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Edificar con armas y herramientas

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Estoy contento, honrado porque puedo participar con ustedes en este desafío que el Señor les ha puesto. En la Biblia encontramos la historia del pueblo de Israel y nosotros vemos que en Su trato de Dios con Israel Dios desafía al pueblo constantemente.

Ustedes recuerdan y no tengo que repetirles toda la historia pero, recuerdan que el pueblo de Israel después de haber estado establecido en su tierra edifica el templo, el templo en Jerusalén, primero habían levantado el tabernáculo en el desierto, el Señor pidió a Su pueblo: Traigan las cosas para levantar el tabernáculo, también le dijo al pueblo: Traigan las cosas, en su momento, para edificar el templo, y el Señor quería morar en medio del pueblo, y se edificó una Casa para el Señor.

Esta mañana dije en el primer culto: ¿a ustedes les parece que Dios necesita un lugar para estar con Su pueblo? no, pero nos da el privilegio de que Él quiera morar con nosotros y habitar entre nosotros, y tener comunión entre nosotros, po eso es que dijo a Su pueblo: Edificad una Casa para mí donde Yo pueda estar con ustedes.

Con el tiempo el pueblo sabemos que desobedeció al Señor y el Señor tiene Su forma de reprender, y lo más interesante es que la reprensión que hace el Señor es siempre con amor. Y lo vemos esto porque el Señor, si yo hubiera sido Moisés, y no lo soy, ¿ustedes recuerdan qué pasó cuando Moisés está en el Monte Sinaí recibiendo las tablas de la ley? los demás dicen: hmm está tardando mucho Moisés. ¿Hacemos un asadito mientras tanto? No sé si son argentinos o no, hacemos un chivito, un pernil, no. Pero se demoraba.

Y entonces no se les ocurre mejor cosa que decir: no conocemos este Dios, ¿por qué no nos hacemos un Dios? y se hacen un becerro de oro. Y cuando baja Moisés está enojado, enardecido, indignado porque el pueblo de Dios, a quien Dios cincuenta días antes, porque cuando el pueblo recibe la ley es exactamente 50 días después de la salida de Egipto, y el Señor podía haberles dicho: Ah, Yo los trato así, los libero ¿y así es como me tratan? me olvido, se acabó, me voy a otro pueblo. Voy a elegir a los persas, voy a elegir a los griegos, voy a elegir a los romanos.

No. ¿Qué hace el Señor? El Señor castiga y perdona, y les da una nueva oportunidad. Y la lección que aprendemos, si hay algo que aprendemos en la Palabra de Dios es que la relación de Dios con Su pueblo es una relación de amor no basada en lo que el pueblo se merece sino en el amor eterno de Dios. A tal punto es Su amor por nosotros que Él nos da el privilegio de ser partícipes en Su Obra.

Y como yo dije en esta mañana: ¿a ustedes les parece que Dios nos necesita? Él es dueño del universo, pero nos da a nosotros la oportunidad de demostrar nuestro amor y reconocimiento participando en la Obra del Señor y siendo visionarios. Y es así como muchas veces el pueblo pecó y Dios permitió, encontramos en la Biblia que Dios manda a los asirios, después a los babilonios, destruyen el templo, destruyen Jerusalén, el pueblo de Israel es llevado a cautiverio y pasan setenta años, y el pueblo se arrepiente, y un grupo vuelve a Jerusalén del cautiverio.

Y entonces comienzan a edificar, encontramos en el Libro de Esras y Nehemías que vuelven del cautiverio de Babilonia y comienzan a edificar el templo, sus casas, sus viñas, sus templos, sus graneros, y después de haber edificado un tiempo quedaron un poquito: ta' suficiente, ya con esto alcanza, y no terminaron de completar la edificación y la construcción de la Casa de Dios y los muros de Jerusalén.

A tal punto que Nehemías escucha, le viene, él era el copero del rey en Persia, y escucha que el pueblo de Dios que regresó a Jerusalén se comenzaba a desalentar y no continuaban trabajando en la obra como Dios les había pedido, como Dios esperaba. Entonces Nehemías ora al Señor y finalmente le dice el rey: ¿qué te pasa? Él dice: estoy un poquito triste, estoy un poquito triste porque he recibido noticias de que mi pueblo en Jerusalén está perdiendo la visión, está perdiendo la fuerza.

Y entonces el rey le dice: a lo mejor tienes que ir allá, y fue la obra del Señor. Y Nehemías vuelve a alentar al pueblo para que continúen con la obra, y no les dijo: las cosas van a ser fáciles, los problemas se van a resolver, sino que les dice de parte del Señor la forma como deben seguir trabajando para cumplir con el mandato del Señor. Y en esta mañana yo quiero compartir los minutos que me quedan: el mandato del Señor nos está mandando a nosotros, a ustedes y a mí para que continuemos trabajando con todo denuedo en la Obra del Señor.

Y hermanos este conector, no es un conector simplemente para conectar dos edificios. Es un conector que indica que la Obra del Señor sigue adelante y que no hemos terminado. Y yo ojalá dentro de cinco años Roberto me dice: David ¿vienes a predicar? porque vamos a hacer tal nuevo edificio, y dentro de veinte años cuando vengo con mi muleta moviendo la silla de ruedas: David quiero que me prediques porque vamos a hacer tal edificio; y mientras el Señor me dé fuerza seguiremos, porque hasta que el Señor diga basta, nosotros no podemos parar. A veces los hermanos dicen: Y Pastor ¿cuándo se va a jubilar? Yo la palabra jubilación no la encuentro en la Biblia (risas) entonces mientras el Señor nos dé fuerzas seguiremos adelante.

Y en esta mañana quiero leer un pasaje que encontramos en el Libro de Nehemías que es la exhortación que Nehemías le da al pueblo cuando él vuelve y ve que el pueblo se está desanimando un poquito. Yo no creo que se están desanimando pero quiero que entendamos que la visión que nos está mandando el Señor de hacer el conector y seguir adelante es una visión del Señor, es algo que el Señor quiere. Es algo práctico pero es lo que el pueblo de Dios está llevando adelante para llevar adelante la Obra del Señor.

Permítanme que lea el pasaje que encontramos en el Libro de Nehemías capítulo 4, yo creo que un poquito el contexto histórico se los he dado, esto es aproximadamente 400 años A.C., probablemente casi 100 años después de que los primeros judíos volvieron del cautiverio en Babilonia y comenzaron a reconstruir todo porque ya estaban tranquilos.

Entonces dice: "Los enemigos del pueblo de Israel comenzaron a preocuparse porque el pueblo de Israel continuaba trabajando. Cuando oyó Sanbalat que nosotros edificábamos el muro se enojó y se enfureció de gran manera e hizo escarnio de los judíos; Y habló delante de sus hermanos del ejército de Samaria" acuérdese que en este momento Samaria era enemigo del pueblo de Israel, "y dijo: ¿qué hacen esos débiles judíos, se les permitirá volver a ofrecer sacrificios? ¿acabarán en un día? ¿resucitarán de los montones del polvo las piedras que fueron quemadas? Y estaba junto a él Tobías amonita el cual dijo: los que edifican el muro de piedra, si se subiere una zorra lo derribará" estaban haciendo burla de lo que podía hacer el pueblo de Dios.

"Entonces dice Nehemías: oh, oye Dios nuestro que somos objeto de su menosprecio y vuelve el baldón de ellos sobre su cabeza, y entrégalos por despojo en la tierra de su cautiverio. No cubra su iniquidad ni su pecado, sea borrado de delante de Ti porque se airaron contra los que edificaban."

Versículo 6: "Edificábamos pues el muro y toda la muralla fue terminada hasta la mitad de su altura porque el pueblo tuvo ánimo para trabajar; Y aconteció que oyendo los enemigos: Sanbalat y Tobías, los árabes, los amonitas, los de Azdod, que los muros de Jerusalén eran reparados porque ya los portillos comenzaban a ser cerrados se encolerizaron mucho, y conspiraron a una para venir a atacar a Jerusalén."

Versículo 13: "Entonces, por las partes bajas del lugar, detrás del muro y en los sitios abiertos puse al pueblo por familias con sus espadas, con sus lanzas y sus arcos. Después miré y me levanté, y dije a los nobles y a los oficiales, y al resto del pueblo: no temáis delante de ellos. Acordáos del Señor, grande y terrible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos, por vuestros hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas" me encantó lo que dijeron aquí: no estamos edificando esto para nosotros; nuestros hijos, nuestros nietos un día seguirán utilizando lo que estamos levantando. Acordémonos que lo que estamos haciendo no es para nosotros, es para que el Señor lo utilice, no solamente para nosotros sino para aquellos de generación en generación.

Versículo 15: "Y cuando oyeron nuestros enemigos lo que habíamos entendido y lo que Dios" ¿cómo? lo que habíamos entendido porque tuvieron que entender, el pueblo de Israel tuvo que entender la visión que Dios les estaba dando porque a veces hermanos, no nos damos cuenta y el Señor nos la tiene que explicar. A lo mejor necesitamos un Pastor, un líder, un siervo, alguien que nos venga, porque el Señor le da una visión, la tiene que transmitir. Doy gracias al Señor porque Dios sigue levantando líderes como el Pastor Miranda que nos explican la visión que ellos reciben del Señor.

Dios utiliza. Yo estoy cumpliendo 50 años en el ministerio, no sé cuántas iglesias edifiqué, cuántas misiones, cuántas construcciones hice, pero siempre se necesita alguien con visión y que nos haga entender a los demás la visión que el Señor nos está dando.

Versículo 16: "Desde aquél día la mitad de mis siervos trabajaban en la obra y la otra mitad tenían lanzas, escudos, arcos y corazas, y detrás de ellos estaban los jefes de todas las casas de esa ciudad. Los que edificaban el muro, los que acarreaban, los que cargaban con una mano trabajaban en la obra y en la otra tenían la espada, porque los que edificaban tenían cada uno la espada ceñida en sus lomos y así edificaba. El que tocaba la trompeta estaba junto a mí."

"Y dije a los nobles y a los oficiales, y al resto del pueblo: la obra es grande y extensa. Y nosotros estábamos apartados en el muro lejos unos de otros. En el lugar donde oyeres el sonido la trompeta reuníos allí con nosotros, porque nuestro Dios peleará por nosotros."

¿Qué encontramos en este versículo? la mayor parte ya lo explicamos. Pero el Señor está llamando acá a Su pueblo a que continúen una obra que habían continuado, que continúen una obra que habían empezado. No toda la gente en el tiempo de Nehemías eran conscientes del mandato y la visión que Dios tenía. Dios necesitó despertar en el pueblo una misión de la cual se estaban olvidando.

Hoy para muchos el cristianismo, la Iglesia, estábamos hablando con Mercedes, con el Pastor entre los dos cultos, y yo creo que estamos llegando a un momento cuando la Iglesia de Cristo, la Verdad de la Iglesia va a ser sacudida. Ojalá pudiera yo decirles lo contrario y ojalá pudiera venir acá y predicarles, y decirles que las cosas van a ir mejor, que el mundo nos va aceptar, que todo va a ser lindo, no es así.

Lo que estaba comentando es que: por primera vez en la historia de este país de los Estados Unidos, por primera vez en la historia de este país no hay un solo creyente en la Corte Suprema de los Estados Unidos. Y todas nuestras leyes que están haciéndose contra los colegios como Gordon College y estas cosas, nos están tratando de limitar nuestra fe, termina en las cortes y finalmente termina en la Suprema Corte, no habrá un solo juez en la Suprema Corte que ame o respete la Palabra de Dios. Vamos a estar en prueba.

Y Dios quiere que pongamos nuestra fe no en el hombre sino que nuestra fe esté puesta en el Señor. Pero aquí no le dice al pueblo: descansen, el Señor va a pelear, no, no. El Señor va a pelear pero sí van a trabajar ustedes. Las herramientas por un lado y las armas por el otro lado.

Y si nosotros aquí en Boston vamos a edificar la obra del Señor vamos a hacer en las dos manos y despiertos, y alertas, sabiendo que vamos a ser atacados. Hermanos: ojalá pudiera predicarles otro mensaje pero la Palabra de Dios no me lo permite, porque yo creo que la Iglesia de Cristo está siendo atacada. Está siendo atacada por las cortes, por una sociedad que no nos entiende, porque ahora no es políticamente correcto seguir el Evangelio y las doctrinas que se nos han enseñado, y la Palabra de Dios no es políticamente correcta, y como yo dije en esta mañana en un artículo que escribí recientemente: acá tenemos dos opciones: o somos políticamente correctos para el mundo o somos políticamente correctos para Dios y las dos no son compatibles.

Ojalá pudiera decir que las cortes están cambiando y la sociedad está cambiando, y somos más aceptados, y son más tolerantes a la Palabra del Evangelio o al fundamento de nuestra sana doctrina pero no es así, es al revés. Pero Dios quiere que este pueblo sea hallado fiel. Dios requiere que Su pueblo sea hallado fiel.

Pero no solamente hay enemigos externos, también hay enemigos internos, a veces el desaliento es un enemigo en la Iglesia ¿verdad? ya estoy entrando con mi esposa, pasamos los 40 años de Pastorado ya, a veces hay desaliento. Otra vez y otro esfuerzo de edificar más, y otro. Hay desaliento.

A veces no nos entendemos. A veces cada cual parece que quiere su pequeña obra y acá lo que pasaba es esto, y Nehemías dijo: a veces parece que estamos separados, el muro parece muy grande. Yo estoy haciendo mi pequeño trabajito allá, el otro está haciendo su trabajito acá, yo estoy en el cuarto piso, en el segundo piso, tú estás por allá, yo estoy acá, no, no, sino cuidado: estamos los dos en la misma ¿eh?

Y él dice: estamos separados a lo largo del muro pero estamos todos en el muro. Nos podemos estar separados en nuestros distintos ministerios pero estamos todos en el ministerio, entonces dice: cuando escuchen el sonido de la trompeta vengan porque el Señor está con nosotros. Sin lucha no hay victoria. El pueblo de Dios tiene que estar en guardia. Mientras el pueblo de alrededor va a mirar nuestras debilidades nuestra fe debe ser puesta en el Señor.

Nosotros acabamos de construir y terminamos esta semana gracias a Dios un edificio en el corazón de Brooklyn, Nueva York, es el Centro Mesiánico Charles Filmberg donde tenemos en nuestro seminario escuela de postgrado de estudios judíos mesiánicos. Brooklyn es la ciudad ortodoxa más grande que hay en el mundo. Para que tengan una idea: en Jerusalén hay 120.000, en Brooklyn hay 400.000. La población judía de Brooklyn es 750.000, Brooklyn, no estoy hablando de Manhattan, ni nada ¿eh? Brooklyn. El centro del judaísmo religioso es Brooklyn, u ahí en el corazón como un aguijón en la carne hemos edificado un centro para la gloria de Dios.

Hermanos: no hay día que no seamos atacados. Desde: me han puesto en el internet como que soy un abusador de menores, hasta ahora la semana que viene tenemos el curador de los rollos del mar muerto de Israel y el director del museo bíblico de Jerusalén del estado de Israel como invitado nuestro a dar una conferencia, y ya toda la comunidad de Nueva York le está escribiendo cartas y amenazas a él, por venir y juntarse con nosotros que creemos en Jesús, pero el Señor nos da la victoria.

Yo les estaba contando, hace unos años atrás tenemos el gozo de tener un centro mesiánico en Jerusalén. Yo soy el que firma los papeles y va a la cárcel de nuestro ministerio y cuando firmé, el momento que firmamos el contrato por la compra de nuestra propiedad en Jerusalén ese día, ese mismo día nos hicieron cuatro juicios, y de ahí siguen ¿verdad? y hay oposición. Pero el Señor, fuimos a la corte y por la ley, y hemos ganado ¡en Israel! hemos ganado cada juicio.

Porque ¿qué dice acá? "Él" ¿quién peleará acá? "nuestro Dios peleará por nosotros." Pero como, entonces ¿yo tengo que dejar la espada, tengo que dejar el arma, tengo que dejar la herramienta? no, no. "Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente, y Yo estaré contigo." "En el mundo tendréis aflicciones, pero confiad."

Fíjese cómo funciona esto. El Señor me manda a hacer algo que parece imposible pero entonces me dice: va a ser difícil. Yo voy a decir: no pero entonces me estás mandando al fracaso. No, te estoy mandando a la victoria, porque creyeron que habían ganado cuando a Mi Hijo Jesús lo crucificaron y en el infierno estaban de fiesta, porque en el momento que Jesús dice: Padre, en Tus Manos encomiendo Mi Espíritu, Satanás juntó a todos sus príncipes: ¡festejemos, ganamos! y estaban en pura farra y en pura fiesta; y al tercer día ¿quién viene caminando en medio de ellos? les arruinó la fiesta.

Dice: Yo soy el que estuvo muerto y vive, y vivo para siempre jamás. Ese es el que promete que en medio de la lucha siempre estará con nosotros. Si Dios es con nosotros ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a Su propio Hijo ¿no nos va a dar junto con Él el famoso conector? porque esto no es un monumento a la Iglesia, es un monumento a la Obra e integridad del Señor.

Y cuando yo a veces me preguntaba esta mañana: ¿por qué? Julia me hace acordar, ¿te acordás qué difícil que es aquí cuando se pone invierno, caminar por afuera? si me acordaré. Una vez cuando era estudiante en Harvard tomaba entre la salida del tren, del train a mi sala de clases, me caí en el hielo, me rompí una pierna, ojalá hubiera habido un hermano que me ayude ¿verdad?

Dios nos da cosas, pero más que nada nos da una visión. En esta visión el Señor me dice: Ustedes hagan el esfuerzo que Yo estaré con ustedes, pero tengan por un lado las armas y por el otro lado tengan las herramientas.

Y yo quiero terminar ofreciendo una distinción porque aquí el Señor hace una distinción entre arma y herramienta. Muchas veces nosotros pensamos que las batallas espirituales las vamos a ganar con armas terrenales, no. Las batallas espirituales las vamos a ganar con armas espirituales que son: la oración, el estudio de la Palabra, ¿cierto? esas son las armas con las que nosotros, el Señor nos ha equipado para que luchemos y peleemos, y nos va a dar la victoria si utilizamos.

Hermanos: no se pueden ganar batallas espirituales con armas terrenales. ¿Se acuerdan cuando vinieron a tomar a Jesucristo en Getsemaní, Pedro sacó una espada y quiso defender a Jesús? ¿y qué dice Jesús, qué suerte Pedro que trajiste la espada? Pedro ¿quién te mandó que trajeses una espada? Mis luchas se van a pelear con mis armas y hermanos, tengamos fe que el Señor nos va a equipar, nos va a dar las armas que necesitamos para llevar a cabo esta obra, pero también nos da herramientas que es distinto.

Dice que aquí mientras estaban construyendo los muros de Jerusalén levantando esa ciudad, dice que en un lado tenían las armas y en otro lado las herramientas. Las armas espirituales nos las da, ¿cuáles son las herramientas? Las herramientas es: la salud, el trabajo, el esfuerzo, los dones que el Señor te ha dado, la posibilidad de contribuir a la Obra del Señor.

Y esta mañana se nos ha dado un desafío, un desafío a que continuemos trabajando, que hagamos posible el conector, y que al terminar el conector el Señor le dé la visión de hacer algo más; no sé qué va a hacer, el Señor sí lo sabe, pero no dejen de tener visiones, no dejen de tener cosas grandes porque hasta que el Señor no diga: Basta, seguiremos trabajando en la Obra del Señor. Hasta que la última persona que no conoce a Cristo haya entrado en el Libro de la Vida nosotros y la Iglesia Congregación León de Judá seguirá trabajando fielmente para la Obra del Señor. Si el Señor no dice basta no dejen de trabajar, ¿amén?

Hermanos, tenemos un desafío. El desafío es compartir la visión de lo que Dios quiere, continuar trabajando, continuar trabajando. Que no entre el desaliento. Que no confiemos en nuestras propias cuentas porque el Señor lo hará posible no para nuestra gloria, sino para la gloria del Señor. Yo sé que así como el Señor los ha bendecido hasta el día de hoy el Señor los seguirá bendiciendo hasta que el Señor nos llame a Su Presencia y nos diga: Bien hecho buen siervo y fiel, en lo poco has sido fiel, en lo mucho te pondré, entra a la gloria de tu Señor ¿amén? que el Señor nos bendiga (aplausos).

Pastor Miranda: Mientras estamos allí hermanos nos vamos a preparar, prepare su corazón para este momento para darle al Señor, venir al final y vamos a hacer algo bien sencillo. Usted ya tiene su ofrenda preparada o su promesa preparada, dentro de unos minutos apenas vamos a invitarles a pasar aquí al frente, estas mesas se van a hacer puestas un poquito hacia el frente, entonces vamos a pedir que los hermanos según la posición de las diferentes mesas, la que esté más cercana a usted, vengan y traigan su ofrenda.

Pero déjeme simplemente ponerle un punto final a esta Palabra preciosa y tan atinada de nuestro hermano David Sedaca. El Señor me trajo a la mente un pensamiento y es que: muchas veces Dios está presente en una forma muy específica y profética, no en la forma genérica en que Él está presente en todas las cosas porque Él es ubicuo y está presente en todo, pero en una forma muy específica, muy profética, muy inmediata.

Y Dios trajo a mi mente las palabras de Jacob cuando tuvo ese sueño y vió esa escalera que conectaba la tierra con el cielo, y ángeles subían y descendían por esa escalera. Y cuando Jacob vió esto y terminó su sueño dijo algo bien interesante, dijo: cuán terrible es este lugar, Dios está aquí y yo no lo sabía.

Y muchas veces nosotros nos encontramos en momentos de la historia, momentos de nuestro peregrinaje o momentos de la vida de nuestra Iglesia o momentos personales en que Dios está moviéndose en una forma muy específica en algo y nosotros a veces no discernimos esa Presencia, ese mover específico de Dios en algo, así, el mover sobrenatural de Dios.

Y mi mente ha estado siempre ocupada en el hecho de que nosotros construimos esta vida que nosotros llevamos a cabo desde que estuvimos en Cambridge hasta este momento y Dios nos llamó al ministerio, y todas estas cosas. Yo siempre vivo poseído por la idea de que hay algo más que Dios tiene en juego, que nosotros no solamente construimos para propósitos cotidianos, qué lindo sería bueno, si una Iglesia simplemente existiera acá, una Iglesia bendecida, íntegra, eso es lindo, pero yo creo que nosotros bajo un manto profético del Señor y yo espero que eso lo intuimos con toda humildad, porque el Señor hace Sus cosas y a veces escogen los que menos merecen precisamente porque Él siempre quiere buscarse la gloria, no porque lo merecen más.

Pero yo creo que nosotros estamos construyendo. Alguien me preguntó los otros días acerca de construcciones y yo dije: mire, yo soy como Noé que construye un arca sin haber visto lluvia todavía, para cuando venga la lluvia. Nosotros construimos porque lo hacemos en un contexto de un mover que Dios quiere tener sobre la Tierra.

Preparamos estos edificios, esta planta física para que sea un lugar que pueda contener la gloria de Dios. Yo creo que Dios tiene un propósito muy específico para esta Congregación, y construimos en un contexto muy específico, donde la humanidad se prepara para cosas que ni siquiera podemos entender. Las naciones están en tribulación y angustia, esta creación está convulsionada porque quiere dar a luz algo y no entendemos qué es totalmente.

Pero nosotros construimos aquí en el contexto de grandes y portentosos movimientos de Dios en la historia y yo siento que nosotros vamos a ser parte de ese mover de Dios más allá de lo que se ve en esta ciudad. Y por eso es que yo me atrevo a hacer las cosas que hago. Yo no tenía fuerza para emprender este conector ni para emprender este edificio, pero lo hago porque siento que Dios me ha dicho: Constrúyeme y prepara algo para mi gloria.

Y siento que, mire: si todo lo que nosotros logramos hacer en el resto de nuestra vida es simplemente tener una linda Iglesia que bendiga nuestra ciudad y que genere una generación bendecida gloria a Dios pero yo creo que hay algo más que Dios quiere hacer, hay algo más y eso es en un contexto cósmico casi me atrevo a decir, y por eso es que estamos construyendo.

Yo le suplico que conecte todo esto que estamos haciendo de construcción, no lo vea simplemente como: ok estamos construyendo para algo que es en sí grandioso, no, vaya más allá. Créale a Dios que usted es parte de un mover portentoso de Dios en el mundo, y un día yo espero que ustedes recuerden este tipo de palabras y que digan: wow, el Pastor Miranda intuyó algo grandioso que Dios quería hacer.

Les dejo solamente con un texto de la Escritura que siempre me motiva, Ageo es uno de mis libros favoritos en muchas maneras, habla de la construcción o reconstrucción del templo así como Nehemías también habla de la construcción de los muros en ese tiempo en que el pueblo de Dios regresaba.

Y en ese contexto de un llamado al pueblo, porque es importante, a veces la gente mira al líder, pero un líder si no tiene socios y seguidores no sirve para nada. Yo puedo tener toda la visión del mundo pero si no tengo un pueblo que la apoye de nada me sirve, ustedes son la expresión de una visión, yo simplemente estoy aquí para facilitarla. Pero los que hacen la Obra verdaderamente son ustedes, ustedes tienen los recursos para que se hagan las cosas que nosotros estamos haciendo para gloria de Dios.

Pero entonces ahí en el Libro de Ageo en el capítulo 2 el Señor le dice esto al pueblo después de llamarlos a construir: "No preocuparse tanto por sus casas" dice "sino por la Casa mía, porque si ustedes se preocupan por Mi Casa Yo me preocuparé por sus casas." Entonces Dios dice: "Según el pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto, así mi Espíritu estará en medio de vosotros, no temáis." El mismo Dios que bendijo a David, a Moisés, a Jacob, a Daniel, a Pablo cuando hacía sus construcciones, las grandes construcciones a través de la historia que la Iglesia ha emprendido, ese mismo Dios está con nosotros, en tu cotidianeidad.

Dice: "Porque así dice Jehová de los Ejércitos" escúcheme: esto que nosotros estamos haciendo es en el contexto de grandes movimientos históricos de Dios y estamos conectados a esos movimientos aunque todavía no los hemos visto en toda su manifestación, pero usted un día verá que esto que estamos construyendo y esos edificios son todos parte de algo mucho mayor que Dios tiene para nosotros. Dios está aquí y nosotros no podemos verlo todavía pero es un mover terrible de Dios. Yo le suplico que usted vea esa dimensión sobrenatural de lo que usted está viviendo y no vea solamente un mover cotidiano de una Iglesia en una ciudad.

Dios dice, en el contexto de ese llamado a construir el templo: "Porque así dice Jehová de los Ejércitos: Porque de aquí a poco Yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca, y haré temblar todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; Y llenaré de gloria esta Casa, ha dicho Jehová de los Ejércitos."

La construcción de ese santuario hace dos mil años o tres mil probablemente casi era algo profético y ahí es claro que esa escritura profética remonta a la construcción de ese santuario, y de otros santuarios, y es en el contexto de los últimos tiempos. Dice: "Y vendrá el Deseado de todas las naciones" usted sabe quién es el deseado de todas las naciones, Cristo Jesús y hará temblar los cielos y la tierra. Los cielos y la tierra ahora mismo están temblando, "todo lo conmovible" dice "será conmovido" dice el escritor de Hebreos en otro pasaje empalmando este pasaje con su tiempo, pero también yo lo veo en este tiempo que es el tiempo de la Venida de Cristo.

Las naciones están convulsionadas ahora mismo. Ébola, Isis, nombres que ya se han hecho familiares. China, Indonesia, Iraq, Irán, las naciones se arman, se rearman, Rusia. Creíamos como que ya había pasado pero el mundo está preparándose para algo, las naciones se están armando, todas. Alemania no quiere armarse pero va a tener que hacerlo. Japón no quiere armarse pero pero va a tener que hacerlo también. Rusia que parecía un gigante dormido se está despertando de nuevo, China.

Las naciones se preparan para algo y nosotros estamos aquí en Boston, Massachussets construyendo para algo que Dios tiene en el futuro, alright? prepárese. Déle al Señor, sea parte de algo portentoso. Mucha gente muere y nunca podrán decir que fueron parte de algo extraordinario, usted puede serlo. Déle al Señor con generosidad, créale a Dios. Si usted quiere creer que yo estoy profetizando créalo, recíbalo como una Palabra profética de Dios y conéctese con ese mover portentoso de Dios.

Créale a Dios en esta tarde, conciba en su corazón un gesto que lo conecte con millones de hombres y mujeres de Dios a través de la historia que le han creído a Dios para algo que Él quiere hacer en la Tierra y que Él se digna permitirnos que cooperemos con Él.

Baje su cabeza, reciba gracia de Dios. Todo lo que usted dé será usado para una sola cosa, íntegramente para la construcción de este conector y el avance de los propósitos milenarios de Dios en la Tierra. Bendigo tu vida, declaro prosperidad, declaro crecimiento, declaro gracia de Dios sobre ti, sobre tus hijos, tu familia, tu trabajo, tu cuerpo, tu mente, tus emociones, tu voluntad, tu cerebro, tu sistema nervioso, declaro gracia de Dios sobre esta comunidad y me gozo viendo lo que Dios ya está haciendo y va a hacer en nosotros y a través de nosotros, veremos Su gloria manifestada y estaremos contentos porque hemos tenido el privilegio de ser parte de algo grandioso.

Recibe Gracia del Señor y regresa a tu casa con una promesa en tus manos de parte de tu Dios a quien tú le has prometido en esta tarde. Te bendigo en el Nombre de Cristo Jesús, gloria al Señor, amén. Ahora sí que venga, pase adelante y entregue su tarjeta. Recuerde que puede ser una promesa o puede ser un dinero que usted dé ya preparado para el Señor, gloria a Dios, y durante estos próximos meses declaramos victoria. Mi corazón quiere que para Diciembre 31 como el año pasado dijimos: consolidación, nosotros tengamos ese conector hecho para gloria del Señor, y vamos a cruzarlo de acá para allá y de allá para acá en el Nombre de Dios, veremos Su Gloria manifestada.

Preparado para dar

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Quiero dirigir su atención al Libro de Jeremías, el capítulo 1, Jeremías capítulo 1. Quiero preparar sus corazones. Yo creo que es Pablo que dice que planifiquemos lo que le vamos a dar al Señor en una de sus llamadas a entregar sus ofrendas, él dice que nos preparemos para lo que le vamos a entregar al Señor porque si la voluntad está dispuesta, si estamos preparados entonces le daremos al Señor lo que Él necesita, lo que Él quiere que nosotros le demos.

Pero dice eso ¿no? que nos preparemos para lo que vamos a darle, que lo meditemos, lo pensemos para que entonces estemos listos porque lo primero es eso, es la voluntad ¿no? si la voluntad está preparado entonces lo demás vendrá en una manera natural y eso es lo que yo quiero que hagamos este domingo preparándonos ya para lo que viene más adelante.

Por ejemplo él escribe en Segunda de Corintios capítulo 9, dice: "Por tanto tuve por necesario exhortar a los hermanos que fuesen primero a vosotros y preparasen primero vuestra generosidad antes prometida" ¿ve? Él envía unos mensajeros para que vayan a Corinto y para que preparen a los hermanos para el llamado que él ha de hacer; ah aquí está el versículo que estaba buscando, es Segunda de Corintios capítulo 9 versículo 11.

Dice: "Ahora pues llevad bien a cabo el hacerlo, para que como estuvisteis prontos a querer, así también lo estéis conforme a lo que tengáis, porque si primero hay la voluntad dispuesta" yo espero que en tu corazón y en tu espíritu tú tengas esa voluntad dispuesta, esa disposición. Tiene que haber en nuestro corazón, nuestra vida una disposición a darle al Señor siempre en todo lo que Él nos llama a hacer. "Si hay la voluntad dispuesta primero será acepta, según lo que uno tiene, no según lo que no tiene."

Volviendo entonces a ese versículo del capítulo 9 ahí mismo ¿no? de que Pablo dice: "Tuve necesario exhortar a los hermanos que fuesen primero a vosotros y preparasen primero vuestra generosidad para que esté lista como de generosidad y no como de exigencia nuestra" como de generosidad y no como de exigencia nuestra.

Yo siempre he tratado en todo lo posible en casi veinticinco años levantando ofrendas para las construcciones y las adquisiciones que Dios nos ha permitido lograr, siempre he querido que haya ese sentir ¿no? no de exigencia ni de manipulación, ni del uso de métodos ilegítimos para animar a la gente a dar sino simplemente llevarlos a una convicción por medio de la Palabra del Señor y que no parezca como que es el Pastor exigiendo porque sé que eso no resulta a la larga, y aún si resultara, si el corazón que está detrás de esa ofrenda no es un corazón iluminado, inteligente, conforme a la Palabra del Señor esa ofrenda que se extrajo de la gente por medio de métodos psicológicos de masas, a la larga no va a tener producto porque no tiene la vida del Señor dentro de ella.

Podrá por un ratito hacer algo como un muñeco ahí animado por una cuerda, pero la cuerda se acaba. Ahora: cuando el Espíritu está detrás de esas ofrendas y la Palabra del Señor fue la que le animó entonces esa ofrenda da fruto por mucho, mucho tiempo, muchos años, y por eso es que los métodos tienen que ser legítimos, y una de las cosas es eso, es preparar la tierra del pueblo, la voluntad, el entendimiento para que sepan por qué están dando, y por qué se está haciendo lo que se está haciendo.

Y por eso yo he querido este domingo, así como he estado haciendo porque hay un método detrás de mis insistencias. Llevamos meses hablando de este conector desde que el Señor lo resucitó y lo trajo a la luz, y siempre he tratado de mantener, mientras trabajábamos con la documentación y la ciudad, y los permisos, los diseños y todo esto, he querido mantener en sus corazones viva esa expectativa de que esto se habría de dar. Y a veces yo mismo no he estado seguro de.

Primero francamente a veces la gente me dice: Pastor ¡esto es de Dios, gloria a Dios y amén, y amén! Mire, yo a veces tengo que preguntar primero, hay que preguntar primero ¿es de Dios o no? porque no todo lo bueno necesariamente tiene que ser específicamente de Dios para ese momento para su vida, y yo a veces tengo que atravesar un terreno desértico de preguntarme: Señor ¿esto verdaderamente es de Ti? Y entonces hay un proceso.

Yo he querido mantenerles a ustedes, mientras pasaba ese proceso de la inseguridad de si tal permiso iba a salir, si íbamos a tener tal aprobación de parte de la ciudad, si legalmente estábamos en buen territorio, todo eso, he querido mantener sus mentes en una manera así como genérica: esto se está dando, vamos a prepararnos, Dios va a hacerlo en un momento dado, aún mientras yo luchaba con la posibilidad de que esto se detuviera en algún momento por algo en uno de esos momentos claves que no estaban en nuestro control.

Pero el Señor en Su gran generosidad ha ido abriendo el mar delante de nosotros cada día, cada paso que hemos dado Dios lo ha ido haciendo y ya ven, ya hemos roto allá afuera para examinar bien la fundación que habíamos puesto allí por fe pensando que si eso algún día se daba sería años después, y mire cómo el Señor la activó tan pronto, increíble, y estaba ahí, escondida. Ese fundamento estaba invisiblemente ahí esperando su momento; yo digo es ahora, no en diez años, es ahora.

Y ya estamos haciendo eso y como he dicho ya se firmó el contrato, se puso un depósito significativo para el acero y tuvimos una linda y buena conversación con el banco esta semana. Esa gente nos ama déjeme decirle, esa gente está enamorada de Congregación León de Judá y es un banco bien conservador ¿sane? esa gente no suelta su dinero. Es un banco bien exitoso y en la recesión esa que tuvimos fue uno de los bancos que, they did not break a sweat, no sufrieron en absoluto porque son muy cautelosos y muy conservadores, y esa gente para soltar un centavo me sacan el jugo, siempre están pidiendo documentos y es como tener a un banco viviendo en su dormitorio, esa gente siempre está pidiendo documentación y esto, y lo otro porque quieren mantenerse al tanto de la vida.

Y gracias Señor, nos abrieron las puertas cuando yo les pedí esa línea de crédito para permitirnos cumplir nuestras promesas con más holgura a lo largo de un año si era necesario, nos fueron de gran bendición. Y esta semana tuvimos una linda conversación con uno de los vicepresidentes del banco, Lincoln Vermiere, y terminé mas bien consultando con él acerca de un punto teológico, eso fue mas bien lo que al final, más que nada; muy lindo, un tiempo muy especial, muy bello y todo está viento en popa.

Ahora es simplemente meter manos a la obra, una cosita ahí estamos hablando con los vecinos ya para terminar los detalles y todo eso, oren para que el Señor ponga Su paz ahí con ellos y todo lo demás, pero ya esto sigue adelante porque es que Dios es maravilloso.

Pero por eso he querido, una larga introducción, pero he querido primero preparar su corazón y esta semana estemos preparándonos, les suplico que oren para que este domingo que viene sea un tiempo de gozo como siempre lo ha sido y no de exigencia, no de esterilidad, que vengamos deseosos de traer nuestras promesas al Señor y de hacernos socios de esta empresa, de esos conectores.

Pero Dios puso en mi corazón mientras pensaba: ¿cómo yo puedo preparar al pueblo, qué palabra? Mire, a través de estos veinticinco años de construcción que nosotros llevamos, tres edificios, unas propiedades que están valoradas en doce a catorce millones de dólares, cuando llegamos aquí no teníamos nada como los israelitas, el zapato que teníamos encima y la ropa, eso fue todo y el Señor ha permitido que a través de estos años esta Iglesia eleve una planta física verdaderamente envidiable en ciudad de Boston, en un lugar céntrico, accesible a todo absolutamente, estratégicamente puestos en esta ciudad.

Esa es una bendición increíble y al Señor damos toda la gloria y la honra, y ustedes en la medida en que humanamente podemos decir: lo hemos hecho, Dios los ha usado a ustedes a través de estos años para que todo eso se cumpla, le damos gracias a Dios por Su generosidad, no crea que eso está ausente de la mente del Señor, está muy consciente de eso.

Pero yo pensaba: bueno, porque como digo: tengo un folder lleno de mensajes de campaña financiera. Ya no encuentro pasajes en la Biblia nuevos porque ya los he usado todos, todo lo que tiene que ver con mayordomía, con levantar fondos, si usted sabe alguno por favor escríbame, ayúdeme, aunque yo creo que ya esto ciertamente debe ser lo último porque es que no quedan fuerzas. Pero estaba buscando y decía: Señor, y estuve luchando toda la mañana con diferentes pasajes, uno podría siempre coger cualquier cosa.

Pero el Señor puso en mi corazón este pasaje de Jeremías que no parece tener mucho que ver con levantar fondos ni con mayordomía pero yo siento que es como una Palabra profética recién horneada para nosotros en el contexto de esto que vamos a emprender ahora, que estamos ya emprendiendo.

Dice el versículo 4 de Jeremías, un famoso pasaje de llamamiento, dice: "Vino pues Palabra de Jehová diciendo: "Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué. Te di por profeta a las naciones" y yo dije: ah Señor Jehová, he aquí no sé hablar porque soy niño; y me dijo Jehová: No digas que soy un niño, porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande. No temas delante de ellos porque contigo estoy para librarte, dice Jehová."

Recuerdo que yo decía en el contexto de esta serie de sermones que una de las cosas que nosotros tenemos que tener siempre en mente es que Dios está conmigo y está a mi favor, esa es la convicción que está detrás de toda gran empresa, de toda vida victoriosa, de toda persona emprendedora, de toda persona que se atreve a acometer cosas grandes y aparentemente imposibles, y demasiado ambiciosas. Es esa idea de que Dios está conmigo activamente, personalmente, específicamente, individualmente y Él está a favor mío.

Porque ¿sabe qué? a veces Dios está con una persona pero es para castigarla y para enjuiciarla no necesariamente para bendecirla, o simplemente está allí como una presencia genérica, pero no. Dios está contigo y está para bendecirte, está para llevarte hacia adelante.

"No temas delante de ellos porque contigo estoy para librarte, dice Jehová. Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto mis palabras en tu boca. Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar."

Y entonces dice en el versículo 11: "La palabra de Jehová vino a mí" ya se activa el llamado específicamente y el envío, le dice Dios a Jeremías: "¿Qué ves Jeremías? y dije: veo una vara de almendro. Y me dijo Jehová: Bien has visto, porque yo apresuro mi palabra para ponerla por obra." Bendiga el Señor Su Palabra.

Es un pasaje preñado, un pasaje lleno de implicaciones para nosotros. Podríamos decir: es un gran llamado a una pequeña persona, ahí tiene usted el título del sermón: Un gran llamado a una pequeña persona. El llamado le queda grande a Jeremías, los propósitos de Dios le quedan grandes en este momento. El momento que él está preparándose para vivir históricamente le queda grande. Es un momento de gran implicación para toda la nación de Judá. Dios está haciendo cosas grandes y por eso Él dice: Yo apresuro Mi Palabra para ponerla por obra. Dios está a punto de desatar algo grandioso en la nación y también con respecto a las naciones que están alrededor de Judá.

Y en ese contexto de grandes acontecimientos, acontecimientos históricos, Dios llama a este jovencito, tan joven que dice: no sé hablar porque soy niño, se considera como un adolescente, un niño y Dios le está emitiendo a ese jovencito inexperto un llamado poderosísimo histórico. Y me hace recordar que Dios muchas veces llama a personas que se consideran pequeñitos, insignificantes, impotentes. A Dios le encanta llamar a los que no prometen mucho y eso debiera ser una gran lección espiritual para nosotros.

Siempre llama gente que parece como que están descalificados de hacer algo grandioso ¿por qué? porque si llama a los poderosos y a los grandes ellos dicen: ah no, bueno porque soy grande, soy poderoso y Dios tiene una controversia contra el orgullo del hombre porque eso le ha causado tanto dolor a través de los tiempos. Comenzó primero con Lucifer, Su gran orgullo de ser la criatura perfecta que Dios había escogido y ha seguido con todos los seres humanos a través de la historia y las generaciones.

Y por eso yo creo que Dios dice: Ok no voy a llamar a los poderosos porque esos ya son poderosos, se creen más de la cuenta, si los llamo ellos van a decir: fue por mi fuerza que lo hizo, entonces Dios siempre llama a los descalificados, yo les aludía por ejemplo a Gedeón.

¿Sabe que muchos de los grandes llamamientos que Dios hace a personas en la Escritura, la gente cuando reciben el llamado siempre dicen: yo no puedo, no tengo lo que se necesita? ¿cómo Tú te atreves a llamarme a mí? si yo no tengo las calificaciones.

Dios llama a Gedeón y está metido ahí en la cueva escondiendo el trigo de los madianitas y es un jovencito de una tribu pequeñita, la tribu más pequeña de todo Israel. No tiene experiencia teológica, no ha ido a semanarios, no ha ido ni siquiera a la universidad y es un agricultor insignificante, y el ángel de Jehová como una encorporación de la misma divinidad de Dios se le aparece a Gedeón y le dice: El Señor Dios está contigo varón esforzado y valiente.

Y él dice: ¿quién, yo? él no puede creer que ese es el gigante que está viendo este ángel. Y dice: y si yo soy tan grande ¿por qué entonces? o si Dios está con nosotros ¿por qué entonces nos está pasando esto? ¿Cómo tú puedes llamarme a mí? mi familia es la más pequeñita de la tribu y yo soy el más pequeño de la familia, y la tribu es la más pequeña de todas las tribus, a Dios le encanta ir al centro de la descalificación. "No, es a ti al quien he llamado para que hagas algo grandioso, para que libertes a Mi pueblo."

Moisés cuando Dios lo llama le dice así mismo: yo no sé hablar, soy tartamudo. No he tomado nunca un curso de cómo impresionar a la gente y cómo influir, y ganar amigos. Y él dice: no, no, tú eres el llamado. Llevo ochenta años preparándote, ochenta años le dice a Moisés, y este es el momento que tengo preparado para ti.

Es decir, es un llamado a los descalificados, grandes llamados para gente pequeña. A Dios le encanta levantar al pobre del muladar, dice. A Dios le encanta dice a la que no tiene familia, ponerla en abundancia de familia, darle muchos hijos y ponerla en compañía. Una y otra vez Dios se dirige a los estériles, a los pequeños, a los impotentes, a los que no tienen nada y a Él le encantan vasijas vacías. Si las vasijas están llenas Él no puede meter nada de Su esencia, uno tiene que estar vacío para que Dios pueda llenarnos entonces.

Y lo que Dios puso en mi corazón es: Diles a cada uno de ellos que no son pequeños, que no son insignificantes, que no deben decir que no tienen nada que dar, que no deben pensar como que: eso no me está aludiendo a mí, yo no entro en ese llamado, no tengo nada que dar. Diles que ellos sí son importantes, Yo necesito que cada uno de ellos se comprometa Conmigo y que no digan que no pueden hacerlo porque lo van a hacer, porque Yo les he dicho que lo tienen a hacer como le dijo a Jeremías: No digas: soy un niño porque a todo lo que te envíe irás y dirás todo lo que te mande.

Cuando usted esté cansado y crea que ya no puede hacer más, decir más, servir más, dar más Dios dice: Tú sí puedes, dentro de ti está lo que tú necesitas, Yo sí te puedo usar y puedes hacer más todavía, no me digas que no.

¿Ustedes recuerdan el pasaje que compartí con ustedes hace tiempo de ese siervo inútil? que el Señor Jesucristo dice: Mira cuando el siervo llega de estar en el campo todo el día, hacer todas las diligencias que su señor le encomendó, cuando él llega a la casa cansado y sus pies polvorientos, el amo no le dice: oh hijito ven siéntate, come y déjame lavarte los pies, no. Le dice: ahora prepárame la cena, le dice, y entonces cuando yo haya comido, entonces come tú. Wow, qué bueno que Dios no nos trata así.

Él nos empuja un poco. Él nos empuja como un entrenador empuja a un atleta para que desarrolle pulmones y resistencia pero es porque quiere invertir más en nosotros y quiere sacar toda la grandeza que hay en nosotros. Él no nos pone presión para exprimirnos ni explotarnos, él nos pone presión para enriquecernos y bendecirnos, y ancharnos. Y a veces uno piensa como que: ya yo no tengo más nada que dar, ya yo lo exprimí todo. Busca porque todavía hay algo allí. Busca debajo del sofá, ahí hay unas pesetas allí que tú no has visto, se te cayeron. Hay cosas que Dios tiene que uno piensa que no están allí.

Yo les dije una vez acerca de esas plumas que yo encontré, no sé si ustedes recuerdan esa historia. Dios siempre me está hablando así a través de momentos proféticos, y yo siempre me siento en el mismo espacio en mi oficina, soy autista en ese sentido de que soy muy pegado a una sola cosa. Y a lo largo de los años se me han ido cayendo plumas de los bolsillos y cayéndose por la rendija del sofá.

Y un día el Señor, yo estaba hablando con alguien allí y meto la mano así ausentemente y me doy con una pluma, y después sigo buscando y saco otra, y otra mientras yo estaba hablando con otra persona, la persona está hablando y yo comienzo a sacar plumas, saqué doce plumas de ahí de ese espacio que a través de los años habían ido cayendo en la rendija del sofá ese. Después cuando la persona se fue levanté y entonces encontré esas doce, trece plumas, las tengo ahí. Si usted no me cree vaya un día y pida que abran la puerta de la oficina y diga: ¿dónde están las plumas del Pastor? ahí están en una cosita. De paso dice: "no quite estas plumas de allí."

¿Y por qué están esas plumas allí? Yo sentí que el Señor me dijo: Mira, hay cosas que parece que Yo me he olvidado de ellas, cosas que Yo he escrito en tu corazón y en tu vida, y en esta Iglesia, están escondidas como esa fundación que estaba escondida, pero Yo no me he olvidado de ellas, están allí y Yo las voy a resucitar en su tiempo, en su momento.

Y hay veces que usted piensa que no hay nada en algún sitio pero hay, a veces usted piensa: ya no hay más nada que yo pueda dar; usted puede dar. Y lo bueno es que si Dios le pide, primero es porque usted tiene y segundo porque Él le va a dar más para que usted tenga, no solamente tenga sino que le sobre después de dar.

Ahora eso es fácil de decir amén y aleluya pero óigame: cuando llega el momento de ponerlo en práctica se le aprieta el pecho a mucha gente. Yo se lo digo: nosotros decimos amén y aleluya bien fácilmente, yo soy el primero pero qué difícil es ponerlo en práctica cuando eso tiene implicaciones concretas, duras, específicas que tienen que ver con nuestro bienestar, nuestro dinero.

Pero Dios llama a Jeremías, este jovenzuelo que no tiene nada que dar y que está lejos de pensar que Dios pueda tener un propósito para él, y Dios le dice: Yo tengo un llamado para tu vida. Y por eso es que Dios puso esto en mi corazón porque mire: uno de los grandes retos de nuestra Congregación es el siguiente: yo hablaba esto con Yosmar Rodríguez que es el que encabeza el ministerio de finanzas de la Congregación, el gran reto de esta Iglesia es cómo, porque nuestra Iglesia tiene un núcleo, un centro de personas muy comprometidas financieramente y en servicio, esos hermanos que están ahora mismo haciendo pastelillos y que lo hacen domingo tras domingo, y que huelen a; usted los huele y al cuarto de milla usted sabe que vienen porque huelen a aceite. En vez de nariz tienen un pastelito así.

Ay, alguien dijo: se le pasó la mano al Pastor ¿quién fue que dijo? ay sí (risas). No pero yo adoro a esa gente. Ya la ropa le huele toda, el clóset les huele a aceite y a pastelillos, años trabajando para su Iglesia y han levantado decenas de miles de dólares. Nosotros tenemos un núcleo de gente muy entregada al Señor y ese núcleo ha ido creciendo a través de los años, pero también espero que nadie se sienta aludido por favor, estoy simplemente hablando de un hecho, y mi deseo es llamar a esas.

Entonces alrededor de ese núcleo de gente comprometida tenemos un gran número de personas que o son visitantes o vienen de vez en cuando, o están en búsqueda del Señor, Dios los está acercando más a Sus caminos pero que no se sienten necesariamente que son parte de esas filas concretas, todavía no han entrado en ese nivel de consciencia de lo que es ser un cristiano militante verdaderamente y entregado al Reino y a su Congregación a través de la cual el Reino se expresa.

Yo digo que una de las cosas más difíciles de convertir es el bolsillo, la cuenta de banco. Una persona puede dejar de ser adúltera, narcómano, mujeriego, vengativo, pero ser generoso con Dios eso requiere un milagro al nivel de abrirse el Mar Rojo (ríe). A veces es difícil, es difícil convertir el bolsillo. El bolsillo es una de las cosas más carnales y resistentes que hay al mover de Dios, es una crucifixión, es una muerte. Vivir en esa soltura de que yo le voy a dar al Señor y no me va a faltar, todo lo contrario. Al hacer eso yo estoy abriendo la llave de la provisión divina y hay que crucificar el bolsillo.

Pero cuando usted crucifica el bolsillo la resurrección viene, la bendición viene a su vida, es increíble cómo el Señor destapa Su shalom, Su provisión generosa y abarcadora cuando usted comienza a darle al Señor porque eso es el centro de todo; a Dios le pertenece todo, no tengo nada, todo es de Él, lo que Él necesite yo lo voy a dar y Él me va a bendecir. Ahí usted tiene la teología de la generosidad para con Dios en esencia.

Y siempre hemos dicho que la clave está en cada día añadir más personas al centro, sacarlas de la periferia y entrarlas a ser discípulos, convertirlos de ser simplemente gente que está en búsqueda y quieta que ama a Dios, tiene un sano temor de Dios, entrarlos a ser discípulos militantes, miembros activos del Reino que sus recursos estén a, y para eso se requiere una conversión, una toma de consciencia total.

Y yo creo que detrás de todo eso está una baja autoestima de su importancia que tienen delante de Dios y del Reino de Dios, que Dios quiere usarlos y los ha dotado, y que ellos son responsables de llevar un poquito del peso del Reino. Detrás de todo muchas veces, conectando esto con el asunto de la salud emocional y mental, los psicólogos y psiquiatras entienden una cosa y es que la autoestima de la persona define mucho de su destino en el mundo.

Si una persona se siente acomplejada, pequeñita, por eso yo hablaba de que tu valor viene de Dios y no del mundo, porque si tú te sientes pequeñito, inútil, insignificante tú vas a pensar que los grandes valores del mundo no son tuyos ni son para ti, que los grandes llamados a la nobleza y a la grandeza son para otros y no son para ti. Los llamados a la grandeza te van a pasar por encima de la cabeza porque tú vas a decir: eso no se refiere a mí, eso se refiere al otro que está a mi lado, a mi derecha o a mi izquierda.

Ahora cuando tú te sientes como que: no, yo valgo, yo soy importante en Dios, entonces cuando llaman a un momento dices: no, eso me toca a mí. La razón por la cual mucha gente abusa de su cuerpo y daña su cuerpo con sustancias es porque se sienten: hey, si yo no soy importante ¿para qué?

Yo creo que una persona debe tener un sano valor, un sano sentido de sí mismo. Tú eres bello, tú eres hermosa, tú vales, tú importas, tú eres necesario, tú eres parte de la fábrica, de la estructura de tu sociedad, de tu cultura, de tu familia. Tú puedes bendecir a muchos, tú puedes ser un padre espiritual, tú puedes ser una fuente de consejo. Dios tiene un llamado para tu vida, tu Iglesia te necesita. Si tú no estás tu ausencia se deja sentir.

Yo creo que cuando uno siente eso entonces uno se esfuerza, uno quiere ser parte. A veces nos han enseñado que el cristiano es una persona que dice: no, Dios no me tiene que dar nada, yo no valgo, yo soy una basura, creemos que eso es humildad. No al contrario, eso es un insulto al Dios que te creó, Dios no crea basura. Tú vales, tú eres importante, asegúrate de siempre representar bien, sí señor.

Mira: si lo que tú tienes es una camiseta y un pantalón solamente no te sientas mal, pero cuando tú vayas a algún sitio asegúrate de que esté lavadita y planchadita al menos, úsala hasta que sea transparente pero asegúrate de que esté en buena condición, no andes por ahí como un cualquiera, lo que tú tengas. Si tu casa es sencilla, humilde, pobre asegúrate que esté limpiecita, que esté ordenadita y que huela bien, eso es lo importante en la vida.

Y eso va a ser un mensaje a tu subconsciente de orden, de disciplina, de trabajo, de esfuerzo, y eso te va a impulsar a ir hacia adelante pero no te pongas como un cualquiera porque tú importas, tú eres necesaria y no importa lo que el mundo te haya hecho o que no te hayan valorado, ahora tú estás en la economía de Cristo, tú eres rey y sacerdote dice la Palabra del Señor. Somos reyes y sacerdotes llenos del Espíritu Santo, Dios va a hacer grandes cosas a través de mi vida.

Por eso es que tú no puedes estar al margen de los grandes eventos en tu Congregación, en tu familia, en la comunidad donde tú vives, no, tú tienes que ser parte de la solución, no parte del problema. Es importante que uno sepa: yo soy importante, yo valgo. Eso no es orgullo, no, no, eso es simplemente glorificar a Dios que me hizo y que Dios no hace nada defectuoso sino que Él lo hace bien.

Siempre me impactan las palabras de Nehemías cuando vienen sus enemigos tratando de manipularlo y atemorizarlo cuando él está tratando de construir los muros ¿ustedes recuerdan la historia? porque siempre cuando se trata de construir algo se desata una cantidad de cosas: murmuración, ataques del diablo, burlas, críticas, eso pasa, eso viene con el territorio.

Y se le acercan unos hombres a Nehemías y le dicen: mira, hoy vienen a matarte así que métete en el templo y escóndete, y refúgiate, porque había una tradición que si a un hombre lo querían matar o algo se metía en el santuario o el templo y se agarraba de los cuernos del altar, dice, eso era una parte del mobiliario, era como esos jueguitos que uno jugaba antes: no te pueden tocar, tú estás en el lugar safe ¿ustedes recuerdan? no recuerdo ese jueguito pero hay uno algo así ¿no?

