Testimonio de sanidad

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En realidad no puedo quedarme callada con las cosas que Dios hace porque fue un milagro tremendo. Eso fue el domingo, yo me estaba preparando para venir a la Iglesia pero decidí ir al laundry a lavar unas ropas antes de venir. Entonces llego al laundry, entro las ropas a las máquinas, comienzo a dar la vuelta y de repente cuando me siento ya para echarle el jabón a la máquina nuevamente la pierna se me rompió. Se me salió el hueso de la pierna.

Yo no entiendo cómo fue no pude volverme a parar, comenzó a dolerme todo este lado hasta arriba. No me podía parar y entonces la gente que estaban ahí fueron y se acercaron a mí y los morenos, habían una gente latina también, se acercaron a mí y yo ya no podía dejar de llorar. Comencé a llorar tan fuerte porque no podía aguantar el dolor. Entonces el muchacho del laundry se puso nervioso y llamó a la ambulancia.

Cuando llegó la gente de la ambulancia los paramédicos ellos trataron de levantarme, no me podía levantar. Yo soy fuerte y hago esfuerzo y cuando me quise levantar sentí que estaba rota entera de ese lado entero. Y yo dije: Dios mío pero no es posible, yo Dios mío no, Jehová yo no acepto esto. Y entonces pudieron, me ayudaron y en realidad yo no entiendo hermano.

Mire cuando me levantaron así que pudieron entre todos los que estaban ahí, me levantaron y me pusieron en la camilla y dentro de la ambulancia la pierna estaba ya arriba ya, y yo decía: ¡Dios mío pero ¿cómo se me rompió esta pierna Dios mío? pero no! Y comencé: ay Jesús y comencé a clamar a Jesús. Y ellos se quedaron así todos, a Jesús y de repente la pierna hizo así: ¡crack! y bajó la pierna y de repente yo dejé de llorar, se me quitó el dolor y me sané dentro de la ambulancia y todos se quedaron así mirando.

Y cuando llegué al médico me dice la doctora: ¿qué tiene? y yo le dije: bueno pero tenía la pierna mala pero ya no la tengo mala, ya Jesús me sanó gloria a Jesús. Entonces ellos, los paramédicos dijeron: pero ella estaba mala pero ya no está mala, ya se sanó. Entonces yo le dije: yo me voy para mi casa y ellos: pero no, no se puede ir, yo: no, tengo que irme para la Iglesia ya me sané.

En fin mi hermano que ese es un testimonio terrible de los milagros que Dios hace. También lo hizo en la cadena de oración con la hermana Mayra y los grupos de hermanas, el lunes lo hizo con mi niña en New Jersey que está con mi papá. Y la iban a operar de emergencia y me la enviaron para acá porque la operación en New Jersey, los médicos de New Jersey son más caros que aquí, entonces me la enviaron para acá y ella tiene su seguro aquí.

Y cuando llega aquí en la cadena de oración el hermano Naranjo y la hermana Mayra y todos los hermanos de acá comenzaron a clamar por la niña que aún venía de camino y cuando llegó aquí ya la niña estaba sana de la vesícula. Gloria a Jesús, bendito el Nombre de Dios aleluya, esas son las maravillas que Dios hace que no podemos callarlas. Gloria a Dios Dios bendiga mucho a los Pastores, Dios los bendiga mucho.

El Padre se compadece de los hijos

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En honra a nuestros padres quiero compartir una Palabra basada en el ejemplo del padre por excelencia, nuestro modelo superior insuperable que es nuestro Padre celestial.

En el Salmo 103 hay un ejemplo que a mí siempre me ha impactado mucho y que he deseado que siempre sea uno de los fundamentos de mi ministerio y de mi propia obra pastoral, en el Salmo 103 versículo 13 dice: "Como el Padre se compadece de los hijos" como el Padre se compadece de los hijos "se compadece Jehová de los que le temen."

Lo voy a dejar allí y luego voy a tener ocasión quizá de discutir un poquito más los otros versículos pero la semana pasada en mis tiempos de visitación personal me impactó ese versículo que tantas veces he leído, tantas veces he meditado sobre ello, tantas veces lo he señalado en oraciones públicas, privadas pero acercándose el tiempo del día de los padres me habló en una forma más fuerte, más directa. Como el padre se compadece de los hijos se compadece Jehová de los que le temen.

Y añade en el versículo 14 que Él se compadece de nosotros de esa manera porque Él conoce nuestra condición, porque Él conoce nuestra condición. Me gusta la traducción en inglés básica: "Because He knows our frame." Él conoce nuestro marco, Él conoce nuestra estructura, Él conoce de qué estamos hechos. Él conoce los fundamentos de nuestra alma, nuestra mente, nuestra biología, nuestro espíritu; Él conoce la constitución misma de nuestro ser y añade "Se acuerda de que somos polvo."

En otras palabras Su intuición de lo que nosotros somos, Su penetración en nuestra naturaleza le deja ver que somos polvo. No hay nada más evanescente, no hay nada más frágil y que sea más disipable por usar una palabra inventada, el polvo. El polvo es la esencia de lo que era y ya no es, lo que ha sido pulverizado y reducido a casi nada.

Entonces Dios al intuir nos dice el Salmista, al intuir la naturaleza nuestra íntima, aquéllo de lo que estamos hecho, lo que somos y al conocer íntimamente nuestro ser Él, ese conocimiento lo impulsa a tener compasión de nosotros y yo creo que ahí está la esencia de esta revelación que nos da esta Palabra. Yo busqué el uso de la Palabra compadecerse en el hebreo original, la etimología. La palabra es raham que quiere decir: amar, amar profundamente. Estas son las connotaciones de esa palabra según la usa el Salmista. Tener misericordia, ser compasivo, tener tierno afecto, tener compasión. Una compasión que lo lleva a hacer cosas a favor de Sus hijos.

Por ejemplo en Deuteronomio capítulo 30 esa misma palabra raham, el Señor la usa hablando acerca de cuando mirando hacia el futuro Él sabe que los hebreos han de pecar contra Él, han de apartarse de sus caminos y como consecuencia han de ser esparcidos a través de todas las naciones, eso es una consecuencia del pecado, siempre Dios que les dió la tierra al pueblo hebreo siempre les dijo: Si ustedes siguen mis caminos esa tierra es irrevocablemente suya, si se pervierten detrás de dioses ajenos ustedes van a ser esparcidos, expulsados de su tierra.

Y el Señor proféticamente le dice a Su pueblo aún mientras están todavía en el desierto pero ya viendo la desobediencia de este pueblo su tendencia a pecar, Él habla de que cuando ellos se conviertan en esos lugares donde han de ser expulsados cuando se arrepientan de sus malos caminos en medio de todas las naciones dice a donde Yo les hubiere arrojado, dice: "Entonces Jehová hará volver a tus cautivos y tendrá misericordia de ti" ahí está otra vez ese verbo raham, "tendrá misericordia de ti y volverá a recogerte de entre todos los pueblos donde te hubiere esparcido Jehová tu Dios aún cuando tus desterrados estuvieren en las partes más lejanas que hay debajo del cielo, donde quiera que estuvieren los hebreos esparcidos por su pecado dice el Señor: De allí te tomará Jehová tu Dios a la tierra que heredaron tus padres y será tuya y te hará bien, y te multiplicará más que a tus padres."

Ese Dios misericordioso, compasivo. Ustedes me van a ofender, esa es su tendencia, esa es su debilidad; dejarse engañar por los dioses ajenos pero Yo voy a tener misericordia de ustedes, ustedes clamen a Mí Yo voy a estar allí presente para recogerles de nuevo donde quiera que ustedes estén Yo no los voy a olvidar y eso se ha cumplido en el siglo XX con el regreso de los hebreos a su tierra.

Entonces ese Dios de misericordia. Como siempre vemos Dios se presenta como el Padre de misericordia, Él tiene derecho a hacerlo, es perfecto. Es el padre a quien debemos imitar en nuestra propia paternidad padres pero también madres porque Dios nos ha hecho protectores en nuestra capacidad de padres y madres, pero quiero dirigirme a ti papá futuro y presente pero también a toda nuestra comunidad cristiana acerca de esa cualidad de Dios, esa cualidad paternal que es definida por la misericordia, la compasión. La característica que se hace resaltar aquí en este Salmo 103 es eso, la misericordia, el ponerse a tono con la condición verdadera de alguien.

Porque esa es la idea ¿no? Él se acuerda. Siempre está recordando activamente llevándose a sí mismo a recordar ¿qué se puede esperar de estos renacuajos? Van a regarla como dicen los mexicanos, van a ofender. Pero esa es la característica que vemos aquí en el Salmo 103 ¿no? ponerse a tono con la verdadera condición de alguien, sentir su fragilidad y condolerse con el individuo eso es lo que quiere decir tener compasión. Sobra decir hermanos que Dios quiere que nosotros lo imitemos a Él y que seamos una comunidad de hombres y mujeres compasivos porque después de todo ese es el llamado de este mensaje, es un llamado a identificarnos con los demás y a sentir lo que ellos sienten, estar siempre dispuestos.

Todo creyente creo que debe tener un radar de 360 grados cuando se tropieza con el drama de un individuo, alguien quien quiera que sea inmediatamente ese radar debe activarse para sentir instintivamente lo que esa persona. Tenemos que pedirle al Señor que nos dé discernimiento. Una de las cualidades más importantes del hijo de Dios es la capacidad para ponerse a tono inmediatamente con los individuos que Dios trae alrededor de nosotros.

Sobre todo con nuestros hijos, la compasión tiene que ser instintiva de todo padre y toda madre. Esa idea ¿no? de condolernos, identificarnos con la fragilidad del otro es la idea de la compasión. Se trata de sentir lo mismo que alguien, con su condición en ese momento en que entramos en contacto con ellos y adecuar nuestro trato de la gente según lo que intuímos de ellos por medio de la gracia del Señor que habita en nosotros.

De paso yo creo que ese es el distintivo del cristianismo. Yo creo que la compasión no es un monopolio de los cristianos pero yo creo que lo que caracteriza el cristianismo aparte de todas las demás cosas que pueda tener, es un gran sistema teológico de grandes verdades morales, éticas, intuiciones profundas sobre la composición del ser humano pero esa misericordia, ese identificarse con el otro es el origen de la encarnación misma de la Venida de Cristo al mundo. Es precisamente porque Dios se identificó con nosotros y la forma de salir de Su dilema entre Su santidad y Su misericordia fue la cruz, la encarnación, Cristo venir al mundo y sentir lo que nosotros sentimos. Después voy a hablar un poquito más acerca de eso.

Miremos algunos ejemplos de la compasión de Jesús, de la compasión del Padre y del Hijo y tendremos una mejor idea de cómo nosotros debemos manifestar esa misericordia, esa compasión. Pensé en marcos capítulo 10 versículo 17 en adelante pero me voy a enfocar solamente en un par.

¿Recuerdan la historia del joven rico? este joven que vino corriendo ante Jesús lleno de ansiedad, tenía una preocupación profunda acerca de cómo podía él ser salvo. Su dinero no le había provisto paz, su influencia social tampoco. Su importancia, su éxito, su moralidad, nada le había provisto descanso a su alma. Se acerca a Jesús y le dice: Señor ¿qué tengo que hacer para ser salvo? Y el Señor le mete una trampa y él dice: Pero Señor ¿que tengo que guardar los mandamientos? eso es, yo he hecho eso toda mi vida. El Señor le dice: Entonces lo único que te falta es, toma tu dinero me imagino que habrá dicho entre paréntesis que tanto amas, toma tu dinero, toma tus bienes véndelos, coge todo el caudal y entrégaselo a los pobres y vas a encontrar la salvación que estás buscando.

Mire lo que dice aquí cuando este joven le dice al Señor: "Todo esto lo he guardado desde mi juventud" dice el versículo 21 que: "Entonces Jesús mirándole le amó" ahí es donde me impactó eso, siempre me ha impactado "mirándole le amó." ¿Por qué dice ahí que mirándole le amó? de nuevo ahí está esa capacidad de mirar primero, ponerse a tono con una persona. Cuando el Señor le dice guarda los mandamientos Él sabe que él los ha guardado y Él sabe lo que le va a decir después de eso, le va a decir: vende tus bienes, dáselo a los pobres y Él sabe que ese joven le va a decir: no, no puedo porque amo demasiado mi dinero.

Entonces cuando el Señor lo ve dice: yo he guardado todos los mandamientos y Él sabe que la verdadera atadura de ese joven es su amor al dinero y a los hombres, a la sociedad, a lo que piensan de él, él está enmarañado en la vanidad del mundo y no puede salirse de allí; está en un gran dilema y el Señor al conocer, al intuir lo que este joven, su atadura y su incapacidad para encontrar la felicidad porque está como un animal enjaulado. Quiere su libertad pero no puede salirse de su jaula porque su jaula lo ha dictado.

Entonces el Señor lo mira, yo creo que cuando lo miró en realidad es una mirada de compasión, es el papá que ve al hijo que está por mal camino: no lo puedo detener. Mirándolo lo amó, tuvo compasión de él y entonces finalmente el joven se va triste porque no puede deshacerse de su dinero. Quizá un día lo hizo y espero que sí pero en ese momento el Señor sabía su condición y en vez de criticarlo, de atacarlo, de condenarlo lo amó porque Él sabe que es difícil deshacerse de las cosas que uno ama.

Para uno encontrar la libertad que uno necesita hay un precio que pagar y esa es la lucha que nosotros tenemos. Yo creo que cuando nosotros ministramos, les pastoreamos, tratamos con ellos uno de nuestros instintivos debe ser eso: entender a cada individuo, su lucha por librarse de sus ataduras, sus luchas del pasado, sus temores y nosotros tenemos que caminar con ese individuo. Le podemos diagnosticar, le podemos recetar la medicina pero hay un proceso que esa gente tiene que seguir y nosotros tenemos que estar dispuestos a acompañarlos en ese proceso y en vez de golpearlos o acicatearlos o condenarlos demasido rápidamente tenemos que amarlos y caminar con ellos.

Ahora manteniendo la verdad siempre firme y clara, el Señor no cejó en eso, le dijo: esto es lo que tú tienes que hacer pero te va a ser difícil, mirándolo le amó. Otro pasaje que me gusta mucho es Lucas 7 versículo 13 el pasaje de la viuda de Naím ¿recuerdan? Dice que esta mujer había perdido su único hijo, lo estaban enterrando, el único hijo de su madre que era viuda. Y cuando el Señor la vió se compadeció de ella y le dijo: No llores y entonces procedió a resucitar a su hijo. El Señor se compadeció de ella porque entendió; una viuda. ¿Sabe lo que era ser una viuda en tiempos bíblicos? Desamparada totalmente. No hay seguro social, eres una carga para tu familia, no tienes mucho prospecto de volverte a casar, estás desamparada verdaderamente pero encima de eso te quitan tu único hijo. Quizás tu esperanza de sustento pero más que eso tu fuente de compañía y simplemente eso que tú tanto amas.

El Señor ve ese espectáculo, Él podía haberse quedado tranquilo pero entendió la situación de esta mujer, se estremeció con su desamparo, se compadeció de ella, se acercó a ella y usó Su vasto e ilimitado poder para resucitar a tu hijo. "Joven a ti te digo: levántate" se incorporó el que había muerto, comenzó a hablar y lo dió a su madre." Qué lindo ese punto.

Siempre veo Jesús es el Pastor de los detalles. No simplemente lo sanó y bueno, hasta luego que le vaya bien. Cogió al resucitado y se lo dió a su mamá otra vez, qué lindo gesto. Me hace pensar en otro acto de misericordia del Señor cuando sanó a la mujer con flujo de sangre, que se acercó detrás de Él, tocó ilegítimamente Su, no le pidió permiso, tocó el manto del Señor, ya se iba a escurrir en su vida escurridiza que había vivido toda su vida y el Señor se volteó y dijo: ¿Quién fue el que me tocó?

Y entonces dice que la mujer le contó todo, toda su vida. Sus años de ser un paria de la sociedad, de haber sido desgastada, rechazada y el Señor no quería que esta mujer se fuera meramente con una sanidad física sino que también fuera sanada mentalmente, espiritualmente y cuando termina la mujer de decirle su drama le dice: mujer tu fe te ha salvado vete en paz.

Al Señor siempre le gusta poner esos toques finales, nosotros tenemos que ser así gente delicada en el trato de las almas. Cuando vemos el dolor, cuando vemos el desamparo de la gente tenemos que expresar esa compasión y quedarnos el tiempo que sea necesario, zurcir finamente hasta que complete la obra. No hay límite para el hombre, la mujer con un corazón pastoral. Nosotros tenemos que hacer así con nuestros hijos. Padres estoy hablándome a mí padre y a ti también hombre. Esa compasión, esa delicadeza, esa ternura hay que tratar de encontrarla, está ahí adentro de nosotros pero hay que encontrarla.

El último texto que me gusta porque todos estos textos nos refuerzan esa idea de un Dios compasivo que se manifiesta a través de Su Hijo Jesucristo, Marcos capítulo 6 versículo 34 en el famoso pasaje de la alimentación de los 5.000, la multiplicación de los panes y los peces, en este pasaje vemos a Jesús con Sus discípulos preparándose para irse de vacaciones después de un tiempo de ministerio y Él le dice a Sus discípulos: vamos a un lugar apartado. Vamos a pasarnos allí un tiempecito, vamos a bañarnos en una piscina, vamos a comer bien; vamos a engordar un poquito después de esos días de trabajo, vamos a escuchar buena música y ellos van lo más entusiasmados.

Se montan en la barca.y cuando llegan al otro lado allí está toda la gente meneando la colita para pedirle que los sane, que los ministre, los toque porque se dieron cuenta de que Él había ido al otro lado y se mandaron corriendo y lo esperaron al otro lado. Óigame cuando usted está anticipando un tiempo de descanso y viene, como nos pasa a veces a los que ministramos, a veces queremos escurrirnos porque, la razón que sea y quizás estoy revelando demasiado (risas). Pero nos damos cuenta de que nos falta tiempo todavía para ministrar y no hay palabra, es más las palabras duelen, literalmente es un dolor cerebral, las uñas le duelen a uno a veces, el sistema nervioso está quemado ya.

Pero ¿sabe cómo reacciona el Señor cuando ve esa multitud esperándolo cuando están ahí en esa barca? Dice: "Salió Jesús, vió una gran multitud" versículo 24 "y tuvo compasión de ellos" porque eran como ovejas y comenzó a enseñarles muchas cosas. Se puso a tono, Él vió esta gente. Yo me imagino que superó su inicial molestia, vió esta gente con sus miradas ávidas de una Palabra de consuelo, de afirmación, de valor. Sus líderes religiosos les habían traicionado, les había descuidado, les habían hecho sentir como que no valían nada, habían usado la ley como un bastón para darles por la cabeza y este es Cristo que les decía que Dios les ama, hay un Padre para quien ustedes tienen significado y que les voy a enseñar, los tocaba, los sanaba.

Y en ese momento al ver los ojos de esta multitud se puso a tono con ellos y sintió como que eran ovejas sin pastor, ese fue el diagnóstico que Su compasión le dictó. Bajó los brazos, se remangó la camisa y dijo: vamos a trabajar. Se pasó todo el día ministrándoles y al final inclusive se dió cuenta de que tenían hambre. Entonces esa es la diferencia entre los discípulos y Jesús, el corazón pastoral y no pastoral. Es que al final del día cuando ya había terminado; imagínese ya habían terminado ¿qué más quieren? que se vayan para la casa y nos dejen tranquilos.

El Señor dijo: no, no dénles de comer. Tienen hambre hay que darles de comer no podemos mandarlos así, vamos a darles de comer. Compasión, misericordia. ¿Cómo podemos nosotros manifestar eso en nuestros pastorados familiares, nuestra paternidad, nuestra maternidad? Nos faltaría tiempo para hablar de Saqueo, el hombre aparentemente poderoso, corrupto se pone a tono con su drama: baja de ahí Saqueo voy a comer en tu casa. Bartimeo: Señor Hijo de David ten misericordia de mí; los discípulos: déjalo tranquilo ya no hay más, se cerró la tienda ¿qué quieres que te haga? Señor cúrame, recibe vista. Dios misericordioso y compasivo.

Hay un último pasaje que es muy revelador y muy profundo teológicamente, Hebreos capítulo 4 acompáñeme un minuto, termino con las ilustraciones. 4:15 y 16, vamos al 14 por qué no se lo voy a dar de ñapa ese, dice: "Por tanto teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos" ¿cómo traspasó el Señor los cielos? vino desde arriba para abajo, "traspasó los cielos" detengamos nuestra procesión mire lo que dice: "Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras necesidades."

Yo me imagino que el Señor, ahí hay una pequeña crítica implicada hacia los sumos sacerdotes que habían usado su posición sacerdotal para engrandecerse, enriquecerse, separarse de la gente, no entender sus necesidades. El sumo sacerdote que tú y yo tenemos en Cristo Jesús sabe cómo compadecerse de nosotros, de tu debilidad. Él conoce tu condición y se acuerda de que tú eres polvo y por eso tú puedes venir confiadamente al Trono de la Gracia y nosotros tenemos que dar ese mismo privilegio a nuestros hijos.

Dice: "Que no pueda compadecerse de nuestras debilidades sino que fue tentado en todo según nuestra semejanza" pero sin pecado "acerquémonos pues confiadamente al Trono de la Gracia para alcanzar misericordia y dar gracia para el oportuno socorro." Es decir, el Señor Jesús a través de Su encarnación participó de todas nuestras aflicciones, tentaciones. El Señor es un micro cosmo de la humanidad en Su encarnación por eso lo llamaban el Hijo del Hombre porque era hombre en Su esencia misma.

Él se sometió a todas las tentaciones de un sistema nervioso, experimentó todas las tendencias, tentaciones por un momento, sin pecado dice la Biblia pero las registró todas en Su computadora. Cuando ascendió al cielo las tenía aunque Dios las sabe objetivamente, abstractamente no es lo mismo usted experimentar que saber. Dios quería sentir y por eso Cristo cuando está arriba en el cielo intercede por nosotros. Íntimamente Él conoce.

Nosotros tenemos que padres, hombres de Dios tenemos que en todo lo posible sentir el drama de nuestros hijos porque cada uno de nuestros hijos tiene un drama dentro y tiene un llamado, tiene unas luchas y tiene un camino a seguir y tiene unas contradicciones; tendrá sus tragedias, su sufrimiento y sus padecimientos y hay cosas que ese muchacho, esa muchacha va a tener que padecer y no vamos a poder evitárselo. Cada uno está constituído diferente y nosotros tenemos que conocer su drama, tratarlos, amarlos, perdonarlos y compadecernos de ellos aún cuando eso afecta esta autosuficiencia de los jóvenes hoy en día.

Se creen que porque saben de los iPads y iPhones saben más que nosotros de la vida pero be humored then, hay que tener misericordia y compadecerse de ellos porque nosotros hemos estado allí donde ellos están ¿verdad que sí? Hemos estado donde ellos han estado. Eso no quiere decir que no les digamos la verdad, que no los confrontemos, que no los corrijamos, que no los disciplinemos eso es part del amor y de la compasión también. Si usted deja que su hijo se desboque no lo ama ¿no?

Pero aún mientras usted disciplina, confronta, habla clara y lúcidamente, administra la verdad, suministra la verdad también usted se compadece y entiende que está luchando con un ser que va a tener que ser tomado y quebrado por la vida y hay que compadecerse de ellos, hay que seguir pegado a ellos. Entonces vemos esto ¿no? el Padre y el Hijo se caracterizan por esa compasión profunda.

De nuevo esa disposición a ponerse a tono con la condición de los hijos, a sentir lo que sienten aún cuando quizá ellos mismos no están concientes de su verdadera condición el padre misericordioso va más allá inclusive de la conciencia y la introspección que el hijo conoce. Ese mismo pasaje que yo leí del Salmo 103 usted lo lee en toda su plenitud, dice: "Misericordioso y clemente es Jehová, lento para la ira y grande en misericordia."

Entonces hermano la aplicación de este pasaje vuelvo y le repito nosotros los hombres, las mujeres también pero me dirijo a ti padre, varón. Debemos hacer todo lo posible porque esa misma característica pase a ser el distintivo de nosotros también sobre todo en lo que respecta a nuestra paternidad, en lo que respecta al trato de nuestros hijos y nuestras familias. En vez de explotar, oprimir, intimidar, ser egoístas, pensar en nosotros mismos primero debemos ser todo lo contrario. Debemos amar, servir, afirmar, condolernos, proteger, pensar primero en nuestro cónyugue, en nuestros hijos como Cristo.

¿Sabe lo que dice Efesios? Dice: "Como Cristo amó a la Iglesia" así debemos amar a nuestras mujeres. Es una tall order, una prescripción alta para nosotros pero piense cómo Cristo ama y amó a la Iglesia. Se dió por ella dice y desgraciadamente a muchos les falta mucho. Los varones, las mujeres tienen sus propias cosas, otro día les toca a ustedes (risas) pero les aseguro que yo mismo me siento muy implicado en esto que estoy diciéndoles ¿no? Ustedes saben los consejeros que nos sentamos en las oficinas de consejería escuchamos, escuchamos el dolor de las mujeres que no se sienten comprendidas por sus maridos.

Se sienten usadas sexualmente por sus maridos, no tenidas en cuenta, tratadas áspera físicamente. Abusivos y abusivas. Hijas sexualmente abusadas por sus padres, hijos con padres distantes traumatizados por el abuso que viven las mamás y a nosotros nos duele el padre como han dicho varias porque muchas veces sabemos que nos están transfiriendo el dolor que nos transfirieron a nosotros.

Maldiciones generacionales que llevamos en nuestras culturas, subestimar a la mujer y verla como una ciudadana de segunda clase en el matrimonio; que la mujer es un ser que debe ser domado y acostumbrado a nuestro señorío así es que se educa a la gente. Y la Palabra del Señor es totalmente, pone eso de cabeza. Es un llamado al hombre a ser como Cristo, un líder siervo. Uno que encabeza por ejemplo no por decreto y que se da a sí mismo por aquéllos por quienes tiene cierto nivel de autoridad.

Esa explotación de nuestro liderazgo, ese abuso es una pérdida de nuestra propia humanidad y nos roba el privilegio de nosotros ser como Dios, de desvivirnos por aquéllos a quienes nosotros ha puesto bajo nuestro liderazgo y de llevarlos al nivel más alto de su propia potencialidad. Creo que todo hombre debe ser un protector de vida; eso es lo que nosotros somos, protector y un facilitador de vida, eso es lo que tú eres, eso es lo que Cristo te ha llamado a hacer, eso es lo que tu padre te ha llamado a hacer. Tenemos que comenzar con nuestros hijos, con nosotros mismos.

Hermanos feligreses de nuestra Congregación, la gente de nuestra comunidad. La Iglesia de Cristo tiene que ser así, para mí eso es lo más importante. Si no amamos y tenemos compasión no servimos para nada olvídese por más Biblia que tú sepas, por más dinero que ostentes de nada te sirve, inmundicia a los ojos del Señor. El amor, contra eso dice que no hay ninguna ley. El diablo no sabe qué hacer con una persona que ama ¿sabes? que ama en Cristo y en el espíritu de Jesús, es el arma más poderosa que nosotros tenemos el amor en Cristo, no amor simplemente en una forma artística y romántica, el amor en Cristo.

Lo último que digo entonces es eso ¿no? que la compasión y misericordia deben distinguirnos en todo lo que nosotros hacemos. Pienso en este pasaje y los dejo con ese pasaje en Filipenses capítulo 4 versículo 5. Filipenses 4:5 dice: "Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres" vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. ¿Sabe lo que debe distinguir a una comunidad como esta? La gentileza.

El griego original es epieikes que quiere decir: generosidad, gracia es la misma idea. Este fin de semana tuvimos con nosotros aquí unos hermanos de la Iglesia Metodista Libre, Free Methodist Church una denominación aquí en Estados Unidos y nos pidieron si podían usar nuestro santuario para su convención anual de esta área del Noreste y dijimos: claro que sí, bienvenidos úsenlo. Invertimos los recursos de nuestra Iglesia, el espacio, los recursos humanos, los talentos y dijimos: este lugar es suyo, úsenlo y el sábado por la mañana los hermanos hablaban de lo impactados que habían sido por esa actitud de generosidad nuestra.

No los conocíamos, fuimos presentados por medio de alguien que conocemos pero hermano yo siempre he creído que una comunidad como la nuestra tiene que distinguirse por ser una comunidad generosa y donde quiera que el Señor nos permita compartir lo que de gracia hemos recibido ahí tenemos que estar presentes y decir: sí. Y cuando nosotros vivimos así despojándonos y dando ¿sabes qué? Dios no se cansa de darnos a nosotros.

¿Tú quieres ser feliz? se un dador alegre. Comparte, ten misericordia, perdona, olvídate de ti mismo y da en el Nombre de Jesús y nunca te faltará. El Señor siempre te dará más para que des más.

Yo creo que nunca debemos estar ni demasiado ocupados ni demasido desprovistos de recursos para dar, siempre tenemos que tener para dar. Coge el plátano ese y pártelo por la mitad y da un pedacito a otro y Dios te dará la satisfacción que tú necesitas. Vive siendo compasivo, misericordioso, tierno, generoso con los demás y el Señor se gozará en darte a ti y abrir las ventanas de los cielos hasta que sobreabunde, ese es el secreto de la felicidad.

Entonces nosotros en nuestra paternidad, nuestra amistad, nuestra hermandad tenemos que ser gente compasiva, misericordiosa a tono con las necesidades de los demás siempre. Toda persona que ha sido verdaderamente tratada por el Espíritu de Dios se caracteriza por esa capacidad para sentir el dolor ajeno preventivamente, continuamente y tratar a los seres humanos con amor y compasión. Les dejo con las palabras de nuevo del Salmo.

"Misericordioso y clemente es Jehová, lento para la ira y grande en misericordia. No contenderá para siempre ni para siempre guardará el enojo. No hay hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. Porque como la altura de los cielos a la tierra engrandeció Su Misericordia sobre los que le temen. Cuanto está lejos el Oriente del Occidente quizo alejar de nosotros nuestras rebeliones. Como el padre se compadece de los hijos se compadece Jehová de los que le temen porque Él conoce nuestra condición, se acuerda de que somos polvo."

Que el Señor les bendiga. Hombres de Dios, mujeres de Dios hagamos de la compasión un arte distintivo, nuestra característica esencial, aquéllo por lo cual seamos conocidos. Gente de misericordia, gente de compasión gente perdonadora, gente que no esté cobrando las deudas continuamente. Como el Padre nos perdonó perdonemos nosotros también, nos compadezcamos nosotros de los demás. Que el Señor les bendiga y que la compasión del Padre inunde nuestros corazones.

Yo les pido que bajemos nuestras cabezas un momentito ahora que nos ha hablado acerca de la compasión, del sentir lo que el otro siente, identificarnos con la debilidad del otro, no tomarle en cuenta a la gente sus deudas para con nosotros. Padre haznos así, hazme a mí ahora. Llena mi corazón de compasión ahora. Que yo pueda sentir lo que Tú sientes primeramente, que lo que te quebranta Tu corazón quebrante mi corazón, que lo que te dé alegría me dé alegría.

Danos Señor la capacidad para intuir el dolor ajeno, danos eminente discernimiento de los corazones y de la condición de los demás, que al nosotros compadecernos y sentir y hablar desde nuestra compasión nuestra palabra tenga una capacidad para sanar, restaurar, levantar al caído. Haznos una Iglesia de verdad y de condición. Llénanos con Tu Santo Espíritu Señor Jesús, que la crueldad no tenga lugar aquí. Que el legalismo no tenga lugar en este lugar sino el espíritu recto, vertical, perfectamente aplomado, Tu Palabra Jesús.

Llénanos ahora mismo de Tu carácter compasivo Señor. Ayúdanos a ser padres, hombres tiernos, hombres siervos, hombres como Cristo, hombres de misericordia, hombres frágiles y a la vez fuertes en Ti Señor; transparentes, vaciados de nosotros mismos para que Tu aceite al ahuecarnos a nosotros mismos, que Tu Poder pueda entrar a nosotros y manifestarse a través de nosotros. En este día te celebramos como el Padre por excelencia, no hay otro padre que se asemeje a Ti Señor. Gracias por tolerarnos y compadecerte de nosotros y gracias Jesús por venir a este mundo a sentir lo que nosotros sentimos y luego ascender y escucharnos, compadecerte de nosotros. Te alabamos, gracias Señor en el Nombre de Jesús amén y amén. Les bendigo mis hermanos, que la Gracia del Señor sea con ustedes, amén.

¿Le diste nombre a tu petición?

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Cuando el Espíritu Santo se mueve, inevitablemente el espíritu del hombre empieza a percibirlo. Él está trayendo una fuente de alegría, una frescura, un bálsamo sanador, restaurador, al corazón herido. Está devolviendo la Fe, al que había perdido la Fe se la está devolviendo. Está diciendo “aquí estoy yo, no me he olvidado de ti, nunca me he ido de tu lado”.

El evangelio según San Lucas, en el capítulo 1, en el versículo 12 al 17, es una referencia que tengo con respecto a este pensamiento. Dice: “Y se turbó Zacarías al verle y le sobrecogió temor, pero el ángel le dijo ‘Zacarías no temas, porque tu oración ha sido oída’, así que ponga su nombre ahí. Y el ángel le dijo, Pedro, Juan, María, Leonor, Roberto, no temas, porque tu oración ha sido oída. Póngale su nombre ahí, saque el nombre de Zacarías y póngale su nombre.

Y tu mujer Elizabeth te dará a luz un hijo y llamará su nombre Juan, y tendrás gozo y alegría. Y muchos se regocijarán de su nacimiento, porque será grande delante de Dios, no beberá vino ni sidra y será lleno del Espíritu Santo aun desde el vientre de su madre. Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos e irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías para hacer volver los corazones de los padres a los hijos y de los rebeldes a la prudencia de los justos para prosperar, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto. ¿Cuántos están dispuestos a ser bien dispuestos? ¿Está seguro? ¿Sabe? Estaba leyendo este pasaje ya hace algunas semanas. Y me llamó mucho la atención porque Zacarías y Elizabeth representan a hombres y mujeres en estos tiempos que buscan al señor con todo su corazón.

Zacarías era un sacerdote, en los primeros versículos habla de que Zacarías era un sacerdote y esto era un matrimonio irreprensible, era un matrimonio ejemplar, era una familia ejemplar. Pero había un problema, una tristeza en esta familia ejemplar. Elizabeth no podía tener hijos. Además, estos dos personajes eran de avanzada edad. Ya naturalmente no podían gestar un hijo. Me llamó la atención cómo se va desarrollando esto, y esto tiene unas partes interesantes que yo quiero que ustedes puedan abrir su corazón y pueda decir: “Señor, yo creo que por ahí va lo mío”. Hoy día podemos tener la oportunidad de entender un poco mejor acerca de lo que es la oración.

La palabra del Señor dice que la oración del justo puede mucho. La oración del justo puede mucho.

El apóstol Pablo dice “Orad sin cesar”. El Salmo 40 dice: “Pacientemente esperé a Jehová y él oyó mi clamor.” Jeremías, Capítulo 33, versículo 3 dice: “Clama a mí y yo… ¿qué dice? Clama a mí y yo te responderé”. Yo estoy hablando de ese Dios. Del Dios que responde. Del Dios que escucha nuestras oraciones y que en su presencia tiene nuestras peticiones. Yo no estoy hablando de ese Dios mitológico que supuestamente tiene interés por los terrenales. Yo estoy hablando de un Dios que cuando él desciende con su presencia, la tierra tiembla. Estoy hablando de ese Dios que cuando acerca lo que se hace en el cielo, lo acerca a la tierra, cosas grandes suceden. De ese Dios hablo yo.

¿Cuál es el Dios que usted habla? ¿El Dios que hace cosas grandes? ¿Lo convence a usted ese Dios? Dice la palabra del Señor que Zacarías se turbó cuando vio al ángel. El ángel venía con la respuesta para Zacarías. Un hombre que había orado quien sabe cuántos años, un hombre que había orado por tener una generación por muchos años, y en la medida que van pasando los años a veces la intensidad de nuestra oración no contestada, comienza a disminuir. Pero al parecer no fue el caso de Zacarías. Zacarías seguía orando y tenía a su esposa ya anciana y aún seguía orando por tener ese premio generacional, tener un hijo.

Cuántos de nosotros pensamos que ya nuestro tiempo de tener la petición contestada ya pasó. A veces pensamos: “no, a lo mejor ya no es el tiempo, a lo mejor ya estoy muy viejito o muy viejita. A lo mejor no alcanzo a tenerlo porque ya no alcanzo a pagarlo”. Le dice el ángel a Zacarías “no tengas miedo”. Zacarías y Elizabeth ya estaban avanzados en edad y le dice “no tengas miedo, tu oración ha sido oída y el Señor te dará un hijo.” Te dará un hijo. ¿Saben lo que representa una oración contestada, no en el tiempo nuestro sino en el tiempo de Dios?

Debemos aprender a discernir en nuestro espíritu el tiempo que Dios tiene y el por qué él usa esos tiempos para poder contestar nuestras oraciones, nuestras peticiones. Dice que tendrá un hijo. Y llamará su nombre, Juan. Juan es gozo, alegría, regocijo. Traerá gozo y regocijo. El Señor se va a acercar a nuestras vidas cuando Él tenga su tiempo para nuestra respuesta y te va a decir: “no tengas miedo, aquí está tu oración contestada”. Es más, le vas a tener que poner un nombre antes que nazca. Aquí le dijo “ponle Juan”. Le podría haber dicho cualquier otro nombre. Ponle Juan. Juan es el nombre de la petición que el Señor va a contestar, ya, en tu vida.

¿Le diste nombre? ¿Sabes lo que significa darle un nombre a algo? Recordarse. Cuántos se recuerdan del nombre de aquél que les dio el primer puño en la cara, o aquél que quiso burlarse de usted. Hasta el nombre, el apellido y hasta las marcas en la cara le tenemos. El nombre de alguien representa un tipo de identidad, donde tú en ese nombre, encierras toda una personalidad, una condición física, una condición emocional, ese nombre representa algo para ti. ¿Sabes lo que Dios está diciendo con esto? Es que cuando Dios, tú tienes una petición delante de Dios, no te olvides de decirle al Señor: “Señor, aquí está mi petición, quiero ponerle un nombre para cuando tú me la contestes, yo me acuerde todos los días de mi vida que tú eres un Dios poderoso”.

Aquí le puso Juan. Juan dice que traerá gozo y regocijo, pero no sólo para la familia, una oración contestada de parte de Dios, una oración contestada, identificada de parte de Dios, va a traer gozo y regocijo no sólo para nuestra vida sino para todos aquellos que sean testigos de esa oración y esa respuesta. Por eso oramos juntos, por eso yo le pedí a usted que hablara con su hermano que está a su lado y le diga cuál es su petición, cuál es su necesidad, porque cuando a usted Dios le conteste, su hermano se va a alegrar, va a traer gozo y regocijo, porque el nombre que Dios le va a dar a esa respuesta a la oración, va a traer alegría al pueblo y a la familia.

No te olvides de identificar la respuesta del Señor. Inevitablemente la respuesta del Señor trae alegría. Inevitablemente la respuesta del Señor a nuestra oración trae alegría. Inevitablemente a la respuesta a la oración, la gente se comienza a alegrar, los que entienden el poder de Dios comienzan a decir: “Dios es grande, para él no hay nada imposible y para el que cree, todo es posible”.

Cuando el Señor responde a esa petición, dice que Juan, la condición para que Juan siguiera en este proceso de respuesta es que no beberá vino ni sidra y será lleno del Espíritu Santo desde el vientre. Tóquese su vientre espiritual, suponiendo que este sea el espiritual. La respuesta del Señor va a venir llena del poder del Espíritu Santo de Dios. ¿Sabe para qué? Porque esa respuesta tiene que ser dedicada en honra y gloria a quien le pertenece, al que hizo los cielos y la tierra, al que contestó la petición, al que contestó a eso que era imposible para el hombre, por eso será lleno de la gloria del espíritu Santo del Señor.

Así que comience a tocarse su vientre espiritual, si quiere cierre sus ojos para que no se toque el vientre así para que nadie lo note. Y comience a dejar que el Espíritu Santo comience a llenar, y dígale: “Señor, esta respuesta va a ser la alegría a mi vida y a mi familia pero será llena del Espíritu porque traerá bendición a quienes hoy día vean esa respuesta”. Debemos honrar al Señor con la petición, con la oración contestada, dedicarnos a Él, ser agradecidos con Él, reconocer que en Él sus obras son grandes. Reconocer que para Él el tiempo era necesario para la respuesta en nosotros. Será lleno del Espíritu Santo porque traerá gran convicción a la vida de las personas. Sabe una oración contestada de esas oraciones de largo tiempo.

Va a traer convicción a la Iglesia, que aún el pueblo dice aquí que será alegría para el pueblo de Israel, de donde es su Dios, ¿Saben? Muchos de nosotros no creemos en los milagros. Muchos de nosotros conocemos de milagros pero no creemos en los milagros. Muchos de nosotros nos hemos transformados en incrédulos al poder del Señor. Y hoy día en estos tiempos se está levantando una generación que quiere ver cosas maravillosas, y la iglesia que no cree está siendo atraída a ver lo que el poder de Dios está haciendo en las personas. Somos nosotros, la iglesia del Señor, los que vamos a ser impactados por la respuesta que el Señor está trayendo a tu vida.

Cuando la iglesia del Señor es impactada, entonces el mundo se comienza a dar cuenta que la iglesia del Señor tiene poder. Nosotros debemos ser los primeros en disfrutar de este tiempo de alegría, de regocijo, de llenura del espíritu, cuando el Señor responde. ¿Sabe qué traerá la respuesta del Señor? Trae restauración a las familias. Trae restauración a la comunidad. Trae restauración en medio de sistemas tan complejos como los que estamos viviendo. Cuando Dios actúa, actúa con un propósito, y es que su nombre sea glorificado en todos los espacios de la vida del ser humano.

Zacarías y Elizabeth representan a aquellos hombres y mujeres que ya no tienen esperanza de una respuesta pero han creído en un dios que tiene respuesta para todos. No hay edad, sino pregúntenle a Sara qué edad tenía cuando vino Isaac. Dios no tiene un tiempo, no te pongas tú el tiempo. Deja que Dios ponga su tiempo para responder la oración que estás llevando delante de su trono.

No limitemos a Dios. No lo limitemos por nuestra naturaleza humana, por nuestra capacidad intelectual, por nuestra capacidad física. Dios es grande. Dios es grande, y cuando Él responde tu petición, lo hará para que sea una respuesta grande. Porque Dios no hace cosas pequeñas, el poder de Dios es para que sea visto por toda la gente.

Así que vas a salir de aquí con una convicción clara. No te preocupes si es el tiempo o no es el tiempo tuyo de la respuesta. Dios tiene su tiempo para responderte y lo va a hacer. Díganle a su hermano “Dios te va a responder lo que tienes ahí”. ¿Sabe? El nacimiento de Juan representa algo grande por el poder de Dios, porque el mundo debe entender de que Dios hace cosas grandes y maravillosas que aún el mundo no puede entender pero no dejes de glorificar al Señor en esa respuesta. Ya hoy día Él te la dio. Ya ahora él te la dio. Ponle un nombre. El Señor te dice: “ponle un nombre” y nunca más te vas a olvidar de la respuesta del Señor porque él traerá regocijo, alegría, y la gente se alegrará, y la iglesia se alegrará, y el mundo se alegrará y verán que Dios es poderoso.

Salmo, capítulo 40, para terminar. “Pacientemente esperé a Jehová y se inclinó a mí y oyó mi clamor.” Constantemente está escuchándonos. No te canses. No te canses de clamar, no te canses. No pienses que vas a ser molestoso con el Señor. Al Señor le encantan las pulgas en las orejas, quiere escucharte todos los días. Y me hizo sacar del pozo, de la desesperación, del lodo cenagoso, puso mis pies sobre peña y enderezó mis pasos. Este es el Dios que responde. Puso luego en mi boca “No te olvides de alabar y glorificar al Señor cuando Él tenga su respuesta y cuando tú la veas. Es más, si quieres comienza ahora a alabarlo”. Puso luego en mi boca cánticos nuevos. Alabanza a nuestro Dios. Miren esta similitud con lo que leímos en Lucas: “Verán esto muchos y temerán y confiarán en Jehová”.

Eso es lo que trae la respuesta del Señor, que cuando la gente ve, cuando la iglesia ve, los que son incrédulos dentro de la iglesia que creen en ese dios que le gusta que cantemos, nomás, comenzarán a confiar, comenzarán a creer. Y si su iglesia cree, el mundo va a creer. Y si el mundo cree, no hay quien pare la obra gloriosa que el Señor tiene para estos últimos tiempos y derramaré de mi espíritu sobre toda carne. Y cuando Dios derrama de su espíritu sobre toda carne, van a ver sanidades, restauración, perdón de pecado, salvación, amor, misericordia, compasión. El poder de Dios estará activo en nosotros.

Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza y no mira a los soberbios ni a los que se desvían tras la mentira. Has aumentado, este es el tiempo que Dios está aumentando. Has aumentado, oh, Dios mío, tus maravillas y tus pensamientos para con nosotros, no es posible contarlos ante ti. Si yo anunciare y hablare de ellos, no pueden ser enumerados. Ese es el Dios que quiere hacer cosas en medio de un pueblo que le cree. ¿Se imaginan? ¿Un milagro? ¿Dos milagros? ¿Tres milagros? ¿Mil milagros? ¿Tres respuestas? ¿Dos mil respuestas? Ya. Vamos a perder hasta la cuenta. Eso es lo que él quiere. Dios tiene poder para eso. Queremos volver a esa iglesia del libro de los hechos donde el Espíritu Santo se manifestaba con señales y prodigios. Dios en medio del pueblo y la iglesia crecía llena del gozo y la alegría del Señor porque tu respuesta ya está aquí “no tengas miedo, Él ya lo hizo”.

Cierre sus ojos, póngase en pie, cierre sus ojos. No tenga miedo de su tiempo, confíe en el tiempo que Dios tiene para usted. Ese tiempo de Dios es perfecto. No está de más, está preciso. Usted se alegrará, usted se regocijará. Usted verá la mano de Dios. Hoy día el Señor ha preparado el camino para que veas su mano, su mano poderosa. Aleluya, gracias Señor, Jesús. Te adoramos, Señor, te adoramos, Señor. Te adoramos, Jesús. Para ti no hay nada imposible, Señor. Señor, yo voy por aquellos que han tenido peticiones por años y que alguna vez han querido dejar esto de lado porque a lo mejor no es tu voluntad.

Señor, yo oro para que mis hermanos puedan entender que tú tienes un tiempo para ellos y que tus oídos siempre están atentos a su clamor. Señor, que tengan confianza, que sean pacientes, que perseveren, se cumplirá tu palabra, pedid y se os dará. Buscad y hallaréis. Llamad y se os abrirá. Señor, tú conoces la necesidad de tu iglesia. Tú conoces, Señor, cuánto de ellos, Señor, han pasado años poniendo una petición delante de ti. Hoy día, tu palabra les dice “no tengan miedo, su oración ha sido oída y contestada. Y habrá alegría y regocijo en el pueblo y será llena del Espíritu Santo esa respuesta y traerá alegría al mundo y a los que conozcan de esta respuesta.

Dios es fiel. Dios es fiel. Gracias Señor. Gracias Señor, padre amado, guárdanos al regreso de nuestro hogar. Y que la bendición de tu Espíritu, la bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo nos acompañen. En tu nombre, Jesús, que tu paz vaya con cada uno de nosotros. Amén. Y amén. Que el Señor les bendiga, dénle un buen abrazo a su hermano, que la paz del Señor esté con cada uno de ustedes.

Donde Dios te tiene trabajando Dios te ha llamado a trabajar

Pastor Isaias Rivera.png

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Quiero crear conciencias basado en el capítulo de Colosenses capítulo 3 verso 23 y solamente te quiero retar a que pienses en algo diferente. Pablo en esta Epístola, en ese verso dice: "Todo lo que hagáis hacedlo de corazón como para el Señor y no para los hombres." ¿Cuántos lo creen? ¿cuántos lo creen?

"Todo lo que hagáis hacedlo de corazón como para el Señor y no para los hombres." Mañana es lunes un día bien difícil en los trabajos después de un fin de semana agotador o de haberlo disfrutado bastante ¿vamos a trabajar mañana no? ¿Vamos a trabajar mañana?

Y muchos de nosotros vamos a hacer mañana a completar lo que dejamos de hacer el viernes. Tenemos lista como things to do, lo tenemos en el iPad, iPod, lo tenemos en un notepad, ya cuando suene mañana esa alarma me voy a levantar. La mujer prepara a los niños, no: todos preparamos a los niños, los dejamos en la escuela o el babysitter o en la parada para ir a la escuela; llegamos entonces a nuestros trabajos ya sea por transportación pública o manejando o caminando o en patineta, como sea llegamos al trabajo. Y muchos como yo somos fanáticos del Donkey Donuts ¿cuántos dicen amén a eso?

Pedimos el café, estamos en la fila acelerando porque queremos llegar al trabajo, queremos subir a la oficina ya sea en área corporativa o ya sea en la escuela en un salón de clases o ya sea en un camión, o ya sea haciendo landscaping o en un non-profit llegamos al trabajo. Y una de las características del creyente del siglo XXI es que tal parece que trabajamos para la agencia central de inteligencia, la CIA. ¿Qué quiero decir con eso? que llegamos al trabajo undercover, no saben que somos creyentes.

Bajo la excusa de que ese no es un trabajo donde permiten que se hable, confidencialidad, ética, sensibilidad, no queremos ofender, queremos asimilar la cultura en la que estamos trabajando, no queremos que nadie se ofenda y somos como agentes undercover. Y puede que en ese día en particular estemos en la cocina de nuestro trabajo tomando un break, tomando un café, haciendo algo diferente y en ese medio de ese break, de ese coffee break surgen a veces preguntas bien teológicas, bien profundas y nosotros independientemente del trabajo o área que estamos haciendo durante la semana hemos salido de nuestros trabajos para completar horas de trabajo no para hacer trabajo evangelístico.

Separamos esa naturaleza, la dejamos aquí hoy y la recogemos el miércoles y si no el próximo domingo no tomando en cuenta amigo, amiga que en ese momento que estás en tu trabajo surge una pregunta profunda ¿tú eres el hombre o la mujer de Dios que ha sido llamado a ese trabajo en particular para contestar esa pregunta en particular? Pero tienes que creerlo. Tienes que creerlo.

Preguntas que no son para Bill Gates o para Warren Buffett, preguntas que tienen que ver con vida o muerte, preguntas de familia o la pregunta de las bombas en el maratón de Boston. Y muchas veces no queremos hablar porque no nos queremos meter en problemas. Y muchas veces decimos que queremos tomar un café pero no en el trabajo, queremos evadir, queremos evitar. No queremos tener que lidiar con esa aspereza o esa espina.

Pero en esta tarde yo quiero que reflexionemos y pensemos: donde Dios me tiene trabajando Dios me ha llamado a trabajar ¿cuántos lo creen? Si Dios me llamó a hacer un trabajo en un hospital mi ministerio como hombre o mujer de Dios es trabajar en ese hospital. ¿Qué significa eso? cuando salgo de mi casa para el trabajo salgo con una mentalidad de servicio porque voy a servir, no voy a hacerme de dinero eso es lo que dice el mundo. Quiero fama, quiero dinero, quiero posición, quiero imagen y eso es lo que buscamos ¿no?

Lamentablemente si tienes al Señor Dios te ha dado posición, Dios te ha dado imagen, Dios te ha dado dinero. Dios te está bendiciendo, Dios te ha hecho luz para que estés en medio de las tinieblas. Para esas personas que posiblemente o tengan más educación o tengan un sin número de problemas tú estás ahí como la luz que Dios ha puesto. Tú tienes la autoridad, tú tienes el llamado, tú tienes la unción, tú tienes eso que Dios te ha dado que es mejor que el mundo pueda ofrecer pero en ese momento surge la pregunta ¿escondemos la luz?

Escondemos porque nos avergonzamos. No queremos que el mundo nos mire mal. Queremos estar con el mundo, no queremos que no nos promuevan si saben que somos cristianos, no queremos que nos discriminen porque somos creyentes.

Pero en esta mañana no te pido que hagas una parte en tu trabajo, ni que saques una pandereta en tu oficina, es que demuestres con tu vida que tú eres diferente, que has sido llamado. Que aunque no tengas muchas palabrerías hay veces que no hacen falta palabras, hace falta gente como decía hoy hablaba con una hermana que está en un hospital que dice que cuando está en la sala de emergencias ella no es enfermera ni es médico y ella persona es hispana y le han dicho en Emergencias que va a durar poco, ella aprovecha eso y le dice: ¿quieres que ore por ti? para por lo menos asegurarme que tu alma sea salva, que aunque Dios no te sane Dios te salve.

Aleluya. En esta tarde yo quiero que recalquemos: cuando yo salgo de mi casa para mi trabajo, el que sea yo voy a hacer algo que nunca he hecho y es que mañana por la mañana cuando llegues a tu trabajo y te sientes en tu área de trabajo, el trabajo que sea tú dices: esta área, esta área es el tabernáculo que yo voy a levantar aleluya. El edificio le puede pertenecer al diablo pero esta área le pertenece a Dios y yo estoy trayendo conmigo a Dios. Aleluya, aleya pero hay que creerlo, hay que reclamarlo.

Dios nos está poniendo a nosotros en posiciones importantes. Los que están en áreas corporativas: aleluya. ¿Dónde puso Dios a José? área corporativa. ¿Dónde puso Dios a Daniel? área corporativa.

Yo creo en un Cristo real, no hay que hacer mucho escándalo ni poner mucho las manos en un trabajo porque van a llamar a un psicólogo, un psiquiatra pero nuestros compañeros de trabajo necesitan saber por qué tú eres diferente, por qué tu familia es estable, por qué frente a los problemas de la vida tú no niegas lo que tú eres. ¡¿Por qué, por qué, por qué, por qué?! porque no depende de mí, no depende de lo que yo soy, no depende de lo que he estudiado, no depende de un diploma depende de que hace muchos años un señor, un carpintero fue clavado en la cruz. No se quedó en la cruz, fue enterrado. No se quedó en la tumba, se levantó al tercer día. ¡Aleluya!.

¿Por qué tengo yo tengo que esconder lo que yo soy? ¿Por qué si yo tengo la luz? Yo tengo la luz porque para poner el altar en mi trabajo yo tengo el altar en mi casa, yo tengo el altar en mi vida, yo tengo el altar con toda mi familia. Imagínate por un segundo: si mi familia tiene un altar, si yo tengo un altar y me uno con mi hermana y mi hermano y vamos al trabajo y ponemos altares, jejeje, cada pequeño cubículo que pisemos.

Yo tenía un jefe que era santero y nadie lo sabía. Era vicepresidente de un hospital y él dominaba a las personas con eso supuestamente. Yo siempre sentía cada vez que íbamos a una reunión con todos los managers y él hablaba yo decía: contra hay algo pero es que no puede ser, no puede ser lo que yo percibe ni lo que yo pienso. Y él está hablando un día ¿cómo dominar el estrés en los trabajos? Y ahí es cuando él dice: si ustedes saber cómo dominar el estrés nos podemos reunir después del trabajo para que reciban los santos y yo entendí, yo era el único hispano en el grupo junto a él yo dije: ok está hablando de otro santo, yo sé lo que él está hablando.

Para él eso era como un part time porque ponerse los diferentes santos costaba miles de dólares, eso era que hacía dinero y esto es un vicepresidente. Y un día llega con muchos collares, se olvidó de sacarse los collares, tenía collares fíjate que podía poner una joyería solo (risas) y estaba contento con los collares. Y él me dice: Isaías yo estuve los otros días en Brooklyn en una farmacia y me parece ¿tú estabas cantando con un grupo de una Iglesia?

Mi mente fue: si digo que no voy a mentir. Si digo que sí es mi jefe: ¿qué va a pasar? Dije: bueno, yo no puedo negar ni vender lo que yo soy. Entonces le digo: sí soy cristiano. Oh, ok ¿y cómo te va con eso? Me va bien y él me dice: bueno te va tan bien que nunca vas a llegar a mi posición porque lo que yo tengo yo lo he pagado y olvídense. Y yo le dije: bendito ¿cuánto has gastado en eso que tú tienes? Mucho dinero. Yo le dije: bueno este que está aquí tuvo que hacer así: yes Lord te acepto y Él pagó todo.

Pasan unos años, estoy trabajando en otro hospital, estoy trabajando en el turno de medianoche. Traen a alguien en una ambulancia de emergencia con una overdose de droga ¿quién era? el vicepresidente. Falleció, falleció. Lo que tú y yo tenemos para hacer los cambios en nuestras áreas de trabajo, en nuestras comunidades no costó absolutamente nada y eso es un poder que nadie lo puede contener ni parar. Cuando estamos en los trabajos tú solamente piensa: tú eres un hijo o una hija de Dios.

Pedro dice: "Tú eres real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios." ¿Cuántas potestades o dominios, principados se habrán levantado en los últimos años para impedir que esta Iglesia construyese ese templo? Bastantes pero se olvidaron que este grupo de creyentes unidos bajo la visión de un hombre, un cuerpo ministerial, un pueblo unido levantando altares día y noche, día y noche no han podido contener lo que viene. No lo van a poder contener, no lo van a poder parar porque no depende de ti ni depende de mí, depende del Cristo crucificado levantado al tercer día.

Comienza a echarle a ese altar no carbón ni fuego de la esquina, deja que el Espíritu Santo que está aquí hoy; llévatelo para tu casa y llévatelo para el trabajo y ahí en el trabajo testifica con tu vida. Llega temprano, haz tu trabajo, se respetuoso no tengas problemas hablando del jefe o de la jefa porque estás chismoteando, después no te van a respetar. Tu trabajo habla, tu trabajo habla.

