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Vamos a la Palabra del Señor en Marcos 4:35 al 41. La pregunta del Señor a nosotros muchas veces es: "¿Por qué os amedrentáis?" ¿por qué te llenas de pánico, por qué temes, por qué desconfías, por qué te desesperas?.
Estuve pensando esta semana en todos estos eventos que hemos vivido en los últimos días y vino a mi mente ese viernes lleno de zozobra que hubo en esta ciudad cuando estaba siendo este último terrorista, estaba siendo perseguido y no se sabía qué iba a suceder; si tenía más bombas, si iba a ir a algún lugar y estallar él mismo como un suicida con cualquier otra bomba que tuviera o en qué parte de la ciudad estaba. Y la ciudad de Boston estaba llena de temor y de pánico y de zozobra.
Y toda una ciudad, una de las ciudades más importantes del mundo como es Boston y cientos y cientos de miles de personas en una ciudad con una tecnología envidiable y con una importancia mundial y cómo un sólo individuo paralizó esa ciudad por casi todo un día y la gente no se atrevía a salir, había temor por donde quiera, todo el mundo estaba congelado mirando el televisor y los noticieros se dan fiesta cuando hay estas cosas porque siempre están buscando noticias.
¿Sabe cuántos canales de televisión hay, cuántos servicios noticieros y necesitan siempre estar produciendo material para justificarse y para poder mantener sus ratings, competencia unos con los otros. Es decir que cuando pasan estas cosas uno tiene el dudoso privilegio de vivir cada segundo y cada detallito, esa gente escarba cualquier cosa hasta el color de las medias que tenían puestas estos terroristas que hicieron estallar las bombas, eso es un tema de noticia. Y como que la gente se llena de pánico y de temor.
No sé exactamente qué es lo que quiero decir con respecto a eso, el caso es que mi esposa y yo teníamos que ir a una reunión en el norte de Boston, yo pertenezco a la junta directiva del Golden College y era una reunión de dos días y ese era el segundo día; yo tenía que estar allí por una razón de que iba a participar en una forma bien específica de la reunión bien por la mañana al comienzo del día. Y la cosa era que no se podía salir, que todo que estaba todo congelado y que la gente se quedara en la casa.
Y yo tuve que decidir: ¿qué hago me quedo? bueno este terrorista seguramente se va en la otra dirección y yo voy para el norte así que, Meche yo le dije: vámonos una vez que nos metamos en el highway ya no nos pueden agarrar (risas). El caso, yo me asusté pero yo nunca me he podido llenar de zozobra y de temor no porque sea tan valeroso sino simplemente porque en mi espíritu hay un sentido consumidor de la Presencia de Dios, de que Dios está en control, de que sea lo que sea Dios está, Él es soberano, Él es Rey de reyes y no le podemos dar tanta importancia aunque es importante, no me malentienda.
Yo creo que las autoridades hacen bien en ciertas cosas, pero imagínese si digamos en Jerusalén, Israel donde hay tantos actos terroristas continuamente y hay terroristas caminando las calles continuamente si esos israelitas se fueran a llevar de todas las amenazas que hay cada día no se haría nada. Nosotros tenemos también que saber.
Me imagino que lo que yo quiero decir de esa experiencia es eso ¿no? que tampoco podemos vivir rehenes de la maldad que hay en este mundo, porque vivimos en un mundo como nunca lleno de lamdad, lleno de espíritus terroristas que siempre están tratando de hacer daño cada vez que salimos de nuestra casa a la calle. Y tenemos también que pedirle al Señor que nos infunda un sentido de Su Paz, de Su gobierno sobre la historia, sobre el mundo y no dejarnos aterrorizar porque lo que quiere el terrorismo es precisamente eso; lo que el terrorismo persigue desde que comenzó ese proceso terrorista hace dos siglos quizá o siglo y medio, siempre ha habido un tipo de terrorismo pero sobre todo como un proceso así político es quitarle la paz a las colectividades, a las sociedades, llenarnos de temor, llenarnos de incertidumbre, desestabilizar los procesos, causar grande costo a la sociedad como esto que ha costado cientos de millones de dólares bregar con todo esto.
Y darle a esos actos entonces que nuestra atención se enfoque en ellos y este mismo acto de venganza extrema de parte de esos terroristas y es la obra del mal, la obra demoníaca queriendo cegar vidas. Y nosotros no podemos permitir que ellos dicten la agenda; nosotros tenemos nuestra agenda, es la agenda del bien, es la agenda del amor, del trabajo, de la fidelidad al deber y no podemos dejar que estas personas se salgan con la suya tomando ellos el control de nuestras sociedades y de nuestras culturas, no podemos hacer eso.
