Mudado en otro hombre

Transcripción

Hablamos acerca de la complejidad del tema de los dones del espíritu y del bautismo del Espíritu Santo y hemos estado trabajando, como ustedes saben, estos domingos todo ese tema. Yo pensaba continuar con el mismo tema pero inclusive que lo trabajé esta mañana en el servicio en inglés, pero he sentido del Señor, he estado debatiéndome con otro texto que yo creo que para nosotros, para la congregación latina, hispana, es más apropiado porque yo siento que hay muchos aquí que ya tenemos más entendimiento acerca de esta dimensión y muchas de las cosas que yo he estado trabajando las puedo tratar con ustedes en otra forma diferente.

Pero quiero ir a un pasaje que ilustra en una forma muy elocuente y muy específica lo que es el bautismo del Espíritu Santo, los efectos típicos del bautismo del Espíritu Santo. Y aquello hacia lo cual nosotros debemos aspirar cuando estamos buscando esa llenura del Espíritu Santo y del bautismo del Espíritu Santo. Lo que quiero que hagan conmigo es como hacer un case study, como dicen en inglés, un estudio de un caso que ilustra muchos de estos principios que hemos estado exponiendo en las últimas semanas.

Donde lo vamos a encontrar es en un lugar muy poco usual, no va a ser en el Nuevo Testamento, ni va a ser tampoco en el Libro de los Hechos donde hay casos evidentemente del bautismo del Espíritu Santo porque es el libro que más se enfoca en los hechos del Espíritu Santo en el comienzo de la iglesia. Pero yo voy a ir más bien al Antiguo Testamento y vamos a estudiar un personaje que fue bautizado en el Espíritu Santo o por el Espíritu Santo y que tuvo su propia experiencia que ilustra muchos de los principios de los cuales hemos estado hablando acerca del bautismo del Espíritu Santo.

Y me parece útil ir al Antiguo Testamento porque nos muestra algo y es que el Espíritu Santo primeramente no es nada nuevo en la vida del pueblo de Dios. no es como que de momento en el Libro de los Hechos el Espíritu Santo se le prendió el bombillo y comenzó a actuar en el escenario humano. El Espíritu Santo ha estado actuando en la vida humana desde antes de la creación del mundo. Dice en el libro de Génesis, en el capítulo 1, que el espíritu del Señor estaba posado sobre las aguas, sobre la creación caótica sin forma que luego Dios procedió a ordenar en sus actos creativos en el libro de Génesis.

Pero ya el Espíritu Santo estaba allí como posándose sobre la creación en su potencialidad. Y ha estado allí, lo vemos a través de toda la escritura en diferentes momentos en el Antiguo Testamento y luego entramos al Nuevo Testamento y ya lo comenzamos a ver en una forma mucho más evidente, más abundante, distribuida la presencia del espíritu en el pueblo general de Dios, en vez de solamente como decíamos antes, en algunos especialistas, profetas, reyes, sacerdotes.

La diferencia, recuerden esto, en la economía nueva del espíritu que el Señor Jesucristo desató con su muerte en la cruz, y en el día de Pentecostés, está no en la acción del Espíritu Santo, porque como decimos está en todas las páginas de la escritura, ni siquiera en su descender sobre hombres y mujeres en momentos específicos. No, la gran diferencia que vemos comenzando con el libro de los Hechos es, como digo, que antes que el Espíritu Santo era para un grupo muy selecto y ahora es para todo creyente. Amén. Para todo hijo, hija de Dios que potencialmente puede entrar en esa dotación de poder, esa iniciación en la vida de poder y de intimidad con el Espíritu Santo.

Y los efectos de la unción del Espíritu Santo siempre han sido los mismos, poder, acceso a la sobrenaturalidad de Dios, transformaciones y cambios en la persona que lo recibe, iniciación de ministerios, efectividad en el servicio al Señor, acceso a instrumentos que nos ayudan en nuestras deficiencias en la vida espiritual, iba a decir cristiana, pero vamos a ver un caso en que este no es un cristiano sino un personaje antes de Cristo, mucho antes de Cristo.

Si usted ya sabe de quién voy a hablar se ganó un 100 en el examen inclusive antes de comenzarlo. Estoy hablando de Saúl, el rey Saúl. Fue un personaje muy interesante. Y una de las cosas que me gusta acerca del caso de Saúl es que Saúl era un hombre muy imperfecto antes de ser bautizado en el Espíritu Santo y después también. Lo cual nos indica algo también y es que el bautismo del Espíritu Santo no es una llave mágica que te hace absolutamente perfecto sino simplemente que te fortalece en tu humanidad y penetra todas las área de tu ser y te da una capacidad mucho más poderosa. Pero seguimos siendo humanos y seguimos cometiendo errores y seguimos necesitando de la gracia del Señor, pero sí tenemos una efectividad aumentada para servir a Dios.

Entonces, vamos al primer libro del profeta Samuel, en el capítulo 10, y vamos a ver aquí, vamos a estudiar según la Biblia. Y ustedes recordarán que el pueblo de Dios antes de Saúl como el primer rey de Israel, el pueblo de Dios había sido dirigido por jueces que Dios de vez en cuando también levantaba y capacitaba con poder sobrenatural, y también ahí vemos casos donde el poder de Dios desciende sobre hombres excepcionales para llevar a cabo la liberación en tiempos de opresión de parte del pueblo de Israel y para juzgar y dirigir al pueblo de Dios antes de que hubiera un gobierno formal de parte de reyes.

Por ejemplo, tenemos a Gedeón, o tenemos Sansón que son dos personajes que fueron visitados, y también sería interesante estudiar esos casos y ver cómo estos personajes también tuvieron una visitación del poder de Dios y Dios los capacitó más allá de sus debilidades y sus deficiencias para poder llevar a cabo una tarea de liberación y de gobierno sobre el pueblo de Israel.

Pero llega un momento en que pueblo de Israel mismo le pide a Dios que ellos quieren tener un rey como las demás naciones. Ahí hay mucha tela que cortar pero no vamos a entrar en eso. Ellos quieren ser como las demás naciones y tener un rey formal que los guíe a la guerra y que los gobierne y van donde Samuel, el profeta Samuel, y le dicen, “Samuel, creemos que ya tu tienes que retirarte, hombre, ya estás un poquito avanzado en edad y has hecho un buen trabajo pero ahora queremos un rey formal.” Y Samuel es dirigido por Dios a ungir específicamente a Saúl y Samuel habla con Saúl, Dios provee un encuentro con él. Saúl anda por ahí dando vueltas, se le perdieron unos asnos a su papá y el papá lo manda a buscarlos y encontrarlos. Un pequeñito detalle, una viñeta de la vida agrícola de ese tiempo. Saúl va buscar los asnos pero no sabe que Dios está orquestando las cosas para un encuentro frontal con su destino y con el destino que Dios tiene para él.

Y yo creo que ahí tenemos una primera enseñanza. Que muchas veces Dios usa las circunstancias de la vida, uno no sabe nunca cuándo Dios va a usar algo específico para nosotros tener un encuentro con el Espíritu Santo. Muchas veces nos invitan, mira hay una vigilia en la iglesia, como hubo este viernes, o el servicio de los miércoles o hay un evento especial que unos hermanos se van a reunir para orar en una casa. Ah, ya, yo estoy cansado. Y puede que ese es el momento que Dios escoja para que tu tengas un encuentro con el Espíritu Santo porque los que están deseosos y anhelosos y diligentes, Dios los va a encontrar.

Muchos decimos, bueno, si el Señor quiere visitarme él sabe que yo estoy presente, sabe mi dirección. Pero hay buscar, buscad y hallareis, tocad y se os abrirá, pedid y se os dará. Dios honra a los diligentes, Dios honra a los que están. Una cosa que yo veo en la Biblia es que Dios encuentra a sus siervos generalmente cuando están trabajando y haciendo algo. No lo encuentra aplatanado allí en una cama viendo televisión. Los encuentra trabajando, en muchas ocasiones y no me metan por allí porque no voy a poder predicar de lo que vine a predicar esta mañana. Pero es cierto, a los diligentes Dios honra, al esforzado y valiente.

Saúl anda en la diligencia de su papá y entonces entramos en el capítulo 10, Saúl se encuentra con Samuel y entonces en el versículo dice:

“Tomando entonces Samuel una redoma de aceite – francamente yo no sé lo que es una redoma pero me imagino que era algo que tenía aceite adentro, una vasija, una palabra bonita para decir una vasija con aceite o un receptáculo con aceite, porque el aceite siempre ha sido símbolo del Espíritu Santo, la unción del Señor. El aceite en el Antiguo Testamento o en el mundo del Antiguo Testamento se usaba para refrescar, se usaba para prender las luces, se usaba aceite en esos tiempos, no gasolina sino aceite. Ha sido una fuente de energía.

El aceite se ha usado en muchas maneras, se usaba para sanar herida, para cocinar, para alumbrar lámparas, se usaba para refrescar los pies del viajero que estaba ya secos porque eran sandalias lo que se usaba en esos tiempos, se ungía con aceite. El aceite se usaba también para refrescar la piel de las personas, las mujeres usaban el aceite. Es decir, el aceite era como un símbolo de vida en muchas diferentes maneras, de energía, de sanidad, de frescura y no es de extrañarnos que esos valores de vida que tenía el aceite se transfirieran para usarlo como símbolo de la aplicación de la gracia, la vida y el poder de Dios sobre una persona. Y por eso hablamos de unción, esa linda palabra pentecostal, la unción de Dios.

“Entonces, Samuel toma ese contenido de aceite y lo derramó sobre su cabeza.” En aquel tiempo no era como una gotita muy discreta. No, esto era que te enchumbaban con aceite. Tu salías de allí goteando por donde quieras aceite. Si tenía una ropa que se manchaba, eso es problema tuyo. Yo creo que también algo digno la medida abundante de la unción de Dios que cae, sin medida, cuando la unción de Dios cae es abundante y sin reproche, dice la Biblia. El que tenga falta de sabiduría pídale a Dios que Dios da abundantemente y sin reproche.

Es decir, que Samuel derrama el aceite sobre la cabeza de Saúl. Y de nuevo, por qué la cabeza? Aquí yo voy a entrar, según veo aquí, la cabeza es el asiento del raciocinio, es el lugar donde se dan las decisiones, donde uno gobierna la vida, el cerebro, la mente, la cabeza, y sobre ese lugar es derramado el aceite y que de ahí baje por todo el cuerpo y llene y sature toda la persona.

Y eso es interesante también porque la idea del bautismo del Espíritu Santo es la idea de una inmersión. Baptizo, la palabra que se usó en el griego original, es sumergir a alguien en algo. Cuando la Biblia habla del bautismo del Espíritu Santo está refiriéndose a una saturación, una inmersión en… no se trata de simplemente de una cosita mínima, decorativa, sino que es una saturación, es una invasión del Espíritu Santo. Por eso es que sí, yo creo que en alguna medida y en algún momento de la vida de todo creyente tiene que haber aunque sea una experiencia antes de usted morirse, donde usted sienta que el poder de Dios le ha visitado, que usted ha tenido un encuentro frontal con lo sobrenatural. Sea un sueño, sea una visión, sea una palabra profética, sea un momento poderoso emocional, sea un toque de Dios en el tiempo de la adoración, sea un momento en que usted siente que algo que usted no puede explicar en términos racionales y que usted sabe que eso viene de Dios.

Yo creo que todo creyente debe anhelar y buscar esa inmersión, ese momento de crisis en su vida, un encuentro frontal con el poder del Espíritu Santo. Amén. Entonces, usted tiene que buscar eso, no se contente con simplemente una experiencia plácida. Eso es bueno, pero la Biblia dice, los que creen en mí ríos de agua viva correrán de su interior. Y la palabra dice que eso decía él del Espíritu Santo que iba a caer sobre los que seguían a Jesucristo.

Por qué el Señor habló de ríos de agua viva? Usted ha visto un río vivo como es en esas películas de National Geographic cuando esa gente está con esas barquitas de hule que están yendo por unos arroyos, corrientes y fuertes que el agua salta por todos lados y ellos van saltando de un sitio para el otro, esos son ríos de agua viva. O ha visto usted el mar Caribe, por ejemplo, en una de esas playas cuando choca contra un arrecife y sale volando el agua por dondequiera, eso es agua viva. No es el agua plácida de un laguito bonito, donde usted se sienta con un libro a leer y no hay ningún peligro de que se moje porque el lago no hace nada, sino ser bonito y estar ahí en frente. No, ríos de agua viva corren, saltan, mojan y atacan.

El Espíritu Santo siempre está relacionado con dinamismo, con efusividad y yo creo que todo creyente que se mueve en un ámbito y en un paradigma pentecostal debe aspirar en su vida a esa efusividad, a ese dinamismo. No se contente con simplemente la vida común y corriente, Dios sacia a los que tienen hambre, Dios da agua a los que tienen sed. El Espíritu Santo visita a aquellos que están buscándolo y deseándolo y anhelándolo.

Yo recuerdo como les dije, cuando yo tenía 14, 15 años, hace unos 10 años más o menos, que yo iba… tuve un tiempo que iba por dondequiera a buscar alguien que me mojara con el Espíritu Santo y me bautizara en el Espíritu Santo, en Brooklyn donde yo vivía. Me iba a las iglesias afroamericanas y las hispanas buscando una visitación del espíritu de Dios. y yo creo que Dios honra eso, ese deseo del poder. El que busca halla. El que le pide al Señor va a encontrar. Por eso es que el Señor les dijo a los discípulos, no salgan de Jerusalén hasta que no sean investidos con el poder de lo alto y ellos se metieron en el aposento alto y estuvieron allí clamando hasta que el Señor los visitó.

Y yo les digo, hermanos, puede que el Señor te visite un día cuando algo imponga manos sobre ti y puede sea… tu vas a tener que buscar en tu propia manera. Por eso para mí, yo más bien adopto una actitud de, hey, les bendigo, les doy la palabra, ayudamos en todo lo posible, proveemos diferentes oportunidades, pero en última instancia usted es responsable de su propia bendición. Usted tiene que clamar, buscar, tocar, hacer lo que tenga que hacer pero no se contente con una vida mediocre y mediana. Busque hasta que usted halle. El Señor honra a los que tienen apetito de su bendición. Ahí están todos esos personajes desesperados en la escritura que nos muestran una cosa, y es que si usted pide y pide y pide y molesta al Señor, él le va a dar. Y a veces él se hace el remolón, como dicen los mexicanos, para que usted lo busque y entonces en el momento dado él lo bendice con creces.

Yo digo que nadie que busque con insistencia al Espíritu Santo dejará de ser bendecido, nadie. Porque es una inmersión, es una llenura y todo lo que tiene que ver con el Espíritu Santo está asociado con ese dinamismo, esa búsqueda, esa inmersión.

Entonces, él derramó ese aceite sobre la cabeza y dice aquí, en el versículo 1, “y lo besó – beso como de iniciación, de cariño, es como la aprobación de Dios en un sentido dada del profeta Samuel a Saúl y es como un beso paternal de iniciación en su carrera ministerial.

“… y le dijo, no te ha ungido Jehová por príncipe sobre su pueblo Israel?” Es una pregunta retórica. Lo que le está diciendo es, Jehová te ha ungido por príncipe sobre su pueblo Israel. Y yo me imagino que para Saúl eso fue algo totalmente extraño. A mí? Si yo andaba buscando unos burros por ahí hace un momentito de mi papá, y que Dios me ha escogido a mí para ser rey sobre Israel?

Aquí hay algo interesante también y es que, hermanos, a Dios le deleita usar a la gente común y corriente. A Dios le deleite usar a los pequeñitos del pueblo para hacer cosas grandes. Yo creo que ustedes deben estar diciendo, gloria a Dios, amén, ahora mismo, yo estoy diciendo algo muy profundo, muy poderoso. Dios te ha escogido a ti y a mí, gente común y corriente para hacer grandes cosas en el Reino de Dios.

Dios no necesita a la gente con Phd, si doctorados, gloria a Dios, los puede usar, pero lo que Dios necesita es un corazón abierto y deseoso y una persona común y corriente que sepa que Dios es poderoso para hacer cosas grandes. Cualquiera aquí puede hacer hazañas en el Reino de Dios. nunca se deje intimidar, nunca se deje atemorizar por el hecho de que usted no tiene esto o no tiene lo otro, si su corazón agrada al Señor, Dios puede hacer cosas imposibles y mientras más pequeña la persona, mientras más inadecuada a veces más se glorifica Dios en usarlos y más desea Dios usarlos.

Por qué Dios usó a Abraham a los 100 años para ser padre de la fe? Por qué usa a vírgenes que no podían dar a luz y usó ancianos y usó a los pequeñitos de la tierra como vemos en libro de Corintios, que Pablo dice, no hay muchos de ustedes que sean grandes ni de renombre ni bien educados ni nada, sino que a los pequeños del mundo escogió Dios para avergonzar a los grandes del mundo. Dios escoge a quien sea.

Saúl era un hombre con pies de barro. Saúl era un hombre increíblemente deficiente y defectuoso. Y si usted estudia la biografía de Saúl y cómo terminó desgraciadamente, usted va a ver que no había nada que lo calificara para ser una vasija que Dios usara como el primer rey de Israel. Sin embargo, a él Dios lo escogió y entonces hay como un sentido de intriga cuando Samuel le pregunta, porque cuando él lo besa quizás como que Saúl… él sabía quién era Samuel. Samuel era un hombre famoso en Israel, era el gran juez Samuel, ya en la cúspide de su ministerio. Y este hombre le unge con aceite, lo besa y yo me imagino que Saúl lo miró como… por qué tu estás haciendo esto? No te ha ungido Dios como príncipe sobre Israel? Yo estoy haciendo lo que Dios me ha mandado hacer. A pesar de que era un hombre terriblemente imperfecto.

Y aquí comienza algo bien interesante. De nuevo, mire eso y que no se nos escape este detalle también, hay un momento de impartición. Hay un momento de inducción, hay un momento de iniciación cuando Samuel derrama el aceite sobre él, no pasa nada, no dice aquí que hubiera trompetas y truenos y todo eso, ni que Saúl se tirara al piso. No. una unción, un acto litúrgico casi, se podría decir, de iniciación. Eso tiene vigencia en el reino de los cielos y yo creo que así mismo…

Por eso es que yo creo que en toda búsqueda del Espíritu Santo tiene que haber ese momento en que hay una imposición de manos, haya un momento en que alguien pueda transferir simbólicamente la unción que ha recibido a tu vida y tu debes considerar ese momento el momento de tu recibir y si tu titubeas y te preguntas, bueno, lo habré recibido o no, esto o lo otro? Moriste en la película. Tienes que creer, tienes que recibir.

Yo creo que mucha gente ya ha recibido la unción y la inducción del Espíritu Santo pero como siguen preguntándose, titubeando y buscando al otro pentecostal que está más ungido que el otro que lo ungió hace 3 días, buscando por aquí y por allá. Mira, si ya tu lo tienes, muévete en ello ahora. Pero tiene que haber un momento específico en que recibimos.

Es como cuando tu recibes a Cristo como Señor y salvador. Hay personas que reciben a Cristo y lo reciben en una forma dramática, lloran y sienten cosas emocionales y saben que el Señor los ha tocado. Hay otros que abren los ojos y de momento están viendo el mundo en colores, antes lo veían en blanco y negro, después de recibir a Cristo. Hay otros que simplemente lo reciben así, un acto formal, de recibir porque son quizás más formales y reciben al Señor Jesucristo y saben que él ha entrado en su corazón, porque la Biblia dice que así es y de ahí en adelante caminan firmes aunque no sea con mucha emoción pero están seguros que lo hicieron.

Pero no están cuestionándose, lo habré recibido o no? cuando tu recibes a Cristo recíbelo y ya. Ahora, vive en Cristo y sigue desarrollando a Cristo dentro de ti y que él se desarrolle dentro de ti y se apodere más de tu vida. Pero vive confiado, marca ese día. Si tu recibes al Señor hoy escribe ese día detrás de tu Biblia o en algún lugar, ‘hoy yo recibí a Cristo como mi Señor y salvador y ahora soy un hijo de Dios y vivo dentro de eso y ahora voy a desarrollar a Cristo más y más dentro de mi vida.’

Así nos pasa con el Espíritu Santo, cuando Dios te toca, cuando hay ese momento de confrontación tu lo crees, lo recibes y ahora entonces que se desate un curso, una carrera de ir buscando más la expresión de esa llenura y la seguridad y la evidencia de que Cristo vive dentro de ti. Esa es la parte más importante, porque hermanos, por qué yo digo esto? Porque es que hay tanta controversia en el mundo cristiano acerca de cuándo es que se recibe el Espíritu Santo, si las lenguas son la evidencia o no. hay denominaciones como la Asamblea de Dios que están fundamentadas en esa idea de que las lenguas son la evidencia del bautismo del Espíritu Santo. Y aún la Asamblea de Dios están en proceso y en fluctuación, hermanos. Hay iglesias Asambleas de Dios que usted no sabe si son metodistas o son pentecostales. Están en mucho flujo en ese sentido y ya yo creo que muchos de ellos ni siquiera creen en esa doctrina que tienen ahí en sus escrituras.

Otros creen que no, que simplemente tu recibes y ya lo crees y vives en ello. Y yo creo que la cosa está en cómo tu vives esa llenura y esa experiencia del Espíritu Santo en tu vida, cómo tu pones en función y en acción esa convicción de que tu tuviste un día en que oraron por ti, tu recibiste al Espíritu Santo y entonces te mueves en esa experiencia.

De nuevo, hablando de mi propia experiencia, yo sé que la de ustedes es diferente, muchos de ustedes que han estado en esta experiencia. Yo creo que ya se la he dicho a algunos, inclusive la he dicho desde el púlpito pero algunos que están acá, muchos de ustedes quizás no la han escuchado, de cómo yo hablando de mi… porque uno tiene que hablar de su propio testimonio muchas veces. En el año 82 cuando esta iglesia estaba comenzando en el [Inaudible] Gospel Center y yo comencé a asistir a la iglesia allí, y como le digo, desde jovencito yo había buscado la llenura y el bautismo del Espíritu Santo en muchísimas diferentes maneras y había estado por acá y por allá, y después tuve un tiempo un paréntesis en mi vida en que no estuve muy metido en las cosas del Señor, y en ese tiempo, en el 82, Dios había comenzado de nuevo a moverse en mi vida y estaba preparando mi vida y la vida de Meche también en otra manera, porque ella estaba en Puerto Rico y Dios la tuvo que traer acá para que tuviéramos ese encuentro frontal y de ahí en adelante siguiéramos en el ministerio.

Yo recuerdo esa tarde, de nuevo Dios estaba trabajando y preparando los fundamentos del ministerio que nosotros íbamos a tener. Yo estaba en mi segundo o tercer año de escuela graduada, y esa tarde que yo llegué a la iglesia y llegué temprano, porque trabajaba para el Departamento de Servicios Sociales en Lawrence y llegué después del trabajo, vine directamente. El servicio comenzaba a las 7:30. Yo tenía tiempo, estaba solo en el [Inaudible] Gospel Center en el salón grande que ellos tienen y Dios estaba obrando en tantas maneras. Había hablado a través de sueños en mi vida y una cantidad de cosas acerca del llamado en mi vida y otras cosas.

Yo recuerdo que allí esperando a que comenzara el servicio no sé exactamente todos los detallitos de lo que pasó por mi mente, pero yo dije, caramba, yo sé que el Espíritu Santo es real, yo sé que el bautismo del Espíritu Santo es real, y lo he estado buscando todos estos años y no estoy seguro si lo tengo o no y ya estoy cansado de ese vaivén y de ese zigzagueo por dondequiera, hoy yo voy a resolver este problema de una vez por todas. Y me arrodillé, recuerdo bien, delante de una las sillas en el [Inaudible] Gospel Center y clamé al Señor y le pedí que me bautizara con el Espíritu Santo.

De nuevo, como yo no soy la persona más emocional del mundo y más expresiva, aunque ustedes han pensado quizás que es diferente, que soy lo contrario por mi expresividad y mi calor humano, muchos se quejan de todo lo contrario. Pero Dios no se movió en mí digamos a través de lágrimas o de efusividad emocional u otras cosas. Yo simplemente hice una transacción, un trato con el Espíritu Santo en ese momento, y dije, “Señor, yo te he buscado y quién sabe si ya tengo todo lo que tu has prometido dentro de mí, y yo recibo el Espíritu Santo, te recibo Espíritu Santo dentro de mi y me considero… palabras así más o menos, me considero lleno y bautizado en el Espíritu Santo.”

Y entonces lo que hice fue algo bien sencillo, abrí mi boca y comencé a hablar en lenguas. De nuevo, no fue una cosa sobrenatural en el sentido de que yo comenzara a temblar ni que un angelito se apareciera y comenzara a moverme la lengüita de una manera. No, simplemente yo abrí mi boca y comencé a hablar en lenguas. En mi caso, un lenguaje completo, complejo, fluido, que hasta hoy no ha dejado de fluir en mi vida y cada vez que yo lo puedo hablar, como hablo en francés o en italiano, lo que sea, o español o inglés, lo hablo en mi consciencia y lo uso porque es un lenguaje que Dios me ha dado a mí. Y cuando yo me paré de allí, me paré como un general diciendo, ‘nunca más voy a dudar acerca de mi experiencia con el Espíritu Santo.’

Y desde ahí en adelante Dios ha hecho cosas muy bellas en mi vida y nuestro ministerio comenzó a fluir, Dios estaba preparando otras cosas, hubo grandes cosas que Dios hizo en ese tiempo en nuestra vida y aquí ustedes nos ven, 35 años después, todavía sirviendo al Señor. Y después de eso he tenido muchas diferentes experiencias con el Espíritu Santo, experiencias emocionales, abrumadoras, revelaciones, provisiones, milagros, encuentros, cosas que me han aterrado, luchas que he tenido y que Dios me ha dado la victoria, el Señor se ha movida. Y yo considero que nuestra vida es una vida de milagros continuos, de provisiones continuas.

Una de las cosas que yo encuentro muchas veces hablando con otras personas acerca de nuestro ministerio es a veces yo me abochorno francamente y me callo porque cuando uno comienza a hablar de todo lo que Dios ha hecho en estos años y cuando yo miro a través de mi vida desde los comienzos allá en Alma Rosa en Republica Dominicana… por qué se ríen? Ustedes saben pero esta es el Alma Rosa de hace 50 años, mi hermana. Alma Rosa ahora ya es un pueblito mucho más moderno, en esos tiempos… cómo Dios ha obrado, hermanos, y la verdad es que es un milagro tras otro, una provisión tras otras, y a veces yo tengo miedo de que la gente piense de que uno que está alardeando o echándoselas porque son tanto los milagros, tantas las provisiones, aun este ministerio.

Porque es que cuando uno se mueve en el poder del Espíritu Santo los milagros acompañan a uno. Para mí los milagros son la vida diaria, cotidiana, están desparramados por dondequiera, porque yo creo que la vida en el espíritu, lo sobrenatural se convierte en natural. Apunte eso y vívalo. Cuando uno está lleno en el Espíritu Santo es como que, okay, ahí está, gloria a Dios, qué bueno, gracias Señor. Y sigues viviendo un milagro tras otro, una provisión tras otra porque tu te conviertes en un imán para las bendiciones de Dios.

Y yo creo que si más acercara al Señor, más todavía Dios fluiría, más cosas Dios haría y hará con la ayuda del Señor. Porque esa es la vida. Pero yo simplemente creí, me moví dentro de ello, me apropié, confesé y comencé a moverme con la confianza de que Dios está conmigo y que su espíritu me acompaña en todo. Y eso es lo que yo quiero para tu vida también. Declaro eso sobre tu vida.

No nos hemos ido tan lejos de lo que usted piensa del pasaje. “No te ha ungido Jehová por príncipe sobre su pueblo Israel? Y entonces aquí comienza Samuel a profetizar sobre Saúl. La profecía acompaña. Es uno de los dones poderosos del Espíritu Santo. Dice, hoy, le dice a Saúl, después que te hayas apartado de mí hallarás dos hombres junto al sepulcro de Raquel en el territorio de Benjamín, en Selsa, los cuales te dirán, “las asnas que habías ido a buscar se han hallado. Tu padre ha dejado ya de inquietarse ya por las asnas y está afligido por vosotros diciendo, qué haré acerca de mi hijo?” – interesante – Buscad primeramente el Reino de Dios su justicia y las demás cosas vendrán por añadidura.”

La preocupación material que Saúl tenía por sus asnos quedó resuelta en un momento, fueron halladas. Eso era una simple excusa para llevar a Saúl al encuentro con Samuel. Cuando usted busca sobre todo la llenura del Espíritu Santo las demás cosas vienen naturalmente. Hay gente que, oh, yo no puedo ir a la iglesia el miércoles porque mañana me tengo que levantar, el jueves, a las 5 de la mañana y esa energía que no la puedo desperdiciar yendo a la iglesia, así que me tengo que acostar a las 9 de la noche para poder estar bien a las 5 de mañana el jueves.

Mire, invierta en el Señor. Invierta en el Señor. Dele al Señor y él se encargará de proveerle. Por eso es que muchos de nosotros vivimos cansados y abatidos y desganados, si invirtiéramos más en el Señor y en el espíritu del Señor Dios nos daría energías, fuerzas. Es lo que confesamos en la canción, los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen pero los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas, levantarán alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán. Invierta en las cosas del Señor y lo demás vendrá por añadidura. Busque el Espíritu Santo, busque la llenura del espíritu, invierta en oración, ayuno, dele al Reino de Dios y todas esas cosas vendrán por añadidura.

Saúl se detuvo a buscar el Espíritu Santo y las asnas que lo habían traído ya fueron encontradas, ya eso era una simple excusa para lo que Dios quería hacer en su vida. Y entonces Samuel profetiza, y estos encuentros que caracterizarán la jornada ahora de Saúl, son también típicos de la vida llena del espíritu y les voy a mostrar por qué.

Entonces dice, “Y luego que de allí siga más adelante y llegues a la encina de Tabor, te saldrán al encuentro 3 hombres que suben a Dios en Bethel llevando uno 3 cabritos, otro 3 tórtolas de pan y el tercero una vasija de vino, los cuales luego que te hallan saludado te darán 2 panes los que tomarás de manos de ellos y después de eso llegarás al collado de Dios donde está la guarnición de los filisteos y cuando entres allá en la ciudad encontrarás una compañía de profetas que descienden del lugar alto y delante de ellos, salterio, pandero, flauta y arpa y ellos también profetizando.”

Qué interesante. El Señor ahora a este hombre que ha sido marcado y sellado con la unción del Espíritu Santo lo está entrando en compañía y en encuentros con gente ungida que también está llena del Espíritu Santo. Y lo está llevando a lugares que son lugares característicos de la presencia de Dios y de actos de Dios antes.

Por ejemplo, Bethel, cuántos saben dónde estaba Bethel y qué resonancia tenía Bethel? Bethel fue donde el Señor encontró a Jacob, por ejemplo, cuando estaba huyendo de su hermano Esaú. Bethel era un lugar eminentemente lleno del Espíritu Santo. Abraham visitó a Bethel también y se detuvo allí y adoró al Señor. Bethel era un lugar cargado de energía y de significado de visitaciones del poder del Espíritu Santo.

No quiero exagerar pero no fue ne Bethel donde Jacob tuvo ese sueño? ¿Verdad que sí? Una visitación poderosísima del Señor, ese lugar era un lugar imantado, cargado de la presencia de Dios. él dijo, ¡guau! qué aterrador este lugar. No es otra cosa que casa de Dios y puerta del cielo. Y allí estos hombres están allí y van hacia Bethel haciendo un peregrinaje. Tabor también era un lugar con significancia espiritual. Y ciertamente esa guarnición de los filisteos también era señal de guerra espiritual y un lugar también bien importante en términos de los planes de Dios para el futuro de Israel.

Y estos hombres son hombres que están adorando al Señor, profetizando, buscando la unción de Dios, van en una misión espiritual y el Espíritu Santo quiere poner a este hombre, que apenas está comenzando en los caminos del Espíritu Santo en contacto con esos lugares poderosos y simbólicos, con esos hombres llenos del poder de Dios, que tienen experiencia en los dones del Espíritu Santo.

Y eso es algo bien importante, hermanos, cuando Dios te visite es importante que tu te asocies con comunidades, con individuos que conozcan acerca del poder de Dios. no te vayas a una iglesia donde estén diciendo que los dones ya terminaron en el año 130 D.C y que ya desde ahí en adelante ya no existen. No te asocies con iglesias donde dos coritos pasados por agua, un sermón a medio cocer y vámonos para nuestra casa. No te asocies con lugares que nieguen o que no cultiven la unción de Dios. Busca comunidades, busca individuos que tengan experiencias con el Espíritu Santo, gente que te pueda…

Déjenme decir algo, en el Reino de Dios muchas cosas se agarran por contagio, no por necesariamente enseñanza. Hay gente que tu simplemente rozarte con ellos te da una unción especial. Yo creo en eso. yo creo que 10 minutos de conversación con una viejita con un moñito alto pentecostal te sirve por 10 horas con un teólogo que no sabe de lo que está hablando. No que yo tenga nada por si acaso hay algún teólogo aquí en la iglesia, pero hermanos, hay gente que tienen el poder de Dios, han estado como Moisés en el Monte Sinaí y su rostro refleja la gloria de Dios.

Mira, pégate a la gente que tiene el Espíritu Santo. Busca esa gente que conoce la experiencia y contágiate con ellos. Aunque les huela mal el aliento, esa gente están ungidos, pégate a ellos. A veces no necesariamente la elegancia va con la unción del Espíritu Santo. A veces creemos que una persona tiene que estar vestida con un traje de 3 piezas para tener… No, a veces cualquier viejito por ahí andrajoso tiene más del Espíritu Santo que mucha gente que está predicando en las iglesias.

Los lugares donde tu vas, la gente con que tu te asocias, lo que escuchas y recibes, pero que sea verdaderamente ungido, porque hay mucha unción falsa. Déjeme decirle ahora mismo en estos tiempos hay mucho simplismo, mucha exageración, mucha ignorancia disfrazada de profundidad espiritual. No, gente verdadera, genuina, bíblicamente ungida y llena del Espíritu Santo. Busca esos lugares y pégatele a la gente. Just rub your body against theirs.

Como dicen en inglés, more is caught than taught. Muchas veces más se agarra de lo que se escucha. Hay contagio espiritual. Yo soy testigo de eso. Cuando tu habitas en lugares donde el Espíritu Santo es glorificado, es levantado y exaltado, hay algo que pasa en tu vida. Impartición, impartir la unción, la llenura del Espíritu Santo. Usted ve por qué me casé con ella. Hay esa llenura, esa impartición del poder del Espíritu Santo. Péguese a la gente que tiene esa unción. Habite en lugares, ambientes, atmósferas donde está la presencia del Espíritu Santo.

Y por eso yo creo que Samuel le dice, mira, cuando llegas a tal lugar va a ver esto, vas a encontrar estos hombres que van a tal lugar. Están allá. Otra cosa, dice, “después de esto llegarás al collado de Dios – otro lugar, una altura, un lugar alto – donde está la guarnición de los filisteos y cuando entres en la ciudad encontrarás una compañía de profetas…”

Era un grupo de hombres ungidos en la llenura del Espíritu Santo. Era una comunidad sacerdotal casi se podría decir. Eran pentecostales antes de que la palabra se usara. “…una compañía de profetas que descienden del lugar alto y delante de ellos salterio, pandero, flauta, y arpa y ellos profetizando.”

Era un ambiente saturado de adoración y alabanza. Sabe que la adoración y la alabanza van muy pegaditos a la unción del Espíritu Santo? Donde está la llenura del Espíritu Santo va a haber adoración y alabanza y donde hay adoración y alabanza poderosa y fuerte, la llenura va a estar presente. No es posible que el poder de Dios esté moviéndose y que no haya una exuberancia y un entusiasmo en la adoración.

Es como decir que va a haber fuego sin calor. Cuándo usted ha visto un fuego que no queme? Si hay fuego hay luz y hay calor. Si hay Espíritu Santo va a haber vibración, va a haber efusividad, va a haber dinamismo, va a haber explosividad. Yo creo que la adoración se hizo para todos los instrumentos, mientras más instrumentos bien coordinados, mejor. la adoración debe ser efusiva, delante de ellos panderos… usted cree que esa gente iba así como a un entierro arrastrando los pies? No. iban saltando, iban adorando a Jehová, iban alabando al Señor. Dios hizo los instrumentos para ser adorado y en una iglesia donde está el Espíritu Santo debe haber esa abundancia de música y de adoración, y de profecía.

Cuando dice aquí que estaban profetizando, a qué se refiere? La palabra profetizar es una palabra bien compleja. La gente cree muchas veces que profetizar es solamente decir, así te dice el Señor tal y tal cosa. No, profetizar también puede ser hablar en el espíritu y declarar las grandezas de Dios. Adorar al Señor en voz alta, con efusividad, declarar las grandezas del Señor. Estos hombres estaban adorando y alabando al Señor, “benditos sea el nombre del Señor, gloria a Dios todopoderoso que vencerá a los enemigos del Señor,” iban adorando y declarando la grandeza del Señor. Era como un desfile de adoración y de poder.

Y a ese ambiente cargado del poder del Espíritu Santo Samuel dirige a Saúl. Versículo 6, “Entonces el espíritu de Jehová vendrá sobre ti con poder.” Si usted quiere una definición del bautismo del Espíritu Santo, ahí lo tiene. Cuando el Espíritu Santo de Dios viene sobre ti con poder. Fíjese qué interesante, primero hay una impartición de poder formal, cuando Samuel derrama esa redoma de aceite sobre él. Y aquí viene otro momento en que hay una activación de lo que se hizo en una forma oficial y formal, ahora se da en una forma con poder, se daba con una forma explosiva.

“Vendrá sobre ti con poder y profetizarás con ellos.” Aquí yo creo que en algún momento hablé de la democratización del Espíritu Santo, cuando el espíritu de Dios se mueve en los seres humanos los dones que antes eran para los especialistas ahora pasan a ser para todo el mundo. En el momento en que Saúl entra en esa inducción del Espíritu Santo, solo los profetas profetizan, pero qué pasa? Que ahora este hombre laico, que no ha ido a seminario, lleno del Espíritu Santo va a profetizar también como los especialistas de la profecía. Y eso es algo también muy típico del ambiente pentecostal, donde los laicos son activados y son entrados al servicio del Señor, donde muchas veces se desdibujan y se eliminan las fronteras entre el pastor ordenado y el laico ungido, entre el hombre y la mujer ungida del Señor.

Hermanos, digan amén, gloria a Dios. hay una democratización. Qué es lo que dice la Biblia acerca de que Cristo vino a derribar los muros de separación? Dice que no hay ya hombre ni mujer, hoy en día, muchas partes de esta ciudad ha tomado eso bien en serio, pero la idea no es esa, la idea es que esas divisiones cualitativas de que los hombres son superiores a las mujeres, eso queda eliminado, ya dentro del Espíritu Santo el que está ungido con el Espíritu Santo sea hombre o mujer, tenga falda o no, Dios lo usa para su gloria. Los que buscan del Señor son capacitados para ministrar en el Espíritu Santo. El anciano da fruto como si fuera joven, el joven recibe sabiduría como si fuera anciano. La sirvienta se mueve con la dignidad y la riqueza ministerial de una señora de alta sociedad. Y la persona de alta sociedad reconoce que no es nada delante de Dios y que debe rebajarse ante una persona ungida que es de poca educación, porque el espíritu que ella tiene o él tiene es igual al que él tiene.

Dios desdibuja las barreras y las elimina y entonces todos por el mismo espíritu somos hechos uno en Cristo Jesús. Y Saúl que no profetizaba y que no sabía con qué se comía la palabra profecía, ahora de momento es capacitado para moverse con la dotación del Espíritu Santo.

Estos hombres están profetizando y dice, “y tu también profetizarás con ellos.” Porque el Señor lo visita con poder. El Espíritu Santo está dentro de él, por qué no? dondequiera que ha habido grandes avivamientos a través de la historia y si usted los estudia, usted verá la misma cosa. Los laicos son activados y los especialistas de la religión se sienten amenazados y tratan muchas veces de matar el avivamiento porque a ellos les interesa ser siempre los primeros para ganarse su salario y monopolizar el Espíritu Santo y que la gente lo busque por dondequiera. Eso pasa muchas veces. El Señor es un demócrata increíble. Ese sí que sabe lo que es democracia.

Donde está el espíritu del Señor allí hay bendición y hay profecía y están todos los dones del Espíritu Santo en manifestación. “Entonces, el espíritu de Jehová vendrá sobre ti con poder y profetizarás con ellos y – aquí es una de las cosas que más me gusta – serás mudado en otro hombre.

¡Guau! “Serás mudado en otro hombre.” Qué quiere decir eso? serás cambiado, vas a ser otra cosa diferente a lo que hasta aquí has sido. Y qué es lo que hace el bautismo del Espíritu Santo si no mudarnos en otro hombre o en otra mujer? Es cuando Dios coge a una persona pequeña, insignificante, totalmente incapaz y la convierte en un gigante del espíritu, por medio del Espíritu Santo que está dentro de ellos.

Cuando el Espíritu Santo mora, se manifiesta, se mueve dentro de un individuo esa persona tiene que ser cambiada. Nuestra iglesia fue cambiada hace décadas cuando entramos en el mover del Espíritu Santo. Muchos de nosotros que tenemos experiencia en el Evangelio cuando Dios nos visitó con su poder y entramos en una mentalidad pentecostal, fuimos cambiados. Los discípulos en el libro de los Hechos, imagínese esos discípulos atemorizados, aterrados cuando Cristo es crucificado, escondidos, desanimados, Pedro se volvió a su pesca y los otros estaban por allá derrotados, esos dos discípulos camino a Emaús diciendo, “Ah, nosotros pensábamos que él iba a ser el Mesías, que Dios había prometido.” Una derrota total. Gente tímida, eminentemente inefectiva.

Cuando el Espíritu Santo cae sobre ellos el día de Pentecostés esos muchachitos asustados se convirtieron en gigantes y revolucionaron a todo Jerusalén. El Espíritu Santo comenzó a obrar en ellos y dice que trastornaron, los que trastornan la tierra, dijo uno de sus enemigos. Esos discípulos atemorizados se convirtieron en hombres y mujeres que testificaban. El Pedro asustado y derrotado le dice al Sanedrín, “Es más importante honrar a Dios que a ustedes, así que decidan lo que van a hacer con nosotros porque nosotros no vamos a dejar de predicar este Evangelio.”

La sanidades comienzan a fluir, el poder de Dios se manifiesta. Hay grande cosecha evangelística, hay obras de poder. Por qué? Porque habían recibido el Espíritu Santo y habían sido mudados en otros hombres y mujeres. Cuando la llenura de Dios irrumpe en tu vida hay cambios, hay transformaciones.

Y Samuel le dice, “Y tu vas a ser mudado en otro hombre.” Y aquí está la palabra final, “y cuando te hayan sucedido estas señales – otra expresión que a mí me encanta – haz lo que te viniere a la mano porque Dios está contigo.”

Aleluya! Hermanos, coja este consejo: búsquese un lápiz y papel y escribe, haz lo que te viniera a la mano porque Dios está contigo, y póngalo en el frente de su nevera. Y ponga un imán en esa hoja y léala todas las mañanas cuando usted se levante a coger leche para hacer el café por la mañana, antes de ir al trabajo. Haz lo que te viniera a la mano porque Dios está contigo.

Cuando la llenura del Espíritu Santo está en un ser humano… y qué es lo que hace el bautismo del Espíritu Santo sino darnos la capacidad para acometer cosas y emprender cosas en el nombre del Señor? Haz lo que te venga a la mano, emprende cosas en el nombre del Señor. Le dijo Dios a Josué, “mira que te mando que te esfuerces y seas valiente. No temas ni desmayes porque yo estaré contigo dondequiera que tu vayas.

Esa misma idea, yo estoy contigo, mi poder está contigo, y qué es lo que nos viene a la mano? A la esposa le viene a la mano ser una buena compañera de su esposo. Al esposo le viene a la mano ser un hombre que se gane el respeto y la admiración y el amor de su mujer y de sus hijos. A la que trabaja como chef en un restaurante la asignación es hacer las mejores comidas que nadie haya hecho. Al que trabaja en un hospital ser la persona que más refleje el amor de Cristo y la competencia de una profesional en todo el hospital. Al que maneja un taxi, manejarlo con tal gracia y tal respeto que todo el mundo quiera que usted pase por sus calles.

Al obrero que usted ponche esa máquina como si fuera un altar de Dios, 100 mil veces al día, consagrando cada golpe de esa máquina al Señor. Al limpiabotas que usted brille sus zapatos, que la gente tenga que ponerse lentes de sol para poder mirarlos. Haz lo que te venga a la mano, visitar a un enfermo, llamar a alguien que no ves hace tiempo en la iglesia y orar con ellos. Lo que te venga a la mano es ahorrar para comprarte esa casita que tanto tu anhelas. Lo que te venga a la mano es cada día desarrollar más y más el carácter de Cristo en tu vida con el poder del Espíritu Santo. Lo que te venga a la mano es cuando Dios te pone a veces una tarea enfrente bien humilde, bien sencilla y tu crees que no que Dios te ha llamado a sanar enfermos por multitudes en África y Dios te dice, no, mire, yo quiero que tu simplemente le hables a esa persona que está adicto a drogas y que le digas, Dios te mana y tiene un mejor puesto para tu vida, y que lo invites a la iglesia.

Eso es lo que te viene a la mano. Lo que te venga a la mano es las tareas de la vida, las asignaciones que tu tienes en tu vida, todo acométele como que es un deber sagrado, una tarea sagrada, que tu debes desempeñar en la forma más excelsa. Hay mujeres que Dios le ha dicho, mira, yo quiero que tu seas la mejor madre del mundo y que tu me cojas esos 3 niños que yo te he dado y los conviertas en hombres y mujeres que bendigan el mundo y que sean llenos del Espíritu Santo y que amen al Señor. Y esa es tu tarea. Eso es lo que te ha venido a la mano.

Y entonces tu desempeñas esa labor como si fuera una generala, como si tienes la asignación más transformadora del universo. No estés envidiando a la ejecutiva que va con el traje de 3 piezas al trabajo y que sale con un maletín que le pesa 17 libras y guau esa sí que es una leona. No. en tu casa, bendiciendo esos hijos, quién sabe si no de esos va a ser el próximo presidente de Estados Unidos, o el próximo evangelista que va a convertir millones de almas. Tu no sabes. Desempeña tu tarea, lo que te venga a la mano con la unción del Espíritu Santo, con deliberación, determinación, con don sagrado del Señor. Todo en el mundo es sagrado, todo lo que tu haces si tu te atreves a creerlo es sagrado y es un don que Dios te ha llamado a ejecutar en tu vida, cualquier cosa.

Si tu eres un estudiante, estudia y dale a esos libros… porque esa es tu tarea en este tiempo de tu vida, llega a ser el mejor estudioso, el mejor profesional y saca notas excelentes y glorifica a Dios con tu trabajo. Todo trabajo es sagrado. Nadie me diga a mí que tu tienes que ser pastor para ser un ministro del Evangelio. No. Tu eres un ministro en tu trabajo, lavando platos, cocinando, guiando un taxi, un camión, tu eres un ministro del Espíritu Santo. Tu eres una antena que Dios está mandando sus mensajes para hacer algo.

Yo deseo que muchos de ustedes no me digan que quieren ser pastores, amén, si Dios te llama, amén. No, quédate en el mundo secular, trabaja, haz mucho dinero y diezma todo lo que tu puedas entonces y tráelo a la iglesia. Imagínese si todos fuéramos pastores muertos de hambre, a dónde estaría el dinero que se necesita para llevar a cabo las cosas. No, estoy jugando. Se necesita gente en el mundo secular trabajando llenos del Espíritu Santo, siendo ministros del Señor ungidos en el lugar de trabajo, en el mercado, haciendo lo que Dios nos ha llamado. Haz lo que te venga a la mano con el poder y la llenura del Espíritu Santo.

Haz lo que te viniere a la mano porque Dios está contigo. Aleluya! Y finalizo con el versículo 9, todavía aquí hay mucha tela que cortar, pero dice que “aconteció luego que al volver él la espalda para apartase de Samuel le mudó Dios su corazón.”

Yo no sé cómo se dio eso, cómo habrá sido esa transacción en el mundo espiritual. Su sistema cardíaco espiritual se lo cambió completamente, le cambió el corazón, de un renacuajo espiritual insignificante a un gigante que podía dirigir a Israel, como guerrero, como capitán, como gobernador.

Después cometió sus errores, pero eso es harina de otro costal. Eso lo podemos hablar en otro momento también porque de nuevo, si tu dependes solamente del poder y la supuesta llenura del Espíritu Santo y no cultivas tu carácter, no cultivas el carácter de Cristo, el fruto del Espíritu Santo, no estudias la Biblia, no lees la Biblia, no te sometes al trato de Dios en tu carácter y en tu temperamento, no dejas que Dios te forme, y no adoptas las armas defensivas del Evangelio, el diablo te va a meter una zancadilla, no importa cuán ungido tu seas, no importa cuántas lenguas tu hables, cuánto tu profetices, cuánto diezmes, será mejor que tu también fortalezcas tu espalda porque la armadura de Dios también cubre las otras partes del ser.

No me diga nadie que un soldado que ande… todo por delante pero qué si te meten un flechazo por atrás? Yo creo que nosotros tenemos que estar blindados 360 grados de nuestra vida y hay mucho pentecostal que fracasa en el área de la defensiva. La lengua a veces larga y mucho profetizar y mucho de todo pero no tienen la llenura del carácter y el fruto del Espíritu Santo y el diablo siempre los está golpeando y los está azotando por dondequiera.

Saúl descuidó su carácter, descuidó la obediencia, la humidad, el poner a Dios delante de los hombres y en esas cosas falló y al final ese fue su caída porque es un balance. Recuerden lo que yo les decía el domingo pasado, Dios nos ha dado poder, amor y dominio propio, es un balance. La vida cristiana es una combinación de diferentes nutrientes, 360 grados, es la totalidad de la revelación de Dios es la que tenemos que buscar.

Esta parte de la unción y la llenura es muy importante, pero hay otras dimensiones también que tu tienes que buscar, conocimiento bíblico, solidez, entrega al Señor, humidad, confesión de tu incapacidad y carácter inmerecido de todo lo que Dios te da, amor por tus hermanos, buen trato a los demás, sinceridad, transparencia, todo estas cosas se requieren además de la espada, del espíritu de la palabra.

Si tú quieres que tus hijos vivan una vida santa, tu debes vivir una vida santa

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Quiero comenzar con un versículo bíblico. Salmos 78:5-8 dice: "Él estableció testimonio en Jacob y puso ley en Israel la cual mandó a nuestros padres que la notificasen a sus hijos" que la notificasen a sus hijos esa ley "para que lo sepa la generación venidera y los hijos que nacerán, y los que se levantarán lo cuenten a sus hijos a fin de que pongan en Dios su confianza y no se olviden de las obras de Dios, que guarden Sus mandamientos y que no sean como sus padres, generación contumaz, dura y rebelde, generación que no dispuso su corazón ni fue fiel para con Dios su espíritu."

Es un versículo muy poderoso ¿no les parece? Él le ordenó a nuestros antepasados que les ordenaran estas cosas a sus hijos dice el Salmo 78 para que la próxima generación sepa, esos hijos que todavía no han nacido, es un mandamiento de Dios que nosotros nos anticipemos y que traigamos el Evangelio, la Palabra de Dios a nuestros hijos y la llevemos también a los hijos de nuestros hijos. Dios plantó esa idea en nuestros corazones para que podamos creaer cultura.

Por eso es que traemos a los niños, a los bebés a la Iglesia, proveemos escuela dominical para ellos, les hablamos acerca del Señor. La gente me pregunta muchas veces: ¿cómo podemos mantener a nuestros hijos prendidos en fuego, apasionados por el Señor? Ya ustedes conocen el secreto. Ustedes tienen que traerlos a la Iglesia, entrar esos niños en la familia, hay que compartir esa pasión que tenemos.

En Deuteronomio dice lo siguiente: "Amarás a Dios con todo tu corazón, con toda tu mente, con todas tus fuerzas" comprométete de todo corazón a cumplir estos mandamientos y aquí está el secreto: repite estas enseñanzas y mandamientos una y otra y otra vez a tus hijos. Habla de estos mandamientos cuando estás en casa, cuando estás de viaje, cuando estás acostado y cuando te levantas amárrate esos mandamientos a tus manos como un recordatorio aún en tu propia mente.

¿Cómo mantenemos a nuestros hijos? tenemos que vivir el estilo de vida que nosotros queremos que ellos vivan y cultiven. Si hay un gran abismo entre esas dos cosas, es decir si tú vives de una manera y hablas de otra hay un problema. Si tú quieres que tus hijos sean apasionados por Dios tú debes ser apasionado por Dios. Si tú quieres que tus hijos deseen tener intimidad con Dios cuando tú ores permite que ellos escuchen esa vibración en tu voz.

Si tú quieres que tus hijos vivan una vida santa deja de engañar con tus impuestos, deja de criticar a tu vecino, deja de estar peleando con tu cónyugue, deja de ser egoísta. Si tú quieres transmitirle a la siguiente generación esa pasión por Dios entonces el Evangelio tiene que transformarte a ti primero en todas las formas.

Si estás preocupado por tus hijos el primero que tiene que arrepentirse debes ser tú. Sé el tipo de persona que tú quieres que ellos sean. Y es difícil porque muchas veces nosotros queremos algo para nuestros hijos que nosotros no tenemos todavía. Mi padre me enseñó eso muchas veces, él decía: yo quiero que tú seas mejor que yo y yo decía: bueno si no es bueno para ti ¿por qué va a ser bueno para mí?

Así que cuando tuve mis propios hijos me dije a mí misma: yo quiero ser ejemplo. Quiero mi vida pasarla totalmente consumida e invertida en el Evangelio. Quiero vivir una vida santa me decía. Quiero ser una sierva, quiero tomar riesgos a favor del Reino de Dios, quiero abrazar y adoptar mi destino, no quiero retener nada absolutamente entregárselo todo al Señor.

Así que el año pasado cuando terminamos nuestro último programa de Generación Josué, ese año pasado tuvimos tres semanas en vez de dos y la verdad me sentía totalmente agotada y fatigada. Tengo 61 años y yo me dije a mí misma: bueno es una buena excusa, tengo 61 años así que lo voy a coger suave. Tengo 13 nietos y pensé para mí misma: no, ellos me van a estar observando, me van a estar mirando y si yo lo cojo suave quizás ellos pierdan la oportunidad de ver la verdad. Si yo comienzo a producir excusas y aguantarme quizás entonces ellos comenzarán a hacer lo mismo.

Así que tomé nuevas fuerzas me levanté de nuevo y dije: lo voy a hacer otra vez. Yo quiero ser el tipo de persona que yo quiero que mis hijos y mis nietos sean. Mi nieta Emily está aquí así que la primera noche de esta Generación Josué observé a mi nieta expresándole su amor a Jesús diciéndole: Señor te amo y me dije a mí misma: esa es la forma de producir jóvenes que estén prendidos fuego por el Señor. No tenemos que mandarlos a hacer cosas sino simplemente que se paren al lado nuestro. Amén.

No seáis ignorantes acerca de los dones espirituales

Transcripción

Primera de Corintios, capítulo 12, versículo 1. Quiero dejar un versículo solamente en su mente y le pido ahora al Señor que renueve este pasaje en mi espíritu para que lo pueda predicar como si fuera la primera vez en este día, aunque lo prediqué esta mañana en inglés. Es un llamado, una advertencia, un reto, una invitación de parte del Espíritu Santo al pueblo de Dios, dice:

“No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales.”

Reciba eso como si el Espíritu Santo mismo estuviera hablando a tu vida. “No quiero, congregación León de Judá, pon tu nombre allí también, que ignoréis o podría decirse que seáis ignorantes acerca de los dones espirituales.”

Y eso es precisamente el título de este sermón, no ignoréis, no seáis ignorantes acerca de los dones espirituales. Y luego yo voy a desarrollar un poquito más esa idea. Pero lo que quiero ahora comenzar es diciendo lo siguiente, Dios quiere, lo voy a poner en términos positivos, Dios quiere que conozcamos los elementos de la vida cristiana. Dios quiere que seamos entendidos con respecto a las cosas del espíritu. Él no quiere que seamos inocentes, que seamos como niños ignorantes de las cosas del espíritu, sino que él quiere que seamos informados, entendidos, educados, diestros en los elementos de una vida madura en el espíritu.

Cuando he hablado acerca de este versículo en particular he hecho siempre una aclaración, y es la siguiente, que Pablo está usando un término mucho más amplio de lo que sugiere aquí la traducción en español, los dones espirituales. La palabra que Pablo usa en el griego original, que se ha traducido al español como los dones espirituales, es la palabra neumáticon. Digan conmigo neumáticon. Se han constituidos ahora ustedes en expertos en el lenguaje griego.

Ven alguna palabra que ustedes han oído antes en español, neumático. Qué es un neumático? Una goma. Saben por qué en español a una goma se le dice neumático? Porque tiene aire. La goma está llena de aire. El lenguaje es lindísimo, la lingüística es muy interesante. Decimos neumático y no sabemos que estamos diciendo que es algo que está lleno de aire, porque en el griego original es la palabra neuma que es también la palabra que se usa para espíritu.

Entonces, Pablo dice hermanos, no quiero que ignoréis acerca de los neumáticon, que han traducido esa palabra a los dones espirituales, pero esa palabra es mucho más amplia. Esa palabra neumáticon, si nos vamos a poner bien específicos y técnicos, es el neutro plural en el griego original que se traduce más bien como las cosas espirituales, es la idea. Neuma del espíritu, ‘con’ es el neutro que no tiene género ni masculino ni femenino, sino simplemente los espirituales podría decirse, las cosas espirituales, las cosas del espíritu, los asuntos del espíritu, es lo que Pablo está diciendo.

dijeron qué quiere decir neumáticon? Cosas del espíritu, asuntos del espíritu, y como él continúa hablando de los dones espirituales en el resto de su disertación, dijeron, bueno, vamos a traducirlo como los dones del espíritu. Pero a veces yo creo que lo que pasa con eso es que en la traducción que es una ciencia en sí misma, a veces se pierde, cuando usted escoge una palabra entonces pierde otra posible acepción de la misma palabra.

A mí me ha ayudado mucho entender que lo que Pablo está diciendo es, no quiero, hermanos, que ignoréis acerca de las cosas del espíritu, los asuntos del espíritu, las cosas y los asuntos espirituales en general. Y entonces, al haber dicho eso él procede a desarrollar un poco más lo que él quiere decir y entonces habla de los dones del espíritu, habla de la diversidad de los dones, de que los dones se manifiestan en muchas diferentes maneras pero el espíritu que los manifiesta es uno solo. El hecho de que en el cuerpo de Cristo hay muchos diferentes dones, hay gente que tiene done de sanidad, otros tienen don de predicar, otros que tienen don de enseñar, otros de evangelizar, hay dones que son de lenguas, hay otros que son de interpretación de lenguas, profecía, milagros, sabiduría, conocimiento especial, pero todas esas manifestaciones sobrenaturales las hace uno y un solo espíritu no muchos diferentes espíritus.

Entonces Pablo comienza diciendo, hermanos no quiero que sean ignorantes acerca de las cosas del espíritu y entonces él comienza a desarrollar eso y a dar algunas ideas de cómo uno puede ser ignorante del espíritu y cómo se puede corregir eso. Y uno de ellos es pensar que cada vez que una persona manifiesta un don del espíritu, se refiere a un espíritu especial.

Usted sabe que por ejemplo, en el mundo católico, digo esto con mucho respeto, hay santos para todo. Hay santos de los carniceros, hay santos de las mujeres que están buscando un novio, hay santos de los camioneros, hay santos de lo que sea, de los que están enfermos, está la caridad, hay vírgenes para todo, la virgen de esto, la virgen de lo otro, caridad del cobre, es como una proliferación de santos, cada uno con su propia especialidad y eso más bien, lo digo esto con respeto, viene de una mentalidad pagana que piensa como que cada espíritu tiene una especialidad y que se manifiesta en una sola manera.

Y Pablo dice, no, no es así. Ahora, por qué era importante eso? Porque Pablo le estaba predicando a gente que venía de un mundo pagano donde había muchos diferentes espíritus, muchos diferentes dioses, dioses de la naturaleza, dioses de la sexualidad, dioses de la familia, dioses del vino, y una cantidad de diferentes dioses. Y Pablo quería corregir ese tipo de ignorancia y de llevar a esa congregación corintia a un entendimiento claro de los misterios del espíritu.

Entonces, él dice, mire, hay diferentes… nosotros hablamos de diferentes dones que hay en la iglesia y eso es cierto pero no vayan por allí a decir que son diferentes espíritus, porque el espíritu de Dios es uno solo. El Espíritu Santo es uno solo, pero manifiesta su poder en diferentes maneras y diferentes dones, pero es un solo espíritu. Y de igual manera, en una iglesia hay personas que tienen diferentes virtudes del espíritu pero todos son parte de un solo cuerpo.

El que tiene un don profético no se piense como que guau, yo soy la gran cosa. Y no piense que el hujier que tiene un don de servicio quizás, es inferior porque lo que hace es servir la santa cena y dan la bienvenida a la gente. No, es el mismo espíritu y todos son parte del mismo cuerpo.

Pablo está hablando de diversidad y unidad a la vez. Entonces, la idea de él era, miren, hermanos, piensen profundamente acerca de las cosas del espíritu. No piensen en una forma superficial. El espíritu es profundo, es diverso en sus manifestaciones y hay diferentes dones pero todo es parte de una sola cosa y tenemos que amarnos unos a otros, servirnos unos a otros, saber que cada pieza del cuerpo es tremendamente importante.

En nuestra iglesia, por ejemplo, hay personas no voy a mencionar nombre simplemente por nada, una persona que muchas veces cuando nosotros los pastores llegamos a visitar a alguien al hospital ya ella ya ha estado allí hace tiempo, la hermana Maira, por qué no decirlo, al que gloria merece pues amén. La hermana Maira Rodriguez a veces uno llega al hospital pensando como que… pero ya las fuerzas de choque han estado allí más temprano que uno. Por qué? Porque ella tiene un espíritu de servicio y de misionera, para los enfermos, para las personas que están… Y hay un grupo de hermanos también que la acompañan muchas veces que siempre están allí para fuerza de choque, paracaidistas, llegan y ni siquiera se quitan el paracaídas y comienzan a ministrar de una vez en un hogar o donde sea. Qué bueno.

Porque tienen un don de ministración, de servicio. Otros tienen un don de predicación o de enseñanza o de pastor o lo que sea, pero todos es un solo y un mismo espíritu. Y los ministerios de la iglesia tienen que darse en esa actitud de provisión sobrenatural de parte de Dios. Cuando ministramos a los hermanos tenemos que hacerlo en ese sentido de… ¡Guau! Yo estoy en este momento manejando el poder de Dios y Dios me permite canalizar su poder. Y tenemos que hacerlo con ese espíritu de sobriedad, de consagración, de santo temor y también de humildad, sabiendo que no lo merecemos, solo por la gracia del Señor.

Así que nadie debe gloriarse de que los dones del Espíritu Santo se manifiesten en su vida, al contrario debemos temer que Dios nos use en esa manera y tenemos que siempre darle gloria a él y tenemos que usar de los dones en una forma muy santa y temerosa delante de Dios. Entonces, Pablo lo que él quería era corregir la simpleza, corregir la falta de cordura en los corintios.

Y Dios quiere, hermanos, que nosotros estemos bien informados, bien educados acerca de las cosas del espíritu, muchas cosas del espíritu. En el curso de un año de predicación nosotros hablamos aquí de tantas diferente cosas y por eso hemos escogido estas semanas, estos domingos, para hablar específicamente del Espíritu Santo, de los dones del Espíritu Santo, del bautismo del Espíritu Santo, de la vida vivida en el poder del Espíritu Santo, porque eso es un aspecto de la madurez de todo cristiano y nosotros queremos que esta iglesia esté bien pareja y bien instruida sobre las cosas fundamentales de la vida en el espíritu.

Yo no quiero que haya un grupo de cristianos que entienden acerca de estas cosas y otro grupo que está como conejitos inocentes en un bosque salvaje siendo atacados por el enemigo porque no saben cómo usar de las herramientas del espíritu para defenderse cuando necesitan hacerlo o para vivir vidas efectivas en el Señor.

Esta enseñanza acerca del Espíritu Santo que yo estoy llevando a cabo y que Gregory en un par de ocasiones me ha acompañado, son parte de la instrucción que ustedes necesitan porque el Señor no quiere que seamos ignorantes acerca de las cosas del espíritu. Dios no quiere que seamos infantiles en nuestro conocimiento de las cosas del espíritu. Y así como me refiero al bautismo del Espíritu Santo, y al llenura del Espíritu Santo así también hay tantas otras cosas que tienen que ver con ese aspecto.

Sabe que hay muchas iglesias, por ejemplo pentecostales que conocen del Espíritu Santo y que practican la vida y la energía del Espíritu Santo que muchas veces son igualmente de ignorante en otra manera a las iglesias que no son llenas del Espíritu Santo. Y que carecen de otros aspectos de conocimiento y de complejidad acerca del Espíritu Santo.

Hay iglesias que están llenas del Espíritu Santo y Dios se manifiesta en sus servicios y hay sanidades pero muchas veces hay también divisiones, hay abuso espiritual de parte de los líderes, hay todo tipo de murmuración dentro de los hermanos, hay falta de sabiduría de cómo educar a los hijos, hay falta de conocimiento de lo que es verdaderamente la santidad y muchas veces la santidad se convierte en religiosidad y se convierte en legalismo. Hay veces que hay un énfasis del bautismo del Espíritu Santo, los dones del Espíritu Santo, pero no hay suficiente énfasis sobre el fruto del Espíritu Santo. Auch!

Cuál es el fruto del espíritu? La humildad, el amor, la mansedumbre, la benevolencia, la paciencia, el gozo del Señor. Usted sabe que se puede ser lleno del Espíritu Santo y también ser débil en muchas otras áreas. Hay iglesias que pueden ser muy ungidas, carentes de ciertos aspectos que balancean. Una iglesia que solo piensa en poder, poder, poder, y no piensa en el amor, como yo predicaba hace unos días acerca de que Dios no nos ha dado espíritu de cobardía sino de poder, amor y dominio propio o una mente sana como dice en el griego original. Y a veces hay iglesia que son infantiles, buscan el poder de Dios y a su crédito, hay bendición en esa área, pero en el área del fruto del espíritu, hay falta y hay deficiencia. Y Dios no quiere que seamos ignorantes acerca de lo complejo y lo balanceado que es el poder del Espíritu Santo.

Miren la iglesia en Corintio, esta misma iglesia a la cual Pablo le escribe, de la cual he citado ese versículo, es una iglesia que tenía muchos dones del espíritu, por ejemplo, busque ahí en Primera de Corintios, capítulo 1 en el versículo 7, dice:

“… de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo…”

Es decir, dice que nada les falta a ustedes en ningún don. Es decir, ellos tenían dones de poder, de ciencia, sabiduría, señales, era una iglesia pentecostal, pero miren lo que didce Pablo más adelante, en versículo 10:

“Hermanos, os ruego por el nombre de Jesucristo que habléis todos una misma cosa y que no haya entre vosotros divisiones sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé que hay entre vosotros contiendas. Quiero decir que cada uno de vosotros dice, yo soy de Pablo, yo de Apolo, yo de Zefas, yo de Cristo, acaso está dividido Cristo? Fue crucificado Pablo por ustedes, fuiste bautizado en el nombre de Pablo?”

Fíjese, era una iglesia llena del poder del Espíritu Santo pero también con muchas divisiones y peleas dentro de ella. Y Pablo dice, no es posible, tiene que haber un balance. Hay iglesias que piensan que porque ya tienen la manifestación y el poder del Espíritu Santo ya llegaron a la cúspide y descuidan el carácter, la armonía, el amor, la bondad, la paciencia.

Entonces ese es un tipo de ignorancia también acerca de los dones y acerca del mover del espíritu en el pueblo de Dios. Y tiene que haber un balance. Pablo, en el capítulo 12 habla de los dones espirituales y en el capítulo 13 habla de la preeminencia del amor y él dice, si yo hablo lenguas humanas y angélicas y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe de tal manera que trasladase los montes, si no tengo amor nada soy.

Entonces, cuando nosotros predicamos acerca de los dones tiene que haber un balance completo, tiene que haber la complejidad que conviene al Reino de Dios y a las cosas del Espíritu Santo. Tiene que haber un contrapeso de una cosa y de la otra.

En el capítulo 14 de Primera de Corintios, Pablo habla de cuando la iglesia se reúne en una reunión como esta que también el Espíritu Santo está allí, pero hay que tener cuidado cómo se maneja en un contexto público la fuerza y el poder del Espíritu Santo que es diferente a cómo se maneja si usted está en su casa, en su bañera y entró en bendición y está adorando al Señor mientras se baña.

Una cosa es cuando está en su casa tranquilo o con un grupo de hermanos conocidos, maduros en el espíritu, en un culto familiar, en una reunión pequeña de adoración. Usted puede allí soltarse el moño, salte, brinque, sude, haga lo que usted quiera, si se contienen entre sí no hay ningún problema. Ahora, cuando usted está en el contexto del cuerpo de Jesucristo, una reunión como esta donde hay gente de todos tipos, hay visitantes, hay gente que viene de un trasfondo muy litúrgico y 4 por 4, hay ancianos, hay gente que ha tenido malas experiencias con el Espíritu Santo en otras iglesias, hay personas que son neófitas, que no conocen a Dios todavía y están buscando, hay gente que viene con una actitud crítica y escéptica acerca de la iglesia, y en ese ambiente donde hay tanta diversidad, es más, nosotros tenemos un grupo de gente que ni siquiera usted los ve cuando están aquí. Sabe cuáles son? Los que van a ver este programa por el internet. Esa es otra congregación, lo ven en diferentes partes del mundo y están viendo aquí, lo que está pasando, y son parte de esta asamblea también.

Entonces, uno tienen que tener en cuenta todas esas personas cuando se está manifestando el Espíritu Santo porque hay que tener cuidado de no ofender, de no escandalizar, de no provocar pensamientos que el diablo a veces usa para confundir a la gente neófita y nueva que no conoce de las cosas del espíritu, entonces uno tiene que tener cuidado de los demás hermanos.

Eso es parte de ser parte del cuerpo. Qué pasa si usted se da un martillazo en el dedo índice? Lo siente todo el cuerpo, sí o no? Qué pasa cuando alguien en la iglesia desentona digamos en el espíritu? Lo siente todo el cuerpo. Entonces, uno tiene que tener cuidado de discernir el cuerpo, dice la Biblia. Cuando uno está en la reunión congregacional, las manifestaciones del espíritu deben condicionarse al contexto colectivo, a diferencia de cuando usted está en un grupo bien pequeñito o usted está solo en su casa adorando al Señor como usted quiera. Es diferente.

Por eso es que a veces, como les digo siempre, hay hermanos que a veces piensan que cuando yo llamo a disciplina en algún momento del espíritu, o termino un momento de exuberancia en el culto o lo que sea, piensan, se está cortando el espíritu. Pero no, es que el pastor está discerniendo los intereses del cuerpo colectivo y como pastor general uno está pensando, okay, ya es tiempo para hacer esto, es tiempo para hacer lo otro, o alguien está metido en su propia fiesta personal y no está discerniendo las otras cosas que están pasando, y no se da cuenta de que está siendo de piedra de tropiezo, a veces, o de obstáculo para otros y entonces hay que poner ese orden.

O hay personas que a veces simplemente lo que están teniendo es una crisis nerviosa y piensan que es el Espíritu Santo que se está moviendo. Y entonces tiene también que ayudar a esa persona y guiarla hacia el sentido de cuerpo porque es muy diferente cuando el Espíritu Santo se está manifestando en general.

Y por eso es que Pablo en el capítulo 14 de Primera de Corintios, usted lo puede leer después en su tiempo, habla del orden que conviene a la manifestación del espíritu cuando estamos en reunión general donde uno tiene ceñirse a otras consideraciones, que no van a opacar el espíritu necesariamente. Hay una línea fina entre contristar al Espíritu Santo y simplemente mantener el orden que conviene a la manifestación del Espíritu Santo. Es una línea muy fina porque muchas veces sí que hay pastores que quieren que todo sea absolutamente por el libro, bien ordenado, bien controlado, bien coordinado y coreografiado todo y cuando hay un momento en que Dios quiere verdaderamente bendecir y manifestarse de una vez lo apagan. Y eso sí que no es de Dios y eso se llama contristar al Espíritu Santo.

Pero cuando se trata de simplemente mantener un orden en una iglesia carismática pentecostal para que eso siga creciendo y siga manifestándose, cualquier haya bendición, entonces está bien uno poner ciertos límites. Cuando Pablo dice, por ejemplo, que el espíritu de los profetas está disciplinado y está bajo el control de los profetas, qué quiere decir eso? Que muchas veces hay cristianos que dicen, no, porque el Espíritu Santo entró en mí y yo no pude controlarlo y me salió un grito y esto y lo otro.

Pablo dice, no, no es así. En el orden del culto usted puede decir, sabe qué? Quizás este no es el momento y yo voy a adorar a Dios pero lo voy a adorar en una manera más controlada que no interrumpa el culto y que no acapare la atención de todo el mundo.

Ahora, si Dios se mueve, como por ejemplo el miércoles, hubo tiempos de un salpafuera pentecostal. Gloria a Dios por eso. Ahí estaba todo el mundo borracho en el espíritu y era una fiesta. Amén. Allí mire si usted quiere saltar en su lugar 24 veces por segundo, amén, hágalo, no se preocupe, porque todos estamos en la misma cosa. Pero en un momento de quietud o algo así si usted hace lo mismo que usted hace cuando todo el mundo está metido en la misma cosa, usted va a salir como un… like a sore thumb, como dicen en inglés, va a resaltar mucho.

Entonces, lo que en un contexto puede ser muy apropiado, en otro contexto quizás no sea tan apropiado y usted tiene que discernir ambas cosas. Por ejemplo, muchas veces en una reunión, digamos a ahora mismo usted discierne en alguien que está en la congregación, Dios le muestra algo en esa persona, yo he visto en otras congregaciones, por ejemplo, donde alguien tiene una intuición profética en un momento dado que Dios le da, y de momento saltan como un resorte, interrumpen el culto y comienzan a decir, “Dios te dice esto y lo otro, que te arrepientas, que te vas a ir al infierno si no haces esto o si no haces lo otro.”

Y usted tiene que preguntarse, okay, Señor, tu me has dado esa revelación pero yo tengo que respetar la dignidad de esa persona, su privacidad, no lo voy a avergonzar y en el momento dado yo quizás me acercaré a esa persona, en un momento apropiado, y le diré, “Mira, mientras yo estaba aquí en el culto Dios me dijo algo acerca de ti.” O usted puede decir también, “Mira, yo pienso que Dios me dijo esto y esto fue lo que yo vi en mi espíritu y te aconsejo ahora a que lo medites y si es de Dios, confírmalo.” Y eso es todo lo que usted necesita, usted no tiene que decir, “Hijo mío, así te dice el Señor ahora, arrepiéntete.”

Usted puede usar un lenguaje natural, normal y el contenido es lo que más va a importar y el momento. Quizás esa persona lo va a recibir mejor que si usted lo humilla delante de toda la congregación. Lo mismo pasa, por ejemplo, cuando hay una manifestación demoníaca. Yo personalmente no soy el tipo de pastor que cree que cuando se manifiesta un espíritu maligno en el medio del culto, yo tengo que ir enseguida. Ese tipo de escenario donde muchas veces en una iglesia alguien bajo un tiempo de adoración poderosa manifiesta un espíritu, y todo el mundo se frota las manos y se tiran encima de ese individuo, porque ¡guau! qué bueno que se manifestó un espíritu demoníaco. El culto se detiene, todo el mundo para encima de la persona, se interrumpió el culto y los próximos 20 minutos se pasan reprendiendo al demonio.

Y eso es lo que al demonio le encanta, llamar la atención, interrumpir el culto, en vez de decir, okay, se manifestó, establecer el orden del Señor, llevarse a esa persona detrás para proteger su dignidad en vez de avergonzarla y después entonces ministrarle en privacidad y en quietud. De todas maneras si estaba endemoniada, está endemoniada mucho tiempo, puede esperar unos minutos más para ministrarle.

Ese espíritu ha estado vivo durante muchos miles de años y puede esperar un ratito más para atenderlo. Eso es parte de la madurez espiritual porque uno va aprendiendo, uno va ganando conocimiento acerca de las cosas del espíritu, por eso, no quiero que seáis ignorantes acerca de la sutilezas, de las complejidades del Espíritu Santo.

La primera vez en nuestra iglesia cuando comenzamos a buscar del Espíritu Santo se manifestó un demonio en el servicio, le ministramos a esa persona pero el espíritu no salió y después una noche en una vigilia volvió a manifestarse el espíritu, terminamos el servicio y nos la llevamos atrás y francamente estuvimos como 5 horas peleando con ese espíritu. Era lo que yo había visto, te reprendo y te reprendo, espíritu de carácter se manifestaron, espíritus de diferentes cosas, el espíritu no salía. Estuvimos como hasta las 3 de la mañana y yo he dicho que el espíritu se fue porque estaba cansado y no porque lo reprendimos, simplemente dijo, ¿sabes qué? Yo tengo mejores cosas que hacer. Me voy a otro sitio para que me dejen tranquilo. Yo no creo que fue porque fuimos tan efectivos, pero eso es lo que hemos visto, que es un salpafuera y una pelea allí, y así se convierte…

Yo he aprendido después, con el tiempo y leyendo y educándome en las cosas del espíritu, que muchas veces lo más importante es primero, hacer una entrevista y un estudio, preguntarle a la persona, indagar, conocer de dónde viene esa manifestación, porque siempre hay una entrada de un espíritu maligno a la vida de una persona, siempre nosotros, por alguna manera, le damos entrada a un espíritu maligno, alguna práctica, alguna actitud, algo oculto, alguna maldición generacional, alguna experiencia contaminadora, pero siempre hay una puerta que se le abre a Satanás para que entre a la vida de una persona.

Y yo he aprendido que es muy económico, usted primero entrevistar a la persona en un lugar tranquilo, hablar con ellos, pedir discernimiento del Señor, orar y después sacar ese espíritu es como sacar un diente flojo, suavecito se va. Una vez que la persona ha sido llevada a confesar, a reconocer, ya el diablo no tiene nada de qué agarrarse y entonces se va suavemente. Y usted no tiene que sufrir tanto ni salir de allí con los moños deshechos y con la máscara rodándole por las mejillas y todo ese tipo de cosas. Se economiza una cantidad de tiempo.

Yo he aprendido que muchas veces en la oficina de consejería yo me siento, declaro la presencia del Señor, digo ciertas cosas y demando que ese espíritu salga en el nombre del Señor y me quedo tranquilito tomándome una Coca Cola hasta que el espíritu se le haga imposible seguir porque ya se le ha dado una orden espiritual y ese espíritu entonces se tiene que ir.

Si hay algo allí va a salir en el nombre del Señor, porque Cristo es poderoso. Por qué? Porque si una persona, hermanos, está endemoniada y no renuncia a lo que la llevó a estar endemoniada ese espíritu no va a salir nunca. Es más, si sale viene con 7 más y se hace peor la situación de ellos. Sale por un rato para irse a tomar una Coca Cola y vuelve otra vez con 7 más peores que él. Primero hay liberar, hay que atar al hombre fuerte, hay que atar lo que le da derecho a estar allí, entonces usted puede economizarse una cantidad de tiempo y es algo definitivo. Es diferente, es la ciencia, es el yudo del espíritu.

Y por eso Pablo dice, no quiero que seáis ignorantes, hermanos, acerca de las cosas del espíritu, sino que seamos maduros, seamos profundos en las cosas del espíritu. Hay mucha ignorancia en el mundo cristiano en esta área. Hay personas que creen que todo es simplemente aceptar a Jesucristo y ya no necesito más nada. Acepté a Cristo, comencé a ir a la iglesia, doy mi ofrenda, voy los miércoles, me meto en el curso de discipulado y ya yo estoy bien.

Recuerda que hay una dimensión del espíritu que se llama, el bautismo del Espíritu Santo que es muy importante y eso es lo que la iglesia de Jesucristo necesita saber. Estas enseñanzas que estamos dando es para que usted entienda que hay que buscar más, hay que buscar más hondo. Ustedes recordarán mi enseñanza sobre Moisés que estaba ministrando al Señor, sí, muy usado por Dios en su ministerio, pero le dijo, “Señor, yo quiero ver tu rostro, yo quiero tener una experiencia más profunda contigo.”

Y yo les animo a cada uno de ustedes, si usted no está seguro de que ha tenido esa llenura del Espíritu Santo aprovecha una de estas oportunidades, vaya a una reunión espiritual, venga al frente cuando lo invitamos, busque más y en una de esas usted va a ver que usted va a ser lleno del bautismo, del poder del Espíritu Santo. Esa idea de poder está en todas las áreas de la vida pentecostal.

Pablo dice que las cosas… el Evangelio no consiste en palabras sino que en poder de Dios. Y tenemos que ir más a fondo en esa dirección. Hay tantos diferentes elementos de una vida poderosa en el espíritu y que tenemos que entender, cuántos de nosotros entendemos, por ejemplo, acerca de la guerra espiritual? Eso es lo que yo estoy hablando hace un momento aquí.

Esa es un área de la vida de poder, la guerra espiritual. Tu necesitas saber acerca de la guerra espiritual. Tu necesitas saber de las complejidades de la guerra espiritual. La Biblia dice que Satanás anda como león rugiente alrededor buscando a quién devorar. Y Pablo dice, sed sobrios y velad porque vuestro adversario, el diablo, anda como león rugiente.

Hace poquísimo tuve una experiencia aquí mismo en la iglesia con una persona muy amada de nosotros. Ha estado con nosotros mucho tiempo, conoce al Señor, ministra en el Señor, muchas cosas, pero en un momento dado, porque estaba afligida en ciertas cosas me di cuenta que había una dimensión. Yo pensaba que era puramente algo psicológico pero me di cuenta en un momento dado que no, que había una dimensión verdaderamente demoníaca en ese mal, esa aflicción por cosas que no hay que estar revelando demasiado. Pero ese entendimiento que Dios me dio en ese momento, me ayudó a ministrar en otra forma, en otra manera que yo no lo hubiera hecho si no entendiera ciertas cosas acerca de cómo funciona el Espíritu Santo.

Una de las cosas… una persona que está bajo una opresión demoníaca muchas veces no puede mencionar el nombre de Jesucristo, por ejemplo, le es difícil mencionar ese nombre. Y entonces es una manera que usted puede saber que hay algo allí que es más que simplemente algo emocional o mental. Y entonces usted puede detectar eso y puede ministrar en esa manera. Hay situaciones en nuestra vida espiritual, nuestra vida familiar en que uno discierne, espérate, esto no es solamente mi mente, esto no es solamente un asunto de psicología o de mi familia, lo que sea, no, esto es una aflicción espiritual y yo tengo que hacer guerra espiritual.

Hay depresiones que son puramente físicas, materiales, hormonales, químicas y hay depresiones que son de origen demoníaco. Hay ataduras sexuales y ataduras mentales que son de origen puramente familiar, prácticas del pasado, experiencias que hemos tenido, y se batalla en contra de ellas en formas de psicología, de buena higiene espiritual, de confesión y otras cosas. Pero hay otras adicciones espirituales que tienen un origen demoníaco y que requieren ayuno, y oración y clamor a Dios y tienen que ser confrontadas en una forma espiritual, con las armas del espíritu.

Recuerdan ustedes la historia de los discípulos cuando descendieron del monte de la transfiguración? Cuando Jesús desciende con sus discípulos allá en la base del monte hay un padre cuyo hijo está afligido por un demonio y los discípulos han estado batallando con ese demonio, tratando de sacarlo, pero no tienen el conocimiento y la complejidad que necesitan para hacerlo y no tuvieron éxito, no pudieron sacar al demonio.

Cuando el Señor llega le ministra al joven y enseguida el espíritu sale. Y los discípulos después se quedan como aterrados y van donde el Señor y en privado le dicen, “Señor, qué fue lo que pasó? Por qué nosotros no pudimos sacar ese espíritu y tu lo sacaste tan fácilmente?” recuerdan la respuesta del Señor? Les dijo, hay espíritus que solo salen con ayuno y oración.

Por qué? Porque el Señor tenía una vida de ayuno y de oración y su vida estaba fortalecida y suplementada, aún el Hijo de Dios se sometía a un régimen de ayuno, de oración, de búsqueda del poder de Dios. Eso es un misterio porque si era Dios mismo y es Dios mismo, por qué ayunaba? Por qué oraba? Por qué buscaba el poder de Dios? porque en su condición humana él necesitaba el poder de Dios. Y se sometía una vida de disciplina espiritual.

Ese régimen de ayuno y oración le daba una efectividad cuando venía el momento de hacer la guerra. Ese muchacho no padecía de una neurosis, no era esquizofrenia lo que tenía, no era una locura mental, era una posesión demoníaca y era un espíritu particularmente resistente, requería un nivel de autoridad.

Cuántos de nosotros practicamos en nuestra vida normal el ayuno y la oración como disciplinas para fortalecernos? No, pensamos que eso es del Antiguo Testamento, eso es legalismo. No, Pablo practicaba el ayuno. Jesús ayunó 40 días y 40 noches en el desierto. Nosotros no somos más poderosos que ninguno de esos grandes personajes de la escritura. Necesitamos… cójase medio día de vez en cuando, cójase un día, ayune parcialmente, como sea, pero saque tiempo porque hay batallas en nuestras vidas y los tiempos que nosotros vivimos actualmente con una cultura endemoniada, como la que habitamos hoy, necesita gente fuerte en el espíritu.

Sobre todo si usted ocupa y se mueve en ambientes contaminados. Si usted se mueve, por ejemplo, en el ambiente hoy en día de las ciencias sociales, usted trabaja en el Departamento de Servicios Sociales, el Departamento de Salud Pública de aquí, en el Departamento de Educación, en las escuelas y todo eso, usted, quiero decirle, habita un ambiente muy pesado y necesita fortalecerse. Usted necesita vitaminas extras y tiene que mantenerse lleno del espíritu y fuerte en el espíritu.

Si usted está pasando por una lucha en su vida espiritual necesita ayunar y buscar el espíritu del Señor, porque su lucha no es solamente emocional, cultural, es una lucha… hoy en día, la lucha de los cristianos en este mundo más abandonado de Dios que nunca, se necesita gente que entienda los misterios del espíritu, de la vida de poder en el espíritu.

Y el Señor no quiere que tu seas ignorante acerca de estas cosas. El ayuno se necesita más que nunca. Hay batallas en nuestra vida que tenemos que pelearlas con armas suplementarias. Dice la palabra del Señor, lo han oído mucho, nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados y potestades, contra huestes espirituales de maldad en los lugares celestiales.

Más que nunca nosotros vivimos en un tiempo como el tiempo de los corintios donde era un tiempo donde los dios paganos estaban por dondequiera, los demonios regían la sociedad, la cultura y los cristianos necesitaban saber del poder del Espíritu Santo. Nosotros estamos en un tiempo peor que el tiempo de los corintios. Hay demonios de mayor potestad y mayor manifestación en el siglo XXI que en el siglo I y necesitamos conocer de esa parte. Como nunca necesitamos la energía del poder de Dios porque habitamos un ambiente que nos cansa y nos desgasta más que nunca.

Entonces en ese contexto el ayuno es importante. La oración es importante. Nuestros hijos tienen que estar cubiertos con la sangre de Jesús, tenemos que orar por nuestros matrimonios, tenemos por la salud de nuestra vida mental. El diablo quiere destruir matrimonios, quiere destruir ministerios, quiere destruir iglesias, y es una realidad que más que nunca necesitamos el poder del ayuno, el poder de la oración de guerra, la oración hecha en actitud de guerra espiritual, ponernos la armadura del espíritu, Pablo dice, por tanto vestíos de toda la armadura de Dios, porque son tiempos peligrosos los que habitamos.

Y Dios no quiere que seamos ignorantes de las técnicas de guerra del Espíritu Santo. Entonces, les he hablado acerca de guerra espiritual, les he hablado de la importancia del ayuno, les he hablado acerca de la oración agresiva. Otra manifestación del poder del Espíritu Santo es los dones específicamente del espíritu. Aquí en Primera de Corintios, capítulo 12, Pablo habla de diferentes dones.

“Hay diversidad de dones pero el espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones – versículo 6 – pero Dios que hace todas las cosas en todos es el mismo.”

Y entonces él habla de los diferentes dones, palabra de sabiduría, palabra de ciencia, palabra de fe, dones de sanidades, milagros, profecías, discernimiento de espíritus, género de lenguas, interpretación de lenguas. Él menciona 9 dones aquí y muchos pentecostales dicen, bueno, son solamente 9 dones. Hablamos de 9 dones. Pero no, él simplemente puso un sample, una muestra de los dones.

Potencialmente el número de dones que el Espíritu Santo tiene para su pueblo son potencialmente infinitos, dependiendo de la situación en que la persona, el pueblo de Dios se encuentre. Por ejemplo, yo pienso que uno de los dones, porque hay varias listas de dones, de hecho, en la Biblia, esa no es la única lista. Hay otros dones, por ejemplo, de servicio, yo no oigo muchos pentecostales hablando del don de servir, ese es un don. Ahí está en la Biblia. Hay don de presidir, yo no estoy seguro cuál es, pero es como un don de liderazgo, hay personas a quienes Dios les da un don de liderazgo y dondequiera que entran de una asumen el liderazgo o la gente se lo entrega porque tienen una autoridad que inspira confianza, inspira liderazgo y la gente enseguida entiende y discierne. Eso es un don como cualquier otro.

Saben cuál es uno de los dones más importantes en este tiempo, en el siglo XXI? En mi opinión, el don de la consejería, el don de aconsejar. Yo creo que ese es un don. El don de hablar una palabra atinada que discierne lo que una persona necesita y que va directamente al corazón de una situación, y no necesita 20 sesiones de psiquiatría como a veces los psiquiatras usted ve que necesitan 45 minutos durante 3 años para saber de qué está cojeando una persona.

Yo creo que cuando Dios da el don de consejería en un momentito muchas veces, una palabra, un discernimiento, uno puede ir al corazón mismo, al meollo de una situación y dar una palabra que da exactamente donde se necesita y esa palabra despeja y rompe ataduras y trae bendición. O puede ser que a través de un período más largo, sí, también Dios da esa sabiduría y esa capacidad para ir poco a poco sacando esa ponzoña de un matrimonio, de un individuo y entonces ministrando el poder del Espíritu Santo para sanidad en esa persona.

Pero en el siglo XXI hay tanta neurosis, hay tanta locura, hay tanta enfermedad mental y emocional porque el ambiente en que vivimos es un ambiente tan dañino para la salud mental que yo creo que todos nosotros estamos locos en alguna medida u otra. Ríase, eso es un chiste solamente. Pero es verdad, hoy en día todo el mundo está un poquito ansiosos, un poquito deprimido, un poquito raro porque el mundo en que vivimos es un mundo muy esterilizante y necesitamos esa frescura del Espíritu Santo que nos llene, que nos bendiga. Necesitamos que Dios nos de discernimiento espiritual y que podamos ir al Señor al espíritu y sanarnos nosotros mismos muchas veces.

Pero yo creo que el don de consejería es un don precioso y muy necesario en un tiempo de la vida humana en que la neurosis está por dondequiera porque mientras más se alejan las sociedades de Dios más poder tiene el diablo para llenarnos y contaminarnos.

Entonces, los dones del espíritu son importantes. Yo le decía a los hermanos en el servicio de las 9 esta mañana, y si me permite Meche un momentito acá y la hermana, no voy a decir… yo digo siempre que no voy a decir el nombre y termino diciéndolo. Pero una hermana y corrígeme si he escuchado bien lo que tu me dijiste, que hace como un mes una hermana de la congregación vino donde Meche, al final del servicio, y le dio una palabra profética y le dijo que la había visto frente a un ataúd blanco. Tu me corriges porque estoy aquí y la persona que lo dijo también está aquí, así que… esto es verdadero. Le dijo, “hermana, la vi llorando frente a un ataúd blanco.” Y Meche, que conocía el trasfondo de esa palabra profética inmediatamente entendió lo que eso quería decir.

