del día más bien, en el día de hoy, lo que yo he hecho hoy, lo que yo he dicho hoy, es algo que avanza, me avanza a mí hacia mi meta o me atrasa hacia mi meta? Eso es lo que una persona visionaria hace, examina continuamente su vida para saber si está llegando a dónde quiere llegar.

Y no hay otra aventura humana, así podríamos decirlo, donde necesitemos más el tener una perspectiva visionaria que en la maternidad o en la paternidad. El conocido Proverbios 29:18 nos recuerda que donde no hay visión el pueblo perece. Y vemos señales a todos nuestro alrededor acerca de eso, de familias donde no hay visión de Dios o donde se ha adoptado una visión contraria a Dios, donde las cosas no han funcionado.

Así que como hijos de Dios nuestro llamado como padres y madres es preservar y seguir buscando la visión de Dios para poder transmitirla a la generación, a los que están bajo nuestro cuidado. Porque el deseo de Dios es que nosotros captemos la visión suya para nuestros hijos y la inyectemos en nuestros hijos. Esa es nuestra misión principal.

Y en el día de hoy lo que yo quiero hacer es compartir algunas acciones que caracterizan a una maternidad o paternidad visionaria. Y vamos a hacer eso a través del modelo de Ana, la mamá de Samuel, en el Antiguo Testamento en el Primer Libro de Samuel, en el capítulo 1. Ahí en ese libro nos habla acerca del profeta Samuel, el gran profeta Samuel, hoy ya el pastor Isaías hizo referencia y también Vanessa hizo referencia a través de una oración. Ella leyó la oración en el capítulo 2 de Primero de Samuel.

Estos primeros dos capítulos contienen y aún más allá, una gran cantidad de detalles acerca de la vida temprana de Samuel. Quizás bíblicamente es el personaje donde más se habla acerca de su niñez. Es el trasfondo perfecto para pensar acerca de lo que es una maternidad y una paternidad visionaria.

La historia pasó 900 años antes de Cristo, estamos hablando de dos mil y pico de años atrás es esta historia. Y comienza relatando una situación familiar donde un hombre llamado Elcana que tenía dos esposas, llamadas Ana y Penina, subía a Silo, iba al centro religioso de su tiempo que más cerca le quedaba de su casa a ofrecer un sacrificio anual.

Y quiero leerles en Primera de Samuel en el capítulo 1 del 4 al 11 como un trasfondo acerca de lo que quiero hablar más adelante.

“Y cuando llegaba el día en que Elcana ofrecía sacrificio daba a Penina, su mujer, a todos sus hijos y a todas sus hijas, a cada uno su parte. Pero a Ana daba una parte escogida porque amaba a Ana aunque Jehová no le había concedido tener hijos. Y su rival la irritaba enojándola y entristeciéndola porque Jehová no le había concedido tener hijos. Y por lo cual Ana lloraba y no comía y Elcana, su marido, le dijo, “Ana, ¿por qué lloras? Por qué no comes? Y por qué está afligido tu corazón? No te soy yo mejor que 10 hijos?” – Un hombre con una saludable estima propia, ¿verdad? –

Y se levantó Ana después que hubo comido y bebido en Silo y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en una silla junto al pilar del templo de Jehová, ella con amargura de alma oró a Jehová y lloró abundantemente e hizo voto diciendo, “Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordaras de mí y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida.”

El sacerdote Elí quien carecía de discernimiento espiritual, reprende a Ana creyendo que ella está ebria y ella le dice, “No, Señor mío, yo soy una mujer atribulada de espíritu. No he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante de Jehová.” Y Elí le respondió, “Ve en paz y el Dios de Israel te conceda la petición que le has hecho.”

Y continúa la narración diciendo que ella se fue por el camino de regreso, después de adorar nuevamente al Señor, ya con un semblante alegre. Al regresar ella y su esposo estuvieron de luna de miel y de ahí nació un niño. Dios escuchó su petición y vino Samuel a nacer en su familia, en su tiempo.

Así que ese es el trasfondo de la historia. Qué acciones caracterizan la maternidad visionaria de Ana? Primeramente comienza con un reconocimiento de que la maternidad proviene de Dios. Aún dentro de su profundo dolor, Ana hace un pacto con Dios y le dice, “Si dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida.”

Así que el hijo que pide no es de ella, sino es del Señor. Así que cada bebé que nace en el mundo es un acto de misericordia de Dios, es Dios diciéndole a la humanidad, todavía mis planes redentores siguen igual. Yo estoy aquí para dar misericordia. Y ella reconoció eso. Reconoció que el hijo que ella iba a tener en fe era del Señor. Y fíjense que ni siquiera sabía que estaba embarazada y ya lo estaba dedicando al Señor.

Así que nunca es muy temprano para ustedes, los jóvenes aquí o las personas que todavía no han tenido hijos y que están pensando en la maternidad en el futuro, nunca es muy temprano para dedicarle tus hijos a Dios y para aprender todo aquello que tienes que aprender para ser el mejor y la mejor madre posible.

Y qué es dedicar algo o alguien? Hoy, esta mañana, hace unos minutos, pasaron muchas preciosas familias aquí adelante para dedicar su hijo al Señor. Es precisamente lo que Ana hizo, es lo mismo. Es dedicarle. Qué quiere decir dedicar? Dedicar algo o a alguien al Señor significa apartarlo para un propósito sagrado. Eso es lo que nosotros hacemos como padres cuando dedicamos nuestros hijos. Los estamos apartando, estamos ofrendando a Dios porque él es el dador de los hijos, y estamos apartándolo para un propósito sagrado, para que la eternidad de Dios se haga real en ellos en este mundo.

A la misma vez que Ana dedicó a su hijo también se está dedicando a sí misma. Los padres nos dedicamos al Señor también. Estamos apartándonos nosotros mismos para una función sagrada que es el criar los hijos que Dios nos ha dado. Esa es la función de la maternidad. Es hacer un pacto de Dios para que sea él el que está a nuestro lado y nosotros colaborar con él en todo.

Eso es lo primero, la primera características de una maternidad visionaria. Es saber, como dice el salmo 127 en el versículo 23, que los hijos son tesoro del Señor. Es la posesión preciosa de Dios. Eso es lo primero. Para tener una maternidad visionaria nosotros tenemos que presentarlos al Señor, reconociendo que no son nuestros. Nosotros somos los sustentadores de esos hijos, humanamente hablando, pero los hijos son del Señor.

Segundamente, para tener una paternidad, una maternidad visionaria tenemos que fundamentarla en oración. Y no me refiero a esa oración así como rapidita, Señor, bendice estos alimentos y… No, no es eso. No nos referimos a eso aunque esas oraciones son buenas también. Yo me refiero a la oración que brota de nuestro espíritu con la que cubrimos a nuestros hijos y que están arraigadas en una relación íntima con el Señor. A esa es la oración que yo me estoy refiriendo.

Y sabes por qué tenemos que orar por nuestros hijos así? Porque nadie, nadie, puede orar por tu hijo, por tu hija como tu lo puedes hacer. Nadie. Nadie tiene la posición estratégica que tu tienes para influenciar a tus hijos sobrenaturalmente. Eres el único, es una posición de autoridad y de privilegio que Dios nos ha dado. Así que la oración es fundamental para eso.

El salmo 127 dice de esta manera, al comiendo, 1 y 2: “Si el Señor no edifica la casa en vano se esfuerzan los albañiles. Si el Señor no cuida la ciudad, en vano hacen guardia los vigilantes. En vano madrugan ustedes y se acuestan muy tarde para comer un pan de fatigas, porque Dios concede el sueño a sus amados.”

Es en oración que nosotros edificamos nuestra casa. Esa es nuestra función, edificar la vida de nuestro hijo y velar por ella y por él. Y como dice el salmo, por más esfuerzos humanos que hagas, si no estás haciendo al Señor el fundamento de eso, si no estás cubriendo tus hijos con esa oración viva, tus esfuerzos… puede ser que tengas logros, no estoy diciendo que no los vas a tener, pero no es lo mismo. No vas a poder llevar a tus hijos a un nuevo nivel más alto de profundidad en su relación con el Señor y de éxito en la vida en todo lo que ellos desempeñen.

Una oración de Ana en el versículo 15 es una definición de lo que es la oración de petición. Qué es lo que Ana dice? Cuando Elí la está acusando de que está ebria le dice que ella no está ebria sino que ha derramado su alma delante del Señor. En nuestra maternidad, en nuestra paternidad, eso es lo que estamos llamados a hacer por nuestros hijos, a derramar nuestra alma delante de Jehová. Y qué pasó en ese momento específico del pasaje? Al ella derramar su alma delante de Jehová ella recibió paz del Señor y se fue, ya su semblante cambió y se fue a recibir la promesa que ella sintió en su espíritu que iba a recibir.

Y qué pasó? Que al cumplirse el tiempo precisamente fue así. Ella tuvo un hijo y el nombre Samuel significa Dios ha escuchado. Dios escucha tus oraciones cuando tu oras con esa sinceridad creyendo que le hay, con fe, Dios va a escuchar tus oraciones con respecto a tus hijos.

Muchos de nosotros estamos entrando en el Evangelio por primera vez, o no hemos quizás tomado tan en serio la práctica de la oración y pensamos que no podemos orar así como dice que Ana oró. Pero no te desanimes, sigue aprendiendo, sigue hablando con Dios cada día y él te va a enseñar. Dios quiere escucharte. Dios quiere escuchar tus pensamientos, tus dolores, tus heridas, tus tristezas, tus esperanzas, tus sueños. Así que sigue practicando la oración.

Es como cuando no podemos correr un maratón a menos que practiquemos correr, hacer ejercicios. Pues lo mismo es con la oración, tenemos que dedicarnos a ella para poder seguir aprendiendo los misterios de Dios. Porque cuando nosotros oramos así, hay un aspecto de revelación que se abre, que no se abre cuando solamente son oraciones pasajeras, sin mucho pensamiento. Hay una gran diferencia.

Es posible que por tu orar por tu hijo Dios te revele algo acerca del carácter de tu hijo, acerca de tu propio carácter, acerca de la relación, acerca de cualquier cosa, preocupaciones, aún te puede advertir de cosas que pudieran pasar. Ese el Dios que nosotros servimos, un Dios que quiere hablarnos y yo no puedo pensar en una relación donde más intensamente debamos buscar ese tipo de interacción con Dios que la maternidad.

En otro momento Ana, que fue la oración que Vanessa leyó más temprano en el servicio, ella ora nuevamente y en esa oración otra vez Dios le revela, es una oración con elementos proféticos, eso es lo que Dios puede hacer con tu oración también, hablarte proféticamente acerca de ti, de tus hijos. Y esa es una oración preciosa porque no solamente le revela a Ana cosas que ella ha vivido y ha experimentado, sino también cómo Dios trabaja en el mundo y estaba trabajando en el pueblo de Israel.

Es importante que nosotros cubramos nuestros hogares con oración. Y un detalle significativo es que esa oración del capítulo 2, se le llama también el Cántico de Ana, ocurre precisamente en el momento en que ella y Elcana llevan a su hijo Samuel al templo para ya dedicarlo definitivamente al Señor. A pesar de que era un momento de dolor, de separación, por la separación con su hijo, ella pudo elevar un cántico de adoración al Señor.

Eso es muy significativo porque cuántos de nosotros no hemos llorado con separaciones mucho más pequeñitas, cuando llevamos al nene o a la nena al kindergarten y se nos salen las lágrimas porque ya nos estamos separando de él. O como me pasó a mí cuando llevé a nuestra hija menor a un estado lejano para su primer año de universidad que lloraba como una magdalena en el taxi de regreso al aeropuerto. Y muy amable el taxista me pasó un pañuelito para que me quitara la lágrimas y me dijo, “No se preocupe, señora, su hija va a estar bien, no se preocupe.”

Momentos así, qué dolor nos da separarnos de nuestros hijos. Sin embargo, Ana, su convicción era tan grande que dentro de ese momento de separación doloroso de su pequeño hijo, ella pudo elevar este cántico al Señor.

Repasando, tenemos primeramente para tener maternidad o paternidad visionaria, tenemos que reconocer que los hijos vienen de Dios, que son su precioso tesoro. Segundo, tenemos que cubrirlos con oración intencional del espíritu. Y tercero la maternidad visionaria tiene que reconocerse a sí misma como una herramienta poderosa en las manos de Dios.

Por eso es necesario que cada uno de nosotros haga el propósito diario de someternos al Señor en todas nuestras áreas para que él sane nuestras asperezas o las espinas, como Abby le llamó en su poema, para que las tendencias pecaminosas que tenemos también Dios las sane. Y por qué es importante esto? Porque sino, nosotros vamos a transmitir eso como legado a nuestros hijos. Es tan importante que Dios nos sane.

Nuestros hijos son como esponjas y cuando digo eso es porque aprenden mucho más por lo que ven que nosotros hacemos que por lo que oyen que nosotros decimos. ¿Verdad que es así? Es una realidad. Y por eso un carácter ya moldeado o que está sujeto al Señor para que él lo moldee día a día, porque esto es una obra larga, de tiempo. Nadie es sanado de todas sus imperfecciones, inseguridades, tendencias pecaminosas en un momento. Sabemos que no es así.

Pero nuestros hijos tienen que ver que nuestro carácter está siendo moldeado por el carácter de Dios para que ellos deseen imitar eso mismo y que no vayan a imitar cosas que no convienen.

Nosotros leímos en el versículo 2 del Primer Capítulo de Primero de Samuel, que Elcana tenía dos esposas, Ana y Penina. Es muy posible que Ana fuera la primera esposa de Elcana y que al ver que pasaba el tiempo y no había descendencia, como era muy importante tener descendencia en ese tiempo, como lo es hoy pero en aquel momento aún más, pues es posible que él buscara otra esposa con quien tener hijos. Así que por eso Elcana tenía estas dos esposas.

Pero qué pasa? Eso es una muy mala idea, tener dos esposas. Si con una es difícil imagínese tener dos. Demasiado. No sé cómo Elcana podía. Pero el asunto es que Penina se convirtió en la rival de Ana y la despreciaba, sintiéndose superior a ella porque ella sí tenía hijos y Ana no tenía hijos.

Dice la historia que ya leímos al principio que Penina la irritaba, enojándola y entristeciéndola. Y cómo lo hacía? dice que cada año ella aprovechaba esta ocasión familiar de ir al templo a presentar el sacrificio anual para entonces atacarla con mayor fuerza.

Y qué pasó? Esa es una gota impertinente, dando en la piedra vez tras vez, hasta que afectó, hirió al corazón de Ana. Y es bonito ver, por el pasaje uno puede deducir que Ana no usó su propia venganza para devolverle a Penina mal por mal. Y yo creo que eso es muy importante porque qué hubiera pasado si Ana se hubiera dado a la amargura, a perseguir también ella, a devolverle mal por mal a Penina. Posiblemente no se hubiera dado el milagro de Samuel, si ella hubiera asumido esa actitud. Porque Samuel necesitaba una mamá como Ana.

Por qué traigo todo esto a colación? Porque para nosotros ejercer nuestra maternidad y nuestra paternidad con mayor eficacia y ser verdaderamente un instrumento que Dios pueda usar poderosamente en la vida de nuestros hijos, cada uno de nosotros tiene que bregar con su Penina.

La historia de Ana era muy compleja pero quizás la historia de ustedes puede ser más compleja, más difícil aún que la de Ana. Pero qué vamos a hacer nosotros con Penina? Para poder ser otra vez las herramientas que Dios pueda usar, nosotros tenemos que confrontar a nuestra Penina. La Penina a veces sale de adentro, las Peninas a veces vienen de afuera. Y tu Penina puede tener diferentes nombres. Tu Penina puede llamarse divorcio, puede llamarse dificultades extremas económicas, puede llamarse adicción, póngale el nombre. Todos hemos bregado con Peninas.

Pero lo importante es que nosotros podamos reconocer cuál es esa Penina que nosotros tenemos y poder llevárselo al Señor y crecer en el carácter de Cristo de manera que nosotros podamos transmitirles eso igualmente a nuestros hijos, que esa sea la herencia.

Cuando ustedes piensan en herencia, muchos de ustedes no piensan en dinero, en cosas materiales, cuando piensan en la herencia de sus padres. Ustedes piensan en lo que mi padre me enseñó en lo que mi madre me enseñó. Eso es lo que es verdaderamente valioso. Las posesiones materiales van y vienen pero lo que un padre, una madre nos deja en términos de legado de carácter, eso no tiene precio.

Y verdad que tu y yo queremos hacer eso mismo. Nosotros queremos ser transmisores de eso a la próxima generación. Repasando nuevamente, para tener las características de una paternidad o una maternidad visionaria son primero, reconocer que los hijos vienen de Dios, son su posesión. Segundo, tenemos que fundamentar nuestra paternidad en oración, en intimidad con Dios. Tercero, tenemos que buscar la sanidad de nuestro carácter, de nuestro ser, de nuestra alma, de nuestro espíritu, para que Dios pueda usarlo como instrumento poderoso en la vida de nuestros hijos.

Y cuarto, la madre o padre visionarios todos los días obviamente se dan a la tarea de colaborar con Dios para que se cumpla la visión de Dios en cada uno de sus hijos. Y tenemos que usar los recursos, tenemos recursos en nuestras manos. Pero cómo tenemos que usarlos? Tenemos que usarlos en una manera intencional y dirigida por el Espíritu Santo para que sean efectivas.

Cuál es el recurso más importante y más escaso? Tiempo. Cuántos de ustedes han dicho recientemente, es que no me queda tiempo, no tengo tiempo. Yo creo que casi todos hasta los niños están diciendo eso, que no tenemos tiempo. Si nosotros por cada vez que nosotros decimos, no tengo tiempo para esto, no tengo tiempo para aquello, nos quejamos de eso, si nos dieran un dólar por cada vez que nosotros dijéramos eso, seríamos ricos todos. Yo sería millonaria.

Ese es un recurso que nosotros tenemos, el tiempo. Y no hay nadie en el mundo, yo creo que aquí mismo no hay nadie que pueda decir que no le falta el tiempo para algo. Y qué está pasando con nuestras maneras modernas? Es que empacamos tanto en nuestra agenda que no nos queda tiempo para hacer conexión familiar.

Cuántos de ustedes les ha pasado eso? a nosotros nos ha pasado. Tantas actividades, y vivimos en un mundo de tanto afán que los hijos participen en tres deportes, que toquen por lo menos dos instrumentos, que pertenezcan a aquel club y a aquel otro, que yo también en este, en el otro, en el más allá. y cuando venimos a ver se nos ha ido el tiempo y ese precioso tiempo que nosotros teníamos para instruir a nuestros hijos en el hogar en las cosas del Señor, se nos va. Porque se necesita tiempo para eso, para discipular a nuestros hijos en el hogar. Y eso no se puede posponer para mañana. Eso no es algo que tu puedes decir, bueno, en 10 años lo hago. No. es aquí y ahora. Así que aprovecha la oportunidad que tu tienes ahora para influenciar a tus hijos, a tus nietos, a tus sobrinos. Aprovéchala ahora porque este es el tiempo del Señor para influenciarlo usando el tiempo.

Una de las cosas que han pasado es que aún el tiempo de cena familiar, otra vez, si hiciéramos una encuesta aquí posiblemente muchos de ustedes han dejado pasar ese tiempo de cena familiar muchas veces porque hay otras cosas más importantes. Pero los estudios dicen que la familia que come unida, un número de veces, no tiene que ser todas las veces, por lo menos 5 veces o 6 creo que es, a la semana los índices de éxito de los hijos son mayores. Como por ejemplo, en ir a la universidad, en no usar drogas. Así que aún estudios seculares indican la importancia que tiene el compartir tiempo como ese en la mesa.

Porque qué pasa en una mesa? No es solamente comer, comer, comer. Se modelan modales, se ora por la cena, se comparten cosas, preocupaciones, alegrías, retos. Es un tiempo que es demasiado precioso para uno dejarlo pasar. Yo tengo memorias muy claras de mi propia crianza porque eso era ley, en mi casa era ley. No había compromiso posible que impidiera que uno no estuviera en la mesa.

Sabemos que por complejidades de nuestros tiempos, – no es que yo sea tan vieja, pero ahora es más difícil – a veces no es posible hacerlo con tanta frecuencia pero sí has un esfuerzo por mantener esos tiempos de familia como algo sagrado, para que los puedas usar para precisamente transmitir la palabra del Señor, ejemplos del Señor, para que el Señor te dirija en eso.

La palabra de Jehová a la familias de Israel que encontramos en Deuteronomio 6, del 5 al 9, son un modelo de la importancia que tiene que nosotros impartamos nuestra fe a través del compartir con nuestros hijos. Yo sé que es un pasaje que muchos de ustedes lo conocen muy bien. Ese pasaje dice así:

“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Grávate en el corazón estas palabras que hoy te mando, incúlcaselas continuamente a tus hijos, háblales de ella cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Átalas a tus manos como un signo, llévalas en tu frente como una marca.”

Esas son palabras de urgencia. Cuando uno las lee, son palabras de acción. No es cuando puedas. No, es hoy, en todo momento. Eso es lo que dice. En otras palabras, lo que Dios nos está diciendo es, aprovecha las oportunidades que tienes para transmitir con palabras y con tu ejemplo a tus hijos cómo se obedece y se adora al Señor. Porque es en el diario vivir, en esas experiencias cotidianas sencillitas de la vida donde nosotros podemos hacer una marca al Señor.

Y saben lo que pasa? Que cuando tu tienes esas interacciones con tu hijo en un día a día, en la normalidad de la vida, tu estás abriendo unos canales de comunicación con tu hijo para que en el futuro cuando haya problemas tu hijo va a venir a ti, porque ya esos canales están abiertos, porque ya hay tiempos de conversación y de conexión. Esas cosas no pasan así como de la noche a la mañana, tenemos que cultivarlas en nuestra vida familiar.

Otra vez, la mejor manera de transmitir las verdades del Señor a nuestros hijos es a través de aprovechar esos momentitos donde estamos conectando. Puede ser lavando los platos, en el carro, tantas maneras que Dios nos da en nuestras interacciones con nuestros hijos para hacer eso.

Y Dios bendice eso. Aunque a veces no nos es evidente que nuestros hijos están absorbiendo lo que nosotros le estamos enseñando, ¿verdad? Cuántos han estado ahí? Uno dice, bueno, como que le entró por aquí y le salió por acá. Pero no pienses así, tu función es obedecerle a Dios y enseñarle lo que tienes que enseñarle. Eso es todo, tu tienes que ser fiel.

Cuando tu traes a tus hijos a I Wanna, viernes tras viernes, sales corriendo de tu trabajo, casi ni comes y corriendo y en el tráfico y estás aquí para que ellos tengan su clase en I Wanna, cuando tu los traes a la iglesia fielmente los domingos, cuando tu los llevas contigo a hacerle un bien a alguien que necesita, cuando te ven a ti que en un conflicto familiar tu eres un pacificador y tu deseas que haya una resolución saludable y amorosa, en cada uno de esas ocasiones tu estás sembrando en tus hijos algo que es perdurable, que va a durar para siempre. Estás sembrando eternidad en tu hijo. Y tu le estás demostrando que todo eso que tu estás haciendo, tu lo haces porque tiene importancia para ti, porque es prioridad para ti.

Tus hijos van a imitar, van a querer hacer aquello que tu le estás modelando que es importante. Así que también tenemos que modelarle la importancia de servirle al Señor en maneras activas, que no es solamente como ponchar la tarjetita, voy el domingo porque hay que cumplir con el domingo. No es eso, sino que todo, todo lo que tu haces hay una conexión, es una totalidad, donde tu le estás entregando tu vida total al Señor, no solamente tu domingo. Y eso es algo muy importante.

Yo recuerdo cuando nuestras hijas eran pequeñas, niñas, que iban con nosotros a la iglesia, y nosotros las llevábamos todo el tiempo y a veces se cansaban tanto si el servicio era un poquito más largo, era hora de dormir, dormiditas en un banco bien duro, porque estamos hablando de cuando tenían nuestra iglesia en Cambridge y los bancos eran de madera. Y ahí ellas dormiditas en su banco duro. Eso no les hizo daño. Todo lo contrario. Y las llevábamos siempre que íbamos, ellas iban con nosotros y participaban con nosotros. Crecieron creyendo que la iglesia es un lugar agradable y bueno para ellas porque veían la sinceridad con que nosotros servíamos al Señor, veían que amábamos a los hermanos y así mismo se criaron ellas, ellas se pasaban de una persona a otro, a otro, a otro, y se sentían tan felices de estar en la casa del Señor.

Eso lo hacemos porque eso es importante. En esas cosas aparentemente pequeñas nosotros estamos transmitiendo la importancia que tiene el Evangelio. Otra vez, es un Evangelio que cubre todas las áreas de nuestra vida.

Ana y Elcana yo me imagino que tienen que haber aprovechado cada segundo con Samuel, porque Samuel entró a ser dedicado al Señor desde muy chiquitito. Ellos no tuvieron el privilegio que nosotros tenemos de tenerlos mucho más. De 3 a 4 años tenía Samuel cuando él fue dedicado o ya fue entregado oficialmente en el templo. Así que yo me imagino que cada día contaba, y asimismo debe contar para nosotros. Cada día debe contar en términos de lo que nosotros le transmitimos acerca del Señor.

Yo me imagino a Ana orando fervientemente por Samuel, por su futuro ministerio aunque ella no lo conocía, igual que nosotros no conocemos el de nuestros hijos. Y me la imagino hablándole de que para él nacer Dios intervino, que él era de Dios, y que Dios escuchó. Que su nombre Samuel era un testimonio de que Dios había escuchado su oración.

Asimismo nosotros tenemos que tener ese sentido de urgencia, de transmitir eso mismo a nuestros hijos, lo que Dios ha hecho en nuestras vidas, así como dijimos, con el pasaje de Deuteronomio 6, en todas las circunstancias, en todas las actividades de la vida.

Ya dijimos que un padre, una madre colabora usando intencionalmente su tiempo para transmitir los valores del reino. Hablamos hace un momento en el salmo 127 de que nosotros somos guardas sobre nuestros hijos. Y no es un guarda neurótico que está pendiente de todo lo que los hijos hacen y que no les permite tener sus propias dificultades para que ellos mismos las resuelvan. No, es algo diferente, es velar por nuestros hijos pensando en ellos como el tesoro que ellos son para Dios y para nuestra vida.

Cuando nosotros usamos el discernimiento que Dios nos ha dado como padres, somos vigías sobre nuestros hijos, porque otra vez, nadie como tu para ver y conocer dónde está el corazón de tu hijo y percibir qué peligro puede haber en la vida de nuestros hijos. Yo creo que muchas cosas que pasan en nuestras familias se podrían evitar si nosotros estuviéramos más atentos a ese rol de nosotros como padres y madres visionarias, de tomar medidas en el nombre del Señor, estrategias sabias que impidan que nuestros hijos lleguen a ciertas cosas.

Así que es una labor muy importante. El tiempo, el discernimiento que Dios nos ha dado es otro recurso para nosotros formarlos. Descubrir sus dones, ayudarlos a saber qué Dios quiere para tu vida, hijito o hijita. Qué dones tu tienes y que en cualquier don que tu tengas, sea un don vocacional, profesional, Dios te puede usar. Nosotros no tenemos que anhelas hijos o hijas famosas, o importantes, nosotros tenemos que anhelar que nuestros hijos o hijas hagan famoso a Jesucristo dondequiera que ellos estén, que es algo totalmente diferente.

A mi me preocupa que con frecuencia nosotros subestimamos la capacidad de nuestros hijos para entender verdades espirituales, como que los vemos jugando y haciendo esto, y distraídos y no pensamos en la gran capacidad espiritual que tiene un niño. Pero ¿Sabes qué? Tu hijo tiene un espíritu igual que el tuyo, un espíritu que necesita de Dios igual que el tuyo. Y tu hijo tiene un Espíritu Santo que es tan poderoso como el Espíritu Santo que te ministra a ti.

Y tu hijo no tiene un Espíritu Santo tamaño preescolar o tamaño juvenil, es el mismo Espíritu Santo y Dios puede hacer obras grandes en la vida de ellos. A veces no vemos más porque no creemos más. Esa es la realidad en nuestra maternidad. Y un padre o una madre visionaria busca lo que yo llamo momentos cargados de eternidad y los aprovecha. Todo el tiempo está pensando dónde está la sensibilidad de mi hijo, hija, para poder ministrar una verdad del Evangelio en ella o en él.

Yo tuve el privilegio de propiciar dos de esos momentos cargados de eternidad en la vida de nuestras hijas, cuando ellas aceptaron al Señor. Con Sonia ocurrió otra vez un momento Deuteronomio 6, en lo cotidiano de la vida. Yo estaba dándole la comidita –nuestra hija mayor Sonia tenía 6 años en ese momento, la bebé tenía 6 meses. Yo estaba dándole la comida, ella me estaba ayudando y Sonia amaba a su hermanita, era locura con su hermanita. Ella no podía con ella misma de la emoción de tener una hermanita. Y así que ella también la alimentaba y me estaba hablando de lo bella que era la chiquita y lo maravilloso que de mí barriga pudiera salir algo así.

Esa era la conversación. Y entonces yo discerní que Sonia estaba preparada para aceptar al Señor y llevé la conversación para eso y le pregunté si ella quería aceptar a Jesús como su Señor y salvador, inmediatamente me dijo que sí, cerró sus ojitos y repitió la oración que yo modelé para ella. Y el segundo momento Deuteronomio 6 con nuestra hija menor Abby, ocurrió así también. Íbamos de camino llevándolas a la escuela.

En ese tiempo ellas iba a una escuela lejos de nuestra casa así que era un gran tiempo para Roberto y yo tener conversaciones maravillosas con ellas de diferentes tópicos y en ese día era yo la que estaba manejando llevándolas, y Abby empieza a hablar acerca de algo que una maestra le enseñó acerca de Jesús, de la crucifixión y de la resurrección. Y Sonia, ella y yo conversamos un tiempito acerca de lo que ella estaba comentando y también yo dije, este es el tiempo y le pregunto, Abby, tu quieres recibir a Jesús como tu Señor y salvador? Me dijo sí y obviamente no lo hice manejando, porque eso no era dándole suficiente honor, me estacioné en la calle Washington [inaudible] debajo de un hermoso árbol muy grande que hay allí, y ahí yo la dirigí a ella en la oración de confesión de fe.

Así que hoy en día todavía tantos años han pasado ambas reconocen, se acuerdan de cuándo y cómo fue su conversión con el Señor, cómo ellas oficialmente entraron a ser hijas de Dios. así que nosotros tenemos que aprovechar esos momentos en todo momento, no dejar que uno pase.

Y otra cosa que quiero mencionar es la importancia del recurso del hogar. El feminismo ha intentado desvirtuar la labor doméstica, la labor de la maternidad y lo ha hecho con bastante efectividad. Pero no hay nada que ministre más el poder del Evangelio que un hogar que esté limpio, ordenado y donde haya armonía entre los que ahí viven. Eso es un testimonio contundente del poder de Dios. yo sé que el trabajo del hogar como que se hace repetitivo y es cargoso, yo lo sé. I’ve been there, done that. Yo sé lo que es. Pero en vez de quejarnos de él yo creo que haríamos bien en entregarle eso al Señor como una ofrenda grata, porque en el contexto de un hogar así Dios puede hacer maravillas y puede hacer milagros.

Yo les animo a seguir haciendo lo que han hecho hasta ahora. Quiero hablar de un detallito que se puede escapar muy fácilmente. Está en el capítulo 2, el versículo 18 al 19, un detalle doméstico. Dice ahí:

“Y el joven Samuel ministraba en la presencia de Jehová vestido de un efod de lino y le hacía su madre una túnica pequeña y se la traía cada año cuando subía con su marido para ofrecer el sacrificio acostumbrado.”

Tu te puedes imaginar la emoción que tiene que haber sentido Ana de que iba a ver su Samuelito? Yo me imagino que estaría tan distraída pensando en que iba a ver a su hijo, que lo iba a ver, que lo iba a abrazar, que iba a conversar con él que a lo mejor no podía ni hacer sus quehaceres en el hogar. Yo me la imagino buscando la mejor tela para hacerle una preciosa túnica a su hijo. Me la imagino preguntándose cuánto habrá crecido Samuelito desde el año pasado? porque tengo que hacerle la túnica lo suficientemente larga para que le dure por lo menos un año, hasta que yo vuelva el año que viene con otra túnica.

Ve qué importante son esos detallitos de nosotros como mamás y de papás porque yo sé que hay muchos papás que hacen muchas cosas en el hogar también. Ella tuvo mucho cuidado en la atención de las necesidades muy prácticas de hogar de Samuel. Como Ana nosotros no conocemos el futuro de nuestros hijos, pero qué pasó con Samuel? Samuel por la fe de una mujer que escogió creerle a Dios y hacer una oración desesperada al Señor, por eso nació un Samuel, que nació en un tiempo crucial de la vida de Israel. Israel era un desastre, se estaba desacrando el templo, el sacerdocio, había peligros de guerra, había inmoralidad crasa.

Nosotros pensamos en los tiempos de hoy, pero lea el Antiguo Testamento para que usted vea también todo lo que hay. Parece que no hay nada nuevo bajo el sol. Aunque lo que pasa es que lo de ahora nos está afectando a nosotros que estamos aquí ahora.

Nosotros no conocemos el futuro de nuestros hijos pero sí tenemos que reconocer nuestro ministerio, nuestra responsabilidad dentro de nuestra maternidad. Y quién sabe si Dios nos da un Samuel, ¿verdad? Eso es maravilloso. Ella no sabía que su hijo iba a ser profeta, que iba a ser sacerdote, que iba a ser el último juez en Israel, que iba a ser un formador de reyes. Ella no sabía nada de eso, pero sí sabía que Dios a quien ella le servía… ella conocía el carácter de Dios y sabía que Dios iba a honrar su ofrenda de amor a él entregándole su hijo.

Eso es lo que nos compete a nosotros. Ser fieles en lo que Dios nos ha dado hacer y dejándole el resto a Dios.

El cuarto verso del salmo 127 dice, “Como saetas en manos del valiente así son los hijos habidos en la juventud.” Como saetas en manos del valiente – tu eres el valiente, la valiente – así son los hijos habidos en la juventud.

El fin que nosotros esperamos de nuestra maternidad, de nuestra paternidad es que nuestros hijos den en el blanco perfecto de la voluntad de Dios. Esa es nuestro fin. Tu función como padre o como madre visionaria es tomar cada una de esas amadas saetas y entesar el arco. Y cómo tu vas a hacer eso? cómo vas a entesar el arco para que tu flecha vaya disparada al blanco? Tu lo vas a hacer reconociendo primero que esos hijos no son tuyos, que son del Señor, cubriéndoles en oración intencional cada día, permitiéndole a Dios que te moldee a ti como un instrumento poderoso en sus manos, y usando tus recursos, sea el tiempo, el discernimiento, tu atención a los detalles del hogar, todo eso usándolo intencionalmente y con una visión sobre natural. Esa es la manera en que tu entesas el arco.

Que Dios nos ayude a todos nosotros como individuos y como comunidad a levantar una generación de Samueles. Amén.

Vamos a orar. Padre, yo te doy gracias por el regalo de la maternidad. Gracias, Señor, porque no lo hacemos solos, no lo estamos haciendo con nuestras propias fuerzas, sino que contamos con todos los recursos del cielo para cumplir esa importante labor. Señor, tu conoces nuestro corazón, conoces dónde flaqueamos, nos presentamos delante de ti, Señor, primero nos dedicamos nosotros delante de ti para que tu hagas una obra de renovación dentro de nosotros. Todo aquello que no te agrada, Señor, te lo entregamos.

Te pedimos que abras nuestro entendimiento a cómo podemos sujetarnos a ti en todo, de manera que tu hagas una obra redentora total en nosotros, de manera que nosotros podamos ser los instrumento que tu quieres en la vida de nuestros hijos para formarlos a ellos, para que ellos deseen servirte a ti y ser guiados por ti, para que ellos quieran imitar tu carácter, Cristo.

Ayúdanos a nosotros en eso. Señor, ayúdanos a ser fieles en la oración, fieles e intencionales en cómo usamos todos nuestros recursos, Señor, para tu honra y tu gloria, para que tu los puedas hacer más efectivos en la vida de nuestros hijos y se cumpla el propósito individual que tu tienes para cada uno de ellos, Señor.

Padre, te presentamos a aquellos hijos, aquellas saetas que se han apartado de ti, que quizás sus hogares habían hecho todo lo que podían para guiarlos a ti, pero se han apartado. Señor, yo te pido en esta hora, oh Dios, que tu los traigas a ti, que sean los hijos pródigos, que vuelvan a tu casa, que vuelvan a ti, Señor.

Señor, para ti no hay nada imposible. Tu puedes traer ese hijo rebelde, Señor, tu puedes traer a esa hija que ha escogido otras cosas en vez de a ti, Señor. Tu los puedes y los quieres traer de nuevo a casa. Señor, aún ahí te pedimos que uses nuestra maternidad y nuestra paternidad de una manera sabia para ser usados por ti en ese proceso. Y Señor, te pedimos que en este tiempo de la historia tu levantes nuevamente una generación de hombres, mujeres, hijas e hijos, como Samuel, que amen tu casa, Señor, que amen tus cosas, que le digan no al pecado, que sean influencia poderosa donde tu los has puesto, que amen tu reino, que amen tu iglesia, que quieran dedicar todo sus recursos a ti donde tu los pongas, oh Dios. Por eso estamos orando en este día, Señor.

Señor, levanta, levanta esos hijos, Señor. Levanta esas hijas, Señor. Yo presento delante de ti aún los bebitos que están aquí, aún las bebitas, Señor, ve formándote dentro de ellos, ve ayudando a sus padres a ser vigías que no descansen, Señor, a ser leones que protejan la herencia que tu quieres darle a esos hijos en contra de cualquier embate que venga, Señor. Abre nuestros ojos, oh Dios, a ver tu obra en la vida de nuestros hijos, Señor. Señor, danos el privilegio de ver tu mano obrando en cada uno de ellos, Señor Jesús. Gracias Padre. Gracias. Amén.

El Dios del río

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Dice la palabra del Señor en esta tarde, “Me hizo volver luego a la entrada de la casa y he aquí aguas que salían de debajo del umbral de la casa hacia el oriente, porque la fachada de la casa estaba al oriente y las aguas descendían de debajo, hacia el lado derecho de la casa, al sur del altar.

Y me sacó por el camino de la puerta del norte y me hizo dar la vuelta por el camino exterior fuera de la puerta, al camino de la que mira al oriente y vi que las aguas salían del lado derecho. Y salió el varón hacia el oriente levantando un cordel en su mano y midió mil codos, y me hizo pasar por las aguas hasta los tobillos. Midió otros mil y me hizo pasar por las aguas hasta las rodillas.

Midió luego otros mil y me hizo pasar por las aguas hasta los lomos. Midió otros mil y era ya un río que yo no podía pasar porque las aguas habían crecido de manera que el río no se podía pasar sino a nado. Y me dijo, ‘has visto, hijo de hombre?’ Después me llevó y me hizo volver por la ribera del río y volviendo yo vi que en la ribera del río había muchísimos árboles a uno y otro lado, y me dijo, ‘estas aguas salen a la región del oriente y descenderán a la lava y entrarán en el mar y entradas en el mar recibirán sanidad las aguas y toda alma viviente que nadare por dondequiera que entrare en estos ríos vivirá y habrá muchísimos peces por haber entrado allá a estas aguas y recibirán sanidad y vivirá todo lo que entrare en este río.

Y junto a él estarán los pescadores y desde En–Gadi hasta En–eglaim será su tendedero de redes y por sus especies serán los peces tan numerosos como los peces del Mar Grande. Sus pantanos y sus lagunas no se sanearán, quedarán para salinas. Y junto al río en la ribera a uno y a otro lado crecerá toda clase de árboles frutales, sus hojas nunca caerán ni faltará su fruto. A su tiempo madurará porque sus aguas salen del santuario y su fruto será para comer y su hoja para medicina.”

Dios bendiga su palabra en esta tarde. Si yo te dijera en esta tarde que Dios posee un cuerpo de agua en el que él quiere que tu te sumerjas. Y cuando hablamos de cuerpo de agua nuestra mente enseguida va a un río o al mar. Una referencia que tenemos aquí en Estados Unidos de un río, es el rio Mississippi, donde comienza el río Mississippi su anchura no es más de 3 pies, donde ese río nace no es más de 3 pies, pero todos conocemos cuando termina ese río cuán grande y poderoso es. Cuando cae mucha lluvia se sale de su cauce y afecta a toda la región que está cerca.

Pero en este contexto que estamos hablando qué pasaría si nosotros entráramos como Ezequiel a esas aguas? La diferencia del río Mississippi a estas aguas torrentes es que estas aguas provienen del umbral del altar de Dios. y ya esa composición es completamente diferente. Estas aguas no tienen ningún aditamento especial, humano, estas aguas no han sido preparadas en un laboratorio, estas aguas vienen del trono del Señor.

Si me permiten hacer una explicación espiritual de estos versos, quiero que en esta tarde nos conectemos con este río y cómo al entrar a este río va a mejorar donde estamos. La verdad es que todos tenemos espacio para mejorar. Créanme que podemos mejorar o seguir mejorando. Esta tarde te quiero retar a que no te quedes en la orilla, viendo como el río se desarrolla, que no te quedes mirando lo poderoso, lo fuerte, lo grande, lo espectacular de este río. No te quedes como un espectador.

Te quiero hacer el reto que el hombre que habla aquí en este pasaje le hace a Ezequiel, y qué implica eso para nuestras vidas. Viniendo de Dios estas aguas no requieren ningún tipo de filtro, son aguas puras, son aguas especiales, son aguas superiores, son aguas que tienen autoridad. Y en esta época en que estamos viviendo las circunstancias que nos rodean, los eventos fuera de nuestro alcance, han hecho muchos desarrollemos una mentalidad de trinchera para que nadie me lleve, para que nada me afecte, para que nada me tumbe, para que nada me dañe, me voy a quedar quieto, me voy a atrincherar, pero no me voy a mover.

Yo quiero que en esta tarde tu pienses, no es el tiempo de estar atrincherado. No es el tiempo de estar parado a ver qué pasa. No es el tiempo de admirar el río como si fuera un artificio de un museo o una pieza o una obra de arte. Es el tiempo de comenzar a entrar a esa agua, porque una vez, hermanos y hermanas y amigos, que tu entras a esa agua como entró el profeta Ezequiel, entramos a los tobillos y tu puedes sentir que el río tiene fuerza, pero todavía estás en los tobillos.

Lo magnífico de este río es que su curso y dirección ya ha sido determinado. Si ustedes pudieran ver la geografía cómo este río se mueve en esta visión que tiene Ezequiel desde el umbral del altar hasta el Mar Muerto, van a ver que eso es imposible. Pero es que nuestro Dios es el Dios de lo imposible.

So, si el curso de este río nada lo puede afectar y nada lo puede cambiar, qué estás esperando para entrar al río? Porque una vez en el río, el curso de tu vida y la dirección de tu vida nada la va a poder cambiar porque nada va a poder afectar el curso de ese río.

El Mississippi se alimenta de corrientes de aguas, a medida que va creciendo hay otros cuerpos de agua que lo alimentan pero este río que está viendo Ezequiel no tiene que ser alimentado porque ya fue alimentado por el trono de Dios.

Dice que este río tiene la autoridad para sanar los corazones rotos. Tiene autoridad para sanar vidas rotas. Tiene autoridad para llevarte a ti a alcanzar tus metas. Tiene la autoridad para llevarte a ti a tu máximo potencial dentro de ese río. En la trinchera no vas a alcanzar nada, vas a ver a otros que progresan, a otros que echan hacia adelante, a otros que tiene bienestar, a otros que alcanzan su futuro. No importa dónde estés, no importa cómo estés, lo que importa es que este río ha salido del trono de Dios y te alcanzará y una que te alcance cambiará tu vida. Y una vez que cambie tu vida, jamás serás la misma persona.

O sea que este río cambia el agua salada en agua dulce. Ningún otro río puede hacer eso, al contrario, se hace salado, pero este río es diferente. Y me hizo cruzar el agua la cual me llegaba a los tobillos. Ya Ezequiel entra a la primera parte, siente esa agua en los tobillos, pero todavía Ezequiel está parado sobre sus pies en el río, todavía él se puede salir del río. Todavía él puede decidir qué va a hacer dentro del río, puede regresar a la orilla y no seguir.

Y es ahí que yo veo una referencia de algo que yo observé en Nueva York. A veces veo a los hermanos de las iglesias como los niños que van a una piscina y no se quieren meter al agua que está en la piscina. Pero están viendo que otros niños están dentro de la piscina jugando con juguetes que son para la piscina. Y estos niños a veces que no quieren entrar a la piscina no se quieren mojar, tu le puedes decir, ‘pero muchachito, métete, prueba el agua, está fría, no te vas a ahogar, no es una piscina profunda,’ lo más que hacen es que se sientan en el borde de la piscina y ponen sus pies en el agua. Pero ellos quieren los juguetes de los niños que están dentro de la piscina y esos niños comienzan a gritar, a llorar, a patalear, a jalar, de mal humor, se quieren ir, no están contentos. Y nosotros no somos diferentes.

Queremos solamente mojarnos los pies sin entrar al agua, sin tomar el riesgo de confiar en el Señor y después nos molestamos con nuestros hermanos y hermanas que están disfrutando, están jugando dentro de ese río pero como yo no me quiero meter, porque no me quiero arriesgar, ni me quiero mojar, crea en mí una actitud completamente egoísta, porque yo quiero jugar con los juguetes del agua en la trinchera, pero los juguetes del agua son para jugar dentro del agua.

Los beneficios del reino son para aquellos que están sumergidos dentro del agua. La bendición de Dios dentro de sus pactos está reservada para el que está comprometido a tomar el riesgo y sumergirse. Queremos los beneficios pero no queremos los riesgos. Y después criticamos a quienes se arriesgan.

Levantamos voces de queja a aquellos hermanos y hermanas que se arriesgan porque nuestra falta de fe que no entendamos que mientras estemos en la orilla, secos, jamás sentiremos ni experimentaremos lo que es estar mojado en la presencia de ese espíritu de Dios.

Las decisiones no se toman en la orilla, se toman dentro del río. Si aspiras a liderato, a posiciones en nuestra iglesia, sal de la orilla, rompe con ese patrón generacional y entral al agua, sométete a la presencia del Señor, sométete a esa fe, toma el riesgo que dentro del agua jamás serás defraudado. Sal de la trinchera.

Si te quedas solamente tocando el agua con los tobillos, todavía tu tienes control sobre tu vida. Lo que Dios quiere es que tu dejes el control de tu vida a él. Si nos quedamos solamente con el agua en los tobillos no avanzamos al próximo paso. Te estancas. No puedes crecer, estás retrasando tu llamado a servir.

Imagínese que si no avanzamos o estamos estancados y no podemos crecer, por consiguiente, estamos afectando el crecimiento del Reino de Dios, porque estamos estancados. Eso es lo que proyectamos y estancados de esa manera estás afectando a tu familia, estás afectando tu vida, estás afectando todo lo que tocas porque tu visión está completamente sumergida y limitada a la orilla y a una trinchera.

Deja que el río, cuando comiences a entrar y avanzar, cambie el rumbo de tu vida, cambie el rumbo de tu familia para que te unas al curso donde va ese río. Ahora hace a Ezequiel entrar nuevamente al agua, ahora el agua le llega a las rodillas, ya no son los tobillos. Yo diría que esa es una manera espiritual de decir que es el momento de aprender que se es más alto en el reino de los cielos cuando estamos de rodillas que cuando estamos parados sobre nuestros pies.

Somos más grandes en el Señor cuando nuestra estatura está medida por nuestras rodillas y eso lo aprendemos en el río. Cuando estamos parados sobre nuestras rodillas nos afecta y nos pule y nos quita una piel que tenemos en la rodilla que se llama arrogancia/orgullo, porque es lo que yo puedo hacer, ‘oye, yo estoy en el río, yo tengo una idea, yo tengo un plan, yo tengo un propósito.’ Hermanos y hermanas, el río salió del trono ya con un propósito, con un plan y con un curso y dirección.

Él pide que te unas a ese río. A mí me enseñaron en Puerto Rico cuando tomaba clases para nadar, cuando se está en la playa, el fondo de la playa es desnivelado, puede ser parejo, no profundizar más allá del pecho, esa es la parte segura. Pero hay playas que tu caminas pensando que estás nivelado y de momento te vas, en un hoyo. Y yo pasé por la experiencia cuando tenía 11 años estando en la playa en Isla Verde.

Mis amigos me invitaron a la playa, ellos eran los líderes de los jóvenes en la iglesia, yo era un niño de 11 años. Ellos convencieron a mi papá y a mi mamá que me dejaran ir a la playa y que yo no me iba a meter al agua. Mi papá me dijo, ‘Isaías, te voy a dejar ir pero no te metas al agua.’ Yo le dije, ‘no, no, mira, ni traje de baño llevo.’ Que fue la verdad, yo no llevé traje de baño, pero mis amigos tenían traje de baño extra. Él no me preguntó si yo tenía traje de baño extra, so yo no llevé mi traje de baño. So cuando llegamos a la playa me cambié, tengo mi traje de baño. Ellos son personas adultas, están nadando, yo estoy en la orilla. Ellos nadaban y me miraban, ‘quédate en la orilla.’ Yo, ‘sí, sí,’ so entré un poquito, me salía. Observo que hay unas piedras a mi mano derecha que no hay nadie que estaba nadando ahí, qué creen ustedes que yo hice? Me trepé en las piedras y yo tengo que probar esta agua, y cuando yo me tiré, eso era bien profundo y yo no sabía nadar.

Gracias al Señor que cuando yo me tiré había unas personas tomando clases de scuba diving allá abajo, y vieron a este niño y me pudieron sacar. Llegamos ahora al río que él entra y le llega el agua a su pecho. Todavía tiene fuerza de voluntad para poder salir del agua, pero siente el río más fuerte, mucho más fuerte.

En ese momento comienza la otra fase de nuestras vidas, cuando el agua me llega a mi pecho. Los que están en la orilla solamente ven un poquito de mí, no ven todo mi cuerpo. Espiritualmente hablando cuando yo estoy en el río del Señor y el mundo a quien yo ministro o sirvo o trabajo solamente ve una parte pequeña de mi cuerpo, es porque yo estoy enseñando todo el cuerpo y la gloria del Señor Jesucristo y yo no soy importante porque me estoy sumergiendo para que él salga del agua y la gente vea que es el Señor y rey de todos nosotros.

Algunos dirían, no lo digo yo, que si yo estoy sumergido hasta aquí mis bolsillos están sumergidos. Puerto Rico dirían, Aleluya! Aleluya! Pero la idea es, mi compromiso no puede ser solamente espiritual, mi compromiso no solamente puede ser me mente, tiene que ser un compromiso físico y emocional completo. Yo voy a entrar al agua pero voy a entrar completo.

Cuando Ezequiel le dicen en la última forma que entre al río, se da cuenta que el río ha crecido, ya no lo puede cruzar porque ahora si entra el río a él lo va a llevar a donde quiera que vaya, en otras palabras, no tenemos control o poder sobre este río. Ya no tenemos que cruzar, ahora hay que nadar. Ahora viene lo mejor de esta parte.

Una vez que yo decido en mi avance del Evangelio, que voy a depender completamente del río, que me puedo ahogar, es el momento que no me voy a ahogar, es el momento que voy a flotar en el río. Y hermana, hermano amigo, cuando tu te pones y pones todo tu cuerpo a flotar en el río, tu estás diciendo, ‘Señor, a donde tu me lleves, yo voy. Donde tu me quieras llevar a mí en mi vida espiritual, ministerial, como persona, como líder, yo voy. Yo te estoy entregando mi vida y te entrego también mi familia, y te entrego aquello a quien yo les estoy ministrando porque yo estoy sobre el río, no tengo control. Te he entregado a ti el control supremo, porque tu sabes mejor a dónde vamos.’

Quién podrá detener un río como ese? Quién podrá detener el avance de ese Reino de Dios basado en el río? Vendrán los ataques. La guerra se va a poner más difícil. Hay veces que nos vamos a querer… hemos perdido el sentido de realmente ser fieles al Señor porque nos duele lo que nos han hecho, lo que hemos pasado, no sabemos qué hacer. Las tormentas van a seguir viniendo pero iglesia León de Judá, yo te digo en esta tarde, y escúchame bien, define tu vida individual, define tu vida como familia, define tu vida como iglesia. Líder, define tu vida, define tu familia. Pastores, definamos nuestras vidas, definamos nuestras familias y digámosle al enemigo en esta guerra espiritual, estamos flotando en el río de Dios y nada va a poder parar el curso del río de Dios.

Porque lo que decidimos hacer no lo hemos hecho en la orilla, lo hemos hecho flotando en el espíritu del Señor. Levanta tus manos en esta tarde y alaba su gloria. Hermanos, estamos flotando en ese río, sí. Pasaremos por valles de sombra y de muerte, pero estamos flotando en el río, nada nos puede tocar, nada nos puede parar, nada va a detener el avance de esta iglesia y este ministerio porque estamos flotando en el río. Para alcanzar tu meta personal hay que flotar en el río.

Dios es grande. Es el Dios del río. Cuando estamos flotando yo escribí anoche, nos hemos movido más allá de nuestra habilidad, hemos dejado la seguridad de nuestras vidas para ponerlas en las manos del Señor. Dios no me quiere llevar donde yo puedo ir, Dios me quiere llevar donde yo no puedo ir. Él no me quiere llevar a lo posible, él me quiere llevar a lo imposible.

Si estás en la orilla no vas a entender eso. si estás en la orilla no vas a entender los planes ni el curso de la historia que surge cuando se está flotando en el agua. Dios quiere que aprendamos a descansar en él, en esta profundidad de flotar en el agua es cuando realizamos que no me puedo apoyar en mis propias herramientas humanas, que no me puedo apoyar en mi conocimiento o en mi experiencia, que tengo que descansar en las aguas del río, realizando que no estoy al mando y que no tengo poder. El río tiene el mando y tiene el poder.

Preguntaría yo en esta tarde cuán profundo estás tu en este río. Todavía estás en la orilla o estás flotando en el río? Necesitamos un caminar más profundo con nuestro Señor pero para lograrlo quiero que consideren lo siguiente: primero, tenemos que estar seguros que estamos en el río. Segundo, necesitamos alejarnos de la orilla y movernos a aguas profundas. Tercero, tenemos que llegar al lugar donde el río está en control absoluto y no nosotros. Dónde estás tu hoy?

Al final de esta visión el Señor le muestra a Ezequiel, en el verso 12, junto al río, en la ribera a uno y otro lado va a crecer todo tipo de árbol frutal, sus hojas nunca caerán ni faltará su fruto. A su tiempo madurará porque sus aguas salen del santuario y su fruto será para comer y su hoja para medicina.

En otras palabras, mientras Ezequiel se mantuvo dentro del río Dios se encargó del resto de lo que pasaría en la orilla porque Dios siempre ha estado en control, y estará en control. Tu misión esta tarde es únete a mí, únete a esta iglesia y métete en esa agua, en ese río y sumérgete hasta que flote.

Dios los bendiga. Dios nos guarde. Vamos a orar en esta tarde. Señor te damos gracias porque has enviado un río poderoso, un río no de obras de manos, un río que ha sido forjado en el cielo. Danos la fortaleza, danos la sabiduría para poder entrar en las aguas y no quedarnos en la orilla, que podamos alcanzar el grado de madurez suficiente para que flotando en ti, descansando en ti tu hagas el resto. Hacer nuestra parte, pero Señor, tu haces la tuya. En tus manos pongo este pueblo y pongo este reto, Señor Jesús, amén.

Entrevista con Andrew Beckwith

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Hoy vamos a hacer una entrevista a una persona que ha jugado un rol muy poderoso aquí en la ciudad de Boston, el hermano Andrew a quien yo voy a presentar aquí en un ratito, dirigiendo un ministerio muy poderoso que trata de hacer la presencia de la Iglesia vigente en el mundo de la política, en el mundo de los valores, en el mundo de la sociedad, es algo que muchas veces no es muy popular, que la Iglesia hable acerca de la moralidad y de otras cosas porque nos acusan a nosotros los cristianos muchas veces de ser hipócritas y de nosotros mismos no tener nuestra propia casa en orden mientras predicamos la moralidad.

Pero yo quiero hoy presentarles una cara más completa de lo que es esa obra de la Iglesia que trata de hacer el trabajo, de ser una voz en el área moral de la sociedad. Así que queremos hablar un poquito de eso, Gregory me va a estar ayudando; nos hemos estado preguntando cómo vamos a hacer esto de traducirnos al español y al inglés, y todo ese lío con una conversación como ésta tan compleja pero, yo espero que ustedes van a estar orando por nosotros ¿amén? para que nos dé sabiduría y que sea algo que les bendiga a ustedes, y que verdaderamente les anime para seguir adelante hablando de las cosas, la sexualidad, las drogas, todas estas cosas pero es importante que la Iglesia las hable en una forma correcta y vamos a tener una buena conversación acerca de esto con el director del Instituto para la Familia conocido como el Massachusetts Family Institute, dénle un aplauso, Andrew would you come forward please? dénle un aplauso, y el Pastor Gregory nos va a estar ayudando también.

Y de paso les digo que el Instituto Elías tiene un evento también que se me olvidó anunciarlo, el 5 y 6 de mayo, yo creo que van a tener información allá detrás, pero es el 5 y 6 de mayo, hermanos, párense detrás después al final del servicio para que ustedes puedan dar cualquier información al respecto, ¿okay? vamos a tener al reverendo Samuel Pagán y varias personas muy importantes, y va a ser una conferencia maravillosa el 5 y 6 de mayo viernes y sábado, más información pues, pueden ustedes estar allí detrás para dejarles saber y pregunten acerca de esto ¿okay? y disculpen que tenemos tantos anuncios y tantas cosas.

Andrew, welcome, have a seat, vamos a tener una conversación, Gregory me va a ayudar, invité a los dos a que sean muy espontáneos y solamente fluyamos a medida que el Señor nos permita hacerlo, estamos muy contentos de tenerte esta mañana aquí, tú has escogido estar acá esta mañana Andrew a pesar de que tu tiempo es muy valioso e importante. Queremos conocer a Andrew personalmente, algo acerca de su vida y su parte humana porque también él está siempre allí peleando con muchas cosas y representando otros aspectos serios, pero yo quiero humanizarlo un poquito esta mañana.

Andrew: Qué gozo estar aquí con ustedes. Crecí en el norte de Boston, west Newbury, mi mamá enseñó en la escuela, mi papá mecánico de carros, fui bendecido con una familia muy amorosa, me gradué de Gordon College y le doy gracias a Dios que el Pastor sigue siendo un líder de esa universidad, y me casé, y fui a la escuela de leyes, y me apunté para la marina.

Tuvimos los hijos, me casé y después de volverme a Massachusetts, después de muchos años, me fijé que el estado había cambiado mucho en muchas maneras, en mi tiempo fuera se estableció la ley para el matrimonio homosexual.

Pastor Roberto: ¿Qué te motivó a dejar tu carrera que yo sé que era una carrera muy exitosa, tu carrera en los marines, un abogado exitoso dentro de la institución del ejército, a una edad joven, dejar tu carrera y entrar entonces para servir en un trabajo que a veces no es muy popular?

Andrew: Sentí un llamado, me invitaron a participar y sentí el llamado de Dios, crecí como un anglicano de la Iglesia Episcopal, iglesia que ya ha cambiado mucho en muchas maneras, ha adoptado la perspectiva de la sexualidad alrededor nuestro, y yo he visto cómo la Iglesia en la que crecí fue derrumbada en muchas maneras por esto, y sentí un impulso de crear una voz en la sociedad a favor de estos asuntos.

Pastor Roberto: Dinos algo acerca de algunas de las, ¿qué es lo que hace el Instituto para la Familia de Massachusetts? porque yo sé que ustedes no trabajan solamente con asuntos relacionados a la sexualidad y al género, y todo este tipo de cosas, sino que también trabajan con otras cosas, dinos un resúmen.

Andrew: Estamos bajo la cobertura de Focus on the Family, Enfoque en la Familia, el Doctor Thompson, y hay muchos grupos en estados, alrededor de los Estados Unidos, 40 que hacen trabajo a nivel político y de la sociedad a favor de los valores que representa esta organización de la familia.

Nosotros trabajamos mucho en defender los derechos de la vida desde la concepción hasta la muerte natural del ser humano, también trabajamos mucho a favor de la dignidad del matrimonio natural entre un hombre y una mujer, y por fin también representamos cada vez más los intereses legales de la Iglesia para que tenga libertad de predicar y practicar lo que creemos en la sociedad sin temor de ser resistidos por leyes de la sociedad.

Pastor Roberto: Este es un trabajo que no es muy popular incluso dentro de la Iglesia, aunque cumples un rol y haces un trabajo extraordinario defendiendo el punto de vista de la Iglesia en el escenario público, me he dado cuenta que no es un trabajo muy popular incluso dentro de la Iglesia y dentro de muchos círculos cristianos.

Andrew: Este trabajo no es nada fácil, hay mucha controversia, yo estaba en una Iglesia predicando acerca de los asuntos de homosexualidad y también de los baños en Massachusetts y una hermana de la Iglesia se le acercó y le dijo: yo no estoy de acuerdo contigo porque yo creo que debemos ser felices por encima de todo lo demás, y yo le respondí: yo creo que más que en hacernos felices al Señor le interesa que seamos santos, el Señor está interesado en nuestra santidad, en que le obedezcamos y eso nos lleva a una felicidad más profunda, a un gozo espiritual.

Pastor Roberto: Déjenme leer un texto, quiero leer un texto de uno de los evangelistas más famosos de la historia, Charles Finney, él llevó a cabo su ministerio en el siglo XIX, y él escribió algo que es impactante y que nos ayuda a entender por qué es importante que la Iglesia no acalle ni reprima su voz en el ámbito público ni que se acobarde de hablar de estos temas morales que son tan importantes.

Charles Finney dijo en 1875 hace 150 años y son palabras proféticas, él dijo: “Hermanos, nuestra predicación tarde o temprano dejará ver sus frutos legítimos. Si la inmoralidad prevalece en la Tierra” en la ciudad o en el estado, “la falla es nuestra y la responsabilidad es nuestra en un gran grado, si hay un decaimiento de la consciencia colectiva, el púlpito” es decir la predicación, el trabajo pastoral, “el púlpito es responsable por ese hecho. Si la prensa pública carece de discriminación moral” es decir la capacidad para juzgar sabiamente, “el púlpito es responsable de ese decaimiento y esa falta de discriminación positiva, si la Iglesia se degenera y se hace mundana el púlpito tiene la responsabilidad de esto. Si el mundo pierde interés en la religión y en las cosas del espíritu el púlpito será responsable de ello. Si Satanás gobierna en las salas de la legislatura y el gobierno el púlpito lleva la responsabilidad. Si la política se hace tan corrupta que los fundamentos mismos de nuestro gobierno estén listos para desmoronarse el púlpito tiene la responsabilidad por ello. No ignoremos este hecho mis amados hermanos, más bien introduzcámoslo profundamente en nuestro corazón y quedemos totalmente alertas ante nuestra responsabilidad con respecto al estado moral de nuestra nación.” -- Charles Finney en el 1875.

¿Qué tendrías tú que decirle a nuestra Congregación con respecto a la importancia de que la predicación y el ministerio de la Iglesia no se absuelva de su responsabilidad?

Andrew: Otra cita que respalda lo que leyó el Pastor, el segundo presidente de los Estados Unidos, John Adams, dijo que la constitución de este país fue escrita para un pueblo moral y religioso, si el pueblo no es así entonces la constitución no funciona para ellos. Nuestro gobierno no es diseñado para un pueblo que no comparte cierta moralidad básica. Un filósofo de Francia, Alexis de Tocquville dijo que los Estados Unidos es grande porque es bueno y es un pueblo bueno porque su púlpito está lleno de la justicia del pueblo de Dios.

Pastor Roberto: Nosotros tenemos una América ahora muy diferente, tenemos que entender que la constitución de la nación y todos sus documentos fundamentales fueron escritos en el contexto de una nación que tenía un temor de Dios increíble. Cuando Alexis de Tocqueville, este filósofo francés que vino a visitar América desde Francia que era aún todo lo contrario en el siglo XVIII, él se quedó sorprendido del poder que tenía la religión cristiana, el cristianismo, sobre todos los aspectos de la cultura, la piedad que había en esta nación, y nuestros legisladores que hicieron la constitución de esta nación hicieron estos documentos a la luz de esa nación como era en ese tiempo. Hoy en día América ha cambiado totalmente en muchas maneras y es una América muy diferente pero tenemos el mismo sistema legal que fue hecho a la luz de una nación muy temerosa de Dios, así que vemos que hay ese conflicto ahora. Tenemos que hoy trabajar mucho más para obtener los mismos resultados porque la sociedad ha cambiado de tan gran manera.

Andrew: Muchas veces me hacen la pregunta: ¿cómo es que llegamos hasta este punto? que estamos como país hablando de asuntos como transgénero y todo lo que está involucrado en eso, y pienso en un texto de la Biblia donde le hacen preguntas a Jesús que también trataban de política, religión y sexo, las tres cosas de las que no se debe hablar ¿no? en mi trabajo hablo de las tres a la vez, y Jesús cuando le hicieron preguntas sobre el divorcio y otras cosas volvió al principio, Él habló de la creación, Él dijo: En el principio Él los hizo hombre y mujer, y serán una sola carne, y por esta razón el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y así que Él volvió a los principios de la creación.

Yo veo que en nuestra sociedad estamos deshaciendo lo que Jesús dijo poco a poco comenzando con el primero, Él estaba hablando de divorcio, hace una generación atrás el país comenzó a legalizar el divorcio fácil sin mucho enredo en la situación, comenzó con eso, después entró el próximo paso, dice la Palabra: el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su esposa, lo cambiamos a decir que puede dejar a su padre y a su madre, y unirse a una mujer o a otro hombre.

Pastor Roberto: En el 2004 con el fallo de la corte suprema de aquí de Massachusetts legisló que era ley tener que permitir que dos personas del mismo sexo pudieran casarse, y Massachusetts sacó la delantera, fue el primer estado liderando con esa idea de que un hombre y una mujer o un hombre y un hombre, una mujer y una mujer podían unirse en casamiento.

Andrew: Y ahora ya vemos cómo la cosa va progresando, y ahora por fin el hecho de que Dios los hizo hombre y mujer ya en las leyes está cambiando eso diciendo que no hay diferencia entre los dos. Como sociedad hemos dejado el diseño de Dios del género, de la familia, del matrimonio y estamos intentando hacer otra cosa, pero la Verdad de Dios sigue vigente y está siendo predicada en las iglesias. Dios nos ha dado las soluciones en Su Palabra, en Su ley de cómo podemos desenredar la confusión que se está instalando, y también cómo podemos tratar con las luchas en los corazones humanos de personas confundidas, nosotros que estamos en la lucha, muchos, hay revelación en la Palabra para eso.

Por eso yo animo a los Pastores a hablar de eso, si la gente no lo escucha de la Iglesia ¿dónde lo van a escuchar?

Pastor Roberto: Hay dos cosas que él ha aludido acá y por eso es que es tan importante hermanos, todo comienza con la Iglesia. Cuando la Iglesia abandonó por ejemplo la santidad del matrimonio entre nosotros mismos, cuando el matrimonio se ha convertido en algo como que: okay, si funciona, bien, si no, no hay problema, cuando la Iglesia adopta las mismas ideas del mundo y minimiza la importancia de ese: hasta que la muerte nos separe, cuando el matrimonio pasa a ser algo así como, el primer matrimonio un ensayo y el segundo ya va así, bien fuertemente ¿no? cuando la Iglesia deja de vivir esos elementos, cuando la Iglesia deja de ser el pueblo de Dios entonces ahí comienzan a desmoronarse las demás cosas, por eso es tan importante que nosotros primero pongamos nuestra casa en orden.

Y lo segundo es que la Biblia es nuestra constitución, la Biblia es la que nos dice qué es el hombre y la mujer, cómo están constituidos biológicamente, por qué Dios creó un hombre y una mujer, cómo es la identidad humana, el diseño de Dios para la cultura, para la sociedad, y nosotros como cristianos que estamos fundamentados en la Biblia seguimos obedientemente lo que dice la Palabra, no lo predicamos como que: wow, nosotros somos mejores que ustedes, lo hacemos con obediencia y muchas veces como con tristeza porque quisiéramos que todo el mundo lo pasara bien, pero como dice nuestro hermano Andrew, la obediencia, la santidad son tan importantes.

Andrew: Creemos que la ley de la Biblia es una bendición, que Dios que es nuestro Creador sabe cómo podemos ser felices en el mejor sentido de la Palabra, y cuando Él enseña la moralidad no es para limitarnos sino que es para bendecirnos ¿amén?

Desafortunadamente aprendemos más de la bendición de hacer lo correcto cuando observamos lo que sucede cuando desobedecemos la ley de Dios ¿no? esta organización ha hecho mucha investigación acerca de las consecuencias en la sociedad de estas cosas de las que estamos hablando. Por ejemplo, hemos estudiado qué pasa numéricamente en la sociedad cuando el padre o la madre no están presentes en la casa y en la familia. Todas las estadísticas enseñan en todo lo que hemos estudiado que los hijos crecen mejor cuando hay padre y madre presentes en la casa.

Cuando nací, uno de cinco hijos crecía sin papá o sin mamá en la casa, ahora es uno en tres, 33% que no tienen papá o mamá presentes, y en la ciudad de Boston más del 50%, y también en muchas otras ciudades. Todos los estudios han demostrado que para hijos que crecen sin papá y sin mamá sus hogares terminan teniendo ingresos mucho más bajos, el futuro de esos niños en términos de sus estudios, económico son afectados, también es muy probable que terminen en problemas con la ley, y muchas otras cosas, todo esto nos enseña que la ley de Dios es para bendecirnos, no para limitarnos.

Pastor Roberto: Y aclarando que muchas veces por diferentes razones muchos de nuestros hogares tienen una madre por ejemplo y no tienen un papá, o viceversa, y esa es la realidad de muchos de nosotros acá, pero también queremos dejarle saber que Dios es más que poderoso para suplementar esa falta ¿amén? así que entiendan eso bien claro ¿no? para que no quede duda. Muchos de nosotros crecimos en un hogar donde no necesariamente había un padre y una madre y el Señor ayudó a nuestras madres o a nuestros padres para suplementar eso, no es lo ideal y Dios es poderoso para resolver esas cosas así que queremos que ustedes entiendan esa parte tambien, no estamos, porque Dios nos ayuda a predicar Su Palabra y queremos infundir esperanza en ustedes de que Dios es más que suficiente para bendecir sus casas.

Pastor Gregory: Aprovechando también para hablar de eso, yo personalmente me siento inspirado de ver muchos de los hogares que tienen solamente un papá o una mamá, cómo buscan de Dios y ponen ese fundamento cristiano, y uno puede ver la bendición que Dios da para tomar una situación no ideal y dar bendición, que en nuestra debilidad Su Poder es perfeccionado. Pero aprovechando también quiero decir que cada matrimonio para el que cada vez que yo hago de oficial en una boda, yo siento el milagro que se está dando, y cuando yo veo parejas, algunos vienen a nosotros juntos por muchos años que nunca han formalizado su relación que después de congregarse deciden: ¿por qué no nos casamos? ¿no? vamos a hacerlo formal por Iglesia, y cuando lo hacen yo siento la sonrisa de Dios sobre ellos, y yo veo a estos niños y nietos, y pienso: wow, es un nuevo modelo para ellos, así que, estamos viviendo el milagro aquí de tomar lo que el diablo ha querido derrumbar, estamos viendo a Dios edificar nuevas familias, nuevas casas, matrimonios que sobreviven, que fortalecemos, y todo esto es guerra espiritual, y estamos celebrando eso ¿amén?

Pastor Roberto: Es importante también que, uno de los retos para nosotros es mantener ese balance cuando hablamos de los asuntos de la santidad y de la obediencia moral al Señor, de predicar dando un llamado a la santidad y a la obediencia de Dios pero no hacerlo de una forma que sea como cortante y condenatoria sino que haya un balance tanto de la gracia de Dios y la Verdad de Dios, y mantener estas dos cosas en balance ¿no? porque es importante ese amor que esté allí, esa esperanza también.

Andrew: Yo creo que el balance o la combinación entre verdad y gracia es que nosotros predicamos la Verdad por amor, que esto debe ser la motivación, por amor al prójimo y esto es lo que se debe transmitir. Yo creo que las iglesias debemos prepararnos para ser lugares de refugio para los que han sido dañados por la enseñanza falsa de la sexualidad en la sociedad, la gente viene quebrantada, sufriendo ya transtornada y nosotros debemos prepararnos para ser un lugar de refugio para ellos.

Estos números reflejan las consecuencias de décadas de enseñar a los niños que pueden hacer lo que les da la gana, después de años las consecuencias grandes reflejadas aquí, y debemos ver a la gente así como víctimas porque hay mentiras del diablo que la gente ha creído, y son víctimas en ese sentido.

Pastor Roberto: Quiero que nos interpretes este gráfico un poquito, ¿qué ves?

Andrew: Esta gráfica muestra las ciudades más pobladas del estado de Massachusetts y los porcentajes de niños que crecen sin papá y mamá en la casa.

Pastor Roberto: ¿Cuánto tiene allí?

Andrew: Springfield tiene como dos de tres niños sin papá o mamá en la casa

Pastor Roberto: Imagínese, y Springfield es una ciudad donde hay muchos latinos, así que, you know, esa es una relación interesante

Pastor Gregory: Aprovechando algo de lo que estamos hablando, algo que yo amo de nuestra Iglesia es que es una Iglesia donde uno puede venir tal como es. Mucha gente quiere esperar a tener allá su vida en orden antes de venir a la Iglesia, nosotros le decimos: venga tal como está, ven al altar, conoce a Dios, te vamos a recibir, aquí no te vamos a juzgar ni a castigar, venga con tus problemas, con tu situación complicada, con los enredos de la vida y nosotros te recibimos aquí en el amor de Dios porque conocemos el poder del Evangelio para transformar la vida, para sanar personas. ¿Cuántos testimonios hay aquí de gente que hemos llegado con grandes problemas, pecados, situaciones y si esperamos a venir nunca nos vamos a sanar?

Ahora, aplicando eso: muchas veces se dice, especialmente en el ambiente anglosajón, así que hablo de mi cultura, que en la Iglesia si enseña que ciertas cosas no son de la Palabra, que somos una Iglesia en la que falta el amor, y yo le doy gracias a Dios que el amor y la Verdad pueden estar bien combinados, porque no enseñamos amor a nadie mintiéndoles, y bajando, y agüando la enseñanza de la Palabra. Creemos que debemos y podemos ser fieles a la Palabra y también ser una Iglesia abierta a todos.

Pero también aprovecho para decir que debemos prepararnos porque si decimos esto el Señor nos va a enviar personas con complicaciones escandalosas, muchas personas y ya está pasando más en el ministerio en inglés ciertas cosas con la gente que viene de la calle en la mañana, pero va a llegar gente con complicaciones escandalosas, ¿qué vamos a hacer? ¿los vamos a mirar feo, los vamos a juzgar y a machacar o los vamos a recibir con amor y dejar que el Señor haga la obra en ellos? amén, so, eso es importante para nosotros, amén.

Andrew: Siento que hay un hambre en la gente por la Verdad de Dios porque muchos en nuestra sociedad ni han escuchado la perspectiva bíblica, ni lo saben. En enero me pidieron predicar un sermón acerca del aborto y el Pastor me pidió hablar de esto y enseñar bíblicamente con la Palabra, uno nunca sabe cómo va a ser recibida una Palabra así porque hay mucho dolor en mucha gente con estos temas, pero me atreví a hablarlo según lo que Dios me dijo. Y al final una mujer se me acercó y me dijo: estoy embarazada y mi novio quiere que yo termine este embarazo pero después de escuchar la Palabra decidí no hacerlo, voy a tener este bebé, así que él sabe, vale la pena predicar la Verdad.

Pastor Roberto: Esta mañana hablamos de eso en el culto en inglés y me animó mucho ver cuántos jóvenes adultos se me acercaron después para darme gracias por tratar este tema con balance y claridad, sentimos que hay hambre de que la Iglesia hable de esto porque está ahí en la sociedad, especialmente en los jóvenes en las escuelas, en la universidad son bombardeados por las otras perspectivas que no tienen nada que ver con la Palabra y si no escuchan la verdad dialogada aquí en la Iglesia ¿dónde lo van a escuchar? Y no solamente ahí si no muchas veces en los lugares de trabajo, muchos de ustedes saben las consecuencias por tener creencias cristianas hoy en día por tener creencias cristianas, nosotros tenemos que equipar a nuestra gente y hay deseo por eso.

Andrew: Estamos viendo donde quiera que vayamos que hay hambre por hablar de estos temas, homosexualismo, transgénero, suicidio por doctores, cosas así en un ambiente seguro donde uno puede investigarlo y hacer preguntas, y saber que no va a ser atacado y tildado como alguien malo por tener una perspectiva bíblica.

Ellos han elaborado toda una clase de discipulado que trata de estos temas comenzando con la perspectiva de la separación de Iglesia y estado, después todos los temas que estamos mencionando y hay todo un currículo para escuela dominical que hemos escrito que tal vez podemos compartir.

Pastor Roberto: Lo que quiero es que Andrew nos hable un poquito porque él tiene que irse dentro de unos momentos, tiene que estar en Newton por allá lejísimos en otros programas porque es tanta la demanda que hay para sus servicios en ese sentido, y lo vamos a soltar en un momento, y luego Gregory y yo vamos a terminar amarrándolo todo, pero yo quiero que él nos hable un poquito acerca de los temas específicos y las iniciativas con las cuales MFI está lidiando, ahora mismo en Massachusetts hay unos temas bien candentes que la Iglesia necesita estar informada acerca de ellos, y al final del servicio nosotros queremos que ustedes vayan y nos dejen esa mesa limpia completamente, que no quede nada allí porque hay mucha buena información acerca de estos asuntos y es parte de la razón por la cual ellos están aquí acerca del trabajo que hace el Instituto para la Familia en Massachusetts, danos un resúmen rápido y cuéntanos de qué tratan algunos de estos asuntos con los que estás tratando y la agenda de la Iglesia también.

Andrew: Los materiales están en español ahora (aplausos) gracias a Dios, van a estar disponibles no hoy pero pronto, tenemos algunos en español ahí ahora para que comiencen a informarse. La pregunta es: ¿cuáles son algunos asuntos con los que FMI está trabajando ahora mismo en estos días? Uno es una ley que quiere mandar que las escuelas enseñen ciertos currículos de educación sexual

Pastor Roberto: Transgenerismo y homosexualidad porque esa es la parte, no solamente educación sexual sino es específicamente enseñarle a nuestros hijos que un comportamiento homosexual o relaciones homosexuales de cualquier tipo son perfectamente normales junto con gráficas y cosas que los informan de cómo llevar a cabo esos actos en una manera verdaderamente horrorosa.

Andrew: Ese currículo es para niños de 13 años, jóvenes de 13 años y activamente promueven experimentación en la sexualidad con varias expresiones de sexualidad, yo trabajé de fiscal en las fuerzas armadas, tuve que llevar casos sexuales de todo tipo y hay actos sexuales en ese currículo de los que nunca había escuchado antes, y está en un currículo para niños de 13 años obligado en las escuelas. En la ley sólo dice que es educación sexual, que no es nada malo en sí ¿no? y uno nunca jamás sabría lo que está dentro de las clases, solamente cómo está escrita la ley y lo que dice, así que los senadores que tienen que votar no tienen toda la información, así que ellos atrás tienen información de esa ley y si usted quiere puede llamar al representante de su pueblo o de su barrio para decirle su opinión de esa ley en específico.

Pastor Roberto: Hay una ley que dice que los padres pueden saber de eso y pedir que sus hijos no participen, muchos padres no lo saben, las escuelas no se lo dicen

Andrew: Muchos padres no saben sus derechos con respecto a estas cosas, es importante para los padres conocer sus derechos legales, que si hay un currículo que tiene material ofensivo para la familia tiene el derecho legal de pedir exensiones de que sus hijos no tengan que participar si ellos lo piden. Ya Congregación León de Judá se ha beneficiado de eso en el caso de una miembro que tenía esa pregunta porque quería que su hija no recibiera este tipo de educación y gracias a Dios el Instituto la ayudó para que pudiera usar sus derechos y su hija no tuviera que recibir ese tipo de enseñanza, legalmente se puede y tenemos que conocer nuestros derechos y ejercerlos también.

Andrew: La mayoría de los padres no saben eso así que es parte de nuestro rol y nuestra pequeña parte en educar para que los padres sepan cuáles son sus derechos y que puedan proteger a sus hijos y a su familia.

También nosotros trabajamos mucho para proteger la Iglesia, para que la Iglesia no sea obligada a hacer cosas contrarias a sus creencias. La última vez que yo estuve aquí fue hablando de un caso cuando el gobierno quería obligar a las iglesias a hacer ciertas cosas que están en contra de mucha enseñanza bíblica y este grupo se fijó en eso y pusieron un caso para cambiar la situación.

