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Quiero compartir con ustedes un mensaje que tiene que ver con dónde nos encontramos ahora mismo en nuestra etapa de construcción. En noviembre, yo empecé a buscar en el calendario mío, la agenda, y yo dije ¿cuándo fue la última presentación formal a la congregación, ustedes recordarán esa proyección que yo hice, una presentación de powerpoint, quizá no se recordarán de mucho pero se recordarán de un barco, pasando por el estrecho, ¿verdad que sí?, a la gente se le graba las imágenes muchas veces, no se recuerdan de lo que uno dice pero las ilustraciones, se recuerdan de ellas.
Ese barco, hablaba acerca de, cómo este proyecto de construcción era algo extremadamente apretado y demandante, y recordarán también la imagen de unos corredores, unos maratonistas, que se veían cansados y ahogados pero seguían adelante en la carrera. Y eso en noviembre, les di algunas proyecciones, algunas cosas, y les decía cuando llegáramos más o menos a los cinco o cuatro meses y medio de la construcción, yo iba a comparecer ante ustedes de nuevo para dejarles saber dónde estábamos, y empujar y llegar finalmente hacia esa meta, y quería darles alguna proyección, algunas cosas, hemos llegado a ese punto gracias al Señor, y estamos con la ayuda del Señor proyectando terminar en diciembre de este año, todavía quedan cuatro meses de esfuerzo.
Es como esos maratonistas, si usted ha visto una maratón, la carrera se decide, digamos una maratón tiene 26 millas, 26 punto algo millas, y la carrera generalmente se decide en la última milla, y los grandes maratonistas, los que son cuatro o cinco, ellos van juntos, van adelante, ellos esperan el último momento para dar el brote final, y solamente ese maratonista, que tiene la capacidad para en el último trecho de la carrera, para darlo todo, e imponerse sobre el dolor, sobre la agonía, que su cuerpo le está gritando detente, eso es un asunto de pura disciplina mental excepcional, ahí no hay nada, simplemente el cuerpo ya se dió por vencido, y todo es mente, decisión, disciplina, capacidad para resistir el dolor, y la agonía, eso es lo que decide la carrera, ese último trecho es todo, y ahí en ese último trecho, estos 4, 5, 6, 7 competidores, dan todo lo que tienen para llegar a la meta, y el que llegó a ese punto de darlo todo se lleva la corona, la medalla de oro.
Y es así donde nosotros estamos ahora, estamos ya en la recta final y necesitamos darle al Señor un último brote de energía, de consagración, de entrega, de todo lo que tenemos para llevarnos esa corona, esa medalla de oro que es nuestro santuario, ¿amén?, yo quiero que eso lo llene de alegría como me llena a mí hablando de ello, sinceramente, yo deseo que esto sea para ustedes una palabra de ánimo mas bien, y que ninguno de ustedes se sienta como que oh, aquí vamos otra vez, no, ya llevamos dos años y algo, nosotros iniciamos, quebramos tierra, we broke ground, no sé cómo se llama en español, pero abrimos la obra en julio, ya hace dos años, ya estamos a finales de agosto, y francamente si nosotros logramos terminar como nosotros pensamos para diciembre, esta habrá sido la obra más rápida que nosotros hemos emprendido, incluyendo este santuario que nos tomó unos tres años y pico, este santuario comenzamos a construirlo noviembre del 94, y terminamos noviembre del 97, tardamos tres años este de acá.
Y aquél que parecía más pequeño y más fácil de hacer nos tomó bastante más tiempo, pero gloria a Dios también lo terminamos, ustedes y yo, nosotros los líderes de esta Iglesia hemos estado trabajando, ya llevamos 17 años construyendo para la Gloria de Dios. Cada vez que la gente entra por uno de esos salones y entra por el maravilloso edificio que tenemos al lado, verdaderamente se maravilla por lo que Dios nos ha permitido hacer a través de estos años, es algo glorioso, en medio de la ciudad de Boston, nuestra congregación dirigida y apoderada por el Espíritu Santo, hemos podido hacer algo maravilloso, estas maravillosas plantas físicas, las hemos podido edificar para transformación de vidas, para un testimonio glorioso en toda la ciudad que redunda en gloria para el Señor y en avances del Evangelio, jóvenes son tocados diariamente en esta Iglesia, familias son reestablecidas y fortalecidas, niños son fundamentados en la Palabra del Señor, desde el alcalde y el gobernador de Massachussets con quienes nos hemos reunido varias veces, hasta los representantes y senadores de la ciudad, y las agencias sociales, departamentos de escuela, y otras cosas, han sido impactados por el ministerio y la vida espiritual que sale de estos lugares.
Yo siempre le digo a la gente que nosotros no construímos ladrillo, cemento y acero, nosotros construímos el Templo de Dios, edificamos el Santuario del Espíritu Santo, lugares donde Dios pueda morar y desde ahí hacer distribuir su Gloria a toda la ciudad. Y este nuevo santuario en realidad nos ha tomado dos años y un mes hasta aquí, y esperamos con la ayuda de Dios terminarlo para el final de este año. Pero ya estamos llegando a la recta final, y es tiempo de que el atleta que es León de Judá, comience a romper y a abrirse camino y dejar a los demás, no competidores porque no tenemos competidores, pero ya esto es para el último brote de energía donde lo damos todo, para llegar a la meta.
Y por eso yo estoy aquí para hablarles donde estamos, etc. Pero quiero primero, miremos Omar, quiero nada más poner en su mente allí imágenes, gráficas del santuario, aquí hay transparencias, desde el año pasado hasta ahora, todas están mezcladas, pero les va a dar una idea del espacio que tenemos allí, estamos bastante avanzados, pero usted puede tener una idea de lo que es este edificio y sus diferentes etapas, ¿no? (comienza un tema musical de fondo).
Entonces mire esto y que esto sirva para establecer las bases, sueño con andamios, con ladrillos y cemento, este es el espacio abierto aquí hace ya unos meses atrás, del santuario, el balcón como ustedes ven, ya eso está llenándose de diferentes cosas, sistemas y todo eso, pero usted puede ver más o menos la perspectiva de arriba, ya ustedes recordarán el vitral ese grande aquí y son reuniones continuamente que tenemos de diferentes cosas, grúas que están siempre haciendo trabajo, están terminando el cuarto piso por afuera mientras hacemos otras cosas por dentro, ductos de aire acondicionado, calefacción, enstar trayendo, el transformador que es lo que le da vida eléctrica al edificio que ya está puesto también, y estamos haciendo trabajos de electricidad, está avanzando muy muy bien, el hermano Carlos Beltrán, electricista de la Iglesia, ha hecho un trabajo, Esmer su hijo, hemos puesto andamios por todas partes del edificio para levantar sistema de edificación contra fuego, los ductos del sistema de aire acondicionado, de calefacción ya están siendo instalados también y en unas seis, siete semanas esperamos tener todos esos ductos ya instalados en todo el edificio, muchas cosas que se están haciendo todo este tiempo.