Ahora, si estoy en lo correcto ustedes habían ya con anterioridad comprado un ataúd en preparación para… Hacía 4 meses… 4 años. Hacía 4 años ellos en preparación para el fallecimiento de su madre, porque tenía una enfermedad progresiva, y no queriendo dejar eso para último, de paso, aquí tiene una ñapita extra – no deje para último los arreglos funerales muchas veces. Si usted tiene que prevenir ciertas cosas para después no estar a última hora. Eso no es falta fe, eso es simplemente saber que todos nos morimos y que es bueno prevenir esas cosas. Eso es gratis, no le voy a cobrar por ese consejo.

Hacía 4 años ellos habían reservado con la compañía funeraria el ataúd y si no malentendiendo era blanco. Meche misma lo había reservado y era un ataúd blanco que yo pude ver ahora cuando estuvimos en Puerto Rico en el funeral de la mamá de Meche. Cuando Meche escuchó esa palabra profética de parte de esta hermana, de que la vio llorando ante un ataúd blanco, ella inmediatamente entendió que su madre y el fallecimiento de su mamá era inminente y que se la llevaría en algún momento. Yo creo que eso ayudó a prepararla también para ese momento.

Ese es un don, es el don de la profecía, es un don profético, es un don de conocimiento, llámelo que usted lo quiera llamar. Pero Dios muchas veces en preparación de sus hijos nos da una palabra que nos prepara para ciertas cosas. Y esos dones están en funcionamiento en una iglesia donde hay entendimiento espiritual, donde hay buena educación, donde hay buena enseñanza, donde hay una invitación al pueblo de Dios a estar abierto a la manifestación del poder del Espíritu Santo, donde hay un glorificar el Espíritu Santo, el Espíritu Santo se manifiesta entonces.

Y los dones comienzan a crecer más y a manifestarse más porque el Espíritu Santo está siendo glorificado y está siendo invitado a manifestarse. Una joven al final del servicio de las 9 se acercó a mí y me dijo, “Pastor, cuando yo llegué aquí apenas podía caminar con un dolor en mis 2 piernas.” Es hujier y llegó por fe acá y llegó con ese grave dolor en sus 2 piernas. Y me dijo, “y un hermano de la congregación vino y oró por mí y yo enseguida comencé a sentir un calor en ambas piernas y quedé sanada completamente y pude terminar el servicio y me siento totalmente restaurada.” Porque el poder de Dios es real.

Y yo sé que hay muchos aquí que son sanados, a cada rato yo me entero de que Dios ha hecho algo en alguna manera y quién sabe cuántos milagros… un día cuando estemos en el cielo sabremos todos los milagros de sanidad, liberación, iluminación que Dios hizo en medio de su pueblo. Y por eso es que tenemos que dar testimonio de estas cosas, en esta congregación Dios hace muchas cosas maravillosas continuamente.

Y si tu estás abierto a los dones del espíritu, si tu vives tu vida en una expectativa sana, entienda, no es que fabriques los dones, no es que esté viendo dones en la sopa, no, es que tu mantengas una apertura, que te muevas y respires el Espíritu Santo en tu vida y que tu estés abierto. Cuando Dios quiere manifestarse tu lo recibes porque estás abierto, sabes que los dones son reales, oras para que el Señor se manifieste, mantienes tu vida saludable, ayunas, adoras, lees la palabra, y vives una vida sobrenatural. Porque lo que tu esperas eso es lo que vas a recibir.

Si en la iglesia te dicen, no, los dones ya pasaron, eso es para los tiempos de los Apóstoles y tu lo crees, así va a ser. Más activo y más vivo va a estar un clavo en una pared que tu en tu espíritu, porque vas a estar tosco y torpe y cerrado y Dios no va a donde no se le invita. Pero cuando una iglesia aprecia y bendice los dones del espíritu, el Espíritu Santo se crece.

Usted sabe lo que dice la Biblia, no contristéis al Espíritu Santo. Cómo se contrista? Gregory habló acerco de eso creo que el domingo pasado. Hay muchas manera de contristar al Espíritu Santo, con un espíritu vengativo, resentimiento, vida impura en tus prácticas morales, abuso de los demás, orgullo, tantas maneras, incredulidad, negación del poder de Dios, descuido de las cosas del espíritu, todas esas cosas contristan al Espíritu Santo porque el Espíritu Santo se siente rechazado, se siente descuidado, se siente despreciado, se siente no tenido en aprecio y en cuenta. Entonces eso contrista y apaga el Espíritu Santo.

Hay iglesias donde no se habla del Espíritu Santo. Es más, hay iglesias donde se habla en contra de los dones del Espíritu Santo. Y eso es terrible porque hay una advertencia de no despreciar los dones del espíritu.

Primera de Tesalonicenses, capítulo 5. Esta vez sí me recuerdo. Y con esto ya voy aterrizando, si los hermanos del grupo de alabanza pueden prepararse. Hay una invitación al pueblo de Dios a cultivar los dones y en tu propia vida, hermano, Dios te invita a apreciar los dones del Espíritu. Se les olvidó decirme, yo les dije que me dejaran saber, pero les perdono porque soy un hombre misericordioso. Me pasé un par de minutos, pero está bien porque tenemos la santa cena y vamos a terminar ya.

Hermanos, conforme a lo que nosotros creamos, practiquemos, alabemos, invitemos, así se hará en nuestra vida. Si tu tienes hambre del Espíritu Santo continuamente, si tu cultivas los dones del espíritu, si tu estás buscando el poder de Dios que se mueva en tu vida, si tu entiendes de las cosas del Espíritu Santo, si tu conoces los misterios de la vida del espíritu, y las sutilezas y los instrumentos sutiles y a veces fuertes del espíritu, entonces tu vida va a estar adornada por esas manifestaciones y esas expresiones de la presencia del Espíritu Santo.

Y nuestras actitudes con respecto al Espíritu Santo son muy importantes también. Si creemos, no creemos, esperamos, no esperamos, confesamos, no confesamos, apreciamos, no apreciamos, despreciamos, valoramos, conforme a lo que está dentro de nosotros así será la manifestación del poder de Dios en nuestra vida. Les dejo con esa palabra del Apóstol Pablo y Primera Tesalonicense 5:16:

“Estad siempre gozosos – sabe que el gozo es un arma espiritual? Dice la palabra que el gozo del Señor es nuestra fortaleza. Eso es sutil. Que tu cultives el gozo del espíritu y que eso sea un arma espiritual. Oh, sí lo es, cuando tu adoras al Señor, cuando tu sientes un gozo del espíritu, eso activa el poder de Dios en tu vida. Pero Pablo dice:

“Estad siempre gozosos, orad sin cesar, dad gracias en todo – cuántos saben que la gratitud es un arma espiritual? La gratitud rompe cadenas. Cuando tu das gracias a Dios aún en medio de tu tribulación hay poder en esa gratitud porque es una gratitud sacrificial, es una gratitud en el espíritu. Dice el Apóstol Pablo, día a día gracias en todo, hay otro pasaje. La gratitud es un arma espiritual.

Dice, “… dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús, y mire aquí, 19, no apaguéis el espíritu, todo lo contrario debemos avivar el fuego del espíritu. Hay congregaciones, hay individuos que apagan el espíritu, diciendo que ya eso pasó, que no es para este tiempo, esto y lo otro. Es una blasfemia contra el Espíritu Santo yo diría. El que dice que los dones del Espíritu Santo no se manifiestan en nuestro tiempo yo creo que está contristando y está blasfemando contra el Espíritu Santo. Y está robándole a su congregación la oportunidad y el privilegio de vivir una vida rebosante en el espíritu.

Para mí estos sermones que estoy predicando no son solamente para educarlos a ustedes, de paso, es para glorificar al Espíritu Santo. Y para restituir su lugar en medio de nuestra vida como congregación. Yo sé que yo declaro esta palabra como un himno de adoración al Espíritu Santo, a la Tercera persona de la Trinidad. Yo quiero que el Espíritu Santo sepa, que tu sepas, Espíritu Santo, que valoramos tu presencia y valoramos tu ministerio, y valoramos tus dones y tu mover en medio de nosotros y que queremos más de ti en medio de nosotros.

Recibe esta palabra como una palabra de adoración y de exaltación de tu persona, Tercera persona de la Trinidad. No apaguéis el espíritu, no menospreciéis las profecías. Cuando una persona profetiza no desprecie, no la mire como… no, lo que dice es examinadlo todo y retened lo bueno.

Alguien te profetiza algo, escúchalo con respeto porque esa persona está haciendo un esfuerzo por obedecer al Señor. Escúchalo con respeto, nada te cuesta y entonces vete a tu casa y pídele al Señor discernimiento y juzga lo que dijo la persona en el espíritu, discierne lo que dijo y si hay algo de buen contenido, guárdalo en tu corazón. Pídele al Señor confirmación. Porque no todo lo que a veces la gente profetiza está ciento por ciento correcto, a veces hay un poquito de mezcla de cosas. Pero examinadlo todo y retened lo bueno.

Ese es el origen de ese pasaje. Yo sé que se aplica a otras cosas, pero el origen es cuando tu escuchas una palabra profética examínala, y lo que es sólida y del Señor, guárdalo y retenlo y lo que no, déjalo que se vaya o ponlo en remojo y que el Señor te de claridad más adelante. Porque quizás después saldrá a la luz lo que esa persona quería decir con eso que te dijo. Hay profecías que usted la entiende en el momento y 3 años después, se le prende la lucecita, ah, eso es lo que quería decir el Señor.

Esa es la vida en el espíritu. Hermanos, no sean ignorantes, no seamos ignorantes acerca de las cosas del espíritu. Amén.

Baje su cabeza un momentito y vamos a recibir este momento tan especial. Dele gracias a Dios, vamos a buscar más del Espíritu Santo como congregación. Vamos a pedirle al Señor que se manifieste más y más en nuestras vidas. Que esta iglesia sea un lugar donde el pan de cada día sea la manifestación del poder de Dios y sus dones, sus milagros.

Cada uno tiene la medida del Espíritu Santo que desea

Gregory Bishop

Junio 25, 2017

Efesios 4, vamos a seguir hablando como el pastor nos tiene en ese hilo, en ese tema de la llenura del Espíritu Santo y cómo nosotros podemos ser personas de verdad ungidas, cada uno de nosotros. Eso no es para cantantes y predicadores, esto es para todos nosotros. El espíritu de Dios sin medida en los últimos días el Señor dice, sobre todos derramaré mi espíritu en los postreros días, mis siervos, mis siervas, ancianos, jóvenes, todos. Tenemos que anhelar más y más de ese espíritu.

Y vamos a hablar hoy de la parte que nos toca a nosotros, para cultivar esa llenura. Quisiera comenzar con un comentario un poquito radical. Voy a decir que cada uno de nosotros tenemos la medida del Espíritu Santo que queremos, si queremos poco, tenemos poco, si deseamos más hay más. Lo que usted tiene es lo que usted desea. Déjeme corregir una cosa, si eres cristiano no puedes escapar del Espíritu Santo, tienes el espíritu en tu corazón. Pero lo que nosotros hacemos en gran manera determina el nivel de llenura que nosotros vivimos de ese Espíritu Santo que Dios nos ha dado.

Y hoy vamos a hablar de los ejercicios espirituales, los push ups que podemos hacer. Voy a pensarlo así, todos tenemos sangre, espero que sí, pero si hacemos ciertas cosas la sangre comienza a circular y fluir dentro de nosotros, así con el espíritu. Lo tienes pero es lo que tu haces que va a hacer bombear el espíritu dentro de ti o lo va a hacer menguar en la influencia del espíritu dentro de ti. Yo quiero que todos nosotros seamos como copas rebosando de ese Espíritu Santo. Y por esto vamos a hablar y vamos a basarnos en dos versículos claves, versículos famosos pero vamos a leerlos en su contexto porque hay mucho que la palabra tiene acerca de esos versículos. 4:30 dice lo siguiente, solo vamos a leer el versículo y después el párrafo, pero primero Efesios 4:30, dice lo siguiente:

“…Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios con el cual fuiste sellados para el día de la redención.”

Fuiste sellado con el espíritu. Está ahí, no se va corriendo pero sí se puede entristecer, puede ser contristado por ciertas cosas que hacemos. Yo no quiero que el Espíritu Santo dentro de mí esté triste, quiero que se goce, que esté vivo. Y vamos a hablar de eso.

El otro versículo Efesios 5:18 dice lo siguiente:

“…Y no os embriaguéis con vino en lo cual hay disolución, antes bien, sé llenos del espíritu.” Amén.

Borracho con el Espíritu Santo. Amén. Cuántos sabemos que es posible ser más o menos borracho? No tiene que confesar nada aquí, no tiene que levantar la mano pero algunos sabemos que es posible estar un poquito borracho pero si hay un problema y el nivel en la sangre está a cierto punto, tu crees que es poquito pero es más de lo que debe de ser. Por eso no tomamos y manejamos. Porque hay niveles de embriaguez, el Señor quiere que nosotros estemos, no un poco, sino bien, bien borrachos con el Espíritu Santo.

Y vamos a hablar de nuestro nivel, no de alcohol en la sangre, sino de espíritu en la mente y en la boca. So, oramos juntos. Padre, gracias que tu vino, tu espíritu es mejor que vino, tu espíritu nos llena nuestra sensibilidad, nuestra mente, nuestro corazón y cuerpo. Gracias, Padre, por lo que tu tienes para nosotros y nos conformamos con poco. Señor, te pido que seamos una iglesia inconforme en el mejor sentido de la palabra, que tengamos hambre y sed de ti, Señor. Y gracias que tu das tu Espíritu Santo sin medida, Señor. Abrimos el corazón hoy y vamos a hablar, Señor, de temas bien delicados en la vida y yo te doy gracias, Padre, que tu eres el buen pastor, tu no cortas solo para herirnos, tu nos cortas para sanarnos. Te pido que las palabras que hablamos hoy sean de vida, de sanidad, Señor. Oh, Padre, reconozco que vamos a hablar temas delicados de tierra santa. Así que háblanos tu, Espíritu Santo en el nombre de Jesús. Amén. Amén.

Estos dos versículos vienen del libro de Efesios, una carta escrita a personas que vivían en una ciudad eléctrica en el espíritu. Cuántos sabemos que hay ciertos lugares que tienen un ambiente espiritual más eléctrico. Tu vas a ciertas áreas, ciertos pueblos, ciertos países y tu sabes que hay cosas en el espíritu moviéndose en un nivel más intenso en ciertos lugares que en otros. Éfeso era una ciudad eléctrica en el espíritu, un centro de adoración de una diosa que se llamaba Diana, y cuando el Apóstol Pablo llegó a predicar la palabra se turbó las aguas espirituales de tal forma que se desató un alboroto, se llenó todo un lugar de conferencias con personas gritando, grande es Diana de los efesios. Era un lugar de guerra espiritual.

Y toda la carta de Efesios, yo creo, es una carta de guerra espiritual. Habla desde el comienzo al final de la realidad de algo que se llama los lugares celestiales. No está hablando de cuando morimos y estamos en los cielos, está hablando de un ambiente celestial que baña toda la realidad física en la cual vivimos. Es una dimensión sobrenatural. Es una dimensión invisible alrededor nuestro lleno de ángeles, de demonios, el Señor mismo reinando desde su trono, hay como aguas espirituales alrededor nuestro. Esto es algo real en que vivimos, en que habitamos.

Así que esa carta habla de los lugares celestiales y habla a los cristianos a ser guerreros. Por eso al final dice en Efesios 6:12:

“…Porque no tenemos lucha contra sangre y carne sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra huestes espirituales de maldad en regiones celestes.”

Las regiones celestes no están en el espacio, están alrededor nuestro. Y hay gobierno espirituales, hay demonios reales, hay un aire espiritual cargado. Dice que el diablo es el príncipe del aire alrededor nuestro. Pero gracias a Dios hay uno que fue levantado a la diestra del Padre en los lugares celestiales sobre toda potestad, principado y reinado en ese ambiente espiritual Jesús reina. Amén. Pero hay una guerra hasta que Cristo venga y todas las cosas en los lugares celestiales y en la tierra, sean unificados sobre una sola cabeza que es Cristo. Y esta tierra va a ser la tierra de Dios y los reyes de este mundo serán reyes bajo la soberanía de Dios. El Señor Jesús rey de reyes y Señor de Señores.

Pero hasta ese día vamos a vivir en dos mundos. Yo dije en la mañana, estoy mirando demasiada ciencia ficción con mi hijo, así que perdóneme por eso. Pero hay un ambiente invisible y un ambiente visible y Dios, Jesús desde el trono nos ha puesto en un lugar privilegiado en los lugares celestiales.

Efesios 1:3, dice: “…Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo.”

Somos bendecidos en el ambiente espiritual. Tenemos autoridad. Dice en Efesios 2:6: “…Juntamente con él, con Jesús, nos resucitó y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo.”

No sé cómo tu amaneciste hoy pero la realidad de tu identidad es que tu compartes un trono con Jesucristo que reina sobre los cielos y la tierra. Ha concedido autoridad a sus hijas y sus hijos, para nosotros actuar en su nombre. Y de ahí entra el llamado de ser lleno del Espíritu Santo.

Porque Jesús no está aquí en persona, él fue tomado en las nubes, pasando del ambiente natural al ambiente espiritual, pasó al otro lado, está sentado a la diestra del Padre, pero dijo, no te preocupes, no les dejo solos, voy a enviar algo especial, voy a enviar mi Espíritu Santo de ese lado, desde mi trono lo envío a ustedes y voy a actuar en el mundo a través de ustedes por el Espíritu Santo en ustedes.

Si nosotros queremos mover en el poder de Dios entonces, tenemos que recibir ese espíritu del otro lado, de Jesús en el trono, y dejar que ese espíritu actúe en nosotros. Y no es algo fácil porque los días son malos y el enemigo viene en contra y si nosotros… ¿qué es eso? yo lo digo cada semana, creo, camarón que se duerme… hay que ser lleno del Espíritu Santo para adelante o vamos para atrás. Seamos llenos del Espíritu Santo.

Ahora, para eso hay ciertas cosas que nosotros tenemos que quitar de medio, quitar todos los obstáculos, lo que impide el fluir del Espíritu Santo a través de mí, porque hay bloqueos como si fueran tubería con toda la mugre que se tiene que quitar para que fluya el agua libremente a través de nosotros.

Pero sabes que el Espíritu Santo no es agua, no es electricidad, el Espíritu Santo es una persona. Qué raro. Una persona sin cuerpo, una persona que es todo espíritu, todo energía. Sí, pero no es electricidad y una fuerza como en Star Wars. No, el Espíritu Santo es una persona y lo que nosotros hacemos o lo puede alegrar o contristar. Nuestra vida, nuestras acciones pueden animar y estimular su actividad o herir su corazón y su espíritu.

La palabra para contristar es la misma palabra que se usó para Jesús llorando en el huerto de Getsemaní. Yo sé que cuando digo ciertas palabras el espíritu llora y yo no quiero que él llore, quiero que él esté vivo y alegre en mí. Así que vamos a hablar de eso.

Pueden abrir sus Biblia en Efesios 4:26 a 31. Voy a comenzar un poquito temprano. Dice lo siguiente:

“…Airaos – no es ninguna casualidad que comenzamos con la ira – pero no pequéis, no se ponga el sol sobre vuestro enojo ni des lugar al diablo, el que robaba no robe más sino trabaje haciendo con sus manos lo que es bueno para que tenga que compartir con el que padece necesidad. Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca sino la que sea buena para la necesaria edificación a fin de dar gracia a los oyentes. Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios con el cual fuiste sellados para el día de la redención. Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, griterío, maledicencia, y toda malicia, antes sed bondadosos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.” Amén.

Airaos pero no pequéis. Yo creo que eso es un comienzo para pensar en quitar los bloqueos del Espíritu Santo en nuestra vida. Estar enojado en sí no es pecado, gracias a Dios porque todo ser humano se enoja a veces, y si manejas en el tráfico de Boston te enojas todos los días. Esto es natural, eso es cómo vivimos en el mundo. Va a haber molestias, va a haber ira, cuando somos ofendidos es saludable enojarse porque se debe tratar a uno con respeto. Es saludable enojarse por cosas feas en el mundo.

El pecado entra en cómo manejamos la ira. Qué hacemos cuando estamos enojados? Si hablamos en cierta forma, si cruzamos líneas y también si guardamos la ira de un día para el otro día. Y después para otro día, y otra semana, y otro año y todavía estamos enojados por algo que se hizo 10 años atrás. Hasta olvidamos por qué somos tan bravos. Somos bravos porque estamos enojados por lo que se nos hizo años atrás. Se nos olvidó pero todavía estamos rencorosos.

La Biblia dice que esto se vuelve a ser una entrada satánica, no des lugar al diablo. Hay molestias que tenemos que tratar o se va a acumular y se va a arraigar en nuestra vida emocional, intelectual. La palabra en Hebreos dice que no deje crecer ninguna raíz de amargura, que crezca y que contamine muchos. Es que el rencor es como una mala hierba, it’s like a weed, que crece en un jardín y mata todo lo lindo y crece hasta contaminar lo demás. La ira guardada llega a ser como una infección emocional que mata vida. Y seguimos repitiendo la misma pelea con cada nueva persona en nuestra vida si no lo sacamos de raíz y dejemos que el espíritu fluya en esa área.

No hay nada, yo tal vez estoy exagerando, pero yo creo que no hay nada que agrada al espíritu más que cuando nosotros mostramos y demostramos gracia y misericordia hacia los demás, porque Dios es un Dios de gracia. Él perdonó a nosotros, por eso envió a Jesús, por eso Jesús en la cruz oró, perdónalos, Padre, no saben lo que están haciendo.

Cuando nosotros perdonamos somos como Dios mismo dando gracia. Ahora, el perdón debe ser una práctica de todos los días. La oración del Padre Nuestro, qué dice? Perdónanos nuestros pecados como nosotros también perdonamos a nuestros deudores. Por qué tenemos que perdonar todos los días? Porque todos los días alguien te molesta. Es verdad. Todos los días hay algo. Perdonar es como cepillar los dientes. Es buena higiene emocional.

Y fíjate que aún los psicólogos no cristianos reconocen esto hoy en día. Yo escuché al Dr. Phil hablando de la importancia del perdón. Y yo, predícalo hermano, no es cristiano pero amén. Porque aún ellos reconocen que el ser humano es sano cuando no guarda rencor de día en día y año en año. Somos libres de una carga cuando soltamos.

Ahora, los que han tomado Discipulado 2, y yo sé que es la mayoría, así que han escuchado tratamos esto mucho en la clase porque es súper importante, por eso hablamos de esto tanto. El perdón no es minimizar la gravedad de lo que pasó, fíjate, no es decir, ah, no fue la gran cosa, olvídalo. No, no, tal vez fue serio, y tu puedes reconocerlo. Perdonar no es tampoco excusar, decir, oh, está bien que lo hizo porque tuvo sus razones. No. el perdón tampoco es olvidar lo que pasó. No me malentiendas. Algunos dicen, yo perdono pero no olvido, que significa no perdono en la mayoría de los casos.

Pero literalmente no se puede olvidar ciertas cosas, están en tu cabeza, pero significa que no vas a guardarlo ahí. El perdonar no es volver a ser amiguitos con la persona necesariamente, puede ser, hay a veces personas en conflicto que después vuelven a ser mejores amigos. Pero a veces no, hay algunas relaciones que hay que pasar en la vida. Hay ciertos que no deben ser amigos de Facebook, por favor. Yo no sé mucho de eso pero sé que algunos que no es necesario estar en contacto. Déjalo pasar. Perdónalos desde lejos y ahí tu estás libre.

El perdón es cancelar una deuda que se te debe. Porque cuando se hace una ofensa se forma una deuda espiritual. Hay deuda con Dios porque Dios es un ofendido. Por eso Dios dice, déjalo a mí, la venganza es mía. Déjalo a mí, y si tu oras, Señor, perdónalo porque no sabe lo que hace. Está bien. Pero es entre él y Dios. Eso nos da cierto consuelo de saber que Dios va a tratar con la persona. Está en sus manos.

A veces se forma una deuda con la sociedad. Ciertos crímenes tienen que ser castigados por la ley si alguien ha hecho algo. Perdonar no significa que la persona no debe pagar su deuda a la sociedad. Algunos necesitan un buen ministerio de la cárcel por un tiempo. Necesitan eso. No por venganza sino porque es justo. Hay ciertas cosas en la sociedad que tienen que…

El perdón significa lo que me debes a mí personalmente, en mi espíritu, te lo cancelo. Lo suelto. Como dijo ese poeta tan profundo en una canción, let it go. Let it go. Suéltalo. Yo he visto personas en el altar soltarlo y de una vez liberado a veces de demonios porque la amargura es una entrada satánica, a veces los demonios se van cuando hay perdón. Una cosa es que cuando alguien perdona se abre el corazón a la gracia de un Dios de misericordia y fluye la bendición en la vida de uno. Hazlo. Es algo precioso para nosotros que Dios nos ha dado la capacidad. A veces se toma, hay que repetirlo, hay que hacerlo no una vez sino cien veces porque algunas heridas se curan solamente con tiempo y hay que repetirlo en el altar, hay que decirlo, pero con tiempo se quita el dolor.

Todavía están las marcas en las manos de Jesús pero no duelen. Las marcas que tenemos, las tenemos, pero no tienen que doler siempre. Y el perdón es la mejor medicina para que no se infecte. No se ponga el sol sobre vuestro enojo. Eso no significa, fíjate, yo tengo que confesar que yo no tome este versículo totalmente literal, algunos lo hacen, parejas que dicen, no nos vamos a acostar enojados, vamos a hablar las cosas… Yo he visto que después de medianoche no se logra nada hablando algo. Dormimos, comemos y ya todo mejor, qué pasó? No sé por qué estaba tan molesto. A veces hay que comer, hay que dormir un poquito. Pero el espíritu del versículo es, no guardarlo. Seamos personas generosas que damos, que damos libremente. Por qué? Porque Dios nos perdonó a nosotros. Y yo no soy nadie para criticar ni juzgar a nada ni nadie. Así que quitar el bloqueo para que fluya el Espíritu Santo en mí.

El segundo es, to prime the pump, bombear la bomba, preparar la bomba para que fluya el espíritu en mi sangre, en mi mente y en mi espíritu. Hacer cosas. Y la Biblia nos dice, actividades precisas y prácticas que podemos hacer todos los días. Así que yo les voy a asignar como una terapista física, les voy a dar ejercicios, ahí si buscan En Efesios 5, versículo 15 a 21. Comienza diciendo:

“…Mirad pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios aprovechando bien el tiempo porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. No os embriaguéis con vino en lo cual hay disolución, antes bien sed llenos del espíritu, hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones, dando siempre gracias por todo a Dios y Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, – y en el versículo 21 – es parte someteos unos a otros en el temor de Dios.”

El texto es bien claro. Si quieres ser lleno del espíritu así que hablando entre vosotros con salmos, himnos y alabanza. Número 2, dando gracias al Señor siempre, y número 3, sometiéndose a personas en autoridad en tu vida. Esas tres actividades.

Algunos queremos hablar del primero, tal vez del segundo pero no del tercero. Vamos a llegar a eso. Primero, algo que podemos hacer para arrancar el espíritu entre nosotros y creo que lo vivimos siempre, es hablar entre nosotros con alabanzas. Qué significa eso? significa que vas a cantar a otra persona? Sí, tenemos algunos que dan serenatas aquí, algunos que sí y no queremos que lo hagan. Tal vez lo hacen. Serenata, qué lindo.

No estamos hablando de eso. Estamos hablando de en la iglesia todos juntos estamos adorando a Dios pero juntos. No hay nada malo en mirar alrededor un poco y sentir, ¡guau! qué lindo estar entre el pueblo de Dios. Porque hay algo diferente cuando estamos juntos que cuando estamos solos. Y la música tiene un poder especial, la música es algo sumamente espiritual.

Yo estaba pensando ayer, mis hijos están tomando piano y tocan, y yo me puse a pensar que el sonido de mis hijos tocando el piano tiene que ser el sonido más lindo que yo escuche en mi vida. Yo escucho ese sonido… pero aún mejor cuando se pongan a cantar con el piano, me mata, cada vez que yo escucho. Es lo más lindo. No importa, no tiene que ser perfecto, y yo me pongo a pensar, Señor, así tu sientes también con nosotros, cuando nosotros hacemos música? Que es el sonido más precioso que puedes imaginar? Y el Señor dice, sí, tu eres mi hijo, cuando tu cantas…

Hay un poema lindo que dice, “cuando el hombre trabaja, Dios lo respeta, más cuando el hombre canta Dios lo ama.” Qué lindo. Dios te ama cuando trabajas también pero… you know what I mean. Hay algo especial. ¡Guau! cuando hay música para Dios. Es algo poderoso, es algo que arranca el espíritu dentro de nosotros.

Una vez yo recuerdo tuve que madrugar por algo, amanecer a las 3 de la mañana para algo que tenía que hacer, y yo recuerdo levantarme y despertarme de un sueño profundo y en mi sueño escuchaba voces pero de multitudes cantando, que el Señor es santo, santo, santo, es Jehová de los ejércitos, y escuché esa música y me desperté porque tenía que despertarme. Y me hacía la pregunta, si tal vez esa música en el espíritu siempre está tocando en el Espíritu Santo dentro de nosotros. Como en inglés se diría, el sound track constante del Espíritu Santo en tu corazón.

Cuando nosotros cantamos al Señor en la iglesia despertamos esa canción constante del espíritu dentro de nosotros. Y es poderoso. Y hay una variedad de cánticos, dice, con salmos. Cuántos aquí le gusta leer los salmos? Si tu eres nuevo y no sabes cómo encontrarlos, just do this, well, I found Lamentaciones… go a little bit to the left, and here we go, Salmos. Ahí, en medio de la Biblia, 150 oraciones y canciones que tu puedes cantar a Dios. También dice himnos que han escrito personas. Me encanta que haya hermanos de la iglesia que escriben porque es una unción bíblica escribir canciones de adoración y en las iglesias podemos cantar las canciones que escriben ellos.

Pero también hay otra canción que quiero hablar, dice canciones espirituales también, dice con himnos y cánticos espirituales. Esto es cuando el espíritu se desata dentro de nosotros. Un cántico nuevo, cuando tu sientes algo dentro de ti, a cantar improvisado al Señor, en español, en inglés, en griego, qué sé yo, cantando en lenguas, cantando tu espíritu al Señor. Yo te animo a veces en la adoración, cuando el espíritu se está moviendo a dejar que fluyan palabras de tu boca y dejar que surja un cántico nuevo dentro de nosotros.

Cuando nosotros hacemos esto se rompe algo en el ambiente, se paran las nubes para que brille el sol sobre nosotros, el sol de Dios sobre nosotros. Se llama en inglés un break through, un romper de pesadez para que haya libertad entre nosotros.

Hoy en la mañana yo hablaba de uno de mis libros favoritos de niños, se llama Horton hears a who. Cuántos aquí han leído ese libro? El del elefante grande. Tiene que ver con un pueblo de personitas tan pequeñas que nadie los puede ver pero un elefante, porque tiene el oído muy grande los escucha, pero hay unos monos malos que van a cocinar ese mundo pequeño en un guiso.

Y el elefante le dice, ustedes, personitas pequeñas, tienen que hacer bulla para que se te escuche. Así que todos los whos, todas las personitas, se ponen a levantar un clamor y gritar y tocar instrumentos, pero todavía no se escuchan. El elefante dice, están seguros de que todos están clamando? Y después el alcalde del pueblito de todas las personitas va buscando y encuentra un muchachito escondido en un apartamento, no haciendo nada, ahí con un yoyo, no haciendo bulla. Le dice, “niño, te necesitamos.” Él agarra al niño – esta es una historia de niños, okay? – él agarra al niño, lo va subiendo a la cumbre de un edificio grande, el Prudential Center y lo levanta y dice, “Ahora grita niño, y el niño dice, “Yup,” y ese ‘yup’ abre los cielos y los monos malos escuchan que hay personitas ahí. Se abren los cielos y el clamor se levanta.

Hermanos, no hay ninguna persona pasiva permitida en la alabanza del Señor. Cada voz significa algo. Tu voz, cada persona juntos, todos clamando al Señor, rompen la pesadez y abre los cielos y se hace una guerra espiritual, hermanos.

Pedro y Silas, dos Apóstoles cuando estaban presos tenían las cadenas. Qué harías tu? Preso para la palabra de Dios, yo me quejaría, ellos deciden cantar himnos. Todo el mundo escuchándolos, qué hacen esos locos? Después de estos locos cantar un tiempo se caen las cadenas y están libres.

A veces, hermanos, aunque tu no quieres cantar, aunque estés triste, aunque estés pesado y enojado, ese es el momento que más hay que cantar hasta que se caigan las cadenas que tenemos y cambien los aires espirituales alrededor nuestro.

Y los domingos es importante estar juntos para hacerlo porque Jesús dice, donde dos o tres congregados en mi nombre, ahí estoy yo entre ellos. Hay un poder orgánico que crece en la comunidad de Dios y si hacemos eso, como una guerra espiritual, no es por nada, que las guerras en el Antiguo Testamento a veces se ubicaban los cantantes delante, cantando ‘Alabad a Jehová porque él es bueno, que para siempre es su misericordia.’ Y al ellos cantar se desataba ángeles contra los enemigos de Dios.

En el libro de Josué ahí tocando el shofar y se abren los cielos y los muros caen. Es que si nosotros hacemos nuestro trabajo como congregación y no venimos a la iglesia como algo solo para pasar el tiempo, no, sino para guerrear en el espíritu, para tocar la puerta de los cielos, despertar el espíritu dentro de nosotros, así se entra un avivamiento entre nosotros. Porque todos somos llamados a eso, hermanos. No hay nadie que no es importante en la congregación de Dios.

Y también si alabamos a Dios juntos con voz alta en la congregación, es más probable que vamos a poder alabar a Dios no solamente el domingo en la mañana sino el lunes en la mañana cuando estamos en tráfico, y tener una canción en nuestro corazón. Cuántos le gusta tener alabanza toda la semana? En el trabajo tocándolo, en el carro, tu cantando y la gente mirándote como… estás loca? No importa, porque me estoy emborrachando.

Uno se porta como un loco cuando está borracho, well, borracho en el espíritu, qué importa, que estoy cantando y la gente me mira raro. Porque el espíritu está llenándonos con alabanza. Así que esto es ejercicio número 1, alaba con todo el corazón.

Número 2, quisiera hablar de la necesidad, versículo 20, de hacer eso, dando siempre gracias por todo al Dios y Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

Así que damos gracias por las cosas buenas, dice dando gracias por qué? Por todo. Cuándo? En todo tiempo. Esto puede ser difícil porque yo no creo que tenemos que darle gracias a Dios por pecado, por algo malo, pero aún durante el malo yo puedo dar gracias a Dios porque aunque esto sea malo, tu eres bueno y para siempre es tu misericordia.

Esto no significa, yo creo, que cristianos siempre tenemos que hablar todo, todo alegre, todo feliz, sin nunca hablar de nuestros problemas. Yo creo que podemos ser honestos, leer los salmos. La diferencia es hablar nuestros problemas a Dios en lugar de andar siempre quejándonos por cada cosa.

Yo te invito a escuchar tu diálogo personal todo el día, las palabras que nos decimos todo el día. Si estoy hablándome todo negativo, el tráfico, el clima y el sol y el calor y el frío y la esto y lo otro, comienza a caer una pesadez sobre nosotros. Yo te asigno acción de gracias como si fuera un ejercicio o una medicina. Trata eso: tomar 5 minutos, ponga ahí en el teléfono, 5 minutos, y tomar 5 minutos para hacer solamente acción de gracias. Puede cambiar mi perspectiva para el resto del día, porque ya todo el mundo cambia a ser un mundo que Dios me ha dado. Ya no es un día lindo solamente sino es un día lindo que mi Padre me ha regalado. Ya no es solamente una comida buena, sino una comida que el Señor mismo cocinó para mí.

Los seres queridos en lugar de siempre mirar los defectos, tomar tiempo de darle gracias a Dios por lo bueno de él, algo hace bueno, por lo menos algo. Busca algo y dale gracias a Dios y comienza a crecer apreciación. Y el Espíritu Santo fluye en ti. Alabanza, acción de gracias. Hay un proverbio que dice, el corazón alegre disfruta de un banquete continuo, porque para todo hay algo para darle gracias a Dios y esto es cultivar la llenura del espíritu dentro de uno porque todo pasa aquí.

El último que quisiera y esto es en cierta manera lo más difícil y por otro lado es lo más importante. Versículo 21 de Efesios 5 dice:

“Someteos los unos a los otros en reverencia al Señor, o por temor al Señor, sumisión en el temor de Dios.”

La sumisión. Palabra favorita. Cuántos aquí les gusta esta palabra? Sí, quiero someterme… bueno, depende a quién, ¿no? sí, si alguien es perfecto, me someto, pero quién es perfecto? La sumisión. Quiero clarificar, después el texto habla de sumisión en la familia, con esposo, con los hijos, obedeciendo a los padres, al jefe. El punto es que el espíritu de rebelión es contrario al espíritu de Dios.

La Biblia dice que la rebelión es como el pecado de la adivinación, es como una brujería, es una forma de contaminar la espiritualidad de uno. Y la sumisión abre camino para el Espíritu Santo llenar el ser humano. La sumisión puede ser sana, alegre, gozosa. La persona sumisa no siempre es una persona callada, quiero aclarar. Algunas de las personas más sumisas que yo conozco son personas alegres, dinámicas, fuertes, sin pelos en la lengua y que tienen fuerza pero respetan y honran a la gente alrededor de ellos.

Y es posible también ser muy respetuoso por fuera y ser súper rebelde por dentro, ahí por las ramas. Es posible. Dios quiere corazones que abrazan la sumisión y honran a las personas alrededor nuestro. Yo no quiero entrar en toda la interpretación de este texto, aunque lo he estudiado mucho y tengo opiniones que puedo hablar.

El punto en general que quiero decir es que somos llamados, si queremos ser llenos del Espíritu Santo a honrar las personas en nuestras vidas, un esposo que honra a su esposa, que habla lindo de ella, que la sirve, que lava los platos, que la toma en cuenta, que la escucha, que la honra como un ser humano importante. Una esposa que aún cuando esté molesta no le hable como si fuera un niño sino respetuosamente. No quiero despertar nada. Okay.

Honrar. No es por nada que la Biblia dice que esposos aman a sus esposas y esposas respeten a sus maridos. El hombre necesita, a veces más que amor necesita respeto para sentirse que él puede. Y la mujer en su vida, esposa, mamá, pueden con ese respeto hacerle sentir, okay, no soy un fracaso total. Pueden hacerle sentir bien. Así que honrando y el esposo honrando a la esposa, poniéndola en alto, poniendo sus necesidades primero. Hijos, respetando a los papás aún cuando no sean bien cool. Respecting your parents even when they are not the coolest. Respetando, honrando.

La rebelión no es cool, la rebelión mata vida. Si alguien respeta. Padre, honrando a sus hijos, disciplinándolos no con ira y frustración sino con amor y con sabiduría. Disciplina pensada, disciplina respetuosa, no avergonzándolos ni en privado ni en público, no rebajándolos, sino honrando a los hijos.

Cuando hacemos esto en la casa, el espíritu fluye en la iglesia. Si queremos avivamiento aquí tenemos que ser serios en honrar a Dios allá. También en el trabajo, habla de trabajadores honrando al jefe como si fuera Jesús mismo. Piensa en tu jefe. Tal vez no se parece a Jesús, tal vez sí, tal vez no. honrándolo y sirviéndolo no para el hombre sino para Dios porque Dios premia y con él no hay excepción de persona. Buscando el bien del jefe, del negocio en lugar de ser político y buscar como cortarle las alas o hacer algo. Respeto para la persona en autoridad. Jefes, que tratan a sus empleados – porque hay algunos jefes aquí entre nosotros, tratando a sus empleados para motivarlos e inspirarlos en lugar de amenazarlos y dominarlos.

Cuando cristianos honramos a nuestra familia y compañeros de trabajo, cuando hay sumisión apropiada el espíritu fluye, hermanos. Los ejercicios de Dios no siempre son fáciles pero funcionan. Si aprendemos a tomar pasitos y darle gracias en lugar de queja, alabar cuando estamos tristes, honrar a personas aún los más difíciles, cuando tomamos tiempo de perdonar, fluye la llenura del Espíritu Santo dentro de nosotros.

Hermanos, Dios tiene vino para ti y para mí. Yo invito a los músicos. Hermanos, Dios quiere que seamos una iglesia borracha en el Espíritu Santo. Y si hacemos esto, si tomamos la palabra de Dios enserio y reconocemos como nuestras palabras y actitudes tengan influencia en el mundo espiritual y pongamos en práctica estos ejercicios, vamos a ser una bomba del Espíritu Santo y va a fluir en nosotros.

Estamos dispuestos? Amén. Algunos dicen amén a a, b y c, no estoy seguro de d, pero Señor, yo lo recibo y voy a orar lo suficiente. Vamos adelante en el nombre del Señor. Pongámonos de pie y vamos a orar por eso.

Padre, en el nombre de Jesús te doy gracias que tu prometes una llenura del Espíritu Santo sin medidas. Gracias, Padre, que el gozo de Jehová es nuestra fortaleza. Señor, gracias que tu pueblo podamos vivir en victoria, Señor. Estas cosas que hemos hablado, tu sabes que no son fáciles, que la lucha es real, Señor, pero yo sé, Señor, que tu vas a bendecir los esfuerzos honestos de tu pueblo.

Padre, yo te pido que cada uno de mis hermanos tengamos oportunidades específicas que tu pongas en nuestro camino de poner en práctica lo que hemos hablado. Y te pido que cuando se presenten estos momentos y hagamos algo diferente a lo normal, Señor, te pido, Padre que bendigas tu pueblo por los pasos que toman.

Señor, ven entre nosotros. Tenemos hambre y sed de ti, Señor, y no queremos que nada ni nadie te contrista sino Señor, queremos que tu estés gozoso entre nosotros. Escucha nuestra voz, te pedimos, en el nombre de Jesús. Amén y amén.

5 pasos hacia una vida llena del Espíritu Santo

Dr. Roberto Miranda

Junio 18, 2017

Transcripción

Padres: tenemos un gran privilegio de inspirar a nuestros hijos, invertir en ellos, enseñarlos, mentorearlos. Como nunca antes, escuche bien esto, nuestros hijos y nuestras hijas necesitan padres presentes, padres activos, padres que tomen en serio su trabajo, ya basta de ese tiempo, voy a decir una palabra demasiado fuerte pero, de que los papás le dejen a las madres el trabajo de la educación de los hijos.

Usted no solamente trae el bacon a la casa ¿sabe? usted trae también consejo y ejemplo, y fortaleza para su hijo o su hija ¿amén? Nuestras hijas también necesitan el calor de ese padre, nuestros hijos más que nunca cuando la masculinidad está más amenazada que nunca antes.

Déjeme decirle algo y perdóneme que ya me meto en otra, pero, el otro día Meche y yo estábamos caminando por ahí por Summerville en una tarde, cogimos un camino que es un pathway donde camina mucha gente en la tarde, en el día, un sitio precioso ahí cerca de nuestra casa, y caminamos bastante, y le puedo decir que en ese camino como una hora y pico yo diría que si no vimos por lo menos 7, 8 parejas homosexuales jóvenes todas, mujeres y hombres, fue poco, 7 u 8, jóvenes lindos, apuestos, eran varones tomados de la mano, mujeres, era algo verdaderamente escandaloso ¿y saben hermanos? como yo digo con esta Palabra no quiero indicar ningún desprecio, siempre hay que aclarar estas cosas por si alguien que está aquí, en mi corazón no hay ningún sentido de superioridad ni de desprecio, ni de juicio, ni de rechazo, si una persona está involucrada con alguna lucha interior en esa área simplemente le bendecimos y en ninguna manera le juzgamos, qué bueno que está aquí, continúe buscando del Señor.

Ahora, habiendo dicho eso es claro que ese estilo de vida nosotros sabemos que no es conforme a la Palabra de Dios y queremos ayudarle si usted está luchando con eso a mantenerse firme en el Señor. Es decir que el comentario que estoy haciendo no se refiere a un desprecio, entiéndame bien, pero sí lo que me tocó es que tanto joven, esto se está convirtiendo en una epidemia muy seria y eso es lo que hemos temido durante años, y más que nunca se necesita que nuestros niños estén cubiertos con la cobertura de un padre y una madre, matrimonios sanos, que nuestros hijos puedan crecer con una idea clara de lo que es ser hombre y ser mujer, y lo que es el beneficio, y la bendición de un hogar balanceado donde el hombre tiene su lugar, la mujer tiene su lugar, la energía masculina y femenina trabajan juntas para producir algo hermoso, pero nuestros hijos necesitan el mentoreo, mentorear, ser mentores ¿no? el discipulamiento, el calor, la insistencia de un padre y una madre que están comprometidos para con sus niños.

Ser padre hoy en día requiere mucho tiempo, mucha inversión, mucho sacrificio. Dios ha puesto papá y mamá también algo más precioso que cualquier joya de este mundo, es tu hijo, tu hija, y cualquier cosa que tú puedas hacer para asegurarte de que tú desempeñes bien tu tarea de padre o madre, no importa lo que tengas que pagar, desvívete, desvélate, pero haz tu trabajo bien hecho porque esos pozos de los cuales hablaba Sara en un día ellos van a volver a recordarlos, quizás la vida un día los tape pero ellos los van a volver a recordar y van a volver a esos pozos, pero tienes que sembrar esa semilla en el corazón de tus hijos.

Así que padres, vamos a apreciar el privilegio increíble que tenemos de ser mentores de nuestros hijos y no pongan precio ni límite sobre lo que se requiera; si te tienes que levantar a las 4 de la mañana para orar, si te tienes que ir en una nevada para llevar a tu hijo a un estudio de la Biblia o a la Iglesia, o a I Wanna, o llevarlo a un museo para que se culturice o lo que sea paga el precio en el Nombre de Dios y siembra esa semilla ¿amén? ahí van dos sermones ya para que no se quejen (risas), uno y dos, y hay otro más todavía, aquí olvídese que esto es un supermercado (ríe).

Vamos a continuar con la Palabra del Señor y quiero invitarlos a continuar con esta meditación sobre vivir vidas llenas del Espíritu Santo, para ser papás efectivos necesitamos la unción y la llenura del Espíritu Santo, y para acometer cualquier aspecto de la vida.

Ustedes me han escuchado hablar de mi experiencia personal, pastoral, nuestra Iglesia, su trayectoria, cómo el Señor nos ha llevado a través de un peregrinaje de tener más del Espíritu Santo, hemos hablado acerca de que se requiere de la llenura del Espíritu Santo, hemos hablado de que a través de la Escritura se ve este patrón de los grandes hombres y mujeres de Dios ser investidos con poder del Espíritu Santo para llevar a cabo sus tareas sea de reyes, de profetas, de sacerdotes, muchas cosas de las cuales hemos hablado, hemos hablado acerca de tomar nosotros autoridad y cultivar el don de Dios que está en nosotros, de que no depende solamente de Dios sino que hay una parte que nosotros tenemos que hacer también.

Mi meta en esta tarde es completar, yo espero, una presentación acerca de cinco pasos que deben seguirse para ser llenos del Espíritu Santo y recibir la unción del Espíritu Santo. A través de los próximos domingos en todo lo que me sea posible yo voy a estar hablando más acerca de esta llenura y mi idea es cubrir ese territorio maravilloso del Espíritu Santo y Su mover en nuestras vidas en diferentes maneras, vamos a ir a través de diferentes escrituras, vamos a peinar, en un sentido, todo el territorio hasta asegurarnos de que ha sido bien cubierto, aunque es un tema que es extremadamente profundo, y habrán muchos momentos más de estos de unción, de impartición del Espíritu Santo, yo sé que esto va a revolucionar nuestras vidas.

Una de las cosas que tenemos que entender hermanos, claramente, y sobre todo para aquéllos que son nuevos en la fe y otros que quizás no han entendido esto todavía, es que no podemos contentarnos con una medida limitada de la unción y el Poder, y el mover de Dios en nuestras vidas, tenemos siempre que estar ansiosos y deseosos, y esa impartición del bautismo del Espíritu Santo, las iglesias pentecostales y los grandes hombres de Dios a través de los siglos han identificado ese momento en que una persona recibe la llenura del Espíritu Santo como un momento diferente y posterior al momento en que se recibe a Jesucristo como Señor y salvador, son dos experiencias diferentes.

Lo que separa el mundo pentecostal con todas sus variantes y el mundo evangélico tradicional es esta idea de que el bautismo y la llenura del Espíritu Santo no es algo que viene automáticamente como el recibir a Cristo como Señor y salvador, sino que el bautismo del Espíritu Santo es una experiencia posterior y secundaria a la recepción de Cristo como Señor y salvador, y que aunque una persona es salva cuando recibe a Cristo como Señor y salvador, y aunque ya tiene al Espíritu Santo porque dice que Él entra a nuestra vida, y sea con nosotros, y nosotros con Él, pero el bautismo del Espíritu Santo es la diferencia digamos entre un lago plácido y tranquilo, con su superficie así limpia y cristalina, y cuando viene un viento sobre ese lago y lo sopla, y lo mueve, y lo levanta sobre esa superficie, esa agua comienza a saltar. ¿Qué dijo el Señor Jesucristo? dijo que los que creen en Mí, ríos de agua viva correrán de su interior, y dice la Biblia que Él decía eso del Espíritu Santo que iba a estar en nosotros.

¿Sabe usted que la Biblia describe a Jesucristo como el que bautiza con fuego? esa es la especialidad de Jesús y Él inició a Sus Discípulos en esa experiencia de bautismo en el fuego del Espíritu Santo cuando les dijo: no se vayan de Jerusalén hasta que no hayan recibido la impartición del Espíritu Santo.

Hay una ilustración de esto en la Escritura, en la curación de un paralítico. Dice la Biblia que había un lugar, Bethesda creo que es, dice que de vez en cuando, impredeciblemente, a ese estanque venía un ángel que no se veía pero que atizaba las aguas de ese pozo, de ese estanque, y cuando esas aguas comenzaban a moverse en una forma sobrenatural e inesperada la gente sabía que en ese momento el Poder de Dios se estaba moviendo en esas aguas y el primero que se tire era sanado.

Ahora no me pregunte por qué el Poder de Dios hacía esta como lotería, que el primero que se tire ese era el que va, y nadie más, porque, de paso, esa es la diferencia entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. En el Antiguo Testamento la impartición del Espíritu Santo era muy limitada y se limitaba solamente a los atletas distinguidos del Reino, los Profetas, los reyes y los sacerdotes, pero ¿qué pasa cuando viene Cristo? que ahora todos somos reyes, todos somos sacerdotes ¿amén? ya el Espíritu no es por medida dice la Biblia, es universalmente accesible, esa es la diferencia entre el tiempo del Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento.

En el Antiguo Testamento el Espíritu Santo era muy limitado en Su transmisión pero cuando Cristo viene democratiza, uh, qué linda esa palabra, democratiza, nunca la había usado pero tengo que recordarla, democratiza la distribución del Espíritu Santo, ahora todo mundo tiene acceso al Espíritu, y eso fue lo que pasó en este estanque.

¿Ven? en el Antiguo Testamento en el tiempo de los Profetas y todo esto solamente uno que otro era sanado cuando el agua comenzaba a moverse, y aquí me han salido dos cosas que, pero mire esto. Ese pozo como estaba así tranquilo, cotidiano, en su expresión cotidiana estaba sin moverse, ahora, cuando venía el Poder de Dios las aguas comenzaban a danzar y a moverse, y la gente sabía: el Espíritu está aquí.

Esa es la diferencia entre un cristiano que tiene el Espíritu Santo en una forma general universal, todos lo tenemos y somos como el pozo de Bethesda, hay agua, está límpido, no hay problema, pero de vez en cuando necesitamos que el Espíritu Santo comience a soplar y esas aguas comiencen a moverse, y eso es lo que yo creo que es el bautismo del Espíritu Santo.

Es tomar agua que está allí ya, no añade nada pero la agiliza, la agita, la dinamiza, y eso es lo que nosotros necesitamos, que el Espíritu Santo que está en nosotros se convierta en un río de agua viva, de agua corriente, y esa es la diferencia entre un cristiano que tiene el agua en forma de pozo de Bethesda y un cristiano en el cual el ángel de Dios ha venido y ha movido esas aguas. Y nosotros necesitamos que Dios aunque sea una vez en nuestras vidas pero más veces Él quiera hacerlo, mueva las aguas en un bautismo del Espíritu Santo, y a eso es a lo que queremos invitarlos a ustedes, a que vivan en el mover de esas aguas.

Ahora lo otro que no quería que se perdiera, esa idea que era, en ese relato del pozo dice que el Señor Jesucristo pasó por ese lago y había un hombre paralítico allí ¿recuerdan la historia? y el Señor le dice: ¿qué tal hombre, cómo estás? sí aquí estoy Señor, estoy paralítico, no me puedo mover y llevo muchos años aquí esperando a que pase este ángel y que el agua se mueva pero no tengo nadie que me agarre y me tire al agua, así que cuando yo ya me movilizo ya otros me han tomado la delantera, y el Señor le dice: ¿tú quieres ser sanado? y lo sana en ese momento, por gracia.

Él no tuvo que hacer ningún esfuerzo, no tuvo que agonizar, no tuvo que tirarse antes que otros, el Señor simplemente lo sanó, yo creo que ahí está la diferencia entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. En el Antiguo Testamento la distribución del Espíritu Santo era algo privilegiado pero ahora todo lo que tienes que hacer es pedirle al Señor, el Señor viene y dice: Hey, Yo te quiero bautizar, no tienes que agonizar, simplemente recibe y deja que Mi Espíritu te llene, y ese hombre fue sanado en una forma total en ese momento.

Entonces esa es la diferencia de vivir en una dimensión limitada de la manifestación del Poder de Dios y una dimensión más poderosa y más profunda, y lo que nosotros estamos pidiendo del Señor en sus vidas es que ustedes aprendan a cómo entrar en esa dimensión. Y mientras digo estas cosas ya me doy cuenta que me va a ser difícil completar la tarea que yo tengo aquí de estos cinco pasos, pero está bien porque todo es bueno y es buen material, si el Señor lo da hay que recibirlo.

Otra imagen acerca de eso porque si yo logro simplemente poner en ustedes lo que es la diferencia entre vivir en la llenura del Espíritu Santo y vivir una vida puramente general ¿por qué? porque muchos de nosotros si somos honestos, muchos de los que están ahora mismo aquí sentados, sin juicio alguno, necesitan un encuentro poderoso con Dios. Yo los veo venir domingo tras domingo pero todavía falta que el Señor venga a tu vida y le ponga dos rayas por debajo, la subraye, ¿tú entiendes lo que estoy diciendo? y que tú salgas a la superficie, y que entres a ese nivel de poder y de agencia, y de autoridad, que no se te puede ignorar porque eres magnético, y eres radioactivo, y eres peligroso porque estás lleno del Poder de Dios en tu vida ¿amén? y eso es lo que Dios quiere para ti, ¿amén? oh aleluya.

Yo sé que aquí hay mucha gente que como el pozo de Bethesda necesita que el ángel venga y mueva las aguas, y cuando tú experimentes eso tú vas a dejar de ponerle límites al Señor, Dios no te va a dar con una cucharita, te va a dar con un cucharón y te va a decir: Abre la boca, y tú vas a tener que hacer así para que te quepa toda la unción que Dios quiere dar a tu vida, esto no va a ser agua o una lechita ¿no? desabrida, es la unción, la llenura de Dios en tu vida.

Y eso es lo que tenemos que buscar más y más, esa diferenciación, lo que hace la diferencia en la vida de un hombre, una mujer de Dios y nos saca de las filas domingueras y de la especialidad de calentar banca, a ser caliente y derretir la banca cuando nos sentamos en ella es la llenura y la unción del Poder del Espíritu Santo. Hermanos, lo que yo quiero es darles vueltas y vueltas a esa tuerca hasta que ustedes entiendan de lo que estoy hablando.

Hay otra imagen que el Señor me proveyó esta mañana, se encuentra en Éxodo capítulo 3 para que ya, llegaremos a ese momento, yo ahora quiero seguir simplemente lo que Dios está haciendo ahora mismo de la manera en que está hablando ¿amén? si hablamos del Espíritu creemos o no creemos, es profetizar, el predicar en el Espíritu es profetizar, es decir las cosas que Dios quiere que digamos sin medida alguna, uno tiene propósito y entonces Dios hace lo demás.

Éxodo 33, vayamos un momentito para que vean otra manera de ver esta diferencia, porque si yo logro dramatizar esa diferencia en su corazón y usted se va de aquí diciendo: wow, el Pastor Miranda tiene razón, yo tengo que, no me puedo conformar simplemente con recibir a Cristo y ser un cristiano genérico, tengo que ponerme a pelear por mi propia salvación, no en el sentido de que seas salvo.

Dice la Biblia: “Trabajad con temor y temblor vuestra salvación” ¿dice así o no, o lo estoy diciendo yo que me volví un hereje ahora mismo? dice que obremos nuestra salvación con temor y temblor, que nos esforcemos en nuestra salvación con temor y temblor. Muchos cristianos nos hemos dejado adormecer por esta idea de que: ah ya yo soy salvo y lo que necesito ahora, ya ponché el ticket, me voy en el próximo avión para que me lleven al cielo; hay mucho que trabajar, aquí todavía, mucho que hacer y Dios te necesita, Dios te necesita como un cristiano apasionado, activado y ardiente en el Espíritu Santo, y a menos que tú entiendas esa parte de que tú tienes que buscar tu propia comida cada día. No dependas de la comida que te da el Pastor o fulanito de tal, la persona ungida o tal, tú tienes que busca tu propia comida. Llega un momento en el que ya tú tienes que dejar de que te estén dando comida a ti y buscarte tu propia comida, y cuando tú vengas a la Iglesia entonces es para compartir la bendición que Dios te ha dado durante la semana, es diferente la idea.

Moisés, Moisés era un hombre ungido, llamado, dotado por el Señor y aquí lo vemos en Éxodo 33 comenzando por el versículo 7. En el versículo 7 vemos a Moisés en sus quehaceres ministeriales y vemos que hay una manifestación muy grande del Poder de Dios en la vida de él, dice que: “Y Moisés tomó el tabernáculo, y lo levantó lejos, fuera del campamento, y lo llamó el tabernáculo de reunión” está en el desierto, el tabernáculo es el lugar de reunión del pueblo, es como este templo, ahí venía el pueblo y se congregaba alrededor de ese tabernáculo de reunión, el tabernáculo era como una tienda de campaña gigantesca y ahí estaban los artículos, y los instrumentos de adoración del pueblo hebreo en el desierto, dice: “Y cualquiera que buscaba a Jehová salía al tabernáculo de reunión que estaba fuera del campamento” como nosotros.

¿Por qué están ustedes aquí? porque están buscando al Señor ¿verdad? y Moisés era el Pastor de todo ese pueblo que estaba en el desierto. “Y sucedía que cuando salía Moisés al tabernáculo todo el pueblo se levantaba, y cada cual estaba en pie a la puerta de su tienda, y miraban en pos de Moisés hasta que él entraba en el tabernáculo” y aquí se me ocurre algo acerca de eso que no lo compartí esta mañana con los hermanos del ministerio en inglés, y es que el modelo del Antiguo Testamento, estoy descubriéndolo mientras lo desarrollo ahora mismo, la diferencia entre el Antiguo Testamento y la nueva experiencia en el Espíritu Santo en el Nuevo Testamento.

¿Quién es el actor principal? Moisés, y el pueblo es un testigo de la unción de Moisés y de lo que Moisés está haciendo, pero Moisés es el agente y el pueblo es como el objeto, y el pueblo ve lo que Dios está haciendo en la vida y a través de la vida de Moisés, ese es el modelo y digo esto con todo respeto, de la Iglesia católica y de la misa católica, donde el sacerdote está en el frente, o en el medio donde está la hostia y todas estas cosas, y el sacerdote es el que está oficiando la misa ¿verdad que sí? y antes cuando era en latín peor todavía porque la gente ni sabía lo que estaba diciendo, y eso es bueno porque así uno predica y la gente no sabe lo que está diciendo y no tiene que prepararse, puede ser un disparate y la gente no sabe lo que tú estás diciendo (risas), antes era en latín así la misa, pero ahora aún con la misa traducida al vernáculo el sacerdote es el tutumpote de la misa, el sacerdote está ahí haciendo sus cosas y el pueblo está mirando, y está oficiando, y el pueblo es testigo, ese es el modelo.

De hecho la Iglesia católica ha seguido mucho el modelo del Antiguo Testamento, por eso todas las vestiduras, el incienso y toda la liturgia es más perteneciente al Antiguo Testamento, en el Nuevo Testamento Dios democratiza, democratiza eso y ahora todos participan.

Pero aquí vemos a Moisés, la unción de Dios está sobre él y él está oficiando, y el pueblo se acerca y él dirige, y encabeza y canaliza la unción de Dios, “y miraban en pos de Moisés hasta que él entraba en el tabernáculo. Cuando Moisés entraba en el tabernáculo, la columna descendía y se ponía a la puerta del tabernáculo, y Jehová hablaba con Moisés.” De nuevo, ese modelo que Dios nos está diciendo, eso sirvió para los tiempos de Moisés pero ahora estamos en los tiempos de Jesucristo, no es solamente cuando llega el sacerdote, el hombre de Dios que la nube desciende.

Hermanos: nosotros los Pastores de la Congregación Dios nos usa para ciertas cosas pero ¿sabe qué? nosotros somos solamente instrumentos en las Manos del Señor, somos parteros, no nos mire con ningún tipo de gran reverencia ni nada de eso, nosotros somos artesanos de las cosas de Dios, somos trabajadores, obreros, Dios nos usa para ciertas cosas pero usted, usted tiene la misma unción, el potencial de cada uno de nosotros. Déjese de estar buscando que el Pastor le unja, le ore, le meta una llave inglesa y lo tire al piso, usted tiene la unción de Dios en su vida, el modelo del Nuevo Testamento es que todos somos reyes y sacerdotes, todos tenemos la unción de Dios, yo no soy el único, ni los Pastores de la Iglesia, todos, tú tienes el Poder de Dios, te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti.

Los tiempos en que sólo un hombre encabezaba, encarnaba y canalizaba el Poder de Dios y el resto del pueblo estaba allí como asombrado de esa manifestación, ya ahora en Cristo Jesús todos somos reyes y sacerdotes, y la unción de Dios se manifiesta en cada uno de nosotros.

“Y viendo todo el pueblo la columna de nubes que estaba a la puerta del tabernáculo se levantaba cada uno a la puerta de su tienda y adoraba.” Y mire aquí lo que dice acerca de la vida de Moisés porque todavía no he entrado en materia, “Y hablaba Dios a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero. Y él volvía al campamento; pero el joven Josué, hijo de Nun, su servidor, nunca se apartaba de en medio del tabernáculo.”

Lo que quiero es que mire esto: Moisés era un hombre bastante ungido. Cuando dice que Dios hablaba con él cara a cara no era que lo veía cara a cara porque vamos a ver algo interesante más adelante, sino que hablaba con él de una forma muy íntima, muy profunda y directa. Moisés era un hombre muy ungido y desempeñaba su labor cotidianamente con un gran nivel de intimidad con Dios.

Y para mucha gente hubiera podido decir: ¿sabes qué? ya con esto tengo suficiente, no quiero más y no necesito ir a ningún otro nivel de profundidad espiritual, pero lo que a mí me interesa es que usted vea que, a pesar de tener ese nivel de intimidad y de estar directamente vinculado con la Presencia de Dios Moisés sabía que todavía había otra dimensión ¿ve a dónde voy? eso es lo que quiero que miremos un momento, y que nosotros tenemos que vivir sedientos y hambrientos de una dimensión mayor de intimidad con Dios en nuestra vida, no nos podemos conformar con la unción de ayer. Como dice ese coro: ayer ya pasó, te necesito hoy, Espíritu Santo sopla en mí.

La unción de ayer como el maná como yo decía, no sé si fue aquí o en el otro servicio, el maná de ayer no te sirve para hoy. Cuando tú te levantes por la mañana Dios te va a decir: Más na’, ahora tienes que buscar maná fresco. Oh Señor ¿dónde está el maná fresco que yo me comí? No hay más na’, ahora tienes que buscarlo allá, ir al desierto y buscar tu maná, por eso de ahí viene la palabra, más na’, es decir te lo comiste un día y ya no hay más na’, esa es la concordancia bíblica Roberto Miranda (risas), el maná hay que buscarlo cada día y la unción que te sirvió para ayer no te sirve para hoy, hoy tú tienes que buscar fresca unción de parte de Dios.

Moisés no se conformó con la unción que él tenía sino que él quería algo más, y mire lo que le dice al Señor, versículo 12: “Y dijo Moisés a Jehová: mira” wow, ¿cuántos se atreven a decirle al Señor: “mira”? Moisés hablaba con Dios como cualquiera habla con un papá, ¿cómo vas tú con tu papá? no le dices: Oh Padre gracias porque Tú me sacaste a la vida y usaste a mamá, y un encuentro especial que tuvieron usted y ella, y ahora vengo a pedirte que abras la nevera y me des un dulcito que está ahí (risas), usted dice: papá, tengo hambre, necesito algo.

Moisés le dice: “mira, Tú me dices a mí: Saca este pueblo, y Tú no me has declarado a quién enviarás conmigo.” Ojalá que nosotros tuviéramos ese nivel de intimidad con Dios, que nosotros pudiéramos hablarle al Señor, llorar delante de Él, que nos chorreen los mocos cuando venimos y que nos soltemos, y nuestras cargas, nuestros fracasos, nuestros temores, los despleguemos delante de Dios, hablar con Dios como hablamos con nuestro papá, nuestro papi, eso es lo que quiere decir la palabra “Abba”, Abba quiere decir Papi, y esa es otra diferencia entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. Antes en el Antiguo Testamento Dios era ese fuego terrible que tronaba en el monte y la gente decía: no, no te acerques a nosotros porque morimos, ahora Dios es Abba, Padre, papá.

Y entonces Moisés habla con esa intimidad, ese atrevimiento. La Biblia dice que nos acerquemos confiadamente al Trono de la Gracia, no le tenga miedo a Dios, háblele a Dios con toda soltura, pídale, atrévase a pedirle al Señor cosas grandes. ¿Sabe por qué no le recibimos más? porque no le pedimos al Señor, porque no concebimos visiones aterradoras. ¿Cuántos se han atrevido algún día a pedirle algo al Señor que después que lo pidieron se aterraron y dijeron: que fue lo que yo pedí? Pídale a Dios cosas que le den miedo y que después diga: Señor creo que me pasé de la mano ¿no? espérate, no me des eso.

Yo le pedí al Señor así hace 30 y pico de años: Señor mi vida es Tuya cuando estaba en la universidad, recuerdo bien, Dios me había transformado, estaba en un tiempo de enamoramiento con Dios después de haber casi nacido en la fe, haberme apartado por un tiempo y Dios me había traído a su camino, y en el segundo año más o menos en la escuela graduada dije: Señor Tú me has dado muchas cosas, haz lo que quieras de mi vida, la pongo delante de Ti, toma control, y mira dónde me tiene (ríe), si yo hubiera sabido yo no sé si lo hubiera pedido pero gloria a Dios. Si usted le pide a Dios tenga cuidado porque tenemos un Dios generoso y a veces cuando le pedimos cosas Él nos las concede, grandes cosas, atrévase a pedirle. Por eso dice: acerquémonos confiadamente, pídale cosas atrevidas y osadas al Señor.

Moisés le pide algo atrevido, Moisés la cosa es que él no está contento con la unción que hasta aquí él tiene y con la unción de Dios que hasta aquí él tiene, y con las experiencias de Dios que hasta aquí él tiene, él sabe que hay algo más, entonces dice: Tú me has dicho saca este pueblo y sin embargo no me has dicho a quién enviarás conmigo, “y sin embargo Tú dices: yo te he conocido por tu nombre, y has hallado gracia en mis ojos.”

En otras palabras Moisés le está diciendo: Señor Tú me has prometido una cantidad de cosas, me has dicho esto, me has dicho lo otro, me has dicho que voy a salir, pero todavía no sé qué Tú me vas a dar, cómo voy a hacer esto, tenemos que entrar en una tierra de cananitas y de gente fuerte y, yo no sé cómo vamos a hacer eso, yo no tengo la unción que necesito y Tú no me has dicho, no me has dado instrucciones acerca de cómo hacer estas cosas.

Y así mismo yo creo que tenemos que venir ante Dios muchas veces y decirle: Padre, Tú me has encomendado que dirija un pueblo en el ministerio, Tú me has dado cuatro hijos y yo no sé cómo educarlos en el temor de Dios, me has dado un matrimonio y francamente yo no sé cómo ser un buen esposo y un buen papá, Tú me has puesto a enseñar muchachos en una escuela que son rebeldes y están con la mente ensuciada por el internet y todas las cosas, porquerías que ven y un sistema que no me permite darles la instrucción que necesitan, usted trabaja en una compañía o manejando un taxi y no sabe cómo hacer de alguna manera, lo que sea, usted que venir delante de Dios y decir: Señor, Tú me has puesto una tarea en las manos, Tú me has pedido que haga cosas, Tú me has puesto un ministerio en mis manos, inquietudes y sueños pero no me has dicho todavía qué Tú vas a darme para que yo lleve a cabo esto.

Porque tarde o temprano hermanos en nuestra vida tiene que llegar un momento en que nosotros reconozcamos que no tenemos lo que se requiere para llevar a cabo las tareas que Dios nos ha encomendado y que tenemos que hacer en la vida.

Yo creo que hasta que uno no llega a un momento de desesperación en la vida cristiana y reconoce que no tiene lo que se requiere Dios no te puede verdaderamente usar en tu vida. Hasta que tú no te descalificas a ti misma y a ti mismo y tú reconoces que no tienes lo suficiente Dios no te va a usar.

Yo les digo: yo estoy claro que estoy claro, que estoy claro, que en esta etapa de mi vida no tengo lo que se requiere para llevar a este pueblo a donde Dios lo quiere llevar, no se escandalice ni se atemorice de lo que le estoy diciendo porque yo creo que ese es el mejor lugar donde un Pastor puede estar, en el momento de reconocer que no tiene lo que se requiere, y yo le puedo decir que neurológicamente, temperamentalmente, intelectualmente yo no tengo lo que se necesita para los sueños que Dios me ha dado, y me alegro de estar en ese lugar, y me alegro de que Dios esté esa tuerca apretándola más y más, y que se está haciendo insoportable esa consciencia de mi ineptitud y mi descalificación, porque es ahí donde entonces venimos delante de Dios y decimos: Señor, dame lo que necesito, dame una unción adicional, dame la provisión para el camino.

Y muchos de nosotros creemos, el problema es que creemos que tenemos lo suficiente. Venimos a la Iglesia el domingo, echamos una papeleta ahí de algún tamaño en el plato de la ofrenda, cantamos tres o cuatro coritos pasados por agua allí mientras pensamos en la película que vamos a poner esta noche en Netflix o lo que sea y creemos que ya eso es todo, hacemos un trabajo mediocre ahí como padres, madres, trabajadores, siervos del Señor y estamos muy contentos con eso, pero solamente cuando nos damos cuenta de la gran tarea que Dios tiene para nosotros y de lo mucho que se requiere, y de lo poco que nosotros tenemos podemos verdaderamente recibir una investidura del Poder de Dios en nuestra vida.

Yo creo que el creyente tiene que vivir con un sentido profundo y perseguidor de déficit en su vida, y hasta que nosotros no aprendemos a vivir con ese sentido de déficit, y a la misma vez que también estamos bajo la gracia porque es una mezcla, no es que tú vivas afanado y agonizando, y con paranoia, no, vive con hambre pero también sabe que Dios te va a llenar.

Entonces Moisés viene y le dice: Señor no me has dicho a quién vas a enviar conmigo y Tú dices que me has conocido por mi nombre, y que he hallado gracia ante Tus ojos, y mire aquí la petición osada que Moisés le hace al Señor, dice: “Ahora pues, si he hallado gracia en Tus ojos, te ruego que me muestres ahora Tu camino para que te conozca y halle gracia en Tus ojos.”

Yo no sé si ese versículo está subrayado en su Biblia pero lo está en la mía, yo no sé cuándo lo puse allí pero yo creo que ese es un versículo emblemático de todo creyente genuino y auténtico, subráyelo y hágalo parte de su vida, muéstrame ahora tu camino para que te conozca y halle gracia en Tus ojos.

Y entonces dice: “Y mira que esta gente es pueblo tuyo.” Él se siente abrumado por un sentido de responsabilidad. ¿Usted sabe lo que es dirigir un pueblo de un millón de hombres y mujeres no incluyendo mujeres y niños y estarlos guiando por un desierto inhóspito con serpientes, y alacranes, y escorpiones y un sol quemante durante el día sin casas ni pozos de agua, ni maquinaria, ni artefactos que permitan alimentar a un pueblo de ese tamaño y tener que mantenerlo, y saber que un día tú vas a tener que meterte a la tierra que Dios te dijo, que está llena de gigantes ahí o de gente armada hasta los dientes y poderosos, y diestros en la guerra que te van a resistir hasta la muerte, y Dios te ha dicho esa es la tierra que Yo tengo para ti, y tú tienes que dirigirlos cada día, y darles consejo, y darles enseñanza, y ejemplo?

Y por eso él le dice: y aquí está esta gente, es pueblo Tuyo. ¿Cuál es la respuesta que Dios le da? “Mi Presencia irá contigo” wow, qué bello, “Mi Presencia irá contigo, y te daré descanso” wow Dios me está hablando ahora mismo a mí al leer ese pasaje, Mi Presencia irá contigo y te daré descanso. ¿Cuántos necesitan descanso ahora mismo? muchos de nosotros estamos abrumados con el próximo bill que vamos a tener que pagar del agua o de la luz ¿sí o no? dígalo, confiéselo. Muchos de nosotros nos falta trabajo, tenemos hijos que necesitan mucho del Señor ahora mismo, tenemos matrimonios a veces que están cojeando, estamos luchando con gigantes en nuestra mente, adicciones, cargas de todo tipo ¿sí o no? estamos cargados, trabajados y cansados muchas veces, vivimos en una cultura que desde que comienza el día se encarga de desgastarnos y agotarnos lentamente, y por eso es que necesitamos dos cosas: la Presencia y el mover de Dios en nuestras vidas, la unción de Dios que pudre el yugo en buen lenguaje pentecostal, pudre el yugo, necesitamos el mover de Dios en nuestras vidas y descanso.

¿Cómo podemos nosotros ministrar en las dimensiones que Dios tiene para nosotros? sea de dirigir una agencia, sea de encabezar un hogar, un salón de clases o lo que sea, ¿cómo podemos hacerlo sin desgastarnos, sin quemarnos, sin pasar noches de desvelo y llenas de ansiedad? con la Presencia y la unción de Dios refrescándonos cada día, el Espíritu Santo que habita en nosotros y que se mueve dentro de nosotros.

Los cristianos tenemos que ser como los camellos que llevan el agua dentro de la tutuma, ¡uf! qué lindo sóno eso (risas). La palabra tutuma no es muy bella pero ¿sabe qué? que el camello tiene una virtud y es que atesora, stores el agua, almacena el agua en esas tutumas y no se puede apagar, la tutuma es una buena palabra, ahí es que tienen el agua en reserva y por eso es que pueden caminar por el desierto horas y horas, y horas en el desierto porque tienen una vasija de agua ahí portátil continuamente, y yo creo que nosotros debemos de ser así con el Espíritu Santo.

El Espíritu de Dios tiene que morar dentro de nosotros de manera que nosotros podamos caminar en el desierto y tener una reserva de agua que siempre nos reserva y nos alimenta, y por eso es que tenemos que atesorar la Presencia y la unción de Dios. Por eso es que yo no veo otra manera de vivir vidas poderosas y perpetuamente frescas en el Espíritu si no es renovando esos pozos que quizás la Palabra que Sara trajo esta mañana es profética, porque muchos de nosotros no tenemos pozos de los cuales beber agua, el agua del Espíritu.

Por eso es que la Biblia compara el Espíritu a agua fresca, y yo quiero animarnos a todos hermanos a hacer un pacto a muerte con el Espíritu Santo y a saber que nosotros tenemos que ir a la fuente y buscar agua fresca de parte del Señor todos los días de nuestra vida, y esa agua viene con el bautismo del Espíritu Santo, ese sello que Dios nos imparte, esa convicción, esa proximidad, esa intimidad continua con el Espíritu Santo, ese es el agua que nosotros necesitamos para que nos refresque cada día de nuestra vida y eso sólo se consigue usted metiéndose a buscar la Presencia de Dios en su vida, haciéndose responsable por su propia vida espiritual y mantenerse en intimidad con Dios, y pagar el precio, hay un precio que pagar por la unción hermanos.

La unción de Dios tiene un costo, una vida de entrega perpetua, sacrificios, privaciones, no disfrutar de todo lo que a usted le da la gana, hay que pagar, el precio, ayuno, oración, Palabra, obediencia, congregarse, dar, servir, morir, ese es el precio para una llenura del Espíritu Santo en nuestras vidas, tenemos que vivir vidas llenas del Espíritu, eso no se da simplemente en una vida genérica congregacional, es lindo pero esa no es la fuente de las aguas. La fuente de las aguas está dentro de ti buscando personal e individualmente la Presencia de Dios en tu vida.

Y por eso Dios le dice: “Mi Presencia irá contigo, y te daré descanso.” Yo le pido al Señor ahora mismo que ese sea el lema de nuestras vidas, si la Presencia de Dios está en nuestras vidas estaremos descansados e inquietos, junto a aguas de reposo me pastorearás dice la Palabra del Señor, el Poder, la unción de Dios.

Y entonces Moisés le responde: “Si Tu Presencia no ha de ir conmigo no nos saques de aquí” y añade, porque Moisés como buen judío era negociante y negociador, y entonces le dice, he bargains with God, dice: “Bueno, ¿y en qué se conocerá aquí que he hallado gracia en Tus ojos yo y Tu pueblo sino en que Tú andes con nosotros, y que yo y Tu pueblo seamos apartados de todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra?” “Y Jehová dijo a Moisés: también haré esto que has dicho, por cuanto has hallado gracia en mis ojos, y te he conocido por tu nombre.”

Y entonces mire lo que Moisés le dice, aquí vamos al punchline, al meollo mismo del sermón, “él entonces dijo: te ruego que me muestres Tu gloria;” y le dijo el Señor: “Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro” qué bello, qué poético, “Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti;” oígame: si usted quiere una imagen poética, artística preciosa ahí está, Yo haré pasar todo mi bien delante de ti, ¿por qué le dijo eso el Señor a Moisés, por qué lo puso en esos términos, qué es todo mi bien?

Todo mi bien quiere decir toda mi propiedad, todas las cosas buenas que tengo Yo las voy a exhibir delante de ti, todo lo que Yo tengo en mi tesoro te lo voy a pasar en un momento, Yo lo haré pasar todo en un momento así, todo mi bien delante de ti.

¿Saben hermanos? se me ocurre que eso es lo que viene con la llenura y el bautismo del Espíritu Santo, los dones del Espíritu Santo vienen con la llenura del Espíritu Santo y Dios nos dota de todo Su bien en potencialidad, nos preña con todos Sus bienes y los deposita dentro de nosotros, ya los tenemos allí, estamos preñados con la dotación de Dios. Todos los dones, todos los artefactos del templo entran a nuestra vida, todos los atributos de Dios en potencial nos preñan y nos llenan en una forma criminal y están ahí dentro de nosotros ya, y ahora nos toca simplemente vivir en ellos.

La Biblia dice que Dios nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestes, toda buena dádiva, todo don perfecto ya Dios lo ha puesto dentro de nosotros, y Dios le dice a Moisés: Haré pasar todo mi bien delante de ti y proclamaré el Nombre de Jehová delante de ti, como queriendo decir: Te voy a sellar con Mi Presencia, te voy a sellar con Mi personalidad, Yo voy a decir una palabra: Jehová, y esa palabra te va a caer encima y te va a saturar de Mi carácter, de Mi Presencia, Mi dotación, Mi Poder.

Yo creo que de nuevo, ese es ese bautismo, esa inmersión, es cuando nos sumergimos en la personalidad de Dios y Él nos satura por dentro y por fuera. Hay un agua que Dios da que no se queda por fuera de la piel, esa agua penetra por cada poro y se mete por tu neurología, se mete en tus músculos, se mete en los tejidos de tu cuerpo, se mete en tu cerebro, tu personalidad, tus memorias, tus emociones, tus heridas, el agua de Dios entra y te baña en cada mínima esquina y lugar recóndito de tu ser. Yo pasaré Mi Presencia y declararé Mi Nombre sobre ti.

Qué bueno que Moisés no se quedó simplemente con una experiencia parcial porque de eso se trata ¿no? este pasaje, es que él quería más y Dios le dió más, dice: “Y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente” wow, qué bello es el amor, el Poder, la generosidad de Dios para aquéllos que le creen y le buscan, y no están contentos con solamente una medida.

Dios quiere que le pidas las aguas de arriba y las de abajo, que no te contentes con un poquito nada más, yo quiero preñarlos a ustedes hoy con un deseo de más del Señor. Yo siento que Dios está hablando ahora mismo a este pueblo proféticamente y que Dios quiere que salgamos de aquí desesperados por la Presencia y el Nombre de Dios sobre nuestras vidas, que salgamos de aquí con una misión y es de estar saturado de la Presencia de Dios como Moisés lo estuvo cuando bajó del monte, dice que su rostro brillaba porque se había saturado tanto de la Presencia de Dios que la gente lo veía y veía la gloria de Dios en él, y es la única manera, oh que el Señor nos torne en monjes del Espíritu, sacerdotes y sacerdotisas del Espíritu buscando del Señor día y noche temblando de deseo de que el Rey nos visite en nuestra recámara, necesitamos que el Señor nos muestre Su Rostro.

Y lo que yo les estaba diciendo, este iba a ser simplemente un versículo camino hacia el mensaje pero yo creo que Dios nos detuvo ahí en una Palabra profética, Dios dice: No te contentes con la primera posición, el primer estado de Moisés aunque te parezca que ya tienes mucho quizás, ve a la segunda etapa, la etapa de la gloria, la Presencia, el Rostro, la dotación, los bienes que Dios quiere darte, no te quedes en el primer lugar, ve al segundo, ve a la nueva etapa.

Los Discípulos en el monte vieron la gloria de Dios y dijeron: Señor vamos a hacer tres tienda y vamos a quedarnos aquí, Él dijo: No, hay otras cosas, no se queden aquí, métanse en la aventura de descabezar gigantes, tener aventuras conmigo, vayan allí, hay un demonio que está afligiendo a un muchacho, vayan allí, libérenlo. Tenemos que ir más hondo, más, más, tenemos que ser insaciables en nuestro apetito y nuestra hambre y sed por Dios, y eso es lo que Dios quiere, un pueblo ambicioso, un pueblo que se atreva a pedirle a Dios cosas que lo aterren, esa es la Palabra de Dios para ti.

Pídeme hasta la mitad del Reino y yo te lo voy a dar. ¿Tienes tú el valor de decirle al Señor: Padre, yo quiero algo inusitado para mi vida y quiero que Tú hagas algo más allá, sin precedentes conmigo, en mí y a través de mí, y quiero Tu unción en una medida mayor de la que hasta aquí la he tenido, como Moisés quizás yo he estado disfrutando de buenos tiempo Contigo pero yo quiero algo más, yo quiero ver Tu Rostro, yo quiero intimidad. Quiero que me des una expresión tan poderosa de Tu Persona que me tenga que meter las rendijas de unas rocas para que me protejan porque la explosión va a ser tan grande que si no estoy protegido me vas a calcinar y me vas a convertir en carbón, eso fue lo que Dios le dijo: Métete en la esquina de esa roca y esa rendija para que cuando me veas no te destruya lo que vas a ver.

Yo le digo: Señor yo quiero eso, yo quiero que si me muero mirando Tu Rostro amén pero lo habré visto aunque sea un segundo o algo que tú me des que no tenga ejemplo ni precedentes, pidámosle al Señor cosas grandes, atrevidas y osadas, en esta tarde eso es lo que deseamos para ti.

Si tú no has tenido una experiencia con Jesucristo si quieres pasar aquí adelante, si quieres ponerte de pie, si quieres venir acá también puedes hacerlo, no vamos a estar con muchas cosas, pero si alguien no conoce a Jesús en ese nivel inicial y quiere entregar su vida al Señor ahora mismo el lugar está abierto. Si usted conoce a alguien que está a su lado que vino acá y que no conoce a Jesús mire, invítelo a subir acá y a orar por él, si usted sabe que no lo conoce venga acá, y si no, si ya usted lo conoce pero quiere como Moisés ir a otro nivel yo le voy a pedir que haga algo atrevido, se ponga de pie y diga: Señor, quiero conocerte en otro nivel, quiero conocerte en otra dimensión, hágalo como algo profético, no lo haga genéricamente, yo quiero sentir que esos huesos crujen cuando usted se ponga de pie porque usted va a estar haciendo algo muy serio ¿okay?

Y yo ahora mismo me he puesto de pie en mi espíritu para pedirle al Señor que me asuste y me aterre con Su provisión, y yo le pido al Señor que esta Iglesia sea formada de hombres y mujeres radicalmente comprometidos con el Reino de Dios, que el más pequeño sea como esos hombres de David. Yo no recuerdo cuál es la expresión pero el más pequeño hace huir a cien, de gente peligrosa para esta ciudad y para las fuerzas del diablo, peligrosa en el sentido de que toda maldad del enemigo tiemble ante la presencia de un miembro de esta Congregación no para gloria nuestra sino para gloria de Dios.

Que Dios empareje esta Congregación, que no hayan lugares de frío y de calor, todo pasión, todo entrega. Oh mi hermano si tú no estás allí pídele al Señor que te lleve allí, si tú no has sentido esa hambre y esa sed de Dios en tu vida pídele que te lleve allí, yo te puedo decir que es ahí donde yo vivo y que no hay nada que me calme esta hambre que yo tengo por la unción y la Presencia, y la aprobación, y el deseo de ver a Dios manifestarse como nunca antes.

Yo estoy aguantando allí porque quiero el premio mayor, no me den premios de segunda o de tercera categoría, yo quiero el premio mayor, quiero pegarme con el premio mayor y estoy dispuesto a esperar a que venga, y así yo te pido. El cristianismo no es cosa de juego, esto no es cosa de juego, nosotros lo hemos convertido en juego pero no es un juego, es una aventura, es una saga heróica lo que Dios quiere que vivamos. Dios quiere que la gente en generaciones futuras diga: yo la conocí, yo lo conocí de tu vida, que tus hijos te recuerden como un hombre que los selló como una imagen que le dura para toda la vida y que coman de esa imagen todos los días de su vida, eso es lo que Dios quiere, que dejemos algo aquí en la Tierra.

La mayoría de los cristianos se mueren y nadie se percata de que existieron, nosotros queremos hacer una diferencia. Yo te comisiono en el Nombre de Jesucristo, levanta tus manos ahora mismo, yo te comisiono en el Nombre de Jesús para algo extraordinario y declaro el bien de Dios sobre tu vida, declaro la dotación del Espíritu Santo, la llenura del Espíritu de Dios, dones siendo distribuídos, inquietudes, anhelos, oh, insatisfacción grande por donde estás y una petición: Señor, dame más, dame más.

Dame hijos o si no me muero. Ayúdame a dar a luz algo bueno, algo grandioso, algo admirable, algo que Tú apruebes, algo que traiga deleite a Tu corazón antes de yo morirme Padre. Yo declaro el bien de Jehová corriendo delante de esta Congregación ahora mismo, todo el bien de Dios corriendo, la Presencia de Dios que nos dé descanso y que nos movamos en ese reposo de Dios, ese reposo preñado de Dios donde están todos los nutrientes de una vida poderosa, fructífera.

Oh Señor un momento sagrado que te pedimos que Tú selles en Tu Libro Padre, escríbelo en Tu Libro Padre, que esto no sea simplemente algo pasajero, nosotros hacemos un pacto Contigo Señor, queremos ver Tu gloria y queremos que el Nombre de Jesús sea escrito esculpido en el lugar céntrico de nuestra voluntad y de nuestro ser, en ese recóndito espacio de las fundaciones de nuestro ser, allí en esa piedra angular esté la piedra y la unción del Espíritu Santo en nosotros en este pueblo Padre, séllanos y escribe el Nombre de Tu Hijo, somos propiedad de Él.

Esta Iglesia se consagra a Ti Señor, no nos dejes vivir vidas tibias, mediocres, generales, genéricas, vidas específicas, vidas consagradas. Oh Señor, pasa delante de nosotros y grita Tu Nombre en frente de esta Congregación Padre y séllanos, para gloria Tuya, para gloria Tuya, aleluya, gracias Señor, gracias, aleluya, amén y amén, gloria a Dios, gracias Señor, gracias Dios.

Servir a Jesús sin Jesús es tortura

Gregory Bishop

Junio 11, 2017

Transcripción

Libro de los Jueces. El pastor viene hablando en estas semanas de la llenura del Espíritu Santo, del hecho de que Dios derrama su Espíritu Santo sobre su pueblo y él está queriendo reanimarnos. Nosotros somos una iglesia evangélica en que creemos en la palabra de Dios. somos también una iglesia evangelística y creemos en también obras de misericordia en la sociedad. Pero más que todo, y primero que todo somos una iglesia pentecostal. Aunque somos bautistas, qué locura. Es una iglesia bautista pero es una iglesia pentecostal que cree que el Espíritu Santo vive entre su pueblo y que sin la unción de ese Espíritu Santo no vamos a ningún lado. Pero con él derramando sobre su poder sobre nosotros no hay nada que no podamos hacer en su nombre. Y por eso el pastor está predicando de esto en estos días, porque cada de vez en cuando tenemos que reanimarnos en eso, re consagrarnos a la llenura del Espíritu Santo.

Pero también tenemos mucha gente nueva que no han escuchado de eso y por esto tenemos que tomar tiempo de hablarlo. Mi meta hoy es hablar de la necesidad y el llamado para cada uno de nosotros a disponernos al uso del Espíritu Santo, a ser vehículos para el Espíritu Santo. Esto funciona en inglés no sé si funciona en español. Decir, yo quiero ser un vehículo para el Espíritu Santo como si yo fuera un carro y quiero decir que si tu quieres lo puedes manejar. Aquí estoy, a tu uso, si tu quieres llenarme y usarme estoy a tus ordenes, Señor. Y algunos piensan, bueno, esto no es para mí porque yo no sé, todavía tengo problemas, todavía tengo luchas, no soy como aquellos, o esa persona, la verdad es que la calificación principal, y vamos a ver eso, para esta llenura del Espíritu Santo es un corazón dispuesto.

Y vamos a mirar unos casos en el Libro de los Jueces que fue una época en la historia del pueblo de Dios, la nación de Israel, que ellos vivían con altos y bajos, como pueblo ellos estaban luchando con adorar al Señor, y a veces caían en la idolatría. Y el Señor los entregaba al poder de sus enemigos y sufrían castigos hasta que clamaban al Señor otra vez y le decían al Señor, “Señor, ayúdanos, porque estamos sufriendo por nuestros enemigos.” Y el Señor les responde cada vez diciendo, “No te dejaré solo. Vendré a ti y pelearé a ti a través de una persona y voy a poner ese espíritu sobre ese líder, ese juez que va a declarar el juicio de Dios contra los enemigos de Dios y va a ser un líder ungido, me va a representar entre ustedes.”

Y cada vez que el Espíritu Santo caía sobre una de esas personas, la Biblia usa palabras diferentes y nos enseña cómo es que el Señor quiere poner su espíritu sobre su pueblo, no solamente entonces sino también ahora, porque vivimos en una época parecida. Hay enemigos fuertes contra nosotros. A veces algunos podrán pensar, Señor, ¿qué vamos a hacer? El Señor dice, “No te dejaré solo, vendré a ti, pero estoy buscando un vehículo para usar, un portador de mi poder entre el pueblo.”

