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En el capítulo 2 de Ageo comenzando con el versículo 1 dice: "En el mes séptimo a los 21 días del mes vino Palabra de Jehová por medio del profeta Ageo" mire las figuras que están involucradas en este pasaje "el profeta Ageo diciendo: Habla ahora a Sorobabel hijo de Zalatiel gobernador de Judá" una segunda figura Sorobabel gobernador, tercera persona "y a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote" cuarta entidad "y al resto del pueblo diciendo" y este es el mensaje del Señor " ¿Quién ha quedado entre vosotros que haya visto esta casa en su gloria primera y cómo la véis ahora? ¿No es ella como nada delante de vuestros ojos?
"Pues ahora Sorobabel gobernador ,esfuérzate dice Jehová. Esfuérzate también Josué hijo de Jozadac, sumo sacerdote y cobrad ánimo pueblo todo de la tierra" Congregación León de Judá cobrad ánimo dice el Señor, cobrad ánimo; cobra fuerzas, cobra entusiasmo, recupera la visión.
"Dice Jehová: Y trabajad" trabajad yo incluiría: y contribuíd, seguid dando, seguid creyendo, seguid esforzándoos, seguid dando sacrificialmente; involúcrense, no pierdan la visión, no pierdan la pasión, no pierdan el sentido de compromiso, no bajen las manos, no baje la guardia, no dejen caer los brazos. Trabajad ¿por qué? ¿porque somos fuertes, de empuje maratonista? ¿porque no nos damos por vencidos, no nos rajamos como dicen los mexicanos? ¿Por qué? Dice: "Porque Yo estoy con vosotros dice Jehová de los Ejércitos. Digan conmigo: Dios está con nosotros, más duro Dios está con nosotros, Dios está con nosotros.
Por eso tenemos que esforzarnos y trabajar. Según el pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto así mi Espíritu estará en medio de vosotros no temáis; porque Dios está diciendo: Yo soy el mismo ayer, hoy y por los siglos. El Dios que nos ha dado dos edificios para construir y que nos ha permitido terminarlos y ser una presencia muy real en la ciudad de Boston y hacer cosas extraordinarias que jamás imaginamos cuando salimos de nuestro humilde lugar allá en Cambridge y nos ha puesto en lugar de prominencia, de influencia positiva y respetable ante los ojos de autoridades y de la comunidad.
Es el Dios que está con nosotros todavía y el Dios que está absolutamente comprometido con Su pueblo y con la visión que Él nos ha entregado. Mucha gente a veces piensa: ah Dios estuvo para aquéllo pero no estará por lo otro pero dice mira: el mismo que estuvo con ustedes en Egipto y los sacó con Su brazo extendido está hoy aquí con ustedes también. El mismo Dios que estuvo con Moisés, que estuvo con Gedeón, que estuvo con Elías y con Eliseo, el mismo Dios que estuvo con Pablo y con los discípulos aunque era un puñado de gente asustada cuando el Señor ascendió es el mismo Dios que está con nosotros hoy.
El Dios que nos permite hacer proezas para Su gloria y Su honra, el Dios que fortalece nuestros brazos si nosotros se lo permitimos. Yo estoy con vosotros no teman porque así dice Jehová de los Ejércitos, muy importante dice: "De aquí a poco Yo haré temblar los cielos y la tierra; el mar y la tierra seca y haré temblar a todas las naciones" dice el Señor. Yo haré temblar a todas las naciones y entonces vendrá El Deseado de todas las naciones.
Yo no sé si en su Biblia El Deseado está con mayúscula pero en la mía está con D mayúscula porque no es cualquier deseado, es El Deseado ¿y cuál es El Deseado de todas las naciones? Cristo Jesús; es el que las naciones muchas veces sin saberlo las naciones están esperándolo para que cambie sus sociedades. Convierta el crimen en paz, convierta la ignorancia en sabiduría, convierta la falta del Espíritu de Dios en llenura del Espíritu Santo; convierta las ciudades desoladas por el crímen, por la pobreza en lugares de prosperidad, de bendición, de crecimiento.