Entonces la idea es: agárrate, refúgiate en él para que no te maten, pégate a los cuernos del altar y ahí no te van a hacer daño. ¿Y sabe cuál es la respuesta de Nehemías? él dice: ¿un hombre como yo va a huir y se va a meter en el templo a esconderse como un cualquiera? no señor, yo no voy a hacer eso, y ahí derrotó toda la trama que tenían contra él. Pero me encanta esa palabra: ¿un hombre como yo? óigame, esa palabra, uno diría: oh qué orgulloso, qué.

No, es que ese hombre sabía que tenía un llamado de Dios, sabía que tenía valor en Dios. Él no podía ponerse como un cualquiera refugiándose allí, bueno que lo hagan otros si necesitan, yo voy a darle la cara al diablo.

Nunca le dé la espalda a Satanás ¿sabe? que Satanás no sepa que usted tiene miedo, porque si no se le va a montar encima y le va a dar palo hasta que esté totalmente derribado. El diablo no respeta a una persona que tiene miedo, el diablo respeta a la gente que le da la cara y que sabe: no, yo estoy con Dios, más fuerte el que está conmigo que el que está en el mundo.

Dice por ahí que la única parte de la armadura que Dios no le dió al soldado en Efesios ¿cuál es? la única parte que no se le provee: la espalda, no hay nada que le cubra la espalda porque es que usted no debe huir. Si usted corrió olvídese que le van a dar (ríe), aunque sea piedras le van a tirar. No le dé la espalda a Satanás, siempre ponga una cara confiada aunque esté temblando en las botas, hable como un león aunque se sienta como un ratón (ríe) ese es uno de los mantras míos.

El mundo no respeta a la gente tímida y que se siente pequeña, Dios nos ha llamado a hacer cosas grandes, créale al Señor. Diga: Padre gracias porque me has hecho poderosa, me has hecho fuerte, tienes grandes destinos para mí, grandes llamados para mi vida.

Entonces Dios llama a Jeremías y qué lindo, dice: "Antes que te formase en el vientre te conocí." Óigame antes que los padres de Jeremías se unieran y se concibiera esa primera célula del hombre que sería Jeremías ya el Señor lo había visto en tres dimensiones, alta definición. Toda su vida había estado explayada delante de Dios, Dios había visto el video desde su nacimiento hasta su muerte, todo, y lo conocía.

¿Tú sabes que tú no eres un accidente? no fue como que el día que tú naciste que Dios dijo: Ah mira hay una persona nueva, vamos a ver cómo se llama. Él ya sabía tu nombre, Él te conoce, Él sabe todo acerca de ti, tú eres perfectamente transparente delante de Él, Él te conoce íntimamente. Antes que nacieses te santifiqué, te aparté. Dios tiene un propósito para tu vida, Dios tiene un llamado, Él te ha apartado para una misión.

Cada día mueren cientos de miles de personas yo diría, en la Tierra, que no descubrieron cuál era el llamado de Dios para sus vidas. Afortunados son aquéllos que descubren a tiempo cuál era el llamado para su vida.

Esta semana ha habido mucho revuelo acerca del retiro de Derek Jeter, ese gran jugador de baseball se retira jovencito, uno de los grandes jugadores de toda la historia, uno de los jóvenes que ha tenido una carrera estelar tanto como hombre como como jugador.

Y yo pensaba esta mañana en él y decía: qué bueno es cuando una persona nace con un llamado y una dotación atlética como en este caso, y tienen la bendición de descubrirla a tiempo, de encontrarse con su llamado y desarrollarlo, y desplegarlo en el mundo como hizo esta persona. Él tenía una dotación y descubrió que el béisbol era su pasión y su dotación, y tuvo la bendición, porque yo creo que en el mundo hay una cantidad de gente ahora mismo trabajando en Wall Street y como abogados, y cocineros, y como no sé, lo que sea, ponchando una máquina y tienen un don de béisbol pero nunca lo descubrieron a tiempo, o de fútbol o lo que sea, no se encontraron con su don, no se dieron las circunstancias y morirán sin saber que tenían ese don, invirtieron en otras cosas, hicieron otras cosas. Qué bueno es cuando uno se encuentra con lo que.

Y cada uno de nosotros tiene un don, un llamado, una dotación en la vida, Dios nos ha sacado al mundo con algo especial y tenemos que pedirle: Señor ilumíname para yo sacarle todo el provecho al destino que Tú tienes para mi vida, para que nosotros podamos ser gente útil en la vida y dejar una marca, una huella en este mundo para que cuando nos vayamos alguien pueda decir: mira ahí caminó fulanita, esa es su pisada. Dejemos algo en el mundo que marque nuestra presencia en él porque Dios tiene un propósito para todos nosotros.

Y a través de esta campaña, de nuevo: le ruego a Dios que nos ayude a entender ese sentido de llamado personal, individual, que esto no sea solamente para los que ya se han estrujado dando porque esto es para todos nosotros que estamos aquí. Yo espero que usted se sienta tocado por el Señor en esta mañana. Yo no quiero que haya gente en la periferia y gente en el centro. Dios necesita para hacer lo que Él quiere hacer en esta Congregación.

Yo tengo aquí tanto que se me ha quedado en el tintero porque este llamado de Jeremías yo creo que tiene cuatro aplicaciones. No las voy a desarrollar pero este llamado de que Dios llama a los pequeños a cosas grandes tiene por lo menos cuatro aplicaciones.

Una es, y de nuevo, digo esto en el contexto de que sé que nuestra Iglesia ha pasado ya de ser una Iglesia latina a ser una Iglesia muy internacional con hermanos y hermanas que nos bendicen de la comunidad afroamericana, asiática, anglosajona, haitiana, africanos, todo, es increíble y no me quiero perder en eso.

Pero quiero hablar un momentito solamente con respecto a los hispanos y los latinos, y les voy a decir lo que siempre digo donde quiera que voy, se lo dije ahora a un grupo grande de Pastores en Miami, los hispanos, los latinos entre otros grupos, pero hablo específicamente de los latinos, tenemos un llamado profético en esta nación, un llamado grandioso en tiempos donde Dios se está preparando como en el caso de Jeremías para hacer algo grande en el mundo.

Yo no sé si usted siente cómo la historia se ha acelerado en los últimos meses en el mundo. Vivimos en el contexto de algo grande, es como que la matriz de la humanidad está como una madre que va a parir algo; donde quiera hay guerra, rumores de guerra, plagas, naciones que se levantan, poderosos gigantes que estaban adormecidos y de momento usted oye como que se desenrollan como China y otros grandes, Rusia, se vuelven a poner de pie y demandan su propio espacio, y una nación como esta que ha sido grandiosa y poderosa está en decaída, en decaimiento y que ya es un gigante que nadie respeta, so todavía le piden mucho pero nadie la respeta. Y vivimos en un tiempo de grandes y portentosos eventos.

Y los latinos, ese pueblo inmigrante con una cantidad inmensa, once o doce millones de indocumentados y parece como que nadie los quiere. Los republicanos ciertamente han hecho el ridículo rechazándolos. Los demócratas sí aparentemente pero todavía hay muchos grupos, uniones y otros grupos étnicos que nos ven como competencia y también hay allí mucha tela que cortar. Pero el caso es que ese pueblo pequeñito y que no parece tener mucho que dar Dios lo ha traído soberanamente a esta nación en este tiempo para bendecir esta nación con los valores preciosos que nosotros traemos, en nuestra pobreza, nuestro sufrimiento y nuestra riqueza étnica e histórica.

Y Dios nos ha traído aquí como una población profética para hacer grandes cosas, y Dios le dice a la comunidad latina: No se subestimen como le dijo a los hebreos en Babilonia, no vengan aquí a ser conservadores y pequeñitos, vengan a vivir vidas expansivas y emprendedoras. Manden a sus hijos a la escuela, oblíguenlos a estudiar, inviertan tiempo y dinero en preparar a us hijos, llévenlos a los museos, cómprenles libros, pónganlos a ver documentales e inscríbanlos a revistas y a periódicos para que aprendan a ser hombres y mujeres inteligentes y sabios. Inviertan tiempo porque Yo me preparo un pueblo que va a ser un pueblo próspero.

¿Sabe que para el año 2050 se supone que nosotros vamos a ser una tercera parte de esta nación? 150, 160 millones, ahora hay 50 y pico, 56 millones más o menos los que se han contado de hispanos, latinos en Estados Unidos, se supone que eso se triplique para el año 2050. Imagínese una tercera parte de esta nación de extracción latina, eso es increíble, yo me llevé la sorpresa de leer eso hace poco. Va a ser un pueblo y ya lo es, muy influyente, muy poderoso, y por eso es que necesita una Iglesia.

Lo que yo siempre les digo es que ese pueblo con un llamado profético requiere una Iglesia a la altura de ese llamado. Una Iglesia capaz de educar, una Iglesia con una visión expansiva de lo que es el Reino de Dios, una Iglesia emprendedora, una Iglesia con la planta física que se necesita, con Pastores y Pastoras con sabiduría y entrenamiento bíblico-teológico, buena educación preparando a los niños, haciendo trabajo en la comunidad, dándose a conocer.

Y para poder apadrinar y discipular a ese pueblo que tiene un llamado profético, es como un rey escondido que necesita una nodriza que lo nutra y lo enseñe bien para que cuando llegue a su nivel de heredar el reino esté preparado para hacerlo. Y por eso es que el segundo llamado es a León de Judá, esta Iglesia. Es un llamado a nosotros, a esta Congregación, que es una Congregación que para gloria de Dios ejemplifica muchos de esos valores de lo que debe ser una Iglesia latina y esto es para gloria exclusiva del Señor, Dios me libre. Dios sabe que cuando digo estas cosas es con temor mas bien de que haya orgullo o algo.

Pero la verdad es que Dios nos ha dado, nos ha hecho una Iglesia ejemplar para gloria del Señor. Nos falta mucho, mucho, mucho, mucho, somos muy lejos de ser perfectos, pero hay muchos valores aquí de lo que debe ser una Iglesia para hacer su parte en ese llamado de bendecir a la comunidad latina y ayudarla a ser todo lo que Dios quiere que sea.

Y Dios nos dice a nosotros como Congregación: No se subestimen, Yo tengo grandes propósitos para ustedes, no digan que no pueden. Cada cosa que nosotros hacemos, ese conector, eso enriquecerá el funcionamiento y nos posicionará para hacer todo lo que nosotros queremos hacer. A una Iglesia que tiene un llamado como este va a ser una Iglesia peligrosa para estar en ella porque Dios va a pedir mucho de usted, porque no somos una Iglesia convencional; no somos una Iglesia de administración, manejo y mantenimiento. Somos una Iglesia profética militante, on-edge siempre viviendo en el borde del llamado de Dios, fronteriza.

Y esa Iglesia requiere un pueblo igualmente agresivo y visionario para poder hacer todo. Si fuéramos una Iglesia simplemente que ya, ha llegado a su nivel y estamos ahí simplemente subsistiendo como tantas iglesias que llegan al período de la madurez y la ancianidad, y simplemente puedes venir a la Iglesia el domingo, recoger la ofrenda, hacer la Santa Cena y nos vamos a la casa y volvemos el domingo que viene, y hacemos lo mismo otra vez, hay muchas iglesias así y gloria a Dios por eso, no es gloria a Dios pero sí usted entiende lo que quiero decir.

Todavía Dios no nos ha dado el privilegio, no el privilegio, no hemos caído en eso. Esta es una Iglesia agresiva, militante, expansiva, siempre yendo un poquito más allá, siempre incomodándose, porque el llamado es grande y Dios nos dice: No se subestimen, Yo tengo grandes cosas. En un tiempo como el que estamos viviendo Dios le dice a esta Iglesia: No digas que soy joven, no digas que no tengo, no digas que ya dimos demasiado, no digas que ya estamos, no. Ustedes van a hacer todo lo que Yo les diga que tienen que hacer y van a decir todo lo que Yo les diga que tienen que decir.

No se atemoricen ni caigan en pedir disculpas por lo que ustedes son, lo que ustedes creen, hagan lo que Yo les digo y no se preocupen porque Yo estoy con ustedes, amén. Entonces es un llamado al pueblo latino en Estados Unidos, es un llamado a León de Judá, es un llamado a toda esta feligresía en general diciéndoles: Ustedes valen, son importantes para Mí, hay algo que está en ustedes que Yo necesito y quiero.

En este tiempo de la historia en que Yo me preparo para hacer grandes cosas como dice aquí: "He aquí he puesto mi palabra en tu boca, me dice Jehová: Yo apresuro mi palabra para ponerla en tu boca." Dios me ha hablado claramente que este es un tiempo en la historia de la humanidad como nunca antes en todo el tiempo en que hombres y mujeres llevan caminando sobre este planeta, este es un tiempo increíblemente importante y seminal para el desarrollo de la humanidad, y a nosotros nos ha tocado vivir ese tiempo.

Y esta feligresía, tú te mueves en ese contexto de gran importancia cósmica casi podríamos decir. Dios se apresura para hacer grandes cosas en este tiempo y tú tienes que vivir a la altura de ese tiempo, y tú tienes un llamado profético.

Y la última aplicación, latinos en Estados Unidos, León de Judá, feligresía general, es a los que, de nuevo, necesitan entrar en ese centro, los que necesitan entrar en ese centro y salirse de la periferia, a ustedes también Dios les dice: No eres niño, no digas que no es tiempo, no digas que: ah, eso se lo debo a los consagrados, no. Yo tengo un llamado para tu vida. Si tú solamente te tomas en serio a ti mismo y me tomas en serio a Mí Yo haré grandes cosas a través de ti. No dejes de creer que Yo tengo un llamado para tu vida.

En el Nombre de Jesús yo me refiero a aquéllos que todavía no han entregado sus vidas al Señor completamente. Conságrate, entrégate totalmente, zambúllete ya en las aguas totalmente para que el tiempo más glorioso de tu existencia se desate y tú puedas entrar en todo lo que Dios tiene para tu vida.

Si tú dices que no puedes no vas a poder, si tú dices que no eres no vas a ser, pero si tú crees en el llamado de Dios Dios te va a infundir, te va a vestir con ropas sacerdotales y te va a poner donde tú necesitas estar.

Yo tenía unas transparencias, ahí unas proyecciones pero las daré el domingo que viene, no importa, porque esto es lo importante. Si la voluntad está dispuesta, está informada, está iluminada lo demás viene específicamente. Cuando hagamos este llamado el domingo que viene creámosle al Señor.

Mire lo último les prometo: esta mañana estaba mirando todos esos bosquejos que yo tengo ahí de la primera vez, tenía un sermón ahí de los años 90, eso es una reliquia. Yo creo que si eso lo vendo en Ebay $5.000 me van a dar. Y ahí yo decía algo bien interesante a la Iglesia Bautista Central de Cambridge cuando ya habíamos iniciado los primeros comienzos de este esfuerzo.

Fíjate, es que como que siempre los mismos argumentos, las mismas cosas. En ese tiempo yo decía: "ahora mismo nosotros somos cien personas" yo tenía escrito, dice: "somos cien personas" y mire mis cálculos de Pastor desesperado para sacarle el jugo a la gente, decía: "cien personas, si nosotros hacemos esas cien personas, hacemos $15.000 por año, si 100 personas en esta Iglesia son $15.000 dólares al año de salario" imagínese en esos tiempos $15.000 al año, "100 personas; eso es 1 millón y medio de dólares."

Y si solamente esas personas dieran el diezmo yo decía como la gran cosa: "nuestro presupuesto sería $150.000" en ese tiempo por lo que dice allí era $50.000 al año el presupuesto nuestro, $50.000 al año, "y con eso" yo decía "resolveremos todos nuestros problemas."

¿Usted sabe cuánto es nuestro presupuesto ahora, veinte y pico años después? $1.800.000 ¿ok? Eso quiere decir que es más de lo que toda la Congregación hacía supuestamente en mi escenario teórico. Dios nos ha bendecido, nos ha prosperado más allá de lo que nosotros pensábamos. Esa congregacioncita metida en lo recóndito del Río Charles Dios la sacó a la prominencia de una gran ciudad y Dios la ha bendecido, y la ha usado, y nos ha permitido bendecir a angloparlantes y diferentes continentes, y naciones, porque le creímos al Señor, y yo todavía estoy.

Esta mañana Dios me hablaba allí sentado diciéndome: No te preocupes, Yo tengo lo que tú necesitas. Pero ¿sabe? que ese presupuesto cada domingo nosotros quedamos en un poquito de déficit, cada domingo para poder alcanzar ese presupuesto. Son unos $30.000 dólares que nosotros necesitamos y yo le explico después pero, y nunca llegamos, muy raramente llegamos a la meta de esa cantidad de dinero porque son muchas las cosas que nosotros hacemos, son muchos los gastos de esta Congregación; son tres grandes edificios en la ciudad y un equipo Pastoral que es pequeño dada toda la gran comunidad que nosotros servimos, con muchos diferentes ministerios.

Y se requiere un pueblo que dé parejamente, generosamente, y que se sienta: yo soy parte de algo poderoso que Dios está haciendo en esta ciudad. Y si nosotros nos atrevemos a creerle al Señor Dios va a hacer cosas que todavía ni siquiera nos imaginamos.

Lo que yo no podía concebir hace veinte y pico de años ahora mismo yo tampoco puedo concebir lo que Dios va a hacer en quince, veinte años, yo no sé si voy a estar aquí pero Dios tiene grandes cosas para ustedes y para todos nosotros. Dios puede hacer cosas imposibles, sólo falta que le creamos a Dios y tú eres parte del milagro. Dí: "yo soy parte del milagro" tú, créele al Señor.

Y mi deseo no es solamente para una campañita pequeña sino para tu vida, todos los años que te quedan por delante que los vivas en la generosidad y la grandeza, y la abundancia de un Dios que tiene buenos propósitos para tu vida.

Baja tu cabeza un segundo, recibe la Palabra del Señor, no vengas con retórica sino créele a Dios y si dijiste amén pon tu firma en eso, y dí: yo le voy a dar a Dios, yo voy a servir a Dios, yo sí puedo, yo tengo y puedo ser parte de un milagro. Dios nos ha llamado a hacer ese conector como un punto final a esta gran narrativa que ha sido nuestra vida hasta aquí porque Dios es un Dios de excelencia y de detalles, y tú eres parte de Su milagro específico.

Padre: en el Nombre de Jesús te pedimos que nos prepares y que nos ayudes a estar a la altura del llamado y del contexto que habitamos Padre en este tiempo de la historia. Yo bendigo este pueblo Padre y pido que lo anches, y lo prosperes, y que hagas de él un gran y poderoso pueblo que ejemplifique los mejores valores del Reino de Dios, y que sea levadura santa y buena para esta ciudad, y que bendiga a muchos.

Danos el valor Padre, esta campaña, la parte financiera. No solamente de la campaña sino de la vida de esta Congregación cotidiana, domingo tras domingo, semana tras semana yo la pongo escuetamente en Tus Manos Señor amado. Sácanos de el aprieto y ponnos en abundancia santa para hacer Tu Voluntad y preocuparnos por lo que vale y lo que cuenta que es hacer Tu Voluntad y cumplir con Tus propósitos Señor. Ancha un poco el contexto en que estamos Padre y bendícenos, y te serviremos hasta el último día Señor. Gracias en el Nombre de Jesús, amén.

Hermanos les bendigo en el Nombre del Señor, vivamos vidas heróicas a la altura del llamado de Dios para nosotros, Dios les bendiga.

Despegate del mundo, pegate a Dios

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Les invito a continuar meditando sobre el llamado de Dios a vivir vidas saludables, vidas sanas y a desarrollar en nosotros la capacidad para renovarnos precisamente, rejuvenecernos en medio de las pruebas, las dificultades de la vida, cómo superar pérdidas, tragedias, aflicciones, defectos físicos y emocionales, traumas del pasado, cómo usar todas esas cosas para inclusive ser gente más sabia, más profunda, más misericordiosa, más reflectiva de la gracia y el amor de Dios, y saber que las dificultades y las pruebas que nos vienen a la vida no son un indicio de Dios.

Para los hijos de Dios las pruebas, las pérdidas, los sufrimientos no son indicios de la indiferencia divina, no son indicios de la ira de Dios, no son indicios del castigo de Dios, son indicios mas bien del involucramiento misterioso de Dios en nuestras vidas porque a veces Dios usa herramientas extrañas para avanzar Sus propósitos en nosotros de llevarnos a ser más y más como Cristo Jesús.

Recordemos siempre que las aflicciones y las pruebas que el Señor experimentó en la Tierra dice la Biblia fueron usadas misteriosamente, porque no entiendo muy bien cómo, pero para perfeccionarlo a Él, me imagino que en Su dimensión humana, porque siempre había esa tensión en Él de lo divino y lo humano, pero dice así el escritor de Hebreos ¿no? que el Señor fue perfeccionado.

Para que no piensen que estoy diciendo herejía ahora voy a tener que buscarlo y tengo también curiosidad ¿no? de eso porque es importante, porque cuando hablamos. Yo les dije desde el principio que mi presentación y todos estos son principios que voy a estar elaborando en muchas maneras diferentes, mi presentación acerca de la salud y la sanidad no iba a ser superficial sino muy dinámica, muy reconocedora de la naturaleza de lucha que hay en la vida humana y cómo Dios usa muchas cosas para perfeccionarnos también que no parece que son de esa naturaleza ¿no?

¿5:8? ok, tenemos un teólogo aquí también, 5:8, yes, gracias ¿quién dijo eso? Rafael, estás afila'o ¿eh? qué bueno. Sí, Hebreos 5:8, dice mire: "Y Cristo en los días de su carne ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte fue oído a causa de su temor reverente; y aunque era Hijo" escuche esto, ahí yo creo que el escritor empieza como a luchar un poquito con la divinidad y humanidad de Jesús metidas en una sola vasija. "Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia, y habiendo sido perfeccionado vino a ser autor de eterna salvación."

Entonces vemos esa idea de que el Señor fue perfeccionado por esas luchas por las cuales él pasó. Entonces es evidente que Dios usa ese proceso para purificarnos y trabajar, y no debemos rechazar las luchas de la vida como: oh, simplemente Dios no me ama, no. Dios está usando todas esas cosas para bendecirnos y para perfeccionarnos, y hacernos más como Cristo.

Pablo habla de que él quiere conocer a Jesús en dos maneras, dice: "En su resurrección" ¿y cuál es la otra? que los predicadores de prosperidad muchas veces se le olvida, "quiero conocerlo en su resurrección y en sus padecimientos" búsquelo ahí si quiere, en Su resurrección y Sus padecimientos porque a veces solamente nos interesa la resurrección porque es lo luminoso, es lo grandioso, es lo bello pero ¿qué hay de conocerlo en Sus padecimientos?

La Biblia sugiere que cuando nosotros estamos pasando por pruebas como que participamos de la vida de Jesús en una forma misteriosa y más profunda que en cualquier otra manera. Dice la Biblia que el Espíritu glorioso de Dios reposa sobre nosotros. Yo no quiero pruebas ¿sabe? pero cuando las tengo que pasar digo: Padre dame la perspectiva correcta y ayúdame a ver Tu trabajo en mi vida.

Entonces Dios quiere que usemos las circunstancias de la vida para crecer, para mejorar, para ser más fuertes y por eso es que mi diálogo acerca de una vida saludable y sana incluye el dolor y el sufrimiento, porque la sanidad sólo tiene sentido en medio de la enfermedad, en el contexto de la enfermedad, si no sería simplemente algo neutral, y les animo a ver su vida como algo hermoso, un gran tapiz que Dios está tejiendo de colores diversos; algunos más sombríos, algunos más luminosos pero todos son colores bellos que van a darle al diseño final de su vida una belleza extraordinaria.

Entonces ¿por qué es importante? yo decía que en el último domingo, el domingo pasado, que uno de los principios que nos ayuda a ser gente saludable es a saber que Dios está con nosotros y por nosotros ¿recuerda? Yo leí ese versículo del Salmo que dice: "Esto sé: que Dios está por mí."

Y también la idea de que nosotros debemos recordar activamente, afirmativamente: Dios está conmigo, Dios está por mí. Cuando usted va ahí a la oficina de Migración para el exámen de su ciudadanía entre allí y diga: Dios está conmigo, Dios está por mí, Dios me va a dar sabiduría, me va a dar gracia. Es más: antes de usted ir al exámen simplemente atreverse a solicitar para el exámen ya requiere una cierta confianza en que Dios puede hacerlo ¿no?

Muchas veces como que pensamos que: no me va a dar resultado, no va a pasar, no se va a dar porque eso es para otra gente. Ya muchas veces antes ni siquiera de dar la batalla no la damos porque hay en nosotros como un trasfondo de que: yo no puedo, no tengo, no merezco, no ha pasado antes en mi vida.

Y mucha gente que vivió sin Cristo y sin el poder del Reino de Dios encima de ellos cuando entran al Evangelio siguen cargando con la misma grabación derrotista que tenían cuando estaban sin Cristo. Ahora como usted está con Cristo todos los recursos del cielo están con usted y a su favor, mi hermano, Dios está con usted. Dios le ama, Dios tiene buenos propósitos. Usted puede hacer cosas grandes en el Señor porque Cristo está con usted dentro de usted, a favor de usted. Usted tiene el gran consolador, el Espíritu Santo que le anima, le ilumina, le enseña, pelea con y por usted.

Entonces todo lo que usted hace tiene un provecho mucho mayor que el que trata de hacer estas cosas simplemente con su propia fuerza ¿usted entiende? y por eso es tan importante recordar ese principio, y llegar a la convicción de ese principio se toma mucho tiempo y mucho esfuerzo.

Usted tiene que participar de una dieta alimenticia de fe, usted tiene que escuchar sermones de fe, tiene que cantar coros e himnos de fe, tiene que asociarse con gente de fe. Mire: de la gente pesimista huya de ellos como usted huiría de una plaga hermano. Reúnase y hable con gente que tiene fe y si habla con gente que no tiene fe es para ayudarlos a adquirir fe, pero no se deje contagiar y contaminar por la gente pesimista ¿sabe? No, usted tráigalos a ellos al optimismo del Evangelio. Nosotros tenemos un Dios Todopoderoso y fuerte que está con nosotros en todos los procesos de nuestra vida.

Y antes de entrar en la próxima enseñanza déjeme detenerme un poquito más porque como les dije, este es un diálogo sostenido a largo plazo y a veces voy a volver un poquito para atrás para seguir adelante, pero recordemos estos principios. Cuando usted va al aeropuerto, ahora yo estuve en Miami, y Miami es un aeropuerto pero, es increíble, es inmenso, es una ciudad, usted tiene que montarse en un tren para ir de una terminal a otra muchas veces.

Entonces usted tiene que caminar mucho para llegar a ciertos sitios, para llegar a donde alquilan los carros usted tiene que caminar como media milla o más quizás, o no sé, pero ¿sabe qué tienen estos, son como unas correas móviles que están moviéndose, lentamente pero bastante? entonces ¿qué hace? usted se monta en ellas, son unas tiras que llegan como digamos a doscientos pies o trescientos pies, cien yardas. Usted se monta en estos rodillos movedizos ¿verdad? se monta en ellos, entonces hay cierta velocidad que ya tiene la correa misma. Ahora si usted camina sobre la correa usted está caminando doblemente rápido ¿verdad que sí? porque tiene la correa que lo está llevando y también su propia moción; es decir que si una persona está fuera de la correa está solamente caminando encima del piso fijo, usted va a ir mucho más rápido ¿ok?

Y yo siempre he dicho: wow, esta es una perfecta imagen de nosotros los hijos. Me gusta por lo compleja que es porque por una parte no me dice a mí: simplemente ponte como un aplatana'o ahí agarrado de la correa pa' que te lleve, no, si tú tienes fuerza camina, aprovecha ¿no? Entonces dos cosas: para mí esa correa movediza es la bendición de Dios, los nutrientes del Reino, la Palabra de Dios que ya de por sí va a bendecirme en todo lo que yo haga. Ahora, hay una parte que si yo la hago es doble bendición. Si yo me muevo con el viento de Dios voy a ir más rápido que el que está tratando de hacer las cosas por sí solo ¿usted entiende?

Y yo creo que esa es la visión dinámica y tensa de la prosperidad y de la bendición de Dios en nuestra vida, hay una parte que Dios nos da. Cuando usted entra al Evangelio a usted le dan toda la armadura de Dios, le dan todos los nutrientes del Reino, le dan verdad y Palabra del Señor, promesas, la buena Voluntad de Dios, esa es la correa móvil, pero dice: Ahora usa la dotación que Yo te doy, esfuérzate y sé valiente, no temas ni desmayes, esfuérzate y se valiente porque Yo estaré contigo donde quiera que tú vayas.

Tú te vas a montar sobre la correa móvil del Evangelio y vas a ir más rápido y con menos esfuerzo que los que tienen que ir solamente con sus propias fuerzas pero eso no te exime de hacer tu esfuerzo también, y de luchar, y de hacer tu parte. Pero tú tienes que estar convencido de que Dios está contigo y por ti porque eso te va a dar ánimo.

Y llegar a esa convicción, a esa postura de fe requiere de una reprogramación del cerebro, sobre todo para aquéllos que hemos padecido de depresión, derrotismo, que venimos de un pasado de pobreza donde no nos han afirmado, no nos han dicho que creen en nosotros, que podemos hacer las cosas ¿no? Hemos crecido en un mundo a veces difícil donde nuestros padres no tenían tiempo, los pobres estaban peleando ahí por subsistir ¿qué tiempo tenían que nos amaban y que valíamos, y que éramos hijos de Dios? ellos los pobres estaban existiendo también y a veces se les escapaba su buen correazo allí, y cuando le traíamos un dibujito: mira papi lo que yo hice, ah muchacho véte para allá, estaban deprimidos los pobres bregando con la vida.

Entonces cuando entramos al Evangelio nos resulta difícil a veces aceptar la idea de que tenemos un Dios bueno, un Padre benévolo que tiene buenas cosas para los que le aman, que quiere bendecirnos, que está comprometido con nosotros, que va a tomar todos los elementos de este mundo caído y los va a convertir en oro y en nutrientes para nuestro crecimiento, y que yo tengo derecho a aspirar y a creer que hay un futuro luminoso para mi vida, y que Dios me va a ayudar en los procesos de mi vida.

Yo puedo estudiar, yo puedo tener un buen matrimonio. Mis hijos pueden llegar a ser gente poderosa y buena, y noble. Yo puedo tener una vejez saludable y vital. Yo puedo ahorrar, yo puedo emprender cambios en mi vida. Yo puedo reprogramar mi personalidad con la ayuda del Espíritu Santo. Yo puedo salir del atolladero de la vida porque Dios tiene buenas cosas para mí.

Tú puedes creer en esas cosas porque Dios te lo ha dicho y te lo ha prometido, y está comprometido contigo, y quizás Él no te va a dar el éxito inmediatamente porque Él quiere crear molleros en ti, quiere crear músculos. Si lo hace todo por ti lo que va a hacer es un parásito ahí simplemente abriendo la boquita para que el Señor le meta las cosas ahí, no. Él quiere que tú trabajes también, que te esfuerces, Él quiere hombres y mujeres con iniciativa, con autoridad porque han peleado sus batallas y han visto al Señor entonces sacarlos adelante de sus pruebas. A veces el Señor entonces aguanta un poquito para que tú entonces desarrolles ciertos músculos, pero Él definitivamente está contigo y eso es importante.

Déjeme ir porque hay muchas cosas lindas de esa idea pero recuerda: entra en el proyecto de llegar a ser una mujer, un hombre confiado de que Dios está contigo y por ti, y consume, y mastica, y digiere todo lo que tú puedas en términos de la posibilidad de Dios dentro de ti, el buen propósito, el benévolo propósito de Dios para tu vida, consume una dieta de fe. En ese sentido yo creo mucho en la predicación afirmativa ¿ok?

Ahora: hay un principio también que yo creo que es importante para la salud emocional que también es una cosa que como que tenemos que aprender a integrar con el paso del tiempo, no viene naturalmente. Y está relacionada con todo lo que yo vengo diciendo también, cuando dije inclusive acerca de que, recordemos que uno de los principios de salud es la idea de que yo tengo valor inherente en Dios y que yo no tengo que estar mirando al mundo y a lo que los otros piensan de mí o lo que la gente dice de mí, o los accesorios del éxito para que me den valor; yo tengo valor porque Dios dice que yo tengo valor y Dios me ama.

Yo decía que fíjese: usted puede aislar un principio de allí que es por separado, está incluido pero es separado, y es esta idea: una y otra vez yo estoy llamando a esta idea de que nosotros tenemos que aprender a despegarnos del mundo y a despegarnos de la gente, ese es un principio que vale la pena aislarlo.

En la medida en que usted quiere ser una persona y sana emocionalmente usted tiene que ir desconectándose de esa dependencia que tiene el hombre del mundo, la mujer del mundo de lo que digan los demás, lo que piensen los demás, lo que le hagan los demás, de las circunstancias que está viviendo, de las cosas que están pasando alrededor de uno. Y uno tiene que ir desconectando esos cables y conectándolos a la fe y a la visión espiritual, y a lo que dice la Palabra de Dios y los principios del Reino de Dios.

Yo creo que en la vida cristiana a medida que va madurando, uno le va dando menos y menos importancia a la gente y al mundo, y a las cosas que usted ve día en día y va viviendo más y más por los principios de la Palabra de Dios. Usted depende menos de las emociones y de los complejos, de los temores y de las experiencias del pasado, y usted va haciéndose más y más cuya fuerza motriz no es lo que la gente diga o las aspiraciones, o el afán de la vida, del éxito, la motivación que provee la ambición, y ya usted aprende a ser una persona que usted se mueve por fe, por lo que Dios ha dicho, por lo que Dios ha declarado.

Si tengo miedo eso es problema del miedo no es problema mío. Si tengo duda de mí mismo le dices: hey ponte pa' un lado, yo creo que Dios está conmigo. Si la gente un día no lo llama usted dice: ah, se lo perdieron. Si un día está nublado allá afuera usted no se deprime porque está nublado, porque usted sabe que el sol de Dios está brillando dentro de usted,la Presencia de Dios está dentro de usted.

Yo aprendí eso de mi mamá cuando al principio yo decía: oh está lloviendo, mira qué feo está el día, mi mamá decía: no digas que el día está feo, es un día creado por Dios, es un buen día. Llegué hasta el punto en que ahora me encanta la lluvia, hizo un buen trabajo mi mamá en ese sentido.

Y yo creo que uno aprende más y más a ser una criatura no del tiempo y del espacio sino de la eternidad. Digo acerca de lo que dice la Palabra de Dios ¿no? dice: "No sólo de pan vivirá el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios." Ahí usted tiene la tensión.

Mucha gente vive del pan de la vida, del mundo, lo que el mundo le depara, lo que la gente le dice, el prestigio que viene de tener títulos o de tener respeto de la gente, o de los logros artificiales de la vida y de eso depende su autoestima, del pan que viene del mundo en vez de depender de todo principio, de toda palabra, toda enseñanza, toda verdad que sale de la boca de Dios, de la Palabra de Dios, de los principios del Reino de Dios.

Por eso es que es tan importante: ¿recuerda que hablamos acerca de la armadura de Dios, de la armadura del soldado romano que es una armadura espiritual también? ¿y cuál es la primera que dice? la verdad, ¿verdad que sí? La verdad y después la justicia, y también el escudo de la fe, esas tres ideas están unidas. Yo les decía que aplicando eso a la vida de salud uno tiene que vivir en la verdad.

Si usted, no lo digo yo lo dicen los psicólogos, los psiquiatras y todos los trabajadores de la salud mental, toda neurosis nace de un rechazo o ignorancia de la verdad. Cuando usted conoce la verdad la verdad lo hace libre como dice el Señor Jesucristo y nosotros tenemos que habitar en la Verdad de Dios porque el mundo te tira una cantidad de mentiras.

Dice la Biblia que el corazón es la cosa más engañosa que hay, recuerde eso. No se lleve de su corazón porque su corazón está conectado al mundo biológicamente, sus emociones, su cerebro, su programación neurológica está conectada al mundo y la experiencia; usted es programado por las experiencias del mundo. Usted es una suma total de todo lo malo y todo lo bueno que usted ha experimentado; generalmente el balance va a ir más hacia lo malo porque este es un mundo caído.

Entonces si usted vive siempre de su neurología usted va siempre a ser una persona muy deformada. Nosotros tenemos que vivir de la Verdad divina y tenemos que cultivar un rechazo interno del mundo.

Yo creo que en la teología moderna es algo que se ha perdido un poco ¿sabe? En nuestro deseo de no ser una Iglesia exclusivista y como enajenada, y de ganarnos el mundo a través de una simpatía hasta cierto punto es como que ya se ha perdido el lenguaje bíblico del mundo y de la Iglesia. La verdad es que sí usted examina el lenguaje bíblico hay una idea muy poderosa que es el rechazo del mundo, ese himno que yo siempre: "no puede ser el mundo mi hogar, en gloria tengo mi mansión, no puede el mundo ser mi hogar."

La Biblia dice que el que se constituye en amigo del mundo se constituye ¿en qué? en enemigo de Dios. También dice que: "No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo." Entonces yo creo que se ha perdido muchas veces; en el deseo de ser modernos e integrados hemos perdido la otra parte: que no somos del mundo y el mundo está gobernado por un príncipe rebelde que se llama Satanás que rechaza todo lo que es de Dios y todo lo que es del Reino de Dios ¿sí o no?

Los valores del mundo, la cultura, todo está en última instancia penetrado por el principio del mal y del rechazo de Dios, y el apego al tiempo y al espacio en vez de a la eternidad. Entonces nosotros tenemos que recuperar el lenguaje bíblico del rechazo del mundo y la separación que hay entre el mundo y la Iglesia en ese sentido, porque por otra parte ¡sí, estamos en el mundo! y tenemos que ser una fuerza positiva pero tenemos que ser también claros; sí, yo estoy aquí en el mundo para restaurar y para sanar vidas, y para sacar todo el mundo que yo pueda y meterlo en el arca de la salvación, pero yo sé que este mundo está condenado a la destrucción.

Cuando yo voy a un museo y disfruto de las bellas pinturas de Monet o de Miguel Ángel o de quien sea yo sé también, mientras me deleito en ellas, yo sé que todo eso un día se va a quemar y va a arder cuando este mundo sea destruido y Dios cree un mundo nuevo y una tierra nueva, las veré pero las veré en video solamente porque no estarán yo creo, porque nada de eso va a poder entrar a la eternidad. Es más: yo voy a poder pintar algunas de ellas como las pintaba Miguel Ángel, mi cerebro será perfecto; es más, diré: sé, y saldrá una pintura así mismo (risas).

Pero ¿sabe? yo me deleito en esas grandes obras con una mente dividida: una parte de mi mente disfruta y celebra la grandeza y la creatividad de esos hombres y mujeres, y otra parte dice: pero vanidad de vanidades, todo es vanidad. "El hombre es como la flor del campo que pasó el viento y por ella y pereció, y su lugar no la conocerá más."

La Biblia está de referencias a la fragilidad de la vida, la fragilidad del mundo. La Biblia dice: "Maldito el hombre que confía en hombre" y yo creo que tenemos que aprender hermanos: pídele a Dios cada día que te desconecte de la gente y del mundo, y de la experiencia vivencial, y que te permita ver siempre la vida a través de los lentes divinos, los lentes de la Palabra de Dios. El diagnóstico verdadero e irrefutable de la Palabra y los principios del Reino de Dios, porque eso te va a hacer invencible, te va a hacer intocable, te va a cubrir de una membrana protectiva para que no se te pegue nada.

Cuando tú pases por sufrimientos, tribulaciones, rechazos te van a resbalar porque tú estás untado de betún por todas partes. Betún es una palabra creo caribeña ¿no? pero es la pasta que se le pone a los zapatos, quizá debiera usar algo más elegante pero usted entiende lo que le estoy diciendo. Úntese aceite para que le resbalen las experiencias malas de la vida. Ok te caíste, te raspaste la rodilla: ponte un poquito de aceite y sigue pa'lante en el Nombre del Señor. No te quedes en el pasado, sigue adelante, abraza la vida que está delante de ti, el llamado positivo de Dios para tu vida.

No te quedes pegado en lo que te sucedió, lo que te hicieron, lo que no te dieron porque cuando tú estés en el Reino de Dios todo eso se va a desprender de ti, tú serás una criatura perfectamente renovada, no te vas a acordar en un sentido diciendo, porque no te va a hacer efecto nada de lo que pase en esta vida y todo lo que sucede tú lo estás tornando en bendición.

Y por eso es tan importante que como cristianos nosotros hagamos un propósito de llegar a entender esto porque este es un principio que tú lo vas a tener que escuchar ciento siete mil veces antes de que se te pegue en tu consciencia, pero por lo menos si tú sabes que debes ir hacia él vas a reforzarlo continuamente: no me voy a apegar al mundo, tengo que despegarme del mundo, tengo que despegarme de lo que dicen de mí, tengo que despegarme de lo que hoy experimenté y tengo que verlo a través de los lentes de Dios.

Eso está unido también a la fe, a la Verdad de Dios porque la Verdad de Dios está por encima de toda mentira del mundo y toda cosa ilusoria, y también está pegado a la vida de fe que te permite a ti decir: no, lo que yo estoy viendo y sintiendo tiene cierto grado de veracidad pero no es la última palabra, la última Palabra la tiene lo que dice la Palabra de Dios en mi vida, y esa capacidad de ver el mundo con despego, tan importante.

Yo creo que eso es lo que los ancianos, la gente que ha vivido mucho, aprende. Usted ve que la gente anciana ya no le importa tanto, a menos que sea Joan Rivers haciéndose cincuenta mil cirugías plásticas para aferrarse, porque esa es la gente del mundo ¿usted ve? la gente del mundo se ve envejeciendo y quiere pelear contra eso y aferrarse deformantemente a una juventud ficticia y grotesca. Pero generalmente cuando una persona envejece sabiamente, cuando pasa el tiempo ya no le importa tanto lo que la gente diga: sale con una batita allí sencilla y viene visita, y usted la ve sentada allí con una, porque ya qué le importa a ellos lo que piense la gente ¿no? ya están curtidos.

Ven al nietecito que rompió un plato, la mamá que no tiene mucha experiencia cree que el hijo va a ser un criminal un día porque se porta mal, la abuela dice: no muchacha, tú hiciste cosas peores cuando tú estabas de la edad de él, ya no se deja obsesionar con el momento porque ve las cosas a través de una perspectiva estirada a través de años, décadas de vida. Imagínese si usted pudiera ver la vida a la luz de la eternidad como Dios ve el mundo, que ve: oh una trageida, murieron 50.000 personas, Dios dice: Hm, Yo he visto 100.000 personas morir, en el diluvio murieron más que eso dice el Señor, la perspectiva divina es una perspectiva de mil años, dice: "Mil años como un día, un día como mil años."

Y nosotros tenemos que en todo lo posible adquirir esa perspectiva eterna también a fin de que las cosas, los sufrimientos de la vida de momento como que se diluyen y se hacen menos poderosos sobre nosotros, menos deformantes, tienen menos poder, menos capacidad para deformarnos porque estamos viendo todo a la luz de la perspectiva eterna de Dios. Entonces ya lo que la gente diga, lo que piensen nos importa un bledo: "Ustedes determinen a quién van a servir pero yo y mi casa serviremos a Jehová." Si no les gustó eso es problema de ellos.

"Ah que tú nunca vienes los domingos cuando te invitamos" "no porque yo voy a la Iglesia, yo tengo que ir a buscar de Dios y a fortalecerme del Señor, así que mira: ven, acompáñame y después vamos a un sitio por ahí." ¿Qué es lo que Dios dice, qué es lo que Dios quiere, qué es lo que Dios determina y diagnostica? y uno vive por eso hermanos. Pídale al Señor que te desconecte del mundo y de las circunstancias. No estés tan pegado a lo que tu mente te dice y lo que tus ojos ven, ni que tu corazón te dicta ni las experiencias que te formaron o deformaron y desarrolla una capacidad interior para vivir despegado del mundo.

¿Sabe que toda gran sabiduría depende de eso? aún por ejemplo si usted busca en el hinduísmo, el budismo, hay ese llamado al despegue, al despegamiento. Por ejemplo el budismo dice que la raíz de todos los males es el apego al mundo, no lo dijo Cristo; lo dijo el Señor pero también lo dijo el Buda y otros sabios, no es que estoy diciendo que todas sus enseñanzas son verdaderas pero en ese sentido sí es muy poderoso.

Es que la observación misma natural nos indica que en la medida en que nosotros dependemos de las circunstancias diarias y de las cosas de la vida, en esa medida vamos a estar apegados a las fluctuaciones, como la bolsa de valores de Wall Street. Un día sube, un día baja, un día está un poquito más alta, mataron a alguien en el Medio Oriente y enseguida se aprovecha para subir un poquito el precio del petróleo o lo que sea para robarnos el dinero, eso es todo ¿sabe? Y entonces así, vivimos como una veleta en vez de tener la fe, vivir: ¿qué es lo que Dios dice, qué es lo que Dios ha dictado acerca de mi vida?

Yo escribo aquí: "Esa idea de adoptar siempre la perspectiva divina de fe es primordial. Vivir de toda palabra que sale de la boca de Dios en vez de lo que vemos o experimentamos. Sustituir la perspectiva divina por la perspectiva experiencial" de la experiencia. "Entrenarnos a vivir así se toma tiempo y esfuerzo pero vale la pena, nos permite vivir por encima de las circunstancias negativas, de los defectos físicos, las deficiencias, la necesidad de aprobación de los demás, nos estabiliza emocionalmente, nos permite procesar las pérdidas de la vida saludablemente" porque cuando tú pierdes algo, experimentas un revés en tu vida, alguna tragedia, tú sabes que esto también pasará, como dice la vida, que este mundo es un mundo condenado, estaba buscando una palabra, caducar. Es un mundo que está condenado a caducar, su licencia se va a vencer.

The date of sale. ¿Sabe que en los productos de comida ponen una fecha después de la cual ya el producto no se debe vender? ya el producto está ilegítimo, la fecha de expiración. Este mundo tiene una fecha de expiración y cuando usted lo experimenta usted sabe que tiene una fecha de expiración.

La gente que no tiene a Dios ni la Palabra de Dios, ni la perspectiva divina cree que el mundo va a durar por toda la eternidad y por eso ven su patio aquí, y si les falla algo aquí se pegan un tiro, se cuelgan del umbral de una puerta como le pasó a nuestro querido Robin Williams, porque si tu autoestima está pegada a tu belleza física o lo que la gente piense de ti, o tu popularidad en las encuestas no importa cuánto dinero tú tengas, despreocúpate porque vas a ser infeliz.

Pero cuando tú sabes que este mundo es ilusorio, ficticio, engañador por naturaleza porque está regido por una mentira esencial, la mentira de la rebeldía ante Dios, porque está regido por un mentiroso esencial que es Satanás que no ha aceptado el señorío de Dios. Y esta naturaleza que no acepta el Señorío de Dios está destinada al fracaso, entonces si tú te pegas a ella también estás destinado al fracaso.

Desconéctate y métete en el arca divina, el arca de la Verdad de Dios y vive tu vida diciéndote siempre: ¿qué dice Dios de esto? Yo trato de hacer eso continuamente, con esta Iglesia y con otras cosas yo siempre digo: Señor ¿qué es lo que Tú dices? porque si me dejo llevar estaría cambiándome de corbata todos los días y poniéndome una peluca o lo que sea, o haciendo esto, cambiando el programa o lo que sea para que la gente venga a la Iglesia.

Yo digo: Señor ¿qué dice Tú Palabra y qué constituye una Iglesia sana y verdadera? Yo no voy a estar mirando las fluctuaciones de la gente, no, yo miro lo que dice la Palabra de Dios y me mantengo firme en eso. ¿Y sabe qué? que pasa el tiempo y la bendición es mayor y mayor, y mayor porque tú vives por principios.

Yo me encontré los otros días, termino con esta ilustración les prometo. A mí me gusta tomarme un cafecito temprano por la mañana siempre, y a veces como, uno nunca se pregunta ¿cuánto café le echo? a veces le echo un poquito más, un poquito menos y a veces el café está fuerte, a veces no está tan fuerte, yo dije un día: voy a medir cuánto es la cantidad que a mí me gusta. Y decidí después de años de tomar café coger una cucharita de medir y echarle el café, y encontrar cuál es la medida que yo diga: wow qué bueno está este café.

Entonces cogí esa medida precisa y de paso para mí es un table spoon de café porque yo no le echo tanta borra, tanto polvo de café, y entonces descubrí que eso para mí, que me resulta bien, un table spoon, una cuchara completa de esas de las más grandecitas de la medida de café, y pero como al tercer día como que le eché y me pareció que estaba muy poquito, pero mi mente dijo: no, es la medida que tú le echaste los otros días y te gustó. Y me vino a la mente esta idea: trust the process, confía en el proceso, confía en el proceso.

Wow, me vino eso a la mente y dije: wow, confía en el proceso. No estés deteniéndote sobre si te parece que es mucho o poco, o qué, no. Si tú sabes que es una medida precisa échale eso y confía en el proceso. Si es el mismo café, la misma cantidad de agua, la misma estufa, el mismo fuego, los mismos principios de la física échaselo y confía, y así mismo fue; se lo eché, estaba perfecto el café. Confía en el proceso.

Y eso es lo que yo dije: wow yo tengo que aprender esta verdad. Y en varias ocasiones en que me he sentido como inclinado a violar algo que me está dando resultado porque hoy no me parece tan bueno yo digo: no, trust the process, confía en el proceso, confía en el principio.

Y así es que nosotros tenemos que vivir la vida. Si tú sabes que hay una verdad que Dios ha dicho en tu vida, hasta los niños están afirmando, gloria a Dios, están diciendo amén. Si tú sabes que algo viene de la Palabra de Dios abrázalo, créelo, planta tu vida sobre ello, ancla tu comportamiento a ello y no estés mirando alrededor de ti lo que diga la gente, ni lo que diga tu propia mente ni lo que digan tus emociones inclusive. Cree en lo que Dios ha dicho porque eso no cambia, móntate encima de ello y vive la vida conforme a esos principios y vas a ser exitoso, y vas a ser feliz, y vas a prevalecer sobre cualquier situación y cualquier fluctuación del mundo y de la vida.

Vive tu vida conforme a principios sólidos de fe y de espiritualidad, vive conforme a toda palabra que sale de la boca de Dios, despégate del mundo, despégate de la gente, ese es el título de este sermón esta mañana. Despégate del mundo y despégate de la gente, y entre paréntesis: y pégate a Dios y a Su Palabra, y serás feliz, serás sano, serás saludable. Comienza a vivir eso porque te va a tomar tiempo, aprende eso, métetelo ahí adentro y deja que se distribuya a través de todas las partes de tu ser hasta que venga a ser una segunda naturaleza dentro de ti. Sin saberlo lo vas a saber, sin escucharlo lo vas a escuchar dentro de ti y vive por ello y vas a ser feliz, vas a ser exitoso en tu vida.

Bajemos nuestra cabeza un momento, recibamos esa Verdad de Dios en nuestros corazones. Padre: en esta mañana nos rehusamos a vivir por circunstancias, eventos, opiniones, experiencias. Las usaremos para información pero eso es todo, pero viviremos por la Verdad Tuya, el diagnóstico Tuyo, las intenciones Tuyas, el propósito Tuyo Señor.

Y sabemos que Tu Verdad es insustituible, irrefutable, invencible, eterna, que si unimos nuestro destino a ella ninguna fuerza de este mundo nos podrá derrotar o deformar. La recibimos esta mañana y la internamos en nuestro corazón Señor. Gracias porque Tú lo has hecho todo bien y bueno y porque tienes buenos propósitos para nosotros. Oh gracias por Tu Verdad Padre, la recibo dentro de mí, recibo Señor.

Bendigo a mis hermanos. Sánanos de las heridas del pasado Señor. Ayúdanos a reflejar la perfección de Cristo Jesús en nuestra vida. Gracias porque Él ha vencido toda circunstancia, Él ha vencido al mundo inclusive y nosotros podemos vencer al mundo también y vivir por encima del mundo aún mientras lo bendecimos. Gracias Padre, despídenos de aquí con Tu bendición, en el Nombre de Jesús, amén y amén. Dios les bendiga mis hermanos, la gracia del Señor sea con ustedes.

Sermon clásico #6051: Una iglesia balanceada

Quiero volver al capítulo doce: tomamos dos semanas para hablar acerca del bautismo del Espíritu Santo y para poner algunos toques a ese concepto, que creemos que si no esta explícitamente contenido en ese capítulo doce, esta ciertamente sobreentendido. No podemos entender estos pasajes de Primera de Corintios, si no los entendemos en el contexto de una Iglesia que se movía plenamente en los dones. Aunque desgraciadamente no en otras áreas que el Apóstol Pablo quería balancear.

"Pero estos capítulos no se pueden entender a menos que no sea en ese contexto de una Iglesia plenamente carismática y por eso toda esta referencia a los dones y como se usan en su contexto correcto y ahora lo que queremos es volver a analizar el texto sobre ese entendimiento de lo que es el Bautismo del Espíritu Santo. Vamos a entrar de lleno en algunas de las ideas que el Apóstol Pablo traza a través de este Capítulo 12.

Vamos a comenzar otra vez con el Versículo 1 dice: “No quiero hermanos que ignoréis acerca de los dones Espirituales. Sabéis que cuando erais gentiles, se os extraviaba, llevando como se os llevaba a los ídolos mudos. Por tanto os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios, llama anatema a Jesús y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo. Ahora bien hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo y hay diversidad de operaciones pero Dios que hace todas las cosas en todos es el mismo.

“Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho, porque a este es dado por el espíritu palabra de sabiduría, a otro palabra de ciencia según el mismo espíritu a otro Fe por el mismo Espíritu y a otro dones de sanidad por el mismo Espíritu, a otros el hacer milagros, a otro profecía, a otro discernimiento de Espíritus, a otro diversos géneros de lengua, y a otros interpretación de lenguas.

“Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu repartiendo a cada uno en particular como él quiere, porque así como el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo siendo muchos son un solo cuerpo, así también Cristo. Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.

“Además el cuerpo no es un solo miembro sino muchos, si dijera el pie: porque no soy mano no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? y si dijera la oreja porque no soy ojo no soy del cuerpo ¿por eso no será del cuerpo? si todo el cuerpo fuese ojo ¿adonde estaría el oído? y si todo fuese oído ¿donde estaría el olfato?

Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo como Él quiso, porque si todos fueran un solo miembro ¿Donde estaría el cuerpo? Pero ahora son muchos los miembros pero el cuerpo es uno solo, ni el ojo puede decir a la mano no te necesito ni tampoco la cabeza a los pies no tengo necesidad de vosotros.

“Antes bien los miembros del cuerpo que parecen mas débiles, son los mas necesarios aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos a estos vestimos mas dignamente y los que en nosotros son menos decorosos, se trata con mas decoro, porque los que en nosotros son mas decorosos, no tienen necesidad.

“Pero Dios ordenó el cuerpo dando más abundante honor al que le faltaba, para que no haya desavenencia en el cuerpo sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros, de manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él y si un miembro recibe honra todos los miembros con el se gozan. Vosotros pues sois el cuerpo de Cristo y miembros cada uno en particular y a unos puso Dios en la Iglesia primeramente Apósteles, luego Profetas , lo tercero Maestros, luego los que hacen Milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas, ¿son todos Apóstoles? ¿Son todos profetas? ¿Todos maestros? ¿Hacen todos milagros? ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿Hablan todas lenguas? ¿Interpretan todos? Procurad pues los dones mejores, mas yo os muestro un camino aun más excelente”. Bendiga el Señor Su palabra.

Quiero simplemente correr a través de algunos versículos según el Señor nos dirija y hacer algunas observaciones acerca de lo que el Apóstol Pablo le está diciendo a la Iglesia de Corinto y también a nuestra propia congregación. Hemos dicho que estos pasajes, doce trece y catorce, estos Capítulos son parte de una unidad conceptual en la mente del Apóstol Pablo.

Tenemos que entenderlos en el contexto de una Iglesia dividida, una Iglesia superficial en cierto sentido, en ciertos aspectos espirituales, una Iglesia en la cual algunos hermanos se consideran súper espirituales en comparación con otros. Hay arrogancia espiritual, en ese contexto de la Iglesia. Hay división en esa congregación como hemos visto en varios capítulos anteriores. Hay una idea superficial de que las lenguas están por encima de todos los demás dones, hay un sobre énfasis sobre las lenguas aparentemente, no se dice así explícitamente, pero la lectura misma sugiere porque es una preocupación que sale una y otra vez.