En la mañana decía que yo le pregunté a mi esposa en la semana, mi esposa es enfermera y le dije: mira Vivian cuando tú, si tú salieras del apartamento en que vivimos y fueras para T.J. Naxx y fueras a comprar pero no te vas a ir en tu vehículo, vas a caminar y vas caminando con lo que necesitas ¿no? Credicards o cash y viene alguien en un skateboard, hace una maniobra, se cae y le da a un carro ¿qué tú haces?

Ella dice: bueno se activa que soy enfermera y corro a ver cómo está, si está respirando, si tiene los signos vitales, si está alerta porque Isaías yo soy enfermera; eso es algo automático, yo no rehuyo a esa situación ni me escondo ni espero al 911 a que lo llamen.

Aplica eso a nuestras vidas. Nuestros trabajos, surgen esas emergencias espirituales: ¿qué tú haces? ¿qué tú haces? Tú tienes el poder, tú tienes la autoridad. Por ejemplo ¿cuántas familias se comunican, hablan? ¿Cuántas familias saben dónde están los hijos después de las seis de la tarde? Tus compañeros, compañeras de trabajo ¿cuántos tienen hijos que están presos? Compañeros de trabajo.

Tú tienes la alternativa, tú tienes la alternativa. Quizá tengamos los mismos problemas pero somos gente feliz, somos gente feliz porque nuestra felicidad no depende de algo externo. Hace como van a ser tres años ahora mi fe fue probada bien grande, bien grande y mire que yo he sido probado pero de esa manera nunca. Trabajando en hospitales siempre ese cuarto que tienen preparado para cuando te van a decir que vas a perder un familiar ese cuarto está ahí y mi hijo del medio fue víctima de un accidente de carro hace tres años ahora y le dieron 72 horas y como familia eso fue algo.

Cuando tú piensas que vas a perder a alguien de esa manera yo pasé por un espacio de que todos mis problemas desaparecieron. Eso fue como por arte de magia, todos mis problemas se fiu. No sé si fue algo psicológico o el cerebro me hizo shutdown y delete pero todo se olvidó, ese problema fue lo más grande. ¿Saben lo que yo hice en medio de ese problema? ¿una crisis no? Fue darle al Señor gracias porque Él siempre está en control.

Durante los meses que él estuvo en el hospital que fueron como ocho o nueve meses, diferentes hospitales yo estuve todo el tiempo con él y Vivian y los muchachos ¿no? y era bonito escuchar a los otros pacientes y profesionales del hospital decir: ustedes son una familia diferente ¿no? porque vienen todos los días y aquí viene mucha gente religiosa y el apoyo y olvídate, yo no tuve que pedir algo. Yo no tuve que dar un tratado.

Vivir, vivir, vivir, vivir. Hay un teólogo que decía en el siglo XVI: mira no prediques el Evangelio, vívelo. Vívelo. Dile al que está a tu lado: no me digas que me amas demuéstrame que me amas.

Mañana a las cinco de la tarde o a la hora que tú salgas de tu trabajo la hora que sea hazte una pregunta: cuando cojas tu cartera o tu equipo de trabajo o estés estacionando tu tractor trailer que te vas a ir pregúntate esto: ¿habrán visto mis clientes o compañeros de trabajo a Jesús en mi vida? Porque siempre nos preguntamos: bueno ¿what would Jesus do? ¿qué haría Jesús en mi lugar? pero ahora la pregunta es diferente. ¿Ve la gente con la cual yo trabajo ocho, diez horas a Jesús en mí o ven a otra cosa?

Porque al final del día, al final de todo el día yo quiero escuchar del cielo cuando a mí me digan: bien buen siervo fiel en lo poco fuiste fiel en lo mucho te pondré, entra en el gozo de tu Señor. Dios les bendiga, Dios les guarde. ¿Qué vamos a hacer mañana, qué vamos a hacer mañana? hoy vamos a hacer altares en nuestras casas por fe. Comienza por tu vida: altar en la casa, altar en el trabajo y conquistamos a Boston. Dios les bendiga.

Tres parámetros para evaluar si vivimos una vida cristiana genuina y auténtica

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Primera de Juan es una carta que habla acerca de lo que se necesita para ser un cristiano auténtico. Y está dirigida a un grupo de cristianos que habían sido atacados con una enseñanza errónea en cuanto a lo que significaba ser un cristiano. Ellos estaban siendo extremadamente retados a cambiar lo que significaba ser un cristiano y adaptarlo a su estilo de vida en la sociedad donde se desarrollaban.

Y esta carta se trata acerca de lo que significa ser genuino, lo que significa ser un cristiano auténtico y genuino y abrazar esos principios. Trata acerca de las diferentes características que uno puede tomar como parámetro para saber si uno está viviendo una vida cristiana genuina y auténtica. El ministerio en inglés simplemente acaba de empezar a formarse aquí en nuestra Iglesia en los últimos años y yo creo que Dios nos está guiando a nosotros para que comencemos en un Evangelio auténtico y genuino.

Si el fundamento no está bien todo lo demás va a estar débil y flojo y por eso es que Dios nos está llamando a que comencemos bien. Pero yo creo también que Dios quiere hablar a nuestra Congregación entera. Estamos en un tiempo de transición a medida que nos preparamos para trasladarnos al nuevo edificio, un tiempo de evangelismo y crecimiento y una visión grandísima para nosotros como Iglesia. Unos días atrás el Pastor estaba hablando acerca de cuando los israelitas cruzaron por el río Jordán hacia el otro lado donde Dios le pidió a la gente que se consagraran antes de esta transición y a ese nuevo comienzo.

Entonces a medida que nosotros caminamos hacia las cosas nuevas que Dios tiene para nosotros vamos a asegurarnos de que estamos sinceramente consagrados ante Dios, asegurémonos de que el Evangelio que estamos predicando es el verdadero Evangelio, el verdadero Jesús y de que nosotros lo estamos viviendo en una manera real y sincera.

Todo el mundo busca personas auténticas, aún cuando nosotros tengamos que dar un mensaje que no sea popular si las personas se dan cuenta que usted es sincero, que es genuino, que hay integridad es atractivo. Aún cuando ellos mismos se ofendan se acercarán porque las personas quieren cosas reales y de eso es que vamos a hablar en esta mañana.

En Primera de Juan capítulo 5 versículo 13, Juan 5:13 aquí nosotros vemos el propósito por el cual esta carta fue escrita. El apóstol dice: "Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el Nombre del Hijo de Dios para que sepáis que tenéis vida eterna." Él no le está escribiendo a no creyentes en esta carta, él le escribe a personas que ya son creyentes y les dice para que ustedes sepan que sí están en esto por las razones correctas.

Y luego él dice: "Y esta es la confianza que tenemos en Él, que si le pedimos alguna cosa conforme a Su Voluntad Él nos oye y sabemos que Él nos oye, Él nos oye en cualquier cosa que pidamos sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho."

"Si alguno ve a su hermano ver cometer pecado que no sea de muerte pedirá y Dios le dará vida, esto es para los que cometen pecado que no sea de muerte. Hay pecado de muerte por el cual yo no digo que se pida. Toda injusticia es pecado pero hay pecado no de muerte."

"Sabemos que todo aquél que ha nacido de Dios no practica pecado porque aquél que fue engendrado de Dios le guarda y el maligno no le toca. Sabemos que somos de Dios y el mundo entero está bajo el maligno, pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero y estemos en el verdadero, en Su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios y la vida eterna. Hijitos guardaos de los ídolos, amén."

Y Padre yo te pido esto: Padre que Tú puedas sanarnos de toda idolatría que tengamos aún sin saberlo. Y Padre yo te pido por una Palabra liberadora no de carga, sino algo que da libertad porque donde está el Espíritu de Jehová ahí hay libertad.

¿Qué tal acerca de ese último verso? La carta está avanzando a un final diciendo: conocemos a Él que es la Verdad, hay un momento, hay una energía, estamos llegando a un momento climático de la carta; pero en vez de terminar con un boom de repente el tono como que baja y él le dice: hijitos guardaos de los ídolos y solamente se queda ahí como que en el aire. Generalmente las cartas terminaban como que: en el Nombre de Jesús los bendecimos etc., etc.

Yo no conozco ninguna carta en el Nuevo Testamento que termine con una línea pequeña así como con una advertencia que diga: guardaos de los ídolos, él quiere que esa frase haga como un eco y se quede en nuestras mentes. Hay otras porciones en la Biblia donde ocurren cosas similares, por ejemplo en el Padre Nuestro donde dice: "Y cuídanos del mal" y te deja como que: oh oh, tengo que mantenerme pendiente.

Cuando Jesús predica el Sermón del Monte Él termina con la parábola de las dos casas que estaban una construída sobre la arena y la otra sobre la roca y todo ese sermón termina como que la casa se derrumbó y se cayó. Y eso era algo como tan pictórico que usted quizá lo podía hasta escuchar a medida que lo decía. Dios quiere llamar nuestra atención.

Idolatría. Somos cristianos ¿no es así? Generalmente nosotros no creemos en adorar estatuas. No hay nada de malo con el arte cristiano simplemente no adore estatuas, nosotros como que sabemos eso ¿verdad? pero para aquéllos que quizá no lo sepan por favor no adoren estatuas. Puede tener un pesebre en Navidad en su casita sólo no adore el pesebre ¿ok? no velitas, ¿ok? somos protestantes, creemos en eso.

Pero nosotros sabemos que en la Biblia las personas se hacían usualmente para sí mismos dioses de metal, de oro y la mayoría de nosotros decimos: no yo estoy bien, no hago nada de eso. Yo no me acuerdo haber adorado un becerro de oro recientemente.

Una vez que estaba en Guatemala subí a una montaña cerca de Chichi Castenango, yo estaba joven y medio loco. Me encontré con un chamán allá y habían estatuas y había un altar y habían flores, Coca Cola y un ave muerta y yo dije: quizá yo tengo como que irme de aquí pero después yo me bajé de la montaña y me encontré con el mismo personaje en las escaleras de la Iglesia Católica prendiendo el incienso allá en Chichi Castenango.

Y la mayoría de nosotros quizá nos decimos a nosotros mismos: yo nunca voy a hacer eso, nunca voy a adorar un ídolo pero de manera sutil nosotros sí adoramos ídolos y un ídolo es algo que sustituye a Dios. Yo escuché a un actor cristiano que decía que: "el corazón humano es incurablemente religioso" y si no creemos en el Dios verdadero vamos a hacer uno falso, y quizá no será una estatua de la forma en que se hacía anteriormente pero aún así nosotros ponemos cosas en el lugar de Dios para buscar un significado para nuestras vidas.

Dinero, sexo, comida, hermosura, juventud, éxito, poder, comodidad aún cosas buenas ¿verdad que sí? que nosotros las ponemos como las cosas más importantes en nuestra vida, más importantes que el mismo Dios. Estas cosas pueden ser nuestra familia, cualquier cosa que tome el lugar de Dios en nuestra vida se puede convertir en un ídolo y aunque usted no lo crea cuando nosotros entregamos estas cosas, aunque nos duela y nos aterrorice entregar estas cosas nos libera.

En el nivel 3 del discipulado hay una parte donde nosotros le damos a Dios el control absoluto de nuestras vidas y estudiamos cada área de nuestra vida. Y después que yo tuve mis hijos yo decía: wow ¿será que yo podré orar para entregarle a Dios mis hijos? Pero cuando yo llegué a ese punto en mi oración y le dije: Señor mis hijos pertenecen a ti yo me sorprendí de que en realidad no me sentí tan mal, yo me sentí feliz porque Dios puede cuidar mis hijos mejor de lo que yo lo haría. Él los ama más de lo que yo los puedo amar, eso no significa que no los vamos a cuidar, que no los vamos a amar pero significa que yo sé quién es el número uno en mi corazón.

Y mi hijo comenzó a hacerme esa pregunta y él me dijo: "Papi ¿tú me amas más que a Dios?" y tener que explicarle a él que si yo amaba a Dios más entonces yo podía amarlo a él verdaderamente, es un poquito profundo para un niño de seis años pero hice mi mejor esfuerzo. El punto es que tenemos que llegar a un punto donde le decimos a Dios que queremos que Él sea el número uno en nuestra vida y la pregunta es: ¿qué es lo que yo estoy buscando en la vida?

Hay un libro que se titula: Dios es en guerra y dice que la mejor manera de encontrarse con lo que uno está buscando es buscar el historial de búsqueda en el internet. ¿Qué buscas en el internet? quiero decirle que no porque usted busque algo en el internet no significa que eso sea su ídolo pero puede que sea. Si usted tiene mil búsquedas en el internet en los red socks quizás hay un problema. Si usted mira la bolsa de valores 75 veces al día, lo que sea.

El caso es que eso es una forma de idolatría. Yo creo que a lo que se refiere aquí en Primera de Juan no es ese tipo de idolatría necesariamente. En este tiempo habían personas que tomaban el cristianismo, lo cambiaban y luego venían a buscar a los cristianos y a decirles que se adaptaran a esta nueva forma de cristiandad. Lo que ellos hacían era que ellos hacían que el cristianismo fuera más compatible con la filosofía griega de aquél entonces y ahí es donde está el peligro cuando uno adapta una versión falsa de lo que es la cristiandad y eso aún pasa hoy en día.

La presión que nosotros enfrentamos hoy en día como cristianos es tomar lo que la Biblia dice y adaptarlo a lo que está sucediendo en nuestro alrededor, que si yo leo algo en la Biblia que me ofende yo simplemente saco eso de ahí y algunos de nosotros tenemos Biblias con muchos huecos o páginas dobladas a medida que uno las mira.

Y la pregunta es: ¿qué yo voy a hacer con ese pasaje de la Biblia que es difícil para mí de entender o que no estoy completamente de acuerdo con lo que dice, qué es lo que va a cambiar yo o la Biblia? Hay algunas cosas en la Biblia en las que yo puedo decir: Dios yo no entiendo esto completamente pero no me voy a deshacer de ello sino que te voy a pedir que Tú me ayudes a entender qué es lo que significa para mí y es probable que me tome años o quizás que nunca entienda ciertas cosas pero al final del día el mensaje tiene que seguir siendo el mismo y yo soy el que tiene que adaptar su estilo de vida a lo que la Palabra de Dios dice.

Por ejemplo tome la palabra fornicación de la Biblia. Es una palabra muy teológica, significa tener sexo antes o fuera del matrimonio. Yo he tenido personas que llegan a mi oficina y me dicen: ¿qué significa fornicación exactamente? Yo quiero ver eso en el griego por favor. ¿Usted lo tiene en hebreo, ok ¿y las raíces arameas de esa palabra? búscame otro comentario porque tiene que significar algo diferente de lo que tú me estás diciendo. Es como que siempre tenemos que buscar la manera de que la Biblia diga algo que a mí me agrada.

Y después de una hora es como que: ok yo creo que eso es lo que significa, no me gusta pero no tiene que gustarme necesariamente vamos a ver qué pasa. Y el reto es mantenernos auténticos y genuinos en un contexto que nos está forzando a no hacer eso. Es difícil, hay mucha presión alrededor nuestro pero nosotros podemos saber que somos personas genuinas.

Y el Libro de Primera de Juan nos da tres parámetros con los que nosotros podemos evaluar si somos personas genuinamente fieles a Dios. El primero es: ¿tú crees en el Jesús verdadero? ¿Tú crees que Jesús fue completamente humano y completamente Dios? ¿Tú crees en Dios en tres personas, Padre, Hijo y Espíritu Santo? ¿Crees tú que Jesús murió por ti en la cruz, que Él es el camino la verdad y la vida y de que yo soy salvo por mi fe en Cristo? ¿Que Él resucitó en el tercer día, subió a la mano derecha del Padre y que vendrá otra vez para juzgar a los vivos y a los muertos?

¿Tú sabes que yo no me inventé esto? está en algo que se llama el Credo. Los primeros cristianos dijeron: este es el fundamento o núcleo del cristianismo. Es el corazón de lo que creemos. Y es posible que podamos estar en desacuerdo en cuanto a miles de cosas, hay iglesias que tienen diferentes tipos de adoración y en esta Iglesia tenemos un grupo anglicano que tiene un estilo litúrgico de adoración. Tenemos diferentes estilos pentecostales y carismáticos de adoración libre y algunas veces estos se juntan. Y lo cierto es que los cristianos pueden estar en desacuerdo en cuanto a miles de cosas y aún así considerarse hermanos en Cristo.

Pero hay algunas cosas que no son negociables. Jesús no es negociable. La salvación por la fe en Cristo no es negociable. Si una Iglesia comienza a decir que uno no necesita creer en la muerte y resurrección de Cristo para nosotros ser limpios de nuestro pecado esa Iglesia ha dejado de ser una Iglesia ortodoxa y cristiana. Puede que sea una muy buena Iglesia, puede que sea parte de una denominación pero la salvación a través de la fe en Cristo en la cruz no es negociable. Entonces creer en el Evangelio verdadero es importante, es una prueba de ser auténtico. Entonces esa es la prueba doctrinal.

Hay otra prueba que es la prueba ética. Al principio de Primera de Juan dice que: "Dios es luz y en Él no hay tinieblas" y que si uno dice que cree en Dios pero camina en tinieblas está mintiendo porque no anda en la verdad, es una prueba ética. ¿Practicamos nosotros lo que predicamos? ¿qué tal eso?

¿Tiene usted amigos que le hacen esto? si usted dice algo, reacciona de cierta forma ellos le dicen: pero espera un minuto ¿tú no eras cristiano? y le están mirando. ¿Practicas lo que predicas? Bueno gracias a Dios que hay otro versículo al inicio de Juan que dice que si decimos que no tenemos pecado también somos mentirosos justo es Dios para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.

Estamos en la luz, hemos confesado nuestros pecados y Dios está trabajando para cambiarnos. Si no hay cambio es probable que no haya vida. Si eres el mismo patán que usted era antes de convertirse quizá tenemos que intentar esto de nuevo. No les estamos diciendo patanes.

Ahora hay otra dinámica que toma lugar en todo esto, a veces cuando uno se arrepiente y viene a Jesús a veces uno termina con sentimientos de culpa porque se siente más malo de lo que era antes. La verdad es que usted no es necesariamente peor de lo que era antes, simplemente usted está ya más consciente de que tan mal usted andaba.

Cuando yo estaba aprendiendo español me sentí que estaba peor que antes pero la verdad es que no estaba perdiendo mi inglés ni mi español sólo estaba más pendiente de cuáles eran las cosas que tenía que cambiar. Antes yo hablaba español muy mal pero simplemente no sabía la diferencia. La ignorancia es una bendición.

Y eso a veces pasa, a medida que uno entra más en la Palabra y uno está más conciente de lo que tiene que cambiar entonces uno se siente como que está retrocediendo pero en realidad no está. Lo que sucede es que el Espíritu está trabajando en usted y lo está cambiando y si usted es un cristiano genuino hay una semilla mágica en usted que se llama el Espíritu Santo que comienza a trabajar en usted y usted no puede dejar de cambiar, es necesario que usted cambie y se asemeje más a Cristo. Si es verdadero esto va a ocurrir.

Ahora independientemente de si nosotros trabajamos con el Espíritu o no va a pasar ya sea más despacio o más rápido pero si somos auténticos y genuinos vamos a cambiar, vamos a crecer. Amén.

Y quizá usted se sorprenda a si mismo porque después usted se va a ver en una situación donde usted quiere pecar y se da cuenta que no lo disfruta ya, algo en usted le está diciendo que no; es esa semilla de la Palabra de Dios que está trabajando. Ahora esa es la prueba ética para ver si uno es cristiano genuinamente.

Hay otra prueba, una tercera prueba que es muy importante. ¿Amo yo a mis hermanos y hermanas en Cristo? La Biblia dice: ¿cómo puedo amar a Dios que es invisible y no puedo ver cuando no puedo amar a mis hermanos y hermanas en Cristo que sí puedo ver? Y si veo a mi hermano y hermana en necesidad y no tengo compasión para con ellos ¿cómo pues puede estar el amor del Padre en mí? Nosotros estamos llamados a amar no sólo de Palabra sino en acciones y en hechos.

¿Pero qué tal si hay algunos cristianos que le irritan? ¿qué tal si hay algunos cristianos que abusan, significa que usted no es un cristiano realmente? quizás. Porque el Espíritu genuino en nosotros nos va a llamar a que amemos a nuestros hermanos y hermanas. Pero amar es una decisión, amor es un verbo, es algo que nosotros hacemos en respuesta a algo que Dios ha hecho por nosotros. Nosotros amamos porque Él nos amó primero. No es perfecto, hay muchos hoyos en el camino pero está ocurriendo. Yo amo a mis hermanos y hermanas y estoy aprendiendo a amarles más.

Así que: ¿es usted un cristiano genuino? ¿Ha puesto usted su fe en el Cristo verdadero? es el Espíritu Santo cambiando su vida para que usted se acerque más y más a Cristo. ¿Está usted creciendo en amor para con sus hermanos y hermanas?

Ahora esto no significa que usted es perfecto y que no va a luchar más con el pecado. Ahora ya nos estamos acercando otra vez al texto después de todo este trasfondo. Y el texto dice que si nosotros vemos a un hermano que está en pecado que no necesariamente cause muerte nosotros debemos orar por ese hermano y buscar restaurarle. Ahora eso es diferente de aquéllos que cometen pecado que guía a muerte. Ahora no voy a entrar en muchos detalles teológicos acerca de lo que esto significa pero yo sí quiero aclarar que esto se refiere a los profetas falsos que han cambiado la doctrina y están tratando de persuadir a otras personas para que acepten esa nueva doctrina.

Hay una diferencia entre Judas que traicionó a Jesús y no se arrepintió y Pedro que decepcionó a Jesús pero lloró y se arrepintió. Y hay diferencias también entre el Rey Saúl que pecó y no se arrepintió y el Rey David que pecó y se arrepintió. David era un hombre genuino de Dios que pecó terriblemente pero tuvo la capacidad de ser restaurado.

Y hay algo aquí que nos va a animar. En el versículo 18 dice que: "Sabemos que todo aquél que ha nacido de Dios no practica el pecado" en inglés dice: "que no continúa practicando el pecado." Es posible que nosotros conozcamos personas que han caído en pecado o que están luchando con ciertos pecados. Es posible que nosotros mismos seamos personas que hemos caído en pecado y que estemos luchando con pecado pero si somos genuinos y auténticos, si hemos nacido de nuevo no continuaremos.

Dios va a buscar una manera de restaurarnos y yo he visto esto una y otra y otra vez. Cristianos genuinos que caen en pecado y se apartan y comienzan a hacer cosas locas y uno dice: ¿qué es lo que están pensando? y yo he visto al Espíritu Santo perseguirles, ponerse detrás de ellos y los tira y los toma y los arrastra otra vez porque el Espíritu Santo no dejará que te escapes. Gracias a Dios por Su misericordia.

Jesús dijo: Yo soy el buen Pastor y Mis ovejas oyen Mi Voz y me conocen y me siguen, Yo les doy vida eterna y ellas no perecerán y nadie las arrebatará de Mi Mano. Mi Padre quien me las dió es mayor que todos y nadie las puede arrebatar de la Mano de Mi Padre. Gracias a Dios por eso.

Una comunidad cristiana genuina no es una comunidad cristiana perfecta pero sí es una que está en las manos del Pastor y Él no permitirá que nosotros sigamos caminando hacia el mal, Él nos va a dar una nalgada si es necesario pero no permitirá que continuemos en pecado. Y dice que Dios nos protege y que el enemigo no nos puede dañar.

Y el verso 19 dice: "Sabemos que somos de Dios y el mundo entero está bajo el maligno" nosotros tenemos que saber que el mundo no es un lugar seguro. Hay un demonio, un diablo, hay uno que es maligno. Hay todo un sistema que va a conspirar para hacer que nuestra fe como cristianos mengüe. Dice: "No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo porque si alguno ama al mundo el amor del Padre no está en él. Porque todo en el mundo, los deseos de la carne, el pecado de los ojos y el orgullo de la vida no vienen del Padre sino del mundo."

Vivimos en una atmósfera donde hay un mundo que está en contra de nosotros. Hay un mundo que está tratando de vendernos el pecado de mil formas cada día y hay una naturaleza pecaminosa en nosotros que es´ta más que contenta de comprar todo lo que está siendo vendido. Hay mucho orgullo y está el deseo de definir lo que yo valgo por lo que yo tengo, se llama materialismo y hay una tendencia a definir lo que yo valgo por los logros que yo he obtenido, ese es el orgullo de la vida.

Hay un mundo espiritual alrededor nuestro seguro en los brazos del maligno pero nosotros somos hijos de Dios y aquél que es nacido de Dios nos mantiene salvos. Entonces ¿qué haceomos? ¿deberíamos todos correr y escondernos en algún monasterio en algún lugar para no ser tentados por el mundo? ¿o quizá podemos venir a la Iglesia siete veces por semana para no tener tiempo de pecar?

¿Alguien ha sido tentado a pecar en una Iglesia? Algunos de los peores pecados están en la Iglesia. Los fariseos eran los líderes religiosos y Jesús dijo claramente cuando Él estaba orando a Su Padre, Él decía que: "Mi oración no es que los saques del mundo pero que los protejas del maligno porque ellos no son del mundo así como Yo no soy del mundo, santifícalos con Tu Verdad porque Tu Palabra es verdad y así como Tú me has enviado al mundo Yo los he enviado al mundo."

El profeta Daniel era un político en el gobierno pagano de Babilonia. ¿Pueden los cristianos servir en la casa de estado? ¿pueden los cristianos servir en cualquier nivel de autoridad en la sociedad? ¿por qué no? Ahora las tentaciones son grandes, las tentaciones que nosotros encontramos en este mundo son grandes pero aquél que es nacido de Dios nos mantiene seguros. La sangre de Cristo nos cubre y nos protege del maligno.

Un cristiano auténtico tiene la armadura de Dios y el Espíritu de Dios. En un Halloween yo estaba caminando hacia la Iglesia desde el edificio donde vivía aquí cerca, nosotros íbamos a orar aquí en la noche de Halloween y yo estaba caminando del edificio hacia acá y yo sentí algo como que se cayó así de mi espalda, como que golpeó mi espalda, rebotó y se rompió en el suelo y era un huevo y yo miré y vi estos niños ahí riéndose. Pero yo sentí que Dios me estaba enseñando que aún cuando haya guerra espiritual los ataques del enemigo van a rebotar de nosotros.

Jesús dijo que el acusador de nuestros hermanos y hermanas que nos acusa delante de nuestro Dios día y noche ha sido derribado y que ha sido sobrepasado por la sangre del Cordero y por la Palabra de Su testimonio y que ellos no amaron su vida tanto a medida que se salieron de la muerte. La fe auténtica. La sangre de Cristo cubre a un cristiano genuino. Y ese cristiano no necesita ser perfecto porque si dicen que son perfectos definivitamente no son perfectos pero son reales y Dios está con ellos.

Y no es que nosotros seamos la gran cosa pero nosotros sí sabemos quién es la gran cosa. Miren lo que dice: "Sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero y estamos en el verdadero en Su Hijo Jesucristo, este es el verdadero Dios y la vida eterna" o sea que Dios nos ha dado entendimiento para que sepamos cuál es la verdad.

Yo no necesito saber muchas cosas pero sí necesito saber quién es Él. Ese ladrón en la cruz que estaba muriendo él no podría haber escrito alguna carta teológica pero él sí sabía que: este hombre que está muriendo a mi lado en la cruz es un Rey y puede salvarme. Esa mujer que derramó perfume a los pies de Jesús quien caminó por la calle, ella quizá no sabía tanto pero ella sabía: yo tengo que acercarme a ese Jesús. La mujer que estaba en la multitud que se acercó a la fuerza para tocar el borde de Su manto ella quizás puede que no sepa mucho, pero ella sabía que Él era lo real.

Yo necesito a Jesús, el Jesús verdadero no una versión inferior, yo quiero el Jesucristo verdadero, conocer el Dios de poder, yo quiero que Él me cambie. Yo no puedo contentarme con algo de segunda clase. Nosotros como Iglesia hemos decidido creer y seguir a Jesús, Él es el León de la tribu de Judá.

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Y en este tiempo a medida que nosotros comenzamos a transicionar a una nueva temporada en nuestras vidas vamos a deshacernos de nuestros ídolos, vamos a decirle: Dios yo quiero cosas reales en mi vida, yo quiero vivir una cristiandad genuina genuinamente, yo quiero regresar a ese corazón de la adoracón.

Pónganse de pie y vamos a consagrarnos ante Dios, esto es para todos nosotros. Es un asunto de regresar, regresar a aquél que es verdadero. Nos acercamos a Él porqua ya Él nos ha acercado hacia Él.

Señor venimos ante Ti ahora y decimos: Señor perdónanos por nuestra idolatría, perdónanos por las maneras en que hemos comprometido nuestra fe. Sabemos que somos pecadores, venimos a la luz y sabemos Señor que Tú eres el Cristo verdadero y que Tú verdaderamente has tocado nuestros corazones. Señor oramos por un avivamiento de cristianos auténticos. Nada muy adornado, no tiene que ser muy decorado Señor pero queremos que sea algo real.

Señor oramos en el Nombre de Jesús que Tú toques a cualquier persona que aún necesita tomar ese primer paso y decir: Jesús yo quiero recibirte en mi corazón como Señor y Salvador, te invito a hacer eso ahora mismo. Si no has tomado ese paso hazlo ahora mismo. No te vamos a pedir que pases al frente simplemente levanta tu mano al Señor como una decisión de que quieres hacer eso hoy y dile: Jesús yo te acepto como mi Señor y Salvador. Yo quiero conocerte Jesús, yo confieso mis pecados y yo creo en ti.

Y a medida que oras esta oración estáte seguro que Dios te escucha. Y Padre yo te pido en el Nombre de Jesús Señor que nos vuelvas a lo que es la adoración. Señor oramos por un avivamiento en nuestras vidas, por una nueva luna de miel en comunión contigo. Señor quita todas las distracciones que hemos puesto antes de Ti y ayúdanos a conocerte. En el Nombre de Jesús amén.

Quiero terminar con un versículo que leemos al final de cada prédica y esto es una bendición que declara que tu fidelidad depende de un Dios fiel, que vamos a terminar fuertes porque Dios nos ayudará a llegar ahí y aquél que es poderoso para guardarnos sin caída y presentaros sin mancha delante de Su Gloria con gran alegría al único Dios nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potestad ahora y por todos los siglos. Amén. Ve sabiendo que Dios te tiene agarrado en Su Gloria, amén.

Gran fé en Dios y gran incredulidad de personas que sólo miran el ahora

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El Señor puso en mi corazón en una manera muy, muy específica este pasaje de Segunda de Reyes en el capítulo 6 comenzando con el versículo 24. Y sentí del Señor que no solamente estaba predicando un pasaje de enseñanza sino que era en realidad una Palabra profética para nuestros tiempos.

Yo he predicado sobre este pasaje en tiempos anteriores pero siento como que hay una urgencia en este tiempo de proclamarlo y cuando lo hice, preparándolo para el internet y para las muchas, muchas personas que nos ven en diferentes países y usted podrá también verlo también allí en Dios Habla Hoy, va a nuestra página y ahí hay un sector específicamente que dice Dios Habla Hoy, puede suscribirse de hecho si no se ha inscrito en este tremendo, tremendo Ministerio.

Ah, bueno quiero que lo escuchen y en realidad estoy como declarándoselo a los aires y declarando una Palabra profética porque nosotros creemos que cuando declaramos las Palabras en el poder y la autoridad del Señor y lo declaramos como que viene directamente de Dios en fé esa Palabra profética tiene poder para hacer cambios en los aires, para hacer cambios, operar cambios en el tiempo y el espacio, en el ahora y el aquí y operar cambios en las palancas mismas de la sociedad y las estructuras mismas de la cultura y del Gobierno y todos los demás aspectos de nuestra vida social y política.

Y en ese espíritu quiero compartir con ustedes esta Palabra del Señor. En el versículo 24 no lo voy a leer porque es un capítulo bien largo, esta narrativa va desde el versículo 24 del capítulo 6 al capítulo 7 al final del capítulo 7. Pero lo voy a ir narrando y quizá voy a tomar algunas lecturas de ello mientras vayamos adelante. Así que Padre te pedimos que Tu Gracia descienda sobre nosotros y que Tu Espíritu esté muy presente en esta Palabra que Tú nos pediste declarar, que nuestros espíritus sean horadados, horadados por esa Palabra, penetrados en lo hondo Señor y creemos en fé que Tú has de usar esta Palabra para que se haga Tu Voluntad Señor y se desaten Tus movimientos, Tu movimiento poderoso en esta nación, en este estado. Gracias Señor en el Nombre de Jesús amén y amén.

Esta es una historia de fé y de incredulidad. Vemos los dos extremos aquí manifestados. Gran fé en el Señor para creerle a Dios en un momento que Dios es capaz de hacer cosas extraordinarias y para el entendimiento humano imposible y también de gran incredulidad de personas que sólo miran el ahora, el aquí, la realidad circundante y no son capaces de remontarse más allá a la visión divina y a lo que Dios declara con Su Palabra. Y la historia trata de un episodio en la vida del profeta Eliseo donde hay un momento de gran crisis en la vida de la nación de Israel.

Israel se había dividido después de la muerte del Rey Salomón en dos reinos; el Reino de Judá que era también llamado el Reino del Sur muchas veces dirigido por reyes piadosos pero también en ocasiones por reyes impíos y la nación de Israel que también se llamaba la nación del Reino del Norte que tuvo casi una serie de monarcas impíos, incrédulos, pecaminosos, apartados de Dios y que se caracterizaba por mucho pecado y mucho alejamiento del Señor.

La capital del Reino de Israel, el Reino del Norte y puede ser un poquito confuso porque los dos eran Israel originalmente pero luego pasó a ser el Reino del Norte y su capital era Samaria y Samaria por su misma existencia ya era una desobediencia al Señor, porque el Señor ya había declarado mucho tiempo atrás que esa ciudad no debía ser reedificada, sin embargo Samaria era una ciudad un poco ambigüa acerca de las cosas de Dios.

Y entonces vemos aquí una situación donde Samaria, la capital de Israel se encuentra sitiada por un ejército enemigo, el ejército de Siria bajo el Rey Benadad y la invasión de este reinado. Y recuerde algo y es que Dios envió de vez en cuando Su castigo sobre Israel y sobre Judá. Y estos ataques de poderes enemigos eran muchas veces unas formas de Dios disciplinar a Su Pueblo y de regresarlo al conocimiento de Él; a veces Dios permite que sucedan cosas en las naciones que son negativas pero no porque Dios quiere simplemente causar daño en la vida de la gente porque a Él le duele el sufrimiento de las personas, simplemente porque Dios en Su misericordia quiere muchas veces quebrantar a las personas de su orgullo, de su arrogancia, de su autosuficiencia para que en su quebrantamiento y en su desesperación miren hacia Él.

Es como aquí en Estados Unidos cada vez que hay un gran ataque terrorista o un gran cataclismo natural siempre la nación como que se torna otra vez hacia Dios pero dura muy poco, vuelven otra vez hacia la misma autosuficiencia. Y aquí tenemos que Israel se encuentra ahora mismo bajo el cerco de una nación muy poderosa y han rodeado a Samaria, nadie puede entrar, nadie puede salir, han pasado semanas y semanas y hay un hambre terrible dentro de esa ciudad.

Y es un hambre que dice que se vendía la cabeza de un asno imagínese, la cabeza de un asno se vendía por 80 piezas de plata una cantidad exhorbitante y la cuarta parte de estiércol de palomas por 5 piezas de plata. Esta gente había sido reducida a comer cosas inmundas y a pagar inclusive por ellas. ¿Qué terrible no? cuando los seres humanos se alejan de Dios es como que volvemos a ser como animales. Y Dios quiere darnos abundancia, quiere darnos bendición. Dios no quiere que nuestras ciudades ahora mismo estén padeciendo de todas las cosas que vemos.

Dios no quiere que los jóvenes estén matando en las ciudades como en Roxbury o que nuestras niñas estén teniendo hijos prematuramente o que nuestros hijos estén desorientados y estén siendo llevados a las cárceles y que la familia se esté desmoronando como está pasando en esta nación y que nuestra juventud no esté estudiando y desperdicie los grandes recursos que hay ahora mismo en las escuelas, Dios no quiere eso pero cuando una ciudad, cuando una nación abandona a su Dios viene juicio; vienen ataques de parte de la naturaleza.

Hemos visto cómo los tornados están atacando muchas partes de los Estados Unidos aún aquí en Massachussets donde casi nunca se han visto tornados se están viendo aquí también. Hemos visto este ataque terrorista terrible que hubo aquí en Boston. No es que Dios envía esas cosas pero cuando la cobertura de Dios se levanta de una familia, de una nación porque no se está buscando de Dios como Dios quiere entonces ¿quién tiene más poder y quién tiene entonces autoriedad e influencia? Satanás que sólo sabe matar, robar y destruir.

Entonces vemos aquí que Samaria está sitiada, un hambre terrible corre en esta ciudad y nos da aquí una escena de cuán terrible era esa hambre aparte del hecho de lo costoso que eran las cosas inmundas para la gente poder comer algo, nos habla aquí de que el Rey de Israel, Joram se llamaba este Rey estaba pasando por la calle y una mujer del muro de la ciudad le dijo: Rey ¡sálvanos! y el Rey declara su impotencia, le dice: mujer ¿de dónde te voy a salvar yo? si yo no tengo ni para mi propia vida salvarla ¿cómo te voy a salvar a ti?

Y entonces esta mujer le cuenta una historia verdaderamente macabra y le dice que ella hizo un trato con su amiga de que las dos se iban a comer sus niños, una uno y otro la otra que el primer día, la primera vez se iban a comer el hijo de una de ellas y más adelante se iban a comer el niño de la otra pero la segunda mamá después parece que se arrepintió y lo pensó y dijo: bueno ya comimos así que no te voy a dar a mi hijo.

¿Terrible verdad? suena chistoso pero la verdad es que era una situación verdaderamente horripilante. Lo interesante es que esta mujer cree que debe apelar al Rey para que entre comillas se le haga "justicia" cometiendo un acto de canibalismo y eso indica también yo creo que el estado de confusión moral y espiritual en que estaba el pueblo, de que a esta mujer no se le ocurriera que apelara a la autoridad de la nación para que les permitieran llevar a cabo un acto de canibalismo de un niño y de un hijo era como algo que debía ser intervenido por la justicia, eso revela también yo creo otra cosa y es el grado de desorientación moral que había en Israel.

Como yo creo que vemos en nuestros tiempos también donde las madres matan a sus niños en el vientre, donde el afecto maternal a veces se ha abandonado; donde las mujeres y los hombres cometen actos terriblemente inmorales y ofensivos a Dios y no solamente los cometen sino que se ofenden contra aquéllos que les dicen: no, que eso no es de Dios, aún quizá que lo digan pero hemos llegado a ese punto de desorientación moral también porque es lo que pasa cuando las naciones se apartan de Dios y sobre todo yo creo que también cuando las autoridades gubernamentales, las autoridades espirituales dejan de buscar del Señor íntimamente y recibir revelación de Dios y su corazón se torna hacia otros dioses.

Entonces dice: el pueblo se desorienta. Y este Rey, el Rey Joram de Israel ejemplifica una autoridad judicial, política y espiritual porque los reyes también eran autoridades espirituales en Israel, una autoridad que ha perdido la orientación y que se encuentra tan impotente como sus ciudadanos también; porque el Rey cuando le solicitan esta supuesta ayuda él dice: hey ¿de dónde te he de salvar yo? dice, él contesta. ¿Del granero, del lagar? no tengo qué darte, él pensaba que ella le iba a pedir simplemente algo de comida.

La autoridad estaba tan impotente como los ciudadanos y hoy en día yo creo que también pasa lo mismo. Nuestras autoridades en nuestras ciudades, nuestras naciones no saben qué hacer y cómo lidiar con las crisis que han venido en gran parte yo creo como consecuencia de abandonar la Palabra del Señor. Y este hombre dice, hay una escena interesante ahí en ese pasaje y es que cuando él pasó por el muro el pueblo vió el silicio, versículo 30 que traía interiormente sobre su cuerpo. El Rey estaba cubierto con silicio, era un material como así áspero que se usaba cuando había duelo y una persona estaba en duelo, como clamando a Dios de alguna manera pues se ponía silicio como una señal de dolor y también de apelación a Dios.

Y es interesante que este Rey a pesar de que es un rey bastante impío como hay una nota también allí de ternura y de temor de Dios pero está completamente desorientado y eso es lo que yo veo también, que muchas de nuestras autoridades gubernamentales no son gente mala, son gente que tienen un corazón verdaderamente temeroso para con Dios pero están desorientados completamente y creen que están haciendo el bien legislando leyes que son verdaderamente dañinas y que lo que hacen es que apartan la misericordia y el amor de Dios de sus naciones y de sus ciudades.

Entonces esta es la situación y yo creo que hay ahí en ese silicio, en la presencia del silicio en el cuerpo de este Rey una nota de esperanza también a pesar de su impiedad. Yo creo que hoy en día la Iglesia de Jesucristo tiene que estar creyendo que Dios nos ha llamado en alguna forma a ser una voz profética a las autoridades de nuestras ciudades y nuestras naciones y usar ese puntito de justicia que hay en el corazón de los legisladores y los gobernantes para un día cuando el Señor visite a Su Iglesia hablarle a esa gente también de la verdadera espiritualidad.

No puedo reprimir. Esta misma mañana tuve una conversación interesante mientras esperábamos desfilar al podio, a la plataforma con una persona que ha jugado un papel sacerdotal, un papel importante en una denominación de estas denominaciones muy seculares, muy seculares, muy apartadas de la Palabra de Dios; están bien alejados en realidad, una denominación en mi opinión apóstata. Y esta persona con un corazón tan tierno, tan amante de la gente y una sed y hambre de justicia hablaba de cómo había abandonado su trabajo ministerial por razones de desilusión mas bien y ahora se encuentra trabajando en un trabajo secular.

Pero lo triste es que mientras esta persona me hablaba a mí y yo wow, decía para mi adentro: si ella supiera lo que yo creo no estaría tan como simpática conmigo porque yo represento precisamente muchas de las cosas que su denominación y sus creencias ejemplifican; yo represento ese lado conservador que no afirma a los homosexuales aunque los amamos, el lado conservador que cree que cree que la Biblia sí es la Palabra de Dios y que tenemos que llevarnos de ella y que la protección para nuestras vidas y para nuestras naciones está en seguir los mandatos del Señor.

Y me daba tristeza porque yo no podía hablarle acerca de estas cosas pero hay tanta gente así hermanos en el mundo que aman a la gente, aman la justicia, aman a Dios pero están totalmente desorientados también y se necesita gente que les anuncie, que les hable la verdadera Palabra del Señor. En ese momento yo sé que decirle yo a ella eso hubiera sido abrir un enjambre de cosas, no era el momento estábamos subiéndonos para; casi le digo: mira yo represento eso que tú no aprecias tanto y si tú quieres tener una conversación conmigo yo estoy dispuesto a hacerlo en algún momento.

Pero hay mucho de eso. Yo estoy esperando, el Señor yo sé que nos va a dar la oportunidad en algún momento y Dios lo está haciendo ya, Dios lo está haciendo y yo creo esto que ese tiempo viene y por eso es que ese pasaje es tan importante, porque hay mucha gente desorientada ahora mismo y se requiere lo que vemos más adelante y por eso digo: Dios se toma su tiempo. Dios tiene sus momentos para Él hacer lo que Él va a hacer en esta nación y estamos esperando pacientemente el tiempo del Señor.

Pero este rey cuando se da cuenta lo terrible de la situación que estas mujeres ejemplifican se llena de ira y de indignación ¿y sabe contra quién se aira este hombre? contra Eliseo el profeta de Dios. Y dice en el versículo 31: "Y el Rey dijo: así me haga Dios y aún me añada si la cabeza de Eliseo hijo de Zafat queda sobre él hoy" ¿por qué se aira el Rey? porque el Rey sabe que hay una conexión entre lo que está pasando hoy en Israel y ese hombre de Dios.

Él sabe que Eliseo es un conducto del juicio divino y que Eliseo en alguna forma ha sido instrumental en declarar lo que está pasando en ese momento en esa nación. Pero qué interesante que este hombre en vez de arrepentirse lo que hace es que concibe en su corazón un deseo asesino de cortarle la cabeza al profeta de Dios. Y eso pasa también muchas veces en nuestros tiempos, que mucha de esta gente secularizada y que se ha apartado del Señor, en vez de arrepentirse cuando les hablamos acerca de buscar de Dios y arrepentirse y entregar sus vidas a Dios y sus instituciones al Señor y volver a los caminos de la verdad se airan con Dios y entonces se quejan de que la Iglesia no tiene misericordia, de que la Iglesia les está denunciando su pecado, de cómo un Dios misericordioso permite que haya estos sufrimientos en las naciones.

Y este hombre quiere matar a Eliseo. Y es interesante yo digo: wow mire por lo menos en este caso las autoridades sabían que había poder aunque el poder que veían manifestado no era el poder que ellos amaban. Yo digo que hoy en día estamos peor que en este caso porque hoy en día tenemos una Iglesia que en realidad la gente no cree que hay poder en ella para hacer estas cosas; la gente cree simplemente que somos una cantidad de personas farisáicas que lo que queremos es meterle las cosas de la religión por la garganta pero no reconocen en nosotros en realidad poder.

Y yo creo que también tenemos que pedirle al Señor: Señor danos a Tu Iglesia el poder, que llegue un día tal poder en medio de Tu Iglesia que la gente aunque sea tenga temor de la Iglesia. ¿Recuerdan ustedes la historia de una vez que viene el profeta Samuel a ungir al que sería el nuevo Rey de Israel, David y los ancianos de la ciudad cuando viene Samuel y entra a la ciudad se le acercan y le dicen: "¿Vienes en paz o vienes en guerra? ¿vienes a hacernos mal o vienes a hacernos bien?" tienen miedo de este hombre lleno del Espíritu Santo.

Yo creo que tenemos que pedirle al Señor: Señor llena Tu Iglesia de ese poder, de esa autoridad profética que descienda sobre Tu Iglesia. Lo único que puede cambiar estas naciones es la manifestación del poder de Dios y tenemos que seguir clamando al Señor y buscando ese poder, santificando nuestras vidas.

Entonces vemos aquí que Eliseo está sentado en su casa versículo 32 y con él dice: "Estaban sentados los ancianos de la ciudad y el Rey envió a él un mensajero." Qué lindo es ver los ancianos de la ciudad venir a la casa del profeta de Dios. Eso es lo que se necesita, una Iglesia poderosa que convoque a los ancianos de las ciudades, que vengan a la Iglesia a buscar consejo. Yo creo que estos ancianos de la ciudad, estas autoridades civiles y religioosas de la ciudad estaban allí porque estaban buscando consejos y estaban buscando el calor de Dios con el profeta de Dios.

Y yo creo que viene un tiempo hermanos en que Dios le va a dar a la Iglesia tal poder y tal autoridad que las autoridades de las ciudades y las naciones van a acudir a nosotros para buscar una solución y para buscar consejo en tiempos de necesidad. Y yo creo que ese tiempo se acerca y por eso yo estoy declarando esta Palabra, yo creo que la declaro en una forma profética.

No solamente la estoy declarando sino que la estoy profetizando porque yo creo que el tiempo está muy cerca en que los juicios de Dios se van a manifestar en maneras extraordinarias sobre las naciones y también el poder de Dios sobre la Iglesia y el mover profético de Dios en la Iglesia de Jesucristo y las autoridades van a venir a buscar de nosotros sanidad y sabiduría para las crisis que van a venir. Porque van a venir crisis financieras, no solamente como las que vimos hace unos 4 o 5 años sino peores, vienen crisis todavía mayores.

Yo creo mucho que ese pasaje de Hebreos donde dice que: "He aquí Dios conmoverá los fundamentos mismos de las naciones y todo lo que pueda ser removido va a ser removido" dice el Señor, ese tiempo está ya cerca de nosotros. En ese tiempo la Iglesia de Jesucristo va a tener una visitación del poder de Dios tan grande también que la Iglesia va a ser buscada y tenemos que prepararnos para esos tiempos, tenemos que santificar nuestras vidas; tenemos que entregarnos más al Señor, tenemos que estar clamando más por el poder de Dios en nuestras vidas, tenemos que estar limpiándonos individualmente, colectivamente como Congregación consagrando nuestras vidas al Señor, consagrando nuestro tiempo al Señor, consagrando nuestras mentes y nuestras emociones al Señor, limpiándonos en todo lo que sea posible para que el aceite del Señor pueda descender sobre Su Pueblo y Él pueda hacer lo que Él quiere hacer.

Entonces vemos a Eliseo y Eliseo se da cuenta de que viene por ahí este mensajero de muerte a anunciarle de que el Rey le quiere cortar la cabeza y entonces Eliseo movido por el poder del Espíritu Santo; imagínese esa situación donde hay semanas y semanas de un hambre terrible, no hay nada, no queda nada que comer en toda la ciudad y en todos los alrededores no se puede salir ni entrar. Y el Espíritu del Señor toma a Eliseo y Eliseo en el poder del Espíritu Santo dice: "Mañana a estas horas" es como si dijera: una libra de carne de res va a valer 25 centavos y una libra de arroz va a valer 5 centavos la libra.

Y tenía que ser algo de Dios porque no había manera físicamente hablando de que eso se pudiera dar, solamente la Palabra de Dios en el corazón del profeta podía sacar algo así porque no tenían aviones que pudieran venir de otro país y traer comida, no podían sembrar ni criar animales que no existían ¿cómo se iba a resolver ese problema?

Y aquí está la escencia yo creo de esto porque, el otro día antes de ir al estudio ahí a grabar este mensaje, esta serie de meditaciones yo no tenía nada que predicar francamente, acababa de salir de unas cosas en estos días que uno sale de una cosa y entra a la otra y tenía que ir directamente allí al estudio y le pedí al Señor: Padre dame una Palabra para yo pararme ahí y predicar y no era uno o dos eran como seis segmentos que tenía que predicar.

Puse mis manos sobre la Biblia cuando estaba en la oficina y les digo que surgió en mi corazón una imagen muy clara; yo no sabía como hilvanizarla en el momento en que salió pero luego fui formulándola y aclarándola y era esta idea de que el Señor en algún momento iba a dar una inmensa cosecha, de que no se iba a tomar mucho tiempo, que Dios iba a hacer algo.

Yo siempre he creído eso y hay otros pasajes proféticos que yo siempre he visto que, en este tiempo del mover de Dios en la historia yo creo hermanos que la transformación que se va a dar en esta nación no es una cuestión de pelear mucho ahí en el Congreso como se ha tomado tantos años y tantos meses este asunto de la inmigración por ejemplo o de ir a protestar a la Casa del Estado y agotarnos allí yendo semana tras semana y esta gente que no tiene que hacer ya cuando estamos cansados esperan un ratito y a los tres meses vuelven otra vez y levantan su porquería otra vez hasta cansarnos.

Yo creo hermanos que lo que Dios va a hacer si lo va a hacer, va a ser algo escúcheme para cuando usted lo vea recuerde esto va a ser algo súbito, va a ser algo rápido. Va a ser un mover tan poderoso del Espíritu Santo combinado con una presión tan grande sobre las naciones y sobre los gobiernos que esta plaga que estamos viendo de homosexualidad, de corrupción, de una Iglesia que cada día se hace más apóstata eso va a ser algo que va a ser un cambio voy a decir como de la noche a la mañana, es algo súbito. Es algo muy poderoso y para eso se va a requerir un mover muy grande del poder de Dios.

Hay una parte que nosotros podemos hacer: orar, clamar, purificarnos, prepararnos pero hay una parte que está en las manos exclusivas de Dios y en su momento Él lo va a soltar, Él tiene Su tiempo para eso y estamos esperando ese tiempo de la visitación de Dios. Pero hermano Dios puede cambiar las cosas en un instante.

Hoy en día parecería y de nuevo me duele en el alma hablar en este sentido de los homosexuales; no es que yo esté obsesionado pero cuando yo miro lo que está pasando, cuando yo miro los Boy Scouts ¿cuántos saben lo que son los Boy Scouts? Cuando vemos que los Boy Scouts de esta nación han decidido apoyar la homosexualidad, eso pasó esta semana. Una sociedad que se ha preciado a través de casi un siglo de ser una organización de orígenes cristianos y de enseñar a los niños a ser gente moral y de honor y de no dejarse llevar de las influencias externas sino de ser líderes morales y están haciendo exactamente lo contrario actualmente dándose por vencidos ante la presión social que hay y se declaran entonces a favor de la homosexualidad.

Yo creo que algo anda mal y uno pensaría: bueno esto ya es incontenible, ya perdimos esa pelea y si uno lo ve desde la perspectiva humana hemos perdido la pelea de la fé y el espíritu en esta nación. Hace poco un estudio de la Fundación Fiu creo que es declaró que ha crecido el número de ciudadanos en esta nación que no se consideran cristianos, que no se consideran religiosos, de ninguna religión, está aumentando muchísimo.

Entonces uno pensaría que es como vemos aquí en Samaria. Hay una situación tan difícil, tan cerrada, tan como penetrante que uno se pregunta ¿de dónde va a venir la solución? Ya la solución no va a venir de procesos humanos, escúcheme. Pero Dios la puede cambiar en un instante, Dios la va a cambiar en un instante. Cuando el poder de Dios comience a moverse yo creo que esta plaga, esta infección que está cundiendo a través del mundo va a ceder a la Voluntad del Señor y al mover sobrenatural del Espíritu Santo.

Porque cuando Eliseo declara eso de que mañana esto va a cambiar radicalmente y de que mañana lo que parece imposible se va a dar un líder, un príncipe dice que: "El Rey lo estimaba tanto que se apoyaba del brazo de él" eso era una señal de mucha estima y de mucha preferencia cuando un rey elegía una persona para en una procesión, en una caminata apoyarse del brazo de un personaje, eso indicaba su cercanía al Rey. Este príncipe era tan cercano al Rey que el Rey se apoyaba del brazo de él y este príncipe cuando escucha, ahí está en esa reunión, cuando escucha la profecía de Eliseo prácticamente se ríe a carcajadas y dice: "¿De dónde va a salir ahora eso? Si Dios hiciese ahora ventanas en el cielo sería esto posible."

¿Vé por qué yo digo que esto es una historia de gran fe y de gran incredulidad? Eliseo representa la fe, la fe de que Dios puede mover montañas, la fe de que Dios puede cambiar tu situación en un instante. La fe de que no importa cuán difícil sea tu vida, Dios la puede cambiar en un momento.

Hermanos yo creo en ese Dios. Yo creo en un Dios que no conoce de imposibles y menos de difíciles, todo en Él es sí y amén. Nuestra única cosa es determinar si estamos en la Voluntad de Dios o no, si estamos tocando el corazón de Dios, si estamos fluyendo en consonancia con Sus propósitos y Su mover. Si estamos en la Voluntad de Dios Dios hará lo que tiene que hacer.

Y hermanos por eso es que yo me mantengo en mi posición de lo que yo creo en el Espíritu y no voy a tranzar, yo no voy a cambiar mi convicción. Porque yo creo que si uno honra a Dios Dios lo honra a uno. Nosotros no tenemos que estar como yo decía hace poco cambiándonos una cosa y la otra para ver si la gente viene y llega a la Iglesia y si cree que somos simpáticos y buenos y afirmativos y todas las cosas que, creemos a veces que agradando a los hombres vamos entonces a traerlos a Dios. No.

La gente va a venir a una Iglesia que está pegada al Señor y que se mantiene firme en lo que Dios ha declarado no importa que parezca que nos vamos a quedar solos, pero si nosotros honramos al Señor Él nos va a honrar a nosotros. Porque Dios puede cambiar las cosas. Yo creo que eso es lo que tenemos que hacer, Dios nos está probando. Nos está diciendo: ¿Creen lo suficiente? mientras el enemigo está apretando cada vez más y más el cerco y parece que ya va a penetrar por las puertas de la ciudad, ¿se atreven ustedes todavía a creerme un poco y aguantar un poco más hasta que Yo venga y rompa con Mi Poder y haga lo que Yo quiero hacer?

Porque no es fácil hermanos yo les digo, yo me muevo en esos círculos donde hay gente que yo aprecio, que amo no cree como yo creo y hay mucha gente distinguida que uno quisiera el respeto de ellos y uno sabe que si ellos saben a veces lo que uno cree, anoche mismo comparto esto para que usted entienda la agonía cuando uno se mueve en el mundo secular allá afuera o en el mundo religioso más amplio la agonía que uno siente de creer lo que nosotros creemos.

Ayer mismo estábamos en una boda, oficiando en esa boda y estábamos sentados en esa mesa y una pareja bellísima, una linda pareja joven norteamericana tuvimos una linda conversación y los invité a la Iglesia que vengan pero en mi corazón yo decía: Yo me pregunto si ellos supieran las cosas que uno cree aquí, las cosas que uno practica si estarían dispuestos a venir. Yo los invité y gloria ojalá que vengan pero la verdad que muchas veces eso pasa.

Esa persona con la que yo hablaba esta mañana me decía, me hablaba de un curso que ella tomó con Erwin Villafañe y Harvey Cocks un gran teólogo acerca del Espíritu Santo en las escuelas de divinidad de Harvard que no creen en la luz eléctrica a pesar de que son una escuela de divinidad. Y ella decía: Cuando yo escuché la enseñanza del Doctor Villafañe acerca del Espíritu Santo comencé a visitar iglesias llenas del Espíritu afroamericanas y no me lo quiso decir así completamente porque como liberal al fin no quiere criticar a las minorías, pero lo que me quiso decir es que cuando fue a esas iglesias no encontró lo que ella estaba buscando, claro porque ella quería iglesias liberales como ella pero que hay un precio para pagar por el poder del Espíritu Santo.

