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Vamos al Primer libro de las Crónicas. Versículo 21 del capítulo 21, 21:21 comenzando, dice aquí: "Y viniendo David a Ornán, miró Ornán y vió a David, y saliendo de la era" la era es un solar, un lugar donde se trillaba el trigo, donde se separaba el trigo de la paja, como cuando Gedeón estaba también trillando. Era también como una plataforma donde el trigo se separaba del maíz y se separaba la paja del grano mismo, eso es una era.
Y entonces, Ornán estaba allí, David se acerca a él, Ornán lo ve y sale de donde está trabajando y se postra en tierra ante David, porque David es su rey evidentemente, su soberano. "Entonces dijo David a Ornán: dame este lugar de la era para que edifique un altar a Jehová. Dámelo por su cabal precio." Mire qué interesante, dice: "Dámelo por su cabal precio" es decir por lo que vale, exactamente por lo que vale, no más pero tampoco menos. "Dámelo por su cabal precio para que cese la mortandad en el pueblo." Wow, yo podría en realidad detenerme allí solamente y predicar sobre esa palabra de David, dámelo por su cabal precio para que cese la mortandad en el pueblo.
"Y Ornán respondió a David: tómala para ti y haga mi señor el Rey lo que bien le parezca. Y aún los bueyes daré para el holocausto, y los trillos para leña y trigo para la ofrenda. Yo lo doy todo." Mire la respuesta de David, David era un hombre que amaba íntimamente, profundamente al Señor y que no tenía límites cuando Dios quería algo de él. "Entonces el Rey David le dijo a Ornán: no, gracias, si no que efectivamente la compraré por su justo precio. Porque no tomaré para Jehová lo que es tuyo" y estas palabras inmortales "ni sacrificaré holocausto que nada me cueste."
"Y dió David a Ornán por aquél lugar el peso de 600 ciclos de oro" una cantidad considerable de dinero, "y edificó allí David un altar a Jehová en el que ofreció holocaustos y ofrendas de paz e invocó a Jehová quien le respondió por fuego desde los cielos en el altar del holocausto. Entonces Jehová habló al ángel y éste volvió su espada a la vaina." Bendiga el Señor su Santa Palabra.
Me gusta este pasaje porque refleja un valor, un valor importante de la vida cristiana que es muy aplicable al tiempo que nosotros estamos viviendo actualmente como congregación, y algo que Dios nos está diciendo a cada uno de nosotros individualmente, ¿no?. Es esta idea de que para que se de algún proceso espiritual grandioso que Dios tiene en su corazón para que se pueda dar ese resultado, ese efecto espiritual que Dios quiere traer a una nación, a una comunidad, a una vida, tiene que haber alguna inversión, tiene que haber algún sacrificio que cueste. Y muchas veces tiene que haber alguna compra, una venta de algo en el plano material. Es decir, para que se den las cosas sublimes, eternas, espirituales, en el plano abstracto, generalmente un equivalente en alguna manera en el plano material, físico, humano, terrenal. Las dos cosas están.
Por eso es que el Señor Jesucristo dice en una de sus promesas, dice que: Lo que ustedes aten en la tierra será atado en el cielo, lo que ustedes desaten en la tierra será desatado en el cielo. Hay una equivalencia en el universo entre el mundo del espíritu y el mundo de la materia. Dios no niega las cosas de la materia, Dios reconoce las cosas de la materia. Dios reconoce la historia, Dios reconoce la político, Dios reconoce la cultura, Dios reconoce la economía, Dios reconoce la antropología de las razas. Y Él obra soberanamente, sobrenaturalmente, espiritualmente a través de esa materia.
Por eso es que los cristianos siempre tenemos que reproducir ese partnership, esa asociación íntima entre la materia, el tiempo y el espacio, y el espíritu y la eternidad. Tenemos que amarrar las dos cosas para que se den los resultados que Dios quiere que se den. Hay cristianos que somos tan espirituales que queremos espiritualizarlo todo. Oh Señor te amamos, mi vida es tuya, oh Padre haz un sacrificio, un holocausto de mi vida. Pero cuando le dicen hermano, contribuye algo para la campaña financiera, oh no ahí no puedo porque no tengo suficiente dinero, porque tengo que pensar en esto, tengo que pensar en lo otro.