Así que vamos a ver la variedad de maneras que el espíritu cae sobre su gente. Sabemos que en la Biblia a veces el Espíritu Santo cae con una paz. Había una paloma que descendió sobre Jesús y la voz del Padre. Pero había otros momentos que el Espíritu Santo vino como un viento y un fuego. El Espíritu Santo viene en maneras diferentes. El Señor quiere pueblo que dice, Señor, yo estoy aquí para lo que tu quieras, lo que a ti te da la gana, hazlo en mí. O sea, con un viento apacible o con un fuego consumidor. Yo quiero ser usado por ti.

Así que vamos a mirar los casos de esto. Y en el Libro de los Jueces en capítulo 6 vamos a comenzar con el juez Gedeón. Ahora, fue una época terrible para el pueblo. Estaban bajo la opresión de los madianitas, bad guys, oprimiéndolos. Y fue tan malo que esa nación había robado su trigo, su ganado, ellos si tenían trigo o ganado lo tenían que esconder de ellos. Vivían acobardados, vivían denigrados, como se sentían menos que hombres.

Y vamos a ver un caso especial cuando el ángel de Jehová viene y encuentra a Gedeón, versículo 11 de Jueces 6:

“Y vino el ángel de Jehová – que de paso, yo creo que es Jesús pero no te cobro por darles mi opinión de eso – y se sentó debajo de la encina que está en Ofra, la cual era de Joas, abiezerita, y su hijo Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar para esconderlo de los madianitas.”

Quiero parar ahí un momento. Estaba zarandeando el trigo, no sé si tenemos algunos agricultores aquí que han sacudido trigo, pero me dicen, yo no lo he hecho, que toman el trigo y lo tiran mucho y tienen un palo que usaban para darle duro al trigo y darle y el viento venía y pasaba y soplaba y todo lo que no era el grano de trigo salía con el viento y el grano se quedaba. Me parece divertido porque tu tienes un palo y le estás dando al trigo. No sé, sounds like fun. Lo hacían en un piso especial al aire libre para que el viento pasara llevando todo lo que no era el grano.

Pero Gedeón está sacudiendo el trigo, ¿Dónde? En un lagar. ¿alguien sabe lo que es un lagar? Un lagar – en inglés se llama un wine press – era como un pozo pequeño, como 4 pies en la tierra, como un hoyo y la persona se metía con todas las uvas y le daba para hacer el vino. Era como un agujero, like a hole, like a little pit, una cisterna pequeña. Así que Gedeón está con su palo, con trigo, en ese lagar tratando de sacudir el trigo. Qué tu crees? Va a funcionar ahí?

Estaba escondiéndose de sus enemigos, ahí como dándole duro, cualquier hebreo que lee esto se ríe a carcajadas. Es como se dice en inglés, it’s like a person trying to fly a kite in your basement. Es como si estuvieras tratando de tomar una de estas cosas que vuelan en el viento y tu lo haces en el sótano de la casa y no funciona y tu no sabes por qué no funciona. Está ahí, dándole al trigo. No funcionaba ahí. Estaba en el lagar.

Y viene el ángel de Dios y se sienta y comienza a hablar con él. Se sienta al ladito y mira la conversación, versículo 12:

“Y el ángel de Jehová se le apareció y le dijo, “Jehová está contigo, varón esforzado y valiente.” Y Gedeón le respondió, “Ah, Señor mío, si Jehová está con nosotros por qué nos ha sobrevenido todo esto? Y dónde están todas sus maravillas que nuestros padres nos han contado diciendo, no nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado y nos ha entregado en manos de los madianitas.” Y mirándole Jehová le dijo, “Ve con esta tu fuerza y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. No te envío yo?” y entonces le respondió, “Ah, Señor mío, con qué salvaré yo a Israel. He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre.” Y Jehová le dijo, “Ciertamente yo estaré contigo y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre.” Gracias a Dios.

El ángel le dice, “tu eres un varón esforzado y valiente.” Y él responde, “Entonces, por qué estoy escondiéndome en un lagar?” “Dios estará contigo. Tu vas a ganar una batalla.”

Quiero que imagines. Él está en un pozo, la cabeza mirando atrás, Señor, dónde está Dios? nos ha abandonado. El ángel dice, “No, no te ha abandonado. Te va a usar a ti para salvar a tu pueblo.” Y es like right, muy bien! Si tu lo dices. Yo soy de la familia más pequeña y yo soy la oveja negra de la familia y me llamas a mí. Y el ángel yo me imagino con una sonrisa pensando, pero este tipo es un poquito cabeza dura. Voy a tener que darle un tratamiento especial.

Y mira lo que pasa. Después él comienza a obedecer al Señor con un paso de fe, pero después tiene dudas, se esconde y al final después quiero que miren conmigo el versículo 33 y los enemigos de ellos vienen pero para pelear de verdad.

“Pero todos los madianitas y amalecitas, dos naciones enemigas y los del oriente se juntaron a una y pasando acamparon en el valle de Jezreel. Entonces el espíritu de Jehová vino sobre Gedeón y cuando éste tocó el cuerno los abiezeritas se reunieron con él.”

Y yo quiero pararlo ahí. Ahí los enemigos contra él, este hombre temeroso, este hombre no calificado, este hombre dudoso, con dudas de lo que Dios puede hacer, el Señor después le toca con el espíritu, él toca la trompeta y toda la nación viene detrás de él. Por qué? Por qué respondieron toda la familia a este hombre? Que él dijo que era la oveja negra de la familia, y en esto está la respuesta que vamos a meditar hoy. No le siguieron porque él tocaba el shofar muy lindo, le siguieron porque él tocó el shofar, la trompeta con autoridad de los cielos, que no fue él que tocaba, sino otro que lo tocó a través de él.

Vamos a orar un momento. Padre, en el nombre de Jesús gracias que tu tienes un llamado para cada persona en este lugar, Señor, y hoy es el día de batalla, hoy es el día que tu necesitas vehículos portadores de tu poder, Señor. Te pido en el nombre de Jesús que tu Espíritu Santo nos hable y nos enseñe, Señor, a través de las palabras que vamos a meditar. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.

El espíritu de Jehová vino sobre Gedeón. En el hebreo original esta es una frase hermosa, muy linda, significa literalmente que el Espíritu Santo vistió a Gedeón. El Espíritu Santo vino sobre Gedeón como una túnica nueva, como un uniforme de batalla. El Espíritu Santo lo vistió.

Otra manera de traducirlo podría ser, el Espíritu Santo se vistió de Gedeón, como si fuera un espíritu sin cuerpo, buscando un cuerpo para usar en la tierra. Sabemos esto. El Espíritu Santo en el mundo no tiene cuerpo, es un espíritu, busca vehículos, busca personas que dicen, si tu quieres, yo sé que tu no tienes una boca, usa la mía. Tu no tienes ojos pero puedes ver a través de los míos. No tienes manos puedes usar las mías. El Espíritu Santo vistió a Gedeón y él tocó la trompeta con una unción de arriba.

Es casi una imagen visual, quiero que visualices una nube como luminosa aunque es invisible. Esto es en mi mente, en mi cabeza, es como una nube que viene y lo arropa, lo envuelve y después él viene con el Espíritu Santo puesto. Como si él estuviera actuando por él, o si Dios estuviera actuando a través de él. Esa imagen me toca mucho porque yo pienso en personas que a veces yo los veo y casi puedo visualizarlos vestidos de gala o vestidos uniformados con las medallas. Y casi creo que estoy viendo con ojos del Espíritu Santo la realidad de ellos.

Porque Jesús mismo tomó este lenguaje cuando él dijo, ya resucitado, él dijo que voy a enviar sobre vosotros la promesa, en Lucas 24:49, él dice:

“Voy a enviar sobre vosotros la promesa de mi Padre, pero tienes que quedar en la ciudad hasta que sean investidos de poder desde lo alto.”

Jesús estaba haciendo referencia a lo que pasó con Gedeón. Él dice, Gedeón tocó una trompeta, tu tienes que hablar un mensaje y no lo puedes hacer sin que sean revestidos de un poder especial para hacerlo en una manera efectiva. Como yo dije, a veces siento que lo puedo ver en las personas, especialmente me sucede con adoradores. Hay un adorador en la iglesia por más de 20 años que está aquí y cada vez que lo veo siento que lo veo vestido con la túnica de muchos colores que tenía José en la Biblia, vestido de gala, alabando a Dios, como si la misma túnica está reflejando la gloria de Jehová.

Cómo estás vestido? No importa el saco que tienes o la camisa que tienes si estás vestido con el Espíritu Santo, estás revestido de gloria. Y esto comienza ahora. Es que en esa época el Señor ponía ese poder sobre ciertas personas seleccionadas, sobre un juez, sobre un profeta, sobre un rey. Y por eso el pueblo le hacía la pregunta, cuando tu vienes Jesús esperamos que un salvador ponga el Reino de Dios. Jesús ya resucitado, sus discípulos dicen, ahora vas a poner el Reino de Dios, establecer el reino en la tierra? Ya estás vivo, nadie te puede matar. Jesús dice, “Todavía no, yo voy a extender el reino a través de ustedes. Poder vendrá sobre vosotros y ustedes serán mis testigos.”

Ves que en el pasado el Espíritu Santo venía sobre reyes, profetas, o un sacerdote. Pero la palabra dice que en los postreros días, nuestros días, dice Dios, derramaré de mi espíritu sobre toda carne. Vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán y vuestros jóvenes verán visiones. Vuestros ancianos soñarán sueños. Es cierto, sobre mis siervos y sobre mis siervas, en aquellos días, derramaré de mi espíritu y profetizarán.

No solamente voy a vestir a Gedeón, te voy a vestir a ti. Tu estás en la situación y yo, Dios dice, quiero estar ahí pero solo voy a entrar ahí, no con un ángel, voy a hacerlo a través de ti. Me visto de ti en la situación. Necesito tus ojos, necesito tus manos, necesito tu voz, el Señor dice. Cómo le vas a responder? Señor, soy tuyo, aquí está un cuerpo comprado por la sangre de Dios, no soy el mío, así que úsame como tu quieras. Usado por el Señor. Escogido y usado por él.

Tenemos que buscar esta llenura. Yo quiero buscar otro caso en libro de Jueces, en el capítulo 13, y vamos a hablar de una persona más ungida, casi que cualquier otro personaje de la Biblia. Una persona que la Biblia dice recibió el poder de Dios no una sola vez, ni dos veces, ni tres veces, sino 4 veces, dice que el espíritu de Jehová vino sobre él. Es un ejemplo para nosotros. Quién tu crees que es? Sansón mismo. Un hombre ungido, un hombre que es ejemplo para nosotros.

Y algunas esposas me están mirando, cómo es que Sansón es ejemplo para mi esposo? Todos conocemos a Sansón por sinvergüenza, por mujeriego, que se enamoró de Dalila, que esto, que lo otro, y es legítimo saberlo. Y yo no quiero que nadie salga de este mensaje pensando, bueno, Sansón era muy ungido, 4 veces dijo Gregory, y él tenía sus Dalilas por ahí y por allá, entonces yo también. Antes de justificarse así, hermano, por favor pienses en el Nuevo Testamento que enseña que como el hombre siembra así cosechará. Si sembramos a la carne, de la carne vamos a cosechar la muerte. Si sembramos al espíritu vamos a cosechar vida y gozo.

Antes de pensar que tu puedes hacer lo que hizo Sansón hay que pensar en el fin de la biografía de este hombre. La cosa no terminó bien para Sansón. Si te gusta tener tus ojos ahí donde deben estar, entonces no vivas como Sansón. Esto no es excusa para nada y vamos a hablar en otro mensaje de la importancia de la santidad en la vida de la llenura del Espíritu Santo. Pero tenemos que recordar que Sansón vivió en una época sumamente malvada.

El pueblo de Israel estaba totalmente descarriado y su ciudad en particular, el campamento de la tribu Dan era uno de los más malos que había. Y él estaba entre esos y era un hombre con complejidades pero el Señor lo escogió. El Señor habló a su mamá y papá antes de él nacer. Algunos de ustedes han tenido experiencias que sienten que Dios les habló antes de nacer su bebé con ciertas promesas. Sansón era así. El Señor le habló a sus papás que no podían concebir y le dijo, “Vas a tener hijo y este hijo va a ser especial, él no puede tomar vino ni cortarle el pelo para cumplir un voto especial del Antiguo Testamento, el voto del nazareno, que es un voto de separación para las cosas de Dios.”

Era un hombre apartado con una misión desde el vientre. Jehová dijo, “Este hombre va a comenzar a liberar mi pueblo de los filisteos.” Un proceso que comenzó con Sansón, siguió bajo Samuel y bajo el rey Saulo y se perfeccionó bajo un joven que se llamaba David. Sansón es un paralelo a David, un hombre ungido con la misión especial de hacer guerra contra los filisteos que tenía el pueblo atado como esclavos. Un hombre apartado para el Señor.

Así que él era… no sé si has visto una película The Borne Identity, Jason Borne, alguno lo ha visto? Si no la has visto, no te preocupes, no la veas. Sansón es ese personaje que él puede todo, es el guerrero ungido de la Biblia, un ejemplo en muchas maneras que era como Moisés, era como David, que él era un hombre de Dios en medio de un pueblo tan malvado que él tenía que pelear las batallas de Dios solo, ni tenía un ejército con él. Él era un ejército de un solo hombre.

Y así que el Espíritu Santo caía sobre él 4 veces. Vamos a mirar la primera. Jueces 13, versículos 24 a 25. Esto es la culminación de la narración de su nacimiento y su juventud y dice en el versículo 24:

“A su tiempo la mujer dio a luz un hijo y le puso por nombre Sansón. El niño creció y Jehová lo bendijo.”

Esta frase te recuerda un poquito al Nuevo Testamento, Jesús creció en sabiduría, en favor, y todo eso. es un versículo parecido. Versículo 25:

“En los campamentos de Dan, entre Sora y Estaol, el espíritu de Jehová comenzó a manifestarse en él.”

Así que ya como un joven creciendo el espíritu comenzó a manifestarse en él. Una vez más yo quisiera volver al hebreo original en que esta escritura fue escrita. Y la palabra que se usa es la palabra para moverse, para conmoverse. Así que el espíritu comenzó a moverse dentro de él, a despertarlo a las cosas del Señor.

Quiero que pienses en la vida de Jesús mismo, el Hijo de Dios, concebido por el Espíritu Santo, creció y a los 12 años… alguien sabe la historia de lo que pasó con él a los 12? Se fue extraviado de la familia, se metió en la sinagoga, gracias a Dios, mejor que en otro lado y ahí en el templo del Señor, él estaba hablando con los fariseos y maestros de la ley. Y mamá y papá después de 3 días afanados, José y María aparecen en el templo y le dicen, “Jesús, cómo nos has tratado así?” Jesús los mira y dice, “Mami, no sabías que en las cosas de mi Padre tenía que estar?”

Imagínate, si no fuera Jesús recibe una buena nalgada, pero fue Jesús y yo creo que ella vio que el espíritu estaba comenzando a conmoverse en él, a despertarlo, a mostrarle que él no era un hijo normal, que su Papá de verdad no era José por más que lo amaba, me imagino, sino que su Papá era Dios y que él tenía una misión que cumplir. El espíritu lo conmovía, se movía dentro de él para despertarlo.

Cuántos aquí como niños, como jóvenes, tuvieron esta experiencia? Tal vez un niños de , 7, 8 años, 10 años tuviste un sueño, algo dentro de ti que te decía, Dios tiene algo conmigo. Fue el espíritu moviéndose en ti. Despertándote a tu llamado. Y aún si no lo has vivido no es tarde porque el llamado y los dones del Señor son irrevocables.

Pero esta palabra tiene una connotación un poquito especial. Se usa 3 veces más en el Antiguo Testamento y en cada otro uso la palabra para conmoverse se una en una manera negativa, se usa para personas que son tan inquietados que no pueden dormir. Se usa para faraón después de su pesadilla, su sueño profético y él tenía que buscar a José para interpretarlo. Se usa con Nabucodonosor cuando él tuvo un sueño y buscó a Daniel para interpretarlo. En los dos casos su espíritu estaba conmovido, inquietado y él perdía sueño porque estaba perturbado por dentro. También se usa en Salmo 77 cuando el salmista está mirando el pecado alrededor y diciendo, Señor, dónde estás? Parece que todo el mundo te ha abandonado, y él pierde sueño diciendo, el sueño huyó de mis ojos y mi espíritu estaba conmovido dentro de mí.

Así que esta palabra, yo creo, en este caso también significa que el Espíritu Santo comenzó a inquietar a Sansón con el pecado que él observaba. Su campamento, el campamento de Dan, aprendemos más tarde en el libro de Jueces, era uno de los pueblos más pecaminosos que todo Israel. Era un ambiente feo y él salía a ver la idolatría y el pecado y la gente que había abandonado al Señor y los filisteos oprimiendo y yo creo que él comenzó a inquietarse con lo que él estaba observando e impulsarlo a hacer algo para cambiarlo. Esto es de Dios.

Lamento decir esto tan rápido porque alguno de nosotros pensamos, yo no quiero perder sueño. Ya pierdo mucho sueño. Inquietud, ya tengo mucha preocupaciones en mi carne, no necesito una del Espíritu Santo. El Espíritu Santo es un espíritu normalmente de paz, que nos da paz, que te ayuda a descansar, pero a veces el Espíritu Santo nos hace sentir molestos con lo que molesta a Dios. Nos hace odiar lo que Dios odia, nos hace ser ofendidos por lo que ofende el espíritu de Dios. a veces el Espíritu Santo te inquieta, te quita el sueño un poquito. Tu sientes que algo no está bien.

Nosotros vemos esto un poquito más tarde en la Biblia, con un joven que yo ya he hablado, que él vio a Goliat ofendiendo y diciendo maldades y cosas feas del pueblo de Dios y él dice, quién es este filisteo incircunciso para hablar tantos disparates? Yo voy a pelear contra él. Esta molestia es una molestia sana, es una molestia ungida por el Espíritu Santo. Otra vez no quiero decir que yo quiero que andes molesto siempre. No, no te molestes con todo el mundo y decirles es que estoy ungido. No, no. estás en la carne y por esto estás molesto. Normalmente. Pero a veces como Moisés que pudo ver su pueblo bajo esclavitud por los egipcios se molestó, intervino. Como Jesús que vino al templo y él vio en el templo, en el atrio, donde tenía que orar la gente de afuera, los gentiles, estaban mesas para personas vendiendo palomas e intercambiando dinero y Jesús se ofendió, se molestó con lo que él pudo observar.

Sabemos lo que Jesús hizo después. Él hizo su propio látigo de cuerdas y entró al templo tirando mesas. Ahora, por favor, no vengas a tirar sillas y todo y molestarse. Pero es que Jesús dice que no está bien que la casa de Dios sea abusada. David dijo, no está bien que un filisteo abuse del pueblo de Dios. Y Sansón, yo creo, comenzó a sentir una ira santa contra los enemigos del Señor y sentía que él tenía que hacer algo para cambiarlo.

Así que si el Señor te inquieta escucha esto a veces. Yo he aprendido a confiar más en el Señor y no preocuparse mucho, pero a veces me siento preocupado por alguien y no sé por qué. Estoy pensando en alguien y estoy preocupado. Yo he aprendido a orar por esa persona y tal vez llamarlo o hablar con ella y cómo estamos, qué hay. Yo no digo, hey, hermano, estoy preocupado por ti, qué hay? No hago esto, pero escuchar las inquietudes que el Espíritu Santo te pone, porque el espíritu va a poner ciertas cosas sobre tu corazón.

Bueno, los últimos 3 casos del Espíritu Santo cayendo sobre Sansón son experiencias de poder. El espíritu de Jehová viene sobre él y le da una fuerza sobrenatural para hacer obras que él en su fuerza natural no sería posible para él hacerlo. Es una unción que amplifica las fuerzas naturales de una persona para hacer algo que en su natural no podría hacer.

Yo pienso en el caso de este momento. Yo estoy aquí hablando con ustedes en una voz natural, no estoy gritando, no tengo una voz fuerte, pero todos me escuchan. Me escuchan ahí en el balcón? Me escuchan ahí atrás? Voy a usar mis propias fuerzas. Can you hear me now? So, I could preach like this for the next 20 minutes or 10 minutes but in the end how am I going to feel? It’s much better. Praise the Lord.

Tratando de hacer ministerio en tus propias fuerzas, lo puedes hacer, pero tienes que gritar mucho y no alcanza mucho. Te esfuerzas mucho y no logras casi nada y te cansas. Servir a Jesús sin Jesús es tortura. Hablar del Espíritu Santo sin el Espíritu Santo es un chiste. Es mucho más fácil usar esta máquina milagrosa para que me escuchen. Y el Espíritu Santo toma tus fuerzas y las amplifica y te da poder para hacerlo en una manera efectiva. Se llama en el Nuevo Testamento los dones del Espíritu Santo.

Muchos de los dones no son sobrenaturales, son talentos naturales que el Señor amplifica con poder sobrenatural. Así que el Espíritu Santo te ayuda a hacer lo natural en una manera sobrenatural. Por ejemplo, algunos le gusta enseñar pero hay una diferencia entre enseñar y moverse en un don espiritual de enseñanza. Cuando alguien hace con el Espíritu Santo, guau, cambian vidas, hace una diferencia. Personas que sirven, personas que trabajan aquí como ujieres, tu sabes si lo haces bajo la unción del Espíritu Santo.

Hay personas con el don de misericordia que pueden dar un abrazo y es ungido por el Espíritu Santo para sanar un corazón. Hay algunos de ustedes que tienen un don de cocinar, cualquier persona puede cocinar una arepa, un sancocho, un tostón, pero algunos lo hacen con unción y tu lo sabes. Porque hay un amor, hay un poder que viene con la acción natural.

Pero hay algunos dones que no son nada… son sobrenaturales completamente, te ayudan a hacer cosas que jamás podrías hacer en natural. Dios pone en tu cabeza información sobrenatural que tu no hubieras sabido. Tu ves una persona, una situación y sabes algo, tienes un sueño y Dios te revela algo. Son dones sobrenaturales. Algunos que tienen un don de orar por alguien y la persona se sana. Otros que tienen un don de echar fuera un demonio y se va. No tienen poder para hacerlo en lo natural, pero tienen un don sobrenatural pero aprenden a hacerlo naturalmente.

Ahora sí estoy hablando en lenguas, perdónenme. Así que los dones espirituales son a veces ayudándote a hacer lo sobrenatural naturalmente y a veces lo natural… okay, we’re good. Por eso, es mucho más fácil hacer ministerio así. A veces nosotros caemos en el error de pensar que una persona ungida es súper hombre o wonder woman, tan poderoso. Las personas más ungidas no son las personas más calificadas, son las personas más sometidas al conductor del Espíritu Santo. Son para que el relámpago pueda venir a través de ellos. No son tan perfectos, ellos son portadores de un poder perfecto.

Una pregunta, cómo visualizas a Sansón? Si tu fueras a hacer dibujos para una Biblia ilustrada, cómo visualizas a Sansón? Yo hoy en la mañana pedí al hermano Yurik, el esposo de [inaudible] a ponerse de pie. Okay, míralo a él, mírame a mí. Cuál tu crees para hacer el papel de Sansón en una película? Uno visualiza. Dónde está la gloria para el Señor en que una persona fuerte haga algo fuerte?

El poder de Dios se perfecciona en las habilidades humanas no en las fuerzas humanas. Nosotros somos vasos de barro para que la excelencia de la gloria que llevamos por dentro sea claramente de Dios y no de nosotros. Por esto es que Dios escogió un cobarde como Gedeón a hacer algo valiente en el Reino de Dios, para enseñar de dónde viene el poder, que él está revestido de yafue del Señor.

Su ejército, es que había un gran ejército contra ellos, tres naciones malas unidas contra Gedeón. Y el Señor dice, tu tienes demasiada gente y tenía como minimizar el ejército hasta quedar con 300 hombres. Cómo eran estos 300 hombres tu crees? Eran los mejores, los que disparan mejor. La Biblia dice que sabemos que eran los hombres dispuestos a quedar y pelear porque todo lo que no quería quedarse se podía ir. Así que le dijo al ejército, si tienes temor, si quieres volver a la casa, váyase en paz, no hay problema. Tomate una vacación. No te necesitamos. Y casi todos se fueron.

So, sabemos que los que quedaron estaban dispuestos pero no eran los mejores guerreros. Eran 300 hombres que tomaban agua en una manera rara, estaban tomándola diferente a los demás. Yo no sé si esto demostró algo de su carácter o fue algo completamente arbitrario, porque tenía que minimizar el ejército. Así que eran 300 hombres dispuestos que tomaban en una forma rara, tal vez personas medio diferentes, no sé.

El Señor no busca el mejor guerrero, el mejor busca a quien él quiere que está dispuesto a ser usado para ganar la batalla. Por eso el Apóstol Pablo dijo, “no quiero predicar con mi propias fuerzas.” El Señor no necesita sermones buenos o elocuentes, gracias a Dios, el Apóstol pablo dijo, “ni mi palabra, ni mi predicación – esto es Segunda Corintios 2:4 al 5 – fueron con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del espíritu de poder para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres sino en el poder de Dios.”

No tienes que ser calificado, pero sí tienes que estar dispuesto a que el Dios que sí está calificado pueda fluir a través de ti. Sansón aprendió esto muy joven. Okay, yo quiero mirar la segunda experiencia de él recibir la unción del Espíritu Santo. Jueces 14:5 al 6. Sabemos que él está de viaje con mamá y papá para conocer a su novia con quien él se iba a casar. Era una filistea así que puede ser que no había ninguna mujer de Dios entre los hebreos así que escogió a alguien de afuera. No lo hagas por favor, hay muchos cristianos con quien tu te puedes casar, pero él andaba a hacer eso. y él se apartó de sus papás por un tiempo. Yo visualizo un hombre joven y dice la palabra de Dios:

“He aquí al final un león joven que venía rugiendo hacia él, entonces el espíritu de Jehová vino sobre Sansón quien despedazó al león como quien despedaza un cabrito, sin tener nada en sus manos. Él no contó ni a su padre ni a su madre lo que había hecho.”

Ungido por el Espíritu Santo mata a un león. Qué cosas! Así que quiero que todos salgan de aquí y que maten un león para el domingo que viene por el poder del Espíritu Santo. Por qué todo eso? esto es muy raro. Hay algún caso en la Biblia de una persona ungida que mata un león en el nombre del Señor? El mismo pastorcito de ovejas, en el campo, le viene un león y un oso y él los mata con sus piedrecitas. En privado, en secreto. Por qué era tan importante que esta experiencia de poder fuera en privado? Él nunca lo contó a sus papás.

Por qué es tan importante experiencias privadas que solamente tu y Dios saben lo que ha pasado? Por qué es tan importante? Porque uno en privado aprende lo que Dios puede hacer a través de ti en público después. Es como un ensayo para otro momento.

El rey David dice cuando él viene contra Goliat, el filisteo, él dice, el mismo Dios que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, él también me librará de las manos de este filisteo. El Señor que me ayudó antes me va a ayudar otra vez en público.

Sansón aprendió lo que él puede hacer con un león, él lo va a hacer a muchos filisteos. Y después cuando él está ahí en su boda y todo un drama que no voy a entrar, pero él después el espíritu viene contra él con poder otra vez y él mata a 30 filisteos. Ahora, yo no quiero que tu vayas matando ni leones ni filisteos. Yo conozco un filisteo, un palestino, un buen hombre buscando de Dios, no lo mates por favor.

Pero en esa época los filisteos eran enemigos de Dios. Nosotros tenemos ahora nuevo enemigo. Nuestra lucha no es contra sangre ni carne sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas en este mundo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Tenemos una batalla y necesitamos fuerzas si las vamos a ganar.

El Señor te va a dar oportunidades de pelear batallas en privado que después se van a practicar en público. Un ejemplo de eso, una hermana de la iglesia que quería ser maestra de discipulado pero ya teníamos maestra, así que ella reclutó dos amiguitas de su trabajo, los jaló a la iglesia, los sentó en un salón de clase, les dio clase de discipulado. Y el Señor la ungió y ahora de clases, clases, una de las mejores que tenemos. Nuestros maestros de discipulado son todos ungidos. Yo le doy gracias a Dios por eso.

Pero lo que se hace ahora en grande se hizo en poco. El que es fiel con lo poco será fiel con lo mucho, porque es la misma unción que fluye a través de uno. Yo pienso en mi propia vida. Yo no hago casi diferente ahora de lo que yo hice 30 años atrás como un universitario, hablando con jóvenes en la escuela, trabajando vigilancia en la noche en un edificio casi vacío, yo aprendí a hablar el español con amigos en la noche, a estudiar la palabra, a compartir el Evangelio. Todo lo que yo hago ahora, yo hice en el medio de la noche trabajando como vigilante 30 años atrás. El mismo, la misma unción, la misma práctica. Uno aprende lo que Dios puede hacer a través de uno. Amén.

Así que no mates filisteos pero siguiendo adelante al último. Jueces 15:14 al 15. El último caso de la unción de Sansón. Ahora la batalla está aumentando, los filisteos odian a Sansón porque él los anda matando mucho y esto es la sorpresa grande, también su propio pueblo lo odia, porque ellos dicen, Sansón, éramos felices como esclavos de los filisteos pero ahora ellos están enojados con nosotros. Estábamos felices bajo su dominio, por qué nos estás complicando la vida? Es que a veces la gente prefiere esclavitud, no? y ellos dicen, te vamos a entregar a los filisteos y Sansón dice, está bien, no me mates, pero me ates con dos cuerdas grandes y entrégame y veremos lo que pasa. Aquí vamos:

“Cuando llegaron a Leí los filisteos salieron gritando a su encuentro. – Gritando, ves, en qué otro texto viene gritando contra él, viene rugiendo contra él. El león viene rugiendo contra él, ahora los filisteos vienen gritando contra él. Él es curado de espanto. Él ya sabe ese rugir, él sabe quién va a ganar. – Pero el espíritu de Jehová vino sobre él con poder y las cuerdas que estaban en sus brazos se volvieron como lino quemado con fuego y las ataduras se cayeron de sus manos. Al ver una quijada de asno fresca aún, extendió la mano, la tomó y mató con ella a 1000 hombres.”

Con una quijada del asno. Así que debemos en lugar de dar pistolas a nuestros soldados, buscar unas buenas quijadas de asnos porque así va a funcionar. O tal vez fue una quijada mágica, una quijada especial como de la película… no, no, fue una quijada, fue como David con sus piedrecitas. El punto no es el vaso, es el poder que fluye a través del vehículo. Y si uno mira primero, al principio, Sansón mata a un león, después mata 30 filisteos, pero termina matando 1000 con la unción de Dios y al final de su vida, sacrificando su vida, gana más en su muerte que en toda su vida. Así como uno que sabemos que murió venciendo al enemigo.

Pero Sansón su unción y su éxito iba en aumento. Comenzó en privado, después se vivió en público y después entró en la gloria. Hermanos, yo sentí eso del Señor. En la mañana yo estaba orando por algunos hermanos y hermanas de edad y yo sentí el Señor inquietarme en mi corazón diciéndome lo mejor está por venir para ellos. Su unción es más ahora que antes. El poder de su oración, su fe, su sabiduría es mejor que antes. Hermanos, el Espíritu Santo, todos estos años no ha crecido en ti para estar escondido, hermanos, hay mil filisteos para matar, hermanos y los necesitamos para hacerlo. Así que no hay jubileo de la unción del Espíritu Santo. No lo soltamos tan fácil. Tal vez te puedes jubilar del trabajo pero de orar no. no, te necesitamos. Los necesitamos en el Señor. La unción va creciendo, en aumento de gloria en gloria en gloria.

El Señor usa las cosas sencillas, las cosas ridículas para avergonzar a los poderosos, para decir que yo puedo usar una quijada de asno para que te preocupes con ser la gran cosa. Amén. Necesitamos esa unción ahora. Y la otra cosa que quiero observar en esta última experiencia del poder de Dios es que el Espíritu Santo vino sobre Sansón para romper sus ataduras. La cosa es que los otros israelitas se habían acostumbrado a su esclavitud, entraron en la comodidad de sus ataduras, no querían ser libres. Pero Sansón bajo la unción de Jehová rompió sus propias ataduras y luchó para liberar a otros también.

Hermanos, las ataduras que nosotros creemos hoy en día no son visibles, son invisibles. Yo pienso en una imagen que se le dio a un amigo de mi esposa. Él estaba en Las Vegas un día con un grupo – es una historia larga de explicar – pero él estaba ahí, en Las Vegas, en un casino y el Señor le dio una visión de un hombre en esas máquinas que se usan para las monedas, él vio una persona en el slot machine y había cadenas como atándolo a la máquina, que ese hombre no podía salir de la máquina.

Hermanos, el pecado es así. Tenemos personas, somos personas que hemos vivido ataduras, adicciones, vivimos aquí en esta iglesia en un centro de adicción a las drogas, un lugar famoso por eso ahora, personas que no pueden salir, se sienten atados. Nosotros le damos comida, le damos almuerzo, gracias a Dios, pero sabemos que sin el poder de Dios no hay liberación. Hay personas atadas a pecados que no pueden romper, estilos de vida que se sienten tan naturales en eso que no pueden visualizar otra vida.

Hermanos, no tenemos el lujo de tener iglesia como normal, necesitamos un poder, y no un poder inventado, no una experiencia fabricada, necesitamos un poder genuino entre nosotros, porque donde está el espíritu de Jehová ahí hay libertad. Por esto el pastor está hablando de eso tanto.

Sermones lindos pero la idea no es sermones es el poder de Dios para que la fe de la gente repose sobre Cristo y no el hombre. Jesús dijo, el espíritu de Jehová está sobre mí, porque me ha ungido Jehová y me ha enviado a predicar buenas nuevas a los pobres, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos y a los prisioneros apertura de la cárcel. Donde está el espíritu de jehvoá ahí hay libertad.

Hermanos, yo invito a los músicos. Hermanos, el mensaje a los jueces es obvio. Estaban bajo la opresión de sus enemigos. A veces se sentían abandonados por el Señor. Gedeón dijo, dónde está el Dios del éxodo? Yo no lo veo. Dónde están sus milagros? El ángel de Dios dice, “Tu quieres saber dónde está? Well, yo te envío a hacer la guerra y tu lo vas a hacer no con pistola, no con espada, sino tu vas a romper botellas y tocar el shofar y tener luces porque todo esto son del Sinaí, luces. La luz de shekinah de la gloria, el sonido del shofar tocando. Gedeón aprendió dónde está el Dios del éxodo? Está aquí a través de mí para liberar a su pueblo.

El Señor dice, no te voy a dejar solo. Cuando parece que mucho de ellos que con nosotros, no te preocupes porque yo voy a ungir vehículos, personas que serán portadores de mi poder, aunque parezca imposible esas personas van a ser vestidos del Espíritu Santo. Van a ser inquietados por el Espíritu Santo, van a recibir un poder milagroso para hacer lo imposible. Eran jueces escogidos pero como nosotros sabemos, en el Nuevo Testamento el Señor dice, en los últimos días derramaré mi espíritu no sobre un juez, no sobre un profeta, no sobre un sacerdote, sino sobre toda carne. Cada uno de nosotros somos personas que el Señor quiere usar en esta manera.

Esto ahora no es para unos pocos, esto es para todos nosotros, decir, Señor, aquí estoy. Úsame a mí. Tal como yo estoy, que hables a través de mí, que mis ojos sean los ojos de Jesús, que mis manos sean miembros de Cristo, que mi voz hable tus palabras. Este es mi carro, manéjalo tu porque estoy a tus órdenes, Señor. Amén.

Yo los invito. Vamos a terminar este tiempo con un llamado a decir que sí al Señor. El pastor siente una inquietud del Espíritu Santo a movernos, renovar nuestro compromiso con ser una iglesia pentecostal, bautistas bien confundidos, una iglesia pentecostal. Como yo ya he dicho, el Señor no busca súper iglesias ni súper personas, el Señor busca personas dispuestas y si tu eres débil, si tu tienes problemas, más calificados aún para que la gloria sea de él y no de nosotros. Amén.

Pero nosotros tenemos que decir que sí, so yo los invito en este último momento, vamos a orar juntos. Esto es un llamado a ofrecer tu ser, tu cuerpo, tu vida al Señor, decir, Señor, hazlo conmigo. Yo quiero cualquier cosa que tu tienes para mí, yo lo quiero, por más raro que sea, por más incómodo que sea, que me uses para tu gloria en este mundo. Me dispongo a ti. Amén.

Hacer suya la unción

Dr. Roberto Miranda

Junio 4, 2017

Quiero invitarlos a ir a, hay tantos textos que podríamos usar, pero uno de ellos se encuentra en el Libro de Zacarías capítulo 4 versículo 6 y es un pasaje tan conocido, un versículo solamente que quiero usar como punto de partida para mi meditación, Zacarías 4:6 donde dice: “Entonces respondió y me habló diciendo” o sea el Espíritu de Dios hablando, diciendo: “esta es palabra de Jehová a Zorobabel” Zorobabel era uno de los dirigentes de la nación de Israel, “que dice: no con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los Ejércitos.”

“¿Y quién eres tú, oh gran monte? delante de Zorobabel serás reducido a llanura, él sacará la primera piedra con aclamaciones de: gracia, gracia a ella.” No con ejército ni con fuerza, diga conmigo: no con ejército ni con fuerza sino con Mi Espíritu ha dicho Jehová, y de eso se trata, esta es la tercera meditación que quiero traer a ustedes sobre la llenura del Espíritu Santo, buscar el Poder y la unción del Espíritu Santo, y como les he dicho para mí mismo y para ustedes, quiero volver a repasar esas verdades fundamentales de la vida cristiana de que nosotros somos un pueblo que depende no de nuestra propia fuerza, no de nuestra astucia, no de nuestra capacidad económica ni del número de gente que tengamos sino del Poder del Espíritu Santo, el Poder y la unción de Dios.

El día que perdamos la unción de Dios mejor cerramos la puerta y nos vamos para nuestras casas, nunca va a ser así pero lamentablemente hay iglesias que, el Espíritu del Señor yo creo que ya se ha ido hace mucho tiempo, y no digo esto en sentido de crítica, y siguen simplemente con todo el aparato de la adoración pero ya se han olvidado de buscar la unción del Espíritu Santo.

Eso les pasó a los judíos, de paso, les pasó a los israelitas. ¿Sabe que cuando Israel llegó a ofender tanto al Espíritu Santo con su idolatría, con su pecado, su desobediencia, su arrogancia? en un momento dado hay un pasaje en uno de los profetas mayores que dice que el Espíritu Santo se fue, tomó sus cosas y se fue del santuario del templo, y sin embargo los judíos siguieron adorando y haciendo todas sus cosas pero ya lo que tenían era un simulacro de una vida verdaderamente espiritual, lo que tenían era el aparato externo, el ritual, las costumbres, el edificio, las vestiduras pero la esencia de Dios ya no estaba allí, y así pasa muchas veces con las congregaciones, así puede pasar en nuestras vidas también.

Cuando uno descuida la Presencia, la unción de Dios en la vida de uno y entonces uno simplemente depende del ritual de venir a la Iglesia, algunas veces hasta levantar las manos puede ser un ritual como cualquier otro ¿sabe? cantar himnos y coros, pero ya nuestra vida no está animada por ese sentido de la Presencia activa de Dios en nosotros.

Yo les digo: cada vez que yo vengo a la Iglesia yo tengo que renovar de nuevo valga la redundancia, renovar el sentido de la Presencia de Dios, cada vez que yo canto esos coros tengo que volver a decir: ¿qué es lo que yo estoy cantando, qué es lo que estoy diciendo? Decimos: no hay Dios tan grande como Tú, ese coro ¿verdad? lo cantamos, pero para muchos de nosotros ya estamos cantando: no hay Dios tan grande como Tú y estamos mirando el celular, y estamos pensando qué vamos a hacer cuando salgamos de la Iglesia, y esto y lo otro, no. Cuando yo digo: no hay Dios tan grande como Tú yo tengo que pedirle: Señor, renueva ese mensaje dentro de mí ¿qué es lo que quiere decir? y yo tengo que cantar como si fuera la primera vez de nuevo.

Las congregaciones, hermanos, dependen de que cada persona que está dentro del servicio esté en un ejercicio de tensión y de atención a lo que está cantando, a lo que está confesando porque esa es la manera en que tú vas a recibir los nutrientes de lo que tú estás confesando. Si simplemente lo haces por rutina, por repetición porque ya lo conoces, te pones en automático no vas a sentir la misma bendición de Dios, no vas a recibir lo mismo y así tiene que ser en las iglesias, la Presencia del Espíritu Santo, el cultivo del Espíritu Santo tiene que ser algo continuo en nuestras vidas, no podemos depender de la bendición de ayer, tenemos que volver a renovar la unción como el maná, el maná en el desierto Dios lo daba ¿cómo? cada día.

¿Por qué Dios hizo eso, porque no tenía preservantes en ese tiempo y no sabía como enlatarlas y preservarlas? Si Él preservó los zapatos de los hebreos, dice que nunca se destruyeron y que la ropa que ellos tenían era milagrosamente preservada mientras estaban en el desierto, ¿no podía Él preservar el maná también por unos días? pero yo creo que Él quería engendrar en los hebreos una dependencia diaria y continua de la provisión de Dios en sus vidas.

Cada día que ellos salían a buscar allí en el campo era un ejercicio de fe, de tener que volver a recibir de Dios y eso es lo que Dios quiere para nuestras vidas también. Si tú dependes de la bendición de ayer y de antes de ayer, o de tus abuelos no te vistas que no vas, tú necesitas una unción fresca.

Cantamos un coro que dice: ayer ya pasó, te necesito hoy, Espíritu Santo sopla en mí ¿no? ayer ya pasó, el tiempo que tú tuviste de oración ayer allí en el rincón de tu casa, muy lindo, muy bueno, pero hoy tú necesitas una fresca unción y cada día nosotros tenemos que volver a buscar la unción de Dios, y eso es lo que estamos hablando, y eso es lo que yo quiero marcarnos en este tiempo, voy a seguir hasta que el Señor me diga: Okay, ya es suficiente, quiero ir más hondo y lo hemos hecho en el pasado, pero tenemos que volver precisamente porque es muy fácil nosotros caer en una rutina y olvidarse de que somos un pueblo que depende del Espíritu Santo.

Y eso fue lo que Dios le dijo a los profetas aquí en el Libro de Zacarías, era con respecto a la construcción del nuevo templo, no el primero porque ya había sido derribado y había que reconstruir el templo, y también Zacarías es un Libro profético que habla acerca de la construcción del templo en los últimos tiempos ¿cuántos saben que todavía hay un templo más que construir en Jerusalén? el templo que Jesús va a venir y va a ocupar en Su Segunda Venida, el templo salomónico fue destruido, el segundo templo fue destruido por el imperio romano, pero hay un templo del cual habla Zacarías que será construido al final de los tiempos.

Zacarías es un Libro que se mueve entre el tiempo actual en que está profetizándose y el tiempo de los últimos tiempos también. Y parece que los hebreos aún en el tiempo de la reconstrucción del templo que había sido destruido, pensaban que era una gran tarea, era demasiado grande para las fuerzas que ellos tenían, no tenían los suficientes recursos, no tenían el número suficiente de personas y habían pospuesto la reconstrucción del santuario, y el Señor les dijo: Miren, por eso es que la economía de su país está siendo afectada, porque ustedes están construyendo sus casas pero están descuidando la mía: constrúyanme Mi Casa y no se quejen de que no se puede y de que es demasiado grande la tarea porque no es con espada, no es con ejército ni con fuerza sino es con Mi Espíritu que ustedes lo van a hacer, y lo van a hacer con aclamaciones de: gracia, gracia a ella.

Eso es muy interesante, esa parte ¿no? dice el versículo 7: “Quién eres tú, oh gran monte, delante de Zorobabel serás reducido a llanura, y él sacará la primera piedra” la piedra angular del templo, “con aclamaciones de: gracia, gracia a ella.” Hermano ¿sabe cómo se hacen las grandes construcciones del pueblo de Dios? con Palabra de gracia, Palabra profética, Palabra que declara el Poder de Dios. ¿Cómo nosotros construimos? declarando lo que Dios ya ha dicho en Su Palabra.

¿Sabe que nosotros somos un pueblo profético y que tenemos que declarar lo que Dios ha declarado sobre nosotros? es uno de los grandes secretos de la vida pentecostal, es aprender a usar nuestra boca para declarar las verdades de Dios, confesar lo que no vemos con nuestros ojos pero declarar.

Cuando Pablo dice por ejemplo: todo lo puedo en Cristo que me fortalece él está declarando una verdad que él conoce pero que también está diciendo: esta va a ser la regla regidora del resto de mi vida que yo todas las cosas las puedo hacer en Cristo Jesús, y nosotros tenemos que ser un pueblo que con nuestra boca confesamos la Verdad de Dios. Con nuestra boca decimos: yo puedo, esta ciudad puede cambiar, Boston puede llegar a ser una ciudad que sirva a Jesucristo.

Con nuestras oraciones, con nuestra adoración, nuestra confesión verbal, nuestra Palabra profética nosotros podemos cambiar la temperatura de una ciudad y de una nación. Parecería imposible, pero lo que es imposible para los hombres es fácil para Dios hermanos.

Yo me pregunto: si el Señor continuara obrando en esta Iglesia y llenándonos cada día más y más del Poder del Espíritu Santo, aún los niños, y si aún el que llegó hoy por primera vez y que no conoce bien al Señor se llenara del Poder del Espíritu Santo y entráramos aquí con un gran ejército bien uniformado, bien balanceado, bien uniforme en nuestra fe, esta ciudad caería a los pies de Cristo en un instante hermanos. El poder que hay aquí en potencial es increíble no por nosotros, sino porque el Poder de Dios lo que está buscando es alguien, un grupo, un cuerpo donde aterrizar y a través del cual manifestarse y hacer cosas grandes.

Parecería imposible como parecía imposible la construcción del templo que una ciudad como Boston cambiara, pero para Dios no hay nada difícil y menos imposible, todo depende de cuánto nosotros creamos que podemos hacerlo. Yo sé que en esta etapa de mi vida yo no pongo nada por encima del Señor, Dios puede hacer cualquier cosa.

Hay un pasaje aquí en este Libro de Zacarías que es para mí uno de mis Libros favoritos proféticos que dice que se hará la cosa en un día, el milagro se dará en un día y será rápida la cosa, quisiera buscarlo pero no tengo el tiempo ahora mismo, en el Libro de Zacarías, y hay muchas veces que nosotros creemos que las cosas tienen que tomarse años y años, y años, pero a veces puede ser en un instante que Dios haga una obra y yo creo que el tiempo de Dios para Estados Unidos y para las naciones del mundo todavía no hemos visto todo lo que Dios puede hacer y lo que va a hacer, pero se requiere un pueblo de fe lleno del Espíritu Santo, un pueblo que declare la Palabra de Dios con su boca y un pueblo que sepa cómo usar las herramientas y las armas del Espíritu Santo.

La Biblia dice que nuestras armas no son carnales sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas y nosotros tenemos que entender esto para poder hacer la Obra del Señor, no es con espada ni con ejército sino con mi Espíritu.

¿Saben hermanos? la economía cristiana es una economía basada en poder, la moneda con la cual nosotros procesamos y canjeamos y hacemos cosas en la economía del Reino es la moneda del poder, no incluye otros elementos como yo he dicho ya.

El domingo pasado hablamos de que Pablo le dice a Timoteo: Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía sino de poder, de amor y de dominio propio y hablábamos de que en esos tres elementos, poder, amor y dominio propio hay un balance de elementos que hacen muy hermoso y muy armonioso el Poder de Dios, y por tanto yo entiendo que hay muchas cosas que se requieren para que haya armonía y efectividad en el pueblo de Dios pero no podemos olvidarnos de que uno de los elementos fundamentales de la vida cristiana es tener Poder del Espíritu Santo, de que debemos cultivar cada día en nuestras vidas y como Congregación el Poder del Espíritu Santo, y que el Poder del Espíritu Santo no se da así como por inercia y automáticamente, requiere que nosotros avivemos ese poder que ya está dentro de nosotros.

Y yo les he dicho muchas veces hermanos que para mí el reto para la Iglesia y para muchos cristianos no es tanto necesariamente que reciban el bautismo del Espíritu Santo o que tengan el Espíritu Santo porque ya a muchos de ustedes Dios les ha visitado con Su Poder, les ha tocado, ustedes ya recibieron sin darse cuenta quizás en un momento en que Dios les tocó y ustedes pensaron que fue simplemente algo emocional o algo aislado pero el Señor ya les visitó, ya les tocó, y lo que les falta es ahora poner en práctica ese don del Espíritu Santo que ya ustedes han recibido y que han descuidado mas bien porque no les ha amanecido todavía en su entendimiento que el Espíritu Santo hay que buscarlo todos los días como el maná, hay que cultivarlo cada día, hay que ser llenos del Espíritu como dice Pablo a los Efesios en Efesios 5:18 y que eso requiere trabajo, requiere esfuerzo de nuestra parte.

Les he hablado acerca de mis experiencias en el pasado en esto del Espíritu Santo. Hace unos cuatro o cinco días llamé a una hermana, la hermana Rosa, no recuerdo su apellido ahora mismo, Rosa acaba de cumplir 90 años, una anciana puertorriqueña, profetiza, una mujer con una unción profética maravillosa. Ella vivió en Nueva York muchos años cuando mi familia y yo vivíamos en Brooklyn, y la hermana Rosa, una mujer llena del Espíritu, una de esas pentecostales de moño atrás de la cabeza, una mujer ungida y llena del Poder del Espíritu Santo.

Cuando yo vine a estudiar aquí a Harvard en el año ’81 u ’82, estaba haciendo mi doctorado, y la hermana Rosa me mandó un cassette ¿cuántos recuerdan los cassettes? vamos a ver, confiésese, confiésese (risas), yo de hecho todavía lo tengo por allí en un sobrecito donde ella me lo envió por correo y en esa grabación ella me envió una Palabra profética.

Yo todavía no había entrado al ministerio ni tampoco creo que todavía en realidad, yo creo que ya estaba en el escenario, no creo que, no, no, eso me lo mandó a mí cuando ya estaba en el 2do año en la universidad estoy casi seguro y Dios estaba haciendo algo en mi vida, se estaba moviendo poderosamente, me estaba cambiando una cantidad de cosas y yo estaba en un tiempo de avivamiento después de muchos años de vivir allí como un cristiano mediocre a distancia, y yo le estaba entregando mi vida al Señor y yo creo que era parte de lo que el Señor estaba haciendo en mi vida.

Y llegó esa grabación de la hermana Rosa con una profecía que se había dado en un día de oración, una reunión que tenían tipo así Hechos capítulo 13, se reunieron un grupo de profetas y ancianos, y comenzaron a orar, y de allí ellos grabaron la profecía que ella me enviaba a mí, Yo hace años que no veía a la hermana Rosa, donde ella me hablaba, me llamaba a moverme en el Espíritu, a servir al Señor, que Dios tenía un llamado para mi vida, que había una unción especial de Dios en mi vida, que yo tenía que tomar esa unción y moverme en ella, y una cantidad de cosas que profetizó que yo recuerdo y que marcaron mi vida, porque a veces la profecía y la Palabra de Dios cuando se desatan, cuando te las tiran encima abren cosas en tu vida si tu las recibes en fe, porque ese es el poder de la Palabra profética, lo que usted ve aquí es declaraciones de: gracia, gracia, es que levanta las cosas y hace las construcciones en el Reino de Dios.

Y en esa profecía pues ella hablaba de que Dios me había llamado, de que había una unción en mi vida y yo la llamé por teléfono, y estaba hablando con ella, yo creo que la fuimos a visitar inclusive un tiempo después a Nueva York, yo todavía no había entrado en el ministerio, hay cosas que estoy comprimiendo aquí. Y entonces ella me decía: Roberto tú sabes que Dios te ha llamado al ministerio, y yo mi deseo era entrar en el mundo académico y trabajar mas bien como profesor universitario, y escribir, esa era mi orientación, como les he dicho antes no era de ser Pastor, y cuando ella me dijo así: Roberto Dios te ha llamado a que lo sirvas y estaba diciendo también como implicando a un pastorado, yo le dije: bueno hermana Rosa usted sabe que mi vida está entregada al Señor, si Él me llama yo voy a ir, ella me dijo así con esa autoridad pentecostal.

Y me dijo: Ya Él te ha llamado, ahora lo que tú tienes que hacer es ponerte en movimiento, Él ya no necesita decirte más nada es lo que me quiso decir, ya tú sabes que Él te ha llamado ahora simplemente muévete en lo que Dios te ha dicho, y así fue. Por diferentes razones comenzamos a trabajar en el ministerio, a servir al Señor, yo comencé a pedirle al Señor que obrara en mi vida, cuando ví un anuncio de un periódico de esa obra que se abría fui allí porque hay que ser diligentes, Dios nos da la unción pero nosotros tenemos que hacer nuestra parte.

Y cuando yo comencé a moverme en el ministerio y a hacer decisiones, y a servirlo en la oración, con los jóvenes en la escuela dominical, ayudando al Pastor siendo su mano derecha en muchas cosas el Espíritu del Señor comenzó a manifestarse dentro de mí y a vibrar dentro de mí, y mírenme 30 y pico años después, ustedes los pobres aquí sufriendo mis experimentos ministeriales pero sirviendo al Señor (aplausos). Yo podría estar todavía esperando a que Dios enviara un ángel que me hiciera así por acá por el cuello y que me pusiera, pero no. Dios te llama y tú recibes por fe, y cuando tú te mueves Dios te va usando en el proceso, ese es el poder de la Palabra, ese es el Poder de Dios obrando en la fe lo que hace la diferencia.

Por eso es que el poder es la moneda, currency que permite que nosotros podamos hacer cosas y la fe con la cual nosotros recibimos. Todas las acciones de la vida cristiana dependen en alguna medida u otra de poder y del cultivo del poder de Dios.

Por ejemplo en el Antiguo Testamento sabemos que los reyes, los sacerdotes y los Profetas, tres figuras muy importantes en la vida de Israel tenían que ser ungidos para entrar en su oficio. Los reyes eran ungidos por ejemplo como Samuel ungió a Saúl, como ungió a David, porque sabía que los reyes necesitaban un poder sobrenatural. Salomón cuando Dios se le apareció en visión y le dijo: Señor yo soy joven y tengo un pueblo muy grande y muy fuerte que dirigir, dótame con Tu unción y el Señor lo ungió con sabiduría, lo ungió con prosperidad y paz, todos los reyes eran ungidos en su posición.

Los Profetas eran ungidos también con aceite en señal de el descenso del Espíritu de Dios sobre ellos, y los sacerdotes también en su función sacerdotal eran ungidos como sacerdotes. ¿Por qué necesitaban ser ungidos? porque cada uno de ellos tenía una tarea grande e importante que llevar a cabo, y esa unción por medio de imposición de manos y de aceite sobre sus cabezas, un cuerno de aceite derramado sobre ellos implicaba el descenso del Poder de Dios sobre sus vidas para que pudieran desempeñar las tareas de su ministerio.

¿Cuántos saben que nosotros somos reyes y sacerdotes delante de Dios? ¿cuántos saben que hemos sido llamados a profetizar como los Profetas también en la vida cristiana? ¿cuántos saben que Dios ha derramado Sus dones sobre Su pueblo y que nosotros necesitamos pedirle al Señor: Señor llénanos con ese Poder, manifiesta Tu Poder? tenemos que agilizar y atizar el Poder de Dios en todas sus manifestaciones: lenguas, profecías, sanidad, señales y prodigios, sabiduría, ciencia, interpretación de lenguas, todos estos son dones que Dios ha declarado sobre Su pueblo y nosotros ahora tenemos que tomarlos, apropiarnos, hacerlos nuestros y movernos en ellos como si ya los tuviéramos.

¿Sabe usted que ahora mismo hay? si nosotros tuviéramos ojos para ver veríamos ondas de todo tipo traspasando como una red este lugar, ondas electrónicas de internet, ondas de sonido subsónico que no lo podemos oír pero que está ahí, todo tipo de rayos, ultravioleta y otras cosas que hay en el aire, nosotros, nuestros sentidos no los pueden procesar pero están ahí y hay mecanismos, máquinas por ejemplo una computadora, un aparato de internet o lo que sea que puede captar esas ondas y activarlas, y ponerlas en manifestación para que sean útiles ¿me entiende lo que estoy diciendo? Están ahí en potencial pero se requiere un instrumento que pueda procesarlas y convertirlas en sonido como este micrófono o en imágenes, o en lo que sea.

En un sentido, el mundo, el universo está lleno de bendiciones que Dios ha declarado sobre Su pueblo ¿ve a dónde estoy yendo? diga: wow, qué profundo el Pastor. El aire está lleno de bendiciones hermanos, la Biblia dice que Dios nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales ¿sí o no? no dice que nos va a bendecir, nos ha bendecido, en pretérito, en pasado, eso quiere decir que Dios ha delegado ya todas las bendiciones que Dios necesita para ser un pueblo poderoso y efectivo.

Ahora ¿sabe lo que falta? las antenas que puedan tomar esa bendición y actualizarla, y convertirla en algo real para tu vida, para mi vida, y eso requiere que tú creas, que tú te mantengas en comunión con el Señor, que tú conozcas cuáles son los derechos que tú tienes y que entonces tú digas: lo recibo en el Nombre de Jesús.

¿Sabe que la palabra recibir es una palabra activa? no es una palabra como pasiva. Los cristianos tenemos que ser enseñados a recibir pero recibir como si estuviéramos haciendo esto (mueca de recibir con agrado y gratitud), es como recibir a Cristo como Señor y salvador, y quiere decir como que tú abres tu voluntad y lo invitas a entrar dentro de ti, tú entras en interacción con Él, y así pasa con los dones del Espíritu Santo también, recibimos el Espíritu Santo por fe, creemos que lo tenemos y entonces lo ponemos en acción, y entonces nos convertimos en antenas que tomamos la potencialidad de Dios y la convertimos en algo activo y actual para nuestras vidas ¿amén?

Y yo le pido al Señor: Padre hazme una antena, que cuando yo tenga oración yo pueda creer que puedo recibir de ti, que mi batería se está llenando con la conexión con Tu Espíritu Santo. Y entonces cuando usted se para de ese asiento de oración y usted le ha pedido al Señor algo no siga pidiéndole ya más porque tenga dudas de si Dios lo escuchó o no, todo depende de que tú digas: ¿sabes qué? presenté mi petición al Señor, la tengo y ahora me muevo como que está dentro de mí, y entonces al tú comenzar a moverte en esa unción que tú has reclamado como tuya Dios comienza a activarla y a hacerla real en tu vida.

Comienza a rugir como un león aunque tengas el cuerpo de un ratón, pero ruge todo lo que tú puedas y pronto te encontrarás rugiendo como un león, no esperes a ser león para rugir, usa tu rugido para convertirte en león ¿entiende lo que le estoy diciendo? todo depende de lo que tú confiesas con tu boca, lo que tú acometes con tu espíritu. Los dones se ejercitan por medio del uso mis hermanos, por medio de las confesiones y la activación de fe. Señor Tú me has bendecido con toda bendición espiritual y ahora la hago mía en el Nombre de Jesús, Tu lo has declarado en Tu Palabra y yo viviré dentro de eso.

Muchas de las cosas que yo hago y que mis hermanos en el liderazgo hacen no son porque se sientan grandes sino porque saben que el Dios que está dentro de ellos es grande, y muchas de las cosas que uno hace a veces las hace en debilidad, en temor y temblor como dice el Apóstol Pablo, en gran debilidad dice Pablo fui a vosotros. Yo a veces, sabe, tengo mis dudas de esos super apóstoles que uno ve por allí que siempre se presentan como unos grandes gigantes que lo saben todo, lo pueden todo, nunca tienen un mal pensamiento, nunca tienen temor, siempre están ciento por ciento con la batería del celular llena y yo digo ¿dónde está la confesión de que muchas veces somos débiles pero somos poderosos en Cristo Jesús?

Hemos pecado pero la Gracia del Señor nos cubre y nos levanta, y nos fortalece, nos sentimos tristes y desanimados a veces pero venimos ante el Señor y tomamos nuevas fuerzas, y seguimos adelante en el ministerio. Yo creo que la vida cristiana es muchas veces reconocer que somos pobres en espíritu pero que el Espíritu de Dios que está dentro de nosotros nos capacita para hacer grandes cosas y grandes proezas en el Nombre del Señor, porque es el Poder de Dios dentro de nosotros.

Nosotros somos reyes, sacerdotes, profetas y tenemos que fluir con la unción del Espíritu Santo que hemos recibido de Dios, y muchas veces esa unción no se va a hacer manifiesta en nosotros hasta que nosotros comencemos a usarla y a declararla.

Entonces somos reyes, profetas, sacerdotes dependientes del Espíritu Santo ¿y qué de Jesucristo? Jesucristo en Su forma encarnada de hombre también dependió del bautismo y la llenura del Espíritu Santo. Ustedes recuerdan que en Su primera aparición pública en una sinagoga el Señor dice que abrió el Libro de Isaías y dijo las siguientes palabras, Isaías 61:1 y 2: “El Espíritu del Señor está en mí, porque el Señor me ha ungido, y me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados;” el Señor me ha ungido, me ha preparado y me ha enviado.

Él estaba haciendo Suya esa Palabra de una unción que venía de lo alto para capacitarlo en Su Ministerio, no es casualidad de que Él usara esa escritura en el comienzo de Su Ministerio, el Señor Jesucristo en Su forma humana dependía de la unción del Espíritu Santo. Y en el primer momento de Su caminar público cuando Él va donde Juan el Bautista para ser bautizado en agua por obediencia dice la Biblia que el Espíritu Santo apareció en forma de paloma y fue como una impartición de Poder de Dios que cayó sobre Él, y Dios lo validó allí, y dijo: Este es mi Hijo amado, en Él tengo complacencia, escúchenlo a Él. Fue una impartición de Poder y de autoridad sobre Jesucristo.

Y entonces lleno del Espíritu dice, como consecuencia de esa impartición del Espíritu Santo allí en ese momento, dice que Él fue llevado por el Espíritu al desierto a ser probado para otro momento importante en el desarrollo de Su Ministerio.

Entonces vemos que Él necesitó esa unción, esa llenura del Espíritu Santo, aún Él, y si usted analiza los diferentes momentos de la vida de Jesús el Espíritu Santo está ahí presente en todo momento, Su nacimiento fue por una impartición del Espíritu Santo sobre Su madre, y en varios momentos el Señor fue lleno del Espíritu para declarar ciertas cosas, y Él habla en el Evangelio según San Juan acerca del Espíritu Santo que Él va a enviar, hay una intimidad muy grande entre Jesús y el Espíritu Santo, ¿por qué no también dentro de nosotros, cómo no vamos nosotros a necesitar esa llenura del Espíritu? ¿cómo vas tú a ser una persona efectiva y productiva en las cosas del Señor si no es dependiendo del Poder, la llenura del Espíritu Santo? Tú tienes que ir una y otra, y otra vez a las aguas.

Ustedes mis hermanos que trabajan en la adoración, yo sé que no les estoy diciendo nada nuevo, ustedes son grandes consumidores de energía espiritual y necesitan esa llenura del Espíritu Santo, nuestros líderes, Pastores, ujieres y ancianos de la Congregación, y los que trabajan en diferentes ministerios de la Congregación, los que enseñan, los que trabajan con los niños necesitan, necesitamos, no se atreva usted a ir a enseñarle a los niños sin haber pasado un tiempo en búsqueda de la unción y el Poder de Dios.

Y los maestros de las escuelas allá afuera aunque usted diga: ah, yo no soy un Pastor, un sacerdote, para ministrar y enseñar a esos niños ahí afuera en las aulas en ese mundo endemoniado que está allá afuera usted necesita el Poder del Espíritu Santo. Si usted es una ama de casa, una esposa, un chofer de taxi, un obrero en una fábrica usted necesita el Poder del Espíritu Santo, no se atreva a salir de su casa sin haber encomendado su vida y buscar algo de la unción del Señor en su vida, es que lo necesitamos.

Tenemos que renovar inclusive nuestra propia consciencia de lo sobrenatural porque si no la consciencia se mete en lo humano. Si yo me descuido en poco tiempo mi ministerio se transforma en un menester puramente mecánico: administrar, gobernar, predicar, hacer esto, hacer lo otro y me convierto como Marta, afanado pero no tengo la Presencia del Espíritu Santo dentro de mí, necesito ser como María, buscar esa unción de Cristo porque esa es la mejor parte de todas y necesitamos como el Señor mismo la unción del Espíritu Santo.

Los discípulos, los primeros Apóstoles, el Señor les dijo: No se muevan de Jerusalén hasta que sean investidos con poder de lo alto, ¿por qué necesitaban poder de lo alto? porque tenían una tarea imposible que llevar a cabo, como la construcción del templo en los tiempos de Zacarías, estos primeros discípulos.

Imagínese un país aislado del mundo y pequeño, insignificante, Israel era una mera provincia minúscula en los tiempos de Jesús cuando Él les dice: Id por todo el mundo y haced discípulos a todas las naciones incluyendo Roma, incluyendo a los aztecas que estaban por allá en Norteamérica sin saber lo que estaba pasando en el Medio Oriente y los indios del Caribe que estaban con su cultura primitiva, todas esas cosas, y allá en el Medio Oriente en un país aislado de Palestina hay un rabino diciéndole a Sus discípulos, eso es un grupito de discípulos ignorantes iletrados, no educados, que vayan y hagan discípulos a todas las naciones, sin internet, sin carros ni aviones, sin teléfonos ni celulares, sin pantallas LED, hoy en día si esa pantalla se va entramos en pánico porque no sabemos cómo cantar, el micrófono se va y el Pastor está temblando de pánico porque no sabe qué va a pasar, esa gente no tenía nada de eso, era ahí a puro pulmón y a patas con sandalias caminando por terrenos pedregosos yendo por las montañas de Turquía y de Roma, y de España llevando el Evangelio, y el Señor les dice: Vayan y prediquen el Evangelio, y constituyan en discípulas a las naciones, ¿cómo lo iban a hacer si no era con el Espíritu Santo?

Por eso el Señor les dijo: No se vayan, no salgan de Jerusalén antes de ser investidos con poder de lo alto porque la tarea que ustedes tienen es muy grande. Inclusive la gran comisión les dijo: todo autoridad me es dada en el cielo y en la tierra, por tanto id y predicad el Evangelio, queriendo decir: Yo tengo el poder, se lo delego a ustedes y entonces ahora pueden ir y proclamar las buenas nuevas a las naciones, nosotros necesitamos el Poder y la unción de Dios.

Por eso es que yo creo que tantas iglesias hoy en día hermanos que tenemos tantos recursos electrónicos, predicación muy buena e informativa, programas de radio y una cantidad de cosas y el mundo sigue igual, es más, se pone peor cada día, yo creo que en la Iglesia falta esa unción de Dios. Cuando la unción de Dios llene la Iglesia no se necesitará tanta tecnología y por eso tenemos que pedirle al Señor cada día: Padre, haznos hambrientos y sedientos de la unción del Espíritu Santo. Yo espero que tú estés escuchándome y no solamente escuchándome sino haciendo un propósito en tu vida, cuando tú salgas de aquí tú vas a comenzar a poner esta Palabra en práctica si no la estás poniendo ya en práctica, tú vas a comenzar a vivir al rojo vivo de la fe.

Hermanos yo quiero que ustedes me digan: Pastor, como consecuencia de estos mensajes me encuentro orando más, me encuentro ayunando más, estoy pidiéndole al Señor que me santifique más mi vida, estoy limpiando mi vida, estoy dedicando más tiempo a la oración y al estudio de la Palabra del Señor, Pastor voy a venir más los miércoles a la Iglesia, diga amén aunque sea para hacerme sentir bien.

Óigame uno ve esta Congregación y hermano, uno ve el número de personas que viene el miércoles y discúlpeme, pero yo me siento mal muchas veces porque, de nuevo, le damos al Señor con una medida muy conservadora. Ah no yo ya ponché la tarjeta el domingo y el Pastor se tomó 50 minutos para predicar, ah pero que venga un juego de pelota de los medias rojas o lo que sea y ahí uno se queda tres o cuatro horas y no quiere que se termine el partido, mientras más largo más usted lo disfruta, y entonces medimos las cosas de Dios con una cucharita. Venimos con el reloj inclusive y nos lo quitamos, y venimos con él en la mano, y le hacemos así al Pastor cuando se tarda mucho en la predicación (risas) ¿amén?

Hermanos yo les insto en el Nombre del Señor: si esto se queda en sermón y predicación sermonearlos ¿de qué sirve? si usted no coge eso y lo pone en práctica en su vida, no sea saco roto te dice el Espíritu Santo, pon en práctica lo que estás escuchando.

Ahora mismo baje su cabeza allí si usted se atreve y diga: Padre yo sé que estoy siendo mezquino Contigo y me comprometo a darte más tiempo de oración ¿se atreve usted a hacer esa oración? me comprometo a darte más tiempo de oración y voy a sacar aunque sea tres o cuatro horas de mi semana para darte más ayuno, para pedirte más unción para mi vida.

Padre, voy a leer Tu Palabra más, voy a meditar más en Tu Palabra Señor, voy a levantarme un poquito más temprano, me voy a acostar un poquito más temprano para levantarme un poco más temprano por la mañana y dedicarte un tiempo extra. Padre, yo sé que he sido mezquino, mezquina contigo y necesito darte más, y yo me comprometo a buscar más de la unción del Espíritu Santo en mi vida, ayúdame con Tu Poder, con Tu ayuda Señor yo voy a hacerlo, y voy a ser un cristiano radical no solamente en la Iglesia sino que mi casa la voy a limpiar, el televisor lo voy a dejar tranquilo más tiempo y voy a buscar más de Tu Palabra Señor, quiero ser un hombre, una mujer del Espíritu Santo y me comprometo Contigo Espíritu de Dios, en el Nombre de Jesús Padre, amén. Padre: haz de esta una Iglesia llena del Espíritu Santo, una Iglesia poderosa que te dedique tiempo, comienza con el que está aquí delante, más Señor, que te demos más y que yo te dé más para que Tú tengas más de mí.

Y lo último hermanos acerca del Espíritu Santo, vemos, Zacarías dice: el templo se construirá con el Poder de Dios, los reyes, los sacerdotes, los profetas dependen de la unción de Dios. El mismo Jesús en Su forma encarnada depende del Poder de Dios, los discípulos buscan del Poder de Dios. ¿Y sabe lo último que vemos de la Biblia? no lo último pero en términos del Espíritu Santo es que, esos discípulos cuando se convirtieron en Apóstoles y se convirtieron en autoridad en Jerusalén de donde emanaba el ministerio del Evangelismo a todas las áreas, Palestina, Roma, todo, ellos se aseguraban de que cuando alguien se convertía fuera lleno del Espíritu Santo.

¿Recuerdan ustedes la historia de Samaria por ejemplo? eso está en Hechos capítulo 8 versículos 14 y 15, dice que cuando los Apóstoles escucharon que Samaria había recibido a Cristo y había un avivamiento en Samaria, dice que enviaron allá a Pedro y a Juan, dos de los Apóstoles, “los cuales habiendo venido oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo” para que recibiesen el Espíritu Santo.

Aquí de nuevo es las minucias y las sutilezas del lenguaje, pero miren algo. Los Apóstoles que están dirigiendo la Iglesia desde Jerusalén se percatan de que hay gente que ha recibido a Cristo como salvador en esa ciudad de Samaria que era una ciudad pagana, usted sabe la historia de que había animosidad entre judíos y samaritanos, cuando ellos determinan que hay gente que está recibiendo a Cristo inmediatamente despachan a Pedro y a Juan para que vayan allí con autoridad apostólica y les impongan manos a esos creyentes que ya conocen a Cristo pero que todavía no han recibido el bautismo del Espíritu Santo para que oren, para que lo reciban, y eso es algo que hemos perdido en la Iglesia a través de los siglos.

Según la Iglesia fue desarrollando su estructura gubernamental y administrativa, y entraron los Apóstoles, los Pastores, los evangelistas, los ancianos a funcionar y la Iglesia comenzó a obtener nuevas iniciativas de ir por el mundo predicando el Evangelio, yo sospecho que esa pasión y ese sentido de compromiso con asegurarse de que todo cristiano que entraba al conocimiento de Cristo inmediatamente recibiera el bautismo del Espíritu Santo fue como opacándose un poquito y uno lo ve en la misma Escritura cómo lo que pasa en el Libro de los Hechos ya se ve en otros Libros aunque no con tanta insistencia, pero sí lo vemos en Pablo diciendo ser lleno del Espíritu Santo en Efesios, etcétera, pero yo sospecho que lo que pasó es que según la Iglesia creció y fue distanciándose más y más de esa bomba nuclear que fue el día de Pentecostés, con el tiempo se fue perdiendo esa urgencia de que todo cristiano fuera lleno de la impartición del Espíritu Santo y por eso nosotros tenemos que renovar eso cada día en nuestras vidas.

Si la Iglesia no hace eso continuamente en poco tiempo pasamos a ser simplemente evangélicos aquí pasados por agua, venimos y estamos un rato, hacemos algo y nos vamos otra vez a nuestras casas, y seguimos en lo mismo de siempre, y yo lo que quiero es animarnos a tener esa misma pasión.

Si hay duda en tu corazón acerca de si tú has sido bautizado o lleno con el Espíritu Santo yo te aconsejo, mas bien busca eso, búscalo y vamos a estar esta tarde al final los que quieran pasar aquí al frente, vamos a orar para que recibamos una llenura fresca del Espíritu Santo ¿amen? no se preocupe los que se tengan que ir los bendecimos ahora mismo en el Nombre del Señor ahora mismo, pero si usted quiere buscar una unción fresca del Espíritu Santo yo le voy a invitar en un segundo a pasar por acá y pido a mis hermanos, y líderes de la Congregación, los Pastores, los ancianos, pasen por acá y oremos para que ustedes reciban una fresca unción, su parte va a ser recibir, nuestra parte va a ser declarar y su parte va a ser recibir.

Diga: yo recibo la llenura del Espíritu Santo en mi vida, y entonces abra su boca, y si Dios pone una palabra nueva de lenguas o de profecía, de alabanzas abra su boca, despreocúpese del esposo o de la esposa que la está mirando, es más importante que usted agencie y procese lo que Dios está haciendo en su vida, y hay que seguir buscándolo. Después cuando usted esté en su casa pida más, más, más de la llenura del Espíritu Santo en su vida. Cada día refréscame porque eso se renueva de día en día, aleluya.

¿Cuántos están recibiendo del Señor en esta tarde? amén, baje su cabeza ahora mismo, vamos a escuchar algo de musica, bendiga a la Congregación y reciba del Señor ahora mismo, comience a recibir. Si usted quiere pasar aquí al frente vamos a buscar esa llenura del Espíritu Santo, venga un ratito por acá. Tú que estás parado ahí José, ven para acá y otros, anímense, venga aquí y vamos a orar por usted esta tarde según el Señor le de libertad, y vamos a buscar esa llenura del Espíritu Santo ¿amén?

Dios quiere tocar tu vida, Dios quiere santificarte, pasen bien al frente, hay tiempo, las habichuelas no se le van a quemar no se preocupe, el Señor las va a preservar automáticamente si las dejó prendidas. Vamos a buscar del Señor, vamos a hacer una fiesta en el Espíritu aquí hermanos. Hay espacio por allá, mire, todo ese espacio, el Espíritu es tan lleno aquí que si usted se para por allá es lo mismo que se pare aquí al frente, vamos a esparcirnos, hay espacio, todo va a depender de tu fe y de lo que tú quieras hacer en tu vida.

Quizás no va a haber espacio para que todo el mundo sea tocado o ungido pero no importa, usted puede recibirlo. Ahí, guerree y muévase, y agonice en el Espíritu, venga bien adelante, péguense, no se preocupen, péguese acá para que todos los que quieran venir. Si tú tienes hambre Dios te va a llenar, aleluya.

All our visitors, if you wanna pray for the people as well we would love to have you minister as well, we are gonna all just move, we are going to pray for annointing in the Holy Spirit in our lives, that we may receive a fresh visitation in the Holy Spirit, don’t worry there’s no obligation in anything except that we pray and we declare the annointing of God in God’s people.

En el Nombre de Jesús clama al Señor, clama al Señor, clama al Señor, di: Espíritu Santo lléname de ti, Espíritu Santo lléname, Espíritu de Dios te necesito, bautízame, úngeme, satúrame con Tu Espíritu Señor, embarázame con Tu Poder como lo hiciste con María para que concibiera la vida de Dios dentro de ella, tú necesitas ser impregnado con la llenura del Espíritu. No se preocupe si no pueden alcanzar, ahí donde están está bien, el Señor está moviéndose.

Aleluya, aleluya, y abre tu boca, y profetiza, y declara las virtudes de Dios en tu vida, adora al Señor, adóralo con libertad, no te preocupes de quién está alrededor de ti, eres tú y Dios ahora mismo, eso es todo. Aleluya, aleluya, te alabamos Señor, Espíritu Santo Tú estás aquí, aleluya, gracias Señor, te adoramos Jesús. Oh sí Señor, Tú estás aquí, Tú estás moviéndote Padre en medio de Tu pueblo y te damos gracias, oh te bendecimos, te bendecimos, pueblo de Dios adora al Señor, oh glorifica el Nombre del Señor, Él está aquí.

Espíritu Santo clamamos a Ti Señor, clamamos a Ti Espíritu Santo, te necesitamos desesperadamente, muévete con Poder en medio de nosotros Padre, no te vayas sin sentir que ese Cristo poderoso te ha tocado esta tarde, aleluya, te adoramos Señor. Hay tiempo para buscar esa Presencia de Dios, gracias Señor, te alabamos Dios, te alabamos Señor, te bendecimos Dios, aleluya, aleluya, te bendecimos.

Poder, amor y dominio propio

Transcripción

Enfoca la vida llena del Espíritu Santo, la vida cristiana no se supone que se viva simplemente a medias, como teniendo sólo un poco del Espíritu Santo, el Espíritu Santo quiere rebosar en nosotros ¿amén? Es más, Él quiere estar tan con nosotros que se habla de un bautismo, ¿sabe qué quiere decir la palabra bautismo en el griego original? baptizo, se refiere a saturación, llenura, inmersión en, Dios quiere remojarnos, Dios quiere llenarnos.

Ahora mismo me vino ¿cuántos saben lo que es un buñuelo? los dominicanos saben pero también veo a Gloria ahí que es ecuatoriana, buñuelos son esos, unas como unas bolitas de harina, como donas que se meten en un sirope ¿no? y se enchumban como dicen, son unas palabras ahí, se enchumban, se remojan, se llenan en el sirope y el sirope a fuerza de quedarse ahí esa bola enchumbá’ (risas) penetra, y cuando usted lo mete a la boca así se derrite todo ese sirope ahí adentro, porque la bolita esa está llena de sirope, así se supone que estemos, enchumbados en el Espíritu, así le voy a titular a este sermón, enchumba’os en el Espíritu (risas), enchumbados quiere decir saturados de, okay? alright, qué bueno es el Señor, nos da ideas, nos da ilustraciones.

Dios quiere que estemos llenos del Espíritu, ustedes recordarán que el domingo pasado hablamos de que el Apóstol Pablo dice: “No os embriaguéis con vino” es decir no os embriaguéis con licor, cualquier tipo de alcohol o sustancia, hoy en día podemos decir también: no se drogue y si se van a drogar dróguese con el Espíritu Santo ¿amén? si se va a emborrachar con algo emborráchese con el Espíritu es lo que Pablo quiso decir, vivan llenos, saturados del Espíritu Santo.

Cuando les oigo alabar a ustedes en esta manera como hicimos también durante la adoración, como hacemos en esos momentos en que el Espíritu se mueve en medio de nosotros en esas visitaciones del Espíritu del Señor, yo digo: wow, Padre ojalá que nosotros aprendamos a estar siempre en esa manera como Congregación. Y ya usted sabe, cuando la temperatura baje como 40 o 50 grados en enero venga con ese mismo fervor, porque el fuego del Espíritu no depende de la temperatura física, depende de nosotros, de lo que está dentro de nosotros, Su Presencia.

Pero ¿sabe qué? esa presencia hay que activarla, la presencia está allí pero hay que movilizarla, hay que ponerla en manifestación. Ustedes recordarán que el domingo pasado yo hablaba de que el Apóstol Pablo le escribe a Timoteo, o hablé de eso, lo que pasa es que predico una cosa en español y otra en inglés, y ya no sé qué es lo que estoy diciendo, si lo dije en un servicio o en el otro, pero ustedes conocen lo que Pablo le dice al Pastor Timoteo, Timoteo era Pastor, era un discípulo de un protegido del Apóstol Pablo, Pablo lo había protegido, lo había educado y era como un hijo espiritual.

Y Pablo le escribe a Timoteo allá en su pastorado y le dice, es más, déjame leer eso porque yo creo que quizás no lo traté. En Segunda de Timoteo capítulo 1 él habla allí en el versículo 5, le escribe a Timoteo y dice: “Y trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida” qué lindo ese detalle familiar, por eso es que yo creo que la Biblia es verdaderamente la Palabra de Dios porque tiene ese ring, ese tono como de veracidad, en ese detalle allí en el que Pablo le dice: “en tu abuela Loida” es como que, ¿no le hace eso como comprimir un poquito las fibras de su corazón? o soy yo el único romántico, gracias a Dios por esas madres que transfirieron su amor al Señor a nosotros, gracias a Dios por las abuelas espirituales que tenemos también que nos marcaron con su fuego por el Señor.

Yo quiero ser un abuelo que cuando los nietos le recuerden lo hagan por mi amor al Señor, es bueno nosotros transferirle a nuestros hijos espirituales también, tome en serio su llamado a ser un mentor en el Espíritu. Cuando yo veo a algunas de las mujeres y los varones también aquí en la Iglesia mentoreando a otros que son nuevos en el Señor digo: gracias Dios porque Tu unción está siendo transferida por otros.

¿Tú sabes que Dios te ha llamado a ti a ser un mentor, un abuelo en el espíritu? tú puedes tomar a una jovencita que está confundida como están hoy en día tantos jóvenes confundidos por la cultura en que viven, la educación que están recibiendo en la escuela, y tú puedes ser un mentor para ellos. Tú quizás no te ves como un posible mentor pero tú puedes ser un mentor para alguien, alguien nuevo en la fe que tú has traído a la Iglesia, que tú has presentado al Señor ¿por qué no recibes ahora mismo un llamado de Dios en tu vida para ser un mentor espiritual para alguien?

Pídele al Señor que te haga un mentor a alguien y que te haga un Pastor, una Pastora en el espíritu, gente llena del espíritu ungida en el espíritu, saturada en el espíritu puede transferir su unción a otras personas también si tú te atreves y lo recibes como un llamado para ti. Quizás tú digas: yo no tengo esa opción, yo no tengo esa capacidad, Dios no me ha dotado; por fe tú lo puedes hacer.

Yo no sé si el Señor está profetizando ahora mismo a través de mí pero quizás para algunos aquí hay un llamado porque no subí con la idea de hablar sobre eso específicamente, pero en el Nombre de Jesús ahora mismo yo declaro sobre tu vida una capacidad para reproducirte espiritualmente. ¿Por qué no hacemos una oración ahora mismo?

Si usted quiere ahora mismo: Padre en el Nombre de Jesús yo declaro ahora mismo Tu Espíritu moviéndose en esta Congregación y repartiendo un don de maternidad y de paternidad espiritual sobre mis hermanos, yo siento la unción de Dios en este momento, Dios respalda esta oración. Y yo abro la matriz de esta Congregación para todo aquél Señor que Tú has destinado que esta tarde reciba una impartición de maternidad, paternidad espiritual, que reciban ahora mismo ese don en el Poder del Espíritu Santo, yo transfiero por el Poder y la autoridad de Tu Espíritu una epidemia de maternidad y paternidad Señor, un contagio del Espíritu Padre, para que muchos de nosotros traigamos al conocimiento de Jesús a otros y los capacitemos también para ser padres y madres espirituales ellos mismos, una cadena, un legado de maternidad y paternidad espirituales sobre este pueblo, lo recibimos Señor

Y ahora envía esas personas a nuestros ojos Señor para que las podamos reconocer, y Padre, yo doto a Tu pueblo con esa capacidad y ese poder, que cunda Señor este espíritu y que veamos una cosecha de vidas llenas de la vitalidad del Espíritu a través de esta oración Padre, lo creemos, lo recibimos, lo actualizamos en el Nombre de Jesús, aleluya, gloria a Dios. Déle un gran aplauso al Señor, reciba eso.

Si usted lo quiere creer, lo cree y se pone a trabajar en eso Dios va a hacer algo extraordinario en tu vida y se van a acordar de mí. Ahora, ¿qué es lo que usted tiene que hacer con esta Palabra? Yo he dado una Palabra creyendo que viene de Dios y me he atrevido a declararla sobre tu vida, ¿tú crees que se queda ahí? No, ahora, si tú recibiste esa Palabra como para ti personalmente tú tienes que avivar el fuego del don de Dios que ahora está en ti, ahora tú estás preñada o preñado en el Espíritu. Ahora hay dentro de ti un germen de la vida de Dios en forma de maternidad o paternidad espiritual y una capacidad para discipular a otra persona en tu vida u otras personas, puede ser otra familia. Ahora lo que debes hacer es creer que Dios te habló, que Dios te impartió esto; aunque yo no te puse mano pero la Palabra de Dios es todo lo que se requiere, la fe es lo que activa, que te impongan manos, que te unjan con aceite, es la fe tuya la que va a activar la Palabra.

Entonces al tú recibir esa Palabra tú tienes que comenzar a orar para avivarla dentro de ti y comenzar a ver oportunidades donde Dios te pueda usar en esa capacidad de la que hemos hablado ahora. Y entonces tú tienes que decir: Señor aquí está fulanito, Tú me lo has puesto, lo voy a llamar, lo voy a vigilar, voy a atenderlo, lo voy a cuidar en el Espíritu, lo voy a discipular, lo voy a animar para que siga en el camino del Señor y si Tú me das la oportunidad voy a coger un pasaje de la Biblia y lo voy a estudiar con él o con ella, y voy a orar, interceder por él o por ella, y entonces ¿qué estás haciendo? estás tomando el don de Dios y lo estás poniendo en actividad, y Dios mientras tú más te actives más te dará, más te dará porque los dones crecen cuando nosotros los usamos, esa es la vida en el Espíritu, esos son los secretos de la tecnología del Espíritu.

Por eso Pablo le dice a Timoteo ahí en ese pasaje: “Entonces trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que ahora en ti también” ¿okay? por eso es que es la fe no fingida que hay en ti. Timoteo venía de una ascendencia espiritual de dos grandes mujeres de Dios. ¿Por qué siempre es como que las mujeres están en la delantera? Óyeme, aún en el Nuevo Testamento están ahí, ¿qué sería de la Iglesia si no hubieran mujeres unidas? hombres: vamos a ponernos las pilas también para que nos mencionen en la Biblia (risas). Gloria a Dios, las hay, los hay, pero vamos a llenarnos nosotros también en el Espíritu, los varones que están comenzando en el Evangelio, este joven que está al lado de mi hermana Dilma; no Dilma, Ilsia. Dilma, Ilsia, me tienen confundido estas mujeres, al lado de Ilsia este joven allí, quizás Dios quiere convertirte en un hombre poderoso en el Espíritu.

Ya lo eres porque tienes los molleros, ahora también en el Espíritu también (risas), conviértase en un poderoso hombre de Dios porque esto no importa, no es que usted tenga educación o tenga títulos, cualquiera puede ser un hombre lleno del Espíritu Santo y ser usado por Dios, no hay que esperar mucho tiempo, comienza con lo que tienes, actívalo y úsalo para gloria del Señor, yo sé que Dios tiene algo para tu vida.

Entonces dice, él habla de esta fe que viene de tres generaciones, y entonces Pablo considerando esta gran fe que habita en este joven Pastor le dice: “por esa razón yo te aconsejo” ese es el versículo 6, ¿me pueden poner ese pasaje? Segunda de Timoteo capítulo 1 si lo pueden poner allí, gracias estoy jugando, -medio jugando-, “te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti” en otras palabras ese llamado de Pablo a potenciar el don es porque él dice: wow, mira lo que hay en ti tan valioso, tan importante, úsalo, muévelo, ponlo en funcionamiento.

Y esa es una de las cosas hermanos acerca de la vida en el Espíritu, el mover del Espíritu Santo, recuerden que estoy hablando acerca de la vida llena del Espíritu, el bautismo en el Espíritu Santo, cómo ser una Iglesia e individuos que vivan una vida sobrenatural. Todo comienza con esa idea de tomar en serio lo que ya está dentro de nosotros, lo que ya está dentro de nosotros.

Yo creo que la mayoría de los problemas que tenemos los cristianos en la Iglesia en términos de vivir vidas mediocres o endebles no se debe a que a algunos de nosotros Dios nos haya dado más del Espíritu y a otros menos sino es lo que hacemos con lo que tenemos, con los dones que Dios nos ha dado. Recuerden lo que hablamos el domingo pasado, hay gente que aviva el fuego del don y lo pone a funcionar, y hay otros que no lo hacen y por eso se quedan pequeños, entonces la clave a una vida llena del Espíritu es: ¿cómo tú te esfuerzas para activar lo que ya Dios ha puesto en ti, ya está en ti?

Por eso es que cuando yo hablo del bautismo del Espíritu Santo y la llenura del Espíritu Santo fíjese, yo creo que mucha gente se ha dejado confundir, intimidar y detener de entrar en una vida llena del Espíritu Santo porque hemos complicado más de la cuenta lo que es vivir una vida llena en el Espíritu Santo.

Hemos dicho que para que una persona sea llena del Espíritu Santo tiene que hacer esto, tiene que pasar lo otro, tiene que experimentar esto, tiene que rodar por el suelo como 50 veces y salir lleno de polvo, y con el moño deshecho, y todos esos líos, y botar baba por la boca, y los ojos darle vueltas en las cuencas, y si no hace eso no está bautizado en el Espíritu Santo, entonces la gente se deja intimidar por eso y dicen: bueno, como yo no he experimentado eso entonces no tengo al Espíritu Santo.

Y yo he descubierto después de observar hermanos durante décadas y visitar iglesias por todas partes del mundo pentecostales y no pentecostales, avivadas y no avivadas, muertas y no muertas, de 4x4 y de 12x8 o lo que sea, he descubierto que el elemento común en las personas llenas del Espíritu Santo no es ni siquiera si hablan en lenguas o no, si profetizan o no, es una cualidad diferente, es un vivir metidos en la Palabra del Señor, creerle al Espíritu.

Mi mamá que yo sepa nunca habló en lenguas, murió a los 92 años, pero era una mujer llena del Espíritu Santo, y cuando a ella se le metía el Espíritu lo que le salía era como un rugido de sirena de esas de ambulancia, esa era la manera en que ella manifestaba el Espíritu en ella. Era una mujer que sí, experimentaba todo, sueños, revelaciones, era una leona cuando tenía que proteger a sus hijos, una consejera extremadamente sabia, una mujer de una fe tremenda, una fe contagiosa, nos contagió a todos sus hijos porque estaba llena del Espíritu Santo.

Yo creo que hay iglesias que ni siquiera saben que tienen el Espíritu Santo y se mueven en el Poder del Espíritu Santo. Yo creo que la clave para que una persona viva en el Poder del Espíritu Santo es que crea que lo tiene y se mueva en ello, gracias hermana, muy amable, los otros no están trabajando así que no se merecen eso ¿sabe? solamente los que trabajan, estoy jugando, estoy jugando (risas), pero yo les digo hermanos a veces le salen a uno las cosas, ¿ha visto esa película Liar, Liar en la que quiere mentir y no puede? (risas).

El caso es hermanos, la diferencia, lo que pasa es que la persona llena del Espíritu Santo cree que tiene y se mueve en lo que tiene, y con lo que tiene hace cosas y emprende cosas en el Nombre del Señor, y Dios honra eso. No es el que tú hables en lenguas, aunque esas cosas son importantes, yo hablo en lenguas como dice Pablo más que muchos de vosotros, pero yo no tengo que hacer alarde de eso ni creo que eso es lo que me certifica como una persona llena del Espíritu Santo, porque yo he visto de los dos lados.

He visto iglesias y he visto personas que no dicen que son llenos del Espíritu Santo y no manejan la tecnología específica del bautismo en el Espíritu Santo, y son cristianos llenos del Espíritu, Dios los usa en Evangelismo, tienen visiones, ven señales, son miembros efectivos del Reino de Dios, y he visto otras personas que dicen que son llenas del Espíritu Santo y el diablo vive dándoles batazos a diestra y a siniestra en la cabeza, están como ratones donde quiera que van, y están llenos del Espíritu Santo.