La gente que tiene el poder del Espíritu Santo no está predicando estas doctrinas de error secularistas humanistas, hay un precio que se paga para que el poder de Dios se mueva. Entonces esta gente quiere el poder de Dios pero quiere también su liberalismo y su humanismo y las dos cosas no van juntas. Entonces mucha gente, hay mucha gente allá afuera, quieren sentir el Espíritu Santo, quieren esta gracia que hay de Dios pero cuando llegan buscando y ven lo que es en realidad una Iglesia temerosa de Dios que predica el Evangelio y que practica las cosas que el Espíritu Santo dicen: no, no queremos eso.

Y uno tiene que decir: no yo me voy a atrincherar aquí, yo me voy a quedar aquí, yo voy a echar raíces en esto y si perezco que perezca pero ¿sabe qué? que el Señor hace la obra. Si usted se mantiene firme Dios cambia tu situación cualquiera que sea tu situación; sea tu situación familiar, matrimonial, un hijo, finanzas, salud. Mira clama al Señor, plántate en lo que Dios ha declarado, busca desesperadamente la gloria de Dios y cree que el Señor es capaz de hacer lo imposible y cambiar tu situación de la noche a la mañana.

Y eso es lo que Dios está buscando un pueblo que desesperadamente le crea al Señor y pague el precio. Yo les invito hermanos no seamos cristianos mediocres, no seamos cristianos tibios; no seamos cristianos domingueros, perdone que le eche ahí ese balde de agua fría. Venga a la Iglesia en otros momentos de la semana mis hermanos, busque de Dios, tome una clase de discipulado, venga el miércoles a orar, venga a una vigilia y quédese un rato. Sálgase de lo común, sálgase de la zanja, del domingo. Busque de Dios con clamor, con apetito, con pasión y convirtámonos en gente con deseo de que el Arca de Dios venga y descienda sobre nuestros hogares, nuestras iglesias.

Porque cuando Dios está presente las cosas cambian de la noche a la mañana y lo que parece imposible Dios lo hace posible. Lo que hay que hacer es asegurarnos de que tengamos esa antena del Espíritu de Dios. Y mire: Cuando Eliseo da la Palabra de que mañana las cosas van a cambiar rotundamente el Espíritu del Señor comienza a moverse instantáneamente y entonces la cámara cambia de la casa de Eliseo donde están los ancianos a cuatro hombres leprosos hablando entre ellos, cuatro hombres que no tienen nada que perder porque son hombres míseros, rechazados por la sociedad, la gente no quiere saber de ellos, no quieren que se les acerquen, gente inmunda.

Y estos hombres con tanta hambre como el resto de la gente de la ciudad dicen: ¿Saben qué? no tenemos nada que perder, nos vamos a morir de todas maneras. Si nos quedamos aquí adentro nos morimos ¿por qué no vamos a donde están los sirios? lo peor que pueden hacernos es cortarnos la cabeza y morimos más rápido pero quién sabe, si tienen misericordia de nosotros nos dan algo de comer.

Y entonces se van de la ciudad y van hacia el campamento sirio me imagino pensando: Nos van a cortar la cabeza. Y ¿qué sucede allí? que cuando llegan encuentran que el campamento sirio está completamente abandonado. Todos los soldados sirios se mandaron a correr porque Dios había enviado un ruido que parecía que venía un ejército inmenso contra ellos y ellos pensaron: Esto es que el Rey de Israel ha contratado un ejército extranjero y vienen a matarnos y a destruírnos y el ruido era tan grande que ellos pensaron: Esto es una cosa terrible, inmensa.

Y dejaron todo. Dejaron caballos, dejaron ropa, dejaron comida en cantidad para todo un ejército y se mandaron corriendo dejando todos esos despojos allí. Y cuando estos cuatro hombres llegan descubren que hay abundancia de todo. ¿Qué representan estos cuatro hombres? Yo creo que representan gente que ha muerto a todo apetito humano, gente rechazada. Una Iglesia como ésta que la gente educada e instruída, liberal en poder denigran muchas de las cosas que se dan en este lugar pero que estamos en eso y yo creo que esa es la gente a la que Dios le va a dar la revelación de las primicias de las cosechas, el descubrir lo que Dios está haciendo.

A menos que usted, si usted está metido en el mundo y en su vanidad y lo suyo es una carrera, y hacer dinero y mucho trabajo y comprarse la casa y tener la gran cuenta de retiro cuando usted termine Dios le va a pasar de largo. Ahora si usted es una persona que dice: ¿sabes qué? yo no tengo nada que perder, si me muero que me muera pero yo voy a servir al Señor, yo voy a honrar al Señor, yo quiero que mi vida valga para el Señor y para Su Reino, Dios lo va a honrar a usted y lo va a poner a usted donde usted va a poder disfrutar de esa cosecha.

Y entonces estos cuatro hombres llegan, ven todo esto y dicen que ellos enseguida se llenaron de comida imagínese, se sirvieron con la cuchara grande y después cogieron ropa y vestidos y los escondieron. Yo me imagino que estos hombres de aquí en adelante fueron gente rica porque seguramente no le dijeron a nadie lo que habían hecho esa parte, ellos primero se ¿y sabe qué? que Dios bendice no solamente espiritualmente sino que Dios prospera también a un pueblo que le cree.

Entonces estos hombres de momento están comiendo y yo creo que uno tenía todavía un muslo de pollo en la boca y dice: Espérate este es un día de compartir buenas nuevas, nosotros estamos aquí comiendo y bebiendo y cogiendo todo, si la gente allá afuera sabe que nosotros no les dijimos lo que está pasando nos van a cortar la cabeza de verdad a nosotors así que vamos a darle las noticias también a ellos, vamos a compartir las buenas nuevas de lo que está pasando.

Dice que luego se dijeron el uno al otro: "No estamos haciendo bien hoy es día de buena nueva y nosotros callamos y si esperamos hasta el amanecer nos alcanzará nuestra maldad; vamos pues ahora entremos y demos la nueva en casa del Rey." Hermano nosotros somos un pueblo llamado a dar las buenas nuevas, somos un pueblo llamado a compartir lo que Dios nos ha dado a nosotros, nosotros tenemos un mensaje increíble que nadie más tiene de que Cristo ha roto la espalda del diablo y de sus principados y potestades y que en Cristo Jesús el hombre, la mujer encuentra vida eterna, salvación, sabiduría, restauración, transformación para sus necesidades. Tenemos que compartir esa buena nueva.

Entonces estos hombres regresan a la ciudad, le dicen al Rey y a los guardias de la ciudad lo que está sucediendo y óigame por eso yo les digo esto es una historia de gran fe y de gran incredulidad ¿porque sabe qué piensa el Rey, este hombre desorientado que no conoce lo que es el poder de Dios cuando escucha que todo el ejército sirio se ha escapado y se ha ido huyendo y que lo han dejado todo allí y que hay comida y ropa y caballos y todo, el Rey de Israel dice: espérate esto es una trampa que nos están metiendo.

Eso es que el ejército sirio se han escondido por algún sitio y cuando nosotros abramos las puertas y salgamos nos van a caer encima entonces y nos van a destruir. Cuando no hay fe hermanos, cuando hay incredulidad en el hombre óigame; cuando Dios quiere bendecirte y tú estás tan lejos de experiencias con el poder de Dios y Dios está mirándote casi enfrente de ti y tú no lo reconoces. Cuando tú estás tan entrenado ya por los problemas de la vida, los golpes y las derrotas que ya no hay capacidad en ti para creer que Dios puede moverse poderosamente a favor tuyo nunca pierdas la fe. Pídele al Señor que mantenga la capacidad para creerle al Señor por grandes cosas.

Dios puede cambiar tu situación de la noche a la mañana, créelo. Y yo creo en el Nombre de Jesús que Dios lo va a hacer en nuestro tiempo y yo lo voy a ver y tú lo vas a ver, grandes cambios en esta nación y en las naciones del mundo, gran cosecha de almas viene dice el Señor. Grandes transformaciones antes de la Segunda Venida del Hijo de Dios por última vez a la Tierra va a haber una gran visitación del Poder de Dios sobre las naciones y la Iglesia de Jesucristo va a ser el instrumento que Dios va a usar para que se dé ese gran mover del Espíritu Santo.

Dios va a usar a Sus profetas, Sus apóstoles para que se den esos cambios y Dios va a cambiar las cosas de la noche a la mañana aunque parezca imposible. Y va a haber una Iglesia incrédula y apóstata que van a negar y van a decir: Estos evangélicos locos, estos pentecostales locos se atreven a creer que eso es así y esto es más complejo; yo leo libros que dicen eso de supuestos expertos en religión pero yo creo que Dios lo puede hacer y lo va a hacer.

Y óigame qué fácil lo hizo, qué fácil lo hizo. A quién se le hubiera ocurrido, a quién se le ocurren las cosas de Dios. Dice la Biblia que la locura de Dios es más sabia que la sabiduría de los hombres. Mire qué fácil era la solución; había comida ahí del otro lado sólo que estaba en las manos del enemigo y todo lo que había que hacer era simplemente que el enemigo huyera bajo el poder y la influencia de Dios para que esa comida pasara a las manos del pueblo de Dios. Los recursos de los impíos pidámosle al Señor que los pase un día a las manos del pueblo de Dios para que la Iglesia no tenga que estar mendigando, no tenga que estar sirviéndose ahí como con un gotero.

Que Dios abra las ventanas de los cielos y haga descender recursos sobre Su Iglesia para que Su Iglesia pueda hacer las asignaciones, las cosas grandes que Dios quiere que hagan en este tiempo. Dios tenía la solución sólo que a nadie se le podía ocurrir que pudiera pasar en una forma tan fácil pero lo que hizo la diferencia fue la intervención del poder de Dios, porque nadie podía hacer lo que Dios hizo de producir un sonido artificial en un tiempo donde no había bocinas electrónicas ni nada que pudiera reproducir eso y Dios reprodujo el sonido de un pueblo enemigo que venía a atacar al ejército sirio.

Y entonces dice que ese día pasó exactamente, dos cosas pasaron ese día y con esto termino. Dos cosas muy interesantes pasaron: la primera fue que se vendió la comida exactamente como Eliseo dijo que se iba a vender. Dice: "Entonces el pueblo salió" versículo 16 "y saqueó el campamento de los sirios y fue vendido un seah de flor de harina por un ciclo y dos seahs de cebada por un ciclo conforme a la Palabra de Jehová." Eso fue lo primero.

Y sabe que yo no creo que la gente ponía los precios, yo creo que hubo un grupo de sirvientes civiles, de gente del gobierno que dijeron: bueno ¿a cuánto vamos a vender toda esta comida? bueno está bien vendamos la harina a tal precio y vendamos la cebada a tal precio. Yo creo que esa gente no sabía lo que Eliseo había dicho pero lo que ellos determinaron acerca del precio de estas cosas era exactamente lo que Eliseo dijo que iba a cobrarse, porque cuando Dios da la Palabra el mundo físico se alinea con el mundo espiritual. Sólo se necesita la Palabra de Dios y yo creo que estamos declarando la Palabra del Señor en este momento.

No solamente eso sino que Eliseo cuando este hombre incrédulo, este príncipe dijo: Hey si Dios abriera la ventana de los cielos ni aún así sería posible y Eliseo le dijo: ¿sabes qué? tú lo vas a ver pero no vas a disfrutar de ello. Otra Palabra profética, juicio porque donde hay incredulidad hermano si usted duda de Dios cuando Dios se quiere mover tenga cuidado, usted está contristando el Espíritu Santo y hay juicio también. No seamos encontrados siendo incrédulos cuando Dios demanda gran fe. La falta de fe para un Dios vivo es una ofensa terrible. Cuando Dios te dice: Muévete será mejor que te muevas.

Entonces ¿qué pasó? mire cómo se cumplió la Palabra profética, el juicio de Eliseo. Cuando esta gente, cuando la gente salió corriendo de las puertas de la ciudad para ir hacia donde estaba la comida y la provisión el Rey quizá para que dirigiera el tráfico o para que estuviera allí en alguna forma honrando a este hombre, puso al dignatario éste, lo puso en la puerta de la ciudad y el pueblo cuando salió corriendo lo atropelló y le pasó por encima y lo mató, vió la bendición pero no disfrutó de ella exactamente como Eliseo lo había dicho. Cuando el Señor habla las cosas se cumplen hermanos.

Cuando la Palabra profética de Dios suena el mundo se alinea, corre. Los átomos corren, corren los espíritus, corren los procesos humanos a alinearse a lo que Dios ha declarado y vemos entonces el resultado de esta gran Palabra profética. Y yo creo hermano que estamos en esos tiempos, vamos a seguir esperando en el Señor, vamos a pagar el precio. Si tenemos que sufrir un poquito suframos, Dios va a hacer la obra no se preocupe. Yo quiero prepararme y usted también quiere prepararse.

Vamos a preparar los contenedores de la gracia del Señor, ese edificio es eso. Ese santuario es uno de esos elementos, ese edificio, el otro. Estos son contenedores para la Gloria de Dios, el Ministerio en inglés es para eso. El servicio anglicano que yo sé que algunos de ustedes tienen un poquito de dudas es un contenedor para la Gloria de Dios. Los programas que estamos preparando, los líderes que estamos preparando, los tiempos cuando venimos y oramos y clamamos, los momentos que nos estamos limpiando y consagrando al Señor, consagrando nuestro matrimonio, nuestros hogares, apretando nuestra vida con oración esas son formas en que preparamos el lugar para la visitación del poder de Dios.

No te quedes atrás. Vamos a consagrarnos y entregar nuestras vidas al Señor y vamos a creer que viene una gran visitación del poder de Dios. La situación va a cambiar de la noche a la mañana. Di conmigo: La situación va a cambiar de la noche a la mañana. Dios lo va a hacer en el Nombre de Jesús, lo creemos. Es más declaramos por fe que ya está cambiando, que la Gloria del Señor ya comienza a moverse, lo declaramos así en el nombre de Jesús.

El deseo de un cambio

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“…Has cambiado mi lamento en baile, desataste mi cilicio y me ceñiste de alegría…” Cuando yo vi este texto, ha sido una secuencia de muchas situaciones, pero hay una palabra que me llamó la atención, la palabra ‘cambiar’, cambiado, dice aquí. Y yo puse por título a este sermón ‘El deseo de un cambio’. Todos de una manera u otra, deseamos un cambio. De cualquier manera, cuando llega el otoño viene el invierno, luego la primavera. Algunos deseamos un cambio físico, urgente. Nos ponemos a dieta para poder lucir alguna camiseta si quiera en el verano, sino, algunos necesitamos un cambio en nuestro carácter, en nuestra personalidad. Siempre estamos luchando con algo. El mundo necesita un cambio.

Esta reflexión nace hace algunos meses atrás cuando yo llamé a mi iglesia a un tiempo de ayuno, 21 días de ayuno, y le pusimos ‘Deseo un cambio’. Siempre cuando hablamos de cambio, Señor, y lo espiritualizamos, Señor, cambia al pastor. Señor, este líder de célula, ábreme otra célula o cámbiamelo, Señor. Señor, cambia mi hermano que no tiene nada de simpatía.

Siempre oramos para Dios cambie a otros. Señor, cámbialo a él, mira cómo canta, Señor. Señor, déjalo mudo porque canta feo. Cuando hablamos de cambio por los que menos oramos muchas veces son por nosotros. Siempre los demás tienen un problema. Son los demás los que causan el problema a la sociedad, a la iglesia. Mire el hermano, mira la hermana, cómo viene vestida. Mira cómo se peinó el hermano. Mira, cómo le cortaron el pelo al pastor, podría demandar al peluquero.

Pero esta expresión de deseo un cambio, no es otra cosa que someterme delante de Dios y reconocer que yo soy el primero que debo y que tengo que producir cambios en mi vida. Volvamos a leer el texto:

“…Has cambiado mi lamento…”

Cuál lamento? El mío. Has cambiado Señor, el lamento de mi hermano Pedrito, gracias, Señor. Como que si nosotros fuéramos la alegría del mundo. Señor cambia mi angustia. Usted puede traducir eso de muchas maneras. Puede parafrasearlo de muchas maneras. Cambia mi carácter, mi personalidad en lo entorpezca a lo que tu quieras hacer conmigo. Cambia mi manera de hablar porque algunos cristianos aquí nos vamos al cielo, allá afuera, somos los primeros que estamos en la lista para otro lado. Cambia mi manera de pensar, porque mientras estamos cantando aquí la gloria del Señor llena hasta nuestros malos pensamientos. No solo salgamos, porque ya se esfumó.

Cambia mi manera de mirar, de sentir, de pensar. Cámbiame Señor, cambia mi lamento, cambia mi lamento en baile. Nosotros demos ser los primeros en expresar ese deseo. Debemos hacernos algunas preguntas con respecto a un cambio. Qué es cambiar? Cómo nace? Qué implicancias tiene en mi vida? Una muy importante, estoy dispuesto a asumir los cambios que el Señor quiere que yo asuma? Cuándo debo cambiar? Dónde debo cambiar? Por qué debo cambiar? Para qué debo cambiar? Y otra pregunta bien importante, realmente yo deseo un cambio delante del Señor?

Mire, algunos significados de la palabra cambio. Cuando usted lee este texto se va a dar cuenta de este significado, es una modificación, es modificar una cosa para convertirlo en algo distinto. O sea, nuestro lamento se convierte en qué? En un baile. Y nuestro cilicio está revestido de qué? De alegría.

Un segundo significado muy interesante es, es variar o alterar un estado por otro. También tiene que ver con emociones o con un carácter espiritual adecuado. Es sustituir o reemplazar una cosa por la otra. Es entregar una cosa por otra, mire aquí, es un poquito más profundo el concepto. Es entregar, Dios te está entregando un proceso en tu vida que va a traer cambios radicales en lo que tu eres.

Segunda de Corintios, 5:17 dice que; “…De modo que si alguno está, qué es lo que es? Y qué es lo que pasó? Las cosas viejas fueron cambiadas por qué? Por algo nuevo. Cuántas cosas fueron cambiadas? Todas. Pero no solo fueron cambiadas, fueron hechas nuevas. La obra del Señor en nuestra vida nunca es a medias. Dígale a su hermano, el Señor nunca hace las cosas a medias.

Y además hay un quinto concepto que me llamó mucho la atención, el cambio es un mecanismo que sirve para modificar las velocidades. Alguien tiene un auto standard? Ahí estaba viendo, no es cierto? Primera, segunda, hay algunos que se quedan en tercera y ahí van por la carretera, millas y millas. Este auto que gasta gasolina, dice. Y me llamó mucho la atención este concepto porque tiene que ver con un concepto de velocidad.

Cuando yo deseo un cambio y ese cambio lo deseo de parte de Dios, yo quiero decirle una cosa, Dios no tiene la misma velocidad de nosotros. Así que el cambio que nosotros debemos experimentar es también un cambio de velocidad en nuestra intimidad y en nuestra relación con Dios a través del Espíritu Santo. Definir un cambio y su relevancia en nuestra vida, depende, escúcheme bien, única y exclusivamente de nuestra relación o intimidad con Dios y una vivencia activa con el Espíritu Santo.

Mire, cuando el Espíritu Santo vino hacia la primera iglesia en el libro de los Hechos, en el capítulo 1 en el versículo 8 dijo, “pero recibiréis qué, para qué? Para qué? “Pero recibiréis poder para qué? Hechos 1:8, para ser testigos. Y ser testigos provoca cambios en nuestra manera de ver y en nuestra manera de presentar.

Cuando viene el Señor a nosotros es como que si el Señor pone una dinamita en tu corazón a través del Espíritu Santo y eso explota y onda expansiva que trae y genera esa presencia del Señor, trae cambios a tu alrededor. Yo no sé si usted ha experimentado la presencia del espíritu, el bautismo del Espíritu Santo. Yo se los recomiendo.

Si estuviera el Apóstol Pedro le diría, “Hágalo, a mí me sirvió. Nunca más lo negué.” Los cambios provocan en nosotros o necesariamente los cambios propuestos por el Señor deben provocar en nosotros una onda expansiva que aún va a afectar a quienes nos están mirando de ahí afuera.

Mire lo que dice el Salmo 51:10, se lo sabe de memoria? Aquí va a aparecer. “Renueva en mí un espíritu nuevo de rectitud.” Cómo dice ahí? Crea en mi, oh Dios, un corazón limpio y renueva un espíritu recto dentro de mí.

Renueva, cambia. Yo lo tengo en otra versión, “renueva en mí un espíritu de rectitud.” Miren, lo que dice Ezequiel capítulo 36, versículo 26 y 27. Yo lo voy a leer en la versión que tengo, no se vaya a pensar que estoy hablando de otro Evangelio.

“…Les daré un corazón – o sea, que él va a sacar qué? El corazón, no diga viejo porque alguno se puede ofender, algunos van a pensar que los van a sacar de la casa. No es así. Les daré un corazón nuevo. Por lo tanto se entiende que hay un cambio de qué? De corazón. Van a sacar al viejo corazón por uno nuevo. “Y pondré en ustedes, qué? Un espíritu nuevo, por lo tanto hay otra afirmación acerca de qué? Por qué? Porque nuestro espíritu se va añejando, se va poniendo viejito.

Les quitaré el corazón de piedra que ahora tienen y les daré un corazón sensible, un corazón de carne, dice la versión. Pondré en ustedes mi espíritu y hare que cumplan mis estatutos y que obedezcan y pongan en práctica mis preceptos.

Cuando yo deseo un cambio, Dios quiere cambiar mi corazón, mi espíritu para que su espíritu venga dentro de mi para que nosotros podamos experimentar un cambio verdadero y poderoso en nuestras vidas. Para llevar una serie de cambios que en el proceso hagan la diferencia total en nosotros debemos considerar algunas cosas, dos por lo menos: conquistar y someter.

Qué debemos conquistar? Y qué debemos someter? Nuestras emociones, nuestra alma, nuestro espíritu, nuestro cuerpo, al señorío y al gobierno y al poder del Espíritu Santo del Señor. Humillarnos delante del Señor para que Dios establezca sus cambios en nosotros.

En el libro de Josué, capítulo 24, versículo 15, hay una declaración de cambio, no solo para su vida en el caso de Josué, sino para el pueblo, al final dice, “Pero yo y mi casa serviremos a Jehová.” Josué hace una declaración de cambio. Él se ve enfrentado a lo que muchos de nosotros nos enfrentamos diariamente. Nos rodeamos de personas aún nosotros, que traemos al camino del Señor herencias familiares, tradiciones religiosas, herencias del mundo, las enseñanzas de nuestros amigos, en el diálogo que tiene Josué aquí en el capítulo 24 de Josué, él le dice al pueblo:

“Yo no sé, ustedes si quieren sigan viviendo en el modelo de Egipto, si quieren sigan viviendo en el modelo de sus padres, un modelo que ya pasó, un modelo que a Dios no le agrada, pero yo no sé ustedes, cómo van a querer seguir viviendo de aquí para adelante, pero yo y mi casa, vamos a servir al Señor. Yo y mi casa deseamos un cambio, no queremos que los modelos religiosos vengan y nos atrasen. No queremos que los modelos sociales y culturales nos atrasen. No queremos que los modelos familiares nos entorpezcan. Queremos servir al Señor con todo nuestro corazón, con toda nuestra confianza, con toda nuestra convicción.”

Para hacer cambios, para desear cambios, hay que declarar los cambios. Aún Gedeón en el libro de Jueces, era un hombre cansado de la situación que vivía su familia, su pueblo, y Dios se encuentra con él. El imperio madianita representa hoy día el espíritu de Madián, ya que están tan de moda los espíritus de Jezabel y otros tantos espíritus, el espíritu de Madián es aquél que te quita la bendición que te viene. Espera que tu estés llenito y te la roba así como – no te voy a dejar que disfrutes la bendición.

Y hay muchos de nosotros que por alguna razón salimos del servicio y algo pasa, y viene este espíritu madianita a robarnos la cosecha espiritual que hemos ganado en este tiempo. A cuántos de nosotros no nos ha pasado eso? Cualquier cosa, lo más simple, se nos cruzó un mal conductor y ya perdimos la bendición, porque no solo le dijimos cosas sino que le mostramos también.

Una mal palabra, o un mal pensamiento, viene Madián y nos va robando la bendición, ese espíritu madianita que se alegra. No vive feliz y no deja vivir feliz a nadie. Y si son cristianos eso son el target principal, a ellos les apunta. Este es cristiano, cómo sea le roba la bendición. Y Gedeón estaba cansado de eso y le creyó al Señor, sabe por qué? Porque él deseaba un cambio para él, para su familia y para su generación.

Y ahí una de las primeras expresiones que usted puede asumir, no es con fuerza ni con poder, sino con el santo espíritu del Señor. Gedeón con 300 hombres pudo derrotar un ejército que era como la arena del mar. Mire, sabe cómo lo hizo? Declarando alabanza al Señor, tocando trompetas, quebrando cántaros, hizo que el espíritu de Madián y los madianitas se confundieran.

Usted hoy día tiene la oportunidad de que Madián no le quite la bendición. Si usted quiere cambiar dígale, Dios, yo quiero cambiar, yo deseo un cambio. Y Madián, el espíritu de Madián no me va a impedir cambiar a la imagen del Señor.

Hay una necesidad de entender que sin Dios en nuestras vidas todo se muere. El deseo de un cambio es para nuestra naturaleza humana una experiencia diferente y algo muy importante, todos estos cambios comienzan por uno mismo. Crea en mí, oh Dios, un corazón recto.

En Efesios capítulo 4, versículos 13 al 16 nos habla de una medida, hasta llegar a la medida del varón perfecto, y ese es Cristo. Desea un cambio? Deje que el Espíritu Santo traiga las convicciones a su vida y que él provoque esos cambios.

Gracias Señor. No hay un tiempo específico, no hay un tiempo específico. No necesita ser joven necesariamente para que Dios actúe en cambios, sino preguntémosle a Sara, la esposa de Abraham ya con mucha edad, Dios trajo cambios a su vida. Y a la madre de Samuel y a Jocabed, la madre de Moisés, no desaproveche la oportunidad de hacer los cambios que Dios está provocando en su vida.

Este el mejor tiempo. Es el tiempo de Dios. Es el tiempo de Dios. Dígale a su hermano, es el tiempo de Dios. Cierre sus ojos un momento. Gracias Señor Jesús, es tiempo de hacer cambios. quiere ser un mejor esposo? Quiere ser una mejor esposa? Quieren un mejor matrimonio? Quieren una mejor familia? Queremos ser una mejor iglesia? Nosotros comencemos a provocar esos cambios en nosotros.

Gracias Señor. Señor, renuévanos. Renuévanos con tu Espíritu Santo. Renuévanos, Señor, vamos a ponernos de pie. Y le vamos a decir al Señor, renuévame, renuévame, Señor Jesús.

Tome la mano de su hermano. Sabe al final de cuentas todos estamos luchando siempre, en diferentes áreas, pero siempre casi en lo mismo. Y le vamos a decir al Señor, Señor, renueva mi espíritu. Renueva mi corazón. Renueva mi manera de hablar. Renueva mi manera de pensar. Renueva mis acciones. Señor, cambia en mí lo que a ti no te agrade. Cambia en mí, Señor, lo que impide tu gloria. Cámbiame, Señor. Dígaselo, dígaselo.

Usted realmente cree que necesita o desea un cambio, dígaselo al Señor. Usted conoce me Jesús que nadie su vida. Ninguno de nosotros puede adivinar, a lo mejor alguna palabra profética que alguna pueda tener sobre su vida, decláresela. No espera que vaya alguien y le diga un libro de profecías. Usted el Señor le ha dado palabra para que usted se edifique a través del espíritu, que quite los modelos mentales y espirituales que contaminan lo que el Señor y el propósito de Dios quieran hacer en nosotros.

Señor, renuévanos y que tu Espíritu Santo, Señor, sea que nos lleve a esa renovación.

Buena semilla o cizaña? No te apures a juzgar!

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Mateo capítulo 13 versículo 24 en adelante. El domingo pasado yo hablé de la parábola del sembrador, la parábola de las cuatro tierras en las cuales se echa la semilla y cada semilla que es la misma da diferentes resultados, tres negativos y uno positivo dependiendo de la condición de la tierra en la cual cae la semilla.

Y en ese mismo pasaje de Mateo 13 el Señor continuó hablando acerca de parábolas así como de índole agrícola. Usted recuerde que el Señor se movía en una cultura agrícola no urbana como la nuestra y entonces Él usaba muchas imágenes y situaciones de la vida que eran parecidas a las que la gente de su tiempo confrontaba; todo el mundo sabía lo que era tierra, semilla y agricultura entonces estaban más atentos a las verdades espirituales que Él enseñaba a través de esa parábola.

Entonces aquí en el versículo 24 Él continúa con otra parábola pero usando ese mismo motivo de la semilla y dice el 24: "Les refirió otra parábola diciendo: El Reino de los Cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo." ¿Ve? la semilla siempre es buena, la semilla sembrada de la Palabra de Dios, el Evangelio siempre es bueno. "Y este hombre" que asumimos que es Jesucristo, es Dios mismo que está sembrando su buena Palabra en el corazón de los hombres y de la Iglesia "sembró buena semilla en su campo, pero mientras dormían" los hombres "vino su enemigo" ¿ok? "y sembró cizaña entre el trigo y se fue."

Dios siembra buena semilla, el enemigo todos sabemos quién es. Satanás, el diablo, los elementos negativos en el mundo que quieren destruír la obra de Dios y ellos siembran no buena semilla sino cizaña entre el trigo. "Y se fue y cuando salió la hierba y dió fruto entonces apareció también la cizaña." Fíjese eso pasó un tiempo, no se podía distinguir pero con el tiempo la gente se da cuenta que hay cizaña junto con el trigo.

"Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: señor ¿no sembraste buena semilla en tu campo, de dónde pues tiene cizaña? Él les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres pues que vayamos y la arranquemos? él les dijo: no, no sea que al arrancar la cizaña arranquéis también con ella el trigo." ¿Por qué? porque parece que no estaba todavía bien definida la diferencia. El Señor se está refiriendo aquí a una cizaña que no es como la que nosotros decimos, hierba mala, espinosa, fea; es un tipo de mata o planta que parece que se da en el Medio Oriente que se parece mucho al trigo, es muy parecido sobre todo antes de que comience a dar espigas.

Mientras no da fruto y me imagino que ahí hay una enseñanza que tenemos que obtener, los dos: la cizaña y el trigo se parecen bastante. Entonces se corre el riesgo de que si uno se apresura a cortar la cizaña se va a llevar también matas de trigo junto con la cizaña. Entonces este hombre muy inteligentemente dice: no no, esperen un momentito. Dejen crecer lo uno y lo otro junto hasta la siega hasta que haya un proceso de maduración que permita distinguir claramente qué es cizaña y qué es trigo.

Y al tiempo de la siega ¿cuál es el tiempo de la siega? Bueno en términos apocalípticos y finales es los últimos tiempos donde se verán todos los secretos del hombre. Antes que me olvide de eso es importante. Dice la Biblia que un día en el futuro todos los secretos de la gente saldrán a la luz y habrá personas que eran grandes filántropos y muy respetados pero de momento se verá también que había cosas escondidas en su vida. Y habrá habido personas que habrán parecido gente reprobable y pecaminosa y se descubrirá que no, que simplemente fueron injustamente juzgados pero mientras yo creo que también hay una siega y hay una cosecha aún en nuestros tiempos también que vamos a ver eso un poquito en la vida de la Iglesia.

Entonces dice: "Déjenla hasta el tiempo de la siega y yo le diré a los segadores: recoged primero la cizaña y atadla en manojos para quemarla pero recoged el trigo y ponedlo en mi granero." Hey pasó un rato y los discípulos se quedaron un poco intrigados: wow ¿qué querrá decir el Maestro? Recuerden que esto era algo nuevo esto de parábolas, ellos no estaban acostumbrados a interpretar las cosas así espiritualmente, era un concepto nuevo en la vida de los discípulos.

Entonces: "Al final del día ellos se acercaron al Señor" versículo 36 y aquí tiene usted una imagen de esto ¿no? de que muchas veces en nuestra vida cuando no entendemos algo en la Palabra del Señor tenemos que tomarnos tiempo y pedirle al Espíritu Santo que nos esclarezca las cosas. Hay muchas veces que leemos aspectos de la Biblia y no están claros. No se apresure, pídale al Señor que le dé claridad, busque en algún libro una enseñanza, explore la Palabra del Señor; no simplemente lea así como el papagayo ahí leyendo, leyendo, leyendo, no. Tenga ahí su buen libro de referencia, ore, vuelva a leer otra vez esa Palabra para la Palabra realmente llegue y se desgrane dentro de usted y le dé todo el provecho que usted necesita.

Ellos se fueron a donde el Señor y le dijeron: Señor no entendemos bien lo que Tú quieres decir. Mire lo que el Señor les explicó en el versículo 36. Dice: "Entonces despedida la gente entró Jesús en la casa y acercándose a Él sus discípulos le dijeron: explícanos la parábola de la cizaña del campo. Respondiendo Él les dijo: el que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre, Cristo, el campo es el mundo. La buena semilla son los hijos del Reino y la cizaña son los hijos del malo" qué lindo todo bien claro ¿no? Qué bueno sería si cuando uno tiene un sueño el Pastor le dijera a usted: no esto es esto, esto es aquéllo ¿no? el Señor se lo dice bien claro.

"El enemigo que la sembró es el diablo, la siega es el fin del siglo y los segadores son los ángeles; de manera que como se arranca la cizaña y se quema en el fuego así será en el fin de este siglo" es decir en el fin del mundo, "enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, recogerán de Su Reino a todos los que sirven de tropiezo y a los que hacen iniquidad y los echarán en el horno de fuego. Allí será el lloro y el crujir de dientes." Ayayay, yo no quiero estar ahí ni usted tampoco así que pórtese bien será mejor.

"Entonces los justos resplandecerán como el sol en el Reino de Su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga." Wow qué linda esa parábola ¿verdad? Entonces primeramente esta lectura nos dice que es posible estar en la Iglesia escúcheme, tener todas las apariencias de ser un evangélico de tarjeta y sin embargo no ser verdaderamente un hijo de Dios, no ser verdaderamente una persona conforme a los valores del Evangelio y conforme a la Palabra de Dios.

Cristo está empleando una imagen como decimos familiar en una sociedad agrícola, el trigo y la cizaña. Miremos primeramente esto del trigo, de la buena semilla. Como decíamos antes la semilla es ante todo la Palabra de Dios pero en un sentido también yo creo que se puede referir a nosotros que somos la tierra y el resultado que produce, esa buena semilla somos nosotros también ¿no? somos los que recibimos la Palabra del Señor, somos los que interactuamos con esa Palabra.

¿Qué pasa cuando la semilla de Dios cae en nuestros corazones? hay algo que pasa. Nosotros somos la tierra, la semilla cae y la recibimos, nos apropiamos de ella y esa Palabra de Dios, esa semilla del Reino sea una enseñanza como la que yo les estoy dando hoy a ustedes comienza a actuar dentro de nosotros, hace un trabajo. Y la Biblia habla de que la Palabra de Dios actúa dentro en nosotros los creyentes si usted busca Primera de Tesalonicenses 2:13 la Palabra de Dios es viva y eficaz dice y, busca en el corazón y trabaja con nosotros y dependiendo de cómo nosotros la recibimos eso determina mucho el resultado.

Por medio de esa Palabra que habita en nuestros corazones Dios nos ha dado una buena semilla y todo lo que necesitamos es vivir una vida recta delante de Él por medio de esa semilla que está actuando dentro de nosotros. Ahora ¿qué pasa muchas veces también? que esa semilla cae en nuestras vidas pero entonces no hace lo que se supone que haga; no da trigo, no la recibimos, no actuamos con ella, no dejamos que nos moldee, que dé buenos frutos sino que también esa semilla puede caer en una persona y puede que lo que se produzca es mas bien una persona no saludable espiritualmente, una persona que no se comporta como debe comportarse un hijo de Dios.

Y eso es lo que la Biblia llama cizaña también, es decir: cizaña puede ser un elemento negativo dañino no conforme al Reino de Dios que se está dando dentro del cuerpo de Jesucristo, dentro de la Iglesia. Yo quiero entrar ahora al nivel de la Iglesia porque en la Iglesia hay muchas veces buenos resultados, una buena espiga que es trigo, la semilla de Dios cayendo en buena tierra pero también puede ser una persona que no está dando buenos frutos; no se está comportando como un hijo de Dios, no está siendo un representante de los valores del Reino de Dios entonces esa persona puede ser visto como cizaña.

Entonces la pregunta del Evangelio es: ¿qué vamos a hacer con este elemento, de que en la vida cristiana en una sola iglesia o en la Iglesia de Jesucristo en general con todas las diferentes denominaciones que hay en el mundo puede haber gente que se parezca mucho a cristianos pero no sean genuinamente cristianos o que no reflejen en ese momento los valores de un cristiano? mientras que hay otras personas que sí, que se están comportando genuinamente como hijos de Dios.

Y mire lo que dice por ejemplo Segunda de Timoteo capítulo 3, Segunda de Timoteo esto es serio y es algo muy real, muy de todos los días en la vida de la Iglesia. Dice: "También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos porque habrán hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemios, desobedientes a los padres, ingratos, impíos" óigame no se salga todavía, no se vaya de la Iglesia todo el mundo va a salir huyendo ahora mismo "sin afecto natural, implacables calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios que tendrán apariencia de piedad pero negarán la eficacia de ella. A estos evita."

Todo ese capítulo de Segunda de Timoteo capítulo 3 habla de esos dos tipos de personas y como usted ve hay personas que son todo lo contrario y podrán aparecer piadosos pero no son en realidad, "mientras que los hijos del Reino de Dios se apropian de la Palabra pero los hijos del malo la rechazan en su corazón, no halla cabida en ellos" ¿no? Entonces ser cizaña es cuando tú recibes la Palabra de Dios y en vez de dar un fruto positivo das un fruto negativo.

Ser trigo es cuando tú recibes la Palabra de Dios y esa Palabra, mejor dicho cizaña es no dar fruto conforme a la Palabra de Dios, trigo es dar fruto conforme a esa Palabra, esa semilla que hay en tu corazón. Entonces estas son las dos cosas. Ahora una pregunta que uno se hace muchas veces: bueno ¿por qué Dios permite que haya cizaña en la Iglesia? ¿Por qué Dios simplemente no elimina a todas las personas que se comportan mal, que no hacen una buena obra en la vida de la Iglesia? Bueno esta Palabra nos señala algo y es que a veces no es tan fácil discernir entre el trigo y la cizaña. No todo el mundo es por ejemplo un psicópata que está matando gente por allí y uno dice: no esa persona definitivamente no debe estar en la Iglesia.

Hay personas allí como que usted no sabe si son cizaña o son trigo. Yo le voy a hablar acerca de eso más adelante. Y hay otra cosa también, que Dios permite que hayan estos elementos negativos en la vida de la Iglesia por razones que son muy interesantes. Dios es un Dios de estrategia como lo es el dueño de esta viña o el dueño de esta granja que dice: no espérese un momentito, todavía no lo hagamos porque no estamos seguros qué es trigo y qué es cizaña; vamos a esperar un tiempo, hay que esperar que haya un proceso de aclaración y hay que esperar un tiempo y hay que ser pacientes antes de decidir.

Entonces hay diferentes razones por las cuales a veces Dios permite los elementos negativos en la vida de una Congregación. Yo creo que una de las cosas es simplemente que por medio de la lucha que se da entre elementos positivos y negativos en una misma Iglesia Dios permite que Sus atributos de amor, de justicia y de santidad se hagan más claros en la vida de esa Congregación.

Hay un sutil drama muchas veces desarrollándose en el mundo en general entre la luz y las tinieblas. Y yo he descubierto que muchas veces la presencia del mal en el mundo y en el universo Dios la usa. Es como que si no hubiera el mal en el mundo no se podría definir el bien. Si los hombres no pudieran escoger entre una cosa y la otra entonces no habría verdadera libertad y a veces Dios permite que se dé el mal en el mundo como una forma de ser usado para entrenar a los hombres, para que la bondad de Dios brille con más fuerza en nosotros y en el mundo.

Mire en Romanos capítulo 9 versículos 22 y 23, Romanos 9:22 y 23. Dice aquí: "Y qué si Dios queriendo mostrar Su ira y hacer notorio Su Poder soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción y para hacer notorias las riquezas de Su Gloria las mostró para con los vasos de misericordia que Él preparó de antemano para gloria. A lo cual Él también ha llamado, esto es a nosotros no sólo de los judíos sino también de los gentiles." Es decir que hay un sutil misterio allí, que muchas veces que la presencia del mal hace que entonces el poder de Dios, la gloria de Dios se manifieste con más fuerza y Dios permite eso un tiempo, porque el mal a veces es necesario por decirlo así para que se lleven a cabo los propósitos de Dios.

Déjeme hacer una ilustración todavía más clara: Judas. Judas está entre los doce discípulos y el Señor Jesucristo sabe que es Judas quien lo va a entregar y sin embargo permite que Judas esté allí entre los discípulos todo el tiempo. ¿Por qué? porque Judas era necesario, porque alguien tenía que entregar a Jesús y había profecías en la Biblia ya dichas que era uno de los que estaban dentro del círculo íntimo de Jesucristo. Entonces Judas era necesario; tenía que estar allí para que se cumpliera la Palabra de Dios, para que se cumpliera la profecía y para que alguien fuera el que entregara al Hijo de Dios para que ese Hijo de Dios fuera crucificado y entonces hubiera salvación para la humanidad.

Si el mal no existe muchas veces los propósitos de Dios no se pueden dar y hay situaciones en la Iglesia que muchas veces Dios las permite en una forma misteriosa, cosas que pasan que irónicamente aunque son malas producen bien en la vida de la Iglesia. Hay crisis, situaciones que suceden que si las tomamos adecuadamente fortalence a la Iglesia cuando la Iglesia sale de ellas y entonces salen purificados.

Dios usa a veces la adversidad, usa el sufrimiento, usa la cruz para perfeccionar a Sus hijos y a veces eso viene a través de esos elementos negativos que están en la Iglesia. Otra cosa también yo creo que también por medio de la cizaña los hijos de Dios son obligados a desarrollar el carácter de Jesucristo. Cuando hay divisiones en la Iglesia a veces eso permite que haya una separación de elementos negativos que se nota entonces, se hace claro quiénes son y quiénes no son del Reino de Dios y entonces hay una purificación en la Iglesia.

No es agradable tener cizaña en la Iglesia pero frecuentemente cuando miramos lo grotesco que es vivir en la doble identidad de ser cizaña y tratar de ser semilla buena entonces cuando vemos los malos ejemplos eso provoca en nosotros un deseo de ir hacia la otra dirección, a reexaminar nuestra propia vida espiritual. Las personas que se comportan mal en la Iglesia son como un fondo oscuro que nos permite a nosotros también definir y decir: no yo no quiero así, debo ser diferente, debo ser más como Cristo.

Y esto entonces nos obliga a entonces aprender a perdonar, a amar como Dios ama, a humillarnos, a ser más tolerantes con las personas débiles y las personas que no se comportan bien y esto produce en nosotros un carácter más pastoral, más como el carácter de Cristo. Paradójicamente esas malas situaciones si las confrontamos a la luz de los valores del Evangelio nos hacen más fuertes y nos acercan más a Cristo.

Y finalmente yo creo que la existencia de la cizaña en la Iglesia nos obliga a mirar más hacia Dios y no hacia los hombres. Si nuestra fé y nuestro gozo en la vida cristiana, si nuestra asistencia a la Iglesia, si nuestra vida de servicio depende por ejemplo de nuestra relación con el Pastor estamos perdidos; seremos fieles mientras el Pastor esté ahí firme, sobándonos la espalda continuamente ejemplificando los mejores valores absolutamente idóneos del Evangelio pero ¿qué pasa cuando no se comporta ciento por ciento como ese dechado de virtudes que usted espera según su definición, qué pasa no?

Entonces si su fé está en el Pastor y en que él se comporte como usted cree que se debe comportar o qué pasa cuando hay errores gruesos que se cometen, cuando un líder de la Iglesia no se comporta cuando debiera, cuando hay divisiones en la Iglesia y malos ejemplos si su mirada está puesta en esas cosas usted va a caer. Entonces el hecho de que ninguna Iglesia es perfecta y que siempre hay imperfecciones en la Iglesia nos obliga a nosotros a no poner nuestra mirada en la gente sino en Cristo Jesús.

Entonces yo he aprendido eso. Mire ninguna Iglesia es perfecta, los Pastores cometemos errores, los diáconos cometen errores, las iglesias fallan muchas veces; hay defectos en la casa de Dios, hay elementos de cizaña y por eso es que nadie debe poner la mirada en el hombre ni en la Iglesia sino solamente en Dios. Es decir en un sentido si usted ve las cosas de esa manera la cizaña mire, nos hace más fuertes. Nos obliga a decir: mira ¿sabes qué? no voy a mirar a ningún hombre porque ninguna Iglesia es perfecta, voy a mirar a Cristo Jesús y voy a poner mi fé en Él solamente.

Nunca se deje vencer por los malos ejemplos de la cizaña hermanos en la vida de la Iglesia. Es más lo que yo quiero decir es esto: esa nebulosidad entre la cizaña y el trigo, el hecho de que a veces no se puede diferenciar entre uno y otro en realidad lo que más me interesa es enfocar ese punto. ¿Sabe? lo que yo quiero decir es que mire, en la vida de la Iglesia a veces el trigo se va a comportar como cizaña y la cizaña se va a comportar como trigo. Y a veces lo que parece cizaña ahora dentro de un par de años va a ser trigo y a veces lo que parece cizaña ahora dentro de un par de años va a ser trigo y lo que parece trigo dentro de un par de años se va a revelar que no es trigo sino que es cizaña.

Y por eso es que uno tiene que ser tan cuidados y tan circunspecto y tan sobrio en cómo uno se conduce en la vida de la Iglesia. Hay veces en que se requiere un tiempo de proceso para que podamos descubrir verdaderamente qué es lo que es cizaña y qué es lo que es trigo. La respuesta del sembrador que le da a sus siervos es bien importante. En el versículo 29 vemos que él les dice: "No corten la cizaña todavía, no sea que al arrancar la cizaña arranquéis también el trigo."

Como yo decía antes la cizaña en el Medio Oriente se parece mucho al trigo, no siempre resulta fácil distinguir entre uno y otro. Si nos apresuramos a cortar de la Congregación todo lo que parece cizaña podemos estar tronchando u obstaculizando el plan de Dios en una vida porque en la vida de todo cristiano hay procesos, hay procesos en que la cizaña y el trigo están peleando uno con el otro.

Las piedras de tropiezo en una Iglesia no son solamente aquéllos que escanzalidan a otros por medio de su pecado y su mal comportamiento sino también aquéllos que no muestran el amor, la misericordia, la paciencia de Dios en su trato para con sus hermanos débiles, lentos y difíciles en la fé. ¿Cuántos de nosotros nos hemos preguntado alguna vez: si Dios me tomara una foto espiritual de mi condición espiritual ahora mismo en este momento y la usara como base única para determinar mi destino en el día del Juicio me condenaría o me salvaría? ¿Hm?

¿Cuántas veces nosotros estamos en una situación de comportamiento en nuestra vida que si congeralan ese momento y dijeran: este es el momento que va a determinar tu destino eterno, wow dónde iríamos verdaderamente? La vida cristiana es una vida de proceso continuamente ¿no?

Muchos de nosotros descubrimos que muchas veces nos hemos comportado como cizaña aunque Dios en Su Misericordia nos tenía destinados para ser trigo en Su granero. El factor importante en todo esto es el tiempo de Dios. Una y otra vez al considerar la existencia de la cizaña somos llevados a reconocer la soberanía divina en el proceso de la salvación. El hecho de que Dios tiene un sendero específico para cada individuo y que a nosotros sólo nos incumbe respetar Sus designios misteriosos reconociendo que Sus caminos no son nuestros caminos ni Sus pensamientos son nuestros pensamientos.

Hay veces que Dios tiene trato diferente con ciertas personas y en ocasiones la gente va a caer, la gente se va a comportar mal en la Iglesia, en ocasiones la gente va a tener todo tipo de fracasos espirituales y yo creo que se necesitan Congregaciones pastorales que entiendan que el proceso del desarrollo de una vida incluye momentos de altura espiritual pero también de bajones espirituales y que no podemos decir: ah mira este individuo porque hizo esto en este momento debemos sacarlo de la Iglesia o hay que arrinconarlo en un lugar.

Yo creo que la gente sabia es una persona que como dice la Biblia: tiempo y ocasión les suceden a todos. Hay personas como yo decía que están entratos, Dios tiene tratos con ellos y los está llevando y nosotros tenemos que ser muy respetuosos del trato de Dios con una persona y decir: ¿sabes qué? yo no estoy seguro qué Dios está haciendo en esa persona; hay que darle tiempo, hay que dejar que Dios haga Su obra en ella hasta que se defina bien claramente qué es lo que Dios tiene con esa persona.

Ahora eso no quiere decir que no haya disciplina en la Iglesia. Se necesita disciplina en la Iglesia, yo quiero hablar acerca de eso un poquito ¿no? Pero yo digo aquí que la gente viene a la Iglesia y enseguida nosotros queremos que se conviertan en gigantes espirituales de la noche a la mañana, vienen hechos cizaña y queremos que se conviertan en trigo de la noche a la mañana, no es así, nadie es así en realidad y nos impacientamos cuando vemos una persona que no se está comportando completamente bien; al orgulloso, al malhablado, al indiferente, al que no da fruto como nosotros quisíeramos inmediatamente y enseguida nosotros queremos arrancarlo, echarlo fuera de la Congregación, deseamos como que desaparecieran de la vida de la Iglesia.

Y la verdad es que la Iglesia es un enjambre de procesos, cada individuo está en diferentes etapas y se necesita tiempo, darle tiempo a la gente. Yo creo que esa es la esencia del carácter pastoral para que se definan bien claramente. A veces yo me siento muchas veces en aprietas con los hermanos porque: ah fulanito digamos conocido o con un perfil público en la Iglesia quizás ha hecho algo indebido y una hermanita, un hermanito viene y lo señala como queriendo decir: hay que cortarle la cabeza a la persona, sáquelo del Ministerio, sáquelo de esto, de lo otro.

Y yo les aseguro hermano que los Pastores vivimos continuamente en agonía acerca de qué hacer con diferentes situaciones. Usted no se imagina en una Congregación del tamaño de la nuestra tan variada como es nuestra Iglesia cuántas situaciones hay, que hay gente que parece cizaña pero uno sabe que es trigo que está en vía, que está todavía en proceso y hay gente que son trigo y uno sabe que también de qué pie cojean en secreto.

Hay hermanitas que quizás no tienen problemas con asuntos de sensualidad y mal comportamiento con hombres pero tienen una lengua tan larga que yo preferiría quizá que cometieran un error en otra manera y causan problemas y acusan a otras hermanas, hieren a hermanitas nuevas en la Iglesia, crean problemas. Entonces ¿qué es trigo, qué es cizaña? y uno con su corazón pastoral muchas veces tiene que darle tiempo al proceso.

Pedro, el apóstol Pedro cuántos dolores de cabeza no le dió a Jesucristo. Imagínese Pedro llegó a negar a Jesús, le cortó la oreja a un pobre siervo, un centurión ahí cuando vinieron a, un hombre impulsivo, difícil pero el Señor sabía que un día iba a llegar a ser un gran apóstol y le dió tiempo, bregó con él. Lo disciplinó, lo confrontó, lo reprendió a veces pero trató con él poco a poco diciendo: dénle tiempo, éste es una joya de Mi Iglesia, yo lo voy a usar grandemente pero tengo que pasarle el trapiche primero. Hay que exprimirlo toda esa cosa mala que tiene adentro para que entonces llegue a ser el hombre que Yo necesito ¿no?

Entonces vemos en la vida cristiana que tenemos que ser pacientes unos con los otros, darle tiempo al tiempo. Ahora yo creo que sí, que en la Iglesia debe haber disciplina. Es importante. ¿Por qué? porque también en la Iglesia y yo le digo a los hermanos: tengan paciencia con nosotros los Pastores y con la Iglesia cuando a veces le impartimos a usted o a alguien algún tipo de limitación o de disciplina que no quiere decir necesariamente le estamos castigando o le estamos azotando por algo sino que también la Iglesia tiene que tener cuidado. La Iglesia de Jesucristo tiene unos altos valores que tiene que ceñirse por ellos también y a veces hay situaciones en que si la Iglesia no pone algún tipo de disciplina a su vida por algo que hizo entonces la gente va a pensar: bueno, esta Iglesia no tiene valores espiritiuales, todo el mundo hace lo que le da la gana ¿dónde están entonces, cómo podemos animar a la gente a comportarse como un cristiano verdaderamente si no es también de vez en cuando con dolor en nuestro corazón estableciendo algún tipo de disciplina? para que los que no han cometido todavía ese pecado digan: wow, tengo que cuidarme, esto no es de Dios, mira cómo la Iglesia trata con ese asunto.

Entonces la Iglesia sí a veces tiene que poner disciplina y nosotros tenemos que ser entendidos y dóciles y sujetarnos a esa disciplina que la Iglesia impone para que pueda haber sanidad en la Iglesia, para que pueda haber una moral que nos distinga de la moral de mundo. Entonces la Iglesia sí tiene a veces que, cuando usted falla o comete un error o viola los más altos valores de la Palabra del Señor la Iglesia tiene de alguna forma que intervenir pero tiene que hacerlo con amor, con misericordia, tiene que haber un balance entre las dos cosas.

Y yo le suplico confíe en sus Pastores, confíe en las autoridades de la Iglesia. Nosotros tomamos muy en serio yo creo en esta Congregación los valores morales del Evangelio. Y lo que pasa es que hay veces que nosotros sabemos cosas que ustedes no saben; nosotros conocemos cosas íntimas de esa familia, de ese matrimonio que está pendiendo de un hilito y si no se trata con mucho cuidado se viene abajo toda la casa y esos niños se desperdigan, el matrimonio se divide y los Pastores están allí tratando de mantener una cosa con la otra, de cuidar que ese matrimonio no se rompa completamente con un acto que eche a esa familia de la Iglesia o que señale a esa persona o que haga público su pecado, porque hay que darle tiempo simplemente para que algo suceda.

Y ese es el trabajo del Pastor, el Pastor es como un cirujano que está trabajando con una persona que tiene una condición muy delicada y si interviene demasiado abruptamente se muere el paciente. Pero muchos de nosotros estamos fuera de la situación mirando y queremos que el Pastor venga con un machete a cortar de una vez la enfermedad. Entonces no hermano eso necesita un bisturí, eso necesita un rayo láser. Crea en su Iglesia.

Yo les puedo decir que nosotros tomamos en serio muchas cosas de la Congregación pero estamos manejando como treinta diferentes factores para mantener la estabilidad, las familias, en la Iglesia, en los hermanos y entonces tenemos que balancear muchas veces la gracia con la misericordia, la disciplina con el amor y si tenemos que actuar finalmente para sacar a alguien de la Congregación también lo hacemos y lo haremos en una manera que refleje los valores del Evangelio.

Por eso es que finalizando los dejo con un versículo, Gálatas capítulo 6 versículo 1. Todo esto se desprende de lo que yo considero el versículo clave de esta parábola que es cuando el sembrador le dice a sus trabajadores: no corten todavía la cizaña, dénle tiempo, déjenla crecer porque no es tan fácil discernir entre una cosa y la otra. Déjenla que se madure bien y mientras tanto aguántense las manos porque ustedes van a querer cortarla enseguida y esperen a que las cosas estén bien maduras para entonces intervenir y háganlo en una forma correcta ¿no?

Gálatas 6 versículo 1 dice: "Hermanos, si alguno de vosotros fuere sorprendido en alguna falta" es decir en algún pecado, algún error, algún mal comportamiento, algo que parezca que es cizaña "vosotros que sois espirituales" córtenle la cabeza, sáquenlo rápido. No, dice: "restauradle." Restauradle ¿con qué?: "Con espíritu de mansedumbre, no sea que tú también seas tentado." Y yo les leería el versículo 2 también: "Sobrellevad los unos las cargas de los otros y cumplid así la ley de Cristo."

Yo creo que la mejor postura de una Congregación es cuando hay una postura de misericordia, de amor, de gracia. Mire hermano qué me quita a mí si yo aguanto a ese hermanito un poquito más de tiempo ahí; eso no me va a quitar nada a mí al contrario, me va a hacer un mejor cristiano, me va a ayudar a ser más paciente, más amoroso, más humilde, más sencillo. Eso no me contamina a mí porque yo estoy claro en mi posición.

Así que qué importa que en una Iglesia, como le digo no es que toleremos o que celebremos el pecado pero sí esa actitud que refleja aquí el apóstol Pablo; si tú observas a alguien en algún tipo de falta haz todo lo posible mas bien de restaurarlo es decir de ayudarlo. Aconséjalo, háblale ¿no? Confróntalo amorosamente, hazlo en privado si es posible. No lo avergüences y no corras ahí a decirle a fulanita: oye ¿tú sabes lo que ví haciendo a fulanito? No, aísle el pecado lo más posible y trate con el pecado dentro de la privacidad y del amor para que esa persona sufra el menor daño posible o su familia, que otros hermanos no se escandalicen. Restauradle ¿no?

Con espíritu de mansedumbre y uno siempre mirándose uno mismo. Óigame ¿sabe lo que a mí me ayuda mucho cuando quiero cortarle la cabeza a alguien? pensar en Roberto Miranda, sinceramente. Eso me ayuda muchísimo a mí. Hay mucha gente por allí que yo digo pidiendo y en mi mente que yo conozco la vida y pecado y virtudes de esa persona que está pidiéndome la cabeza de alguien yo digo: ¿pero esa persona sabe cómo ella se comporta también? ¿Que si yo le aplicara las mismas leyes a él o a ella tendría que ser más severo con él o con ella que contra la cual está acusando?