Entonces espiritualizamos demasiado las cosas. Y a veces creemos que bueno, si yo soy suficientemente espiritual, santo, y oro, y me muevo en el mundo espiritual, como que Dios va a hacer todas las cosas. Pero muchas veces Dios quiere que uses tus esfuerzos, tu mente, tu cultura, tu intelecto para llevar a cabo las obras de Dios a través de ti en tu vida. Dios obra en lo material a través de lo espiritual, o obra en lo espiritual a través de lo material, como usted quiera verlo, las dos cosas van juntas, van unidas.
Por eso es que como que Dios me dió esa imagen, aquí de esta Biblia con este aparato. Esto es duro, es cristal, es tecnología, metal, cosas químicas, y esta Biblia que es papel, y es Palabra y es algo eminentemente espiritual, pero las dos cosas están unidas, tienen que ir unidas para que se de el milagro del evangelismo en el siglo XXI, congregaciones crecientes, jóvenes transformados, vidas transformadas. De hecho ese va a ser mi texto, yo voy a estar predicando en Eslovaquia de todos los países.
¿Cuántos han oído hablar de Eslovaquia?, alguien quizás ha oído hablar de Checoslovaquia que era una nación unida de la República Checa y Eslovaquia, esos se separaron, creo que fue en el año 1992, estaba leyendo un poco de la historia. Y voy a estar con el Dr. Elvin Villafañe, y voy a estar predicando precisamente porque hay una curiosidad allá o un deseo de aprender más acerca del mover del Espíritu Santo.
Y una de las cosas que yo quiero hablar precisamente desde mi perspectiva pastoral, Elvin va a hablar de su perspectiva más bien teológica académica, pero yo quiero hablar precisamente acerca de cómo, para que en mi opinión, yo he estado en varios países de Europa. Yo creo que para que el Evangelio pueda crecer en Europa como se necesita en unas naciones tan culturalmente desarrolladas, se requieren congregaciones que tengan dos cosas: por una parte que estén llenas del Espíritu Santo, y que sepan moverse en el poder y en el misterio, y en los dones del Espíritu Santo, pero que también sean culturalmente ágiles y bien informadas.
Yo creo que, a veces yo veo muchas iglesias evangélicas fundamentalistas en Europa, o iglesias pentecostales en Europa, que son demasiado sombrías, demasiado serias, demasiado fundamentales en su Evangelio, demasiado como cuadradas. Y creen que si son así como que Dios al ser fieles va a hacer su Iglesia crecer y no están creciendo, están decayendo cada día más y más a pesar de tener sanos fundamentos doctrinales. Y yo creo que lo que falta es la otra parte también de reconocer la cultura sin violar la fé, reconocer también la cultura, las necesidades de esas naciones, la importancia del intelecto y la razón, y encontrar una manera de predicar un Evangelio bíblico del siglo I pero en una manera al siglo XXI, ¿me entiende?. Las dos cosas unidas.
Porque uno no puede ignorar las necesidades de la gente, la sensibilidad del hombre del siglo XXI, la tecnología, la sexualidad, el cuestionamiento y tantas otras cosas que la Iglesia moderna tiene que ser tanto moderna como antigua a la misma vez. Entonces puede parecerle como que me salí del tema pero no, estoy en el tema. Lo que quiero decirle es que uno siempre tiene que, para que los procesos de Dios se den en el mundo uno tiene que siempre unir la materia con el espíritu. Y Dios requiere cristianos con la cabeza en la eternidad y los pies en el tiempo y el espacio, bien plantados en el ahora y el aquí, pies sobre la tierra cabezas, en el cielo, amén. Eso, y corazones conforme al corazón de Dios, las dos cosas tienen que darse.
