La obra extraña del Señor

Transcripción

Quiero esta mañana compartir una Palabra que ha quemado en mi corazón este tiempo. Como decía la Pastora Meche, muchos años viví en México y de repente no fue algo planeado, con tiempo como a uno le gusta. De repente el Señor es como que me movió el piso. Y el Señor de México de un tiempo de oportunidades donde parecía que todo estaba funcionando y de repente el Señor dijo te vas a Argentina. ¿Qué?. Yo he orado por Argentina pero manda a otro Señor.

Pero bueno, el Señor nos tiene en Argentina y a veces viajamos con mi esposo a México por menos de 24 horas, tomamos nuestras dos reuniones que tenemos ahí en el servicio del domingo, viajamos tres horas hasta la capital de México y regresamos para tomar el avión a Buenos Aires, y llegamos en la mañana a Buenos Aires y en la tarde continuamos con la escuela bíblica que tenemos allí. Usted dirá ¡es cosa de locos!, sí, tiene razón. Pero mi esposo dice siempre algo: hay que hacer las cosas mientras uno tiene fuerzas. Mientras Dios lo permita.

Y estamos trabajando con gusto para el Señor. Entonces quiero que entienda que este mensaje nace en un tiempo muy especial de mi vida. Y quizás le voy a predicar a alguien que esta mañana siente que algo se le está moviendo. Que las cosas siempre fueron de una manera y de repente comienzan a cambiar. Una noticia, un diagnóstico, una crisis, un sentir interior, un cambio de ciudad. No sé, algo que el Señor está permitiendo y tú sientes que todo se te mueve.

Pero yo quiero decirte esta mañana: no le eches la culpa al diablo; Dios tiene todo bajo control. Y Él sabe lo que está haciendo. Pero quizás tú eres como yo y lo primero que dices es que yo no entiendo. ¿Cuántos han dicho que no entiendo?. Yo quiero decirte algo esta mañana: el día que entendamos a Dios nuestro Dios será chiquitito así. Pero Él es tan grande, pero tan grande, pero tan grande que es por eso que no lo entendemos. Pero sabemos algo: Él tiene un plan perfecto y lo que Él inicia lo termina. Lo termina.

Y quiero que me acompañes al Libro de Isaías al capítulo 28 versículo 20 y 21. Una escritura que yo la he conocido por muchos años pero como que el Señor este tiempo fue abriéndola y dándome un entendimiento diferente de esta escritura, como que fue hablando a mi corazón con esta escritura. Y esta mañana quiero hablarte de la extraña obra del Señor. Extraña obra. Y dice Isaías 28 versículo 20 al 21: "La cama será corta para poder estirarse y la manta estrecha para poder envolverse, porque Jehová se levantará como en el monte Perazim, como en el valle de Gabaón se enojará, para hacer su obra, su extraña obra y para hacer su trabajo, su extraño trabajo."

Mira yo creo que no hay nada más incómodo que una cama corta. A ver, ¿cuántos saben que dormir en una cama corta es muy incómodo?. Mire estos días estábamos hablando con Pamela, ella tiene un año de casada y su esposo le dió permiso de venir, ¿tú te sujetas verdad?, qué bueno amiga por fin aprendiste algo. ¿Y sabes algo?, su esposo no es mexicano, mide como dos metros. Y me estaba contando Pamela lo difícil que es conseguir una cama ahora. Es cierto. Y aquí el Señor dice que la cama les será corta.

Es como que el Señor dice: ¿sabes qué?, te voy a achicar la cama. Te voy a producir cierta incomodidad. Te voy a quitar un poco de estar comfortable porque voy a hacer Mi extraña obra. Lo que menos queremos nosotros, a nosotros nos gusta estar comfortables, ¿o eso solo pasa allá en Argentina?. ¡No!. Pero el Señor a veces provoca cierta incomodidad y nos mete en circunstancias que nos incomodan porque Él quiere obrar en nosotros.

Dice la cama les será corta ah y no sólo eso, y la manta les será estrecha dice para poder envolverse. No hay peor cosa para los casados que cuando te quieres envolver tu marido te jaló del otro lado la manta. ¿A cuántas les ha pasado eso?. Y al otro día le preguntas a tu esposo ¿por qué me quitaste la manta?. Y él te dice ¿yo?. ¡Sí tú!. Incomodidad.

¿Sabes que a Dios le gusta hacer cosas extrañas?. ¿Te has puesto a pensar en esto que al Señor le encanta romper nuestros esquemas?. Fíjate las extrañas obras que Dios hace y lo podemos ver a través de las Escrituras. Pone mesa en el desierto. ¿A quién se le ocurre?. Y no sólo la pone en el desierto, dice que la prepara delante de nuestros angustiadores. ¿Quién quiere comer con enemigos?. A mí me va a caer pesada esa comida. Yo creo que disfruto más una comida entre amigos, pero la extraña obra del Señor dice que a Él le encanta poner mesa en el desierto.

De hecho le dió al pueblo de Israel comer manjar de nobles. Tenían los mejores buffetes el pueblo de Israel, ¿y dónde?. En el desierto. Señor, eso a veces no entra en mi cabeza.

Miren lo extraño que el Señor hace, que a uno Dios le habló en el campo del enemigo. Lo mandó a escuchar a Gedeón lo que el enemigo decía y en el campo del enemigo Dios le habló que le iba a dar la victoria. ¿Señor no me lo puedes decir aquí?. No, vas a ir al campo del enemigo.

Hace obras tan extrañas que nuestro Señor duerme en las tormentas. Los discípulos estaban tratando de mantener la barca. Ellos creían conocer los vientos. ¿Por qué no se pusieron a hacer lo que el Señor estaba haciendo?. Porque era extraño lo que el Señor estaba haciendo, porque el Señor estaba durmiendo en las tormentas. Y no solo eso, mira qué especial es nuestro Dios: invita a comer a muchos cuando tiene poca comida. Parece mi marido (risas).

Y los discípulos no entendían: ¿cómo vamos a darle de comer a esta multitud?. Yo tengo compasión de ellos dijo, y los invitó a todos. Mire tan extraño el Señor que el Señor le habla a los muertos y le obedecen. Le habla a los muertos. ¿Y saben qué hacen los muertos?, salen fuera. Tú me preguntarás ¿cómo?, no sé. Yo cuando vaya al cielo le voy a preguntar a Lázaro ¿cómo saliste?. ¿Cómo salió Lázaro?. Yo creo que voló como Superman, pues estaba todo atado el cuate. Después que salió le dijo el Señor: desatadle. La obra extraña.

Y a uno el Señor le dió una quijada fresca para pelear y matar a miles. Yo diría Señor dame una espada o por lo menos una quijada seca. Pero el Señor le dió una quijada fresca, ¿sabes lo que es una quijada de burro sangrando, agarrarla y pelear?. Y Dios le dió la victoria. La obra extraña del Señor.

Qué decirte de las matemáticas del Señor. Él dice que multiplica cuando no hay nada. Ve a explicarle a un profesor, a un catedrático de matemáticas lo que es eso. Para multiplicar tienes que tener. El Señor hace una obra tan extraña que multiplica donde no hay nada. Ese es nuestro Dios. Ese es nuestro Dios.

Mire y podría seguir y seguir, y seguir contando de la obra extraña del Señor. Yo me puse un día el Señor comenzó a hablar y me puse a anotar: punto uno, dos y tres. Y parecía que venía sobre mi corazón una y otra obra extraña. Podría seguir dándote, podríamos seguir hablando sólo de esto. Oh, me encanta. Cuando el Señor ve un paralítico y le pregunta ¿qué quieres que te haga?. Por favor, sana mi suegra. ¡Estoy paralítico!, ¿qué crees?, o a un ciego ¿quieres ver?. ¡No!, me gusta estar así.

Parecían preguntas extrañas. Y hace la obra tan extraña que escoge vasos de barro para poner lo precioso. Llama lo que no es como si fuera. Y por eso obra extraña que el Señor hace tú y yo hoy estamos aquí. La extraña obra del Señor.

Pero yo me ponía a pensar ¿por qué en este pasaje de Isaías nos dice que el Señor se levantará como en el monte Perazim, como en el valle de Gabaón y que de esa manera el Señor hará su extraña obra?. Y yo me pregunté ¿qué pasó allí en ese valle?. ¿Cuál era la obra extraña que en ese valle había sucedido que la Gloria del Señor se mostró?. Y quiero que vayas conmigo y vamos a ver lo que sucedió en ese valle, y esa escritura hace referencia de Segunda de Samuel capítulo 5.

Versículo 17: "Oyendo los filisteos que David había sido ungido por Rey sobre Israel, subieron todos los filisteos para buscar a David. Y cuando David lo oyó", escuche esto y subráyelo en la Biblia, "descendió a la fortaleza."

David había sido ungido como Rey, había llegado esto a oídos del enemigo y el enemigo comenzó a planear venir a atacarlo. Entonces David va a buscar estrategia a las fortalezas. Cuando sabes que el enemigo está planeando, cuando sabes que hay una tormenta de oposición que se levanta, Iglesia no trates de poner tus mismas estrategias. No trates de hacer las cosas a tu manera. Necesitamos regresar a las fortalezas, ir al lugar de oración de búsqueda del Señor donde Él habla a nuestro corazón y nos dice cómo tratar con el filisteo.

No lo leas en un libro. No digas mi abuelito hizo así. No, baja a la fortaleza. ¿Tiempos difíciles?: baja a la fortaleza, consulta a tu Dios. Y dice que David descendió a la fortaleza y dice: "Y vinieron los filisteos y se extendieron en el valle Refain" que es el mismo valle que está hablando Isaías, "entonces consultó David a Jehová diciendo: ¿iré contra los filisteos, los entregarás en mi mano?.

Y Jehová respondió a David: ve porque ciertamente entregaré a los filisteos en tu mano." Y versículo 20 dice: "Y vino David a Baal Perazim y allí los venció David, y dijo: quebrantó Jehová a mis enemigos delante de mí como corriente impetuosa, por esto llamó el nombre de aquél lugar Baal Perazim. Baal Perazim el Dios que quebranta. Dios trajo victoria.

Tal fue la victoria que dice el versículo 21: "Y dejaron allí sus ídolos y David y sus hombres los quemaron." ¡Qué festejo, quemaron los ídolos!. ¡El filisteo salió corriendo, lo logramos!. Dios trajo victoria. Pero yo hasta aquí no veía nada extraño. Aquí me parecía, no podía coordinar lo de Isaías con este pasaje hasta que leí los siguientes versículos.

Versículo 22, que es lo que no nos gusta escuchar generalmente: "Y los filisteos volvieron a venir y se extendieron en el valle Refain." ¿Qué hacemos cuando otra vez la situación vuelve?. Ah pues yo ya aprendí una vez en aquélla ocasión, ya fui a la fortaleza y ya el Señor me dijo cómo tengo que hacerlo. Yo ya a este viejo enemigo lo conozco, yo sé cómo lo voy a tratar pero quiero decirte Iglesia que la extraña obra del Señor para estos días es la que Él te está cambiando las estrategias. Prepárate para recibir nuevas estrategias en las fortalezas de Dios. Porque Dios te va a llevar a batallas para tomar victorias pero te va a llevar a batallas para mantener y vivir en victoria.

Otra vez el mismo filisteo en el mismo valle. Y comienza aquí lo extraño del Señor, versículo 23 dice: "Y consultando David a Jehová, Él le respondió: no subas, si no rodéalos y vendrás a ellos enfrente de las balsameras, y cuando oigas el ruido como de marcha por las copas de las balsameras es porque Jehová saldrá delante de ti a herir al campamento de los filisteos."

El Señor le estaba dando a David una nueva estrategia y la extraña obra del Señor este tiempo está soltando a la Iglesia una nueva estrategia. Dios comenzó a golpear a mi corazón que Dios está soltando a Su amada una nueva estrategia. Quizás lo que años atrás hiciste no te va a funcionar pero prepárate, porque Dios va a soltar sobre tu vida nuevas estrategias. Lo que Dios le estaba diciendo a David: no va a ser con espada. Mira vas a tener que tener sensibilidad a los vientos. Vas a tener que aprender cuando escuches cuando los vientes vienen y la copa de los árboles se mueve, cuando el viento del Espíritu comienza a sacudir el plantío de Jehová y el plantío de Jehová hace ruido, y comienza a meterse en el mundo espiritual el enemigo se confunde. ¡Ah!, muy similar a Josafad.

Y cuando los árboles se movían era como el ruido de una marcha. Yo quiero decirte que cuando comenzamos a alabar y adorar a Dios en el Espíritu el enemigo lo interpreta como una marcha de un ejército, y la adoración intimida al enemigo. No la queja, cuando él escucha queja dice: esto es papita para mí. Pero cuando encuentra un pueblo que se deja soplar por el Espíritu Santo y comienza a adorar a Dios y alabarle, oye, pero el enemigo está viniendo. Sí, pero Dios me dijo que le adore.

Oye pero te estás regresando, ¿qué hago, tomo espada?. Algo habrá que hacer. Solo alaba, adórale, comienza ese ruido en el mundo espiritual, y una marcha del ejército le confundirá al filisteo. Quiero decirte amada Iglesia que este tiempo la adoración, la Presencia de Dios será un arma para ti. No la descuides. No lo tomes como algo liviano.

Fíjate, yo pensaba en dos pasajes en las Escrituras. No lo busques pero te lo voy a mencionar, tú conoces muy bien Juan capítulo 6, cuando el Señor está con sus discípulos y está la gran multitud allí. Era un día agotador para los discípulos, no había un lugar para esconderse que la multitud no los viera. Y la compasión del Señor generaba tanto trabajo para los discípulos. Él les tenía compasión y los discípulos trabajaban. Y cuando llegaron los discípulos y un día cansados de las enseñanzas del Señor y de atender a todos comienza a hacerte esta figura en tu cabeza, cuando ya creían los discípulos que el día estaba por terminar, yo me puedo imaginar la cara de Pedro, y de repente el Señor les dice: yo tengo compasión por la gente, vamos a darle de comer a todos.

¿Qué?, debes estar bromeando. ¿Por qué no los despides?. Que se vayan y que coman en sus casitas. "No" dijo, denles ustedes. ¿Oye Juan, tienes algo?. No traje nada, ni para mí tengo. Alguien grita ¿trajiste algo tú?, nadie trajo nada. Mira Señor lo único que hay aquí es unos poquitos panes y unos poquitos peces, te aseguro maestro que no alcanza, no necesito ser Dios no alcanza. Entonces el Señor le dice: ok, hagan algo. Sienten a la multitud en grupos. No hay peor cosa en la Iglesia perdonen, esto pasa en México en mi congregación, que ser ujier.

"Hermanito siéntese aquí", "no, no quiero sentarme ahí." ¡Ah!, pasa aquí también (risas). Y uno mire, yo oro para que Dios le de flexibilidad a los ujieres. "Porque allá se sentó mi abuela yo quiero sentarme con mi abuelita allá." "Es que no hay lugar allá." Y el hermanito tiene que ver a quién saca para sentar. Ujier, ¿usted es ujier verdad hermano?. Lo noté en su rostro (risas).

Les dijo: siéntenlos en grupo. El Señor tomó los panes y los peces, los bendijo, algo sucedía en las manos del Señor, el milagro comenzó. El milagro comenzó. "Vayan, entréguenlo" y empezaron los discípulos. ¿Y saben qué?, comieron todos dice la Escritura. Pero espere, espere tantito. Comieron todos y no sólo eso; dice la Escritura en el versículo 12 que el Señor les dijo a los discípulos: "Vayan y recojan lo que sobró." Vayan y recojan lo que sobró, el Señor le estaba diciendo a los discípulos, hoy me voy a poner ahorrativo. Y los discípulos, imagínense en lo que iba del día, yo también me estoy imaginando. Y saben fueron y dice la Escritura que recojieron doce cestas.

Y yo me pregunto, ¿por qué no hizo el milagro exacto?. Podía haberlo hecho exacto, ¿qué piensa usted?. Sí, sin embargo el Señor dijo: no, va a sobrar y recojan lo que sobra, no se va a tirar. Y mandó a pesar de que era un día de mucho trabajo a recogerlo todo. Pero en otra ocasión, en otro pasaje que usted conoce muy bien en el Libro de Mateo capítulo 26 versículo 9, nos cuenta este pasaje, solo se lo voy a mencionar, que estaba el Señor Jesús en una casa y de repente interrumpe una mujer y entra con un vaso de alabastro y se tira a sus pies, y quiebra el vaso de alabastro y se empieza a derramar por todos lados. Y yo me imagino la mentalidad de ahorro de los discípulos, ya me veo juntando el perfume.

De hecho algunos dijeron: ¿por qué se produce ese desperdicio?. ¿Por qué en una ocasión el Señor no desperdición con los panes?. ¿Cuál era la diferencia que en esta ocasión sí se podía desperdiciar?. ¿Por qué el Señor mandó juntar las doce cestas de panes, pero por qué no detuvo a esta mujer cuando el perfume se estaba desperdiciando?. ¿Por qué detuvo aún los pensamientos de los discípulos y dijo: de esto se hablará donde se predique el Evangelio, del desperdicio de esta mujer. No dijo que se va a hablar de los panes.

¿Cuál era la diferencia?. La diferencia era y el Señor habló a mi corazón, es una nueva estrategia para su pueblo: los panes eran para su pueblo, pero el perfume era para Él. Y yo quiero decirte algo, Marta y María, Marta no sabía la diferencia. Ella no podía, ahorraba con los panes y no desperdiciaba el perfume. Desperdiciaba todo con los panes. Oye ¿pero está mal darle al pueblo?, no. Pero llega un momento que hay un límite que marca la importancia y marca prioridad en nuestra vida, si hay algún lugar donde tenemos que derribar, entregar, soltar y decir que toda mi vida se desperdicie es cuando mi copa entra al mundo espiritual y comienzo a adorarle, y comienzo a proclamar Su Nombre, ahí es donde no tengo que tener límites.

Ahí es donde tienes que desperdiciar tu vida. Cuando descubres que la adoración es una herramienta que Dios está soltando porque intimida. Sabes, cuando esta mujer vino el Señor dijo: dejadla. El Señor estaba dando una orden en dos direcciones; le estaba diciendo a la mujer: continúa lo que estabas haciendo, pero también esa orden: dejadla, le estaba diciendo a sus enemigos, le estaba diciendo a los discípulos que la querían quitar: retrocedan, y eso es lo que hace la adoración.

Cuando empiezas a adorar, el enemigo retrocede y la promesa de Dios avanza. La extraña obra. ¿Qué pasó en el valle de Perazim?. El Señor soltó una nueva estrategia en esa ocasión y en el valle de Gabaón que no lo voy a hablar ahora se enojó de una manera tremenda contra el enemigo. La extraña obra del Señor. ¿Estás pasando por un problema, sientes que el piso se te mueve?. Quizás los temores quieren subir tu piso. ¿Sientes inseguridades?. ¿Crees que la depresión que el Señor te liberó, temes que vuelva?. ¿Tienes temor a que se quiebre tu matrimonio?. Regresa a las fortalezas, métete en el mundo espiritual y que la copa de tu vida como árbol de justicia se mueva de acuerdo a los vientos del Espíritu, y el Espíritu Santo siempre te va a llevar a toda verdad. Y la verdad es Cristo, y Él puede, y esa verdad va a quemar dentro tuyo.

Y cuando tú adoras hay alguien que retrocede y se declara en el mundo espiritual: dejadla, dejadla. Yo te digo a ti Iglesia: no ahorres en adoración. Adórale. Dale gloria, como esta mañana lo estábamos haciendo. No digas: ay, no tengo ganas. Hay uno que está esperando que lo hagas, y hay otro que está esperando que no lo hagas.

Sabes me encanta David porque David se daba cachetitos él solo y se daba orden a sí mismo, y se decía: alma mía, alaba a Jehová. Alma mía, ¿qué estás pensando?, alaba a Jehová. Hazte cachetito esta mañana, alma mía alaba a Jehová. Dale cachetito al del lado despacito: alaba a Jehová, porque Él es digno de alabanza. Quiero decirte, toda esa estrategia, alaba más en el auto, dí: alma mía, alaba a Jehová. No pienses. No pienses en tu imposible. Aprende a alabar y para que el Señor diga dejadla, y todo imposible retrocede, y retrocede, tú alaba al Señor y cada vez que tú alabas y bendices, y la copa se mueve, hay alguien retrocediendo. ¿Podemos hacerlo antes de irnos?. Ponte de pie esta mañana.

¿Cuántos árboles de justicia hay en este lugar?. ¿Podemos levantar las manos así, como si fuera la copa de nuestro árbol?. ¿Qué sucede con las copas de los árboles cuando hay viento?. ¿Puedes mover tus manos como si la copa, el viento la está moviendo?. Dile alma mía, alaba a Jehová. Háblate y dí: alma mía, alaba a Jehová. Dile a tu alma, alma mía: alaba a Jehová. Y te digo algo más: no te olvides de ninguno de sus beneficios. El viento del Espíritu está en este lugar.

La relación entre fe y conducta

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Cuando escuchamos la palabra de Dios tenemos que creerle y yo quiero saber esta tarde si usted va a creer la palabra, porque sino ni predico, vayámonos todos a comer, a ver quién invita. Porque predicar en medio de un pueblo que no cree, es mejor no predicar. Porque Hebreos, capítulo 11, versículo 6 dice que “sin fe es imposible.”

Mire, no la vamos a lograr, sin fe es imposible agradar a Dios. Oye, pero si yo canto bonito, sí, pero si no tienes fe no te sirve. Oye, pero tu no te imaginas lo que yo sirvo, el esfuerzo que hago. Pero si no tienes fe no te sirve. Oye, pero yo hago garabatos, salto, brinco, tengo trinquete. No te sirve. Oye que soy pato o gallareta, tampoco.

Me gustó, me gustó lo del trinquete. Yo tengo dominicanos allí en la escuela bíblico y voy a encontrar ahora y digo, m’hijo te me pones como trinquete, le voy a decir. Pero sabe, sin fe imposible.

Por eso es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay. Y sabe qué? Que él es galardonador de los que le buscan. Quiere decir que cuando buscamos a Dios no vengas así con las manos en la bolsa como no llevándote nada, porque cuando tu le buscas a Dios, prepárate para que Dios te sorprenda y te llene de bendiciones, porque él es un Dios que da.

Fíjense si miramos la Escritura y miramos la figura de Abraham cuando manda al siervo a buscar a una esposa. Ah, me encanta ese capítulo porque es de romántico, pero me encanta. Manda a buscar y sale Eleazar a buscar la esposa y dice que el siervo tomó regalos escogidos de la casa de su señor para llevarle a la amada.

En cuanto la vio a Rebeca empezó a soltar brazalete, aretes, cosas de oro, empezó a soltar los regalos escogidos. Mire, cada vez que el padre se encuentra con la amada, cada vez que tu vienes a la presencia del Señor, el Espíritu Santo, el siervo empieza a soltar regalos escogidos de la casa del Padre para ti. Por qué? Porque el es un Dios galardonador. Necesitamos creer.

Cuánto creemos, cuántos de los que están aquí tienen promesas que están esperando? No me diga amén, levante su mano, quiero ver la mano. Quiero que el cielo le saque fotos, porque le está sacando fotos el cielo. Levante su mano porque a veces el ángel se tarda. Promesas, usted las está esperando? Bueno, entonces usted esta tarde necesita creer , creer, creer.

Sabe, yo hoy estoy caminando, tengo 44 años, usted no va a decir nada a nadie. Tengo 44 años, pero hoy en mi vida estoy caminando en promesas que Dios me dio cuando yo tenía 12 años. Yo crecí en un ministerio profético, un hombre de Dios que no lo he vuelto a ver, alguien que se mueva con ese nivel de unción, un americano, un hermano americano, era pastor en Argentina, yo era una niña, la primera, en mi familia nadie conocía al Señor.

Me acuerdo en un culto, en un servicio yo estaba en un rinconcito, era una iglesia rectangular y yo en el rinconcito más rinconcito estaba ahí, y era un viernes y antes de la reunión, este hermano está por empezar el culto, quien era mi pastor, y se para detrás del púlpito y quiere empezar a predicar y yo le veía, y digo, qué le pasa a este? No podía hablar, en eso deja el púlpito –yo tenía 11, 12 años− baja corriendo de la plataforma, va corriendo, me busca entre las sillas y se para frente a mí y me dice, el Señor te dice, que te llevará lejos, te llevará a otra nación, dejarás a tus padres, dejarás a tu madre, y dejarás a tus amigos, y esa nación será tu pueblo. Y en esa nación me conocerás y verás mi gloria, y yo tenía 12 años. Y nadie en mi familia conocía al Señor.

Sabe lo que hice yo? Llegué a mi casa a hacer una maleta. Sabe la tunda que me dio mi mamá. Yo le creí a Dios. Dios me dijo, vete y yo me iba. De hecho, cuando tuve que entrar a la escuela bíblica, algo comenté ayer, mi padre me sacó un arma. Mi padre es un italiano que siempre carga un arma, hasta el día de hoy. Cristiano, tiene fe en Dios pero la lleva acá.

Y lleva siempre un cuchillo y un tenedor. Por si alguien tiene duda le digo que voy a comer un asado, me dice. Pero el día que yo me iba a la escuela bíblica, mi padre se me para enfrente y me saca el arma, a su hija adolescente, y me dijo, te prefiero prostituta. Papá, si vas a tener que disparar, dispara, y no te estoy mintiendo, en lo que te estoy diciendo, pero yo me voy porque el Señor me está llamando.

Yo no sé usted pero cuando a mí Dios me habla, yo le creo. Y ya ahora que soy cuarentona y que estoy viviendo las promesas que Dios me dio a los 12 años, me llevó a México y ha hecho que México sea mi nación. Mis hijos son mexicanos. Regreso a Argentina y me siento extranjera, en la cual tendría que ser mi tierra, porque tengo cara de [inaudible], hablo como chile, porque Dios me dio esa tierra dentro mío. Sabe por qué? Porque Dios lo que dijo lo cumple. Por eso esta tarde te digo, necesitamos creerle a Dios.

Si Dios te dijo que iba a hacer una obra en la vida de tus hijos, qué tienes que hacer? Creerle. No preguntes cómo, ni cuándo, el se reserva el cómo y el cuándo. Él se reserva el tiempo y la manera de obrar, pero que lo va a hacer, lo va a hacer. Porque él no es hombre para que mienta, lo que él dijo lo va a hacer.

Sabe qué? Hemos tenido la costumbre, y bueno, el Señor lo va a hacer. Y actuamos como que la promesa está lejos. Discúlpame, pero estamos viviendo tiempos donde nuestros padres espirituales les llevó 30 años ver, en nuestra generación, la mía, lo está viendo en 10 y déjenme decirte que a mis hijos, y mis hijos espirituales, lo van a ver en 5, y a mis nietos, lo van a ver en 3, y a mis bisnietos en menos, por los tiempos que estamos viviendo.

Es el tiempo del cumplimiento de la promesa. Mira, se emocionan mucho con el nuevo edificio. Prepárate porque Dios te va a poner a trabajar. Mire pastor, bajó el amén.

Hebreos 11:6, quiero hablarte esta mañana de cuán relacionado está lo que tu crees con tu conducta. Si tuviera que ponerle un título a mi mensaje le pondría ‘La relación entre fe y conducta’. Cómo lo que tu crees determina cómo tu actúas.

A veces no le creemos a Dios y no actuamos porque no creemos. Tenemos una fe tan pequeña, un nivel de fe tan pequeño, que no le creemos, entonces nuestro actuar es de acuerdo a la poca fe que tenemos. Cuando el Señor solo lo voy a mencionar, cuando el Señor le habló a Abraham, le dijo, sal de tu tierra y de tu parentela. Luego de muchas cosas dice que el Señor otra vez le habló a Abraham y le dijo, Abraham, no temas. Génesis capítulo 15, no temas, Abraham, yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.

Qué es algo grande? A ver, hazme así con la mano. Qué es algo grande para ti? De paso despiertas al de al lado. Ahora te voy a hacer otra pregunta, qué es algo sobremanera grande? Ahora te voy a hacer otra pregunta, qué es algo sobremanera grande en la mente de Dios? No nos entra aquí.

Imagínate Dios le dijo a Abraham, no temas, yo soy tu galardón, es decir, yo soy tu regalo y lo que voy a hacer contigo, va a ser sobremanera grande, va a ser más allá de lo que tu esperas. Yo me imagino que si Dios te habla así estarías sobre la silla gritando, guau, que tremendo. Saldrías afuera a gritar, momento, pare todo el mundo, Dios hará cosas grande conmigo. Pero qué crees que hizo Abraham? Y eso que no era de Boston. Sabes qué hizo Abraham? Dijo, Señor, entiendo todo lo que me estás diciendo, pero cómo es que lo harás? No te das cuenta que ya soy viejo, y mira a Sara cómo anda, y no tengo hijos, y lo único que tengo es un ciervo. Será que por ahí lo vas a hacer.

Entonces Dios le dice, Abraham, sal fuera. Por qué cree usted que Dios le dijo a Abraham, sal fuera? Por qué? A ver, que alguien me diga. Por qué cree usted que Dios le dijo sal fuera? Qué dice usted, pastor? Para expandir su visión. Quién más? Para hacer el milagro. Por qué cree usted que Dios le dijo? Por la mentalidad cerrada de Abraham, ¿verdad? Quién más tiene otra opinión? Por las maravillas que Dios ha hecho en el universo. Qué más? Alguien tiene otra opinión diferente? No? yo sí. Sabe por qué le dijo que saliera afuera? Porque estaba adentro.

Disculpe pastor. Se da cuenta cómo nos complicamos. Sabe por qué no podemos ver lo que dijo el hermano, las maravillas y las grandezas de Dios? Porque estamos adentro de nuestras cuevas y de nuestras tiendas. Y lo que Dios le estaba diciendo a Abraham, te voy a sacar tu techo y te voy a mostrar el techo de los cielos. Te voy a sacar de tu limitación. Te saco porque primero Abraham le dijo, ven y mira, mira mis miserias. Pero luego Dios le dijo, ven, sal fuera y mira, ahora te voy a mostrar yo, Abraham, te voy a mostrar sabes qué? Los cielos porque tienes un techo de tu tienda que no te deja ver lo que yo quiero hacer contigo.

Saben lo que Dios te está diciendo esta tarde? Sal fuera. Dios te va a llevar fuera de tus temores. Dios te va a llevar fuera de tus limitaciones. Dios te va a llevar fuera de las circunstancias del pasado que le pone límite para que tu no veas lo que Dios quiere hacer contigo. Prepárate, iglesia, porque con el nuevo templo Dios va a traer una nueva mentalidad sobre ti. Dios te va a llevar a poner en el pie en ese nuevo lugar y Dios te va a llevar con una nueva mentalidad y tu cielo va a ser el límite. No va a ser una tienda, no va a ser tu pasado, no van a ser tus heridas, va a hacer lo que Dios habló sobre ti, sobre esta ciudad. Necesitamos creer.

Ahora te voy a mostrar dos casos en las Escrituras donde de acuerdo a lo que creemos actuamos. Te voy a mostrar el primero, quiero que me acompañes al libro de Primera de Samuel, para mostrarte cuán relacionado está nuestra fe con nuestra conducta. Primera de Samuel capítulo 21, en algunas versiones está como título del capítulo ‘La gran huida de David’. David huye de Saúl, qué corrida se daba este hombre. De un lado para el otro, la persecución y la gran oportunidad de tantas veces que tenía David, pero no vamos a hablar de esto hoy, y cómo no tocó al ungido.

Pero en esta ocasión, en este capítulo David sigue huyendo de Saúl. Dice el versículo 10:

“David en Gath, ahí estaba, ese mismo día David, todavía huyendo de Saúl, se dirigió a Achis, rey de Gath. Los oficiales le dijeron a Achis, no es este David el rey del país? No es él por quien danzaban y en los cantos decían Saúl destruyó a un ejército pero David aniquiló a 10?

En otras versiones lo dice diferente, creo que aquí tengo otra versión, versículo 10, vuelvo a leerlo en otra versión en español.

“ Y levantándose David aquel día huyó de la presencia de Saúl y se fue a Achis, rey de Gath y los siervos de Achis le dijeron, no es este David el rey de la tierra? No es este de quién cantaban en las danzan diciendo – que dicho sea de paso, eran las mujeres que cantaban – hirió Saúl a sus miles y David a sus diez miles. Y versículo 12, fíjense, dice que David puso en su corazón estas palabras, y tuvo gran temor de Achis, rey de Gath, y cambió su manera de comportarse delante de ellos y se fingió loco entre ellos. Y escribía en las portadas de las puertas y dejaba correr la saliva por su barba…”

Algunos piensan que esto de los grafitis en las paredes es algo nuevo. David era un grafitero de primera. Dice que cuando vino el rey Achis y los siervos le dijeron, este no es el rey David, ese no es, dice que cuando él escuchó eso, esas palabras las puso en el corazón David, y cuando puso la palabra del enemigo del temor en su corazón inmediatamente lo que cambió fue su comportamiento.

Y cuando tuvo temor se fingió loco y empezó a actuar como loco y empezó a escribir en las paredes y dice que la baba le caía sobre su barba. Hágale al de al lado. Sabe las veces que andamos como locos en el mundo conociendo al Señor, porque hemos puesto nuestro corazón y la mentira del enemigo?

Yo te pregunto esta tarde, qué has puesto en tu corazón? Porque para creerle a Dios necesitas poner la verdad y la promesa de Dios en ti y atesorarla y guardarla y cuando tu le crees a Dios y abrazas la promesa de Dios, y abrazas lo que él habló a tu vida, no importa lo que otros digan, no importa los reyes de este mundo que diga, pero tu quién eres? Pero tu qué te haces? Pero tu quién te crees para actuar así? No importa, lo que otros digan, cuando lo que tu pones en tu corazón es la verdad de Dios y lo que Dios ha declarado sobre ti y lo que Dios ha declarado sobre tus hijos, sobre tu matrimonio, sobre esta ciudad, tu comportamiento va a ser en dirección a lo que Dios habló.

Yo me doy cuenta que la iglesia de hoy está llena de locos porque no le creen a Dios. Y vivimos en el mundo y nos comportamos como el mundo porque no le creemos a Dios. Cuando Dios está buscando un pueblo que camine en su verdad y le crea. Yo no sé lo que te han dicho en tu niñez, yo no sé cuánto te han herido y te han hablado en tu niñez, si te han dicho que tu no puedes, que es imposible tu sueño que se cumpla, pero quiero decirte este día, que si salió de la palabra de Dios y fue Dios el que habló sobre tu vida, no importa lo que digan los demás, lo que Dios dijo se va a cumplir.

Y no tienes que actuar como el mundo, actúa de acuerdo a la promesa. Cuando ponemos en el corazón palabra de temor, a veces no interpretamos lo que es huir y resistir porque no le creemos a Dios cuando dice Efesios 6 que somos atacados por hacer el bien, Efesios 6 dice:

“…Resistid al diablo…”

Y nosotros muchas veces en vez de resistir huimos. Y cuando tenemos que huir porque huye de algunas cosas mejor, huye, corre de allí, nosotros como malinterpretamos la palabra, en vez de huir decimos, acá resisto. Y resistimos donde tenemos que huir, y huimos donde tenemos que resistir. Y Dios está llamando a un pueblo que conozca la palabra, que camine la palabra, y que crea la palabra, el rema de Dios revelado al corazón.

Mire, yo le tengo que confesar algo, y disculpo si lo desilusiono esta tarde. Usted sabe que jamás tuve una visión. Yo no vi nunca ni siquiera una vaca dentro de un baño. Nunca vi nada. Me acuerdo en la escuela bíblica Dios visitó nuestro seminario y todos mis amigos, mis compañeros hablaban en no sé cuántos idiomas, caían, el Señor los llevaba a los cielos, tardaban dos horas en volver, y venían y contaban grandezas y cosas tremendas, revelaciones y todo, y qué cree? Yo estaba como estas columnas ahí. Nunca, nunca tuve una visión. Sabe cómo a mí me toca caminar? Por esta.

Ahora usted me dirá, qué no está de acuerdo con los sueños? Sí, que bueno. No está de acuerdo con las experiencias? Sí, me encanta que Dios te tire, te toque. Que bueno. Todo perfecto, pero todo tiene que ser filtrado por esta. Yo sé que lo que el Señor dijo aquí y lo que él prometió y él aquí dice que soy su hija y que él ha ganado el mayor botín en la cruz para mí, y yo me he determinado aún en mi juventud creerle. No solo para mí sino para el fruto de mi vientre, para los míos y para el fruto de mi vientre espiritual, porque Dios te da tanto hijos naturales como hijos espirituales. Yo creo que lo que Dios ha hablado en mi vida lo creo para mis hijos.

No me importa lo que se ve, no me importa lo que el enemigo grite a mis espaldas. Una cosa sé, lo que Dios dijo lo va a hacer, lo va a hacer. Permíteme, ahora David tenía un problema. El problema de David fue poner en el corazón lo que el enemigo dijo y trajo temor. El temor detiene tus pies, el temor no te deja avanzar. Yo te puedo contar cómo en mi vida por años el temor no me dejó avanzar. Yo era una persona de mucho temor, si tu supieras quién era yo, no me imaginas a mí aquí parada detrás de este púlpito. Jamás lo hubiese hecho. Porque por años el temor, porque atesoré palabras de mentira que otros habían declarado sobre mí, tu no sirves, cómo Dios te va a usar a ti? No, tu no tienes herencia, me habían dicho. No, para ti no es, cómo tu? Mira de la familia que vienes. Nadie en tu familia, mira la herencia que traes, Dios no te puede hacer a ti, literalmente y yo lo creí.

Por años estuve así. Quiero confesarles algo, sabe, y esto le va a parecer extraño pero por muchos años en el ministerio yo fui la gran frustración de mi marido. Y algún día él se los va a decir. Sabe por qué? Porque él sí creía lo que Dios tenía para mí y yo no lo creía. Nunca le tuve miedo al trabajo pero sí no le podía creer a Dios que Dios me podía usar. Porque el espíritu de temor había atado a mis pies, porque le había dado lugar aquí y me comportaba como loca.

Y te lo cuento porque siento que esta iglesia está entrando en un gran desafío en el mundo espiritual y no puedes estar con tus pies atados, ni de temor, ni de angustia, ni de depresión, ni de mirar el pasado. Prepárate porque Dios quiere soltar tus pies para la sorpresa, para lo sobremanera grande que Dios quiere traer para este lugar.

Algunos cantamos, si tuviera fe como el grano de mostaza. Sabes cuál es la característica del grano de mostaza? Que no se queda chiquito. Y todos andamos… que lindo que suena, pero la característica es que entra en un proceso y se convierte de ser la semilla más pequeña en un árbol tan grande y la fe tiene que ir creciendo como el grano de mostaza, chiquita a más, más, más y prepárate iglesia, porque Dios te va a llevar de la pequeñez a más, a más, a más y te va a sorprender.

Dice que David cambió su comportamiento. Pero quiero mostrarte cómo cuando sabemos quiénes somos, nuestro comportamiento cambia. Y quiero darte el más grande de los ejemplos, quiero hablarte de Jesús. Y quiero que me acompañes al libro de Juan, capítulo 13, te voy a decir que es uno de mis capítulos preferidos. Juan capítulo 13.

Hace poco estaba dando una clase en la escuela de ministerio la cual dirigimos con mi esposo en Buenos Aires, la clase era restaurando la visión de Dios para la iglesia de este siglo. Era un bimestre que me tocaba la clase y en esa ocasión me llevó a hablar el Señor, me tocaba dentro del tema, Juan capítulo 13 y se me ocurre por esas cosas, ocurrencias no sé de dónde, antes de empezar la clase puse al costado de mi púlpito en el salón de clases, donde viene gente de otros lados, de otras culturas, puse una toalla y una palangana, o un recipiente con agua ahí y no dije nada. Saludé a los alumnos y empecé mi clase y al costadito en el rincón lo dejé. Y empecé a impartir mi clase y en un momento el Espíritu Santo cayó en ese lugar y alguien se levanta y toma la palangana y comienza a lavarse los pies a otros alumnos. Quiero decir que no pude terminar mi clase.

No los mandé, no dije, pero el Espíritu Santo te sorprende. Por eso es uno de mis capítulos preferidos, dice, capítulo 13 del Evangelio según San Juan, dice:

“…Antes de la fiesta de la pascua sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasase de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin, y cuando cenaban como el diablo ya había puesto en el corazón Judas Iscariote, hijo de Simón, que le entregase −y fíjate el siguiente versículo lo que dice,− sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en la mano y que había salido de Dios y a Dios iba, se levantó de la cena y se quitó su manto y tomó una toalla y se la ciñó. Luego puso agua en un lebrillo y comenzó a lavar los pies de sus discípulos y a enjugarlos con la toalla que estaba ceñida…”

Es como que me causa más de una vez conflicto a mí, en mi interior, este pasaje porque pareciera que se forma como un sándwich, a ver si me entienden, perdón la simpleza con la que te hablo. Pero primero empieza el capítulo diciendo, antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado… Te imaginas lo que Jesús sabía, sabía que el cumplimiento de la voluntad del Padre, la razón por la cual él estaba en la tierra, llegaba a su momento, llegaba el cumplimiento del Padre. Sabiendo Jesús que la hora se acercaba, yo me imagino el siguiente versículo sería tremendo.

Dice que Jesús sabía los tiempos que estaba viviendo, y dice, y sabiendo que ya el diablo había trabajado en el corazón de Judas, dije bueno, después de esto qué se viene? Después de este versículo, fíjate dice, sabiendo Jesús – versículo 3− que el Padre le había dado todas las cosas en sus manos, que del Padre venía y al Padre iba, si fuera yo la que escribo el Evangelio y tendría que yo marcar la historia diría, sabiendo quién soy y de dónde vengo, sabiendo que el Padre me ha dado todas las cosas en mi mano, sabiendo que Satanás ya entró en el corazón de Judas, sabiendo quién soy y el poder que tengo, mando un rayo que lo fulmine.

No dice eso. Dice sabiendo Jesús que del Padre venía y al Padre iba, y que todas las cosas le habían sido dadas en sus manos, sabía quién era, tenía una identidad con el Padre, si hubiese mandado un rayo, hubiese actuado como loco, si hubiese mandado a fulminar a Judas, hubiese actuado como David frente a Aquís, pero Jesús tenía bien clara la identidad con el Padre y de algo tan tremendo que marcaría la historia, porque es el parte agua de la historia lo que estaba por suceder, de la historia de la eternidad, desde antes que el mundo fuese, el deseo del corazón del Padre se estaba por cumplir la razón por la cual el Padre había enviado a su Hijo, se estaba por cumplir. Él sabía y pareciera que de aquello tan espiritual, tan profundo, le dio tanta identidad al Hijo que fue capaz de tomar una toalla y un lebrillo y lavar los pies.

Cuando la identidad de lo que Cristo es en ti, de lo que él ha hablado, de lo que él ha dicho, te lleva a hacer cosas que aún para la mente no son comprensibles. Sabiendo Jesús que del Padre venía y al Padre iba, pudo bajar y lavar los pies.

Sabes por qué a veces actuamos como locos? Porque no sabemos ni dónde venimos ni a dónde vamos. Sabes por qué tantas veces andamos que será Dios, no será Dios? Por qué? Porque no pasamos tiempo delante del Señor para que él traiga lo que él es en nosotros.

Déjame decirte que Dios está buscando hijos, hijos maduros. Dios está buscando este tiempo, está esperando la manifestación de los hijos ullos, aquellos de mayoría de edad, aquellos con madurez que saben que son hijos del Padre y que toman del reino, toman el poder del Padre y actúan aquí en este mundo. Porque saben que son hijos del Rey.

Jesús dijo, denme la palangana y la toalla y comenzó a lavar los pies. Yo al mirar esta Escritura puedo ver algo tan alto, sabiendo que venía del Padre y que al Padre iba, mandó a los ángeles que vengan, no pareciera que de este sándwich de estos versículos, de algo tan espiritual de repente pasa algo tan bajo, la actividad más bajo de un siervo, lo más bajo era lavar los pies y sin embargo, Jesús conociendo quién era, sabiendo su posición en el mundo espiritual, lo que estaba por suceder, a poco tiempo de allí ya sabía quién era, sabe lo que hizo? Hizo la actividad más baja, lavó los pies.

Y no dice la Escritura le lavó los pies a 11 de sus discípulos, porque si soy yo se lo lavo con cianuro, ácido muriático a Judas, agua hirviendo le meto. Tu también harías lo mismo. Pero no dice eso, dice que le lavó los pies a sus discípulos.

Cómo pudo? Cómo pudo? Sabes por qué? Sabía quién era. Sabía de dónde venía. Sabía quién lo había llamado, sabía quién era su Padre. Sabía cuál era el plan del Padre. Sabía que el Padre no se equivoca. Sabía que la palabra del Padre era mayor que todo pensamiento humano. Muchas veces no nos atrevemos a bajarnos y a cambiar de actitud porque no sabemos quiénes somos.

Muchas veces no podemos amar a nuestro prójimo porque no sabemos quiénes somos y a dónde vamos. Muchas veces no nos atrevemos a perdonar porque no sabemos quiénes somos. Muchas veces no creemos la palabra de Dios y actuamos como locos porque no tenemos la identidad de hijos de Dios.

Es el tiempo que Dios está buscando hijos, no esclavos, hijos porque son los hijos que se manifiestan para su gloria. Él no vino por esclavo, él no dio su vida por esclavos. Él vino y produjo hijos, hijos de Dios. Oye, y tu quién te crees? Me creo hija. Y porque soy hija tengo derechos.

Y comenzamos a lavar los pies. Oye, pero no, cómo voy a hacer esa actividad? Esa que la haga otro, yo no, yo soy líder acá, yo no. es que por qué? Cuando eres hijo, cuando sabes quién eres les lavas los pies hasta a Judas. Le crees a Dios, sabes por qué necesitamos pedir que el Espíritu Santo venga y sople en medio nuestro en todo este lugar? Porque empieza a soltarse su presencia la certeza, soy hijo. Y cuando soy hijo soy capaz de responder al desafío que sea.

Ay, pero estás mal, mira lo que vas a hacer. Yo sé que Dios no se equivoca. Yo sé que Dios me dijo que lo iba a hacer con los míos, y lo va a hacer. Yo sé que el Señor se va a encargar del otro edificio. Yo sé que el Señor tiene su plan. Pero por qué? Porque soy hija y por cuanto somos hijos tenemos derechos y tenemos herencia.

Y cuando tu le crees a Dios tu fe afecta la conducta. Hoy el pastor hablaba de la hermana que se atrevió a dar un paso de fe en el desafío de la congregación para el nuevo edificio. Oye, pero tu qué estás haciendo? Mira la economía, no ves las noticias? Yo sé que soy hija. Yo sé, no me importa lo que digan todo el mundo, yo sé que soy hija y me atrevo a hacer cosas que para otros son locuras, pero porque soy hija y yo sé que él no me va a fallar.

Sin fe es imposible agradar a Dios. Déjame decirte que Dios en cada momento, y mira, aún antes cuando estábamos viniendo de la oficina, se percibía que los vientos del espíritu en este lugar, estaban cantando y estábamos en otro… no sé dónde estaba, pero estaba en algún lugar de aquí, pero se percibía el Espíritu Santo en este lugar.

Sabes qué? Dios está soltando la certeza. Para qué el Espíritu Santo viene? Porque te quiere traer la certeza, quiere cautivar tu corazón y quiere llevarte a toda verdad. y la verdad es que Cristo Jesús te ha hecho hija del Padre. Eres hija y cuando tu vienes delante de Dios sabes de dónde vienes y a dónde vas. Y eres hija, hijo, de Dios.

Y yo quiero esta tarde, antes de entregar este lugar y antes de retirarme, yo quisiera todos aquellos que levantaron la mano que tienen una promesa, que se pongan de pie. Si pueden los músicos venir, por favor, cómo los he hecho trabajar. Dios te bendiga hijo. Gracias.

Quiero que cierres tus ojos y que empieces a desenterrar esa promesa. Algunos han recibido promesas en la niñez y han pensado, no, ya no. déjame decirte que sí, sí, Dios lo va a hacer. Quiero todos los que tienen promesas, cierren sus ojos y empieza a traer esa promesa a tu corazón. Comienza a traerla.

Porque no te he dicho que si crees verás mi gloria. Cuando Lázaro estaba enfermo pensaba en que Jesús llegaba tarde. Él no llega tarde, ni llegó tarde a la casa de Betania, no va a llegar tarde a tu casa tampoco. Tu dirás pero mi problema ya huele, no me importa, él lo va a resucitar. Y lo que él ha dicho lo cumplirá.

Fe. Fe. Fe. Fe. No hay Dios tan grande como tu. No lo hay, no lo hay, no lo hay, no lo hay. No hay Dios que pueda hacer las obras como tu las haces. Señor, esta tarde yo declaro que en este lugar tu tienes hijos. Y Señor, este día tu levantas y traes frente a ellos promesas y los acercas al día del cumplimiento. Señor, hay algunas vidas que han esperado por años a ti te digo, se acerca el tiempo del cumplimiento, verás su gloria. Lo verás en tus hijos, lo verás en tu matrimonio, lo verás en tu familia, lo verás en tus finanzas, lo verás. Por qué? Porque eres hijo, eres hijo.

Señor, tu llevas a esta iglesia a un nuevo nivel de fe, un nuevo nivel de fe. Señor, tu ensanchas, levantas estacas, ensanchas el territorio pero Señor, antes que el natural ensanchas el espiritual, lo ensanchas. Tu gloria, Señor, tu gloria. Padre, yo los bendigo y te decimos este día que confiamos en ti.

Sermon clásico #6062: El arca dentro de nosotros

Primera de Samuel, vamos a ir al capítulo 4, yo voy a repasar otra vez este pasaje, quiero continuar entonces con nuestra meditación en torno al tema de la santidad. Y yo espero que este estudio de la santidad no sea algo estéril para usted, yo no quiero que así sea, sino que quiero verdaderamente que usted sea bendecido, que su mente sea abierta, que usted se entusiasme, que vea la santidad no como algo seco, estéril y aburrido, sino como una meta a la cual debemos apuntar, que está llena de gozo y de promesas de parte del Señor. En realidad la santidad es el camino al gozo, el camino al poder. No está diseñada para aguarnos la fiesta, sino todo lo contrario, para hacer posible que la vida abundante de Cristo se manifieste en nuestras vidas.

Y así tenemos que ver la santidad, no como santurronería, digo yo, son dos cosas diferentes, sino como un regalo que Dios tiene para nosotros. Capítulo 4, Primera de Samuel, dice que Samuel habló a todo Israel, es decir, yo pienso que quiere decir que profetizó, le ministró, le habló para que corrigieran sus caminos. Vimos la bancarrota espiritual en que se encontraba Israel como consecuencia de la pobreza de sus líderes. Dios levanta un gran hombre, que es Samuel, un profeta que comenzó a reedificar los muros espirituales de ese pueblo. Y entonces aquí Samuel comienza su ministerio y dice que él habló, le ministró a todo Israel.

Por aquel tiempo salió Israel a encontrar en batalla a los filisteos y acampó junto a Ebenezer, y los filisteos acamparon en Afec, y los filisteos presentaron la batalla a Israel. Y trabándose el combate Israel fue vencido delante de los filisteos, los cuales hirieron en la batalla en el campo como a 4 mil hombres. Cuando volvió el pueblo al campamento los ancianos de Israel dijeron, ¿por qué nos ha herido hoy Jehová delante de los filisteos? Traigamos a nosotros de Silo el arca del pacto de Jehová para que viniendo entre nosotros nos salve de la mano de nuestros enemigos. Y envió el pueblo a Silo y trajeron de allá el arca del pacto de Jehová de los ejércitos que moraba entre los querubines. Y los dos hijos de Elí, Ofni y Finés, estaban allí con el arca del pacto de Dios. Aconteció que cuando el arca del pacto de Jehová llegó al campamento todo Israel gritó con tan gran júbilo que la tierra tembló. Cuando los filisteos oyeron la voz de júbilo dijeron, que voz de gran júbilo es esta en el campamento de los hebreos? Y supieron que el arca de Jehová había sido traída al campamento. Y los filisteos tuvieron miedo porque decían, ha venido Dios al campamento y dijeron, ay, de nosotros, pues antes de ahora no fue así, ay de nosotros, quién nos librará de las manos de estos Dioses poderosos? Estos son los Dioses que hirieron a Egipto con toda plaga en el desierto. Esforzaos, oh filisteos, y sed hombres para que no sirváis a los hebreos como ellos os han servido a vosotros. Sed hombres y pelead. Pelearon pues los filisteos e Israel fue vencido y huyeron cada cual a sus tiendas, y fue hecha muy grande mortandad pues cayeron de Israel 30 mil hombres de a pie y el arca de Dios fue tomada y muertos los dos hijos de Elí, Ofni y Finés…”

Dice, “…. Y corriendo de la batalla un hombre de Benjamín, llegó el mismo día a Silo, rotos sus vestidos y tierra sobre su cabeza y cuando llegó he aquí, que Elí estaba sentado en una silla vigilando junto al camino porque su corazón estaba temblando por causa del arca de Dios…”

Este hombre se imaginaba el desastre que venía, el sabía de qué se trataba. Era un hombre ya de mucha experiencia espiritual, aunque no supo usarla.

“… Llegado pues aquel hombre a la ciudad, y dada las nuevas, toda la ciudad gritó. Cuando Elí oyó el estruendo de la gritería dijo, qué estruendo de alboroto es este? Y aquel hombre vino aprisa y dio las nuevas a Elí. Era ya Elí de edad de 98 años y sus ojos se habían oscurecido de modo que no podía ver. Dijo pues aquel hombre a Elí, yo vengo de la batalla, he escapado hoy del combate y Elí dijo, qué ha acontecido hijo mío? Y el mensajero respondió diciendo, Israel huyó delante de los filisteos y también fue hecha gran mortandad en el pueblo, y también tus dos hijos, Ofni y Finés, fueron muertos, y el arca de Dios ha sido tomada. Y aconteció que cuando él hizo mención del arca de Dios Elí cayó hacia atrás de la silla de la puerta y se desnucó y murió porque era hombre viejo y pesado y había juzgado a Israel 40 años….”

Vamos a dejarlo allí, hermanos, el resto de la historia es también muy triste, pero creo que tenemos una idea del desarrollo de este evento, como Dios se cumplió su promesa terrible, su castigo que le había prometido a Elí y a sus hijos como consecuencia de su descuido espiritual. Pero vamos ahora a meditar en esto y vamos a pedir que Dios nos bendiga en nuestro estudio.

Bueno, hermanos, estábamos diciendo el domingo pasado que hay una relación íntima entre el poder y la santidad. Decíamos que la santidad y el poder son hermanos, que no se pueden separar uno del otro. La santidad es el conducto a través del cual fluye el poder de Dios a nuestras vidas. Si nosotros queremos que la gracia de Dios esté en manifestación en nuestra vida, si queremos ser partícipes de los dones del Espíritu Santo, si queremos tener autoridad espiritual, tenemos que vivir una vida que agrade al Señor. No podemos estar viviendo en dos aguas.

Dice la palabra de Dios que el hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos. No podemos estar con Dios y con el diablo, con el mundo y con el espíritu. Tenemos que servir a un solo Señor y si queremos que Dios manifieste todo su poder en nuestras vidas, tenemos que ceñirnos, ceñir nuestra vida, nuestro patrón de vida a lo que Dios manda en su palabra, a los valores del Reino de Dios.

Yo quiero continuar con este pasaje que nos expresa eso, porque aquí vemos que Israel cree que simplemente pues trayendo el arca van a resolver su problema. Y la cosa es mucho más honda que esto. Y yo quiero que continuemos en esa dirección. Hay algo que a mi me impacta acerca de este pasaje y es que vemos que Israel estuvo en una esterilidad espiritual tremenda durante muchos años. Veíamos en un pasaje anterior que dice que la voz de Dios no llegaba a Israel, no había, dice, profecía con frecuencia. Silo, donde estaba el arca de Dios, donde estaba el templo de adoración, estaba en una esterilidad tremenda. Dios había sido contristado por la impureza de Ofni y de Finés, de Elí y del pueblo de Dios también que se había dejado contaminar. Y el Espíritu Santo dejó de hablar. La iglesia, por así decirlo, dejó de recibir revelación, dejó de haber manifestación de los dones de Dios en medio de Israel.

De momento Dios levanta a Samuel. Samuel, un hombre de Dios, consagrado al Señor, criado en el templo, criado en las cosas de Dios, recibe palabra de Dios en una forma abundante y se constituye en un profeta, en un juez espiritual en Israel, que rige al pueblo con una mano sabia e íntegra. Y Dios comienza a hablarle otra vez a Israel.

Yo creo que eso, como decíamos, el significado de ese versículo al principio del capítulo 4 que dice, que Samuel habló a todo Israel. Comenzó a ministrarle a Israel y Dios respaldó la profecía y la predicación de Samuel con el cumplimiento de todo lo que Samuel profetizaba. Y vemos entonces que de ahí se salta y dice que entonces Israel trabó batalla con los filisteos. Los filisteos era una tribu muy poderosa, una nación muy poderosa cerca de los israelitas y para este tiempo los filisteos se han convertido en una nación que domina a Israel, que oprime a Israel. Era una nación más numerosa, más poderosa militarmente, e Israel ha caído en decadencia material porque la decadencia espiritual lleva una y otra vez lo vemos en el Antiguo Testamento a la decadencia material. Israel ha sido oprimido durante largo tiempo por los filisteos. De momento ellos desean libertarse del yugo de los filisteos y traban guerra, traban batalla contra los filisteos.

Y yo pienso, yo me preguntaba por qué esa conexión de que Samuel le habla a Israel e Israel comienza como a levantarse y a tratar de libertarse de sus opresores. Yo creo que hay una conexión en la mente del Espíritu Santo y de la persona que escribió esto. Yo creo, hermanos, que cuando Dios comienza a moverse en nuestras vidas, nosotros comenzamos a experimentar nuevas energías. Nuestro espíritu comienza a despertarse y a cobrar fuerza y cosas a las cuales nosotros estamos acostumbrados antes a mantenernos oprimidos y sin poder libertarnos de ellas, situaciones en nuestra vida, el rasgo de nuestro carácter, algo en nosotros comienza a despertarse y queremos quitarnos de esos yugos de encima. Porque el Espíritu Santo está comenzando a hablar a nuestras vidas. Estamos comenzando a experimentar la vida de Dios, aunque no la escuchamos claramente, aunque quizás todavía hay mucho que trabajar pero hay un nuevo impulso.

Porque cuando Dios entra a nuestra vida, cuando la energía de Dios, cuando la palabra de Dios comienza a correr en nuestras familias, en nuestros hogares, en nuestra mente, en nuestra personas, hay cosas positivas que comienzan a pasar. Hay vitalidad que comienza a surgir en nuestra vida, como una mata que no ha tenido alimento durante mucho tiempo, comienza a recibir agua, comienza a recibir alimento, comienza la vida a manifestarse en ella con más plenitud.

Y yo creo que algo de la vitalidad de Samuel y de la palabra de Dios que comenzó a caer sobre el pueblo llevó a Israel a levantarse contra sus enemigos y querer quitar el yugo filisteo de encima de ellos. Pero hermanos, hay algo importante también en esto, es que la vida de Dios está muchas veces acompañada también al juicio de Dios. Las dos cosas están ahí, a veces queremos solamente el aspecto positivo de Dios, el aspecto fácil, prometedor, conveniente de la presencia de Dios, pero hermanos, cuando Dios llega a nuestra vida hay muchas cosas que nosotros tenemos que poner en orden, porque cuando Dios viene, Dios viene con su bendición pero también viene con su juicio y con su santidad.

Y yo creo que cuando Dios comenzó a hablar a Israel, Israel comenzó también a sentir las demandas de Dios de poner su vida nacional a cuenta, de ponerse rectos con Dios. Por eso yo digo, hermanos, el peligro, cuando la gente viene a los caminos del Señor muchas veces están afuera en el mundo y hacen y deshacen, no tiene a Dios. Un día se encuentran con el Evangelio y entran al Evangelio por medio de una aceptación de Jesucristo, o lo que sea, comienzan a venir a la iglesia pero hermanos, yo quiero que usted entienda que eso es un arma de dos filos. La bendición de Dios comienza a entrar a su vida, Dios va a comenzar a hablar a su vida, pero ¿saben qué? Que Dios es un Dios que cuando trabaja, trabaja parejo y trabaja en una forma insobornable, y de total integridad, y de total pulcritud. Dios entonces va a entrar a tu vida con su bendición pero también él va a querer poner tu vida en orden. Dios va a, no solamente a bendecirte, sino que él va a comenzar a hablar también en otras áreas de tu vida que necesitan orden y dirección y enderezamiento.

Y quizás tu mismo ni siquiera estés consciente de esas áreas, quizás tu creas que en esas áreas tu estás bien pero la luz de Dios va a comenzar a brillar en tu vida y va a comenzar a alertarte de muchas otras cosas que tu tienes que poner en orden en tu vida. Porque muchos de nosotros tenemos una idea tan superficial de lo que es la vida cristiana y creemos que si yo dejo las cosas más burdas y más feas y más sucias, que ya con eso es suficiente. Pero Dios, hermanos, Dios quiere la totalidad de nuestro ser.

Dios quiere entrar en todas las áreas de nuestro ser. Y hay veces que hay cosas en nuestro pasado o hay cosas en nuestra vida, en nuestro sistema de vida, nuestras relaciones humanas o nuestro trabajo, o nuestra relación matrimonial o con nuestros hijos, o nuestra vida mental, o emocional que Dios también las quiere tratar y trabajar y él va a comenzar a entrar en esas áreas de nuestra vida y la espada de Dios va a comenzar a cortar y va a comenzar a disciplinar, no como castigo, no como juicio necesariamente sino porque Dios necesita que esas cosas sean puestas al día. Dios es un Dios que le gustan las cuentas claras.

Y cuando nosotros entramos a los caminos del Señor entendamos que es posible que por un tiempo cuando Dios comience a moverse en nosotros, van a haber tiempos de prueba y de dificultad y nosotros nos vamos a preguntar pero qué es lo que está pasando si yo acabo de entrar a los caminos del Señor? Ahora se supone que venga bendición y lo que hay es problemas. Y muchas veces yo he visto situaciones de familias o de individuos a los cuales yo aconsejo, y siempre el Señor me habla y me dice, diles que no es tanto esto una muestra de mi ausencia o de mi juicio sino todo lo contrario, de que yo estoy levantando cosas que estaban adormecidas y sucias y las estoy sacando a la luz y estoy haciendo que se pongan en claro y que se arreglen.

