Ocupaos de vuestra salvación

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Vamos a la Palabra de Dios, Filipenses capítulo 2, y vamos a leer el versículo 12 y 13, dos versículos. Dice la Palabra del Señor: "Por tanto amados míos, como siempre habéis obedecido" y esto es bien importante que usted escuche, "no como en mi presencia solamente, si no mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos envuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer por Su buena Voluntad." Y el enfoque esencial, la parte principal de este sermón está ahí en el capítulo 12 en la parte que dice: "ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor."

El apóstol Pablo escribió la carta a los Filipenses, a una comunidad que él mismo había plantado años atrás durante su ministerio. Y ahora el apóstol Pablo se encuentra en una prisión y le escribe esta carta a sus hermanos de la ciudad de Filipos para animarlos en la fé y para como su Pastor fundador, darles sanos consejos para su vida espiritual. Por extensión el consejo que el apóstol Pablo le da a los Filipenses lo podemos aplicar a nuestra vida tanto como Iglesia como como individuos. El deseo de Pablo era que la Iglesia de Filipo fuera una Iglesia vital, llena del Espíritu Santo, que fuera una Iglesia saludable, que pudiera hacer la obra que Dios les había encomendado.

Y entre los muchos consejos que les da a los Filipenses está este consejo que es ocúpense de su salvación con temor y temblor. El deseo del Señor es que León de Judá sea una Iglesia llena de la vida del Espíritu Santo. El mundo, este país necesita comunidades saludables, llenas de la vitalidad que sólo Dios puede dar. Y yo creo que nosotros podemos ser una de esas iglesias que bendiga y fortalezca el Espíritu de Dios en la ciudad de Boston, que podemos ser Iglesia que inspire a las demás iglesias y pastores a buscar más de Dios para sus vidas personales y el llamado de Dios para sus vidas congregacionales también. Y digo esto con gran humildad y sencillez, ¿saben ustedes que muchos de los ojos de cristianos y personas en esta región están sobre esta congregación?.

Muchos consideran a León de Judá una Iglesia vital, sana, llena del Espíritu Santo, y yo digo esto exclusivamente para la Gloria del Señor, no para nuestra gloria, porque nosotros somos una Iglesia con tantos defectos e imperfecciones como cualquier otra Iglesia, sólo por la Gracia y la Misericordia de Dios nosotros podemos hacer algo que valga la pena para Él. Pero sí el hecho de que mucha gente piense que aquí hay una Iglesia saludable, de gente comprometida con el Señor, que se preocupa por las necesidades de la ciudad, eso anima a mucha gente a ellos tratar también de tener una Iglesia llena del Espíritu Santo.

Ayer el tiempo que estuvimos en Hopkington donde bautizamos 30 personas, podíamos ver tanto gozo entre los hermanos, y podíamos ver la harmonía que había entre gente de tantas razas, culturas y lenguajes diferentes, podíamos ver el gozo, la risa y el compañerismo, y la comida que fluyó en abundancia por todas partes, el juego de dominó y de volleyball, y tiempos de oración que tuvimos, en alabanza, hermanos orando juntos en grupitos por aquí y por allí, yo doy gracias al Señor por esas señales de salud que hay en nosotros en nuestras vidas. Y yo creo que una de las razones por las cuales esto se da es porque en nuestra Iglesia hay un grupo de gente grande que toma en serio su vida cristiana.

Cada día yo veo más miembros de nuestra congregación que se van consagrando al Señor, entregando más y más sus vidas, y cobrando conciencia de la importancia de una vida seria vivida delante de Dios. Gente que está tomando en serio el consejo del apóstol Pablo de ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor. Una vida cristiana saludable, al nivel individual o al nivel de una congregación no es posible a menos que uno tome en serio el consejo del apóstol Pablo. A menos que una persona no sienta el llamado de Dios en su vida de decir, ¿sabes qué?, yo tengo que tomar autoridad y apropiarme de mi propia responsabilidad delante de Dios.