Entonces uno tiene que mirarse a uno primeramente y ser cuidadoso ¿no? y tratar en todo lo posible de reflejar el amor de Cristo y sobrellevar la carga de los otros. Yo creo que una Iglesia así hermano va a ser una Iglesia bendecida, va a ser una Iglesia que el diablo no va a poder hacer nada con ella ¿amén? quiera Dios que esa sea. Eso va a ser una Iglesia que Dios va a bendecir grandemente. Así que ojalá que eso tenga algún tipo de efecto positivo en nosotros y seamos tolerantes y amorosos unos con los otros.

Lo poco que tienes es siempre suficiente, si lo pones en las manos de Dios

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Voy a compartir algo muy breve de la palabra. Está en Marcos, capítulo 6 y creo que es muy apropiado en el contexto de lo que estamos celebrando. Es algo que muchos conocemos cuando Jesús hizo el milagro de la multiplicación de los panes. Está en Marcos, capítulo 6, versículos 30 al 44, que es lo que vamos a leer en esta noche.

“…Entonces los Apóstoles se juntaron con Jesús y le contaron lo que habían hecho y lo que habían enseñado. Él les dijo, “Venid vosotros aparte a un lugar desierto y descansad un poco,” porque eran muchos los que iban y venían de manera que ni aún tenían tiempo para comer. Y se fueron solos a una barca a un lugar desierto, pero muchos los vieron ir y le reconocieron, y muchos fueron allá a pie desde las ciudades y llegaron antes que ellos y se juntaron a él. Y salió Jesús y vio una gran multitud y tuvo compasión de ellos porque eran como ovejas que no tenían pastor. Y comenzó a enseñarles muchas cosas. Cuando ya era muy avanzada la hora, sus discípulos se acercaron a él diciendo, “El lugar es desierto y la hora ya muy avanzada, despídelos para que vayan a los campos y aldeas de alrededor y compren pan pues no tienen qué comer.”

Respondiendo él les dijo, “Dadle vosotros de comer.” Ellos le dijeron, “Que vayamos y compramos pan por 200 denarios, aproximadamente unos 28 dólares, y les demos de comer?” él les dijo, “Cuántos panes tenéis? Id y vedlo.” Y al saberlo dijeron, “Cinco y dos peces,” y les mandó que hiciesen recostar a todos por grupos sobre la hierba verde. Y se recostaron por grupos de ciento y ciento y de 50 en 50, y entonces tomó los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo y partió los panes y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante y repartió los dos panes, los dos peces entre todos y comieron todos y se saciaron y recogieron de los pedazos 12 cestas llenas y de lo que sobró de los peces y los que comieron eran cinco mil hombres…”

Y básicamente lo que les quiero compartir antes de orar para compartir la palabra de Dios, una idea que escribí alrededor de este texto y que tal vez, lo que quiero compartirles en esencia es lo siguiente, los pocos recursos con que tu cuentas en estos momentos, puestos en las poderosas manos de Dios y bendecidos por él son siempre suficientes para cumplir los propósitos eternos de Dios de extender su Reino a través tuyo.

Vamos a orar. Padre, esta es una noche de banquete espiritual, de regocijo, de alegría al ver tus maravillas, tus milagros, tus poderosas obras en favor de tu pueblo, Señor. gracias por esta iglesia que tu la has puesto como baluarte en el centro de Boston, Señor. y en donde tu has hecho grandes cosas y seguirás haciéndolas para la gloria tuya, Señor.

Permítenos ahora que vamos a exponer brevemente tu palabra, que la poderosa unción de tu espíritu, Señor, nos siga bendiciendo y ministrando y ayudándonos a entender las maravillas del Reino de Dios en nuestras vidas. Te lo pedimos, Señor, en el nombre de Jesucristo. Amén. Amén.

Los que tienen Biblia en Marcos, capítulo 6 se van a dar cuenta de que este pasaje está rodeado de múltiples cosas. En primer lugar, al comenzar el capítulo 6 se fijan que incluso Jesús en su misma tierra de Nazaret tuvo serios problemas, serios cuestionamientos y ¿no es este el hijo de María, el carpintero? Y cómo es que nos predica estas cosas, etc.? y aún dice la palabra en el versículo número 5 que Jesús no pudo hacer ahí ningún milagro, y estaba – versículo 6 – asombrado por la incredulidad de ellos.

Después, más adelante, en el versículo 7 Jesús envía a sus discípulos y los envía de dos en dos a recorrer la tierra, a predicar el Evangelio, a sanar enfermos, a echar fuera demonios, etc. Y luego más adelante, en el versículo del 14 al 29, un mozalbete de quizás tendrías unos 17, 18 años, se pone a bailar frente el Rey Herodes y pide como regalo y como recompensa la cabeza del primo de Jesús, de Juan el Bautista. Y todo esto aconteciendo, si usted se fija en el versículo 1, salió Jesús y después de esto, dice el versículo 7, y seguidamente pasó esta otra cosa, y todo acumulándose, una detrás de otra.

Y es el contexto en el cual empieza el versículo 30. Si usted se fija los Apóstoles acaban de regresar de su jornada, empieza a contarle a Jesús todo lo que habían hecho, y cuál fe la reacción de Jesús? Versículo 31, les dice, “Bueno, retirémonos a un lugar desierto y descansemos.”

Y miren lo que dice el versículo 31, “Eran muchos lo que iban y venían de manera que ni aún tenían tiempo para comer.” Es decir, no sé si algunos de ustedes han estado en situaciones así. Yo he estado en campamentos de refugiados donde miles de personas, cientos de personas y parece la de nunca terminar y necesitamos a veces descansar en las poderosas manos de Dios y creer, como decía Greg, que Dios está guiando nuestras decisiones.

Y precisamente me enfrentaba a esto cuando, al terminar mis estudios de doctorado, y tenía muchas ofertas de quedarme aquí o de irme a otros países, etc. y sin embargo sentimos de Dios con mi esposa, de regresar a Honduras, un pequeño pedazo de tierra en Centroamérica, 8 millones de habitantes. En estos momentos con las tasas de homicidio más altas de todo el mundo, mayores que Afganistán, mayores que ciudad Juárez de México, o sea, varias ciudades de la costa norte están entre 80, 100 homicidios por 100 mil habitantes. Eso significa que con 8 millones de habitantes hay un mínimo de 6 mil homicidios por año en el país. En los últimos 5 años, 30 mil homicidios. La mayor parte son entre 15 a 24 años de edad. 60% son hombres.

Y sentimos de Dios ir ahí. Y justo al siguiente año que estábamos ahí el huracán Mitch. Y de nuevo, nos fuimos a servir a una zona pobre de Honduras, rural, o sea, siguiendo la voluntad de Dios, terminé siendo el jefe del comité de emergencia de Catacamas, el municipio más grande, de Olancho. Y creo que Dios nos usó, es decir, nos llevó ahí para salvar muchas vidas, y creo que el hecho de haber sido entrenados en Estados Unidos nos ayudó, una a ser sensibles a los números, es decir, se decía mucho por la televisión y por la radio, ‘van a caer tantos milímetros de lluvia y no sé qué.’ Tal vez para ustedes es muy familiar, porque están acostumbrados a eso, pero para un hondureño, tantos milímetros, o sea, va a llover bastante. Pero nosotros, que creo que Dios nos había entrenado en todo eso, desde el momento en que escuchamos eso, nos acercamos al ejército y se pusieron a nuestra orden y prácticamente usé un poco de la autocracia, hermanos, no fue democracia, sino o se sale voluntariamente o lo saco de la ribera de los ríos. Y gracias a Dios no se nos murió ninguna persona en el huracán Mitch.

Mi hija y mi esposa nos ayudaron a levantar los primeros campamentos de refugiados en esa zona. Se me olvidó a mi hija ponerle la vacuna de Hepatitis A entonces agarró Hepatitis A, con una ictericia salvaje y ahí estamos, sirviendo.

Y otra de las cosas importantes, hermanos, es que Dios nos dio liderazgo dentro de la iglesia también y nos fuimos con los pastores, y fuimos así como con el hermano Roberto, quiere tener el privilegio, hermanos, de tener un refugio en su iglesia. Y la cosa era abrir la iglesia y que los hermanos aportaran para mantener a los refugiados, ni siquiera, porque el país estaba destruido completamente. Y miren hermanos, esos pocos recursos de Dios, como les decía, puestos y bendecidos, usted no tiene idea de cómo Dios los usa, Dios los multiplica.

En determinado momento Dios nos dio gracia con los ganaderos. Teníamos a veces hasta 12 ó 20 reces en pie, regaladas por los ganaderos para los campamentos. Tenía que irme a enamorar a otros hermanos carniceros, para que me destazaran las reces, pero Dios proveyó. O sea, Dios proveyó, hermanos, Dios provee siempre. Dios provee.

Y de nuevo, les repito, pocos recursos que usted tiene, déselos a Dios. Los discípulos en determinado momento se preguntaron qué es lo único que tenemos? Unos cuantos peces y unos cuantos panes, pero si usted se atreve a soltarlos a dárselos a Dios, usted no tiene idea lo que Dios va a hacer con ellos, hermanos, lo que Dios va a hacer con ellos.

Y finalmente, para ser un poco breve, quizás voy a terminar con el testimonio de mi hija, es decir, mi hija Dios le abrió las puertas. Ella hizo su MBE en biología molecular antes en Estados Unidos, Dios le abrió las puertas en una buena universidad evangélica en Chicago y después ella sintió en su corazón irse de misionera a Nigeria, a [inaudible], allá en África. Sin embargo, vino la crisis económica en Estados Unidos, la iglesia que le iba a ayudar no la pudo apoyar, y se regresó a Honduras.

Y nosotros le gestionamos trabajo en el Departamento de Lempira, una zona remota, muy pobre, trabajando en una obra cristiana, graduada de Estados Unidos y todo, y ella sirviendo al Señor en esa zona remota. Y un día me llamó con lágrimas en los ojos, y me dijo, “Mira, papá, vos sabés que yo siempre he sido una buena alumna, “ y es cierto, cuando estudiamos aquí en Boston, estaba en las top, en las mejores estudiantes de Massachusetts. “Y sin embargo, estoy acá, en esta zona remota. Yo quisiera seguir estudiando,” y me dice ella llorando, “qué me aconsejas? Qué puedo hacer?” en esos mismos momentos en que creo que Dios lo inspira a uno como padre, y le dije, “Mira, hija, lo que yo te recomiendo, regocíjate en el Señor, servir a Dios con todo tu corazón y estudiar y aplícalo, pero lo más importante es servir a Dios donde Dios te tiene en estos momento.”

Y saben qué pasó, hermanos? Dos meses después, le dieron una beca en Yale School of [Inaudible]. Y acabamos de estar, el lunes de esta semana, en la graduación. Es un milagro para nosotros, no nos pregunten cómo pero Dios abre puertas, hermanos. Dios abre puertas.

Los pocos recursos que usted tiene, hermanos, déselos a Dios, ponga en las manos de Dios y déjele a Dios el resto. Y Dios siempre lo va a hacer. Amén.

Y quizás esto es lo breve que quería compartirles, hermanos, para que nos gocemos, nos regocijemos. Dios es bueno. Dios es bueno. Dios es bueno.

Hermanos, me regocijo y gracias por esta iglesia que no tienen una idea de la tremenda bendición que ha sido en nuestras vidas y cómo nos ayudó a lo largo de nuestro entrenamiento en Boston, para mantener siempre las cosas en la debida prioridad, que Dios siempre es primero. Amén.

Hermana Rosa María, si puedo pedirle que pase, queremos orar por ustedes una vez más. No podemos dejarlo escapar. Que Dios le bendiga.

Tal vez algo que quiero que oren, hermanos, tal vez dos cosas: una, recuerden a nuestro país, es un país que siento que tiene unas tremendas cadenas espirituales, que solo pueden ser rotas con oración, con alabanza, con intercesión. Yo sé que León de Judá es eso, es una iglesia poderosa, guerrera. Recuerden a nuestro país y luego, tengo el privilegio de formar parte de la Junta Directiva Internacional de World Vision que tiene como cerca de 28 mil empleados, más de un millón y medio de niños patrocinados en zonas muy vulnerables del mundo y Dios nos ha puesto esta nueva tareas. Para nosotros es un tremendo honor, un privilegio formar parte de la junta mundial de esta institución y queremos que Dios nos guíe y seamos instrumentos para su gloria.

Vasos de honra

Por Camen Ray-Calvo

Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra. 2 Timoteo 2:21

Absteneos de toda especie de mal.
Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
I Tesalonicenses 5:22-23

Como maestra de Discipulado Nivel II en mi congregación;
El Señor me ha usado para ayudar a hombres y mujeres a moldear sus caracteres,
sobre la rueda del alfarero que es donde se inicia todo vaso de honra.

En nuestros hogares tenemos una variedad de utensilios a los cuales les damos diferentes usos, algunos de ellos sólo son para exhibirse en un lugar específico en la casa. Estos por su apariencia y valor cautivan nuestras miradas pero eso es todo. Y nos preguntamos ¿cuál es su utilidad? ¿Porqué invertimos nuestro dinero en tales objetos ya que no los utilizamos?
En la vida cristiana no sucede así, nosotros como vasijas finas bellas y de alto precio, somos las que Dios quiere utilizar para mostrar al mundo su gracia, poder, amor y misericordia. Él quiere transmitir su luz a través de nosotros para disipar las tinieblas que han cegados los ojos de hombres y mujeres de esta generación que llama a lo malo bueno y a lo bueno malo (pasado de moda, anticuado)

Quiero recordarles que la palabra de Dios es viva y eficaz. Y antigua sin vejez.
La palabra de Dios nos dice que si pues habéis resucitado con Cristo buscad las cosas de arriba donde está Cristo sentado a la diestra de Dios (Col.3:1-2)
Para ser usados por Dios con eficacia tenemos que aprender el proceso de la Santificación en nuestras vidas. Que es el proceso de llegar a ser más como Jesús en nuestro comportamiento, actitudes y palabras. Al igual que en nuestras casas, en la casa de Dios no todos los cristianos son iguales.

Para lograr ser un cristiano útil para uso honroso hay que buscar la santidad.

¿Te estás conformando con una santidad superficial?
¿Vives en una forma diferente cuando no estás en la iglesia?
¿Pueden notar tus compañeros de trabajo que eres diferente a los demás?
¿Hay patrones familiares que no puedes cambiar?
¿Estás honrando a Dios con la totalidad de tu ser?
¿Cuáles son las tentaciones de tu vida? ¿Has aprendido a vencerla?
Si estás confrontando dificultades en unas de estas preguntas. Puedes hacer una oración a tu Padre Celestial rindiéndole la totalidad de tu ser.
Y a la medida que Él te hable da los pasos necesarios en el nombre de Jesús.

“Conoce el Señor a los que son suyos”

Una radiografía del corazón humano

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Evangelio según San Mateo capítulo 13. Quiero hablar acerca de una radiografía del corazón humano, una radiografía del corazón humano y específicamente con respecto a nuestra reacción a la Palabra de Dios y al Evangelio.

Capítulo 13 esa parábola conocida, la parábola del sembrador y la semilla. Dice que: "Aquél día" versículo 1 "salió Jesús de la casa y se sentó junto al mar. Y se le juntó mucha gente, y entrando Él en la barca se sentó y toda la gente estaba en la playa."

"Y les habló muchas cosas por parábolas diciendo: He aquí el sembrador salió a sembrar y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino y vinieron las aves y la comieron." Primera escena, primer escenario digamos. Segundo, dice: "Parte cayó en pedregales donde no había mucha tierra y la semilla brotó pronto porque no tenía profundidad de tierra." Dice: "Pero salido el sol se quemó y porque no tenía raíz se secó" ese es el resultado negativo.

La tercera dice: "La semilla que cayó entre espinos" parte cayó entre espinos versículo 7 "Y los espinos crecieron y la ahogaron" cuarta semilla; "Pero parte cayó en buena tierra y dió fruto cual a ciento, cual a sesenta y cual a treinta por uno. El que tiene oídos para oír, oiga." Bendiga el Señor Su Santa Palabra, amén.

Vemos aquí al Señor Jesús hablando en parábolas y posiblemente fue una de las primeras veces que Él usó ese artificio por el cual Él es tan conocido de usar imágenes y usar relatos simbólicos para expresar ciertas verdades profundas espirituales, verdades del Evangelio, de la vida espiritual. Y aquí vemos que el Señor está hablando acerca de lo que pasa con la proclamación del Evangelio y cuáles son los elementos secretos que determinan el éxito o no de predicación o de una acción evangelística. Y vemos aquí que hay muchos factores, hay factores diferentes que a veces no tomamos en cuenta que son a veces los que determinan lo que sucede.

Es misterioso, la verdad que es misterioso. Cuando una persona pasa al frente y acepta a Cristo como Señor y Salvador, entrega su vida, como lo queramos llamar detrás de bastidores, detrás de ese momento hay miles yo diría de factores, quizás hasta millones de circunstancias no solamente en la vida de esa persona, no solamente en ese momento sino inclusive en generaciones que llevaron quizás a ese instante. Intercesiones secretas, experiencias que la persona ha tenido, intervenciones divinas y diabólicas; cultura, una cantidad de elementos diferentes que son los que intervienen para que una persona pase al frente y reciba al Señor o no lo reciba, es algo bien misterioso.

Y nosotros no podemos estar concientes de todas las cosas que suceden pero aquí el Señor se toma un momento como para señalar un poquito como detrás de las cortinas muchas de las cosas que suceden en la proclamación del Evangelio. No solamente en eso sino también yo diría que en la misma vida de cada creyente y el resultado si da mucho fruto, si no da fruto y hasta qué punto da fruto etc, todas estas cosas están aquí retratadas así en una forma así en cápsula.

Y el Señor señala cuatro destinos de una misma semilla. Fíjese que es interesante que la semilla no cambia, la semilla es la misma; la semilla tiene todo lo que necesita para dar fruto. El problema no es la semilla, ni siquiera es una cuestión de diversas semillas con diferentes constituciones internas ni nada por el estilo, es una sola semilla ¿cuál es la semilla?. El Evangelio, la Palabra de Dios, las verdades del Evangelio, los misterios del Evangelio. Eso no cambia, es igual en todas las circunstancias. Cristo es el mismo ayer hoy y por los siglos.

Cristo sana, Cristo salva, Cristo bautiza, Cristo viene pronto, eso no cambia y nosotros tampoco podemos cambiar la semilla. A nosotros no nos toca cambiar el contenido de la semilla, eso es de Dios; el sembrador no reconfigura las semillas, el sembrador no cambia la composición genética de las semillas, el sembrador simplemente obedece a la dinámica interna y a la constitución natural de la semilla. Lo que él hace es que él opera dentro de las leyes de la naturaleza que han sido establecidas, puede jugarse un poco pero las leyes son.

Cuando se hacen injertos y se crean otras especies de flores, otros tipos de matas o lo que sea no se viola la ley de la naturaleza, lo que se hace es que se encuentra cuáles son las leyes y se aprende a obrar creativamente dentro de esas leyes pero las leyes no se violan, la semilla es la semilla. Y entonces lo que está pasando aquí es que una sola semilla que es la Palabra de Dios, la cual es lanzada por alguien que es llamado El Sembrador ¿quién es el sembrador? tú, yo, la Iglesia de Jesucristo.

Nosotros somos sembradores. El sembrador simplemente obedece dentro de un contexto que le ha sido dado. El sembrador quiere vida, quiere fruto y entonces hace lo que se le mandó a hacer, lo que la naturaleza requiere. Para tener fruto hay que sembrar, para tener fruto hay que trabajar tierras, para tener fruto hay que tener paciencia, para tener fruto hay que tener visión, para tener fruto hay que tener persistencia, para tener fruto hay que sobreponerse a tormentas y sequías y plagas y volver a sembrar otra vez si no dió fruto la primera vez. Es una cuestión a largo plazo.

Y la Iglesia de Cristo eso es lo que hace, siembra la Palabra continuamente y yo creo que nosotros somos sembradores. Y yo creo que una de las cosas que me recuerda este pasaje es que hay cosas fuera de nuestro control. Nosotros no podemos controlar el corazón del hombre, no podemos la cultura en la cual nacimos para predicar el Evangelio. No podemos controlar la hora de Dios en los corazones ni en los misterios de cómo Dios interactúa con la gente. Nuestra parte es ser obedientes y sembrar.

Como dice ese hermoso himno: sembraré, sembraré y dejaré el resultado al Señor. El apóstol Pablo también dijo: yo sembré, Apolos regó pero el crecimiento lo da Dios. Nosotros tenemos que ser obedientes; Dios nos ha puesto en la Tierra para sembrar la Palabra y nosotros tenemos que sembrar la Palabra hermano donde quiera que seamos puestos, nosotros somos sembradores eternos, constantes, incansables. Tenemos que sembrar en nuestros trabajos.

Alguien me hablaba los otros días acerca de una persona a quien le habló acerca de Jesucristo, no recuerdo quién fue la persona, me estaba diciendo esta semana creo que fue, le habló a alguien en VJ's, escuchó una conversación creo que fue la hermana Fanny; escuchó dos personas, dos amigos que se encontraron en VJ's, ese almacén ahí donde se venden tantas cosas y ella estaba allí en un área donde estaban sirviendo tantas cosas como hacen a veces en estos sitios.

Entonces escucha esta conversación entre estos dos hombres donde uno dice: ¡wow hace cuánto que no te veo! y el otro dice: sí, perdí a mi esposa hace poco y estoy bien triste, he estado muy deprimido y estoy luchando con eso, y entonces el otro lo consoló, lo saludó, hablaron un ratito y después se despidieron y Fanny estaba ahí con el oído prendido, sembradora. Somos sembradores y tenemos que mirar las oportunidades, tenemos que mirar las circunstancias.

Yo creo que uno tiene que crear una conciencia de sembrador. Si tú no te ves como una persona que ha sido llamada para predicar la Palabra muchas veces ciertas situaciones te van a pasar de largo y no vas a escuchar la voz de Dios diciendo: hey ve y siembra este es el momento como Felipe diciendo: acércate a ese carro, porque hay una necesidad; todo está listo, el escenario está preparado solamente prende la mecha y se prende el fuego, solamente prende la mecha y ella hará lo que tiene que hacer.

Entonces Fanny estaba allí mientras escuchaba titubeando cuando el hombre se fue, el compañero se fue, el otro se quedó allí el viudo y ella dice: ¿qué hago, le hablo? va a pensar que estaba yo pendenceando, quizás es algo muy privado no le debo hablar pero ¿sabes qué? ella dijo nada, en el nombre del Señor se animó. Le dijo al señor: caramba no pude dejar de escuchar lo que estaba diciendo cuánto lamento, entonces el hombre se abrió; en vez de estar cerrado y arisco y uraño no, le habló, abrió su corazón y le dijo: sí perdí a mi esposa hace poco, me siento muy mal y estoy triste.

Fíjese ella fue audaz como para, esta persona angloparlante, double jeopardy es angloparlante ella latina, nosotros una Iglesia mayormente latina pero se atrevió a decirle: mira en nuestra Iglesia tenemos un grupo de luto, es un grupo de hermanos algo que nació así muy espontánea aquí en nuestra Congregación, personas que han experimentado pérdidas en sus vidas de diferentes tipos, entre ellas está claro evidentemente pérdida de seres queridos y se reúnen periódicamente, el grupo lleva ya varios años; la hermana Marina lo comenzó hace un tiempo y siempre ha sido reuniéndose y vienen personas que han tenido pérdidas de diferentes tipos, se reúnen, toman un café, hablan, oran etc.

Y ella le dijo: mira tenemos este grupo en nuestra Iglesia, no te preocupes podemos traducirte, algo hacemos. El caso fue que el hombre dijo: claro yo necesito hablar, necesito abrirme con alguien porque esto es muy pesado para mí. Y el hombre vino y aceptó al Señor allí en la reunión. Y no solamente eso sino que está visitando el servicio en inglés allá abajo, está viniendo regularmente (aplausos).

Así que yo creo que esta idea ¿no? de que somos sembradores y el sembrador lo que hace es sembrar, el Señor lo hizo muy específico; no es ni siquiera un granjero, un farmer en general, no es un sembrador, eso es lo que Él hace. Y la Palabra del Señor es muy clara el modus vivendi, la razón de ser de la Iglesia y del cristiano es inseminar este mundo con la Palabra de Cristo, los valores del Reino de Dios, para eso vivimos y para eso somos. El único propósito de tu vida hermano a la luz de la eternidad y lo que Dios tiene destinado para ti es ser útil para el Reino de Dios no hay otra cosa, nada más justifica tu existencia excepto que tú seas un instrumento en las manos del Señor y que tú ayudes a otras personas a conocer a ese Cristo y entrar en ese destino sublime de una comunión eterna con el Padre por medio de Jesucristo.

Y yo creo que no hay un llamado más grande que ese y no hay una tarea más grande que esa y nosotros tenemos que poner todo lo demás a un lado para que eso se haga una realidad en nuestra vida. Quiera el Señor formando cada día más y más de nuestra Congregación una Iglesia sembradora, una Iglesia que siempre el Evangelio y que como dice Pablo: todo lo he llenado; ya no tengo más nada, no tengo más lugar dónde ir porque ya todo lo he leudado con la masa del Reino de Dios, con la levadura del Reino de Dios y eso es lo que nosotros tenemos que hacer.

Hay camino, aquí hay campo, hay terreno fértil. Este es tiempo fértil para la proclamación del Evangelio, de la semilla incambiada e incambiable del Evangelio y si nosotros lanzamos la semilla la semilla va a hacer lo que tiene que hacer yo les aseguro; el Señor se encargará, el problema ya no es nuestro, el problema entonces ya es la semilla, la tierra donde cae y la dinámica espiritual que eso está fuera de nuestro control. Nosotros simplemente hablemos a la gente y dejemos que el Señor se encargue de lo demás ¿ok? Eso es importante en esta imagen.

Entonces yo creo que otra cosa que sale de este pasaje bien importante es eso de que hay un elemento que está fuera de nuestro control, hay varios aquí. Uno de ellos es la persona misma quien recibe la Palabra y dónde está esa persona, en su condición interna en ese momento. Cuando nosotros predicamos el Evangelio las personas están en diferentes etapas y diferentes estados de receptividad. Algunos usted nada más tira la semilla y como magia brota enseguida porque eran tierra absolutamente fértil y preparada, otros rebota la semilla como si fuera una bola de básquetbol porque la persona no está preparada y eso vamos a ver en un momentito.

Pero hay cosas que nosotros no podemos controlar y que tampoco podemos caer en el error de querer jugar con la semilla o matarnos demasiado para que la semilla brote de alguna manera y forzar las cosas. Yo he aprendido como Pastor que no puedo agonizar demasiado tampoco por cosas que a veces están fuera de nuestro control. En la vida de una Iglesia el Evangelio es proclamado, mucha gente se convierte, pasan al frente en el curso de un año; vienen muchas visitas, vienen personas y escuchan la Palabra y se ofenden, otros reaccionan tibiamente, otros con gran entusiasmo, unos están un tiempo y se desaparecen permanentemente, otros se van, vuelven. Esa es la dinámica de la vida de la Iglesia hermanos.

Nosotros no tenemos control, debemos hacer todo lo posible todo lo que esté de nuestra parte sí para retener a la gente, para anclarlos en la Palabra de Dios, para convencerlos del Evangelio pero ¿sabe qué? hay una parte en que ya usted no se puede estrujar más de la cuenta para que esa persona acepte a Jesucristo. Y yo creo que la Iglesia a veces en estos tiempos como yo compartía con los hermanos en el discurso este que di estamos en una cultura que a veces puede ser muy escéptica y resistente a la Palabra del Señor y la tendencia de la Iglesia puede ser: ok entonces vamos a cambiar la semilla, vamos a jugar con la semilla para que la tierra entonces interactúe mejor con la semilla.

Y entonces comenzamos a bajar el Evangelio, comenzamos a acomodar el Evangelio a la gente. Nos teñimos el pelo como una mujer que no está segura de si es bonita o no, nos cambiamos el pelo después a la semana que viene somos pelirrojos, la semana que viene somos rubias, la otra somos pelo negro, los hombres nos dejamos crecer el bigote, nos cortamos la barba, adelgazamos, vamos al gimnasio, nos cambiamos de ajuar tratando de agradar a la gente y nada resulta porque es que hay algo interno muchas veces, según tú estás por dentro así va a ser tu belleza, así va a ser tu atractivo; si tú estás segura, seguro de ti mismo eso va a comunicar algo.

Si estás inseguro olvídate, mientras más tratas más inseguro te pones y menos atractivo resultas. Y yo creo que eso pasa también con nosotros ¿no? Yo creo que nosotros tenemos que estar seguros de en quién hemos creído, seguros del Evangelio sublime que tenemos, seguros de que el mundo necesita lo que Dios nos ha dado a nosotros. Y sí vamos a hacer todo lo posible por amar a la gente y darles en maneras que ellos puedan recibir pero hay un momento en que como dice el Señor Jesucristo: no vamos a echar nuestras perlas a los cerdos.

Una vez que hemos proclamado la Palabra con amor, con gentileza y con bondad y transparencia entonces nos echamos para un lado y que el Señor haga la obra. Tampoco podemos forzar a la gente más de la cuenta. Hay veces que nos hacemos imposibles a nuestros familiares y a nuestros amigos. Conocemos a Cristo y estamos predicándole a la gente y queriéndole meterles a Cristo a través de la garganta quieran o no y a todas horas y haciéndolos sentirse mal y a veces lo que hacen es que echan pestes de nosotros y cuando nos ven se mandan a correr porque ya viene.

Yo creo que nosotros tenemos que predicar el Evangelio sí insistentemente como dice la Palabra: en tiempo y fuera de tiempo pero no compulsivamente ¿no? Tenemos que hacerlo sabiamente, inteligentemente, saber cuándo hablar y cuándo callar. Cuándo esperar que la misma persona se cuelgue con su propia soga y entonces venga donde nosotros y nos diga: óyeme ¿qué fue lo que tú me dijiste hace tres años acerca del Evangelio? Y yo creo que tenemos que mezclar esa sutil combinación de ser solícitos pero también a la misma vez ser confiados y saber que lo que nosotros tenemos es algo sublime y predicar el Evangelio con confianza, que el producto que nosotros tenemos que ofrecer es algo inigualable.

Y si tú lo quieres recibir gloria a Dios yo me voy a gozar contigo, voy a celebrar y aún si no lo quieres recibir voy a tocar un poquito más fuertemente pero tampoco voy a estar suplicándote que recibas algo que es para tu bendición y que es algo sublime. El Señor Cristo dijo: no le echen sus perlas a los cerdos. Yo siempre veo esa mezcla en Jesús: solícito, amoroso; vino al mundo, se despojó de Su Gloria, sufrió lo indecible, padeció grandes cosas para que la gente se salvara pero yo nunca lo veo a Él suplicándole a la gente ni llorando para que lo acepten. Yo veo esa dignidad con que Él habla siempre, ese recato, esa seguridad de sí mismo. Solícito pero también seguro en lo que Él tiene.

Yo creo que si nuestra Iglesia cultiva esa seguridad entonces podemos hacer el trabajo. A nuestra Iglesia va a venir mucha gente; ya yo dejé de sufrir porque vienen cientos de personas y no todos se quedan. La predicación del Evangelio es así, es misteriosa. Nosotros sembramos, sembramos, sembramos y dejamos el resultado al Señor. Quizás esa vida que vino aquí el domingo y después estuvo seis meses acá y después se desapareció vuelve otra vez en algún momento o se va a otra Iglesia y allá la bendicen y la siguen edificando o se va a otro país y años después brota la semilla.

Yo he visto qué maravilloso, es una ecología que nosotros no tenemos total control de ella. Nuestra parte simplemente es hacer el trabajo de Dios lo mejor que podamos y entonces dejar que las dinámicas diferentes, el diablo y los ángeles y Dios y las circunstancias y el corazón de la gente hagan su obra allí, tengan su química y entonces se dé lo que Dios quiere que se dé. Nosotros tenemos que ser así como Iglesia, no vamos a cambiar la Palabra, vamos a tergiversar el Evangelio y tampoco vamos a estar contínuamente como sobreeximándonos y compulsivamente criticándonos porque no tengamos diez mil personas o porque vienen muchos, hagamos todo lo que podamos pero entonces dejemos el resultado al Señor.

Yo veo eso aquí porque el sembrador siembra y entonces hay otras cosas que intervienen cuando él siembra. Entonces hay tres, cuatro clases de diferentes semillas; diferentes corazones, diferentes sensibilidades, diferentes psicologías que interactúan con la Palabra, con el mensaje que ese sembrador, ese evangelista está proclamando.

Dice que: "La primera semilla cayó junto al camino y vinieron las aves y la comieron." Y el Señor después les explica a los discípulos que no están acostumbrados a esta modalidad de enseñanza y dice: ¿Qué quiere decir eso? Entonces en el versículo 18 más adelante en ese mismo capítulo Él les dice el significado de esa primera semilla que cae junto al camino. Dice: "Cuando uno oye la Palabra del Reino y no la entiende viene el malo y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Éste fue el que fue sembrado junto al camino."

Entonces esa semilla que cae junto al camino es símbolo de la persona que escucha el Evangelio, no lo entiende y entonces como no se agarra al Evangelio entonces el diablo tiene poder entonces para venir, el malo es eso el diablo, Satanás. Mire qué interesante Cristo sabía bien; Satanás no era una metáfora ni era un principio ciego, es un ser que tiene voluntad, propósito y sentido de inteligencia y que tiene una estrategia y que su deseo es que la gente no conozca a Jesucristo. Esa es la obra principal del mal en el mundo, es tergiversar y subvertir e impedir que el Evangelio progrese y que la Palabra del Señor encuentre en el corazón de la gente asidero para que la Palabra los salve.

Satanás está comprometido a que las naciones, las colectividades, los individuos, las familias no se sanen y no escuchen el Evangelio, no retengan la Palabra. Cuando nosotros sembramos la Palabra, cuando la Iglesia se mueve en el mundo tiene que entender que estamos en guerra por cada alma y que hay un enemigo que no quiere las almas se salven y se sanen. Tenemos que entender que sembramos en un mundo hostil; el príncipe de este mundo dice: "Cegó el entendimiento de ellos para que no les resplandezca la luz del Evangelio."

Hay gente que se pierde porque el diablo está jurado a muerte a impedir que las personas sean salvas. El diablo no quiere que las culturas sean salvas, que las naciones sean salvas y nosotros predicamos en ese contexto por eso es que nosotros tenemos que armarnos de toda la armadura de Dios. Las iglesias que quieran ser efectivas espiritualmente en este tiempo evangelísticamente, espiritualmente tienen que ser llenas del Espíritu Santo. Iglesias diestras en el manejo de las armas del Espíritu, iglesias que conozcan la dinámica de la guerra espiritual.

Iglesias intercesoras, iglesias que oren, iglesias que clamen al Señor. Iglesias de gente que hayan muerto ellos mismos y que sepan lo que es pelear con el diablo cuerpo a cuerpo y con la carne y con el mundo y que entonces puedan predicar el Evangelio desde una perspectiva: conocemos los misterios, sabemos que eso es guerra a brazo partido con las fuerzas del mal.

El Evangelio no se predica en términos neutrales. El Reino de los Cielos dice: "se hace fuerte" quiere decir que avanza por fuerza. El Evangelio no avanza neutralmente como un barco en un mar plácido; avanza contra el viento de la cultura y el viento del hombre y el viento del diablo. Y entonces nosotros tenemos que saber eso para vivir vidas de oración, para orarle al Señor y forcejear por las almas para que suelte.

Una hermana me hablaba ayer mismo acerca de su lucha son su esposo que parece que es duro para el Evangelio, no cree ni en Dios siquiera y se goza en estrujarle en la cara que no cree en Dios. Un hombre bueno parece pero y eso la desencanta a ella. Yo digo: hermana lo único que usted puede hacer es clamar a Dios por su alma, orar, interceder para que Dios. No pelee con él porque eso evidentemente no va a dar resultado; entrégueselo al Señor, entrégueselo al sabueso divino y Dios lo perseguirá y lo ablandará allí, esa semilla va a tener que echarla como las habichuelas, dos, tres días allí para que con el fuego y el agua se ablanden.

A veces tenemos que chubarle al sabueso divino a la gente para que se les tire detrás de ellos y los persiga y los haga pasar por unos cuantos sustos a ver si así, y aún a veces ni siquiera así a veces. Entonces el malo viene y arrebata, nosotros tenemos que predicar el Evangelio en una manera mlitante y feroz y arrebatarle las almas al diablo, y saber que a veces tenemos que orar, clamar y a veces es más: cuando estamos predicando más fuertes tenemos que ser en el Espíritu porque el diablo se va a tirar atrás de nosotros también para neutralizarnos, para destruírnos.

Pero es interesante también que hay un protagonista, hay un actor tras bastidores muy fuerte en la proclamación del Evangelio que es Satanás y las fuerzas del infierno y nosotros tenemos que entender eso para proclamar el Evangelio en una forma efectiva.

Lo otro que dice acerca de esta persona es que no entendió, dice: "Escucha el Evangelio y no lo entiende" y eso es lo que hace a esa persona fácil presa para la obra de Satanás. ¿Qué quiere decir no entender el Evangelio? Para mí yo creo que no entenderlo quiere decir bueno, primeramente a un nivel puramente cognocitivo quiere decir que no le resplandece la verdad del Evangelio. No entiende los misterios, las paradojas, las contradicciones, lo sutil del Evangelio porque es una cosa muy sutil y no se puede entender con la mente, no se puede con el cerebro ni por medio de la cultura ni los esquemas intelectuales. Eso hay que respirar, bajar la guardia y dejar que como un niño la Palabara penetre a nuestro corazón. No se entiende a través de la mente.

Si tú estás luchando: ah ¿con quién se casó Caín después que mató a Abel y cómo después tuvo descendencia si sólo era él y su hermano Abel? Que si hay platillos voladores y si se van a salvar los marcianos en Júpiter, que si hay otros planetas y hay gente en otros, y por qué hay hipócritas en la iglesia y por qué no te visitaron. Mira si tú te pones nunca vas a entender el Evangelio, nunca lo vas a recibir porque siempre va a haber gente hipócrita, quizá tú mismo vas a ser uno de esos algún día y siempre va a haber imperfecciones en la Iglesia, y siempre va a haber algo que no vamos a poder explicar sea la teoría de la evolución o cómo el mundo se creó finalmente en detalle, hay mil maneras y no vamos a entenderlo.

Tenemos que hacernos como niños. Dice la Palabra que si no nos hacemos como niños no podemos entrar al Reino de los Cielos. Así que no trates de entender el Evangelio porque no lo vas a entender jamás ni a través de argumentos tampoco porque ninguno te va a satisfacer.

Yo creo que otra cosa que no entiende el Evangelio, esto también quiere decir que no entiende la importancia de lo que le está predicando, no reconoce lo sublime, lo profundo y lo bello y lo importante que es el Evangelio. La gente no entiende muchas veces que se está hablando de su destino eterno; dónde van a pasar la eternidad, si van a ir al cielo o al infierno. Si van a estar con Dios o con el otro.

Y yo creo que nosotros tenemos que hacerles entender eso, es que esto es tu destino eterno, esto va a determinar a dónde tú vas. La vida humana y el tiempo que tú pasas en este mundo es un puntito infinitésimamente pequeño comparado con esa extensión interminable que es la vida eterna y lo que tú decidas aquí con respecto a Jesucristo va a determinar dónde tú vas a estar por los siglos de los siglos de los siglos multiplicado ad infinitum. Entonces yo creo que esta gente no entiende; hay mucha gente que cuando tú le hablas del Evangelio cree que tú le estás hablando simplemente de otra fruta más en el mercado de las religiones o de las filosofías.

Otra cosa más pero el Evangelio es infinitamente importante y Cristo es el camino, la verdad y la vida, nadie viene al Padre sino por Él. Es la cosa más importante, la decisión más importante que tú puedes hacer y yo espero que tú la puedas entender y que le des importancia y que la consideres. Pero hay mucha gente que está tan preocupada por tantas diferentes cosas y no entiende lo importante de esa decisión, no se debe dejar para última hora porque tú no sabes cuándo te llegará tu momento y tienes que hacerlo en ese momento.

Hay otra cosa antes de continuar acerca de esto. Hablamos acerca de la acción de Dios en la proclamación del Evangelio, perdón del diablo ¿pero qué hay de la acción de Dios? que es algo que nosotros tampoco podemos controlar y es algo que yo lo pongo allí como un puntito casi como extra, un asterisco. ¿Sabes que también Dios está involucrado a veces de una manera neutral o positiva en la proclamación del Evangelio? Hay personas para quien Dios tiene propósitos en el Evangelio y por alguna razón misteriosa Dios los escoge desde la fundación del mundo y Dios los va a salvar y va a tener tratos con ellos, y va a movilizar todas las fuerzas y del Reino Suyo para esa gente entre al conocimiento de Él y reciba a Cristo como Señor y Salvador y sean salvos.

Como el caso de Felipe ahí, el eunuco Dios lo quería usar y movilizó todo Su Poder para que Felipe tuviera un encuentro con Él. La samaritana el Señor tuvo allí, hizo una cita con ella, le habló la trató y la llevó a Sus caminos. Pero hay personas con quien Dios quizá no tiene planes también ¿sabía eso usted? Eso es uno de los misterios. Hay gente por la cual yo no sé por qué razón pero yo creo que en la Palabra es claro que hay personas con quien, Dios escoge muchas veces también y hay personas con quienes Dios simplemente no ha activado Su Santa. En última instancia Él es el soberano en todo caso, nadie viene a Cristo sino porque el Señor lo trae.

Pero también es como que hay gente con quien Dios no tiene tratos. Yo he conocido personas y quizá lo que pasa también es que no es el momento para ellos, quizás más adelante pero hay personas que son torpes para el Evangelio. Es como tirar una moneda en un pozo hondo y es tan hondo que la moneda sigue viajando, viajando y es tan hondo que tú ni la escuchas cuando cayó al fondo. Hay personas que son un hoyo negro y el Evangelio simplemente como que no hace resonancia en ellos yo creo que en parte porque Dios quizá no tiene planes para esa gente.

Pero ¿sabes qué? yo creo que otra cosa acerca de eso es que yo creo que sí en los misterios de la soberanía y la libertad humana nosotros podemos orar por personas para activar y para ponerlos en la agenda de Dios por así decirlo. Yo creo que nuestras oraciones y nuestra intercesión puede activar la gracia de Dios a favor de gente y puede ponerlos en la mira divina y entonces podemos interceder.

Yo a veces estoy manejando y veo a alguien en el camino y siento como que Dios me dice: Ora por esa persona. Es que Dios necesita que aquí en la Tierra se hagan cosas para Él y Él entonces hacerlas allá en el cielo. Y los misterios de la autoridad de la Iglesia son increíbles. Y a veces Dios necesita que se ore para que por ejemplo vengan obreros a Su mies. Bueno si Dios sabe que se necesitan obreros para la mies ¿para qué tenemos que orar para que vengan, por qué Él simplemente no los activa?

Es que Dios necesita que haya acción entre Su pueblo porque Dios es un Dios muy ordenado y entonces nosotros debemos también orar por las personas para que el Señor los traiga al conocimiento de Él, para que sea quitado el yelmo de hierro que cubre su entendimiento, para que Dios active Su Poder y sean sanados y vengan al conocimiento del Señor y entiendan la importancia del Evangelio.

De todas maneras es importante eso que entendamos que hay personas que no entenderán todo esto y entonces el enemigo tendrá libre campo para hacer daño. Otra cosa aquí yo creo que esta parábola tiene como dos niveles. Un nivel es el de la gente, el inconverso pero otro nivel también es nosotros. Yo creo que hay gente que Dios no los usa más en la vida cristiana porque no entienden la importancia del Evangelio, no le dan importancia y entonces no hacen todo lo que tienen que hacer para trabajar en la viña del Señor y para saber lo importante que es su acción, y para entender la cuestión de vida y muerte que es el servicio al Señor y avanzar los intereses del Reino de Dios.

No están poseídos por esa urgencia de su posición y su identidad y entonces el enemigo también les arrebata los buenos propósitos, los llamados que se dan en la Iglesia, las invitaciones a ser siervo del Señor, a trabajar arduamente para el Evangelio y el diablo entonces les quita todo eso y se van y se olvidan. Qué interesante que esta semilla está junto al camino donde viene el vaivén de la vida y el corre-corre todo esto, eso es aparte.

Segundo dice que aparte de la semilla cayó en pedregales donde no había mucha tierra y brotó pronto. Irónicamente hay un tipo de personas que recibe el Evangelio y como son personas cambiantes y como personas almáticas, ¿cómo dice en inglés? son gente que hoy en día están en un sitio y cambian rápidamente de mood, de temperamente y de convicción. Volubles ¿quién dijo eso para darle un aplauso? oh volubles, oiga hermana qué bueno ese es vocabulario colombiano, volubles exactamente.

Y entonces esas son personas que cambian tan rápido. Un día son hare krishna y otro día son budistas o adventistas o lo que sea. Para ellos you know, todo es posible y el Evangelio bueno está bien lo tratan por un tiempo pero después lo dejan, no son personas de larga duración y no se mantienen en los compromisos que hacen. Entonces dice el Señor aquí que ese tipo de personas dice: "No tiene raíz en sí sino que de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución las piedras, los pedregales son símbolo de la aflicción y la persecución."

Esta semilla brota rápido porque la tierra es llana y entonces está en contacto con el calor de esa piedra y el calor de la piedra y las piedras alrededor y como no tiene mucha raíz a donde ir como que se acelera el proceso y brota enseguida. Por eso a mí me gusta cuando la gente se toma tiempo para considerar el Evangelio, son gente sólida muchas veces y cuando se convierten lo hacen firmes. A veces mucho del trabajo es porque la gente tiene un propósito y quiere que vayan hondo para que cuando broten broten con fuerza.

Pero paradójicamente aquí esta gente recibe el Evangelio y creen como que wow: el Evangelio es un lecho de rosas, todo me va a ir bien. Esta gente que me invitó a la Iglesia me pegó un botón aquí cuando yo llegué de flores, me presentaron y me dijeron que me pusiera de pie, me llamaron cuando yo no fui a la Iglesia el próximo domingo y cuando yo llegué el Pastor saltó corriendo para darme un abrazo. Pero pasan los días y el Pastor me dice: hola hermana Dios le bendiga y sigue caminando o no me llamaron. O vienen los problemas.

¿Sabe que cuando mucha gente viene a Cristo entonces es que el diablo se pone en contra de ellos, se tira? Y tienen a veces dificultades y problemas y luchas. He hablado muchas veces con los hermanos así que digo: wow caramba parece que les fue peor antes de conocer a Cristo que antes pero admiro su tezón, admiro el hecho de que se mantienen y que no dan su brazo a torcer y siguen amando a Dios. Yo les digo: hermano persiste allí hasta que pase la tormenta, ármate de toda la armadura de Dios, no reniegues de tu Dios y manténte firme porque el Señor un día hará que esa tormenta se vaya y vendrá tiempo de refrigerio y de bendición para tu vida pero no te cuitees. Que el diablo quiere eso, que tú le voltees la espalda y te eches a huír.

Sabe que a veces venimos al Reino de Dios por medio de aflicciones y dificultades y luchas. El Evangelio no es fácil, no se le puede ofrecer a la gente que venga a Cristo y todo te irá bien; no vas a tener problemas, no te vas a enfermar, tu mujer te va a querer más, tus hijos van a ser un dechado de virtudes. ¿Es misterio? no hay lucha. Lo que adquirimos es, Dios no cambia el mundo, nos cambia a nosotros y nos da poder y armas para vencer y persistir y seguir adelante pero el Evangelio es difícil y está acompañado de muchas tribulaciones. Y a veces vendrán muchas pruebas para fortalecernos.

Porque ya nuestra escala de valores no es cuánto dinero tengo y cuánta ropa tengo en el clóset y cuánta comida delicada me puedo comer sino que ya los valores de Dios ahora son producir un hombre, una mujer que refleje el carácter de Cristo y a veces eso va a requerir un entrenamiento arduo, el entrenamiento del soldado, del atleta. Carácter. Carácter viene a ser más importante que comida o dinero y entonces la intención de Dios va a ser hacer un hombre, una mujer que sea como Cristo y entonces eso va a hacer que vengan pruebas y luchas para templarte, para entrenarte y también el enemigo va a querer destruírte y tú tienes que saber que eso no es lo que legitima o le da su veracidad al Evangelio, que Dios puede usar todas las cosas como dice el apóstol Pablo para para bien en tu vida.

Sean pruebas, sean dificultades Él lo va a usar para bendecirte pero no te apartes del Evangelio simplemente porque estás teniendo un tiempo difícil. Persiste, manténte. Esto se refiere tanto a los nuevos que no conocen pero también a nosotros. No seamos de corta duración en nuestro servicio, en la Iglesia y en nuestro servicio al Señor, en nuestra firmeza, en las cosas en las cuales nos comprometemos. Seamos gente que nuestro sí sea sí y nuestro no sea no. Si tú pusiste las manos sobre el arado manténla allí; te comprometiste con un ministerio, no te vayas simplemente porque la gente no vino el día que tú citaste para una reunión.

Sigue adelante, sigue persistiendo en lo que Dios te dió, se fiel para lo que Dios te llamó y no te cuitees simplemente porque no te va bien un día u otro. ¿No? si Dios te llamó sigue adelante. Y si Dios te llamó no te salgas simplemente porque te vaya mal, sigue porque Dios te dará la victoria en última instancia.

La tercera semilla es la semilla que cayó entre espinos. Dice: "Los espinos crecieron y la ahogaron." Entonces el Señor explica lo que es esa semilla, dice: "El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la Palabra pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la Palabra y se hace infructuosa, no da fruto." Entonces ¿cuál es esa persona? Es la persona que oye el Evangelio pero hay una cantidad de cosas que compiten con su capacidad de aceptar lo que se está diciendo.

Esa persona ama más al mundo que a Dios. Ama más la historia en la que está insertado que la eternidad a la cual Dios lo llama. Ama más la complacencia de un momento y el placer de un momento que el placer inconcebible de una vida eterna con Cristo que no puede ver ahora mismo, ni siquiera puede imaginarse. Una persona tosca, superficial y vanidosa; vive en la vanidad de vanidades. Y lo que le importa es el último vestido que sale en Cosmopolitan o la última película o la última canción que uno de estos cantantes sacó o el último juguete tecnológico que sale, el último juego. Están tan metidos en el mundo, tan absortos en las cosas del mundo. Es el hombre de negocios que sabe que está haciendo cosas que no debe y si entra al Evangelio va a tener que dejar esas cosas pero es capaz de vender su alma al diablo en vez de dejar esas cosas que sabe que le impiden entrar en el Evangelio.

Es la persona que sabe que está en una relación indebida o hace algo sabe que no le agrada a Dios pero ama eso mucho más que la salvación de su alma. Hoy en día hay tanta gente que crea sistemas completos apologéticos para explicar y justificar una práctica adictiva en la cual están metidos y la aderezcan y adornan con toda una filosofía y un sistema de apoyo y cultura y todas las demás cosas, entonces dicen: eso es lo que yo soy, así yo soy. Puedes ser muchas cosas diferentes, porque no tienen el valor de poner eso a un lado y venderlo todo para heredar el Reino de Dios.

Hermano: no importa cuál sea lo que tú amas, qué sea lo que tú amas y qué sea lo que te atrapa, véndelo todo y entrégalo todo. Pierde ojo, mano, lo que sea para entrar al Reino de los Cielos. No ames ni el mundo ni nada de este mundo más que el llamado de Dios a tu vida. Sacrifica lo que sea necesario para entrar al Reino de Dios. Pon a un lado todo lo que tengas que poner a un lado, véndelo todo. Esa imagen de venderlo todo, de dejarlo todo; el que no deja padre y madre, hermano o hermana, hijo o hija por Mí no merece ser Mi discípulo dice el Señor.

Por eso es que el Evangelio es más difícil, es porque tú tienes que establecer una escala de valores muy diferente a la del mundo. Tú tienes que examinar todas las bolitas de vidrio que tú tienes en tus manos que tanto te fascinan y decir: ¿qué hago me quedo con ellas o acepto el pan de vida que es Cristo Jesús y lo dejo todo para el incomparable valor de conocer a Cristo como Señor y Salvador? Y yo creo que nosotros tenemos también al nivel de creyentes eso mismo. Hermano no hay nada más valioso en este mundo que ser un agente para el avance del Reino de Dios en la Tierra.

¿Qué estás haciendo tú para avanzar el Reino de Dios? ¿Cuál es tu llamado, dónde está tu trato con Dios directo entre tú y Él? ¿Qué es lo que Dios te ha llamado a hacer a ti? ¿Y estás poniendo tú todo lo demás a un lado por el incomparable gusto de ser usado por Dios y ser un instrumento en las manos del Señor? ¿Qué es lo que te aguanta?

Gracias a Dios que hay una cuarta semilla que no tenemos que insistir mucho en ella. Yo espero que todos nosotros aquí o la inmensa mayoría seamos ejemplo de esa cuerta semilla. Es la semilla que cae en buena tierra. Yo espero que todos nosotros seamos buena semilla. Son la gente que entendió la importancia del Evangelio. Son las personas que no dejaron que la aflicción o las pruebas o las vicisitudes de la vida normal de este mundo lleno de aflicción les aparte del Evangelio. Y son las personas que aman más a Dios que los apetitos de este mundo y los placeres de este mundo y las vanidades, y los ofrecimientos traicioneros de este mundo y que lo han perdido todo para ganar a Cristo.

Y yo espero que todos aquí seamos meustra de esa cuarta tierra, tierra fértil que da fruto. Fíjese que no es tierra que simplemente recibe la semilla, brota una mata y eso es todo. Dan fruto a treinta, a sesenta, a ciento por uno. Si tú has verdaderamente has recibido a Cristo como Señor y Salvador Dios espera que des fruto de alguna forma, de alguna manera que seas usado para gloria del Señor y avance del Evangelio.

Bajemos nuestras cabezas un momento hermanos y preguntémonos: ¿Dónde estoy yo en esa escala de valores? ¿Qué tipo de tierra soy yo? ¿A qué nivel estoy yo dando fruto en mi vida? ¿He yo recibido la Palabra por primera vez?

Mucha gente ha estado sembrando; el Pastor predica en el sermón los domingos. Mi amigo, mi amiga que me trajo a la Iglesia me ha dicho que acepte a Cristo, que me reconcilie con Él, que abra mi corazón para que Él entre a mi vida y yo no lo he hecho todavía y yo quiero ser una buena tierra. Yo quiero ser abierto a la Palabra, yo quiero entender la importancia del Evangelio. Pídele al Señor que abra tu corazón, pídele al Señor que abra tu mente ahora mismo. Pídele al Señor que te muestre la importancia.

La decisión más grande que tú puedes hacer en tu vida es aceptar a Cristo como tu Señor y Salvador. No hay nada que vaya a tener más impacto mayor en tu vida aquí de paso; no solamente en tu vida eterna se me ocurre sino también la calidad de vida que tú tengas aquí en la Tierra. Si vas a vivir una vida superficial y vana o vas a vivir una vida sublime y profunda manejando las cosas más bellas que tú te puedas imaginar. La Palabra de Dios, los misterios del Evangelio. Eso es lo que Dios quiere para ti y todo comienza cuando tú te constituyes en buena tierra que recibe la Palabra y esa Palabra cae hondo en el corazón y echa raíz para vida eterna.

Yo quiero invitar si hay alguien aquí que no ha dado ese paso todavía de invitar a Jesús a entrar a su corazón que lo haga en este momento, yo quiero invitarles. ¿Hay alguien que quiera aceptar a Jesús como Señor y Salvador que no lo ha hecho antes y quiere dar un paso de fe? Y decir: Señor yo soy buena tierra, yo te recibo, entra Tu semilla hondo en mi vida te doy mi semilla, te doy mi corazón. ¿Habrá alguien? levante su mano queremos orar por usted hermano o hermana donde quiere que esté ¿habrá alguien que no lo ha hecho todavía? si ha venido en algún momento y no ha dado todavía su vida al Señor Jesucristo, queremos orar por usted levante su mano.

Hay dos personas allí, dos hermanos que levantan su mano ¿alguien más? Queremos orar por ustedes hermanos no pierda la oportunidad de hacerlo. ¿Quiere acompañarla alguno de los hermanos, de los ujieres a esa hermana? pasen por acá vengan un momentito queremos orar por ustedes o pónganse de pie entonces está bien ahí mismo donde están ustedes, no se preocupen entendemos muy bien, póngase de pie allí y vamos a orar simplemente por ustedes no se preocupen, está bien como quieran lo importante es que en el corazón allí hay una apertura al Señor.

Nunca deje eso de que pasar al frente o no de usted decirle al Señor, no no se preocupe Dios sabe cómo se trata eso en su corazón pero sí tiene que haber un movimiento interno de alguna forma para que se dé esa química allí, para que confesemos al Señor activamente. ¿Habrá alguien más? todavía un momentito más abrimos ese momento para que alguien más que necesite oración para ponerle en los brazos del Señor Jesucristo y entonces usted pueda continuar su camino entonces bien seguro, bien claro de que la semilla del Evangelio está instalada en su corazón.

Y de allí nadie la podrá arrebatar ¿sabe? Si usted entra a Cristo y se mantiene allí y le dice: Señor me encomiendo a Tu Gracia el diablo nunca va a poder arrebatar la semilla de su corazón ¿sabe? confíe en que Dios va a estar con ustedes en todo momento y entonces comience a caminar esa vida cristiana seguro de que el Señor lleva la carga. Lo tuyo es mantener la semilla allí en su lugar, hacerla, nutrirla con la Palabra de Dios, la oración y el Señor se encarga de que tú llegues al destino.