La escalera principal en el frente que ya está puesta, está llena de cemento, los escalones, y dentro de poco ya se pondrá el vidrio alrededor de esa parte, exactamente allí, terminando de cerrar todo el edificio con el vidrio necesario, están fabricando y vendrán a instalarlo dentro de poco también. Esa es la plataforma que ya está muy avanzada, ya está terminada, pero en su etapa de hace unas semanas, mes y medio atrás, ahí está usted mirando de arriba la plataforma, segundo piso, el sitting del cuarto piso que también está bastante avanzado, esperamos terminar eso en unas 3, 4 semanas también, vista desde adentro hacia los proyectos, una de las estrellas de cine de aquí Giovanni Chávez, el otro también, Javier Encinas, parece un marciano salido de algún planeta, el hermano Roberto Naranjo también poniendo las partes del sitting de arriba, algunas imágenes de nuestro nuevo santuario, estamos prosiguiendo a la meta.
Dios ha hecho una obra maravillosa, y demos un aplauso también a los hermanos que han trabajado. El propósito de mi presentación esta tarde, y a los hermanos que nos visitan, les suplico que simplemente sean testigos de lo que Dios está haciendo en nuestra congregación, y que podamos ver cómo es que una congregación completa, obras tan ambiciosas como esta, pero quiero dirigirme a la familia de León de Judá, los que nos sentimos comprometidos con el futuro de nuestra Iglesia, lo que Dios quiere hacer aquí en medio de nosotros.
Antes de hacer una presentación por power point, puede aguantarse, si pone ya la presentación terminada, como tú quieras, presenta así la primera hoja, sin los asuntos de la computadora, como hicimos esta mañana. Entonces antes de hacer yo esta presentación, déjeme como establecer un fundamento bíblico para todo esto, quiero ir con ustedes a Segunda de Corintios capítulo 8, Fanny ¿me hace el favor, el juguito que está ahí?. Necesito toda la energía posible, gracias a los ujieres que son tan amables. Segunda Corintios capítulo 8.
El apóstol Pablo no era extraño a proyectos financieros, ofrendas especiales. Aquí en el capítulo 8 y en el 9 de Segunda de Corintios, lo vemos escribiéndole a estas congregaciones en Corinto, y él los está animando precisamente a completar una recaudación de fondos que se había iniciado el año anterior, y aparentemente él les había escrito otra carta, en realidad parece que Pablo escribió tres cartas a los Corintios de las cuales sólo tenemos dos, ¿por qué el Espíritu Santo decidió dejar solamente dos?, no lo sabemos, quizá la otra no era tan apropiada doctrinalmente para nuestra instrucción.
Aquí en esta carta de Segunda de Corintios él habla acerca de cuando les escribió acerca de este proyecto de recaudación de fondos para una ofrenda especial que se iba a dar a los hermanos que estaban en necesidad en Jerusalén, y este era un proyecto a largo plazo, y él había movilizado todas las Iglesias que él había plantado, para que dieran y colectaran esta ofrenda para llevársela a la Iglesia madre que estaba en Jerusalén. Entonces aquí en Segunda de Corintios él les escribe a los hermanos de Corinto diciéndoles hermanos, yo quiero que ustedes preparen bien esa ofrenda, para que cuando yo vaya a recojerla no quede en verguenza con ustedes, yo quiero que ustedes decidan qué es lo que le van a dar al Señor, que hagan firme su compromiso con el Señor, que cumplan lo que han prometido para que cuando yo envíe a Timoteo o cuando yo vaya, todo esté listo y podamos recaudar esa hermosa ofrenda que llevaremos entonces a nuestros hermanos en Jerusalén para su trabajo allá.
Entonces como ven, el apóstol Pablo no era extraño a estos esfuerzos de recaudación de fondos, entonces aquí es donde tomamos la narrativa. Mire lo que dice el capítulo 8 de Segunda de Corintios, dice: "Así mismo hermanos, os hacemos saber, la Gracia de Dios que se ha dado a las Iglesias de Macedonia, que en gran prueba de tribulación, la abundancia de su gozo, y su profunda pobreza, abundaron en riquezas de generosidad, pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas y aún más allá de sus fuerzas, pidiéndonos con muchos ruegos que les concediécemos el privilegio de participar en este servicio para los santos, y no como lo esperábamos, si no que a sí mismos se dieron primeramente al Señor y luego a nosotros por la voluntad de Dios. De manera que exhortamos a Tito, para que tal como comenzó antes así mismo acabe también entre vosotros esta obra de gracia."
Último versículo: "Por tanto, como en todo abundáis, en fé, en palabra, en ciencia, en toda solicitud y en vuestro amor para con nosotros, abundad también en esta gracia", que bendiga el Señor su santa Palabra.
Déjeme extraer un par de pensamientos como digo para fundamentar esta enseñanza, primeramente anoten esto, el gran apóstol Pablo, escritor de dos terceras partes del Nuevo Testamento, un hombre que recibió extraordinarias revelaciones de parte de Dios, tuvo encuentros absolutamente excepcionales con el Espíritu Santo, llamado directamente por el Señor Jesucristo, plantador de Iglesias, lo vemos aquí poniéndose el sombrero de director de proyectos, y escribiéndole una carta a estos hermanos para recaudar una ofrenda.
Entonces hermanos yo digo, a veces yo me identifico con el apóstol Pablo también, uno a veces como pastor quisiera dedicarse solamente a la enseñanza, la oración, la ministración del Espíritu Santo, cosas sencillas y muy sublimes, pero a veces a nosotros como pastores y como siervos del señor, nos toca también ponernos el sombrero de hacer los negocios del Señor, las cosas sencillas, concretas, del trabajo, las cosas cotidianas de la obra, y tenemos que llamar a veces a nuestras congregaciones a dar, y a seguir apretando, eso es lo que yo hago en este momento, me pongo ante ustedes como simplemente un siervo más de ustedes para animarlos a completar lo que ya comenzamos.