Cada uno de nosotros tiene que apropiarse de su fé y de su responsabilidad delante de Dios. Una Iglesia poderosa es el producto de mucha gente, miembros individuales que cada uno ha asumido un sentido de relación y de responsabilidad directamente con Cristo y con el Espíritu Santo. Una Iglesia triunfante necesita gente comprometida personalmente con Cristo. Por eso es que Pablo dice, amados míos por eso es que siempre han obedecido no en mi presencia si no ahora más en mi ausencia. Lo que está diciendo el apóstol Pablo es que nosotros no podemos depender de los demás para nuestra propia vida espiritual. Hermano tú no puedes depender ni de la Iglesia, ni de los pastores, ni de los ancianos de la Iglesia para tu propia salud espiritual, tú necesitas depender directamente de Cristo Jesús solamente.

La Biblia dice "puestos los ojos en Jesús." ¿Sabe?, hay gente que mientras uno los llama o los visita, ellos vienen a la Iglesia, pero si por alguna razón la gente dejó de llamarlos o de buscarlos, al poco tiempo desaparecen del mapa de la Iglesia. Hay cristianos que se parecen a la goma de un carro que yo tenía hace un tiempo atrás. Esta goma tenía un pequeño hueco por donde escapaba aire, y cada vez que yo iba a la bomba le echaba aire pero a los 5 días volvía y estaba desinflada, y traté de hacerle todos los arreglos posibles para no tener que comprar una goma nueva pero finalmente tuve que cambiarla y poner una goma que hiciera lo que se supone que haga una goma. Y así hay cristianos, ¿no?, que tienen un pinche en la goma, vienen a la Iglesia, la gente los llama, se inflan otra vez pero al ratito están desinflados y hay que volverlos a inflar de aire para que se mantengan.

La Biblia dice pon tu fé en Cristo Jesús. Hermanos la Iglesia te puede traicionar, la Iglesia puede no hacer todo lo que tú esperas que haga, la Iglesia le falla a la gente. Los pastores muchas veces le fallamos a la gente, esa mujer llena de virtudes que tú has puesto tu fé en ella, has dicho no, esta es una santa de Dios, un día te va a fallar también y si tú has puesto tu fé en ella tu fé va a caer también. La Iglesia necesita cristianos saludables, conectados directamente a Cristo Jesús con una vida llena del Espíritu Santo, pegados a la Palabra de Dios, con una vida personal de oración y de búsqueda del Espíritu Santo.

Una Iglesia ideal es una Iglesia que está compuesta por cristianos saludables que tienen una vida independiente con Cristo y que se reúnen en un momento dado para celebrar su vitalidad juntos y levantar un gran coro de aleluya y de adoración al Señor en su salud personal en Cristo Jesús. Sí, por eso Pablo dice hey, ustedes han obedecido, y me alegro de que ustedes lo hagan no solamente en mi presencia si no también en mi ausencia. Miren el caso del apóstol Pablo, lo metieron preso, lo metieron en una prisión, y ya no estaba allí para él directamente comunicarles a esta gente su fé, su enseñanza, ellos tenían que depender del Espíritu Santo directamente. Yo les decía a los hermanos esta mañana, ustedes no pueden depender de un hombre para su vida espiritual.

Un día, si Cristo no viene antes, yo faltaré, el Señor me llevará a un lugar diferente, o desapareceré, lo que sea, si ustedes están dependiendo de mí o de Gregory, están apoyándose equivocadamente, la fé tiene que estar puesta en Cristo Jesús solamente. Nunca glorifiquen a un hombre, nunca pongan a un hombre en un pedestal, ese lugar le corresponde a Cristo Jesús solamente. Y es más, yo llevo años orando por la persona que debe sucederme a mí, cuando el Señor me lleve, no es que tengo un plan de que sea en un momento específico, pero deben ustedes también orar para que cuando me tenga que echar a un lado haya alguien escogido por Él, que pueda continuar llevando a esta Iglesia a niveles más altos cada día, oren por eso hermanos.

Y yo les animo hermanos, cultiven una vida personal con Cristo, no dependan de esta hora y media, dos horas que ustedes pasan aquí en la Iglesia, ustedes tienen que apropiarse de su fé, 24 horas al día, 7 días a la semana, ustedes están en vigilancia, on duty, están ahí alertas, el llamado de un soldado, buscando su fé, su llama, su fé espiritual siempre. Entonces la primera parte es eso, como siempre han obedecido, no como en mi presencia solamente, si no mucho más ahora en mi ausencia. Entonces miren lo que dice Pablo, ahora sabiendo que ustedes han obecedido tanto en mi ausencia como en mi presencia, ahora les animo a ocuparos en su salvación. La palabra en griego detrás de la palabra ocupaos, catarguesdoma, significa poner en práctica con energía, con propósito, con ahínco, fajarse, entregarse, le salió dominicano (risas).