Pastor Roberto: Y específicamente se trataba acerca de una ley que gracias al Señor fue resistida y neutralizada, y era la idea de que a una Iglesia como nosotros se nos obligaba a que si un hombre quería entrar a un baño de mujeres se le permitiera porque si no nos metían una demanda, y convirtiendo a la Iglesia en algo como cualquier otra institución pública, que tenía que abrir sus baños como es la ley hoy en día para que si un hombre que se siente mujer quisiera entrar al baño de mujeres pues que lo haga y no hay problema, y si mañana una mujer se siente como un hombre pues también que se pueda hacer así ¿no? y esa es la llamada ley de los baños que muchos de nosotros ni siquiera conocemos.

Andrew: Especialmente actividades por ministerios de la Iglesia, actividades que no son cultos pero son actividades que reflejan el Pastorado de esta Iglesia, tiene nuestro nombre, tendríamos que entonces ajustarnos a lo que ellos querían, eso era lo que ellos querían obligar.

Pastor Roberto: Pero habría afectado incluso nuestros cultos porque como hemos dicho, una vez inicias el trabajo en publico te conviertes en una institución pública y por tanto pierdes ese derecho y esa privacidad en la Iglesia.

Andrew: El estado no entendía que todo lo que una Iglesia hace es una expresión del Evangelio, todos los ministerios sociales son ministerios espirituales bajo la Palabra de Dios.

Pastor Roberto: Así que tenemos, número uno, esta idea de proteger la enseñanza que reciben nuestros niños en las escuelas, número dos, proteger el derecho de las iglesias a vivir según nuestro entendimiento de la Palabra de Dios, y hay otros temas, ¿puedes contarnos otro de esos temas con los que están tratando ahora mismo? la ley de la marihuana ahora mismo que está legalizada ya en Massachusetts y lo que ellos están haciendo también para fortalecer nuestro cimiento con respecto a esto.

Andrew: Como sabemos pasó la ley en noviembre que dice que el uso recreacional de la marihuana va a ser legal en el estado de Massachusetts, se puede hacer marihuana colocándola en dulces, en brownies, en galletas, en gominolas y dándolos a, vendiéndolos, es legal pero estamos trabajando para limitarla.

Obviamente esto no es bueno para nuestras comunidades, la marihuana que se está produciendo hoy en día es hasta 40 veces más potente que la que consumieron en otras generaciones

Pastor Roberto: Y hoy en día esa marihuana se puede conseguir en bizcochos o pasteles, en dulces y a nuestros hijos les están presentando estas cosas en fiestas y otros lugares, y muchos de nuestros hijos van a comprar cereales y otras cosas que parece que están hechas diabólicamente para parecer las cosas inocentes que ellos compran, para seducirlos a que las usen y las consuman también, y eso es parte también ya de la ley del estado sobre la marihuana recreacional. Nuestros niños pueden consumirlas de una forma inofensiva sin saberlo muchas veces, los dulces parecen como cualquier otro tipo de dulces.

Andrew: Pero no es tarde, es posible para ciertas comunidades votar para excluir a las tiendas de la marihuana en su pueblo.

Pastor Gregory: Yo sé que donde yo vivo esto salió como una pregunta en una de estas elecciones que te cogen por sorpresa, no había nadie, ni gobernador ni presidente pero esto estaba ahí así que hay que prestar atención, nosotros tenemos que hacer acto de presencia y estar pendientes porque pueden suceder cosas muy importantes.

Andrew: Así que estamos animando a las iglesias a hablar con sus representantes locales de su pueblo, su ciudad, su vecindario para limitar las tiendas de marihuana y esto hará una diferencia.

Gracias por tenerme aquí, debo irme ahora, lo último es que la ley, el bathroom bill que permite a los hombres usar baños de mujeres, inclusive que las mujeres usen los vestidores y armarios de los hombres, esta ley que permite este uso va a estar en el ballet en 2018 así que

Pastor Roberto: Para tratar de quitarla, de derogarla porque ya es una ley pero ahora queremos votar para quitarla

Andrew: Quiero dar información sobre eso, keep Massachusetts safe

Pastor Roberto: Llévense la información y dejen limpias esas mesas. Vamos a orar por Michael, vamos a orar por Andrew para que el Señor los bendiga y los fortalezca. Padre: bendecimos a este hombre, gracias por la combinación de fuerzas y tacto que Tú has puesto en Él, gracias por un corazón fuerte y también un toque misericordioso que Tú le has dado, te pedimos Señor que Tú lo cubras, que lo uses, que sea una voz profética en la sociedad, cúbrelo Señor con Tu sangre, guárdalo a él, a su familia, a su ministerio de todo mal, Padre, lo bendecimos en el Nombre de Jesús, amén, amén.

Y bendecimos sus vidas mis hermanos, bendecimos sus vidas y confesamos delante del Señor que todos necesitamos de la Gracia de Dios, no hay ninguno de nosotros acá que pueda tirar una sola piedra, pero sí nos declaramos obedientes a la Palabra de Dios, queremos ser una Iglesia que traiga honra al Señor con nuestras vidas, nuestros matrimonios, nuestro comportamiento y pedimos que la sangre del Señor nos fortalezca, nos cubra, y que podamos manifestar siempre el amor de Jesucristo, Su compasión, Su Gracia y Su misericordia y Padre, declaramos que Tú eres más que poderoso para cubrirnos a nosotros y guardarnos en Tu aprobación, y pedimos que si alguien ha venido hoy que está luchando con diferentes tipos de inclinaciones que no son de Ti Padre, que Tú nos des la fortaleza y la Gracia para mantenernos en obediencia a Tu Palabra y a Tu Verdad.

Ayúdanos a ser una voz profética en esta sociedad, bendecimos a Tu pueblo y declaramos la Gracia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo sobre nuestras familias, y el pueblo de Dios dice: amén.

Salir de Lodebar, el lugar del sufrimiento

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Vamos a leer la Palabra del Señor en Samuel en el capítulo 9, Segunda de Samuel en el capítulo 9, dice así la Palabra del Señor: “Dijo David: ¿ha quedado alguno de la casa de Saúl a quien haga Yo misericordia por amor a Jonatán? Y había un siervo de la casa de Saúl que se llamaba Siba, al cual llamaron para que viniese a David, y el rey le dijo: ¿eres tú Siba? y él respondió: tu siervo, y el rey le dijo: ¿no ha quedado nadie de la casa de Saúl a quien haga yo misericordia de Dios? y Siba respondió al rey: aún ha quedado el hijo de Jonatán lisiado de los pies; Entonces el Rey le preguntó: ¿dónde está? y Siba le contestó: he aquí está en casa de Maquir, hijo de Amiel, en Lodebar; Entonces envió el rey David y le trajo de la casa de Maquir, hijo de Amiel, de Lodebar. Y vino Mefi-boset, hijo de Jonatán, hijo de Saúl, a David, y se postró sobre su rostro e hizo reverencia. Y dijo David: Mefi-boset. Y él respondió: he aquí tu siervo.”

7: “Y le dijo David: no tengas temor, porque yo a la verdad haré contigo misericordia por amor a Jonatán tu padre, y te devolveré todas las tierras de Saúl tu padre, y tú comerás siempre a mi mesa; Y él inclinándose, dijo: ¿Quién es tu siervo para que mires a un perro muerto como yo? Entonces el rey llamó a Siba siervo de Saúl, y le dijo: Todo lo que fue de Saúl y de toda su casa, yo lo he dado al hijo de tu señor.”

10: “Tú pues le labrarás las tierras, tú con tus hijos y tus siervos, y almacenarás tus frutos para que el hijo de tu señor tenga pan para comer; pero Mefi-boset el hijo de tu señor comerá siempre a mi mesa, y tenía Siba quince hijos y 20 siervos.”

11: “Y respondió Siba al rey: Conforme a todo lo que ha mandado mi señor el rey a su siervo, así lo hará tu siervo. Mefi-boset, dijo el rey, comerá a mi mesa como uno de los hijos del rey. Y tenía Mefi-boset un hijo pequeño, que se llamaba Micaía. Y toda la familia de la casa de Siba eran siervos de Mefi-boset. Y moraba Mefi-boset en Jerusalén, porque comía siempre a la mesa del rey; y estaba lisiado de ambos pies.”

Esa es la Palabra del Señor que leemos. Además hermanos, hay algunas historias que leemos de la Biblia que nos sirven para ilustrar la Voluntad de Dios para nosotros, y a través de algunos hombres y mujeres, aquí cuando uno predica viene té y todo ¿no? (le ofrecen un té) wow, (risas) qué cosa ¿no?

Y decía, a través de la vida de algunos hombres y mujeres de Dios la Palabra enseña que Dios tiene un proyecto y un propósito para cada uno de nosotros, y déjame decirte: no importa la perspectiva que tú y yo tengamos de la vida, no importa la perspectiva que tú y yo tengamos del mundo y cómo miramos el mundo, y cómo miramos las cosas de esta vida, lo que importa es cómo Dios me ve a mí, lo que importa son los panes de Dios para tu vida, lo que Dios ha proyectado en la historia, esos panes eternos para tu vida.

O sea, tú puedes decirme: Pastor, yo no nací en cuna de oro, yo no tengo nada, yo no tengo prosperidad, yo no tengo bienes. No estamos hablando de eso, estamos hablando de planes que Dios establece en la eternidad pensando en ti y pensando en mí. O sea, cuando Dios planeó mi vida, cuando Dios planeó tu vida, Él tuvo sueños, propósitos.

Yo he traído un mensaje especial, una meditación de parte de Dios para tu vida. Este es un mensaje que tiene la intención de cambiar tu perspectiva, cómo tú te ves, cómo tú te miras, cómo tú miras tu vida en el día de hoy, cómo tú miras tu futuro, tus planes para mañana, cómo miras tu familia. O sea, todos los sueños que hasta hoy hiciste una inversión en ellos, sueños de casarte tal vez, o pensamientos de cómo tener un empleo mejor o comprar una casa bonita, pensamientos de cómo ir a la universidad, pensamientos de cómo tener mejores estudios y hacer una inversión en mi familia, son esos planes que hacemos muchas veces y hermanos: a veces la historia cambia en cierta área en cierto momento en nuestra vida, la historia cambia, entramos en una dimensión diferente de las perspectivas que soñamos anteriormente, de aquéllo que pensamos que íbamos a lograr cuando estábamos pensando nuestra vida a futuro.

Y esta historia es una historia interesantísima, me encanta, hay una parte de ella que me llama mucho la atención. Aquí el hombre llamado Mefi-boset, su nombre era antes Merib-baal, usted encuentra en Primera de Crónicas capítulo 8:34 y también en el capítulo 9 versículo 40 que él era un hombre llamado Merib-baal, o sea que su nombre tiene un significado distinto. El nombre Merib-baal significaba: el que nació para vencer, el que nació para ser guerrero, el que nació con perspectivas.

Y hasta el quinto año de edad, tenía solamente cinco añitos, hasta los cinco años, hasta el quinto año su nombre quería decir: futuro, su nombre era vencedor, su nombre era aquél que va a guerrear. Hermanos: estamos hablando de un príncipe, no estamos hablando de alguien que en el futuro iba a decir: yo soy un perro muerto, estamos hablando de un príncipe, el nieto de un rey, el nieto del Rey Saúl hijo de Jonatán, ahora imagine la historia de este niño, bonito ¿verdad? los hijos de los reyes son bonitos, se me pintan bonitos ¿verdad? los hijos del rey, una imagen bonita; tienen los ojos verdes y todo ¿verdad?

Cinco añitos, Saúl va a la guerra con Jonatán y es una guerra trágica para Israel, una guerra donde muere Saúl, donde muere su familia, donde muere su hijo Jonatán, y es una tragedia terrible para Israel, el Rey murió. El niño ahora está huérfano: huérfano de abuelito, huérfano de su padre, no encontramos una referencia de su madre ¿verdad? me imagino que se llamaba tal vez ¿María? (ríe), estoy inventando.

Pero hasta el quinto año este niño era un niño lleno de sueños y de perspectivas. Saúl fue un lindo rey de Israel para el pueblo, y tú conoces la historia donde el pueblo pide un rey, y este rey fue obstinado, terco. La vida del joven Saúl como rey fue una vida de desobediencia, Saúl reinó sobre Israel más de 40 años hasta que perdió la vida en esta tragedia terrible.

Y si usted lee en el capítulo 4 del mismo Libro de Segunda de Samuel usted encuentra: “Luego que oyó el hijo de Saúl que Abne había sido muerto en Hebrón, las manos se le debilitaron y fue atemorizado todo Israel. Y el hijo de Saúl tenía dos hombres capitanes de bandas de merodeadores, el hombre de una era Baana, y el del otro Recab, hijos de Rimón, beerotita, de los hijos de Benjamín (porque Beerot era también contado como Benjamín; pues los beerotitas habían huído a Gitaim, y moran allí como forasteros hasta hoy).”

4: “Y Jonatán hijo de Saúl tenía un hijo lisiado de los pies. Tenía cinco años de edad cuando llegó de Jezreel la noticia de la muerte de Saúl y de Jonatán, y su nodriza le tomó y huyó; y mientras iba huyendo apresuradamente, se le cayó el niño, y quedó cojo. Su nombre era Mefi-boset.”

En ese pasaje cuenta la historia de qué pasó con el niño de cinco años de edad cuando esta mujer iba huyendo para salvar al niño, el rey está muerto, su hijo está muerto, vamos a huír de aquí, vamos a salir de aquí. Imagínese a la mujer tratando de salvar la vida del niño y corría, y tomaba el niño, y no sabemos la historia hermanos, no sabemos con exactitud lo que pasó con ese niño y cómo fue ese accidente terrible pero sabemos que el niño quedó cojo, lisiado de los pies, y dice la Biblia que por toda una vida ese niño quedó lisiado de los pies.

Pero algo interesante es que a partir de ese momento el nombre de ese niño cambia, a partir de ese momento no se dice más que su nombre era Mefit-baal, el que vence, a partir de ese momento no se cuenta más la historia de un vencedor, a partir de ese momento se cuenta la historia de un perdedor, de un hombre que era considerado como un perro muerto, pero era un príncipe que vivía antes en un palacio, era un príncipe que tenía perspectivas como cualquier niño que crece y vive en una casa de una familia con perspectivas, y pasa ese accidente terrible en la vida del niño, y pasa a llamarse Mefi-boset, ahora pasa a llamarse: desesperanza.

Hermanos: mientras yo recorría por ese pasaje de la Biblia yo pensaba que hay muchas veces que eso pasa con nosotros también. ¿Cuántas veces nosotros tenemos promesas, tenemos perspectivas de la vida, sueños de la vida y algo nos pasa, una tragedia nos pasa? una tristeza en la familia nos pasa, una pérdida y perdemos la perspectiva, perdemos la esperanza, perdemos el nombre, perdemos la intuición que teníamos antes de correr y vencer, y de ser una persona victoriosa.

Cuando nos pasa una tragedia comenzamos a pensar que todo lo demás se fue ¿verdad? cuando pasa algo en nuestra vida. Yo no sé si pasa con usted pero hay situaciones que vienen a nuestra vida que a veces pensamos: ya, nada más de bueno puede pasar con mi vida. ¿Qué de hermoso, qué de bueno podemos ver en la vida de ese niño de ahora en adelante? ¿qué cosa buena podría acontecer con ese niño ahora llamado Mefi-boset?

Y dice la Palabra que el Rey David, ahora rey de Israel, ahora ungido por Dios, el rey que ahora Dios quería para Israel, un día el rey se levanta y dice: yo me acuerdo de un amigo que tenía, y si usted lee la primera Carta de Samuel en el capítulo 18 va a encontrar que había un pacto de amor, un pacto de gracia, un pacto de amistad entre David y Jonatán.

Y dice la Palabra que David se acordó del pacto que hizo con Jonatán, del pacto de que si un día me muero, si algo me pasa tú cuida a mi familia, si algo le pasa a tu vida tú cuida a mi familia, y vamos a cuidar el uno del otro, era el pacto que David tenía con su amigo Jonatán, y me costó hermanos amar a ese tipo llamado Siba, y mientras más leía más lo odiaba, era un tipo depresivo.

Y David pregunta a Siba: Siba, ¿hay alguien de la casa de Saúl, hay alguien de la descendencia de Saúl al que yo puedo hacerle misericordia de Dios? David no está hablando de su propia misericordia porque era un rey, era un guerrero, era un justiciero, él está hablando de la misericordia de Dios. Y mis hermanos me encanta esa Palabra sobre la misericordia de Dios.

Es la misma Palabra que encontramos en Éxodo cuando Dios dice que hace misericordia para con Su pueblo, y tres veces David menciona en el versículo 1 ¿a quien haga yo misericordia de Dios? En el versículo 7 dice: “No tengas temor porque yo a la verdad haré contigo misericordia por amor a Jonatán”. Y esa palabra misericordia es una palabra hermanos que describe amor compasión, ayuda, y David dice: yo quiero ayudar, yo quiero ser misericordioso con esa persona.

Y David le pregunta a Siba: ¿hay alguien? y le dice: sí un muchacho, el hijo de Jonatán. ¿Usted alcanza a imaginar la mente de David cuando Siba mencionó el hijo de Jonatán? el hijo de Jonatán, mi amigo, my best friend, ¿y dónde está ese muchacho?

Mis hermanos, y él estaba en un lugar lejos. Y dice en el versículo 4: “He aquí está en casa de Maquir, hijo de Amiel, en Lodebar. Entonces envió el rey David y le trajo de la casa de Maquir” pero antes de entrar en esto de traer al muchacho de la casa de Maquir en Lodebar, Lodebar significa tierra árida, Lodebar significa tierra que no fructifica. Lodebar significa tierra sin expectativa, tierra sin pastos, sin sueños, sin nada, nada prospera en Lodebar, nada prospera en esta tierra, ¿qué hace entonces un príncipe en Lodebar? Pero era un príncipe que se convirtió en un perro muerto, era un príncipe que se convirtió en nada.

Lodebar significa sin palabras, silencio, no se explica, no hay, no existe nada, nada crece en Lodebar. Me imagino a Mefi-boset viviendo en Lodebar en la casa de Maquir, Maquir también lo adoptó ¿verdad? Mefit tenía una condición, y él lo adoptó, y estaba ahí lisiado de sus pies, estaba lisiado de los pies, se arrastraba el niño con el tiempo de su vida.

¿Qué haces en Lodebar? Si Dios te ha prometido que te va a bendecir déjame decirte: Él te va a bendecir. Si Dios te ha prometido que va a sanar tu familia y que va a sanar tu casa Él los va a sanar, si Dios ha prometido que Él va a hacer cosas grandes en tu vida Él va a hacer cosas grandes en tu vida, y déjenme decirles mis hermanas, mis hermanos en que yo fui a Lodebar, hubo un tiempo en que yo estuve en Lodebar.

Me acuerdo de escribir una carta a un Pastor amigo mío diciendo: yo estoy en un momento de oscuridad en mi vida donde no veo perspectivas, donde no veo el sol, y me acuerdo de la carta de mi amigo diciendo: Miki, sal de ese lugar de oscuridad, sal de ese lugar sin perspectiva, sal de ese lugar en el que no hay sueños y déjame decirte: sólo tú puede sacarte de ahí, nadie más puede hacer nada por ti, y yo sabía que solamente yo podía salir de Lodebar.

Había un Lodebar en mi vida pero déjame decirte que el Lodebar más tremendo que existe es el Lodebar de tu corazón. Cuando tú crees que no hay perspectivas, cuando tú crees que no hay sueños, cuando tú crees que no hay nada más y te escondes de todo te entristeces. Porque hay una enfermedad en tu familia, porque hay una enfermedad en tu vida, porque hay una situación económica en tu casa, o porque simplemente crees que no hay perspectivas buenas para ti, si no crees que hay nada más que pueda acontecer de bueno en tu vida porque te abandonaron, porque te ves triste, porque te ves en la soledad de la vida, déjame decirte: Dios es capaz y suficientemente poderoso de sacarte de esa oscuridad, de sacarte de ese lugar de inseguridad.

El sueño de Dios, el sueño del papá es que tú comas en Su mesa, es que tú participes en la Cena del Cordero, es que tú seas parte de Su proyecto inicial. Dios soñó contigo, Él pensó en ti, Él tiene planes eternos para tu vida, pero hoy sal del lugar donde estás, sal del Lodebar de tu vida, de la oscuridad y entra en el gozo de tu Señor, aleluya.

Mefi-boset representa mis amados hermanos a muchos de nosotros que quedamos en vidas de falencias, de injusticias, no vemos los colores de la vida, perdemos el camino y la dirección. Mefi-boset representa a muchos que fueron abusados, violentados por la vida, desprotegidos, cargan profundas heridas, amarguras, resentimientos, frustraciones, todo eso que impide el proceso y un desarrollo normal en la vida.

Mefi-boset representa la injusticia social, representa el mundo en el que vivimos hoy donde miramos a todos lados, en todas direcciones y vemos injusticia, vemos falta de perspectiva, y tú dices: no hay justicia en esta tierra, no hay amor en este mundo. Mefi-boset representa también la realidad de la Iglesia actual y su tibieza, la religiosidad. De nuestra generación y de generaciones pasadas heredamos ¿sabe qué? una pobreza espiritual, ¡que no oramos! no buscamos al Señor, no pasamos tiempo con Dios, no leemos la Palabra.

Vivimos en una generación en que perdemos la pasión por la Palabra de Dios, una generación electrónica, una generación en que cambiamos la lectura de la Biblia por una película, una generación en la que cambiamos un tiempo de oración por un cinema, una movie o algo, vivimos en una generación en que perdemos los sueños, nos volvemos mórbidos, tibios.

Representa la falta de vida, representa la falta de expresión en la vida de la Iglesia, representa la falta de expresión de los dones de Cristo en la vida de la Iglesia, no vemos los dones en la Iglesia. Dios nos ha llamado mis hermanos para que manifestemos Su Reino y Su gloria en esta Tierra y hay dones en la vida para la Iglesia. Mefi-boset representa este Cristo que quiere traer hoy Su realidad a nuestra Iglesia.

Pero hay que salir de Lodebar, hay que salir de la tierra de la frialdad. Lodebar significa también no palabras, no comunicación ¿sabe por qué? porque el dolor también nos lleva muchas veces al silencio. ¿Usted alcanza a imaginar el silencio y el dolor de Mefi-boset? un niño de 5 años de edad viviendo en la casa de un extraño, no tenía familiares, no tenía padres, pero en su corazón él sabía que era un príncipe.

Déjenme decirles, déjame decirte hoy: tú eres un príncipe, una princesa de Dios (aplausos). Diga a su espíritu herido en este momento: yo soy un príncipe, yo soy una princesa, y permita que estas palabras se vuelvan realidad en su vida, así nos transformamos muchas veces en un Mefi-boset de la vergüenza que cargamos una vergüenza en nuestra vida, pero lo que Dios quiere y en lo que Él está interesado es en sacarnos de la vergüenza a la obra. La vida de vergüenza, la vida de dolor, de memorias terribles, memorias que a veces nos afectan en nuestra relación con Dios salimos a la obra.

¿Te has sentido en algún momento de la vida como un Mefi-boset que has perdido la esperanza, perdiste la perspectiva? ¿en algún momento te has identificado con este personaje? Mefi-boset se oculta detrás del silencio de la agresividad de lo que pasó en su infancia, Mefi-boset no se oculta por detrás de una superficialidad de su existencia sino de una realidad de vida de lo que pasó a los cinco años de su existencia.

Mefi-boset se refugió en Lodebar, se escondió en Lodebar, ¿dónde estás tú escondido hoy? ¿dónde está tu vida? ¿Habrá esperanza para los Mefi-boset de este tiempo? ¿habrá esperanza para aquéllos que están condenados para siempre a vivir lo mismo, a vivir en Lodebar, sin esperanza y sin perspectivas?

Dice la Biblia que David fue un rey según el corazón del Señor, y David dijo a Siba: Siba ¿y quién es esa persona? ¿y qué dijo Siba? ¡oh! es el hijo de Jonatán, pero es cojo, “negativo” ¿verdad? eso me recuerda muchas cosas en mi vida que no quiero decirles. Es increíble, es buena persona pero, es buena gente pero.

Siempre en tu vida tú vas a encontrar personas que te dicen cosas negativas y que van a intentar ponerte mal o personas que no encontrarán en ti cosas bonitas, perspectivas buenas, personas que no logran ver el brillo en tu existencia. Siempre encontrarán personas que no verán la belleza en tu vida y la belleza de Dios en tu vida, siempre habrán los Sibas en tu vida, los que dirán: es un príncipe, es una princesa pero, pero.

El té me llama (risas), el té va a predicar aquí, ¿quién va a predicar aquí? el té (risas). Siempre encontraremos personas que dirán: no hay perspectiva para ti, no hay nada, tú estás en Lodebar, tú vas a seguir en Lodebar.

Pero la Palabra del rey, me encanta esta Palabra: no tengas temor. ¿Puedes imaginar a Mefi-boset cuando escucha que el rey lo mandó a llamar? Hay una versión que me encanta que dice que el rey ordenó que fueran a traerlo, o sea no fue una invitación es una orden, el rey te llama hoy para que salgas de tu morbidez de vida, el rey te llama para que salgas hoy de tu Lodebar porque hay una mesa, porque hay un banquete que te espera, hay una cena que te espera y debes tener invitación para que comas de esa mesa.

No tengas temor porque a la verdad haré contigo misericordia por amor de Jonatán tu padre, y me encanta esa parte “y te devolveré, yo te devolveré todas las tierras de Saúl tu padre” imagínate, hace un rato era un perro muerto, ahora, ¡un perro vivo! ahora tengo tierras, tengo propiedades, veo la luz, algo se aclara en mi vida, las cosas están mejorando.

Déjeme decirle: cuando tú vienes a Jesús las cosas se aclaran, las puertas se abren y hay quien diga que cuando uno se convierte al Evangelio todo le pasa ¿verdad? todo le pasa, a mí me pasó de todo. A mí me pasaba de todo pero déjeme decirle: nada mejor que ver la Mano poderosa de Dios sobre mi vida.

¿Sabe cómo mi madre se convirtió a Jesús? yo tenía 13 años de edad cuando Dios me sanó de ceguera, ¡yo era ciego! de un accidente yo quedé ciego por seis meses y Dios me sanó en un domingo como este, yo uso los lentes para verte mejor (ríe). Mi mamá se convierte a Jesús, entrega su vida al Señor y mi familia comienza a ver la gracia y la misericordia de Dios, y las puertas comienzan a abrirse de par en par, comienza el Señor: y deja Lodebar, deja la tierra de sequedad, y tu vida será cambiada.

Me encanta esa palabra: misericordia, es la palabra en hebreo: jesed que comunica la clemencia, la compasión, la ternura, la bondad, la benevolencia, el amor intenso, buena voluntad, es un término que describe la disposición y el compromiso de alguien que está por encima y dice: ahora yo te bendigo, ahora tengo misericordia de ti, y lo que hizo David con Mefi-boset es lo que hace Dios contigo hoy, gloria a Jesús.

Mefi-boset no podía creer, él no podía creer, versículo 8, dice que él se inclinó y dijo: ¿quién es tu siervo para que mires a un perro muerto como yo? y David pensando: tú no sabes lo que va a pasar, tú puedes decirle al Señor hoy: Señor yo no tengo perspectivas, yo no tengo sueños, yo no tengo futuro, yo no tengo nada, Dios te dice: hoy tú tienes todo en Mí, Yo tengo lo que tú necesitas, aleluya, aleluya.

El rey declaró: es por amor de tu padre Jonatán, por un pacto de amistad que hizo con tu padre, y aquí mis hermanos se cumple la Palabra de Dios que aunque tu padre y tu madre te abandonden el Señor te recogerá, aunque pase la mayor tragedia en tu vida el Señor jamás te abandonará.

Salmo 27 dice: el Señor te va a recoger, y me encanta que digas que el Señor te va a recoger de abandonado, el Dios que yo conozco, el Dios de la historia es el Dios que ve todo, y vió a Mefi-boset, el niño Mefi-boset a los cinco años de edad, y tramó su historia hasta la llamada del rey, tramó Él la historia, era un pacto de bendición.

Hermanos: David representa aquí el verdadero rey Jesucristo, representa nuestro rey cuyo reino no tiene fin, representa un rey que tiene todo poder, representa a un Jesucristo lleno de amor y compasión, representa a un Jesucristo que murió en una cruz, que fue traspasado en la cruz, representa un Jesús que pensó en mí y pensó en ti en esa cruz, David representa un Jesús que hizo un pacto de amor para quitar toda maldición de nuestra vida, para quitar toda maldición de nuestra existencia y toda maldición de la humanidad.

David representa un Jesús que vino comprometido a deshacer las obras del diablo, si el diablo te dijo que tú no puedes Dios te dice hoy: tú puedes, si el diablo te dice hoy que tú no tienes Dios te dice: tú tienes, si la historia de tu vida fue marcada por una de derrota yo te digo por la Palabra de Dios que tú eres más que vencedor por aquél que nos amó por Jesucristo, tú eres vencedor, tu nombre no es perro muerto.

Tu nombre será hoy cambiado por aquél que tiene una vida promisoria y una vida, y un futuro bonito. Jesucristo es el verdadero rey que está sentado en el Trono de Dios, es el rey al que cantamos hoy sentado en un Trono verdadero y Él está allá para reinar con toda autoridad, y para traer a la tierra la verdadera libertad, y Él está aquí hoy, aleluya, Él está aquí hoy para restaurarte, Él está aquí hoy para animarte, Él está aquí para sacar tu vida de esa oscuridad, Él está aquí para sacarte de Lodebar, para sacarte de la vida sin perspectiva y sin esperanza, y déjame decirte: hay muchos Mefi-boset hoy en día, muchos hombres y mujeres sin esperanza, muchos hombres y mujeres heridos por la vida, pero muchos de ellos todavía no escucharon ni tuvieron la oportunidad de escuchar la orden y el llamado del Rey para que vengan y se sienten con Él.

El Rey te llama hoy, el Rey te manda a llamar, el Rey te da una orden, ve y trae a los de Lodebar, no importa la situación que ellos estén viviendo, yo los quiero en mi casa, yo los quiero en mi mesa para que coman de mi mesa. Primera de Pedro capítulo 2 versículo 9 y 10 dice: “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios para que anunciéis las virtudes de aquél que os llamó de las tinieblas a su luz admirable, vosotros que en otro tiempo no érais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios, que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.”

Fuera de este Rey no hay salvación, tú necesitas hoy escuchar la Voz del Rey y abandonar Lodebar, y abandonar la tierra del silencio, y abandonar la tierra de no palabras, no perspectivas. Así como David hizo un pacto de amor con Jonatán Dios hizo un pacto de amor por ti y mucho antes que tú nacieras, mucho antes que tú nacieras. Antes que el mundo fuera mundo y antes que la vida te dejara caer de los brazos de la niñera, antes que te volvieras un cojo, un lisiado de la historia, Dios pensó en ti y tuvo planes para ti, lo que tú necesitas hoy es aceptar que el único camino, la única cosa que cambiará tu vida es la salida del lugar donde estás para la mesa del Rey.

Déjame decirte: no habrá esfuerzo humano que te pueda librar si Dios no es contigo. Es por fe, no por obras para que nadie se gloríe, es por creer en lo que el Rey declaró en Mateo capítulo 11 versículos 28 y 29: “Vengan a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar; y aprended de mí que soy manso, y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas.”

Mi hermano, mi amigo: tú debes salir hoy de Lodebar, tú debes salir hoy de la tristeza de tu vida y postrar tu vida ante el Rey verdadero, el único que puede sanar tu vida, el único que puede sanar tu alma. Déjame decirte: es tiempo, es tiempo, tiempo de repensar tu verdadera posición delante de Jesús y de entender quién eres en Jesucristo y entender que el amor de Dios, el amor de Dios es muy capaz de restaurar tu vida y toda tu existencia.

Yo no sé cuánto llevas viviendo en Lodebar, en esta tierra de sequedad, en esta tierra de no palabras, en esta tierra de falta de sueños y de perspectivas en la vida, el Rey hoy te llama, el Rey hoy te invita para que vengas y para que comas de Su mesa.

El Rey ha prometido restituir toda tu vida, todo, todo lo que el diablo te robó, todo lo que el diablo intentó sacar de tu vida, déjame decirte: el Rey va a restituir todo lo que te fue robado de tu vida.

Esta misma esperanza de los hijos del Rey de sentarnos en la mesa juntamente con el Rey ¿verdad? dice la Palabra del Señor que moraba Mefi-boset en Jerusalén porque comía siempre de la mesa del Rey pero seguía lisiado de los pies, pero ahora tenía siervos, ahora tenía personas que trabajaban para él, tenía una fortuna ahora, el heredero de la fortuna de Saúl y de su padre Jonatán, ahora no eres más un perro muerto, ahora no eres más el sin sueños, ahora eres aquél que ve en el rey el único camino para su vida y para su salvación.

Yo no sé tu posición hoy, yo no sé en qué arde tu vida, si tú sientes que estás lejos de Dios o alejado de sus caminos, alejada de los sueños que Dios tiene para ti, el Rey te manda a llamar hoy, el Rey te invita hoy para que te sientes en Su mesa, para que comas de Su mesa.

Yo viajé en ese pasaje, imaginaba el corazón de Mefi-boset restaurado, un corazón que ahora entendía qué es el amor de una promesa, ¿tú alcanzas hoy a imaginar un Dios que tiene promesas para ti? Él te ha prometido cosas maravillosas y que quiere sacarte de esta vida tibia y mórbida para que te asientes en Su mesa y comas juntamente con el Rey, aleluya, aleluya, gloria a Jesús, gloria a Jesús.

¿Cuántos hoy desearían comer de la mesa del Rey? Yo quiero hacer una invitación para aquéllos que están lejos del Señor, aquéllos que de alguna manera, en alguna área en su vida, te alejaste del Señor, una situación en su vida, un sufrimiento, algo pasó y mira: cuando yo estaba en mi Lodebar un hermano me envió una canción, y en esta época no existía un whatsapp ¿verdad? teníamos tal vez un email y no existía Skype y todas esas cosas fantásticas de comunicación que tenemos hoy, y él me envió un email y me dijo: Pastor yo quiero enviarte una canción para que escuches, pero yo voy a enviarla en el próximo email ¿sabe por qué no? porque no existía internet suficiente para enviar un email y un attachment al mismo tiempo ¿verdad? así que había que enviar un email diferente con la canción.

Él me mandó una canción que decía que Dios iba a restaurar todo lo robado, todo lo que fue saqueado, todo el que estaba muerto en la vida iba a ser revivido, y yo escuché esa canción como unas treinta veces tal vez, y mientras la oía yo sentía que cada día Dios me iba restaurando y sacando mi vida de Lodebar para que yo me sentara en Su mesa otra vez.

Yo no sé cuántos aquí están lejos del Señor por alguna razón pero hoy entiende que Dios quiere que tú te sientes a Su mesa, y quieres salir de tu lugar y venir aquí, y decir: yo quiero restaurar mi vida con Dios, valerosamente pararte y decir: yo quiero, quiero, soy yo, quiero restaurar mi vida, mi relación con Dios. Hace mucho Pastor yo estoy así pero hoy quiero restaurar mi vida y mi comunión con Dios, ¿hay alguien en esta tarde que dice: sí, yo quiero restaurar mi vida con Dios?

Yo quiero salir de Lodebar, yo quiero salir del sufrimiento, yo quiero salir del no palabras y del silencio de mi existencia, y entrar a otro nivel a partir de hoy, es un nivel alto, y déjame decirte, las personas no te van a entender, hay personas que te van a criticar, pero lo que Dios tiene para ti es más grande de cualquier cosa en este mundo, y Él hoy te está invitando aunque seas lisiado de los pies, aunque te veas cojo de tu existencia, aleluya, aleluya.

Si usted está en el balcón allá arriba te invito a que te pares en el Nombre de Jesús, ponte de pie y toma la decisión en el Nombre de Jesús, sí Jesús, gloria a Dios, gloria a Jesús. Señor: aceptamos Tu Palabra en esta tarde, aceptamos tu invitación Señor para sentarnos y comer de Tu mesa Señor, para entrarnos Señor en Tu reposo, aceptamos Señor Tu invitación. Oh Señor salimos hoy de Lodebar, salimos del comodismo de nuestra existencia y entramos hoy en una vida nueva, aleluya, aleluya, aleluya. Señor aceptamos Señor Tu señorío, somos Tus hijos, somos Tus amigos, aceptamos Señor que somos justificados por Ti y que Jesús ha venido para salvarnos, y para darnos nueva vida, y para cambiar la historia de nuestra existencia Señor, gloria a Tu Nombre, aleluya, siga orando al Señor, gloria a Jesús, gloria a Jesús.

Yo sé que mi redentor vive

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Quiero hablar acerca de ese redentor vivo que nosotros tenemos. Así que prepare su espíritu en esta tarde. Si usted no conoce a ese redentor yo quiero retarle a considerarlo como su redentor también, como su Señor y salvador Cristo Jesús. Quiero ir al capítulo 19 de Job. Vamos a comenzar con el versículo 23. Y Job dice aquí:

“…Quién diese ahora que mis palabras fuesen escritas – él no sabía que sus palabras iban a ser escritas de hecho, escritas en este libro maravilloso que es el Libro de Job – quién diese que se escribiesen en un libro y que con cincel de hierro y con plomo fuesen esculpidas en piedra para siempre. – Y aquí está la parte primordial del sermón – Yo sé que mi redentor vive – Gloria al Señor. Diga amén. Yo sé que mi redentor vive. – y al fin se levantará sobre el polvo y después de desecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios, al cual veré por mí mismo y mis ojos lo verán y no otro. – Y añade esta frase un poquito misteriosa – Aunque mi corazón desfallece dentro de mí.”

Padre, bendecimos tu palabra maravillosa, bendecimos los principios que ella contiene, bendecimos cada declaración que se ha dado en este lugar santo en este día. La alabanza hermosa que hemos tenido, las oraciones, la celebración de la resurrección de tu Hijo Jesucristo, tu bello pueblo que se reúne aquí en este día, de todas nuestras comunidades, Señor, reflejando la excelencia que tu nos has dado como pueblo tuyo, Padre, por la diversidad que se ha visto en este lugar, Asia, África y Latinoamérica y España y todos los países de la tierra en sentido representados en este ensamblaje que tenemos aquí hoy, Señor. Y te damos gracias por tu creación representada en tu iglesia en este día.

Y ahora pedimos que tu palabra resuene con claridad en los corazones de los que estamos aquí, Señor, para gloria de tu nombre, en el nombre de Jesús lo pedimos. Amén y amén. Esta semana yo acostumbro tomar el Mesías de Haendel, no sé cuántos han oído esa pieza maravillosa, es una de las grandes piezas de música excelsas de toda la historia. Haendel escribió esa pieza musical compuesta de muchos diferentes segmentos musicales en el siglo XVIII en Inglaterra. Haendel era alemán pero se transportó a Inglaterra y la mayor parte de su vida escribió muchos libretos y mucha ópera y Dios lo tocó para que escribiera esta maravillosa ensamblaje musical que yo les recomiendo mucho que lo escuchen para enriquecimiento cultural pero sobre todo espiritual.

Y el Mesías de Haendel contiene una porción que para mí es la más bella y más conmovedora de todas, que habla precisamente… es una pieza musical donde una soprano declara “yo sé que mi redentor vive,” y lo hace en una forma extraordinaria. Y escuchando esa pieza esta semana se me hizo claro como nunca antes lo misterioso y lo poderoso del contenido de este texto de donde fue extraída esa pieza musical, de Job, donde él dice, “yo sé que mi redentor vive y al fin se levantará sobre el polvo y después de desecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios.”

Y entonces me puse esta semana a explorar ese pasaje y pensé, aunque es un pasaje difícil de exponer en toda su complejidad, me voy a proponer usarlo como base para mi sermón en esta tarde. Y deseo que esto sea como un poema dedicado al Señor Jesucristo y a su resurrección y que todos nosotros podamos afirmar estas palabras de Job, un hombre que conoció el sufrimiento como ningún otro hombre posiblemente, por eso está en la escritura.

Job después de una vida próspera, bendecida, Dios le había dado hijos, le había dado prestigio, influencia social, gran riqueza, todas las cosas que un hombre podía desear, se encontró involucrado en una controversia entre Dios y Satanás. Satanás, cuando Dios le dice, mira mi hijo Job, no te avergüenzas cómo me sirve. Era un hombre piadoso, un hombre temeroso de Dios. y Satanás le dijo, como es nuestro acusador, sí, eso es cierto, él te sirve porque tu le has dado todas estas bendiciones, toda esta riqueza, toda esta gloria, pero quítale esas cosas para ver si te bendice en realidad.

Y el sentido de honor de Dios se vio implicado en esto y el Señor le dijo, está bien, quítale esto, después quítale lo otro, y Job fue perdiendo todo lo que él había apreciado y tenido hasta que se quedó absolutamente desprovisto y lo último que le tocó fue su mismo cuerpo y su cuerpo se llenó de llagas y de cosas supurantes y de terrible dolor e incomodidad, todos sus hijos murieron en un accidente un día, su dinero se fue todo. Y este hombre pasó años y esto es lo que describe el Libro de Job, luchando con Dios y preguntándole, Señor, por qué me ha pasado esto? Si yo te he servido, yo he sido fiel a ti, yo he vivido una vida justa, he hecho todo lo que estaba de mi parte.

Y para colmo vinieron sus amigos, entre comillas, bien intencionados y hermanos, tengamos mucho cuidado muchas veces con el consejo que le ofrecemos a la gente que está sufriendo. Nunca le diga a nadie, mira, eso está pasándote porque Dios está tocándote por alguna razón porque hiciste esto, porque hiciste lo otro. Aún cuando usted piense que es así, tenga mucho cuidado. Estos amigos vinieron a donde Job y comenzaron a decirle que era porque él tenía algún pecado escondido y que por eso Dios… no entendiendo todo el misterio que estaba detrás de la situación de Job, que era una controversia y que Job era como el vínculo principal de la honra de Dios y había que ver si él se iba a mantener fiel dentro de todo.

Y dentro de su gran confusión, su gran sentido de pérdida, de dolor, de sufrimiento, de agonía física, le brotaron estas palabras, que precisamente por ese trasfondo tan doloroso y tan terrible tienen un significado mucho más valioso, más poderoso, “Yo sé que mi redentor vive.”

Podemos nosotros, hermanos, cuando nos encontramos en lugares de pérdida decir de esa manera y todavía alabar al Señor? Yo le pido al Señor que me ayude en mi propia vida si hay un momento de pérdida o de prueba que yo pueda tener la fortaleza para decir, Padre, beso tu mano y te bendigo y yo sé que tu vives. Yo sé que tu eres real, yo sé que tu eres fiel.

Job estaba diciendo esto desde las entrañas mismas. Y yo no estoy seguro que él sentía todo lo que estaba diciendo, pero lo declaró por fe de todas maneras. Y yo veo en este pasaje misterioso una serie de elementos que son bien importantes que nosotros tengamos en nuestro corazón claros y que si no lo tenemos así, entonces necesitamos venir delante de Dios y como ajustar nuestra fe y ajustar nuestra confesión.

Y yo quiero invitarte a que tu hagas un recorrido espiritual a través de tu vida y te preguntes si tu puedes decir estas cosas que Job está declarando aquí. y quiero ir al punto principal central de su declaración, la palabra redentor. Porque esa es una palabra bien importante porque… recuerden otra cosa antes de decir esto, que Job es el libro más antiguo de toda la Biblia, aunque que está como a la mitad casi del Antiguo Testamento es el libro que fue el primer libro escrito de toda la escritura. Es más, es el libro y el relato más antiguo de toda la Biblia.

Algunos comentaristas de la escritura dicen que este libro fue escrito como 1500 años antes de Jesucristo y que es un libro misterioso porque no se sabe de su procedencia ni quién lo escribió. Si se supiera quién lo escribió por lo menos se podría datar, pero no es así. Por lo menos muchos cientos de años antes de que Cristo viniera al mundo y que él ejerciera toda su función redentora y salvífica, Job está diciendo estas palabras y yo creo que en buena parte sin entender todo lo que él estaba diciendo.

Yo creo que Job entró como en un trance profético y comenzó a declarar cosas que tenían que ver con su situación personal ciertamente, y era una afirmación de fe que él estaba haciendo de su condición, pero en realidad el Espíritu Santo estaba dirigiendo a Job porque Dios sabía que este drama que estaba expuesto en este libro iba a servir como fundamento para el consuelo de incontables almas a través de la historia de la humanidad y para muchos de nosotros leer este libro nos ha traído consuelo. Guau, si Job lo hizo yo también lo puedo hacer. Si Job mantuvo su fe en medio de algo que negaba totalmente la fidelidad de Dios, yo también lo puedo hacer.

El Señor estaba elaborando un libro que parecía que era para ese momento pero era para toda la eternidad. Y eso nos recuerda algo, hermanos, que nosotros somos testigos vivientes y que lo que nosotros pasamos en nuestra vida está expuesto no sabemos a quién pero, cómo nosotros pasamos las pruebas de la vida, cómo nosotros vivimos, cómo testificamos las cosas que decimos, a veces tienen resonancias para toda la existencia, y hay impactos que tienen que nosotros ni siquiera nos damos cuenta para la eternidad.

Y Job está declarando en este libro, “yo sé que mi redentor vive.” La palabra redentor es una palabra que hoy en día en el siglo XXI nosotros los cristianos después de haber leído las cartas de Pablo y los Evangelios y conocer el drama de Jesucristo en la cruz, su salvación sustitutiva por nosotros, su muerte en la cruz, su justicia, imputada a nosotros por medio del sacrificio de Jesús en la cruz del cual cantamos tan elocuentemente esta tarde, nosotros entendemos lo que quiere decir la palabra redentor, pero Job no entendía ninguna de estas cosas.

Job no sabía que él estaba en realidad predicando un pequeño Evangelio en 3 ó 4 oraciones y que él estaba haciendo como un catequismo que nosotros también tenemos que poder confesar en esta tarde y si hay una pieza, es como un reloj este catequismo, es un reloj que cada pieza está engranada con la otra y si una pieza no funciona las otras tampoco van a funcionar. Entonces es importante que tu entiendas en tu espíritu los diferentes elementos que componen la declaración de Job.

Y la primera palabra que Job usa, la palabra principal es eso, redentor. Yo sé que mi redentor vive. Y esa palabra que nosotros traducimos al español redentor, es una palabra que está cargada de significado en el hebreo original en que el Antiguo Testamento fue escrito. La hemos traducido al español redentor, en inglés se traduce redeemer, pero esa palabra que Job usó era una palabra que en su mundo era muy entendida porque el goel, esa es la palabra original que Job usó, yo sé que mi goel vive. El goel era un personaje que a veces lo vemos en las páginas del Antiguo Testamento, por ejemplo en el caso de Boosz cuando redime a Ruth y le lleva descendencia. Porque el esposo de Ruth muere sin dejar descendencia y Booz se casa con Ruth para redimir en un sentido la descendencia de su pariente. Y al casarse con ella y darle hijos y parentela entonces permite que la descendencia de ese pariente continúe y su nombre continúe.

El goel era un personaje como Booz que jugaba un rol redentor y de asistencia y de ayuda en una crisis de la familia. Era como un patriarca en un sentido que servía como abogado, servía como defensor de los derechos de algún miembro de la familia. Era un personaje respetado, poderoso, a veces podía jugar el papel de un vengador de justicia por alguna ofensa recibida por la familia. Representaba a alguien en la corte de la tribu o de la comunidad, se paraba al lado de alguien de la familia cuando estaba en problemas y en necesidades, y yo espero que usted vaya viendo ya esta idea de Jesús en su rol de paracletos, de ayudador, que se para al lado de nosotros, que nos representa, que un día nos representará en la corte celestial y que abogará por nosotros ante el Padre celestial.

Entonces, todas estas ideas del goel como este personaje que defiende nuestra causa y que nos representa ante una corte, y que se para en sustitución de nuestra debilidad, de nuestra flaqueza, lo que nosotros no podemos hacer, él lo hace a favor de nosotros. Eso es lo que Cristo hace. El Señor suple todo lo que tu y yo no podemos suplir ante la corte de Dios. Ninguno de nosotros, dice la Biblia, puede ser salvado por su propia justicia. Nadie puede venir ante Dios por más bueno que sea, por más bien que se comporte, por más obras de caridad que haga, por mejor ciudadano que sea, por mejor padre que sea, por más trabajador que sea, por más bien comportado que sea, nadie puede venir ante el trono del juicio eterno un día y decir, aquí estoy, no tengo nada de qué arrepentirme. Déjenme entrar por mi propia justicia.

La Biblia dice que no es por nuestra propia justicia sino por la justicia de Cristo Jesús. Dice, no por obras, para que nadie se gloríe. Todos nosotros, no importa quiénes somos, estamos en déficit, somos débiles, somos deficientes ante la corte de Dios. Solamente a través de nuestro goel, nuestro redentor, Cristo Jesús, nosotros podemos venir ante el trono de Dios. y un día tendremos que venir todos, un día cada uno de nosotros tendrá, dice la Biblia, que dar cuenta de lo que hemos hecho, sea bueno o sea malo, y necesitaremos un goel, necesitaremos un redentor, Cristo Jesús que abogue por nosotros, que se pare frente a nosotros y que el Padre no nos vea a nosotros sino que vea a Cristo Jesús primero que nosotros y nos vea a nosotros a través de la justicia de su Hijo Jesucristo.

Job no entendía estas cosas, pero estaba diciéndolas como en un trance profético, como hubo en otras ocasiones, a través de la escritura uno ve muchos pasajes donde personajes de la Biblia hablaron de cosas que habrían de pasar cientos de años después y que entonces se podría entender lo que se quería decir. Como el caso, por ejemplo, de la sangre que era pintada en el dintel de las puertas de los hebreos antes de salir de Egipto. Dice la Biblia que Dios iba a destruir todos los primogénitos de los egipcios pero mandó que en todas las casas judías se pusiera sangre de un cordero alrededor de la puerta y cuando el ángel de la muerte pasara para tocar la vida de todos esos primogénitos de ese país que se había revelado contra Dios, al ver la sangre en el dintel pasaba de largo. Y ese es el significado de la palabra pascua, de hecho, pasah, que quiere decir pasa de largo.

Entonces, nadie entendía lo que estaba haciendo pero después de siglos nosotros entendemos que esa sangre del cordero pascual que es Cristo Jesús, es la que nos lava de todo pecado. Y entonces la Biblia estaba anteponiendo un símbolo de algo que habría de suceder siglos después, que ahora nosotros entendemos perfectamente.

Cuando Job está diciendo redentor, está diciendo yo necesito y sé que tengo un redentor, tengo alguien que puede abogar por mi causa. Por qué? Porque estaba siendo acusado por sus amigos de tener pecados y por eso Dios lo estaba condenando, que por eso estaba sufriendo, amigos bien intencionados pero necios que no entendían lo que había detrás de ese padecimiento de Job, todo el drama glorioso que había.

Pero Job decía, no, yo sé… cuando su mujer le dice, maldice a Dios y muérete. Dice, no, yo sé que mi redentor vive, yo sé que él está conmigo. Yo tengo un redentor, yo tengo un abogado, yo tengo alguien que aboga por mi causa y que va a mostrar tarde o temprano que yo soy justo y que yo no merezco esta situación.

Y así nosotros tenemos que ver a Jesús como nuestro redentor. Conoces tu a Cristo como tu abogado? Lo conoces como el que te va a representar un día cuando tengas que comparecer ante el trono de Dios? que entonces va a convertir el trono de juicio en trono de gracia para todos aquellos que creen en él. Necesitas reconocer a Jesús como tu redentor.

Lo segundo que dice Job, yo sé. Hay una afirmación de gran certidumbre. Nosotros tenemos que confesar con nuestra boca que Cristo es nuestro redentor. Y yo creo que Job tenía una angustia en su corazón y por eso al final dice, aunque mi corazón desfallece dentro de mí. Cuántas veces hemos dicho algo, aunque no lo sentimos completamente, pero lo decimos porque es la verdad de Dios, lo decimos confesando con nuestra, cosas que a veces no estamos seguros pero cuando las decimos se convierten en realidad.

El confesar a Cristo como Señor y salvador nunca va a ser algo que tu digas, yo creo ciento por ciento de certidumbre, siempre habrá algo de duda, lo que yo llamaría duda biológica. Hay momentos en que nuestra biología nos va a traicionar y la vida cristiana va a ser una vida de luchas, de dificultades y a veces el diablo nos va a decir como le dijo la esposa de Job, hey, deja de creer en esas patrañas.

Sin embargo, nosotros tenemos que confesar que Jesucristo es nuestro salvador, tenemos que decir, yo sé que Cristo es mi redentor. Estamos nosotros dispuestos a confesar con nuestra boca? La Biblia dice que hay que confesar a Cristo como Señor y salvador, hay que confesarlo ante los hombres. El Señor dijo una vez, el que me confiese ante los hombre yo lo confesaré ante mi Padre que está en los cielos. El que me niegue ante los hombres yo lo negaré ante mi Padre que está en los cielos.

Sabe por qué los evangélicos enfatizamos tanto el que la gente confiese a Jesús como Señor y salvador? Es por eso, es porque hay algo cuando tu declaras como hizo Job, yo sé que él es mi redentor. Es como que tu firmas algo en el mundo del espíritu, con nuestra boca nosotros declaramos algo. Es como cuando en esas transacciones electrónicas nos dicen, chequea aquí esta marquita, queriendo decir que usted firma.

Cuando un hombre o una mujer declara con su boca algo está poniendo detrás de ellos su voluntad, sus emociones, su personalidad, todo su ser. Y nosotros tenemos que llegar a ese punto que digamos ante los demás, yo sé que Cristo es mi salvador y mi redentor y yo lo recibo de esa manera.

Estamos nosotros claros en eso? Todos los que están aquí, hemos confesado a Jesús como nuestro Señor y salvador? Y si no lo has hecho yo quiero invitarte a que ahora mismo tu comiences a mover tu espíritu en esa dirección y al final de este tiempo yo no quiero que nadie se vaya de aquí sin estar claro en que tiene un redentor que es Cristo Jesús. Y que tu lo hayas confesado, y que tu te vayas seguro, que no vengas a un servicio como este tan hermoso simplemente por costumbre o por inercia o porque alguien te invitó y no quisiste desairarlo. Vete de este lugar habiendo firmado un pacto con Cristo Jesús.

La única alternativa es decir que no, o se dice que sí o se dice que no. si no dices que sí estás diciendo que no. y si dices que sí no estás diciendo que no. así que yo te invito en el nombre del Señor ahora mismo a poner tu ‘yo sé’, esa convicción dentro de ti, y entonces deja que el Señor vaya guiándote.

Sabe que hay personas tienen un poquito de duda y están luchando en su corazón, hay otros que todavía no todo está arreglado en sus vidas, tienen una relación romántica que ellos saben que no es de Dios o tienen alguna práctica en sus vidas que no es lo que Dios quiere, o están todavía en algún tipo de adicción a algo, o lo que sea, y dicen, no, yo no puedo confesar a Cristo como mi Señor y salvador. Sabe que lo que Dios quiere es que tu comiences donde tu estás y que de ahí entonces él te va ir llevando poco a poco a donde él quiere llevarte. Pero tienes que comenzar.

No dejes que el diablo te engañe diciendo, no todavía… porque el día que tu tengas las cosas bien listas y arregladas entonces ya no necesitas a Jesús. Si tu eres pecador, bienvenido al club, ahí es donde Dios te necesita para comenzar una obra de transformación en tu vida. Si eres pecador estás más que calificado para aceptar a Cristo como tu Señor y salvador.

Cuando yo miro en los pasajes de la escritura yo veo que el Señor una y otra vez se encontró… miren a Saqueo, un pecador… Saqueo no se había arrepentido, no había confesado a Jesús como Señor y salvador, pero el Señor le dijo, Saqueo, hoy yo quiero entrar a tu casa y quiero sentarme en tu casa. Y allí el Señor comenzó una obra en Saqueo hasta que Saqueo fue llevado a confesar a Jesucristo como Señor y salvador.

La mujer samaritana por igual. Todos eran personas que no estaban todavía preparados pero al aceptar a Cristo dentro de sí y en sus hogares, entonces el Señor pudo ir trabajando en ellos y llevándolos a donde tenía que llevarlos. Comienza confesando a Jesús como tu Señor y salvador y él te llevará a donde tu tienes que ir entonces.

Job dice, yo sé que mi redentor vive, mi redentor. Al decir ‘mi’ él está personalizando esa función salvadora de Cristo Jesús. No es un salvador genérico, es un salvador personal, que era lo que Job necesitaba en ese momento.

Cada uno de nosotros que está aquí en esta tarde puede decir con toda seguridad o por lo menos con una seguridad espiritual que Cristo es tu salvador personal, tu Señor personal? Tu sabes que tu no puedes depender de que tu mamá sea evangélica, o que tu abuelita fuera maestra de escuela dominical o que usara un vestido blanco y una mantilla cuando iba a la iglesia. Alguien ha dicho que Dios no tiene nietos, tiene hijos solamente. No hay nietos en el Reino de Dios, hay hijos. Hay personas que personalmente han confesado a Jesucristo como Señor y salvador.

Cristo tiene que ser tu Señor. Tu tienes que hacer un trato con él. Tu tienes que invitarlo a tu corazón. Tenemos que trabar una relación personal, individual con Jesucristo y tenemos que caminar cada día con la mano en su mano y tenemos que ir hacia una trayectoria donde Cristo venga a ser real en nuestra vida.

No es la iglesia, mucha gente se apoya de la iglesia y vienen a la iglesia y se cubren bajo la cobertura de la madre iglesia. Pero la Biblia dice que es cada uno de nosotros individualmente que tiene que aceptar a Cristo como Señor y salvador. El Señor dice, yo estoy a la puerta y llamo, si alguno escucha mi voz y abre la puerta, yo entraré a él y cenaré con él y él conmigo.

Todas las personas que el Señor alcanzó retratadas en la escritura las alcanzó individualmente y muchas veces les preguntó, crees tu que yo soy? Crees tu que yo puedo hacer esto? Crees tu que Jesucristo es Señor y salvador personal? No te apoyes de la iglesia. No te apoyes de una confesión general. Has aceptado tu al Señor? Ha visto el Señor ese momento en que tu alma se movió por dentro y se fue hacia él y le dijo, Señor, entra a mi vida? Lo has invitado a entrar a tu corazón personalmente? Has comenzado tu una relación diaria con Cristo? Donde entonces él te va a comenzar a hablar, va a comenzar a tratar contigo, va a comenzar a reconfigurar tu cerebro, tus neuronas, te va a impartir nuevos hábitos, te va a enseñar su palabra y vas a entonces a atravesar una trayectoria de santificación gradual, donde Dios va a ir renovándote de día en día.

Eso es lo que Dios nos llama. Él nos llama a la transformación de nuestra mente por medio de la renovación diaria de nuestro corazón. Job dijo, yo sé que mi redentor vive. Y esa palabra ‘vive’ es una palabra que sufre mucho empobrecimiento cuando entra al español y aún en el inglés también, porque el hebreo es mucho más complejo en sus implicaciones.

Cuando Job dice en el hebreo original ‘mi redentor vive’ la palabra que él emplea, todos los comentaristas que yo he leído, es una palabra que se refiere no a cualquier tipo de ser viviente sino Dios, divinidad, es decir, podríamos decir cuando Job dice yo sé que mi redentor vive, está diciendo, yo sé que mi redentor es el viviente, está vivo como Dios está vivo.

Si ustedes quieren que les de una ilustración porque este es un punto bien importante, en el libro de Génesis, ustedes recuerdan la historia de Agar, la madre de Ismael, que cuando Agar se encuentra en el desierto abandonada y ella y su hijo están a punto de morir, Dios la ve, dice la Biblia, y la rescata y le hace unas promesas acerca de su hijo Ismael. Dios la encontró en un pozo y dice la Biblia que Agar le dio un nombre a ese pozo, el pozo del viviente que me ve. Y en muchas palabras, dura cosa te es caer en las manos del Dios vivo, dice la Biblia.

Esta idea de vivo, de vivencia, es la palabra que Job emplea aquí para referirse a su redentor. Dice, yo sé que mi redentor es el viviente, es el Dios viviente. Está vivo. Es un Dios que encarna la vida. Y qué celebramos nosotros en el domingo de resurrección? Un Cristo vivo. Nosotros decimos, yo sé que nuestro redentor vive. Y eso es lo que hemos declarado en esta tarde. Tenemos un redentor que vive, vivo está declaramos.

Y eso es algo tan importante que nosotros tenemos que entender. Si Cristo no resucitó, dice la Biblia, somos los peores del mundo, somos dignos de misericordia, porque entonces Jesús viene a ser simplemente un mártir más que murió y que como Buda, como todos los demás, como Mahoma y todos los demás transformadores religiosos murió. El cristianismo es la única religión que se atreve a decir que su salvador vivo está.

Y eso es lo que nosotros celebramos durante el domingo de resurrección. Nadie, ninguna otra religión se atreve a decir esto. A través de los siglos muchos grandes cerebros se han propuesto refutar la resurrección. Uno de los últimos que lo hizo fue un periodista muy conocido aquí en Estados Unidos, un hombre de mucho renombre en el periodismo y él cuando su esposa se convirtió se le vino el mundo abajo, porque él era ateo. Y él queriendo salvarla de ese engaño que era el cristianismo, según él, y con todas sus destrezas periodísticas se propuso hacer una investigación como si fuera… porque su tipo de periodismo era periodismo jurídico, él supervisaba cortes y hacía reportes jurídicos para su periódico, uno de los grandes periódicos de Estados Unidos.

Y él dice que pasó un año y pico investigando todas las diferentes áreas que podían incidir sobre la resurrección y sobre la vida y la existencia de Jesucristo. Investigó la medicina, todos los relatos de la crucifixión y de la muerte y de los reclamos de la iglesia de que Cristo había resucitado, su existencia. Hizo un estudio exhaustivo como solo un periodista de su renombre y de su capacidad intelectual lo pudo hacer. Y él se propuso investigarlo de manera que si había algo que pudiera probar que la resurrección de Jesús era un mentira, él se propuso encontrarlo. Y ¿sabes qué? Terminó aceptando a Cristo como su Señor y salvador y hoy es uno de los pastores de renombre de esta nación y de hecho acaba de salir una película, que yo les recomiendo que la vean, desgraciadamente no está en todos los teatros y se llama The Case for Christ. El periodista es Lee Strobel y él escribió ese libro que es uno de los libros que más ejemplares ha vendido en los últimos años, millones y millones de ejemplares se han vendido de su libro donde él relata cómo fue arrastrado de su ateísmo a una convicción de que Jesucristo verdaderamente estaba resucitado.

Una de las cosas bien importantes es esta, hermanos, si tu no crees que Jesús es redentor, estás fallido en tu fe. Si no crees que es tu redentor, te falta también una pieza importante. Si no estás claro en tu convicción y no lo has confesado con tu boca que él es tu redentor, te falta algo. Y si no puedes creer que él está vivo hoy, te falta algo bien importante. Yo te llamo en el nombre de Jesús a confesar la resurrección de Jesucristo.

No podemos ser cristianos fidedignos si no podemos confesar que Jesucristo está vivo, que nuestro redentor vive. Y eso es lo que nosotros hacemos en este domingo. Y la última pieza que quiero dejar con nosotros en esta tarde y asegurarnos de que todos estamos claros en esto y si no estás claro, yo quiero que hoy peinemos esta congregación y vamos a pedirle al Espíritu Santo que nadie se vaya de aquí sin haber hecho esa confesión. Y pido que todos estén tranquilitos, nuestros niños, tomémoslos y vamos a tener un momento de tranquilidad para que todos nosotros podamos hacer una consideración bien claro.

Nuestros hermanos hujieres, por favor, ayúdennos en esto. La última cosa que Job declara es cuando él dice, y al fin se levantará sobre el polvo y después de desecha esta mi piel en mi carne he de ver a Dios. el Espíritu Santo sin que Job entendiera 1500 años antes de que viniera la doctrina de la resurrección, la doctrina del último juicio, la doctrina de los últimos tiempos, del fin del mundo, guió a Job a hacer una declaración muy poderosa que nosotros también tenemos que hacer.

Y es que un día todo esto que nosotros conocemos va a terminar. Los museos con todas sus obras de arte maravillosas, esas hermosas pinturas, esas estatuas se van a derretir como plomo caliente, los grandes edificios de Wall Street y de Paris y de Alemania, se van a derribar, se van a venir abajo como un castillo de naipes, los grandes aviones, las grandes construcciones del mundo, los grandes barcos, dice que los elementos van a ser derretidos antes de dar a luz a una nueva creación.

Un día todas las naciones del mundo van a reconocer que Jesucristo es el Señor. Todas las cosas de este mundo, todas las vanidades de este mundo van a pasar, dice, y al fin en el final de los tiempos se levantará sobre el polvo, y de nuevo, en el hebreo original lo que dice es más bien, él se parará sobre la tierra, sobre el polvo de la tierra, en el fin del mundo, en el fin de los días, el Señor se parará sobre la tierra, el Señor establecerá su señorío, su soberanía, su poder sobre el polvo de la tierra.

La Biblia dice que un día el Señor descenderá con voz de arcángel, con trompeta y se parará sobre el monte de los olivos, y dice la Biblia que el monte de los olivos se partirá en dos bajo el peso de su señorío y se hará un gran valle debajo de él. Y el Señor afirmará que todos los reinos de la tierra le pertenecen a él solamente y él será el Señor de Señores reconocido por todas las naciones de la tierra y entonces el Señor le entregará el reino a su Padre celestial y dirá, me lo han entregado a mí y ahora yo te lo entrego a ti para que Dios sea en todos, sobre todos y por todo. Aleluya!

Y ¿sabes qué? Nosotros estaremos allí para celebrar con Cristo por la eternidad. Y eso es lo que Job declara aquí. Job dice, después de desecha mi piel, mi cuerpo, después que yo me haya muerto, después que las lombrices se hayan comido mi cuerpo, eso es lo que dice en el hebreo original, mucho más gráfico que lo que está aquí, yo en mi carne he de ver a Dios.

Cuántos aquí en este lugar creemos que nosotros vamos a ser resucitados juntamente con Cristo Jesús? Puedes tu confesar con tu boca verdaderamente? Porque eso es lo que en última instancia, hermanos, nos consuela, nos afirma, nos fortalece, esa esperanza que nosotros tenemos. Sabe que esa es la última carta que el cristiano se juega. Nosotros podemos decirle al Señor, Padre, sáname, si estamos enfermos, podemos decirle, Señor, sácame de este aprieto en que me encuentro y quizás Dios te saque, quizás no te saque. Señor, ayúdame a salir de este aprieto de equis cosa, pero la última carta que nosotros nos jugamos es que si morimos para él morimos, si vivimos para él vivimos, sea que muramos o que vivamos del Señor somos. Aleluya!

Todos vamos a tener que morir a menos que no sea esa generación que estará aquí cuando Cristo venga. Todos vamos a padecer. Lo que a mí me consuela en este mundo es saber que los afanes y los sufrimientos de este mundo no son nada comparados con la gloria que nos espera en la patria celestial. Y para tu tener ese consuelo en tu corazón, hermano, tu tienes que creer verdaderamente que tu vas a ver a Dios en tu carne. No lo vas a ver a través de un video, no, con mis ojos, dice Job, al cual veré por mí mismo y mis ojos lo verán y no otro. Aleluya!

Sabes que tu cuerpo es pasajero, tu cuerpo es fallido, tu te puedes ir a los 20 años, a los 30 o a los 80 o a los 100, pero lo maravilloso para un hijo de Dios es que nuestra existencia no está condicionada a cuántos años pasamos sobre la tierra, sino que nosotros tenemos una vida eterna y que un día veremos a Dios cara a cara y que en ese día toda lágrima será enjugada de nuestros ojos, toda queja será acallada y nosotros vivimos en este mundo y vivimos los afanes y las incomodidades y las molestias y los padecimientos de este mundo como Job lo vivía, en ese momento él estaba lleno de llagas y de dolencias, pero él decía, aunque mi cuerpo se deshaga yo sé que yo lo veré con mis ojos, con mi cuerpo lo veré.

Oh mi hermano, mi hermana, yo espero que en esta tarde tu también puedas estar seguro de que tu vida, tu cuerpo, tu existencia eterna están en las manos de Dios y que si te vas de aquí en este momento cuando tu salgas por esa puerta, nadie te puede robar lo que Dios te ha dado, que es tu salvación eterna, la salvación de tu cuerpo.

Yo quiero que bajemos nuestras cabezas en esta tarde y mientras escuchamos un minuto la adoración yo te invito al mayor privilegio que un hombre o una mujer puede tener y es considerar si tu estás claro con respecto a los reclamos del Señor. El Señor ahora mismo se presenta delante de ti y él se divide en cientos de lugares en este espacio y él se para con su ropaje real delante de ti ahora mismo y toca a la puerta de tu corazón, él toca a tu voluntad, a tu sentimientos y él dice, puedo entrar? Puedo entrar como tu salvador personal? Puedo entra como tu redentor? Puede entrar como el garante de tu vida eterna? Puedo entrar como el que es tu justicia el día que tengas que venir ante el trono del juicio? Y solo tu tienes la manija del otro lado de la puerta que puede abrirle la puerta al Señor porque él no va a forzar. Esa puerta eres tu quien tiene que abrirla.

Y yo te invito ahora en el nombre de Jesús a abrir la puerta. Visualízate a ti mismo abriendo la puerto, si no lo has hecho antes, esa puerta tu tomas la mano, la pones sobre la manija, del otro lado está la persona luminosa de Jesucristo y él está esperando que tu le abras la puerta y que le digas, Señor, entra a mi casa. Paséate por todos los salones de mi casa, paséate dentro de mi voluntad, dentro de mis emociones, mi cuerpo, mis recuerdos y memorias, mis apetitos, mis sueños, mis proyectos y planes, mis relaciones humanas, mi profesión, todos los salones de mi casa, Señor, te invito a pasearte por ellos y a poner tu bandera en cada uno de ellos y yo te recibo, te reconozco, te acepto, te confieso como mi redentor vivo, mi redentor personal, mi salvador.

Y si tu has hecho ese acto en esta tarde, si lo has llevado a cabo, yo quiero invitarte a que levantes tu mano en esta tarde ahora mismo, levanta tu mano e invita a Jesús ante tu congregación, ante tu comunidad para ser tu Señor y salvador. Todos aquellos que quieran confesar a Jesús primera vez, si no lo has hecho antes, te invito a levantar tu mano en alto, no tengas temor, no tengas vergüenza, confiesa a Jesús.

Dios te bendiga, mi hermana. Dios te bendiga. God bless you, my brother. I know that God is doing a beautiful work in your life. Dios bendiga esas manos que se levanten. Hermano, no tengas temor, que día más precioso donde tu puedes decir, yo sé que mi redentor vive. Dios te bendiga. Que se levantes esas manos. Yo sé que hay muchas manos. Yo creo que vamos a tener una cosecha esta tarde como Munca antes, lo confesamos así en el nombre del Señor. Levante su mano. Allá arriba también. Si alguien ve a alguien levantar su mano acérquese, ábrele la puerta al Señor, toma la manija y abre la puerta y di, Señor, entra. Cena conmigo, yo quiero cenar contigo. Yo te recibo, yo te confieso, mi redentor viviente. Yo sé que un día te veré en la eternidad. Tu eres mi Dios. Tu eres mi Señor, mi salvador.

Estad quietos, y conoced que Yo soy Dios

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Salmo 46, mientras abren ese Salmo y vamos a considerar casi el Salmo en su totalidad hoy, bienvenidos al Domingo de Ramos aquí, Domingo de Palmas, y mientras abrimos el Salmo 46 el texto clave del Domingo de Ramos creo que es Zacarías 9:9 ¿verdad? “Alégrate mucho hija de Sión, da voces de júbilo, hija de Jerusalén, he aquí tu Rey vendrá a ti justo y salvador, humilde y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna.”

Ahora, no creo que se requiere gran, mientras estoy desarrollando este mensaje verán dónde encaja la Palabra profética que pronunció mi hermana Ibelice, pero me imagino que muchos estamos aquí esperando. El Señor te trajo a la Congregación León de Judá hoy y si es así bienvenido, esperando, rogando que nuestro Rey aparezca de una vez y nos rescate. Puede ser que nos rescate de una crisis financiera o tal vez una situación de salud, un ser querido luchando con cáncer u otra enfermedad terrible, como puede ser una relación, tu matrimonio tal vez, unos hermanos o unos amigos que ya no se hablen, un hermano en una tierra lejana que no devuelve su texto, su whatsapp ¿verdad? eso pasa en las familias, una hija o un hijo que tal vez te tiene desvelado por un tiempo ya y estás orando que tu Redentor llegue ya y que venga a tu rescate, si estás en eso bienvenido al club.

Ahora una pregunta: si Él llegar, tu Rey, tu Redentor ¿lo reconocerías, lo esperarías? y aquí voy a desarrollar una lección personal y ustedes van a tener el lujo de vivir esa lección conmigo. Un poco antes de la Navidad entré al servicio un miércoles en la noche en el santuario original con un corazón cargado y tal vez, no se escandalicen, tal vez a punto de perder la esperanza de que mi Redentor llegaría a tiempo ese día.

A propósito, noten: los Pastores que sirven en León de Judá asisten a León de Judá, Pastor Samuel ¿a cuál Iglesia tú asistes? yo voy a León de Judá, esta es mi Iglesia, el Pastor Roberto es mi Pastor, aquí lucho con mis dramas, aquí traigo mis cargas al Señor, soy un cliente más en León de Judá con mi propio drama delante del Señor y este es uno de ellos.

Y la carga era algo relacionado con el ministerio sin fin de lucro que tengo el privilegio de dirigir, el centro de recursos académicos, pero con raíces profundas tocando casi todo aspecto de mi vida. Muchos han vivido como un problema ¿verdad? digamos un problema financiero puede afectar sus relaciones, su salud también, etc., o tal vez un problema de su salud afecte igual sus relaciones y sus finanzas, era un problema con raíces ¿cuántos saben de lo que estoy hablando?

Y en 16 años ya estoy curado en salud, ya estoy acostumbrado a que el Señor llegue justo a tiempo con una solución milagrosa, yo vivo a la espera de la caballería, ya estoy acostumbrado a eso, pero esa tarde la situación parecía quizás más difícil que nunca y aunque no lo dije quizás en voz alta, ya estaba perdiendo la esperanza en mi corazón, es más, en lo recóndito de mi corazón tal vez sin yo mismo darme cuenta ya estaba elaborando un plan B culminante como el piloto de un avión buscando dónde es el escape aquí.

Son cosas que son difíciles de admitir y más compartir, especialmente como Pastor. Otro detalle, me tocaba predicar esa noche. Entré al santuario original poco antes de comenzar el servicio saludando a la gente, y mientras saludaba a la gente al acercarme a una hermana que de hecho agradezco al Señor por ella, dedico este mensaje al Señor Jesús y a esa hermana con ese don profético que no tuvo temor de compartirme esa noche.

Esa hermana me tomó de las dos manos con una intensidad y me sentó a su lado, si la vieran pareciera que eso de por sí es un milagro, okay, me sentó a su lado, tenía algo urgente que compartirme, Samuel ¿cómo estás? ¿cómo está Marina? parece que se me ve en la cara ¿verdad? lo que estoy pasando. Entonces me contó, me anunció: hace un par de noches el Señor me despertó con una carga para orar por ti y por Marina, y me dijo que te dijera: estad quietos y conoced que Yo soy Dios, estad quietos. Eso viene del Salmo 46 ¿verdad? lo conocemos, “Estad quietos y conoced que Yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra. Jehová de los Ejércitos está con nosotros; Nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah”, gloria a Dios.

Esa Palabra hermano no se lo que le hace a usted pero esa Palabra me sostuvo, me sirvió de estímulo no solamente esa noche, pero esas dos palabras “estad quietos” me ha servido como una bandera en estas semanas, en esta época. Es como si el Señor me dijera en esa noche: envié esa hermana en ese momento preciso para que me dijera: Samuel no te he pasado de vista, te oigo, te veo y vengo por ti, vengo en tu rescate, mientras tanto estad quietos. Mientras tanto necesito que estés quieto.

Como decía mi mamá muchas veces: “estáte quieto muchacho” diga a su vecino: estáte quieto, hace mucho tiempo que usted quería decirle eso a su vecino ¿verdad? estáte quieto (risas). Y en las siguientes semanas he estado tropezando con esas palabras por donde quiera incluyendo hasta el termo de nuestro violinista, pero él trabajo como nuestro director de inglés como segundo idioma, y en una reunión él llega con su termo con este mensaje, okay God I get it, I get it, entiendo. Como dices hasta en la sopa salía, be still Sam, entiendo.

En el momento que recibí esa Palabra reconocí sin duda que era de Dios, no problem, I get it God, pero me fue y sigue siendo una lucha conocer cómo se hace eso. Piénsalo: ¿cómo espera Dios que estemos quietos?

Estar quieto es más difícil de lo que tal vez parece. Los padres aquí parecen muy familiarizados con la expresión: estáte quieto. Lo han dicho quizás en un viaje al asiento de atrás en un viaje quizás de aquí a Nueva York, ¿cuánto dura eso, verdad? nosotros somos iguales, se nos hace difícil estar quietos, es interesante.

Una de las Palabras que he recibido en este tiempo vino de la hermana María Fernanda Alzamora, esposa del Evangelista Juan Carlos Alzamora, ella le compartió una Palabra al Pastor Roberto, yo no sé cuántos de ustedes se acuerdan, y ella le dijo al Pastor de parte del Señor que el Señor lo estaba llamando a luchar por estar quietos.

Interesante, una traducción de este texto lee en vez de decir: “estad quietos y conoced que Yo soy Dios” dice: “Para de luchar y conoced que Yo soy Dios”, o sea, tomando la Palabra de esa hermana Maria Fernanda y esta Palabra suena así: luchad para parar de luchar, ¿los confundí?

El Señor lo estaba llamando: “Tienes que parar para parar de luchar y conoced que Yo soy Dios.” Parece una contradicción pero no lo es, ¿sabe por qué? gramaticalmente estad quietos es una frase verbo, es algo que hacemos; más bien es algo que somos, un estado al que el Señor quiere que lleguemos como cristianos, cristianos que hemos entendido cómo estar quietos delante del Señor y conocer que Él es Dios, pero, ¿cómo se hace eso?

Tuve que venir ante el Señor y admitir: Padre, a la verdad, pensándolo bien no sé cómo estar quieto como Tú lo esperas, múestrame, enséñame. Yo les invito a ustedes a que hagan lo mismo, muéstrame Señor cómo estar quieto delante de Ti.

Y primero Dios me tuvo que mostrar lo que no era estar quieto, lo opuesto a estar quietos. O sea, la Palabra me tuvo que mostrar cosas que tuve que dejar de hacer que Yo estaba haciendo que eran lo opuesto a estar quieto, por lo menos tres cosas que Él me está llamando a dejar de hacer para estar quietos comenzando con la número uno: No te afanes, no temas, no te afanes.

¿Sabe? muchas veces en lugar de llamarnos a estar quieto encontrarán que la Palabra nos llama a no temer o no afanarnos, es lo mismo, es la misma declaración. Si no dice estad quietos te dice lo opuesto, no temas, pero es el mismo mensaje viniendo de parte del Espíritu Santo, como esta declaración en el versículo 2 del Salmo 46 que estamos leyendo juntos ahora. Declara el versículo 2 del Salmo 46: “Por tanto, no temeremos; aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar; Aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su bravura.”

En otras palabras Samuel, no temas, no te desesperes ¿por qué? versículo 1: “Dios es un nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones”, versículo 5: “Dios está en medio de ella; no será conmovida. Dios la ayudará al clarear la mañana.” Versículo 7: “Jehová de los Ejércitos está con nosotros; Nuestro refugio es el Dios de Jacob.”

Selah, casi nunca pronunciamos esa palabra. Los cantantes aquí saben lo que es esa palabra, es una indicación hebrea a los cantantes para que aquí guarden silencio y pausen, a eso es a lo que nos está llamando el Señor. Se oye bello ¿verdad? gloria a Dios.

Pero lo difícil es estar consciente: una cosa es declarar: “Dios está conmigo, Dios está conmigo” confesarlo, (cantando) “Dios es nuestro amparo, nuestra fortaleza”, lo difícil no es declararlo, sino estar consciente que Dios, ese Dios, el Dios de lo invisible está con nosotros y como quiera tememos, por más que nosotros lo declaramos, tememos.

¿Se acuerdan cómo Jesús se echó a tomar una siesta en la popa del barco mientras una tormenta violenta azotaba la cubierta del barco, cómo ellos reaccionaron? Jesús se está echando su siestita en la popa, el viento está destruyendo las velas, despiertan a Jesús y Jesús se levanta, yo me lo imagino con esa calma ¿y cuál es el problema? cuál es el problema, el problema hermano nos va a tragar, nos vamos a ahogar, ¿no te importa? literalmente dicen, ¿no te importa? nos va a tragar el mar Jesús, dicen, hello (sonidos del viento soplando). Calla, enmudece, estáte quieto, hubo gran bonanza.