Pero ustedes saben, hermanos, que muchas veces para arreglar primero hay que desarreglar. Para edificar hay que destruir primero. Para poner fundamentos sólidos hay que tumbar el edificio de encima que está viejo y corroído y cavar los fundamentos sucios, y entonces poner nuevos fundamentos y entonces comenzar a construir positivamente. Y muchas veces hay situaciones en nuestra vida que van a parecer tragedias pero son simplemente parte del trabajo de Dios que está poniendo las cosas en orden en nuestra vida, y que estará levantando crisis y situaciónes y conflictos y tribulaciones quizás que son las formas en que nosotros vamos a trabar lucha con esa situación en nuestra vida y dominarlas y ponerlas en orden, entonces vendrá la bendición, el refrigerio, el descanso, el gozo, el crecimiento espiritual y la paz que estamos anhelando.

Pero muchas veces los tiempos de paz y de descanso y de cosecha tienen que estar precedidos por tiempos de lucha y de conflicto que son las formas en que Dios está sacando esos cuerpos muertos y podridos ya y los está sacando a la superficie, van a oler mal por un tiempo y perdone lo gráfico de la ilustración, pero una vez que sean arreglados y puestos en su lugar, entonces la vida nueva verdadera de Dios puede comenzar a fluir en tu vida.

El que no quiera pasar por tiempos de lucha, de confrontación y de tribulación que no le pida a Dios que arregle su vida, porque muchas veces Dios va a tener que tomar esas áreas que están allí, que nos han oprimido durante años, que no las hemos tratado, esos enemigos que están cómodos simplemente porque no se les está retando. Desde el momento que usted trate de romper la cadena, usted se dará cuenta que hay cadenas allí bien férreas, son transparentes pero son cadenas. Los demonios están muy contentos de mantenerse tranquilitos que nadie los moleste dentro de usted ni de su vida, excepto cuando usted comienza a retarlos, cuando la presencia de Dios comienza a entrar, cuando el vapor de la presencia de Dios comienza a hacerlos incómodos, entonces se revelan. Estaban allí, pero solo cuando la presencia de Dios comienza a obrar sale afuera y se manifiesta la lucha, entonces se traba la lucha, entonces viene a veces esos tiempos de dificultad y ahí es donde mucha gente se va del Evangelio.

Los primeros dos o tres meses son los tiempos de la luna de miel, todos los hermanos buscan a uno, le dan la mano a uno, llaman a uno por teléfono, usted es algo nuevo, interesante y todo el mundo está bien con usted, etc. pero ya después de 3, 4 meses, ya usted es de casa y entonces ya la gente a veces le pasa y ni siquiera lo ve, no le da el saludo, o ya comienzan a salirle el diablito que tenía escondido allí reprimido en sus relaciones. Ya comienzan a hacer cositas que usted le molestan, y comienzan entonces los problemas afuera a manifestarse. Usted se comienza a dar cuenta de que esto no es un picnic, que todos sus problemas no se resolvieron de la noche a la mañana, que esto no es un romance 24 horas al día, sino que también es trabajo, una relación que hay que pulirla, hay que trabajarla con Dios, que Dios no le va a resolver por varita mágica todos los problemas, que usted tiene que ponerse a trabajar también.

Y qué pasa? Que mucha gente ese tiempo crítico, después de la luna de miel es el tiempo que usted los ve que se van, se desaparecen de la iglesia, se desaparecen de los caminos del Señor. Por qué? Porque no se dieron cuenta que esto es una relación seria, es como digo yo, como una relación matrimonial, es a largo plazo. A Dios no se le puede poner tiempo, de decir, ok, Señor, yo quiero que tu me soluciones mis problemas en los próximos dos meses y sino pues, lo siento, me voy a ir. Eso tiene que ser un compromiso completo porque Dios trabaja en los fundamentos más hondos de nuestro ser. Dios se toma tiempo para arreglar nuestra vida, pero cuando él la arregla, hermanos, él la arregla bien. Y si usted se da por vencido, y como dicen los mexicanos, se raja al primer momento de prueba, usted nunca va a llegar a esos otros momentos de celebración y de gozo y de triunfo en el Señor.

Si usted va a invertir en el reino de los cielos, usted tiene que invertir a largo plazo para toda la vida porque va a haber fluctuaciones relativas, habrá momentos de dificultad, pero en esos momentos lo que Dios va a estar haciendo es simplemente sacando a la luz lo escondido, provocando las crisis para que tu las trabajes, para que te hagas conscientes de ellas, para que tu seas fortalecido, para que tu entiendas que el reino de los cielos es algo real, es verdadero, es sólido, es sobrio. No es pajaritos en el aire, no es algo romántico, no es algo etéreo, no es algo abstracto, esto es cuestión de meterse uno a trabajar y a hacer real el reino de los cielos en nuestra vida con el poder que Dios nos da.

Y va a haber que confrontar esos enemigos, y en esa guerra algunos de esos enemigos por un tiempo van a tener una aparente victoria, pero tu sigues adelante, Dios te va a ir purificando, Dios te va a ir confrontando, tu irás aprendiendo cosas, áreas de opresión en tu vida serán libertadas y entonces tu vas a ver cómo la línea de tu vida va a ser una línea ascendentes.

Habrá momentos, sí, relativos, en que vas a descender un poquito, pero cuando tu mires la dirección general de la línea, con una gráfica, tu vas a ver que tu vida va ir en aumento. Como dice la palabra, hasta que la luz es perfecta, hasta que la presencia de Dios se haga real en tu vida.

Pero se va a tomar tiempo y va a haber momentos así como le pasó a Israel, trabaron lucha y en el primer encontronazo fueron derrotados. Por qué? Porque había cosas escondidas en la vida de Israel, había impureza, había descuido de la gloria de Dios, había por allí dos sacerdotes, Ofni y Finés, que eran sacerdotes principales que estaban en un estado de impureza y de inmoralidad terrible. La gloria de Dios había sido mancilladla. Israel estaba en pecado y todo esto sirvió para que hubiera una crisis, un choque en la vida de Israel. Si usted lee esos capítulos que siguen, usted se da cuenta porque Dios es así, hermanos, y así va a tener que ser en nuestra vida también.

Porque cuando Samuel comienza su ministerio en un sentido hay bendición, comienza la vida de Dios a fluir, hay atentados de liberación, hay comienzos ya de bendición y de victoria pero hay al principio reveses, hay dificultades, hay derrotas parciales, temporales porque hay cosas que tienen que ser resueltas, y precisamente esas crisis sirven para hacer a Israel consciente de esas áreas que tienen que ser arregladas. Junto con la bendición viene también la corrección, viene también el poner las cuentas al día. Las dos cosas son importantes.

Entonces vemos que Israel sale en batalla y es derrotado por los filisteos. Sin embargo, Israel no se queda allí, dice, bueno, y miren lo interesante de su reacción: cuando ven que son derrotados, cómo reaccionan ellos, qué dicen? Dice, por qué nos ha herido hoy, en el versículo 3, por qué nos ha herido hoy Jehová delante de los filisteos? Qué pasa aquí? Israel le echa la culpa a Dios.

No hacemos nosotros así muchas veces? Cuando tenemos dificultades en la vida, o cuando fuimos a esa entrevista y pensamos, olvídate ese trabajo es mío, estoy segurito y usted sale de ahí, y le dicen, lo sentimos mucho, no podemos, o ya conseguimos a otro. Y usted dice, caramba, dónde está Dios, dónde están sus promesas? Le echamos a culpa a Dios cuando tenemos dificultades, cuando tenemos problemas, por qué Dios me ha hecho esto? Por qué Dios no escucha mis oraciones? Acusamos a Dios de ser falto, de ser inconsistente en sus promesas.

Hermanos, en realidad el problema no era de Dios, el problema era de ellos. Dios estaba haciendo lo que él tenía que hacer. Dios estaba trabajando en su vida. Dios estaba llevando a Israel hacia una purificación.

Tengamos cuidado, hermanos, de echarle la culpa a Dios de cosas que nosotros somos responsables. Miremos hacia adentro muchas veces porque Dios es fiel siempre. Nosotros somos los que le fallamos a él muchas veces.

Israel necesitaba otra cosa más importante. Ahora, fíjese otra cosa que ellos hacen. Ellos dicen, bueno, el problema está en que necesitamos el arma especial de nosotros, necesitamos esa arma atómica y entonces dicen, bueno vamos a mandar a buscar el arca. Olvídate, que el arca aquí entre nosotros nos vamos a comer vivos, y manda a Silo donde el estaba el arca y ahí viene el arca, porque ellos creen que si el arca está entre ellos, la solución es segura, la victoria es segura. Ese era el problema. El problema era que no tenían el arca con ellos. Pues, vamos a traer el arca y entonces sí que vamos a tener la victoria.

Hermanos, una de las cosas que yo veo aquí es esa tendencia nuestra a mirar solamente lo externo muchas veces, a creer que la solución está en las cosas externas de la vida cristiana. No entendemos que la santidad es algo mucho más profundo que las cosas externas. Ellos pensaron, bueno, si traemos ese objeto que es el arca, ya entonces eso va a traer la solución. Ellos no entendían que había un drama interior que Dios tenía que resolver.

Esta gente estaba siendo superficial en su manera de ver las cosas. En vez de ellos mirar hacia sí mismos y decir, Señor, qué ha pasado, qué hemos hecho nosotros, en qué manera te hemos ofendido? Ellos buscan una solución afuera, trayendo el arca. Esa es su solución según ellos lo ven.

Yo diría, hermanos, que en esa reacción Israel se parece a muchas personas, muchos cristianos que tienen un concepto externo, superficial de lo que es la santidad y de lo que es la vida espiritual. Tenemos una idea superficial de lo que es la espiritualidad. Muchos de nosotros entramos al Evangelio pero no cambiamos de mentalidad, cambiamos podríamos decir, de club religioso, pero no de manera de pensar, no de manera de relacionarnos con Dios, no de manera de interpretar las cosas del Reino de Dios.

Y permítanme iluminar eso un poquito, y esto lo digo con respeto, lo que voy a decir, porque así como yo critico a la iglesia católica y lo hago con respeto, así también critico a los evangélicos. Nosotros, los evangélicos no tenemos un monopolio de la vida espiritual, quiero decirles, y lamento si decepciono a alguno de ustedes con eso. Hay muchas cosas que nosotros tenemos que aprender y mejorar en nuestra vida.

Pero hablando así en esa manera respetuosa, yo creo que una de las cosas acerca de los que han crecido en la tradición católica, que tiene tantas cosas buenas, la mentalidad católica, la teología católica es una teología, yo diría, sacramental, que muchas veces enfatiza el aspecto ritual de las cosas. Por ejemplo, en la teología católica el sacerdote cuando oficia y cuando administra los sacramentos, aunque esté en pecado los sacramentos tienen vida en sí mismo. Es decir, cuando esa persona oficia en el nombre del Señor, esos sacramentos tienen vida propia, y aunque esa persona esté en algún tipo de situación pecaminosa, se supone que esos sacramentos sean efectivos porque son independientes del individuo que está oficiando. Todos los ritos de las promesas y todas las cosas externas de la vida sacerdotal de la iglesia católica, el ritualismo religioso, el énfasis sobre actos externos, todo eso yo creo que a veces tiende a promover en la gente una actitud exterior de la vida cristiana, una actitud ritualista de que las cosas simplemente porque llevemos a cabo ciertos actos, ya es suficiente.

Yo sé que esa no es la intención, pero para mucha gente eso es lo que se tiende a promover. Ir a la iglesia simplemente estar allí, hacer los rezos, lo que sea, y eso es todo. Ya con eso somos bendecidos. Si yo estoy bajo la cobertura de la madre iglesia ya yo tengo mis asuntos resueltos porque la iglesia me cubre con su autoridad y con su poder, y con lo que Dios le ha dado, su respaldo. Pero no promueve ese sentido de que yo personalmente, yo soy responsable delante de Dios. Yo tengo que bregar con Dios porque la idea es, tu eres parte de una colectividad, de una comunidad que es la iglesia madre universal que te cubre a ti. Y qué pasa? Que muchas veces entramos al Evangelio, entramos a los caminos del Señor, y ¿saben qué, hermanos? La manera de pensar así exterior y ritualista la entramos a la vida cristiana y entonces no nos damos cuentas de que hay cosas interiores que para Dios son tan importantes como las cosas exteriores. Y entonces en realidad somos católicos evangélicos. Y creemos que simplemente el acto externo es suficiente, el venir a la iglesia, en vez de ir a misa, venimos a la iglesia evangélica, en vez de poner una limosna en el plato, echamos ofrenda, en vez de rezar, oramos. Lo que hemos hecho es simplemente traducir el lenguaje pero no hemos traducido la mentalidad.

Y yo creo que cuando uno viene al Evangelio tiene que darse una transformación total de la manera de pensar. Tenemos que entender que no es lo externo, es lo interno lo que importa. Tenemos que entender que los actos exteriores son importantes, pero a menos que no estén unidos a una relación personal con Jesucristo, a una entrega total del yo, a una crisis personal, emocional, que nos lleve a entregarnos totalmente a Jesucristo, las cosas externas no tienen ningún significado.

Yo digo, hermanos, que no es suficiente que traigamos el arca y la pongamos allí en un pedestal para que la vida de Dios se manifieste en nosotros. El arca, yo creo, que la tenemos que coger y meterla dentro de nosotros, y dejar que esa arca se disuelva dentro de nosotros y que se distribuya a través de todo nuestro ser, de toda nuestra mentalidad, toda nuestra manera de ver las cosas.

Tenemos que entender que Dios no quiere gente que simplemente cambie de carné, que en vez de llamarse católica ahora se llamen evangélicos, sino que Dios quiere gente que hayan sido transformados en su entendimiento del Reino de Dios.

Dice el Apóstol Pablo, no os conforméis a este siglo sino transformaos por medio de qué? De la renovación de vuestro entendimiento. Tenemos que pedirle al Señor que nos ayude a mirar las cosas del Reino de Dios en una manera bíblica, en una manera espiritual, en una manera que entendamos los misterios más profundos del Espíritu Santo, que no podemos simplemente ver a lo evangélico como simplemente, como digo, un cambio de club.

Hay mucha gente extremadamente religiosos, van a la iglesia continuamente pero también van donde el espiritista, donde el brujo, tienen un altar en sus casas, santería, por ejemplo, en Haití, en Sudamérica, hay personas que se convierten del vudú o de la brujería y se convierten al Evangelio, y entonces viven una vida doble, van a la iglesia evangélica o a la iglesia católica y van también a la santería. Cómo es que pueden ellos hacer eso? Porque para nosotros parece algo tan lógico. Por qué ellos pueden vivir? Por la razón de que ven a Dios, el Dios cristiano y a Jesucristo como un Dios más. Ya ha entrado a su panteón de Dioses. Son sincretistas, son politeístas, en última instancia, lo que está operando siempre es una mentalidad pagana. Ellos creen que bueno, Jesucristo ayuda, es cierto, pero habrá cosas que solamente necesitamos al vudú para que nos ayude. Entonces van al santo, van al brujo, van a quien sea porque esa cosa aparentemente en su mente es de dios, con d minúscula cuando no la pueden resolver. Si no cambiaron, su mentalidad sigue siendo pagana. Creen en el acto externo, creen que a Dios se le puede manipular, creen que Dios es una máquina que si tu aprietas la manigueta correcta te va a dar los resultados correctos. No entienden que es algo que tu tienes que disolverte en Dios y Dios disolverse dentro de ti. Tienes que pasar por una crisis, tienes que morir, tienes que ser triturado, tienes que ser transformado, tienes que ser quebrantado, tienes que compenetrarte con la mente de Dios. Es un proceso de muerte y de resurrección. Dios tiene que derribar todas las estructuras de tu mente, de su cerebro, de tu intelecto, de su espiritualidad, y rehacerlas, porque sino te vas a quedar crudo. Vas a ser simplemente un pagano metido en la iglesia evangélica, sentado en una banca, creyendo que a Dios se le manipula, como esta gente.

Eran paganos, la mentalidad judía en este caso que trae el arca es una mentalidad pagana. Si traemos el arca, si traemos ese objeto sagrado que tiene el poder de Dios en él, lo metemos en medio nuestro ese poder se va a transferir a nosotros, algo mecánico, puramente técnico. Brujería, paganismo, eso es lo que era. Por eso es que usted ve que cuando llega eso los filisteos dicen, guau, ahora sí que nos metimos en problemas, el arca llegó y hemos oído hablar de esos dioses. Miren cómo dicen, esos dioses que sacaron a Israel por allá de Egipto. Ellos sabían más de la historia de Israel que los mismos israelitas, yo creo. Y ellos tenían miedo, por qué? Porque era una mentalidad pagana la que estaba operando, la misma mentalidad que llevó a los judíos a creer que el arca tenía poder, los lleva a ellos también a creer que el arca tiene poder. Es la misma mentalidad no tratada por el espíritu de Dios.

Los judíos no querían entender que Dios requería de ellos santidad, requería muerte del yo, requería que ellos santificaran su vida nacional, espiritual, individual. Creían que todo se resolvía simplemente con mover unas fichas sobre el tablero y que ya, si las fichas estaban en la posición correcta iban a sacar el dado correcto. Pero Dios quería algo más, Dios quería una consagración de su ser.

Muchos cristianos no entienden, hermanos, no entendemos que consagración no quiere decir traer el arca al campo de batalla, sino como digo, tomar los valores que representa el arca a integrarse a ellos, integrar los valores que representa el arca dentro de su vida para que entonces el poder de Dios pueda fluir en realidad. Por qué el arca cayó en manos de los filisteos? Porque Dios no tenía poder? No, al contrario, vemos que cuando el arca es llevada al tempo de Dagon los filisteos que capturan el arca, el arca se mete en el templo y la ponen al lado de Dagón, este dios de los filisteos, qué pasa? Al otro día, el dios Dagón, está en el piso y el arca está al lado, parada porque no podía tolerar Dios la presencia de un dios falso al lado de ella. Y vienen los filisteos, ponen otra vez el dios Dagón de pie y al otro día aparece Dagón con la cabeza cortada y con las manos cortadas, solamente el tronco. Ángeles vinieron y llevaron a cabo ese trabajo, por qué? Porque definitivamente el poder de Dios estaba representado allí. Dios no había cambiado, lo que pasa es que el conducto del poder de Dios estaba dañado y esta gente necesitaba tener un encuentro con Dios primeramente.

Hermanos, una y otra vez en la Escritura yo veo eso, y yo creo que eso es lo que el Señor nos está diciendo en este día, que nosotros tenemos que ser cristianos maduros, profundos, tenemos que dejarnos de superficialidades. Ustedes saben que hace poco hablamos de que el diezmo es bueno, es importante, ustedes saben que es bueno venir a la casa de Dios y adorarlo, ustedes saben que es bueno llevar a cabo actos de servicio al Señor, ustedes saben que es bueno adorar a Dios con manos levantados, con una voz clara y expresiva, y si hay que danzar. Yo creo en todas esas cosas, hermanos, yo creo en todo lo externo, eso es bello, pero si nosotros cometemos el error de creer que en eso está, en eso exclusivamente está el poder de Dios, somos la gente más digna de misericordia en esta tierra. Porque eso es simplemente una expresión pero no es la realidad del poder de Dios, usted entiende? Se supone que la realidad del poder de Dios esté dentro de usted, en su vida y que eso sea una manifestación de ese poder, pero para mucha gente creemos que lo externo es el fin, eso es simplemente un medio, o un resultado a lo máximo, pero lo verdadero, lo importante es la energía, el poder, la vida, los valores del Reino de Dios dentro de usted. Y gloria a Dios si las dos cosas están unidas y el poder y la realidad de Dios está acompañado de la expresión intensa, bello, maravilloso. Pero nosotros tenemos que entender que tenemos que ir una y otra vez a la cruz para que allí Dios vaya infundiendo sus valores en nuestra vida, que el espíritu de Dios vaya hablando dentro de nosotros y vaya primero limpiando y tratando las cosas que tienen que ser tratadas. No tratemos de, como hacen por ahí algunos, no nos bañamos y cuando comenzamos a oler mal nos ponemos mucho desodorante para matar el mal olor. No podemos hacer eso. Tenemos que arreglar cuentas con el Señor. Tenemos que ser consistentes, tenemos que ser implacables, tenemos que ser honestos con el Señor y tenemos que entender que la vida cristiana es una vida de esfuerzo, de trabajo, que Dios es un Dios que no puede ser engañado.

La Biblia dice, “no os engañéis, Dios no puede ser burlado porque todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”, y eso no se refiere solamente a los paganos, se refiere a nosotros los creyentes también. Conforme a la calidad de nuestra vida interior, de nuestra santidad para con Dios será nuestra vida exterior, serán nuestros frutos.

A Dios le interesa poner las cuentas claras antes de tener un encuentro con nosotros como él lo quiere tener. Con la samaritana el Señor primero tuvo que hablar acerca de quién él era, llevarla a través de un proceso de concientización, traerle a la luz sus pecados en una forma gentil, amorosa, pero muy firme. Tuvo que enseñarle que él era Dios, que él era el Mesías. Tuvo que enseñarle que no se trataba de adorar a Dios allá en Samaria o en Jerusalén sino que los verdaderos adoradores adorarían a Dios en el espíritu y en la verdad. Tuvo que enseñarle que él lo que quería era corazones entregados a él, que no era el ritualismo judío o samaritano, que allí no estaba la solución. Tuvo que llevarla a un encuentro de su yo, a una crisis. Y cuando hubo esa confrontación entonces le dijo, ok, ahora mira, a quien estás mirando es al Hijo de Dios. Y qué pasó? Que de ahí ella se fue y se convirtió en una evangelista para su pueblo.

Hermanos, seamos consistentes, Dios quiere consistencia. Dejémonos de dejar de manipular a Dios. Dejemos de querer poner el arca en un pedestal. Dios no puede ser engañado. Le arca es buena pero el arca tiene que estar unida a una experiencia interna. Hay cosas escondidas en nuestra vida? Hay áreas, han anatemas en nuestra vida que no están siendo tratados, que no hemos cedido al Señor? Queremos sobornar a Dios con actos, con dinero, con servicio, con asistencia a la iglesia, con alabanza, con manos levantadas? De nuevo todo eso es bueno, es necesario y entonces estamos dejando cosas allí encubiertas, y creemos que se hacemos lo externo, que lo interno no se va a ver. No es así.

Dios quiere consistencia en nosotros. Dios quiere que tratemos con todo, vayamos a lo profundo, trabajemos la vida cristiana, profesemos, pongamos todo en claro y entonces viene la bendición, viene la estabilidad en la vida cristiana. Si no estamos preparados para pasar por esos tiempos tormentosos, nunca llegaremos a los lados positivos de paz y de descanso.

Dios quiere darte descanso, mi hermano, mi hermana, Dios quiere darte descanso, pero vas a tener que pagar el precio, vas a tener que cortar áreas de tu vida, va a haber muerte. La hubo en la vida de Israel. Va a haber muerte, va a haber tiempos de lucha, pero Dios es fiel y el que promete cumplirá. Dios te llevará a la otra orilla aunque el camino sea tormentoso. Él está en tu barca. Tu barca no se va a hundir. Déjalo que obre, déjalo que te confronte. Déjalo que trate con tu vida. Déjalo que ponga en orden las áreas de tu ser que no están tratadas por Dios. Cuando Dios mata es para vida, hermanos. Cuando Dios corta es para sanar y para limpiar. No es para destruir ni empobrecer. Sometámonos a la espada de Dios. Sometámonos a la cruz de Cristo porque de esa manera vamos a llegar a donde Dios quiere que lleguemos. Amen.

Después que hayas sufrido un poco de tiempo...

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Isaías 41, del 10 al 13 dice: "…No temas porque yo estoy contigo. No desmayes porque yo soy tu Dios que te esfuerzo, siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos, sea principado, sea potestad, todos los que se enojen en contra de ti, todos los que traten de atentar en contra tuya serán avergonzados…"

Alguien en internet necesita recibir esta palabra. Para que me vean bien. Mira como el Señor te dice, no temas porque yo estoy contigo. Así sea quien sea que esté mirando ahora mismo esta palabra es para ti. No temas porque el Señor está contigo. No desmayes, no desmayes en tu causa porque el Señor es tu Dios que te esfuerza, siempre te ayudará, siempre te sustentará con la diestra de su justicia. Eso es palabra para ti, no tan solamente para nosotros aquí, es palabra para ti también. Recibe esa palabra hoy. Yo lo creo así, esa palabra te llegó.

Buscarás a los que tienen contienda contigo y no los vas a encontrar, serán como nada y como cosa que no es aquellos que te hacen la guerra, porque yo, Jehová, soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha.

Levanta tu mano derecha y apriétale la mano a Dios, y dile gracias, Señor, porque me sostienes, gracias Señor porque tu eres quien nos sostiene, Dios. Tu eres el que nos sostiene de nuestra mano, Señor, nunca nos dejas, no permites que desmayemos, Señor. Tu estás ahí para levantarnos, para alentarnos, Jesús. Y gracias te doy por haber por haber inquietado a mi hermana Mercedes, Señor, y traer esta palabra para sellar con broche de oro este tiempo de oración que hemos tenido, Jesús. Esta palabra ahora mismo nos da paz, nos da confianza, Jesús, y así lo recibimos de parte tuya. Gracias porque tu eres quien nos sostiene, Señor, y lo seguirás haciendo por el resto de nuestros días hasta que tu decidas a volver y llevarnos contigo, Señor. Y aún allá, tu presencia nos envolverá por completo, Jesús. Gracias te damos, por tu Hijo Jesús. Amén, amén. Gracias, Señor. Gracias Jesús.

John, tu ibas a decir algo? Solamente quería compartir con las mujeres que Dios está contigo. Amén. La Biblia dice que ningún forjada en contra tuya prosperará. Amén. Y que cada lengua que se levante en contra tuya, Dios la llevará a juicio. Así que te quiere comunicar en el espíritu del Señor hay libertad, hay libertad, hay libertad. Amén. Gloria a ti Señor. Yo les digo, vayan a este retiro de mujeres con fe, con firmeza, el enemigo está bajo la planta de tus pies. Así que el Señor sea con cada uno de ustedes. Y que Dios, que el Señor, las cubra con su sangre en el nombre de Jesús. Amén. Amén. Gracias te damos.

Pueden sentirse libres de pasar acá adelante y entregar sus ofrendas al Señor. Dios, en esta atmósfera, Señor, solamente te queremos dar las gracias. Gracias Señor por la visitación tuya en medio nuestro. Gracias Señor por la forma en que tu te mueves, en la forma en cómo tu nos afirmas, Jesús, en tus propósitos, en tus llamados sobre nuestras vidas, en tus verdades sobre nuestras vidas, Jesús. A ti te damos la gloria y el honor por siempre, Jesús, recibe estas ofrendas que estamos trayendo delante de ti, Señor, que suban como un olor grato ante tu presencia, Jesús, y que en tus manos sean multiplicadas, mi Dios, para la expansión de tu reino, aquí donde tu nos has puesto y dondequiera que tu nos lleves también. Bendecimos a cada uno de nuestros hermanos a medida que dan, Jesús, y declaramos que tu eres nuestro proveedor en todo momento, en todo tiempo, Señor, tu eres quien provee a nuestra necesidad. Gracias te damos, Jesús. Gracias te damos, Señor. Amén y amén.

Yo les digo, la verdad que Dios es un ser tan interesante, tan misterioso, a Dios no se le escapa una. Hoy durante el día yo estaba bandeándome al Señor, qué mensaje puedo traer esta noche? Qué puedo predicar? Estaba verificando mis notas y yo me decía, ah, yo tenía un mensaje pendiente desde hace 3 semanas atrás, pero no, eso no fue lo que Dios quiso.

Dios me llevó, mis hermanos, a un himno que nosotros conocemos muy bien. Es el himno que dice, ‘más el Dios de toda gracia que nos llamó a su gloria eterna, nos perfeccione y afirme, fortalezca y establezca…”

Todos conocemos ese himno, ¿verdad? saben que este himno está inspirado en un verso bíblico. Quisiera llevarlos ahí. Por alguna razón el Señor me puso a meditar en este pasaje. Es un himno tan precios, mis hermanos, cada vez que lo cantamos nos transportamos, como quien dice, al séptimo cielo, nos transportamos a la presencia de Dios. Dios de toda gracia que nos llamó a su gloria eterna, rápido nos imaginamos un cielo precioso, esa gloria eterna de Dios, ah, cuántos quisiéramos estar allá. Le damos toda la gloria al Señor, ¿verdad?

Pero ¿Saben qué? El Señor me dirigió mi atención a una parte de ese texto bíblico, en un segmente de ese texto bíblico que esta canción como que la omite, la obvia, no la canta, y es como que usted va y de repente… como que choca. Mire cómo dice Primera de Pedro, capítulo 5, el verso 10 dice:

“….Más el Dios de toda gracia que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo…”

Qué es lo que dice? “…Después que hayas padecido un poco de tiempo…” Ahí está el frenazo, ahí está el… Suena bien bonito, ¿verdad? El Dios de toda gracia que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, y de repente, después que hayas padecido un poco de tiempo. Ay!

Él mismo los perfeccione, afirma, fortalezca y establezca. Tenemos que revisar esta canción. A los miembros del avance de oración, tenemos que revisar esta canción, de alguna manera u otra tenemos que añadir esa parte del verso en esa canción. Saben por qué? Porque esa parte del verso tiene un mensaje sumamente importante. En esta carta de Pedro esa idea de padecer por está all over, por todos lados en esa carta, desde el primer capítulo hasta el número 5 al final, están ahí.

Y yo me puse a meditar, yo me decía, guau, Señor, qué es lo que tu tienes aquí? Y yo me puse a romper este texto, más el Dios de toda gracia, una gracia inmerecida, una gracia que nos alcanzó en el momento en que peor nosotros nos encontrábamos, una gracia no merecida, un favor que alguien te extendió, que tu ni lo estabas buscando, como dice la Biblia, todavía estábamos nosotros hundidos en nuestros pecados y aún así Cristo murió por nosotros. Tu no estabas ni pensando en Dios y Dios ya había pensado en ti y te extendió su gracia, te extendió su favor. Eso es gracia, no es que te está diciendo muchas gracias, él te está extendiendo un favor. Te está poniendo en un lugar especial. Te está dando un sentido, te está dando un valor que nada ni nadie te puede dar a ti, y eso es algo que él lo hace a través de su gracia.

Que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo. Miren eso. Dios nos invita a compartir de uno de los atributos más grande que lo definen a él, un Dios eterno. Cuántos se acuerdan de lo que sucedió hace un mes atrás? Tal vez si ustedes como yo no nos acordamos mucho, pero Dios está allá, Dios está aquí ahora mismo y Dios te está esperando mañana. Dios está, Dios es eterno, y te invita a ti a compartir con él en todo ese espacio de tiempo. Yo no sé cómo, es algo misterioso. Obviamente yo no puedo estar en el pasado, Dios quiere que yo viva el presente y que vaya confiado en fe hacia el futuro, hacia lo que él tiene guardado para mí. Pero de alguna manera u otra Dios está en todo, ahí, activo, presente. Y te invita a compartir con él de toda esa eternidad, que tu puedas disfrutar de todos los beneficios de la eternidad gloriosa de Dios, desde ya hasta lo que viene por delante.

Pero no sin antes padecer un poquito. Le tuve que añadir una sombra a la pintura que les estaba haciendo. Por qué? Por qué ustedes creen, mis hermanos? Por qué el padecer? Sin duda, los padecimientos es lo que nos ayudan a nosotros a crecer y a madurar en nuestra vida de fe. Si usted vive una vida libre de padecimientos, guau! Usted sería un alien, por así decirlo, usted sería algo fuera de este mundo. Para serle honesto, ni quisiera ser amigo de usted, porque va a ser tan raro que… va a ser una persona bien aburrida.

Cómo me voy a identificar con alguien que no ha sufrido, sentido, al menos lo mismo que yo he sentido? Cómo usted me va a poder aconsejar? No voy a tener nada que hablar con usted, sin duda alguna. Ahora, pero si usted es como yo, que hemos tenido nuestras luchas, que hemos tenido nuestros padecimientos y que hemos visto padecimientos en distintos niveles en nuestra vida, hay veces que el padecimiento se ve a nivel interno, a nivel personal, y uno lo puede tolerar hasta cierto nivel.

Ojo, pero cuando el padecimiento, el sufrimiento viene con otros seres queridos, la cosa coge un rumbo totalmente distinto. Esos padres y madres que tienen que sufrir por padecimientos de sus hijos o hijas, es duro, es difícil. Eso un padecimiento que muchas veces uno tiene que experimentar con personas alrededor de uno que tal vez, o intencional o desintencionalmente pero te causan una serie de frustraciones que uno dice, como que,… por qué ahora? Por qué este? Por qué esta? Por qué tengo que lidiar con él o con ella? Más sin embargo, es parte de… es parte de. Está en el diseño del plan misterioso de Dios para tu vida y para la mía, que tal vez no lo vamos a poder explicar detalladamente con palabras, no lo vamos a poder decir, más sin embargo, está ahí.

Esa enfermedad, ese padecimiento, ese accidente que sucedió, todo eso de alguna manera u otra si creemos la palabra de Dios fielmente, todas las cosas obran para bien, para aquellos que aman a Dios.

Miren cómo dice Santiago, este pasaje de Santiago yo sé que muchos de nosotros lo conocemos, Santiago, capítulo 1, dice:

“…Hermanos míos, tenga por sumo gozo cuando se hallen en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de su fe produce paciencia más tenga la paciencia su obra completa, para que sean perfectos y cabales sin que les falte cosa alguna…”

Perfectos y cabales en el ser interior, no está diciendo para que no te falte carro, para que no te falte casa o una tostada y un cereal que comerte. No necesariamente está diciendo eso. Es que no te falte nada a nivel interno, a nivel de tu ser, nivel de tu mente y de tu corazón, que tu puedas estar tan equipado, tan equipada que cualquier cosa que pueda venir a tu camino, tu sepas cómo sacarla fuera del parque. Porque no te falta nada aquí ni acá, estás completa, estás completo, porque has tenido tus padecimientos, tus sufrimientos, y Dios se ha glorificado a través de eso y te ha hecho el hombre y la mujer que tu seas, no que tu quieres que seas, el hombre que él quiere que tu seas, la mujer que él quiere que tu seas.

Ahí mismo en Pedro, como yo les dije, Pedro habla acerca de esto, de la prueba, en distintas maneras. Él habla de Jesús, de cómo Jesús soportó la prueba de la cruz, más sin embargo, miren cómo salió victorioso al otro lado de la tumba.

En el capítulo 4 justamente antes del capítulo 5 que estamos leyendo ahora, él dice:

“…Amados no se sorprendan del fuego de prueba que ha sobrevenido, que les sobrevenido, como si alguna cosa extraña les aconteciese…”

Oh, por qué esto me viene a suceder a mí ahora? Oh, por qué se murió? Oh, por qué me dejó? Obviamente yo sé que hay cosas que sorprenden a uno sin duda alguna, pero miren cómo es la palabra de Dios que ya se adelanta y te lo dice:

“No te sorprendas cuando te encuentres de frente a ese fuego, cuando te encuentres de frente a esa prueba, no te sorprendas sino gózate porque eres partícipe de los padecimientos de Cristo para que también en la revelación de su gloria se gocen con gran alegría…”

Miren eso. Ah, pero cómo me voy a gozar ahora? Ese pasaje está hablando de un tiempo futuro. No. Qué fue lo que dije? Dios es eterno. Y esa gloria de Dios se está manifestando ayer, se está manifestando hoy y se va a manifestar mañana. Esa es la gloria a la cual Dios quiere que nosotros podamos entrar y disfrutar.

Un último texto, ahí mismo, en el capítulo 5, miren cómo dice:

“…Humillaos pues, bajo la poderosa mano de Dios – verso 6 – para que él los exalte cuando fuere tiempo, echando toda tu ansiedad sobre él porque él tiene cuidado de nosotros…”

Mire, haga así. Haga así. Eche su ansiedad en las manos del Señor. Eche su ansiedad en las manos del Señor porque él tiene cuidado de ti. Una advertencia: sed sobrios, sean entendidos y velad por qué? Porque hay alguien por ahí que quiere tirarte la zancadilla y hacerte caer. Pero ya le dimos dos o tres patadas aquí así que tranquilo, tranquila. Dios está contigo.

Qué tenemos que hacer? Verso 9.

“…Resistirlos firme en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en nuestros hermanos alrededor de todo el mundo…”

Mira tu no sufres solo, tu no sufres sola. Hay otros que sufren igual que tu. Y en esos otros Dios también se está glorificando ahora mismo, ahora mismo igual que tu puede haber un hijo, una hija de Dios allá en Sídney, Australia, que está recibiendo la mala noticia de un ser querido que está enfermo, y allá mismo también hay un pueblo, hay un cuerpo de Cristo que están orando por esa familia ahora mismo para que el poder de Dios se glorifique allá en ellos.

Dime tu si Dios tiene límites o no? ahora mismo como hemos orado aquí, en las pantallas, quién sabe si alguien en Argentina que o está escuchando o va a escuchar este mensaje, en algún momento, y aunque sea tres, 4, 5 horas después que lo oiga, esta palabra va a tener su efecto en esa vida, va tener ese efecto en ti, lo va a tener. Créelo, recíbelo que va a tener su efecto en ti. Y eso es Dios.

Así que no estás sufriendo solo, no estás sufriendo sola, nosotros también sufrimos y estamos todos en el mismo barco, pero ese barco no se hunde, porque hay alguien que está con nosotros en ese barco. Escúchalo bien. Hay alguien que está con nosotros en ese barco y podrá parecer que está durmiendo, pero no lo está, él está muy pendiente a tu situación, a tu condición, yo no sé cómo, no me preguntes, pero él tiene cuidado de ti.

Dime tu ahora si podemos cantar igual? Más el Dios de toda gracia que nos llamó a su gloria eterna aún cuando tengamos que padecer por un poco de tiempo, él nos perfecciones, nos afirme, nos fortalezca y establezca. Miren esto, voy a ir terminando aquí.

Te perfeccione, qué significa eso? Perfeccionar algo significa completar algo. Establecer, definirlo como Dios lo tiene intencionado. Eso significa perfeccionarlo. Dios te perfecciona. Dios te afirma, qué significa que te afirma? Que hace de tu mente, de tus pensamientos algo constante y no estás titubeando ni vagueando por ahí, sino que hace tu pensamiento algo constante. Ahí es donde viene la firmeza, la afirmación de Dios, en que esos principios de tu fe, queden bien cimentados ahí en tu mente, en tu corazón, cosas que cuando venga la prueba tu puedas estar afirmado, afirmada y nada ni nadie te vaya a poder confundir acá arriba.

Te fortalezca, ahí es donde se ve la manifestación del poder de Dios en tu cuerpo. Se mete por tus venas y coge tu sangre y tus músculos, y tus tendones, tus huesos, todo y donde había dolor antes ahora es como que… una fuerza que solamente Dios puede dar y te establezca, te posiciones en el lugar que él tiene para ti. No el lugar que otro determinan para ti, es lo que él ha determinado para ti. Él te va a posicionar a ti, él te va a establecer a ti.

Yo no sé cómo eso se pueda manifestar en tu vida, tal vez tu estás pensando que te establezcan en un trabajo, que te establezca en una casa nueva, que te establezca en una relación, que te establezca en un ministerio en la iglesia, sea como sea que eso se pueda dar, él mismo te perfeccione, te afirme, te fortalezca y te establezca, a él, a él, no es a mí, no es a ti, a él, sea la gloria, por todos los siglos y por siempre. Amén.

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Lucas capítulo 9, versículos 1 al 6, dice la Palabra: "Habiendo reunido a sus doce discípulos les dió poder y autoridad." El Señor Jesús les dió a sus discípulos poder y autoridad sobre todos los demonios y para sanar enfermedades, y los envió a predicar el Reino de Dios y a sanar a los enfermos. Bien importante esta dotación de poder.

Pero yo quiero hablar de otras cosas más importantes todavía, yo pienso. "Y les dijo a los discípulos: no toméis nada para el camino; ni bordón ni alforja, ni pan ni dinero, ni llevéis dos túnicas. Y en cualquier casa donde entréis quedad allí y de allí salid. Y donde quiera que no os recibieren salid de aquella ciudad y sacudid el polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos. Y saliendo pasaban por todas las aldeas anunciando el Evangelio y sanando por todas partes." Bendiga el Señor su Palabra.

Yo quiero hablar acerca de una actitud. Una disposición mental, espiritual que nosotros necesitamos cultivar y que el Señor quiere que nosotros cultivemos y adoptemos para poder ser siervos efectivos del Reino de Dios. El Señor quiere que tú y yo adoptemos una mentalidad, una forma de ver el mundo, la vida que es extremadamente importante para poder llevar a cabo las tareas, las labores que Él quiere que nosotros llevemos a cabo. Y de eso se trata este pasaje.

Normalmente uno tomaría este pasaje y lo enfocaría desde la perspectiva de el poder y la autoridad que recibieron los discípulos, y ciertamente eso es tremendamente importante. Porque nosotros que creemos en el Espíritu Santo y su vigencia para nuestros tiempos, sabemos que cuando nosotros entramos al Evangelio y somos llenos del Espíritu Santo y cultivamos los dones del Espíritu, recibimos poder, recibimos autoridad. La vida cristiana es una vida de poder y de autoridad como muy bien señalaba ese video.

Nosotros no somos llamados al Evangelio para seguir ahí soportando y aguantando, y apretando los dientes mientras recibimos golpes del diablo y de la vida. Hay muchos enfoques del Evangelio, que como que enfocan esa capacidad de los hijos de Dios para resistir, aceptar lo que Dios nos envía y simplemente vivir la vida obedientemente, mansamente, con las enfermedades, los sufrimientos de la vida y como que enfocan que en eso consiste verdaderamente el poder de la vida cristiana. Poder para resistir y aguantar.

Pero lo que yo veo en la Palabra es que Dios nos llama a una vida de poder para vencer y para avanzar, ¿amén?. Para conquistar y para sobreabundar. El apóstol Pablo dice que antes en todas estas cosas somos más que vencedores. Amén. Eso es tan cierto. Y es importante que nosotros entendamos esto: cuando Cristo nos llama al Evangelio, nos llama para vivir una vida de victoria sobre las circunstancias. Las carencias, las enfermedades, las necesidades, las ataduras de la mente y las emociones, el pasado que nos quiere asediar, todas estas cosas. Cuando tú entres al Evangelio entra con la expectativa de ser bendecido y prosperado.

Pero hay algo que el Señor quiere que tú pongas como el fundamento de esa vida de poder y de autoridad. Hay una condición, hay una infraestructura que está debajo de ese poder que Él quiere darte. Y eso es verdaderamente lo que yo veo en ese pasaje. Los tres pasajes, las tres versiones en los Evangelios donde está este primer envío de los discípulos. Porque según la Escritura, es el momento en que el Señor le dice a los discípulos: ahora es tiempo de que pongan en práctica lo que ustedes han sido enseñados, lo que han recibido de Mí, las instrucciones. Y ahora Yo los voy a mandar para que ustedes aprendan a cómo se hace el ministerio, cómo se lleva a cabo el trabajo de la evangelización de las naciones.

Y Él los manda a un practicum. Un experimento para que ellos puedan aprender algunas cosas. Él los envía a que pongan en práctica los valores del Evangelio, lo que han recibido. Y dice que los capacitó, les dió poder, autoridad para sanar enfermos, para liberar cautivos y para proclamar el Reino de Dios. Hay una tarea grande que el Señor quiere para nosotros. Y yo sé que el Señor quiere poder y autoridad para nuestras vidas. Pero hay una precondición, hay una actitud que Él quiere cultivar en nosotros y que yo quiero marcarles antes de salir de aquí esta tarde, con lo que verdaderamente este pasaje nos quiere enseñar.

Este pasaje nos muestra que hay una actitud fundamental que debemos cultivar a fin de poder llegar a ser verdaderos siervos de Jesucristo. ¿Dónde encuentro yo ese sustrato, esa base que tiene que tener el poder de Dios en nuestras vidas para que el poder de Dios se pueda manifestar legítimamente, auténticamente de manera que el diablo no lo pueda resistir ni pueda subvertirlo, ni dañarlo, ni afearlo. ¿Qué se necesita para que tú y yo podamos verdaderamente usar el poder y la autoridad de Dios como Dios quiere que lo usemos, a la manera del Reino?.

Está en el versículo 3, donde el Señor les dijo a los discípulos: "No tomen nada para el camino. Ni bordón ni alforja, ni pan ni dinero, ni lleven dos túnicas." Ahí está lo que el Señor quería que estos hombres y mujeres adoptaran como su modo de operar. Para recibir poder y autoridad, para poder anunciar el Evangelio auténticamente, para poder hacer el trabajo del Reino de Dios en una forma sostenida sin que el enemigo pueda venir y dañar lo que nosotros estamos haciendo. Sin que él pueda venir y entonces distorsionar la manifestación del poder y la autoridad que hemos recibido, se requiere algo.

Y antes de yo decirles qué es, si usted ya no lo ha descubierto, déjeme decirle algo. A través de la historia la Iglesia de Jesucristo ha recibido poder muchas veces. Ha recibido dominio sobre las naciones muchas veces, y cada vez se ha corrompido y le ha entregado su autoridad a Satanás. El diablo la ha podido engañar y ha subvertido esa autoridad que ha recibido. Cuando la Iglesia se ha movido en el poder y en la Gracia de Dios, ha habido bendición.

Cada vez que la Iglesia obra en una forma legítima y usa los valores del Reino de Dios recibe poder, autoridad y gracia. Pero el problema está en que cada vez que la Iglesia recibe ese poder con el poder vienen propiedades, riquezas, influencia, las masas vienen. Vienen la gente poderosa del mundo. Acuden los profesionales, acuden los reyes y las autoridades, vienen, entran a la Iglesia porque Dios le da ese poder a la Iglesia. Pero si la Iglesia no está preparada en su configuración interior y en sus actitudes, y en sus valores, esa misma autoridad y ese mismo poder, y esa misma influencia y prosperidad se convierten en una maldición para la Iglesia. Y entonces la Iglesia pierde su sabor. Como la sal entonces dice el Señor que ya no sirve para nada excepto para ser botada si pierde su sabor.

¿Cómo ha sido eso?. Por ejemplo los historiadores claramente reconocen, más o menos en el siglo IV de la época después de Jesucristo. Constantino, el gran emperador Constantino se convirtió, y la Iglesia cristiana pasó de ser una Iglesia perseguida, pobre, aunque creciente pasó a ser la religión oficial de Roma. Constantino se convirtió al Señor y con él se convirtió toda su corte, todos sus soldados, la gente importante del tiempo se convirtieron. Y la Iglesia pasó a tener autoridad. Pero con esa autoridad, con esa prosperidad vino también la corrupción.

Vino la pérdida de la legitimidad y de los valores del Reino de Dios. Y entonces la Iglesia comenzó a corromperse. Vino la gente poderosa, vino la gente culta, y la Iglesia para poder darle lugar a esa gente comenzó a cambiar los valores del Reino de Dios. Y esa Iglesia se convirtió en una Iglesia muy influyente pero una Iglesia corrupta que no reflejaba los valores del Reino.

Y a través de la historia todos los movimientos monásticos de la Iglesia, los franciscanos, los dominicos, los histercienses, todos estos eran grupos de avivamiento que venían a la Iglesia Católica con valores viejos de la Palabra para renovar y entonces Dios los bendecía con prosperidad, porque donde está el Evangelio hay poder. Pero también con esa prosperidad se iban corrompiendo también. Muchos de estos monasterios se hicieron sitios poderosísimos, riquísimos, mucho arte, mucha cultura, pero perdieron la visión original.

El Evangelio siempre se ha nutrido, el ministerio siempre se ha nutrido de gente nueva que viene y renueva a los que se han corrompido. Pero yo creo que el problema está en que no ha habido una formación adecuada del liderazgo de la Iglesia que esté capacitado para resistir ese proceso de seducción que se desata cuando el mundo llega a nosotros como producto del poder que Cristo nos da. Yo creo que lo que pasa es que no hemos sido preparados en nuestro interior primeramente. No hemos sido sellados con la actitud que conviene a un siervo de Dios con respecto a las cosas materiales y a las cosas de este mundo, y a los valores de este mundo, y a la seguridad que nosotros buscamos, y al apetito por las riquezas y las cosas del mundo.

Y entonces muchas veces usted ve que los siervos de Dios y las Iglesias están predicando el Evangelio pero desgraciadamente es un Evangelio corrupto que tiene sabor a carne y a mundo. Y por eso es que usted ve tanto de este Evangelio de prosperidad fácil, dame tu dinero y Dios te va a dar una casa grande, y te va a dar un carro y un trabajo. Hemos falseado la verdadera prosperidad del Reino de Dios y yo creo en un Dios que prospera y bendice hermanos. Lo he visto en mi propia vida, en mi familia, y yo creo eso. Cuando el Reino de Dios viene es para bendecirnos y prosperarnos. Pero lo importante es lo que está dentro de tu corazón.

Si tu corazón se apega a las cosas materiales. Si en tu corazón no ha habido una muerte a los afectos del mundo tú estás crudo todavía. Entonces cuando venga la bendición a tu vida y venga la prosperidad a tu vida, y vengan las propiedades a tu vida, y vengan las bendiciones materiales esas posesiones te van a poseer a ti en vez de tú poseerlas a ellas.

Yo creo que el Hijo de Dios debe haber pasado por un proceso. Que si viene la prosperidad a su vida, vienen los logros académicos o la influencia o el poder gubernamental o lo que sea, esa persona debe haber pasado por un proceso en que Dios haya matado en él o en ella el apego a esas cosas. Y entonces esa persona las usa y las disfruta pero como si no fueran de él, sabiendo que no le pertenecen y sabiendo que así como vinieron, así también se pueden ir. Uno las usa y las aprovecha pero livianamente sin posar su afecto sobre ellas.

Entonces si Dios te da una casa linda como la que vimos allí en el video, tú la disfrutas. Pero si un día pasa algo y tú pierdes esa casa, tú sabes que Dios sigue sentado en Su trono amándote como te amó cuando te la dió. Y tú dices como dió Dios, Dios quitó, sea hecha la Voluntad del Señor.

Si Dios te da un trabajo extraordinario tú lo disfrutas, tú inviertes en él, inviertes tu creatividad en él. Aprovechas el beneficio que ese trabajo te da. Pero tú sabes que si un día el Señor te dice: ¿sabes qué?, ahora te necesito para que me sirvas a tiempo completo. Ese trabajo tú tienes la suficiente distancia de él emocionalmente que tú puedes decir: ok Señor, ¿cuándo me quieres?, listo. Y si tienes que dejarlo lo dejas, si tienes que reducir tu estilo de vida a lo básico lo haces, porque tu trabajo no te posee a ti, tú eres dueño de tu trabajo. Y si el Señor te lo pide tú se lo das.

Porque tú sabes que este mundo es pasajero y tú has pasado por un proceso donde tú estás viviendo aquí pero no eres de aquí, tú estás viviendo en el mundo pero no eres del mundo. El mundo no te controla, no te posee. Tú eres señor del mundo y te mueves en él, disfrutas de la creación, pero la creación no te gobierna a ti. Y eso es lo que el Señor quiere en nuestras vidas.

Dios quiere una postura donde las bendiciones vienen pero nosotros no nos apegamos a las posiciones y a las bendiciones que vienen de Dios. Y yo veo siempre en la Escritura que Dios quiere siempre llevarnos a ese punto de despojamiento y de despegue de las cosas materiales. Y eso es lo que yo veo. ¿Por qué el Señor les da autoridad?.

Mire, Dios le puede dar autoridad y poder a su Iglesia porque eso viene de Él y Él se lo cede y se lo transfiere a sus siervos, y Él lo hace por decreto casi por así decirlo. Los discípulos en un momento cuando el Espíritu se posó sobre ellos el día de pentecostés instantáneamente fueron cambiados. De ser gente cobarde y pequeñita, y asustada y huyendo de los que crucificaron al Señor, de momento se convirtieron en leones. Y el mismo Pedro que negó a Jesucristo tres veces ahora anuncia y le dice a todo el mundo: es mejor obedecer al Señor que obedecer a los hombres. Así que si no les gusta too bad, yo voy a predicar el Evangelio de todas maneras.

Y se llena de coraje y de valor, y la Iglesia se convierte en una fuerza arrolladora, ¿por qué?. Porque Dios les transfirió poder a través del bautismo del Espíritu Santo. Pero hay algo que yo creo que Dios no lo hace de esa manera, Él escoje no hacerlo así, y es propiciar en nosotros la actitud de un siervo despegado de la materia y de las cosas del mundo. Y eso tiene que darlo a través de un proceso de formación en nosotros que con el paso del tiempo, nosotros cada día vamos despojándonos cada vez más y más de esa actitud que tiene el hombre típico, común y corriente, la mujer, que creemos que las posesiones son todo, mi vida es todo, los amigos, el dinero, el disfrute de las cosas materiales y sensuales, la ropa, ya dije las amistades, las cosas, sociales, el prestigio, el buen carro, la casa bien adornada, la ropa fina.

Tiene que llegar el día en que todas esas cosas pierdan su fascinación para ti. Las puedes usar, puedes disfrutar de ellas, pero sabes que eso no tiene vida, eso no eres tú, tú eres más que esas cosas. Y si no las tienes amén, puedes ser feliz. Si las tienes estás dispuesto a entregárselas al Señor cuando Él quiera. Y yo veo a través de la Escritura una y otra vez que Dios quiere pasarnos a través de procesos que vayan diluyendo y adelgazando esos hilos que el mundo tiene amarrados alrededor de nosotros, una y otra vez.

Para que un hombre o una mujer pueda ser usado con autoridad, necesita primero pasar por un proceso de crucifixión, de despojamiento, del yo, del apetito a las cosas materiales, de poner sus tesoros donde tienen que ir, de amar más el Reino de Dios y la eternidad que las cosas del mundo y de la materia.

Piense por ejemplo en Abraham: Dios le dió a Abraham un hijo. A los 100 años de edad le da un hijo. Después de 25 años de prometérselo. A los 75 años este hombre cree que se va a ir a la tumba sin heredero, y su esposa por igual. Y les dice te voy a dar un hijo, y lo pone a cocerse 25 años a fuego lento antes de dárselos a los 100 años. Y después que se los da, cuando este hijo es un adolescente, que ha aprendido a amarlo bien con el amor de un viejo, le dice: ahora dame tu hijo y mátamelo, y sacrifícamelo. ¿Usted se imagina la atrocidad, qué pasó en el corazón y la mente de Abraham cuando él tenía que llevar a su hijo a ese monte para sacrificarlo y matarlo él?.

Pero Abraham dijo: bueno Señor, si eso es lo que Tú quieres, no lo puedo entender pero si eso es lo que Tú me pides yo te lo voy a dar. El Señor quería llevar a Abraham hasta ese punto de estar dispuesto a darle lo que él más amaba. Toda su vida estaba cifrada en ese hijo, su afecto, su descendencia, las promesas que el Señor le había dado a Abraham, todo eso estaba cifrado en ese joven y Dios le permitió pasar por ese proceso. Hasta que en el mismo momento de meter el cuchillo a su hijo, Dios envía a su ángel y le dice a Abraham: detente. Como estuviste dispuesto a darte tu hijo, tu único hijo, Yo te daré una descendencia que si se pueden contar las arenas del mar y de la playa se podrá contar tu descendencia.

Y Yo te voy a dar influencia, y vas a ser de bendición a las naciones. El que te maldiga Yo lo voy a maldecir, el que te bendiga Yo lo voy a bendecir. Y las naciones se gozarán en llamarse descendientes tuyas como nosotros aquí hoy, qué bueno que somos descendientes del padre de la fé, Abraham, a través del cual vino Jesucristo. Pero todo comenzó con un momento de muerte donde Abraham tuvo que darle lo que él más apreciaba a Dios, en su corazón, en su mente, porque es allí donde se tiene que dar ese proceso. No necesariamente en la materia.

Es que en nosotros tiene que haber ese despegue, desde adentro. Y yo veo eso en toda la Escritura. Mire el joven rico. Cuando ese joven, que es un hombre de influencia, habrá tenido 30, 35 años en esos tiempos no era nada, como yo ahora veo a la gente de 35 años y digo qué joven está. Uno se pone más viejo y más joven se ve la gente, ¿no?. Pero este hombre tenía, nosotros decimos el joven rico, tenía quizás 30, 35 años, en una época como esa, 30, 35 años era una persona jovencita porque era una sociedad que miraba más hacia los ancianos.

Entonces este joven en la plenitud de su influencia, su carrera, su prestigio. Porque era un hombre de dinero y de influencia social. Algunos creen que era miembro del sanedrín religioso. La gente lo veía como una persona de prestigio. Y ese joven hombre en la plenitud de su hombría se acerca a Jesús con una necesidad imperiosa, lleno de ansiedad. Dice que vino corriendo y se tiró a los pies de Jesucristo y dijo: Señor, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?. No sabía qué debia hacer, estaba abrumado por la incertidumbre acerca del futuro.

El Señor lo mira, y como el Señor tiene unos ojos de taladro, enseguida fue al centro de su corazón, donde Él sabía de qué pie cojeaba este joven. Y le tendió una trampa. Y le dijo: bueno, no hay problema, qué bueno que estás interesado en las cosas del Reino. Mira lo único que tienes que hacer es: guarda los mandamientos. Guarda los mandamientos, pórtate bien, y estudia la Biblia y ve a la Iglesia. Y le dice: pero Señor si eso yo lo he hecho desde que era chiquito. Es más: yo soy pastor, soy predicador, soy miembro del Concilio de Iglesias de la Asamblea de Dios. Eso yo lo he guardado desde mi juventud dice él, y no me ha dado satisfacción.

Porque es lo que yo les digo hermanos: usted puede venir todos los domingos a la Iglesia. Saltar, dar dinero. Pero es lo que se da en la mente, en el corazón, en las emociones, en la voluntad, eso es lo que cuenta. Para el Señor no es tanto el hacer como el ser. El ser nace del ser. Lo que tú obras nace de lo que tú eres y de las obras que Dios ha hecho dentro de ti. El trabajo más difícil de la vida cristiana es lo que se da dentro de mí. Lo que nadie ve. La formación de mis estructuras de mi cerebro, mi mente, mi voluntad, mis emociones. Eso es.

Porque de ahí es que nace todo lo demás, esa es la fuerza motriz del ser humano. Si tus emociones están bien, si tu espíritu está bien, si tu mentalidad está alineada con el Reino de Dios lo que salga de ti va a ser bueno. Dice el Señor que del tesoro del corazón habla la boca. Y dice de lo que está en el corazón es que nacen todas las cosas. Los homicidios, los crímenes, la opresión, el robo, todo nace de lo que está dentro del ser humano. Por lo tanto lo primero que Dios quiere trabajar con nosotros es nuestro ser interior. Nuestros afectos, prioridades, apetitos, a qué le damos importancia, qué es lo prioritario en nuestra vida.

Entonces cuando el Señor le dice al joven este y el joven le contesta: yo hago todo eso. Todos los domingos voy a la Iglesia, yo dirijo la alabanza en la Iglesia. Yo predico de vez en cuando, yo soy miembro de la junta de diáconos. Y el Señor le dice: ah bueno, gracias por informarme. Entonces una sola cosa te falta, ¿sabes qué?, no hay problema, como ya tienes todo eso hecho, solo una pequeña asignación te voy a dar. Toma todo lo que tienes, todo tu dinero, y todas tus posesiones, las casas que tienes, los carros, véndelo todo. Haz una gran subasta o véndeselo al banco, lo que sea, y todo el dinero regálaselo a los pobres. Y entonces ven y sígueme, y hallarás la paz y la respuesta que tú necesitas.

Le dió exactamente en el centro de su corazón. Lo alcanzó en su mente, donde estaba su tesoro. Él le dirigió ese cohete, ese misil directamente ahí, a la esencia misma de sus apetitos y lo que él más valoraba, su dinero. Y esta es la cosa hermanos, que hasta que Dios no llega a instalarse en lo que nosotros más amamos no podemos verdaderamente decir que somos discípulos de Jesucristo.

Dice la Palabra que este joven al ser confrontado con esa asignación que Dios le daba, dice que se volvió a su casa cabizbajo y triste porque no tenía el valor para hacer lo que Cristo le decía que hiciera. El Señor mientras lo veía regresar a su realidad decía: ah, qué difícil es para un rico entrar en el Reino de los Cielos. ¿Por qué?. Porque usted tiene algo que. Usted no tiene que ser rico en dinero, uno puede ser rico en belleza, rico en amigos, rico en talentos, rico hasta en ritmo. Usted puede ser rico en ritmo y bailar como un trompo, y eso es lo que le gusta a usted, y usted quiere irse a las discotecas todos los sábados en la noche, y no es que sea malo en sí, pero no es el mejor lugar, y todo lo que viene. Y como el ritmo es lo que más le gusta el Señor le dice: sabes que quiero que me entregues tu ritmo. Y tú dices: Padre, ah, pero ¿por qué no me pediste otra cosa?.

Usted puede ser rico en energía de cualquier tipo. Buen humor, un humor de esos picante que a la gente le encanta cuando están en las fiestas pero no es lo que a Dios le place, y usted no quiere entonces Dios dice: ok, no hay problema. ¿Dónde está nuestra riqueza?. Eso es lo que leímos, donde está tu tesoro ahí está tu corazón. Y el Señor quiere ir a tu tesoro y que le firmes un vale donde diga: eso me pertenece a Mí. Y entonces cuando usted hace eso, le entrega a Dios lo que más ama, el Señor dice: ahora tú y Yo podemos trabajar, ahora Yo te puedo usar. Ahora el diablo no va a poder hacer estrago en tu ministerio y en tu vida. Yo creo que esa es la manera legítima de emprender un ministerio y un servicio al Señor. O en cualquier aspecto en nuestra vida.

Puedo de Dios, Dios quiere formarte. Entonces, ¿por qué le dijo el Señor: no vayan?. Si ustedes van a servirme en este viaje misionero, no lleven dos túnicas. No lleven dinero, lleven lo absolutamente necesario. No lleven comida ni dinero, ni alforja ni bordón para el camino ni nada. ¿Por qué dos túnicas?. Porque dos túnicas reflejan como la seguridad que uno tiene.

Hermanas, cuando ustedes viajan, ¿cómo están esas maletas?. Se van a un viaje de fin de semana y parece que se van al África o al Asia por 10 años. Necesitan dos o tres personas que empujen la maleta esa llena de diferentes carteras para cada momento, y zapato de diferentes colores y los aretes que vayan con el zapato, y con el collar y todas las cosas. Porque uno está pensando en la conveniencia, en todas las cosas que pueden surgir. Y el Señor les dijo a los discípulos ¿saben qué?, yo quiero que ustedes se despojen de todos los andamios de seguridad que uno usa en la vida.

Y Yo quiero comenzar a forjar en ustedes un aprecio por la simple dependencia de mi provisión. Yo quiero que ustedes aprendan a confiar en mí, y a confiar que si Yo los mando a algo y ustedes dependen de Mí no les faltará nada en el camino. Así que no me lleven nada. Váyasen y confíen en mi provisión para el camino.