La Iglesia de Jesucristo tiene muchas diferentes labores, muchos diferentes trabajos que nosotros hacemos, no todo es simplemente orar, cantar, adorar, a veces tenemos también que trabajar duro, sudar, y hablar de dinero, mucha gente se queja de que en la Iglesia se habla demasiado acerca de dinero, bueno, la culpa es de la Biblia, que habla tanto acerca de dinero, el Señor Jesucristo habló continuamente de dinero, muchas de sus parábolas fueron acerca de dinero, Dios ha querido que nosotros trabajemos con Él, en el avance de su Reino. Y por eso yo me identifico, gracias a Dios que Pablo nos dejó allí esos modelos, esos antecedentes, de que muchas veces tenemos que hablar de estas cosas, porque el Reino de Dios necesita a veces que se hable también acerca de los negocios del Señor.
Entonces Pablo dice aquí: "Hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las Iglesias de Macedonia." Pablo está usando las iglesias de Macedonia, la iglesia de Tesalónica, de Filipos, y está diciendo miren esas iglesias que ya han dado su ofrenda, ya han completado lo que prometieron, y aprendamos de ellas, usemos su buen ejemplo para animarnos a nosotros también a darle al Señor. Yo les digo mis hermanos, esto que estamos haciendo es de inspiración para tantos en la ciudad, las cosas que el pueblo de Dios hace no las hace para sí mismo, si no que las hace para ánimo, para estímulo de los demás, ahora mismo nosotros le estamos dando ánimo a muchas congregaciones para decir wow, mira cómo esta gente está dando, está levantando ese maravilloso templo.
Nosotros somos de bendición a la ciudad simplemente con nuestro ejemplo. Muchos hermanos toman ánimo de lo que nosotros estamos haciendo, así que recuerde eso, nosotros tenemos una gran nube de testigos alrededor de nosotros, y tenemos que completar esta obra, porque esta obra ya está siendo y será con el paso del tiempo de gran estímulo para otros, otros nos estarán mirando y ellos también dirán, wow, si los de León de Judá lo hicieron nosotros también lo podemos hacer, estamos rompiendo brecha, estamos estableciendo un precedente.
Y Pablo dice miren a los de Macedonia, cómo ya prepararon, y la gracia de Dios se movió en ellos. Sabe que si no fuera por la gracia de Dios nosotros no daríamos nada, ¿por qué?, porque la naturaleza humana es mas bien egoísta, nosotros retener, guardar para nosotros mismos, en tiempos como estas de gran escasez, ¿quién quiere dar para un proyecto visionario?. Yo creo que Dios ha sido quien ha movido tu corazón para darle al Señor, es la gracia de Dios moviéndose. Yo le pido al Señor siempre, Padre muévete, antes de yo dar este sermón he estado orando al Señor para que mis palabras sirvan solamente como un proyectil lleno del poder del Espíritu Santo, que toque tu corazón, toque tu mente, para que tú sientas también ese sentido de compromiso conmigo, para abrir tu corazón, para que tú des y completes lo que tú has prometido, la gracia de Dios. ¿Sabe que es un privilegio darle al Señor?. Y por eso es que Dios en su misericordia nos da su Gracia para que nosotros le demos al Señor, es por gracia que nosotros damos a Él, porque Él se mueve en nosotros por medio de su Gracia.
Dice Pablo que esta gente en grande prueba de tribulación han dado, y nosotros estamos emprendiendo este proyecto en uno de los tiempos de más tribulación económica que esta nación ha vivido en estos últimos años, mucha gente ha quedado sin trabajo, la gran crisis que se ha dado, ahora mismo en Europa, España está en crisis, Italia está en crisis, Grecia, ya peor no se puede poner, países que han estado muy prósperos como la China están sintiendo ahora mismo el peso de esta recesión mundial. Y qué maravilloso que en medio de ese tiempo de gran recesión nuestra Iglesia ha podido ofrecerle al Señor esta maravillosa ofrenda. Ustedes saben que han dado y han dado en uno de los tiempos más difíciles de toda la historia, y yo me maravillo de cómo el Señor ha movido sus corazones para que continúen dándole al Señor.
Y yo creo que cuando nosotros le damos en tiempo de escasez y de tribulación Él es glorificado como en ninguna otra manera, porque es bueno darle al Señor, amén. Como dice ese coro, qué bonito es alabar a Dios cuando las cosas te salen bien, pero si le alabas entre tus quebrantos, ese Cristo santo se glorifica dentro de ti. El Señor alabó la ofrenda de la viuda porque la viuda dió todo lo que tenía, y vió aquéllos que daban mucho más que ella, pero que daban de su abundancia y de su exceso, y Él dijo, ante el Reino de Dios que solamente dió 75 centavos para una taza de café, ella ha dado más relativamente que los que dieron mil veces más, porque ellos daban de lo que tenían y ella dió de lo que no tenía, así que yo sé que el Señor ha escogido este tiempo para que nosotros demos en parte para Él glorificarse en tiempos de gran tribulación.
Y saben qué, yo le decía a los hermanos esta mañana, que en estos tiempos de gran escasez financiera, Dios ha escogido este tiempo para nuestra ventaja, ¿por qué?, porque muchos de estos contratistas y estas compañías como le he dicho antes, han estado mucho más flexibles ahora que antes, y hemos podido conseguir unas economías y unos ahorros tremendos, porque este ha sido el tiempo. Saben ustedes que este edificio que ocupamos actualmente y el terreno en que estamos construyendo ahora mismo, costó menos que lo que cuesta un estudio aquí al lado, nosotros compramos este edificio, cuatro pisos, y 10.000 pies de terreno aquí afuera, por 235.000 dólares, en el año 92 ¿por qué?, porque había una gran recesión en ese tiempo también.
Este edificio había estado vacío varios años, y cuando nosotros le ofrecimos ese precio al dueño dijo cójanlo, y mire qué bendición, hoy por 235.000 dólares no compra usted la alfombra que está puesta encima del piso, estoy exagerando un poco. Pero lo que quiero decirles es que lo que es crisis para otros para los hijos de Dios es abundancia y bendición, así que Dios sabe sus cosas y los tiempos en los que Él escoge. Cuando el mundo se estaba desfondando en el año 2008, ustedes recordarán en septiembre cuando comenzó esta crisis, y los bancos estaban yéndose a crisis, uno tras otro, parecía que el mundo se iba a acabar, era cuando yo tenía que venir ante ustedes para comenzar la campaña financiera.