Muchas veces el apóstol usa la imagen de un atleta, enfocado en ganar su medalla, su meta principal. Estamos en esta época mirando mucho las Olimpiadas, que celebra mucho la cumbre del esfuerzo humano para hacer las cosas atléticas, pero para ganar un premio esto representa muchos años de esfuerzo, muchos años de disciplina casi inhumana de entregarse, a prepararse para ganar esa medalla. Yo ví una de las carreras que tomó lugar con mujeres, que les obligó a correr a todo dar por media hora en un esfuerzo inhumano para un ser humano, una vuelta y ya estoy ahí tumbado en el piso. Una maravilla de ver la belleza del cuerpo humano. Ese deporte de correr representa el atleticismo básico, ¿no?, esforzarse.

Y yo ví en la última vuelta, una mujer la que terminó ganando, del África que hizo un esfuerzo terrible y entregó todo, y ella comenzando de la cuarta posición pasó todos y terminó ganando por mucho espacio, y fue una maravilla ver el producto de años y años de esfuerzo enfocado y preparación. Y yo creo que así debe ser con nosotros también. Cuando nosotros venimos aquí a la Iglesia el domingo, debe ser como ese momento de la carrera final, cuando nosotros venimos simplemente a traer el cúmulo de lo que hemos hecho en la semana, las oraciones, los tiempos de ayuno, de comunión espiritual, entonces se supone que un gran número de cristianos saludables vengamos y le entreguemos al Señor el resultado de esa vida de búsqueda de Dios y de ocuparnos de nuestra salvación.

Ocupaos, ocupaos, trabajen con propósito, concéntrense en el llamado de Dios para sus vidas. La salvación personal requiere esfuerzo personal y trabajo, la verdadera vida cristiana involucra momentos de agonía y de esfuerzo, de sudor. Y mucha gente cree que el Evangelio es fácil, y hay mucha gente dispuesta a presentar a Dios como el gran proveedor, tú abre tu boca y Él te va a dar todo lo que tú necesitas. Hemos visto a Dios como un Santa Claus que da todos los regalitos y no exige nada. Pero sabe que Dios sí exige y espera de nosotros. El cristianismo tiene privilegios pero también tiene responsabilidades. El Evangelio es bendición pero también hay pruebas y hay exigencias de nuestra parte. Sabes quizá Dios te va a llamar a un tiempo de prueba para fortalecer tu fé. Dios es como ese entrenador que quiere preparar un atleta olímpico y por eso nos pone a veces a tiempos de estrés y de esfuerzo porque Él quiere sacar el oro que hay en nosotros.

Sabe, yo les animo hermanos, la Palabra nos anima a ver la vida cristiana como algo glorioso que requiere entrega, consagración, Dios quiere una vida cristiana consagrada. Ese llamado a ocuparnos me recuerda que hay dos tipos de santificación de los que habla la Biblia. Hay una santificación que es instantánea y gradual. Cuando nosotros nos convertimos, hay una obra de gracia dentro de nosotros que nos hace puros y limpios delante de Dios. En ese momento Dios ahora nos ve a través de los ojos de su Hijo Jesucristo, y la justicia, la santidad, la perfección de Jesucristo nos son entregados a nosotros también por los méritos de Él, y Dios ahora nos ve como limpios y puros delante de Él, sin ningún tipo de pecado o condenación. Y por eso el apóstol Pablo dice que ahora no hay ninguna condenación para los que están delante de Dios, porque Dios ha hecho una obra de gracia instantánea sin serlo en efecto, pero Él nos considera santos por la gracia de la sangre de Jesús.

Pero hay un segundo tipo de santificación que no es instantáneo, si no que es gradual, progresivo y a largo plazo. Y es ese tipo de santificación que el apóstol Pablo nos está hablando ahora, ocupaos de vuestra salvación, ocupaos de vuestra salvación. Esa santificación requiere la transformación de nuestra mente, requiere un cambio en nuestros patrones de comportamiento, nuestras actitudes, nuestros hábitos, nuestra forma de hablar, de tratar a los demás, de bregar con los conflictos y las pruebas de la vida, es una transformación de la mente y del corazón, es una transformación total de nuestras vidas, y ese proceso no termina hasta que nos morimos y estamos delante de Dios, y ese cambio de la personalidad, esa santificación no se va a dar a menos que usted esté comprometido con Jesús. Usted nunca llegará a ser un cristiano fuerte y saludable a menos que llegue un momento de crisis en que usted diga ¿sabes qué? tengo que comprometerme a ser cristiano con todo mi corazón, con todas mis fuerzas.