El Deseado es el único que puede establecer justicia entre los hombres, que puede liberar las culturas de la droga, del Sida, del embarazo prematuro, del desperdicio de vidas cuando Dios quiere tornarlas en instrumentos para Su Gloria. "Vendrá El Deseado de todas las naciones. Y dice el Señor: Y llenaré de gloria esta casa. Llenaré de gloria esta casa ha dicho Jehová de los Ejércitos." Escuche esto una promesa: "Mía es la plata y mío es el oro dice Jehová de los Ejércitos."
¿Usted sabe por qué nos hemos metido en líos como éste y nos seguiremos metiendo y seguiremos haciendo cosas grandes para el Señor y nos atreveremos a hacer cosas que cuando estemos en medio de ellas nos asusten? porque yo creo lo que dice ahí: Mía es la plata y mío es el oro dice el Señor.
El Señor Jesucristo dice en Mateo capítulo 28: "Toda potestad me es dada tanto en el cielo como en la tierra, por tanto id." La garantía para nosotros cuando perdemos cosas grandes es que el Señor tiene en Su Mano todos los recursos, todo el poder y Él quiere hacerlo correr a través de hombres y mujeres llenos de fé; vasijas que se vacíen para que Su Gloria pueda ser contenida por ellos y Su aceite pueda hacer las cosas que Dios quiere hacer.
Yo estaba pensando esta mañana y voy a entrar de lleno en mi sermón ahora un momento. Estaba pensando en alguien que conozco que está pasando por unas tribulaciones serias en este momento y no voy a decir su naturaleza para que no se me adelante pensando que me estoy refiriendo a ellos. Pero esta persona está pasando por unas pruebas y todo indicaría que lo que esta persona tiene que hacer es echarse hacia atrás, conservar energías, dejar de hacer y lo que el Señor me decía, yo he tenido que orar para que el Señor confirme la Palabra antes de dársela, es que lo que Dios le está diciendo a esa persona es: en vez de dejar de hacer haz más y es algo que atenta contra la situación misma que esta persona está viviendo.
Es una Palabra contraintuitiva porque lo que indicaría la razón es que esa persona deje de hacer y conserve pero lo que yo creo que Dios le está diciendo y como es algo de mucha responsabilidad yo decirle eso a esa persona por eso estoy meditándolo; pero Dios está diciendo: lo que tienes que hacer para salir de tu dilema es hacer más no menos. Y yo creo que hay momentos en la vida de los hijos de Dios en que para que Dios pueda hacer algo mayor en nosotros nosotros tenemos que despojarnos y vaciarnos y las cosas que más amamos tenemos que ponerlas al pie del Señor, ponernos en déficit. Sea lo que sea, sea dar, sea servir de manera que solamente si Dios hace la obra podríamos salir del aprieto en que nos habremos metido.
Yo creo que la Biblia está llena de esas cosas, de esos momentos. Yo creo que Dios le está diciendo a esta Congregación: Yo quiero hacer algo grande entre ustedes como dice aquí, Yo voy a llenar de gloria este lugar y Mi propósito tiene que ser cumplido. En el versículo 7 del capítulo 1 el Señor le dice a ese mismo pueblo de Ageo: "Así ha dicho Jehová de los Ejércitos: Meditad sobre vuestros caminos, reedificad la casa y pondré en ella Mi Voluntad y seré glorificado dice el Señor."
Dios quiere poner Su Voluntad en esta casa y Dios quiere hacer algo a través de nosotros y Dios quiere usarnos en una manera extraordinaria pero hay un precio que hay que pagar. No podemos salir ilesos; tenemos que salir oliendo a humo para que entonces Dios pueda glorificarse como Él quiere. Escúcheme bien: hay que vaciarse para ser llenado.