Y así es que nosotros tenemos que hacer. La vida es un camino. A ti te faltan todavía 20, 30, 40 años todavía por vivir, y tú tienes que creer que Jehová es Tu proveedor. No te faltará para el camino. Y entonces tú tienes que vivir, no dependiendo de la cuenta del banco, de las amistades, de tu astucia, de tu preparación. Tú depende del Señor, tu confianza está en el Señor. Él es quien te va a proveer para el camino. Y yo te digo algo, si tú aprendes a vivir con una dependendia feroz y militante para con Dios, el Señor no te va a faltar ni un sólo segundo de tu vida. Cultiva esa dependencia del Señor.

Y cuando el Señor te diga: despójate. Porque Yo tengo otros intereses, y dame tu propiedad, y dame tus dones, y dame tu talento, lo que sea, entrégaselo al Señor, lo que sea, porque Dios es tu Proveedor. Y de donde eso vino vendrá más. Dios te puede proveer.

Vamos a terminar un momentito, pido a los músicos que pasen por acá rápidamente y les pido que se esperen un par de minutos más si usted puede, ¿ok?. Entonces es importante. Dios quiere crear un pueblo usado por Él. Yo creo que Dios tiene cosas verdaderamente extraordinarias para ti y para mí en el futuro. Pero Él quiere forjar en nosotros una mentalidad de discípulo. Una mentalidad de una persona que ha muerto al yo, a la necesidad y que vive para el Reino de Dios. Mira, la misericoridia de Dios, las provisiones de Dios no tienen fin, no tienen término.

No sé si he usado esta ilustración de nuestra propia vida. Años atrás cuando Mecha y yo nos casamos, y yo todavía estaba haciendo mis estudios graduados, Mecha estaba apenas comenzando su trabajo, yo recuerdo una vez. Nosotros inclusive ya habíamos comprado nuestra casa en Summerville, y el dinero estaba escaso. Y Dios siempre como que ha permitido que a veces el dinero y la alforja lleguen en un par de moneditas solamente. Y Dios permite que llegue a ese punto para mostrarnos: Yo soy tu Proveedor, Yo soy el que te puedo renovar eso.

Yo quizás les he dicho esto: yo recuerdo que estaba por Union Square ahí en Summerville, no sé por qué recuerdo claramente dónde era el sitio. Y Dios siempre me ha provisto hermanos, yo le puedo dar historias de cómo siempre he tenido que caminar creyendo en el Dios que es mi Proveedor, y me ha permitido vivir como un rey, como un príncipe hermanos, les digo, siempre me ha dado lo mejor, pero ha sido siempre así, yo dependiendo de Él. Y Él añoñándome como decimos nosotros los dominicanos. Sinceramente, dando lo mejor de lo mejor siempre.

Entonces estoy yo ese día caminando un poquito atribulado porque hay cosas que pagar, cuentas que pagar. Y por alguna razón abrí la cartera y allí había una tarjetita, que yo les digo que nunca he sabido de dónde vino esa tarjetita ni cómo llegó a mi cartera. La puso un ángel allí, no lo sé, la creó Dios de la nada, no lo sé, lo que pasa es que yo ya no uso cartera, todo en el bolsillo, muy bíblico, ¿no?. No sé por qué pero en algún momento dejé de usar cartera. Pero está ahí, la cartera está ahí en alguna parte, y un día la voy a buscar, la cargué conmigo muchos años en mi cartera.

Y había ahí una tarjetita chiquitita del tamaño casi de la cartera que decía lo siguiente: live it to the Lord, déjaselo al Señor. No decía más nada. Y me sorprendí de verla dentro de mi cartera, pero a la luz de mi necesidad, de mi condición, yo sabía que Dios me estaba diciendo: hey, Yo nunca te he faltado. Nunca te he dejado. Déjame, échame tu carga a Mí y Yo me voy a encargar de tu necesidad. Yo creí y recibí esa Palabra del Señor, y sobra decirles que Dios proveyó, me bendijo, yo ni me recuerdo cuál era la situación ni cómo se resolvió pero les aseguro que se resolvió, y vino la bendición y la provisión. Porque Dios quiere que aprendamos a vivir así.

Y en otra ocasión Dios me dió un sermón que yo sentí que era de bendición, rico, y que fue bien apreciado por mis hermanos muchos años atrás. Usted va a mi casa y hay dos cajas de sermones, que yo los fui almacenando allí durante años y años. Yo escribí a veces 12 y 18 páginas de notas para predicar. Dele gracias a Dios que ya esos tiempos pasaron. Y así eran de largos los sermones también. El caso es que ese día el Señor me dió una Palabra que yo no la había escrito. Y sabe lo que yo había pensado: qué bueno que yo estoy escribiendo todos estos sermones, porque llegará el día en que yo tendré 100, 150 sermones y ya no tengo que hacer más sermones nuevos, ya lo único que hago es que saco sermones de allí y los predico, los recaliento y vuelvo y los predico y ya. No tengo que trabajar más para hacer sermones.

Mire dónde estaba mi fé y mis ambiciones en ese tiempo. Entonces yo predico ese día ese sermón, y estaba lamentando que no lo había escrito, no tenía nota para el bendito sermón. Qué bueno está ese sermón, lo voy a perder, lo voy a desperdiciar. Y mi deseo era llegar a la casa y ponerme a escribirlo enseguida. Y el Señor me dijo en mi interior: de donde salió ese, van a salir muchos más. El Señor me dijo: Yo no tengo límites, así como te di ese te puedo dar otros sermones. No te preocupes por plasmarlo allí y ponerlo en bronce, si Mi creatividad es infinita.

Preocúpate mas bien por hacer una conexión con Mi Espíritu, porque si tú estás conectado con Mi Espíritu, Mi Espíritu es infinitamente creativo y tú siempre vas a ser creativo con Mi Palabra, no te va a faltar Mi Palabra. Eso es lo que tú tienes que asegurarte. Y el Señor nunca ha faltado, esa agua para gloria del Señor siempre ha fluído.

Y por eso es que yo te animo en esta tarde mi hermano, mi hermana, pégate a la fuente, y asegúrate de que si el Señor te pide algo tú se lo des, y que tu afecto esté en el Señor, en Su Reino y en las cosas de la eternidad. Hazte un instrumento en las manos de Dios, pon tu afecto en el Reino y el Señor nunca se cansará de bendecirte.

Yo termino con esto: ¿qué pasó con la historia de los discípulos al final de todo, cuando ellos fueron a su trabajo?. Predicaron el Evangelio, hicieron como el Señor les dijo, no llevaron dinero, no llevaron nada. Mire lo que pasó: días después, en Lucas capítulo 22, versículo 35, vemos al Señor otra vez con sus discípulos, y dice aquí: "Y les dijo a ellos: cuando Yo los envié sin bolsa, sin alforja y sin calzado, ¿les faltó algo?." Mire la pregunta.

Cuando Yo los envié sin dinero, sin tarjeta de crédito, sin Master Card, sin cash, sin una computadora donde tú puedas transferir dinero o lo que fuera, cuando Yo los envié solamente dependiendo de Mi misericordia, Mi Gracia y Mi provisión a hacer el trabajo del Reino, ¿les faltó algo?. ¿Fallé algo en mi promesa?. Y ellos dijeron: nada, no nos faltó nada.

Hermanos, si el Señor te promete una vida bendecida, no titubees, no dudes. Lánzate a vivir la vida y a trabajar para el Reino y ser un instrumento, un canal de la Gracia de Dios. Vende, regala, presta, invierte, despójate, da, a derecha y a izquierda, reparte a siete y a ocho porque el Señor no se cansará de bendecirte. Nuevas son sus misericordias cada mañana, aleluya.

En esta tarde yo te invito: adopta la mentalidad de un siervo, una sierva de Dios. Vende lo que posees, entrégalo todo al Señor, despójate dentro de ti. Cierra tus ojos un momento y concéntrate en el llamado del Señor. Ahora mismo tú eres el joven, la joven rica y el Señor te dice: véndelo todo, despójate de todo, muere a ti mismo, ¿qué es lo que más amas?. Muere a tus sueños, muere a tus apetitos, muere a lo que tú más amas y aprecias, y atrévete a ponerlo a Mis pies. Inclusive el deseo de hacer cosas para Mí, entrégame eso. El deseo de ser usado inclusive, mira, hasta eso entrégamelo, y simplemente ámame y valórame por lo que Yo soy.

Apréciame desnudamente en lo que Yo valgo por Mí mismo, piérdete en Mí. Pierde tu vida y la ganarás. Muere y vivirás. Desgránate y deshazte en la tierra y darás fruto en abundancia para Mi Gloria. Adelgázate y tendrás muchos hijos espirituales, y tendrás bendición, y tendrás gloria en Mi Reino. Vive como un peregrino, estás de paso en el mundo. Tú eres un extranjero, no te apegues a nada del mundo, no ames las cosas del mundo, no ames lo que está en el mundo, porque amar algo que está en este mundo es enemistad con Mi Reino y enemistad conmigo. Ama a Mi Reino y ámame a Mí por lo que Yo soy.

Despójate, suelta todo lo que tú amas ahora mismo. Y que los próximos años de tu vida sea eso, entregarle al Señor todo lo que Él te pida, una cosa a la vez, una cosa a la vez, una cosa a la vez. Tu carácter, tu temperamento, tu personalidad, tus actitudes, tu forma de ser, tu forma de hablar. Dile Señor: yo quiero ser como Tú. Yo quiero amar como Tú, hablar como Tú, caminar como Tú. El Hijo del Hombre no tiene lugar dónde recostar su cabeza dice el Señor, y yo quiero ser como Tú en mi espiritu, y si Tú me llamas a ser un peregrino que no tenga dónde recostar su cabeza, yo lo haré para gloria de Tu nombre, porque mi deseo es que Tu nombre sea enaltecido y glorificado.

En el nombre de Jesús, en el nombre de Jesús. Pueblo de Dios adopta la actitud de un discípulo. Y si hay alguien que no ha dado ese paso de fé, de adoptar la mentalidad de un discípulo, yo espero que no estemos demasiado apresurados en nuestro espíritu para entregar nuestras vidas al Señor ahora mismo.

Habrá alguien que no ha dado ese paso de fé todavía, entregar su vida a Jesús, y que lo quiera hacer antes de irnos de aquí como presentamos esos niños. Quizá tú te sientes llamado a presentar tu vida al Señor y entregarte a Él en esta tarde. Yo quisiera bendecirte y ponerte en las manos del Señor Jesucristo. Si hay alguien que no lo ha hecho todavía y quiere hacerlo en esta tarde, yo quiero tener esa oportunidad y bendecir tu vida.

Amén. Entrega tu vida sin embargo al Señor aquí dentro de tu corazón. Esta Iglesia se entrega a ti. Te entrego todo lo que tengo, todo lo que soy Señor. Que Tu Nombre sea entronado en mí, en nosotros, en esta Iglesia. Instala Tu bandera en el centro mismo de Congregación León de Judá. Instala Señor el símbolo de Tu Reino en nuestros corazones. Que no se vea León de Judá, se vea la cruz del cordero inmolado. Se vea la bandera del Reino de Dios, se vea el nombre de Jesucristo.

Ningún otro valor, ningún orgullo, ninguna reputación, solamente el nombre de Jesús, nada más Señor, Los valores de Tu Reino estableciéndose en esta Iglesia. Tenemos hambre y apetito de ver Tu agenda establecida Señor, por medio de esta comunidad. Que Tu Gloria sea vista y conocida en las naciones. Establece Tu propósito, aduéñate de nosotros Señor, te entregamos todo. Te entregamos todo, gracias Señor. Te adoramos, te bendecimos. Gracias Señor, alabado sea Tu Nombre.

Cosas nuevas

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Hoy es el día, este es el tiempo de las cosas nuevas. A cuántos les gustan las cosas nuevas? Cuando no nos alcanza para el carro nuevo a regañadientes nos compramos un auto usado y lo miramos por todos lados. Ya cuando estamos seguros nos llevamos el carro, pero justo se echó a perder la parte que no miramos. Las cosas nuevas traen sensaciones distintas al alma. Algunos que llegamos a este país a experimentar lo nuevo de vivir en otra cultura, algunos tuvimos que usar pantalones usados que nos regalaban. A cuántos les tocó vivir eso? No diga amén para que no se avergüence.

Cuántos tuvieron que usar esa camisa que usó cuántos años el vecino, y se la regaló a usted porque en invierno lo vio con una camiseta manga corta, y le dijo, tu no puedes andar así aquí. Pero cuando pudimos tener nuestro primer pantalón nuevo, pudimos comprar nuestra primera camisa, no importa si ha sido en Kmart o en alguna parte de esas o en Target, o en algún Dollar Store, también venden ropa ahí. Salvation Army, también a veces llegan cosas nuevas.

Que sensación distinta haber usado algo nuevo. Siempre le agradecemos al Señor por las experiencias que nos hace vivir. Pero hoy día quiero llevarlo por este concepto de cosas nuevas. Vivimos en un mundo donde lo nuevo tiene relevancia. Nadie le vende un auto usado en la televisión, todos procuran que usted compre un auto nuevo. Todas las cosas que son nuevas a uno lo hacen vivir mejores experiencias. De alguna manera no nos quejamos por tener algo nuevo, aún cuando no lo sabemos usar. Hoy día fue que sale el iphone 5, hoy día? Ayer, estos días salió. Es nuevo, pásenmelo a mí, seguirá nuevo el resto de su vida. No lo usaría para nada, no tengo idea cómo encenderlo. Es nuevo.

Interesante que aún en las cosas nuevas de la vida en Cristo, debemos abrir este manual y leer este manual todos los días para saber cómo usar las cosas nuevas que el Señor nos da. Gracias Señor por la llenura del Espíritu Santo y creemos que eso fue todo, y al otro día estaríamos caminando en el tercer cielo.

Es más, como Pablo creo que llegó al tercer cielo, llego Pablo, hasta el cuarto, nos animaríamos a llegar nosotros. Nos conformamos con la experiencia emocional y no nos ponemos a leer el manual de instrucciones para sacarle provecho a eso nuevo.

Usted tiene su ipad? Cuántos tienen su ipad? Yo quiero decirles que los que tengan ipad los felicito, si lo saben usar. Yo cada día veo a mi hijo y lo abrazo y le digo, gracias por enseñarme. Tiene dos años mi hijo. Maneja el ipad de mi esposa de una manera sorprendente. Bueno, dicen que está diseñado para los niños, para que los niños entiendan. Debe ser por eso que aún el Señor dijo, tiene que ser como niño para que tengas un ipad.

No se olvide hoy día el Señor tiene cosas nuevas. Isaías capítulo 42, versículo 9, quiero que tenga en su mente este versículo. Isaías capítulo 43 versículo 19 e Isaías capítulo 48 versículo 6. Tres expresiones, tres palabras que salen en cada uno de estos versículos que hacen interesante este concepto de cosas nuevas. Isaías capítulo 42, versículo 9 dice así, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Aquí no está el que escribió el otro día por internet y dice, Pastor, por qué usted lo dice todo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo? Ese fue un comentario sobre un sermón que yo di.

“…He aquí se cumplieron las cosas primeras y yo anuncio cosas nuevas antes que salgan a la luz. Yo os las haré notorias…”

Guau! Versículo 19 del capítulo 43:

“…Yo anuncio, he aquí yo hago cosa nueva pronto saldrá a luz. No la conoceréis otra vez, abriré caminos en el desierto, si alguien está pasando por el desierto hoy día es el día que el Señor va a hacer cosa nueva, y ríos en la soledad… − alguien se siente solo? Alguien se ha sentido aislado? Hoy día subirán ríos que traerán acompañamiento, que traerán compañerismo – dice el versículo 20, … las fieras del campo me honrarán, los chacales y los pollos del avestruz porque daré aguas en el desierto, ríos en la soledad, para que beba mí pueblo, mi escogido…”

Cuántos son escogidos del Señor? Yo te escogí dice Jeremías, el profeta dice, cuando el Señor habla dice, yo te escogí, yo te puse por nombre mío eres tu.

Así que usted no es cualquier cosa, usted es el pueblo escogido del Señor. De hecho, usted ya no se llama ni Norma, ni Juanita, ni María, ni Pedro, ni Juan, se llama mío y mía, esos son los nombres. El Señor te hizo de él. Eres de su propiedad. Él pagó el precio en la cruz del calvario. Sabes para qué? Para darte cosas nuevas, para que en medio del desierto comiences a florecer, para que en medio de un tiempo de sequía comiences a dar fruto agradable, para que en medio de la tristeza el gozo del Señor sea tu fortaleza.

Capítulo 48, versículo 6:

“…Lo oíste y lo viste todo y no lo anunciaréis vosotros. Ahora pues, te he hecho oír cosas nuevas y ocultas que tu no sabías…”

Está preparado para recibir cosas nuevas? En un tiempo donde necesitamos la frescura del Espíritu Santo, necesitamos entender que cada día el Señor trae un nuevo afán a nuestra vida. Yo no entiendo cómo la iglesia del Señor o algunos que se denominan ser la iglesia del Señor, pueden tener conceptos de el día lunes no me gusta. A cuántos les gusta el día lunes? Guau! Esta es una iglesia maravillosa.

Si el día lunes me levanto con un ánimo tremendo. A las 5 de la mañana tengo que estar levantadito. A cuántos les gusta el viernes? Y los más espirituales qué día les gusta? El domingo. Es necesario que experimentemos la renovación constante y diaria del Espíritu Santo en nuestra vida. El Señor está provocando en nosotros cada día que busquemos lo nuevo que cada día trae para nosotros.

Dice el Evangelio no nos preocupemos, no nos afanemos por el día de mañana, cada día trae su propia novedad, su propio afán, aún para los hijos del Señor, ningún día es igual, ningún día se parece. Todos los días son distintos y todos los días son mejores, porque tu acercamiento con el Señor cada día es más profundo.

Necesitamos una iglesia que muestre la novedad del Señor diariamente en nuestra vida. Si ayer dijiste 10 palabras feas, hoy día tenías que haber dicho 9 por obligación. Y mañana serán 8. Si pensaste mal ayer 10 veces, hoy día pensaste mal 9 nomás. Es más, ya no deberías pensar mal.

Necesitamos una iglesia que se levante a exponerle al mundo que nuestro Dios no es un Dios de rutinas, que nuestro Señor no es un Dios de casualidades, que nuestro Señor no es un Dios de repeticiones banales, sino que es un Dios que creativo. Me encanta leer el relato de la creación, Dios es un Dios creativo, cada día hizo algo nuevo, cada día.

Y cada día que pasaba la creación anterior se complementaba con la nueva creación del día siguiente. Yo no sé si a usted le interesan las cosas nuevas del Señor, o usted está sumergido en una posición religiosa. Usted está aquí porque no quiere estar en una parroquia. O está aquí porque no quiere estar en el salón del reino. Está aquí porque no quiere estar en la iglesia de los mormones, aquí le cae mejor todo. Todos cantan bonito, tocan bonito. Hay cámaras de televisión.

En una de esas el camarógrafo lo enfoca y sale al mundo y se hace famoso con esa imagen. Yo no sé cuál es lo que motivo su corazón en esto, pero hoy día es tiempo de que entendamos que el único que puede hacerse notar a través de nosotros es el Señor a través del Espíritu Santo, en nuestra vida, para que todos los días proyectemos cosas nuevas que él ha preparado para nosotros.

Hoy día el Señor te está diciendo, sal de tu rutina, sal de tu aburrimiento, sal de tu religiosidad, yo tengo cosas nuevas, te las anuncio ahora, las vas a ver, las vas a vivir, las vas a experimentar, hoy día te las digo, para que no digas que lo hizo el de las cartas de la esquina.

Cuando usted lee los relatos de estos tres capítulos que yo le di, hay algo en común además de esta cosa de que él nos anuncia cosas nuevas, nos hace cosas nuevas, y también nos motiva a oír que él nos ha dicho que hará cosas nuevas. Sabe qué es lo común en estos relatos? Que él dice, para que no le vayas a contar a nadie ni a decir a tus hijos que lo hicieron los dioses de esos otros, porque mi gloria no la comparto con nadie. Dios no hace adivinanzas, Dios te dice, yo te lo voy a dar, créelo y lo verás.

Dice que la fe viene por el oír, y el oír la palabra de Dios. Así que escuchemos las cosas nuevas que el Señor ha preparado para nosotros. En Ezequiel capítulo 36, versículos 26 y 27, dice:

“… Os daré – cuántos tienen corazones nuevos? No, no hay mucho amén. − … Os daré corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros…”

Ha experimentado eso en su vida? Fíjense, vamos a Segunda de Corintios 5:17,

“…De modo que si alguno está en Cristo – qué es lo que es? Cuántos el Señor los hizo nuevos? A cuántos el Señor los hizo nuevas criaturas? A cuántos de nosotros ya las cosas viejas ya pasaron definitivamente? − ….os daré corazón nuevo y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne… − versículo 27 − … cuando nosotros comencemos a vivir con un corazón nuevo y un espíritu nuevo y pondré dentro de vosotros…− qué? Está convencido de eso usted? Cuántos tienen al espíritu del Señor dentro de su vida? Cuántos tienen al espíritu del Señor en su vida? − … y haré que andéis en mis estatutos y guardéis mis preceptos y los pongáis por obra…”

Así que ya no puede existir un cristiano con síntomas de derrota. No puede existir un cristiano con síntomas de ser un perdedor, con síntomas de quejas, no puede haber un hijo del Señor que haya experimentado cosas nuevas y que tenga el espíritu del Señor en su vida, y experimentar cosas que no son del Señor. El desafío de hoy día es que cada uno de nosotros podamos entender de que cada día las misericordias del Señor son nuevas en nosotros.

Cada día el Señor quiere que entendamos que su poder actúa para cosas nuevas en nosotros. Estás luchando con algo? Cree, cree, el Señor te ha dicho, haré cosas nuevas, yo ya te las anuncié, te dejé que las escucharas, ya has visto las cosas primeras que yo hice, no voy a poder hacer las otras?

Todo aquel que está dispuesto a vivir experiencias de cosas nuevas debe estar vestido del nuevo hombre. En Efesios capítulo 4, versículo 24, que debemos ser un hombre vestido de nuevo, creados según Dios, dice que debemos despojarnos, desnudarnos del viejo hombre…

Cuántos se quieren deshacer del viejo? Del viejo hombre. De la vieja mujer. No, esa parte del viejo hombre habla de universalismo para que nadie se ofenda. Debemos ser vestidos del nuevo hombre, debemos estar revestidos de Cristo, sacando de nosotros toda actitud, todo hábito pecaminoso que ofenda el plan renovador, el plan de nueva vida que Dios tiene para con nosotros. Debemos vestirnos de Cristo. El vestirnos de Cristo me lleva a pensar en el fruto del espíritu.

En Gálatas, capítulo 5, versículo 22:

“…Más el fruto del espíritu es amor…”

Nadie que no tenga a Cristo puede amar, nadie que no esté vestido de Cristo puede amar. Dice,

“…Más el fruto del espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza…”

Nadie que no esté vestido del nuevo hombre puede practicar esas cosas. Es el desafío de una iglesia que cada día muestre a un Dios creador. Es no solo tenerlo de concepto, tenemos el logos en nuestra cabeza, la palabra en nuestra cabeza, debemos hacer la vida, que sea un lema constante, que fluya a través de nosotros, cuando abras tu boca que salga palabra de vida.

Dice la palabra del Señor que impondrán las manos sobre los enfermos y sanarán. No sé qué pasa últimamente muchos terminan más enfermos todavía. Qué cosas nuevas estamos entregando. Yo me imagino a Pedro, la sombra de Pedro no podía hacer nada, pero como Pedro estaba vestido del Cristo, de la gloria, cuando su sombra pasaba en las calles, dice que había señales, había sanidades, había milagros.

Sabe, una iglesia que predica y pregona cosas nuevas está hablando de un Dios vivo, de un Dios real que no hay nada imposible para él, que él todo lo puede, el que creó los cielos y la tierra, el que creó la naturaleza, no me importa lo que diga la ciencia, no me importa si algunos creen que vienen del mono, yo no. aunque a veces me levanto con una cara que a veces dudo.

Cada día podemos gozarnos en la novedad del Señor. Mañana tienes un desafío, preguntarle al Señor qué es lo nuevo que él tiene para ti. Mañana tienes un desafío, aún cuando salgas de aquí, le dices al Señor, qué es lo nuevo que vas a traer para mí? Tienes a Cristo en tu vida? Si has nacido de nuevo, si has entregado tu corazón a Jesús entonces debes experimentar la novedad del Señor. Todos los días. Este Dios que nosotros tenemos es inagotable.

Siempre peleo con este concepto, a nosotros nos enseñaron el concepto de Dios, en esta área del mundo, este concepto de Dios tiene que ver con el concepto griego, ese Dios casi místico, ese Dios casi muy lejano. Debemos entender que el Dios que nosotros conocemos, del que nosotros hablamos, del que realmente hace las cosas nuevas, es el creador, el todopoderoso, el soberano, el Señor, el que creó hasta el que pensó en el Dios griego. Al que escribió del Dios griego, el Dios de nosotros lo creó.

Qué cosas nuevas está experimentando? En este momento me viene a la memoria un texto bíblico que dice, cosas que ojo no vio, que ni oído oyó, ni en subido a corazón de hombre, son las que Dios ha preparado, ya las preparó para lo que le aman.

Así que no se preocupe por lo que no haya visto. Después de la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Apocalipsis capítulo 21, versículo 5:

“… Y el que estaba sentado en el trono dijo, he aquí yo hago nuevas todas las cosas y me dijo, escribe porque estas palabras son fieles y verdaderas… − versículo 6 − ….y me dijo, hecho está...”

Ya está. Lo crees? Lo crees? Lo cree usted? Ya está. Levante su mano y dígale, Señor, dame lo que preparaste porque hecho está. Vamos a ponernos de pie.

Vamos a darle un aplauso al Señor. Denle un aplauso fuerte al Señor. Y vamos a cerrar nuestros ojos porque ya el Señor ha sembrado en nosotros la semilla de lo nuevo. Ponlo ahí en el altar, ponlo ahí en el trono, dile, Señor, gracias. Señor Dios todopoderoso, honramos y declaramos que tu eres Dios, que no hay nada que se compare a ti. Tu eres el dador de la vida, el que creador de todas las cosas, tu eres el que hace nuevas cada mañanas tus misericordias. Tu eres el que nos da nuevas oportunidades.

Señor, aquí hay un pueblo que está sediento de cosas nuevas. Aquí hay un pueblo, Señor, que está sediento de la experiencia de tu espíritu cada día, Señor. Señor, imparte una unción nueva cada día sobre cada uno de mis hermanos. Señor, que tu unjas su vida para hablar, para declarar, para desatar, para decretar que vivamos como una iglesia, Señor, que experimenta el afán tuyo cada día, Señor, con alegría, con gozo, con esperanza.

Y que cada uno de mis hermanos, Señor, pueda ver aún en sus anhelos más profundos que lo nuevo que has preparado para ellos ya lo has hecho, ya lo has hecho, Señor, en el nombre de Jesús. Amén.

Un minutito más, les voy a pedir un minuto más. Yo entiendo muy claro que Dios ha hablado bien directo a nuestras vidas hoy, al menos a mí ha venido una palabra muy directa. Y Señor, mi oración es que no tomemos esta palabra en una forma muy ligera, Señor, sino que podamos meditar profundamente en lo que tu nos acabas de decir, Señor.

Las implicaciones de esta palabra, tu lo has hecho ya. Es una realidad, así que ya basta de estar viviendo en la perspectiva de lo poco, la perspectiva de lo mediocre, abre tus ojos a lo que ya Dios ha hecho. Escucha bien, no más quejas, no más excusas, muévete a esa dimensión donde ya todo está hecho. Abre tu oído a lo que yo he dicho ya. Siembra en tu corazón la realidad de aquellas cosas que ya yo he hecho para ti, para los tuyos. Persíguelas. Persíguelas y las encontrarás, día tras día, un vislumbre nuevo para ti, para que tu puedas disfrutar de esas cosas bellas, preciosas, abundantes que yo he hecho para ti, te dice el Señor, nos dice el Señor.

Gracias Jesús, de lo más profundo de nuestro ser, gracias por esta palabra, Señor, una palabra rema a su tiempo, Señor, sazonada como solamente tu lo puedes hacer. Así que, Señor nos vamos de aquí ahora, de este lugar, con la convicción de que esas cosas nuevas tu las tienes hechas ya, es cuestión de nosotros ya adentrarnos a eso. Ayúdanos a despojarnos de ese viejo hombre y dái tras día vestirnos de ese nuevo hombre, esa nueva mujer que tu tienes ya, que tu has declarado ya para con nosotros.

Llévanos con bien, Señor, hacia nuestros hogares, que aún en nuestro descanso de la noche esta palabra pueda seguir haciendo eco en nuestra mente, en nuestro espíritu, en nuestro corazón, y que en el día de mañana, Señor si así tu lo permites, cuando comience un nuevo día, que comience una nueva manera de ver la vida, Señor, la vida que tu ya nos has dado, en el nombre de Jesús. Amén, Señor, amén, amén, hermanos y hermanas que el Señor les bendiga, el Señor les guarde.

Sermón clásico 6011: Cubiertos por su justicia

Vamos al Salmo 103, hermanos, versículo 6. Ustedes recordarán que estamos analizando y estudiando este salmo 103 que siento claramente que el Señor nos ha dado para nuestro enriquecimiento, para nuestra edificación. Hoy yo espero concluir el estudio de este Salmo 103 con el versículo 6. Y vamos a comenzar con el versículo 1 y llegar hasta el versículo 6.

Dice la palabra del Señor: 'Bendice alma mía a Jehová y bendiga todo mi ser su Santo nombre. Bendice alma mía a Jehová y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus inequidades, el que sana todas tus dolencias, el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericordias. El que sacia de bien tu boca, de modo que te rejuvenezcas como el águila. Jehová es el que hace justicia y a todos los que padecen violencia’.

Vamos ha dejarlo ahí un momento en ese versículo 6 dice, ’Jehová es el que hace justicia y derecho a todos los que padecen violencia’. Oremos.

Padre venimos delante de ti en el nombre que es sobre todo nombre, que es el nombre de Jesús creyendo Señor que tú tienes un propósito en nuestras vidas; que tú vas a hablarnos Señor a través de este versículo; tú vas a ministrarnos, Señor. Creemos que ahora mismo ya te estás preparando en nuestros corazones y nuestras mentes para trabajar y tratar con nosotros.

Señor, si alguien ha llegado necesitando el consuelo que trae tu palabra, pedimos que esta palabra tuya caiga como una semilla profunda en nuestros corazones. Haz tu obra, Padre, en nuestras vidas y confirma el propósito que tú tienes a través de tu palabra. Qué así sea, Padre. Lo pedimos en nombre de Jesús, Amén.

Dice la palabra del Señor que, ‘Jehová es el que hace justicia y derecho a todos lo que padecen violencia’. Y yo pensaba el versículo anterior dice que, ‘Jehová es el que sacia de bien nuestra boca de modo que nos rejuvenezcamos como el águila’ y con esta serie de declaraciones, el salmista David está declarando todos los atributos de todas las obras positivas de Dios en nuestra vida.

El domingo anterior tocamos el tema de la renovación del creyente. El salmista David nos decía que en un mundo donde hay decadencia gradual de todas las cosas, en un mundo en donde todas las cosas comienzan nuevas y buenas y brillantes y poco a poco van perdiendo su fuerza y su belleza, Dios hace posible la renovación de sus hijos. Dios hace posible su rejuvenecimiento, su crecimiento a pesar del decaimiento natural de las cosas materiales.

El hijo de Dios el creyente se renueva de día en día aunque su cuerpo se desgaste, aunque su mente no sea tan ágil y tan rápida como lo era en los días de la juventud; dice la palabra de Dios, ‘que el espíritu del creyente se va haciendo más y más fuerte cada día.’

O sea que en ese reconocimiento, en esa promesa de rejuvenecimiento y renovación preside nuestra esperanza y nuestro gozo. Como creyentes podemos estar confiados, podemos estar seguros. Ya la vejez no tiene esos terrores que tiene para el que no cree en el Señor, que no tiene el consuelo de la palabra de Dios.

Pues sabemos de donde venimos, hacia donde vamos, tenemos una convicción espiritual en nosotros de lo que verdaderamente importa acerca de la vida; no vivimos en la vanidad de las apariencias físicas y de las cosas vanas del mundo. Podemos ya entrando y en cualquier edad de nuestra vida podemos encontrar gozo, podemos encontrar significado. En la juventud nos gozamos en la belleza y en la agilidad del cuerpo, en la vejez nos gozamos en la renovación del ser interior.

Como decía Pablo aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior se va renovando de día en día. Eso implica que tenemos que comenzar a sembrar temprano tenemos que comenzar a trabajar desde la juventud, tenemos que comenzar a trabajar en los días de la madurez –de la edad media- si acaso estamos en esa edad y hemos entrado en los caminos del Señor entonces.

Pero tenemos que comenzar a sembrar e invertir desde temprano para que esos años de la vejez sean años de gozo, sean años de felicidad en vez de años de decaimiento y de depresión y de tristeza y de sin sabores. como dice el escritor de Eclesiastés: ‘acordémonos de nuestro creador los días buenos de nuestra juventud antes de que vengan los días malos y los años de los cuales digamos “no tengo en ellos contentamiento”.

El cristiano comienza a invertir para que esa promesa de rejuvenecernos como el águila se haga una realidad cuando llegue el momento de la necesidad. Ahora bien, aquí David entra en otra dimensión y dice: ‘Jehová es el que hace justicia y derecho a todos a los que padecen violencia’. David declara aquí en una manera muy enfática que no permite que la injusticia prevalezca en el universo que Él ha creado.

Yo pongo aquí el énfasis en la palabra prevalecer porque injusticia hay en el mundo sin duda alguna pero lo que David dice que ‘en último caso y en última instancia la justicia de Dios se hace sentir y se establece en una forma definitiva sobre toda la injusticia que hay en el mundo.

Dios hace justicia y derecho a todos y es una palabra muy completa, muy contundente: a todos los que padecen violencia, a todos los que padecen opresión a todos los que padecen injusticia por implicación, Dios hace justicia en todo momento.

Yo digo que eso es una declaración atrevida, es una declaración radical y es una declaración que nos sorprende, como que de momento nos pone a pensar porque cuando uno observa el mundo en que nosotros vivimos parecería todo lo contrario el mundo está lleno aparentemente de justicia y para el observador canal para el hombre y la mujer que están mirando el mundo solamente con los ojos analíticos de la mente racional verdaderamente parecería como que es todo lo contrario, el mundo está invadido por injusticias, el mundo está penetrado por la maldad y la injusticia de los hombres contra los hombres.

Mire cómo lo pone Salomón en un momento de pesimismo, podríamos decir en el análisis de este hombre que ha visto tantas cosas debajo del sol, él lo pone en una forma desnuda así. Dice en el capítulo 3 versículo 16: ’vi más debajo del sol, en lugar del juicio allí vi impiedad, y en lugar de la justicia allí iniquidad’. En el capítulo 4 dice. “me volví y allí vi todas las violencias que se hacen debajo del sol y he aquí las lágrimas de los oprimidos sin tener quien los consuele y la fuerza estaba en las manos de sus opresores y para ellos no había consolador.”

Y mire hasta donde llega ese momento de pesadez y de pesimismo de Salomón: “Y alabé a los muertos o sea a los finados, los que ya murieron, más que a los vivientes, los que viven todavía y tuve por más feliz que unos y otros al que ha sido aún que no ha visto las malas obras que debajo del sol se hacen. He visto así mismo que todo trabajo y toda excelencia de obras despierta la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu”.

En realidad cuando uno mira al mundo con los ojos desnudos que no entiende lo que es el misterio de la justicia de Dios eso es lo que uno ve: la opresión, los oprimidos que no tienen tiene consuele, la fuerza que está en las manos de los opresores y que no hay consolación para los oprimidos. Y sin embargo aquí, David, tiene el atrevimiento de decir que no que: ‘Jehová hace justicia y derecho a todos los que padecen violencia’.

Y aquí la palabra entra en un diálogo consigo misma. ¿Cuál de los dos hemos de creer? Yo creo que los dos tienen razón a un sentido material, político, histórico, social de la sangre, la carne ciertamente. Hay injusticia en el mundo y el mundo es un lugar de gran injusticia.

Pero por otra parte cuando miramos la historia a la luz de los propósitos de Dios y del mover de Dios en el mundo, podemos tener una perspectiva muy diferente y ver que en todo momento, la justicia de Dios se está haciendo valer y se está imponiendo sobre este mundo de injusticias.

Aquí se dice lo contrario: Dios hace justicia siempre y a todos los que sufren injusticias y en verdad, yo diría, hermanos, esto es buenas nuevas. Esto es el evangelio, estas son las buenas noticias para todos aquellos que creemos en un Dios justo.

Esta declaración debe llenarnos a todos nosotros de gozo y de esperanza. Aquí David está diciendo, ‘el mundo no es caótico, el mundo no es incoherente, el mundo no es una maquinaria que Dios cogió, le dio cuerda y entonces la lanzó a flotar por el espacio y se olvidó de ella como cree la filosofía teísta.

El mundo tiene diseño, tiene coherencia, tiene propósito y la justicia de Dios se hace sentir en la historia porque hay un Dios y sabio y coherente que gobierna sobre el mundo. Y eso, yo digo hermanos, que es buenas nuevas para nosotros. Eso debe llenarnos de gozo y de esperanza. Esto radica en el carácter justo de Dios. El hecho de que Dios es radicalmente justo, nuestro Dios, su carácter no admite la injusticia.

Por lo tanto, en todo momento, esa justicia de Dios se va a hacer valer porque Dios no va a permitir que en mundo que Él ha creado a pesar de que es un mundo caído, la injusticia prevalezca.

Yo les citaba en el contexto de la renovación del hijo de Dios, el salmo 92 y se los voy a recordar otra vez dice: el justo –es decir el creyente, el hijo de Dios- florecerá como la palmera, crecerá como cerro en el Líbano, plantados en la casa de Jehová, en los atrios de nuestro Dios florecerán, aún en la vejez fructificarán. Estarán vigorosos y verdes para anunciar… ¿qué? ¿Por qué se renovará el justo? ¿Por qué tendrá belleza aún en los años de la vejez? ¿Por qué hay esperanza para el anciano? ¿Por qué hay fortalecimiento para el hijo de Dios? Porque el universo está gobernado por un Dios gusto y la persona temerosa de Dios, la persona que busca de Dios al final será bendecida.

Dice, ‘aún en la vejez fructificarán, estarán vigorosos y verdes para anunciar’. Es decir para proclamar que Jehová –mi fortaleza- es recto y que en Él no hay injusticias. Es una declaración del carácter absolutamente recto de Dios. Y eso, hermanos, es la garantía de un universo justo, también.

Job en el Capítulo 36 versículo 5 al 7 dice: ‘He aquí que Dios es grande pero no desestima a nadie. Es poderoso en fuerza de sabiduría’. Dice: ‘No otorgará vida al impío, ¿ven? Es el carácter de Dios: ‘no otorgará vida al impío pero a los afligidos dará su derecho. No apartará de los justos sus ojos. Ante bien, con los reyes, los pondrá en trono para siempre y serán exaltados’. Es el carácter de Dios, es la promesa de que tenemos un Dios que su carácter no admite la injusticia.

33:5 ‘Él ama –hablando de Dios– justicia y juicio. De la misericordia de Jehová está llena la tierra.’

Entonces, hermanos, ese es el fundamento de cualquier confianza que nosotros tenemos de que este mundo, en última instancia es un mundo justo a pesar de que es un mundo caído porque el Dios que lo gobierna y el Dios que afirma su señoría y su gobierno sobre este universo, es Dios y es un Dios justo, un Dios misericordioso, un Dios clemente, un Dios que no tolera la injusticia.

Y por implicación el justo que es el hijo de Dios, que ha sido hecho justo por la sangre de Jesucristo, porque nosotros en nosotros no tenemos justicia pero en Cristo Jesús somos justos. El hijo de Dios se mueve en una cobertura de justicia que lo gobierna todo.

Yo estoy aquí, hermanos, montando mi argumento porque eso tiene unas implicaciones muy grandes para nuestras vidas y entonces tenemos un Dios justo, radicalmente justo, tenemos un Dios que se asegura que el universo en el cual nos movemos, es un universo justo y por lo tanto, nosotros los hijos de Dios tenemos derecho a creer que nos movemos bajo una cobertura, una nube de justicia que nos cubre y nos dirige en todo momento.

Salmo 32, versículo 10 y 11: ‘Muchos dolores habrá para el impío, más al que espera en Jehová le rodea la misericordia’.

¿Usted ve? La persona impía, la persona injusta va a tener muchos dolores de cabeza muchos tropezones, muchos padecimientos. La ira del Señor va a estar persiguiendo esa persona. Ahora el que espera en Jehová le rodea la misericordia, hay como una luz un spotlight que donde quiera que el justo camina, la justicia de Dios, la misericordia de Dios le sigue.

Por eso David concluye en el versículo 11: “Alegraos en Jehová y gozaos justos y cantad con jubilo todos vosotros los rectos de corazón porque a ustedes les es asignado moverse bajo la misericordia, la provisión, la bendición de Dios. Mientras que el injusto y el impío les está asignado padecimiento y dolor y sufrimiento a través de toda su vida”.

‘Tarde o temprano -dice la palabra de Dios- la justicia del Señor se hace valer en la vida de aquellos que temen al Señor”.

Hermanos, eso es un consuelo para nosotros y ese es el fundamento de nuestra esperanza y de nuestro gozo y eso debe tener una implicación muy profunda para cada uno de nosotros.

Ese pensamiento y ese reconocimiento debe gobernar nuestra vida 24 horas al día. Esas verdades: un Dios justo, un Dios que no tolera la injusticia, un Dios que vela por los que le temen y que se asegura que el resultado final de su vida y el resultado neto de su existencia sea positivo para que él pueda ser declarado justo también en su trato con ellos. Eso tiene unas implicaciones en nuestra conducta, en nuestros pensamientos, nuestras actitudes que yo quiero examinar en una forma detallada en este día.

¿Cuáles son las consecuencias de ese hecho? Hasta aquí estamos predicando digamos teología, estamos predicando teoría teológica.

Ahora ¿qué implicaciones tiene eso para nuestro diario caminar? ¿Cómo afecta eso en nuestra vida? Vamos a ver.

Yo creo que hay ciertas consecuencias que yo quiero señalarles a ustedes. Número 1 si nosotros creemos en esas cosas. Si como dice David, Dios hace justicia y derecho a todos los que padecen violencia. Entonces para mí una de las primeras consecuencias es que nosotros debemos vivir confiados y en paz. Sabiendo que nuestro Padre celestial y vela por nuestros intereses. El cristiano debe distinguirse por una actitud de confianza, de gozo en todas sus acciones y en su caminar aquí en la tierra porque él está seguro de que los frutos de su justicia lo seguirán todos los días de su vida.

La buena voluntad del Señor, como dice el Salmo 23: ‘Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida’ y quien que cree eso y espere eso puede permanecer demasiado tiempo en una actitud cínica o descreída o escéptica. Al contrario, el creyente al saber que su Dios gobierna debe moverse, entonces, en una actitud apacible, gozosa, optimista. No cínica, ni desconfiada, no amarga ni escéptica. Eso es fruto del espíritu del cual habla Gálatas 5:22 de la bondad, la benignidad, la paciencia, el amor.

Yo creo que vienen como consecuencia de uno saber que uno está bajo la bendición de su Dios. Es como el niño que se cría saludable en el seno de su hogar porque se cría con afirmación, con el amor de sus padres, con las declaraciones positivas, el estímulo de su padre, de su madre. Este niño, esa niña crece bajo una atmósfera de confianza va a ser probablemente una persona apacible y agradable que vive la vida en confianza.

Y así debemos ser nosotros. En la vida cristiana no hay lugar para un cristiano cuya postura es una postura amarga y como estéril y negativa. Porque cuando uno está penetrado por esa conciencia del Dios justo que gobierna nuestra vida y que asegura una vida netamente positiva, yo creo que eso debe disipar la amargura, debe disipar el cinismo.

Yo creo que un cristiano no puede permanecer demasiado tiempo en una postura cínica. El cristiano sabe que la cobertura de Dios está sobre él cuando se mueve dentro la voluntad del Señor. Yo creo que eso es lo que implica Juan cuando dice: “el perfecto amor, echa fuera el temor.” Cuando estamos consientes del perfecto amor de Dios y nuestro amor ha sido perfeccionado para con Dios, eso echa fuera ese temor, esa sequedad que hay en nuestras vidas.

Eso nos permite reír con soltura, eso nos permite caminar la vida –con problemas ciertos, con dificultades sí– pero también sabiendo que Dios vela por nosotros y que Dios está en control en última instancia de nuestra vida. Ese hecho una vida de confianza, una vida de paz.

En segundo lugar hay algo también interesante y yo creo que al yo saber que Dios es justo y que su justicia se va a hacer valer, eso me invita a mí a no envidiar al que prospera por medio de una conducta injusta. Eso me hace a mí pensar que a la persona que yo veo por allí prosperando y creciendo y haciendo grandes cosas y haciéndose de dinero basado en el robo o en opresión de los demás en las ganancias deshonestas.

Eso me invita a mí a no imitar a esa persona. Ni envidiarlo, ni imitarlo porque tarde o temprano, yo se que en público o en secreto, ahora o después, esa persona va a recibir su justo merecido.

Dice la Biblia que hay hombre de sus obras salen a la luz mientras están vivos otros después cuando venga el juicio de Dios sobre ello. Hay personas que sus obras –desgraciadamente injustas– salen a la luz después que mueren y a veces se manifiestan en sus hijos y en sus familiares porque las estructuras que ellos establecieron cuando en vida, después les deforman y tuercen a sus hijos.

Pero de alguna manera la injusticia del ser humano sale a la luz y eso debe hacer que nosotros; ese reconocimiento debe hacer que yo nunca me sienta tentado a envidiar, ni mucho menos a imitar a alguien que practica la injusticia.

Miren lo que dice el Salmo 37 que es un salmo dedicado precisamente a esa meditación del disgusto y cual debe ser la conducta del hijo de Dios. El Salmo 37, el versículo 1 y 2: “No te impacientes a causa de los malignos, ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.” Ahí está claramente: ni te impacientes, ni tengas envidia porque ‘como hierba serán pronto cortados. Y como la hierba verde se secarán.’

En el versículo 8 la segunda parte dice: “no te excites en manera alguna a hacer lo malo, porque los malignos serán destruidos pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra. Pues de aquí a poco no exista el malo. Observará su lugar y no estará allí. Pero los mansos heredarán la tierra y se recrearán con abundancia de paz.”

No te metas en el error de porque tú vez a alguien prosperando a corto plazo, creer que ya tú debes imitar. ¿Cuántas personas yo he oído se meten a vender droga o hacer esas cosas porque ven esas grandes mansiones que tienen los que venden las drogas? ¿O cuantas personas ven a personas ricas que han prosperado vendiendo productos indebidos o cosas que sirven para el daño de la humanidad y dicen “bueno como aquel lo hizo, mira como prospera?

Y si aquel político, mira lo hipócrita que es y esto y lo otro. Yo he oído el argumento de personas que roban y hacen crímenes decir: ’Bueno, mira es que los policías, total ellos cogen dinero de soborno y los jueces esto y lo otro.’ Y entonces ellos son incitados a hacer el mal. Pero no se dan cuenta que detrás de esas cosas el juicio de Dios está pesando sobre esas personas.

Hace muchos años –yo recuerdo en una experiencia que me impresionó mucho– una amiga mía un domingo, estábamos almorzando juntos y me dice: ‘Después de este almuerzo, yo voy a visitar a la hija de un dictador- muy conocido en Centroamérica- ‘y ¿sabes a dónde la voy a visitar? La voy a visitar a un sanatorio.’ Porque esta joven, que era amiga de ella de hecho, estaba padeciendo durante años y años por una depresión terrible, un sentido de culpabilidad por las injusticias que su padre había cometido. Uno de los indicadores más sanguinarios que ha conocido Centroamérica.

Hola, te habla el Pastor Roberto Miranda y quiero darte las gracias por ser parte de nuestro programa “Un cita con Cristo” y quiero bendecirte con las palabras y la promesa de Cristo Jesús. Él ha dicho: ‘He aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo’.

Recuerda eso, donde quiera que tú estás. Si eres un hijo de Dios, Cristo va contigo y si Cristo está en tu vida, todo tiene solución y siempre hay esperanza. Dios te bendiga y hasta la próxima.

Yo pensaba después de esa conversación: el que contempla esta familia con sus millones, millones de dólares y con sus limosinas y sus palacios y su dinero de sangre y todos sus lujos, podrían solamente ver esa imagen y creer: ‘Yo quisiera ser así’. Pero no saben detrás toda la tragedia y todos los sinsabores y todos los sufrimientos y toda la mala conciencia y las noches sin dormir y toda las cosas que están detrás de eso.

El juicio de Dios descansa sobre los que cometen impiedad y nosotros no debemos ser incitados a imitarlos y tampoco a admirarlos.

En tercer lugar no debemos amargarnos cuando contemplamos las injusticias del mundo, no debemos vivir con el afán… como yo veo a veces personas que viven amargadas por lo injusto que es la vida. Y ‘mira fulanito como está padeciendo’. Se obsesionan tanto con las injusticias del mundo que entonces ellos mismos se amargan también y adoptan una actitud negativa acerca de la vida.

Y a veces yo veo gente que aún en la iglesia del Señor tienen esa perspectiva negativa de la vida porque ya sean las injusticias que padecieron cuando niños o que han visto en el mundo. Como que siempre tienen esa perspectiva negativa de las cosas. Siempre están viendo el mal en los demás.

Están amargados por dentro por esa situación de opresión. O a veces esa pasión por la injusticia que ven los lleva a la violencia y a actitudes que son indebidas para un hijo de Dios.

Y de nuevo el Salmo 37 versículo siete al once habla de eso: ‘Guarda silencio ante Jehová y espera en Él.’

Salmo 37:7:’No te alteres y no afanes. No te alteres con motivo del que prospera en su camino por el hombre que hace maldades. Deja la ira y desecha el enojo. No te excites en manera alguna a hacer lo malo’.

Deja la ira, desecha el enojo, guarda silencio ante Jehová, espera en Él. Hay algo aquí también de esa postura, de que cuando vemos tanta injusticia en el mundo, en vez de nosotros querer como lanzarnos y acometer contra todo en una manera compulsiva y amargarnos y ponernos cínicos contra todas esas cosas, debemos también esperar en Dios.

Debemos estar tranquilos ante el Señor. Eso no quiere decir que vamos a ser pasivos pero sí quiere decir que la manera en que nosotros peleemos será una manera en que de lugar al fruto del espíritu en nuestras vidas.

No debemos amargarnos cuando contemplamos las injusticias del mundo.

En cuarto lugar, cuando la injusticia toca nuestra propia vida, cuando la injusticia nos afecta a nosotros personalmente. Y ¿quién de nosotros no se ha sentido en algún momento tocado por un acto injusto de alguien? ¿Quién de nosotros no se ha sentido violado por una traición de alguien? ¿Por una mentira que alguien dijo acerca de nosotros? ¿Por algo que nos fue quitado, que nosotros amábamos y que sabemos que nos ha sido quitado injustamente? ¿Quién no se ha sentido violentado por un acto donde alguien ha impuesto su fuerza y nos ha arrebatado algo en una manera injusta e indebida?

Hermanos, lo que la palabra del Señor nos llama cuando la injusticia toca nuestra vida y esto yo lo extraigo de de ese pasaje de que Dios es el que hace justicia y derecho a todos los que padecen violencia.

Yo creo que cuando la injusticia toca en mi vida, cuando la injusticia nos afecta personalmente, de nuevo tampoco debemos nosotros amargarnos ni revelarnos contra Dios, sino más bien yo diría adoptar una perspectiva a largo plazo. Y es muy importante esa idea, una perspectiva que confía en los principios invisibles y eternos que gobiernan el universo.

En vez de yo, inmediatamente, actuar como el caballo cuando se le mete la espuela y llenarme de amargura y llenarme de odio y llenarme de cinismo. Yo debo dar tiempo a que la justicia de Dios se cumpla. Porque muchas veces el látigo de Dios se toma tiempo o la justicia de Dios se toma su tiempo para llevarse a cabo y yo no estoy en control de todos los mecanismos que Dios usa.

Yo tengo que darle tiempo al tiempo y aún si yo no veo la justicia de Dios cumplirse yo tengo que confiar en que de alguna manera misteriosa esa justicia se ha hecho real en mi vida y en la vida de aquellos, también que me han ofendido y me han atacado.

De nuevo, miren, el Salmo 140. Estoy usando lo más posible los salmos. Porque David desarrolla su pensamiento en una manera muy coherente. Versículos del 9 al 13 ya aquí, David dice: ‘en cuanto a los que por todas partes me la maldad de sus propios labios cubrirán su cabeza. Caerán sobre ellos brasas serán echados en el fuego, en abismos profundos de donde no salgan’. Dice: “El hombre deslenguado no será firme en la tierra. El mal cazará al hombre injusto para derribarle’.

Fíjese las acciones mismas del injusto lo van a perseguir, lo van a alcanzar, van a establecer la justicia de Dios sobre esa persona. Versículo 12: ‘Yo sé que Jehová tomará a su cargo la causa del afligido y el derecho de los necesitados. Ciertamente los justos alabarán tu nombre, los rectos morarán en tu presencia’.

Y esa es la consolación que David recibe: ¡Oh, sí, me están persiguiendo! ¡Oh, sí! Me están mordiendo y me están comiendo mis carnes pero yo se que a la larga la justicia del Señor se hará manifiesta y que esas actitudes y esas obras malignas van a recaer sobre ellos en alguna manera. Y en eso yo encuentro consuelo y mientras tanto yo voy a afirmar y a declarar la justicia de Dios.

Yo sé que Jehová tomará a su cargo la causa del afligido y los derechos de los necesitados. A la larga Dios hará prevalecer su justicia en mi vida. Yo, entonces, me puedo permitir que cuando la justicia me toque a mi, yo me amargue y me llene y me deforme mentalmente. Y yo creo hermanos que esa es una fuente de salud mental, de higiene porque a la larga estamos hablando de eso.

¿Por qué la gente se deprime, por qué se amargan, por qué se tuercen en su carácter? Porque ha habido injusticias que la vida ha cometido, ya sea las circunstancias, ya sean nuestros padres en su ignorancia, ya sea alguien que nos traicionó. Ya sea lo que sea, entonces cogemos eso, lo metemos allí, nos obsesionamos con eso, pensamos en eso, nuestro panorama se convierte en un panorama sombrío donde esa injusticia se convierte por una planta que va creciendo dentro de nosotros y va echando sus raíces y las raíces se van extendiendo por nuestra mente, nuestros sentimientos y hasta nuestro cuerpo también y no pensamos en ningún momento en la perspectiva positiva de Dios.

En que Dios está cumpliendo su propósito y que la injusticia cometida contra nosotros encuentra su disolvente en la justicia mayor de Dios. Entonces lo que tenemos que hacer es por una obra de nuestra voluntad tornar la mirada hacia esos principios de justicia que gobiernan en el mundo y no dejarnos obsesionar por la injusticia que se nos ha cometido.

Yo lo que creo que eso hace, es que una persona pueda sobrevivir las crisis de la vida y seguir adelante y cuando viene el momento de una injusticia y sufrimiento y de dolor y cuando parece que las cosas no nos han ido como parece que debieran irnos, nosotros entonces remitimos al Señor la última palabra y adoptamos una actitud a largo plazo, no nos revelamos, no nos torcemos, no empezamos a pelear con las cosas sino que nos metemos dentro del dolor y dejamos que el dolor se meta dentro de nosotros y lo neutralizamos, lo disolvemos.

Esa postura positiva y de ahí yo creo que viene la salud mental, la paz. A veces son las personas que son endulzados a través de los sufrimientos de la vida a diferencia de aquellos que son amargados y son torcidos por los mismos sufrimientos. Porque la persona que triunfa y prospera sobre el mal es aquella que no pelea contra el mal en una forma compulsiva, neurótica, sino que adopta la perspectiva a largo plazo del Dios que gobierna el universo.

Tenemos que pensar en los propósitos benévolos de Dios a largo plazo. Entonces vemos eso, cuando la justicia toca nuestra vida, no nos amargamos, no nos revelamos, adoptamos una postura a largo plazo, donde Dios está cumpliendo sus propósitos.

En quinto lugar, cuando padecemos injusticia nosotros, debemos hacer lo posible nosotros, sí para defendernos.

Yo no estoy aquí hablando de una postura pacifista y mística donde usted simplemente deja que le hagan y deshagan y donde usted no toma acción contra el mal y usted no se defiende y usted no toma recursos que son legítimos para corregir la injusticia. No, yo no estoy diciendo eso. Yo creo que nosotros debemos luchar contra el mal y voy a hablar un poquito más sobre eso.

Pero hay algo más importante que yo creo que mientras nosotros adoptamos medidas para defendernos en una forma legítima, hay otra cosa que yo creo que tenemos que hacer y es encomendar nuestra causa al Señor.

Y si peleamos, peleemos sabiendo que en último caso, el resultado final depende del Señor y no de nosotros. Usted ve, usted lucha, usted pelea pero usted lo hace con una postura en donde usted sabe que el Señor tendrá que establecer su justicia al final de todo y que el Señor está peleando con usted y dentro de usted. Y que a la larga él es quien tiene que hacer prevalecer su principio final.

Yo creo que eso también es muy importante. Mire como dice Job, capítulo 5 versículo 8. Eso es lo que uno debe hacer primeramente cuando padece injusticia. Job 5:8: ‘Ciertamente yo buscaría a Dios y encomendaría a él mi causa el cual hace grandes e inescrutables cosas y maravillas sin número, que pone a los humildes en altura y a los enlutados levanta seguridad.’

‘Qué frustra los pensamientos de los astutos para que sus manos no hagan nada, que prende a los sabios en la astucia de ellos y frustra los designios de los perversos. Así libra de la espada al pobre de la boca de los impíos y de la mano violenta pues es esperanza al menesterosos y la inequidad cerrará su boca’.

Ve hermano, cuando usted luche, luche en una seguridad de que en último caso su causa tiene que estar encomendada al Señor. Y por eso, que yo creo que hay tanta gente que cuando luchan, lucha en una forma destructiva y auto destructivo porque no están peleando en el Señor. No están dejando que el aceite del Señor lubrique la maquinaria esa que está luchando y por eso a veces se desgastan y se tuercen y se queman y se tornan en personas de nuevo distorsionadas por la lucha.

Salmo 37 otra vez, versículo cinco: ‘Encomienda a Jehová tu camino y confía en él y él hará, exhibirá tu justicia como la luz y tu derecho como el mediodía’. Encomienda al Señor tu causa, encomienda al Señor tu indignación, encomienda al Señor tu padecimiento. ¿Te han violado? ¿Te han violentado? Encomienda tu causa el Señor, mientras tú luchas, pero encomienda esa causa al Señor y deja que tu lucha sea una lucha también dulce.

Aunque parezca paradójico. Qué sea apasionada y fuerte pero también descansando en la paz del Señor. Y esa es una postura paradójica pero es lo que Dios nos llama a hacer.

Primera de Pedro capítulo 4, versículo 19: ‘De modo que los que padecen según la voluntad de Dios encomienden sus almas al fiel creador y hagan el bien’. Mientras tú padeces, mientras luchas encomienda tu alma al Señor y continúa haciendo el bien. No dejes que la lucha por la injusticia también te neutralice en las áreas del bien.

Y al tú pelear en esa manera la paz de Dios que gobierna, gobernará tus pensamientos. La paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento estará contigo en todo momento. Eso te librará de pelear con amargura en una forma distorsionadora y violenta. De dar buen testimonio y aún avergonzar a Satanás.

En sexto lugar, el hijo de Dios que confía en la justicia divina no debe buscar venganza por él mismo, sino dejar lugar a la venganza del Señor.

Hermano, esto es algo muy, muy importante. Cuando nosotros somos violentados y violados en nuestra justicia no debemos vengarnos por nosotros mismos. Y en este mundo y en las iglesias, hermanos, hay mucha gente que no ha entendido ese principio y nos vengamos en muchas maneras: sutiles y no sutiles y encontramos manera siempre de hacer retribución por lo que nos han hecho.

Y en la vida familiar y en la vida matrimonial y en la vida del trabajo y en otras áreas siempre buscamos formas de vengarnos a nosotros mismos sutil o no tan sutilmente. Pero la palabra del Señor nos dice: ‘No te vengues tú a ti mismo’.

Romanos 12, versículo 17: ‘No paguéis a nadie mal por mal. Procurad lo bueno delante de todos los hombres. Si es posible en cuanto dependa de vosotros estad en paz con todos los hombre, no os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios porque escrito está, “mía es la venganza, yo pagaré,” dice el Señor. No podemos vengarnos a nosotros mismos.

No podemos buscar la venganza, no podemos buscar retribuirle. Al cristiano la venganza, le está prohibida porque la justicia es de Dios y no de nosotros. Y hermanos, si usted cree que eso es un principio solamente del Nuevo Testamento, que la gente habla de la ley del talión y todo eso ya allí mismo Dios había establecido esa regla.

Es una regla eterna, es una regla que es para todos los que siguen los principios divinos. En Levíticos 19, 17 y 18 dice: ‘No aborrecerás a tu hermano en tu corazón. Razonarás con tu prójimo para que no participes de su pecado. No te vengarás ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová’.

En el nuevo Testamento: ‘La venganza no es la actitud apropiada para ningún hijo de Dios, ahora lo contrario lo es’. Y aquí esto es lo más difícil que yo podría decir en este día, no solamente no vengarnos sino que la palabra del Señor me llama a mi a amar a mis enemigos, a orar por los que me persiguen, a bendecir a los que me maldicen. Porque dice la Palabra de esa manera: ‘ascuas de fuego tú estarás amontonando sobre la cabeza de la persona’.

‘Así que si tu enemigo tuviere hambre, -Romanos 12:20- dale de comer. Si tuviere sed, dale de beber pues haciendo esto ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza.’ ¿Tú quieres vengarte de tu enemigo? Hazle el bien, eso es lo que dice la palabra. ¿Tú quieres verdaderamente darle en el centro mismo de su vida? Hazle el bien, bendícelo, ora por él, perdónalo, véngate perdonando, amando, dando.

¿Por qué? Porque dice porque de alguna manera misteriosa y tu amontonas carbones encendidos sobre su cabeza.

Entonces la justicia del Señor es la que se establece. Entonces yo prefiero que la justicia de Dios sea la que haga justicia, que la justicia del hombre. Porque cuando Dios hace justicia, lo hace en una forma, hermanos, exquisita, por así decirlo y no es que usted esté deseando el mal de nadie. Pero Dios, es un Dios perfectamente equilibrado en sus actos de justicia. Entonces yo daño las cosas cuando yo me vengo, cuando yo tomo en las manos un mecanismo que solo Dios debe tomar.