Yo creo que la diferencia está en eso, no es en las cosas externas, es en tomar el don de Dios que está en uno y comenzar a moverse, y reclamar el Poder, la unción, la compañía de Dios, que lo que dice la Palabra de Dios es verdad y moverse en las promesas del Señor, y eso es lo que hace una persona llena del Espíritu Santo.

Y en la Biblia yo veo diferentes formas en que el Espíritu Santo bautizó a las personas. Por ejemplo yo veo dos casos que después yo voy a hablar un poquito más acerca de eso, Saúl y David, los dos fueron ungidos por el gran Profeta Samuel, y fueron ungidos por el Poder del Espíritu Santo, Samuel les derramó un cuerno de aceite sobre sus cabezas en señal de unción e introducción a la vida porque iban a ser reyes, iban a tener que hacer guerra, tomar decisiones políticas, moverse en la sabiduría que se requería para un rey y Dios los ungía.

Pero en el caso de Saúl, si usted ve Saúl experimenta la unción del Espíritu Santo con señales y prodigios, Saúl profetiza, Saúl se mueve en señales muy poderosas cuando Dios los bautiza en el Poder del Espíritu Santo. David la única evidencia que tenemos es que Samuel lo ungió, le derramó un cuerno de aceite en la cabeza como a Saúl pero David no dice nada de que gritara, que experimentara profecías, viniera una compañía de profetas alrededor de él, que Dios lo enviara a un lugar extraño como hizo con Saúl, nada de eso, simplemente fue ungido y entonces el Espíritu de Dios comienza desde entonces a moverse, las próximas historias de David que vemos es cuando está llevándoles unos quesos y una comida a sus hermanos que están en el campo de guerra y ahí está Goliat insultando al pueblo de Dios, y David sin saber qué se motiva y dice: ¿quién es este hombre para estar insultando a los ejércitos del Dios vivo? y cuando venimos a ver le está metiendo una pedrada al gigante que cae al piso y el Poder de Dios se mueve en él.

¿Y qué pasó? aunque él no experimentó esas señales necesariamente en ese momento espectaculares, pero ya el Poder de Dios estaba latiendo dentro de él, había una maquinaria del Espíritu que lo llevó directamente al lugar donde él podía aparecer en prominencia ante Israel y comenzar su carrera en el Espíritu, y de ahí entonces vemos la unción de Dios fluyendo en la vida de David en una manera como automática se puede decir, y después de eso vienen pruebas a la vida de David, sabe que Saúl lo persigue y David entra en su función de rey como 10 o 12 años después que es ungido por el Espíritu Santo para ser rey, qué misterio ese ¿no?

Pero lo importante es que ya el Espíritu estaba latiendo dentro de él, la vida del Espíritu estaba dentro de David. Con Saúl se manifiesta en una manera, con David en otra pero los dos tenían ese poder y los dos se movieron en ello.

Interesantemente David a pesar de tener la llenura del Espíritu termina su carrera espiritual con desastre, en desastre, Dios termina rechazándolo, y David es un hombre que hasta el final de sus días sigue con el Señor victoriosamente aunque también dando sus tropezones allí.

Pero ¿sabe qué? es interesante eso, señalo eso porque el Espíritu Santo no es una fórmula mágica que te hace un santo perfecto, la llenura del Espíritu Santo es como una armadura transparente que se coloca sobre ti, es como una redecilla de poder que te arropa y tú sigues siendo esa persona humana pero ahora tienes algo que te da un forro espiritual, y tú luchas con tus problemas y tus inclinaciones, tus problemas, tus batallas, pero tienes esa gloria, ese poder del Señor que te da victoria en las cosas que tú enfrentes; sigues siendo una persona imperfecta.

Muchos de los pentecostales más fuertes que yo he conocido son personas a las que yo no invitaría a mi casa para cenar pero tienen el Poder de Dios en sus vidas y yo quiero pegarme a ellos, y contagiarme con su energía, y su poder, porque no es que el Espíritu Santo te dota de virtudes, no, pero sí te da poder para vencer y en la medida en que tú usas ese poder Dios te da poder sobre lo que tú quieras. Y la cosa muchas veces es que tenemos el Espíritu Santo pero usamos ese poder que está en nosotros para ciertas cosas que nos gustan y para otras no lo usamos, y el Poder del Espíritu Santo está en ti para lo que tú le pidas que haga.

Por ejemplo, muchos pentecostales, muchos carismáticos se enamoran tanto de la parte del poder, poder, poder, que se olvidan de la otra parte, y entonces solamente están buscando señales, prodigios, revelaciones, sanidades, evangelismo y quieren solamente esa parte sabrosa del Espíritu pero se olvidan de la otra parte: santificación, obediencia, quebrantamiento, carácter, disciplina, morir al yo y a la carne, ser más como Cristo, pedirle al Señor que nos haga bondadosos, cariñosos, generosos, humildes, siervos del Señor, que nos mate ese animal que está dentro de nosotros y nos ayude a ser más como Cristo.

Entonces creemos que como tenemos ya todos los dones, se están manifestando y Dios nos está usando en señales, en sanidades, en prodigios y nos olvidamos que también el carácter de Cristo tiene que manifestarse. Por eso la Biblia habla del don del Espíritu y también el fruto del Espíritu, y se necesitan las dos cosas.

Muchos pentecostales como le digo solamente pensamos en los dones, las manifestaciones espectaculares porque eso es sabroso, nos gusta, claro que sí, ¿a quién no le gusta el picante o la salsa de tomate en la comida? a mí me encanta todo eso en la comida pero nos olvidamos que hay otra cosa, aquí Noemí que es chef dice, claro que sí, hay otras especias que se necesitan también en la fórmula de la comida, del espíritu y tenemos que pedirle al Señor ambas cosas.

Saúl descuidó la obediencia, descuidó la humildad, se enamoró del poder, no rindió su vida al Señor y el diablo le metió la zancadilla exactamente cuando se la tenía que meter, porque en tu vida aunque tengas el Poder del Espíritu Santo van a haber áreas en las que tú vas a decir: Señor ayúdame a discernirme a mí mismo y entender, y ayúdame a entregar esas áreas de peligro que hay en mi vida.

Todo hombre, toda mujer de Dios tiene áreas de debilidad por donde el diablo te va a meter la flecha si tú no te cuidas en tu armadura, tú tienes que estar entregándole al Señor esas áreas porque si no por ahí es por donde vas a fallar. Y eso fue lo que pasó con Saúl: Dios lo ungió con un poder sobrenatural pero descuidó ciertas áreas en su vida, y cuando nosotros buscamos el Poder y el mover de Dios en nuestra vida tenemos que decirle: Señor, yo quiero los 360 grados de Tu Gracia en mi vida, todo lo que Tú tienes para mí.

Entonces en tu vida cuando tú reclames la unción y el Poder del Espíritu Santo, y tú lo muevas dentro de ti tienes que asegurarte de aplicarlo en diferentes maneras porque esa tecnología del Espíritu va a estar dentro de ti y va a preguntarte: ¿Qué tú quieres que Yo haga?

Usted recuerda cuando el Señor se acerca a esos personajes con una necesidad en el Nuevo Testamento con una necesidad ¿qué les dice? “¿qué quieres que te haga?” siempre les hace esa pregunta como si Él no supiera. Viene un ciego: “Señor”, tengo que tener cuidado hay unos micros por ahí (risas), “Señor, ten misericordia de mí” y Jesús viene y dice: “Tráiganmelo, ven, qué quieres que Yo haga?” y Señor: ¿cómo que qué quieres que yo haga? que me sanes que estoy ciego, dame la vista, pero el Señor quiere escuchar dentro de nosotros esa voz que le diga: Señor esto es lo que yo necesito en mi vida, Dios nos trata como adultos.

A los leprosos les preguntó: ¿tú crees que Yo puedo hacer esto? al padre del endemoniado. Él quiere que aparezca una voz dentro de nosotros que le diga lo que nosotros necesitamos, tú tienes el Poder de Dios dentro de ti, ahora actívalo, dirígelo en cualquier área de tu vida.

¿Es en tu paternidad o en tu maternidad que necesitas sabiduría? pídele al Señor: Padre, hazme una madre o un padre bendecida que contagie a mis hijos por mi amor por Ti, un esposo que bendiga a su esposa, o una esposa a su esposo, dile: Padre, ayúdame a ser como esa mujer de Proverbios 31 o ayúdame a ser como ese hombre ejemplar que registra tu Escritura, como Cristo fue siervo de su esposa la Iglesia, ¿no? ¿Necesitas sabiduría en tu trabajo para ser bueno en las áreas en las que trabajas? pídele al Espíritu que el Poder de Dios está ya dentro de ti y el Señor te va a ayudar en toda área que emprendas.

Como le dijo a Josué: “Yo te he entregado toda tierra que pise la planta de tus pies”. Yo procedo desde esa perspectiva en todas las dimensiones de mi vida, yo asumo que tengo el poder dentro de mí y cuando viene algún reto a mi vida enseguida le digo: Señor, destruye esa montaña, rebájala; cualquier que sea el área de tu vida, todo lo puedo en Cristo que me fortalece dice la Palabra del Señor, no nos ha dado Dios espíritu de cobardía sino de poder, de amor y de dominio propio.

Cuando Pablo le dice eso a Timoteo en el versículo 7 de Segunda Timoteo 1 ¿no? “Aviva el fuego del don de Dios porque el espíritu que Dios ha puesto en ti no es un espíritu de cobardía”. La palabra cobardía lo que quiere decir es timidez, poquedad de ánimo, un espíritu conservador.

La persona llena del Espíritu Santo no es una persona tímida, no es una persona que cuando ve un reto dice: ah, yo no puedo, la persona llena del Espíritu Santo es la persona que cree que con Cristo soy más que vencedor y se lanza a los retos de la vida creyendo que Dios es poderoso para sacarlo a camino.

Y cuando el Apóstol Pablo le dice a Timoteo: no nos ha dado Dios espíritu de timidez, mediocridad, cobardía, llámelo lo que usted quiera, conservadurismo, sino de poder, amor y dominio propio yo siempre he pensado que en esas tres palabras habían tres conceptos que cubrían la totalidad de la facultad humana para hacer algo en el mundo. Wow, diga: qué profundo el Pastor (risas).

Sino de poder, amor y dominio propio. Poder porque Dios nos da capacidad para hacer cualquier cosa, autoridad, nos da agencia, una palabra fina, para emprender cualquier cosa en el mundo. La persona llena del Espíritu Santo tiene poder y autoridad para todas las empresas y todas las dimensiones de la vida.

El Señor Jesucristo le dijo a los discípulos: toda autoridad me es dada en el cielo y en la tierra, por tanto id, y predicad el Evangelio, y haced Mi Voluntad. Antes de ir al cielo en Su ascensión les dijo: no se vayan de Jerusalén hasta que hayan sido revestidos con poder de lo alto, ¿por qué? porque para emprender las tareas de la vida, cualquiera que sea, se necesita gasolina del Espíritu Santo. El Espíritu Santo es la gasolina del carro espiritual de tu vida, apunta eso para algún poema, algún coro, es la gasolina, es el combustible por el cual se mueve todo.

Todo aparato en el mundo, toda máquina, sea una computadora extremadamente exquisita, complicada o una bicicleta necesita poder de alguna parte, esa bicicleta si no tiene unos pies que no pedaleen no va para ningún sitio, el poder viene de las piernas no de la bicicleta, la bicicleta es una cosa inerte allí. Una computadora tiene una batería que le da fuerza, un cohete espacial tiene una cantidad de combustible increíble, una bomba atómica tiene una bomba que activa la bomba, es muy profundo para ustedes pero búsquenlo ahí en la (risas).

Todo lo que se mueve, el mundo mismo, la creación misma, este orbe, este globo terrestre tiene una fuente de energía ¿sabe cómo se llama? sol, el sol comunica su energía y vitaliza la creación en esta Tierra, sin el sol este sería un planeta desierto y congelado totalmente, hay una fuente de poder que se llama sol.

Todo en el mundo necesita energía, todo, y así mismo es con la vida del espíritu. En la vida del creyente la fuente de poder se llama el Espíritu Santo y nosotros tenemos que vivir enchufados, pegados, siempre derivando fuerza y energía del Espíritu Santo, y en la medida en que tú glorificas el Espíritu Santo, en la medida en que tú lo suscitas, lo levantas, lo mencionas, lo validas, lo legitimas, usa la palabra que tú quieras, en esa manera el Espíritu se despierta dentro de ti y se mueve dentro de ti.

Por eso es que yo mismo ahora en estos días comenzando con este domingo yo siento algo diferente en el ambiente, quizás me lo estoy imaginando pero yo creo que no. ¿Sabe por qué? porque cuando uno comienza a mencionar el Espíritu Santo, yo he visto eso en diferentes congregaciones a través de los años, hay algo que aviva el fuego de una Congregación, por eso es que de vez en cuando hay que despertar eso en el pueblo.

Ustedes verán en mis sermones a través de los años hay períodos en que Dios me dice: Roberto, es tiempo de volver a predicar acerca del Espíritu porque si no uno se va durmiendo en un sueño apacible y descansado, y se pierde eso.

Una Congregación en tres o cuatro meses puede dejar de ser pentecostal y venir a ser una Congregación típicamente evangélica y cocida a fuego medio, un huevo pasado por agua, hay que periódicamente llenarse del Espíritu Santo y llenarse de las verdades que tienen que ver con el Espíritu Santo, la llenura, el bautismo del Espíritu Santo, y eso despierta de nuevo esa parte, eso es lo que pone cuando dice: aviva el fuego del don de Dios que está en ti.

Y entonces Pablo, de nuevo, no se me ha olvidado, dice: porque el espíritu que Dios nos ha dado es un espíritu de poder, de amor. ¿Por qué dice amor? porque el poder desnudo sin amor es como una espada que corta y envenena, y destruye. El poder que no tiene amor es como una bestia fuerte que destruye todo lo que está alrededor, es como una máquina pesada que tritura todo lo que pasa enfrente de ella. El poder tiene que ser templado con el amor, ese es el contrapeso del poder.

Por eso es que yo digo: si tú eres un hombre, una mujer pentecostal no hables solamente de poder, poder, poder, tienes que hablar del carácter de Cristo dentro de ti, esa autoridad de Cristo tiene que estar templada por una actitud de servicio, de amor, de humildad, de saber que ese poder no te pertenece a ti, ese poder es porque Dios te lo ha dado, si no lo usas bien te lo quita y se lo lleva.

A veces la gente dice: ¡oh, qué humilde es esa persona! mire hermano, ninguno de nosotros es verdaderamente humilde, lo que podemos hacer es ser simplemente honestos y decir: esto no es mío, esto es de Dios y si no me porto bien Dios se lo lleva en un momentito, yo lo que hago es usar lo que Dios me ha dado y por eso la humildad es tan importante, el servir a los demás, el amar a los demás, el reconocer que nosotros sin Dios no somos nada.

El amor es lo que templa el poder y en la medida en que tú cultivas el amor, la humildad, la misericordia, la gracia, en esa medida tu poder adquiere balance. Por eso es que, de nuevo, no te enamores tanto del poder que te olvides de la otra parte y es lo que yo digo, que a muchas congregaciones no les faltan los dones pero el diablo a cada rato los está dividiendo, están teniendo todo tipo de escándalos y cosas porque se crecen, y se olvidan de que tenemos que continuamente estar diciendo: Señor es por Tu Gracia, es por Tu misericordia, es por Tu bondad, no somos nada, es por Ti, eres Tú y por eso tenemos que ser misericordiosos unos con los otros. Mientras Dios más poder te dé más humíllate, más rebájate y más reclama la Gracia del Señor porque es por Gracia y no por obras.

Mientras tú más poder tengas más amoroso y más humilde tienes que ser. Yo he dicho siempre que lo que mantiene a raya al diablo no es el poder, es el fruto del Espíritu Santo, es el carácter de Cristo. Si tú quieres estar protegido de los ataques del diablo ama como Cristo amó, sirve como Cristo sirvió, bendice como Cristo bendijo y dáte a los demás como Cristo se dió a Sí Mismo, eso es lo que cubre tus espaldas.

Mucha gente piensa que si yo hablo en lenguas, si tengo los dones del Espíritu, si yo sano a los enfermos ya no necesito más nada; es cuando más necesitas la otra parte, el carácter de Cristo para que balancee tu poder porque si no lo que vas a tener es un poder feo, desagradable y poco invitador. Un pentecostal que solamente tiene fuerza y los hay es la persona más grotesca que yo conozco hermanos porque solamente fuerza espiritual no es suficiente, tiene que haber el balance del carácter de Cristo.

Estudia el carácter de Cristo, pídele al Señor que te llene de los atributos de tu Señor mientras te mueves en el poder, es lo que nosotros vemos en Cristo, ese balance de poder y amor. Mire, hay un pasaje maravilloso cuando Él les lava los pies a Sus discípulos y el Señor les dice a los discípulos: Ustedes me llaman Señor y dicen bien porque lo soy, en otras palabras el Señor no sufría de complejo de inferioridad ¿sabe? el Señor sabía quién Él era y por eso dijo: todo poder y toda autoridad me es dada sobre la Tierra, el Señor no padecía de falsa humildad ¿sabe? Él sabía quién Él era. Y ustedes me llaman Señor, y dicen bien porque Yo sé que Yo lo soy pero si Yo les lavo los pies a los demás ustedes también deben hacerlo, está la otra parte de la humildad y del servicio.

Hay otro pasaje bien interesante ahí mismo donde dice que el Señor sabiendo que Dios lo iba a glorificar, está hablando de la cruz, dice que tomando una palangana y una toalla se las ciñó y lavó los pies de Sus discípulos, y uno dice: wow espérate ¿cómo es eso? sabiendo que Dios lo iba a glorificar en vez de decir: bueno, lo que hizo fue entonces que dijo: no, todos me tienen que obedecer, Yo soy el más grande de todos, no, en vez de eso lo que hizo fue que se ató una toalla y les lavó los pies sabiendo que Dios lo iba a glorificar, y nosotros tenemos que hacer lo mismo.

Cuando Dios nos bendice, nos da poder, nos llena del Espíritu Santo entonces tenemos que decir: Señor ahora también dame poder para sujetar esta bestia que yo tengo dentro de mí para caminar en santidad y buen comportamiento, para obedecerte, para ser ejemplo a mis hermanos, para sujetar la ira, el abuso físico y verbal en mi casa, para sujetar el orgullo, para sujetar el ofenderme de cualquier cosa que la gente me dice, para sujetar el deseo de sobresalir en la Congregación, para sujetar esta persona que se ofende de cualquier cosita que pasa en la Iglesia, para sujetar la persona que se cree que es la última coca cola en el desierto y que lo sabe todo, y tiene todo, para que el Señor sujete el monstruo que está dentro de todos nosotros, ese hombre carnal, terrenal, diabólico que está dentro de cada uno de nosotros tú necesitas el Poder del Espíritu Santo para eso, la llenura del Espíritu Santo en tu vida, balance.

“Porque no nos ha dado el Señor espíritu de cobardía sino de poder y de amor”. Otra cosa con respecto a ese balance: yo he dicho que en el capítulo 12, 13 y 14 de Primera de Corintios está toda la tecnología del Espíritu Santo, si tú quieres ser un excelente pentecostal léete Primera de Corintios 12, 13 y 14 porque ahí está todo el balance del cual estoy hablando.

En el capítulo 12 el Apóstol Pablo dice y después tocaremos sobre eso: “Hermano mío, no quiero que sea ignorante sobre las cosas del espíritu” y procede a enlistar los diferentes dones del Espíritu Santo, la vida pentecostal llena del Poder de Dios, capítulo 12. En el capítulo 13 él dice: “Si yo hablo lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor vengo a ser metal que resuena o símbalo que retiñe” y añade en algún momento: “si tengo todo el poder de manera que puedo mover los montes y traspasarlos al corazón del mar, y no tengo amor nada soy, de nada me sirve” ¿por qué? porque dice que el amor es misericordioso, es bondadoso, no hace nada inapropiado, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta, el amor no es envidioso, no se envanece.

Es decir: en el primer capítulo habla del poder y los dones, en el 12 dice: si no tienes amor que contrapese y que contrabalancee ese poder no te vistas que no vas, de nada te sirve. ¿Usted no ve que Cristo dice? Cristo dice que un día vendrán ante Él y le dirán: Señor no echamos fuera demonios, no sanamos enfermos, no evangelizamos y el Señor les dirá: Apártense de Mí, Yo no los conozco, porque el hacer grandes cosas y tener dones solamente no te garantiza que tú estás haciendo la Voluntad de Dios.

Muchas veces Dios honra solamente la fe en una persona a pesar de sus pecados y sus desobediencias pero tiene que pagar el precio en algún momento, no te creas, el Señor ve todas las cosas y es justo. Uno no puede sobornar a Dios con acciones y obras ¿sabe? se necesita genuina, auténtica presencia de Dios en nuestra vida y yo digo eso con temor y temblor porque sé lo pesado y lo serio de lo que estoy declarando.

Yo los llamo hermanos a una vida de balance en el Espíritu. Poder, en el capítulo 12 amor, y en el capítulo 14 habla de cómo los dones del Espíritu se deben manejar en el contexto de la Iglesia, el orden sistemático e institucional que conviene al uso de los dones, ¿por qué? porque eso es un problema muchas veces cuando las iglesias no aprenden a manejar los dones del Espíritu en el contexto de la Congregación y en el orden del Espíritu, ahí es donde viene el desorden, vienen los problemas, vienen las divisiones y el diablo se mete y hace una cantidad de cosas.

¿Sabe que a veces yo me acerco a alguien y le digo: por favor hermano sea breve cuando ore y ellos dicen: ahí está el Pastor matando el espíritu? o yo subo cuando la adoración está en plenitud y corto un poquito el tiempo de adoración, ahí está el viejo este sangrigordo cortando la unción del Espíritu Santo (risas), no, es que el Pastor vela por el orden de la Iglesia ¿no? entonces yo soy como el policía del tráfico, yo dirijo las distintas cosas del servicio y ese es el orden, yo velo por el orden.

En el capítulo 14 Pablo dice: miren, si ustedes están en un servicio y están todos con un lenguaraje ahí hablando en lenguas, saltando, tirándose por el piso y viene alguien que no conoce dice: esta gente están locos yo he entrado en un manicomio aquí (risas), y los escandalizamos, dice: no, hagan las cosas decentemente.

La Presencia del Espíritu tiene una belleza hermanos y una armonía que se siente. Puede haber gente orando todos juntos y exaltados, y levantando manos pero hay algo como una coherencia que se sabe que hay algo que está controlando, un orden que no es el orden en el que no sucede nada, es el orden en el que suceden muchas cosas pero como que hay una coherencia hermosa en la que uno sabe: no, yo estoy en un lugar seguro, esta gente no me van a dañar la cara porque perdieron el control e hicieron esto, ¿no? es un orden, pero hay también una exaltación.

Entonces el Apóstol Pablo en esos tres capítulos está diciendo: que haya la exhuberancia de los dones pero que también haya el amor del Espíritu y que haya también el orden cuando ustedes se reúnen y el Espíritu se manifiesta entre ustedes, una cosa no va contra la otra. Pablo siempre insistiendo en ese balance, en esa armonía. Espíritu de poder y amor que contrapese el poder.

Y entonces ¿qué es esto de dominio propio? la palabra que en el griego original Pablo usa es una palabra que se refiere a una mente sana, una mente en orden, sophronen, la idea es una mente, Dios nos ha dado poder, amor y una mente que piensa bien, una mente que capta la realidad en la cual nos estamos moviendo con exactitud y precisión, una mente que ve las cosas bien, que ve lo que ve, que percibe la realidad en la cual se mueve con exactitud y precisión, una mente capaz de juzgar lúcidamente las cosas que están pasando alrededor de uno, y yo creo que es una de las cosas más bellas que el Espíritu Santo nos da.

A veces la gente piensa que cuando tú tienes el Poder del Espíritu Santo coges tu mente y la tiras a la basura, no. Yo creo que la mente más sabia y más entendida, y más capaz de entender el universo es la gente que tiene la mente de Cristo. ¿No dice la Biblia que Dios nos ha dado la mente de Cristo, tenemos la mente de Cristo dentro de nosotros? el logos de donde viene la palabra lógica, el logos que controla el universo es lo que nosotros tenemos, nosotros tenemos la mente de Cristo.

Y alguna gente piensa que la mente de Cristo quiere decir que no se nos viene ningún mal pensamiento, no, la mente de Cristo es la mente que creó el universo con su orden exquisito en nuestra biología, en nuestro sistema digestivo, la maravilla que es el ojo, la maquinaria exquisita que es el cerebro humano que ninguna máquina de este mundo jamás podrá reproducir su eficiencia, en tres libras de carne nosotros tenemos algo que es capaz de hacer una sinfonía y curar un enfermo, y mandar un hombre al espacio, entender los secretos del átomo y del genoma humano, este cerebro que Dios nos ha dado, esa mente pensante, lógica, eficiente, efectiva de Dios es la mente que Dios te ha dado a ti hombre, mujer de Dios, la mente que te ayuda a vivir la vida efectivamente, a entender los misterios de tu personalidad, a entender a Dios, la Palabra, entender los misterios de ser un buen padre, un buen esposo, un buen empleado, cómo sanarte de las contaminaciones que el mundo te ha tirado por el abuso que sufriste cuando eras niña, la violación cuando eras una jovencita, los errores del pasado, la mente de Cristo te da sabiduría para resolver todos esos problemas y para vivir una vida sana en el Señor.

Por eso es que Dios nos ha dado poder, amor y una mente sana, una mente reconstituída. ¿Qué es lo contrario? la mente reprobada de la cual Pablo habla en Romanos, dice: como los hombres no vieron a Dios y no le dieron a Él gloria como debían Dios los dió a una mente reprobada, una mente defectuosa, una mente torcida, una mente dice para que hagan cosas que no conviene como una computadora que hace bien las cosas pero que a veces tira basura también, que no se puede confiar en ella, esa es la mente del hombre carnal que no tiene el Espíritu de Dios, pero el hombre, la mujer que tiene el Espíritu Santo tiene una mente reconstituída, una mente sana, sabia, que piensa, es una sabiduría del cielo, hay una sabiduría del hombre y una sabiduría del cielo.

Hermano: si tú tienes poder, amor y una mente sana tú eres el rey del universo, puedes vivir una vida poderosa, efectiva, victoriosa, resolviendo problemas, conquistando reinos, glorificando a Dios en maneras extraordinarias y el Espíritu de Dios está dentro de ti usando, palpitando, moviéndose. Yo no sé usted pero yo quiero más de ese Espíritu en mi vida, yo le pido al Señor, hermanos: no subestimemos la profundidad de la vida en el Espíritu.

Ustedes reciben algo muy grande, muy poderoso al tener a Cristo en sus vidas y yo les suplico: no desperdicien eso que ustedes tienen dentro, yo les digo como Pablo le dice a Timoteo: a cada uno de ustedes, aviven el fuego del don de Dios que está dentro de ustedes. Lo que Dios les ha dado es algo tremendamente poderoso y maravilloso, no debe ser desperdiciado, no se conforme con una vida dominguera, no se conforme con meter el dedo gordo del pie en el agua cuando hay todo un cuerpo que hay que sumergir en las aguas del Espíritu Santo. Viva para el Señor, viva en el Señor, déselo todo al Señor.

Por eso dice Pablo: les pido que presenten sus cuerpos como un sacrificio vivo, santo, agradable a Dios para que podáis comprobar la buena Voluntad de Dios, agradable y perfecta. Muchos de nosotros no comprobamos la buena Voluntad de Dios porque no nos hemos entregado al Señor como un sacrificio vivo. Muchos nos quejamos: pero yo voy a la Iglesia, pero yo le prendí una vela al santo y sigo con todos los problemas de siempre, es que no se trata de eso, es que tú te entregues como un sacrificio vivo, que vivas la vida cristiana al fuego vivo, que le des todo al Señor, dáselo todo, ábrele todas las puertas de tu vida, vive como un muerto en vida, sé un fanático, que te digan fanático.

Hermanos: vamos a ser una Congregación llena en el Espíritu, una Congregación ferviente ¿amén? llena del Espíritu y ese Espíritu completo, 360 grados, es un círculo perfecto que lo abarca todo, eso es lo que yo quiero y lo que quiero para ustedes también en su vida.

Póngase de pie un momento, reciba ese espíritu ahora mismo, diga: yo tengo ese espíritu dentro de mí. Si tú conoces a Cristo lo tienes, si no lo conoces ¿por qué no vienes ahora mismo aquí y oramos por ti, y resolvemos ese problema ahora mismo? invito a alguien, si usted siente del Señor, usted que se ha venido estos últimos domingos a la Iglesia y usted quiere recibir a Cristo en su corazón aquí vamos a estar esperándole y venga un momento, traiga a alguien. Si usted vino con alguien y usted sabe que necesita a Cristo dígale ahora mismo: yo voy a pasar contigo y vamos a orar por ti.

El Espíritu Santo está en ti, no lo desperdicies. Úsalo.

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Quiero invitarles a ir conmigo a la Carta a los Efesios, capítulo 5, versículo 18. Y allí hay un solo versículo que quiero compartir con ustedes. El Apóstol Pablo le dice a su congregación en Éfeso: “No os embriaguéis con vino – ahora como es con vino puede usar ron, whisky, eso no es lo que quiso decir. Con alcohol, punto, porque yo sé que los que no corren vuelan aquí a veces. Hay que ser bien claro. – en lo cual hay disolución… – Disolución quiere decir desorden, conflictos, peleas, etc. – … sino antes bien sed llenos del Espíritu Santo.”

Diga Espíritu Santo. Amén, es un llamado del Señor a nosotros. En vez de desperdiciar nuestra vida con cosas que no conducen a nada bueno, en vez de llenarnos con cosas que no son nutritivas para el espíritu, para la vida, vamos a usar y emplear nuestras energías para llenarnos de algo que verdaderamente es esencial para nuestra prosperidad en el espíritu.

Y en estas próximas semanas yo quiero tomar tiempo para conversar con ustedes acerca del bautismo del Espíritu Santo. Esto es arroz con habichuelas, esto es lo básico, las tortillas y los frijoles de la vida cristiana, es la cosa básica. No vengo con grandes banquetes ni con comidas muy finas sino vengo con la esencia de la vida cristiana. Y cuando digo eso recuerdo las palabras del Apóstol Pablo en Primera o Segunda de Corintios.

Él dice, “hermanos míos, cuando fui a vosotros no fui con excelencia de palabras o de sabiduría de hombres sino que me propuse a mí mismo no presentarles nada sino a Cristo y a este crucificado, porque no quiero que vuestra fe esté fundamentada en la sabiduría de los hombres sino en el poder de Dios.”

Pablo no quería darle a los corintios cosas superfluas y exóticas y oscuras del Evangelio, sino que dijo, yo les voy a dar lo básico, les voy a llamar a poner su atención en una sola cosa, en el poder de Dios. y para que ustedes no se distraigan con otras consideraciones lo voy a hacer bien sencillo y les voy a dar lo esencial de la vida cristiana.

Y Pablo siempre habló del poder del Espíritu Santo. En otro pasaje él dijo, “porque el Evangelio no consiste en palabras sino en poder.” Pablo era un hombre, un teólogo que habló en muchas diferentes ocasiones acerca del poder del Espíritu Santo y es algo que a veces se nos escapa a nosotros porque Pablo habló de muchas diferentes componentes de la vida cristiana pero una y otra vez como que él regresaba a recordarle a la gente de cuál era la tecnología fundamental de la vida cristiana y que esa gasolina esencial de la vida cristiana era la conexión con el poder de Dios, los dones del Espíritu Santo.

Y por eso en casi todas sus cartas hay una mención en alguna forma, algún llamado a la vida llena del espíritu. Por ejemplo, aquí en Efesios tenemos eso, “sed llenos del Espíritu Santo,” en otra porción él dijo, “porque las armas de nuestra milicia no son carnales sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas.”

Y una y otra vez era un llamado a la plenitud, a la llenura del Espíritu Santo. Y a mí siempre me ha gustado, no es que me ha gustado sino que lo he visto como un requisito de mi pastorado periódicamente volver a los fundamentos de la vida cristiano y volver a recordarle a mi congregación de qué se trata, de qué es el poder, la llenura del Espíritu Santo, vivir la vida en el espíritu, tener una mentalidad sobrenatural, aprender a beber de las aguas de la vitalidad y del poder de Dios. porque eso es lo que hace la diferencia en la vida cristiana.

Y por eso Pablo cuando fue a donde los Corintios él les habló, él no fue allí como uno de esos declamadores profesionales que había en el tiempo grecorromano donde iban a dar discursos y a veces también evangelistas deambulantes que iban a hablar con toda su sabiduría de las artes declamatorias del mundo grecorromano. Él fue como un hombre sencillo a hablar de las cosas básicas y a volver a llevarlos a los fundamentos de la vida cristiana.

Yo he sentido en el Señor que es tiempo de que nosotros volvamos a meditar sobre la vida sobrenatural, la vida del Espíritu Santo. Y por eso también es que yo he a través de los años querido tener estas jornadas del espíritu para que los que no tienen oportunidad de meditar sostenidamente sobre lo que es el bautismo del Espíritu Santo específicamente, una doctrina que está en todas las páginas de la Biblia en una manera u otra, que puedan tener esa oportunidad.

Me voy a sacar una espinita ahora delante de ustedes. Muchas veces cuando yo he hecho ese llamado tenemos que suplicarle a la gente para que venga, tenemos que hacer ese anuncio, 4, 5, 6 veces. La última vez yo cancelé la jornada para el Espíritu Santo porque no se había registrado las personas que necesitábamos. Y a mí me da vergüenza francamente decir eso en esta congregación porque cuando se ofrece la oportunidad de tener ese tiempo, muchos de ustedes necesitan beber de esa leche, mis hermanos.

Muchas veces los que más necesitan de estas cosas son los que menos reaccionan a esas invitaciones. Yo diría que cada vez que nosotros hacemos una invitación a una jornada con el Espíritu Santo el problema debería ser que la gente se pare y vayan corriendo y se peleen por poner su nombre allá, no lo opuesto. Y les digo así porque les amo en el Señor. Todavía me quieren? Porque de nuevo, hermanos, tenemos que… o somos o no somos.

Yo anhelo una iglesia pareja, siempre les he dicho eso. No una iglesia donde a veces tenemos grupos fríos y grupos calientes por acá, gente dominguera, gente… Mire, si usted lo que puede hacer es venir solamente el domingo, gloria a Dios, pero ese no es el destino de la fe cristiana. El destino de la fe cristiana es que nosotros estemos siempre ardientes en el espíritu como dice el Apóstol Pablo en otro pasaje, ardientes en la fe. Ardiente quiere decir con fiebre, es la palabra que se usa en el griego original, con la fiebre del espíritu.

Pero es muy fácil caer en el convencionalismo y en la normalidad de la vida cristiana a menos que uno no esté continuamente buscando del espíritu. Y yo quiero en las próximas semanas meternos en una búsqueda colectiva acerca del bautismo del Espíritu Santo. Cuando una persona tiene un encuentro frontal con el Espíritu Santo nunca vuelve a ser la misma. Un encuentro con el Espíritu Santo vale por 10 años de dar vueltas en el desierto, de servicio tras servicio tras servicio, siempre apretando el acelerador y nunca arrancando.

Yo soy un ardiente partidario de la relación íntima con el Espíritu Santo y eso requiere una vida… esto no es para cobardes, esto es para atletas en el espíritu. Uno siempre tiene que estar. Si usted quiere mantener la grasa fuera de su cuerpo tiene que estar corriendo todo el tiempo y haciendo ejercicios porque al otro día de usted dejar de hacer ejercicio el cuerpo le añade una onza extra por algún lugar, se la esconde y hay que tener una guerra continua. Y así pasa con todo.

La maleza por igual, si usted no corta la grama y no le saca la mala hierba, la mala hierba es la cosa más resistente. Porque es que las cosas malas son siempre tan resistentes, más que las buenas. Las flores se mueren en un momento pero la hierba mala eso nadie lo mata. Los mosquitos, las palomas, las cucarachas que no sirven para nada están con nosotros hace miles de años. Sin embargo, otras cosas que son más útiles se mueren fácilmente, yo no sé por qué. Pero las cosas malas hay que estar en continua guerra contra ellas y las cosas buenas hay que cultivarlas, el poder de Dios en nuestras vidas, la llenura del espíritu.

Por eso es que Pablo en este pasaje… y yo voy a estar conversando con ustedes en una forma natural, vamos a estar un tiempo así que vamos a ir en diferentes maneras. Pero en ese mismo pasaje de Efesios 5:18 cuando el Apóstol Pablo dice, “no embriaguéis con vino en lo cual hay disolución, antes bien sé lleno del espíritu,” entonces en el versículo 19 y 20 él da una ilustración de cómo es que uno se mantiene lleno en el espíritu.

Dice, “hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en nuestros corazones, dando siempre gracias por todo al Dios y Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.”

No es que él está diciendo que esa es la única manera, solamente cantando o dando salmos. No, la idea es, mira, esta es la manera y así como hacen eso también pueden hacer otras cosas, alabando al Señor, cantando entre ustedes, ahí está hablando acerca de congregarse.

Cómo es que uno se mantiene lleno del Espíritu Santo? Leyendo la palabra, adorando al Señor, confesando las buenas intenciones de Dios en nuestra vida, congregándonos, santificándonos, limpiándonos de todo lo que no le agrada al Señor, dando al Señor, dando nuestro tiempo, nuestras energías, nuestros talentos, cultivando los elementos del Espíritu Santo, manteniendo nuestra mente enfocada en las cosas de Dios. Así es que uno se mantiene lleno del Espíritu Santo.

La gente piensa que ser lleno del Espíritu Santo es como algo muy misterioso, muy esotérico, muy exótico. Ser lleno del Espíritu Santo quiere decir tener esa vitalidad en el espíritu, esa fuerza, esa salud, estar rollizos en el espíritu en una palabra.

Cuando los Apóstoles iban a escoger a los diáconos, sabe que la función de los primeros diáconos no era gran cosa, era asegurarse de que hubiera justicia en la manera en que se distribuía la comida que se daba a los pobres. Eso es lo que eran los primeros diáconos, si usted lo busca en Hechos, capítulo 6 creo que es.

Y para ese trabajo tan básico, tan rudimentario ellos dijeron, búsquense gente llena del Espíritu Santo. Aún para algo así, para el servicio básico. Y qué era gente llena del Espíritu Santo? Es decir, gente que reflejaran compromiso con el Señor, una vida de entrega, salud espiritual, consagración al Señor, vitalidad, seriedad, santidad, eso era lo que ellos querían decir con llenos del Espíritu Santo.

Y así es que nosotros tenemos que ser. La vitalidad en la vida cristiana cuesta y requiere una actitud incesante de cultivo en el espíritu, de estar siempre midiéndonos la temperatura para saber cómo estamos. No es solamente cuestión de venir a la iglesia, eso no es suficiente. Yo creo que nos ha quedado esa mentalidad católica, lo digo con todo respeto, pero esa idea de que vamos a la misa y después nos quitamos la mantilla cuando salimos de allí y nos vamos a… y ya hasta que el domingo que viene. Muchas veces yo sé que es una simplificación, pero a veces tenemos esa mentalidad religiosa de la vida cristiana.

La vida cristiana tiene que vivirse 24 horas al día, 7 días a la semana y el poder del Espíritu Santo es algo que requiere continuo ejercicio, continua entrega, continuo sacrificio delante del Señor. Por eso es que el Apóstol Pablo también en Romanos dice que “presentad vuestros cuerpos como un sacrificio vivo, santo, agradable a Dios.”

Presentar el cuerpo es como tomar un sacrificio y ponerlo sobre la mesa del sacrificio y así nosotros tenemos que estar presentando nuestras vidas al Señor, 24 horas al día, 7 días a la semana. No hay cristianos part time, hermanos, lamento arruinarle el día, no hay cristianismo part time. El cristianismo es 24 horas al día, incluyendo cuando estamos durmiendo. Pedirle al Señor que nuestro subconsciente esté meditando en las cosas del Señor continuamente porque nosotros somos antenas y estamos siempre… el Señor quiere usarnos en algún momento. No sabemos dónde nos va a usar, tenemos que estar preparados, listos para toda buena obra en cualquier momento y no sabemos cuándo el Señor nos va a decir, mira, quiero que vayas allí.

Como uno de los grandes hombres llenos del Espíritu Santo que es tan importante que ni recuerdo su nombre ahora mismo, que fue usado para el eunuco, Felipe. Felipe estaba en un sitio predicando el Evangelio y estaba en una campaña y Dios le dijo, mira, hay una persona que necesito que tu le hables y Dios lo trasladó físicamente al desierto y allí había una limosina, no sé si era Cadillac o Mercedes, y adentro de la limosina había un hombre, un alto funcionario de la reina de Etiopía, era un embajador que había estado en esa área de Jerusalén por alguna misión diplomática o algo así. Dios lo transportó allá y allí él se acercó a este hombre que estaba conociendo del Señor, estaba hambriento de la palabra, estaba leyendo el libro de Isaías pero no entendía porque no era un cristiano. No se sabía lo que era, si era judío, si era cristiano, en esos tiempos todavía el Evangelio estaba apenas. Pero estaba leyendo acerca de Isaías.

Hay un pasaje en Isaías que habla acerca del Mesías y Felipe se le acerca, “sabes lo que estás leyendo?” “No, cómo voy a saber si yo soy un neófito en esto.” Entonces, le explicó que ahí hablaba acerca del Mesías que había de venir y que ese Mesías ya había venido y se llamaba Jesús. El hombre aceptó a Cristo, se convirtió, ahí mismo se bautizó y se fue de regreso a su nación para predicar el Evangelio.

Y sabe que los etíopes todavía hoy en día, en el siglo XXI sirven a Jesucristo, unas de esas naciones de África, que todavía sirven a Jesucristo, y ahí tienen un contacto muy fuerte con la nación judaica también, y se cree que fue de esos contactos que tuvieron con el etíope que vino y también la reina Cándace, creo que era, que tuvo un embrujo ahí con Salomón y nació un hijo y siguió la nación etíope allá el cristianismo.

Ellos dicen que ellos tienen el arca del pacto allá en Etiopía. El caso es que Dios usó a Felipe en un momento lo llamó, porque Felipe era un hombre lleno del Espíritu Santo. Estaba haciendo la obra de Dios y cuando Dios miró sobre la tierra, necesito alguien que coja a este hombre y avance mi reino y avance mis planes, agarró a Felipe y lo llevó allá.

Usted no sabe cuándo Dios le va a hablar. Y por eso es que nosotros tenemos que estar siempre preparados en el espíritu, llenos del Espíritu Santo con nuestra medida alta, porque Dios quiere decirnos algo y muchas veces nosotros estamos torpes, toscos, brutos y no entendemos lo que Dios nos quiere decir.

Yo comencé esta mañana mi meditación hablándoles a los hermanos acerca de una experiencia que tuve esta madrugada. A las 5:15 de la mañana yo me desperté sobresaltado porque se me había olvidado poner la alarma, porque yo me levanto temprano a hacer el sermón, perdónenme que lo haga a esa hora el domingo pero es la única hora que yo… a veces trato de hacerlo antes pero no lo logro. Y no había trabajado el sermón y me levanté porque las primeras luces del día estaban entrando por nuestra ventana. Y gracias a Dios que me levanté porque tenía que hacerlo, lo necesitaba.

Pero me interrumpió la luz de la mañana un sueño que yo estaba teniendo en ese momento. Es lo que digo que Dios nos habla en muchas diferentes maneras y tenemos que estar… vivir esa vida llena del espíritu. El sueño había sido un sueño sostenido de mucho tiempo, porque yo sabía que había pasado la noche como meditando en eso, y en el sueño yo estaba en el basement de nuestra casa antes de que lo renováramos, que hace varios años atrás renovamos el sótano completamente y aprovechamos para trabajar las fundaciones de la casa, una cantidad de cosas. Una vez yo prediqué acerca de eso, y reestructurar la casa y todo esto, un trabajo completo.

Pero este sueño era antes de que nosotros hiciéramos ese trabajo. Y yo podía ver una serpiente verde que su presencia corría por muchas partes. Era bien larga y estaba enrollada y enroscada en el basement de la casa. Y yo podía ver parte de su cuerpo encima de una paredcita que nosotros tenemos ahí. Pero yo no le veía la cabeza. La cabeza no se podía ver porque estaba escondida en alguna parte.

Ahora yo sé la temática de este sueño porque he vivido con esa temática durante muchos, muchos años de mi vida. Guerra y lucha espiritual acerca de esta iglesia, acerca de mi vida, mi ministerio, una cantidad de cosas. El caso fue que yo no sabía dónde estaba la cabeza y en el sueño yo sabía que yo le había estado cortando pedazos a esa serpiente, comenzando con la cola, pedazos a través de mucho tiempo, buscando hasta llegar a la cabeza, porque usted sabe que en la cabeza es donde está la vida de una serpiente. Usted le puede cortar partes de su cuerpo y no necesariamente matar una serpiente. Tiene que ser la cabeza.

El caso es que la serpiente estaba muy tranquila adormecida, no había problema, yo le estaba cortando pedazos y sabía que me estaba acercando a la cabeza, pero todavía le quedaba un buen pedazo. En el sueño también yo me vi hablando con dos personajes, uno de ellos era por alguna razón mi nieto Caleb, que tienen 9 años ahora, y la otra persona era un adulto. Yo tenía que ir como a un viaje breve en algún sitio y sabía que esa labor iba a continuar y queriendo asegurarme de que si ellos se tropezaban con la cabeza que no fueran sorprendidos, yo le estaba dando instrucciones a ellos acerca de esa posible confrontación.

Y recuerdo que le pedí un papel, creo que fue a Caleb, y le dibujó un pedazo del cuerpo con la cabeza y le dije, “Mira, mientras ustedes más le corten al cuerpo, más se van a acercar a la cabeza.” Ese era el tema de todo el sueño, mientras más le corten al cuerpo más se van a acercar a la cabeza.

Y sabía que cuando llegara ese momento iba a haber una confrontación seria porque la serpiente usted le puede cortar mucho pero mientras no le amenace lo esencial. Y yo entiendo bien el sueño, a mi vida, la temática de mi vida y las luchas y la guerra espiritual, y la oposición demoníaca, cosas que Dios quiere hacer y otro sueño que tuve hace un par de semanas cuando fui a predicar a esas iglesias en Vermont y en New Hampshire, que Dios me reveló otra parte de esto. Entendí bien porque yo creo que se está acercando una definición y unas cosas que Dios quiere hacer en estos tiempos y tiene que ver parte con una guerra, una confrontación espiritual seria.

Pero el caso fue que cuando me sorprendió la luz de la mañana estaba esa idea, mientras más le cortes al cuerpo más te vas a acercar a la cabeza. Y a mí en realidad no me interesa tanto explicarles acerca de eso. Yo entiendo bien lo que eso quiere decir, es un proceso y es un proceso gradual que Dios tiene su control sobre ello de acercarme y acercarnos a la cabeza.

Pero lo más importante de todo es que yo sé que esa fue una revelación de Dios y yo lo recibo con instrucción para mí vida, mi ministerio, y la idea es que Dios siempre nos está hablando. Cuando tu vives una vida en el espíritu el mundo se torna lleno de significado. Dios te habla en maneras pequeñas y grandes. Tu todo lo interpretas a la luz de la intención de Dios. tu nada lo ves como mera coincidencia. Tu sabes discernir qué es de Dios y qué es simplemente otra cosa.

Porque no todos los sueños son de Dios. Muchas veces porque comiste demasiado arroz con habichuelas antes de dormirte, pero muchas veces sí son revelaciones de Dios y tienen su significado. Dios me ha hablado a través de los sueños, a través de los años y me han sido de gran beneficio. Como ustedes saben el origen de esta iglesia, esta congregación León de Judá, nuestro nombre, nuestro ministerio es alrededor de un sueño.

Pero lo que yo quiero que ustedes entiendan es eso, hermanos, que Dios quiere tener intimidad contigo. Dios quiere hombres y mujeres animados por el espíritu. Dios no ha dejado de dar revelación a su pueblo. Dios no ha dejado de traer revelación profética a sus hijos. Dios no ha dejado de hacer milagros de sanidad y de liberación en la vida de sus hijos.

El diablo no ha cambiado y Dios tampoco ha cambiado en su metodología. Y lo que usted ve retratado en las páginas de la Biblia es lo que Dios quiere que se repita en su vida también. El libro de los Hechos no es un libro arqueológico que está ahí simplemente para que digamos, guau, qué súper gente eran esos primeros cristianos, y que se quede allí. No. está escrito así para que usted sepa que ese Dios quiere trabajar en su vida también.

Y cuando una iglesia y un pueblo están llenos del poder del Espíritu Santo y cultiva el Espíritu Santo, Dios se mueve en ese espacio. Yo he visto aún cuando yo predico o cuando predicamos acerca del bautismo del Espíritu Santo como que algo se despierta inmediatamente. Como en este servicio aquí en el tiempo de la adoración, algo pasa. Yo he aprendido que lo que uno predica es lo que se da en la vida de la iglesia también. Y que nosotros tenemos que mantenernos siempre así, porque Dios quiere hablarte, Dios quiere obrar a través de ti. Dios quiere hacer milagros a través de tu vida. Dios quiere darte instrucción sobre cómo ser un mejor padre. Dios quiere darte autoridad, cómo ser un mejor hombre o mujer de negocios, cómo ser una mejor ama de casa, cómo ser una mejor esposa o un mejor esposo, cómo manejar tu vida mental, emocional, espiritual, cómo atender a tus asuntos materiales y físicos.

Dios ha ideado ese poder del Espíritu Santo, esa tercera persona de la trinidad. Cristo dijo, “yo me voy pero enviaré un ayudador, y ahora yo estoy con ustedes pero después en un sentido yo estaré en ustedes.”

Sabes tu que la vida de Dios se mueve dentro de ti y se llama el poder del Espíritu Santo. Cuando tu recibes a Cristo como Señor y salvador, el Espíritu Santo entra a tu vida, pero ahí hay una diferencia, depende de lo que tu hagas con esa presencia del Espíritu Santo dentro de ti, con esa tecnología del espíritu que Dios instala en tu vida. Depende de cómo tu te mueves con eso porque para muchos de nosotros recibimos a Cristo y creemos que ya eso es todo. Ya me apuntaron allá en el cielo y cuando me muera yo sé que ya me voy con Dios y eso es todo. Y aquí de vez en cuando vengo a la iglesia porque ya ponché la tarjeta y yo ya sé que voy para el cielo.

Mientras tu estás aquí en la tierra Dios quiere tener intimidad contigo. Dios quiere sacarte el jugo mientras estás aquí en la tierra. Dios quiere hablarte, Dios quiere revelarse. Dios quiere que tu lo conozcas y él quiere tener más de ti y que tu tengas más de él. Y eso se llama la vida llena del Espíritu Santo.

Y todo depende de lo que tu hagas, la iniciativa que tu tomes. Por eso es que yo les digo que a mí, por ejemplo, sí me molesta, es la palabra, cuando yo veo gente en nuestra congregación que necesitaría buscar de esa experiencia del Espíritu Santo y se le ofrece una gran oportunidad para pasar horas escuchando que yo creo que es buena palabra y teniendo buenas experiencias, y se les habla y se les dice, “Mira la experiencia que otros han tenido,” y se quedan aplatanados, como decimos nosotros, simplemente sin hacer nada al respecto.

Si usted se siente culpable, eso es lo que yo quiero que suceda y que reaccione la próxima vez. Porque todo depende de lo que usted haga. Si usted activa el poder del Espíritu Santo. Qué dice el Apóstol Pablo en Segunda de Corintios, capítulo 1, versículo 6, le dice a Timoteo:

“Te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti…– Diga, está en ti. – … por la imposición de mis manos, porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía sino de poder, de amor y de dominio propio.”

Ese versículo todo el mundo lo debería saber de memoria. Aviva el fuego del don de Dios que está en ti. Para muchos cristianos el don de Dios ya está, y yo digo que el problema para muchos cristianos no es que no tengan el don, es que no lo están avivando. Y así le digo también a los hermanos que vienen a las jornadas del espíritu. Yo les digo, “miren, nosotros hemos estado en esta intimidad con el Espíritu Santo, le hemos dado enseñanza, hemos orado para que reciban. Ustedes han recibido pero ahora, de aquí en adelante, depende de lo que ustedes hagan con eso, porque si usted simplemente se va de un encuentro con el Espíritu Santo y cree que como ya lo tiene no necesita cultivarlo, no se vista que no va.

Eso es algo que de ahí en adelante usted tiene buscarlo, cultivarlo, animarlo, avivarlo. Y cuando usted vive en ese fuego, esa pasión, entonces Dios puede hacer algo en su vida. Veo a mi hermano Niron aquí, yo creo que ya lo he usado antes, pero me gusta cuando veo estos hombres que se entregan al Señor y no son perfectos, aunque yo sé que tu esposa piensa que tu eres perfecto, pero aparte de eso, no. pero tiene pasión y ama al Señor y uno lo ve que tiene apetito por la palabra, está buscando de Dios, está testificándole a la gente. Y esas son las personas que prosperan en la fe porque no solamente reciben a Cristo, no solamente reciben el Espíritu Santo que viene con Cristo, sino que entonces están inquietos buscando y yo espero que nunca lo pierdan ese ánimo, porque después con el tiempo la gente va acostumbrándose a la vida regular, a la inercia de la vida cristiana, como pasa con las congregaciones también.

Las iglesias comienzan muchas veces con fuego pero como le dijo el Apóstol Juan a la iglesia en Revelación, en el Apocalipsis, pero tengo algo contra ti que has perdido tu primer amor. Era a la iglesia en Éfeso, le dijo, tengo algo contra ti, tu has sufrido por el Evangelio, has rechazado a aquellos que vienen a predicar un Evangelio falso, pero una cosita tengo contra ti, que has perdido el primer amor.

Y eso pasa en la vida cristiana, por eso es como los carros que hay que darles un tune up cada seis meses u 8 meses porque sino se le aflojan todas las partes. Y así son las iglesias, con el uso, con el tiempo, los chismes, las peleítas que se dan, los errores de los líderes, la inercia de la vida, la convivencia, la familiaridad, qué pasa? Las iglesias van perdiendo la energía y hay que volver a avivar el fuego del don de Dios que está en ellas.

Eso tiene que hacerse continuamente. Para muchos de nosotros no es el problema que no tengamos el don, el problema es que no lo mantenemos vivo. Y mi deseo a través de estas meditaciones es volver a llamarnos, a volver a esa conciencia. Nosotros somos una iglesia pentecostal, no somos pentecostales denominacionales, somos pentecostales en el espíritu, somos pentecostales por nuestras convicciones espirituales y bíblicas, nuestra teología, que eso es lo que importa.

Y según tu vivas esa vida ardiente en el espíritu, diligente en el Señor, Dios va a hacer algo en ti. Y mi deseo a través de estas meditaciones es precisamente eso, que nosotros aprendamos, a los que están tibios avivarlos más, a los que están fríos que cobren una temperatura, los que están calientes que se mantengan allí.

Yo hablaba con la congregación esta mañana, y algunos de ustedes han escuchado la historia de cómo nosotros pasamos a ser de una iglesia meramente bautista evangélica, a ser una iglesia más llena del Espíritu Santo.

Yo conocía del espíritu, mi mamá era una mujer pentecostal sin el nombre de pentecostal, pero mi madre era una mujer ardiente en el espíritu, acostumbrada a sobrenaturalidad de la vida cristiana. Yo crecí con su ejemplo. Y cuando era jovencito adolescente fui a varios lugares buscando la llenura del Espíritu Santo y siempre pensaba como que no lo había recibido porque no me caía al piso, no perdía la conciencia, no terminaba bailando en un solo pie, no gritaba, no profetizaba, no me pasaba nada estrepitoso o extraordinario y fui un tiempo en Brooklyn, Nueva York, fui a varias iglesias supuestamente donde estaba el Espíritu Santo, buscando esa llenura. Y después lo dejé así y entonces entré a la universidad, muchos años de estar alejado del Señor en cierta manera, y después volví.

El Señor hizo una obra de avivamiento en mi vida cuando estaba haciendo mi doctorado y cuando comenzaba esta iglesia, en el año 82, y un día yo me encontré en el South End donde había comenzado la iglesia, teníamos unos 3 meses, solo antes de que comenzara el servicio, era una iglesia pequeñísima en ese momento, estábamos apenas comenzando. Y yo ha había buscado y yo estaba experimentando un avivamiento en mi vida espiritual, por eso estaba en esa iglesia limpiándome y sanándome de muchas porquerías y muchas cosas. Y estaba deseando más del Señor en mi vida.

Y me encontré ahí solo antes de que comenzara el servicio, porque en ese tiempo yo trabajaba, me tomé un año de la universidad, y estaba en Lawrence trabajando como trabajador social, antes de volver otra vez a reintegrarme a mis estudios. Y estaba allí y yo dije, caramba, yo he estado todo este tiempo buscando la llenura del Espíritu Santo y me prometí que no me iba… me arrodillé y que no me iba a parar de allí hasta que yo no supiera que tenía el bautismo del Espíritu Santo.

Oré al Señor y de nuevo aquí está lo importante, yo les puedo decir que yo no sentí ningún tipo de sensación espectacular ni extraordinaria ni rara de ninguna manera. Yo soy una persona bastante pensante, lúcida y no soy muy dado a explosiones emocionales. Yo creo que el Señor obra según cada uno de nuestros sistemas y en su manera y en su tiempo. El caso fue que yo abrí mi boca, porque de nuevo yo creo que estos asuntos de lo que tu crees, y yo sí he creído siempre que las lenguas son parte de la experiencia pero no es la señal inevitable y única del bautismo del Espíritu Santo.

Pero yo abrí mi boca y comencé a verbalizar un lenguaje que nunca antes había utilizado y fue un lenguaje fluido, desarrollado, completo y yo decidí que ya nunca más iba a ir a ningún lugar a pedir que Dios iniciara, porque hay llenuras del Espíritu Santo pero yo dije, yo creo hoy que yo he sido bautizado en el Espíritu Santo. Ahora puede que yo haya sido bautizado esa primera vez que estuve en Brooklyn, en esas iglesias, pero no lo sabía, no lo había recibido en esa manera, porque yo pensaba que tenía que ser en esta o en aquella forma.

Yo le digo a la gente, para recibir el Espíritu Santo no se cargue con esta idea de que tiene que caerse al piso, llorar, babear, se te tiene que voltear los ojos, tienes que salir con una voz extraordinaria, no, no se meta tanto lío en su cabeza. Reciba el Espíritu Santo, créalo, aprópieselo y después el Señor le irá llevando en su momento y en su lugar a esa experiencia exaltada, emocional, extraordinaria, espectacular que usted está buscando.

Pero lo primero que usted tiene que hacer es apropiarse, recibir activamente la llenura del espíritu en su vida y afincar eso, ponerle un sello de recepción total y entonces continuar de ahí en adelante buscando esa manifestación más poderosa, más plena, porque su vida va a ser una búsqueda continua de la llenura del Espíritu Santo. Y van a haber diferentes momentos que Dios lo va a llenar de nuevo, otra vez y lo va a visitar de nuevo.

Después de esa experiencia inicial yo he tenido experiencias muy poderosas en el Espíritu Santo, emocionales inclusive pero en ese momento Dios lo que quería es que yo le diera la mano y sellara ese pacto con él. Y Dios comenzó a hacer muchas cosas, siguió haciendo cosas en mi vida grandiosas, se desataron moveres del espíritu en mi vida. Y miren aquí 30 años después sirviendo esta congregación, la misma congregación donde yo recibí el bautismo del Espíritu Santo o afirmé.

Y así nos pasó a nosotros cuando estábamos en Cambridge también. Que yo después de una visita a una iglesia afroamericana en California, un domingo que estaba en un entrenamiento para personas que trabajan en prisiones, yo estaba como voluntario en una agencia que trabajaba con compañerismo carcelario, una agencia muy grande que trabaja con prisioneros en diferentes partes del mundo, y había ido a un entrenamiento en San Francisco, California, y un domingo nos llevaron a una iglesia afroamericana que es una iglesia llena del Espíritu Santo. Nos llevaron allí para que viéramos cómo era la espiritualidad de una buena parte desgraciadamente de gente que está en esas cárceles, la comunidad afroamericana tiene una forma de adorar y de alabar al Señor y mucha de esa gente descarriada están en esas prisiones. Es largo de explicar y no quiero confundirles demasiado.

Pero el caso es que ellos querían ver cómo el afroamericano adora al Señor y cómo esas congregaciones así, porque muchos de los que eran parte de mi compañía no conocían esa dimensión. Era más bien evangélicos normales, típicos. Y yo fui a ese servicio, una iglesia bendecida, llena del espíritu, próspera, grande, y yo creo que Dios hizo algo allí en mi vida, me tocó de alguna manera. Eso fue después que yo tuve la experiencia acá también. Pero yo no había compartido esa experiencia con la congregación que ya yo la pastoreaba.

Eso fue esa mañana, el domingo, tuve esa experiencia. En la noche un amigo pastor me invitó a otra iglesia pequeña, una iglesia que estaba comenzando en un hogar y cuando yo llegué allí esperando una experiencia similar a la de la mañana, bien vital, bien animada, el pastor comenzó a decir que estaba renunciando al grupo y comenzó a hablar de su desánimo, lo desanimado que se sentía, que no sabía si Dios verdaderamente lo había llamado al ministerio, y no sabía en realidad si esa iglesia era parte de lo que Dios quería, una confesión bien desanimadora, descorazonadora.

Y yo sentí que el Señor me estaba diciendo algo en ese momento, porque yo apenas estaba comenzando en el ministerio en ese tiempo, tenía como 3 años, menos, que Dios me había llamado al ministerio en esa iglesia, en Iglesia Bautista Central, hoy llamada León de Judá. Y mientras yo escuchaba a este hermano fue como que Dios me dijo, mira, te he presentado 2 modelos de pastorado y de ministerio hoy, uno donde se busca la llenura del Espíritu Santo, donde se glorifica la adoración a Dios, donde hay soltura en el espíritu. Otro, como era esa congregación, no era una congregación en absoluto que buscaba, era una congregación así más bien general, básica. Y escoge tu cuál de los 2 tu quieres como tu modelo para el pastorado. Claro, yo dije, Señor, yo quiero esa vitalidad, yo quiero esa fuerza, quiero ese poder.

Cuando yo regresé a Cambridge después de ese viaje yo comencé a compartir con la congregación y le dije, “hermanos, yo siento que Dios me ha hablado.” Yo creo que de hecho en ese servicio con esa congregación afroamericana, Dios se rozó mi cuerpo, mi espíritu y me despertó más todavía.

Porque yo les digo que estas son llenuras, son diferentes momentos y lo que había pasado acá en el South End en el [Inaudible] Health Center que yo recibí allí el Espíritu Santo en una forma activa, pero nunca lo había como puesto en práctica, porque esa iglesia y el pastor que la fundó, un gran hombre de Dios, recuerdo su memoria con gran respeto, pero su estilo de pastorado no era pentecostal en absoluto, era muy bautista. Y entonces como yo había crecido espiritualmente con su modelo yo había incorporado eso más bien a la iglesia y habíamos continuado su precedente.

Pero no había llevado a la iglesia a un nivel de mayor involucramiento en el Espíritu Santo. Cuando yo regresé de California con esa palabra que yo sentí que Dios me dio, yo vine resuelto a iniciar a nuestra iglesia en la búsqueda de la llenura del Espíritu Santo y les dije asimismo, “hermanos, yo creo que Dios me ha hablado, Dios nos está llamando que comenzar a buscar del espíritu.”

Y comencé a hablarles acerca de eso. yo no tenía experiencia en el mover pentecostal, no sabía casi nada de lo que era una iglesia pentecostal. No tenía ningún precedente y francamente las iglesias pentecostales que había en la ciudad no me interesaban como modelo por diferentes razones. Así que no tenía mentores en realidad. Nuestra búsqueda fue una búsqueda exploratoria y tuvimos que reinventarnos el mundo a la luz del Espíritu Santo.

Y entonces yo comencé balbuceos como de niño y lo primero que se me ocurrió, qué hacen los pentecostales? Tienen piano eléctrico y usan una batería y un bajo así que vamos nosotros a comprarnos un bajo y una batería y un keyboard, y comenzamos a cantar los coritos de Marcos Witt y de todos esos cantantes de adoración y alabanza. Así fue como comenzamos.

Yo comencé a decirles a los hermanos que comenzaran a ser pentecostales, a moverse como pentecostales. Comenzamos a avivar el servicio. Claro, que eso desató una resistencia bien fuerte en un grupo de gente que no quería eso por diferentes razones. La crema de la crema no le gustó ese poquito se sirup que le estábamos echando al jugo. Y entonces se desató otra – que un día les voy a hablar acerca de eso, lo que pasa la separación de esencias, cuando el Espíritu Santo comienza a hablar y a moverse.

Pero comenzamos así, comenzamos a añadir música diferente y yo me lancé en el nombre del Señor porque en realidad yo no sabía, hermanos, cómo se hace la vida pentecostal al nivel congregacional. Pero uno se atreve, es que hay que atreverse, hay que comenzar a caminar en el espíritu. Dios lo que quiere es un mover, una acción que te lance.

Hay tantas cosas que yo hago en mi vida pastoral que yo les aseguro me llenan de terror cuando las inicio, porque a veces son cosas serias y son muy públicas y uno las hace y dice, Señor, si yo quedo mal voy a quedar mal ante una gran congregación, ante mucha gente. Pero nunca he dejado que el miedo domine mis acciones y mis decisiones en el ministerio.

Yo me he preguntado, Señor, está conforme a tu voluntad, estoy obedeciendo a tu llamado? Lo estoy haciendo con las motivaciones correctas? Es bíblico? Y si yo siento que el Señor me dice, sí, sí, sí, yo me lanzo y comienzo a caminar en el nombre del Señor creyendo que Dios me dará la dirección, el camino mismo y que él no dejará que yo sea avergonzado.

Muchas de las decisiones que hemos hecho, ustedes han visto, a través de los años es asi, es simplemente por obediencia a lo que yo creo que es un llamado del Señor y a un Dios que yo creo que no nos deja si obedecemos a su voz. Y así yo inicié este caminar pentecostal de la iglesia en el año 89 más o menos. Inicié no sabiendo en qué me estaba metiendo.

Y lo interesante es que según yo comencé a activar, a avivar el fuego del don de Dios que ya estaba en mí, porque esa es la cosa. Yo creo que si hubiera comenzado en el 85, 86, en el 87, en el 88, en ese tiempo hubiera comenzado el mover de Dios pero Dios tenía que esperar hasta que yo estuviera preparado para lanzarme a las aguas. Y cuando yo le dije a la iglesia, este es el tiempo, vamos a comenzar, Dios comenzó a activar su poder, comencé a avivar el fuego del don de Dios, ya estaba en mí, y ese espíritu comenzó a despertarse y a moverse y a manifestarse. Comenzaron a venir personas llenas del Espíritu Santo a nuestra iglesia, que conocían el mover del Espíritu Santo y comenzaron a hablarme y a veces a irritarme con sus sugerencias también.

Pero yo he aprendido que yo no me dejo… aunque me irrite, si es de Dios yo lo voy a recibir y voy a escuchar. Y Dios comenzó a traer personas que tenían experiencia con el Espíritu Santo, comenzó a traer músicos, porque se nos habían ido todos los músicos en esa separación que hubo, nos quedamos sin ´música en la iglesia. Un coro tremendo que teníamos se nos fue, se nos fueron los músicos que tocaban los diferentes instrumentos y me quedé con una pianista que solo sabía tocar por letra. Y Dios comenzó también que traer gente en música. Todavía algunos de ellos están acá, el hermano Gonzalo y otros así, comenzaron a venir. Dios trajo el depósito. Delmi yo creo que vino en ese tiempo.

Otros fueron activados como Fanny, la hermana Carolina León vino parte de ese tiempo. Dios comenzó a reforzar a este pobre jovencito que estaba apenas balbuceando y que necesitaba ayuda. Porque cuando algo sucede en el cuerpo que requiere refuerzo y cuando estamos haciendo cosas para el Señor, Dios entonces comienza a mandar los recursos.

Sabe dónde Dios no manda recursos? Donde la gente no está haciendo nada. Pero si uno está comenzando a buscar de Dios, Dios comienza a bendecirte y a darte lo que tu necesitas. Comenzaron a venir guerreros en el espíritu para ayudarme y sostener mis brazos. Comenzaron a venir músicos, comenzaron a manifestarse los dones del Espíritu Santo también, manifestaciones, liberaciones, demonizaciones, gente bautizada en el Espíritu Santo, gente que se caía independientemente que nadie les pusiera las manos durante un tiempo de intercesión y adoración. Dios comenzó a levantar la temperatura espiritual de la congregación, comenzó a darme un vocabulario pentecostal, ayudarme a predicar en otra manera también.

Yo sentí que Dios me promovió y me levantó en mi estatus ministerial. Vino ese sueño con el León de Judá que nos trajo aquí, a Boston, tuve esa revelación que nos cambió totalmente nuestra identidad y nuestra localidad y una cantidad de cosas. Fue después de ese tiempo. Dios comenzó un proceso de años a irnos entrenando y todavía ese proceso continua. Porque es lo que les digo, que la llenura del Espíritu Santo no es sí o no, es gradual, es progresiva y hay muchas llenuras que Dios quiere traer a nuestras vidas.

El caso es que cuando yo declaré públicamente que íbamos a ser una iglesia pentecostal, que íbamos a existir en una modalidad pentecostal, que íbamos a cultivar los dones del Espíritu Santo, el Señor dijo, “Te voy a tomar en serio, hijo, y te voy a proveer todos los recursos que tu necesitas para que así sea.” Nunca me he arrepentido de esa declaración, hermanos. Al contrario, yo tiemblo de pensar que por lo arduo de esa tarea y su magnitud y su carácter impredecible yo hubiera podido decir, “No, esto es demasiado grande, no me quiero meter en eso, lo voy a dejar allí.”

Todavía estuviéramos quizás un grupito de gente asustados en esa esquina de Cambridge Port. Porque es que cuando tu comienzas a declarar cosas, y eso lo que yo digo a ustedes, mis hermanos, si ustedes quieren moverse en el poder del Espíritu Santo usted tiene que decidir, tiene que tener una crisis, un momento de crisis en su vida, en que usted diga, no, yo quiero vivir mi vida en la llenura del Espíritu Santo. Yo creo que los dones son para mí, son para hoy, son para la iglesia, y que Dios tiene un propósito en mi vida, Dios me quiere usar y yo voy a comenzar a vivir esa vida pentecostal, esa vida de servicio, esa vida de entrega, esa vida de tomar riesgos, esa vida de escuchar de Dios, esa vida de santificar las experiencias que Dios me da y creer que vienen de él y comenzar a moverme en el poder del Espíritu Santo.

Esa es la diferencia. La diferencia no es entre los que tienen y los que no tienen, la diferencia está en los que hacen algo con los que tienen y los que lo dejan allí simplemente depositado. La parábola del siervo infiel, dice la Biblia que un hombre cuando se iba de viaje le dio a cada uno de sus sirvientes, sus empleados, una porción de dinero, que es equivalente a la dotación del espíritu, y les dijo, negocien entre tanto que yo regreso. Les dio dinero a cada uno, un capital, y se fue y cuando él volvió los llamó a cuentas y les dijo, okay, ahora repórtenme qué hicieron ustedes con el don que yo les di.

Y eso va a pasar un día en el cielo. Dice la Biblia que un día nosotros vamos a tener que comparecer ante el tribunal de Cristo, no el tribunal de determinar si somos salvos o no, pero es un tribunal para saber qué hicimos con lo que Dios nos dio. Qué estás tu haciendo con el don de Dios en tu vida? Estás haciendo tu como le dijo Pablo a Timoteo, avivando el fuego del don de Dios que está en ti?

Porque el don que Dios te ha dado no es un don de cobardía, no es un don de ser conservador, no es un don de darle al Señor la puntita del dedo nada más, darle el ala para quedarte tu con la pechuga. No, es para darte todo, sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, entregarte todo, ponerte todo en la mesa del sacrificio. Todo, todo.

Cuántos de nosotros podemos decir, yo le he dado todo al Señor en mi vida. Y muchos no lo pueden decir, te quiero retar esta tarde. Si tu no puedes decir que no, no hay deshonra en ello, pero admítelo y entonces di, yo ahora le voy a dar todo al Señor. De aquí en adelante yo no voy a vivir como un cristiano a medio tiempo, no, yo voy a vivir como un cristiano a tiempo completo, una entrega total de mi vida al Señor. Todos mis dones.

Porque un día el Señor va a llamarte a cuentas. Eso es algo que a nosotros no nos amanece muchas veces en nuestra mente. Cuando tu te mueras va a haber un momento en que tu vas a tener que comparecer ante el evaluador de las vidas y te van a preguntar, no si tu conociste a Cristo porque tu ya lo conociste, pero te van a preguntar qué hiciste con lo que yo te di, y algunos van a entrar al cielo pero van a entrar en vergüenza. Eso como que no nos… porque pensamos que cuando entremos al cielo todo el mundo va a estar…

Es esta idea primitiva que tenemos de la vida eterna como que es una vida de un solo color y que no hay variantes, no hay trabajo, no hay logros, no hay diferenciación, todos vamos a tener la misma vitola y la misma arpa para tocar en una nube. Eso es una patraña, eso es una mentira del diablo. La vida eterna va a ser una vida de gran actividad, diferenciación, niveles de gloria, tareas, cosas que se pueden lograr todavía sin el veneno del pecado y la caída que lo otorga el trabajo en algo malo y sufriente. Pero va a haber trabajo, va a haber diferenciación, va a haber diferentes niveles de gloria, va a haber diferentes premios que vamos a recibir, va a haber diferentes niveles de autoridad y de poder. A unos se les dará autoridad para una cosa a otros para otra.

Esa autoridad va a depender de lo que tu hagas aquí con el don que Dios te ha dado. La cosa no es si tienes don, el don tu lo tienes, qué estás haciendo con el don? Te aconsejo que avives el don de Dios que está en ti porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía sino de poder, amor y dominio propio. Dios te ha dado. Dios no te ha llamado a vivir del plato a la boca, conservadoramente, dándole a Dios lo mínimo. Dios te ha dado poder, autoridad, amor, control de tus pasiones, control de ti mismo, una mente lúcida, una mente pensante, clara. Ese es el espíritu que tu has recibido. No lo desperdicies.

La parábola de Cristo termina de esta manera. El Señor reúne a todos sus siervos y los pone enfrente y va a cada uno de ellos, qué tu hiciste con tu don? Señor, te lo multipliqué, aquí lo tienes rendido 10 veces más de lo que tu me diste. El otro, Señor, aquí tienes, 5 veces más. A cada uno le dice lo mismo, bien hecho. Al que hizo 10 veces y al que hizo 5 veces el don no le dice, ah, qué bueno tu que diste 10 veces y el otro… No, hicieron algo con el don, lo multiplicaron. Aún el que hace menos le dice, está bien, bien hecho. Pero hay uno de esos siervos que es el cuarto o el quinto que dice, Señor, tuve miedo con el don que tu me diste, porque tuve miedo de que se me perdiera el don, que lo invirtiera en algo que no iba a dar fruto y que de momento yo perdiera todo lo que tu me diste y yo sé que tu eres un hombre que no juegas con nadie, tu le cortas la cabeza a cualquiera.

De paso, así es Cristo, este Cristo pasivo, que todo lo ama y todo lo permite y todo lo acepta, no es el Cristo que yo veo en la escritura, ni el Cristo que viene a juzgar a los vivos y a los muertos. Y él le dice, tuve miedo porque yo sé que tu no te casas con nadie, hay que cogerte en serio y yo tenía miedo de que si yo desperdiciaba el don y no me rendía y lo perdía tu me ibas a cortar la cabeza, así que aquí tienes tu don, y abre un pañuelo todo sudoroso con un moño y le dice, aquí está tu don.

Fíjese, no lo robó, no se robó el don, no lo desperdició, no lo botó, no hizo nada con él, ese era el problema. No hizo nada con el don, se lo guardó, lo retuvo y el Señor de la parábola se indigna con este hombre, y le dice, mal siervo, por tu propia palabra te juzgo, por qué aunque fuera no lo metiste al banco para que cogiera 2 % de interés, y dice, échenlo al fuego eterno. Eso es bien complicado ahí, teológicamente. Pero el caso es que la idea es que tu has recibido algo en tu vida, ese don del Espíritu Santo es para que tu lo uses, es para que tu lo rindas, es para que tu lo cultives y entonces Dios te pueda usar para su reino.

No le devuelvas al Rey de Reyes y Señor de Señores tu don intacto. Intacto, sabe lo que quiere decir? no tocado, intacto. Dios quiere que tu don esté bien usado. Entrégale tu don al Señor pero invertido, estrujado, exprimido de todo su contenido y todos sus beneficios. Aviva el fuego del don de Dios que está en tu vida. El Espíritu Santo está en ti, no lo desperdicies. Úsalo.

Esta semana yo voy a estar hablando más y más de esa llenura del espíritu y vamos a tener tiempos de buscar esa unción y de impartir esa llenura del espíritu. Yo les pediría que vayan preparándose en estos próximos días, órale al Señor para que él nos lleve. Como congregación vamos a pedirle al Espíritu Santo que en estos días de hablar acerca de su palabra, él aclare los aires encima de nosotros y que quite toda resistencia y toda inercia que haya y que limpie los aires para que se de una visitación del espíritu en la vida de todos los que deseen esa llenura del Espíritu Santo.

Vamos a sacar tiempo para orar, impartir, ungir y a pedir una visitación de Dios en las vidas de ustedes. Yo desearía que todos los que estamos aquí en una manera u otra entremos en esa llenura del Espíritu Santo, que esto transforme nuestra vida como congregación. Amén. Puede decir amén a eso?

Vamos a estar en eso. Yo estoy preparando. Si usted puede orar, ayunar en estos días para que el Señor haga algo en nuestra iglesia porque yo quiero este tiempo aprovecharlo bien. Estas predicaciones las he meditado mucho y las he estado preparando y temiendo en un sentido también, aunque usted no lo crea. Acompáñenme en oración para que el Señor haga algo extraordinario entre nosotros.

Porque a la serpiente ya estamos llegando cerca de la cabeza y necesitamos algo nuevo y fresco. Yo vengo predicando estas cosas durante años y años. Anoche tuve la oportunidad de hacer algo, de visitar algunos correos electrónicos del pasado y estuve leyendo y viendo algunos sermones que yo prediqué hace años atrás y la verdad es que estas son las cosas que yo he estado predicando durante años y años, porque esas son las cosas que me cautivan en mi vida cristiana, en mi ministerio.

Yo sé que el Señor ha estado allí esperando su momento, su tiempo y yo no sé cuánto tiempo más hasta que lleguemos a la cabeza de la serpiente misma, pero yo sé que estamos cerca y necesitamos buscar más, santificarnos más. Yo le estoy pidiendo al Señor que resuelva esto. Yo le pido al Señor, Padre, todo lo que no sea de ti que haya en esta iglesia, y se lo digo aquí con temor y temblor al Señor ahora mismo, cualquier cosa que contriste su santo espíritu, cualquier cosa que sea de obstáculo a la manifestación del poder de Dios en esta iglesia, yo le pido al Señor que lo quite, sea como sea. Ojalá que sea con misericordia y gracia pero si tiene que ser con mano fuerte y con brazo extendido, Señor, hágase tu voluntad.

Toda impureza, todo lo que no sea de Dios en el nombre de Jesús, Padre, córtale la cabeza y quítalo con mano fuerte y brazo extendido si es necesario, Padre, pero sácalo de esta iglesia. Sácalo, Señor, en el nombre de Jesús, lo decimos con temor y temblor, Padre, con temor y temblor, Señor.

Límpialo. Limpia lo que no sea de ti, Señor, lo que no sea de ti, cualquier comportamiento, padre, cualquier hábito, cualquier cosa que contriste tu santo espíritu, Señor, llévatelo en el nombre de Jesús. Oh, Señor quítalo de nuestra vida. Deja este lugar limpio, Padre, déjalo limpio, Señor, necesitamos una visitación de tu espíritu, Señor, en este tiempo. Purifícanos, Señor, santifícanos. Queremos que tu gloria se manifieste en este lugar, Padre, queremos que tu gloria se manifieste en este lugar, Señor. Y queremos que el peligro de tu espíritu se deje sentir en este lugar, Señor. Que el temor de Dios corra en esta congregación. Oh Señor, yo entiendo lo serio de esta oración, Padre, y te pido que lo hagas, oh Dios. Ten misericordia de nosotros, Padre, pero te necesitamos, te necesitamos Espíritu Santo, necesitamos que tu nos visites. Ten misericordia de nosotros, Padre. Saca a la luz toda cosa escondida, Señor, todo manto babilónico, Padre, todo lingote de oro que no deba estar en la tierra de tu templo, Padre, sácalo a la luz.

Señor, te suplicamos, Padre, en tu misericordia obra, Espíritu Santo. No nos dejes dar vueltas en el desierto más, Señor Jesús. Obra en esta congregación, Padre, en el nombre de Jesús, en el nombre de Jesús aclara lo que tenga que ser aclarado, Señor. Saca a la luz todo, todo lo que no te convenga, Padre.

La maternidad visionaria - levantar una generación de Samueles

Transcripción

Cuando nuestra hija menor tenía 8 años escribió para el día de las madres un poema para dedicármelo a mí y el poema dice:

“Querida mami, eres como una rosa, bella en todo sentido. Me encantan tus suaves pétalos y tu dulce perfume. Como todas las rosas también tienes espinas pero te amo a pesar de las espinas.”

Ahora ella tiene 3 hijos y sus hijos se están encargando de hacerle reconocer cuáles son sus espinas también y a la misma vez disfrutar de su dulce perfume en su maternidad. No hay una función en el mundo tan llena de gozos y memorias hermosas y a la misma vez de retos y dificultades que la de ser mamá o papá.

Y yo sé que estamos en el día de las madres. Voy a hablar quizás más acerca de la mamá pero papá, no te sientas excluido. Tu también estás involucrado en eso y todos los principios que yo voy a compartir se aplican igualmente a ti. Así que simplemente haces correcciones, modificas y también es para ti, papá.

Es una tarea tan importante y tan compleja que nosotras no podemos ejercerlas en nuestra propia fuerza. Tenemos que hacerlo con la colaboración de Dios. Nosotros en nuestra maternidad somos los colaboradores de Dios. y esta misión obviamente va mucho más allá que de criar hijos saludables, hijos que sean buenos ciudadanos. Nosotros como hijos de Dios no nos podemos conformar con eso. Queremos lograr mucho más.

Y la misión de nosotros es darles a nuestros hijos un ejemplo vivo en comportamiento y en palabra de lo que significa amar y obedecer a Dios. y qué nosotros queremos hacer a través de eso? nosotros queremos que nuestros hijos, nuestros nietos, todos aquellos a quien nosotros influenciamos con nuestra maternidad, todos ellos se aferren a esos principios, los vean modelados y a su vez deseen modelarlos en su propia vida, de manera que ellos a su vez los lleven, los transmitan a la nueva generación.

El amor de Dios, el trato de Dios es generacional. Lo vemos en la palabra de principio a fin. A Dios le importan las generaciones, le importa el individuo pero le importan las generaciones. Y ahí es donde nosotros entramos, en transmitir esa obra de Dios a la próxima generación para que ellos a su vez lo puedan hacer.

En los años ’90 se hablaba mucho acerca de visión. Visión en la empresa, visión en la profesión, visión en el liderazgo, dondequiera que uno se metía había un taller, una enseñanza, libros acerca de lo que es visión. Y lo que sería una persona visionaria, la podríamos describir como una persona que planifica el futuro con sabiduría y con una idea clara de dónde quiere llegar. Es la persona que se levanta cada día pensando, okay, o al final del día más bien, en el día de hoy, lo que yo he hecho hoy, lo que yo he dicho hoy, es algo que avanza, me avanza a mí hacia mi meta o me atrasa hacia mi meta? Eso es lo que una persona visionaria hace, examina continuamente su vida para saber si está llegando a dónde quiere llegar.

Y no hay otra aventura humana, así podríamos decirlo, donde necesitemos más el tener una perspectiva visionaria que en la maternidad o en la paternidad. El conocido Proverbios 29:18 nos recuerda que donde no hay visión el pueblo perece. Y vemos señales a todos nuestro alrededor acerca de eso, de familias donde no hay visión de Dios o donde se ha adoptado una visión contraria a Dios, donde las cosas no han funcionado.

Así que como hijos de Dios nuestro llamado como padres y madres es preservar y seguir buscando la visión de Dios para poder transmitirla a la generación, a los que están bajo nuestro cuidado. Porque el deseo de Dios es que nosotros captemos la visión suya para nuestros hijos y la inyectemos en nuestros hijos. Esa es nuestra misión principal.

Y en el día de hoy lo que yo quiero hacer es compartir algunas acciones que caracterizan a una maternidad o paternidad visionaria. Y vamos a hacer eso a través del modelo de Ana, la mamá de Samuel, en el Antiguo Testamento en el Primer Libro de Samuel, en el capítulo 1. Ahí en ese libro nos habla acerca del profeta Samuel, el gran profeta Samuel, hoy ya el pastor Isaías hizo referencia y también Vanessa hizo referencia a través de una oración. Ella leyó la oración en el capítulo 2 de Primero de Samuel.

Estos primeros dos capítulos contienen y aún más allá, una gran cantidad de detalles acerca de la vida temprana de Samuel. Quizás bíblicamente es el personaje donde más se habla acerca de su niñez. Es el trasfondo perfecto para pensar acerca de lo que es una maternidad y una paternidad visionaria.

La historia pasó 900 años antes de Cristo, estamos hablando de dos mil y pico de años atrás es esta historia. Y comienza relatando una situación familiar donde un hombre llamado Elcana que tenía dos esposas, llamadas Ana y Penina, subía a Silo, iba al centro religioso de su tiempo que más cerca le quedaba de su casa a ofrecer un sacrificio anual.

Y quiero leerles en Primera de Samuel en el capítulo 1 del 4 al 11 como un trasfondo acerca de lo que quiero hablar más adelante.

“Y cuando llegaba el día en que Elcana ofrecía sacrificio daba a Penina, su mujer, a todos sus hijos y a todas sus hijas, a cada uno su parte. Pero a Ana daba una parte escogida porque amaba a Ana aunque Jehová no le había concedido tener hijos. Y su rival la irritaba enojándola y entristeciéndola porque Jehová no le había concedido tener hijos. Y por lo cual Ana lloraba y no comía y Elcana, su marido, le dijo, “Ana, ¿por qué lloras? Por qué no comes? Y por qué está afligido tu corazón? No te soy yo mejor que 10 hijos?” – Un hombre con una saludable estima propia, ¿verdad? –

Y se levantó Ana después que hubo comido y bebido en Silo y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en una silla junto al pilar del templo de Jehová, ella con amargura de alma oró a Jehová y lloró abundantemente e hizo voto diciendo, “Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordaras de mí y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida.”

El sacerdote Elí quien carecía de discernimiento espiritual, reprende a Ana creyendo que ella está ebria y ella le dice, “No, Señor mío, yo soy una mujer atribulada de espíritu. No he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante de Jehová.” Y Elí le respondió, “Ve en paz y el Dios de Israel te conceda la petición que le has hecho.”

Y continúa la narración diciendo que ella se fue por el camino de regreso, después de adorar nuevamente al Señor, ya con un semblante alegre. Al regresar ella y su esposo estuvieron de luna de miel y de ahí nació un niño. Dios escuchó su petición y vino Samuel a nacer en su familia, en su tiempo.

Así que ese es el trasfondo de la historia. Qué acciones caracterizan la maternidad visionaria de Ana? Primeramente comienza con un reconocimiento de que la maternidad proviene de Dios. Aún dentro de su profundo dolor, Ana hace un pacto con Dios y le dice, “Si dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida.”

Así que el hijo que pide no es de ella, sino es del Señor. Así que cada bebé que nace en el mundo es un acto de misericordia de Dios, es Dios diciéndole a la humanidad, todavía mis planes redentores siguen igual. Yo estoy aquí para dar misericordia. Y ella reconoció eso. Reconoció que el hijo que ella iba a tener en fe era del Señor. Y fíjense que ni siquiera sabía que estaba embarazada y ya lo estaba dedicando al Señor.

Así que nunca es muy temprano para ustedes, los jóvenes aquí o las personas que todavía no han tenido hijos y que están pensando en la maternidad en el futuro, nunca es muy temprano para dedicarle tus hijos a Dios y para aprender todo aquello que tienes que aprender para ser el mejor y la mejor madre posible.

Y qué es dedicar algo o alguien? Hoy, esta mañana, hace unos minutos, pasaron muchas preciosas familias aquí adelante para dedicar su hijo al Señor. Es precisamente lo que Ana hizo, es lo mismo. Es dedicarle. Qué quiere decir dedicar? Dedicar algo o a alguien al Señor significa apartarlo para un propósito sagrado. Eso es lo que nosotros hacemos como padres cuando dedicamos nuestros hijos. Los estamos apartando, estamos ofrendando a Dios porque él es el dador de los hijos, y estamos apartándolo para un propósito sagrado, para que la eternidad de Dios se haga real en ellos en este mundo.

A la misma vez que Ana dedicó a su hijo también se está dedicando a sí misma. Los padres nos dedicamos al Señor también. Estamos apartándonos nosotros mismos para una función sagrada que es el criar los hijos que Dios nos ha dado. Esa es la función de la maternidad. Es hacer un pacto de Dios para que sea él el que está a nuestro lado y nosotros colaborar con él en todo.

Eso es lo primero, la primera características de una maternidad visionaria. Es saber, como dice el salmo 127 en el versículo 23, que los hijos son tesoro del Señor. Es la posesión preciosa de Dios. Eso es lo primero. Para tener una maternidad visionaria nosotros tenemos que presentarlos al Señor, reconociendo que no son nuestros. Nosotros somos los sustentadores de esos hijos, humanamente hablando, pero los hijos son del Señor.

Segundamente, para tener una paternidad, una maternidad visionaria tenemos que fundamentarla en oración. Y no me refiero a esa oración así como rapidita, Señor, bendice estos alimentos y… No, no es eso. No nos referimos a eso aunque esas oraciones son buenas también. Yo me refiero a la oración que brota de nuestro espíritu con la que cubrimos a nuestros hijos y que están arraigadas en una relación íntima con el Señor. A esa es la oración que yo me estoy refiriendo.

Y sabes por qué tenemos que orar por nuestros hijos así? Porque nadie, nadie, puede orar por tu hijo, por tu hija como tu lo puedes hacer. Nadie. Nadie tiene la posición estratégica que tu tienes para influenciar a tus hijos sobrenaturalmente. Eres el único, es una posición de autoridad y de privilegio que Dios nos ha dado. Así que la oración es fundamental para eso.

El salmo 127 dice de esta manera, al comiendo, 1 y 2: “Si el Señor no edifica la casa en vano se esfuerzan los albañiles. Si el Señor no cuida la ciudad, en vano hacen guardia los vigilantes. En vano madrugan ustedes y se acuestan muy tarde para comer un pan de fatigas, porque Dios concede el sueño a sus amados.”

Es en oración que nosotros edificamos nuestra casa. Esa es nuestra función, edificar la vida de nuestro hijo y velar por ella y por él. Y como dice el salmo, por más esfuerzos humanos que hagas, si no estás haciendo al Señor el fundamento de eso, si no estás cubriendo tus hijos con esa oración viva, tus esfuerzos… puede ser que tengas logros, no estoy diciendo que no los vas a tener, pero no es lo mismo. No vas a poder llevar a tus hijos a un nuevo nivel más alto de profundidad en su relación con el Señor y de éxito en la vida en todo lo que ellos desempeñen.

Una oración de Ana en el versículo 15 es una definición de lo que es la oración de petición. Qué es lo que Ana dice? Cuando Elí la está acusando de que está ebria le dice que ella no está ebria sino que ha derramado su alma delante del Señor. En nuestra maternidad, en nuestra paternidad, eso es lo que estamos llamados a hacer por nuestros hijos, a derramar nuestra alma delante de Jehová. Y qué pasó en ese momento específico del pasaje? Al ella derramar su alma delante de Jehová ella recibió paz del Señor y se fue, ya su semblante cambió y se fue a recibir la promesa que ella sintió en su espíritu que iba a recibir.