El versículo 40 de Marcos 4 tiene a Jesús mirando a los Discípulos y preguntándoles: ¿por qué estáis así de amedrentados? ¿cómo no tenéis fe? “Entonces temieron con gran” ahora sí, si no tenían miedo, “con gran temor se decían el uno al otro: ¿quién es este que aún el viento y el mar le obedecen?” y la respuesta es que Él, el mismo Señor, el mismo Dios que se estaba su chopita en la popa del barco es el mismo Dios del Salmo 46: “Bramaron las naciones, titubearon los reinos, dió Él Su Voz y se derritió la tierra” es el mismo Dios, está con nosotros, y nos tenemos que entrenar a condicionarnos al hecho de que Él está cerca, Él está cerca y no temer.

Primero, no temas, no te afanes. La segunda cosa que tenemos que dejar de hacer si queremos conocer de estar quietos es: no hagas nada apresuradamente, no hagas nada apresudaramente, no te adelantes tomando el asunto en tus propias manos ¿qué quiere decir con esto? hoy está Dios diciéndote: Te veo, vengo por ti, dices: gloria a Dios, pero no sé si es que no le creemos o lo encontramos un poco lento, o perezoso, ¿por qué no le damos la mano? le damos la mano y lo ayudamos.

¿Te acuerdas cómo nació Ismael el hijo de Abraham? Dios le prometió a Abraham y a Sara un hijo a pesar de su edad avanzada, cerca de cien años tenía Abraham pero Dios se tardó en cumplir la promesa. Tal vez muchos de nosotros tenemos aquí una promesa que Dios nos dió hace años y nosotros estamos todavía esperándola.

Y Sara y Abraham decidieron darle a Dios una mano con la promesa. Abraham tuvo un hijo con Agar, Sara le dice a Abraham: mira, mete mano (risas) Dios entiende, tal vez esté en la Voluntad de Dios, gloria a Dios, mete mano y que Dios vaya contigo, y de ahí salió Ismael, Ismael.

Y hermanos como estaba declarando la hermana Ibelice: hasta el sol de hoy eso es un desastre la relación entre la descendencia de Ismael y la descendencia de Isaac. Tal vez Dios se puede glorificar en el asunto y lo hará porque nos ama y no nos abandona pero yo les puedo asegurar que no era el plan de Dios para Abraham y Sara, y un Ismael no es lo que Dios tiene en mente para ti tampoco.

En nuestra desesperación somos capaces de crear, tengan cuidado con esto mis hermanos, en nuestra desesperación somos capaces de crear un Ismael, un Ismael hermanos. Tal vez dejar la Iglesia o tal vez dejar tus estudios, o dejar tu trabajo, mandar un mensaje enojados en facebook y regarla por los cuatro vientos, y para salir uno de uno estiramos la verdad un poco ¿verdad? o las reglas del trabajo, o más peligrosamente la ley para salir de una prueba.

Consecuencias a veces graves acompañan nuestros Ismaeles. Dios en Su Amor y Su Gracia recoge los pedazos, limpia los baches que dejamos, no se aparta de ti, se compromete a trabajar contigo a pesar de ser cabeciduro pero no es lo que Él tenía en mente para ti. Estoy seguro que muchos de los planes que yo estaba fraguando en ese momento esa noche hubiesen dado a luz a un Ismael, quién sabe si hoy día yo estuviera aquí, Satanás hubiera impedido que hoy en este día usted oyera este mensaje si hubiera elaborado mi plan B y no esperado a quien llegó, gloria a Dios, al tiempo de Él y de la manera de Él.

Pero imagínate: un día en la gloria explicando al Señor, el Señor preguntando: Samuel ¿qué estabas tú pensando, por qué hiciste eso? ¿no te dije Yo que venía por ti? ¿por qué no me esperaste?

No te apures, yo estoy seguro que ahí ya corriendo por el patio tengo un par de Ismaeles ya que Dios en Su soberanía me ha visitado con Su Gracia, pero yo lo que quiero es la perfecta Voluntad de Dios para mi vida y eso es lo que quiere usted.

Número tres, la tercera cosa que tenemos que dejar: no guardes pensamientos negativos, no guardes pensamientos negativos. Ira, rencores, resentimientos, etc. Tal vez tus temores no te llevarán a hacer algo apresurado, es más, quizás ni siquiera estás en posición de hacer nada, pero en lugar de eso internalizas tu temor, internalizas tu estrés y te envenenas tú mismo guardando rencores contra gente que quizás no ve las cosas como tú o que estás convencido que te han hecho daño, o que te han quitado algo, o negado algo que tú piensas que mereces, un patrón, un ex amigo, un ex esposo, una ex esposa, un Pastor, ese rencor al pasar el tiempo se convierte en resentimiento, dale al resentimiento un tiempo y viene a ser amargura, amargura contra el mundo entero en tu corazón y a la larga convirtiendo tu corazón en un basurero, tu corazón, el templo del Espíritu Santo, contristándolo dentro de ti.

Eso nos advierte Efesios capítulo 4, eso es como tomar un dumpster y regarlo aquí en frente al altar y convertir eso en tu corazón. Estar quietos requiere que quitemos como dice Efesios capítulo 4 versículo 31: “Quitad toda amargura, enojo, gritería y maledicencia, y toda malicia; antes, sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándonos unos a otros como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.” Oigan el mensaje del Pastor la semana pasada acerca de la gracia, es la misma idea.

Aquí estad quietos y conoced que Yo soy Dios es un llamado a dejar que Dios pelee nuestra batalla con las armaduras de Él y no las nuestras, las armas de Dios no son de este mundo pero son más efectivas. Es más, uno de mis textos favoritos en este Salmo glorioso para mí es el versículo 9: “Nuestro Dios es el Dios que hace cesar las guerras hasta los fines de la Tierra, que corta el arco, que quiebra la lanza, que quema los carros en el fuego” el método de Dios tal vez no es el método que usted prefiere porque el método de Dios es exterminar guerras y contiendas de una vez y establecer Su paz, Su bienestar.

No ganas tú, no gana ella, no gana el otro, el que ganó fue Dios y si nosotros somos Su criatura, si tú eres la niña de Sus ojos y Dios gana, hey, ganaste tú también, más hubieses tal vez tú perdido en ese embrollo. No te preocupes por intentar amoldar los corazones de otros, estáte quieto. No te preocupes por los corazones de otros, eso no se toca, eso no nos toca a nosotros.

El corazón del Rey dice la Palabra y de todo el mundo está dice ¿dónde? en la Mano de Jehová, y si de algo te tienes que preocupar usa esa energía para ocuparte de tu propio corazón, tu propio corazón, en serio, ¿qué ve Dios al ver tu corazón?

Cuando estés a solas delante del Señor trae eso y muchos de estos resentimientos, rencor, amargura, cuando se antojan visitarnos es precisamente en nuestros momentos de oración, un bombardeo en ese momento. Abrimos la Palabra, nos estamos quietos y Satanás lo menos que quiere es que usted tenga comunión con el Espíritu Santo. “A ti te encanta la amargura, a ti te encanta el rencor, ¿te acuerdas lo que te hicieron?” mire y usted desgasta ese tiempo precioso en veneno cuando debes decirle al Señor: hazme un hombre de amor, que tú veas amor, benignidad, misericordioso, una práctica de perdonar ofensas, que Dios no encuentre nada que limite Su Gracia en ti y de eso se trata.

Yo quiero que mi corazón sea un canal limpio por el cual corra la Gracia de Dios y me alcance Su Gracia y Su revelación, de eso se trata, y deja que Dios se encargue de los corazones de otros. Entrégaselos a Dios, trae tu lista de enemigos, Nixon parece que tenía en una caja fuerte (ríe), mira trae tu lista de enemigos, sácala y no salgas de aquí sin traerla a los pies del Señor, mejor dicho, clávala en la cruz y déjala allí; es más, especialmente si tú eres uno de esos enemigos.

Muchos de nosotros cargamos resentimientos contra nosotros mismos redargüidos por Ismael, deja eso, la sangre de Cristo cubre multitud de pecados, el Señor te perdonó. Si Dios te dice: Te amo tú le dices: gracias, si Dios te dice: Te perdono tú le dices: gracias, si Dios te dice: Borrón y cuenta nueva tú le dices: gracias Jesús; clávalo a la cruz y no dejes que eso te cargue tampoco.

Mis hermanos: si eso es lo que tenemos que dejar de hacer ¿cómo es estar quietos Pastor? ¿cómo dice el versículo 10, de nuevo? estad quietos ¿y qué? y conoced que Yo soy Dios. Otra traducción: para de luchar y conoced que Yo soy Dios. Para de luchar por ser el jefe de tu propia vida, de tu propio mundo y conoced que Yo soy Dios, y no tú.

Otra manera en que ese texto ha sido traducido es esta: “Estad quietos y conoced el Yo soy.” Eso es una manera legítima de traducir esa frase hebrea, estad quietos y conozcan. Llegas a conocer el gran Yo soy y eso es lo que Dios quiere a través de eso. Usted ve una lucha, usted ve un problema, usted ve un reto, usted ve su peor pesadilla desarrollándose delante de usted, usted ve un león que lo quiere tragar vivo, Dios ve una oportunidad de mostrarte Su gloria, Dios ve una oportunidad para que usted de una vez sepa quién es verdaderamente, usted ha cantado del Dios Todopoderoso, del Dios invencible en batalla, el Dios que provee, el Dios que sana, el Dios vivo, el Dios que resucitó de entre los muertos, pero hasta que usted no esté en un buen aprieto no lo va a conocer, no lo vas a conocer, y si estás luchando, y estás tratando de maquinar y salirte con la tuya, yo voy a resolver esto, confieso que Dios es mi Salvador, mi rescatador, pero sigues luchando el Señor en Su amor paternal te agarra y te dice: Oye muchacho estáte quieto, déjame eso, déjame trabajar aquí, déjame aquí y mostrarte Mi gloria.

Yo te oigo dice Tu Redentor, vengo por ti. De nuevo ese texto en Zacarías lee: “Alégrate mucho hija de Sión, da voces de júbilo hija de Jerusalén; he aquí tu Rey vendrá a ti” y hasta aquí nosotros todos decimos: gloria a Dios, pero luego sigue: “justo y salvador, humilde y cabalgando sobre un asno” no un caballo de guerra, “sobre un pollino” además, “hijo de una asna”, entra el Señor cabalgando sobre un pollino de una asna, aquí llegué a tu rescate.

Y tú no dices nada pero tú lo miras un poco raro y el Señor dice: ¿No soy lo que esperabas? no Señor yo esperaba Tú sabes como en las películas mexicanas esas con todos Tus powers, y revólveres por donde quiera, y rodeado de una caballería, no sé, como el héroe del Señor de los Anillos, algo así, pero ¿ni siquiera encontraste la mamá, tenía que ser el pollino?

¿Sabe? Él no tiene que llamar la atención cuando llega, Él es el Rey de gloria, de gloria, la gloria del Señor le sale por los poros. Su Presencia es gloria suficiente.

Puede ser que resuelva tus asuntos precisamente como esperas que Él lo haga o puede ser que tenga otro plan, un plan que tal vez usted no entiende pero un plan que le traerá a él gloria y que te llevará a entenderlo mucho más profundamente que antes. Lo importante es que llegó tu Rey, llegó tu Rey y Dios nos libre de que Él no nos encuentre esperándolo.

La cruz y el Dios de gracia

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Lucas, 6:27. Y quiero hablar acerca de la gracia como el verdadero espíritu de la pascua, de la narrativa de la Semana Santa, la gracia al centro de esa narrativa. Pensando que dentro de pocos días, como habíamos dicho durante los anuncios, estaremos celebrando la llamada Semana Santa donde recordamos la pasión de Jesucristo, su sacrificio por nosotros, y su resurrección evidentemente también.

Quiero enmarcar ese tiempo con una meditación sobre gracia, la gracia de Dios y nuestra gracia que debemos también extender hacia los demás. Lucas, capítulo 6:27 dice:

“Pero vosotros los que oís os digo amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen, bendecid a los que os maldicen y orar por los que os calumnian. Al que te hiera en una mejilla preséntale también la otra, y al que te quite la capa ni aún la túnica le niegues, a cualquiera que te pida dale, y al que tome lo que es tuyo no pidas que te lo devuelva, y como queréis que hagan los hombres con vosotros así también haced vosotros con ellos. Porque si amáis a los que os aman qué mérito tenéis, porque también los pecadores aman a los que los aman y se hacéis bien a los que os hacen bien, qué mérito tenéis, porque también los pecadores hacen lo mismo. Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir qué mérito tenéis, porque también los pecadores prestan a los pecadores para recibir otro tanto. Amad pues a vuestros enemigos y haced bien y prestad no esperando de ello nada, y será vuestro galardón grande y seréis hijos del Altísimo. ¿Por qué? Porque él es benigno para con los ingratos y malos, sed pues misericordiosos como también vuestro Padre es misericordioso.”

El Señor bendiga su palabra. Yo les decía que esta semana que se acercan y de hecho en la tradición cristiana de muchas diferentes denominaciones está esta idea de esos días que celebramos en mira hacia el domingo de resurrección y para muchas iglesias y muchas ramas del cristianismo, esas semanas antes del domingo de resurrección son semanas de recogimiento, de meditación, de pensar en los diferentes eventos que acompañaron el proceso que Cristo vivió camino hacia la cruz.

Y yo quería por lo menos tomar este domingo para meditar un poco acerca de esa narrativa, ese relato de la pascua. El Señor me llevó a pensar mientras preparaba este sermón en ese amor inmenso de Dios que lo llevó a extender su vida, su poder a favor de una humanidad sumida en el pecado. La Biblia enlaza el amor de Dios con la salvación que nosotros recibimos.

Juan 3:16, el versículo más conocido de toda la Biblia, “porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado su Hijo unigénito,” su único hijo, hay un misterio allí bien grande. El lenguaje de la biología humana pero sabemos que la relación de Jesús con el Padre va más allá de eso que conocemos como hijo–papá, es algo mucho más profundo, pero es una aproximación a lo que es la relación entre el padre y el hijo.

Pero dice que Dios amó tanto a la humanidad que dio a su único hijo para que todo aquel que cree en ese hijo en Cristo Jesús, no se pierda sino que tenga vida eterna. El amor de Dios que fue tan grande que lo llevó a donar a Jesucristo a favor de nuestra salvación. Y eso ya de por sí que un ser entregue algo totalmente único a favor de otros, es ya algo muy ejemplar, muy espectacular. Pero lo que hace de este amor de Dios aún más llamativo es el hecho de que Dios extendió ese amor a los que no lo merecen, ni lo merecían.

Dios no salvó a una humanidad que lo amaba y estaba buscando de él y adoraba al único Dios, sino que extendió su gracia y su misericordia hacia una humanidad que estaba perdida en el pecado, totalmente ignorante de él y hacia esa humanidad el Señor extendió su amor. Una humanidad que no lo merecía.

Y eso nos lleva a meditar en lo que es la gracia. Ese concepto de gracia, caris en el griego original, es bien importante en toda la teología cristiana, está detrás de esa idea de la gracia o caris, es esa idea de dar algo de valor a alguien o algunos que no lo merecen, esa es la idea cuando hablamos de la gracia de Dios, caris. De donde viene la palabra caridad, por ejemplo, es esa idea, de la caridad o el amor de Dios, la gracia de Dios que asignó a su Hijo a una humanidad que no lo merecía.

Se ha dicho que gracia es darle a alguien lo que no se merece y no darle a alguien lo que se merece. Y si usted examina esa idea eso es lo que Dios hizo con nosotros, nos dio algo que no merecíamos, nos dio la salvación, reconciliación con él, nos dio a su Hijo Jesucristo para que fuéramos salvos por medio de él, y nosotros no estábamos ni siquiera deseando eso. La humanidad estaba muy contenta en ese tiempo cuando Cristo vino al mundo, estaba sumida en su pecado. Luego vamos a ver un poquito de eso.

Es decir, que Dios nos dio algo que no nos merecíamos. Pero también hizo algo maravilloso y es que no nos dio lo que merecíamos, porque en ese estado pecaminoso de haber ofendido la ley de Dios, lo que nosotros merecíamos era ira, castigo, justicia, pero Dios no nos dio eso, sino que nos dio reconciliación por medio de Cristo Jesús, nos dio el perdón de los pecados.

Si usted puede ir a Efesios, capítulo 2, un momento, del 3 al 5, allí dice:

“Todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, es decir, nuestra carnalidad, nuestra humanidad irredenta, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos – porque el pecado no es solamente los pecados inmorales con los cuales asociamos normalmente el pecado, pero qué de vivir solamente conforme a la razón, como vive tanta gente, conforme a la ley del tiempo y el espacio, creyendo que la vida es puramente horizontal, lo que está contenido dentro de esta realidad que nosotros vemos, tocamos, palpamos, porque dice aquí:

“… la voluntad de la carne y de los pensamientos…” Sabe que la tiene una enemistad no solamente contra la parte animal nuestra sino con la parte puramente racional muchas veces que trata de limitar el mundo a lo material y a lo que podemos constatar con nuestros cinco sentidos, empobreciendo lo que es la experiencia humana que va mucho más allá, infinitamente más allá de lo puramente material, temporal. Y hay mucha gente que se irá al infierno no porque sean grandes pecadores sino porque han limitado a Dios a la razón, grandes intelectuales, grandes filántropos, grandes hacedores de bien, grandes músicos y artistas que por su racionalidad no han podido acceder el misterio de Dios.

Y es importante que Pablo haga esa aclaración porque la mente puede ser tan enemiga de Dios como lo puede ser la carne. Entonces él dice, “la voluntad de la carne y de los pensamientos y éramos por naturaleza hijos de ira lo mismo que los demás.”

En otras palabras, por naturaleza, eso es algo bien interesante porque Pablo está diciendo aquí que la verdadera naturaleza del hombre, la mujer, que no ha tenido un encuentro con Dios es ser un hijo de ira. En otras palabras, carne de cañón como dicen por allí. Tu estás destinado a la muerte. Estructuralmente tu eres un reo de la ira de Dios y se requiere un acto de gracia de parte de Dios para cambiar tu estado de ira a un estado de reconciliación y trato con Dios.

Por eso es que todo ser humano no importa cuán desarrollado sea en benevolencia, en buenas intensiones, en buenos actos, si su vida… es como una reacción química, se necesita un catalítico, una energía que rompa las divisiones entre diferentes esencias y las haga una sola y las una, si no se da esa chispa enérgica de Dios uno se queda muerto, un hijo de ira. Ahora cuando Cristo entra en nuestra vida, cuando estamos en relación con él, esa chispa de vida añade exactamente la cantidad de energía que se necesita para crear algo diferente. Y eso es lo que se llama nacer de nuevo.

Por eso es que Cristo le dijo a Nicodemo, un fariseo bien desarrollado, un hombre muy intelectual, muy religioso, Nicodemo vino donde Jesucristo para hablarle de teología y esto y lo otro y para impresionarlo con su conocimiento y el Señor lo paró y le dijo, “un momentito, si tu no naces de nuevo, si alguien no naciere de nuevo no puede entrar al Reino de Dios.” eso que la Biblia llama nacer de nuevo quiere decir precisamente cuando Dios activa tu espíritu y te convierte de un mero ser biológico a un ser verdaderamente espiritual, activado por Dios y entonces tu naturaleza humana, carnal, terrenal, adquiere otra dimensión. Tu naces de nuevo.

Y si no se da ese proceso tu te mantienes como una materia inerte, puramente existiendo en el tiempo y el espacio, pero no tienes el espíritu de Dios activado dentro de ti porque esa es tu verdadera naturaleza, ser reo de ira.

Entonces habla de que éramos prisioneros por naturaleza de la ira lo mismo que los demás, pero mire el versículo 4, “pero Dios que es rico en misericordia, en gracia, por su gran amor con que nos amó aún estando nosotros muertos en pecados nos dio vida juntamente con Cristo. Por gracia sois salvos.” Aleluya!

Gracia. Nosotros no merecíamos. Estábamos metidos en nuestros pecados, muertos en nuestros pecados, hijos de ira, pero Dios extendió su misericordia sobre nosotros e ideó un plan de salvación que se llama el Evangelio, las buenas nuevas. Entonces, esta idea de gracia inmerecida es indisociable, no se puede separar de este acto de la salvación.

Y estoy compartiendo con ustedes aquí un poco de teología pero voy hacia un final que es muy práctico. Qué es gracia? Gracia, como dicen algunos significa el amor de Dios en acción a hombres y mujeres que no merecían ese amor. Dios extendió su vida hacia nosotros pecadores que no podíamos levantar un solo dedo para salvarnos a nosotros mismos. Gracias significa que Dios envió a su hijo único a descender en el infierno de la cruz de modo que nosotros culpables pudiéramos recibir reconciliación con Dios y tener diálogo con las cosas del espíritu.

Qué nos dice Romanos capítulo 3, versículos 22 al 24? Dice, “la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo para todos los creen en él, porque no hay diferencia por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios siendo justificados gratuitamente por su gracia mediante la redención que es Cristo Jesús.”

En otras palabras, otro texto importante es eso que nos dice que la gracia de Dios se hace real en nosotros por medio de un instrumento que se llama Cristo Jesús. Eso es importante para añadirle otra capacidad a este proceso. Dios nos ama, Dios nos redime aunque no lo merecemos, eso constituye un acto de gracia y Dios lo hace a través de su Hijo Jesucristo. Y entonces aquí habla de esto de la fe, de nosotros creer en ese Señor Jesucristo que Dios mandó para nosotros.

La gracia de Dios se activa en un hombre, en una mujer cuando nosotros recibimos a Jesús y lo personalizamos como nuestro salvador, cuando escribimos nuestro nombre al final de esa página que escribe la narrativa del Evangelio, cuando nosotros apropiamos ese acto de gracia de Dios entregando a su Hijo Jesucristo, entonces esto se hace una realidad en nuestra vida.

Y hay muchos textos que podemos usar para continuar desarrollando, por ejemplo Efesios, capítulo 1, versículo 7. Solo quiero montar algo aquí en este momento antes de ir a lo que verdaderamente me interesa. Dice hablando de Jesucristo:

“En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados, según las riquezas de su gracia en Cristo Jesús que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia.”

Y qué de Romanos 5:17, “Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte mucho más reinarán en vida por un solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.”

Aquí el Apóstol Pablo está hablando de Adán y de Jesucristo. Cuando ese primer hombre, esa primera generación humana pecó en el huerto del Edén y violó el mandamiento de Dios, eso desató una serie de consecuencias negativas en el cosmos, en la economía humana. El pecado de Adán rasgó ese velo delicado de la perfecta santidad en que Dios creó el universo, entró un elemento de contaminación en el perfecto universo que Dios había creado. Y eso tuvo ramificaciones para toda la tierra que todavía están con nosotros. Es decir, que Adán, Eva, al pecar y violar la ley de Dios hubo unas consecuencias terribles. Pero qué dice? Que el segundo Adán, que es Cristo Jesús, por medio de su acto también, porque Adán pecó por un acto que fue una violación de la ley de Dios, Jesús por el acto de montarse a la cruz, morir por nuestros pecados, neutralizó esa ofensa de la caída.

Y ahora todos aquellos que se acogen a ese acto de gracia de Jesucristo pueden recibir salvación y vida eterna. Entonces el acto de Adán trajo cierto grado de maldad al mundo, pero el acto de Jesús cubrió y sobrepasó la ofensa de Adán. Así que en Cristo Jesús nosotros tenemos una bendición mucho más grande, más extensiva. Y yo creo que también tenemos más obligación entonces de servir más al Señor, en todos los sentidos, ser más fieles al Señor porque ese acto de Jesús fue un acto sin precedentes totalmente maravilloso y con unas consecuencias extraordinarias.

Entonces tenemos esta idea de que Cristo hace posible esa gracia de Dios y nosotros al recibir ese acto de Jesús entonces pasamos a ser beneficiarios de lo que Cristo hizo en la cruz del calvario por medio de la gracia de Dios.

Ahora, mi principal deseo esta tarde, hermanos, no es darles una lección de teología cristiana, eso es muy bueno, lo que yo quiero es establecer el fundamento para algo que para mí es más importante, y yo creo que para ustedes me parece mucho más práctico y más valioso. Esta es la parte de la aplicación del sermón.

Lo que quiero decir es que Dios nos llama a vivir en una manera similar a la manera en que Cristo vivió. Dios nos llama a comportarnos en el mundo con esa misma conducta de gracia y de misericordia por los que no merecen gracia o misericordia. Dios nos llama a expresar ese mismo corazón generoso, compasivo, que Dios puso en evidencia por medio de la cruz del calvario y el relato de la Semana Santa y del domingo de resurrección.

Es decir, lo que yo quiero poner en sus mentes y en la mía es que esa semana santa no es simplemente un evento histórico que recordamos sino que representa un estilo de vida que nosotros tenemos que abrazar. Como Dios es misericordioso nosotros también tenemos que ser misericordiosos. Como Dios es un Dios de gracia nosotros también tenemos que tener gracia para con los demás, porque esta es la esencia del Evangelio.

Sabe lo que hace distintivo el Evangelio, el cristianismo? No solamente en mi opinión, sino en la opinión de muchas personas más sabias y más doctas que yo, el distintivo del cristianismo es eso que está en el corazón del mensaje del Evangelio que es la gracia, la misericordia, el amor. Yo creo que cuando uno compara todas las demás religiones del mundo, claro que sí, son religiones exaltadas y dignas de respeto, pero yo creo que ese elemento de la gracia y de la bondad y el amor para con el enemigo, para con la persona que no merece favor, está en el corazón mismo del Evangelio, el darle a los demás lo que no merecen y no darles lo que merecen.

Esta es la esencia de la narrativa del Evangelio. Y digo esto con mucho respeto, porque cuando hablo de otras religiones quiero que sepan que hablo en una manera muy respetuosa, pero honestamente, hoy en día por ejemplo hay mucha controversia acerca del islam, el islamismo, el mundo musulmán y hay un debate de si islam es una religión de odio y de violencia o no lo es, etc. y cuando yo comparo, de nueve con todo el respeto que se merece el islamismo, y examino los textos del Corán y examino los textos por lo menos del Nuevo Testamento, aunque les voy a mostrar que eso está en todas las páginas de la escritura, desde Génesis hasta Apocalipsis, es claro que en la narrativa cristiana hay un contenido inevitable que no se puede ignorar y que uno se tropieza con él continuamente cuando uno examina las páginas de la escritura, de un llamado hacia el amor, la misericordia, la gracia, el perdón, la bondad.

Esto es la esencia. Cuando usted le pregunta a alguien acerca de Jesús y sus enseñanzas, mucha gente, aún los que no conocen de la Biblia, qué van a mencionar? El sermón del monte. Sabe que el sermón del monte ha pasado de ser un texto meramente cristiano a ser uno de los grandes legados culturales de toda la humanidad? Mucha gente, aún ateos, conocen del sermón del monte. Y qué es lo que está en el sermón del monte? Esas palabras que yo leí al inicio de nuestro sermón de amar al enemigo, de bendecir al que te maldice, de hacer bien a los que quieren hacerte daño a ti.

Y Cristo mismo lo ejemplificó. Cuáles fueron unas de sus últimas palabras en la cruz? Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen. Se extendió hacia aquellos que estaban crucificándolo y burlándose de él y buscó una excusa para que Dios los perdonara. Dijo, es que Señor, son ignorantes. También extendió su gracia hacia ese criminal que estaba al lado suyo y que le dijo, “hey, acuérdate de mí cuando estés en tu reino.” Quizás él ni siquiera sabía quién era Jesús pero sabía que era un hombre especial, algo había allí y ese hombre tenía poder, ese ser tenía poder para entrarlo en ese lugar donde él quería estar después de la muerte. Y el Señor no se puso a exigirle una cantidad de cosas, sino que le asignó gracia, le ministró.

Qué cosa más interesante. En la cruz él bendijo a un hombre y lo incluyó en el plan salvador de Dios. Gracia. Y no solamente eso sino que una de las cosas más conmovedoras es que el Señor está allí crucificado y uno no se imagina lo que era la cruz, tan terrible método de tortura, y allí él ve a su madre María, y al discípulo que él amaba mucho, Juan, y se preocupa por qué va a pasar con su mamá cuando él se muera, ya una mujer probablemente un poco más avanzada de edad y le dice a Juan, “Juan, trátala a ella como si fuera tu mamá,” y a María le dice, “trátalo a él como si fuera tu hijo.” Le dijo, “Madre, he ahí tu hijo, hijo, he ahí tu madre.” Y desde ese momento dice que María vivió en la casa de Juan.

Mire al Señor preocupándose por el plan de retiro de su mamá mientras está ahí en la cruz, crucificado. Usted cree que si usted está ahí siendo torturado usted va a pensar en cosas parecidas? Pero es que Cristo rebozaba gracia, su persona es gracia. Cuando la mujer con el flujo de sangre lo toca sin que él se dé cuenta por detrás para robarle bendición al Señor, el Señor ni siquiera se percata, él está haciendo sus cosas, hablando con la multitud, cuando ella lo toca, dice que gracia salió de él y ella fue sanada instantáneamente. Y cuando el Señor sintió esa descarga de vida que salió de él y de sanidad, él dijo, “’Quién me ha tocado?” y los discípulos dijeron, “Señor, pero cómo que quién te ha tocado si tu estás rodeado de una multitud? Todos te están codeando, están empujándose contra ti.” Dice, “alguien me ha tocado porque virtud salió de mí, gracia salió de mí.”

Es que el Señor era como esos dinamos que unos ve en Sommverville cuando yo viajo hay un sitio que está cerrado con mayas protectoras porque ahí hay una estación de electricidad. Si usted se mete allí y toca uno de esas cosas se electrocuta y se carboniza completamente, porque tienen energía, son energía en sí. Si usted se pega de ellos su naturaleza es eso.

La naturaleza de Cristo es gracia y virtud. Si usted se pega a él lo toca, hace contacto con él, virtud sale de él, misericordia, amor, bendición, y esa es la esencia del Evangelio. El hecho de que Cristo entra al mundo por un acto de gracia y sale del mundo con un acto de gracia. Y esa gracia Dios nos dice, ahora yo quiero que tu se la extiendas también a los demás porque esa es la esencia misma.

Hay personas que dirían, bueno sí, eso es cierto, eso está en el Nuevo Testamento pero en Antiguo Testamento es un texto de odio y de genocidio y de guerra y hay unos textos bien difíciles. A veces queremos como dividir la revelación de Dios y es como que el Señor tuvo su tiempo de adolescencia en el Antiguo Testamento y después en el Nuevo Testamento ya se arrepintió de los errores de la juventud y ahora ya es más sobrio, más amoroso, más misericordioso a través de Cristo Jesús. No. toda la narrativa de la Biblia es una narrativa, usted se tropieza continuamente con actos de gracia.

Piense en Génesis capítulo 3, creo que versículo 21, cuando Adán y Eva pecan y el Señor les está diciendo, “Miren, ustedes han cometido un grave error y hay consecuencia, yo se los había dicho. Ahora ustedes han dañado las cosas.” Pero ya el Señor está pensando en la redención y la salvación de la humanidad. Y cuando Adán y Eva participan de ese acto que él les había dicho, no coman de ese árbol, yo creo que era algo simbólico ese árbol, se le abren los ojos. Hasta entonces eran como inocentes.

Cómo pasó eso? no me pregunte a mí. La mente humana es increíblemente maravillosa y multi dimensional y hemos visto muchas veces que cuando yo he hablado de perspectiva, de cómo a veces uno puede estar en un estado y uno se pregunta… a cuántos les ha pasado que están manejando– Quizás yo porque ya tengo unos cuantos años encima –, pero usted está manejando y de momento tiene como un microsegundo de que usted está pensando, dónde estoy? Sí o no? eso le pasa a cualquiera. Pero como que es un microsegundo y entonces como que de momento el mundo vuelve a ensamblarse y usted dice, ah, estoy en Sommerville, en Union Square, y será mejor que ponga la mano en el guía otra vez. Es un instante y entonces usted dice, guau, qué raro, cómo yo me sentía en ese momento?

La mente es maravillosa. Adán y Eva estaban así, yo creo, antes de pecar, se miraban el uno al otro, desnudos, en cueritos en pelotas, como dicen los dominicanos. Y para ellos estaba de lo más chunchun, muy bien, todo bien. Adán miraba a Eva, Eva a Adán y felices los dos. De momento cuando ellos ingieren de esta sustancia que es la que ayuda a discernir el bien y el mal, yo pienso que es como la razón crítica. Es interesante lo que ellos… es el hombre crítico, el hombre racional, la razón se convierte en un obstáculo para tener intimidad con Dios.

Por eso es que muchas veces Cristo dice, el que no se hace como un niño no puede entrar al reino de los cielos. Porque Adán y Eva cuando eran como niños se veían y estaban perfectamente felices y tenían una relación perfecta con Dios, cuando su mente se abre y ellos desarrollan la capacidad para discernir diferentes estados, de momento se dan cuenta, guau, Adán no está tan bonito como yo pensaba. Y comienzan a sentirse incómodos el uno con el otro.

Pero sabe lo que Dios hace? Se convierte en un diseñador de ropa. El primer diseñador de ropa es Dios. Porque dice que Dios les hizo unas túnicas a ambos para cubrirlos. Mire, Dios está enojado con ellos, está viendo que le han dañado la fiesta y ahora va a tener que arreglar este lío en que ellos lo han metido, y sin embargo está pensando en su comodidad y en su confort psicológico. Yo creo que eso fue un acto simbólico del Dios que se preocupa por nosotros, un Dios de gracia, un Dios de misericordia, un Dios de bondad, quería que su criatura…

Es como cuando un niño rompe un vaso y tira el jugo sobre esa alfombra que usted acaba de comprar y mientras usted tiene ira con él, pero se le metió una pequeña astilla en el dedo y usted está preocupada para sacarle la astilla también mientras piensa, ahora cómo voy a arreglar este tollo que ha hecho este muchacho aquí.

Dios es un Dios de gracia. En los mismos albores de la humanidad Dios está mostrando su misericordia, su gracia, su perdón y le está diciendo a la mujer, “sí, la serpiente te mordió en el calcañar pero tu la vas a pisotear en la cabeza por medio de Cristo Jesús cuando él venga.” Estaba pensando ya en la redención que había de venir a través del fruto de la mujer.

Y ustedes recuerdan en el Antiguo Testamento hace unos 3, 4 domingos yo prediqué acerca de Eliseo y los sirios cuando los sirios vienen a capturar a Eliseo y llevárselo cautivo y Dios los pone en otros de esos trances de los cuales estoy hablando. Y Eliseo les dice, “vengan conmigo que yo los voy a llevar a donde ustedes están buscando.” Ellos están como, okay, gracias, vamos allá. y se los lleva y los mete al corazón mismo de Israel, Samaria, y cuando ellos se despiertan de su trance están rodeados del ejército de Israel.

Y qué le dice el rey de Israel? De nuevo, este es el hombre carnal, el rey de Israel representa el hombre que no vive por gracia sino por venganza. Le pregunta a Eliseo, “Papá, qué tu quieres que hagamos, los matamos?” y Eliseo le dice, “No, hombre, cómo tu vas a hacer eso? cómo tu vas a coger a gente que Dios ha entregado en tus manos y los vas a matar? No, vamos a darles comida, vamos a hacerles un sancocho y que coman acá y vamos a mandarlos de regreso a su casa.” Gracia. Ve, el hombre irredento lo que quiere es ojo por ojo, diente por diente, voy a exterminar a mi enemigo, lo voy a matar, lo voy a destruir. Pero el corazón de Dios es, no, dales de comer.

Me recuerda a las palabras de Pablo, si alguien quiere tu mal dale de comer, dale de beber porque ascuas de fuego amontonará sobre su cabeza. No pagues el mal con el mal sino bendice porque con eso lo vas a hacer más reos de la justicia de Dios. No busques tu propia venganza.

Entonces vemos una y otra vez, hermanos, que en el corazón de la escritura está este concepto de gracia, misericordia y bondad. Eso está en toda la Biblia. Y esa idea de Eliseo extendiéndole gracia a los sirios nos recuerda, hermanos, de nuevo la esencia de mi sermón y es que nosotros también tenemos que ser un pueblo de gracia y de misericordia. Congregación León de Judá eso es lo que yo quiero dejar plasmado en tu corazón y en tu espíritu esta mañana.

Nosotros tenemos que ser un pueblo de misericordia y de gracia. Y una de las cosas que hace la gracia es que va en contra de la naturaleza biológica y le da amor y cuidado y atención a los que no debieran esperarlo de nosotros. El Señor dice en Lucas, el texto que leí, en el versículo 32, “porque si ustedes aman a los que los aman qué mérito tienen.”

Sabe que la palabra mérito traducida es la misma palabra en el griego original, coiné, en que fue escrito el Nuevo Testamento, es la misma palabra caris que es gracia. Entonces, el Señor dice, pero si ustedes aman a los que ya los aman, qué gracia están ejerciendo? Porque gracia es cuando tu te extiendes más allá de lo que es normal, común y fácil de hacer.

Qué es lo más fácil? Que si alguien te ama, tu lo amas en retorno. Pero eso no tiene nada de extraordinario, eso es lo que uno hace normalmente en la vida. Si tu haces el bien a los que te hacen bien, qué gracia estás usando? Porque también los pecadores, los que no conocen de Dios hacen lo mismo. Y si tu prestas a alguien que tu sabes que te va a pagar y con un poquito de interés, qué de gracioso tiene eso? la gracia está cuando vienen ante ti y te dicen, “mira, yo necesito $100.00 para pagar la renta,” y tu miras tu cuenta de banco y tu dices, “Bueno, está bien, en nombre del Señor te lo voy a dar,” y extiendes tu mano de misericordia. Eso es gracia.

Gracia es cuando tu invitas a la persona menos popular de la escuela y te sientas a comer con ellos o los llamas por teléfono o lo haces amigo, aunque no es una persona que necesariamente puede ser un buen conversador o un amigo que traiga mucho interés a tu vida. Gracia es cuando tu le das respeto a ese maestro que es torpe en su relaciones con los estudiantes y no sabe cómo ser gracioso con ellos, y tu le das respeto.

Una de las personas que más me bendijo en mi vida a mí hace más años de los que yo ni siquiera me atrevo a decir, yo estaba en una escuela en Nueva York y había un maestro que era una muy afeminado y los muchachos se reían de él, pero era un hombre muy culto, graduado de la Universidad de Yale, enseñaba francés y un hombre muy dado a la cultura griega y todo este tipo de cosas, pero era un hombre de gestos y de modales muy afeminados y los muchachos se reían de él y lo ridiculizaban sin respeto. Yo siempre, aún en esa edad, de 16, 17 años, sentí que este hombre había que darle respeto y había que tratarlo con su rango de maestro. Y así siempre yo lo traté con mucho respeto y me lo gané. Eso ha pasado a través de la vida cuando tu vives en una postura de gracia, Dios te bendice.

Entonces, yo estaba en ese tiempo en un proceso de cambios en mi vida y yo había ido a esta escuela superior porque era una escuela enfocada en ciencia y matemáticas y después me di cuenta que no me interesaba tanto enfocar mi vida sobre las ciencias y las matemáticas y que me estaba interesando mucho la religión, la filosofía, el arte, la literatura, y este hombre un día en un encuentro que yo tuve con él, tuvimos una conversación y yo le dije acerca de mi frustración de que me encontraba en esta escuela, yo había tomado une examen para ir a ella, me había preparado y una vez que estaba allí no era lo que yo quería y estaba frustrado. Y él me dijo, “No te preocupes, mira, yo conozco una escuela donde yo creo que tu encajarías muy bien, y quiero ayudarte para que entres a ella.”

Y entonces este hombre se encargó de buscar información acerca de esa escuela y me ayudó a llenar los papeles. Inclusive me pagó el viaje, una vez que me invitaron, yo había hecho la solicitud a esa escuela, un internado muy exclusivo en el norte de Massachusetts, yo ni sabía que existía ese mundo de las escuelas preparatorias aquí en Estados Unidos, lugares tremendamente privilegiados donde solamente los muy ricos podían ir.

Y él tomó a pecho esa causa, por así decirlo, y me ayudó en todo el proceso incluyendo escribir una recomendación para mí y para gracia y gloria del Señor yo pude entrar a esa escuela a los 17 años, Phillips Academy, una escuela que es muy exclusiva, y eso cambió mi vida, cambió mi trayectoria académica, porque de allí el Señor me ayudó a ir a otra universidad y otra cosa. Pero ese fue un tiempo muy fértil en mi vida personal, intelectual y este hombre despreciado por estos estudiantes, fue el instrumento que Dios usó. Pero yo veo claramente que fue porque yo había visto el valor que había en él más allá de su gesto y de su torpeza social, y Dios me dijo, ¿sabes qué? Te voy a bendecir por eso.

Y hermanos, esa es la gracia en acción. Y tantas veces yo he visto a través de los años que la gracia es lo que defiende y es lo que permite que este mundo funcione. Sabe por qué este mundo está trancado ahora mismo como está Estados Unidos? Es como una máquina que no puede ir ni para adelante ni para atrás. Porque todo el mundo está peleando por mis derechos y lo que yo requiero. Vivimos en un mundo totalmente estéril porque es un mundo de derechos donde toda la gente pelea por sus derechos y el mundo no puede funcionar solamente a base de derechos. Tiene que haber un momento en que alguien ponga a un lado su derecho para que la sociedad entre a otro plano de funcionamiento.

Es como el matrimonio. Cuántas veces uno aconseja parejas y usted escucha a uno y a otro, y cuando usted escucha cada parte, cada uno tiene razón. Hay veces que usted se sienta en la sala – y Meche que hace consejería, podemos decir lo mismo – cuando usted escucha el argumento aislado de cada uno, cada uno tiene razón. A veces yo he tenido que orar, Padre, qué voy a decir? ayúdame, dame sabiduría sobrenatural. Y yo he visto una y otra vez que en el matrimonio a menos que uno de los dos no de un paso de gracia y misericordia hacia adelante, y deje de demandar su derecho y entre en un momento de sacrificio personal, no va a haber sanidad sino que vamos a seguir trancados cada uno demandando lo que es su derecho. Y el matrimonio es algo que exige que haya muerte para que haya vida. Cada uno tiene que morir en algo para que haya vida de la pareja. Alguien tiene que entregar algo, un poco de algo. Tiene que ser, tu das, yo doy, y alguien tiene que ser el primero.

Y en la iglesia es igual. En la iglesia cuanta división hay en las congregaciones a veces. Las iglesias, y le estamos echando la culpa al pobre diablo pero somos nosotros mismos que estamos siempre demandando nuestros derechos. Y si el pastor me pasó por el lado y no me saludó, pues ya lo raí de mi libro, lo saqué de mi libro. Si me enfermé y no me fueron a visitar ya esa iglesia no quiero volver a ella. Si yo quería tocar el piano y no me dejaron, olvídate que ya esa iglesia es una iglesia para la élite solamente.

Si alguien canta desafinado detrás de mí le doy una mirada fea y me volteo porque me está violando mi espacio. Usted ve que eso es lo que está detrás de todas las cosas en el mundo. Todas las atrocidades del mundo es por esa mentalidad de ‘mi derecho.’ El aborto dice, no, ese es el real estate de la mujer, su cuerpo es un pedazo de territorio y nadie puede entrar en él, inclusive la vida que está dentro de ella está sujeta a su derecho y ella puede coger esa vida y en su última semana de vida si ella quiere cortarla y raerla, está bien porque ese es su derecho.

Y así toda la humanidad está… ahora mismo los blancos están peleando por sus derechos. La clase trabajadora, sus derechos; el afroamericana, sus derechos; el latino, sus derechos. Hermanos, el mundo no puede funcionar bajo ese principio de derecho, porque el mundo no puede acomodar todos los derechos de cada individuo, de cada grupo.

Sabe lo que cambia el mundo? una actitud de gracia, misericordia, amor y perdón y generosidad. La fuerza más poderosa del universo es la gracia, la misericordia y el amor. Gracia es como una pedrada que usted le da en la misma frente al diablo cuando usted pone a un lado su derecho, su ira y usted cede para que otro tenga un momento de respiro, y usted dice, “Señor, te entrego este momento de silencio a ti, haz lo que tu quieras.”

Mire, en ese momento la configuración misma del universo cambia. Cuando un hombre o una mujer pone a un lado su derecho para que otros sean y ejerce un acto de generosidad está trabando manos con el mismo Señor de señores y rey de reyes porque él hizo eso, él puso a un lado sus derechos.

Filipenses 2, dice, que haya en nosotros el mismo sentir que hubo en Cristo Jesús el cual siendo igual a Dios no tomó el ser igual a Dios como algo a lo cual aferrarse sino que se despojó a sí mismo y tomó forma de hombre, y no de cualquier hombre sino siervo y se hizo obediente y obediente hasta la cruz.”

Y usted ve allí la misma cosa, ese Dios que se dio por ti, que no dije, bueno, mi derecho es quedarme allá arriba en el cielo, glorioso y divino como soy. Él no se aferró a eso sino que lo puso a un lado y se zambulló en la realidad del tiempo y del espacio. Se hizo un humilde bebé, frágil, experimentó todas las sensaciones y tendencias y tentaciones que nosotros experimentamos para que él pudiera constituirse en un representante de la humanidad y ganar liberación y salvación para cada uno de nosotros.

Pero mire lo interesante, cuando uno vive así, yo le decía eso a una joven esta semana con quien me reuní, le decía, mira, vive conforme a la gracia y se un instrumento de la gracia de Dios en este mundo porque este mundo necesita como nunca instrumentos de gracia y constitúyete en un canal de la gracia de Dios aquí en el mundo, que dondequiera que tu vayas tu seas una estación del cielo que Dios puede usar para bendecir a los que están a tu alrededor. Vive así. Sé generosa con tu dinero, con tus conocimientos, con tu tiempo. Bendice, bendice, bendice y da todo lo que tu puedas alrededor de ti en tu vida porque eso es algo revolucionario.

Y lo que yo le decía a ella es que si uno vive así entonces la bendición de Dios cae sobre la vida de uno y uno es bendecido uno mismo y levantado. Porque eso fue lo que le pasó a Jesucristo, cuando él se dio a sí mismo en la cruz del calvario, cuando él entregó su deidad perfecta y se hizo hombre, dice la Biblia, “por lo cual Dios lo levantó hasta lo sumo y le dio un nombre que es sobre todo nombre para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla de lo que está en el cielo, la tierra y debajo de la tierra.”

Eso fue lo que le pasó Cristo Jesús. Yo he aprendido que la gracia es el arma más poderosa que existen en el universo para hacernos felices y para depararnos todo lo que nosotros necesitamos en la vida. La gracia yo digo es el yudo de Dios, es lo que toma la fuerza del contrario y la torna en contra de él.

Cuando un hombre o una mujer guarda silencio ante una ofensa, cuando un esposa o un esposo se remite por un momentito a la misericordia de Dios y no agrede porque está siendo agredido o porque está molesto o lo que sea, cuando una persona cede un puesto en la iglesia para que otro pueda desarrollar su don, cuando alguien baja la cabeza porque le quitaron un puesto, porque la iglesia necesitaba eso en vez de echar pestes y salirse de la iglesia echando rayos y diciendo todas cosas malas de la congregación, y dice, Señor, yo me remito a ti. Sabe que eso se constituye, hermanos, en algo muy poderoso y la persona que aprende a vivir así será feliz siempre, dormirá bien, no tendrá que gastar mucho dinero en los médicos y los psiquiatras, gozará de mejor salud, las úlceras van a disminuir grandemente en una comunidad que ejerce gracia, se lo aseguro. La bendición de Dios va a fluir.

Entonces, mis hermanos, yo les pido y me pido a mí mismo, yo merezco aplicarme este sermón a mí mismo continuamente, seamos un pueblo de gracia, de misericordia y de amor. Y demos generosamente, yo sé que lo que yo le pedí a esta congregación hace unos meses atrás fue algo muy duro y muy difícil de que entregáramos ese servicio de las 9 para que pudiéramos alcanzar a otro sector de la ciudad de Boston, el sector anglo parlante, y que yo les decía, Dios nos ha llamado a ser más que una iglesia latina. Dios nos ha puesto a construir todos estos edificios y nos ha dado todos estos recursos financieros que hemos gozado pero no es para que los atesoremos y pongamos aquí nuestro brazo alrededor. Nadie nos toca excepto si somos latinos y hablamos español, entonces sí.

Yo sé que mucha gente se habrá preguntado, bueno, caramba, hemos dado tanto dinero, hemos hecho esto y lo otro y ahora nos quitan este servicio para dárselo a los gringos, estoy jugando. Pero lo que quiero decirles, hermanos, es que cuando uno se despoja a sí mismo como Cristo se despojó para un ideal más alto, la bendición de Dios cae como lluvias torrenciales sobre una iglesia. Esa es la gracia de Dios.

Yo les animo a vivir de esa manera en su vida. Deje de estar contando las moneditas de su justicia y de su derecho y dé, cuando la carne quiera diga, no, aguanta, guarda los bolsillos. Diga, te voy a enseñar algo, y saque y tírelo al aire para retar al diablo y retar a la carne. Y bendiga y sea generoso y usted va a descubrir una fuente de poder como ninguna otra en el universo y Dios le va a bendecir y le va a exaltar y le va a levantar. Esa es la historia de la semana santa. Esa es la historia del domingo de resurrección. Que Cristo se hizo pobre y Dios entonces lo constituyó y lo levantó de la muerte, rompió la inercia de la muerte y de la tumba y lo exaltó y le dio un nombre sobre todo nombre.

Te gustaría a ti vivir así esa vida de victoria? Sé un hombre, una mujer de gracia, de amor y de misericordia. Póngase de pie un momentito. Vamos a recibir este llamado. Yo soy el primero que tengo que aplicarme eso. Cada vez que manejo por la ruta 93, Señor, yo creo que Dios creó el túnel de Boston para mí solamente para santificarme a mí, para purificarme. Pero es así, hermanos, necesitamos decirnos esta historia una y otra vez.

Pídele a Dios ahora mismo que te haga un hombre, una mujer de gracia y vive en la gracia. Llénate de la gracia de Dios, despójate a ti mismo, hazte pobre para que otros sean ricos, hazte débil para que otros sean fuertes, perdona y desperdicia tu cash que tienes, y confía que si tu lo haces en el nombre de Jesús y para su gloria, nada te faltará, porque el Señor te constituirá en un conducto de su riqueza aquí en la tierra y de su bondad.

Dios solo le confía su poder a aquellos que primero han aprendido a vivir con gracia, recuerde eso. Padre recibimos tu palabra. León de Judá te pide que nos hagas una congregación de gracia, de misericordia, de bondad, una congregación que sea hospitalaria, una congregación de buenas obras, una congregación de buena reputación, una congregación generosa, una congregación que dé y haga el bien sin mirar a quién, una congregación de perdón, de bondad, de amor, de paciencia unos con los otros, Señor, comienza conmigo. Haz esa obra en nosotros, queremos ser un pueblo de gracia, de bondad y de misericordia. Queremos que estas semanas de meditación en la pasión sean más que un acto religioso, sean una realidad en nuestras vidas, que reforcemos el llamado del Evangelio a ser hombres y mujeres de bondad, gracia y misericordia.

Ahora mismo reprendemos la carnalidad, la biología y ascendemos a otro principio que es el principio de la divinidad, el principio de la eternidad, el principio del amor. Ayúdanos a vivir así, Señor. Ese es nuestra ética, nuestro deseo, sé glorificado en nuestra vivencia al estilo de Jesús. Te damos gracias Señor, en su nombre pedimos estas cosas. Amén y amén.

Como actuar cuando Dios no hace sentir

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El domingo pasado hablamos acerca de cuando Dios no hace sentido, cuando Dios hace cosas que no computan en nuestra mente, no parecen que concuerdan con el Dios justo, generoso, bondadoso, fiel que hace las cosas cómo él promete en su palabra. Cuando suceden cosas en nuestra vida, en nuestra nación, nuestra sociedad en que vivimos, cuando el mundo se torna un poco raro y no sabemos cómo interpretar lo que está pasando, y no estamos seguros dónde está Dios en ese momento. Cuando hay momentos de adversidad y de prueba en nuestra vida, puede ser a nivel de una situación colectiva, social, mundial, como cuando hay situaciones de guerra en nuestros países o criminalidad desaforada o una enfermedad, una plaga que se distribuye. Puede ser a un nivel colectivo bien grande, pero también a nivel personal, cuando suceden cosas en nuestra vida que decimos, guau, por qué, yo no me merecía esto, y dónde está el Dios fiel y el Dios justo que bendice a los que lo sirven, y por qué entonces me está pasando esto.

Cuando hay momentos que Dios no hace sentido y vimos que Dios está presente, Dios está hablando, Dios está moviéndose, a veces el Señor se mueve en formas inesperadas y se toma tiempo para hacer las cosas. Tenemos que ser como Habacuc que cuando el Señor responde y dice, yo voy a mandar una horda, una plaga de gente violenta, maligna, pecaminosa, y voy a ajusticiar a mi pueblo, y Habacuc le dice, Señor, pero cómo es posible? Yo te hablé diciendo que había injusticia en la nación pero tampoco era para que tu mandaras una destrucción tan terrible por medio de manos terribles.

Y vimos que Dios es un Dios complejo, un Dios que brega a veces en formas inesperadas pero él siempre tiene un propósito y él siempre hace sentido al final, pero en el momento muchas veces no sabemos entender y por eso es que tenemos que mirar las cosas a través de los lentes de la palabra y a través del espíritu. Tenemos que pedirle al Señor que nos de discernimiento para entender el por qué de lo que nos está pasando muchas veces en nuestras vidas.

Dios usa todas las cosas, dice, para bien para aquellos que aman al Señor, pero hay momentos cuando tu estás pasando por el trapiche y te tienen en el lugar de la prueba, tu no sabes por qué Dios está haciendo eso, no te mandan un manual diciendo, busque en la página 32, capítulo 4, versículo a, b, c y allí va a encontrar. No. muchas veces Dios hace cosas y tu tienes que, mientras estás sin aliento, tratar de interpretar.

Y vimos que muchas veces lo que parece una maldición es más bien una bendición en disfraz. Lo que parece una situación que es un callejón sin salida muchas veces resulta ser algo que va a glorificar al Señor grandemente y que va a edificarte y bendecirte a la postre. Es decir, Habacuc es un libro escrito para nuestros tiempos, un libro para tiempos de premura, de dificultad, de crisis como estamos pasando en nuestra nación y en todo el mundo, donde Dios está haciendo cosas que nos vuelan las tapas de los sesos, por así decirlo muchas veces, donde hay rumores de guerra, el mundo está patas arriba. La revista Time que es una de las grandes revistas del mundo salió con un artículo de primera plana – ayer recibimos la revista por correo – dice ‘ha muerto la verdad?’ hablando de esta nación donde hay tanta mentira, tanta manipulación en muchos diferentes niveles y la ha habido ya, porque eso no es ahora. La mentira y la manipulación de parte de los políticos llevan ya muchos años pero sobre todo hace un tiempo.

Entonces como Habacuc a veces nosotros nos encontramos en situaciones así y Habacuc es un libro que nos da un ejemplo de cómo un hombre lidió con una situación donde Dios no parecía hacer sentido. Vamos a ver que mucho de ello depende de la perspectiva que nosotros adoptamos como hemos dicho.

Y yo quiero hablar hoy, como conclusión de estos sermones, acerca de cómo actuar cuando Dios no hace sentido, cómo conducirnos, cómo comportarnos, qué consejo nos da la Biblia cuando pasa algo en nuestra vida que Dios no hace sentido. De Habacuc podemos aprender unas bellas lecciones acerca de ello, cuando estamos confundidos y perplejos.

Porque Habacuc comienza de hecho con una expresión de confusión y de perplejidad. Los dos primeros capítulos nos muestran a un hombre en agonía, preguntándole a Dios por qué esto, por qué lo otro, y Dios contestándole en maneras que a él no le gusta. Y de ese diálogo aprendemos mucho. Habacuc comienza diciendo, en el versículo 2:

“Hasta cuándo oh Jehová, clamaré y no oirás, y daré voces a ti a causa de la violencia y no salvarás? Por qué me haces ver iniquidad y haces que vea molestia? Destrucción y violencia están delante de mí y pleito y contienda se levantan.”

Y así continúa. Esos primeros 4 versículos son devastadores. Este hombre está confundido, está perplejo, él está viendo cosas en su nación, injusticia, la ley no es respetada, Dios no es adorado y servido como es debido y él está confundido y dice, Señor, hasta cuándo voy a tener que soportar tanto pecado alrededor mío? Era un hombre justo.

Ese diálogo que se da, Dios le contesta, entonces Habacuc le vuelve a contestar y Dios le vuelve a decir otras cosas y hay ese encuentro entre Dios y Habacuc que nos muestra algo bien importante y es que una de las primeras cosas que tenemos que hacer cuando Dios no está haciendo sentido en nuestra vida es hacer lo que Habacuc hace que es ir delante de Dios y buscar una respuesta de parte de él.

Van a venir situaciones a nuestra vida individual, personal, que nos van a hacer cuestionar. Por ejemplo, yo pienso cuando una madre pierde un hijo, ya sea una madre que está encinta y su bebé lo pierde en un séptimo mes o en un sexto mes, o a los 2 años, o un hijo ya mayor. Nosotros conocemos situaciones en que hemos orado por un hijo descarriado y hemos pedido, Señor, rescátalo y nunca viene a los caminos del Señor o sucede algo, perdemos un hijo. Y hemos hecho todo lo que estaba de nuestra parte, orado, ayunado, buscado consejo, aconsejado y Dios no se muestra como que escucha nuestras oraciones.

Qué pasa cuando tu diezmas y ofrendas y sirves al Señor y tu crees que Dios te va a bendecir y te va a prosperar financieramente pero viene un reverso, pierdes tu trabajo, pierdes la casa, te quitan el carro, pasa algo financieramente. Dices, Señor, el pastor dijo que tu ibas a multiplicar mis bienes y me ibas a dar bendición, qué pasó? Dónde está el disconnect? Qué pasó? Yo te he servido, Señor, he sido fiel, durante muchos años tu me has bendecido y ahora todo se me viene abajo. Qué pasa?

Qué pasa cuando usted vive un estilo de vida sano? Come bien, se ejercita, hace lo que tiene que hacer, cuida su cuerpo y a los 50 años le diagnostican una enfermedad incurable o algo que usted va a tener que tomar por el resto de su vida, o una situación de enfermedad fuerte, dice, Señor, pero yo he hecho todo lo que he podido, me he portado bien, he cuidado mi cuerpo, he declarado sanidad y salud en mi vida, por qué me viene eso?

Yo sé que muchos de ustedes pueden hacer eco de esto y cien otras cosas que yo no he mencionado, donde gente justa y buena padece adversidad en su vida. Cómo reaccionamos en ese sentido? Cómo nos comportamos cuando Dios no hace sentido?

En el caso de Habacuc la pregunta es más amplia porque tiene que ver con algo a nivel de su nación, como en estos tiempos. Señor, yo te he estado orando por mí estatus legal durante mucho tiempo. Yo trabajo duro, yo pago mis impuestos, yo soy un miembro de mi comunidad fiel y yo he sentido que tu me has dicho que esto se va a resolver pero no hay respuesta, ya estoy cansado de esperar. Cómo reaccionamos en esas situaciones? Y parece como que la cosa se pone peor en vez de ponerse mejor. Cómo reaccionamos cuando no sabemos poner nuestro cerebro alrededor de una situación?

Y de nuevo, lo primero que hace Habacuc es él va ante el Señor. Él trae su perplejidad, él trae su confusión delante de Dios. él lucha con Dios, él pide una respuesta de parte de Dios y en los tiempos de aflicción, de prueba, de dificultad lo primero que tenemos que hacer es dirigir nuestra angustia hacia la fuente de toda la sabiduría y toda las soluciones que es nuestro Dios. En vez de quedarnos en esa mazmorra de la depresión, la confusión, el resentimiento contra Dios, podemos escoger eso. Podemos hacer de nuestra situación un pozo altísimo del cual no podemos salir y no queremos salir, porque muchas veces queremos quedarnos allí en ese lugar de auto conmiseración.

Habacuc nos muestra que en vez de revolcarnos en la ira y la desesperación debemos dirigir nuestras energías hacia el Señor. Qué hace Habacuc? Él toma su energía negativa, lo que siente, confusión, ira, perplejidad, algo que es diferente a lo que él espera, y toma esa energía y en vez de dirigirla hacia sí mismo, que es lo que constituye la depresión. Dicen los psicólogos y los psiquiatras que la depresión es ira dirigida hacia adentro.

Él toma la ira y la vuelve hacia Dios, no en el sentido de venir ante Dios en una forma irrespetuosa, pero en su carga. El Señor dice, traigan sus yugos, venid a mí si estáis tristes y cargados. Yo os haré descansar. Muchos de nosotros lo que hacemos es que cogemos nuestro yugo y lo seguimos… Dios te lo quiere quitar y dices, no, no, yo quiero continuar con él. Dios dice, pero entrégamelo. Háblame, trae tu necesidad a mí.

Hay una película “The Mission” – parece que tenemos muchos años de casados Meche y yo – este es como el show de los matrimonios, dice algo uno y el esposo o la esposa tiene la respuesta rápidamente. Cuál es su color favorito? El amarillo.

The Mission es una película muy bella y tiene una de las escenas más hermosas de descanso de carga que yo he visto, donde este sacerdote misionero que ama a Dios, ama a la gente, pero… no es un sacerdote, es un hombre que tiene una carga de culpabilidad bien grande y está llevando allí ese bulto de culpabilidad y alguien viene con un cuchillo ya canso de ver a este hombre cargar esa carga física en este caso que él se ha autoimpuesto, y con una espada corta la soga y eso se le cae a este hombre.

Y así es que Dios nos pide, trae tu ira, trae tu confusión, trae tu dolor y háblame a mí, yo me voy a poner unos guantes de boxear contigo. Ven, vamos al ring y dame todo lo que tu quieras. Yo quiero escuchar tu dolor. Yo quiero hablar contigo. Quiero que tu me hables, que seas honesto conmigo.

Habacuc toma su dolor, lo transfiere al Señor y eso es lo que es la oración muchas veces. La oración es tomar nuestra carga, nuestra confusión y a veces nuestra ira y decirle, Señor, yo necesito una respuesta de ti porque no me gusta lo que has hecho y Dios está dispuesto a escuchar nuestra oración.

Pablo en Filipenses, capítulo 4, versículo 6 y 7, yo me he referido muchas veces porque es un pasaje que merece repetición, nos dice lo que nosotros tenemos que hacer:

“Por nada estéis afanosos – digan nada, finanzas, salud, matrimonio, familia, situación política o documental – por nada estéis afanosos – afanosos quiere decir ansiosos.

Ahora, déjenme decirles que nuestra primera reacción y a veces hasta nuestra segunda reacción en tiempos de dificultad puede ser de afán o ansiedad. Yo creo que es legítimo cuando uno tiene una situación difícil sentir ira, angustia, ansiedad. Ahora, lo importante es no quedarse allí. Lo importante es no quedarse chapaleando en la ira, en la ansiedad, en la depresión, sino salir, huir por su vida. Nunca deje que la depresión se convierta en una condición. O mejor dicho, la depresión es algo que hemos dejado que se convierta en una condición.

A veces podemos sentir ira y perplejidad en un momento, pero lo que tenemos que hacer lo más rápido posible, antes de que eso se convierta en una costra dura y difícil de arrancar, transfiérasela al Señor. Vaya en oración, clame a Dios, ore.

Para mí, como he dicho tantas veces la oración es un proceso psiquiátrico donde yo me descargo delante de Dios. la oración no es solamente una lista de compras, dame, dame, dame, el valor de la oración es aparte de eso, es donde yo dialogo con Dios y me descargo y le hablo a mi Papá celestial que conoce ya lo que yo necesito y lo dejo que él escuche. Toda esa basura sale. Es una forma terapéutica. La oración nos cambia a nosotros. Recuerden lo que les he dicho? La oración nos cambia primero porque al venir ante el Señor es como un proceso terapéutico de soltura de las cargas que tenemos.

Y cuando un aprende y se entrena en esa dirección, uno recibe cada vez más y más descanso de la oración. La gente por ejemplo que consulta psiquiatras o psicólogos por muchos años, ya se entrenan y cada vez sacan más provecho porque se han acostumbrado al proceso y ya entonces les aprovecha mejor. así pasa con la oración. Al principio quizás no te da tanto provecho pero según tu vas ejercitándote en ella, más y más bendición tu recibes de ejercerla. Ya es como el aire que respiras, no puedes estar sin ella.

Entonces, Pablo dice, “sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego con acción de gracias…”

Después vamos a hablar acerca de esa parte, de que muchas veces tenemos que darles gracias a Dios por fe y alabarlo por fe porque en el momento quizás no vemos la razón para hacerlo pero al hacerlo por fe se convierte en una realidad más adelante.

“… con acción de gracias y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento…”

Algo sobrenatural sucede cuando traemos nuestras cargas al Señor. Hay una paz, hay un descanso. No es una paz humana, no es una paz fácil de entender ni de explicar, no es una paz psicológica, es una paz – yo la llamé esta mañana – una paz objetiva. Es una paz que es una paz del espíritu.

Sabe usted que es posible muchas veces estar triste y a la misma vez tener paz en su corazón? Sabe usted que es posible uno saber que cuando uno va a buscar el azúcar en la mañana por el café, no hay ni un granito siquiera, usted dice, qué pena, caramba, pero también dice, pero el Señor es mi fortaleza y yo sé que me lo voy a tomar así y me va a saber como si fuera de azúcar en el nombre del Señor.

Es posible estar en situaciones, yo sé que nunca nadie aquí ha pasado por esa situación de que no haya azúcar en la casa, pero qué bueno es saber que en medio de eso el Señor está con nosotros también. Es posible. Esa paz que sobrepasa todo entendimiento, uno aprende a habitar en esas dimensiones donde las emociones dicen una cosa pero nuestro espíritu dice otra. Y yo creo que gran parte de la madurez cristiana es aprender más y más a habitar en esa dimensión del espíritu y desconectarnos de las emociones y de los sentimientos y habitar en ese lugar donde la paz de Dios entra a nuestro corazón y mantiene nuestras mentes y nuestros corazones enfocados en Cristo Jesús.

Y yo entiendo por qué Pablo más adelante en el versículo 8 dice, “por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, lo honesto, lo justo, lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si hay algo digno de alabanza, en esto pensad.”

Sabe por qué? Porque él dice aquí, “… y mantendrá vuestra mente y corazón en Cristo Jesús. Y después dice, piensen en estas cosas buenas. Sabe que cuando usted se enfoca en Cristo en vez de en la serpiente que le está mordiendo el calcañar, usted recibe paz y recibe descanso del Señor y fortaleza. Cuando en vez de estar escuchando a Lady Gaga usted escucha a un adorador, José Luis Reyes, Nancy Amancio, qué pasa cuando usted escucha adoración, algo que le bendice, le edifica, cuando usted mantiene su mente en la palabra de Dios, en los principios de Reino de Dios, usted va a la iglesia, escucha buena palabra? Su mente está siendo formateada en los principios del Evangelio y su espíritu está fuerte y por lo tanto sus emociones también van a estar fuertes.

Si usted mantiene su mirada puesta en Cristo Jesús, usted recibirá la paz que sobrepasa todo entendimiento. Así que una de las cosas que tenemos que hacer es tornar nuestra mirada hacia Dios, tornar del lugar de la crisis y de la situación difícil, buscar una buena conversación, buscar un hermano que le va a bendecir, le va a fortalecer, porque es una persona que habla positivamente. No busque a una persona sangrigorda y murmuradora para usted recibir descanso. Busque gente fuerte en el Señor, que le van a bendecir, le van a animar, le van a fortalecer, porque sino van a terminar los 2 saltando de un puente. Busque gente que le edifique, le fortalezca, le anime en el Señor. Busque espacios como este donde Dios habla a nuestra vida.

En vez de quedarse en la casa con la sábana hasta la cabeza, venga a la iglesia, aunque no se ponga pintalabios pero venga y busque del Señor acá, si está deprimido arrástrese, venga en pijama, le damos permiso, venga con las medias, pero busque esa fortaleza. Mire hacia el Señor.

Eso es lo que hace Habacuc en su tiempo de dificultad, de confusión, de gran premura, él va al Señor y dirige su carga al Señor y se queja delante de él. Y eso es algo que nosotros tenemos que aprender. La oración es la gran válvula de escape, la gran válvula de descanso cuando se abre la llave para que no esté todo metido y explote la estufa, suéltela en oración, en alabanza, llene su mente de las promesas del Señor. Hágalo como una cuestión higiénica aunque no sienta el deseo de hacerlo. Pero si usted lo hace la matemática va a funcionar y se va a dar el descanso y la transformación.

Yo recordaba esta mañana el himno hermoso, ‘Dulce oración.’ Cuántos lo conocen a ese himno? Fue escrito en 1845 por un hombre ciego de nacimiento que reusó ceder a la depresión y la auto conmiseración y usaba su mente para recordar… la gente que lo conocía pensaba que él se había memorizado toda la Biblia porque tantas partes de la Biblia se memorizó porque no podía leerla. Y él entonces dejaba que la palabra de Dios corriera a través de su vida y compuso himnos y uno de los himnos que él compuso fue este himno ‘Dulce oración’ dice, dulce oración, dulce oración, de toda influencia mundanal elevas tu mi corazón al tierno Padre celestial. Oh cuántas veces tuve en ti auxilio en ruda tentación y cuántos bienes recibí mediante ti, dulce oración.

Dulce oración, dulce oración al trono excelso de bondad tu llevarás mi petición a Dios que escucha con piedad. Creyendo espero recibir divina y plena bendición y que me ayudes a vivir junto a mí, dulce oración.

Qué bello, ¿verdad? Tiene 3 estrofas y búsquelo en Google ahí está, y use eso como una meditación. La oración es eso, es un lugar que nos lleva al trono celestial y que permite que encontremos descanso en nuestros tiempos de gran ansiedad. Estos son tiempos desgastadores, los tiempos que vivimos. Los periódicos, las noticias nos llenan de ansiedad, lo que vemos en nuestras comunidades, jóvenes muriendo de sobredosis por dondequiera, violencia, actos terroristas, un gobierno totalmente trancado y dividido, un mundo con guerra y rumores de guerra, fluctuaciones migratorias de grandes proporciones, masas humanas de cientos de miles de seres humanos moviéndose como animales perseguidos de un lugar a otro no encontrando descanso.

Y todas esas imágenes las vemos en la televisión, las oímos en la radio, las vemos en el cine, las escuchamos en los lugares de trabajo. Es un tiempo de gran ansiedad y no encontramos descanso. Y el único lugar donde podemos descansar verdaderamente es en el lugar que Habacuc encontró, el lugar de diálogo con Dios. La oración debe ser eso, una parte de nuestra vida.

Lo segundo precisamente que Habacuc nos enseña en el capítulo 3 sobre todo y en todo el libro en realidad, es que uno puede escoger. Y aquí el énfasis es escoger, la libertad que tiene el cristiano para escoger cuál va a ser su reacción cuando viene el tiempo del sufrimiento o de la aflicción o de la prueba, cuando Dios no hace sentido. Usted puede escoger cómo usted va a reaccionar.

Y eso es un concepto revolucionario para muchos de nosotros, porque nosotros estamos acostumbrados a pensar que somos como animales entrenados, si aprietan un botón hay una reacción, si me pasa algo malo yo voy a reaccionar con depresión o tristeza. Y muchos de nosotros vivimos nuestra vida pensando así, cuando viene el sufrimiento, la dificultad, nos desplomamos y nos metemos en la cama hasta que pase el problema. No vamos a la iglesia por un tiempo, cogemos unas vacaciones de Dios y hasta que ya nos olvidamos de lo que pasó.

Pero hay otra manera de ver las cosas y es lo que Habacuc nos enseña. Y esto quiero que te lo aprendas, tu puedes escoger cómo reaccionar cuando viene la prueba y el sufrimiento a tu vida. Tu no eres un animal simplemente automáticamente condenado a una reacción pabloviana sino que tu puedes escoger.

Es como yo les decía a los hermanos esta mañana, cuántas veces usted ha abierto la despensa arriba y se le cae una lata y le cae en el mismo dedo gordo que todavía usted no se había puesto los zapatos, y le cayó la lata en el pie, y usted sabe lo que pasa? El cerebro, ese estímulo que cae sobre el pie se toma un microsegundo para subir del pie al cerebro y que usted diga, me duele, y entonces usted suelte el grito. Hay un microsegundo porque es una cuestión física, hay una señal que el pie le dice al cerebro, ahí te va un dolor, interprétalo.

Y a mí me ha pasado, me pasa algo y yo digo, esto me va a doler. Y se toma un microsegundo y bum me explota entonces el dolor. Bueno, entre el momento en que se dio el estímulo y el momento en que el cerebro supo lo que había pasado y lo interpretó, ese microsegundo usted puede decidir cómo usted va a reaccionar, con una maldición de tamaño industrial, con una bendición forzada o con un simple auch o una danza macabra en un solo pie o lo que sea. Pero usted puede decidir lo que va a hacer en ese momento, sí o no?

Nosotros pensamos, no, si usted está acostumbrado a maldecir y a decir palabras soeces eso va a venir en una cascada. Pero usted puede entrenarse poco a poco para que esa reacción sea una reacción aceptable delante del Señor. No le digo tampoco que comience a reírse porque entonces hay que llevarlo a un psiquiatra. Pero por lo menos que sea una reacción…

Yo digo asimismo que entre toda situación de la vida y nuestra reacción a ella hay un espacio donde nosotros podemos escoger. Es el espacio de la libertad que tenemos en Cristo Jesús para decidir si vamos a deprimirnos, vamos a maldecir a Dios, vamos a hacer cualquier otra cosa, o si vamos a decir, Señor, a pesar de todo, yo creo en ti y yo voy a esperar y yo sé que estoy molesto pero voy a ir a ti.

Si usted ha vivido una vida donde se deprime, se llena de ira, se llena de resentimiento cuando algo adverso le sucede, crea que Dios puede cambiar ese programa en el nombre del Señor. Muchas veces nosotros ni siquiera tratamos y hemos vivido en familias donde corre la depresión, donde corre la ansiedad, donde corre el alcoholismo, la drogadicción, la sensualidad desaforada, una cantidad de cosas, y nosotros creemos, bueno, así es mi familia, así fueron mis tíos, así soy yo, así fue mi papá, así fue mi mamá, yo estoy condenado a lo mismo. En Cristo Jesús hemos roto esas cadenas, hermanos, tenemos libertad en Dios para nosotros decidir cómo vamos a reaccionar.

Y parte del proceso de santificación de la vida cristiana es aprender a cambiar el programa sobre el cual nosotros operamos. Muchas de las reacciones que nosotros tenemos son producto de una grabación que nosotros tenemos allí funcionando dentro de nosotros que nos dice, mira, esto pasó, esto es por esta razón, y así es que tienes que actuar.

Pero dependiendo de cómo nosotros reprogramamos el mundo y cómo nosotros nos vemos a nosotros mismos, nosotros podemos ir cambiando poco a poco las reacciones que tenemos a la vida. Y una de las cosas que tenemos que decir es, Señor, dame discernimiento para descubrir esos programas invisibles que ni yo mismo conozco que están dentro de mí y que me llevan a actuar de esta manera cuando algo negativo pasa en mi vida, a maldecir, a criticar, a revelarme, a responder mal, a contra atacar, a deprimirme, a lo que sea, y enséñame la manera en que un hijo de Dios puede obrar y puede actuar en tiempos de dificultad y de premura.

Pídele al Señor. Tu no tienes que vivir en una condenación generacional. Tu tienes el poder en Cristo Jesús. Lo que Cristo hace es romper la inevitabilidad del pecado. Entonces cambia el programa, cree que hay maneras creativas de uno relacionarse con las situaciones adversas de la vida. La santificación es la reprogramación de nuestra biología, de nuestra neurología. Tenemos que aprender más y más a movernos no en la carne sino en el programa del espíritu, los principios del Reino de Dios, aprender a hacer las cosas por lo que Dios dice.

La Biblia dice, no solo de pan vivirá el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios, queriendo decir, el hombre no vive de sus apetitos, de sus emociones, de sus impulsos materiales, el cristiano vive de los principios que salen de la boca de Dios. Sustituimos las acciones negativas, carnales por las reacciones positivas espirituales. Podemos elegir. No estamos en cautiverio a nuestras emociones. Cristo nos da libertad para actuar y reaccionar en formas positivas.

Habacuc hizo eso. Habacuc hubiera podido llenarse de amargura y decir, cómo es eso, Señor, que tu vas a traer una horda de gente violenta y maligna y van a destruir nuestra nación? Se van a llevar cautivos a nuestros hijos? Tu estás tirando una bomba atómica donde quizás lo que debieras hacer es una intervención de disciplina y nosotros vamos a sufrir de esa manera. No, yo mejor reniego de ese Dios. yo no quiero servir a ese Dios.

Pero Habacuc controla su reacción y la gira en una forma constructiva. Y tu puedes hacer lo mismo. Yo te aseguro que si tu lo crees en el nombre del Señor lo vas a hacer. Llénate de esa fortaleza en Dios y di, todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Yo puedo salir de la depresión, yo puedo salir de la ansiedad, yo puedo salir del resentimiento, yo puedo salir de ese recuerdo de violación o de lo que sea, o de abuso del pasado y puedo entrar a vivir una vida de bendición y de esperanza porque Dios me da ese poder para hacerlo. Entonces, entrénate a creer en el poder de Dios para libertarte de tus deformaciones del pasado.

El tercer principio que Habacuc nos muestra es que tenemos que ejercer paciencia a veces hasta que Dios haya completado sus procesos misteriosos. Dios a veces se toma tiempo para cumplir su palabra, para cumplir su promesa. Dios es un Dios de misteriosos procedimientos y si uno es de corta mecha y de corta paciencia, cuando Dios está elaborando una obra maestra que se toma tiempo y lo que vemos es solamente la parte fea del proceso, vamos a echar un pie y vamos a perdernos la oportunidad de ver la gloriosa obra de Dios en nuestras vidas. Dios se toma tiempo a veces para cumplir una bendición.

Y a veces antes de tu llegar a la bendición que Dios tiene para ti, tienes que pasar por mucho tiempo de callejones sin salida, de ir por acá y no encontrar la solución, ir por otro lado hasta que Dios termina el proceso. Y Dios se glorifica en todo. Dios puede hacer de un montón de basura una bella obra de arte, de todas las situaciones que tu has pasado en tu vida, Dios puede coger esas materias feas y malolientes y hacer algo que cuando tu lo mires digas, guau, cómo pudo Dios sacar algo tan bello de esto?

Sabe que algunos de los grandes artistas han hecho obras de una cantidad de cosas. Andy Warhole, uno de los grandes artistas modernos, una de las obras más caras que él hizo es una lata de Campbell soup que pintó y cosas así, hermanos, donde muchas veces Dios hace obra a través de todas estas cosas.

Y nosotros tenemos que tener paciencia para dejar que el Señor complete su obra en nuestra vida. Habacuc dice esto, en el capítulo 2, ya yo lo leí el domingo pasado, cuando Dios le dice a Habacuc, yo voy a destruir y voy a traer una nación violenta para que ejecute mis acciones y mis juicios, Habacuc respira hondo, se toma dos aspirinas y mire lo que dice, “sobre mi guarda estaré y sobre la fortaleza afirmaré el pie.” A veces hay que afirmar el pie para ver lo que Dios nos va a decir.

El Apóstol Pablo en Efesios, capítulo 6, dice “cuando venga el día malo a tu vida párate firme.” A veces cuando viene el ventarrón usted tiene que agarrarse de una viga hasta que pase el ventarrón y cuando pase que lo encuentren firme. Cuando venga el día malo tenemos que tomar toda la armadura de Dios, dice la Biblia, toda la armadura espiritual y buscar las armas de la oración, el ayuno, la confesión positiva, el mantenernos en compañía de gente que crea en Dios y que sea fuerte en el Evangelio y hasta que haya pasado, hasta que el diablo haya tirado todos sus dardos de fuego, y cuando ya no tenga más nada que tirar, usted está firme todavía en su lugar. Y entonces Dios dice, ahora te voy a dar descanso, te voy a dar paz, te voy a dar bendición porque usted se mantuvo firme.

Entonces, dice, “afirmaré el pie y velaré para ver lo que se me dirá y qué he de responder tocante a mi queja. Y Jehová le respondió y dijo, escribe la visión, declárala en tablas y aunque la visión tardará aún por un tiempo más se apresura al fin y no mentirá. Aunque tardare espéralo porque sin duda vendrá y no tardará.”

Muchas veces los procesos de Dios se toman tiempo para completarse. Usted tiene que esperarlo. Algo que el cristiano necesita de urgencia es la paciencia porque muchas veces Dios está usando ingredientes que usted no sabe por qué los está usando, pero tiene un propósito en ello y cuando Dios cocina él a veces cocina con sazones bien raros. Le echa un poquito de canela, jengibre, y nosotros estamos acostumbrados al ajo, a la cebolla y el ají, pensandos que eso de comino y otras cosas raras. El mundo tiene cientos de especias. Los indios cocinan con curry y otras cosas. Los chinos tienen sus propias especias y hay comidas preciosas. Una de las bendiciones que tenemos en Boston es que hay comida de todos los tipos y uno aprende a apreciar las comidas de diferentes naciones.