Cuando Eliseo le habla a la viuda en ese conocido pasaje y la viuda tiene un gran predicamento y no sabe qué hacer porque vienen a quitarle a sus hijos para pagar la gran deuda Eliseo le dice: busquen vasijas vacías, vasijas no pocas; si las vasijas hubieran estado llenas no hubieran podido llenarse del aceite. A veces tenemos que vaciarnos hermanos y nosotros somos un pueblo muy fuerte y Dios no nos va a dar las cosas a menos que no las trabajemos.
Y yo les digo: usted y yo no hemos sufrido a través de la construcción de estos santuarios y estos edificios que Dios nos ha dado a través de estos años, sinceramente. Yo veo a mis hermanos Pastores sinceramente para hacer cualquier cosa estrujándose y haciéndose un ocho para poder construír y apelando todos los domingos y llenando la casa de apelaciones urgentes y de crisis, ustedes y nosotros sí nos hemos esforzado, hemos dado generosamente eso es cierto pero en realidad déjeme decirles que ustedes y nosotros no hemos dado tanto como otras Iglesias dan para la construcción de sus edificios.
Dios ha permitido que aquí haya cierto grado de sabiduría y una economía increíble y ha permitido que este santuario que valdría 10, 12 millones de dólares lo construyamos por menos de 5 millones de dólares ¿por qué? porque Dios ha dado ciencia, sabiduría y conocimiento. Pero hay una medida todavía; yo pensaba que podríamos escaparnos y este santuario hacerlo sin cierta medida de urgencia pero así al final Dios ha querido que pasemos por los mismos propósitos, los mismos procesos que hemos pasado en otros esfuerzos.
Es interesante, esta mañana yo estaba buscando sermones donde he hablado acerca de campañas financieras anteriores y edificios; me encontré con uno qué lástima que no lo traje aquí que tenía que ver con el primer edificio, el 68 de la North Hampton Street, lo prediqué en el 96. Y yo decía, tenía unas notas ahí donde decía: hermanos nos faltan 20 mil y pico de dólares, ya estamos llegando al final decía y las cosas que necesitamos hacer requieren un dinero adicional y ahora mismo nos faltan 20 mil y pico de dólares para pagar nuestro elevador y necesitamos una ofrenda especial de parte de ustedes. Yo dije wow deja vu, otra vez.
Y es interesante que este es el tercer proyecto y siempre hacia el final. Ahora ¿qué es lo que pasa cuando una madre va a dar a luz, una mujer? Ahí vienen los dolores de parto ¿verdad que sí? la matriz se pone recia y hay temblores y hay náuseas, hay todo tipo de dolores y hay casi un arrepentirse de haberse metido en el aprieto. Y pues estamos en ese proceso ahora mismo, estamos ya preparados; falta poquísimo y una de las razones como yo les decía que yo quería que ustedes vinieran acá es porque algunos hermanos creen como que no, esto como dice aquí en otro pasaje, este pueblo dice: "No ha llegado aún el tiempo de que la casa de Dios sea edificada." versículo 2.
Algunos son excépticos, son como Tomás y escuchan al Pastor diciendo: ya estamos cerca y esto y lo otro y ellos ahí aguantados porque quieren ver y piensan que falta muchísimo, pues aquí está ustedes pueden ver. Yo estaba esperando el momento preciso. Algunos se preguntan por qué yo no he hablado de esto en las últimas semanas; porque yo quería tener una imagen gráfica para hacer una última apelación. Estamos aquí porque Dios está diciendo: trabajen duro y porque hay una situación de urgencia.
A mí no me gusta hacer apelaciones de urgencia y nunca la he hecho. Algunos hermanos me dijeron: yo creo que el problema es que cada vez que usted se para a hacer un ánimo a la Congregación y una arenga usted lo presenta como que todo está bien y no hay nada de qué preocuparse, de que estamos bien, vamos bien y yo creo que mucha gente piensa que como vamos bien pues no tiene que dar o no tiene que dar como verdaderamente hay que dar. Yo le pido al Señor que haga claro a ustedes esta vez y si no lo soy uno de los diáconos o quien sea que se pare y me corrija; yo me guiaré pero estamos en un tiempo, estamos listos casi para terminar pero necesitamos un esfuerzo.