Es la idea que la congregación se ha fijado, fijado en el sentido literal de la palabra, sobre las lenguas y como que todo su énfasis, toda su energía se está dando al cultivo de ese don, a expensas de las riquezas de dones que tiene el Espíritu Santo que dar. Hay también quizás en este contexto si se puede aplicar un poquito de lo que dicen los exégetas una especie de escatología súper desarrollada; queriendo decir , hay un énfasis demasiado fuerte en el hecho de que ya Cristo ha venido, de que el Reino de Dios está entre nosotros y no suficiente énfasis sobre el hecho de que aunque el Reino ya esta aquí en la tierra no se ha realizado plenamente todavía, sino que vendrá en el tiempo futuro cuando Jesucristo sea manifestado y revelado en toda su Gloria su segunda venida.

Y algunos hermanos están como viviendo prematuramente y las implicaciones Teológicas de esa conclusión errada no se han dejado esperar en términos de la vida de la Congregación. Yo creo que también hay -y lo que el Apóstol Pablo trata de corregir en el capítulo 13 en su Himno al amor, su poema al amor- es un énfasis de qué es más importante, ¿los dones o el fruto del Espíritu? Yo creo que estos hermanos han puesto un énfasis demasiado grande sobre los dones del Espíritu, los aspectos sobrenaturales o espectaculares, del poder de Dios y no han dado suficiente énfasis a la otra dimensión que ese fruto del Espíritu, ese amor, esa paz esa benignidad, esa tolerancia de los unos por los otros etc., que son parte de la evidencia también de la llenura del Espíritu en la vida del creyente.

Y entonces, es decir hay un balance, hay un sobre énfasis en áreas que deben ser tenidas en un balance mucho más adecuado y entonces este Capítulo 12 y el 14 y el 13 también en otro sentido, están diseñados no para decirle a la Iglesia de Corinto como se ha interpretado, que los dones no son importantes y que lo que importa es el amor o el fruto del Espíritu, sino para ponerlos en una relación adecuada.

Para administrar los dones en una manera adecuada, para regir el uso de los dones del Espíritu Santo en una forma legítima y conforme a lo que Dios ha establecido y por eso es que el Apóstol Pablo ha comenzado diciendo que no quiere que sean ignorantes acerca de los dones o de los asuntos del Espíritu y vimos las implicaciones de eso en términos del bautismo del Espíritu Santo por ejemplo.

Ahora vamos a pasar en el Versículo 4, 5 y 6, el Apóstol Pablo dice: “Hay diversidad de dones pero el espíritu es el mismo, hay diversidad de Ministerios pero el Señor es el mismo, hay diversidad de operaciones pero Dios que hace todas las cosas en todos es el mismo”. El Apóstol Pablo está de nuevo dirigiendo la mirada de los Corintios hacia ese hecho de que hay diversos dones, está comenzando, hay un juego en su pensamiento entre la unidad que debe haber entre los diferentes dones que se mueven en el ámbito de la Iglesia, la unidad y la diversidad, ambas cosas.

Los dones son muchos pero es un solo Espíritu, y hay un solo Espíritu pero los dones de ese Espíritu son muy diversos y tenemos que mantener ese balance en ambos lados, entonces el Aposto Pablo usa tres expresiones, Dones, Ministerios y Operaciones y dice que aunque los tres son diferentes y variados en su apariencia externa, lo que esta detrás de ellos es lo mismo. La palabra que el usa para Dones es “carismaton” que quiere decir regalos evidencia de la Gracia de Dios, Dios ha dado los Dones en una forma gratuita a la Iglesia para su enriquecimiento, para su edificación y para su funcionamiento.

Y el origen de todo esos dones es el mismo es el Espíritu Santo que da esos dones, el usa la palabra Ministerios, en el Griego original es “diacodión”, de donde viene la palabra Diáconos, es la idea de servicios. Hay diferentes maneras en que el servicio se manifiesta en la Iglesia, esos dones se manifiestan en cosas concretas, en forma de servir a la congregación y al mundo exterior.

Pero El Señor que es el dueño y El Señor el dador y el administrador último de esos Ministerios es uno solo que es Cristo Jesús y finalmente habla de Operaciones que en el Griego original es “energematon” y hay mucha diversidad en cómo se interpreta ese concepto y como se traduce. Al español se ha traducido Operaciones, en el inglés se dice workings.

La idea es hay muchos diferentes efectos, hay muchos diferentes resultados, muchos diferentes trabajos que hace ese espíritu y yo entiendo también que en esa palabra energematon, esta también la palabra energía, de donde viene nuestra palabra energía y yo creo que más se refiere el Apóstol Pablo a la idea que el Poder del Espíritu se manifiesta en diferentes cantidades y en diferentes grados de intensidad, pero el que esta detrás es el mismo, es por ejemplo Billy Graham es uno de los grandes o el mayor evangelista quizá que ha tenido el siglo veinte.

Millones de personas literalmente se han convertido a través del Ministerio de Billy Graham. Pero hay otros evangelistas, hay cientos de evangelistas, miles de evangelistas que Dios ha levantado a través de la historia y de este siglo. No tienen quizá el nivel de unción, o de poder o de autoridad que Dios le ha dado a un Billy Graham para proclamar el evangelio, pero son evangelistas. Hay diferentes niveles, el Apóstol Pablo dice que según lo que hemos recibido, según el grado de Fe que hay en nosotros, que lo usemos.

Dios asigna sus Dones pero da diferentes grados de autoridad y de magnitud en el uso de esos dones. Pero el Apóstol Pablo enfatiza en el Versículo 7 que lo que tenemos que recordar, es que a pesar de esa diversidad, a cada uno le es dada esa manifestación del Espíritu, para provecho.

Yo creo que la idea también esta aquí dirigir nuestra mirada a que los dones no es algo que simplemente usamos para despliegue o para nuestro propio beneficio. Ahí no dice para provecho del que los tiene por ejemplo, sino que los dones son dados para provecho de toda la Iglesia, para bendición de toda la Iglesia, para el fortalecimiento del reino de Dios.

A pesar de todas esas manifestaciones, Operaciones, Ministerios, todo es dado por el Espíritu con un solo propósito, un solo espíritu lo da y con un solo propósito que es la edificación, el fortalecimiento de la Iglesia de Jesucristo. Entonces él añade: “porque a unos les da” -aquí entra más bien en una especie de enumeración que es más bien una enumeración espontanea- mucha gente ha mal interpretado este pasaje y creen que solamente estos son todos los dones que Dios ha dado y se habla de nueve dones y eso es todo.

Pero en realidad los dones que Dios da, hay varias listas que el Apóstol Pablo tiene de dones. En algunas aparecen algunos de estos que da aquí, pero en otros aparecen otros que no da. En el mismo Capitulo 12 hacia el final, en los versículos 28 sobre todo, Versículo 28, usted ve que hay otros dones: “ a unos puso Dios en la Iglesia, Apóstoles, luego Profetas, tercero Maestros, luego los que hacen milagros, los que sanan, ayudan, administran” .

Yo he oído mucho hablar del don de Lenguas, he oído mucho hablar del don de profesa del don de sanidad, a muchos hermanos yo no los oigo decir Dios me ha dado el Don de ayudar, porque eso como que no suena muy sensacional, no suena a pararse uno ante grandes multitudes y hacer dramáticas declaraciones.

Cuantos oímos por ahí yo tengo el don de Administrar. Quizá hoy en día hay mucho énfasis sobre eso porque tiene cierto “caché" ser un administrador, pero en realidad, no son dones que parecen como muy espectaculares pero son parte de los dones. Y yo creo que Dios a provisto quizás miles de dones a su pueblo según las necesidades que surgen: el don de la consejería es un don tan necesario en una sociedad dividida y neurótica como en la que vivimos. La Iglesia necesita consejeros y yo creo que Dios ha provisto personas que tengan ese don para aconsejar y para escuchar las necesidades y dar una palabra adecuada.

Entonces el Apóstol Pablo dice: “aquí la palabra es sabiduría, la palabra que se usa en el Griego es “sophia”, donde viene Filosofía: amor hacia la sabiduría, que es yo creo y nadie está seguro porque no hay suficiente información acerca de que había en la mente de Pablo acerca de estos dones, se hace conjeturas y se observan ciertos fenómenos en la vida del Pueblo Carismático y de ahí se concluyen ciertas cosas. Pero en realidad Bíblicamente no tenemos palabras contundentes para decir esto es este don y punto.

Pero yo entiendo por palabra de sabiduría, es decir, y miren la manera en que lo pone "palabra de sabiduría" es un mensaje que viene de Dios en ocasiones especificas a un individuo que tiene ese don para, yo creo, dar una solución a problemas. Yo veo el sabiduría con sentido práctico de solucionar problemas, de dar respuestas prácticas, de dar respuestas que se puedan poner en práctica para los dilemas y asuntos de la vida.

La persona que tiene ese don, esa palabra de sabiduría, es una persona que en momentos de crisis de necesidad, sabe que palabra decir o qué consejo dar o que decisión tomar etc. No podemos detenernos demasiado tiempo en todo esto, pero más o menos esa es la idea, la diferencia a ese otro don que es palabra de ciencia.

El Aposto Pablo usa en Griego “gnosis”, de donde viene conocimiento o cognoscitivo y por el contexto mismo de otros pasajes en el que Pablo usa este concepto de ciencia, es la idea de conocimiento, de asuntos misteriosos, de revelación de profecía, es conocimiento de esos asuntos ocultos que vienen a la persona que tiene ese don en momentos una revelación de algo que va a suceder o que está sucediendo o de algo que no es accesible por medios racionales normales.

Él menciona también el don de Fe, vemos algo interesante y es que hermanos todo cristiano tiene fe ¿si o no? Porque a cada uno le he dado una medida de fe dice el Apóstol Pablo. Si no tuviéramos fe no seriamos creyentes. La misma expresión creyentes implica FE, pero hay individuos -es la implicación de esto y esto nos ayuda para entender otras cosas que vienen más adelante- hay personas que han sido dotadas aparentemente con una porción especial de FE que les permite moverse con cierta seguridad quizás, o entrar en ciertos ámbitos de la vida cristiana con un poder y una autoridad especial o quizás ser conductos del poder de Dios, en maneras muy llamativas y muy poderosas porque tienen esa FE para creer y para moverse en el nombre del Señor.

Yo creo que cuando David le acertó esa pedrada a la frente del gigante, él tenía una porción especial de FE que no tenían los demás miembros de la comunidad de Israel y del ejército Israelita. Dios le proveyó esa FE para que el en ese momento pudiera hacer esa hazaña tan grande y así hay personas que tienen ese nivel de FE para cometer grandes cosas en el nombre del Señor. Y fíjense que el Apóstol Pablo está continuamente enfatizando, por el Espíritu, según el mismo Espíritu, Fe por el mismo Espíritu y continua “dones de sanidades”, otro don que él menciona aquí.

Todo cristiano puede en algún momento imponer manos y orar por alguien y esa persona ser sanada ¿si o no? Nosotros creemos eso. Ahora “hay individuos” dice la palabra que “han recibido eso como una porción especial como un llamamiento especial” un Yiye Ávila.

Yo creo que se mueve en ese ámbito y no es posible negar el don que Dios le ha dado a este hombre sin cerrar los ojos a una realidad que ha sido respaldada a través de décadas de Ministerio de este hombre Dios le ha dado un don especial a él y él se mueve en ese don y lo ha desarrollado en una manera muy impresionante. Hay personas que tienen el don de sanidad, otros tienen el don de hacer milagros.

En realidad en la escritura en el Nuevo Testamento por lo menos no tenemos muchas muestras de ese tipo de -excepto Jesucristo evidentemente tenía un don- cuando Cristo por ejemplo le dijo a Pedro que fuera y sacara dos peces del mar y que había dos dracmas yo creo en la boca de esos peces. Eso es un milagro a diferencia de hacer una sanidad por ejemplo o de una palabra de profecía, todos son Milagros pero hay situaciones y eventos que son más bien apropiados para ponerlos en esa categoría.

Elías cuando hizo caer fuego del cielo: Elías y Eliseo se movían en esa dimensión. Cuando mandó a los profetas a tirar algo en el río que se le había perdido un hacha, algo muy valioso en aquel tiempo, el metal no abundaba mucho, a uno de los profetas e hizo flotar el hacha a la superficie del agua eso fue un milagro. Es decir hay personas que se mueven en esa dimensión de eventos y de circunstancias muy extraordinarias.

A otros le daba el don de Profecía, por profecía hermanos yo entiendo un discurso inspirado y también entiendo una palabra específica ungida para un propósito especial. Yo resisto la tendencia semántica más bien en la escelcis moderna, a decir que profecía es todo aquello, es decir cuando yo me paro aquí a predicar estoy profetizando, si en un sentido, pero cuando yo veo en la escritura y cuando yo veo a Pablo hablando de lo Profético , la profecía, yo veo una conciencia clara de un ejercicio muy muy específicamente sobrenatural en que Dios está hablando, en una manera muy clara, y muy directa y muy especifica a una congregación o a un individuo en un momento dado.

Profecía no es solamente lo que va a suceder en el futuro, esa es una de las dimensiones de la profecía, pero es una declaración que viene directamente de la boca de Dios, para alguien o para algunos en un momento dado. Si ustedes buscan por ejemplo en primera de Corintios Capitulo 14, mire como Pablo sobrentiende esta idea, en el versículo 22, 14:22 dice: “Así que las lenguas son por señal no a los creyentes sino a los incrédulos, pero la profecía no a los incrédulos sino a los creyentes las profecías”.

El Apóstol Pablo lo está poniendo al mismo nivel de las lenguas, una manifestación muy muy sobrenatural y como una señal que sea evidente aun a los creyentes de que el poder de dios se esta moviendo dentro de ellos.

Hola. Dios te bendiga te habla el Pastor Roberto Miranda. Gracias por escuchar nuestros mensajes y nos da mucho gozo saber que este programa esta siendo de bendición para tu vida. Quiero dejarte con las palabras de Bendición de Moisés al pueblo de Israel: “Jehová te bendiga y te guarde. Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti y tenga de ti misericordia. Jehová alce sobre ti su rostro y ponga en ti paz.” Es un privilegio para mí ser parte de tu vida, espero que sigas sintonizado a nuestro programa "Una cita con Cristo". Te bendigo en el nombre de Jesús.

Miren el 24 y 25 dicen: "Pero si todos profetizan y entra algún incrédulo ignoto y por todos es convencido, por todos es juzgado, lo oculto de su corazón se hace manifiesto. Evidentemente la mente de Pablo, ese ejercicio profético en parte es descubrir lo que está escondido en el corazón de alguien. Alguien viene con algo, una situación en su vida o una necesidad o algo y una palabra profética revela lo que hay en el corazón.

Esa persona evidentemente va a ser abrumada por esa evidencia del poder de Dios y finalmente el versículo 29 y 30 dicen: "Asimismo lo profetas hablen dos o tres y los demás juzguen. Y si algo le fuere revelado a otro que estuviere sentado, calle el primero". Profecía se asocia con revelación y yo creo que esa revelación no es solamente… yo vi una vez un teólogo decir que hoy en día nos tenemos revelación sino que solamente iluminación.

Yo estoy en completo desacuerdo con esa idea. Yo creo que la revelación es para nuestro tiempo, también. No es tan abundante como algunos creen pero Dios revela todavía en formas muy extraordinarias cosas que hay escondidas en el corazón o en el mundo mismo a través de la palabra profética. Aunque no podemos depender. Hay mucha gente que depende de la profecía y entonces hay iglesias en que todo es profecía y si van a buscar un trabajo tiene que ir al profeta o al pastor de la iglesia para que le profetice y si se van a casar buscan una profecía. Eso, hermanos, es comienzo de brujerías en el seno de la Iglesia.

La profecía se puede endiosar hasta un punto en que ya como niños indefensos no nos podemos mover sino tenemos una palabra de profecía. Se convierte en una adicción dañina. En la inmensa parte de nuestra vida cristiana, tenemos que depender sí de esa iluminación del espíritu de Dios en nuestro corazón y del texto de la palabra que nos ilumina en ciertas áreas de la vida.

Pero también hay momentos en que Dios decide a través del ministerio profético hablar a un individuo o a la vida de la Iglesia. Busquemos ese ministerio, hermanos, y pidámosle al Señor que lo desarrolle en nuestra congregación.

Habla también de discernimiento de espíritus: la capacidad de uno intuir si es espíritu bueno o espíritu malo el que está moviéndose en un ambiente o en un individuo. Aunque yo también voy más allá y creo que discernimiento de espíritus se refiere también a la capacidad de discernir ciertos rasgos de la personalidad humana. Es la capacidad de poder entender lo que hay a veces así como a manera de sombra y luz; ciertas áreas del corazón de los individuos.

Poder ponerse a tono muy rápidamente con la personalidad de alguien y entender ciertas dimensiones de su personalidad; a veces que dones tienen, que ventajas ofrecen, de que cosas hay que cuidarse de ellos etc, etc. Esto es parte de ese ministerio de discernimiento de espíritu. No solamente se refiere a discernir espíritus malignos o diabólicos sino también yo creo espíritus en el sentido de espíritus humanos. A otros diversos géneros de lenguas, de nuevo la capacidad de moverse en el don de lenguas.

Y aquí hay que aclarar algo. Hay muchos hermanos que dicen que cuando Pablo dice que algunos solamente se le dan diversos géneros de lenguas o cuando Pablo habla de: “¿Hablan todos lenguas?” Queriendo decir como evidencia que no todo cristiano puede hablar en lenguas y esa no es la idea. Como ustedes ven todo el mundo tiene fe pero a alguno les da una medida de fe muy poderosa. Todos pueden hacer dones de sanidades pero a algunos les ha dado un don de sanidad, todo cristiano puede en algún momento de su vida o como parte de su vida diaria hablar en lenguas.

Pero hay personas –es la implicación y yo creo que me respaldan muchos de los exegetas que he consultado acerca de este pasaje- la idea de que hay personas que según el apóstol Pablo reciben una porción especial del don de hablar en lenguas y tienen ese don aunque no necesariamente quiere decir que no todo creyente pueda participar en él. No es algo exclusivo pero sí es algo que para usted decir que yo tengo el don de lenguas o Dios le asigne ese don, usted debe moverse en un grado de una generosidad de ese don que Dios le ha dado a usted.

Finalmente, habla de interpretación de lenguas que es la capacidad para entender y traducir esos idiomas angelicales o humanos que está hablando una persona cuando habla en lenguas. Bien, entonces, él continúa. ¿A qué está yendo el Apóstol Pablo al decir todo esto? En el versículo 11 está la conclusión a la cual quiere llevar a los corintios.

Dice: “Pero todas estas cosas,” es decir, “todos esos dones, todos esos ministerios, esos dones, esas operaciones y todas estas cosas que yo acabo de mencionar, hermanos corintios, yo quiero que ustedes entiendan que hay un solo espíritu que la hace, que es el espíritu santo. Y ese espíritu reparte a cada uno en particular como él quiere.” Y aquí el apóstol Pablo comienza a enfatizarle a estos hermanos de Corinto esa idea de que tienen que dejar la mirada y dejar de ponerla solamente en uno o dos dones, sino mirar la riqueza de los dones y reconocer que todos esos dones tienen un propósito, tienen un origen que Dios nos ha dado para que enriquezcan a la iglesia.

No podemos menospreciar unos y poner unos por encima de los otros, sino que Dios da como a Él le da la gana. Es lo que quiere decir. Como Él quiere y tenemos que respetarlos en esa manera. Hay un llamado nuevo a esta idea de la unidad y la variedad, hay un juego de los dos conceptos. Y aquí, yo añado algo, hermanos, porque de nuevo se habla mucho de interpretar la Biblia en su contexto adecuado y hay personas que usan este pasaje para hablar inclusive de cosas que no son dones.

Yo creo también que cuando el apóstol Pablo está invitando a la iglesia a respetar todo los dones tampoco está invitando, hermanos, a la iglesia necesariamente a respetar todas las teologías. Porque hay personas que entienden esto como una idea de que nosotros tenemos más bien que creer, aceptar todo lo que se predica por allí, que son todos, parte de la riqueza de la iglesia.

Yo creo que es cierto, hasta cierto punto. Pero cuando el apóstol Pablo le habla acerca de respetar esa diversidad que hay en el pueblo, se está refiriendo, específicamente a los dones que Dios da. No se está refiriendo a diferentes teologías. A veces se hace muy difícil en una sola congregación que convivan por demasiado tiempo diferentes teologías radicalmente diferentes.

En algún momento tiene que irse hacia una unificación aunque un contexto de respeto sí, pero tarde o temprano si algunos creen o uno cree algo radicalmente diferente o muy contrario a lo que creen otros, va ha haber conflicto. Y la iglesia tiene ir hacia una unidad, eso es inevitable ahora siempre respetando el derecho de otros a creer como ellos creen. Eso es cierto.

Pero hay un llamamiento aquí a una congregación que yo creo, que, de nuevo Pablo está hablándole a una iglesia que acepta digamos, el uso de los dones. Una iglesia carismática, esta iglesia se mueve en los dones y no está diciendo ninguna cosa más que eso. Hay que respetar diferentes dones que el espíritu Santo da y que ese espíritu reparte esos dones como él quiere.

Entonces él continua: “Porque así como el cuerpo es uno y tiene muchos miembros pero todos los miembros siendo muchos son un solo cuerpo así también Cristo.” El usa ahora el modelo del cuerpo, y yo creo que esa es una bonita imagen de lo que es la iglesia, lo que es una comunidad como esta. Es un cuerpo, somos una sola entidad, somos un organismo.

Dios nos ha llamado a funcionar como una sola fuerza que se mueve en una dirección definida con propósitos claros y que estamos todos trabajando para la edificación del reino de Jesucristo. Y me gusta esa imagen de que así también Cristo en la idea de que nosotros estamos todos centrados en Jesucristo, la vida de Cristo se mueve dentro de nosotros y ciertamente Cristo no está divido y tampoco debe estarlo la iglesia de Jesucristo. Él habla de que todos hemos sido bautizados en un solo espíritu.

El espíritu santo ha venido a toda la iglesia. Todo cristiano, siempre hemos dicho, tiene el espíritu santo. Todo creyente, toda persona que confiese a Cristo como un salvador tiene el espíritu. Hemos dicho que eso no excluye la idea de que hay esa búsqueda del bautismo del espíritu santo, que es algo diferente.

En ningún momento queremos que nadie piense, que cuando se dice que hay que buscar el bautismo del espíritu santo, se le está diciendo a algún cristiano: ‘Tú no tienes el espíritu santo.’ Todos hemos sido bautizados en un solo espíritu, todos hemos sido sumergidos y ese bautismo en un solo espíritu destruye toda diferenciación de razas o de niveles sociales en el caso de judíos o griegos o de esclavos o libres. Todos somos una sola cosa en un solo espíritu que es el espíritu de Dios.

Entonces el apóstol Pablo se dirige a la idea de nuevo de que no podemos excluir algunos dones porque no parezcan sobrenaturales o no parezcan estrepitosos o estruendosos, eso no quiere decir que no sean dones. La persona que tiene el don de servicio es tan importante como la persona que predica. Yo les digo a los hermanos que trabajan, por ejemplo en la limpieza de la iglesia:

“Hermanos, Dios les ha dado a ustedes un llamamiento al servicio”. Y hay hermanos que se mueven en eso y a través de los años los hemos visto cuando la iglesia necesita algo están allí. Cuando hay que traer algo de comida para una actividad, son los primeros que se ofrecen. Cuando hay que hacer algo para la construcción en la iglesia o para el mejoramiento del edificio, ellos tienen un llamamiento. Yo creo que tienen un genuino don de servir y de darse a otros.

Y hay otras dimensiones también, de servir. Pablo dice: “Porque la mano diga ‘no soy mano, no soy del cuerpo’ ¿por eso no será del cuerpo?” Hermanos, no subestimen la importancia de lo que Dios le ha dado. Quizás Dios no le ha dado un don de evangelismo, de predicación, pero quizás le ha dado el don de oración o el don de consolación o el don de aconsejar.

No crea usted, como que Dios no le ha dado nada. Dios no me ama, yo no sirvo para nada. Por el hecho de que usted no reconozca no quiere decir que no sea parte de eso. Dios le ha dado a cada individuo algo, un don, un llamamiento y tenemos que recibir lo que Dios nos ha dado, gozarnos en ello, desarrollarlo al máximo.

Aún también mientras anhelamos, porque yo no creo que una cosa excluye lo otro. Pero no nos subestimemos, pero no nos miremos como que somos inferiores a los que tienen esos dones evangelistas.

Todo el mundo quiere ser evangelista, todo el mundo quiere ser predicador. Pero si solo fueran predicadores quien enseñaría, quien limpiaría la iglesia. Es decir, todos jugamos un papel importante en la economía del reino de Dios.

Y el apóstol Pablo continúa en el versículo 18: “Más ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como Él quiso” enfatizando una vez más: nosotros no podemos usurpar esa función de Dios. Dios es quien da, Dios es quien asigna y nosotros no podemos decirle a algunos: ‘ustedes son mejores o son más necesarios que los otros’. Sino que Dios da las cosas sabiendo como son de necesarias en un momento dado.

Entonces el Apóstol Pablo continua en el versículo 21 y se refiere ahora no a los que se subestiman a ellos mismos sino a los que subestiman a los otros y dice: “Ni el ojo puede decir a la mano ‘no te necesito ni tampoco la cabeza a los pies’”. Tú no tienes derecho a decir que fulanito no es necesario en la vida de la iglesia, ni que fulanito es inferior. Y los Corintios estaban haciendo eso, parece que si la persona no tenía un don de lenguas o un don de hacer milagros como que ya entonces no tenía importancia y había algunos que ya estaban inflados por los dones que tenían.

El apóstol Pablo dice: “Ustedes no pueden decirle a nadie. La iglesia es una comunidad”. Yo creo que esa es la imagen que debe resaltar de todo este pasaje y de esa analogía que usa el apóstol Pablo. Cada día yo me veo obligado a ver más y más la iglesia como una comunidad pastoral. Hermanos, muchas veces nosotros pensamos que el pastor es el único Pastor en toda la Congregación. Qué si alguien tiene un problema pues, vaya donde el Pastor y que el Pastor lo aconseje y que el Pastor le diga lo que tiene que hacer.

Pero yo descubro más y más mientras observo nuestra propia congregación que la mayoría de las bendiciones pastorales que recibe nuestra iglesia son dadas por miembros como ustedes que le ministran a un enfermo, que le llevan una comida a una persona que está en su casa y no puede salir, que le ministran a alguien que está pasando por una crisis familiar o matrimonial o de salud. Que llaman a alguien cuando no lo ven en la iglesia por un par de domingos.

Definitivamente, según nuestra iglesia va creciendo proporcionalmente, menos podré yo hacer y aunque tenemos ahora nuestro Pastor asociado, no crean que eso resuelve todos los problemas, no crean que eso les exime a ustedes de ese llamamiento que Dios nos ha dado a funcionar como un solo cuerpo.

Por eso es que el apóstol Pablo dice: “Para que no haya desavenencia en el cuerpo”, en el versículo 25, “sino que los miembros todos se preocupen, los unos por los otros. De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan”. La palabra que él usa: preocupen es en el griego original “merinnao” que se refiere a afán a preocupación, ansiedad, es algo negativo.

Pero la idea del apóstol Pablo es que la iglesia debe adoptar una actitud de que lleguemos al punto de que estemos ansiosos por el bienestar de nuestros hermanos, de que estemos preocupados los unos por los otros. Si hay una crisis en la familia, que la iglesia se una toda a orar por esa crisis. Que si alguien está padeciendo algo podamos ir allí en masa para ayudar a nuestros hermanos. Que nos conozcamos unos a otros.

Hermanos, no dejemos que solamente nuestra experiencia congregacional se limite a un grupúsculo de personas que hemos escogido y eso es todo. Hagamos esfuerzos por conocer más a los demás. Cuando venga un visitante a la iglesia, dale un saludo, salta de tu banca, moléstate en ir a donde está esa persona y decirle:”Estamos contentos de que usted vino hoy a la iglesia”.

Si usted ve su rostro demacrado o triste, ve a donde esa persona y preguntale”Hermano, ¿Puedo orar por ti?”. Si usted sabe que alguien está teniendo un problema vaya: “Hermano, voy a orar, te tengo en mis oraciones” o apártese a un lado y coja sus manos y ore con ellos. Cuando estamos en un momento de intersección ¡qué lindo es cuando vienen hermanos y ponen sus manos sobre algún otro creyente o visitante e intercedemos los unos por los otros!

Eso es mucho más profundo y más poderoso que cuando nos limitamos simplemente a que el Pastor lo haga todo o que dos o tres líderes escogidos. Dios nos ha llamado a ser una comunidad en la cual todos nos pastoreemos, todos nos ministremos, todos velemos y todos nos preocupemos unos por los otros. Y mientras más corre ese amor, mientras más se disemina ese amor en el pueblo de Dios, más gloria para el Señor.

Nosotros, podríamos quizás algún día tener una tropa de consejeros profesionales y quizás podrían aconsejar en una manera mucho más efectiva pero yo creo que a la larga la gloria del Señor no sería la misma. Y tampoco creo que a la larga la efectividad espiritual de esa ministración sería la misma como si la congregación completa fluye en esa preocupación de los unos por los otros. Si nos movemos con un solo cuerpo, si tratamos de ayudarnos unos a otros.

Esta semana tuve una conversación que me convenció más y más que no podemos subestimar la importancia de reunirnos con alguien y escuchar sus necesidades y orar con ellos y ministrarles en su momento de necesidad. A veces uno creo que “¿Ah, qué voy a hacer? Quizás esa persona ni siquiera está interesada.” Pero uno descubre que hay una avidez y un deseo tan grande muchas veces de que alguien nos ministre y eso es maravilloso.

Muchas veces, no es orar, así en términos de imponer manos y que algo sobrenatural suceda, sino también es el acto mismo de que alguien vea una mano posarse sobre su cuerpo y sentir ese sentir de que no estoy solo; de que alguien está conmigo y de poner aceite sobre la frente de una persona, no es –de nuevo- el aceite no hace nada, yo lo se, pero también esa manifestación concreta de la unción del espíritu de Dios, de algo que se posa sobre nosotros y simboliza eso que lubrica nuestra vida, la suaviza, la sana.

Eso es hermoso, aunque yo también hay poderes sobrenaturales en eso de imponer manos. Yo creo que hay una dimensión también misteriosa en todas estas cosas. No lo quiero tampoco etimologizar más de la cuenta. Pero las dos cosas son importantes y lo que yo creo que el apóstol Pablo llama en toda esa imagen de la iglesia como un cuerpo, como un organismo. Como que estamos involucrados en una unidad. No podemos permitir que nada, es la idea del apóstol Pablo, que ninguna otra cosa nos separe de ese concepto de la iglesia como una familia.

Cuando esos dones se sobre enfatizan entonces ya estamos subestimándonos unos a otros. Los Corintios sufrían de eso. Las mujeres que decían “ya estamos liberada. No necesitamos ponernos velos”, estaban escandalizando a la sociedad incrédula y a sus maridos muchas veces. Entonces estaban usando su libertad en una forma irresponsable, no estaban preocupándose por qué efecto estaba teniendo eso sobre los demás.

Los que comían comida sacrificada de los ídolos decían: “Dios es soberano de todos. Los ídolos no son nada” pero había personas de conciencia débil que se escandalizaban viendo un hermano de la Congregación yendo a un templo de ídolos, comiendo comida sacrificada de los ídolos y su conciencia era herida.

Esos hermanos, entonces, no estaban viendo la idea esa de la iglesia como una comunidad. Los que llegaban a la Santa Cena y se hartaban mientras otros padecían, los humillaban y los hacían sentir mal. No estaban usando del amor de Dios. Estaban simplemente pensando en ellos mismos. Y la iglesia tiene que ser esa comunidad hermanos, el llamamiento del Señor a nuestra vida: es que la iglesia se mueva.

En esa idea de que no podemos ser tan espirituales que olvidemos que el mejor camino es el amor. Todas las demás cosas son simplemente instrumentos, son medios. Y ustedes saben que nuestra iglesia está yendo más y más en esa dirección del cultivo de los dones. Yo no pido disculpas por eso. En el contexto de hablar acerca de los dones, el espíritu de Dios se mueve, en el contexto de dar gloria al espíritu el espíritu de Dios es glorificado y el espíritu, entonces es invitado y él comienza a moverse y vimos la efectividad y el poder que hay en los dones.

Vimos la liberación que puede venir de un don bien usado, vimos como puede unir a la comunidad, vimos como puede haber palabra de revelación y de aclaración de ciertas cosas que están pasando en la vida de la iglesia. Vimos como vidas son tocadas y son movidas y son revolucionadas cuando al espíritu santo se le da el lugar que necesita.

Hermanos, yo no quiero que perdamos eso, todo lo contrario. Estamos comprometidos a seguir hacia adelante hasta que esta iglesia se mueva completamente en ese poder que Dios ha dado a los dones. Ahora habiendo dicho eso, hermanos, yo les digo –así como lo he dicho tantas otras veces- que nunca perderemos visión tampoco de la importancia del fruto del espíritu y de que el amor debe ser el contexto dentro del cual nosotros ejerzamos todos esos dones. Y que por más dones que tengamos, si el fruto del espíritu n se manifiesta en tu vida, de nada te sirve. Nada eres, como dice el apóstol Pablo.

Estamos buscando un balance, ¿Okay? A eso espero que digamos Amén, también. Buscando ese balance entre el fruto y los dones del espíritu. Una iglesia que camine en el don del poder de Dios y por otra parte también defensivamente, dando evidencia de que Cristo y su carácter viven en mí. Y estamos siendo llamados a esa –nadie excluya, hermano, una cosa por la otra- y ni tampoco los que no quieren saber de los dones sobreentiendan o malentiendan lo que se está diciendo. O los que no quieran saber del fruto, tampoco malinterpreten lo que se está diciendo.

Dios les llamo, hermanos, en este día a una visión abierta, a una visión balanceada a buscar las dos cosas. La iglesia de Jesucristo está dividida. Porque hay los que enfatizan el fruto del espíritu y todo es el fruto, el fruto, el fruto y se olvidan de los dones que Dios ha provisto como armas explosivas para abrir brecha en las filas del diablo.

Y hay otros que enfatizan tanto el don, el don, el don que son superficiales y débiles e infectivos a la larga porque sus vidas no respaldan su comportamiento y su caminar no respalda lo que Dios ha puesto en ellos.

Vamos a hacer una admiración balanceada. Pero el Señor nos llama hoy a esa idea de una iglesia que se preocupen unos por los otros, que ponga el amor por encima de todas las cosas.

El apóstol Pablo le escribió a una congregación dividida. Con la ayuda del Señor nosotros no estamos divididos. Cristo no está dividido, nosotros tampoco. Nos amamos unos a otros, estamos en una búsqueda unos con los otros. Esa búsqueda no excluye el conflicto y la fricción, eso es parte de toda realidad en este mundo caído.

Ahora lo importante es que allí haya también perdón, que haya tolerancia, que haya comunicación honesta, que haya oración, que haya mucho amor, que haya al confesar unos a los otros nuestros pecados que haya el hacer un pacto fijo de que nadie me va a agarrar a mi hablando de otro hermano, en una manera negativa. Como decía el Epístola Tito “que nadie disfame a nadie”, que en ninguna casa de esta iglesia resuene una palabra destructiva acerca del Ministerio o el carácter de otro hermano, sobre todo si ese hermano no está presente. Qué seamos honestos y transparentes en nuestra comunicación unos con los otros.

Yo no puedo hablar de mi hermano porque tarde o temprano me estoy destruyendo a mi mismo y somos parte de un solo cuerpo. Es como si yo me jalo la oreja todo mi cuerpo se va a resentir. Seamos hermanos de un solo cuerpo, una sola comunidad. Amémonos entrañablemente. Cometámonos que vamos a subsistir como una iglesia unida, unificada, poderosa en el nombre del Señor.

Vamos a adorar a nuestro Dios, todos en el contexto del amor y de la preocupación cristiana unos por los otros. Qué el Señor nos continúe bendiciendo.

Dios quiere que nosotros seamos gente saludable

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Estamos en medio de una serie de sermones cuyo mensaje es: Cómo vivir vidas saludables emocionalmente, espiritualmente, mentalmente, cómo ser gente sana que refleje esa vida abundante que Dios mandó a Su Hijo Jesucristo para hacer posible en nosotros. Como ser personas que reflejemos la buena Voluntad de Dios, la gentileza del Reino del Señor, la salud emocional que Dios quiere que nosotros manifestemos.

No hay nada que contradiga más la belleza del Evangelio que una persona odiosa, ofensiva, deprimida y no es que te sientas culpable si estás bregando con una depresión porque eso es parte del trabajo de Dios para sanarnos, pero esas cosas son como una contradicción directa de lo que el Reino de Dios se supone que refleje.

Cada vez que nosotros estamos presos, nos encontramos presos de algún área negativa en nuestra vida, eso como que tiende a contradecir en alguna manera la buena Voluntad de Dios, y por eso es que no podemos como sujetarnos y decir: yo no puedo cambiar esto.

Cualquiera sea la situación por la cual tú estás pasando en tu vida, siempre hay esperanza ¿verdad que sí? Nunca podemos tirar la toalla y decir: no, ya yo no puedo seguir luchando. Sea una enfermedad crónica de largo tiempo tú siempre tienes que creer en tu vida y tener esperanza de que Dios te puede sanar hoy, o mañana, pero nunca pierdas la esperanza y digas: no ¿sabes qué? ya voy a dejar de orar, voy a dejar de buscar de Dios, porque Dios siempre, la esperanza es el distintivo de la vida cristiana.

Entonces Dios quiere que nosotros seamos gente saludable, que seamos gente que aún dentro del dolor podamos reflejar una sonrisa y amar a otros, y servir a otros. Que aún en medio de las pérdidas de la vida y de las experiencias dolorosas nosotros podamos tener una vida aún así positiva, y que refleje el amor de Dios y la bondad, y el gozo, y la esperanza, y todos esos valores hermosos del Reino de Dios.

Y que si hemos experimentado en la vida traumas y experiencias que nos han deformado un poco nuestro carácter, y que nos agrian o amargan la vida, Dios quiere que seamos sanados de esas heridas.

La mujer abusada sexualmente o físicamente en la niñez, Dios puede sanarte de tu dolor. El niño que no recibió aprobación en su niñez y que hoy en día ya es un hombre con un complejo de inferioridad o algún tipo de sentido de deficiencia, Dios te puede sanar. La persona deprimida con la ayuda de Dios puede salir de su depresión ¿amén? La persona que padece de una ansiedad crónica, Dios te puede sanar. La persona que tiene algún tipo de atadura sexual no debe decir: "oh Dios me hizo así, no tengo más que" no. Dios puede intervenir en tu vida, sea la que sea; puede ser pornografía, puede ser homosexualidad, puede ser lujuria, lo que sea, Dios es poderoso para sanar tu vida. No podemos decir: no, no puedo.

El no puedo yo creo que debe ser desterrado del vocabulario conceptual de los hijos de Dios porque la Palabra dice: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece." Entonces Dios quiere que nosotros seamos gente sana, gente positiva, gente emprendedora, gente de esperanza, y que podamos infundirle esperanza a otros no importa dónde nos encontremos, en qué punto de la vida y déjeme decirle que todos bregamos con cosas. Este que habla acá tiene sus propias luchas emocionales y sus propias guerras que tiene que librar cada día, pero yo he visto al Señor derribar a los gigantes una vez tras otra y por eso yo creo, les hablo por experiencia propia. Un Dios poderoso, un Dios que rompe y derriba barreras y muros, y que promete estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo.

El domingo pasado hablamos acerca de el hecho de que nosotros tenemos valor en Dios y no necesariamente en los demás ¿usted entiende? yo dije que tenemos valor inherente. Dije que eso es uno de los principios más importantes de la salud emocional. El hecho de que tú creas que tú vales porque Dios te da valor, no los hombres.

Hablamos de que es importante de que nosotros dejemos de depender de los demás para nuestra autoestima, de que dejemos de buscar en otros validación de nuestro valor y de que dejemos inclusive de buscar en las adquisiciones de la vida, aún los logros de la vida. Muchas veces creemos que un título universitario nos va a dar valor, no. El título universitario lo que hace es que en un sentido adorna y bendice, pero no te da valor, tu valor viene de que tú eres un hijo de Dios, de que Dios te ama, de que Dios te bendice, de que Dios es testigo de tus luchas, de que Dios te creó con valor.

Alguien ha dicho que Dios no hace basura, eso es cierto. Si Dios te hizo hay algo bueno y noble en tu vida. Nadie te puede quitar valor ni te puede dar valor, deja de buscar el valor en los demás. Y yo decía que una de las razones por las cuales tener esa convicción es tan importante, y es porque nos independiza del vaivén del mundo.

Si tu sentido de satisfacción y de autoestima viene de lo que los otros piensan de ti ¿qué va a pasar? El día que te celebran y te buscan, y te festejan estás en las nubes. El día que no te llamaron por teléfono, no te mandaron una tarjeta de cumpleaños, estás en la mayor depresión posible. Entonces eres como una veleta al viento, sujeto a los vaivenes de la vida.

¿Por qué se suicida tanta gente cuando llega a cierta edad? porque quizás su estima estuvo en su belleza, en su triunfo, en su popularidad, cuando llegan a cierta edad y se ven ya mayores y que han perdido el brillo de la juventud se quieren pegar un tiro, colgarse de una puerta o lo que sea ¿por qué? porque su valor estaba puesto en algo pasajero, circunstancial.

Yo he dicho que los hijos de Dios debemos desconectar los cables que nos unen emocionalmente a esos cambios de la vida y tenemos que poner nuestra fe y nuestra ancla en Cristo Jesús, Él es la roca, Él es el fundamento sólido debajo de nuestros pies.

Tú vales porque Dios te ha hecho, porque Dios te ama y no importa donde tú te encuentres, tú puedes hacer algo positivo en la vida. No importa con qué limitaciones estés lidiando, tú vales y puedes contribuir positivamente.

Yo me alegro de esa celebración que tuvimos ayer honrando a las mujeres de más de setenta años porque vivimos en una cultura que glorifica la juventud, y si usted no es joven y bello no se vista que no va (risas), es así ¿no? Glorificamos la belleza y la vitalidad ¿y qué de la belleza de larga experiencia, sabiduría, vida que crea sustancia en una persona? ¿cuánto valor se le da a eso?

Hermanos: Dios nos libre de un mundo gobernado solamente por gente joven, yo les digo. Gloria a Dios, necesitamos a los jóvenes, pero se necesita también la sabiduría de la edad más avanzada y no lo digo porque yo esté llegando en eso (risas), siempre lo he creído y una de las cosas que yo siempre he tratado es de buscar el calor de gente mayor que yo y con más experiencia, siempre busque a alguien con más experiencia que usted y déjese mentorear. Jóvenes, busquen gente con experiencia y péguese. Las hermanas jóvenes, busque una mujer de experiencia y de edad y pregúntele sobre la vida, y aprenda de esa mujer. Busque de una pareja con experiencia también y que hayan pasado por sus luchas, y pregúntenles: ¿cómo llegaron ustedes a este punto de su vida, y qué podemos nosotros aprender?

Una de las cosas más bellas de eso es valorar las canas, valorar los linderos antiguos porque el mundo es muy superficial. Y cuando nosotros nos apegamos a los valores del mundo y decimos: ah, esto es lo que me hace valioso, cuando eso se disipa entonces tú estás colgando en la nada, en el aire. Y por eso es que nuestra fe tiene que estar en Dios, en lo que Él ha hecho de nosotros.

Hay un corito ahora que se me ocurre: "Si me faltan las manos lo alabo con los pies, si me faltan los pies lo alabo con qué se yo qué, y si me falta el cuerpo es porque me fui con el Señor" siempre en la vida usted vale algo, puede hacer algo, usted puede consolar a alguien, bendecir a alguien.

Stephen Hawking, uno de los grandes cosmólogos de toda la historia de la humanidad, uno de los hombres más célebres en todo el mundo ahora mismo, sus libros venden millones de ejemplares, su mente ha concebido algunas de las ideas más fecundas en el área de la astrofísica, y si usted ve a este hombre, físicamente es un hilito lo que lo conecta a la vida; en una silla de ruedas habla a través de una máquina, su cuerpo está torcido ya en una forma totalmente penosa porque, y es un ser que bueno, físicamente está limitado casi al ciento por ciento, sin embargo tiene una mente capaz de concebir algunos de los pensamientos más creativos de la ciencia.

Porque es que el ser humano es así, el ser humano es una cosa, es como que tenemos el aliento de Dios dentro de nosotros. Por eso es que dice Génesis que Dios sopló sobre la nariz del hombre ¿y qué fue lo que Dios sopló? Dios sopló Su esencia, compartió Su esencia y la infundió, por eso es que el hombre es capaz de hacer tantas grandes cosas.

¿Usted cree que su cuerpo es lo que le da valor? su cuerpo es simplemente un envase, su cuerpo es simplemente un andamio, es una vasija que permite que lo que vale en usted, su espíritu, se pueda mover en este mundo físico, eso es el cuerpo. Hemos enterrado varias personas estos días y yo siempre les digo a mis hermanos que muy genuinamente y legítimamente se duelen de la partida de sus seres queridos, siempre les digo; la hermana Carmen Rey que estaba aquí esta mañana perdió a su esposo amado Persio hace poco, y Carmen me decía: Roberto yo no sé cómo voy a poder ver el cuerpo de mi esposo entrar en esa tumba, yo no tengo la fuerza.

Y Dios me guió ahí en la funeraria para decirle: Carmen, recuerda algo: que lo que está entrando ahí a esa fosa no es tu esposo. Tu esposo está con el Señor, su espíritu está con el Señor. Lo que está entrando ahí es su cuerpo y eso es valioso, y bello, pero eso es simplemente la vasija en la cual estaba contenida la vida, la personalidad, la creatividad, la belleza de Persio, y eso ¿sabe qué? ella me dice que eso cambió totalmente su perspectiva, para gloria del Señor. A veces uno no sabe que una palabra dicha así torpemente puede, y eso le dió fortaleza.

Porque hermanos es que, todas las cosas circunstanciales del mundo: su cuerpo, su apariencia, su pedigree, sus logros, la estima de la gente, eso es bonito pero eso no es lo que lo hace a usted valioso. Lo que lo hace a usted valioso es ese soplo de Dios que está dentro de usted, ese espíritu que refleja la grandeza y la creatividad del creador del universo, eso está dentro de ti. Si comenzáramos a destasarte dedo por dedo, manos, todo y pudiéramos entrar en lo irreducible en tu vida eso se llama el Espíritu de Dios, y eso es lo que importa dentro de ti.

Recuerda eso siempre si te encuentras algún día en una situación penosa que te limita en todo sentido, lo que te hace valioso es la Gracia de Dios en ti y eso puede ser usado poderosamente, grandemente en cualquier cosa. Así que esa es la idea que yo quería aislar porque eso es la fuente de mucha salud emocional, estabilidad, confianza en nosotros, el no estar continuamente tratando, afanando por el próximo logro, el próximo tenis para ponerme para que la gente sepa que yo soy cool y que estoy en la onda ¿no? el próximo vestido, el próximo color de la moda que usan las hermanas ¿no? todo eso es lindo, muy bueno pero eso no es lo que te da valor ¿ok? es tu espíritu.

Por eso dice la Biblia: "Busca primeramente el Reino de Dios y su justicia, y todas las demás cosas te serán añadidas" son añadiduras. Suficiente allí, no quiero trabajar demasiado ese punto. Pero quiero aislar otro elemento que para mí es importante para la salud emocional y que se desprende del primero, es lo que llaman en la lógica una corolaria, es decir es un principio que se desprende del otro y que está vinculado al primero íntimamente, y parece lo mismo pero es muy diferente, y es el siguiente.

Es el hecho de que Dios está con nosotros y está a nuestro favor. Te puede parecer algo muy sencillo pero yo creo que cuando lo elabore un poquito más vas a entender la importancia. Tú tienes que decirte continuamente en tu vida: Dios está conmigo y está a mi favor.

El contexto de esa afirmación y esa creencia es el hecho de que nosotros siempre estamos en lucha en el mundo, siempre estamos en guerra con algo. Este es un mundo hostil al bienestar del ser humano, es un mundo caído penetrado por fuerzas malignas que deforman al ser humano. Es un mundo que tiene una inercia que nos hala hacia abajo como la fuerza de la gravedad que no nos permite ascender a las alturas libremente, siempre estamos peleando con la fuerza de la gravedad que nos hala hacia abajo.

Cualquier impulso creativo que nosotros tenemos, cualquier deseo de hacer algo grandioso, bello, hermoso, librarnos de alguna cadena, de algún peso, siempre va a tener que contender con la inercia del mundo y con fuerzas negativas que quieren impedir que que nosotros lleguemos a la grandeza o que nos liberemos de las ataduras que tenemos. Por eso tenemos que decirnos continuamente: no. Hay un no allí pero es un no contradictorio de la maldad del mundo: Dios está conmigo y está a mi favor.

Y ese principio es lo que nos permite emprender muchas cosas que si no entendiéramos eso no lo haríamos, no lo emprenderíamos. Y ese principio está en todas partes, por eso yo le digo: mire, aprenda a leer la Biblia a la luz de esa idea de la salud emocional y espiritual, y de vivir una vida creativa.

El Señor me puso en la mente esta mañana el Salmo 46 de muchos textos que podríamos discutir, desgraciadamente no tenemos tiempo. Pero en el Salmo 46, un Salmo que muchos de nosotros nos conocemos de memoria, está estampada esa idea de que yo tengo un Dios grande y poderoso, y ese Dios grande pelea a mi favor, y es mi ground, es mi fundamento, mi ancla.

Mire cómo dice el salmista en el versículo 1: "Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones; por tanto no temeremos aunque la tierra sea removida y se traspasen los montes al corazón del mar." El hecho de que Dios es mi amparo, Dios es mi fortaleza ¿por qué dice él eso? porque él sabe que Dios está a su favor. Dios es su acompañante, Dios está a su lado peleando las batallas del salmista. Y dice: por lo tanto yo no voy a temer aunque todo a mi alrededor parezca movedizo y atemorizante, yo estaré confiado en mi Dios.

Entonces él continúa en ese capítulo invitándonos a poner nuestra mirada en ese poderoso Dios, por eso es que este Salmo está hecho como de dos sustancias, uno es: alabando al Señor, glorificándolo, estableciendo Su grandeza, Su poderío, Su control del universo, Su carácter incambiable y por otra parte la confianza del salmista en ese Dios Todopoderoso.

Entonces él habla por ejemplo de el santuario de la morada del Altísimo, la ciudad de Dios, Jerusalén, tan amada por el salmista, y dice en el versículo 5: "Dios está en medio de ella, no será conmovida."

En el versículo 6 habla del carácter cambiadizo de las naciones. Estamos en un tiempo en la historia de la humanidad donde verdaderamente la idea de "guerras y rumores de guerras" se justifica por donde quiera. El Medio Oriente está prendido en llamas, Asia es un enjambre de posibilidades negativas para el mundo. África con ébola y la esclavitud, el tráfico de seres humanos, la miseria, la pobreza, el conflicto entre cristianos y musulmanos, boko haram y todos estos grupos, es terrible todo lo que está pasando allí. Latinoamérica con las maras, la pobreza y los movimientos pseudo-marxistas en varios países, todas estas cosas.

Es como que el mundo está prendido en fuego. Y el salmista dice: "Bramaron las naciones, titubearon los reinos, dió Él su Voz, derritió la tierra. Jehová de los Ejércitos está con nosotros, nuestro refugio es el Dios de Jacob." Cuando usted sabe que su vida está segura en Dios usted no se llena de pánico por lo que está pasando en el mundo.

La Biblia dice que cuando veamos estas cosas, estas señales, levantemos nuestra cabeza porque el día de nuestra redención está cerca. El cristiano que sabe que Dios está con él, con ella, aunque el mundo se torne turbio y peligroso mira hacia su Dios para recibir confianza, y no tiene que mirar muy lejos porque Dios dice: Yo estaré contigo todos los días hasta el fin del mundo. El salmista dice: "Aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno porque Tú estarás conmigo." En medio de las tribulaciones y las luchas de la vida usted puede estar seguro que su refugio es el Dios de Jacob.

El versículo 10 dice: "Estad quietos y conoced que Yo soy Dios, seré exaltado entre las naciones, enaltecido seré en la tierra; Jehová de los Ejércitos está con nosotros, nuestro refugio es el Dios de Jacob."

Por eso es que yo digo: esa idea de que Dios está conmigo, pero no solamente está conmigo sino que está a mi favor, en otras palabras: Dios me está respaldando, Dios me está animando, Dios es el cheerleader ¿sabe lo que es un cheerleader? En el fútbol norteamericano son esas jovencitas y jovencitos que están siempre saltando y animando a los atletas a creer que ellos pueden ganar el juego. ¿Sabes que el Espíritu Santo es tu cheerleader, es tu animador? es el título, el parakletos, el que se para a tu lado y te anima y dice: sigue adelante, Yo estoy contigo. Eso es lo que es Dios en tu vida.

Cuando tú tienes a Dios como el que está contigo eso te da ánimo, por eso es que yo creo que es tan importante, para la salud emocional, esa idea de que Dios camina conmigo 24/7. Cuando yo me levanto por la mañana y me monto en ese tren junto con una multitud inmensa alrededor de mí yo no me siento como una hormiga en el universo, yo me siento como que mi Dios está ahí parado conmigo. Cuando yo llegue a la fábrica Dios me va a ayudar a tener gracia con mi jefe, me va a dar la fuerza para seguir adelante, Dios es mi proveedor. Mi matrimonio está en problemas pero yo creo que Dios es poderoso para sanarme y llevarme adelante, bendecir a mis hijos en la escuela.

Esa idea de que mis luchas yo no las estoy peleando solas, yo estoy peleando con Dios a mi lado ¿no te da eso paz en tu corazón, no te ayuda a seguir adelante? Para la salud emocional es importante saber que Dios es tu socio en las luchas y en los proyectos de la vida. Confiar en que Dios está conmigo y que está a mi favor nos da confianza para emprender cosas audaces y creativas.

Si usted le dice a una persona que ha estado deprimida por muchos años de su vida: mira tú puedes salir de esa depresión generalmente la persona va a decir: no hombre si ya yo llevo tantos años en esto, yo no puedo, ya esto es parte de mi vida, no, tú puedes en el nombre de Jesús porque Dios está contigo, Dios quiere que tú ganes esa batalla. Te va a tomar tiempo, vas a tener que ayunar, orar, buscar consejería, leer la Palabra mil veces, confesar cosas positivas, llenarte de vitaminas espirituales pero tú puedes salir de esa prueba mi hermano, mi hermana.

La mujer que nunca alcanzó nada en su vida porque no tuvo tiempo, tuvo que dedicarse a sus hijos o lo que sea puede en sus días avanzados de edad, puede ir a la universidad, aprender a manejar, conseguir un título, aprender un idioma, aprender a tocar un instrumento ¿por qué no? tú lo puedes hacer en el Nombre del Señor porque Dios está contigo y está a tu favor, Él quiere que tú seas una persona creativa, hermosa, que refleje la excelencia y la grandeza, y la excelencia del Reino de Dios. La persona que se cree que está sola no tiene la suficiente energía ni stamina para creer: yo puedo hacer esto, yo puedo hacer lo otro.

Hay tantos pasajes en la Escritura que me gustaría elaborar para desarrollar eso, pero se me uno por ejemplo, el caso de Gedeón. Gedeón está asustado, metido en una cueva escondiéndose de una de estas tribus enemigas que se ha posesionado de Israel triscando el trigo escondido porque quiere esconderse y preservar la comida de su familia en una cueva, en una posición defensiva y se le aparece un ángel.

Eso está en Jueces capítulo 6, ayúdeme a buscarlo por ahí, Jueces capítulo 6 versículos 11 al 19. Gedeón lo que menos tiene en la mente es que hay grandeza dentro de él y que Dios tiene un propósito para su vida. Gedeón es un jovencito de una de las tribus más insignificantes de todo Israel y como les digo, está escondido, temeroso del enemigo, cultivando el trigo y él no piensa jamás que algo grande y poderoso puede salir de su vida, pero Dios tiene la intención de que Gedeón sirva para liberar a Su pueblo de los madianitas, que Dios quiere que él sea un líder espiritual y político de grandes proporciones para Su nación.