Nosotros muchas veces los caribeños, por ejemplo, en nuestro caso cocinamos con 3 ó 4 sazones, eso es todo, sal, ají, cebolla y pimienta en el mejor de los casos y un poquito de orégano de vez en cuando. Aprendamos a apreciar todas las sazones de Dios en nuestra vida. Dios usa diferentes procesos a veces, hermanos, y a veces trae cosas…y si nosotros decimos, no, esto no va a saber bien. Dale tiempo, espera, trata 2 ó 3 veces hasta que se te acostumbre el gusto.

Cuántas veces usted rechazó algo y después le gustó? Dios se toma tiempo y tenemos que tener paciencia y Habacuc dice, yo voy a esperar. Voy a ver qué Dios me va a responder tocante a mi queja.

A José Dios le prometió realeza, le dio un sueño cuando tenía como 14 años. El sueño lo que quería decir es que su mamá, su papá y sus hermanos iban a terminar arrodillándose delante de él. Imagínese en un contexto social hebreo que usted le dijera a su papá, papá y mamá, yo vi un día que ustedes van a terminar arrodillándose delante de mí. Mira muchacho, una tabanada que te voy a dar. Así reaccionaron los padres de José. Eso fue lo que yo me soñé, yo estoy reportándolo simplemente. Dios le habló de que había algo en su vida, Dios lo iba a levantar, lo iba a usar, lo iba a poner en autoridad, aún inclusive sobre sus padres y sus hermanos.

Dice la Biblia que a los 30 años, cuando tenía 30 años de edad, 17 años después, fue cuando él compareció ante faraón, después de 14 años de cautiverio. Desde que él pronunció esa palabra de bendición que Dios le había revelado, all hell broke loose, se desató el infierno. Sus hermanos comenzaron a criticarlo y a odiarlo, lo vendieron como esclavo. Llega a una casa y allí lo calumnian y lo meten a la cárcel después de un tiempo de bendición. En la cárcel hace unos milagros a favor de cierta gente y la gente se olvida de él en vez de bendecirlo cuando regresan a posiciones de autoridad. Y ahí está la bendición de Dios cociéndose a fuego lento. Por qué? Porque Dios estaba formando un hombre que iba a dirigir una nación en crisis, porque eso fue lo que hizo José.

Estaba formando un hombre que iba a ser el vicepresidente de la nación más poderosa del mundo en ese tiempo, Egipto, un hombre de estado que necesitaba fortaleza, aplomo, gravitas, peso, y eso no se consigue en un jardín de rosas. Y Dios lo puso ahí, lo apretó, lo soltó, lo formó en el horno. Sabe dónde nosotros nos fortalecemos muchas veces? En la prueba, ahí es donde uno crea humildad, paciencia, sentido de nuestras propias limitaciones.

Sabe que usted nunca puede hacerle bien a alguien hasta que Dios no lo haya descalificado y lo haya quebrado varias veces, hasta que usted no tiene los mocos saliéndose por la nariz llorando y recordando que usted no es la última Coca Cola en el desierto, Dios no lo puede usar. Así lo hizo con Pedro, así lo hizo con el mismo Elías, un hombre tan poderoso, lo puso a llevar al extremo hasta que Elías quiso morirse. Así lo hizo con tantos grandes hombres de Dios, a Moisés.

Y Dios se toma tiempo y Dios usa instrumentos que parecen instrumentos de tortura pero son instrumentos quirúrgicos que nos van formando y creando ese hombre de Dios. Yo creo que hasta que Dios no nos trata y no nos prueba y no nos mete sobre la mesa de operaciones, no podemos ser usados por Dios grandemente. Y por eso es que tenemos que tener la paciencia para esperar hasta que Dios haya completado sus misteriosos propósitos. Tenemos que armarnos de paciencia.

Cuando llegue el tiempo de la prueba en tu vida, amárrate bien los cinturones, tomate un café, descansa en el Señor, ponte la armadura de la fe y di, yo sé que el viaje va a ser un poquito tormentosos, pero yo voy a esperar en el Señor, y yo sé que saldré brillando como el oro cuando llegue ese momento. Así que tenemos que ser pacientes y esperar los momentos de Dios. Ármese de paciencia.

Un cuarto principio en este libro. Alabe al Señor. La alabanza de fe. La proclamación objetiva de la bondad de Dios y del Dios que está en control, a pesar de que parezca que no está en control. Cuando el mundo se pone caótico, cuando tu no tienes deseos de alabar al Señor, adora al Señor en ese momento. Ese sacrificio de alabanza que sale de parte espiritual de tu ser y que tu lo pronuncias simplemente porque tu sabes que es un arma contra el mal, en vez de tu maldecir, bendice al Señor, en vez de tu hablar de la injusticia de Dios, habla del control de Dios en tu vida y di, el diablo no es quien está en control ahora mismo, Dios está en control y él está haciendo algo que yo no entiendo pero yo lo alabo y lo glorifico.

Habacuc está lleno de momentos donde en medio de la declaración de aflicción y de dolor, también hay momentos bellísimos donde se da gloria a Dios. Mire por ejemplo, el capítulo 1, versículo 12, Habacuc dice:

“No eres tu desde el principio, oh Jehová, Dios mío, santo mío. No moriremos…”

Hay un momento que en medio de esa declaración de aflicción que viene, dice, no vamos a morir en el nombre del Señor.

Capítulo 2, versículo 4, dice, “He aquí que aquel cuya alma no es recta se enorgullece más el justo por su fe vivirá.” Esa es una declaración que impactó a Martín Lutero cuando estaba trabajando con el proceso de la Reforma, de que la salvación no es por obras sino por fe, por gracia, por creerle a Dios. y esa declaración de Habacuc en medio de la prueba, de que el justo vivirá por la fe, impactó la vida del gran reformador, impactó la vida del escritor de Hebreos que también habla de que el justo vivirá por la fe, no sé si en Gálatas, pero la idea es que en vez de obras es fe lo que salva.

Y nosotros tenemos que entender esta parte de que nosotros vivimos por fe, no por sentimientos, no por lo que experimentamos o lo que vemos, es por lo que Dios ha declarado. Son versículos que traen mucha paz al corazón. El versículo 14 en el capítulo 2;

“…Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar.”

Sabe que eso es lo que nos alienta a nosotros en este mundo, saber que Dios todavía no ha terminado con la tierra y que todavía hay muchas bendiciones que vienen al mundo, todavía las naciones hay esperanza para que conozcan al Señor. La tierra será llena de la gloria de Jehová. Y llegará un día en que esto se cumplirá en una manera definitiva, cuando haya terminado este mundo y el mundo solo refleje la voluntad de Dios sin resistencia alguna y nosotros vivimos para ese día.

Hay un himno que dice, “yo solo espero ese día cuando Cristo volverá.” Otro himno precioso. Y nosotros esperamos ese día, esa gran redención, cuando toda la tierra será llena de la gloria de Dios, toda injusticia, toda lágrima será quitada de nuestros ojos.

Y esa esperanza nos mantiene muchas veces en medio de la… Una de las cosas que más nos ayuda es que un día todo esto va a terminar. Este mundo no es absoluto y muchos de nosotros solos vivimos en este mundo, en el tiempo y el espacio. El hombre que solo vive en la historia, en las circunstancias no tiene a dónde ir, pero el que conoce a Dios y sabe que hay un mundo de eternidad delante de nosotros, eso diluye las aflicciones de la vida.

Lamento poner en prueba a mi hermana Iris, pero mientras yo veía a Iris aquí arriba adorando al Señor esta mañana, Iris acaba de oficiar o de presenciar la muerte de su madre, una mujer hermosa de Dios, nuestra hermana Luisa a quien amamos tanto a través de muchos años, y yo veía a Iris que es la que más conozco de la familia con el ataúd de su madre en frente de ella, la veía con tanto aplomo, tanta paz, tanta dignidad, saludando a los hermanos que habían asistido al funeral, y hoy la veo aquí adorando al Señor hace apenas unos días de…

Yo digo, guau, eso es lo que Dios hace. Por qué? Porque ella sabe que su madre está con el Señor. Ella sabe que este mundo no lo terminó todo. Este mundo quizás puso un paréntesis en la vida de la hermana Luisa en la relación con nosotros, pero en algún momento saltaremos y la veremos allá en la patria celestial y eso nos consuela. Eso nos trae paz a nuestro corazón. Ese día en que la tierra será llena de la gloria del Señor. Ese día cuando podamos mirar y decir, sí, yo estoy pasando por una situación de prueba ahora pero yo sé que viene el momento de la redención, que viene el momento de la restitución de todo lo que se ha perdido.

En el versículo 20 también otra declaración de gran bendición, gran inspiración, 2:20, “Más Jehová está en su santo templo, calle delante de él toda la tierra.”

Una declaración del señorío de Dios sobre el mundo. Aunque el mundo parezca que se está yendo al infierno en un cesto, nosotros decimos, no, el Señor está en su trono. Dios está en control, no es el hombre, no es el presidente de Corea del Norte, el loco que está allí dirigiendo esa nación, tirando misil por dondequiera como si fueran cohetes en navidad. No, Dios está en control. No es Isis por allá matando gente, Dios está en su templo. Calle delante de él toda la tierra.

Qué invitación a estar en asombro del señorío de Dios sobre la historia. Son momentos en que el escritor en vez de maldecir bendice. Hermano, en vez de tu confesar negatividad, confiesa positividad. El Señor está conmigo, Dios me va a sacar adelante, yo sé que Dios es fiel y aunque yo no entiendo lo que está pasando él tiene control y él va a sacarme adelante. Eso es lo que hace Job cuando está en medio del gran sufrimiento de su vida y su mujer le dice, mira, maldice a Dios y muérete. Bueno, Job tiene dos momentos, un momento es cuando sufre y no entiende lo que Dios está haciendo y se pregunta qué es lo que está pasando en mi vida y él se queja delante de Dios. Ese es el primer momento.

Lo que no podemos hacer es quedarnos allí. Lo que tenemos que hacer es dialogar con Dios y traer nuestra amargura delante de él. Cómo dice Job? En el versículo 7:

“He aquí yo clamaré agravio y no seré oído, daré voces y no habrá juicio, Dios cercó de vallado mi camino y no puedo pasar y sobre mis veredas puso tinieblas. Me ha despojado de mi gloria, ha quitado la corona de mi cabeza, me arruinó por todos lados y perezco y ha hecho pasar mi esperanza como árbol arrancado,” y continúa.

Y uno diría, guau, este hombre se va a pegar un tiro en cualquier momento. Uno está casi cerrando los ojos para no verlo cuando lo haga. Pero qué pasa más adelante? En el versículo 25, pasa de una nota de queja delante de su Dios hablando, defendiendo su causa y dice:

“Yo sé que mi redentor vive.”

Hermanos, tiene que llegar el momento en que tu dejes de lamentarte, quejarte, acusar a Dios y tiene que llegar el momento de tu besarle la mano. Yo he tenido tiempos en mi vida en que me pregunto, Señor, por qué esa pedrada que tu me tiraste, de dónde vino? Por qué? Y uno está rascándose la cabeza y quejándose contra Dios. Pero en el momento mismo de mi dolor yo sé que ya sea mañana o dentro de una semana, yo voy a tener que venir donde Papá y besarle la mano, voy a tener que decirle, Señor, está bien, tu sabes lo que haces.

Usted puede pasar un tiempo de fiesta de auto conmiseración y está bien hasta cierto punto, pero sepa, dígase sí, pero en algún momento vas a tener reponerte, vas a tener que adorar a Dios otra vez, vas a tener que buscar del Señor, porque tu no estás hecho para vivir en la mazmorra. Tu estás hecho para volar y surcar los aires como un águila.

Job pasa por su lucha, él pasa por su aflicción, pero luego dice, “yo sé que mi redentor vive y al fin se levantará sobre el polvo. Y después de desecha esta mi piel en mi carne yo he de ver a Dios al cual veré por mí mismo y mis ojos lo verán y no otro.”

Él está declarando algo que él mismo quizás no está seguro, hermanos, pero lo está diciendo por fe. Y muchas veces lo que nosotros declaramos con nuestra boca por fe se convierte en una realidad. No espere a sentir alabanza para alabar. Alaba y sentirás alabanza. Escríbame eso allí. No esperes a sentir el gozo del Señor para alabarlo y declarar gozo. Declara gozo y el gozo del Señor se hará una realidad en ti.

Yo le decía a alguien los otros días que tenía un gran resentimiento hacia una persona y gracias al Señor había llevado a esta persona a través del diálogo de la consejería a un punto de estar dispuesta a considerar perdonar porque había sido ofendida esta persona en una manera muy seria, muy grave. Y una de las cosas más difíciles para una persona que ha sido violentada en su vida y agredida es perdonar.

Y muchas veces parte del problema es que la gente piensa que para nosotros perdonar tenemos que sentir perdón, pero en la historia de la consejería se ha aprendido que muchas veces el perdón comienza con una declaración objetiva de perdón aunque usted no lo sienta. Porque muchas veces si usted espera a sentir deseos de perdonar nunca va a perdonar. Pero lo que uno descubre es que muchas veces cuando dice con su boca, yo perdono, aunque se cometió una injusticia yo perdono y muchas veces cuando nosotros decimos, yo perdono, algo pasa dentro de nosotros que lo que es una declaración judicial, se convierte en un sentimiento íntimo y entonces sentimos el perdón.

Nunca espere a que venga el impulso noble antes de hacer algo noble. Hágalo como un soldado que está saludando ante su general y haga lo que Dios le pide y entonces usted verá cómo eso se convierte en un sentimiento, una convicción interna de bendición. Aprenda a declarar cosas con su boca en el nombre del Señor proféticamente. Háblele a su espíritu, háblele a las facultades más nobles de su ser y ordéneles que hagan algo en el nombre del Señor porque Dios lo dice y porque tengo que hacerlo y porque yo soy un soldado en el ejército divino, y entonces vendrá la bendición.

Si usted tiene algún resentimiento contra alguien, si hay algo en tu vida que te está cautivando en el nombre del Señor. Vamos a bajar nuestras cabezas. Tu tienes el control. El diablo no está en control. Tu pasado no está en control, tus atormentadores no están en control, tus experiencias terribles del pasado no están en control, tus violadores no están en control. No pueden vivir dentro de ti contaminando tu espacio interior. Sácalos. Déjalos irse. Libéralos. Escoge el lugar de la alabanza, escoge el lugar de la confesión de que Dios tiene sentido en toda situación.

Y si tu has ofendido al Señor, siento decir esto, de parte del Señor, aún si tu has ofendido a Dios y sientes que estás cautivo de tu pecado del pasado, en esta tarde yo te invito también a abrir la celda que tu mismo te has construido, quizás ya Dios te ha perdonado porque tu has confesado tu pecado, pero abre la puerta y sal en el nombre del Señor y declara libertad en el nombre de Jesús.

Perdona, alaba, confiesa positivamente. Di, yo estoy libre en el nombre del Señor, aunque no te sientas libre pero confiesa libertad y sentirás libertad. Confiesa poder y sentirás poder. Confiesa suficiencia y sentirás suficiencia. Confiesa que tu no eres una víctima y sentirás la victoria de Dios en tu vida. Confiesa que tu pasado no tiene control sobre ti y el pasado huirá como un demonio que se meterá por una rendija y tendrá que salir de tu vida en el nombre del Señor.

Adora al Señor. Espera en el Señor. Pacientemente esperé a Jehová y se inclinó a mí y escuchó mi clamor, me sacó del pozo de la desesperación, del logo cenagoso y puso mis pies sobre peña y enderezó mis pasos.

Y yo quiero llevarte a ese punto de un cántico nuevo. Puso en mi boca un cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Sabes que Habacuc termina con el bello capítulo 3 que es un hermoso salmo de adoración al Señor y de declaración de independencia total de toda circunstancia, de todo lo que pase. Hermosos versículos, yo quiero que tu vayas a ese lugar en esta tarde y si tu sientes que quieres pasar aquí para que hagamos una oración colectiva de liberación de toda situación que pueda estar en tu vida, yo te invito sin ninguna vergüenza porque estás aquí en familia, ponte de pie o como tu sientas en tu corazón, declara libertad en esta tarde, declara libertad en el nombre del Señor, declara liberación, Dios te libera todo complejo de inferioridad, toda herida del pasado, toda tendencia a ser el primero que te vas, te escurres porque sientes que no vales lo suficiente.

Habacuc dice, aunque la higuera no florezca ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo y los labrados no den mantenimiento y las ovejas sean quitadas de la majada y no haya vacas en los corrales, con todo yo me alegraré en Jehová y me gozaré en el Dios de mi salvación. Jehová, el Señor, es mi fortaleza, el cual hace mis pies como de siervas y en mis alturas me hace andar. Gloria al nombre del Señor.

Sermón 19 de marzo 2017: Una perspectiva divina cuando nada hace sentido

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Hermanos, les invito a ir a la palabra de Dios. Vamos a ponernos ahora las sudaderas y vamos a trabajar en sacarle el provecho a la palabra del Señor, vamos a laborar en el espíritu y vamos a estudiar un poco del libro de Habacuc. Es un libro que pertenece a esa categoría de los profetas menores, no porque sea menos importante su mensaje sino porque la cantidad del libro es pequeña, son 3 capítulos, a diferencia de Isaías que tiene 40 y pico de capítulos, o Jeremías que son libros de mucha mayor alcance y envergadura. Pero el libro de Habacuc es un libro pequeñito, fácil de pasar por alto, porque además de eso, de ser un libro que no tiene tantos capítulos, su tema es un tema que requiere un poco de entendimiento del contexto en que el libro fue escrito. Es un libro muy histórico, condicionado a un tiempo específico en la historia y la vida del pueblo de Judá.

No por eso deja de ser vigente para nuestro tiempo. Como ustedes saben Dios ha deparado su palabra y la puso en un envase histórico de hombres que fueron inspirados por Dios y que fueron el reflejo de su tiempo y condicionado por la cultura en la cual vivieron y que hablaron de las cosas que pertenecían a su tiempo y de sus experiencias personales, pero Dios ha usado estas experiencias como un punto de partida para que nosotros las estudiemos y saquemos lecciones que son eternas, valederas para todos los tiempos. Y para este tiempo de la historia el libro de Habacuc habla en una manera muy profunda, muy elocuente. Por eso yo digo que Habacuc es un libro para nuestros tiempos.

Y Dios me ha hablado claramente de que este libro… y a veces eso me pasa, que Dios como que activa un pasaje de la escritura o un libro de la escritura o un patrón de su mover en la escritura, y lo aviva dentro de mí y como que me entra a verlo de una manera diferente. Es casi como eso de quitarle el sello a un libro. Y Dios está quitándole los sellos a muchas partes de su escritura en estos últimos tiempos en que vivimos, y está revelando otras dimensiones.

Y a mí me ha revelado creo, una forma de aplicar este libro. Yo creo que este libro, aunque fue escrito hace miles de años para una nación específica en un tiempo específico, está escrito también para nosotros, para el mundo, para la iglesia en este siglo XXI y en esta etapa específica de la historia de Estados Unidos que estamos viviendo. Porque recuerden que yo inicié hace un par de semanas esta serie con un sermón basado en la experiencia de Eliseo y su siervo y los sirios, que recordarán llegaron a la ciudad donde estaba Eliseo y su siervo para tomarlo cautivo. Porque Eliseo revelado por Dios le decía al rey de Israel, dónde venían los sirios a tenderle emboscadas. Y el rey de Siria mandó un ejército para capturar y neutralizar al siervo de Dios, Eliseo.

Y cuando llegó ese poderoso ejército y el siervo de Eliseo vio esa multitud alrededor de ellos se llenó de pánico y comenzó a quejarse de que estaban rodeados por ejército enemigo. Y Eliseo oró para que el Señor abriera los ojos de este hombre y pudiera ver la verdadera realidad, o una realidad alternativa podríamos decir, y era la realidad de Dios. y el siervo de Eliseo pudo ver que rodeando a ese ejército enemigo había otro ejército más poderoso, lleno de carros de fuego, poderosos ángeles que estaban allí para proteger al siervo de Dios y su siervo.

Y ustedes saben que esa historia que comenzó tan negativamente terminó con una gran victoria para el pueblo de Dios y una gran humillación para el pueblo sirio. Por qué? Porque había un hombre que podía leer la realidad del momento en una forma diferente, con los ojos de Dios, con la perspectiva divina.

Y yo decía que eso es lo que nosotros tenemos que hacer en estos tiempos de gran angustia en esta nación y en el mundo entero, y en esta nación específicamente donde ahora mismo vivimos tiempos de gran división en este país, gran incertidumbre, para la gente inmigrante es un tiempo de gran vicisitud, para la gente que se informa acerca de lo que está pasando a nivel internacional hay mucha zozobra, mucha incertidumbre.

Y como Eliseo nosotros también requerimos de Dios, o como el siervo de Eliseo, requerimos que Dios nos abra los ojos espirituales. Y como dijo Jesucristo el que tenga ojos para ver vea. Que nosotros podamos ver la historia, ver este momento a través de los ojos de Dios, y el inmigrante, el indocumentado, que quizás se siente que su vida está por terminar y que ya van a venir a su casa y van a tocarle la puerta y llevárselo cautivo, que sepa que todavía Dios no ha dado la última palabra, como decía nuestro hermano Isaías, que todavía Dios tiene muchas cosas que hacer y que Dios se compadece de los que le temen. Y que Dios todavía puede darnos una gran sorpresa y nunca debemos tirar la toalla nunca debemos llenarnos de pánico, nunca debemos huir de las circunstancias, nunca debemos mirar solamente al enemigo sino mirar el Dios que es más poderoso, el que está en nosotros es mucho más poderoso que el que está en el mundo, dice la palabra. Muchos más son los que están con nosotros que los que están con ellos, como dijo Eliseo.

Porque necesitamos la perspectiva de Dios. Estos son tiempos en la historia, viendo aún la política, el hombre que está ahora mismo en la presidencia, muchas personas sienten como que cómo puede Dios permitir esto? Tenemos que ver las cosas a través de los ojos de Dios. y lo que yo quiero es continuar abundando en ese tema, de adoptar la perspectiva de Dios. Cuando Dios no hace sentido. Ese es el tema de hoy, cuando Dios no hace sentido. Cuando vemos las cosas y decimos, cómo es posible que Dios obre de esa manera?

Yo empecé a leer el libro de Habacuc hace un tiempo atrás y he comenzado a verlo a través de este tiempo que estamos viviendo, y creo que este libro tiene mucho que enseñarnos. El diálogo que se da entre Habacuc y Dios, porque este es un libro diálogos. Habacuc le dice algo a Dios y Dios le contesta, Habacuc le contesta a Dios y vuelve y le contesta. Y finalmente Habacuc adquiere la perspectiva total de Dios.

Este sermón es precisamente qué hacemos cuando Dios no hace sentido. El domingo que viene si el Señor permite yo quiero hablar de cómo nosotros debemos comportarnos cuando nos encontramos en situaciones en que Dios parece que no hace sentido, cuando nos encontramos en situaciones difíciles en nuestra vida, cuando estamos en situaciones como la que vive esta nación y el mundo entero, cuál debe ser nuestro comportamiento y cuáles deben ser las actitudes que nosotros ejerzamos cuando Dios parece que no está obrando en una forma consistente, o no entendemos qué es lo que él está haciendo.

Los tiempos que estamos viviendo en Estados Unidos requieren una perspectiva divina, requieren que nosotros miremos a través de los ojos de Dios, que nos quitemos los lentes del inmigrante, del hispano, del republicano, del demócrata, del liberal o el conservador, del que tiene mucho tiempo acá o el que tiene poco tiempo, del que se preocupa por la justicia social como un valor importantísimo, de los que quizás no tienen tanta preocupación, que nos quitemos los lentes específicos, personales, partidistas, individuales y que miremos con los ojos divinos, eternos, como Dios ve la historia, como Dios ve las cosas del mundo.

Muchas veces vivimos experiencias que no parece que tienen nada que las redima, nada que las saque de lo simplemente sin sentido, pero cuando nosotros vemos a través de los ojos de Dios como vio Eliseo, vemos que no solamente hay una posibilidad de redención sino que hay una certidumbre, una abundancia de bendiciones que Dios quiere traer a través de las situaciones que estamos viviendo. Y así es en este tiempo de la historia.

Habacuc desarrolla este tema, cómo ver a través de los ojos de Dios. Cuando comienza el libro el primer capítulo, los primeros versículos, vemos que la perspectiva de Habacuc es una perspectiva sombría. Habacuc es un hombre justo, ama a Dios, es un profeta de Dios. y Habacuc se queja delante de Dios porque al él ver la condición de su pueblo Judá, él ve anarquía, ve injusticia, ve idolatría, ve opresión del pobre y Habacuc se pregunta, Señor, dónde tu estás? Cómo puedes tu tolerar estas cosas en medio de tu pueblo? Estás dormido? Qué vas a hacer al respecto?

Habacuc dice en el segundo versículo del capítulo 1, “Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré y no oirás?” cuántos se han sentido así alguna vez? Tres meses, 4 meses, una enfermedad, un problema matrimonial, un hijo rebelde, un tiempo de desempleo, y usted dice, Señor, mira, ya el agua me está llegando al cuello, has algo. Por qué te tardas? Cómo puedes tu tolerar esta situación? Te he servido, he dado, he hecho todo lo que he podido. Nos hemos sentido así, y este es un libro para aquellos que se sienten desesperados y que se sienten como que Dios no se está moviendo como debe.

“Cuándo daré voces a ti a causa de la violencia y no salvarás? Judá está poseído por gente violenta, gente que oprime a los demás. Por qué me haces ver iniquidad y haces que vea molestia? Destrucción y violencia están delante de mí y pleito y contiendas se levantan, por lo cual la ley es debilitada y el juicio no sale según la verdad.”

Esto podría ser una descripción de los tiempos que estamos viviendo. Hay violencia en la ciudad. Chicago ha experimentado el mayor número de crímenes violentos, el homicidio crece, la crisis del opio en Estados Unidos, más de 60 mil personas se están muriendo solamente por sobredosis en esta nación en este tiempo. Hay violencia, las gangas están por dondequiera, hay muchas áreas de criminalidad, la verdad parece que escasea. Usted lee los periódicos y usted se pregunta cómo es posible que haya tantas diferentes interpretaciones del mundo político. Usted lee a Fox y le dice una cosa, lee al New York Times y le dice otra. Y es como que dónde está la verdad?

Usted escucha a los políticos y escucha mentiras muchas veces, hermanos. Y uno se pregunta dónde está la verdad? Y hoy en día la gente lo que quiere es dime una mentira que yo pueda creerte y dímelo en una forma que yo pueda creerte. Y esta es una nación ahora mismo donde la verdad escasea y yo creo que el juicio también, la justicia escasea en nuestro tiempo.

Y Habacuc dice, Señor, estoy harto de ver tanta maldad en mí nación, tu nación. Por qué no mueves? Qué estás haciendo? Y Dios le responde entonces a Habacuc, porque cuando le preguntamos a Dios, sabe que a Dios no le molesta cuando nos sentimos frustrados, atemorizados, y venimos ante él y le decimos… Job le preguntó a Dios también, Señor, qué está pasando? Yo he hecho todo lo que puedo, me he portado bien y no respondes. Y Dios no se molestó con él. Le habló al final y le dio la perspectiva divina de su situación. Dios le contesta a Habacuc y aquí en el versículo 5 comienza la respuesta de Dios a Habacuc:

“Y Dios le dice a Habacuc, “Mirad entre las naciones… lo que pasa es que aquí no hay una transición clara, pero cuando uno lee el libro más y más se da cuenta que es un diálogo entre Habacuc y Dios.

“Entonces Dios le dice a Habacuc, “Mirad entre las naciones y ved y asombraos – esto es importante porque lo que está pasando en este tiempo de la historia no es solamente Estados Unidos. Si usted va a Inglaterra, hay el mismo tipo de desazón y de inquietud que hay aquí en esta nación. Usted va a Francia, Alemania, Suecia, Dinamarca, usted va a Holanda, Australia, ciertamente el Medio Oriente, Latinoamérica, Venezuela, Bolivia, Ecuador, muchas cosas están pasando en el mundo. Hay una inquietud, una desazón, el terrorismo, todas estas cosas.

“Y Dios le dice, “Mirad entre las naciones… porque de nuevo, este libro no es solamente como digo acerca de Estados Unidos, sino que nos enseña cómo interpretar lo que está pasando en el mundo y el mover complejo de Dios en este tiempo de la historia.

“Mirad entre las naciones y ved y asombraos porque haré una obra en vuestros días que aún cuando se os contare no la creeréis.”

Hermanos, preparémonos para cosas grandes que vienen para la tierra. Vienen juicios y movimientos de Dios muy grandes y muy fuertes para esta nación y para las naciones de la tierra. Y no digo eso para atemorizar a nadie, porque yo creo que las intervenciones de Dios por un rato pueden ser sombrías pero después son benévolas. Dios primero te da la nalgada y después te el Bengué para suavizarte. Dios muchas veces hace las cosas para quebrantar a las naciones, para traerlas a la humildad y a un reconocimiento de que él es el Señor.

Dios usó muchas veces el juicio y la persecución internacional para traer a Israel al conocimiento de Dios. entonces este es un libro que nos invita no solamente a ver la situación de Judá específicamente, sino a ver a todas las naciones también. Porque Dios se estaba moviendo en el nivel internacional.

Y Dios invita a Habacuc, dice, yo voy a hacer algo que va a sorprender a todo el mundo. óigame, y este es un tiempo de grandes sorpresas en esta nación, cuántos se sorprendieron hace poco con la victoria de Donald Trump? Confundió a todo el mundo. y quédese traquilito que yo no estoy aquí para ofrecer un comercial acerca de Donald Trump. Si él no es santo de su devoción, no se preocupe, le vamos a dar a él su nalgada antes de que termine el sermón.

Pero Dios dice, yo voy a hacer algo que cuando lo vean no lo creerán. Es interesante, cuántos vieron la noche de las elecciones y vieron la confusión de todos los periodistas y de todos los expertos en política, sociología de esta nación. Para mí me valió el dinero de la entrada solamente ver la confusión de los expertos que no sabían qué hacer.

De nuevo, no estoy hablando… no me estoy aventurando a decir una cosa o la otra, pero hay una confusión. Cuando vemos los movimientos de Dios en la historia, Dios está ensamblando las piezas de un tablero inmenso y el que crea que sabe la estrategia de Dios no conoce a Dios, porque Dios está haciendo cosas que van a sorprender a la humanidad.

Y una de las cosas que nosotros tenemos que hacer en este tiempo es soltar el guía, soltar el volante y dejar que Dios sea Dios. por eso yo les decía que cuando vino el tiempo de las elecciones yo no voté ni por Donald Trump ni por Hilary Clinton, voté por la divina providencia, una candidata que no es ni demócrata ni republicana. Porque dije, Señor, la verdad es que en este caso… yo no recmiendo que otros hagan eso, eso fue mi consciencia ministerial personal, yo dije, Señor, en este caso yo te voy a ceder a ti y voy simbólicamente a entregarte a ti la decisión que tu hagas, porque yo no podía en realidad identificarme con ninguno de los dos sistemas de valores, aunque tendía a un lado francamente, pero había otra cosas que yo no podía ser partidario de ellos.

Pero es sorprendente lo que Dios a veces hace. Y Dios le dice a Habacuc, son tiempos, Habacuc, que yo voy a sorprender a todo el mundo, cuando vean las cosas y se las cuentan no las van a creer. Y dice, “porque yo ahora levanto una nación en el mundo.”

En ese tiempo la gran potencia mundial era Asiria y eran enemigos de Israel y habían oprimido a los hebreos y tenían una reputación de ser un pueblo opresivo. Y se hubiera esperado que si el juicio iba a venir y la disciplina a Juda iba a venir, vendría de la nación poderosa en ese tiempo que era Asiria y más próxima a los judíos. Pero Dios le dijo, no, no son ellos. Yo voy a levantar una nación que todavía no está saliendo en los periódicos, está apenas comenzando a pujar y a levantarse en su poder, los babilonios, los caldeos, Nabucodonosor, ustedes saben esa nación.

Y dice, y esa nación no es como cualquier nación, es una nación despiadada, es una nación formidable y terrible. Mire el versículo 6:

“He aquí yo levanto a los caldeos, nación cruel y presurosa que camina por la anchura de la tierra para poseer las moradas agenas, formidable es y terrible. De ella misma procede su justicia y su dignifidad. Sus caballos serán más ligeros que leopardos y más feroces que lobos nocturnos.”

Es como si Dios hubiera dicho, por ejemplo, Rusia ha sido el enemigo tradicional de Estados Unidos, o la nación con la cual Estados Unidos más se ha identificado en contra por muchos años, la guerra fría y todas estas cosas. Es como Dios dijera ahora, y no es que estoy diciendo que vaya a ser así, pero por un ejemplo que Dios dijera, sabes qué? Yo voy a disciplinar a esta nación pero no van a ser los rusos, van a ser los chinos.

Sabe que China ahora mismo es una nación pujante, con billones de personas. A los chinos yo creo que muchos de ellos sentirían que se les hace un favor hasta cierto punto si desaparecen millones, porque es una nación sobre poblada, muy poderosa. Pero no estoy diciendo que sea eso, estoy diciendo que China es una nación muy poderosa, pujante económicamente, tecnológicamente, tiene una fuerza muy grande. Y que Dios dijera, sabe qué? No se preocupen por Putin ese no es, Xi Jinping es la persona que tienen que cuidarse. No estoy hablando de bowling, ese es su nombre.

Y esa nación es la nación que hay que mirar porque esa nación va a levantarse y va a traer la disciplina a Estados Unidos. Estoy poniendo un ejemplo, eso es todo. Pero hoy en día nosotros estamos acostumbrados a los esquemas normales. Y por eso es que por ejemplo, hoy en día cuando Donbald Trump dice, no, Rusia no es nuestro enemigo, todo el mundo se alza, cómo puede decir eso? no es verdad, hay que cuidarse de ellos, y todo eso. lo que pasa es que Dios puede estar haciendo cosas raras.

Y entonces Dios le dice a Habacuc, yo voy a levantarme una nación que todavía no está en los periódicos, y es una nación despiadada, terrible, cruel, no se quiere para nada. Esa es la versión Roberto Miranda.

“Y volarán como águilas que se apresuran a devorar, pues toda ella vendrá a la presa, escarnecerá a los reyes y de los príncipes hará burla. Se reirá de toda fortaleza y levantará terraplén y la tomará. – Y aquí hay algo interesante, – Luego pasará como el huracán y ofenderá atribuyendo su fuerza a su dios.”

Babilonia fue una nación terriblemente idólatra y pagana, la madre de la idolatría y del horóscopo y del ocultismo y todas estas cosas. En Apocalipsis aparece de nuevo. Y vemos en varios pasajes de la escritura lo militantemente idólatra que eran los babilonios y le atribuían a su fuerza y a su rey y a sus estrategias militares su potencia. Dios dice, ese va a ser el pueblo.

Cuando Habacuc oye esto siente como que Dios le ha dado mucho más de lo que él le pidió y de lo que él puede procesar, porque él quería un poco de juicio, disciplina a mi pueblo, Señor. Pero le dice, no solamente lo voy a disciplinar, le voy a dar una tabanada que van a rodar por el piso y se van a quedar sin aliento. Les voy a mandar una disciplina pesada.

Y Habacuc se escandaliza al oír el dictamen de Dios. Dice, Señor, cómo es posible? Yo te estaba pidiendo pero no tanto. Aguanta un poquito, Padre. Y entonces Habacuc le responde a Dios en el versículo 12 y le dice:

“No eres tu desde el principio, oh Jehová Dios mío, santo mío? No moriremos. Oh, Jehová, para juicio lo pusiste y tu, oh roca, lo fundaste para castigar. Señor, – me recuerda a Pedro diciéndole al Señor Jesucristo, Señor, no dejes que te pase eso, cuando el Señor dice, me van a crucificar y me van a entregar y todo eso. – y Habacuc le dice, muy limpio eres de ojos para ver el mal ni puedes ver el agravio, por qué ves a los menospreciadores y callas cuando destruye el impío al más justo que él y hace que sean los hombres como los peces del mar, como reptiles que tienen quién les gobierne.”

Lo que está diciéndole Habacuc a Dios es, Señor, espérate, déjame ayudarte. Te equivocaste un poquito. Quiero corregir. Muchas veces los hombres cuando Dios hace algo que ellos no pueden entender porque Dios tiene un plan mucho más profundo, más abarcador que viola la razón, viola los esquemas humanos y teológicos, ellos responden como que quieren ayudar a Dios, quieren corregirlo, ajustar un poco su teología.

Eso fue lo que hizo Pedro cuando el Señor le dice, me van a crucificar, el Hijo del hombre va a ser escarnecido, va a ser azotado, va a ser crucificado, va a ser metido en una tumba, Pedro se escandaliza. No, Señor, no permitas que tal cosas suceda. Y el Señor lo reprende y le dice… y discierne el espíritu satánico que está detrás de las palabras de Pedro, el Señor te reprenda, Satanás, le dice, porque solamente pones tu mirada sobre las cosas de los hombres y no sobre las cosas de Dios.

Hermanos, cuando un creyente interpreta la historia, la experiencia personal a través de los esquemas de la razón y del precedente humano, está violando uno de los principios más poderosos. Nosotros miramos con la mente de Dios. El hombre, la mujer espiritual juzga conforme a la mente espiritual, al espíritu de Dios, así lo dice la palabra en Corintios. Nosotros se supone que juzguemos con los ojos eternos, los ojos de la escritura, los valores del Reino de Dios, no los valores del hombre.

Yo creo que en este tiempo de la historia una buena porción de la iglesia está equivocándose y errando en cómo interpretar lo que está pasando en esta nación y en el mundo porque están interpretando a través de los lentes interpretativos de la cultura, la política, el liberalismo o el conservadorismo, el ser latinos o hispanos, el ser inmigrantes o no inmigrantes, el ser color chocolate o blanco o venir del sur o venir del norte, vivir en una ciudad o vivir en el campo, en las áreas suburbanas o urbanas.

En vez de decir, yo me desvisto de mi identidad meramente humana, política actual y escojo ver con los ojos de Dios. Diga amén, aunque sea para alegrarme un poquito. Escojo ver a través de la perspectiva divina. Nosotros no debemos decir, ah, somos hispanos y por lo tanto si surge un candidato hispano vamos a votar por él porque es hispano y… No, usted pregúntese, representa los valores del Reino de Dios? avanza los intereses de la iglesia? Facilita el mover de Dios en la historia? Si es así, entonces usted vota por él, pero si es contrario, aunque sea su mamá, dígale, lo siento, te quiero mucho pero no voy a votar por ti. Sinceramente, porque nosotros nos apasionamos.

Yo creo que hoy en día el problema con tanto evangélico es que miran las cosas a través de la raza, la etnicidad, los intereses personales, en vez de mirar a través de los ojos divinos y lo que Dios está haciendo. Yo me enardezco muchas veces viendo la ignorancia, perdonen, yo sé que les estoy dando a algunos de ustedes. Yo les amo a pesar de lo que estoy diciendo, créanmelo. Pero veo mucha gente que compartamentaliza y para una cosa somos evangélicos y para otra cosa somos hispanos o latinos o lo que sea, o somos conservadores o lo que sea.

No, es lo que yo digo, cuando yo me paro aquí arriba, hermanos, yo no estoy predicando como un dominicano, estoy predicando como un siervo de Dios que no tengo nacionalidad, no tengo raza, no tengo educación excepto la palabra y los valores y lo que dicta el Espíritu Santo. Y así tenemos nosotros que gobernar, pastorear, enseñar, hacernos neutrales y transparentes y dejar que el espíritu sea el que hable a través de nosotros y que sea la palabra de Dios.

Desvístase de su identidad humana cuando se refiere a juzgar la historia y las situaciones que usted está pasando y vea con los ojos de Dios y todo lo que avance el reino, dígale amén, incorpórese y sirva en esa dirección.

Entonces, Dios le dice… lo que va a pasar Habacuc se confunde y le dice, Señor, cómo es posible que tu escojas una gente que son más injustos que Judá para juzgar a Judá? No lo permitas, Padre. Y entonces Dios vuelve y le responde. Sabe por qué le responde? Porque Habacuc dice algo en el capítulo 2 que es bien importante. Habacuc dentro de su gran sentido de frustración y de escándalo ante lo que Dios le dice que va a hacer y los medios que va a usar para disciplinar a Judá, Habacuc tiene un momento como de sobriedad. Yo creo que fue, se dio un baño de agua tibia, comió, el monstruo volvío otra vez a parecer un hombre normal, oró, 3, 4, 5 veces, reprendió al diablo varias veces y entonces dice algo que es bien importante.

Cuando nosotros estamos pasando por situaciones difíciles y vemos a Dios obrar en maneras que no entendemos y no podemos explicar, esto es lo que tenemos que hacer. Versículo 1, capítulo 2, dice:

“Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie y velaré para ver lo que se me dirá.”

En otras palabras, Habacuc como que se visualiza a sí mismo. Dice, me voy a mover a un lugar bien alto y voy a estar mirando y estaré velando para ver qué revelación y qué explicación Dios me va a dar.

Hermanos, cuando estamos pasando por situaciones difíciles en nuestra vida personal, cuando Dios está haciendo cosas que no podemos entender, cuando todo parece oscuro y terrible, cuando parece como que Dios está siendo injusto en la forma en que nos está tratando o que está dormido, antes de tirar la toalla, antes de decir, sabe qué? Yo voy a dejar de ir a congregación León de Judá, voy a irme a otra iglesia a ver si me va mejor, voy a dejar de diezmar porque estoy viendo que no me resulta la cosa, voy a dejar de orar tanto y de alabar porque total… antes de usted hacer eso, vaya y retírese y busque respuesta de parte de Dios. Inquiera del Señor y dígale, Padre, lo que tu me digas yo voy a incorporarme a ello. Pido revelación de parte de ti. Busque el rostro del Señor.

El Apóstol Pablo dice en Filipenses, “por nada estéis afanosos, antes sean conocidas vuestras peticiones en toda oración y ruego con acción de gracias. Y el Dios de paz que sobrepasa todo entendimiento mantendrá sus pensamientos y corazones en Cristo Jesús, Señor nuestro.”

Busque la perspectiva divina. Ore, clame al Señor, pídale explicación, luche con el ángel hasta que Dios le hable y no deje de aclamar al Señor y honrarlo con su… a Dios no le molesta que usted venga y le diga un par de cosas respetuosas y amorosamente, como un hijo hablando con su papá. Por qué tu permites esto, papá? A Dios le gusta cuando nosotros forcejeamos con él en una manera reverente, en una mezcla como decir, Señor, yo creo que tu eres un Dios que hablas, tu haces sentido, tu eres un Dios justo, por qué está pasando esto? Háblame y revélame.

En vez de lanzarnos de una vez a buscar una solución por otra parte o consejo del periódico o lo que sea, pídale al Señor que le de la sabiduría. Busque en la palabra de Dios, métase en oración, ayune y busque la perspectiva divina, antes de encerrarse en su casa y cerrar la cortina para que la inmigración no lo agarre, llénese de fortaleza, busque la perspectiva de Dios y salga como un general en el nombre del Señor, y viva la vida que Dios le ha llamado.

Los siervos de Dios no nos acobardamos. Dios está en su trono y él pone y quita gobernantes, y él cambia las leyes si tiene que cambiarlas. Vamos a clamar al Señor y vamos a buscar perspectiva de parte de Dios.

Y Habacuc dice, yo estaré, estaré esperando a ver qué Dios ha de responder tocante a mi queja. Cómo yo voy a reaccionar? Y la palabra de Dios, la revelación divina no se deja esperar, versículo 2 dice:

“Y Jehová me respondió y dijo, Habacuc escribe la visión, declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella y aunque se tarde la visión – eso es importante, hermanos, los procesos de Dios a veces se toman tiempo, hay mucha gente que está diciendo, no, mis tarjetas de crédito las voy a llenar todas porque ya Cristo viene mañana y así no tengo que pagar nada. ¿Sabes qué? No se vaya tan rápido. Todavía hay tiempo en esta tierra que le queda. Todavía Dios está montando su escenario. Hay muchas cosas todavía. yo sé que Cristo viene pronto, pero ese pronto ya lleva 2 mil años.

Ahora, yo sé que puede venir y creo que va a venir más cerca de lo que pensamos. Yo vivo a la luz de la venida de Cristo, les digo eso sinceramente. Yo creo que hay una premura. Dios está acelerando las cosas como nunca antes en la historia, pero Dios es un Dios de procesos y hay que ir poco a poco, hay que dejar que él… y aunque la visión se tarde, aunque la respuesta se tarde, espérala que vendrá.

Tu tienes 10 años orando por ese hijo rebelde, ora un año más, no tires la toalla. Esa esposa, voy a cambiar las identidades porque siempre los esposos, esa esposa que no quiere convertirse, adóbala, ablándala en oración, métela a fuego lento en el horno de la oración, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza y cuando se le estén quemando los cabellos ella va a correr y va a venir al trono de Dios y se va a entregar. Persiste.

Nosotros tenemos que ser cristianos del fuego lento, cristianos que se mantengan hasta que Dios responda a nuestra oración. No nos quitemos como dijo un gran sabio español, creo que fue Cervantes si no me equivoco.

“Aunque la visión tardará aún por un tiempo, se apresura hacia el fin, no mentirá. Aunque tarde espéralo porque sin duda vendrá y no tardará.”

Dios le dice, yo te voy a hablar y te aseguro que eso va a venir, va a suceder. Se tomó tiempo de hecho para que los babilonios subieran al poder. Había décadas todavía de proceso pero Dios dijo, espéralo porque va a ser así. Y entonces al Dios responderle a Habacuc comienza a elaborar sobre la maldad de esta gente. Dice, sí, son malos. Y le desarrolla todo el perfil maligno y pecaminoso de ese pueblo que viene. Pero fíjese algo que también le añade otra parte. Entonces, el versículo 9 comienza otra parte que Dios le da, otro pago que le da a Habacuc y le dice….

Hay 5 ayes, ay del que, y esos ayes son dirigidos a esa nación que por un tiempo va a ser usada para traer justicia y disciplina y juicio a Judá. Pero Dios dice, lo voy a usar por un tiempo y ellos van a hacer lo que hacen, ser crueles, ser opresivos, ser imperialistas, pero ay de aquellos que obran en una forma que no es conveniente a mi corazón y a los valores de mi reino. Ay de aquellos que simplemente poseen y oprimen al pobre y se enriquecen y hacen injusticia, porque yo tengo algo preparado para ellos también.

Sabe que uno de los grandes temas de la escritura es este, no envidies al malo cuando está en poder. No te descorazones cuando veas la injusticia. Hoy en día hay tanta injusticia en esta nación, las corporaciones se sirven con la cuchara grande del pobre, manipulan la inmundicia que hay en este mundo, la corrupción en todas las dimensiones, no solamente moral sino ética, financiera, gubernamental, política, judicial, corrupción por dondequiera. Y la Biblia nos dice no envidies porque su tiempo les llegará. Deja la justicia al Señor.

Si alguien ha hecho injusticia en tu vida no te envenenes, no dejes que tu corazón se llene de odio y de rencor, entrega la justicia al Señor y vive tranquilo que Dios juzga y al final Dios trae. Porque lo que Dios le dice es algo que también es un paradigma de la escritura y es que muchas veces Dios usa a un injusto para ajusticiar a su pueblo. Pero después enjuicia y castiga a ese injusto que enjuició a su pueblo porque no lo hizo con un corazón correcto.

Muchas veces a través del Antiguo Testamento usted verá que Dios usó naciones y usó hombres como Nabucodonosor, como Darío, como Siro, eran gente sanguinaria y los llamó mi siervo, no era porque aprobara de ellos sino porque ellos estaban haciendo el trabajo de Dios.

Sabe que Dios puede usar al diablo mismo para hacer su trabajo? Lo ha hecho. Usó a Satanás para llevar a Cristo a la cruz. Satanás estaba ahí metido haciendo el trabajo de Dios porque Cristo tenía que morir en la cruz. Y Satanás mismo se ató las manos llevando a Cristo, humanamente hablando, a la cruz. Porque Dios usó un espíritu mentiroso para llevar a Acab a una guerra donde iba a perder la vida.

Dice Dios, yo enviaré un espíritu de mentira que lo confunda y lo lleve a hacer una locura. Eso le vuela la tapa de los sesos a cualquier teólogo. Dios usa a veces medios turbios para llevar a cabo su obra en la tierra. Recuerde eso. es bien importante. Porque el hecho de que usted reconozca que alguien está en poder y que está haciendo la obra que Dios quiere que haga, no quiere decir que usted está diciendo, es de Dios, es bueno. Dios se agrada. Pero a veces creemos que para nosotros aceptar algo que está en el poder tenemos que aprobarlo. No, puede ser simplemente un instrumento sombrío y oscuro de Dios para llevar a cabo su obra. Pero después si no se regenera y hace lo que Dios quiere y lo hace en una manera correcta, Dios le dice, okay, ahora te viene a ti tu tiempo. Ven acá. Vamos a hablar. Te voy a disciplinar a ti también para que no lo vuelvas a hacer.

Es una mezcla de cosas complejas. Y entonces Dios le dice, esos versículos que siguen en el capítulo 2, son todos versículos que dicen, no te preocupes, Habacuc, yo los voy a usar pero los voy a ajusticiar también. Y en el versículo 19 dice:

“Ay del que dice al palo despiértate y a la piedra muda levántate, podrá él enseñar, he aquí, está cubierto de oro y plata y no hay espíritu dentro de él.”

Los babilonios idólatras, paganos, erigían sus dioses, y Dios dice, ay de ellos. Sí, los voy a usar, pero ay, de los que usan estas armas, estos instrumentos. Y ese capítulo 2 de Habacuc termina con el versículo 20 que yo creo que es Habacuc diciendo algo, es anteponiendo las pretensiones de los dioses falsos y del hombre embebido con su propia arrogancia humana, al Dios soberano que está sentado en su trono y que todavía gobierna la historia y gobierna las naciones.

Qué lindo versículo, muchos lo hemos visto en iglesias pentecostales cuando hemos ido, “más Jehová está en su santo templo, calle delante de él toda la tierra.” Aleluya! Digan amén. Hablen en lenguas un rato. Aleluya!

Aunque el cielo y la tierra pasen, la palabra del Señor no pasará. Los tiempos, la historia puede fluctuar, puede subir un gobernante y llevarse el mundo por delante, pueden venir otros que niegan el señorío de Cristo y la realidad de Dios pero todo eso está en el polvo de la historia y el Señor sigue sentado en su trono, exaltado por su pueblo. Dios gobierna sobre la historia.

Hermanos, nosotros tenemos que mantener tanto la mirada sobre ese Dios todopoderoso que está sentado en su trono que no tengamos tiempo para mirar a los pequeñitos que viene y van y suben y bajan y pasan por la historia simplemente por un momento y después dejan de ser.

Mire a su Dios, el Dios que está sentado en su trono. Y ese callar delante de él toda la tierra, quiere decir estar en un sentido de tanto asombro y tanto sobrecogimiento por la grandeza y el poderío y la soberanía de Dios que nos quedamos sin aliento, nos quedamos sin palabras.

Ese debe ser el sentido de los hijos de Dios. Estamos tan embebidos con su señorío, su presencia, su control, su majestad, su santidad, su justicia que no tenemos tiempo para dejarnos fluctuar ni cambiar por los vaivenes de la historia y de la cultura. Y eso es lo maravilloso, y eso es lo que el Señor nos invita a ver lo que está pasando en esta nación de esa manera.

Y este es mi último punto que dejo con ustedes. Vivimos en un tiempo en la historia de Estados Unidos y en el mundo en que la injusticia, la opresión, la pecaminosidad parecen prevalecer y muchos de nosotros, como Habacuc, estamos inclinados a pensar que Dios no hace sentido. Por qué Dios permite que sucedan estas cosas? Y Dios nos está invitando a decir, mire, no se apresuren tanto, no se dejen la aguja fluctuar de un lado para el otro porque está pasando esto o está pasando lo otro, manténganse firmes porque yo tengo un plan y yo sé a dónde yo voy.

Para muchos cristianos de una visión progresista, un poco más consciente de la justicia social y todas estas cosas, el pensar que un hombre como Donald Trump esté en el poder, cómo puede este cavernícola estar gobernando esta nación? Twiteando todo el tiempo y diciendo tonterías y haciendo pedazos de la dignidad de la presidencia de esta nación, pisoteando los principios de la justicia y de la equidad. Y se siente como que Señor, cómo tu puedes permitir eso? padre, ilumínalo o elimínalo. Sácalo de aquí ya pronto. Y están orando para que el Señor lo fulmine con un rayo del cielo. Dicen, tu no puedes permitir eso, Señor.

Y para otros cristianos que son más conservadores, más de otro tipo de inclinación, haber pensado 8 años de Barack Obama, Padre, te estás durmiendo, qué pasa? La justicia falla, la moralidad está flaqueando. Tu iglesia está siendo perseguida. Los valores de la inmundicia están prevaleciendo y están dirigidos por un gobernante que está como consagrado a facilitar la inmoralidad en esta nación.

Porque yo les digo algo, hermanos, y esto se los doy gratis, perdonen porque estas son cosas que son profundas y los sermones de 20 minutos como que a mí se me hace difícil muchas veces porque hay tantas cosas que la palabra de Dios nos habla. Pero tenemos que tener cuidado. A veces yo oigo personas decir, bueno, sí, pero hay injusticia, esta gente también son injustos. Tu hablas de justicia y hablas de los valores de la vida y de la familia, tanto un grupo como el otro… yo digo, hermanos, y esto es lo que creo, se me hizo más claro esta mañana después de tomarme una taza de café, como que el cerebro se me iluminó un poquito más.

Hay dos tipos de injusticia en el mundo para que juzguemos. Hay un tipo de injusticia que yo lo llamo injusticia corruptiva, injusticia que corrompe, injusticia que amenaza las estructuras mismas del espíritu en una nación, de la salud moral y espiritual de una nación, injusticia que Dios considera abominación, que ofende el corazón de Dios, injusticia que corrompe a una sociedad, injusticia que abarata su espíritu y que la debilita, y que daña la estructura de una nación.

Hay un pasaje que dice, cómo permanecerán… la idea es que las columnas cómo permanecerán si son socavadas, si los fundamentos son socavados. Hay injusticia que atenta contra los fundamentos morales y espirituales de una nación. Hay un tipo de injusticia que persigue a la iglesia, que le hace la vida difícil a la iglesia, que le hace difícil a la iglesia ser la iglesia, que persigue a la iglesia, persigue activamente los valores del Reino de Dios, que trata de amordazar la palabra que sale de la boca de la iglesia y que tiene como algo enconado contra el Evangelio y los valores del Evangelio.

Ese es un tipo de injusticia, para mí es la injusticia más peligrosa y más dañina. Hay otro tipo de injusticia que yo la llamo injusticia genérica, injusticia común, que es la injusticia que es consecuencia natural de la caída. Es la injusticia que ha prevalecido desde que el mundo es mundo. Ningún gobierno es justo, ningún gobierno es perfecto. Todos los gobiernos son parciales, todos los gobiernos obedecen a ciertos intereses de un grupo que los ha puesto en el poder. Hay opresión, hay explotación en el mundo desde que el mundo es mundo porque esa es la naturaleza del mundo. Y no desaparecerá esa injusticia genérica, común y corriente hasta que los escombros de la caída hayan sido restaurados y Cristo venga y establezca un nuevo sistema en la historia.

Y esa injusticia la tiene cualquier gobierno. Esa es la base fundamental de toda otra… de todo gobierno humano. Alguna gente dice, esta nación… qué es esto de que esta nación ha sido una nación cristiana. Siempre ha habido injusticia y esto y lo otro. Cierto. Pero cuando usted compara lo que es esta nación hoy a lo que era hace 50, ó 100 años atrás, era una nación conocida por tener cierto temor de Dios. Usted no escuchaba legislarse desde la presidencia inmoralidad. Había un temor sano, había por lo menos una aceptación de ciertos valores, temor de Dios. se alababa la familia, los presidentes oraban y respetaban a la iglesia y respetaban al cristianismo y se sabía que ciertas cosas se violaban pero no se legislaban.

Nosotros hemos pasado de la injusticia común, genérica de la caída, a la injusticia activa, voluntariosa, arrogante, del hombre que no tiene el sello de Dios y el temor de Dios en su corazón. Eso es diferente. Y eso es lo que yo siempre estaré en guerra, contra ese tipo de injusticia, ese tipo de pecado. Y es lo que tenemos en nuestro tiempo.

Y mucha gente se ha escandalizado correctamente, Señor, cómo tu permites que desde la misma Casa Blanca se alaben ciertos valores, matrimonio homosexual, transgenerismo, aborto masivo y destructivo, degeneración en todos los sentidos, bajo ciertos nombres de legalidad y de justicia social? Y tanto unos como los otros, los progresistas dicen, Señor, dónde tu estás? Los conservadores, Señor, dónde tu estás? Pero en ambos lugares estaba Dios.

Y Dios ha estado moviéndose, haciendo su trabajo en la historia. Yo he aprendido que nosotros servimos a un Dios misterioso que se mueve y a veces escoge a uno y lo pone por un tiempo y después lo quita y pone a otro, y enjuicia al que usó para hacer sus cosas, para avanzar sus fichas. Es como un jugador de ajedrez que sacrifica un peón para neutralizar una reina o un caballero.

Dios a veces se mueve de esa manera y por un momento de la historia parecería como que Dios no está presente, pero no, él es un jugador de ajedrez que tiene billones de año jugando el juego y su tablero es infinito y él siempre sabe y él ve a 100 movidas de distancia, o mil o millones de distancia. Y nosotros tenemos que como Habacuc callar delante de él, callar, mirar con asombro sus movimientos en la historia, decir, Padre, voy a callar, como María voy a rumiar el misterio. María miraba a su hijo, no sabía qué es lo que Dios le había dado. Dice que María guardaba las cosas en su corazón.

Los cristianos tenemos que guardar las cosas en nuestro corazón en este tiempo, como nunca antes. No nos desesperemos, no tiremos la toalla, no nos quejemos demasiado, no nos partidicemos demasiado, no tomemos demasiado rápidamente helados, no juzguemos conforme a nuestros valores hispanos o latinos o políticos. Señor, dame la sabiduría para mirar a través de tus ojos, para ver como tu ves, para sentir como tu sientes.

Sí, Trump está en el poder. Dios puso a los caldeos para enjuiciar a los hebreos. Dios ha puesto un caldeo en la presidencia. Es un babilonio. Dios está haciendo cosas extraordinarias en esta nación. A esa gente altanera, intelectual, racionalista, los está humillando con un cavernícola que los está gobernando ahora mismo. Si Trump fuera más inteligente y más culto quizás no harías las cosas que está haciendo, que son buenas muchas de ellas. Se necesita un hombre tosco, torpe y áspero. Si fuera un hombre sabio y tierno y generoso no podría bregar con estos demonios que están hoy en día en la cultura del siglo XXI en esta nación. Se necesita un Elías.

Y yo no apruebo de muchas de las cosas, yo sangro con mis hermanos inmigrantes que sienten el dolor de la incertidumbre, sangro con los afroamericanos que están siendo perseguidos ahora por gente, fieras que están usando esto como excusa para darles presión a su racismo en muchas partes de esta nación. Pero también creo que están pasando algunas cosas que eran necesarias. Hay correcciones que se están dando que son importantes porque esta nación no podía seguir en la línea en que iba y había que haber una corrección.

Si Donald Trump aprende pronto y se civiliza un poco y aprende a ser un presidente e incluye a la generosidad, la bondad, el amor, la justicia, en su economía política Dios lo va a bendecir y lo va a afirmar. Y no seamos nosotros encontrado luchando contra lo que Dios ha puesto. Ahora, si no, si usa su poder para enriquecerse él, enriquecer a sus amigos alrededor de él, las grandes corporaciones que están explotando esta nación y corrompiendo nuestra cultura, si él usa eso para soltar las fieras del racismo y de la opresión y la superioridad blanca en esta nación, Dios lo va a ajusticiar, hermanos, porque Dios es un Dios de justicia y Dios ama a los pobres y defiende al débil y al que no tiene voz.

Lo usará por un tiempo y lo enjuiciará. Y nuestro lugar es orar y clamar y esperar y callar y hacer todo lo que podamos, evangelizar, ser el pueblo de Dios, hacer la obra de Dios en la tierra, gozarnos en este Dios todopoderoso que tenemos, que está en control de la historia. Mi pasaporte, hermanos, está sellado y sobre sellado. Aleluya! Yo tengo todos los sellos habidos y por haber, afuera y adentro del pasaporte. Yo sé dónde voy. Yo no pertenezco al mundo y a la historia, pertenezco al Reino de Dios y a la eternidad.

La Biblia dice que tenemos que despreciar nuestra vida hasta la muerte. Y yo digo, Señor, aunque pase lo que pase si tu estás haciendo tu obra yo quiero estar donde tu estás trabajando, no importa lo que suceda. Si tengo que comer pan vacío, aunque sea con un poquito de aceite de oliva, Señor, amén. Hágase tu voluntad. Si tengo que perecer, hermanos, si tengo que salir de mi casa porque están cogiendo fuego, Dios nos libre, a media noche, porque algo ha sucedido y yo soy una víctima de ese proceso divino más abarcador, que así sea. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, no importa lo que sea.

Hermanos, este es un tiempo para vivir la vida de un creyente hasta el cabo. O somos o no somos. El tiempo pasó de jugar a la iglesia, paños tibios. Somos o no somos. Son los tiempos de Elías en que Dios dice, decídanse qué van a hacer, o sirven a Baal o sirven a Jehová. O se meten los valores del Reino de Dios en su corazón o no vengan a la iglesia, no digan que son evangélicos, ni digan que son cristianos, o viven como cristianos o cállese la boca y vea la televisión y vea un programa de televisión mientras se come unos cereales, pero no contamine el Reino de Dios con una mediocridad espiritual que es aborrecible ante el Señor.

Porque la palabra dice que Dios vomitará de su boca a los tibios. Mira, tiene que ser caliente o frío, lo tibio me da nauseas, dice el Señor. Hermanos, este es un tiempo para definición. Los tiempos que vivimos son tiempos de premura, tiempos de definición y tenemos que entregarle al Señor todo, nuestras finanzas, nuestro matrimonio, nuestros placeres, nuestro trabajo, nuestras aspiraciones, nuestros sueños, nuestra carrera, todo del Señor si vivimos para él vivimos. Si morimos, para él morimos. Sea que vivamos o que muramos, somos del Señor y estamos aquí para avanzar la obra de Dios.

Póngase de pie y vamos a darle gloria y honra al Señor en esta tarde. Padre, que se haga tu voluntad en la tierra. Sigue obrando, Señor, queremos ver tu gloria establecida en la ciudad y en las naciones, Padre. Queremos que el nombre de Cristo sea puesto en alto por las azoteas de la ciudad. Que la gloria del Señor brille y que los altaneros que niegan la presencia de Dios sean reducidos al polvo, Padre. Glorifícate, Señor, y haz todo obra. Comienza con nosotros, Padre, que podamos ofrecerte un sacrificio acepto delante de ti.

Nos ponemos como holocausto ante el altar. Nos presentamos delante de ti como un sacrificio vivo, santo, agradable a ti, Señor. Ayúdanos a tomar esa medicina, Padre, hasta la última gota. Tus valores, tu palabra, tus demandas, tus principios, tus mandamientos, Señor, perdónanos porque no sabemos lo que decimos francamente, Padre, pero queremos serte agradables. Trata con nosotros, Señor, queremos presentarte un pueblo que sepa como mirar la historia, que sepa cómo moverse en la historia, que sepa ser el pueblo de Dios. Cambia nuestros ojos, Señor. Quita el convencionalismo, quita el cristianismo barato y tibio y convencional y pon en nosotros un nuevo sistema, Padre, nuestro fundamento, nuevos principios, Señor. Que despreciemos nuestras vidas hasta la muerte, Padre.

Comienza conmigo, Señor, que hago esta oración. Cámbiame, cámbianos, purifícanos, sánanos, límpianos, re estructúranos, Señor. Prepáranos para estos tiempos en los cuales hemos sido llamados a vivir y podamos ser tu iglesia verdaderamente, Padre, que no fallemos en el momento crucial de la historia, que podamos estar preparados como instrumentos tuyos, Señor, que tu puedas usar para la redención de tu creación en este tiempo de la historia, como testigos verdaderos de Cristo Jesús.

Comienza en nuestros hogares, Señor, en nuestra intimidad, en lo secreto de nuestra mente y de nuestros sentimientos. Nos consagramos a ti, Señor.

El Dios que nos prueba

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Mateo 1:18 dice así: “El nacimiento de Jesucristo fue así. Estando desposada María, su madre, con José antes que se juntasen se halló que había concebido del Espíritu Santo. José, su marido, como era justo y no quería infamarla quiso dejarla secretamente y pensando él en esto he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo, “José, hijo de David, no temas recibir a María, tu mujer, porque lo que en ella se ha engendrado del Espíritu Santo es y dará a luz un niño y llamará su nombre Jesús porque él salvará a su pueblo de sus pecados.”

Padre, gracias, que tu eres sabio, Señor y tu sabes hacer las cosas. Gracias que tus caminos a veces no son nuestros caminos ni tus pensamientos como nuestros pensamientos pero tu sabes lo que estás haciendo. Gracias por la manera sabia que tu organizaste que naciera tu Hijo en este mundo y gracias que tu eres el mismo ayer, hoy y para siempre y que tu también tratas con nosotros con sabiduría y con un plan especial para cada uno de nosotros. Te pido que bendigas este tiempo, que escuchemos la voz del buen pastor en el nombre de Jesús. Amén.

José, el padre terrenal de Jesús, el padrastro, el que crió a Jesús y cuidó a María. Cuando pensamos en esta historia como sucedió el embarazo divino, el ángel Gabriel visitó a María y le dijo que tu vas a concebir un niño. El Espíritu Santo va a caer sobre ti y la criatura dentro de ti será llamado el Hijo de Dios, un hijo concebido por una manera sobrenatural por el Espíritu Santo. El ángel se lo dijo y María se asustó pero se resignó al plan de Dios y aceptó del plan de que el ángel le dijo.

Así que ella sí concibió. Quiero comenzar esta reflexión con una pregunta. Por qué el ángel le habló a María y no tomó un viaje a la calle de al lado para hablar con José esa misma noche? Por qué el Señor hizo la obra de que ella estuviera embarazada por el Espíritu Santo sin decirle nada a José? En algún momento habrás pensado en eso? la Biblia dice que se halló que ella estaba embarazada, se halló, y que había concebido del Espíritu Santo.

Imagínate el sufrimiento de José. Un hombre de Dios, un hombre comprometido con una señorita buena, una hija de Dios y así él se descubre que ella está esperando un bebé, que ella está encinta. Me imagino que tuvieron una conversación al respecto. Y el Papá, Dios. Imagínate la conversación entre José y sus amigos en el taller. Qué pasó? Parece que todo estaba bien entre ustedes y sale embarazada. Quién es el papá? Ella dice que Dios es el papá. Imagínate.

José, imagínate las noches largas. Señor, cómo es que esto ha pasado? El dolor, la vergüenza, y mucho más peligro. Como sabemos en esa sociedad bajo la ley se puede castiga a una mujer que es encontrada en adulterio. Así que pudiera haberle castigada, por lo menos cortada de la comunidad de la sinagoga, exiliada de toda la sociedad, por lo menos, y tal vez peor.

Y José en agonía pensando, no quiero que sufra pero no sé. Ofendido, herido, traicionado. Dios, por qué no entiendo por qué esto está pasando? En esa noche larga, tal vez a las 2 ó 3 de la mañana, él decide, bueno, yo quiero protegerla, aunque me ha engañado. Yo no quiero que ella sufra, así que yo voy a divorciarme porque tenía que divorciarse, bajo la ley él no podía casarse con ella. Voy a divorciarla pero calladamente para que ella no sea expuesta a sufrimiento ni a ningún daño, que no sea perjudicada por la sociedad por eso.

No sé si fue en esa noche o el próximo día o pronto después, pero ahí por fin le visita el ángel Gabriel y le dice, “José, no temas de casarte con ella, porque lo que en ella de verdad es del Espíritu Santo, no está mintiendo.” Si yo fuera José yo diría, “Ahora me lo dices?” tu eres ángel, no es que hay tráfico entre esa casa y la mía, tu puedes directito… Por qué esperó el ángel?

Yo creo que Dios quería saber qué iba a hacer José en esta situación. Si él iba a demandar sus derechos y vengarse contra ella o si él tuviera un impulso para protegerla. Porque piensen eso, el Señor estaba escogiendo el hombre que tenía que cuidar a su Hijo en la tierra y la madre de ese Hijo y él no va a aceptar cualquier hombre. Ese hombre tiene que ser probado.

Yo me imagino que Dios le dijo a José, “Felicitaciones. Esto ha sido una prueba y pasaste. A +, tu ganaste el trabajo de criar a mi Hijo en la tierra.” Porque cuál es el trabajo de José? De cuidar y proteger a ese bebé y a María y esto no es nada comparado a los peligros que ellos iban a enfrentar después con Herodes tratando de matar al bebé y él huyendo a Egipto protegiendo a la niña. Él tenía que pasar esa prueba para demostrar que él es un hombre aprobado.

Pero no podemos ser aprobados ni comprobados sin ser probados. Este sermón se titula “El Dios que hace pruebas. El Dios que nos prueba.” Porque no podemos ser comprobados sin ser probados. Y el Señor sabe que tiene llamado para José y lo pasó por una prueba para demostrar lo que había en su corazón, que él era un hombre digno del llamado que él iba a recibir y también para fortalecer su fe, para él recordar, yo pasé por esa noche larga, yo aprendí cómo proteger a esta mujer y así yo la voy a seguir protegiendo.

El Señor nos hace pasar por pruebas. Proverbios 17:3 dice:

“El crisol es para la plata y el horno para el oro pero Jehová es quien prueba los corazones.”

Satanás nos tienta para atraparnos, para que fallemos, para que fracasemos pero Dios nos prueba para que brillemos. Más grande la prueba, más grande la victoria. Más difícil la lucha, más gloriosa la victoria después. El Señor trata con nosotros igual. Si tu eres un hijo o hija de Dios vas a pasar por pruebas. El Señor no te va proteger de todo, pero puedes estar seguro que Dios sabe lo que está haciendo, que él nos prueba para entrenarnos, para prepararnos, para pulirnos para que brillemos como el oro.

Nuestro Dios sabe lo que está haciendo para probar nuestra fe, para hacernos la pregunta, de verdad confías en mí? Porque yo soy tu Dios. No sé si hay alguien aquí que a ti te gusta los exámenes en la escuela. No levanten la mano. Hay 2 ó 3 yo sé porque veo esposos mirando. A ti te gustaban los exámenes porque siempre salías bien. A la gente no le gusta el niño que le gustan las pruebas, pero la mayoría de nosotros no nos gustan. Por qué? Porque a veces colgamos el examen. Fracasamos. No se siente bien. Quemamos el examen. A nadie le gusta eso.

Y el Señor, él permitiría que nosotros fuéramos probados y que tal vez quemamos algunas pruebas? Alguien aquí que en algún momento de tu vida has pasado por una prueba y tal vez no sacaste una A delante de Dios. Habrá alguien? A veces el Señor nos empuja y nos deja caer un poquito pero no para que quedemos caídos sino para que aprendamos de eso.

Hay un dicho en inglés no pain, no gain. Eso es algo universal. Sin dolor no hay ganancia. El Apóstol Pedro tenía visiones de grandeza. Yo soy la roca, sobre mí se va a edificar la iglesia. Yo soy el que caminé sobre las aguas, por los menos unos pasitos.

Cuando Jesús hablaba de su entrega y de su sufrimiento él le dijo a Pedro, “Simón, Simón, no te voy a llamar Pedro porque eres Simón, Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo, pero yo he rogado por ti para que tu fe no falte y tu una vez vuelto confirmes a tus hermanos.” Pero Pedro le dijo, “Sí, Señor, yo sé que soy débil y tal vez puedo caer. Ayúdanos porque soy débil.” Eso es lo que le dijo Pedro? No. él le dijo, “Señor, estoy dispuesto a ir contigo no solo a la cárcel sino también a la muerte.” Y él le dijo, “Pedro, te digo que el gallo no cantará hoy antes que tu niegues 3 veces que me conoces.” “No, nunca.”

Él tenía que aprender que él no era la última Coca Cola en el desierto. Tenía que aprender que no era el todo, él tenía que eat a little bit of humble pie. Pastel de la humildad. Imagínate. Si Pedro nunca había tenido su desliz, su problema, qué clase de hombre hubiera sido? Imagínate el orgullo con personas en pecado, “Arréglate.” Pero un hombre pecador puede pastorear a personas pecadoras, que somos todos.

A veces nosotros pensamos, ay, Señor, yo fallé, yo tengo cosas de mi pasado. El Señor usa estas cosas para que tu seas más comprensivo con los demás. La humildad que te enriquece, que te enseña cómo quieres caminar con el Señor, que no se repita. El Señor usa aún el fracaso para nuestra victoria.

También lo usa para enseñarnos que no somos tan fuertes de cómo pensamos que somos. El profeta Jeremía, cuántos aquí han estudiado la vida de Jeremías? Si no lo has hecho hay que hacerlo, hay vidas en el Antiguo Testamento hermosos, hay biografías, hay historias de lo que Dios ha hecho.

El profeta Jeremías fue llamado a confrontar al pueblo de Dios durante un tiempo de terrible idolatría. Él tenía que ser un hombre firme, como una columna de bronce porque todo el mundo iba a estar en contra de él. Y él tenía que ser un hombre fuerte, desafiado, decidido y firme cuando todo el mundo estaba en su contra. Qué trabajo lindo, no? yo te llamo a servirme, nadie te va a escuchar, todos te van a ayudar, pero tienes que ser fiel. Te van a echar en un pozo con lodo, te van a castigar, te van a dar golpes y después tu vas a salir en exilio con ellos. Felicitaciones. Eres aceptado en este negocio.

Pero el pobre Jeremías no tenía opción. Pero yo creo que él tenía la dicha de ser alguien que vivió el sufrimiento como Jesús mismo lo vivió. Tenía una cercanía con Dios hermosa. Pero él en el principio de su ministerio con algunos problemitas, la gente en contra de él, él se puso a quejarse con Dios. y escribió sus quejas en la Biblia. Algunos aquí se han quejado con Dios en algún momento? No lo admites?

Mira lo que él dice en Jeremías 12, creo que versículo 1 ó 2. Él dice, “Justo eres tu Jehová, sin embargo, alegaré mi causa ante ti. Por qué es prosperado el camino de los malvados? Pero tu Jehová me conoces. Me vistes y has probado mi corazón contigo. El Señor responde, “Tu que crees que puedes correr con caballos? Si corriste con los de a pie y te cansaron, cómo contenderás con los caballos y si en la tierra de paz no estabas seguro, cómo harás en la espesura del Jordán?”

La cosas se va a poner más dura y tu tienes que ser más duro y más fuerte, porque sino te van a vencer y no vas a cumplir tu misión. Yo te estoy castigando y haciéndote pasar por la prueba ahora para cuando venga la batalla de verdad tu tengas la fuerza para sobrevivir y cumplir tu misión. Tu crees que puedes correr con caballos y este hombrecito te cansa, la cosa se va a poner más fuerte.

“Aún tus hermanos dice el Señor, y la casa de tu padre, aún ellos, se levantaron contra ti.” No confíes en ellos aunque te digan buenas cosas. Un buen coach te hace sufrir a veces para que tu seas más fuerte. Hay un hermano de la iglesia que era soldado, que aprendió un dicho que era “hay que sudar en el entrenamiento para no sangrar en la batalla.” Si tu no estás sudando hoy tal vez vas a estar sangrando después.

El Señor nos prepara. Él nos prueba para que echemos raíces profundas en él. La prueba es la medicina para un cristianismo superficial. La Biblia dice que hay cristianos superficiales, que su tierra no va profunda. Jesús lo dijo así, son como las semillas que caen sobre los pedregales y los que son sobre la piedra son los que habiendo oído la palabra reciben la palabra con gozo, pero no tienen raíces. Creen por algún tiempo pero en el tiempo de la prueba se apartan y después aprenden, hay que sacar unas piedras para yo ser tierra buena para el Señor.

El Señor está comprometido con tu profundidad espiritual, con tu fuerza espiritual. No queremos que seamos cristianos blandengues, cristianos fáciles de vencer, pero para eso él nos pasa por unos entrenamientos duros. Como un buen coach que hace su equipo de futbol americano haga su práctica en la nieve, en el frío. Si está muy feo afuera vamos afuera, porque tu crees que el juego se juega cuando todo es lindo? No, es cuando está nevando, cuando hay lluvia, cuando hay viento. Yo te voy a entrenar en eso para que estés listo y que ganes el Super Bowl otra vez. Pero hay que sufrir.

Un buen coach te hace sufrir y tu lo amas por eso. el Señor es un coach que te va a entrenar con las pruebas. La Biblia lo llama diversas pruebas que Dios nos da. Él tiene una variedad de entrenamientos. Hablamos de algunos. Primero, el Señor nos prueba con ciertas decisiones que tenemos que tomar. Si vamos a seguir sus instrucciones o si vamos a tomar el camino más fácil. Un caso de eso, el pastor una vez habló de los recabitas en el Antiguo Testamento también del libro de Jeremías. Era un grupo de personas que eran descendientes de un hombre que se llamaba Recab y ese hombre puso su descendencia bajo un juramento, prométeme que nunca vas a tomar vino ni vivir en casas normales. Van a viajar y no van a tomar vino y Dios los va a bendecir. Fue un voto que ellos tomaron con su abuelo, con su papá.

El Señor mandó que Jeremías invitara a los recabitas al templo del Señor y que pusiera en una mesa delante de ellos unos vinos de los mejores que hay, de Chile o Argentina, unos buenos vinos los puso ahí delante de ellos. Y después Jeremías los manda, “Toma,” este no es el amiguito en el bar, este es Jeremías mandándote tomar vino. Ellos dijeron, “No, por favor, hicimos una promesa, tenemos que seguir las instrucciones.” Y el Señor dice, “pasaste la prueba,” y él lo usa como un ejemplo para el pueblo de Israel. Si ustedes van a seguir mis mandamientos o no.

En la Biblia daba maná en el desierto y dice así, “Jehová dijo a Moisés, ‘mira, yo os haré llover pan del cielo. El pueblo saldrá y recogerá diariamente la porción de un día para que yo lo pruebe si anda en mi ley o no.” solo puedes recoger pan para un día, si tu guardas para dos, excepto sábado que el día antes del día de reposo, pero días normales, tu recoges para un día. Si tu tienes de más se va a poner feo, podrido. Vamos a ver qué hacen. Qué ustedes creen? Ay, vamos a guardar mucho. Y se pone feo, ya lo sabía.

Ustedes están negándose a obedecer mis instrucciones. Vamos a tener pruebas. Comienzan con pruebecitas y si pasamos Dios nos confía más. También Dios nos va a dar responsabilidades y ver si somos fieles con lo poco para que seamos confiados lo mucho. La Biblia dice así, el que es fiel en lo muy poco también en lo más es fiel. Y el que en lo muy poco es injusto también en lo más es injusto.

Una de las cosas pequeñas, aunque no lo creas, que Dios nos confía como una prueba espiritual es el dinero. Señor, pruébame con mucho dinero, por favor. Todo el mundo dice, pero es así. A veces ganando más dinero es una prueba qué vas a hacer con este dinero. Vas a ser fiel con Dios con este dinero? Porque el Señor responde y dice, si en las riquezas injustas no fuiste fiel, quién os confiará lo verdadero? Fiel en lo poco, fiel en lo mucho. Fiel en lo terrenal, fiel en lo espiritual. Fiel, comprobado, confiado más.

A veces yo he visto en mi vida el Señor nos tira, y aquí en la iglesia, el Señor nos tira una situación pequeña para saber qué vamos a hacer con esta persona o esta situación que el Señor nos trajo. Nos envía una sola persona y ver si vamos a ser fiel con esta persona, entonces él nos envía más. Por eso tenemos que tener ojos de fe.

Nosotros decimos, Señor, queremos ministrar a tal clase de persona. El Señor lo envía y lo rechazamos. Qué va a pasar? Yo he visto esto. Años pasados, 15 años atrás, ver cómo el pastor decidió ministrar a ciertas personas que nos vinieron de las calles, que no tenían vivienda y como el pastor y la iglesia los recibió y los trató con respeto, hicimos muchos errores y todo eso, pero fiel. El Señor envía más y más y ahora cada sábado hay 100 personas de la calle en nuestro sótano recibiendo ministerio, porque los hombres de esta iglesia y las mujeres de esta iglesia se han comprobado fieles.

El Señor dice, yo no voy a confiar mis personas preciosas si yo no sé si tu eres confiable. Tu tienes que probarlo. El amor es sin condiciones, pero la confianza se gana. El confiar en una persona que no es confiable, no es amor y no es sabio. Y para saber si una persona es confiable, la persona tiene que probarlo con acciones de demostrar que es fiel y entonces uno confía más.

El Señor lo hace con nosotros. Y hace lo mismo con los diáconos. En la Biblia, en el Nuevo Testamento, la Biblia dice claramente, alguien no puede servir como diácono antes de ser puesto a prueba. Yo no sé qué es eso. Yo creo que no es una prueba por escrito, yo creo que es ver su vida un tiempo, que no vino ayer y lo pusimos en liderazgo. La persona tiene que ganarse la confianza.