Y qué pasó? Que al cumplirse el tiempo precisamente fue así. Ella tuvo un hijo y el nombre Samuel significa Dios ha escuchado. Dios escucha tus oraciones cuando tu oras con esa sinceridad creyendo que le hay, con fe, Dios va a escuchar tus oraciones con respecto a tus hijos.

Muchos de nosotros estamos entrando en el Evangelio por primera vez, o no hemos quizás tomado tan en serio la práctica de la oración y pensamos que no podemos orar así como dice que Ana oró. Pero no te desanimes, sigue aprendiendo, sigue hablando con Dios cada día y él te va a enseñar. Dios quiere escucharte. Dios quiere escuchar tus pensamientos, tus dolores, tus heridas, tus tristezas, tus esperanzas, tus sueños. Así que sigue practicando la oración.

Es como cuando no podemos correr un maratón a menos que practiquemos correr, hacer ejercicios. Pues lo mismo es con la oración, tenemos que dedicarnos a ella para poder seguir aprendiendo los misterios de Dios. Porque cuando nosotros oramos así, hay un aspecto de revelación que se abre, que no se abre cuando solamente son oraciones pasajeras, sin mucho pensamiento. Hay una gran diferencia.

Es posible que por tu orar por tu hijo Dios te revele algo acerca del carácter de tu hijo, acerca de tu propio carácter, acerca de la relación, acerca de cualquier cosa, preocupaciones, aún te puede advertir de cosas que pudieran pasar. Ese el Dios que nosotros servimos, un Dios que quiere hablarnos y yo no puedo pensar en una relación donde más intensamente debamos buscar ese tipo de interacción con Dios que la maternidad.

En otro momento Ana, que fue la oración que Vanessa leyó más temprano en el servicio, ella ora nuevamente y en esa oración otra vez Dios le revela, es una oración con elementos proféticos, eso es lo que Dios puede hacer con tu oración también, hablarte proféticamente acerca de ti, de tus hijos. Y esa es una oración preciosa porque no solamente le revela a Ana cosas que ella ha vivido y ha experimentado, sino también cómo Dios trabaja en el mundo y estaba trabajando en el pueblo de Israel.

Es importante que nosotros cubramos nuestros hogares con oración. Y un detalle significativo es que esa oración del capítulo 2, se le llama también el Cántico de Ana, ocurre precisamente en el momento en que ella y Elcana llevan a su hijo Samuel al templo para ya dedicarlo definitivamente al Señor. A pesar de que era un momento de dolor, de separación, por la separación con su hijo, ella pudo elevar un cántico de adoración al Señor.

Eso es muy significativo porque cuántos de nosotros no hemos llorado con separaciones mucho más pequeñitas, cuando llevamos al nene o a la nena al kindergarten y se nos salen las lágrimas porque ya nos estamos separando de él. O como me pasó a mí cuando llevé a nuestra hija menor a un estado lejano para su primer año de universidad que lloraba como una magdalena en el taxi de regreso al aeropuerto. Y muy amable el taxista me pasó un pañuelito para que me quitara la lágrimas y me dijo, “No se preocupe, señora, su hija va a estar bien, no se preocupe.”

Momentos así, qué dolor nos da separarnos de nuestros hijos. Sin embargo, Ana, su convicción era tan grande que dentro de ese momento de separación doloroso de su pequeño hijo, ella pudo elevar este cántico al Señor.

Repasando, tenemos primeramente para tener maternidad o paternidad visionaria, tenemos que reconocer que los hijos vienen de Dios, que son su precioso tesoro. Segundo, tenemos que cubrirlos con oración intencional del espíritu. Y tercero la maternidad visionaria tiene que reconocerse a sí misma como una herramienta poderosa en las manos de Dios.

Por eso es necesario que cada uno de nosotros haga el propósito diario de someternos al Señor en todas nuestras áreas para que él sane nuestras asperezas o las espinas, como Abby le llamó en su poema, para que las tendencias pecaminosas que tenemos también Dios las sane. Y por qué es importante esto? Porque sino, nosotros vamos a transmitir eso como legado a nuestros hijos. Es tan importante que Dios nos sane.

Nuestros hijos son como esponjas y cuando digo eso es porque aprenden mucho más por lo que ven que nosotros hacemos que por lo que oyen que nosotros decimos. ¿Verdad que es así? Es una realidad. Y por eso un carácter ya moldeado o que está sujeto al Señor para que él lo moldee día a día, porque esto es una obra larga, de tiempo. Nadie es sanado de todas sus imperfecciones, inseguridades, tendencias pecaminosas en un momento. Sabemos que no es así.

Pero nuestros hijos tienen que ver que nuestro carácter está siendo moldeado por el carácter de Dios para que ellos deseen imitar eso mismo y que no vayan a imitar cosas que no convienen.

Nosotros leímos en el versículo 2 del Primer Capítulo de Primero de Samuel, que Elcana tenía dos esposas, Ana y Penina. Es muy posible que Ana fuera la primera esposa de Elcana y que al ver que pasaba el tiempo y no había descendencia, como era muy importante tener descendencia en ese tiempo, como lo es hoy pero en aquel momento aún más, pues es posible que él buscara otra esposa con quien tener hijos. Así que por eso Elcana tenía estas dos esposas.

Pero qué pasa? Eso es una muy mala idea, tener dos esposas. Si con una es difícil imagínese tener dos. Demasiado. No sé cómo Elcana podía. Pero el asunto es que Penina se convirtió en la rival de Ana y la despreciaba, sintiéndose superior a ella porque ella sí tenía hijos y Ana no tenía hijos.

Dice la historia que ya leímos al principio que Penina la irritaba, enojándola y entristeciéndola. Y cómo lo hacía? dice que cada año ella aprovechaba esta ocasión familiar de ir al templo a presentar el sacrificio anual para entonces atacarla con mayor fuerza.

Y qué pasó? Esa es una gota impertinente, dando en la piedra vez tras vez, hasta que afectó, hirió al corazón de Ana. Y es bonito ver, por el pasaje uno puede deducir que Ana no usó su propia venganza para devolverle a Penina mal por mal. Y yo creo que eso es muy importante porque qué hubiera pasado si Ana se hubiera dado a la amargura, a perseguir también ella, a devolverle mal por mal a Penina. Posiblemente no se hubiera dado el milagro de Samuel, si ella hubiera asumido esa actitud. Porque Samuel necesitaba una mamá como Ana.

Por qué traigo todo esto a colación? Porque para nosotros ejercer nuestra maternidad y nuestra paternidad con mayor eficacia y ser verdaderamente un instrumento que Dios pueda usar poderosamente en la vida de nuestros hijos, cada uno de nosotros tiene que bregar con su Penina.

La historia de Ana era muy compleja pero quizás la historia de ustedes puede ser más compleja, más difícil aún que la de Ana. Pero qué vamos a hacer nosotros con Penina? Para poder ser otra vez las herramientas que Dios pueda usar, nosotros tenemos que confrontar a nuestra Penina. La Penina a veces sale de adentro, las Peninas a veces vienen de afuera. Y tu Penina puede tener diferentes nombres. Tu Penina puede llamarse divorcio, puede llamarse dificultades extremas económicas, puede llamarse adicción, póngale el nombre. Todos hemos bregado con Peninas.

Pero lo importante es que nosotros podamos reconocer cuál es esa Penina que nosotros tenemos y poder llevárselo al Señor y crecer en el carácter de Cristo de manera que nosotros podamos transmitirles eso igualmente a nuestros hijos, que esa sea la herencia.

Cuando ustedes piensan en herencia, muchos de ustedes no piensan en dinero, en cosas materiales, cuando piensan en la herencia de sus padres. Ustedes piensan en lo que mi padre me enseñó en lo que mi madre me enseñó. Eso es lo que es verdaderamente valioso. Las posesiones materiales van y vienen pero lo que un padre, una madre nos deja en términos de legado de carácter, eso no tiene precio.

Y verdad que tu y yo queremos hacer eso mismo. Nosotros queremos ser transmisores de eso a la próxima generación. Repasando nuevamente, para tener las características de una paternidad o una maternidad visionaria son primero, reconocer que los hijos vienen de Dios, son su posesión. Segundo, tenemos que fundamentar nuestra paternidad en oración, en intimidad con Dios. Tercero, tenemos que buscar la sanidad de nuestro carácter, de nuestro ser, de nuestra alma, de nuestro espíritu, para que Dios pueda usarlo como instrumento poderoso en la vida de nuestros hijos.

Y cuarto, la madre o padre visionarios todos los días obviamente se dan a la tarea de colaborar con Dios para que se cumpla la visión de Dios en cada uno de sus hijos. Y tenemos que usar los recursos, tenemos recursos en nuestras manos. Pero cómo tenemos que usarlos? Tenemos que usarlos en una manera intencional y dirigida por el Espíritu Santo para que sean efectivas.

Cuál es el recurso más importante y más escaso? Tiempo. Cuántos de ustedes han dicho recientemente, es que no me queda tiempo, no tengo tiempo. Yo creo que casi todos hasta los niños están diciendo eso, que no tenemos tiempo. Si nosotros por cada vez que nosotros decimos, no tengo tiempo para esto, no tengo tiempo para aquello, nos quejamos de eso, si nos dieran un dólar por cada vez que nosotros dijéramos eso, seríamos ricos todos. Yo sería millonaria.

Ese es un recurso que nosotros tenemos, el tiempo. Y no hay nadie en el mundo, yo creo que aquí mismo no hay nadie que pueda decir que no le falta el tiempo para algo. Y qué está pasando con nuestras maneras modernas? Es que empacamos tanto en nuestra agenda que no nos queda tiempo para hacer conexión familiar.

Cuántos de ustedes les ha pasado eso? a nosotros nos ha pasado. Tantas actividades, y vivimos en un mundo de tanto afán que los hijos participen en tres deportes, que toquen por lo menos dos instrumentos, que pertenezcan a aquel club y a aquel otro, que yo también en este, en el otro, en el más allá. y cuando venimos a ver se nos ha ido el tiempo y ese precioso tiempo que nosotros teníamos para instruir a nuestros hijos en el hogar en las cosas del Señor, se nos va. Porque se necesita tiempo para eso, para discipular a nuestros hijos en el hogar. Y eso no se puede posponer para mañana. Eso no es algo que tu puedes decir, bueno, en 10 años lo hago. No. es aquí y ahora. Así que aprovecha la oportunidad que tu tienes ahora para influenciar a tus hijos, a tus nietos, a tus sobrinos. Aprovéchala ahora porque este es el tiempo del Señor para influenciarlo usando el tiempo.

Una de las cosas que han pasado es que aún el tiempo de cena familiar, otra vez, si hiciéramos una encuesta aquí posiblemente muchos de ustedes han dejado pasar ese tiempo de cena familiar muchas veces porque hay otras cosas más importantes. Pero los estudios dicen que la familia que come unida, un número de veces, no tiene que ser todas las veces, por lo menos 5 veces o 6 creo que es, a la semana los índices de éxito de los hijos son mayores. Como por ejemplo, en ir a la universidad, en no usar drogas. Así que aún estudios seculares indican la importancia que tiene el compartir tiempo como ese en la mesa.

Porque qué pasa en una mesa? No es solamente comer, comer, comer. Se modelan modales, se ora por la cena, se comparten cosas, preocupaciones, alegrías, retos. Es un tiempo que es demasiado precioso para uno dejarlo pasar. Yo tengo memorias muy claras de mi propia crianza porque eso era ley, en mi casa era ley. No había compromiso posible que impidiera que uno no estuviera en la mesa.

Sabemos que por complejidades de nuestros tiempos, – no es que yo sea tan vieja, pero ahora es más difícil – a veces no es posible hacerlo con tanta frecuencia pero sí has un esfuerzo por mantener esos tiempos de familia como algo sagrado, para que los puedas usar para precisamente transmitir la palabra del Señor, ejemplos del Señor, para que el Señor te dirija en eso.

La palabra de Jehová a la familias de Israel que encontramos en Deuteronomio 6, del 5 al 9, son un modelo de la importancia que tiene que nosotros impartamos nuestra fe a través del compartir con nuestros hijos. Yo sé que es un pasaje que muchos de ustedes lo conocen muy bien. Ese pasaje dice así:

“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Grávate en el corazón estas palabras que hoy te mando, incúlcaselas continuamente a tus hijos, háblales de ella cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Átalas a tus manos como un signo, llévalas en tu frente como una marca.”

Esas son palabras de urgencia. Cuando uno las lee, son palabras de acción. No es cuando puedas. No, es hoy, en todo momento. Eso es lo que dice. En otras palabras, lo que Dios nos está diciendo es, aprovecha las oportunidades que tienes para transmitir con palabras y con tu ejemplo a tus hijos cómo se obedece y se adora al Señor. Porque es en el diario vivir, en esas experiencias cotidianas sencillitas de la vida donde nosotros podemos hacer una marca al Señor.

Y saben lo que pasa? Que cuando tu tienes esas interacciones con tu hijo en un día a día, en la normalidad de la vida, tu estás abriendo unos canales de comunicación con tu hijo para que en el futuro cuando haya problemas tu hijo va a venir a ti, porque ya esos canales están abiertos, porque ya hay tiempos de conversación y de conexión. Esas cosas no pasan así como de la noche a la mañana, tenemos que cultivarlas en nuestra vida familiar.

Otra vez, la mejor manera de transmitir las verdades del Señor a nuestros hijos es a través de aprovechar esos momentitos donde estamos conectando. Puede ser lavando los platos, en el carro, tantas maneras que Dios nos da en nuestras interacciones con nuestros hijos para hacer eso.

Y Dios bendice eso. Aunque a veces no nos es evidente que nuestros hijos están absorbiendo lo que nosotros le estamos enseñando, ¿verdad? Cuántos han estado ahí? Uno dice, bueno, como que le entró por aquí y le salió por acá. Pero no pienses así, tu función es obedecerle a Dios y enseñarle lo que tienes que enseñarle. Eso es todo, tu tienes que ser fiel.

Cuando tu traes a tus hijos a I Wanna, viernes tras viernes, sales corriendo de tu trabajo, casi ni comes y corriendo y en el tráfico y estás aquí para que ellos tengan su clase en I Wanna, cuando tu los traes a la iglesia fielmente los domingos, cuando tu los llevas contigo a hacerle un bien a alguien que necesita, cuando te ven a ti que en un conflicto familiar tu eres un pacificador y tu deseas que haya una resolución saludable y amorosa, en cada uno de esas ocasiones tu estás sembrando en tus hijos algo que es perdurable, que va a durar para siempre. Estás sembrando eternidad en tu hijo. Y tu le estás demostrando que todo eso que tu estás haciendo, tu lo haces porque tiene importancia para ti, porque es prioridad para ti.

Tus hijos van a imitar, van a querer hacer aquello que tu le estás modelando que es importante. Así que también tenemos que modelarle la importancia de servirle al Señor en maneras activas, que no es solamente como ponchar la tarjetita, voy el domingo porque hay que cumplir con el domingo. No es eso, sino que todo, todo lo que tu haces hay una conexión, es una totalidad, donde tu le estás entregando tu vida total al Señor, no solamente tu domingo. Y eso es algo muy importante.

Yo recuerdo cuando nuestras hijas eran pequeñas, niñas, que iban con nosotros a la iglesia, y nosotros las llevábamos todo el tiempo y a veces se cansaban tanto si el servicio era un poquito más largo, era hora de dormir, dormiditas en un banco bien duro, porque estamos hablando de cuando tenían nuestra iglesia en Cambridge y los bancos eran de madera. Y ahí ellas dormiditas en su banco duro. Eso no les hizo daño. Todo lo contrario. Y las llevábamos siempre que íbamos, ellas iban con nosotros y participaban con nosotros. Crecieron creyendo que la iglesia es un lugar agradable y bueno para ellas porque veían la sinceridad con que nosotros servíamos al Señor, veían que amábamos a los hermanos y así mismo se criaron ellas, ellas se pasaban de una persona a otro, a otro, a otro, y se sentían tan felices de estar en la casa del Señor.

Eso lo hacemos porque eso es importante. En esas cosas aparentemente pequeñas nosotros estamos transmitiendo la importancia que tiene el Evangelio. Otra vez, es un Evangelio que cubre todas las áreas de nuestra vida.

Ana y Elcana yo me imagino que tienen que haber aprovechado cada segundo con Samuel, porque Samuel entró a ser dedicado al Señor desde muy chiquitito. Ellos no tuvieron el privilegio que nosotros tenemos de tenerlos mucho más. De 3 a 4 años tenía Samuel cuando él fue dedicado o ya fue entregado oficialmente en el templo. Así que yo me imagino que cada día contaba, y asimismo debe contar para nosotros. Cada día debe contar en términos de lo que nosotros le transmitimos acerca del Señor.

Yo me imagino a Ana orando fervientemente por Samuel, por su futuro ministerio aunque ella no lo conocía, igual que nosotros no conocemos el de nuestros hijos. Y me la imagino hablándole de que para él nacer Dios intervino, que él era de Dios, y que Dios escuchó. Que su nombre Samuel era un testimonio de que Dios había escuchado su oración.

Asimismo nosotros tenemos que tener ese sentido de urgencia, de transmitir eso mismo a nuestros hijos, lo que Dios ha hecho en nuestras vidas, así como dijimos, con el pasaje de Deuteronomio 6, en todas las circunstancias, en todas las actividades de la vida.

Ya dijimos que un padre, una madre colabora usando intencionalmente su tiempo para transmitir los valores del reino. Hablamos hace un momento en el salmo 127 de que nosotros somos guardas sobre nuestros hijos. Y no es un guarda neurótico que está pendiente de todo lo que los hijos hacen y que no les permite tener sus propias dificultades para que ellos mismos las resuelvan. No, es algo diferente, es velar por nuestros hijos pensando en ellos como el tesoro que ellos son para Dios y para nuestra vida.

Cuando nosotros usamos el discernimiento que Dios nos ha dado como padres, somos vigías sobre nuestros hijos, porque otra vez, nadie como tu para ver y conocer dónde está el corazón de tu hijo y percibir qué peligro puede haber en la vida de nuestros hijos. Yo creo que muchas cosas que pasan en nuestras familias se podrían evitar si nosotros estuviéramos más atentos a ese rol de nosotros como padres y madres visionarias, de tomar medidas en el nombre del Señor, estrategias sabias que impidan que nuestros hijos lleguen a ciertas cosas.

Así que es una labor muy importante. El tiempo, el discernimiento que Dios nos ha dado es otro recurso para nosotros formarlos. Descubrir sus dones, ayudarlos a saber qué Dios quiere para tu vida, hijito o hijita. Qué dones tu tienes y que en cualquier don que tu tengas, sea un don vocacional, profesional, Dios te puede usar. Nosotros no tenemos que anhelas hijos o hijas famosas, o importantes, nosotros tenemos que anhelar que nuestros hijos o hijas hagan famoso a Jesucristo dondequiera que ellos estén, que es algo totalmente diferente.

A mi me preocupa que con frecuencia nosotros subestimamos la capacidad de nuestros hijos para entender verdades espirituales, como que los vemos jugando y haciendo esto, y distraídos y no pensamos en la gran capacidad espiritual que tiene un niño. Pero ¿Sabes qué? Tu hijo tiene un espíritu igual que el tuyo, un espíritu que necesita de Dios igual que el tuyo. Y tu hijo tiene un Espíritu Santo que es tan poderoso como el Espíritu Santo que te ministra a ti.

Y tu hijo no tiene un Espíritu Santo tamaño preescolar o tamaño juvenil, es el mismo Espíritu Santo y Dios puede hacer obras grandes en la vida de ellos. A veces no vemos más porque no creemos más. Esa es la realidad en nuestra maternidad. Y un padre o una madre visionaria busca lo que yo llamo momentos cargados de eternidad y los aprovecha. Todo el tiempo está pensando dónde está la sensibilidad de mi hijo, hija, para poder ministrar una verdad del Evangelio en ella o en él.

Yo tuve el privilegio de propiciar dos de esos momentos cargados de eternidad en la vida de nuestras hijas, cuando ellas aceptaron al Señor. Con Sonia ocurrió otra vez un momento Deuteronomio 6, en lo cotidiano de la vida. Yo estaba dándole la comidita –nuestra hija mayor Sonia tenía 6 años en ese momento, la bebé tenía 6 meses. Yo estaba dándole la comida, ella me estaba ayudando y Sonia amaba a su hermanita, era locura con su hermanita. Ella no podía con ella misma de la emoción de tener una hermanita. Y así que ella también la alimentaba y me estaba hablando de lo bella que era la chiquita y lo maravilloso que de mí barriga pudiera salir algo así.

Esa era la conversación. Y entonces yo discerní que Sonia estaba preparada para aceptar al Señor y llevé la conversación para eso y le pregunté si ella quería aceptar a Jesús como su Señor y salvador, inmediatamente me dijo que sí, cerró sus ojitos y repitió la oración que yo modelé para ella. Y el segundo momento Deuteronomio 6 con nuestra hija menor Abby, ocurrió así también. Íbamos de camino llevándolas a la escuela.

En ese tiempo ellas iba a una escuela lejos de nuestra casa así que era un gran tiempo para Roberto y yo tener conversaciones maravillosas con ellas de diferentes tópicos y en ese día era yo la que estaba manejando llevándolas, y Abby empieza a hablar acerca de algo que una maestra le enseñó acerca de Jesús, de la crucifixión y de la resurrección. Y Sonia, ella y yo conversamos un tiempito acerca de lo que ella estaba comentando y también yo dije, este es el tiempo y le pregunto, Abby, tu quieres recibir a Jesús como tu Señor y salvador? Me dijo sí y obviamente no lo hice manejando, porque eso no era dándole suficiente honor, me estacioné en la calle Washington [inaudible] debajo de un hermoso árbol muy grande que hay allí, y ahí yo la dirigí a ella en la oración de confesión de fe.

Así que hoy en día todavía tantos años han pasado ambas reconocen, se acuerdan de cuándo y cómo fue su conversión con el Señor, cómo ellas oficialmente entraron a ser hijas de Dios. así que nosotros tenemos que aprovechar esos momentos en todo momento, no dejar que uno pase.

Y otra cosa que quiero mencionar es la importancia del recurso del hogar. El feminismo ha intentado desvirtuar la labor doméstica, la labor de la maternidad y lo ha hecho con bastante efectividad. Pero no hay nada que ministre más el poder del Evangelio que un hogar que esté limpio, ordenado y donde haya armonía entre los que ahí viven. Eso es un testimonio contundente del poder de Dios. yo sé que el trabajo del hogar como que se hace repetitivo y es cargoso, yo lo sé. I’ve been there, done that. Yo sé lo que es. Pero en vez de quejarnos de él yo creo que haríamos bien en entregarle eso al Señor como una ofrenda grata, porque en el contexto de un hogar así Dios puede hacer maravillas y puede hacer milagros.

Yo les animo a seguir haciendo lo que han hecho hasta ahora. Quiero hablar de un detallito que se puede escapar muy fácilmente. Está en el capítulo 2, el versículo 18 al 19, un detalle doméstico. Dice ahí:

“Y el joven Samuel ministraba en la presencia de Jehová vestido de un efod de lino y le hacía su madre una túnica pequeña y se la traía cada año cuando subía con su marido para ofrecer el sacrificio acostumbrado.”

Tu te puedes imaginar la emoción que tiene que haber sentido Ana de que iba a ver su Samuelito? Yo me imagino que estaría tan distraída pensando en que iba a ver a su hijo, que lo iba a ver, que lo iba a abrazar, que iba a conversar con él que a lo mejor no podía ni hacer sus quehaceres en el hogar. Yo me la imagino buscando la mejor tela para hacerle una preciosa túnica a su hijo. Me la imagino preguntándose cuánto habrá crecido Samuelito desde el año pasado? porque tengo que hacerle la túnica lo suficientemente larga para que le dure por lo menos un año, hasta que yo vuelva el año que viene con otra túnica.

Ve qué importante son esos detallitos de nosotros como mamás y de papás porque yo sé que hay muchos papás que hacen muchas cosas en el hogar también. Ella tuvo mucho cuidado en la atención de las necesidades muy prácticas de hogar de Samuel. Como Ana nosotros no conocemos el futuro de nuestros hijos, pero qué pasó con Samuel? Samuel por la fe de una mujer que escogió creerle a Dios y hacer una oración desesperada al Señor, por eso nació un Samuel, que nació en un tiempo crucial de la vida de Israel. Israel era un desastre, se estaba desacrando el templo, el sacerdocio, había peligros de guerra, había inmoralidad crasa.

Nosotros pensamos en los tiempos de hoy, pero lea el Antiguo Testamento para que usted vea también todo lo que hay. Parece que no hay nada nuevo bajo el sol. Aunque lo que pasa es que lo de ahora nos está afectando a nosotros que estamos aquí ahora.

Nosotros no conocemos el futuro de nuestros hijos pero sí tenemos que reconocer nuestro ministerio, nuestra responsabilidad dentro de nuestra maternidad. Y quién sabe si Dios nos da un Samuel, ¿verdad? Eso es maravilloso. Ella no sabía que su hijo iba a ser profeta, que iba a ser sacerdote, que iba a ser el último juez en Israel, que iba a ser un formador de reyes. Ella no sabía nada de eso, pero sí sabía que Dios a quien ella le servía… ella conocía el carácter de Dios y sabía que Dios iba a honrar su ofrenda de amor a él entregándole su hijo.

Eso es lo que nos compete a nosotros. Ser fieles en lo que Dios nos ha dado hacer y dejándole el resto a Dios.

El cuarto verso del salmo 127 dice, “Como saetas en manos del valiente así son los hijos habidos en la juventud.” Como saetas en manos del valiente – tu eres el valiente, la valiente – así son los hijos habidos en la juventud.

El fin que nosotros esperamos de nuestra maternidad, de nuestra paternidad es que nuestros hijos den en el blanco perfecto de la voluntad de Dios. Esa es nuestro fin. Tu función como padre o como madre visionaria es tomar cada una de esas amadas saetas y entesar el arco. Y cómo tu vas a hacer eso? cómo vas a entesar el arco para que tu flecha vaya disparada al blanco? Tu lo vas a hacer reconociendo primero que esos hijos no son tuyos, que son del Señor, cubriéndoles en oración intencional cada día, permitiéndole a Dios que te moldee a ti como un instrumento poderoso en sus manos, y usando tus recursos, sea el tiempo, el discernimiento, tu atención a los detalles del hogar, todo eso usándolo intencionalmente y con una visión sobre natural. Esa es la manera en que tu entesas el arco.

Que Dios nos ayude a todos nosotros como individuos y como comunidad a levantar una generación de Samueles. Amén.

Vamos a orar. Padre, yo te doy gracias por el regalo de la maternidad. Gracias, Señor, porque no lo hacemos solos, no lo estamos haciendo con nuestras propias fuerzas, sino que contamos con todos los recursos del cielo para cumplir esa importante labor. Señor, tu conoces nuestro corazón, conoces dónde flaqueamos, nos presentamos delante de ti, Señor, primero nos dedicamos nosotros delante de ti para que tu hagas una obra de renovación dentro de nosotros. Todo aquello que no te agrada, Señor, te lo entregamos.

Te pedimos que abras nuestro entendimiento a cómo podemos sujetarnos a ti en todo, de manera que tu hagas una obra redentora total en nosotros, de manera que nosotros podamos ser los instrumento que tu quieres en la vida de nuestros hijos para formarlos a ellos, para que ellos deseen servirte a ti y ser guiados por ti, para que ellos quieran imitar tu carácter, Cristo.

Ayúdanos a nosotros en eso. Señor, ayúdanos a ser fieles en la oración, fieles e intencionales en cómo usamos todos nuestros recursos, Señor, para tu honra y tu gloria, para que tu los puedas hacer más efectivos en la vida de nuestros hijos y se cumpla el propósito individual que tu tienes para cada uno de ellos, Señor.

Padre, te presentamos a aquellos hijos, aquellas saetas que se han apartado de ti, que quizás sus hogares habían hecho todo lo que podían para guiarlos a ti, pero se han apartado. Señor, yo te pido en esta hora, oh Dios, que tu los traigas a ti, que sean los hijos pródigos, que vuelvan a tu casa, que vuelvan a ti, Señor.

Señor, para ti no hay nada imposible. Tu puedes traer ese hijo rebelde, Señor, tu puedes traer a esa hija que ha escogido otras cosas en vez de a ti, Señor. Tu los puedes y los quieres traer de nuevo a casa. Señor, aún ahí te pedimos que uses nuestra maternidad y nuestra paternidad de una manera sabia para ser usados por ti en ese proceso. Y Señor, te pedimos que en este tiempo de la historia tu levantes nuevamente una generación de hombres, mujeres, hijas e hijos, como Samuel, que amen tu casa, Señor, que amen tus cosas, que le digan no al pecado, que sean influencia poderosa donde tu los has puesto, que amen tu reino, que amen tu iglesia, que quieran dedicar todo sus recursos a ti donde tu los pongas, oh Dios. Por eso estamos orando en este día, Señor.

Señor, levanta, levanta esos hijos, Señor. Levanta esas hijas, Señor. Yo presento delante de ti aún los bebitos que están aquí, aún las bebitas, Señor, ve formándote dentro de ellos, ve ayudando a sus padres a ser vigías que no descansen, Señor, a ser leones que protejan la herencia que tu quieres darle a esos hijos en contra de cualquier embate que venga, Señor. Abre nuestros ojos, oh Dios, a ver tu obra en la vida de nuestros hijos, Señor. Señor, danos el privilegio de ver tu mano obrando en cada uno de ellos, Señor Jesús. Gracias Padre. Gracias. Amén.

La maternidad visionaria - levantar una generación de Samueles

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Cuando nuestra hija menor tenía 8 años escribió para el día de las madres un poema para dedicármelo a mí y el poema dice:

“Querida mami, eres como una rosa, bella en todo sentido. Me encantan tus suaves pétalos y tu dulce perfume. Como todas las rosas también tienes espinas pero te amo a pesar de las espinas.”

Ahora ella tiene 3 hijos y sus hijos se están encargando de hacerle reconocer cuáles son sus espinas también y a la misma vez disfrutar de su dulce perfume en su maternidad. No hay una función en el mundo tan llena de gozos y memorias hermosas y a la misma vez de retos y dificultades que la de ser mamá o papá.

Y yo sé que estamos en el día de las madres. Voy a hablar quizás más acerca de la mamá pero papá, no te sientas excluido. Tu también estás involucrado en eso y todos los principios que yo voy a compartir se aplican igualmente a ti. Así que simplemente haces correcciones, modificas y también es para ti, papá.

Es una tarea tan importante y tan compleja que nosotras no podemos ejercerlas en nuestra propia fuerza. Tenemos que hacerlo con la colaboración de Dios. Nosotros en nuestra maternidad somos los colaboradores de Dios. y esta misión obviamente va mucho más allá que de criar hijos saludables, hijos que sean buenos ciudadanos. Nosotros como hijos de Dios no nos podemos conformar con eso. Queremos lograr mucho más.

Y la misión de nosotros es darles a nuestros hijos un ejemplo vivo en comportamiento y en palabra de lo que significa amar y obedecer a Dios. y qué nosotros queremos hacer a través de eso? nosotros queremos que nuestros hijos, nuestros nietos, todos aquellos a quien nosotros influenciamos con nuestra maternidad, todos ellos se aferren a esos principios, los vean modelados y a su vez deseen modelarlos en su propia vida, de manera que ellos a su vez los lleven, los transmitan a la nueva generación.

El amor de Dios, el trato de Dios es generacional. Lo vemos en la palabra de principio a fin. A Dios le importan las generaciones, le importa el individuo pero le importan las generaciones. Y ahí es donde nosotros entramos, en transmitir esa obra de Dios a la próxima generación para que ellos a su vez lo puedan hacer.

En los años ’90 se hablaba mucho acerca de visión. Visión en la empresa, visión en la profesión, visión en el liderazgo, dondequiera que uno se metía había un taller, una enseñanza, libros acerca de lo que es visión. Y lo que sería una persona visionaria, la podríamos describir como una persona que planifica el futuro con sabiduría y con una idea clara de dónde quiere llegar. Es la persona que se levanta cada día pensando, okay, o al final del día más bien, en el día de hoy, lo que yo he hecho hoy, lo que yo he dicho hoy, es algo que avanza, me avanza a mí hacia mi meta o me atrasa hacia mi meta? Eso es lo que una persona visionaria hace, examina continuamente su vida para saber si está llegando a dónde quiere llegar.

Y no hay otra aventura humana, así podríamos decirlo, donde necesitemos más el tener una perspectiva visionaria que en la maternidad o en la paternidad. El conocido Proverbios 29:18 nos recuerda que donde no hay visión el pueblo perece. Y vemos señales a todos nuestro alrededor acerca de eso, de familias donde no hay visión de Dios o donde se ha adoptado una visión contraria a Dios, donde las cosas no han funcionado.

Así que como hijos de Dios nuestro llamado como padres y madres es preservar y seguir buscando la visión de Dios para poder transmitirla a la generación, a los que están bajo nuestro cuidado. Porque el deseo de Dios es que nosotros captemos la visión suya para nuestros hijos y la inyectemos en nuestros hijos. Esa es nuestra misión principal.

Y en el día de hoy lo que yo quiero hacer es compartir algunas acciones que caracterizan a una maternidad o paternidad visionaria. Y vamos a hacer eso a través del modelo de Ana, la mamá de Samuel, en el Antiguo Testamento en el Primer Libro de Samuel, en el capítulo 1. Ahí en ese libro nos habla acerca del profeta Samuel, el gran profeta Samuel, hoy ya el pastor Isaías hizo referencia y también Vanessa hizo referencia a través de una oración. Ella leyó la oración en el capítulo 2 de Primero de Samuel.

Estos primeros dos capítulos contienen y aún más allá, una gran cantidad de detalles acerca de la vida temprana de Samuel. Quizás bíblicamente es el personaje donde más se habla acerca de su niñez. Es el trasfondo perfecto para pensar acerca de lo que es una maternidad y una paternidad visionaria.

La historia pasó 900 años antes de Cristo, estamos hablando de dos mil y pico de años atrás es esta historia. Y comienza relatando una situación familiar donde un hombre llamado Elcana que tenía dos esposas, llamadas Ana y Penina, subía a Silo, iba al centro religioso de su tiempo que más cerca le quedaba de su casa a ofrecer un sacrificio anual.

Y quiero leerles en Primera de Samuel en el capítulo 1 del 4 al 11 como un trasfondo acerca de lo que quiero hablar más adelante.

“Y cuando llegaba el día en que Elcana ofrecía sacrificio daba a Penina, su mujer, a todos sus hijos y a todas sus hijas, a cada uno su parte. Pero a Ana daba una parte escogida porque amaba a Ana aunque Jehová no le había concedido tener hijos. Y su rival la irritaba enojándola y entristeciéndola porque Jehová no le había concedido tener hijos. Y por lo cual Ana lloraba y no comía y Elcana, su marido, le dijo, “Ana, ¿por qué lloras? Por qué no comes? Y por qué está afligido tu corazón? No te soy yo mejor que 10 hijos?” – Un hombre con una saludable estima propia, ¿verdad? –

Y se levantó Ana después que hubo comido y bebido en Silo y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en una silla junto al pilar del templo de Jehová, ella con amargura de alma oró a Jehová y lloró abundantemente e hizo voto diciendo, “Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordaras de mí y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida.”

El sacerdote Elí quien carecía de discernimiento espiritual, reprende a Ana creyendo que ella está ebria y ella le dice, “No, Señor mío, yo soy una mujer atribulada de espíritu. No he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante de Jehová.” Y Elí le respondió, “Ve en paz y el Dios de Israel te conceda la petición que le has hecho.”

Y continúa la narración diciendo que ella se fue por el camino de regreso, después de adorar nuevamente al Señor, ya con un semblante alegre. Al regresar ella y su esposo estuvieron de luna de miel y de ahí nació un niño. Dios escuchó su petición y vino Samuel a nacer en su familia, en su tiempo.

Así que ese es el trasfondo de la historia. Qué acciones caracterizan la maternidad visionaria de Ana? Primeramente comienza con un reconocimiento de que la maternidad proviene de Dios. Aún dentro de su profundo dolor, Ana hace un pacto con Dios y le dice, “Si dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida.”

Así que el hijo que pide no es de ella, sino es del Señor. Así que cada bebé que nace en el mundo es un acto de misericordia de Dios, es Dios diciéndole a la humanidad, todavía mis planes redentores siguen igual. Yo estoy aquí para dar misericordia. Y ella reconoció eso. Reconoció que el hijo que ella iba a tener en fe era del Señor. Y fíjense que ni siquiera sabía que estaba embarazada y ya lo estaba dedicando al Señor.

Así que nunca es muy temprano para ustedes, los jóvenes aquí o las personas que todavía no han tenido hijos y que están pensando en la maternidad en el futuro, nunca es muy temprano para dedicarle tus hijos a Dios y para aprender todo aquello que tienes que aprender para ser el mejor y la mejor madre posible.

Y qué es dedicar algo o alguien? Hoy, esta mañana, hace unos minutos, pasaron muchas preciosas familias aquí adelante para dedicar su hijo al Señor. Es precisamente lo que Ana hizo, es lo mismo. Es dedicarle. Qué quiere decir dedicar? Dedicar algo o a alguien al Señor significa apartarlo para un propósito sagrado. Eso es lo que nosotros hacemos como padres cuando dedicamos nuestros hijos. Los estamos apartando, estamos ofrendando a Dios porque él es el dador de los hijos, y estamos apartándolo para un propósito sagrado, para que la eternidad de Dios se haga real en ellos en este mundo.

A la misma vez que Ana dedicó a su hijo también se está dedicando a sí misma. Los padres nos dedicamos al Señor también. Estamos apartándonos nosotros mismos para una función sagrada que es el criar los hijos que Dios nos ha dado. Esa es la función de la maternidad. Es hacer un pacto de Dios para que sea él el que está a nuestro lado y nosotros colaborar con él en todo.

Eso es lo primero, la primera características de una maternidad visionaria. Es saber, como dice el salmo 127 en el versículo 23, que los hijos son tesoro del Señor. Es la posesión preciosa de Dios. Eso es lo primero. Para tener una maternidad visionaria nosotros tenemos que presentarlos al Señor, reconociendo que no son nuestros. Nosotros somos los sustentadores de esos hijos, humanamente hablando, pero los hijos son del Señor.

Segundamente, para tener una paternidad, una maternidad visionaria tenemos que fundamentarla en oración. Y no me refiero a esa oración así como rapidita, Señor, bendice estos alimentos y… No, no es eso. No nos referimos a eso aunque esas oraciones son buenas también. Yo me refiero a la oración que brota de nuestro espíritu con la que cubrimos a nuestros hijos y que están arraigadas en una relación íntima con el Señor. A esa es la oración que yo me estoy refiriendo.

Y sabes por qué tenemos que orar por nuestros hijos así? Porque nadie, nadie, puede orar por tu hijo, por tu hija como tu lo puedes hacer. Nadie. Nadie tiene la posición estratégica que tu tienes para influenciar a tus hijos sobrenaturalmente. Eres el único, es una posición de autoridad y de privilegio que Dios nos ha dado. Así que la oración es fundamental para eso.

El salmo 127 dice de esta manera, al comiendo, 1 y 2: “Si el Señor no edifica la casa en vano se esfuerzan los albañiles. Si el Señor no cuida la ciudad, en vano hacen guardia los vigilantes. En vano madrugan ustedes y se acuestan muy tarde para comer un pan de fatigas, porque Dios concede el sueño a sus amados.”

Es en oración que nosotros edificamos nuestra casa. Esa es nuestra función, edificar la vida de nuestro hijo y velar por ella y por él. Y como dice el salmo, por más esfuerzos humanos que hagas, si no estás haciendo al Señor el fundamento de eso, si no estás cubriendo tus hijos con esa oración viva, tus esfuerzos… puede ser que tengas logros, no estoy diciendo que no los vas a tener, pero no es lo mismo. No vas a poder llevar a tus hijos a un nuevo nivel más alto de profundidad en su relación con el Señor y de éxito en la vida en todo lo que ellos desempeñen.

Una oración de Ana en el versículo 15 es una definición de lo que es la oración de petición. Qué es lo que Ana dice? Cuando Elí la está acusando de que está ebria le dice que ella no está ebria sino que ha derramado su alma delante del Señor. En nuestra maternidad, en nuestra paternidad, eso es lo que estamos llamados a hacer por nuestros hijos, a derramar nuestra alma delante de Jehová. Y qué pasó en ese momento específico del pasaje? Al ella derramar su alma delante de Jehová ella recibió paz del Señor y se fue, ya su semblante cambió y se fue a recibir la promesa que ella sintió en su espíritu que iba a recibir.

Y qué pasó? Que al cumplirse el tiempo precisamente fue así. Ella tuvo un hijo y el nombre Samuel significa Dios ha escuchado. Dios escucha tus oraciones cuando tu oras con esa sinceridad creyendo que le hay, con fe, Dios va a escuchar tus oraciones con respecto a tus hijos.

Muchos de nosotros estamos entrando en el Evangelio por primera vez, o no hemos quizás tomado tan en serio la práctica de la oración y pensamos que no podemos orar así como dice que Ana oró. Pero no te desanimes, sigue aprendiendo, sigue hablando con Dios cada día y él te va a enseñar. Dios quiere escucharte. Dios quiere escuchar tus pensamientos, tus dolores, tus heridas, tus tristezas, tus esperanzas, tus sueños. Así que sigue practicando la oración.

Es como cuando no podemos correr un maratón a menos que practiquemos correr, hacer ejercicios. Pues lo mismo es con la oración, tenemos que dedicarnos a ella para poder seguir aprendiendo los misterios de Dios. Porque cuando nosotros oramos así, hay un aspecto de revelación que se abre, que no se abre cuando solamente son oraciones pasajeras, sin mucho pensamiento. Hay una gran diferencia.

Es posible que por tu orar por tu hijo Dios te revele algo acerca del carácter de tu hijo, acerca de tu propio carácter, acerca de la relación, acerca de cualquier cosa, preocupaciones, aún te puede advertir de cosas que pudieran pasar. Ese el Dios que nosotros servimos, un Dios que quiere hablarnos y yo no puedo pensar en una relación donde más intensamente debamos buscar ese tipo de interacción con Dios que la maternidad.

En otro momento Ana, que fue la oración que Vanessa leyó más temprano en el servicio, ella ora nuevamente y en esa oración otra vez Dios le revela, es una oración con elementos proféticos, eso es lo que Dios puede hacer con tu oración también, hablarte proféticamente acerca de ti, de tus hijos. Y esa es una oración preciosa porque no solamente le revela a Ana cosas que ella ha vivido y ha experimentado, sino también cómo Dios trabaja en el mundo y estaba trabajando en el pueblo de Israel.

Es importante que nosotros cubramos nuestros hogares con oración. Y un detalle significativo es que esa oración del capítulo 2, se le llama también el Cántico de Ana, ocurre precisamente en el momento en que ella y Elcana llevan a su hijo Samuel al templo para ya dedicarlo definitivamente al Señor. A pesar de que era un momento de dolor, de separación, por la separación con su hijo, ella pudo elevar un cántico de adoración al Señor.

Eso es muy significativo porque cuántos de nosotros no hemos llorado con separaciones mucho más pequeñitas, cuando llevamos al nene o a la nena al kindergarten y se nos salen las lágrimas porque ya nos estamos separando de él. O como me pasó a mí cuando llevé a nuestra hija menor a un estado lejano para su primer año de universidad que lloraba como una magdalena en el taxi de regreso al aeropuerto. Y muy amable el taxista me pasó un pañuelito para que me quitara la lágrimas y me dijo, “No se preocupe, señora, su hija va a estar bien, no se preocupe.”

Momentos así, qué dolor nos da separarnos de nuestros hijos. Sin embargo, Ana, su convicción era tan grande que dentro de ese momento de separación doloroso de su pequeño hijo, ella pudo elevar este cántico al Señor.

Repasando, tenemos primeramente para tener maternidad o paternidad visionaria, tenemos que reconocer que los hijos vienen de Dios, que son su precioso tesoro. Segundo, tenemos que cubrirlos con oración intencional del espíritu. Y tercero la maternidad visionaria tiene que reconocerse a sí misma como una herramienta poderosa en las manos de Dios.

Por eso es necesario que cada uno de nosotros haga el propósito diario de someternos al Señor en todas nuestras áreas para que él sane nuestras asperezas o las espinas, como Abby le llamó en su poema, para que las tendencias pecaminosas que tenemos también Dios las sane. Y por qué es importante esto? Porque sino, nosotros vamos a transmitir eso como legado a nuestros hijos. Es tan importante que Dios nos sane.

Nuestros hijos son como esponjas y cuando digo eso es porque aprenden mucho más por lo que ven que nosotros hacemos que por lo que oyen que nosotros decimos. ¿Verdad que es así? Es una realidad. Y por eso un carácter ya moldeado o que está sujeto al Señor para que él lo moldee día a día, porque esto es una obra larga, de tiempo. Nadie es sanado de todas sus imperfecciones, inseguridades, tendencias pecaminosas en un momento. Sabemos que no es así.

Pero nuestros hijos tienen que ver que nuestro carácter está siendo moldeado por el carácter de Dios para que ellos deseen imitar eso mismo y que no vayan a imitar cosas que no convienen.

Nosotros leímos en el versículo 2 del Primer Capítulo de Primero de Samuel, que Elcana tenía dos esposas, Ana y Penina. Es muy posible que Ana fuera la primera esposa de Elcana y que al ver que pasaba el tiempo y no había descendencia, como era muy importante tener descendencia en ese tiempo, como lo es hoy pero en aquel momento aún más, pues es posible que él buscara otra esposa con quien tener hijos. Así que por eso Elcana tenía estas dos esposas.

Pero qué pasa? Eso es una muy mala idea, tener dos esposas. Si con una es difícil imagínese tener dos. Demasiado. No sé cómo Elcana podía. Pero el asunto es que Penina se convirtió en la rival de Ana y la despreciaba, sintiéndose superior a ella porque ella sí tenía hijos y Ana no tenía hijos.

Dice la historia que ya leímos al principio que Penina la irritaba, enojándola y entristeciéndola. Y cómo lo hacía? dice que cada año ella aprovechaba esta ocasión familiar de ir al templo a presentar el sacrificio anual para entonces atacarla con mayor fuerza.

Y qué pasó? Esa es una gota impertinente, dando en la piedra vez tras vez, hasta que afectó, hirió al corazón de Ana. Y es bonito ver, por el pasaje uno puede deducir que Ana no usó su propia venganza para devolverle a Penina mal por mal. Y yo creo que eso es muy importante porque qué hubiera pasado si Ana se hubiera dado a la amargura, a perseguir también ella, a devolverle mal por mal a Penina. Posiblemente no se hubiera dado el milagro de Samuel, si ella hubiera asumido esa actitud. Porque Samuel necesitaba una mamá como Ana.

Por qué traigo todo esto a colación? Porque para nosotros ejercer nuestra maternidad y nuestra paternidad con mayor eficacia y ser verdaderamente un instrumento que Dios pueda usar poderosamente en la vida de nuestros hijos, cada uno de nosotros tiene que bregar con su Penina.

La historia de Ana era muy compleja pero quizás la historia de ustedes puede ser más compleja, más difícil aún que la de Ana. Pero qué vamos a hacer nosotros con Penina? Para poder ser otra vez las herramientas que Dios pueda usar, nosotros tenemos que confrontar a nuestra Penina. La Penina a veces sale de adentro, las Peninas a veces vienen de afuera. Y tu Penina puede tener diferentes nombres. Tu Penina puede llamarse divorcio, puede llamarse dificultades extremas económicas, puede llamarse adicción, póngale el nombre. Todos hemos bregado con Peninas.

Pero lo importante es que nosotros podamos reconocer cuál es esa Penina que nosotros tenemos y poder llevárselo al Señor y crecer en el carácter de Cristo de manera que nosotros podamos transmitirles eso igualmente a nuestros hijos, que esa sea la herencia.

Cuando ustedes piensan en herencia, muchos de ustedes no piensan en dinero, en cosas materiales, cuando piensan en la herencia de sus padres. Ustedes piensan en lo que mi padre me enseñó en lo que mi madre me enseñó. Eso es lo que es verdaderamente valioso. Las posesiones materiales van y vienen pero lo que un padre, una madre nos deja en términos de legado de carácter, eso no tiene precio.

Y verdad que tu y yo queremos hacer eso mismo. Nosotros queremos ser transmisores de eso a la próxima generación. Repasando nuevamente, para tener las características de una paternidad o una maternidad visionaria son primero, reconocer que los hijos vienen de Dios, son su posesión. Segundo, tenemos que fundamentar nuestra paternidad en oración, en intimidad con Dios. Tercero, tenemos que buscar la sanidad de nuestro carácter, de nuestro ser, de nuestra alma, de nuestro espíritu, para que Dios pueda usarlo como instrumento poderoso en la vida de nuestros hijos.

Y cuarto, la madre o padre visionarios todos los días obviamente se dan a la tarea de colaborar con Dios para que se cumpla la visión de Dios en cada uno de sus hijos. Y tenemos que usar los recursos, tenemos recursos en nuestras manos. Pero cómo tenemos que usarlos? Tenemos que usarlos en una manera intencional y dirigida por el Espíritu Santo para que sean efectivas.

Cuál es el recurso más importante y más escaso? Tiempo. Cuántos de ustedes han dicho recientemente, es que no me queda tiempo, no tengo tiempo. Yo creo que casi todos hasta los niños están diciendo eso, que no tenemos tiempo. Si nosotros por cada vez que nosotros decimos, no tengo tiempo para esto, no tengo tiempo para aquello, nos quejamos de eso, si nos dieran un dólar por cada vez que nosotros dijéramos eso, seríamos ricos todos. Yo sería millonaria.

Ese es un recurso que nosotros tenemos, el tiempo. Y no hay nadie en el mundo, yo creo que aquí mismo no hay nadie que pueda decir que no le falta el tiempo para algo. Y qué está pasando con nuestras maneras modernas? Es que empacamos tanto en nuestra agenda que no nos queda tiempo para hacer conexión familiar.

Cuántos de ustedes les ha pasado eso? a nosotros nos ha pasado. Tantas actividades, y vivimos en un mundo de tanto afán que los hijos participen en tres deportes, que toquen por lo menos dos instrumentos, que pertenezcan a aquel club y a aquel otro, que yo también en este, en el otro, en el más allá. y cuando venimos a ver se nos ha ido el tiempo y ese precioso tiempo que nosotros teníamos para instruir a nuestros hijos en el hogar en las cosas del Señor, se nos va. Porque se necesita tiempo para eso, para discipular a nuestros hijos en el hogar. Y eso no se puede posponer para mañana. Eso no es algo que tu puedes decir, bueno, en 10 años lo hago. No. es aquí y ahora. Así que aprovecha la oportunidad que tu tienes ahora para influenciar a tus hijos, a tus nietos, a tus sobrinos. Aprovéchala ahora porque este es el tiempo del Señor para influenciarlo usando el tiempo.

Una de las cosas que han pasado es que aún el tiempo de cena familiar, otra vez, si hiciéramos una encuesta aquí posiblemente muchos de ustedes han dejado pasar ese tiempo de cena familiar muchas veces porque hay otras cosas más importantes. Pero los estudios dicen que la familia que come unida, un número de veces, no tiene que ser todas las veces, por lo menos 5 veces o 6 creo que es, a la semana los índices de éxito de los hijos son mayores. Como por ejemplo, en ir a la universidad, en no usar drogas. Así que aún estudios seculares indican la importancia que tiene el compartir tiempo como ese en la mesa.

Porque qué pasa en una mesa? No es solamente comer, comer, comer. Se modelan modales, se ora por la cena, se comparten cosas, preocupaciones, alegrías, retos. Es un tiempo que es demasiado precioso para uno dejarlo pasar. Yo tengo memorias muy claras de mi propia crianza porque eso era ley, en mi casa era ley. No había compromiso posible que impidiera que uno no estuviera en la mesa.

Sabemos que por complejidades de nuestros tiempos, – no es que yo sea tan vieja, pero ahora es más difícil – a veces no es posible hacerlo con tanta frecuencia pero sí has un esfuerzo por mantener esos tiempos de familia como algo sagrado, para que los puedas usar para precisamente transmitir la palabra del Señor, ejemplos del Señor, para que el Señor te dirija en eso.

La palabra de Jehová a la familias de Israel que encontramos en Deuteronomio 6, del 5 al 9, son un modelo de la importancia que tiene que nosotros impartamos nuestra fe a través del compartir con nuestros hijos. Yo sé que es un pasaje que muchos de ustedes lo conocen muy bien. Ese pasaje dice así:

“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Grávate en el corazón estas palabras que hoy te mando, incúlcaselas continuamente a tus hijos, háblales de ella cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Átalas a tus manos como un signo, llévalas en tu frente como una marca.”

Esas son palabras de urgencia. Cuando uno las lee, son palabras de acción. No es cuando puedas. No, es hoy, en todo momento. Eso es lo que dice. En otras palabras, lo que Dios nos está diciendo es, aprovecha las oportunidades que tienes para transmitir con palabras y con tu ejemplo a tus hijos cómo se obedece y se adora al Señor. Porque es en el diario vivir, en esas experiencias cotidianas sencillitas de la vida donde nosotros podemos hacer una marca al Señor.

Y saben lo que pasa? Que cuando tu tienes esas interacciones con tu hijo en un día a día, en la normalidad de la vida, tu estás abriendo unos canales de comunicación con tu hijo para que en el futuro cuando haya problemas tu hijo va a venir a ti, porque ya esos canales están abiertos, porque ya hay tiempos de conversación y de conexión. Esas cosas no pasan así como de la noche a la mañana, tenemos que cultivarlas en nuestra vida familiar.

Otra vez, la mejor manera de transmitir las verdades del Señor a nuestros hijos es a través de aprovechar esos momentitos donde estamos conectando. Puede ser lavando los platos, en el carro, tantas maneras que Dios nos da en nuestras interacciones con nuestros hijos para hacer eso.

Y Dios bendice eso. Aunque a veces no nos es evidente que nuestros hijos están absorbiendo lo que nosotros le estamos enseñando, ¿verdad? Cuántos han estado ahí? Uno dice, bueno, como que le entró por aquí y le salió por acá. Pero no pienses así, tu función es obedecerle a Dios y enseñarle lo que tienes que enseñarle. Eso es todo, tu tienes que ser fiel.

Cuando tu traes a tus hijos a I Wanna, viernes tras viernes, sales corriendo de tu trabajo, casi ni comes y corriendo y en el tráfico y estás aquí para que ellos tengan su clase en I Wanna, cuando tu los traes a la iglesia fielmente los domingos, cuando tu los llevas contigo a hacerle un bien a alguien que necesita, cuando te ven a ti que en un conflicto familiar tu eres un pacificador y tu deseas que haya una resolución saludable y amorosa, en cada uno de esas ocasiones tu estás sembrando en tus hijos algo que es perdurable, que va a durar para siempre. Estás sembrando eternidad en tu hijo. Y tu le estás demostrando que todo eso que tu estás haciendo, tu lo haces porque tiene importancia para ti, porque es prioridad para ti.

Tus hijos van a imitar, van a querer hacer aquello que tu le estás modelando que es importante. Así que también tenemos que modelarle la importancia de servirle al Señor en maneras activas, que no es solamente como ponchar la tarjetita, voy el domingo porque hay que cumplir con el domingo. No es eso, sino que todo, todo lo que tu haces hay una conexión, es una totalidad, donde tu le estás entregando tu vida total al Señor, no solamente tu domingo. Y eso es algo muy importante.

Yo recuerdo cuando nuestras hijas eran pequeñas, niñas, que iban con nosotros a la iglesia, y nosotros las llevábamos todo el tiempo y a veces se cansaban tanto si el servicio era un poquito más largo, era hora de dormir, dormiditas en un banco bien duro, porque estamos hablando de cuando tenían nuestra iglesia en Cambridge y los bancos eran de madera. Y ahí ellas dormiditas en su banco duro. Eso no les hizo daño. Todo lo contrario. Y las llevábamos siempre que íbamos, ellas iban con nosotros y participaban con nosotros. Crecieron creyendo que la iglesia es un lugar agradable y bueno para ellas porque veían la sinceridad con que nosotros servíamos al Señor, veían que amábamos a los hermanos y así mismo se criaron ellas, ellas se pasaban de una persona a otro, a otro, a otro, y se sentían tan felices de estar en la casa del Señor.

Eso lo hacemos porque eso es importante. En esas cosas aparentemente pequeñas nosotros estamos transmitiendo la importancia que tiene el Evangelio. Otra vez, es un Evangelio que cubre todas las áreas de nuestra vida.

Ana y Elcana yo me imagino que tienen que haber aprovechado cada segundo con Samuel, porque Samuel entró a ser dedicado al Señor desde muy chiquitito. Ellos no tuvieron el privilegio que nosotros tenemos de tenerlos mucho más. De 3 a 4 años tenía Samuel cuando él fue dedicado o ya fue entregado oficialmente en el templo. Así que yo me imagino que cada día contaba, y asimismo debe contar para nosotros. Cada día debe contar en términos de lo que nosotros le transmitimos acerca del Señor.

Yo me imagino a Ana orando fervientemente por Samuel, por su futuro ministerio aunque ella no lo conocía, igual que nosotros no conocemos el de nuestros hijos. Y me la imagino hablándole de que para él nacer Dios intervino, que él era de Dios, y que Dios escuchó. Que su nombre Samuel era un testimonio de que Dios había escuchado su oración.

Asimismo nosotros tenemos que tener ese sentido de urgencia, de transmitir eso mismo a nuestros hijos, lo que Dios ha hecho en nuestras vidas, así como dijimos, con el pasaje de Deuteronomio 6, en todas las circunstancias, en todas las actividades de la vida.

Ya dijimos que un padre, una madre colabora usando intencionalmente su tiempo para transmitir los valores del reino. Hablamos hace un momento en el salmo 127 de que nosotros somos guardas sobre nuestros hijos. Y no es un guarda neurótico que está pendiente de todo lo que los hijos hacen y que no les permite tener sus propias dificultades para que ellos mismos las resuelvan. No, es algo diferente, es velar por nuestros hijos pensando en ellos como el tesoro que ellos son para Dios y para nuestra vida.

Cuando nosotros usamos el discernimiento que Dios nos ha dado como padres, somos vigías sobre nuestros hijos, porque otra vez, nadie como tu para ver y conocer dónde está el corazón de tu hijo y percibir qué peligro puede haber en la vida de nuestros hijos. Yo creo que muchas cosas que pasan en nuestras familias se podrían evitar si nosotros estuviéramos más atentos a ese rol de nosotros como padres y madres visionarias, de tomar medidas en el nombre del Señor, estrategias sabias que impidan que nuestros hijos lleguen a ciertas cosas.

Así que es una labor muy importante. El tiempo, el discernimiento que Dios nos ha dado es otro recurso para nosotros formarlos. Descubrir sus dones, ayudarlos a saber qué Dios quiere para tu vida, hijito o hijita. Qué dones tu tienes y que en cualquier don que tu tengas, sea un don vocacional, profesional, Dios te puede usar. Nosotros no tenemos que anhelas hijos o hijas famosas, o importantes, nosotros tenemos que anhelar que nuestros hijos o hijas hagan famoso a Jesucristo dondequiera que ellos estén, que es algo totalmente diferente.

A mi me preocupa que con frecuencia nosotros subestimamos la capacidad de nuestros hijos para entender verdades espirituales, como que los vemos jugando y haciendo esto, y distraídos y no pensamos en la gran capacidad espiritual que tiene un niño. Pero ¿Sabes qué? Tu hijo tiene un espíritu igual que el tuyo, un espíritu que necesita de Dios igual que el tuyo. Y tu hijo tiene un Espíritu Santo que es tan poderoso como el Espíritu Santo que te ministra a ti.

Y tu hijo no tiene un Espíritu Santo tamaño preescolar o tamaño juvenil, es el mismo Espíritu Santo y Dios puede hacer obras grandes en la vida de ellos. A veces no vemos más porque no creemos más. Esa es la realidad en nuestra maternidad. Y un padre o una madre visionaria busca lo que yo llamo momentos cargados de eternidad y los aprovecha. Todo el tiempo está pensando dónde está la sensibilidad de mi hijo, hija, para poder ministrar una verdad del Evangelio en ella o en él.

Yo tuve el privilegio de propiciar dos de esos momentos cargados de eternidad en la vida de nuestras hijas, cuando ellas aceptaron al Señor. Con Sonia ocurrió otra vez un momento Deuteronomio 6, en lo cotidiano de la vida. Yo estaba dándole la comidita –nuestra hija mayor Sonia tenía 6 años en ese momento, la bebé tenía 6 meses. Yo estaba dándole la comida, ella me estaba ayudando y Sonia amaba a su hermanita, era locura con su hermanita. Ella no podía con ella misma de la emoción de tener una hermanita. Y así que ella también la alimentaba y me estaba hablando de lo bella que era la chiquita y lo maravilloso que de mí barriga pudiera salir algo así.

Esa era la conversación. Y entonces yo discerní que Sonia estaba preparada para aceptar al Señor y llevé la conversación para eso y le pregunté si ella quería aceptar a Jesús como su Señor y salvador, inmediatamente me dijo que sí, cerró sus ojitos y repitió la oración que yo modelé para ella. Y el segundo momento Deuteronomio 6 con nuestra hija menor Abby, ocurrió así también. Íbamos de camino llevándolas a la escuela.

En ese tiempo ellas iba a una escuela lejos de nuestra casa así que era un gran tiempo para Roberto y yo tener conversaciones maravillosas con ellas de diferentes tópicos y en ese día era yo la que estaba manejando llevándolas, y Abby empieza a hablar acerca de algo que una maestra le enseñó acerca de Jesús, de la crucifixión y de la resurrección. Y Sonia, ella y yo conversamos un tiempito acerca de lo que ella estaba comentando y también yo dije, este es el tiempo y le pregunto, Abby, tu quieres recibir a Jesús como tu Señor y salvador? Me dijo sí y obviamente no lo hice manejando, porque eso no era dándole suficiente honor, me estacioné en la calle Washington [inaudible] debajo de un hermoso árbol muy grande que hay allí, y ahí yo la dirigí a ella en la oración de confesión de fe.

Así que hoy en día todavía tantos años han pasado ambas reconocen, se acuerdan de cuándo y cómo fue su conversión con el Señor, cómo ellas oficialmente entraron a ser hijas de Dios. así que nosotros tenemos que aprovechar esos momentos en todo momento, no dejar que uno pase.

Y otra cosa que quiero mencionar es la importancia del recurso del hogar. El feminismo ha intentado desvirtuar la labor doméstica, la labor de la maternidad y lo ha hecho con bastante efectividad. Pero no hay nada que ministre más el poder del Evangelio que un hogar que esté limpio, ordenado y donde haya armonía entre los que ahí viven. Eso es un testimonio contundente del poder de Dios. yo sé que el trabajo del hogar como que se hace repetitivo y es cargoso, yo lo sé. I’ve been there, done that. Yo sé lo que es. Pero en vez de quejarnos de él yo creo que haríamos bien en entregarle eso al Señor como una ofrenda grata, porque en el contexto de un hogar así Dios puede hacer maravillas y puede hacer milagros.

Yo les animo a seguir haciendo lo que han hecho hasta ahora. Quiero hablar de un detallito que se puede escapar muy fácilmente. Está en el capítulo 2, el versículo 18 al 19, un detalle doméstico. Dice ahí:

“Y el joven Samuel ministraba en la presencia de Jehová vestido de un efod de lino y le hacía su madre una túnica pequeña y se la traía cada año cuando subía con su marido para ofrecer el sacrificio acostumbrado.”

Tu te puedes imaginar la emoción que tiene que haber sentido Ana de que iba a ver su Samuelito? Yo me imagino que estaría tan distraída pensando en que iba a ver a su hijo, que lo iba a ver, que lo iba a abrazar, que iba a conversar con él que a lo mejor no podía ni hacer sus quehaceres en el hogar. Yo me la imagino buscando la mejor tela para hacerle una preciosa túnica a su hijo. Me la imagino preguntándose cuánto habrá crecido Samuelito desde el año pasado? porque tengo que hacerle la túnica lo suficientemente larga para que le dure por lo menos un año, hasta que yo vuelva el año que viene con otra túnica.

Ve qué importante son esos detallitos de nosotros como mamás y de papás porque yo sé que hay muchos papás que hacen muchas cosas en el hogar también. Ella tuvo mucho cuidado en la atención de las necesidades muy prácticas de hogar de Samuel. Como Ana nosotros no conocemos el futuro de nuestros hijos, pero qué pasó con Samuel? Samuel por la fe de una mujer que escogió creerle a Dios y hacer una oración desesperada al Señor, por eso nació un Samuel, que nació en un tiempo crucial de la vida de Israel. Israel era un desastre, se estaba desacrando el templo, el sacerdocio, había peligros de guerra, había inmoralidad crasa.

Nosotros pensamos en los tiempos de hoy, pero lea el Antiguo Testamento para que usted vea también todo lo que hay. Parece que no hay nada nuevo bajo el sol. Aunque lo que pasa es que lo de ahora nos está afectando a nosotros que estamos aquí ahora.

Nosotros no conocemos el futuro de nuestros hijos pero sí tenemos que reconocer nuestro ministerio, nuestra responsabilidad dentro de nuestra maternidad. Y quién sabe si Dios nos da un Samuel, ¿verdad? Eso es maravilloso. Ella no sabía que su hijo iba a ser profeta, que iba a ser sacerdote, que iba a ser el último juez en Israel, que iba a ser un formador de reyes. Ella no sabía nada de eso, pero sí sabía que Dios a quien ella le servía… ella conocía el carácter de Dios y sabía que Dios iba a honrar su ofrenda de amor a él entregándole su hijo.

Eso es lo que nos compete a nosotros. Ser fieles en lo que Dios nos ha dado hacer y dejándole el resto a Dios.

El cuarto verso del salmo 127 dice, “Como saetas en manos del valiente así son los hijos habidos en la juventud.” Como saetas en manos del valiente – tu eres el valiente, la valiente – así son los hijos habidos en la juventud.

El fin que nosotros esperamos de nuestra maternidad, de nuestra paternidad es que nuestros hijos den en el blanco perfecto de la voluntad de Dios. Esa es nuestro fin. Tu función como padre o como madre visionaria es tomar cada una de esas amadas saetas y entesar el arco. Y cómo tu vas a hacer eso? cómo vas a entesar el arco para que tu flecha vaya disparada al blanco? Tu lo vas a hacer reconociendo primero que esos hijos no son tuyos, que son del Señor, cubriéndoles en oración intencional cada día, permitiéndole a Dios que te moldee a ti como un instrumento poderoso en sus manos, y usando tus recursos, sea el tiempo, el discernimiento, tu atención a los detalles del hogar, todo eso usándolo intencionalmente y con una visión sobre natural. Esa es la manera en que tu entesas el arco.

Que Dios nos ayude a todos nosotros como individuos y como comunidad a levantar una generación de Samueles. Amén.

Vamos a orar. Padre, yo te doy gracias por el regalo de la maternidad. Gracias, Señor, porque no lo hacemos solos, no lo estamos haciendo con nuestras propias fuerzas, sino que contamos con todos los recursos del cielo para cumplir esa importante labor. Señor, tu conoces nuestro corazón, conoces dónde flaqueamos, nos presentamos delante de ti, Señor, primero nos dedicamos nosotros delante de ti para que tu hagas una obra de renovación dentro de nosotros. Todo aquello que no te agrada, Señor, te lo entregamos.

Te pedimos que abras nuestro entendimiento a cómo podemos sujetarnos a ti en todo, de manera que tu hagas una obra redentora total en nosotros, de manera que nosotros podamos ser los instrumento que tu quieres en la vida de nuestros hijos para formarlos a ellos, para que ellos deseen servirte a ti y ser guiados por ti, para que ellos quieran imitar tu carácter, Cristo.

Ayúdanos a nosotros en eso. Señor, ayúdanos a ser fieles en la oración, fieles e intencionales en cómo usamos todos nuestros recursos, Señor, para tu honra y tu gloria, para que tu los puedas hacer más efectivos en la vida de nuestros hijos y se cumpla el propósito individual que tu tienes para cada uno de ellos, Señor.

Padre, te presentamos a aquellos hijos, aquellas saetas que se han apartado de ti, que quizás sus hogares habían hecho todo lo que podían para guiarlos a ti, pero se han apartado. Señor, yo te pido en esta hora, oh Dios, que tu los traigas a ti, que sean los hijos pródigos, que vuelvan a tu casa, que vuelvan a ti, Señor.

Señor, para ti no hay nada imposible. Tu puedes traer ese hijo rebelde, Señor, tu puedes traer a esa hija que ha escogido otras cosas en vez de a ti, Señor. Tu los puedes y los quieres traer de nuevo a casa. Señor, aún ahí te pedimos que uses nuestra maternidad y nuestra paternidad de una manera sabia para ser usados por ti en ese proceso. Y Señor, te pedimos que en este tiempo de la historia tu levantes nuevamente una generación de hombres, mujeres, hijas e hijos, como Samuel, que amen tu casa, Señor, que amen tus cosas, que le digan no al pecado, que sean influencia poderosa donde tu los has puesto, que amen tu reino, que amen tu iglesia, que quieran dedicar todo sus recursos a ti donde tu los pongas, oh Dios. Por eso estamos orando en este día, Señor.

Señor, levanta, levanta esos hijos, Señor. Levanta esas hijas, Señor. Yo presento delante de ti aún los bebitos que están aquí, aún las bebitas, Señor, ve formándote dentro de ellos, ve ayudando a sus padres a ser vigías que no descansen, Señor, a ser leones que protejan la herencia que tu quieres darle a esos hijos en contra de cualquier embate que venga, Señor. Abre nuestros ojos, oh Dios, a ver tu obra en la vida de nuestros hijos, Señor. Señor, danos el privilegio de ver tu mano obrando en cada uno de ellos, Señor Jesús. Gracias Padre. Gracias. Amén.

El Dios del río

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Dice la palabra del Señor en esta tarde, “Me hizo volver luego a la entrada de la casa y he aquí aguas que salían de debajo del umbral de la casa hacia el oriente, porque la fachada de la casa estaba al oriente y las aguas descendían de debajo, hacia el lado derecho de la casa, al sur del altar.

Y me sacó por el camino de la puerta del norte y me hizo dar la vuelta por el camino exterior fuera de la puerta, al camino de la que mira al oriente y vi que las aguas salían del lado derecho. Y salió el varón hacia el oriente levantando un cordel en su mano y midió mil codos, y me hizo pasar por las aguas hasta los tobillos. Midió otros mil y me hizo pasar por las aguas hasta las rodillas.

Midió luego otros mil y me hizo pasar por las aguas hasta los lomos. Midió otros mil y era ya un río que yo no podía pasar porque las aguas habían crecido de manera que el río no se podía pasar sino a nado. Y me dijo, ‘has visto, hijo de hombre?’ Después me llevó y me hizo volver por la ribera del río y volviendo yo vi que en la ribera del río había muchísimos árboles a uno y otro lado, y me dijo, ‘estas aguas salen a la región del oriente y descenderán a la lava y entrarán en el mar y entradas en el mar recibirán sanidad las aguas y toda alma viviente que nadare por dondequiera que entrare en estos ríos vivirá y habrá muchísimos peces por haber entrado allá a estas aguas y recibirán sanidad y vivirá todo lo que entrare en este río.

Y junto a él estarán los pescadores y desde En–Gadi hasta En–eglaim será su tendedero de redes y por sus especies serán los peces tan numerosos como los peces del Mar Grande. Sus pantanos y sus lagunas no se sanearán, quedarán para salinas. Y junto al río en la ribera a uno y a otro lado crecerá toda clase de árboles frutales, sus hojas nunca caerán ni faltará su fruto. A su tiempo madurará porque sus aguas salen del santuario y su fruto será para comer y su hoja para medicina.”

Dios bendiga su palabra en esta tarde. Si yo te dijera en esta tarde que Dios posee un cuerpo de agua en el que él quiere que tu te sumerjas. Y cuando hablamos de cuerpo de agua nuestra mente enseguida va a un río o al mar. Una referencia que tenemos aquí en Estados Unidos de un río, es el rio Mississippi, donde comienza el río Mississippi su anchura no es más de 3 pies, donde ese río nace no es más de 3 pies, pero todos conocemos cuando termina ese río cuán grande y poderoso es. Cuando cae mucha lluvia se sale de su cauce y afecta a toda la región que está cerca.

Pero en este contexto que estamos hablando qué pasaría si nosotros entráramos como Ezequiel a esas aguas? La diferencia del río Mississippi a estas aguas torrentes es que estas aguas provienen del umbral del altar de Dios. y ya esa composición es completamente diferente. Estas aguas no tienen ningún aditamento especial, humano, estas aguas no han sido preparadas en un laboratorio, estas aguas vienen del trono del Señor.

Si me permiten hacer una explicación espiritual de estos versos, quiero que en esta tarde nos conectemos con este río y cómo al entrar a este río va a mejorar donde estamos. La verdad es que todos tenemos espacio para mejorar. Créanme que podemos mejorar o seguir mejorando. Esta tarde te quiero retar a que no te quedes en la orilla, viendo como el río se desarrolla, que no te quedes mirando lo poderoso, lo fuerte, lo grande, lo espectacular de este río. No te quedes como un espectador.

Te quiero hacer el reto que el hombre que habla aquí en este pasaje le hace a Ezequiel, y qué implica eso para nuestras vidas. Viniendo de Dios estas aguas no requieren ningún tipo de filtro, son aguas puras, son aguas especiales, son aguas superiores, son aguas que tienen autoridad. Y en esta época en que estamos viviendo las circunstancias que nos rodean, los eventos fuera de nuestro alcance, han hecho muchos desarrollemos una mentalidad de trinchera para que nadie me lleve, para que nada me afecte, para que nada me tumbe, para que nada me dañe, me voy a quedar quieto, me voy a atrincherar, pero no me voy a mover.

Yo quiero que en esta tarde tu pienses, no es el tiempo de estar atrincherado. No es el tiempo de estar parado a ver qué pasa. No es el tiempo de admirar el río como si fuera un artificio de un museo o una pieza o una obra de arte. Es el tiempo de comenzar a entrar a esa agua, porque una vez, hermanos y hermanas y amigos, que tu entras a esa agua como entró el profeta Ezequiel, entramos a los tobillos y tu puedes sentir que el río tiene fuerza, pero todavía estás en los tobillos.

Lo magnífico de este río es que su curso y dirección ya ha sido determinado. Si ustedes pudieran ver la geografía cómo este río se mueve en esta visión que tiene Ezequiel desde el umbral del altar hasta el Mar Muerto, van a ver que eso es imposible. Pero es que nuestro Dios es el Dios de lo imposible.

So, si el curso de este río nada lo puede afectar y nada lo puede cambiar, qué estás esperando para entrar al río? Porque una vez en el río, el curso de tu vida y la dirección de tu vida nada la va a poder cambiar porque nada va a poder afectar el curso de ese río.

El Mississippi se alimenta de corrientes de aguas, a medida que va creciendo hay otros cuerpos de agua que lo alimentan pero este río que está viendo Ezequiel no tiene que ser alimentado porque ya fue alimentado por el trono de Dios.

Dice que este río tiene la autoridad para sanar los corazones rotos. Tiene autoridad para sanar vidas rotas. Tiene autoridad para llevarte a ti a alcanzar tus metas. Tiene la autoridad para llevarte a ti a tu máximo potencial dentro de ese río. En la trinchera no vas a alcanzar nada, vas a ver a otros que progresan, a otros que echan hacia adelante, a otros que tiene bienestar, a otros que alcanzan su futuro. No importa dónde estés, no importa cómo estés, lo que importa es que este río ha salido del trono de Dios y te alcanzará y una que te alcance cambiará tu vida. Y una vez que cambie tu vida, jamás serás la misma persona.

O sea que este río cambia el agua salada en agua dulce. Ningún otro río puede hacer eso, al contrario, se hace salado, pero este río es diferente. Y me hizo cruzar el agua la cual me llegaba a los tobillos. Ya Ezequiel entra a la primera parte, siente esa agua en los tobillos, pero todavía Ezequiel está parado sobre sus pies en el río, todavía él se puede salir del río. Todavía él puede decidir qué va a hacer dentro del río, puede regresar a la orilla y no seguir.

Y es ahí que yo veo una referencia de algo que yo observé en Nueva York. A veces veo a los hermanos de las iglesias como los niños que van a una piscina y no se quieren meter al agua que está en la piscina. Pero están viendo que otros niños están dentro de la piscina jugando con juguetes que son para la piscina. Y estos niños a veces que no quieren entrar a la piscina no se quieren mojar, tu le puedes decir, ‘pero muchachito, métete, prueba el agua, está fría, no te vas a ahogar, no es una piscina profunda,’ lo más que hacen es que se sientan en el borde de la piscina y ponen sus pies en el agua. Pero ellos quieren los juguetes de los niños que están dentro de la piscina y esos niños comienzan a gritar, a llorar, a patalear, a jalar, de mal humor, se quieren ir, no están contentos. Y nosotros no somos diferentes.

Queremos solamente mojarnos los pies sin entrar al agua, sin tomar el riesgo de confiar en el Señor y después nos molestamos con nuestros hermanos y hermanas que están disfrutando, están jugando dentro de ese río pero como yo no me quiero meter, porque no me quiero arriesgar, ni me quiero mojar, crea en mí una actitud completamente egoísta, porque yo quiero jugar con los juguetes del agua en la trinchera, pero los juguetes del agua son para jugar dentro del agua.

Los beneficios del reino son para aquellos que están sumergidos dentro del agua. La bendición de Dios dentro de sus pactos está reservada para el que está comprometido a tomar el riesgo y sumergirse. Queremos los beneficios pero no queremos los riesgos. Y después criticamos a quienes se arriesgan.

Levantamos voces de queja a aquellos hermanos y hermanas que se arriesgan porque nuestra falta de fe que no entendamos que mientras estemos en la orilla, secos, jamás sentiremos ni experimentaremos lo que es estar mojado en la presencia de ese espíritu de Dios.

Las decisiones no se toman en la orilla, se toman dentro del río. Si aspiras a liderato, a posiciones en nuestra iglesia, sal de la orilla, rompe con ese patrón generacional y entral al agua, sométete a la presencia del Señor, sométete a esa fe, toma el riesgo que dentro del agua jamás serás defraudado. Sal de la trinchera.

Si te quedas solamente tocando el agua con los tobillos, todavía tu tienes control sobre tu vida. Lo que Dios quiere es que tu dejes el control de tu vida a él. Si nos quedamos solamente con el agua en los tobillos no avanzamos al próximo paso. Te estancas. No puedes crecer, estás retrasando tu llamado a servir.

Imagínese que si no avanzamos o estamos estancados y no podemos crecer, por consiguiente, estamos afectando el crecimiento del Reino de Dios, porque estamos estancados. Eso es lo que proyectamos y estancados de esa manera estás afectando a tu familia, estás afectando tu vida, estás afectando todo lo que tocas porque tu visión está completamente sumergida y limitada a la orilla y a una trinchera.

Deja que el río, cuando comiences a entrar y avanzar, cambie el rumbo de tu vida, cambie el rumbo de tu familia para que te unas al curso donde va ese río. Ahora hace a Ezequiel entrar nuevamente al agua, ahora el agua le llega a las rodillas, ya no son los tobillos. Yo diría que esa es una manera espiritual de decir que es el momento de aprender que se es más alto en el reino de los cielos cuando estamos de rodillas que cuando estamos parados sobre nuestros pies.

Somos más grandes en el Señor cuando nuestra estatura está medida por nuestras rodillas y eso lo aprendemos en el río. Cuando estamos parados sobre nuestras rodillas nos afecta y nos pule y nos quita una piel que tenemos en la rodilla que se llama arrogancia/orgullo, porque es lo que yo puedo hacer, ‘oye, yo estoy en el río, yo tengo una idea, yo tengo un plan, yo tengo un propósito.’ Hermanos y hermanas, el río salió del trono ya con un propósito, con un plan y con un curso y dirección.

Él pide que te unas a ese río. A mí me enseñaron en Puerto Rico cuando tomaba clases para nadar, cuando se está en la playa, el fondo de la playa es desnivelado, puede ser parejo, no profundizar más allá del pecho, esa es la parte segura. Pero hay playas que tu caminas pensando que estás nivelado y de momento te vas, en un hoyo. Y yo pasé por la experiencia cuando tenía 11 años estando en la playa en Isla Verde.

Mis amigos me invitaron a la playa, ellos eran los líderes de los jóvenes en la iglesia, yo era un niño de 11 años. Ellos convencieron a mi papá y a mi mamá que me dejaran ir a la playa y que yo no me iba a meter al agua. Mi papá me dijo, ‘Isaías, te voy a dejar ir pero no te metas al agua.’ Yo le dije, ‘no, no, mira, ni traje de baño llevo.’ Que fue la verdad, yo no llevé traje de baño, pero mis amigos tenían traje de baño extra. Él no me preguntó si yo tenía traje de baño extra, so yo no llevé mi traje de baño. So cuando llegamos a la playa me cambié, tengo mi traje de baño. Ellos son personas adultas, están nadando, yo estoy en la orilla. Ellos nadaban y me miraban, ‘quédate en la orilla.’ Yo, ‘sí, sí,’ so entré un poquito, me salía. Observo que hay unas piedras a mi mano derecha que no hay nadie que estaba nadando ahí, qué creen ustedes que yo hice? Me trepé en las piedras y yo tengo que probar esta agua, y cuando yo me tiré, eso era bien profundo y yo no sabía nadar.

Gracias al Señor que cuando yo me tiré había unas personas tomando clases de scuba diving allá abajo, y vieron a este niño y me pudieron sacar. Llegamos ahora al río que él entra y le llega el agua a su pecho. Todavía tiene fuerza de voluntad para poder salir del agua, pero siente el río más fuerte, mucho más fuerte.

En ese momento comienza la otra fase de nuestras vidas, cuando el agua me llega a mi pecho. Los que están en la orilla solamente ven un poquito de mí, no ven todo mi cuerpo. Espiritualmente hablando cuando yo estoy en el río del Señor y el mundo a quien yo ministro o sirvo o trabajo solamente ve una parte pequeña de mi cuerpo, es porque yo estoy enseñando todo el cuerpo y la gloria del Señor Jesucristo y yo no soy importante porque me estoy sumergiendo para que él salga del agua y la gente vea que es el Señor y rey de todos nosotros.

Algunos dirían, no lo digo yo, que si yo estoy sumergido hasta aquí mis bolsillos están sumergidos. Puerto Rico dirían, Aleluya! Aleluya! Pero la idea es, mi compromiso no puede ser solamente espiritual, mi compromiso no solamente puede ser me mente, tiene que ser un compromiso físico y emocional completo. Yo voy a entrar al agua pero voy a entrar completo.

Cuando Ezequiel le dicen en la última forma que entre al río, se da cuenta que el río ha crecido, ya no lo puede cruzar porque ahora si entra el río a él lo va a llevar a donde quiera que vaya, en otras palabras, no tenemos control o poder sobre este río. Ya no tenemos que cruzar, ahora hay que nadar. Ahora viene lo mejor de esta parte.

Una vez que yo decido en mi avance del Evangelio, que voy a depender completamente del río, que me puedo ahogar, es el momento que no me voy a ahogar, es el momento que voy a flotar en el río. Y hermana, hermano amigo, cuando tu te pones y pones todo tu cuerpo a flotar en el río, tu estás diciendo, ‘Señor, a donde tu me lleves, yo voy. Donde tu me quieras llevar a mí en mi vida espiritual, ministerial, como persona, como líder, yo voy. Yo te estoy entregando mi vida y te entrego también mi familia, y te entrego aquello a quien yo les estoy ministrando porque yo estoy sobre el río, no tengo control. Te he entregado a ti el control supremo, porque tu sabes mejor a dónde vamos.’

Quién podrá detener un río como ese? Quién podrá detener el avance de ese Reino de Dios basado en el río? Vendrán los ataques. La guerra se va a poner más difícil. Hay veces que nos vamos a querer… hemos perdido el sentido de realmente ser fieles al Señor porque nos duele lo que nos han hecho, lo que hemos pasado, no sabemos qué hacer. Las tormentas van a seguir viniendo pero iglesia León de Judá, yo te digo en esta tarde, y escúchame bien, define tu vida individual, define tu vida como familia, define tu vida como iglesia. Líder, define tu vida, define tu familia. Pastores, definamos nuestras vidas, definamos nuestras familias y digámosle al enemigo en esta guerra espiritual, estamos flotando en el río de Dios y nada va a poder parar el curso del río de Dios.

Porque lo que decidimos hacer no lo hemos hecho en la orilla, lo hemos hecho flotando en el espíritu del Señor. Levanta tus manos en esta tarde y alaba su gloria. Hermanos, estamos flotando en ese río, sí. Pasaremos por valles de sombra y de muerte, pero estamos flotando en el río, nada nos puede tocar, nada nos puede parar, nada va a detener el avance de esta iglesia y este ministerio porque estamos flotando en el río. Para alcanzar tu meta personal hay que flotar en el río.

Dios es grande. Es el Dios del río. Cuando estamos flotando yo escribí anoche, nos hemos movido más allá de nuestra habilidad, hemos dejado la seguridad de nuestras vidas para ponerlas en las manos del Señor. Dios no me quiere llevar donde yo puedo ir, Dios me quiere llevar donde yo no puedo ir. Él no me quiere llevar a lo posible, él me quiere llevar a lo imposible.

Si estás en la orilla no vas a entender eso. si estás en la orilla no vas a entender los planes ni el curso de la historia que surge cuando se está flotando en el agua. Dios quiere que aprendamos a descansar en él, en esta profundidad de flotar en el agua es cuando realizamos que no me puedo apoyar en mis propias herramientas humanas, que no me puedo apoyar en mi conocimiento o en mi experiencia, que tengo que descansar en las aguas del río, realizando que no estoy al mando y que no tengo poder. El río tiene el mando y tiene el poder.

Preguntaría yo en esta tarde cuán profundo estás tu en este río. Todavía estás en la orilla o estás flotando en el río? Necesitamos un caminar más profundo con nuestro Señor pero para lograrlo quiero que consideren lo siguiente: primero, tenemos que estar seguros que estamos en el río. Segundo, necesitamos alejarnos de la orilla y movernos a aguas profundas. Tercero, tenemos que llegar al lugar donde el río está en control absoluto y no nosotros. Dónde estás tu hoy?

Al final de esta visión el Señor le muestra a Ezequiel, en el verso 12, junto al río, en la ribera a uno y otro lado va a crecer todo tipo de árbol frutal, sus hojas nunca caerán ni faltará su fruto. A su tiempo madurará porque sus aguas salen del santuario y su fruto será para comer y su hoja para medicina.

En otras palabras, mientras Ezequiel se mantuvo dentro del río Dios se encargó del resto de lo que pasaría en la orilla porque Dios siempre ha estado en control, y estará en control. Tu misión esta tarde es únete a mí, únete a esta iglesia y métete en esa agua, en ese río y sumérgete hasta que flote.

Dios los bendiga. Dios nos guarde. Vamos a orar en esta tarde. Señor te damos gracias porque has enviado un río poderoso, un río no de obras de manos, un río que ha sido forjado en el cielo. Danos la fortaleza, danos la sabiduría para poder entrar en las aguas y no quedarnos en la orilla, que podamos alcanzar el grado de madurez suficiente para que flotando en ti, descansando en ti tu hagas el resto. Hacer nuestra parte, pero Señor, tu haces la tuya. En tus manos pongo este pueblo y pongo este reto, Señor Jesús, amén.

Entrevista con Andrew Beckwith

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Hoy vamos a hacer una entrevista a una persona que ha jugado un rol muy poderoso aquí en la ciudad de Boston, el hermano Andrew a quien yo voy a presentar aquí en un ratito, dirigiendo un ministerio muy poderoso que trata de hacer la presencia de la Iglesia vigente en el mundo de la política, en el mundo de los valores, en el mundo de la sociedad, es algo que muchas veces no es muy popular, que la Iglesia hable acerca de la moralidad y de otras cosas porque nos acusan a nosotros los cristianos muchas veces de ser hipócritas y de nosotros mismos no tener nuestra propia casa en orden mientras predicamos la moralidad.

Pero yo quiero hoy presentarles una cara más completa de lo que es esa obra de la Iglesia que trata de hacer el trabajo, de ser una voz en el área moral de la sociedad. Así que queremos hablar un poquito de eso, Gregory me va a estar ayudando; nos hemos estado preguntando cómo vamos a hacer esto de traducirnos al español y al inglés, y todo ese lío con una conversación como ésta tan compleja pero, yo espero que ustedes van a estar orando por nosotros ¿amén? para que nos dé sabiduría y que sea algo que les bendiga a ustedes, y que verdaderamente les anime para seguir adelante hablando de las cosas, la sexualidad, las drogas, todas estas cosas pero es importante que la Iglesia las hable en una forma correcta y vamos a tener una buena conversación acerca de esto con el director del Instituto para la Familia conocido como el Massachusetts Family Institute, dénle un aplauso, Andrew would you come forward please? dénle un aplauso, y el Pastor Gregory nos va a estar ayudando también.

Y de paso les digo que el Instituto Elías tiene un evento también que se me olvidó anunciarlo, el 5 y 6 de mayo, yo creo que van a tener información allá detrás, pero es el 5 y 6 de mayo, hermanos, párense detrás después al final del servicio para que ustedes puedan dar cualquier información al respecto, ¿okay? vamos a tener al reverendo Samuel Pagán y varias personas muy importantes, y va a ser una conferencia maravillosa el 5 y 6 de mayo viernes y sábado, más información pues, pueden ustedes estar allí detrás para dejarles saber y pregunten acerca de esto ¿okay? y disculpen que tenemos tantos anuncios y tantas cosas.

Andrew, welcome, have a seat, vamos a tener una conversación, Gregory me va a ayudar, invité a los dos a que sean muy espontáneos y solamente fluyamos a medida que el Señor nos permita hacerlo, estamos muy contentos de tenerte esta mañana aquí, tú has escogido estar acá esta mañana Andrew a pesar de que tu tiempo es muy valioso e importante. Queremos conocer a Andrew personalmente, algo acerca de su vida y su parte humana porque también él está siempre allí peleando con muchas cosas y representando otros aspectos serios, pero yo quiero humanizarlo un poquito esta mañana.

Andrew: Qué gozo estar aquí con ustedes. Crecí en el norte de Boston, west Newbury, mi mamá enseñó en la escuela, mi papá mecánico de carros, fui bendecido con una familia muy amorosa, me gradué de Gordon College y le doy gracias a Dios que el Pastor sigue siendo un líder de esa universidad, y me casé, y fui a la escuela de leyes, y me apunté para la marina.

Tuvimos los hijos, me casé y después de volverme a Massachusetts, después de muchos años, me fijé que el estado había cambiado mucho en muchas maneras, en mi tiempo fuera se estableció la ley para el matrimonio homosexual.

Pastor Roberto: ¿Qué te motivó a dejar tu carrera que yo sé que era una carrera muy exitosa, tu carrera en los marines, un abogado exitoso dentro de la institución del ejército, a una edad joven, dejar tu carrera y entrar entonces para servir en un trabajo que a veces no es muy popular?

Andrew: Sentí un llamado, me invitaron a participar y sentí el llamado de Dios, crecí como un anglicano de la Iglesia Episcopal, iglesia que ya ha cambiado mucho en muchas maneras, ha adoptado la perspectiva de la sexualidad alrededor nuestro, y yo he visto cómo la Iglesia en la que crecí fue derrumbada en muchas maneras por esto, y sentí un impulso de crear una voz en la sociedad a favor de estos asuntos.

Pastor Roberto: Dinos algo acerca de algunas de las, ¿qué es lo que hace el Instituto para la Familia de Massachusetts? porque yo sé que ustedes no trabajan solamente con asuntos relacionados a la sexualidad y al género, y todo este tipo de cosas, sino que también trabajan con otras cosas, dinos un resúmen.

Andrew: Estamos bajo la cobertura de Focus on the Family, Enfoque en la Familia, el Doctor Thompson, y hay muchos grupos en estados, alrededor de los Estados Unidos, 40 que hacen trabajo a nivel político y de la sociedad a favor de los valores que representa esta organización de la familia.