Yo he hecho dos últimas apelaciones a mis hermanos y no hemos alcanzado la meta por mucho. Hace poco yo reté a los hermanos, a trescientos de ustedes a dar 500 dólares para terminar ya y de paso les digo, estamos tan agradecidos por lo que ustedes han dado, esta Congregación ha dado generosísimamente pero la obra es grande; y no se colectó más de una tercera parte de lo que se suponía que se colectara en ese llamamiento. Muchos hermanos cedieron pero no, y faltó cien mil dólares de eso, son pocas cantidades cuando usted mira aquí pero ahora ese dinero nos hace falta.
Además de las ofrendas y los diezmos y lo que ustedes presentan cada domingo recuerden esto: hace ya varias semanas el banco dió todo el préstamo que iban a dar y tampoco es una cantidad inmensa la cual el banco ha dado; yo no he querido jamás meter a la Congregación en una deuda excesiva. Dios nos ha dado tres maravillosos edificios y una planta física envidiable en el centro de la ciudad y nuestro mortgage es increíble, es la mitad de lo que muchas iglesias se comprometen para un sólo edificio, nosotros tenemos tres.
Y simplemente lo que tenemos que hacer es dar un poco más para que este lugar sea terminado porque siempre al final y yo creo que Dios está diciendo: este pueblo es un pueblo fuerte, es un pueblo a través del cual Yo puedo hacer algo grandioso y Yo quiero que sientan lo que es el impacto, lo que es el peso de lo que es construír. Y a mí mismo el Señor no quería dejarme ileso. Yo creo que las Congregaciones deben sentir y pagar un sacrificio que glorifique al Señor. La carne tiene que morir.
Yo te estoy hablando a ti no le pongas el nombre de otra persona, te estoy hablando a ti. Dios nos ha dado mucha gente nueva, nuestra Iglesia ha crecido y yo me temo que esas personas nuevas y aún otros que están aquí hace un tiempo todavía no han captado lo que es la vida cristiana en términos de darle al Señor sacrificialmente. Yo he aprendido en mi vida que no hay nada como darle al Señor y ver Su Gloria manifestarse, que la manera de desatar la gloria de Dios, la provisión divina, la manifestación de los dones de Dios en nuestras vidas es abriéndonos boquetes para que el aceite de Dios pueda correr a través de ellos.
Tú tienes que abrirle un boquete para usar una buena palabra así poco elegante a tu cuenta de banco, a lo que tú tanto amas para que la Gloria del Señor pueda llenar ese espacio. Yo he aprendido que Dios siempre cala en lo que más amamos para que al ser crucificados como Cristo fue crucificado Su Poder pueda entonces perfeccionarse en nosotros.
Y ahora mismo nosotros estamos en una necesidad; el miércoles pasado nuestro tesorero me llamó por teléfono y me dijo: Roberto tenemos un déficit serio ahora en nuestra cuenta de banco y si no entran unos fondos urgente de emergencia van a comenzar a saltar cheques, porque en estas últimas semanas todo el peso de la construcción ha reposado exclusivamente sobre nosotros. Ya no hay banco que nos ayude en lo que queda de la construcción y no es tanto.
Pero ahora mismo esta Iglesia es responsable; no solamente es todos sus gastos regulares incluyendo el mortgage que tenemos de los otros edificios sino que también ya hay que pagar completamente el mortgage de este santuario. Y ya lo que queda de la construcción sale de nosotros y no es tiempo para que bajen los ingresos por concepto de diezmo y ofrenda como han bajado un poco últimamente. Ciertamente que desaparezcan los donativos especiales para la construcción del santuario.
Le estoy hablando y me estoy obligando a sacar cada palabra porque desgraciadamente yo soy la persona más tímida del mundo para pedir y esa es mi gran crucifixión; yo estoy aquí crucificándome ahora mismo pidiendo. Le aseguro que darle al Señor no me cuesta nada pero pedir, eso es una muerte para mí.