Cuando tú padeces injusticia, cuando te han violentado, no tomes venganza tú mismo, sino deja lugar a la venganza de Dios. Y tu parte es manifestar los frutos del espíritu. No seas vencido de lo malo sino vence con el bien el mal. Neutraliza el aspecto diabólico de las relaciones humanas con el aspecto positivo del evangelio de Dios.

Esa es la actitud. No tomes venganza y por extensión hay otro principio aquí muy importarte. Porque cuando yo digo: no tomes venganza, me estoy refiriendo a acciones, pero ¿y qué del corazón? Hay personas que no toman venganza pero su corazón se llena de ¿qué? De rencor y de resentimiento.

Cuando padece injusticia la gente el corazón alberga ese sentido de quemazón, de la ira retenida, la ira a fuego lento. Es la ira que va cociendo poco a poco el alma que se convierte en resentimiento y en rencor, que envenena los pensamientos y envenena los sentimientos y eso me lleva a mi a la séptima justicia de Dios que hay en el mundo: No debemos dar lugar al rencor y al resentimiento en nuestro corazón.

Ya usted vio lo que dice Levíticos 19: ‘No aborrezcas, hermano’. Dijo Jesucristo’ el que llama a su hermano, tonto o pato o estúpido o necio ya merece el fuego del infierno.

Hermanos, esa es una de las cosas más importantes y claves de la vida humana, yo creo también de la salud emocional y espiritual del hombre: el hecho de que el rencor no debe albergarse en nuestro corazón.

¿Qué dice el Padre Nuestro? Y perdona nuestras deudas como nosotros perdonamos a nuestros deudores. Ahí no hay cuestión de que si los perdonamos o… No, se asume que estamos perdonando a nuestros deudores: a los que nos deben a nosotros.

Mateo 6:14 palabra de Jesucristo. El Señor dice: ‘el que no perdona no podrá ser perdonado’. Dice porque ‘si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará a vosotros también vuestro Padre celestial. Mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas’.

Si tú retienes rencor, si tú retienes resentimiento, si tú albergas de la cárcel -¿saben ustedes que la palabra perdonar, la imagen en el griego original es eso de soltar de la cárcel?- es como abrirle la puerta de la celda a una persona.

Muchos de nosotros metemos a la gente, no los podemos meter a la cárcel con nuestras acciones, ¿sabe lo que hacemos? Lo metemos en la cárcel de nuestra imaginación. Cogemos una celda bien lúgubre, bien oscura, con ratones y con agua cubriendo el piso y metemos allí a la persona que nos ofendió.

Le cerramos la puerta y cuidamos de tirar la llave al fondo del mar y lo dejamos allí año, tras año, tras año y de vez en cuando lo venimos a visitar y miramos a través de la reja y nos gozamos viéndoles allí metidos en esa celda que nosotros le hemos creado mentalmente.

La palabra dice que cuando perdonemos abramos esa celda y los dejemos ir y esa es la idea.

El que retiene la ira y el rencor es prisionero, yo digo del que resiente. ¿Usted sabe eso? Usted cree que lo ha hecho prisionero pero usted es prisionero de esa persona. Usted pasa los años viviendo en términos del acto que esa persona hizo. Esa persona gobierna sus actos y pensamientos. ¿Usted quiere vengarse otra vez de la persona? No retenga el resentimiento, déjelo ir, sea generoso. Perdónelo, no retenga el rencor.

Los médicos le dirán que muchos padecimientos, muchos dolores, muchas enfermedades psicosomáticas vienen del hecho de que no hemos perdonado, que albergamos el resentimiento, nosotros.

El rencor no nos permite retener ni disfrutar de las bendiciones de la vida cristiana. Por eso hay tanto cristiano en la iglesia con caras decaídas, con padecimientos de todo tipo que se preguntan ¿dónde están las bendiciones que promete la Biblia para mí? Y que escuchan la palabra de Dios y no les penetran, la buena nueva de salvación.

¿Por qué? Porque hay un parásito que cuando la bendición llega a su vida se come la bendición y eso se llama el rencor y el resentimiento. Y entonces no alberga la gracia de Dios. Esa persona no es capaz de hacerlo porque el rencor es un animal que está comiéndose antes que llegue a su corazón la bendición de Dios y la está neutralizando y quemando.

El rencor es la cosa más destructiva que hay en el mundo y no podemos albergarlo por nuestro propio bien, aunque sea por egoísmo, no albergue el rencor en su vida. Yo diría otra cosa, el rencor nos hace reos del diablo. ¿Sabe eso? El rencor es una herida perpetuamente abierta por donde entran los microbios diabólicos, por donde entra a veces la penetración del mal.

Han hecho muchos estudios, a veces, de las personas que son afectadas por los poderes satánicos. Por ejemplo las personas que han sufrido abuso sexual o abuso físico muchas veces terminan endemoniadas, sufriendo padecimientos demoniacos. ¿Sabe por qué? Porque al padecer esas opresiones, se llenan de opresión contra sus opresores. Entonces por ahí viene la infestación demoníaca.

El rencor es una de las áreas más débiles para la penetración demoníaca. No podemos albergar el rencor en nuestro corazón. Es imposible que podamos recibir las bendiciones de Dios teniendo rencor en nuestra vida.

Y finalmente, hermanos, esa justicia de Dios debe hacernos a nosotros agentes de justicia donde quiera que nosotros vayamos.

Escuche eso. Si el Dios que usted sirve y el Dios que usted imita es un Dios justo, usted también debe ser una persona justa y debe ser un agente de justicia, inclusive en su diario vivir. Nunca debe la injusticia a través de usted en una forma deliberada. Nunca debe usted cometer una injusticia contra otra persona. Usted debe emular e imitar el carácter de Dios y ser un agente de justicia.

De nuevo el Libro de Romanos capítulo 6 versículo 12 y 13: ‘No reine pues el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencia y tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumento de inequidad’.

¿Ve? No presente su cuerpo o no presente su persona, no ofrezca sus dones y sus capacidades, para usted ser un instrumento de pecado. Sino… ¿qué? Dice: ‘Sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivo dentro de los muertos y vuestros miembros –es decir sus manos, sus pies, sus ojos, su boca, sus orejas– a Dios como instrumentos de justicia. Hermanos, usted y yo debemos ser en este mundo agentes de la justicia de Dios.

Donde quiera que usted camine asegúrese que la justicia de Dios se manifieste en todo momento. No la injusticia. Que sus acciones se distingan por ser acciones de justicia. Que la gente cuando comente su comportamiento diga: “esa persona es una persona que es justa cuando hace las cosas. Es una persona que se puede confiar en que no va a traicionar a nadie. No le va a hacer daño intencional a nadie. Esa persona es la persona más benévola.”

Porque de ahí viene la palabra benévola, es uno de los frutos del espíritu: la benevolencia, la bondad. Porque el hijo de Dios tiene buena disposición para con los demás y es un agente de justicia donde quiera que vaya.

Hermanos, el ser agente de justicia tiene que ser una pasión donde quiera que vayamos. Nuestro comportamiento debe ser un comportamiento radicalmente justo en todo momento.

Y por eso es que yo creo, que aunque el Evangelio no atacó la esclavitud, aunque en la Biblia no se ataca la esclavitud en una manera abierta, pero los principios del evangelio ya estaban socavando fundamentos de la esclavitud desde hace siglos. Porque toda la palabra de Dios habla de la justicia. Les hablaba a los amos: ‘trate a sus siervos como hijos de Dios, como iguales delante de Dios’.

Usted no puede tratar a un esclavo como su igual, imposible. Entonces ya había allí un socavamiento implícito de la injusticia de la esclavitud. La palabra de Dios llama a todo hijo de Dios a ser un agente de justicia continuamente y por extensión eso quiere decir que usted debe en todo momento, hermano, ser una persona de misericordia y ayudar a la persona que está en necesidad: al menesteroso, al pobre, al que padece injusticias. Uno debe ser un escudo en lo que uno pueda.

De nuevo no en una forma compulsiva y neurótica pero si el cristiano debe tener un hambre y sed de justicia. Debe distinguirse por ser una persona que cubre al que está padeciendo injusticias. El hijo de Dios siempre debe ayudar al que padece necesidad. No solamente debemos nosotros ser agente de justicia sino que debemos cubrir a los que están necesitados y debemos ayudar y debemos distinguirnos por eso.

Salmo 82 versículos 3 y 4. Quiero dejar este pensamiento porque es importante que nosotros éticamente, nuestro comportamiento, nuestro caminar seamos siempre que se distinga. A los niños hay que enseñarle. A veces los niños son la gente más injusta.

Cuando un niñito está padeciendo en la clase y todo el mundo le cae encima, tenemos que enseñar a nuestros niños: ‘Mira, tú se justo, nunca cooperes cuando tú ves a un niñito siendo burlado, siendo abusado, se tú ahí un defensor y no cooperes con los actos de injusticia’. Ya desde chiquitos debemos enseñarles a ser agentes de la misericordia de Dios porque eso es lo que Dios hace.

El salmo 82, versículos 3 y 4 dice: ‘Defended al débil y al huérfano. Haced justicia al afligido y al menesteroso. Librad al afligido y al necesitado, libradlo de mano de los impíos’.

Entonces como ven ustedes esa declaración tan potente de David: ‘Él es el que hace justicia y derecho a todos los que padecen violencia’. Está lleno de implicaciones para nosotros. Debemos ser gente que camine bajo esa justicia divina, que tengamos actitudes positivas porque Dios nos ha de bendecir. Debemos nosotros también ser agentes de la justicia de Dios.

Que el Señor nos bendiga.

Padre, gracias porque tu palabra nos llama a una actitud radicalmente justa. Ponemos a un lado, Padre, todo rencor, todo resentimiento, toda amargura de corazón, todo cinismo, todo escepticismo, todo aquello que glorifica al diablo y sus ondas negativas y te establecemos a ti Señor como ese agente de justicia que gobierna todo el universo.

Ayúdanos, Padre, a adoptar esa actitud positiva y en todo momento establecerte a ti como el que gobierna en justicia y ser imitadores fieles de nuestro Dios que es justo. Gracias, Padre, por esta dedicación, que nuestros corazones, Señor, sean penetrados y embargados del consejo de tu palabra en este día. En nombre de Jesús amén.

No voy a ofrecer un sacrificio que no me cueste nada

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Vamos al Primer libro de las Crónicas. Versículo 21 del capítulo 21, 21:21 comenzando, dice aquí: "Y viniendo David a Ornán, miró Ornán y vió a David, y saliendo de la era" la era es un solar, un lugar donde se trillaba el trigo, donde se separaba el trigo de la paja, como cuando Gedeón estaba también trillando. Era también como una plataforma donde el trigo se separaba del maíz y se separaba la paja del grano mismo, eso es una era.

Y entonces, Ornán estaba allí, David se acerca a él, Ornán lo ve y sale de donde está trabajando y se postra en tierra ante David, porque David es su rey evidentemente, su soberano. "Entonces dijo David a Ornán: dame este lugar de la era para que edifique un altar a Jehová. Dámelo por su cabal precio." Mire qué interesante, dice: "Dámelo por su cabal precio" es decir por lo que vale, exactamente por lo que vale, no más pero tampoco menos. "Dámelo por su cabal precio para que cese la mortandad en el pueblo." Wow, yo podría en realidad detenerme allí solamente y predicar sobre esa palabra de David, dámelo por su cabal precio para que cese la mortandad en el pueblo.

"Y Ornán respondió a David: tómala para ti y haga mi señor el Rey lo que bien le parezca. Y aún los bueyes daré para el holocausto, y los trillos para leña y trigo para la ofrenda. Yo lo doy todo." Mire la respuesta de David, David era un hombre que amaba íntimamente, profundamente al Señor y que no tenía límites cuando Dios quería algo de él. "Entonces el Rey David le dijo a Ornán: no, gracias, si no que efectivamente la compraré por su justo precio. Porque no tomaré para Jehová lo que es tuyo" y estas palabras inmortales "ni sacrificaré holocausto que nada me cueste."

"Y dió David a Ornán por aquél lugar el peso de 600 ciclos de oro" una cantidad considerable de dinero, "y edificó allí David un altar a Jehová en el que ofreció holocaustos y ofrendas de paz e invocó a Jehová quien le respondió por fuego desde los cielos en el altar del holocausto. Entonces Jehová habló al ángel y éste volvió su espada a la vaina." Bendiga el Señor su Santa Palabra.

Me gusta este pasaje porque refleja un valor, un valor importante de la vida cristiana que es muy aplicable al tiempo que nosotros estamos viviendo actualmente como congregación, y algo que Dios nos está diciendo a cada uno de nosotros individualmente, ¿no?. Es esta idea de que para que se de algún proceso espiritual grandioso que Dios tiene en su corazón para que se pueda dar ese resultado, ese efecto espiritual que Dios quiere traer a una nación, a una comunidad, a una vida, tiene que haber alguna inversión, tiene que haber algún sacrificio que cueste. Y muchas veces tiene que haber alguna compra, una venta de algo en el plano material. Es decir, para que se den las cosas sublimes, eternas, espirituales, en el plano abstracto, generalmente un equivalente en alguna manera en el plano material, físico, humano, terrenal. Las dos cosas están.

Por eso es que el Señor Jesucristo dice en una de sus promesas, dice que: Lo que ustedes aten en la tierra será atado en el cielo, lo que ustedes desaten en la tierra será desatado en el cielo. Hay una equivalencia en el universo entre el mundo del espíritu y el mundo de la materia. Dios no niega las cosas de la materia, Dios reconoce las cosas de la materia. Dios reconoce la historia, Dios reconoce la político, Dios reconoce la cultura, Dios reconoce la economía, Dios reconoce la antropología de las razas. Y Él obra soberanamente, sobrenaturalmente, espiritualmente a través de esa materia.

Por eso es que los cristianos siempre tenemos que reproducir ese partnership, esa asociación íntima entre la materia, el tiempo y el espacio, y el espíritu y la eternidad. Tenemos que amarrar las dos cosas para que se den los resultados que Dios quiere que se den. Hay cristianos que somos tan espirituales que queremos espiritualizarlo todo. Oh Señor te amamos, mi vida es tuya, oh Padre haz un sacrificio, un holocausto de mi vida. Pero cuando le dicen hermano, contribuye algo para la campaña financiera, oh no ahí no puedo porque no tengo suficiente dinero, porque tengo que pensar en esto, tengo que pensar en lo otro.

Entonces espiritualizamos demasiado las cosas. Y a veces creemos que bueno, si yo soy suficientemente espiritual, santo, y oro, y me muevo en el mundo espiritual, como que Dios va a hacer todas las cosas. Pero muchas veces Dios quiere que uses tus esfuerzos, tu mente, tu cultura, tu intelecto para llevar a cabo las obras de Dios a través de ti en tu vida. Dios obra en lo material a través de lo espiritual, o obra en lo espiritual a través de lo material, como usted quiera verlo, las dos cosas van juntas, van unidas.

Por eso es que como que Dios me dió esa imagen, aquí de esta Biblia con este aparato. Esto es duro, es cristal, es tecnología, metal, cosas químicas, y esta Biblia que es papel, y es Palabra y es algo eminentemente espiritual, pero las dos cosas están unidas, tienen que ir unidas para que se de el milagro del evangelismo en el siglo XXI, congregaciones crecientes, jóvenes transformados, vidas transformadas. De hecho ese va a ser mi texto, yo voy a estar predicando en Eslovaquia de todos los países.

¿Cuántos han oído hablar de Eslovaquia?, alguien quizás ha oído hablar de Checoslovaquia que era una nación unida de la República Checa y Eslovaquia, esos se separaron, creo que fue en el año 1992, estaba leyendo un poco de la historia. Y voy a estar con el Dr. Elvin Villafañe, y voy a estar predicando precisamente porque hay una curiosidad allá o un deseo de aprender más acerca del mover del Espíritu Santo.

Y una de las cosas que yo quiero hablar precisamente desde mi perspectiva pastoral, Elvin va a hablar de su perspectiva más bien teológica académica, pero yo quiero hablar precisamente acerca de cómo, para que en mi opinión, yo he estado en varios países de Europa. Yo creo que para que el Evangelio pueda crecer en Europa como se necesita en unas naciones tan culturalmente desarrolladas, se requieren congregaciones que tengan dos cosas: por una parte que estén llenas del Espíritu Santo, y que sepan moverse en el poder y en el misterio, y en los dones del Espíritu Santo, pero que también sean culturalmente ágiles y bien informadas.

Yo creo que, a veces yo veo muchas iglesias evangélicas fundamentalistas en Europa, o iglesias pentecostales en Europa, que son demasiado sombrías, demasiado serias, demasiado fundamentales en su Evangelio, demasiado como cuadradas. Y creen que si son así como que Dios al ser fieles va a hacer su Iglesia crecer y no están creciendo, están decayendo cada día más y más a pesar de tener sanos fundamentos doctrinales. Y yo creo que lo que falta es la otra parte también de reconocer la cultura sin violar la fé, reconocer también la cultura, las necesidades de esas naciones, la importancia del intelecto y la razón, y encontrar una manera de predicar un Evangelio bíblico del siglo I pero en una manera al siglo XXI, ¿me entiende?. Las dos cosas unidas.

Porque uno no puede ignorar las necesidades de la gente, la sensibilidad del hombre del siglo XXI, la tecnología, la sexualidad, el cuestionamiento y tantas otras cosas que la Iglesia moderna tiene que ser tanto moderna como antigua a la misma vez. Entonces puede parecerle como que me salí del tema pero no, estoy en el tema. Lo que quiero decirle es que uno siempre tiene que, para que los procesos de Dios se den en el mundo uno tiene que siempre unir la materia con el espíritu. Y Dios requiere cristianos con la cabeza en la eternidad y los pies en el tiempo y el espacio, bien plantados en el ahora y el aquí, pies sobre la tierra cabezas, en el cielo, amén. Eso, y corazones conforme al corazón de Dios, las dos cosas tienen que darse.

Entonces para que Dios pueda hacer cosas que Él quiere hacer a través de congregación León de Judá, se requerirá una Iglesia eminentemente espiritual, consagrada al Señor, santa, una Iglesia de gente radicalmente comprometida con el Reino de Dios, pero también una Iglesia de gente que de, gente que estudie, gente que se comprometa, gente que sirva, gente que asista a la Iglesia, gente que invite personas a la Iglesia. Es decir, a Dios orando y con el mazo dando como dice la Biblia. No lo dice, como dice la Biblia a Dios orando y con el mazo dando pero es un buen principio, de todas maneras, ¿sabe?. Expresa una verdad bíblica.

Hay que como dice en inglés praise God and pass the ammunition, adora al Señor y pasa las balas, las dos cosas son importantes, ¿no? (ríe). Así que hay que amar a Dios, hay que adorarlo, hay que entregarse a Él pero también hay que darle al Señor. Y me parece que este pasaje aquí expresa esa verdad. ¿Saben ustedes cuál es el trasfondo de lo que acabamos de leer?. Al pobre David se le ocurre mandar a hacer un censo de su pueblo, un censo de su pueblo. Y su general Joab y sus capitanes le dicen no hagas eso Rey, porque eso va a resultar profundamente ofensivo para el Señor.

Nadie sabe exactamente, no sabemos exactamente porque eso de mandar a hacer un censo, de censar al pueblo, de saber cuántas personas había, cuantos hombres, porque lo que nombra son los militares, los hombres que podían usar espada, los hombres que podían usar armas. Entonces parece que en el corazón de David había como una especie de soberbia de querer saber cuánta gente verdaderamente él tenía que eran soldados, que eran guerreros, que podían usar una espada. Había parece un elemento de orgullo en esto, y Dios quería como que su pueblo dependiera de Él.

Y lo que yo teorizo, nadie podrá estár jamás totalmente seguro de cuál era la razón de por qué este censo le resultó profundamente ofensivo al Señor, pero parece que al David querer ennumerar cuántos guerreros tenía, cayó en un tipo de soberbia espiritual. Y esto ofendió al Señor, más que sus mismos general y sus hombres principales, oficiales le advirtieron no lo hagas, esto va a ser de pecado para ti y Dios se va a ofender al tú hacer esto. Pero David obstinadamente decidió de todas maneras ordenar que se hiciera este censo, mandó a sus soldados por toda la tierra, regresaron como nueve meses después, y regresaron con un número. Había como un millón de hombres que levantaban espada en Israel y como 500.000 en Judá que eran dos segmentos de la nacion judía.

Bueno, se dió lo del censo, ¿pero qué pasa?. Dios definitamente sí se ofendió y mandó al profeta Gad que era el vidente oficial que tenía David para que le diera un mensaje. Era la segunda vez dice la Biblia que va a decirle algo a David después de pecar, ¿recuerdan el otro?, era con Natán cuando cometió adulterio con Betsabé y también mandó un profeta para que le advirtiera: tú has pecado. De nuevo, esto es en realidad antes. Y van y le notifican a David: Dios está airado contigo y te da tres opciones. No le hizo favor a David el Señor al darle tres opciones porque las tres eran igualmente terribles.

La primera era tres días de pestilencia en la tierra, una plaga, una enfermedad terrible que corriera, cundiera por toda la tierra durante tres días y que los que murieran morían. O tres años de huír delante de sus enemigos, tres años de derrota contínua. Y la tercera era, ahora no recuerdo, se me escapó de momento, ¿alguien recuerda?, de la espada de Jehová, sí exactamente. Ok entonces eran tres opciones igualmente terribles, igualmente destructivas, y David dice: ¿sabes qué?, mejor me voy a encomendar a las manos del Señor, porque Dios es misericordioso, no quiera caer en las manos de mis enemigos. Y decide bueno, que venga la pestilencia sobre la tierra.

Y Dios hace así y en tres días, dice la Biblia que el ángel de Jehová, un personaje misterioso de la Biblia, que era como una emanación casi de Dios mismo, o un ángel muy poderoso, muy principal de todo el ejército celestial, cunde por toda la tierra durante tres días matando gente. Claro al nivel físico se manifestaba como enfermedad, pero detrás en el mundo espiritual había un ángel con una espada extendida atravesando la tierra, y cegando vidas, y cortando vidas por donde quiera. Es interesante, ¿no?. Eso pasa muchas veces en el mundo. Uno ve la parte material, uno ve la parte biológica, por ejemplo nuestras sociedades ahora mismo.

Uno ve por ejemplo, ayer hubo un tornado en Nueva York, que parece que hasta carros levantó y destruyó en Nueva York de todos los sitios. Yo podría ver eso en Alabama o por Oklahoma donde están esos demonios de tormenta pero, Nueva York, hay otros demonios pero no necesariamente esos, hay otros demonios, unos bien grandes de hecho. Pero de tormentas así, todo eso, uno ve huracanes, uno ve tsunamis, uno ve cataclismos sobre la tierra, guerra, rumores de guerra, uno ve las sociedades en inquietud, las naciones están inquietas, hay terrorismo, sublevaciones y revoluciones por todas partes, hay cuestionamientos de la relación entre hombre-mujer, la sexualidad, hay crímen, hay un desmoronamiento de la familia en muchas de nuestras ciudades, hay una juventud desperdigada, desorientada, hay separación en el mundo por donde quiera, conflicto.

Estamos en un tiempo en que externamente, en el plano del tiempo y del espacio, de la historia, de la sociología del hombre, vemos precisamente una cantidad de mortandad terrible. Guerra, miles de personas muriendo continuamente, Adicciones a drogas, neurosis, locura por donde quiera, todo esto está al nivel, es plaga, es una plaga, es una pestilencia que viene precisamente del pecado, de un Dios que está airado con su creación, con su gente, con sus criaturas, porque lo han olvidado, lo han ofendido, lo han negado, lo han humillado en el sentido de que no han reconocido su Gloria, y Dios como pasa siempre ha enviado sus juicios.

Es más, yo creo que simplemente la naturaleza se rebela. Cuando el hombre se obstina en pecar contra Dios a veces ni siquiera es Dios que está mandando el castigo, es la naturaleza, porque la naturaleza siente. Dice la Biblia que la naturaleza siente, la naturaleza gime por el día de su creación, hay misterios hermanos. Los animales entienden muchas cosas. Yo creo que los árboles y la misma química del universo entiende cosas. Los planetas del universo se mueven y se conmueven cuando hay pecado en la Tierra, cuando la creación se separa de Dios que es El que la sostiene y le da coherencia, la mantiene en orden.

Cuando Dios se separa viene el desorden, viene el conflicto, viene la incoherencia y el caos. Se manifiesta al nivel de la naturaleza. Cuando una nación tiene injusticia e inmoralidad, y cosas así, la tierra misma es maldecida. La Biblia habla de eso, ¿no?, que la tierra es maldecida, maldita cuando hay pecado en la nación. Entonces en el plano natural la gente estaba muriéndose, había una plaga, y yo me imagino que si hubiera sido en el siglo XXI habría médicos por donde quiera haciendo análisis de la gente, cuál es el virus del cual murió, y tratando de curar, una vacuna para la plaga, lo que sea. Pero en el plano espiritual había un ángel de muerte, como pasó con los primogénitos de Egipto, con su espada extendida yendo por las casas y cegando vidas bajo el juicio de Dios.

Y llega un momento en que David, su corazón clama, hay un momento conmovedor ahí en este pasaje en el capítulo 21, léalo usted de su propio tiempo, donde David dice: "Señor, ten misericordia" al ver a su pueblo morir de esa manera, "fui yo quien pequé, torna Tu espada contra mí, contra mi casa, no castigues a la gente por el pecado que yo cometí." El caso es que David dijo: sabes que, originalmente cuando tenías que escoger entre esos castigos, dijo yo me voy a encomendar al Señor porque por lo menos las misericordias de Dios son grandes, y quizás Él tenga misericordia. Dice la Palabra que así mismo fue: Dios tuvo misericordia y le ordenó al ángel que se detuviera y que dejara de matar gente.

Y el ángel ¿sabe dónde se detuvo?, se detuvo en la hera de Ornán. Todo esto está pasando al nivel espiritual. No todo el mundo quizá podría ver esto, lo que estaban viendo era quizás la plaga, la pestilencia al nivel biológico-físico. Pero este ángel al nivel, imagínese, es como que al nivel espiritual hay cosas, es como si tuviera un rayo X y de momento usted puede ver otra dimensión. Como pasó con Eliseo y los sirios, que cuando el siervo de él se llenó de pánico y de pavor Eliseo le dijo: señor, abre sus ojos para que él vea, y vió un ejército poderoso para protegerlos de este ejército enemigo que venía a matarlos y a capturarlos.

Hay muchas cosas que pasan al nivel espiritual aquí mismo, ahora mismo hay cosas paralelas, hay mundos paralelos del espíritu que están ahora mismo mientras yo hablo aquí. Quién sabe cuántos ángeles están ahora mismo paseándose en este lugar, ¿amén?, gloria al nombre del Señor, y un par de demonios rebeldes por ahí también que hay que echarlos fuera en el nombre de Jesús también. Porque es que el mundo espiritual es muy misterioso hermanos, muy misterioso. Yo vivo en ese mundo misterioso y usted debe vivir en él también.

El caso es que Dios le ordena a su ángel que detenga la espada y el ángel se detiene en este lugar que es la hera de Ornán, en otro pasaje se llama Ornán Arauna, es el mismo personaje con dos lenguajes diferentes. Se detiene allí y Ornán lo ve, Ornán ve al ángel que todavía tiene su espada extendida. David lo ve, y sabe, y Dios le manda a decir a David a través de su profeta que sacrifique allí unos bueyes sobre ese lugar, como una ofrenda de paz, una ofrenda de reconciliación, una ofrenda de confesión de pecado y reconocimiento de que la Justicia y la Santidad de Dios ha sido violada para que se aplaque la ira del Señor.

Ve de nuevo esta idea de que para que pase algo en el mundo espiritual tiene que haber algo equivalente en el mundo material. Para que se de el perdón de Dios definitivo, la reconciliación, la sanidad y el corazón de Dios sea aplicado, Él requiere que se ofrezca un sacrificio. Entonces David alertado acerca de la necesidad de hacer un sacrificio se acerca, va donde el dueño de la hera. Porque hermanos todo en la vida tiene sus leyes, David tenía que respetar las leyes, él no iba a ir a robarle su terreno a este hombre simplemente porque Dios.

Fíjese que eso es importante, nosotros hemos tenido que bregar con muchas cosas aquí. Nosotros tenemos que comprar los materiales. No vamos a una tienda y decimos sabe que el Señor dice que como el caso de los discípulos, ¿no?, el burrito que él lo necesita. Si yo voy así me dicen hey, ¿quién es el Señor?. Aquí el señor es el dueño de la tienda. Entonces hay que pagar el precio, hay que comprar materiales, hay que pagar precio, hay que bregar con diferentes agencias de la ciudad, hay que conseguir permisos, hay que usar procesos naturales y David va donde Arauna Ornán y le dice "véndeme tu propiedad" porque es necesario que aquí se use esa propiedad para dar un sacrificio. Y ya David veía otras cosas también que vamos a ver más adelante.

Entonces las cosas tienen que hacerse en orden hermanos. Nosotros tenemos que pagar un precio por esta construcción, y por eso necesitamos hacer las cosas. Dios no escoge misteriosamente hacer llover dinero de los cielos, hay que usar un proceso. Y ustedes son la clave a ese proceso, al plano natural. Y David le dice a Ornán: véndemela por su justo precio, no quiero que me des favoritismo ni nada porque, esto es algo que requiere total integridad. Lo que queremos hacer es algo grandioso y requiere que hagamos las cosas legítimamente.

Arauna o Ornán que sabe lo que está pasando, él ve el ángel y todo esto, él sabe que esa va a ser la clave para que cese la mortandad en medio del pueblo, y él dice: no señor, de ninguna manera; toma la tierra, es más, yo te voy a ofrecer mis bueyes con que estoy trillando y te voy a ofrecer la leña, la madera con que yo los guío y las yuntas de los bueyes, todo eso que estaba hecha de madera, tómala y con eso haz la leña para el sacrificio, y yo te lo doy todo. Pero David insiste, no, porque yo tengo que obtener esto, tiene que haber legitimidad. Se tienen que cumplir ciertas cosas hermanos.

Yo creo que puede que llegue un día en que el Señor envíe cantidades increíbles de dinero a esta congregación. Sabe que hemos tenido muchas profecías de que Dios va a enviar. Y déjeme decirles algo, hace varios años atrás, hace varios años atrás gente profetizaba de que León de Judá iba a recibir un millón de dólares, que esto y que lo otro, y que iba, y yo escuchaba y amén, gloria a Dios, bueno Padre si Tú quieres hacerlo yo estoy aquí, claro que sí. Me compré hasta un guante de pelota bien grande por si acaso (risas).

Pero había un poquito de escepticismo, estamos hablando como quince años cuando comenzamos en este lugar. Sabe que hermano el gobierno federal hace poco nos dió tres millones de dólares para los propósitos del Reino, para trabajar con vale esperal, lo que anunciaba Delmi. Y hemos recibido cientos de miles de dólares a través de los años en diferentes maneras y esta congregación ha procesado millones de dólares, ustedes habrán dado casi dos millones de dólares cuando termine este proceso, y todavía tendrán que dar muchos millones más en el futuro así que prepárense (risas).

¿Ok?. Pero y vendrán, es decir que ya yo me he acostumbrado a hablar de cientos de miles de dólares, de millones de dólares, nuestro presupuesto es un millón y medio de dólares, pero así se va el dinero, entra y sale, así que tengan cuidado, ah un millón y medio, entonces no tengo que dar nada, todo eso está comprometido desde el momento en que entra enseguida por todos los gastos y las cosas que tenemos, todas las inversiones que hemos hecho.

El caso quiero decirles hermanos, que yo creo que un día Dios va a traer aún mayores cantidades de dinero. Siempre estoy recibiendo profecías acerca de eso. Pero, yo creo que primero, como que hay que cumplir con la Justicia de Dios. Y antes que venga yo creo la gran prosperidad, tiene que asentarse un precedente de que nosotros hemos dado generosamente con fé, sacrificalmente al Señor. Yo creo que antes que venga la gran prosperidad tiene que haber como que, tiene que haber un tiempo de vivir en fé, moverse en fé, darle al Señor. Porque es bien fácil cuando tú tienes mucho dinero dar mucho, pero qué importante es darle al Señor cuando te duele, cuando no hay esa abundancia, darle al Señor legítimamente.

Y así siempre Dios ha hablado de mi vida. Dios dice: Roberto, yo quiero que tú hagas cosas al nivel básico, al nivel de la sabiduría, de la justicia, del conocimiento, de la institucionalización, de la integridad, y después lo sobrenatural va a venir en grandes cantidades. Porque a veces nosotros queremos el carro deportivo antes de aprender a usar la bicicleta, ¿no?. Y Dios quiere que nosotros aprendamos a usar los principios de la Palabra de Dios, humildemente, sencillamente, y luego Él desatar el poder sobrenatural, porque ya se cumplió la Justicia de Dios.

Es que Dios es muy ordenado hermanos. Cuando Él se está moviendo legítimamente en un pueblo, o en una persona, Él hace las cosas conforme a los patrones de su Palabra. Y yo veo eso siempre. Entonces David dijo: no, esto es algo maravilloso, importante, tiene que hacerse conforme a la integridad, a las leyes de la justicia. Yo te voy a comprar, no te voy a recibir de ti, gracias por ofrecerla, pero yo te voy a dar el precio que se merece. Y primero que no le voy a dar al Señor un sacrificio que me sea fácil, un sacrificio que no me cueste nada. Si yo le voy a dar un sacrificio al Señor tiene que ser una expresión de mi amor, de mi entrega, de mis lágrimas, de mi sudor, de mi lucha.

Y eso es lo que nosotros, yo creo que tenemos que entender. Dios no nos va a regalar ese edificio. Él es glorificado cuando nosotros le damos un sacrificio que nos cuesta y que refleja el amor verdadero, la integridad de un pueblo que le cree al Señor y le da al Señor, y yo quiero que tú seas parte de esos procesos tremendos. Entonces cuando se da ese momento, cuando David paga su precio, compra los materiales, entonces cesa la mortandad.

Y yo termino con esto, un par de cosas aquí que yo quiero asentar en ustedes. Número uno: ese lugar que misteriosamente fue señalado por Dios, ese lugar que luego después del sacrificio se convierte en el lugar del tabernáculo que estaba en Israel todavía, que se usó en el desierto, y luego es el lugar donde se edifica el templo salomónico. Ese lugar, ¿sabe qué?, donde están ahora las ruinas en Jerusalén, donde está la mezquita dorada donde es el lugar del santuario, del templo salomónico, donde está ahí la pared, el muro de las lamentaciones, ese es el lugar donde se dió este drama.

Y eso la historia lo asevera, hay cantidades de documentos geológicos, arqueológicos, que claramente. Ese humilde lugar donde un ángel de muerte detuvo su espada y un rey sacrificó unos bueyes comprados con su dinero al Señor para que se detuviera la mortandad adquirió como un valor mágico, místico, misterioso, sublime, espiritual, entonces sirve como el lugar para que cese la mortandad y para que el amor de Dios pueda volver a manifestarse en medio de su pueblo.

Entonces yo veo un paralelo allí. Ustedes saben que para mí no es nada nuevo lo que yo voy a decir, no estoy forzando las cosas. Este lugar donde usted está sentado ahora mismo, esta tierra es un lugar santo para el Señor, es un lugar escogido por Dios. Ese lugar ahí donde está ese santuario es un lugar escogido por Dios. Ese lugar ha sido reservado desde la eternidad para que aquí una cantidad de locos latinos y de otros países adoraran al Señor locos de amor por Él, y lo adoraran en formas raras y espirituales. Este es un lugar mágico aquí.

Ustedes recuerdan que cuando Dios me dió esa visión del León de Judá, ese sueño del León de Judá sobre esta ciudad ejerciendo señorío y autoridad sobre esas huestes demoníacas que estaban sobre los edificios de la ciudad, yo me levanté esa mañana con esta cosa de que Dios me había dado una visión del León de la tribu de Judá y de que nuestra Iglesia que estaba en Cambridge tenía que mudarse a Boston. Larga la historia, que antes de nosotros conseguir este lugar, yo le dije a la Iglesia que yo sentía que Dios nos estaba llamando a cambiar el nombre de nuestra Iglesia a Congregación León de Judá, en vez de Iglesia Bautista Central, Congregación León de Judá y venir a la ciudad.

Y ustedes recuerdan que cuando encontramos este edificio, yo ni me había dado cuenta, había un león allí y está allí todavía rugiendo en la puerta principal, al frente, señal de que Dios tiene un propósito para este lugar. Y yo he tenido sueños y otras cosas que me revelan claramente que este lugara aquí es un lugar imantado, por usar una palabra de la magia, es un lugar magnético espiritualmente, aquí este lugar donde nosotros estamos, y muchas cosas de esta ciudad aseveran. Este lugar es un área espiritualmente cargada aquí, y Dios tiene propósito para este lugar.

Si pudiéramos hacer una radiografía en el mundo del espíritu veríamos muchas cosas acerca de este lugar. Dios ha escogido este sitio para propósitos sublimes y eternos que Él tiene. Entonces como David, nosotros estamos también aquí en este lugar, y Dios quiere que se compren cosas, que se edifiquen cosas, se hagan cosas para que cese la mortandad de la ciudad. En la ciudad hay gente que está pereciendo por falta del Evangelio. Gente está yendo al infierno por falta de la Palabra de Dios. Familias se están desmoronando, jóvenes se están yendo a la corrupción total sin destino, sin propósito en la vida. Hay muerte en la ciudad, hay deterioro, y se requiere un sacrificio, un lugar que pueda permitir que cese la muerte y venga la Gracia de Dios otra vez a la ciudad.

Yo creo que Dios quiere usarnos. No quiero decir que va a usarnos solamente a nosotros. Hay otras muy buenas iglesias, hermosos ministerios en esta ciudad que están haciendo muchas cosas por el Reino de Dios. Pero a mí me preocupa lo que Dios quiere hacer con nosotros, los demás gloria a Dios, Dios los bendiga, trabajamos con ellos, hacemos cosas maravillosas, pero Dios quiere usar este pueblo y quiere usar ese santuario para Su Gloria, para que cese la mortandad, para que se ofrezcan sacrificios al Señor, sacrificios de paz, sacrificios de sanidad, sacrificios de vida. Y se requiere hombres como David y como Ornán que digan dame a mí el privilegio de construirle ese sacrificio al Señor y levantarle esa estructura al Señor.

Luego David le dió a su hijo Salomón todos los materiales que él había reservado durante años y había ido almacenando para la construcción del santuario en ese lugar. Ese lugar fue santificado por el Señor, y durante siglos y siglos sirvió para que allí fuera adorado el Rey de reyes, Señor de señores y todavía hay un remanente allí, hay unas ruinas que nos recuerdan que un día todavía ese lugar, el templo de Dios tiene que ser reedificado ahí en Jerusalén, ahí donde están las ruinas, donde los musulmanes, los islámicos no quieren, ahí se edificará templo al Señor de nuevo.

Mientras tanto aquí yo creo que hay una equivalencia. Este templo aquí es una declaración de que Dios todavía se está moviendo en esta región. Y hay cosas que hay que hacer y tenemos que pagar el precio. La misión es grande hermanos, el precio tiene que ser grande. No le ofrezcamos al Señor sacrificios que no nos cuesten nada. Consigue una bendición de generosidad para con Dios, porque lo que Dios quiere hacer es transformador y poderoso.

Dios te bendiga. Baja tu cabeza un momento ahora. Vamos a entregar nuestras vidas al Señor, vamos a comprometernos con Dios. No hay nada demasiado grande que tú le puedas dar al Señor mi hermano, mi hermana. No hay nada demasiado excesivo que tú le puedas dar al Señor porque los propósitos de Dios merecen lo mejor de nosotros. Así que si tú todavía no has hecho tu promesa, no has concebido allí en tu corazón una entrega, una ofrenda significativa al Señor hazlo en este momento. Como si tú fueras David, Dios te está diciendo levántame un altar para que haga cesar la mortandad, para que haya un lugar donde se proclame mi Palabra y muchos puedan venir al conocimiento de mi Hijo Jesucristo. Y vamos a hacer posible esto mis hermanos.

Yo no soy muy bueno para campañas financieras y para pedir, pero dependo de un pueblo que sea tierno a la Palabra de Dios, y que se deje impactar, influir por las verdades del Evangelio, de la Palabra del Señor, y no creo que estoy pidiendo para nada ilegítimo, excesivo, si no para algo que Dios quiere que estoy seguro que está en Su corazón.

Padre: te amamos, gracias por el privilegio de movernos en esas zonas sublimes de Tu Palabra. Queremos que Tu Gloria Señor cunda en este lugar. Queremos que Tus propósitos sean cumplidos Señor, y que lo que Tú quieres de nosotros no se quede nada en nosotros si no que te lo demos todo lo que Tú exiges de nuestras vidas. Yo bendigo este pueblo Padre, levántate un pueblo que esté a la altura del Dios íntegro, santo, poderoso, sublime, majestuoso, que nosotros servimos, y haz de esta Iglesia una iglesia ejemplar Padre, en este tiempo de la historia que haya una comunidad que refleje los valores de Tu Reino Señor.

Ten misericordia de nosotros y obra en nuestras vidas para que podamos honrarte siendo lo que Tú quieres que seamos Señor. Te adoramos, te bendecimos, te damos gracias en el nombre de Jesús oramos, y el pueblo de Dios dice: amén y amén. Dios les bendiga mis hermanos.

No nos cansemos de hacer lo que Dios pide de nosotros

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Dios es tan bello y es tan hermoso, tan misterioso, tan complicado que hay veces que uno no tiene palabras ni cómo expresarlo. Hay veces que uno no tiene ni formas de poder comprender todo lo que Dios puede hacer en medio de nuestras vidas cuando nosotros decidimos verdaderamente confiar en Él, cuando decidimos rendirnos a sus planes, a sus propósitos para con nosotros. Que hay veces que a nivel humano uno dice como que wow, ¿de dónde va a venir esto, o qué va a suceder con aquéllo, o qué va a pasar con esto que me dijeron, con esta noticia que recibí?.

Pero miren hermanos, Dios está por encima de todas esas cosas. Dios está por encima de todo eso. Y yo les digo, yo comparto esto con ustedes los hermanos que nos ven por el internet, yo no sé cómo Dios va a seguir obrando, interviniendo en medio de nuestras vidas pero yo sí me atrevo y me atrevo a pensar que lo que Dios tiene va a ser algo grande y hermoso. Que aún a través de las circunstancias de la vida que nosotros podamos estar cruzando, por más difíciles, por más confusas que puedan ser, Dios de alguna manera u otra va a hacer su camino, su camino y el camino que usted también necesita, hay algo que Dios va a hacer.

Yo creo que de parte de nosotros lo que queda mis hermanos es que no perdamos nuestro enfoque, no perdamos nuestro norte que se encuentra en Él. Es muy fácil para nosotros enfocarnos en la circunstancia, pero hay algo que yo he comprobado y lo sigo comprobando, que cuando nosotros quitamos nuestros ojos de las circunstancias y fijamos nuestros ojos en Él, las cosas cogen un rumbo totalmente distinto.

Personas que antes no tolerabas de repente empiezas a sentir una gracia amor especial por él o por ella, o por ellos. De repente una situación que te tenía totalmente confundido, confundida y que tú no sabías cómo ibas a proceder, de repente tu mente se abre y tú dices como que wow, esto definitivamente ya vino de Dios. Un negocio en el cual estás involucrado que parecía algo complicado, que parecía que no iba a tener una salida, de repente Dios se encarga de poner todas las cosas en su lugar y todo corre.

La pérdida de un ser querido que es algo que has estado cargando durante mucho tiempo y que te duele, y sientes ese vacío todavía. Y cuando nosotros sacamos nuestros ojos de esa situación y los ponemos en el Señor, de una manera misteriosa que yo no sé explicar Dios se encarga de llenar ese espacio. Porque estamos encontrando nuestra fuerza en Él y no en las circunstancias. Escucha bien, las circunstancias te roban la fuerza, te roban la energía. Pero cuando nosotros ponemos nuestra mirada en Dios y nos miramos como Él nos mira a nosotros, como sus hijos, como sus hijas, Él entonces nos da fuerza para poder echarle mano a lo que tengamos adelante.

Así que yo les animo mis hermanos, no se rindan, no se cansen, yo me estoy diciendo a mí también, le estoy predicando al predicador. No nos rindamos, no nos cansemos, como dice la Escritura, no nos cansemos pues de hacer el bien. No nos cansemos de hacer aquéllas cosas que Dios pide de nosotros. Aún las cosas más sencillas mis hermanos, aunque sea cinco minutos por la mañana, si estamos así en el ajoro del día aunque sea cinco minutos que podamos centrarnos, enfocar nuestra mente en el Señor y decir: Señor, te entrego mi día, te entrego mis planes, ayúdame a verte a Ti Señor en medio de esta situación.

Mire en momentos como esos pueden hacer la diferencia. Aún cuando usted se acueste a dormir, acuéstese como bien dice el Salmo: "En paz me acostaré y así mismo dormiré porque Tú Señor me haces vivir confiado." No te acuestes pensando de dónde va a salir el dinero. No te acuestes pensando en cuándo tu hijo va a hacer las cosas que tú estás pidiendo que haga. No te acuestes pensando en cuándo tu esposo, tu esposa va a entender los secretos de tu corazón porque tal vez no los va a entender, pero acuéstate pensando en que Dios está contigo, y que en Él puedes estar confiado, que en Él puedes estar confiada.

Toda oportunidad mis hermanos, toda oportunidad que tengamos de conectarnos con Él de alguna manera u otra, no miremos con bajeza esos momentitos tan sencillos. Si de repente un hermano, una hermana te llama, solamente por saber cómo estás, ve a Dios en esa llamada, no es tan solamente fulano o fulana que te llamó, ve a Dios ahí en esa llamada. Una canción que de repente salió en la radio y esa canción como que te dió algo, ve a Dios ahí. Momentos como estos mis hermanos.

Miren, lo hago sí porque estoy promoviendo los servicios de los miércoles, soy honesto. Estos momentos mis hermanos marcan la diferencia. Cada momento que tengamos la oportunidad de reunirnos como cuerpo, mire aprovechemos esas oportunidades. Los lunes cuando se reúne el Ministerio de intercesión, si usted tiene un don de intercesión mire, hierro con hierro se afila. Roce sus hombros, sus codos con otras personas que tienen el don de intercesión también para que esos dones en usted sigan corriendo.

Si usted necesita renovar su copa los miércoles por la noche, mire, aproveche, aquí estamos, aquí estamos. Corra la voz si usted conoce otra persona que está ahí deshuañangado de vez en cuando, dile oye ven conmigo un miércoles por la noche. Y mire, no desperdicie momentos como estos. Sea que te pongan la mano encima o no, el mero hecho de que tú vienes aquí y te acercas al Señor, recuerden que cuando hacemos eso lo estamos como una declaración de fé, como una declaración de entrega.

Míralo de esta manera. La silla es tu condición, tu naturaleza, tu realidad, lo cotidiano. Cuando tú te sales de tu silla y pasas al frente, mira eso como un paso de fé donde tú te estás moviendo. Mira Señor, me estoy moviendo en Tu dimensión, quiero entregar estas cosas en Tus manos. Oren por mí, no oren por mí, me de un rayo, no me de un rayo, me pongan aceite, no me pongan aceite, Señor yo estoy poniendo mi confianza en Ti.

Miren, no menospreciemos eso mis hermanos, Dios se mueve en cualquier manera. Dios quiere que tu copa, mi copa reboce. Dios no quiere personas con lámparas medio llenas o medio vacías, Dios quiere personas, Dios quiere hijos, Dios quiere hijas, con lámparas llenas, rebozando. Porque Él sabe muy bien tu condición, Él sabe muy bien lo que tu vives día tras día, Él sabe muy bien aquéllas cosas que te quieren robar la energía, y porque Él sabe bien esas cosas Él sabe cómo hacer tu copa rebozar.

Cada oportunidad que tengas de conectarte con Él aprovéchala. Sácale, sácale el jugo a Dios. Dios tiene jugo para darte, sácale el jugo a Él, Él quiere que tú lo hagas.

Ajá, ¿tú quieres compartir algo?. Ajá, ese jugo le cayó mucho hoy aquí definitivamente.

Mujer: Buenas noches, esta tarde me he pasado un día en el mering, en mi local 615 donde estabamos haciendo la renovación del contrato, y tenía un dolor en la espalda, me sentía un dolor tan fuerte, tan fuerte, y así me fuí a la tienda con mi dolor fuerte y llegué aquí y dije, bueno esto es del Señor. Cuando estábamos ahora ahí agarrados de manos, sentí que la bendición del Señor llegó a mí y el Señor me dice: tengo que mirar hacia arriba y así me llevó, me mantuvo así para atrás, y todo eso fue en el nombre de Jesús.

Pastor: Amén, amén amén, gracias Señor. Gracias Jesús, gracias Dios, gracias Señor por esas cosas que Tú haces en nuestras vidas mi Dios. Padre esta noche ha sido una noche única mi Dios, Tú lo haces único, Tú lo haces diferente. Y Padre, nos vamos de aquí hoy en esta noche con Tu bendición, nos vamos con Tu cobertura, nos vamos fortalecidos, renovados, repletos en Ti Señor. Padre que esta bendición no se escurra de nosotros rápido Señor si no que dure, que perdure Jesús, que permanezca ahí bien profundo en nuestro ser, en nuestro corazón y siga dándonos energías para nosotros poder sacarle el máximo a la vida Señor, para Tu Gloria y Tu honra Señor.

Porque sabemos que cuando lo hacemos así para Ti Dios, Tú te encargas de traer Tus bendiciones a nuestra vida Señor. Así que Padre, no estamos solamente aquí por los beneficios de estar en contacto contigo Señor, estamos aquí porque te anhelamos a Ti, te deseamos a Ti Señor, tenemos hambre y sed de Ti Jesús. Y Tú eres nuestro todo, Tú eres nuestro centro, Tú eres nuestra razón de ser.

Así que Padre, estamos confiados en Ti. Y una vez más te damos las gracias. Gracias otra vez por todo lo que has hecho y todo lo que harás. Bendice a cada uno de mis hermanos y hermanas Jesús, guíalos con bien hacia sus hogares Señor y que Tú les concedas un descanso profundo, reparador en esta noche, y que en el día de mañana si así Tú lo permites Jesús podamos enfrentar todo lo que el día traiga Señor y ver Tu mano obrando en una manera poderosa. Gracias te damos Señor y en Tu nombre oramos y cerramos este tiempo, amén Señor Jesús, gracias Dios, gracias Señor.

Una vida que refleja a Cristo - En las manos del alfarero

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Yo espero que esta palabra sea de bendición para cada uno de nosotros y yo he titulado este mensaje “Una vida que refleja a Cristo en las manos del alfarero”. Yo quiero exhortar a la congregación a que nosotros tratemos de presentar vidas que reflejen a Cristo dentro y fuera de la iglesia y que estemos dispuestos a ponernos nosotros mismos en las manos del alfarero para que el Señor nos quebrante y nos moldee nuevamente para poder ser vasos de honra en sus manos.

El primer pasaje que quiero compartir con ustedes está en Efesios 4, del 22 al 32 y dice la Biblia:

“…Cuando a la pasada manera de vivir despojaos del viejo hombre que está viciado conforme a los deseos engañosos y renovaos en el espíritu de nuestra mente. Y vestíos del nuevo hombre creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. Por lo cual desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo porque somos miembros los unos de los otros. Airaos pero no pequéis, no se ponga el sol sobre vuestro enojo ni deis lugar al diablo. El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno para que tenga qué compartir con el que padece necesidad. Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca sino la que sea buena para la necesaria edificación a fin de dar gracia a los oyentes, y no contristéis al Espíritu Santo de Dios con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. Quítese de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia y toda malicia. Antes sed benignos los unos con los otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo…”

Esta palabra ha estado en mi corazón porque a medida de que nosotros hablamos de construir el nuevo templo y vamos a habitar el nuevo templo, y el templo está bonito y queremos que todo esté en su lugar. Dios ha puesto una carga en mi corazón de que nosotros también nos preparemos y que nos santifiquemos. Hace una semana el pastor ha estado predicando acerca de la santificación, de lo que es vivir vidas santas, vidas que reflejen a Cristo y yo quiero hacer eco un poquito a eso. Y escogí las palabras del hermano Pablo, el Apóstol Pablo en el Antiguo Testamento cuando se dirigió a las personas de la iglesia en Éfeso.

Éfeso era una ciudad bien moderna en Asia, considerada la primera metrópolis de Asia. Había muchas personas influyentes, era una ciudad bien comercial que estaba camino a Roma y había personas adineradas, personas que no eran adineradas, era una ciudad bien diversa. Y había un grupo de creyentes que eran judíos y gentiles a los cuales Pablo se dirigió ya casi al final de su vida cuando él estaba preso en Roma y les envió una carta pidiéndoles que cuidaran su manera de vivir como cristianos. Y tocó varios temas, hablaba acerca de la unidad en Cristo, lo importante que es ser uno en Cristo, ser personas de un mismo sentir, lo importante que es ser personas que cada día busquen crecer en el Señor, que no nos creamos que ya alcanzamos un nivel de espiritualidad o santidad en el cual no tenemos que leer más, y eso se refleja a través de su carta.

Cuando él comienza la carta de Efesios él se introduce como Pablo, Apóstol de Jesucristo, dándole a saber a ellos que él era un Apóstol y él tenía autoridad para hablar con ellos, pero luego a lo largo de la carta, ustedes ven que él siempre se refiere a él mismo y dice, como siervo de Jesucristo, prisionero en cadenas, y un lenguaje que denota que su corazón era servir a la comunidad cristiana de aquel entonces.

Entonces, en su carta él está hablando acerca del compañerismo cristiano, la unidad, la sumisión de los unos a otros, y animando a la iglesia a que quiera crecer. Y era algo paradójico porque un hombre que antes perseguía a la iglesia y quería exterminar a todos los cristianos, ahora está hablando, no, unámonos, seamos fieles, estemos juntos, etc.

Y leyendo en este pasaje, yo pude identificar tres pasos para reflejar a Cristo, tres cosas que Pablo le está pidiendo la iglesia en Éfeso que ellos tienen que hacer para reflejar a Cristo. El primer paso es que tenemos que despojarnos del viejo hombre. Y en el versículo 22 Pablo comienza diciendo:

“… en cuanto a la pasada manera de vivir, despojados…”

La versión nueva internacional dice “…quítense el ropaje del viejo hombre −que es la vieja naturaleza− que está viciado conforme a los deseos engañosos…”

Pablo le está diciendo a los hermanos de Éfeso, ya ustedes han conocido a Cristo, ustedes dicen que profesan ser cristianos y quieren vivir como Cristo, pongan a un lado, todas esas cosas que son de su naturaleza pecaminosa.

Las cosas que usted hacía antes de Cristo tiene que ponerlas a un lado y quitarlas del medio. Porque esas cosas que están ligadas a los deseos engañosos y ahí contrasta la palabra engañosa cuando dice, conforme a los deseos engañosos contra lo que es lo verdadero y puro de Dios. Entonces, dice todos esos deseos carnales que nosotros teníamos antes de Cristo son cosas pasajeras, que van a perecer y que por lo tanto tenemos que poner a un lado.

Y esa es la primera cosa que él dice, despojaos del viejo hombre. Vamos a poner nuestra naturaleza carnal y pecaminosa que no honra a Dios a un lado. Número dos, él dice, renovaos en el espíritu de vuestra mente. Y eso está en el verso 25.

Yo me puse a buscar qué significa eso de renovaos, qué Pablo se refería cuando hablaba de renovarse. Y encontré en la Real Academia de la lengua española, ese diccionario que todo el mundo va cuando no sabe hablar español, dice, renovar es hacer como de nuevo algo o volverlo a su primer estado.

Y cuando yo leí esta definición, yo dije, guau, que interesante que Pablo utilice esa palabra, porque a lo mejor está haciendo alusión a que ya nosotros por el pecado, hemos sido tan corruptos, tan manchados que él quiere que nos renovemos para que volvamos a nuestro primer estado antes del pecado, a ese estado cuando Adán y Eva tenían una relación con Dios donde se hablaban de frente, donde no estaban avergonzados por sus pecados y quizás Pablo está diciendo, cuando dice renovaos, vamos a moldearnos nuevamente, vamos a purificarnos, a volver otra vez al estado en el que estábamos, que teníamos acceso con Dios sin vergüenza alguna.

Otra de las definiciones decía que es restablecer o reanudar una relación que se había interrumpido. Básicamente hacerse de nuevo, ser hecho nuevo, mejorar la condición en la que uno está.

Entonces, cuando Pablo dice renovar el espíritu de vuestra mente se refiere a que nuestro interior debe estar renovándose día a día, que las cosas que nosotros detectamos que no andan bien delante de Dios, que no están bien, tenemos que renovarlo. Es como cuando usted ve una silla en su casa que está pelada, raspada en un lado y usted quiere pulirla, quiere pintarla otra vez, cuando las paredes se dañan, todo lo que tiene que ver con renovación es arreglando cosas que existen pero que están dañadas y que si no se tratan pueden continuar deteriorándose. Y eso es lo que Pablo se refiere aquí cuando habla con la iglesia de Éfeso diciéndole, renovaos en el espíritu de vuestra mente.

Examina tu mente, las cosas que no se ven bien, las cosas que no están de acuerdo a la voluntad de Dios, tenemos que pulirlas, tenemos que arreglarlas, tenemos que prestar atención a eso. Eso fue el segundo paso para vivir una vida que refleje a Cristo.

Número 3, Pablo le dice en el verso 24, y vestidos del nuevo hombre creado según Dios, o sea, creado a la imagen de Dios, en la justicia y santidad de la verdad.

Pablo nos deja tres cosas bien claras aquí. Dice, lo primero que tenemos que hacer es despojarnos del viejo hombre, ponerlo a un lado, renovar el espíritu de vuestra mente, y en esa renovación tenemos que vestirnos del nuevo hombre y ponernos una vestimenta nueva que es la que Dios nos quiere dar a través de su palabra.

Y me puse a pensar acerca de esto, de vestimenta, y me llamó la atención. Por qué Pablo usa la palabra vestimenta? Por qué Pablo hace alusión a esto de que tenemos que vestirnos del nuevo hombre? Y me puse a pensar, cuando uno se viste es para que la gente vea a uno, que uno anda bien vestido, Verdad que sí? Hoy tengo que ponerme una ropa que represente a uno, ¿verdad? que hable bien de uno.

Y por lo general, cuando nosotros estamos escogiendo qué vestir, estamos pensando en cómo nos vamos a ver ante los demás. Qué mensaje vamos a trasmitir a los demás? si la ropa está limpia, si la ropa está sucia, etc. el caso es que esto de la vestimenta, la regla general de esto, es que uno se viste de acuerdo a la ocasión.

Cuando uno va a una boda, uno utiliza cierto tipo de ropa. Cuando uno va a un funeral, uno utiliza cierto tipo de ropa. Dependiendo del trabajo que uno tenga, si uno es un carpintero, si uno es un abogado, si uno es un policía, un soldado, hay diferentes tipos de ropa para esas cosas. Cuando uno va a hacer deporte, diferente tipo de vestimenta, cuando uno trabaja con los niños, en la escuela dominical, yo siempre ando con mi camiseta de escuela dominical, cuando vengo a predicar me pongo el uniforme de pastor, eso no significa que uno sea mejor que otro, lo que significa es que hay cosas diferentes para diferentes estados y la ropa dice algo de uno.

Lo que uno viste hable de la personalidad de uno, de la identidad de uno, etc. es bien interesante que Pablo utilice este lenguaje de vestimenta y yo dije, bueno, él lo que está diciendo es que cuando uno se viste nuevamente, uno como que está cambiando de rol. Por ejemplo, si a mí ahora después de predicar me toca ir a trabajar con los niños en el tercer piso, yo me voy a quitar esto y me voy a poner más cómodo, me voy a poner unos jeans, unos tenis, una camiseta y voy a ir a hacer otra función. Es como el soldado que está peleando, que está trabajando, los fines de semana si no tiene que hacer nada, se pone ropa de civil para estar con su familia.

Entonces Pablo está hablando de esto y está diciendo, la ropa que tu tienes vieja de la naturaleza anterior, ahora tu tienes que cambiarla porque tu vas a hacer cosas diferentes, ya tu no vas a hacer lo que tu estabas haciendo cuando tu estabas sin Cristo. Entonces, ahora yo necesito que tu te pongas una nueva vestimenta.

Y son esas tres cosas, que él habla de eso, de despojarse del viejo hombre, renovar nuestra mente y vestiros del nuevo hombre. Esto de la vestimenta fue interesante porque yo no pienso que aquí Pablo se está refiriendo a cómo uno se viste los domingos necesariamente, él está hablando acerca de las actitudes del interior, pero me puse a pensar, oye, cuál será la regla para uno vestirse los domingos en la iglesia?

Yo crecí en una iglesia donde uno siempre andaba así, siempre todo el tiempo así, planchadito, lo mejor que uno tenía uno se lo ponía cuando iba para la iglesia. Este país yo vi los cielos abiertos porque dije, ay, aquí la gente se pone jeans para ir a la iglesia. Entonces, ¡Aleluya! Gloria a Dios, voy a ponerme un jean, mis tenis. Porque en realidad no es una regla que diga que uno tiene que vestirse con ropa fina, ropa formal ni nada.

Sin embargo, leyendo un libro que estoy leyendo en estos días, el autor de ese libro dice que uno se viste formal para ir a la iglesia, no porque es obligado sino porque uno quiere mostrar respeto para las cosas de Dios. No es obligado, es si uno quiere mostrar respeto, uno muestra respeto. Dios quiere que uno esté cómoda, que uno venga a su casa y se sienta cómodo para escuchar su palabra pero qué lindo se siente que uno en su comodidad, uno le muestre respeto a Dios o quiera mostrarle respeto a Dios.

Y me puse a pensar, guau, uno hace las cosas porque uno quiere mostrar respeto. Cuando uno va a un teatro o algo a veru una obra fina, Shakespeare, o lo que sea, uno se pone una ropa cómoda porque uno quiere respetar el lugar donde uno se encuentra, que lindo sería que nosotros también decidiéramos respetar el lugar donde nos encontramos, cuando estamos en la presencia de Dios.

Es como que vamos a salir con Dios. Cuando va para una cita uno quiere ponerse la ropa bien bonita y se perfuma y todo. La misma actitud podríamos nosotros adoptar cuando se trata de venir a la iglesia, a pasar un tiempo con Dios. Me puse a pensar en esto y me puse a pensar que a veces, por ejemplo, a mí, no me gusta andar así en la calle los domingos porque digo guau, la gente ya va a saber que uno va para la iglesia, desde la gente que me en la calle dice, ese es evangélico, ese es cristiano. Y a mí me da vergüenza, digo, no yo quiero ser como todo el mundo, quiero andar con unos jeans, yo quiero pasar desapercibido.

Yo dije, guau, que triste es que uno en su nueva manera de vivir quiere asemejarse al mundo, quiere ser aceptado por el mundo y vestirse como las personas del mundo nada más para que la gente no diga, él es cristiano, ella es cristiana. Dije, Señor, perdóname, perdóname.