Y yo creo que una de las cosas que nos ayuda cuando vienen esos momentos de gran prueba a nuestra vida es ir a la Palabra del Señor que tiene tanta enseñanza para nosotros. Uno de los pasajes que me recordó el Señor esta mañana se encuentra en Marcos capítulo 4 versículos 35 al 41 y lo voy a leer. Dice aquí: "Aquél día cuando llegó la noche Jesús les dijo: Pasemos al otro lado. Y despidiendo a la multitud le tomaron como estaba en la barca y había también con Él otras barcas."
"Pero se levantó una gran tempestad de viento y echaba las olas en la barca de tal manera que ya se anegaba" es decir se hundía, se abrumaba del agua; el agua entraba en la barca misma y estaba amenazando con hundirla. "Y Él" Jesús "estaba en la popa" es decir en la parte del frente de la barca "durmiendo sobre un cabezal" una especie de almohada así improvisada del mismo barco "y le despertaron y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos? Y levantándose reprendió el viento y dijo al mar: Calla, enmudece."
"Cesó el viento y se hizo grande bonanza. Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados, cómo no tenéis fé? Entonces temieron con gran temor y se decían el uno al otro: ¿Quién es este que aún el viento y el mar le obedecen?." Qué hermosa imagen, qué hermoso relato y hay algo que nosotros podemos aprender de eso.
Yo creo que esta historia está registrada en los Evangelios con un propósito; no fue puesta allí simplemente porque ok, sucedió esto en la vida de los discípulos y vamos a escribirlo allí para que la gente lo lea en el futuro, no. Se nos quiere enseñar algo acerca de la persona de Jesús, se nos quiere decir algo acerca de situaciones parecidas que estos discípulos confrontaron en ese momento; se nos quiere animar a un tipo de postura y de actitud cuando vienen las tormentas a nuestra vida, cuando el mar amenaza con meterse a nuestra casa, a nuestro matrimonio, nuestros hijos, nuestro ministerio, nuestra vida y parece como que la adversidad va a ganar la batalla y nos va a destruir.
Cuando todo parece perdido la Biblia quiere decirnos: no te des por vencido todavía, no declares derrota; no pierdas la cabeza porque siempre hay esperanza. Mi lema en la vida es eso: siempre hay una solución, siempre hay una salida, siempre el Señor va a sacar el conejo del sombrero de alguna manera porque es así; Dios es un Dios de soluciones.
Entonces vamos a analizar este pasaje. Los discípulos están en medio del diario vivir y de las labores normales de la vida, están sirviendo a la gente, están predicando la Palabra, están haciendo la obra del Señor y el Señor acaba de instruír a la multitud con diferentes parábolas, diferentes enseñanzas, diferentes sermones de instrucción y ha pasado todo el día enseñando a la gente y llega la noche, termina el día y el Señor dice: ahora vamos y pasemos al otro lado, ellos están recuerde hay un lago bien grande allí en esa área de donde el Señor se movía, Palestina, el lago de Genesaret y el Señor dice: vamos a la otra orilla, vamos. Yo he estado allí en ese lugar, es un lago grandísimo y hay aldeas puestas en diferentes partes de la orilla de ese lago.
Y el Señor dice: ok vamos a otro lugar, vamos a continuar predicando la Palabra, vamos a continuar haciendo la obra del Padre. Y les dice: pasemos al otro lado, en esa palabra del Señor hay un mandamiento, hay una instrucción pero si usted mira bien también hay una garantía de seguridad, hay una promesa implícita en ese pasemos al otro lado porque el Señor les está diciendo: Mi propósito es que pasemos al otro lado y el Señor no se equivoca; si el Señor les dice: pasemos al otro lado ellos iban a llegar, no se iban a hundir en el mar, eso es la cosa.
El Señor tiene un propósito y ese propósito se ha de cumplir no importa lo que pueda intervenir entre ese pasemos al otro lado y el llegar al otro lado. Así como Dios nos ha encomendado ciertas cosas en esta vida nosotros tenemos una vida que cumplir, tú tienes cosas que Dios quiere que tú hagas en esta vida; hay propósitos que Dios quiere que tú cumplas, hay eventos que tienen que suceder en tu vida. Dios te ha dado hijos, te ha dado un trabajo, te ha dado una profesión. Tu vida tiene cosas que tienen que suceder antes de que llegue el fin de tu vida y el Señor sabe exactamente cuándo llegará ese momento y el Señor no va a permitir que se te arrebate nada de lo que Él tiene planificado para tu vida si tú estás con Él y estás en Él.