Nosotros trabajamos mucho en defender los derechos de la vida desde la concepción hasta la muerte natural del ser humano, también trabajamos mucho a favor de la dignidad del matrimonio natural entre un hombre y una mujer, y por fin también representamos cada vez más los intereses legales de la Iglesia para que tenga libertad de predicar y practicar lo que creemos en la sociedad sin temor de ser resistidos por leyes de la sociedad.

Pastor Roberto: Este es un trabajo que no es muy popular incluso dentro de la Iglesia, aunque cumples un rol y haces un trabajo extraordinario defendiendo el punto de vista de la Iglesia en el escenario público, me he dado cuenta que no es un trabajo muy popular incluso dentro de la Iglesia y dentro de muchos círculos cristianos.

Andrew: Este trabajo no es nada fácil, hay mucha controversia, yo estaba en una Iglesia predicando acerca de los asuntos de homosexualidad y también de los baños en Massachusetts y una hermana de la Iglesia se le acercó y le dijo: yo no estoy de acuerdo contigo porque yo creo que debemos ser felices por encima de todo lo demás, y yo le respondí: yo creo que más que en hacernos felices al Señor le interesa que seamos santos, el Señor está interesado en nuestra santidad, en que le obedezcamos y eso nos lleva a una felicidad más profunda, a un gozo espiritual.

Pastor Roberto: Déjenme leer un texto, quiero leer un texto de uno de los evangelistas más famosos de la historia, Charles Finney, él llevó a cabo su ministerio en el siglo XIX, y él escribió algo que es impactante y que nos ayuda a entender por qué es importante que la Iglesia no acalle ni reprima su voz en el ámbito público ni que se acobarde de hablar de estos temas morales que son tan importantes.

Charles Finney dijo en 1875 hace 150 años y son palabras proféticas, él dijo: “Hermanos, nuestra predicación tarde o temprano dejará ver sus frutos legítimos. Si la inmoralidad prevalece en la Tierra” en la ciudad o en el estado, “la falla es nuestra y la responsabilidad es nuestra en un gran grado, si hay un decaimiento de la consciencia colectiva, el púlpito” es decir la predicación, el trabajo pastoral, “el púlpito es responsable por ese hecho. Si la prensa pública carece de discriminación moral” es decir la capacidad para juzgar sabiamente, “el púlpito es responsable de ese decaimiento y esa falta de discriminación positiva, si la Iglesia se degenera y se hace mundana el púlpito tiene la responsabilidad de esto. Si el mundo pierde interés en la religión y en las cosas del espíritu el púlpito será responsable de ello. Si Satanás gobierna en las salas de la legislatura y el gobierno el púlpito lleva la responsabilidad. Si la política se hace tan corrupta que los fundamentos mismos de nuestro gobierno estén listos para desmoronarse el púlpito tiene la responsabilidad por ello. No ignoremos este hecho mis amados hermanos, más bien introduzcámoslo profundamente en nuestro corazón y quedemos totalmente alertas ante nuestra responsabilidad con respecto al estado moral de nuestra nación.” -- Charles Finney en el 1875.

¿Qué tendrías tú que decirle a nuestra Congregación con respecto a la importancia de que la predicación y el ministerio de la Iglesia no se absuelva de su responsabilidad?

Andrew: Otra cita que respalda lo que leyó el Pastor, el segundo presidente de los Estados Unidos, John Adams, dijo que la constitución de este país fue escrita para un pueblo moral y religioso, si el pueblo no es así entonces la constitución no funciona para ellos. Nuestro gobierno no es diseñado para un pueblo que no comparte cierta moralidad básica. Un filósofo de Francia, Alexis de Tocquville dijo que los Estados Unidos es grande porque es bueno y es un pueblo bueno porque su púlpito está lleno de la justicia del pueblo de Dios.

Pastor Roberto: Nosotros tenemos una América ahora muy diferente, tenemos que entender que la constitución de la nación y todos sus documentos fundamentales fueron escritos en el contexto de una nación que tenía un temor de Dios increíble. Cuando Alexis de Tocqueville, este filósofo francés que vino a visitar América desde Francia que era aún todo lo contrario en el siglo XVIII, él se quedó sorprendido del poder que tenía la religión cristiana, el cristianismo, sobre todos los aspectos de la cultura, la piedad que había en esta nación, y nuestros legisladores que hicieron la constitución de esta nación hicieron estos documentos a la luz de esa nación como era en ese tiempo. Hoy en día América ha cambiado totalmente en muchas maneras y es una América muy diferente pero tenemos el mismo sistema legal que fue hecho a la luz de una nación muy temerosa de Dios, así que vemos que hay ese conflicto ahora. Tenemos que hoy trabajar mucho más para obtener los mismos resultados porque la sociedad ha cambiado de tan gran manera.

Andrew: Muchas veces me hacen la pregunta: ¿cómo es que llegamos hasta este punto? que estamos como país hablando de asuntos como transgénero y todo lo que está involucrado en eso, y pienso en un texto de la Biblia donde le hacen preguntas a Jesús que también trataban de política, religión y sexo, las tres cosas de las que no se debe hablar ¿no? en mi trabajo hablo de las tres a la vez, y Jesús cuando le hicieron preguntas sobre el divorcio y otras cosas volvió al principio, Él habló de la creación, Él dijo: En el principio Él los hizo hombre y mujer, y serán una sola carne, y por esta razón el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y así que Él volvió a los principios de la creación.

Yo veo que en nuestra sociedad estamos deshaciendo lo que Jesús dijo poco a poco comenzando con el primero, Él estaba hablando de divorcio, hace una generación atrás el país comenzó a legalizar el divorcio fácil sin mucho enredo en la situación, comenzó con eso, después entró el próximo paso, dice la Palabra: el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su esposa, lo cambiamos a decir que puede dejar a su padre y a su madre, y unirse a una mujer o a otro hombre.

Pastor Roberto: En el 2004 con el fallo de la corte suprema de aquí de Massachusetts legisló que era ley tener que permitir que dos personas del mismo sexo pudieran casarse, y Massachusetts sacó la delantera, fue el primer estado liderando con esa idea de que un hombre y una mujer o un hombre y un hombre, una mujer y una mujer podían unirse en casamiento.

Andrew: Y ahora ya vemos cómo la cosa va progresando, y ahora por fin el hecho de que Dios los hizo hombre y mujer ya en las leyes está cambiando eso diciendo que no hay diferencia entre los dos. Como sociedad hemos dejado el diseño de Dios del género, de la familia, del matrimonio y estamos intentando hacer otra cosa, pero la Verdad de Dios sigue vigente y está siendo predicada en las iglesias. Dios nos ha dado las soluciones en Su Palabra, en Su ley de cómo podemos desenredar la confusión que se está instalando, y también cómo podemos tratar con las luchas en los corazones humanos de personas confundidas, nosotros que estamos en la lucha, muchos, hay revelación en la Palabra para eso.

Por eso yo animo a los Pastores a hablar de eso, si la gente no lo escucha de la Iglesia ¿dónde lo van a escuchar?

Pastor Roberto: Hay dos cosas que él ha aludido acá y por eso es que es tan importante hermanos, todo comienza con la Iglesia. Cuando la Iglesia abandonó por ejemplo la santidad del matrimonio entre nosotros mismos, cuando el matrimonio se ha convertido en algo como que: okay, si funciona, bien, si no, no hay problema, cuando la Iglesia adopta las mismas ideas del mundo y minimiza la importancia de ese: hasta que la muerte nos separe, cuando el matrimonio pasa a ser algo así como, el primer matrimonio un ensayo y el segundo ya va así, bien fuertemente ¿no? cuando la Iglesia deja de vivir esos elementos, cuando la Iglesia deja de ser el pueblo de Dios entonces ahí comienzan a desmoronarse las demás cosas, por eso es tan importante que nosotros primero pongamos nuestra casa en orden.

Y lo segundo es que la Biblia es nuestra constitución, la Biblia es la que nos dice qué es el hombre y la mujer, cómo están constituidos biológicamente, por qué Dios creó un hombre y una mujer, cómo es la identidad humana, el diseño de Dios para la cultura, para la sociedad, y nosotros como cristianos que estamos fundamentados en la Biblia seguimos obedientemente lo que dice la Palabra, no lo predicamos como que: wow, nosotros somos mejores que ustedes, lo hacemos con obediencia y muchas veces como con tristeza porque quisiéramos que todo el mundo lo pasara bien, pero como dice nuestro hermano Andrew, la obediencia, la santidad son tan importantes.

Andrew: Creemos que la ley de la Biblia es una bendición, que Dios que es nuestro Creador sabe cómo podemos ser felices en el mejor sentido de la Palabra, y cuando Él enseña la moralidad no es para limitarnos sino que es para bendecirnos ¿amén?

Desafortunadamente aprendemos más de la bendición de hacer lo correcto cuando observamos lo que sucede cuando desobedecemos la ley de Dios ¿no? esta organización ha hecho mucha investigación acerca de las consecuencias en la sociedad de estas cosas de las que estamos hablando. Por ejemplo, hemos estudiado qué pasa numéricamente en la sociedad cuando el padre o la madre no están presentes en la casa y en la familia. Todas las estadísticas enseñan en todo lo que hemos estudiado que los hijos crecen mejor cuando hay padre y madre presentes en la casa.

Cuando nací, uno de cinco hijos crecía sin papá o sin mamá en la casa, ahora es uno en tres, 33% que no tienen papá o mamá presentes, y en la ciudad de Boston más del 50%, y también en muchas otras ciudades. Todos los estudios han demostrado que para hijos que crecen sin papá y sin mamá sus hogares terminan teniendo ingresos mucho más bajos, el futuro de esos niños en términos de sus estudios, económico son afectados, también es muy probable que terminen en problemas con la ley, y muchas otras cosas, todo esto nos enseña que la ley de Dios es para bendecirnos, no para limitarnos.

Pastor Roberto: Y aclarando que muchas veces por diferentes razones muchos de nuestros hogares tienen una madre por ejemplo y no tienen un papá, o viceversa, y esa es la realidad de muchos de nosotros acá, pero también queremos dejarle saber que Dios es más que poderoso para suplementar esa falta ¿amén? así que entiendan eso bien claro ¿no? para que no quede duda. Muchos de nosotros crecimos en un hogar donde no necesariamente había un padre y una madre y el Señor ayudó a nuestras madres o a nuestros padres para suplementar eso, no es lo ideal y Dios es poderoso para resolver esas cosas así que queremos que ustedes entiendan esa parte tambien, no estamos, porque Dios nos ayuda a predicar Su Palabra y queremos infundir esperanza en ustedes de que Dios es más que suficiente para bendecir sus casas.

Pastor Gregory: Aprovechando también para hablar de eso, yo personalmente me siento inspirado de ver muchos de los hogares que tienen solamente un papá o una mamá, cómo buscan de Dios y ponen ese fundamento cristiano, y uno puede ver la bendición que Dios da para tomar una situación no ideal y dar bendición, que en nuestra debilidad Su Poder es perfeccionado. Pero aprovechando también quiero decir que cada matrimonio para el que cada vez que yo hago de oficial en una boda, yo siento el milagro que se está dando, y cuando yo veo parejas, algunos vienen a nosotros juntos por muchos años que nunca han formalizado su relación que después de congregarse deciden: ¿por qué no nos casamos? ¿no? vamos a hacerlo formal por Iglesia, y cuando lo hacen yo siento la sonrisa de Dios sobre ellos, y yo veo a estos niños y nietos, y pienso: wow, es un nuevo modelo para ellos, así que, estamos viviendo el milagro aquí de tomar lo que el diablo ha querido derrumbar, estamos viendo a Dios edificar nuevas familias, nuevas casas, matrimonios que sobreviven, que fortalecemos, y todo esto es guerra espiritual, y estamos celebrando eso ¿amén?

Pastor Roberto: Es importante también que, uno de los retos para nosotros es mantener ese balance cuando hablamos de los asuntos de la santidad y de la obediencia moral al Señor, de predicar dando un llamado a la santidad y a la obediencia de Dios pero no hacerlo de una forma que sea como cortante y condenatoria sino que haya un balance tanto de la gracia de Dios y la Verdad de Dios, y mantener estas dos cosas en balance ¿no? porque es importante ese amor que esté allí, esa esperanza también.

Andrew: Yo creo que el balance o la combinación entre verdad y gracia es que nosotros predicamos la Verdad por amor, que esto debe ser la motivación, por amor al prójimo y esto es lo que se debe transmitir. Yo creo que las iglesias debemos prepararnos para ser lugares de refugio para los que han sido dañados por la enseñanza falsa de la sexualidad en la sociedad, la gente viene quebrantada, sufriendo ya transtornada y nosotros debemos prepararnos para ser un lugar de refugio para ellos.

Estos números reflejan las consecuencias de décadas de enseñar a los niños que pueden hacer lo que les da la gana, después de años las consecuencias grandes reflejadas aquí, y debemos ver a la gente así como víctimas porque hay mentiras del diablo que la gente ha creído, y son víctimas en ese sentido.

Pastor Roberto: Quiero que nos interpretes este gráfico un poquito, ¿qué ves?

Andrew: Esta gráfica muestra las ciudades más pobladas del estado de Massachusetts y los porcentajes de niños que crecen sin papá y mamá en la casa.

Pastor Roberto: ¿Cuánto tiene allí?

Andrew: Springfield tiene como dos de tres niños sin papá o mamá en la casa

Pastor Roberto: Imagínese, y Springfield es una ciudad donde hay muchos latinos, así que, you know, esa es una relación interesante

Pastor Gregory: Aprovechando algo de lo que estamos hablando, algo que yo amo de nuestra Iglesia es que es una Iglesia donde uno puede venir tal como es. Mucha gente quiere esperar a tener allá su vida en orden antes de venir a la Iglesia, nosotros le decimos: venga tal como está, ven al altar, conoce a Dios, te vamos a recibir, aquí no te vamos a juzgar ni a castigar, venga con tus problemas, con tu situación complicada, con los enredos de la vida y nosotros te recibimos aquí en el amor de Dios porque conocemos el poder del Evangelio para transformar la vida, para sanar personas. ¿Cuántos testimonios hay aquí de gente que hemos llegado con grandes problemas, pecados, situaciones y si esperamos a venir nunca nos vamos a sanar?

Ahora, aplicando eso: muchas veces se dice, especialmente en el ambiente anglosajón, así que hablo de mi cultura, que en la Iglesia si enseña que ciertas cosas no son de la Palabra, que somos una Iglesia en la que falta el amor, y yo le doy gracias a Dios que el amor y la Verdad pueden estar bien combinados, porque no enseñamos amor a nadie mintiéndoles, y bajando, y agüando la enseñanza de la Palabra. Creemos que debemos y podemos ser fieles a la Palabra y también ser una Iglesia abierta a todos.

Pero también aprovecho para decir que debemos prepararnos porque si decimos esto el Señor nos va a enviar personas con complicaciones escandalosas, muchas personas y ya está pasando más en el ministerio en inglés ciertas cosas con la gente que viene de la calle en la mañana, pero va a llegar gente con complicaciones escandalosas, ¿qué vamos a hacer? ¿los vamos a mirar feo, los vamos a juzgar y a machacar o los vamos a recibir con amor y dejar que el Señor haga la obra en ellos? amén, so, eso es importante para nosotros, amén.

Andrew: Siento que hay un hambre en la gente por la Verdad de Dios porque muchos en nuestra sociedad ni han escuchado la perspectiva bíblica, ni lo saben. En enero me pidieron predicar un sermón acerca del aborto y el Pastor me pidió hablar de esto y enseñar bíblicamente con la Palabra, uno nunca sabe cómo va a ser recibida una Palabra así porque hay mucho dolor en mucha gente con estos temas, pero me atreví a hablarlo según lo que Dios me dijo. Y al final una mujer se me acercó y me dijo: estoy embarazada y mi novio quiere que yo termine este embarazo pero después de escuchar la Palabra decidí no hacerlo, voy a tener este bebé, así que él sabe, vale la pena predicar la Verdad.

Pastor Roberto: Esta mañana hablamos de eso en el culto en inglés y me animó mucho ver cuántos jóvenes adultos se me acercaron después para darme gracias por tratar este tema con balance y claridad, sentimos que hay hambre de que la Iglesia hable de esto porque está ahí en la sociedad, especialmente en los jóvenes en las escuelas, en la universidad son bombardeados por las otras perspectivas que no tienen nada que ver con la Palabra y si no escuchan la verdad dialogada aquí en la Iglesia ¿dónde lo van a escuchar? Y no solamente ahí si no muchas veces en los lugares de trabajo, muchos de ustedes saben las consecuencias por tener creencias cristianas hoy en día por tener creencias cristianas, nosotros tenemos que equipar a nuestra gente y hay deseo por eso.

Andrew: Estamos viendo donde quiera que vayamos que hay hambre por hablar de estos temas, homosexualismo, transgénero, suicidio por doctores, cosas así en un ambiente seguro donde uno puede investigarlo y hacer preguntas, y saber que no va a ser atacado y tildado como alguien malo por tener una perspectiva bíblica.

Ellos han elaborado toda una clase de discipulado que trata de estos temas comenzando con la perspectiva de la separación de Iglesia y estado, después todos los temas que estamos mencionando y hay todo un currículo para escuela dominical que hemos escrito que tal vez podemos compartir.

Pastor Roberto: Lo que quiero es que Andrew nos hable un poquito porque él tiene que irse dentro de unos momentos, tiene que estar en Newton por allá lejísimos en otros programas porque es tanta la demanda que hay para sus servicios en ese sentido, y lo vamos a soltar en un momento, y luego Gregory y yo vamos a terminar amarrándolo todo, pero yo quiero que él nos hable un poquito acerca de los temas específicos y las iniciativas con las cuales MFI está lidiando, ahora mismo en Massachusetts hay unos temas bien candentes que la Iglesia necesita estar informada acerca de ellos, y al final del servicio nosotros queremos que ustedes vayan y nos dejen esa mesa limpia completamente, que no quede nada allí porque hay mucha buena información acerca de estos asuntos y es parte de la razón por la cual ellos están aquí acerca del trabajo que hace el Instituto para la Familia en Massachusetts, danos un resúmen rápido y cuéntanos de qué tratan algunos de estos asuntos con los que estás tratando y la agenda de la Iglesia también.

Andrew: Los materiales están en español ahora (aplausos) gracias a Dios, van a estar disponibles no hoy pero pronto, tenemos algunos en español ahí ahora para que comiencen a informarse. La pregunta es: ¿cuáles son algunos asuntos con los que FMI está trabajando ahora mismo en estos días? Uno es una ley que quiere mandar que las escuelas enseñen ciertos currículos de educación sexual

Pastor Roberto: Transgenerismo y homosexualidad porque esa es la parte, no solamente educación sexual sino es específicamente enseñarle a nuestros hijos que un comportamiento homosexual o relaciones homosexuales de cualquier tipo son perfectamente normales junto con gráficas y cosas que los informan de cómo llevar a cabo esos actos en una manera verdaderamente horrorosa.

Andrew: Ese currículo es para niños de 13 años, jóvenes de 13 años y activamente promueven experimentación en la sexualidad con varias expresiones de sexualidad, yo trabajé de fiscal en las fuerzas armadas, tuve que llevar casos sexuales de todo tipo y hay actos sexuales en ese currículo de los que nunca había escuchado antes, y está en un currículo para niños de 13 años obligado en las escuelas. En la ley sólo dice que es educación sexual, que no es nada malo en sí ¿no? y uno nunca jamás sabría lo que está dentro de las clases, solamente cómo está escrita la ley y lo que dice, así que los senadores que tienen que votar no tienen toda la información, así que ellos atrás tienen información de esa ley y si usted quiere puede llamar al representante de su pueblo o de su barrio para decirle su opinión de esa ley en específico.

Pastor Roberto: Hay una ley que dice que los padres pueden saber de eso y pedir que sus hijos no participen, muchos padres no lo saben, las escuelas no se lo dicen

Andrew: Muchos padres no saben sus derechos con respecto a estas cosas, es importante para los padres conocer sus derechos legales, que si hay un currículo que tiene material ofensivo para la familia tiene el derecho legal de pedir exensiones de que sus hijos no tengan que participar si ellos lo piden. Ya Congregación León de Judá se ha beneficiado de eso en el caso de una miembro que tenía esa pregunta porque quería que su hija no recibiera este tipo de educación y gracias a Dios el Instituto la ayudó para que pudiera usar sus derechos y su hija no tuviera que recibir ese tipo de enseñanza, legalmente se puede y tenemos que conocer nuestros derechos y ejercerlos también.

Andrew: La mayoría de los padres no saben eso así que es parte de nuestro rol y nuestra pequeña parte en educar para que los padres sepan cuáles son sus derechos y que puedan proteger a sus hijos y a su familia.

También nosotros trabajamos mucho para proteger la Iglesia, para que la Iglesia no sea obligada a hacer cosas contrarias a sus creencias. La última vez que yo estuve aquí fue hablando de un caso cuando el gobierno quería obligar a las iglesias a hacer ciertas cosas que están en contra de mucha enseñanza bíblica y este grupo se fijó en eso y pusieron un caso para cambiar la situación.

Pastor Roberto: Y específicamente se trataba acerca de una ley que gracias al Señor fue resistida y neutralizada, y era la idea de que a una Iglesia como nosotros se nos obligaba a que si un hombre quería entrar a un baño de mujeres se le permitiera porque si no nos metían una demanda, y convirtiendo a la Iglesia en algo como cualquier otra institución pública, que tenía que abrir sus baños como es la ley hoy en día para que si un hombre que se siente mujer quisiera entrar al baño de mujeres pues que lo haga y no hay problema, y si mañana una mujer se siente como un hombre pues también que se pueda hacer así ¿no? y esa es la llamada ley de los baños que muchos de nosotros ni siquiera conocemos.

Andrew: Especialmente actividades por ministerios de la Iglesia, actividades que no son cultos pero son actividades que reflejan el Pastorado de esta Iglesia, tiene nuestro nombre, tendríamos que entonces ajustarnos a lo que ellos querían, eso era lo que ellos querían obligar.

Pastor Roberto: Pero habría afectado incluso nuestros cultos porque como hemos dicho, una vez inicias el trabajo en publico te conviertes en una institución pública y por tanto pierdes ese derecho y esa privacidad en la Iglesia.

Andrew: El estado no entendía que todo lo que una Iglesia hace es una expresión del Evangelio, todos los ministerios sociales son ministerios espirituales bajo la Palabra de Dios.

Pastor Roberto: Así que tenemos, número uno, esta idea de proteger la enseñanza que reciben nuestros niños en las escuelas, número dos, proteger el derecho de las iglesias a vivir según nuestro entendimiento de la Palabra de Dios, y hay otros temas, ¿puedes contarnos otro de esos temas con los que están tratando ahora mismo? la ley de la marihuana ahora mismo que está legalizada ya en Massachusetts y lo que ellos están haciendo también para fortalecer nuestro cimiento con respecto a esto.

Andrew: Como sabemos pasó la ley en noviembre que dice que el uso recreacional de la marihuana va a ser legal en el estado de Massachusetts, se puede hacer marihuana colocándola en dulces, en brownies, en galletas, en gominolas y dándolos a, vendiéndolos, es legal pero estamos trabajando para limitarla.

Obviamente esto no es bueno para nuestras comunidades, la marihuana que se está produciendo hoy en día es hasta 40 veces más potente que la que consumieron en otras generaciones

Pastor Roberto: Y hoy en día esa marihuana se puede conseguir en bizcochos o pasteles, en dulces y a nuestros hijos les están presentando estas cosas en fiestas y otros lugares, y muchos de nuestros hijos van a comprar cereales y otras cosas que parece que están hechas diabólicamente para parecer las cosas inocentes que ellos compran, para seducirlos a que las usen y las consuman también, y eso es parte también ya de la ley del estado sobre la marihuana recreacional. Nuestros niños pueden consumirlas de una forma inofensiva sin saberlo muchas veces, los dulces parecen como cualquier otro tipo de dulces.

Andrew: Pero no es tarde, es posible para ciertas comunidades votar para excluir a las tiendas de la marihuana en su pueblo.

Pastor Gregory: Yo sé que donde yo vivo esto salió como una pregunta en una de estas elecciones que te cogen por sorpresa, no había nadie, ni gobernador ni presidente pero esto estaba ahí así que hay que prestar atención, nosotros tenemos que hacer acto de presencia y estar pendientes porque pueden suceder cosas muy importantes.

Andrew: Así que estamos animando a las iglesias a hablar con sus representantes locales de su pueblo, su ciudad, su vecindario para limitar las tiendas de marihuana y esto hará una diferencia.

Gracias por tenerme aquí, debo irme ahora, lo último es que la ley, el bathroom bill que permite a los hombres usar baños de mujeres, inclusive que las mujeres usen los vestidores y armarios de los hombres, esta ley que permite este uso va a estar en el ballet en 2018 así que

Pastor Roberto: Para tratar de quitarla, de derogarla porque ya es una ley pero ahora queremos votar para quitarla

Andrew: Quiero dar información sobre eso, keep Massachusetts safe

Pastor Roberto: Llévense la información y dejen limpias esas mesas. Vamos a orar por Michael, vamos a orar por Andrew para que el Señor los bendiga y los fortalezca. Padre: bendecimos a este hombre, gracias por la combinación de fuerzas y tacto que Tú has puesto en Él, gracias por un corazón fuerte y también un toque misericordioso que Tú le has dado, te pedimos Señor que Tú lo cubras, que lo uses, que sea una voz profética en la sociedad, cúbrelo Señor con Tu sangre, guárdalo a él, a su familia, a su ministerio de todo mal, Padre, lo bendecimos en el Nombre de Jesús, amén, amén.

Y bendecimos sus vidas mis hermanos, bendecimos sus vidas y confesamos delante del Señor que todos necesitamos de la Gracia de Dios, no hay ninguno de nosotros acá que pueda tirar una sola piedra, pero sí nos declaramos obedientes a la Palabra de Dios, queremos ser una Iglesia que traiga honra al Señor con nuestras vidas, nuestros matrimonios, nuestro comportamiento y pedimos que la sangre del Señor nos fortalezca, nos cubra, y que podamos manifestar siempre el amor de Jesucristo, Su compasión, Su Gracia y Su misericordia y Padre, declaramos que Tú eres más que poderoso para cubrirnos a nosotros y guardarnos en Tu aprobación, y pedimos que si alguien ha venido hoy que está luchando con diferentes tipos de inclinaciones que no son de Ti Padre, que Tú nos des la fortaleza y la Gracia para mantenernos en obediencia a Tu Palabra y a Tu Verdad.

Ayúdanos a ser una voz profética en esta sociedad, bendecimos a Tu pueblo y declaramos la Gracia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo sobre nuestras familias, y el pueblo de Dios dice: amén.

Salir de Lodebar, el lugar del sufrimiento

TRANSCRIPT

Vamos a leer la Palabra del Señor en Samuel en el capítulo 9, Segunda de Samuel en el capítulo 9, dice así la Palabra del Señor: “Dijo David: ¿ha quedado alguno de la casa de Saúl a quien haga Yo misericordia por amor a Jonatán? Y había un siervo de la casa de Saúl que se llamaba Siba, al cual llamaron para que viniese a David, y el rey le dijo: ¿eres tú Siba? y él respondió: tu siervo, y el rey le dijo: ¿no ha quedado nadie de la casa de Saúl a quien haga yo misericordia de Dios? y Siba respondió al rey: aún ha quedado el hijo de Jonatán lisiado de los pies; Entonces el Rey le preguntó: ¿dónde está? y Siba le contestó: he aquí está en casa de Maquir, hijo de Amiel, en Lodebar; Entonces envió el rey David y le trajo de la casa de Maquir, hijo de Amiel, de Lodebar. Y vino Mefi-boset, hijo de Jonatán, hijo de Saúl, a David, y se postró sobre su rostro e hizo reverencia. Y dijo David: Mefi-boset. Y él respondió: he aquí tu siervo.”

7: “Y le dijo David: no tengas temor, porque yo a la verdad haré contigo misericordia por amor a Jonatán tu padre, y te devolveré todas las tierras de Saúl tu padre, y tú comerás siempre a mi mesa; Y él inclinándose, dijo: ¿Quién es tu siervo para que mires a un perro muerto como yo? Entonces el rey llamó a Siba siervo de Saúl, y le dijo: Todo lo que fue de Saúl y de toda su casa, yo lo he dado al hijo de tu señor.”

10: “Tú pues le labrarás las tierras, tú con tus hijos y tus siervos, y almacenarás tus frutos para que el hijo de tu señor tenga pan para comer; pero Mefi-boset el hijo de tu señor comerá siempre a mi mesa, y tenía Siba quince hijos y 20 siervos.”

11: “Y respondió Siba al rey: Conforme a todo lo que ha mandado mi señor el rey a su siervo, así lo hará tu siervo. Mefi-boset, dijo el rey, comerá a mi mesa como uno de los hijos del rey. Y tenía Mefi-boset un hijo pequeño, que se llamaba Micaía. Y toda la familia de la casa de Siba eran siervos de Mefi-boset. Y moraba Mefi-boset en Jerusalén, porque comía siempre a la mesa del rey; y estaba lisiado de ambos pies.”

Esa es la Palabra del Señor que leemos. Además hermanos, hay algunas historias que leemos de la Biblia que nos sirven para ilustrar la Voluntad de Dios para nosotros, y a través de algunos hombres y mujeres, aquí cuando uno predica viene té y todo ¿no? (le ofrecen un té) wow, (risas) qué cosa ¿no?

Y decía, a través de la vida de algunos hombres y mujeres de Dios la Palabra enseña que Dios tiene un proyecto y un propósito para cada uno de nosotros, y déjame decirte: no importa la perspectiva que tú y yo tengamos de la vida, no importa la perspectiva que tú y yo tengamos del mundo y cómo miramos el mundo, y cómo miramos las cosas de esta vida, lo que importa es cómo Dios me ve a mí, lo que importa son los panes de Dios para tu vida, lo que Dios ha proyectado en la historia, esos panes eternos para tu vida.

O sea, tú puedes decirme: Pastor, yo no nací en cuna de oro, yo no tengo nada, yo no tengo prosperidad, yo no tengo bienes. No estamos hablando de eso, estamos hablando de planes que Dios establece en la eternidad pensando en ti y pensando en mí. O sea, cuando Dios planeó mi vida, cuando Dios planeó tu vida, Él tuvo sueños, propósitos.

Yo he traído un mensaje especial, una meditación de parte de Dios para tu vida. Este es un mensaje que tiene la intención de cambiar tu perspectiva, cómo tú te ves, cómo tú te miras, cómo tú miras tu vida en el día de hoy, cómo tú miras tu futuro, tus planes para mañana, cómo miras tu familia. O sea, todos los sueños que hasta hoy hiciste una inversión en ellos, sueños de casarte tal vez, o pensamientos de cómo tener un empleo mejor o comprar una casa bonita, pensamientos de cómo ir a la universidad, pensamientos de cómo tener mejores estudios y hacer una inversión en mi familia, son esos planes que hacemos muchas veces y hermanos: a veces la historia cambia en cierta área en cierto momento en nuestra vida, la historia cambia, entramos en una dimensión diferente de las perspectivas que soñamos anteriormente, de aquéllo que pensamos que íbamos a lograr cuando estábamos pensando nuestra vida a futuro.

Y esta historia es una historia interesantísima, me encanta, hay una parte de ella que me llama mucho la atención. Aquí el hombre llamado Mefi-boset, su nombre era antes Merib-baal, usted encuentra en Primera de Crónicas capítulo 8:34 y también en el capítulo 9 versículo 40 que él era un hombre llamado Merib-baal, o sea que su nombre tiene un significado distinto. El nombre Merib-baal significaba: el que nació para vencer, el que nació para ser guerrero, el que nació con perspectivas.

Y hasta el quinto año de edad, tenía solamente cinco añitos, hasta los cinco años, hasta el quinto año su nombre quería decir: futuro, su nombre era vencedor, su nombre era aquél que va a guerrear. Hermanos: estamos hablando de un príncipe, no estamos hablando de alguien que en el futuro iba a decir: yo soy un perro muerto, estamos hablando de un príncipe, el nieto de un rey, el nieto del Rey Saúl hijo de Jonatán, ahora imagine la historia de este niño, bonito ¿verdad? los hijos de los reyes son bonitos, se me pintan bonitos ¿verdad? los hijos del rey, una imagen bonita; tienen los ojos verdes y todo ¿verdad?

Cinco añitos, Saúl va a la guerra con Jonatán y es una guerra trágica para Israel, una guerra donde muere Saúl, donde muere su familia, donde muere su hijo Jonatán, y es una tragedia terrible para Israel, el Rey murió. El niño ahora está huérfano: huérfano de abuelito, huérfano de su padre, no encontramos una referencia de su madre ¿verdad? me imagino que se llamaba tal vez ¿María? (ríe), estoy inventando.

Pero hasta el quinto año este niño era un niño lleno de sueños y de perspectivas. Saúl fue un lindo rey de Israel para el pueblo, y tú conoces la historia donde el pueblo pide un rey, y este rey fue obstinado, terco. La vida del joven Saúl como rey fue una vida de desobediencia, Saúl reinó sobre Israel más de 40 años hasta que perdió la vida en esta tragedia terrible.

Y si usted lee en el capítulo 4 del mismo Libro de Segunda de Samuel usted encuentra: “Luego que oyó el hijo de Saúl que Abne había sido muerto en Hebrón, las manos se le debilitaron y fue atemorizado todo Israel. Y el hijo de Saúl tenía dos hombres capitanes de bandas de merodeadores, el hombre de una era Baana, y el del otro Recab, hijos de Rimón, beerotita, de los hijos de Benjamín (porque Beerot era también contado como Benjamín; pues los beerotitas habían huído a Gitaim, y moran allí como forasteros hasta hoy).”

4: “Y Jonatán hijo de Saúl tenía un hijo lisiado de los pies. Tenía cinco años de edad cuando llegó de Jezreel la noticia de la muerte de Saúl y de Jonatán, y su nodriza le tomó y huyó; y mientras iba huyendo apresuradamente, se le cayó el niño, y quedó cojo. Su nombre era Mefi-boset.”

En ese pasaje cuenta la historia de qué pasó con el niño de cinco años de edad cuando esta mujer iba huyendo para salvar al niño, el rey está muerto, su hijo está muerto, vamos a huír de aquí, vamos a salir de aquí. Imagínese a la mujer tratando de salvar la vida del niño y corría, y tomaba el niño, y no sabemos la historia hermanos, no sabemos con exactitud lo que pasó con ese niño y cómo fue ese accidente terrible pero sabemos que el niño quedó cojo, lisiado de los pies, y dice la Biblia que por toda una vida ese niño quedó lisiado de los pies.

Pero algo interesante es que a partir de ese momento el nombre de ese niño cambia, a partir de ese momento no se dice más que su nombre era Mefit-baal, el que vence, a partir de ese momento no se cuenta más la historia de un vencedor, a partir de ese momento se cuenta la historia de un perdedor, de un hombre que era considerado como un perro muerto, pero era un príncipe que vivía antes en un palacio, era un príncipe que tenía perspectivas como cualquier niño que crece y vive en una casa de una familia con perspectivas, y pasa ese accidente terrible en la vida del niño, y pasa a llamarse Mefi-boset, ahora pasa a llamarse: desesperanza.

Hermanos: mientras yo recorría por ese pasaje de la Biblia yo pensaba que hay muchas veces que eso pasa con nosotros también. ¿Cuántas veces nosotros tenemos promesas, tenemos perspectivas de la vida, sueños de la vida y algo nos pasa, una tragedia nos pasa? una tristeza en la familia nos pasa, una pérdida y perdemos la perspectiva, perdemos la esperanza, perdemos el nombre, perdemos la intuición que teníamos antes de correr y vencer, y de ser una persona victoriosa.

Cuando nos pasa una tragedia comenzamos a pensar que todo lo demás se fue ¿verdad? cuando pasa algo en nuestra vida. Yo no sé si pasa con usted pero hay situaciones que vienen a nuestra vida que a veces pensamos: ya, nada más de bueno puede pasar con mi vida. ¿Qué de hermoso, qué de bueno podemos ver en la vida de ese niño de ahora en adelante? ¿qué cosa buena podría acontecer con ese niño ahora llamado Mefi-boset?

Y dice la Palabra que el Rey David, ahora rey de Israel, ahora ungido por Dios, el rey que ahora Dios quería para Israel, un día el rey se levanta y dice: yo me acuerdo de un amigo que tenía, y si usted lee la primera Carta de Samuel en el capítulo 18 va a encontrar que había un pacto de amor, un pacto de gracia, un pacto de amistad entre David y Jonatán.

Y dice la Palabra que David se acordó del pacto que hizo con Jonatán, del pacto de que si un día me muero, si algo me pasa tú cuida a mi familia, si algo le pasa a tu vida tú cuida a mi familia, y vamos a cuidar el uno del otro, era el pacto que David tenía con su amigo Jonatán, y me costó hermanos amar a ese tipo llamado Siba, y mientras más leía más lo odiaba, era un tipo depresivo.

Y David pregunta a Siba: Siba, ¿hay alguien de la casa de Saúl, hay alguien de la descendencia de Saúl al que yo puedo hacerle misericordia de Dios? David no está hablando de su propia misericordia porque era un rey, era un guerrero, era un justiciero, él está hablando de la misericordia de Dios. Y mis hermanos me encanta esa Palabra sobre la misericordia de Dios.

Es la misma Palabra que encontramos en Éxodo cuando Dios dice que hace misericordia para con Su pueblo, y tres veces David menciona en el versículo 1 ¿a quien haga yo misericordia de Dios? En el versículo 7 dice: “No tengas temor porque yo a la verdad haré contigo misericordia por amor a Jonatán”. Y esa palabra misericordia es una palabra hermanos que describe amor compasión, ayuda, y David dice: yo quiero ayudar, yo quiero ser misericordioso con esa persona.

Y David le pregunta a Siba: ¿hay alguien? y le dice: sí un muchacho, el hijo de Jonatán. ¿Usted alcanza a imaginar la mente de David cuando Siba mencionó el hijo de Jonatán? el hijo de Jonatán, mi amigo, my best friend, ¿y dónde está ese muchacho?

Mis hermanos, y él estaba en un lugar lejos. Y dice en el versículo 4: “He aquí está en casa de Maquir, hijo de Amiel, en Lodebar. Entonces envió el rey David y le trajo de la casa de Maquir” pero antes de entrar en esto de traer al muchacho de la casa de Maquir en Lodebar, Lodebar significa tierra árida, Lodebar significa tierra que no fructifica. Lodebar significa tierra sin expectativa, tierra sin pastos, sin sueños, sin nada, nada prospera en Lodebar, nada prospera en esta tierra, ¿qué hace entonces un príncipe en Lodebar? Pero era un príncipe que se convirtió en un perro muerto, era un príncipe que se convirtió en nada.

Lodebar significa sin palabras, silencio, no se explica, no hay, no existe nada, nada crece en Lodebar. Me imagino a Mefi-boset viviendo en Lodebar en la casa de Maquir, Maquir también lo adoptó ¿verdad? Mefit tenía una condición, y él lo adoptó, y estaba ahí lisiado de sus pies, estaba lisiado de los pies, se arrastraba el niño con el tiempo de su vida.

¿Qué haces en Lodebar? Si Dios te ha prometido que te va a bendecir déjame decirte: Él te va a bendecir. Si Dios te ha prometido que va a sanar tu familia y que va a sanar tu casa Él los va a sanar, si Dios ha prometido que Él va a hacer cosas grandes en tu vida Él va a hacer cosas grandes en tu vida, y déjenme decirles mis hermanas, mis hermanos en que yo fui a Lodebar, hubo un tiempo en que yo estuve en Lodebar.

Me acuerdo de escribir una carta a un Pastor amigo mío diciendo: yo estoy en un momento de oscuridad en mi vida donde no veo perspectivas, donde no veo el sol, y me acuerdo de la carta de mi amigo diciendo: Miki, sal de ese lugar de oscuridad, sal de ese lugar sin perspectiva, sal de ese lugar en el que no hay sueños y déjame decirte: sólo tú puede sacarte de ahí, nadie más puede hacer nada por ti, y yo sabía que solamente yo podía salir de Lodebar.

Había un Lodebar en mi vida pero déjame decirte que el Lodebar más tremendo que existe es el Lodebar de tu corazón. Cuando tú crees que no hay perspectivas, cuando tú crees que no hay sueños, cuando tú crees que no hay nada más y te escondes de todo te entristeces. Porque hay una enfermedad en tu familia, porque hay una enfermedad en tu vida, porque hay una situación económica en tu casa, o porque simplemente crees que no hay perspectivas buenas para ti, si no crees que hay nada más que pueda acontecer de bueno en tu vida porque te abandonaron, porque te ves triste, porque te ves en la soledad de la vida, déjame decirte: Dios es capaz y suficientemente poderoso de sacarte de esa oscuridad, de sacarte de ese lugar de inseguridad.

El sueño de Dios, el sueño del papá es que tú comas en Su mesa, es que tú participes en la Cena del Cordero, es que tú seas parte de Su proyecto inicial. Dios soñó contigo, Él pensó en ti, Él tiene planes eternos para tu vida, pero hoy sal del lugar donde estás, sal del Lodebar de tu vida, de la oscuridad y entra en el gozo de tu Señor, aleluya.

Mefi-boset representa mis amados hermanos a muchos de nosotros que quedamos en vidas de falencias, de injusticias, no vemos los colores de la vida, perdemos el camino y la dirección. Mefi-boset representa a muchos que fueron abusados, violentados por la vida, desprotegidos, cargan profundas heridas, amarguras, resentimientos, frustraciones, todo eso que impide el proceso y un desarrollo normal en la vida.

Mefi-boset representa la injusticia social, representa el mundo en el que vivimos hoy donde miramos a todos lados, en todas direcciones y vemos injusticia, vemos falta de perspectiva, y tú dices: no hay justicia en esta tierra, no hay amor en este mundo. Mefi-boset representa también la realidad de la Iglesia actual y su tibieza, la religiosidad. De nuestra generación y de generaciones pasadas heredamos ¿sabe qué? una pobreza espiritual, ¡que no oramos! no buscamos al Señor, no pasamos tiempo con Dios, no leemos la Palabra.

Vivimos en una generación en que perdemos la pasión por la Palabra de Dios, una generación electrónica, una generación en que cambiamos la lectura de la Biblia por una película, una generación en la que cambiamos un tiempo de oración por un cinema, una movie o algo, vivimos en una generación en que perdemos los sueños, nos volvemos mórbidos, tibios.

Representa la falta de vida, representa la falta de expresión en la vida de la Iglesia, representa la falta de expresión de los dones de Cristo en la vida de la Iglesia, no vemos los dones en la Iglesia. Dios nos ha llamado mis hermanos para que manifestemos Su Reino y Su gloria en esta Tierra y hay dones en la vida para la Iglesia. Mefi-boset representa este Cristo que quiere traer hoy Su realidad a nuestra Iglesia.

Pero hay que salir de Lodebar, hay que salir de la tierra de la frialdad. Lodebar significa también no palabras, no comunicación ¿sabe por qué? porque el dolor también nos lleva muchas veces al silencio. ¿Usted alcanza a imaginar el silencio y el dolor de Mefi-boset? un niño de 5 años de edad viviendo en la casa de un extraño, no tenía familiares, no tenía padres, pero en su corazón él sabía que era un príncipe.

Déjenme decirles, déjame decirte hoy: tú eres un príncipe, una princesa de Dios (aplausos). Diga a su espíritu herido en este momento: yo soy un príncipe, yo soy una princesa, y permita que estas palabras se vuelvan realidad en su vida, así nos transformamos muchas veces en un Mefi-boset de la vergüenza que cargamos una vergüenza en nuestra vida, pero lo que Dios quiere y en lo que Él está interesado es en sacarnos de la vergüenza a la obra. La vida de vergüenza, la vida de dolor, de memorias terribles, memorias que a veces nos afectan en nuestra relación con Dios salimos a la obra.

¿Te has sentido en algún momento de la vida como un Mefi-boset que has perdido la esperanza, perdiste la perspectiva? ¿en algún momento te has identificado con este personaje? Mefi-boset se oculta detrás del silencio de la agresividad de lo que pasó en su infancia, Mefi-boset no se oculta por detrás de una superficialidad de su existencia sino de una realidad de vida de lo que pasó a los cinco años de su existencia.

Mefi-boset se refugió en Lodebar, se escondió en Lodebar, ¿dónde estás tú escondido hoy? ¿dónde está tu vida? ¿Habrá esperanza para los Mefi-boset de este tiempo? ¿habrá esperanza para aquéllos que están condenados para siempre a vivir lo mismo, a vivir en Lodebar, sin esperanza y sin perspectivas?

Dice la Biblia que David fue un rey según el corazón del Señor, y David dijo a Siba: Siba ¿y quién es esa persona? ¿y qué dijo Siba? ¡oh! es el hijo de Jonatán, pero es cojo, “negativo” ¿verdad? eso me recuerda muchas cosas en mi vida que no quiero decirles. Es increíble, es buena persona pero, es buena gente pero.

Siempre en tu vida tú vas a encontrar personas que te dicen cosas negativas y que van a intentar ponerte mal o personas que no encontrarán en ti cosas bonitas, perspectivas buenas, personas que no logran ver el brillo en tu existencia. Siempre encontrarán personas que no verán la belleza en tu vida y la belleza de Dios en tu vida, siempre habrán los Sibas en tu vida, los que dirán: es un príncipe, es una princesa pero, pero.

El té me llama (risas), el té va a predicar aquí, ¿quién va a predicar aquí? el té (risas). Siempre encontraremos personas que dirán: no hay perspectiva para ti, no hay nada, tú estás en Lodebar, tú vas a seguir en Lodebar.

Pero la Palabra del rey, me encanta esta Palabra: no tengas temor. ¿Puedes imaginar a Mefi-boset cuando escucha que el rey lo mandó a llamar? Hay una versión que me encanta que dice que el rey ordenó que fueran a traerlo, o sea no fue una invitación es una orden, el rey te llama hoy para que salgas de tu morbidez de vida, el rey te llama para que salgas hoy de tu Lodebar porque hay una mesa, porque hay un banquete que te espera, hay una cena que te espera y debes tener invitación para que comas de esa mesa.

No tengas temor porque a la verdad haré contigo misericordia por amor de Jonatán tu padre, y me encanta esa parte “y te devolveré, yo te devolveré todas las tierras de Saúl tu padre” imagínate, hace un rato era un perro muerto, ahora, ¡un perro vivo! ahora tengo tierras, tengo propiedades, veo la luz, algo se aclara en mi vida, las cosas están mejorando.

Déjeme decirle: cuando tú vienes a Jesús las cosas se aclaran, las puertas se abren y hay quien diga que cuando uno se convierte al Evangelio todo le pasa ¿verdad? todo le pasa, a mí me pasó de todo. A mí me pasaba de todo pero déjeme decirle: nada mejor que ver la Mano poderosa de Dios sobre mi vida.

¿Sabe cómo mi madre se convirtió a Jesús? yo tenía 13 años de edad cuando Dios me sanó de ceguera, ¡yo era ciego! de un accidente yo quedé ciego por seis meses y Dios me sanó en un domingo como este, yo uso los lentes para verte mejor (ríe). Mi mamá se convierte a Jesús, entrega su vida al Señor y mi familia comienza a ver la gracia y la misericordia de Dios, y las puertas comienzan a abrirse de par en par, comienza el Señor: y deja Lodebar, deja la tierra de sequedad, y tu vida será cambiada.

Me encanta esa palabra: misericordia, es la palabra en hebreo: jesed que comunica la clemencia, la compasión, la ternura, la bondad, la benevolencia, el amor intenso, buena voluntad, es un término que describe la disposición y el compromiso de alguien que está por encima y dice: ahora yo te bendigo, ahora tengo misericordia de ti, y lo que hizo David con Mefi-boset es lo que hace Dios contigo hoy, gloria a Jesús.

Mefi-boset no podía creer, él no podía creer, versículo 8, dice que él se inclinó y dijo: ¿quién es tu siervo para que mires a un perro muerto como yo? y David pensando: tú no sabes lo que va a pasar, tú puedes decirle al Señor hoy: Señor yo no tengo perspectivas, yo no tengo sueños, yo no tengo futuro, yo no tengo nada, Dios te dice: hoy tú tienes todo en Mí, Yo tengo lo que tú necesitas, aleluya, aleluya.

El rey declaró: es por amor de tu padre Jonatán, por un pacto de amistad que hizo con tu padre, y aquí mis hermanos se cumple la Palabra de Dios que aunque tu padre y tu madre te abandonden el Señor te recogerá, aunque pase la mayor tragedia en tu vida el Señor jamás te abandonará.

Salmo 27 dice: el Señor te va a recoger, y me encanta que digas que el Señor te va a recoger de abandonado, el Dios que yo conozco, el Dios de la historia es el Dios que ve todo, y vió a Mefi-boset, el niño Mefi-boset a los cinco años de edad, y tramó su historia hasta la llamada del rey, tramó Él la historia, era un pacto de bendición.

Hermanos: David representa aquí el verdadero rey Jesucristo, representa nuestro rey cuyo reino no tiene fin, representa un rey que tiene todo poder, representa a un Jesucristo lleno de amor y compasión, representa a un Jesucristo que murió en una cruz, que fue traspasado en la cruz, representa un Jesús que pensó en mí y pensó en ti en esa cruz, David representa un Jesús que hizo un pacto de amor para quitar toda maldición de nuestra vida, para quitar toda maldición de nuestra existencia y toda maldición de la humanidad.

David representa un Jesús que vino comprometido a deshacer las obras del diablo, si el diablo te dijo que tú no puedes Dios te dice hoy: tú puedes, si el diablo te dice hoy que tú no tienes Dios te dice: tú tienes, si la historia de tu vida fue marcada por una de derrota yo te digo por la Palabra de Dios que tú eres más que vencedor por aquél que nos amó por Jesucristo, tú eres vencedor, tu nombre no es perro muerto.

Tu nombre será hoy cambiado por aquél que tiene una vida promisoria y una vida, y un futuro bonito. Jesucristo es el verdadero rey que está sentado en el Trono de Dios, es el rey al que cantamos hoy sentado en un Trono verdadero y Él está allá para reinar con toda autoridad, y para traer a la tierra la verdadera libertad, y Él está aquí hoy, aleluya, Él está aquí hoy para restaurarte, Él está aquí hoy para animarte, Él está aquí para sacar tu vida de esa oscuridad, Él está aquí para sacarte de Lodebar, para sacarte de la vida sin perspectiva y sin esperanza, y déjame decirte: hay muchos Mefi-boset hoy en día, muchos hombres y mujeres sin esperanza, muchos hombres y mujeres heridos por la vida, pero muchos de ellos todavía no escucharon ni tuvieron la oportunidad de escuchar la orden y el llamado del Rey para que vengan y se sienten con Él.

El Rey te llama hoy, el Rey te manda a llamar, el Rey te da una orden, ve y trae a los de Lodebar, no importa la situación que ellos estén viviendo, yo los quiero en mi casa, yo los quiero en mi mesa para que coman de mi mesa. Primera de Pedro capítulo 2 versículo 9 y 10 dice: “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios para que anunciéis las virtudes de aquél que os llamó de las tinieblas a su luz admirable, vosotros que en otro tiempo no érais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios, que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.”

Fuera de este Rey no hay salvación, tú necesitas hoy escuchar la Voz del Rey y abandonar Lodebar, y abandonar la tierra del silencio, y abandonar la tierra de no palabras, no perspectivas. Así como David hizo un pacto de amor con Jonatán Dios hizo un pacto de amor por ti y mucho antes que tú nacieras, mucho antes que tú nacieras. Antes que el mundo fuera mundo y antes que la vida te dejara caer de los brazos de la niñera, antes que te volvieras un cojo, un lisiado de la historia, Dios pensó en ti y tuvo planes para ti, lo que tú necesitas hoy es aceptar que el único camino, la única cosa que cambiará tu vida es la salida del lugar donde estás para la mesa del Rey.

Déjame decirte: no habrá esfuerzo humano que te pueda librar si Dios no es contigo. Es por fe, no por obras para que nadie se gloríe, es por creer en lo que el Rey declaró en Mateo capítulo 11 versículos 28 y 29: “Vengan a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar; y aprended de mí que soy manso, y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas.”

Mi hermano, mi amigo: tú debes salir hoy de Lodebar, tú debes salir hoy de la tristeza de tu vida y postrar tu vida ante el Rey verdadero, el único que puede sanar tu vida, el único que puede sanar tu alma. Déjame decirte: es tiempo, es tiempo, tiempo de repensar tu verdadera posición delante de Jesús y de entender quién eres en Jesucristo y entender que el amor de Dios, el amor de Dios es muy capaz de restaurar tu vida y toda tu existencia.

Yo no sé cuánto llevas viviendo en Lodebar, en esta tierra de sequedad, en esta tierra de no palabras, en esta tierra de falta de sueños y de perspectivas en la vida, el Rey hoy te llama, el Rey hoy te invita para que vengas y para que comas de Su mesa.

El Rey ha prometido restituir toda tu vida, todo, todo lo que el diablo te robó, todo lo que el diablo intentó sacar de tu vida, déjame decirte: el Rey va a restituir todo lo que te fue robado de tu vida.

Esta misma esperanza de los hijos del Rey de sentarnos en la mesa juntamente con el Rey ¿verdad? dice la Palabra del Señor que moraba Mefi-boset en Jerusalén porque comía siempre de la mesa del Rey pero seguía lisiado de los pies, pero ahora tenía siervos, ahora tenía personas que trabajaban para él, tenía una fortuna ahora, el heredero de la fortuna de Saúl y de su padre Jonatán, ahora no eres más un perro muerto, ahora no eres más el sin sueños, ahora eres aquél que ve en el rey el único camino para su vida y para su salvación.

Yo no sé tu posición hoy, yo no sé en qué arde tu vida, si tú sientes que estás lejos de Dios o alejado de sus caminos, alejada de los sueños que Dios tiene para ti, el Rey te manda a llamar hoy, el Rey te invita hoy para que te sientes en Su mesa, para que comas de Su mesa.

Yo viajé en ese pasaje, imaginaba el corazón de Mefi-boset restaurado, un corazón que ahora entendía qué es el amor de una promesa, ¿tú alcanzas hoy a imaginar un Dios que tiene promesas para ti? Él te ha prometido cosas maravillosas y que quiere sacarte de esta vida tibia y mórbida para que te asientes en Su mesa y comas juntamente con el Rey, aleluya, aleluya, gloria a Jesús, gloria a Jesús.

¿Cuántos hoy desearían comer de la mesa del Rey? Yo quiero hacer una invitación para aquéllos que están lejos del Señor, aquéllos que de alguna manera, en alguna área en su vida, te alejaste del Señor, una situación en su vida, un sufrimiento, algo pasó y mira: cuando yo estaba en mi Lodebar un hermano me envió una canción, y en esta época no existía un whatsapp ¿verdad? teníamos tal vez un email y no existía Skype y todas esas cosas fantásticas de comunicación que tenemos hoy, y él me envió un email y me dijo: Pastor yo quiero enviarte una canción para que escuches, pero yo voy a enviarla en el próximo email ¿sabe por qué no? porque no existía internet suficiente para enviar un email y un attachment al mismo tiempo ¿verdad? así que había que enviar un email diferente con la canción.

Él me mandó una canción que decía que Dios iba a restaurar todo lo robado, todo lo que fue saqueado, todo el que estaba muerto en la vida iba a ser revivido, y yo escuché esa canción como unas treinta veces tal vez, y mientras la oía yo sentía que cada día Dios me iba restaurando y sacando mi vida de Lodebar para que yo me sentara en Su mesa otra vez.

Yo no sé cuántos aquí están lejos del Señor por alguna razón pero hoy entiende que Dios quiere que tú te sientes a Su mesa, y quieres salir de tu lugar y venir aquí, y decir: yo quiero restaurar mi vida con Dios, valerosamente pararte y decir: yo quiero, quiero, soy yo, quiero restaurar mi vida, mi relación con Dios. Hace mucho Pastor yo estoy así pero hoy quiero restaurar mi vida y mi comunión con Dios, ¿hay alguien en esta tarde que dice: sí, yo quiero restaurar mi vida con Dios?

Yo quiero salir de Lodebar, yo quiero salir del sufrimiento, yo quiero salir del no palabras y del silencio de mi existencia, y entrar a otro nivel a partir de hoy, es un nivel alto, y déjame decirte, las personas no te van a entender, hay personas que te van a criticar, pero lo que Dios tiene para ti es más grande de cualquier cosa en este mundo, y Él hoy te está invitando aunque seas lisiado de los pies, aunque te veas cojo de tu existencia, aleluya, aleluya.

Si usted está en el balcón allá arriba te invito a que te pares en el Nombre de Jesús, ponte de pie y toma la decisión en el Nombre de Jesús, sí Jesús, gloria a Dios, gloria a Jesús. Señor: aceptamos Tu Palabra en esta tarde, aceptamos tu invitación Señor para sentarnos y comer de Tu mesa Señor, para entrarnos Señor en Tu reposo, aceptamos Señor Tu invitación. Oh Señor salimos hoy de Lodebar, salimos del comodismo de nuestra existencia y entramos hoy en una vida nueva, aleluya, aleluya, aleluya. Señor aceptamos Señor Tu señorío, somos Tus hijos, somos Tus amigos, aceptamos Señor que somos justificados por Ti y que Jesús ha venido para salvarnos, y para darnos nueva vida, y para cambiar la historia de nuestra existencia Señor, gloria a Tu Nombre, aleluya, siga orando al Señor, gloria a Jesús, gloria a Jesús.

Yo sé que mi redentor vive

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Quiero hablar acerca de ese redentor vivo que nosotros tenemos. Así que prepare su espíritu en esta tarde. Si usted no conoce a ese redentor yo quiero retarle a considerarlo como su redentor también, como su Señor y salvador Cristo Jesús. Quiero ir al capítulo 19 de Job. Vamos a comenzar con el versículo 23. Y Job dice aquí:

“…Quién diese ahora que mis palabras fuesen escritas – él no sabía que sus palabras iban a ser escritas de hecho, escritas en este libro maravilloso que es el Libro de Job – quién diese que se escribiesen en un libro y que con cincel de hierro y con plomo fuesen esculpidas en piedra para siempre. – Y aquí está la parte primordial del sermón – Yo sé que mi redentor vive – Gloria al Señor. Diga amén. Yo sé que mi redentor vive. – y al fin se levantará sobre el polvo y después de desecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios, al cual veré por mí mismo y mis ojos lo verán y no otro. – Y añade esta frase un poquito misteriosa – Aunque mi corazón desfallece dentro de mí.”

Padre, bendecimos tu palabra maravillosa, bendecimos los principios que ella contiene, bendecimos cada declaración que se ha dado en este lugar santo en este día. La alabanza hermosa que hemos tenido, las oraciones, la celebración de la resurrección de tu Hijo Jesucristo, tu bello pueblo que se reúne aquí en este día, de todas nuestras comunidades, Señor, reflejando la excelencia que tu nos has dado como pueblo tuyo, Padre, por la diversidad que se ha visto en este lugar, Asia, África y Latinoamérica y España y todos los países de la tierra en sentido representados en este ensamblaje que tenemos aquí hoy, Señor. Y te damos gracias por tu creación representada en tu iglesia en este día.

Y ahora pedimos que tu palabra resuene con claridad en los corazones de los que estamos aquí, Señor, para gloria de tu nombre, en el nombre de Jesús lo pedimos. Amén y amén. Esta semana yo acostumbro tomar el Mesías de Haendel, no sé cuántos han oído esa pieza maravillosa, es una de las grandes piezas de música excelsas de toda la historia. Haendel escribió esa pieza musical compuesta de muchos diferentes segmentos musicales en el siglo XVIII en Inglaterra. Haendel era alemán pero se transportó a Inglaterra y la mayor parte de su vida escribió muchos libretos y mucha ópera y Dios lo tocó para que escribiera esta maravillosa ensamblaje musical que yo les recomiendo mucho que lo escuchen para enriquecimiento cultural pero sobre todo espiritual.

Y el Mesías de Haendel contiene una porción que para mí es la más bella y más conmovedora de todas, que habla precisamente… es una pieza musical donde una soprano declara “yo sé que mi redentor vive,” y lo hace en una forma extraordinaria. Y escuchando esa pieza esta semana se me hizo claro como nunca antes lo misterioso y lo poderoso del contenido de este texto de donde fue extraída esa pieza musical, de Job, donde él dice, “yo sé que mi redentor vive y al fin se levantará sobre el polvo y después de desecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios.”

Y entonces me puse esta semana a explorar ese pasaje y pensé, aunque es un pasaje difícil de exponer en toda su complejidad, me voy a proponer usarlo como base para mi sermón en esta tarde. Y deseo que esto sea como un poema dedicado al Señor Jesucristo y a su resurrección y que todos nosotros podamos afirmar estas palabras de Job, un hombre que conoció el sufrimiento como ningún otro hombre posiblemente, por eso está en la escritura.

Job después de una vida próspera, bendecida, Dios le había dado hijos, le había dado prestigio, influencia social, gran riqueza, todas las cosas que un hombre podía desear, se encontró involucrado en una controversia entre Dios y Satanás. Satanás, cuando Dios le dice, mira mi hijo Job, no te avergüenzas cómo me sirve. Era un hombre piadoso, un hombre temeroso de Dios. y Satanás le dijo, como es nuestro acusador, sí, eso es cierto, él te sirve porque tu le has dado todas estas bendiciones, toda esta riqueza, toda esta gloria, pero quítale esas cosas para ver si te bendice en realidad.

Y el sentido de honor de Dios se vio implicado en esto y el Señor le dijo, está bien, quítale esto, después quítale lo otro, y Job fue perdiendo todo lo que él había apreciado y tenido hasta que se quedó absolutamente desprovisto y lo último que le tocó fue su mismo cuerpo y su cuerpo se llenó de llagas y de cosas supurantes y de terrible dolor e incomodidad, todos sus hijos murieron en un accidente un día, su dinero se fue todo. Y este hombre pasó años y esto es lo que describe el Libro de Job, luchando con Dios y preguntándole, Señor, por qué me ha pasado esto? Si yo te he servido, yo he sido fiel a ti, yo he vivido una vida justa, he hecho todo lo que estaba de mi parte.

Y para colmo vinieron sus amigos, entre comillas, bien intencionados y hermanos, tengamos mucho cuidado muchas veces con el consejo que le ofrecemos a la gente que está sufriendo. Nunca le diga a nadie, mira, eso está pasándote porque Dios está tocándote por alguna razón porque hiciste esto, porque hiciste lo otro. Aún cuando usted piense que es así, tenga mucho cuidado. Estos amigos vinieron a donde Job y comenzaron a decirle que era porque él tenía algún pecado escondido y que por eso Dios… no entendiendo todo el misterio que estaba detrás de la situación de Job, que era una controversia y que Job era como el vínculo principal de la honra de Dios y había que ver si él se iba a mantener fiel dentro de todo.

Y dentro de su gran confusión, su gran sentido de pérdida, de dolor, de sufrimiento, de agonía física, le brotaron estas palabras, que precisamente por ese trasfondo tan doloroso y tan terrible tienen un significado mucho más valioso, más poderoso, “Yo sé que mi redentor vive.”

Podemos nosotros, hermanos, cuando nos encontramos en lugares de pérdida decir de esa manera y todavía alabar al Señor? Yo le pido al Señor que me ayude en mi propia vida si hay un momento de pérdida o de prueba que yo pueda tener la fortaleza para decir, Padre, beso tu mano y te bendigo y yo sé que tu vives. Yo sé que tu eres real, yo sé que tu eres fiel.

Job estaba diciendo esto desde las entrañas mismas. Y yo no estoy seguro que él sentía todo lo que estaba diciendo, pero lo declaró por fe de todas maneras. Y yo veo en este pasaje misterioso una serie de elementos que son bien importantes que nosotros tengamos en nuestro corazón claros y que si no lo tenemos así, entonces necesitamos venir delante de Dios y como ajustar nuestra fe y ajustar nuestra confesión.

Y yo quiero invitarte a que tu hagas un recorrido espiritual a través de tu vida y te preguntes si tu puedes decir estas cosas que Job está declarando aquí. y quiero ir al punto principal central de su declaración, la palabra redentor. Porque esa es una palabra bien importante porque… recuerden otra cosa antes de decir esto, que Job es el libro más antiguo de toda la Biblia, aunque que está como a la mitad casi del Antiguo Testamento es el libro que fue el primer libro escrito de toda la escritura. Es más, es el libro y el relato más antiguo de toda la Biblia.

Algunos comentaristas de la escritura dicen que este libro fue escrito como 1500 años antes de Jesucristo y que es un libro misterioso porque no se sabe de su procedencia ni quién lo escribió. Si se supiera quién lo escribió por lo menos se podría datar, pero no es así. Por lo menos muchos cientos de años antes de que Cristo viniera al mundo y que él ejerciera toda su función redentora y salvífica, Job está diciendo estas palabras y yo creo que en buena parte sin entender todo lo que él estaba diciendo.

Yo creo que Job entró como en un trance profético y comenzó a declarar cosas que tenían que ver con su situación personal ciertamente, y era una afirmación de fe que él estaba haciendo de su condición, pero en realidad el Espíritu Santo estaba dirigiendo a Job porque Dios sabía que este drama que estaba expuesto en este libro iba a servir como fundamento para el consuelo de incontables almas a través de la historia de la humanidad y para muchos de nosotros leer este libro nos ha traído consuelo. Guau, si Job lo hizo yo también lo puedo hacer. Si Job mantuvo su fe en medio de algo que negaba totalmente la fidelidad de Dios, yo también lo puedo hacer.

El Señor estaba elaborando un libro que parecía que era para ese momento pero era para toda la eternidad. Y eso nos recuerda algo, hermanos, que nosotros somos testigos vivientes y que lo que nosotros pasamos en nuestra vida está expuesto no sabemos a quién pero, cómo nosotros pasamos las pruebas de la vida, cómo nosotros vivimos, cómo testificamos las cosas que decimos, a veces tienen resonancias para toda la existencia, y hay impactos que tienen que nosotros ni siquiera nos damos cuenta para la eternidad.

Y Job está declarando en este libro, “yo sé que mi redentor vive.” La palabra redentor es una palabra que hoy en día en el siglo XXI nosotros los cristianos después de haber leído las cartas de Pablo y los Evangelios y conocer el drama de Jesucristo en la cruz, su salvación sustitutiva por nosotros, su muerte en la cruz, su justicia, imputada a nosotros por medio del sacrificio de Jesús en la cruz del cual cantamos tan elocuentemente esta tarde, nosotros entendemos lo que quiere decir la palabra redentor, pero Job no entendía ninguna de estas cosas.

Job no sabía que él estaba en realidad predicando un pequeño Evangelio en 3 ó 4 oraciones y que él estaba haciendo como un catequismo que nosotros también tenemos que poder confesar en esta tarde y si hay una pieza, es como un reloj este catequismo, es un reloj que cada pieza está engranada con la otra y si una pieza no funciona las otras tampoco van a funcionar. Entonces es importante que tu entiendas en tu espíritu los diferentes elementos que componen la declaración de Job.

Y la primera palabra que Job usa, la palabra principal es eso, redentor. Yo sé que mi redentor vive. Y esa palabra que nosotros traducimos al español redentor, es una palabra que está cargada de significado en el hebreo original en que el Antiguo Testamento fue escrito. La hemos traducido al español redentor, en inglés se traduce redeemer, pero esa palabra que Job usó era una palabra que en su mundo era muy entendida porque el goel, esa es la palabra original que Job usó, yo sé que mi goel vive. El goel era un personaje que a veces lo vemos en las páginas del Antiguo Testamento, por ejemplo en el caso de Boosz cuando redime a Ruth y le lleva descendencia. Porque el esposo de Ruth muere sin dejar descendencia y Booz se casa con Ruth para redimir en un sentido la descendencia de su pariente. Y al casarse con ella y darle hijos y parentela entonces permite que la descendencia de ese pariente continúe y su nombre continúe.

El goel era un personaje como Booz que jugaba un rol redentor y de asistencia y de ayuda en una crisis de la familia. Era como un patriarca en un sentido que servía como abogado, servía como defensor de los derechos de algún miembro de la familia. Era un personaje respetado, poderoso, a veces podía jugar el papel de un vengador de justicia por alguna ofensa recibida por la familia. Representaba a alguien en la corte de la tribu o de la comunidad, se paraba al lado de alguien de la familia cuando estaba en problemas y en necesidades, y yo espero que usted vaya viendo ya esta idea de Jesús en su rol de paracletos, de ayudador, que se para al lado de nosotros, que nos representa, que un día nos representará en la corte celestial y que abogará por nosotros ante el Padre celestial.

Entonces, todas estas ideas del goel como este personaje que defiende nuestra causa y que nos representa ante una corte, y que se para en sustitución de nuestra debilidad, de nuestra flaqueza, lo que nosotros no podemos hacer, él lo hace a favor de nosotros. Eso es lo que Cristo hace. El Señor suple todo lo que tu y yo no podemos suplir ante la corte de Dios. Ninguno de nosotros, dice la Biblia, puede ser salvado por su propia justicia. Nadie puede venir ante Dios por más bueno que sea, por más bien que se comporte, por más obras de caridad que haga, por mejor ciudadano que sea, por mejor padre que sea, por más trabajador que sea, por más bien comportado que sea, nadie puede venir ante el trono del juicio eterno un día y decir, aquí estoy, no tengo nada de qué arrepentirme. Déjenme entrar por mi propia justicia.

La Biblia dice que no es por nuestra propia justicia sino por la justicia de Cristo Jesús. Dice, no por obras, para que nadie se gloríe. Todos nosotros, no importa quiénes somos, estamos en déficit, somos débiles, somos deficientes ante la corte de Dios. Solamente a través de nuestro goel, nuestro redentor, Cristo Jesús, nosotros podemos venir ante el trono de Dios. y un día tendremos que venir todos, un día cada uno de nosotros tendrá, dice la Biblia, que dar cuenta de lo que hemos hecho, sea bueno o sea malo, y necesitaremos un goel, necesitaremos un redentor, Cristo Jesús que abogue por nosotros, que se pare frente a nosotros y que el Padre no nos vea a nosotros sino que vea a Cristo Jesús primero que nosotros y nos vea a nosotros a través de la justicia de su Hijo Jesucristo.

Job no entendía estas cosas, pero estaba diciéndolas como en un trance profético, como hubo en otras ocasiones, a través de la escritura uno ve muchos pasajes donde personajes de la Biblia hablaron de cosas que habrían de pasar cientos de años después y que entonces se podría entender lo que se quería decir. Como el caso, por ejemplo, de la sangre que era pintada en el dintel de las puertas de los hebreos antes de salir de Egipto. Dice la Biblia que Dios iba a destruir todos los primogénitos de los egipcios pero mandó que en todas las casas judías se pusiera sangre de un cordero alrededor de la puerta y cuando el ángel de la muerte pasara para tocar la vida de todos esos primogénitos de ese país que se había revelado contra Dios, al ver la sangre en el dintel pasaba de largo. Y ese es el significado de la palabra pascua, de hecho, pasah, que quiere decir pasa de largo.

Entonces, nadie entendía lo que estaba haciendo pero después de siglos nosotros entendemos que esa sangre del cordero pascual que es Cristo Jesús, es la que nos lava de todo pecado. Y entonces la Biblia estaba anteponiendo un símbolo de algo que habría de suceder siglos después, que ahora nosotros entendemos perfectamente.

Cuando Job está diciendo redentor, está diciendo yo necesito y sé que tengo un redentor, tengo alguien que puede abogar por mi causa. Por qué? Porque estaba siendo acusado por sus amigos de tener pecados y por eso Dios lo estaba condenando, que por eso estaba sufriendo, amigos bien intencionados pero necios que no entendían lo que había detrás de ese padecimiento de Job, todo el drama glorioso que había.

Pero Job decía, no, yo sé… cuando su mujer le dice, maldice a Dios y muérete. Dice, no, yo sé que mi redentor vive, yo sé que él está conmigo. Yo tengo un redentor, yo tengo un abogado, yo tengo alguien que aboga por mi causa y que va a mostrar tarde o temprano que yo soy justo y que yo no merezco esta situación.

Y así nosotros tenemos que ver a Jesús como nuestro redentor. Conoces tu a Cristo como tu abogado? Lo conoces como el que te va a representar un día cuando tengas que comparecer ante el trono de Dios? que entonces va a convertir el trono de juicio en trono de gracia para todos aquellos que creen en él. Necesitas reconocer a Jesús como tu redentor.

Lo segundo que dice Job, yo sé. Hay una afirmación de gran certidumbre. Nosotros tenemos que confesar con nuestra boca que Cristo es nuestro redentor. Y yo creo que Job tenía una angustia en su corazón y por eso al final dice, aunque mi corazón desfallece dentro de mí. Cuántas veces hemos dicho algo, aunque no lo sentimos completamente, pero lo decimos porque es la verdad de Dios, lo decimos confesando con nuestra, cosas que a veces no estamos seguros pero cuando las decimos se convierten en realidad.

El confesar a Cristo como Señor y salvador nunca va a ser algo que tu digas, yo creo ciento por ciento de certidumbre, siempre habrá algo de duda, lo que yo llamaría duda biológica. Hay momentos en que nuestra biología nos va a traicionar y la vida cristiana va a ser una vida de luchas, de dificultades y a veces el diablo nos va a decir como le dijo la esposa de Job, hey, deja de creer en esas patrañas.

Sin embargo, nosotros tenemos que confesar que Jesucristo es nuestro salvador, tenemos que decir, yo sé que Cristo es mi redentor. Estamos nosotros dispuestos a confesar con nuestra boca? La Biblia dice que hay que confesar a Cristo como Señor y salvador, hay que confesarlo ante los hombres. El Señor dijo una vez, el que me confiese ante los hombre yo lo confesaré ante mi Padre que está en los cielos. El que me niegue ante los hombres yo lo negaré ante mi Padre que está en los cielos.

Sabe por qué los evangélicos enfatizamos tanto el que la gente confiese a Jesús como Señor y salvador? Es por eso, es porque hay algo cuando tu declaras como hizo Job, yo sé que él es mi redentor. Es como que tu firmas algo en el mundo del espíritu, con nuestra boca nosotros declaramos algo. Es como cuando en esas transacciones electrónicas nos dicen, chequea aquí esta marquita, queriendo decir que usted firma.

Cuando un hombre o una mujer declara con su boca algo está poniendo detrás de ellos su voluntad, sus emociones, su personalidad, todo su ser. Y nosotros tenemos que llegar a ese punto que digamos ante los demás, yo sé que Cristo es mi salvador y mi redentor y yo lo recibo de esa manera.

Estamos nosotros claros en eso? Todos los que están aquí, hemos confesado a Jesús como nuestro Señor y salvador? Y si no lo has hecho yo quiero invitarte a que ahora mismo tu comiences a mover tu espíritu en esa dirección y al final de este tiempo yo no quiero que nadie se vaya de aquí sin estar claro en que tiene un redentor que es Cristo Jesús. Y que tu lo hayas confesado, y que tu te vayas seguro, que no vengas a un servicio como este tan hermoso simplemente por costumbre o por inercia o porque alguien te invitó y no quisiste desairarlo. Vete de este lugar habiendo firmado un pacto con Cristo Jesús.

La única alternativa es decir que no, o se dice que sí o se dice que no. si no dices que sí estás diciendo que no. y si dices que sí no estás diciendo que no. así que yo te invito en el nombre del Señor ahora mismo a poner tu ‘yo sé’, esa convicción dentro de ti, y entonces deja que el Señor vaya guiándote.

Sabe que hay personas tienen un poquito de duda y están luchando en su corazón, hay otros que todavía no todo está arreglado en sus vidas, tienen una relación romántica que ellos saben que no es de Dios o tienen alguna práctica en sus vidas que no es lo que Dios quiere, o están todavía en algún tipo de adicción a algo, o lo que sea, y dicen, no, yo no puedo confesar a Cristo como mi Señor y salvador. Sabe que lo que Dios quiere es que tu comiences donde tu estás y que de ahí entonces él te va ir llevando poco a poco a donde él quiere llevarte. Pero tienes que comenzar.

No dejes que el diablo te engañe diciendo, no todavía… porque el día que tu tengas las cosas bien listas y arregladas entonces ya no necesitas a Jesús. Si tu eres pecador, bienvenido al club, ahí es donde Dios te necesita para comenzar una obra de transformación en tu vida. Si eres pecador estás más que calificado para aceptar a Cristo como tu Señor y salvador.

Cuando yo miro en los pasajes de la escritura yo veo que el Señor una y otra vez se encontró… miren a Saqueo, un pecador… Saqueo no se había arrepentido, no había confesado a Jesús como Señor y salvador, pero el Señor le dijo, Saqueo, hoy yo quiero entrar a tu casa y quiero sentarme en tu casa. Y allí el Señor comenzó una obra en Saqueo hasta que Saqueo fue llevado a confesar a Jesucristo como Señor y salvador.

La mujer samaritana por igual. Todos eran personas que no estaban todavía preparados pero al aceptar a Cristo dentro de sí y en sus hogares, entonces el Señor pudo ir trabajando en ellos y llevándolos a donde tenía que llevarlos. Comienza confesando a Jesús como tu Señor y salvador y él te llevará a donde tu tienes que ir entonces.

Job dice, yo sé que mi redentor vive, mi redentor. Al decir ‘mi’ él está personalizando esa función salvadora de Cristo Jesús. No es un salvador genérico, es un salvador personal, que era lo que Job necesitaba en ese momento.

Cada uno de nosotros que está aquí en esta tarde puede decir con toda seguridad o por lo menos con una seguridad espiritual que Cristo es tu salvador personal, tu Señor personal? Tu sabes que tu no puedes depender de que tu mamá sea evangélica, o que tu abuelita fuera maestra de escuela dominical o que usara un vestido blanco y una mantilla cuando iba a la iglesia. Alguien ha dicho que Dios no tiene nietos, tiene hijos solamente. No hay nietos en el Reino de Dios, hay hijos. Hay personas que personalmente han confesado a Jesucristo como Señor y salvador.

Cristo tiene que ser tu Señor. Tu tienes que hacer un trato con él. Tu tienes que invitarlo a tu corazón. Tenemos que trabar una relación personal, individual con Jesucristo y tenemos que caminar cada día con la mano en su mano y tenemos que ir hacia una trayectoria donde Cristo venga a ser real en nuestra vida.

No es la iglesia, mucha gente se apoya de la iglesia y vienen a la iglesia y se cubren bajo la cobertura de la madre iglesia. Pero la Biblia dice que es cada uno de nosotros individualmente que tiene que aceptar a Cristo como Señor y salvador. El Señor dice, yo estoy a la puerta y llamo, si alguno escucha mi voz y abre la puerta, yo entraré a él y cenaré con él y él conmigo.

Todas las personas que el Señor alcanzó retratadas en la escritura las alcanzó individualmente y muchas veces les preguntó, crees tu que yo soy? Crees tu que yo puedo hacer esto? Crees tu que Jesucristo es Señor y salvador personal? No te apoyes de la iglesia. No te apoyes de una confesión general. Has aceptado tu al Señor? Ha visto el Señor ese momento en que tu alma se movió por dentro y se fue hacia él y le dijo, Señor, entra a mi vida? Lo has invitado a entrar a tu corazón personalmente? Has comenzado tu una relación diaria con Cristo? Donde entonces él te va a comenzar a hablar, va a comenzar a tratar contigo, va a comenzar a reconfigurar tu cerebro, tus neuronas, te va a impartir nuevos hábitos, te va a enseñar su palabra y vas a entonces a atravesar una trayectoria de santificación gradual, donde Dios va a ir renovándote de día en día.

Eso es lo que Dios nos llama. Él nos llama a la transformación de nuestra mente por medio de la renovación diaria de nuestro corazón. Job dijo, yo sé que mi redentor vive. Y esa palabra ‘vive’ es una palabra que sufre mucho empobrecimiento cuando entra al español y aún en el inglés también, porque el hebreo es mucho más complejo en sus implicaciones.

Cuando Job dice en el hebreo original ‘mi redentor vive’ la palabra que él emplea, todos los comentaristas que yo he leído, es una palabra que se refiere no a cualquier tipo de ser viviente sino Dios, divinidad, es decir, podríamos decir cuando Job dice yo sé que mi redentor vive, está diciendo, yo sé que mi redentor es el viviente, está vivo como Dios está vivo.

Si ustedes quieren que les de una ilustración porque este es un punto bien importante, en el libro de Génesis, ustedes recuerdan la historia de Agar, la madre de Ismael, que cuando Agar se encuentra en el desierto abandonada y ella y su hijo están a punto de morir, Dios la ve, dice la Biblia, y la rescata y le hace unas promesas acerca de su hijo Ismael. Dios la encontró en un pozo y dice la Biblia que Agar le dio un nombre a ese pozo, el pozo del viviente que me ve. Y en muchas palabras, dura cosa te es caer en las manos del Dios vivo, dice la Biblia.

Esta idea de vivo, de vivencia, es la palabra que Job emplea aquí para referirse a su redentor. Dice, yo sé que mi redentor es el viviente, es el Dios viviente. Está vivo. Es un Dios que encarna la vida. Y qué celebramos nosotros en el domingo de resurrección? Un Cristo vivo. Nosotros decimos, yo sé que nuestro redentor vive. Y eso es lo que hemos declarado en esta tarde. Tenemos un redentor que vive, vivo está declaramos.

Y eso es algo tan importante que nosotros tenemos que entender. Si Cristo no resucitó, dice la Biblia, somos los peores del mundo, somos dignos de misericordia, porque entonces Jesús viene a ser simplemente un mártir más que murió y que como Buda, como todos los demás, como Mahoma y todos los demás transformadores religiosos murió. El cristianismo es la única religión que se atreve a decir que su salvador vivo está.

Y eso es lo que nosotros celebramos durante el domingo de resurrección. Nadie, ninguna otra religión se atreve a decir esto. A través de los siglos muchos grandes cerebros se han propuesto refutar la resurrección. Uno de los últimos que lo hizo fue un periodista muy conocido aquí en Estados Unidos, un hombre de mucho renombre en el periodismo y él cuando su esposa se convirtió se le vino el mundo abajo, porque él era ateo. Y él queriendo salvarla de ese engaño que era el cristianismo, según él, y con todas sus destrezas periodísticas se propuso hacer una investigación como si fuera… porque su tipo de periodismo era periodismo jurídico, él supervisaba cortes y hacía reportes jurídicos para su periódico, uno de los grandes periódicos de Estados Unidos.

Y él dice que pasó un año y pico investigando todas las diferentes áreas que podían incidir sobre la resurrección y sobre la vida y la existencia de Jesucristo. Investigó la medicina, todos los relatos de la crucifixión y de la muerte y de los reclamos de la iglesia de que Cristo había resucitado, su existencia. Hizo un estudio exhaustivo como solo un periodista de su renombre y de su capacidad intelectual lo pudo hacer. Y él se propuso investigarlo de manera que si había algo que pudiera probar que la resurrección de Jesús era un mentira, él se propuso encontrarlo. Y ¿sabes qué? Terminó aceptando a Cristo como su Señor y salvador y hoy es uno de los pastores de renombre de esta nación y de hecho acaba de salir una película, que yo les recomiendo que la vean, desgraciadamente no está en todos los teatros y se llama The Case for Christ. El periodista es Lee Strobel y él escribió ese libro que es uno de los libros que más ejemplares ha vendido en los últimos años, millones y millones de ejemplares se han vendido de su libro donde él relata cómo fue arrastrado de su ateísmo a una convicción de que Jesucristo verdaderamente estaba resucitado.

Una de las cosas bien importantes es esta, hermanos, si tu no crees que Jesús es redentor, estás fallido en tu fe. Si no crees que es tu redentor, te falta también una pieza importante. Si no estás claro en tu convicción y no lo has confesado con tu boca que él es tu redentor, te falta algo. Y si no puedes creer que él está vivo hoy, te falta algo bien importante. Yo te llamo en el nombre de Jesús a confesar la resurrección de Jesucristo.

No podemos ser cristianos fidedignos si no podemos confesar que Jesucristo está vivo, que nuestro redentor vive. Y eso es lo que nosotros hacemos en este domingo. Y la última pieza que quiero dejar con nosotros en esta tarde y asegurarnos de que todos estamos claros en esto y si no estás claro, yo quiero que hoy peinemos esta congregación y vamos a pedirle al Espíritu Santo que nadie se vaya de aquí sin haber hecho esa confesión. Y pido que todos estén tranquilitos, nuestros niños, tomémoslos y vamos a tener un momento de tranquilidad para que todos nosotros podamos hacer una consideración bien claro.

Nuestros hermanos hujieres, por favor, ayúdennos en esto. La última cosa que Job declara es cuando él dice, y al fin se levantará sobre el polvo y después de desecha esta mi piel en mi carne he de ver a Dios. el Espíritu Santo sin que Job entendiera 1500 años antes de que viniera la doctrina de la resurrección, la doctrina del último juicio, la doctrina de los últimos tiempos, del fin del mundo, guió a Job a hacer una declaración muy poderosa que nosotros también tenemos que hacer.

Y es que un día todo esto que nosotros conocemos va a terminar. Los museos con todas sus obras de arte maravillosas, esas hermosas pinturas, esas estatuas se van a derretir como plomo caliente, los grandes edificios de Wall Street y de Paris y de Alemania, se van a derribar, se van a venir abajo como un castillo de naipes, los grandes aviones, las grandes construcciones del mundo, los grandes barcos, dice que los elementos van a ser derretidos antes de dar a luz a una nueva creación.

Un día todas las naciones del mundo van a reconocer que Jesucristo es el Señor. Todas las cosas de este mundo, todas las vanidades de este mundo van a pasar, dice, y al fin en el final de los tiempos se levantará sobre el polvo, y de nuevo, en el hebreo original lo que dice es más bien, él se parará sobre la tierra, sobre el polvo de la tierra, en el fin del mundo, en el fin de los días, el Señor se parará sobre la tierra, el Señor establecerá su señorío, su soberanía, su poder sobre el polvo de la tierra.

La Biblia dice que un día el Señor descenderá con voz de arcángel, con trompeta y se parará sobre el monte de los olivos, y dice la Biblia que el monte de los olivos se partirá en dos bajo el peso de su señorío y se hará un gran valle debajo de él. Y el Señor afirmará que todos los reinos de la tierra le pertenecen a él solamente y él será el Señor de Señores reconocido por todas las naciones de la tierra y entonces el Señor le entregará el reino a su Padre celestial y dirá, me lo han entregado a mí y ahora yo te lo entrego a ti para que Dios sea en todos, sobre todos y por todo. Aleluya!

Y ¿sabes qué? Nosotros estaremos allí para celebrar con Cristo por la eternidad. Y eso es lo que Job declara aquí. Job dice, después de desecha mi piel, mi cuerpo, después que yo me haya muerto, después que las lombrices se hayan comido mi cuerpo, eso es lo que dice en el hebreo original, mucho más gráfico que lo que está aquí, yo en mi carne he de ver a Dios.

Cuántos aquí en este lugar creemos que nosotros vamos a ser resucitados juntamente con Cristo Jesús? Puedes tu confesar con tu boca verdaderamente? Porque eso es lo que en última instancia, hermanos, nos consuela, nos afirma, nos fortalece, esa esperanza que nosotros tenemos. Sabe que esa es la última carta que el cristiano se juega. Nosotros podemos decirle al Señor, Padre, sáname, si estamos enfermos, podemos decirle, Señor, sácame de este aprieto en que me encuentro y quizás Dios te saque, quizás no te saque. Señor, ayúdame a salir de este aprieto de equis cosa, pero la última carta que nosotros nos jugamos es que si morimos para él morimos, si vivimos para él vivimos, sea que muramos o que vivamos del Señor somos. Aleluya!

Todos vamos a tener que morir a menos que no sea esa generación que estará aquí cuando Cristo venga. Todos vamos a padecer. Lo que a mí me consuela en este mundo es saber que los afanes y los sufrimientos de este mundo no son nada comparados con la gloria que nos espera en la patria celestial. Y para tu tener ese consuelo en tu corazón, hermano, tu tienes que creer verdaderamente que tu vas a ver a Dios en tu carne. No lo vas a ver a través de un video, no, con mis ojos, dice Job, al cual veré por mí mismo y mis ojos lo verán y no otro. Aleluya!

Sabes que tu cuerpo es pasajero, tu cuerpo es fallido, tu te puedes ir a los 20 años, a los 30 o a los 80 o a los 100, pero lo maravilloso para un hijo de Dios es que nuestra existencia no está condicionada a cuántos años pasamos sobre la tierra, sino que nosotros tenemos una vida eterna y que un día veremos a Dios cara a cara y que en ese día toda lágrima será enjugada de nuestros ojos, toda queja será acallada y nosotros vivimos en este mundo y vivimos los afanes y las incomodidades y las molestias y los padecimientos de este mundo como Job lo vivía, en ese momento él estaba lleno de llagas y de dolencias, pero él decía, aunque mi cuerpo se deshaga yo sé que yo lo veré con mis ojos, con mi cuerpo lo veré.

Oh mi hermano, mi hermana, yo espero que en esta tarde tu también puedas estar seguro de que tu vida, tu cuerpo, tu existencia eterna están en las manos de Dios y que si te vas de aquí en este momento cuando tu salgas por esa puerta, nadie te puede robar lo que Dios te ha dado, que es tu salvación eterna, la salvación de tu cuerpo.

Yo quiero que bajemos nuestras cabezas en esta tarde y mientras escuchamos un minuto la adoración yo te invito al mayor privilegio que un hombre o una mujer puede tener y es considerar si tu estás claro con respecto a los reclamos del Señor. El Señor ahora mismo se presenta delante de ti y él se divide en cientos de lugares en este espacio y él se para con su ropaje real delante de ti ahora mismo y toca a la puerta de tu corazón, él toca a tu voluntad, a tu sentimientos y él dice, puedo entrar? Puedo entrar como tu salvador personal? Puedo entra como tu redentor? Puede entrar como el garante de tu vida eterna? Puedo entrar como el que es tu justicia el día que tengas que venir ante el trono del juicio? Y solo tu tienes la manija del otro lado de la puerta que puede abrirle la puerta al Señor porque él no va a forzar. Esa puerta eres tu quien tiene que abrirla.

Y yo te invito ahora en el nombre de Jesús a abrir la puerta. Visualízate a ti mismo abriendo la puerto, si no lo has hecho antes, esa puerta tu tomas la mano, la pones sobre la manija, del otro lado está la persona luminosa de Jesucristo y él está esperando que tu le abras la puerta y que le digas, Señor, entra a mi casa. Paséate por todos los salones de mi casa, paséate dentro de mi voluntad, dentro de mis emociones, mi cuerpo, mis recuerdos y memorias, mis apetitos, mis sueños, mis proyectos y planes, mis relaciones humanas, mi profesión, todos los salones de mi casa, Señor, te invito a pasearte por ellos y a poner tu bandera en cada uno de ellos y yo te recibo, te reconozco, te acepto, te confieso como mi redentor vivo, mi redentor personal, mi salvador.

Y si tu has hecho ese acto en esta tarde, si lo has llevado a cabo, yo quiero invitarte a que levantes tu mano en esta tarde ahora mismo, levanta tu mano e invita a Jesús ante tu congregación, ante tu comunidad para ser tu Señor y salvador. Todos aquellos que quieran confesar a Jesús primera vez, si no lo has hecho antes, te invito a levantar tu mano en alto, no tengas temor, no tengas vergüenza, confiesa a Jesús.

Dios te bendiga, mi hermana. Dios te bendiga. God bless you, my brother. I know that God is doing a beautiful work in your life. Dios bendiga esas manos que se levanten. Hermano, no tengas temor, que día más precioso donde tu puedes decir, yo sé que mi redentor vive. Dios te bendiga. Que se levantes esas manos. Yo sé que hay muchas manos. Yo creo que vamos a tener una cosecha esta tarde como Munca antes, lo confesamos así en el nombre del Señor. Levante su mano. Allá arriba también. Si alguien ve a alguien levantar su mano acérquese, ábrele la puerta al Señor, toma la manija y abre la puerta y di, Señor, entra. Cena conmigo, yo quiero cenar contigo. Yo te recibo, yo te confieso, mi redentor viviente. Yo sé que un día te veré en la eternidad. Tu eres mi Dios. Tu eres mi Señor, mi salvador.