Pero yo quiero animarles a cada uno de ustedes entiendan, no estoy hablando así ya pasando pañitos tibios, si ustedes no dan ahora esto se va a terminar y vamos a cerrar la obra y sería una verguenza, y sería una pérdida para el Reino de Dios. Y esta Congregación yo sé que es una Congregación que puede dar la última medida; no tengo la menor duda, los recursos están allí en ustedes. Así que yo les animo en el Nombre del Señor a que se pongan las pilas y suelten la bendición, y que salgamos de aquí con un compromiso claro.
Quiero invitar a los músicos, pasen por acá por favor. Omar ven rápidamente, ven corre y pasa por acá rápidamente te necesito aquí arriba. Prepárense hermanos y lo que yo quiero, mire no voy a hacer ninguna apelación. Déjeme decir un par de cositas más simplemente. En este pasaje yo lo que veo es que el Señor se está refiriendo a todas estas personas. Primero está Ageo el profeta de Dios que canaliza una Palabra de Dios al pueblo.
Este santuario se está construyendo porque hay una Palabra profética que ha venido a mi corazón años atrás, años atrás cuando el primer santuario era un escombro, yo me senté, yo les he dicho antes en un lugar allá y miré hacia esto que era antes un estacionamiento pequeño y el Señor me puso la imagen de este lugar que ahora yo veo con mis ojos, antes de que termináramos el primer santuario. Yo sentí en mi corazón: cuando este lugar esté lleno dos veces un domingo y no dé abasto será necesario tener un lugar ahí en ese espacio de cuatro niveles, un estacionamiento pequeño debajo, un auditorio con un balcón alrededor y un piso adicional.
Y así hoy ahora comienza a cumplirse esa visión y mire cómo está este lugar ya, y esta mañana estuvo igualito. Es posible que si estuviera todo el mundo de esta mañana y ahora no cabríamos en este lugar. Ya. Este lugar Dios lo quiere usar para llenarlo yo no sé si dos, tres, cuatro veces lo que sea y hay una Congregación norteamericana en inglés, caribeña y angloparlante que ya estará ocupando el otro lugar allá también mientras nosotros estemos aquí.
Nosotros podremos procesar miles de personas en un sólo día y esto se va a llenar. Ya yo veo cómo está llegando la gente sin ni siquiera llamarlos, están viniendo. Óigame yo no sé cómo nadie puede quedarse a medias y dejar de ser parte de algo tan glorioso y tan significativo, yo no me explico. Yo te animo a ti que acabas de llegar a la Iglesia, a ti que eres nuevo en la fé, a ti que llevas muchos años: préñate con la visión de Dios.
Dios dice: Yo quiero llenar este lugar de Mi Gloria y llamo a los Sorobabeles que tienen recursos, llamo a los Pastores que tienen visión que animen; llamo al espíritu profético tipo Ageo para que transmita mi llamado, porque yo quiero hacer algo grandioso. Si usted se fija en lo que dice el versículo 6 ese santuario que Dios quería que se construyera hace miles de años, que se reconstruyera porque Dios le habla a un pueblo en derrota que acaba de regresar del exilio y está decaído con un santuario que está hecho escombros de cuando el exilio babilónico y ahora Dios quiere que se reconstruya de nuevo porque a Dios le gusta tener lugares donde Su Gloria habite. Él no es contenido por ningún lugar pero a Él le gustan lugares llenos de Su Espíritu donde Su Palabra pueda correr, donde Su Ministerio pueda ejercerse.
Y por eso le dice al pueblo: reconstruyan Mi santuario, no esperen más. Sí han habido contratiempos dice el Señor pero no me digan que ya no es tiempo constrúyanme mi casa y trabajen, porque yo quiero hacer correr Mi Gloria sobre esta casa así que cobren ánimo, trabajen. Y mire lo que dice el versículo 6 recuerden esto: "Este es un lugar profético como aquél santuario lo era".