Yo le dije al Señor, Señor, ¿cierro esto o lo pospongo?, y Dios me dijo sigue adelante, y gloria a Dios que hemos dado la talla y Dios se ha glorificado grandemente, pero nosotros hemos dado en grande prueba, en grande tribulación. Y Pablo dice que la abundancia de su gozo y su profunda pobreza, abundaron en riquezas de su generosidad, dice la abundancia de su gozo, es decir, el gozo que ellos sienten de ser salvos, de tener a Dios, de ser parte de una familia redimida, de ver sus pecados perdonados y de tener una nueva razón para vivir, ese gozo se transmutó, se cambió en una ofrenda natural, concreta para con sus hermanos y para Dios.
No todo es alabar, no todo es sentir gozo, hay que transmitir eso, hay que cambiarlo en obras concretas. Nosotros adoramos al Señor siempre con tanta pasión, tanta soltura, y yo siempre digo a los hermanos bueno hermano, tome esa energía que Dios ha engendrado en usted y tórnela en obras concretas, obras de santidad, frutos de justicia, trabajo voluntario para el Señor, proclamación de la Palabra de Dios, servicio al Señor y también dar para el avance del Reino de Dios.
Pablo les dice también en el versículo 7: "Por tanto, como en todo abundáis". Sabe que nosotros abundamos en todo, no falta gozo, no falta alabanza, no falta pasión por Dios, milagros que Dios hace continuamente en los tiempos de intercesión, hijos nuestros que están creciendo, yéndose a España a estudiar, la universidad, diferentes cosas que Dios está haciendo en medio de nosotros. Pablo dice aquí: "Como todo abundáis en fé, en palabra, en ciencia, en toda solicitud en vuestro amor para con nosotros, abundad también en esta gracia." Y yo le digo a mis hermanos también, como ustedes abundan en todo, tantas cosas bellas que Dios ha puesto en esta congregación, los dones de Dios no menguan, no están escasos, ahora yo les digo a ustedes abunden también en esta gracia para que terminemos nuestro proyecto. Como ese atleta que está llegando a la meta final, yo les animo a ustedes en el nombre del Señor a renovar su pacto y darle al Señor lo que falta para que nosotros podamos terminar nuestro santuario.
Pablo dice que esta gente dió conforme a sus fuerzas y aún más allá de sus fuerzas, quizá yo le estoy pidiendo a ustedes que den un poquito más allá de sus fuerzas, quizás algunos ya cumplieron su promesa, y quizás yo les puedo decir hoy qué les parece si dan un último brote de generosidad para con el Señor y dan una última ofrenda para que nosotros completemos nuestro santuario.
¿Sabe que es en esa zona de darle al Señor más allá de las fuerzas donde Dios más se glorifica?. Ustedes me han oído de darle al Señor en la zona de la incomodidad, y yo creo que es ahí donde el Señor hace milagros en nuestras finanzas, nuestras familias, nuestros trabajos. Yo les digo, si quisiera que usted pudiera por un momento poner su mano en mi corazón y sentir la convicción que yo siento al decirle que no hay una mejor manera de vivir que con generosidad para las cosas de Dios y para los demás. Yo he aprendido que el secreto al gozo, a la salud mental, a la prosperidad de Dios, a la liviandad de espíritu y de ánimo, es cuando uno aprende a dar, por eso Pablo dice que es mejor dar que recibir.
No hay nada como uno vivir generosamente para con el Señor hermanos, eso desata la bendición de Dios, cuando usted da usted crucifica la carne, cuando usted da usted ata al diablo mismo, cuando usted da usted rompe la corteza animal que pide, pide, pide, quiere agarrar, agarrar, agarrar, y usted se torna en una criatura divina que da, como Dios da, Dios es generoso, Dios da, Dios dió a su Hijo sin escatimar. Dice si tenemos necesidad de sabiduría pídala a Dios el cual da abundantemente y sin reproche, cuando Dios da Dios da generosamente, yo he aprendido que no hay mejor manera de vivir que como Dios vive, dando y dándose. Y cuando usted da y se olvida de sí mismo Dios entonces se recuerda de usted y le da todo lo que usted necesita.
Mi petición siempre delante del Señor es siempre Padre, encárgate Tú de mis finanzas, mi salud, mi familia, y yo me encargaré de Tus negocios, o poniéndolo de otra manera, yo me encargo de Tus negocios y Tú te encargas de mi familia, porque hay que poner las cosas primeras primeras, primero dale al Señor y Dios se encargará de tu vida. No hay nada como vivir así hermanos, sueltamente, Dios sabe cómo nosotros, yo le estoy hablando por experiencia personal, no le estoy diciendo haga algo que yo no he hecho todavía, y podría darle mucho más al Señor todavía, pero aprenda a vivir generosamente para con Dios, dele al Padre celestial y Dios no se cansará de bendecir su vida, yo creo eso, por lo menos hay dos o tres que creen eso, diga amén, créalo en el nombre del Señor.
Hay que dar más allá de las fuerzas. La viuda de Sareta, quería morirse ya y comerse un último bocadito de harina y de aceite con su hijo para ya, no le quedaba más, hambre en toda la tierra, necesidad en toda la tierra, carencia, llegó Elías dirigido por el Señor, le dice dame a mí primero de ese aceite, de esa harina, para mí primero, ¿por qué para mí primero, era egoísta?, no. Él representaba al Reino de Dios allí en esa casa, y él sabía que al ella dar ese paso de fé y hacer ese sacrificio ella iba a desatar la provisión de Dios, y él dijo dame a mí primero y no te faltará, y sabe que, dice la Palabra que mientras duró esa gran hambre en la casa de esa mujer no faltó harina, no faltó aceite hasta que vino la bendición otra vez a la tierra, gloria al Señor.
Sabe que Dios hermano es perfectamente capaz de cubrir a sus hijos en tiempos de carencia y de necesidad. La Palabra dice que en Egipto cuando había tinieblas, y había plagas y enfermedades, en el pueblo de Dios, de Gosén, había tranquilidad y había paz, y Dios hizo como una isla de bendición alrededor de los hebreos en Egipto mientras el resto de la tierra padecía necesidad, hambre, muerte, oscuridad, e incomodidad, y eso pasa. Yo siempre he creído que Dios es más que poderoso para proteger a sus hijos cuando hacen lo que Él manda que hagan. Yo quiero vivir por fé toda mi vida, si Dios me pide algo yo se lo voy a dar, espero que así sea, sea mi dinero, mi vida, talentos, profesión, lo que sea, porque yo sé que nada mejor que vivir en la Voluntad perfecta de Dios, dándole a Dios y Él dándome a mí.