Así que vamos a orar por estos hermanos y hermanas, estos dos hermanos allí que están de pie y este hermano aquí también de en frente, extienda sus manos hacia ellos y vamos a bendecirlos. Señor gracias porque estas vidas te aceptan. Yo les animo a decirle ahí a Cristo: entra a mi corazón y toma control de mi vida, yo me entrego a Ti. Dígale en sus propias palabras ahí internamente, hable con el Señor y abra su corazón y su mente para que Él haga la obra en usted.

Y dígale: Señor entra a mi vida, toma control de ella yo te recibo como mi Cristo el enviado de Dios, el ungido del Señor, el que Tú has enviado Dios para que sea mi intermediario y mi modo de acceso al Padre y yo lo recibo así y lo acepto así y lo creo así y lo confieso así, creo que Cristo es mi Salvador y el que perdona mis pecados, y el que sana todas mis heridas y el que paga todas mis deudas. Y me hago hoy siervo de Cristo, sierva de Jesús; lo seguiré hasta la muerte y seré fiel a Su Palabra.

Gracias por entrar en mi vida Señor Jesús, te recibo y me declaro siervo Tuyo, sierva Tuya, propiedad Tuya del Reino de Dios y renuncio a toda obra de Satanás y de la carne y abrazo los valores del Reino de Dios y de la eternidad. Gracias Padre.

Señor yo bendigo a Tus hijos y declaro Tu Presencia en sus vidas, séllalos con Tu Espíritu y gracias Padre por el misterio de la salvación. En el Nombre de Jesús y el pueblo de Dios dice: amén. Dios les bendiga mis hermanos, Dios te bendiga hermano, hermanos. Hermanos Dios les bendiga aquí.

Autoconciencia - La mejor defensa contra la tentación

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Estuvimos hablando acerca de las pruebas, y cómo las pruebas, las tribulaciones, la vida, las situaciones difíciles, muchas veces son usadas por Dios para bendecirnos, formarnos, crear en nosotros discernimiento, hacernos más como Cristo, hacernos más compasivos, darnos experiencias que nos dan diferentes dimensiones y facetas del Dios al cual servimos. Dios usa las pruebas, las pruebas vienen, vienen a la vida de los creyentes, pero nuestra fe puede transformarlas en peldaños para el crecimiento espiritual. Qué lindo sonó eso. Apúntenmelo ahí para que no se olvide. Sí, sí, pueden ser formas de crecer, de llegar a ser más como Cristo.

Entonces, Santiago ahí en ese Capítulo 1, después de hablar acerca de eso, pasa a otra parte donde habla, en el Versículo 12, acerca de “soportando las pruebas”. Interesantemente, la palabra prueba, que es la palabra en griego peirasmos.

Peirasmos es la palabra que puede decir o prueba o puede decir tentación. Es la misma palabra en el griego original. Una prueba también puede ser una, se usa también para hablar de tentación. Entonces es interesante que aquí Santiago cuando dice “bienaventurado el varón que soporta la tentación”, dice “el varón que soporta peirasmos”. Peirasmos. Porque cuando haya recibido el peirasmos recibirá la corona de vida que Dios ha prometido a los que le aman.

Por eso es que ve, él intercambiablemente usa la misma expresión, la tentación, cuando haya resistido le prueba. Es la misma palabra. Es como si hubiera dicho que soporta la tentación, porque cuando haya resistido la tentación, recibirá la corona de vida. Él acaba de hablar acerca de las pruebas antes de eso. Y entonces, o mejor dicho está hablando aquí acerca de eso mismo, de las pruebas, y entonces está usando aquí esa misma idea de… pero ahora la usa en términos de la tentación. Y dice “cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios”.

Evidentemente aquí él está tomando esa expresión que es de doble sentido, y él está usando, para el sentido de tentación, porque en el Versículo 2, decía “Hermanos míos, tenéis por sumo gozo cuando os halléis diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia”. En realidad las pruebas, la tentación, son dos situaciones de adversidad, conflicto, lucha. Nos ponen en presión, en tensión nuestra vida. Cualquiera de las dos puede ser difícil para nosotros.

Ahora, él escoge esta idea de pasar por una tentación. Entonces él dice que primero el varón, las hermanas no son jamás tentadas así que no tiene nada que ver con ellas en este caso. Bienaventurado el varón que soporta la tentación, porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de la vida que Dios ha prometido a los que le aman.

Ustedes recordarán que yo hablé un poquito como una radiografía de la tentación, recordarán esa expresión. Santiago dirigido por el Espíritu Santo habla aquí acerca de como tres, cuatro pasos. Cuatro etapas que se dan cuando una persona es tentada. Para mí eso es una de los tratados en la escritura más reveladores acerca de cómo es que se dan las cosas. Es como entrar en la psicología del ser humano y ver qué es lo que pasa, cómo es que se da la tentación y el pecado y toda esta cosa.

Lo primero que él dice es que tengamos cuidado de nunca culpar a Dios de una tentación. ¿Quién es que tienta? Dios no tienta a nadie, dice. Dios ni tienta a nadie ni es tentado por nadie. Satanás es quien es el tentador. Porque una tentación es totalmente diseñada para hacernos tropezar y caer. Caer en pecado, apartarnos de Dios, ofender a Dios. Dios no se contradice a sí mismo. Dios nunca va a poner una persona en una situación para tentarla para que esa persona caiga y sea condenada. Dios no quiere que nadie se pierda, dice segunda de Pedro, sino que todos procedan a la salvación.

Entonces Dios no se contradice. Dios no te va a meter una zancadilla para que tú tropieces, caigas, entonces te condenes, o lo ofendas o te alejes de él. Dios no hace eso. Pero a veces nosotros sí tendemos a echarle la culpa a Dios. ¿Recuerdan a Adán y a Eva? Nosotros siempre estamos echando la culpa a alguien en vez de nosotros mirarnos a nosotros mismos. No. ¿Qué dijo Adán cuando pecó en el huerto del Edén? La mujer que tú me diste, doble acusación.

No se contentó solamente con echarle la culpa a la pobre mujer, sino que también dice “la que tú me diste, yo no la escogí a ella, así que tú eres responsable. Ese muerto cárgalo tú. No me lo eches a mí encima”. No.

La mujer que tú me diste. Siempre el ser humano tiende a echarle la culpa o a Dios, los judíos son famosos por eso. Váyanse al Antiguo Testamento y verán siempre echándole la culpa a Dios. Cuando vienen los 12 espías de la tierra prometida y dicen “¿Saben qué? Allá hay, sí, es verdad, buena comida, las uvas son del tamaño de pelotas de béisbol. Pero hay unos gigantes allí que nadie les puede meter el diente. Son de seis, ocho. Son tremendos. Hay que cogerles miedo.”

Y entonces cuando el pueblo escucha ese mal reporte que dan los espías, ¿qué pasa? Se quejan de Dios. “Ay, mira, nos trajiste aquí para matarnos. ¿Cómo vamos a entrar ahora a esa tierra que está llena de gigantes y de gente mucho más fuerte que nosotros? Nos trajiste de Egipto. Nos hubiéramos quedado allá con esos buenos ajos que había y esos sancochos tan ricos que…

Y comienzan a echarle la culpa a Dios de haberlos sacado de Egipto y para meterlos en una tierra donde no podían entrar, y que se iban a morir en el desierto. Siempre estamos echándole la culpa al Señor, entonces Santiago dice “no le echen la culpa a Dios cuando ustedes se encuentran en una tentación porque Dios no tienta ni es tentado por nadie, no tiene nada que ver con él.” Pero qué interesante.

Aquí dice, de paso, otra de las culpas favoritas que tenemos en este tiempo es las cromosomas me obligaron. Los genes. Por ejemplo, el movimiento homosexual echa la culpa que “bueno, yo nací así” y hay científicos que han tratado de descubrir un gen homosexual, que es lo que hace, que la genética. Echamos la culpa a la genética. La genética made me do it. Le di un golpe a la mujer, la genética me obligó a hacerlo.

Entonces Santiago dice “no, la responsabilidad está sobre cada ser humano, no le echen la culpa al diablo”. A veces le echamos la culpa al diablo, y el pobre está por allá en unas ramas con palillos metiéndoselos en los dientes y no tiene nada que ver con nuestro pecado pero le echamos la culpa al diablo. Qué cosa.

Entonces Santiago dice “no, no, no. Miren hacia ustedes mismos. Cada uno es tentado cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido”. ¿Recuerdan que decíamos acerca de la palabra que se traduce al español concupiscencia? Epitumía. ¿Que qué es? Epitumía es cualquier, esos apetitos fuertes que hay en nosotros, esas emociones fuertes que hay, que nos obligan a hacer cosas que no queremos hacer porque son cosas que están fuertemente en nosotros.

Te habla la nevera antes de irse a dormir, ha tenido las mejores intenciones, ha guardado su dieta religiosamente toda la semana, y ahí hay medio galón de helado Friendly’s, de chocolate, fresa y vainilla y usted lo mira y ese helado le está diciendo “ven, ven, ven”. Y usted dice, bueno, una cucharita nada más antes de irme a dormir para no quedarme con ese mal pensamiento. Cuando viene a ver, dejas el container vacío completamente. Le corre el helado por la esquina de la boca. No. Satanás me hizo hacerlo. No. Es simplemente los apetitos, la epitumía del helado, esto que le hizo pecar, mi hermano, no le eche la culpa a nadie.

Epitumia puede ser cualquier emoción fuerte, cualquier apetito. Hay tantos diferentes: emociones, inclinaciones, cosas que nos obligan y que están en nosotros, los instintos. Nuestro sistema neurológico. Hay tantas cosas que estamos construidos para obedecer a estos estímulos. Y están dentro de nosotros. Satanás no pone nada nuevo en el hombre. Es más, Satanás no coge una persona que está caminando por ahí lo más bien, santa, linda, perfecta, pura, y entonces como que le abre la boquita y le instala un pecado dentro, no. Eso no es así.

Lo que él hace es que él encuentra las cosas que están en nosotros. Esos puntos de aterrizaje, son pistas que están dentro de nosotros, y entonces él anda por allá arriba mirando con su avión, y dice “Ah, mira, una pista, qué linda allí”. Y entonces viene y aterriza en esa pista. Y entonces, lo que él hace es que él opera sobre esas cosas que están en nosotros.

Quiero que señale eso, que una de las cosas más importantes que nosotros tenemos que hacer en la vida es conocernos a nosotros mismos. Y conocernos como un psiquiatra conoce a un loco, es decir, sabiendo de qué pié cojea. Nosotros tenemos que ser honestos con nosotros mismos. Porque cada uno de nosotros tiene sus áreas débiles. Cada uno de nosotros tiene sus apetitos, tiene sus tendencias, tiene sus inclinaciones, tiene sus debilidades, tiene sus deformaciones. Todos las tenemos. Y fíjense que no son solamente necesariamente cosas así abiertamente pecaminosas, porque puede ser muchas veces, por ejemplo, una inseguridad que hay en nosotros, que fuimos fomentada por un trasfondo donde no se nos afirmó, no se nos fortaleció, no se nos generó en nosotros una confianza en nosotros mismos y una identidad clara y definida.

¿Cuántos muchachos ustedes ven así por ejemplo jovencitos que como que no están definidos? Son inseguros. ¿Y qué pasa? Viene por ahí otro que está bien claro en el mal. Y este jovencito, que se portaba bien, que está bien en su casa, que era un niño bien comportado, en seis meses, o tres meses, está vendiendo droga por la calle. ¿Por qué? Porque esa inseguridad que había en él, esa falta de definición, ese deseo de agradar a otros para sentirse querido y afirmado lo lleva entonces en vez de cuando dicen ¿sabes que vamos allí? ¿Quieres fumar un poquito para que tú veas qué bueno? En vez de decir “no, yo no hago eso porque no es bueno o yo soy un cristiano, lo que sea”, se deja influenciar porque hay una inseguridad en él.

Hay una epitumía, hay algo, una debilidad interna que lo lleva entonces a caer en el pecado. El diablo usa eso. Y así puede ser cualquier otra cosa. Hay tantas cosas. Hay un deseo, por ejemplo de gloria de una persona de ser admirado, de estar en control, de tener influencia, de cuando entra a un lugar, lo reconozcan y lo saluden y lo lleven al mejor lugar, etc. Muchas veces eso lleva a una persona a cometer crímenes, lo lleva a vender su alma al diablo, lo lleva a hacer cosas deshonestas para ganar mucho dinero, para entonces tener fama.

El enemigo usa cualquier tipo de inclinación, debilidad interna que hay en nosotros. Y eso es lo que él usa para atraparnos, seducirnos. El ve, él es un psicólogo consumado, y por eso es que nosotros tenemos que pedirle al Señor que nos ilumine cada día y nos dé entendimiento y honestidad para reconocer cuáles son las áreas en nosotros que nos pueden llevar a la autodestrucción, al pecado, a hacer las cosas que no debemos hacer, que no queremos hacer. Todos tenemos algo en nosotros, déjenme decirle “no hay nadie”. Quizás yo solamente pero aparte de eso no hay nadie más.

OK. Todos la tenemos, hermanos, y parte de la sabiduría de un hombre o una mujer es saber que siempre vamos a estar luchando con eso. Y no es que Dios no sea poderoso, no es que su espíritu no sea lo suficientemente…. Es que Dios obra en maneras extrañas. Y muchas veces él escoge no destruir completamente eso que hay en nosotros, porque es como un contrincante benévolo. Un contrincante benévolo que Dios permite que esté allí como para ser nuestro entrenador. Para boxear con nosotros y enseñarnos la guerra.

Sabes que muchas veces dice, hay un pasaje interesante, se me dio la introducción solamente pero está bien, que sea parte de la… ¿Sabes que Dios dice? La Biblia dice, en el Antiguo Testamento, Dios no quitó originalmente las tribus enemigas de la tierra prometida ¿por qué? Para que los judíos aprendieran la guerra. ¿Está ahí o no? Yo no me estoy inventando eso. Él dejó tribus enemigas para que los hebreos se entrenaran en la guerra y fueran gente fuerte y pudieran defender su tierra.

Y sabes que muchas veces Dios permite, hay contrincantes en nosotros, luchas en nosotros. Decimos “Señor, sácame esto, quítame esto”. Y batallamos y peleamos. Y dice “no, basta de mis gracias”. Porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Como le digo a Pablo. “Señor, líbrame de este aguijón”. Pablo lo llama un mensajero de Satanás, imagínense. No solamente nuestro esposo el mensajero de Satanás a veces hay mensajeros que vienen también de otras maneras, no.

Hay un mensajero de Satanás, dice, para que me abofetee. Como para que mantuviera a Pablo humillado y le recordaba “tú eres un mero hombre”. Sí. Tuviste grandes revelaciones, fuiste al tercer cielo, oíste cosas que no le son dadas a nadie, ni siquiera revelar. Pero después de todo, tú eres un hombre, y tienes que tener misericordia y tienes que venir ante mí y buscar mi gracia todos los días.

A veces Dios permite cosas en nosotros para que no nos envanezcamos demasiado, para que aprendamos misericordia hacia los demás, para que seamos pastorales en nuestra forma de tratar a los demás. Muchas razones.

Pero entonces, esas cosas van a estar en nosotros, esos aguijones van a estar en ti, van a estar en mí. Y por alguna razón misteriosa, Dios no los va a quitar pero es importante que tú sepas cuáles son y conozcas su nombre y dirección y que tú siempre te tomes una píldora de autodisciplina y de gracias del Señor y que estés bien alerta, y que le pidas al Señor introspección y capacidad para entender esas cosas y que te guardes a ti mismo.

Y si tú tienes un área débil, mira, huye de esas áreas y mantente, sabe cómo desarrollas defensas contra esa área. Yo decía “si usted ha sido alcohólico, no se mude encima de una licorería, no”. Si usted le gusta el helado, no llene su refrigerador de helado, no compre helado. Si le gusta demasiado la comida, compre platos chiquitos, lo que sea, pero el caso es que tenemos que entender cómo hacerle la guerra a esas áreas de nuestras vidas que nos están haciendo daño y desarrollar, pedirle al Espíritu Santo que nos dé sabiduría, y sabe que en ese proceso de aprender cómo batallar esas áreas de nuestra vida, nosotros crecemos, nos hacemos fuertes.

Malas compañías, malas conversaciones, malas lecturas. Si usted sufre de una testosterona sobreabundante, no vea películas excitantes. Es más, no las vea, punto, sufra o no, de malas inclinaciones. No las vea. Pero usted tiene entonces que tener especial cuidado de cosas que lo puedan inducir a una vida mental o una práctica indebida. Tenemos que tener cuidado. Y todas esas cosas Dios las usa entonces para que aprendamos prudencia, sabiduría, introspección, capacidad pastoral para aconsejar a otros, etc. Pero definitivamente están allí.

Y por eso que Santiago habla de que cuando de nuestra propia concupiscencia, nuestra propia pecaminosidad, podríamos decir, vuestra propia imperfección, nuestra propia constitución interna, las fallas estructurales que tenemos en nuestro carácter, en nuestra psiquis, en nuestra personalidad. Llámenlo lo que usted quiera. La tentación viene cuando el enemigo aprieta ese botoncito que está ahí en ustedes. Y a veces algunos tenemos no uno sino tenemos todo un panel lleno de botoncitos con luces amarillas, rojas y verdes, flashing para que el enemigo las pueda ver y las apriete cuando él quiera, toque unas sinfonías demoníacas con las lucecitas.

Cuando en su propia concupiscencia es atraído y seducido, la presión por la que él es atraído y seducido es la idea de por ejemplo, en proverbios está la idea de cuando un joven va caminando por la calle y viene una mujer sexual, una prostituta y comienza a decirle “Vamos a mi casa, tengo allá un cafecito que me mandaron de Puerto Rico que tiene un sabor riquísimo y un postre que hice para ti específicamente, vamos allá, vamos a ver televisión, vamos a oír buena música tengo un último cd de Julio Iglesias y yo sé que lo vamos a pasar muy bien”. Y ese joven, el pobre que iba a trabajar por las mañanas, termina en la casa de ella atraído y seducido. Entonces por eso es que la tentación muchas veces es eso, es seducción. El enemigo es el gran seductor. Nos atrae. Usa esas cuerdas que están en nosotros.

Y entonces fíjense que es el proceso, ahí está el proceso de la tentación. Él da unos cinco pasos. Primero es de nuestra propia concupiscencia, hay algo en nosotros. Entonces, dice, entonces la concupiscencia, después que ha concebido, fíjense, la concupiscencia atrae, nos atrae y seduce. Después, hay una, la concupiscencia concibe. Número tres, da a luz el pecado. Y el pecado, número cuatro, siendo consumado, número cuatro, da a luz la muerte. Entonces concupiscencia en nosotros, concepción, dar a luz, entonces consumación del pecado, y da a luz la muerte. Entonces lo primero es eso, está en nosotros. Segundo, ha concebido. ¿Qué quiere decir para mí concebir? Después que ha concebido. Él lo da, es casi como un parto. De un parto.

¿Qué es lo equivalente, digamos, en el proceso de la tentación a concebir? Yo creo que es cuando, digamos, mira, el diablo puede tirarte una tentación, viene a tu mente. Si tú rápidamente apartas la mirada o renuncias a ella. Pero muchos de nosotros ¿Qué es lo que hacemos que nos quedamos ahí? No. Nos quedamos fantaseando, pensando en eso, sea lo que sea. Sea lo que sea. Un buen vestido en Marshall’s y no tenemos dinero ni siquiera para pagar la renta, y estamos pensando, lo vimos, nos vamos a la casa, pero guau, ese vestidito qué lindo quedaría con estos aretes.

Y usted va allí y está pensando, pensando en el bendito vestido ese. Y llega un momento como que ¡bam!, se desprende de usted, “lo voy a comprar, no importa, no voy a decir nada a mi marido pero yo tengo que tener ese vestido.” Se le plasmó, se le pegó la raíz, llega un momento, yo creo que en toda tentación, en toda situación, en que uno como que se ahínca a eso. Pasó de ser un mero pensamiento a ser ya es como una presencia en usted. Y ya se convierte en algo bastante concreto.

Nosotros tenemos que tener mucho cuidado al decir “Señor ayúdame”, porque sabe que si nosotros somos lo suficientemente honestos con nosotros mismos y atentos, vamos a discernir esos pasos. Lo que pasa es que nos hacemos de cuenta que no lo vimos. Pero hay una foto ahí grabada que un día se la va a enseñar el Señor allí arriba en el cielo que “oh, yo no sabía, me encontré haciendo, sin darme cuenta”. Mira, aquí está, esta es la foto de tu cerebro cuando digo “ahora lo voy a hacer”. No me digas que no.

Entonces yo creo que hay muchas veces, por eso yo creo que el mejor momento para huir de la situación es cuando está fresca todavía. Cuando el enemigo está simplemente tratando de seducirnos. En ese momento trate de apartar la mirada, quite el pensamiento, ponga un cassette de Marcos Witt, lo que sea, pero haga algo y no esté allí meditando y obsesionando sobre eso. Es como la nieve. ¿Cuál es el mejor momento de palear nieve? Cuando cayó. Porque después ¿qué pasa? ¿Sí o no? Mi espalda le puede decir mil veces lo que pasa. Después que la gente comienza a pisar la nieve y a caminar sobre ella, dime…

Después que esa nieve está apretada y se pegó al cemento, usted necesita una antorcha de fuego para sacarla de allí. Mejor desde que cayó y está fresquecita, vaya dos o tres veces y palee lo que pueda pero no la deje que se pegue. Y eso pasa, el mejor momento es cuando está fresco, superficial, porque después que ha concebido, después que se ha pegado, ya es muy difícil que se salga de nosotros.

Señor, dame discernimiento para entender eso. Entonces el tercer proceso que dice aquí Santiago es que entonces cuando ha concebido, tarde o temprano da a luz el pecado ¿Qué pasa? Después que tú ya te fijaste eso y echó raíz en ti, generalmente va a dar a luz es cuando ya es realizado, cuando ya tu pasaste de mera fantasía, obsesión, pensamiento, visitarlo, imaginarlo, ensayarlo en tu mente, tú pasas a llevarlo a cabo. Entonces da a luz, ya el bebé está afuera, ya no puedes decir nada, ya está ahí, visible.

Y eso es lo que pasa entonces ¿qué pasa? Esa es la tercera cosa, ya cuando sucede, hicimos lo que hicimos, cualquier cosa, hermano, hay tantas maneras, no tienen que ser cosas malas, obviamente pecaminosas, pero esa es la forma. Y usted como que tiene como que entender ese proceso, decir ¿dónde estoy en el proceso? ¿Qué puedo hacer en este punto? Y usted, medir, y entonces tomar acción enseguida. Porque usted, no “oh, Señor, sáname, quítame esto, dame amnesia”. No. No es tan fácil. Brega tu con las armas y los recursos que yo te he dado, las herramientas de mi palabra, de la oración, y otras cosas. Sé honesto contigo mismo.

Entonces, da a luz el pecado. Y el pecado siendo consumado, es decir, llegando a su máxima manifestación, su plenitud de manifestación, ya, y muchas veces lo que hacemos entonces es que nos metemos en él y nos regodeamos en él. Y lo perfeccionamos casi. Siendo consumado, da a luz la muerte. Es el último resultado. Porque todo pecado lleva a la muerte, de una manera u otra. Puede ser la muerte de tu inocencia, puede ser la muerte de tu relación con Dios, puede que Dios la resucite. Pero ¿Qué pasa? Cuando nosotros hemos pecado, como Adán y Eva, algo se rompe. Hay una comunión que se rompe.

¿Por qué Adán y Eva se escondieron y se pusieron ropas de hojas? Porque algo en ellos, conciencia, les dio a entender, ya no es lo mismo. Ya no es ese Dios venir y visitarnos y conversar con él y esa perfecta comunión. Ya una sombra se posó sobre tu mente, sobre tu psiquis, y ya tú sabes que hay algo dentro de ti que te impide disfrutar plenamente tu comunión con Dios. Hay muerte. A veces puede ser muerte literal. ¿Por qué la muerte está en el mundo? Porque el pecado de nuestros padres originales, el pecado siempre conduce a la muerte. La paga del pecado, dice el apóstol Pablo, es muerte. Más la dádiva de Dios es vida en Cristo Jesús.

Todo pecado conduce a algún tipo de muerte, puede ser muerte en tu relación con tu esposa, tu esposo, muerte en tu relación con Dios. Muchas veces puede ser muerte eterna, cuando una persona practica el pecado y se olvida de buscar restauración y sanidad, y no se arrepiente. Pero siempre el pecado tiene algún tipo de muerte. Olvídense. Nunca va a ver la frescura de una planta, fresca, virgen, bonita y bien irrigada, sino que algo se marchita dentro de nosotros. Por eso Santiago dice “El pecado siendo consumado da a luz la muerte”. Esa es la radiografía del pecado.

Pero él no termina (perdón y yo sé que me extendí un poquito) pero él no termina en una nota negativa sino dice “Amados hermanos míos, no erréis, toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del padre de las luces, en el cual no hay mudanza ni sombra de variación. Él de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad. Para que seamos primicias de sus criaturas. Santiago termina con una nota positiva. Ese Dios que a veces acusamos de ser el origen de nuestro pecado. No.

Él no es, al contrario, lo único que Dios da es todo don perfecto, toda buena dádiva, él es el origen de la bendición, la luz, el gozo, la virtud, el fruto del Espíritu Santo, y él no cambia, ese es su carácter, no es como que un día él se levantó de mal humor y decidió meterte en una situación difícil o que no quiere que tú entres al reino de Dios o que se arrepintió de haberte llamado. No. El siempre es el mismo. Dios todo es sí y Amén, dice la palabra. Y su único deseo es que nosotros ganemos la victoria, que entremos a la vida eterna. Dios está comprometido con nosotros para que vivamos una vida bendecida. Dios quiere eso de nosotros.

Y nosotros tenemos que, no tanto acusar al diablo como llenarnos de Dios. Tanta gente le echa la culpa al diablo todo el tiempo. Mira, llénate de Dios. Alguien ha dicho que en vez de maldecir la oscuridad, prenda una luz. Lo que tenemos que hacer, Señor, ayúdame a estar tan lleno de ti y a vivir tan cerca de ti, en tu palabra, en la alabanza, en la meditación en ti, en buscar más y más de las cosas buenas de tu reino, que no haya lugar en mí para que el diablo pueda hacer lo que él quiera, porque es el Dios que nosotros tenemos.

Entonces Santiago nos invita a quitar la mirada del pecado del diablo o de un Dios neurótico que quiere hacernos daño y ponerla sobre un Dios virtuoso, amoroso, que es la fuente de toda bondad, de toda virtud, de toda cosa buena, de todo buen pensamiento, de toda buena inclinación. Es el Dios que de su voluntad nos hizo nacer, por la palabra de verdad, para que seamos primicia de sus criaturas. Él termina con una nota tan linda. “Dios quiere que nosotros seamos primicias de sus criaturas”. Lo que quiere es que tú brilles. Dios quiere que tú seas un hombre o una mujer virtuosa, un consejero, un pastor de almas, un hombre logrado en el espíritu. Quiere que tú seas lo mejor de lo mejor. Y esa es la visión de Dios.

Él termina entonces tornando nuestra mirada de una persona que cae, peca, ofende a Dios, a una persona llena del Espíritu Santo, virtuosa, crédito para el reino de Dios y que trae gozo al corazón de Dios. Qué linda, ¿no? Como él cambia las cosas. Entonces ahí usted tiene, hermano, ese llamado de Dios a esa vida virtuosa y a saber que eso es una lucha continúa, vamos a tener esa lucha hasta que partamos de este mundo y Cristo venga. Pero gloria a Dios que tenemos un Dios comprometido, danos la victoria, siempre, por medio de Cristo Jesús, Amén, la victoria es tuya. Dios está comprometido contigo, y todos sus dones, todo el poder de su espíritu está diseñado para que tú llegues a la victoria.

Lo que Dios le quitó al diablo era esa autoridad que él tenía sobre la humanidad. Le quitó esa dictadura, ahora en Cristo es un nosotros no somos esclavos del pecado ya. El pecado no es algo inevitable porque Dios se ha comprometido. Ese Dios bueno está comprometido a que tú llegues a la meta siempre. Usa de sus dones, usa de sus recursos, usa de sus armas. Toma la armadura de Cristo. Y eso te va a dar poder sobre toda situación en tu vida. Ven. Que Dios nos ayude, que nos dé la victoria siempre.

Vamos a ponernos de pie, en este momento, pedirle al Señor ahí un segundo que te dé sabiduría, cuáles son las áreas de tu vida que necesitan ser tratadas por Dios. Nombra algo en tu vida, en mi vida, ahora mismo, tengo que hacer lo mismo, y decirle al Espíritu Santo, examíname, oh Dios, y conoce mi corazón. Pruébame y conoce mis pensamientos. Y ve si hay en mí camino de perversidad. Y guíame por el camino eterno. Señor, si hay algo en mí, si hay algo en nosotros que te ofende, que nos incline hacia el pecado, que le da un agarre al enemigo, en esta noche te pedimos, Señor, sánanos, tócanos, ilumínanos, danos sabiduría. Padre, instala tu fuerza dentro de nosotros, dominio propio te pedimos, padre.

Te pedimos Señor, autoridad sobre las inclinaciones, los apetitos que nos llevan a ofenderte, Padre. Danos un corazón de virtud, de amor, sánanos y purifícanos. Oh, Señor, de nuevo como dice el salmista, purifícame, conoce mi corazón, Señor, contra ti, contra ti solo hemos pecado y hecho lo malo delante de ti para que sea reconocido justo en tu palabra y tenido por puro en tu juicio. Sánanos, límpianos, purifícame, Señor, purifícanos. Llévanos a esas aguas limpias, a beber de tus aguas, Señor, porque sólo tú, Dios, eres la fuente de toda virtud, de toda cosa buena.

Danos una iglesia, Padre, limpia, Señor, cada día que esta iglesia pueda reflejar más y más los valores de tu reino. Valores de santidad, de pureza, sencillez de corazón, Padre. Actitudes como las de Cristo, haznos inocentes, Señor, como niños. Oh, Dios, ten misericordia, perdónanos y ayúdanos, Padre. Lávanos, límpianos, purifícanos, Señor, y llévanos a esa postura de santidad que hay en Cristo, Jesús. Te alabamos esta noche, Padre, te bendecimos. Gracias, Espíritu Santo, gracias Señor, gracias Padre. Y nosotros decimos Amén. Dios les bendiga.

Promesa de una descendencia bendecida

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Vamos a un pasaje que siento que el Señor me dió para nuestras madres pero también para nuestros padres, para las familias cristianas que en este tiempo nos sentimos un poquito bajo el embate de una cultura que es un poco hostil a la educación y la crianza de hijos temerosos de Dios, hijos que reflejen los valores del Reino de Dios.

Y verdaderamente siento que Dios le dió un giro diferente a un pasaje que yo he predicado muchas veces acerca de Él pero en una dirección diferente; pero como que Dios me lo refrescó esta mañana y me invitó a enfocarlo desde la perspectiva de la maternidad y de la paternidad y del hogar en general y que yo creo que es una Palabra profética para todos nosotros.

Así que les invito a ir a Isaías capítulo 54, Isaías 54. Es una Palabra de esperanza, una visión optimista del futuro de la familia. 'Promesa de una descendencia bendecida' yo lo llamaría así y de paso si se me olvida decirle el título a mi hermano Carlos que siempre viene por acá a preguntarme, pues promesa de una descendencia bendecida. ¿Qué tal aprueban el título así hermanos? ok lo vamos a poner así entonces.

Promesa de una descendencia bendecida. Isaías capítulo 54 es un llamado a una persona que tiene una visión negativa acerca del futuro y la invitación del Señor es a cambiar esa visión negativa y esa expectativa negativa por una visión optimista y positiva.

Dice aquí: "Regocíjate oh estéril, la que no daba a luz. levanta canción y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto porque más son los hijos de la desamparada que los de la casada ha dicho Jehová. Ensancha el sitio de tu tienda y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas. No seas escasa, alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda y tu descendencia" puedes leer ahí tus hijos, tus nietos "tu descendencia heredará naciones y habitará las ciudades asoladas."

"No temas" nos dice el Señor a todos nosotros "no temas porque no serás confundida y no te averguences porque no serás afrentada, sino que te olvidarás de la verguenza de tu juventud y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria, porque tu marido es tu Hacedor, Jehová de los Ejércitos es Su Nombre y tu Redentor el Santo de Israel."

"Dios de toda la tierra será llamado porque como mujer abandonada y triste de espíritu te llamó Jehová y como la esposa de la juventud que es repudiada dijo el Dios tuyo. Por un breve momento te abandoné pero te recogeré con gran misericordia. Con un poco de ira escondí Mi rostro de ti por un momento pero con misericordia eterna tendré compasión de ti dijo Jehová tu Redentor." bendiga el Señor Su santa Palabra.

¿Qué lindo pasaje verdad que sí? ¿No siente usted el consuelo de Dios, no siente usted la invitación de Dios a adoptar una perspectiva positiva acerca del futuro? Podríamos continuar leyendo el pasaje y en algún momento quizás toque otras partes del contenido de este hermoso texto, pero con esos versículos tenemos una idea de las palabras de consuelo y el llamado de Dios a una actitud positiva, optimista, confiada acerca del futuro.

Vivimos en un tiempo en que hay mucha gente temerosa acerca del futuro de nuestros hijos. Sabemos que es una cultura definitivamente alejada de Dios donde las escuelas conspiran muchas veces para infundirle a nuestros hijos valores que son contrarios a los valores del Reino de Dios y a los valores que nosotros mismos hemos querido infundirle a nuestros hijos. Ciertamente muy diferente a los valores que nuestros padres nos infundieron a nosotros y donde la juventud misma está corrompida y se fortalecen unos a otros en malas costumbres, malas actitudes, malos valores y donde hay tantas fuerzas negativas; el Internet que es un enjambre de maldad aunque también es de tanta bendición en muchas maneras, nos hace tan fácil la vida en muchas cosas pero también sabemos que es un sitio peligroso donde el enemigo quiere infestar la mente de nuestros hijos con hábitos malos ya ctitudes negativas.

El internet a veces es más maestro de nuestros hijos que nosotros mismos muchas veces. Y hay tantos diferentes elementos y factores que nos inspiran temor acerca del futuro de nuestros hijos y acerca de ser padres o madres; muchos padres no quieren, mejor dicho muchos jóvenes cuando se casan no quieren ni siquiera tener hijos porque tienen miedo del mundo al cual los van a traer y eso uno lo puede entender.

Recuerdo la preocupación muy legítima de nuestra hermana Laura hace unos cuantos domingos que nos conmovió; el temor de una madre joven al ver a sus hijitos crecer en un mundo tan hostil a los valores del Reino de Dios y muchos padres yo sé que comparten ese temor porque es la sociedad, es el contexto en el cual nuestros hijos se están levantando, en una sociedad alejada de los valores del Reino de Dios.

Pero Isaías 54 nos presenta una visión de esperanza y nos invita a creerle al Señor por una maternidad específicamente dirigiéndome a las madres, una maternidad fructífera y bendecida o a los padres en general, por una experiencia positiva y un producto del cual podremos estar agreadecidos al Señor. Isaías 54 nos invita a cambiar nuestra expectativa, a cambiar la confesión que sale de nuestra boca, a cambiar los puntos de referencia que usamos para juzgar la experiencia paternal, maternal que estamos teniendo.

Lo primero que vemos aquí es que se nos invita a hacer una confesión positiva en medio de una situación negativa porque Dios le está hablando aquí a una mujer estéril; dice regocijate oh estéril, que no daba a luz. Qué irónico pedirle a una mujer en el contexto sobre todo hebreo en que ser madre era absolutamente la bendición más grande a la cual una mujer pudiera aspirar y no ser madre; usted recuerda por ejemplo la historia de Ana antes de tener a su hijo Samuel, la agonía de Ana por no poder tener hijos. Su vida estaba completamente amargada porque ella quería tener un hijo pero no podía, se sentía como que su vida no tenía significado. Su esposo no la llenaba aunque la amaba tanto.

Pero Ana estaba desesperada por tener hijos. Y esta mujer que nos relata Isaías 54 no tiene hijos, es estéril y sin embargo el Señor la invita a regocijarse en miras a lo que viene más adelante. Nosotros a veces nos regocijamos cuando ya tenemos lo que queremos y entonces decimos: que ahora me voy a regocijar porque recibí lo que quería ¿pero qué de regocijarse en anticipación de lo que uno no tiene? ¿Qué de regocijarse como un arma que uno usa para atraer lo que uno no tiene? ¿Qué de confesar con nuestra boca los buenos propósitos de Dios para nuestros hijos y nuestro hogar a pesar de que todavía no los vemos, ah?

¿Qué de darle gracias a Dios por lo que nuestros hijos van a llegar a ser algún día aunque quizás todavía no lo vemos? ¿Qué de cambiar nuestra confesión negativa por las circunstancias, por la falta de hijos, o por la situación que tenemos a nuestro alrededor por una confesión de que no, el Señor va a tener la última palabra en la vida de mis hijos, amén? El Señor está en control y el Señor va a usar cada aspecto, cada momento de la vida de mis hijos para llevar a cabo una obra especial en ellos.

Yo veo esa idea ¿no? de un recogijo preventivo por así decirlo porque hay tantas cosas a veces en la vida de la familia que nos invitan mas bien a llenarnos de negatividad y de una confesión, porque sabemos que criar hijos no es una cosa fácil; nuestros hijos a veces nos crean muchas canas y nos añaden, no es todo una canción solamente. Pero Dios dice ¿sabes qué? cuando te sientas inclinado a tirar la toalla alábame y glorifícame y cree y regocíjate en Mí y confiesa que Yo soy más que suficiente y más que poderoso.

Me viene a la mente la imagen del padre del llamado hijo pródigo en la parábola de Jesucristo, ¿cuánto habrá sufrido ese padre viendo el comportamiento de su hijo, ese carácter un poco amargado de ese muchacho rebelde que finalmente culmina cuando este jovencito le dice a su papá: dame la herencia que me toca como si le tocara nada, el papá es el dueño de todo el dinero pero este hijo viene al padre con un acto de rebeldía y le pide al papá que le dé el dinero que le pertenece.

Y este padre en una forma muy sabia le dice al hijo: ok está bien y lo deja irse lejos del hogar. Y usted se puede imaginar ese tiempo de congoja y de agonía de ese padre mientras tenía su hijo alejado sin recibir una carta del hijo, sin saber cómo estaba, sin saber si había tenido algún problema por ahí en una barra o alguna discoteca donde había ido, sufriendo y quizás pensando que ya todo había terminado. Sin embargo ese padre está allí esperando, esperando mientras tanto Dios está trabajando en el corazón de su hijo por allá, Dios lo está llevando a donde necesita llevarlo.

Hay uno que se quedó en la casa y que se porta siempre bien y hace todas las cosas bien, hay otro que crea problemas. Pero en algo Dios estaba trabajando en una forma diferente porque es que los hijos tienen diferente temperamento hermanos. Diferentes llamados y Dios quiere hacer diferentes cosas en ellos.

Lo que yo quiero decir es que nuestros hijos son bendecidos porque el sello de Dios está sobre ellos, porque Dios es un Dios generoso, misericordioso y Él vé la justicia de sus padres, Dios vé el amor de sus padres por ellos y las oraciones de sus padres. Y yo creo que el sabueso divino siempre está detrás de ellos aunque se vayan lejos pero la soga no los suelta en ningún momento.

Y el Señor los lleva a través de procesos. No todos están llamados a hacer lo mismo y desgraciadamente hay veces que nosotros tenemos que vivir procesos para poder llegar a ser lo que Dios quiere que nosotros seamos. Cada uno de nosotros es un mundo diferente. Y Dios entonces deja que los hijos vayan en diferentes lugares. Mientras tanto aún mientras nosotros sentimos el dolor de no tenerlos donde nosotros los queremos tener yo creo que debemos persistir en confesar el buen propósito de Dios en la vida de ellos para el futuro y tenemos que bendecir, y confesar que no, Dios no ha terminado todavía.

Porque un día ese padre que estuvo allí sufriendo por ese hijo tanto tiempo lo vió regresar a su casa. Escarmentado, apaleado, humillado, más humilde y entonces pudo encontrar su lugar en la familia y continuar adelante. Y Dios quería tratar con ambos en diferentes maneras. Quizás los que más se tardaron en llegar al conocimiento del Señor son los que van a amar más al Señor porque saben de dónde Dios los rescató así que no sabemos. Así que yo creo que siempre tenemos que reservar una medida de alabanza, de fé y de creencia en la bondad y la misericordia del Señor.

Por eso es que el Señor dice aquí: "Regocíjate estéril, la que no daba a luz y levanta canción y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto porque más son los hijos de la desamparada que los de la casada". Tenemos que visualizar el estado en que Dios va a tener a nuestros hijos; son, Dios habla en presente en todo momento.

Entonces esa idea de regocijarnos es bien importante en todo. Yo creo que hay muchas maneras también de regocijarnos en términos de la familia y del hogar. Hay que cultivar el gozo en nuestros hogares también. Yo creo que nuestros hogares deben ser lugares de alabanza; deben ser lugares de alegría, de buenas palabras, de cosas positivas. Tenemos que llenar nuestros hogares de buena música, adoración, risa, la compañía de familia. No permitir que nuestros hogares sean simplemente lugares así lúgubres y tristes.

Por eso es que yo creo que la Biblia nos llama también a ser hospitalarios, porque hay algo bueno de cuando un hogar se llena de la risa de amigos y de familiares, el olor de una buena comida ¿verdad que sí? ya me está dando hambre solamente de mencionarlo. Pero qué bueno cuando nuestros hijos crecen en hogares positivos donde hay alegría, donde hay gozo, donde mamá y papá se aman, donde los hijos son celebrados y donde hay bendición del Señor. Tratemos de hacer nuestros hogares lugares de alegría y de gozo. Cultivemos un hogar y cuidemos la atmósfera de nuestras casas. Que no hayan palabras hirientes, que no hayan conflictos evidentes, donde haya harmonía, donde haya bendición porque el regocijo atrae la bendición y el gozo del Señor.

Y dice la Palabra que el gozo del Señor es nuestra fortaleza. Yo creo que por eso es que tenemos que celebrar siempre en nuestra vida y pedirle al Señor que nos llene de una actitud de gozo. ¿Sabe que yo creo que se toma la misma cantidad de esfuerzo deprimirse que alegrarse sinceramente? Usted tiene que trabajar duro para deprimirse. ¿Por qué no trabajar duro para tener una actitud de gozo? Uno a veces se siente como que no le huelen ni las azucenas ¿no? pues entonces reprenda ese espíritu de depresión y diga: no, yo me voy a gozar hoy en el Señor hoy, yo voy a celebrar la bondad y las bendiciones del Señor.

Ayer yo tuve un día maravilloso pero también exigente como decía Gregory, mi familia me acompañó allí a Gordon-Conwell. Usted no sabe lo que es predicarle a 1200, 1400 personas y una gran parte de ellos estudiantes que terminan estudios de teología y profesores del seminario y todo eso le quema el sistema nervioso a cualquiera y en un ambiente tan solemne como la graduación ¿no? Y esta mañana como que tenía las neuronas encogidas así.

Pero orando al Señor y clamando a Él uno como que comienza a soltarse. Y le digo: Señor dame una Palabra y después de estar en ese ambiente cualquier cosa parece menor, como que necesita unos tres días para recuperarse. Yo estaba allí y el Señor pero de una manera tan soberana, tan linda me abrió ese pasaje; yo no sé cómo llegué a él pero fue como que Dios me lo puso allí en el camino y me dijo: mira predica sobre esto. Porque uno puede predicar sobre muchas cosas pero yo no sentía que iba a coger un sermón de esos y recalentarlo sobre las madres.

Y de momento ví este pasaje y dije: wow nunca lo ví de esa manera, un llamado a las madres y a los padres a ciertas actitudes, ciertas cosas porque tenemos un Dios proveedor; Dios me dió gozo en ese momento, me dió paz. Me siento cansado físicamente pero me siento gozoso en el Señor, un Dios tan bueno, un Dios tan poderoso. Esto quizás me saca del tema pero por eso le digo que nosotros tenemos que aprender a gozarnos del Señor porque Dios es tan detallista.

Y aunque nosotros estemos pasando por grandes pruebas, grandes tribulaciones tenemos que creer en un Dios puntilloso que se preocupa por nosotros y que a veces nos da, tiene unos detalles tan chiquitos con nosotros pero hace creer que verdaderamente es real. Esto no lo compartí con Meche, yo estaba en un salón grande donde llegaba la facultad a ponerse sus togas y sus birretes y todo esto, y yo estoy pensando en el sermón que voy a dar a toda esta gente escogida, y yo decía: no estoy seguro de si lo que yo escribí que yo sentía que el Señor me lo había dado, si iba a llegar al blanco, si era buen contenido, buen material; si era el tono adecuado, si estaba a la altura del momento, me siento un poco inseguro acerca de ello.

Y no sabía si el tema inclusive era un tema que iba a agradar porque era un tema un poquito confrontativo hasta cierto punto pero también de ánimo, yo quería presentar eso. Pero mientras estoy allí escucho al presidente de la junta directiva de Gordon-Conwell, un distinguidísimo Pastor presbiteriano ya retirado hablando con un profesor del seminario comentando acerca de un incidente que ellos acababan de vivir hace poco en una conferencia. Y es interesante pero el tema que ellos estaban discutiendo estaba perfectamente a tono con el mensaje que yo había preparado.

Y fíjese que lo que me vino a la mente enseguida es cuando Gedeón estaba dudando de si Dios estaba con él antes de ir a la guerra contra los madianitas. Y Dios le dijo: mira desciende al campamento y escucha lo que están diciendo allí. Y cuando estaba dentro del campamento Gedeón escuchó a dos hombres acerca de unos sueños que habían tenido ¿recuerdan? de un pan que rodaba y destruía a todo el ejército y otras cosas y eso fortaleció el corazón de Gedeón. Y como que Dios me dijo: mira tú eres Gedeón dudando de lo que Yo te he dicho y de lo que Yo te he mandado a hacer, ahí de envío una Palabra de consuelo porque eso me calmó un poco mi corazón y mi espíritu y para gloria del Señor el mensaje fue tremendamente bien recibido y fue de bendición.

Pero lo que le quier decir hermano es que uno a veces está sudando la gota gorda en la vida y temiendo y quejándose y Dios quiere que nosotros disfrutemos de la vida, Dios quiere que en medio de todo aprendamos a regocijarnos porque Él está en control en última instancia. No hagamos de nuestra paternidad, de nuestra maternidad algo que nos robe el gozo del Señor. No temamos demasiado tampoco por la bendición. Dios se encargará al final, Dios es fiel, Dios es bueno, para siempre Su misericordia ¿amén? vamos a celebrar nuestra paternidad, nuestras familias y vamos a gozarnos en el Señor.

Jeremías 29:11 un pasaje que ustedes saben que es maravillosamente apropiado para tantas cosas, donde Dios le dirige su Palabra de ánimo a un pueblo hebreo que está deprimido y triste que está en Babilonia y acaban de llegar allí, y la tendencia es a encogerse y a esconderse y a deprimirse y no tener hijos, y a vivir una vida anónima, y Dios les dice a ellos: "Así ha dicho Jehová de los Ejércitos, Dios de Israel a todos los de la cautividad que hice transportar de Jerusalén a Babilonia: Edificad casas y habitadlas y plantad huertos y comed del fruto de ellos; casaos y engendrad hijos e hijas."

Qué lindo. A veces: ah no vamos a tener hijos, esto. Yo entiendo el temor pero fíjese que aquí el Señor dice: miren cásense, tengan hijos e hijas, los hijos son bendición del Señor. Dad mujeres a vuestros hijos y dad maridos a vuestras hijas. Fíjese que no dice: dad mujeres a vuestras hijas y maridos a vuestros hijos ¿no?. El Señor siempre sabe bien, a Dios no hay que, amén (aplausos). Ese es un anuncio no pagado pero yo no veo en la Biblia en ninguna parte acerca de estos enjambres de maldad, enjundios de maldad que el diablo quiere. No.

"Dad maridos a vuestras hijas para que tengan hijos e hijas y multiplicaos allí y no os disminuyáis dice el Señor." Tenemos que adoptar actitudes positivas. En medio de la maldad del mundo y de sus amenazas vamos a gozarnos en el Señor, vamos a celebrarnos, vamos a preparar una buena comida y después le pedimos al Señor perdón si comimos demasiado (risas) o hacemos un poquito de ejercicio extra ¿no?

Pero nuestros hijos aprenderán yo digo de nosotros qué tipo de actitud tendrán en la vida, si de gozo y de optimismo o depresión y pesimismo. ¿Sabe qué? usted va a marcar mucho a sus hijos con su comportamiento. Si los hijos ven a mamá y a papá optimistas y cuando hay problemas: no, podemos salir adelante en el nombre del Señor, si ven un lenguaje positivo en la boca de sus padres, si ven a sus padres sobreponerse ante cualquier situación de dificultad o de adversidad; si ven a sus padres constantes y fieles confesando positividad y gozo del Señor cuando vienen las pruebas. Si ven a papá y a mamá allí juntos peleando cuando viene la adversidad y la dificultad los hijos van a aprender de eso también y van a recordar eso, y ellos también van a tener esa misma actitud de gozo y de empuje hacia la vida.

Por eso es que nuestros hijos siempre nos están mirando si estamos alabando y regocijándonos o si estamos deprimiéndonos y echando pestes de la vida o de Dios. Entonces llenemos nuestros hogares de alegría, de risa, de actitudes positivas, de buenas expectativas acerca del futuro porque Dios tiene buenas cosas para nosotros. Y celebremos también a nuestros hijos, celebremos.

El Señor me trajo a la mente el Salmo 113 el versículo 9 con respecto a esto mismo. Dice: "Él hace habitar en familia a la estéril que se goza en ser madre de hijos" que se goza en ser madre de hijos. Hay muchas hermanas que lamentan porque los hijos le quitan la figura, cuando dan a luz están preocupándose y los hijos ahí nueve meses sintiendo el rechazo de la madre muchas veces. Madre regocíjate en ser madre, celebra tus hijos, vengan como vengan celébralos, la vida hay que celebrarla.

Tenemos que vivir en una cultura que celebre a los hijos, yo creo que eso es parte de esto de celebrar y gozarnos, tenemos que gozarnos. Yo creo que las culturas de vida, hace un tiempo atrás prediqué acerca de culturas de vida y culturas de muerte. Las culturas de vida giran alrededor de los niños y de los hijos. Las culturas de muerte giran alrededor de los adultos. Las culturas de muerte sacrifican a los hijos por los adultos y entonces la madre dice: bueno mi matriz es mi propiedad, ese es mi real estate y yo puedo hacer lo que yo quiera con mi matriz; si quiero matar a la criatura eso es asunto mío porque eso está allí dentro de mí. Las culturas de vida dicen: no esta vida es autónoma y es una creación de Dios, y yo no puedo hacer lo que me da la gana con ella porque es una vida, está dentro de mí pero es una vida separada de mí también.

Y cuando los padres se van a divorciar piensan primero en esos hijos que van a crecer sin un padre, sin una madre en un hogar dividido y lo piensan dos o tres veces, y pelean por mantener el hogar unido porque los hijos son importantes y pensamos en ellos en vez de: no ya yo no estoy enamorado de mi mujer, de mi esposo y vamos a separarnos y buscar otra vida, y hacer otra cosa nueva ¿y qué de esos niños que tú trajiste a la vida? Tú te debes a ellos y si tú haces lo correcto Dios te va a bendecir y tú vas a encontrar la razón de amar a tu esposa y de mantener a tu hogar unido, no reniegues de tu hogar.

Tenemos que celebrar y valorar a los hijos, son preciosos delante de Dios. Los hijos son herencia dice del Señor y si los celebramos y nos gozamos en ellos en hogares que celebran la vida y la familia Dios va a hacer anidar Su bendición sobre esos hogares. Así que todo esto está alrededor de esa Palabra, es el llamado a regocijarnos ¿no?.

En segundo lugar tenemos que comenzar a establecer las bases. No quiero dejar esto en el aire, escuche esto también. Primero regocijarnos con todo lo que es eso, una cultura de gozo, regocijo, celebración, expectativa de la bendición de Dios, todo esto pero en segundo lugar tenemos que comenzar a establecer las bases y las estructuras para el futuro que visualizamos para nuestros hijos, eso suena un poquito complejo pero lo voy a leer de nuevo. Tenemos que comenzar a establecer las bases para el futuro que visualizamos para nuestros hijos.

Eso me lo recordó este mismo pasaje cuando después de ese llamado al gozo y a la celebración el Señor le dice a esta misma mujer, le invita a tomar acción. Le dice: "Ensancha el sitio de tu tienda y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas, no seas escasa; alarga tus cuerdas, refuerza tus estacas." ¿Qué hay aquí? Hay un llamado de regocijarse en expectativa de lo que viene pero entonces Dios dice: ¿sabes qué? pero si tú vas a tener más hijos será mejor entonces que compres una casa con más cuartos de dormir, vas a necesitar una casa más grande. Vas a tener familia, vas a tener influencia así que prepárate un lugar más grande.

Así que en este caso le habla a gente que vivía en tiendas de campaña. Entonces les dice: bueno búscate una cortina más grande para que la tienda sea más grande y no solamente eso, vas a necesitar cuerdas más largas para afirmarlas porque es una cortina más grande y también estacas más fuertes porque la tienda va a ser más pesada y va a tener más viento tratando de sacarla por tanto la tienda tiene que ser más fuerte. Llama a esta mujer a planificar a la luz de lo que ella espera acerca del futuro, de la visión optimista positiva que ella ha concebido.

¿No? porque mucha gente cristiana vive yo diría en disonancia entre la visión espiritual cristiana que tienen como hijos de Dios y las acciones, y la conducta y la vida diaria del hogar, y los hábitos que cultiva y la forma en que están preparándose para el futuro que envisionan o conciben para sus hijos más adelante. Hay una contradicción entre lo que confesamos con nuestra boca, lo que creemos con nuestra mente y nuestro espíritu y en realidad lo que estamos viviendo en la educación que le damos a nuestros hijos y las cosas que encarnan en nuestro hogar y tiene que haber una consonancia entre la visión y la construcción en otras palabras y voy a hacer un resúmen para que entiendan un poquito más lo que estoy diciendo.

Por ejemplo si tú quieres hijos brillantes y exitosos, logrados profesionalmente y por lo menos que tengan un buen oficio, que sean trabajadores, que se sostengan bien, puedan sostener su hogar. No tienen que ser necesariamente presidentes de la nación pero un buen plomero oiga qué necesario es en el mundo, un buen electricista, un buen albañil. No tiene que ser un genio pero uno quiere hijos que sean trabajadores, productivos, que se ganen bien la vida ¿verdad que sí, amén?, que tengan propósito en la vida, que planifiquen, que tengan una vida productiva.

Entonces si tú quieres hijos así productivos en la vida, exitosos en la vida tienes que estructurar tu hogar de igual manera ¿verdad que sí? Hay que estructurar el hogar desde un principio para que el hogar sea un sitio de aprendizaje donde todo lo que los hijos vean y reciban los canalice en la dirección hacia la cual nosotros los queremos llevar. ¿Sabe que producir un ser productivo, un ser exitoso en la vida eso no es un día? Usted lo llama un momentito porque se le ocurrió y le da un consejo y ya usted cree que con ese consejo el muchacho va a cambiar de la noche a la mañana. No, eso es un trabajo 24 horas al día, 7 días a la semana, 365 días al año por diez, quince años.

Y después cuando tenga los hijos usted va a tener que estar educándolos y ayudándolos a seguir adelante, nunca termina. Ser padre, madre nunca termina y usted tiene que saber que eso es un trabajo constante. Frecuentemente le pedimos al Señor hijos inteligentes y profesionales, bien comportados, temerosos de Dios pero nuestros hogares no reflejan esas prioridades.

Pregúntate ¿cuántos libros hay en tu casa? ¿Cuántos libros hay en tu casa? Hay hogares donde los libros brillan por su ausencia. Ahora encontrará un televisor en cada cuarto y un radio en cada esquina, yo espero que no esté dando golpes a nadie aquí en el servicio. ¿Qué tiene un lugar prominente en tu casa hermano o hermana, una buena biblioteca o un televisor de 84 pulgadas?

En otras palabras yo creo que algo tan sencillo, cuando los niños se crían con una visión desde el principio; por ejemplo cuando se crían manejando libritos aunque no los puedan leer, un bebito de 6 meses manejando un librito de goma aunque sea pero ya se acostumbra a la idea de páginas, se acostumbra a la idea de este objeto mientras que si un niño no crece con esas cosas a los 5 o 7 años cuando usted quiera es un objeto que viene de Plutón o de Marte ¿usted entiende? muchos niños no crecen en un hogar donde se les anima a ser niños inteligentes, estudiosos, disfrutar de la lectura porque eso requiere un proceso de aprendizaje y de entrenamiento.

Yo aplaudo a Meche porque nosotros tenemos una biblioteca bien grande en la sala principal. Cuando nuestro nieto Caleb estaba con nosotros aquí en Boston antes de que se fueran para Nashville Meche dijo: ¿sabes qué? vamos a tomar una parte de la biblioteca porque como Caleb siempre estaba ya visitando la casa y vamos a poner los libros de Caleb allí, porque los libros de los adultos estaban allí pero queríamos que él se forjara una idea también de que sus libros eran importantes y que eso tiene lugar y todavía esos libros están allí, es decir que cuando él viene a visitar él viene a buscar sus libros y están allí en ese lado de la biblioteca.