Entonces para que Dios pueda hacer cosas que Él quiere hacer a través de congregación León de Judá, se requerirá una Iglesia eminentemente espiritual, consagrada al Señor, santa, una Iglesia de gente radicalmente comprometida con el Reino de Dios, pero también una Iglesia de gente que de, gente que estudie, gente que se comprometa, gente que sirva, gente que asista a la Iglesia, gente que invite personas a la Iglesia. Es decir, a Dios orando y con el mazo dando como dice la Biblia. No lo dice, como dice la Biblia a Dios orando y con el mazo dando pero es un buen principio, de todas maneras, ¿sabe?. Expresa una verdad bíblica.
Hay que como dice en inglés praise God and pass the ammunition, adora al Señor y pasa las balas, las dos cosas son importantes, ¿no? (ríe). Así que hay que amar a Dios, hay que adorarlo, hay que entregarse a Él pero también hay que darle al Señor. Y me parece que este pasaje aquí expresa esa verdad. ¿Saben ustedes cuál es el trasfondo de lo que acabamos de leer?. Al pobre David se le ocurre mandar a hacer un censo de su pueblo, un censo de su pueblo. Y su general Joab y sus capitanes le dicen no hagas eso Rey, porque eso va a resultar profundamente ofensivo para el Señor.
Nadie sabe exactamente, no sabemos exactamente porque eso de mandar a hacer un censo, de censar al pueblo, de saber cuántas personas había, cuantos hombres, porque lo que nombra son los militares, los hombres que podían usar espada, los hombres que podían usar armas. Entonces parece que en el corazón de David había como una especie de soberbia de querer saber cuánta gente verdaderamente él tenía que eran soldados, que eran guerreros, que podían usar una espada. Había parece un elemento de orgullo en esto, y Dios quería como que su pueblo dependiera de Él.
Y lo que yo teorizo, nadie podrá estár jamás totalmente seguro de cuál era la razón de por qué este censo le resultó profundamente ofensivo al Señor, pero parece que al David querer ennumerar cuántos guerreros tenía, cayó en un tipo de soberbia espiritual. Y esto ofendió al Señor, más que sus mismos general y sus hombres principales, oficiales le advirtieron no lo hagas, esto va a ser de pecado para ti y Dios se va a ofender al tú hacer esto. Pero David obstinadamente decidió de todas maneras ordenar que se hiciera este censo, mandó a sus soldados por toda la tierra, regresaron como nueve meses después, y regresaron con un número. Había como un millón de hombres que levantaban espada en Israel y como 500.000 en Judá que eran dos segmentos de la nacion judía.
Bueno, se dió lo del censo, ¿pero qué pasa?. Dios definitamente sí se ofendió y mandó al profeta Gad que era el vidente oficial que tenía David para que le diera un mensaje. Era la segunda vez dice la Biblia que va a decirle algo a David después de pecar, ¿recuerdan el otro?, era con Natán cuando cometió adulterio con Betsabé y también mandó un profeta para que le advirtiera: tú has pecado. De nuevo, esto es en realidad antes. Y van y le notifican a David: Dios está airado contigo y te da tres opciones. No le hizo favor a David el Señor al darle tres opciones porque las tres eran igualmente terribles.
La primera era tres días de pestilencia en la tierra, una plaga, una enfermedad terrible que corriera, cundiera por toda la tierra durante tres días y que los que murieran morían. O tres años de huír delante de sus enemigos, tres años de derrota contínua. Y la tercera era, ahora no recuerdo, se me escapó de momento, ¿alguien recuerda?, de la espada de Jehová, sí exactamente. Ok entonces eran tres opciones igualmente terribles, igualmente destructivas, y David dice: ¿sabes qué?, mejor me voy a encomendar a las manos del Señor, porque Dios es misericordioso, no quiera caer en las manos de mis enemigos. Y decide bueno, que venga la pestilencia sobre la tierra.
Y Dios hace así y en tres días, dice la Biblia que el ángel de Jehová, un personaje misterioso de la Biblia, que era como una emanación casi de Dios mismo, o un ángel muy poderoso, muy principal de todo el ejército celestial, cunde por toda la tierra durante tres días matando gente. Claro al nivel físico se manifestaba como enfermedad, pero detrás en el mundo espiritual había un ángel con una espada extendida atravesando la tierra, y cegando vidas, y cortando vidas por donde quiera. Es interesante, ¿no?. Eso pasa muchas veces en el mundo. Uno ve la parte material, uno ve la parte biológica, por ejemplo nuestras sociedades ahora mismo.