Entonces Pablo dice que dieron conforme a su fuerza y más allá de sus fuerzas, dicen también que le pidieron con muchos ruegos que les concediera el privilegio de participar en ese servicio para los santos. Oh hermanos, si Dios me diera un día el gozo de ver a los hermanos, pastor por favor déjeme para ese bendito templo, necesito entregar ese cheque de 50.000 dólares, me está quemando, quiera Dios que llegue el día que ustedes sientan tanta pasión por el Señor que digan es un privilegio, por favor Padre dame la oportunidad de dar para ti. A veces es todo lo contrario, la gente da a regañadientes, pero Dios ama al dador alegre, Dios ama a la persona que sabe que es un privilegio grande darle al Señor.
Yo quiero levantar un pueblo con la ayuda del Espíritu Santo que considere que es un privilegio darle al Señor. Porque cuando se hace para el Señor, aquí no se está pidiendo para yo comprarme unos zapatos de piel de cocodrilo si se hacen todavía, no sé, o una corbata de 500 dólares, o poner un jacuzzi en mi casa, o unas vacaciones en Cancún, donde sea, no, estamos pidiendo para la obra del Señor, entonces es un privilegio trabajar para la obra del Señor, no para engrandecer a nadie ni para proyectos vanos, ni vanidosos, si no cosas que el Espíritu Santo está diciendo Yo las necesito en esta ciudad para el avivamiento que viene, usted está sembrando para las cosas grandes que Dios quiere hacer.
Yo no me he dado por vencido en esta nación, yo creo que los mejores tiempos están por delante de nosotros, y estamos preparando el altar para que caiga el fuego de Dios sobre él, para eso es un privilegio dar. Así que hermanos por tanto, como en todo abundáis en fé, palabra, ciencia, toda solicitud, y en vuestro amor para con nosotros abunden también en nuestra gracia.
Callo aquí un momentito, quiero darles un pequeño reporte y una petición bien concreta que tengo para ustedes, yo he titulado esta presentación llegando a la meta, el esfuerzo final, piense en esos corredores llegando ya al final de su carrera y ahí estamos nosotros. Lo primero que quiero decirles es gracias, a mis hermanos y hermanas que han dado tan generosamente, yo estoy aquí con un corazón agradecido. Muchos pastores a veces emprenden estas etapas de campaña financiera con dolor en su corazón, resentimiento porque la gente no da, amenazas, azotes, manipulación emocional para ver si le sacan tres o cuatro dólares más a la gente, yo estoy aquí delante de ustedes con gratitud en mi corazón, porque ustedes han sido generosos y fieles, han dado al Señor en grande prueba y tribulación.
Esta congregación cuando haya terminado esta obra habrá dado dos millones de dólares, un poquito más quizás, un millon ochocientos mil y pico, para que yo sepa, porque hay varias cosas que se perdieron en tanto dinero que entra y sale y tantas cosas, pero ustedes han dado ciertamente, si nos ponemos a contar desde cuatro, cinco años atrás, seis años cuando comenzó los diseños y todo esto, ustedes han dado más de dos millones de dólares, ¿ok?, dénle un aplauso al Señor y a ustedes también. Reciba mi gratitud, alguna gente dice oh pastor, no le de gracias a la gente porque eso es el deber, no, Dios se goza con los dadores alegres, honran al Señor, y yo le doy gracias al Señor por participar en el avance de su obra, doy gracias a los hermanos que han dado generosamente, los que han completado sus promesas en tiempos de aflicción, los que han sufrido porque no han podido darlo todo y todavía están dispuestos a dar, los hermanos que han ido más allá de su promesa y dijeron meses atrás pastor, yo puse mi número de cuenta para que me sacaran cierta cantidad de fondos mensualmente, no se preocupe, déjelo ahí, como nosotros hemos hecho, digo nosotros porque quiero darles ejemplo también, quiero animarlos a ustedes, no por vanagloriarme ni nada.
Hace tiempo ya nosotros completamos nuestra promesa, pero seguimos allí, un día le dije a los hermanos, olvídense de eso, hasta que esto termine, sigan sacando de la cuenta, y hemos dado todavía una promesa adicional porque creemos en la obra de Dios y tenemos que ser los primeros en dar el ejemplo, entonces yo doy gracias al Señor por ustedes, los que han completado sus promesas, yo hubiera querido ir personalmente a sus casas y comer una buena comida con ustedes, darles gracias por haber completado su obra y su promesa al Señor, hubiéramos querido enviarles una tarjeta dorada, bien escrita con caligrafía bonita dándole gracias, desgraciadamente tenemos tantas cosas que hacer, poco personal, les enviamos una carta, un documento o algo así, pero reciba la gratitud del liderazgo de esta congregación a todos ustedes que han dado y han completado su labor, pero queda trabajo por delante todavía.
Y quiero hacer una aclaración inicial bien importante, nosotros ahora mismo estamos en una buena situación, gloria al Señor, esta presentación que yo les hago a ustedes está en el contexto de un buen momento. Sabe que yo pensaba que para esta fecha precisamente la cosa iba a ser más crítica que lo que en realidad es ahora mismo. Dios ha sido generoso. Yo he pasado menos sustos en esta construcción que diez veces más fuerte que las últimas dos que hemos hecho. Cuando nosotros empezamos esta obra yo dije yo sé que van a haber momentos de terror, que yo voy a sudar la gota gorda, porque algo va a pasar, hombre de poca fé, pero sabe que hasta aquí y así sea hasta el final, la Gloria de Dios se ha manifestado en esta labor y hasta cierto punto hasta nos habremos tomado menos tiempo para hacer esa obra de mayor envergadura que las otras dos, esta se tomó 3 años y medio, la otra se tomó mucho tiempo más alargado el proceso que pensamos que iba a ser más fácil, esta llevamos dos años en julio y nos quedan unos 5 meses de trabajo con la ayuda del Señor, y gracias a Dios ha marchado bastante bien pensando que nosotros estamos construyendo un edificio que cuesta 10 millones de dólares por 4.3 millones, imagínese, un 42% del costo normal, esto por estimados de contratistas, arquitectos, una compañía estimadora que yo le pedí, hace 7 años que nos hicieron un estimado, nos dieron un estimado de 9.8 millones de dólares.