Entonces piense en eso "pasemos al otro lado" cada vez que el Señor dice pasa al otro lado, ve al otro lugar sabe que junto con la instrucción va también la provisión. Cuando el Señor le dijo a los discípulos: "Id por todo el mundo y haced discípulos a todas las naciones" no solamente les estaba dando un mandamiento, antes de eso les estaba diciendo: "Todo poder me es dado en la tierra y en el cielo. Id por todo el mundo". Él les estaba diciendo: No se preocupen, Yo les estoy dando una orden bien grande pero Mi provisión irá con ustedes también, Mi Poder irá con ustedes y mire aquí a la Iglesia de Jesucristo dos mil años después todavía prevaleciendo y manteniéndose en la Tierra porque el Señor dijo también: las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.
Y la Palabra está llena de promesas para ti y para mí hermano o hermana. El Señor te dice: lo que Yo te he encomendado que tú hagas en la vida, madre: Dios te ha dado hijos. Padre: Dios te ha dado una familia para que la cuides. Joven Dios te ha dado sueños y propósitos. El Señor se compromete a viajar contigo ese proceso, ese trecho hasta que llegues a la orilla, tienes que confiar en el Señor.
Entonces dice: "Pasemos al otro lado" Él despide a la multitud ¿pero qué pasa? cuando ellos se montan en la barca surge una gran tormenta. Qué interesante que a pesar de que el Señor estaba con ellos, a pesar de que el Señor había dicho: vayan a la otra orilla, a pesar de que la Presencia misma del Dios Todopoderoso está con ellos surge una tormenta. Y a veces yo me pregunto así en la vida: Señor ¿por qué Tú no eres más económico? ¿por qué no impedir que vengan las pruebas? ¿por qué tengo yo que estar pidiéndote que me saques de las pruebas y confiando que voy a salir de las pruebas, por qué Tú no me resuelves el problema simplemente que yo no pase por la prueba? sencillo.
¿No? ¿por qué permite Dios que vengan situaciones a la vida en vez de simplemente hacer la cosa más fácil y evitar que caigamos en esos procesos; es porque Él tiene un plan, un propósito siempre. Hay beneficio que tiene la prueba y hay cosas que nosotros podemos aprender que nos enseñan muchas cosas acerca de Dios y entonces somos bendición para otros. Y el Señor quería simplemente tomar una fotografía para los siglos venideros para que muchos creyentes a través de los siglos pudieran conocer quién Él es, cómo Él es, cómo conducirse en medio de la tribulación y las pruebas.
Y yo creo que ellos fueron usados como para que el Señor pudiera darle una lección a toda la humanidad y a toda Su Iglesia que vendría a través de los siglos de cómo funcionan las cosas cuando Él está presente. Y fíjese cuánto provecho le ha sacado la humanidad a este evento. Les costó un susto bien grande a los discípulos pero ¿de cuánta bendición ha sido?. Hoy en día hay obras de arte en los grandes museos del mundo que reflejan esta escena y han inspirado a multitudes, se han escrito dramas, se han declarado poemas, himnos, se han cantado y se han compuesto alrededor de este evento, el Señor ha sacado mucho provecho pero alguien tenía que ser conejillo de indias.
Alguien tenía que pasar por esa prueba para que el Señor tuviera esa lección de que Él es el soberano sobre los problemas de la vida, Él es Rey, Él rige sobre la tormenta, sobre los problemas y las dificultades de la vida y todas esas cosas obtenemos de ese pasaje. Entonces sí el Señor estaba con ellos, sí el Señor les garantizaba la llegada pero habían otras cosas que ellos debían alcanzar y aprender y por eso el Señor permitió que viniera la prueba a su vida.
Fíjese otra cosa que ellos están en el medio del servicio, están sirviendo al Señor. No están pecando, no están desobedeciendo, no están haciendo cosas malas; son gente noble que ha dado su vida para servir al Señor y sin embargo aún así tienen que pasar por esta dificultad. Y muchas veces nosotros cuando pasamos por tribulaciones en la vida y problemas decimos: Pero Señor ¿si yo te estoy sirviendo? me he buscado por donde quiera y no encuentro cuál podrá ser la razón de lo que está pasando. Yo te amo, sirvo, diezmo, doy de mi tiempo a Ti, me comporto bien, busco la santidad, oro, ayuno, mis dones te los he entregado ¿por qué tengo yo que pasar por esta prueba?. Creo que tengo fé en Ti, estoy orando y presentándote mi necesidad; estoy haciendo todo lo que dice el manual y todavía estoy en la prueba.