Y hoy cuando venía por ahí caminando, dije, no, yo voy para la iglesia, yo voy para la iglesia. Pero son cosas que uno tiene que pensar, y son cosas que uno tiene que cambiar. Esa actitud de la mente que ya la próxima que yo vaya a la iglesia que no me de vergüenza que mis vecinos se den cuenta que yo voy para la iglesia. Yo no quiero que mi vecino me ame porque yo soy cristiano, yo simplemente quiero que él me respete. Y esto fue algo que yo escuché en esas charlas políticas de estos días, había una persona hablando diciendo que su mamá le dijo a él que había una diferencia entre amor y respeto y que ella no quería que sus hijos la amaran, porque muchas personas te aman o dicen que te aman, y no te respetan y ella decía que yo prefiero que mis hijos me respeten porque a raíz de ese respeto me van a comenzar a amar.

Y yo dije, que lindo sería que nosotros no nos diera vergüenza andar como cristianos en la calle, sin importar que la gente del mundo no nos amen, pero ganándonos el respeto de la gente del mundo. Que ellos cuando nos vean respeten a uno porque uno anda como un cristiano y dije, bueno, Señor, por ti, por el amor y el respeto que tengo a ti, yo pienso cambiar mi vestimenta.

Claro, Pablo no está hablando de la vestimenta física, Pablo está hablando acerca de las actitudes internas, el corazón y de la mente, como vemos en el pasaje. Pero es importante saber que cuando uno comienza a cambiar en su interior, se nota en el exterior. Y la gente tiene que ver eso.

Pablo nos ha hablado de tres cosas aquí y es lo mismo que él le decía a la iglesia en Roma. En Romanos 12, él les dijo a ellos, un versículo que todos conocemos, él dice:

“…No os conforméis a este siglo sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta…”

Era algo que en cada carta que Pablo le escribió a las diferentes iglesias, él tenía el mismo tema. Somos cristianos, vamos a andar diferentes, vamos a hablar diferente, vamos a transformar nuestra mente constantemente. Y era una exhortación hacia una vida diferente.

Ahora, esa exhortación a una vida diferente los tres pasos que Pablo estaba compartiendo aquí con la iglesia de Jesús tenían implicaciones. Y yo encontré cinco implicaciones bien prácticas y súper straight forward, directas, que más claro no canta un gallo, como dicen. Lo primero él le dijo, no hablemos mentira, hablemos verdad, por lo cual desechando la mentir, hablad verdad cada uno con su prójimo porque somos miembros los unos de los otros.

Ya aquí Pablo está yendo de lo general a lo específico. Qué significa renovarnos constantemente? Qué significa renovarme? Qué significa quitarme y ponerme? Una de las cosas que significa es dejar de hablar mentiras, no importa que sea una mentirita sencilla, lo que sea, mentira es mentira. Entonces, dejar la mentira y hablar la verdad.

Ahora, cuando dice hablar la verdad, no es para que nosotros nos pongamos, no, porque yo no le tengo miedo a nadie, yo le digo la verdad en la cara a quien sea que hay que decírselo. Conoce usted gente así? Yo conozco gente así, que dice a mí no me importa, yo se lo digo en su cara. A quién es que hay que decirle? Dime. Vamos. Vamos a ir a decirle.

No, no, Pablo, en el verso 15 del capítulo 4, él le dice, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo aquel que es la cabeza, esto es Cristo.

Él dice, hablar la verdad en amor. Es como cuando usted va a hablar con su hijo, su hijo ha hecho algo malo, y usted tiene que regañarlo. Usted lo va a regañar utilizando la verdad, diciéndole mira, esto es así, esto es asá, pero uno lo regaña, uno lo corrige de una forma en que el niño no se desmoralice, sino que se sienta animado. ¿Verdad? es con amor que uno tiene que corregir a las personas, no es con el deseo de aplastarlos, de dejarle saber que lo hizo mal. Porque ya sabe que lo hizo mal. Es una verdad que te da esperanza y te da paz de que no todo está perdido, todavía soy aceptado, todavía soy querido, todavía soy amado.

Entonces, cuando Pablo dice, dejen de hablar mentira, él dice, hablen la verdad en amor. Hay veces que uno no está de acuerdo con ciertas actitudes de personas a nuestro lado, que no sé qué, y como que le seguimos la corriente porque tememos que si le corregimos se sienta mal la persona. Pero Pablo dice aquí, oye, no mientas.

Mentir no es simplemente hablar mentira. La mentira es la ausencia de la verdad. Cuando uno simplemente no dice la verdad y se queda callado, eso puede resultar en una mentira. Uno puede vender una ilusión que no es cierta a una persona. Entonces, Pablo dice, no dejes la mentira, no hables mentira, no des ilusiones falsas, habla la verdad, pero habla la verdad en amor para con tu hermano, buscando restaurarlo, renovarlo.

Luego dice que cuando uno tiene que dejar la mentira, es que uno tiene que darse a conocer en el trabajo, en la casa, en la escuela, dondequiera que uno esté la gente debería conocernos a nosotros porque fulano, fulana siempre dice la verdad. Es una persona que no anda diciendo mentiras, es una persona que su sí es sí y su no es no. que en su trabajo la gente se sienta en confianza de sentarse a escucharlo a usted, de escuchar lo que usted dice porque sepa que usted es una persona de integridad, que es recta, que dice la verdad en todo tiempo.

Y la dice en amor. Cuántos de nosotros nos damos a conocer por eso en nuestros trabajos, en la nuestras escuelas, en nuestras comunidades? Hay muchos de nosotros que nuestros vecinos no se atreverían a hablar con nosotros. No se atreverían a creer cosas que nosotros decimos, porque no hemos reflejado a Cristo con esta actitud que Pablo menciona aquí, de hablar la verdad. Porque en el medio de la ausencia de la verdad, proyectamos una imagen que no es la de Cristo. Entonces, tenemos que prestar atención a esto.

Número 2, Pablo dice en el verso 26, airaos pero no pequéis, no se ponga el sol sobre vuestro enojo. La nueva versión internacional dice, no dejen que el sol se ponga estando aún enojados. Ojo aquí. Esto no es permiso para que uno se aíre. Hay gente que dice, oye, la Biblia dice airaos, pero no pequéis. Yo me puedo enojar, yo me puedo quillar como dicen en Dominicana, pero yo nada más no le voy a [inaudible] pero le voy a dejar saber que estoy airado, que no me gustó, estoy quillado, estoy encendido.

La Biblia dice aquí, airaos pero no pequéis. Hay una traducción que dicen, en caso de que tu te aíres, no peques. Y la segunda parte del verso es la más importante dice, no se ponga el sol sobre vuestro enoja. Dice, que no te dure mucho esa ira, ese enojo. Porque cuando tu estás en ira, cuando tu estás en enojo no estás reflejando el fruto del espíritu de Dios y estás mal.

No hay ninguna justificación aquí en la Biblia para que uno se aíre. Cuando uno ve cosas que a uno le causan indignación, uno respira, Señor, bendice a ese hermano, ayuda a ese hermano. Uno se siente mal, pero una cosa es sentirse mal y otra cosa es airarse y enojarse. Y cuando uno se aíra, cuando uno se enoja, no salen cosas buenas de la boca de uno, uno no actúa de la mejor manera. Entonces, Pablo está diciendo, airaos pero no pequéis.

Esto se aplica a todo tipo de relación, relaciones de parejas, relaciones de amigos, relaciones laborales, relaciones en la casa. Muchas veces uno se aíra en contra de sus hijos y porque son niños uno le grita. Ese muchacho…mira….no está siendo de bendición para la vida de tu hijo. No estás reflejando a Cristo para la vida de tu hijo. En el trabajo cuando uno se aíra, muchas veces uno no grita, pero le aplicamos la regla del hielo a la persona. Yo no voy a hablar, hola… hola… No estamos reflejando a Cristo cuando hacemos eso.

Y cuando hacemos eso le damos oportunidad a la persona que diga, y eso que es cristiano. Después que la persona dice así, eso es lo que tu le estás demostrando. Porque hay personas que se aíran y explotan, pero hay personas que se aíran pero internamente, pero lo demuestran. Entonces, por eso la Biblia dice, no se ponga el sol sobre vuestro enojo. Cuando tu te aíres, trata de que se te pase pronto, porque esas son cosas que no edifican, eso no te ayuda, no ayuda a nadie. La ira no es de Dios.

Entonces cuando usted se aíre con su pareja, que tu que te vas para el mueble… no, yo siempre digo, cuando yo me case, en mi casa yo no voy para el mueble, si ella quiere que se vaya para el mueble pero yo no voy para el mueble. Entonces, cuando usted se aíre trate de que se le pase rápido porque no van a llegar a ningún lado con eso de la ira.

Eso se aplica a todo tipo de relaciones. Luego, mira si esto de la ira es tan importante que Pablo habla mucho de esto. Mira lo que dice en Santiago 1 del 19 al 20. Dice:

“….Por esto mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios…”

Cuando uno se aíra no está actuando [inaudible] de Dios. Mira lo que dice Mateo 5:22:

“…Pero yo os digo que cualquiera que se aíre contra su hermano, cualquiera que se enoje contra su hermano, internamente o exteriormente, será culpable de juicio…”

Luego en Gálatas 5:20 cuando está hablando acerca de las obras que van en contra del fruto del espíritu, que son conforme a la carne, tiene una lista y dice:

“…Idolatría, hechicería, enemistad, pleitos, celos, iras – ahí está la ira…”

Es algo que está completamente contrario al fruto del espíritu que nosotros debemos de exhibir en una nueva vida en Cristo.

En Colosenses 3 del 12 al 14 miren lo que dice aquí:

“…Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas, ira – comienza con la ira – enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca, ni mintáis los unos a los otros, habiendo despojado del viejo hombre – mire el lenguaje, y esto es una carta que él escribió a la iglesia en Coloso, a los colosenses – y revestíos del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbara ni escrita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo y en todos…”

Mire el lenguaje aquí otra vez de la vestimenta. “…Vestíos pues, como escogidos de Dios santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia, soportándoos unos a otros y perdonándoos unos a otros y si alguna tuviera queja contra el otro de la manera que Cristo os perdonó así también hacedlo vosotros y sobre todas estas cosas vestíos de amor que es el vínculo perfecto...”

Aquí vemos el mismo tema, la misma temática. Se lo escribió a la iglesia en Éfeso, se lo escribió a la iglesia de Corinto y yo pienso que nos lo escribió a nosotros también. Porque Dios sabe que nosotros todos luchamos con estas cosas.

Este lenguaje de la vestimenta me hizo pensar en los bautismos. Recientemente nosotros celebramos unos bautismos en el lago, pero hay personas que se bautizaron y esas personas cuando se bautizaron dijeron, hoy yo voy a descender a las aguas para dejar mi viejo hombre y voy a salir de las aguas para comenzar a vivir una nueva vida en Cristo. Lo que yo hacía antes, no lo voy a hacer, voy a tratar de mejorar todo lo que está mal dentro de mí.

Entonces, lo que estamos ahí que no nos bautizamos necesariamente, pero que presenciamos lo que esta personas estaban haciendo, debemos de preguntarnos, y yo estoy andando de acuerdo a lo que Dios quiere que yo ande? Estoy viviendo como Dios quiere que yo viva? Aquí está la carta de Pablo que nos dice qué es lo que tenemos que dejar.

Miren lo que dice Eclesiastés 7:9, Proverbios 22:4 dice;

“…No te entrometas con el iracundo ni te acompañes con el hombre de enojos. No te apresures en tu espíritu a enojarte porque el enoja reposa en el seno de los necios…”

Está diciendo una exhortación bien práctica. En caso de que te aíres, procura no pecar y que se te pase rápido.

Lo número 3 que nos dice, es no es necesario robar, podemos trabajar. El que hurtaba no hurte más sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno para que tenga que compartir con el que padece necesidad.

Cuando Pablo está haciendo una alusión a que no robe, él está quizás citando la ley de Moisés, el octavo mandamiento es no robarás. Y cuando él hace alusión a esto él está dejándole saber a su audiencia que de una forma u otra lo que él está diciendo, él no lo está inventando, no es algo nuevo, es algo que viene desde el Antiguo Testamento y que Dios mismo lo había indicado para su pueblo. Y le dice, no robarás.

Cuando yo miré esto, yo estaba leyendo pero, eso está fácil yo no tengo que hacer nada. Ya yo estaba, Señor, perdóname porque a veces me quillo, me aíro con la gente en el trabajo y me sube la sangre. Cuando yo vi esto de robar, ah, pero yo no robo y seguí para adelante leyendo. Después escuché una vocecita que decía, Jonatán, y cuando tu estás en Facebook en hora de trabajo explícame, tu no estás robando el tiempo? Cuando tu estás mirando videos en You Tube en horas de trabajo, explícame, no estás robando el tiempo?

Muchas veces nosotros robamos el tiempo de nuestras empresas donde trabajamos. Imagínense yo en la iglesia, le estoy robando a Dios. Pero en los lugares de trabajo cuando uno se pone a perder tiempo, cuando uno no hace las cosas como las debe hacer, cuando uno las hace mediocremente, cuando uno se la pasa mirando videos, chateando con amigos en Facebook, todas esas cosas, uno está robándole el tiempo a sus empleadores.

Cuando yo trabajaba en la universidad en el seminario Gordon Conwell, las fotocopias a los estudiantes les cobraban 10 centavos y se supone que los 10 centavos se lo cobraba a todo el personal. Siempre que necesitaba una copia había que sacar 10 centavos. Como yo trabajaba ahí decía, no, yo voy a tirar mis copias y cuando tenía que entregar algún papel a algún profesor, yo imprimía mi papel, le sacaba copia y lo repartía y todo. Y dije, Dios mío, pero le robé muchísimas copias al seminario.

Porque las copias de los papeles que ellos hacían, no eran copias administrativas, no eran copias de la oficina, eran cosas mías. A veces yo veía un artículo en internet que me gustaba y lo imprimía. Es la tinta de la empresa. Estoy robando porque no me han autorizado a gastar los recursos de mi empresa así. Los lapiceros siempre desaparecen, las gomas de borrar… tenemos que tener cuidado con las cosas que nosotros hacemos. No robarás es no robarás, punto, dondequiera que tu te encuentres. Tu no tienes que robar un banco para ser un ladrón.

Y son cosas que nosotros tenemos que enseñar a nuestros hijos. Ahora, por la misma moneda, esto también se le aplica a los empleadores. Cuando usted no le paga lo suficiente a una persona que trabaja con usted, usted le está robando dinero a esa persona. Y cuidado si usted tiene el dinero para pagarle pero simplemente por razones de ahorro usted no quiere pagarle como esa persona se merece. Usted le está robando dinero a esa persona.

Cuando usted le dobla la carga de trabajo a una persona, esto pasa siempre con la gente inmigrante que no tienen documentos, son la gente que más trabajan, porque la gente se aprovecha de ellos y abusan por su condición. Usted le está robando a esas personas. Esto es algo para las personas que tienen, en aquel tiempo para la iglesia de Éfeso, era para las personas que tenían esclavos, diciéndole, oye, tus esclavos no les robes el tiempo, no les robes el tiempo de su familia. No robarás.

Y le está diciendo para que tu te renueves, si tu tienes eso de robar, okay, deja de robar y ponte a trabajar y mira lo que dice aquí:

“… haciendo con tus manos lo que es bueno para que tengas que compartir con el padece necesidad…”

Aquí está diciendo la palabra de Dios que si tu eres un ladrón, deja de robar, ponte a trabajar y tu verás cómo tu vas a poder compartir con las personas que tienen necesidad. Y en eso Dios se glorifica. Un ejemplo, fue el ejemplo de Mateo, el cobrador de impuestos. Él le robaba, siempre cortaba a la gente que le… no, es que tu me tienes que pagar tanto por esto, por esto, lo volvió [inaudible] y le robaba.

Cuando Mateo se convirtió, que entendió lo que era renovar su entendimiento, él dijo, okay, yoi le voy a devolver el dinero a toda la gente que yo les robé este año los taxes. Cuántos de nosotros truqueamos el gobierno con los taxes. Yo voy a decir que tengo tres hijos, que son mis dependientes, que esto, yo voy a decir que estoy divorciado, que esto, que lo otro. Estamos robando.

Los sistemas cuando le dan comida a la gente, yo necesito… Dios dice, deja de robar y ponte a trabajar para que tu seas de bendición. El ejemplo de Mateo, el cobrador de impuestos, eso fue lo que él hizo. Antes de Cristo él le robaba a la gente, después de Cristo él se puso a ayudar a la gente. Un ejemplo práctico que encontré en un libro que estaba leyendo, es una persona que vende autos. Cuál es la diferencia de una persona que vende autos y ayuda a las personas a comprar autos? El vendedor de autos no le importa que uno se endeude adquiriendo un carro que está fuera de su presupuesto. Él te lo va a poner lindo, de diez mil maneras, y te lo va a vender porque lo único que le importa es vender el auto.

La persona que te ayuda a comprar un auto, evalúa tu situación y te dice, mira, no te metas en ese carro porque tu no lo vas a poder pagar. En este libro que yo estaba leyendo, el autor decía que un miembro de su iglesia era vendedor de autos y cuando él se convirtió, él cambió de mentalidad, renovó su mente y dijo, yo voy a dejar de engañar a la gente vendiéndole los carros y yo voy a comenzar a ayudar a la gente a comprar carros. Eso fue una renovación del entendimiento de esa persona.

Cuáles son las cosas que nosotros tenemos que renovar en nuestro trabajo en cuanto a la manera en que nosotros le robamos tiempo, recursos a Dios y a los demás? Son cosas que nosotros tenemos que preguntarnos a nosotros mismos. Pónganse a trabajar.

Luego la cuarta implicación que dice aquí, está en el verso 29, “… ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca sino la que sea para la necesaria edificación a fin de dar gracia a los oyentes…”

Cuidado con lo que dices, que sea edificante. Y este fue el versículo que me llegó a la mente cuando me dijeron, mira, te toca predicar el domingo. Y de qué yo voy a hablar? Y me llegó este versículo a la mente. Yo recuerdo que cuando niño mi mamá siempre, ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca… ninguna palabra corrompida salga de nuestra boca… y yo crecí con un miedo de decir malas palabras, que nada más Dios y yo sabíamos. Y yo trataba de no decir malas palabras, pero estudiando este versículo la segunda parte dice:

“… sino la que sea buena para la necesaria edificación a fin de dar gracia a los oyentes…”

O sea, una palabra corrompida no es simplemente una mala palabra. Toda conversación que no edifica es una conversación corrompida. Y aquí Pablo está hablando de 3 cosas. Ya vemos que habló de la ira y del enojo, la actitud de la mente; habló de nuestras acciones cuando uno roba, lo que uno hace construcción sus acciones. Ahora está hablando acerca de lo que uno hace con sus labios. Está hablando de la boca.

La facultad de hablar declara que nosotros somos creados a imagen de Dios porque Dios es un Dios que habla. De toda la creación el único ser que puede hablar como Dios somos nosotros. Los animales no hablan, las plantas no hablan. Algunos animales pueden imitar el vocabulario del hombre pero no hablan. Nosotros tenemos facultad de hablar.

Dios creó el mundo con su palabra y si nosotros estamos creados a imagen de Dios, nuestra palabra tiene poder, tiene poder para construir una vida y tiene poder para destruir una vida.

Hay que prestar atención a lo que uno dice. El poder hablar es un don. Cuando Pablo habla de palabras corrompidas, él está hablando de dos tipos de palabras, hay palabras que son de bendición y hay palabras que son corrompidas. Yo me puse a estudiar eso de corrompido y en griego la palabra es sapros que significa podrido, corrompido y descompuesto. Cuando la Biblia dice ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, es que ninguna palabra podrida, corrompida, que no sea verdad y descompuesta salga de vuestra boca.

En otros pasajes esta palabra se utiliza para referirse a frutos de un árbol, frutos podridos. En Mateo 17, dice:

“…Guardaos de los falso profetas que vienen a vosotros con vestidos de ovejas pero por dentro son lobos rapaces, por sus frutos lo conoceréis. Acaso recogen uvas de los espigos o higos de los abrojos? Así todo buen árbol da buenos frutos pero el árbol corrompido – esta es la palabra que se utiliza en este edición – el árbol corrompido da malos frutos. No puede el buen árbol dar frutos corrompidos ni el árbol corrompido dar frutos buenos…”

Yo cambié el lenguaje y donde decía malo puse corrompido porque esa es la palabra en griego. Todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego así que por sus frutos los conoceréis.

Aquí la Biblia está comparando a los hombres con árboles que dan frutos. Y habla de los profetas. Qué es lo que hace un profeta? Declarar por su boca. Dice, guardaos de los profetas que son lobos rapaces. En otro versículo le dice, sepulcro blanqueado, y vamos a hablar más adelante, y dice, que un árbol corrompido por dentro no puede dar frutos buenos y un árbol bueno no puede dar frutos corrompidos. Los árboles dan naranjas, manzanas, peras, nosotros qué fruto damos? Una manzana, una naranja? No. el fruto de nosotros es lo que sale de nuestra boca. Y lo que salga de nuestra boca es lo que está en nuestro interior.

Y si nosotros estamos corrompidos interiormente eso es lo que vamos a decir. Entonces hay que tener cuidado con eso. En inglés la palabra que se utiliza, una palabra es evil que es malo, y la otra palabra es unwholesome, que es insalubre. Y me llamó la atención ver eso, insalubre. Y por qué Pablo dijo ninguna palabra insalubre salga de tu boca, sea corrompida. Y es algo bien interesante porque lo opuesto de algo que está corrompido, que está podrido, es algo que no se ha preservado y la sal se utiliza para preservar las cosas. Entonces, cuando nuestra vida no tiene suficiente sal, nuestro interior se corrompe y se pudre porque no se preserva.

Entonces, mira lo que dice la Biblia en Colosenses 4:6 dice:

“…Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal para que sepáis cómo debéis responder a cada uno…”

Está diciendo que nuestras palabras tienen que ser sazonadas con sal. Inmediatamente yo pensé, oye, la Biblia dice que nosotros somos la sal de la tierra y cuando nos dice que nuestra palabra tienen que ser sazonadas con sal es para que nosotros demos sabor a un mundo que está sin sabor, para que nosotros preservemos los valores de Dios en un mundo que sin esos valores se pudre.

Otra cosa interesante de la sal es que la sal aumenta la salinidad en el cuerpo causando sed. Por eso es que cuando uno come galletitas saladas, cosas con sal, uno tiene sed y uno tiene que beber agua. Yo me puse a pensar en esto y dije, cuál es la implicación de eso para nosotros como iglesia? Para nosotros como iglesia si nuestras palabras están sazonadas con sal nuestras palabras deben causar sed de oír en las personas que nos escuchan. Si las personas que nos escuchan no tienen sed de Dios después que nos escuchan hablar, nuestras palabras no están lo suficientemente sazonadas y son palabras corrompidas.

Entonces, tenemos que procurar que todo lo que nosotros digamos no sea palabras corrompidas, no sean palabras insalubres, palabras obscenas, palabras abusivas, chismes. Muchas veces no es con malas palabras que uno daña la imagen de Dios, es con chistes. A veces hay unos chistes que no edifican.

La segunda parte de nuestro verso dice que tenemos que hablar cosas que sean edificantes. Hay unos chistes que no edifican. Ayer yo estaba comiendo pizza con unos amigos, y un amigo de nosotros él tiene el pelo raspadito, raspadito y yo le dije a una, mire, él parece un luchador de la lucha libre de México. Todo el mundo se rió menos él. Ahí mismo yo me dije, oye, una palabra corrompida. Eso no fue edificante.

A todo el mundo le gustó a él. Qué le pasó a él en su interior cuando yo dije eso? Muchas veces son chistes. A veces una palabra corrompida puede ser en verdad, te lo dije. Cuando una persona falla y uno le dice te lo dije, eso no está edificando a esa persona. Por qué es necesario que tu le digas te lo dije? Ya él sabe que tu se lo dijiste. Palabras edificantes son palabras de ánima, de esperanza, y de restauración. Entonces nuestro vocabulario, nuestras palabras tienen que estar sazonadas con ese tipo de palabras.

Por eso es que dice, si no la que sea buena para la necesaria edificación. Hay muchas cosas que nosotros hablamos que no son necesarias, no es necesario que tu hables de eso. Así se comienzan los bochinches en la iglesia y las cosas que uno gana diciendo eso. Como creyentes nosotros debemos usar nuestras manos, nuestras palabras, nuestras bocas, todos para compartir la vida de Cristo en medio de las personas. Nosotros no debemos manchar el testimonio de Cristo por nuestros comentarios.

Y hay que tener cuidado porque a veces en nuestros amigos de confianza, mientras más confianza tu tienes con una persona, más pronto estás tu a chismear, más pronto estás tu a hablar cosas que no son edificantes. Por qué? Porque tu sabes que mi amigo de confianza no me va a juzgar y está de acuerdo conmigo. Hay que tener cuidado con el tipo de conversación que nosotros hablamos. Si no son edificantes no valen la pena.

Cuando una persona nos hiere a nosotros, nuestro primer impulso es ir a otra persona a contarle nuestras penas y a acabar a ese hermano. No, no, tu tienes que mantenerte eso por dentro. La Biblia dice en Proverbios 25:29:

“…Trata tu causa con tu compañero y no descubras el secreto a otro, no sea que te deshonre el que lo oyere y tu infamia no pueda repararse…”

Cuando usted tiene un problema con un hermano en la congregación no lo divulgue a una tercera persona. Porque su problema no va a ser edificante para la persona que lo oye y no va a ser edificante para usted. Usted puede estar lo más airado posible pero la Biblia te dice aquí, trata tu causa con tu compañero, habla con esa persona y eso se tiene que quedar entre tu y él.

Una vez que sale de ahí tu estás pudriendo, estás corrompiendo el cuerpo de Cristo, estás corrompiendo la imagen de tu hermano y estás corrompiendo la imagen de Dios en ti. Déjenme decir eso otra vez, estamos corrompiendo la imagen de Dios en nosotros.

Muchas veces nosotros, vamos ahora por fulano porque fulano está haciendo esto, esto y esto y eso no se hace así… cuidado, cuidado con las personas que tu más confianza tienes. Esas son las personas que debemos cuidar más y tenemos que cuidarla frenando nuestra boca.

Yo encontré una cosa, los tres filtros de Sócrates en internet. Eso fue algo que una amiga compartió conmigo hace años en la República Dominicana y decía que los tres filtros de Sócrates son la verdad, la bondad y la utilidad. Y hablaba de que un joven se acercó a Sócrates a decirle, mira, está pasando esto y esto con fulano de tal y Sócrates le dijo, espérate. Estás absolutamente seguro de que lo que tu me vas a decir es verdad? y él dijo, no. fallado el primer filtro. Muchas veces nosotros compartimos cosas que nos dijeron. No, fulanito dijo tal cosa. Estás absolutamente seguro de lo que tu estás diciendo es verdad? independientemente de que te lo hayan dicho o no, tu eres que tienes que asegurarte que lo que vas a decir es verdad.

La segunda pregunta que le hizo Sócrates al joven fue, es algo bueno lo que vas a decirme de fulano? No necesariamente. Okay. Vamos a ver la tercera a ver si pasa. Será útil para mí lo que vas a decirme de mi amigo? No. y luego Sócrates le preguntó, si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno, ni útil, por qué me lo vas a decir? Eso a mí me impactó porque muchas veces nosotros nos pasamos la vida hablando de cosas que no estamos seguros si son ciertas, y aún cuando estamos seguros que son ciertas, no son buenas o no son útiles.

Por qué hablar cosas así? Tenemos que prestar atención a lo que pasa ahí. Si nosotros queremos reflejar una vida que refleje a Cristo tenemos que ponernos en las manos del alfarero y permitir que Dios nos quebrante y quite todas esas cosas que a nosotros no nos ayudan, no nos edifican.

Muchas veces nosotros criticamos líderes de la iglesia, muchas veces criticamos ministerios de la iglesia, y le voy a poner un ejemplo. El ministerio de jóvenes está en boca de todo el mundo. Son cosas que no edifican y por lo tanto son cosas corrompidas. Todo comentario que se habla del ministerio de jóvenes son cosas que no edifican y tiene que parar, tiene que parar. Que no seas tu que diga eso. Y sabes por qué?

En el libro de Números, Dios habla acerca de Moisés y María cuando Aarón y María criticaron a Moisés, criticaron a Moisés porque Moisés se metió con una mujer cusita. Moisés estaba en pecado, ¿verdad? y ellos lo criticaron. Y qué hizo Dios? Lepra para María. Y lo que ellos decían era verdad? sí, era verdad. Pero Dios les dijo a ellos, ustedes no tienen por qué estar diciéndolo, porque son cosas que no edifican, son cosas que no ayudan.

Entonces, cuidado cuando hablemos de un líder de la iglesia, ya sea a través de chistes, de comentarios, o cuando digamos la verdad. Cuidado, hermanos. No critiquemos los líderes. Padres, cuidado con lo que ustedes dicen frente a sus hijos. Sus hijos lo repiten todo en el tercer piso, no tienen filtro. Y yo escucho a niños diciendo cosas acerca de otros líderes, ah, que fulano, que fulana, que me parten el corazón. Cuidado con lo que usted dice, con lo que usted comparte con su esposa, con sus hijos, con sus familiares. Usted puede compartir cosas que no son edificantes con ninguno de ellos.

Yo tengo aquí unas cosas que yo traje para ilustrar el peligro de las palabras. Yo tengo aquí un desodorante en aerosol, tengo una crema de mano y tengo una pasta de dientes. Estas cosas tienen algo en común y es que después que usted las saca no la puede volver a entrar aquí. Después que usted exprime esta crema o la pasta de dientes, es difícil entrarlo ahí. Eso pasa con sus palabras.

Cada vez que usted va por la iglesia usted no está dejando un buen aroma si usted anda en palabras corrompidas. Entonces, tenga cuidado porque muchas veces hablamos y pedimos perdón pero ya… y entonces la imagen de Dios no está en nosotros.

La Biblia habla mucho acerca de la lengua, habla de la lengua aquí en Santiago dice:

“… Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros sabiendo que recibiremos mayor condenación porque todos ofendemos muchas veces – líderes, no se hagan maestros porque los líderes tendrán mayor condenación – todos ofendemos muchas veces y algunos no ofenden en palabra, este es varón perfecto, capaz también de refregar todo el cuerpo. He aquí todos nosotros ponemos freno a la boca de los caballos para que nos obedezcan y dirigimos así todo un cuerpo. Mirad bien las naves… la lengua es un miembro pequeño pero se jacta de grandes cosas. He aquí cuán grande voz que enciende un pequeño fuego…”

Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros y contamina todo el cuerpo e inflama la rueda de la creación y ella misma es inflamada por el infierno porque toda naturaleza de bestias y ningún hombre puede domar la lengua que es un mal que no puede ser refrenado….

Habla muchísimo la Biblia acerca del peligro de mal utilizar la lengua. Dios se contrista cuando nosotros mal utilizamos nuestra lengua. La última implicación práctica que Pablo nos dice es, quítense de vosotros, abandonen y dice:

“…quítese de vosotros toda amargura, todo enojo, toda ira, toda gritería, toda maledicencia, que es en realidad blasfemia, y toda malicia…”

La amargura tiene que ver con resentimientos del pasado que afectan nuestro presente. Yo escuché un pastor decir una vez que la amargura o la falta de perdón, el resentimiento es cuando uno se toma un veneno esperando que el otro sea el que se muera. Y eso es serio. Y es verdad, la amargura es así, porque el que está amargado soy yo, el que se está doliendo soy yo. Pero no, yo me voy a tomar el veneno esperando que él se muera.

Pablo dice aquí, quítense, abandone toda amargura. Cuando dice maledicencia, la palabra maledicencia en griego es blasfemia. Y qué es una blasfemia? Abusar o manchar la imagen de otra persona con la lengua. Cuando hacemos esto, manchamos la imagen de Dios porque esa persona fue creada a imagen de Dios también. Y manchamos la imagen de Dios con nosotros.

Lo que nosotros no estemos dispuestos a decirle a una persona, no tenemos que decirlo a otras personas. Y aún cuando estemos dispuestos a decírselo que la persona de frente, tenemos que decírselo a la persona y se quedó ahí. Porque si sale de ahí no edifica. Porque la persona… no, porque yo se lo digo a él en su cara, yo no tengo problema… díselo a él pero a mí no me lo digas.

Nosotros tenemos que aprender que cuando vengan personas a nuestro entorno con chistes, comentarios, cosas que no edifiquen, hey, eso no edifica. Besy, yo no sé dónde está Besy, en el campamento de Sky yo compartí un poquito de esto con los chicos porque a veces uno comienza a hablar cosas que no edifican cuando la dinámica del grupo no va bien, cuando las cosas comienzan a trabajar mal. Y en una estábamos hablando y yo hice un chiste, otros de los chistes, yo siempre me meto en problemas por la lengua, todo el mundo se rió menos una persona y Besy me dijo, eso fue un comentario que no edifica y yo me quedé así. Me chocó, y digo guau, y le dije, gracias, Besy, porque me dijiste la verdad. y me lo dijiste de una manera que fue bien, que yo entendí, que fue clara.

Entonces, la maledicencia, todas esas cosas dice, sed benignos unos con los otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros como Dios también perdonó a vosotros. Tenemos que perdonarnos. En el pasado te difamaron, te desacreditaron, metiste la pata, okay, tu tienes perdón de Dios, vamos a perdonar a nuestro prójimo.

Perdonar no es que usted se va a olvidar de lo que pasó. Usted va a recordar lo que pasó. A mí me gusta ver el perdón como una cicatriz. Yo tengo una cicatriz aquí en este codo que yo me acuerdo perfectamente cómo yo me hice esa cicatriz. Yo iba corriendo, salté, aterricé y me raspé y me dolió y me dolió pero hoy ya no me duele, y la tengo ahí. Para mí el perdón funciona de esa manera. Uno se acuerda de la cicatrices que uno tiene, las cicatrices causadas por otras personas, las cicatrices causadas por uno mismo, pero ya no te duele, ya tu te puedes sentar con esa persona y comer en paz, porque ya no te duele.

Entonces, tenemos que perdonarnos unos a otros, hermanos. En conclusión, para que nos vayamos, las 5 implicaciones prácticas para vivir una vida que refleje a Cristo en la mano del alfarero: no hablemos mentiras, hablemos la verdad, airémonos pero no pequemos, no es necesario que robemos, podemos trabajar y compartir con otros, cuidado con lo que decimos que sea edificante, no diga que ladrillo, varilla, cemento, arena, eso es edificante pero otro tipo de edificante. Y quítense de nosotros, abandonemos toda ira, todo enojo, toda gritería, toda maledicencia, blasfemia y toda malicia, toda cosa que no sea de Dios.

Yo pienso que Dios nos está llamando a esto, hermanos. Y yo espero que esta palabra pueda ser recibida con nosotros y caer en buena tierra para que nosotros vivamos vidas que reflejen a Cristo dondequiera que nosotros estamos. Ahora nosotros vamos a cantar una canción, yo quiero que ustedes se pongan de pie y canten con nosotros esta canción que dice, hacemos hoy ante tu altar.

La oración eficaz

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Yo quisiera hablar acerca de lo que es la oración eficaz. Santiago capítulo 5 verso 16 dice: "Confesaos vuestra ofensas unos a otros, y orad unos por otros para que sean sanados. La oración eficaz del justo puede mucho."

Hermanos, yo tengo una pregunta, ¿qué es esto, con qué se come, cómo se hace?. ¿Qué es una oración eficaz?. Varias personas me pueden sacar una fórmula, la oración eficaz es la que empieza con adoración, luego va a confesión, luego tiene petición, luego tiene intecesión y después termina con acción de gracias otra vez. Me dan como una fórmula, ¡esa es la oración eficaz, esa es la oración que Dios escucha!.

Otros me dicen que la oración eficaz es la que tú haces después de 21 días de ayuno. Esa es la fórmula, tienes que sufrir ahí en tu cuerpo, entrega, sacrificio al Señor, para que tu oración sea una eficaz y llegue al séptimo cielo. Pero si yo leo este texto la oración eficaz tiene unas variantes de cosas que muchas veces no prestamos atención a ello.

Miren cómo dice: "Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros para que sean sanados." Esa cláusula que dice antes de poder mencionar "la oración eficaz del justo puede mucho." ¿Qué es una persona justa, un hombre, una mujer justa?. Dice la Escritura justificados pues por la fé, somos aceptos delante del Señor. Una persona justa, un hombre justo, es una persona como dice el Salmo 32 verso 2, una persona en cuyo espíritu no hay engaño. Es una persona que se puede decir que está bien con Dios y con otros. Es una persona que no tiene remordimiento de conciencia delante de Dios y delante de otras personas.

Al menos en este contexto en el que estamos leyendo eso es lo que significa un hombre, una mujer justa. Yo me pongo a preguntarme wow, ¿en mi espíritu hay engaño ahora, en mi conciencia hay remordimiento por algo?. Pero por fé yo creo, si me dejo llevar por mi lado humano, me tiro por el piso, ay piedad de mí Señor, si me dejo llevar por mi lado humano. Pero yo sé en quién yo he creído, yo sé quién es el que me justifica a mí, yo sé quién es mi abogado que está ahí arriba en los cielos. Yo sé a quién yo me he acercado así como ustedes también saben a quién se han acercado.

Como dice en Hebreos acerquémonos pues confiadamente ante el Trono de la Gracia para hallar ese favor del Señor en el día oportuno. Todos nosotros que hemos puesto nuestra confianza en el Señor, Dios es quien nos justifica a nosotros. Dios es el que nos hace estar bien con Él y con otros. Eso es hablando a nivel interno, pero la oración eficaz también tiene una dimensión que es pública, como dice ese texto, confesad vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros para que sean sanados, ¿sanados de qué?. ¿De un dolor de cabeza, sanados de una piedra en un riñón y que salga esa piedra sin mucho dolor, o sanados de situaciones interpersonales unos con otros?.

¿Saben cual es uno de los bloqueos más grandes para la oración?, el mero hecho de que tengamos conflictos con otras personas. Podemos seguir viviendo como si todo estuviese bien, ah, el tiempo cura todas las cosas, pero no es así. Aquí me dice una fórmula, y puede sonar sencilla pero no lo es. ¿Cómo yo me voy a ir delante de una persona y confesar, mira, hablé a espaldas tuyas Gloria, perdóname?.

Eso no es fácil, yo no lo puedo hacer así porque sí. Tiene que haber un sentido de convicción que venga de parte del Señor para yo poderme mover y hacer eso, para que usted se pueda mover y hacer eso, para yo ir donde otra persona, que usted vaya donde otra persona, mira, perdóname porque hice algo en contra tuya, dije algo que yo sé que te hizo mal o que tú mismo me dejaste entender que te hizo mal. O tal vez no me dijiste nada pero después de eso me pude dar cuenta que tu vida fue de mal en peor, y yo sé que en parte fue por eso que yo te dije.

Hay veces que nosotros abrimos la boca y metemos la pata por así decirlo, y hay veces que esas palabras cuando hacen su efecto volver para atrás es bien difícil, y uno tiene que ir a través de ese proceso de sanidad, de confesar mis faltas con otras personas, pero no tan solamente confesarlo si no también buscar esa sanidad en oración con esa persona. De yo poder orar con él, o con ella, y en esa oración pedir que Dios restaura todas las cosas y que él o ella ore por mí también. Ahí es donde se da la sanidad. Cuando entonces uno llega a ese punto mis hermanos se puede aplicar lo que dice la otra parte de ese texto 16, la oración eficaz de ese hombre, de esa mujer que ha pasado a través de ese proceso, que sabe lo que es reconciliar sus diferencias con otras personas, la oración de ese hombre o de esa mujer puede mucho.

¿Lo crees o no lo crees?. Mira lo que hace Santiago, te da el ejemplo del profeta Elías. ¿Cómo dice el verso 17?, dice: "Elías era un hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras." En otras palabras, Elías, ¿conocen de quién estoy hablando, verdad?. No estoy hablando de Elías el baterista, estoy hablando de Elías el profeta, ¿ok?, de la Biblia, el que sale aquí en 1ª y 2ª de Reyes. Ese profeta Elías, ¿se recuerdan cuáles fueron algunas de las grandes cosas que hizo?. Ah ok, pues lo leyeron ahí, obviamente.

"Oró fervientemente para que no llovieran en la tierra", ¿por cuántos años?, por tres años y medio. Hizo un milagro ahí del poquito aceite que le quedaba y la harina que quedaba, se multiplicó las tinajas de aceite para esta mujer. El fuego en el altar, damas y caballeros no se olviden del fuego en el altar también. Uno contra cuatrocientos. Él era sujeto a pasiones como las de nosotros, era tan humano como tú y como yo. ¿Qué fue lo que pasó después de ese evento del altar de fuego y todo eso, qué pasó con Elías?. Se fue corriendo ¿por qué?, uy, a huir, patitas para qué te quiero, hay una reina que me quiere cortar la cabeza, vámonos.

Mira si era tan sujeto a pasiones como tú y como yo que el tipo estaba deprimido y quería que Dios le quitara la vida. Ay Señor no puedo más, mátame, o me matas Tú o me mato yo, una de dos. El hombre le dió una depresión grave, ahí no había prozac que funcionara de verdad, ni un té de gengibre de esos que hacen las abuelitas en el campo, tampoco le iba a funcionar. Estaba tan sujeto a debilidades humanas como tú y como yo, pero aún así su oración fue eficaz, su oración fue escuchada, su oración dió fruto.

Ah no Pastor, pero eso fue Elías, yo soy acá otra persona. Eres tan humano como él, yo soy tan humano como él, ¿por qué no?. Ahí es donde viene la incredulidad, cuando empezamos a pensar en esas cosas, ah pues, me voy a poner a orar para que no llueva. Mira, no no no, mejor ora para que llueva en su tiempo, a tiempo y fuera de tiempo, porque necesitamos la lluvia.

¿Se recuerdan lo que estaba predicando en días pasados?. Cuando estés orando, mira bien tus motivaciones cuando oras. Eso es parte de una oración eficaz, ¿qué es lo que te motiva a orar por X, Y, Z situación?. ¿Lo estás haciendo como quien dice para que te reconozcan y digan wow, mira Emanuel, qué bien ora, es el que mejor ora en toda la Iglesia?. ¿O estás orando verdaderamente para que Dios sea el que ponga su mano y que sea Él el que se lleve la gloria?.

Yo creo mis hermanos fielmente que todos nosotros podemos llegar a ese nivel de tener una oración eficaz, yo lo creo fielmente. Yo lo creo así para mí. Hay veces que no lo siento así, pero hay una diferencia bien grande entre creer algo y sentir algo, y de eso sí que estoy bien convencido. ¿Cuántas veces yo me he sentido de alguna manera y cuando actúo de acuerdo a las convicciones ese sentir, pff, se anula por completo?. Como también me ha sucedido lo opuesto, tengo una convicción pero un sentir domina por la convicción y cuando actúo de acuerdo al sentir, es como que la convicción me deja saber como que oye, ¿qué pasó?, se te fregó esta, ¿por qué no me hiciste caso a mí?.

He vivido la historia de ambas partes, y porque lo he visto así me atrevo a decir hermano, su oración es eficaz, su oración tiene poder. Pero tenemos que asegurarnos mis hermanos de que nuestro corazón esté bien delante de Dios para que esa oración sea eficaz. No estoy diciendo que cuando usted ore hayan villas y castillas, y fuegos artificiales y que se rasgue el cielo con rayos, no no no, no estoy diciendo eso. Yo estoy diciendo tal vez una oración tan simple como la del hermano Julio que está ahí con su carrito y dice mira Señor, necesito que me ayudes en esto. Julio no se tiró al piso ahí de rodillas y estuvo dos horas orando, ahí clamando al Dios del cielo, no, él en su corazón lo dijo Señor, yo necesito que Tú me ayudes, voy a hablar con este, voy a hablar con el otro. Estaba en acción, pero fue una oración sencilla.

Cuando usted va en su carro, si estás bien con Dios, si en tu espíritu no hay engaño, si tú puedes sentarte ahí y sabes en tu corazón como que: Señor, yo estoy en paz contigo, estoy bien contigo, y por si acaso Señor perdóname. Me cubro con Tu sangre y me atrevo a decir que estoy bien contigo, por ende Señor escucha esta oración por favor.

Voy al hospital a orar por alguien, me cuentan de toda su historia y yo me digo: ay Señor, aquí yo voy a necesitar un galón de aceite para orar por esta persona porque esto está fuerte. Pero a medida que estoy ahí de nuevo viene la convicción: sencillamente ora. No nos olvidemos de orar, no subestimemos el poder de esa oración que usted puede hacer por alguien. Esa oración sencilla que usted hace por las mañanas cuando se está tomando su cafecito con sus tostadas, que se sienta ahí: Señor mira, bendice este día, ayúdame con todo lo que tengo que hacer, cree que el Señor ha escuchado esa oración y Él te va a responder.

Claro está, tal vez la respuesta que tú estás esperando no sale, pero si no sale: Señor, yo acepto lo que Tú traigas, ayúdame a saber cómo proceder. Si no funciona en el primer intento, me tiro al segundo intento. Si en el segundo intento no funciona me tiro al tercero, y así sigo Señor, y si en el proceso Tú me dejas saber hey, tus intenciones, tus motivaciones no están correctas, ayúdame Señor a entender esto para que mi oración sea más eficaz delante de Ti.

Si en el proceso te das cuenta que tienes ahí una traba con alguien: Señor ayúdame entonces a poder ir donde esta persona, a tener el valor para poder decir: mira perdóname por lo que te hice, o por lo que te dije, o por lo que pensé en contra de ti. Bueno lo pensaste, yo no lo sabía, anyways te lo digo porque lo pensé. Cuando nosotros obramos así mis hermanos, esa es la ley del amor de Dios, cuando nosotros operamos en ese nivel y no estamos ahí operando con maquinaciones para darle por la cabeza a la otra persona, créame, su oración va a ser eficaz, su oración va a tener poder. Tarde o temprano usted va a ver la respuesta a su oración, ¿amén?.

Mueva a la persona al lado suyo, dile: tu oración es eficaz, tu oración tiene poder, porque eres un hombre, una mujer de justicia. Señor te doy las gracias por esta Palabra Jesús, yo te pido que todos nosotros podamos atesorarla en nuestro corazón Señor, que podamos vivir a la luz de ella Señor, y que día tras día tu Espíritu Santo la haga relevante a nuestra vida y a cada trato que nosotros tenemos con otras personas a nuestro alrededor. Señor que nosotros nunca nos dejemos llevar por la incredulidad, si no que siempre podamos tener esa fé como una semilla, como un grano de mostaza Señor.

Una fé simple y sencilla que está basada en Ti Señor, que cuando nos dirigimos a Ti, Tú que eres el creador de todas las cosas, el Proveedor, el Sanador, Tú tienes el poder para obrar Señor. Y ese poder actúa en nosotros Señor, aún cuando nosotros no sabemos qué pedir o cómo hablar o cómo orar, Tu Espíritu está ahí para interceder por nosotros. Así que gracias Padre, por esos respaldos que Tú nos das Señor en nuestra vida de oración. Que nunca subestimemos esa sencillez, esa simpleza, pero que detrás de ella hay gran poder. Gracias te damos Señor, llévanos con bien hacia nuestros hogares, cúbrenos Señor con Tu Gracia, danos Tu paz, concédenos un sueño tranquilo, reparador, y que mañana si así Tú lo permites Señor podamos echarle mano al día, lo que traiga Jesús y verte a Ti obrando en grandes maneras. Gracias te damos en el nombre de Jesús, amén y amén.

En la recta final

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Quiero compartir con ustedes un mensaje que tiene que ver con dónde nos encontramos ahora mismo en nuestra etapa de construcción. En noviembre, yo empecé a buscar en el calendario mío, la agenda, y yo dije ¿cuándo fue la última presentación formal a la congregación, ustedes recordarán esa proyección que yo hice, una presentación de powerpoint, quizá no se recordarán de mucho pero se recordarán de un barco, pasando por el estrecho, ¿verdad que sí?, a la gente se le graba las imágenes muchas veces, no se recuerdan de lo que uno dice pero las ilustraciones, se recuerdan de ellas.

Ese barco, hablaba acerca de, cómo este proyecto de construcción era algo extremadamente apretado y demandante, y recordarán también la imagen de unos corredores, unos maratonistas, que se veían cansados y ahogados pero seguían adelante en la carrera. Y eso en noviembre, les di algunas proyecciones, algunas cosas, y les decía cuando llegáramos más o menos a los cinco o cuatro meses y medio de la construcción, yo iba a comparecer ante ustedes de nuevo para dejarles saber dónde estábamos, y empujar y llegar finalmente hacia esa meta, y quería darles alguna proyección, algunas cosas, hemos llegado a ese punto gracias al Señor, y estamos con la ayuda del Señor proyectando terminar en diciembre de este año, todavía quedan cuatro meses de esfuerzo.

Es como esos maratonistas, si usted ha visto una maratón, la carrera se decide, digamos una maratón tiene 26 millas, 26 punto algo millas, y la carrera generalmente se decide en la última milla, y los grandes maratonistas, los que son cuatro o cinco, ellos van juntos, van adelante, ellos esperan el último momento para dar el brote final, y solamente ese maratonista, que tiene la capacidad para en el último trecho de la carrera, para darlo todo, e imponerse sobre el dolor, sobre la agonía, que su cuerpo le está gritando detente, eso es un asunto de pura disciplina mental excepcional, ahí no hay nada, simplemente el cuerpo ya se dió por vencido, y todo es mente, decisión, disciplina, capacidad para resistir el dolor, y la agonía, eso es lo que decide la carrera, ese último trecho es todo, y ahí en ese último trecho, estos 4, 5, 6, 7 competidores, dan todo lo que tienen para llegar a la meta, y el que llegó a ese punto de darlo todo se lleva la corona, la medalla de oro.

Y es así donde nosotros estamos ahora, estamos ya en la recta final y necesitamos darle al Señor un último brote de energía, de consagración, de entrega, de todo lo que tenemos para llevarnos esa corona, esa medalla de oro que es nuestro santuario, ¿amén?, yo quiero que eso lo llene de alegría como me llena a mí hablando de ello, sinceramente, yo deseo que esto sea para ustedes una palabra de ánimo mas bien, y que ninguno de ustedes se sienta como que oh, aquí vamos otra vez, no, ya llevamos dos años y algo, nosotros iniciamos, quebramos tierra, we broke ground, no sé cómo se llama en español, pero abrimos la obra en julio, ya hace dos años, ya estamos a finales de agosto, y francamente si nosotros logramos terminar como nosotros pensamos para diciembre, esta habrá sido la obra más rápida que nosotros hemos emprendido, incluyendo este santuario que nos tomó unos tres años y pico, este santuario comenzamos a construirlo noviembre del 94, y terminamos noviembre del 97, tardamos tres años este de acá.

Y aquél que parecía más pequeño y más fácil de hacer nos tomó bastante más tiempo, pero gloria a Dios también lo terminamos, ustedes y yo, nosotros los líderes de esta Iglesia hemos estado trabajando, ya llevamos 17 años construyendo para la Gloria de Dios. Cada vez que la gente entra por uno de esos salones y entra por el maravilloso edificio que tenemos al lado, verdaderamente se maravilla por lo que Dios nos ha permitido hacer a través de estos años, es algo glorioso, en medio de la ciudad de Boston, nuestra congregación dirigida y apoderada por el Espíritu Santo, hemos podido hacer algo maravilloso, estas maravillosas plantas físicas, las hemos podido edificar para transformación de vidas, para un testimonio glorioso en toda la ciudad que redunda en gloria para el Señor y en avances del Evangelio, jóvenes son tocados diariamente en esta Iglesia, familias son reestablecidas y fortalecidas, niños son fundamentados en la Palabra del Señor, desde el alcalde y el gobernador de Massachussets con quienes nos hemos reunido varias veces, hasta los representantes y senadores de la ciudad, y las agencias sociales, departamentos de escuela, y otras cosas, han sido impactados por el ministerio y la vida espiritual que sale de estos lugares.

Yo siempre le digo a la gente que nosotros no construímos ladrillo, cemento y acero, nosotros construímos el Templo de Dios, edificamos el Santuario del Espíritu Santo, lugares donde Dios pueda morar y desde ahí hacer distribuir su Gloria a toda la ciudad. Y este nuevo santuario en realidad nos ha tomado dos años y un mes hasta aquí, y esperamos con la ayuda de Dios terminarlo para el final de este año. Pero ya estamos llegando a la recta final, y es tiempo de que el atleta que es León de Judá, comience a romper y a abrirse camino y dejar a los demás, no competidores porque no tenemos competidores, pero ya esto es para el último brote de energía donde lo damos todo, para llegar a la meta.

Y por eso yo estoy aquí para hablarles donde estamos, etc. Pero quiero primero, miremos Omar, quiero nada más poner en su mente allí imágenes, gráficas del santuario, aquí hay transparencias, desde el año pasado hasta ahora, todas están mezcladas, pero les va a dar una idea del espacio que tenemos allí, estamos bastante avanzados, pero usted puede tener una idea de lo que es este edificio y sus diferentes etapas, ¿no? (comienza un tema musical de fondo).

Entonces mire esto y que esto sirva para establecer las bases, sueño con andamios, con ladrillos y cemento, este es el espacio abierto aquí hace ya unos meses atrás, del santuario, el balcón como ustedes ven, ya eso está llenándose de diferentes cosas, sistemas y todo eso, pero usted puede ver más o menos la perspectiva de arriba, ya ustedes recordarán el vitral ese grande aquí y son reuniones continuamente que tenemos de diferentes cosas, grúas que están siempre haciendo trabajo, están terminando el cuarto piso por afuera mientras hacemos otras cosas por dentro, ductos de aire acondicionado, calefacción, enstar trayendo, el transformador que es lo que le da vida eléctrica al edificio que ya está puesto también, y estamos haciendo trabajos de electricidad, está avanzando muy muy bien, el hermano Carlos Beltrán, electricista de la Iglesia, ha hecho un trabajo, Esmer su hijo, hemos puesto andamios por todas partes del edificio para levantar sistema de edificación contra fuego, los ductos del sistema de aire acondicionado, de calefacción ya están siendo instalados también y en unas seis, siete semanas esperamos tener todos esos ductos ya instalados en todo el edificio, muchas cosas que se están haciendo todo este tiempo.

La escalera principal en el frente que ya está puesta, está llena de cemento, los escalones, y dentro de poco ya se pondrá el vidrio alrededor de esa parte, exactamente allí, terminando de cerrar todo el edificio con el vidrio necesario, están fabricando y vendrán a instalarlo dentro de poco también. Esa es la plataforma que ya está muy avanzada, ya está terminada, pero en su etapa de hace unas semanas, mes y medio atrás, ahí está usted mirando de arriba la plataforma, segundo piso, el sitting del cuarto piso que también está bastante avanzado, esperamos terminar eso en unas 3, 4 semanas también, vista desde adentro hacia los proyectos, una de las estrellas de cine de aquí Giovanni Chávez, el otro también, Javier Encinas, parece un marciano salido de algún planeta, el hermano Roberto Naranjo también poniendo las partes del sitting de arriba, algunas imágenes de nuestro nuevo santuario, estamos prosiguiendo a la meta.
Dios ha hecho una obra maravillosa, y demos un aplauso también a los hermanos que han trabajado. El propósito de mi presentación esta tarde, y a los hermanos que nos visitan, les suplico que simplemente sean testigos de lo que Dios está haciendo en nuestra congregación, y que podamos ver cómo es que una congregación completa, obras tan ambiciosas como esta, pero quiero dirigirme a la familia de León de Judá, los que nos sentimos comprometidos con el futuro de nuestra Iglesia, lo que Dios quiere hacer aquí en medio de nosotros.

Antes de hacer una presentación por power point, puede aguantarse, si pone ya la presentación terminada, como tú quieras, presenta así la primera hoja, sin los asuntos de la computadora, como hicimos esta mañana. Entonces antes de hacer yo esta presentación, déjeme como establecer un fundamento bíblico para todo esto, quiero ir con ustedes a Segunda de Corintios capítulo 8, Fanny ¿me hace el favor, el juguito que está ahí?. Necesito toda la energía posible, gracias a los ujieres que son tan amables. Segunda Corintios capítulo 8.

El apóstol Pablo no era extraño a proyectos financieros, ofrendas especiales. Aquí en el capítulo 8 y en el 9 de Segunda de Corintios, lo vemos escribiéndole a estas congregaciones en Corinto, y él los está animando precisamente a completar una recaudación de fondos que se había iniciado el año anterior, y aparentemente él les había escrito otra carta, en realidad parece que Pablo escribió tres cartas a los Corintios de las cuales sólo tenemos dos, ¿por qué el Espíritu Santo decidió dejar solamente dos?, no lo sabemos, quizá la otra no era tan apropiada doctrinalmente para nuestra instrucción.

Aquí en esta carta de Segunda de Corintios él habla acerca de cuando les escribió acerca de este proyecto de recaudación de fondos para una ofrenda especial que se iba a dar a los hermanos que estaban en necesidad en Jerusalén, y este era un proyecto a largo plazo, y él había movilizado todas las Iglesias que él había plantado, para que dieran y colectaran esta ofrenda para llevársela a la Iglesia madre que estaba en Jerusalén. Entonces aquí en Segunda de Corintios él les escribe a los hermanos de Corinto diciéndoles hermanos, yo quiero que ustedes preparen bien esa ofrenda, para que cuando yo vaya a recojerla no quede en verguenza con ustedes, yo quiero que ustedes decidan qué es lo que le van a dar al Señor, que hagan firme su compromiso con el Señor, que cumplan lo que han prometido para que cuando yo envíe a Timoteo o cuando yo vaya, todo esté listo y podamos recaudar esa hermosa ofrenda que llevaremos entonces a nuestros hermanos en Jerusalén para su trabajo allá.

Entonces como ven, el apóstol Pablo no era extraño a estos esfuerzos de recaudación de fondos, entonces aquí es donde tomamos la narrativa. Mire lo que dice el capítulo 8 de Segunda de Corintios, dice: "Así mismo hermanos, os hacemos saber, la Gracia de Dios que se ha dado a las Iglesias de Macedonia, que en gran prueba de tribulación, la abundancia de su gozo, y su profunda pobreza, abundaron en riquezas de generosidad, pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas y aún más allá de sus fuerzas, pidiéndonos con muchos ruegos que les concediécemos el privilegio de participar en este servicio para los santos, y no como lo esperábamos, si no que a sí mismos se dieron primeramente al Señor y luego a nosotros por la voluntad de Dios. De manera que exhortamos a Tito, para que tal como comenzó antes así mismo acabe también entre vosotros esta obra de gracia."

Último versículo: "Por tanto, como en todo abundáis, en fé, en palabra, en ciencia, en toda solicitud y en vuestro amor para con nosotros, abundad también en esta gracia", que bendiga el Señor su santa Palabra.

Déjeme extraer un par de pensamientos como digo para fundamentar esta enseñanza, primeramente anoten esto, el gran apóstol Pablo, escritor de dos terceras partes del Nuevo Testamento, un hombre que recibió extraordinarias revelaciones de parte de Dios, tuvo encuentros absolutamente excepcionales con el Espíritu Santo, llamado directamente por el Señor Jesucristo, plantador de Iglesias, lo vemos aquí poniéndose el sombrero de director de proyectos, y escribiéndole una carta a estos hermanos para recaudar una ofrenda.

Entonces hermanos yo digo, a veces yo me identifico con el apóstol Pablo también, uno a veces como pastor quisiera dedicarse solamente a la enseñanza, la oración, la ministración del Espíritu Santo, cosas sencillas y muy sublimes, pero a veces a nosotros como pastores y como siervos del señor, nos toca también ponernos el sombrero de hacer los negocios del Señor, las cosas sencillas, concretas, del trabajo, las cosas cotidianas de la obra, y tenemos que llamar a veces a nuestras congregaciones a dar, y a seguir apretando, eso es lo que yo hago en este momento, me pongo ante ustedes como simplemente un siervo más de ustedes para animarlos a completar lo que ya comenzamos.

La Iglesia de Jesucristo tiene muchas diferentes labores, muchos diferentes trabajos que nosotros hacemos, no todo es simplemente orar, cantar, adorar, a veces tenemos también que trabajar duro, sudar, y hablar de dinero, mucha gente se queja de que en la Iglesia se habla demasiado acerca de dinero, bueno, la culpa es de la Biblia, que habla tanto acerca de dinero, el Señor Jesucristo habló continuamente de dinero, muchas de sus parábolas fueron acerca de dinero, Dios ha querido que nosotros trabajemos con Él, en el avance de su Reino. Y por eso yo me identifico, gracias a Dios que Pablo nos dejó allí esos modelos, esos antecedentes, de que muchas veces tenemos que hablar de estas cosas, porque el Reino de Dios necesita a veces que se hable también acerca de los negocios del Señor.

Entonces Pablo dice aquí: "Hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las Iglesias de Macedonia." Pablo está usando las iglesias de Macedonia, la iglesia de Tesalónica, de Filipos, y está diciendo miren esas iglesias que ya han dado su ofrenda, ya han completado lo que prometieron, y aprendamos de ellas, usemos su buen ejemplo para animarnos a nosotros también a darle al Señor. Yo les digo mis hermanos, esto que estamos haciendo es de inspiración para tantos en la ciudad, las cosas que el pueblo de Dios hace no las hace para sí mismo, si no que las hace para ánimo, para estímulo de los demás, ahora mismo nosotros le estamos dando ánimo a muchas congregaciones para decir wow, mira cómo esta gente está dando, está levantando ese maravilloso templo.

Nosotros somos de bendición a la ciudad simplemente con nuestro ejemplo. Muchos hermanos toman ánimo de lo que nosotros estamos haciendo, así que recuerde eso, nosotros tenemos una gran nube de testigos alrededor de nosotros, y tenemos que completar esta obra, porque esta obra ya está siendo y será con el paso del tiempo de gran estímulo para otros, otros nos estarán mirando y ellos también dirán, wow, si los de León de Judá lo hicieron nosotros también lo podemos hacer, estamos rompiendo brecha, estamos estableciendo un precedente.

Y Pablo dice miren a los de Macedonia, cómo ya prepararon, y la gracia de Dios se movió en ellos. Sabe que si no fuera por la gracia de Dios nosotros no daríamos nada, ¿por qué?, porque la naturaleza humana es mas bien egoísta, nosotros retener, guardar para nosotros mismos, en tiempos como estas de gran escasez, ¿quién quiere dar para un proyecto visionario?. Yo creo que Dios ha sido quien ha movido tu corazón para darle al Señor, es la gracia de Dios moviéndose. Yo le pido al Señor siempre, Padre muévete, antes de yo dar este sermón he estado orando al Señor para que mis palabras sirvan solamente como un proyectil lleno del poder del Espíritu Santo, que toque tu corazón, toque tu mente, para que tú sientas también ese sentido de compromiso conmigo, para abrir tu corazón, para que tú des y completes lo que tú has prometido, la gracia de Dios. ¿Sabe que es un privilegio darle al Señor?. Y por eso es que Dios en su misericordia nos da su Gracia para que nosotros le demos al Señor, es por gracia que nosotros damos a Él, porque Él se mueve en nosotros por medio de su Gracia.