Y Gloria a Dios hemos hecho esto así que estamos en una buena situación. Mi petición delante de ustedes hoy nace de algo positivo, el escenario negativo que yo les presenté, yo les decía cuando llegue a este tiempo el dinero del banco que ya se habrá terminado, que está a punto de terminarse, ahora entonces nosotros vamos a tener que pagar todo de nuestro propio bolsillo, vamos a tener que sacar todo de alguna parte, y yo esperaba venir a decirles hoy hermanos si ustedes no dan 300.000, 400.000 para terminar el proyecto según sus promesas que han dado el edificio no se va a hacer, vamos a tener que detener la obra, ese era mi plan, y yo pensé pero no, mi Iglesia va a dar, gracias a Dios esa no es la situación que yo les estoy presentando a ustedes, es algo más fácil actualmente.
Es lo que les quiero presentar, pero de todas maneras necesita. Ahora lo que quiero decirles es que ese escenario urgente, crítico, no se ha materializado, otra cosa, gracias a Dios el presupuesto se ha mantenido igual que cuando lo comenzamos, 4.2, 4.3 millones de dólares, increíble. Cuando nosotros comenzamos nosotros dijimos probablemente esto se va a disparar un poco más, va a subir el costo porque eso pasa con todo proyecto, y esperábamos que se iba a aumentar, pero increíblemente, no increíblemente, Dios es misericordioso y fiel, nuestro presupuesto se ha quedado en ahora mismo 4.27 millones, no se ha pasado de allí, eso es lo que se ha gastado y se gastará, total, en la construcción de este edificio, no ha cambiado eso desde noviembre cuando yo les presenté a ustedes el escenario que teníamos financiero, eso ha seguido igual.
Hemos tenido más ahorros en los costos de construcción de lo anticipado, con mucha fé yo dije que yo me comprometía a conseguir rebajas en el costo de unos 300.000 dólares, hemos excedido significativamente esos ahorros desde noviembre acá, Dios ha sido más que fiel y misericordioso con nosotros, es increíble, les voy a poner un ejemplo solamente: en la fabricación de la tubería de aire acondicionado, calefacción y ventilación, el estimado más bajo que nosotros habíamos recibido de una compañía, era de 70.000 dólares por la fabricación de los tubos solamente, no se incluía labor, mano de obra ni nada de eso, sabe que conseguimos de una buenísima compañía un estimado, 35.000 dólares, exactamente la mitad, cuando ya casi nos habíamos comprometido con esa compañía, Dios abrió otra puerta, y la mano de obra, habremos economizado más de 60.000, 70.000 dólares con la gente que está haciendo un trabajo extraordinario.
De hecho unos hermanos brasileños, gracias a Dios por Brasil, muy buenos, muy entregados al Señor, que están haciendo una labor extraordinaria, entonces hemos podido ahorrar mucho más dinero de lo que nosotros anticipábamos también cuando yo les hice el último reporte. Los gastos operacionales, ustedes diezman, ofrendan, y nosotros hemos continuado con un régimen bastante apretado de gastos aquí en la Iglesia, y todo lo que podemos de la economía regular de la Iglesia lo invertimos en el templo, y una de las cosas que yo he visto es eso, muchos hermanos concientes de que la Iglesia está en un tiempo de gran necesidad financiera, dan con más generosidad. Yo creo que muchos de ustedes han dicho también, yo quizás no hice una promesa formal a la Iglesia, pero de todas maneras voy a dar para el templo, y están dando al Señor sin que se les de crédito, y así son. Porque muchos latinos no somos gente de muchas veces estar verdaderamente haciendo promesas, algunos son tan espirituales que dicen, bueno que la mano derecha no sepa lo que hace la izquierda, yo nunca voy a decir que el Señor sabe, por aquí, por acá, ¿no?, somos bien espirituales muchas veces, y entonces dan, dan generosamente, no se les da crédito por ello, pero en realidad están dando para la obra de construcción.
Otros hermanos terminaron su ofrenda y siguen dando, otros hermanos como por ejemplo una hermana querida de nuestra Iglesia, lleva como 20 años aquí en la congregación, hace un tiempo atrás recibieron un dinero que no esperaban, mucho dinero, bastante dinero, y enseguida esa hermana vino con su diezmo y presentó 22.000 dólares, ella me dijo al final del servicio Pastor quiero hablar con usted, yo estaba de prisa, ahora mismo no puedo, quiero entregarle algo, oh hermana, claro que sí, venga un momentito, me entró una unción de generosidad pastoral increíble en ese tiempo, al invité a la antesala pastoral mientras me comía un pedacito de queso, ¿qué usted quiere?, Pastor tengo un chequecito, claro que sí venga hermana, vamos a orar juntos, 22.000 dólares dió esa hermana para la obra, y digo esto yo quiero darlo para la obra del Señor, gloria a Dios por hermanos así, eso no se registra como parte de la campaña financiera pero es para la obra del santuario.
Así que pudimos usar todo ese dinero extra por aquí por allí también para los gastos operacionales, y para el edificio. Un detalle negativo, aparentemente negativo, porque yo entiendo también lo que está pasando, la recaudación de promesas formales, nosotros, la Iglesia prometió 1.4, casi un millón y medio en promesas, hace 3 años en febrero de 2009 creo que fue que comenzamos la campaña financiera, y hasta aquí hemos recaudado como un millón, falta todavía 500.000 dólares, algunos quizás se han ido de la Iglesia, se han mudado, otros no han tenido trabajo, siempre los bancos saben que no se recauda todo lo que se prometió, y por eso ellos siempre dan siempre sólo el 70% de lo que se promete, porque ya la experiencia y la estadística les dice a ellos. Si nosotros tuviéramos esos 500.000 dólares, yo les aseguro que esta meditación y predicación no sería necesaria, pero el hecho es que hay una necesidad para completar lo que se ha proyectado y lo que el banco proyectó como combinación iglesia y banco.