Se forma una visión de que los libros no son algo foráneo, extraño para ser rechazado, el niño se acostumbra a los libros. Yo estaba viendo un video hace poco de los judíos ortodoxos, asiri jews se llaman, son los bien, bien ortodoxos y es interesante. Cuando ellos están educando a sus, desde la edad creo que como de cuatro años o algo así hay un momento en que como que les comienzan a enseñar las letras del alfabeto hebreo. Y una de las cosas que ellos hacen y claro todo esto está acompañado de la Palabra de Dios, lo primero que ellos aprenden son las letras del alfabeto hebreo pero usando textos bíblicos.
Mire qué interesante ¿por qué creen ustedes que los judíos se están quedando con el mundo? Ese paisito tan chiquito ya un país tan exitoso, tan influyente, tan lleno de éxito y de dinero es porque esa gente tiene un propósito de educación tremendo. Entonces esos niñitos cuando son educados los llevan al Yeshivá, al lugar donde estudian y entonces les ponen encima de las letras un dulcito encima de cada letra. Entonces cuando el niño pronuncia la letra la primera vez le dan el dulce y el rabino que está enseñando dice: porque queremos que asocien lo dulce del dulce con la letra de la palabra.

Fíjese qué inteligente ¿no? Yo creo que nosotros tenemos que a nuestros niños, si queremos niños educados padres. Quizá usted no tuvo la bendición y la fortuna de criarse en un hogar donde los libros y la educación y el estudio y la cultura fuera algo prominente. Pero mire usted puede comenzar en el nombre del Señor, cambie la cultura; cambie usted el giro generacional y comience usted por fé, comiencen a exponer padres jóvenes. Esa joven con su familia que pasaron aquí al frente con esa hermosa niña, esa bebita; hey: cómprenle libros desde chiquitita ahora mismo, váyase a Walmart y cómprele su primer librito si no lo tiene ya y denle de comer, de beber de la leche del conocimiento.

Llevemos a nuestros hijos a un museo, a un concierto, a una exhibición de arte aunque usted nunca haya ido aquí al Museo de Bellas Artes de Boston no tema; vaya en el nombre del Señor. Los sábados yo creo que incluvise es mucho más barato y para cierta edad son gratis. Y hay veces que el museo tiene. Mire aunque usted nunca haya ido a un museo, aunque usted mire una obra de arte y no sepa si está boca abajo o boca arriba vaya de todas maneras. Lleve a sus hijos. Quizás van a respingar y van a protestar pero póngalo a oler, a disfrutar de la atmósfera, métalos; expóngalos, llévelos aunque sea, poco a poco ellos irán aprendiendo. Hay que romper la inercia pero tenemos que esforzarnos.

Hay tantos conciertos que son gratis o baratos y de todas maneras si hay que hacer una inversión lleve un día a sus hijos a un buen concierto y vístalo bien, que sea algo especial y después vayan a MacDonalds y cómanse una hamburguesa ahí con una Coca Cola pero que sientan que es algo especial para sus vidas ¿no? Pero expongámolos al conocimiento; la pregunta es: ¿estamos planificando para tener hijos estudiosos? ¿Qué se escucha mayormente en nuestros hogares, estamos estructurando nuestros hogares para el futuro que concebimos para nuestros hijos, la ropa que les compramos por ejemplo?

De paso voy a hacer un paréntesis aquí yo sé que hay hermanos nuevos creyentes que tenemos una clase de nuevos creyentes. Si ustedes están tomando esa clase y tienen que ir hacia allá no me voy a ofender si se ponen de pie, no se preocupen vayan hacia allá y tenemos que acostumbrarnos a eso, están más que invitados a hacerlo porque eso es parte de. Pero de nuevo la ropa que le compramos a nuestros hijos, los juguetes que le compramos a nuestros hijos ¿qué valores les estamos estructurando a ellos no?

Yo veo a padres que gastan mucho dinero en la educación de sus hijos. Yo prefiero hermano en gastar buen dinero en la educación de mis hijos que en unas vacaciones por allá por Jamaica. Con ese dinero si puede hacer los dos gloria a Dios qué bueno pero si tiene que escoger cómprale el libro, cómprale ropa buena para la escuela, invierte en una buena escuela si puedes hacerlo; cristiana o privada, lo que sea. Ponlos en una clase de música, llévalos a I Wanna el viernes en la noche, llévalos al culto de jóvenes; invierte en tus hijos.

Yo digo aquí hay que invertir mucho dinero en la educación de nuestros hijos y crear hogares donde la cultura esté por todas partes para que ellos aspiren ese aire de cultura ¿no? Otra cosa con respecto a esto: hay que invertir mucho tiempo en nuestros hijos, hay que mantenerse pegados a ellos. El trabajo nunca debe quitarnos la capacidad para estar en estrecho contacto con nuestros hijos y si queremos formarlos con nuestros valores y nuestra sensibilidad cristiana tenemos que apartar tiempo y estructurar tiempo para estar con ellos continuamente, tiempo de calidad.

A veces estamos cansados, nosotros llegamos a la casa y estamos agotados y nuestra tendencia es prender el televisor para que el televisor los atienda mientras nosotros hacemos otras cosas, nos acostamos con sueño y hacemos la comida. Y me refiero a los hombres, varones: no le dejemos a las madres solamente la educación de los niños por favor, el diablo lo reprendemos en el nombre del Señor; eso es una doctrina engendrada en el infierno esa teoría de que la mamá es la que educa a los hijos. Óigame qué importante es que los padres saquen tiempo para la educación moral y ética de sus hijos, óigame.

Hombres ustedes no saben la importancia de que sus hijas, sus hijos de que cuando ellos crezcan y se vayan a otra ciudad o lo que sea tengan el recuerdo de un padre que se sentó junto a ellos y los protegió, invirtió en ellos, es tan importante que esto sea. No podemos dejarle a la televisión, a la escuela o aún a la Iglesia el trabajo de formar la sensibilidad de nuestros hijos. Termino yo sé que ya el tiempo, con esa de nuevo reforzando esta Palabra de bendición y de confianza.

El versículo 4 dice: "No temas pues no serás confundida y no te avergüences porque no serás afrentada sino que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria, porque tu marido es tu Hacedor, Jehová de los Ejércitos es Su Nombre y tu Redentor el Santo de Israel" gloria al nombre del Señor.

Hermano, hermana usted está quizás pasando por alguna tribulación con sus hijos, quizá hasta se siente un poco avergonzado. Dice el Señor no te avergüences, no serás afrentado; no temas, no serás confundido porque Dios es, tu marido es tu Hacedor. Quizás hay madres solteras aquí que se sienten que carecen de la presencia de un hombre para apoyarlas y respaldarlas. Hey: usted tiene un marido que es mejor que cualquier hombre en el nombre del Señor, usted tiene al Dios de los Ejércitos a favor suyo; Dios está con usted, no se avergüence, no tema, no retroceda, Dios es más que suficiente.

Si no tienes el respaldo de un esposo hija de Dios Dios es más que suficiente para darte la victoria y sacarte adelante y si las cosas no te han ido tan bien y te sientes un poquito avergonzado y triste no te preocupes que a la larga el Señor te va a dar la victoria porque Él está comprometido contigo. Dios se encargará de que nuestros hijos vayan por el camino correcto y que al final tengamos la victoria.

Qué lindo. Termino con esa Palabra de consuelo de los versículos 15 al 17. Dice: "Si alguno conspirare contra ti lo hará sin Mí, el que contra ti conspirare delante de ti caerá; he aquí que Yo hice al herrero que sopla las ascuas en el fuego y que saca la herramienta para su obra, y Yo he creado al destruidor para destruir" en otras palabras Yo tengo control de él porque Yo lo creé para un propósito "ninguna arma forjada contra ti prosperará y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová y su salvación de Mí vendrá dice Jehová."

Así que hermanos Dios te consuela en esta mañana, Dios te infunde una Palabra de esperanza, yo te bendigo en el nombre del Señor; vamos a poner otra vez sobre el arado con una Palabra de victoria que nadie puede robarnos. Aunque el camino y el proceso sea un poco elaborado y complejo al final Dios se encargará de que nuestros hijos entren en el redil celestial y que lleguen a ser lo que Él quiere que sean y lo que nosotros deseamos también que sean. Que el Señor les bendiga y madres les amamos, les bendecimos en el nombre del Señor, declaramos la gracia de Dios sobre sus vidas. Son una inspiración sobre nosotros.

Vamos a ponernos de pie y darle gracias a Dios por Su bondad, Su misericordia en este lugar hoy y por poder ser parte de una familia que tenemos todos los recursos del cielo a nuestro favor, por lo tanto no hay manera de que en última instancia fracasemos. Algunos triunfaremos más temprano, otros un poquito más tarde pero todos llegaremos a la meta dice el Señor.

Así que gracias Padre. Llena nuestros corazones de Tu consuelo en este día, salimos de aquí confiados de que Tú vas con nosotros. La derrota no es una opción para nosotros. Si alguno de nosotros tiene temor en su corazón, tenemos dudas nosotros confesamos que Tú eres bueno y para siempre es Tu misericordia. Gracias porque no nos has llamado al fracaso sino a la victoria. Llena nuestras madres de doble sabiduría.

Pedimos sobre todo por esas madres jóvenes, por esas madres solteras, por aquéllas que están batallando por sus hijos; llena sus corazones de paz y de gozo y de santa expectativa de bendición. Tú eres nuestro fundamento, en Ti estamos confiados y Tú nos darás todos los recursos que requerimos. Bendecimos nuestra juventud, nuestra niñez en esta Iglesia. Ayúdanos a ser una Iglesia familiar que provea sólidas estructuras para el futuro de nuestros hijos. Te damos gracias Señor en el Nombre de Jesús amén y amén. Dios les bendiga hermanos, la gracia del Señor sea con ustedes en este día.

Clear Teaching for a Culture in Flux

TRANSCRIPT

Today you set out on a journey that is glorious, but also daunting. This graduating class will have to minister in large degree to a culture that, perhaps like never before in American history, is alienated and skeptical with respect to the values and claims of Christianity and Christian institutions.

This state of things, of course, is nothing new. It has been intensifying with each passing year, and may continue to increase for years to come. This hostile spiritual environment will make it increasingly difficult to carry out ministries that will be attractive to the prevailing ethos and at the same time biblically faithful.

The challenges and temptations you will face over the course of your ministries will be subtler and more perilous, the nuance that will be expected of you will more delicate, the inner tensions and ambivalence you will experience will be more intense, than perhaps that of other ministerial generations that have gone before you.

The fact is that we are in the middle of a period of frenzied social, moral and cultural experimentation in America that becomes progressively more intense. These social experiments take ever greater risks. They also grow more and more ambitious in their scope, as well as in the degree to which they reject the constructs and moral foundations established by past generations.

Modern science and technology, a pervasive and sophisticated media with a decidedly secular orientation, the pluralistic outlook of our globalized world, among many other factors, have provided our culture with the analytical tools to be able to deconstruct and neutralize the most sacred and long- held assumptions of society.

The traditional understanding of time, space and eternity is increasingly unsettled by ambitious scientific speculation that includes exotic concepts such as string theory, dark matter and parallel universes. Evolutionary psychology, neurobiology and the exploration of the human genome lead us to question traditional understandings of moral responsibility, free will, love, altruism and even the human soul. Militant homosexuality and the advent of gay marriage send sensitive, reflective Christians into a tailspin of self-questioning and anxious reexamination of our traditional understandings of the creation narrative, human sexuality and the inerrancy of Scripture. Freud, Darwin, Marx and Einstein, and the thought systems they have spawned, have entered the collective consciousness, and made the journey of faith much more complicated and laborious for everyone.

While it is true that most Christians don’t necessarily process these fundamental conflicts in the crisp, lucid way that we are presenting them, the fact remains that they do experience their net effect in an implicit, general way. The white noise created by all the questioning, discordant voices that continually bombard our culture produces dazed, disoriented believers who no longer know what to believe. Their Christian world-view has received devastating body blows, and often they cannot pinpoint exactly why they have lost the sense of clarity and passion about their faith, or why they cannot bring themselves to trust their Christian institutions and spiritual leaders.

Of course, there is also that vast mass of individuals in our culture who simply remain unreached by any kind of Christian influence. Millions of Americans look at Christian culture and teaching from a distance, through a thick glass, darkly and suspiciously. They are truly pagan in the historical, technical sense of the word—untilled spiritual soil, their sensibility essentially untouched and unprepared to process the complexities and paradoxes of the Christian faith.

These modern skeptics, however, are not virgin soil, waiting neutrally and objectively to consider our claims. They are possessed of an intellectual armor and an analytical arsenal that renders them almost impermeable to traditional evangelistic approaches. Their spirits are sealed. They are like the walls of Jericho, securely shut against the preaching of the gospel.

If they are to be reached and their armor penetrated, this will not be accomplished by winsome preaching or polished apologetics alone, important as these are. It will require anointed ministries, saturated with the principles of the Kingdom and profoundly yoked to the person and power of Jesus Christ.

We may feel tempted to get depressed by this picture, but it’s simply a point of departure. This ministerial reality that we inhabit is stark, but it is not hopeless. It’s not the first time in history that Christianity finds itself against the ropes, and ironically, it seems to be our best position anyway. Jesus has promised that the gates of hell shall not prevail against his Church. Adversity and complexity is merely the backdrop for a God who clearly loves drama, and who delights in stepping in at the last minute to rescue drowning disciples.

What we do need to ask is: In the light of these insights about our culture, what ministerial outlook and philosophy do we need to adopt? How do we confront the sterile, spiritual landscape that awaits us as we transition from the relatively safe confines of seminary to concrete ministry? How do we build, creative, faithful ministries, whether we go on to do theological reflection and teaching, or pastoral work, or Christian counseling or urban missions?

How do we engage and listen to the voices of the culture, its internal monologue, its exquisite ambivalence, its sometimes valid criticisms of Christians and institutional Christianity, without going ourselves over to the dark side? How do we become more sensitive to the harrowing predicament of the homosexual, for example, without abandoning the biblical, orthodox understanding of human sexuality? How do we integrate the complexities posited by Darwinism, modern cosmology, feminism, postmodernism — without losing our resolve and the clarity of our message or the crispness of our convictions? How do we expose ourselves to the siren’s call in order to inoculate ourselves against it, without succumbing to its spell and ending up dashing ourselves against the rocks? How do we get into Hamlet’s mind without becoming like Hamlet ourselves?

The fact is that we cannot afford to ignore the powerful intellectual currents of our time and still expect to have ministries that are credible and relevant. Our ministries must be contextualized, and reflect a familiarity and an appreciation of the struggles and questions that our seekers and parishioners wrestle with every day.

We must be able to speak the language of the culture. We must be winsome and sympathetic. Our sermons must reflect compassion toward the gay couple that visits us on Sunday, or the Christian businessman that wrestles with complex ethical dilemmas every week, or the conflicted premed student that oscillates agonizingly between creationism and Darwinism.

The contemporary ministerial dilemma, however, lies in the fact that even as we carry out ministries that reflect grace, justice and cultural sensitivity, we have to remain resolutely orthodox and biblical in our preaching, our discipling and our methodology. It is a delicate balancing act, almost impossible to carry out well and to sustain. The natural temptation will be to go toward one extreme or the other. But by maintaining a firm posture of faith and with the help of the Holy Spirit, there is no doubt that we can succeed in presenting the world with ministries that are both cutting edge and faithful to God’s Word.

My greatest fear for this new ministerial generation is that as it seeks to be faithful in ministry to the values of the gospel—values of love, tolerance, mercy, justice and compassion; that it will end up abandoning, the orthodox, historical, biblical understanding of these exalted principles, and that it will end up gradually absorbing instead the infantile, superficial interpretation of these same values, presented by a disoriented secular culture.

The modern, secular mind has very little understanding of the essential mysteries of the Christian faith; of conscious, personal evil, a fallen cosmos, a holy, sovereign Creator, a purposeful universe, or a God that sacrifices himself on behalf of His creatures. These mysteries, as the apostle Paul reminds us, are to be discerned spiritually, and the natural mind simply doesn’t have the spiritual components to process these things.

The secular sensibility challenges us to be sensitive and affirming, but in so doing, it often expects us to throw overboard almost every distinctive and every paradox of our Christian faith. It offers to come into our churches on Sunday, but only if we suppress the scandalous claims of Christ and his Kingdom. This, of course, is a condition that we cannot fulfill.

We are dealing here with a modern version of the archetypal bargain that Satan offered Jesus in the desert: "I will give you the world without having to go to the cross, but first you have to worship me". If the American evangelical Church accepts this Faustian bargain, like the European Church did centuries ago, it will do so at the cost of its collective soul.

We find ourselves at a fateful crossroads in the long journey of American evangelicalism. It is possible to discern something like a theological paradigm shift taking place in the evangelical sensibility in our nation.

(The very fact that even as we employ the term “evangelical” we’re keenly aware of how problematic that term has become is already an indication of how far we have gone. For the truth is that in our day many Christian leaders and even denominations that have long abandoned the confines of orthodoxy still consider themselves evangelical. They would react violently to the idea that they do not take a high view of Scripture, or that they have strayed from the path of historical Christianity. Perhaps because they have managed to retain the most obvious components of Christian doctrine they have failed to notice that their orthodoxy has developed subtle structural cracks that in time will inevitably lead to its complete collapse.)

American evangelicalism has developed a kind of structural fatigue that threatens to lead us into spiritual compromise and theological capitulation. We have held the fort of orthodoxy for such a long time that we now find ourselves feeling lonely and exhausted, increasingly inclined to fudge the doctrinal edges, and to dampen the call to biblical obedience and personal holiness.

We find it increasingly exasperating and inelegant to insist on the simple truths and the well-worn metaphors of previous generations of believers. We have become overly deferential to the tastes and mores of the time. More and more, we lower the content of our sermons to the lowest common cultural denominator, or hide the cross with embarrassment in order not to alienate potential converts. We make an idol of false love, and allow false dichotomies to develop between justice and mercy, between compassion and truth. We value relationships more than biblical fidelity, and found our ministries more on sociology than on theology or solid biblical exegesis.

The direction in which the nation seems to be going has become more important to many evangelical leaders than the fixed coordinates of “the faith which was once for all delivered to the saints”. Often, we find ourselves embracing social justice not so much because it is a biblical mandate, but rather as a way of gaining points with the culture. We grow increasingly impatient with awkward “culture warriors” that denounce abortion and homosexuality as sin, even as we admit privately in muted tones that they are precisely that.

Perhaps I exaggerate a bit, but you get the picture. With respect to contemporary secular culture, American evangelicals are beginning to reflect a curious version of the Stockholm syndrome, where a victim, after repeated battering and abuse, begins to adopt the perspective of its captors as a means of psychological defense.

What then is the correct ministerial posture that we need to adopt with respect to the complex spiritual environment that we inhabit? Where is the point of greatest leverage for us? How do we lift this culture from the spiritual morass into which it has fallen, without falling ourselves into the pit of subtle unbelief and spiritual compromise?

In this respect, we do well to take some ministerial pointers from the apostle Paul. When he had to address the intellectually sophisticated Corinthian culture, he adopted a totally counterintuitive approach. In 1 Corinthians 2:1-5 he states:

And I, brethren, when I came to you, did not come with excellence of speech or of wisdom declaring to you the testimony of God. For I determined not to know anything among you except Jesus Christ and Him crucified.

I was with you in weakness, in fear, and in much trembling. And my speech and my preaching were not with persuasive words of human wisdom, but in demonstration of the Spirit and of power, that your faith should not be in the wisdom of men but in the power of God.

Paul decided to rely less on cultural acumen and his considerable intellectual resources, and more on the unassuming but ultimately irresistible power of Jesus Christ. He got to power through the weakness of the cross. He sought influence by making himself insignificant. He refused to put on the armor of Saul, and to depend instead on five smooth stones and a sling empowered by the Spirit of God.

I alluded earlier to contemporary American culture being similar to the walls of Jericho, securely shut against the preaching of the gospel. We should remember that the strategy that God gave Joshua to bring down these walls was eminently spiritual, absolutely ridiculous, but ultimately elegant and spectacularly economical. This is the way of the Kingdom. It is repeated over and over again in the narratives of Moses and Pharaoh, David and Goliath, Gideon and the Midianites, Jehoshaphat and Moab.

The world invites us to engage it intellectually and sociologically, but if we make of cultural relevance and intellect our primary ministerial weapons, we ourselves will be defeated and consumed by them. He who kills by the sword dies by the sword.

We must refuse to fight with the weapons of the world, and instead choose to use the ridiculous, deceptively foolish weapons of the Kingdom. We must resolutely bear in mind that “the weapons of our warfare are not carnal, but mighty in God for the pulling down of strongholds.”

In this time of trial and testing for the American church, we should find our directives in the clear, unchanging teaching of the Scriptures, not in the fickle inclinations of society or the vain speculations of disoriented unbelievers. The surest way to end up like Europe, with a decrepit Church and almost complete spiritual irrelevance, is for American evangelicals to adopt a posture of cultural appeasement and theological camouflage.

Against impossible odds such as the ones we face today, our only hope is to revel in our weakness, and to cultivate instead the power of God.

The spiritual shell that encases the mind of so many modern individuals today cannot be penetrated by mere cultural or intellectual arguments, or by being a discreet, winsome presence blended with its surroundings. By engaging in these futile intellectual attempts we only succeed in fueling the insatiable appetite of this culture for intellectual argument and controversy. Instead, we should lay ourselves on the cross, and through our crucifixion generate enough spiritual fire to tear down every spiritual wall that the enemy has erected in our culture.

The safest ministerial posture at this time for American evangelicals is to remain inside the boat of orthodoxy and biblical fidelity, with the cultural storm raging all about us and threatening to drown us, but with the Master inside it, confidently present and ensuring not only our survival, but our safe arrival on the other side, with an enhanced faith and a much deeper understanding of the power and lordship of Christ over every cultural shift and every spiritual conspiracy of the enemy.

As I contemplate our present fear as the Church of becoming irrelevant and slinking into insignificance, I can almost hear the gentle rebuke of Jesus to his panicked disciples: “Why are you so fearful? How is it that you have no faith?” (Mark 4:40)

I firmly believe that the greatest days of the Church, not only in America, but all over the world, are still ahead of us. Even as we acknowledge the daunting complexity of ministry in this modern world, we should look to the future with great hope and excitement. God loves to set up impossible odds, to disqualify us completely, that we might be forced to depend exclusively on Him, and that ultimately He might receive all the glory.

Our present situation in America has all the makings of a glorious biblical narrative. Let us make sure that we enter into this struggle with biblical weapons, and with a resolute biblical outlook.

I declare God’s blessing on you, as you engage in that glorious undertaking.

El don de dar con generosidad

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Tengo la misión de poder hablarles acerca de lo que hay en el corazón de nuestro pastor y es interesante porque estamos viviendo los últimos pasos del desafío para poder terminar la construcción del nuevo santuario. Cuántos están contentos por eso?

Probablemente alguno dirá, Señor, no habita en templo hecho por manos de hombres. Pero lo pasamos bien aquí cuando le cantamos al Señor, o no? aquí hay un montón de templos, ya el Señor habita en nosotros. Pero cuando nos reunimos el Señor trae bendición. Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar, morar, compartir los hermanos juntos en armonía.

Y ahí hay un detalle de la gracia y de la obra del Espíritu Santo y al final dice, porque allí envía el Señor bendición y vida eterna. Sabe cuál es el objetivo de que nos podamos juntar un día en la semana o dos días en la semana? Es que ese momento, cuando usted lo disfruta con sus hermanos, usted salga bendecido. Dígale a su hermano, tu vas a salir de aquí bendecido, por dos razones, dígale, porque el Señor te va a bendecir y porque me viste y porque estoy sentado a tu lado.

Usted sabe que la historia de José dice que el Señor bendecía por causa de José, los que estaban alrededor de él eran bendecidos, así que usted si usted tiene algún hermano a su lado, el hermano debiera sentirse orgulloso de estar bendecido porque está usted a su lado. Y usted debe tener la responsabilidad de bendecir a su hermano que está a su lado, de ser un motivo de bendición.

Sabe, es bueno que cada uno de nosotros pueda entender que necesitamos completar la obra que el Señor nos ha permitido hacer. Este es un tiempo especial para nuestra iglesia donde el reconocer la fidelidad de Dios está a prueba por parte de nosotros. Con esto quiero decir, cuántos de nosotros reconocemos la fidelidad del Señor? El Señor ha sido fiel? El Señor ha estado con usted aún en esos momentos que aún hasta la sombra se le va?

La generosidad de cada uno que como parte de una visión nos hace responsable de terminar la obra que se nos ha encomendado. Hay muchas maneras de mostrar a Dios nuestra gratitud, pero una de las más difíciles es con la constante de dar. No es fácil dar. No es fácil entregar. Al único que le demandamos que dé es al Señor, “Señor, dame, Señor, dame, Señor, dame.”

Y a veces llegamos con la lista de supermercado a la orilla de nuestra cama y en reverencia nos arrodillamos y comenzamos y le presentamos la lista de supermercado. “Señor, dame esto, dame lo otro, me falta esto, me falta lo otro.” Y Dios es tan bueno que nos escucha. Y aún muchas cosas de esas nos responde, y aún muchas cosas de esas él nos las da. Él es fiel. Y no hay otra manera de describir la fidelidad del Señor en nosotros.

Cada uno de nosotros debe entender que estamos en un momento donde la iglesia debe aprender a entrar en la dinámica del reino, de entender que en algún momento de nuestro caminar vamos a tener la oportunidad de ofrecer sacrificio de adoración y alabanza en el área de dar en la obra del Señor.

Nosotros sabemos que dar en la obra es un acto de adoración. Aún la palabra del Señor nos recomienda que cuando nosotros vamos a dar, vamos a adorar, estemos a cuenta con nuestro hermano. Nosotros no podemos llegar delante del Señor ni con una ofrenda monetaria ni con una ofrenda de adoración, si no estamos a cuenta con nuestro hermano. Así que es un desafío constante para nosotros.

No muchas congregaciones tienen la oportunidad de proyectarse hacia estos desafíos. Saben, en Massachusetts hay cientos de congregaciones. Los que llegan a estos desafíos son muy pocos, y aunque es el sueño de cada uno de nosotros como pastores y ministerios, no todos alcanzaremos esta tarea. No está mal hacerlo.

Pero a los que se les permite el Reino de esta manera, somos desafiados constantemente a cumplir con esta labor que el Señor nos ha encomendado. El significado de dar es ceder o entregar algo, alguna posesión, alguna cosa que usted tenga. Pero el dar generosamente significa dar o entregar aún más allá de los intereses o utilidades que podamos conseguir nosotros. Y es ahí donde está el desafío de la iglesia del Señor, llegar a esa dinámica del Reino de dar generosamente es cuando comprendemos que nosotros dependemos de Dios.

Cuántos han aprendido a depender de Dios? Si el Señor ha vestido las flores y los campos, el Señor será fiel con su creación. El Señor ha sido fiel con usted? En la acción de dar generosamente, necesita estar más alto de lo que algunas personas nos puedan decir. Muchas veces somos cuestionados por nuestras familias, nuestros amigos, o incluso la sociedad. Dígame que no le han dicho, “Oiga, usted le entrega el 10% al pastor?” “No, yo le entrego el 1 nomás.”

A cuántos no le han dicho eso? “Y tu le entregas el 10% a la iglesia? Y ese pastor mire el carrito que tiene. Mire las casas que se ha comprado.” A cuántos no nos han dicho eso?

Pero sabemos dónde está nuestra bendición. Y sabemos que no le damos al hombre, obedecemos al Señor. La iglesia del Señor es la única entidad humana y organismo viviente donde la prosperidad y la abundancia se basan en dar al Señor lo que él nos está demandando.

Sabe que el Señor no le pidió a Isaac, solo dame la pierna de Isaac nomás. Se lo pidió entero. Y ahí fue con Isaac. Isaac estaba esperando el cordero, no sabía que era él. A veces el Señor nos pide todo para darnos todo. Muchas veces el Señor nos pide todo para que todas sus promesas comiencen a ser activadas en nosotros.

Sabe por qué le estoy diciendo esto? Porque la iglesia, la congregación León de Judá está entrando en el último tramo del santuario y necesitamos que usted, que la iglesia en general, todos los que nos escuchan en el internet, los que nos van a ver algunos días después, los que van a venir el domingo, puedan venir con una consciencia de reino de decir, “Yo quiero que la obra del Señor se cumpla.”

Hay tres principios, primero sabemos que todas las cosas son de Dios. Salmo, capítulo 24, versículo 1, dice que de Jehová es la tierra y su plenitud. De Jehová es la tierra y su plenitud. Así que de él son todas las cosas. Si nosotros podemos comenzar a entender eso, vamos a comenzar a entender que al Señor no podemos negarle nada. El segundo principio es que todas las cosas provienen de Dios.

En primera de Crónicas, capítulo 29, versículo 12, dice ‘las riquezas y la gloria proceden de ti y tu dominas sobre todo, en tu mano la fuerza y el poder y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos.’

Aún si tenemos la capacidad más extraordinaria que puedan ser registradas en este estado, en este país, el Señor en su misericordia no dio eso. Si tenemos las habilidades, si tenemos la inteligencia y la sabiduría para hacer buenos negocios, no es por un asunto de nosotros, es porque Dios nos dio esas habilidades.

Así que todo es del Señor. Todo proviene del Señor, aún nosotros. En el libro de Salmos, capítulo 100, versículo 3, dice así la palabra del Señor, “reconoced que Jehová es Dios, él nos hizo y no nosotros a nosotros mismos. Pueblos suyos somos y ovejas de su prado.”

El don de dar con generosidad se activa cuando entendemos o entramos en el proceso de entender que de Dios provienen todas las cosas. Nada de lo que tenemos es nuestro por lo tanto, cuando el Señor nos pida, no porque él necesite, sino que él nos prueba, prueba nuestra obediencia, prueba nuestra gratitud y él no dice dame.

Así que si usted cree que esto es una prueba, dígale gracias, Señor. Siempre creemos que las pruebas son como hermanas de las tentaciones. Sabe lo que es una prueba en el Señor? es un examen. Cuántos han dado exámenes en la escuela, en la universidad? Hay algunos que están en los finales, no sé si es la final de la copa del mundo o en alguna otra final, pero las finales, están dando prueba de la prueba. Te miden, qué miden? Lo que tu has estudiado, lo que tu has aprendido en el proceso. Las pruebas que el Señor nos envía a nosotros, si consideramos que darle al Señor es una prueba, es producto de lo que él nos ha enseñado en el camino de la fe.

Él nos ha sostenido, él ha sido nuestro proveedor, él ha sido fiel, de él vienen todas las cosas. Por lo tanto, cuando él dice, ‘hoy día los voy a probar,’ nosotros tenemos que pasar ese examen con una alta calificación. Decirle, ‘Señor, es para ti. Señor, yo aprendí. Señor, yo confío en ti. Sé que tu no me abandonarás, sé que tu no me dejarás, sé que todas las cosas provienen de ti, por eso yo apruebo mi examen.’

Así que si alguno de ustedes piensa que darle al Señor es una prueba, más le vale que la pase. Muchos de nosotros quedamos reprobados. Aquí hay maestros en esta iglesia que saben lo que es reprobar un alumno, y saben lo que es promocionar a otro.

El creyente generoso entiende no solo que Dios es el dueño, sino que además, mire, Dios nos permitió ser sus socios administradores de la creación. Quién le va a dar a usted parte de su capital? Nadie. Quiere ser socio y tu no pones ninguno. Solo el Señor nos permitió vivir de esta sociedad que él nos ha permitido disfrutar, así que somos administradores de las bondades del Señor.

El creyente generoso honra a Dios con sus bienes. Esto lo puede ver en Proverbios, capítulo 3, versículos 9 y 10. El creyente generoso es prosperado en todo. Esto lo dice también Proverbios, capítulo 11, versículo 24 y 25. En todo. Son las promesas del Señor. Usted le cree al Señor? usted le cree al Señor? cree que el Señor cumple sus promesas? Cree que el Señor no se olvida? Yo creo que el Señor no se olvida.

El creyente generoso recibe de la misma forma en que da. En Lucas, capítulo 6, versículo 38 vemos esto. El creyente generoso da con alegría. A Dios no le agradan las caras largas.

Segundo libro de Corintios, capítulo 9, versículo 6 y 7. El creyente generoso se siente y vive más dichoso cuando da que cuando recibe. Mire, lo que es dar en el reino, lo que es la dinámica del reino. Ya no nos preocupamos si vamos a recibir. Algunos sacan las cuentas, ‘bueno, si yo doy mil y el Señor dice que nos va a dar a 30.’ Algunos sacan la cuenta, no? 30, Cuál es la otra, 60 70? Y a ciento por uno, guau! Si doy mil ya tengo para mí palacio.

Y probablemente cuando comenzamos en este proceso de dar, esta mentalidad natural, humana, nos dice, ‘bueno, el Señor me va a bendecir y me va a dar el doble, el triple.’ Pero en la medida que vamos aprendiendo a entregarle al Señor lo que de él es, nosotros ya no nos preocupamos si vamos a recibir o no porque sabemos que él tiene cuidado de nosotros.

Esa es la confianza que debemos tener. La generosidad de los hijos de Dios siempre ha sido un distintivo especial. La gente del mundo no se explica la economía de Dios. La gente en el mundo no se explica cómo en las iglesias se puede hacer tanto con tan poco. Es que nosotros tenemos al creador de todas las cosas, tenemos a aquel que hizo todo de la nada. Por fe creemos que el universo fue constituido por la palabra. Cómo no estar agradecidos del Señor.

En la medida que Cristo con su poder salvador y el Espíritu Santo con su poder de convicción nos facilitan cada día más la decisión de dar a la obra. Hay tantas promesas dadas en la palabra para los que dan, pero cuando dejamos de mirar los beneficios de dar y nos concentramos en aquel que es el auténtico dador de donde provienen las cosas, entonces no nos desesperamos.

Cuando usted da, no se preocupa cuando el Señor le va a dar lo que él tiene para usted. Porque cuando le damos pensando en él, estamos diciendo, ‘Señor, sostenme en tu mano. Yo me afirmo en ti. Yo no necesito otra cosa.’

Ni aún con todo el dinero que usted pueda ganar, ni aún con todas las habilidades que usted o yo podamos tener vamos a reemplazar el poder generoso del Señor. El Señor es un Dios generoso. Dios es un Dios generoso. Y hoy día le hablo a su espíritu para que usted pueda en estos días decir, ‘Señor, enséñame a vivir para dar lo que tu quieres que yo dé.’

A lo mejor usted dice, ya lo he dado todo, y el Señor le dirá, ‘A lo mejor te falta algo.’ Propongámonos en nuestro corazón que el Señor ponga en nosotros el deseo ferviente y ardiente de ser generosos en su obra.

Cuando una iglesia es generosa Dios no escatima generosidad para su iglesia. Así que falta un pequeño tramo, falta un poquitito. Sabe lo que se hizo el domingo fue un acto profético. Cuando todo a nuestros ojos naturales puede ser negativo, a los ojos espirituales estamos tomando la tierra que el Señor nos está entregando. Sabe lo que significa eso? No significa un imperio ministerial, significa que muchos hombres, miles de hombres y mujeres, van a pasar por ahí y muchos de ellos van a tener la oportunidad de conocer a Jesús como su Señor y su salvador y usted y yo vamos a ser parte de esa gran recogida.

Así que piénselo. Por qué no ora al Señor y dice, ‘Señor, yo quiero estar presente en el último tramo.’ Le dice al Señor, ‘Yo quiero que el siervo que tu pusiste ahí realmente viva la tranquilidad del espíritu y que no se esté estresando ni preocupando más allá de lo normal.’

Esta es una iglesia que ha sido bendecida por el Señor. y mientras más demos más bendecidos vamos a ser. El pueblo que ama al Señor no escatima esfuerzos, no escatima recursos, no busca justificaciones, sino que actúa, actuamos porque amamos al Señor y él nos ha amado.

Un párrafo que me llama mucho la atención, libro de Génesis, capítulo 28, acerca del trato de Jacob y Dios en Betel, versículo 15 dice, “He aquí yo estoy contigo y te guardaré por dondequiera que fueres y volveré a traerte a esta tierra porque no te dejaré hasta que hayas hecho lo que te he dicho.”

El Señor no nos va a dejar, él quiere que lo hagamos y él no nos va a dejar, quiere que cumplamos el propósito para lo que fuimos traídos en esta oportunidad. Y despertó Jacob de su sueño y dijo, “Ciertamente, Jehová está en este lugar y yo no lo sabía y tuvo miedo y dijo, cuán terrible es este lugar, no es otra cosa que casa de Dios y puerta del cielo y se levantó Jacob de mañana y tomó la piedra que había puesto de cabecera…”

Cuántos han dormido en una piedra? Señor, no quiero volver a esa bodega donde dormí los primeros años. Señor, no quiero aparecerme en ese ático donde tuve que pasar frío y calor. Sabe lo que hizo Jacob? Bendijo el lugar donde puso su cabeza. No era nada de cómodo. Nosotros estamos buscando una cabecera más o menos cómoda para nuestra cama que el otro día nos haga levantarnos derechitos sin mayor dolor, y compramos una cabecera cara.

A Jacob solo le costó agacharse y acomodar la piedra y poner su cabeza. Se levantó de mañana y aún con una actitud de adorador, de que entendía lo que Dios estaba haciendo para él, bendice el lugar donde puso su cabeza. Sabe lo que hizo Jacob? Dijo, Señor, esta piedra te la ofrendo por ahora. Por ahora te la ofrendo, pero sé que tu me vas a bendecir y dice al final, “E hizo Jacob voto diciendo, − versículo 20 – si fuere Dios conmigo, ya había bendecido la piedra, ya la había untado en aceite, − si fuere Dios conmigo y me guardare en este viaje, − él estaba haciendo suyas las palabras que ya el Señor le había asegurado que lo iba a bendecir, − en que voy y me diere pan para comer y vestido para vestir, y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios…”

Es el Señor su Dios? Es el Señor su Dios? Es el Señor su Dios? Qué le puede decir hoy día al Señor? dile, y esta piedra que he puesto por señal, no tenía un dólar, pero tenía una piedra. A lo mejor tu no tienes un dólar, tienes una piedra, úngela, porque ahí hay bendición.

“Será por señal, será casa de Dios y de todo lo que me dieres el diezmo apartaré para ti.”

El Señor nos dio primero. El Señor nos dio primero, nos entregó a nosotros primero. Entregó a su Hijo por nosotros. Así que yo no sé lo que tu tienes para bendecir, para prometer delante del Señor, pero quiero decirle algo, hay algo que va a nacer de ti estos días, y se lo vas a prometer al Señor y el Señor te va a bendecir.

Cierre sus ojos un momento. Probablemente muchos de nosotros estamos como Jacob, tenemos solo la piedra en este momento. Pero él entendió la palabra del Señor, él entendió que Dios lo iba a bendecir. Sabe, hay un concepto en las epístolas de Pablo, en la epístola de Corintio dice, “El que siembra escasamente, escasamente segará, pero el que siempre en abundancia, en abundancia segará.”

Sabe, lo interesante de esto es que usa la misma palabra en el tiempo presente continuo, el que siembra, no el que sembró ni el que sembrará, sino el que siembra. Todos los días el Señor está pidiendo de nosotros la siembra. No deje de hacerlo, no deje de decir, ‘Señor, yo voy a sembrar esto.’ Un día puede ser las finanzas, otro día puede ser tu tiempo, otro día pueden ser espacio para servirle a él. Hay tantas maneras de sembrar en tiempos distintos delante del Señor, pero lo que el Señor quiere es que constantemente, continuamente sembremos es lo que él nos está pidiendo.

Señor, Señor todopoderoso, yo te pido por los desafíos de esta congregación, yo te pido, Señor, por lo que ha puesto en el corazón, Señor, de nuestro pastor y de la visión de esta iglesia. Yo te pido, Señor, que tu puedas abrir las ventanas de los cielos, que tu abras los cielos y derrames lluvia de bendición sobre una iglesia que se va a volcar al frente de tu trono para dar en gratitud con generosidad.

Yo bendigo a cada uno, Señor, de los que a partir de hoy día va a hacer un nuevo pacto contigo, va a hacer una nueva promesa delante de ti, Señor, y tu traerás lo que has prometido para cada uno de ellos. Gracias Señor en el nombre de Jesús. Amén. El Señor es bueno? El Señor es bueno?

Vamos a ponernos de pie.

Cobrad ánimo pueblo todo de la tierra - Y trabajad

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En el capítulo 2 de Ageo comenzando con el versículo 1 dice: "En el mes séptimo a los 21 días del mes vino Palabra de Jehová por medio del profeta Ageo" mire las figuras que están involucradas en este pasaje "el profeta Ageo diciendo: Habla ahora a Sorobabel hijo de Zalatiel gobernador de Judá" una segunda figura Sorobabel gobernador, tercera persona "y a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote" cuarta entidad "y al resto del pueblo diciendo" y este es el mensaje del Señor " ¿Quién ha quedado entre vosotros que haya visto esta casa en su gloria primera y cómo la véis ahora? ¿No es ella como nada delante de vuestros ojos?

"Pues ahora Sorobabel gobernador ,esfuérzate dice Jehová. Esfuérzate también Josué hijo de Jozadac, sumo sacerdote y cobrad ánimo pueblo todo de la tierra" Congregación León de Judá cobrad ánimo dice el Señor, cobrad ánimo; cobra fuerzas, cobra entusiasmo, recupera la visión.

"Dice Jehová: Y trabajad" trabajad yo incluiría: y contribuíd, seguid dando, seguid creyendo, seguid esforzándoos, seguid dando sacrificialmente; involúcrense, no pierdan la visión, no pierdan la pasión, no pierdan el sentido de compromiso, no bajen las manos, no baje la guardia, no dejen caer los brazos. Trabajad ¿por qué? ¿porque somos fuertes, de empuje maratonista? ¿porque no nos damos por vencidos, no nos rajamos como dicen los mexicanos? ¿Por qué? Dice: "Porque Yo estoy con vosotros dice Jehová de los Ejércitos. Digan conmigo: Dios está con nosotros, más duro Dios está con nosotros, Dios está con nosotros.

Por eso tenemos que esforzarnos y trabajar. Según el pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto así mi Espíritu estará en medio de vosotros no temáis; porque Dios está diciendo: Yo soy el mismo ayer, hoy y por los siglos. El Dios que nos ha dado dos edificios para construir y que nos ha permitido terminarlos y ser una presencia muy real en la ciudad de Boston y hacer cosas extraordinarias que jamás imaginamos cuando salimos de nuestro humilde lugar allá en Cambridge y nos ha puesto en lugar de prominencia, de influencia positiva y respetable ante los ojos de autoridades y de la comunidad.

Es el Dios que está con nosotros todavía y el Dios que está absolutamente comprometido con Su pueblo y con la visión que Él nos ha entregado. Mucha gente a veces piensa: ah Dios estuvo para aquéllo pero no estará por lo otro pero dice mira: el mismo que estuvo con ustedes en Egipto y los sacó con Su brazo extendido está hoy aquí con ustedes también. El mismo Dios que estuvo con Moisés, que estuvo con Gedeón, que estuvo con Elías y con Eliseo, el mismo Dios que estuvo con Pablo y con los discípulos aunque era un puñado de gente asustada cuando el Señor ascendió es el mismo Dios que está con nosotros hoy.

El Dios que nos permite hacer proezas para Su gloria y Su honra, el Dios que fortalece nuestros brazos si nosotros se lo permitimos. Yo estoy con vosotros no teman porque así dice Jehová de los Ejércitos, muy importante dice: "De aquí a poco Yo haré temblar los cielos y la tierra; el mar y la tierra seca y haré temblar a todas las naciones" dice el Señor. Yo haré temblar a todas las naciones y entonces vendrá El Deseado de todas las naciones.

Yo no sé si en su Biblia El Deseado está con mayúscula pero en la mía está con D mayúscula porque no es cualquier deseado, es El Deseado ¿y cuál es El Deseado de todas las naciones? Cristo Jesús; es el que las naciones muchas veces sin saberlo las naciones están esperándolo para que cambie sus sociedades. Convierta el crimen en paz, convierta la ignorancia en sabiduría, convierta la falta del Espíritu de Dios en llenura del Espíritu Santo; convierta las ciudades desoladas por el crímen, por la pobreza en lugares de prosperidad, de bendición, de crecimiento.

El Deseado es el único que puede establecer justicia entre los hombres, que puede liberar las culturas de la droga, del Sida, del embarazo prematuro, del desperdicio de vidas cuando Dios quiere tornarlas en instrumentos para Su Gloria. "Vendrá El Deseado de todas las naciones. Y dice el Señor: Y llenaré de gloria esta casa. Llenaré de gloria esta casa ha dicho Jehová de los Ejércitos." Escuche esto una promesa: "Mía es la plata y mío es el oro dice Jehová de los Ejércitos."

¿Usted sabe por qué nos hemos metido en líos como éste y nos seguiremos metiendo y seguiremos haciendo cosas grandes para el Señor y nos atreveremos a hacer cosas que cuando estemos en medio de ellas nos asusten? porque yo creo lo que dice ahí: Mía es la plata y mío es el oro dice el Señor.

El Señor Jesucristo dice en Mateo capítulo 28: "Toda potestad me es dada tanto en el cielo como en la tierra, por tanto id." La garantía para nosotros cuando perdemos cosas grandes es que el Señor tiene en Su Mano todos los recursos, todo el poder y Él quiere hacerlo correr a través de hombres y mujeres llenos de fé; vasijas que se vacíen para que Su Gloria pueda ser contenida por ellos y Su aceite pueda hacer las cosas que Dios quiere hacer.

Yo estaba pensando esta mañana y voy a entrar de lleno en mi sermón ahora un momento. Estaba pensando en alguien que conozco que está pasando por unas tribulaciones serias en este momento y no voy a decir su naturaleza para que no se me adelante pensando que me estoy refiriendo a ellos. Pero esta persona está pasando por unas pruebas y todo indicaría que lo que esta persona tiene que hacer es echarse hacia atrás, conservar energías, dejar de hacer y lo que el Señor me decía, yo he tenido que orar para que el Señor confirme la Palabra antes de dársela, es que lo que Dios le está diciendo a esa persona es: en vez de dejar de hacer haz más y es algo que atenta contra la situación misma que esta persona está viviendo.

Es una Palabra contraintuitiva porque lo que indicaría la razón es que esa persona deje de hacer y conserve pero lo que yo creo que Dios le está diciendo y como es algo de mucha responsabilidad yo decirle eso a esa persona por eso estoy meditándolo; pero Dios está diciendo: lo que tienes que hacer para salir de tu dilema es hacer más no menos. Y yo creo que hay momentos en la vida de los hijos de Dios en que para que Dios pueda hacer algo mayor en nosotros nosotros tenemos que despojarnos y vaciarnos y las cosas que más amamos tenemos que ponerlas al pie del Señor, ponernos en déficit. Sea lo que sea, sea dar, sea servir de manera que solamente si Dios hace la obra podríamos salir del aprieto en que nos habremos metido.

Yo creo que la Biblia está llena de esas cosas, de esos momentos. Yo creo que Dios le está diciendo a esta Congregación: Yo quiero hacer algo grande entre ustedes como dice aquí, Yo voy a llenar de gloria este lugar y Mi propósito tiene que ser cumplido. En el versículo 7 del capítulo 1 el Señor le dice a ese mismo pueblo de Ageo: "Así ha dicho Jehová de los Ejércitos: Meditad sobre vuestros caminos, reedificad la casa y pondré en ella Mi Voluntad y seré glorificado dice el Señor."

Dios quiere poner Su Voluntad en esta casa y Dios quiere hacer algo a través de nosotros y Dios quiere usarnos en una manera extraordinaria pero hay un precio que hay que pagar. No podemos salir ilesos; tenemos que salir oliendo a humo para que entonces Dios pueda glorificarse como Él quiere. Escúcheme bien: hay que vaciarse para ser llenado.

Cuando Eliseo le habla a la viuda en ese conocido pasaje y la viuda tiene un gran predicamento y no sabe qué hacer porque vienen a quitarle a sus hijos para pagar la gran deuda Eliseo le dice: busquen vasijas vacías, vasijas no pocas; si las vasijas hubieran estado llenas no hubieran podido llenarse del aceite. A veces tenemos que vaciarnos hermanos y nosotros somos un pueblo muy fuerte y Dios no nos va a dar las cosas a menos que no las trabajemos.

Y yo les digo: usted y yo no hemos sufrido a través de la construcción de estos santuarios y estos edificios que Dios nos ha dado a través de estos años, sinceramente. Yo veo a mis hermanos Pastores sinceramente para hacer cualquier cosa estrujándose y haciéndose un ocho para poder construír y apelando todos los domingos y llenando la casa de apelaciones urgentes y de crisis, ustedes y nosotros sí nos hemos esforzado, hemos dado generosamente eso es cierto pero en realidad déjeme decirles que ustedes y nosotros no hemos dado tanto como otras Iglesias dan para la construcción de sus edificios.

Dios ha permitido que aquí haya cierto grado de sabiduría y una economía increíble y ha permitido que este santuario que valdría 10, 12 millones de dólares lo construyamos por menos de 5 millones de dólares ¿por qué? porque Dios ha dado ciencia, sabiduría y conocimiento. Pero hay una medida todavía; yo pensaba que podríamos escaparnos y este santuario hacerlo sin cierta medida de urgencia pero así al final Dios ha querido que pasemos por los mismos propósitos, los mismos procesos que hemos pasado en otros esfuerzos.

Es interesante, esta mañana yo estaba buscando sermones donde he hablado acerca de campañas financieras anteriores y edificios; me encontré con uno qué lástima que no lo traje aquí que tenía que ver con el primer edificio, el 68 de la North Hampton Street, lo prediqué en el 96. Y yo decía, tenía unas notas ahí donde decía: hermanos nos faltan 20 mil y pico de dólares, ya estamos llegando al final decía y las cosas que necesitamos hacer requieren un dinero adicional y ahora mismo nos faltan 20 mil y pico de dólares para pagar nuestro elevador y necesitamos una ofrenda especial de parte de ustedes. Yo dije wow deja vu, otra vez.

Y es interesante que este es el tercer proyecto y siempre hacia el final. Ahora ¿qué es lo que pasa cuando una madre va a dar a luz, una mujer? Ahí vienen los dolores de parto ¿verdad que sí? la matriz se pone recia y hay temblores y hay náuseas, hay todo tipo de dolores y hay casi un arrepentirse de haberse metido en el aprieto. Y pues estamos en ese proceso ahora mismo, estamos ya preparados; falta poquísimo y una de las razones como yo les decía que yo quería que ustedes vinieran acá es porque algunos hermanos creen como que no, esto como dice aquí en otro pasaje, este pueblo dice: "No ha llegado aún el tiempo de que la casa de Dios sea edificada." versículo 2.

Algunos son excépticos, son como Tomás y escuchan al Pastor diciendo: ya estamos cerca y esto y lo otro y ellos ahí aguantados porque quieren ver y piensan que falta muchísimo, pues aquí está ustedes pueden ver. Yo estaba esperando el momento preciso. Algunos se preguntan por qué yo no he hablado de esto en las últimas semanas; porque yo quería tener una imagen gráfica para hacer una última apelación. Estamos aquí porque Dios está diciendo: trabajen duro y porque hay una situación de urgencia.

A mí no me gusta hacer apelaciones de urgencia y nunca la he hecho. Algunos hermanos me dijeron: yo creo que el problema es que cada vez que usted se para a hacer un ánimo a la Congregación y una arenga usted lo presenta como que todo está bien y no hay nada de qué preocuparse, de que estamos bien, vamos bien y yo creo que mucha gente piensa que como vamos bien pues no tiene que dar o no tiene que dar como verdaderamente hay que dar. Yo le pido al Señor que haga claro a ustedes esta vez y si no lo soy uno de los diáconos o quien sea que se pare y me corrija; yo me guiaré pero estamos en un tiempo, estamos listos casi para terminar pero necesitamos un esfuerzo.

Yo he hecho dos últimas apelaciones a mis hermanos y no hemos alcanzado la meta por mucho. Hace poco yo reté a los hermanos, a trescientos de ustedes a dar 500 dólares para terminar ya y de paso les digo, estamos tan agradecidos por lo que ustedes han dado, esta Congregación ha dado generosísimamente pero la obra es grande; y no se colectó más de una tercera parte de lo que se suponía que se colectara en ese llamamiento. Muchos hermanos cedieron pero no, y faltó cien mil dólares de eso, son pocas cantidades cuando usted mira aquí pero ahora ese dinero nos hace falta.

Además de las ofrendas y los diezmos y lo que ustedes presentan cada domingo recuerden esto: hace ya varias semanas el banco dió todo el préstamo que iban a dar y tampoco es una cantidad inmensa la cual el banco ha dado; yo no he querido jamás meter a la Congregación en una deuda excesiva. Dios nos ha dado tres maravillosos edificios y una planta física envidiable en el centro de la ciudad y nuestro mortgage es increíble, es la mitad de lo que muchas iglesias se comprometen para un sólo edificio, nosotros tenemos tres.

Y simplemente lo que tenemos que hacer es dar un poco más para que este lugar sea terminado porque siempre al final y yo creo que Dios está diciendo: este pueblo es un pueblo fuerte, es un pueblo a través del cual Yo puedo hacer algo grandioso y Yo quiero que sientan lo que es el impacto, lo que es el peso de lo que es construír. Y a mí mismo el Señor no quería dejarme ileso. Yo creo que las Congregaciones deben sentir y pagar un sacrificio que glorifique al Señor. La carne tiene que morir.

Yo te estoy hablando a ti no le pongas el nombre de otra persona, te estoy hablando a ti. Dios nos ha dado mucha gente nueva, nuestra Iglesia ha crecido y yo me temo que esas personas nuevas y aún otros que están aquí hace un tiempo todavía no han captado lo que es la vida cristiana en términos de darle al Señor sacrificialmente. Yo he aprendido en mi vida que no hay nada como darle al Señor y ver Su Gloria manifestarse, que la manera de desatar la gloria de Dios, la provisión divina, la manifestación de los dones de Dios en nuestras vidas es abriéndonos boquetes para que el aceite de Dios pueda correr a través de ellos.

Tú tienes que abrirle un boquete para usar una buena palabra así poco elegante a tu cuenta de banco, a lo que tú tanto amas para que la Gloria del Señor pueda llenar ese espacio. Yo he aprendido que Dios siempre cala en lo que más amamos para que al ser crucificados como Cristo fue crucificado Su Poder pueda entonces perfeccionarse en nosotros.

Y ahora mismo nosotros estamos en una necesidad; el miércoles pasado nuestro tesorero me llamó por teléfono y me dijo: Roberto tenemos un déficit serio ahora en nuestra cuenta de banco y si no entran unos fondos urgente de emergencia van a comenzar a saltar cheques, porque en estas últimas semanas todo el peso de la construcción ha reposado exclusivamente sobre nosotros. Ya no hay banco que nos ayude en lo que queda de la construcción y no es tanto.

Pero ahora mismo esta Iglesia es responsable; no solamente es todos sus gastos regulares incluyendo el mortgage que tenemos de los otros edificios sino que también ya hay que pagar completamente el mortgage de este santuario. Y ya lo que queda de la construcción sale de nosotros y no es tiempo para que bajen los ingresos por concepto de diezmo y ofrenda como han bajado un poco últimamente. Ciertamente que desaparezcan los donativos especiales para la construcción del santuario.

Le estoy hablando y me estoy obligando a sacar cada palabra porque desgraciadamente yo soy la persona más tímida del mundo para pedir y esa es mi gran crucifixión; yo estoy aquí crucificándome ahora mismo pidiendo. Le aseguro que darle al Señor no me cuesta nada pero pedir, eso es una muerte para mí.

Pero yo quiero animarles a cada uno de ustedes entiendan, no estoy hablando así ya pasando pañitos tibios, si ustedes no dan ahora esto se va a terminar y vamos a cerrar la obra y sería una verguenza, y sería una pérdida para el Reino de Dios. Y esta Congregación yo sé que es una Congregación que puede dar la última medida; no tengo la menor duda, los recursos están allí en ustedes. Así que yo les animo en el Nombre del Señor a que se pongan las pilas y suelten la bendición, y que salgamos de aquí con un compromiso claro.

Quiero invitar a los músicos, pasen por acá por favor. Omar ven rápidamente, ven corre y pasa por acá rápidamente te necesito aquí arriba. Prepárense hermanos y lo que yo quiero, mire no voy a hacer ninguna apelación. Déjeme decir un par de cositas más simplemente. En este pasaje yo lo que veo es que el Señor se está refiriendo a todas estas personas. Primero está Ageo el profeta de Dios que canaliza una Palabra de Dios al pueblo.

Este santuario se está construyendo porque hay una Palabra profética que ha venido a mi corazón años atrás, años atrás cuando el primer santuario era un escombro, yo me senté, yo les he dicho antes en un lugar allá y miré hacia esto que era antes un estacionamiento pequeño y el Señor me puso la imagen de este lugar que ahora yo veo con mis ojos, antes de que termináramos el primer santuario. Yo sentí en mi corazón: cuando este lugar esté lleno dos veces un domingo y no dé abasto será necesario tener un lugar ahí en ese espacio de cuatro niveles, un estacionamiento pequeño debajo, un auditorio con un balcón alrededor y un piso adicional.

Y así hoy ahora comienza a cumplirse esa visión y mire cómo está este lugar ya, y esta mañana estuvo igualito. Es posible que si estuviera todo el mundo de esta mañana y ahora no cabríamos en este lugar. Ya. Este lugar Dios lo quiere usar para llenarlo yo no sé si dos, tres, cuatro veces lo que sea y hay una Congregación norteamericana en inglés, caribeña y angloparlante que ya estará ocupando el otro lugar allá también mientras nosotros estemos aquí.

Nosotros podremos procesar miles de personas en un sólo día y esto se va a llenar. Ya yo veo cómo está llegando la gente sin ni siquiera llamarlos, están viniendo. Óigame yo no sé cómo nadie puede quedarse a medias y dejar de ser parte de algo tan glorioso y tan significativo, yo no me explico. Yo te animo a ti que acabas de llegar a la Iglesia, a ti que eres nuevo en la fé, a ti que llevas muchos años: préñate con la visión de Dios.