Uno ve por ejemplo, ayer hubo un tornado en Nueva York, que parece que hasta carros levantó y destruyó en Nueva York de todos los sitios. Yo podría ver eso en Alabama o por Oklahoma donde están esos demonios de tormenta pero, Nueva York, hay otros demonios pero no necesariamente esos, hay otros demonios, unos bien grandes de hecho. Pero de tormentas así, todo eso, uno ve huracanes, uno ve tsunamis, uno ve cataclismos sobre la tierra, guerra, rumores de guerra, uno ve las sociedades en inquietud, las naciones están inquietas, hay terrorismo, sublevaciones y revoluciones por todas partes, hay cuestionamientos de la relación entre hombre-mujer, la sexualidad, hay crímen, hay un desmoronamiento de la familia en muchas de nuestras ciudades, hay una juventud desperdigada, desorientada, hay separación en el mundo por donde quiera, conflicto.
Estamos en un tiempo en que externamente, en el plano del tiempo y del espacio, de la historia, de la sociología del hombre, vemos precisamente una cantidad de mortandad terrible. Guerra, miles de personas muriendo continuamente, Adicciones a drogas, neurosis, locura por donde quiera, todo esto está al nivel, es plaga, es una plaga, es una pestilencia que viene precisamente del pecado, de un Dios que está airado con su creación, con su gente, con sus criaturas, porque lo han olvidado, lo han ofendido, lo han negado, lo han humillado en el sentido de que no han reconocido su Gloria, y Dios como pasa siempre ha enviado sus juicios.
Es más, yo creo que simplemente la naturaleza se rebela. Cuando el hombre se obstina en pecar contra Dios a veces ni siquiera es Dios que está mandando el castigo, es la naturaleza, porque la naturaleza siente. Dice la Biblia que la naturaleza siente, la naturaleza gime por el día de su creación, hay misterios hermanos. Los animales entienden muchas cosas. Yo creo que los árboles y la misma química del universo entiende cosas. Los planetas del universo se mueven y se conmueven cuando hay pecado en la Tierra, cuando la creación se separa de Dios que es El que la sostiene y le da coherencia, la mantiene en orden.
Cuando Dios se separa viene el desorden, viene el conflicto, viene la incoherencia y el caos. Se manifiesta al nivel de la naturaleza. Cuando una nación tiene injusticia e inmoralidad, y cosas así, la tierra misma es maldecida. La Biblia habla de eso, ¿no?, que la tierra es maldecida, maldita cuando hay pecado en la nación. Entonces en el plano natural la gente estaba muriéndose, había una plaga, y yo me imagino que si hubiera sido en el siglo XXI habría médicos por donde quiera haciendo análisis de la gente, cuál es el virus del cual murió, y tratando de curar, una vacuna para la plaga, lo que sea. Pero en el plano espiritual había un ángel de muerte, como pasó con los primogénitos de Egipto, con su espada extendida yendo por las casas y cegando vidas bajo el juicio de Dios.
Y llega un momento en que David, su corazón clama, hay un momento conmovedor ahí en este pasaje en el capítulo 21, léalo usted de su propio tiempo, donde David dice: "Señor, ten misericordia" al ver a su pueblo morir de esa manera, "fui yo quien pequé, torna Tu espada contra mí, contra mi casa, no castigues a la gente por el pecado que yo cometí." El caso es que David dijo: sabes que, originalmente cuando tenías que escoger entre esos castigos, dijo yo me voy a encomendar al Señor porque por lo menos las misericordias de Dios son grandes, y quizás Él tenga misericordia. Dice la Palabra que así mismo fue: Dios tuvo misericordia y le ordenó al ángel que se detuviera y que dejara de matar gente.