Porque él está mirando hacia abajo, él está mirando hacia adentro: una cueva oscura y él vive la vida a la defensiva como tantos de nosotros, que si podemos aunque sea comernos un pan con mantequilla al final del día estamos contentos y pensamos que ya eso es todo lo que Dios quiere de nosotros, pero Dios quiere otras cosas.

Entonces dice aquí el pasaje que se le apareció un ángel y aquí está la historia: "Y el ángel le dice: el Señor está contigo varón esforzado y valiente" y Gedeón dice, en vez de decir: ¡qué bueno, gracias! él dice: ajá y si Dios está conmigo ¿entonces por qué estamos padeciendo todos estos líos, todos estos problemas? Gedeón siempre está mirando hacia abajo.

Mire la historia: Vino el ángel de Jehová, 6:11 y se sentó donde él estaba en la encina, un árbol, y está ahí Gedeón sacudiendo el trigo, el ángel se le aparece, le dice: "Jehová está contigo varón esforzado" Gedeón responde: "Ah señor mío, si Jehová está con nosotros ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto?"

Mire cómo el ánimo del ángel para Gedeón se resume en esa idea: "Dios está contigo." ¿Por qué? porque si Dios está contigo ¿quién contra ti? dice la Palabra. Si tú tienes al ser más poderoso del universo a tu favor ¿quién te puede hacer daño? ¿quién te puede impedir que tú alcances tus sueños y tus metas? Por eso es que el ángel no le dice: oh, Dios te va a ayudar a hacer esto, no no. Él está contigo y si Él está contigo tú tienes todos los nutrientes que tú necesitas para tu vida, sólo asegúrate cuando tú emprendes algo que Dios te está bendiciendo y está a tu favor.

Yo no me pregunto cuando emprendo algo si se puede o si no, yo me pregunto: Señor ¿esto es de Ti? porque yo sé que si yo logro contestar esa pregunta convincentemente yo debo entonces seguir adelante. Mi pregunta siempre acerca del conector ha sido esa, Señor ¿es esto una ficción de mi imaginación, es Roberto Miranda adicto a los ladrillos siempre queriendo construir algo más? (risa y aplausos). Se me salió esa. ¿Es esto algo, una neurosis que yo tengo que tengo que ir a un psiquiatra pronto, o verdaderamente eres Tú quien me está diciendo: Esto es mío, Yo lo quiero allí y sal adelante, y no te preocupes que Yo voy a tocar a la gente para que suelten el dinero?

Y toda mi lucha y mi agonía ha sido eso, entonces yo he tenido que ir buscando las señales porque Dios a veces se esconde, y a Él le encanta hacernos agonizar adivinando si Él está o no, yo creo que Él se divierte con eso allá arriba en el universo. Entonces, yo he buscado, yo soy como no sé, Blanca Nieves o los siete enanitos ¿quién es el que busca un rastro de pan para llegar? hay una historia de esas ¿no? Hanzel y Gretel, eso, sí. No, yo soy como esa persona que está buscando un rastro en un bosque para regresar a la casa y lo que está buscando es: ¿dónde están los granitos de arroz o de pan?

Y yo siempre: ¿dónde están los indicios de la Voluntad de Dios? porque si yo descubro los indicios del favor de Dios yo estoy tranquilo ¿no? si Dios está conmigo yo puedo hacer cualquier cosa, tú puedes hacer cualquier cosa, nosotros podemos hacer cualquier cosa.

Entonces el ángel le dice a Gedeón: ¡Dios está contigo! pero Gedeón duda y teme, y eso es otra cosa acerca de la vida de fe. Mira, la fe no es no tener dudas, la fe es proceder a pesar de la duda ¿usted entiende? No se deje llevar por sus emociones es lo que les he dicho tantas veces. El hombre, la mujer madura aprende a poner en su lugar las emociones, porque las emociones son esa parte animal, biológica de tu vida que están condicionadas a muchos elementos movedizos de la vida.

El hijo de Dios mira la brújula de la Palabra de Dios, lo que Dios ha dicho, lo que Dios ha declarado, lo que dicen los principios, la verdad, la justicia. ¿Recuerdan la armadura de Dios, la verdad, la justicia, la Palabra de Dios, la fe? estos son los elementos que permiten que nosotros podamos emprender cosas.

Si yo me levanto deprimido, mire: eso es problema de mi depresión, yo la pongo a un lado, yo voy a seguir adelante en el Nombre del Señor, la depresión va a tener que ajustarse a mi voluntad en Dios. No te dejes llevar por las emociones, las emociones te van a traicionar mil veces, pregúntate: ¿qué dice Dios, qué dice la Palabra del Señor? porque eso es lo que nos ayuda.

Gedeón era un hombre lleno de dudas y temores. Usted lee su drama y aún cuando Dios, imagínese, uno dice: bueno si a mí se me apareciera un ángel yo jamás dudaría de más nada ¿verdad que sí? uno dice: Señor solamente mándame un angelito, el más chiquitito que Tú puedas, no te preocupes, pero ya con eso yo nunca más voy a tener problemas de fe, mentira. Después que se le aparezcan diez ángeles usted va a querer un ángel número 11 para estar seguro de que los primeros diez eran reales y no eran su imaginación (risas) eso es lo perverso de la mente humana.

Por eso es que nosotros no podemos llevarnos de lo mental, lo emocional. Nosotros debemos creer en lo que Dios dice, y porque muchas veces nuestro pasado y nuestras experiencias han engendrado en nosotros una tendencia a dudar y a temer, y a cuestionar, entonces uno tiene que aprender: no, yo vivo, la Biblia dice: "No sólo de pan vivirá el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios" y ese es uno de los grandes principios de vida saludable.

Tus emociones siempre van a querer salir adelante, son como un perro sarnoso que te ama y se te pega y te ensucia los pantalones, empújalas porque las emociones siempre van a estar allí hasta que tú te mueras, eso es parte de tu sistema nervioso y uno aprende a cogerlas con un grano de sal. Ok te sientes hoy triste un poquito, bueno, mañana me voy a sentir mejor. Hoy no estoy tan motivado para hacer el homework de la semana pero tengo que hacerlo porque si no mañana voy a tener problemas. Uno aprende a caminar por principio, ese es uno de los distintivos de una persona madura de Dios.

Entonces Gedeón no puede creer que Dios está con él pero el ángel le dice: No, Dios está contigo. Y al final le dice en el versículo 14: "Mirándole Jehová le dijo: Vé con esta tu fuerza y salvarás a Israel de la mano de los madianitas; ¿no te envío Yo?" Y mire todavía Gedeón dice: "Ah Señor ¿con qué salvaré yo a Israel? he aquí que mi familia es pobre y yo el menor en la casa de mi padre."

¿Recuerdan ustedes a Moisés cuando Dios le dice: Vé y habla con farón y dile: deja salir a mi pueblo? ¿qué le dice Moisés? "Ay Señor yo soy tartamudo, yo no sé hablar, yo no soy esto, llevo 20 años en el desierto, me exhiliaron de Egipto, yo ya no tengo ninguna destreza para ir ante un hombre tan grande como faraón" y Dios le dice: "¿No estoy Yo contigo?" Esa es la clave. Lo que tú eres, lo que tú tienes, lo que has adquirido no es lo que hace la diferencia. Dios es el gran ecualizador de los procesos humanos, la pregunta es si Dios está.

Entonces Gedeón continúa resistiendo. En el versículo 16 dice: "Jehová le dijo: Ciertamente Yo estaré contigo y derrotarás a los madianitas como un solo hombre." Lea la historia y usted verá que Gedeón vuelve a pedirle otra señal más y a rebatirle al bendito ángel ese que está tratando de animarlo. Yo me imagino que Gedeón habrá dicho: come on man, throw me a bone, work with me a little bit here you know? ayúdame un poquito aunque sea. Porque a veces Dios quiere que hagamos grandes cosas y nosotros estamos siempre rebatiendo todo esfuerzo del Señor y en un momento dado Dios se molesta con nosotros ¿sabe?

Muchas veces Dios nos ha llamado a hacer cosas para Él, nos da la oportunidad, nos habla y nosotros estamos tan llenos de temor y tan mirando a nuestro pasado, y lo que no hicimos, y no pudimos, no logramos, no nos enseñaron, no nos dieron que una y otra vez le decimos al Señor: no, yo no puedo, yo no quiero y el Señor dice: Tú sí puedes. Y si Dios te llama e insiste contigo y tú lo rechazas una y otra vez al final va a decir: ¿sabes qué? te voy a dejar tranquilo hasta que tú aprendas un poquito porque los dones hay que usarlos para que se desarrollen. Comienza con lo que tú tengas a la mano, poco a poco, y ve creciendo en fe hasta que tú llegues a creer que Dios está contigo.

Pero de nuevo: en el caso de Gedeón, el drama de Gedeón estriba en que él internalice lo que el ángel sabe y es que Dios está con él y que Dios lo ha llamado a la grandeza, a una vida constructiva que bendiga a otros, que libere a Su pueblo y quiero que eso; los hermanos músicos pasen por acá. De nuevo hermanos, yo les animo en el Nombre del Señor: crean, crean en ese Dios poderoso que ustedes tienen, anímense en el Nombre del Señor.

Yo voy a dejarlo aquí, el domingo que viene voy a retomar porque esto tiene tantas piezas, tantos pedazos. Gracias ujieres, eso es lo que necesito: gente proactiva, a mí se me olvidó esta mañana la Santa Cena. Después que lo dije en dos minutos se me fue, eso es lo que necesitamos, gente proactiva.

Mis hermanos: crean en Dios, métanse esa energía de Dios en ustedes, que haya fuego dentro de ustedes. Yo necesito gente acelera'a un poquito que tenga que agarrarle, violentos, varones violentos, gente violenta, gente de fe, eso es lo que hace el Reino de Dios poderoso. Iglesia: Dios tiene grandes cosas para nosotros y Dios tiene grandes cosas para tu vida personal, familiar. La pregunta es si tú estás dispuesto a vivir como una persona que Dios está con él y con ella y que por lo tanto tiene todos los nutrientes necesarios para vivir una vida poderosa.

No te dejes llevar por tus emociones ni por tus temores porque esas cosas siempre van a estar contigo hasta el último día de tu vida, llénate de la Palabra de Dios, las promesas de Dios, la fidelidad de Dios. Si tú tienes a Cristo dentro de ti tú eres un gigante, más poderoso el que está contigo que el que está en el mundo dice la Palabra. Yo espero mirar otros textos que van a fundamentar ese principio.

A veces Dios está tan cerca y no lo vemos y es que Dios se esconde, porque si lo viéramos siempre estaríamos como parásitos, siempre con una dosis de vista, Dios no quiere eso. Dios quiere gente que proceda por fe, que vea las cosas que no son porque eso es lo que Él hace. Dice la Biblia que Él llama las cosas que no son como que son y Él quiere que Sus hijos sean de la misma estirpe que Él. Pídele al Señor que te llene en esta mañana de la seguridad de que tú tienes a tu Dios a tu lado, que te abra los ojos espirituales como se los abrió al siervo de Eliseo y vió un ejército con carros de fuego alrededor de él.

Vamos a confiar en nuestro Dios Todopoderoso, créele a Dios para tus batallas. Ahora mismo baja tu cabeza allí donde tú estás y pídele al Señor que abra tus ojos para verlo en tus luchas, en tus proyectos, en tus sueños, en tus tribulaciones, no importa lo que haya pasado en tu vida, todavía hay esperanza. Tú puedes levantarte de nuevo y seguir adelante pero asegúrate de que tu mano esté pero ferozmente agarrada de tu Padre celestial. Dios quiere hacer grandes cosas a través de ti y a través de nosotros como pueblo.

Dios no nos quiere arrastrándonos, no nos quiere en una cueva escondidos del enemigo viviendo a la defensiva. Dios nos quiere persiguiendo al enemigo, persiguiendo el mal en este mundo, anunciando las virtudes de aquél que nos sacó de las tinieblas a Su luz admirable.

Dios nos quiere haciendo obras de justicia y de grandeza, apropiándonos de las armas de nuestra milicia que no son carnales sino poderosas para la destrucción de fortalezas, armas de luz. Esas armas están a tu disposición en cualquier momento por medio del Poder de Cristo Jesús en tu vida y Dios está anheloso de un pueblo que le crea y pague el precio, y un pueblo que se ponga las botas todos los días y diga: hoy yo voy a vivir estas verdades en el subway, en el tapón del tráfico, frente a la máquina de la factoría voy a decir; lavando los platos en el restaurante, cortando ajos ahí en la cocina del restaurante italiano donde trabajo, donde sea ahí está Dios contigo para favorecerte, bendecirte,abrirte camino. En el salón de clases, en la sala de gobierno, en la oficina, en la universidad, todo está en que tú le creas al Señor y vivas con lo que Dios ha declarado sobre tu vida.

Padre: en el Nombre de Jesús confesamos nuestra fe en Ti y en Tu fidelidad, y creemos Señor en Tus promesas en esta tarde. Desterramos la duda, desterramos el temor, desterramos la baja autoestima Señor, el cuestionamiento de Tus promesas. Nos despojamos de ese manto frío y húmedo del pasado, las heridas del pasado y los traumas. Confesamos que no somos víctimas, somos victoriosos en Cristo Jesús. Echamos a un lado los traumas y los dolores del pasado, las ofensas del pasado, traumas diferentes y creemos que Tú tienes un buen propósito, podemos flotar aún en medio del mar y caminar sobre las aguas porque Tú estás con nosotros.

Llénanos de esa seguridad, Dios está conmigo y pelea a mi favor, está a mi favor. Gracias Señor, te adoramos, te bendecimos, amén y amén. Gloria a Dios.

Si Dios está contigo, ¿qué importa lo que el mundo diga?

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Estamos en esta serie de mensajes destinados a fortalecernos en nuestra búsqueda de una vida de salud, una vida saludable emocionalmente particularmente. Me estoy refiriendo a los secretos que hay en la Palabra del Señor; no son secretos, son principios que Dios ha establecido en Su Palabra para asegurarse de que nosotros vivamos vidas felices, seamos gente saludable emocionalmente, gente que supere sus limitaciones, supere circunstancias difíciles, se sane de las heridas del pasado. Gente que refleje la belleza y la armonía espiritual, emocional que conviene al Reino de Dios.

Y hemos estado yendo a través de una serie de pasajes de la Escritura y reafirmando estas verdades, y las próximas semanas yo veo que esto nos va a tomar tiempo pero ustedes van a ver que, aún mientras nos limitamos a un tema que es el tema de la salud emocional y de una personalidad, un carácter y una psiquis saludable y balanceada, vamos a estar visitando una cantidad de otros temas. Va a ser como un recorrido a través de las páginas de la Biblia que tendrá aplicabilidad a muchas otras dimensiones de la vida pero con una aplicación tremendamente práctica.

Déjeme decirle que cuando yo preparo un mensaje mi meta siempre es que el pueblo se lleve aunque sea una cosa, una verdad que le permita vivir mejor y que puedan identificar algo que puedan decir: ¿saben qué? esto me lo meto en el bolsillo, me lo llevo a mi casa y voy a masticarlo toda la semana. El propósito es ese y yo quiero que ustedes obtengan verdades que les ayuden a vivir vidas saludables.

Yo les he dicho muchas veces ¿no? que cuando nosotros venimos al Reino de Dios venimos cojeando, y algunos venimos hasta gateando de tan heridos que estamos y tan dañados por todo lo que la vida nos ha hecho. Y venimos al Reino de Dios para ser restaurados ¿amén? venimos al Reino de Dios para ser sanados, venimos para ser santificados, venimos para que el Señor nos quite las ataduras. Rompa el yugo de la maldición del mundo y de la carne, y del pecado. Nos restaure, nos sane.

Somos como el endemoniado gadareno que cuando conoce a Jesucristo deambula por los sepulcros dando gritos y con grillos, y cadenas en sus manos, fuera de sí y viene el Señor, lo sana, lo restaura y entonces lo vemos más adelante sentado al lado del Señor Jesús queriendo irse con Él, ya en sus cinco sentidos. Y el Señor le dice: No ¿sabes qué? en vez de irte Conmigo vete a tu casa y a tu parentela, y diles todas las cosas buenas que Dios ha hecho en tu vida.

¿Sabe que el mayor testimonio que nosotros podemos darle al mundo es una vida saludable en el Señor? ser gente que puede rebotar de las dificultades, gente que puede superar las tragedias, gente que a pesar de que no vive una vida perfecta, sin embargo puede sentir el gozo del Señor en su vida. Que puede decir como el escritor de Habacuc: "Que aunque la higuera no florezca y no haya ovejas en la majada, con todo nos alegraremos y nos gozaremos en el Señor de nuestra salvación."

Y que sepamos que este mundo es inherentemente imperfecto pero que aún así tenemos poder para ir por encima de las circunstancias y ser gente, que cuando la gente nos mire y vea nuestra mirada, vea nuestra sonrisa, nuestra forma de hablar, nuestra forma de tratar a los demás diga: wow, qué persona más saludable, algo bueno y noble en esa persona ¿no?

Y lo que Dios quiere es que nosotros superemos las deformaciones del pasado. Por eso es que no podemos hablar de sanidad emocional o de vida saludable emocionalmente si no hablamos de las cosas que nos enferman. Para estudiar medicina usted también tiene que estudiar las enfermedades ¿sí o no? para poder sanar a alguien usted tiene que saber cuál es la naturaleza de las enfermedades.

Y así mismo para nosotros poder hablar de salud emocional tenemos que hablar de todas las cosas que nos hacen daño, que nos hieren a través de la vida y cómo podemos superarla una tras otra y aprovisionarnos de los principios y las enseñanzas que encierra la Palabra de Dios para vivir esas vidas saludables y para lo que Cristo ha dicho que Él quiere hacer que es vida en abundancia, y vida en abundancia se haga una realidad en nosotros cada día.

Y entonces en las últimas dos o tres semanas, nos detuvimos en uno de esos pasajes que para mí es un caudal de enseñanza, donde se nos habla de hacer uso ¿de qué? de la armadura de Dios. Y vimos que el apóstol Pablo al señalar las diferentes partes de la armadura de un soldado está allí ya proveyéndonos consejos acerca de qué hacer cuando viene el día malo a nuestra vida, o cuando miramos hacia atrás y vemos muchos días malos que hemos pasado y que nos han hecho daño en nuestra vida emocional, y han contaminado nuestro espíritu y nuestra mente, nos han llenado de complejo de inferioridad, temores, ansiedades, dolores, depresiones, deformaciones; óigame me estoy deprimiendo ya mencionando tanta cosa, pero tenemos una armadura que podemos usar cuando vienen estos contaminantes y estos dolores a nuestra vida.

Y vimos que cada una de ellas: la justicia, la verdad, el Evangelio de reconciliación con Dios, la espada de la fe, vivir la vida por fe, la Palabra de Dios que nos aconseja cómo pelear efectivamente y vivir efectivamente. Todos estos elementos nos ayudan a vencer y a vivir por encima de las circunstancias y de las peleas, y las luchas de nuestra vida.

Ahora, dejando eso a un lado, quiero continuar con otro principio, quiero aislar otro principio que va a ser de gran bendición para nuestra vida y es el siguiente: para nosotros vivir vidas verdaderamente saludables es importante que tengamos una convicción interna acerca de lo siguiente: que yo tengo valor porque Dios me ama, y no porque la gente me aprecia o me quiere, o porque todo me va bien alrededor de mí. Más allá de las circunstancias o de la opinión de los demás, el hecho de que Dios me conoce, me ama y me tiene como su hijo o su hija, eso es suficiente para que yo me sienta valioso o importante en el mundo.

Yo no tengo que depender de lo que los demás dicen de mí, la pregunta es: ¿qué dice Dios de mí, qué piensa Dios de mí? Yo no tengo que ser perfecto ni físicamente ni en mis circunstancias para sentirme amado, deseado, valorado, importante porque mi Dios me da valor en Él mismo, porque Dios me conoce, soy Su hijo. Dió a Su Hijo Jesucristo por mí.

Me viene a la mente un pasaje que no tenía así en mente pero que le señalo, Romanos capítulo 8 ¿no? porque la Biblia nos invita así a vernos de esa manera, ver lo que Dios dice y lo que Dios es. Rápidamente, un segundito y lo voy a conseguir ahora mismo.

"¿Qué pues diremos a esto, si Dios es con nosotros, quién contra nosotros?" En otras palabras, entienda: si Dios me ama, si Dios está conmigo, si Dios me valora ¿qué importa lo que el mundo diga? ¿qué importa lo que otros piensen? lo que a mí me importa es qué piensa Dios de mí. Es más, yo digo que mientras uno más crece en el Evangelio, a uno no le importa lo que uno piensa de uno mismo ¿sabe? porque muchas veces nuestra mente está llena de complejos y de pensamientos deformantes, y estamos llenos de temor, y de crítica acerca de nosotros, crecimos en un ambiente donde se nos criticó, se nos atacó, no se nos afirmó y ya nuestra mente lo que ve es condenación cuando nos vemos a nosotros mismos.

A veces venimos de iglesias donde todo es pecado y condenación y ya nuestra está llena, vemos al diablo hasta en la sopa, todo es malo, todo es, y entonces ya ni siquiera podemos confiar en nuestra propia mente, lo que nuestra mente nos dice. ¿Sabe que a veces uno está tan deprimido que uno ni siquiera debe ponerle atención a lo que uno está sintiendo o pensando? porque si usted le pone atención a lo que está pensando va a colgarse de una viga de la casa en algún momento.

He escuchado de psicólogos cristianos. Una vez leí de un hombre, un siervo de Dios poderosísimo, escribió uno de los libros más poderosos acerca de guerra espiritual, el doctor Walter Martin quizá, ahora se me olvida el nombre, el que escribió el libro este de guerra espiritual; eh no, está bien, no se preocupe (risas). Lo que dice él es que, este hombre, bajo un ataque espiritual muy grande se deprimió tanto, pasó una racha de depresión tan grande, que el psiquiatra cristiano de él le prohibió que por un tiempo leyera la Biblia porque en todo lo que leía en la Biblia leía condenación, y leía como que Dios no lo amaba, que Dios no lo deseaba, y el médico cristiano le dijo: mira, por un tiempo deja aún de leer la Escritura y sánate en otras maneras.

Quizá usted no esté de acuerdo con eso pero yo entiendo muy bien lo que quería decir. Porque aún a veces el diablo puede contaminar tu manera de ver la Biblia que tú en vez de ver bendiciones lo que ves es condenación, porque estás en un estado tan frágil emocionalmente. Y yo he aprendido que uno a veces no puede ni siquiera darle crédito a lo que sus ojos ven.

Piense en una mujer anoréxica, una jovencita que tiene este problema ¿sabe que se ven súper gordas aunque están en el hueso? esa jovencita que tiene anorexia o bulimia, estas enfermedades que atacan esa dimensión, que no comen porque se ven gordas o que vomitan todo lo que comen para no engordar, pesan 80 libras, 90 libras muchas veces, y sin embargo cuando se miran en el espejo, su enfermedad emocional es tan seria que se ven gordas, hermanas, aunque la gente las ve como esqueletos, porque tu perspectiva te puede engañar aún en lo que tú ves físicamente.

Y por eso Pablo dice: ¿sabe qué? ya yo ni me juzgo siquiera. Por eso es que nosotros tenemos que pedirle al Señor que nos ayude a ver nuestra vida y vernos a nosotros mismos a través de los ojos de Él, no a través de los ojos físicos nuestros.

Una mujer, un hombre muchas veces puede tener un defecto pequeño en su rostro, y comienza a pensar en ese defecto y a decir: ¿por qué tuve que heredar eso de mi papá o de mi mamá? y esto y lo otro, y comienza a; y ¿sabe qué? cada vez que se ve en el espejo lo primero que ve es el bendito problemita ese que tiene. Quizá la gente no lo ve, pero ya a fuerza de pensar tanto en ello es lo primero que esa persona enfoca y quizá ve una nariz grande pegada a una cara. Y la gente feliz y tranquila ni se percatan de eso pero usted, eso es lo que usted ve. Es como los jovencitos adolescentes cuando tienen un barrito que tienen que ir a la fiesta de la escuela, óigame ese barrito se convierte en un tumor de diez libras, porque es que uno no puede confiar ¿sabe?

El mundo nos deforma y deforma nuestra manera de vernos a nosotros mismos y por eso es que tenemos que pedirle al Señor: Señor, ayúdame a ver el mundo con Tus ojos, no a través de los ojos ni aún míos y ciertamente menos a través de los ojos del mundo.

Los cristianos a veces estamos tan enfocados en obtener la aprobación de los demás, en validarnos a nosotros mismos a través de nuestro pedigree. Hay personas que vienen de una condición bien pobre y pasaron hambre, y pasaron trabajo en sus países, se acomplejaron cuando niños de que eran los que tenían los zapatos rotos cuando iban a la escuela y los niños se reían de ellos, que tenían en el hoyo en el trasero del pantalón, y eso los deformó tanto que cuando llegan a adultos quieren abrumar eso adquiriendo títulos, ganando dinero, vistiéndose absolutamente de primera, que los llamen: don este o ingeniero tal, o esto, lo otro porque creen que de esa manera van a ahuyentar los fantasmas de la miseria infantil que padecieron ¿y sabe qué? no lo logran.

Entonces toda su vida es una búsqueda de ese monstruo insaciable que está dentro de ellos para acallarlo con títulos, con carros grandes, con una mansión grande, entonces se endeudan, se ponen a trabajar desmedidamente, afectan sus matrimonios, fracasan más y el diablo los envuelve más en esa red de destrucción, porque esos monstruos no se sacian con todo lo que usted les tire, eso es un fuego que no se consume con toda el agua circunstancial que usted le quiera echar, tiene que haber una sanidad interna.

Tiene que haber un momento que usted diga: ¿sabes qué? no te voy a dar más comida, te vas a morir de hambre porque no te voy a dar más. Yo valgo porque Dios me ama, yo valgo porque soy valioso en mí mismo, porque Cristo murió en la cruz del calvario, no por lo que la gente diga.

Dice la Biblia: "El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros ¿cómo no nos dará también con Él todas las cosas?" Óyeme si Dios te amó lo suficiente como para dar a Su Hijo unigénito, wow, eso quiere decir que te ama demasiado, y si el Rey del universo te ama ¡qué te importa a ti que un renacuajo por ahí de la calle no te ame y no te afirme! si Dios te da valor ¿para qué tú necesitas que los hombres te den valor?

Tú tienes que pensar: wow, el juez más poderoso de todo lo bello, todo lo hermoso, todo lo valioso me ama y me valora, qué me importa a mí que todos los demás no vean. Tú tienes que enamorarte de lo que Dios ha dicho acerca de tu vida. Tú tienes que estar tan centrado en los propósitos buenos y benévolos de Dios para ti que tú no tengas tiempo para pensar en todo lo que los demás quieran ¿no?

"¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió, más aún el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros." Léase toda esa parte para que usted entienda el amor de Dios tan grande para su vida y entienda que su Papá que lo creó lo ama, lo valora, lo usa e invierte en usted.

Aunque su padre terrenal no lo ha llamado su Padre celestial tiene buenos propósitos para su vida. Aunque tu vida familiar no haya sido la mejor, tu Creador sana todas las heridas de tu vida y piensa en eso siempre cuando tú te sientas pequeñito, acomplejado, a merced de la gente, piensa: yo no puedo invertir mi vida en tratar de satisfacer a los demás. El cristiano tiene que estar radicalmente concentrado en su relación con Dios.

Si usted lee la Escritura desde Génesis hasta Apocalipsis hay un llamado para nosotros de desconectarnos de lo que la gente piense y el valor que la gente nos dé, y pegarnos tanto a la consideración de: ¿qué Dios piensa de mí, cómo Dios me ve? que lo otro se haga totalmente irrelevante. Yo veo esa radical independencia de la sociedad y de las circunstancias, y de todos los eventos del pasado en todas las páginas de la Escritura.

Mire por ejemplo el Salmo 56 versículo 4, un versículo solamente, es lo que digo: cuando uno se acostumbra a mirar la Biblia a través de estos lentes de la salud emocional y de los consejos que Dios nos da para cómo adquirirla eso transforma la manera en que leemos la Escritura.

¿Qué dice el versículo 4, Salmo 56? "En Dios alabaré su Palabra, en Dios he confiado" escuche ese: en Dios, en Dios, en Dios, "en Dios he confiado, no temeré; ¿qué puede hacerme el hombre?" ¿cuál es la respuesta? nada. ¿Qué puede hacerme el hombre? usted cada día dígase eso cuando vaya al trabajo. ¿Qué puede hacer la gente que murmura de que yo soy cristiano y que no hago esto, no hago lo otro ¿qué puede hacerme el hombre?

Y a los jóvenes yo les digo: jóvenes independícense de lo que la gente piense, si usted quiere vivir, joven, una vida en Cristo, una vida poderosa, ser un líder, ser una persona de influencia, lo primero que tienes que hacer es dejar de enfocarte demasiado en lo que tus amigos digan de ti. Deja de tratar de agradar a tus amigos, nunca los vas a agradar. Uno nunca puede agradar al mundo lo suficiente, es más, ni en la misma Iglesia.

Yo les digo a los hermanos: que si la hermanita lo miró mal o le dió una profecía que a usted no le gustó cuando usted pasó al frente, olvídese de eso, tómese dos aspirinas cuando llegue a la casa y eche eso fuera. Hay hermanos que dejan de venir a la Iglesia porque una hermanita no los saludó cuando se sentaron al lado. Y mira me miró de esta manera, y dijeron esto, y en la célula allá me dijeron esto y lo otro, no me visitaron, no me tongonearon, no me mandaron comida cuando yo estaba enferma; óigame, y pierden el gozo del Señor, dejan de venir a la Iglesia, entonces el diablo les da un palo bien dado porque abandonaron su protección que tienen.

A veces vivimos llenos de resentimiento y otras cosas, y otros temores porque el mundo como que nos controla. Lo que nos hacen, lo que nos dicen, lo que no nos hacen, si nos enviaron una tarjeta de cumpleaños, si no le enviaron, nos afecta, entonces estamos como una marioneta a la merced de la gente. Cuando usted viene a la Iglesia péguese al Señor, péguese a Cristo.

Ahora: es bueno que nosotros venimos y adoramos como comunidad y como un cuerpo, eso es cierto, pero también tenga cuidado que usted no pegue su fe ni al Pastor ni a los líderes de la Iglesia, ni al líder de su célula, ni a la hermana que parece un dechado de virtudes pero usted luego descubre que no lo es; péguese al Señor Jesús, obtenga su valor, su gozo de Él y ¡gloria a Dios por lo demás! eso es bueno si hay armonía y todo pero eso no debe ser lo que determine tu gozo en el Señor.

Yo digo que las circunstancias del mundo y lo que la gente piensa de nosotros tiene su valor, pero es, yo les decía esta mañana a las hermanas, como los accesorios que usan las hermanas, accessories ¿sabe? Los accesorios son las cadenitas, los collares, los aretes ¿no? todas estas cosas que se ponen las hermanas y los hermanos también, el guillito que tienen allí, ya ví uno y hasta sus aretitos hoy en día se ponen, no se crea. Esos son los accesorios ¿no? Y los accesorios son eso.

¿Por qué se llama accesorio? porque son como una ayuda. Lo importante es que tú vengas vestida porque ¿de qué te sirve tener muchos accesorios si vienes desnuda (risas) esa no es la idea, no? lo importante es el traje. Y ¿sabe qué? el Señor es quien te viste a ti con Su misericordia, Su bondad, Su amor, Su validación, Su autenticidad. Lo demás, el aretito que te pones, el collar, el guillo, el anillo, todo eso es lindo pero no es lo que te hace a ti hermoso o hermosa.

Porque si te quitas todo eso y te quitas el maquillaje y te ves en el espejo, y eso es lo que te hacía sentirte valioso te vas a sorprender, vas a sufrir grandemente. Nosotros tenemos que tener una actitud realista acerca de lo que nosotros somos hermanos y saber que a final de cuentas todo mundo tiene su área de debilidad, de herida, de tristeza. Esa persona que tú crees que: wow, mira qué bello, quisiera yo ser exactamente como ese hombre, 6'4", ojos verdes, mucho pelo, muchos músculos, wow así. Pero ese tipo cuando se levanta por la mañana y a veces se ve en el espejo a las seis de la mañana antes de ir al trabajo probablemente se horroriza de sí mismo, se ve desnudo ahí antes de meterse al baño y ahí están todos los defectos, nadie los puede esconder. Todo el mundo tiene su área hermanos y nosotros no podemos vivir nuestra vida comparándonos con los demás.

No te compares. No compares ni tus sufrimientos ni tus avances porque mucha gente dice: ah yo soy mejor que fulanito porque tengo esto, tengo lo otro, mentira. Ni tampoco eres peor. Tú eres tú, Dios te creó a ti en una forma y hay belleza en eso, hay valor en eso. Tú tienes que tomarte una cucharada todos los días de esa medicina de que tú vales porque Dios te ama y no porque la gente te aprueba. Déjate de buscar la aprobación de los demás o deja de buscar el sentido del valor en adquirir cosas y ponerte accesorios; una casa, un carro, un título, una mujer linda, hijos supuestamente idóneos, lo que sea, un trabajo prestigioso. Hermano nada de eso va a conseguir penetrar en tu corazón y sanar las heridas que están allí.

Sólo el Poder del Espíritu Santo y el saber que Dios está contigo y está a favor tuyo, y que Dios te ama y que de Sus Manos nadie te podrá quitar. Tu Padre está dispuesto a pelear contigo a puño limpio con el diablo y Él no tiene que hacerlo porque Él nada más le dice: vete y eso es todo lo que Él tiene que hacer.

Pero la Biblia está llena hermanos de esas declaraciones, el Salmo 139 por ejemplo es precioso, en inglés es todavía más elocuente. Pero el Salmo 139 versículos 13 al 16 habla acerca de este sentido que tiene el salmista de cómo Dios lo mira y lo valora, y está comprometido con Él y su vida. Yo pienso, aún el versículo 1 del Salmo 139, ese Salmo yo me lo conozco de memoria porque una de las cosas es que estos principios tú tienes que repetirtelos una y otra vez, y confesarlos con tu boca hasta que se hagan una realidad en tu vida.

Este salmista dice: "Oh Jehová Tú me has conocido, me has examinado y conocido, Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme." Eso se puede ver en dos maneras ¿no? pero ahora yo escojo verlo en ese sentido de que: wow, Dios es testigo de todo en tu vida. Dios camina contigo, Dios tiene cuidado de los movimientos más íntimos de tu corazón y de tu mente. Dios está contigo en la lucha y en el fragor de la vida. Dios está contigo en tu tristeza. Él está contigo aún cuando tú lo ofendes y pecas, y le fallas. Él no te rechaza, Él te recibe cuando tú te arrepientes y vienes ahí un poquito sucio por algo que hiciste y te confiesas, Él te dice: no te preocupes, tengo aquí una tina llena de agua limpia, báñate y tengo para ti un traje nuevo y fresco que ponerte, no hay condenación para los que están en Cristo Jesús dice la Palabra. Dios es testigo de todas las cosas por las cuales nosotros pasamos.

A mí me encanta esa idea de que Dios me valora tanto que Él está en la circunstancia más pequeña de mi vida y Él está viviendo mi vida conmigo, y Él es testigo de todas las cosas que pasan, como una madre cuando llega su hijito porque los amigos le dijeron algo en la escuela o lo que sea y lo toma en sus brazos, y lo consuela, y le infunde valor y cariño. ¿Sabe que eso es lo que hace un padre, una madre? ese es el valor de tener padres que sí nos han amado porque cuando tú valoras a tus hijos y tú les amas incondicionalmente, y tú les infundes ese cariño, eso es una fuente de bendición para tus hijos.

Después entonces no tienen que estarse sanando cuando tiene que pensar: ah mi papá me criticó, no me afirmó, no me amó, siempre estuvo demandando esto, demandando lo otro, siempre tuve que estarle pagando para su cariño con buenas notas o esto y lo otro. El amor de un padre, una madre, el calor infundido simplemente por la compenetración del cuerpo, eso hace una contribución a la salud emocional de un niño en una manera extraordinaria.

Ahora lo que pasa es: si no lo has tenido, cuando entres al Evangelio hay otras cosas, hay otras consolaciones. Recuerda que el más importante es el valor de tu Padre celestial pero si podemos darle a nuestros hijos las dos cosas, el calor de una madre y padre, y también el calor de su Padre celestial cuando nosotros faltemos entonces están bendecidos por todos lados, están forrados por todos lados. Pero hay algo que uno siente cuando sabe que mi Padre me ama, me conoce, me valora, me ve, es testigo de mis luchas, está comprometido conmigo, eso es maravilloso, eso nos infunde paz en nuestro corazón. Entonces el mundo no tiene poder sobre nuestras vidas.

Entonces él dice todo esto ¿no? mire el versículo 5: "Detrás y delante me rodeaste y sobre mí pusiste tu mano, tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí, alto es, no lo puedo comprender. ¿A dónde me iré de tu Espíritu, a dónde huiré de tu Presencia? si subiere a los cielos allí estás tú y si en el seol hiciere mi estrado, he aquí aún allí tú estás." ¿No? es maravilloso este sentido del salmista de la compañía de su Dios en todo momento.

La Biblia está llena de pasajes así que nos recuerdan que Dios, aunque parezca lo contrario, Dios nos prefiere, nos ama. Muchas veces el problema es que nosotros no estamos conscientes del amor de Dios. Nos preocupamos más por otros que parece que están más bendecidos, y por eso digo: no se compare con nadie. No esté mirando al otro que: ah está siendo prosperado, ahora mira compró una casa nueva y yo aquí con mi departamentito todo destartalado, no, no, olvídese de eso. La Biblia dice que: "Tiempo y ocasión sucede a todo." Él también algún día va a necesitar consolación por algo.

Usted mire usted dónde está, qué es lo que Dios tiene para su vida, cuáles son sus metas, sus planes en el Señor y enfóquese en eso, porque a veces parecerá como que Dios está alejado de ti pero Él está allí trabajando en formas maravillosas y escondidas para fortalecer y establecer las bases para tu futura prosperidad y tu futura bendición.

Yo pienso en los dos hijos estos de la parábola de Jesucristo, el hijo pródigo y el hijo fiel que están ahí los dos en la dinámica. Siempre nos enfocamos en el hijo pródigo que se va, ofende al padre, pasa mucha tragedia, regresa apenado y el padre lo recibe y lo restaura a su condición pero no pensamos lo suficiente en el otro hijo, el fiel que se quedó en la casa porque a mí me habla más ese que el otro. Porque el hijo fiel que se queda en la casa cuando ve al padre tratando tan bien a su hermano él se ofende y entonces sale a la luz que hay en él un sentido como de rechazo, y le dice: oye mira esto, este muchacho se va de la casa, malgasta todo tu dinero, deshonra a la familia, ahora viene todo destartalado y tú lo recibes y le das comida, y le das un vestido, y le pones el anillo, y no solamente eso sino que mandas a matar al becerro gordo para él, y yo que te he servido toda mi vida, y no he hecho nada malo nunca, me he preocupado por tus negocios y tus asuntos, y tú a mí ni siquiera una gallina me has dado para que celebre con mis hermanos para hacer un sancocho o lo que sea por allí.

A veces nos sentimos así ¿usted ve? uno se compara con la otra persona: oh es que mira cómo Dios lo bendice, cómo Dios hace esto, cómo Dios hace lo otro, y es a veces ¿sabes por qué? porque esa necesita más que tú y Dios entonces a veces al que más débil entonces tiene como que retardarlo un poquito. Y entonces Dios dice: Muchacho ¿de qué tú estás hablando? si todo lo que Yo tengo es tuyo ¿por qué no cogiste un becerro y lo mataste, o diez becerros? tú eres el dueño de todo lo que yo tengo; úsalo, disfrútalo, ¿no?

Y eso es aleccionador porque a veces nosotros dejamos que los complejos de inferioridad y las inseguridades, y la baja autoestima que hay en nosotros deforme la manera en que nosotros interpretamos los procesos de Dios y la forma en que Dios brega, y la manera en que nosotros vemos a los demás y que nos vemos a nosotros mismos.

En vez de ver el vaso medio lleno lo vemos medio vacío. En vez de ver todas las buenas cosas que Dios está haciendo en mi vida en tantas maneras vemos las que no está haciendo. En vez de ver que tenemos un plato de comida que podemos comer en nuestra casa, que tenemos amigos, que tenemos un Padre que nos ha redimido, que tenemos una vida eterna asegurada, que tenemos una vida eterna asegurada, que tenemos una Iglesia que nos ama vemos simplemente el hecho de que mi carro no es del año y hace años que estoy buscando uno de paquete y no lo he podido conseguir, y Dios no me lo ha dado. Dejamos de orar, nos amargamos, nos desalentamos, en vez de mirar todas las cosas buenas que hay en nuestra vida y todas las razones por las cuales podemos celebrar y darle gracias al Señor.

Y por eso es importante que tú sepas: no, Dios me ama, Dios se preocupa por mí, Dios está conmigo, yo no me voy a comparar con nadie, yo no voy a dejar que nadie controle mis sentimientos y la manera en que yo me veo a mí mismo. Dios es fiel y aunque yo no sea perfecto, y aunque hayan otros que parece que están mejor dotados que yo, Dios lo que está buscando es el valor de mi corazón, mi valor inherente que yo tengo en Él.

Una otra ilustración que nos recuerda acerca de este principio: David y sus hermanos cuando el profeta Samuel viene a la casa de David porque Dios le ha dicho: En esa casa está el futuro rey de Israel, el que va a reemplazar a Saúl ¿no? Samuel comienza a juzgar como juzgan los hombres ¿no? conforme a la estatura, los músculos, la apariencia de los hermanos. Dios no le dice quién es el heredero pero le dice: En esa casa reside.

Y entonces le dice al papá: bueno ¿dónde están sus hijos? y el papá le trae, es como un concurso de belleza: le trae a todos los hijos porque son grandes, fuertes, hombres de guerra bien aparentes, y uno a uno viene y Samuel dice: wow, este tiene que ser, mira: mide 6'4" y unos molleros del tamaño de Arnold Schwarzenegger, se vería bien en un traje de guerra, representaría bien a la nación, y Dios le dice: Ese no es, Yo lo desecho. Ah el otro; más grande todavía, más fuerte, más aparente, más inteligente, más distinguido, ese tiene que ser absolutamente. Ese tampoco, no se vista que no va.

¿Y por qué la Biblia pone esta gente uno tras otro tras otro? es porque Dios quería ilustrar algo, porque bien podría haber el escritor omitido todo eso y decir simplemente: vinieron todos los hijos del padre Elí y ninguno de ellos era, y al final pasó esto ¿no? pero Dios pone, inspirando el Espíritu Santo al escritor uno a uno como para que nuestra mente se compenetre con una verdad, y es que Dios no mide la apariencia física. Dios valora a los seres humanos en una manera muy diferente a como los seres humanos valoran, aún a veces los Pastores y la gente ungida como Samuel. La gente está buscando siempre la apariencia y la gente siempre está buscando que los manipulen, déjeme decirle, siempre.

Los Pastores que los manipulan esos son los que la gente quiere muchas veces, los que les roban el dinero, los que aparentan mucho, esa es la gente que muchas veces respetan, perdóneme que se lo diga. El apóstol Pablo, de hecho quiero ilustrar eso con otra, porque hay muchas ilustraciones, pero no me quiero perder ¿no? me estoy adelantando. El asunto es que cuando todos han pasado el Señor se molesta con Samuel, le dice: Ninguno de esos es, Yo los desecho a todos.

Y entonces Samuel dice: bueno pero Tú me mandaste a esta dirección, yo busqué en el GPS y aquí fue que me trajo, míralo ahí: 274 calle tal en Belén, qué se yo, ok. Y entonces él le dice al papá: ¿pero no hay otro más por allí, estos son todos tus hijos? ah espérate, se me olvidó: hay uno por allá metido en el campo; manden a buscar a Davidcito que está por allá, no se me ocurrió, es que es tan chiquito y tan feito (risas). No era así, él era un Brad Pitt en posibilidad pero no se le veía porque estaba lleno de tierra, de oveja y olía mal, y todo eso porque estaba metido con las ovejas allá en el campo.

Y cuando le traen a David el Señor dice: Ese es, ese es el "mero-mero." Yo desecho a todos los demás porque Yo miro el corazón, Yo no miro la apariencia. Hermano, hermana: llénate de esa verdad en tu vida. Dios no mira tu pedigree, cuántos títulos conseguiste o no, la casa que tienes o los logros, o la cuenta de banco. Dios mira tu valor como Su hijo, Su hija, tu corazón, tu deseo de agradarle, tu nivel de consagración, tu lealtad al Reino de Dios, tu amor por los demás, tu deseo de servirlo, la nobleza de tu corazón, tu generosidad, tu compasión con los demás; a eso tenemos acceso todos incondicionalmente y eso determina el valor que Dios te da y el valor que tú tienes.

Una persona puede ser un rey sentado en un palacio y tener menos valor que un mendigo como tenemos en la parábola de Lázaro porque Dios ve el corazón, Dios ve el valor inherente que hay en ti, el espíritu que Él puso en ti. Cuando Dios te ve Él no ve un hombre, una mujer con pequeñas cicatrices de diferentes situaciones en la vida físicas o espirituales. ¿Sabe lo que Dios ve? Dios ve un espíritu, Dios ve su vida que Él infundió a través de tu nariz con Adán y Eva, cuando Él tocó el vientre de tu madre y se prendió una luz de vida, una criatura nació por la unión de tu padre y tu madre y se dió la chispa de vida, y eso tiene la chispa de Dios.

Dios ve Su vida dentro de ti, Dios ve la eternidad que Él ha puesto dentro de ti. Dios ve la belleza de Su Persona y la Persona de Su Hijo en ti, Él no ve los accesorios y las tonterías de la vida, y nosotros tenemos que ver esa parte. Y la vida está llena de ese principio, yo podría estar aquí horas solamente desarrollando esa verdad de que nosotros valemos no por los hombres ni por lo que las circunstancias determinen sino porque Dios nos ama y nos da valor a nosotros, y yo quiero que en esta tarde te metas eso en todas las partes de tu ser.

Casi lo último que digo, casi lo último, pasen los músicos, es que para que estas verdades se hagan reales en nosotros usted necesita decirlas mil veces o más. Eso que yo te digo es muy fácil decirlo y usted dice: ah, es cierto pero óigame, qué difícil se hace eso cuando usted va al trabajo o cuando tiene que bregar con la dinámica de su célula, o cuando usted mira todos sus temores y todos los complejos que tiene por dentro. Es que la Verdad de Dios para que se haga real en nuestra vida uno tiene que confesarla, uno tiene que leerla, uno tiene que memorizársela, uno tiene que juntarse con gente que cree las mismas cosas continuamente, usted tiene que soñar con ellas, tiene que pensar continuamente en ellas, tiene que leer su Biblia, tiene que subrayarlas, tiene que tomar notas aparte en un diario.

Usted tiene que dejar que esa Palabra se desgrane dentro de usted y usted consumirla día tras día tras día, estas verdades. Usted tiene que decirse: yo valgo porque Dios me ama y me valora, y mandó a Su Hijo por mí, y usted tiene que buscar eso en diferentes maneras en su vida, y cada noche antes de acostarse usted debe confesar estas cosas hasta que comiencen a reducirse a un sedimento de convicción que lo va a alimentar cuando la vida se ponga un poquito agria, hasta que eso se convierta en una verdad.

Todas estas verdades, estos principios que yo estoy señalando de nada sirven si yo simplemente se los pego con tape en la frente, tiene que pasar a través de su hueso de su cráneo y llegar a su cerebro, y convertirse en una neurona, en una conexión, una sinapsis entre dos células que alimenten su forma de ver la vida y su forma de procesar las circunstancias de la vida. Tenemos que vivir eso continuamente.

Yo no me dejaré gobernar por ninguna circunstancia de este mundo ni ninguna opinión de ningún hombre, ninguna mujer, ninguna cosa que me den o me quiten, yo me voy a llenar de ese sentido del amor y la valorización de mi Padre que me ama incondicionalmente y que está comprometido conmigo ciento por ciento del tiempo. Ese Dios que no me ama menos porque no saqué una A en el exámen, no me ama menos porque no tengo el doctorado que yo quería, no me ama menos porque no tengo una casa de seis dormitorios y un BMW en mi marquesina; me ama porque yo soy Su hijo, porque me parió con dolor en una cruz, esa es la manera. Y la Biblia está llena de esos principios.

Salmo 54:10: "Porque los montes se moverán y los collados temblarán pero no se apartará de ti Mi misericordia, ni el pacto de Mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti." Isaías 49:14, les digo, esto está lleno de la valorización de Dios en los siguientes versículos. "Pero Sión dijo" él está refiriéndose a su pueblo Israel quebrantado y castigado por sus pecados, y que ya siente como que Dios lo ha abandonado y se olvidó de él y ya no tiene nada que ver con él, y entonces Dios pone estas palabras en la mente de Su pueblo pero también las está poniendo en nosotros cuando nos sentimos a veces rechazados o que hemos hecho algo que ya Dios no tiene nada que ver con nosotros, o ya no quiere saber de mí porque yo lo ofendí, o lo que sea.

Y dice aquí: "Pero Sión dijo: me dejó Jehová y el Señor se olvidó de mí." Y dice el Señor: "¿Se olvidará la mujer de lo que dió a luz para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? aunque olvide ella, Yo nunca me olvidaré de ti, recuerda eso. Aún si mi padre y mi madre me dejaren, con todo Jehová me recogerá." En el 99.9% de los casos una madre no se olvida de lo que parió su vientre, pero aún si ella pertenece a ese 0.1% que se ha olvidado, Dios nunca se olvidaría de uno de Sus hijos, nunca lo abandonaría. Yo nunca me olvidaré de ti.

"He aquí que en las palmas de la mano te tengo esculpido, delante de mí están siempre tus muros." ¿Tú puedes visualizar eso? que Dios tiene una pantalla donde está tu vida 24 horas al día retratada. Todo el día cada minuto del día el Señor está viendo la película que se llama: Betania o Meche, o Samuel, o Marina. Hay una película que tiene tu nombre y el Señor se deleita en verla todo el día. Aún cuando estás durmiendo los ojos de Dios están sobre ti mirándote respirar, volteándote de un lado de la cama al otro, viendo tus pesadillas, tus sueños, tus temores, tus luchas, tus defectos, tus errores, tus pecados, y aún así Él te ama y está comprometido contigo porque Él sabe que al final te vas a arrepentir y vas a hacer lo que tienes que hacer, y vas a llegar a la meta, y al final te vas a sanar de todo porque un día te vas a morir y vas a entrar en la patria celestial, y vas a ser un ángel bellísimo que si alguien te viera se tiraría de rodillas ante ti porque diría: wow este es Dios mismo.

Recuerda que no hay forma de que te puedan arrebatar de la mano del Señor. Independízate de la gente, de las circunstancias y aún de tu propia mente, y vive enfocado en lo que Dios ha dicho de ti. La única reputación que importa es la reputación que tú tienes con Dios, la única reputación que vale. La otra se pierde en cualquier momento; un día la tienes, otro día no lo tienes, un día están contentos contigo, otro día te rechazan y te critican. No te metas en ese jueguito psicológico. Enfócate en: ¿qué quiere Dios, qué dice Dios, qué piensa Dios, cuál es la opinión de Dios de mi vida? y podrás entonces ser un poquito más feliz.

Que el Señor nos ayude a encontrar valor en nosotros mismos en Dios y no en lo que el hombre o la mujer. Siéntate sobre el trono que Dios ha preparado para ti y vive tu vida mirándolo a Él. Ahora mismo visualízalo en tu mente, si tú puedes cierra tus ojos un momentito y mira a tu Padre celestial contemplándote desde el cielo con una sonrisa benévola diciendo: Sí a veces es un poquito travieso pero es mi hijo y Yo lo amo y estoy comprometido con él o con ella todos los días. No lo voy a rechazar, no me voy a desentender de ella, voy a pelear como un león por ella, y cuando me le quieran hacer daño yo voy a estar allí como un gigante listo para defender.

Dios te ama, Dios me ama. El Señor dice: "Nadie te podrá separar de Mí en todos los días de tu vida" nadie te podrá hacer frente, ni ángeles, ni la muerte, ni la vida, ni principados, ni potestades, ni lo futuro, ni por venir, ni ninguna otra cosa creada podrá separarnos del amor de Dios que es en Cristo Jesús, Señor nuestro. Gracias Señor, gracias porque no importa cuál sea la circunstancia en que yo me encuentre, soy más que vencedor, soy más que valioso, soy más que precioso, tengo valor en Ti Señor Jesús. Que mis hermanos y mis hermanas puedan ser absolutamente saturados de esta verdad en este día.

¿Y sabe que todo comienza con tener tú la Presencia de Cristo en tu vida? el sello de Jesús, eso es lo que te da valor, el Cristo que reside dentro de ti, eso es lo que te da valor, el Cristo que reside dentro de ti. Si tú no tienes a Cristo en tu corazón te animo en esta mañana, en esta tarde a entregar tu vida al Señor y pedirle a Cristo que more dentro de tu vida, ahora mismo ¿por qué no haces eso? invita a Jesús a entrar a tu corazón.

Dile: Señor Jesús, yo entiendo claramente que no tengo valor por lo que he adquirido, por nada de este mundo sino porque Tú moriste por mí en la cruz, te diste en la cruz del calvario y porque soy Tu hijo, soy Tu hija. Entra a mi vida, siéntate en el trono de mi vida, te entrego todo mi ser, yo quiero vivir como un hijo de Dios preferido, como una mujer que tiene valor porque Cristo mora en ella.

Si alguien no ha hecho su decisión por Cristo Jesús en esta tarde, si te ha tocado algo de este servicio y tú quieres dar un paso de fe en esta tarde, y poner tu vida en las Manos del Señor, te invito a levantar tu mano y queremos orar por ti en esta tarde, si no lo has hecho antes y quieres hacerlo ahora abrimos este momento ¿habrá alguien que quiera entregar su vida y ponerla en las Manos de Jesús? te invitamos a hacerlo ahora. Esperamos un momento.

Jehova te bendiga, y te guarde

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La Palabra del Señor se encuentra hoy en Números capítulo 6, comenzando con el versículo 22: "Jehová habló a Moisés diciendo: Habla a Aarón y a sus hijos, y diles: Así bendeciréis a los hijos de Israel diciéndoles: Jehová te bendiga y te guarde. Jehová haga resplandecer Su rostro sobre ti y tenga de ti misericordia; Jehová alce Su rostro sobre ti y ponga en ti paz, y pondrá mi Nombre sobre los hijos de Israel, y Yo los bendeciré." Y Yo los bendeciré.

Eso es lo que pedimos en este momento Señor que hagas Padre, que Tú bendigas a este pueblo, que vivifiques esta Palabra. Tú eres el gran sumo sacerdote Jesús, ahora transmite gracia, abre nuestros corazones y nuestras mentes, inúndalas con Tu Verdad en el Nombre de Jesús.

Mis hermanos: como les compartía, estas son palabras muy conocidas como el Salmo 23 o el Padre Nuestro. Nosotros hemos oído en muchos distintos contextos este pasaje que conocemos como la bendición sacerdotal o la bendición aarónica. Algunas tradiciones mis hermanos concluyen cada servicio con estas palabras. ¿Cuántos han adorado en una Iglesia que su tradición es esa, terminan cada servicio así? puede ser un sacerdote, un ministro, pero en el contexto anglicano es así, en el contexto católico, en otros contextos, al concluir cada servicio pronuncian estas palabras sobre la Congregación. Lo oímos en funerales aún en esta tradición, y en bodas.

A propósito: este fin de semana tengo el privilegio de celebrar una boda de una pareja especial aquí, y es casi seguro que al concluir esa ceremonia pronunciaré sobre esta pareja estas palabras de bendición; son preciosas. Pero como todo lo conocido este pasaje puede ser tan conocido que dejamos de apreciar su pasaje o sentir su impacto, igual al Salmo 23 o el Padre Nuestro.