Cuando Dios le está diciendo al pueblo de Israel: reconstrúyanme mi casa no solamente está pensando en ese momento sino que Su mirada telescópicamente se está extendiendo miles de años después cuando vendría El Deseado de todas las naciones y habría otro santuario que yo creo que en última instancia será el santuario que se construirá en Jerusalén que marcará la Venida de Cristo al mundo de nuevo y nosotros estamos cerca de ese tiempo.
Yo le animo a usted ver este santuario como un santuario no simplemente para León de Judá, este es un santuario profético que ejemplifica en esta ciudad tan reacia a la Palabra de Dios; rodeados como estamos de una cultura secular humanista que rechaza los valores del Reino de Dios y no solamente los rechaza sino se goza en practicar aquéllo que es totalmente contrario a la Voluntad de Dios. Y Dios dice: este santuario es un lugar que Yo quiero que profetice a esta ciudad de mis propósitos que se van a cumplir.
En el Nombre de Jesús yo les digo proféticamente: nosotros estamos en un tiempo especial en que la Gloria de Dios se va a manifestar como nunca antes en la historia. Escúcheme bien y vienen tiempos cataclísmicos para las naciones; tiempos de gran premura y de gran urgencia. Tiempos en que las estructuras mismas de la sociedad y de la cultura, y del gobierno y de las finanzas serán estremecidas y que la manera en que las naciones hacen negocios y hacen trasancciones quedará completamente transtornado y nosotros estamos en medio de ese tiempo.
Vienen momentos en que el Evangelio, la Palabra del Señor, iglesias ungidas y llenas del Espíritu Santo, Ministerios proféticos serán absolutamente preciosos y necesarios para explicarle a las naciones lo que estará pasando. Cuando el Señor me permitió yo creo allí pararme en ese servicio ecuménico donde estaba el Presidente Obama y que fue televisado nacionalmente, internacionalmente yo sentí del Señor de nuevo, eso es un vislumbre de lo que Dios quiere hacer, que cuando las naciones se vean atormentadas y consternadas por eventos que ellos no sabrán explicar y que los llenarán de temor, de angustia y de confusión Yo voy a requerir un pueblo ungido que les interprete a ellos por qué me estoy moviendo en la manera en que me estoy moviendo y que los anime a creer que soy Yo y no el infierno el que está en control de la historia y que Yo permito.
Eso fue lo que yo expliqué que es clave cuando yo estaba predicando. Yo le decía en mi reflexión a la nación y a todos los que estuvieron escuchando: el mal se mueve en el mundo y cree que él está ganando la victoria, pero el dilema del mal es que cada vez que hace algo para matar, robar y destruír Dios lo usa para bendecir y esto que ha pasado es simplemente algo. Cada vez que pasa cosas terribles y destructivas en las naciones como, tan altanera en una ciudad como Boston ¿por qué pasan cosas como las que pasan en una ciudad como Boston tan decente, racional, académica, intelectual? ¿Por qué salieron de aquí los aviones que destruyeron las Torres? ¿Por qué salió de aquí el matrimonio homosexual que está contaminando nuestra nación? ¿Por qué ahora vuelven aquí terroristas a atacar precisamente aquí en Boston? Porque hay una señal. Esta ciudad es una ciudad marcada por Dios.
Aquí nació el Evangelio en todo Estados Unidos y todavía el Dios que es totalmente consistente en Sus caminos dice: Mis propósitos todavía no han terminado aquí y Yo voy a remover los fundamentos. Si usted tiene tiempo después búsquese en Hebreos capítulo 12 donde el escritor de Hebreos toma este mismo pasaje de Ageo y lo aplica a los últimos tiempos; no era solamente para aquél tiempo sino también para el futuro.