Es una pregunta legítima y válida, quizá estos hombres se hicieron esa misma pregunta: ¿por qué si estamos sirviendo al Señor, por qué si vamos a otro lugar ahora a continuar predicando el Evangelio, por qué si venimos de pasar todo un día instruyendo a la gente en el conocimiento de Dios por qué tenemos que pasar por esta prueba?. Hay muchas diferentes razones. Lo importante es que la Biblia nos dice que no nos sorprendamos y nos escandalicemos cuando pasamos por tribulaciones porque todos nosotros vamos a pasar en algún momento por diferentes dificultades y diferentes zozobras de la vida.
Por eso es que la Biblia dice que en el mundo hallaremos aflicción. El mundo está inherentemente deformado y hay dificultades, vendrán problemas, vendrán enfermedades a la vida y la pregunta va a ser: ¿cómo las vamos a navegar y qué vamos a sacar de ellas y cómo vamos a obrar en medio de la tribulación y la prueba?. Pero aunque tú estés sirviendo al Señor reconoce que podrán venir tiempos de aflicción y de pérdida pero lo que tú necesitas hacer es no permitir que la prueba se salga con la suya.
No puedes mandarte a huír, no puedes voltearle la espalda al diablo y luchar en el terreno hasta que tú veas la salvación del Señor; eso hace que la prueba se convierta en vez de algo terrible y destructivo en algo redentor y fortalecedor, y perfeccionador para el Hijo de Dios. Dice la Biblia que: "Muchas son las tribulaciones del justo." Pasamos muchas veces por dificultades en la vida pero vamos a ver que lo importante va a ser cómo vamos nosotros a navegar esas aguas. Piense en eso.
El Salmista dice: "Aunque ande en valle de sombra de muerte." No si ando por si acaso, no. Aunque ande. Vamos a pasar a veces por el valle de sombra de muerte, vamos a pasar por el valle. Ese valle de sombra está ahí en la vida y a veces tenemos que pasar por ello ¿no? entonces es importante que sepamos que eso es parte de la vida. En el mundo hallaréis aflicción.
Entonces dice que: "Se levantó una gran tempestad de viento y echaba las olas en la barca de tal manera que ya se anegaba." Óigame pasan los minutos, pasan muchos minutos, el agua comienza más fuerte y sigue y sigue, y sigue y comienza a meterse en la barca, los discípulos están haciendo todo lo que pueden por mantener la barca estable pero llega un momento en que ya no pueden más. Muchas veces Dios va a permitir que la prueba continúe por un buen tiempo. Nosotros vamos a hacer todo lo que sabemos hacer y todavía no vamos a salir de la prueba como estos hombres; las olas siguen viniendo, el viento sigue viniendo y a veces Dios interviene en el último momento para socorrernos cuando ya el agua está llegando al cuello ahí es donde viene el Señor para socorrernos.
Tenemos que mantenernos firmes mientras dura la prueba; no podemos dejar caer el ánimo. Yo siempre me agarro de esa Palabra que dice Primera de Corintios capítulo 10 versículo 13, dice: "No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana pero fiel es Dios que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir sino que dará juntamente con la tentación la salida para que podáis soportar." Hermano memorícese ese versículo o sino por lo menos métalo dentro de su ser aunque usted no pueda decir todas las palabras de ese versículo usted pueda decir el contenido.
Aquí me dice a mí primero que a mi vida no va a venir ninguna tentación que no sea humana, eso quiere decir que sea más allá de lo que yo puedo procesar como ser humano, que sea más allá de lo que ningún ser humano haya experimentado; las pruebas que vienen a mi vida otros la han experimentado y la escala de las pruebas que vienen a mi vida son comunes a la condición humana. Dios no permite que venga algo a tu vida que sea más allá de tu marco humano, eso es lo primero.