Pues, en el Nombre de Jesús, vamos a reflexionar un poco sobre este pasaje y ver qué es lo que el Señor quiere compartir con nosotros acerca de él. Lo primero hermanos al reflexionar sobre él, creo que lo primero que reconocemos es que es un pasaje sumamente bello, it's beautiful, beautiful. En mis estudios universitarios yo fui un estudiante de inglés, an english major, y los versículos 24, 25 y 26 se pueden comparar a cualquier poema de Shakespeare, Charlster, Millster, Cervantes. Es una de las obras poéticas, por más sencillas que sea, es una de las obras poéticas más exaltadas no sólo en las Escrituras sino en la literatura humana, esta pequeña bendición.

¿Sabe? haciendo mi homework para este mensaje el Señor me mostró algunas cosas que son tan lindas y no puedo reprimir la oportunidad de compartirlas. Por ejemplo, en su forma, o sea, solamente en el uso de sus palabras, es casi un poema perfecto. ¿Sabe? en su idioma original esta bendición está compuesta de doce palabras hebreas, o sea, una palabra para cada tribu de Judá. ¿No es eso bello? una palabra para cada tribu de Judá.

Y muchos comentaristas ven en la palabra de esta bendición una sombra de la Trinidad en el Antiguo Testamento. O sea, cada bendición simbólica de Jehová Padre, el que nos bendice y nos guarda, Jehová Hijo, el que nos mostró Su Rostro y tuvo misericordia de nosotros, y Jehová Espíritu Santo, el que nos infunde de Su paz. ¿No es eso bello? encerrado en estas palabras tan sencillas es bello.

Pero hermanos, esto es más que meramente poesía, hay más aquí. Reconocemos que hay poder en estas palabras. Reconocemos eso aunque tal vez no entendamos por qué y ahí vamos a otro peligro: si no es meramente poema tampoco esta bendición es magia, no es una encantación. No es un amuleto, una suerte que le estemos echando, no es: abracadabra, no es de-tin-marín-de-do-pingüe, no es que le estemos echando agua bendita. Es vida. Sin los principios de fe que la respaldan, aún estas palabras bellas son vacías, son vanas. Entonces mis hermanos: ¿cuáles son esos principios respaldando el poder de estas palabras?

El Pastor ha estado predicando una serie acerca de cómo vivir una vida sana y saludable, una serie bella en estos días. Y en otras palabras, al hablar de una vida sana y saludable, otra manera de ver eso es: ¿cómo vivir una vida bendecida, una vida de bendición? y este pasaje es un esquema, un perfil de una vida de bendición. Es un perfil, un esquema de una vida bendecida.

El Señor nos comparte Su idea. Usted no está recibiendo esto de una revista, usted no lo está recibiendo por el internet, un comentario que encontraste allí, sino de la misma Voz del Señor, el Señor está compartiendo Su corazón con nosotros acerca de qué es lo que representa para Él, de donde emana toda bendición, para Él ¿qué es una vida bendecida?

En estas tres sencillas líneas, en estas bendiciones el Señor nos está mostrando Su corazón y nos está explicando: Esta es la manera en que vive una vida consistentemente bendecida para aquéllos que tienen el sentido común suficiente de hacerle caso a Dios, esta es la manera en que el Señor nos bendice. El Señor instruyó en este pasaje a Sus sacerdotes en el Antiguo Testamento, a Aarón, a extender sus manos sobre Su pueblo y declarar esta bendición.

El versículo 27 declara la intención de Dios en esto: "Y pondrán mi Nombre sobre los hijos de Israel." Pondrán Mi Nombre, Jehová; Jehová. "Pondrán mi Nombre y Yo los bendeciré." Y mis hermanos esa es la idea: el apóstol Pablo escribe en Romanos capítulo 10 versículo 13: "Porque todo aquél que invocare el nombre del Señor será salvo." Todo aquél que invocare el Nombre del Señor será salvo y si eso es usted mi hermano, si usted invoca el Nombre de Jesús sobre ti como el soberano de tu vida y usted se somete al Nombre de Jesús, al nombre de Israel, el Señor a través de esta Palabra hace un voto de bendecirte.

Este fin de semana estaba consultando con el Reverendo Gregory Bishop acerca de este texto, mis hermanos, en todas cosas del hebreo yo consulto con my buddy Greg. Y ¿sabe? acerca de este pasaje, y estaba diciendo: Wow Greg, estas parecen palabras de pacto. Y en un momento Gregory dice: "No Sam, they are votes" y en ese momento como siempre digo: you, you are good, you are good. Votes, son votos, léalo, mírelo. Es como si el Señor se estuviera casando con Su pueblo. Son como los votos que un novio comparte con su amada. Él dice: "El que se atreve a vivir bajo mi Nombre, Yo hago un voto de bendecirlo." Los voy a bendecir.

Sepan mis hermanos sobre todo que esa es la intención para tu vida. Versículo 23, declara el Señor a través de Moisés: "Habla a Aarón" le dice el Señor a Moisés, "y a sus hijos, y diles: Así bendeciréis a los hijos de Israel diciéndoles:" Mis hermanos, primero, sobre todo, sepa que el propósito de Dios, el deseo de Dios es bendecir tu vida. El propósito de Dios es bendecirte y no hay nadie que conoce mejor que Él cómo bendecirte. Entre comillas, ni siquiera nosotros. Ni siquiera nosotros conocemos mejor que Dios cómo bendecirnos. El propósito de Dios es bendecirnos.

Aquí el Señor le da estas instrucciones a los sacerdotes y les dice: ¿Sabes? tienes el privilegio de estar delante de Mi pueblo, este es Mi pueblo. Bendícelos en Mi Nombre y bendícelos de esta manera. Mis hermanos: los sacerdotes, los ministros, nosotros somos como, en el mejor de los casos, cablería, así como estos cables que conectan un amplificador a un instrumento y ese instrumento es conectado a un instrumentalista, a un adorador, nosotros lo que estamos haciendo es transmitiendo una energía, una bendición que viene de otra fuente. Es Dios el que te bendice, es Dios el que recibe tu oración, es Dios el que está transmitiendo. Aún este mensaje, pídeselo a Dios, es producto de la cablería, la energía de Dios fluyendo a través de unos cables a veces un poco flojos, pero Dios usa los instrumentos que hay.

Pero el que te bendice es Dios. Él está, eso es Su deseo. Y mis hermanos, cuando hablamos del pueblo de Israel sepa de aquí en adelante en lo que resta de este mensaje, se aplica, estas promesas, esta bendición se aplican a ti, se aplican a nosotros. El apóstol Pedro escribió en Primera de Pedro que ahora somos: "Real sacerdocio, nación santa" o sea, nación apartada, "pueblo escogido por Dios para un propósito: para que anunciéis las virtudes de aquél que os llamó de las tinieblas a Su luz admirable."

¿Por qué nos bendice Dios? por dos cosas: porque Él no sabe hacer otra cosa, simple y sencillo. Esa es Su naturaleza, es bendecir. El Señor no necesita, ¿saben ustedes hermanos? el Señor no necesita pronunciar palabras para bendecirnos. Aún estas palabras de bendición están de más; Su mera Presencia nos bendice. El negocio del cielo, la industria eterna es bendecirnos. Si tuviera el Señor poros, por los poros del Señor saltaría bendición, fluye de Su Altar como un río.

Dios equivale a bendición. La Presencia del Señor, una relación con Dios, estar cerca de Él y bajo Su Nombre equivale a bendición. El Señor nos bendice primeramente y segundo, a Él le interesa bendecirte, es parte de Su plan. Porque cada vez que Dios aparece y nos bendice aparece el dinero para la renta, o aparece pan sobre la mesa, o tu mente es liberada, o tu cuerpo es sanado, o tus hijos terminan amando al Señor tanto o más que tú. Cada vez que Dios te bendice el Nombre del Señor, el Nombre de Jesús, el Nombre de Jehová es exaltado y la influencia del Señor se extiende cada vez más y más conquistando las tinieblas, esa era la idea.

Era la idea bendecir a este pueblo que el Señor iba a enviar, Él sabía que los iba a enviar a un pueblo, a una tierra que era prometida pero minada de oscuridad y pueblos paganos. Y el Señor cuando te bendice a ti te convierte en un letrero en vida, en un tratado en carne viva. Cada vez que el Señor abre la puerta para ti, cada vez que el Señor derrama bendición sobre ti, cada vez que cuando nosotros pensábamos: no hay esperanza, cada vez que el Señor te ilumina cuando pensabas que no había respuesta, y tus vecinos, y tus colegas de trabajo, y los miembros de tu familia lo ven, el Señor se luce y dice: Esta es la manera en que un Dios vivo y poderoso bendice a aquéllos que le aman, esa es la idea. Nos convierte en letreros. Advertising for the Kingdom of God.

Alguien pagó y caro para ese anuncio, la sangre del Cordero, la sangre de Cristo. "Bendice alma mía a Jehová, todo mi ser bendice su santo nombre. Bendice alma mía a Jehová, no olvides ninguno de sus beneficios. Él es el que perdona todas mis iniquidades, Él es el que sana mis dolencias, Él es el que rescata del hoyo a mi vida, Él es el que corona de favores y misericordia a mi vida, Él es el que sacia de bien mi boca, de modo que rejuvenezca como el águila. Bendice alma mía a Jehová" y cada vez que tus labios pronuncien esa Palabra bendiciendo al Señor, dándole la gloria al Señor, más y más el Señor es bendecido y Su gloria extendida.

Sepan esto mis hermanos: el deseo de Dios es bendecirte. Satanás dirá otra cosa. Es más: tomemos un momento para proceder en lo que queda de este mensaje, porque algunos de nosotros oímos esas palabras, decimos: amén, movemos nuestras cabezas, pero es como que en nuestro corazón el enemigo ha puesto una coraza que a la hora de la verdad en la silla de nuestro corazón, es difícil navegar más allá de una duda.

Tal vez el Señor está en el negocio de bendecirte a ti Pastor Samuel o a estos hermanos pero no creo que eso es lo que el Señor quiere conmigo, no. En el Nombre de Jesús te declaro, es más, cierre sus ojos donde esté si esto te aplica a ti especialmente, recibe esta Palabra, deja que se cierna sobre ti y declara conmigo: el Señor desea bendecirme. El Señor me ama y desea bendecirme.

Mis hermanos: créanlo. Comience con eso, comience con eso porque todo lo demás desciende de esa verdad. El versículo 24 declara así: "Jehová te bendiga y te guarde." Yo leo eso de esta manera mis hermanos: Que sea Jehová el que te bendiga y que sea Jehová el que te guarde.

¿Sabe? este pueblo estaba a punto de entrar a una tierra literalmente desconocida pero esto sabía Dios y por eso los envió allá, que allí tendrían opciones de dioses al por mayor; dioses grandes, dioses flaquitos, dioses gordos, dioses flaquitos, dioses de todo tamaño y que cada día del año, cada mes del año, you name it, había un dios allí, un buffet de dioses, opciones. Ellos podían elegir que cualquiera de esos dioses ajenos los bendiga o, como era más común, seguir adorando, se supone, al Dios de Israel y seguir adorando a El Shaddai, al Dios poderoso pero a su manera, inventando su propia manera de adorar a este Dios y que Dios los bendiga.

Esta Palabra, para estar debajo de esta Palabra óiganlo bien: que sea Jehová el que te bendiga. Que sea Jehová el que te guarde, porque mis hermanos, tienes libre albedrío. Puedes decidir depender de tu propia astucia, manejar tu vida conforme a tus propias ideas y conforme mejor te convenga conforme a tus circunstancias, lo puedes hacer, puedes escoger en otras palabras quién será el que te bendice y de qué manera, y a qué extremo.

Ahora, mis hermanos, eso es lo que muchos, antes de que usted se escandalice, vamos a la verdad, esto es lo que muchos tienen por bendición. O sea podemos hacer las cosas como nos da la gana y esperar que el Señor nos dé Su sello de aprobación o tal vez esperar que nos saque de nuestros líos cuando nos va mal. O sea hacemos lo que nos parece bien, conducimos la vida de nuestra manera y lo que tenemos por bendición es que el Señor selle eso y nos saque de nuestros líos.

Mis hermanos: podemos escoger quién sea el que nos bendice y la manera en que nosotros escogemos no es con nuestras palabras, sino con nuestras decisiones. No es lo que nosotros digamos, es como nosotros decidimos vivir nuestras vidas y hacer nuestras decisiones. Digamos que tenga yo una opción que se siente bien o es más fácil, o que resulte en una ganancia por el momento, pero al escogerla puedo arriesgar mi compromiso con Dios y Sus principios.

Y mi hermano: si usted no ha experimentado esa encrucijada espere porque le esperará. Esa es la encrucijada clásica, a cada uno nos espera eso. Una opción de hacer algo y hacerlo fácil, salir de un apuro, aunque sabemos que estamos arriesgando los principios de Dios y hasta tal vez nuestra relación con Dios. La bendición de Dios en otras palabras, cuesta, cuesta. Una relación que tal vez llene su soledad por un tiempo tal vez, pero es una bomba de tiempo que estallará en cualquier momento destrozando la Obra de Dios en ti, ¿qué harás?

O un proyecto-trabajo de ganancia momentánea pero que termina contaminando tu vida, tu mente, tu tiempo, tu paz, tu matrimonio, la relación con tus hijos o tus hijas ¿qué hacemos? Sabe, vale la pena que el Señor sea el que nos bendiga como y de la manera que le parezca bendecirnos aunque no sea la bendición más flashy o la cosa que más, el último modelo, pero viene de parte de Él y viene sin líos, without strings attached.

Mi mamá, fíjate: tanto mi mamá como la mamá de mi esposa Marina, la hermana Toñita, ambas están gozándose con el Señor pero ambas eran fanáticas de este versículo, Proverbios 10:22: "La bendición de Jehová es la que enriquece y no añade tristeza con ella." La bendición de Jehová nos enriquece without strings attached, sin hilos, sin añadir tristeza.

Vale la pena que el Señor sea el que nos bendice. A la larga cuando es el Señor bendiciéndonos, salimos ganando. Y por eso añade: "Y te guarde." Jehová te bendiga y te guarde.

Hermanos: aprenda a orar de esta manera. No es egoísta pedirle al Señor esto, es más, el Señor te está instruyendo orar de esta manera: Señor, guárdame, no solo de ataques externos de Satanás, no solamente de eso, de eso sí pero también, sino que nos guarde de dioses ajenos, que nos guarde de nosotros mismos, de nuestra naturaleza de hacer las cosas a nuestra manera aunque no sea la Voluntad perfecta de Dios para nosotros.

Mis hermanos mejor oremos de esta manera, aquí voy a ser un couch, instruirte en esta bendición, decirle al Señor: Señor bendíceme Tú y guárdame del mal. Sé que todo lo que tienes apartado para mí es bueno aunque parezca al principio que estoy perdiendo, prefiero comer legumbres contigo que compartir el becerro gordo con Satanás, que al final Señor, mi vida se asemeje al sueño que soñaste cuando me creaste y me entretejiste en el vientre de mi madre. Que sea eso en nuestra oración, que sea Jehová el te bendiga y que sea Jehová el que te guarde. Los sacerdotes extendían sus manos y declaraban en el versículo 25: "Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti y tenga de ti misericordia."

¿Sabe? la luz no resplandece en el vacío mi hermano. Hay una relación entre las tinieblas y la luz. Por más profundas que sean las tinieblas, más resplandece la luz y así es el rostro de Dios, y así es el rostro de Dios, así es el rostro de Dios.

Mis hermanos: no creo que nadie, pocos de nosotros escogeríamos tinieblas, pocos de nosotros escogeríamos tinieblas, pero aquí le voy a compartir una verdad que ya ustedes saben: por más santo que usted sea, por más consagrado que usted sea, por más fiel que usted sea, por más que usted asista a cualquier servicio, por más que usted diezme y ofrende, y sirva, tarde o temprano te alcanzarán tinieblas. El Señor no promete eximirnos de las tinieblas, la lluvia cae igual sobre el justo y el injusto.

Tarde o temprano, una gota o dos a veces, caerá sobre usted y sobre su hogar. El Señor no dice que nos iba a eximir de las tinieblas, un aprieto financiero tal vez, o perder el trabajo, o una tormenta que arrasa con su matrimonio, Dios no lo quiera, o perder de repente un ser querido, Él no nos exime de las tinieblas. Lo que Él promete es que Él iluminaría esas tinieblas con la luz de Su Rostro, que en ese momento Él aparecerá en medio de nuestra angustia, de nuestra desesperación, de nuestro dolor, Él aparece y las tinieblas aparecen delante de Él, eso es lo que promete Él.

Que de momento, con la luz de Sus ojos fijados sobre ti, Él ilumina un camino a donde no había, una solución, una fuente de esperanza. Aún en medio de las tinieblas lo vemos declarando: Tú eres mío, estoy aquí y esto está bajo Mi mano y bajo control. Así es el rostro de Dios, así es el Rostro de Dios. Él ilumina nuestras tinieblas aún cuando las tinieblas son de nuestra propia creación, ¿oyeron eso? aún cuando somos nosotros mismos los que apagamos las luces mis hermanos, y por eso añade: "y tenga de ti misericordia."

Mis hermanos: no todas, pero tal vez hasta yo diría, hasta la mayoría de nuestras tinieblas son de nuestro propio invento, a veces es así. Y cuando aparece el Rostro de Dios en esos momentos, tal vez que por un momento de descuido digamos, apagamos la vela, cuando aparece el Rostro de Dios en esos momentos ¿sabe lo que se llama eso? misericordia, gracia. Conociéndonos, Dios renueva, dice el Libro de Lamentaciones: "Él renueva su misericordia hacia nosotros cada mañana." Cada mañana, Él es precioso.

Mis hermanos, no lo merecemos pero ese es el punto de la misericordia y la gracia del Señor. Y eso es algo que Satanás, Satanás en medio de acusarte él va a omitir este detalle ¿ok? presta atención. Él te va a decir: tú no mereces la gracia del Señor. Y cuando Satanás te diga: no mereces la gracia del Señor ¿sabes lo que le respondes? ¡amén, hello! Nadie merece la gracia del Señor, nadie merece la misericordia del Señor, por eso es misericordia. ¿Qué parte de misericordia no entiendes Satanás? no tenemos defensa, no tenemos manera con qué defendernos delante del Señor, no tenemos un caso delante de Él; es más, Él tiene todo el derecho de dejarnos pudriéndonos en nuestras propias tinieblas.

Pero en ese momento caemos de rodillas y le rogamos, aprendan esta oración, it's a good one to have: Señor, ten misericordia de mí, ten misericordia de mí, y es precisamente en ese momento que, en vez de esconder Su Rostro, Él ilumina nuestras tinieblas con la luz de Su Rostro.

¿Sabe? los israelitas le tenían terror al Rostro de Dios, se escondían del Rostro de Dios. Era algo supremamente. Ellos veían el Rostro de Dios por un lado y por el otro se escondían, Moisés trata tú con Él. Tanto así que muchos comentaristas ven este texto y dicen: esa idea de que el Señor alce Su Rostro sobre ti, que haga resplandecer Su Rostro sobre ti equivale a la sonrisa de Dios.

Cuando el enemigo te quiera decir: mira, Dios ya con esta, esta es la vencida, ya Dios no quiere nada que ver contigo, ya caso cerrado, sepa, esa mañana el Señor amaneció amándote, con una misericordia presto para ti, si tan solo lo pides, y si lo pides Él te lo da con Su sonrisa, Él baña tu rostro con Su luz y aún las tinieblas más profundas se derretirán, Él es experto en eso. Él es experto en eso, el Rostro de Dios.

El versículo 26 también habla del Rostro de Dios, con esto concluimos. "Jehová alce sobre ti su rostro y ponga en ti paz." Jehová alce sobre ti Su Rostro y ponga en ti paz. En otras palabras, cuando lo llames, que Él dirija Su vista a ti. Cuando lo invoques, que Él fije Sus ojos en ti.

Hermanos: ahorita hubieran varios hermanos trayendo, sólo Dios sabe qué delante del Señor. Esta Iglesia, mis hermanos, hay necesidades poderosas aquí. Y yo no sé qué es lo que usted ha estado pidiéndole al Señor, tal vez le pides sabiduría acerca de una decisión de vida o muerte que vas a tomar. Tal vez estás pidiendo provisión para tu hogar o ni siquiera la tuya, la de un ser querido. Tal vez te encuentras orando y ayunando por sanidad, si no la tuya entonces de un ser amado.

¿Cuántos de nosotros, estoy hablando aquí a los veteranos de oración, saben que hay oraciones y hay "oraciones"? Hay algunas oraciones de las cuales jamás nos olvidamos, tal vez usted ora todos los días, pero hay una enciclopedia de tal vez tres, cuatro, cinco oraciones que jamás nos olvidamos. Esas son las oraciones que nosotros le traemos al Señor en súplica y desesperación, en llanto, dejando los mocos correr, tirándonos al piso, clamando ante el Señor y a veces llega a este punto; ya ni siquiera le hemos pedido, hemos hecho oración, le hemos dicho todo lo que le íbamos a decir al Señor y de momento ya no hay palabras, ya su oración ni siquiera consiste en palabras, ya son gemidos. Gemidos.

God has that one covered too, el Señor tiene ese cubierto también. Romanos capítulo 8, el Señor entiende esos gemidos indecibles entre tu espíritu y el Espíritu de Dios. Mis hermanos yo no sé usted, Dios bendiga estos hermanos con Palabra de profecía y consejería que el Señor ha levantado y están aquí, de momento usted está arrodillado como muchos de nosotros y se acerca un hermano, una hermana, repleta de discernimiento y sabiduría, y armada de la Palabra profética del Señor ¿le ha pasado? y le traigo una Palabra profética.

Le voy a confesar esto y esto me vino a mí, es más, de todas las maneras en que el Señor me habló proféticamente, personalmente, esta es una de las que más resuena. Algunas de las Palabras, yo les confieso, algunas de las Palabras proféticas que más me han impactado son estas. Si les digo es porque conozco esa postura, ahí derramando todo delante del Señor y con siete, ocho klinex a mi alrededor, y viene una sierva de Dios, un siervo de Dios y me dice: "Siervo, Jehová se ha inclinado a ti y escuchado tu oración." Punto. "El Señor ha escuchado tu oración" nada más.

Conteste como Él conteste, no me ha dicho sí, no me ha dicho no, no me ha dicho cómo Él iba a obrar. Pero saber que estoy en la agenda de Dios, saber que estoy en Su mira, saber que Él se da cuenta de mí y de mi petición, y Él tiene un orden, y que soy parte de Su orden, y Su plan, y que Él piensa lo suficiente en mí para enviar un vaso solamente para decirme: Samuel Yo estoy aquí, I'm here.

La Presencia del Señor, el Rostro de Dios, esa palabra: panei en hebreo que se traduce "al rostro de Dios" muchas veces se traduce en: la Presencia de Dios. La Presencia de Dios, tener la Presencia del Señor al lado. Es más: aparece el Señor y tú has estado orando, estabas pidiendo lo mismo a Dios por tres meses y de repente se te olvida lo que estabas pidiendo, de repente se te olvida por la belleza de la Presencia. ¿What, qué querías hijo? qué bello estar en tu Presencia, hasta se me olvidó mi Dios. Quédate aquí conmigo, Tu Presencia me da paz, Tu Presencia me da shalom, Tu Presencia me da orden en medio de la tormenta. Aunque esté durmiendo Jesús en la popa en medio de la tormenta, saber que Él va montado contigo te da paz, la verdarera paz, el verdadero shalom, la Presencia del Señor.

Incline su rostro por un momento. El Señor dirigió esta oración al pueblo de Israel pero también como dijimos al comienzo, a todo aquél que invocare el Nombre del Señor. Si usted no ha invocado el Nombre del Señor de una forma pública, no ha dicho, no te acuerdas haber dicho en un momento: Señor, sin opciones soy tuyo. Declaro al cielo, a la tierra, al infierno, a todo el mundo: yo soy tuyo, Tú eres soberano sobre mi vida. Si no has orado esa oración de una forma pública, antes de entrar en cualquier otra parte de este mensaje, yo quiero en otras palabras ¿cuál es mi agenda? yo quiero que esta bendición se extienda a ti y la única manera que se extienda este estilo de vida y que esta bendición se extienda a ti es que esté bajo el Nombre de Jehová, esté bajo el Nombre del Señor Jesús. Poner el Nombre de Dios sobre ti.

Es así de sencillo. Tú invoca el Nombre y Él se encarga de ahí en adelante. Si ese es usted, si no ha orado así antes te invito a levantar tu mano y queremos orar por ti. Si no has orado de esa manera antes, Dios te bendiga joven. Dios bendiga esas manos. Si usted levantó la mano no se apure, aquí hay madres que pueden ayudar con el bebé pero esto es importante. Mi hermana que levantó aquí la mano, este joven que levantó la mano, por favor, vengan al altar, pasen aquí, no tengan pena. Es lo más sabio que puedes hacer.

Dios está contigo, con cada paso, se acercan más y más las promesas de Dios a tu vida. Dios te bendiga joven. Pueblo de Dios: levántate por favor. Dios te bendiga caballero, tócalos. Es un momento sublime, let's just drink in the Presence of the Lord. Hermanos: las transiciones más importantes del mundo son tan calladas y sublimes, en este momento hay vidas haciendo la transición de tinieblas a luz, de muerte a vida eterna y usted es testigo. Extienda por favor sus manos a estas almas, usted es sacerdote ahora. Eres real sacerdocio, pueblo apartado para bendición. Bendecimos estas vidas.

Es más: Jehová te bendice en este momento, Jehová te bendice caballero, Jehová te bendice joven, Jehová te bendice dama, Jehová te bendice mi hermana, Jehová te bendice joven, Jehová los bendice. En el Nombre de Jesús cancelamos toda maldición sobre sus vidas. En el Nombre de Jesús cada manera en que el enemigo ha inventado para arruinarnos y desviarnos de la promesa que el Señor ha puesto para sus vidas, lo cancelamos en el Nombre de Jesús.

Declaramos toda bendición en este Libro, cada promesa que está en este Libro, declaramos que este rollo y sus promesas, desde Génesis hasta Apocalipsis, desde el hálito de Dios en tus pulmones hasta el momento en que Él te reciba en gloria, eso se aplica a ti también, eso se aplica en gloria. Digan conmigo esta oración, los hermanos que están a la par le dirigen en esta oración: Señor Jesús, yo soy tuyo, mis sueños son tuyos, mi esperanza está en Ti. Jesús, te recibo como mi Salvador y como el soberano de mi vida, bendíceme. Bendice mis entradas, bendice mis salidas. Llena mi cuerpo con el Espíritu Santo, que sea Su templo.

Dirígeme en Tus caminos. Guárdame del mal, encamíname todos los días de mi vida hasta que te vea en gloria. Te pido como tu hijo y tu siervo en el Nombre de Jesús. Señor: bendecimos estas vidas en el Nombre de Jesús y te glorificamos por ellas Señor, regocíjate por ellos oh Dios.

La armadura de Dios

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Estamos hablando acerca de salud emocional. En esta semana hemos estado haciendo un recorrido acerca de ese tema de cómo vivir vidas saludables en el Señor, cómo ser sanados de nuestras heridas, de nuestras deformaciones del pasado, y cómo también mantener higiene emocional a lo largo de nuestra carrera. Y hemos dicho que la Palabra del Señor tiene tanta medicina, tantos recursos, para que nosotros seamos libres, para que seamos saludables, para que reflejemos la imagen de Jesucristo en nuestra vida.

Yo le decía a los hermanos esta mañana que cuando nosotros venimos a los caminos del Señor, tenemos que venir a ser transformados ¿amén? tenemos que venir para que Dios nos cambie y nos trate. No podemos venir con una mentalidad mágica, como viene tanta gente a la Iglesia, como para llegar allí y sentarse, y hacer ahí unas muecas, y unos gestos, y entonces irse a la calle y a la casa, y vivir como si nada hubiera pasado.

Los hijos de Dios somos atletas del Espíritu ¿amén? Por eso es que la Biblia cuando nos compara a nosotros nos compara con el soldado, nos compara con el corredor del maratón, nos compara con el agricultor que trabaja arduamente, nos compara con gente que está bien involucrada en su proceso.

Y desgraciadamente yo creo que muchos de nosotros, y es algo que Dios le está diciendo a Su pueblo en este tiempo y a nuestra Iglesia, que Dios quiere consagración. Dios quiere entrega de todo el ser para que Cristo pueda hacer la Obra que Él quiere hacer en nuestras vidas. La Biblia habla de que entreguemos nuestros cuerpos como un sacrificio vivo, santo, agradable al Señor.

Y cuando el apóstol dice que entreguemos nuestros cuerpos, "soma" lo que está diciendo es que entreguemos nuestra carne, entreguemos nuestra psicología, entreguemos nuestras emociones, nuestra mente, toda la parte humana nuestra que necesita ser tratada por Dios. Esas áreas de nuestra vida que si Dios no trata con ellas, nos van a hacer tropezar una y otra vez en la vida.

Y he dicho que la Palabra del Señor tiene enseñanza para nosotros, tiene recursos, tiene verdades que si nosotros le permitimos, van a hacer esa obra restauradora que Dios quiere hacer en nosotros cuando entramos a los caminos del Evangelio. El apóstol Pablo escribe y dice en Gálatas creo capítulo 4, dice: "Hijitos míos por los cuales padezco dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros."

¿Sabes qué es lo que Dios quiere hacer en tu vida? hacer que la imagen de Cristo sea real en ti, que tú reflejes a Cristo en tu forma de hablar, tu forma de sentir, tu forma de caminar, tu forma de tratar a los que están alrededor tuyo, que tú seas como Cristo caminando en la Tierra, y ¿cómo era Cristo? un ser eminentemente saludable emocional, espiritualmente, un ser balanceado, un ser que sabía quién Él era y quién Él es en el Señor, un ser cuyas virtudes eran perfectamente concatenadas una con la otra, con una buena comida que tiene la cantidad precisa de sazones y todos trabajan juntos para producir un sabor delicioso. Wow, eso está lindo, apúntemelo por ahí por favor.

Eso es lo que Dios quiere hacer en tu vida, Dios quiere formar la imagen de Cristo porque cuando tú entras al Evangelio entras con todo tipo de deformaciones y defectos, y el Señor quiere ir sacándolos uno a uno, y reemplazándolos con las virtudes de la Palabra de Dios.

Así que recuerde eso, que el tema general de todo esto que yo estoy hablando es el tema de la salud, de la sanidad, de cómo sanarnos de las heridas y las deformaciones de la vida, porque hemos dicho que vivimos en un mundo deformante. Vivimos en un mundo que está penetrado por el pecado. Vivimos en un mundo que, si lo dejamos, va a torcer nuestras emociones, nuestra mente, nuestras actitudes, y ya las ha torcido porque todos estamos torcidos en una manera u otra, y parte de la Obra del Espíritu Santo es renovarnos, y cada día hacernos más y más saludables. Ese es el propósito de Dios, que seamos prosperados en todas las dimensiones de la vida.

Y yo quiero arrancar esa telaraña de nuestra mente. Ser un cristiano verdadero, ser un discípulo es la cosa más costosa que usted se puede imaginar, y yo creo que porque tenemos una actitud tan superficial de lo que es la carrera cristiana por eso no crecemos más, porque creemos que todo es simplemente para que Dios me dé, me haga esto, me haga lo otro y no entendemos que lo primero es que nosotros tenemos que subirnos al altar y constituirnos en un holocausto, un sacrificio al Señor, como una víctima que está en el altar ardiendo bajo el fuego reformador y transformador del Señor, y eso duele.

¿Recuerdan lo que les dije el domingo pasado? que me quedé atorado en eso que dice: "Y habiendo acabado todo estad firmes." Cuando nos sometemos al trato de Dios o cuando nos sometemos a una prueba que viene a nuestra vida y dejamos que el Señor cumpla todo el propósito que Él tiene en ese evento en nuestra vida. Cuando lo interpretamos a la luz de que: este no es el diablo solamente que está haciendo algo, sino que es Dios que está permitiendo que esto venga a mi vida con un propósito sanador y restaurador.

Y así todas las cosas que pasan en nuestra vida, todas las pruebas, los sufrimientos, las dificultades, hay algo que nosotros podemos sacarle provecho si lo vemos a través de los ojos del Espíritu Santo y de la Palabra de Dios. Entonces eso es, yo decía que tenemos que mantenernos ahí en el fuego del crisol del trato de Dios hasta que Dios cumpla Su propósito, porque lo que Dios quiere es extraer de nosotros impurezas, extraer de nosotros defectos y deformaciones para que entonces nosotros podamos correr con más ligereza la carrera de la fe ¿amén?

Les pido que por favor anote ahí de vez en cuando algo en su espíritu, en su mente, si Dios le habla toque ahí y escriba algo o diga simplemente: Señor, yo recibo esa Palabra en mi vida. Y yo he dicho que vamos a discutir una cantidad de cosas, y esto es como un monólogo extendido lo que yo estoy haciendo aquí. Termino donde termino y el domingo que viene lo recojo en lo que Dios me da, puedo recordar lo que dije.

Tengo un claro recordatorio de lo que dije el domingo pasado, pero quiero continuar. Porque de nuevo, lo que voy a estar haciendo, para que ustedes entiendan el marco ¿no? es extrayendo de la Palabra del Señor conceptos y principios que nos ayudan a vivir vidas saludables. Y en el capítulo 6 de Efesios tenemos allí una cantidad de cosas, y lo que quería proveer era simplemente un ejemplo de cómo la Biblia nos da una prescripción de las cosas que podemos usar para vivir vidas sanas y saludables, y sanarnos de nuestras heridas. Pero al comenzar a predicar, como pasa muchas veces, descubro que hay allí un caudal de información que no podemos simplemente pasar de largo sino que tenemos que detenernos un poquito.

En el capítulo 6 de Efesios el apóstol Pablo después de decir que tenemos que resistir en el día malo, en las situaciones de dificultad en nuestra vida y que habiéndolo acabado todo, entonces podamos estar firmes. Él antes de eso nos ha dicho que tenemos que tomar toda la armadura de Dios, y decíamos que no podemos darnos el lujo de solamente ver una parte y coger esto que nos gusta, sino que tenemos que tomar todos los recursos que Dios provee en Su Palabra.

Y entonces él da un ejemplo de cuáles son algunas de esas armaduras, mejor dicho cuáles son algunas de esas piezas de la armadura de Dios para nuestra salud y nuestra sanidad emocional. Y él habla acerca de que tenemos que ceñir nuestros lomos con la verdad, y yo creo que yo les dije antes, voy a ir lo más pronto posible a través de esto, ceñir nuestros lomos con la verdad.

El soldado romano, y si alguien me puede poner allí esa ilustración acerca de la armadura del soldado romano, el soldado romano tenía diferentes piezas en su armadura, y lo primero que él tenía era un cinto de cuero alrededor de acá que le permitía agarrar su espada y que mantenía todas las demás partes de su armadura unidas y unificadas. Y el apóstol Pablo comienza con algo que yo creo que es dirigido muy atinadamente por el Espíritu Santo; es como que el centro mismo de la vida del cristiano y lo que nos permite, porque los lomos, dice: ceñidos los lomos, quiere decir como: preparados para asaltar, fortalecidos. Los lomos es las caderas, la cintura y es lo que usted usa para dar un salto hacia adelante, defenderse o lo que sea.

¿Y qué es lo que nos da esa fortaleza en la vida para luchar contra las fuerzas del mal y todas las influencias que quieren hacer daño a nuestra vida? la Verdad de Dios. Yo decía que tenemos que enamorarnos de la Verdad de Dios, tenemos que hacer un pacto con la verdad. Tenemos que dejar de estar jugando jueguitos allí echándole la culpa a otros de nuestros problemas y de nuestras situaciones, y tenemos que ser gente íntegra. No quiero estar siempre diciendo las mismas cosas así que voy a correr pero wow, hay tanto allí de información.

Yo siempre les he dicho que, en la medida en que nosotros suprimimos la verdad, en la medida en que nosotros nos rehusamos a ver las cosas que tenemos que ver, en esa medida la Verdad de Dios siempre va a estar tratando de afirmarse en nosotros y hacerse sentir, y si la resistimos se convierte en un aguijón que nos causa daño. Todas las neurosis y todos los problemas de la humanidad en una manera u otra surgen del rechazo a la verdad.

Y quiero decirles que estamos en un siglo y en un tiempo, la humanidad ha entrado yo creo, en una etapa en que yo creo que un espíritu de mentira y de seducción ha caído sobre la humanidad, y sobre esta nación por ejemplo, y hoy en día la mentira, la falsedad se excusa en tantas maneras, y esta nación, esta sociedad está resistiendo la Verdad de Dios.

Y a menos que nosotros no hagamos un pacto a muerte con la Verdad de Dios, no vamos a sobrevivir a lo que viene. Muchos cristianos van a caer en la mentira y en la herejía porque no se han apertrechado bien, y no se han amarrado bien al mástil de la verdad. Y nosotros tenemos que dejar de estar mirando alrededor para ver qué están pensando los demás, qué está pensando la cultura, qué están pensando mis amigos, y cómo yo me puedo ajustar a lo que dicen mis amigos para no desentonar, para retenerlos. No, mire, si usted tiene que quedarse solo quédese solo, pero siga la Verdad de Dios.

Siempre recuerdo las palabras de Josué, Josué dijo: "Escoged vosotros a quien sirváis, pero yo y mi casa serviremos a Jehová." Cuando Dios le diga algo y cuando usted descubra algo de la Verdad de Dios mire, apúntelo con sangre y no se zafe de allí aunque le duela, pero viva como un hombre, una mujer metido en la Verdad de Dios porque eso es lo que le va a permitir a usted ser saludable. En la medida en que usted reprime y suprime la Verdad de Dios en esa medida va a tener problemas, o cualquier tipo de verdad. Entonces es importante los lomos con la verdad.

"Vestidos con la coraza de justicia" la coraza es esa parte de arriba, el pecho, cubriendo órganos vitales, estaba hecho de cuero o podía ser metálico, pero esa justicia, la coraza de la justicia. Y estos conceptos tienen muchas diferentes aplicaciones, porque en una dimensión Pablo está hablando de guerra a puño pelado con las huestes del infierno que quieren hacer daño a nuestra vida y destruirnos.

Pero también yo les he dicho que estos conceptos son aplicables a un tipo de guerra que es mucho más cotidiano, mucho más del diario vivir, que también tenemos que aplicarlo en esa dimensión. Y para mí esa justicia de la cual habla el apóstol Pablo es esa justicia es esa forma en que nosotros tenemos que vivir con relación a los demás alrededor de nosotros, que tenemos que tratar a los demás.

Nosotros tenemos que vivir en la justicia de Dios, tenemos que ser gente justa, tenemos que tratar a los demás con equidad. Lo que le debemos a alguien tenemos que pagárselo, no solamente hablando de dinero, pero al que honra, honra, al que reconocimiento, reconocimiento, al que amor, amor, al que palabras de afirmación, palabras de afirmación, al que tenemos que proteger guardando sus espaldas. Cuántas veces alguien viene a decirnos cosas dañinas de otra persona y nosotros nos sobamos las manos y también añadimos más material, en vez de decir: ¿sabe qué hermano? yo, o si no puede confrontar cállese simplemente. No murmuremos de los demás porque hacemos daño, tratamos a la gente a veces injustamente.

En nuestros matrimonios no tratamos con justicia a nuestros cónyugues, no tratamos con justicia a nuestros hijos, nuestros compañeros de trabajo. Nosotros tenemos que ser la gente más justa del mundo, tenemos que vivir en la justicia de Dios, tenemos que ser íntegros en la manera en que nos tratamos unos a otros. Y todo esto de justicia, de equidad es muy importante porque muchos de los problemas de la vida vienen cuando explotamos a los demás, usamos a los demás, tratamos mal a los demás.

Por ejemplo ¿qué dice la Biblia? dice, y perdone que tome a los maridos pero si hay alguna mujer que también es áspera con su esposo pues también le aplica a usted, dice: "Maridos: no seáis áspero con vuestras mujeres para que vuestras oraciones no tengan impedimento." ¿Verdad que sí?

Entonces si nosotros estamos tratando injustamente a nuestro cónyugue, esposo o esposa, porque a veces hay esposas que abusan de la mansedumbre del esposo, no se crea, tienen un esposo manso y humilde, y sencillo y se le montan encima, eso no es de Dios, reprenda al diablo ahora mismo; se me metió el espíritu de Yiye Ávila de momento así (risas).

La Biblia dice: Si no perdonamos a los que nos ofenden Dios no puede perdonarnos a nosotros. Entonces la justicia de Dios demanda que nosotros tratemos a los demás en esa forma para que entonces nosotros podamos gozar de una vida saludable y una vida emocional saludable.

Habla también de que en nuestros pies, el soldado romano tenía una especie de bota que se ceñía en el tobillo y entonces alrededor de la pierna para que se mantuviera fuerte agarrada a él, y además tenía una especie de clavos en la suela para poder agarrarse bien al piso y al suelo que pisaba. Y es interesante que Pablo pone aquí: "El apresto" es decir con la preparación del Evangelio de la paz.

Y de nuevo: yo creo que esta idea, para mí lo que inmediatamente me viene a la mente, Pablo escoge el Evangelio de la paz porque ¿qué es el Evangelio? el Evangelio es reconciliación con Dios, el Evangelio es buenas nuevas de que ya Dios no está enemistado con nosotros y nosotros con Él. La Biblia dice: "Reconciliados pues por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo."

Entonces es un Evangelio de paz. Pablo enfoca: el Evangelio tiene muchas vertientes pero aquí es interesante que él escoge esa vertiente del Evangelio de paz, de reconciliación. Y yo creo que aquí hay algo bien importante para la salud emocional que nosotros tenemos que tener en cuenta, y es esta idea de que cuando yo aprendo a morar y a descansar en el amor de Dios para mi vida, en la aprobación de Dios para mi vida. Cuando yo dejo de sentirme culpable como que Dios es un capataz que siempre tiene el azote allí listo para darme un fuetazo si no lo agrado como Él quiere en todo momento, listo para tirarme un rayo que me parta por mitad cuando tengo un mal pensamiento o lo que sea.

Entonces muchas veces nosotros vivimos en ansiedad con respecto a Dios y hay iglesias de santidad que muchas veces se convierten en iglesias neuróticas porque hay este sentido como de Antiguo Testamento, y no hemos aprendido a descansar en la paz del Señor, de que ya nosotros somos aprobados por medio de Cristo Jesús y que nosotros tenemos un papi bonito que nos ama, y que quiere tener buenos tratos con nosotros.

Y ¿sabe qué? que muchas veces cuando dejamos de ver a Dios como un ser uraño y justiciero, y lo comenzamos a ver como un Padre reconciliado y amante ¿sabe qué? a veces podemos hacer más que cuando lo vemos a Él como que siempre está demandándonos ¿me explico? Tenemos que morar en el Evangelio de la paz.

Yo le decía a Meche que cuando nosotros vamos hacia nuestra Iglesia hay un sitio que vende carros, y tenían un, quizá algunos lo han visto los que van por ahí por Summerville, un gorila como de siete pies de alto sonriente, feísimo pero sonriente, y está enfrente de la entrada de este lugar que vende carros usados, y tiene a un lado un sign que dice: "estaciónese aquí, ya usted está aprobado" queriendo decir que si usted tiene mal crédito, buen crédito, lo que sea, no se preocupe, venga y coja un carro que le damos crédito a usted, entonces estaciónese aquí, ya usted está aprobado en otras palabras, para su solicitud de crédito.

Entonces yo me quedo mirando ese gorila que dice: "park here, you are approved" "usted está aprobado" y yo digo que me encantaría coger una foto del gorila y al lado de él poner una cruz bien larga, del tamaño del gorila, y aplicar esa palabra: estaciónese aquí porque ya usted está aprobado. You get it? ¿lo cogieron? (ríe). En otras palabras péguese a la cruz, estaciónese al lado de la cruz porque ya Dios está contento con su vida a través de la cruz del calvario, ya Dios no está molesto con usted. En la cruz del calvario usted encuentra sanidad, bendición, esperanza, paz, reconciliación con Dios.

Y entonces cuando usted aprende a morar en esa buena Voluntad del Padre para su vida, de que Dios quiere darle muchas bendiciones y buenas cosas eso cambia a veces nuestro destino. Quisiera tener más tiempo para desarrollar eso y cuando estén almorzando después del servicio piensen un poquito más en ello.

Dice: "Sobre todo, tomad el escudo de la fe." Qué interesante, dice: sobre todo. El escudo del soldado romano era así, era bien grande y podía estar hecho de madera, de cuero, de metal y evidentemente era para protegerse de los golpes, era un arma defensiva de los golpes de un soldado enemigo, "sobre todo."

¿Por qué la fe tiene esa importancia así como sobreabundante? Hermano: porque la fe es la plataforma para toda transacción en el Reino de Dios. La Biblia dice que sin fe es imposible agradar a Dios. Santiago dice que si tenemos falta de sabiduría la pidamos a Dios, pero que la pidamos con fe, no dudando dice, porque el que duda es como las ondas del mar que van por donde quiera. Dice: no espere que el que ora de esa manera va a recibir cosa alguna de parte de Dios.

La fe es la esencia misma de nuestra vida y cada día tenemos que pedirle al Señor que nos aumente la fe y que nos ayude a crecer en fe. ¿Cómo se crece en fe? hermano se crece a puño limpio, leyendo la Palabra, adorando al Señor, manteniéndonos centrados en las cosas de Dios, memorizando la Escritura. No es como que usted le pide al Señor que le abra la tapa de los sesos y le pide que le meta fe, no es así. La fe es algo que usted aprende a través de la experiencia, a través de una compenetración con los elementos del Reino de Dios, así es como usted va convirtiéndose en una persona de fe.

Usted se va convirtiendo en una persona de fe por medio de la experiencia cuando Dios tiene trato con usted y usted ve a Dios a lo largo de su vida haciendo cosas según Él promete, usted va confirmando los principios y los medios del Reino de Dios, entonces usted crece entonces en fe. Pero si usted está por allí aplatana'o viviendo a cien millas de distancia, yendo a la Iglesia así de vez en cuando, aparece un domingo y después seis meses después lo vemos otra vez perdóneme pero así no se crece en la vida cristiana. Hay que pagar el precio, hay que ser un soldado ahí continuamente marinándose, ahí zambulléndose en los sazones del Reino de Dios.

Pero ¿por qué la fe es importante? porque la fe, mire, lo que hace la fe es que nos permite vivir en la dimensión del Espíritu en vez de la dimensión del espacio. La fe es lo que te permite a ti en cualquier circunstancia de tu vida ver lo que Dios está haciendo y no lo que el mundo está haciendo.

Yo tomé como ejemplo muy respetuosamente a una pareja joven que llegó esta mañana aquí a la Iglesia, vamos a oficiar el funeral de su bebé de tres meses este martes. Y yo les decía así desde aquí, desde el púlpito, si nosotros vivimos así una experiencia tan dolorosa, si una persona sólo mira la circunstancia de lo que le ha sucedido en ese momento el enemigo va a querer usar para deformar nuestra vida emocional, cuando nos suceden pérdidas, cuando sufrimos grandes tragedias en nuestra vida, el enemigo va a querer sacarle provecho y llenarnos de resentimiento contra Dios, de amargarnos, de infundir en nosotros un sentido de culpabilidad: ¿habrá sido porque yo no hice algo, porque no oré lo suficiente, porque estaba en pecado que mi bebé murió? o lo que sea; el diablo quiere tomar esas cosas y usarlas para hacer daño en nuestra vida.

Nosotros tenemos que ir más allá de las circunstancias y pegarnos a la Palabra de Dios, la Verdad de Dios, lo que Dios está diciendo en nuestra vida. Por eso Pablo también habla aquí de la espada del Espíritu que es la Palabra de Dios porque estas dos cosas van unidas: la fe, la Verdad de Dios, la Palabra de Dios. Cuando vienen situaciones a nuestra vida difíciles, de gran pérdida, nosotros no podemos enfocarnos en la circunstancia que estamos pasando, la experiencia que estamos sufriendo. Tenemos que remontarnos por encima de la vorágine de la tormenta que estamos viviendo y tratar de ver ¿qué es lo que Dios está diciendo a través de esto, qué es lo que Dios está haciendo, cuál es el propósito de Dios en esto? ¿qué es lo que Dios ha declarado acerca de mi vida?

Y es donde tenemos que tomar las verdades del Evangelio y aplicárnoslas en ese momento. Porque si usted mira solamente las circunstancias de su pérdida usted va a ser abrumado por el enemigo, pero la fe es lo que te permite ir más allá de tus circunstancias. Pedro cuando estaba en la barca y ve a Jesús caminando sobre las aguas le pide al Señor que le permita a él también caminar sobre las aguas. Y el Señor le dice: Bueno amén, salte de la barca y camina sobre las aguas, y Pedro comienza a caminar. Y mientras mantiene su mirada puesta en la autoridad del Señor él camina sobre las aguas.

Pero dice la Palabra que: "Mirando el mar enbravecido y mirando la tormenta con todo su poder, comenzó a hundirse." Cuando él no fue capaz de usar la fe para mirar al Cristo que estaba sobre la gravedad y sobre las leyes de la física, se puso a mirar sólo conforme a su mente y lo que él conocía de la realidad física alrededor de él, cuando él deja de vivir por la fe entonces comienza a hundirse. Y el Señor le dice: "¿Por qué dudaste, hombre de poca fe?" Nosotros tenemos que vivir hemanos con nuestra mirada puesta en lo que el Señor ha declarado, no la experiencia que estamos viviendo.

El cristiano para poder madurar tiene que desconectarse cada día más y más de lo que diga la gente, de lo que el mundo me haga, de la circunstancia que esté pasando, y tiene que pedirle al Señor: Señor, dame la fortaleza para yo vivir pegado a Ti y lo que Tú has declarado en mi vida. Yo creo que yo voy a salir de este tiempo de prueba. Yo creo que Tú eres fiel en lo que Tú prometes y yo sé que esto es simplemente una leve tribulación momentánea pero que yo voy a salir adelante en el Nombre de Jesús.

Y eso es lo que nos permite hermanos, el dejar de mirar lo que estamos pasando, lo que está sucediendo en nuestra vida, lo que nos pasó hace veinte años atrás y aprender a ver ¿qué es lo que dice la Palabra de Dios?

Después yo voy a tratar con otro punto, y es que una de las maneras en que nosotros podemos encontrar salud emocional es sabiendo que nosotros tenemos valor en Cristo Jesús, que nadie nos da valor a nosotros sino que el valor nos lo da Dios en lo que nosotros somos en Él.

Y una de las cosas también que voy a hablar es que otra de las maneras en que nosotros aprendemos a crecer espiritualmente y a tener salud emocional es despegándonos del mundo, y poniendo nuestra mirada en el Reino celestial y en el mundo del espíritu. Porque mientras tú estás pegado al mundo y estás pegado a lo que los otros dicen de ti, tú eres entonces como una marioneta que el mundo te lleva para arriba y para abajo, y para adelante y para atrás, y retongonea como al mundo le da la gana. El hijo de Dios aprende a poner su mirada en toda Palabra que sale de la boca de Dios, en la Verdad de Dios.

Y por eso es que nosotros tenemos que practicar cada día más y más esos músculos, esas destrezas de vivir en el espíritu y no tanto en la carne. El hijo de Dios según va creciendo, una de las cosas que Dios quiere hacer en nosotros es despegarnos menos de la carne y pegarnos más a Cristo Jesús.

Yo estaba viendo esta semana un documental sobre los monjes cartusianos en un monasterio en los Alpes franceses, un documental que les recomiendo lo vean si pueden, se llama: Into great silence, y son dos horas y cuarenta minutos de casi como meterse uno en un monasterio, uno de los monasterios más austeros y más demandantes que hay en el mundo, donde estos monjes viven casi toda su vida en una celda y solamente salen un momentito para tener una misa a las doce de la noche, y se ven como comunidad una sola vez a la semana, pero el resto del tiempo se lo pasan metidos en su celda, leyendo la Biblia, leyendo textos religiosos, orando, y es como que el propósito de estos hombres es matar la carne completamente, y apagar los sentidos metiéndose en un ámbito artificial de silencio y de total abstracción del mundo para poder entrar en contacto con el infinito, con Dios.

Y es increíble lo que estos hombres. Imagínese vivir que ya usted no tiene nombre, cuando usted se muere no hay una tumba que tiene su nombre, usted desaparece del mundo completamente porque su propósito es como ser un atleta olímpico del espíritu, y para usted poder sentir a Dios y encontrarse con Dios usted tiene que ir como apagando las luces de todos los sentidos; los recuerdos de todos sus antepasados y de sus familiares, todo apetito sexual, todo deseo de éxito en el mundo, todo sentido de hombría, toda emoción, todo apego al mundo e ir apagando las luces hasta que lo que quede es un ser que está en búsqueda y en contacto con el infinito. Silencio veintitrés horas del día.

Y yo digo: bueno eso es admirable, a mí me fascina. La verdad es que es un documental maravilloso en muchas maneras y es admirable la entrega de estos hombres. Pero por otra parte ¿sabe lo lindo del Evangelio? es que usted no tiene que hacer eso para tener un encuentro con el Espíritu Santo, con el Espíritu de Dios. Usted puede, aún en medio del mundo, no ser del mundo. Aún mientras usted tiene un trabajo demandante y usted tiene éxito en su trabajo, usted es un maestro, un médico, una ama de casa, un obrero, aún mientras usted está viviendo en el mundo usted puede, por medio de la fe, ir cada día compenetrándose más con el mundo del espíritu.

Y entonces usted puede tener la bendición de ambos privilegios. Puede ser un esposo, puede ser un obrero, puede ser una persona inmersa en el mundo pero vivir como si usted estuviera en un monasterio porque usted va poco a poco apagando esa dependencia que usted tiene de la carne y de la razón, y usted va aprendiendo más y más a leer el mundo a través de los ojos de la fe, a través de los ojos de la Palabra, a través de los ojos del espíritu; usted va cada día haciéndose más y más un ser espiritual.

Y eso es lo que Dios quiere, que nosotros aprendamos a procesar la vida conforme a los dictados de la fe y no solamente conforme a los dictados de la experiencia o las emociones. No podemos dejar que las deformaciones del pasado, los malos recuerdos del pasado, dicten lo que nosotros somos. Nosotros vivimos por lo que nosotros somos, no por lo que el mundo nos dice que nosotros somos. No podemos vivir apegados al mundo, conforme a esa mirada de fe, a esa espiritualidad profunda que Dios quiere que tengamos.

Una última arma que el apóstol Pablo menciona aquí en el versículo 18: "Orando en todo tiempo, con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos." ¿De qué está hablando Pablo aquí? de la oración. La oración es algo que no podemos prescindir de ella en nuestra vida, y nosotros tenemos que, en un sentido, vivir en oración las veinticuatro horas del día.

El apóstol Pablo dice: "Orad sin cesar." Es como respirar, la oración tiene que ser como es la respiración. Donde quiera que nosotros estamos tenemos que estar en contacto con el Señor y si usted siente que el tiempo está pasando, del día, y usted ha dejado de estar en comunicación con el Señor, de alguna manera, tome treinta segundos y vuelva a poner su mente en el Señor.

Nosotros debemos ser engines of prayer, motores de oración continuamente clamando y orando al Señor, y presentando nuestras necesidades, y las necesidades de los demás al Señor. Y usted no tiene que estar solamente como cuatro horas arrodilllado cada día, muy pocos de nosotros tenemos tiempo para hacer eso, pero ahí en su trabajo, cuando usted está manejando en la 93, cuando usted tenga un tapón ahí de tráfico en vez de ponerse a maldecir y a renegar de Dios tome ese tiempo, clame al Señor, ore, presente las necesidades del pueblo de Dios. Yo le pido al Señor: Padre, dame cada día más y más un espíritu intercesor, hay tantas necesidades que nosotros podemos presentar delante de Dios.