Qué hizo José con sus hermanos? Sabe la historia? En el Antiguo Testamento un joven que se llama José, sus hermanos lo tiraron en un pozo y después lo vendieron a esclavitud. Después José va preso y después él termina en Egipto como el número 2 de faraón mismo. Y sus hermanos vienen después de 15 años y yo siendo José, yo los abrazaría, ay, mis hermanos aquí están, mira. No. José los pasó sus hermanos a ciertas pruebas. Has leído eso? él pone un vaso de oro en la bolsa a ver qué hacen, si ellos van a devolverlo o robarlo. Él los pone a prueba para que ellos puedan probar que son hombres honestos, para el bien de ellos, para el bien de José, para que se restaure la relación. El Señor los pasó por una prueba.

Y el Señor lo hace con nosotros también. Si somos fieles Dios nos da más, fiel en lo poco, fiel en lo mucho. También el Señor nos prueba y eso es lo más duro, y yo entro en eso con cierto temor y temblor pero tenemos que hablar de eso. El Señor a veces suelta el mismo diablo para probarnos. La Biblia dice que Jesús dijo, Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo. Y Jesús dejó que el enemigo los tentara por un tiempo.

No sé si has leído el libro de Job, pero el Señor permitió que el enemigo atacara a Job por un tiempo, dentro de límites, pero permitió el horno de la aflicción contra él. El Espíritu Santo mismo empujó a Jesús al desierto para que él fuera probado y tentado por Satanás por 40 días y él pasó la prueba. Jesús dice, no temas lo que has de padecer, a los cristianos en Esmirna. El diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel para que seáis probados y tendréis tribulación por 10 días, sé fiel hasta la muerte y yo te daré la corona de la vida. Porque aunque el diablo tiene ciertas acciones él siempre, en la vida del creyente termina sirviendo las intensiones de Dios.

Las acciones de Satanás no pueden cancelas las intensiones de Dios para el creyente. El Señor saca bien aún del mal. El Apóstol Pablo habló de eso, que el Señor le dio aguijón en mi carne, te acuerdas de eso? un mensajero de Satanás que me abofetee para que no me enaltezca. El Señor sabía que el orgullo iba a matar a Pablo. Él necesitaba una medicina para su orgullo, aguijón en la carne.

Es mejor no ser orgulloso para que el Señor no tenga que darte la medicina. Amén. Prefiero humillarme a mí mismo para que el Señor no tenga que hacerlo. Porque él nos ama demasiado para dejar que el alma se piedra. Bástate mi gracia, él dijo, porque mi poder se perfecciona en la debilidad. El Apóstol Pablo era más útil para el Señor por ser probado aún por el enemigo. Nuestro Dios gana. Nuestro Dios sabe lo que está haciendo y lo va a hacer en nuestras vidas también.

Salón de clases, el salón de prueba, el salón de clases que el Señor prefiere usar en la Biblia es el desierto. Siempre el Señor escoge sus mejores y los envía al desierto para ser probados. Lo hizo con Jesús, lo hizo con el pueblo de Israel, y le dice, ‘te acordarás de todo el camino por dónde te ha traído Jehová, tu Dios.’ estos 40 años en el desierto para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos. Te afligió, te hizo pasar hambre, te sustentó con maná. Por qué hace él sufrir en el desierto? porque es la única manera para hacerte saber que no solo de pan vivirá el hombre, sino de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre.

Tu vas a vivir un milagro que solamente se puede vivir en el desierto. El Señor demuestra su poder en la prueba en maneras que no podemos vivir en el lugar de paz. Qué pasó en el horno cuando los 3 amigos de Daniel estaban allí? Encontraron un ángel, un ser divino, alguien como hijo de hombre que dice, ‘cuando pases por el fuego estaré contigo, y aunque pases por las aguas estaré ahí contigo.’ el Señor te dice, te encuentro ahí, no te voy a dejar solo.

Jesús también lo hizo con sus Apóstoles. Muchos de ustedes están pensando, mira, yo perdí una hora de sueño para eso. no quiero pruebas, quiero victorias. No hay victoria sin pruebas, por eso están hablando de eso. Jesús en el desierto con los Apóstoles, no había comida, multitudes viniendo. La Biblia dice en el Evangelio de Juan que Jesús ya sabía su plan, ya sabía qué iba a hacer, pero él probó a sus Apóstoles. Él mira a Felipe que era de esa área y le hace la pregunta, Felipe, qué vamos a hacer con toda esa gente? Dónde vamos a buscar comida para toda esa gente? Qué hace Felipe? Pasó la prueba? Jesús no solucionó la cosa muy fácil para él.

Cuántas mamás, papás, abuelitos, abuelitas saben que si tu no le haces a tu hijo ningún favor si solucionas todos sus problemas para ellos, si haces su tarea por ellos. Jesús los hizo sufrir un poquito. Felipe saca su teléfono, dónde hay comida aquí cerca? Cuánto cuesta? Siri, comida cerca, dónde? Nada.

Pero había otro, hay un Apóstol que se llama Andrés que muchas cosas lindas pasaban con él y nunca hablamos de él. Andrés no sacó su teléfono, él sacó un niño que tenía 2 pancitos y unos pececitos, él dice, ‘mira aquí hay unos panes y unos peces, no sé qué va a hacer, pero aquí están.’ Qué vamos a hacer? Pero Jesús los hizo pasar por esto, porque él sabía… mira, ustedes van a estar en situaciones, cuando van a haber multitudes delante de ti y tu no vas a saber qué hacer, cómo voy a servir a tanta gente y darles comida de la palabra. Y yo quiero que recuerdes este día y que no trates de hacerlo en tus propias fuerzas sino que tu lo hagas con mi poder, que nunca olvides que yo puedo multiplicar panes entre 5000 hombres y otras 10 mil personas. Yo soy el Dios que puede dar pan en el desierto a través de ti.

El Señor no es cruel. Él lo hace para enseñarles, para prepararles para su destino. Dios ha llamado a cada uno de nosotros a servir al Señor. Y todos estamos en la escuela de la preparación. Si nos dejamos aprender el Señor nos va a usar. Cuál es tu desierto? todos tenemos uno. No sé cuál es la situación que tu estás viviendo pero yo sé que Dios quiere usarlo como tu escuela, como tu gimnasio, como tu campo de entrenamiento.

No endurezcáis vuestros corazones, dice la palabra, como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto, donde me tentaron vuestros padres y me pusieron a prueba y vieron mis obras 40 años. El ser probado nos da músculos de la fe y comienza poco y va creciendo.

Un ejemplo más, y vamos terminando, Abraham fue probado cuando el Señor le dijo, Abraham, tu tienes que dejar tu casa, dejar tu país, dejar tu familia e ir a un lugar que yo te mostraré. Dejar todas tus bendiciones aquí y yo te bendeciré y tu serás bendición para las naciones.

Una prueba. Abraham tenía que decidir si va a ser un hombre de fe. Para ser un hombre de fe él tenía que comenzar con un paso de fe, un pasito. Y así comenzar y la Biblia dice que Abraham obedeció y fue aún sin saber para dónde iba. Dios no te va a decir el destino a veces. No nos va a explicar cómo se va a resolver todo.

Él dice, quiero que me sigas hoy, que tomes un paso de fe y después yo te enseño el otro paso. Comienza con un paso. Pero la vida de Abraham, y sabemos, que Abraham fue probado varias veces y él no pasó todas sus pruebas. Solo tiene que preguntar a su esposa, porque cuando él tenía miedo él decía, ay, mi esposa, la bonita que tu quieres es mi hermanita, dos veces. Sinvergüenza. Y así ella como… what are you doing here? Él no pasó todas sus pruebas pero al final la Biblia dice, en Génesis 22, aconteció que Dios probó a Abraham de verdad. Dice Abraham, aquí estoy, toma tu hijo, tu propio hijo, tu único hijo Isaac, a quien amas, vete a tierra de Moría y ofrécelo en holocausto sobre una de las montañas que yo te diré.

Ahora, no quiero que tu hagas esto en la casa, por favor. Esto fue Abraham una vez en la historia. Pero Dios lo probó en grande. Primero fue una prueba, después fue un examen final. Y esto requiere no solamente un pasito de fe, sino un salto de fe, un brinco de fe, donde tu te vas a tirar y confiar que Dios te va a sostener en sus manos. Cómo lo hizo?

Todas las promesas de Dios para Abraham dependían de este niño, toda su descendencia, la tierra, toda la bendición, todo depende de Isaac. Cómo es que Dios pudo pedir que se lo ofreciera? Sabe que la Biblia nos da la respuesta. El libro de Hebreos es toda una explicación de lo que pasó en el Antiguo Testamento y la Biblia dice que Abraham tenía una lógica. Yo no creo que él esperaba que Dios lo fuera a interrumpir y agarrar la mano. Yo creo que Abraham esperaba matarlo y que después Dios lo levantara de la muerte.

La Biblia dice, porque pensaba Abraham que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos. Abraham sabía, mi Dios puede hacer cualquier cosa. Yo he sido probado y yo he visto la mano de mi Dios y no hay nada que mi Dios no pueda hacer, aún levantar los muertos.

Para ser un cristiano qué tenemos que creer? Que Dios es poderoso para levantar los muertos, que levantó un hombre de la tumba y levantará también a nosotros con él. Cuando somos probados sabemos que Dios es grande, que Dios es fiel. Podemos decir como Moisés, una y otra vez yo he pasado por el desierto y muchos de ustedes pueden decir eso. yo he pasado por el desierto y yo he visto que Dios camina en nube y fuego. Yo he pasado hambre pero yo sé de experiencia que no solamente de pan vivirá el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre porque he vivido.

Muchos de ustedes han visto el Dios poderoso y tu puedes decir, yo estaba en el desierto entre la espada y la pared y yo vi al Señor partir las aguas. Él puede tumbar todo un ejército. El Señor es poderoso, más poderoso, más fiel, más confiable que cualquier otra cosa en este mundo y cuando soy probado yo sé que mi Dios que me ayudó antes me ayudará otra vez.

Él es el mismo ayer, hoy y para siempre. Hermanos míos, dice Santiago, gozaos profundamente con os halléis en diversas pruebas sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia, perseverancia. Pero tenga la paciencia su obra completa para que seáis perfectos y cabales sin que os falte cosa ninguna.

Cada vez que somos probados encontramos a Dios en una manera diferente. En ese monte Abraham conoció a Dios como Jehová Jireh, mi Dios suplirá toda necesidad que yo tenga. Jacob luchando con el ángel toda la noche, aprendió que mi Dios es el poderoso de Israel. José en la cárcel en Egipto, aunque no había hecho nada malo. Él aprendió que para los a aman a Dios que son llamados según su propósito todas las cosas les ayuden para bien, que el enemigo no puede cancelar el plan de Dios conmigo. Él lo sabía por experiencia.

David corriendo en el desierto con sus enemigos detrás, él aprendió, Jehová es mi pastor, nada me faltará. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida porque él fue probado y él fue cuidado por Dios. Por fin Jesús, la Biblia dice que Jesús es el fundamento del edificio de la iglesia, una piedra probada, piedra angular, precisa, de cimiento estable. Jesús fue probado en el desierto. Jesús fue probado por los fariseos. Jesús fue probado en esa noche larga en el huerto de Getsemaní y él es fiel, confiable, probado por la misma muerte y salió de la tumba. No solamente probado, sino comprobado, aprobado, el que puede cumplir cualquier cosa en nuestras vidas y nosotros también seremos probados con él.

Más fuerte la prueba, más gloriosa la victoria. Bienaventurado el hombre que soporta la tentación porque cuando haya resistido la prueba, recibirá corona de la vida. Mejor que cualquier trofeo de futbol o de la copa mundial, en los cielos va a haber una celebración delante del trono y toda prueba será celebrada en victoria de Dios.

Así que el Señor está con nosotros. Job dijo lo siguiente, él dice, más él, Dios, conoce mi camino. Si me prueba saldré como el oro. Hay personas, muchas, que brillan como oro y no pasó de la nada porque han sido probados y conocen un Dios fuerte. Tengo algo que decirlos, los que ya han sido probado mucho lo mejor está por venir.

El Dios que hizo la victoria antes tiene más victorias. Y si hay más pruebas, bueno, tu sabes que tu Dios es grande y él está contigo en esto también. Vamos a ver la mano de Dios como nunca.

Sermón 5 de marzo 2017: Perspectiva es toda

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Quiero compartir con ustedes un pasaje de la escritura que se encuentra en el libro de Reyes, Segundo libro de Reyes, capítulo 6, versículos del 8 al 23. Y no voy a leer todo el capítulo, sino que voy a ir al versículo 15. Conocemos bien la historia. El rey de Siria está tratando de hacer daño a la nación judía y continuamente está como poniendo trampas para tenderles emboscadas. Dios le revela al profeta Eliseo continuamente dónde están esas trampas, esas emboscadas y libera al pueblo judío y finalmente el rey Sirio se pone sospechoso y cree que están wire tapping him. Y dice, “¿qué es lo que está pasando? Tenemos un espía dentro de nosotros. Revélenme, díganme quién es el espía.” Le dicen, “Rey, no hay ningún espía, es que Israel tiene un profeta que no se quiere para nadie y él ve y escucha de parte de Dios y sabe exactamente dónde tu vas a poner las emboscadas.”

Entonces el rey se aíra y manda a un ejército fuerte a aprisionar al profeta Eliseo y entran al territorio judío y en el versículo 15 dice:

“Y se levantó de mañana y salió el que servía al varón de Dios,” este es Giezi, el siervo de Eliseo, se levantó de mañana y salió a respirar el buen aire de la mañana y qué pasa. Dice, “he aquí un ejército que tenía sitiada la ciudad con gente de a caballo y carros,” tremendo escenario que se tropieza este hombre, se le aguó la mañana. “Y entonces su criado le dijo, oh, Señor mío, qué haremos? Él le dijo, “No tengas miedo porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos.”

Yo puedo ver a John Wayne con 2 pistolas diciendo así. “No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos.” A mí me hubiera gustado haber dicho eso alguna vez en mi vida, yo solo, sin que me lo pusieran aquí en la Biblia. “Y oró Eliseo y dijo, te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea.”

De eso se trata, de un cambio de perspectiva, ver con los ojos de Dios. Así yo llamaría a este sermón, ver con los ojos de Dios. y lo primero que Eliseo pide es que su criado lleno de pánico, de terror ante lo abrumador de este ejército pueda ver lo que pasa verdaderamente en el mundo del espíritu.

“Abre sus ojos, Señor, para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado y miró y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo y de carros de fuego alrededor de Eliseo.”

Gloria a Dios. Un gran ejército angelical y no cualquier carro, estos eran carros de fuego. Había una gasolina espíritu que estaban consumiendo allí. Estaban prendidos en fuego.

“…y de carros de fuego alrededor de Eliseo, y luego que los sirios descendieron a él oró Eliseo que Jehová y dijo….”

Fíjese qué interesante, no se me ocurrió hasta que leí esto ahora. Estos sirios no saben lo que está pasando en el mundo espiritual. Ellos no saben el drama que se está dando entre Eliseo, su criado, ellos vienen probablemente arrogantemente a atrapar a Eliseo y llevárselo.

“…Luego que los sirios descendieron a él oró Eliseo a Jehová y dijo, ‘Te ruego que hieras con ceguera a esta gente,’ y los hirió con ceguera conforme a la petición de Eliseo. Y después les dijo Eliseo, ‘no este es el camino, no es esta la ciudad, seguidme y yo os guiaré al hombre que buscáis,’ y los guió a Samaria. Ellos como unos corderito mansos, okay, está bien, nos vamos. Estaban bajo un trance que el espíritu los había puesto. Y cuando llegaron a Samaria dijo Eliseo, ‘Jehová, abre los ojos de éstos para que vean,’ y Jehová abrió sus ojos y miraron y se hallaban en medio de Samaria,” es decir en la capital de Israel.

Se encontraban en el mismo Nueva York rodeados de taxis y de carros tocando bocina. Cómo llegamos aquí? no se dieron cuenta.

“Y cuando el rey de Israel los hubo visto, dijo a Eliseo, ‘los mataré, Padre mío?’ y él le respondió, ‘no, no los mates.”

A mí siempre me ha gustado la ironía de este rey, el gobierno secular pidiéndole consejo al gobierno de Dios acerca de qué hacer. Y claro, el gobierno secular los hombres siempre están tratando de resolver las cosas como ellos las resuelven, con fuerza, con crueldad, en términos de poder humano. Eliseo tiene otras armas que son las armas del Reino de Dios, el amor, la misericordia, el perdón, la gracia, que esas son las armas que el diablo no sabe cómo bregar con ellas. Eso es gratis, eso no lo recibieron los de la mañana, eso es para ustedes. Es la ñapa, la ñapa es a veces mejor que la carne misma.

Yo anhelo el día en que llegue ese momento en que la iglesia le ofrezca consejo, porque el gobierno terrenal venga a la iglesia a pedirle soluciones para los problemas de la sociedad. Cuando el poder de Dios está en la iglesia, como estaba con Eliseo, eso es lo que pasa, los poderes seculares van a la iglesia para pedirle consejo. Yo sé que un día vendrá cuando los poderes seculares le pedirán consejo a una iglesia redimida y poderosa en el Señor. Y ese tiempo está llegando porque está llegando el momento en que se está trancando la máquina, ya no hay salida. Los hombres no saben cómo resolver los problemas del mundo y de la sociedad. Y ellos no tienen la respuesta, la iglesia la tiene.

“Los mataré, Padre mío?” Él le respondió, ‘No los mates, matarías tu a los que tomas cautivos con tu espada y con tu arco? Pon delante de ellos pan y agua para que coman y beban y vuelvan a sus señores.’

El amor de nuevo, la solución, nuestras armas no son carnales, sino poderosas en Dios para destrucción de fortalezas. Nosotros vencemos con las armas de la luz.

“Entonces se les preparó una gran comida y cuando habían comido y bebido los envió y ellos se volvieron a su señor.” Y mire aquí, yo creo que si el rey de Samaria hubiera matado a estos hombres la guerra hubiera continuado contra Israel, pero mire lo que pasa. “Y nunca más vinieron bandas armadas de Siria a la tierra de Israel.”

Eso fue el jaque mate, ascuas de fuego amontona sobre su cabeza. Eliseo tenía la perspectiva del reino. Él podía ver las cosas en términos del reino y por lo tanto todo este pasaje se trata acerca de eso, de la perspectiva correcta, la forma correcta de ver las cosas del mundo que te rodea.

Si nosotros adquirimos la perspectiva correcta acerca de nuestros problemas, nuestras situaciones, porque de eso se trata. Hay dos perspectivas en la tierra, la perspectiva humana racional, natural, y la perspectiva espiritual, divina, eterna. Y esas 2 realidades se están continuamente moviendo en medio de nosotros pero todo depende de cuán abiertos están nuestros ojos para ver la realidad del espíritu y poder interpretar los eventos y las situaciones de nuestra vida a la luz del espíritu.

Y de eso se trata, que nosotros podamos llegar a esa perspectiva. Porque todo este texto es acerca de versiones de la realidad. No podemos entrar con toda la profundidad pero ciertamente la ciencia moderna como nunca ha alcanzado al conocimiento de que este mundo no es tan fijo como nosotros pensamos. El mundo es mucho más plástico, más dinámico y más misterioso. La ciencia mientras más avanza, más se asemeja a la religión irónicamente porque se da cuenta de que el mundo es bien misterioso y que todo depende de perspectivas y de la forma en que lo vemos. Todo es relativo.

Por ejemplo, en la física a Einstein se le acredita la teoría de la relatividad del tiempo y el espacio y lo que nosotros llamamos 3 dimensiones. El mundo es de más de 3 dimensiones. La ciencia lo sabe ahora, la ciencia habla también de universos paralelos es casi ciencia ficción que estamos llegando a ese punto. Y todo es perspectivas, y ciertamente en el mundo que estamos hoy en día uno ve eso continuamente.

Toda esta cuestión que está pasando en la política norteamericana ahora mismo y en esta nación es cuestión de perspectiva, diferentes formas de ver el mundo. No quiero perderme porque aquí se me va a pasar todo el sermón solamente en esa ilustración, pero usted lee un periódico y le dice una cosa, y lee otro periódico y le dice otra.

Y yo creo que uno de los grandes logros de este hombre raro y a veces odioso pero que también es como un animal que acomete contra las cosas y rompe muchas cosas que son sagradas para esta sociedad pero que necesitan ser quebradas y rotas, esta idea de que por ejemplo, la prensa es objetiva y que lo que usted lee lo puede creer y descubrimos que no. los famoso hechos alternativos, hoy en día uno no sabe verdaderamente qué creer y este hombre dice que el presidente Obama le metió un wire tapping, espió electrónicamente sobre su campaña.

Esa es una acusación increíble, eso no se hubiera jamás escuchado en esta nación. Y entonces muchos dicen, eso es imposible porque hay tantas protecciones constitucionales contra eso. Otros dicen, bueno, quién sabe, vamos a investigar. Es un mundo en que usted no sabe cuál es la verdad y cuál es la realidad. Como que nos movemos en un mundo de espejos que se reflejan unos a otros. Usted ha visto esa película, Bruce Lee metido en la China, el espejo y no sabe dónde está el contrincante y se mueve y el contrincante está atrás de él. Vivimos en un mundo de espejos que se reflejan unos a otros. Eso fue que me dijeron, yo nunca vi la película pero me contaron.

Es un mundo de espejos, reflexiones, perspectivas diferentes. Y saben qué, hermanos, es así en el mundo del espíritu también. Todo depende de que tu puedas adoptar la perspectiva de Dios acerca de las cosas que tu estás viviendo. Como vemos esta gente aquí, de momento el criado de Eliseo está viendo una perspectiva, un mundo donde este gran ejército los está rodeando, los va a matar y no hay esperanza. Eliseo tiene la mirada de Dios y ve ángeles y arcángeles y carros de fuego y un gran ejército, un poderoso ejército alrededor de ellos, protegiéndolos, guardándolos, asegurando de que su vida sea preservada intacta.

Después ora para que los sirios pierdan la visión y los sirios entran en un trance, porque no es que están ciegos físicamente, ellos pueden moverse y pueden guiar sus caballos, pero están en un trance, hipnotizados por el poder de Dios. y ven y no ven y su perspectiva de la realidad es algo hipnótico y van caminando pero no reconocen hacia dónde van. Y de momento cuando llegan a un sitio Dios les dice, ahora te voy a cambiar la perspectiva, bum, y otra vez ven el mundo verdadero en el cual se están moviendo.

Todo es perspectiva. Recuerdan los discípulos en el camino de Emaús, el Señor va con ellos, el Señor con quien han hablado, a quien han visto, a quien han oído, con quien han compartido tantas veces y no lo reconocen, porque el Señor se ha escondido de ellos mentalmente. Y tiene sus ojos por un tiempo como… para divertirse con ellos, a ver qué están pensando. Y después llega un momento en que toma el pan y lo rompe delante de ellos y al romper el pan, al quebrarlo les abre los ojos, se despiertan y se dan cuenta, oh, es el Señor. Lo estaban viendo físicamente. El Señor no cambió su apariencia, la perspectiva de ellos cambió, y de momento entendieron que ese Mesías que ellos pensaban que había sido derrotado, crucificado definitivamente, no había esperanza, todos sus sueños estaban destruidos, toda su fe que ellos tenían en que este era el Hijo de Dios había sido quebrantada y de momento todo es restaurado y ven al Hijo de Dios resucitado. Y otra vez el reloj sigue corriendo hacia la eternidad.

Todo es perspectiva. Cómo vemos las cosas. Y yo creo que este texto, yo esta mañana lo estaba preparando tempranos en la mañana, y mi dirección era otra en realidad pero Dios en el curso me cambió y me dijo, espérate, quédate allí porque eso de perspectiva era mi primer punto solamente. Pero me di cuenta que había tanta carne que para qué ir al otro muslo sin con uno tengo, así que lo trituré allí y estoy todavía triturando los huesitos y eso es lo que quiero compartir con ustedes.

Lo importante es que nosotros veamos las cosas con los ojos de Dios y no con los ojos de la carne solamente, que veamos nuestros problemas, nuestras luchas, nuestras situaciones, nuestro futuro, nuestros dones, nuestro llamado, nuestra familia, con los ojos de Dios, como Dios ve las cosas. Porque si tu y yo accedemos a la perspectiva que Dios tiene para mí, para mi futuro, lo que Dios tiene para ti y para tus hijos, para tus sueños, y si tu te atreves a creerle a Dios y mantenerte en esa perspectiva y cuando el diablo quiera arrancártela para ponerte los ojos sobre sus ojos serpentinos, tu mantengas la mirada puesta en Cristo Jesús, en su buen propósito para tu vida, lo que él ha declarado, lo que él te ha hablado, lo que él te ha dicho.

Yo me estoy predicando este sermón a mí mismo, hermanos, ahora mismo. Porque muchas veces Dios te dice muchas cosas pero la vida cotidiana quiere arrancarte de lo sublime de tu naturaleza y ponerte a pensar en cositas chiquititas y agotadoras que te roban la inspiración y la virtud del ministerio y de ese drama maravilloso que tu estás viviendo. Tu estás magnetizado, tu mundo no es simplemente un pedazo de metal frío. No, tu mundo es un imán lleno de posibilidades, una joya preciosa y palpitante de colores que brillan. Y eso eres tu, esa es tu vida, este es tu futuro y si tu puedes creer eso, si tu puedes vivir en la dimensión mágica, en la perspectiva mágica en la cual Dios te ha llamado, tu puedes entonces vivir en ese plano, en ese nivel, no en el nivel pequeño de la vida cotidiana.

Y por eso digo que este pasaje como ningún otro me recuerda acerca de eso, de que hay múltiples realidades en las cuales tu puedes vivir y la más inmediata es la realidad actual donde tu estás ahora mismo, quizás con tu problema matrimonial, quizás con tu problema de finanzas, quizás con tu jefe molestoso y opresivo, quizás con tus hijos que no van por el camino correcto o quizás con tu situación emocional que no cede a tus oraciones y tienes depresión o ansiedad o insomnio y estás luchando con el gigante, y el ejército sirio está alrededor de ti amenazándote con su número y su fuerza y Dios te dice, ‘pelea para entrar en la otra realidad en la cual yo te tengo, donde yo estoy elaborando, por medio de esa lucha un drama precioso para ti.’

Y esto no es simplemente una lucha humana, pequeñita, contra cositas chiquititas, sino que tu eres un gran héroe en una narrativa heroica, una épica maravillosa donde tu estás adornado con plumas y con una corona y tienes un arco de bronce y tienes una botas de guerrero y Dios está elaborando un plan para tu vida.

Yo quisiera que Dios nos ayudara a todos nosotros siempre ir detrás de las cortinas, al otro lado de la realidad donde se están elaborando los verdaderos dramas de nuestra vida. Hay dramas paralelos y desgraciadamente nosotros siempre nos quedamos en el drama más inmediato que es el drama del tiempo y el espacio y no podemos acceder al otro drama mucho mayor, más hermoso, donde Dios está trabajando a través de todas nuestras luchas, nuestros problemas, nuestros retos, cada momento cotidiano y nos está enseñando cosas, nos está fortaleciendo, nos está entrenando, se está glorificando con nuestro sudor, nuestras lágrimas, nuestra sangre y estamos glorificando a Dios con nuestros dramas y Dios dice, no te preocupes que yo estoy disfrutando de ello, y cuando ya llegue el momento yo te voy a sacar, porque ya te saqué el jugo y ahora te voy a poner para que descanses.

Me gusta. Hay tantos pasajes que vienen a mi mente mientras digo eso. el salmista que dice, pacientemente esperé a Jehová y se inclinó a mí y escuchó mi clamor, me hizo sacar del pozo de la desesperación de lodo cenagoso y puso mis pies sobre peña y puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos y temerán y confiarán en Jehová.

Muchas veces nosotros solo vemos la mazmorra, solo vemos el pozo hondo, solo vemos el lodo cenagoso, la oscuridad del túnel donde estamos metidos, pero no podemos acceder a ese momento en que Dios nos va a sacar y pondrá en nuestra boca un cántico nuevo, nos pondrá sobre tierra firme y podremos sentarnos como el guerrero después de la batalla a tomarnos algo frío y a comer algo nutritivo y a hacer alardes de los heroísmos que hicimos cuando estábamos en la batalla y a reírnos de nuestra victoria.

Pero tenemos que vivir la vida a ese nivel, hermanos, a nivel épico, a nivel aventurero de la vida, no quitar la mirada de esa dimensión. Pienso en Job que pierde sus hijos, pierde su dinero, pierde su salud y lo ha perdido todo y está allí y no sabe qué es lo que está pasando, por qué, Señor, me está pasando todo esto? Yo creo que si muchos de nosotros fuéramos Job ya nos hubiéramos pegado un tiro hace tiempo. Dios reprenda al diablo. Con lo primero ya es suficiente. Pero Job no sabía que detrás de todo eso, ni sus amigos molestosos sabían que detrás de toda su lucha había un drama épico entre Dios y el diablo.

Ahora, yo digo, el diablo jamás puede contra Dios, pero había una lucha por la gloria de Dios y Job estaba en el medio de esa lucha. Dios le dijo a Satanás, “hey, mira a mi hijo, cómo me sirve, por qué no te portas bien tu? Mira cómo me glorifica.” Porque Job era un hombre piadoso. Dice Satanás, “Claro que sí, – como cínico que él es – claro, él te sirve porque tu lo bendices, mira todos los hijos que tiene, todo el dinero que tiene, el prestigio, la salud. Quítale cualquiera de esas cosas y tu vas a ver cómo te maldice.” El Señor dijo, “Okay, vamos a ver.”

Porque todo en el mundo es acerca de eso. es la gloria de Dios, todo. Es el gran drama entre Dios y la humanidad. La humanidad no le quiere dar la gloria a Dios y se la da al diablo y Dios tiene una herida en su corazón que le sangra continuamente a través de la historia. Es que su criatura no le da la gloria que él merece. Su pueblo lo abandonó y lo dejó por pequeñitas cosas también y Dios está siempre buscando su gloria. Y cómo nosotros peleamos nuestras luchas y nuestras batallas, la gloria de Dios está en juego en todas esas cosas, hermanos.

Y entonces hay una batalla y Dios dice, quítale esto, quítale lo otro, quítale lo otro porque el diablo no puede hacer nada que Dios no le de permiso en tu vida. Y Dios nunca permitirá que tu seas probado más allá de lo que tu puedes ser probado, dice la palabra, aunque te parezca que no es así. Pero el Señor permite las cosas y él va graduando tus luchas para llevarte a algo mayor, a una gloria que él tiene para ti también.

Job no tenía la perspectiva correcta. Él no sabía todo lo que estaba pasando. Yo creo que si él hubiera sabido que él era una pieza central en un drama que lo verían billones de personas. El libro de Job dice que es el primer libro que fue escrito de la Biblia, no fue Génesis, sino Job porque los eventos que relatan no importa, es cuándo fue hecho el libro, cuándo fue escrito. Dicen que Job posiblemente fue el primer libro escrito de la Biblia, el más antiguo de todos.

El caso es que desde esos miles de años que fue escrito ese libro, estamos en el 2000 y pico y ese libro fue escrito como 1500 años antes del Nuevo Testamento, es decir que son como 3000 y pico de años, cuánta gente ha leído el libro de Job? Cuántos billones de personas? Cuántos dramas, cuántos libros han sido escritos.

Si Job hubiera sabido que su lucha que parecía metida en un hoyito de un lugar aislado, iba a ser un drama que bendeciría, inspiraría a billones de personas a través de la historia, no creen ustedes que él hubiera peleado de otra manera? Quizás con menos ansiedad, menos dudas, porque Job dudó mucho y quién no duda cuando se le mueren todos los hijos, pierde su familia, pierde su salud, todo, pero él no tenía de que detrás de su lucha había un drama universal, épico entre los principios del diablo y los principios de Dios, la gloria de Dios y el cinismo de Satanás, y él estaba en el mismo centro de ese drama.

Nosotros muchas veces no tenemos la gran virtud de poder ver nuestras luchas, qué Dios está haciendo alrededor de nosotros, cómo Dios está usando nuestras luchas y cómo depende tanto de cómo nosotros peleamos la batalla de la fe, cómo nosotros vivimos cada minuto de nuestra vida, si nos vamos a quitear, como dicen por allí, o vamos a mantenernos allí porque la gloria de Dios está en juego y porque yo sé que mi redentor vive, como dijo él.

No sabemos, no entendemos, no tenemos la perspectiva correcta y este libro es acerca de mantener la perspectiva correcta, cuando estamos padeciendo ver las cosas a la luz del espíritu de Dios. Eliseo tiene la virtud de poder entender eso.

Y saben cuál fue el origen de este sermón? Yo acabo de terminar una serie sobre la oración y yo le pedí al Señor, Señor, enséñame qué es lo próximo que tu tienes para este pueblo? Porque a mí no me gustas sermones, yo puedo sacar, yo tengo cajas de sermones que pudiera coger uno y recalentarlo y salgo del paso. Pero no, se trata de darle al pueblo de Dios la palabra de Dios, el pan de hoy, no resolver un problema. Dios bendice cuando nosotros creemos en él y pagamos el precio.

Entonces Dios me habló acerca del libro de Habacuc que creo en los próximos día cuando pueda voy a predicar sobre Habacuc, 3 capítulos. Habacuc es un libro para nuestros tiempos, pero como hay una interrupción que no quiero hablar acerca de eso, decidí un preludio a ese estudio y entonces se me ocurrió este pasaje de Eliseo. Y la razón es esta, porque hoy yo quiero predicar sobre el libro de Habacuc, porque el libro de Habacuc es un libro que habla precisamente acerca de luchas y crisis. Cuando un hombre de Dios mira el mundo y la situación nacional en que vive y hay tanta zozobra y tanta amenaza y se pregunta por qué está pasando todo esto, el libro de Habacuc es un diálogo entre Dios y su profeta. Israel, específicamente Judá, está siendo amenazado por Babilonia y Habacuc le pregunta al Señor por qué, qué está pasando y cuáles son tus planes? Es un pueblo injusto Judá, está en idolatría. Dios lo va a enjuiciar. Y Habacuc se pregunta todo esto y es un libro que nos habla acerca de estos tiempos.

Yo entendí esta mañana temprano meditando que Habacuc es un libro para este tiempo, es casi como un libro profético para este tiempo, porque Dios va desencadenando sus cosas en el momento adecuado. Estamos en tiempos de gran ansiedad en los tiempos que vivimos y aquí está el punch line, como dicen, el vínculo entre lo que estoy predicando. Estamos en tiempos de gran ansiedad y todo depende de cómo nosotros veamos las cosas. Si las vamos a ver desde la perspectiva puramente política, histórica, material, o si la vamos a ver desde la perspectiva espiritual a través de la eternidad, a través del mover de Dios en la historia, las cosas que Dios está haciendo detrás de bastidores, la forma misteriosa y elusiva en que Dios se mueve en la historia.

Dios no se mueve conforme a los esquemas simplistas de los hombres, Dios no se mueve conforme a los intereses de los republicanos o los demócratas, Dios no se mueve conforme a los intereses de Obama o de Trump, Dios no se mueve conforme a los intereses de los blancos o los negros, Dios no se mueve conforme a los intereses de los que son del sur y los que son del norte, los que beben te y los que beben café, Dios no se mueve según esos planes de los hombres, Dios se mueve conforme a su propia agenda, muy compleja. Y él siempre se está moviendo. El Reino de Dios siempre está avanzando.

La Biblia dice que el Reino de Dios avanza con fuerza y yo veo al Reino de Dios es como un témpano que se va moviendo, arrastrando todo lo que encuentra en su camino, rompiendo montañas, quebrando rocas, arrastrando ríos y valles y creando nuevas realidades geofísicas y también geopolíticas. El Reino de Dios está avanzando, se está moviendo con poder en el Medio Oriente, en Asia, en Europa, en Estados Unidos, el Reino de Dios avanza, avanza, Latinoamérica, África, Australia, el Reino de Dios se mueve, la India, el Reino de Dios se está moviendo.

Y todas estas cosas que nosotros escuchamos, estas guerras y rumores de guerra son los movimientos de la matriz que quiere dar a luz y cuando una mujer está encinta la matriz se pone hostil y tormentosa y algo va a dar a luz, yo no sé qué va a ser pero algo va a salir de este embarazo del mundo ahora mismo. Dios se está moviendo, pero son tiempos de gran ansiedad porque para una madre cuando va a dar a luz hay ansiedad, hay dolor, hay angustia. Y el mundo está en angustia ahora mismo y va a dar algo, puede ser un cataclismo increíble, puede ser una guerra, puede ser una situación natural, puede ser una transformación del mundo. yo no sé, algo va… diga que lo oyó primero aquí en congregación León de Judá, algo viene, algo está moviéndose.

Estos son tiempos de gran ansiedad sin embargo. Y usted puede escoger cuál va a ser la perspectiva que usted va a adoptar, o la perspectiva de lo puramente inmediato, político, actual, social, o la perspectiva divina espiritual, eterna. Y dependiendo de cuál de las dos alternativas usted adopte va a ser su grado de quietud o inquietud, de preocupación o descanso, de ansiedad o de confianza, de desgaste o de gran energía como consecuencia de ver la gloria de Dios manifestándose en la tierra. Todo depende de cómo tu lo veas. Si lo ves con los ojos de Eliseo o lo ves con los ojos del siervo de Eliseo, Giezi. Hay dos iglesias, Giezi y Eliseo. Hay dos perspectivas, la perspectiva de la iglesia natural, carnal y la perspectiva de la iglesia informada por la visión profética de Dios.

De nuevo, por qué escogí este pasaje, por qué escogí Habacuc, por qué escogí este tema, porque vivimos, vuelvo otra vez, porque hay que enfatizar y aclarar, porque vivimos en tiempos de gran ansiedad, gran tormenta. Nuestros hermanos inmigrantes están en gran temor, incertidumbre, no se atreven ni siquiera a viajar a su país porque creen que los van a dejar allá. Mucha gente se queja de este país pero que los dejen por allá para que usted vea cómo gritan. Mucha gente está en incertidumbre, nuestros hermanos indocumentados están… hay un ejército alrededor de ellos. Hay sirios queriendo capturarlos literalmente y llevárselos, y tienen miedo, como el siervo de Eliseo, están atemorizados y con razón si lo vemos con los ojos de la mente y los ojos de la razón.

Pero yo les quiero, hermanos, animar a ver las cosas con los ojos de Eliseo, de fe, de que está haciendo algo y que tenemos que estar en paz. Hay gente de la izquierda, cristianos progresistas que ven lo que está pasando en esta nación en la Casa Blanca y se acuestan y tienen insomnio todas las noches, tienen que tomarse 4 pastillas para poder dormir. Oh, lo que está pasando. Tenemos un loco en la Casa Blanca.

Hay otros que están del otro lado y ven lo que está pasando en esta nación con toda la inmoralidad terrible y hace un tiempo cuando estaba el presidente Obama apoyando una cantidad de leyes totalmente impías y contaminando esta nación con una inmoralidad establecida en el mismo gobierno de Estados Unidos, y también han pensando, ya aquí todo terminó. Jezabel ya va a venir al poder y Acab con ella también. Veían estas elecciones de esa manera y ven ahora el mundo yéndose más y más esta nación, alejándose más y más de Dios, y temen y creen que dentro de poco van a cortarle la cabeza a todos los cristianos y hay por ahí hermanos pentecostales predicando que ya el anti Cristo está aquí y que la bestia ya está en Nueva York y que pronto viene el Señor a llevarnos de la tierra y que se van a quedar aquí todos los impíos de León de Judá que beben vino y cerveza y todas esas cosas. Allí será el lloro y el crujir de dientes.

Señor, sácanos de este mundo cruel. Diferentes perspectivas. Todo el mundo está en ansiedad en este tiempo, hermanos, todo el mundo está en ansiedad y en temor. Y yo lo que quiero decirles en el nombre del Señor es que Dios está en control. Los ejércitos de Dios no se han ido de la tierra, los ángeles están. Dios está sentado en su trono. Él está en control de la historia. Él está llevando la humanidad hacia el fin que él la quiere llevar. El Reino de Dios sigue avanzando, lo que pasa es que Dios no se mueve como se mueven los hombres y nosotros somos ese pueblo de Dios que tenemos ángeles alrededor de nosotros.

El buen propósito de Dios está con nosotros. Hermano inmigrante, no llores como los que no tienen esperanza, por favor, no te metas en una cueva como Gedeón a esconderte de los marianitas. Dale la cara al diablo y declara que Dios te cuida, Dios cambia el corazón del rey. Dios cambia las cosas porque Dios protege a los suyos. Y yo sé que Dios ha traído ese pueblo aquí, que ha llegado en formas, yo sé, no convencionales, pero así también llegaron los peregrinos y le robaron esta tierra a los indios y a los mexicanos les cogieron 80 por ciento de su tierra en el año 1865 en una guerra injusta que hoy en día los historiadores la reconocen. Y mire que yo no soy izquierdista pero yo llamo las cosas como son, porque no hay que apasionarse. Los hijos de Dios vivimos en la eternidad, no en el tiempo y el espacio. No nos apasionamos con nadie.

El caso es que todas estas cosas están… Dios nos ha traído con un propósito aquí a esta nación y Dios nos va a preservar y Dios te va a bendecir y te va cuidar y te va a proteger y si decide llevarte de regreso a tu tierra, allá vas a prosperar y vas a ser bendecido porque la bendición de Dios no es solamente para un pedazo de tierra. Dios es el dueño del oro y la plata y te puede bendecir a donde sea. Puedes tu creer eso? puedes tu llegar a concebir decir, Señor, si tu me envías a la luna o a Marte, allí yo voy a prosperar y voy a ser de bendición y voy a ser bendecido. Y puedes dormir tranquilo, puedes descansar. Paz en la tormenta, lo cantamos y guau, nuestro corazón se eleva hasta las nubes pero desde que salimos de aquí se nos fue, el diablo nos robó la semilla, como los pájaros que se robaron la semilla de la parábola de Jesucristo.

Guárdalo ahí en tu corazón. Dios está en su trono. Dios cambia los eventos. Dios está llevando los eventos de la historia. Tu tienes que ver las cosas a través de los ojos divinos y no temer y pedirle al Señor, Padre, dame tus ojos para ver la realidad como tu la vez. Yo no me voy a desesperar. Yo no voy a gritar como si fuera un mamarracho de esos, como dicen los mexicanos, yo voy a mantener mi dignidad, mi entereza espiritual.

El Señor dijo, cuando vean todas estas cosas sucediéndole levanten la cabeza porque el día de su redención está cerca. El que tiene la perspectiva de Dios cuando vienen las crisis en el mundo, las guerras y los rumores de guerra, en vez de dejar caer la cabeza la levanta porque la gloria de Dios se ha de manifestar entonces en su vida. Crea y manténgase centrado en lo que Dios ha declarado en su vida porque Dios siempre está avanzando su agenda.

Cuando los hebreos se encontraban en Babilonia cautivos por Nabucodonosor, su nación destruida, sus muros quebrados, castigados por su infidelidad, no sabían qué pensar y pensaron, ya Dios se desentendió de nosotros. Ya Dios nos dejó. Los babilonios ganaron la pelea, perdimos nuestra historia, perdimos nuestra nación, perdimos nuestra herencia.

Imagínese que hoy vinieran los chinos, digamos, se metieran aquí a través de California y poseyeran – hay una serie que hay por allí que se habla acerca de eso. qué hubiera pasado si los chinos se meten e invaden América? La gente no duerme pensando en cosas cómo hacerle dinero. El caso es qué pasaría, cómo usted vería el mundo y la vida? Bueno, así estaban los judíos. Exiliados en Babilonia, no había esperanza para ellos y Dios les envía una carta de parte de él por medio del profeta Jeremías.

Ahí está Jeremías 29 y les dice a los hebreos, miren, mientras ustedes estén en Babilonia no se echen a morir, no dejen de hacerle el amor a sus mujeres y de tener hijos – perdonen lo franco y lo gráfico de la palabra – porque cuando uno está deprimido lo que menos quiere pensar es en hacer el amor. Eso es muy legítimo, es muy psiquiátricamente correcto. Tengan hijos, abran tiendas, cultiven jardines, abran negocios, porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de ustedes, pensamientos de bien y no de mal para darles el fin que ustedes esperan.

Y Dios les dice, cuando hayan pasado 70 años, les da inclusive el tiempo preciso, después que yo los traje, no fue Nabucodonosor que los llevó a Babilonia, fue Dios que los mandó allí. No era Nabucodonosor que estaba en control, Dios estaba en control, como Dios nos ha traído aquí con un propósito. Tu no vienes aquí huyendo de la pobreza o de las gangas en Honduras o en El Salvador, tu vienes aquí porque Dios te trajo. Dios mandó este pueblo aquí con un propósito.

Y Dios le dice, multiplíquense, vivan una vida plena en mientras cumplen su tiempo, porque después de 70 años yo voy a cambiar el corazón del rey y los voy a mandar otra vez a llevar a Jerusalén para que vuelvan a adorarme en su tierra y en mí tierra.

Porque es Dios quien está en control, no el hombre. Yo te animo, mi hermano, mi hermana, a creerle a Dios. Pelea de rodillas, pelea en ayuno, pelea para que Dios o ilumine o elimine pero que haga algo. Que cambie el corazón, que cambie los mecanismos o lo que sea, porque Dios es más poderoso que eso inclusive. No temas porque yo estoy contigo, dice el Señor. Yo soy tu Dios que te fortalezco. Como dice, siempre te cuidaré, siempre te cubriré, siempre te ayudaré con la diestra de mi justicia.

Tienes que creerle a Dios. y por eso el Señor les dice a los hebreos en Babilonia, multiplíquense, sigan viviendo, no se me meta hermano en un apartamento con las cortinas corridas por miedo de salir. No, tampoco sea loco, evidentemente, no ande con una bandera, hey, aquí estoy. Pero tampoco deje de disfrutar de la vida y viva y adore y sirva y de, y de, y de.

Hay que vivir, hermanos. La mayor pedrada que uno le puede dar al diablo en la cabeza es reírsele en la cara y adorar al Señor y proclamar las buenas nuevas de Dios, aunque estés temblando, di, yo sé que mi redentor vive y que al final de los tiempos le veré y mi boca lo adorará. No se lleve de sus emociones. Viva de toda palabra que sale de la boca de Dios, anteponga y oponga la realidad de Dios a la realidad del diablo. Crea que detrás de esta realidad meramente humana, temporal, está la realidad del Reino de Dios y la eternidad, y ahora mismo hay luchas que se están dando entre principados y potestades y el Reino de Dios, forcejeando por esta tierra y la creación divina y nosotros estamos en el medio. Vamos a decidir qué es lo que va a pasar, nosotros, nuestra oración, nuestra vivencia.

Y por eso Dios les dice a los hebreos en Jeremías 29, “y oren por la paz de la ciudad porque en su paz será vuestra paz también.” En otras palabras, no solamente vivan y hagan sus cosas para ustedes, porque yo les he dado inclusive reserva para que oren por la ciudad también en la cual están. Ore por el gobierno, ore por Donald Trump, ore por Estados Unidos, ore por esta nación, no maldiga, no resienta, no guarde odio en su corazón, no albergue ningún tipo de resentimiento.

Nosotros bendecimos. Como Eliseo no matamos, sino que damos de comer, ascuas de fuego amontona sobre su cabeza, si es el caso. Oren, alabe, gócese, declare la buena voluntad de Dios y crea que la visitación está ahí, a la vuelta de la esquina y siga confiando en el Señor. Y así le digo a todos los que estamos acá, cualquier situación por la cual tu estés pasando, cualquiera que sea tu situación matrimonial, familiar, personal, física, ministerial, casa, documentación, relacional, interna, espiritual, luchas internas que tu tienes en tu vida, lo que sea, mi hermano, mi hermana, hay 2 realidades. Una es la realidad que tu estás contemplando ahora mismo, la lucha para pagar los biles cada día, y otra realidad es el Dios que te provee, el Dios que te bendice, el Dios que nunca te ha dejado, el Dios que nunca permitirá que seas avergonzado si confías en él.

Pídele a Dios que arranque la telaraña de tus ojos para que tu puedas ver la gloria de Dios alrededor de ti, puedas ver esos carros de fuego peleando por tu bienestar, la bendición de Dios que dice, yo sé los pensamientos que tengo acerca de ti. Son pensamientos de bien. Tus hijos no van a ser criminales, tus hijos van a ser redentores, levantadores de ruinas, tus hijos van a bendecir las naciones, van a edificar ciudades, tu no morirás sino que vivirás y yo tengo buenas cosas para ti.

Al final de esta batalla yo pondré tus pies sobre peña, enderezaré tus pasos y pondré en tu boca un cántico nuevo y muchos lo verán y darán gracias a Dios y temerán. Temerán en ese Dios glorioso que tu tienes. Señor, ayúdanos a ver el mundo por medio de tus ojos, con tu perspectiva, Señor. Ayúdanos a buscar tu gloria, no nos dejes ver la realidad empobrecida que habitamos ahora mismo, comienza conmigo, Padre. No permitas que el enemigo nos arranque tus grandes panoramas y tus grandes promesas, Señor.

No permitas que el diario vivir nos agote de tal manera que tiremos la toalla porque la batalla se ha hecho demasiado larga. Renovamos nuestra mirada y volveremos a ponerla en ti y en tu realidad. Volvemos a mirar tu promesa, Padre, volvemos a mantener nuestros ojos fijos en Cristo Jesús que padeció tal contradicción de hombres para que nuestro ánimo no se canse hasta desmayar.

Quiero mantener mis ojos en la realidad divina, la realidad de Dios, su buen propósito. Yo te invito a refrescar tu mirada ahora en el nombre del Señor. Cierra tus ojos y mira con los ojos del espíritu. Yo escojo ver las cosas buenas que Dios tiene para mi prole, para mi descendencia, para este ministerio, para los seres que amo, las cosas que valoro.

Oh Señor, levanta nuestra cabeza para que podamos entender lo que tu tienes para nosotros. Cambia nuestra perspectiva, Señor, cambia nuestra mirada y déjanos ver tu gloria. Déjanos ver tu buen propósito, Padre. Oh Señor, visita a todos aquellos que están padeciendo de angustia en este tiempo, Señor, los que temen, los que están llorando, los que ven el mundo con incertidumbre, Padre, en el nombre de Jesús. Renueva nuestros ojos y renueva nuestra mirada para que podamos verte como tu quieres, Señor, ser visto.

Oh Padre, si alguien vino esta mañana con ansiedad en su corazón acerca de algo, con una mirada empobrecida, que pueda salir de aquí viéndote con carros de fuego alrededor de ellos, grandes guerreros del espíritu, alas extendidas cubriéndolos y protegiéndolos cada paso de su vida. Nosotros creemos, Señor, que tu método no ha cambiado, no te has olvidado de nosotros. Somos tu pueblo escogido y tu amas a este pueblo y tienes buenos propósitos para él.

Ayúdanos a pelear esta batalla con dignidad, Señor. El día malo está en medio de nosotros, pero tu has dicho que nos pongamos la armadura de Dios. Tomemos toda la armadura de Dios, todos los recursos del reino, todos los instrumentos de la guerra espiritual y nos vestimos con la palabra de tu Evangelio, con la espada de esa palabra, Señor, con las botas del Evangelio, con la armadura de la fe, de la justicia, la esperanza, el amor.

Oh Señor, ayúdanos a creerte. En este tiempo declaramos, esta congregación aquí declara que Dios está en su trono, Dios está en control de la historia y decimos, venga tu reino y hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Hágase tu voluntad. Queremos ver tu gloria manifestada, Señor, sobre la tierra. Visita a tu creación y renuévala, Padre, visita esta tierra que se le acaba la batería, Señor, y necesita una renovación. Y visítanos a nosotros para que podamos ser parte de tu solución a los problemas del mundo.

Gracias por estar en control. Te adoramos y te bendecimos, Señor. Aleluya! Sácanos de aquí con una nueva visión, que no miremos las pequeñeces de este mundo, las molestias, los mosquitos que siempre están queriendo quitarnos la paz y ser como águilas, surcando por encima de toda esa contaminación.

Mantennos enfocados en tu realidad, Señor. Yo pido que el corazón de mis hermanos sea renovado esta tarde. Fuera el temor, fuera la angustia, fuera la ansiedad, fuera el pánico, fuera la duda, fuera todo pensamiento que debilita. Fuera todo lo que no conviene a un guerrero de Dios con su espada en la mano, en el nombre del Señor. Padre, visita a tu pueblo y defiende a los pequeños, Señor, defiende a los débiles, defiende a los que te aman y te adoran y luchan por tu gloria, Señor. Defiéndelos. Pelea tu por tu pueblo, Señor, y nosotros estaremos detrás de ti y de tus grandes alas y nos protegeremos bajo la sombra de tus alas, Señor.

Sé glorificado, Padre, en esta tierra y cumple tus propósitos y déjanos ver a través de tu mirada, tus ojos, Señor, lo que queremos en este día. Gracias Señor. Gracias Jesús. Aleluya! Aleluya! Aleluya! Gracias Señor. Amén, amén. Gracias Dios.

Sermón 26 de febrero 2017: Fluir en el rio de Dios

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Hay una bella escritura que quiero que el Pastor les lea, Ezequiel 47 si lo tienen allá arriba, Ezequiel 47, ¿me la pueden poner en español? Ezequiel 47 1 al 4, la pueden leer aquí:

“Me hizo volver a la entrada de la casa; y he aquí aguas que salían de debajo del umbral de la casa hacia el oriente; porque la fachada de la casa estaba al oriente, y las aguas descendían de debajo, hacia el lado derecho de la casa, al sur del altar”

“Y me sacó por el camino de la puerta del norte, y me hizo dar la vuelta por el camino exterior, fuera de la puerta, al camino de la que mira al oriente; y ví que las aguas salían del lado derecho de la casa.”

“Y salió el varón hacia el oriente, llevando un cordel en su mano; y midió mil codos, y me hizo pasar por las aguas hasta los tobillos.”

“Midió otros mil y me hizo pasar por las aguas hasta las rodillas. Midió otros mil y me hizo pasar por las aguas hasta los lomos.”

Vemos aquí un pasaje que comienza con un momento de sacrificio que continúa después en este pasaje en este capítulo 47 de Ezequiel, el río sale desde el templo del lugar de sacrificio donde se ofrece sacrificio al Señor, y así son nuestras vidas, seguimos a Jesús y entonces comenzamos a fluir como ese río, y habla de que ese río fluía primero hasta los tobillos.

Cuando nos damos a Jesucristo pregúntese ¿cuánto de nuestra vida verdaderamente le entregamos a Jesús? Le decimos: Señor Jesucristo puedes tener esta cantidad de mi vida.

Cuando uno camina por un río uno levanta los pies y va donde uno quiere, pero después dice que el río subió más hasta las rodillas, ese es el río de Dios. Hermanos y hermanas: hay un río del mundo y hay un río que pertenece al Espíritu, el río del mundo quiere dinero, objetos, cosas materiales y más, y más.

Una vez cuando yo estaba en la universidad estaba en una clase de sociología y el profesor hizo esta pregunta: ¿qué grupo de la sociedad comete suicidio más que cualquier otro grupo en esta nación? yo dije: las prostitutas, él dijo: no, luego dije: los drogadictos, él dijo: tampoco, seguimos preguntando y nos seguía diciendo: no, ninguno de ellos, y entonces nos sorprendió a todos diciendo: relativamente en su grupo proporcionalmente, los millonarios son los que más cometen suicidio en toda la nación según su número.

Muchas veces la gente se esfuerza y pelean para llegar a cierto nivel y después descubren que es una ilusión, que no hay nada allí, entonces escuchamos a Jesucristo llamándonos preguntándonos: ¿Te gustaría compartir tu fe con tu prójimo, con tu vecino? ¿por qué no vas y hablas con alguien acerca de Mí? y uno no lo hace, uno camina ¿no? hasta los tobillos.

Interesante: estaba caminando por ciudad de Nueva York y vino este tipo a venderme drogas, yo le dije: no me interesan las drogas soy cristiano, y me dijo: Dios le bendiga hermano, yo le dije: ¿qué? y me dijo: yo también soy cristiano. Hay tanta gente que dice: oh yo amo al Señor pero en realidad ¿lo amamos al punto de obedecerlo?

El Señor dijo: Si usted me aman van a guardar Mis mandamientos, van a obedecerme, y no son veinte versos o treinta, es toda la Escritura, obediencia. El primer mandamiento que el Señor le dió a la Iglesia fue: Seguidme y Yo os haré pescadores de hombres.

Pero la Iglesia tiene una enfermedad, una enfermedad terrible, se llama la enfermedad SDI. Los cristianos se salvan y dicen: bueno, gran cosa, después son liberados espiritualmente y después de eso se aislan, muchos estudios indican que después de 18 meses de una persona hacerse cristiana pierde todo contacto con la gente que no son creyentes, nos convertimos en un grupo aislado dentro de la sociedad, simplemente nos compenetramos entre nosotros, sin embargo hay gente perdida por todo alrededor de nosotros y simplemente los ignoramos, no tenemos una visión para el Evangelio. Decimos: son demasiados y entonces ¿qué pasa? el río sube hasta tu cintura y se hace demasiado fuerte para tú hacer lo que a ti te da la gana.

Comienza a fluir en el río de Dios y de repente fruto saldrá de tu vida. La gente comenzará a venir a Jesús por ti, están siendo liberados del pecado por ti, y ahí uno descubre algo: las aventuras de Dios, las aventuras de Dios. Si tú te retienes, te aguantas nunca vas a conocer al Señor de la cosecha, nunca vas a entender acerca de ese guerrero Jesús.

Quiero decirte que el Señor de la cosecha es maravilloso, si te quedas ahí en la superficie de Dios nunca lo vas a conocer ni a Él ni Sus aventuras, no lo vas a encontrar aquí. El Señor dejó las 99 para ir a buscar esa oveja perdida, el Señor dejó las 99 para ir a buscar esa sola oveja, entonces el río comenzará a fluir y tú dirás: Señor sí, voy a orar y voy a buscar a esa persona, entonces Dios está buscando, mirando a esa persona que lo obedezca no importa en qué, en cualquier cosa. El Señor tiene aventuras y ministerios que tú no conoces y que ni siquiera has pensado.

¿Saben? yo amo la Iglesia pero si fuera solamente iglesia yo ya me hubiera aburrido hace tiempo de ella, vengo a la Iglesia pero me gusta alcanzar a los perdidos, traerlos a Jesús. Hermanos ¿entienden de lo que estoy hablando? ¿te gustaría quedarte simplemente allí en esa enfermedad que describo o quieres salir de ese aislamiento, de esa enfermedad? ¿cuántos quieren salir de ese aislamiento, amén? yo quiero salirme de ese aislamiento.

Mientras continuamos leyendo este capítulo vemos que el río sigue subiendo y subiendo, y hermosas cosas comienzan a fluir en ese río. Yo sé que este Pastor derrama muchas cosas lindas sobre ustedes, pero también hay un pantano, un lugar de aguas fétidas, un pantano es un lugar donde las aguas ya no fluyen, están estancadas y son mal olientes. Entonces cuando el agua se junta y no fluye a pesar de que sea buena agua como no puede fluir empieza a oler mal, ¿a quién le gustaría beber de un pantano?

¿Qué le pasa a las personas cuando se estancan así? viene la depresión, viene odio contra sí mismo, frustraciones y una falta de realización personal. Estas cosas suceden en un lugar así fétido un pantano.

Hay un programa de tv que se llama Swamp people o gente de los pantanos, usted no quiere que sus aguas se estanquen, usted quiere decirle: sí Señor, te oigo, pero tengo miedo.

Se cuenta una vez que el general William Booth, un gran evangelista estaba con su hija en la casa de ella, el hombre que fundó el salvation army, el ejército de salvación, su hija le dijo: papá ¿por qué no te tranquilizas? descansa un poco, baja la guardia, estás siempre tan activo todo el rato.

En ese entonces William Booth vivía en Londres, y de momento en ese tiempo cuando él estaba ahí relajándose vió niños huérfanos caminando por la ciudad, en ese tiempo Londres estaba en tan mala situación que estaba llena de niños huérfanos, eran como esclavos sujetos a sus dueños, las manos en las iglesias estaban caídas, era demasiado trabajo para esa gente. Pero entonces en esa misión él comenzó a ver a esos niños a través de los ojos de Jesús y entonces Él le dijo: William te voy a dar la fortaleza para que alcances a estos niños, te voy a dar la estrategia para que los alcances, te voy a dar la estrategia para que los alcances, y ciertamente después de eso comenzó a fundar orfanatos en todas partes de Inglaterra, y de momento casi sin saberlo se encontró alcanzando a casi cien mil niños. Londres comenzó a cambiar, el espíritu de esa ciudad del siglo XIX comenzó a cambiar porque un hombre se sentó frente al Señor y escuchó Su mandato.

¿Sabe usted que a la misma vez que William Booth estaba haciendo eso había otro hombre también ahí mismo? y este hombre ahí en esa misma ciudad fundó el comunismo, esa era la respuesta que este hombre tenía para la crisis de Londres, y sabemos que el comunismo nunca ha funcionado.

Si lo piensas tú ahora mismo estás sentado en tu silla y el Espíritu del Señor te está observando, y Él está tratando de determinar si tú estás dispuesto a obedecerlo o no, tiene un plan para tu vida, tiene un propósito para ti pero está esperando que tú digas: sí Señor.

Podrías decir: Señor estoy demasiado ocupado, no tengo tiempo para obedecerte pero Él te dirá: Oh si tú supieras las aventuras que Yo tengo para ti, si tú supieras lo que es el gozo de Mi Presencia.

Le voy a decir un secreto: yo muchas veces he encontrado mejor la Presencia de Dios en la calle que en la Iglesia. Una vez me encontraba en Alemania y Dios me habló mientras estaba comiendo algo y me dijo: Quiero que vayas a las prostitutas de la ciudad de Frankfurt, mi esposa estaba sentada al lado de mí y yo me dije a mí mismo: me pregunto si ella está abierta a que yo haga eso, a ir a las prostitutas. Yo le dije: Debbie, el Señor me acaba de decir que vaya a ver a las prostitutas, y ella me dijo: claro, necesitas ir.

Así que fui al líder y le dije: el Señor me está llamando a ir a predicarle a las prostitutas y él me dijo: claro, tú eres un hombre de Dios, tienes que ir, yo le pregunté: ¿quieres ir conmigo? y él me dijo: de ninguna manera, así que yo tomé tres personas conmigo: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo conmigo.

Así que yo fui al downtown de Frankfurt, estaba allí frente a una casa de prostitución y le dije: Señor ¿cómo me voy a dar cuenta de lo que Tú quieres que yo haga aquí? y me dijo: Entra, ve a ese lugar. Yo le dije: Señor está bien, voy a entrar y sabía que todos los demonios me iban a saltar encima.

Quiero decirles, delante de Dios estoy: entré a la misma presencia del cielo, ví a Jesús, ví ángeles al lado de Él y ví el cielo, y había entrado a una casa de prostitución. Dios me dió una escritura al entrar ahí, Proverbios capítulo 6 advirtiéndole a la gente de no ir donde las prostitutas y que si iban su final iba a ser terrible en el infierno, y me dijeron: ¿qué te parece este escenario aquí? yo le dije: no, yo soy un hijo de Dios, quiero leerles las Escrituras que hablan de juicio que viene para personas que se meten aquí, y uno de ellos comenzó a temblar, yo le dije: esto es fornicación y él salió arrancando del lugar.

Yo seguí yendo de casa en casa ministrando a miles de hombres y mujeres, ministré a hombres de todos los países allí en esas casas de prostitución. Y entré en una de las casas y ví a una mujer, yo le pregunté: ¿tú hablas inglés? y me dijo: sí, yo le dije: Dios quiere liberarte y ella comenzó literalmente a llorar, yo le dije: ¿por qué estás llorando tanto? y llegaron otras mujeres, parecía que le estaba pegando y me dijeron: ¿qué le estás haciendo? yo les dije: yo les voy a decir lo que le dije, Dios puede liberarte, así que me dijeron: ven y entra a nuestro cuarto.

Así que ahí estaba el Pastor Doug con seis prostitutas en un espacio predicando el Evangelio. Y el Espíritu de Dios cayó en ese lugar, y una de las jóvenes dijo lo siguiente, dijo: señor tengo una historia que quiero contarte. Hace tres días yo clamé al Señor y le dije: Dios si Tú eres real envía un hombre de Dios a mi puerta.

Y yo sé que el Señor miró por toda Alemania y preguntó: ¿qué loco habrá en este país que pueda tomar esa tarea? y dijo: ¡qué bien, Doug está aquí! tantas cosas que yo hacía para el diablo ¿por qué no hacerlas para Dios ahora?

Al día siguiente me llevé a noventa cristianos a las casas de prostitución, por dos meses nosotros ministramos en las casas de prostitución, cientos y cientos de hombres y mujeres vinieron a Cristo, y alquilamos un taxi especial, estas mujeres escapaban de esas casas y las llevamos al campo para liberarlas de esa condición de vida.

Un tipo por ejemplo amenazó mi vida el que era dueño de una de estas casas de prostitución, me dijo: si vuelves mañana te vamos a matar, así que me di cuenta que era hora de cambiar mi estrategia, Dios me dió la estrategia que necesitaba. Me dijo: Ve y busca en el Salmo 150, comienza allí hablando de adorar a Dios y que cuando tú le oras al Señor Él le hace una emboscada al enemigo, Él va a atar sus manos y va a atar sus pies.

Así que diseñamos dos equipos, teníamos un equipo de adoración y decíamos: el trabajo de ustedes va a ser adorar al Señor mientras nosotros entramos en las casas de prostitución, ellos adoraban al Señor, cantaban y nosotros entrábamos a ministrar y predicar a todos, cientos y cientos de personas adicionales vinieron a Cristo, la Iglesia en Frankfurt creció, mujer tras mujer fue liberada.

Una vez dos hombres salieron cada uno de un prostíbulo y empezaron a insultarme, mi traductor dijo ni siquiera te voy a traducir lo que dicen no quieres saber, así que los dos cada uno se montaron en un carro y comenzaron en cada carro a insultarme, y al fina se chocaron el uno con el otro, y yo dije: Señor ¿qué está pasando?

Y el Señor me recordó entonces de un Profeta que se encontró con un gran ejército entonces rodeándolo, y el otro, su sirviente dijo: ¿qué vamos a hacer? y el Profeta Eliseo dijo: abre sus ojos, sus ojos espirituales fueron abiertos y pudo ver un gran ejército de Dios todo alrededor de ellos, estaban por todas partes.

Así que continuamos yendo a esos lugares porque Dios me dijo: He establecido confusión en el campo del enemigo. Si tú recuerdas el Señor cegó a un ejército completo, lo mismo sucedió en Frankfurt. El enemigo fue confundido y cegado, y no sabía qué hacer, así que tomamos la tierra para Cristo.

¿Qué has hecho tú para Cristo? Mis hermanos: podríamos estar aquí todo el día contándoles historias así, mi esposa puede avalarlas, porque según tú te entras en el río puede ser la cosa más loca pero tienes que decirle: sí Señor, estoy dispuesto, ¿amén? Boston necesita de Cristo.

¿Saben? yo he vivido aquí en Boston 10 años ya, vivo actualmente en Summerville en un área que se llama Winterhill, somos Juventud con una Misión Boston. En los últimos diez años y medio hemos visto a través de la predicación evangelística 28.000 personas en el área circundante de Boston venir a Cristo.

¿Saben por qué tanta gente no está recibiendo a Cristo en esta ciudad? porque nadie les está predicando ¿están de acuerdo?

Mis hermanos: si usted no le predica a esas almas, si no les hablas de Cristo su sangre está sobre sus cabezas, si trabajas todos los días con ellos y no les hablas de Cristo.

Yo trabajaba en la fábrica de acero en Pensilvania cuando era más joven, no conocía a Cristo, era miserable. Era un carpintero allí en la fábrica de acero, casi me suicido pero llegué a conocer a Jesucristo y Él cambió mi vida. Comencé entonces a ser consejero en las campañas de Billy Graham, yo estaba entrenando a los demás consejeros y vino un hombre a mí, y me dijo: Doug, ¿cómo estás? yo trabajaba contigo allí en la fábrica de acero, yo le dije: gracias a Dios, qué bueno verte, gracias a Dios que te has hecho cristiano, y él me dijo: no, yo era cristiano cuando me conocías allá, yo le dije: te voy a matar, tú eres un idiota, ¡yo me iba a matar! y estaba en el peor tiempo de mi vida y ¿por qué tú no me hablaste acerca de Jesucristo? ¿por qué no me dijiste algo? Él me dijo: no sé, y yo le dije: ¿sabes qué? tú no eres mi amigo, vete de mi alrededor.

¿Quizás alguien te pueda decir lo mismo mañana? Quizás alguien venga y te diga: yo he estado sufriendo todo este tiempo y tú no me has hablado acerca de Jesús, sean tus vecinos, compañeros de trabajo, en la escuela.

Hermanos: Jesús quiere que lo obedezcamos. Primer mandamiento en el Nuevo Testamento: Les voy a hacer pescadores de hombres, y el último mandamiento que el Señor le dió a Sus Discípulos: Vayan y prediquen el Evangelio a toda criatura. Y la última cosa que Él dice antes de irse del mundo, el Señor les prometió: van a ser llenos de poder y me serán testigos en Jerusalén, en Judea, en Samaria y en toda la Tierra.

¿Por qué nos da el Señor el Espíritu Santo? es para que seamos Sus discípulos, Sus testigos ¿amén? Él dijo: en Jerusalén, yo puedo imaginarme a los Discípulos diciendo: ¡ah, Jerusalén! eso es fácil, pero después el Señor dijo: Bueno, también en Judea, y ellos dijeron: pero Señor no hablamos con los gentiles, y luego dijo: y a Samaria, y ellos dijeron: pero Señor odiamos a los samaritanos, y entonces dijo: vayan a los extremos del mundo también.

Si uno ve desde el capítulo 1 de Hechos hasta el capítulo 8 hay como 30 años que transcurren en eso, la Iglesia nunca salió de Jerusalén, por treinta años se quedaron allí porque estaban disfrutando de conocer a Jesús, estaban pasándolo bien ¿para qué salir de Jerusalén? El Espíritu estaba moviéndose en Jerusalén, la gente estaba aceptando a Jesús, mi familia está aquí, mi iglesia está aquí, mi trabajo está aquí ¿para qué me voy a salir de Jerusalén?

Hum, quizás porque yo puedo obligarte a que vayas, así que en Hechos 8:1 y 2 pasa algo interesante, dice que vino una gran persecución sobre la Iglesia y las autoridades vinieron a sacarlos casa por casa, mataron a muchos de los cristianos, violaron a las mujeres y fueron esparcidos por todas partes, y dice la Biblia que fueron esparcidos precisamente a Judea, a Samaria, ¿no les dijo el Señor desde un principio vayan a estas ciudades y no lo escucharon? Por eso tienen ahora este caos, sus hogares destruidos.

Pero es interesante lo que hicieron estos Discípulos perseguidos. En el cuarto versículo dice que los Discípulos comenzaron a predicar la Palabra en esos lugares donde eran esparcidos, el Señor ama a todos y Él quiere que vayamos, y esos que no van experimentan depresión, falta de realización personal, los padres miran a sus hijos y dicen: ¿por qué mi hijo no está obedeciendo y siguiendo al Señor? porque tú no estás obedeciendo, no estás compartiendo el Evangelio con otros, entonces ¿para qué van ellos a compartirlo? Entonces vemos a nuestros hijos resbalándose y alejándose del Señor, y los vemos yéndose en otra dirección, y así te preguntas ¿qué pasó, qué hice de malo?

Por la Gracia de Dios yo puedo decir que mis hijos están prendidos fuego por el Espíritu Santo, sus esposos, sus esposas están prendidos fuego por el Señor, mis quince nietos todos están prendidos fuego por el Señor.

Yo he tenido aventuras por el Señor en 45 países del mundo, he metido biblias subverticiamente en la China, me agarraron, me quitaron el pasaporte, cuatro hombres me apuntaron al cuerpo directamente con ametralladoras, yo dije: Señor sería un buen momento para que me ayudaras.

Había una persona vendiendo helado y yo le dije a este tipo que me estaba molestando y persiguiendo: hey hace un calor tremendo, qué calor hace aquí. Tenía Biblias metidas en mi traje, 100 grados y yo tenía un traje puesto, y yo le dije: ese tipo está vendiendo helado, yo tengo como 50 dólares, yo les voy a comprar helado a todos los guardias, y ellos dijeron: ¡hagámoslo! (risas) así que yo los llevé donde estaban vendiendo todos los helados y mientras ellos estaban comiendo el resto de mi equipo metió 1500 biblias en ese lugar.

Yo quiero que tú tengas esas aventuras también, yo quiero que te metas en el río, yo quiero que descubras al Señor de la cosecha, ¿puedes decir amén? si puedes decirle: sí al Señor, quiero obedecer a Cristo, yo quiero entregarle a su Pastor una serie de DVDs de la organización Billy Graham, son DVDs evangelísticos, están hechos maravillosamente bien, duran 30 minutos y yo quiero que el Pastor, le voy a pedir que se los entregue a toda la Congregación, y usted puede invitar a un vecino, y él se va a salvar simplemente viendo la grabación.

Vamos a poner herramientas en sus manos, hay aplicaciones en el teléfono que yo quiero compartirlas con su Pastor. Tengo una aplicación que tiene todos los lenguajes del mundo con la Biblia así que si alguien no habla su idioma usted puede poner la película de Jesús y va a estar en ese idioma. Yo quiero poner estas herramientas en sus manos, se llama bible.is. Así que si usted habla con alguien de la India se la puede mostrar en su lenguaje con esa aplicación.

Hay una versión acortada de la película de Jesús para los niños, la otra es demasiado larga, enséñesela a los creyentes, mejor dicho a las personas adultas y eso los va a convertir y van a ser salvos. Una vez se la enseñé a treinta personas de Nepal y todos dijeron: yo quiero servir a Jesús. Queremos poner estas herramientas en sus manos, ¿amén?

¿Quieres escuchar a Jesús, Sus mandamientos? ¿quieres unirte al ejército de salvación de la gran comisión? Vamos a cantar una canción que dice: Toma valor, y cuando cantes esa canción toma valor, si tú quieres decir: sí, yo quiero unirme a ese ejército, ya no quiero ser un pantano, yo quiero que mi agua fluya, entre y salga, fluya, ¿sabes qué? cuando tú ves que el río fluye tu corazón se ensancha, se agranda, recibe más amor, más gozo, más paz, tienes la habilidad de ministrarle a más personas y de esa manera más agua puede fluir, más agua puede entrar a tu vida y de momento vas a tener fruto saliendo de tu vida a cada momento.

Así que mientras ellos dirigen esa canción si usted quiere unirse a ese ejército de salvación quiero que toda la Iglesia venga al frente y se esparza aquí. Y antes de que se vayan, hay hermanos que están nerviosos porque creen que no vamos a tomar las ofrendas.

Mientras ellos nos dirigen, ellos van a tocar algo, vamos a prepararnos hermanos. Yo les decía a los hermanos esta mañana así mismo: yo les he predicado antes; si va a haber una Iglesia que haga grandes cosas para el Señor tiene que haber un pueblo que le dé generosamente al Señor, las dos cosas van unidas ¿amén? porque para comprar materiales, hacer todas las cosas que una Iglesia como la nuestra tiene que hacer tiene que haber un pueblo generoso, un pueblo que sea radicalmente comprometido. Yo no puedo concebir que una persona radical comprometida con el Señor no haya comprometido también su bolsillo, sus finanzas, es uan contradicción.

El compromiso con Cristo involucra también un compromiso financiero, y si tú no puedes recibir eso está bien, no te preocupes, si tú no estás todavía en los caminos del Señor tampoco te preocupes.

Ahora: para los que creen en Cristo, los que conocen al Señor, los que saben el Reino de Dios sabemos que el Señor cuando le dijo al joven rico por ejemplo: hey, ¿tú quieres ser salvo? vende tus bienes, dáselos a los pobres y sígueme. En otras palabras el Señor quería asestarle un golpe mortal a ese apego al dinero que él tenía, y desgraciadamente ese joven no pasó la prueba, y prefirió su dinero, su posición social en vez de recibir ese gozo cuando uno le da al Señor su todo.

Yo quiero retarlos hermanos no solamente hoy sino siempre: si queremos ser esa Iglesia que tenga los recursos que se necesitan en esta ciudad para no tener que estar pensando; hay una hermana que me dijo: Pastor ¿por qué no ponemos un sign bien grande en alguna parte de la ciudad retando a la gente a que venga a la Iglesia, que venga al Señor? eso costaría miles de dólares, ¿tenemos el dinero? Ahora mismo nos falta porque necesitamos que más personas se alisten en las filas de los diezmadores, de los que dan generosamente al Señor.

Yo creo que si todos cargáramos un poco de la carga nadie tendría que sacrificar gran cosa porque todos cargaríamos el peso de una Iglesia evangelística como esta que tiene tantos ministerios, tantas cosas que hacemos para servir al Señor.

Así que yo quiero retarte: si tú quieres ir una de las primeras cosas que tú tienes que hacer es dar, pero primero tienes que darle tu corazón al Reino de Dios, si tu corazón está unido al Señor tu dinero va a fluir sin ningún problema.

 

Una vida de persistencia

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Mateo 15 versículos del 21 al 28, son dos pasajes que están vinculados el uno al otro, uno se encuentra en el Evangelio según San Mateo, el otro se encuentra en Marcos también, son pasajes que relatan el mismo evento pero con perspectivas complementarias, y quiero hablar acerca de, voy a completar un ciclo sobre la oración. Este es el cuarto mensaje, creo que nos había denegado ya varias veces acceder a que nosotros pudiéramos usar esos estacionamientos que de tanta bendición han sido a través de los años para nosotros.

Ninguna iglesia prácticamente en la ciudad de Boston, iglesia urbana en el centro de la ciudad tiene el beneficio que tenemos nosotros de tener acceso a tanto espacio para estacionamiento y todo eso fue como resultado de un tiempo de oración que nosotros tuvimos donde una hermana que conocía de nuestra situación, a través de nuestras oraciones, ella oyó, miembro de la Iglesia, y eso movió un montón de factores que terminó atrayendo la presencia del mismo alcalde de la ciudad de Boston acá.

Antes de eso inclusive yo les he dicho que cuando nosotros llegamos acá esos espacios allí estaban destruidos, esos lotes donde nosotros nos estacionamos, y poco tiempo después que llegamos acá supimos que el departamento de alcantarillados iba a relocalizar todas sus facilidades y toda su planta física para estar aquí mismo al lado de nosotros, y cuando yo supe que ellos venían para acá y que ellos iban a habilitar esos espacios para estacionamiento yo sentí claramente que el Señor estaba respondiendo a nuestras oraciones, porque desde ya nosotros estábamos pensando: ¿qué va a pasar cuando nuestra Iglesia siga creciendo, cómo vamos a encontrar estacionamiento? y en ese tiempo ni siquiera la ciudad de Boston había puesto en estas áreas estacionamiento solamente para residentes, pero aún así ya yo me preocupaba por eso.

Y el Señor respondiendo nuestras oraciones, justo en esa semana había una oración como en todos esos tiempos en que habíamos orado, yo pienso que el Señor reubicó algo tan grande como una agencia de la ciudad; perdónenme si yo sueno presuntuoso pero ¿cuántos creen que Dios puede hacer cosas extraordinarias? Dios cambia el corazón de una ciudad para bendecir a Su pueblo y de tanta bendición que esta Congregación ha sido.

Y en respuesta a la oración, diga: insistencia, porque de eso se trata este pasaje, del hecho de que cuando nosotros venimos ante la Presencia de Dios tenemos que ser insistentes, tenemos que ser atrevidos porque yo, generalmente no me gusta estarle pidiendo favores a nadie ni tocando puertas, es contrario a mi temperamento, pero sabiendo de la necesidad de mi Congregación llamé al departamento de alcantarillado varias veces y varias veces me lo negaron, la última vez en una forma un poquito descortés, pero el Señor escuchó nuestras oraciones, movió el corazón del rey, en este caso el corazón del alcalde Menino para interceder a favor de nosotros, no interceder, él les ordenó prácticamente que cedieran esos espacios y hoy podemos disfrutar de ese maravilloso recurso que tenemos allí.

Y ¿sabe qué? no se lo diga a nadie, les voy a decir algo aquí. Sabe que yo creo que pusieron ese hotel allí, el Humpton Inn, yo creo que Dios tiene un propósito con él también y con nosotros, yo creo que un día vendrá gente y se va a hospedar allí cuando vengan a conferencias y a otras cosas por lo que Dios va a hacer aquí, y Dios ha ido preparando este lugar estratégicamente, y cuando nosotros llegamos aquí esto era un gran infierno, y Dios ha ido arreglando todo esto.