Pero dice también que: "Fiel es Dios." Nosotros tenemos que agarrarnos del carácter de Dios, Él es fiel. Él no se olvida, Él no se cansa de amarnos, Él no cambia de opinión, Él no se descuida; Él es fiel. Y entonces dice que Él no nos dejará ser tentados más de lo que podemos resistir, es el corazón de ese versículo. Dios nunca permitirá que venga una prueba que sea mayor de lo que tú eres capaz de sobrellevar. Tú tienes que decirte eso; aunque parezca todo lo contrario, aunque parezca que ya no te queda más fuerza tienes que saber que en ti sí hay todavía suficiente fuerza para seguir adelante y pídele al Señor que te haga conciente de esa fuerza, que te ponga en contacto con esa reserva de energía que hay en tu vida, que hay más que tú puedes usar para llegar a la victoria.
Y dice que: "Dios dará juntamente con la tentación la salida." Siempre que venga una situación a tu vida di: ¿dónde está la salida?. Dame entendimiento Señor. La salida puede que venga a través de un milagro sobrenatural o puede que venga a través de un médico que resuelva tu problema. Puede que sea el consejo de alguien, cualquier cosa pero la salida va a venir, la solución va a venir; Dios la va a traer y tú tienes que esperar, confiar. Decir: Señor ¿dónde está la salida a esta prueba? ¿dónde está la solución? Yo creo que la hay y voy a seguir clamando a Ti, voy a seguir haciendo mi parte para ya sea que Tú me la des o que venga a mí o que alguien me diga dónde está pero yo voy a encontrar la salida, la salida va a venir.
Y cuando tú te llenas de esa fé, esa seguridad de que hay una solución a tu necesidad Dios va a usar tu fé entonces para traer esa salida, esa solución a tu necesidad. Pero muchas veces lo que pasa es que cuando vienen las pruebas nos llenamos de tanto temor que dejamos de orar, dejamos de confiar, nuestra mente se desperdiga por donde quiera; lo que hacemos simplemente es expresar nuestra ansiedad pero no lo hacemos de una forma ordenada de sentar nuestras necesidades al Señor, clamar a Él definición, con claridad y perdemos una oportunidad de que nuestra fé se convierta en un proyectil que dirijamos en contra de la prueba y la hagamos estallar en nuestra vida.
Entonces aunque la barca se estaba anegando ya pero había una solución: la barca no se iba a hundir porque el Señor estaba allí, eso es importante que entendamos. A mí me impactó bastante algo. De nuevo a veces uno como que se da cuenta de detalles que antes no había visto. Esta mañana mientras estudiaba este pasaje en el versículo 36 dice que: "Despidiendo a la multitud le tomaron como estaba". Yo dije: wow nunca había visto eso, le tomaron como estaba. Yo no estoy muy seguro pero creo que ahí hay una enseñanza; tomaron, es decir cuando se iban tomaron al Señor tal y como Él estaba y lo metieron en la barca y lo llevaron.
Eso quiere decir quizás que Él no tuvo oportunidad de ir a la casa y cambiarse de ropa, y darse un bañito y ponerse un perfume; no, Él simplemente se montó sudado como estaba, la ropa maloliente porque el Señor era humano. ¿Cuántos saben que el Señor sudaba? era humano. Y no tuvieron oportunidad de cambiarlo de ropa ni nada y lo subieron como estaba y yo dije wow qué lindo ese detallito. Y pensé: bueno wow, ahí hay algo.
Yo me puse a pensar que muchas veces en la vida estamos tan ajorados y estamos tan afanados y tenemos tantas cosas que hacer que a veces lo único que nos queda es mira, encomendarnos al Señor y tomarlo como Él está y en el camino seguir procesando la oración, la fé lo que sea. Lo que yo quiero decirte es que tú no tienes muchas veces que hacer grandes oraciones y a veces en la vida tú no vas a poder dedicar una hora o dos horas a la meditación y a tu tiempo devocional, aunque debiéramos sacar tiempo definitivamente pero lo importante es que nos aseguremos de que donde quiera que nosotros vayamos tomemos al Señor y lo metamos con nosotros, lo llevemos con nosotros.
Que el Señor siempre esté con nosotros cotidianamente. Que donde quiera que vayamos siempre el Señor esté dentro de nuestra barca. Cuando salgamos de la casa toma al Señor tal y como Él está, invítalo a tu barca, invítalo a estar con tu familia y con tus hijos; mientras estés en el autobús medita en un versículo, que haya un himno siempre en tu boca. Por eso es que es tan importante memorizar la Escritura, memorizar coros, estar siempre, que la Palabra del Señor esté siempre buyéndose y procesándose para estar preparados en cualquier momento.