Y el ángel ¿sabe dónde se detuvo?, se detuvo en la hera de Ornán. Todo esto está pasando al nivel espiritual. No todo el mundo quizá podría ver esto, lo que estaban viendo era quizás la plaga, la pestilencia al nivel biológico-físico. Pero este ángel al nivel, imagínese, es como que al nivel espiritual hay cosas, es como si tuviera un rayo X y de momento usted puede ver otra dimensión. Como pasó con Eliseo y los sirios, que cuando el siervo de él se llenó de pánico y de pavor Eliseo le dijo: señor, abre sus ojos para que él vea, y vió un ejército poderoso para protegerlos de este ejército enemigo que venía a matarlos y a capturarlos.
Hay muchas cosas que pasan al nivel espiritual aquí mismo, ahora mismo hay cosas paralelas, hay mundos paralelos del espíritu que están ahora mismo mientras yo hablo aquí. Quién sabe cuántos ángeles están ahora mismo paseándose en este lugar, ¿amén?, gloria al nombre del Señor, y un par de demonios rebeldes por ahí también que hay que echarlos fuera en el nombre de Jesús también. Porque es que el mundo espiritual es muy misterioso hermanos, muy misterioso. Yo vivo en ese mundo misterioso y usted debe vivir en él también.
El caso es que Dios le ordena a su ángel que detenga la espada y el ángel se detiene en este lugar que es la hera de Ornán, en otro pasaje se llama Ornán Arauna, es el mismo personaje con dos lenguajes diferentes. Se detiene allí y Ornán lo ve, Ornán ve al ángel que todavía tiene su espada extendida. David lo ve, y sabe, y Dios le manda a decir a David a través de su profeta que sacrifique allí unos bueyes sobre ese lugar, como una ofrenda de paz, una ofrenda de reconciliación, una ofrenda de confesión de pecado y reconocimiento de que la Justicia y la Santidad de Dios ha sido violada para que se aplaque la ira del Señor.
Ve de nuevo esta idea de que para que pase algo en el mundo espiritual tiene que haber algo equivalente en el mundo material. Para que se de el perdón de Dios definitivo, la reconciliación, la sanidad y el corazón de Dios sea aplicado, Él requiere que se ofrezca un sacrificio. Entonces David alertado acerca de la necesidad de hacer un sacrificio se acerca, va donde el dueño de la hera. Porque hermanos todo en la vida tiene sus leyes, David tenía que respetar las leyes, él no iba a ir a robarle su terreno a este hombre simplemente porque Dios.
Fíjese que eso es importante, nosotros hemos tenido que bregar con muchas cosas aquí. Nosotros tenemos que comprar los materiales. No vamos a una tienda y decimos sabe que el Señor dice que como el caso de los discípulos, ¿no?, el burrito que él lo necesita. Si yo voy así me dicen hey, ¿quién es el Señor?. Aquí el señor es el dueño de la tienda. Entonces hay que pagar el precio, hay que comprar materiales, hay que pagar precio, hay que bregar con diferentes agencias de la ciudad, hay que conseguir permisos, hay que usar procesos naturales y David va donde Arauna Ornán y le dice "véndeme tu propiedad" porque es necesario que aquí se use esa propiedad para dar un sacrificio. Y ya David veía otras cosas también que vamos a ver más adelante.
Entonces las cosas tienen que hacerse en orden hermanos. Nosotros tenemos que pagar un precio por esta construcción, y por eso necesitamos hacer las cosas. Dios no escoge misteriosamente hacer llover dinero de los cielos, hay que usar un proceso. Y ustedes son la clave a ese proceso, al plano natural. Y David le dice a Ornán: véndemela por su justo precio, no quiero que me des favoritismo ni nada porque, esto es algo que requiere total integridad. Lo que queremos hacer es algo grandioso y requiere que hagamos las cosas legítimamente.