Una de las cosas que hacen los monjes cuando se retiran a los monasterios es, ellos se ven como personas que están orando por el mundo, ese es su llamado, ser gente de oración que estén orando continuamente por las necesidades del mundo y por la redención del mundo. Bueno ¿sabe qué? usted puede ser un monje ahí en su trabajo, en su matrimonio, no tanto en su matrimonio pero sí en muchas diferentes dimensiones, usted puede vivir una vida de oración continua; usted puede clamar al Señor y presentar sus necesidades, renovar ese diálogo con Dios continuamente en su vida.

Porque la oración no es simplemente para hacer una lista de compras al Señor: Señor yo quiero esto, dame esto, dame lo otro, también la oración es para mantenernos en comunión con Dios, y aprovechar esos tiempos. Eso es lo que nos permite entonces ver como Dios ve las cosas, mantenernos saludables espiritualmente. De vez en cuando coger un medio día para ayunar, o un día completo, tres días o lo que sea, presentarle al Señor nuestras necesidades, clamar a Dios por esas cosas que necesitamos hacer. Sin oración nosotros no podemos tener la vitalidad que necesitamos en la vida cristiana.

Cuando nosotros oramos, sacralizamos las experiencias negativas de la vida, y entonces las podemos ver a través de los lentes de la fe y del espíritu, y esas cosas nos mantienen entonces saludables, sanos en el Señor. Voy a pedir que los músicos y los directores de alabanza pasen por acá.

Entonces hermanos, ahí usted tiene algunas herramientas. La Biblia dice que las armas de nuestra milicia no son carnales sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas. Estas herramientas que Dios ha puesto allí, la verdad, la justicia, la fe, la salvación que tenemos en Cristo Jesús, el Evangelio de la paz, la oración, son cosas que nos van a mantener saludables en todo momento. Cuando vengan los embates de la vida, cuando vengan las amenazas contra nuestra salud sabremos entonces qué hacer.

No voy a reprimir una experiencia que tuve anoche, un sueño que tuve ¿me dan cinco minutos más? quiero compartir con ustedes. Para que ustedes vean cómo es que tenemos que vivir cada día en una higiene espiritual, y cuando el enemigo quiere hacer cosas en nuestra vida y el Señor nos revela algo, nosotros entonces tenemos que hacer acceso de las cosas que Dios ha provisto en nuestra vida porque el diablo siempre está tratando de hacer daño. Y a veces va a ser una guerra limpia, así, claramente espiritual, a veces va a ser más sutil.

Pero anoche, yo ni siquiera pude compartir esto con Meche esta mañana, pero así es que Dios me habla. Cuando hay momentos en que Satanás quiere entrar o ha habido una penetración de mis defensas, o hay algo que yo tengo que tener cuidado en el ministerio, en mi vida, el Señor siempre me lo advierte. Y cuando yo discierno esos momentos de ataque que pueden manifestarse en algo circunstancial de alguna manera, entonces Dios me está diciendo: Prepárate, fortalécete, para que el enemigo no tenga entrada en esa área de tu vida.

Yo estaba así, fue una imagen de un solo momento, donde era la sala de nuestra casa, y yo volteé la mirada por un instante hacia otro lado contrario a la ventana, varias ventanas que hay en la sala, y cuando volteé la mirada otra vez, había un, y digo esto, mire, las personas, los homeless, las personas homeless, usted sabe bien cuánto las amamos, esto no tiene nada que ver con eso, era simplemente un símbolo así que nadie asuma más de la cuenta en esto porque Dios usa los símbolos hasta cierto punto.

Pero cuando yo volteé la mirada había un, ¿cómo había entrado? yo entendía en el espíritu que, cuando yo volteé la mirada, la idea era: me descuidé por un momento, entró algo, y había un hombre homeless acostado en el medio de la sala con una colcha de esas que usan, con un sleeping bag de esos abierto, bien arropado y bien cubierto, durmiendo, buscando refugio en la sala de nuestra casa. Y yo me preguntaba: ¿cómo entró este hombre? y se me vino a la cabeza: cuando tú volteaste entró por la ventana y se hizo cómodo allí buscando protección.

Y entonces en el sueño yo le dije: Señor, yo estaba un poco conciente, y le dije: Señor ¿qué Tú me estás diciendo con eso? Y entonces entendí que ese personaje era un símbolo de algún tipo de ataque espiritual, de contaminación o contagio que había entrado a nuestra casa o a mi vida, o al ministerio, no estoy seguro qué. Y entonces yo entendí que el Señor me estaba dando una asignación: Ahora ponte en guerra y defiende tu vida y tu ministerio, y neutraliza eso.

Ahora ¿sabe qué? yo seguí durmiendo como siempre hago. No es como que ahora estoy neurótico y paranoide, y que no voy a comer ni beber, es que nosotros siempre estamos en guerra con el enemigo. Ahora lo que yo tengo que hacer es orar al Señor y asegurarme de que eso sea neutralizado, porque si yo no atiendo a eso el enemigo va a hacer algo negativo en mi vida.

Y yo creo que así es que tenemos que vivir hermanos. Como digo eso a mí no me llena de pánico ni nada porque la vida cristiana es una vida de guerra continuamente. Es lo que dice la Palabra: "Sed sobrios y velad porque vuestro adversario, el diablo, como león rugiente anda alrededor buscando a quién devorar." Nosotros estamos en guerra con los poderes del diablo veinticuatro horas al día y en la vida de los que sirven al Señor siempre habrá momentos de ataque.

Y esa energía negativa que entró o que quiso entrar a mi ámbito de vida, si no es rechazada y neutralizada puede tornarse en algo emocional, algo espiritual, algo matrimonial, algo financiero, algo de salud, algo ministerial, esa energía diabólica puede manifestarse como un virus en muchas diferentes formas dañinas. Entonces lo que uno tiene que hacer es ponerse la armadura de Dios; comenzar a orar, a reprender, buscar en la Biblia ¿qué me está diciendo el Señor? pedir discernimiento de parte de Dios, santificarnos más, echar raíces más hondas.

Cuando esas cosas vienen a mi vida ¿sabe qué? yo en vez de sentir pavor lo que siento es gozo; gracias Señor porque Tú me estás hablando. Gracias porque hay defensas que me alertan acerca de cómo yo debo, para poder mantener la sanidad, para poder mantener la salud. No es la primera vez que eso sucede.

Y tú estás en la misma batalla que yo, y lo que tú tienes que preguntarse es: ¿cómo yo puedo vivir esa vida de alerta veinticuatro horas al día, siete días a la semana, para que el diablo no logre penetrar mi armadura con sus dardos de fuego? Tengo que usar la espada de la Palabra, el escudo de la fe, el yelmo de la salvación, el calzado del Evangelio de la paz, esas herramientas que Dios ha provisto, vivir dentro de ellas, clamar al Señor continuamente, entregar mi vida para que Dios la santifique cada día más para que el diablo no tenga asidero en mi vida, él no encuentre, no sepa por dónde agarrarme porque cada día le estoy entregando mi espíritu, mi vida, mi cuerpo, mi mente al Señor. Ese es mi deseo y debe ser tu deseo también cada día para que tú puedas vivir una vida saludable y despejada cada día.

Que el Señor te bendiga. Padre: bendecimos esta Palabra, gracias por la armadura del Espíritu que Tú nos has dado. Gracias por todos los recursos, Señor, que Tú nos provees en nuestro caminar y Tú nos has provisto de protección en tantas diferentes maneras. Abre nuestro entendimiento para que no seamos como niños inocentes entrando al matadero Padre, sino que seamos hombres y mujeres revestidos con todas las herramientas y todos los recursos de la fe.

Haznos una Iglesia peligrosa para el diablo y el infierno Señor, una Iglesia de hombres y mujeres entregados y vendidos al Evangelio y al Reino de Dios, y enséñanos cómo resistir al enemigo cuando quiera destruirnos, cuando quiera hacer daño a nuestra vida. Nos santificamos en Ti Padre, nos consagramos a Ti.

Lord: we die to self and embrace the fullness of Your desire for us. We yield to You Father, with the help of the Holy Spirit lead us to that point of death, where we might humble every aspecto of ourselves and submit every impulse to You alone, and to Your Truth, the Truth of Your Word, we submit ourselves to You like a sacrifice Father, consumed by Your fire until all that is left of us is Jesus in His form and image. We praise You, te adoramos y nos entregamos a Ti Señor una vez más, como ese sacrificio santo y agradable delante de Ti.

Marca nuestros espíritus con esta Palabra Señor y glorifícate en nosotros, y sácanos todo el provecho que Tú quieras, en el Nombre de Jesús, amén. Dios te bendiga, la gracia del Señor sea con ustedes, amén.

Salud emocional y espiritual

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Quiero retomar brevemente el curso de pensamiento que terminé el domingo anterior y continuar en la Carta a los Efesios, en el capítulo 6. Como usted sabe hemos estado hablando acerca de sanidad emocional, espiritual, pero no solamente de sanidad como algo que es un remedio defensivo, sino también agresivamente, queremos hablar de salud emocional y espiritual porque Dios nos llama a salud. Dice la Palabra en una de las epístolas de Juan que Dios quiere que seamos prosperados en nuestro espíritu, así como prospera también nuestro cuerpo, nuestra alma, que todo nuestro ser prospere.

Y hemos dicho que Dios no quiere que nosotros vivamos cautivos de las deformaciones y los dolores, y los padecimientos del pasado, sino que Dios quiere que seamos gente sana, saludable, que refleje la vitalidad y el gozo, y la salud del Espíritu Santo.

Hemos dicho sin embargo que en la vida hay cosas que suceden que sí vienen a afectar negativamente la vida de los hijos de Dios, y hemos querido presentar lo que yo llamo un modelo dinámico de la realidad del espíritu; y es que en la vida cristiana siempre estamos batallando con situaciones difíciles, con situaciones de pérdida. Esta mañana mencionábamos y les pido que oren por la hermana Sandra Barbieri y su familia, que su padre, después de ser operado de corazón abierto, un hombre de ochenta años, fuimos a visitarlo hace un par de semanas al hospital, lleno de ánimo y de esperanza, y pensábamos que ya esa operación había sido un éxito, y desgraciadamente ayer, en una intervención casi rutinaria, su vida fue entregada al Señor y pasó a la Presencia del Señor, hermano Elpirio.

Y Sandra es una mujer de gran fe. Acabamos de celebrar ahora mismo la victoria que nuestra hermana Dilia ha experimentado. Y yo digo que entre esos dos extremos muchas veces se mueve la vida. Y en mi deseo de yo glorificar al Señor y de exaltar Su Nombre, nunca puedo olvidar de que también tenemos que recordar que muchas veces estamos pasando por procesos difíciles y no podemos negarlos. Ahora lo que nosotros sí creemos es que en medio de todas esas cosas somos más que vencedores. Que sea como dice el apóstol Pablo, que vivamos o que muramos, del Señor somos. Que pase lo que pase en nuestra vida, Dios usa todos los eventos en la vida para formar en nosotros la imagen de Cristo Jesús; sean pruebas o dificultades, Dios puede usarlas para Su gloria.

Yo sí sé que en la vida de los hijos de Dios no hay tal cosa como una derrota sino que Dios siempre se glorifica en todo. Y a través de estas presentaciones que estamos haciendo estamos tratando de proveer para nuestros hermanos esas armas, esos recursos que pueden servir para nuestra salud emocional, para nuestra sanidad, que nos ayuden a combatir las infecciones y las amenazas de la vida.

Hoy se habla mucho del virus del ébola, donde quiera se está hablando de este virus terrible que mata a más del 90% de las personas que son afectadas por este virus. Y recordamos que el mundo está lleno de virus espirituales; hay huestes de maldad, hay poderes demoníacos que se gozan en querer arrebatarle la imagen de Dios a los seres humanos. Pablo dice que: "Nuestra lucha no es contra sangre y carne sino contra principados y potestades, contra huestes de maldad en los lugares celestes." Porque donde quiera que nosotros nos movemos en este mundo caído estamos batallando con el principio de mal que pretende gobernar este mundo, y todos nosotros somos parte de esa batalla.

Ahora, la Biblia dice que Cristo vino a deshacer las obras del diablo, y la Palabra de Dios también dice que en la cruz del calvario el Señor derrotó a los principados y a las potestades. No hay infección que pueda destruir la vida de uno de los hijos de Dios si nos plantamos en lo que Dios ha declarado, Dios quiere victoria para nosotros.

Y muchas veces en la vida cristiana Dios nos entra en procesos o permite que entremos en procesos que son difíciles y que son, pueden ser dañinos, pero que si los pasamos en el Espíritu, cuando salimos de allí salimos fortalecidos más fuertes y más hermosos que cuando entramos en ellos.

Ahora, lo que pasa muchas veces es que, hay cristianos que cuando entran en estos tiempos de prueba, como no saben cuáles son los recursos que Dios ha provisto, como no saben que Dios ha declarado victoria en nuestras vidas, no saben entonces cómo batallar contra estos ataques del enemigo, y la Palabra está llena de buenos consejos, de declaraciones de verdad de Dios que pueden servir como una plataforma para nuestra salud emocional y espiritual. Y mi deseo es, a través de estas meditaciones, proveerle a mis hermanos algunas de esas herramientas y que hablemos bastante, con soltura, acerca de ese Dios que quiere que seamos prosperados en todas las cosas, que quiere que usemos todas las experiencias de la vida, buenas y aparentemente malas, para crecer y ser más como Cristo Jesús.

Hay herramientas que Dios ha provisto, hay listas por donde quiera, hay principios en la Escritura que si los analizamos con los lentes de esa salud y de ese deseo de Dios de proveernos de estas armas de salud y de vida, pueden ser de gran ayuda en nuestro continuo batallar contra los gérmenes del mal que nos amenazan en nuestra vida.

Yo comencé así, muy casualmente, porque sólo quería usarlo como una ilustración en vías a otros principios que yo consideraba mucho más importantes, pero cuando comencé a hablar acerca de esta armadura del Espíritu que Dios provee; y de paso, si ustedes pueden conseguir, si tú vas a: armadura de Dios, imágenes, y puedes encontrar una donde pone las diferentes partes de la armadura de un soldado romano, yo sé que está allí porque hay muchas de ellas, de manera que sea todavía más gráfico de lo que estoy hablando.

En Efesios capítulo 6 el apóstol Pablo señala una serie de recursos que tenemos, dice que: "Para que cuando venga el día malo a nuestra vida podamos resistir, y no solamente resistir, sino que cuando haya pasado el proceso de la lucha, podamos estar firmes" en nuestra posición, más fuertes que nunca. Y algunos de esos recursos, porque tampoco es una lista exhaustiva.

Sabe que muchas veces hemos constituido la armadura del Espíritu, o la armadura de Dios como un talismán, y en el mundo pentecostal hay gente que recita la armadura que Pablo señala aquí como si fuera algo mágico. Y Pablo estaba simplemente dando una ilustración como lo hace cualquier predicador, y usó la armadura que usa un soldado romano para protegerse y para batallar efectivamente, y la aplicó a ciertos aspectos de la vida cristiana que nosotros tenemos que tener en cuenta.

Y el domingo pasado solamente logré tocar un par de ellos, y en el versículo 14 y 13, donde dice el apóstol Pablo que tomemos toda la armadura de Dios, y esa palabra: toda, es muy importante, porque si hay una parte de toda la Verdad de Dios que no estamos poniendo en práctica somos frágiles por esa parte.

En la Escritura está la historia de un rey que le había sido profetizado que iba a morir y se vistió de toda su armadura real, y como Dios había declarado que ese hombre iba a morir, aunque estaba vestido de toda la armadura, había una pequeña brecha dice en una de las áreas que unía dos partes de su armadura, una pequeñita brecha. Y dice que un soldado, en medio de la guerra, tiró al azar una flecha, y esa flecha fue como un dardo directamente a ese pequeñito hueco que había en su armadura y por ahí este hombre murió.

Y así pasa muchas veces en nuestra vida. Nos aplicamos muchas áreas de la vida cristiana pero hay otras áreas que están frágiles, y el diablo es un cazador muy astuto, y él nos estudia, y él detecta dónde están las áreas débiles de nuestra vida. Y por eso es que la vida cristiana debe ser una vida integral donde nosotros nos vestimos de todo lo que Dios provee, todas las verdades de la Escritura, tenemos que usarlas.

Porque muchas veces hay áreas frágiles en nuestra vida y decimos: Señor pero ¿qué pasa? si yo estoy haciendo esto, estoy diezmando, estoy alabando, estoy yendo a la Iglesia, estoy sirviendo, pero ¿sabes qué? quizás hay una práctica en tu vida, quizás hay algo que tú necesitas fortalecer y por eso tenemos que tomar toda la armadura, tenemos que ver todas las áreas que Dios quiere que nosotros nos proveamos.

Dice: "Para que podáis resistir en el día malo." ¿Cuál es el día malo? el día malo puede ser un día de veinticuatro horas o puede ser un momento en la vida, o puede ser una racha de problemas, o puede ser un proceso a largo plazo en el cual entremos, puede ser un momento en nuestra vida que nos quiere deformar, nos quiere destruir, y que si lo dejamos puede constituirse en una fortaleza destructiva en nosotros.

El día malo es cualquier cosa que obedezca y que refleje el principio de maldad que rige este mundo y Dios quiere que nosotros podamos resistir. Quizás en tu vida, en tu niñez hubo un día malo, ese día malo pudo ser un padre que no te afirmó o que te abusó sexualmente. Puede ser un maestro que te ridiculizó en medio de tus compañeros en una edad formativa de tu vida. Puede ser un fracaso matrimonial. Puede ser un pecado terrible que tú cometiste que te ha acosado toda tu vida y no te deja tener paz con Dios, y el diablo usa eso para martillar que tú no vales, que no puedes, que no vas a llegar, que no vas a alcanzar nunca nada de Dios. Puede ser un complejo de inferioridad, puede ser una tendencia a la depresión, puede ser una ansiedad que tú no sabes cómo librarte de ella.

Hay muchas diferentes cosas que pueden constituir ese día malo en nuestra vida y nosotros tenemos que buscar el antídoto, la medicina de la Palabra de Dios y las verdades que encierra la Palabra de Dios para poder contrarrestar esas armas que el diablo quiere usar para destruirnos. Y que cuando hayamos pasado por ese proceso, habiendo acabado todo, y habiendo completado el proceso que Dios quiere que sigamos, podamos estar firmes.

Y te puedo decir algo también acerca de eso. Dice: "Habiendo acabado todo." Y cuando dije eso, aunque yo he meditado tanto sobre estos pasajes, se me ocurre otra cosa también. Y es que, yo creo que esto viene del Espíritu de Dios para ti, nosotros tenemos que seguir los procesos que Dios determina y tenemos que completarlos. Muchas veces Dios inicia tratos en nuestra vida y porque son tratos difíciles y desagradables no los queremos completar y ¿sabes qué? nos salimos de ellos antes de tiempo.

Hay hermanos que entran en un tiempo de prueba en su vida y Dios quiere hacer una obra quirúrgica, quiere limpiarlos, quiere usar la prueba como un fuego para quemar cosas que están en ellos. Pero como la cruz pesa y duele, y sentimos muchas veces esas luchas en nuestra vida, muchas veces lo que hacemos es que dejamos de ir a la Iglesia, dejamos de orar, renegamos de Dios, nos enfriamos, dejamos de servir y el diablo se sale con la suya, y el proceso que Dios quería que se cumpliera en nuestras vidas queda tronchado. Nosotros tenemos que bebernos la copa que Dios nos ha servido hasta la última gota como el Señor se la bebió.

El Señor dijo: "Padre, pasa de Mí esta copa si es Tu Voluntad, pero hágase Tu Voluntad y no la Mía" y se tomó la copa de la cruz completamente. Y Dios usa la cruz en nuestras vidas para completar Sus propósitos, y tenemos que ser obedientes. Cuando Dios pone la cruz sobre tus espaldas no trates de quitártela de encima antes de tiempo. Discierne si es la cruz de Cristo, y si es la cruz de Cristo déjala que ella cumpla su propósito en tu vida completamente, porque hay elementos en la vida que Dios usa para Su gloria y no son para tu destrucción, sino para tu formación espiritual.

Dios usa todas las experiencias de la vida para llevar a cabo Sus propósitos, así que acaba los propósitos de Dios, pídele a Dios discernimiento para que Él cumpla todo lo que Él quiera cumplir en tu vida. Muchas veces en el mundo pentecostal, en el mundo del Espíritu que nosotros abrazamos y confesamos, yo digo que en nosotros hay demasiada superficialidad acerca de lo que son los propósitos misteriosos del Señor. Dios no solamente obra a través de lo bonito y lo alegre, y en el lugar de la salud y de la prosperidad; Dios a veces obra en el lugar de la aflicción y de la prueba, y Dios usa muchas veces estas situaciones para formarnos a nosotros.

Ahora lo que pasa es que cuando lo miramos con el lente de la carne decimos: ah, es que este es el diablo que está haciendo algo en mi vida, y entonces convertimos en algo diabólico lo que es de Dios para nosotros. Tenemos que pedirle a Dios discernimiento, Dios no obra solamente en la sanidad.

Si Dios te sana celebra y glorifícalo, pero si Dios te dice: ¿sabes qué? quiero que estés ahí en el horno de la prueba por un tiempo más y que te tomes tu pastillita obedientemente di: Señor, hágase Tu Voluntad. Cúmplase Tu propósito en mi vida. No es solamente a través de los milagros obvios que Dios obra, tenemos que cumplir todo lo que Dios quiera en nuestras vidas, y ese yo creo que es el tipo de cristiano que puede pasar a través de las pruebas, a través de las tormentas y salir siempre airoso, siempre victorioso, más fuerte que nunca, más peligroso para las huestes del diablo.

Gózate en toda situación. Como dice el apóstol Pablo: "Antes en todas estas cosas somos más que vencedores" aleluya. Y una vez que hayamos completado el propósito de Dios en nuestra vida entonces estaremos fuertes y más como Cristo Jesús.

La Biblia dice que Cristo fue perfeccionado a través de las aflicciones. Yo no sé cómo el Hijo de Dios podía ser perfeccionado siendo perfecto pero eso es lo que dice la Epístola a los Hebreos, Él aprendió obediencia, Él fue formado a través de las pruebas y las dificultades. "Así que habiendo acabado todo, debemos estar firmes."

Dios quiere que seamos seres saludables, pero muchas veces hay cosas que Él tiene que extraer en nuestras vidas y solamente lo puede hacer a través del crisol de las dificultades y las pruebas. Y quizás eso que tú crees que fue un indicio de la obra del diablo en tu vida, en tu niñez ¿sabes qué? Dios lo puso allí como una marca de bendición para ti. Sólo se requiere que tú cambies tu perspectiva y que tú dejes de verte a ti misma como una víctima, como que ¿dónde estaba Dios cuando eso me sucedió? Dios estaba allí al lado tuyo preparándote para que uses eso un día, como algo para bendecir a otros, para ser un mejor consejero.

Y Dios me detiene en ese pasaje allí en vez de continuar hacia adelante. Pensemos en el apóstol Pedro, este hombre que Dios iba a usar grandemente como uno de los grandes apóstoles de Su Iglesia. Cuando el Señor lo llama es un hombre lleno de imperfecciones y lleno de defectos de carácter. Tiene un corazón que es una materia prima maravillosa que el Señor sabe que puede ser usado grandemente pero está lleno de deformaciones, deformaciones de carácter, actitudes que lo hacen tropezar.

Cuántos cristianos. Yo sé que en esta Iglesia no hay ese tipo de cristiano, pero en otras iglesias yo he conocido gente que tiene gran potencial para Dios, tiene grandes dotaciones pero así mismo también tienen grandes defectos de carácter que no le han entregado al Señor. Y entonces son niños secretamente desobedientes, están negándole al Señor entrada en áreas de su vida porque no quieren que Dios trate con ellos en esas áreas, y entonces quieren echarle desodorante a esas áreas malolientes de su vida, sirviendo en la Iglesia, dando dinero, adorando, reclamando los dones del Espíritu, pero Dios dice: ¿sabes qué? ese follaje no me va a engañar. Hay algo que Yo quiero que está ahí dentro de ti. Y Dios quiere tratar con nosotros, Dios quiere extraer esas imperfecciones.

Y Dios quería hacer eso en la vida del apóstol Pedro, porque el Señor Jesucristo sabía que en Pedro, ese orgullo que había en él, esa impulsividad que había en él, ese sentido de que: yo soy mejor que todos los demás que te sirven y aunque todos te dejen, yo nunca te dejaré. Había una confianza en la carne en el apóstol Pedro que no es conveniente a los hijos de Dios y los que van a servir a Dios sobre todo. Había un brío masculino, biológico en él que Dios no quería en un hombre que iba a ser una columna espiritual de Su Iglesia, y Dios quería tratar con esa área de la vida de Pedro.

Por eso es que Pedro en un momento tenía grandes brotes de iluminación, y en otro momento embarraba todo con su carácter imperfecto. En un momento por ejemplo el Señor dice: "¿Quién dice la gente que Yo soy?" "¡ah! dicen que Tú eres Elías, dicen que Tú eres Juan el Bautista que resucitaste." "¿Y ustedes quién dicen que soy?" Pedro dice: "Tú eres el Hijo de Dios, el Hijo del Dios altísimo, Tú eres el Señor de señores" y el Señor dice: "Bienaventurado Pedro, en esa Palabra Dios te ha hecho una roca para Mi Iglesia, tú eres piedra, tú eres roca viva."

Pero en otro momento dice: ¿Sabes qué? Yo tengo que ser crucificado, el Hijo del hombre tiene que padecer, va a ser azotado, va a ser crucificado, va a ser enterrado y resucitará al tercer día y Pedro dice: "Señor, que tal cosa no te acontezca." Y el Señor le dice: "Apártate de mí Satanás, porque siempre tienes la mirada puesta en los hombres y no en las cosas de Dios."

El mismo Pedro que confiesa algo grandioso y poderoso que el Señor dice: Eso es una piedra fundamental de Mi Iglesia, en otro momento quiere negar la cruz en la vida del Hijo de Dios. En otro momento el Señor dice: Quiero lavar sus pies y quiero mostrar una lección de humildad, y Pedro dice: Señor, nunca permitiré que Tú laves mis pies. Falsa piedad. Y el Señor dice: "Si tú no me dejas lavarme tus pies no puedes tener parte en Mi vida." Porque Pedro creía que: ¿cómo es posible que un hombre tan poderoso, dizque a lavarle los pies a Sus discípulos? eso no cabía en su esquema mundano de que la gente de poder y de autoridad no debía servir, sino que al contrario, debía servirse de ellos. Y el Señor dijo: No, Yo no he venido para que me sirvan, Yo he venido para servir a los demás, y esa es la ley del Reino de Dios.

En otro momento Pedro cuando el Señor dice: Ustedes todos me van a abandonar, me van a dejar, y Pedro dice: Señor aunque todos te dejen, este macho que está aquí ¡nunca te va a dejar! Y el Señor le dice: Pedro, Pedro... no solamente me vas a negar una vez, me vas a negar tres veces.

Pero fíjese lo que el Señor le dijo en ese caso, le dijo a Pedro y le dijo a Sus discípulos: "Satanás os ha pedido para zarandearos como trigo." Y le dijo a Pedro: "Pero Yo he rogado que tu fe no falte, y tú, una vez regresado, ve y fortalece a tus hermanos."

¿Y qué es lo que el Señor le estaba diciendo a Pedro? Yo creo que el Señor le dijo: Mira Pedro, tú vas a pasar por una prueba como nunca antes en tu vida y tú vas a hacer algo que te va a traer vergüenza por el resto de tu vida. Pero cuando tú hayas pasado por esa prueba, porque fíjese en esto: los misterios de la interrelación entre Dios y Satanás son abismos que mejor ni nos metamos allí. Dice: "Satanás os ha pedido para zarandearos como trigo." Piense en eso solamente y se le va a volar la tapa de los sesos; Satanás viniendo ante el Trono de Dios y diciendo: déjame tocar a estos, déjame zarandeartelos, déjame probarlos.

¿Qué le pasó a Job? lo mismo. Hay misterios que mejor ni hacer mucha teología sobre ellos porque nos vamos a meter en problemas. Dios puede, por un momento, y no pretendo entender todo eso, pero por un momento para propósitos terapéuticos y sanadores, Dios puede permitir que el principio del mal que rige este mundo penetre a nuestra vida por un instante. Ahora Dios, como un cirujano perfecto, Él calibra el nivel de la intervención demoníaca y no permite que jamás llegue al punto de destruirnos, sino que Él lo limita hasta el punto que Él sabe que va a ser de terapia para nuestra vida. Por eso es que la Biblia dice que nunca vamos a ser probados más allá de lo que podemos resistir.

Pero hay interacciones raras entre los propósitos benévolos de Dios y el principio del mal. A veces pueden pasar cosas en nuestra vida que son dañinas, son sombrías, son terribles, pero detrás de todo eso está el médico divino asegurándose que todo eso redunde en bendición y gloria para Su Nombre.

¿Saben ustedes que hay sustancias que los médicos usan en cantidades muy minúsculas que si se usaran en cantidades mucho mayores nos matarían y nos destruirían? pero son necesarios. Hay metales en el cuerpo humano que en cantidades mínimas son necesarias para el balance hormonal, el balance químico del cuerpo. Ahora si se pasan un poquitito entonces se convierten en enfermedades terribles y dañinas. Pero en una medida adecuada componen el balance que el cuerpo necesita para su estásis, su armonía.

Y así pasa a veces en la vida de los hijos de Dios. Hay elementos de oscuridad, de dolor, de muerte, de sufrimiento que tienen que entrar en nuestra vida y manejados por el médico divino, son de bendición si nosotros los discernimos de esa manera y dejamos que cumplan su propósito. Y así puede pasar con dolores, con experiencias de nuestra vida y con pérdidas, con fracasos que tenemos. Dios a veces los permite. Dios a veces retira por un instante Su protección, mínimamente, para que entre algo en nuestra vida que contrarreste el orgullo, la falsa hombría, el carácter dictatorial, la actitud crítica, la falta de perdón, la impulsividad en nosotros, la ira, el rencor.

Y muchas veces como dicen por ahí: un clavo saca otro clavo. A veces una experiencia negativa saca un elemento negativo en nosotros. A veces un hombre que está tan lleno de vigor biológico y carnal mire, necesita verse postrado en una cama por unos cuantos días y reconocer que él no es el macho que él piensa que él es. Y a veces Dios nos debilita un poquito ¿sabe? para que podamos ser más como Cristo.

¿No ve usted lo que dice la Palabra? dice: "Por eso hay muchos entre ustedes que están enfermos, y aún duermen." Dice la Biblia, está hablando acerca de la Santa Cena ¿recuerdan? gente que cuando se sirve la Santa Cena no disciernen el carácter sagradísimo de ese acto, y Él se está refiriendo a gente en los tiempos de la Biblia, que la Santa Cena era una comida completa, un ágape donde la gente traía sus habichuelas, traía sus pupusas, traían los frijoles refritos, traían el sancocho y un padlock, y todo el mundo comía junto ¿no? y esa comida se la ofrecían al Señor como un holocausto al Señor.

Pero ¿qué pasaba? que había gente con mucho dinero que traían sus grandes comidas y hasta sus sirvientes para que la sirvieran, y había un hermanito allí con una tortilla con sal nada más comiéndosela, y estos acá dándose gusto, y estos por acá comiendo mínimamente. Y algunos llegaban temprano y se fajaban de una vez a comer, y otros llegaban tarde, y ya no encontraban ni los huesos siquiera. Y Pablo decía: eso no glorifica al Señor, esa actitud, es una actitud irreverente, es una actitud sacrílega y el Señor se ofende por eso; y por eso hay entre ustedes enfermos y algunos que hasta han muertos.

Si ustedes, dice, se examinaran a ustedes mismos no serían juzgados, y eso es una gran verdad. Yo no sé por qué el Señor me ha detenido en eso porque ese no era mi tema en absoluto pero recíbalo como Palabra de Dios esto que estoy desarrollando aquí, que a veces hay negatividades que Dios va a permitir que entren para tratar con nosotros, Dios nos va a veces a debilitar, y hay experiencias que nosotros hemos pasado en nuestra vida y estamos pasando que son la disciplina de Dios, porque Dios no solamente opera a través de las cosas bonitas y buenas, déjeme decirle en el sentido liviano de la palabra.

Dios es un Dios siniestro ¿sabe? Él le da una tabana'a al más bonito. Yo he aprendido a respetar al Señor porque a veces mientras más nos ama, nuestra buena nalgada nos la da sin ningún problema, y Dios si quiera matar, mata, yo no le quito ningún derecho al Señor. yo creo que en este tiempo en el siglo XXI hemos querido domar a Dios, quitarle las uñas y los dientes; a Dios no se le pueden quitar las uñas y los dientes, Dios es un guerrero y Dios hace lo que le da la gana, y Dios todavía obra como obró en el primer siglo y como obró en el siglo V antes de Cristo. Él no ha cambiado su metodología; nosotros hemos querido dizque, hemos hecho como que Él ha cambiado pero Él sigue obrando de la misma manera, no importa lo que digan los predicadores superficiales por ahí en la televisión.

Si Dios quiere matar, Dios mata, si Dios quiere enfermar, Dios enferma, si Dios quiere debilitar, Dios debilita, si Dios quiere pasarte a través de un período de prueba Dios te va a pasar hasta que tú cumplas Su propósito en tu vida, y lo que tú tienes que decir es: Sí Señor, amén, gracias, ¿cuánto tiempo quieres que esté en el horno de la prueba? sácame cuando a Ti te de la gana y mientras tanto yo voy a aprender todo lo que Tú quieres que yo aprenda.

Quizás tú has pasado por situaciones en tu vida difíciles y dolorosas, cree que Dios puede tomar eso y convertirlo en algo que te permite ser más como Cristo Jesús, cambia tu perspectiva. Deja de interpretarlo como algo negativo y victimizante, y comienza a verlo como Dios permitiendo algo que Él quiere hacer en ti y a través de ti, y eso te va a cambiar tu perspectiva completamente. Porque muchas veces la narrativa que nosotros adoptamos determina si las experiencias de la vida son buenas o malas, escríbame eso por allí para que no se me olvide, está bueno.

El marco de referencia que nosotros adoptamos muchas veces para las experiencias de la vida, la etiqueta que le ponemos a las experiencias determina su resultado último en nuestras vidas. SI tú crees que algo es malo y para mal esa profecía se va a cumplir. Si tú lo ves como algo que Dios quiere, si lo puedes discernir como el propósito divino cumpliéndose en tu vida entonces, al transformarse tu lente interpretativo eso se va a convertir en una fuente de bendición para ti.

Y yo someto a su consideración que esas cosas dolorosas que han pasado en sus vidas, entre en el cuarto de la oración y pídale al Señor que le dé la capacidad para discernirlo como parte del propósito sagrado y benévolo de Dios en vuestras vidas. No rehuya de la cruz porque la cruz es el elemento más bello que Dios tiene para promover la salud entre nosotros.

Hay muchos hábitos que nosotros tenemos en nuestra vida, nuestros matrimonios, formas en que tratamos a nuestros esposos, nuestras esposas, nuestros hijos, formas en que nos comportamos en el trabajo, prácticas secretas que tenemos. Todas estas cosas impiden que nosotros seamos saludables y sanos, y verdaderamente felices. Y con esas cosas a veces explotamos a nuestros seres queridos y a la gente que está alrededor nuestro, aparentemente nos salimos con la nuestra, pero nos están desangrando y nos están matando por dentro, y nos impiden verdaderamente ser felices.

Y por eso muchas veces hay ansiedades y depresiones e insomnios que tenemos, y aflicciones inclusive físicas que hay en nosotros, y nos preguntamos por qué, no siempre, entiéndame, pero en ocasiones viene de áreas que no le estamos cediendo al Señor para que Él las trate. Entonces aparentemente, nos salimos con la nuestra en una área muy limitada pero perdemos infinitamente en otras áreas. Y muchas de las dolencias de la vida humana y de las deformaciones de nosotros es porque no estamos discerniendo el rol verdadero y negativo que están jugando en nuestras vidas.

Por eso es que la Biblia dice, de nuevo, que si nos juzgáramos y nos examináramos a nosotros mismos no seríamos juzgados. A veces Dios nos juzga y a veces el diablo nos juzga porque los dos tienen, misteriosamente; aunque claro, Dios es infinitamente más poderoso que el diablo, pero sí Satanás tiene su rol, y hay prácticas, y hábitos en nuestra vida que le están dando asidero a Satanás para hacer cosas destructivas en nosotros.

¿Por qué cree usted que la Biblia dice: "No le déis lugar al diablo"? La palabra: lugar es como, en el griego original es: aza, como el aza en una taza. No le des al diablo lugar por donde agarrarte, no le des al diablo pistas de aterrizaje. Algunos de nosotros tenemos pistas de aterrizaje tan grandes que un jumbo jet puede correr libremente en ellas.

Y decimos: no pero yo no tengo nada, no. Examínate a ti mismo. Hay áreas en tu vida que tienes que entregarle al Señor. Y ¿sabes? lo que tú tienes que hacer es decirle: Señor, si hay algo en mí que Tú necesites tratar, trátalo, y dilo con temor y temblor, porque a veces Dios va a usar su bisturí y su escalpelo, y te va a doler un poco, pero a la larga va a ser para tu sanidad.

Una de las cosas que más necesita el hijo de Dios para ser sano y saludable emocional y espiritualmente es discernimiento. Pídele al Señor que te dé discernimiento para entender tu realidad y la realidad de la vida con ojos profundos y espiritualmente sofisticados, y acertados. Eso es lo que, el discernimiento espiritual es una de las cosas que yo veo que más falta en medio de los hijos de Dios, y es porque el discernimiento sólo se desarrolla por medio de muchas experiencias, a veces dolorosas, por medio de un estudio continuo donde la Palabra de Dios se mete dentro de ti y se convierte en un lente interpretativo que te permite examinar las experiencias de la vida a la luz de los ojos de Dios, y que te permite entonces interpretar cada experiencia y sacarle todo su jugo, y todo su provecho, y eso solamente lo puede hacer, de nuevo, la experiencia misma.

Por eso la Biblia dice ¿no? que esa capacidad para dar fruto, creo que es el apóstol Pedro, es para aquéllos que tienen desarrollados los sentidos espirituales por medio del ejercicio del mismo. Y uno de los pasajes más bellos de la Escritura es el Salmo 39 cuando dice: "Examíname oh Dios, y conoce mi corazón. Pruébame." Oye pruébame, eso no es una poesía, es una Palabra bien fuerte. "Pruébame" porque las pruebas muchas veces, como el calor, hacen salir todas las alimañas que hay escondidas debajo de las piedras de nuestra psiquis; "Pruébame y conoce mis pensamientos."

¿Sabe quién es el psiquiatra más sofisticado del universo? Dios, el Espíritu Santo. No hay psiquiatra que se le acerque. La Palabra de Dios dice que: "Es una espada de dos filos y escudriña todo lo que está escondido" dice: "Y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón." Dice que: "No hay nada que se esconda en este mundo de su escrutinio."

"Pruébame y conoce mis pensamientos, y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame por el camino eterno." Y muchos decimos: ¡ah! perversidad, eso quiere decir: sí, una gente perversa, que está haciendo malos pensamientos, malos deseos, adúltero, esto y lo otro, no. Camino de perversidad es todo lo que está torcido en tu vida. Puede ser algo tan sencillo como una lengua murmuradora y crítica. Puede ser algo como un sentido del humor ácido que hace daño en tu vida y que no agrada al Señor, y contrista al Espíritu Santo.

Y ese camino de perversidad que está en ti iluminado por las experiencias de la vida que están dirigidas por el Espíritu Santo, entonces Dios lo puede sacar por medio de Su intervención. Muchas veces tenemos que decir: Señor ilumina esa área de mi vida que está haciendo daño a mi espíritu y que está impidiendo que Tu gloria se manifieste en mí, y sácala como Tú quieras Padre.

Déjeme compartir con usted un momentito una observación interpretativa de un evento que ha conmovido esta nación últimamente, el suicidio de Robin Williams, ¿cuántos saben quién es Robin Williams, y qué? esto ha conmovido la nación. Robin Williams era un hombre muy querido con un sentido del humor único. Yo le confieso que a veces me reía a carcajadas de sus ocurrencias y muy culpablemente a veces escuchaba porque al tipo se le salían unas cuantas cosas.

Pero este hombre tan dotado, termina suicidándose. Y yo siempre que escuché y veía ese humor ácido y dañino, enfermizo, que se reía de las cosas del Espíritu y de los cristianos, con una total irreverencia a Jesús, y que no tenía barreras en tocar cualquier aspecto de la vida humana y desecrarlo, y ridiculizarlo, porque después de todo ese es el humor y eso es lo que hace dinero, y los cómicos necesitan material de donde quiera, hasta a su abuela la ridiculizan si tienen que hacerlo, y si pueden conseguir una risa de eso pues, todo.

Pero ese hombre al vivir esa vida solamente dedicada a ese humor incisivo y crítico e irreverente se estaba desangrando por dentro, y estaba haciéndose daño psicológica y emocionalmente. ¿Usted sabe cuál hubiera sido la solución para Robin Williams? si él hubiera decidido morir y entregar todo, como el hombre rico, todo lo que él apreciaba, y hacerse como un niño en los brazos de su Señor. Pero decidió en vez de eso, como los héroes trágicos de la tragedia griega, vivir en rebeldía contra los dioses y pagó el precio terrible de la muerte.

Muchos de nosotros vivimos así, vidas que nos están desangrando por dentro. Hay cosas que nosotros hacemos, que amamos, que son muy dañinas para nuestra vida, y renunciar a ellas nos resulta costoso porque es como morir. Nos dan ánimo, nos hacen sentir importantes, nos acarrean el miedo o el respeto temeroso de la gente, o dinero, o lo que sea, pero esas cosas son como una daga en nuestro espíritu que nos está desangrando y quitándonos el gozo, y el Espíritu del Señor no obra en nosotros por eso. Y tenemos que pedirle al Señor: Señor, ayúdame a discernir esas áreas que están dentro de mí. Examíname, conóceme, determina si hay algo en mí que no te agrada y guíame entonces por el camino eterno.

El salmista escribe ese Salmo después de haber cometido un terrible pecado y tuvo que pagar un precio tremendamente alto. La sensualidad estaba rampante en la vida del Rey David, un hombre que amaba al Señor, pero habían áreas de su vida no tratadas, y esas áreas el diablo las usó para hacer estragos en su vida y en su descendencia, en toda su familia.

Pero Dios quiere que nosotros seamos sanos y que inclusive podamos ayudar a otros a sanarse, pero hay un proceso formativo que Dios va a usar y no podemos escapar a ese proceso formativo. Pero ese proceso produce algo muy especial y es un hombre, una mujer humilde y entregado al Señor.

Y terminando de nuevo con la ilustración de Pedro, porque no se me olvidó pero a veces uno tiene que dar muchos viajes antes de volver al punto de partida, el Señor le dijo: "Pedro, Pedro, me vas a negar tres veces, ahora, una vez que tú hayas pasado por esa terrible experiencia." Lo que le quiso decir fue: fortalece a tus hermanos, usa esa experiencia terrible para ser de bendición a otros. Y llegó el momento en que se tuvo que cumplir la Palabra del Señor, se retiró un poquito para que el diablo entrara y zarandeara a Pedro y los discípulos como trigo.

Y Pedro se encontró ante la acusación de una mera sirvienta en el patio donde el Señor estaba siendo preparado para la crucifixión, se encontró negando al Señor tal y como el Señor dijo, tres veces. Y dice que cuando Pedro lo negó la tercera vez el Señor lo miró. ¿Usted puede imaginarse esa escena? el Señor está quizás a unos 20 pies de Pedro o quizás a unos 30, 40 pies de Pedro, físicamente no podía escuchar pero Él sabía lo que estaba pasando.

Y mire hasta dónde llega la complejidad del Señor Jesucristo. Está pasando por Su propio proceso; está siendo cuestionado, torturado psicológicamente, preparado para la muerte más cruel y la agonía psicológica más fuerte que un ser pudiera pasar pero tuvo suficiente lucidez para estar atento a lo que estaba pasando ese hombre al que Él iba a usar grandemente.

Y dice que cuando él lo negó tres veces, vió al Señor y el Señor lo vió, estoy seguro, y dice que lloró amargamente, lloró amargamente, porque esa prueba lo hacía contradecir todo lo que él creía acerca de sí mismo. Él creía que era un hombre de integridad que nada lo atemorizaba, creía que era un hombre que sabía quién era Jesucristo, que estaba seguro de lo que él había creído, que nunca negaría al Señor, y en un momento el Señor permite que pase a través de una aflicción tan terrible que lo niega todo; y el Señor deja que esa prueba allí vaya comiéndose a Pedro porque Dios necesitaba un hombre humilde que conociera sus debilidades, que conociera sus limitaciones, un hombre que fuera capaz de aconsejar a otros.

Si usted está demasiado seguro de sí mismo usted nunca va a poder ser un buen consejero ¿sabe? Nosotros tenemos que ser primero muy golpeados y humillados antes de que podamos compadecernos de los demás, porque si usted nunca ha tenido fracasos usted nunca se va a compadecer de alguien que los ha tenido. Usted va a decir: ¿por qué este tonto piensa así o siente así? ¡ponte fuerte y echa adelante como un macho! no. Los que hemos pasado por tribulaciones, angustias, dificultades, pruebas, quebrantamientos, nos podemos compadecer de otros también.

Y Dios necesitaba un consejero, Dios necesitaba un maestro. Y ese hombre que era tan impulsivo, tan lleno de valor físico no podía ser un hombre como Dios lo quería, y por eso permitió que se confrontara con su humanidad. Y entonces cuando el Señor resucita, ese Pedro que antes hubiera sido el primero en recibirlo y celebrarlo ahora está escondido allí en una esquina con la cola entre las piernas, recordando lo que ha hecho.

El Señor se acerca a Pedro y le dice: "Pedro, ¿me amas?" Fíjese, esa pregunta iba al centro mismo de lo que él había experimentado, porque lo había negado. Pero el Señor, yo me imagino con una mirada llena de misericordia y una sonrisa pícara en Sus labios dijo: "Pedro ¿me amas?" y Pedro dice: "Sí Señor, Tú sabes que te amo." En otra ocasión hubiera dicho: ¡Claro que sí! Tú sabes que te amo más que todos estos malandrines que están acá.

"Pedro, ¿me amas? Sí Señor, Tú sabes que te amo" un poquito menos todavía seguro. Y finalmente Él dice: "Pedro, ¿me amas? Sí Señor" o él dice: "Señor, Tú sabes todas las cosas" ya ni siquiera le dice: Sí Señor, Tú sabes que te amo, Tú sabes todas las cosas, "Bueno, apacienta mis ovejas." Y por las tres veces que lo negó le dió tres oportunidades para expresar su amor como neutralizando cada una de las negaciones con una afirmación positiva. El Señor quería ministrarle.

Y ese hombre impulsivo, superficial, demasiado seguro de sí mismo llegó a escribir dos Cartas que son Primera y Segunda de Pedro, cartas escritas a gente que estaba pasando por pruebas, llenas de la consolación del Señor. Ese hombre nunca hubiera podido escribir esas cartas si no hubiera pasado por todo un proceso formativo de aflicciones y dificultades, y pruebas, y quebrantamientos.

El hombre tratado por Dios escribe cartas que pueden ser de bendición para su Iglesia. Y eso es lo que Dios quiere en tu vida; Dios quiere que tú seas un consejero, un maestro, un padre, una madre espiritual, Dios quiere que tú seas una bendición en tu lugar de trabajo, que tú seas una bendición para tu esposa, para tus hijos, para tu cónyugue en general, para tus amigos, y Dios va a pasarte por un proceso. Y cuando tú lo hayas acabado todo, cada vez que tú pases por una de esas experiencias formativas y tú te bebas la copa hasta el final, tú no reniegues de Dios, vas a salir más fuerte y saludable, más risueño, más liviano de espíritu, más capaz de correr la carrera de la fe con ligereza, despojándonos de todo peso y de toda cosa que nos asedia, nos rodea, nos ataca, corramos con ligereza la carrera de la fe. Quiera el Señor que hoy Su tijera divina venga y te corte esos fardos que están pesando sobre tu espalda y que tú puedas correr con ligereza la carrera de la fe.

¿Qué hay en tu vida? baja tu cabeza un momentito, ¿qué hay en tu vida? pídele al Señor discernimiento en este momento. Pregúntale al Padre ¿qué hay en tu vida que necesita ser tratado? ¿qué tú no le has entregado al Señor o qué todavía te está aquejando en tu vida? Yo quiero que ahora mismo tú le entregues eso al Señor. Cada uno de nosotros tiene cosas allí.

Discierna en el Espíritu. Padre: ¿qué hay en mi vida que tiene que ser tratado? yo me someto al bisturí del Espíritu y te pido que trates conmigo, y me lleves a través de un proceso de discernimiento. Quiero que Tu proceso se cumpla en mi vida, no quiero ser superficial en mi manera de juzgar o de interpretar. Dame experiencias que me hagan fuerte o complejo en mi forma de medir Tu Verdad y Tus experiencias.

Enséñame Tu camino Señor, te cedo, te entregamos Padre las obsesiones compulsivas, las prácticas que no te agradan. Trata con nosotros Señor, yo no lo puedo hacer por mí mismo pero con Tu Poder sí lo voy a lograr. Quiero ser como Cristo, quiero que la imagen de Cristo sea formada en mí y como Cristo, quiero pasar por todo lo que Tú necesites que yo pase para que Su imagen sea formada en mi vida. No te niego ninguna parte de mi vida Señor, no voy a negociar Contigo. Lo que Tú me pidas eso te daré Señor.

Entrégale al Señor. ¿Hay algún área en tu matrimonio que tú tienes que entregarle al Señor? ¿hay alguna práctica en tu vida que tú sabes que está aquejándote? ¿hay alguna forma de tú tratar a tus compañeros en la Iglesia o en el trabajo que tú sabes que no refleja la integridad y la misericordia de Jesús? hay resentimientos en ti que tú, contra la gente, contra el mundo. Hay algo uraño dentro de ti que te lleva a no amar como debes amar y que tú sabes que se lo tienes que entregar al Señor, entrégaselo ahora.

Perdona al mundo, perdona a Dios aunque eso suene escandaloso, perdona a tu padre o a tu madre si te ofendió en alguna manera, perdona aquél quien te hizo sufrir en tu matrimonio. Cualquier herida que haya dentro de ti porque eso es como un imán que atrae lo malo. Esa parte de tu vida no tratada es animal, es diabólica y el diablo se va a sentir atraído a eso que Dios no ha tratado en tu vida. Donde hay infección, donde hay carne muerta ahí vienen las cucarachas y ahí vienen todos los gérmenes malos del mundo, por eso es que tú quieres que Dios te saque esas cosas.

Dile: Señor sácalas de mi vida, renuncio a ellas. Las rechazo, las echo fuera de mi vida, no las quiero, y acepto Tu trato Señor. Fórmame, perfeccioname, trátame, sáname, te entrego todo, todas las áreas de mi ser porque yo quiero ser como Cristo. Quiero ser saludable y reirme en medio de la prueba, quiero caminar livianamente la carrera de la fe, quiero reflejar los valores del Reino de Dios y renuncio a todo lo que no refleje los valores de Tu Reino y de Tu Palabra Señor. Haz de mí lo que Tú quieras, fórmame como Tú quieras, porque cuando Tu imagen haya sido formada en mí entonces yo podré ser verdaderamente feliz y saludable, y podré ser de bendición para otros.

Abrazo Tu trato en mi vida, nada puede hacerme daño, porque todo Tú lo usas para Tu gloria, todo Tú lo usas para bendecir mi vida. Gracias por lo que no me diste y gracias por lo que me diste que no quería. Gracias porque los propósitos Tuyos para mi vida son extraordinariamente buenos y bellos, y benévolos, y porque Tú tienes un destino glorioso para mí, para mi hogar y para mis hijos, y me llevarás por un camino de bendición, y puedo estar tranquilo, tranquila porque todo lo que suceda en mi vida va a ser para gloria de Tu Nombre, y lo recibo, y lo confieso así Señor.

Todo está a Tus pies, te lo echo todo a los pies. Coge lo que Tú quieras y déjame tan solo lo que Tú quieras Señor. Fórmate un pueblo como Tu Hijo Jesucristo, un pueblo risueño, un pueblo admirable, un pueblo envidiable por su salud y por su carácter benévolo y generoso. Gracias, gracias Señor, gracias, te adoramos y te bendecimos, aleluya. Déle un gran aplauso al Señor. A Él sea la gloria y la honra por los siglos de los siglos, amén y amén. Dios les bendiga mis hermanos.

Un tesoro en vasos de barro

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En esta mañana voy a estar hablando sobre Segunda de Corintios capítulo versos del 7 al 12, es un pasaje de nuestro amigo y hermano, apóstol Pablo. Y dice: "Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia de poder sea de Dios y no de nosotros; Que estamos atribulados en todo, mas no angustiados. En apuros, mas no desesperados. Perseguidos, mas no desamparados. Derribados, mas no destruidos; Llevando en el cuerpo siempre, por todas partes, la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. Porque nosotros que vivimos siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal; De manera que la muerte actúe en nosotros, y en vosotros la vida." Dios bendiga Su Palabra en esta mañana.

Estuve leyendo un artículo de cómo construyen los pianos Steinway, pianos que son bien famosos y son usados por pianistas bien famosos. Y me llamó la atención que una compañía que tiene más de ciento cuarenta años todavía en el siglo XXI mantiene la misma secuencia en el proceso de fabricar un piano. Es interesante que ellos usan doscientos diferentes artesanos para un piano, y un piano Steinway tiene doce mil partes. Los que han ido a conciertos de sala y ven los grand piano, se ven muy bonito ¿no? parecen de una pieza, pero ahí hay doce mil partes y eso es el trabajo de doscientos artesanos.

Pero antes de que ese piano salga de la factoría, de la fábrica para ser vendido, ellos cogen ese piano y lo llevan a un cuarto de prueba, y le ponen una máquina que toca las teclas diez mil veces para asegurarse que el teclado y el sonido va a ser el mismo. So después de haber sido tocado diez mil veces, entonces el piano es enviado a la tienda que lo va a ofrecer en venta. Doscientos artesanos, doce mil partes y diez mil toques para asegurarse de que el piano va a ser excelente.

Cuando yo miro esa historia y la comparo con nosotros, yendo al pasaje, verso número 7: "Pero tenemos este tesoro en vasos de barro." Pablo le está escribiendo a una Iglesia en Corinto, una Iglesia griego-judía, y era común en esa época, en esa área, ellos mantenían unas vasijas en las cuales ponían sus tesoros, sus ollas. Y la idea que existía era: que como la vasija no tiene valor, como la vasija no tiene nada atractivo, nadie se va a imaginar que en esa vasija está un tesoro. Nosotros hoy en el siglo XXI no ponemos nuestro dinero en una vasija.

Mucha gente va a los bancos y rentan cajas en el banco. Les ponen sus documentos importantes, algunos ponen dinero para no pagar taxes, lo hacen solamente por eso. O tienen en su casa, en su closet una caja fuerte de alta seguridad a prueba de fuego; si se quema la caja, o el apartamento por lo menos dentro de esta caja de seguridad están las cosas más valiosas y más importantes para mí. ¡Qué hecho diferente a nuestro Señor Jesús, que Él escoge una vasija, un vaso de barro, para poner en él el tesoro más preciado que puede existir!

Si a nosotros nos dijeran: mañana viene el Señor Jesús y nos va a visitar, encárgate de todos los preparativos y aquí tienes una tarjeta de crédito para que prepares todo ¿qué haríamos? la mejor limosina, el mejor hotel, avión de primera clase, alfombra roja, porque viene Jesús, porque es lo más importante. Se nos olvida algo muy importante, ¿dónde Jesús pasó Su primera noche cuando vino a esta Tierra? en un pesebre. Una forma humilde, una forma que no tiene gloria, una forma que no llama la atención.

La vasija, nosotros, no llamamos la atención porque somos de barro. Nos enfermamos, perecemos, no somos tan atractivos, pero lo que ha sido puesto en nuestra vasija demuestra la gloria y el poder de Dios, para que yo no me gloríe porque no viene de mí. Si quizás me buscan a mí quizás buscan made, hecho en la Tierra, pero lo que yo tengo dentro de mí, lo que me Dios me ha dado como dice el apóstol Pablo, no fue hecho en la Tierra. No fue desarrollado en la Tierra, no tiene ningún tipo de involucramiento con seres humanos; es algo completamente divino, es algo completamente puro, es algo completamente especial, es algo completamente que viene del mismo cielo, que aunque yo soy vasija, aunque el mundo externo me vea como vasija, me vea como que no sirvo, como que no tengo ningún valor, como que no puedo hacer absolutamente nada, el mundo no sabe que dentro de mí habita la Presencia y la gloria del Señor.