Hoy en día yo me sorprendo de que la última vez que yo fui al aeropuerto, salí de aquí de la Iglesia en la noche el miércoles a buscar nuestra hija que venía de un viaje en Washington y me tomó seis minutos llegar hasta el Logan Airport, estamos en el centro de todo aquí, si queremos ir al downtown estamos ahí a tres o cuatro minutos en buen tráfico, etc. Este es un lugar muy céntrico hermanos, el centro de la ciudad, pero no era así el centro cuando nosotros llegamos acá, al contrario, nadie quería venir a este sitio. Pero cuando Dios da la visión y cuando hay un deseo de que el Reino de Dios sea expandido, y estamos dispuestos a ser sacrificiales Dios entonces nos bendice, nos despertamos un día y estamos rodeados de gloria, cuando uno ama al Señor de esa manera, porque para nosotros no fue una promoción, fue una democión venir a este lado.

Nosotros estábamos como ustedes saben antes en Cambridge en una área muy escogida y muy elegante de la ciudad de Cambridge que Dios nos había regalado pero escogimos venir aquí porque sabíamos que había una misión que cumplir acá. Entonces cuando le damos a Dios Dios entonces se goza en bendecirnos y prosperarnos. Hoy en día esta es una de las áreas más cotizadas de aquí de la ciudad de toda la ciudad de Boston para gloria de él y todavía no hemos visto todo lo que Dios puede hacer.

Pero quiero decirles hermanos que Dios responde a un pueblo que ora, Dios responde a un pueblo que cree que Dios puede hacer grandes cosas a favor. Dios responde a un pueblo que insiste y que se atreve a tocarle la puerta al rey, y a entrar como Esther en la recámara donde no te han invitado porque hay que presentarle una petición urgente al rey, y Dios prepara el corazón del rey en respuesta a nuestras oraciones, y este es un pasaje que nos habla de venir ante la presencia del rey y presentar nuestras peticiones a veces cuando el rey no quiere escuchar de nosotros.

Si usted lee otro pasaje complementario en Marcos usted se da cuenta que Jesús no quería que nadie supiera dónde estaba cuando esta mujer se acercó a Él, Él estaba buscando un descanso. Y como pasó tantas veces cuando el Señor no estaba esperando venía una de esas personas desesperadas y atrevidas, y ella vino de esa manera intempestiva, y le dijo al Señor: Señor tengo un problema, tengo una necesidad, como lo hizo Bartimeo, como lo hizo la mujer con el flujo de sangre, acabo de poner mis notas a un lado y les voy a predicar solo en el Nombre del Señor.

Esta mujer y el diálogo que ella tiene con Jesucristo ejemplifican valores y principios importantes de la vida de oración y de cómo relacionarnos con Dios. Lo primero que yo veo en esta mujer es esa idea de urgencia, y muchas veces Dios no va a contestar nuestras oraciones hasta que nosotros no nos sintamos desesperados. Es más, Dios a veces escucha nuestras oraciones como así a medias, genéricas y Él dice: Voy a esperar hasta que tú llegues al punto de desesperación, porque al Señor le gusta que nuestras oraciones sean claras y sean específicas, por eso en la Biblia hay tantas situaciones donde Dios responde a gente que tiene un sentido de urgencia.

Y por eso yo le digo a veces a las personas: mira, si tú no estás dispuesto a incomodarte y salir aunque sea de tu asiento para recibir una bendición de Dios, ah porque yo, Dios me puede bendecir aquí igual que me bendice allá, y a veces tengo que pasar por encima de la gente para salir del asiento; hay algo cuando uno hace esos gestos simbólicos que desata el Poder de Dios.

Dios quiere que nosotros aprendamos que la oración es ultra importante, cuando nosotros le damos tiempo e importancia a la oración. Muchas veces yo me acuesto temprano porque tengo que levantarme temprano para orar, no es por ninguna otra razón, porque yo sé que si quiero orar tengo que hacerlo en las horas tempranas en la mañana porque si no el resto del día no lo voy a hacer, es decir uno tiene que planificar para orar. Ahora si la oración es algo que tú haces mientras estás comiendo un sandwich a la hora del almuerzo entonces yo creo que, eso tiene que ver, porque a Dios hay que darle, a Dios le gusta que nos vistamos bien para venir ante la Presencia del Rey, si el Rey te convoca será mejor que tú vayas bien vestido y así tiene que ser con la oración, y Dios responde a ese sentido de urgencia y de necesidad. Esta mujer tenía la bendición por así decirlo de que tenía una gran crisis en su vida.

Esta mañana yo prediqué ese mensaje y se me acercó una mujer africana, y me dijo: Pastor, su oración me bendijo, ella es nueva en la Iglesia, me dijo: mi hija vive en un país de Europa, ella es una mujer ya crecida y desarrollada, y tiene un demonio que la persigue por decirlo, sexualmente, tales cosas existen, yo he conocido personas en esa situación, y que la posee, tiene un sentido de posesión de ella, esta, gracias.

Y me dijo: ore por favor para que Dios la sane. Estos no son cuentos de hadas, son cosas muy reales, y esta mujer aquí dos mil años atrás tenía una situación parecida, su hija estaba poseída por un demonio, y ella tenía el beneficio de que esa energía que ella tenía, ese amor que tenía por su hija la impelía y le daba un sentido de urgencia.

¿Ustedes recuerdan que yo he dicho muchas veces que hay que tener pasión para orar y hay que llevar la petición a un nivel de gran concentración para que Dios muchas veces responda? Y he aludido a esa oración de Jabes donde dijo: ¡oh, si Tú me bendijeras y ensancharas mi territorio, y si Tu Mano estuviera conmigo, y me libraras del mal” y dice que el Señor le otorgó lo que pidió, y yo he dicho que ese ¡oh! de Jabes era un ¡oh! de: “estoy harto Señor, necesito una intervención de parte Tuya”. Tenemos que llegar a ese ¡oh! para que Dios responda, tenemos que darle importancia al venir delante de la Presencia del Señor.

Y tenemos que presentarle al Señor una petición concreta, una petición específica, ella vino delante del Señor y le dijo: Señor mi hija está gravemente afligida por un demonio. Fíjese que lo primero que ella dijo fue: Señor ten misericordia de mí, Señor hijo de David ten misericordia de mí y eso fue como la antesala a la oración.

Bartimeo le dijo lo mismo al Señor Jesucristo cuando iba caminando por la calle, Señor ten misericordia de mí, y le dijo a los discípulos: déjenlo acercarse, y entonces le preguntó: ¿y qué tú quieres que Yo haga? Señor, que recobre la vista, esa es la segunda parte siempre de la oración, es cuando le presentamos al Señor una oración concreta, una oración específica, y tenemos muchas veces que decirle al Señor con lujo de detalle lo que queremos que Él haga por nosotros, y tenemos que tomarnos tiempo, y muchas veces el Señor nos va a llevar artificialmente a ese punto.

Y yo creo que ese diálogo que el Señor establece con esta mujer es precisamente para llevarla a ese punto de enfocar su oración y de trabajarla, y desarrollarla delante de Él, y por eso es que el Señor le da ese rechazo inicial. No es porque el Señor hubiera venido a predicarle a todo el mundo, Él dice: Hija, yo solamente he venido para los hijos de Israel, pero el Señor en otras ocasiones hizo claro que Él había venido para salvar a los perdidos.

El Señor mandó a los discípulos a ir por todo el mundo a predicar el Evangelio y en Su primera aparición pública el Señor dijo: Me ha ungido para traer buenas nuevas a los presos, a los ciegos, a los que están deprimidos, Él no hizo acepción de personas. Él sanó al hijo del siervo del centurión por ejemplo y otras ocasiones en que Él ministró.

Cuando Él le dice: Yo no he sido llamado sino a las ovejas de Israel yo creo que lo estaba haciendo para provocar en ella una reacción para llevarla a través de un diálogo, porque primeramente Él sabía que ese texto iba a ser usado por muchas generaciones a través de los siglos para entender muchos principios de relación con Dios, para aprender a orar efectivamente, el Señor era un maestro sublime. Y entonces Él estaba trabajándola a ella para llevarla a ese punto de que una palabra de fe saliera de sus entrañas, una palabra certera saliera de su corazón y así pasa muchas veces con nosotros, Dios, cuando entramos en oración, por eso no podemos subestimar la complejidad de la oración.

Este texto nos enseña que la oración es una ciencia y es que la oración es una ciencia, y muchas veces porque subestimamos la complejidad de la oración, y que la oración muchas veces está destinada para cambiarnos a nosotros primeramente y a enseñarnos cómo relacionarnos con Dios, a iluminarnos acerca de la verdadera naturaleza de nuestras luchas que estamos presentando ante el Señor al desarrollarlas delante de Dios bajo esa iluminación del Espíritu Santo el Señor está no solamente queriendo responder a nuestra necesidad inmediata sino también llevarnos a un nivel más alto, más profundo de relación con Él.

Y por eso yo siempre digo que la oración no solamente cambia el corazón de Dios sino que cambia nuestro propio corazón. Para mí orar, quizás yo he usado esta imagen antes, es como sentarme en el couch, en el sofá de un psiquiatra y allí yo cierro los ojos y comienzo a hablar con Dios, y me doy cuenta que mi psiquiatra divino está escuchando mis oraciones, y que el mismo acto de yo presentar mi necesidad delante de Dios es como un acto de psicoanálisis y de sanidad interior donde yo en un sentido saco y echo fuera mis demonios presentando mis necesidades delante del Señor y desarrollando mis peticiones delante de Dios, a mí me gusta tomarme tiempo.

Y yo creo que esta parte en que el Señor le dice a ella: mira, Yo no he sido llamado para sanar gente como tú, y ella le responde, y entonces el Señor le responde, ese momento está diseñado para mostrarnos que la oración es interacción también entre Dios y nosotros. Así como esta mujer no simplemente le dijo, el Señor la sanó y se fue ya feliz y contenta, el Señor, porque la oración es proceso, y lo que yo veo aquí es que este momento es un proceso; el Señor habla, ella escucha, responde y entonces el Señor responde y vuelve ella a hablarle, y finalmente entonces viene la Palabra, no es una lista de compras que uno hace y uno ve eso continuamente en la Escritura.

Cuando la mujer con el flujo de sangre se acerca secretamente al Señor y extiende su mano, y toca el borde del manto de Jesús, y siente que una descarga sale de Jesús, y entra a su cuerpo, y ella sabe que ha sido sanada ¿qué hace ella? ¿ella se va a escurrir calladita y piensa volver otra vez a su vida secreta, anónima, solitaria donde ha vivido bajo doce años de rechazo porque es impura? tiene un flujo de sangre y eso la hace impura. Acostumbrada a su anonimato, acostumbrada a su soledad ella piensa: bueno, recibí lo que necesitaba y ya me voy para mi casa porque tengo lo que necesito, y el Señor le dice: no es tan fácil, venga acá, quiero hablar con usted.

¿Quién me tocó? dice el Señor, los discípulos que siempre eran sencillos en su manera de pensar: pero Señor si todo mundo anda tocándote, esto es una multitud, dice: No, no, alguien me tocó porque poder salió de Mí, había fe en ella y el Señor sintió, fue un estremecimiento de Su Poder que salió de Él, y Él la llamó. Y dice la Biblia que ella le contó todo lo que había pasado en su vida, por eso es que sabemos quién ella es y por eso sabemos que había estado con muchos médicos y una cantidad de cosas, Él escuchó porque al Señor no le interesa solamente un resultado rápido, al Señor le gustan los procesos.

Y para mí lo más importante de la oración no es el resultado, es lo que pasa cuando tú hablas con el Señor, tú te sumerges en Sus aguas y entras en un diálogo con tu Papá, y al tú hablar con tu Papá tú sientes Su cariño, tú sientes Su cercanía, tú sientes Su Poder, y eso te sana, te ministra, tú hablas acerca de tu necesidad y el Señor está allí sentado también tomándose Su café con leche sentado contigo y escuchando tu petición, y deleitándose en conocer así con intimidad lo que está pasando, Él lo sabe pero Él quiere escucharlo de ti, como uno conoce la psicología de un niño de un año pero qué bueno cuando ese niño se sube a tus piernas y tú lo acaricias, y estás allí sintiendo su calor, eso es bello.

¿Y sabe que Dios es así? a Dios le gusta pasar tiempo con nosotros. Esta mujer en su diálogo con Jesucristo Él no quiere que se vaya, Él puede dar ya una Palabra para que se sane su hija, ¡no lo hizo! Él quiere conocerla, Él quiere saber un poco más acerca de ella, Él quiere deleitarse en esa manifestación de fe que sale de su corazón. Él quiere también bendecirnos a nosotros dos mil años después leyendo este pasaje sacándole un poco más de texture, de textura, de riqueza a ese momento porque Dios es un artesano y los artesanos no solamente se deleitan con el producto final, sobre todo se deleitan en el proceso creativo mismo. Y cuando tú te tomas tiempo para desarrollar las cosas y dices: no, no, espera, cógela suave, no vayas tan rápido, quiero oír más de ti, al Señor le gusta.

Uno de los pasajes más maravillosos de la Escritura es en el Libro de Génesis en el tiempo de la creación, dice que Dios descendió para tener comunicación con Adán y Eva. Yo no sé cómo era eso, si fue un viento suave, fue una presencia que se condensó, la divinidad en una epifanía como se llama en la teología, no sabemos, el caso es que Dios estaba buscando a Adán y Eva para tener comunicación con ellos y no los encontró.

Pero esa idea de Dios descendiendo al jardín para hablar y comunicarse con Adán y Eva nos muestra algo y es que a Dios le gusta tener comunión con su criatura y la oración es el mejor espacio para eso, cuando tú te tomas tiempo para desarrollar tu petición.

Una madre con un hijo pródigo y resistente al Señor que está en caminos malos y destructivos viene ante el Señor, y no es cuestión de que le diga al Señor: Dios mío tú conoces a Juaniquito, bendícelo y ten misericordia de Él, no, esa madre debe tomarse tiempo. Señor: te presento a Juanito, Tú conoces su corazón, Tú sabes cuán rebelde ha sido a Ti, y yo sé que te ha ofendido pero Tu eres un Dios de misericordia, Tú lo dices en Tu Palabra, recuerda cómo el hijo pródigo fue bendecido y perdonado por su padre. Señor te pido que toques su corazón, sana su vida, cámbialo, mira esos muchachos con quienes él está que lo están llevando por un camino equivocado, establece una pared en el Nombre del Señor entre ellos y Juanito.

Trata con su corazón, yo sé que él ha sido herido por la ausencia de su padre, yo sé que tiene rebeldía contra la autoridad porque su papá abusó de mí y de él también, y de mis otros hijos. Padre cambia su corazón rebelde y sánalo para que él pueda sujetarse a la autoridad y buscar de Ti, y Tú sabes Señor que hay un linaje en su familia de perdición y que hay una maldición generacional de alcoholismo, de drogadicción, de abuso físico, de sexualidad desaforada. Padre yo te pido: quebranta en el Nombre de Jesús esa cadena de maldición familiar y te pido que lo sanes, y que lo hagas una nueva criatura, y establezcas una nueva generación con él, yo lo reclamo en el Nombre de Jesús para Ti Señor y declaro que Él será un gran hombre de Dios, y que te servirá todos los días de su vida.

Que así como el diablo ha querido, y alguien tal vez está orando esa oración por su hijo, así como el diablo ha querido gozarse en su perdición yo declaro que Tú le sacarás provecho mil veces en el Nombre del Señor y lo usarás grandemente para Tu gloria y Tu honra. Y Padre si yo lo he ofendido, y si lo he descuidado, y si hay algo en mí que ha contribuído a esa situación perdóname a mí primero Señor, y yo te pido perdón, y te pido que me des sabiduría.

Yo podría estar aquí diez minutos hermanos orando por Juanito sin conocerlo, y así tiene que ser nuestra oración porque la oración está vinculada a una, y mientras tú oras el Espíritu Santo te va a ir iluminando ¿sabes? y te va enseñando: Sí, ora por esa situación con su papá, ora por esa rebeldía, ora por esa herida, ora por esa masculinidad insegura, y entonces tú estás enviando bendición, bendición en esas diferentes áreas, y tu oración deja de ser simplemente una lista de compras y se convierte en un diálogo, y el Señor está allí escuchando y dice: Dame más, dame más, quiero escuchar más de ti, voy a responder.

No solamente estás orando y pidiendo por tu hijo, tú estás profetizando y declarando cosas también. Y Padre: te doy gracias porque ya es un hecho, yo lo veo sanado, yo lo veo restaurado, yo lo veo un hombre fuerte en el Espíritu, yo lo veo haciendo proezas en el Nombre de Jesús para gloria Tuya y rescatando a otros jóvenes que están en la misma situación, gracias Señor te glorifico, gracias porque Tú eres misericordioso y no dejas a los tuyos en vergüenza, yo sé que ni una sola palabra que yo he dicho delante de Ti caerá en tierra sino que Tú cumplirás todo lo que yo he declarado.

Esa es una oración desarrollada desde las entrañas hermanos, es diálogo, es palabra de amor, es validación de la Gracia de Dios, es sanidad, es psicoanálisis personal, es sanidad que fluye a través de nosotros, todas las cosas y el Señor está allí y dijo: ¿sabes? me gustó tanto esa oración que quiero que vuelvas mañana y sigas un poquito más, no te la voy a contestar todavía porque me gustó lo que me dijiste, esa canción quiero que me la cantes otra vez.

Pero ya Dios está comenzando a obrar en Juanito ¿sabe? ya la Palabra comenzó, ya su corazón, Juanito allí en otra parte de la ciudad de momento ¡pin! algo le pasa en su espíritu. Una cosita, un pequeño mover del Espíritu de Dios, una insatisfacción leve con el estilo de vida que él está viviendo, algo que le desagrada de momento en la conversación que está teniendo con su amigo, y dice: hum ¿qué será eso? y vuelve otra vez, y continúa; algo pasó, se plantó una semilla, ya Dios comenzó a obrar, ya Dios comenzó a crear circunstancias alrededor que van a cambiar la vida de Juanito, eso es parte hermanos de lo que pasa.

Esa es la oración y eso es lo que yo veo aquí en este diálogo entre Jesús y esta mujer cananita, es el Señor provocándola, azuzándola, yo quiero ver lo que hay dentro de ti, si yo te digo que eres un perro prácticamente y que no mereces la comida que sale de la mesa, vamos a ver que Yo voy a ver si tú quieres verdaderamente lo que me estás pidiendo o si te vas a ir ofendida porque no te gustó lo que Yo dije, gloria a Dios que ella se quedó.

Pero el Señor le dijo: La comida de los hijos no es para los perrillos, y el Espíritu Santo yo creo que le dió a ella la respuesta precisa: bueno Señor está bien, si Tú me quieres golpear amén, Tú eres Dios, pero recuerda algo Señor, que aún los perrillos, ¿Tú me dices que soy un perrillo y que mi hija es una perrilla? bueno, recuerda que aún los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa.

¿Qué pasó allí? ahí hay un principio de oración muy poderoso y es lo que yo llamo los procedimientos judiciales de Dios, que Dios obra por medio de Su Palabra, y lo que nosotros estamos viendo aquí en persona es algo que nosotros lo vemos en medio de las promesas de Jesús y todo esto: la Biblia es un documento legal, la Biblia es una constitución, la Biblia es un compromiso viviente que Dios ha hecho con Su creación. En todos estos relatos, todos estos pasajes, todas estas promesas, todas estas declaraciones en los diferentes Libros del Nuevo Testamento y del Antiguo, todo eso es el compromiso de Dios con Su creación, las expectativas de Dios en Su creación, las obligaciones y privilegios, todo está codificado aquí.

Este es un universo que Dios creó que si uno lo mira en su abismo le da náuseas de lo grande y lo profundo que es, la Biblia es así, y cuando nosotros oramos debemos orar desde la plataforma de lo que está Escrito, por eso es tan importante que seamos un pueblo de la Palabra.

Hermano: si usted quiere ser maduro en la fe métase en la Biblia, léala de cabo a rabo, léala varias veces a través de su vida, memorícese pasajes enteros si usted puede, versículos que usted pueda recordar en su ADN que esté programado allí, si usted se siente débil debe decir: todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Si usted ha ofendido al Señor que usted recuerde que Dios dice: venid y estemos a cuenta, si vuestros pecados fueren rojos como la grana vendrán a ser blancos como blanca lana, que si usted está enfermo que la Palabra dice: Jehová es mi sanador, que si usted tiene necesidad dice: nada faltará a aquéllos que confían en el Señor, si usted se siente tímido cuando quiere hacer algo y no sabe si va a salir bien o no usted recuerde que la Palabra dice: no serán avergonzados cuantos en Ti confían, and on, and on, and on, and on.

¿Se siente culpable? usted diga: si Dios justifica ¿quién condenará? el que no escatimó ni siquiera a Su Hijo ¿cómo no nos dará juntamente con Él todas las cosas? Si usted siente que lo que está pidiéndole al Señor es demasiado grande recuerde que Dios dice: clama a mí y Yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.

¿Se siente deprimido? recuerde lo que dice la Palabra: por nada estéis afanosos sino sean conocidas todas vuestras peticiones con toda oración y ruego, y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento mantendrá vuestros corazones en Cristo Jesús. Si se siente ansioso recuerde que la Palabra dice: Tú guardarás en perfecta paz a aquél cuyo pensamiento en Ti permanece.

La Palabra tiene que estar viva en usted y usted tiene que ser como un abogado que cuando se presenta ante la corte lleva la constitución en su mano y los precedentes legales que tienen que ver con el caso suyo, y usted saca de su repertorio los precedentes, y le dice al juez: sí señor juez, yo vengo aquí para mi cliente y esto es el precedente, mi caso está presentado conforme a ese precedente y yo digo que él no es culpable, y que merece la consideración de la corte, y el juez aunque no esté dispuesto o de mal humor dirá: tiene razón, esa es la ley del estado y yo respondo a su necesidad positivamente.

Cuando el Señor le dice a ella: no es justo darle la comida de los hijos a los perros ella dice: okay ahora te agarré, y le dice: sí Señor pero aún los perrillos comen de las migajas, y el Señor se ríe y le dice: me agarraste, me agarraste, y yo creo que le salió al menos una sonrisa de placer, e iba a decir una ilustración pero no la voy a decir porque creo que no conviene que es muy parecida a eso.

A nosotros nos deleita cuando nuestros hijos y nuestros pequeñitos dicen algo que puede parecer insultante para otros pero para nosotros es indicio de confianza y de una ocurrencia, los muchachos tienen esas ocurrencias que nos deleitan, y el Señor se agrado de la ocurrencia de esta mujer. Y Él dijo: la verdad que tu fe es grande, hágase contigo conforme a tu petición, ahora mismo tu hija; vete, vete que ya tu hija está sanada.

La Palabra de la mujer fue lo que sanó a la hija ¿sabe? la Palabra de la mujer cuando entró en contacto con el Poder de Jesús a cuántos kilómetros de distancia, no sabemos, experimentó una sanidad inmediata porque su Palabra, ella vino con la palabra justa, el Señor provocó en ella esa petición precisa, esa formulación de un principio espiritual que el Señor vino a buscar lo que se había perdido, que el Señor a veces cuando más distantes estamos de merecer algo es cuando Él más nos da, la gracia, ¿qué es gracia? Gracia es cuando alguien que no merece recibe algo y esta mujer no merecía la sanidad de su hija, no era miembro de la comunidad de Israel, no conocía al Dios verdadero, es más ni siquiera conocía a Jesús verdaderamente, ella veía a un mago que hacía milagros, no tenía una teología desarrollada, no sabía que era el Mesías prometido por Dios, Dios hombre, ella no sabía nada de eso, simplemente tenía una mentalidad mágica que sabía que este hombre, había algo en Él.

Como el que estaba en la cruz y dijo: Señor acuérdate de mí cuando estés en Tu Reino y el Señor dijo: está bien, te daré vacaciones eternas allá en el cielo conmigo, Él no sabía quién estaba allí, sabía que era un hombre justo, un hombre poderoso y eso era todo. Dios nos da lo que no nos merecemos, y por el principio de la Gracia, ella apeló a él, y el Señor contestó su oración, y por su fe su hija fue salvada.

Eso es lo que les estoy diciendo hermanos por eso es que tenemos que tomarnos tiempo, la oración es como un tanteo de un ciego, es como una exploración, tú entras a la oración y te das tiempo, comienzas a dar vueltas. Es como un músico buscando la melodía precisa, comienzas a tocar y a experimentar diferentes cosas, a que fluya el agua, fluya la emoción, fluya la inspiración y de momento encaja con la melodía precisa.

Cuando tú entras a la oración es así, quizás estás duro y los aceites están secos y endurecidos por falta de uso, pero cuando tú los sometes al calor de la Presencia de Dios tú comienzas a fluir en adoración, recitas un versículo, lees un Salmo, Señor: calienta los aceites, que Tu Palabra fluya y entonces cuando tú comienzas a orar y a clamar al Señor el mismo Espíritu Santo te va dando las palabras y te va dando la petición precisa, y esta mujer descubrió ese principio, que la oración es una ciencia y hay que insistir.

Todo el mundo le decía: cállate, el Señor no tiene tiempo para ti, ella rompió la barrera y siguió insistiendo, y el Señor la atendió. Es una ciencia, requiere enfoque, requiere visión a largo plazo, requiere humildad, requiere persistencia, requiere pedirle al Señor la palabra justa y pedirle al Espíritu Santo que nos ilumine. Señor: no sabemos ni siquiera cómo orar, muéstranos cómo orar, necesito Tu bendición y Tu inspiración, pero yo sé que Tú eres un Dios misericordioso y aquí estoy presentándote mi necesidad.

Tómate tiempo, apela a los principios de la Escritura que ya debes conocer por medio de la lectura de esa Palabra, pídele al Espíritu Santo que te guíe, no te canses porque no te contestó ese día, quizás el Señor está esperando a que llegues al punto preciso o quizás la oración ya fue contestada y quizás ahora el mundo tiene que alinearse y reorganizarse alrededor de tu petición, y eso se toma tiempo, Dios va a tener que cambiar una agencia de una parte de la ciudad a otra parte y construir, y renovar, alimentar, se toma tiempo, y entonces que venga el hombre preciso para darte acceso a esos lugares que Él ha preparado para ti, y que con tu fe tu has pensado: eso es para mí, que tú te atreves.

El Señor usa tu oración, usa tu fe, usa tu capacidad de pensar a largo plazo, tu paciencia, tu humildad, tu atrevimiento de creerle a Él y todas esas cosas se unen para producir el milagro de una oración contestada.

Vamos a hacer un poco de oración hermanos, bajemos nuestras cabezas, recibamos del Señor ahora, pídele al Señor que te haga ahora un hombre, una mujer de fe, un hombre, una mujer de oración, que sepa arrancarle al Señor la bendición. A Él no le molesta que venga su hijito, su hijita frágil y le quite el pan de la boca misma, y Él se ríe y dice: está bien, cógelo muchacho, pero tenemos que clamar a Dios y tenemos que pedir al Señor, y creer que Él es fiel, justo y bondadoso para galardonar a aquéllos que creen en Él, y hay que esperar, hay que esperar y hay que esperar, la respuesta se tomará años y décadas posiblemente, Abraham tuvo que esperar 25 años comenzando a los 75 para tener un hijo.

Las oraciones a veces mientras más grandes y ambiciosas más tiempo se toman, mientras más grande el milagro más fuerza tenemos que acumular para recibir de Dios lo que Él quiere darnos. Dios quiere un pueblo maduro, un pueblo entendido, Dios quiere un pueblo profundo para moverse poderosamente a favor de aquéllos que tienen un corazón perfecto para con Él y le creen lo suficiente como para clamar y agonizar delante de Él, eso es lo que yo quiero ser delante de Dios y que Él me dé persistencia a largo plazo, duración a largo plazo, y no dejarme ahuyentar por la primera negativa o por el primer día de dilatación, y seguir clamando al Señor.

Oh Señor ayúdanos a ser como esta mujer cananita, ayúdanos a honrar Tu Palabra con una vida de persistencia Señor, y apelamos a Tu Espíritu Santo, hay peticiones que tenemos en nuestro corazón cociéndose a fuego lento durante décadas y pedimos Señor: acuérdate de nuestras oraciones que hemos traído delante de Ti, responde Señor, necesitamos una respuesta de parte Tuya.

Yo pido que este pueblo sea llenado Señor con una fe peligrosa, una fe militante Señor, una fe que le pide a Dios por cosas grandes y ocultas, en el Nombre de Jesús declaramos Tu gracia sobre nosotros, esta Iglesia que aprenda a ser una Iglesia de valor y de oración, una Iglesia que aprecie y que valore los lugares de intimidad Contigo Padre, gracias Señor, en el Nombre de Jesús, gracias Padre, en el Nombre de Jesús, amén y amén, Dios les bendiga mis hermanos.

Discernir los nuevos tiempos

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Levante sus manos al Señor. Gracias, Padre. Te damos gracias por tu presencia aquí, por un espíritu de sabiduría y revelación en tu conocimiento, Señor. Sopla en nuestros corazones ahora, Señor. Que tu te reveles en una manera fresca, en una manera nueva, que nos demos cuenta de los nuevos tiempos en que vivimos y que no nos quedemos atrás sino que avancemos según tu ritmo sobre la tierra, Padre.

Gracias por despertarnos por un tiempo como este, Dios, para lograr cumplir tus propósitos por los cuales fuimos nacidos, Señor. Te pedimos que nos des gracia esta tarde en el nombre de Jesús amén.

Un placer siempre venir. Cada vez que vengo a León de Judá percibo que hay un peso en este lugar de la gloria y la presencia de Dios, de propósitos del Reino de Dios, no tanto por mis queridos amigos pastores Miranda, sino también por algo que Dios tiene para ustedes muy especial que no es solamente el hecho que estén aquí, sino las razones por las cuales los trajo aquí. y más ahora que precisamente que vivimos en tiempos tan distintos. Quién se hubiera imaginado hace 2 años, si hubiéramos dicho que todos los que estábamos como perfil mundial estuviera pasando ahora, nadie lo hubiera creído.

Y sin embargo, todas estas cosas podemos confiar que el Dios soberano está totalmente al mando. Amén. Pase lo que pase, sigue estando en el trono y sigue estando moviéndose en las naciones. Y quiero decirles este año, estaba compartiendo con el pastor Roberto, que he estado a full viajes desde hace varios años y había tomado la decisión de viajar menos este año, pero este año estuve en 7 naciones en enero y empecé en las Filipinas y por Romania, y Albania.

De hecho es un privilegio de ver todo lo que el Señor está haciendo alrededor del mundo pero quiero decirles algo, que Estados Unidos y nosotros aquí, como pueblo hispano en Estados Unidos, no está afuera del contexto de los vientos que están soplando alrededor del mudno, que Dios está soplando algo muy distinto, una corrección histórica a muchos de los patrones y ciclos que veníamos cayendo como pueblo cristiano y como poblaciones mundiales. Un sentido de quitarle o pincharle el caucho a un movimiento global para verdaderamente levantar el sacerdocio individual del creyente y la potestad sobre el individuo de poder elegir por sí mismo el camino que debe caminar.

Ahora, eso tiene una espada de doble filo porque cuando tu das libre albedrío a alguien que tome decisiones, también tienes que darle libertad de que cometa errores. Digan amén. Y de darnos cuenta que si tu pasas la ilación para una cosa eso incluye todos los demás, no solamente los que están en tu partida o en tu equipo. Y Dios está ayudando a la iglesia a entender verdaderamente que Dios está atraído de nosotros, no por nuestra fuerza sino por nuestra debilidad.

Es como un imán que atrae la presencia de Dios que él perfecciona su poder y su potencia en nosotros en medio de nuestra actitud humilde de percibir y estar verdaderamente comulgando con lo que es débil en nosotros. Eso no nos hace ni nos justifica en nuestras áreas oscuras de nuestra vida… cuántos saben a lo que me refiero con áreas oscuras? Eso no significa que Dios no quiere tocar esos lugares, pero sí que Dios no es la figura que hemos pensado que es, que está esperando para que tu cometas un error, para disciplinarte o herirte o castigarte, pero que el corazón de Padre de Dios es siempre para levantarte del lodo, limpiarte y ponerte a caminar según sus propósitos.

Yo siento que estamos viviendo en un cambio de dirección del péndulo donde se está sustrayendo con tal fuerza alrededor del mundo, fíjense, que no solamente se trata de lo que sucedió en las elecciones aquí, sino también en un Brexit en Gran Bretaña, en 8 elecciones que este año van a tener en la Comisión de los Estados Europeos, de una Filipinas que elgió a un hombre que todas las encuestas decía que no iba a ganar, igual que en Guatemala, igual que en Perú, igual que en Argentina. Hay un cambio que está surgiendo alrededor de las naciones y en Estados Unidos no estamos fuera de ese cambio que Dios está trayendo.

Está librando, ya lo he dicho antes aquí, en el aniversario número 500 de la Reforma. Este año, en octubre 21, 500 años de la Reforma. Y cuál fue? Fueron muchos los frutos de la Reforma pero uno de ellos fue darle el albedrío y la capacidad al individuo de poder ir a Dios por sí mismo, sin otro mediador, sino Cristo, solo Cristo. Solo fe, solo escritura. Solo Cristo. Esa fue uno de los moveres históricos, hace 500 años.

Saben que dentro de 5 ó 10 años si sigue la corriente de salvación alrededor de mundo, de la gente que se está convirtiendo, la iglesia evangélica va a superar en número a la iglesia católica, primera vez en la historia. Déjenme decirles, eso es bueno pero a la misma vez hay una gran conversión y gran bautismo del Espíritu Santo en la iglesia católica. Dios se está moviendo a través de estos… muchos de ellos que quizás no tienen la teología correcta pero Dios los ama de todas formas. Dios se está moviendo en países musulmanes de increíbles maneras.

De hecho, ahorita hubo una reunión con gente con quien yo trabajo con uno de los ancianos, vamos a decir, de fuera de la China, de lo que es la iglesia subterránea en la China, casi 200 millones de personas. Hermanos, lo que está sucediendo en la tierra es increíble.

Vivimos en tiempos extraordinarios y Dios me empezó a hablar de esto hace varios años. Yo inclusive, la parte de los refugiados, yo lo viví en carne propia en Hungría cuando el día que aterricé hubo un tremendo zafarrancho, una sampablera, un tremendo relajo, todo esto sucedió cuando cruzaban de Serbia hacia Hungría y habían abiertos las puertas en Alemania, y abrieron por 3 días y las cerrarnos porque jamás se pudieron… no entendían el peso de lo que estaban haciendo.

Todavía no sabemos los tiempos que vivimos. Pero Dios está cambiando, moviendo nuestras brújulas, digan amén. Y entonces o lo vemos de manera defensiva o con temor o confiamos en un Dios bueno que tiene cosas mejores para nosotros.

Cualquier cosa que no es de fe no es de Dios y sin fe es imposible agradar a Dios. y este es el tiempo que vivimos. Por eso en ese contexto quiero hablar por ustedes, no uqiero pasar el tiempo hablando, he venido predicando una palabra… discernir los nuevos tiempos y qué significa eso para nosotros.

De hecho, hice una serie de 4 días en todo este tema que voy a darles en más o menos media hora, 4 mensajes en el nombre de Jesús. Y quiero empezar con esto, Señor ayúdame ahora. En el libro de Juan, el Evangelio de Juan es un libro que habla mucho de transiciones teológicas importantes para lo que era y lo que iba a venir del Nuevo Testamento. Por ejemplo, es el único Evangelio que habla de Jesús cuando vino del cielo a la tierra y no de la tierra al cielo.

Por eso es que Juan es distinto que los otros 3 Evangelios, porque Juan comienza con el Verbo que vino desde arriba y no de Jesús que vino a un pesebre, sino que vino la palabra de Dios y trajo al Hijo de Dios y los que eran de él y lo que él había creado lo resistieron y no lo recibieron. Así empieza Juan 1. Y en Juan 1 también vemos cómo Juan el Bautista había equipado y discipulado a sus discípulos de manera que cuando viniera aquel que estaba profetizando que iba a venir, que no se quedaran con Juan sino que cerraran esa puerta y siguieran moviéndose hacia donde Jesús quería moverse.

De hecho, Juan apunta 2 veces, la primera vez dice, este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, y la segunda vez dice, mira, ahí está el Cordero de Dios. y yo siento en este tiempo que es un tiempo bien profético y muy apostólico, porque Dios no solamente nos va a dar revelación fresca sino nos va a enviar a poder darle al mundo tanto que hemos estado recibiendo nosotros.

Y Juan le dice a sus 2 discípulos, ahí está el Cordero de Dios y los 2 discípulos dejan a Juan y empiezan a seguir a Cristo. Uno de ellos, como compartió el pastor Gregory, también siento que Andrés es un Apóstol que casi no se habla de él pero Andrés es un héroe. Es un Apóstol de posibilidad y Andrés era el único que entendió el nuevo mover de Dios en Juan, que pudo ir hasta cuando terminó el ministerio de Juan y pudo engancharse a lo que Cristo venía haciendo y recibir el espíritu para lo que iba a hacer por los siglos de los siglos.

Andrés pudo ir a todas estas zonas de tiempo, pudo cruzar por todas estas zonas y te digo, yo vuelo tanto que pasar por zonas de tiempo es parte de lo que yo hago. De hecho, estuve 13 horas de cambio de aquí a Filipinas y después 6 y mi cuerpo no sabía, parecía un juego de ping pong dentro de mí, que si podía dormir o no podía dormir.

Pero Juan, fíjense que cuando le Dios dice a Malaquías, vengo a librar el espíritu de Elías, del poder y la fuerza de Elías, vengo… 400 años después aparece Juan. Cuántos no quieren esperar 400 años para ver su promesa ser realidad? Pero 400 años y uno pensaría que cuando se manifestara Juan el pueblo de Israel hubiera recibido un profeta del cual podían decir, bueno, esto es un profeta normal, un profeta Gucci, un profeta Versace, un profeta que tiene buenos vestidos de lino, alguien que habla bien. Pero no, el nuevo mover de Dios era una revelación de Cristo muy distinta a lo que ellos estaban esperando en su tiempo.

Cuando llega, Juan ni siquiera va a Jerusalén, él les dice que Jerusalén venga a mí en el desierto. Por eso que me encantó que Gregory estaba hablando de desiertos, de lugares secos, porque fue ahí donde empezó el nuevo mover de Dios para Juan. Y era normal. Por qué? Porque Juan cargaba en sí el espíritu de Elías y Elías cuando empieza a ministrar a Israel viene del desierto también. Son 2.

Esta gente del desierto que son catalizadores, que molestan nuestra sensibilidad, que empieza a hablarnos, una manifestación de Cristo que es distinta a lo que nosotros pensábamos que es el orden normal de Dios. Cuando empieza a cambiar tiempos la revelación de Cristo también cambia aunque él es igual por siempre, ayer, hoy y por siempre, él siempre se está moviendo. Y se mueve según la realidad y los planes y propósitos que tiene para la gente viva en ese momento.

Por eso que ahorita mismo en un tiempo tan… hace 500 años tanto ocurrió en un siglo de 100 años, el descubrimiento de Colón, la prensa de Gutenberg, Lutero, todas estas cosas sucedieron en ese momento y hay algo en el mundo actual que está pasando muy similar, que Dios está despertando a una juventud con una visión distinta, donde la primera vez que ahora yo no es importante tener una prensa, porque tenemos a estos jugueticos aquí. y como consecuencia la gente lee menos y ve más, y Dios está cambiando la manera que aprendemos, la manera que asimilamos.

Le digo a pastores alrededor del mundo, no pienses que el único predicador que están oyendo en tu iglesia eres tu. Digan amén. O sea, el lunes a la mañana hay 20 mil mensajes que tu puedes ir en línea y oír de 20 cosas. Y entonces qué es lo que mantiene una congregación unida? Tiene que ser más que la predicación, el ministerio, tiene que ser una relación personal con Dios y unos con otros. Tenemos que pensar que yo no somos una iglesia sino una familia y que tenemos diferentes tipos de dones pero es precisamente nuestra diferencia que nos hace poderosos, que no tenemos que juzgar toda cosa que no entendamos, sino que tenemos que complementarlo y celebrar nuestras diferentes en dones.

Una cultura de honor, una cultura de celebración, una cultura de amor. Digan amén. Juan fue muy distinto. Discipuló a sus 2 que estaban ahí, no los discipuló para que siguieran su ministerio, los discipuló para que siguieran a Jesús. Y cuando dice, ahí está Jesús, cambiaron, le dieron la mano a Juan, seguro comieron grillos con él en el desierto, con miel. Gracias, Juan, seguimos al Señor.

Y la primera conversación que tuvieron con Jesús fue… Jesús se voltea y les dice, qué buscan? Qué quieren? Y él les dice, dónde te hospedas? Dónde te estás quedando? Y Jesús le dice, ven para que vean. La primera conversación con un Apóstol es relacional no ministerial, es dónde estás? Ven para que veas.

Y fíjense que en este tiempo, en estos últimos 10, 20, 30 años hemos oído de avivamientos, hemos ido, hemos visto. Pero fíjense que Andrés se tuvo que quedar la noche, al comienzo lo llama rabino y después en la mañana va a buscar a su hermano, Simón, y le dice a Simón, Simón ven conmigo, quiero presentarte. Acabamos de conocer al Mesías. La noche anterior era un maestro, al día siguiente era un Mesías. Tremendo encuentro con Dios.

Cómo vas de un simple filósofo, un simple maestro al Mesías, el que trae salvación a Israel. Fue tanto el impacto que tuvo en Andrés que fíjense que no hizo mucho más ministerial, pero una de las cosas que sí hizo fue presentar a Simón a Jesús. Bastante, ¿verdad? Imagínense esos padres, tremenda manera de levantar a sus hijos. Tenías 2 Apóstoles en su familia. Digan amén.

Y los otros, Juan y Santiago, dos Apóstol más, hay 4 con 2 pares de padres, eso es buen parentesco ¿verdad? Y después María y José que nada más que fueron padres al Hijo de Dios. Pero fue un cambio de tiempo, porque Jesús dijo, el menor en el reino es más grande que Juan, pero Juan es el mayor de todos ellos. Es decir, que había un cambio total, brusco, donde Jesús empezó a decir, yo traigo paz pero no como el mundo piensa, yo traigo espada que va a dividir inclusive familias, yo traigo una espada de amor y el amor no es algo tan romántico y todo emocional. El amor es una acción divina de parte de Dios y el amor puede ser bien duro a veces, como comentó el pastor Gregory esta mañana. Y nosotros no podemos decir, dónde está tu amor, cuando no están de acuerdo con lo que está pasando. Uno tiene que decir, qué quiere decir Dios con amor en esa situación.

Y ese cambio que vino porque Jesús siempre viene en el espíritu contrario de lo que nosotros pensamos. Cuando Dios fue introducido en la tierra, y en Juan 20 es cuando Jesús viene del infierno hacia el cielo. Cuando le quita las llaves de la muerte y del pecado al demonio, cuando es resucitado de los muertos, esto es Juan 20:1. Viene María Magdalena, se acuerda de la historia? Llega a la tumba, llega y ve que la piedra ya no está donde debiera, ve que Jesús no está, corre a donde están los Apóstoles y les dice, se llevaron el cuerpo del Maestro. Salen corriendo Pedro y Juan, llega primero Juan pero no se atreve a entrar porque es el menor de todos los Apóstoles y dice, yo no voy ahí yo solo. Espera que viene Pedro, Pedro entra y toma dos Apóstoles para creerle la palabra a una mujer. Dicen, es verdad, María, se llevaron el cuerpo del Señor.

Y la Biblia dice que ellos no entendieron las escrituras. La Biblia dice que todavía no creían en lo que había sucedido. Jesús le había dicho, tengo que ir 3 días y resucitar. Hay un cambio que está sucediendo. Ya no voy a ser el que está aquí de carne y hueso necesariamente, voy a ascender. Les dijo desde el principio. Y dice, se regresaron a sus casas. Fueron, vieron pero no se quedaron.

Quién se quedó? María Magdalena, llorando, dónde está mi Señor? En lágrimas. Quizás toda su máscara corriendo por su cara. Dónde está? Dónde está mi Señor? Entra a la tumba y ve 2 ángeles sentados, se acuerdan de la historia? Dos ángeles sentados, eso probablemente significa que ahí estaban cuando los Apóstoles vinieron pero ellos no los vieron. Dios le abre los ojos a María para que ella vea lo que los Apóstoles… Esto debiera darles esperanza a todos los que están aquí, ¿verdad?

Los grandes Apóstoles entraron y no vieron estos ángeles. Se los dio abrir los ojos a María para que ella pudiera ver lo que Dios había hecho, y ella tampoco entendía pero se había quedado con hambre por ver al Señor. Y le dicen los ángeles, por qué lloras? Dios va a venir en tal manera, Jesús se va a manifestar a nosotros en tal manera que va quizás a ofender nuestras sensibilidades. Él va a venir en maneras que nosotros no entendemos ahora, como un Juan el Bautista, como un ángel que te dice… cuando es obvio, y los cielos sabían por qué ella estaba llorando. Era obvio por qué estaba llorando pero le preguntan como que si eso no era lo importante, porque Dios quería llevarla a ella a otro lugar igual que a todos nosotros.

No sé cuál es la palabra en español para upgrade, pero él dice yo tengo que ascender, yo quiero upgrade a todo el mundo. Ya yo no soy este que caminaba antes, yo soy otro. Por qué lloras? Porque se llevaron al Señor. Y nuevamente escucha detrás de ella, por qué lloras? A quién buscas? Y ella piensa que es el jardinero, ella no reconoce a Jesús manifestándose en su nuevo tiempo. Y de repente… es fácil orar por avivamiento, Señor, que soplen los vientos, que venga avivamiento. Si vamos a conferencia, Señor, tócame, Señor, muévete en mí. Este ha sido el tiempo para ese tipo de cosas y muchas veces regresamos a nuestras casas sin realmente quedarnos en esos aceites que Dios ha librado en nosotros para que su imagen sea forjada en nosotros y convenzamos al mundo que él es bueno y que no es un Dios religioso. Digan amén.

Pensando que es el jardinero, dice, se llevaron al Señor, tu no te lo llevaste? Muéstrame dónde lo pusiste para yo traérmelo. Imagínese, está hablando con Jesús diciéndole, Jesús, dónde está Jesús? Dónde lo llevaste Jesús para yo traerme a Jesús. Y es Jesús todo el tiempo. Y si no nos damos cuenta Dios ya está hablándote en maneras poco convencionales pero no lo vemos porque está haciéndolo de maneras que no entendemos en estos nuevos tiempos.

Y Dios me dijo, pero esto no es aquello ya, como dice el profeta Joel, esto no es aquello. Para todo esto hay un aquello y aquello quizás no sabemos qué es pero esto que estamos viviendo no es lo que hemos vivido. Prepárate para aquello.

Hay algo que sucede aquí, porque este jardinero de repente dice, María, y sus ojos se abren. Fue del viento que soplaba de avivamiento al aliento del encuentro con Dios personal. Donde ya no es Moisés que va a buscar para nosotros alimento, sino eres tu, mi querido hermano y hermanas, que vas por ti mismo a buscar las respuestas de Dios para tu propia vida. Digan amén.

Para que cobres ánimo y confianza que puedes ir a él sin tener 20 mil pastores y 20 confirmaciones para obedecer al Señor. Ahora, los pastores están ahí para equipar el ministerio, el equipo ministerial está para ayudar, pero Dios quiere llevar al pueblo latino de tener una mentalidad de víctima a una mentalidad victoriosa. Y estos son tiempos donde ya tu no puedes decir, pobrecito yo soy hispano y necesito que el gobierno me cuide. Hermano, hermana, cuál es tu fuente de vida? Dios quiere llevarnos de lo que nosotros confiamos en todas aquellas… cuando físicamente tu hacías… cuando el maná fluía. Déjame decirte, Dios está cambiando de maná a pan de vida. El maná tarda un día y ya tenías hambre el día siguiente, pero el pan de vida es para siempre. Te sacia profundamente, a todo nivel de tu ser. Amén.

María, sus ojos abren, [inaudible] y se le lanza encima, tanto el cielo como Jesús sabían por qué estaba llorando. Y Jesús, tierno Jesús, qué le dice a María, anda, ahí está. Dime, no me toques. Esto ya no es aquello. Dilo. Todavía no he ascendido, María, estoy en un nuevo tiempo, estás en transición, María. Tu me querías, deja de querer, deja de buscar cuerpos y huesos que ya no son relevantes para este tiempo. Dejar de buscarme.

Yo he sido un estudiante de avivamiento. Roberto me conoce, oración de avivamiento, vamos a buscar la presencia, y todo eso sigue siendo verdad. Y fue una tremenda fundación y cómo se movió Dios en eso tan especial, aquí en Nueva Inglaterra, pero esto ya no es aquello. Esto es algo totalmente distinto, donde si no seguimos buscando, no sabremos cuál es el aquello para esto. Pero sabemos que aquello del pasado ya no es esto.

Y fíjate, tu puedes hacer las cosas bien y no hacer la buena cosa. Tu puedes hacer cosas buenas que eran buenas para un viejo tiempo pero ahora, como no es ese mismo tiempo, estás haciendo cosas buenas pero no las correctas. Ya no te puedes ver cómo te venías antes. Ya no puedes estar esperando a que otras fuentes que no son el Señor sean lo que te de alimento. Ya no puedes ir a tu trabajo y pensar que tu estás allí para que te den un cheque el 15 y el 30, Dios es el que suple tus necesidades.

Tu estás en tu trabajo como una función para avanzar el Reino de Dios ahí. Por qué Dios está haciendo todo este alboroto? Porque está cambiando la manera en quién confiamos, cuál es nuestra fuente, mi querido hermano.

María, no me toques. Pero te mando, anda, ve y dile a los hermanos, ya regresé. Estoy ascendiendo a mi Padre y tu Padre, a mi Dios y tu Dios. Anda, nos pone en el mismo aliento con él mismo. Ve y diles. María corre, tu puedes hacer el caso, tu puedes casi que decir que la primera misión apostólica de Jesús fue mandar a una mujer a decirle a los Apóstoles. Y decirles, pónganse las pilas. Y cuando María llega les dice, “He visto al Señor, he pasado de mi viejo tiempo a mi nuevo tiempo. No entiendo. Me dijo algo que tenía que ascender, no entiendo pero lo he visto.” Yo fui, yo vi y me quedé y me abrió los ojos para ver.

Yo vi una comiquita en un artículo que estaba leyendo donde decía el líder, cuántos quieren cambio? Y había una gente en una especie de reunión y todo el mundo dice, queremos cambio. Y después dice, cuántos quieren cambiar? Y oías los grillos, cri, cri. Porque el cambio significa que hay que tomar responsabilidad personal. Si Dios está cambiando la parte global y pinchándole el caucho al carro babilónico en que todos veníamos rodando y está introduciendo nuevamente lenguaje no individualista sino para que el individuo vaya y busque al Señor y reciba de él, como un individuo en una familia logra cumplir su propósito por el cual es nacido y creado, como nuestros hijos, uno quiere hacer esto, el otro quiere hacer aquello, y todos son hijos. Todos funcionan para la familia y a la misma vez todos funcionan para cumplir aquello que tienen en ellos como pasión.

Cuál es tu pasión? Por qué tienes miedo de cumplir tu propósito? Por qué tenemos miedo de tomar responsabilidad? No me miren así. Porque no creemos que Dios funciona con nosotros como hispanos como funciona con aquellos que tienen plata, que son blancos, que son del occidente, por qué no creemos que Dios es el mismo para todos? Por qué no soñamos cosas maravillosas?

Por qué Dios está cambiando todo? Ahorita están hablando nuevamente de quitar lo que se llama el Johnston Amendment, eso significa, hermanos, que hace como 50 años Dios le quitó la voz profética a la iglesia. Por qué? Porque lo único que sabíamos hacer es juzgar lo que no igual a nosotros. Perdimos toda una generación, todos los hippies los perdimos porque veníamos a la iglesia todos con corbata y camisa blanca y vestidos y no sabíamos cómo amar lo que tenía pies sucios, lo que no olía bien, estos jóvenes que venían que son salvos, que no sabían qué hacer pero tampoco recibieron el afecto necesario para quedarse. Vinieron, vieron y se fueron.

Hace como 50 años cuando Johnson prohibió en esencia que aquellos que eran sin fines de lucro pudieran hablar y profetizar. De hecho, le quitaron la libertad de expresión porque si no le quitaban la capacidad de ser sin fines de lucro. Y ahorita estamos…

Escúchenme hermanos, estamos en pie de que devuelvan esta joya nuevamente a la iglesia. Mi oración es… yo iba a predicar sobre un corazón puro que ve a Dios, Mateo 5:8, mi oración es para el cuerpo de Cristo, que empecemos a profetizar a las áreas del mundo donde nos habían quitado la voz pero no profeticemos nuestras preferencias y nuestros prejuicios sino la voz verdadera de Dios. Donde cantemos canciones que no sean simplemente para bendición del cuerpo, que no seamos una iglesia como Las Vegas, lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas, lo que pasa en la iglesia se queda en la iglesia. Sino que de aquí, de estos 4 muros suelten palabras al mundo de ciencia, suelten palabra al mundo económico, suelten palabra al mundo gubernamental, donde están los atletas, donde están los artistas, al pueblo religioso, que realmente quieren ver a Cristo pero lo están viendo de lo que ya no es, cuando Dios quiere llevarlos a las alturas donde él está para que moremos con él y obtengamos algo fresco para dar a las naciones, para que se cumpla Isaías 2 que como un río venga de las naciones a preguntar qué hacemos con nuestros países, con nuestras ciudades, para que el mundo legal conozca justicia verdadera.

Cuando el mundo médico vea la sanidad de Dios fluyendo, cuando ya no necesitemos Moiseses y súper estrellas sino cada uno de ustedes se mueve en el fluir del espíritu de Dios. Cuando ya no es aquel o este, sino yo, Señor. Envíame a mí. Di, envíame a mí, Señor. Aquí estoy.

Pero significa una capacitación distinta. Leer no para sobrevivir sino leer para influenciar. Estudiar para ser sal y luz, no solamente llevar a alguien de tinieblas a luz, sino posicionarlo para que cumpla su propósito por cual fue nacido. Cómo van a venir los jóvenes cuando les decimos que las cosas son tan malas que cuando venga Jesús él lo va a arreglar todo, qué esperanza le damos? Cuando las cosas se empeoran un poquito nos volvemos apocalípticos, todo lo dejamos en el futuro, cuando Jesús venga. Bueno, Jesús está aquí, qué haces con él now? Qué haces con Cristo en ti ahora? O nos olvidamos de esto y simplemente morimos y él viene.

Termino con esto, hermanos, lo que viene va a ser impresionante, va a traer una inmenso gozo, una expectativa brutal y un miedo porque no vamos a entender qué hacer y va entonces a tener que aferrarnos a él como nunca lo hemos hecho. Va a traer un espíritu de sabiduría y revelación donde vamos a conocer quién es, a ser un espejo que nos cambia según su imagen y nos lleva de gloria en gloria, pero para qué? Para que luzcas bonito? No, hermano, para que fluyas en tu área, en tu esfera de tal manera que influencies todo tu trabajo, donde tu entres a tu trabajo y toda la atmosfera cambia, donde tu negocio donde estés trabajando es prosperado porque tu estás ahí, donde en vez de problemas con jefes y problemas con gente tu empiezas a orar por ellos, donde dejas de hablar palabra religiosas y empiezas a razonar con una profundidad no dependiendo de tu educación sino dependiendo de tu encuentro con Dios.

Tengo hambre y sed. Nos trajo como familia a este país, nos hizo ciudadanos después de largo tiempo para este momento, hermanos, para profetizarle a gobernantes, a influenciadores, músicos, creativos, escritores, estudiantes, brillantes, la ciudad de Boston, nos trajo para este momento. Ya esto no es aquello. Digan amén.

Levántate ahora. Así le dijo Dios a Josué, murió Moisés, ya esa vieja época ya no es el tiempo ya. Levántate, Josué, cruza, tu y todos los tuyos a la tierra que he prometido. Y hay muchos que dicen, pero al final dice esto, la promesa más mencionada en toda la Biblia, listo, yo estaré contigo. Yo estaré contigo. Esfuérzate y sé valiente. Te ordeno, no es porque no quieres pelear, sino porque tienes miedo a liderar en un nuevo tiempo fuera de la sombra del viejo liderazgo y de las viejas formas de hacer cosas, al mundo creativo de este siglo XXI. Esfuérzate y sé valiente que lo que viene es impresionante.

Hay una canción que dice, it’s wild, it’s great, es tremendo, el loco, es impresionante, es terrorífico, todo a la misma vez y por eso nuestro centro y enfoque eres tu, Jesús, nuestra piedra angular. Amén. El único fundamento apostólico profético cierto, todo Cristo, todo sobre Cristo.

Pónganse de pie un momento. Quiero hacer un acto profético con ustedes. Cuántos están listos para entrar a su nuevo tiempo? Cuántos saben que no estamos hablando de cambiar pastores? Digan amén. Es tiempo. Pónganse bien atrás en la silla, yo quiero que en un momento les voy a dar una oportunidad para que tomen un paso a ese nuevo tiempo, a esa nueva tierra. Dios me dijo que el año 2017 era un año de manifestación de las promesas proféticas que tenemos en nosotros.

Y cuando tomen este paso le están diciendo al Señor, Padre, tomo responsabilidad por mi vida. Dejo las excusas, dejo de echarle la culpa a otros, perdónalos que tengo perdonar. Dejo mis actitudes de víctima y entro en las actitudes victoriosas que tu me has dado, Señor. Dejo mi pasado atrás o mi detrás atrás y entro en lo que tu tienes para mí ahora. Digan ahora. Si esa es la decisión que estás tomando, hermano, cuando cuente a 3 toma un paso hacia adelante y di, Señor, entro en mi tierra prometida y empiezo a comer no del maná sino del sustento de esa promesa, no trabajo hacia la promesa, trabajo desde la promesa.

Listo. Una, dos y tres, anda, den el paso. Levanta tus manos al Señor, glorioso Dios, padre Celestial, Dios soberano, mira a este pueblo aquí, Señor, reina, llueve sobre ellos, Señor, llueve la fortaleza, llueve el coraje, la confianza de ir a tu presencia, Dios te pido, en el nombre de Jesús rompe todo yugo de temor, todo yugo de terror, todo yugo de temor a hombres o a la muerte, o al fracaso o a la pobreza. Señor, todo espíritu de víctima lo rompemos hoy y entramos en tiempos de victoria, Señor, para nuestra pareja, para nuestros matrimonios, para nuestros hijos, para nuestras finanzas. Digan amén.

Hay que comenzar a fluir en lo que Dios te da

TRANSCIRPT

Creo que lo hablé un poquito el domingo pasado, de cómo el Señor a través de los años me ha llevado a un tipo de adoración espontánea que yo practico en mi propia vida y que muchas veces he querido también introducirlo a la iglesia que se puede considerar como adoración profética o adoración del momento no practicado, no pre concebido.

Y esta mañana mientras estábamos a punto de comenzar el servicio el Señor me movió, yo creo que fue el Señor, a iniciar un cántico en inglés, entra en la presencia del Señor y alza tu voz y adórale, etc. No estaba en el programa y yo siempre tengo mucho temor de poner a la gente en agonía en términos de que eso no está en el programa, los músicos qué hacen, la tecnología, si va a aparecer el coro o no, y todo este tipo de cosas, y francamente por respeto no por temor, porque como pastor uno dice, bueno, yo tengo el derecho a hacer esas cosas. Pero por respeto no me gusta a poner a la gente en incomodidad. Pero yo he dicho que si no hay incomodidad no es profecía, no es mover de Dios. Dios se mueve en la incomodidad, Dios se mueve en la incertidumbre.

Muchas veces cuando una persona, voy a hablar así abiertamente según el Señor me dirija, cuando una persona comienza a profetizar los que han practicado el mover profético de Dios, cuando una persona tiene un don profético y comienza a profetizar, muchas veces lo único que tiene es como un embrión dentro de él o de ella. Es simplemente una energía, un pensamiento, un impulso pero ese pensamiento todavía no ha adquirido vida intelectual y la persona no está segura muchas veces de qué es lo que está recibiendo del Señor. Pero cuando abre su boca y comienza a fluir, las palabras comienzan a venir y el Señor entonces va deparando lo que uno tiene que decir. Ese es el mover profético.

Hay en la escritura un pasaje cuando Eliseo encuentra unos reyes que están pereciendo de sed con sus ejércitos, están en guerra y hay estos 3 reyes son gente ignorante de la palabra del Señor, hay un rey que es piadoso, entre ellos está Acab y uno de los reyes es piadoso y ama al Señor y está en mala compañía con este hombre, y han ido a una guerra que el Señor les ha dicho que no vayan, pero van de todas maneras y se encuentran en el medio del desierto muriéndose de sed. El rey piadoso, no recuerdo su nombre, pregunta si hay algún profeta en el campamento y por alguna razón de esas cosas de Dios, está Eliseo. Qué hacía Eliseo allí no sabemos, pero Eliseo estaba al alcance y entonces los reyes mandan a llamar a Eliseo y Eliseo primero regaña a este rey piadoso y le dice al otro, mira si no estuviera él acá, yo no haría nada por ti, pero como está él, por la justicia de él te voy a bendecir a ti.

Y entonces aquí pasa algo bien interesante y es que Eliseo pregunta si hay un tañedor en el grupo. Dice, búsquenme un tañedor. Qué es un tañedor? Un tañedor era como una persona que cantaba, un cantor profético, una persona que quizás tocaba la pandereta o algo por el estilo y él le pide al tañedor que comience a tocar. Yo no sé exactamente en qué consistía ese momento musical pero la pregunta viene primeramente por qué Eliseo, un hombre poderosamente ungido del Señor, un profeta que funcionaba en el oficio profético, por qué pidió un tañedor? Porque él tenía una palabra profética que necesitaba que saliera de su espíritu. Y ese tañedor al comenzar a cantar en el espíritu iba a desatar la palabra que Dios quería que fluyera.

Esa es una de las bellezas de la adoración. Cuando la adoración congregacional está fluyendo verdaderamente y el espíritu del Señor está moviendo, y una congregación aprende a adorar – que déjenme decirles que no toda congregación que canta está adorando. Adorar es algo muy específico, es algo que requiere cierta unción de parte del Señor, ciertos ingredientes que se den. Por eso es que la gente cree que a veces adorar es, bueno cantamos dos himnos, un corito y vamos a lo que vinimos. Adoración es algo que requiere tiempo. Por eso yo le digo a la gente, si queremos que Dios se mueva en nuestro medio tenemos que pagar el precio. La gente que quiere un servicio pasado por agua, 40 minutos y nos vamos para la casa, no sabe lo que está pidiendo.

Mucha gente le pide al Señor, Señor, has algo, trae avivamiento, trae bendición, visítanos, trae almas, y el Señor dice, okay, están ustedes dispuestos a pagar el precio? Hace 25 años nosotros oramos en iglesia bautista central en Cambridge por avivamiento y comenzamos a tener avivamiento y resultó en la división de la iglesia. Se nos fueron el 20 por ciento, la crema de la crema, de la iglesia se nos fue, los fundadores, los diezmadores, todo el grupo de alabanza, los músicos se nos fueron, y nos quedamos sin música pero nos quedamos con el Espíritu Santo.

De hecho, yo facilité la división porque me di cuenta que había 2 esencias en la iglesia. Había un grupo que quería quedarse en el antiguo mover y cuando Dios comenzó a hablarme acerca de buscar la unción del Espíritu Santo, el mover del Espíritu Santo, comenzamos a abrir. Fany está sintiendo aquí, algunos de ustedes que vienen de ese tiempo saben a qué me refiere. Meche, Samuel, Marina, otros que estuvieron en esos tiempos. Ustedes recordarán, comenzó a venir gente llena del Espíritu Santo, locos pentecostales que llegaron a la iglesia, porque yo no tenía mucha experiencia en ese tiempo, en el mover del Espíritu Santo, y tampoco quería seguir los modelos que yo veía en el mundo latino sobre todo pentecostal.

Y Dios trajo gente que nos ayudó, Delmi está por acá, Carolina León, gente que vino, otros, y me ayudaron y me enseñaron a este joven pastor a cómo movernos y comenzamos… quitamos el órgano del siglo XIX que estaba allí, comenzamos a poner un keyboard y comenzamos a usar batería y bajo y todo ese tipo de cosas, y comenzaron a venir adoradores. Y una de las cosas fue esa, que se nos fueron todos los adoradores de todos los dirigentes del Departamento de música. Teníamos unos cantores increíbles, eran cantantes no cantores, pero se nos fueron y pasamos por un tiempo difícil. Y yo le oré al Señor, Señor, envía músicos a nuestra iglesia, porque pasamos por un tiempo estéril musicalmente.

Y sabe que comenzaron a venir personas muy diestras musicalmente, muchos mejores que los iniciales. Y les digo que desde entonces esta iglesia nunca le han faltado excelentes músicos y excelente adoración. Y yo creo que fue por ese sacrificio que dijimos, no, no vamos a permitir que lo que Dios quiere hacer esté [inaudible] y yo no sabía inclusive el precio que iba a tener que pagar, pero cuando yo vi que teníamos 2 iglesias dentro de la congregación y se estaba oscureciendo el aire y había conflicto en las reuniones de negocios tipo bautista, y había resentimiento y todo eso, yo veía una división violenta viniendo y el Señor me dirigió a llamar al pastor fundador de la iglesia, que en ese tiempo pdía venir e invité a que plantáramos una iglesia nueva en Boston. Y se nos fueron ese 20 por ciento en paz más o menos.

Después de eso cayó la bendición sobre León de Judá. Ahí vino el sueño que yo tuve de venir a la ciudad de Boston, del león de la tribu de Judá, que es el nombre que nosotros tenemos ahora. Y vino ese mover de Dios e hicimos un riesgo terrible, de movernos de un área extremadamente elegante en la ciudad de Cambridge al lado de Harvard, MIT, Boston University, a una de las áreas más derelictas y peligrosas de toda la ciudad, que era este lugar hace 20 y pico de años. Y el Señor honró nuestra fe y nos bendijo.

Ustedes no saben el sacrificio que ha sido para mí personalmente, voy a hablar aquí como ante un psiquiatra, ustedes son mi psiquiatra ahora mismo, que ha sido para mí este cambio del servicio de las 9 y el servicio de las 12. Yo he apostado a que yo oí del Espíritu Santo. Yo sé que para muchos de ustedes ha sido costoso ese movimiento y algunos hasta han pensado que su pastor los ha descuidado a ustedes. Yo sé, y eso está bien, no se preocupe. Yo entiendo esos sentimientos y yo mismo he dudado muchas veces de la decisión que hice, pero de nuevo, yo he determinado que o vivo este pastorado auténticamente o mejor renuncio y me voy a vender zapatos en algún lugar por allí o algo así. Hay otras cosas que uno puede hacer.

Si uno se va a meter en esto tiene que bebérselo hasta la última gota y hay que vivir en lo que uno ha adoptado. Si tu te lanzas a algo, lánzate de cabeza, no esté allí, me meto? Ahí es donde el diablo te aprovecha, de un guerrero que no está seguro de lo que va a hacer, va a hacer derrotado. Tiene que estar claro.

Y yo me lancé creyendo que he oído del Señor para separar estos dos servicios y yo delante de Dios confieso que yo sé que Dios no va a dejarme quedar en vergüenza. Él va a bendecir, y mire, yo veo ya la bendición. Y no se preocupe, cuando estemos demasiado cargados vamos a abrir un tercer servicio. No se apure. Eso es lo bueno.

Cuando uno es fiel al Señor y uno es obediente y sujeto al espíritu, Dios nos bendice y nos recompensa. Yo he tenido eso en mente y Dios sabe mi corazón y quizás Dios va a recompensarnos entonces diciendo, por eso esa bendición ahora esos que sintieron esa necesidad… yo sé que Dios tiene una respuesta, hermanos y yo me siento bendecido viéndoles a ustedes aquí en esta hermosa manifestación de la vida del pueblo de Dios que ustedes son en este momento, en este lugar. Pero ya hasta se me olvidó lo que iba a decir.

El caso fue que cuando nosotros decidimos dejar que el Espíritu Santo se manifestara en esa manera en medio de nuestra congregación, surgieron cosas que no esperábamos. Cuando uno le dice al Señor, muévete, cuando uno le dice al Señor, queremos avivamiento, cuando uno le dice al Señor, Padre, quiero que tu hagas de mi lo que tu quieras; tenga cuidado con lo que usted dice porque puede que Dios le de algo que usted no estaba ni siquiera pensando en ello y puede que sea algo que usted ni siquiera deseaba. Pero yo le aseguro que los manjares de Dios son inigualables. Un pedacito de pan de maná de Dios vale un manjar puesto en una mesa hecho por un hombre.

Y entonces una iglesia tiene que comenzar a mover y a fluir en el Espíritu Santo y buscar esa unción de Dios. Cuando Eliseo le pide a ese tañedor que comience a tocar, él lo que está buscando es esa unción del espíritu, esa unción que desata la adoración en el espíritu. Ese tañedor yo le aseguro que no comenzó con alguna música que ya estaba pre establecida, comenzó a tocar y Eliseo comenzó a escuchar e invitar al Espíritu Santo a que se moviera dentro de él y que le hablara. Y entonces de las entrañas de Eliseo salió una palabra profética, una palabra inédita y esa palabra fue que comenzarían a correr ríos de agua en el desierto y así exactamente fue. Ese desierto que no tenía agua por ninguna parte comenzaron las aguas a fluir, de dónde? Habrá sido de bajo la superficie, uno no sabe, pero agua, símbolo de vida salió de la piedra, salió de la arena, salió de la esterilidad y le dio vida a ese ejército y todos esos reyes y ese gran ejército bebieron y fueron soltados para continuar su carrera. Pero se dio como resultado de ese momento profético.

A veces yo he visto que cuando uno hace eso, yo creo en preparar la adoración, yo creo en preparar los sermones. Yo les puedo mostrar ahora mismo el sermón que yo tenía preparado para esta mañana. Yo me tomé tiempo, hay como un equivalente de 4 ó 5 páginas de notas que yo tomo preparando mis sermones. Yo puedo leerlos y están muy legibles como si fueran escritos. Yo me tomo tiempo, pero cuando Dios me dice en otra manera, yo he aprendido a dejar que el Señor dirija.

Otra ilustración acerca de eso, hace tiempo yo traje un sermón así mismo, no preparado, cuando estábamos en el otro edificio y Dios se movió y se glorificó en esa palabra y fue un sermón que trajo bendición a la iglesia por observarlos, y no lo estoy diciendo yo de mi propia impresión, fue de gran bendición. Y yo pensé, caramba, qué pena que no lo escribí, que ya se perdió. Simplemente fue como declarado en el aire y se disipó. Me hubiera gustado haberlo escrito, haberlo grabado o en alguna manera, o haberlo preparado. Y yo sentí en mi corazón que Dios me dijo, no te preocupes, de donde salió ese hay muchos más.

El espíritu del Señor es inagotable y yo he aprendido a descansar en el Señor porque cuando tu te conectas a la sabiduría infinita de Dios tu estás entonces… es como que te enchufaron a una fuente inagotable. Y si tu logras enchufarte al poder y a la sabiduría de Dios, tu eres potencialmente tan infinito como esa fuente de sabiduría, mientras tu fluyes en el espíritu del Señor.

Entonces, la clave a una iglesia, la clave a un ministerio de adoración, la clave de un pastor es esa, estar en comunión íntima con el espíritu infinito de Dios porque entonces uno puede hacer cosas increíbles. Yo le pido al Señor cada día más y más, Padre, ayúdame, porque cada vez de hace más demandante el ministerio, más cosas yo tengo que hacer, más sitios donde predicar y yo le digo al Señor, Señor, tu vas a tener darme simplemente que yo pueda producir sin tener que estar preparando demasiado. Y el Señor me ha dado esa seguridad que si yo tuviera más fe yo dormiría como un lirón antes de predicar, la noche antes, pero todavía me preocupo porque soy… me gusta prepárame.

Pero yo he aprendido que cuando… Dios nunca me ha dejado en vergüenza cuando yo he decidido tirarme al aire y simplemente confiar en que él va a dar una palabra y él siempre provee porque nos atrevemos a hacer eso. y entonces esta mañana cuando yo me paré aquí y subí, en mi mente estaban todas esas cosas. Yo sé que algunos van a pensar, bueno, ahí vuelve el pastor a meternos en problemas, nuestros hermanos en la tecnología van a pensar que yo soy sádico y que me gusta ponerlos a sufrir. Yo no sé, quizás estoy exagerando, pero es lo que pasa y es natural. Se entiende que estoy violando el programa, pero yo pienso que a veces uno tiene que en el Señor hacerse frágil, uno tiene que ponernos en la zona de la incomodidad y para mí fue casi como una enseñanza también, para mí mismo, para nuestros hermanos de que como iglesia.

Donde Dios nos quiere llevar, hermanos, vamos a tener que hacer así, en ocasiones vamos a tener que dejar que Dios tome control del programa y tiene que haber un pueblo que esté dispuesto a fluir de esa misma manera, porque sino entonces nuestros líderes van a estar en una zona y la gente va a estar en otra. Yo pido que el Señor nos suba a todos al mismo nivel para que podamos fluir en el mismo nivel entonces.

Y yo creo que esta mañana hubo una bendición especial porque yo sé que el grupo de adoración estaba orando para que más profecía surja en el grupo de adoración. Y mi ánimo siempre ha sido a ellos, hey, atrévanse. Para mí fue una gran liberación cuando yo me liberé de las notas y aprendí a predicar más simplemente, como diciendo, Señor, me encomiendo a tu gracia, porque antes yo tenía que estar leyendo todo lo que iba a decir y estaba atado al esquema, al outline del sermón. Y Dios me permitió liberarme en esa parte.

Tomaba mis notas pero luego simplemente dejaba que el Señor… y ahora inclusive, como ven, no tengo ni siquiera ni el tema del que voy a predicar claramente dibujado. Pero la adoración profética… y no siempre tiene que ser así, pero tiene que haber un pueblo que sepa los misterios del mover profético de Dios y que sepa de los misterios del Espíritu Santo y por eso yo creo que esa bendición es porque estamos moviéndonos más en esa dirección. Sí, podemos tener un programa, pero ese programa es simplemente un andamio.

Los andamios después que usted los usa, usted los bota. Los andamios son simplemente algo para ayudarte a subir a algo. Hay un dicho chino que dice así, usa el andamio o la escalera y después que hayas llegado a donde tienes que llegar deshazte de ella. Y lo que pasa es que hemos convertido los andamios en el edificio mismo. Hemos convertido el programa que es simplemente un punto de partida, un apoyo, lo y hemos convertido en el centro.

Y los programas son buenos, las notas son buenas, los protocolos de una congregación son buenos, los sistemas son buenos, y nosotros somos una iglesia que enfatizamos mucho los sistemas financieros. Nuestro sistema financiero permite que nuestra iglesia sea auditada por una firma secular todos los años y eso no lo tiene toda iglesia porque nosotros tenemos contrato con el gobierno, con el estado, con fundaciones filantrópicas para los servicios sociales que hacemos y esa gente no se quiere para nada, como decimos los puertorriqueños, ni con su madre ellos se ríen. Eso tiene que estar allí, los números y lo que la iglesia dice, ellos tienen que probar que verdaderamente es lo que se dice que hay.

Nosotros creemos en sistemas, creemos en gobierno, creemos en protocolos, creemos en orden, pero a la larga yo sé que eso es simplemente un apoyo, no es el fin en sí mismo. Es un punto de partida, es un respaldo, pero lo que más vale es la vida de Dios moviéndose en medio de su pueblo. Y se requiere congregaciones que puedan fluir de esa manera. Es arriesgado, a veces falla, porque a veces hay gente que confunde el espíritu con la carne.

Yo siempre he dicho que cuando una iglesia entra en el mover del espíritu también se abre a la seducción diabólica y se abre a la carne también. Hay gente neurótica que cree que es el espíritu que se está manifestando y es su neurosis. Hay personas que comienzan a profetizar y entonces comienzan a criticar al pastor, Padre, permite que el pastor te conozca verdaderamente. Perdónalo por sus pecados. Esta iglesia, Señor, que está llena de pecado sácala… etc., y comienzan a profetizar de su propia carne.

No todo lo que pasa por profecía es profecía. A veces es carne cruda y a veces el diablo se puede meter también en una congregación, espíritus pseudo proféticos que a veces han dividido una congregación inclusive, porque el pueblo de Dios en su buen deseo de dejar que Dios se manifieste, deja de discernir. Mientras más una iglesia quiere moverse en el espíritu más discernimiento tiene que haber, más autoridad apostólica que juzgue lo que está pasando.

La Biblia lo dice así mismo, el Apóstol Pablo dice que cuando hay profecía la gente escuche y otros juzguen. Juzguen qué? Juzguen la profecía, su solidez, su carácter bíblico, porque toda profecía tiene que estar sumida debajo del marco de referencia de la palabra de Dios. Entonces una iglesia tiene que fluir en las dos cosas. Mientras más una iglesia quiera abandonarse al mover del espíritu más gobierno espiritual tiene que haber, más autoridad pastoral tiene que haber.

Muchas veces la gente se molesta cuando el pastor se para y para a una persona o le dice que ya es tiempo y hay algunos que se molestan con eso, yo lo sé. No levante la mano pero yo sé que los hay. Pero yo he aprendido que tiene que haber orden también. La iglesia de Jesucristo se mueve entre esos 2 pilares, el orden y el protocolo y el mover explosivo del Espíritu Santo. Y tiene que vivir en esa tensión de las dos cosas.

Yo le hablaba esta mañana a la congregación acerca de los 2 modelos que hay en la escritura que yo veo y que yo estoy seguro que otros han visto también de cómo la iglesia funciona. La iglesia funciona en una forma binaria, yo creo que el pueblo de Dios es como las computadoras, 1 0 y ese 1 ese 0 producen cosas increíbles y multi faceticas. Y las dos modalidades del espíritu en la vida de una congregación y de un hombre o una mujer, por una parte está el modelo del templo y por otra parte está el modelo del santuario, del tabernáculo.

Y estos 2 modelos, el modelo del tabernáculo y el modelo del templo son 2 formas de la iglesia operar en el mundo del espíritu. Cuando el pueblo de Dios estaba en el desierto en su primera etapa era un pueblo peregrino, era un pueblo nómade. Dios lo había entrado al desierto y ahí se tuvieron que quedar por 40 años y mientras se movían en ese desierto Dios les deparó con ciertas ayudas para que funcionaran en una forma muy espontánea. Y entonces el tabernáculo era una tienda de campaña de pieles y tenía algunos soportes para sostenerlo y había unos utensilios que tenían que ser muy móviles porque era un pueblo nómada, un día estaba en un sitio y otro día podía estar en otro sitio.

Y Dios también proveyó 2 guianzas, una la columna de nube de humo para el día darles sombra y darles guianza y en la noche una columna de fuego. Y dice la palabra que cuando la columna se detenía o la nube se detenía y el fuego se detenía, el pueblo establecía su habitación allí, quitaban sus cosas, desempacaban y podían estar allí 6 meses, un año, lo que sea, y esa columna y ese fuego y esa nube se quedaban estáticos. El pueblo sabía que el espíritu les decía, quédense aquí.

Y tenían un tabernáculo que era símbolo de la presencia de Dios y su centro de adoración que se armaba y se desarmaba en una forma sencilla. Y ese tabernáculo fue hecho así, provisional, para poder moverse fácilmente, que no tuviera mucho peso. Por qué? Porque el pueblo de Dios estaba llamado a ser ágil. Cuando Dios decía, levántense, tenían que coger todas sus cosas e ir a donde Dios les movía.

Qué pasaba si ese pueblo se quedaba allí porque estaban contentos, porque había un oasis, porque era un sitio bonito y la nube se iba delante de ellos y ellos se quedaban donde estaban? La presencia de Dios los abandonaba. Tenían que fluir según Dios les dirigía. Y para mí ese es un modelo de la vida cristiana. Es el modelo del Espíritu Santo, los dones del espíritu que nos hablan, nos dirigen, a veces inesperadamente, a veces uno está cómodo en un lugar, como yo en el lugar de mi sermón que ya tenía preparado esta mañana, pero la nube dice, no, ese sermón no es para hoy. Déjalo allí, no te preocupes, yo te voy a proveer otra cosa mejor.

Y entonces cuando la nube comienza a moverse del sermón, será mejor que yo la siga y como yo la he decidido seguir hay bendición. Cuando Dios le dice a un director de música, mira, esta es la canción que yo necesito y a veces eso no va a venir como un… así te dice, hija mía, el Señor, quiero que me cantes, Dios es nuestro amparo, nuestra fortaleza. No, muchas veces va a ser una impresión que podía ser un pensamiento inclusive secular. pero tu tienes que escoger entre si santificas eso que tu has sentido o si lo recibes como una palabra de Dios y obedeces.

Cuando Dios me dio el sueño del León de Judá que estábamos en Cambridge sobre los rascacielos de Boston y yo experimenté en mi espíritu algo que casi nunca había sentido de lo que es un sueño, que se convierte en una visión, y ustedes quizás conocen la historia. Nadie vino donde mí, no vino un ángel a tocarme por la espalda a decirme, mira, eso es de Dios, escúchalo. Me vino una cantidad de impresiones que Dios me estaba diciendo a través de ese sueño. Me vino esa imagen del León de Judá es el lema de ustedes. Ustedes van a funcionar en la modalidad del león. Ese es el Jesús que ustedes van a usar como su modelo y su paradigma. No la oveja, no Jesús el pastorcito, sino Jesús el león.