Dice Pablo que esta gente en grande prueba de tribulación han dado, y nosotros estamos emprendiendo este proyecto en uno de los tiempos de más tribulación económica que esta nación ha vivido en estos últimos años, mucha gente ha quedado sin trabajo, la gran crisis que se ha dado, ahora mismo en Europa, España está en crisis, Italia está en crisis, Grecia, ya peor no se puede poner, países que han estado muy prósperos como la China están sintiendo ahora mismo el peso de esta recesión mundial. Y qué maravilloso que en medio de ese tiempo de gran recesión nuestra Iglesia ha podido ofrecerle al Señor esta maravillosa ofrenda. Ustedes saben que han dado y han dado en uno de los tiempos más difíciles de toda la historia, y yo me maravillo de cómo el Señor ha movido sus corazones para que continúen dándole al Señor.

Y yo creo que cuando nosotros le damos en tiempo de escasez y de tribulación Él es glorificado como en ninguna otra manera, porque es bueno darle al Señor, amén. Como dice ese coro, qué bonito es alabar a Dios cuando las cosas te salen bien, pero si le alabas entre tus quebrantos, ese Cristo santo se glorifica dentro de ti. El Señor alabó la ofrenda de la viuda porque la viuda dió todo lo que tenía, y vió aquéllos que daban mucho más que ella, pero que daban de su abundancia y de su exceso, y Él dijo, ante el Reino de Dios que solamente dió 75 centavos para una taza de café, ella ha dado más relativamente que los que dieron mil veces más, porque ellos daban de lo que tenían y ella dió de lo que no tenía, así que yo sé que el Señor ha escogido este tiempo para que nosotros demos en parte para Él glorificarse en tiempos de gran tribulación.

Y saben qué, yo le decía a los hermanos esta mañana, que en estos tiempos de gran escasez financiera, Dios ha escogido este tiempo para nuestra ventaja, ¿por qué?, porque muchos de estos contratistas y estas compañías como le he dicho antes, han estado mucho más flexibles ahora que antes, y hemos podido conseguir unas economías y unos ahorros tremendos, porque este ha sido el tiempo. Saben ustedes que este edificio que ocupamos actualmente y el terreno en que estamos construyendo ahora mismo, costó menos que lo que cuesta un estudio aquí al lado, nosotros compramos este edificio, cuatro pisos, y 10.000 pies de terreno aquí afuera, por 235.000 dólares, en el año 92 ¿por qué?, porque había una gran recesión en ese tiempo también.

Este edificio había estado vacío varios años, y cuando nosotros le ofrecimos ese precio al dueño dijo cójanlo, y mire qué bendición, hoy por 235.000 dólares no compra usted la alfombra que está puesta encima del piso, estoy exagerando un poco. Pero lo que quiero decirles es que lo que es crisis para otros para los hijos de Dios es abundancia y bendición, así que Dios sabe sus cosas y los tiempos en los que Él escoge. Cuando el mundo se estaba desfondando en el año 2008, ustedes recordarán en septiembre cuando comenzó esta crisis, y los bancos estaban yéndose a crisis, uno tras otro, parecía que el mundo se iba a acabar, era cuando yo tenía que venir ante ustedes para comenzar la campaña financiera.

Yo le dije al Señor, Señor, ¿cierro esto o lo pospongo?, y Dios me dijo sigue adelante, y gloria a Dios que hemos dado la talla y Dios se ha glorificado grandemente, pero nosotros hemos dado en grande prueba, en grande tribulación. Y Pablo dice que la abundancia de su gozo y su profunda pobreza, abundaron en riquezas de su generosidad, dice la abundancia de su gozo, es decir, el gozo que ellos sienten de ser salvos, de tener a Dios, de ser parte de una familia redimida, de ver sus pecados perdonados y de tener una nueva razón para vivir, ese gozo se transmutó, se cambió en una ofrenda natural, concreta para con sus hermanos y para Dios.

No todo es alabar, no todo es sentir gozo, hay que transmitir eso, hay que cambiarlo en obras concretas. Nosotros adoramos al Señor siempre con tanta pasión, tanta soltura, y yo siempre digo a los hermanos bueno hermano, tome esa energía que Dios ha engendrado en usted y tórnela en obras concretas, obras de santidad, frutos de justicia, trabajo voluntario para el Señor, proclamación de la Palabra de Dios, servicio al Señor y también dar para el avance del Reino de Dios.

Pablo les dice también en el versículo 7: "Por tanto, como en todo abundáis". Sabe que nosotros abundamos en todo, no falta gozo, no falta alabanza, no falta pasión por Dios, milagros que Dios hace continuamente en los tiempos de intercesión, hijos nuestros que están creciendo, yéndose a España a estudiar, la universidad, diferentes cosas que Dios está haciendo en medio de nosotros. Pablo dice aquí: "Como todo abundáis en fé, en palabra, en ciencia, en toda solicitud en vuestro amor para con nosotros, abundad también en esta gracia." Y yo le digo a mis hermanos también, como ustedes abundan en todo, tantas cosas bellas que Dios ha puesto en esta congregación, los dones de Dios no menguan, no están escasos, ahora yo les digo a ustedes abunden también en esta gracia para que terminemos nuestro proyecto. Como ese atleta que está llegando a la meta final, yo les animo a ustedes en el nombre del Señor a renovar su pacto y darle al Señor lo que falta para que nosotros podamos terminar nuestro santuario.

Pablo dice que esta gente dió conforme a sus fuerzas y aún más allá de sus fuerzas, quizá yo le estoy pidiendo a ustedes que den un poquito más allá de sus fuerzas, quizás algunos ya cumplieron su promesa, y quizás yo les puedo decir hoy qué les parece si dan un último brote de generosidad para con el Señor y dan una última ofrenda para que nosotros completemos nuestro santuario.

¿Sabe que es en esa zona de darle al Señor más allá de las fuerzas donde Dios más se glorifica?. Ustedes me han oído de darle al Señor en la zona de la incomodidad, y yo creo que es ahí donde el Señor hace milagros en nuestras finanzas, nuestras familias, nuestros trabajos. Yo les digo, si quisiera que usted pudiera por un momento poner su mano en mi corazón y sentir la convicción que yo siento al decirle que no hay una mejor manera de vivir que con generosidad para las cosas de Dios y para los demás. Yo he aprendido que el secreto al gozo, a la salud mental, a la prosperidad de Dios, a la liviandad de espíritu y de ánimo, es cuando uno aprende a dar, por eso Pablo dice que es mejor dar que recibir.

No hay nada como uno vivir generosamente para con el Señor hermanos, eso desata la bendición de Dios, cuando usted da usted crucifica la carne, cuando usted da usted ata al diablo mismo, cuando usted da usted rompe la corteza animal que pide, pide, pide, quiere agarrar, agarrar, agarrar, y usted se torna en una criatura divina que da, como Dios da, Dios es generoso, Dios da, Dios dió a su Hijo sin escatimar. Dice si tenemos necesidad de sabiduría pídala a Dios el cual da abundantemente y sin reproche, cuando Dios da Dios da generosamente, yo he aprendido que no hay mejor manera de vivir que como Dios vive, dando y dándose. Y cuando usted da y se olvida de sí mismo Dios entonces se recuerda de usted y le da todo lo que usted necesita.

Mi petición siempre delante del Señor es siempre Padre, encárgate Tú de mis finanzas, mi salud, mi familia, y yo me encargaré de Tus negocios, o poniéndolo de otra manera, yo me encargo de Tus negocios y Tú te encargas de mi familia, porque hay que poner las cosas primeras primeras, primero dale al Señor y Dios se encargará de tu vida. No hay nada como vivir así hermanos, sueltamente, Dios sabe cómo nosotros, yo le estoy hablando por experiencia personal, no le estoy diciendo haga algo que yo no he hecho todavía, y podría darle mucho más al Señor todavía, pero aprenda a vivir generosamente para con Dios, dele al Padre celestial y Dios no se cansará de bendecir su vida, yo creo eso, por lo menos hay dos o tres que creen eso, diga amén, créalo en el nombre del Señor.

Hay que dar más allá de las fuerzas. La viuda de Sareta, quería morirse ya y comerse un último bocadito de harina y de aceite con su hijo para ya, no le quedaba más, hambre en toda la tierra, necesidad en toda la tierra, carencia, llegó Elías dirigido por el Señor, le dice dame a mí primero de ese aceite, de esa harina, para mí primero, ¿por qué para mí primero, era egoísta?, no. Él representaba al Reino de Dios allí en esa casa, y él sabía que al ella dar ese paso de fé y hacer ese sacrificio ella iba a desatar la provisión de Dios, y él dijo dame a mí primero y no te faltará, y sabe que, dice la Palabra que mientras duró esa gran hambre en la casa de esa mujer no faltó harina, no faltó aceite hasta que vino la bendición otra vez a la tierra, gloria al Señor.

Sabe que Dios hermano es perfectamente capaz de cubrir a sus hijos en tiempos de carencia y de necesidad. La Palabra dice que en Egipto cuando había tinieblas, y había plagas y enfermedades, en el pueblo de Dios, de Gosén, había tranquilidad y había paz, y Dios hizo como una isla de bendición alrededor de los hebreos en Egipto mientras el resto de la tierra padecía necesidad, hambre, muerte, oscuridad, e incomodidad, y eso pasa. Yo siempre he creído que Dios es más que poderoso para proteger a sus hijos cuando hacen lo que Él manda que hagan. Yo quiero vivir por fé toda mi vida, si Dios me pide algo yo se lo voy a dar, espero que así sea, sea mi dinero, mi vida, talentos, profesión, lo que sea, porque yo sé que nada mejor que vivir en la Voluntad perfecta de Dios, dándole a Dios y Él dándome a mí.

Entonces Pablo dice que dieron conforme a su fuerza y más allá de sus fuerzas, dicen también que le pidieron con muchos ruegos que les concediera el privilegio de participar en ese servicio para los santos. Oh hermanos, si Dios me diera un día el gozo de ver a los hermanos, pastor por favor déjeme para ese bendito templo, necesito entregar ese cheque de 50.000 dólares, me está quemando, quiera Dios que llegue el día que ustedes sientan tanta pasión por el Señor que digan es un privilegio, por favor Padre dame la oportunidad de dar para ti. A veces es todo lo contrario, la gente da a regañadientes, pero Dios ama al dador alegre, Dios ama a la persona que sabe que es un privilegio grande darle al Señor.

Yo quiero levantar un pueblo con la ayuda del Espíritu Santo que considere que es un privilegio darle al Señor. Porque cuando se hace para el Señor, aquí no se está pidiendo para yo comprarme unos zapatos de piel de cocodrilo si se hacen todavía, no sé, o una corbata de 500 dólares, o poner un jacuzzi en mi casa, o unas vacaciones en Cancún, donde sea, no, estamos pidiendo para la obra del Señor, entonces es un privilegio trabajar para la obra del Señor, no para engrandecer a nadie ni para proyectos vanos, ni vanidosos, si no cosas que el Espíritu Santo está diciendo Yo las necesito en esta ciudad para el avivamiento que viene, usted está sembrando para las cosas grandes que Dios quiere hacer.

Yo no me he dado por vencido en esta nación, yo creo que los mejores tiempos están por delante de nosotros, y estamos preparando el altar para que caiga el fuego de Dios sobre él, para eso es un privilegio dar. Así que hermanos por tanto, como en todo abundáis en fé, palabra, ciencia, toda solicitud, y en vuestro amor para con nosotros abunden también en nuestra gracia.

Callo aquí un momentito, quiero darles un pequeño reporte y una petición bien concreta que tengo para ustedes, yo he titulado esta presentación llegando a la meta, el esfuerzo final, piense en esos corredores llegando ya al final de su carrera y ahí estamos nosotros. Lo primero que quiero decirles es gracias, a mis hermanos y hermanas que han dado tan generosamente, yo estoy aquí con un corazón agradecido. Muchos pastores a veces emprenden estas etapas de campaña financiera con dolor en su corazón, resentimiento porque la gente no da, amenazas, azotes, manipulación emocional para ver si le sacan tres o cuatro dólares más a la gente, yo estoy aquí delante de ustedes con gratitud en mi corazón, porque ustedes han sido generosos y fieles, han dado al Señor en grande prueba y tribulación.

Esta congregación cuando haya terminado esta obra habrá dado dos millones de dólares, un poquito más quizás, un millon ochocientos mil y pico, para que yo sepa, porque hay varias cosas que se perdieron en tanto dinero que entra y sale y tantas cosas, pero ustedes han dado ciertamente, si nos ponemos a contar desde cuatro, cinco años atrás, seis años cuando comenzó los diseños y todo esto, ustedes han dado más de dos millones de dólares, ¿ok?, dénle un aplauso al Señor y a ustedes también. Reciba mi gratitud, alguna gente dice oh pastor, no le de gracias a la gente porque eso es el deber, no, Dios se goza con los dadores alegres, honran al Señor, y yo le doy gracias al Señor por participar en el avance de su obra, doy gracias a los hermanos que han dado generosamente, los que han completado sus promesas en tiempos de aflicción, los que han sufrido porque no han podido darlo todo y todavía están dispuestos a dar, los hermanos que han ido más allá de su promesa y dijeron meses atrás pastor, yo puse mi número de cuenta para que me sacaran cierta cantidad de fondos mensualmente, no se preocupe, déjelo ahí, como nosotros hemos hecho, digo nosotros porque quiero darles ejemplo también, quiero animarlos a ustedes, no por vanagloriarme ni nada.

Hace tiempo ya nosotros completamos nuestra promesa, pero seguimos allí, un día le dije a los hermanos, olvídense de eso, hasta que esto termine, sigan sacando de la cuenta, y hemos dado todavía una promesa adicional porque creemos en la obra de Dios y tenemos que ser los primeros en dar el ejemplo, entonces yo doy gracias al Señor por ustedes, los que han completado sus promesas, yo hubiera querido ir personalmente a sus casas y comer una buena comida con ustedes, darles gracias por haber completado su obra y su promesa al Señor, hubiéramos querido enviarles una tarjeta dorada, bien escrita con caligrafía bonita dándole gracias, desgraciadamente tenemos tantas cosas que hacer, poco personal, les enviamos una carta, un documento o algo así, pero reciba la gratitud del liderazgo de esta congregación a todos ustedes que han dado y han completado su labor, pero queda trabajo por delante todavía.

Y quiero hacer una aclaración inicial bien importante, nosotros ahora mismo estamos en una buena situación, gloria al Señor, esta presentación que yo les hago a ustedes está en el contexto de un buen momento. Sabe que yo pensaba que para esta fecha precisamente la cosa iba a ser más crítica que lo que en realidad es ahora mismo. Dios ha sido generoso. Yo he pasado menos sustos en esta construcción que diez veces más fuerte que las últimas dos que hemos hecho. Cuando nosotros empezamos esta obra yo dije yo sé que van a haber momentos de terror, que yo voy a sudar la gota gorda, porque algo va a pasar, hombre de poca fé, pero sabe que hasta aquí y así sea hasta el final, la Gloria de Dios se ha manifestado en esta labor y hasta cierto punto hasta nos habremos tomado menos tiempo para hacer esa obra de mayor envergadura que las otras dos, esta se tomó 3 años y medio, la otra se tomó mucho tiempo más alargado el proceso que pensamos que iba a ser más fácil, esta llevamos dos años en julio y nos quedan unos 5 meses de trabajo con la ayuda del Señor, y gracias a Dios ha marchado bastante bien pensando que nosotros estamos construyendo un edificio que cuesta 10 millones de dólares por 4.3 millones, imagínese, un 42% del costo normal, esto por estimados de contratistas, arquitectos, una compañía estimadora que yo le pedí, hace 7 años que nos hicieron un estimado, nos dieron un estimado de 9.8 millones de dólares.

Y Gloria a Dios hemos hecho esto así que estamos en una buena situación. Mi petición delante de ustedes hoy nace de algo positivo, el escenario negativo que yo les presenté, yo les decía cuando llegue a este tiempo el dinero del banco que ya se habrá terminado, que está a punto de terminarse, ahora entonces nosotros vamos a tener que pagar todo de nuestro propio bolsillo, vamos a tener que sacar todo de alguna parte, y yo esperaba venir a decirles hoy hermanos si ustedes no dan 300.000, 400.000 para terminar el proyecto según sus promesas que han dado el edificio no se va a hacer, vamos a tener que detener la obra, ese era mi plan, y yo pensé pero no, mi Iglesia va a dar, gracias a Dios esa no es la situación que yo les estoy presentando a ustedes, es algo más fácil actualmente.

Es lo que les quiero presentar, pero de todas maneras necesita. Ahora lo que quiero decirles es que ese escenario urgente, crítico, no se ha materializado, otra cosa, gracias a Dios el presupuesto se ha mantenido igual que cuando lo comenzamos, 4.2, 4.3 millones de dólares, increíble. Cuando nosotros comenzamos nosotros dijimos probablemente esto se va a disparar un poco más, va a subir el costo porque eso pasa con todo proyecto, y esperábamos que se iba a aumentar, pero increíblemente, no increíblemente, Dios es misericordioso y fiel, nuestro presupuesto se ha quedado en ahora mismo 4.27 millones, no se ha pasado de allí, eso es lo que se ha gastado y se gastará, total, en la construcción de este edificio, no ha cambiado eso desde noviembre cuando yo les presenté a ustedes el escenario que teníamos financiero, eso ha seguido igual.

Hemos tenido más ahorros en los costos de construcción de lo anticipado, con mucha fé yo dije que yo me comprometía a conseguir rebajas en el costo de unos 300.000 dólares, hemos excedido significativamente esos ahorros desde noviembre acá, Dios ha sido más que fiel y misericordioso con nosotros, es increíble, les voy a poner un ejemplo solamente: en la fabricación de la tubería de aire acondicionado, calefacción y ventilación, el estimado más bajo que nosotros habíamos recibido de una compañía, era de 70.000 dólares por la fabricación de los tubos solamente, no se incluía labor, mano de obra ni nada de eso, sabe que conseguimos de una buenísima compañía un estimado, 35.000 dólares, exactamente la mitad, cuando ya casi nos habíamos comprometido con esa compañía, Dios abrió otra puerta, y la mano de obra, habremos economizado más de 60.000, 70.000 dólares con la gente que está haciendo un trabajo extraordinario.

De hecho unos hermanos brasileños, gracias a Dios por Brasil, muy buenos, muy entregados al Señor, que están haciendo una labor extraordinaria, entonces hemos podido ahorrar mucho más dinero de lo que nosotros anticipábamos también cuando yo les hice el último reporte. Los gastos operacionales, ustedes diezman, ofrendan, y nosotros hemos continuado con un régimen bastante apretado de gastos aquí en la Iglesia, y todo lo que podemos de la economía regular de la Iglesia lo invertimos en el templo, y una de las cosas que yo he visto es eso, muchos hermanos concientes de que la Iglesia está en un tiempo de gran necesidad financiera, dan con más generosidad. Yo creo que muchos de ustedes han dicho también, yo quizás no hice una promesa formal a la Iglesia, pero de todas maneras voy a dar para el templo, y están dando al Señor sin que se les de crédito, y así son. Porque muchos latinos no somos gente de muchas veces estar verdaderamente haciendo promesas, algunos son tan espirituales que dicen, bueno que la mano derecha no sepa lo que hace la izquierda, yo nunca voy a decir que el Señor sabe, por aquí, por acá, ¿no?, somos bien espirituales muchas veces, y entonces dan, dan generosamente, no se les da crédito por ello, pero en realidad están dando para la obra de construcción.

Otros hermanos terminaron su ofrenda y siguen dando, otros hermanos como por ejemplo una hermana querida de nuestra Iglesia, lleva como 20 años aquí en la congregación, hace un tiempo atrás recibieron un dinero que no esperaban, mucho dinero, bastante dinero, y enseguida esa hermana vino con su diezmo y presentó 22.000 dólares, ella me dijo al final del servicio Pastor quiero hablar con usted, yo estaba de prisa, ahora mismo no puedo, quiero entregarle algo, oh hermana, claro que sí, venga un momentito, me entró una unción de generosidad pastoral increíble en ese tiempo, al invité a la antesala pastoral mientras me comía un pedacito de queso, ¿qué usted quiere?, Pastor tengo un chequecito, claro que sí venga hermana, vamos a orar juntos, 22.000 dólares dió esa hermana para la obra, y digo esto yo quiero darlo para la obra del Señor, gloria a Dios por hermanos así, eso no se registra como parte de la campaña financiera pero es para la obra del santuario.

Así que pudimos usar todo ese dinero extra por aquí por allí también para los gastos operacionales, y para el edificio. Un detalle negativo, aparentemente negativo, porque yo entiendo también lo que está pasando, la recaudación de promesas formales, nosotros, la Iglesia prometió 1.4, casi un millón y medio en promesas, hace 3 años en febrero de 2009 creo que fue que comenzamos la campaña financiera, y hasta aquí hemos recaudado como un millón, falta todavía 500.000 dólares, algunos quizás se han ido de la Iglesia, se han mudado, otros no han tenido trabajo, siempre los bancos saben que no se recauda todo lo que se prometió, y por eso ellos siempre dan siempre sólo el 70% de lo que se promete, porque ya la experiencia y la estadística les dice a ellos. Si nosotros tuviéramos esos 500.000 dólares, yo les aseguro que esta meditación y predicación no sería necesaria, pero el hecho es que hay una necesidad para completar lo que se ha proyectado y lo que el banco proyectó como combinación iglesia y banco.

Pero lo que yo creo que ha pasado es que ustedes han dado en muchas otras maneras, Dios ha bendecido aquí, hay una persona aquí que no es ni siquiera de cultura latina, esa persona da, su diezmo es decenas de miles de dólares cada cierto número de tiempo, y Dios ha provisto, y esa persona siempre me dice, póngalo para lo que usted quiera, pregunté que si me lo quería dar a mí pero ella dijo que no, que era para la Iglesia (risas), entonces, hermanita un diezmo para el siervo de Dios aunque sea una vez, no hermano eso tiene que ser, el caso es que eso se dona también para la obra, no se registra. Lo que yo quiero decir es que yo entiendo lo que pasa muchas veces hermanos, quizás no se ha dado formalmente y ustedes lo han dado en otras maneras, pero yo sí les animo a los que han prometido como dice Pablo, terminen lo que han prometido.

Ustedes que se han comprometido mis hermanos en el nombre del Señor, denle al Señor esa prueba final, tomamos tarjeta de crédito, cupones, todo lo que usted quiera, pero delo, en alguna forma, pasajes no gastados, dénnolos y vamos a venderlos por allí, el caso es que las llaves de su carro por favor al final del servicio pasen por acá (risas). Al final lo que importa es que la congregación ha contribuído saludablemente, yo le doy gracias a Dios, no estoy aquí insatisfecho, gracias a Dios, pero el caso es que sí necesitamos un dinero final, para ya salir de esto y que yo pueda irme a mi casa a dormir tranquilo, entrar a un sanatorio para sanarme de los últimos tres años, pero estamos ya cerca de la meta.

Gracias Señor, el proyecto este ha procedido con un mínimo de dificultades. Yo le doy gloria al Señor, francamente yo estoy sorprendido y hasta asustado, digo ¿va a cambiar la cosa en algún momento?, pero no, perdone Dios mi poca fé, yo creo que hay mucha oración detrás de esto, hay mucho ayuno, no deje de orar, la oración es el fundamento de este proyecto, yo creo que Dios ha escuchado tanta oración que se ha levantado de parte del pueblo de Dios y por eso nos ha cubierto, y porque esto es para su Gloria, yo espero que así va a ser hasta el final. Nuestra fecha meta sigue siendo con mucho trabajo y arduo esfuerzo diciembre de este año para tener nuestro certificado de ocupación.

Entonces aquí está ya entrando en concreto, la inmensa mayoría de este dinero está en vista y sabemos de dónde va a venir, para terminar este proyecto de 4.27 millones de dólares nos queda todavía 1 millón 92 dólares todavía de construcción todavía por delante, todos los diferentes aspectos de la construcción del edificio, de ese 1.090.000 dólares nosotros contamos ya con 800.000 dólares, diga gloria a Dios. Parte de ese dinero lo tenemos en banco ya de la Iglesia, unos 172.000 dólares viene del dinero que el banco nos "debe" entre comillas del préstamo, hay 100.000 dólares que yo proyecto que en los próximos 4 meses nosotros hemos de recibir por concepto de completar ofrendas que ustedes han ofrecido ya de las promesas del templo, y 150.000 dólares que ya la Iglesia ha dado de construcción en el último mes y medio, no le vamos a pedir al banco que nos reembolse ese dinero si no que lo vamos a donar para la construcción.

Total 822.000 dólares que están allí bastante seguros, no diría que no hay allí mucho problema. Entonces si usted le quita 822.000 que están ya previstos, nos quedan 270.000 dólares que necesitamos para terminar. Hermano, 270.000 dólares de un proyecto de 4.2 millones viene siendo como un tres, un cuatro por ciento, haga la matemática. Entonces eso es lo que necesitamos, ahora mire esto: cuando yo hice las proyecciones en noviembre ante ustedes, yo pensaba que mi meta, mi obligación iba a ser venir ante ustedes, y decir hermanos, nosotros tenemos que dentro de los próximos 2 meses, producir de sus bolsillos 270.000 dólares, y hubiera estado muy legítimo porque nosotros prometimos más que eso, pero nosotros tenemos ahora una situación más cómoda, y es la que yo les quiero describir.

El banco, en una conversación que yo tuve con ellos hace poco, ha ofrecido, porque eso estaba dentro de la previsión del préstamo, darnos anticipadamente ese dinero, esos 270.000 dólares que nosotros necesitamos para la construcción final, el banco está dispuesto a dárnoslo en avance como lo ha hecho con una parte del dinero del préstamo para pagarse en 3 años, eso se llama un short term loan, un préstamo a corto plazo, el resto del préstamo es a largo plazo. Entonces este préstamo a pagarlo en 3 años, esos 270.000 dólares que nosotros necesitamos para terminar la construcción con el resto del dinero, solo se requiere que la Iglesia le prometa, nosotros hagamos promesas al banco, lo que pasa es que el banco como le decía solamente da 70% de lo que la Iglesia promete, es decir para tener 270.000 los matemáticos aquí, usted sabe que la Iglesia necesita prometer, aunque sea prometer formalmente, 400.000 dólares, 70% de 400.000 es 280, y nosotros necesitamos 270.000, entonces son promesas, yo les digo a los hermanos hagan promesas en fé, porque yo sé que lo vamos a pagar, no tengo el tiempo para describirle todos los detalles, crea a los profetas del Señor y será prosperado dice la Palabra.

Y esto no lo estoy creyendo místicamente ni nada, yo vivo nadando en estos números yo le aseguro, y hasta aquí gracias al Señor todas las previsiones que hemos hecho se han cumplido, yo me siento confiado matemáticamente y en el Señor, que nosotros podemos pagar ese préstamo, pero se requiere que la Iglesia haga promesas en fé, eso es todo, promesas en fé, y cómo la vamos a pagar, el Señor nos va a ayudar, no hay ningún problema, la ventaja es que podemos tener ese dinero ahora mismo, en vez de usted producir ese dinero ahora mismo, decimos lo vamos a producir en los próximos tres años y vamos a pagarlo de esa manera, ellos nos dan el dinero anticipadamente, y ese pago a corto plazo se inicia en enero del 2013, entonces ahí ustedes ven, 70% de 400.000 es 270.000 que necesitamos más o menos.

Entonces la ventaja, no tenemos que suplir el dinero en frente, el banco ese dinero más otra parte de dinero a corto plazo que ya hemos gastado que lo pagamos a tres años, y lo que yo quiero pedirles mis hermanos, es que usted conciba en su espíritu una visión de fé, y que sus corazones sean motivados, como se ha enardecido el mío, para que no falte nada para este proyecto. Que mis hermanos hagan en todo lo posible, el próximo mes, mes y medio, muchos de ustedes, docenas y docenas de ustedes, yo quiero dar una ofrenda de mil dólares para no solamente la terminación del santuario, para que la Iglesia ni siquiera quizá que usar ese dinero, pero también que podamos tener dinero para sillas nuevas, ese santuario vamos a tener que comprar más de mil sillas, una alfombra nueva, eso no se necesita para la terminación del edificio pero para usted sentarse a menos que vayamos a estar parados todo el tiempo en los servicios, necesitamos sillas, necesitamos un sistema de sonido que pueda abarcar ese santuario grandísimo también, queremos un sistema audiovisual excelente, unos proyectores, este proyector alcanza veinte pies, nosotros necesitamos un proyector allí que pueda alcanzar 80 pies de distancia o más, entonces hay tantos gastos extras que tenemos por delante aparte de terminar la construcción misma.

Entonces la Iglesia necesita un buen respaldo y un colchón, y yo le quiero animar en el nombre del Señor, queridos hermanos, León de Judá, leones del Señor, que usted conciba en su corazón, yo le voy a dar a mi Iglesia una ofrenda de mil dólares, yo hasta tiemblo en abrir una puerta de alternativa porque entonces la gente dice ah, puedo dar menos, si usted quiere dar más, gloria al Señor, si usted no puede dar mil dólares sea generoso, de la ofrenda máxima que usted pueda, y vamos a llenar las arcas de este santuario hasta que sobreabunde hermanos, que nosotros podamos abrir invitar ese edificio, invitar a la comunidad cristiana de todo Boston, invitar al alcalde, y al gobernador inclusive, que vengan y presencien lo que el pueblo de Dios hace en tiempos de escasez.

Yo veo una o dos semanas de celebración contínua, yo veo gente durmiendo allí día tras día 24 horas saturando esas paredes de oración y de ungüento santo para activar espiritualmente ese santuario, y yo veo gente de todas partes viniendo ahí a ese santuario a recibir una impartición del poder de Dios, pero eso requiere que el pueblo de Dios se prepare, yo quiero anirmale, conciba esa ofrenda generosa, para que la Iglesia tenga un caudal allí que pueda usarlo para terminar, y también para propósito del banco, yo sólo le pido haga una promesa y no se preocupe, yo voy a decir irresponsablemente, porque yo necesito presentarle al banco promesas de parte de ustedes, y yo sé que esas promesas se van a pagar de una manera u otra, pero necesito hermanos que digan sabe que Pastor yo voy a ofrecer locamente, le estoy hablando en código aquí pero no se preocupe, haga una ofrenda generosa, amplia, audaz, generosa, como usted la quiera llamar, en fé, y el Señor nos va a permitir, no se preocupe, écheme a mí la carga, la Biblia dice es mejor no prometer que prometer y no cumplir, yo les digo a ustedes para propósito nuestro mejor prometer que no prometer, esa es la Biblia conforme a Roberto Miranda, la versión 2012 donde estamos, ¿no? (risas).

No, para este propósito yo necesito gente que diga yo voy a dar mi promesa, y voy a dar este dinero, y también voy a hacer una promesa en el nombre del Señor, y sea que se de a través de usted dando su ofrenda más generosamente o cumpliendo con ella directamente, haga esa parte, y no se preocupe que estamos en buen territorio, vamos a llegar a la meta, y lo último que digo, esta presentación yo la he hecho en preludio a mis hermanos diáconos y otras personas, líderes, que van a estar hablando con ustedes en estos próximos días para dar esa última concientización dándoles la presentación panorámica, ¿ok?. Pero ojalá, esta mañana tuvimos una reacción muy linda de parte de los hermanos, y Dios bendijo, y tenemos con nosotros unos formularios especiales ajustados para esta fase de la campaña, están aquí, y yo lo que les voy a pedir es que tome una de esas, si usted puede, varios hermanos esta mañana dieron sus cheques, gloria a Dios, si usted no vino preparado y evidentemente esto le coge de sorpresa, ni siquiera dimos una anticipación, pero tome uno de estos y haga una promesa hoy, ahora mismo, en su corazón, en su espíritu con Dios directamente, y no se aparte de esa promesa si no que concíbala allí, y si usted puede dar esa cantidad de dinero sería de gran bendición.

Y entonces prometa en el nombre del Señor, piense en el banco que necesita esto simplemente, ellos quieren esas promesas para ellos soltar ese dinero, y son muy generosos, muy abiertos, pero es una formalidad que se requiere por razones del contrato que tenemos con ellos, la única forma de que ellos pueden soltar ese dinero es dando el 70% de promesas que se presentan a ellos y son muy generosos, y muy abiertos respecto a eso, ¿ok?. Así que habrá ujieres y diáconos que están aquí, preparados, sus diáconos, los líderes de ustedes, ya se han comprometido, nos hemos comprometido, y algunos de ellos van a estar hablando con mis hermanos, yo dejo eso ahí en su espíritu, ¿amén?.

Baje su cabeza un momentito, cierre sus ojos, reciba esta impartición del Señor, yo planto una semilla de fé en su espíritu, Jehová es mi pastor, nada me faltará, el Señor me abrirá camino, me proveerá, cuando yo sea generoso con Él, Él no se quedará corto, su fidelidad es para siempre, tus generaciones serán bendecidas, tu familia será bendecida, tu cuerpo, tu vida, tus finanzas, tu trabajo, tu sendero, tus hijos serán bendecidos, el futuro de Dios se realizará en tu vida, dale al Señor, dale a su ministerio, dale a sus proyectos, dale a su Iglesia, dale a sus misiones y nunca te ha de faltar, Dios abrirá una gran apertura, un gran camino por donde fluya su Gracia, su bendición a tu vida.

Padre en el nombre de Jesús, que estas palabras no caigan a tierra, que todo el esfuerzo que se ha hecho, todo lo que se ha agonizado frente a ti, todas las oraciones que han sido levantadas lleguen a su realización plena, te pido que en esta mañana, esta tarde Señor haya un espíritu de celebración en tus hijos, que sean fertilizados por ti, y que este sea un momento de sublime alabanza y adoración a ti. Gracias, gracias Señor, que nos deleitemos al ver Tu Gloria como hemos visto hasta aquí. Bendice a Tu pueblo Padre y abre las ventanas de los cielos para que entre en manifestación un pueblo prosperado, bendecido ejemplar, inspirador, para esta ciudad y esta nación y a ti siempre daremos Señor toda la gloria y toda la honra, en el nombre de Jesús, amén y amén. Hermanos, Dios les bendiga.

La oración que nutre nuestra confianza en Dios

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Vayan conmigo a Primera de Samuel capítulo 30. Hace casi un año atrás, yo prediqué acerca de este pasaje y por alguna razón, toda esta confianza de confiar en Dios me le trajo una luz totalmente nueva a este pasaje. 1ª de Samuel capítulo 30, y más o menos la historia dice que: "Mientras David y alguno de sus hombres vinieron a Ciclag, y los de Amelec habían invadido el Negueb y a Ciclag y habían asolado a esta ciudad completa y la habían prendido fuego, y se habían llevado cautivas a sus mujeres y a todos los que estaban allí desde el menor hasta el mayor, pero a nadie le dieron muerte, si no que se los habían llevado al seguir su camino."

"Vino pues David con los suyos a la ciudad, y he aquí que estaba quemada, entonces David y la gente que con él estaba alzaron su voz y lloraron, hasta que les faltaron las fuerzas para llorar." Las dos mujeres de David, en aquél tiempo, consta, no querramos ser como David hoy en aquél tiempo, hoy es una sola. Quiero aclarar por si acaso. "Las dos mujeres de David, Ahinoam jeezrelita y Abigail, la que fue la mujer de Nabal el de Carmel, también fueron cautivas, y David se angustió mucho", así de mucho las quería, "porque el pueblo hablaba de apedrearlo, pues todo el pueblo estaba en amargura de alma, cada uno por sus hijos e hijas; mas David se fortaleció en Jehová su Dios."

La oración que nutre nuestra confianza en Dios, ¿qué es esto, con qué se come, una oración que nutre nuestra confianza en Dios?. Una de las cosas que yo pude sacar de este pasaje mis hermanos es que esa oración que nutre nuestra confianza en Dios primero que nada tiene que ser probada. Tenemos que estar en una situación de mucha presión para que esa oración verdaderamente pueda surgir. Cuando estamos viviendo nuestra vida así cómoda, como que nada pasa o lo que está pasando son cosas tolerables a nivel humano, la oración de uno es gracias Señor por este día, ayúdame a afrontar lo que venga, en el nombre de Jesús, amén, ¿verdad?, ¿o soy yo el que ora así nada más?.

Pero cuando la viña se pone agria, cuando las cosas aprietan de verdad, cuando uno no sabe qué es lo que va a pasar, cuando uno verdaderamente se está sintiendo con las ganas de tirar la toalla, y no doy más, es más, cuando uno no tiene ni ganas de orar, ahí es cuando viene la oración que nutre nuestra confianza en Dios, porque no es una oración cualquiera es una oración diferente. Y primero que nada es una oración que tiene que estar así en una situación de tensión extrema. Y no es porque Dios quiera vernos a nosotros en situaciones extremas, pero si escuchamos bien las palabras que se nos compartió hoy, Dios permite que cosas sucedan para Él cumplir sus propósitos.

Pero en medio de esas cosas que suceden, nosotros tenemos que estar bien alertas de qué es o cómo Él quiere que nosotros oremos. En medio de esas situaciones de tensión, de presión, de angustia, ¿qué fue lo que hizo David?, se fortaleció en Dios. ¿Qué tú haces cuando estás en un tiempo de angustia, qué tú haces cuando estás en un tiempo de presión, de tensión?. Mami necesito ayuda, Medrad, ¿puedes tomar café conmigo?, necesito hablarte. Blanca, prepárame una lasaña que tengo que ir a tu casa a hablar contigo. My lady, esos batidos que tú me haces, necesito uno ahora.

Esa es la tendencia, tendemos rápido a buscar alguien con quién hablar, con quién desahogarnos, la tendencia humana. Hay algunos que lo que hacen es que se encierran por dentro y están aguantando, aguantando, aguantando hasta que llega el punto en que explotan y entonces tenemos que intervenir en otra manera, en vez de actuar preventivamente tenemos que ir ya ahí a extremos. Pero lo importante es que esa oración se fortalece en Dios, está conectado con el don de fé, cuando ya todo el mundo dice está perdido el don de fé dice no, todavía hay esperanza, todavía se puede hacer algo, y David se fortaleció en Dios.

Segundo, es una oración que busca recursos, como parte de su proceso de fortalecimiento, busca recursos. ¿Sabe lo que hizo David?. Dice el texto, cuando se enteró que estaba la gente cogiendo las piedras para tirárselas a él, ah por culpa tuya, David dijo timeout, tiempo, llamó al sacerdote, llamó al sacerdote Aviatar, y le dijo por favor tráeme el efod, ¿cuántos saben lo que es un efod, alguien sabe lo que es un efod?. Un efod es una túnica que usaban los sacerdotes cuando entraban al lugar santo para interceder por el pueblo. Una túnica de telas específicas, telas preciosas que no se comparaba con ninguna otra. Era un vestido que era consagrado para ese uso en particular, y eso fue lo que pidió David, dijo tráeme el efod.

En un momento así de angustia lo más que él pudo decir fue Señor yo tengo que interceder ahora mismo en esta situación, yo tengo que buscar Tu dirección ahora más que nunca. Esa oración que nutre nuestra confianza es una oración que está abierta, receptiva a recibir de Dios. No es una oración que está buscando imponer sus propios planes, si no que es una oración que está abierta al escrutinio, a la dirección de Dios. Es una oración proactiva, es una oración que busca dirección para saber cómo proceder en vez de sentarse y cruzarse de brazos.

Miren cómo dice el texto: "David consultó a Jehová", verso 8, "diciendo: Señor, ¿perseguiré a estos merodeadores? ¿Los podré alcanzar?." David no se acercó a Dios diciendo, ay Señor, me quitaron a mis dos mujeres, me quitaron a mis hijos, a mis hijas, ¿y ahora qué voy a hacer?, ay Señor, oh, y ahora, ¿quién podrá defenderme?. Y en esa época se apareció el Chapulín Colorado ahí al lado de David.

Miren qué diferencia, yo me imagino que David en ese momento, yo quiero que usted se imagine esto conmigo: David seguramente estaba experimentando una mezcla de sentimientos; por un lado tenía tristeza porque sus seres más queridos, sus posesiones más preciosas le había sido quitadas, él estaba en una misión, como quien dice estaba atendiendo otras guerras, otros asuntos a los cuales Dios lo envió, y mientras estaba haciendo eso el enemigo vino por otro lado y le quiso quitar todo lo valioso que era para él. Cuántas veces podrá parecer que nosotros queremos estar en línea con lo que Dios quiere de nosotros, que nosotros queremos servir al Señor, estamos ahí ahh, guerra en el nombre de Jesús, reprendiendo al demonio por un lado y por otro lado viene el demonio y trata de quitarnos algo.

Y yo me imagino a David con ese sentido de frustración, por un lado triste, no tenía a su esposa, sus hijos, por otro lado asustado porque los suyos propios le querían caer encima a él, por otro lado molesto porque le quitaron algo que era de mucho valor y estaba molesto con sus enemigos, y quién sabe si hasta en un punto estaba pensando, Señor, yo que estoy haciendo estas cruzadas por Ti, y porque Tú me mandas hacerlo y mira con lo que me salen, ¿cómo Tú vas a permitir eso?.

Pero lo interesante del texto es que David no le reclamó nada de eso a Dios, él lo único que dijo fue: yo tengo que ir a buscar a mi gente así que te estoy preguntando, ¿debo perseguirlos sí o no?. El texto dijo que Dios dijo: sí, ve persíguelos y los alcanzarás. Pero ¿qué tal si Dios le hubiese dicho, no?. Ay.

Obviamente no me voy a tirar por ese lado porque no lo dice en el texto, pero como quiera quiero reflexionar en esto, porque muchas veces esa oración que nutre nuestra confianza en Dios, nosotros tenemos que ver bien cuáles son los motivos detrás de las oraciones, de las peticiones que nosotros traemos a Dios. Hay veces que estamos orando con motivos incorrectos, y Dios por protegernos a nosotros dice que no.

Sabe, nosotros muchas veces, me atrevo a decir esto o a preguntar esto mejor dicho: ¿en algún momento usted ha sentido como una resistencia de parte del cielo?. Como que lo que usted está orando no se está dando. ¿Se ha preguntado lo siguiente: eso por lo que usted está pidiendo en oración, se ha preguntado esto: si Dios le contesta que sí, va a traer gloria a Dios esa petición?. Si Dios le dice que sí, ¿va a ayudar esa petición a que el Reino de Dios se expanda en medio nuestro?. Si Dios le dice que sí, ¿va esa respuesta a ayudar a otros a que puedan crecer en su vida de fé?. Si Dios dice que sí, ¿va a ayudar esa petición a que usted crezca en su vida de fé?.

Si usted responde no a alguna de esas peticiones, entonces hay que volver a la mesa de dibujo y volver a reestructurar esa petición. Hm, Señor, ¿qué estoy pidiendo aquí?, ¿cómo estoy pidiendo?, ayúdame a discernir, ¿estoy pidiendo esto por mero capricho o estoy pidiendo para que estas cosas se cumplan?.

Yo creo que David fue muy honesto delante de Dios, Dios mira: yo quiero recobrar lo mío, pero te estoy preguntando, ¿Tú quieres que yo haga esto?. So ese tipo de acercamiento de parte de David me deja saber que David estaba como que: Señor, lo que Tú quieras. Esto está bien feo, esto está bien difícil, me duele pero te pregunto: dime Tú, ¿quieres que lo haga, sí o no?. Óigame, si nosotros nos atreviéramos a acercarnos a Dios cuando oramos con esa sujeción, en vez de decir bien tipo latino, bien tipo hispano ¡yo lo quiero ahora!.

Y hay momentos que hay que orar así, pero no todo el tiempo es orando así. Hay veces que tenemos que orar mas bien diciendo: Señor, ¿Tú quieres esto para mí?, ¿Tú quieres que tenga esta relación con esta persona?. ¿Tú quieres que yo le diga esto a esta persona que tal vez me lo puede malinterpretar, Tú quieres que yo diga eso?. ¿Tú quieres que yo mas bien me abstenga de hablar?. ¿Tú quieres que, en vez de yo vengarme por mi propia cuenta, que yo aprenda a esperar en Ti para que seas Tú haciendo lo que tienes que hacer?. ¿Qué Tú quieres Señor?.

Esa es una oración que nutre nuestra confianza porque al final y a la postre mis hermanos lo que estamos haciendo es Señor, yo estoy esperando en Ti, yo estoy confiando en Ti, por más dolorosa que pueda ser la situación, yo estoy confiando en Ti, yo sé que Tú tienes la respuesta, y yo sé que Tú me la vas a dar.

¿Cuánto tiempo pasó David intercediendo delante del Señor?. No lo sé. Si yo leo este texto, es como si Dios le hubiese respondido inmediatamente, ¿pero quién sabe si David se apartó temprano por la mañana, y quién sabe si la respuesta vino por la tarde, por la noche?. ¿Quién sabe si la respuesta vino 24 horas después?. Pero el asunto fue que él esperó a que Dios le dejara saber mira, haz esto. Una oración que nutre nuestra confianza mis hermanos es una oración que sabe esperar en Dios, en la respuesta de Dios. Y yo sé que hay veces que las respuestas de Dios se tardan, y por eso es que tenemos que aprender a confiar.

Miren mis hermanos, para mí confiar en Dios es sinónimo, y no voy a decir esto escribiendo en piedra, pero para mí confiar en Dios es sinónimo de que las cosas están difíciles. Cuando más necesitamos confiar es cuando las cosas se ponen duras en nuestra vida. Porque si todo está bien, si todo está perfectamente bien, si todo está de sabor strawberry, si todo sabe a jugo de china, ¿va a necesitar confiar?. Nah, tú vas a estar ahí andando en el séptimo cielo, nada muchachos todo está super bien, confía muchacho, sí, yo confío en Dios, eso de la boca para afuera. Ahora como dije ahurita, cuando las cosas se ponen duras, aquí sí que hay que confiar en Dios de verdad.

Por lo tanto mis hermanos, para mí confiar en Dios cada vez que yo leo en la Biblia un texto que dice confía en Dios, dichoso aquél que su confianza está en Dios, todo eso tiene que ver una persona que está experimentando las cosas bien difíciles y tiene que confiar en Dios. Usualmente ese tipo de apoyo, de ánimo, sale cuando alguien ya estaba derrotado, desesperanzado, no puedo más. Gedeón estaba ya deprimido, escondido de sus enemigos, y viene Dios y le dice ah, el Señor está contigo, varón fuerte y esforzado, sí pepe, ¿yo?, de verdad.

Mira si estaba tan down que el hombre no podía ni recibir ese mensaje al principio. Pero con todo y eso vino este ángel representando a Dios y le dijo hey, confía en Él. Confía en Él, porque lo que yo te estoy diciendo, Dios tiene un propósito, como lo que te estoy diciendo. Y quieras o no Dios lo va a cumplir, quieras o no, estar en tu tiempo de espera, sea cual sea la situación en la cual tú estés esperando, mira, Dios nos está diciendo confía en Mí, Dios nos está diciendo confía en Mí.

Y si tu respuesta todavía no está llegando, de nuevo esto es tú con Dios, tú sabes, yo solamente estoy diciendo por la inquietud que tengo, pero si tu respuesta no llega, si parece que tienes una resistencia allá arriba, reevalúa, vuelve a la libreta y escribe de nuevo qué pasó, ¿qué estoy pidiendo mal?. ¿Acaso esta petición la tengo que dejar en standby y modificarla de otra manera para entonces ver si así se abre algo y poder recibir y entrar en una sintonía contigo más fluída?.

Haz como David, sea lo que sea tu efod, agárralo, póntelo por encima. Si es la Biblia, póntela de sombrero, Señor, me apoyo en Tus promesas, Tus palabras. Si es un CD de alabanzas, de oración, asegúrate de que estés solo, sola en la casa y préndelo ahí, prende el volúmen a todo, Señor, aquí estoy clamando a ti. Si tienes que ir a la librería y te cruzas con un libro, no si es no pagado, pero si te cruzas con un libro que el título en la carátula del libro es como que ah, esto es para mí, este libro me va a decir algo en mi situación, coge ese libro, y cómetelo. Está bien, no es que el libro tenga poder pero cómetelo confiando en que Dios te pueda revelar algo y pueda inspirar algo en tu corazón, pueda traer un sentido de dirección nueva, pueda traerte una forma de pensar que tal vez tú no tenías, y cuando tú adoptas eso a la luz de los propósitos de Dios mira pam, las cosas se abren.

Pero en tu desperación, que tu oración no sea de lamento si no que tu oración sea: Señor, ¿qué quieres que haga, quieres que persiga esto, quieres que busque eso que Tú tienes para mí?, déjamelo saber, si me dices que sí, por ahí vamos. Si me dices que no, Tú me dejaras saber, si me dices que no por ahí nos vamos y en el camino Tú me dejarás saber qué tengo que hacer. No perdamos nuestra confianza en el Señor mis hermanos. Dios es un Dios demasiado único, Dios es un Dios único.

Dios es un Dios difícil, no se los voy a negar, es difícil relacionarse con Dios, pero a la misma vez es fácil porque Él lo hace fácil, y en esa mezcla de dificultad y facilidad nos encontramos con Él. Es como si entráramos en un baile con Dios y Él nos lleva por un lado, y después uno por otro, y aquí vamos hasta que nos encontramos con Él en un punto, donde la conexión es única. Busquemos bailar con Dios.

Tal vez esta ilustración no le está cayendo a muchos de ustedes, pero yo sé lo que estoy diciendo. Déjate llevar por Dios en medio de la situación en la que te encuentras. Tú sabes en esas películas, no es que yo las vea, pero en esas películas cuando llega una escena de baile que cuando una persona está bailando es como que todo el mundo se va así, alrededor y la pista se abre solamente para esas dos personas, pues piensa algo así con Dios. Estás en una algarabía de gente y de repente Dios entra y te agarra la mano, y dice es tiempo de bailar conmigo ahora, y de repente todo a tu alrededor se limpia y estás tú y Él, y Él es el que te está llevando como Él te quiere llevar.

En el proceso te da fuerzas, en el proceso se acerca a tu oído, te deja saber cuánto te ama, te deja saber mira, pasó esto, lo sé te dolió, pero Yo estoy contigo. Te deja saber, otra persona quiso bailar contigo y te pisó los callos, pero Yo ahora estoy bailando aquí contigo, y no te voy a pisar los callos. Que nuestra oración nos ayude a confiar en Dios, no sueltes la oración mis hermanos, no soltemos la oración, es nuestra forma de mantenernos conectados con Él y de poder seguir confiando en Él y en sus promesas.

Señor, gracias una vez más. Tú entras a la pista, y yo sé que en Tu nombre cualquier circunstancia tiene que disiparse para poder encontrarnos contigo. Como hizo David, nos apoderamos de aquéllos recursos, agarramos aquéllos recursos que Tú tienes a nuestra disponibilidad y te buscamos a Ti Señor. Sea cual sea el efod que nosotros podamos agarrar para buscarte a Ti, para interceder a Ti Señor, que seas Tú haciéndolo así Dios. Venimos a Ti con una oración proactiva Señor, queremos saber si debemos proceder o no, queremos saber si tenemos que alcanzar esto, o aquéllo, o lo otro, y si Tú das el visto bueno o no.

Mientras esperamos Señor, yo sé que uno puede sentirse solo, sentirse desesperado, sentirse que no hay esperanza, pero Tú estás ahí agarrándonos a nosotros Señor. Ayúdanos a mantener nuestra confianza en Ti, y que a la vez podamos ver Tu mano Señor obrando en nosotros, cumpliendo Tus propósitos en nosotros.

Padre llévanos hacia nuestras casas ahora Dios, y permite que estas palabras, por más simples que puedan ser, lleguen profundo dentro de nuestro corazón, y que nos ayuden a seguir reflexionando en Ti Señor, y que de este pasaje Tú nos lleves a otro texto, a otra lectura Señor que nos pueda iluminar nuestra mente, nuestro corazón, nuestro espíritu y descubrir así qué es lo que Tú quieres hacer y cómo lo vas a hacer. Te lo pedimos así en el nombre de Jesús, amén, gracias Dios, gracias Señor Jesús. Hermanos, hermanas, que Dios los bendiga, la paz sea con cada uno de ustedes.

Llamados a ser santos

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Filipenses capítulo 1. Estamos meditando, partiendo de la carta a los Filipenses, y Dios nos ha puesto en estas semanas a hablar acerca del llamado de Dios a la santidad, el llamado de Dios a la consagración, a la entrega de nuestras vidas, a la santificación de nuestras vidas, yo espero que tú estés recibiendo esto como una Palabra directamente para tu vida, y aún si tú eres nuevo en la fé, nuevo en esta Iglesia, Dios está llamando a ti, Dios está llamando a nuestra congregación, como decía una de las hermanas que estaba orando aquí, Dios está llamando esta Iglesia a limpiarnos, a prepararnos, a ser vasijas adecuadas para que su unción pueda caber en nosotros, nosotros tenemos ambición de hacer cosas grandes para el Señor, de redimir vidas para Cristo, jóvenes, gente deambulante, todo esto pero se requiere un conductor adecuado para la Gloria de Dios en una ciudad como esta.

Estamos en un tiempo difícil de la humanidad, y la unción de Dios si va a hacer la diferencia, tiene que manifestarse en una forma sin precedentes, en una medida a la escala de los milagros e intervenciones que vemos en el Antiguo Testamento, en el Nuevo Testamento, como que nos hemos acostumbrado a bajar nuestras expectativas, y vemos los milagros de la vida como metáforas, eso es todo, como puntos de partida poéticos, que podemos usar para hablar de un Dios de misericordia, de poder, de amor, pero no creemos que Él todavía es capaz de sanar al cojo, de darle vista al ciego, de sanar al sordo, de rescatar al endemoniado, de multiplicar los panes y los peces, de hacer esos milagros poderosos que vemos en Elías y en otros grandes hombres y mujeres de Dios, creemos que estas cosas ya pasaron y tenemos que acostumbrarnos a cosas diferentes, yo creo que no, todavía lo mejor está por delante.

Yo decía hace un rato que el vino último en los esquemas de la Biblia siempre es mejor que el vino primero, y yo creo así mismo que en estos últimos tiempos de la humanidad, el último derramamiento del Espíritu Santo antes de que Cristo venga, va a ser un derramamiento como nunca antes lo hemos visto. Diga amén aunque sea para dar un poquito de ánimo aquí, ¿ok?, ¿están ahí, están despiertos, amén?, o lo dieron todo ya en la alabanza y la oración, ese es el problema a veces, no, vamos a seguir ahi hasta que esto ya termine.

Entonces hermanos, si queremos ver ese nivel de intervención de Dios en esta ciudad y esta nación, nosotros tenemos que ser vasijas santas, tenemos que ser conductores adecuados de la Gloria de Dios, el nivel, si nosotros quisiéramos acostumbrarnos, bueno ya Dios hizo lo que tenía que hacer con nosotros, ahora simplemente nos vamos allí cruising, metemos el automático y vamos a 65 millas por hora y eso es todo, no, yo quiero que esto despegue, warped speed, que se vaya a otra dimensión de nivel espiritual, y para eso necesitamos darle al Señor más de nosotros mismos, tenemos que vivir al rojo vivo, y Dios me está hablando, me está convenciendo, He is convicting me, como se dice en inglés, para que la Gloria de Dios se manifieste en nuestras vias Él requiere un pueblo santo, un pueblo limpio, un pueblo clamando a Él, y pagando el precio hermanos, este es el llamado de Dios para nuestras vidas.

Si tú eres nuevo en la fé, si estás apenas comenzando a dar tus primeros pasos, yo te animo a comenzar bien. Hay muchos cristianos que se han pasado caminando 20, 30 años, en el desierto como dice Hebreos, y no han entrado en la Tierra Prometida todavía, porque no se han entregado, no se han consagrado, no han entendido el llamado total del Señor para ellos, tú tienes la oportunidad que estás apenas comenzando en los caminos del Señor y estás visitando esta congregación a entrar fuerte y ser uno de esos que llegue a la Tierra Prometida con poco tiempo de dar vueltas alrededor entregando tu vida.

Entra a un Evangelio demandante, un Evangelio heróico, un Evangelio épico por así decirlo, ¿amén?, entra a la fé con un sentido de llamado y compromiso que Dios tiene para tu vida, este es el tiempo, no bajemos la guardia, no decaigamos en esto que Dios está haciendo, y por eso estamos emitiendo este llamado en este tiempo que Dios está haciendo algo especial en nuestra Iglesia, un llamado a la santidad, un llamado a la consagración, un llamado a examinarnos nosotros mismos, hay un coro que dice examinemos nuestros caminos, ¿no?, y veamos qué es lo que Dios quiere de nosotros, cada uno tiene que examinar, Señor, ¿qué áreas te puedo entregar?.

Entonces estamos ahí, ese llamado a la santidad, quiero fortalecer eso, mirando en la epístola a los Filipenses el capítulo 1, que estamos usando como punto de partida para estas meditaciones, el domingo pasado nos concentramos en esa presión, siervos de Jesucristo, Pablo y Timoteo, siervos, dulos de Jesucristo, quiere decir los hijos de Dios somos siervos, somos usando una palabra menos políticamente correcta somos esclavos de Jesucristo, esa es la expresión que Pablo usó, los apóstoles se veían a sí mismos como esclavos de Jesucristo, su nivel de concentración, de consagración, de entrega a los reclamos de Jesús, era tan grande, que ellos se consideraban que su condición era la de un esclavo, que no tenía vida propia, no tenía autoridad, no tenía autonomía, no podía decidir lo que iba a hacer, su dinero no era de ellos, tiempo, pertenencia, vida, destino, era todo de Dios, y la Biblia como vimos nos llama a nosotros también a adoptar un estilo de vida de siervos de Jesucristo y siervos unos de los otros.

Entonces esa condición de siervos impone sobre nosotros también una condición de santidad, una condición de ser santos, y por eso dice aquí Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos. Fíjese que él se refiere a toda la congregación de cristianos que se encontraban en esa ciudad de Filipos, él los llama santos. Y le decía a los hermanos esta mañana, es como si yo me fuera de viaje un tiempo y les enviara una carta, diciéndoles, hermano Roberto Miranda, siervo de Jesucristo, a todos los santos que están en la congregación de Judá, o a todos los santos que están en la ciudad de Boston.

La Biblia nos dice una y otra vez que nosotros por definición, el hecho de ser cristianos, de ser seguidores de Jesucristo, ya eso nos adjudica una condición de santos. Mire otro pasaje, Pablo repetía eso una y otra vez, vayamos a primera de Corintios capítulo 3, vamos a leer unos cuantos versículos de la Biblia para apuntalar lo que estamos diciendo, porque yo quiero que como un avión que está dando vueltas sobre un territorio, podamos ver todos los diferentes aspectos de la santidad, y que podamos tener una idea de la complejidad de este llamado de Dios a la santidad.

Yo espero que al finalizar esta serie de mensajes, nosotros tengamos una buena idea de lo que implica este llamado a la santidad. Allí en primera de Corintios capítulo 1 versículo 2, el apóstol Pablo también toma esta idea de santidad y santificación, y aquí dice él: "Pablo llamado a ser apóstol de Jesucristo por la Voluntad de Dios y el hermano Sóstenes, a la Iglesia de Dios que está en Corinto", era una ciudad del imperio greco-romano, Corinto, "a la Iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús", vea la idea ahí de nuevo, toda la Iglesia que está ahí en Corinto, él los llama también a los santificados en Cristo Jesús, y entonces añade: "llamados a ser santos, con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro, gracia y paz a vosotros de Dios nuestro Padre y de el Señor Jesucristo."

Entonces ven ustedes de nuevo aquí esta idea, ¿no?, es interesante que Pablo usa aquí una expresión diferente, dice, a los santificados. Yo decía a los hermanos esta mañana que parecería que hay una pequeña contradicción en la expresión de Pablo, porque él está diciendo a todos los que han sido santificados, pero también dice llamados a ser santos, uno se pregunta bueno, si son santificados, ¿por qué entonces son dizque llamados a ser santos como si fuera algo a lo que aspirar, a lo que apuntar?, si es un hecho, ¿para qué apuntar a ello?. Pero precisamente allí vemos un poco de lo que es la complejidad de este tema de la santidad, implicado en esa expresión de Pablo.

Lo que Pablo está diciendo aquí en otras palabras es lo siguiente: cuando tú entras a los caminos del Señor y tú aceptas la obra de Cristo en la cruz del calvario, y tú recibes esa obra como que fue para ti, su crucifixión, su muerte, te ha asignado justicia delante de Dios y te ha hecho un hijo de Dios, cuando tú asientes a ese plan de salvación de Dios por medio de Cristo Jesús, automáticamente, inmediatamente en una forma absoluta, es como que viene sobre ti un rayo, una llama de santificación, y entonces tú eres en una forma definitiva, absoluta, tú eres santo delante de Dios, ¿por qué?, porque todos tus pecados son borrados, dice la Palabra que si alguno está en Cristo, nueva criatura es, las cosas viejas pasaron y he aquí todas son hechas nuevas.

Entonces hay un sentido en que sí, cuando tú recibes a Cristo como Señor y Salvador tú eres santificado, se te asigna una condición delante de Dios de una criatura santa, aceptable delante de Dios, la sangre de Cristo te lava, y dice que Él toma tus pecados, los echa al fondo del mar y no se acordará más de ellos. Entonces hay un tipo de santificación, hay una dimensión de la santificación que es instantáneo, definitivo, total, y cuando tú entras en los caminos del Señor, tú caminas en esa ciudadanía nueva, tú eres hijo de Dios, y por definición tú eres agios, apartado de un estilo de vida, tú ahora perteneces a una estirpe santificada y purificada por el Señor. Ahora, ¿cuántos saben que como dice en ese versículo, nueva criatura es, cuántos saben que aún cuando nosotros somos nuevas criaturas, todavía el viejo hombre está peleando dentro de uno, verdad que sí?.

Aquí hay hombres bien antiguos que todavía están vivitos y coleando, estamos, ¿es la verdad, no?. Dios nos estampa con su sello, nos asigna una condición de hijos redimidos, pero entonces se supone que comience un proceso de creciente perfeccionamiento dentro de nosotros. Yo diría que ontológicamente, en nuestro estado absoluto de ser, sí, somos santos delante de Dios, pero en nuestra realidad vivencial, lo que vivimos cada día, nuestras circunstancias, la lucha de la mente, de los apetitos, hay entonces una realidad progresiva que se irá dando dentro de nosotros, en que Dios irá cada día acercándonos más y más y conformándonos a la imagen de Cristo Jesús en efecto. Es como que se da una asignación de una identidad, pero es como que nosotros tenemos que crecer hasta llenar esos zapatos nuevos de nuestra identidad.