Dios dice: Yo quiero llenar este lugar de Mi Gloria y llamo a los Sorobabeles que tienen recursos, llamo a los Pastores que tienen visión que animen; llamo al espíritu profético tipo Ageo para que transmita mi llamado, porque yo quiero hacer algo grandioso. Si usted se fija en lo que dice el versículo 6 ese santuario que Dios quería que se construyera hace miles de años, que se reconstruyera porque Dios le habla a un pueblo en derrota que acaba de regresar del exilio y está decaído con un santuario que está hecho escombros de cuando el exilio babilónico y ahora Dios quiere que se reconstruya de nuevo porque a Dios le gusta tener lugares donde Su Gloria habite. Él no es contenido por ningún lugar pero a Él le gustan lugares llenos de Su Espíritu donde Su Palabra pueda correr, donde Su Ministerio pueda ejercerse.

Y por eso le dice al pueblo: reconstruyan Mi santuario, no esperen más. Sí han habido contratiempos dice el Señor pero no me digan que ya no es tiempo constrúyanme mi casa y trabajen, porque yo quiero hacer correr Mi Gloria sobre esta casa así que cobren ánimo, trabajen. Y mire lo que dice el versículo 6 recuerden esto: "Este es un lugar profético como aquél santuario lo era".

Cuando Dios le está diciendo al pueblo de Israel: reconstrúyanme mi casa no solamente está pensando en ese momento sino que Su mirada telescópicamente se está extendiendo miles de años después cuando vendría El Deseado de todas las naciones y habría otro santuario que yo creo que en última instancia será el santuario que se construirá en Jerusalén que marcará la Venida de Cristo al mundo de nuevo y nosotros estamos cerca de ese tiempo.

Yo le animo a usted ver este santuario como un santuario no simplemente para León de Judá, este es un santuario profético que ejemplifica en esta ciudad tan reacia a la Palabra de Dios; rodeados como estamos de una cultura secular humanista que rechaza los valores del Reino de Dios y no solamente los rechaza sino se goza en practicar aquéllo que es totalmente contrario a la Voluntad de Dios. Y Dios dice: este santuario es un lugar que Yo quiero que profetice a esta ciudad de mis propósitos que se van a cumplir.

En el Nombre de Jesús yo les digo proféticamente: nosotros estamos en un tiempo especial en que la Gloria de Dios se va a manifestar como nunca antes en la historia. Escúcheme bien y vienen tiempos cataclísmicos para las naciones; tiempos de gran premura y de gran urgencia. Tiempos en que las estructuras mismas de la sociedad y de la cultura, y del gobierno y de las finanzas serán estremecidas y que la manera en que las naciones hacen negocios y hacen trasancciones quedará completamente transtornado y nosotros estamos en medio de ese tiempo.

Vienen momentos en que el Evangelio, la Palabra del Señor, iglesias ungidas y llenas del Espíritu Santo, Ministerios proféticos serán absolutamente preciosos y necesarios para explicarle a las naciones lo que estará pasando. Cuando el Señor me permitió yo creo allí pararme en ese servicio ecuménico donde estaba el Presidente Obama y que fue televisado nacionalmente, internacionalmente yo sentí del Señor de nuevo, eso es un vislumbre de lo que Dios quiere hacer, que cuando las naciones se vean atormentadas y consternadas por eventos que ellos no sabrán explicar y que los llenarán de temor, de angustia y de confusión Yo voy a requerir un pueblo ungido que les interprete a ellos por qué me estoy moviendo en la manera en que me estoy moviendo y que los anime a creer que soy Yo y no el infierno el que está en control de la historia y que Yo permito.

Eso fue lo que yo expliqué que es clave cuando yo estaba predicando. Yo le decía en mi reflexión a la nación y a todos los que estuvieron escuchando: el mal se mueve en el mundo y cree que él está ganando la victoria, pero el dilema del mal es que cada vez que hace algo para matar, robar y destruír Dios lo usa para bendecir y esto que ha pasado es simplemente algo. Cada vez que pasa cosas terribles y destructivas en las naciones como, tan altanera en una ciudad como Boston ¿por qué pasan cosas como las que pasan en una ciudad como Boston tan decente, racional, académica, intelectual? ¿Por qué salieron de aquí los aviones que destruyeron las Torres? ¿Por qué salió de aquí el matrimonio homosexual que está contaminando nuestra nación? ¿Por qué ahora vuelven aquí terroristas a atacar precisamente aquí en Boston? Porque hay una señal. Esta ciudad es una ciudad marcada por Dios.

Aquí nació el Evangelio en todo Estados Unidos y todavía el Dios que es totalmente consistente en Sus caminos dice: Mis propósitos todavía no han terminado aquí y Yo voy a remover los fundamentos. Si usted tiene tiempo después búsquese en Hebreos capítulo 12 donde el escritor de Hebreos toma este mismo pasaje de Ageo y lo aplica a los últimos tiempos; no era solamente para aquél tiempo sino también para el futuro.

Nosotros construímos no solamente para ahora sino para lo que Dios tiene entre manos. Dios quiere un pueblo ungido y dotado. Lo que yo le decía a ese pueblo es: entiendan bien, Dios permite que venga el dolor; yo no iba a decirle a esa gente en ese momento: oh porque hay pecado en la nación, esto y lo otro pero al buen entendedor pocas palabras bastan. Estoy diciendo: Dios permite y la expresión más citada de toda la reflexión fue ésta: Dios no ha abandonado a Boston, Dios no ha abandonado esta nación; Él simplemente teje un tapiz hermoso y brillante que contiene algunos hilos oscuros.

Y esos hilos oscuros de terror, de muerte, de heridas son cosas que Dios permite para preparar a los altaneros, preparar a los que rechazan en nombre de Dios, preparar a las naciones reacias a la Palabra del Señor, suavizarlas para que entonces venga el pueblo de Dios y recoja la cosecha. Y el mover de Dios será como la Palabra de Cristo como cuando le dijo a Pedro: Pedro echa tus redes para pescar y esa palabra: echa tus redes para pescar y la afirmación de Pedro: Señor toda la noche hemos pescado pero en Tu Nombre yo voy a echar la red; y yo sé que cuando Pedro dijo eso reaccionando al llamado de Cristo los peces fueron convocados de todas partes para fluír a la red de Pedro y por eso él pescó como pescó.

Y Dios va a estar haciendo la obra; Dios va a estar preparando a la gente. Nosotros no tendremos que ir a la gente con embelecos y empobreciendo la Palabra del Evangelio para que vengan, ellos van a suplicar para que los dejemos entrar para recibir refugio que el pueblo de Dios estará preparado para entregarles. Y por eso necesitamos construír estructuras donde pueda venir el pueblo de Dios para que pueda la gente ser salva. Pero Dios no lo va a hacer a través de gente pusilánime y mediocre lo siento mucho.

Guerreros, gente que haya muerto para Cristo este no es el tiempo para vivir vidas normales, no es el tiempo para estar acumulando grandes cantidades de dinero que usted ni siquiera sabe si va a usarlo, escúcheme. Yo no quiero estar allí amontonando granitos de maíz como una gallina escondido por allá para una vejez que quizá no llegue porque yo quiero morirme sirviendo al Señor y dándole todo. No quiero estar acumulando si hay tanto que hacer, tanto que dar, tanto que servir al Señor.

¿Para qué quiero yo estar acumulando una carrera académica u otras cosas que total todos los libros de este mundo van a ser quemados y consumidos por el fuego? No va a haber biblioteca que quede, no va a haber museo que quede, no va a haber obra de arte que pueda resistir el fuego consumidor de Dios, que pueda entrar al lugar perfecto donde vamos a habitar; todo eso se va a quedar aquí en la Tierra. Lo único que entrará allá será nuestras obras a favor del Reino de Dios.

El amor que sobreviva este fuego que ha de venir. Hermano entrégale al Señor, no dejes de darle al Señor lo que Dios te pide. Yo les puedo decir desde acá arriba: mi esposa y yo, mi familia hemos dado, seguiremos dando y cada día daremos con más rabia y con más alegría. Es que Dios no se queda, óigame. La bendición que ha venido a través de los boquetes que hemos abierto al Señor yo no lo cambiaría por nada de este mundo, yo les hablo desde una postura desde donde yo sé, creo y he gustado del Dios que bendice.

Cuando yo me tiendo sobre la cruz y dejo que me claven mis manos y horaden mi pecho para que salga la vida y Dios después dice: Yo te voy a cerrar todo eso y te voy a bendecir, te voy a levantar, no te pierdas esa experiencia. En este momento para construír este lugar que Dios ha de usar grandemente para Su Gloria y con el cuál Dios tiene un gran mover profético no te quedes sin darle al Señor.

Bajemos nuestras cabezas un momento. Yo le decía a mis hermanos esta mañana: yo no sirvo para andar por ahí con embelecos, de subasta, ¿quién da más, quién da esto, quién da lo otro, quién da quinientos quién da mil? Para mí el santuario de Dios es un lugar sagrado, yo quiero apelar a gente madura y entendida; no quiero estar ante un pueblo que yo tenga que manipularlo para sacarle el dinero.

Yo te animo ahora mismo a concebir una cantidad que tú mismo le vas a dar al Señor. Yo no te voy a pedir nada pero en tu espíritu firma una cantidad. Ahora mis ojos se plantan sobre un jovencito, que no se quede ni un joven sin dar, nadie hasta los niños, vengan al Señor. Padres pongan a sus hijos a que den algo y firma ahí, yo no quiero ahí una firma aquí de papel, firma en tu espíritu una cantidad de dinero que tú le vas a dar al Señor y no te arrepientas ni dejes que el diablo te arrebate eso cuando tú salgas de aquí, que lo que pasa es que nosotros concebimos ciertos planes mientras nos están manipulando y dándole a la manigueta para acicatearnos emocionalmente y cuando salimos el diablo nos roba la visión y volvemos business as usual.

Señor reprende a ese espíritu. Dios obra a través de gente íntegra, seria y comprometida que cuando dicen: voy a poner mi mano sobre el arado nadie se la arrebata hasta que no cumplen lo que han prometido.

Vamos a darle al Señor generosamente. Los ujieres por favor pasen por acá y pongan aquí las cestas y al final del servicio, o en el arca también la pueden poner pero por si acaso, mejor que sobren a que falten lugares. Antes de que usted se vaya de aquí, no tiene que ser ahora mismo si trajo su chequera échelo ahora acá y si no conciba una visión y venga el miércoles que viene o el domingo que viene y tráigale al Señor lo necesitamos ya. La única razón por la cual no estamos rebotando cheques ahora mismo es porque una familia de la Iglesia muy en privado le prestó a la Congregación una suma bastante considerable de dinero para que la pagáramos cuando pudiéramos. No es dinero que le sobraba a esa familia pero lo dieron, pero ese dinero tiene que salir, yo sé que va a salir de nosotros.

Hasta aquí nunca le hemos fallado al Señor pero esto es serio y no sé; hermanos Pastores y diáconos lo he dicho bien claro ¿ok? no estamos jugando. Si ustedes no salen a la necesidad nadie va a salir. Este servicio de las 12 es un servicio de gente que le gusta adorar al Señor pero también yo necesito que sea ahora gente que dé; a veces el servicio de las 9 son un poco más apagaditos pero son gente que dan increíblemente, no se pierdan esa oportunidad también ustedes acá. No todo es simplemente alabar y gritar sino también es darle al Señor. Conciba una visión fuerte delante de Dios.

Jóvenes adultos: ustedes tienen muchos trabajo profesional y muchas cosas, dénle al Señor, aprendan lo que es darle generosamente al Señor. Y también a la gente que no tiene mucho: déle a Dios para que desate la bendición, Dios quiere bendecirnos.

Padre en el Nombre de Jesús, baje su cabeza. Conciba allí algo grandioso para el Señor, te adoramos te bendecimos, te damos gracias porque es bueno batallar en Tu Nombre, es bueno tomar la espada y sentir que la sangre corre hasta que la espada se pega a la mano de tanta sangre que corre; es bueno batallar en Tu Nombre y guerrear para Ti Padre, es bueno agonizar para Ti. Es bueno sudar sangre para Ti, es bueno sentir el terror metiéndose en nuestro corazón mientras te damos y te servimos porque yo sé que Tu Hijo padeció mucho más.

Yo te pido que no nos dejes entrar ilesos a la gloria de este lugar. Sigue apretándonos y sigue glorificándote y sea Tu Nombre establecido en este lugar. Mueve a Tu pueblo, mueve a Tu pueblo y concibamos una visión para la victoria, que no hayan más apelaciones de este tipo sino que podamos entrar en lo que Tú nos has llamado a hacer. Préñanos ahora con Tu propósito y gracias, gracias por Tu unción, gracias por Tu bendición en el Nombre de Jesús, amén y amén. Gloria al Nombre del Señor déle un gran aplauso al Señor, pueblo de Dios anímate.

No importa cuán difícil sea su situación, no se dé por vencido jamás!

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Dice el Apóstol Pablo, Segunda de Corintios, capítulo 4, versículo 7: “…pero tenemos este tesoro en vasos de barro para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros. Que estamos atribulados en todo más no angustiados, en apuros más no desesperados, perseguidos más no desamparados, derribados pero no destruidos, llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. Porque nosotros que vivimos siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. De manera que la muerte actúa en nosotros y en vosotros la vida, pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito, creí por lo cual hablé, nosotros también creemos por lo cual también hablamos, sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús y nos presentará juntamente con vosotros. Porque todas estas cosas padecemos por amor a vosotros, para que abundando la gracia por medio de muchos, la acción de gracias sobreabunde para gloria de Dios. Por tanto, no desmayamos, antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria. No mirando nosotros las cosas que se ven sino las que no se ven, porque las cosas que se ven son temporales pero las que no se ven son eternas…”

Amén. Gloria a Dios. Vamos al versículo 7 donde el Apóstol Pablo dice, ‘pero tenemos este tesoro en vasos de barro’. Esa palabra ‘pero tenemos este tesoro’, esa expresión, nos indica que él estaba pensando en otra cosa. Él está hablando, se está refiriendo a algo que ya ha mencionado antes de este momento. A qué se está refiriendo y por qué dice él, ‘pero tenemos este tesoro? Y cuál es el tesoro del cual está hablando el Apóstol Pablo?

Ese tesoro, si usted lee los versículos anteriores, se refiere al Evangelio, el anuncio de la palabra de Dios, el sublime Evangelio, la predicación de la palabra del Señor. Ese Evangelio que muchos no entienden porque el diablo ha cegado el entendimiento de ellos, dice el Apóstol Pablo, y que Dios nos ha encomendado a nosotros, la predicación de ese Evangelio, la proclamación de esa palabra. Pablo acaba de hablar de todas las cosas que Dios ha hecho para que nosotros llegáramos al conocimiento de Jesucristo.

Es un Evangelio sublime, maravilloso, grandioso y de gran valor, de gran precio. Y entonces Pablo dice, ‘este gran tesoro que es el Evangelio todo lo que le ha costado a Dios redimir la raza humana, el drama del Evangelio, la venida de Jesús, su encarnación, asumir un cuerpo humano, despojarse de su gloria, venir el mundo, morir en una cruz, todo esto, ese maravilloso tesoro lo tenemos en vasos de barro. Es como si tuviéramos millones de dólares en joyas y… en las películas a veces los cofres de los piratas que usted lo abre y están llenos de monedas y de joyas y de collares, entonces, Pablo dice, ese maravilloso tesoro en vez de tenerlo en un cofre de bronce, con una aldaba bien gruesa y una cobertura de cuero, y algo muy bello que esté a la altura de la magnitud y lo sublime de este tesoro, lo tenemos en unas tinajas de barro, bien ásperas, bien toscas, bien frágiles que se pueden romper y que nunca indicarían lo maravilloso de su contenido.

Si ese es el tesoro, si el tesoro es el gran Evangelio que Dios ha hecho posible a través de Jesucristo, cuál es el vaso de barro? Nosotros, que somos quebradizos, frágiles, propensos a fallarle al Señor, limitados en nuestro conocimiento, nos desanimamos fácilmente, tenemos poca fe muchas veces. Qué cosa increíble que Dios le ha confiado la salvación de la raza humana a nosotros, la iglesia! Él hubiera podido encomendárselo a unos cuantos arcángeles que no comen, no tienen que dormir, no tienen que descansar, no pecan, no cometen errores, son tremendamente obedientes.

Imagínense si un ángel se parara en la calle 42 en Times Square, Nueva York, o en [inaudible] y anunciara, ‘Crean en Jesucristo’, todo el mundo se tira al piso de una vez, son unos evangelistas tremendos. Sin embargo, nosotros somos los que Dios nos ha confiado ese maravilloso tesoro del Evangelio. Lo tenemos en vasos de barros.

Por qué? Porque Dios quiere siempre… dice, ‘que para que la excelencia del poder sea de Dios.’ En otras palabras, para que Dios sea el que se lleve la gloria. Claro que sí. Cuando yo pienso quién yo soy, lo limitado que soy, lo frágil, lo quebradizo, lo propenso a fallarle a Dios que soy, y pienso en lo que Dios me ha encomendado como pastor, predicador del Evangelio, yo digo, guau, Padre, tu tienes tu toda gloria y toda la honra es para ti.

Si usted se conoce a sí mismo, usted sabe que le tiene que dar la gloria a Dios. ¿Verdad que sí? Si usted no es un alocado que piensa más de usted mismo de lo que debe pensar, como dice Pablo, ‘ninguno tenga más algo concepto de sí que el que debe tener, sino que piense con cordura.’

Toda persona que piensa de sí con cordura tiene que decir, ¿Sabe qué Señor? Solamente por tu misericordia, solamente por tu gracia, tu te atreves a confiarnos a nosotros, así que para ti la gloria, la honra y el honor.

Me recuerdan las palabras del salmista que dice, ‘para que sea [inaudible] dice contra ti, contra ti solo he pecado y he hecho lo malo delante de ti, para que seas tenido por puro en tu juicio,’ y la idea es para que la gloria sea de Dios. Nosotros a veces pecamos y cada vez que pecamos y le fallamos al Señor en alguna manera u otra es evidente que la gloria es de Dios, no de nosotros.

Entonces, Dios nunca comparte su gloria con nadie. No es que él sea egoísta ni nada, es que simplemente nadie puede. Todo lo que nosotros podemos hacer por Dios sin Dios es por gracia y misericordia. Él nos permite a nosotros trabajar para él. Y es importante que nosotros siempre reconozcamos eso.

A mí una de las cosas que me conmueve mucho acerca del Apóstol Pablo, es que era un hombre que a pesar de las grandes revelaciones que recibió, a pesar de todos los estudios como fariseo, antes que tuvo, Pablo, Saulo, que llegó a ser el Apóstol Pablo, estudió con Gamaliel, el rabino judío más destacado de su época. Es decir, que Saulo asistió al mejor seminario y a la mejor universidad de su tiempo. Y era un fariseo distinguido y dejó todo eso, dice que lo tenía todo por basura, por el conocimiento de Jesucristo.

Entonces, Pablo a pesar de toda su grandeza era un hombre bien consciente de su debilidad. Y usted lee las diferentes cartas de Pablo y usted ve siempre un hombre muy consciente de lo que él era. Dice, por ejemplo, que en una ocasión un aguijón que Dios le mandó para que no se engrandeciera demasiado, una batalla que él tenía espiritual y tres veces fue a dónde el Señor, ‘Señor, líbrame de esto porque me quita la paz.’ Y el Señor le dijo, ‘Pablo, bástate mi gracia.’ Es decir, confórmate con mi misericordia porque mi poder se perfecciona en la debilidad.

Siempre Dios buscando, él es quien tiene que llevarse la gloria y nosotros siempre tenemos que reconocer eso. Yo creo que todo siervo, toda sierva de Dios, ustedes, yo, siempre tenemos que estar como consumidos por esta consciencia de que Dios es todo y nosotros sin él no somos nada absolutamente.

Y en esa fragilidad hay gran fortaleza paradójicamente. La mayor defensa que nosotros tenemos es eso, es esa idea de que… usted está consciente de que ser un vaso quebradizo eso le da un poder y una fuerza increíble. Por dice, tenemos este tesoro para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros.

Entonces, dice aquí algo bien interesante que es como el corazón, dice, ‘estamos atribulados en todo más no angustiados, en apuros más no desesperados, perseguidos más no desamparados, derribados pero no destruidos.’

Usted debe aprenderse eso, memorizarse ese versículo porque es como una radiografía de la situaciones en que a veces nosotros nos podemos encontrar como seres humanos aún sirviendo al Señor. Sabe que a mí me gusta este versículo porque ejemplifica el tipo de enseñanza que yo quiero que nuestra iglesia siempre mantenga, en términos de su posición con respecto a la fe y al poder y a la prosperidad y los dones y la victoria del creyente.

Hay iglesias, hay como extremos de una gama de posibilidades, hay iglesias que están en un extremo que nunca hablan del poder de Dios, hablan más bien como de sufrir y apretar los dientes, aguantar hasta que el Señor nos saque de este mundo cruel. Y todo es Señor, ayúdame a pasar por este valle de sombra de muerte y aguantar y resignarme. Si tengo esta enfermedad, pues, Señor simplemente ayúdame a sobrellevarla y no se atreven a confesar sanidad y a buscar poder de Dios y a pedirle al Señor que obre y no hace acopio, no le enseñan a la gente acerca del poder, las promesas de Dios.

Esa palabra de Pablo, por ejemplo, todo lo puedo en Cristo que me fortalece, o antes en todas estas cosas somos más que vencedores. Etc. pero hay iglesia como que todo es simplemente mucha doctrina, mucha enseñanza, mucho apretar los diente y sufrir y aguantar hasta que el Señor nos saque de aquí. Ser fieles en medio de los problemas.

En el otro extremo están las iglesias que todo es victoria, victoria, victoria, prosperidad, éxito y como que no se atreven a hablar acerca del sufrimiento, de la cruz, de las pruebas que vienen a la vida, porque creen que si hacen eso están deshonrando al Señor. Entonces, todos los sermones son de prosperidad y de éxito y de sanidad. Es como que en realidad no existe la realidad de la vida, que la gente se enferma, se muere, tiene accidentes, perdemos la casa, tomamos el examen de manejar y fallamos la primera o las dos veces, aunque oramos y ayunamos. Y están en el otro extremo y hay muchas iglesias hoy en día que están ese extremo de prosperidad, todo es prosperidad y la gente va allí para que el pastor le santifique su avaricia con un sermón.

Y para mí esos son dos extremos simplistas. Yo siempre he querido que nuestra iglesia se mantenga en la tensión entre ambas cosas. Y es lo que yo veo que hace el Apóstol Pablo. Pablo era un hombre que conocía del poder de Dios. La Biblia dice que fue llevado al tercer cielo y vio y oyó cosas tan sublimes que Dios ni siquiera le dio permiso para que las compartiera con nadie en el mundo.

Hay pasajes donde Pablo dice que hubo sanidades increíbles que él hizo, un hombre que profetizaba y Dios escuchaba su oración. Pablo conocía el poder de Dios. Pablo conocía la revelación. Pablo conocía los dones. Ahí usted tiene en Primera de Corintios12, 13 y 14, preciosos pasajes acerca del poder de Dios y del balance que hay que tener.

Pero también Pablo conocía acerca del sufrimiento. Pablo conocía acerca del padecer por las iglesias, la ansiedad de tener la carga de una congregación encima y de muchas congregaciones. Pablo fue azotado, fue apedreado, estuvo náufrago.

Hay un pasaje donde él relata todos los sufrimientos y todos los padecimientos que él tuvo en la vida y hay un pasaje conmovedor hacia el final de una de sus epístolas donde él habla, creo que a Timoteo, que le dice, ‘mira, tómate un poquito de vino por las muchas enfermedades tuyas, de tu estómago.’ No se vayan ustedes tampoco a tomar eso demasiado en serio, saben, los conozco ya, están maquinando allí.

Dice, fue por causa de tu estómago y de las muchas enfermedades. El caso es que aquí tenemos a Pablo como reconociendo que a veces podemos pasar por pruebas y tribulaciones en la vida, como decíamos el domingo pasado, pero la cosa es que el creyente, el hijo de Dios nunca tira los guantes. El hijo de Dios aunque esté pasando por pruebas y tribulaciones, como que siempre sabe que hay una salida y hay una esperanza y no se desespera.

Entonces tenemos que saber que pueden venir las pruebas, pueden venir las dificultades, pueden venir los problemas, pero siempre tenemos que ir al Padre y no darnos por vencidos y desesperarnos y colgar la toalla, tirar la toalla, colgar los guantes. Y por eso es que Pablo dice – y él lo hace por medio de una serie de paradojas, un juego de palabras, − Y en el griego original de hecho, se siente mucho más… es más clara la antítesis de una cosa y la otra.

“Estamos atribulados pero no angustiados,” como que no se expresa tan bien en la traducción en el español. En el griego original la idea es una imagen física, donde dice, estamos como estrechos, estamos como entre dos paredes bien estrechas pero no estamos tampoco estrangulados que no podamos movernos y no podamos salir adelante. Es decir, en inglés dice, we are in dire straights, quiere decir como que estamos en un estrecho bien estrecho pero todavía podemos salir adelante. Esa es la idea del griego original.

A veces hay situaciones en la vida, hermanos, en que podemos estar así, como por ejemplo, lo que me vino a la mente es qué apropiado para este tiempo, que estamos estrechos. Recuerdan la imagen profética del barco pasando… ahí está. Pero el barco puede pasar, no se va a quedar atorado, quizás va a tener raspada un poquito la piel, pero va a salir.

Entonces esa es la idea de Pablo. Y así el hijo de Dios, hermanos, no importa cuál sea su situación, recuerde eso siempre, no hay situación de la cual Dios no le pueda sacar a usted. Nunca se de por vencido, nunca deje de clamar al Señor, nunca deje de orar, nunca deje de esperar que después de la noche viene la mañana. Recuerde eso siempre. Se lo pido en el nombre de Jesús.

No importa cuán difícil sea su situación, sepa que después de la tormenta viene la calma. No se dé por vencido jamás. No importa lo que esté pasando en su vida, su matrimonio, finanzas, lo que sea, la postura del hijo de Dios es una postura de que yo saldré adelante, aunque caiga siete veces se levanta siete veces.

Esa es nuestra postura. No negamos los problemas, pero no le damos supremacía tampoco a los problemas. Podemos pasar por diferentes situaciones. Entonces dice, estamos estrechos pero no estrangulados, sería la idea. Estamos en apuros más no desesperados. En otras palabras, usted se puede encontrar a veces con los indios rodeando pero que en el algún momento viene la caballería de Dios y le va a sacar adelante. Estamos en apuros pero no desesperados.

En la vida puede haber situaciones difíciles, por eso el Señor Jesucristo reconoce el problema. Dice, en el mundo hallaréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo. Pablo dice que antes en todas estas cosas, no fuera de ellas, no evadiéndolas, es en medio de la lucha somos más que vencedores.

El hijo de Dios no niega las situaciones difíciles, no niega que estamos en un mundo caído, con demonios que quieren destruirnos, pero lo que reconocemos es que a pesar de que cualquier situación en la que nos encontremos, los hijos de Dios tenemos un Dios todopoderoso a nuestro favor y que el Señor es poderoso para sacarnos adelante.

Yo creo que, hermanos, nosotros tenemos que pedirle al Señor, ‘Padre, ayúdame a cultivar esa postura positiva en mi vida, esa postura esperanzada.’

Yo he visto al Señor, hermanos, tantas veces sacarnos de situaciones peores que esta. Usted sabe cuántos años tenemos nosotros construyendo? Desde 1994, 20 años, sin parar. Cuando terminamos este edificio se hizo el otro disponible, tuvimos que meternos en camisa de once varas para comprarlo simplemente. Y después abandonarnos a hacer el trabajo y había días como en este también, en que yo no sabía de dónde iba a venir, yo me tenía que sentar con Joxmar, ‘cuánto tenemos hoy? Cómo podemos mover el dinero de un sitio para otro?’ y rogarle a Dios que los cheques no los cambiaran todos a la misma vez. Sinceramente.

Déjenme decirle una historia, porque yo he vivido una vida de milagros, hermanos. Yo sé lo que es el Dios proveedor, el Dios que nos saca tantas maneras. Escuche una de muchísimas. Por eso es que si uno se pone a veces a alardear de todas las cosas que Dios hace…

Hubo una vez en que estábamos aquí en este edificio, yo era verdecito todavía en este tipo de cosas, pero teníamos que pagar más de 30 mil dólares en apenas unos 4 ó 5 días para el elevador que ya estaba instalado y teníamos que darle a esa gente ese dinero. Y el dinero no estaba en ninguna parte y nosotros no teníamos los recursos ni la congregación que tenemos ahora, el tamaño de gente y una cantidad de otras cosas. Y ese dinero no estaba en ninguna parte. Y yo, la verdad, que no quería ir a donde esa gente y decirle, miren el dinero no está, porque ellos habían sido generosos con nosotros, habían instalado el elevador y confiaban que nosotros teníamos el dinero.

Y no estaba en ninguna parte. Yo recuerdo que yo venía de traer a mi hija de la escuela, Sonia o Abigail, no recuerdo, estaban por [inaudible] y yo venía en la ruta 93 viniendo hacia Boston, antes de llegar a Summerville, un poco antes de Summerville, y yo vi los edificios de Boston y el cielo abierto en frente de mí y yo estaba rogando porque tenía el peso, ya llevaba dos o tres días viendo la escritura en la pared, y con ese peso, ‘Señor, qué va a pasar con esto? Qué vamos a hacer?’

Y yo le clamé, clamándole al Señor, cuando mire hacia arriba sentí como que Dios me dijo, ‘Ya la solución, tu oración ya llegó.’ No les puedo explicar cómo pero sentí paz en mi corazón. Sentí que algo iba a suceder. Seguí tranquilo, pero siempre todavía mi alma velaba, como dice la Escritura. Al otro día o un par de días después, fui a una reunión en casa de nuestro hermano Sergio Pérez, de pastores, en ese tiempo Copani, que es la Confraternidad de Pastores Hispanos, estaba apenas comenzando y era un grupito minúsculo, 4, 5 ó 6 pastores.

Recuerdo que Sergio nos invitó a su casa y nos hizo una comida y estábamos orando, conociéndonos unos a otros. Primero comimos y después estábamos reunidos orando y estábamos orando por necesidades y yo dije, ‘Hermanos, tengo una petición. Estamos ahora mismo en una situación de gran aprieto financiero en nuestra iglesia, y necesitamos un dinero y la verdad es que yo no sé de dónde va a venir, así me gustaría que ustedes oraran por mí.’

Ahí estaba el hermano David Marrero, que algunos de ustedes lo conocen. Yo no lo conocía tan bien en ese momento. Así donde yo estaba, David me dijo, ‘Y cuánto ustedes necesitan?’ yo le dije, ‘Necesitamos como 30 mil dólares.’ ‘Bueno, mañana yo te lo consigo, lo tienes mañana.’ Y David, yo le dije, ‘Evidentemente agradecidísimo’ y le dije ‘lo que tu quieras llenarte, yo sé que lo podemos conseguir dentro de un tiempo y vamos a firmar papeles, lo que sea.’ “Nada, no tienes que firmar nada, simplemente tu palabra y eso es todo.’

Siempre le agradeceré eso a mi hermano David Marrero. Y ahí mismo, al otro día yo tenía 30 mil dólares. Pagamos el elevador, yo no tuve que venirle con un cuento triste a esa gente, ni pasar una vergüenza ni nada, y poco tiempo después, unas cuantas semanas después nos encontramos en un congreso donde yo estaba predicando y él también, en Chicago, y para gloria del Señor, yo no sabía eso, pero él tenía en ese momento un aprieto que necesitaba ese dinero y yo para ese tiempo pude… porque tenía esa deuda sagrada, y esa noche le reintegré los 30 mil dólares, le hice un cheque por 30 mil dólares de parte de la iglesia y le devolví su dinero. Y él me dijo, ‘Tu no sabes que es el momento precisamente que yo estaba necesitando ese dinero.’ Se lo pudimos reintegrar totalmente porque ya era cuestión que el flujo…

Nuestro problema no es tanto el dinero, es el flujo de cash, eso es lo que pasa en estas situaciones, que tenemos unos gastos que están entrando pronto, porque según uno va terminando entran, pero el dinero… ahora nosotros ya el banco no nos da un centavo, ya el banco terminó de darnos.

Uno de los problemas es que eso ya el banco dio todo lo que iba a dar y desde ya varias semanas, nosotros somos los que tenemos que costear todo y ya entonces también el préstamo ahora está completo. Tenemos que pagarlo todo y parte de ello es a corto plazo, un pago muy agresivo hasta que refinanciamos, que yo quiero hacer eso una vez que terminemos el edificio. Pero tenemos que terminarlo primero, y eso nos va a dar un respiro increíble.

En este caso, uno de los problemas es simplemente el flujo de cash. El caso es que se lo pude reintegrar, él gracias Señor, muy bien, nosotros tuvimos el respiro que necesitábamos y pudimos seguir adelante.

Así es que Dios obra y así es que Dios ha obrado siempre, por eso es yo les puedo decir, hermanos, una y otra vez, en mi vida cuando yo les digo a ustedes, créanme por favor, que esa es la posición de los hijos de Dios, podemos estar angustiados, atribulados, pero no angustiados. Es decir, en estrechos, pero no estrangulados, en apuros pero no…

Nunca pierda la cabeza. Usted recuerda el domingo pasado lo que el Señor les dijo a los discípulos, ‘por qué están en pánico ustedes?’ Por qué se comportan tan cobardemente, fue lo que les quiso decir, porque ellos llegaron ante él gritándole, ‘Señor, no ves que perecemos, no tienes cuidado de nosotros.’ Ellos estaban gritando a pulmón y yo les digo siempre hermanos, cuando el hijo de Dios padece, no padezca como alguien que no tiene esperanza.

Si usted va a llorar un ser querido que se le murió, mire, llore fuerte, pero llore… no se tire al piso como lloramos nosotros en el Caribe, se tiran al piso y le dan un ataque. Esos son los incrédulos. El hijo de Dios llora, pero llora varonilmente, aunque sea mujer. Eche todas las lágrimas que usted quiera pero no llore como los santeros, llore como un cristiano.

Podemos llorar pero… a mí me gusto eso, cuando estoy en un funeral de gente cristiana y de gente madura porque es un llanto, pero es un llanto comedido, es un llanto suave. El llanto de los que lloran pero no como que no tienen esperanza, no están llenos de pánico, no se avergüenzan a sí mismo, llorando como si no hubiera esperanza.

La muerte ya perdió su aguijón. Lo que tiene unos dientecitos de leche chiquitos, eso es todo. Pero nosotros estamos perseguidos, más no desamparados. Dios nunca nos deja. Los demonios están corriendo detrás de usted pero usted no está desamparado. No se preocupe, el Señor está con usted.

Y estamos derribados pero no destruidos. Usted se cae pero se levanta otra vez con los guantes echando a diestra y a siniestra, pegando puñetazos y batazos o más no poder. Derribado sí, porque el cristiano puede ser derribado en algún momento, pero lo que no puede hacer es quedarse en el suelo. Si usted pasó por una situación, algo le sucedió en su vida, se cayó, mire, levántese, límpiese las rodillas y siga para adelante. No se quede en el piso ni le de la espalda al diablo jamás, el diablo le puede asestar un golpe, pero usted eche para adelante. Y crea en un Dios todopoderoso que no lo va a desamparar en ningún momento.

Yo lo voy a dejar allí, pero quiero animarlos en el nombre de Jesucristo. Adoptemos esa postura que tiene Pablo, que es una postura realista pero a la misma vez llena de fe y de esperanza. Vienen las pruebas, vienen las dificultades, pero nuestro Dios siempre estará con nosotros.

Como dice, en la noche viene el llanto, pero por la mañana viene el canto, viene la alegría, viene la celebración. Esa es la palabra de Dios para nuestras vidas. Amén. Recíbala en el nombre de Jesús en esta noche.

Póngase de pie. Vamos a confiar en nuestro Señor, vamos a entregar nuestras vidas. Si tu estás pasando por una prueba esta noche, algo en tu vida, ahora mismo cree en este momento, di, ‘Señor, yo me levantaré. Señor, yo voy a salir adelante. Ahora quizás estoy estrecho, financieramente quizás estoy estrecho, quizás mi matrimonio está un poco estrecho, quizás mi relación con mi hija o mi hijo, está un poco estrecha, pero, Padre, tu vas a anchar las paredes un poquito para que haya respiro. Yo voy a salir adelante. Yo voy a tener la victoria. Yo no me voy a quedar en el suelo, no me voy a quedar caído. Yo voy a tener respiro, voy a poder alabarte con alegría.’

Vienen tiempos de regocijo, de celebración en mi vida. Tu eres mi Dios todopoderoso. Yo voy a vivir una vida gozosa en el nombre del Señor a pesar de las pruebas, las dificultades que puedan venir, tu, mi Dios, no me dejarás ni me desampararás porque eres un Dios fiel.’

¡Aleluya!. Recibimos, Señor, tu invitación a una vida de poder, una vida con luchas y pruebas, pero una vida con victorias y triunfos creciendo cada vez más y más, reflejando más y más a Cristo Jesús, conociéndolo en sus padecimientos pero también en su resurrección y en su poder y su victoria. Haz de nosotros hombres y mujeres aguerridos, experimentados en quebrantos, pero también celebrando las victorias de un guerrero y nuestras medallas sobre nuestro pecho, reconociendo que tu nos has dado la victoria y nunca nos has fallado, Señor.

Gracias, Padre, en esta noche llena a tu pueblo de fe. Haz de esta iglesia una iglesia aguerrida, una iglesia poderosa, una iglesia llena del Espíritu Santo, una iglesia que no le huya al enemigo ni le torne la espalda jamás. Todo lo contrario, Padre, cada cosa que el enemigo nos tire, se la bateamos de jonrón y la usamos para crecer y para ser más fuertes en Cristo Jesús.

En esta noche yo bendigo a cualquier hermano o hermana que esté pasando por tribulaciones o pruebas o dificultades. Te pido que abras sus ojos para que puedan verte en toda tu gloria, Señor, en toda tu fidelidad, en todo tu poder. Te alabamos, te bendecimos. Gracias, Señor, porque siempre la excelencia del poder será para ti y la gloria y la honra serán solamente para ti, Padre. Gracias en el nombre de Jesús. El pueblo de Dios dice amén, amén. Gracias, Señor.

¿Por qué te desesperas?

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Vamos a la Palabra del Señor en Marcos 4:35 al 41. La pregunta del Señor a nosotros muchas veces es: "¿Por qué os amedrentáis?" ¿por qué te llenas de pánico, por qué temes, por qué desconfías, por qué te desesperas?.

Estuve pensando esta semana en todos estos eventos que hemos vivido en los últimos días y vino a mi mente ese viernes lleno de zozobra que hubo en esta ciudad cuando estaba siendo este último terrorista, estaba siendo perseguido y no se sabía qué iba a suceder; si tenía más bombas, si iba a ir a algún lugar y estallar él mismo como un suicida con cualquier otra bomba que tuviera o en qué parte de la ciudad estaba. Y la ciudad de Boston estaba llena de temor y de pánico y de zozobra.

Y toda una ciudad, una de las ciudades más importantes del mundo como es Boston y cientos y cientos de miles de personas en una ciudad con una tecnología envidiable y con una importancia mundial y cómo un sólo individuo paralizó esa ciudad por casi todo un día y la gente no se atrevía a salir, había temor por donde quiera, todo el mundo estaba congelado mirando el televisor y los noticieros se dan fiesta cuando hay estas cosas porque siempre están buscando noticias.

¿Sabe cuántos canales de televisión hay, cuántos servicios noticieros y necesitan siempre estar produciendo material para justificarse y para poder mantener sus ratings, competencia unos con los otros. Es decir que cuando pasan estas cosas uno tiene el dudoso privilegio de vivir cada segundo y cada detallito, esa gente escarba cualquier cosa hasta el color de las medias que tenían puestas estos terroristas que hicieron estallar las bombas, eso es un tema de noticia. Y como que la gente se llena de pánico y de temor.

No sé exactamente qué es lo que quiero decir con respecto a eso, el caso es que mi esposa y yo teníamos que ir a una reunión en el norte de Boston, yo pertenezco a la junta directiva del Golden College y era una reunión de dos días y ese era el segundo día; yo tenía que estar allí por una razón de que iba a participar en una forma bien específica de la reunión bien por la mañana al comienzo del día. Y la cosa era que no se podía salir, que todo que estaba todo congelado y que la gente se quedara en la casa.

Y yo tuve que decidir: ¿qué hago me quedo? bueno este terrorista seguramente se va en la otra dirección y yo voy para el norte así que, Meche yo le dije: vámonos una vez que nos metamos en el highway ya no nos pueden agarrar (risas). El caso, yo me asusté pero yo nunca me he podido llenar de zozobra y de temor no porque sea tan valeroso sino simplemente porque en mi espíritu hay un sentido consumidor de la Presencia de Dios, de que Dios está en control, de que sea lo que sea Dios está, Él es soberano, Él es Rey de reyes y no le podemos dar tanta importancia aunque es importante, no me malentienda.

Yo creo que las autoridades hacen bien en ciertas cosas, pero imagínese si digamos en Jerusalén, Israel donde hay tantos actos terroristas continuamente y hay terroristas caminando las calles continuamente si esos israelitas se fueran a llevar de todas las amenazas que hay cada día no se haría nada. Nosotros tenemos también que saber.

Me imagino que lo que yo quiero decir de esa experiencia es eso ¿no? que tampoco podemos vivir rehenes de la maldad que hay en este mundo, porque vivimos en un mundo como nunca lleno de lamdad, lleno de espíritus terroristas que siempre están tratando de hacer daño cada vez que salimos de nuestra casa a la calle. Y tenemos también que pedirle al Señor que nos infunda un sentido de Su Paz, de Su gobierno sobre la historia, sobre el mundo y no dejarnos aterrorizar porque lo que quiere el terrorismo es precisamente eso; lo que el terrorismo persigue desde que comenzó ese proceso terrorista hace dos siglos quizá o siglo y medio, siempre ha habido un tipo de terrorismo pero sobre todo como un proceso así político es quitarle la paz a las colectividades, a las sociedades, llenarnos de temor, llenarnos de incertidumbre, desestabilizar los procesos, causar grande costo a la sociedad como esto que ha costado cientos de millones de dólares bregar con todo esto.

Y darle a esos actos entonces que nuestra atención se enfoque en ellos y este mismo acto de venganza extrema de parte de esos terroristas y es la obra del mal, la obra demoníaca queriendo cegar vidas. Y nosotros no podemos permitir que ellos dicten la agenda; nosotros tenemos nuestra agenda, es la agenda del bien, es la agenda del amor, del trabajo, de la fidelidad al deber y no podemos dejar que estas personas se salgan con la suya tomando ellos el control de nuestras sociedades y de nuestras culturas, no podemos hacer eso.

Y yo creo que una de las cosas que nos ayuda cuando vienen esos momentos de gran prueba a nuestra vida es ir a la Palabra del Señor que tiene tanta enseñanza para nosotros. Uno de los pasajes que me recordó el Señor esta mañana se encuentra en Marcos capítulo 4 versículos 35 al 41 y lo voy a leer. Dice aquí: "Aquél día cuando llegó la noche Jesús les dijo: Pasemos al otro lado. Y despidiendo a la multitud le tomaron como estaba en la barca y había también con Él otras barcas."

"Pero se levantó una gran tempestad de viento y echaba las olas en la barca de tal manera que ya se anegaba" es decir se hundía, se abrumaba del agua; el agua entraba en la barca misma y estaba amenazando con hundirla. "Y Él" Jesús "estaba en la popa" es decir en la parte del frente de la barca "durmiendo sobre un cabezal" una especie de almohada así improvisada del mismo barco "y le despertaron y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos? Y levantándose reprendió el viento y dijo al mar: Calla, enmudece."

"Cesó el viento y se hizo grande bonanza. Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados, cómo no tenéis fé? Entonces temieron con gran temor y se decían el uno al otro: ¿Quién es este que aún el viento y el mar le obedecen?." Qué hermosa imagen, qué hermoso relato y hay algo que nosotros podemos aprender de eso.

Yo creo que esta historia está registrada en los Evangelios con un propósito; no fue puesta allí simplemente porque ok, sucedió esto en la vida de los discípulos y vamos a escribirlo allí para que la gente lo lea en el futuro, no. Se nos quiere enseñar algo acerca de la persona de Jesús, se nos quiere decir algo acerca de situaciones parecidas que estos discípulos confrontaron en ese momento; se nos quiere animar a un tipo de postura y de actitud cuando vienen las tormentas a nuestra vida, cuando el mar amenaza con meterse a nuestra casa, a nuestro matrimonio, nuestros hijos, nuestro ministerio, nuestra vida y parece como que la adversidad va a ganar la batalla y nos va a destruir.

Cuando todo parece perdido la Biblia quiere decirnos: no te des por vencido todavía, no declares derrota; no pierdas la cabeza porque siempre hay esperanza. Mi lema en la vida es eso: siempre hay una solución, siempre hay una salida, siempre el Señor va a sacar el conejo del sombrero de alguna manera porque es así; Dios es un Dios de soluciones.

Entonces vamos a analizar este pasaje. Los discípulos están en medio del diario vivir y de las labores normales de la vida, están sirviendo a la gente, están predicando la Palabra, están haciendo la obra del Señor y el Señor acaba de instruír a la multitud con diferentes parábolas, diferentes enseñanzas, diferentes sermones de instrucción y ha pasado todo el día enseñando a la gente y llega la noche, termina el día y el Señor dice: ahora vamos y pasemos al otro lado, ellos están recuerde hay un lago bien grande allí en esa área de donde el Señor se movía, Palestina, el lago de Genesaret y el Señor dice: vamos a la otra orilla, vamos. Yo he estado allí en ese lugar, es un lago grandísimo y hay aldeas puestas en diferentes partes de la orilla de ese lago.

Y el Señor dice: ok vamos a otro lugar, vamos a continuar predicando la Palabra, vamos a continuar haciendo la obra del Padre. Y les dice: pasemos al otro lado, en esa palabra del Señor hay un mandamiento, hay una instrucción pero si usted mira bien también hay una garantía de seguridad, hay una promesa implícita en ese pasemos al otro lado porque el Señor les está diciendo: Mi propósito es que pasemos al otro lado y el Señor no se equivoca; si el Señor les dice: pasemos al otro lado ellos iban a llegar, no se iban a hundir en el mar, eso es la cosa.

El Señor tiene un propósito y ese propósito se ha de cumplir no importa lo que pueda intervenir entre ese pasemos al otro lado y el llegar al otro lado. Así como Dios nos ha encomendado ciertas cosas en esta vida nosotros tenemos una vida que cumplir, tú tienes cosas que Dios quiere que tú hagas en esta vida; hay propósitos que Dios quiere que tú cumplas, hay eventos que tienen que suceder en tu vida. Dios te ha dado hijos, te ha dado un trabajo, te ha dado una profesión. Tu vida tiene cosas que tienen que suceder antes de que llegue el fin de tu vida y el Señor sabe exactamente cuándo llegará ese momento y el Señor no va a permitir que se te arrebate nada de lo que Él tiene planificado para tu vida si tú estás con Él y estás en Él.

Entonces piense en eso "pasemos al otro lado" cada vez que el Señor dice pasa al otro lado, ve al otro lugar sabe que junto con la instrucción va también la provisión. Cuando el Señor le dijo a los discípulos: "Id por todo el mundo y haced discípulos a todas las naciones" no solamente les estaba dando un mandamiento, antes de eso les estaba diciendo: "Todo poder me es dado en la tierra y en el cielo. Id por todo el mundo". Él les estaba diciendo: No se preocupen, Yo les estoy dando una orden bien grande pero Mi provisión irá con ustedes también, Mi Poder irá con ustedes y mire aquí a la Iglesia de Jesucristo dos mil años después todavía prevaleciendo y manteniéndose en la Tierra porque el Señor dijo también: las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.

Y la Palabra está llena de promesas para ti y para mí hermano o hermana. El Señor te dice: lo que Yo te he encomendado que tú hagas en la vida, madre: Dios te ha dado hijos. Padre: Dios te ha dado una familia para que la cuides. Joven Dios te ha dado sueños y propósitos. El Señor se compromete a viajar contigo ese proceso, ese trecho hasta que llegues a la orilla, tienes que confiar en el Señor.

Entonces dice: "Pasemos al otro lado" Él despide a la multitud ¿pero qué pasa? cuando ellos se montan en la barca surge una gran tormenta. Qué interesante que a pesar de que el Señor estaba con ellos, a pesar de que el Señor había dicho: vayan a la otra orilla, a pesar de que la Presencia misma del Dios Todopoderoso está con ellos surge una tormenta. Y a veces yo me pregunto así en la vida: Señor ¿por qué Tú no eres más económico? ¿por qué no impedir que vengan las pruebas? ¿por qué tengo yo que estar pidiéndote que me saques de las pruebas y confiando que voy a salir de las pruebas, por qué Tú no me resuelves el problema simplemente que yo no pase por la prueba? sencillo.

¿No? ¿por qué permite Dios que vengan situaciones a la vida en vez de simplemente hacer la cosa más fácil y evitar que caigamos en esos procesos; es porque Él tiene un plan, un propósito siempre. Hay beneficio que tiene la prueba y hay cosas que nosotros podemos aprender que nos enseñan muchas cosas acerca de Dios y entonces somos bendición para otros. Y el Señor quería simplemente tomar una fotografía para los siglos venideros para que muchos creyentes a través de los siglos pudieran conocer quién Él es, cómo Él es, cómo conducirse en medio de la tribulación y las pruebas.

Y yo creo que ellos fueron usados como para que el Señor pudiera darle una lección a toda la humanidad y a toda Su Iglesia que vendría a través de los siglos de cómo funcionan las cosas cuando Él está presente. Y fíjese cuánto provecho le ha sacado la humanidad a este evento. Les costó un susto bien grande a los discípulos pero ¿de cuánta bendición ha sido?. Hoy en día hay obras de arte en los grandes museos del mundo que reflejan esta escena y han inspirado a multitudes, se han escrito dramas, se han declarado poemas, himnos, se han cantado y se han compuesto alrededor de este evento, el Señor ha sacado mucho provecho pero alguien tenía que ser conejillo de indias.

Alguien tenía que pasar por esa prueba para que el Señor tuviera esa lección de que Él es el soberano sobre los problemas de la vida, Él es Rey, Él rige sobre la tormenta, sobre los problemas y las dificultades de la vida y todas esas cosas obtenemos de ese pasaje. Entonces sí el Señor estaba con ellos, sí el Señor les garantizaba la llegada pero habían otras cosas que ellos debían alcanzar y aprender y por eso el Señor permitió que viniera la prueba a su vida.

Fíjese otra cosa que ellos están en el medio del servicio, están sirviendo al Señor. No están pecando, no están desobedeciendo, no están haciendo cosas malas; son gente noble que ha dado su vida para servir al Señor y sin embargo aún así tienen que pasar por esta dificultad. Y muchas veces nosotros cuando pasamos por tribulaciones en la vida y problemas decimos: Pero Señor ¿si yo te estoy sirviendo? me he buscado por donde quiera y no encuentro cuál podrá ser la razón de lo que está pasando. Yo te amo, sirvo, diezmo, doy de mi tiempo a Ti, me comporto bien, busco la santidad, oro, ayuno, mis dones te los he entregado ¿por qué tengo yo que pasar por esta prueba?. Creo que tengo fé en Ti, estoy orando y presentándote mi necesidad; estoy haciendo todo lo que dice el manual y todavía estoy en la prueba.

Es una pregunta legítima y válida, quizá estos hombres se hicieron esa misma pregunta: ¿por qué si estamos sirviendo al Señor, por qué si vamos a otro lugar ahora a continuar predicando el Evangelio, por qué si venimos de pasar todo un día instruyendo a la gente en el conocimiento de Dios por qué tenemos que pasar por esta prueba?. Hay muchas diferentes razones. Lo importante es que la Biblia nos dice que no nos sorprendamos y nos escandalicemos cuando pasamos por tribulaciones porque todos nosotros vamos a pasar en algún momento por diferentes dificultades y diferentes zozobras de la vida.

Por eso es que la Biblia dice que en el mundo hallaremos aflicción. El mundo está inherentemente deformado y hay dificultades, vendrán problemas, vendrán enfermedades a la vida y la pregunta va a ser: ¿cómo las vamos a navegar y qué vamos a sacar de ellas y cómo vamos a obrar en medio de la tribulación y la prueba?. Pero aunque tú estés sirviendo al Señor reconoce que podrán venir tiempos de aflicción y de pérdida pero lo que tú necesitas hacer es no permitir que la prueba se salga con la suya.

No puedes mandarte a huír, no puedes voltearle la espalda al diablo y luchar en el terreno hasta que tú veas la salvación del Señor; eso hace que la prueba se convierta en vez de algo terrible y destructivo en algo redentor y fortalecedor, y perfeccionador para el Hijo de Dios. Dice la Biblia que: "Muchas son las tribulaciones del justo." Pasamos muchas veces por dificultades en la vida pero vamos a ver que lo importante va a ser cómo vamos nosotros a navegar esas aguas. Piense en eso.

El Salmista dice: "Aunque ande en valle de sombra de muerte." No si ando por si acaso, no. Aunque ande. Vamos a pasar a veces por el valle de sombra de muerte, vamos a pasar por el valle. Ese valle de sombra está ahí en la vida y a veces tenemos que pasar por ello ¿no? entonces es importante que sepamos que eso es parte de la vida. En el mundo hallaréis aflicción.

Entonces dice que: "Se levantó una gran tempestad de viento y echaba las olas en la barca de tal manera que ya se anegaba." Óigame pasan los minutos, pasan muchos minutos, el agua comienza más fuerte y sigue y sigue, y sigue y comienza a meterse en la barca, los discípulos están haciendo todo lo que pueden por mantener la barca estable pero llega un momento en que ya no pueden más. Muchas veces Dios va a permitir que la prueba continúe por un buen tiempo. Nosotros vamos a hacer todo lo que sabemos hacer y todavía no vamos a salir de la prueba como estos hombres; las olas siguen viniendo, el viento sigue viniendo y a veces Dios interviene en el último momento para socorrernos cuando ya el agua está llegando al cuello ahí es donde viene el Señor para socorrernos.

Tenemos que mantenernos firmes mientras dura la prueba; no podemos dejar caer el ánimo. Yo siempre me agarro de esa Palabra que dice Primera de Corintios capítulo 10 versículo 13, dice: "No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana pero fiel es Dios que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir sino que dará juntamente con la tentación la salida para que podáis soportar." Hermano memorícese ese versículo o sino por lo menos métalo dentro de su ser aunque usted no pueda decir todas las palabras de ese versículo usted pueda decir el contenido.

Aquí me dice a mí primero que a mi vida no va a venir ninguna tentación que no sea humana, eso quiere decir que sea más allá de lo que yo puedo procesar como ser humano, que sea más allá de lo que ningún ser humano haya experimentado; las pruebas que vienen a mi vida otros la han experimentado y la escala de las pruebas que vienen a mi vida son comunes a la condición humana. Dios no permite que venga algo a tu vida que sea más allá de tu marco humano, eso es lo primero.

Pero dice también que: "Fiel es Dios." Nosotros tenemos que agarrarnos del carácter de Dios, Él es fiel. Él no se olvida, Él no se cansa de amarnos, Él no cambia de opinión, Él no se descuida; Él es fiel. Y entonces dice que Él no nos dejará ser tentados más de lo que podemos resistir, es el corazón de ese versículo. Dios nunca permitirá que venga una prueba que sea mayor de lo que tú eres capaz de sobrellevar. Tú tienes que decirte eso; aunque parezca todo lo contrario, aunque parezca que ya no te queda más fuerza tienes que saber que en ti sí hay todavía suficiente fuerza para seguir adelante y pídele al Señor que te haga conciente de esa fuerza, que te ponga en contacto con esa reserva de energía que hay en tu vida, que hay más que tú puedes usar para llegar a la victoria.

Y dice que: "Dios dará juntamente con la tentación la salida." Siempre que venga una situación a tu vida di: ¿dónde está la salida?. Dame entendimiento Señor. La salida puede que venga a través de un milagro sobrenatural o puede que venga a través de un médico que resuelva tu problema. Puede que sea el consejo de alguien, cualquier cosa pero la salida va a venir, la solución va a venir; Dios la va a traer y tú tienes que esperar, confiar. Decir: Señor ¿dónde está la salida a esta prueba? ¿dónde está la solución? Yo creo que la hay y voy a seguir clamando a Ti, voy a seguir haciendo mi parte para ya sea que Tú me la des o que venga a mí o que alguien me diga dónde está pero yo voy a encontrar la salida, la salida va a venir.

Y cuando tú te llenas de esa fé, esa seguridad de que hay una solución a tu necesidad Dios va a usar tu fé entonces para traer esa salida, esa solución a tu necesidad. Pero muchas veces lo que pasa es que cuando vienen las pruebas nos llenamos de tanto temor que dejamos de orar, dejamos de confiar, nuestra mente se desperdiga por donde quiera; lo que hacemos simplemente es expresar nuestra ansiedad pero no lo hacemos de una forma ordenada de sentar nuestras necesidades al Señor, clamar a Él definición, con claridad y perdemos una oportunidad de que nuestra fé se convierta en un proyectil que dirijamos en contra de la prueba y la hagamos estallar en nuestra vida.

Entonces aunque la barca se estaba anegando ya pero había una solución: la barca no se iba a hundir porque el Señor estaba allí, eso es importante que entendamos. A mí me impactó bastante algo. De nuevo a veces uno como que se da cuenta de detalles que antes no había visto. Esta mañana mientras estudiaba este pasaje en el versículo 36 dice que: "Despidiendo a la multitud le tomaron como estaba". Yo dije: wow nunca había visto eso, le tomaron como estaba. Yo no estoy muy seguro pero creo que ahí hay una enseñanza; tomaron, es decir cuando se iban tomaron al Señor tal y como Él estaba y lo metieron en la barca y lo llevaron.