A veces creemos como que tenemos que estar ayunando diez horas y haciendo esto. Sí amén es bueno pero también en la vida tenemos que tener al Señor en lo cotidiano porque uno no sabe cuándo va a venir la prueba y cuándo va a venir la tribulación y cuándo va a venir la necesidad de testificarle a alguien. Tenemos que tener al Señor tal y como Él está en nosotros siempre de una forma cotidiana, estar siempre llenos.
Yo creo que eso es lo que me está diciendo ahí. ¿Por qué eso es importante? porque muchas veces cuando estalla una bomba en la Boylston Street y tú estás cerca allí será mejor que tú sepas que tu Redentor vive; será mejor que tú puedas decir: "Alzaré mis ojos a los montes ¿de dónde vendrá mi socorro? viene de Jehová" y tú puedas inmediatamente, de ti brote una oración, un clamor, una fortaleza sobrenatural y tú puedas en vez de mandarte a huír, correr hacia alguien que está herido y ayudarlo tú y fortalecerlo tú en vez de tú también llenarte de pánico y salir corriendo.
Tú tienes que tener al Señor contigo todos los días continuamente. No necesariamente el Señor con Su falda gloriosa y evidente pero sí al Señor cotidiano cada día, tenerlo dentro de ti y esa fue la solución al problema, tomar al Señor tal y como Él estaba. Qué hubiera pasado si hubieran dicho: Señor vete a la casa y báñate, vendremos mañana a buscarte; no se lo llevaron tal y como Él estaba y gloria a Dios que Él estaba dentro de la barca cuando vino el momento de la necesidad y de la presión.
Nosotros tenemos que estar continuamente llenándonos de la Palabra del Señor y de la Presencia del Señor. Tenemos que cultivar esa conciencia de la Presencia de Dios en nuestra vida que nos va a dar fortaleza y nos va a animar en el tiempo de la prueba. Esa era la diferencia entre los discípulos y el Señor. Ellos no estaban preparados para la prueba; eran hombres del momento, de circunstancia. Veían las cosas pero el Señor no se les había metido dentro todavía mientras que Jesús vivía en contínua intimidad con el Padre. Siempre estaba cultivando ese sentido de la Presencia del Padre y por eso cuando Él ve toda esa tormenta y todo lo que está pasando alrededor de Él Él está durmiendo como un lirón allí, quizás estaba roncando, yo no sé si el Señor roncaba pero es posible.
Estarán diciendo: óigame el Pastor está destruyendo al Señor esta mañana. El caso es que ahí está el Señor tranquilito, durmiendo a pierna suelta y la tormenta rugiendo alrededor de Él y los discípulos gritando y desesperándose, el Señor tranquilo allí; ¿por qué? porque Él sabe quién es, Él es Dios. Él es el Rey de la tormenta, es el Señor de señores. No había un lugar más seguro ni lo ha habido jamás en todo el universo que ese momento y ese lugar donde están los discípulos con una tormenta alrededor pero con el Rey de reyes dentro de la barca.
El lugar seguro es donde está el Señor aunque pase lo que pase alrededor de ti. Y el Señor estaba tan compenetrado con la Presencia del Padre, Él conocía a Su Padre. Él vivía en el Padre y el Padre en Él y por tanto la tormenta no lo podía socavar y nosotros tenemos que cultivar ese sentido de la Presencia de Dios en nuestra vida; tenemos que sacar tiempo en el día para visualizar al Padre, para recordar: yo soy un hijo de Dios, yo soy precioso para Dios, Dios tiene propósitos en mi vida. Esa Palabra de confesión de fé tiene que salir de nuestra boca.
Tenemos que declarar las bendiciones de Dios, tenemos que sacar tiempo para recordar que Dios está en nuestra vida. La mayoría de nosotros tan embebidos y tan compenetrados con el mundo allá afuera que la Presencia del Señor como que se disipa y se hace lejana y cuando vienen las tribulaciones y las pruebas no sabemos qué hacer. Por eso es que tenemos que tener siempre cerca al Señor y estar meditando en Él porque eso va a determinar la diferencia de cómo nosotros reaccionemos.
Yo me pregunto ¿estaba el Señor verdaderamente durmiendo? sí pero también como que yo creo que es posible que el Señor los estaba probando; Él estaba con una sonrisita maliciosa haciéndose que estaba dormido, es una alternativa de interpretación. Vamos a ver qué hacen estos ahora, cómo bregan con esta situación. Es posible también ¿no? el Señor era un Maestro increíble así que a veces yo me he preguntado si el Señor estaba simplemente probándolos para ver qué pasaba porque el Señor estaba comprometido con ellos.