Estad quietos, y conoced que Yo soy Dios

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Salmo 46, mientras abren ese Salmo y vamos a considerar casi el Salmo en su totalidad hoy, bienvenidos al Domingo de Ramos aquí, Domingo de Palmas, y mientras abrimos el Salmo 46 el texto clave del Domingo de Ramos creo que es Zacarías 9:9 ¿verdad? “Alégrate mucho hija de Sión, da voces de júbilo, hija de Jerusalén, he aquí tu Rey vendrá a ti justo y salvador, humilde y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna.”

Ahora, no creo que se requiere gran, mientras estoy desarrollando este mensaje verán dónde encaja la Palabra profética que pronunció mi hermana Ibelice, pero me imagino que muchos estamos aquí esperando. El Señor te trajo a la Congregación León de Judá hoy y si es así bienvenido, esperando, rogando que nuestro Rey aparezca de una vez y nos rescate. Puede ser que nos rescate de una crisis financiera o tal vez una situación de salud, un ser querido luchando con cáncer u otra enfermedad terrible, como puede ser una relación, tu matrimonio tal vez, unos hermanos o unos amigos que ya no se hablen, un hermano en una tierra lejana que no devuelve su texto, su whatsapp ¿verdad? eso pasa en las familias, una hija o un hijo que tal vez te tiene desvelado por un tiempo ya y estás orando que tu Redentor llegue ya y que venga a tu rescate, si estás en eso bienvenido al club.

Ahora una pregunta: si Él llegar, tu Rey, tu Redentor ¿lo reconocerías, lo esperarías? y aquí voy a desarrollar una lección personal y ustedes van a tener el lujo de vivir esa lección conmigo. Un poco antes de la Navidad entré al servicio un miércoles en la noche en el santuario original con un corazón cargado y tal vez, no se escandalicen, tal vez a punto de perder la esperanza de que mi Redentor llegaría a tiempo ese día.

A propósito, noten: los Pastores que sirven en León de Judá asisten a León de Judá, Pastor Samuel ¿a cuál Iglesia tú asistes? yo voy a León de Judá, esta es mi Iglesia, el Pastor Roberto es mi Pastor, aquí lucho con mis dramas, aquí traigo mis cargas al Señor, soy un cliente más en León de Judá con mi propio drama delante del Señor y este es uno de ellos.

Y la carga era algo relacionado con el ministerio sin fin de lucro que tengo el privilegio de dirigir, el centro de recursos académicos, pero con raíces profundas tocando casi todo aspecto de mi vida. Muchos han vivido como un problema ¿verdad? digamos un problema financiero puede afectar sus relaciones, su salud también, etc., o tal vez un problema de su salud afecte igual sus relaciones y sus finanzas, era un problema con raíces ¿cuántos saben de lo que estoy hablando?

Y en 16 años ya estoy curado en salud, ya estoy acostumbrado a que el Señor llegue justo a tiempo con una solución milagrosa, yo vivo a la espera de la caballería, ya estoy acostumbrado a eso, pero esa tarde la situación parecía quizás más difícil que nunca y aunque no lo dije quizás en voz alta, ya estaba perdiendo la esperanza en mi corazón, es más, en lo recóndito de mi corazón tal vez sin yo mismo darme cuenta ya estaba elaborando un plan B culminante como el piloto de un avión buscando dónde es el escape aquí.

Son cosas que son difíciles de admitir y más compartir, especialmente como Pastor. Otro detalle, me tocaba predicar esa noche. Entré al santuario original poco antes de comenzar el servicio saludando a la gente, y mientras saludaba a la gente al acercarme a una hermana que de hecho agradezco al Señor por ella, dedico este mensaje al Señor Jesús y a esa hermana con ese don profético que no tuvo temor de compartirme esa noche.

Esa hermana me tomó de las dos manos con una intensidad y me sentó a su lado, si la vieran pareciera que eso de por sí es un milagro, okay, me sentó a su lado, tenía algo urgente que compartirme, Samuel ¿cómo estás? ¿cómo está Marina? parece que se me ve en la cara ¿verdad? lo que estoy pasando. Entonces me contó, me anunció: hace un par de noches el Señor me despertó con una carga para orar por ti y por Marina, y me dijo que te dijera: estad quietos y conoced que Yo soy Dios, estad quietos. Eso viene del Salmo 46 ¿verdad? lo conocemos, “Estad quietos y conoced que Yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra. Jehová de los Ejércitos está con nosotros; Nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah”, gloria a Dios.

Esa Palabra hermano no se lo que le hace a usted pero esa Palabra me sostuvo, me sirvió de estímulo no solamente esa noche, pero esas dos palabras “estad quietos” me ha servido como una bandera en estas semanas, en esta época. Es como si el Señor me dijera en esa noche: envié esa hermana en ese momento preciso para que me dijera: Samuel no te he pasado de vista, te oigo, te veo y vengo por ti, vengo en tu rescate, mientras tanto estad quietos. Mientras tanto necesito que estés quieto.

Como decía mi mamá muchas veces: “estáte quieto muchacho” diga a su vecino: estáte quieto, hace mucho tiempo que usted quería decirle eso a su vecino ¿verdad? estáte quieto (risas). Y en las siguientes semanas he estado tropezando con esas palabras por donde quiera incluyendo hasta el termo de nuestro violinista, pero él trabajo como nuestro director de inglés como segundo idioma, y en una reunión él llega con su termo con este mensaje, okay God I get it, I get it, entiendo. Como dices hasta en la sopa salía, be still Sam, entiendo.

En el momento que recibí esa Palabra reconocí sin duda que era de Dios, no problem, I get it God, pero me fue y sigue siendo una lucha conocer cómo se hace eso. Piénsalo: ¿cómo espera Dios que estemos quietos?

Estar quieto es más difícil de lo que tal vez parece. Los padres aquí parecen muy familiarizados con la expresión: estáte quieto. Lo han dicho quizás en un viaje al asiento de atrás en un viaje quizás de aquí a Nueva York, ¿cuánto dura eso, verdad? nosotros somos iguales, se nos hace difícil estar quietos, es interesante.

Una de las Palabras que he recibido en este tiempo vino de la hermana María Fernanda Alzamora, esposa del Evangelista Juan Carlos Alzamora, ella le compartió una Palabra al Pastor Roberto, yo no sé cuántos de ustedes se acuerdan, y ella le dijo al Pastor de parte del Señor que el Señor lo estaba llamando a luchar por estar quietos.

Interesante, una traducción de este texto lee en vez de decir: “estad quietos y conoced que Yo soy Dios” dice: “Para de luchar y conoced que Yo soy Dios”, o sea, tomando la Palabra de esa hermana Maria Fernanda y esta Palabra suena así: luchad para parar de luchar, ¿los confundí?

El Señor lo estaba llamando: “Tienes que parar para parar de luchar y conoced que Yo soy Dios.” Parece una contradicción pero no lo es, ¿sabe por qué? gramaticalmente estad quietos es una frase verbo, es algo que hacemos; más bien es algo que somos, un estado al que el Señor quiere que lleguemos como cristianos, cristianos que hemos entendido cómo estar quietos delante del Señor y conocer que Él es Dios, pero, ¿cómo se hace eso?

Tuve que venir ante el Señor y admitir: Padre, a la verdad, pensándolo bien no sé cómo estar quieto como Tú lo esperas, múestrame, enséñame. Yo les invito a ustedes a que hagan lo mismo, muéstrame Señor cómo estar quieto delante de Ti.

Y primero Dios me tuvo que mostrar lo que no era estar quieto, lo opuesto a estar quietos. O sea, la Palabra me tuvo que mostrar cosas que tuve que dejar de hacer que Yo estaba haciendo que eran lo opuesto a estar quieto, por lo menos tres cosas que Él me está llamando a dejar de hacer para estar quietos comenzando con la número uno: No te afanes, no temas, no te afanes.

¿Sabe? muchas veces en lugar de llamarnos a estar quieto encontrarán que la Palabra nos llama a no temer o no afanarnos, es lo mismo, es la misma declaración. Si no dice estad quietos te dice lo opuesto, no temas, pero es el mismo mensaje viniendo de parte del Espíritu Santo, como esta declaración en el versículo 2 del Salmo 46 que estamos leyendo juntos ahora. Declara el versículo 2 del Salmo 46: “Por tanto, no temeremos; aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar; Aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su bravura.”

En otras palabras Samuel, no temas, no te desesperes ¿por qué? versículo 1: “Dios es un nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones”, versículo 5: “Dios está en medio de ella; no será conmovida. Dios la ayudará al clarear la mañana.” Versículo 7: “Jehová de los Ejércitos está con nosotros; Nuestro refugio es el Dios de Jacob.”

Selah, casi nunca pronunciamos esa palabra. Los cantantes aquí saben lo que es esa palabra, es una indicación hebrea a los cantantes para que aquí guarden silencio y pausen, a eso es a lo que nos está llamando el Señor. Se oye bello ¿verdad? gloria a Dios.

Pero lo difícil es estar consciente: una cosa es declarar: “Dios está conmigo, Dios está conmigo” confesarlo, (cantando) “Dios es nuestro amparo, nuestra fortaleza”, lo difícil no es declararlo, sino estar consciente que Dios, ese Dios, el Dios de lo invisible está con nosotros y como quiera tememos, por más que nosotros lo declaramos, tememos.

¿Se acuerdan cómo Jesús se echó a tomar una siesta en la popa del barco mientras una tormenta violenta azotaba la cubierta del barco, cómo ellos reaccionaron? Jesús se está echando su siestita en la popa, el viento está destruyendo las velas, despiertan a Jesús y Jesús se levanta, yo me lo imagino con esa calma ¿y cuál es el problema? cuál es el problema, el problema hermano nos va a tragar, nos vamos a ahogar, ¿no te importa? literalmente dicen, ¿no te importa? nos va a tragar el mar Jesús, dicen, hello (sonidos del viento soplando). Calla, enmudece, estáte quieto, hubo gran bonanza.

El versículo 40 de Marcos 4 tiene a Jesús mirando a los Discípulos y preguntándoles: ¿por qué estáis así de amedrentados? ¿cómo no tenéis fe? “Entonces temieron con gran” ahora sí, si no tenían miedo, “con gran temor se decían el uno al otro: ¿quién es este que aún el viento y el mar le obedecen?” y la respuesta es que Él, el mismo Señor, el mismo Dios que se estaba su chopita en la popa del barco es el mismo Dios del Salmo 46: “Bramaron las naciones, titubearon los reinos, dió Él Su Voz y se derritió la tierra” es el mismo Dios, está con nosotros, y nos tenemos que entrenar a condicionarnos al hecho de que Él está cerca, Él está cerca y no temer.

Primero, no temas, no te afanes. La segunda cosa que tenemos que dejar de hacer si queremos conocer de estar quietos es: no hagas nada apresuradamente, no hagas nada apresudaramente, no te adelantes tomando el asunto en tus propias manos ¿qué quiere decir con esto? hoy está Dios diciéndote: Te veo, vengo por ti, dices: gloria a Dios, pero no sé si es que no le creemos o lo encontramos un poco lento, o perezoso, ¿por qué no le damos la mano? le damos la mano y lo ayudamos.

¿Te acuerdas cómo nació Ismael el hijo de Abraham? Dios le prometió a Abraham y a Sara un hijo a pesar de su edad avanzada, cerca de cien años tenía Abraham pero Dios se tardó en cumplir la promesa. Tal vez muchos de nosotros tenemos aquí una promesa que Dios nos dió hace años y nosotros estamos todavía esperándola.

Y Sara y Abraham decidieron darle a Dios una mano con la promesa. Abraham tuvo un hijo con Agar, Sara le dice a Abraham: mira, mete mano (risas) Dios entiende, tal vez esté en la Voluntad de Dios, gloria a Dios, mete mano y que Dios vaya contigo, y de ahí salió Ismael, Ismael.

Y hermanos como estaba declarando la hermana Ibelice: hasta el sol de hoy eso es un desastre la relación entre la descendencia de Ismael y la descendencia de Isaac. Tal vez Dios se puede glorificar en el asunto y lo hará porque nos ama y no nos abandona pero yo les puedo asegurar que no era el plan de Dios para Abraham y Sara, y un Ismael no es lo que Dios tiene en mente para ti tampoco.

En nuestra desesperación somos capaces de crear, tengan cuidado con esto mis hermanos, en nuestra desesperación somos capaces de crear un Ismael, un Ismael hermanos. Tal vez dejar la Iglesia o tal vez dejar tus estudios, o dejar tu trabajo, mandar un mensaje enojados en facebook y regarla por los cuatro vientos, y para salir uno de uno estiramos la verdad un poco ¿verdad? o las reglas del trabajo, o más peligrosamente la ley para salir de una prueba.

Consecuencias a veces graves acompañan nuestros Ismaeles. Dios en Su Amor y Su Gracia recoge los pedazos, limpia los baches que dejamos, no se aparta de ti, se compromete a trabajar contigo a pesar de ser cabeciduro pero no es lo que Él tenía en mente para ti. Estoy seguro que muchos de los planes que yo estaba fraguando en ese momento esa noche hubiesen dado a luz a un Ismael, quién sabe si hoy día yo estuviera aquí, Satanás hubiera impedido que hoy en este día usted oyera este mensaje si hubiera elaborado mi plan B y no esperado a quien llegó, gloria a Dios, al tiempo de Él y de la manera de Él.

Pero imagínate: un día en la gloria explicando al Señor, el Señor preguntando: Samuel ¿qué estabas tú pensando, por qué hiciste eso? ¿no te dije Yo que venía por ti? ¿por qué no me esperaste?

No te apures, yo estoy seguro que ahí ya corriendo por el patio tengo un par de Ismaeles ya que Dios en Su soberanía me ha visitado con Su Gracia, pero yo lo que quiero es la perfecta Voluntad de Dios para mi vida y eso es lo que quiere usted.

Número tres, la tercera cosa que tenemos que dejar: no guardes pensamientos negativos, no guardes pensamientos negativos. Ira, rencores, resentimientos, etc. Tal vez tus temores no te llevarán a hacer algo apresurado, es más, quizás ni siquiera estás en posición de hacer nada, pero en lugar de eso internalizas tu temor, internalizas tu estrés y te envenenas tú mismo guardando rencores contra gente que quizás no ve las cosas como tú o que estás convencido que te han hecho daño, o que te han quitado algo, o negado algo que tú piensas que mereces, un patrón, un ex amigo, un ex esposo, una ex esposa, un Pastor, ese rencor al pasar el tiempo se convierte en resentimiento, dale al resentimiento un tiempo y viene a ser amargura, amargura contra el mundo entero en tu corazón y a la larga convirtiendo tu corazón en un basurero, tu corazón, el templo del Espíritu Santo, contristándolo dentro de ti.

Eso nos advierte Efesios capítulo 4, eso es como tomar un dumpster y regarlo aquí en frente al altar y convertir eso en tu corazón. Estar quietos requiere que quitemos como dice Efesios capítulo 4 versículo 31: “Quitad toda amargura, enojo, gritería y maledicencia, y toda malicia; antes, sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándonos unos a otros como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.” Oigan el mensaje del Pastor la semana pasada acerca de la gracia, es la misma idea.

Aquí estad quietos y conoced que Yo soy Dios es un llamado a dejar que Dios pelee nuestra batalla con las armaduras de Él y no las nuestras, las armas de Dios no son de este mundo pero son más efectivas. Es más, uno de mis textos favoritos en este Salmo glorioso para mí es el versículo 9: “Nuestro Dios es el Dios que hace cesar las guerras hasta los fines de la Tierra, que corta el arco, que quiebra la lanza, que quema los carros en el fuego” el método de Dios tal vez no es el método que usted prefiere porque el método de Dios es exterminar guerras y contiendas de una vez y establecer Su paz, Su bienestar.

No ganas tú, no gana ella, no gana el otro, el que ganó fue Dios y si nosotros somos Su criatura, si tú eres la niña de Sus ojos y Dios gana, hey, ganaste tú también, más hubieses tal vez tú perdido en ese embrollo. No te preocupes por intentar amoldar los corazones de otros, estáte quieto. No te preocupes por los corazones de otros, eso no se toca, eso no nos toca a nosotros.

El corazón del Rey dice la Palabra y de todo el mundo está dice ¿dónde? en la Mano de Jehová, y si de algo te tienes que preocupar usa esa energía para ocuparte de tu propio corazón, tu propio corazón, en serio, ¿qué ve Dios al ver tu corazón?

Cuando estés a solas delante del Señor trae eso y muchos de estos resentimientos, rencor, amargura, cuando se antojan visitarnos es precisamente en nuestros momentos de oración, un bombardeo en ese momento. Abrimos la Palabra, nos estamos quietos y Satanás lo menos que quiere es que usted tenga comunión con el Espíritu Santo. “A ti te encanta la amargura, a ti te encanta el rencor, ¿te acuerdas lo que te hicieron?” mire y usted desgasta ese tiempo precioso en veneno cuando debes decirle al Señor: hazme un hombre de amor, que tú veas amor, benignidad, misericordioso, una práctica de perdonar ofensas, que Dios no encuentre nada que limite Su Gracia en ti y de eso se trata.

Yo quiero que mi corazón sea un canal limpio por el cual corra la Gracia de Dios y me alcance Su Gracia y Su revelación, de eso se trata, y deja que Dios se encargue de los corazones de otros. Entrégaselos a Dios, trae tu lista de enemigos, Nixon parece que tenía en una caja fuerte (ríe), mira trae tu lista de enemigos, sácala y no salgas de aquí sin traerla a los pies del Señor, mejor dicho, clávala en la cruz y déjala allí; es más, especialmente si tú eres uno de esos enemigos.

Muchos de nosotros cargamos resentimientos contra nosotros mismos redargüidos por Ismael, deja eso, la sangre de Cristo cubre multitud de pecados, el Señor te perdonó. Si Dios te dice: Te amo tú le dices: gracias, si Dios te dice: Te perdono tú le dices: gracias, si Dios te dice: Borrón y cuenta nueva tú le dices: gracias Jesús; clávalo a la cruz y no dejes que eso te cargue tampoco.

Mis hermanos: si eso es lo que tenemos que dejar de hacer ¿cómo es estar quietos Pastor? ¿cómo dice el versículo 10, de nuevo? estad quietos ¿y qué? y conoced que Yo soy Dios. Otra traducción: para de luchar y conoced que Yo soy Dios. Para de luchar por ser el jefe de tu propia vida, de tu propio mundo y conoced que Yo soy Dios, y no tú.

Otra manera en que ese texto ha sido traducido es esta: “Estad quietos y conoced el Yo soy.” Eso es una manera legítima de traducir esa frase hebrea, estad quietos y conozcan. Llegas a conocer el gran Yo soy y eso es lo que Dios quiere a través de eso. Usted ve una lucha, usted ve un problema, usted ve un reto, usted ve su peor pesadilla desarrollándose delante de usted, usted ve un león que lo quiere tragar vivo, Dios ve una oportunidad de mostrarte Su gloria, Dios ve una oportunidad para que usted de una vez sepa quién es verdaderamente, usted ha cantado del Dios Todopoderoso, del Dios invencible en batalla, el Dios que provee, el Dios que sana, el Dios vivo, el Dios que resucitó de entre los muertos, pero hasta que usted no esté en un buen aprieto no lo va a conocer, no lo vas a conocer, y si estás luchando, y estás tratando de maquinar y salirte con la tuya, yo voy a resolver esto, confieso que Dios es mi Salvador, mi rescatador, pero sigues luchando el Señor en Su amor paternal te agarra y te dice: Oye muchacho estáte quieto, déjame eso, déjame trabajar aquí, déjame aquí y mostrarte Mi gloria.

Yo te oigo dice Tu Redentor, vengo por ti. De nuevo ese texto en Zacarías lee: “Alégrate mucho hija de Sión, da voces de júbilo hija de Jerusalén; he aquí tu Rey vendrá a ti” y hasta aquí nosotros todos decimos: gloria a Dios, pero luego sigue: “justo y salvador, humilde y cabalgando sobre un asno” no un caballo de guerra, “sobre un pollino” además, “hijo de una asna”, entra el Señor cabalgando sobre un pollino de una asna, aquí llegué a tu rescate.

Y tú no dices nada pero tú lo miras un poco raro y el Señor dice: ¿No soy lo que esperabas? no Señor yo esperaba Tú sabes como en las películas mexicanas esas con todos Tus powers, y revólveres por donde quiera, y rodeado de una caballería, no sé, como el héroe del Señor de los Anillos, algo así, pero ¿ni siquiera encontraste la mamá, tenía que ser el pollino?

¿Sabe? Él no tiene que llamar la atención cuando llega, Él es el Rey de gloria, de gloria, la gloria del Señor le sale por los poros. Su Presencia es gloria suficiente.

Puede ser que resuelva tus asuntos precisamente como esperas que Él lo haga o puede ser que tenga otro plan, un plan que tal vez usted no entiende pero un plan que le traerá a él gloria y que te llevará a entenderlo mucho más profundamente que antes. Lo importante es que llegó tu Rey, llegó tu Rey y Dios nos libre de que Él no nos encuentre esperándolo.

La cruz y el Dios de gracia

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Lucas, 6:27. Y quiero hablar acerca de la gracia como el verdadero espíritu de la pascua, de la narrativa de la Semana Santa, la gracia al centro de esa narrativa. Pensando que dentro de pocos días, como habíamos dicho durante los anuncios, estaremos celebrando la llamada Semana Santa donde recordamos la pasión de Jesucristo, su sacrificio por nosotros, y su resurrección evidentemente también.

Quiero enmarcar ese tiempo con una meditación sobre gracia, la gracia de Dios y nuestra gracia que debemos también extender hacia los demás. Lucas, capítulo 6:27 dice:

“Pero vosotros los que oís os digo amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen, bendecid a los que os maldicen y orar por los que os calumnian. Al que te hiera en una mejilla preséntale también la otra, y al que te quite la capa ni aún la túnica le niegues, a cualquiera que te pida dale, y al que tome lo que es tuyo no pidas que te lo devuelva, y como queréis que hagan los hombres con vosotros así también haced vosotros con ellos. Porque si amáis a los que os aman qué mérito tenéis, porque también los pecadores aman a los que los aman y se hacéis bien a los que os hacen bien, qué mérito tenéis, porque también los pecadores hacen lo mismo. Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir qué mérito tenéis, porque también los pecadores prestan a los pecadores para recibir otro tanto. Amad pues a vuestros enemigos y haced bien y prestad no esperando de ello nada, y será vuestro galardón grande y seréis hijos del Altísimo. ¿Por qué? Porque él es benigno para con los ingratos y malos, sed pues misericordiosos como también vuestro Padre es misericordioso.”

El Señor bendiga su palabra. Yo les decía que esta semana que se acercan y de hecho en la tradición cristiana de muchas diferentes denominaciones está esta idea de esos días que celebramos en mira hacia el domingo de resurrección y para muchas iglesias y muchas ramas del cristianismo, esas semanas antes del domingo de resurrección son semanas de recogimiento, de meditación, de pensar en los diferentes eventos que acompañaron el proceso que Cristo vivió camino hacia la cruz.

Y yo quería por lo menos tomar este domingo para meditar un poco acerca de esa narrativa, ese relato de la pascua. El Señor me llevó a pensar mientras preparaba este sermón en ese amor inmenso de Dios que lo llevó a extender su vida, su poder a favor de una humanidad sumida en el pecado. La Biblia enlaza el amor de Dios con la salvación que nosotros recibimos.

Juan 3:16, el versículo más conocido de toda la Biblia, “porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado su Hijo unigénito,” su único hijo, hay un misterio allí bien grande. El lenguaje de la biología humana pero sabemos que la relación de Jesús con el Padre va más allá de eso que conocemos como hijo–papá, es algo mucho más profundo, pero es una aproximación a lo que es la relación entre el padre y el hijo.

Pero dice que Dios amó tanto a la humanidad que dio a su único hijo para que todo aquel que cree en ese hijo en Cristo Jesús, no se pierda sino que tenga vida eterna. El amor de Dios que fue tan grande que lo llevó a donar a Jesucristo a favor de nuestra salvación. Y eso ya de por sí que un ser entregue algo totalmente único a favor de otros, es ya algo muy ejemplar, muy espectacular. Pero lo que hace de este amor de Dios aún más llamativo es el hecho de que Dios extendió ese amor a los que no lo merecen, ni lo merecían.

Dios no salvó a una humanidad que lo amaba y estaba buscando de él y adoraba al único Dios, sino que extendió su gracia y su misericordia hacia una humanidad que estaba perdida en el pecado, totalmente ignorante de él y hacia esa humanidad el Señor extendió su amor. Una humanidad que no lo merecía.

Y eso nos lleva a meditar en lo que es la gracia. Ese concepto de gracia, caris en el griego original, es bien importante en toda la teología cristiana, está detrás de esa idea de la gracia o caris, es esa idea de dar algo de valor a alguien o algunos que no lo merecen, esa es la idea cuando hablamos de la gracia de Dios, caris. De donde viene la palabra caridad, por ejemplo, es esa idea, de la caridad o el amor de Dios, la gracia de Dios que asignó a su Hijo a una humanidad que no lo merecía.

Se ha dicho que gracia es darle a alguien lo que no se merece y no darle a alguien lo que se merece. Y si usted examina esa idea eso es lo que Dios hizo con nosotros, nos dio algo que no merecíamos, nos dio la salvación, reconciliación con él, nos dio a su Hijo Jesucristo para que fuéramos salvos por medio de él, y nosotros no estábamos ni siquiera deseando eso. La humanidad estaba muy contenta en ese tiempo cuando Cristo vino al mundo, estaba sumida en su pecado. Luego vamos a ver un poquito de eso.

Es decir, que Dios nos dio algo que no nos merecíamos. Pero también hizo algo maravilloso y es que no nos dio lo que merecíamos, porque en ese estado pecaminoso de haber ofendido la ley de Dios, lo que nosotros merecíamos era ira, castigo, justicia, pero Dios no nos dio eso, sino que nos dio reconciliación por medio de Cristo Jesús, nos dio el perdón de los pecados.

Si usted puede ir a Efesios, capítulo 2, un momento, del 3 al 5, allí dice:

“Todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, es decir, nuestra carnalidad, nuestra humanidad irredenta, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos – porque el pecado no es solamente los pecados inmorales con los cuales asociamos normalmente el pecado, pero qué de vivir solamente conforme a la razón, como vive tanta gente, conforme a la ley del tiempo y el espacio, creyendo que la vida es puramente horizontal, lo que está contenido dentro de esta realidad que nosotros vemos, tocamos, palpamos, porque dice aquí:

“… la voluntad de la carne y de los pensamientos…” Sabe que la tiene una enemistad no solamente contra la parte animal nuestra sino con la parte puramente racional muchas veces que trata de limitar el mundo a lo material y a lo que podemos constatar con nuestros cinco sentidos, empobreciendo lo que es la experiencia humana que va mucho más allá, infinitamente más allá de lo puramente material, temporal. Y hay mucha gente que se irá al infierno no porque sean grandes pecadores sino porque han limitado a Dios a la razón, grandes intelectuales, grandes filántropos, grandes hacedores de bien, grandes músicos y artistas que por su racionalidad no han podido acceder el misterio de Dios.

Y es importante que Pablo haga esa aclaración porque la mente puede ser tan enemiga de Dios como lo puede ser la carne. Entonces él dice, “la voluntad de la carne y de los pensamientos y éramos por naturaleza hijos de ira lo mismo que los demás.”

En otras palabras, por naturaleza, eso es algo bien interesante porque Pablo está diciendo aquí que la verdadera naturaleza del hombre, la mujer, que no ha tenido un encuentro con Dios es ser un hijo de ira. En otras palabras, carne de cañón como dicen por allí. Tu estás destinado a la muerte. Estructuralmente tu eres un reo de la ira de Dios y se requiere un acto de gracia de parte de Dios para cambiar tu estado de ira a un estado de reconciliación y trato con Dios.

Por eso es que todo ser humano no importa cuán desarrollado sea en benevolencia, en buenas intensiones, en buenos actos, si su vida… es como una reacción química, se necesita un catalítico, una energía que rompa las divisiones entre diferentes esencias y las haga una sola y las una, si no se da esa chispa enérgica de Dios uno se queda muerto, un hijo de ira. Ahora cuando Cristo entra en nuestra vida, cuando estamos en relación con él, esa chispa de vida añade exactamente la cantidad de energía que se necesita para crear algo diferente. Y eso es lo que se llama nacer de nuevo.

Por eso es que Cristo le dijo a Nicodemo, un fariseo bien desarrollado, un hombre muy intelectual, muy religioso, Nicodemo vino donde Jesucristo para hablarle de teología y esto y lo otro y para impresionarlo con su conocimiento y el Señor lo paró y le dijo, “un momentito, si tu no naces de nuevo, si alguien no naciere de nuevo no puede entrar al Reino de Dios.” eso que la Biblia llama nacer de nuevo quiere decir precisamente cuando Dios activa tu espíritu y te convierte de un mero ser biológico a un ser verdaderamente espiritual, activado por Dios y entonces tu naturaleza humana, carnal, terrenal, adquiere otra dimensión. Tu naces de nuevo.

Y si no se da ese proceso tu te mantienes como una materia inerte, puramente existiendo en el tiempo y el espacio, pero no tienes el espíritu de Dios activado dentro de ti porque esa es tu verdadera naturaleza, ser reo de ira.

Entonces habla de que éramos prisioneros por naturaleza de la ira lo mismo que los demás, pero mire el versículo 4, “pero Dios que es rico en misericordia, en gracia, por su gran amor con que nos amó aún estando nosotros muertos en pecados nos dio vida juntamente con Cristo. Por gracia sois salvos.” Aleluya!

Gracia. Nosotros no merecíamos. Estábamos metidos en nuestros pecados, muertos en nuestros pecados, hijos de ira, pero Dios extendió su misericordia sobre nosotros e ideó un plan de salvación que se llama el Evangelio, las buenas nuevas. Entonces, esta idea de gracia inmerecida es indisociable, no se puede separar de este acto de la salvación.

Y estoy compartiendo con ustedes aquí un poco de teología pero voy hacia un final que es muy práctico. Qué es gracia? Gracia, como dicen algunos significa el amor de Dios en acción a hombres y mujeres que no merecían ese amor. Dios extendió su vida hacia nosotros pecadores que no podíamos levantar un solo dedo para salvarnos a nosotros mismos. Gracias significa que Dios envió a su hijo único a descender en el infierno de la cruz de modo que nosotros culpables pudiéramos recibir reconciliación con Dios y tener diálogo con las cosas del espíritu.

Qué nos dice Romanos capítulo 3, versículos 22 al 24? Dice, “la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo para todos los creen en él, porque no hay diferencia por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios siendo justificados gratuitamente por su gracia mediante la redención que es Cristo Jesús.”

En otras palabras, otro texto importante es eso que nos dice que la gracia de Dios se hace real en nosotros por medio de un instrumento que se llama Cristo Jesús. Eso es importante para añadirle otra capacidad a este proceso. Dios nos ama, Dios nos redime aunque no lo merecemos, eso constituye un acto de gracia y Dios lo hace a través de su Hijo Jesucristo. Y entonces aquí habla de esto de la fe, de nosotros creer en ese Señor Jesucristo que Dios mandó para nosotros.

La gracia de Dios se activa en un hombre, en una mujer cuando nosotros recibimos a Jesús y lo personalizamos como nuestro salvador, cuando escribimos nuestro nombre al final de esa página que escribe la narrativa del Evangelio, cuando nosotros apropiamos ese acto de gracia de Dios entregando a su Hijo Jesucristo, entonces esto se hace una realidad en nuestra vida.

Y hay muchos textos que podemos usar para continuar desarrollando, por ejemplo Efesios, capítulo 1, versículo 7. Solo quiero montar algo aquí en este momento antes de ir a lo que verdaderamente me interesa. Dice hablando de Jesucristo:

“En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados, según las riquezas de su gracia en Cristo Jesús que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia.”

Y qué de Romanos 5:17, “Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte mucho más reinarán en vida por un solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.”

Aquí el Apóstol Pablo está hablando de Adán y de Jesucristo. Cuando ese primer hombre, esa primera generación humana pecó en el huerto del Edén y violó el mandamiento de Dios, eso desató una serie de consecuencias negativas en el cosmos, en la economía humana. El pecado de Adán rasgó ese velo delicado de la perfecta santidad en que Dios creó el universo, entró un elemento de contaminación en el perfecto universo que Dios había creado. Y eso tuvo ramificaciones para toda la tierra que todavía están con nosotros. Es decir, que Adán, Eva, al pecar y violar la ley de Dios hubo unas consecuencias terribles. Pero qué dice? Que el segundo Adán, que es Cristo Jesús, por medio de su acto también, porque Adán pecó por un acto que fue una violación de la ley de Dios, Jesús por el acto de montarse a la cruz, morir por nuestros pecados, neutralizó esa ofensa de la caída.

Y ahora todos aquellos que se acogen a ese acto de gracia de Jesucristo pueden recibir salvación y vida eterna. Entonces el acto de Adán trajo cierto grado de maldad al mundo, pero el acto de Jesús cubrió y sobrepasó la ofensa de Adán. Así que en Cristo Jesús nosotros tenemos una bendición mucho más grande, más extensiva. Y yo creo que también tenemos más obligación entonces de servir más al Señor, en todos los sentidos, ser más fieles al Señor porque ese acto de Jesús fue un acto sin precedentes totalmente maravilloso y con unas consecuencias extraordinarias.

Entonces tenemos esta idea de que Cristo hace posible esa gracia de Dios y nosotros al recibir ese acto de Jesús entonces pasamos a ser beneficiarios de lo que Cristo hizo en la cruz del calvario por medio de la gracia de Dios.

Ahora, mi principal deseo esta tarde, hermanos, no es darles una lección de teología cristiana, eso es muy bueno, lo que yo quiero es establecer el fundamento para algo que para mí es más importante, y yo creo que para ustedes me parece mucho más práctico y más valioso. Esta es la parte de la aplicación del sermón.

Lo que quiero decir es que Dios nos llama a vivir en una manera similar a la manera en que Cristo vivió. Dios nos llama a comportarnos en el mundo con esa misma conducta de gracia y de misericordia por los que no merecen gracia o misericordia. Dios nos llama a expresar ese mismo corazón generoso, compasivo, que Dios puso en evidencia por medio de la cruz del calvario y el relato de la Semana Santa y del domingo de resurrección.

Es decir, lo que yo quiero poner en sus mentes y en la mía es que esa semana santa no es simplemente un evento histórico que recordamos sino que representa un estilo de vida que nosotros tenemos que abrazar. Como Dios es misericordioso nosotros también tenemos que ser misericordiosos. Como Dios es un Dios de gracia nosotros también tenemos que tener gracia para con los demás, porque esta es la esencia del Evangelio.

Sabe lo que hace distintivo el Evangelio, el cristianismo? No solamente en mi opinión, sino en la opinión de muchas personas más sabias y más doctas que yo, el distintivo del cristianismo es eso que está en el corazón del mensaje del Evangelio que es la gracia, la misericordia, el amor. Yo creo que cuando uno compara todas las demás religiones del mundo, claro que sí, son religiones exaltadas y dignas de respeto, pero yo creo que ese elemento de la gracia y de la bondad y el amor para con el enemigo, para con la persona que no merece favor, está en el corazón mismo del Evangelio, el darle a los demás lo que no merecen y no darles lo que merecen.

Esta es la esencia de la narrativa del Evangelio. Y digo esto con mucho respeto, porque cuando hablo de otras religiones quiero que sepan que hablo en una manera muy respetuosa, pero honestamente, hoy en día por ejemplo hay mucha controversia acerca del islam, el islamismo, el mundo musulmán y hay un debate de si islam es una religión de odio y de violencia o no lo es, etc. y cuando yo comparo, de nueve con todo el respeto que se merece el islamismo, y examino los textos del Corán y examino los textos por lo menos del Nuevo Testamento, aunque les voy a mostrar que eso está en todas las páginas de la escritura, desde Génesis hasta Apocalipsis, es claro que en la narrativa cristiana hay un contenido inevitable que no se puede ignorar y que uno se tropieza con él continuamente cuando uno examina las páginas de la escritura, de un llamado hacia el amor, la misericordia, la gracia, el perdón, la bondad.

Esto es la esencia. Cuando usted le pregunta a alguien acerca de Jesús y sus enseñanzas, mucha gente, aún los que no conocen de la Biblia, qué van a mencionar? El sermón del monte. Sabe que el sermón del monte ha pasado de ser un texto meramente cristiano a ser uno de los grandes legados culturales de toda la humanidad? Mucha gente, aún ateos, conocen del sermón del monte. Y qué es lo que está en el sermón del monte? Esas palabras que yo leí al inicio de nuestro sermón de amar al enemigo, de bendecir al que te maldice, de hacer bien a los que quieren hacerte daño a ti.

Y Cristo mismo lo ejemplificó. Cuáles fueron unas de sus últimas palabras en la cruz? Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen. Se extendió hacia aquellos que estaban crucificándolo y burlándose de él y buscó una excusa para que Dios los perdonara. Dijo, es que Señor, son ignorantes. También extendió su gracia hacia ese criminal que estaba al lado suyo y que le dijo, “hey, acuérdate de mí cuando estés en tu reino.” Quizás él ni siquiera sabía quién era Jesús pero sabía que era un hombre especial, algo había allí y ese hombre tenía poder, ese ser tenía poder para entrarlo en ese lugar donde él quería estar después de la muerte. Y el Señor no se puso a exigirle una cantidad de cosas, sino que le asignó gracia, le ministró.

Qué cosa más interesante. En la cruz él bendijo a un hombre y lo incluyó en el plan salvador de Dios. Gracia. Y no solamente eso sino que una de las cosas más conmovedoras es que el Señor está allí crucificado y uno no se imagina lo que era la cruz, tan terrible método de tortura, y allí él ve a su madre María, y al discípulo que él amaba mucho, Juan, y se preocupa por qué va a pasar con su mamá cuando él se muera, ya una mujer probablemente un poco más avanzada de edad y le dice a Juan, “Juan, trátala a ella como si fuera tu mamá,” y a María le dice, “trátalo a él como si fuera tu hijo.” Le dijo, “Madre, he ahí tu hijo, hijo, he ahí tu madre.” Y desde ese momento dice que María vivió en la casa de Juan.

Mire al Señor preocupándose por el plan de retiro de su mamá mientras está ahí en la cruz, crucificado. Usted cree que si usted está ahí siendo torturado usted va a pensar en cosas parecidas? Pero es que Cristo rebozaba gracia, su persona es gracia. Cuando la mujer con el flujo de sangre lo toca sin que él se dé cuenta por detrás para robarle bendición al Señor, el Señor ni siquiera se percata, él está haciendo sus cosas, hablando con la multitud, cuando ella lo toca, dice que gracia salió de él y ella fue sanada instantáneamente. Y cuando el Señor sintió esa descarga de vida que salió de él y de sanidad, él dijo, “’Quién me ha tocado?” y los discípulos dijeron, “Señor, pero cómo que quién te ha tocado si tu estás rodeado de una multitud? Todos te están codeando, están empujándose contra ti.” Dice, “alguien me ha tocado porque virtud salió de mí, gracia salió de mí.”

Es que el Señor era como esos dinamos que unos ve en Sommverville cuando yo viajo hay un sitio que está cerrado con mayas protectoras porque ahí hay una estación de electricidad. Si usted se mete allí y toca uno de esas cosas se electrocuta y se carboniza completamente, porque tienen energía, son energía en sí. Si usted se pega de ellos su naturaleza es eso.

La naturaleza de Cristo es gracia y virtud. Si usted se pega a él lo toca, hace contacto con él, virtud sale de él, misericordia, amor, bendición, y esa es la esencia del Evangelio. El hecho de que Cristo entra al mundo por un acto de gracia y sale del mundo con un acto de gracia. Y esa gracia Dios nos dice, ahora yo quiero que tu se la extiendas también a los demás porque esa es la esencia misma.

Hay personas que dirían, bueno sí, eso es cierto, eso está en el Nuevo Testamento pero en Antiguo Testamento es un texto de odio y de genocidio y de guerra y hay unos textos bien difíciles. A veces queremos como dividir la revelación de Dios y es como que el Señor tuvo su tiempo de adolescencia en el Antiguo Testamento y después en el Nuevo Testamento ya se arrepintió de los errores de la juventud y ahora ya es más sobrio, más amoroso, más misericordioso a través de Cristo Jesús. No. toda la narrativa de la Biblia es una narrativa, usted se tropieza continuamente con actos de gracia.

Piense en Génesis capítulo 3, creo que versículo 21, cuando Adán y Eva pecan y el Señor les está diciendo, “Miren, ustedes han cometido un grave error y hay consecuencia, yo se los había dicho. Ahora ustedes han dañado las cosas.” Pero ya el Señor está pensando en la redención y la salvación de la humanidad. Y cuando Adán y Eva participan de ese acto que él les había dicho, no coman de ese árbol, yo creo que era algo simbólico ese árbol, se le abren los ojos. Hasta entonces eran como inocentes.

Cómo pasó eso? no me pregunte a mí. La mente humana es increíblemente maravillosa y multi dimensional y hemos visto muchas veces que cuando yo he hablado de perspectiva, de cómo a veces uno puede estar en un estado y uno se pregunta… a cuántos les ha pasado que están manejando– Quizás yo porque ya tengo unos cuantos años encima –, pero usted está manejando y de momento tiene como un microsegundo de que usted está pensando, dónde estoy? Sí o no? eso le pasa a cualquiera. Pero como que es un microsegundo y entonces como que de momento el mundo vuelve a ensamblarse y usted dice, ah, estoy en Sommerville, en Union Square, y será mejor que ponga la mano en el guía otra vez. Es un instante y entonces usted dice, guau, qué raro, cómo yo me sentía en ese momento?

La mente es maravillosa. Adán y Eva estaban así, yo creo, antes de pecar, se miraban el uno al otro, desnudos, en cueritos en pelotas, como dicen los dominicanos. Y para ellos estaba de lo más chunchun, muy bien, todo bien. Adán miraba a Eva, Eva a Adán y felices los dos. De momento cuando ellos ingieren de esta sustancia que es la que ayuda a discernir el bien y el mal, yo pienso que es como la razón crítica. Es interesante lo que ellos… es el hombre crítico, el hombre racional, la razón se convierte en un obstáculo para tener intimidad con Dios.

Por eso es que muchas veces Cristo dice, el que no se hace como un niño no puede entrar al reino de los cielos. Porque Adán y Eva cuando eran como niños se veían y estaban perfectamente felices y tenían una relación perfecta con Dios, cuando su mente se abre y ellos desarrollan la capacidad para discernir diferentes estados, de momento se dan cuenta, guau, Adán no está tan bonito como yo pensaba. Y comienzan a sentirse incómodos el uno con el otro.

Pero sabe lo que Dios hace? Se convierte en un diseñador de ropa. El primer diseñador de ropa es Dios. Porque dice que Dios les hizo unas túnicas a ambos para cubrirlos. Mire, Dios está enojado con ellos, está viendo que le han dañado la fiesta y ahora va a tener que arreglar este lío en que ellos lo han metido, y sin embargo está pensando en su comodidad y en su confort psicológico. Yo creo que eso fue un acto simbólico del Dios que se preocupa por nosotros, un Dios de gracia, un Dios de misericordia, un Dios de bondad, quería que su criatura…

Es como cuando un niño rompe un vaso y tira el jugo sobre esa alfombra que usted acaba de comprar y mientras usted tiene ira con él, pero se le metió una pequeña astilla en el dedo y usted está preocupada para sacarle la astilla también mientras piensa, ahora cómo voy a arreglar este tollo que ha hecho este muchacho aquí.

Dios es un Dios de gracia. En los mismos albores de la humanidad Dios está mostrando su misericordia, su gracia, su perdón y le está diciendo a la mujer, “sí, la serpiente te mordió en el calcañar pero tu la vas a pisotear en la cabeza por medio de Cristo Jesús cuando él venga.” Estaba pensando ya en la redención que había de venir a través del fruto de la mujer.

Y ustedes recuerdan en el Antiguo Testamento hace unos 3, 4 domingos yo prediqué acerca de Eliseo y los sirios cuando los sirios vienen a capturar a Eliseo y llevárselo cautivo y Dios los pone en otros de esos trances de los cuales estoy hablando. Y Eliseo les dice, “vengan conmigo que yo los voy a llevar a donde ustedes están buscando.” Ellos están como, okay, gracias, vamos allá. y se los lleva y los mete al corazón mismo de Israel, Samaria, y cuando ellos se despiertan de su trance están rodeados del ejército de Israel.

Y qué le dice el rey de Israel? De nuevo, este es el hombre carnal, el rey de Israel representa el hombre que no vive por gracia sino por venganza. Le pregunta a Eliseo, “Papá, qué tu quieres que hagamos, los matamos?” y Eliseo le dice, “No, hombre, cómo tu vas a hacer eso? cómo tu vas a coger a gente que Dios ha entregado en tus manos y los vas a matar? No, vamos a darles comida, vamos a hacerles un sancocho y que coman acá y vamos a mandarlos de regreso a su casa.” Gracia. Ve, el hombre irredento lo que quiere es ojo por ojo, diente por diente, voy a exterminar a mi enemigo, lo voy a matar, lo voy a destruir. Pero el corazón de Dios es, no, dales de comer.

Me recuerda a las palabras de Pablo, si alguien quiere tu mal dale de comer, dale de beber porque ascuas de fuego amontonará sobre su cabeza. No pagues el mal con el mal sino bendice porque con eso lo vas a hacer más reos de la justicia de Dios. No busques tu propia venganza.

Entonces vemos una y otra vez, hermanos, que en el corazón de la escritura está este concepto de gracia, misericordia y bondad. Eso está en toda la Biblia. Y esa idea de Eliseo extendiéndole gracia a los sirios nos recuerda, hermanos, de nuevo la esencia de mi sermón y es que nosotros también tenemos que ser un pueblo de gracia y de misericordia. Congregación León de Judá eso es lo que yo quiero dejar plasmado en tu corazón y en tu espíritu esta mañana.

Nosotros tenemos que ser un pueblo de misericordia y de gracia. Y una de las cosas que hace la gracia es que va en contra de la naturaleza biológica y le da amor y cuidado y atención a los que no debieran esperarlo de nosotros. El Señor dice en Lucas, el texto que leí, en el versículo 32, “porque si ustedes aman a los que los aman qué mérito tienen.”

Sabe que la palabra mérito traducida es la misma palabra en el griego original, coiné, en que fue escrito el Nuevo Testamento, es la misma palabra caris que es gracia. Entonces, el Señor dice, pero si ustedes aman a los que ya los aman, qué gracia están ejerciendo? Porque gracia es cuando tu te extiendes más allá de lo que es normal, común y fácil de hacer.

Qué es lo más fácil? Que si alguien te ama, tu lo amas en retorno. Pero eso no tiene nada de extraordinario, eso es lo que uno hace normalmente en la vida. Si tu haces el bien a los que te hacen bien, qué gracia estás usando? Porque también los pecadores, los que no conocen de Dios hacen lo mismo. Y si tu prestas a alguien que tu sabes que te va a pagar y con un poquito de interés, qué de gracioso tiene eso? la gracia está cuando vienen ante ti y te dicen, “mira, yo necesito $100.00 para pagar la renta,” y tu miras tu cuenta de banco y tu dices, “Bueno, está bien, en nombre del Señor te lo voy a dar,” y extiendes tu mano de misericordia. Eso es gracia.

Gracia es cuando tu invitas a la persona menos popular de la escuela y te sientas a comer con ellos o los llamas por teléfono o lo haces amigo, aunque no es una persona que necesariamente puede ser un buen conversador o un amigo que traiga mucho interés a tu vida. Gracia es cuando tu le das respeto a ese maestro que es torpe en su relaciones con los estudiantes y no sabe cómo ser gracioso con ellos, y tu le das respeto.

Una de las personas que más me bendijo en mi vida a mí hace más años de los que yo ni siquiera me atrevo a decir, yo estaba en una escuela en Nueva York y había un maestro que era una muy afeminado y los muchachos se reían de él, pero era un hombre muy culto, graduado de la Universidad de Yale, enseñaba francés y un hombre muy dado a la cultura griega y todo este tipo de cosas, pero era un hombre de gestos y de modales muy afeminados y los muchachos se reían de él y lo ridiculizaban sin respeto. Yo siempre, aún en esa edad, de 16, 17 años, sentí que este hombre había que darle respeto y había que tratarlo con su rango de maestro. Y así siempre yo lo traté con mucho respeto y me lo gané. Eso ha pasado a través de la vida cuando tu vives en una postura de gracia, Dios te bendice.

Entonces, yo estaba en ese tiempo en un proceso de cambios en mi vida y yo había ido a esta escuela superior porque era una escuela enfocada en ciencia y matemáticas y después me di cuenta que no me interesaba tanto enfocar mi vida sobre las ciencias y las matemáticas y que me estaba interesando mucho la religión, la filosofía, el arte, la literatura, y este hombre un día en un encuentro que yo tuve con él, tuvimos una conversación y yo le dije acerca de mi frustración de que me encontraba en esta escuela, yo había tomado une examen para ir a ella, me había preparado y una vez que estaba allí no era lo que yo quería y estaba frustrado. Y él me dijo, “No te preocupes, mira, yo conozco una escuela donde yo creo que tu encajarías muy bien, y quiero ayudarte para que entres a ella.”

Y entonces este hombre se encargó de buscar información acerca de esa escuela y me ayudó a llenar los papeles. Inclusive me pagó el viaje, una vez que me invitaron, yo había hecho la solicitud a esa escuela, un internado muy exclusivo en el norte de Massachusetts, yo ni sabía que existía ese mundo de las escuelas preparatorias aquí en Estados Unidos, lugares tremendamente privilegiados donde solamente los muy ricos podían ir.

Y él tomó a pecho esa causa, por así decirlo, y me ayudó en todo el proceso incluyendo escribir una recomendación para mí y para gracia y gloria del Señor yo pude entrar a esa escuela a los 17 años, Phillips Academy, una escuela que es muy exclusiva, y eso cambió mi vida, cambió mi trayectoria académica, porque de allí el Señor me ayudó a ir a otra universidad y otra cosa. Pero ese fue un tiempo muy fértil en mi vida personal, intelectual y este hombre despreciado por estos estudiantes, fue el instrumento que Dios usó. Pero yo veo claramente que fue porque yo había visto el valor que había en él más allá de su gesto y de su torpeza social, y Dios me dijo, ¿sabes qué? Te voy a bendecir por eso.

Y hermanos, esa es la gracia en acción. Y tantas veces yo he visto a través de los años que la gracia es lo que defiende y es lo que permite que este mundo funcione. Sabe por qué este mundo está trancado ahora mismo como está Estados Unidos? Es como una máquina que no puede ir ni para adelante ni para atrás. Porque todo el mundo está peleando por mis derechos y lo que yo requiero. Vivimos en un mundo totalmente estéril porque es un mundo de derechos donde toda la gente pelea por sus derechos y el mundo no puede funcionar solamente a base de derechos. Tiene que haber un momento en que alguien ponga a un lado su derecho para que la sociedad entre a otro plano de funcionamiento.

Es como el matrimonio. Cuántas veces uno aconseja parejas y usted escucha a uno y a otro, y cuando usted escucha cada parte, cada uno tiene razón. Hay veces que usted se sienta en la sala – y Meche que hace consejería, podemos decir lo mismo – cuando usted escucha el argumento aislado de cada uno, cada uno tiene razón. A veces yo he tenido que orar, Padre, qué voy a decir? ayúdame, dame sabiduría sobrenatural. Y yo he visto una y otra vez que en el matrimonio a menos que uno de los dos no de un paso de gracia y misericordia hacia adelante, y deje de demandar su derecho y entre en un momento de sacrificio personal, no va a haber sanidad sino que vamos a seguir trancados cada uno demandando lo que es su derecho. Y el matrimonio es algo que exige que haya muerte para que haya vida. Cada uno tiene que morir en algo para que haya vida de la pareja. Alguien tiene que entregar algo, un poco de algo. Tiene que ser, tu das, yo doy, y alguien tiene que ser el primero.

Y en la iglesia es igual. En la iglesia cuanta división hay en las congregaciones a veces. Las iglesias, y le estamos echando la culpa al pobre diablo pero somos nosotros mismos que estamos siempre demandando nuestros derechos. Y si el pastor me pasó por el lado y no me saludó, pues ya lo raí de mi libro, lo saqué de mi libro. Si me enfermé y no me fueron a visitar ya esa iglesia no quiero volver a ella. Si yo quería tocar el piano y no me dejaron, olvídate que ya esa iglesia es una iglesia para la élite solamente.

Si alguien canta desafinado detrás de mí le doy una mirada fea y me volteo porque me está violando mi espacio. Usted ve que eso es lo que está detrás de todas las cosas en el mundo. Todas las atrocidades del mundo es por esa mentalidad de ‘mi derecho.’ El aborto dice, no, ese es el real estate de la mujer, su cuerpo es un pedazo de territorio y nadie puede entrar en él, inclusive la vida que está dentro de ella está sujeta a su derecho y ella puede coger esa vida y en su última semana de vida si ella quiere cortarla y raerla, está bien porque ese es su derecho.

Y así toda la humanidad está… ahora mismo los blancos están peleando por sus derechos. La clase trabajadora, sus derechos; el afroamericana, sus derechos; el latino, sus derechos. Hermanos, el mundo no puede funcionar bajo ese principio de derecho, porque el mundo no puede acomodar todos los derechos de cada individuo, de cada grupo.

Sabe lo que cambia el mundo? una actitud de gracia, misericordia, amor y perdón y generosidad. La fuerza más poderosa del universo es la gracia, la misericordia y el amor. Gracia es como una pedrada que usted le da en la misma frente al diablo cuando usted pone a un lado su derecho, su ira y usted cede para que otro tenga un momento de respiro, y usted dice, “Señor, te entrego este momento de silencio a ti, haz lo que tu quieras.”

Mire, en ese momento la configuración misma del universo cambia. Cuando un hombre o una mujer pone a un lado su derecho para que otros sean y ejerce un acto de generosidad está trabando manos con el mismo Señor de señores y rey de reyes porque él hizo eso, él puso a un lado sus derechos.

Filipenses 2, dice, que haya en nosotros el mismo sentir que hubo en Cristo Jesús el cual siendo igual a Dios no tomó el ser igual a Dios como algo a lo cual aferrarse sino que se despojó a sí mismo y tomó forma de hombre, y no de cualquier hombre sino siervo y se hizo obediente y obediente hasta la cruz.”

Y usted ve allí la misma cosa, ese Dios que se dio por ti, que no dije, bueno, mi derecho es quedarme allá arriba en el cielo, glorioso y divino como soy. Él no se aferró a eso sino que lo puso a un lado y se zambulló en la realidad del tiempo y del espacio. Se hizo un humilde bebé, frágil, experimentó todas las sensaciones y tendencias y tentaciones que nosotros experimentamos para que él pudiera constituirse en un representante de la humanidad y ganar liberación y salvación para cada uno de nosotros.

Pero mire lo interesante, cuando uno vive así, yo le decía eso a una joven esta semana con quien me reuní, le decía, mira, vive conforme a la gracia y se un instrumento de la gracia de Dios en este mundo porque este mundo necesita como nunca instrumentos de gracia y constitúyete en un canal de la gracia de Dios aquí en el mundo, que dondequiera que tu vayas tu seas una estación del cielo que Dios puede usar para bendecir a los que están a tu alrededor. Vive así. Sé generosa con tu dinero, con tus conocimientos, con tu tiempo. Bendice, bendice, bendice y da todo lo que tu puedas alrededor de ti en tu vida porque eso es algo revolucionario.

Y lo que yo le decía a ella es que si uno vive así entonces la bendición de Dios cae sobre la vida de uno y uno es bendecido uno mismo y levantado. Porque eso fue lo que le pasó a Jesucristo, cuando él se dio a sí mismo en la cruz del calvario, cuando él entregó su deidad perfecta y se hizo hombre, dice la Biblia, “por lo cual Dios lo levantó hasta lo sumo y le dio un nombre que es sobre todo nombre para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla de lo que está en el cielo, la tierra y debajo de la tierra.”

Eso fue lo que le pasó Cristo Jesús. Yo he aprendido que la gracia es el arma más poderosa que existen en el universo para hacernos felices y para depararnos todo lo que nosotros necesitamos en la vida. La gracia yo digo es el yudo de Dios, es lo que toma la fuerza del contrario y la torna en contra de él.

Cuando un hombre o una mujer guarda silencio ante una ofensa, cuando un esposa o un esposo se remite por un momentito a la misericordia de Dios y no agrede porque está siendo agredido o porque está molesto o lo que sea, cuando una persona cede un puesto en la iglesia para que otro pueda desarrollar su don, cuando alguien baja la cabeza porque le quitaron un puesto, porque la iglesia necesitaba eso en vez de echar pestes y salirse de la iglesia echando rayos y diciendo todas cosas malas de la congregación, y dice, Señor, yo me remito a ti. Sabe que eso se constituye, hermanos, en algo muy poderoso y la persona que aprende a vivir así será feliz siempre, dormirá bien, no tendrá que gastar mucho dinero en los médicos y los psiquiatras, gozará de mejor salud, las úlceras van a disminuir grandemente en una comunidad que ejerce gracia, se lo aseguro. La bendición de Dios va a fluir.

Entonces, mis hermanos, yo les pido y me pido a mí mismo, yo merezco aplicarme este sermón a mí mismo continuamente, seamos un pueblo de gracia, de misericordia y de amor. Y demos generosamente, yo sé que lo que yo le pedí a esta congregación hace unos meses atrás fue algo muy duro y muy difícil de que entregáramos ese servicio de las 9 para que pudiéramos alcanzar a otro sector de la ciudad de Boston, el sector anglo parlante, y que yo les decía, Dios nos ha llamado a ser más que una iglesia latina. Dios nos ha puesto a construir todos estos edificios y nos ha dado todos estos recursos financieros que hemos gozado pero no es para que los atesoremos y pongamos aquí nuestro brazo alrededor. Nadie nos toca excepto si somos latinos y hablamos español, entonces sí.

Yo sé que mucha gente se habrá preguntado, bueno, caramba, hemos dado tanto dinero, hemos hecho esto y lo otro y ahora nos quitan este servicio para dárselo a los gringos, estoy jugando. Pero lo que quiero decirles, hermanos, es que cuando uno se despoja a sí mismo como Cristo se despojó para un ideal más alto, la bendición de Dios cae como lluvias torrenciales sobre una iglesia. Esa es la gracia de Dios.

Yo les animo a vivir de esa manera en su vida. Deje de estar contando las moneditas de su justicia y de su derecho y dé, cuando la carne quiera diga, no, aguanta, guarda los bolsillos. Diga, te voy a enseñar algo, y saque y tírelo al aire para retar al diablo y retar a la carne. Y bendiga y sea generoso y usted va a descubrir una fuente de poder como ninguna otra en el universo y Dios le va a bendecir y le va a exaltar y le va a levantar. Esa es la historia de la semana santa. Esa es la historia del domingo de resurrección. Que Cristo se hizo pobre y Dios entonces lo constituyó y lo levantó de la muerte, rompió la inercia de la muerte y de la tumba y lo exaltó y le dio un nombre sobre todo nombre.

Te gustaría a ti vivir así esa vida de victoria? Sé un hombre, una mujer de gracia, de amor y de misericordia. Póngase de pie un momentito. Vamos a recibir este llamado. Yo soy el primero que tengo que aplicarme eso. Cada vez que manejo por la ruta 93, Señor, yo creo que Dios creó el túnel de Boston para mí solamente para santificarme a mí, para purificarme. Pero es así, hermanos, necesitamos decirnos esta historia una y otra vez.

Pídele a Dios ahora mismo que te haga un hombre, una mujer de gracia y vive en la gracia. Llénate de la gracia de Dios, despójate a ti mismo, hazte pobre para que otros sean ricos, hazte débil para que otros sean fuertes, perdona y desperdicia tu cash que tienes, y confía que si tu lo haces en el nombre de Jesús y para su gloria, nada te faltará, porque el Señor te constituirá en un conducto de su riqueza aquí en la tierra y de su bondad.

Dios solo le confía su poder a aquellos que primero han aprendido a vivir con gracia, recuerde eso. Padre recibimos tu palabra. León de Judá te pide que nos hagas una congregación de gracia, de misericordia, de bondad, una congregación que sea hospitalaria, una congregación de buenas obras, una congregación de buena reputación, una congregación generosa, una congregación que dé y haga el bien sin mirar a quién, una congregación de perdón, de bondad, de amor, de paciencia unos con los otros, Señor, comienza conmigo. Haz esa obra en nosotros, queremos ser un pueblo de gracia, de bondad y de misericordia. Queremos que estas semanas de meditación en la pasión sean más que un acto religioso, sean una realidad en nuestras vidas, que reforcemos el llamado del Evangelio a ser hombres y mujeres de bondad, gracia y misericordia.

Ahora mismo reprendemos la carnalidad, la biología y ascendemos a otro principio que es el principio de la divinidad, el principio de la eternidad, el principio del amor. Ayúdanos a vivir así, Señor. Ese es nuestra ética, nuestro deseo, sé glorificado en nuestra vivencia al estilo de Jesús. Te damos gracias Señor, en su nombre pedimos estas cosas. Amén y amén.

Como actuar cuando Dios no hace sentir

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El domingo pasado hablamos acerca de cuando Dios no hace sentido, cuando Dios hace cosas que no computan en nuestra mente, no parecen que concuerdan con el Dios justo, generoso, bondadoso, fiel que hace las cosas cómo él promete en su palabra. Cuando suceden cosas en nuestra vida, en nuestra nación, nuestra sociedad en que vivimos, cuando el mundo se torna un poco raro y no sabemos cómo interpretar lo que está pasando, y no estamos seguros dónde está Dios en ese momento. Cuando hay momentos de adversidad y de prueba en nuestra vida, puede ser a nivel de una situación colectiva, social, mundial, como cuando hay situaciones de guerra en nuestros países o criminalidad desaforada o una enfermedad, una plaga que se distribuye. Puede ser a un nivel colectivo bien grande, pero también a nivel personal, cuando suceden cosas en nuestra vida que decimos, guau, por qué, yo no me merecía esto, y dónde está el Dios fiel y el Dios justo que bendice a los que lo sirven, y por qué entonces me está pasando esto.

Cuando hay momentos que Dios no hace sentido y vimos que Dios está presente, Dios está hablando, Dios está moviéndose, a veces el Señor se mueve en formas inesperadas y se toma tiempo para hacer las cosas. Tenemos que ser como Habacuc que cuando el Señor responde y dice, yo voy a mandar una horda, una plaga de gente violenta, maligna, pecaminosa, y voy a ajusticiar a mi pueblo, y Habacuc le dice, Señor, pero cómo es posible? Yo te hablé diciendo que había injusticia en la nación pero tampoco era para que tu mandaras una destrucción tan terrible por medio de manos terribles.

Y vimos que Dios es un Dios complejo, un Dios que brega a veces en formas inesperadas pero él siempre tiene un propósito y él siempre hace sentido al final, pero en el momento muchas veces no sabemos entender y por eso es que tenemos que mirar las cosas a través de los lentes de la palabra y a través del espíritu. Tenemos que pedirle al Señor que nos de discernimiento para entender el por qué de lo que nos está pasando muchas veces en nuestras vidas.

Dios usa todas las cosas, dice, para bien para aquellos que aman al Señor, pero hay momentos cuando tu estás pasando por el trapiche y te tienen en el lugar de la prueba, tu no sabes por qué Dios está haciendo eso, no te mandan un manual diciendo, busque en la página 32, capítulo 4, versículo a, b, c y allí va a encontrar. No. muchas veces Dios hace cosas y tu tienes que, mientras estás sin aliento, tratar de interpretar.

Y vimos que muchas veces lo que parece una maldición es más bien una bendición en disfraz. Lo que parece una situación que es un callejón sin salida muchas veces resulta ser algo que va a glorificar al Señor grandemente y que va a edificarte y bendecirte a la postre. Es decir, Habacuc es un libro escrito para nuestros tiempos, un libro para tiempos de premura, de dificultad, de crisis como estamos pasando en nuestra nación y en todo el mundo, donde Dios está haciendo cosas que nos vuelan las tapas de los sesos, por así decirlo muchas veces, donde hay rumores de guerra, el mundo está patas arriba. La revista Time que es una de las grandes revistas del mundo salió con un artículo de primera plana – ayer recibimos la revista por correo – dice ‘ha muerto la verdad?’ hablando de esta nación donde hay tanta mentira, tanta manipulación en muchos diferentes niveles y la ha habido ya, porque eso no es ahora. La mentira y la manipulación de parte de los políticos llevan ya muchos años pero sobre todo hace un tiempo.

Entonces como Habacuc a veces nosotros nos encontramos en situaciones así y Habacuc es un libro que nos da un ejemplo de cómo un hombre lidió con una situación donde Dios no parecía hacer sentido. Vamos a ver que mucho de ello depende de la perspectiva que nosotros adoptamos como hemos dicho.

Y yo quiero hablar hoy, como conclusión de estos sermones, acerca de cómo actuar cuando Dios no hace sentido, cómo conducirnos, cómo comportarnos, qué consejo nos da la Biblia cuando pasa algo en nuestra vida que Dios no hace sentido. De Habacuc podemos aprender unas bellas lecciones acerca de ello, cuando estamos confundidos y perplejos.

Porque Habacuc comienza de hecho con una expresión de confusión y de perplejidad. Los dos primeros capítulos nos muestran a un hombre en agonía, preguntándole a Dios por qué esto, por qué lo otro, y Dios contestándole en maneras que a él no le gusta. Y de ese diálogo aprendemos mucho. Habacuc comienza diciendo, en el versículo 2:

“Hasta cuándo oh Jehová, clamaré y no oirás, y daré voces a ti a causa de la violencia y no salvarás? Por qué me haces ver iniquidad y haces que vea molestia? Destrucción y violencia están delante de mí y pleito y contienda se levantan.”

Y así continúa. Esos primeros 4 versículos son devastadores. Este hombre está confundido, está perplejo, él está viendo cosas en su nación, injusticia, la ley no es respetada, Dios no es adorado y servido como es debido y él está confundido y dice, Señor, hasta cuándo voy a tener que soportar tanto pecado alrededor mío? Era un hombre justo.

Ese diálogo que se da, Dios le contesta, entonces Habacuc le vuelve a contestar y Dios le vuelve a decir otras cosas y hay ese encuentro entre Dios y Habacuc que nos muestra algo bien importante y es que una de las primeras cosas que tenemos que hacer cuando Dios no está haciendo sentido en nuestra vida es hacer lo que Habacuc hace que es ir delante de Dios y buscar una respuesta de parte de él.

Van a venir situaciones a nuestra vida individual, personal, que nos van a hacer cuestionar. Por ejemplo, yo pienso cuando una madre pierde un hijo, ya sea una madre que está encinta y su bebé lo pierde en un séptimo mes o en un sexto mes, o a los 2 años, o un hijo ya mayor. Nosotros conocemos situaciones en que hemos orado por un hijo descarriado y hemos pedido, Señor, rescátalo y nunca viene a los caminos del Señor o sucede algo, perdemos un hijo. Y hemos hecho todo lo que estaba de nuestra parte, orado, ayunado, buscado consejo, aconsejado y Dios no se muestra como que escucha nuestras oraciones.

Qué pasa cuando tu diezmas y ofrendas y sirves al Señor y tu crees que Dios te va a bendecir y te va a prosperar financieramente pero viene un reverso, pierdes tu trabajo, pierdes la casa, te quitan el carro, pasa algo financieramente. Dices, Señor, el pastor dijo que tu ibas a multiplicar mis bienes y me ibas a dar bendición, qué pasó? Dónde está el disconnect? Qué pasó? Yo te he servido, Señor, he sido fiel, durante muchos años tu me has bendecido y ahora todo se me viene abajo. Qué pasa?

Qué pasa cuando usted vive un estilo de vida sano? Come bien, se ejercita, hace lo que tiene que hacer, cuida su cuerpo y a los 50 años le diagnostican una enfermedad incurable o algo que usted va a tener que tomar por el resto de su vida, o una situación de enfermedad fuerte, dice, Señor, pero yo he hecho todo lo que he podido, me he portado bien, he cuidado mi cuerpo, he declarado sanidad y salud en mi vida, por qué me viene eso?

Yo sé que muchos de ustedes pueden hacer eco de esto y cien otras cosas que yo no he mencionado, donde gente justa y buena padece adversidad en su vida. Cómo reaccionamos en ese sentido? Cómo nos comportamos cuando Dios no hace sentido?

En el caso de Habacuc la pregunta es más amplia porque tiene que ver con algo a nivel de su nación, como en estos tiempos. Señor, yo te he estado orando por mí estatus legal durante mucho tiempo. Yo trabajo duro, yo pago mis impuestos, yo soy un miembro de mi comunidad fiel y yo he sentido que tu me has dicho que esto se va a resolver pero no hay respuesta, ya estoy cansado de esperar. Cómo reaccionamos en esas situaciones? Y parece como que la cosa se pone peor en vez de ponerse mejor. Cómo reaccionamos cuando no sabemos poner nuestro cerebro alrededor de una situación?

Y de nuevo, lo primero que hace Habacuc es él va ante el Señor. Él trae su perplejidad, él trae su confusión delante de Dios. él lucha con Dios, él pide una respuesta de parte de Dios y en los tiempos de aflicción, de prueba, de dificultad lo primero que tenemos que hacer es dirigir nuestra angustia hacia la fuente de toda la sabiduría y toda las soluciones que es nuestro Dios. En vez de quedarnos en esa mazmorra de la depresión, la confusión, el resentimiento contra Dios, podemos escoger eso. Podemos hacer de nuestra situación un pozo altísimo del cual no podemos salir y no queremos salir, porque muchas veces queremos quedarnos allí en ese lugar de auto conmiseración.

Habacuc nos muestra que en vez de revolcarnos en la ira y la desesperación debemos dirigir nuestras energías hacia el Señor. Qué hace Habacuc? Él toma su energía negativa, lo que siente, confusión, ira, perplejidad, algo que es diferente a lo que él espera, y toma esa energía y en vez de dirigirla hacia sí mismo, que es lo que constituye la depresión. Dicen los psicólogos y los psiquiatras que la depresión es ira dirigida hacia adentro.

Él toma la ira y la vuelve hacia Dios, no en el sentido de venir ante Dios en una forma irrespetuosa, pero en su carga. El Señor dice, traigan sus yugos, venid a mí si estáis tristes y cargados. Yo os haré descansar. Muchos de nosotros lo que hacemos es que cogemos nuestro yugo y lo seguimos… Dios te lo quiere quitar y dices, no, no, yo quiero continuar con él. Dios dice, pero entrégamelo. Háblame, trae tu necesidad a mí.

Hay una película “The Mission” – parece que tenemos muchos años de casados Meche y yo – este es como el show de los matrimonios, dice algo uno y el esposo o la esposa tiene la respuesta rápidamente. Cuál es su color favorito? El amarillo.

The Mission es una película muy bella y tiene una de las escenas más hermosas de descanso de carga que yo he visto, donde este sacerdote misionero que ama a Dios, ama a la gente, pero… no es un sacerdote, es un hombre que tiene una carga de culpabilidad bien grande y está llevando allí ese bulto de culpabilidad y alguien viene con un cuchillo ya canso de ver a este hombre cargar esa carga física en este caso que él se ha autoimpuesto, y con una espada corta la soga y eso se le cae a este hombre.

Y así es que Dios nos pide, trae tu ira, trae tu confusión, trae tu dolor y háblame a mí, yo me voy a poner unos guantes de boxear contigo. Ven, vamos al ring y dame todo lo que tu quieras. Yo quiero escuchar tu dolor. Yo quiero hablar contigo. Quiero que tu me hables, que seas honesto conmigo.

Habacuc toma su dolor, lo transfiere al Señor y eso es lo que es la oración muchas veces. La oración es tomar nuestra carga, nuestra confusión y a veces nuestra ira y decirle, Señor, yo necesito una respuesta de ti porque no me gusta lo que has hecho y Dios está dispuesto a escuchar nuestra oración.

Pablo en Filipenses, capítulo 4, versículo 6 y 7, yo me he referido muchas veces porque es un pasaje que merece repetición, nos dice lo que nosotros tenemos que hacer:

“Por nada estéis afanosos – digan nada, finanzas, salud, matrimonio, familia, situación política o documental – por nada estéis afanosos – afanosos quiere decir ansiosos.

Ahora, déjenme decirles que nuestra primera reacción y a veces hasta nuestra segunda reacción en tiempos de dificultad puede ser de afán o ansiedad. Yo creo que es legítimo cuando uno tiene una situación difícil sentir ira, angustia, ansiedad. Ahora, lo importante es no quedarse allí. Lo importante es no quedarse chapaleando en la ira, en la ansiedad, en la depresión, sino salir, huir por su vida. Nunca deje que la depresión se convierta en una condición. O mejor dicho, la depresión es algo que hemos dejado que se convierta en una condición.

A veces podemos sentir ira y perplejidad en un momento, pero lo que tenemos que hacer lo más rápido posible, antes de que eso se convierta en una costra dura y difícil de arrancar, transfiérasela al Señor. Vaya en oración, clame a Dios, ore.

Para mí, como he dicho tantas veces la oración es un proceso psiquiátrico donde yo me descargo delante de Dios. la oración no es solamente una lista de compras, dame, dame, dame, el valor de la oración es aparte de eso, es donde yo dialogo con Dios y me descargo y le hablo a mi Papá celestial que conoce ya lo que yo necesito y lo dejo que él escuche. Toda esa basura sale. Es una forma terapéutica. La oración nos cambia a nosotros. Recuerden lo que les he dicho? La oración nos cambia primero porque al venir ante el Señor es como un proceso terapéutico de soltura de las cargas que tenemos.

Y cuando un aprende y se entrena en esa dirección, uno recibe cada vez más y más descanso de la oración. La gente por ejemplo que consulta psiquiatras o psicólogos por muchos años, ya se entrenan y cada vez sacan más provecho porque se han acostumbrado al proceso y ya entonces les aprovecha mejor. así pasa con la oración. Al principio quizás no te da tanto provecho pero según tu vas ejercitándote en ella, más y más bendición tu recibes de ejercerla. Ya es como el aire que respiras, no puedes estar sin ella.

Entonces, Pablo dice, “sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego con acción de gracias…”

Después vamos a hablar acerca de esa parte, de que muchas veces tenemos que darles gracias a Dios por fe y alabarlo por fe porque en el momento quizás no vemos la razón para hacerlo pero al hacerlo por fe se convierte en una realidad más adelante.

“… con acción de gracias y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento…”

Algo sobrenatural sucede cuando traemos nuestras cargas al Señor. Hay una paz, hay un descanso. No es una paz humana, no es una paz fácil de entender ni de explicar, no es una paz psicológica, es una paz – yo la llamé esta mañana – una paz objetiva. Es una paz que es una paz del espíritu.

Sabe usted que es posible muchas veces estar triste y a la misma vez tener paz en su corazón? Sabe usted que es posible uno saber que cuando uno va a buscar el azúcar en la mañana por el café, no hay ni un granito siquiera, usted dice, qué pena, caramba, pero también dice, pero el Señor es mi fortaleza y yo sé que me lo voy a tomar así y me va a saber como si fuera de azúcar en el nombre del Señor.

Es posible estar en situaciones, yo sé que nunca nadie aquí ha pasado por esa situación de que no haya azúcar en la casa, pero qué bueno es saber que en medio de eso el Señor está con nosotros también. Es posible. Esa paz que sobrepasa todo entendimiento, uno aprende a habitar en esas dimensiones donde las emociones dicen una cosa pero nuestro espíritu dice otra. Y yo creo que gran parte de la madurez cristiana es aprender más y más a habitar en esa dimensión del espíritu y desconectarnos de las emociones y de los sentimientos y habitar en ese lugar donde la paz de Dios entra a nuestro corazón y mantiene nuestras mentes y nuestros corazones enfocados en Cristo Jesús.

Y yo entiendo por qué Pablo más adelante en el versículo 8 dice, “por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, lo honesto, lo justo, lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si hay algo digno de alabanza, en esto pensad.”

Sabe por qué? Porque él dice aquí, “… y mantendrá vuestra mente y corazón en Cristo Jesús. Y después dice, piensen en estas cosas buenas. Sabe que cuando usted se enfoca en Cristo en vez de en la serpiente que le está mordiendo el calcañar, usted recibe paz y recibe descanso del Señor y fortaleza. Cuando en vez de estar escuchando a Lady Gaga usted escucha a un adorador, José Luis Reyes, Nancy Amancio, qué pasa cuando usted escucha adoración, algo que le bendice, le edifica, cuando usted mantiene su mente en la palabra de Dios, en los principios de Reino de Dios, usted va a la iglesia, escucha buena palabra? Su mente está siendo formateada en los principios del Evangelio y su espíritu está fuerte y por lo tanto sus emociones también van a estar fuertes.

Si usted mantiene su mirada puesta en Cristo Jesús, usted recibirá la paz que sobrepasa todo entendimiento. Así que una de las cosas que tenemos que hacer es tornar nuestra mirada hacia Dios, tornar del lugar de la crisis y de la situación difícil, buscar una buena conversación, buscar un hermano que le va a bendecir, le va a fortalecer, porque es una persona que habla positivamente. No busque a una persona sangrigorda y murmuradora para usted recibir descanso. Busque gente fuerte en el Señor, que le van a bendecir, le van a animar, le van a fortalecer, porque sino van a terminar los 2 saltando de un puente. Busque gente que le edifique, le fortalezca, le anime en el Señor. Busque espacios como este donde Dios habla a nuestra vida.

En vez de quedarse en la casa con la sábana hasta la cabeza, venga a la iglesia, aunque no se ponga pintalabios pero venga y busque del Señor acá, si está deprimido arrástrese, venga en pijama, le damos permiso, venga con las medias, pero busque esa fortaleza. Mire hacia el Señor.

Eso es lo que hace Habacuc en su tiempo de dificultad, de confusión, de gran premura, él va al Señor y dirige su carga al Señor y se queja delante de él. Y eso es algo que nosotros tenemos que aprender. La oración es la gran válvula de escape, la gran válvula de descanso cuando se abre la llave para que no esté todo metido y explote la estufa, suéltela en oración, en alabanza, llene su mente de las promesas del Señor. Hágalo como una cuestión higiénica aunque no sienta el deseo de hacerlo. Pero si usted lo hace la matemática va a funcionar y se va a dar el descanso y la transformación.

Yo recordaba esta mañana el himno hermoso, ‘Dulce oración.’ Cuántos lo conocen a ese himno? Fue escrito en 1845 por un hombre ciego de nacimiento que reusó ceder a la depresión y la auto conmiseración y usaba su mente para recordar… la gente que lo conocía pensaba que él se había memorizado toda la Biblia porque tantas partes de la Biblia se memorizó porque no podía leerla. Y él entonces dejaba que la palabra de Dios corriera a través de su vida y compuso himnos y uno de los himnos que él compuso fue este himno ‘Dulce oración’ dice, dulce oración, dulce oración, de toda influencia mundanal elevas tu mi corazón al tierno Padre celestial. Oh cuántas veces tuve en ti auxilio en ruda tentación y cuántos bienes recibí mediante ti, dulce oración.

Dulce oración, dulce oración al trono excelso de bondad tu llevarás mi petición a Dios que escucha con piedad. Creyendo espero recibir divina y plena bendición y que me ayudes a vivir junto a mí, dulce oración.

Qué bello, ¿verdad? Tiene 3 estrofas y búsquelo en Google ahí está, y use eso como una meditación. La oración es eso, es un lugar que nos lleva al trono celestial y que permite que encontremos descanso en nuestros tiempos de gran ansiedad. Estos son tiempos desgastadores, los tiempos que vivimos. Los periódicos, las noticias nos llenan de ansiedad, lo que vemos en nuestras comunidades, jóvenes muriendo de sobredosis por dondequiera, violencia, actos terroristas, un gobierno totalmente trancado y dividido, un mundo con guerra y rumores de guerra, fluctuaciones migratorias de grandes proporciones, masas humanas de cientos de miles de seres humanos moviéndose como animales perseguidos de un lugar a otro no encontrando descanso.

Y todas esas imágenes las vemos en la televisión, las oímos en la radio, las vemos en el cine, las escuchamos en los lugares de trabajo. Es un tiempo de gran ansiedad y no encontramos descanso. Y el único lugar donde podemos descansar verdaderamente es en el lugar que Habacuc encontró, el lugar de diálogo con Dios. La oración debe ser eso, una parte de nuestra vida.

Lo segundo precisamente que Habacuc nos enseña en el capítulo 3 sobre todo y en todo el libro en realidad, es que uno puede escoger. Y aquí el énfasis es escoger, la libertad que tiene el cristiano para escoger cuál va a ser su reacción cuando viene el tiempo del sufrimiento o de la aflicción o de la prueba, cuando Dios no hace sentido. Usted puede escoger cómo usted va a reaccionar.

Y eso es un concepto revolucionario para muchos de nosotros, porque nosotros estamos acostumbrados a pensar que somos como animales entrenados, si aprietan un botón hay una reacción, si me pasa algo malo yo voy a reaccionar con depresión o tristeza. Y muchos de nosotros vivimos nuestra vida pensando así, cuando viene el sufrimiento, la dificultad, nos desplomamos y nos metemos en la cama hasta que pase el problema. No vamos a la iglesia por un tiempo, cogemos unas vacaciones de Dios y hasta que ya nos olvidamos de lo que pasó.

Pero hay otra manera de ver las cosas y es lo que Habacuc nos enseña. Y esto quiero que te lo aprendas, tu puedes escoger cómo reaccionar cuando viene la prueba y el sufrimiento a tu vida. Tu no eres un animal simplemente automáticamente condenado a una reacción pabloviana sino que tu puedes escoger.

Es como yo les decía a los hermanos esta mañana, cuántas veces usted ha abierto la despensa arriba y se le cae una lata y le cae en el mismo dedo gordo que todavía usted no se había puesto los zapatos, y le cayó la lata en el pie, y usted sabe lo que pasa? El cerebro, ese estímulo que cae sobre el pie se toma un microsegundo para subir del pie al cerebro y que usted diga, me duele, y entonces usted suelte el grito. Hay un microsegundo porque es una cuestión física, hay una señal que el pie le dice al cerebro, ahí te va un dolor, interprétalo.

Y a mí me ha pasado, me pasa algo y yo digo, esto me va a doler. Y se toma un microsegundo y bum me explota entonces el dolor. Bueno, entre el momento en que se dio el estímulo y el momento en que el cerebro supo lo que había pasado y lo interpretó, ese microsegundo usted puede decidir cómo usted va a reaccionar, con una maldición de tamaño industrial, con una bendición forzada o con un simple auch o una danza macabra en un solo pie o lo que sea. Pero usted puede decidir lo que va a hacer en ese momento, sí o no?

Nosotros pensamos, no, si usted está acostumbrado a maldecir y a decir palabras soeces eso va a venir en una cascada. Pero usted puede entrenarse poco a poco para que esa reacción sea una reacción aceptable delante del Señor. No le digo tampoco que comience a reírse porque entonces hay que llevarlo a un psiquiatra. Pero por lo menos que sea una reacción…

Yo digo asimismo que entre toda situación de la vida y nuestra reacción a ella hay un espacio donde nosotros podemos escoger. Es el espacio de la libertad que tenemos en Cristo Jesús para decidir si vamos a deprimirnos, vamos a maldecir a Dios, vamos a hacer cualquier otra cosa, o si vamos a decir, Señor, a pesar de todo, yo creo en ti y yo voy a esperar y yo sé que estoy molesto pero voy a ir a ti.

Si usted ha vivido una vida donde se deprime, se llena de ira, se llena de resentimiento cuando algo adverso le sucede, crea que Dios puede cambiar ese programa en el nombre del Señor. Muchas veces nosotros ni siquiera tratamos y hemos vivido en familias donde corre la depresión, donde corre la ansiedad, donde corre el alcoholismo, la drogadicción, la sensualidad desaforada, una cantidad de cosas, y nosotros creemos, bueno, así es mi familia, así fueron mis tíos, así soy yo, así fue mi papá, así fue mi mamá, yo estoy condenado a lo mismo. En Cristo Jesús hemos roto esas cadenas, hermanos, tenemos libertad en Dios para nosotros decidir cómo vamos a reaccionar.

Y parte del proceso de santificación de la vida cristiana es aprender a cambiar el programa sobre el cual nosotros operamos. Muchas de las reacciones que nosotros tenemos son producto de una grabación que nosotros tenemos allí funcionando dentro de nosotros que nos dice, mira, esto pasó, esto es por esta razón, y así es que tienes que actuar.

Pero dependiendo de cómo nosotros reprogramamos el mundo y cómo nosotros nos vemos a nosotros mismos, nosotros podemos ir cambiando poco a poco las reacciones que tenemos a la vida. Y una de las cosas que tenemos que decir es, Señor, dame discernimiento para descubrir esos programas invisibles que ni yo mismo conozco que están dentro de mí y que me llevan a actuar de esta manera cuando algo negativo pasa en mi vida, a maldecir, a criticar, a revelarme, a responder mal, a contra atacar, a deprimirme, a lo que sea, y enséñame la manera en que un hijo de Dios puede obrar y puede actuar en tiempos de dificultad y de premura.

Pídele al Señor. Tu no tienes que vivir en una condenación generacional. Tu tienes el poder en Cristo Jesús. Lo que Cristo hace es romper la inevitabilidad del pecado. Entonces cambia el programa, cree que hay maneras creativas de uno relacionarse con las situaciones adversas de la vida. La santificación es la reprogramación de nuestra biología, de nuestra neurología. Tenemos que aprender más y más a movernos no en la carne sino en el programa del espíritu, los principios del Reino de Dios, aprender a hacer las cosas por lo que Dios dice.

La Biblia dice, no solo de pan vivirá el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios, queriendo decir, el hombre no vive de sus apetitos, de sus emociones, de sus impulsos materiales, el cristiano vive de los principios que salen de la boca de Dios. Sustituimos las acciones negativas, carnales por las reacciones positivas espirituales. Podemos elegir. No estamos en cautiverio a nuestras emociones. Cristo nos da libertad para actuar y reaccionar en formas positivas.

Habacuc hizo eso. Habacuc hubiera podido llenarse de amargura y decir, cómo es eso, Señor, que tu vas a traer una horda de gente violenta y maligna y van a destruir nuestra nación? Se van a llevar cautivos a nuestros hijos? Tu estás tirando una bomba atómica donde quizás lo que debieras hacer es una intervención de disciplina y nosotros vamos a sufrir de esa manera. No, yo mejor reniego de ese Dios. yo no quiero servir a ese Dios.

Pero Habacuc controla su reacción y la gira en una forma constructiva. Y tu puedes hacer lo mismo. Yo te aseguro que si tu lo crees en el nombre del Señor lo vas a hacer. Llénate de esa fortaleza en Dios y di, todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Yo puedo salir de la depresión, yo puedo salir de la ansiedad, yo puedo salir del resentimiento, yo puedo salir de ese recuerdo de violación o de lo que sea, o de abuso del pasado y puedo entrar a vivir una vida de bendición y de esperanza porque Dios me da ese poder para hacerlo. Entonces, entrénate a creer en el poder de Dios para libertarte de tus deformaciones del pasado.

El tercer principio que Habacuc nos muestra es que tenemos que ejercer paciencia a veces hasta que Dios haya completado sus procesos misteriosos. Dios a veces se toma tiempo para cumplir su palabra, para cumplir su promesa. Dios es un Dios de misteriosos procedimientos y si uno es de corta mecha y de corta paciencia, cuando Dios está elaborando una obra maestra que se toma tiempo y lo que vemos es solamente la parte fea del proceso, vamos a echar un pie y vamos a perdernos la oportunidad de ver la gloriosa obra de Dios en nuestras vidas. Dios se toma tiempo a veces para cumplir una bendición.

Y a veces antes de tu llegar a la bendición que Dios tiene para ti, tienes que pasar por mucho tiempo de callejones sin salida, de ir por acá y no encontrar la solución, ir por otro lado hasta que Dios termina el proceso. Y Dios se glorifica en todo. Dios puede hacer de un montón de basura una bella obra de arte, de todas las situaciones que tu has pasado en tu vida, Dios puede coger esas materias feas y malolientes y hacer algo que cuando tu lo mires digas, guau, cómo pudo Dios sacar algo tan bello de esto?

Sabe que algunos de los grandes artistas han hecho obras de una cantidad de cosas. Andy Warhole, uno de los grandes artistas modernos, una de las obras más caras que él hizo es una lata de Campbell soup que pintó y cosas así, hermanos, donde muchas veces Dios hace obra a través de todas estas cosas.

Y nosotros tenemos que tener paciencia para dejar que el Señor complete su obra en nuestra vida. Habacuc dice esto, en el capítulo 2, ya yo lo leí el domingo pasado, cuando Dios le dice a Habacuc, yo voy a destruir y voy a traer una nación violenta para que ejecute mis acciones y mis juicios, Habacuc respira hondo, se toma dos aspirinas y mire lo que dice, “sobre mi guarda estaré y sobre la fortaleza afirmaré el pie.” A veces hay que afirmar el pie para ver lo que Dios nos va a decir.

El Apóstol Pablo en Efesios, capítulo 6, dice “cuando venga el día malo a tu vida párate firme.” A veces cuando viene el ventarrón usted tiene que agarrarse de una viga hasta que pase el ventarrón y cuando pase que lo encuentren firme. Cuando venga el día malo tenemos que tomar toda la armadura de Dios, dice la Biblia, toda la armadura espiritual y buscar las armas de la oración, el ayuno, la confesión positiva, el mantenernos en compañía de gente que crea en Dios y que sea fuerte en el Evangelio y hasta que haya pasado, hasta que el diablo haya tirado todos sus dardos de fuego, y cuando ya no tenga más nada que tirar, usted está firme todavía en su lugar. Y entonces Dios dice, ahora te voy a dar descanso, te voy a dar paz, te voy a dar bendición porque usted se mantuvo firme.

Entonces, dice, “afirmaré el pie y velaré para ver lo que se me dirá y qué he de responder tocante a mi queja. Y Jehová le respondió y dijo, escribe la visión, declárala en tablas y aunque la visión tardará aún por un tiempo más se apresura al fin y no mentirá. Aunque tardare espéralo porque sin duda vendrá y no tardará.”

Muchas veces los procesos de Dios se toman tiempo para completarse. Usted tiene que esperarlo. Algo que el cristiano necesita de urgencia es la paciencia porque muchas veces Dios está usando ingredientes que usted no sabe por qué los está usando, pero tiene un propósito en ello y cuando Dios cocina él a veces cocina con sazones bien raros. Le echa un poquito de canela, jengibre, y nosotros estamos acostumbrados al ajo, a la cebolla y el ají, pensandos que eso de comino y otras cosas raras. El mundo tiene cientos de especias. Los indios cocinan con curry y otras cosas. Los chinos tienen sus propias especias y hay comidas preciosas. Una de las bendiciones que tenemos en Boston es que hay comida de todos los tipos y uno aprende a apreciar las comidas de diferentes naciones.

Nosotros muchas veces los caribeños, por ejemplo, en nuestro caso cocinamos con 3 ó 4 sazones, eso es todo, sal, ají, cebolla y pimienta en el mejor de los casos y un poquito de orégano de vez en cuando. Aprendamos a apreciar todas las sazones de Dios en nuestra vida. Dios usa diferentes procesos a veces, hermanos, y a veces trae cosas…y si nosotros decimos, no, esto no va a saber bien. Dale tiempo, espera, trata 2 ó 3 veces hasta que se te acostumbre el gusto.

Cuántas veces usted rechazó algo y después le gustó? Dios se toma tiempo y tenemos que tener paciencia y Habacuc dice, yo voy a esperar. Voy a ver qué Dios me va a responder tocante a mi queja.

A José Dios le prometió realeza, le dio un sueño cuando tenía como 14 años. El sueño lo que quería decir es que su mamá, su papá y sus hermanos iban a terminar arrodillándose delante de él. Imagínese en un contexto social hebreo que usted le dijera a su papá, papá y mamá, yo vi un día que ustedes van a terminar arrodillándose delante de mí. Mira muchacho, una tabanada que te voy a dar. Así reaccionaron los padres de José. Eso fue lo que yo me soñé, yo estoy reportándolo simplemente. Dios le habló de que había algo en su vida, Dios lo iba a levantar, lo iba a usar, lo iba a poner en autoridad, aún inclusive sobre sus padres y sus hermanos.