Nosotros construímos no solamente para ahora sino para lo que Dios tiene entre manos. Dios quiere un pueblo ungido y dotado. Lo que yo le decía a ese pueblo es: entiendan bien, Dios permite que venga el dolor; yo no iba a decirle a esa gente en ese momento: oh porque hay pecado en la nación, esto y lo otro pero al buen entendedor pocas palabras bastan. Estoy diciendo: Dios permite y la expresión más citada de toda la reflexión fue ésta: Dios no ha abandonado a Boston, Dios no ha abandonado esta nación; Él simplemente teje un tapiz hermoso y brillante que contiene algunos hilos oscuros.
Y esos hilos oscuros de terror, de muerte, de heridas son cosas que Dios permite para preparar a los altaneros, preparar a los que rechazan en nombre de Dios, preparar a las naciones reacias a la Palabra del Señor, suavizarlas para que entonces venga el pueblo de Dios y recoja la cosecha. Y el mover de Dios será como la Palabra de Cristo como cuando le dijo a Pedro: Pedro echa tus redes para pescar y esa palabra: echa tus redes para pescar y la afirmación de Pedro: Señor toda la noche hemos pescado pero en Tu Nombre yo voy a echar la red; y yo sé que cuando Pedro dijo eso reaccionando al llamado de Cristo los peces fueron convocados de todas partes para fluír a la red de Pedro y por eso él pescó como pescó.
Y Dios va a estar haciendo la obra; Dios va a estar preparando a la gente. Nosotros no tendremos que ir a la gente con embelecos y empobreciendo la Palabra del Evangelio para que vengan, ellos van a suplicar para que los dejemos entrar para recibir refugio que el pueblo de Dios estará preparado para entregarles. Y por eso necesitamos construír estructuras donde pueda venir el pueblo de Dios para que pueda la gente ser salva. Pero Dios no lo va a hacer a través de gente pusilánime y mediocre lo siento mucho.
Guerreros, gente que haya muerto para Cristo este no es el tiempo para vivir vidas normales, no es el tiempo para estar acumulando grandes cantidades de dinero que usted ni siquiera sabe si va a usarlo, escúcheme. Yo no quiero estar allí amontonando granitos de maíz como una gallina escondido por allá para una vejez que quizá no llegue porque yo quiero morirme sirviendo al Señor y dándole todo. No quiero estar acumulando si hay tanto que hacer, tanto que dar, tanto que servir al Señor.
¿Para qué quiero yo estar acumulando una carrera académica u otras cosas que total todos los libros de este mundo van a ser quemados y consumidos por el fuego? No va a haber biblioteca que quede, no va a haber museo que quede, no va a haber obra de arte que pueda resistir el fuego consumidor de Dios, que pueda entrar al lugar perfecto donde vamos a habitar; todo eso se va a quedar aquí en la Tierra. Lo único que entrará allá será nuestras obras a favor del Reino de Dios.
El amor que sobreviva este fuego que ha de venir. Hermano entrégale al Señor, no dejes de darle al Señor lo que Dios te pide. Yo les puedo decir desde acá arriba: mi esposa y yo, mi familia hemos dado, seguiremos dando y cada día daremos con más rabia y con más alegría. Es que Dios no se queda, óigame. La bendición que ha venido a través de los boquetes que hemos abierto al Señor yo no lo cambiaría por nada de este mundo, yo les hablo desde una postura desde donde yo sé, creo y he gustado del Dios que bendice.
Cuando yo me tiendo sobre la cruz y dejo que me claven mis manos y horaden mi pecho para que salga la vida y Dios después dice: Yo te voy a cerrar todo eso y te voy a bendecir, te voy a levantar, no te pierdas esa experiencia. En este momento para construír este lugar que Dios ha de usar grandemente para Su Gloria y con el cuál Dios tiene un gran mover profético no te quedes sin darle al Señor.
Bajemos nuestras cabezas un momento. Yo le decía a mis hermanos esta mañana: yo no sirvo para andar por ahí con embelecos, de subasta, ¿quién da más, quién da esto, quién da lo otro, quién da quinientos quién da mil? Para mí el santuario de Dios es un lugar sagrado, yo quiero apelar a gente madura y entendida; no quiero estar ante un pueblo que yo tenga que manipularlo para sacarle el dinero.