Sí, hay dos tipos de cristianos, dominguero, religioso, social que no agrada a Dios porque Dios odia la tibieza espiritual. En la Biblia habla acerca de por cuanto no son fríos ni calientes yo los voy a vomitar de mi boca, sí el Señor dice ojalá fueran fríos o calientes, así sabría qué hacer con ustedes, pero como son tibios tengo que expulsarlos de mi boca. ¿Han tomado un vaso de agua tibia, qué pasa?. Hermanos nosotros tenemos que definirnos, el Espíritu Santo dice tú tienes que ocuparte de tu salvación con temor y temblor. Hay que consagrarse con una meta principal, yo quiero llegar a ser un cristiano olímpico, un cristiano ganador en el Espíritu.

Ahora el apóstol Pablo dice ocupaos con temor y temblor, hay que reconocer que es horripilante pensar que hay miedo involucrado en la vida cristiana. Nosotros tendemos a hablar solamente del aspecto positivo de nuestra vida cristiana, del gozo, la felicidad, las bendiciones, pero hay otro aspecto, hay un peso y sobriedad en el llamado a ser cristiano también. Hay que entender que la Biblia dice que Dios es amor pero también es fuego consumidor. Hay que saber también que vivimos en un mundo peligroso donde hay fuerzas que quieren destruirnos y socavar nuestro caminar cristiano. Hay un enemigo que está consagrado 24 horas al día a destruir a todo hombre, toda mujer que ha hecho una decisión firme con Cristo Jesús. Nosotros estuvimos esta semana pasada de vacaciones en Maine, y una persona que andaba con nosotros tomó una caminata por el lugar donde estábamos, estaba caminando en un camino bastante apartado, en esos bosques de Maine, y de momento se cruzó en el camino un venado, resultó ser la mamá, y salió del bosque, miró y cruzó el camino y se adentró otra vez en el otro lado del bosque.

Y él se quedó congelado así para no asustar y como treinta segundos después dos venaditos también salieron de la maleza y cruzaron detrás de la mamá, y finalmente después salió el papá venado detrás de ellos y cruzó detrás protegiendo, porque los hombres son así, juegan un rol más conservador pero están ahí para proteger no se crea, lo arreglé, lo arreglé (risas).

Estos animales saben que viven en un mundo hostil, si se ponen en el camino cualquier cosa puede suceder, entonces hay un patrón de conservación, de preservación donde va primero uno de ellos y entonces los demás pasan, hay un elemento hostil por el que tenemos que tener cuidado cómo caminamos. Nosotros vivimos en un mundo lleno de peligros y una presencia maligna que sólo quiere matar, robar y destruir el alma de los cristianos. La Palabra de Dios dice sed sobrios y velad porque vuestro adversario anda como león rugiente buscando a quien devorar. Yo creo que el mundo está lleno de cristianos como conejitos descuidados, salen al camino, no les importa, creen que todo está bien, y ahí los está esperando un tigre para devorarlos y comérselos vivos.

Y yo les animo hermanos a tomar en serio la vida cristiana. El mundo se pone cada día peor, el enemigo se le ha dado más y más espacio para robar, matar y destruir. El mundo se está llenando de violencia y de tantas cosas terribles que militan contra la salud espiritual del hombre. Y una espiritualidad tibia y descuidada no va a ser capaz de resistir el mal que se ha desatado sobre la tierra. Padres, ustedes necesitan una doble medida de vitalidad espiritual para poder transferirles a sus hijos su fé en un mundo que está haciendo todo lo posible por destruirlos, destruir sus almas, ustedes tienen que ser doblemente fuertes espiritualmente a lo que quizás se era hace 30, 40 años, porque la lucha es peor que nunca, usted necesita una fé fuerte, vital.

Jóvenes hay que reconocer que ustedes le importan a Dios, hay que ser jóvenes radicales para Cristo, tomando sus vidas cristianas en serio.