Eso suena muy bonito hasta que somos probados. Dice aquí en los pasajes siguientes, verso 8 "que estamos atribulados," esto es un juego de palabras que tiene Pablo, "en apuros, mas no desesperados." La palabra apuro en el griego es la que se usa para describir cuando a una persona la está buscando la gente a la cual le debe y no tiene con qué pagar, es ese apuro. En esta época pues no nos buscan, nos mandan ¿qué? carta o mail al trabajo, le quitamos el volúmen al celular para que no nos llamen pero estamos desesperados.

Ahí es cuando nos viene ese pensamiento: yo no sé cuánto más soportar, o yo no sé cuánto tiempo más me puedo mantener haciendo esto. ¿No has pasado por esa etapa en tu vida? no lo puedo hacer más, me voy a tirar atrás. ¿Por qué la gente me hace esto? ¿por qué la gente me trata así? ¿por qué Dios lo permite? Después decimos: pero si yo oro, leo la Biblia, soy obediente, ¿por qué me pasa esto?

Dios ha puesto Su tesoro en vasijas o vasos de barro y nos vamos a quebrantar, nos vamos a romper, va a ser algo que cuando nos rompamos, sí hermano, nos vamos a romper porque somos frágiles. Mientras más nos rompemos, más nos dañamos, más nos salen grietas, más reflejamos la luz de Cristo que habita en nuestras vidas.

En una ocasión había un hombre de finca y tenía un asno, ese era su mejor asno. Y dice que él siempre lo dejaba amarrado porque el asno automáticamente se iba caminando por un predio. Y dice que la noche anterior se olvidó amarrar su asno, y él estaba también construyendo unos pozos. Es de noche, el asno no está amarrado, comienza a caminar y cae en el pozo. Por la mañana él está buscando su asno y escucha los quejidos del asno, hasta que va al pozo y encuentra que el asno está en el pozo. Él no lo puede levantar, so él pensó: déjame ir y buscar a mis vecinos y amigos, para que me ayuden a levantar al asno.

Dice que vinieron los vecinos, tiraron sogas pero no pudieron levantar al asno. So después de algunas horas él decide, para que el asno no siga sufriendo: vamos a enterrarlo en vida. ¿Cuántos se han sentido así? están en un pozo y no pueden salir. Y cuando crees que tienes un grupo que te puede ayudar el grupo decide: ya no podemos orar más, vamos a enterrarte.

Dice la historia que el asno cuando empezó a sentir que le estaban tirando tierra, pensó y dijo: esta gente me tira a mí tierra. Y el asno hizo, frente a cada pala de tierra que representa dificultades en nuestras vidas, que representa retos en nuestras vidas, que representa el estado de angustia o desesperación, o de apuro en que yo me encuentro, el asno comenzó a sacudirse la tierra. Y la tierra fue cayendo al lado, y se fue amontonando, y el asno comenzó a subir, y comenzó a subir, y comenzó a subir, y comenzó a subir, hasta que salió afuera otra vez. Si tenía tierra encima, lo habían dado por muerto, no tenía esperanza, pero el asno entendía que aunque era una vasija de barro, él tenía por dentro algo más poderoso y más suficiente que lo que la gente tenía (aplausos).

Gracias a Dios que el asno no habla, porque yo imaginaría que el asno le diría a su amo, quizá le diría: si te creías que yo no venía, aquí estoy, he llegado. Sucio, con tierra encima, pero he llegado, he pagado mi precio. Y Pablo está hablando no solamente porque se lo imaginó, lo soñó o lo estudió, en este momento Pablo ha sufrido latigazos treinta y nueve veces, ha estado en naufragios tres veces, él está preso.

Repite conmigo en esta mañana, verso número 8, dile al que está a tu lado: "Estamos atribulados en todo, mas no angustiados." Aleluya, eso sonó bonito. Estamos reconociendo como estamos pero no nos estamos rindiendo, somos realistas. Sabemos que hay una realidad que nos maldice, que nos persigue, que nos castiga, que nos limita, que nos quiere mantener como el asno abajo, pero en esta mañana le recordamos a nuestra alma, a nuestra mente, a nuestra familia, a nuestro ser, que aunque estemos como el asno abajo nos vamos a levantar, aleluya.

Una de las características del creyente es, no sé ni a cuántos les gusta el boxeo. Yo he visto boxeadores que los han tumbado en el primer o segundo round, pero como la pelea dura doce o quince rounds ellos se han levantado y han noqueado al adversario, y yo he visto que han caído boca abajo. En el creyente nos van a tumbar y nos vamos a caer, pero nosotros no caemos boca abajo, nosotros caemos de rodillas. Y cuando caemos de rodillas, y nos han roto parte de nuestro vaso o vasija y se ha agrietado le estamos dejando saber al mundo secular, o le estamos dejando saber a las tinieblas, o le estamos dejando saber al mundo espiritual que dentro de nosotros habita alguien que es mayor que nosotros, que aunque nuestra vasija sea rota ellos no pueden romper ni quebrantar a quien está delante de nosotros.

"Perseguidos mas no desamparados" diga eso conmigo, perseguidos mas no desamparados. "Derribados, pero no destruidos." Se cuenta de una vasija en el primer siglo, en que decidieron ¿qué vamos a hacer, cómo mantener este pergamino, este rollo para que las próximas generaciones puedan leerlo? y escogieron esta vasija que estuvo escondida por casi dos mil años, cuando descubren la vasija en el año '72, descubrieron que la vasija contenía el himno que cantaban los discípulos cuando eran llevados a ser matados y yo quiero leer brevemente ese pasaje, un pasaje bien conocido pero que para ellos era un himno.

Filipenses capítulo 2 verso del 5 al 11, es el himno que se cantaba por los mártires cuando iban caminando para ser matados: "Haya pues en vosotros este sentir que también hubo en Cristo Jesús, quien siendo por naturaleza, de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. Por el contrario, sino que se despojó de sí mismo tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; Y estando en la condición de hombre se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz, por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dió un Nombre que es sobre todo nombre, para que en el Nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, en la tierra, y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor para gloria de Dios Padre." Y los mataban.

Ellos no iban gritando, ellos no se estaban compadeciendo, ellos no estaban cuestionando, ellos no estaban negando. Ellos no estaban rechazando, ellos estaban seguros que la muerte en ese entonces, la muerte física, la persecución era parte de ser vasija. Y a veces creemos que porque somos vasija y tenemos Su Presencia dentro de nosotros, y servimos a un Dios Todopoderoso nunca nada nos va a tocar. No vamos a ser atribulados, no nos vamos a caer. Es una alusión un poco fuera de la mente, creemos que somos como Superman, que nada nos va a tocar, que somos inmunes, que porque le servimos al Señor nada llegará a nuestras vidas. Al contrario, la vasija se va a romper, la vasija se va a romper pedazos, la vasija va a haber que meterla de nuevo al fuego, la vasija va a haber que nuevamente darle forma.

Lo importante es que, aunque una y otra vez se rompa la vasija, el mismo que la diseñó, el mismo que la edificó, el mismo que la construyó la va a hacer otra vez de nuevo. Esa es la garantía, esa es nuestra garantía.

Yo diría que en esta mañana podríamos decir: Señor rómpeme, Señor rómpeme para que ese pueblo sepa que yo soy mortal, que yo tengo necesidades, que yo fracaso, que yo me equivoco, pero Tú estando conmigo Tú eres grande, Tú no te equivocas, Tú no me desamparas, Tú no me dejas solo.

Noviembre 10, 2010, 10 de la noche, unidad de terapia intensiva para heridas de cerebro. Tengo a mi hijo Isaías en la unidad, en un coma inducido, ya van 48 horas desde que el neurólogo nos dijo: tiene 72 horas, so, yo sé lo que es dolor. Sé lo que es estar apurado, he sentido en mi carne lo que es estar solo. Me acuerdo cuando mi esposa era enfermera, entramos al cuarto cerca de las 10 de la noche mi esposa, mi otro hijo Isaac y yo. Y yo le pregunté a mi esposa Vivian: Vivian, dime ¿por qué yo debo orar? tú puedes leer el récord, porque para mí el récord está en chino, pero ella puede entenderlo, y yo voy a orar por lo que está en ese récord, porque a Dios hay que pedirle cosas específicas.

Y me acuerdo que nos pusimos los cuatro alrededor de la cama de Isaías y comenzamos con una oración de gratitud. Yo tenía razones por las cuales quejarme, me sobraban las razones para cuestionar a Dios, pero en ese momento clave de mi vida personal y la de mi familia, no les digo que no tenía mis dudas. Por ejemplo cuando me llamaron y me dicen que tuvo un accidente, que llegó al hospital dos días antes, yo fui solo, no avisé a nadie porque quería saber cómo estaba él antes de hacer una llamada por teléfono. Y me acuerdo que me pusieron en un cuarto donde siempre daban las malas noticias, ya yo conozco ese cuarto porque estaba en el otro lado, pero esta vez yo estaba en el otro lado.

Y cuando el médico comenzó a explicarme y a decirme que me dejaron solo yo dije en mi mente al Señor: Señor, tanto que yo he hecho por Ti, tanta gente a la que yo le he predicado. Señor que he sabido salir de mi trabajo después de haber trabajado diez horas y en el camino llamarme alguien que tiene una necesidad, y yo cambiar mi rumbo para ir a ese hospital para estar con esa familia, Señor ¿qué ha pasado, qué yo he hecho? esa es mi parte humana.

Dos días después estamos en la cama y comenzamos orando: Señor, te damos gracias. Señor, sin Ti no podemos hacer nada. Como familia Tuya, gente Tuya, ¡te adoramos! Una enfermera que estaba cerca que hablaba español, después de llorar me dijo: ustedes son raros. Ustedes son raros. Yo le dije: no, yo no soy raro. Raro es mi Señor que es sobrenatural.

So después que hago la oración y oro por la salud de Isaías llega el jueves, a las cinco de la tarde son las 72 horas y me acuerdo que llegamos al hospital temprano, y estamos esperando a las cinco de la tarde porque va a ser el meeting con el cuerpo médico, y de momento viene una enfermera al medio día y nos dice: eh, tenemos que hablar con todos ustedes y tiene que ser ahora, y yo en mi mente dije: wow, se fue o ya no tiene remedio ¿no?

So todos nos movimos rápido, llegamos al cuarto de conferencias, están los médicos, está el neurólogo cirujano, yo miré así alrededor y digo: ok, no veo ningún capellán so la noticia es buena. Y me acuerdo que el médico dijo: él va a recuperar y va a recuperar como en un año. La familia nos quedamos como, what? Este neurólogo fue el mismo que atendió a Teddy Brusky de los Patricks, él estaba trabajando en Washington D.C. y nos dice: y yo veo a Isaías en el futuro, mi hijo, tiene una vida normal, y yo estoy pensando, desde que hago la oración el día antes: pero ven acá, pero si él todavía está entubado, todavía está en un coma inducido, no ha despertado ¿cómo este médico sabe que él va a recuperar?

Le bajaron los medicamentos, lo despertaron del coma inducido y no sé por qué el médico cuando se acerca al que está despertando, le preguntó a él: Isaías ¿cuál es tu equipo favorito de béisbol? y él dijo: ¡Yankees! y yo dije: despertó. Aleluya.

Mi punto en esta mañana no es hacerlo sentir triste, es que así mismo como el apóstol Pablo pasó por unas experiencias amargas que se reflejan a veces a nuestras experiencias Dios nos rompe. Mire hermano que nos siga rompiendo el Señor, que nos siga quebrantando, que nos siga enseñando a través de nuestras experiencias que aunque somos insuficientes poseemos al que es todo suficiente, al que es Todopoderoso.

Isaías ahora está haciendo un internado de trabajo en State Street por algunos meses, so la familia hemos visto cómo recuperó de despertar y no poder caminar ni hablar a lo que puede hacer ahora. Creemos en un Dios, creemos en un Dios Todopoderoso.

Dice, hay alguien llamado Charles Hoch que escribió un libro de teología y él toma estos versos de Pablo, y los parafrasea. Y dice: si yo fuera a decirlo en mis propias palabras lo diría de esta manera: "Todo el poder es de Dios. Estoy tan perplejo, perseguido, oprimido y expuesto hasta a la muerte como para que sea evidente que una fuerza divina es ejercida en mí. Preservación y eficacia continua, mi continuar vivir y trabajar con éxito es una prueba de que Jesús vive. Estamos atribulados en todo pero no angustiados, estamos desesperados pero no perseguidos. ¿Cuánto más podemos entonces agradecer al Señor?"

Yo diría entonces que cuando estemos en esos momentos, como habla el apóstol Pablo, que no sabemos lo que vamos a hacer como dije al principio, nos quejamos: no puedo seguir más, debes levantarte y comenzar a decir: yo soy salvo y no esclavo. Yo soy bendecido para vivir una vida que no esté oprimida. Yo soy de barro pero yo llevo la gloria del Dios eterno dentro de mí, y aunque el mundo me vea de barro, aunque el mundo piense que mi cuerpo externo no dice nada, que no tengo nada que ofrecer sí tengo a alguien que puedo presentar y ofrecer a través de mi vida, a Cristo Jesús crucificado, a Cristo Jesús glorificado, Su gloria.

Imagínate que los ángeles y los querubines hubieran deseado ser portadores de ese mensaje y Dios escoge a algo simplemente humano, algo que a veces negamos en quién creemos, a veces no queremos seguir. Es como que andamos con un ancla y no podemos seguir ¿no te ha pasado eso? O es tanta la presión externa que en vez de seguir un proceso normal de crecimiento te estancaste, te quedaste en la tribulación.

Y mire hermano, y yo lo he dicho otras veces aquí, es como mi mamá en Puerto Rico. Fuimos a una cueva en Puerto Rico, en Camuy, Puerto Rico, y las cuevas tienen luces, no tienen su iluminación pero es una luz poca, y ella entró a la cueva con gafas oscuras. Ella camina detrás de mí y me dice: Isaías que no veo, es que no hay tanta luz, pero: mami pero camina si aquí hay luz. Cuando yo miro para atrás la vieja tiene gafas puestas. Y yo: pero mami, quítate las gafas, y ella me dice: pero ¿qué tú esperas de una mujer de 65 años? Y yo esta mañana te digo hermano, hermana, amiga: ¡quítate las gafas y deja, y ve esa gloria del Señor! Yo quiero ser vasija, yo quiero ser vaso de barro, yo quiero ser instrumento para que la gente vea que no soy yo; que no es mi inteligencia, no es mi destreza, no es mi educación, es que yo tengo por dentro la Presencia eterna y divina del poder de Dios. Para Él siempre sea la gloria, nada de lo que yo hago merece reconocimiento, es lo que el Señor hace a través de nosotros, ¿cuántos hemos estado en ese último momento?

En una ocasión muchos años atrás, trabajando para una universidad, trabajaba en el departamento de limpieza y yo era el mánager. Y me acuerdo que faltaron unas personas que tienen que limpiar los dormitorios, y yo pues me asigné un dormitorio, y me fui a limpiar el dormitorio. Era como las 8 de la mañana, yo estoy limpiando los toilet, limpiando todo, como no hay nadie a esa hora, los estudiantes no madrugan, se acuestan tarde pero ellos no madrugan. Yo estoy ahí y empecé a cantar para mantenerme en ritmo un coro bien latino que dice: "Soy yo, soldado de la cruz y siervo del Señor, no temeré llevar Su cruz, sufriendo por Su amor; después de la batalla Dios nos coronará, nos coronará en aquélla salvación. Más allá, más allá, en aquélla salvación."

Había una joven escondida en uno de los toilets que se iba a suicidar, tenía en sus manos un bote de pastillas para tomárselo, una muchacha que había sido criada en el Evangelio estaba apartada, y decidió que en esa mañana iba a ir al toilet, se iba a tomar esa soda con treinta y dos pastillas. Su vasija estaba rota, se sentía desamparada, no había nadie que la pudiera consolar, pero, pero, pero, pero, el Señor que hizo la vasija, el Señor que nos construyó, el Señor que nos conoce y tiene el control de todas las cosas, que nada se mueve si Él no lo permite. La gente puede decir las cosas pero si Dios no lo permite las cosas no suceden.

Y como dice Timmy Jakes: los momentos que son de obstáculo y de problema, a los momentos de oportunidad, a los momentos de bendición porque Dios siempre está en control, Dios nunca llega tarde, Dios nunca deja que la vasija se desaparezca. La muchacha es americana pero criada en España, so habla español. So ella sale y yo digo: ay, yo me equivoqué, yo estoy en el baño de las mujeres. Me dice: no, no, este es el baño de los hombres. Yo digo: ¡oh, te equivocastes! y me dice: no, es que... y comienza a llorar. Me enseña las pastillas y lo que iba a hacer.

Yo le digo: vámonos al lobby del dormitorio, porque me pongo a orar por ella en los baños de los hombres. Ahí fue la gloria del Señor; la gente va a decir: ¿qué hace ese hombre con esa mujer dentro del baño de los hombres?

Anyway, estando en el dormitorio, en su lobby area oramos por ella y llamamos a unas personas. La muchacha se recupera se gradúa de la universidad y la semana pasada recibí de ella un correo electrónico: lleva tres años como misionera en África del Sur (aplausos). Somos bendecidos, somos bendecidos, somos bendecidos.

Si Dios te ha dado a ti algo y ha puesto algo en tu vasija para que Él te muestre y enseñe Su gloria, no tengas miedo, no tengas miedo. Si ustedes han leído el pasaje de Gedeón cuando él va a atacar, es interesante que después de tener tantos miles de hombres se reduce a trescientos hombres. Ellos tenían unas antorchas tapadas con unas vasijas. So ellos caminaron hasta donde llegó la orden de tocar la trompeta, hacer ruido, y romper la vasija para que se viniera la antorcha, y la antorcha confundió al mundo sirio en esos momentos. Ha llegado un momento crucial en nuestras vidas.

Yo no sé en este caminar dónde tú estás, no sé dónde estás pero en esta mañana yo quiero que cuando salgas de aquí en esta mañana pienses: sí, yo soy de barro, sí, yo soy frágil, sí, no tengo nada que ofrecerte. Heh, Él sólo quiere tu vasija para poner en ella la luz especial. Si se ha roto tu vasija, se ha quebrantado y se ha ido la unción que tenías, Dios te dice a ti en esta mañana: no te preocupes, no te preocupes, porque aunque estés roto o rota, aunque estés quebrantado o quebrantada, aunque estés afligido, aunque pienses que ya se ha acabado lo que puede hacer por ti el Señor Dios te dice en esta mañana: No te preocupes, Yo lleno tu vasija, Yo lleno tu vasija, Yo arreglo y tapo las grietas, Yo te hago nuevamente nuevo para que Mi gloria, para que Mi gloria sea expandida, sea exaltada. Y a última hora no es la vasija.

Mire, si usted va a un buen restaurant y usted tiene una buena comida, y al final de su comida le preguntan: ¿qué fue lo que más te gustó? y usted dice: oh, como me trataron. Los cubiertos eran increíbles, la vista, impresionante. Pero usted no fue al restaurant ni por los cubiertos, ni por lo que lo trataron, ni por la vista; usted fue por la comida, pero no habló de la comida que es lo que cuesta.

En nuestro caso cuando le preguntan a otra persona: ¿qué tú crees? no, esa vasija está demasiado sucia, polvorosa, pero esa vasija sucia, polvorosa, en la esquina, por ella el Señor la ha llenado y la ha puesto al frente. No es de cerámica para que luzca muy bonita, no es de plata para que resplandezca ni es de oro para que valga mucho porque no es la vasija, es lo que la vasija contiene, es lo que la vasija tiene, es lo que la vasija en esta mañana podemos tener, la Presencia real de Dios para que cuando yo esté en el mundo, yo me vaya a mi casa, cuando se acabe el servicio y yo me vaya para mi casa, y esté en mi casa, y esté en mi trabajo mañana, y esté en la semana que ya no hay Iglesia, ya no tengo hermanos alrededor mío y voy otra vez a ese ambiente de persecución, a ese ambiente en el que como que estoy atribulado, como que es un círculo que no puedo salir te recuerdes: no importa que no puedas salir, no importa como yo me sienta, yo sé que tengo dentro de mí la esperanza porque la esperanza ha hecho habitación en mi vida, la esperanza que Jesucristo es una realidad juntamente conmigo.

He recibido Su gloria y no la voy a dejar ir aunque no pueda expresarlo con palabras, aunque no tenga un movimiento nadie podrá arrancar de mi vida lo que Dios me ha dado, es mi vasija y es lo que Dios me ha dado a mí, es mi gloria, es mi bendición, es un unción. Alabado sea el Señor, alabado sea el Señor, lo que Dios me ha dado costó la vida, ¡aleluya! que lo sepa el mundo. No solamente que yo me lo he imaginado, me lo he soñado, me lo han dicho, me lo han profetizado, ¡no! yo lo tengo por dentro porque yo lo siento en esos momentos terribles, en esos momentos que me he caído de rodillas yo he visto Su Gloria, he visto Su grandeza, he visto a un Dios Poderoso, a un Dios que sana, a un Dios que cambia, a un Dios que tiene el control sobre todas las cosas. Yo tengo a Dios de verdad aunque yo sea de barro, aunque yo sea débil, aunque yo sea frágil, pero le sirvo al Señor de señores, al Rey de reyes, al Dios de todo el universo, lo tengo dentro de mí.

Aleluya. No nos podemos cansar de Su gloria, no nos podemos cansar de Su gloria. No podemos negar lo que somos, no podemos negar lo que somos; somos vasijas de barro y llevamos en nuestras vidas la shekinah de Dios. Lo que antes moraba en el templo ahora mora dentro de mi vida y nadie va a quitarme eso de mi vida, nadie me lo va a arrancar porque Dios me dió eso a mí y eso es mío, eso es mío, esa es mi bendición, esa es mi gloria. Dios me ha puesto en un sitio especial aunque sea vasija de barro, aunque sea vasija de barro Dios me ha puesto en un lugar especial.

Si estás trabajando en áreas corporativas o áreas de salud, o áreas de educación, o trabajo de cuello azul, o trabajo de landscaping Dios te ha puesto a ti como vasija de barro en ese sitio para que seas quebrantado, seas quebrantada y le enseñes a ese mundo que aunque tú eres insuficiente tú posees la gloria del Dios eterno, posees la gloria del Dios de toda circunstancia.

Terminamos diciendo y quiero que repitan conmigo, vamos a ponernos de pie, el verso 7 y 8, y 9, vamos a repetir, pero vamos a repetirlo que lo creemos. Y yo sé que es sufrir, padecer, ser quebrantado, estar en el pozo solo, eso no es fácil pero es parte de la realidad de nuestras vidas. Y repite conmigo: "Pero tenemos este tesoro en vasos de barro" ¿para qué? "para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros." Una vez más: "Para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros, que estamos atribulados, pero no estamos angustiados, que estamos en apuros, mas no desesperados, perseguidos, mas no desamparados, derribados, pero no destruidos." Yo soy de barro, yo soy de barro, pero llevo la gloria del Señor en mi vida.

Vete esta mañana pensando, cuantas veces sea quebrantado, Dios le enseñará a mi amigo, a mi amiga y a mi mundo que yo poseo Su gloria, y si yo poseo Su gloria no importa dónde yo esté, si yo estoy en pozo, sacúdete, sacúdete y llegarás arriba. Dios les bendiga en esta mañana.

Vivir vidas gozosas a pesar de nuestras cicatrices

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Quiero continuar con esta serie que hemos iniciado sobre cómo vivir vidas saludables, vidas emocionalmente sanas, vidas que reflejen la abundancia y la plenitud de los hijos de Dios. No podemos decirle al mundo que en el Evangelio hay diferencia a menos que nuestras vidas lo reflejen, y Dios está dispuesto a bendecirnos. Y Él quiere que en medio de las pruebas, las luchas, las tribulaciones, las angustias, nosotros podamos vencer, podamos contrarrestar el mal, podamos vivir vidas que cada día sean mejores y mejores, vidas que se nutran inclusive de las pruebas y dificultades, y reflejen la fidelidad de ese Dios tan maravilloso que tenemos.

Entonces yo quiero hablar acerca, ya empezamos hace unas tres semanas, cuatro semanas atrás, interrumpida por viajes y vacaciones, todo tipo de cosas, pero en todo lo posible en estos próximos domingos, vamos a estar hablando; ya casi concluyen los viajes y las cosas, nos falta uno más y después entonces estamos acá con la ayuda del Señor por un buen tiempo, y podemos ser bien continuos en la enseñanza de este tema los domingos.

Pero de nuevo, queremos enfocar ese punto. Que Dios quiere que seamos sanos y saludables emocionalmente, que no vivamos en neurosis. Que no vivamos en depresión o en angustia, o en ansiedad. Que reflejemos la gracia y la belleza del Señor Jesucristo. El ser más balanceado y atractivo que ha caminado este mundo se llama el Señor Jesús, porque el Señor como que resumía ese balance perfecto entre justicia y gracia. Cuando yo miro a Jesús retratado en las páginas del Evangelio lo veo hablando la verdad pero también teniendo misericordia, reprendiendo pero también induciendo esperanza.

Pienso por ejemplo en esa mujer con el flujo de sangre cómo el Señor la sanó y luego, no queriendo que se fuera así sola, en secreto la llamó y escuchó su historia, y la bendijo, y entonces la regresó. El Señor como que es un perfecto conjunto de diferentes actitudes y Él en Su vida y en Su Persona refleja balance, refleja coherencia, no se va ni de un lado demasiado ni del otro, no está allí con un azote para golpear y reprender siempre, y solamente hablar de deber y de mandamientos, sino que también está allí para sanar una herida, para perdonar una ofensa, para infundir esperanza en un pecador, para sanar un enfermo, para liberar a un endemoniado, para hablarnos de la misericordia del Señor; es un balance perfecto. Y eso es lo que nosotros debemos buscar.

En la soledad Él pudo estar tranquilo, en la tormenta Él estuvo seguro. En la cruz pensó en su madre, en el ladrón que estaba al lado de Él pidiendo misericordia, cuando resucitó fue a buscar a Sus discípulos y a consolarlos, y a enseñarles que Él estaba vivo y que había esperanza antes de regresar a la Presencia de Su Padre, es un balance maravilloso. Habló del infierno y habló del cielo, habló de un Dios justo y santo, y también de un Dios misericordioso y paciente con nosotros, bello balance.

Nosotros sin embargo tendemos como a vivir vidas desbalanceadas y a veces somos demasiado pesados en nuestros juicios o demasiado demandantes de otros, de nosotros mismos, a veces somos demasiado misericordiosos y bondadosos, y como que: ah no todo está bien porque Dios nos ama mucho y nunca nos va a castigar cuando lo ofendemos así que vive la vida que tú quieras porque Dios te ama demasiado para mandarte al infierno, siempre estamos como en desbalance. Y Dios quiere que nuestras personalidades sean personalidades sanas, balanceadas, bien ajustadas.

Y claro, cuando entramos al Evangelio entramos todos deformados, entramos en desbalance porque la vida nos desbalancea y el pecado nos desbalancea. Y cuando usted entra al Evangelio una de las cosas que Dios quiere hacer es ajustar, como una máquina que está desajustada, el mecánico divino quiere venir y hacerle un tune-up total; poner ese motor a zumbar así suavemente, ajustar las válvulas y echarle el aire perfecto a las gomas para que no estén demasiado infladas ni demasiado desinfladas. Él quiere poner tu vida en balance.

Yo creo que la trayectoria de un hijo de Dios en la Tierra es un continuo ir hacia ese proceso de balance, ir hacia ese proceso de mayor perfección hasta que Cristo sea formado en nosotros dice la Palabra del Señor.

Tú tienes que mirar tu vida como un proyecto de construcción y de reestablecimiento, y restauración continua. Así yo me veo a mí mismo, aunque casi ya soy perfecto (risas) pero todavía me falta un poquitito ¿no? Pero todos nosotros tenemos que vernos como el proyecto de Dios en construcción, continuamente trabajando, continuamente Dios trabajando en nosotros y llevándonos más y más hacia ese balance para que podamos tener paz, podamos tener descanso, podamos ser de bendición a otros. Y necesitamos esa salud emocional, y la Palabra de Dios está llena de buenos consejos en esa dirección.

Así que en este tiempo vamos a estar meditando acerca de cómo salir airosos de las pruebas y las dificultades, cómo repararnos de las heridas y las deformaciones de la vida, cómo vencer los temores, las ansiedades, las neurosis, las deformaciones de la vida. Cómo perdonar, cómo sanar nuestros recuerdos, las memorias y los recuerdos que nos hacen daño y de los dolores recibidos en el pasado. Cómo encontrar paz y conformidad en medio de las cosas que hemos adquirido y alcanzado; todos tenemos proyectos que nunca se dieron, todos tenemos pérdidas ahí en el pasado. Ningún ser humano sale ileso de este mundo déjeme decirle.

Yo creo que si tú buscas ahí en tu cuerpo en alguna parte vas a encontrar una cicatriz ¿sí o no? qué cuerpo que ha pasado un tiempo aquí en el mundo no ha tenido un rasguño, una caída, que se le peló la rodilla. Ahora mismo si yo miro mis manos aquí tengo cuando un perro me mordió cuando tenía como catorce años, y yo miro y todavía tengo la cicatriz allí. Y así es con todas las cosas. Si usted mira ahí en su psiquis va a encontrar algo; una herida, una cicatriz, algo que no le salió como usted esperaba.

Pero la Palabra del Señor nos enseña que podemos vivir vidas gozosas a pesar de eso, a pesar de todas las pruebas como cantábamos esta mañana ¿no? el Señor está con nosotros y nos lleva hacia adelante. ¿Sabe qué? yo creo que todas las pérdidas, todos los sufrimientos, todas las cosas que hemos experimentado si las analizamos a través del lente de Dios logrará hacernos más profundos, más ricos, con más complejidad, más balance. Yo siempre he dicho que la sonrisa de un hombre, una mujer de Dios madura, experimentada en la vida, es una sonrisa que tiene un tinte de tristeza. La sonrisa de una persona que ha vivido largamente nunca es una sonrisa superficial y mecánica, y así como de niño, va a tener ahí un tinte de dolor.

La gente poderosa que yo he conocido en mi vida, profunda, sabia, cuando usted mira en sus ojos usted puede ver allí un retrato pequeñito de dolor, algo que pasó en sus vidas: fracasos, pecados, le fallaron a mucha gente, ofendieron, no lograron todo, fracasaron en cosas. Pero el secreto está en que esa gente aprendió a tomar esas cosas y usarlas como la leña para el fuego de bendición y de gracia en sus vidas. Entonces caminan con un cierto tinte de tristeza, pero en medio de eso también pueden reír, pueden gozarse, pueden alabar, pueden celebrar, pueden disfrutar de una buena comida, pueden disfrutar de una puesta de sol o un amanecer, pueden consolar a alguien. Aún a veces cuando tienen sus cositas con las cuales están bregando.

¿Quién puede decir que no tiene algo ahora mismo que quisiera tener que no tiene o que no está sufriendo algo que no quisiera sufrir, o que tiene un hijo, no tiene un hijo, una hija que necesita algo, que uno quisiera darle algo que no puede? todos tenemos. Pero la diferencia está en, como dice el apóstol Pablo, "Aún en medio de todas estas cosas somos más que vencedores." En medio de las agendas por completar nosotros podemos encontrar paz en medio de la tormenta, podemos encontrar seguridad y confianza para mí, dejar de lamernos un momentito nuestras heridas y lamer las heridas de otros, y bendecir a otros también. Dios quiere que tengamos salud.

Uno de los pasajes, voy a estar saltando aquí porque ahora me siento libre para hacerlo, pero es tercera de Juan ¿creo que es? vamos a ver si estoy en lo correcto aquí rápidamente, es cuando Juan le dice a Gayo: "Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas y que tengas salud así como prospera tu alma" oye eso. Yo creo que claro, Juan le dirigía esta Palabra a la persona a quien le destinó la tercera carta, Gayo, pero por algo la registró el Espíritu Santo y es porque esas ideas son aplicables a todos nosotros.

Y Pablo en su deseo de bendición para su amigo está reflejando el deseo del Espíritu Santo para bendición, para todos nosotros. No hay nada que diga Pablo aquí que Dios no diga: Amén, Yo quiero eso para todos Mis hijos, y Dios quiere que nosotros seamos prosperados en todas las cosas, y que tengamos salud física, así como también nuestra alma tiene salud ¿no? Dios quiere hijos sanados y prosperados.

Hay un video que quiero que ustedes vean, Nick Vuijic es un joven que ha bendecido el mundo con su historia, su testimonio, un joven que nació, vamos a ver, no voy a adelantarme, pero ha vencido y ha salido adelante, quiero que vean esto. Si pueden apagar las luces por favor;

(se reproduce el video)

Sus padres eran pastores y se llevaron el tremendo trauma de ver a su bebé nacer sin extremidades. Sin embargo Nick Vuijic ha encontrado suficiencia en su vida y ha encontrado una paz que sobrepasa toda posible explicación reconociendo que Dios tenía un propósito en esa limitación. Y él ha aprendido a caminar con un pedacito de extremidad que le queda, a moverse, a nadar, a batear una pelota, limitadamente, pero lo hace, a subir unas escaleras, y una cantidad de cosas que él ha podido hacer que nadie pensaría que una persona, con las limitaciones que él tiene, podría hacer. Y Nick ha pasado su joven vida viajando por todas partes del mundo, y ha ganado cientos de miles de almas para Jesucristo con su historia de sanidad interior.

Y reflejando el hecho de que nosotros podemos sacar provecho de cualquier limitación que nosotros encontremos. Cuando yo veo la victoria que este joven ha alcanzado sin brazos, sin piernas, pero con un corazón increíble y una fe tremenda, y cómo él ha podido ser exitoso financieramente, profesionalmente, ser un motivador increíble, viajar por todas partes del mundo, casarse y tener un hijo; así que no era tan limitado como parecería hasta cierto punto. Increíble, una historia maravillosa.

Y este muchacho refleja un sentido del humor y un gozo de la vida increíble. Cada vez que yo leo la historia de él o veo la historia, pueden ver su historia en YouTube, pueden conseguir su historia o leer sus publicaciones, uno dice: wow ¿de qué me quejo yo? de todo nosotros podemos sacar partido hermanos, cualquiera que sea tu situación. Por eso es que Pablo dice: he aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación, y la vida de Nick Vuijic refleja esa victoria en todo, y eso es lo que Dios quiere. Y de eso es de lo que hemos estado hablando y estaremos hablando.

La última vez que conversamos yo les decía que hay dos extremos que deben enmarcar nuestra experiencia en la vida: por una parte, yo creo que todo lo que vivimos tenemos que vivirlo reconociendo una cosa, y es que: Dios quiere que nosotros vivamos vidas felices. Y yo creo que tú tienes que hacer de eso tu punto de partida, y el pensamiento que anime tu vida.

Si tú eres un joven que apenas estás comenzando a vivir yo quiero que tú pienses siempre que Dios no te ha llamado a fracasar sino que Dios te ha llamado a tener victoria en todas las cosas, que Dios tiene buenas cosas para tu vida. Si tú eres una persona que ya estás en el ocaso de tu vida y estás en el final o eres una persona de edad media, o lo que sea, yo quiero que tú sepas que todavía hay mucho que tú puedes hacer, hay un mundo por delante, nunca te des por vencido. Nunca pienses que como que: ya mi tiempo pasó, nunca pienses que como que tú ya no tienes espacio para anhelar grandes cosas, soñar grandes cosas, emprender grandes proyectos, completar cosas que tú no pudiste cuando eras joven, porque si Dios está contigo tú puedes hacer proezas con Su Poder.

Nosotros, no importa en la estación en la que nos encontremos, tenemos que creer que Dios tiene buenos propósitos para nosotros y eso debe estar en el centro de tu vida, siempre esta idea de que Dios quiere que tú seas feliz, que tú vivas una vida en abundancia. Eso es un principio.

El otro principio es un principio contrario y negativo, y es el hecho de que vivimos en un mundo deformado y lleno de peligros, tribulaciones, sufrimientos, y que este mundo está penetrado por un principio y una personalidad maligna que se llama Satanás y sus demonios que también van a estar queriendo hacer daño en este mundo.

Fíjese el drama que se está viviendo ahora mismo en Gaza, en el Medio Oriente, en Israel. Se me ocurre hace un momento por primera vez, que el mundo es muy parecido a lo que está pasando en Gaza, donde hay dos poderes: Israel y Hamas, y hay dos poderes, dos intereses que están luchando uno contra el otro, y en el medio hay una población inocente, hasta cierto punto; de los palestinos uno puede decir muchas cosas acerca, pero hay niños, hay niñitas, bebitos, gente anciana que no son beligerantes, no son soldados, y el hecho es que la guerra se está dando en el territorio que ellos habitan.

Y para poder darse la victoria de un grupo u otro, están tan metidos uno adentro del otro y tan limitado el espacio que hay mucha gente inocente, que no tiene nada que ver con la guerra, que están perdiendo sus vidas y están sufriendo. Y así pasa en el mundo, este mundo es un campo de guerra. Por eso es que a veces le echamos la culpa a Dios y decimos: ¿por qué Dios permite esto?

Es que hay muchas cosas que están entrelazadas en este mundo, y tenemos poderes destructivos que hacen daño, y hay gente que le da poder a Satanás, y hay padres que le fallan a sus hijos, y hay gente que oprime y roba, y destruye, entonces el mundo está en un conflicto tan grande que a veces aún los inocentes padecen y sufren. Y Dios desea sanar este mundo, pero hay una cantidad de fuerzas y principios que están en guerra unos con los otros y gente inocente a veces muere; un hijo que oramos por él o nace una criatura deformada, y es porque hay una cantidad de factores que están pugnando en este mundo, y tenemos que ser pacientes. Mientras estamos en este mundo van a haber guerras que se van a dar, tiros que se van a zafar, gente inocente que va a morir y a veces nosotros mismos vamos a ser parte de esos casualties, de esa gente herida inocentemente y tenemos que entender esto. Esa es la naturaleza de ese mundo caído.

Y Dios está involucrado en un proceso de tomar territorio, de destruir los túneles del enemigo, de usar a Su Iglesia para proclamar el Evangelio y salvar almas, y un día el Señor le pondrá fin a esta guerra. Mientras tanto sepamos que vamos a sufrir, y va a haber pérdidas, y va a haber sufrimiento de diferentes tipos.

Entonces nosotros vivimos entre esos dos principios: un Dios que quiere bendecirnos, que está comprometido con nosotros, que ha invertido todo el Poder de Su Reino a favor de nosotros, y un enemigo que ha jurado matar, robar y destruir, y que Dios está involucrado en un proyecto de restauración y sanidad del mundo, y un día Él pondrá sanidad total sobre el mundo. Y cuando estemos nosotros en la patria celestial o cuando termine la historia y Dios establezca ese mundo restaurado que Él va a restablecer, entonces entenderemos que todo tenía sentido, todo tenía propósito, que lo que Dios lo permitió lo permitió para bien, que aún esas pérdidas que experimentamos y no supimos por qué, el Señor nos explicará.

Por eso creo que dice: "Enjugará toda lágrima" porque podremos entender por qué sucedió tal cosa, y la persona que estuvo llorando sin saber ¿por qué me pasó esto, por qué no me sucedió lo otro, por qué no me dieron lo que yo? el Señor te va a decir: Mira, fue por esto. Mira ahora el mundo a la luz de Mi entendimiento eterno y verás como Dios ve, y todo estará bien.

Pero mientras tanto vivimos en esos dos principios y es importante que tú lo sepas, porque cuando vengan las luchas y los problemas a tu vida tú vas a tener que saber qué haces con la experiencia que estás viviendo y no puedes sorprenderte cuando hayan pruebas y hayan dificultades, pero Dios quiere que tú tengas las armas necesarias para, en medio de eso, vivir una vida saludable.

Y de eso es que estamos hablando, no solamente de que nos sanemos de las heridas sino que también acumulemos salud y vigor, y fuerzas sobrenaturales para vivir vidas plenas y victoriosas aún en medio de las luchas, porque Dios tiene grandes cosas y grandes recursos.

Y en estas próximas semanas vamos a estar hablando de esos principios que nos ayudan como estos que yo acabo de enunciar ahora mismo y esa perspectiva sana, bíblica, saludable que nos permite procesar las diferentes cosas de la vida que vienen. Y como digo, a mí me gusta ser complejo y balanceado, por eso es que yo no puedo simplemente pararme aquí y hablarles de que todo está bien, victoria; sí hay victoria, pero también hay proceso y hay lucha, a mí me gusta hablar de las dos cosas pero que al final impere lo positivo de Dios.

Pero muchas veces si le damos a la gente lo bonito y lo bueno, y no le hablamos de lo difícil, entonces los dejamos a medias y no están preparados para encarar la vida con la complejidad necesaria. Yo creo que en sí en todo somos más que vencedores, pero ese todo quiere decir que hay lucha también y hay tribulación, y angustia, pero Dios quiere que el balance al final de todo sea muy positivo.

Y entonces la Biblia la podemos ver a través de un lente así de que, Dios nos da recursos. Y déjeme simplemente, rápidamente, escoger uno de esos pasajes, de muchos pasajes que tenemos. Y en realidad yo quería, de paso: la próxima vez que comparta con ustedes les voy a hablar de un principio pero, antes de eso en el poquísimo tiempo que nos queda quiero dejar otro principio adelantado en su corazón.

Pero el principio del cual quiero hablar más adelante es que, nosotros tenemos valor inherente en Cristo Jesús; tú vales por lo que Dios piensa de ti no por lo que otros piensan de ti, no por el dinero que tengas ni por los logros que hayas alcanzado, ni por todo lo que hayas hecho en el mundo. Tu valor, tu estima debe depender de cómo Dios te ve a ti mismo, y tú no puedes estarte midiendo como los otros te ven ni de las circunstancias porque si lo haces así, vas a estar como un yo-yo, pa' arriba y para abajo todo el tiempo, subiendo y bajando y a la intemperie, y eso no es posible. El hijo de Dios se mide conforme a cómo Dios lo ve y hay palabras en la Escritura que nos enseñan esto.

Pero antes de esto: quiero ver, es como que la Biblia nos ofrece una cantidad donde quiera. Si nosotros aprendemos a ver la Biblia como una fuente de consejo, donde quiera que usted lea va a encontrar grandes enseñanzas y consejos sencillos y prácticos para vivir su vida.

Mire por ejemplo en Efesios, la Carta a los Efesios, en el capítulo 6 hay un pasaje al cual vamos a referirnos en muchas diferentes ocasiones, pero aquí el apóstol Pablo habla acerca de qué tenemos que hacer cuando viene el momento de la prueba. Pablo dice en el versículo 10: "Por lo cual amigos míos, fortaleceos en el Señor y en el poder de Su fuerza, vestíos de toda la armadura de Dios para que podáis estar firmes contra las acechanzas del diablo." Pablo está invitando a los efesios a fortalecerse.

Óigame ¿qué luchador o qué corredor es el que espera al día de la competencia para entonces comenzar a hacer ejercicio? mientras tanto está comiéndose twinkies y donas por donde quiera, y durmiendo hasta las doce del día, y llega el día de la carrera, y ese día se pone a hacerse el histérico y a hacer ejercicio. No, el deportista, el atleta vive una vida de continuo fortalecimiento ¿verdad que sí? de preparación continua para que cuando llegue el día de la carrera o de la lucha simplemente sea poner en práctica lo que él ya ha desarrollado, ha fortalecido, su cuerpo, y así deben ser los hijos de Dios. Hay muchos cristianos que esperan a que el diablo les esté dando batazos por la espalda para entonces venir a la Iglesia y pedirle al Señor: Pastor ore por mí, y gloria a Dios, es bueno, es necesario, por eso invitamos a la gente a pasar aquí al frente.

Pero lo que nosotros tenemos que hacer es vivir una vida de continua disciplina en el Espíritu ¿verdad que sí? leer la Palabra del Señor, orar en todo momento, desarrollar los músculos de la fe, conocer los recursos que Dios nos ha dado, venir a la Iglesia, gozar del compañerismo de los cristianos y los creyentes, estudiar la Biblia, armarnos de diferentes cosas para que cuando llegue el día de la prueba nosotros estar poderosos y fuertes, y saber exactamente lo que tenemos que hacer. ¿Por qué? porque cuando llegue el día de la prueba su mente va a estar tan atacada que si usted no tiene eso ahí vivo dentro de usted, usted no va a saber qué hacer.

Los soldados se preparan de manera que cuando estén en el medio de la guerra y las balas estén silbando por su cabeza, su cuerpo sepa exactamente lo que tiene que hacer, y por eso ellos hacen drills y ejercicios continuamente, continuamente, hasta que eso se convierte en una cosa natural en ellos. Porque cuando usted está en prueba, su mente está confundida, usted no tiene tiempo para leer la Biblia muchas veces, tiene que estar eso vivo dentro de usted, la Palabra de Dios tiene que salir espontánea. Esos versículos que usted se ha aprendido, esos cantos que usted se ha aprendido comenzarán entonces y fluirán de sus entrañas, y usted no sabrá de dónde vienen. Vienen de su espíritu, usted ha invertido tiempo, usted ha pasado tiempo fortaleciéndose en el Señor.

Por eso es que Pablo dice ¿no? "Fortalézcanse en el Señor y en el poder de Su fuerza" vístase de toda la armadura de Dios, todos los recursos que hay en la Palabra del Señor y la Palabra de Dios es un tesoro de recursos y de armas que podemos usar para combatir contra los dolores y las deformaciones, y las pruebas, y el peso de la vida, para que podamos estar firmes contra las acechanzas del diablo. Eso no fue un pentecostal a rajatabla que lo escribió, eso fue el Espíritu Santo a través del apóstol Pablo, el diablo es real.

La Biblia dice: "Sed sobrios y velad porque vuestro adversario, el diablo, como león rugiente anda alrededor buscando a quien devorar." El diablo quiere dañar tu matrimonio, quiere dañar tu salud, quiere dañar tus finanzas, quiere manipular tus emociones, quiere llenarte de ansiedad, quiere cuestionar lo que Dios ha declarado sobre tu vida, y tú tienes que estar firme para saber cómo contrarrestar al enemigo. Cuando él venga tú tienes que tener las armas necesarias para decirle: apártate de mí Satanás porque así dice el Señor, así dice la Palabra de Dios. Por eso es que tenemos que estar fuertes en ese momento para cuando vengan los enemigos de nuestra alma.

Dice: "Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales" escriba eso mi hermano, mi hermana. Estamos en un campo de guerra y hay espíritus que quieren nuestra destrucción. No quieren que nuestros hijos prosperen en el Evangelio. Quieren llenar la sociedad de maldad y de malas energías. Quieren destruir nuestros matrimonios.

Usted no está luchando contra las circunstancias, usted no está luchando contra la pobreza, contra la enfermedad. En realidad está luchando contra los que originan esas cosas y son los poderes del diablo, esa es la mafia que gobierna todo lo malo en este mundo. Detrás de la pobreza, la opresión, las riquezas injustas, las guerras nacionales, los odios étnicos, detrás de todo eso hay poderes demoníacos que están manipulando el mundo y sembrando maldad en el mundo y ellos quieren llegar a tu vida y hacer daño, y tú tienes que vivir.

Porque ese es el problema, que nosotros vivimos a veces como conejitos inocentes en una selva donde hay serpientes y animales salvajes que quieren despedazarnos, y muchos cristianos pecan de inocencia. Y creemos que venir a la Iglesia y pasar ahí diez minutos mientras pensamos en otras cosas, y que otros canten, y nosotros, y ya con eso como que ponchamos la tarjeta y ya hicimos lo que teníamos que hacer, no. Es un mundo muy difícil y tenemos que saber cómo fortalecernos y batallar contra las fuerzas del mal, eso es lo único.

Este mundo cada día se pone más peligroso, más difícil y se requieren hombres y mujeres saludables en el Espíritu para vivir vidas victoriosas, para poder arrebatarle a nuestros hijos de los dientes al diablo, y poder predicar el Evangelio con efectividad hermanos, y poder ser felices en medio de las luchas y la prueba. Requiere de trabajo, Dios no lo hace todo por ti.

Óyeme: cíñete los lomos, aliméntate, tómate tus vitaminas espirituales. Paga el precio porque Dios no lo hace todo por ti; hay una parte que tú tienes que hacer también. Si tú quieres ser un cristiano saludable, vigoroso, rollizo y fuerte tienes que pagar el precio, tienes que consumir vitaminas, tienes que comer carne roja de vez en cuando y alimentarte espiritualmente para poder vivir una vida saludable, victoriosa.

Y dice: "Por tanto tomad toda la armadura de Dios" diga: toda, no es solamente una partecita, es toda la armadura de Dios, todo el consejo de la Palabra de Dios. Tienes que saber cómo adorar, tienes que saber cómo hacer guerra espiritual. Tienes que saber cómo vivir vida santa y pura delante de Dios, tienes que saber cómo confesar cuando ofendes al Señor. Tienes que saber que hay que servir y darle al Señor para poder ser prosperados material y físicamente. Tienes que saber cómo perdonarte a ti mismo y cómo perdonar a otros, cómo ejercer el amor de Dios, es toda la armadura de Dios.

Porque si tú das mucho dinero pero no perdonas a tu hermano entonces tu armadura está frágil, el diablo se va a meter por ese hoyo del rencor o de juzgar a los demás demasiado, o ser demasiado crítico, o ser áspero con tus seres queridos. La idea es: Señor balancéame y ayúdame a ponerme toda la armadura de Dios. Y aquí lo que Pablo hace es señalar algunos de esos recursos, él no los agota todos pero usa la imagen de un soldado romano que se pone su equipo de protección y todos sus recursos de milicia para poder ser victorioso en la guerra. Dice: "Tomen toda la armadura de Dios para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estad firmes.

Mire: la primera cosa que yo veo aquí es que dice: "Para que podáis resistir la resistencia." ¿Sabe que muchas veces lo único que usted va a poder hacer cuando esté en medio de la prueba y la lucha es resistir? pararse firme. Usted no va a tener fuerzas para ni decir: que el Señor te reprenda. Usted no va a tener claridad mental para acudir a esto, a lo otro. ¿Cuántos no se han levantado una mañana y no han tenido fuerzas sino simplemente para decir: Señor, encomiendo mi vida en Tus Manos? ten misericordia de mí, ayúdame a terminar este día ¿verdad que sí?

Hay veces que lo único que tú puedes hacer en tu vida es pararte firme sobre lo que Dios ha declarado ¿y sabe que eso es muy poderoso? La Biblia dice: "Resistid al diablo y huirá de vosotros." Cuando tú no puedas hacer nada más simplemente mantente firme hasta que pase el día malo y va a pasar, si tú le das tiempo al Señor va a venir el tiempo de descanso.

Muchas veces van a pasar situaciones de dificultad en nuestra vida y mírenos aquí, vivitos y coleando todavía. Algo resultó, alguna solución resultó, la provisión vino de alguna parte, Dios hizo algo raro y ahí vino la solución. El hermano Nick predicaba el domingo pasado de este sitio de Jerusalén ¿o era de Samaria? uno de esos sitios ahí en el Antiguo Testamento, y no había comida por ninguna parte. Y este noble que dice: pero ¿de dónde va, si Dios abriría la ventana de los cielos? y mire lo sencilla que fue la respuesta: Dios mandó un ruido de ejército, el ejército enemigo se fue, dejó toda su posesión y al otro día había comida en abundancia. A nadie se le hubiera ocurrido esa solución ¿usted entiende? pero Dios se ríe de los problemas y a veces a Él le gusta dar soluciones tan sencillas en tu vida que después tú dices: wow ¿pero cómo no se me ocurrió antes?

Dios tiene una solución para tu vida pero mientras viene esa solución para tu vida no te cuitees, como dijo Cervantes, simplemente manténte firme sobre lo que Dios ha declarado. Agárrate firme y en algún momento el diablo tendrá que salir con la cola entre las piernas y huir, porque dice por allí ¿no? no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista ¿no?

Dice la Palabra: Dios no nos ha dado ninguna prueba que no podamos sobrepasar ni resistir, sino que junto con la prueba Él envía la salida, la solución, pero desgraciadamente muchos de nosotros nos vamos antes de que llegue la bendición de Dios. Antes de que llegue la solución, antes de que Dios haya cumplido Su propósito en nuestra vida dejamos de alabar, dejamos de adorar, dejamos de servir, dejamos de asistir a la Iglesia y entonces el diablo se sirve con la cuchara grande, cuando Dios dice: No, aguanta. Dile a tu amigo ahí al lado: aguanta, resiste. Espera el día de la bendición de Dios, espera el amanecer de Dios. Después de la noche viene la mañana, viene el día de adorar al Señor y celebrar, pero no, no te vayas antes de que termine el proceso de Dios.

Dios es un dios de procesos y se toma tiempo a veces, y mientras más pasa el tiempo más aprendemos, más somos fortalecidos. Nosotros a veces queremos soluciones al vapor ¿no? vamos y de una vez queremos que Dios nos meta el chupete en la boca y ayudarnos enseguida, pero no. Tienes que aprender paciencia, tienes que aprender mansedumbre, tienes que esperar lo suficiente como para ver que Yo soy real, Yo soy fiel, Yo no me olvido de mis promesas y a veces tenemos que esperar, hay que resistir. A veces lo único que tenemos que hacer es resistir y mantenernos firmes en el lugar donde Dios ha dicho y eso es increíblemente poderoso.

"Para que podamos resistir en el día malo" en el día malo. Fíjese que Pablo no dice: si viene el día malo, sino: "Para que podáis resistir en el día malo" es que hay un género de día que se llama el día malo. ¿Cuál es ese día malo? es el día de la adversidad, el día del sufrimiento. El día cuando sucedió lo que tú no querías que pasara. El día cuando el médico te dijo: ¿sabes qué? tienes cáncer y hay que operarte. El día que tu esposo te dijo: mira, ya quiero salir de este matrimonio y me enamoré de la secretaria, y nos vamos a vivir a Hawai con el dinero que nosotros juntos ahorramos. El día que te quitaron la casa. El día que perdiste el trabajo que pensaste que te iban a dar un reloj de oro a los veinticinco años ya para retirarte. El día que fallaste el exámen y que no pudiste entrar a la escuela graduada que tú querías o que te dijeron que vas a tener que tomar otro curso, o esperar un año para graduarte, o cualquiera de las millones de cosas negativas que pueden pasar en la vida de un hombre, una mujer.

Cuando vienen esos tiempos, porque a veces puede ser un día pero a veces puede ser una semana, a veces pueden ser años, y estamos allí en ese tiempo, en ese horno de la prueba. Y parte de lo que nosotros tenemos que aprender es que el día malo le llega a todo el mundo. Y cuando viene ese día malo entonces hay que ir al closet y sacar la armadura; no la saques, póntela mejor. Debes tenerla ya puesta, no debes estar buscándola donde está, tú la tienes puesta, para que cuando venga el ataque, venga la guerra, venga la aflicción tú simplemente haces uso de lo que ya está dentro de ti.

El día malo viene, a todos nos viene el día malo y no uno sino muchas veces, y entonces parte es armarnos de esa verdad, porque yo digo: eso es uno de los recursos más poderosos y hablaremos más acerca de eso para la salud emocional y el gozo de la vida, es simplemente acostumbrarnos a esa idea de que el mal le acontece a todo hombre, todo ser viviente y que nadie puede pretender que no le pasen ciertas cosas en la vida, a todos nos toca. Un día será tu tiempo y otro día será el de otro pero siempre hay que pasar esos tiempos, y mientras más pronto nos acostumbremos a esa idea y aprendamos a ser felices dentro de ese reconocimiento más felices seremos el resto de nuestra vida.

"Para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo estad firmes." La idea es de un soldado que tiene un puesto que defender, y vienen las flechas, y vienen los ataques, y él se mantiene firme en su posición. Y las balas están silbando, las flechas o lo que sea, los proyectiles, y el soldado está allí: por aquí tú no vas a pasar, se mantiene firme en su puesto en vez de voltear la espalda y salir a huir.