Yo te animo ahora mismo a concebir una cantidad que tú mismo le vas a dar al Señor. Yo no te voy a pedir nada pero en tu espíritu firma una cantidad. Ahora mis ojos se plantan sobre un jovencito, que no se quede ni un joven sin dar, nadie hasta los niños, vengan al Señor. Padres pongan a sus hijos a que den algo y firma ahí, yo no quiero ahí una firma aquí de papel, firma en tu espíritu una cantidad de dinero que tú le vas a dar al Señor y no te arrepientas ni dejes que el diablo te arrebate eso cuando tú salgas de aquí, que lo que pasa es que nosotros concebimos ciertos planes mientras nos están manipulando y dándole a la manigueta para acicatearnos emocionalmente y cuando salimos el diablo nos roba la visión y volvemos business as usual.
Señor reprende a ese espíritu. Dios obra a través de gente íntegra, seria y comprometida que cuando dicen: voy a poner mi mano sobre el arado nadie se la arrebata hasta que no cumplen lo que han prometido.
Vamos a darle al Señor generosamente. Los ujieres por favor pasen por acá y pongan aquí las cestas y al final del servicio, o en el arca también la pueden poner pero por si acaso, mejor que sobren a que falten lugares. Antes de que usted se vaya de aquí, no tiene que ser ahora mismo si trajo su chequera échelo ahora acá y si no conciba una visión y venga el miércoles que viene o el domingo que viene y tráigale al Señor lo necesitamos ya. La única razón por la cual no estamos rebotando cheques ahora mismo es porque una familia de la Iglesia muy en privado le prestó a la Congregación una suma bastante considerable de dinero para que la pagáramos cuando pudiéramos. No es dinero que le sobraba a esa familia pero lo dieron, pero ese dinero tiene que salir, yo sé que va a salir de nosotros.
Hasta aquí nunca le hemos fallado al Señor pero esto es serio y no sé; hermanos Pastores y diáconos lo he dicho bien claro ¿ok? no estamos jugando. Si ustedes no salen a la necesidad nadie va a salir. Este servicio de las 12 es un servicio de gente que le gusta adorar al Señor pero también yo necesito que sea ahora gente que dé; a veces el servicio de las 9 son un poco más apagaditos pero son gente que dan increíblemente, no se pierdan esa oportunidad también ustedes acá. No todo es simplemente alabar y gritar sino también es darle al Señor. Conciba una visión fuerte delante de Dios.
Jóvenes adultos: ustedes tienen muchos trabajo profesional y muchas cosas, dénle al Señor, aprendan lo que es darle generosamente al Señor. Y también a la gente que no tiene mucho: déle a Dios para que desate la bendición, Dios quiere bendecirnos.
Padre en el Nombre de Jesús, baje su cabeza. Conciba allí algo grandioso para el Señor, te adoramos te bendecimos, te damos gracias porque es bueno batallar en Tu Nombre, es bueno tomar la espada y sentir que la sangre corre hasta que la espada se pega a la mano de tanta sangre que corre; es bueno batallar en Tu Nombre y guerrear para Ti Padre, es bueno agonizar para Ti. Es bueno sudar sangre para Ti, es bueno sentir el terror metiéndose en nuestro corazón mientras te damos y te servimos porque yo sé que Tu Hijo padeció mucho más.
Yo te pido que no nos dejes entrar ilesos a la gloria de este lugar. Sigue apretándonos y sigue glorificándote y sea Tu Nombre establecido en este lugar. Mueve a Tu pueblo, mueve a Tu pueblo y concibamos una visión para la victoria, que no hayan más apelaciones de este tipo sino que podamos entrar en lo que Tú nos has llamado a hacer. Préñanos ahora con Tu propósito y gracias, gracias por Tu unción, gracias por Tu bendición en el Nombre de Jesús, amén y amén. Gloria al Nombre del Señor déle un gran aplauso al Señor, pueblo de Dios anímate.