Arauna o Ornán que sabe lo que está pasando, él ve el ángel y todo esto, él sabe que esa va a ser la clave para que cese la mortandad en medio del pueblo, y él dice: no señor, de ninguna manera; toma la tierra, es más, yo te voy a ofrecer mis bueyes con que estoy trillando y te voy a ofrecer la leña, la madera con que yo los guío y las yuntas de los bueyes, todo eso que estaba hecha de madera, tómala y con eso haz la leña para el sacrificio, y yo te lo doy todo. Pero David insiste, no, porque yo tengo que obtener esto, tiene que haber legitimidad. Se tienen que cumplir ciertas cosas hermanos.
Yo creo que puede que llegue un día en que el Señor envíe cantidades increíbles de dinero a esta congregación. Sabe que hemos tenido muchas profecías de que Dios va a enviar. Y déjeme decirles algo, hace varios años atrás, hace varios años atrás gente profetizaba de que León de Judá iba a recibir un millón de dólares, que esto y que lo otro, y que iba, y yo escuchaba y amén, gloria a Dios, bueno Padre si Tú quieres hacerlo yo estoy aquí, claro que sí. Me compré hasta un guante de pelota bien grande por si acaso (risas).
Pero había un poquito de escepticismo, estamos hablando como quince años cuando comenzamos en este lugar. Sabe que hermano el gobierno federal hace poco nos dió tres millones de dólares para los propósitos del Reino, para trabajar con vale esperal, lo que anunciaba Delmi. Y hemos recibido cientos de miles de dólares a través de los años en diferentes maneras y esta congregación ha procesado millones de dólares, ustedes habrán dado casi dos millones de dólares cuando termine este proceso, y todavía tendrán que dar muchos millones más en el futuro así que prepárense (risas).
¿Ok?. Pero y vendrán, es decir que ya yo me he acostumbrado a hablar de cientos de miles de dólares, de millones de dólares, nuestro presupuesto es un millón y medio de dólares, pero así se va el dinero, entra y sale, así que tengan cuidado, ah un millón y medio, entonces no tengo que dar nada, todo eso está comprometido desde el momento en que entra enseguida por todos los gastos y las cosas que tenemos, todas las inversiones que hemos hecho.
El caso quiero decirles hermanos, que yo creo que un día Dios va a traer aún mayores cantidades de dinero. Siempre estoy recibiendo profecías acerca de eso. Pero, yo creo que primero, como que hay que cumplir con la Justicia de Dios. Y antes que venga yo creo la gran prosperidad, tiene que asentarse un precedente de que nosotros hemos dado generosamente con fé, sacrificalmente al Señor. Yo creo que antes que venga la gran prosperidad tiene que haber como que, tiene que haber un tiempo de vivir en fé, moverse en fé, darle al Señor. Porque es bien fácil cuando tú tienes mucho dinero dar mucho, pero qué importante es darle al Señor cuando te duele, cuando no hay esa abundancia, darle al Señor legítimamente.
Y así siempre Dios ha hablado de mi vida. Dios dice: Roberto, yo quiero que tú hagas cosas al nivel básico, al nivel de la sabiduría, de la justicia, del conocimiento, de la institucionalización, de la integridad, y después lo sobrenatural va a venir en grandes cantidades. Porque a veces nosotros queremos el carro deportivo antes de aprender a usar la bicicleta, ¿no?. Y Dios quiere que nosotros aprendamos a usar los principios de la Palabra de Dios, humildemente, sencillamente, y luego Él desatar el poder sobrenatural, porque ya se cumplió la Justicia de Dios.
Es que Dios es muy ordenado hermanos. Cuando Él se está moviendo legítimamente en un pueblo, o en una persona, Él hace las cosas conforme a los patrones de su Palabra. Y yo veo eso siempre. Entonces David dijo: no, esto es algo maravilloso, importante, tiene que hacerse conforme a la integridad, a las leyes de la justicia. Yo te voy a comprar, no te voy a recibir de ti, gracias por ofrecerla, pero yo te voy a dar el precio que se merece. Y primero que no le voy a dar al Señor un sacrificio que me sea fácil, un sacrificio que no me cueste nada. Si yo le voy a dar un sacrificio al Señor tiene que ser una expresión de mi amor, de mi entrega, de mis lágrimas, de mi sudor, de mi lucha.