Pero lo que yo creo que ha pasado es que ustedes han dado en muchas otras maneras, Dios ha bendecido aquí, hay una persona aquí que no es ni siquiera de cultura latina, esa persona da, su diezmo es decenas de miles de dólares cada cierto número de tiempo, y Dios ha provisto, y esa persona siempre me dice, póngalo para lo que usted quiera, pregunté que si me lo quería dar a mí pero ella dijo que no, que era para la Iglesia (risas), entonces, hermanita un diezmo para el siervo de Dios aunque sea una vez, no hermano eso tiene que ser, el caso es que eso se dona también para la obra, no se registra. Lo que yo quiero decir es que yo entiendo lo que pasa muchas veces hermanos, quizás no se ha dado formalmente y ustedes lo han dado en otras maneras, pero yo sí les animo a los que han prometido como dice Pablo, terminen lo que han prometido.
Ustedes que se han comprometido mis hermanos en el nombre del Señor, denle al Señor esa prueba final, tomamos tarjeta de crédito, cupones, todo lo que usted quiera, pero delo, en alguna forma, pasajes no gastados, dénnolos y vamos a venderlos por allí, el caso es que las llaves de su carro por favor al final del servicio pasen por acá (risas). Al final lo que importa es que la congregación ha contribuído saludablemente, yo le doy gracias a Dios, no estoy aquí insatisfecho, gracias a Dios, pero el caso es que sí necesitamos un dinero final, para ya salir de esto y que yo pueda irme a mi casa a dormir tranquilo, entrar a un sanatorio para sanarme de los últimos tres años, pero estamos ya cerca de la meta.
Gracias Señor, el proyecto este ha procedido con un mínimo de dificultades. Yo le doy gloria al Señor, francamente yo estoy sorprendido y hasta asustado, digo ¿va a cambiar la cosa en algún momento?, pero no, perdone Dios mi poca fé, yo creo que hay mucha oración detrás de esto, hay mucho ayuno, no deje de orar, la oración es el fundamento de este proyecto, yo creo que Dios ha escuchado tanta oración que se ha levantado de parte del pueblo de Dios y por eso nos ha cubierto, y porque esto es para su Gloria, yo espero que así va a ser hasta el final. Nuestra fecha meta sigue siendo con mucho trabajo y arduo esfuerzo diciembre de este año para tener nuestro certificado de ocupación.
Entonces aquí está ya entrando en concreto, la inmensa mayoría de este dinero está en vista y sabemos de dónde va a venir, para terminar este proyecto de 4.27 millones de dólares nos queda todavía 1 millón 92 dólares todavía de construcción todavía por delante, todos los diferentes aspectos de la construcción del edificio, de ese 1.090.000 dólares nosotros contamos ya con 800.000 dólares, diga gloria a Dios. Parte de ese dinero lo tenemos en banco ya de la Iglesia, unos 172.000 dólares viene del dinero que el banco nos "debe" entre comillas del préstamo, hay 100.000 dólares que yo proyecto que en los próximos 4 meses nosotros hemos de recibir por concepto de completar ofrendas que ustedes han ofrecido ya de las promesas del templo, y 150.000 dólares que ya la Iglesia ha dado de construcción en el último mes y medio, no le vamos a pedir al banco que nos reembolse ese dinero si no que lo vamos a donar para la construcción.
Total 822.000 dólares que están allí bastante seguros, no diría que no hay allí mucho problema. Entonces si usted le quita 822.000 que están ya previstos, nos quedan 270.000 dólares que necesitamos para terminar. Hermano, 270.000 dólares de un proyecto de 4.2 millones viene siendo como un tres, un cuatro por ciento, haga la matemática. Entonces eso es lo que necesitamos, ahora mire esto: cuando yo hice las proyecciones en noviembre ante ustedes, yo pensaba que mi meta, mi obligación iba a ser venir ante ustedes, y decir hermanos, nosotros tenemos que dentro de los próximos 2 meses, producir de sus bolsillos 270.000 dólares, y hubiera estado muy legítimo porque nosotros prometimos más que eso, pero nosotros tenemos ahora una situación más cómoda, y es la que yo les quiero describir.
El banco, en una conversación que yo tuve con ellos hace poco, ha ofrecido, porque eso estaba dentro de la previsión del préstamo, darnos anticipadamente ese dinero, esos 270.000 dólares que nosotros necesitamos para la construcción final, el banco está dispuesto a dárnoslo en avance como lo ha hecho con una parte del dinero del préstamo para pagarse en 3 años, eso se llama un short term loan, un préstamo a corto plazo, el resto del préstamo es a largo plazo. Entonces este préstamo a pagarlo en 3 años, esos 270.000 dólares que nosotros necesitamos para terminar la construcción con el resto del dinero, solo se requiere que la Iglesia le prometa, nosotros hagamos promesas al banco, lo que pasa es que el banco como le decía solamente da 70% de lo que la Iglesia promete, es decir para tener 270.000 los matemáticos aquí, usted sabe que la Iglesia necesita prometer, aunque sea prometer formalmente, 400.000 dólares, 70% de 400.000 es 280, y nosotros necesitamos 270.000, entonces son promesas, yo les digo a los hermanos hagan promesas en fé, porque yo sé que lo vamos a pagar, no tengo el tiempo para describirle todos los detalles, crea a los profetas del Señor y será prosperado dice la Palabra.
Y esto no lo estoy creyendo místicamente ni nada, yo vivo nadando en estos números yo le aseguro, y hasta aquí gracias al Señor todas las previsiones que hemos hecho se han cumplido, yo me siento confiado matemáticamente y en el Señor, que nosotros podemos pagar ese préstamo, pero se requiere que la Iglesia haga promesas en fé, eso es todo, promesas en fé, y cómo la vamos a pagar, el Señor nos va a ayudar, no hay ningún problema, la ventaja es que podemos tener ese dinero ahora mismo, en vez de usted producir ese dinero ahora mismo, decimos lo vamos a producir en los próximos tres años y vamos a pagarlo de esa manera, ellos nos dan el dinero anticipadamente, y ese pago a corto plazo se inicia en enero del 2013, entonces ahí ustedes ven, 70% de 400.000 es 270.000 que necesitamos más o menos.