Fíjense en las palabras de Primera de Tesalonicenses capítulo 5 versículo 24: "Fiel es el que os llama el cual también lo hará." Él quería que ellos entendieran: si Yo les dije que vamos a ir a la otra orilla Yo quiero que ellos entiendan que así va a ser y los voy a dejar que se cuezan en su propio jugo por un ratito para que aprendan una lección. Siempre digo que si Cristo está en nuestra vida el fracaso no es posible y Él a veces permite que venga la prueba para ilustrar esa verdad.
Romanos capítulo 8 versículo 28 y versículo 31 dice: "Y sabemos que a los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien." "A los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien, esto es a los que conforme a Su Propósito son llamados" y el versículo 31: "Qué pues diremos a esto, si Dios es con nosotros ¿quién contra nosotros?" ¿amén?. Versículo 32: "El que no escatimó ni a Su propio Hijo sino que lo entregó por todos nosotros ¿cómo no nos dará también con Él todas las cosas?" y el Señor quiere que esas verdades, esas promesas se penetren en nuestra vida y a veces Él permite que vengan las situaciones difíciles para nosotros hacer acopio y recordar esas verdades y ponerlas en práctica.
Entonces los discípulos ya desesperados no sabiendo qué mas hacer se acercan al Señor y le dicen: "Señor ¿no tienes cuidado que perecemos?" están molestos ya con el Señor y hasta en su petición hay como una acusación; ¿no te das cuenta lo que estamos pasando?. ¿Qué pasa muchas veces cuando viene la prueba a nosotros? que cuestionamos el carácter de Dios, cuestionamos la fidelidad del Señor. ¿Tú no ves Señor lo que estoy pasando, por qué permites esto? ¿no tienes cuidado de que perecemos? La respuesta del Señor es: Claro que tengo cuidado nada va a pasar porque Yo estoy con ustedes.
Mateo 6:31 y 32 el Señor siempre nos está recordando porque Él sabe que tarde o temprano el afán, el temor y la ansiedad van a venir en nuestra vida y la Biblia está llena de esos llamados del Señor a recordar que Él nos ama y Él nos conoce. Mire el versículo 27, Mateo 6:27 dice: "Y quién de vosotros podrá por mucho que se afane añadir a su estatura un codo? Por el vestido ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo cómo crecen, no trabajan ni hilan pero os digo que ni aún Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es y mañana se echa en el horno Dios la viste así ¿no hará mucho más a vosotros hombres de poca fé? No os afanéis pues diciendo: ¿qué comeremos o qué beberemos o qué vestiremos? porque los gentiles buscan todas estas cosas pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas."
El ojo del Señor siempre está posado sobre tu vida hermano, el Señor sabe lo que estás pasando. Nunca le pregunté al Señor: Señor ¿por qué me has abandonado? ¿por qué te has descuidado de mí? No, el Señor tiene un propósito y Él lo que quiere es que tú vayas al lugar donde está la solución y Él tiene la solución, puede que se tome un poquito de tiempo, puede tardar un poquito más pero Él tiene la solución para tu vida.
Yo he descubierto hermanos que Dios es muy económico en Sus movimientos. Generalmente ni se adelanta ni se retrasa; Dios obra en el momento preciso. Nosotros somos los que nos acobardamos y queremos que Él obre a veces prematuramente y nos saque de la prueba a veces antes de lo que se necesita para que la prueba cumpla su propósito en nuestra vida. Cada prueba que viene a tu vida tiene un propósito, tiene un proceso y lo que tú tienes que pedirle al Señor es que te dé discernimiento y sabiduría para determinar y entender qué es lo que Dios está cumpliendo con esto y te dé fortaleza para tú correr el proceso totalmente hasta cumplir todo lo que Él desea y entonces Él te saque fortalecido, perfeccionado, pulido y mejor preparado para servirlo.
Dios es un Dios preciso y a veces Él va a permitir que la prueba dure un poco de tiempo pero es para tu propio bien. Mientras tanto Él te cuidad, Él te fortalece, Él te respalda, Él está ministrando a tu vida. Y entonces el Señor obra, accede a la petición de ellos y se levanta y le dice a la tormenta: Calla, enmudece. Qué bueno es que ellos hicieron lo que tenían que hacer; fueron a donde el Señor aunque lo hicieron de una forma acusativa e imperfecta hicieron lo que tenían que hacer. Cuando viene la prueba es tiempo para que tú te ciñas los lomos y te fortalezcas en la oración y busques más del Señor, tengas más tiempo de buscar de Él, de llenarte de Su fortaleza, de impregnarte del sentido de la Presencia de Dios.