Eso quiere decir quizás que Él no tuvo oportunidad de ir a la casa y cambiarse de ropa, y darse un bañito y ponerse un perfume; no, Él simplemente se montó sudado como estaba, la ropa maloliente porque el Señor era humano. ¿Cuántos saben que el Señor sudaba? era humano. Y no tuvieron oportunidad de cambiarlo de ropa ni nada y lo subieron como estaba y yo dije wow qué lindo ese detallito. Y pensé: bueno wow, ahí hay algo.

Yo me puse a pensar que muchas veces en la vida estamos tan ajorados y estamos tan afanados y tenemos tantas cosas que hacer que a veces lo único que nos queda es mira, encomendarnos al Señor y tomarlo como Él está y en el camino seguir procesando la oración, la fé lo que sea. Lo que yo quiero decirte es que tú no tienes muchas veces que hacer grandes oraciones y a veces en la vida tú no vas a poder dedicar una hora o dos horas a la meditación y a tu tiempo devocional, aunque debiéramos sacar tiempo definitivamente pero lo importante es que nos aseguremos de que donde quiera que nosotros vayamos tomemos al Señor y lo metamos con nosotros, lo llevemos con nosotros.

Que el Señor siempre esté con nosotros cotidianamente. Que donde quiera que vayamos siempre el Señor esté dentro de nuestra barca. Cuando salgamos de la casa toma al Señor tal y como Él está, invítalo a tu barca, invítalo a estar con tu familia y con tus hijos; mientras estés en el autobús medita en un versículo, que haya un himno siempre en tu boca. Por eso es que es tan importante memorizar la Escritura, memorizar coros, estar siempre, que la Palabra del Señor esté siempre buyéndose y procesándose para estar preparados en cualquier momento.

A veces creemos como que tenemos que estar ayunando diez horas y haciendo esto. Sí amén es bueno pero también en la vida tenemos que tener al Señor en lo cotidiano porque uno no sabe cuándo va a venir la prueba y cuándo va a venir la tribulación y cuándo va a venir la necesidad de testificarle a alguien. Tenemos que tener al Señor tal y como Él está en nosotros siempre de una forma cotidiana, estar siempre llenos.

Yo creo que eso es lo que me está diciendo ahí. ¿Por qué eso es importante? porque muchas veces cuando estalla una bomba en la Boylston Street y tú estás cerca allí será mejor que tú sepas que tu Redentor vive; será mejor que tú puedas decir: "Alzaré mis ojos a los montes ¿de dónde vendrá mi socorro? viene de Jehová" y tú puedas inmediatamente, de ti brote una oración, un clamor, una fortaleza sobrenatural y tú puedas en vez de mandarte a huír, correr hacia alguien que está herido y ayudarlo tú y fortalecerlo tú en vez de tú también llenarte de pánico y salir corriendo.

Tú tienes que tener al Señor contigo todos los días continuamente. No necesariamente el Señor con Su falda gloriosa y evidente pero sí al Señor cotidiano cada día, tenerlo dentro de ti y esa fue la solución al problema, tomar al Señor tal y como Él estaba. Qué hubiera pasado si hubieran dicho: Señor vete a la casa y báñate, vendremos mañana a buscarte; no se lo llevaron tal y como Él estaba y gloria a Dios que Él estaba dentro de la barca cuando vino el momento de la necesidad y de la presión.

Nosotros tenemos que estar continuamente llenándonos de la Palabra del Señor y de la Presencia del Señor. Tenemos que cultivar esa conciencia de la Presencia de Dios en nuestra vida que nos va a dar fortaleza y nos va a animar en el tiempo de la prueba. Esa era la diferencia entre los discípulos y el Señor. Ellos no estaban preparados para la prueba; eran hombres del momento, de circunstancia. Veían las cosas pero el Señor no se les había metido dentro todavía mientras que Jesús vivía en contínua intimidad con el Padre. Siempre estaba cultivando ese sentido de la Presencia del Padre y por eso cuando Él ve toda esa tormenta y todo lo que está pasando alrededor de Él Él está durmiendo como un lirón allí, quizás estaba roncando, yo no sé si el Señor roncaba pero es posible.

Estarán diciendo: óigame el Pastor está destruyendo al Señor esta mañana. El caso es que ahí está el Señor tranquilito, durmiendo a pierna suelta y la tormenta rugiendo alrededor de Él y los discípulos gritando y desesperándose, el Señor tranquilo allí; ¿por qué? porque Él sabe quién es, Él es Dios. Él es el Rey de la tormenta, es el Señor de señores. No había un lugar más seguro ni lo ha habido jamás en todo el universo que ese momento y ese lugar donde están los discípulos con una tormenta alrededor pero con el Rey de reyes dentro de la barca.

El lugar seguro es donde está el Señor aunque pase lo que pase alrededor de ti. Y el Señor estaba tan compenetrado con la Presencia del Padre, Él conocía a Su Padre. Él vivía en el Padre y el Padre en Él y por tanto la tormenta no lo podía socavar y nosotros tenemos que cultivar ese sentido de la Presencia de Dios en nuestra vida; tenemos que sacar tiempo en el día para visualizar al Padre, para recordar: yo soy un hijo de Dios, yo soy precioso para Dios, Dios tiene propósitos en mi vida. Esa Palabra de confesión de fé tiene que salir de nuestra boca.

Tenemos que declarar las bendiciones de Dios, tenemos que sacar tiempo para recordar que Dios está en nuestra vida. La mayoría de nosotros tan embebidos y tan compenetrados con el mundo allá afuera que la Presencia del Señor como que se disipa y se hace lejana y cuando vienen las tribulaciones y las pruebas no sabemos qué hacer. Por eso es que tenemos que tener siempre cerca al Señor y estar meditando en Él porque eso va a determinar la diferencia de cómo nosotros reaccionemos.

Yo me pregunto ¿estaba el Señor verdaderamente durmiendo? sí pero también como que yo creo que es posible que el Señor los estaba probando; Él estaba con una sonrisita maliciosa haciéndose que estaba dormido, es una alternativa de interpretación. Vamos a ver qué hacen estos ahora, cómo bregan con esta situación. Es posible también ¿no? el Señor era un Maestro increíble así que a veces yo me he preguntado si el Señor estaba simplemente probándolos para ver qué pasaba porque el Señor estaba comprometido con ellos.

Fíjense en las palabras de Primera de Tesalonicenses capítulo 5 versículo 24: "Fiel es el que os llama el cual también lo hará." Él quería que ellos entendieran: si Yo les dije que vamos a ir a la otra orilla Yo quiero que ellos entiendan que así va a ser y los voy a dejar que se cuezan en su propio jugo por un ratito para que aprendan una lección. Siempre digo que si Cristo está en nuestra vida el fracaso no es posible y Él a veces permite que venga la prueba para ilustrar esa verdad.

Romanos capítulo 8 versículo 28 y versículo 31 dice: "Y sabemos que a los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien." "A los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien, esto es a los que conforme a Su Propósito son llamados" y el versículo 31: "Qué pues diremos a esto, si Dios es con nosotros ¿quién contra nosotros?" ¿amén?. Versículo 32: "El que no escatimó ni a Su propio Hijo sino que lo entregó por todos nosotros ¿cómo no nos dará también con Él todas las cosas?" y el Señor quiere que esas verdades, esas promesas se penetren en nuestra vida y a veces Él permite que vengan las situaciones difíciles para nosotros hacer acopio y recordar esas verdades y ponerlas en práctica.

Entonces los discípulos ya desesperados no sabiendo qué mas hacer se acercan al Señor y le dicen: "Señor ¿no tienes cuidado que perecemos?" están molestos ya con el Señor y hasta en su petición hay como una acusación; ¿no te das cuenta lo que estamos pasando?. ¿Qué pasa muchas veces cuando viene la prueba a nosotros? que cuestionamos el carácter de Dios, cuestionamos la fidelidad del Señor. ¿Tú no ves Señor lo que estoy pasando, por qué permites esto? ¿no tienes cuidado de que perecemos? La respuesta del Señor es: Claro que tengo cuidado nada va a pasar porque Yo estoy con ustedes.

Mateo 6:31 y 32 el Señor siempre nos está recordando porque Él sabe que tarde o temprano el afán, el temor y la ansiedad van a venir en nuestra vida y la Biblia está llena de esos llamados del Señor a recordar que Él nos ama y Él nos conoce. Mire el versículo 27, Mateo 6:27 dice: "Y quién de vosotros podrá por mucho que se afane añadir a su estatura un codo? Por el vestido ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo cómo crecen, no trabajan ni hilan pero os digo que ni aún Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es y mañana se echa en el horno Dios la viste así ¿no hará mucho más a vosotros hombres de poca fé? No os afanéis pues diciendo: ¿qué comeremos o qué beberemos o qué vestiremos? porque los gentiles buscan todas estas cosas pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas."

El ojo del Señor siempre está posado sobre tu vida hermano, el Señor sabe lo que estás pasando. Nunca le pregunté al Señor: Señor ¿por qué me has abandonado? ¿por qué te has descuidado de mí? No, el Señor tiene un propósito y Él lo que quiere es que tú vayas al lugar donde está la solución y Él tiene la solución, puede que se tome un poquito de tiempo, puede tardar un poquito más pero Él tiene la solución para tu vida.

Yo he descubierto hermanos que Dios es muy económico en Sus movimientos. Generalmente ni se adelanta ni se retrasa; Dios obra en el momento preciso. Nosotros somos los que nos acobardamos y queremos que Él obre a veces prematuramente y nos saque de la prueba a veces antes de lo que se necesita para que la prueba cumpla su propósito en nuestra vida. Cada prueba que viene a tu vida tiene un propósito, tiene un proceso y lo que tú tienes que pedirle al Señor es que te dé discernimiento y sabiduría para determinar y entender qué es lo que Dios está cumpliendo con esto y te dé fortaleza para tú correr el proceso totalmente hasta cumplir todo lo que Él desea y entonces Él te saque fortalecido, perfeccionado, pulido y mejor preparado para servirlo.

Dios es un Dios preciso y a veces Él va a permitir que la prueba dure un poco de tiempo pero es para tu propio bien. Mientras tanto Él te cuidad, Él te fortalece, Él te respalda, Él está ministrando a tu vida. Y entonces el Señor obra, accede a la petición de ellos y se levanta y le dice a la tormenta: Calla, enmudece. Qué bueno es que ellos hicieron lo que tenían que hacer; fueron a donde el Señor aunque lo hicieron de una forma acusativa e imperfecta hicieron lo que tenían que hacer. Cuando viene la prueba es tiempo para que tú te ciñas los lomos y te fortalezcas en la oración y busques más del Señor, tengas más tiempo de buscar de Él, de llenarte de Su fortaleza, de impregnarte del sentido de la Presencia de Dios.

Cuando las pruebas vienen a mi vida yo sé que en vez de yo ponerme a huír o quejarme o dejar de orar lo que tengo que hacer es todo lo contrario; tengo que orar más, tengo que sacar más tiempo para buscar de Él, tengo que comenzar a leer esas promesas de la Palabra del Señor, esos textos que me recuerdan que Dios es fiel, que Dios es bueno, que Dios es amoroso, que Él es misericordioso, que Él está conmigo y llenarme de esa fortaleza y declarar la Palabra de Dios a los aires y hacer de esa Palabra un imán que atraiga la bendición del Señor y atraiga la bendición a mi vida.

Y eso es lo que tenemos que hacer nosotros, clamar, ir a donde el Señor como fueron ellos y pedirle al Señor que hiciera lo que Él quería hacer. Ya voy terminando pero es importante esa pregunta que el Señor hace. Cuando Él calla la tormenta y la hace enmudecer Él se torna hacia ellos y les dice: "¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fé?" es una pregunta reveladora.

Lo que al Señor le molestó no fue tanto el temor de los discípulos sino el pánico, la pérdida de su dignidad; la falta de control que mostraron que los llevó a hablarle así en una forma irreverente. La palabra amedrentados en el griego original es la palabra deiloi que quiere decir: acobardado, en pánico, intimidado.

Hay una diferencia en la vida hermano cuando estamos pasando por la prueba de experimentar una sana tristeza, experimentar una cierta preocupación acerca del futuro porque la verdad si a ti te dicen: usted tiene una condición de salud que va a hacer que tenga que tomar pastillas el resto de su vida la verdad que si usted no se siente un poquito atemorizado usted necesita más un psiquiatra que un médico, claro que sí uno se atemoriza. Uno entra en un tiempo de temor y de zozobra pero yo creo que hay una diferencia entre un temor sano y normal y una preocupación humana y perder la paz, desesperarse, entrar en una neurosis; dudar del Señor, dejar de buscar de Él, dejar de ir a Su Palabra.

El cristiano es un soldado y un soldado nunca sale huyendo. Qué feo se ve un soldado con un rifle y un revólver llorando como un bebé de un enemigo y eso es lo que el Señor no quiere de nosotros, que nosotros nos desesperemos. Yo creo que esa es la diferencia de una persona que tiene a Cristo en su corazón y que es una persona de fé; no es que no temas, no es que no sufras, es simplemente que no te desesperes, que no pierdas la cabeza y yo creo que eso fue lo que le molestó al Señor en este caso.

Mire Primera de Corintios capítulo 4 en el versículo 7 dice: "Pero tenemos este tesoro en vasos de barro para que la excelencia del Poder sea de Dios y no de nosotros que estamos atribulados en todo mas no angustiados, en apuros mas no desesperados, perseguidos mas no desamparados, derribados pero no destruídos." En otras palabras podremos estar en tribulación, angustia y todo pero no estamos en pánico, no estamos sin salida, no estamos sin respuesta, no estamos sin solución, no estamos acorralados. Siempre hay una respuesta a toda necesidad y el Señor quiere que mientras estemos en el crisol de la prueba nos mantengamos plantados en Su Promesa y en Su fidelidad ¿amén?.

Quiera el Señor en esta mañana que aunque estemos pasando por cualquier problema y cualquier tribulación de la vida mantengamos nuestros ojos puestos en Él, sepamos que el Señor está en mi familia; el Señor está en mi casa, el Señor está en mi lugar de trabajo donde hay problemas con los otros empleados, donde tengo un jefe un poco odioso. El Señor está en mi barca, está en mi casa a pesar de que vengan las deudas, a pesar de que haya enfermedad mantén tu posición establecida; no te llenes de pánico, no te desesperes. El Señor dice: Yo estoy contigo; confía en Mí y mantén tu mirada puesta en Mí. El Señor te bendiga.

Padre: gracias, confiamos en que Tú estás con nosotros. Gracias por Tus palabras de seguridad y de promesa porque Tú eres un Dios fiel en el cual podemos confiar. En esta mañana renunciamos a la desesperación y a la ansiedad y nos revestimos de esa seguridad de que Tú nunca nos dejarás ni nos desampararás. Lléna nuestro corazón con esa paz en este día en el Nombre de Jesús, amén y amén. Gloria al Señor.

Siempre debemos estar preparados para testificar de nuestra fe

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Quiero hablar de esta experiencia que yo tuve el jueves por la mañana en este servicio ecuménico que se dio aquí en la Catedral de Boston donde, como ustedes saben, estuvo el presidente y una serie de otros dignatarios, y se me permitió ofrecer una reflexión, una meditación con respecto a este terrible incidente terrorista que nosotros experimentamos aquí en la ciudad de Boston.

Me he quedado pensando en eso y como ustedes saben, el domingo tuvimos unos gloriosos servicios donde la congregación pudo expresar su corazón y fue un tiempo de sanidad y como iglesia, yo creo que tuvimos un tiempo muy terapéutico, muy sanador, como iglesia.

También tuvimos la oportunidad de orar y ministrar a favor de estas vidas que han sido tan terriblemente afectadas por todo este incidente. Pero yo estaba pensando y lo que quería era compartir con ustedes, qué aprendí yo, algunas lecciones que aprendí yo de esta experiencia que espero que sea de bendición para ustedes.

Jocosamente, si tuviera que dar un título a esta meditación diría, “Mi día con Obama”, muy pretencioso, porque no fue mi día en absoluto, sino un momento breve con él, pero hay unas cosas que quiero señalar acerca de eso.

Número 1. En términos de lo que yo aprendí de esto, es que primeramente nosotros siempre debemos estar preparados para cuando el Señor nos llame a testificar de nuestra fe. Un pasaje en la Escritura que no tuve tiempo para encontrar, pero lo conozco en mi mente, donde dice que tenemos que estar siempre listos para dar cuentas de la fe que hay en nosotros.

Y usted no sabe cuándo el Señor lo va a llamar a usted para testificar acerca de su fe, de su creencia en el Señor. Usted no sabe cuándo usted lo van a llamar para dar su testimonio, cuándo usted se va a encontrar con alguien en el camino y puede que sea el jefe de su trabajo, o un maestro en la universidad. Y nosotros siempre tenemos que estar listos, tenemos que estar prestos.

Nuestra identidad como hijos de Dios, como testigos del Señor, siempre tiene que estar allí en nuestra mente, y tenemos que vivir un estilo de vida que nos mantenga preparados de manera que cuando llegue el momento de uno tener que dar testimonio o hablar acerca de la fe que hay en nosotros, no tengamos que ir corriendo desesperados a ayunar y a buscar esa unción que no tenemos porque no hemos estado orando, no hemos estado ayunando, no hemos estado leyendo la palabra o meditando en las cosas del Señor y no tenemos el caudal de conocimientos y la unción que necesitamos. Sino que siempre tenemos que estar prestos, de manera que cuando llegue ese momento nosotros sepamos exactamente a dónde ir para conseguir la palabra que requerimos. Es muy importante eso, que usted viva su vida siempre como que hoy es su día y hoy usted tiene que quizás es el momento para el cual Dios lo ha estado preparando. Que no le agarre desprevenido y sea lo que sea.

Es muy importante, siempre debemos estar listos. Siempre debemos estar preparándonos como un soldado para la guerra, siempre tenemos que estar preparados para que nos llamen en cualquier momento y nos activen como pasó en este momento.

Yo estaba totalmente desprevenido en un sentido, o más bien, desapercibido de que pudiera yo ser parte de eso. En la mañana me llamaron el miércoles, para invitarme más bien a eso y yo dije, “Claro que sí, con gusto voy a ir.” Y en la tarde fue cuando me extendieron la invitación y en la noche cuando yo estaba aquí – larga la historia – me confirmaron que querían que yo testificara o que hablara ese día en un evento tan importante, que yo mismo ni me imaginaba. Cuando yo les pedí oración a ustedes el miércoles en la noche, yo ni siquiera me imaginaba de la envergadura de ese momento. Cuando me vi allí con dos mil personas en la Catedral y con una cámara de torre, y me di cuenta de todo lo que esto significaba, esto ahí fue…

Pero uno no sabe cuándo Dios nos va a llamar. Yo creo que en estos tiempos que vive la humanidad, donde hay tantas cosas que pueden suceder, nosotros tenemos que estar como nunca alertas y apercibidos, preparados en todo momento para disparar si el Señor lo quiere. Eso es una cosa.

Lo otro es que yo he aprendido que uno no puede decir no cuando el Señor te llame a hacer algo. Si tu tienes temor, yo toda mi vida yo he tenido que luchar con el temor de ciertas intervenciones, ciertas cosas, pero yo siempre me he prometido que yo no puedo dejar que el temor me quite la disposición de servir al Señor. Mi tentación fue decirle, y les dije de hecho cuando me invitaron ese día, “Mire, no hay otras personas por allí más capacitadas?” Sinceramente, Dios lo sabe, yo les dije, “Déjenme orar por ellos, yo les llamo dentro de unos minutos si puedo.”

Pero sentí claramente que no podía decir que no y que si esto es lo que Dios quería, amén, íbamos a hacerlo así e íbamos a ir adelante. Nunca permita que el temor le impida a usted hacer lo que Dios quiere y lo que usted necesita hacer. Si Dios llama, Dios capacita también. Tenemos que encomendarnos a la gracia del Señor y creer que Dios es fiel para suplir todo lo que necesitamos.

Otra tercera cosa, es que yo creo que debemos siempre dejarnos guiar por el Espíritu Santo y estar alertas a la voz del espíritu en nuestras vidas. Preparándome para subir el púlpito aquí el miércoles en la noche, mis ojos se posaron sobre el salmo 125, versículo 3. En ese momento ya esto estaba cocinándose, donde habla acerca de que el cetro de la maldad no se posará sobre la tierra de los justos para que los justos no sean llevados a hacer el mal.

Cuando mis ojos se posaron sobre ese pasaje, yo sentí claramente que había algo en ese pasaje para mí, con respecto a lo que yo tenía que decir al otro día. No tenía mucho tiempo para preparar eso. Tuve que ir a mi casa, y gracias al Señor eso fluyó en una manera preciosa y en poco tiempo esa meditación estaba elaborada.

Yo he aprendido siempre en mi vida que Dios es un Dios que habla y yo cada vez que voy a predicar siempre le pido al Señor, “Señor, ¿qué es lo que tu quieres que yo diga? No lo que me es más fácil, ni lo que ya yo he trabajado antes, que no me cuesta mucho.” A veces Dios me cambia el sermón camino hacia la iglesia. A veces me cambia el sermón yo sentado allí. Y yo he aprendido a dejarme guiar por el espíritu. Como esta noche, por ejemplo, lo único que he tenido en mi mente…

Cada día yo he aprendido más y más a dejarme guiar por el Espíritu Santo. Tenemos que vivir una vida guiada por el Espíritu Santo. Hermanos, Dios habla, lo que pasa es que muchas veces nosotros no lo escuchamos. Nosotros tenemos que estar siempre alertas al Espíritu Santo en nuestras vidas y tener una comunión con el Espíritu Santo y escuchar de él.

Muchas veces no va a ser un ángel que va a venir y te va a decir con una resplandeciente, “Hijo mío, has esto o lo otro.” Dios habla de muchas maneras. Dios me habla a mí continuamente por ejemplo, a través de su palabra. Cuando mis ojos se posaron sobre ese texto yo no sabía exactamente, pero era como que había un bold face, como que de momento ese texto se puso en relieve y entonces yo lo dejé allí tranquilo, lo dejé en remojo, trabajando en mi espíritu. Cuando llegué a mi casa, le oré al Señor que me diera la meditación y la palabra, y entonces al verlo entendí claramente.

El Señor comenzó a guiarme a través del texto. Lo primero que vi en el texto fue eso, el cetro de la maldad. Entonces, dije, ahí nació esta idea de que sí la maldad es una realidad en el mundo. Porque dice el cetro de la maldad no se posará. La maldad es un poder, es una autoridad, tiene un cetro. Quién tiene un cetro? Un rey, una persona de poder.

Entonces cuando la Biblia reconoce que hay maldad en el mundo, eso es muy importante, pero lo que dice ese texto también es que no se posará por demasiado tiempo. Entonces, lo que está diciendo es que no permanecerá, que la maldad puede venir por un rato y Dios puede permitirla. En el mundo hay maldad. El diablo es real, los espíritus son reales, los poderes demoníacos y del infierno son reales, pero lo importante es que Dios es más poderoso. Y eso es lo que nosotros tenemos que entender.

Satanás es un ser derrotado. Él tiene poder en la vida de aquellos que le reconocen poder, pero si tu sabes que tu estás lavado y bañado y saturado con la sangre de Cristo, no hay diablo, no hay poder demoníaco que pueda tener superioridad sobre tu vida. El enemigo puede venir por un momento, pero el Señor lo hace huir de nuevo. Si tu te mantienes firme en tu posición. Eso es bien importante que nosotros entendamos eso.

Entonces ese texto Dios lo fue abriendo ante mis ojos esa noche, y cuando el texto me comenzó hablar, más bien mi problema era no que no tenía suficiente que decir, sino que tenía demasiado que decir. Y entonces tuve que cortar. Pero es bien importante eso cuando nosotros estamos en contacto con la palabra del Señor.

Es importante que tu vivas esa palabra, que por ejemplo Máximo que ahora comienza los caminos del Señor, otra gente nueva, hermanos, la Biblia, la palabra de Dios este es tu mundo, esta es tu vida, este es tu universo. Tu tienes que aprender a nadar en las profundidades de esta agua. Esta palabra tiene que ser tu pan de cada día. Tienes que leerla, estudiarla, por eso es tan importante que ustedes cuando puedan, tomen sus cursos de discipulado.

Vamos a comenzar dentro de poco una serie de lecciones, unas 6 lecciones para nueves creyentes, personas como Máximo que reciben al Señor. Mi deseo es que esa gente se apunte y que durante 6 semanas, solamente, 6 domingo, vengan una hora extra. Lo vamos a hacer probablemente entre las 11 y las 12, entre los dos servicios, para que los que terminen el de las 9 puedan quedarse, y los que vienen a las 12 puedan venir una hora antes, y puedan instruirse en las cosas básicas del Evangelio, lo que es la salvación, arrepentimiento, salvación por gracia, bautismo del Espíritu Santo, cosas bien básicas acerca de la vida cristiana. Porque si no entendemos las cosas de Dios no podemos crecer. No es cuestión de simplemente venir a la iglesia, y estar escuchando domingo tras domingo. Uno tiene que entrar en la palabra, conocer la palabra porque entonces esa palabra te va a hablar.

Cuando tu tengas problemas en la vida, cuando estés en crisis, vendrán textos a tu mente. Cuando estés en un tiempo difícil de tu vida, el Señor te hablará a través de la palabra que ya está dentro de ti y que tu la conoces bien a fondo. Es muy importante eso, porque entonces en momentos como este, el Señor… yo sé buscar en la palabra dónde están esas cosas. Y es muy importante eso.

Y ese arraigo en la palabra me dio una especificidad en mi presentación, mi meditación, que yo pude empacar muchos conceptos bíblicos en lo que yo dije. Muchas veces sin aludir directamente a la Biblia. Pero esa palabra habla y hace impacto en los corazones y en las vidas.

Yo le doy gracias al Señor porque tanta gente fuera de León de Judá en muchas partes del mundo, fueron impactados, aunque no eran creyentes, o algunos eran simplemente exploradores de la palabra de Dios, inquietos simplemente. Cuando la palabra está dentro de tus expresiones y los conceptos de la palabra, eso le da a cualquier consejo que tu puedas dar, un peso muy poderoso. Es importante que tu vivas y que estemos siempre en la palabra.

Otra cosa que yo he aprendido de todo esto es lo siguiente, mucha gente me ha felicitado porque estuve al lado de Obama y porque estreché manos con él y estuve al lado de estas grandes celebrities. Hermanos, gracias Señor y agradezco sus felicitaciones y todo esto, pero déjenme decirles, no es una corrección, gracias, pero hermanos, yo les puedo decir delante del Señor que eso a mí no me afecta en absolutamente en nada.

Nosotros no somos estrellas de cine. Esto del Evangelio no es como que de momento estuviste allí entre la presencia de este hombre grande y tu ministerio ha subido. Yo soy la misma persona, antes de subir aquí me comí un plátano majado con atún y cebolla. Yo he aprendido que uno no se debe dejar deslumbrar por nada ni nadie de este mundo. El uno ser siervo del Señor es algo muy diferente a cualquier otro tipo de trabajo en el mundo. Un siervo de Dios nunca debe buscar gloria para sí mismo, ni debe tampoco dejarse afectar.

Así como pasó esto, amén, Dios simplemente puede hacerme volver a las cosas. Míreme aquí, entre mi pueblo, yo soy feliz de esa manera y nuestro corazón siempre debe ser así. Yo veo a veces tanto pastor buscando gloria personal hoy en día, y eso ha sido a través de toda la historia de la humanidad, cabildeando, buscando tener una iglesia grande, o hacerse un nombre, o tener un programa de la televisión. A veces invertimos tanto dinero de nuestra gente misma en un programa o lo que sea, que a veces ni siquiera tiene el impacto que debe tener y entonces estamos sacando el dinero de nuestras ovejas simplemente para proyectar. No todos, pero hay mucho ego hoy en día en el ministerio.

Nosotros tenemos que absolutamente rechazar eso. Yo repudio esa actitud en el nombre del Señor. Para mí simplemente mi gran gozo es haber podido compartir el Evangelio con mucha gente a través de ese momento y ser de bendición. Pero quiero que sean claros al respecto.

Yo le he dicho al Señor siempre, yo nunca me pondré a hacer tarjetas de profeta o de Apóstol y estarlas repartiendo por allí. Yo siempre he aprendido una cosa y es que Dios es quien levanta, no el hombre. Cuando yo veo en la Escritura, yo veo a Dios siempre sacando a sus siervos del anonimato, a David lo sacó de las ovejas metido tanto que ni siquiera el profeta Samuel se atrevía a pensar que ese pudiera ser su papá, ni siquiera lo sugirió.

A Moisés lo sacó del desierto, 40 años de anonimato. A Gedeón lo encontró metido en una cueva por allí, trillando trigo. A Eliseo lo sacó de los bueyes, trabajando. A Saulo lo sacó del anonimato también persiguiendo la iglesia. A sus discípulos los sacó a unos de una mesa de cambiador de dinero, a otro de pescador.

Dios es quien llama. Dios es quien saca del anonimato, hermanos. Y nadie debe jamás ponerse al frente como que… no. ahora, yo le digo al Señor, sí, Dios conoce mi corazón y Dios sabe que si él quiere usarme, yo estoy más dispuesto y deseoso. Siempre le he dicho al Señor que Dios… yo le doy gracias al Señor porque Dios ha invertido mucho en mi vida, me ha dado muchas oportunidades de educarme y hacer muchas cosas y tener mucha experiencia y creo que él me podría usar, pero siempre le he declarado mi corazón y es que yo quiero que sea él quien me saque del anonimato, no yo. Porque yo creo que ese es el patrón bíblico.

Ahora, yo hago todo lo que esté de mi parte y que Dios sepa que yo estoy disponible y me preparo y siento que hay un llamado, pero es él quién tiene que hacerlo. Tenemos que poner a un lado el ego, el mundo está ya cansado de hombres con un ego demasiado grande. El mundo quiere gente humilde, gente sencilla de corazón, gente modesta, gente consciente de que no somos nada, no valemos nada.

En un momento yo puedo hacer un tollo como dicen los dominicanos, un desastre. Y no podemos, somos frágiles. Tenemos que encomendarnos continuamente a la gracia y la misericordia de Señor. Es la misericordia de Dios y cuando Dios nos pone en sitios de prominencia tenemos que estar tan conscientes de nuestra fragilidad y que solo por la gracia y la misericordia del Señor, nosotros podemos hacer algo que sea de gloria para su nombre.

Yo creo que uno tiene que cultivar un sentido de debilidad, más bien, debilidad en el sentido de cómo dice Pablo, que cuando soy débil entonces soy fuerte. Cuando un hombre, una mujer sabe que es frágil y que solamente la gracia y la misericordia del Señor es lo que nos permite él, eso entonces nos cubre y el diablo no puede atacarnos porque estamos…

Quién puede denunciar a alguien que ya se ha denunciado? Es importante que ese aspecto de las cosas, yo doy gracias al Señor y aprecio su gozo, pero hermanos, yo les aseguro que lo más apropiado es simplemente es darle gloria al Señor y continuar con nuestra vida en una manera totalmente sencilla y normal.

Otra cosa que he aprendido de todo este proceso es lo siguiente, tenemos que tener mucho cuidado como iglesia cuando estamos testificando en ciertas situaciones de la vida de una nación o de una cultura. Cuando en un momento en que tanta gente está temerosa, llena de pánico, algunos sintiéndose culpables de si verdaderamente Dios está castigando esta nación, que no sean cristianos, se sienten frágiles, ese no es el momento para nosotros ofrecer palabra de condenación o de juicio.

Hay muchos cristianos de alta prominencia que, por ejemplo, cuando las torres gemelas, lo primero que hacemos en la televisión y en foros públicos, es hablar de que es el pecado de esta nación es lo que ha traído eso, y que Dios trae juicio. Puede que sea verdad, pero ese tipo de comentario lo debemos reservar más bien para la intimidad nuestra de la familia de Dios. Porque nosotros nos entendemos unos a otros y sabemos lo que queremos decir con eso y lo que estamos hablando. Pero el mundo, lo que oye más bien es gente como gozándose del dolor de ellos y el mundo en ese momento no está preparado, le aseguro, para escuchar palabras de condenación y de juicio.

Por ejemplo, si usted va a ver un paciente que acaba de tener un accidente y andaba borracho manejando en la carretera, tuvo un accidente y está con una pata subida en la cama y clavos por dondequiera y la boca cerrada que solo puede tomar por un hoyito, usted no va a decirle en ese momento, “Tu ves, fulanito, mira lo que te pasó por estar bebiendo, qué se yo qué, qué sé yo cuánto.” Claro que no. él lo que va a hacer, va a zafarse lo más posible y con el mismo yeso le va a querer dar a usted todo lo que pueda. Porque ese no es el momento para usted decirle a él eso.

Es el momento para usted orar por él y para hablarle de los buenos propósitos que Dios tiene para su vida, lo valioso que él es y que Dios le ama y que Dios lo va a sacar de allí con bien y que Dios tiene un propósito para él. Aunque usted sepa que es un sinvergüenza y que está bueno que le pase, pero en ese momento hay que ofrecer… uno tiene que tener tacto, hermanos.

Y nosotros los evangélicos somos muy rápidos en anunciar juicio y condenación a una gente que ellos saben, no son estúpidos, la gente sabe lo que está pasando en su vida. Ese es el momento de nosotros ganárnoslos a ellos muchas veces. Y esa fue una de las cosas que yo me propuse en esos minutos que yo tenía allí. Yo tenía que aprovechar esos 6, 7 minutos que se me habían dado ante un auditorio mundial y ante el mismo presidente de los Estados Unidos y su esposa, y tantos otros dignatarios. Uno no puede, en ese momento, ni es el momento en 6 minutos, qué puede usted decir en 6 minutos? Que no termine usted trabado en su propia lengua si no se cuida. Lo único que uno quiere dejar es un buen sabor acerca del Evangelio en la boca.

En ese momento lo que la gente quiere saber algo. Mire, lo que quise proyectar a través de esos minutos fue lo siguiente.

1) El mal existe y es verdadero, es real. Hay dolor en el mundo, hay tragedia en el mundo. Hay maldad, hay cosas terribles que pasan en este mundo.

2) Esas cosas terribles le pueden pasar a gente inocente que no ha hecho para merecérselo.

3) Dios también existe y Dios es todopoderoso y Dios es quien está en control del universo y no el mal. Por qué? Porque la gente está pensando que se está acabando el mundo, otras bombas van a estallar, cuando llegue a mi casa voy a encontrarla quemada porque a otro loco se le ocurrió tirar otra bomba en mi vecindario. La gente está llena de temor y hay que decirles, no, Dios está en control. Las cosas malas pueden pasar en un momento, como dice, el cetro de la maldad puede tener un momento, pero Dios le pone limitación, Dios está en control.

Ahora, la pregunta de mucha gente es, si Dios… lo otro que quiero decirle también es que Dios es bueno y Dios es benévolo, Dios es misericordioso, Dios no quiere que nadie se pierda. Dios ama la humanidad. Entonces surge la pregunta, bueno, si Dios es tan bueno y si él está en control del universo, entonces por qué él permite que estas cosas pasen? Por qué mi hijito está muerto o por qué yo estoy que me faltan dos piernas cuando hace tres días yo estaba corriendo un maratón? Es una buena pregunta.

Porque si él es bueno y está en control, entonces por qué él permite eso? Porque él es cruel? Porque le gusta eso? Porque se complace en sufrimiento? No. hay que decirles, mire, nosotros vivimos en un mundo misterioso, un mundo complejo donde el mal y el bien están en pugna, donde hay tres – yo le digo a la gente siempre, lo que pasa es uno no tiene tanta oportunidad para decir esto – cuando la gente dice, por qué Dios permite que tal cosa suceda? Como si Dios fuera el único jugador en el universo.

Sabe que sí Dios es todopoderoso y él está en último control, pero hay dos otros protagonistas, en el drama de la historia. Está Dios con todo su poder y todo su absoluto control del universo. Está también Satanás, y hay un poderío, hay un reino del gran poder que está sobre la tierra, es el mal, la maldad. Satanás con todos sus demonios, todo el poder de la maldad, psicópata, que como esos jovencitos que estaban bajo el poder de Satanás, se deleita en la destrucción, como dice la Biblia, matar, robar y destruir.

Y Satanás no sabe hacer bien ni que le paguen. Él es un ser enfermo totalmente patológico. Satanás define lo que es un psicópata. Él no tiene odio para la humanidad, él simplemente no sabe hacer bien, lo único que él sabe es hacer el mal y sus demonios son iguales. Son seres que no gozan de una gota de gracia y de misericordia y de amor de Dios. Lo que hace que un ser humano, por más malo que sea pueda amar a su hijo, aunque después vaya y mate a 10 personas o a su hermano o a su esposa, lo que hace que ese ser tenga una gota de amor hacia alguien que no sea un perfecto demonio, desprovisto de toda gracia, es el toque de Dios que todavía está en su vida. Pero los demonios no tienen ese privilegio.

Esos ángeles caídos ya están condenados. No hay alternativa para ellos. Ninguno de ellos se puede arrepentir. En ellos no hay ninguna gota de la gracia y la misericordia, el amor, la bondad, la belleza de Dios. Ellos son puro mal, vacío total de toda cosa buena. Así como es la totalidad del bien. Y esos espíritus son espíritus preternaturales, tienen acceso a fuerzas y que mecanismos que nosotros no entendemos y ellos se mueven en el mundo con una capacidad no, por mucho igual a la de Dios, pero sí superior a la de los hombres. Y eso es un reino subversivo, que se mueve en el mundo y que manipula gobiernos, corporaciones, movimientos culturales, universidades, profesores universitarios, periodistas, gente de poder, criminales.

Ese poder se mueve en todas partes del mundo y por alguna razón ese poder se le permite tener influencia sobre la historia y sobre los eventos de cada día de la humanidad, en todas partes del mundo, de la creación. Por qué? Porque hay un tercer jugador en el mundo y es quién? El hombre, la humanidad. Dios le dio a esa humanidad señorío sobre la tierra.

Cuando en el huerto del Edén le dijo, señoread, fructificaos, multiplicaos, sojuzgad la tierra. Dios le delegó al hombre, a la humanidad, autoridad sobre su ámbito. Entonces, el hombre Dios lo creó con una libertad que Dios mismo no puede violar, no se permite violar porque Dios juega según las reglas.

Si Dios va a cambiar el universo tiene que cambiarlo jugando por las reglas que él estableció. Dios no chirea, como dicen los puertorriqueños, Dios no engaña. Dios no comienza un juego y después a mitad del juego cambia las reglas. No. él cuando dice que tiene que ser de cierta manera, él aunque le es difícil pero sigue las reglas del juego y esas reglas del juego dictan que él no puede arrancar al hombre prematuramente su poder sobre la tierra. El hombre siempre tendrá derecho para escoger entre el bien y el mal, a quién le entrega la tierra. Y por este tiempo, la humanidad le ha entregado a Satanás el poderío.

Entonces, cuando vemos estas cosas que suceden en el mundo, guerras, opresiones, esclavitudes, muerte, pobreza, todo esto es el resultado de la interacción entre esos tres grandes poderes: Dios que está llevando la historia hacia una culminación benévola; el poder del diablo que quiere socavar los propósitos benévolos de Dios en la historia; y el hombre que como un heredero que le ha entregado su poder a otra persona, es simplemente como un inepto que tiene gran autoridad sobre la tierra pero no la usa y no apela a Cristo, que es el único poder que puede sujetar los poderes del diablo, su sangre y su obra en la cruz del calvario.

Mientras la humanidad esté en ese juego y no se humille ante su creador, estas cosas van a suceder y el primero que va a sufrir cuando estas cosas pasen es nuestro Padre celestial, al ver sus criaturas sufrir y morir de la manera en que mueren y sufren.

Satanás hace muchas de estas cosas para causarle dolor al corazón de ese Padre amoroso que es Dios, que sangra cuando ve a sus criaturas muriendo y sufriendo innecesariamente. Entonces, cuando decimos por qué Dios permite? No. muchas veces por qué el hombre permite. Y por qué Dios en su misterio permite que estas cosas sucedan en lo que él va llevando a este mundo y a esta historia del hombre al punto donde lo quiere.

Entonces, nosotros tenemos hacer a la gente entender estas cosas. La iglesia ha sido puesta aquí como una voz iluminadora para la humanidad. Cuando la humanidad se encuentre en perplejidad, la iglesia tiene que decirle, miren, esto es lo que está pasando, presentarles un Dios de amor, de misericordia, presentarles esperanza. Y también en su momento decirles, pero mira, esto es misterioso, hay poderes, hay maldad en el mundo y tu tienes derecho a escoger una cosa o la otra.

Yo espero que el Señor me dé más oportunidades en el futuro para hablar de estas cosas, porque yo siento que el mundo está preparado para escuchar el Evangelio anunciado de una manera compleja y creíble, que no niegue ciertas realidades del mundo en que vivimos. No les den más importancia pero tampoco le dé menos importancia de lo que merecen, y entonces usar la palabra del Señor y expresarles el amor.

Sabe qué es lo que más se ha citado de lo que yo he dicho, y una de las pocas citas de las personas que hablaron, excepto los grandes como Obama, para gloria del Señor, fue cuando yo dije, ‘Dios no ha abandonado a Boston, Dios no ha abandonado a esta nación, él solo teje un tapiz brillante y de colores, aunque veces usa hilos oscuros.’ Eso se ha repetido, se ha repetido. Porque encapsula esta idea del amor de Dios, de que Dios no ha rechazado, todavía Dios no ha terminado de trabajar. Dios no quiere que nadie se pierda. Dios no ha consignado todavía este mundo, esta nación al infierno. Yo todavía no le cedo esta nación a Satanás.

Tenemos que pelear todavía por estas almas. Yo creo que Dios tiene cosas grandes todavía que quiere hacer en esta nación y la iglesia al decir que ya esta nación se fue al diablo… yo creo que hay muchos de nosotros que secretamente queremos que se prenda esto en un gran infierno para gozarnos secretamente de ver la gente achicharrándose. Sinceramente, yo creo que hay muchos de nosotros que si el mundo se arrepintiera, nos iríamos a nuestras casas y le daremos una patada a la sopa porque estamos molestos con Dios porque toda esta gente se arrepintió, como Jonás.

Usted sabe la historia de Jonás? Él no quería hablarle a Nínive porque él temía que si le hablaba, se arrepintieran y Dios los perdonara. Tan malo que eran! Hay muchos cristianos que somos así. Tenemos secretamente una mala voluntad hacia la gente y queremos como que sí, que haya otro acto terrorista, porque qué interesante… cuánto gozamos nosotros en la televisión ese viernes, pegados allí, era mejor que cualquier telenovela. Sí, señor.

Y muchos de nosotros nos gustan secretamente estas cosas. Mire, nosotros lo que tenemos que tener… por eso Dios le dijo a Jonás, “Óyeme,” por eso le puso una calabaza que cuando se le secó y comenzó a caerle el sol encima, él se puso furioso y Dios le dijo, “Mira, si tu te molestas con que una calabaza se muera, se seque, cuánto yo más de que miles de personas pudieran morir, que no saben ni siquiera a veces diferenciar entre su mano izquierda y su mano derecha.”

Para mí siempre ha sido un misterio porque nosotros no sabemos todavía lo que Dios quiere hacer con esta nación. Yo siento que lo que Dios quiere más bien, Dios quiere salvar muchas almas, antes de que venga Cristo, que va a venir, y va a haber un juicio definitivamente, pero antes de que eso suceda, yo siento en mi corazón cada día que crece un gran amor por esta humanidad y que Dios quiere que muchos se salven todavía.

Y yo más bien me estoy preparando. Yo estoy preparando mis redes para salvar a mucha gente. Todavía el escenario de apocalipsis, en mi libro todavía le falta un tiempecito. Mientras tanto vamos a salvar vidas, vamos a anunciar el amor, el poder de Dios. A Satanás yo no le cedo ni una pulgada cuadrada de terreno. Él está derrotado en el nombre del Señor.

Dios es más poderoso. El amor de Dios es más poderoso y yo me quiero llenar más bien de un gran sentido de misericordia paternal hacia tanta gente que se pierde y quiero la oportunidad de hablarles del amor de Dios y de expresarles una iglesia generosa y bondadosa que quiere que la gente se arrepienta de sus pecados y venga a los caminos del Señor y que sean tratado por él.

Estas son algunas de las cosas que yo aprendí de mi día con Obama. Y hay otras así también, pero por lo menos, yo quería aclarar algunas de esas cosas que estuvieron en nuestro corazón, porque Dios nos quiere hablar también a nosotros como congregación en este tiempo para que estemos listos. Porque yo sé que van a venir otros momentos.

Dios está haciendo algo que hemos estado esperando mucho tiempo y en su manera Dios lo va a hacer. No hay que apresurarse. No hay que estar rompiendo las puertas. No. Dios lo hace. Dios está en control. Pero estemos preparándonos. Prepárate, estudia la palabra, ora, ayuna, santifícate, límpiate para que cuando el Señor te llame tu puedas estar preparado. Amén.

Dios les bendiga. Vamos a ponernos de pie y darle gracias al Padre celestial por su presencia. Parece que todos están despiertos, no se me durmió nadie. Gloria a Dios. Nos pasamos un poquito de tiempo yo sé. Yo sentía del Señor que esto había que declararlo a los aires y que se quede allí en el internet como un testimonio simplemente para gloria del Señor.

Padre, entregamos este tiempo a ti. Gracias por el privilegio de venir ante tu presencia como pueblo tuyo, Señor, gozarnos en ser parte de una familia gloriosa. Gracias, Padre, porque este bus en que nosotros vamos no se va a ir por el despeñadero. Vamos camino a la patria celestial y no hay demonio que nos pueda hacer despeñarnos ni apartarnos del camino que tu nos has declarado.

Gracias porque estamos seguros en ti y como dice tu palabra, Señor, nadie nos podrá apartar del amor de Dios que es Cristo Jesús, ni la muerte, ni la vida, ni ángeles ni principados, ni potestades, ni lo futuro ni lo pasado, ni el presente, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios. Y eso está claro, Señor, y por eso te agradecemos.

Que nuestros corazones sean llenos de seguridad en ti en esta noche. Bendigo a tu pueblo. Gracias por el privilegio de servirte. Tu eres un Dios bueno y queremos cada día disfrutar más de tu bondad. A ti la gloria y la honra, en el nombre de Jesús. Amén y amén.

Hermanos y hermanas, Dios les bendiga. La gracia del Señor sea con ustedes. Salúdense unos a otros y están despedidos.

Tú puedes ser un agente de bien

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Nosotros representamos comunidades y calles, y vecindarios en toda esta región. Yo estoy seguro que hay aquí ahora mismo gente no solamente de Boston y de las comunidades aledañas sino que tenemos personas que viven en Lawrence, en Brockton, Rhode Island, los extremos de Worcester, Springfield, Salem hasta de New Hampshire y tenemos gente de Europa ahora mismo que nos visitan aquí, que necesitan mucho del Señor de paso también en este tiempo sobre todo de gran crisis financiera y de gran perplejidad, hay muchas personas que están sufriendo y nos condolemos también con nuestros hermanos de España también que están pasando por una crisis económica terrible.

Pero nosotros representamos los dedos, la Voz de Dios, que Dios puede llevarnos a todos esos lugares donde nosotros vivimos y Dios puede hacerte a ti un instrumento de Su Palabra. Alguna persona desconsolada, alguna persona traumatizada, alguien que está rebelde porque siente como que Dios no existe, se ha desentendido y por qué Él permite que tanto mal haya en el mundo; nosotros podemos ser una voz que informa a la comunidad de cómo ver estos momentos traumatizantes.

Tú puedes ser una mano que se pose sobre una cabeza afiebrada y decirle: paz del Señor sobre tu vida. Tú puedes ser de consejo para una joven madre que teme acerca del futuro en el que sus hijos van a crecer. Puedes ser una palabra de bendición para el médico de la casa donde tú trabajas quizás limpiando la casa, o cocinando o cuidando los niños y ahora mismo quizá esa persona estuvo ahí operando un cuerpo maltrecho y también piensa como que todo es ciencia, biología y no puede haber bien encarnado y personal en un mundo tan neurótico y tan sin sentido.

Tú puedes ser esa persona humildemente que como tantos pasajes de la Escritura hubo una sierva o alguien humilde que le dijo a alguien: hey hay una solución a tu problema como pasó con Naamán el leproso general, que una esclava hebrea le dijo: ¿sabes qué? tú puedes ser sanado y en Israel hay un profeta que te puede sanar a ti. Podemos ser nosotros esa persona.

Podemos ser una maestra que encarne la bondad de Cristo con un niñito que un día podría llegar a ser este terrorista y que lo inoculemos con una palabra de amor y que pongamos a Cristo en su corazón, y que el diablo cuando vaya a buscar vea el sello de la Cruz en su frente y tenga que pasar de largo. Eso podemos ser mi hermano.

¿Usted se imagina lo que pasaría si esta Congregación fuera activada como gente ferozmente militante donde quiera que vayamos? con una sola identidad, siervo de Dios antes que obrero, profesional, ama de casa, estudiante; primero siervo instrumento de Dios.

Yes 'first responders', es decir una persona que está ahí para responder. Cuando el Señor diga: ¿A quién enviaré? ahí está fulanito en Dorchester, ahí está mi hija en Roxbury, ahí está mi siervo en Mattapan o en Cambridge, o en Mass General Hospital o en Harvard, o un profesor que está allí buscando de Dios y no sabe cómo salir de la maraña intelectual en que se encuentra, y una Palabra de un hijo de Dios humilde y sencilla puede despejar el hechizo y abrir su mente a la Palabra de Dios. Eso somos nosotros.

Yo pensaba específicamente ni lo voy a leer siquiera pero ¿ustedes recuerdan la historia en el Libro de Ester cuando Amaán, un ser demoníaco con odio hacia el pueblo de Dios parecía que se había salido con la suya obteniendo del Rey un permiso para exterminar al pueblo hebreo donde quiera que se encontrara? Parecía irrevocable y era irrevocable en un sentido ese permiso que el Rey le había dado para la destrucción de toda la nación. Y el pueblo judío sabía que estaba bajo un edicto de muerte irrevocable y no había solución legal porque el Rey no podía retroceder en su decreto, no había nadie que intercediera por ellos.

Pero había una mujer, una jovencita cuyo único don era una hermosura física que había recibido de Dios y también un corazón puro y temeroso del Señor, y Dios la había ubicado estratégicamente en el palacio del Rey como una bomba benévola de tiempo para que cuando surgiera la Palabra de destrucción hubiera una Palabra de preservación. Y Ester no era una teóloga, no era una predicadora, no era una intelectual era sencillamente una sencilla mujer como María porque a Dios le gusta escoger a la gente sencilla que tenía un corazón adecuado para con Dios y estaba en el momento preciso en el momento preciso.

Y su tío Mardoqueo cuando supo lo que estaba pasando le envió un mensaje a Ester, y Ester sólo estaba mirando sus limitaciones. Ella decía: sí ok van a matar a mi pueblo pero primero: el Rey ya dió la orden y no se puede echar atrás. Segundo: yo no puedo aparecer ante el Rey a menos que el Rey no me invite previamente, y si yo entro en su recámara sin permiso aún yo estoy bajo un edicto de muerte. Y Mardoqueo le dijo: Ester, si tú no hablas el refrigerio y la solución vendrán de parte de alguien, otra persona y te vas a perder la oportunidad tú.

¿Por qué hermanos? es lo que digo. Dios siempre tiene el control en última instancia, Dios no va a permitir que la muerte triunfe sobre la vida ni que la oscuridad triunfe sobre la luz; puede haber un momento en que cuando uno lo contempla ese momento congelado en el tiempo parezca como que el diablo se salió con la suya. Hubiera perecido ese pueblo condenado al exterminio en ese momento como ahora nosotros miramos sobre esta ciudad y decimos: wow el terrorismo, la muerte, la violencia, somos rehenes del diablo en este mundo.

Pero ¿saben qué? detrás de bastidores el Señor está preparando una salida y Dios está usando los mecanismos de la historia a veces muy turbios, inexplicables para urdir una narrativa de bendición al final. Porque mírenos a nosotros tres mil y pico años después celebrando ese evento al cual Dios le ha sacado un provecho tremendo como una historia de esperanza y de triunfo.

Y le dijo Mardoqueo: si tú no hablas otra persona va a hablar y te vas a perder la oportunidad. Y quién sabe si Dios no te ha puesto allí para un momento como éste. Hermano yo estoy seguro que Dios te ha puesto a ti, nos ha puesto a nosotros en la ciudad para un momento como éste. Estamos en una de las ciudades más estratégicas del mundo. El Presidente Obama declaró eso en palabras muy elocuentes: Boston es una ciudad relativamente pequeña pero tiene una concentración excepcional en el mundo de grandes universidades, los mejores hospitales del mundo, algunos de los mejores centros de arte y música, alta tecnología, rica en historia, rica en toda la belleza física de Nueva Inglaterra con una comunidad mundial que viene aquí a buscar su alimento espiritual como esa joven que fue asesinada por estos terroristas, una jovencita china que de paso mire lo importante que es que la Iglesia de Cristo sea un punto de luz en el mundo.

Esa joven china que fue asesinada fue alcanzada por dos ministerios cristianos. Eso no sale mucho en las noticias pero Intervarsity es una organización cristiana que hace mucho trabajo con jóvenes universitarios y consta que Intervarsity le ministró a esta joven y que ella asistía a sus reuniones, una china. No solamente eso sino que Park Street Church una Iglesia norteamericana en la ciudad de Boston, ella asistía a esa Iglesia también. Y Park Street Church tiene un ministerio precioso de inglés como segunda lengua y también usan eso para evangelizar a mucha gente.

Y sabe Dios qué otras historias hay por allí acerca de esperanza en medio de las tinieblas y de la Iglesia de Cristo siendo usada en esas maneras extraordinarias para bendición de las naciones. Iglesia de Cristo: Tú eres Ester, yo soy Ester. Dite a ti mismo: yo soy Ester. En la ciudad, en la nación, en nuestra comunidad. Dios te ha dado un talento, un don; joven, muchacha que no crees que no tienes nada que dar pero wow, Dios tiene algo para ti. Dios te puede usar ama de casa, persona no educada, inmigrante indocumentado. Dios te puede usar.

Tú eres una bala en el revólver benévolo y misericordioso de Dios. El Señor no lo usa para matar, Dios lo usa para destruir las tinieblas, los poderes. Y tú eres un proyectil de bien. Cuando tú te estrelles con una vida necesitada la Gracia de Dios en ti va a explotar en ese corazón y lo va a llenar de vida. Mírate a ti de esa manera, no desperdicies oportunidades, tus ojos estén abiertos para ver cómo tú puedes ser de bendición; tu boca siempre esté preparada para pronunciar una palabra de esperanza, consuelo a alguien. Tu boca siempre esté dispuesta.

Aquí hay jóvenes que alcanzan gente que yo no puedo alcanzar. Ustedes jóvenes, quizás tú vienes de un trasfondo destructivo, quizá has dejado tu pistola en la casa para venir hoy esta mañana a León de Judá y ¿sabes qué? Dios te puede usar entonces para alcanzar un ganguero; te puede usar para alcanzar una persona que podría ser un terrorista un día. Yo no lo puedo hacer pero tú lo puedes hacer; tú eres Ester configurado por Dios.

El diablo te está configurando para destruir pero Dios puede usar esa misma configuración funesta para ser de bendición en el ámbito donde te has movido. Quizá tú vas a las discotecas el sábado en la noche y vienes aquí el domingo. Bueno un día el Señor te va a sacar de las discotecas pero cuando estés en la discoteca dile a alguien que venga aquí también y se usado por Dios de alguna manera.

Tú puedes ser un agente de bien en lo que Dios te reconstruye completamente comparte el Evangelio con alguien, lo que tú puedas; si tienes un pedacito de pan da ese pedacito de pan ¿ok? hasta que Dios te de un horno para hacer mucho pan y darle a todo el que Él quiera en su tiempo pero somos agentes de gracia y de la misericordia de Dios. Y estas situaciones hermanos yo les digo sencillamente: yo no tengo duda en mi corazón de que Dios la ha permitido para algo muy, muy poderoso y vendrán otros tiempos de sufrimiento y de temblores de tierra, y de muchas otras cosas pero todo será la gracia de Dios siempre usando este mundo caído para crear vida, Dios está en el negocio de restaurar la creación y nosotros somos parte de ese drama precioso. No se lo pierda, no se pierda ese privilegio.

Y no se pierda sobre todo el privilegio de que un día al final de los tiempos, usted sea uno de esa multitud que esté glorificando el nombre del Señor. Una multitud dice que cuyo sonido será como las aguas del mar declarando santo, santo santo Jehová de los Ejércitos, llena está la Tierra de Su Gloria.

Que el Señor les bendiga y qué lindo es ser parte de una generación redimida, una familia que Dios está usando para grandes propósitos. Yo les bendigo en el nombre del Señor, ahí en su corazón afirme de nuevo su creencia en Jesús y si usted no conoce a Cristo dígale: Señor abre mi corazón a Ti, que yo pueda conocerte y entenderte, que no desperdicie esa oportunidad que Tú me das ahora en esta vida para preparame para la venidera haciendo de Cristo mi barca, haciendo de Cristo un instrumento para llegar al Padre.

Bendigo a Tu pueblo Padre, despídenos de aquí en una nota de victoria Señor, en una nota de triunfo, de gloria y de esperanza, no estamos desamparados. Todo lo contrario, Tú tienes algo maravilloso para nosotros, te damos gracias Señor Jesús, te bendecimos. Amén y amén, gloria al nombre del Señor. Hermano que la gracia inexpresable de Cristo Jesús sea contigo en este día, te bendigo en el nombre del Señor y nuestra ciudad la bendecimos, amén y amén.