Entonces la ventaja, no tenemos que suplir el dinero en frente, el banco ese dinero más otra parte de dinero a corto plazo que ya hemos gastado que lo pagamos a tres años, y lo que yo quiero pedirles mis hermanos, es que usted conciba en su espíritu una visión de fé, y que sus corazones sean motivados, como se ha enardecido el mío, para que no falte nada para este proyecto. Que mis hermanos hagan en todo lo posible, el próximo mes, mes y medio, muchos de ustedes, docenas y docenas de ustedes, yo quiero dar una ofrenda de mil dólares para no solamente la terminación del santuario, para que la Iglesia ni siquiera quizá que usar ese dinero, pero también que podamos tener dinero para sillas nuevas, ese santuario vamos a tener que comprar más de mil sillas, una alfombra nueva, eso no se necesita para la terminación del edificio pero para usted sentarse a menos que vayamos a estar parados todo el tiempo en los servicios, necesitamos sillas, necesitamos un sistema de sonido que pueda abarcar ese santuario grandísimo también, queremos un sistema audiovisual excelente, unos proyectores, este proyector alcanza veinte pies, nosotros necesitamos un proyector allí que pueda alcanzar 80 pies de distancia o más, entonces hay tantos gastos extras que tenemos por delante aparte de terminar la construcción misma.
Entonces la Iglesia necesita un buen respaldo y un colchón, y yo le quiero animar en el nombre del Señor, queridos hermanos, León de Judá, leones del Señor, que usted conciba en su corazón, yo le voy a dar a mi Iglesia una ofrenda de mil dólares, yo hasta tiemblo en abrir una puerta de alternativa porque entonces la gente dice ah, puedo dar menos, si usted quiere dar más, gloria al Señor, si usted no puede dar mil dólares sea generoso, de la ofrenda máxima que usted pueda, y vamos a llenar las arcas de este santuario hasta que sobreabunde hermanos, que nosotros podamos abrir invitar ese edificio, invitar a la comunidad cristiana de todo Boston, invitar al alcalde, y al gobernador inclusive, que vengan y presencien lo que el pueblo de Dios hace en tiempos de escasez.
Yo veo una o dos semanas de celebración contínua, yo veo gente durmiendo allí día tras día 24 horas saturando esas paredes de oración y de ungüento santo para activar espiritualmente ese santuario, y yo veo gente de todas partes viniendo ahí a ese santuario a recibir una impartición del poder de Dios, pero eso requiere que el pueblo de Dios se prepare, yo quiero anirmale, conciba esa ofrenda generosa, para que la Iglesia tenga un caudal allí que pueda usarlo para terminar, y también para propósito del banco, yo sólo le pido haga una promesa y no se preocupe, yo voy a decir irresponsablemente, porque yo necesito presentarle al banco promesas de parte de ustedes, y yo sé que esas promesas se van a pagar de una manera u otra, pero necesito hermanos que digan sabe que Pastor yo voy a ofrecer locamente, le estoy hablando en código aquí pero no se preocupe, haga una ofrenda generosa, amplia, audaz, generosa, como usted la quiera llamar, en fé, y el Señor nos va a permitir, no se preocupe, écheme a mí la carga, la Biblia dice es mejor no prometer que prometer y no cumplir, yo les digo a ustedes para propósito nuestro mejor prometer que no prometer, esa es la Biblia conforme a Roberto Miranda, la versión 2012 donde estamos, ¿no? (risas).
No, para este propósito yo necesito gente que diga yo voy a dar mi promesa, y voy a dar este dinero, y también voy a hacer una promesa en el nombre del Señor, y sea que se de a través de usted dando su ofrenda más generosamente o cumpliendo con ella directamente, haga esa parte, y no se preocupe que estamos en buen territorio, vamos a llegar a la meta, y lo último que digo, esta presentación yo la he hecho en preludio a mis hermanos diáconos y otras personas, líderes, que van a estar hablando con ustedes en estos próximos días para dar esa última concientización dándoles la presentación panorámica, ¿ok?. Pero ojalá, esta mañana tuvimos una reacción muy linda de parte de los hermanos, y Dios bendijo, y tenemos con nosotros unos formularios especiales ajustados para esta fase de la campaña, están aquí, y yo lo que les voy a pedir es que tome una de esas, si usted puede, varios hermanos esta mañana dieron sus cheques, gloria a Dios, si usted no vino preparado y evidentemente esto le coge de sorpresa, ni siquiera dimos una anticipación, pero tome uno de estos y haga una promesa hoy, ahora mismo, en su corazón, en su espíritu con Dios directamente, y no se aparte de esa promesa si no que concíbala allí, y si usted puede dar esa cantidad de dinero sería de gran bendición.
Y entonces prometa en el nombre del Señor, piense en el banco que necesita esto simplemente, ellos quieren esas promesas para ellos soltar ese dinero, y son muy generosos, muy abiertos, pero es una formalidad que se requiere por razones del contrato que tenemos con ellos, la única forma de que ellos pueden soltar ese dinero es dando el 70% de promesas que se presentan a ellos y son muy generosos, y muy abiertos respecto a eso, ¿ok?. Así que habrá ujieres y diáconos que están aquí, preparados, sus diáconos, los líderes de ustedes, ya se han comprometido, nos hemos comprometido, y algunos de ellos van a estar hablando con mis hermanos, yo dejo eso ahí en su espíritu, ¿amén?.
Baje su cabeza un momentito, cierre sus ojos, reciba esta impartición del Señor, yo planto una semilla de fé en su espíritu, Jehová es mi pastor, nada me faltará, el Señor me abrirá camino, me proveerá, cuando yo sea generoso con Él, Él no se quedará corto, su fidelidad es para siempre, tus generaciones serán bendecidas, tu familia será bendecida, tu cuerpo, tu vida, tus finanzas, tu trabajo, tu sendero, tus hijos serán bendecidos, el futuro de Dios se realizará en tu vida, dale al Señor, dale a su ministerio, dale a sus proyectos, dale a su Iglesia, dale a sus misiones y nunca te ha de faltar, Dios abrirá una gran apertura, un gran camino por donde fluya su Gracia, su bendición a tu vida.
Padre en el nombre de Jesús, que estas palabras no caigan a tierra, que todo el esfuerzo que se ha hecho, todo lo que se ha agonizado frente a ti, todas las oraciones que han sido levantadas lleguen a su realización plena, te pido que en esta mañana, esta tarde Señor haya un espíritu de celebración en tus hijos, que sean fertilizados por ti, y que este sea un momento de sublime alabanza y adoración a ti. Gracias, gracias Señor, que nos deleitemos al ver Tu Gloria como hemos visto hasta aquí. Bendice a Tu pueblo Padre y abre las ventanas de los cielos para que entre en manifestación un pueblo prosperado, bendecido ejemplar, inspirador, para esta ciudad y esta nación y a ti siempre daremos Señor toda la gloria y toda la honra, en el nombre de Jesús, amén y amén. Hermanos, Dios les bendiga.