Cuando las pruebas vienen a mi vida yo sé que en vez de yo ponerme a huír o quejarme o dejar de orar lo que tengo que hacer es todo lo contrario; tengo que orar más, tengo que sacar más tiempo para buscar de Él, tengo que comenzar a leer esas promesas de la Palabra del Señor, esos textos que me recuerdan que Dios es fiel, que Dios es bueno, que Dios es amoroso, que Él es misericordioso, que Él está conmigo y llenarme de esa fortaleza y declarar la Palabra de Dios a los aires y hacer de esa Palabra un imán que atraiga la bendición del Señor y atraiga la bendición a mi vida.
Y eso es lo que tenemos que hacer nosotros, clamar, ir a donde el Señor como fueron ellos y pedirle al Señor que hiciera lo que Él quería hacer. Ya voy terminando pero es importante esa pregunta que el Señor hace. Cuando Él calla la tormenta y la hace enmudecer Él se torna hacia ellos y les dice: "¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fé?" es una pregunta reveladora.
Lo que al Señor le molestó no fue tanto el temor de los discípulos sino el pánico, la pérdida de su dignidad; la falta de control que mostraron que los llevó a hablarle así en una forma irreverente. La palabra amedrentados en el griego original es la palabra deiloi que quiere decir: acobardado, en pánico, intimidado.
Hay una diferencia en la vida hermano cuando estamos pasando por la prueba de experimentar una sana tristeza, experimentar una cierta preocupación acerca del futuro porque la verdad si a ti te dicen: usted tiene una condición de salud que va a hacer que tenga que tomar pastillas el resto de su vida la verdad que si usted no se siente un poquito atemorizado usted necesita más un psiquiatra que un médico, claro que sí uno se atemoriza. Uno entra en un tiempo de temor y de zozobra pero yo creo que hay una diferencia entre un temor sano y normal y una preocupación humana y perder la paz, desesperarse, entrar en una neurosis; dudar del Señor, dejar de buscar de Él, dejar de ir a Su Palabra.
El cristiano es un soldado y un soldado nunca sale huyendo. Qué feo se ve un soldado con un rifle y un revólver llorando como un bebé de un enemigo y eso es lo que el Señor no quiere de nosotros, que nosotros nos desesperemos. Yo creo que esa es la diferencia de una persona que tiene a Cristo en su corazón y que es una persona de fé; no es que no temas, no es que no sufras, es simplemente que no te desesperes, que no pierdas la cabeza y yo creo que eso fue lo que le molestó al Señor en este caso.
Mire Primera de Corintios capítulo 4 en el versículo 7 dice: "Pero tenemos este tesoro en vasos de barro para que la excelencia del Poder sea de Dios y no de nosotros que estamos atribulados en todo mas no angustiados, en apuros mas no desesperados, perseguidos mas no desamparados, derribados pero no destruídos." En otras palabras podremos estar en tribulación, angustia y todo pero no estamos en pánico, no estamos sin salida, no estamos sin respuesta, no estamos sin solución, no estamos acorralados. Siempre hay una respuesta a toda necesidad y el Señor quiere que mientras estemos en el crisol de la prueba nos mantengamos plantados en Su Promesa y en Su fidelidad ¿amén?.
Quiera el Señor en esta mañana que aunque estemos pasando por cualquier problema y cualquier tribulación de la vida mantengamos nuestros ojos puestos en Él, sepamos que el Señor está en mi familia; el Señor está en mi casa, el Señor está en mi lugar de trabajo donde hay problemas con los otros empleados, donde tengo un jefe un poco odioso. El Señor está en mi barca, está en mi casa a pesar de que vengan las deudas, a pesar de que haya enfermedad mantén tu posición establecida; no te llenes de pánico, no te desesperes. El Señor dice: Yo estoy contigo; confía en Mí y mantén tu mirada puesta en Mí. El Señor te bendiga.
Padre: gracias, confiamos en que Tú estás con nosotros. Gracias por Tus palabras de seguridad y de promesa porque Tú eres un Dios fiel en el cual podemos confiar. En esta mañana renunciamos a la desesperación y a la ansiedad y nos revestimos de esa seguridad de que Tú nunca nos dejarás ni nos desampararás. Lléna nuestro corazón con esa paz en este día en el Nombre de Jesús, amén y amén. Gloria al Señor.