Dice la Biblia que a los 30 años, cuando tenía 30 años de edad, 17 años después, fue cuando él compareció ante faraón, después de 14 años de cautiverio. Desde que él pronunció esa palabra de bendición que Dios le había revelado, all hell broke loose, se desató el infierno. Sus hermanos comenzaron a criticarlo y a odiarlo, lo vendieron como esclavo. Llega a una casa y allí lo calumnian y lo meten a la cárcel después de un tiempo de bendición. En la cárcel hace unos milagros a favor de cierta gente y la gente se olvida de él en vez de bendecirlo cuando regresan a posiciones de autoridad. Y ahí está la bendición de Dios cociéndose a fuego lento. Por qué? Porque Dios estaba formando un hombre que iba a dirigir una nación en crisis, porque eso fue lo que hizo José.

Estaba formando un hombre que iba a ser el vicepresidente de la nación más poderosa del mundo en ese tiempo, Egipto, un hombre de estado que necesitaba fortaleza, aplomo, gravitas, peso, y eso no se consigue en un jardín de rosas. Y Dios lo puso ahí, lo apretó, lo soltó, lo formó en el horno. Sabe dónde nosotros nos fortalecemos muchas veces? En la prueba, ahí es donde uno crea humildad, paciencia, sentido de nuestras propias limitaciones.

Sabe que usted nunca puede hacerle bien a alguien hasta que Dios no lo haya descalificado y lo haya quebrado varias veces, hasta que usted no tiene los mocos saliéndose por la nariz llorando y recordando que usted no es la última Coca Cola en el desierto, Dios no lo puede usar. Así lo hizo con Pedro, así lo hizo con el mismo Elías, un hombre tan poderoso, lo puso a llevar al extremo hasta que Elías quiso morirse. Así lo hizo con tantos grandes hombres de Dios, a Moisés.

Y Dios se toma tiempo y Dios usa instrumentos que parecen instrumentos de tortura pero son instrumentos quirúrgicos que nos van formando y creando ese hombre de Dios. Yo creo que hasta que Dios no nos trata y no nos prueba y no nos mete sobre la mesa de operaciones, no podemos ser usados por Dios grandemente. Y por eso es que tenemos que tener la paciencia para esperar hasta que Dios haya completado sus misteriosos propósitos. Tenemos que armarnos de paciencia.

Cuando llegue el tiempo de la prueba en tu vida, amárrate bien los cinturones, tomate un café, descansa en el Señor, ponte la armadura de la fe y di, yo sé que el viaje va a ser un poquito tormentosos, pero yo voy a esperar en el Señor, y yo sé que saldré brillando como el oro cuando llegue ese momento. Así que tenemos que ser pacientes y esperar los momentos de Dios. Ármese de paciencia.

Un cuarto principio en este libro. Alabe al Señor. La alabanza de fe. La proclamación objetiva de la bondad de Dios y del Dios que está en control, a pesar de que parezca que no está en control. Cuando el mundo se pone caótico, cuando tu no tienes deseos de alabar al Señor, adora al Señor en ese momento. Ese sacrificio de alabanza que sale de parte espiritual de tu ser y que tu lo pronuncias simplemente porque tu sabes que es un arma contra el mal, en vez de tu maldecir, bendice al Señor, en vez de tu hablar de la injusticia de Dios, habla del control de Dios en tu vida y di, el diablo no es quien está en control ahora mismo, Dios está en control y él está haciendo algo que yo no entiendo pero yo lo alabo y lo glorifico.

Habacuc está lleno de momentos donde en medio de la declaración de aflicción y de dolor, también hay momentos bellísimos donde se da gloria a Dios. Mire por ejemplo, el capítulo 1, versículo 12, Habacuc dice:

“No eres tu desde el principio, oh Jehová, Dios mío, santo mío. No moriremos…”

Hay un momento que en medio de esa declaración de aflicción que viene, dice, no vamos a morir en el nombre del Señor.

Capítulo 2, versículo 4, dice, “He aquí que aquel cuya alma no es recta se enorgullece más el justo por su fe vivirá.” Esa es una declaración que impactó a Martín Lutero cuando estaba trabajando con el proceso de la Reforma, de que la salvación no es por obras sino por fe, por gracia, por creerle a Dios. y esa declaración de Habacuc en medio de la prueba, de que el justo vivirá por la fe, impactó la vida del gran reformador, impactó la vida del escritor de Hebreos que también habla de que el justo vivirá por la fe, no sé si en Gálatas, pero la idea es que en vez de obras es fe lo que salva.

Y nosotros tenemos que entender esta parte de que nosotros vivimos por fe, no por sentimientos, no por lo que experimentamos o lo que vemos, es por lo que Dios ha declarado. Son versículos que traen mucha paz al corazón. El versículo 14 en el capítulo 2;

“…Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar.”

Sabe que eso es lo que nos alienta a nosotros en este mundo, saber que Dios todavía no ha terminado con la tierra y que todavía hay muchas bendiciones que vienen al mundo, todavía las naciones hay esperanza para que conozcan al Señor. La tierra será llena de la gloria de Jehová. Y llegará un día en que esto se cumplirá en una manera definitiva, cuando haya terminado este mundo y el mundo solo refleje la voluntad de Dios sin resistencia alguna y nosotros vivimos para ese día.

Hay un himno que dice, “yo solo espero ese día cuando Cristo volverá.” Otro himno precioso. Y nosotros esperamos ese día, esa gran redención, cuando toda la tierra será llena de la gloria de Dios, toda injusticia, toda lágrima será quitada de nuestros ojos.

Y esa esperanza nos mantiene muchas veces en medio de la… Una de las cosas que más nos ayuda es que un día todo esto va a terminar. Este mundo no es absoluto y muchos de nosotros solos vivimos en este mundo, en el tiempo y el espacio. El hombre que solo vive en la historia, en las circunstancias no tiene a dónde ir, pero el que conoce a Dios y sabe que hay un mundo de eternidad delante de nosotros, eso diluye las aflicciones de la vida.

Lamento poner en prueba a mi hermana Iris, pero mientras yo veía a Iris aquí arriba adorando al Señor esta mañana, Iris acaba de oficiar o de presenciar la muerte de su madre, una mujer hermosa de Dios, nuestra hermana Luisa a quien amamos tanto a través de muchos años, y yo veía a Iris que es la que más conozco de la familia con el ataúd de su madre en frente de ella, la veía con tanto aplomo, tanta paz, tanta dignidad, saludando a los hermanos que habían asistido al funeral, y hoy la veo aquí adorando al Señor hace apenas unos días de…

Yo digo, guau, eso es lo que Dios hace. Por qué? Porque ella sabe que su madre está con el Señor. Ella sabe que este mundo no lo terminó todo. Este mundo quizás puso un paréntesis en la vida de la hermana Luisa en la relación con nosotros, pero en algún momento saltaremos y la veremos allá en la patria celestial y eso nos consuela. Eso nos trae paz a nuestro corazón. Ese día en que la tierra será llena de la gloria del Señor. Ese día cuando podamos mirar y decir, sí, yo estoy pasando por una situación de prueba ahora pero yo sé que viene el momento de la redención, que viene el momento de la restitución de todo lo que se ha perdido.

En el versículo 20 también otra declaración de gran bendición, gran inspiración, 2:20, “Más Jehová está en su santo templo, calle delante de él toda la tierra.”

Una declaración del señorío de Dios sobre el mundo. Aunque el mundo parezca que se está yendo al infierno en un cesto, nosotros decimos, no, el Señor está en su trono. Dios está en control, no es el hombre, no es el presidente de Corea del Norte, el loco que está allí dirigiendo esa nación, tirando misil por dondequiera como si fueran cohetes en navidad. No, Dios está en control. No es Isis por allá matando gente, Dios está en su templo. Calle delante de él toda la tierra.

Qué invitación a estar en asombro del señorío de Dios sobre la historia. Son momentos en que el escritor en vez de maldecir bendice. Hermano, en vez de tu confesar negatividad, confiesa positividad. El Señor está conmigo, Dios me va a sacar adelante, yo sé que Dios es fiel y aunque yo no entiendo lo que está pasando él tiene control y él va a sacarme adelante. Eso es lo que hace Job cuando está en medio del gran sufrimiento de su vida y su mujer le dice, mira, maldice a Dios y muérete. Bueno, Job tiene dos momentos, un momento es cuando sufre y no entiende lo que Dios está haciendo y se pregunta qué es lo que está pasando en mi vida y él se queja delante de Dios. Ese es el primer momento.

Lo que no podemos hacer es quedarnos allí. Lo que tenemos que hacer es dialogar con Dios y traer nuestra amargura delante de él. Cómo dice Job? En el versículo 7:

“He aquí yo clamaré agravio y no seré oído, daré voces y no habrá juicio, Dios cercó de vallado mi camino y no puedo pasar y sobre mis veredas puso tinieblas. Me ha despojado de mi gloria, ha quitado la corona de mi cabeza, me arruinó por todos lados y perezco y ha hecho pasar mi esperanza como árbol arrancado,” y continúa.

Y uno diría, guau, este hombre se va a pegar un tiro en cualquier momento. Uno está casi cerrando los ojos para no verlo cuando lo haga. Pero qué pasa más adelante? En el versículo 25, pasa de una nota de queja delante de su Dios hablando, defendiendo su causa y dice:

“Yo sé que mi redentor vive.”

Hermanos, tiene que llegar el momento en que tu dejes de lamentarte, quejarte, acusar a Dios y tiene que llegar el momento de tu besarle la mano. Yo he tenido tiempos en mi vida en que me pregunto, Señor, por qué esa pedrada que tu me tiraste, de dónde vino? Por qué? Y uno está rascándose la cabeza y quejándose contra Dios. Pero en el momento mismo de mi dolor yo sé que ya sea mañana o dentro de una semana, yo voy a tener que venir donde Papá y besarle la mano, voy a tener que decirle, Señor, está bien, tu sabes lo que haces.

Usted puede pasar un tiempo de fiesta de auto conmiseración y está bien hasta cierto punto, pero sepa, dígase sí, pero en algún momento vas a tener reponerte, vas a tener que adorar a Dios otra vez, vas a tener que buscar del Señor, porque tu no estás hecho para vivir en la mazmorra. Tu estás hecho para volar y surcar los aires como un águila.

Job pasa por su lucha, él pasa por su aflicción, pero luego dice, “yo sé que mi redentor vive y al fin se levantará sobre el polvo. Y después de desecha esta mi piel en mi carne yo he de ver a Dios al cual veré por mí mismo y mis ojos lo verán y no otro.”

Él está declarando algo que él mismo quizás no está seguro, hermanos, pero lo está diciendo por fe. Y muchas veces lo que nosotros declaramos con nuestra boca por fe se convierte en una realidad. No espere a sentir alabanza para alabar. Alaba y sentirás alabanza. Escríbame eso allí. No esperes a sentir el gozo del Señor para alabarlo y declarar gozo. Declara gozo y el gozo del Señor se hará una realidad en ti.

Yo le decía a alguien los otros días que tenía un gran resentimiento hacia una persona y gracias al Señor había llevado a esta persona a través del diálogo de la consejería a un punto de estar dispuesta a considerar perdonar porque había sido ofendida esta persona en una manera muy seria, muy grave. Y una de las cosas más difíciles para una persona que ha sido violentada en su vida y agredida es perdonar.

Y muchas veces parte del problema es que la gente piensa que para nosotros perdonar tenemos que sentir perdón, pero en la historia de la consejería se ha aprendido que muchas veces el perdón comienza con una declaración objetiva de perdón aunque usted no lo sienta. Porque muchas veces si usted espera a sentir deseos de perdonar nunca va a perdonar. Pero lo que uno descubre es que muchas veces cuando dice con su boca, yo perdono, aunque se cometió una injusticia yo perdono y muchas veces cuando nosotros decimos, yo perdono, algo pasa dentro de nosotros que lo que es una declaración judicial, se convierte en un sentimiento íntimo y entonces sentimos el perdón.

Nunca espere a que venga el impulso noble antes de hacer algo noble. Hágalo como un soldado que está saludando ante su general y haga lo que Dios le pide y entonces usted verá cómo eso se convierte en un sentimiento, una convicción interna de bendición. Aprenda a declarar cosas con su boca en el nombre del Señor proféticamente. Háblele a su espíritu, háblele a las facultades más nobles de su ser y ordéneles que hagan algo en el nombre del Señor porque Dios lo dice y porque tengo que hacerlo y porque yo soy un soldado en el ejército divino, y entonces vendrá la bendición.

Si usted tiene algún resentimiento contra alguien, si hay algo en tu vida que te está cautivando en el nombre del Señor. Vamos a bajar nuestras cabezas. Tu tienes el control. El diablo no está en control. Tu pasado no está en control, tus atormentadores no están en control, tus experiencias terribles del pasado no están en control, tus violadores no están en control. No pueden vivir dentro de ti contaminando tu espacio interior. Sácalos. Déjalos irse. Libéralos. Escoge el lugar de la alabanza, escoge el lugar de la confesión de que Dios tiene sentido en toda situación.

Y si tu has ofendido al Señor, siento decir esto, de parte del Señor, aún si tu has ofendido a Dios y sientes que estás cautivo de tu pecado del pasado, en esta tarde yo te invito también a abrir la celda que tu mismo te has construido, quizás ya Dios te ha perdonado porque tu has confesado tu pecado, pero abre la puerta y sal en el nombre del Señor y declara libertad en el nombre de Jesús.

Perdona, alaba, confiesa positivamente. Di, yo estoy libre en el nombre del Señor, aunque no te sientas libre pero confiesa libertad y sentirás libertad. Confiesa poder y sentirás poder. Confiesa suficiencia y sentirás suficiencia. Confiesa que tu no eres una víctima y sentirás la victoria de Dios en tu vida. Confiesa que tu pasado no tiene control sobre ti y el pasado huirá como un demonio que se meterá por una rendija y tendrá que salir de tu vida en el nombre del Señor.

Adora al Señor. Espera en el Señor. Pacientemente esperé a Jehová y se inclinó a mí y escuchó mi clamor, me sacó del pozo de la desesperación, del logo cenagoso y puso mis pies sobre peña y enderezó mis pasos.

Y yo quiero llevarte a ese punto de un cántico nuevo. Puso en mi boca un cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Sabes que Habacuc termina con el bello capítulo 3 que es un hermoso salmo de adoración al Señor y de declaración de independencia total de toda circunstancia, de todo lo que pase. Hermosos versículos, yo quiero que tu vayas a ese lugar en esta tarde y si tu sientes que quieres pasar aquí para que hagamos una oración colectiva de liberación de toda situación que pueda estar en tu vida, yo te invito sin ninguna vergüenza porque estás aquí en familia, ponte de pie o como tu sientas en tu corazón, declara libertad en esta tarde, declara libertad en el nombre del Señor, declara liberación, Dios te libera todo complejo de inferioridad, toda herida del pasado, toda tendencia a ser el primero que te vas, te escurres porque sientes que no vales lo suficiente.

Habacuc dice, aunque la higuera no florezca ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo y los labrados no den mantenimiento y las ovejas sean quitadas de la majada y no haya vacas en los corrales, con todo yo me alegraré en Jehová y me gozaré en el Dios de mi salvación. Jehová, el Señor, es mi fortaleza, el cual hace mis pies como de siervas y en mis alturas me hace andar. Gloria al nombre del Señor.

Sermón 19 de marzo 2017: Una perspectiva divina cuando nada hace sentido

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Hermanos, les invito a ir a la palabra de Dios. Vamos a ponernos ahora las sudaderas y vamos a trabajar en sacarle el provecho a la palabra del Señor, vamos a laborar en el espíritu y vamos a estudiar un poco del libro de Habacuc. Es un libro que pertenece a esa categoría de los profetas menores, no porque sea menos importante su mensaje sino porque la cantidad del libro es pequeña, son 3 capítulos, a diferencia de Isaías que tiene 40 y pico de capítulos, o Jeremías que son libros de mucha mayor alcance y envergadura. Pero el libro de Habacuc es un libro pequeñito, fácil de pasar por alto, porque además de eso, de ser un libro que no tiene tantos capítulos, su tema es un tema que requiere un poco de entendimiento del contexto en que el libro fue escrito. Es un libro muy histórico, condicionado a un tiempo específico en la historia y la vida del pueblo de Judá.

No por eso deja de ser vigente para nuestro tiempo. Como ustedes saben Dios ha deparado su palabra y la puso en un envase histórico de hombres que fueron inspirados por Dios y que fueron el reflejo de su tiempo y condicionado por la cultura en la cual vivieron y que hablaron de las cosas que pertenecían a su tiempo y de sus experiencias personales, pero Dios ha usado estas experiencias como un punto de partida para que nosotros las estudiemos y saquemos lecciones que son eternas, valederas para todos los tiempos. Y para este tiempo de la historia el libro de Habacuc habla en una manera muy profunda, muy elocuente. Por eso yo digo que Habacuc es un libro para nuestros tiempos.

Y Dios me ha hablado claramente de que este libro… y a veces eso me pasa, que Dios como que activa un pasaje de la escritura o un libro de la escritura o un patrón de su mover en la escritura, y lo aviva dentro de mí y como que me entra a verlo de una manera diferente. Es casi como eso de quitarle el sello a un libro. Y Dios está quitándole los sellos a muchas partes de su escritura en estos últimos tiempos en que vivimos, y está revelando otras dimensiones.

Y a mí me ha revelado creo, una forma de aplicar este libro. Yo creo que este libro, aunque fue escrito hace miles de años para una nación específica en un tiempo específico, está escrito también para nosotros, para el mundo, para la iglesia en este siglo XXI y en esta etapa específica de la historia de Estados Unidos que estamos viviendo. Porque recuerden que yo inicié hace un par de semanas esta serie con un sermón basado en la experiencia de Eliseo y su siervo y los sirios, que recordarán llegaron a la ciudad donde estaba Eliseo y su siervo para tomarlo cautivo. Porque Eliseo revelado por Dios le decía al rey de Israel, dónde venían los sirios a tenderle emboscadas. Y el rey de Siria mandó un ejército para capturar y neutralizar al siervo de Dios, Eliseo.

Y cuando llegó ese poderoso ejército y el siervo de Eliseo vio esa multitud alrededor de ellos se llenó de pánico y comenzó a quejarse de que estaban rodeados por ejército enemigo. Y Eliseo oró para que el Señor abriera los ojos de este hombre y pudiera ver la verdadera realidad, o una realidad alternativa podríamos decir, y era la realidad de Dios. y el siervo de Eliseo pudo ver que rodeando a ese ejército enemigo había otro ejército más poderoso, lleno de carros de fuego, poderosos ángeles que estaban allí para proteger al siervo de Dios y su siervo.

Y ustedes saben que esa historia que comenzó tan negativamente terminó con una gran victoria para el pueblo de Dios y una gran humillación para el pueblo sirio. Por qué? Porque había un hombre que podía leer la realidad del momento en una forma diferente, con los ojos de Dios, con la perspectiva divina.

Y yo decía que eso es lo que nosotros tenemos que hacer en estos tiempos de gran angustia en esta nación y en el mundo entero, y en esta nación específicamente donde ahora mismo vivimos tiempos de gran división en este país, gran incertidumbre, para la gente inmigrante es un tiempo de gran vicisitud, para la gente que se informa acerca de lo que está pasando a nivel internacional hay mucha zozobra, mucha incertidumbre.

Y como Eliseo nosotros también requerimos de Dios, o como el siervo de Eliseo, requerimos que Dios nos abra los ojos espirituales. Y como dijo Jesucristo el que tenga ojos para ver vea. Que nosotros podamos ver la historia, ver este momento a través de los ojos de Dios, y el inmigrante, el indocumentado, que quizás se siente que su vida está por terminar y que ya van a venir a su casa y van a tocarle la puerta y llevárselo cautivo, que sepa que todavía Dios no ha dado la última palabra, como decía nuestro hermano Isaías, que todavía Dios tiene muchas cosas que hacer y que Dios se compadece de los que le temen. Y que Dios todavía puede darnos una gran sorpresa y nunca debemos tirar la toalla nunca debemos llenarnos de pánico, nunca debemos huir de las circunstancias, nunca debemos mirar solamente al enemigo sino mirar el Dios que es más poderoso, el que está en nosotros es mucho más poderoso que el que está en el mundo, dice la palabra. Muchos más son los que están con nosotros que los que están con ellos, como dijo Eliseo.

Porque necesitamos la perspectiva de Dios. Estos son tiempos en la historia, viendo aún la política, el hombre que está ahora mismo en la presidencia, muchas personas sienten como que cómo puede Dios permitir esto? Tenemos que ver las cosas a través de los ojos de Dios. y lo que yo quiero es continuar abundando en ese tema, de adoptar la perspectiva de Dios. Cuando Dios no hace sentido. Ese es el tema de hoy, cuando Dios no hace sentido. Cuando vemos las cosas y decimos, cómo es posible que Dios obre de esa manera?

Yo empecé a leer el libro de Habacuc hace un tiempo atrás y he comenzado a verlo a través de este tiempo que estamos viviendo, y creo que este libro tiene mucho que enseñarnos. El diálogo que se da entre Habacuc y Dios, porque este es un libro diálogos. Habacuc le dice algo a Dios y Dios le contesta, Habacuc le contesta a Dios y vuelve y le contesta. Y finalmente Habacuc adquiere la perspectiva total de Dios.

Este sermón es precisamente qué hacemos cuando Dios no hace sentido. El domingo que viene si el Señor permite yo quiero hablar de cómo nosotros debemos comportarnos cuando nos encontramos en situaciones en que Dios parece que no hace sentido, cuando nos encontramos en situaciones difíciles en nuestra vida, cuando estamos en situaciones como la que vive esta nación y el mundo entero, cuál debe ser nuestro comportamiento y cuáles deben ser las actitudes que nosotros ejerzamos cuando Dios parece que no está obrando en una forma consistente, o no entendemos qué es lo que él está haciendo.

Los tiempos que estamos viviendo en Estados Unidos requieren una perspectiva divina, requieren que nosotros miremos a través de los ojos de Dios, que nos quitemos los lentes del inmigrante, del hispano, del republicano, del demócrata, del liberal o el conservador, del que tiene mucho tiempo acá o el que tiene poco tiempo, del que se preocupa por la justicia social como un valor importantísimo, de los que quizás no tienen tanta preocupación, que nos quitemos los lentes específicos, personales, partidistas, individuales y que miremos con los ojos divinos, eternos, como Dios ve la historia, como Dios ve las cosas del mundo.

Muchas veces vivimos experiencias que no parece que tienen nada que las redima, nada que las saque de lo simplemente sin sentido, pero cuando nosotros vemos a través de los ojos de Dios como vio Eliseo, vemos que no solamente hay una posibilidad de redención sino que hay una certidumbre, una abundancia de bendiciones que Dios quiere traer a través de las situaciones que estamos viviendo. Y así es en este tiempo de la historia.

Habacuc desarrolla este tema, cómo ver a través de los ojos de Dios. Cuando comienza el libro el primer capítulo, los primeros versículos, vemos que la perspectiva de Habacuc es una perspectiva sombría. Habacuc es un hombre justo, ama a Dios, es un profeta de Dios. y Habacuc se queja delante de Dios porque al él ver la condición de su pueblo Judá, él ve anarquía, ve injusticia, ve idolatría, ve opresión del pobre y Habacuc se pregunta, Señor, dónde tu estás? Cómo puedes tu tolerar estas cosas en medio de tu pueblo? Estás dormido? Qué vas a hacer al respecto?

Habacuc dice en el segundo versículo del capítulo 1, “Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré y no oirás?” cuántos se han sentido así alguna vez? Tres meses, 4 meses, una enfermedad, un problema matrimonial, un hijo rebelde, un tiempo de desempleo, y usted dice, Señor, mira, ya el agua me está llegando al cuello, has algo. Por qué te tardas? Cómo puedes tu tolerar esta situación? Te he servido, he dado, he hecho todo lo que he podido. Nos hemos sentido así, y este es un libro para aquellos que se sienten desesperados y que se sienten como que Dios no se está moviendo como debe.

“Cuándo daré voces a ti a causa de la violencia y no salvarás? Judá está poseído por gente violenta, gente que oprime a los demás. Por qué me haces ver iniquidad y haces que vea molestia? Destrucción y violencia están delante de mí y pleito y contiendas se levantan, por lo cual la ley es debilitada y el juicio no sale según la verdad.”

Esto podría ser una descripción de los tiempos que estamos viviendo. Hay violencia en la ciudad. Chicago ha experimentado el mayor número de crímenes violentos, el homicidio crece, la crisis del opio en Estados Unidos, más de 60 mil personas se están muriendo solamente por sobredosis en esta nación en este tiempo. Hay violencia, las gangas están por dondequiera, hay muchas áreas de criminalidad, la verdad parece que escasea. Usted lee los periódicos y usted se pregunta cómo es posible que haya tantas diferentes interpretaciones del mundo político. Usted lee a Fox y le dice una cosa, lee al New York Times y le dice otra. Y es como que dónde está la verdad?

Usted escucha a los políticos y escucha mentiras muchas veces, hermanos. Y uno se pregunta dónde está la verdad? Y hoy en día la gente lo que quiere es dime una mentira que yo pueda creerte y dímelo en una forma que yo pueda creerte. Y esta es una nación ahora mismo donde la verdad escasea y yo creo que el juicio también, la justicia escasea en nuestro tiempo.

Y Habacuc dice, Señor, estoy harto de ver tanta maldad en mí nación, tu nación. Por qué no mueves? Qué estás haciendo? Y Dios le responde entonces a Habacuc, porque cuando le preguntamos a Dios, sabe que a Dios no le molesta cuando nos sentimos frustrados, atemorizados, y venimos ante él y le decimos… Job le preguntó a Dios también, Señor, qué está pasando? Yo he hecho todo lo que puedo, me he portado bien y no respondes. Y Dios no se molestó con él. Le habló al final y le dio la perspectiva divina de su situación. Dios le contesta a Habacuc y aquí en el versículo 5 comienza la respuesta de Dios a Habacuc:

“Y Dios le dice a Habacuc, “Mirad entre las naciones… lo que pasa es que aquí no hay una transición clara, pero cuando uno lee el libro más y más se da cuenta que es un diálogo entre Habacuc y Dios.

“Entonces Dios le dice a Habacuc, “Mirad entre las naciones y ved y asombraos – esto es importante porque lo que está pasando en este tiempo de la historia no es solamente Estados Unidos. Si usted va a Inglaterra, hay el mismo tipo de desazón y de inquietud que hay aquí en esta nación. Usted va a Francia, Alemania, Suecia, Dinamarca, usted va a Holanda, Australia, ciertamente el Medio Oriente, Latinoamérica, Venezuela, Bolivia, Ecuador, muchas cosas están pasando en el mundo. Hay una inquietud, una desazón, el terrorismo, todas estas cosas.

“Y Dios le dice, “Mirad entre las naciones… porque de nuevo, este libro no es solamente como digo acerca de Estados Unidos, sino que nos enseña cómo interpretar lo que está pasando en el mundo y el mover complejo de Dios en este tiempo de la historia.

“Mirad entre las naciones y ved y asombraos porque haré una obra en vuestros días que aún cuando se os contare no la creeréis.”

Hermanos, preparémonos para cosas grandes que vienen para la tierra. Vienen juicios y movimientos de Dios muy grandes y muy fuertes para esta nación y para las naciones de la tierra. Y no digo eso para atemorizar a nadie, porque yo creo que las intervenciones de Dios por un rato pueden ser sombrías pero después son benévolas. Dios primero te da la nalgada y después te el Bengué para suavizarte. Dios muchas veces hace las cosas para quebrantar a las naciones, para traerlas a la humildad y a un reconocimiento de que él es el Señor.

Dios usó muchas veces el juicio y la persecución internacional para traer a Israel al conocimiento de Dios. entonces este es un libro que nos invita no solamente a ver la situación de Judá específicamente, sino a ver a todas las naciones también. Porque Dios se estaba moviendo en el nivel internacional.

Y Dios invita a Habacuc, dice, yo voy a hacer algo que va a sorprender a todo el mundo. óigame, y este es un tiempo de grandes sorpresas en esta nación, cuántos se sorprendieron hace poco con la victoria de Donald Trump? Confundió a todo el mundo. y quédese traquilito que yo no estoy aquí para ofrecer un comercial acerca de Donald Trump. Si él no es santo de su devoción, no se preocupe, le vamos a dar a él su nalgada antes de que termine el sermón.

Pero Dios dice, yo voy a hacer algo que cuando lo vean no lo creerán. Es interesante, cuántos vieron la noche de las elecciones y vieron la confusión de todos los periodistas y de todos los expertos en política, sociología de esta nación. Para mí me valió el dinero de la entrada solamente ver la confusión de los expertos que no sabían qué hacer.

De nuevo, no estoy hablando… no me estoy aventurando a decir una cosa o la otra, pero hay una confusión. Cuando vemos los movimientos de Dios en la historia, Dios está ensamblando las piezas de un tablero inmenso y el que crea que sabe la estrategia de Dios no conoce a Dios, porque Dios está haciendo cosas que van a sorprender a la humanidad.

Y una de las cosas que nosotros tenemos que hacer en este tiempo es soltar el guía, soltar el volante y dejar que Dios sea Dios. por eso yo les decía que cuando vino el tiempo de las elecciones yo no voté ni por Donald Trump ni por Hilary Clinton, voté por la divina providencia, una candidata que no es ni demócrata ni republicana. Porque dije, Señor, la verdad es que en este caso… yo no recmiendo que otros hagan eso, eso fue mi consciencia ministerial personal, yo dije, Señor, en este caso yo te voy a ceder a ti y voy simbólicamente a entregarte a ti la decisión que tu hagas, porque yo no podía en realidad identificarme con ninguno de los dos sistemas de valores, aunque tendía a un lado francamente, pero había otra cosas que yo no podía ser partidario de ellos.

Pero es sorprendente lo que Dios a veces hace. Y Dios le dice a Habacuc, son tiempos, Habacuc, que yo voy a sorprender a todo el mundo, cuando vean las cosas y se las cuentan no las van a creer. Y dice, “porque yo ahora levanto una nación en el mundo.”

En ese tiempo la gran potencia mundial era Asiria y eran enemigos de Israel y habían oprimido a los hebreos y tenían una reputación de ser un pueblo opresivo. Y se hubiera esperado que si el juicio iba a venir y la disciplina a Juda iba a venir, vendría de la nación poderosa en ese tiempo que era Asiria y más próxima a los judíos. Pero Dios le dijo, no, no son ellos. Yo voy a levantar una nación que todavía no está saliendo en los periódicos, está apenas comenzando a pujar y a levantarse en su poder, los babilonios, los caldeos, Nabucodonosor, ustedes saben esa nación.

Y dice, y esa nación no es como cualquier nación, es una nación despiadada, es una nación formidable y terrible. Mire el versículo 6:

“He aquí yo levanto a los caldeos, nación cruel y presurosa que camina por la anchura de la tierra para poseer las moradas agenas, formidable es y terrible. De ella misma procede su justicia y su dignifidad. Sus caballos serán más ligeros que leopardos y más feroces que lobos nocturnos.”

Es como si Dios hubiera dicho, por ejemplo, Rusia ha sido el enemigo tradicional de Estados Unidos, o la nación con la cual Estados Unidos más se ha identificado en contra por muchos años, la guerra fría y todas estas cosas. Es como Dios dijera ahora, y no es que estoy diciendo que vaya a ser así, pero por un ejemplo que Dios dijera, sabes qué? Yo voy a disciplinar a esta nación pero no van a ser los rusos, van a ser los chinos.

Sabe que China ahora mismo es una nación pujante, con billones de personas. A los chinos yo creo que muchos de ellos sentirían que se les hace un favor hasta cierto punto si desaparecen millones, porque es una nación sobre poblada, muy poderosa. Pero no estoy diciendo que sea eso, estoy diciendo que China es una nación muy poderosa, pujante económicamente, tecnológicamente, tiene una fuerza muy grande. Y que Dios dijera, sabe qué? No se preocupen por Putin ese no es, Xi Jinping es la persona que tienen que cuidarse. No estoy hablando de bowling, ese es su nombre.

Y esa nación es la nación que hay que mirar porque esa nación va a levantarse y va a traer la disciplina a Estados Unidos. Estoy poniendo un ejemplo, eso es todo. Pero hoy en día nosotros estamos acostumbrados a los esquemas normales. Y por eso es que por ejemplo, hoy en día cuando Donbald Trump dice, no, Rusia no es nuestro enemigo, todo el mundo se alza, cómo puede decir eso? no es verdad, hay que cuidarse de ellos, y todo eso. lo que pasa es que Dios puede estar haciendo cosas raras.

Y entonces Dios le dice a Habacuc, yo voy a levantarme una nación que todavía no está en los periódicos, y es una nación despiadada, terrible, cruel, no se quiere para nada. Esa es la versión Roberto Miranda.

“Y volarán como águilas que se apresuran a devorar, pues toda ella vendrá a la presa, escarnecerá a los reyes y de los príncipes hará burla. Se reirá de toda fortaleza y levantará terraplén y la tomará. – Y aquí hay algo interesante, – Luego pasará como el huracán y ofenderá atribuyendo su fuerza a su dios.”

Babilonia fue una nación terriblemente idólatra y pagana, la madre de la idolatría y del horóscopo y del ocultismo y todas estas cosas. En Apocalipsis aparece de nuevo. Y vemos en varios pasajes de la escritura lo militantemente idólatra que eran los babilonios y le atribuían a su fuerza y a su rey y a sus estrategias militares su potencia. Dios dice, ese va a ser el pueblo.

Cuando Habacuc oye esto siente como que Dios le ha dado mucho más de lo que él le pidió y de lo que él puede procesar, porque él quería un poco de juicio, disciplina a mi pueblo, Señor. Pero le dice, no solamente lo voy a disciplinar, le voy a dar una tabanada que van a rodar por el piso y se van a quedar sin aliento. Les voy a mandar una disciplina pesada.

Y Habacuc se escandaliza al oír el dictamen de Dios. Dice, Señor, cómo es posible? Yo te estaba pidiendo pero no tanto. Aguanta un poquito, Padre. Y entonces Habacuc le responde a Dios en el versículo 12 y le dice:

“No eres tu desde el principio, oh Jehová Dios mío, santo mío? No moriremos. Oh, Jehová, para juicio lo pusiste y tu, oh roca, lo fundaste para castigar. Señor, – me recuerda a Pedro diciéndole al Señor Jesucristo, Señor, no dejes que te pase eso, cuando el Señor dice, me van a crucificar y me van a entregar y todo eso. – y Habacuc le dice, muy limpio eres de ojos para ver el mal ni puedes ver el agravio, por qué ves a los menospreciadores y callas cuando destruye el impío al más justo que él y hace que sean los hombres como los peces del mar, como reptiles que tienen quién les gobierne.”

Lo que está diciéndole Habacuc a Dios es, Señor, espérate, déjame ayudarte. Te equivocaste un poquito. Quiero corregir. Muchas veces los hombres cuando Dios hace algo que ellos no pueden entender porque Dios tiene un plan mucho más profundo, más abarcador que viola la razón, viola los esquemas humanos y teológicos, ellos responden como que quieren ayudar a Dios, quieren corregirlo, ajustar un poco su teología.

Eso fue lo que hizo Pedro cuando el Señor le dice, me van a crucificar, el Hijo del hombre va a ser escarnecido, va a ser azotado, va a ser crucificado, va a ser metido en una tumba, Pedro se escandaliza. No, Señor, no permitas que tal cosas suceda. Y el Señor lo reprende y le dice… y discierne el espíritu satánico que está detrás de las palabras de Pedro, el Señor te reprenda, Satanás, le dice, porque solamente pones tu mirada sobre las cosas de los hombres y no sobre las cosas de Dios.

Hermanos, cuando un creyente interpreta la historia, la experiencia personal a través de los esquemas de la razón y del precedente humano, está violando uno de los principios más poderosos. Nosotros miramos con la mente de Dios. El hombre, la mujer espiritual juzga conforme a la mente espiritual, al espíritu de Dios, así lo dice la palabra en Corintios. Nosotros se supone que juzguemos con los ojos eternos, los ojos de la escritura, los valores del Reino de Dios, no los valores del hombre.

Yo creo que en este tiempo de la historia una buena porción de la iglesia está equivocándose y errando en cómo interpretar lo que está pasando en esta nación y en el mundo porque están interpretando a través de los lentes interpretativos de la cultura, la política, el liberalismo o el conservadorismo, el ser latinos o hispanos, el ser inmigrantes o no inmigrantes, el ser color chocolate o blanco o venir del sur o venir del norte, vivir en una ciudad o vivir en el campo, en las áreas suburbanas o urbanas.

En vez de decir, yo me desvisto de mi identidad meramente humana, política actual y escojo ver con los ojos de Dios. Diga amén, aunque sea para alegrarme un poquito. Escojo ver a través de la perspectiva divina. Nosotros no debemos decir, ah, somos hispanos y por lo tanto si surge un candidato hispano vamos a votar por él porque es hispano y… No, usted pregúntese, representa los valores del Reino de Dios? avanza los intereses de la iglesia? Facilita el mover de Dios en la historia? Si es así, entonces usted vota por él, pero si es contrario, aunque sea su mamá, dígale, lo siento, te quiero mucho pero no voy a votar por ti. Sinceramente, porque nosotros nos apasionamos.

Yo creo que hoy en día el problema con tanto evangélico es que miran las cosas a través de la raza, la etnicidad, los intereses personales, en vez de mirar a través de los ojos divinos y lo que Dios está haciendo. Yo me enardezco muchas veces viendo la ignorancia, perdonen, yo sé que les estoy dando a algunos de ustedes. Yo les amo a pesar de lo que estoy diciendo, créanmelo. Pero veo mucha gente que compartamentaliza y para una cosa somos evangélicos y para otra cosa somos hispanos o latinos o lo que sea, o somos conservadores o lo que sea.

No, es lo que yo digo, cuando yo me paro aquí arriba, hermanos, yo no estoy predicando como un dominicano, estoy predicando como un siervo de Dios que no tengo nacionalidad, no tengo raza, no tengo educación excepto la palabra y los valores y lo que dicta el Espíritu Santo. Y así tenemos nosotros que gobernar, pastorear, enseñar, hacernos neutrales y transparentes y dejar que el espíritu sea el que hable a través de nosotros y que sea la palabra de Dios.

Desvístase de su identidad humana cuando se refiere a juzgar la historia y las situaciones que usted está pasando y vea con los ojos de Dios y todo lo que avance el reino, dígale amén, incorpórese y sirva en esa dirección.

Entonces, Dios le dice… lo que va a pasar Habacuc se confunde y le dice, Señor, cómo es posible que tu escojas una gente que son más injustos que Judá para juzgar a Judá? No lo permitas, Padre. Y entonces Dios vuelve y le responde. Sabe por qué le responde? Porque Habacuc dice algo en el capítulo 2 que es bien importante. Habacuc dentro de su gran sentido de frustración y de escándalo ante lo que Dios le dice que va a hacer y los medios que va a usar para disciplinar a Judá, Habacuc tiene un momento como de sobriedad. Yo creo que fue, se dio un baño de agua tibia, comió, el monstruo volvío otra vez a parecer un hombre normal, oró, 3, 4, 5 veces, reprendió al diablo varias veces y entonces dice algo que es bien importante.

Cuando nosotros estamos pasando por situaciones difíciles y vemos a Dios obrar en maneras que no entendemos y no podemos explicar, esto es lo que tenemos que hacer. Versículo 1, capítulo 2, dice:

“Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie y velaré para ver lo que se me dirá.”

En otras palabras, Habacuc como que se visualiza a sí mismo. Dice, me voy a mover a un lugar bien alto y voy a estar mirando y estaré velando para ver qué revelación y qué explicación Dios me va a dar.

Hermanos, cuando estamos pasando por situaciones difíciles en nuestra vida personal, cuando Dios está haciendo cosas que no podemos entender, cuando todo parece oscuro y terrible, cuando parece como que Dios está siendo injusto en la forma en que nos está tratando o que está dormido, antes de tirar la toalla, antes de decir, sabe qué? Yo voy a dejar de ir a congregación León de Judá, voy a irme a otra iglesia a ver si me va mejor, voy a dejar de diezmar porque estoy viendo que no me resulta la cosa, voy a dejar de orar tanto y de alabar porque total… antes de usted hacer eso, vaya y retírese y busque respuesta de parte de Dios. Inquiera del Señor y dígale, Padre, lo que tu me digas yo voy a incorporarme a ello. Pido revelación de parte de ti. Busque el rostro del Señor.

El Apóstol Pablo dice en Filipenses, “por nada estéis afanosos, antes sean conocidas vuestras peticiones en toda oración y ruego con acción de gracias. Y el Dios de paz que sobrepasa todo entendimiento mantendrá sus pensamientos y corazones en Cristo Jesús, Señor nuestro.”

Busque la perspectiva divina. Ore, clame al Señor, pídale explicación, luche con el ángel hasta que Dios le hable y no deje de aclamar al Señor y honrarlo con su… a Dios no le molesta que usted venga y le diga un par de cosas respetuosas y amorosamente, como un hijo hablando con su papá. Por qué tu permites esto, papá? A Dios le gusta cuando nosotros forcejeamos con él en una manera reverente, en una mezcla como decir, Señor, yo creo que tu eres un Dios que hablas, tu haces sentido, tu eres un Dios justo, por qué está pasando esto? Háblame y revélame.

En vez de lanzarnos de una vez a buscar una solución por otra parte o consejo del periódico o lo que sea, pídale al Señor que le de la sabiduría. Busque en la palabra de Dios, métase en oración, ayune y busque la perspectiva divina, antes de encerrarse en su casa y cerrar la cortina para que la inmigración no lo agarre, llénese de fortaleza, busque la perspectiva de Dios y salga como un general en el nombre del Señor, y viva la vida que Dios le ha llamado.

Los siervos de Dios no nos acobardamos. Dios está en su trono y él pone y quita gobernantes, y él cambia las leyes si tiene que cambiarlas. Vamos a clamar al Señor y vamos a buscar perspectiva de parte de Dios.

Y Habacuc dice, yo estaré, estaré esperando a ver qué Dios ha de responder tocante a mi queja. Cómo yo voy a reaccionar? Y la palabra de Dios, la revelación divina no se deja esperar, versículo 2 dice:

“Y Jehová me respondió y dijo, Habacuc escribe la visión, declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella y aunque se tarde la visión – eso es importante, hermanos, los procesos de Dios a veces se toman tiempo, hay mucha gente que está diciendo, no, mis tarjetas de crédito las voy a llenar todas porque ya Cristo viene mañana y así no tengo que pagar nada. ¿Sabes qué? No se vaya tan rápido. Todavía hay tiempo en esta tierra que le queda. Todavía Dios está montando su escenario. Hay muchas cosas todavía. yo sé que Cristo viene pronto, pero ese pronto ya lleva 2 mil años.

Ahora, yo sé que puede venir y creo que va a venir más cerca de lo que pensamos. Yo vivo a la luz de la venida de Cristo, les digo eso sinceramente. Yo creo que hay una premura. Dios está acelerando las cosas como nunca antes en la historia, pero Dios es un Dios de procesos y hay que ir poco a poco, hay que dejar que él… y aunque la visión se tarde, aunque la respuesta se tarde, espérala que vendrá.

Tu tienes 10 años orando por ese hijo rebelde, ora un año más, no tires la toalla. Esa esposa, voy a cambiar las identidades porque siempre los esposos, esa esposa que no quiere convertirse, adóbala, ablándala en oración, métela a fuego lento en el horno de la oración, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza y cuando se le estén quemando los cabellos ella va a correr y va a venir al trono de Dios y se va a entregar. Persiste.

Nosotros tenemos que ser cristianos del fuego lento, cristianos que se mantengan hasta que Dios responda a nuestra oración. No nos quitemos como dijo un gran sabio español, creo que fue Cervantes si no me equivoco.

“Aunque la visión tardará aún por un tiempo, se apresura hacia el fin, no mentirá. Aunque tarde espéralo porque sin duda vendrá y no tardará.”

Dios le dice, yo te voy a hablar y te aseguro que eso va a venir, va a suceder. Se tomó tiempo de hecho para que los babilonios subieran al poder. Había décadas todavía de proceso pero Dios dijo, espéralo porque va a ser así. Y entonces al Dios responderle a Habacuc comienza a elaborar sobre la maldad de esta gente. Dice, sí, son malos. Y le desarrolla todo el perfil maligno y pecaminoso de ese pueblo que viene. Pero fíjese algo que también le añade otra parte. Entonces, el versículo 9 comienza otra parte que Dios le da, otro pago que le da a Habacuc y le dice….

Hay 5 ayes, ay del que, y esos ayes son dirigidos a esa nación que por un tiempo va a ser usada para traer justicia y disciplina y juicio a Judá. Pero Dios dice, lo voy a usar por un tiempo y ellos van a hacer lo que hacen, ser crueles, ser opresivos, ser imperialistas, pero ay de aquellos que obran en una forma que no es conveniente a mi corazón y a los valores de mi reino. Ay de aquellos que simplemente poseen y oprimen al pobre y se enriquecen y hacen injusticia, porque yo tengo algo preparado para ellos también.

Sabe que uno de los grandes temas de la escritura es este, no envidies al malo cuando está en poder. No te descorazones cuando veas la injusticia. Hoy en día hay tanta injusticia en esta nación, las corporaciones se sirven con la cuchara grande del pobre, manipulan la inmundicia que hay en este mundo, la corrupción en todas las dimensiones, no solamente moral sino ética, financiera, gubernamental, política, judicial, corrupción por dondequiera. Y la Biblia nos dice no envidies porque su tiempo les llegará. Deja la justicia al Señor.

Si alguien ha hecho injusticia en tu vida no te envenenes, no dejes que tu corazón se llene de odio y de rencor, entrega la justicia al Señor y vive tranquilo que Dios juzga y al final Dios trae. Porque lo que Dios le dice es algo que también es un paradigma de la escritura y es que muchas veces Dios usa a un injusto para ajusticiar a su pueblo. Pero después enjuicia y castiga a ese injusto que enjuició a su pueblo porque no lo hizo con un corazón correcto.

Muchas veces a través del Antiguo Testamento usted verá que Dios usó naciones y usó hombres como Nabucodonosor, como Darío, como Siro, eran gente sanguinaria y los llamó mi siervo, no era porque aprobara de ellos sino porque ellos estaban haciendo el trabajo de Dios.

Sabe que Dios puede usar al diablo mismo para hacer su trabajo? Lo ha hecho. Usó a Satanás para llevar a Cristo a la cruz. Satanás estaba ahí metido haciendo el trabajo de Dios porque Cristo tenía que morir en la cruz. Y Satanás mismo se ató las manos llevando a Cristo, humanamente hablando, a la cruz. Porque Dios usó un espíritu mentiroso para llevar a Acab a una guerra donde iba a perder la vida.

Dice Dios, yo enviaré un espíritu de mentira que lo confunda y lo lleve a hacer una locura. Eso le vuela la tapa de los sesos a cualquier teólogo. Dios usa a veces medios turbios para llevar a cabo su obra en la tierra. Recuerde eso. es bien importante. Porque el hecho de que usted reconozca que alguien está en poder y que está haciendo la obra que Dios quiere que haga, no quiere decir que usted está diciendo, es de Dios, es bueno. Dios se agrada. Pero a veces creemos que para nosotros aceptar algo que está en el poder tenemos que aprobarlo. No, puede ser simplemente un instrumento sombrío y oscuro de Dios para llevar a cabo su obra. Pero después si no se regenera y hace lo que Dios quiere y lo hace en una manera correcta, Dios le dice, okay, ahora te viene a ti tu tiempo. Ven acá. Vamos a hablar. Te voy a disciplinar a ti también para que no lo vuelvas a hacer.

Es una mezcla de cosas complejas. Y entonces Dios le dice, esos versículos que siguen en el capítulo 2, son todos versículos que dicen, no te preocupes, Habacuc, yo los voy a usar pero los voy a ajusticiar también. Y en el versículo 19 dice:

“Ay del que dice al palo despiértate y a la piedra muda levántate, podrá él enseñar, he aquí, está cubierto de oro y plata y no hay espíritu dentro de él.”

Los babilonios idólatras, paganos, erigían sus dioses, y Dios dice, ay de ellos. Sí, los voy a usar, pero ay, de los que usan estas armas, estos instrumentos. Y ese capítulo 2 de Habacuc termina con el versículo 20 que yo creo que es Habacuc diciendo algo, es anteponiendo las pretensiones de los dioses falsos y del hombre embebido con su propia arrogancia humana, al Dios soberano que está sentado en su trono y que todavía gobierna la historia y gobierna las naciones.

Qué lindo versículo, muchos lo hemos visto en iglesias pentecostales cuando hemos ido, “más Jehová está en su santo templo, calle delante de él toda la tierra.” Aleluya! Digan amén. Hablen en lenguas un rato. Aleluya!

Aunque el cielo y la tierra pasen, la palabra del Señor no pasará. Los tiempos, la historia puede fluctuar, puede subir un gobernante y llevarse el mundo por delante, pueden venir otros que niegan el señorío de Cristo y la realidad de Dios pero todo eso está en el polvo de la historia y el Señor sigue sentado en su trono, exaltado por su pueblo. Dios gobierna sobre la historia.

Hermanos, nosotros tenemos que mantener tanto la mirada sobre ese Dios todopoderoso que está sentado en su trono que no tengamos tiempo para mirar a los pequeñitos que viene y van y suben y bajan y pasan por la historia simplemente por un momento y después dejan de ser.

Mire a su Dios, el Dios que está sentado en su trono. Y ese callar delante de él toda la tierra, quiere decir estar en un sentido de tanto asombro y tanto sobrecogimiento por la grandeza y el poderío y la soberanía de Dios que nos quedamos sin aliento, nos quedamos sin palabras.

Ese debe ser el sentido de los hijos de Dios. Estamos tan embebidos con su señorío, su presencia, su control, su majestad, su santidad, su justicia que no tenemos tiempo para dejarnos fluctuar ni cambiar por los vaivenes de la historia y de la cultura. Y eso es lo maravilloso, y eso es lo que el Señor nos invita a ver lo que está pasando en esta nación de esa manera.

Y este es mi último punto que dejo con ustedes. Vivimos en un tiempo en la historia de Estados Unidos y en el mundo en que la injusticia, la opresión, la pecaminosidad parecen prevalecer y muchos de nosotros, como Habacuc, estamos inclinados a pensar que Dios no hace sentido. Por qué Dios permite que sucedan estas cosas? Y Dios nos está invitando a decir, mire, no se apresuren tanto, no se dejen la aguja fluctuar de un lado para el otro porque está pasando esto o está pasando lo otro, manténganse firmes porque yo tengo un plan y yo sé a dónde yo voy.

Para muchos cristianos de una visión progresista, un poco más consciente de la justicia social y todas estas cosas, el pensar que un hombre como Donald Trump esté en el poder, cómo puede este cavernícola estar gobernando esta nación? Twiteando todo el tiempo y diciendo tonterías y haciendo pedazos de la dignidad de la presidencia de esta nación, pisoteando los principios de la justicia y de la equidad. Y se siente como que Señor, cómo tu puedes permitir eso? padre, ilumínalo o elimínalo. Sácalo de aquí ya pronto. Y están orando para que el Señor lo fulmine con un rayo del cielo. Dicen, tu no puedes permitir eso, Señor.

Y para otros cristianos que son más conservadores, más de otro tipo de inclinación, haber pensado 8 años de Barack Obama, Padre, te estás durmiendo, qué pasa? La justicia falla, la moralidad está flaqueando. Tu iglesia está siendo perseguida. Los valores de la inmundicia están prevaleciendo y están dirigidos por un gobernante que está como consagrado a facilitar la inmoralidad en esta nación.

Porque yo les digo algo, hermanos, y esto se los doy gratis, perdonen porque estas son cosas que son profundas y los sermones de 20 minutos como que a mí se me hace difícil muchas veces porque hay tantas cosas que la palabra de Dios nos habla. Pero tenemos que tener cuidado. A veces yo oigo personas decir, bueno, sí, pero hay injusticia, esta gente también son injustos. Tu hablas de justicia y hablas de los valores de la vida y de la familia, tanto un grupo como el otro… yo digo, hermanos, y esto es lo que creo, se me hizo más claro esta mañana después de tomarme una taza de café, como que el cerebro se me iluminó un poquito más.

Hay dos tipos de injusticia en el mundo para que juzguemos. Hay un tipo de injusticia que yo lo llamo injusticia corruptiva, injusticia que corrompe, injusticia que amenaza las estructuras mismas del espíritu en una nación, de la salud moral y espiritual de una nación, injusticia que Dios considera abominación, que ofende el corazón de Dios, injusticia que corrompe a una sociedad, injusticia que abarata su espíritu y que la debilita, y que daña la estructura de una nación.

Hay un pasaje que dice, cómo permanecerán… la idea es que las columnas cómo permanecerán si son socavadas, si los fundamentos son socavados. Hay injusticia que atenta contra los fundamentos morales y espirituales de una nación. Hay un tipo de injusticia que persigue a la iglesia, que le hace la vida difícil a la iglesia, que le hace difícil a la iglesia ser la iglesia, que persigue a la iglesia, persigue activamente los valores del Reino de Dios, que trata de amordazar la palabra que sale de la boca de la iglesia y que tiene como algo enconado contra el Evangelio y los valores del Evangelio.

Ese es un tipo de injusticia, para mí es la injusticia más peligrosa y más dañina. Hay otro tipo de injusticia que yo la llamo injusticia genérica, injusticia común, que es la injusticia que es consecuencia natural de la caída. Es la injusticia que ha prevalecido desde que el mundo es mundo. Ningún gobierno es justo, ningún gobierno es perfecto. Todos los gobiernos son parciales, todos los gobiernos obedecen a ciertos intereses de un grupo que los ha puesto en el poder. Hay opresión, hay explotación en el mundo desde que el mundo es mundo porque esa es la naturaleza del mundo. Y no desaparecerá esa injusticia genérica, común y corriente hasta que los escombros de la caída hayan sido restaurados y Cristo venga y establezca un nuevo sistema en la historia.

Y esa injusticia la tiene cualquier gobierno. Esa es la base fundamental de toda otra… de todo gobierno humano. Alguna gente dice, esta nación… qué es esto de que esta nación ha sido una nación cristiana. Siempre ha habido injusticia y esto y lo otro. Cierto. Pero cuando usted compara lo que es esta nación hoy a lo que era hace 50, ó 100 años atrás, era una nación conocida por tener cierto temor de Dios. Usted no escuchaba legislarse desde la presidencia inmoralidad. Había un temor sano, había por lo menos una aceptación de ciertos valores, temor de Dios. se alababa la familia, los presidentes oraban y respetaban a la iglesia y respetaban al cristianismo y se sabía que ciertas cosas se violaban pero no se legislaban.

Nosotros hemos pasado de la injusticia común, genérica de la caída, a la injusticia activa, voluntariosa, arrogante, del hombre que no tiene el sello de Dios y el temor de Dios en su corazón. Eso es diferente. Y eso es lo que yo siempre estaré en guerra, contra ese tipo de injusticia, ese tipo de pecado. Y es lo que tenemos en nuestro tiempo.

Y mucha gente se ha escandalizado correctamente, Señor, cómo tu permites que desde la misma Casa Blanca se alaben ciertos valores, matrimonio homosexual, transgenerismo, aborto masivo y destructivo, degeneración en todos los sentidos, bajo ciertos nombres de legalidad y de justicia social? Y tanto unos como los otros, los progresistas dicen, Señor, dónde tu estás? Los conservadores, Señor, dónde tu estás? Pero en ambos lugares estaba Dios.

Y Dios ha estado moviéndose, haciendo su trabajo en la historia. Yo he aprendido que nosotros servimos a un Dios misterioso que se mueve y a veces escoge a uno y lo pone por un tiempo y después lo quita y pone a otro, y enjuicia al que usó para hacer sus cosas, para avanzar sus fichas. Es como un jugador de ajedrez que sacrifica un peón para neutralizar una reina o un caballero.

Dios a veces se mueve de esa manera y por un momento de la historia parecería como que Dios no está presente, pero no, él es un jugador de ajedrez que tiene billones de año jugando el juego y su tablero es infinito y él siempre sabe y él ve a 100 movidas de distancia, o mil o millones de distancia. Y nosotros tenemos que como Habacuc callar delante de él, callar, mirar con asombro sus movimientos en la historia, decir, Padre, voy a callar, como María voy a rumiar el misterio. María miraba a su hijo, no sabía qué es lo que Dios le había dado. Dice que María guardaba las cosas en su corazón.

Los cristianos tenemos que guardar las cosas en nuestro corazón en este tiempo, como nunca antes. No nos desesperemos, no tiremos la toalla, no nos quejemos demasiado, no nos partidicemos demasiado, no tomemos demasiado rápidamente helados, no juzguemos conforme a nuestros valores hispanos o latinos o políticos. Señor, dame la sabiduría para mirar a través de tus ojos, para ver como tu ves, para sentir como tu sientes.

Sí, Trump está en el poder. Dios puso a los caldeos para enjuiciar a los hebreos. Dios ha puesto un caldeo en la presidencia. Es un babilonio. Dios está haciendo cosas extraordinarias en esta nación. A esa gente altanera, intelectual, racionalista, los está humillando con un cavernícola que los está gobernando ahora mismo. Si Trump fuera más inteligente y más culto quizás no harías las cosas que está haciendo, que son buenas muchas de ellas. Se necesita un hombre tosco, torpe y áspero. Si fuera un hombre sabio y tierno y generoso no podría bregar con estos demonios que están hoy en día en la cultura del siglo XXI en esta nación. Se necesita un Elías.

Y yo no apruebo de muchas de las cosas, yo sangro con mis hermanos inmigrantes que sienten el dolor de la incertidumbre, sangro con los afroamericanos que están siendo perseguidos ahora por gente, fieras que están usando esto como excusa para darles presión a su racismo en muchas partes de esta nación. Pero también creo que están pasando algunas cosas que eran necesarias. Hay correcciones que se están dando que son importantes porque esta nación no podía seguir en la línea en que iba y había que haber una corrección.

Si Donald Trump aprende pronto y se civiliza un poco y aprende a ser un presidente e incluye a la generosidad, la bondad, el amor, la justicia, en su economía política Dios lo va a bendecir y lo va a afirmar. Y no seamos nosotros encontrado luchando contra lo que Dios ha puesto. Ahora, si no, si usa su poder para enriquecerse él, enriquecer a sus amigos alrededor de él, las grandes corporaciones que están explotando esta nación y corrompiendo nuestra cultura, si él usa eso para soltar las fieras del racismo y de la opresión y la superioridad blanca en esta nación, Dios lo va a ajusticiar, hermanos, porque Dios es un Dios de justicia y Dios ama a los pobres y defiende al débil y al que no tiene voz.

Lo usará por un tiempo y lo enjuiciará. Y nuestro lugar es orar y clamar y esperar y callar y hacer todo lo que podamos, evangelizar, ser el pueblo de Dios, hacer la obra de Dios en la tierra, gozarnos en este Dios todopoderoso que tenemos, que está en control de la historia. Mi pasaporte, hermanos, está sellado y sobre sellado. Aleluya! Yo tengo todos los sellos habidos y por haber, afuera y adentro del pasaporte. Yo sé dónde voy. Yo no pertenezco al mundo y a la historia, pertenezco al Reino de Dios y a la eternidad.

La Biblia dice que tenemos que despreciar nuestra vida hasta la muerte. Y yo digo, Señor, aunque pase lo que pase si tu estás haciendo tu obra yo quiero estar donde tu estás trabajando, no importa lo que suceda. Si tengo que comer pan vacío, aunque sea con un poquito de aceite de oliva, Señor, amén. Hágase tu voluntad. Si tengo que perecer, hermanos, si tengo que salir de mi casa porque están cogiendo fuego, Dios nos libre, a media noche, porque algo ha sucedido y yo soy una víctima de ese proceso divino más abarcador, que así sea. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, no importa lo que sea.

Hermanos, este es un tiempo para vivir la vida de un creyente hasta el cabo. O somos o no somos. El tiempo pasó de jugar a la iglesia, paños tibios. Somos o no somos. Son los tiempos de Elías en que Dios dice, decídanse qué van a hacer, o sirven a Baal o sirven a Jehová. O se meten los valores del Reino de Dios en su corazón o no vengan a la iglesia, no digan que son evangélicos, ni digan que son cristianos, o viven como cristianos o cállese la boca y vea la televisión y vea un programa de televisión mientras se come unos cereales, pero no contamine el Reino de Dios con una mediocridad espiritual que es aborrecible ante el Señor.

Porque la palabra dice que Dios vomitará de su boca a los tibios. Mira, tiene que ser caliente o frío, lo tibio me da nauseas, dice el Señor. Hermanos, este es un tiempo para definición. Los tiempos que vivimos son tiempos de premura, tiempos de definición y tenemos que entregarle al Señor todo, nuestras finanzas, nuestro matrimonio, nuestros placeres, nuestro trabajo, nuestras aspiraciones, nuestros sueños, nuestra carrera, todo del Señor si vivimos para él vivimos. Si morimos, para él morimos. Sea que vivamos o que muramos, somos del Señor y estamos aquí para avanzar la obra de Dios.

Póngase de pie y vamos a darle gloria y honra al Señor en esta tarde. Padre, que se haga tu voluntad en la tierra. Sigue obrando, Señor, queremos ver tu gloria establecida en la ciudad y en las naciones, Padre. Queremos que el nombre de Cristo sea puesto en alto por las azoteas de la ciudad. Que la gloria del Señor brille y que los altaneros que niegan la presencia de Dios sean reducidos al polvo, Padre. Glorifícate, Señor, y haz todo obra. Comienza con nosotros, Padre, que podamos ofrecerte un sacrificio acepto delante de ti.

Nos ponemos como holocausto ante el altar. Nos presentamos delante de ti como un sacrificio vivo, santo, agradable a ti, Señor. Ayúdanos a tomar esa medicina, Padre, hasta la última gota. Tus valores, tu palabra, tus demandas, tus principios, tus mandamientos, Señor, perdónanos porque no sabemos lo que decimos francamente, Padre, pero queremos serte agradables. Trata con nosotros, Señor, queremos presentarte un pueblo que sepa como mirar la historia, que sepa cómo moverse en la historia, que sepa ser el pueblo de Dios. Cambia nuestros ojos, Señor. Quita el convencionalismo, quita el cristianismo barato y tibio y convencional y pon en nosotros un nuevo sistema, Padre, nuestro fundamento, nuevos principios, Señor. Que despreciemos nuestras vidas hasta la muerte, Padre.

Comienza conmigo, Señor, que hago esta oración. Cámbiame, cámbianos, purifícanos, sánanos, límpianos, re estructúranos, Señor. Prepáranos para estos tiempos en los cuales hemos sido llamados a vivir y podamos ser tu iglesia verdaderamente, Padre, que no fallemos en el momento crucial de la historia, que podamos estar preparados como instrumentos tuyos, Señor, que tu puedas usar para la redención de tu creación en este tiempo de la historia, como testigos verdaderos de Cristo Jesús.

Comienza en nuestros hogares, Señor, en nuestra intimidad, en lo secreto de nuestra mente y de nuestros sentimientos. Nos consagramos a ti, Señor.

El Dios que nos prueba

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Mateo 1:18 dice así: “El nacimiento de Jesucristo fue así. Estando desposada María, su madre, con José antes que se juntasen se halló que había concebido del Espíritu Santo. José, su marido, como era justo y no quería infamarla quiso dejarla secretamente y pensando él en esto he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo, “José, hijo de David, no temas recibir a María, tu mujer, porque lo que en ella se ha engendrado del Espíritu Santo es y dará a luz un niño y llamará su nombre Jesús porque él salvará a su pueblo de sus pecados.”

Padre, gracias, que tu eres sabio, Señor y tu sabes hacer las cosas. Gracias que tus caminos a veces no son nuestros caminos ni tus pensamientos como nuestros pensamientos pero tu sabes lo que estás haciendo. Gracias por la manera sabia que tu organizaste que naciera tu Hijo en este mundo y gracias que tu eres el mismo ayer, hoy y para siempre y que tu también tratas con nosotros con sabiduría y con un plan especial para cada uno de nosotros. Te pido que bendigas este tiempo, que escuchemos la voz del buen pastor en el nombre de Jesús. Amén.

José, el padre terrenal de Jesús, el padrastro, el que crió a Jesús y cuidó a María. Cuando pensamos en esta historia como sucedió el embarazo divino, el ángel Gabriel visitó a María y le dijo que tu vas a concebir un niño. El Espíritu Santo va a caer sobre ti y la criatura dentro de ti será llamado el Hijo de Dios, un hijo concebido por una manera sobrenatural por el Espíritu Santo. El ángel se lo dijo y María se asustó pero se resignó al plan de Dios y aceptó del plan de que el ángel le dijo.

Así que ella sí concibió. Quiero comenzar esta reflexión con una pregunta. Por qué el ángel le habló a María y no tomó un viaje a la calle de al lado para hablar con José esa misma noche? Por qué el Señor hizo la obra de que ella estuviera embarazada por el Espíritu Santo sin decirle nada a José? En algún momento habrás pensado en eso? la Biblia dice que se halló que ella estaba embarazada, se halló, y que había concebido del Espíritu Santo.

Imagínate el sufrimiento de José. Un hombre de Dios, un hombre comprometido con una señorita buena, una hija de Dios y así él se descubre que ella está esperando un bebé, que ella está encinta. Me imagino que tuvieron una conversación al respecto. Y el Papá, Dios. Imagínate la conversación entre José y sus amigos en el taller. Qué pasó? Parece que todo estaba bien entre ustedes y sale embarazada. Quién es el papá? Ella dice que Dios es el papá. Imagínate.

José, imagínate las noches largas. Señor, cómo es que esto ha pasado? El dolor, la vergüenza, y mucho más peligro. Como sabemos en esa sociedad bajo la ley se puede castiga a una mujer que es encontrada en adulterio. Así que pudiera haberle castigada, por lo menos cortada de la comunidad de la sinagoga, exiliada de toda la sociedad, por lo menos, y tal vez peor.

Y José en agonía pensando, no quiero que sufra pero no sé. Ofendido, herido, traicionado. Dios, por qué no entiendo por qué esto está pasando? En esa noche larga, tal vez a las 2 ó 3 de la mañana, él decide, bueno, yo quiero protegerla, aunque me ha engañado. Yo no quiero que ella sufra, así que yo voy a divorciarme porque tenía que divorciarse, bajo la ley él no podía casarse con ella. Voy a divorciarla pero calladamente para que ella no sea expuesta a sufrimiento ni a ningún daño, que no sea perjudicada por la sociedad por eso.

No sé si fue en esa noche o el próximo día o pronto después, pero ahí por fin le visita el ángel Gabriel y le dice, “José, no temas de casarte con ella, porque lo que en ella de verdad es del Espíritu Santo, no está mintiendo.” Si yo fuera José yo diría, “Ahora me lo dices?” tu eres ángel, no es que hay tráfico entre esa casa y la mía, tu puedes directito… Por qué esperó el ángel?

Yo creo que Dios quería saber qué iba a hacer José en esta situación. Si él iba a demandar sus derechos y vengarse contra ella o si él tuviera un impulso para protegerla. Porque piensen eso, el Señor estaba escogiendo el hombre que tenía que cuidar a su Hijo en la tierra y la madre de ese Hijo y él no va a aceptar cualquier hombre. Ese hombre tiene que ser probado.

Yo me imagino que Dios le dijo a José, “Felicitaciones. Esto ha sido una prueba y pasaste. A +, tu ganaste el trabajo de criar a mi Hijo en la tierra.” Porque cuál es el trabajo de José? De cuidar y proteger a ese bebé y a María y esto no es nada comparado a los peligros que ellos iban a enfrentar después con Herodes tratando de matar al bebé y él huyendo a Egipto protegiendo a la niña. Él tenía que pasar esa prueba para demostrar que él es un hombre aprobado.

Pero no podemos ser aprobados ni comprobados sin ser probados. Este sermón se titula “El Dios que hace pruebas. El Dios que nos prueba.” Porque no podemos ser comprobados sin ser probados. Y el Señor sabe que tiene llamado para José y lo pasó por una prueba para demostrar lo que había en su corazón, que él era un hombre digno del llamado que él iba a recibir y también para fortalecer su fe, para él recordar, yo pasé por esa noche larga, yo aprendí cómo proteger a esta mujer y así yo la voy a seguir protegiendo.

El Señor nos hace pasar por pruebas. Proverbios 17:3 dice:

“El crisol es para la plata y el horno para el oro pero Jehová es quien prueba los corazones.”

Satanás nos tienta para atraparnos, para que fallemos, para que fracasemos pero Dios nos prueba para que brillemos. Más grande la prueba, más grande la victoria. Más difícil la lucha, más gloriosa la victoria después. El Señor trata con nosotros igual. Si tu eres un hijo o hija de Dios vas a pasar por pruebas. El Señor no te va proteger de todo, pero puedes estar seguro que Dios sabe lo que está haciendo, que él nos prueba para entrenarnos, para prepararnos, para pulirnos para que brillemos como el oro.

Nuestro Dios sabe lo que está haciendo para probar nuestra fe, para hacernos la pregunta, de verdad confías en mí? Porque yo soy tu Dios. No sé si hay alguien aquí que a ti te gusta los exámenes en la escuela. No levanten la mano. Hay 2 ó 3 yo sé porque veo esposos mirando. A ti te gustaban los exámenes porque siempre salías bien. A la gente no le gusta el niño que le gustan las pruebas, pero la mayoría de nosotros no nos gustan. Por qué? Porque a veces colgamos el examen. Fracasamos. No se siente bien. Quemamos el examen. A nadie le gusta eso.

Y el Señor, él permitiría que nosotros fuéramos probados y que tal vez quemamos algunas pruebas? Alguien aquí que en algún momento de tu vida has pasado por una prueba y tal vez no sacaste una A delante de Dios. Habrá alguien? A veces el Señor nos empuja y nos deja caer un poquito pero no para que quedemos caídos sino para que aprendamos de eso.

Hay un dicho en inglés no pain, no gain. Eso es algo universal. Sin dolor no hay ganancia. El Apóstol Pedro tenía visiones de grandeza. Yo soy la roca, sobre mí se va a edificar la iglesia. Yo soy el que caminé sobre las aguas, por los menos unos pasitos.

Cuando Jesús hablaba de su entrega y de su sufrimiento él le dijo a Pedro, “Simón, Simón, no te voy a llamar Pedro porque eres Simón, Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo, pero yo he rogado por ti para que tu fe no falte y tu una vez vuelto confirmes a tus hermanos.” Pero Pedro le dijo, “Sí, Señor, yo sé que soy débil y tal vez puedo caer. Ayúdanos porque soy débil.” Eso es lo que le dijo Pedro? No. él le dijo, “Señor, estoy dispuesto a ir contigo no solo a la cárcel sino también a la muerte.” Y él le dijo, “Pedro, te digo que el gallo no cantará hoy antes que tu niegues 3 veces que me conoces.” “No, nunca.”

Él tenía que aprender que él no era la última Coca Cola en el desierto. Tenía que aprender que no era el todo, él tenía que eat a little bit of humble pie. Pastel de la humildad. Imagínate. Si Pedro nunca había tenido su desliz, su problema, qué clase de hombre hubiera sido? Imagínate el orgullo con personas en pecado, “Arréglate.” Pero un hombre pecador puede pastorear a personas pecadoras, que somos todos.

A veces nosotros pensamos, ay, Señor, yo fallé, yo tengo cosas de mi pasado. El Señor usa estas cosas para que tu seas más comprensivo con los demás. La humildad que te enriquece, que te enseña cómo quieres caminar con el Señor, que no se repita. El Señor usa aún el fracaso para nuestra victoria.

También lo usa para enseñarnos que no somos tan fuertes de cómo pensamos que somos. El profeta Jeremía, cuántos aquí han estudiado la vida de Jeremías? Si no lo has hecho hay que hacerlo, hay vidas en el Antiguo Testamento hermosos, hay biografías, hay historias de lo que Dios ha hecho.

El profeta Jeremías fue llamado a confrontar al pueblo de Dios durante un tiempo de terrible idolatría. Él tenía que ser un hombre firme, como una columna de bronce porque todo el mundo iba a estar en contra de él. Y él tenía que ser un hombre fuerte, desafiado, decidido y firme cuando todo el mundo estaba en su contra. Qué trabajo lindo, no? yo te llamo a servirme, nadie te va a escuchar, todos te van a ayudar, pero tienes que ser fiel. Te van a echar en un pozo con lodo, te van a castigar, te van a dar golpes y después tu vas a salir en exilio con ellos. Felicitaciones. Eres aceptado en este negocio.

Pero el pobre Jeremías no tenía opción. Pero yo creo que él tenía la dicha de ser alguien que vivió el sufrimiento como Jesús mismo lo vivió. Tenía una cercanía con Dios hermosa. Pero él en el principio de su ministerio con algunos problemitas, la gente en contra de él, él se puso a quejarse con Dios. y escribió sus quejas en la Biblia. Algunos aquí se han quejado con Dios en algún momento? No lo admites?

Mira lo que él dice en Jeremías 12, creo que versículo 1 ó 2. Él dice, “Justo eres tu Jehová, sin embargo, alegaré mi causa ante ti. Por qué es prosperado el camino de los malvados? Pero tu Jehová me conoces. Me vistes y has probado mi corazón contigo. El Señor responde, “Tu que crees que puedes correr con caballos? Si corriste con los de a pie y te cansaron, cómo contenderás con los caballos y si en la tierra de paz no estabas seguro, cómo harás en la espesura del Jordán?”

La cosas se va a poner más dura y tu tienes que ser más duro y más fuerte, porque sino te van a vencer y no vas a cumplir tu misión. Yo te estoy castigando y haciéndote pasar por la prueba ahora para cuando venga la batalla de verdad tu tengas la fuerza para sobrevivir y cumplir tu misión. Tu crees que puedes correr con caballos y este hombrecito te cansa, la cosa se va a poner más fuerte.

“Aún tus hermanos dice el Señor, y la casa de tu padre, aún ellos, se levantaron contra ti.” No confíes en ellos aunque te digan buenas cosas. Un buen coach te hace sufrir a veces para que tu seas más fuerte. Hay un hermano de la iglesia que era soldado, que aprendió un dicho que era “hay que sudar en el entrenamiento para no sangrar en la batalla.” Si tu no estás sudando hoy tal vez vas a estar sangrando después.

El Señor nos prepara. Él nos prueba para que echemos raíces profundas en él. La prueba es la medicina para un cristianismo superficial. La Biblia dice que hay cristianos superficiales, que su tierra no va profunda. Jesús lo dijo así, son como las semillas que caen sobre los pedregales y los que son sobre la piedra son los que habiendo oído la palabra reciben la palabra con gozo, pero no tienen raíces. Creen por algún tiempo pero en el tiempo de la prueba se apartan y después aprenden, hay que sacar unas piedras para yo ser tierra buena para el Señor.

El Señor está comprometido con tu profundidad espiritual, con tu fuerza espiritual. No queremos que seamos cristianos blandengues, cristianos fáciles de vencer, pero para eso él nos pasa por unos entrenamientos duros. Como un buen coach que hace su equipo de futbol americano haga su práctica en la nieve, en el frío. Si está muy feo afuera vamos afuera, porque tu crees que el juego se juega cuando todo es lindo? No, es cuando está nevando, cuando hay lluvia, cuando hay viento. Yo te voy a entrenar en eso para que estés listo y que ganes el Super Bowl otra vez. Pero hay que sufrir.

Un buen coach te hace sufrir y tu lo amas por eso. el Señor es un coach que te va a entrenar con las pruebas. La Biblia lo llama diversas pruebas que Dios nos da. Él tiene una variedad de entrenamientos. Hablamos de algunos. Primero, el Señor nos prueba con ciertas decisiones que tenemos que tomar. Si vamos a seguir sus instrucciones o si vamos a tomar el camino más fácil. Un caso de eso, el pastor una vez habló de los recabitas en el Antiguo Testamento también del libro de Jeremías. Era un grupo de personas que eran descendientes de un hombre que se llamaba Recab y ese hombre puso su descendencia bajo un juramento, prométeme que nunca vas a tomar vino ni vivir en casas normales. Van a viajar y no van a tomar vino y Dios los va a bendecir. Fue un voto que ellos tomaron con su abuelo, con su papá.

El Señor mandó que Jeremías invitara a los recabitas al templo del Señor y que pusiera en una mesa delante de ellos unos vinos de los mejores que hay, de Chile o Argentina, unos buenos vinos los puso ahí delante de ellos. Y después Jeremías los manda, “Toma,” este no es el amiguito en el bar, este es Jeremías mandándote tomar vino. Ellos dijeron, “No, por favor, hicimos una promesa, tenemos que seguir las instrucciones.” Y el Señor dice, “pasaste la prueba,” y él lo usa como un ejemplo para el pueblo de Israel. Si ustedes van a seguir mis mandamientos o no.

En la Biblia daba maná en el desierto y dice así, “Jehová dijo a Moisés, ‘mira, yo os haré llover pan del cielo. El pueblo saldrá y recogerá diariamente la porción de un día para que yo lo pruebe si anda en mi ley o no.” solo puedes recoger pan para un día, si tu guardas para dos, excepto sábado que el día antes del día de reposo, pero días normales, tu recoges para un día. Si tu tienes de más se va a poner feo, podrido. Vamos a ver qué hacen. Qué ustedes creen? Ay, vamos a guardar mucho. Y se pone feo, ya lo sabía.

Ustedes están negándose a obedecer mis instrucciones. Vamos a tener pruebas. Comienzan con pruebecitas y si pasamos Dios nos confía más. También Dios nos va a dar responsabilidades y ver si somos fieles con lo poco para que seamos confiados lo mucho. La Biblia dice así, el que es fiel en lo muy poco también en lo más es fiel. Y el que en lo muy poco es injusto también en lo más es injusto.

Una de las cosas pequeñas, aunque no lo creas, que Dios nos confía como una prueba espiritual es el dinero. Señor, pruébame con mucho dinero, por favor. Todo el mundo dice, pero es así. A veces ganando más dinero es una prueba qué vas a hacer con este dinero. Vas a ser fiel con Dios con este dinero? Porque el Señor responde y dice, si en las riquezas injustas no fuiste fiel, quién os confiará lo verdadero? Fiel en lo poco, fiel en lo mucho. Fiel en lo terrenal, fiel en lo espiritual. Fiel, comprobado, confiado más.

A veces yo he visto en mi vida el Señor nos tira, y aquí en la iglesia, el Señor nos tira una situación pequeña para saber qué vamos a hacer con esta persona o esta situación que el Señor nos trajo. Nos envía una sola persona y ver si vamos a ser fiel con esta persona, entonces él nos envía más. Por eso tenemos que tener ojos de fe.

Nosotros decimos, Señor, queremos ministrar a tal clase de persona. El Señor lo envía y lo rechazamos. Qué va a pasar? Yo he visto esto. Años pasados, 15 años atrás, ver cómo el pastor decidió ministrar a ciertas personas que nos vinieron de las calles, que no tenían vivienda y como el pastor y la iglesia los recibió y los trató con respeto, hicimos muchos errores y todo eso, pero fiel. El Señor envía más y más y ahora cada sábado hay 100 personas de la calle en nuestro sótano recibiendo ministerio, porque los hombres de esta iglesia y las mujeres de esta iglesia se han comprobado fieles.

El Señor dice, yo no voy a confiar mis personas preciosas si yo no sé si tu eres confiable. Tu tienes que probarlo. El amor es sin condiciones, pero la confianza se gana. El confiar en una persona que no es confiable, no es amor y no es sabio. Y para saber si una persona es confiable, la persona tiene que probarlo con acciones de demostrar que es fiel y entonces uno confía más.

El Señor lo hace con nosotros. Y hace lo mismo con los diáconos. En la Biblia, en el Nuevo Testamento, la Biblia dice claramente, alguien no puede servir como diácono antes de ser puesto a prueba. Yo no sé qué es eso. Yo creo que no es una prueba por escrito, yo creo que es ver su vida un tiempo, que no vino ayer y lo pusimos en liderazgo. La persona tiene que ganarse la confianza.

Qué hizo José con sus hermanos? Sabe la historia? En el Antiguo Testamento un joven que se llama José, sus hermanos lo tiraron en un pozo y después lo vendieron a esclavitud. Después José va preso y después él termina en Egipto como el número 2 de faraón mismo. Y sus hermanos vienen después de 15 años y yo siendo José, yo los abrazaría, ay, mis hermanos aquí están, mira. No. José los pasó sus hermanos a ciertas pruebas. Has leído eso? él pone un vaso de oro en la bolsa a ver qué hacen, si ellos van a devolverlo o robarlo. Él los pone a prueba para que ellos puedan probar que son hombres honestos, para el bien de ellos, para el bien de José, para que se restaure la relación. El Señor los pasó por una prueba.

Y el Señor lo hace con nosotros también. Si somos fieles Dios nos da más, fiel en lo poco, fiel en lo mucho. También el Señor nos prueba y eso es lo más duro, y yo entro en eso con cierto temor y temblor pero tenemos que hablar de eso. El Señor a veces suelta el mismo diablo para probarnos. La Biblia dice que Jesús dijo, Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo. Y Jesús dejó que el enemigo los tentara por un tiempo.

No sé si has leído el libro de Job, pero el Señor permitió que el enemigo atacara a Job por un tiempo, dentro de límites, pero permitió el horno de la aflicción contra él. El Espíritu Santo mismo empujó a Jesús al desierto para que él fuera probado y tentado por Satanás por 40 días y él pasó la prueba. Jesús dice, no temas lo que has de padecer, a los cristianos en Esmirna. El diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel para que seáis probados y tendréis tribulación por 10 días, sé fiel hasta la muerte y yo te daré la corona de la vida. Porque aunque el diablo tiene ciertas acciones él siempre, en la vida del creyente termina sirviendo las intensiones de Dios.

Las acciones de Satanás no pueden cancelas las intensiones de Dios para el creyente. El Señor saca bien aún del mal. El Apóstol Pablo habló de eso, que el Señor le dio aguijón en mi carne, te acuerdas de eso? un mensajero de Satanás que me abofetee para que no me enaltezca. El Señor sabía que el orgullo iba a matar a Pablo. Él necesitaba una medicina para su orgullo, aguijón en la carne.

Es mejor no ser orgulloso para que el Señor no tenga que darte la medicina. Amén. Prefiero humillarme a mí mismo para que el Señor no tenga que hacerlo. Porque él nos ama demasiado para dejar que el alma se piedra. Bástate mi gracia, él dijo, porque mi poder se perfecciona en la debilidad. El Apóstol Pablo era más útil para el Señor por ser probado aún por el enemigo. Nuestro Dios gana. Nuestro Dios sabe lo que está haciendo y lo va a hacer en nuestras vidas también.

Salón de clases, el salón de prueba, el salón de clases que el Señor prefiere usar en la Biblia es el desierto. Siempre el Señor escoge sus mejores y los envía al desierto para ser probados. Lo hizo con Jesús, lo hizo con el pueblo de Israel, y le dice, ‘te acordarás de todo el camino por dónde te ha traído Jehová, tu Dios.’ estos 40 años en el desierto para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos. Te afligió, te hizo pasar hambre, te sustentó con maná. Por qué hace él sufrir en el desierto? porque es la única manera para hacerte saber que no solo de pan vivirá el hombre, sino de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre.

Tu vas a vivir un milagro que solamente se puede vivir en el desierto. El Señor demuestra su poder en la prueba en maneras que no podemos vivir en el lugar de paz. Qué pasó en el horno cuando los 3 amigos de Daniel estaban allí? Encontraron un ángel, un ser divino, alguien como hijo de hombre que dice, ‘cuando pases por el fuego estaré contigo, y aunque pases por las aguas estaré ahí contigo.’ el Señor te dice, te encuentro ahí, no te voy a dejar solo.

Jesús también lo hizo con sus Apóstoles. Muchos de ustedes están pensando, mira, yo perdí una hora de sueño para eso. no quiero pruebas, quiero victorias. No hay victoria sin pruebas, por eso están hablando de eso. Jesús en el desierto con los Apóstoles, no había comida, multitudes viniendo. La Biblia dice en el Evangelio de Juan que Jesús ya sabía su plan, ya sabía qué iba a hacer, pero él probó a sus Apóstoles. Él mira a Felipe que era de esa área y le hace la pregunta, Felipe, qué vamos a hacer con toda esa gente? Dónde vamos a buscar comida para toda esa gente? Qué hace Felipe? Pasó la prueba? Jesús no solucionó la cosa muy fácil para él.

Cuántas mamás, papás, abuelitos, abuelitas saben que si tu no le haces a tu hijo ningún favor si solucionas todos sus problemas para ellos, si haces su tarea por ellos. Jesús los hizo sufrir un poquito. Felipe saca su teléfono, dónde hay comida aquí cerca? Cuánto cuesta? Siri, comida cerca, dónde? Nada.

Pero había otro, hay un Apóstol que se llama Andrés que muchas cosas lindas pasaban con él y nunca hablamos de él. Andrés no sacó su teléfono, él sacó un niño que tenía 2 pancitos y unos pececitos, él dice, ‘mira aquí hay unos panes y unos peces, no sé qué va a hacer, pero aquí están.’ Qué vamos a hacer? Pero Jesús los hizo pasar por esto, porque él sabía… mira, ustedes van a estar en situaciones, cuando van a haber multitudes delante de ti y tu no vas a saber qué hacer, cómo voy a servir a tanta gente y darles comida de la palabra. Y yo quiero que recuerdes este día y que no trates de hacerlo en tus propias fuerzas sino que tu lo hagas con mi poder, que nunca olvides que yo puedo multiplicar panes entre 5000 hombres y otras 10 mil personas. Yo soy el Dios que puede dar pan en el desierto a través de ti.

El Señor no es cruel. Él lo hace para enseñarles, para prepararles para su destino. Dios ha llamado a cada uno de nosotros a servir al Señor. Y todos estamos en la escuela de la preparación. Si nos dejamos aprender el Señor nos va a usar. Cuál es tu desierto? todos tenemos uno. No sé cuál es la situación que tu estás viviendo pero yo sé que Dios quiere usarlo como tu escuela, como tu gimnasio, como tu campo de entrenamiento.

No endurezcáis vuestros corazones, dice la palabra, como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto, donde me tentaron vuestros padres y me pusieron a prueba y vieron mis obras 40 años. El ser probado nos da músculos de la fe y comienza poco y va creciendo.

Un ejemplo más, y vamos terminando, Abraham fue probado cuando el Señor le dijo, Abraham, tu tienes que dejar tu casa, dejar tu país, dejar tu familia e ir a un lugar que yo te mostraré. Dejar todas tus bendiciones aquí y yo te bendeciré y tu serás bendición para las naciones.

Una prueba. Abraham tenía que decidir si va a ser un hombre de fe. Para ser un hombre de fe él tenía que comenzar con un paso de fe, un pasito. Y así comenzar y la Biblia dice que Abraham obedeció y fue aún sin saber para dónde iba. Dios no te va a decir el destino a veces. No nos va a explicar cómo se va a resolver todo.

Él dice, quiero que me sigas hoy, que tomes un paso de fe y después yo te enseño el otro paso. Comienza con un paso. Pero la vida de Abraham, y sabemos, que Abraham fue probado varias veces y él no pasó todas sus pruebas. Solo tiene que preguntar a su esposa, porque cuando él tenía miedo él decía, ay, mi esposa, la bonita que tu quieres es mi hermanita, dos veces. Sinvergüenza. Y así ella como… what are you doing here? Él no pasó todas sus pruebas pero al final la Biblia dice, en Génesis 22, aconteció que Dios probó a Abraham de verdad. Dice Abraham, aquí estoy, toma tu hijo, tu propio hijo, tu único hijo Isaac, a quien amas, vete a tierra de Moría y ofrécelo en holocausto sobre una de las montañas que yo te diré.

Ahora, no quiero que tu hagas esto en la casa, por favor. Esto fue Abraham una vez en la historia. Pero Dios lo probó en grande. Primero fue una prueba, después fue un examen final. Y esto requiere no solamente un pasito de fe, sino un salto de fe, un brinco de fe, donde tu te vas a tirar y confiar que Dios te va a sostener en sus manos. Cómo lo hizo?

Todas las promesas de Dios para Abraham dependían de este niño, toda su descendencia, la tierra, toda la bendición, todo depende de Isaac. Cómo es que Dios pudo pedir que se lo ofreciera? Sabe que la Biblia nos da la respuesta. El libro de Hebreos es toda una explicación de lo que pasó en el Antiguo Testamento y la Biblia dice que Abraham tenía una lógica. Yo no creo que él esperaba que Dios lo fuera a interrumpir y agarrar la mano. Yo creo que Abraham esperaba matarlo y que después Dios lo levantara de la muerte.

La Biblia dice, porque pensaba Abraham que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos. Abraham sabía, mi Dios puede hacer cualquier cosa. Yo he sido probado y yo he visto la mano de mi Dios y no hay nada que mi Dios no pueda hacer, aún levantar los muertos.

Para ser un cristiano qué tenemos que creer? Que Dios es poderoso para levantar los muertos, que levantó un hombre de la tumba y levantará también a nosotros con él. Cuando somos probados sabemos que Dios es grande, que Dios es fiel. Podemos decir como Moisés, una y otra vez yo he pasado por el desierto y muchos de ustedes pueden decir eso. yo he pasado por el desierto y yo he visto que Dios camina en nube y fuego. Yo he pasado hambre pero yo sé de experiencia que no solamente de pan vivirá el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre porque he vivido.

Muchos de ustedes han visto el Dios poderoso y tu puedes decir, yo estaba en el desierto entre la espada y la pared y yo vi al Señor partir las aguas. Él puede tumbar todo un ejército. El Señor es poderoso, más poderoso, más fiel, más confiable que cualquier otra cosa en este mundo y cuando soy probado yo sé que mi Dios que me ayudó antes me ayudará otra vez.

Él es el mismo ayer, hoy y para siempre. Hermanos míos, dice Santiago, gozaos profundamente con os halléis en diversas pruebas sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia, perseverancia. Pero tenga la paciencia su obra completa para que seáis perfectos y cabales sin que os falte cosa ninguna.

Cada vez que somos probados encontramos a Dios en una manera diferente. En ese monte Abraham conoció a Dios como Jehová Jireh, mi Dios suplirá toda necesidad que yo tenga. Jacob luchando con el ángel toda la noche, aprendió que mi Dios es el poderoso de Israel. José en la cárcel en Egipto, aunque no había hecho nada malo. Él aprendió que para los a aman a Dios que son llamados según su propósito todas las cosas les ayuden para bien, que el enemigo no puede cancelar el plan de Dios conmigo. Él lo sabía por experiencia.

David corriendo en el desierto con sus enemigos detrás, él aprendió, Jehová es mi pastor, nada me faltará. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida porque él fue probado y él fue cuidado por Dios. Por fin Jesús, la Biblia dice que Jesús es el fundamento del edificio de la iglesia, una piedra probada, piedra angular, precisa, de cimiento estable. Jesús fue probado en el desierto. Jesús fue probado por los fariseos. Jesús fue probado en esa noche larga en el huerto de Getsemaní y él es fiel, confiable, probado por la misma muerte y salió de la tumba. No solamente probado, sino comprobado, aprobado, el que puede cumplir cualquier cosa en nuestras vidas y nosotros también seremos probados con él.

Más fuerte la prueba, más gloriosa la victoria. Bienaventurado el hombre que soporta la tentación porque cuando haya resistido la prueba, recibirá corona de la vida. Mejor que cualquier trofeo de futbol o de la copa mundial, en los cielos va a haber una celebración delante del trono y toda prueba será celebrada en victoria de Dios.

Así que el Señor está con nosotros. Job dijo lo siguiente, él dice, más él, Dios, conoce mi camino. Si me prueba saldré como el oro. Hay personas, muchas, que brillan como oro y no pasó de la nada porque han sido probados y conocen un Dios fuerte. Tengo algo que decirlos, los que ya han sido probado mucho lo mejor está por venir.

El Dios que hizo la victoria antes tiene más victorias. Y si hay más pruebas, bueno, tu sabes que tu Dios es grande y él está contigo en esto también. Vamos a ver la mano de Dios como nunca.