Y un león ustedes saben es áspero muchas veces, a veces un león ruge y es desagradable, pero ese el Cristo también que tenemos y hay que pagar un precio. Y a veces Dios quiere que una iglesia funcione como una iglesia un poquito áspera, Dios no quiere una iglesia fina, bien delicada, bien pulida, a veces Dios quiere una iglesia un poco áspera porque es en la modalidad del león. Y eso es lo que necesita este tiempo.

Los demonios que están sobre la cultura en este tiempo requieren el rugido del león que los haga huir, no en la palabra bonita políticamente correcta, es la palabra del león que haga guerra contra los principados y las potestades. El Señor cuando me habló de ese león encima de una hueste de demonios que estaba encima de los rascacielos de Boston, yo proclamando desde donde yo estaba, tu eres el Señor, tu eres el Señor, a través de esas huestes demoníacas, a esa cara de león que estaba en el firmamento, me bajó una cantidad de conclusiones acerca del valor simbólico de ese sueño y me dijo, ustedes van a irse a Boston. Yo no tenía ninguna intensión ni deseo de venir a la ciudad, y menos a un área infestada de crimen como era esta área hace 20 años.

Yo no tenía una visión urbana pero para nada. Ya la iglesia estaba comenzando a crecer y mi deseo era irnos a un área fuera de la ciudad, más bien, cerca de carreteras para encontrar por ahí un lugar y establecer la iglesia allá. No tenía deseos de venir a una ciudad. Pero en ese sueño de la ciudad de Boston y esas huestes demoníacas el Señor me dijo, tienes que venir a la ciudad. Tiene que funcionar en la modalidad del león.

Ahí fue que cambiamos nuestro nombre de iglesia bautista central o congregación León de Judá. Al principio era bochornoso, León de Judá qué es eso? un animal? Por qué ustedes lo llaman León de Judá? Y nadie sabe con qué se come eso muchas veces. Es un nombre raro, un nombre diferente. Algunos hermanos se opusieron al nombre porque en esa mentalidad bautista tradicional, Congregación León de Judá, el Señor me habló acerca de eso. Me habló acerca de que nuestra iglesia iba a estar unida en alguna forma extraña al pueblo de Israel y de valorar y bendecir al pueblo de Israel. Por eso la palabra congregación, no iglesia León de Judá, porque esa palabra congregación nos remonta a la congregación del pueblo judío. Y en inglés es Congregation Lion of Judah, no Lion of Judah Congregation. Su pastor estudió literatura y por alguna razón sabe la diferencia entre esas dos formas.

Es congregación y era León de Judá y al nosotros decir congregación León de Judá estamos afirmando una serie de cosas en nuestra neurología espiritual. Entonces, era venir a la ciudad, Dios me había dicho también, van a funcionar en una modalidad de guerra, porque el león es guerrero. Y ustedes vienen a hacer guerra contra principados y potestades.

Cuando nosotros llegamos aquí esto estaba atestado de crimen, de violencia, de cantidad de cosas. Por eso ese grupo que se fue jamás hubiera podido… yo jamás hubiera podido hacer esa decisión de venir aquí a Boston, ese grupo era demasiado respetable. Los amo y los bendigo, pero eran gente muy estirada, hasta cierto sentido. Y no hubieran venido a un vecindario lleno de crimen, a un gueto como era esto en el año 1993/94, cuando compramos este edificio.

También nos dijo, Judá es la tribu que dirige la adoración y encabeza la adoración. Y ustedes van a fluir en adoración y van a tener que aprender a adorarme y por eso esta iglesia… porque Dios nos ha dado un espíritu adorador y yo creo que podríamos hacer más. Un día ojalá que nosotros podamos venir acá y que salgamos de aquí arrastrándonos con la cabeza desgreñada y la camisa deshecha porque hemos estado en el mover porque eso es lo que Dios quiere. Y pidámosle al Señor que rompa los esquemas y que haga esto también.

Porque Dios me dijo a través de ese nombre también Judá es tribu de adoración porque la tribu de Judá encabezaba. Y también es cabeza, la tribu de Judá de donde vino Jesucristo y en eso no nos gloriamos, porque somos tan no merecedores de la gracia que Dios ha puesto sobre esta congregación, pero Dios nos dijo, ustedes vienen a liderar, ustedes vienen a ser frente a principados y potestades. Y yo tuve sueños al inicio de estar acá, de guerra espiritual. Y nosotros tenemos que más todavía, pero el que se meta a hacer guerra espiritual será mejor que se santifique porque los demonios van a aprovechar cualquier brecha p…

Hay mucha gente que se mete a hacer guerra espiritual pero no están preparados y el diablo encuentra la brecha y se mete por allí y abre fuego. Cúbrase sus espaldas, yo digo eso con temor y temblor. Si uno va a hacer guerra espiritual, purifíquese y santifíquese porque es retribución lo que viene de parte de la hueste del infierno. Pero Dios nos ha llamado y creo que Dios nos ha ayudado en muchas maneras a bendecir, por testimonio de gente secular que ha visto la transformación en esta área, que León de Judá ha contribuido por lo menos a la bendición. Esta área antes era un enjambre de maldición, hoy en día es una de las áreas más cotizadas de toda la ciudad de Boston. Y todavía quedan algunos demonitos por allí bastante grandes y serios todavía que descabezar, porque el diablo no cede su territorio, se salen unos y se meten otros.

Pero hay que seguir buscando porque Dios tiene un propósito y como yo sé que Dios tiene un propósito seguimos, seguimos, seguimos hasta que rompa la fuente de la mujer y de a luz el hijo. Esta mujer está preñada desde hace tiempo y hay algo que Dios tiene que hacer en nosotros.

Estoy fluyendo en asociación libre. Déjenme decirle algo también, hace años yo tuve un sueño, otro de esos sueños porque Dios me habla a través de sueños. Yo tuve un sueño del cementerio que está al lado de Park Street Church, ese es un cementerio del siglo XVIII, ahí están enterrados algunos de los próceres de la guerra revolucionaria norteamericana, algunas de las figuras coloniales. Es un cementerio colonial, ya no creo que se entierre ahí gente nueva, porque es un cementerio histórico. Es un cementerio de cuando Boston estaba bajo los puritanos y bajo los primeros cristianos. Todavía Boston era una ciudad temerosa de Dios.

Y yo vi ese cementerio y vi 3 tumbas con sus lápidas ya comidas por el viento y el agua, como esas lápidas. Si usted va a Park Street Church o va a esos cementerios del siglo XVII en Cambridge, por ejemplo, usted ve que las lápidas a fuerza de ser afectadas por el clima, el frío, el viento, la lluvia, se han ido haciendo bien delgadas como una galleta. Algunas de ellas son bien frágiles y simplemente allí los nombres y la fecha de muerte y nacimiento se han borrado y lo que queda es simplemente una galleta de cemento, o de lo que fuera en ese tiempo, de piedra.

Y había 3 montones de tierra, porque eran tumbas como frescas donde habían sido enterradas 3 personas y yo creo que entiendo por qué el trasfondo de ese tiempo clásico del siglo XVIII y del tiempo puritano y todo eso, porque es algo ahí donde Dios también me ha hablado acerca de eso para el futuro, y por eso nos tiene en la ciudad de Boston, una ciudad histórica, porque Dios hace sus cosas y desde la fundación del tiempo él va hilando, hilvanando sus narrativas.

El caso fue que esas 3 tumbas estaban allí y en mi espíritu en el sueño yo sentí que Dios quería que yo orara por resurrección de esas personas que estaban enterradas. De paso, hace poco tuve otro sueño donde una mujer norteamericana me habló y lo voy a confesar ahora acá porque se lo dije a mi esposa, donde esta mujer anciana comenzó a profetizarme, una mujer humilde, cara redonda, bajita, blanca, norteamericana, y comenzó a decirme, lo digo aquí para que cuando se dé se sepa que se dijo aquí porque las palabras a veces hay que declararlas.

Ella me comenzó a decir, en tu vida y en tu ministerio va a haber resurrecciones, muchas resurrecciones, dijo, y dijo esto, there will be no waste, queriendo decirme que el don sería perfecto y que por quien se orara iba a resucitar, que no iba a haber desperdicio. Ahora eso yo hasta tengo miedo de decirlo por lo terrible que suena eso, yo sé, pero a veces uno se calla las cosas y está muchas veces suprimiendo el espíritu de Dios.

Si Dios lo quiere hacer lo hará pero yo no estaba buscando eso, y este es un tiempo en que Dios me ha estado hablando en muchas maneras, casi todas las noches en sueños de diferentes tipos. Y lo que ella dijo fue eso, habrá resurrecciones numerosas y no habrá desperdicio. Piensen en el lenguaje solamente, es algo extraño.

El caso fue que en este sueño que yo tuve hace como 25 años, nunca se me ha olvidado, estaban esos 3 montones, las 3 tumbas, y el Espíritu Santo me dijo en el sueño que orara por ellos para una resurrección. Cuando yo comencé a orar hubo un movimiento, un temblor en cada montón y de momento subieron a la superficie encima de cada montón 3 cosas, y digo cosas porque eran 3 muñecos pequeños, no eran seres vivientes, eran muñecos inertes, sin vida y se posaron encima.

Y yo entendí en mi espíritu en el sueño que lo que había sucedido es que Satanás había malogrado el milagro. Escuche esto. Había malogrado el milagro porque los misterios del mundo del espíritu son muy grandes y muy profundos. Hay guerra y cuando la vida de Dios va a nacer Herodes siempre está allí, o faraón para matar la vida de Dios. Cuando el pueblo de Dios iba a salir de Egipto faraón quiso debilitar al pueblo con mucho trabajo y esclavizarlos más todavía.

Cuando Jesús ha de nacer Herodes manda a matar a todos los niños para ver si puede matar también al recién nacido Hijo de Dios, porque el mundo de las tinieblas siempre trata de malograr y de abortar la vida de Dios. Y esta iglesia durante muchas décadas y mi propia vida hemos estado en guerra espiritual porque el diablo no quiere que nazca la vida que Dios ha declarado. Hay guerra espiritual en los aires. Hay cosas que Dios tiene que hacer y el diablo a veces mete dificultades y obstáculos dentro de la misma congregación o de la vida de los hombres y mujeres que Dios llama para él tener derecho a restringir la vida de Dios que quiere manifestarse.

Y una de las cosas que yo he entendido es que hay una lucha y nosotros tenemos que orar y clamar al Señor para que la vida de Dios sea soltada en este pueblo y que se haga lo que Dios quiere y que lo que Dios desea manifestar se manifieste.

Yo miré esas 3 criaturas o lo que se llame inertes encima de los montones y entonces sentí del espíritu que tenía que orar en lenguas porque Satanás había restringido y había abortado lo que Dios quería hacer. Y cuando yo comencé a guerrear en el espíritu esas 3 muñecas comenzaron a cobrar vida y se convirtieron en 3 bebés saludables, rosaditos, lozanos. Eso se ha quedado en mi espíritu durante todos estos años, como un símbolo de que Dios tiene un propósito de gran movimiento, gran avivamiento, gran resurrección, grandes cosas que Dios quiere hacer y eso es lo que me explica una parte de la agonía.

Yo podría estar muy contento y muy satisfecho con una iglesia como la que tenemos pero hermanos, para mí esto es un simulacro, no es que esté subestimando ni desmereciendo la bendición de Dios pero cuando Dios te ha dicho que son cosas mucho mayores, que esto es simplemente algo simbólico, la vida de Dios va a ser incontenible. Si lo que Dios me ha hablado es real esto no puede ser contenido en 4 paredes. Podríamos construir un edificio 10 veces más grande y no sería suficiente. Esto no es nada con eso, y si usted vive con esa sospecha dentro de usted, usted no está satisfecho. A mí esto no me trae ningún gozo, hermanos, les digo sinceramente.

Me trae satisfacción porque gloria a Dios, qué bueno que Dios está bendiciendo y que hay…. Pero lo que Dios ha dicho es mucho mayor y cuando tu sabes que Dios te ha llamado a algo mayor, tu vives hipnotizado por lo que tienes delante de ti y tu dices, no, Señor, hay más, hay más, porque yo te creo por más. Yo te creo tanto que esto que es bello, es como un ensayo, es un punto de partida. La belleza tuya es inconmensurable, no tiene expresión.

Pero la escritura tiene que cumplirse y esta iglesia tiene que llegar a un punto de cocción específica y hay cosas que tienen que hacerse casi como en lo natural para que se cumpla la escritura antes de que Dios envíe su poder en una forma sobrenatural. Nosotros tenemos que aprender como esos marineros que aprenden a navegar con velas para aprender a orientarse con las estrellas y los entrenan así muchos ejércitos, marinas, sus marineros los entrenan con veleros, sus oficiales, para que aprendan a navegar como se navega un velero, solamente con las estrellas y con medios naturales. y después entonces pueden usar computadora y todas esas cosas, pero primero que aprendan a navegar.

Y a veces Dios hace eso con las congregaciones y con sus líderes, los prepara primero en la guerra cuerpo a cuerpo y después entonces les da armas tecnológicas. Yo creo que Dios ha querido que nosotros aprendamos a funcionar como un pueblo en la normalidad de la fe y que aprendamos a usar las armas humildes de la fe cristiana. Y en algún momento si lo que yo he sentido y he creído y he vivido y Dios me ha dicho, creo, es real se destapará la gloria del Señor y fluiremos en otras maneras mucho más poderosas, otras tecnologías mucho más espectaculares, pero hay que ser fiel y hay que cada día levantarse y saludar al Espíritu Santo y decir, Señor, lo que tu quieras. Si tu me quieres así humildemente con figura de Clark Kent, así viviremos hasta que tu quieras, Señor. Y si algún día tu quieres otra cosa, amén, que sea tu nombre glorificado.

Hay que ser obediente en lo poco para ser puesto en lo mucho, hermanos. Pero nosotros tenemos que aprender a ser el pueblo de Dios. Tenemos que hacernos humildes y quebradizos, sencillos de corazón, dejar que Dios nos hable como él quiera y venir aquí, a veces queremos que nos salga un grito de león y nos va a salir un gemido de pajarito enjaulado, pero gloria a Dios, está bien, después se va calentando la cosa.

Hay que comenzar a fluir en lo que Dios te da. Qué tienes a la mano? Usa lo que tienes a la mano y después Dios pondrá armas atómicas en tus manos. Vamos a aprender a ser el pueblo de Dios. Vamos a fluir en el Espíritu Santo. Después otro día seguiremos con la historia de Eliseo en el desierto y la adoración y todas estas cosas, la modalidad del templo, la modalidad del tabernáculo.

Estas son imágenes a las cuales Dios nos está llamando, que aprendamos a fluir en la tensión de los extremos, la tensión del orden y lo predecible, lo establecido. Eso es importante, los sistemas y la modalidad del espíritu. Ponernos allí para que el Señor haga y hable lo que él quiera en nosotros y ponernos simplemente como una vasija vacía donde Dios pueda echar su aceite. Si la vasija está llena no puede caber el aceite. Tienes que vaciarte para ser llenado, dice el Señor.

León de Judá tienes que hacerte humilde, sencillo y neutral para que el poder de Dios se pueda manifestar en tu vida. Un carro tiene que ponerse neutros, esos carros estándar para que se pueda mover, si está en un cambio no se mueve. Hay que ponerse en neutro y dejar que el Señor hable. Vengamos así.

Vamos a orar por nuestra iglesia. Pónganse de pie. Vamos a pedirle al Señor que nos enseñe, yo estoy aquí simplemente moviéndome a ciegas como un sonámbulo, dejando que el Señor nos dirija y nos guíe. A veces somos torpes en ese esfuerzo pero yo sé que el Señor no dejará que quedemos en vergüenza.

Te adoramos, Señor, gracias por tu presencia. Queremos ser ese pueblo escogido por ti, Padre, queremos ser ese pueblo que fluya conforme a tus designios, Señor. Mira nuestra palabra, Padre, que no caiga a tierra, Señor, que no regrese a ti vacía, que estas audaces cosas que uno confiesa, Señor, no lleven a lo ridículo sino lleven a una consumación de parte tuya, Padre.

Nos hacemos frágiles, Señor, nos hacemos débiles para que tu seas fuerte en nosotros, Padre. Llena este pueblo, Señor, cada uno de ustedes ahora mismo es una vasija vacía, me dice el Señor, tu eres una vasija vacía y Dios quiere llenarte con su aceite. Hazte una vasija vacía, despójate de todo tu contenido, si puedes, todas tus preconcepciones, y yo en esta tarde le digo al Señor, Señor, vacíame, despójame de todo, intelecto, emociones, voluntad, sueños, agenda personal, despójame de todo y vacíame para poder contener tu aceite, Señor.

Y así esta congregación, Padre, su personalidad, su configuración, su historia, su programa, sus sistemas, bórralo todo, sopla sobre ello, sopla, Señor, sobre ello ahora mismo, llévatelo, Padre, y muéstranos nuestra nueva identidad como pueblo. No nos dejes Señor, regresar a Egipto. No nos dejes regresar a Egipto, Padre. Danos una mentalidad resuelta y clara. Preferimos morir en el desierto pero no regresar a Egipto, Padre. No queremos regresar a lo normal, Señor. Necesitamos tu visitación. Préñanos con tu vida, Padre, y glorifícate tu. Esconde al hombre, esconde la iglesia y esconde su nombre, Padre y ponte tu que cuando vean esta iglesia solo te vean a ti, Jesucristo, a nadie más, Señor. Y la gloria sea exclusivamente para ti.

Envía tu unción, envía tu gracia sobre este pueblo, Padre. Visita a este pueblo, Señor, en este momento. Envía tu fuego, envía tu lluvia, envía tu soplo, Señor. Nos despojamos de toda agenda personal y te pedimos, instálate tu, Espíritu Santo, instálate tu, Señor, y glorifícate. Esta palabra, Padre, yo la lanzo como una oración delante de ti, una plegaria, Señor, un clamor desde lo profundo de mí ser. Recíbela, Padre, recíbela y actívala, Señor, en medio de nosotros, tu vida y tus propósitos, Espíritu Santo.

La oración me cambia a mí

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Vamos a la Palabra del Señor en Santiago capítulo 5 versículos 13 al 18, y voy a compartir una meditación que compartí el domingo pasado con el ministerio en inglés por la mañana y la iba a compartir ese mismo día en la tarde para el ministerio en español pero sentí del Señor ir en otra dirección y ustedes recordarán que terminamos tocando otro tema relacionado con esta idea también de la oración y de la espiritualidad, pero de una manera diferente, pero quiero que todos tengan la misma enseñanza.

Hoy prediqué por la mañana la segunda parte de ese sermón sobre el tema que les voy a discutir ahora y voy a tratar de ponerme al día con ustedes también sobre la segunda parte de ese sermón acerca de la oración. Recuerden que hemos concluido la semana pasada, el domingo pasado una semana de ayuno, clamor y de oración, y de paso, este domingo pasado tuvimos una hermosa vigilia que fue gloriosa, vinieron muchas diferentes iglesias de la comunidad, hubo un sentir del Señor muy, muy bello y me alegro tanto de haber sido parte de ese evento, felicito a los hermanos que lo iniciaron y que estuvieron capitaneando este esfuerzo glorioso.

Yo me fui a las tres arrastrándome pa’l carro porque tenía que hacer otra cosa ayer en la tarde pero se quedaron algunos y a las 5 terminaron la parranda ya, y creo que sentimos la bendición del Señor ¿amén? sentimos esa bendición de Dios y déjeme decirle, esos nutrientes van a estar allí y me alegro de verlos a muchos de ustedes allí recibiendo esa unción que tanto necesitamos del Señor, le felicito y vamos a seguir clamando al Señor ¿amén? vamos a seguir tocando la puerta del cielo hasta que veamos más y más de Su gloria descender sobre nuestras vidas, la oración no es tiempo desperdiciado en absoluto, es una inversión que hacemos en la mentalidad de nuestra vida espiritual.

Y quiero hablar de un tema que es titulado: “La oración me cambia a mí”, la oración me cambia a mí y les voy a explicar el por qué de ese tema. Santiago 5 versículos 13 al 18 dice de la siguiente manera: “¿Está alguno entre vosotros afligido?” ¿cuántos afligidos hay aquí? no levante su mano pero simplemente ahí en su corazón, podemos venir con problemas y dificultades, es lo que quiere decir, afligido es triste, necesitado, con una necesidad que aflige, que causa peso, dolor, congoja y muchos venimos así. Gloria a Dios que venimos en vez de quedarnos ahí golpeados en nuestra casa, venimos a buscar de Dios.

“Si hay alguna persona que esté afligida haga oración” me encanta eso de hacer oración, no solamente orar sino hacer oración, es más activo, haga oración, “¿está alguno alegre?” ¿aquí hay personas alegres? gloria a Dios, están todos los billes pagados, la casa está al día, la mujer está cocinando buenas comidas, los hijos se están portando bien o lo que sea, gloria a Dios, dice: “si hay alguno alegre, cante alabanzas, alabe al Señor.” Dios tiene respuestas para cada situación, hay un estado mental, una situación para todo esta mental que podamos estar pasando.

“¿Está alguno enfermo entre vosotros? llame al anciano de la iglesia y oren por él ungiéndole con aceite en nombre del Señor” es una promesa de parte del Señor y a veces no tiene que ser un anciano de los que están acá, puede ser simplemente una persona que tenga autoridad espiritual, eso es un anciano espiritual en última instancia, podemos buscarnos unos a otros y orar, busque a alguien, busque un compañero.

¿Estás luchando con una tentación en tu vida, estás bajo algún tipo de atadura espiritual? búscate alguien que te pueda ayudar, pídele que ore por ti y comparte la carga con alguien. “Ungiéndole con aceite en el nombre del Señor y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados le serán perdonados” qué poder tiene la oración, qué poder tan grande.

“Confesaos vuestras ofensas unos a otros y orad para que seáis sanados, la oración eficaz del justo puede mucho” y da el ejemplo de Elías que era sujeto a pasiones semejantes a las nuestras. Elías no era un super hombre, lo vemos en las páginas del Antiguo Testamento, en una ocasión se deprimió, se acobardó, se metió en el desierto para aislarse y le pidió al Señor que le quitara la vida porque ya estaba cansado, el Señor le ministró, lo restableció y lo envió de nuevo al servicio espiritual.

Era un hombre sujeto a pasiones como las nuestras “y oró fervientemente a algo tan grande para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses; y otra vez oró, y el cielo dió lluvia, y la tierra produjo su fruto.”

“Hermano: si alguno de vosotros se ha extraviado de la verdad y alguno le hace volver sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino salvará de muerte un alma y cubrirá multitud de pecados.” Yo creo que ahí se refiere también a la intercesión, nosotros podemos jugar un papel bien importante al interceder unos por los otros y pedirle al Señor que saque a alguien de una práctica bien pecaminosa o de una situación de pecado de algún tipo, y el Señor puede hacer esa obra también.

Lo que me gusta de este pasaje también es que nos muestra una vida congregacional y una vida humana saturada de la práctica de oración donde cualquier situación se puede dirigir uno a ella por medio de la oración; alegría, aflicción, enfermedad, pecado, el cristiano ¿qué hace? ora, orar para nosotros debe ser un instinto, debe ser un reflejo, algo que hacemos sin pensarlo mucho en cualquier situación en la que nos encontremos, debe ser algo que sature la totalidad de nuestra vida.

Y a medida que entramos en la conclusión de este tiempo de ayuno y oración quiero que nuestra Congregación continúe meditando ¿no? bueno dirán: ya terminamos eso y ahora vamos al business as usual, ahora seguimos con nuestra vida común y corriente, no, tenemos que seguir clamando al Señor, yo he visto la bendición esta semana de mantenernos en oración y de estar como Iglesia en una forma más fuerte en el ayuno y la oración en nuestras vidas.

La oración es un tema extremadamente complejo, podríamos pasar semanas discutiéndolo y explorándolo, pero hay un tema que quiero que nosotros exploremos en esta ocasión y es el tema de cómo la oración nos cambia a nosotros, y cómo la práctica de la oración lleva a una vida más eficaz en el mundo espiritual.

Sin duda alguna la razón más obvia y más directa de orar es porque el Señor nos manda a orar. En muchas ocasiones vemos la directriz de Jesucristo, oremos. El Apóstol Pablo nos habla de orar sin cesar, la Biblia habla de orar en todo tiempo. El Señor le dijo a los discípulos: Orad y velad para que no entréis en tentación y la Biblia nos ordena a orar, como vemos aquí en este pasaje: saturar todas las dimensiones de nuestra vida con la práctica de la oración.

Pero a menos que entendamos las diferentes razones para orar, a menos que tengamos una teología bíblica de la oración muchas veces la oración puede ser algo estéril, un ejercicio que hacemos porque el Pastor dice que tiene que hacerse así y vamos a regañadientes a una vigilia de oración o ahí nos arrodillamos dos minutos pero en realidad no sentimos una conexión emocional, espiritual con el acto de la oración, simplemente la Biblia dice que tenemos que orar y yo creo que eso conduce a una esterilidad y a un desagrado en el acto de la oración.

Pero una de las razones grandes, importantes por las cuales debemos orar es por lo que yo les digo, es porque la oración es de gran provecho en una forma sistémica en nuestras vidas. Sí el Señor escucha las oraciones específicas que le hacemos pero hay como un provecho secundario, un provecho indirecto sistémico que se adentra en todas las áreas de nuestro ser y a eso yo quiero dirigir nuestra atención.

Una de las razones más importantes de la oración es que opera cambios en mi persona, cambia mi perspectiva espiritual, me hace un instrumento mucho más poderoso para que el Espíritu de Dios se manifieste a través de mi vida. Es como un atleta que hace ejercicios y se ejercita, y hace todo tipo de ejercicios de agilidad y de resistencia para producir un efecto en sus músculos, en su cuerpo, en su estado mental que le permite soportar el rigor de su vida atlética.

Un soldado que entra a bootcamp que es el tiempo inmediato de entrenamiento de un soldado ¿qué pretenden hacer allí? poner ese recluta bajo una serie de ejercicios, situaciones, presiones, le gritan, lo levantan a las 5 de la mañana, abusan de él literalmente muchas veces emocionalmente para darle ese temple, esa mentalidad de soldado, y los ejercicios son simplemente medios para llevar a ese temple y a esa postura del soldado. Yo creo que la oración es ese ejercicio que configura nuestra personalidad, nuestra mente, nuestra perspectiva y nos da la perspectiva de un verdadero cristiano a medida que lo practicamos continuamente.

Uno podría pensar que la única razón para orar es para que Dios conteste nuestras peticiones, para que si tengo una necesidad el Señor suministre la respuesta a esa necesidad, es decir como si fuera una transacción: Señor yo te oro, yo te pido algo, yo te presento lo que yo necesito y Tú me das lo que yo necesito, y ciertamente en la Escritura tenemos ocasiones en que personas hicieron exactamente eso y la Escritura lo alaba de hecho; no hay nada malo de que uno venga ante Dios con necesidades como las que nosotros le trajimos acá y que le pidamos al Señor que intervenga para que bendiga nuestras finanzas, nos saque de un problema financiero o material, o familiar, o material, o matrimonial, o de trabajo, lo que sea, uno puede venir al Señor para que nos dé algo específico.

El Rey Ezequías oró específicamente para que el Señor lo sanara de una grave enfermedad como vimos y el Señor le respondió inmediatamente, el mismo Profeta Isaías que vino y le dijo que iba a morir irremisiblemente se tuvo que devolver en respuesta a esa oración desesperada que hizo el Rey Ezequías y le dijo: ¿sabes qué? el Señor escuchó tu oración, te da quince años más de vida y te promete paz para tu nación mientras tú estés vivo, gloria a Dios por esa respuesta. Ezequías le pidió algo específico y casi que cambió, eso es escandaloso decirlo pero casi podemos decir que cambió el corazón de Dios. Yo no creo necesariamente que Dios solamente quería probarlo, uno podría decir eso tratando de defender la soberanía y el dominio total de Dios, pero lo que nos dice aquí es que Ezequías oró y el dictámen de Dios fue cambiado en respuesta a su oración, así que no hay problema en orar por cosas específicas.

En Mateo 7 versículos 7 al 8 dice: “Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, tocad y se os abrirá, porque cada uno que pide recibe y al que toca se le abrirá” así que no quiero ser más católico que el Papa diciendo: no, no pidas nada al Señor, pida, pida desesperadamente, pida insistentemente, pida específicamente, pida apasionadamente, pida atrevidamente y eso está bien, a Dios le gusta que pidamos dirigiéndonos a Su Corazón.

Pero habiendo dicho eso, hay razones más profundas para orar y es que la oración tiene un impacto directo sobre nosotros, nuestra mente, nuestras emociones, nuestra perspectiva. Muchas veces estamos orándole al Señor para que nos dé algo y Dios aguanta su respuesta, y con el tiempo descubrimos que verdaderamente yo no necesito eso, no lo quiero, no es para mi bien y cambiamos nuestra oración, y le pedimos al Señor otras cosas, la oración tiene impactos sobre nuestra vida que son totalmente inesperados, la oración tiene un potente efecto sobre nuestra perspectiva personal, cambia nuestra postura interior, reconfigura nuestra mente, nos permite adquirir una perspectiva eterna del Reino para ser más penetrables a los mensajes, las emanaciones que vienen del Espíritu Santo, prepararnos para ser verdaderamente útiles para el Señor en nuestra vida y en nuestro ministerio.

Como les digo yo oro muchas veces no porque tenga una petición especial, es más: hay ocasiones, hermanos, en que en realidad no tengo nada que pedirle al Señor, eso es raro, pero le digo: Señor Tú me has bendecido en tantas maneras y diferentes áreas de nuestras vidas están en orden, y no tengo así algo específico para pedirle al Señor pero yo oro porque yo sé que es bueno y que es para mi bien, y que al yo conectarme con Dios algo sucede en mi espíritu.

Es como un diabético montarse en una máquina que le purifica la sangre, ¿eres diabético? diálisis pero ¿cuál es la enfermedad? de los riñones, bueno no me voy a meter mucho en eso, por eso no soy doctor, pero el caso es que ¿sabe qué? hay casos en que la persona se hace una transfusión o se monta en una máquina y esa máquina tiene un efecto sobre su cuerpo, y así mismo pasa con nosotros muchas veces, que por medio de esa conexión espiritual como que el Señor nos hace una transfusión mental, y a veces entramos al cuarto de la oración desesperados y angustiados, y pensando que no hay respuesta, y el Señor nos cambia la perspectiva y salimos de allí fortalecidos, bendecidos, con esperanza en nuestro corazón.

El domingo que viene posiblemente vamos a hablar acerca de un caso donde una oración cambió una perspectiva, pero yo me refiero a ese aspecto de la oración, que la oración nos ayuda a ver las cosas desde una perspectiva eterna. Sí nos bendice con respuestas a oraciones específicas, pero algo se da en nuestro espíritu por medio de la práctica sistémica de nuestra oración y por eso me estoy refiriendo a ese aspecto, a la práctica sistémica de la oración, no tanto al efecto particular de una oración específica sino a lo que pasa a la condición general de nuestra vida y nuestra mente a medida que sumergimos todo lo que hacemos, todos los aspectos de nuestra vida: nuestro trabajo, matrimonio, finanzas, salud física, relaciones sociales, vida espiritual, nuestra formación en un ambiente, en una atmósfera de oración.

Cuando toda nuestra vida está bañada en la práctica de la oración la oración va adquiriendo como un efecto cumulativo, nuestro repetido ejercicio de orar continuamente está llegando al Trono de Dios y Sus bendiciones están continuamente alcanzándonos, y Dios siempre está respondiendo a una oración atrasada, y bendiciendo de esa manera, y a eso me refiero.

Hay mucha gente que ora solamente cuando el agua ya les está llegando al cuello, cuando ya no hay más nada que hacer. A mí me gusta pensar que lo que debemos hacer mas bien es orar proactivamente, orar por todas las áreas de nuestra vida, por ejemplo: no orar solamente cuando estamos enfermos sino orar por la sanidad y la salud preventiva de nuestro cuerpo, orar por cada aspecto. Yo les he dicho antes y creo que es muy importante orar por nuestro cuerpo y sus diferentes componentes, y visualizarlos, y levantarlos delante del Señor, orar por nuestro sistema hormonal, nuestros músculos, nuestros tendones, nuestros huesos, nuestro sistema circulatorio, el corazón, las venas.

Yo había llegado inclusive a leer un poco de anatomía para saber por qué cosas voy a orar porque mi cuerpo tiene tantos pedazos que a veces uno ni sabe todas las cosas que tiene, orar por ello. Y uno diría: bueno el Señor sabe, y solamente hay que orar por salud para nuestro cuerpo, no. Hay que saturar nuestros cuerpos con oración preventiva, hay que llamar la bendición de Dios que caiga sobre nosotros, y confiar, y creer: no, el Señor es poderoso para bendecirme y fortalecer mi cuerpo.

Hay que orar por nuestros hijos preventivamente también, orar por sus cónyugues futuros, por los hijos, por sus finanzas, por sus estudios, todas esas cosas tenemos que orar, orar y guerrear con anticipo, y hacer rodilla delante del Señor para que Él bendiga nuestros matrimonios, todas las cosas del ministerio.

Yo tengo que orar continuamente por mi Congregación para que el Señor bendiga su futuro y su presente, y que bendiga su pasado también inclusive, los recuerdos del pasado de nuestra Congregación, y que sane heridas que puedan haber allí, nuestras finanzas, uno tiene siempre que estar orando.

¿Y qué pasa? que entonces hay un sedimento, una base que se va construyendo en nuestra vida de bendición. Es como en medicina ¿sabe? hay medicamentos que uno toma y no los toma para obtener una respuesta inmediata sino para ir fortaleciendo, ¿por qué tomamos vitamina C por ejemplo, no? cuando llega el invierno tomamos vitamina C para los resfriados que puedan venir, pero no es como que usted va a tomar una vitamina C ahora y ya va a estar inmediatamente protegido del resfriado, hay que desarrollar una base.

Hay muchas medicinas, vitaminas y otro tipo de medicinas, el médico le va a decir: mira, vas a tener que tomar esto por cuatro semanas antes de que te haga efecto, ¿por qué? porque el cuerpo necesita depositar ese elemento medicinal y entonces cuando ya el cuerpo tiene ese sustrato de medicina entonces comienza a enviar su beneficio a la parte afectada, y entonces ¿qué tú tienes que hacer? seguir tomando esa medicina para poder experimentar esos beneficios a largo plazo, en vez de cuando tienes una enfermedad tienes que tomarte una pastilla y entonces se resuelve el problema de una vez, no, hay que hacerlo sistemáticamente

Yo les animo hermanos a vivir vidas de oración, a ejercitarse, la oración es un ejercicio y es una disciplina que uno practica a veces a regañadientes. Hay veces que yo no quiero orar francamente y no es que no sea espiritual, a todos nos pasa si usted es honesto. Hay momentos en que uno tomarse, orar es como tomarse un vaso de agua tibia, uno no lo quiere hacer pero lo hace porque sabe que es bueno, que es necesario y usted entonces se enchufa a la dimensión del espíritu, y allí el Señor entonces va ministrando a su vida, le habla, le aconseja, le fortalece espiritualmente y usted recibe cosas de parte del Señor, y sale de allí fortalecido simplemente porque oró.

Aparte de cualquier provecho específico que usted quiera recibir usted se forma como una persona de una perspectiva espiritual. Yo creo que muchas veces nuestra mentalidad cristiana está orientada hacia la crisis, y cuando vienen las crisis de la vida a veces ese es el peor momento para orar porque uno no quiere orar, y a menos que uno no esté ya formado en la oración muchas veces la tentación va a ser a huir de la situación, dejar de orar, irritarse con Dios, molestarse con Dios por lo que usted está pasando en vez de simplemente hacer lo que hace un soldado: pararse firme hasta que haya pasado el día malo y que nos encuentre el final parados, puestos de pie como dice Efesios capítulo 6.

La oración tiene que ser algo continuo que llene todos los aspectos de nuestra vida y por eso esta semana que pasó estuvimos volviendo a visitar los fundamentos de la oración porque en un tiempo como ese, en que una Iglesia está mencionando la oración y aceleramos el proceso de la oración, y venimos a clamar al Señor, a buscar el Rostro del Señor nos estamos dando un mensaje subliminal a todos nosotros, nos estamos diciendo: esta es una Iglesia que depende del Señor, una Iglesia que depende de las fuerzas del Espíritu. Es una Iglesia que confía que si nosotros traemos nuestras necesidades al Señor el Señor va a responder, una Iglesia que sabe que no es con espada ni con ejército como dice la Palabra sino con el poderoso Espíritu de Dios, nos enviamos un mensaje a nosotros mismos y adquirimos lo que yo llamo una mentalidad sobrenatural.

¿Qué es una mentalidad sobrenatural? es cuando tú miras las experiencias de tu vida a través de lentes sobrenaturales espirituales y cuando tú buscas soluciones que vienen del espíritu y no solamente de la materia, cuando tú sabes que la prosperidad de tu vida depende de Dios y no de tus propios esfuerzos ni de tu propia astucia.

Una mentalidad sobrenatural le permite a una Iglesia pasar tiempo por ejemplo en adoración, porque sabemos que la adoración es un proceso eminentemente espiritual y que cuando estamos ante la Presencia del Señor y estamos adorándolo también cosas pasan dentro de nosotros mismos de paso, Dios nos habla, Dios libera. ¿Cuántas veces Dios nos ha hablado en un momento de oración y de clamor? ¿cuántas veces llegamos a la Iglesia atados y afligidos, y algo pasó? no sabemos cómo, pero por medio de la adoración fuimos liberados de nuestra preocupación y salimos con esperanza de que Dios tiene una solución, lo mismo pasa con la oración.

Cuando usted pasa ahí tiempo en la oración, es más: hay veces en que usted no sabe ni siquiera cómo va a orar y usted simplemente, ahí está uno de los beneficios de orar en lenguas porque la oración en lenguas es simplemente como oración en bruto, es oración desnuda, es oración que usted trae ante el Señor y es simplemente la biología suya clamando al Señor, usted no sabe cómo pero su espíritu está clamando a través de usted, y en ese acto de conectarse con Dios por medio de la oración con lenguas se rompe algo, y usted se enchufa a las cosas del Espíritu. La oración es eso, es enchufarnos, es conectarnos a la vida que viene de Dios, necesitamos que la oración sea una plataforma continua en nuestra vida y que nos ponga en contacto con Dios.

¿Por qué Jesús oraba? ¿por qué el Hijo de Dios se pasaba noches en oración? yo creo que en parte era por eso, porque Él simplemente estaba allí deleitándose en la Presencia de Su Padre celestial, esa comunicación perfecta que había sido quebrada por la encarnación y ahora Jesús era hombre, estaba en medio de hombres impuros, mujeres impuras, y el Señor necesitaba como separarse por un rato y buscar simplemente la Presencia de Su Padre y comunicarse con Él.

En muchas ocasiones Él hizo eso para hacer las grandes decisiones que tenía que hacer en Su Ministerio. Ahí uno de los pasajes nos muestra que el Señor se pasó toda una noche en oración y al otro día fue y eligió a Sus doce discípulos, y hay una conexión entre esos dos momentos. Al Él conectarse con el Padre simplemente en el acto de oración Él pudo recibir los nutrientes del Padre celestial y entonces hacer una decisión firme sobre cada uno de esos individuos que iban a acompañarlo en Su carrera espiritual. Yo creo que las congregaciones en este tiempo necesitan ejercitarse en esa forma.

Y a veces lo que hemos dicho, el domingo pasado lo compartí con ustedes, hay veces en que tenemos que hacer ejercicios de mentalidad espiritual donde decidimos tirarnos al abismo y experimentar con las técnicas y las tecnologías del Espíritu Santo, y atrevernos a fluir en el Espíritu y hacer cosas inesperadas. Ahora eso requiere precisamente de una Congregación con una mentalidad espiritual porque si hay personas en la Iglesia que no son maduros en la fe y ven que de momento cambió el programa y quizás no hubo predicación, y todo se dedicó a la alabanza pueden decir: ¡oh! no hubo predicación hoy, eso es una Iglesia que no ama la Palabra de Dios, pero no, lo que pasó fue que la Palabra del Señor encarnó por medio de una adoración y un ministrar.

Muchas veces hermanos se logra más en un tiempo de efusividad espiritual que con diez sermones, y mire quién se lo está diciendo, y se requiere gente que entonces entienda lo que está pasando y que esté allí adorando, alabando al Señor, haciendo guerra espiritual en favor de los que están orando aquí enfrente, que sepan que cuando venimos a la Iglesia no venimos a ser entretenidos, no venimos a que se nos dé algo, venimos a ejercitarnos en el Señor.

Y ojalá llegue el día en que tuviéramos tal valor espiritual que no temiéramos de lo que va a pasar, y que, yo le digo por mí mismo que muchas veces mi preocupación como Pastor es el orden de la Iglesia, que se lleven a cabo los propósitos que tenemos, que se colecten los diezmos y las ofrendas, y que los anuncios se hagan, que se presenten los bebés, you know las cosas se cumplan y eso es lo natural, pero ¿sabe qué? muchas veces es un holocausto al Señor cuando simplemente nos quitamos los amarres y decimos: vamos a ser el pueblo de Dios, vamos a hacer desorden espiritual hablando así metafóricamente, vamos a dejarnos caer el moño y simplemente fluir en el espíritu y dejar que Dios haga lo que Él quiera a través de nosotros y en nuestra vida.

Y yo le pido al Señor ese valor espiritual ministerial y ore para que el Señor me dé más de ese valor hermano porque yo creo que esa es la forma en que Dios se manifiesta en una Iglesia, ¿sabe? cuando dejamos de medir el tiempo, de darle a Dios el tiempo a cucharitas ahí y simplemente dejamos que Dios sea Dios en nuestra vida.

¿Y sabe qué? no se llega a esa perspectiva a menos que no sea practicando la oración. Yo no he visto a nadie que sea verdaderamente efectivo en el Reino de los cielos que no tenga una vida nutrida en la oración.

Hermanos: el mundo como nunca necesita iglesias, congregaciones con una mentalidad sobrenatural nutrida por una vida de clamor, de oración, de uso de los dones del Espíritu. Yo no veo cómo esta cultura moderna del siglo XXI puede ser alcanzada, francamente, excepto por medio de una mentalidad sobrenatural.

Yo me pregunto ¿cómo van a ser alcanzadas esas naciones del medio oriente, el mismo Pakistán, la misma India? Voy a decir con respeto: el enemigo ha erigido sobre esas naciones un casco metálico sobre sus mentes y ha unido en una manera muy astuta cultura y familia con religión, donde tú el cambiar de religión es una muerte pero total: tú perdiste tu identidad, perdiste tu pasado, perdiste tus familiares, el sacrificio es inmediato, y tú le estás pidiendo a una persona que ni siquiera conoce los beneficios plenos del Evangelio, le estás pidiendo que se tome una píldora mortal, y que pierda su identidad completamente, y que ponga su vida en peligro y la vida de su familia en peligro por aceptar a Jesucristo, es terrible, y eso es lo que pasa en muchos países musulmanes, en muchas sociedades donde los padres descastan a sus hijos y los anulan completamente, su existencia por aceptar a Jesucristo.

Ahora, yo creo que cuando hay poder sobrenatural, cuando hay una Iglesia llena del Espíritu Santo donde hay milagros, donde hay intervenciones del Espíritu, entonces Dios puede hacer algo para romper la inercia y la resistencia del enemigo. Y eso fue lo que pasó en el primer siglo en Jerusalén, esa cultura judáica no iba a ser conquistada por enseñanzas bien desarrolladas desde el punto de vista meramente intelectual. Por eso Pablo dijo en Corintios en el pasaje que vimos el domingo pasado: cuando yo fui a donde ustedes, no fui con excelencia de palabra ni con sabiduría humana, sino que me prometí no enseñar otra cosa sino a Cristo y a Cristo crucificado para que su espiritualidad no esté fundada en palabras de hombres sino en poder del Espíritu Santo. Él quitó todos los andamios humanos y dejó solamente desnudo el poder de Jesucristo y Su cruz para poder enseñarle a esta gente cómo ser cristianos eficaces.

Yo creo que esta cultura del siglo XXI es peor que cualquier otra cultura, aquí en Estados Unidos hablamos de los países musulmanes, pero en este país hay decenas de millones de personas que están cautivas al intelectualismo, al secularismo, a una mentalidad anti cristiana, a una forma de ver el mundo totalmente secular sin fundamentos absolutos, confundidos completamente, a veces altamente desarrollados pero a nivel moral confundidos y a nivel espiritual son peores que bebés, están atados. Léase muchas de las revistas intelectuales de esta nación, léase el New York Times, yo lo leo todos los días prácticamente y lo leo a regañadientes por la porquería que yo leo allí de gente altamente desarrollada intelectualmente pero con dos dedos de cerebro espiritual, no tienen entendimiento, tienen un gran arsenal intelectual increíblemente desarrollado pero no conocen de las cosas del espíritu.

Por eso yo le pido al Señor: derrama de Tu Espíritu Santo, danos un segundo avivamiento como el que se experimentó en el Pentecostés, una visitación fresca de Tu Poder, porque yo creo que es con señales y prodigios, una ministración poderosa del Espíritu Santo que se va a dar el milagro en nuestros tiempos.

Yo no tengo nada en contra del intelecto hermanos, el intelecto es hermoso y yo celebro lo que la razón puede dar, pero yo les digo hermanos que en el mundo del espíritu las reglas son muy diferentes y se requiere fuego, se requiere poder del Espíritu Santo, se requiere una vida que sepa que Dios es real y que contesta a las oraciones de Su pueblo, y yo no estaré contento en mi vida espiritual hasta que yo no vea esos milagros, esas señales y esos prodigios manifestarse en medio de Su pueblo.

Hay mucho alarde en medio del pueblo evangélico por allí, mucho alardear de muchas cosas pero francamente hermanos muchas veces yo no veo el poder y la efectividad que se supone que exista en el pueblo de Dios, yo lo digo porque, ¿sabe lo que yo digo? yo sé lo que es el verdadero poder de Dios y existe, y es real, y tenemos que pedírselo al Señor que se manifieste. No podemos conformarnos por allí con amagos de poder, tenemos que clamar al Señor y pedirle que visite a Su pueblo con Poder verdaderamente del Espíritu Santo.

Y nosotros tenemos que generar por dentro la fortaleza espiritual, la capacidad de atraer ese poder de Dios, y muchas veces el poder de Dios no baja hasta que el pueblo no ha clamado y se ha desnudado delante del Señor, y pedido una y otra vez. Hasta que un pueblo no ha llegado a ese nivel de vapor, y muchas veces se requiere mucho tiempo para que eso se dé, tenemos que seguir tocando a la puerta del Señor. Yo llevo años tocando a la puerta del Señor y diciendo: Padre, visítanos con este poder, y la oración para mí es esencial en ese sentido.

Hay que orar por obediencia, hay que orar porque sabemos que es importante, hay que orar para que el Señor nos cambie a nosotros, nos haga más sensibles a Su Voz, nos haga más sensibles a nuestro pecado, nos haga más sensibles al llamado a la santidad y a la integridad, que el Señor traiga arrepentimiento a nuestro corazón, que el Señor quite las capas de secularismo en nosotros, el apego a la apariencia, el apego a las vanidades del mundo y nos haga seres que simplemente anhelen desesperadamente al Señor, y para mí la práctica de la oración es una de esas disciplinas que nosotros practicamos y que van poco a poco limpiándonos y deshaciendo esas capas de secularismo en nuestra vida personal, y va trayendo otro tipo de actitudes.

Yo le pido al Señor: Señor ayúdanos a incorporar más y más el elemento de la oración en nuestros servicios, la intercesión y no hacerlo otro ritual más porque muchas veces se puede convertir en otro ritual más, estamos aquí le pasamos el micrófono a tres, cuatro personas y creemos que con eso cumplimos, no, es algo diferente. Tiene que ser algo con que el Espíritu traiga a nuestra vida algo diferente cada día, Padre ayúdanos, Señor ayúdanos.

Déjeme orar ahora mismo: Padre en el Nombre de Jesús por esta Palabra Señor, clamamos a Ti, clamamos por un avivamiento Señor, clamamos por una explosión de Tu Poder en este lugar Padre, estamos claros de que necesitamos más de lo que ya tenemos, no es suficiente. Te traemos nuestras limitaciones Padre como Iglesia delante de Ti.

Envía un espíritu de clamor, envía un espíritu de santidad y de entrega Señor, haz algo diferente en medio de Tu pueblo Padre, visítanos Señor, y te pedimos perdón porque muchas veces necesitamos de las ayudas tecnológicas y de atractivo humano cuando lo único que necesitamos es que la gloria de Dios descienda alrededor de nosotros, Tu santo Espíritu que descienda y nos llene.

Padre: tenemos hambre de Ti, tenemos apetito y sed de Ti, visítanos Padre, fecúndanos Padre con Tu Poder y haznos un pueblo que clame a Ti Señor y que busque Tu Rostro por encima de todas las cosas. Cámbianos Padre, forma nuestra mente, forma nuestra mentalidad y ayúdanos a ser una Iglesia que comande el respeto de los inconversos para gloria exclusiva de Tu Nombre. Haznos una Iglesia que sea una presencia profética y apostólica en esta ciudad Señor, haznos un pueblo desesperado que clame a Ti, que busque Tu Rostro continuamente en oración, enséñanos a ser esos soldados Tuyos, esos militares entrenados por Ti. Danos espíritu de oración Padre, ayúdanos a buscar cada día más y más de Tu Poder, de Tu Gracia Señor, crea en nosotros un entendimiento espiritual Señor y que podamos ver la vida y el mundo a través de los ojos del Espíritu Padre, para poder ser esa gente efectiva para gloria de Tu Nombre.

Clamamos a Ti Padre, cámbianos y cambia nuestros patrones de oración y de clamor Padre, te necesitamos Señor, te necesitamos Padre, queremos ver Tu Gloria Señor, envía Tu Poder, en el Nombre de Jesús, en el Nombre de Jesús, amén y amén.

A veces tenemos un ego demasiado grande

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Yo tengo hambre de que el espíritu de Dios se manifieste en medio de nosotros, hermanos. Estoy dispuesto a hacer el ridículo si tengo que hacerlo para que el Señor se manifieste en este lugar. Quiero hacerme bien pobre y bien débil para que el Señor haga lo que él quiere hacer en medio de nosotros. Y a veces a través de esas humillaciones y esas incomodidades, a través de las quebraduras de nuestro ego, el Señor entonces tiene ocasión de manifestarse. A veces tenemos un ego demasiado grande y lo protegemos demasiado y el Señor dice, bueno, voy a hacer que tu ego sea el que se mantenga y no el ego mío que es el Espíritu Santo que yo quiero manifestar.

Así que balbuceando y haciendo cosas torpes el Señor se glorifica a través de los gestos que nosotros hacemos. Y es porque deseamos que el espíritu del Señor tenga control de nuestra congregación. Yo creo que el Señor está cansado ya de la misma cosa de siempre. Yo estoy cansado. Llevo 30 y pico de años pastoreando y Dios ha bendecido mi ministerio y ha bendecido esta iglesia pero siento que Dios tiene otra cosa, Dios tiene otra montaña que escalar, Dios tiene otra etapa, porque el Reino de Dios es siempre proceso, ir más y más y más allá, no contentarnos con lo que tenemos.

Yo podría decir, bueno, ya me voy a retirar y dentro de unos poquitos años ya me voy por allí a una casita que tenemos en Maine, a crecer vegetales y vivir con los osos. Pero yo no tengo planes de eso, yo pienso darle al Señor la última gota de vida y de energía que tenga hasta el último momento de mi vida y quiero más del Señor y quiero más para esta iglesia. No podemos dormirnos sobre nuestros laureles y a veces para entrar en la próxima etapa que Dios quiere de nosotros tenemos que dejar lo cómodo, lo predecible y tirarnos a esa tierra nueva que el Señor nos ha de enseñar según vayamos caminando en ella.

El Apóstol Pablo dice en Primera de Corintios, capítulo 2, “Así que hermanos, hablándole a los corintios, a esa iglesia que estaba en la ciudad de Corinto, y el Apóstol pablo está hablando de un viaje que él dio a esa ciudad anteriormente y les está explicando por qué él se comportó de la manera en que se comportó cuando fue a ese viaje, y nosotros tenemos que hacer lo mismo. Como líderes espirituales nosotros tenemos que explicarle a la gente por qué hacemos lo que hacemos, qué está detrás de las cosas que nosotros hacemos.

Por ejemplo, esta semana por qué hemos hecho lo que hemos hecho. Es importante que sepamos porque sino estamos haciendo las cosas mecánicamente simplemente porque el pastor dijo que oráramos esta semana y eso es todo. Si no entendemos la razón por la cual estamos haciendo las cosas entonces no podemos hacerla con toda la plenitud que tenemos que hacerlo.

Entonces, el Apóstol Pablo dice, “Así que hermanos, cuando fui a vosotros – en ese viaje anterior – para anunciaros el testimonio de Dios – es decir, para predicar, para enseñarles – no fui con excelencia de palabras o de sabiduría, pues me propuse – esa palabra es bien importante – no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo y a éste crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad y mucho temor y temblor y ni mi palabra, ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría sino con demostración del espíritu y de poder para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres sino en el poder de Dios.”

Amén. Entonces Pablo les está explicando por qué él se comportó como se comportó en ese viaje previo que él había hecho a la ciudad de Corinto. Y en otros pasajes de la escritura él desarrolla un poco más lo que aquí solo presenta en una forma muy apretada y muy embriónica. Los corintios como todas las ciudades que se habían desarrollado en la cultura greco romana estaban acostumbrados a escuchar estos predicadores que venían con mucha grandilocuencia, que se entrenaban en los lugares profesionales de declamación.

En el mundo greco romano había escuelas donde la gente era instruida sobre cómo hablar en público, cómo expresarse en una forma que la gente quedara impresionada, cómo usar el tono de la voz, los gestos de las manos, los gestos del cuerpo, las frases impresionantes y grandilocuentes para que la gente quedara impresionada con la forma de ellos enseñar o declamar o dar una conferencia o una predicación.

Y muchos de los predicadores itinerantes que estaban corriendo por la iglesia según ésta se iba desarrollando más, sobre todo en el mundo greco romano, muchos de esos predicadores usaban estos métodos de impresionar a la gente con su forma bien fuerte, bien fogosa de predicar para que la gente se impresionara, como pasa hoy en día también a veces en las congregaciones, que los pastores sentimos como que tenemos que estar continuamente manipulando a la gente y gritando y presionando a la gente con nuestros gestos físicos y con nuestra elocuencia para que se impresionen y reciban lo que estamos enseñando.

Y Pablo dice, cuando yo fui a ustedes para anunciarles el testimonio de Dios, cuando fui a enseñarles, cuando fui a predicar, yo no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. En otras palabras, yo no fui a donde ustedes con grandes términos teológicos ni grandes expresiones complicadas ni cosas complejas y oscuras para que ustedes pensaran como que yo soy un gran predicador, un gran maestro de la palabra, un gran Apóstol.

En otros pasajes de hecho él habla acerca de eso. él dice que la gente lo ve a él como una persona como insignificante, algunos dice que Pablo era muy pequeño de estatura. Otros dicen que hasta era un poquito jorobado, otros han dicho que él gagueaba un poquito, no sabemos. Y hay expresiones de sus escritos que nos hacen pensar que algunas de estas cosas eran ciertas. Y cuando él se aparecía ante estas congregaciones que ya habían escuchado del gran Pablo, del gran Apóstol Pablo, y él se aparecía quizás con una apariencia no tan impresionante y con una predicación así natural y de maestro, no de gran predicador, la gente decía, pero este no es Pablo, este es Pablito más bien. Nosotros pensábamos que iba a ser alguien muy impresionante de estatura y de forma de expresarse y que nos iba a deleitar con un sermón muy poético y muy elocuente y nos está enseñando en una forma natural y sencilla.

Pablo podía hacer eso si él quería, de paso, Pablo había sido entrenado a los pies de Gamaliel, uno de los más distinguidos maestros, rabinos, de su tiempo. Y sabemos que a Pablo no le faltaba ninguna de estas cosas. Pablo escribió dos terceras partes del Nuevo Testamento, era un teólogo increíble. La iglesia hoy en día, dos mil años después de su vida, se nutre de las enseñanzas del Apóstol Pablo. Él era un hombre que no le faltaba entrenamiento intelectual, académico, racional. Era un hombre de gran fogosidad también, un perseguidor de la iglesia, un hombre de un coraje físico increíble. Era un hombre que había recibido revelaciones extraordinarias de Dios, visiones tan profundas, tan sobrenaturales que Dios mismo le había prohibido que compartiera eso con la mayoría de la gente porque aparentemente no eran para consumo general, eran cosas privilegiadas que Dios le había comunicado a él.

Él había tenido tantas experiencias sobrenaturales y de tal grado que Dios tuvo que darle un padecimiento espiritual que lo avergonzara para mantenerlo humilde. Imagínense eso. Creo que es en Segunda de Corintios, capítulo 12 donde él habla de un aguijón que Dios le puso para que la grandeza de la revelación que él había recibido no lo engrandeciera, dice, desmedidamente. Dios me dio un mensajero del diablo, dice, un aguijón para que me abofeteara y me mantuviera humilde. Y era algo que avergonzaba tanto a Pablo que 3 veces vino delante de Dios y le dijo, Señor, líbrame de esto. Y 3 veces Dios le dijo, bástate mi gracia porque mi poder se perfecciona en la debilidad.

Por eso Pablo aprendió entonces a cultivar expresamente la debilidad, la humildad, la sencillez para que Dios pudiera entonces engrandecerse más a través de él. Sabe que a Dios le gusta la gente humilde y sencilla. Si usted viene de una familia sencilla, si usted no tuvo una gran educación, si usted pasó una buena parte de su vida haciendo poca vergüenza por ahí y después se arrepintió y ahora está en los caminos del Señor, usted está exactamente en el centro del amor de Dios, porque Dios ama a los humildes. Dios ama a los pecadores arrepentidos. Dios ama a los que se han descalificado. Dios ama a los que no merecen nada de su gracia y se han humillado y le han pedido al Señor las migajas que caen de la mesa, como la mujer siro fenicia.

No se sienta avergonzado de que usted no haya ido a un seminario, no se sienta avergonzado de que usted no tenga sus documentos, Dios ama a los sencillos y los humildes de corazón. Y Dios le encanta trabajar a través de gente humilde y sencilla. Cultiva la humildad, cultiva la sencillez porque entonces el poder de Dios podrá manifestarse grandemente a través de ti.

Yo me encanta tener gente sencilla, humilde, en mi congregación. Y yo quiero que ustedes sepan que esta nunca será una iglesia de aristocracia ni de gente de alta alcurnia exclusivamente, aquí todos tenemos que entrar a esta iglesia por la misma puerta bien bajita y humillarnos de manera que cuando entremos a la iglesia todos estemos del mismo tamaño, hermanos. Ese es valor primordial de esta congregación. Escúchenlo porque siempre quiero que eso quede claro en sus mentes, nunca escuche a nadie que le diga que esta iglesia es solamente para los profesionales. Esas son mentiras del diablo. Esta iglesia es para toda persona, la que tiene educación y la que no tiene educación, la que tiene documentos y la que no tiene documentos, el dominicano y el salvadoreño, el guatemalteco y el chileno, el mexicano y el colombiano, todos son uno aquí en Cristo Jesús. Todos los pequeños de la tierra tienen lugar porque se trata de que el Espíritu Santo sea el que manifieste su poder no la fuerza del hombre, no la inteligencia del hombre, no el dinero del hombre, no el pasado aristocrático del hombre o de la mujer, sino lo que usted es en Dios y en el espíritu de Dios en este tiempo.

Es un tiempo en que Dios quiere usar a los pequeños de la tierra, los humildes, los gobiernos hoy en día buscan a la gente altamente intelectual o la gente con dinero, como vemos en los últimos gobiernos que hemos tenido en esta nación. O adoramos el intelecto y la razón y la sofisticación racional, o adoramos la gente que habla duro, altos de estatura y que tienen mucho dinero y los 2 el Señor se ríe de ellos. La virgen de Israel menea la cabeza delante de ti, porque el espíritu del diablo se manifiesta tanto a través del alto intelectualismo como del mucho dinero y las grandes estaturas.

Y el pueblo de Dios que discierne el Espíritu Santo siempre cultivará la debilidad en el espíritu, o más bien la debilidad en la carne para que el poder del espíritu de manifieste a través de nosotros. Por eso es que esta iglesia nunca podrá ufanarse de nada. Mucha gente ama esta iglesia y la admira de allá afuera y ven esta iglesia como una iglesia ejemplar.

Hermanos, yo escucho esos cumplidos y esas bendiciones de la gente. Le doy gracias a Dios porque podemos ser gente que somos un ejemplo y una inspiración para muchos, pero esa alabanza yo inmediatamente se la transmito al rey de reyes y al Señor de Señores que es el único que la merece. Nunca en esta iglesia resuene el nombre de congregación León de Judá con orgullo carnal, hermanos.

La Biblia dice que si alguien se gloría, gloríese en el Señor. Nunca alabe esta iglesia más de la cuenta. Ni en la comunidad allá afuera, ni en ningún lugar. Nunca diga, oh, yo voy a congregación León de Judá como la gran cosa. Esta es una iglesia como cualquier otra, necesitada de la gracia del Señor. Y yo que los dirijo espiritualmente soy un hombre como cualquier otro, necesitado de la gracia y la compasión del Señor. Nunca alaben a un hombre, nunca pongan su mirada sobre un hombre, pónganla sobre Cristo. El mayor daño que usted le puede hacer a un pastor como yo, es alabarme más de la cuenta o creer que yo soy más de la cuenta. Ore por mí, ore por sus pastores, y pídale al Señor que me guarde y tenga misericordia de mí más bien, nunca me presente como un ejemplo en todo lo posible, a nadie, hermanos. Y nunca me señale porque ese el daño más grande que ustedes me pueden hacer.

Gracias a que me respetan. Yo me siento contento con el amor de mi pueblo pero sepan que más bien yo lo que necesito es que sus oraciones siempre estén levantándose delante de Dios por mí persona, y que esta iglesia siempre se vea como una iglesia pequeñita en la carne y que nosotros cultivemos la humildad y la sencillez de corazón. Que sepamos que nosotros no somos mejores que ninguna congregación. Tenemos nuestros defectos como cualquier otra iglesia. La gente allá afuera ve la grama y dice que la grama desde lejos se ve bien tupidita y bien bonita, pero cuando entran y conocen todas nuestras verrugas y nuestras arrugas, saben que somos humanos como cualquier otra congregación.

Cultivemos la humildad más bien. Denunciémonos a nosotros mismos y así el diablo nunca va a poder acusarnos, porque si usted se denuncia delante de Dios de qué lo va a acusar si usted ya se denunció, ya usted se acusó usted mismo. Entonces la gracia del Señor puede fluir sobre su vida. Vamos a pedirle al Señor, vamos a ser una iglesia sencilla y humilde de corazón. Vamos a exaltar a los pequeños y los más grandes rebajémonos para estar todos a la misma estatura.

Y Pablo había entendido ese misterio de la vida cristiana de hacerse pequeño activamente para que el poder de Dios entonces pudiera manifestarse. Cuando una iglesia… y ese es el peligro cuando Dios bendice una congregación. La iglesia en Estados Unidos en el siglo XXI es una iglesia muy bendecida en muchas maneras, es bendecida con grades edificios muy modernos, nosotros aquí en León de Judá gozamos de una planta física envidiable, 3 edificios en el centro de la ciudad. Tenemos lindos aparatos que proyectan las imágenes de nuestros coros y las lecturas bíblicas, tenemos buenísimos asientos, bien cómodos, tenemos aire acondicionado y calefacción, tenemos maestros excelentes, tenemos una adoración hermosa y bien organizada, tenemos computadoras por dondequiera, tenemos un programa de servicio social que es admirado y respetado por mucha gente en esta ciudad.

Pero eso también tiene su lado negativo y peligrosos y es que nosotros podemos acostumbrarnos a todas esas cosas y acostumbrarnos al programa bien organizado y al ambiente de mucho orden, y a los sermones bien estructurados, y nos podemos olvidar de que no es ahí donde verdaderamente reside el poder de Dios y la capacidad para afectar el mundo allá afuera.

Si yo tuviera el valor un día sería bueno que apagáramos todas las luces, apagáramos la calefacción, apagáramos las proyecciones y todos los micrófonos y tuviéramos un servicio como lo tuvieron durante siglos. Hasta hace poco la gente no tenía micrófonos ni tenía bocinas. Charles Spurgeon, uno de los más grandes predicadores. Estaba viendo un documental hace poco de Charles Spurgeon que le predicó en una ocasión a 25000 personas y tuvo que hacerlo sin micrófono, todavía no había micrófonos en ese tiempo. No había pantallas de proyección. La gente tenía que ejercitar su memoria y aprenderse los himnos de memoria.

Hoy en día nosotros no nos aprendemos ni un corito de memoria. No podemos ni siquiera recordar ese coro, tu fidelidad es grande, y eso es todo lo que dice, grande es tu fidelidad. Y no lo recordamos el bendito corito porque nos estamos atrofiando, dependemos de todas estas cosas. Y desgraciadamente en esta nación donde hay tanta elocuencia, donde hay tantos recursos tecnológicos para la iglesia más que nunca la iglesia está decrépita y falta de influencia y de voz en esta nación. No les parece irónico que mientras más progreso experimenta la iglesia, mientras más recursos tiene, muchas veces menos eficiente y eficaz es en la proclamación del Evangelio? Por qué? Porque nos acostumbramos a las comodidades, nos acostumbramos al programa.

Cuando los primeros discípulos se reunían en el siglo I que afectó a todo el mundo entero y cambió el curso de la historia, saliendo de una pequeñísima ciudad después que el Espíritu Santo cayó en el día de pentecostés. Sabe cómo se reunía la gente? La gente se reunía en las casas, se reunían en grupitos, no tenían la Biblia, ni siquiera tenían Biblia porque el Nuevo Testamento todavía no se había escrito. El Nuevo Testamento se fue escribiendo poco a poco y si tenían alguna carta que Pablo había escrito no había imprenta, no había computadoras, ni el Antiguo Testamento ni siquiera que había sido escrito con mucha anterioridad podían leerlo porque un manuscrito era algo que valía el salario de una persona de todo un año.

Y yo me imagino los disparates que se decían en esas casas acerca de Cristo y del Espíritu Santo y del Evangelio porque no había enseñanza. Esta era gente que escuchaba… venía un predicador itinerante a una montaña, a una aldeíta predicaba de que hubo un hombre que se llamó Jesús que murió por la humanidad y que era el Hijo de Dios y que todo el que creyera en él era salvo, y le preguntaba a 4 ó 5 en esa aldea, tu crees eso? y decían sí, sí, amén. Recibe al Señor. Y él se iba. Y esa gente tenía ahora que tener una vida de iglesia entre ellos, sin educación teológica, sin instrucción de nada más de quién era Jesús teológicamente, ni ningún tipo de otra enseñanza.

Y así fue que el Evangelio se esparció por toda la tierra hasta que el mismo imperio romano cayó de boca ante el poder del Evangelio y de esa gente que amaba al Espíritu Santo, diciendo estupideces y tonterías y balbuceando, inventándose corito incoherentes pero que estaban llenos del espíritu y que amaban al Señor. Y eso es lo que Dios busca al final de cuentas, no es la grandilocuencia como Pablo dice, no es la gran tecnología, no son las cosas bien organizadas, aunque yo amo todo eso.

Muchos de los problemas que yo me busco en esta iglesia es por mi insistencia en el orden y en la excelencia, pero yo sé que al final del día y a final de cuentas nada de eso cuenta si el Espíritu Santo no está metido en ello y animándolo. Y por eso es que nosotros nos movemos incómodamente entre esos dos extremos, entre el extremo del orden y el sistema y la buena administración y la excelencia y la preparación y también el caos fecundo de la gloria de Dios cuando quiere meterse a hacer lo que él quiera entre nosotros.

Tenemos que hacer las dos cosas. Pablo se podía mover en los dos mundos. Él se movía en el mundo de la razón, del intelecto, de la teología pero también sabía cuando era tiempo de dejar que el Espíritu Santo se manifestara. Y él sabía que lo más importante era eso: una congregación que discerniera el espíritu, conociera al espíritu, se moviera en el espíritu porque de las dos cosas esa es la que más vale. Al final de cuentas…

Mire, yo tengo mis peleas con el mundo pentectostal rajatabla porque tiene muchas atrocidades y muchas cosas dañinas que hace y hay mucha gente que atropella el Evangelio, mucha gente atronada pastoreando iglesias que no debieran pastorear iglesias. Pero sabe qué? Yo les digo algo, que si yo tengo que escoger entre esas iglesias muertas y ultra racionales que solo conocen la razón y el intelecto y la teología, y esas iglesias que están ahí balbuceando y buceando pero amando el Espíritu Santo, yo me quedo con esas. Yo amo a los pentecostales. Yo amo a la gente que desnudamente, tontamente, haciendo errores pero aman el lugar donde está la presencia de Dios.

Gracias al Señor nosotros no tenemos que escoger entre uno y otro, podemos estar en los dos ámbitos. Y hay veces que vamos a hablar acerca del orden, del sistema, de la buena administración, del intelecto, de la alta teología, y a veces nos vamos a quitar la corbata y abrirnos la camisa y vamos a saltar como corderitos en medio de la congregación y glorificar el espíritu del Señor para aprender y practicar lo que es ser un pueblo del Espíritu Santo. Las dos cosas son necesarias y eso es lo que mantiene a una iglesia balanceada, una iglesia saludable, una iglesia llena del Espíritu Santo que también manifiesta la excelencia, la simetría, el orden, el balance del Reino de Dios que es un reino bello y hermoso. Cuando la gente lo ve, ve el orden que hay en el universo pero también ve el dinamismo que hay en el universo porque Dios lo creó también. Las dos cosas son necesarias.

Y yo le pido al Señor que nos ayude a hacer eso. Por eso es que esta semana que nosotros hemos estado en ayuno y oración y buscando ahí. Lo que le hemos ofrecido al Señor es una milaña, en buen dominicano, pero es una cosita nada más. Nosotros hacemos un poquito y creemos ya como que nos crucificamos y nos tiramos para que los leones nos comieran vivos. Hemos hecho unos ayunitos y unas oraciones a medio cocer, no hemos sufrido hasta la sangre como dice el Apóstol Pablo en otro pasaje. Pero gloria a Dios, qué bueno, el Señor se contenta con nuestros esfuerzos, pudiéramos hacer más.

Pero lo que estoy diciendo es que esta semana ha sido un ejercicio en la tecnología del Espíritu Santo. Esta semana yo espero que como iglesia y a ti como individuo y a mí como pastor, nos haya ayudado a revisitar los fundamentos de la vida en el espíritu, el abc, la aritmética del Espíritu Santo. Esos minutos que estuvimos de matutino el jueves o de semi vigilia el viernes, o el lunes con el grupo que dirige nuestra hermana Mayra, o el miércoles en nuestro servicio de oración a mitad de semana, son ejercicios, son los balbuceos del bebé tratando de aprender a hablar.

Y estas cosas yo espero que nos ayuden a entender eso, que nosotros tenemos que ser una iglesia del Espíritu Santo. Nuestra fe tiene que estar primordialmente en el espíritu de Dios, en la vida sobrenatural. Y eso es lo que Pablo le está diciendo aquí a los corintios, les está diciendo, hermanos, cuando yo fui a predicar el Evangelio, él dice, yo me propuse, en otras palabras, él tuvo que hacer una determinación previa de agarrar a esos caballos tan fuerte que él tenía intelectuales y hablar un Evangelio sencillo para que la gente no lo mirara a él, para que la gente no pusiera su deleite y su apego en las palabras complejas que él predicara o su forma elocuente de hablar o las cosas meramente humanas, y que al escuchar al hombre débil y sencillo, él se quiso hacer, hermanos, una figura transparente para que la gente no lo mirar a él. Él quiso hacerse transparente para que cuando la gente mirara, mirara a través de él y viera el Cristo que estaba detrás de él.

Y eso es lo que yo creo que todo pastor, todo predicador, todo siervo de Dios debe hacer. Debe hacerse transparente para que la gente no lo mire a él o a ella. Tenga cuidado de cualquier persona que llama demasiada la atención hacia sí mismo. Tenga cuidado de cualquier iglesia que diga, nosotros somos la iglesia que Dios ha escogido y los demás no saben lo que están haciendo. Tenga cuidado porque ese no es el espíritu del Señor. La gente que verdaderamente sirve y glorifica al Señor nunca atrae atención hacia sí misma, siempre desvía la atención hacia el que es la fuente de todo poder y de toda gracia, es Cristo Jesús y el Espíritu Santo.

Y por eso Pablo dice, cuando yo fui a donde ustedes no fui llamando atención a mis destrezas ni a mí tecnología sino que yo me propuse, yo decidí, con anterioridad yo determiné, con una decisión previa mía personal, no saber nada, poner a un lado todo mi armazón, todo mi arsenal intelectual teológico, ponerlo todo a un lado, no saber nada, cosa alguna sino a Jesucristo y a éste crucificado.

Sabe que la crucifixión fue la humillación más grande? La cruz era la cosa más terrible, más humillante que un ser humano podía experimentar. Una persona estaba prácticamente desnuda, subida sobre un madero, su biología expuesta, sangrando, gimiendo. Sabe que la cruz era algo tan vergonzoso que el gobierno romano no permitía que ningún ciudadano romano fuera crucificado. Ningún ciudadano de Roma podía ser crucificado porque los romanos pensaban que la cruz era algo tan vergonzosa y tan horrible y que si un ciudadano romano era crucificado era una vergüenza para Roma por extensión.

Y ese fue el destino de nuestro Señor Jesucristo. La humillación más extrema, el sufrimiento más extremo, la vergüenza más total, y de esa vergüenza, de ese abatimiento total, Dios sacó la liberación y la hazaña más grande que se ha dado en el universo desde que el universo fue creado, la salvación de la humanidad y la derrota de Satanás. En la cruz, dice la Biblia, que Cristo derrotó a los principados y a las potestades y dice también que anuló el acta de los decretos que nos era contraria.

Toda la acusación que el diablo tenía derecho a tirarnos a nosotros, el Señor la anuló en la cruz. Dice que exhibió públicamente a los principados y a las potestades en la cruz, en el lugar de mayor humillación, de mayor impotencia, de mayor vergüenza, de mayor anulación de todo poder, inmovilizado allí el Señor manifestó su poder como nunca antes ni después, en la cruz, en la debilidad, en la crucifixión, en la vergüenza.

Y por eso Pablo dice, yo me propuse no enseñar nada excepto Cristo, y no el Cristo de poder, no el Cristo que viene un día en un caballo blanco como lo pone la escritura, no el Cristo que esperaban los judíos que cogiera y derrotara a los romanos y pusiera a Israel en el poder de nuevo como cuando estaba David, que eso es lo que ellos esperaban, un Mesías victorioso. No, él vino como un humilde cordero, montado sobre un asno, irreconocible como el Hijo de Dios y en ese estado Dios lo usó para traerle redención a la humanidad.

Y entonces Pablo dice, yo me propuse por lo tanto que ustedes conocieran en mi predicación, no el hombre poderoso, sino al Cristo y no a cualquier Cristo sino el Cristo crucificado. Y yo estuve entre vosotros con debilidad y mucho temor y temblor. Ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas sino con demostración del espíritu y de poder para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres sino en el poder de Dios.

Y esta semana eso es lo que hemos estado haciendo, hermanos. Hemos estado tratando de quitar todos los andamios. Eso es lo que quisimos hacer hoy en estos balbuceos torpes, este explorar a ver qué pasa. Por eso les digo, a veces es bueno. A mí me encantaría yo poder sentarme allí tranquilito, esperar hasta que me llegue mi turno para predicar y no tener que estar aquí como un atleta saltando por acá y dándole un micrófono a fulanito y a otro. Mucha gente ve eso, yo sé que lo ven en cierta manera crítica, por qué el pastor Miranda tiene que hacer eso? eso no lo hacen muchos pastores, pero yo lo hago para humillarme a mí mismo y para obligarme a depender de Dios. que mi iglesia aprenda a ser una iglesia dirigida por el Espíritu Santo, que mi iglesia aprenda a venir acá y decir, oye, qué va a pasar hoy? qué va a hacer Dios hoy? y uno viene y dice, y qué pasa si no se aparece? Y qué pasa si pasa una gran vergüenza y hago estas cosas acá y no pasa nada?

Es bueno sentir eso de vez en cuando. Es bueno venir a la iglesia con miedo muchas veces, es bueno venir a la iglesia con gran sentido de inseguridad y hacerse uno pequeñito y humilde. Yo sé que el Señor esas cosas las ve como un depósito y el Señor bendice esas cosas. Porque a veces los pastores se engrandecen mucho más de la cuenta, porque hay tantas otras maneras que uno puede buscar grandeza si la quisiera. Pero cuando uno se hace humilde delante de Dios, uno dice, Señor, yo no sé lo que estoy haciendo, no sé si te vas a aparecer o no, no sé si va a dar resultado lo que estamos haciendo, pero te amamos tanto que queremos darte una oportunidad. Si tu quiere ven y visítanos, muévete.

Yo creo que el Señor honra eso. Yo sé que a través de esa crucifixión el yo, Dios puede hacer grandes cosas en medio de nosotros. En esta semana, mis hermanos, salgamos de aquí… yo quiero que ustedes oren continuamente, que esta semana no sea una semana excepcional sino que Dios nos ayude como congregación a ser el pueblo de Dios. esto es l que debiéramos estar haciendo todos los días, debiéramos estar buscando más y más… agonizando delante del Señor y pidiendo que Dios nos haga verdaderamente ese pueblo ungido, lleno del Espíritu Santo.

Sigamos orando, sigamos buscando ese clamor de Dios, que no sea solamente esta semana ni hoy. Pidámosle al Señor que no se pierda esta visión de un pueblo que viene abierto a lo que Dios quiera, como un radar tratando de agarrar una onda de la eternidad y del reino de los cielos, que Dios nos hable y que nos use para su gloria, porque eso es lo que se necesita en este tiempo.

Los muros de Jericó que hay en este mundo ahora mismo están cerrados, bien cerrados y la iglesia no es capaz de derribarlo por sí sola. La iglesia no tiene la fuerza para romper los esquemas culturales de esta cultura del siglo XXI. Se requiere una visitación del poder de Dios, poder sobrenatural, una invasión del Espíritu Santo, una lluvia tardía como la que promete Joel en este tiempo de la historia. Solamente por medio de una visitación del poder de Dios sobrenatural, no se hará por aumentos incrementales de la energía, ni por técnicas de hombre, tendrá que ser un aterrizaje del poder de Dios más poderoso del que hubo en el día de pentecostés en Jerusalén.

Vamos a pedirle al Señor que lo traiga. Vamos a gemir y clamar delante de Dios como una mujer encinta hasta que el bebé nazca. Este es el tiempo de la visitación. Vamos a ser el pueblo del espíritu.

Póngase de pie y vamos a pedirle al Señor que consuma y consume este tiempo. Vete de aquí y ojalá que esta noche antes de dormir Dios te ponga un pensamiento en tu corazón. Padre, recuérdanos, visítanos, visita mi iglesia, visítame a mí, visita a mi familia. Yo me consagro a ti. Conságrate al Señor ahora mismo, consagra tu hogar al Señor ahora mismo, conságrate como un instrumento en las manos de Dios, una antena que pueda recibir las emanaciones de la eternidad, que sea una voz de Dios aquí en la ciudad de Boston.

Ahora mismo yo consagro mi casa, consagro mi iglesia. Meche ven por acá. Consagra tu casa al Señor. Consagra las paredes de tu casa, el piso de tu casa, el techo de tu casa. Hermanos, aguántese un momentito allí. Estamos haciendo algo bien sublime. Si usted puede esperar un momento allá atrás, espere un segundo. Esto es importante. El carro va a estar allí esperándole cuando usted llegue. No se preocupe, nadie se lo va a robar. Espere un momento. Este es un momento sublime. Conságrese al Señor si usted siente del Señor hacerlo. Entregue su casa al Señor.

Yo entrego mi casa, nuestras dos hijas, nuestros nietos al Señor, nuestro matrimonio, nuestro hogar al Señor, esta iglesia que el Señor nos ha puesto a encabezar junto con sus demás pastores y líderes, lo entregamos al Señor. Nuestra casa, yo y mi casa serviremos al Señor. Di eso. Yo y mi casa serviremos al Señor. Esta ciudad servirá al Señor. Nuestros hogares servirán al Señor.

Puede que tu seas soltero y ahora vayas a un apartamento tu solo, pero tu casa servirá al Señor. Tu vas a servir al Señor, tu vas a ser un instrumento de Dios, tu vas a ser un guerrero con una espada poderosa en las manos de Dios. Tus hijos van a ser usados por Dios, consagramos esta iglesia, Padre. Consagramos este lugar a ti, Señor. Úsanos para tu gloria, Padre. Aterriza en esta ciudad, oh Dios.