Y eso es lo que nosotros, yo creo que tenemos que entender. Dios no nos va a regalar ese edificio. Él es glorificado cuando nosotros le damos un sacrificio que nos cuesta y que refleja el amor verdadero, la integridad de un pueblo que le cree al Señor y le da al Señor, y yo quiero que tú seas parte de esos procesos tremendos. Entonces cuando se da ese momento, cuando David paga su precio, compra los materiales, entonces cesa la mortandad.
Y yo termino con esto, un par de cosas aquí que yo quiero asentar en ustedes. Número uno: ese lugar que misteriosamente fue señalado por Dios, ese lugar que luego después del sacrificio se convierte en el lugar del tabernáculo que estaba en Israel todavía, que se usó en el desierto, y luego es el lugar donde se edifica el templo salomónico. Ese lugar, ¿sabe qué?, donde están ahora las ruinas en Jerusalén, donde está la mezquita dorada donde es el lugar del santuario, del templo salomónico, donde está ahí la pared, el muro de las lamentaciones, ese es el lugar donde se dió este drama.
Y eso la historia lo asevera, hay cantidades de documentos geológicos, arqueológicos, que claramente. Ese humilde lugar donde un ángel de muerte detuvo su espada y un rey sacrificó unos bueyes comprados con su dinero al Señor para que se detuviera la mortandad adquirió como un valor mágico, místico, misterioso, sublime, espiritual, entonces sirve como el lugar para que cese la mortandad y para que el amor de Dios pueda volver a manifestarse en medio de su pueblo.
Entonces yo veo un paralelo allí. Ustedes saben que para mí no es nada nuevo lo que yo voy a decir, no estoy forzando las cosas. Este lugar donde usted está sentado ahora mismo, esta tierra es un lugar santo para el Señor, es un lugar escogido por Dios. Ese lugar ahí donde está ese santuario es un lugar escogido por Dios. Ese lugar ha sido reservado desde la eternidad para que aquí una cantidad de locos latinos y de otros países adoraran al Señor locos de amor por Él, y lo adoraran en formas raras y espirituales. Este es un lugar mágico aquí.
Ustedes recuerdan que cuando Dios me dió esa visión del León de Judá, ese sueño del León de Judá sobre esta ciudad ejerciendo señorío y autoridad sobre esas huestes demoníacas que estaban sobre los edificios de la ciudad, yo me levanté esa mañana con esta cosa de que Dios me había dado una visión del León de la tribu de Judá y de que nuestra Iglesia que estaba en Cambridge tenía que mudarse a Boston. Larga la historia, que antes de nosotros conseguir este lugar, yo le dije a la Iglesia que yo sentía que Dios nos estaba llamando a cambiar el nombre de nuestra Iglesia a Congregación León de Judá, en vez de Iglesia Bautista Central, Congregación León de Judá y venir a la ciudad.
Y ustedes recuerdan que cuando encontramos este edificio, yo ni me había dado cuenta, había un león allí y está allí todavía rugiendo en la puerta principal, al frente, señal de que Dios tiene un propósito para este lugar. Y yo he tenido sueños y otras cosas que me revelan claramente que este lugara aquí es un lugar imantado, por usar una palabra de la magia, es un lugar magnético espiritualmente, aquí este lugar donde nosotros estamos, y muchas cosas de esta ciudad aseveran. Este lugar es un área espiritualmente cargada aquí, y Dios tiene propósito para este lugar.
Si pudiéramos hacer una radiografía en el mundo del espíritu veríamos muchas cosas acerca de este lugar. Dios ha escogido este sitio para propósitos sublimes y eternos que Él tiene. Entonces como David, nosotros estamos también aquí en este lugar, y Dios quiere que se compren cosas, que se edifiquen cosas, se hagan cosas para que cese la mortandad de la ciudad. En la ciudad hay gente que está pereciendo por falta del Evangelio. Gente está yendo al infierno por falta de la Palabra de Dios. Familias se están desmoronando, jóvenes se están yendo a la corrupción total sin destino, sin propósito en la vida. Hay muerte en la ciudad, hay deterioro, y se requiere un sacrificio, un lugar que pueda permitir que cese la muerte y venga la Gracia de Dios otra vez a la ciudad.