Yo ví a un joven que salía de una oficina de un banco los otros días, con sus pantalones cortos, sin camisa, parecía latino, oyendo música, un conejito descuidado en la vida. Y yo veía a este joven que se veía tan vacío, tan desprovisto de futuro como tantos jóvenes en nuestra comunidad, y yo me preguntaba ¿qué va a hacer ese joven cuando tenga veinticinco, treinta años y quiera casarse, y se encuentre con que mamá y papá ya no están dispuestos a comprarle los tenis, el pantalón último modelo, la bicicleta, o lo que sea?, entonces se va a encontrar con que vivió descuidadamente, no vivió la vida en serio, no tomó la vida en serio, su llamado como hombre, o una mujer, una jovencita también en serio, yo les quiero hacer un llamado jóvenes, la vida no es solamente gozo y alegría y todo, a veces hay que temer y temblar, ¿sabe?. A veces hay que tomar en serio su llamado. Y yo les digo a los jóvenes, Dios nos está diciendo conviértanse en hombres y mujeres llenos del Espíritu Santo, gente que toma en serio su salvación.

¿Qué dice Segunda de Pedro capítulo 1 versículo 10?, dice: "Por lo cual hermanos tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección porque haciendo estas cosas no caeréis jamás." Hay mucha gente que cree bueno, yo ya me entregué a Cristo, ya pasé al frente, ya no tengo nada de qué preocuparme, mi pasaporte está sellado, mi visa está preparada, ya no importa cómo viva yo aquí en la tierra. Hay gente que cree que su salvación depende sólo de Dios y que ellos no tienen nada que hacer sobre su salvación. Hay muchos sectores de la Iglesia que enfatizan tanto la soberanía de Dios que se olvidan de la responsabilidad del hombre. Pero aquí el apóstol Pedro nos dice hey, haced firme su llamado y su elección al Reino de Dios. Porque si ustedes hacen eso no van a caer nunca. Yo no sé si ustedes leen el texto como yo pero está diciendo que es posible caer si uno no se cuida en la vida cristiana.

Si uno no se cuida uno puede definitivamente perder su salvación, eso es lo que yo entiendo de la Palabra del Señor. Si usted toma demasiado livianamente el llamado de Dios a su vida, usted está en un terreno muy peligroso. El apóstol Pablo dice que la única manera de usted estar totalmente seguro es trabajando duro en su salvación y hacer todo lo que esté de su parte para cuidar del llamado de Dios en su vida. Hay que tener un temor santo, eso es necesario en la vida cristiana. Hay un temor que viene de Dios y que produce una vida de santidad. Sabemos que servimos a un Dios terriblemente santo, y a veces una medida saludable de temor es bien importante para la vida espiritual. Así que hermanos, ese es el llamado de Dios para ustedes, concluimos con eso, Dios te está diciendo cristiano de todas las congregaciones, toma en serio tu salvación. Haz todo lo que esté de tu parte para defender lo que Dios ha hecho en tu vida. Toma en serio el llamado de Dios en tu vida, haz todo lo que tú puedas para avivar el don de Dios que está en ti. Sirve al Señor y dale todo lo que está en tu mente. Sirve al Señor y dale todo tu corazón y tu mente.

Pídele al Señor que arranque todo lo que está en tu mente que no le convenga. Entiende que no hay cosa más importante que tú puedas hacer en tu vida que llegar a ser un hombre, una mujer del Espíritu Santo. Quiero ver nuestra Iglesia llena de hombres y mujeres con una fiebre, un amor consumidor con Dios y con Su Reino. Gente que ha muerto al mundo y está ahora viviendo para la Gloria de Dios exclusivamente. Gente que no tiene temor de decir yo soy un siervo de Dios y vivo para el Reino de Dios. Gente que testifique de que Jesucristo es su Señor y que traiga almas al conocimiento de Jesucristo y que vivan diciendo Señor úsame, yo quiero ser usado por ti, yo quiero que Tú hagas una obra en mi vida. Gente que llore por su pecado y que no esté contento con lo que somos si no que querramos ser más y más como lo que Dios quiere que nosotros seamos.

Gente que quiera morir para que Cristo sea en ellos quien se transfiera a través de ellos. Hermanos, ¿cuántos quieren este tipo de vida, una vida ocupada en las cosas del Señor, una vida sumergida de cabeza en las aguas del Espíritu?. Quiera Dios que ese sea el sentido de cada uno de nosotros en esta mañana.