Déjenme dar un ejemplo, es como que en el ejército, una persona se gradúa de la escuela de oficial, y cuando termina se le da unas barras de segundo teniente, un oficial del ejército pasa por el entrenamiento de soldado, de oficial, y tiene el día de su comisión y recibe sus barras que se las pone el general o quien sea, y entonces ya es un segundo teniente en el ejército de los Estados Unidos, esa es su condición, su estado, ¿pero sabe qué?, ese jovencito, generalmente son jóvenes, ahora tiene que comenzar un proceso de entrar en su identidad de oficial, él tiene que empezar a hablar ya como un oficial del ejército, tiene que adquirir esa voz de mando, tiene que adquirir ese estilo de hombre de autoridad, hay una actitud que él tiene que ir cultivando a través de los años hasta llenar esos zapatos de oficial, y entonces irá ascendiendo en los diferentes rangos, a llegar a capitán, coronel, a general de diferentes estrellas, va creciendo en autoridad, en experiencia, en mando, en una cantidad de cosas, aunque ya es un oficial del ejército, y así pasa con nosotros también.

Cuando Dios nos santifica, nos asigna una identidad, hijos de Dios, redimidos por Cristo Jesús, destinados a la vida eterna, pero entonces mientras estamos aquí en la Tierra, va a haber un proceso de creciente santificación, somos llamados a ser santos en el sentido de que somos llamados a cada día purificarnos más y más hasta llegar a ser como Cristo Jesús. Entonces hay una condición instantánea, definitiva, pero también hay un proceso de entrar más y más, en lo que yo soy, mis relaciones humanas, mis apetitos, mi carne, mi mente, mis emociones, mis hábitos, todo eso vaya conformando más y más a lo que yo soy delante de los ojos de Dios, ¿me explico?. Y eso es a lo que nosotros llamamos cuando Dios nos llama a una creciente santidad, cuando entramos a los caminos de Dios, entendamos todos.

Y yo creo que eso es lo que pasa con tantos pueblos, iglesias de Dios, que no hemos sabido manejar la complejidad de la santidad, entonces caemos en la simplificación excesiva, y no entendemos la tensión que hay, esa tensión dinámica, de que ok, Dios nos llama a la santidad, y tenemos que aspirar a ella, pero va a ser un proceso paulatino, un proceso gradual, hasta que lleguemos a la plenitud de la imagen de Cristo Jesús. Entonces yo les invito a ustedes, me invito a mí mismo, en este tiempo de la Iglesia, a concebir ese llamado de Dios, de ir entregándole al Señor todo lo que Él nos pida para llegar a ser ese pueblo escogido de Dios.

Yo sé que hay cosas en ti como las hay en mí, que podemos identificar, que tenemos que pedirle al Señor que vaya trabajando en nosotros. Yo creo que mucha gente le tiene miedo a la santidad, o el llamado a la santidad, porque ven su condición actual, ven lo difícil de romper ciertos hábitos, y ciertas condiciones de vida que tienen, que se sientes atemorizados, y por eso nunca abren su mente a la idea de que no, yo puedo llegar a ser un hombre, una mujer de Dios que verdaderamente refleje el carácter de Jesús, y debo comenzar esa jornada, y comenzar a entregarle al Señor todas las piezas de mi ser, todo lo que Él quiere que yo le entregue, hasta llegar a ser formados según el Señor Jesucristo.

La vida cristiana es una jornada maravillosa donde cada día le vamos dando piezas de nuestro ser, y Dios va haciendo cosas preciosas, según Él nos pide, nos va dando así mismo. Alguien ha dicho que el rastro que deja un cristiano en la vida es como el rastro de un conejo herido en la nieve, que va dejando gotitas de sangre según va caminando, y sabe que, así mismo es con nosotros, si verdaderamente hemos aceptado el llamado de Dios a la vida cristiana auténtica, eso quiere decir que nuestra vida va a ser una creciente crucifixión, áreas de nuestra vida van a tener que quedarse atrás. Dios nos llama a dos cosas, nos llama a gran gozo, gran victoria, gran sublimidad, gran alegría de ser siervos de Dios, momentos en que vemos manifestada la Gloria de Dios en nuestras vidas, cosas que Dios va haciendo en nuestras familias, en nuestros trabajos, financieramente, Dios nos bendice de muchas maneras, pero también hay momentos en que Dios dice ven, sabes que, te voy a traer a mi escuela de santidad, te voy a pasar por un tiempo de crucifixión, de pruebas, de mostrarte quién tú verdaderamente eres para que me busques más y llegues a ser como mi Hijo Jesucristo.

Entonces va a haber en tu vida, situaciones, dificultades y momentos que Dios estará permitiendo que tú entres en ellos, pero sabes para que va a ser, para que a través de esas experiencias tú llegues a ser más como Jesús, y que al Él depurarte y sacarte cosas dentro de ti, tú puedas entonces ser más feliz y más capaz de vivir la vida plena que Dios quiere que tú vivas. Por eso el apóstol Pablo habla también de esto que, despojándonos de todo peso que nos asedia, para que podamos correr con ligereza la carrera de la fé.

Muchas veces nosotros venimos a los caminos del Señor, y hay una cantidad de imperfecciones, que son como libras que tenemos encima, y cuando tratamos de correr nos agotamos, cuando tratamos de correr la carrera de la fé nos sentimos agotados, el diablo nos da duro, caemos una y otra vez, impedimentos, cosas que suceden, y Pablo dice no, aligérate, quítate esas cosas de encima, ¿cuáles son esas cosas?. Todo lo que tú sabes que no agrada al Señor, todo aquéllo que impide que tú llegues a ser como Cristo. Cuando nosotros le entregamos al Señor todas esas cosas, entonces la vida cristiana se torna en algo glorioso, algo lindo, algo agradable, y entonces podemos verdaderamente participar de todas las bendiciones que Dios tiene para nosotros.

Como nunca en la historia, Dios nos está llamando a ser un pueblo de santidad. Usted sabe, cuando Dios llamó a los hebreos a ser un pueblo santo, le estaba hablando a una nación que estaba rodeada de impureza, de pecado, de maldad. Las naciones que estaban alrededor de Israel eran naciones entregadas a los dioses paganos, dioses de sensualidad, dioses de violencia, dioses de la tierra, dioses de muerte y de oscuridad, y gente que practicaba todo tipo de excesos morales, inimaginables, y entonces cuando Dios llama a ese pueblo de Israel a ser un pueblo santo para Él, eso quiere decir que tenía que ser un pueblo diferente, un pueblo apartado, un pueblo apartado de esa impureza del mundo en que vivían, para que ellos ejemplificaran la santidad de ese Dios a quien ellos servían.

La santidad siempre se vive en contraste con un mundo que está encaminado en otra dirección, y cuando Dios nos llama a ser santos quiere decir que Dios quiere que nos apartemos de la inmundicia que caracteriza al mundo en que vivimos, y Él quiere que nosotros seamos diferentes en ese sentido, y que ejemplifiquemos su Santidad.

Hay un pasaje que estoy tratando, vamos a Filipenses 2:15, y lo voy a dejar por aquí más o menos porque después voy a retomar algo de esto la semana que viene, pero sí quiero, hay algo que estoy pensando que es importante que nosotros recordemos. Ustedes recordarán que hace dos semanas yo hablaba acerca de este versículo, el versículo 12 dice: "ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena Voluntad." Entonces Pablo continúa desarrollando ese pensamiento y dice aquí: "Haced todo sin murmuraciones ni contiendas" y aquí está lo que quiero resaltar "para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo."

Tú sabes que en este tiempo de la historia de la humanidad, el llamado a la santidad del pueblo de Dios, se hace más urgente, más crítico que nunca antes en la historia, porque estamos en un tiempo en que la humanidad se ha lanzado, se ha zambullido en el pecado. Y entonces Dios nos dice lo mismo que les decía a los hermanos de Filipos, de que nosotros tenemos que ser irreprensibles. Eso no quiere decir que tienes que ser perfecto, entiéndeme, aunque es bueno apuntar hacia la perfección, pero ser irreprensible quiere decir que en todo lo posible, tu comportamiento, tu forma de vivir es tal que la gente no encuentra por dónde tirarte una pedrada, por dónde acusarte, porque tu caminar es un caminar correcto delante de Dios y delante de los hombres, podrás tener tus fallas, tus cosas, pero hay un nivel de integridad que Dios espera de nosotros, de manera que el mundo no pueda reprendernos, no pueda criticarnos.

Nosotros hoy en día le damos tanto derecho al mundo de tirarnos piedra por donde quiera, porque el pueblo de Dios no está viviendo al nivel que Dios quiere, entonces hay tanto escándalo en el pueblo de Dios, en el pastorado, en el mundo evangelístico, en la televisión, el estilo de vida de tantos cristianos no difiere mucho en muchos casos del mundo allá afuera, entonces somos reprensibles mas bien, pero la Palabra de Dios dice irreprensibles. El apóstol Pablo, hay otro pasaje donde dice que, vivamos de tal manera que cuando quieran decir algo malo de nosotros no puedan, y si nos atacan sea porque estamos sirviendo al Señor como a Daniel que lo metieron en el horno de fuego porque estaba sirviendo a Dios y haciendo la Voluntad del Señor, no porque estaba haciendo algo malo, si vamos a ser perseguidos que nos persigan por ser buenos delante de Dios y hacer la Voluntad del Señor.

De paso esa otra palabra sencillos, la palabra sencillos en el griego original, lo que quiere decir es sin mezcla, puros, es como, cuando el oro ha sido purificado que no tiene otros metales adentro, el vino que no tiene agua, esa es una de las expresiones que se traduce para esa palabra, sencillo, no hay mezcla en ellos si no que es un elemento, un especimen puro. Entonces lo que Pablo está diciendo es que seamos irreprensibles ante el mundo y que seamos puros, que no haya mezcla. ¿En cuántos de nosotros todavía está el mundo y todavía Dios peleando dentro de nosotros?, tenemos un pie en el mundo, tenemos otro pie en el Reino de Dios, nuestros afectos están en el mundo y están en los caminos del Señor, y una de las cosas que Dios habla es que nosotros tenemos que morir al mundo, esa idea como Pablo dice ya no vivo yo, mas Cristo vive en mí.

Entonces Dios quiere que se de en nosotros un proceso de muerte pero muerte para vida, es un proceso de morir a los afectos y a los apetitos del mundo, y el apóstol Pablo dice, o Juan, dice que la amistad con el mundo es enemistad con Dios, el Señor Jesucristo dijo también no podemos servir a dos señores, porque amamos a uno más o amamos al otro más, tenemos que decidir a quién vamos a servir, a quién vamos a entregar nuestros corazones, nuestros afectos, el Señor dice entrégate completamente, ¿por qué?, porque vivimos en una generación maligna y perversa, wow, es difícil. A muchos evangélicos hoy en día no les gusta hablar en esos términos porque piensan como que uno está criticando a la gente demasiado.

Ahora, tenemos que amar a esa generación, porque necesitan de Dios, no podemos tampoco despreciarlos, oh, nosotros somos mejores que ellos, no, hay que amarlos y tenerles misericordia aún cuando aborrecemos las cosas que hacen. Déjeme decirle un ejemplo y con esto ya termino, esta semana creo que fue el jueves, sí el jueves, yo tuve que ir a una reunión de líderes de aquí de Massachussets, convocado por la Iglesia católica, que de paso qué triste que, yo amo a mis hermanos católicos, y la verdad que hay muchas cosas, yo no le tiro piedras a la Iglesica Católica francamente, yo respeto a la Iglesia Católica, por una parte déjeme decirle a la Iglesia Católica hay que admirarla, porque hoy en día cuando muchas iglesias evangélicas en esta nación han dejado de luchar por ciertos temas sociales importantes, la Iglesia Católica sangrando como está está dando la cara y está encabenzando muchas causas que ya los evangélicos hemos dejado de lado.

Pero qué triste que la Iglesia Católica está afectada por todo este escándalo de la pedofilia entre sus sacerdotes, y claro han perdido por esto una credibilidad tremenda ante la sociedad, entonces están peleando la batalla de la integridad moral ellos mismos no oliendo muy bien y se han abierto a la acusación de hipocresía crasa, de no haber dado atención a este problema serio entre su liderazgo, entre líderes católicos, con la cuestión esa de los abusos de los niños, y haber sabido que eso estaba sucediendo pero no haber pagado el precio de haber sacado esto a la luz y haber disciplinado a esa gente, algo horrible, horrible.

Sin embargo, esto es largo de explicar, pero voy a esto, por eso es que nosotros tenemos que, si vamos a llamar al mundo al arrepentimiento nosotros tenemos una responsabilidad grande de ejemplificar el comportamiento adecuado, alguien por allí ha dicho que no se puede predicar moralidad en calzoncillos, tenemos que limpiar nuestra propia casa primeramente. Pero eso es aparte, ese no es el punto, porque lo que pasó es que estaba allí el Cardenal Shanon que yo creo que es un hombre de Dios que yo respeto, íntegro en muchas maneras, y para discutir un tema, y yo quiero aprovechar para poner eso delante de ustedes, porque uno pensaría que esto es ciencia ficción, hace 3 años usted me hubiera dicho que Massachussets iba a estar bregando con esto y yo hubiera dicho, no, eso no es posible, pero ya uno está curado de espanto, ya uno ha visto tanto con el matrimonio homosexual que ya como que cualquier cosa es posible.

Esta sociedad, esta generación va cada día pervirtiéndose más y más hasta el punto de que en noviembre, cuando vengan las próximas elecciones y haya ocasión de votar, noviembre 2 creo, no recuerdo cuándo es, bueno, noviembre, hay varias cosas por las cuales el pueblo de Massachussets va a tener que votar, y una de ellas es la propuesta número 2, la propuesta número 2 tiene que ver con el suicidio asistido por médicos, physician assisted suicide, eso quiere decir que en el estado de Massachussets, si Dios no mete su mano, será posible para una persona que está con una enfermedad terminal, pedir que su médico le recete un veneno que él va a poder ir a una farmacia y tomárselo para quitarse la vida con la receta que el médico le ha de proveer legalmente, legítimamente.

Imagínese cuánta gente desesperada, deprimida por una situación de cáncer o lo que sea, que piensa ya mi vida terminó y ya no esperanza para mí, que tenga la opción médica de ir a un médico y decir hey, yo quiero que usted me de la receta para yo suicidarme y terminar mi vida, y confiarle a una persona que está frágil emocionalmente, que ni siquiera se le requiere una evaluación médica psiquiátrica, que está en sus cinco sentidos, no, simplemente que ella quiera decir yo me quiero suicidar, quiero terminar esto, recéteme la medicina, yo voy a ir ahí a Wallgreens, me voy a ir a mi casa, me voy a poner una pijama bien bonita, me voy a beber el veneno y a terminar mi vida.

Mire hasta esto es lo interesante porque nosotros escuchamos esto, porque nosotros escuchamos a una firma muy conocida aquí en Massachussets que está tratando de ayudar en eso, ahora mismo en Massachussets, si se tomara el voto hoy mismo, el 70% de los votantes en Massachussets votaría a favor del suicidio asistido por médicos. Hay solamente como un 30% y pico de personas mayormente cristianos que están dispuestos a votar en contra de esa medida, es decir que la lucha para derrotar esta propuesta número 2 es muy, inclinada, porque hasta ese punto ha llegado esta cultura, esta sociedad como Massachussets, de gente altamente educada, con valores seculares, humanistas, alejados de la Palabra de Dios, que están dispuestos a votar por una aberración, por un escándalo moral como eso.

Y sabe, lo interesante es esto, que los médicos mismos se rehúsan, la asociación médica norteamericana, que hay otras cosas que apoyan, pero eso están en contra de ello, porque ellos reconocen que los médicos están llamados a preservar la vida, no a facilitar la muerte, pero de todas maneras, esta cultura que se ha ido de cabeza a la maldad y al pecado está dispuesta a aceptar esto. Yo les suplico mis hermanos que si usted tiene ocasión de votar en noviembre, vote correctamente, vote moralmente, vote espiritualmente, y asegurémonos de que nosotros nunca demos nuestro voto a una perversidad como lo es la del suicidio asistido o permitido, facilitado por un médico.

Pero mi punto es, por eso es que es tan importante que nosotros entendamos la palabra del apóstol Pablo, dice que tenemos que brillar en medio de una generación maligna y perversa, tenemos que ser irreprensibles, tenemos que ser sencillos en nuestro compromiso con el Señor, porque esta sociedad ¿dónde va a terminar?, en un desliz precipitoso, hacia la muerte, la tiniebla, la oscuridad, y al diablo se le ha dado soltura en este mundo, y sólo aquéllos que hagan un compromiso firme con el Señor van a poder sobrevivir, van a poder mantenerse, se requiere un nivel de pureza excepcional en este tiempo, y nosotros tenemos que entender que ese es el mundo en que nosotros vivimos, y tenemos que ser diferentes, Dios te llama a ti a ser diferente, Dios me llama a mí a ser diferente, Dios nos llama verdaderamente a ser un pueblo santo, agradable a Él.

Vamos a bajar nuestras cabezas ahora, vamos a reafirmar nuestro llamado, y si hay alguien en esta tarde que quiera entregar su vida al Señor Jesucristo, y usted quiere que oremos por usted, mi placer sería presentarlo delante del Señor, usted puede levantar su mano, si usted desea, o pasar aquí al frente, si Dios te ha tocado en alguna manera en esta tarde a través de la adoración o lo que sea, no detengas mucho el tiempo, pasa aquí que queremos orar por ti, si viniste con alguien y te quiere acompañar también lo puede hacer, si no lo has hecho antes ven con un hermano, una hermana, y nos gustaría presentarte delante del Señor, si alguien no ha dado ese paso de fé nos gustaría orar por ti, ven aquí adelante o levanta tu mano donde tú estás y mi placer sería ponerte en las manos del Señor también, ¿ok?.

Mientras tanto ahí en tu corazón yo te suplico, refuerza tu compromiso con Dios, de no ser un cristiano a medias, de no ser un cristiano mezclado con otras cosas, cierra toda brecha en tu vida, aprieta bien la medida de bendición que Dios te ha dado, comprométete con el Señor, estamos en tiempos verdaderamente urgentes, y el tiempo de jugar a evangélico ya pasó, es un tiempo de definición, es un tiempo de creerle al Señor, Su llamado, vamos a cerrar filas y a entregar toda nuestra vida al Señor, y llenar esos lugares débiles, fortalecer las rodillas dice el apóstol Pablo, los brazos caídos levantarlos y fortalecerlos, nuestro compromiso con el Señor, y que nuestro amor cada día por esas almas perdidas sea mayor, y por eso es que necesitamos prepararnos, purificarnos para poder afectar ese mundo.

Yo no le he cedido el mundo al diablo todavía, ¿sabe?, este país todavía hay mucha gente de fé que está orando y clamando, yo no le entrego a Satanás todavía esta nación, ¿sabe?, este es un tiempo cairo, un tiempo clave, y Dios puede brillar en esta nación, y yo creo que una de las cosas por las cuales Dios ha enviado a los latinos a los Estados Unidos no es para robarle dinero al IRS, es para bendecir esta nación espiritualmente con sus oraciones, con su clamor, su espiritualidad al rojo vivo, sus valores espirituales, su ética diferente, una Iglesia que le enseñe a esta nación con un espíritu de humildad lo que Cristo puede hacer posible, nosotros podemos ser esa familia ejemplar.

Padre en el nombre de Jesús, queremos ser visitados por ti, queremos ser tocados por ti, queremos que Tú uses esta Palabra que estamos compartiendo como vehículo para entrar al corazón de Tu pueblo, no nos dejes bajar a un nivel menor que lo que hemos proclamado Señor, afirma fuertemente en nosotros este llamado a la santidad, hazlo real en la vida de esta congregación Padre, llévate todo lo que no sea de ti, todo lo que no te agrade Señor. Gracias por este tiempo precioso, donde hemos podido adorarte con soltura Señor, hemos presentado nuestras peticiones delante de ti, Tú nos has visitado con Tu presencia, y ahora sácanos de aquí habiendo sido ministrados por Tu Palabra. Bendícenos y que esa semilla que ha caído en nuestros corazones no pueda venir a robársela Señor, no pueda venir a violar lo que Tú quieres hacer en nosotros. Bendice este pueblo y sácalo de aquí bajo Tu bendición, Tu compañía, y que nada interfiera Señor con el sentido de Tu Presencia, ni en el camino hacia sus hogares, ni cuando lleguen allí, ni mañana cuando comencemos muestra vida de trabajo normal, que Tu Palabra y Tu Presencia sean tan reales como lo son en este mismo momento, gracias Señor, en el nombre de Jesús oramos, amén y amén. Dios les bendiga mis hermanos, que la Gracia y la paz del Señor sea con todos ustedes, amén.

Confiar en Dios en medio de la espera

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Hoy quisiera hablarles acerca de una fe valerosa, una fe con valor, con fuerza. Me voy a enfocar en este pasaje de Isaías, capítulo 55, los versos del 8 al 9. Un pasaje que muchos conocemos, dice:

“…Porque mis pensamientos no son sus pensamientos ni mis caminos sus caminos, dice Jehová, como son más altos los cielos de la tierra así son mis caminos más altos que vuestros caminos y mis pensamientos más que vuestros pensamientos…”

Ese mismo texto también aparece en Jeremías capítulo 29, verso 11 y lo que la palabra de Dios añade en ese texto es que los pensamientos de Dios son para darnos un final lleno de paz, un final lleno de bien. Y ahí nosotros tenemos que mantener nuestra certeza.

Y hoy conectando este tema de cómo nosotros podemos seguir confiando en Dios, quise meditar acerca de cómo confiar en Dios en medio de nuestra espera, sea lo que sea que usted esté esperando, que usted pueda mantenerse confiando en Dios. Todos nosotros de alguna manera u otra, mis hermanos, estamos esperando algo. Si usted no está esperando que suceda algo en su vida, pues, usted está viviendo sin esperanza. El que espera algo, el que mantiene su esperanza de que algo va a suceder, de que algo va a acontecer, eso es algo que nos impulsa, es como una gasolina que nos mantiene levantándonos día tras día para seguir adelante.

Pero que muchas veces en esa espera suceden cosas maravillosas y me voy con el himno, con el corito. O que muchas veces nuestra vida de fe se ve aprobada. Y yo quisiera compartir algunas cosas con ustedes, algunas de estas cosas me he cruzado con ellas en meditaciones, textos, que gente me ha mandado, palabras que han compartido conmigo o yo mismo en meditaciones que he hecho. Y aquí las quiero compartir con ustedes.

Una cosa que me gustaría resaltar es que hay veces que Dios retrasa el contestar una oración para que nosotros podamos desarrollar cualidades espirituales. Y eso es una de las lecciones más difíciles que se nos hace a veces de aprender. El entender que muchas veces Dios aguanta las respuesta a una oración porque quiere desarrollar algo en nosotros: perseverancia, confianza, paciencia, sujeción, palabras muy llenas cada una de estas, que tal vez las decimos a veces bien rápido, pero que son palabras que tienen un peso muy grande, que muchas veces las miramos por encima muy livianamente y no nos detenemos para verdaderamente meditar en lo que estas palabras significan y el poder y el impacto que tienen sobre nuestras vidas.

Perseverancia, confianza, paciencia, sujeción. Por qué menciono estas 4 palabras en específico? Yo creo que estas cualidades llegan a nosotros solo, solamente cuando esperamos y confiamos pacientemente en el tiempo de Dios, cuando esperamos y confiamos pacientemente en el tiempo de Dios. La perseverancia, todos nosotros podemos entender que tiene que ver con esa perspectiva a largo plazo. Lo contario a perseverancia es qué? Rendirse. Y es algo que muchas veces nosotros optamos por esa ruta fácilmente, cuando las cosas vemos que no están sucediendo como uno quiere, nuestra paciencia de va bien rápido, nuestra confianza sea en Dios o en cualquier otra persona, se va bien rápido y lo que tendemos a hace es a rendirnos y eliminarnos, como quien dice, de la carrera.

Pero hay algo que Dios quiere hacer en medio de toda esa espera. Dios no se intimida, déjenme decirlo así, cuando nosotros venimos ante él como con demandas infantiles, por nosotros querer tener una gratificación instantánea. Nosotros no podemos como bien hemos escuchado, torcer el brazo de Dios cuando venimos delante de él quejándonos, como si fuéramos unos nenes chiquitos, ah, tu, porque no me respondes, no me estás escuchando, no me estás haciendo caso. Y nos comportamos como si fuéramos niños delante de Dios.

Y yo entiendo que la misma Biblia dice, que nosotros tenemos que ser como niños para entrar al Reino de los cielos, pero no significa que nuestro comportamiento con Dios va a ser uno infantil. Sino que tenemos que ser entendidos también delante de él en cómo nos relacionamos con él. Hay veces que nosotros venimos con gritaderas y pataleteando delante de Dios y es como si Dios estuviera moviendo su cabeza, mira, grita y pataletea todo lo quieras, pero ahora mismo no te voy a conceder lo que tu me estás pidiendo.

A ustedes que son padres y madres, y en algún momento tal vez ustedes tuvieron que proceder así con su hijo o con su hija. Vienen delante de usted llorando, gritando, pataleteando y si usted no es firme, usted entonces lo que va a tener es un niño, una niña consentida porque no tiene la disciplina, el carácter de poder aguantar cuando usted tenía que abstenerse de darle algo que ese hijo, esa hija le estaba pidiendo.

Y así mismo es Dios. Nosotros venimos llorando, gritando, pataleteando delante de Dios y Dios se queda ahí, mira, llora todo lo que tu quieras, pataletea todo lo que tu quieras, pero ahora mismo yo entiendo que el yo el concederte lo que tu me estás pidiendo, no es el momento. Y nosotros cuando éramos niños tal vez nos enfunchábamos, nos cruzábamos de brazos y nos íbamos a una esquina a llorar, llora, está bien, y al ratito iba Dios y nos pasa la mano por encima tranquilo y uno como que, ah, sí me vas a dar? No, no, tranquilo, solamente te estoy consolando para que sepas que estoy contigo, pero no es que te voy a dar lo que me estás pidiendo todavía. Solamente te estoy dejando saber que te amo, que estoy contigo, pero tienes que seguir esperando.

Nosotros no podemos pretender que sabemos más que Dios, sobre cuándo una oración tiene que ser contestada. No le podemos decir, Señor, este es el momento, ahora es que… esa respuesta tiene que venir ahora, mira lo que está pasando, ahora es el momento. Y Dios está ahí como que, eso es lo que tu crees, pero tus pensamientos no son los míos. Y lo que tu estás viendo no es lo que yo estoy viendo.

Ahora, mis hermanos, también quiero enfatizar en esto. Los retrasos de Dios no son necesariamente una negación. Él tiene sus razones de por qué aún no. Dios tiene sus razones de por qué dice aún no. por qué? Cuáles serían algunos de los retrasos detrás de esa espera?

Y miren, tal vez nosotros nunca lleguemos a comprender completamente por qué o las razones de por qué uno tiene que esperar. Aún lo que yo les dije previamente, eso puede sonar como algo genérico, ah, sí, pues la espera te ayuda a desarrollar paciencia, y todas esas otra cosas que mencioné, pero aún las razones que Dios tiene detrás de todo ese proceso, nosotros nunca las vamos a lograr entender.

Y eso no debe sorprendernos porque Dios es el creador y nosotros somos las criaturas. Dios sabe más que nosotros. Por un lado, lo que Dios está haciendo es probando nuestra fe. Nuestra fe en él, nuestra fe en las promesas que él nos ha dado y no necesariamente en las promesas que un hombre, que un pastor, o que una mujer nos haya impartido a nosotros. Ah, Dios tiene esto para ti. Sino es más bien creerle a él.

Hay promesas, hay palabras que Dios nos ha dado a todos y cada uno de nosotros. En algún momento u otro de nuestras vidas hay una palabra que Dios ha impartido y no necesariamente esa palabra tuvo que haber salido de aquí, del altar, para decir que tenía alguna validez. Pudo haber sido un momento donde usted estaba en su casa, en la mesa de su comedor y se estaba tomando un café y estaba leyendo la Escritura y de repente, un verso que usted estaba leyendo resalta y le hace un eco en su mente, en su espíritu y en su corazón, que usted dice, guau, Señor, tu me has hablado en este momento.

Y uno se puede agarrar de esa palabra, de ese momento tan simple y sencillo, no había mucha algarabía, tal vez usted tenía un radio prendido bien bajito, pero usted estaba totalmente concentrado en su lectura, y en ese momento fue que Dios impartió algo sobre su corazón y uno se agarra de esa promesa.

Por un lado, nosotros no podemos proceder como si Dios fuera una máquina de dulces, yo no sé los vending machines que hay a veces, yo no sé si usted le ha pasado que usted echa el dinero y cuando le da y el espiral se empieza a mover, que se queda encajado ahí justamente antes de caer, y uno saboreando ese snikers que uno se quiere comer, y él ahí guindándose, se quedó pillado de una esquinita y uno empieza… a darle patadas, y las mueve y las hamaquea y pasa alguien y uno se queda tranquilo. Y cuando se va la persona uno vuelve… pa, pa, pa…

Cuántos de nosotros hay veces que hemos tratado a Dios así, como si fuera un vending machine? Le ponemos el dinero y Dios, yo quiero esto. Y usted ve como que se está moviendo la cosa, se está moviendo un espiral y va a caer lo que está esperando pero… no, Dios, dame!!

No podemos bregar con Dios como si él estuviera satisfaciendo solamente todos nuestros antojos. Yo creo que las pruebas de la vida siempre traen consigo alguna ganancia, mis hermanos, aún a través de pérdidas. Y esto, yo sé que esto es duro compartirlo, mis hermanos, porque yo sé que muchas personas aquí que yo tengo de frente, yo sé que todavía están procesando distintas pérdidas que han experimentado en su vida. Pero en alguna razón misteriosa que nosotros nunca vamos a poder comprender, es a través de momentos como esos donde Dios trae ganancias espirituales a nuestra vida, donde Dios de alguna manera u otra incrementa ese sentido de fe, de esperanza, de gozo, de paciencia, de amor, de tolerancia y a veces hasta de comprensión de situaciones de la vida que antes que no teníamos.

Nos ocurre como le pasó a Job, de oídas te había oído más ahora mis ojos te ven. O sea, te conocía de una manera, lo que la gente me decía de ti, lo que yo escuchaba a los pastores predicar, lo que yo escuchaba a la gente orar, y yo aprendía de eso y te conocía de una manera, pero después de haber vivido estas situaciones en mi vida, ahora, eso te conozco a ti de una manera totalmente distintas, eso es algo ya casi secundario, terciario, porque ahora te estoy viendo y te estoy conociendo en una manera totalmente nueva.

Pero que si no hubiese sido por esos momentos duros y difíciles y a veces hasta vergonzosos y frustrantes, uno entonces no hubiese podido tener ese tipo de ganancia que solamente Dios puede traer. Ganancias que surgen del dolor, heridas, luchas, confusión, fracaso, todo esto está probando nuestra fe.

Y no es que Dios sea un masoquista, pero es que Dios quiere literalmente, mis hermanos, yo he escuchado muchas veces que predicadores que dicen, Dios no te puede probar porque tu eres su hijo, tu eres su hija, él te ama y… no, pero miren, Dios prueba a uno. Dios prueba a uno. Dios te prueba a ti, Dios me está probando a mí ahora mismo. Yo lo puedo decir, yo estoy hablándoles a ustedes esta palabra y algo en mí tiene ganas de sentarse y recibirlo yo, y no necesariamente compartirlo. Pero Dios nos prueba, mis hermanos.

Y en medio de esa espera, mis hermanos, hay que tener cuidado con distracciones que puedan llegar. Y las distracciones se pueden ver en distintas maneras. Distracciones que vienen de adentro, como también distracciones que vienen de afuera, distracciones que están bajo tu control o distracciones que están fuera de tu control. Son cosas con las cuales uno tiene que tener mucho cuidado.

Si yo me dejo llevar fácilmente de las distracciones, entonces pierdo el enfoque de lo que Dios quiere hacer. Y fácilmente termino haciendo algo que no debo hacer o que Dios no espera que yo haga. O termino tomando decisiones que no están más o menos en línea con lo que Dios quiere. Y son cosas con las cuales usted, yo, tenemos que tener cuidado con eso. Las distracciones en su vida pueden venir de distintas maneras. Quién sabe si hasta para algunos de ustedes, las personas que menos uno desearía, pero están ahí, están en tu misma casa, y son cosas que te están sacando de enfoque. Y tienes que lidiar con ello.

Pero ahí es donde está el meollo de todo esto, que a pesar de esas distracciones, tenemos que mantener en mente una cosa, confía en Dios. Pon tu confianza en Dios y no en nada más. Lo importante es mantener nuestra confianza en él. Miren cómo dice el salmo 37, tal vez muchos de ustedes lo saben, versos 3,4, 5 y 6, dice:

“…Confía en Jehová y has el bien y habitarás en la tierra y te apacentarás de la verdad…”

Miren cóm dice es primer verso, confía en Jehová y has el bien. Fíjense hay veces que en medio de esa confusión, en medio de esa espera, en medio de todas esas frustraciones, la tendencia es en actuar no contra la naturaleza sino en contra de lo que Dios espera que nosotros hagamos. Y tenemos que aguantarnos del Señor y de intencionalmente buscar hacer el bien en medio de todas las cosas. Aunque tu mente te traicione, aunque tus emociones estén un poquito medio confusas, uno tiene que buscar hacer lo que es correcto, buscar hacer el bien en todo momento. Tal vez un lado de tu cabeza te está diciendo, que se fregue esto, pero el otro lado en tu espíritu y en tu corazón te está diciendo, no, esto es lo que Dios está esperando de ti y así es como tienes que hacer.

Tu tienes que confiar en Dios que a medida que tu te portes de esta manera, que tu procedas de esta manera, buscando el bien, buscando el amor entre hermanos, hermanas, buscando que ese sentido de ese hermandad pueda seguir fortaleciéndose y no que nos sigamos dividiendo y hablando unos de otros. Si tu buscas proceder y hacer el bien, confiando en Dios, qué es lo que dice? Habitarás en la tierra y te apacentarás de la verdad.

Miren este otro consejo, en esos tiempos de espera, aunque sea difícil deleitarse en Dios, deléitate en él. Deléitate en Jehová y tarde o temprano, en algún momento u otro, él te concederá las peticiones de tu corazón.

En medio de esa confusión, en medio de ese dolor, en medio de esa lucha el verso 5 tiene uno de los mejores consejos que nosotros podemos tener:

“… Encomienda a Jehová tu camino y confía en él…”
Hermanos, suena bien sencillo, suena bien bonito decirlo, vivirlo, son otros 20, sin duda alguna. Ha pasado. Pero hay que confiar en él y encomendar al Señor nuestra causa.

Miren este otro proverbio, Proverbios, capítulo 3, muy parecido, versos del 5 al 8 dice:

“…Fíate de Jehová de todo tu corazón y no te apoyes en tu propia prudencia, reconócelo en todos tus caminos…”

Mira esto, déjenme darte un ejemplo contextual, por así decirlo. Nosotros los pastores no somos seres humanos perfectos, yo sé que muchas veces cuando uno no actúa como a la gente le gustaría y cuando uno no opera de acuerdo al standard que la gente tenga de uno, se suelta algo por ahí. Y no es que a mí me moleste que hablen mal de mí, pero yo creo que un hijo, una hija de Dios que entiende aunque sea en parte, los propósitos, los designios de Dios, deben entender que cuando hay alguien haciendo eso, uno tiene que reconocer a Dios en medio de esa situación, y lo primero que uno se tiene que preguntar, Dios está aquí en esto? No me respondan. Estoy haciendo una pregunta retórica para que ustedes lo piensen. O sea, Dios está en esto? Si yo estoy como quien dice, afeando el testimonio de una persona, está Dios en eso? Yo tengo que reconocer a Dios en todos mis caminos y si ese comentario que están diciendo de xy persona, va a confundirme mi relación con esa persona, yo tengo que reconocer a Dios en ese caminar y pedirle a Dios que él enderece la vereda para yo poder entender bien cómo proceder.

No podemos dejar, mis hermanos, que algo tan dañino como un comentario entre tu y yo, nadie se va a enterar, esto es entre tu y yo, pero ese pastor Omar, que no responde a mi llamada, pasan dos semanas, tres semanas, y no me responde la llamada… sorry! Culpable. Perdón. Si en algún momento le he fallado de esa manera. Reconozcamos a Dios, mis hermanos, en todo lo que nosotros hacemos, en todo lo que sucede a nuestro alrededor. No se crean sabios en su propia opinión. Sigo leyendo:

“…Teme a Jehová y apártate del mal…”
Apártate de eso. Si trabajas en Target y viene alguien, un colega, y te empieza a decir, ese manager, que si nos trata mal y qué sé yo… tienes un problema con el manager? Ve y habla con él. Yo no tengo problema con el manager. Por algo te lo estoy diciendo, te vi con el uniforme de Target so… te cogí como un ejemplo. I’ve been a witness of that.

Por qué estoy diciendo todas estas cosas, mis hermanos? Verso 8 dice:

“…Porque será medicina a tu cuerpo y refrigerio a tus huesos…”
Yo les digo, hay cosas tan bellas que Dios hasta está dispuesto a darnos medicina para ayudarnos a lo largo del camino y restaurarnos para que nosotros podamos seguir adelante. Dios quiere que nosotros tengamos una fe valerosa, resistente, fuerte, madura. Eso es lo que Dios quiere que nosotros tengamos.

Para tener una fe así tenemos que confiar en Dios aún cuando las cosas no parecen ir como nosotros quisiéramos. Y eso que les acabo de decir se los dije con las muelas de atrás. Tenemos que confiar en Dios aún cuando las cosas no van como uno quisiera. Hay que confiar en Dios.

Como dice Jeremías 29, capítulo 11.

“…Dios tiene nuestro mejor interés en mente…”

Dios tiene tu mejor interés en mente. Sucederán cosas en la vida bien duras, bien feas, bien difíciles, cosas que te van a sorprender, cosas que tu vas a pensar que son injustas como también van a suceder cosas bellas, cosas hermosas, cosas que van a traer luz a tu caminar, luz a tu mente, que te van a traer un nuevo sentido de gozo, de satisfacción y en todas esas cosas, Dios nunca está ausente. Dios siempre está ahí, velando por tus intereses, velando por los intereses de su pueblo, de su iglesia, para que sus planes se lleven a cabo en medio de todos y cada uno de nosotros.

Señor, gracias una vez más por tu palabra. Gracias por la verdad que se encierra en ella, gracias por la fuerza, gracias por el ánimo, gracias por la corrección encontramos en tu palabra, Señor. Y Señor, el yo compartir esta palabra, mi deseo es que cada uno de mis hermanos y hermanas puedan encontrar en ti las fuerzas que necesitan, que puedan encontrar en ti el ánimo, la dirección que solamente tu puedes dar. Tu conoces muy bien el punto en la jornada en la cual nos encontramos, en nuestra jornada de fe, nuestro caminar contigo, y tu conoces muy bien ahora mismo el corazón de cada uno de mis hermanos y hermanas, y yo te pido, Señor Jesús, que si hay alguien aquí en esta noche, aún incluyéndome a mí mismo, Señor, que en algún momento hemos pensado rendirnos y no seguir adelante, Señor, yo te pido que esta palabra infunda vida, infunda paz, infunda aliento, Señor, sobre nosotros para poder seguir adelante, Señor.

Ayúdanos a no distraernos fácilmente, Señor, a no escuchar a cualquier voz por ahí, sino estar pendiente a tu voz, Señor. Estar pendiente a tu corrección, estar pendiente, Señor, a esos vislumbres de tu espíritu, Señor, dirigiéndonos en cada momento. Tu tienes nuestros mejores intereses en mente, Señor, y así lo creo.

Yo te pido que por favor, mi Dios, esos intereses que tu tienes nos mantenga a nosotros seguros, nos mantengan a nosotros encaminados y que nosotros podamos seguir viendo la vida, a pesar de las circunstancias, que podamos seguir viéndola como tu la ves, buscando que tus planes se lleven a cabo en nuestras vidas, y no necesariamente los nuestros. Guíanos, Señor Jesús, te lo pido por favor, que cuando salgamos de aquí que tu nos lleves con bien hacia nuestros hogares, que tu nos lleves con paz, que por favor, nos concedas un sueño tranquilo, reparador y que mañana, si así tu lo permites, Señor, podamos levantarnos a enfrentar todo lo que el día de mañana traiga.

Gracias por cada uno de mis hermanos y hermanas, Señor. Bendíceles, concédeles tu paz y a todos llévanos con tu bien. En el nombre de Jesús. Amén. Amén. Dios les bendiga mis hermanos y hermanas, adelante en el Señor.

Siervos

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Quiero meditar esta mañana acerca del concepto de siervos, de ser siervos de Jesucristo. Usted sabe que usamos mucho esa expresión, siervos, a los pastores acostumbramos en ciertos países a decirles siervos, el siervo, aunque eso parece que ya ha venido a ser una palabra como de aristocracia, el siervo, aunque el sentido de la palabra es un sentido más bien de entrega total, de esclavitud mas bien. Y yo quiero que meditemos un poquito acerca de esto, el hecho de que como seguidores de Jesucristo, como cristianos que somos, nosotros somos siervos, diga la palabra siervo, ¿ok?.

Tú eres un siervo, una sierva de Jesucristo, cuando tú pasaste aquí al frente un día o en cualquier iglesia o te entregaste al Señor, tú pasaste a ser un siervo, una sierva del Señor, no solamente pasaste a ser miembro de una comunidad en particular, si no lo que sucede es que tú cambiaste de categoría y de estación en la vida, y entonces te convertiste en siervo de Cristo Jesús, un siervo de Dios, y vamos a ver lo que pasa con esa palabra, lo que quiere decir. Sabe, los próximos domingos voy a estar de vez en cuando extrayendo algunas enseñanzas de esta epístola a los Filipenses.

Mientras leía esta semana, me chocó esa expresión del apóstol Pablo en el capítulo 1 versículo 1, donde Pablo dice: "Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los santos de Jesucristo que están en Filipos" etc, etc. Él está dando una salutación a sus hermanos de la Iglesia de Filipos y se identifica a sí mismo y a su compañero Timoteo como siervos de Jesucristo. Y el Señor Jesucristo dijo que el Hijo del Hombre no vino para ser servido si no para servir, y los apóstoles se identificaban a sí mismos como siervos. Mire por ejemplo la salutación del apóstol Santiago que era hermano de Jesús y por lo tanto, hubiera tenido toda tentación al sentirse como miembro de una aristocracia, un miembro de una élite por ser hermano carnal de Jesucristo. Pero Santiago mismo en la epístola suya en el capítulo 1 versículo 1 escribe: "Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo." Él se identifica también como siervo de Dios y de su hermano que era en la carne, ahora glorificado, pero Dios mismo, y siervo del Señor Jesucristo.

Y el apóstol Pedro también, en su segunda epístola universal, capítulo 1 versículo 1 también, se presenta a sí mismo como Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo. Es decir que todos estos hombres, a pesar de su exaltada condición de apóstoles, y de gente muy escogida y dotada de Dios, se identificaban a sí mismos como siervos. Ahora, ¿qué connotación tenía eso?, porque ahora esa palabra no tiene la misma connotación que tenía en el siglo primero, cuando estos hombres decían somos siervos de Jesucristo estaban diciendo algo muy ubicado en la política y la economía, y la sociología de su tiempo. La palabra que se traduce al español siervos es dulos, y esa palabra dulos, en realidad la traducción literal es esclavos.

En realidad un dulos, un siervo originalmente era un esclavo, la esclavitud en el imperio greco-romano, al cual pertenecían Pablo y Santiago, y toda esta gente por extensión, el imperio romano cubría, la esclavitud era una institución pervasiva, estaba en todos lados, y mucha gente tenía esclavos, y habían cientos y cientos de miles de personas que eran esclavos, así que en realidad dulos quería decir esclavos, y los esclavos como ustedes saben, incluso en Europa y aquí, hubo esclavos por mucho tiempo, y todavía se practica en África en el imperio musulmán, hay muchos islámicos que esclavizan a mucha gente, pero la esclavitud quería decir que una persona que era esclava era propiedad de su dueño, de su Señor, no tenía autoridad propia personal, pertenecía a otro, su destino, sus días, las cosas que hacían, no estaba para él o ella escogerlo si no que su Señor tenía prioridad sobre todas esas cosas, a qué hora se levantaba, qué tenía que hacer, si se casaba o no, un esclavo vivía dentro de la casa de su Señor y ahí moría muchas veces.

Un Señor incluso podía disponer de la vida de sus esclavos, podía matarlo a lo sumo, y era su derecho, quizás no lo podría hacer en una manera arbitraria totalmente, pero sí si el esclavo se salía de ciertas cosas, podía meterlo a la cárcel si trataba de escaparse, y se cometía mucha violencia contra los esclavos, es decir un esclavo era una persona que no tenía vida propia, si no que pertenecía a su señor y a la casa donde vivía, y los hijos que vivían dentro de esa casa eran también esclavos, y estaban en la misma condición social.

Entonces cuando el apóstol Pablo, Pedro decían Pablo esclavo de Jesucristo, hoy esa palabra suena dura y terrible, nadie la quiere usar socialmente, it is not politically correct to speak with that word, yo creo que también en parte por eso se ha suavizado y se dice siervo, pero la palabra era esclavo de Jesucristo, y estos hombres usaban esta palabra para dar expresión a una relación que ellos sentían que tenían con Jesucristo, ellos decían hey, nosotros somos esclavos de Jesucristo, con todo lo que eso implica en nuestra vida.

Y por extensión la Biblia nos dice a nosotros también que nosotros somos esclavos de Jesucristo, ya no en la manera terrible deshumanizante que tenía, porque eso es otra cosa, el Señor Jesucristo dijo ya no los voy a llamar más esclavos o siervos, sino que los llamaré amigos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor, Dios ahora, la relación de servicio, esclavitud al Señor ya no tiene la misma connotación, nunca la ha tenido, rebajante, humillante que tiene para los hombres, pero sí la esencia de esa condición que es que nuestra voluntad y nuestra libertad está sometida a las prerrogativas, las preferencias, el señorío y la soberanía de Dios, eso no ha cambiado en ningún momento, lo que pasa es que dentro de esa entrega total, el Señor como un amo benévolo nos trata con suma delicadeza, pero eso no cambia nuestro status ontológico por así decirlo, es decir nuestra condición real, la esencia de nuestra condición real no cambia, somos siervos, somos esclavos de Cristo Jesús, y eso tiene la gente que entenderlo.

La esencia de tu identidad es ser siervo, escucha eso, si eso se nos metiera profundamente en la mente cambiaría nuestra forma de existir, porque hoy en día la gente viene a la iglesia, se convierte al Señor, y como yo decía el domingo pasado, es más bien como que para que Dios se convierta en nuestro proveedor, y el que nos complace en todos nuestros antojos, el que suple nuestras necesidades y eso es real, Dios hace tantas cosas maravillosas, pero esa no es la esencia de nuestra relación con Dios, son beneficios que vienen como consecuencia de una condición previa de entrega total al Señor, y de sujeción de todo lo que somos.

Es una de las cosas que es importante que entendamos en nuestra mente, porque yo creo que también, déjeme, esto no está en absoluto fuera del centro de esta meditación. Yo pensaba esta mañana que esa idea de que la gente, hoy en día en esta cultura sobre todo, en que muchos pastores necesitan gente que venga a la Iglesia, a veces las iglesias están pequeñas, nos sentimos impotentes, la cultura nos critica, las iglesias tienen un complejo de inferioridad, y hay pastores e iglesias que queremos que la gente venga, queremos que el mundo nos ame, que el mundo nos aprecie, y que sepa que no somos hipócritas, que no somos fariseos, y entonces la gente llega de afuera, y hay veces como con un sentido de ser especiales, la gente viene como clientes a la iglesia, se ha creado una cultura como de clientela, ¿y qué es eso?.

Bueno, la gente llega a la Iglesia, y the customer is always right, yo creo que la gente llega a la Iglesia, y no hay un proceso que yo creo que debiera darse en toda congregación, y cuando la gente entra al evangelio, es como que primero, cuando llego aquí al frente y recibe al Señor como que yo debiera tener derecho a darle un par de bofetadas, y dejarle saber hey, tú estás entrando a una condición diferente al Reino de Dios, tú entras ahora como un siervo de Jesucristo, hay una humildad que tú tienes que tener una entrega, porque no, la gente viene y hay que tratarlos como vidrios de Belén, porque ¿qué hacen?, si no les gusta lo que predicas se van a otro lugar, tienen un sentido de entitlement, de que si tú no suples sus necesidades y tú no les das las cosas que ellos necesitan o quieren, mira, hay muchas otras tiendas por ahí donde se pueden ir a comprar, se van a otro lugar donde le den mejor servicio, y entonces los pastores vivimos con un miedo de decirle a la gente lo que el Señor verdaderamente quiere que le digamos, qué pena, y le hacemos un daño terrible a la gente, es cierto.

Porque yo creo que el llamado de los pastores, verdaderamente pastores, es a veces decirle a la gente lo que no quiere oír, ¿usted entiende? y nosotros tenemos que tener una gran botella de aceite para untarnosla cada vez que venimos a predicar pa que nos resbalen las cosas, y decir lo que el Señor quiere que digamos, sobre todo en este tiempo en que vivimos hermano, donde hay tantas doctrinas por donde quiera y los televisores vomitan una cantidad de enseñanzas falsas, y la Iglesia tiene una terrible necesidad de enseñanza sólida en este tiempo de la historia, y se necesita más que nunca la independencia de los pastores, y también la sujeción del pueblo que escuche la Palabra del Señor.

Y eso quiere decir que a veces yo me voy a equivocar, es cierto, pero usted tiene que asumir que yo tengo el mejor deseo de bendecirles a ustedes cuando yo digo algo, no lo digo por ira o por hacerles daño, o porque quiero que mis preferencias, no, es porque tengo el gran deseo de bendecirles a ustedes y de ser un verdadero pastor y pastorearles, y así todos nosotros, y las iglesias necesitan gente que sean siervos, una actitud, necesitan siervos de Jesucristo, mi responsabilidad es con Jesucristo, no con la gente. Y necesita siervos del otro lado que digan ¿sabes qué?, mi obligación es escuchar la Palabra del Señor, no lo que a mí me gusta, y si esta persona está predicando la Palabra de Dios entonces yo tengo que escucharla y someterme a ella.

Venir entonces con ese sentido de relajamiento y de entrega. Mire cómo Pablo pone esto en Gálatas capítulo 10, donde dice: "¿Pues busco ahora el favor de los hombres o de Dios, o trato de agradar a los hombres?. Pues si todavía agradara a los hombres no sería siervo de Cristo." Uno de los problemas de la Iglesia es que trata de agradar a los hombres, hoy en día y por eso la gente no quiere, nosotros creemos que si nosotros cambiamos el Evangelio y le decimos a la gente lo que quiere escuchar, que de alguna manera van a comprometerse con el Evangelio, la Palabra de Dios, la doctrina de Dios, sí, algunos se van a ir, pero vendrán otros. Cuando usted paga el precio de predicar la Palabra de Dios a largo plazo, porque la gente reacciona, al principio se molestan y algunos sí se van, pero otros dicen ¿sabes qué?, esa es la Palabra de Dios verdaderamente, el Espíritu de Dios está en ese lugar, y se quedan, y la Iglesia pero hay que pagar el precio primero.

Entonces nosotros somos siervos de Cristo, esta Iglesia sirve a Cristo y por lo tanto predicamos el Evangelio que el Señor nos dice, pero todos nosotros seamos humildes, cuando venimos al Evangelio tenemos que poner a un lado la prerrogativa, yo siento muchas veces cuando la gente no ha bajado la cerviz, no ha bajado la cabeza, es como el caballo que todavía está indómito, y el jinete quiere verlo cuando finalmente se rinda y baje la cabeza, hay mucha gente que viene a la Iglesia con la cabeza erguida, no se sujetan a la Palabra de Dios, yo creo que tiene que haber un quebrantamiento de la voluntad, cuando una persona es humilde y enseñable, y se deja guiar, hay una bendición tan grande en eso hermanos.

Esta cultura no le gusta esto de servicio, de ser siervos, esta lo que resalta más bien es la independencia de criterio, el ser tú tu propia persona, ser independiente, mis derechos, pero lo que yo veo en el Evangelio es todo lo contrario, en el Evangelio hay una cuestión de entrega, de sujeción, de servicio, y entonces Dios te levanta, Dios te exalta, Dios levanta al humilde, sea enseñable, pídale al Señor que le de un corazón, una mente enseñable, y déjese intruir por su Iglesia, hay bendición en eso, y si su Pastor se equivoca no se preocupe, el Señor va a bregar con él, porque su Pastor también esperamos está sujeto al Señor y dice Padre corríjeme, si estoy mal por favor corríjeme, porque yo quiero hacer Tu Voluntad, y entonces Dios irá haciendo la obra en su momento.

Pero yo les animo, hermanos finalmente, esa actitud de siervo una de las cosas que me dice es eso, bueno primero, Roberto, tú eres siervo de Cristo y no de los hombres así que predica la Palabra, así debe ser cada Pastor en esta congregación, ¿no?, predica, tú eres mi siervo, no siervo de la cultura ni de la gente, siervo de mi Palabra, amén. Y a la Iglesia le dice ustedes son siervos de mi Palabra también, cuando mi Palabra resuene y ustedes la escuchen digan sí Señor, aquí estamos con atención para hacer lo que Tú quieras que yo haga. Eso es lo que veía en el apóstol Pablo, esta gente tan entregada, no, yo no los estoy sirviendo a ustedes, estoy sirviendo a Cristo Jesús. Número uno sería eso, sirva, sea un siervo de su Iglesia, dejemos esa actitud de que yo soy un cliente, usted no es un cliente, usted es un siervo, lo siento mucho, usted es un siervo de esta Iglesia y de la Iglesia de Cristo y el Reino de Dios, no ande con esa cuestión de que si no me dan lo que yo quiero pues me voy a otro supermercado entonces, no, sujétese, entréguese y sirva al Señor y sirva a su congregación.

Así que bien importante eso primeramente, ¿no?, otra cosa acerca de eso, no puede faltar eso, sabe que, hoy en día también se ha creado esta cultura como de los pastores, de los evangelistas con una casta especial, yo creo que esta congregación hablando de definición, esta Iglesia debe distinguirse por una cosa, y es que todas las personas que trabajen en esta Iglesia como líderes, sea líderes de célula, sea diáconos, sea el pastorado, sea ujieres, sea maestros de niños o de cualquier departamento de esta Iglesia, por favor gente que sirve y que son líderes escuche esto, usted debe distinguirse por una actitud muy humilde y sencilla, porque usted es un siervo, no es una élite, ¿ok?.

Eso quiere decir que la gente que sirve en esta congregación y que trabaja en esta Iglesia debe distinguirse por un trato amable para con los demás. Yo no creo en eso, los pastores somos siervos. Usted sabe que los esclavos antes se les abría un hoyo en la oreja y se les ponía una argolla como señal de que eran esclavos, yo he pensado ponerme una argolla así mismo aquí, un día aparecerme acá, pero por temor de que le de un ataque al corazón a 3 o 4 de ustedes no lo he hecho todavía. Pero sinceramente hay algo lindo de tener una argolla aquí que diga yo soy un esclavo de Jesucristo, no soy mucho más que eso, yo no necesito andar con un Mercedes Benz para que la gente piense oh, qué exitoso este pastor, no no no, somos siervos, tenemos que ser humildes, yo repudio esa cultura hoy en día de élites, superestrellas.

Óigame, eso Dios lo aborrece, por eso es que la Iglesia está tan impotente como está en este tiempo, y aún en las mejores iglesias muchas veces iglesias llenas del Espíritu Santo donde se exalta la Palabra de Dios y los dones, los pastores andan por ahí como pavos reales, sirviéndose de las ovejas y con estas ínfulas de grandeza y esta seriedad, y nadie se puede acercar a ellos, el Señor reprenda al diablo sinceramente, porque eso no es de Dios. Y eso me entra a este punto también, ¿no?, de que ser siervo quiere decir que yo soy siervo de los demás, yo sirvo a los demás y que nosotros tenemos que distinguirnos por esa actitud de servir a los demás.

El apóstol Pablo hacía eso, mire en Segunda de Corintios capítulo 11 versículo 20, porque sabe esto se ha convertido hoy día en algo tan pervasivo, que la gente misma como que quiere que sus pastores anden por allí de esa manera. Hay gente que si el Pastor no los está abofeteando cada 5 minutos no están contentos, y piensan que el Pastor no merece respeto, de veras, si el Pastor no anda con una corbata de 500 dólares y con una corbata de cocodrilo no está ungido, y si no anda por allí con ínfulas de super apóstol y hablando con una voz así (grave), Dios le bendiga hermano, el Señor está con usted, entonces no son verdaderos siervos del Señor. Y muchas veces cuando hay una persona humilde y sencilla, y afable, sabe que como que lo subestiman, es cierto, yo he visto eso muchas veces con mis propios ojos y lo he experimentado, la gente quiere una persona que ande por allí como que con cierta persona, máscara de gran siervo para entonces respetarlo y sujetarse a su autoridad, y cuando usamos del Espíritu de Cristo, sencillez, afabilidad, humildad, entonces su imagen de uno baja, es terrible.

El apóstol Pablo experimentó eso de paso, digo esto porque a Pablo eso lo volvía loco, él estaba como un perro rabioso que le habían dado demasiadas bofetadas en el hocico y siempre se molestaba con esa actitud, mire por ejemplo en Segunda de Corintios capítulo 11 en el versículo 20, Pablo dice: "Ustedes toleran si alguno los esclaviza, si alguno los devora, si alguno toma de lo suyo, si alguno se enaltece, si alguno le da de bofetadas, para verguenza mía lo digo, para eso fuimos demasiado débiles." Si usted lee todo ese pasaje y otros pasajes, el apóstol Pablo se quejaba con los Corintios, porque dice sabe si viene un por allí a robarles el dinero, y a pedirles grandes ofrendas, y a maltratarlos a ustedes, y a tener ínfulas de grandeza, ustedes se le arrodillan de una vez, oh, este es un gran hombre de Dios, pero vengo yo con un corazón sencillo, una actitud mansa y humilde, predicando la Palabra de Cristo en una forma legítima, original y bíblica, y ustedes dicen ah no, míralo qué débil, sus cartas son de gente fuerta, pero mira su presencia es débil, su predicación menospreciable, pero viene uno declamando, haciendo gestos, y esto y lo otro, y haciendo grandes ínfulas de grandeza, y ustedes sí oh, este es un gran apóstol de Jesucristo.

Y él se molestaba continuamente con esto, por eso él a veces tenía que decir, miren, Dios hizo conmigo esto, hizo lo otro, y después se sentía avergonzado y decía ustedes me obligaron a hablar de esa manera, porque si no hablo de esa manera entonces no creen lo que soy, la Iglesia es la que debe enseñarle a los pastores y a los siervos de Dios a ser sencillos y humildes, eso no quiere decir que no haya respeto para los hijos de Dios, pero tampoco estemos idealizándolos, engrandeciéndolos, adornándolos más de la cuenta, poniéndolos en un pedestal, y nosotros los pastores debemos rechazar eso, repudiarlo, y debe haber una cultura en donde la persona más sencilla y humilde de corazón sea la persona que sea más respetada. Si usted a alguien, un líder, un pastor que lo trata bien y lo trata con sencillez, mire dele más respeto a ese que al que lo trata con distancia y que se pone en un pedestal y esto y lo otro.

Es importante, no se dejen manipular hermanos, sean sabios para el bien e inocentes para el mal, hay mucha gente manipulando al pueblo de Dios, en la televisión, en las iglesias, en muchas otras partes, y nosotros estamos cultivando esta cultura de grandeza y de importancia, cuando el Señor llama a los hijos e hijas de Dios a ser sencillos de corazón, como el apóstol Pablo y otros lo fueron, así que es bien importante eso. Mire, el Señor no tenía tolerancia para eso, yo quiero, les digo a todos mis hermanos, esta Iglesia debe siempre caracterizarse por líderes que son siervos, líderes que no están buscando la gloria ni la adoración, la estima de los demás, pero los otros se la dan cuando hay verdadera humildad.

Mire, Mateo 23 del 5 al 12, cómo el Señor hablaba acerca de los fariseos, Él decía, "Estos hombres hacen sus obras para ser vistos por los hombres" nunca hagas nada para que la gente te vea, todo lo contrario, mira si tú disciernes que estás haciendo algo para que la gente te vea mira, enseguida huye y no hagas lo que tú ibas a hacer simplemente como disciplina, discierne a tu corazón siempre las motivaciones de las cosas que haces, ¿por qué tú sirves, por qué te moviste de un lado a otro, por qué te levantaste, por qué estás en el sitio que estás?. Ese monstruo del orgullo lo voy a matar, lo voy a secar en mi vida, "pues ensanchan sus filacterias" eso eran unos hilos, "y extienden los flecos de sus mantos, y aman los primeros asientos en las cenas y las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas y que los hombres los llamen rabí, rabí."

Mira cuando tú llegues a una Iglesia y te inviten algo, siéntate en la parte de atrás para que entonces te digan venga, siéntese al frente, en vez de que te averguencen, no, eso está reservado hermano, siéntese por allá mejor, hay gente que se pelea. Mire, cuando llegue a una fiesta o a una casa, donde sea, no entre de una vez a comerse todos los dulces y la bandeja, deje que lo inviten, sea humilde, sea sencillo, para que después digan óigame pero todavía no es tiempo, disimúlate un poquito. Hay que ser humilde, hay que ser sencillo en todas las cosas en la vida, distíngase siempre, cuando lo inviten a un comité no empiece a dar inmediatamente su opinión, disimule, espere un ratito a que le digan ¿qué piensa usted?, hay gente que llega y empieza a pronunciarse, todo el mundo tiene que saber lo que piensan enseguida, no, espere, escuche, familiarícese con el ambiente, y entonces cuando usted sepa bien ya el contexto entonces comience muy débilmente primero, tentativamente, oríentese, y entonces vaya ganándose la confianza de la gente, y después ellos lo van a invitar a usted para que hable en vez de que usted los canse demasiado rápido y digan no, este ya dijo todo lo que tenía que decir, cállate ya, suficiente, ¿no?.

Aman que la gente los llame rabino, ¿cuánta gente quiere ser pastor ahora?, hay mucha gente que quiere enfermizamente pastores, no porque Dios los ha llamado si no porque tienen guilla de pastores (risas), todo el mundo quiere ser pastor hoy en día, y no saben que ser Pastor es la cosa más arriesgada del mundo, porque uno tiene que hablar tanto que en algún momento va a hacer el ridículo, va a decir algo malo, en algún momento dice la Biblia que donde hay mucha palabra hay mucha necedad también, ese es el horror de los pastores, uno habla tanto que siempre está metiendo la pata. Y dice la Biblia no os hagáis maestros muchos de vosotros porque recibiréis mayor juicio, mientras tú más autoridad tienes más se espera de ti y más Dios te demanda. Si la gente supiera lo que es la responsabilidad de servir al Señor no quisieran meterse a servir al Señor, tendrían que esperar a que el Señor los llamara, y mucha gente quiere que los llamen esto, rabí, rabí, pastor, pastor.