Yo creo que Dios quiere usarnos. No quiero decir que va a usarnos solamente a nosotros. Hay otras muy buenas iglesias, hermosos ministerios en esta ciudad que están haciendo muchas cosas por el Reino de Dios. Pero a mí me preocupa lo que Dios quiere hacer con nosotros, los demás gloria a Dios, Dios los bendiga, trabajamos con ellos, hacemos cosas maravillosas, pero Dios quiere usar este pueblo y quiere usar ese santuario para Su Gloria, para que cese la mortandad, para que se ofrezcan sacrificios al Señor, sacrificios de paz, sacrificios de sanidad, sacrificios de vida. Y se requiere hombres como David y como Ornán que digan dame a mí el privilegio de construirle ese sacrificio al Señor y levantarle esa estructura al Señor.
Luego David le dió a su hijo Salomón todos los materiales que él había reservado durante años y había ido almacenando para la construcción del santuario en ese lugar. Ese lugar fue santificado por el Señor, y durante siglos y siglos sirvió para que allí fuera adorado el Rey de reyes, Señor de señores y todavía hay un remanente allí, hay unas ruinas que nos recuerdan que un día todavía ese lugar, el templo de Dios tiene que ser reedificado ahí en Jerusalén, ahí donde están las ruinas, donde los musulmanes, los islámicos no quieren, ahí se edificará templo al Señor de nuevo.
Mientras tanto aquí yo creo que hay una equivalencia. Este templo aquí es una declaración de que Dios todavía se está moviendo en esta región. Y hay cosas que hay que hacer y tenemos que pagar el precio. La misión es grande hermanos, el precio tiene que ser grande. No le ofrezcamos al Señor sacrificios que no nos cuesten nada. Consigue una bendición de generosidad para con Dios, porque lo que Dios quiere hacer es transformador y poderoso.
Dios te bendiga. Baja tu cabeza un momento ahora. Vamos a entregar nuestras vidas al Señor, vamos a comprometernos con Dios. No hay nada demasiado grande que tú le puedas dar al Señor mi hermano, mi hermana. No hay nada demasiado excesivo que tú le puedas dar al Señor porque los propósitos de Dios merecen lo mejor de nosotros. Así que si tú todavía no has hecho tu promesa, no has concebido allí en tu corazón una entrega, una ofrenda significativa al Señor hazlo en este momento. Como si tú fueras David, Dios te está diciendo levántame un altar para que haga cesar la mortandad, para que haya un lugar donde se proclame mi Palabra y muchos puedan venir al conocimiento de mi Hijo Jesucristo. Y vamos a hacer posible esto mis hermanos.
Yo no soy muy bueno para campañas financieras y para pedir, pero dependo de un pueblo que sea tierno a la Palabra de Dios, y que se deje impactar, influir por las verdades del Evangelio, de la Palabra del Señor, y no creo que estoy pidiendo para nada ilegítimo, excesivo, si no para algo que Dios quiere que estoy seguro que está en Su corazón.
Padre: te amamos, gracias por el privilegio de movernos en esas zonas sublimes de Tu Palabra. Queremos que Tu Gloria Señor cunda en este lugar. Queremos que Tus propósitos sean cumplidos Señor, y que lo que Tú quieres de nosotros no se quede nada en nosotros si no que te lo demos todo lo que Tú exiges de nuestras vidas. Yo bendigo este pueblo Padre, levántate un pueblo que esté a la altura del Dios íntegro, santo, poderoso, sublime, majestuoso, que nosotros servimos, y haz de esta Iglesia una iglesia ejemplar Padre, en este tiempo de la historia que haya una comunidad que refleje los valores de Tu Reino Señor.
Ten misericordia de nosotros y obra en nuestras vidas para que podamos honrarte siendo lo que Tú quieres que seamos Señor. Te adoramos, te bendecimos, te damos gracias en el nombre de Jesús oramos, y el pueblo de Dios dice: amén y amén. Dios les bendiga mis hermanos.