Tu que nos has dado todos estos recursos, Padre, y estos espacios, llénalos con tu presencia y úsanos para tu gloria, Señor. Queremos que tu gloria descienda sobre nuestra ciudad, sobre nuestra iglesia, sobre nuestra casa y sobre nuestra nación y que llene toda la tierra, que sea fuego corriendo por un pastizal y llenándolo todo de la gloria de Dios.

Te bendecimos, nos consagramos a ti, úsanos, Señor. Nos consagramos a ti. Quita toda tibieza de corazón, quita toda mediocridad espiritual, quita toda mente dividida, todo ánimo dividido, Padre, y haznos completamente apasionados a ti solamente, mirándote a ti solamente y deseándote a ti solamente, Señor, y sirviéndote a ti solamente para gloria de tu nombre. Gracias Señor. Aleluya! Te bendecimos. El pueblo de Dios dice, amén, gloria a Dios.

Vivir una vida con propósito

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Vamos a estar leyendo algunos versículos de la palabra del Señor y quiero comenzar con Colosenses, capítulo 1, versículo 16 que dice así: “…Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos, las que hay en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades, todo – diga conmigo todo – fue creado por medio de él y para él.” Aleluya!

Yo quiero hablar sobre vivir una vida con propósito, bajo un propósito divino. Hermanos, la Biblia nos enseña que para entender cuál es el propósito de Dios para nuestra vida, para una vida feliz, primero tengo que saber qué propósito tiene Dios para mi vida o qué propósito tengo yo mismo para mi vida, para mi existencia, o qué cosa quiero hacer con mi vida. Tal vez esto nos ayude a contestar preguntas personales como qué hago aquí, para qué vine a este mundo, qué hago en esta tierra. O preguntas como hasta hoy yo tengo 30 años de edad, 40 años, 20 años, 25, 60 años y hasta hoy no he encontrado el propósito de mi vida. Para qué estoy aquí, qué hago aquí.

En primer lugar la Biblia nos dice que todo comienza con Dios, todo comienza en él. La vida es para él. Todo hace sentido en Dios o sea, todo pierde el sentido si Dios no está. Esa palabra de Colosenses 1:16 dice que porque en él fueron creadas todas las cosas. Mis queridos, todo comienza y por tanto la vida no se trata de mí, no se trata de lo que yo pienso, lo que yo quiero, cuáles son mis planes personales o mis perspectivas o mis sueños personales. Fue Dios quien planeó crearme, fue Dios quien tuvo esa idea maravillosa de hacerme.

Y dice la Biblia que Dios planeó esto cuando nada existía. Logras pensar en la magnitud de esta palabra? Cuando nada existía Dios pensó en ti. Tu no viniste a la tierra por una acaso, no es un acaso del destino, no caíste aquí de una estrella o una nave espacial te tiró a la tierra. Eso no aconteció. Tu estás aquí bajo un propósito divino. Él nos diseñó con las características mínimas necesarias para salir adelante, para prosperarnos como personas, para prosperarnos como sus hijos. Desde que nacimos, desde que salimos del vientre de nuestra madre ya vinimos formateados, si se puede decir, para cumplir nuestro propósito. O sea, diga a la persona que está al lado suyo ‘tu eres diferente,’ ahora diga a ella, ‘pero tu eres el único o única,’ ¿verdad?

Déjenme decirles cuando Dios te formó, cuando Dios te hizo, ¿sabe qué hizo Dios con la forma? Tiró a la basura. El molde que Dios usó para crearte, él lo tiró, porque tu eres único, tu eres una persona especial para Dios. Y mis hermanos, el objetivo del universo entero es mostrar la gloria de Dios, la gloria de Dios es él porque de su existencia todo incluye su persona. Dios hizo todo para su gloria y sin la gloria de Dios no existiría nada. Y usted me preguntaría, ¿pero qué es la gloria de Dios?

La gloria de Dios es Dios en su esencia. Es la esencia de su naturaleza, de su importancia, el brillo de su esplendor, la demostración de su poder, la atmosfera de su presencia. La gloria de Dios es la expresión de su bondad en todas las demás calidades intrínsecas y eternas de su carácter y en su persona. Ahora mire a su alrededor, ¿qué ves? Mucha gente. Yo veo cabezas, yo veo personas, yo veo brillo, yo veo sonrisas, yo veo dientes, yo veo la gloria de Dios en cada vida, cada ser expresa esta gloria, esta magnitud de un Dios todopoderoso.

¿Dónde está esta gloria? Todo lo que Dios creó refleja de una u otra manera su gloria. Yo puedo ver, mis hermanos, en todas las partes de todas las formas, de todos los colores, yo veo la gloria en su creación. Yo veo en las formas más microscópicas, más diminutas hasta la existencia de la Vía Láctea, desde los atardeceres, las estaciones, las tormentas, en todo yo puedo ver la gloria de Dios y la variedad de su belleza expresado en un Dios sabio, organizado y un Dios creativo. Y la Biblia dice que los cielos también cuentan la gloria de Dios.

Y déjenme decirles, ustedes saben cuántos espermatozoides son necesarios, cuántos compiten? Son millones tras millones, tras millones para que se fecunde en el óvulo de la madre. Hasta aquí estamos de acuerdo ¿verdad? Son millones, millones y millones. Ahora dime, de esos millones que compiten, ¿cuántos llegan? Uno. Y esta es la única competencia que no hay segundo lugar, solo hay primero lugar. Y sabe que ese uno fue el más rápido, el más inteligente, el ganador.

Pero déjame decirte, tu ya naciste un ganador, ya naciste un vencedor. No llegaste a este mundo como un derrotado. Llegaste aquí como un ganador. Yo gané la batalla, yo salí. Cada vez que paso aquí, yo siento un agua aquí. Yo pensé que es la unción pero está goteando.

Salmos 139, me encanta este Salmo de David. En el versículo 15 David dice:

“…Me conoces por dentro y por fuera, tu conoces cada hueso de mi cuerpo, sabes cómo fui hecho parte por parte cómo fui esculpido…”

Guau! hoy por la mañana cuando estaba orando sobre este sermón en la casa yo pensé debería llevar a la iglesia un espejo y ponerte delante ¿verdad? Después pensé, no, la gente va a decir, “El pastor está loco.” Traer un espejo y pedir que cada persona llegara aquí y se mirara y ¿qué ves? ¿Qué ves cuando te miras en un espejo?

Esta semana tuve oportunidad de hablar con una señora que me dijo, “Ay, pastor, voy a hacer unas cirugías y estaba preocupada pensando que una cirugía muy seria,” y ella comenzó a decir que quería cambiar unos 10 ítems en su vida, quiero quitar de aquí y poner ahí. Y yo le dije, “Está bien que lo haga pero déjame decirle que Dios cuando te formó él tuvo un plan, él tuvo un sueño, él tuvo un propósito.”

Mis hermanos, lo más difícil no es entender quién somos, lo difícil es entender el propósito para el cual Dios nos llamó a esta tierra y nos trajo a este mundo. Hay un propósito. Quién soy yo en el mundo? Para qué nací? Por qué estoy aquí? o para qué estoy aquí? son preguntas que hacemos inmediatamente después de preguntarnos quién somos. Cuál es el propósito de Dios para mi vida? Y ese propósito tenemos que entenderlo porque muchas veces nosotros pensamos que el mundo gira alrededor de nosotros. A veces pensamos que el mundo gira para satisfacer nuestras expectativas, nuestros deseos.

Y déjenme decirles que Dios nos ama y quiere formar una amistad íntima con nosotros, a punto de entender su propósito en la eternidad. Entiende que tu eres un siervo del Señor y él quiere usarte para su gran plan en esta tierra. Dios tiene un plan contigo. Dios tiene un propósito en tu vida. Y él está esperando el momento en que tu te levantes para el cumplimiento del propósito que ya está establecido antes que tu naciste. Dios ya tenía un propósito para tu vida.

Fuimos creados para este plan. Fuimos creados para adorarlo, para amarle. Como se conoce la expresión de agradar a Dios? Se conoce a través de adoración, cuando lo adoramos. La adoración es la expresión de nuestra gratitud al Señor. La adoración es la expresión de nuestro reconocimiento de la persona y su carácter. La adoración no es parte apenas de tu vida, la adoración debe ser la esencia de tu vida porque en eso reconocemos quién Dios es. No pare de adorarlo. Yo creo que Dios sonríe cuando lo adoramos, que Dios sonríe cuando confiamos en él completamente, plenamente, cuando lo obedecemos de todo nuestro corazón. Dios sonríe cuando lo alabamos y manifestamos nuestra gratitud. Dios sonríe cuando usamos nuestras habilidades naturales, porque todo, todo que está en ti tiene un propósito definido. Sin propósito tu vida, mi vida, no tendría significado.

Mateo capítulo 16, versículo 13 al 16, dice la palabra del Señor:

“…Viniendo Jesús de Cesarea, de Filipo, preguntó a sus discípulos diciendo, “¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?” ellos dijeron, unos Juan el Bautista, otros, Elías, y otros Jeremías, y alguno de los profetas él les dijo, “¿Y vosotros quién dicen que yo soy?” respondiendo Simón Pedro dijo, “Tu eres el Cristo, el Hijo de Dios viviente.”

Yo estoy leyendo este pasaje para recordarte de que Dios está interesado en que tu sepas quién es él. No es que dice el mundo, no es que dice la televisión, no es que dicen los libros de literatura, no es que dicen los libros de historia, qué piensas tu sobre Dios, qué representa Dios en tu vida. Y si hoy mismo tu tienes la capacidad de decir, “Señor, tu eres el Cristo, tu eres mi Señor, tu eres mi Dios, tu me formaste, tu eres el centro de mi vida y de mi existencia.”

Solo así, mis hermanos, seremos capaces de entender el rol que Dios tiene para mí en este mundo. Para qué estoy aquí? romanos capítulo 8, comenzando en el versículo 28 dice así la palabra del Señor:

“…Y sabemos que a los que ama Dios, todas las cosas les ayuda bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados, porque a los que han desconocidos también los predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que sea el primogénito entre muchos hermanos y a los que predestinó a esos también llamó, y a los que llamó a esos también justificó, y a los que justificó a esos también glorificó. Qué diremos a esto? Si Dios es por nosotros, quien será contra nosotros.”

Mis hermanos, la palabra no dice que Dios hace que todo suceda como yo quiero. Obviamente no es cierto, tampoco dice Dios hace que todo suceda para tener un final feliz. Tampoco dice esto. Porque no todos los finales son felices, porque la razón de nuestra vida no es la felicidad, la búsqueda final de nuestra existencia no es la felicidad. La búsqueda final de nuestra existencia es agradar a Dios y encontrarnos con él. Esta es la búsqueda final de la existencia, no es la felicidad. Y confundimos esta palabra. Pensamos que tenemos que ser felices. Ah, yo no estoy feliz. Ah, yo quiero ser feliz. Dios tiene algo mucho más allá que la felicidad. Vivimos en un mundo caído, hermanos, solo en el cielo todo será como Dios quiere, solo en el cielo es que tendremos la verdadera felicidad. Aleluya!

Dice la palabra que hemos sido conformados de acuerdo con su propósito. La palabra conformar es dar forma a algo. Dice también que nos predestinó, o sea, trazó una línea anticipada. Dice también que nos conformó a la imagen de su Hijo, nos llamó, nos justificó y si él hizo todo eso nadie, nadie, ni nada nos podrá detener del plan y del propósito eterno de Dios para nuestra vida.

Y déjame decirles no hay infierno, no hay diablo, no hay sufrimiento, no hay hambre, no hay desnudez, no hay peligro, no hay espada, no hay nada en este mundo que deshará el plan que Dios tiene para tu vida. Dios tiene un plan y será cumplido en tu vida. Cuál es el propósito? Es la intención original, o sea la finalidad por la cual algo fue creado, ese es un propósito. Es la razón de la existencia, es la fuente de entusiasmo y la matriz de la perseverancia porque yo no veo hoy, pero mañana Dios va a hacer algo. Yo no veo hoy todo estabilizado en mi vida, yo no veo hoy, pastor, todo acontecer en mi vida, pero si Dios tiene un plan él va a cumplir en tu vida. Es el denominador común que concede a cada criatura un elemento distintivo, es la llave para la vida. Esto es tener un propósito.

Y déjame decirles, hay dos tipos de personas, las que tienen un propósito y conocen el propósito y aquellas que no conocen y no tienen un propósito para su vida. Y yo estoy hablando hoy tal vez para las dos clases de personas, las que tienen un propósito y las que no conocen todavía el propósito de Dios para sus vidas.

Deuteronomio capítulo 6, versículo 23, dice: “…Nos sacó de allá para traernos y darnos tierra que juró a nuestros padres.” O sea, esperando en el Señor para todos, porque todos tienen que reconocer que Dios tiene un tiempo para que establezca su propósito. Es interesante pensar en el pueblo de Israel que estuvo 400 años en un cautiverio antes de ver el cumplimiento del propósito de Dios. Tenemos que también reconocer que Dios tiene un tiempo perfecto para que mi persona, para que mi ego sea reformado y sea puesto en el lugar correcto para que Dios cumpla su voluntad porque a veces hermanos, demora, tarda años para que yo reconozca de que no se trata de mí, se trata de Dios.

Y cuando yo reconozco que se trata de Dios yo cambio mi perspectiva, yo cambio la manera como miro las personas, yo cambio la manera como trato a mi hermano, yo cambio la manera de adorarlo, yo lo adoro porque yo empiezo reconocer que él es el único digno de honra y gloria y que todo lo que hiciste en esta tierra fue creado para honra y para gloria de su nombre. Entonces todo es por él y todo es para él. Mi vida cambia. Tenemos que reconocer que Dios tiene un tiempo perfecto para otorgarle a usted la victoria y para que se cumpla completamente su propósito contigo.

Y una vez que reconoces que Dios tiene un propósito en tu vida, que tu yo, tu voluntad ha muerto para el Señor. No se trata más de ti, no se trata más de tus deseos, debes entonces a proceder a realizar todo cuanto Dios te ordena en la palabra. ¿Por qué digo esto? Porque muchos no estamos haciendo la voluntad de Dios porque no entendemos el propósito de Dios y el llamamiento de Dios para nuestra vida.

Y yo escribí aquí algunas cosas que podrían responder, qué sería un propósito de Dios para mi vida? Primero, el propósito de Dios para nosotros es el crecimiento espiritual. Dios quiere que salgamos, hermanos, de una vida básica, Dios quiere que salgamos del estancamiento espiritual. Dios quiere que tu y yo crezcamos espiritualmente, a cada día busquemos su palabra, leamos más la Biblia, oremos más. Dios quiere que vivamos una vida de acuerdo con la madurez espiritual.

Efesios, capítulo 4, versículo 5 dice, “Antes siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todas las cosas en aquel que es la cabeza, a saber, Cristo. Crezcamos en Cristo.”

En segundo lugar, el propósito de Dios para nosotros es que alcancemos también a otros. No te quedes con todo eso, comparta con otros tu bendición. Déjame preguntar cuántas personas en tu trabajo, en tu vecindario, en tu amistad saben que tu eres un cristiano. ¿Cuántos saben? ¿Cuántos saben que tu vas a una iglesia y que tu congregas, que tu alabas al Señor, que tu vienes aquí el domingo y bailas? Y lunes es un diablito por allá.

Efesios, capítulo 4, versículo 12, dice así, “para la perfección de los santos, para la obra del ministerio y para edificación del cuerpo de Cristo Jesús.” Dios quiere que comparta su propósito y que alcancemos también a otros.

Tercero, el propósito de Dios para nosotros es que tengamos definida nuestra identidad en Cristo Jesús, bien definida. Yo fui al médico hace algunos meses, muchos de ustedes saben que yo hice algunas cirugías en la cara, en la boca, tenía problemas de piel y de hueso y tuve que sacar hueso de la cintura, de la cadera y meter hueso aquí. fue un lío que muchos saben. Y la primera cirugía demoró 13 horas para implantar toda esta boca que ustedes ven aquí, para comer sancocho, comer carne porque sancocho comí todos los días de mi vida.

Pero déjenme decirles, cuando yo conocí al cirujano la primera vez me miró y dijo, “I’m going todo change your life.” Yo le dije, “No, you’re not.” Tu no vas a cambiar mi vida, porque mi vida fue cambiada hace mucho tiempo atrás. Él me dijo, “I like you.” Él me dijo, “Bueno, pero hay algo que voy a hacer entonces, yo no voy a cambiar tu vida, voy a hacer algo, yo voy a poner tu confianza up to the roof, voy a poner tu confianza en el techo.” Mi esposa lo miró y dijo, “No, you’re not.” Yo le dije, “Doctor, mire aquí, venga acá, yo tengo programas de dientes, de boca, de hueso, no tengo problema de saber quién yo soy.”

Quién yo soy, la persona que Dios estableció en mi vida ya fue creada antes que yo naciera. Dios preparó todo antes de mi nacimiento y estaba escrito en su libro los días de mi vida. En el libro de Dios estaba escrito que un día en esa fecha yo estaría aquí en este lugar hablando a ustedes la palabra.

Dios tiene un propósito. El propósito de Dios para nosotros también, hermanos, en cuarto lugar, es que ganemos la batalla contra el diablo. El diablo te está mintiendo todos los días en tus orejas, con mentiras. Un hermano me dijo la semana pasada, “Pastor, el diablo me mintió.” Y yo le dije, “¿Por qué escuchas? No le des oídos, no le escuches. Si el diablo te mintió es porque conoces la voz del diablo.” Auch!

Identifique las voces y rechace la voz del diablo, rechace la mentira del diablo con relación a tu persona, a tu vida, a tu futuro, a tu familia, en el en el nombre de Jesús. Las tinieblas van a intentar impedir el plan de Dios pero déjame decirte, hay una revelación de Dios, hay un diseño celestial que fue establecido antes de que tu naciste y con base en ese diseño que tu tienes que caminar día tras día.

Santiago, capítulo 4, versículo 7 y 8 dice, “Someteos pues a Dios, resistir el diablo y ¿qué va a hacer él? El huirá de vosotros.” La única manera que hará el diablo huir es cuando sometemos al Señor. El versículo 8 dice así, “Acercaos a Dios y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos, Dios quiere hacer algo, limpia tus manos y vosotros los de doble ánimo, vosotros de personalidad dupla, vosotros que sufren la enfermedad de un día amanece creyente, otro día amanece alejado de Dios, vosotros que tienen un pie en el mundo y un pie en el Reino de Dios, vosotros de doble ánimo, purificad vuestros corazones.”

Ay, yo tengo un problema pastor, a mi no me gusta que me hablen por la mañana, después de las 9 me hablen. Dios quiere cumplir su propósito completo en tu vida pero no dé oídos al diablo. No escuche sus ideas.

Salmo 139, de 13 a 16, “…porque tu formaste mis entrañas, tu me hiciste en el vientre de mi madre, te alabaré porque formidables, maravillosas son tus obras.”

Me imagino que David escribió ese salmo frente a un espejo. Yo te alabo, Señor, porque mira son formidables. A veces digo al Señor, mira qué morenazo! Obra tuya para ella. Gloria a Dios.

Y David dice, “Estoy maravillado y mi alma lo sabe muy bien.” Cuando yo miro dentro de mi, cuando yo miro mi vida, mi alma sabe quién soy en Dios. No hay médico que me diga que tengo que cambiar, quitar de aquí, poner allá, porque mi alma sabe que cuando Dios me hizo me hizo con un propósito divino, perfecto y maravilloso. Y cuando Dios hizo él dijo, está muy bien, te ves muy bien. Déjame decir, tu eres lindo, tu eres linda.

Diga usted misma ahora, yo soy lindo, soy linda. Dígale, me amo, no hay nadie como yo. Beso así. Dice la palabra que nosotros somos el aroma de Dios, o sea, Dios cuando nos mira él hace guau! el aroma perfecto [inaudible], el aroma perfecto de Dios y David sigue diciendo:

“No fue encubierto en ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado y entretejido lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos.”

Tu sabes la profundidad de lo que significa eso? David está diciendo, mi embrión divino, tuvimos una relación de amistad cuando yo aún estaba en el vientre de mi madre. Tu ya me amabas, ya me querías, ya me hablabas de tus sueños, de tus planes. Aleluya!

¿Cómo cooperar con Dios, hermanos? Yo estoy intentando aquí aterrizar, ya se dieron cuenta, no? ¿Cómo cooperar con Dios en ese propósito? Tenemos que cooperar con el Señor. ¿Cuál es lo primordial de mi vida? ¿Cuál es la tarea principal de mi vida? Dios Padre dio su hijo único, unigénito en semejanza de hombre para mostrarnos de manera más clara su propósito y él vivió en la tierra sobre la base de estas respuestas. Qué tengo, quién soy, para qué vine, qué hago aquí, qué voy a hacer? La vida de Dios, la vida de Jesús tuvo estas respuestas completas en su existencia.

Y eso nos dice que toda la vida sea bueno, sea malo en nuestra existencia tiene la mano de Dios. Mucho de lo que nos pase a nosotros en el mundo también, aunque sea malo, pero Dios realiza siempre su propósito y permite un final según su voluntad.

Estaba pensando en la vida de Rahab, Ruth, Betsabé, de Tamar que sedujo a su suegro para quedar embarazada. Rahab era una prostituta, Ruth ni siquiera era judía y quebrantó la ley casándose con hombre judío. Betsabé cometió adulterio con David que resultó en ser asesinado su marido. Esas mujeres no se destacaron precisamente por su buena reputación de vida. Esas mujeres no se destacaron porque eran mujeres que todos nosotros aquí queremos esperar en su vida o vemos en ella un espejo, algo que queremos imitar.

Pero Dios produjo de lo que era malo el bueno. Y dice la palabra que Jesús vino exactamente de ese linaje. El propósito de Dios está por encima de nuestros problemas, nuestro dolor, incluso de nuestros pecados. El propósito de Dios está encima de todo. Él es el único, él es el primero. Él es el principio. Dice la Biblia también que él es el fin, él es el encargado de la creación, él es gerente de todo, él es creador de todo, él es el arquitecto del universo, el director de todos los tiempos. Él es el que siempre fue, siempre lo es y siempre será. Él es un Dios que en él no hay cambio, no hay suma de variaciones. Él es un Dios invencible y nunca ha cambiado en toda la historia. Él fue molido pero trajo cura, él fue traspasado pero alivió el dolor, fue perseguido pero trajo libertad. Él estuvo muerto y revivió y resucitó para traer a ti y a mí vida y paz.

El mundo no lo pudo detener. Los ejércitos no lo pudieron derrotar. Las escuelas no lo pudieron explicar. Los reyes y gobernantes no lo pudieron ignorar. Herodes no lo pudo matar. Nero no lo pudo aplastar. La nueva era no puede reemplazarlo y ningún hombre sobre la tierra lo ha podido explicar.

Recuerda que él es la luz, él es amor, él es la longevidad, él es el Señor, es la bondad, es la fidelidad, él es Dios. Recuerda él es santo, él es justo, él es puro. Sus caminos son correctos, su palabra es eterna, él no cambia y su voluntad y su mente está en nosotros y él cumplirá su voluntad.

Déjenme decirles él es nuestro salvador, nuestro guía, nuestra paz, nuestra alegría, nuestra comodidad, nuestro Señor. Él gobierna nuestras vidas. Él es mi gobernante. Él es mi Señor y yo lo sirvo por su bondad y por su amor. Yo lo sirvo porque en su carácter es perfecto y yo lo sigo porque su carga es ligera y su yugo es suave. Yo lo sirvo porque él tiene una meta para mi vida y aún no ha completado la tarea de tornearme a la imagen de su Hijo. Un día seré como Jesús en la eternidad.

Mi Jesús es la sabiduría de los sabios, mi Jesús es el poder de los poderosos, el anciano de días, el gobernante de los gobernantes, el líder de todos los líderes, el Señor de esa nación. Mi Señor, él nunca me abandona. Él nunca te abandonará. Él nunca te dejará. Mi Jesús, él nunca te va a engañar, él no te olvidará y nunca borrará tu nombre de su libro eterno. Él te tiene en mente todos los días, todos los momentos él piensa en ti. Este es mi Señor.

Y déjame decirle si cayeres él te levantará y él pondrá tus pies firmes sobre una roca y si vuelves a pecar él te perdona. Sabe por qué? Porque cuando eres débil, él es fuerte, cuando estás perdido él es el camino, cuando tienes miedo él es tu protector valiente. Y cuando te tropiezas te estabiliza y si estás herido él te va a sanar, él te va a curar. Cuando estas quebrado, roto, amargado, él te arregla, él te pone completo. Cuando estás ciego él te da la dirección, es tu conductor. Si estás hambriento él es tu alimento. Y si enfrentas los juicios de la tierra él estará contigo, cuando eres perseguido él te protege. Cuando me encuentro con problemas él viene a consolarme. Cuando enfrento las pérdidas, él es mi proveedor.

Y cuando nos enfrentamos con la muerte él nos lleva a su encuentro para vivir eternamente con él. Él es todo, él es mi dueño, es el dueño del mundo, él está en todas partes, en todos los momentos, en todo lugar, él está aquí, él es Dios.

Él es el Señor. Y no hay nada que tu hagas en este día de hoy para cambiar esa realidad. Déjame decirte, no hay nada que tu puedas hacer para que Dios te ame más y no hay nada que tu puedas hacer para que Dios te ame menos. Él te ama en la medida de tu necesidad de ser amado y de ser amada. Él es tu Dios. Él es el centro de todas las cosas. Si él es el centro de tu vida, póngase de pie y dígale al Señor, tu eres el centro de mi vida.

La oración cambia destinos

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Quiero marcar su espíritu aquí concerniente a la oración y el poder de la oración para cambiar destinos, el poder de la oración para impactar el corazón de Dios y evocar, sucitar de su corazón una palabra de respuesta a nuestras necesidades, cambiar nuestra situación radicalmente. La oración cambia destinos.

Quiero poner en su corazón a través de un evento, un episodio en la vida del Rey Ezequías, quiero animarnos a todos a una vida de oración, una vida de clamor. Y queremos enmarcar lo que estamos haciendo esta semana con una imagen que se grabe en nuestros corazones acerca de por qué debemos orar.

Es necesario que las congregaciones saquen tiempos como estos, debido a que actividades como esta, tiempos como estos subrayan nuestra dependencia de parte de Dios. La Biblia continuamente nos está animando a orar.

En Primera de Tesalonicenses, capítulo 5, versículos 16 al 18 el Apóstol Pablo dice que oremos sin cesar, que oremos continuamente porque orar es como respirar, orar es una función esencial del espíritu humano de un creyente. La oración es la atmósfera que permite que se den los milagros de la vida cristiana.

El Señor Jesucristo en Lucas 21:36 dice que siempre estemos vigilando y orando, cuando él estaba listo para subir a la cruz y había sido arrestado estaba en el jardín de Getsemaní, les dijo a sus discípulos, ‘orad y velad para que no entréis en tentación.’ La oración, la vigilancia espiritual es un preventivo increíble, no solamente resuelve problemas cuando los tenemos sino que fortalece nuestro espíritu, nos prepara. Es como el ejercicio, el ejercicio no es solamente cuando usted ya está en crisis y sus músculos están ya desgastados por la falta de ejercicio. No, usted ejercita mientras tiene salud, mientras tiene fuerza para mantener la salud, para mantener sus músculos fuertes y ágiles. Es algo preventivo y también es algo remedial, pero son las dos cosas. La oración es así.

El ayuno es igual, no solamente lo hacemos cuando el diablo está queriendo tumbarnos la puerta de la casa para entrar y estamos en crisis sino que lo hacemos también para resguardar los fundamentos de nuestros hogares y de nuestra vida espiritual. Si nosotros vemos a través de toda la escritura vemos imágenes y relatos de hombres y mujeres que ante situaciones difíciles oraron y clamaron al Señor y el Señor respondió en maneras absolutamente asombrosas.

La oración es la fuente de nuestra vitalidad, sin la continua práctica de la oración no hay energía, no hay efectividad en el reino del espíritu, no hay autoridad. Los dones del espíritu se cultivan a través de la oración. La oración es el medio, la plataforma desde la cual nosotros nos lanzamos a llevar a cabo las operaciones y las transacciones de la vida del espíritu.

Yo les digo, mis hermanos, para mí la oración es esencial para mantener mi sanidad mental. Mi esposa les puede decir que sin oración yo me convierto en un monstruo que hay que meterlo en un manicomio o algo así o ponerlo en una camisa de fuerza. La oración me mantiene sano, la oración es lo que renueva mi mente, mi perspectiva, lo que me recuerda que hay un mundo espiritual alrededor de mí y la eternidad que está alrededor de mí. La oración es lo que me recuerda que Dios está conmigo. La oración es lo que me recuerda que yo soy un mero ser humano y que sin la gracia de Dios no puedo dar un paso hacia adelante. La oración es lo que me conecta con el mundo del espíritu y con la energía divina.

A veces nosotros reducimos la oración a un mero listado de necesidades, una lista de compras, donde le decimos al Señor, quiero esto, quiero lo otro, pero la oración es mucho más que eso. La oración nos cambia a nosotros primeramente. La oración nos fortalece a nosotros. La oración renueva nuestra perspectiva, eso como coger tu teléfono celular y después de mucha carga, lo que yo voy a tener que hacer con mi Ipad. Hoy lo he usado y desde que me levanté lo he estado usando, y tu lo enchufas y hay una transacción. El Ipad no tiene consciencia pero la tecnología que lo alientan sabe que cuando tu lo conectas se da algo matemático electrónico, hay un alimento que él recibe directamente, ciegamente, inconscientemente y eso pasa con la oración.

Cuando tu inviertes tiempo en la oración la energía divina inmediatamente se transmite a tu vida y tu recibes fuerza, tu recibes vigor, tu perspectiva se renueva. Cuando tu pasas un tiempo con el Señor y al tu verbalizar tus necesidades, al tirarte en el sofá del psiquiatra divino y tu te confías a él y descargas tus necesidades, tus confesiones, hay algo terapéutico que se da puramente por el acto de usted expresarse delante de Dios. No tiene nada que ver con lo que usted vaya a recibir o no. al usted verbalizar delante del Señor y someter su vida, su espíritu a la presencia de Dios hay un impacto directo que se da inmediatamente.

Aprendamos a disfrutar de la oración como un gusto. Simplemente, como una copa de vino que usted se toma para recibir aliento y descanso y relajamiento. Hágalo espiritualmente. La Biblia dice asimismo que no nos embriaguemos con vino sino que seamos llenos del espíritu. La oración es el instrumento que hace eso posible.

Vemos que en la Biblia los grandes hombres y mujeres de Dios oraron. Tenemos la oración de Elías cuando clamó al Señor para que bajara fuego de lo alto. Tenemos la oración de Nehemías que yo admiro muchísimo cuando Nehemías se percató de que los muros de Jerusalén estaban derribados y decaídos y Nehemías tomó a pecho la situación de su pueblo y clamó al Señor. Está esa bella oración de confesión de Nehemías. Y eso cambió y preparó la situación para que Nehemías se apareciera al otro día como era copero del rey, y la misma esposa del rey le preguntaron a él, ¿qué te pasa? Le abrieron la puerta para que él entonces sometiera su petición de salir e ir con ayuda y recursos de parte del reinado a restaurar los muros de Jerusalén.

Tenemos la oración maravillosa de Ester que cuando quería comparecer ante el rey pero no tenía autoridad para hacerlo porque requería un milagro, ella puso a sus doncellas a orar y ayunar varios días. Les dijo, dile a mis doncellas que oren y ayunen. Y cuando ella se metió a la recámara del rey sin autoridad a riesgo de muerte, el rey estaba listo para extenderle su cetro y decirle, hasta la mitad del reino que tu quieras te la voy a entregar.

Tenemos la oración de Pablo cuando estaba presto a naufragar hacia el final del libro de los Hechos y Pablo le dijo a toda la tripulación que orara y ayunara y Pablo estuvo en ayuno y oración y el Señor le dio toda su tripulación y el que era un reo terminó siendo el salvador de los que lo custodiaban.

Y tenemos la oración del mismo Pedro cuando estaba… Pedro no estaba en una discoteca bailando cuando tuvo esa visión de ese gran lienzo que bajaba, que cambió la historia del cristianismo y del judaísmo, porque ahí en oración y ayuno Pedro recibió una revelación fundamental del destino de la iglesia, que no era solamente para los judíos sino que era para todos los gentiles y para todo el pueblo de Dios. y como razón de eso Pedro tuvo la fortaleza para ir al encuentro de Cornelio y sus familiares.

Y Cornelio, por otra parte, estaba también orando y ayunando cuando se le apareció el ángel que le dijo, prepárate, manda a buscar a fulanito porque él tiene una palabra para ustedes también.

Y qué diremos de Jesús? Que se pasó noches orando. Que nos dice la Biblia que cuando los discípulos estaban en el mar embravecido pensando que iban a perecer en las aguas, remando toda la noche y no podían salir de ese remolino tormentoso donde estaban, el Señor dice que estaba arriba en un lugar alto y los veía desde donde él estaba y estaba orando por ellos.

Y qué del Señor que oró tanto en Getsemaní para que el Señor lo fortaleciera para la gran prueba que le esperaba en la cruz, y también oró mientras estaba en la cruz, recitaba salmos, dice la Biblia.

Vemos entonces que la oración está en todas partes. Uno de mis favoritos Josafat oró cuando este gran ejército venía a destruir a Israel y esa oración maravillosa, Señor, no sabemos qué hacer y hacia ti volteamos nuestros ojos. Y se escuchó la voz del profeta que les dio instrucciones bien claras y mientras el pueblo oraba y alababa al Señor, Dios tornó las espadas del enemigo unos contra otros y se dio una gran victoria para el Reino de Dios.

Y podríamos estar por horas y horas señalando todos los momentos en que la oración hizo la gran diferencia en el pueblo de Dios, y el ayuno. El Señor Jesucristo, como decíamos hace un ratito, les dijo a sus discípulos ese espíritu no salió porque evidentemente la idea era… la implicación era, ustedes no oran y ayunan lo suficiente. Sabes que hay ataduras en tu vida? Sabes que hay luchas en nuestras vidas? Que solo van a reaccionar ante el clamor y el ayuno.

El ayuno es un arma de guerra. El ayuno es las armas nucleares. El ayuno es los marines de los recursos del Reino de Dios. el ayuno es lo que tu sacas cuando ya el gigante está listo para cortarte la cabeza y tu le disparas esa piedra directamente a la frente. El ayuno es algo que viola todos los principios de la lógica, que usted debilitándose se hace fuerte, que usted absteniéndose de disfrutar recibe regalos y bendiciones de parte de Dios, que usted a través del vacío crea cosas que son importantes para la vida.

Y es una de las paradojas más importantes de la vida cristiana, que cuando nos hacemos débiles nos hacemos fuertes, cuando nos crucificamos somos exaltados como el mismo Jesús. El ayuno no es algo que nos viene natural a nadie, yo tengo que luchar por cada hora de ayuno. Lo que pasa sin embargo es que mientras usted más ayuna, más fácil se le hace.

De paso les digo para los que quieran tomar esta semana para ayunar y orar un rato, usted puede ayunar parcialmente como dice en ese panfleto que tenemos. No tiene que ayunar por toda la semana, ni abstenerse completamente de comer. Para los que no tienen mucha práctica en el ayuno, usted puede comenzar una mañana hasta las 12 del día o hasta las 5 de la tarde, tomar jugos, tomar algo liviano y ese tiempo, esa abstención usted se la decía al Señor.

El ayuno es algo que al usted practicarlo, recuerde que usted está orando con su cuerpo. Cada latido de su corazón, cada vez que su corazón bombea sangre y que corre esa sangre por sus venas y usted se está absteniendo de comer, su cuerpo mismo está clamando. La abstención misma, que es un estado continuo mientras usted ayuna, está diciéndole al Señor, Padre, yo prefiero tu bendición y tu agrado que la comida misma. Y usted está orando y clamando al Señor.

Uno puede orar en cualquier manera. Usted puede orar, dejar de comer chocolate por una semana. Yo sé que para muchos de ustedes eso ya es lo último. A muchos les puedo pedir que no coma por 10 días pero chocolate dejarlo una semana o un día es un peligro tremendo. Pero podemos ayunar se postres, podemos ayunar de muchas cosas diferentes, podemos ayunar del televisor. Ahora no me venga con, ah, bueno yo voy a ayunar de televisor. No, ayune también de comida y del televisor, de las 2 cosas.

Pero hay muchas manera creativas de ayunar. Yo les sugiero que usted entre en una vida de ayuno y oración. El ayuno libera, aliviana la mente, aliviana el espíritu y todas cosas son importantes para uno crecer. Uno no puede ser verdaderamente vital y efectivo en la vida cristiana si no ora, si no clama al Señor, si no saca tiempo para una vida devocional.

Yo creo que yo les he dicho en el pasado y después voy a tocar levemente sobre Ezequías, pero hace muchos años yo estaba en Maine de vacaciones con nuestra familia y tuve un sueño, pero fue un sueño muy palpable, muy real, donde el Señor me presentó un Volkswagen de los años ’60, Love Wagen o algo así se llamaba, el caso es que ese van tenía 4 ruedas pero las 4 ruedas eran de bicicleta en vez de ruedas de carro.

Y el Señor me dijo… en el sueño yo recibí esa palabra del Señor, no identifico cómo fue, pero sí claramente que me dijo, Roberto, tu llevas mucha carga sobre tu vida como pastor entonces tu ministerio, pero los fundamentos están débiles. Y esas ruedas de bicicleta eran como una señal de la debilidad espiritual en que yo estaba. Y el Señor en el sueño, a mí se me había dado uno o dos de las ruedas lo que significaba, pero me habló acerca de que una de esas ruedas tenía que ser la oración, la otra el ayuno, la otra la santidad y la cuarta no recuerdo ahora mismo.

Pero en otras palabras cuando uno como esposo, como madre, como director de un Departamento, como ama de casa, obrero, persona que lleva un ministerio en la iglesia, que tiene a su cargo niños u otras cosas, o simplemente en la familia, que muchas veces está sobre nosotros o luchas, son cargas que nuestro vehículo físico, espiritual, trae a nuestras vidas y si los fundamentos de nuestra vida espiritual no están sólidos vamos a padecer, va a haber un desplome y lo que fortalece, lo que nos da sabiduría, lo que nos da discernimiento espiritual, lo que nos permite recibir revelación de parte del Señor es esa oración, ese clamor a Dios.

La oración, hermanos, debe ser continua en nuestra vida. Les voy a decir algo interesante, no voy a revelar mucho, pero yo anoche tenía una carga y sentí del Señor orar para que el Señor hiciera algo en este servicio y parecía muy improbable que sucediera. Yo dije, Señor, ya que yo estoy diciendo que tu haces cosas raras en respuesta a la oración dame la capacidad para yo poder testificar de que tu lo haces con una ilustración. El Señor me la dio, no les voy a decir tanto detalle porque no quiero revelar mucho, pero algo que parecía inevitable, por eso yo hago las preguntas, se dio por lo menos en este servicio que era lo que más me preocupaba.

Pero es algo mínimo en un sentido, pero Dios cambió. Yo le pedí, Señor, hazlo eso como una señal de lo que yo estoy predicando que la oración cambia las cosas que parecen irreversibles. Que no me sentía cómodo con algo… no es nada del otro mundo, pero hermanos, la oración… yo le oro al Señor por cada cosa, por cada detalle y les digo que he aprendido que la oración rompe muros, destruye las ataduras del diablo. Acostúmbrese a orar por las cosas pequeñas y las grandes.

Respire oración continuamente en su vida. Bañe su matrimonio en oración, bañe su salud… yo le decía a una hermana esta mañana, una señora que está aquí, mi hermana Gloria querida, que tiene con nosotros 30 años, la hermana Gloria Nabas, y Gloria es una mujer que no parece los años que tiene, nos va a enterrar a todos yo le digo a ella en el sentido mejor de la palabra. Gloria me hablaba acerca de cómo el Señor respondió a una oración de salud de ella, de su necesidad, y yo le decía así mismo, hermana ora por cada músculo de tu cuerpo, ora por el corazón, ora por los pulmones, ora hasta por los intestinos, ora por todo, ora por tus venas, ora por tu espalda, por tu cerebro, por tu columna vertebral, báñala en oración señálala delante de Dios, satura tu cuerpo parte por parte en el poder de la oración y la gracia.

Tenemos que orar así para que después la enfermedad no… Señor, líbrame de tal cosa, líbrame de lo otro. No. ore cuando usted está en salud para tener más salud. Ore por sus finanzas cuando las finanzas están bien para que el Señor siga bendiciéndolas. Échele vitaminas a esa tierra. No espere a orar solamente… No, ore para mantener al diablo a raya y para alejarlo y para rodear su tierra de muros fuertes en el Señor.

Ezequías es interesante esta historia porque dice que en aquellos tiempos, en el capítulo 20, dice: “En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte… Sabemos la historia, Ezequías era un rey piadoso, un hombre de Dios, salió de una familia malísima pero cuando entró en el reinado sirvió al Señor y Dios lo liberó en los capítulos 18 y 19 de ese libro Segundo de Reyes, Dios lo liberó de una terrible invasión. Un rey maligno asirio quería destruir a la nación hebrea y Ezequías era un hombre de oración y clamó a Dios, cuando él recibió una carta de parte del rey de Asiria, Senaquerib, diciéndole que venía a invadir y que se rindieran porque el Dios suyo no lo iba a liberar, lo que hizo Ezequías en aquel momento fue coger esa carta y la llevó al templo y se la tiró al Señor en el piso del templo y le clamó al Señor.

Y dice la palabra que Dios le dio una gran liberación y mató a 185000 soldados, dice, el ángel de la muerte. Porque la ofensa de este hombre Senaquerib fue tan grande, maldecir a Dios, tentar al Señor, hablar mal en una forma enfática del Dios de Israel y el Señor le dio a Ezequías una gran victoria. Pero vino la prueba.

Por eso dice, en aquellos días el Señor permitió que viniera una enfermedad a la vida de Ezequías y Ezequías se encontró en una terrible prueba donde Dios mismo manda a un profeta para que le de un dictado de muerte a Ezequías. El profeta Isaías va a donde está Ezequías en su lecho de muerte y le dice, prepara tus asuntos porque vas a morir y para que no hubiera duda, y no vas a vivir. En otras palabras, para que no te quede ninguna duda de lo que va a suceder.

Y entonces Ezequías, dice la Biblia, que se llenó de gran terror y de gran temor y volteó, dice, su rostro hacia la pared y clamó al Señor, clamó con un terrible dolor. Y es interesante, yo creo que Dios escogió este pasaje para señalar algo bien importante y es que no importa cuán definitiva parezca una condena en tu vida, no importa cuán irreversible parezca una situación, Dios puede cambiar tu destino. Tu puedes afectar el corazón de Dios, tu puedes hacer algo diferente. Y en este caso parecía irresoluble la situación, parecía que no había respuesta. Y el Señor sin embargo dio una palabra.

Mire lo que hizo Isaías, primero dice que Ezequías volteó la mirada hacia la pared y yo veo aquí algo muy importante y es el hecho de que cuando nosotros estamos en una situación de gran premura, de gran necesidad, nosotros tenemos que concentrarnos en una sola cosa, tenemos que pedirle al Señor que intervenga en nuestra vida y tenemos aislarnos de manera que nuestra oración quede clara ante el Señor.

Una de las cosas que yo hago siempre en mi tiempo de oración es buscar un lugar aparte, un lugar donde yo pueda poner mi cabeza contra algo, poner a un lado el celular y simplemente clamar a Dios. Nosotros necesitamos sacar tiempo aparte. Búsquese un espacio, búsquese un lugar donde usted pueda orar al Señor con toda soltura. Coja el celular, si usted puede apáguelo. Sabe que cuando yo estoy orando es cuando el celular más se antoja a sonar, cuando más me viene a la memoria la gente que tengo que llamar o las cosas que tengo que hacer, y es una lucha espiritual verdaderamente. Yo creo que parte es algo humano pero parte también es algo puramente espiritual. El diablo no quiere que usted ore. Y usted tiene que voltear su rostro hacia la pared en un sentido figurativo de la palabra. Usted tiene que pedirle al Señor directamente. Yo busco el tiempo temprano de la mañana porque es el único tiempo que puedo orar tranquilo. Hay que hacer sacrificios.

Ezequías volteó la mirada hacia la pared. Ezequías clamó al Señor amargamente y le habló al Señor con toda su amargura. Qué haría usted? Qué haría yo si nosotros recibiéramos un dictamen de muerte y enfermedad directamente de parte de Dios? porque una cosa es cuando no sabe lo que va a pasar, y usted no sabe si es de Dios, si es del diablo, si es una situación biológica simplemente una enfermedad, pero cuando Dios mismo envía a su profeta y le dice, prepara tus asuntos porque ciertamente vas a morir y no vas a vivir.

Yo creo que este paradigma que Dios nos presenta a través de este texto se nos dejó allí para mostrarnos en una forma gráfica y dramática que no importa cuán irreversible parezca una situación, cuán cerrados estén los muros de una situación, tu oración puede afectar el corazón de Dios, tu oración puede cambiar un destino. Y Ezequías decidió clamar al Señor, negociar con el Señor y Ezequías desarrolló su oración de esta manera. Le dijo, Señor, tu sabes que yo te he servido fielmente.

Y es una cosa bien importante hermanos, la oración no está desvinculada de los demás eventos y las demás prácticas de nuestra vida. Nosotros tenemos que fortalecer nuestra oración con una vida de santidad, con una vida de servicio al Señor, como decía el pastor Jonatán, con una vida de entrega al Señor y de búsqueda de Dios. Tenemos que tener compromiso con el Señor.

Por qué sintió Ezequías ese derecho y esa libertad para venir ante el trono de Dios? porque él había servido al Señor, él había roto con su familia, su tradición familiar, él había ido en contra de las tradiciones religiosas de Israel en ese tiempo. Él había decidido ser un hombre de Dios y cuando llegó el momento de la prueba Ezequías tenía todo ese cúmulo de autoridad espiritual y pudo decirle, Señor, fíjate, yo he hecho todo lo posible por servirte y por defender los intereses de tu reino.

Y yo creo que es importante, hermanos, no es que nuestras justicias nos hagan más merecedores de la gracia del Señor, pero yo que cuando nosotros somos fieles al Señor y lo honramos a él en contra de viento y marea, entonces podemos venir con autoridad delante de Dios y el Señor rompe las ataduras del enemigos y nos da la respuesta que nosotros necesitamos.

Yo creo que la iglesia de Cristo necesita más hombres y mujeres como Ezequías que vayan en contra de la marea, vayan en contra de las corrientes culturales y espirituales y que hagan la voluntad del Señor para que cuando venga el tiempo de la guerra puedan tener la autoridad que se requiere para hacerle frente al enemigo.

Entonces vemos aquí que Ezequías trata con Dios. No deje de argumentar con el Señor en una forma reverente, porque a Dios le gusta cuando nosotros le traemos nuestros argumentos a él. Ezequías le trajo al Señor los suyos. La mujer sirio fenicia cuando vino ante Jesucristo le dijo, Señor, mi hija está gravemente afectada por un demonio. El Señor le vino con un argumento para probarla y le dijo, no es lícito darle la comida de los hijos a los perrillos. Y entonces ella qué hizo? Le dio un argumento de la propia palabra del Señor en un sentido y le dijo, Señor, sí, es cierto, pero aún los perrillos comen de las migajas que caen de una mesa. Y el Señor dijo, grande es tu fe, mujer, sea hecho conforme a tu fe. Y su hija fue sanada inmediatamente en ese momento.

Y para mí eso siempre ha sido un ejemplo de que en la oración nosotros tenemos que tomar tiempo para desarrollar nuestros argumentos delante del Señor. Tenemos que sacar tiempo para llenar nuestras oraciones con respaldo de parte del espíritu.

Por eso es que la oración tiene que estar unida también al estudio de la palabra de Dios, porque a través de la palabra usted tiene conocimiento de los argumentos judiciales que usted puede venir ante el Padre y decir, Señor, tu palabra dice tal y tal cosa. Tu has prometido en tu palabra, Señor, que tu vas a hacer esto, vas a hacer lo otro, tu has dicho, clama a mí y yo te responderé y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tu no conoces, así que, Padre, yo vengo para pedirte sabiduría. Tu palabra dice, si tienes falta de sabiduría pídala a Dios el cual da abundantemente y sin reproche y le será dada, así que Padre, yo vengo delante de ti, consejo para esta situación matrimonial, para esta situación familiar, para esta situación económica.

Señor, tu dices en tu palabra, pedid y se os dará, buscad y hallaréis, tocad y se os abrirá. Padre, yo estoy tocando ante tu puerta ahora mismo. Responde a mi clamor y contesta a mi oración. Tu palabra dice, Señor, que si nuestros pecados fueren rojos como la grana vendrán a ser blancos como blanca lana, así que yo te pido, purifícame y sáname, Señor, y perdona mis pecados y límpiame. Crea en mi, oh Dios, un corazón limpio y renueva un espíritu dentro de mí.

Qué bueno es cuando nosotros oramos y traemos nuestros argumentos delante del Señor. El Señor escucha nuestro clamor. Y qué bueno es que cuando como Ezequías nosotros clamamos a Dios con pasión en nuestro corazón, cuando nuestras oraciones no son mediocres y tibias y ausentes mentalmente hablando sino que han sido suscitadas y cultivadas a través de la repetición, a través del desvelo, a través del tocar continuamente la puerta del Señor hasta que él responde nuestra oración. Es como una bola de nieve que va creciendo, creciendo, haciéndose más concentrada, más adelgazada, más fuerte, más poderos y entonces cuando la disparamos finalmente es como un rayo láser que va directamente al corazón de Dios y suscita una respuesta de parte del Reino de Dios.

Ezequías clamó amargamente al Señor. Hermanos, clamemos a Dios apasionadamente, no seamos cristianos tibios. Por eso es que la oración es una de las cosas que nos ayuda a ser ardientes en el espíritu. Dios ama lo caliente. A Dios no le gusta lo tibio. Y a veces para calentar las cosas tenemos que cultivarlas en el espíritu hasta que se hagan una realidad en nuestra vida.

Y por eso yo creo que esa pasión…cuando Ezequías clama al Señor y llora amargamente, unido con su pasión y su fidelidad al Señor, Dios escuchó su oración. Y no había bien Isaías caminado un poco de trecho cuando es escuchó la voz de Dios y el profeta escuchó, ve y regresa a donde está Ezequías y dile primeramente que yo voy a proteger su ciudad. Ezequías no le pidió eso en su oración, pero Dios dijo, te voy a bendecir en más maneras de las que tu me has pedido, te voy a dar fortaleza y te voy a dar protección de tus enemigos. Voy a proteger tu ciudad, voy a proteger tu tierra. Y no solamente eso, sino que te voy a añadir 15 años de vida para que tu vayas a mi templo y me adores en el templo.

Hermanos, qué importante que nosotros en nuestra vida espiritual podamos recibir más de lo que nosotros le pedimos al Señor. La Biblia dice que Dios da abundantemente y sin reproche. A veces nosotros le oramos al Señor por una cosa y Dios nos da 10 veces más de lo que le pedimos a él. Cuando nosotros estamos en oración continuamente y practicamos y cultivamos la oración, no nos sorprendamos de que Dios esté continuamente bendiciéndonos en maneras que nosotros ni siquiera nos sospechamos. Hay veces que Dios me ha bendecido en maneras que yo digo, Señor, es así que tu obras?

Como le dijo David al Señor cuando Dios le prometió una descendencia sin fin que vendría a través de Jesucristo, del linaje de David, y David sorprendido de la misericordia de Dios le dijo, Señor, es así que tu obras con los hombres? Y a veces cuando tu vives una vida de oración y de búsqueda del Señor Dios te va a sorprender con mucho más de lo que tu le pediste.

A Ezequías lo sorprendió con años de vida, con prosperidad nacional, con protección de su nación, cuando él lo único que quería era quizás un poquito más de tiempo para vivir. Y yo creo que esas son las bendiciones del Señor para aquellos que claman a él, que buscan en oración, que no se dejan derrotar por lo apremiante de una situación.

Vamos a ser una iglesia de oración y de clamor, hermanos, yo les pido que en esta semana de ayuno y oración, quiero que los músicos pasen por acá. En esta semana de ayuno y oración usted aprenda lo que es experimentar la bendición de Dios en su vida, que usted aprenda lo que es arrebatar del cielo las bendiciones para usted, para su familia, para su hogar, para nuestra comunidad, para nuestra iglesia.

Vamos a pedirle al Señor que esta semana sea una semana donde nos marque como congregación por el resto del año, por el resto de nuestra historia. Que como Ezequías nosotros podamos también experimentar nuestros propios milagros delante de Dios y ver al Señor abrir las ventanas de los cielos y derramar bendición hasta que sobre abunde en nuestras vidas. Amén.

Pongámonos de pie, hermanos, vamos a clamar a Dios en esta tarde, vamos a decirle al Señor, Señor, queremos más de ti. Salga de aquí con una determinación en su espíritu de ser un hombre y una mujer de oración, de aprender lo que es orar delante de Dios. Yo les animo, les insto, en el nombre del Señor a esta semana venir a nuestras reuniones, venir a nuestros servicios, sacar tiempo en su casa para buscar el rostro del Señor. Vamos a marcar la historia de esta congregación.

Anoche el Señor mientras yo estaba meditando en el servicio de este día me tropecé por alguna razón en la página de la iglesia con 2 cosas que me recordaron que nosotros teníamos que volver a los fundamentos de esta iglesia y que teníamos que volver a buscar la unción que muchas veces ha marcado a esta congregación porque yo creo que estamos en un tiempo como de cambio, como yo dije en el servicio del 31 de diciembre en la noche, yo siento que hay una inercia que tememos que romper y que Dios quiere.

Estos 2 videos, el primero lo había visto hacía años y el segundo nunca lo había visto en realidad, era un video como de 4 ó 5 minutos de un tiempo de adoración que tuvimos en el año 2011 en el santuario original. Estaba dirigiendo la hermana Laura de hecho, y era un tiempo de gran exaltación en la adoración y no recuerdo ahora mismo cuál era el coro que estábamos cantando pero se detuvo en ese coro por mucho tiempo y había una exaltación en el aire preciosa en ese momento de adoración. Y yo podía ver a la gente abrazándose y mirándose como con sonrisas de gozo de lo que Dios estaba haciendo en el servicio en ese momento.

Se palpaba la energía espiritual que había en el servicio en ese momento. Y era como si el Señor me decía, Roberto, esa es la meta, que nuestra iglesia sea una iglesia de ese tipo de unción en la adoración, en la búsqueda del rostro del Señor, que haya ese espíritu de exaltación y de entrega al Señor. Y Dios me redarguyó de que nosotros tenemos que hacer todo lo posible porque nuestros servicios tengan siempre en todo lo posible ese sentido de compromiso y de entrega al Señor y que Dios quiere un avivamiento entre nosotros, hermanos, que tenemos que buscar ese avivamiento, tenemos que pelear por él, tenemos que guerrear para que ese avivamiento se de y eso se va a dar a través de estos ejercicios espirituales.

El otro video era de la inauguración de este santuario, que se hizo un video de la trayectoria de la construcción y el trasfondo del coro que se escogió fue Grandes cosas Dios hará en esta ciudad. Y yo veía cómo el edificio se iba levantando a través del video que se hizo. Un día lo vamos a enseñar. Yo le decía a Meche, tenemos que volver a mostrar ese video, porque se nos olvida muchas veces el milagro que Dios hizo y cómo se iba armando el esqueleto de este edificio y armándose de los diferentes aspectos del mismo hasta que tuvimos uno de los servicios iniciales de inauguración de nuestro santuario y el gozo que había entre la gente y la adoración.

Y esos dos videos que están en YouTube y en la página de la iglesia, me recordaron que periódicamente los hijos de Dios tienen que volver a los fundamentos. Avivamiento es algo que se tiene que dar continuamente en la vida de una iglesia. Hay que volver a enamorarse del Señor periódicamente porque es fácil sumirse en la rutina, es fácil sumirse en ser iglesia y venimos los domingos y hacemos lo que tenemos que hacer y nos vamos a nuestra casa y ya hasta el próximo domingo…

Dios quiere enamoramiento. Dios quiere pasión, Dios quiere entrega. Dios quiere fuego espiritual en su pueblo y hay que de vez en cuando volver a llenar las baterías del espíritu y volver a consagrarnos al Señor y volver a visitar los lugares antiguos. Hay que volver a Betel donde el Señor se nos reveló una vez. Hay que volver a esos lugares de los fundamentos antiguos.

Una iglesia tiene que estar en perpetuo avivamiento, hermanos, porque el avivamiento se pierde en un momento. Gracias al Señor nuestra iglesia siempre ha podido discernir cuando llegan esos momentos de necesidad y este es un momento ahora mismo que yo les digo, mis instintos pastorales me dicen que nosotros necesitamos, estamos en guerra espiritual y estamos en necesidad de una visitación del Espíritu Santo.

Y yo quiero que usted se comprometa conmigo y que paguemos el precio. Como decía el pastor Jonatán, hay que pagar el precio. Eso quiere decir que vamos a tener que clamar más durante nuestros servicios. Tenemos que buscar el rostro del Señor en oración. Que Dios permita que así sea, mis hermanos. Levante su mano ahora al Señor y clame a Dios.

En el espíritu de Ezequías y en el espíritu de la oración al Señor y el clamor a Dios nosotros pedimos, Padre, visítanos y sumérgenos en tus aguas, Señor. Sumérgenos en tus aguas. Sumérgenos en tu espíritu, Señor, queremos que tu gloria llene esta congregación, Padre, queremos ser un instrumento en tus manos para bendición de esta ciudad y aún de esta nación, Padre. Pero será porque tu espíritu descienda sobre nosotros y nos visite y nos llene. Así que Espíritu Santo sírvete de nosotros, Señor, y gracias por el privilegio de servirte a ti a quien damos toda la gloria y toda la honra en el nombre de Jesús. Y el pueblo de Dios dice amén. Les bendigo mis hermanos.

La tibieza - La tentación muy efectiva del diablo

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La Carta que vamos a estudiar el día de hoy es una carta que no pude haberla escogido mejor para estudiarla el primer día del año, yo creo que en la providencia de Dios este es un mensaje en el que Él nos está hablando a nosotros como Congregación León de Judá en este día, entonces abramos nuestros corazones, Jesús tiene algo que decir en este día.

Es la Carta de Jesús a la Iglesia de Filadelfia, no la Filadelfia de aquí sino una Filadelfia hace dos mil años. Escribe el ángel de la Iglesia en Filadelfia: “Y esto dice el santo: el verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra, y ninguno abre.”

“Yo conozco tus obras y he aquí he puesto delante de ti una puerta abierta la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza has guardado mi palabra y no has negado mi nombre.”

“He aquí yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten, he aquí Yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que Yo te he amado.”

“Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero para probar a los que moran sobre la tierra.”

“He aquí Yo vengo pronto, retén lo que tienes para que ninguno tome tu corona.”

“Al que venciere Yo lo haré columna en el templo de mi Dios y nunca más saldrá de allí, y escribiré el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la cual desciende del cielo, de mi Dios y mi nombre nuevo.”

El que tiene oídos oiga lo que el espíritu dice a las iglesias. Padre: en el Nombre de Jesús te pedimos oídos para oír lo que el Espíritu quiere decirnos hoy, te estamos escuchando Pastor de las ovejas, Dios háblanos.

El enemigo tiene planes para neutralizar la Iglesia de Jesucristo, no solamente un plan sino varios planes y él ha intentado varias cosas a lo largo de la historia, él ha tratado de intimidarnos, él ha probado falsas enseñanzas, ha intentado darnos falsas profecías y ha intentado un sinnúmero de cosas para neutralizar el poder de Jesucristo.

Hace unas semanas atrás estábamos hablando sobre la comodidad, la estrategia que el enemigo estaba utilizando contra la Iglesia de Filadelfia era el desánimo y aparentemente los habitantes de Filadelfia habían sido excluídos de las sinagogas en esa ciudad.

Para muchos de nosotros quizás sea un poco raro, quizás nos preguntemos: ¿y cuál es la gran cosa? ellos son cristianos, ¿por qué necesitan ir a la sinagoga? en ese entonces era considerado algo muy grande poder ir allí.

Ellos se consideraban a sí mismos como cristianos judíos y de hecho, yo creo que antes de que el Señor regrese Israel se considerará una vez más como judíos cristianos y que todo Israel será salvo, que Jerusalén va a ser el centro de un avivamiento en toda la Tierra, nosotros creemos eso.

Pero en aquél entonces la sinagoga había decidido perseguir a todos los cristianos y al excluírles de la membresía ellos no tenían derechos civiles ni políticos en la comunidad judía, y por el hecho de que ellos tampoco adoraban al emperador romano tampoco tenían derechos civiles ni económicos en la sociedad romana, y entonces ¿eso dónde dejaba a los cristianos de Filadelfia? sin lugar en la sociedad donde vivían, la puerta para ellos estaba cerrada.

No podían comprar ni vender, todo el tiempo estaban amenazados por las autoridades, estaban cansados, sentían que tenían pocas fuerzas. Tal vez sentían que no podían dar ni un paso más. No sé si alguien en el 2016 se sintió como que estaba siempre en una lucha y como que ya no podía dar ni un paso más, pues Dios tiene buenas noticias para ti hoy día: el enemigo puede que tenga las llaves de la sinagoga pero Jesús tiene la llave de David.

Las buenas noticias en el 2017 es que nuestro Dios puede abrir cualquier puerta del universo. “Escribe el ángel de la Iglesia en Filadelfia: esto dice el santo, el verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra, y ninguno abre.” Tu Dios tiene la última palabra, Él tiene la última palabra en el universo, ¿no es bueno tener un Dios así?

Ahora, la llave de David era un término muy específico para personas que venían de la cultura hebrea. Nosotros sabemos que David fue un gran rey de Jerusalén, al administrador del palacio a lo largo de la historia de los reyes se le entregaba lo que se llamaba la llave de David y esta foto es una foto real de una llave antigua de los antiguos palacios hebreos. Ellos iban a buscar al administrador del palacio y le colgaban esta llave alrededor de su cuello.

Y en Isaías 22:22 Dios le habló a un administrador del palacio específico, a Eliakim, y Él le dijo: “Pondré la llave de la casa de David sobre su hombro, él abrirá y nadie cerrará, cerrará y nadie abrirá” cualquier caja en cualquier edificio, en cualquier parte del complejo del templo, en toda Jerusalén no hay nada que este hombre no pueda abrir, ¿no es genial eso? uno quería estar con Eliakim.

Lo bueno es que nosotros servimos un Dios que cuando Él dice que el gobierno estará sobre sus hombros significa que Dios ha puesto la llave a la casa de David alrededor de Su cuello. La realidad es que nosotros tenemos un enemigo que siempre está intentando cerrar las puertas en las caras de las personas.

Si volvemos a los tiempos del Jardín del Edén vemos que él sabía que si él tentaba a Adán y Eva para pecar la puerta del Jardín del Edén quedaría cerrada para ellos para siempre, que habría una espada en llamas entre ellos y el jardín, y a través de la historia nosotros hemos visto cómo Satanás ha tratado de cerrar puertas entre Dios y Su gente.

Los fariseos se enojaban con Jesús porque Jesús les decía: Cerráis el Reino de los Cielos delante de los hombres” y en nuestras vidas también él trata de cerrar las puertas entre nosotros y el propósito de Dios para nuestras vidas, pero las buenas nuevas para la Iglesia en Filadelfia es la buena nueva para ti, es que Dios dice que Él ha puesto delante de ti una puerta abierta y nadie la puede cerrar.

En el próximo capítulo en Apocalipsis 4 ahí el Apóstol Juan tiene una visión de una puerta abierta en los cielos y esto es lo que él dice: “Ví que había una puerta abierta en el cielo, al instante estando yo en el espíritu ví un Trono establecido en el cielo y en el Trono uno sentado, estaba brillando como joyas, había un aura de un arcoiris fluyendo de Él, habían 24 tronos con ancianos vestidos de blanco, luces de truenos, y en medio de este momento frente al Trono de Dios había agua que estaba tan apacible que parecía un cristal; siete llamas estaban frente al Trono, siete lámparas que representaban los siete espíritus del Dios viviente.”

Feliz Año nuevo porque el cielo ya está abierto para ti, esa puerta está abierta ahora, donde quiera que tú estás no importa lo que está pasando, cuando quiera que lo necesites Jesús ha abierto una puerta para ti a gran costo, no fue nada barato.

Todo lo que tienes que hacer ahora donde quiera que te encuentres y lo que sea que estés pasando es orar, puedes acceder al Trono de Dios en las dimensiones celestiales. No podemos verlo pero es real.

Nosotros creemos que hay una dimensión espiritual donde Jesús está sentado a la diestra de Dios Padre y hay ángeles, y hay demonios, no podemos verlo pero es real y ahora mismo hay una puerta abierta entre esa dimensión espiritual ante el Trono de Dios y la dimensión física en la que nosotros vivimos, nuestras oraciones van hacia Él y Sus bendiciones llegan a nosotros, me robé eso de uno de ustedes (risas).

Este capítulo está basado también en una profecía del Libro de Isaías capítulo 60, si usted está tomando notas escriba Isaías 60, no tenemos tiempo para explorarlo a profundidad pero es algo grandioso. En Isaías capítulo 60 dice: “Levántate y resplandece porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti” maravilloso.

El pueblo de Dios después de muchos años de sufrimiento estaban siendo llamados nuevamente a Jerusalén, la ciudad de Dios, la puerta ahora estaba abierta porque habían visitantes que venían desde lejos con regalos para ellos, una puerta de bendición abierta, y el primer regalo que ellos habían de esperar era que sus hijos volvieran a casa.

Dice: “Alza tus ojos alrededor y mira, todos estos se han juntado y vienen hacia ti, tus hijos vendrán de lejos y tus hijas traerán en brazos” qué mejor bendición que ver al hijo pródigo regresar a casa.

¿Habrá alguien aquí que esté orando esperando a un ser querido que está alejado de casa o que está lejos del espíritu? no cierres la puerta, una puerta de bendición.

“El hijo pródigo regresa a casa, tus puertas estarán de continuo abiertas, no cerrarán ni de día ni de noche porque se habrá vuelto a ti del mar, y las riquezas de las naciones habrán llegado a ti. Tus puertas estarán de continuo abiertas, no se cerrarán ni de día ni de noche para que así sean traídas las riquezas de las naciones.”

Ahora en el 2017 no podemos prometerles el cielo y las estrellas pero la verdad es que en Cristo todas las promesas de Dios son sí y amén, y la puerta está abierta, es una puerta de poder para ministerio también.

El Apóstol Pablo decía una y otra vez: oremos para que las puertas del ministerio se abran, él sabía que no podía cambiar los corazones de las personas solamente tratando de convencerlos, sabía que apartado de Dios no podía hacer nada pero él también conocía a aquél que puede abrir una puerta de poder, que el Poder puede fluir y cambiar los corazones de la gente.

Aún cuando el Apóstol Pablo estaba en la cárcel, él dijo: “La Palabra de Dios no está en cadenas”. “Aquél con la llave de David dice: toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra, por tanto id y haced discípulos de todas las naciones”. León de Judá tienes una misión, necesitamos que el Poder fluya del Trono de Dios para abrir puertas y traer personas hacia Dios, necesitamos orar y no necesitamos abrir la puerta porque ya está abierta, solamente necesitamos pedir que el Poder de Dios pase por esa puerta.

Algunas veces nos podemos sentir pequeños e insignificantes como los creyentes de Filadelfia pero Dios quiere que sepas que eres más fuerte de lo que crees, Él dice: Tú que tienes poca fuerza has guardado Mis Palabras y no has negado Mi Nombre. La fidelidad para con Dios es más importante que el éxito, los resultados dependen de Dios, lo único que tenemos que hacer es ser fieles, eso es lo que Dios busca.

Los verdaderos héroes rara vez se comportan y actúan como héroes, el heroísmo verdadero no se siente usualmente como heróico. Yo tengo un privilegio como Pastor de conocer a la gente durante momentos intensos y grandes luchas en sus vidas, personas que están pasando por la lucha y se sienten a veces tan débiles y tan frustrados por lo que están pasando, y eso pasa ahí frente a mis ojos, Dios me muestra: Este es un héroe para Mí y no tiene idea de qué tan orgulloso me siento, ellos se sienten débiles pero son héroes en el Reino de Dios porque hay una puerta abierta entre el cielo y ellos, y nuestro Dios se preocupa por los pequeños.

A veces nosotros pensamos que tenemos que hacer como un gran show, que debemos mostrarnos poderosos pero lo único que Dios requiere es fe como un grano de mostaza. Yo pienso que Dios valora las cosas pequeñas mucho más de lo que nosotros sabemos, son las pequeñas acciones de fidelidad, esas pequeñas acciones de bondad.

Jesús dijo: Mira que no menospreciéis a uno de estos pequeños porque os digo que sus ángeles en los cielos siempre ven el Rostro de mi Padre que está en los cielos. No se venden dos parajillos por un centavo y ninguno de esos pajarillos cae al piso si no es la Voluntad de Mi Padre que está en los cielos.

Piense acerca de la Navidad: un bebé pequeño, una pareja pobre a la que se le cierran las puertas delante de sus ojos en un pueblo pequeño e insignificante llamado Belén, Dios no busca gente fuerte, Él busca gente que quiera ser fiel en el 2017.

Cuando Dios llamó a Gedeón dijo: Señor mío ¿con qué salvaré yo a Israel? he aquí que mi familia es pobre en Manasés y soy el menor de la casa de mi padre, y mirándolo Jehová le dijo: “Ve con esta tu fuerza, ¿no te estoy enviando Yo?”, de hecho Dios se aseguró de que Gedeón fuera lo suficientemente débil para poder ser usado grandemente por Dios, tenía que poner a un lado sus preocupaciones y tenía que perder sus soldados más fuertes para que la gloria sea de Dios y no de él.

Dios quiere asegurarse de mostrar Su gloria y por eso Él quería mostrarse a pesar del aguijón que tenía Pablo en la carne para decir que Su Poder se perfecciona por medio de nuestras debilidades.

Usted no tiene que ser un superhombre el 2017 para ser usado por Dios, todo lo que Dios quiere que usted sea es que sea fiel porque la puerta ha sido abierta para usted y el Poder está fluyendo desde allí. Y aunque usted esté cansado, cuando te sientas que no puedes dar un paso más es bueno saber que Dios pelea por ti, que Dios está a tu lado.

Dice: “De la sinagoga de Satanás de los que dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten, te daré algunos, Yo haré que vengan y se postren a tus pies reconociendo que Yo te he amado.” Yo no sé cuáles son las cosas que estás ahora enfrentando en tu vida, solamente tú conoces las luchas de tu corazón, yo no sé cuáles son los muros que tú tienes que derribar pero yo conozco a aquél que está a tu lado y yo sé que Él pelea por ti.

Y así como David dice: yo solamente vengo con esta honda y frente a Goliat pero tú vienes con espada, con lanza y javalina, pero yo vengo en el Nombre de Jehová de los Ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, un pueblo poderoso es un pueblo de un Dios poderoso y Él te ha de acompañar.

Hay una promesa en el versículo 10 de este pasaje, dice: “Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero para probar a los que habitan sobre la tierra.” Hay diferentes maneras de interpretar este versículo. Esto puede referirse al tiempo de tribulación que ha de sobrevenir al mundo antes de que Jesús regrese, o puede que diga que Jesús nos va a arrebatar y nos va a llevar al cielo antes de que esto ocurra, y puede que sea el rapto antes de la tribulación, y si a esto es a lo que se refiere: yo me quiero inscribir, a mí y mi familia, yo quiero estar ahí, nos vamos en el helicóptero.

Ahora: el lenguaje aquí en este pasaje no habla de tribulación sino que usa la palabra tentación y puede que se refiera a la gran tentación que va a haber sobre la Tierra antes de que Jesús regrese cuando se desarrolle una apostasía, cuando las personas nieguen a Jesús, y ahí es donde Jesús clama y ora, y dice que no os ruego que los quites del mundo sino que los guardes del mal.

Y lo que está diciendo quizás es que no importa qué tan grande sea la prueba o la tentación, lo que tenemos que hacer es mantenernos fieles y confiar de que nuestro Dios nos dará la victoria.

De cualquier manera, sea que Dios nos saque del medio de la tormenta o la tribulación, o nos mantenga en la tribulación lo que sabemos es que Él está de nuestro lado y tiene grandes cosas para nosotros, nuestro Dios nos puede mantener fieles para con Él, nos tiene en Su mano.

Jesús dijo: “Vengo pronto, retén lo que tienes para que ninguno tome tu corona” manténte fiel porque Jesús viene pronto, si Él dijo que venía pronto hace dos mil años ahora sí que viene bien pronto.

¿Ha estado usted alguna vez en una carrera y ha sentido que quiere rendirse antes de llegar a la meta? Dios le dijo a la Iglesia en Filadelfia: no te rindas ahora, ya casi llegas y hay una corona con tu nombre escrito, es una corona de gozo, es una corona de justicia, es una corona de vida, es una corona de gloria.

Yo creo esto con todo mi corazón, que en el cielo el pueblo de Dios tendrá una corona. No sé exactamente cómo va a ser, no sé exactamente lo que esa corona es, pero yo sé lo que voy a hacer con ella porque el momento más feliz no es el momento en que obtengamos esa corona, el momento más feliz va a ser cuando atravesemos esa puerta hacia el Trono del Señor y le rindamos nuestras coronas a Sus pies, y ahí es cuando vamos a cantar con los ancianos: Tú eres digno de la gloria, la honra y el Poder.

“Aquél que ha vencido lo haré un pilar en el templo de mi Dios y nunca más saldrá de allí.” Cuando estás cansado, cuando estás desanimado, que sepas que Dios se promete, Él se compromete contigo: Yo te voy a hacer llegar a la meta, llegarás a tu casa.

En Salmos 84 dice: “Cuán amables son tus moradas, anhela mi alma y aún ardientemente desean los atrios de Jehová, mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos, escogería antes estar a las puertas de Dios que en las casas de maldad.” Dios nos promete que nos llevará a casa. Si uno se siente débil el Señor nos hará como un pilar en la Casa de Dios, eres más fuerte de lo que crees, no hay nada más fuerte que una viga de cedro en el templo de Salomón.

Mientras yo oraba por algunos de ustedes hoy yo decía: Señor muéstrales las fuerzas que has puesto en ellos, que ellos tienen fuerza para aguantar peso sobre sus hombros, que son columnas en la Casa de Dios porque ellos son firmes en la Casa de Jehová, también bello ¿no? Dice en el Salmo 144: “Nuestras hijas serán como esquinas labradas de un palacio.”

La Biblia dice que cuando lleguemos al cielo la nueva Jerusalén tendrá 12 puertas y en cada una de esas puertas habrá un pilar o una columna, y que cada una va a estar hecha de una perla, eso es una perla que uno no puede ponerse alrededor del cuello, es enormemente grande y es hermosa, y en cada uno de esos pilares hechos de esa perla va a estar escrito el nombre de una de las tribus de Israel, y Dios promete que cuando lleguemos al cielo Él nos marcará a cada uno de nosotros con Su Nombre, no una vez ni dos veces, sino tres veces, Él va a escribir Su Nombre por todas partes en nosotros porque no importa que te hayan sacado de la sinagoga, nadie te puede sacar de esta casa, tú perteneces a esta casa, la puerta está abierta para ti en esta casa.

La Palabra dice: “Escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios la nueva Jerusalén, la cual desciende desde el cielo con mi Dios y mi nombre nuevo.” ¿Por qué será que siempre se repite: mi Dios, mi Dios, mi Dios? porque Dios no solamente quiere que se le adore como Dios, Él quiere que lo adores como mi Dios, tu Dios. Jehová es mi Pastor, no cualquier Pastor, Él es mío.

La palabra mío por lo general se usa cuando uno quiere ser egoísta para decir que no quiere compartir, a los niños se les enseña cuando dicen: es mío a que compartan, bueno, Dios es suficientemente grande para que todos lo podamos compartir, y no es solamente eso, tú eres suyo. Él escribe mío, mío, mío en todo tu cuerpo. Tres formas de identificar, tres formas de ciudadanía, comienza con salvación, Él va a escribir Su Nombre en tu frente.

En el Antiguo Testamento el sacerdote Aaron estaba vestido con ropas majestuosas y tenía una placa dorada que llevaba en la frente, y engravadas en esa placa estaban escritas unas palabras muy importantes, decía: santidad para con Dios, este hombre es santo, este hombre me pertenece, este hombre está apartado y es especial para mí.

Cuando tú aceptaste a Cristo en tu corazón Él escribió en tu frente: santo para con Dios, está ahí. Si a usted lo fueran a alumbrar con una luz infrarroja vería que en su frente dice: santo y apartado para con Dios, y va más allá de eso: eres también un ciudadano de la ciudad de Dios, y el nombre de la ciudad de Dios está escrito tal vez en tu mano. La novia, la ciudad santa, la nueva Jerusalén que baja desde el cielo, esa ciudad es tu hogar, esa es la ciudad donde vamos a vivir no solamente a atravesarla.

Este no es nuestro hogar, estamos de viaje y vamos a llegar allá, esa es mi casa brillando por la gloria shekinah de Jehová, brillando como joyas con una variedad de colores y brillos, una calle grande en la ciudad hecha de oro puro translúcido, pero ¿dónde está el templo en esa ciudad? no se ve un templo. No se necesita un templo, toda la ciudad va a ser santa y tú vas a ser el templo.

Tampoco hay sol en esa ciudad, la luz viene de la ciudad misma porque Dios es la luz de esa ciudad, levántate y brilla porque tu luz ha llegado, y nunca las puertas de esa ciudad serán cerradas porque no habrá más oscuridad. Dios escribe sobre Su gente no solamente una o dos veces sino tres veces, y esto es importante porque en el Apocalipsis leemos que el Anticristo va a marcar a su gente en la frente y en la mano, Dios le dice: tú vas a marcar a tu gente dos veces pero yo la voy a marcar tres veces, y la última marca aún no ha ocurrido.

Cada nuevo Nombre de Dios es una revelación nueva de quién Él es para con Su gente y hay una manera en que Jesús aún no ha sido revelado, hay una manera en que tú no le conoces todavía. Hay un Nombre que todavía no ha sido revelado que será en esa perla y nosotros somos esa perla donde el Nombre de Jesús se escribirá, y ese Nombre de Jesús que nadie aún conoce ha de ser escrito todavía, ¿dónde dice usted que va a ser escrito?

Dicen que el Nombre de Dios probablemente va a ser escrito en nuestra frente, quizás la ciudadanía va a ser escrita en nuestra mano, pero dice en el Cantar de los Cantares: “Ponme como un sello sobre tu corazón.”

Hay una manera en que las personas van a reconocer a Jesús cuando se case con Su Iglesia. En el 2016 hay personas que nosotros amamos mucho que ya llegaron al cielo, hay muchos pilares en la Casa de Dios y ese Nombre ya está escrito en sus corazones, pero también hay un lugar preparado en tu corazón para Su Nombre. León de Judá: nosotros pertenecemos a Él, pertenecemos al novio, pertenecemos a Jesús y el que tenga oído que escuche lo que el Espíritu dice a las Iglesias.

Esa puerta abierta en el cielo yo creo que es una puerta de revelación, si nosotros abrimos nuestra mente yo creo que Dios nos va a revelar a nosotros el significado de estas imágenes de una nueva forma, Él va a revelarse a Sí Mismo como el Dios de la puerta abierta.

Ahora: hoy es Año Nuevo y las buenas nuevas son que no necesitamos buena suerte en el 2017, no necesitamos buena suerte porque tenemos un Rey que puede abrir cualquier puerta. Mi esperanza no está en un año sino en aquél que es el mismo hoy y para siempre, Jesús es aquél que es santo y verdadero, Él es el que tiene la llave de David y lo que Él abre nadie puede cerrarlo, lo que Él cierra nadie lo puede abrir.

Ahora en este año 2017 vamos a declararlo el año de la puerta abierta por Dios y si tú tienes pocas fuerzas tienes un Dios que pelea por ti, tienes un Dios que te va a guardar y te va a mantener como un pilar en la Casa de Dios, y te va a marcar tres veces porque tú perteneces a Él, así que manténte fiel, aférrate a Dios y no dejes que nadie te quite tu corona porque lo mejor está por venir, amén, amén.

Ahora vamos a terminar este momento acercándonos a la mesa de Dios y yo quiero que sepas que tú tienes un lugar en esta mesa, que Dios quiere que tú estés con tu familia alrededor de esta mesa, pero para estar aquí, tienes que aceptar a Cristo como tu Señor y Salvador, hay que decir: Señor yo quiero que Tú escribas Tu Nombre sobre mi frente este día, así que antes de entrar en esta mesa yo quiero dar oportunidad para que estés seguro de que estás salvo, así que vamos a orar.

Yo los invito a cerrar sus ojos y vamos en este momento a hacer un pacto con el Señor y a dejar que el Señor nos marque como suyos, así que si tú no has aceptado a Cristo como tu Señor y Salvador que lo hagas hoy primero de Enero, el primer día de tu vida espiritual. Si tú quieres tomar este paso de fe hazlo ahora, no demores, allí donde tú estás yo te invito a levantar tu mano y decir: Señor yo te recibo, hazlo ahora, levanta tu mano delante de Él y di: Jesús, quiero ser un cristiano.