"Pero vosotros no queráis que os llamen rabí, porque uno es vuestro Maestro, Cristo, y todos vosotros sois hermanos." Yo soy su hermano, y usted es mi hermano y mi hermana, yo no soy más que usted, simplemente tengo una posición que Dios me ha dado y desempeño lo mejor que puedo, pero yo no soy superior a usted, en nada, entonces somos hermanos. "Y no llaméis Padre vuestro a nadie en la tierra porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos, ni seáis llamados maestros porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, el que es el mayor de vosotros sea vuestro siervo, porque el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido."

Nosotros como Iglesia tenemos que crear una cultura de hermandad y de servicio los unos a los otros. Mientras más alto llegue una persona más debe distinguirse por ser humilde, ser sencillo de corazón, poner sus derechos a un lado. Ahora, déjeme decirle que también un siervo tiene que usar autoridad, porque si no se vuelve un salto afuera, ¿no?, a veces hay que poner el orden, hay que disciplinar, hay que pararse claro, pero debe ser en una forma que no delate orgullo, altanería, sentido de superioridad, ni nada de eso. ¿me entiende?. Hay una forma en que uno puede establecer disciplina desde la posición que uno ocupa en términos de rango, pero no de ontología, no de lo que yo soy, que soy mejor que tú ni nada de eso, yo tengo que decir siempre hay que tratar a la gente con sumo cuidado, suma dignidad, cada miembro de esta Iglesia es precioso ante los ojos del Señor, es un hijo, una hija de Dios, y hay que tratarlo con sumo cuidado.

Y al nosotros desempeñar nuestras tareas, cualquiera sea la tarea que tú desempeñas, óigame si alguien hermanos no expresa esa postura, no sé que voy a decir, denúncielo o algo pero no se someta a eso, no toleremos altanería en esta Iglesia de parte de un líder, hable con él o con ella y exprésele su punto de vista, pero eso no es del Reino de Dios y no expresa la cultura preferencial de esta Iglesia, tenemos que tener una actitud de ser siervos de los otros.

Mire el apóstol Pablo, Primera de Corintios capítulo 9 versículos 19 al 23, dice: "Por lo cual siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos, para ganar a mayor número, me he hecho a los judíos como judíos y a los que están sujetos a la ley como sujetos a la ley para ganar a los que están sujetos a la ley, me he hecho débil a los débiles" versículo 22, "para ganar a los débiles, y a todos me he hecho de todo para que de todos modos salve a algunos, y esto hago por causa del Evangelio para hacerme copartícipe de él." ¿Por qué debemos nosotros comportarnos con esa humildad, esa sencillez, ese buen trato en la Iglesia?. Por causa del Evangelio, para darle crédito al Evangelio, porque habla acerca de eso, continuamente el Señor habló de servir a los demás, de ser siervos de los demás, "Y vosotros me llamáis Señor y decis bien porque lo soy, pero si Yo que soy el Señor le lavo los pies a ustedes ustedes tienen que lavarse los pies unos a los otros."

Hermanos si esa cultura de servicio de unos a los otros, en esta Iglesia se hiciera dominante, cómo cambiaría en el hogar, en los esposos, servir a sus esposas, óigame si un día llegara su esposa y encontrara los platos lavados, le daría un ataque al corazón, pero antes de morir recibiría una bendición (risas), estoy jugando. Si cuando llegara a la casa tuviera un pollo, no de Kentucky, de Boston, si usted se fue a Boston Chicken, se compró un buen pollo asado, se compró un botecito así de papa majada y otro de maíz, ¿usted sabe a qué me estoy refiriendo?, y quizá hasta un poquito de sweet potatoes, también majados, y unos cuantos cornflakes que le trajo, y no tiene que cocinarlos pero sírvalo y póngalo allí con dos velitas y unos platos bien, óigame esa mujer va a premiarlo en una forma inconcebible después (risas).

Tenemos que servir a nuestras esposas, quizá soy muy dramático, invítela a Kentucky entonces, pero no, muchas veces hermanos, no es la idea que yo soy la cabeza de la casa porque así fue que Cristo dijo, y esposa igualmente, sea atenta a las prerrogativas de su marido, gloria a Dios, por lo menos alguien aprecia lo que estoy diciendo. Sabe la Biblia habla de la mujer que respeta a su marido, los hombres tenemos el ego frágil, es porque somos débiles que ustedes deben respetarnos, el hombre necesita una mujer que lo trate preferencialmente, que lo haga sentirse especial, que él vale, que tiene autoridad, tengo entendido que la mujer se nutre del amor, el hombre del respeto. Si usted quiere servir a su marido trátelo con amor, con respeto, iba a decir reverencia, ok, eso es demasiado, pero por lo menos con respeto, hágale sentir que su hombría vale, y que es un buen proveedor, que su masculinidad levántela, en vez de pisoteársela, eso es importante.

Eso es servirnos unos a los otros, los padres tienen que servir a sus hijos y sus hijos servir a los padres tambien, óigame si una cultura de servicio cundiera en esta Iglesia sería la Gloria de Dios en la Tierra, vamos a practicarlo, vamos a servirnos unos a otros hermanos. Los líderes sirven a los laicos de la congregación, los laicos exaltan a sus líderes y dicen que están haciendo un buen trabajo, ¿no?, no es que estén adornándolos después pero sí están reconociendo su buen trabajo, una bendición tremenda, esa es la atmósfera en la que el Espíritu Santo puede hacer cosas bien poderosas, cuando hay servicio de los unos a los otros.

Entonces vemos eso, ¿no?, somos siervos de Jesucristo a diferencia de siervos de los hombres, las congregaciones son siervas de la Palabra y del Reino de Dios y por lo tanto se dejan enseñar por esos valores, los líderes son siervos humildes y sencillos que sirven a las personas que están bajo ellos, en un liderazgo de servicio. Los que son servidos bendicen y le hacen fácil la vida a sus líderes que no los abusan ni los manipulan, ni los oprimen, si no que admiran el hecho de que estos hombres y mujeres los sirven con humildad y sencillez de corazón, y hay bendición en toda esa área.

Lo último, el último valor que se desprende, porque hay muchos valores que se desprenden de esta cultura de servicio, es que somos siervos de la justicia y de la santidad. Wow, eso sí que duele, somos siervos y la Biblia nos llama entonces a entender que ya ahora tenemos que servir a unos valores ya muy altos. Mire Romanos capítulo 6, vamos a Romanos capitulo 6 versículos 16 al 19, dice aquí, bueno vamos al 15 porque comienza ahí en una sección: "Qué pues, ¿pecaremos porque no estamos bajo la ley si no bajo la gracia?." Eso es lo que pasa también, cuando están bajo la ley, un sistema opresivo, demandante, exigente, oh, entonces se portan bien, pero entonces viene la Gracia de Dios que no nos trata como esclavos si no con amor, con misericordia, nos perdona nuestros pecados, no nos exige acciones para ser salvos, entonces mucha gente abusa de eso, entonces Pablo dice: "En ninguna manera, ¿no sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquél a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?."

Usted tiene dos tipos de esclavitud que tiene que escoger en su vida, o escoge esclavitud al pecado o esclavitud a la justicia, pero hay que escoger entre una cosa y la otra, yo prefiero ser esclavo de la justicia. Dice: "Pero gracias a Dios que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquélla forma de doctrina a la cual fuisteis entregados" otra palabra, ¿eh?, está reteniendo la idea de autoridad y de sujeción a autoridad, y de pertenencia a algo mayor que usted, "Y libertados del pecado vinisteis a ser siervos de la justicia", ¿amén?. Ya tú pasaste de ser siervo del diablo, del pecado, pero ahora tú pasas a vivir para la justicia y la santidad de Dios.

"Hablo como humano por vuestra humana debilidad, que así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia, a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia." De la misma manera que tú te tiraste al fondo de la piscina para hacer el mal y el pecado, ahora lánzate también para hacer la santidad de Dios y servir a Dios en una manera pura, santa y limpia. Es un llamado de completa inmersión en una vida de pureza, de santidad y de justicia en los valores de Dios, no hay término medio. Yo creo que el Señor nos está llamando en este tiempo como congregación a ser una Iglesia que sirva a la santidad, sirva a los valores de Dios, sirva a la Palabra, tenemos que zambullirnos en las aguas de la santidad y de la justicia porque somos siervos.

Mire el versículo 22: "Porque ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación y como fin la vida eterna." Ya hemos sido libertados del pecado y hemos sido hechos siervos de Dios, y nuestro fruto debe ser la santificación para la vida eterna. Mire otro pasaje para remachar esto completamente como es debido, bueno hay muchos, pero vaya conmigo a Mateo capítulo 24 versículos 42 al 51, Mateo 24:42-51, este quizás no es tan claro como en ese sentido acerca de la santidad pero sí nos habla acerca de una entrega total en todos los aspectos de nuestra vida, y es estar velando por la aprobación de nuestro Señor.

Mateo 24:42 al 51, dice: "Velad pues porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor, pero sabed esto, que si el padre de familia sabría a qué hora el ladrón ha de venir velaría y no dejaría minar su casa, por tanto vosotros estad preparados porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensais. ¿Quién es pues el siervo fiel y prudente al cual puso su Señor sobre su casa para que les de el alimento a tiempo, bienaventurado el siervo al cual cuando su Señor venga lo halle haciendo así. De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá, pero si aquél siervo malo dijere en su corazón oh, mi señor ha de venir, y comenzara a golpear a sus consiervos, y aún a comer y a beber con los borrachos, vendrá el Señor de aquél siervo el día que este no espera y a la hora que este no sabe, y lo castigará duramente, y pondrá su parte con los hipócritas, allí será el lloro y el crujir de dientes." ¿Usted entiende mi hermano?.

Nosotros tenemos que vivir como que Dios puede venir en cualquier momento, porque hay mucha gente que ha entrado al Evangelio y como que nos hemos metido en una economía que, ah, ya llevamos dos mil años, y sí, Cristo puede venir hoy pero también puede venir dentro de mil años más, así que ¿para qué preocuparnos en vivir a ese nivel de santidad total?, va a venir en cualquier momento, yo hice esto la otra vez y no me cayó un rayo, no me partió, y lo voy a hacer otra vez por si acaso, y cuando venimos a ver nos vamos como durmiendo, y nos portamos mal, como dice aquí comenzamos a abusar de la casa de Dios, donde Dios nos ha puesto como siervos del Señor.

Dice no, tú tienes que vivir con un sentido de urgencia, un sentido de entrega total al Señor. Tú tienes que vivir como que Dios está mirando continuamente y hoy mismo puede ser el día en que tú comparezcas ante el Tribunal de Cristo y tengas que darle cuentas acerca de tu mayordomía, de cómo tú te has comportado, cómo tú has vivido, wow, eso nos obliga a nosotros a examinarnos a nosotros mismos y preguntarnos si estamos viviendo a la altura del Evangelio que Dios nos ha llamado a vivir.

Vamos a pedirle al Señor que desarrolle en nosotros ese sentido de completa urgencia, de que en cualquier momento Cristo puede venir, tenemos que vivir así entregados totalmente a Él viviendo a un nivel de pureza en nuestras vidas, que ese sea el sentir en nuestro corazón hermanos. Qué bello, siervos de Jesucristo, tú eres un siervo de Cristo, yo soy un siervo de Cristo, esta es una cultura, esta es una Iglesia de servicio al Señor, vamos a pedirle al Señor que selle eso en nuestro corazón en esta mañana, ¿amén?.

Vamos a ponernos de pie, pídale a Dios allí que haga esa obra en su espíritu, en su corazón ahora mismo, y que cale hondo ese llamado a una cultura de santidad, de humildad, de servicio los unos a los otros, de sencillez de corazón, de mirar siempre al Señor y preguntarle a Él ¿qué es lo que Tú quieres que yo haga Señor?, dime Tú lo que Tú deseas de mí, lo que pides de mí, y todo te pertenece a ti, no tuve tiempo mis hermanos, ese es otro punto también, de que todo lo que tenemos es de Él. Todo lo que tú tienes es del Señor, nada es tuyo, tu dinero, tu tiempo, tu cuerpo, tus energías, tu familia, tu casa, tu trabajo, tu profesión, tu futuro, todo es del Señor primeramente, y tú lo manejas con el permiso del Señor, y cuando el Señor lo necesita para sus propósitos tú tienes que entregárselo al Señor para sus propósitos, vivir solamente para Él, tú no vives para ti mismo, el apóstol Pablo dice y ya no vivo yo mas vive Cristo en mí, lo que ahora vivo lo vivo en la fé de aquél que se dió por mí.

Si Dios nos ayudara hermanos a vivir así como que nada es mío, todo es del Señor, cuando yo estoy en mi trabajo tengo que decir no, esta profesión no es mía, este trabajo no es mío, este trabajo pertenece al Señor, este dinero es del Señor, esta mujer con la que yo me he casado es del Señor, estos hijos que tanto amo son del Señor, lo que Dios quiera es lo que se hará en esta Iglesia, esta Iglesia no es mía es del Señor Jesucristo, y la manejamos con sumo cuidado porque le pertenece a Él, quiera Dios que ese sea nuestro sentir en la vida.

Padre ayúdanos a llegar a ese nivel de conciencia, de que todo lo que tenemos, todo lo que somos te pertenece a ti, y que estamos sujetos a unos valores y a un Reino que no es un Reino de independencia falsa si no de sujeción, amor los unos con los otros, servicio, humildad, mansedumbre, elevarnos unos a otros, fortalecernos unos a otros, amarnos y estimularnos unos a otros, Padre suplicamos con desesperación casi que ese sea el distintivo de esta familia que es la congregación León de Judá, todos los días de su existencia, queremos agradarte a ti Señor, queremos ser una Iglesia entregada a ti, agradable a ti, desesperadamente deseosa de servirte y agradarte sólo a ti Señor, ayuda a que esta Palabra sea una declaración profética que como un tornillo se meta profundo dentro de la estructura de esta Iglesia, estructurando su gobierno y su economía, su forma de vivir y de existir todos los días de su existencia.

Gracias, ayúdanos Padre, declaramos Tu Verdad y la vivimos ahora, ayúdanos a vivirla ahora Padre, gracias en el nombre de Jesús, y el pueblo de Dios dice amén, Dios les bendiga mis hermanos.

Me seréis testigos

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El libro de Romanos, capítulo 1 es un texto que me impacta mucho porque tiene una consecuencia necesaria de decisión en cada uno y para cada uno de nosotros. Romanos, capítulo 1, versículo 16, a cuántos les gusta hablar de las cosas buenas? A cuántos les gusta dar noticias buenas? Cuántos son portadores diariamente de noticias buenas? La iglesia del Señor es una iglesia que cada día debe portar en su boca noticias buenas.

Y sabe cuál es la mejor noticia para el hombre, para la mujer de estos tiempos? Que Jesucristo les ama. Jesucristo ama a cada hombre y cada mujer. Romanos capítulo 1, versículo 16. Esto lo vamos a leer todos juntos, pero cualquiera que se avergüence del Evangelio no lo lea ni lo repita. Esto es para los valientes. Si usted se avergüenza de ser cristiano, no puede leer este versículo. Así que lo vamos a leer en la versión que usted tenga, dice así en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo:

“…Porque no me avergüenzo del Evangelio porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree, al judío primeramente y también al griego…”

Hay alguien que estaba avergonzado de decir esto? Y si lo decimos un poquito más fuerte. Esto es una declaración, esto es como esos coros que cantamos y decimos, Señor, te amo, pero a la primera prueba comenzamos a cuestionar si Dios existe o no. cuando uno habla la palabra del Señor debe transformarse en un rema hacia nosotros, en una acción, en una vida, en algo que trae poder a través de nuestros labios.

Así que vamos a decirlo muy fuerte, porque vamos a declarar esto como un principio de lo que yo quiero presentarles hoy día, dice:

“…Porque no me avergüenzo del Evangelio porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree, al judío primeramente y también al griego…”

Gracias Señor Jesús, gracias por la oportunidad que nos das de poder estar en tu casa de oración, y poder compartir tiempos de alabanza, de testimonio, de oración y también de tu palabra. Señor, habla a nuestras vidas en el nombre de Jesús. Amén. Amén.

En un mundo donde las comunicaciones son la esencia de buenos negocios, las comunicaciones son la esencia de buenos acuerdos, usted sin comunicación, sin comunicar nada, nadie le puede entender nada, nadie va a poder saber lo que usted necesita. En un mundo donde el comunicarse representa un valor a todo lo que podemos denominar valores integrados en un dinero, en una moneda, en un billete, o en un tipo de negocio. La palabra del Señor, el Reino de los Cielos, el Evangelio de Jesucristo como usted quiera llamarle, no sé qué influencia evangélica tendrá, también tiene una mención especial a la hora de comunicar a quién estamos siguiendo, a quién estamos sirviendo, a quién estamos amando.

Estos días y estas semanas nos hemos encontrado con una serie de acciones violentas a través de los noticiarios, un hombre que entra a una capilla de una iglesia, de una religión de oriente, mata a seis personas. Otro entra al templo de Batman en el cine, mataron a otros tantos de personas. Y estos días vi una imagen que me cautivó mucho, me dolió mucho porque tiene que ver con nosotros también, una iglesia en Nigeria, una imagen de personas que fueron acribilladas en medio de un servicio, en medio de un tiempo, una iglesia cristiana.

Y probablemente uno se imagina tantas cosas, en tantos lugares, y gente que trata de hacer las cosas correctas y le llega su día. Es tan necesario que la iglesia del Señor hoy día tome precauciones y tome adiestramiento para poder alcanzar a otros con el mensaje de salvación de Jesucristo.

Es algo que el Señor ha incomodado en mi vida, y en nuestra iglesia, ya llevamos algunas semanas tratando de entender la necesidad. Nosotros debemos crear una ansiedad, tener hambre por predicar la palabra del Señor, por ser fieles representantes de este Dios todo poderoso.

En Segunda de Corintios, capítulo 5 versículo 20 dice que así que somos embajadores de Cristo, embajadores de Dios en este mundo. Y es como que si Dios mismo rogase a través de nosotros. Es como que si Dios está usándonos a nosotros, está rogando a este mundo reconcíliense conmigo. La misión de la iglesia no es solo de recibir milagros, no es solo de que el Señor te llene las cuentas de tu chequera y te ponga miles de dólares milagrosamente, no es que te reúna en la familia o te restaure tu matrimonio, él lo hace, pero la misión de la iglesia del Señor en estos tiempos es predicar las buenas nuevas de salvación a un mundo que se está perdiendo, a un mundo que se está muriendo sin Dios, sin salvación se están yendo a una eternidad de juicio.

Usted cree que hay cielo? Qué bueno. Usted cree que el Señor va a venir? Los más proféticos dicen, ya está viniendo, está a las puertas. Si yo estoy a las puertas.

Nos hemos olvidado de esas estructuras esenciales que rigen la esperanza del hombre y de la mujer del Señor y son promesas de Dios. Estamos preocupados `más de cómo abrir las bóvedas del Reino y sacar todo lo posible que de servir al dueño de las bóvedas del Reino, al Rey de Reyes y Señor de Señores.

He tenido una inquietud enorme en Libro de Marcos 1, versículo 17 dice:

“…Venid en pos de mí y yo os haré pescadores de hombres…”

Le contaba a mi iglesia en un estudio que estoy haciendo acerca de esto, le decía que en la Florida se creó una secta media rara, eran puras mujeres y se agarraron de ese texto, venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres. Oiga, eso es verdad, eso fue verdad. y al final tuvieron casos federal de prostitución, pero sí, era un término bíblico que usaron para hacer cosas bajo una denominación místico religiosa. Marcos capítulo 16, versículo 15 dice:

“…Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura…”

Mateo capítulo 28, versículo 19:

“…Id a las naciones y haced discípulos a todas las naciones, el que creyere y fuere bautizado, ese será salvo, más el que no creyere será condenado…”

Cuál es la responsabilidad de una iglesia hoy día? No solo estar esperando las cosas bonitas del Señor, que se abra el cielo y derrame lo que él quiere. El Señor está diciendo, yo tengo un pueblo con el que trabajo, con el que me coopera. Allá en el Jardín del Edén el Señor usó a Adán y Eva para que le cooperaran en el huerto, usó a Noé para que le cooperara para mantener una familia, usó a Abraham para que le cooperara en la formación de una nación.

Te está usando a ti para que le cooperes en la extensión del Reino de Dios a través de la palabra salvadora de Jesucristo. Yo no sé en qué posición estás tu, si te estás quejando todos los días, si todos los días le tienes una petición nueva al Señor, ya que no me contestó la de ayer, voy a probar con esta hoy.

En el libro de Colosenses, capítulo 3, versículo 1 dice:

“…Si pues habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba donde está Cristo sentado a la diestra de Dios, poned la mira en las cosas de arriba y no en las de la tierra…”

Dónde está su vista? Dónde está su corazón? Está amando un mundo que se está perdiendo cada día? Sabe que la iglesia está llamada a ser ese faro, esa luz que alumbre, que brille en medio de tinieblas? Usted está llamado a ser sal de la tierra aunque algunos nos gritan, salgan de la tierra.

Dónde está usted? Dónde está usted? Es usted la persona en medio de su familia que tiene esa gracia donde su familia desea que usted esté en cada fiesta, en cada reunión? O es usted es que se transformó el que ni siquiera en su familia no tienen ni una foto con usted? No quieren tomarse una foto, ni la sombra nos quieren ver.

Yo les decía a nuestros hermanos en la iglesia en Waltham, mire, Pedro pasaba y hasta su sombra provocaba… la sombra de nosotros hasta enferma a algunos. Hay gente que no quiere saber nada porque no hemos sido buenos representantes de la palabra del Señor, de la vida completa que es Jesucristo.

Yo quiero encargarle hoy día el libro de Timoteo hay un encargo del Apóstol Pablo a Timoteo. Timoteo capítulo 4.

“…Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su Reino, que prediques la palabra , que instes a tiempo y fuera de tiempo, redarguye, reprende, exhorta, con toda paciencia y doctrina porque vendrán tiempos cuando no sufrirán la sana doctrina sino que teniendo comezón de oír se amontonarán maestros conforme a su propias concupiscencia, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fabulas. Pero tu sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista y cumple tu ministerio…”

¿Saben qué? Quiero darle una buena noticia. Si usted no sabía qué hacer en la iglesia, aquí está. Si usted pensaba que usted era parte de un número que tenía que estar sentado en una ubicación específica de la iglesia, el Señor no lo llamó para eso. El Señor lo llamó para ser incidente, influyente en la sociedad. Dónde está usted? Es ahí donde el Señor lo llamó.

Dice la palabra del Señor que cuando nosotros recibimos a Jesucristo fuimos sellados por el Espíritu Santo. Y aquí yo no me voy a poner a hablar en lenguas ni nada de esas cosas, pero fíjese que es importante eso.

Hechos capítulo 1, versículo 8 dice:

“…Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo…”

Y ahí hay algo que hacer notar. El Espíritu Santo nos habilita, el Espíritu Santo nos da la autoridad, nos da esa unción, ese poder, sabe para qué? Qué dice después:

“… y me seréis testigos…”

Así que si usted piensa ser testigo sin un poquito de poder del espíritu, no se vista que no se va. Así que, primero, el Espíritu Santo es importante en nuestra vida porque nos da poder para ser testigos. Le da poder a la iglesia según el libro de Corintios, capítulo 12, a través de los dones para que la iglesia comience a edificar. Y también nos habilita, saber para qué? Para ser fieles representantes de los valores del Reino con buenos frutos, Gálatas, capítulo 5, versículo 22:

“… más el fruto del espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, y templanza…”

Usted no está predicando cualquier cosa. Usted está predicando el mensaje más sublime de la humanidad. Aún hay muchos que están ahí, todavía lamentándose, están lamiéndose las heridas. Llevan años, si el Señor ya los salvó, si el Señor ya murió por ellos, si el Señor ya dio promesa de sanidad, de libertad, de modo que si alguno está en Cristo, Segunda de Corintios 5:17

“… de modo que si alguno está en Cristo criatura nueva es…”

Y cuando algo nuevo es? No me diga que usted se acuerda cómo era antes. No me diga que usted llora como era antes. Cuando se acuerda decía, uy, tan bien que lo pasaba. Ah, ahora está nuevo. Nueva criatura es. Las cosas viejas… he aquí todas.

Fíjense nuestra mentalidad habla de… cuando hablamos de todas, hablamos como algo muy general, algo total, pero esa expresión todas, dice, cada detalle de tu vida fue nuevo. Yo lo hice nuevo. Cada estructura, cada parte de tus emociones, cada parte de tu espiritualidad, cada parte de tu vida, el día que me recibiste, el día que dijiste que yo pudiera ser el Señor de tu vida y me dejaste entrar en tu corazón, ese día todo lo hice nuevo.

Más a todos los que le recibieron, y a los que creen en su nombre les dio la autoridad, la potestad, el derecho de ser llamados hijos de Dios.

Había un coro pentecostal en mi país, que dice, este es el Cristo que yo predico y no me canso de predicar, él sana a los enfermos, echa fuera a los demonios, qué más? Calma la lluvia y la tempestad.

Para eso el Señor nos llamó. Así que si está esperando su milagro, no se preocupe, el Señor no se olvidó de su milagro, si está esperando que el Señor le responda algo, no se preocupe, el Señor se lo va a responder el día, el tiempo, el cairos, en el cairos, en el momento de Dios, se lo va a responder.

Una iglesia que predica la palabra del Señor es una iglesia que está llamada a conquistar y a poseer la tierra que Dios le prometió. Y usted es la iglesia del Señor, tienes hijos incoversos? Tiene su esposo, su esposa, tiene familia, tiene amistades, compañeros de trabajo, está en una posición interesante en la sociedad? El Señor te puso ahí para ser luz.

Hay algo que el pastor Omar decía y era interesante, lo que no pueda hacer el sol en horas de la noche, lo puede hacer una velita. Una vela puede hacer lo que el sol no hace y usted puede ser esa vela en medio de las tinieblas.

Cierre sus ojos un momento. Dígale al Señor que no le permita perder el enfoque, el rumbo real para lo que fue llamado. Cierra sus ojos y quiero dejarle esta lectura, Lucas, capítulo 4, versículos 18 y 19 hablando del espíritu en nuestra vida.

“…el espíritu del Señor está sobre mí….”

Ponga su mano sobre su cabeza, ahí donde está, ponga su mano sobre su cabeza, diga, el espíritu del Señor está sobre mí por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres, me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón, a pregonar libertad a los cautivos y vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos y a predicar el año agradable del Señor.

El espíritu del Señor está sobre usted. Predica la palabra. Habla de Jesucristo. Habla del amor, del enamorado más grande que ha tenido tu vida, Jesucristo, Rey de Reyes y Señor de Señores. Que el Señor les bendiga.

Ocupaos de vuestra salvación

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Vamos a la Palabra de Dios, Filipenses capítulo 2, y vamos a leer el versículo 12 y 13, dos versículos. Dice la Palabra del Señor: "Por tanto amados míos, como siempre habéis obedecido" y esto es bien importante que usted escuche, "no como en mi presencia solamente, si no mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos envuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer por Su buena Voluntad." Y el enfoque esencial, la parte principal de este sermón está ahí en el capítulo 12 en la parte que dice: "ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor."

El apóstol Pablo escribió la carta a los Filipenses, a una comunidad que él mismo había plantado años atrás durante su ministerio. Y ahora el apóstol Pablo se encuentra en una prisión y le escribe esta carta a sus hermanos de la ciudad de Filipos para animarlos en la fé y para como su Pastor fundador, darles sanos consejos para su vida espiritual. Por extensión el consejo que el apóstol Pablo le da a los Filipenses lo podemos aplicar a nuestra vida tanto como Iglesia como como individuos. El deseo de Pablo era que la Iglesia de Filipo fuera una Iglesia vital, llena del Espíritu Santo, que fuera una Iglesia saludable, que pudiera hacer la obra que Dios les había encomendado.

Y entre los muchos consejos que les da a los Filipenses está este consejo que es ocúpense de su salvación con temor y temblor. El deseo del Señor es que León de Judá sea una Iglesia llena de la vida del Espíritu Santo. El mundo, este país necesita comunidades saludables, llenas de la vitalidad que sólo Dios puede dar. Y yo creo que nosotros podemos ser una de esas iglesias que bendiga y fortalezca el Espíritu de Dios en la ciudad de Boston, que podemos ser Iglesia que inspire a las demás iglesias y pastores a buscar más de Dios para sus vidas personales y el llamado de Dios para sus vidas congregacionales también. Y digo esto con gran humildad y sencillez, ¿saben ustedes que muchos de los ojos de cristianos y personas en esta región están sobre esta congregación?.

Muchos consideran a León de Judá una Iglesia vital, sana, llena del Espíritu Santo, y yo digo esto exclusivamente para la Gloria del Señor, no para nuestra gloria, porque nosotros somos una Iglesia con tantos defectos e imperfecciones como cualquier otra Iglesia, sólo por la Gracia y la Misericordia de Dios nosotros podemos hacer algo que valga la pena para Él. Pero sí el hecho de que mucha gente piense que aquí hay una Iglesia saludable, de gente comprometida con el Señor, que se preocupa por las necesidades de la ciudad, eso anima a mucha gente a ellos tratar también de tener una Iglesia llena del Espíritu Santo.

Ayer el tiempo que estuvimos en Hopkington donde bautizamos 30 personas, podíamos ver tanto gozo entre los hermanos, y podíamos ver la harmonía que había entre gente de tantas razas, culturas y lenguajes diferentes, podíamos ver el gozo, la risa y el compañerismo, y la comida que fluyó en abundancia por todas partes, el juego de dominó y de volleyball, y tiempos de oración que tuvimos, en alabanza, hermanos orando juntos en grupitos por aquí y por allí, yo doy gracias al Señor por esas señales de salud que hay en nosotros en nuestras vidas. Y yo creo que una de las razones por las cuales esto se da es porque en nuestra Iglesia hay un grupo de gente grande que toma en serio su vida cristiana.

Cada día yo veo más miembros de nuestra congregación que se van consagrando al Señor, entregando más y más sus vidas, y cobrando conciencia de la importancia de una vida seria vivida delante de Dios. Gente que está tomando en serio el consejo del apóstol Pablo de ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor. Una vida cristiana saludable, al nivel individual o al nivel de una congregación no es posible a menos que uno tome en serio el consejo del apóstol Pablo. A menos que una persona no sienta el llamado de Dios en su vida de decir, ¿sabes qué?, yo tengo que tomar autoridad y apropiarme de mi propia responsabilidad delante de Dios.

Cada uno de nosotros tiene que apropiarse de su fé y de su responsabilidad delante de Dios. Una Iglesia poderosa es el producto de mucha gente, miembros individuales que cada uno ha asumido un sentido de relación y de responsabilidad directamente con Cristo y con el Espíritu Santo. Una Iglesia triunfante necesita gente comprometida personalmente con Cristo. Por eso es que Pablo dice, amados míos por eso es que siempre han obedecido no en mi presencia si no ahora más en mi ausencia. Lo que está diciendo el apóstol Pablo es que nosotros no podemos depender de los demás para nuestra propia vida espiritual. Hermano tú no puedes depender ni de la Iglesia, ni de los pastores, ni de los ancianos de la Iglesia para tu propia salud espiritual, tú necesitas depender directamente de Cristo Jesús solamente.

La Biblia dice "puestos los ojos en Jesús." ¿Sabe?, hay gente que mientras uno los llama o los visita, ellos vienen a la Iglesia, pero si por alguna razón la gente dejó de llamarlos o de buscarlos, al poco tiempo desaparecen del mapa de la Iglesia. Hay cristianos que se parecen a la goma de un carro que yo tenía hace un tiempo atrás. Esta goma tenía un pequeño hueco por donde escapaba aire, y cada vez que yo iba a la bomba le echaba aire pero a los 5 días volvía y estaba desinflada, y traté de hacerle todos los arreglos posibles para no tener que comprar una goma nueva pero finalmente tuve que cambiarla y poner una goma que hiciera lo que se supone que haga una goma. Y así hay cristianos, ¿no?, que tienen un pinche en la goma, vienen a la Iglesia, la gente los llama, se inflan otra vez pero al ratito están desinflados y hay que volverlos a inflar de aire para que se mantengan.

La Biblia dice pon tu fé en Cristo Jesús. Hermanos la Iglesia te puede traicionar, la Iglesia puede no hacer todo lo que tú esperas que haga, la Iglesia le falla a la gente. Los pastores muchas veces le fallamos a la gente, esa mujer llena de virtudes que tú has puesto tu fé en ella, has dicho no, esta es una santa de Dios, un día te va a fallar también y si tú has puesto tu fé en ella tu fé va a caer también. La Iglesia necesita cristianos saludables, conectados directamente a Cristo Jesús con una vida llena del Espíritu Santo, pegados a la Palabra de Dios, con una vida personal de oración y de búsqueda del Espíritu Santo.

Una Iglesia ideal es una Iglesia que está compuesta por cristianos saludables que tienen una vida independiente con Cristo y que se reúnen en un momento dado para celebrar su vitalidad juntos y levantar un gran coro de aleluya y de adoración al Señor en su salud personal en Cristo Jesús. Sí, por eso Pablo dice hey, ustedes han obedecido, y me alegro de que ustedes lo hagan no solamente en mi presencia si no también en mi ausencia. Miren el caso del apóstol Pablo, lo metieron preso, lo metieron en una prisión, y ya no estaba allí para él directamente comunicarles a esta gente su fé, su enseñanza, ellos tenían que depender del Espíritu Santo directamente. Yo les decía a los hermanos esta mañana, ustedes no pueden depender de un hombre para su vida espiritual.

Un día, si Cristo no viene antes, yo faltaré, el Señor me llevará a un lugar diferente, o desapareceré, lo que sea, si ustedes están dependiendo de mí o de Gregory, están apoyándose equivocadamente, la fé tiene que estar puesta en Cristo Jesús solamente. Nunca glorifiquen a un hombre, nunca pongan a un hombre en un pedestal, ese lugar le corresponde a Cristo Jesús solamente. Y es más, yo llevo años orando por la persona que debe sucederme a mí, cuando el Señor me lleve, no es que tengo un plan de que sea en un momento específico, pero deben ustedes también orar para que cuando me tenga que echar a un lado haya alguien escogido por Él, que pueda continuar llevando a esta Iglesia a niveles más altos cada día, oren por eso hermanos.

Y yo les animo hermanos, cultiven una vida personal con Cristo, no dependan de esta hora y media, dos horas que ustedes pasan aquí en la Iglesia, ustedes tienen que apropiarse de su fé, 24 horas al día, 7 días a la semana, ustedes están en vigilancia, on duty, están ahí alertas, el llamado de un soldado, buscando su fé, su llama, su fé espiritual siempre. Entonces la primera parte es eso, como siempre han obedecido, no como en mi presencia solamente, si no mucho más ahora en mi ausencia. Entonces miren lo que dice Pablo, ahora sabiendo que ustedes han obecedido tanto en mi ausencia como en mi presencia, ahora les animo a ocuparos en su salvación. La palabra en griego detrás de la palabra ocupaos, catarguesdoma, significa poner en práctica con energía, con propósito, con ahínco, fajarse, entregarse, le salió dominicano (risas).

Muchas veces el apóstol usa la imagen de un atleta, enfocado en ganar su medalla, su meta principal. Estamos en esta época mirando mucho las Olimpiadas, que celebra mucho la cumbre del esfuerzo humano para hacer las cosas atléticas, pero para ganar un premio esto representa muchos años de esfuerzo, muchos años de disciplina casi inhumana de entregarse, a prepararse para ganar esa medalla. Yo ví una de las carreras que tomó lugar con mujeres, que les obligó a correr a todo dar por media hora en un esfuerzo inhumano para un ser humano, una vuelta y ya estoy ahí tumbado en el piso. Una maravilla de ver la belleza del cuerpo humano. Ese deporte de correr representa el atleticismo básico, ¿no?, esforzarse.

Y yo ví en la última vuelta, una mujer la que terminó ganando, del África que hizo un esfuerzo terrible y entregó todo, y ella comenzando de la cuarta posición pasó todos y terminó ganando por mucho espacio, y fue una maravilla ver el producto de años y años de esfuerzo enfocado y preparación. Y yo creo que así debe ser con nosotros también. Cuando nosotros venimos aquí a la Iglesia el domingo, debe ser como ese momento de la carrera final, cuando nosotros venimos simplemente a traer el cúmulo de lo que hemos hecho en la semana, las oraciones, los tiempos de ayuno, de comunión espiritual, entonces se supone que un gran número de cristianos saludables vengamos y le entreguemos al Señor el resultado de esa vida de búsqueda de Dios y de ocuparnos de nuestra salvación.

Ocupaos, ocupaos, trabajen con propósito, concéntrense en el llamado de Dios para sus vidas. La salvación personal requiere esfuerzo personal y trabajo, la verdadera vida cristiana involucra momentos de agonía y de esfuerzo, de sudor. Y mucha gente cree que el Evangelio es fácil, y hay mucha gente dispuesta a presentar a Dios como el gran proveedor, tú abre tu boca y Él te va a dar todo lo que tú necesitas. Hemos visto a Dios como un Santa Claus que da todos los regalitos y no exige nada. Pero sabe que Dios sí exige y espera de nosotros. El cristianismo tiene privilegios pero también tiene responsabilidades. El Evangelio es bendición pero también hay pruebas y hay exigencias de nuestra parte. Sabes quizá Dios te va a llamar a un tiempo de prueba para fortalecer tu fé. Dios es como ese entrenador que quiere preparar un atleta olímpico y por eso nos pone a veces a tiempos de estrés y de esfuerzo porque Él quiere sacar el oro que hay en nosotros.

Sabe, yo les animo hermanos, la Palabra nos anima a ver la vida cristiana como algo glorioso que requiere entrega, consagración, Dios quiere una vida cristiana consagrada. Ese llamado a ocuparnos me recuerda que hay dos tipos de santificación de los que habla la Biblia. Hay una santificación que es instantánea y gradual. Cuando nosotros nos convertimos, hay una obra de gracia dentro de nosotros que nos hace puros y limpios delante de Dios. En ese momento Dios ahora nos ve a través de los ojos de su Hijo Jesucristo, y la justicia, la santidad, la perfección de Jesucristo nos son entregados a nosotros también por los méritos de Él, y Dios ahora nos ve como limpios y puros delante de Él, sin ningún tipo de pecado o condenación. Y por eso el apóstol Pablo dice que ahora no hay ninguna condenación para los que están delante de Dios, porque Dios ha hecho una obra de gracia instantánea sin serlo en efecto, pero Él nos considera santos por la gracia de la sangre de Jesús.

Pero hay un segundo tipo de santificación que no es instantáneo, si no que es gradual, progresivo y a largo plazo. Y es ese tipo de santificación que el apóstol Pablo nos está hablando ahora, ocupaos de vuestra salvación, ocupaos de vuestra salvación. Esa santificación requiere la transformación de nuestra mente, requiere un cambio en nuestros patrones de comportamiento, nuestras actitudes, nuestros hábitos, nuestra forma de hablar, de tratar a los demás, de bregar con los conflictos y las pruebas de la vida, es una transformación de la mente y del corazón, es una transformación total de nuestras vidas, y ese proceso no termina hasta que nos morimos y estamos delante de Dios, y ese cambio de la personalidad, esa santificación no se va a dar a menos que usted esté comprometido con Jesús. Usted nunca llegará a ser un cristiano fuerte y saludable a menos que llegue un momento de crisis en que usted diga ¿sabes qué? tengo que comprometerme a ser cristiano con todo mi corazón, con todas mis fuerzas.

Sí, hay dos tipos de cristianos, dominguero, religioso, social que no agrada a Dios porque Dios odia la tibieza espiritual. En la Biblia habla acerca de por cuanto no son fríos ni calientes yo los voy a vomitar de mi boca, sí el Señor dice ojalá fueran fríos o calientes, así sabría qué hacer con ustedes, pero como son tibios tengo que expulsarlos de mi boca. ¿Han tomado un vaso de agua tibia, qué pasa?. Hermanos nosotros tenemos que definirnos, el Espíritu Santo dice tú tienes que ocuparte de tu salvación con temor y temblor. Hay que consagrarse con una meta principal, yo quiero llegar a ser un cristiano olímpico, un cristiano ganador en el Espíritu.

Ahora el apóstol Pablo dice ocupaos con temor y temblor, hay que reconocer que es horripilante pensar que hay miedo involucrado en la vida cristiana. Nosotros tendemos a hablar solamente del aspecto positivo de nuestra vida cristiana, del gozo, la felicidad, las bendiciones, pero hay otro aspecto, hay un peso y sobriedad en el llamado a ser cristiano también. Hay que entender que la Biblia dice que Dios es amor pero también es fuego consumidor. Hay que saber también que vivimos en un mundo peligroso donde hay fuerzas que quieren destruirnos y socavar nuestro caminar cristiano. Hay un enemigo que está consagrado 24 horas al día a destruir a todo hombre, toda mujer que ha hecho una decisión firme con Cristo Jesús. Nosotros estuvimos esta semana pasada de vacaciones en Maine, y una persona que andaba con nosotros tomó una caminata por el lugar donde estábamos, estaba caminando en un camino bastante apartado, en esos bosques de Maine, y de momento se cruzó en el camino un venado, resultó ser la mamá, y salió del bosque, miró y cruzó el camino y se adentró otra vez en el otro lado del bosque.

Y él se quedó congelado así para no asustar y como treinta segundos después dos venaditos también salieron de la maleza y cruzaron detrás de la mamá, y finalmente después salió el papá venado detrás de ellos y cruzó detrás protegiendo, porque los hombres son así, juegan un rol más conservador pero están ahí para proteger no se crea, lo arreglé, lo arreglé (risas).

Estos animales saben que viven en un mundo hostil, si se ponen en el camino cualquier cosa puede suceder, entonces hay un patrón de conservación, de preservación donde va primero uno de ellos y entonces los demás pasan, hay un elemento hostil por el que tenemos que tener cuidado cómo caminamos. Nosotros vivimos en un mundo lleno de peligros y una presencia maligna que sólo quiere matar, robar y destruir el alma de los cristianos. La Palabra de Dios dice sed sobrios y velad porque vuestro adversario anda como león rugiente buscando a quien devorar. Yo creo que el mundo está lleno de cristianos como conejitos descuidados, salen al camino, no les importa, creen que todo está bien, y ahí los está esperando un tigre para devorarlos y comérselos vivos.

Y yo les animo hermanos a tomar en serio la vida cristiana. El mundo se pone cada día peor, el enemigo se le ha dado más y más espacio para robar, matar y destruir. El mundo se está llenando de violencia y de tantas cosas terribles que militan contra la salud espiritual del hombre. Y una espiritualidad tibia y descuidada no va a ser capaz de resistir el mal que se ha desatado sobre la tierra. Padres, ustedes necesitan una doble medida de vitalidad espiritual para poder transferirles a sus hijos su fé en un mundo que está haciendo todo lo posible por destruirlos, destruir sus almas, ustedes tienen que ser doblemente fuertes espiritualmente a lo que quizás se era hace 30, 40 años, porque la lucha es peor que nunca, usted necesita una fé fuerte, vital.

Jóvenes hay que reconocer que ustedes le importan a Dios, hay que ser jóvenes radicales para Cristo, tomando sus vidas cristianas en serio.

Yo ví a un joven que salía de una oficina de un banco los otros días, con sus pantalones cortos, sin camisa, parecía latino, oyendo música, un conejito descuidado en la vida. Y yo veía a este joven que se veía tan vacío, tan desprovisto de futuro como tantos jóvenes en nuestra comunidad, y yo me preguntaba ¿qué va a hacer ese joven cuando tenga veinticinco, treinta años y quiera casarse, y se encuentre con que mamá y papá ya no están dispuestos a comprarle los tenis, el pantalón último modelo, la bicicleta, o lo que sea?, entonces se va a encontrar con que vivió descuidadamente, no vivió la vida en serio, no tomó la vida en serio, su llamado como hombre, o una mujer, una jovencita también en serio, yo les quiero hacer un llamado jóvenes, la vida no es solamente gozo y alegría y todo, a veces hay que temer y temblar, ¿sabe?. A veces hay que tomar en serio su llamado. Y yo les digo a los jóvenes, Dios nos está diciendo conviértanse en hombres y mujeres llenos del Espíritu Santo, gente que toma en serio su salvación.

¿Qué dice Segunda de Pedro capítulo 1 versículo 10?, dice: "Por lo cual hermanos tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección porque haciendo estas cosas no caeréis jamás." Hay mucha gente que cree bueno, yo ya me entregué a Cristo, ya pasé al frente, ya no tengo nada de qué preocuparme, mi pasaporte está sellado, mi visa está preparada, ya no importa cómo viva yo aquí en la tierra. Hay gente que cree que su salvación depende sólo de Dios y que ellos no tienen nada que hacer sobre su salvación. Hay muchos sectores de la Iglesia que enfatizan tanto la soberanía de Dios que se olvidan de la responsabilidad del hombre. Pero aquí el apóstol Pedro nos dice hey, haced firme su llamado y su elección al Reino de Dios. Porque si ustedes hacen eso no van a caer nunca. Yo no sé si ustedes leen el texto como yo pero está diciendo que es posible caer si uno no se cuida en la vida cristiana.

Si uno no se cuida uno puede definitivamente perder su salvación, eso es lo que yo entiendo de la Palabra del Señor. Si usted toma demasiado livianamente el llamado de Dios a su vida, usted está en un terreno muy peligroso. El apóstol Pablo dice que la única manera de usted estar totalmente seguro es trabajando duro en su salvación y hacer todo lo que esté de su parte para cuidar del llamado de Dios en su vida. Hay que tener un temor santo, eso es necesario en la vida cristiana. Hay un temor que viene de Dios y que produce una vida de santidad. Sabemos que servimos a un Dios terriblemente santo, y a veces una medida saludable de temor es bien importante para la vida espiritual. Así que hermanos, ese es el llamado de Dios para ustedes, concluimos con eso, Dios te está diciendo cristiano de todas las congregaciones, toma en serio tu salvación. Haz todo lo que esté de tu parte para defender lo que Dios ha hecho en tu vida. Toma en serio el llamado de Dios en tu vida, haz todo lo que tú puedas para avivar el don de Dios que está en ti. Sirve al Señor y dale todo lo que está en tu mente. Sirve al Señor y dale todo tu corazón y tu mente.

Pídele al Señor que arranque todo lo que está en tu mente que no le convenga. Entiende que no hay cosa más importante que tú puedas hacer en tu vida que llegar a ser un hombre, una mujer del Espíritu Santo. Quiero ver nuestra Iglesia llena de hombres y mujeres con una fiebre, un amor consumidor con Dios y con Su Reino. Gente que ha muerto al mundo y está ahora viviendo para la Gloria de Dios exclusivamente. Gente que no tiene temor de decir yo soy un siervo de Dios y vivo para el Reino de Dios. Gente que testifique de que Jesucristo es su Señor y que traiga almas al conocimiento de Jesucristo y que vivan diciendo Señor úsame, yo quiero ser usado por ti, yo quiero que Tú hagas una obra en mi vida. Gente que llore por su pecado y que no esté contento con lo que somos si no que querramos ser más y más como lo que Dios quiere que nosotros seamos.

Gente que quiera morir para que Cristo sea en ellos quien se transfiera a través de ellos. Hermanos, ¿cuántos quieren este tipo de vida, una vida ocupada en las cosas del Señor, una vida sumergida de cabeza en las aguas del Espíritu?. Quiera Dios que ese sea el sentido de cada uno de nosotros en esta mañana.

No importa qué, confíe en Dios!

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No importa qué confía en Dios, dígame usted si vamos a estar ejercitando nuestra fé o no con un tema como ese. No importa qué, confíe en Dios. Este breve mensaje de hoy ha sido inspirado en distintos sucesos, comenzando con la semana pasada, la actividad, el campamento de verano de niños, la verdad que yo me inspiré, este era el tema de los niños, el lema de los niños, no importa qué, confía en Dios, y voy a tocar base con algunas de esas cosas, así que miren, como dice la Escritura, uno tiene que ser como niño para entrar al cielo, así que vamos a hacernos como niños hoy para entrar al cielo y recibir esta Palabra con sencillez de corazón.

No importa qué, confía en Dios. El primer punto que les quiero decir es el siguiente, no importa dónde estés, confía en Dios, escríbelo ahí en tu Biblia en algún lugar, no importa dónde estés, confía en Dios. Un verso muy conocido para todos nosotros, Josué 1:9, ¿qué es lo que dice Josué 1:9?: "Mira que te mando que seas valiente, no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo donde quiera que vayas." ¿Dónde te encuentras tú?, ¿estás con los pies en la tierra o con la cabeza en las nubes?. ¿Te encuentras en una situación apretada donde te tienen entre la espada y la pared?. ¿Te encuentras en una situación donde las tensiones de la vida te están causando el pensar, el decir o el actuar en una forma que no es de Dios?, no es en una forma que a Dios le gustaría verlo de parte tuya, ¿dónde te encuentras hoy?, confía en Dios, confía en Dios porque Él está contigo donde quiera que tú vayas.

El mismo Jesús cuando dió la gran comisión a sus discípulos dijo: Y Yo estoy con vosotros todos los días. Hay gente que cuando van en el carro en un viaje largo, empiezan a decir: Señor se conmigo, que todo me vaya bien, y esa oración ¿tú sabes qué?, yo leí esto en una reflexión que me llegó a mí, ese tipo de oración puede ser una muestra de falta de fé, porque se está yendo en contra de esa misma Palabra que Jesús dice, Jesús dijo Yo estoy con ustedes todos los días, y si yo me pongo a orar diciendo Señor, ve conmigo en este viaje es como si estuviera contradiciendo algo que el mismo Jesús ya dijo, pero Yo ya dije que estoy contigo, ¿por qué vas a tener que orar para que esté contigo si Yo ya te dije que estoy contigo?. Mejor ora de esta manera, Señor en este viaje ayúdame a estar tan y tan alerta de Tu presencia que yo pueda estar pendiente de lo que Tú me quieras demostrar, de lo que Tú me quieras decir, de Tu belleza en la creación, de Tu belleza en otras personas aunque me caigan un poco gordas, pero que yo pueda ver Tu belleza en otras personas.

Estar pendientes de la presencia del Señor, alertas a la presencia del Señor, donde quiera que tú vayas, Dios está presente, por ende confía en Dios, confía en Dios. El segundo punto, no importa lo que suceda, confía en Dios, no importa lo que suceda, y yo sé que aquí ya estoy al ras de la piel, porque muchas veces las cosas que suceden en nuestra vida lo menos que nos causan es ganas de confiar en Dios. Tú en tu trabajo necesitas tus dos pies que estén ahí bien fuertes para tú poder moverte de un lado a otro, y una tarde en tu casa estabas bajando las escaleras, y te tropezaste con el huesito del perro, y te caíste dos escalones pero eso fue suficiente para torcerte el tobillo, y ahora tienes que estar fuera de tu trabajo que, dos, tres semanas, dos, tres meses, porque no puedes ir y hacer lo que tienes que hacer, rápido decimos ¡ah!, este diablo se está metiendo en los escalones de la escalera.

No importa lo que suceda, confía en Dios. Tu hijo, tu hija llegó a las tres de la mañana cuando tú le dijiste que llegara a las diez y media de la noche, no importa lo que suceda, confía en Dios. El landlord te dice que te tienes que ir mañana del apartamento y no tienes a dónde ir, no importa lo que suceda, confía en Dios. Y yo creo que tengo permiso para decir eso. El doctor te dió un diagnóstico que no te gustó, no importa lo que suceda, confía en Dios. Tu colega de trabajo te viró el café en tu blusa nueva, no importa lo que suceda, vete al baño, lávala, confía en Dios, la pones en el lavabo, confía en Dios.

Romanos capítulo 8 verso 38, ¿qué es lo que dice?, ¿se recuerdan cuando lo leímos el domingo pasado?. Romanos 8:38 dice: "Por lo cual estoy seguro, que ni la muerte ni la vida, ni potestades ni principados, ni lo presente ni lo porvenir, ni lo alto ni lo profundo" ni ninguna otra cosa creada o que suceda, yo le añado esa parte, "nada nos podrá separar del amor de Dios" por lo tanto dile a la persona que está al lado tuyo, "no importa lo que suceda, confía en Dios, porque nada te puede separar de Él."

El punto número tres, no importa lo que la gente te haga, desde lo más básico hasta lo más complejo, te pisaron un callo, (ríe), el consejo aquí es que le pongas el otro pie, eso es bien bíblico damas y caballeros, si te dan en una mejilla le pones la otra, pero esta vez el ejemplo es con el pie, hasta el punto que por una mala jugada de otra persona en el trabajo tú perdiste tu trabajo, y quién sabe si esa persona lo hizo adrede para hacerte la vida imposible, no importa lo que la gente te haga, confía en Dios. Es más, yo a este le voy a dar un twist, no importa lo que tú le hagas a la gente, ahí se quedaron todo el mundo callado ¿verdad?.

Ven acá, ¿tú crees que todo te sucede a ti?, yo no soy un santo, pregúntale a mi esposa. No importa lo que tú le hagas a la gente, ¿sabes lo que te puedo decir?, arrepiéntete, confía en Dios, y sigue para adelante. ¿Por qué digo esas tres cosas?. Así como la gente te puede hacer daño a ti, y estamos con el síndrome de víctima, así le hacemos cosas a la gente, "se lo merece, eso lo tenía que hacer." "No, de Dios es la venganza pero Dios usa también a sus siervos para hacer venganza." Me voy a explicar pero solamente estoy diciendo cosas que la gente tiende a decir y a pensar, estoy siendo real con ustedes mis hermanos, estoy siendo real, si no es así me dicen que yo me callo y digo otro ejemplo.

Pero aún en medio de eso mis hermanos, uno se puede cegar tanto por su deseo de querer llevar a cabo lo suyo propio que uno hasta puede intencionalmente hacerle daño a otra persona con tal de que los planes de uno, los propósitos de uno, los deseos de uno se lleven a cabo, y entonces ahí es donde nosotros terminamos haciéndole daño a otras personas, y hay veces que estamos tan convencidos de que lo que nosotros estamos diciendo o pensando, era tan y tan correcto que no nos damos cuenta del error de lo que ocurrió, y estamos por ahí como si nada, y no es hasta que el Señor paf, mira lo que estás haciendo, hasta que nos da un azote, en puertorriqueño una nalgada, y las nalgadas de Dios vienen en distintas maneras, y muchas veces en maneras que uno ni se espera, que a uno no le gusta, pero son las formas de Dios de hacerte reaccionar y decir hey hey hey, arrepiéntete porque vas en mal camino.

Y si te arrepientes de veras, genuinamente, no por arrepentirte, voy a cumplir con arrepentirme para ver si recibo el favor de Dios, ah ah ah ah, si te arrepientes vamos a hacerlo seguro, y haz lo que tienes que hacer, y entonces ahí es donde te digo, confía en Dios, que Dios te va a ayudar a enmendar los errores que tú hayas cometido, y aunque tal vez las cosas no terminen como tú quisieras que terminaran, pero confía en Dios de que las cosas van a terminar como Dios quiere que terminen, y van a terminar en bien para ti y van a terminar en bien para la otra persona, sea quien sea que esté involucrado. Lo que acabo de decir mis hermanos, no estoy pensando en nadie en particular, al que le caiga la gotita, que se moje. So no importa lo que la gente te haga o lo que tú le hagas a la gente, confía en Dios, confía en Dios.

Por último, no importa cómo te sientas, no importa cómo te sientas, te sientes alegre y hyper, confía en Dios. Te sientes ahí cabizbajo y depresivo, confía en Dios. No tienes ganas de orar, confía en Dios. No tienes ganas de cantar, hm, confía en Dios. ¿Cómo te sientes hoy, estás cansado, fue un día largo, te dieron duro en el trabajo, estás mirando ya el reloj para que el Pastor Omar termine y te puedas ir a tu casa a bañarte y a acostarte y a dormir, confía en Dios, que esa hora va a llegar ya mismo. Te sientes molesto, tienes coraje con tu cónyugue, quién sabe si estás aquí porque le estás huyendo a tu casa, no quieres verle la cara a tu esposo, tu esposa, si te sientes molesto por eso confía en Dios, ok Pastor Omar dame un ejemplo, ¿cómo puedo confiar en Dios con eso?, confía en Dios en que cuando tú llegues a tu casa, tu cónyugue, tu esposo, tu esposa va a estar tranquilito, o tranquilita, y que tú vas a entrar por el umbral de la puerta de tu casa, y todo va a estar en paz, se van a saludar, hola mi amor, como estás, estamos ahí, bueno vamos a acostarnos, hablamos mañana, te amo, te quiero, hablamos mañana. No importa cómo te sientas, confía en Dios.

Si a ese ejemplo le doy otro twist y tú estás confiando en Dios que eso va a suceder, y tú llegas a tu casa y todavía los platos están volando por la puerta, confía en Dios que ninguno de esos platos te va a dar en la frente, y que los vas a poder esquivar todos hasta que llegues a tu cuarto y nada te va a pasar, y confía en Dios que Dios te va a proveer para comprar una vasija nueva, platos plásticos, ya deshechables. Hermano no importa cómo te sientas, confía en Dios.

Miren estos Salmos, los Salmos están llenos de estas promesas, pero quisiera resaltar solamente algunos de ellos, el Salmo 25, miren cómo dice: "A ti oh Jehová levantaré mi alma, Dios mío en ti confío, Dios mío en ti confío, no sea yo avergonzado, no sea yo avergonzada." A nadie le gusta caer en verguenza, a nadie le gusta que por lo que sea que esté sucediendo, lo que sea que la gente te haga, donde quiera que tú estés, o como quiera que tú te estés sintiendo a nadie le gusta sentirse en verguenza, y esa es la petición que está trayendo el salmista aquí, "no sea yo avergonzado, que no se alegren de mí mis enemigos, mis adversarios. Ciertamente ninguno de cuantos esperan en ti serán confundidos, si no que serán avergonzados los que se rebelan sin causa, muéstrame oh Jehová Tus caminos, enséñame Tus sendas", enséñame a pensar, enséñame a cómo hablar, enséñame a cómo tratar a esta persona con quien tengo algún tipo de relación medio conflictiva, enséñame a saber cómo conectar con él o con ella.

Yo confío en ti Señor que llegará el momento en que esa relación va a ser restaurada, yo confío en ti Señor que esas peleas, esas batallas que yo tengo dentro de mí mismo, que hay veces que no sé ni que voy a hacer conmigo, yo estoy seguro que voy a poder reconciliar todas esas cosas en mi interior contigo Señor. "Muéstrame, enséñame el camino, encamíname en Tu verdad y enséñame porque Tú eres el Dios de mi salvación, en ti he esperado todo el día." No importa cómo te sientas, confía en Dios.

Mira las palabras de Jesús a sus discípulos, Juan capítulo 14 verso 1, Juan capítulo 14 verso 1, mira cómo Él le dice a sus discípulos unas palabras muy bellas, "No se turbe vuestro corazón, crean en Dios, crean también en mí." Esa idea de creer se refiere a eso, confía en mí, confía en mí. Yo soy el que te provee, Yo soy el que te sana, Yo soy el que me encargo de ti. Tenemos que confiar en Él mis hermanos, yo estoy diciendo que este mensaje es un ejercicio de nuestra fé, porque hay una parte mía ahora mismo que está luchando con estas cosas que estoy diciendo, y está luchando bien fuerte, y está diciendo Señor, ¿dónde Tú estás ahora mismo?, pero esa otra parte mía está gritando ahí con el galillo todo encendido, pero Señor, en ti confío Señor, y yo sé que Tú te vas a encargar X, Y y Z situación, yo sé que Tú lo vas a hacer.

Yo soy tan humano como ustedes, el mero hecho de que yo sea pastor no me hace más especial que ustedes, yo soy igual que ustedes, y por eso es que esta Palabra, al yo prepararme yo me estaba diciendo Señor, ¿pero cómo le voy a decir esto a la gente si yo mismo estoy teniendo luchas con esto?. Y yo lo sentí en mi corazón, el Señor me dijo, "llama a Jonatán y pregúntale por esa cita bíblica", ¿te llamé sí o no?, tengo que confesarlo delante del Señor, no tenía ganas de predicar esto, pero el Señor me estaba como que hm, pinchando el dedo. No importa dónde estés, no importa lo que suceda, no importa lo que la gente te haga o le hagas, no importa cómo te sientas, confiemos en Dios mis hermanos, ese es el mensaje para esta noche, confía en Dios.

Dios confiamos en ti. Aunque la duda nos atormente Señor, aunque sucedan cosas alrededor que nos hagan cuestionar, Señor en fé, esto es un ejercicio espiritual, es un ejercicio espiritual que declaramos a los aires, declaramos a los principados y potestades, declaramos a los sistemas de este mundo, declaramos a las injusticias que puedan intentar agobiarnos, declaramos que nuestra confianza Señor está en Tu fidelidad para con nosotros, en Tu amor para con nosotros, y no en el amor ni en la fidelidad de ningún hombre, ninguna mujer Señor. Nuestra esperanza está en ti Jesús, creemos en ti, creemos en Tus promesas, creemos en Tu Palabra, y no importa dónde estemos, no importa cuan oscura pueda ser la situación de la vida Señor, no importa lo que nos hagan o que nosotros hagamos, no importa cómo nos sintamos Señor, ahí está esa voz de Tu Espíritu en nuestro interior recordándonos confía, confía, confía en Él y Él hará.

Señor, hoy estamos poniendo nuestra confianza en ti Señor, estamos echándole esteroides a nuestra fé Señor, porque queremos verte a ti, queremos ver Tu mano obrando, queremos verte a ti trayendo justicia, verdad, queremos verte a ti Señor abriendo las puertas de los cielos y cumpliendo Tus promesas de provisión a nuestras vidas, queremos verte a ti Señor. Es por eso que decimos esta noche, nuestra confianza está completamente en ti Señor. Yo te pido que Tú bendidas a mis hermanos, mis hermanas Señor, a medida que regresamos a nuestras casas, a medida que salimos de aquí de este lugar, y lo que dije lo dije intencionalmente, que no importa lo que haya sucedido en nuestras casas antes de venir acá, o lo que haya sucedido en el trabajo y tengamos que enfrentar mañana algo, o lo que haya sucedido Señor en una conversación por el teléfono o en persona, sea lo que sea, confiaremos en ti Señor de que Tú nos darás la sabiduría, las palabras, la paz, la mansedumbre, la tolerancia, ese fruto de Tu Espíritu Señor para saber cómo proceder con cada una de esas situaciones.

Te doy las gracias Señor y a ti te doy toda la gloria y toda la honra Señor, por Tu Hijo Jesús oramos, amén y amén, gracias Dios.