Eso es lo que está haciendo mucha gente en este tiempo, muchos pastores, muchas iglesias, Dios nos libre y lo digo creo que con sencillez porque no es por nosotros sino por la gracia de Dios, pero hay mucha gente que viendo lo que está pasando en el mundo, esta sociedad que se está desentendiendo de Dios y está asumiendo muchas cosas, muchos Pastores están entregando las armas y están diciendo: bueno si eso es lo que está pasando vamos a unirnos a ellos, si esa es la nueva moda sexual o lo que sea pues vamos a decir: vengan, entren, todo está bien, adelante porque si no nos vamos a quedar solos. Y entonces bajan el precio del Evangelio y están volteándole la espalda al diablo, la Iglesia le está volteando.

Al diablo nunca se le voltea la cara, al diablo se le encara. Al diablo hay que resistirlo y cuando ha acabado todo, usted va a ver que usted puede estar firme. Si usted se mantiene firme usted verá que el diablo no podrá derrotarlo, manténgase en su posición. Y habiendo acabado todo, cuando se haya dado el proceso total de Dios, usted estará ahí en su posición. Pero si comenzamos a huir entonces el diablo se sirve con la cuchara grande. Cada uno de nosotros tiene que mantenerse en su posición hasta que Dios haya completado el propósito.

Un día la sociedad se dará cuenta de que: wow, cometimos una barbaridad y están todos destruidos y deshechos, y entonces van a buscar de Dios de nuevo, y ahí está la Iglesia lista para servirlos, y para sanarlos, y para bendecirlos; le podría decir muchos ejemplos de eso a través de la historia. La Iglesia tiene que resistir, mantenerse firme y no dudar de los propósitos de Dios en toda su vida como en tu vida también.

"Habiendo acabado todo estad firmes. Entonces estad firmes" otra vez esa insistencia en la firmeza, "ceñidos vuestros lomos con la verdad." No voy a poder agotar pero le voy a poder decir algunas. Mire: la verdad. "Vestidos con la coraza de justicia, calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz, sobre todo tomad el escudo de la fe con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno, y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu que es la Palabra de Dios, orando en todo tiempo y velando con toda perseverancia y súplica." Ahí usted tiene un roster, un surtido de recursos ¿no? la verdad.

No lo voy a contar todo pero voy a dar dos otros rápidamente. La verdad, la salud emocional, la paz, la cordura nace de un amor por la verdad de Dios, de poder interpretar apropiadamente y justamente los eventos que suceden en nuestra vida, poder interpretarlos correctamente. Mucha de la neurosis en el mundo nace de la mentira, las malas interpretaciones que vienen cuando sufrimos ciertas cosas. Las formas falsas de vernos a nosotros mismos. Las deformaciones que el diablo quiere traer a lo que Dios ha dicho.

El diablo es el mentiroso por excelencia, es el padre de las mentiras, es el padre de la falsedad y del error. Los psicólogos, los psiquiatras, los psicoanalistas, todos los consejeros de la salud entienden, que las neurosis y las deformaciones del carácter vienen de las mentiras que nosotros nos decimos a nosotros mismos y las mentiras que aceptamos acerca de lo que nos ha sucedido, la mentira acerca de cómo Dios nos ve o del propósito de Dios en nuestra vida.

El diablo siempre se basa en querer falsear la Verdad de Dios. Por eso es que cuando Dios les dice a Adán y a Eva: No coman de ese árbol porque el día que coman de ese árbol van a morir. Dios les dijo una verdad pero ¿qué hace el diablo? viene y comienza a sembrar duda, y dice: ah ¿con que Dios les dijo que eso es así? eso no es verdad. Si ustedes comen se les van a abrir los ojos y van a ver cosas que ustedes no verían. Dios es un hombre como dijera yo, uraño y aguafiestas que lo que quiere es impedirles que ustedes disfruten de todo lo que Él tiene para ustedes. Adán y Eva aceptan esa mentira, pecan y entra la muerte en el mundo.

Nosotros tenemos que pedirle al Señor: Señor, ayúdanos a vivir en Tu Verdad. Ayúdanos a entender la verdad de Tu Palabra porque la Palabra de Dios es la Verdad, Cristo es la fuente de toda verdad. Y cuando nosotros estudiamos la Palabra de Dios y le pedimos revelación al Señor, Dios nos enseña a ver la vida en una forma verdadera en vez de vivir con todas las mentiras que nosotros nos decimos a nosotros mismos.

Una de las cosas que usted tiene que hacer es hacer un pacto con la verdad. Yo le digo al Señor: Señor ayúdame a hacer siempre un pacto con la verdad, yo ver lo que veo en vez de decir que estoy viendo otra cosa que no es verdadera. Eso es lo que está pasando en este mundo, ahora mismo hermanos yo les digo: en este mundo ahora y en esta nación ha caído un espíritu de mentira. Yo nunca en mi vida he visto algo tan sorprendente como lo que he visto en los últimos tres, cuatro años en esta nación. Es como que ha caído una administración de mentira en Washington, nuestros gobernantes, en la cultura, en las iglesias, en la teología de la Iglesia, es un espíritu de mentira y eso es lo que dice la Palabra del Señor, que en los últimos tiempos caería un espíritu de mentira y seducción.

Y solamente aquéllos que hagan un pacto con la verdad, porque si nosotros hacemos ese pacto entonces vamos a. Si tú vives en la verdad no tienes que temerle a nada mi hermano, y yo sé que, bueno entonces, ¿cómo yo conozco la verdad? no mira, muchas veces es simplemente decir: yo voy a vivir la verdad y voy a dejar de disimular otras cosas, largo proceso de explicar. Pero muchas veces nosotros nos mentimos a nosotros mismos, disimulamos cosas que están en nosotros y se las echamos a otros; ¡ah! fue mi papá que no me afirmó! ¡es esta sociedad injusta que ha causado esto y lo otro! en vez de nosotros decir: no, yo tengo responsabilidad, yo puedo cambiar mi destino, yo puedo ser diferente. El problema no es mi esposo, mi esposa, el problema soy yo. Mi papá que me abusó sexualmente no lo hizo porque yo lo provoqué o lo que sea, sino porque era un hombre malo o simplemente mal dirigido.

Y tú tienes que ver las cosas tal y como son y entonces perdonar, pero no trates de disimular porque si tú reprimes la verdad de lo que te ha sucedido o lo que Dios quiere que tú hagas entonces vas a estar en un estado de mentira, y eso te va a hacer daño en tu vida. ¿Me explico más o menos? Tenemos que aceptar la verdad, tenemos que hacer un pacto con ella. Tenemos que comprometernos a hablar la verdad, interpretar la verdad, porque eso es lo que nos libera. Cristo ha dicho: "Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres." Y la Palabra de Dios es la mayor fuente de verdad que yo conozco.

Por eso es que cuando tú interpretas la Palabra del Señor y te curtes con el tono y el color de la Palabra del Señor, tú puedes ser entonces una persona capacitada para leer la realidad del mundo en que tú habitas y verte a ti mismo como Dios te ve a ti mismo, y ver los procesos que estás viviendo con la exactitud y la precisión que Dios quiere que tú veas. Cuando tú vives en la verdad nadie te puede hacer daño, nadie te puede arrebatar nada, porque tú estás seguro en la Verdad de Dios. Por eso es que Pablo dice ¿no? "los lomos con la verdad."

Y un último: "Vestido con la coraza de justicia" voy a continuar quizá entonces allí. Yo les dije hace un tiempo atrás que hay tantas cosas que están entrelazadas que, lo que vamos a hacer es: terminamos aquí y entonces seguimos más adelante ¿ok? llévese esas tres, cuatro cositas que hemos compartido hoy. Tenemos que vestirnos con la coraza de la justicia y pido que los músicos pasen, con los hermanos de, y vamos ya a.

La justicia es un protector increíble que nos ayuda a vivir vidas saludables y a protegernos de los ataques del enemigo ¿sabe por qué? porque Dios nos llama a ser gente de justicia. La Biblia dice por ejemplo: "Esposos no seáis ásperos con vuestras esposas para que vuestras oraciones no tengan impedimento." Si nosotros estamos siendo injustos con nuestros hijos, con nuestro cónyugue, esposo o esposa, con nuestros amigos, con nuestros hermanos de la Iglesia, eso va a ser un impedimento en nuestra salud emocional, nos vamos a sentir culpables en alguna forma.

Los hijos de Dios tenemos que ser justos, tratarnos equitativamente, tratarnos con justicia, darle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Cuando tengas que pedir perdón pide perdón. Cuando ofendiste a alguien admítelo y no temas, pide disculpas. Cuando tú sepas que estás haciendo algo que le está haciendo daño a una persona, deja de hacerlo y rectifica tu camino, trata a la gente bien con generosidad, usa el balance de Jesucristo en la vida. Nunca hagas daño, nunca hagas mal. Los hijos de Dios somos como esos médicos que hacen un juramento: de primero ante todo nunca hacer daño.

Nosotros somos gente de bien, no podemos hacerle daño a nadie, no podemos robarle a nadie, no podemos dejar de darle a la gente lo que la gente se merece. Tenemos que vivir en la justicia y siempre ser gente de bien.

Y otra cosa acerca de la justicia es que, la justicia no es la nuestra justicia sino la justicia de Dios, Él es la norma, la justicia de Dios involucra también la santidad. Por eso es que yo creo que hay una unión lógica entre verdad y justicia. Si usted no habita en la verdad no puede hacer justicia, si no habita en justicia tampoco puede habitar en la verdad, y la verdad es como Dios la define no como nosotros, la justicia es como Dios. Hay gente que quiere ser más justa que Dios y ese es uno de los problemas de este tiempo también.

Esto yo ya estoy harto de escucharlo, este argumento: "Dios es demasiado bueno para condenar a alguien al infierno." ¿Sabe qué? Dios es demasiado justo para no condenar a alguien al infierno si se lo merece y si no hace lo que tiene que hacer. Dios es amor pero es fuego consumidor.

La justicia muchas veces es un balance entre dos extremos, entre la misericordia extremada y el juicio extremado, hay un balance que se llama justicia, y nosotros los hijos de Dios tenemos que mirar hacia la justicia de Dios y la santidad de Dios, tenemos que caminar en esa justicia que Dios ha establecido. No trates de violentar la santidad y la justicia de Dios, camina en esa Palabra balanceada.

Pregúntate: Señor ¿qué Tú quieres que yo haga, cómo es que Tú me llamas a vivir? y ¿sabes qué? Dios es por definición justo, aunque te parezca a ti injusto, si Dios lo dijo véte al banco con ello que eso es lo que tú tienes que hacer en tu vida. Y si tú vives así vas a vivir en paz contigo mismo y con los demás. La verdad de Dios, la justicia de Dios, la resistencia al mal cuando viene el día de dificultad en nuestra vida, el mantenernos balanceados entre un mundo dañado y un Dios que está comprometido para que vivamos vidas exitosas, he ahí algunas de las enseñanzas que Dios tiene para ti en este día, recíbelas en el Nombre del Señor.

Padre: gracias, gracias porque Tú quieres felicidad para nosotros, gracias porque Tú quieres que pasemos el exámen. Gracias porque los recursos del Reino de Dios están comprometidos a nuestro favor, gracias porque Tú nos das todas las armas que necesitamos para vivir vidas victoriosas y sólo tenemos que hacer uso de ellas. Gracias porque si resistimos el diablo huirá de nosotros. Gracias porque Tú nos llamas a vivir vidas verdaderas, y gracias porque en Tu justicia Señor nosotros podemos estar protegidos y guardados; en la santidad de Dios, la justicia de Dios tenemos seguridad.

Bendice a este pueblo Señor, en medio de las luchas y las aflicciones recibimos Tu promesa en este día. Gracias Espíritu Santo, en el Nombre de Jesús amén y amén, gloria al Nombre del Señor. Yo espero que usted no estuviera demasiado de prisa para recibir algo esta mañana, vamos a tener un momento muy sagrado. Yo les digo:

Vencer a la crisis

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Segunda de Reyes capítulo 7: "Dijo entonces Eliseo: oíd Palabra de Jehová, así dijo Jehová: Mañana a estas horas valdrá el seah de flor de harina un ciclo, y dos seahs de cebada un ciclo a la puerta de Samaria. Y un príncipe sobre cuyo brazo el rey se apoyaba, respondió el varón de Dios y dijo: ¿sería esto así? Y él dijo: he aquí tú lo verás con tus ojos, mas no comerás de ello."

"Había a la entrada de la puerta cuatro leprosos, hombres leprosos, los cuales dijeron uno al otro: ¿para qué nos estamos aquí hasta que muramos? si tratáramos de entrar en la ciudad, por el hambre que hay en la ciudad, moriremos en ella, y si nos quedamos aquí también moriremos. Vamos pues ahora y pasemos al campamento de los sirios. Si ellos nos dieren la vida viviremos, si nos dieren la muerte, moriremos."

"Se levantaron pues al anochecer para ir al campamento de los sirios, y llegando al campamento de los sirios no había allí nadie" diga conmigo: nadie, aleluya. ¿Por qué? "Porque Jehová había hecho que en el campamento de los sirios se oyese estruendos de carros, ruidos de caballos y estruendos de gran ejército, y se dijeron unos a otros: he aquí el rey de Israel ha tomado en sueldo contra nosotros a los reyes de los eteos, y a los reyes de los egipcios para que vengan contra nosotros, y así se levantaron, y huyeron al anochecer" diga conmigo: al anochecer. Después va a entender por qué estoy pidiendo que repita estas palabras.

"Y abandonaron sus tiendas, sus caballos, sus asnos y el campamento como estaba, y habían huido para salvar sus vidas." Cuando los leprosos llegaron a la entrada del campamento, entraron en la tienda, comieron, bebieron, tomaron de allí oro, plata, y vueltos a entrar en otra tienda, y allí también tomaron, y fueron, y lo escondieron.

"Se dijeron el uno al otro: hoy es día de buena nueva y nosotros callamos, y si esperamos hasta el anochecer nos alcanzará nuestra maldad, vamos pues ahora; entremos y demos la nueva en la casa del rey; Vinieron pues y gritaron a los guardias de la puerta de la ciudad, y declararon diciendo: nosotros fuimos al campamento de los sirios, he aquí que no había allí nadie." Ningún hombre, sino caballos atados, asnos también atados y el campamento intacto.

"Los porteros gritaron y lo anunciaron dentro en el palacio del rey, y se levantó el rey de noche, y dijo a sus siervos: yo os declararé lo que nos han hecho los sirios. Ellos saben que tenemos hambre y han salido de las tiendas, y se han escondido en el campo diciendo: cuando hayan salido de la ciudad los tomaremos vivos y entraremos a la ciudad. Entonces respondió uno de los siervos y dijo: tome ahora cinco de los caballos que han quedado en la ciudad, porque los que quedan acá también perecerán como toda la multitud de Israel que ha perecido; Enviemos y veamos qué hay."

"Tomaron pues dos caballos de un carro y envió el rey al campamento de los sirios diciendo: id y ved. Y ellos fueron, y los siguieron hasta el Jordán, y he aquí que todo el camino estaba lleno de vestidos y enseres que los sirios habían arrojado por la premura, y volvieron los mensajeros, y lo hicieron saber al rey." Palabra de Jehová ¿amén? gloria a Dios.

Corría aproximadamente el año 850 A.C cuando Samaria vivía un hambre tremenda, y además la ciudad estaba sitiada, había un sitio del gobierno sirio que estaba esperando alrededor para atacar. La otra situación era que el rey llamado Joram estaba alejado de los caminos del Señor, estaba alejado de los conceptos y los principios de la Palabra de Dios; la nación estaba destruida. Había terror, había hambre, había desnudez, había situaciones avasalladoras y no muy diferentes de las situaciones que vemos hoy en muchas naciones y en muchos países, en muchos barrios que conocemos en muchos países. En mi nación, en nuestras naciones, conocemos suburbios que viven situaciones avasalladoras muy parecidas con la situación que vivía Samaria en los días de Joram.

Samaria estaba viviendo uno de los momentos más difíciles y críticos de su historia además que a su alrededor estaban sus enemigos. Y mientras desarrollamos este sermón quiero que pensemos en miles y miles de personas que sabemos que sufren, en personas que conocemos y personas que apenas sabemos por las noticias que están padeciendo algún tipo de sufrimiento. Tal vez aquí mismo, en esta casa, en esta tarde hayan personas sentadas, ahí cerquita a usted que padecen de sufrimiento. Tuve el placer hoy de conocer al hermano Euclides que está sentado aquí. Euclides es de Cabo Verde. Yo estuve en Cabo Verde muchas veces, una nación en la que paró de llover por muchos años, por muchos años, y en la que adolescentes de diecisiete, dieciocho años no sabían lo que era lluvia, por muchos años.

La situación avasalladora de Israel abarca por lo menos algunos factores que quiero destacar en esta introducción. Primero en el capítulo 6 si usted vuelca la página un poquito, en el capítulo 6 en el versículo 25, muestra la primera señal en el versículo 25. Dice: "Y hubo gran hambre en Samaria a consecuencia del sitio, tanto que la cabeza de un asno se vendía por ochenta piezas de plata, y la cuarta parte de estiércol de paloma por cinco piezas de plata." ¿Usted entiende qué pasa aquí? el estiércol de paloma era vendido a precio de caviar, a precio de sancocho. Todos conocemos ese lenguaje ¿verdad? a precio de arepas, a precio de pupusas. Ay mi Dios, ya nos dió hambre ¿verdad? aleluya, cómo esa gente sabe cocinar.

A precio de churrasco brasilero. Feijoada ¿verdad? Pastor, ahora conoce la cosa ¿verdad? estiércol de paloma vendido a precio de oro. Dice la Palabra de Dios que se vendía la cabeza de un asno por ochenta piezas de plata, o sea: no había más caballería, no habían más animales. Según el relato eran pocos los animales que quedaban porque ya se habían comido los caballos.

La segunda situación que pasaba en Samaria reflejada también en el capítulo 6 era la situación trágica de la miseria absoluta de la nación documentada por el episodio de dos madres en el versículo 26, "Y pasando el rey de Israel por el muro una mujer le gritó y dijo: salva oh rey mío, y él dijo: si no te salva Jehová ¿de dónde te puedo salvar yo, del granero o del lagar? Y le dijo el rey: ¿qué tienes, qué pasa? ella respondió: esta mujer me dijo: trae acá a tu hijo y comámoslo hoy, y mañana comeremos el tuyo. Cocimos pues a mi hijo y lo comimos. El día siguiente yo le dije: da acá a tu hijo y comámoslo, mas ella ha escondido a su hijo." ¿Usted entiende qué está pasando aquí? la situación era tan grave, tan avasalladora que dos mujeres se pusieron de acuerdo para comerse a sus propios hijos.

El tercer ítem de la tragedia, tercer ítem de la tragedia aparece en los versículos 27 al 30 que describe la derrota interior y la decadencia completa del líder de la nación: "Cuando el rey oyó las palabras de aquélla mujer, rasgó sus vestidos y pasó así por el muro, y el pueblo vió el cilicio que traía interiormente sobre su cuerpo. Y él dijo: así me haga Dios y aún me añada si la cabeza de Eliseo, hijo de Safat, queda hoy sobre él."

El rey pensaba que toda la situación era debido a Eliseo. El hombre estaba decadente, había una falencia completa en el gobierno. Amados y muchas veces cuando miramos crisis, cuando miramos calamidades la primera cosa que pensamos es que existe una falla en el gobierno y el sistema político de la nación. Acusamos primero al líder de la nación. Segundo, acusamos al sistema de gobierno. En tercer lugar empezamos a pensar de que no hay una agenda completa y que sea honesta para todas las generaciones, pero nunca pensamos que nosotros, como Iglesia de Jesús, tenemos responsabilidad de nosotros levantarnos con poder y con autoridad para hacer diferencia en este mundo.

Situaciones como: costo de vida elevado, hambre, disoluciones, decadencia del liderazgo, revelan un el pesimismo absoluto, amargura, dolor, falta de posibles opciones, todo eso lleva al rey a decir: si no te salva Jehová ¿dónde te puedo salvar? si Dios no es contigo ¿qué deberé hacer? dijo el rey.

Otro aspecto era que la situación de Eliseo, el profeta, el hombre de Dios, no estaba tan buena ante los ojos del liderazgo y aquí entramos en el sermón. Porque Dios siempre, en toda la historia, Dios siempre buscó un hombre, una mujer, y los levantó con poder y autoridad. Este hombre hoy, esta mujer hoy puede ser usted, puedo ser yo, podemos ser nosotros para hacer lo que Dios tiene para que hagamos.

Yo quiero destacar algunas lecciones que pude sacar de este pasaje preciosísimo, podríamos predicar un sermón de cada versículo porque es un pasaje riquísimo, pero algunos puntos quiero destacar. En tiempo de crisis, de calamidades, de dificultades, de dolor, Dios necesita, requiere que seamos creyentes de determinación. Dios no necesita hombres y mujeres sentados esperando que algo acontezca, tenemos que ser determinados.

Eliseo creyó que Dios podría realizar lo que a los ojos humanos sería imposible, imposible, hambre absoluta, miseria absoluta, no había esperanza, ya no habían caballos para comer más. Y Eliseo profetiza y de ahí comienza la bendición. "Dijo entonces Eliseo" versículo 1 del capítulo 7: "Oíd Palabra de Jehová:" ¿Palabra de quién? no salga por ahí diciendo palabra que no es de Dios, no profetice lo que no viene del Señor, no diga lo que Dios no te dijo. No profese lo que no se te dió autoridad para profesar, si Dios da la Palabra hable la Palabra de Jehová.

"Y Eliseo dijo: Oíd Palabra de Jehová: Mañana a estas horas" no más tarde, no más temprano "mañana a estas horas valdrá el seah de flor de harina un ciclo y dos seahs de cebada un ciclo a la puerta de Samaria." Eliseo dijo: mañana vamos a vender harina, cebada aquí, a precio de banano ¿verdad? ¿puedo decir banano, plátano? a precio de banano en Brasil. Mañana valdrá casi que nada. Mañana la gente va a comprar harina, cebada a precio baratísimo a la puerta de Samaria. Y dice la Palabra que estaba un rey ahí, un príncipe que el rey tenía el brazo apoyado sobre él, los reyes muy cómodos. Y el príncipe se vuelve a Eliseo y dice: ¿es posible? ¿es posible que Dios haga algo tremendo así?

¿Usted es de estos que dice: es posible? ¿será posible que Dios sane a un enfermo? ¿es posible que Dios haga levantar a alguien que murió? ¿es posible que Dios sane a alguien de cáncer? sanó a mi esposa. ¿Es posible que Dios haga a un ciego ver? yo fui ciego. Usted me dice amén, yo fui ciego de verdad y Dios me sanó. Adora al que vive.

¿Es posible? es posible. Dijo Eliseo: "He aquí tú lo verás mas no vas a comer" no vas a comer. Si tú dudas del poder del Señor, de lo que Dios puede hacer en esta generación tú vas a ver la operación y el milagro de Dios en muchos, pero si tú dudas no vas a comer, vas a mirar.

Para vivir en abundancia basta ser solamente humanos ¿verdad? es fácil vivir en abundancia cuando tenemos un empleo, comida en la casa todos los días, usted se levanta, desayuno: listo ¿verdad? todos los días listo en la mesa, empleo, trabajo, su cheque todas las semanas llega a su cuenta, no tiene hambre. Si le da hambre usted va ahí a un lugar y come algo ¿verdad? y puede pagar, es fácil vivir así.

Pero para vivir en días de calamidades o enfrentar situaciones de crisis es necesario que seamos hombres y mujeres capaces de creer en el milagro, capaces de creer en lo sobrenatural y caminar en una dimensión diferente a la que el mundo nos presenta: la dimensión de Dios. Eliseo tenía esta visión. Él valoraba todo lo que no tenía valor, todo lo que no tenía valor.

Y dice la Palabra de Dios que Eliseo no temió decirle al príncipe: tú no vas a comer, porque al final del pasaje ¿sabe qué pasa? cuando el pueblo experimenta la prosperidad, cuando el pueblo trae los despojos de la guerra, dice la Biblia que este príncipe estaba en la puerta, la gente vino con toda fuerza y lo atropelló en la puerta, y él murió, no comió, conforme a la Palabra de Jehová no comió.

Número dos: en tiempos de crisis la acción se convierte en la manifestación visible de nuestra fe. No solamente estamos sentados hermanos, ¿están cómodos sentados verdad? escuchar la Palabra, venir los domingos, sentarse ahí, alabanza. Usted no sabe cuánto cuesta para tener un grupo de alabanza, usted no sabe. Usted no sabe los dolores de cabeza que tiene un Pastor, el director de alabanza y los músicos, todos ¿verdad? (ríe). Pero sentarse aquí y gozarse de todo es maravilloso.

Cuando yo leo este pasaje y veo a esos leprosos levantándose, y dice la Biblia que había a la entrada de la puerta, versículo 3, cuatro hombres leprosos, y en esta época la lepra era una enfermedad tremenda, y había un lugar llamado leprosario a donde ponían a los leprosos, ahí separados de la sociedad, y estaban en la entrada de la puerta; la gente no se aproximaba, no se arrimaba a un leproso porque daba miedo quedar enfermo. Los leprosos se miraron uno al otro y dijeron: las cosas aquí están tenebrosas. Ya no hay ni palomas, no hay nada. Si nos quedamos aquí vamos a morir. Si entramos al campamento de los sirios y nos dejan vivir, viviremos, si nos matan, moriremos.

Hermanos: cuando yo leo ese pasaje yo veo que Dios ha llamado hombres y mujeres sin temor, que no tienen miedo a la muerte, que no tienen su propia vida como algo especial más que morir en Cristo Jesús, ya están muertos; no pertenecen más a esta mundo, a esta vida, usted está muerto, no le ofende más. Las ofensas no le deprimen. "Ay estoy deprimido Pastor hablaron mal de mí" que no hablen, porque si hablan mal de mí no me deprime ¿verdad? si hablan mal de mí no me hace nada. Depresión, no me hace nada ¿amén?

Pero algunos factores en la vida de los leprosos que quiero traer en esta tarde, los héroes de ese pasaje, no son hombres capacitados, no son hombres letrados, no son hombres con una buena teología, no son hombres con una buena capacidad de hablar en público, de disertar una materia en una universidad; están hablando de cuatro leprosos, hombres enfermos, hombres que mal podían caminar porque la lepra había comido su carne. Pero en este caso está hablando de cuatro hombres enfermos, cuatro hombres en una situación difícil.

Pero dice la Biblia mis hermanos que ellos se levantaron, versículo 5, "Se levantaron pues al anochecer" ¿a qué horas? "para ir al campamento de los sirios. Y llegando a la entrada del campamento de los sirios no había allí nadie." Ahora mire conmigo lo que pasó aquí en el versículo 7: "Y así se levantaron, y huyeron" ¿a qué horas? ¿qué pasó aquí? Los cuatro leprosos caminando al campamento y uno miraba al otro y decía: ¿sabes si vamos a vivir? no sé ¿verdad? pero están muriendo. Yo no aguanto pero me levanto, ya no tengo poder humano pero me levanto en el Poder de Dios. Cantamos hoy esta mañana: "levanto mis manos aunque no tenga fuerzas" esos leprosos dijeron: yo levanto mi cuerpo porque yo voy a vencer, levanto y camino, yo voy, nada me impide, yo tengo un propósito, yo tengo un propósito en mi vida.

Si usted no tiene un propósito usted va a quedar parado todo el tiempo, pero si hay un propósito en su vida usted va a caminar sobre el propósito de Dios y sobre la Palabra que Dios tiene para su vida. Y hubo una acción simultánea maravillosa en ese pasaje: los leprosos se levantan; a la misma hora, los sirios se levantan. "Y así se levantaron, y huyeron al anochecer abandonando sus tiendas, y sus caballos, y había huido para salvar sus vidas."

Ahora quiero que usted mire el versículo 6: "Porque Jehová había hecho que en el campamento de los sirios se oyese estruendos de carros" ¿imagina? cuatro leprosos caminando y ellos escuchan que son carros y caballos, ¡no son caballos! son cuatro leprosos llenos de expectativa! ¡son cuatro hombres que la lepra comió su carne pero no comió sus sueños!

Y dice la Palabra de Dios que los sirios dijeron unos a otros: He aquí que el rey Joram está armando una emboscada contra nosotros. El rey Joram. Mira qué hicieron. Este pasaje nos enseña también que para vencer las crisis, los problemas, Dios busca hombres y mujeres, personas que crean que la acción es la manera más digna de enfrentar la vida. Los leprosos dijeron uno al otro: vamos a salir de aquí, vamos, actuamos. No vamos a acomodarnos más.¿Cuántas personas conoce usted, yo conozco, que no conocen a Jesús? son muchas ¿verdad?

Hubo una acción simultánea. Los débiles se levantaron en fe y esperanza en el Nombre del Señor, en nombre de Dios y de la vida, se levantaron al anochecer, Dios se levantó delante de ellos. Se cumple la Palabra de Dios en Primera de Corintios capítulo 12 versículo 9 que dice: "Basta mi gracia porque mi poder se perfecciona en la debilidad." Dios usa a los débiles y los flacos. Primera de Corintios capítulo 1 a partir del versículo 28 dice la Palabra de Dios: "Y lo vil de este mundo, y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia. Por Él estáis vosotros en Cristo Jesús el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación y redención para que, como está escrito, el que se glorie, gloríese en el Señor." Alaba al que vive, aleluya.

La acción simultánea ocurrió en tres aspectos: los leprosos se levantan, los sirios se levantan para huir ¿por qué? porque Dios se levantó a su favor. Cuando usted se levanta; ¡ay Pastor, no puedo! usted puede. Conocí una hermana en Brasil que fui a visitarla una cierta época y estaba enferma, estaba en la cama y decía: no puedo, ¡levántate en el Nombre de Jesús! no puedo. Y le hice un desafío y dije: mire hermana, cuando usted va al médico, va al doctor, le da una receta con medicina y tú lo que tienes que hacer es claro, tomarla. Yo puedo darte una receta pastoral ¿ok?

Ah está bien Pastor. Y escribí en un papel: ahora que iba a levantarse por la mañana, hacer desayuno en la casa, limpiar la casa ¿verdad? Pero en la receta tenía que salir todos los días y a sus vecinos tenía que compartirles por treinta minutos. Me dijo: Pastor es demasiado. La llamé durante el día, el día siguiente para saber cómo estaba el procedimiento ¿verdad? me dijo: estoy intentando, estoy haciendo. Ya leí la Biblia hoy, ya limpié la casa y todo, y más tarde me llama a la noche para contarme cómo fue su experiencia con sus vecinos de compartir de Jesús.

Al siguiente día me dijo: Pastor yo no aguanto quedarme en la casa, quiero compartir eso, quiero hablar de Jesús. ¿Sabe qué pasó? estaba sanada. Tenía la enfermedad del comodismo, estar esperando. Ay yo quiero que el Pastor Roberto ore por mí; gloria a Dios, busque al Señor. Ayune, tenga tiempos con Dios, tiempos a solas con el Señor, tiempos preciosos, solito usted y Dios. Permite que Dios te hable, permite que Dios ministre tu corazón cuando no estás aquí en la comunidad.

Dios se levanta y me recuerda al cántico de María en San Lucas capítulo 1, a partir del versículo 46 dice: "Entonces María dijo: engrandece mi alma el Señor. Mi espíritu se regocija en Dios, mi Salvador, porque ha mirado la bajeza de su sierva. Pues he aquí que de ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones, porque Él ha hecho grandes cosas, el poderoso santo es su nombre, y su misericordia es de generación en generación a los que le temen. Y sus proezas, con su brazo esparció a los soberbios, en el pensamiento de sus corazones, quitó de los tronos a los poderosos y exaltó a los humildes. A los hambrientos colmó de bienes y a los ricos envió vacíos, socorrió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia."

Leyendo el canto de María pienso en el tercer punto de este mensaje. Pienso que el tercer punto del mensaje, la tercer manera de nosotros vencer a la crisis es a través del ejercicio de la generosidad. Dios te dió para compartir.

Vamos a imaginar tú y yo, deme su nombre hermana, Evelicia. Vamos a imaginar que yo le doy a Evelicia un regalo, y yo le doy 500 dólares, ¿qué le parece? ¿está bueno no? 500 dólares, maravilloso ¿verdad? Evelicia va a ir y le va a decir a algunos hermanos: miren que el Pastor me dió 500 dólares, y va a contar a unos dos o tres porque 500 dólares son 500 dólares. Pero imaginemos que yo le regale a Evelicia $10.000. Uh, santo ¿verdad? Evelicia no va a contar sólo a tres o cuatro, ella va a llamar a la Florida (risas) y va a llamar a Santo Domingo y va a decir: miren un Pastor rico aquí me dió $10.000.

Pero imaginemos que yo sea un hombre de plata, aleluya, y yo decida regalarle a Evelicia un millón de dólares, wow. ¿Cuántas personas usted cree que se pueden enterar? ¿Usted cree que Evelicia va a contar a más personas el regalo de $500, de $10.000 o de $1.000.000? Bueno, el de $1.000.000 mucha gente se va a enterar porque ella va a comprar un carrazo. ¿Usted entiende la diferencia cuando el regalo es importante? de acuerdo al valor del presente, del regalo compartimos a las personas.

Y a veces me da la impresión de que muchos cristianos reciben un regalo y no tiene ningún valor para ellos. Reciben la sanidad, reciben la salvación y se callan, y se convierten en agentes secretos del Evangelio, nadie sabe, nadie sabe, secretamente, escondidos. ¿Cuál es la actitud correcta para aquéllos que se benefician del favor del Señor?

¿Qué hicieron los leprosos? vamos a aprender con los leprosos. Dijeron, versículo 9: "Luego se dijeron uno al otro: no estamos haciendo bien, hoy es día de buena nueva." Aleluya. El día en que el Señor se mostró a usted, el día en que el favor vino a su vida es el día de buena nueva. El día de sanidad es el día de buena nueva. El día de salvación es el día de buena nueva.

¿Y qué dijeron los leprosos? "Si esperamos al amanecer, si esperamos hasta mañana para compartir esta bendición que tenemos aquí, nuestra maldad nos alcanzará." Dios tenga misericordia. Yo no quiero que mi maldad me alcance porque no comparto del Evangelio de Jesucristo con otros.

Versículo 8 dice que debemos poseer lo que Dios nos da. Los leprosos entraron en la tienda y comenzaron a tomar posesión: mira la ropa aquí chévere, mira el oro y la plata, me imagino que no tenían nada, ahora tienen todo. No tenían comida, ahora tienen comida, y dejaron todo porque huyeron por la premura, dice la Palabra del Señor. Yo poseo hoy mismo lo que Dios tiene disponible para mi vida. Hoy mismo, no espere a mañana, hoy mismo, la promesa es para hoy. Rechace vivir en una zona de comfort espiritual. No quiero, no es para mí Señor, yo sé que Tú tienes más para mí y yo voy a vivir la vida que Tú quieres. Levántate hoy mismo y comienza a marchar rumbo al campamento de los sirios porque Dios tiene lo mejor para tu vida.

Usted mira al campamento de los sirios y dice: Señor yo no puedo. Yo dije a un hermano que está aquí hoy, no voy a decir su nombre por cuestiones de ética, yo le dije esta semana y le dije dos veces: usted hermano está viviendo una situación de crisis, una situación difícil. Usted ve una muralla, está muy alta ¿verdad? ay sí Pastor está muy alta; usted va a pasar. Alabe al que vive. Después vas a mirar atrás y te vas a dar cuenta que había un ladrillo, no era una muralla. Era un ladrillo.

La actitud de compartir la prosperidad evalúa nuestra responsabilidad, o sea, luz es igual a responsabilidad. Cuanto más luz, yo soy más responsable. Si no hay luz no tengo ninguna responsabilidad. ¿Hay luz en su vida? ¿amén? ¿hay luz en su vida? aleluya. Somos responsables, no espere hasta el amanecer. Levántate hoy mismo en el Poder de Dios, levántate hoy.

A un filósofo americano de Nueva York, su nombre es William James, él dijo que la más grande utilidad en nuestra vida es emplearla en algo que dure más que ella ¿usted entiende? en la vida de otros, en la eternidad, lo que es eterno. Para el cristiano eso que tú crees que es más fácil: si me quedo sentado aquí tranquilo, el Pastor predica, yo soy bendecido, pone las manos sobre mí, soy sanado, ¿verdad? pero a través de esos leprosos yo aprendo hermanos, que solamente hombres y mujeres que han muerto a sí mismos son capaces de levantarse en una actitud de fe y decir: yo voy. No tengo mi vida como más preciosa pero yo voy, yo me levanto en el Poder de Dios.

Contesta mañana, una experiencia que tuve con un amigo mío, el Pastor Tom de Jesús, fuimos misioneros juntos en el norte de Brasil durante algunos años. Él vino aquí a visitarme y salimos juntos, comimos, nuestro ministerio es impactar la Iglesia con esta visión de que usted es responsable por la persona que está al lado suyo. Es su responsabilidad.

El mensaje de él es este: Dios no te puso en esta universidad para estudiar, es para predicar; de paso: estudie. Dios no te puso en esta fábrica, en esta compañía para ganar plata, comprar carros nuevos, casas nuevas, enriquecerse, Dios te puso para ser luz, y de paso ganas plata, haga su mercado. Y fui a comer a una cafetería con el Pastor Tom y mi esposa, y estaba su esposa y su hijo. Y estábamos ahí en la fila para ordenar la comida, y el muchacho que estaba en la caja, el cajero que estaba recibiendo las órdenes aún no era conocido nuestro, y el Pastor Tom estaba aquí detrás de mí y se volvió el muchacho, y miró su nombre, tenía un nombre aquí y dijo: hey fulano. El muchacho miró como que: ¿de dónde me conoció, verdad?

I wanna tell you something. You are God's idea. Yeah, tú eres una idea de Dios. El muchacho dijo: thank you, thank you. Pon en tu corazón ese mensaje: Dios pensó en ti, tú eres una idea de Dios, y la gente miraba en la fila ahí ¿verdad? wow, ¿qué es ese hombre ahí gritando en esa fila? y yo misionero ahí, parado. Y fuimos a sentarnos ahí a comer algo, y el Pastor Tom me dijo algo impactante, él me dijo: Nick, esas pocas palabras son como un balde de agua fría en el corazón de ese muchacho, y hoy mismo él va a convertirse.

No habíamos terminado de comer, el muchacho vino con una cajita de regalo con bizcochos, y el Pastor me miró a mí y dijo: ¡woohoo! y él se paró y dijo: thank you so much, se paró al lado del muchacho y dijo: yo te dije que tú eres una idea de Dios, que Dios pensó en ti cuando estaba en la cruz muriendo. Y todos nos quedamos así: wow. Él dice: yo te quiero Jesús, y ese muchacho ahí en medio de la tienda ahí parado entregó su vida a Jesús. Oramos por él y el Pastor me miró y dijo: Nick, siempre es así. Siempre es así, así de sencillo. El mundo necesita, el mundo está hambriento y tú y yo tenemos el pan que el mundo necesita (aplausos).

Así de sencillo. ¿Cuántos de nosotros vamos a levantarnos hoy? en el Poder del Señor, con todas sus debilidades, con todas las enfermedades que usted piensa que no puede vencerlas, usted puede, usted puede. Déjeme decirle: ese cáncer que le atormenta no es mayor que Jesús. Y usted que me oye ahora en su casa por el internet, sentado en su casa déjeme decirle: esa enfermedad que le atormenta es más pequeña que mi Señor que murió en la cruz. Alabe al que vive para siempre.

No temas, ni desmayes

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Deuteronomio 1:21. Por el momento sólo este versículo pero hay tesoros encerrados a veces en los paquetes más humildes y sencillos que encontramos en las Escrituras, y hoy no es una excepción. Declara la Palabra: "Mira, Jehová tu Dios te ha entregado la tierra. Sube y toma posesión de ella como Jehová, el Dios de tus padres, te ha dicho. No temas ni desmayes."

Aquí el pueblo de Israel está llegando al Jordán después de cuarenta años en el desierto, y Moisés en este mensaje profético le está recordando a los hijos de los que perecieron en el desierto por qué se tardaron cuarenta años en llegar aquí. O sea, todo el Libro de Deuteronomio es como si fuera un recontar de las promesas del Señor y preparar esta generación de los hijos de los que perecieron para la nueva realidad de la tierra que el Señor les había prometido a sus padres, ahora para entregársela a ellos. Y ahora en una serie de mensajes proféticos que nosotros conocemos como el Libro de Deuteronomio, el Señor les explica por qué se tardaron ellos en llegar aquí.

¿Qué podemos aprender de esto? Que es importante conocer de nuestros antepasados, y no solamente de nuestros antepasados sino aún de nosotros, si es que queremos conquistar la tierra que el Señor nos ha prometido. Ahí están ellos.

Y Moisés explica por qué nos tardamos cuarenta años en llegar aquí. El Señor con mano fuerte sacó a sus padres de Egipto y los trajo hasta este lugar, la tierra que Dios les había prometido, sólo esperando que el pueblo de Dios suba y lo conquiste. Y a pesar de lo que Dios había hecho por ellos, a pesar de la promesa que Dios les había hecho, aún con Dios delante de ellos como estuvo en el desierto, sus padres no entraron. Ellos fueron detenidos y derrotados, no por los amorreos o por los cananitas pero por unos enemigos mucho más peligrosos.

Y en esta mañana nosotros nos vamos a dedicar a conocer estos enemigos. Dos mil quinientos años atrás un filósofo chino, Sun Tzu, que era un general y un filósofo del arte de la guerra escribió un libro titulado así: El arte de la guerra, un libro que aún todavía hoy día se lee en las academias militares de los Estados Unidos y otros países, todavía estudian este libro de Sun Tzu. Y uno de los primeros principios de este libro, uno de los principios fundamentales de este libro es este: conozca a su enemigo, conozca a su enemigo.

Desafortunadamente, tal vez afortunadamente, es la única razón por la que el Señor me da la credibilidad aún de compartir este mensaje esta mañana, son enemigos que yo he conocido. Es más, la ironía es que, aún preparando este mensaje esta mañana, que le estoy compartiendo, la ironía, es que tuve que tener roces con estos enemigos, peligrosos. Ellos no fueron derrotados por los amorreos, ellos no fueron derrotados por los cananitas sino por el temor y el desánimo. El temor y el desánimo.

Declara la Palabra de nuevo. "Mira, Jehová tu Dios te ha entregado la tierra; sube y toma posesión de ella como Jehová, el Dios de tus padres te ha dicho; no temas." La palabra hebrea ahí es: yare, ni desmayes, la palabra hebrea ahí es: hazad. ¿Por qué es importante? y Dios sabe: no sería muy sabio tratar de impresionarlos con mi hebreo, es suficiente luchar con el español en esta mañana que tratar de montarme sobre el hebreo, pero ahí vamos en el Nombre de Jesús (risas).

¿Por qué es importante aquí? estas palabras no temas: yare, ni desmayes: hazad ¿ustedes han visto en muchas otras ocasiones: "no temas ni desmayes porque Jehová tu Dios estará contigo"? yare y hazad son interesantes. Aparecen estos dos verbos hebreos, aparecen en el mismo versículo, aparecen juntos en las Escrituras no menos de diecisiete veces ¿no es asombroso eso? aparecen juntos en la misma Escritura diecisiete veces. No siempre se traducen como temor o desmayar, pero sí aparecen muchísimas veces en el Antiguo Testamento.

Pero ojo, por primera vez aquí. La primera vez en que vemos a yare y a hazad juntos es aquí. Ahora yo no sé de usted mi hermano, pero si yo veo que las Escrituras repiten algo tantas veces, por algo será. Si una y otra vez en el Libro de Deuteronomio, en el Libro de Primera de Crónicas, en el Libro de Primera Samuel, en el Libro de Ezequiel, en el Libro de Jeremías, en el Libro de Isaías, en el Libro de Malaquías, regado por todo el Antiguo Testamento, si aparecen estas dos palabras juntas como un pensamiento tantas veces, por algo será. Algo el Espíritu Santo está tratando de comunicar a Su pueblo. Y se traduce: temor, terror, susto, aún el estado de estar atónito o perplejo. Ni desmayes.

En muchas maneras la Reina Valera traduce esa palabra muy poéticamente y muy apropiadamente. En el español no de domingo, el español común y corriente, cuando hablamos de que alguien se ha desmayado ¿qué pensamos? (sonido de desvanecimiento) ¿verdad? pierde la conciencia, pierde los sentidos y alguien lo tiene que cargar ¿verdad? muy, muy cercano. No temas ni desmayes.

En inglés cuando se traduce esa palabra hazad, al inglés es interesante la palabra que usan al traducirlo: shatter, shatter. Wow, shatter o sea, hacerse pedazos, desmoronado, deshecho, dejar pasmado. O como otra concordancia lo traduce y esto sí es interesante, es: perder la capacidad de ganar, perder las fuerzas, perder la capacidad del éxito, perder valor, perder ánimo, o en otras palabras: desánimo. En inglés la nueva versión internacional en inglés, traduce esa palabra: discouraged, desánimo y por lo tanto, en este mensaje yo creo que esa palabra comunica muy bien el mensaje que creo que el Espíritu Santo nos quiere transmitir en esta mañana.

Desánimo, un estado de desánimo o de hazad, en un estado de hazad uno se paraliza, se paraliza aún nuestra capacidad de soñar; o sea, nuestros sueños se hacen burbujas y se revientan en el aire. Se pierde nuestra capacidad de anticipar nada bueno. Nuestros sueños se hacen pedazos, se desmoronan. Temor, miedo, terror, asombro. Y luego sigue: hazad, el estado de. Y si nada de eso es suficiente, como decimos en el barrio: "frikearse" uno, congelarse uno. Primero te aterrorizas y luego te frikeas, en ese orden.

Hermano: cuando pensamos bien "no temas ni desmayes" no yare, no hazad, evítalo, no es natural, piensa bien. Es natural. Aparte de la intervención de Dios, el estado natural del ser humano es el temor y el desánimo, ese es nuestro estado natural. Interesante. La primera vez que vemos a yare, este verbo hebreo y aunque se mencione el temor en las Escrituras, la primera vez que nos encontramos con esta palabra, yare, y aún la palabra temor, es en el huerto de Edén en Génesis capítulo 3 versículo 10.

Génesis capítulo 3 versículo 10. Por primera vez se presenta el yare a la raza humana en el huerto de Edén, y él, o sea Adán, respondió: Oí tu Voz en el huerto y tuve yare, y tuve miedo, porque estaba desnudo y me escondí. Después de la caída mis hermanos, al perder la vista de Dios ¿qué podemos ver? al perder la vista de Dios Adán se encuentra desnudo, se ve desnudo por primera vez. No el estado mis hermanos de andar sin ropa, sino el estado de ser indefenso, se sintió por primera vez sin cobertura, abierto a los elementos, frágil, avergonzado.

Y Dios le pregunta interesantemente ¿y quién te dijo a ti que estabas desnudo? porque Dios es nuestra cobertura, es nuestra cobertura. Al perder la vista de Dios y lo que somos con Él y a través de Él, ¿qué queda? ¿qué podemos ver? si ya dejamos ver a Dios, lo único que falta es ver nuestra desnudez, ver nuestra fragilidad, ver nuestra pequeñez, ver nuestra historia, nuestro récord de fracaso ¿no lo ves tú de vez en cuando, especialmente en momentos que está a punto de emprender algo retante? lo primero que ves es tu historia, lo primero que ves es tu récord, fracasaste esa vez, esta otra vez, tienes un historial de fracasos. Ves un mundo hostil que nos puede devorar en un momento; de esta no salgo vivo.

Mis hermanos, hay miles de maneras de morir ¿lo sabe? hay miles de maneras de morir, hay cientos de miles de maneras de fracasar, cientos de miles de maneras de fracasar. Y nuestra naturaleza en el temor es fijarnos en eso, fijarnos en eso. En la ley de la física que te dice a ti: es imposible que un ser humano camine sobre las aguas, gracias Jesús pero yo me voy a quedar en el barco, lo que nos impide caminar por fe.

Y si permitimos que nuestro temor se torne en desánimo en ese momento te paralizas y se hace pedazos, se derrumba todo lo que Dios tenía en mente para ti, todo lo que Dios tenía en mente para ti se paraliza en ese momento de razón. ¿Sabe por qué? el temor como la fe nace de una visión del futuro, nace de una visión del futuro.

¿Sabe? meditando sobre estas Escrituras toda mi vida yo he pensado que el antónimo de la fe es la duda, pero he descubierto que no lo es. Es más, la duda se integra a la fe, se integra a la fe, es parte de la fe. Es más, yo me atrevo a decir que el verdadero opuesto a la fe, el verdadero antónimo son el temor y el desánimo. Muchas de nuestras derrotas hermanos o desastres, o atrasos se deben no a la falta de visión; muchas veces nos dicen: es que falta visión hermano, te falta visión, no, usted es muy capaz. El ser humano es un ser que por naturaleza, somos hecho a imagen y semejanza de Dios, y nuestro Dios ve las cosas que no son como si fueran, y así es usted.

El Señor ha puesto esa capacidad en su espíritu de ver cosas que no han ocurrido antes de que ocurran, eso se llama visión. Su derrota o atraso no es resultado de una falta de visión, sino una visión entenebrecida por el temor, ¿qué quiere decir Pastor? Ya te ves quemando ese exámen o luchando por conseguir el dinero para la matrícula y decides mejor no estudiar. ¡Ah, yo estudiar, estás loco! de dónde, los jovencitos me van a comer como pan, como dijeron esta gente. Te ves, te desanimas y hasta ahí llegaron tus sueños de estudiar.

Ya ves, ya ves el negocio en quiebra, lo ves como si hubiese acontecido ya, como si hubiese acontecido ya. Ya ves el negocio en quiebra y decides mejor evitar el peligro y no emprender nada, quedarte con tu trabajito de $8 dólares la hora en McDonalds, si usted trabaja en McDonalds, si eres dueño de McDonalds perdóneme, es por efecto, usted prefiere quedarse ahí seguro que emprender algo por temor. Ya ves que te rechazan, que te rechazan y prefieres no correr el riesgo de amar a nadie o hacer amistad, o llamar a esa hermana o hermano con quien no has hablado en años antes de que pasen a la eternidad, por puro temor.

Prefieres vivir con eso en tu consciencia por puro temor, increíble. La ironía mis hermanos, es que participamos en nuestra propia derrota, esta es la ironía, participamos en nuestra propia derrota. Bajo el temor y el desánimo, en lugar de pensar o planificar, o analizar, o medir con cordura nuestras palabras y acciones, se nos apodera el instinto de sobrevivir, de ahí nace el terror. De ahí nace el temor. Se nos apodera el instinto de sobrevivir y decimos, y hacemos cosas que jamás nos imaginaríamos capaces de decir o hacer, barbaridades.

Muchas veces bajo el temor, decimos o hacemos cosas que jamás nos imaginaríamos. Pero hermana ¿¡qué estabas pensando!? "¡pero Pastor, pensé que me iba a dejar, tuve miedo y le dije eso!" pero se fue de verdad. O sea pecamos, bajo el temor, hacemos cosas, decimos cosas, y realizamos a través de nuestras palabras y acciones precisamente lo que tenemos, precisamente lo que tenemos y eso fue lo que pasó con los hijos de Israel.

Vamos de nuevo a Deuteronomio capítulo 1 y miremos desde el versículo 26, por qué los padres de esta generación no entraron a la Tierra Prometida. Versículo 26, Moisés les recuenta a sus hijos: "Sin embargo, no quisiste subir" o sea sus padres, pero ¿sabes qué? nosotros, le está hablando al pueblo "no quisiste subir. Antes fuisteis rebeldes al mandato de Jehová, vuestro Dios, de subir y conquistar la tierra, y murmurasteis en vuestras tiendas." O sea esto no fue algo que ellos siquiera dijeron en público, esto fue algo que el Señor oyó, tal vez hasta dentro de sus corazones, que Él oyó en sus momentos privados que se lo reveló a Moisés. "Y murmurasteis en vuestras tiendas diciendo: porque Jehová nos aborrece." Wow ¿de dónde salió eso? "Jehová nos aborrece y nos ha sacado de la tierra de Egipto donde éramos esclavos, para entregarnos en manos de los amorreos, para destruirnos."

¿De dónde un pueblo que ha visto al Dios de gloria manifestarse de tantas maneras, cómo se le ocurre decir algo así? tenían miedo, tuvieron temor. Son palabras fatuas que nosotros decimos bajo la influencia del temor. Versículo 34: "Y oyó Jehová la voz de vuestras palabras y se enojó; y juró diciendo: No verá hombre alguno de estos, de esta mala generación la buena tierra que juré que había de dar a vuestros padres." Estando a la puerta de la victoria, ellos mismos cerraron esa puerta. La confesión de sus labios que nacieron de su temor y su desánimo.

Yo no quiero pensar, es preferible no pensar en los momentos, voy a hablar de mí, en los momentos que estoy yo al borde del Jordán, a la puerta de la victoria, y por temor o por desánimo se cierre esa puerta. Tal vez usted tiene una historia similar. Tú que eres un siervo del Dios viviente. Tú que sirves un Dios que nunca ha sido vencido jamás. Tú que sirves un Dios que Satanás respeta y delante del cual los demonios huyen. ¿Cómo es posible que esto le pase a Israel, este pueblo tan preferido por Dios? nos olvidamos sencillamente.

Bajo la influencia del temor, bajo la parálisis del yare y hazad nos olvidamos. Y es importante hermanos, cuando usted vea que el temor y el asombro, el desánimo se le acerquen, que no se olvide: como ellos, nos olvidamos de lo que Dios ha hecho por nosotros. Tres cosas: nos olvidamos de lo que Dios ha hecho por nosotros, nos olvidamos de lo que Dios nos ha prometido, y nos olvidamos que Dios está con nosotros.

Primero, nos olvidamos de lo que Dios ha hecho por nosotros, segundo, nos olvidamos de lo que Dios nos ha prometido, y tercero, nos olvidamos que Dios está con nosotros. Vamos a desglosar cada uno de estos y al hacer esto, estaremos analizando estos enemigos de terror y desánimo, y les vamos a quitar ¿los qué? eso mismo (risas) eso, gloria a Dios. Amén, ese gato ya no va a arañar a nadie más, gloria a Jesús.

Primeramente: nos olvidamos de lo que Dios ha hecho por nosotros. Veamos el versículo 29 mis hermanos, versículo 29 al 33: "Entonces os dije: no temáis ni tengáis miedo" yare, no tengáis yare de ellos. Ahí él está hablando de, ellos están atemorizados por los amorreos y los hijos de Anac que los testigos vieron allí y las ciudades amuralladas que parecía que subían al cielo, esto los turbó. Y Moisés pastoralmente les dice a ellos: no temáis, no tengáis yare, no tengáis miedo de ellos. "Jehová vuestro Dios, el cual va delante de vosotros, Él peleará por vosotros conforme a todas las cosas que hizo por vosotros en Egipto delante de vuestros ojos." Ven diez plagas desprenderse sobre Egipto, ven el mar abrirse y ellos pasar en seco, ven maná caer del cielo, ven agua brotar de las rocas, ven a sus enemigos caer delante del Arca de Jehová, ellos vieron esto. Todo esto Dios había hecho por ellos, "conforme a todas las cosas que hizo por vosotros en Egipto delante de vuestros ojos."

¿Usted se acuerda de su desierto y lo que vistes tú allí, lo que Dios ha hecho por ti, lo que hizo Él por ti? "Y en el desierto has visto que Jehová tu Dios te ha traído como trae el hombre a su hijo." Algunas traducciones traducen: trae como "cargar", carry, como carga, mira qué precioso, "como carga el hombre a su hijo por todo el camino que habéis andado hasta llegar a este lugar" nunca te dejó, nunca te desamparó, Él te trajo, te cargó hasta aquí, hasta aquí, hasta aquí, por lo menos hasta aquí Dios nos cargó. Hasta aquí hemos visto Sus proezas. Hasta aquí Él tiene un récord perfecto de obrar a nuestro favor, hasta aquí, y aún con esto no creístes a Jehová vuestro Dios.

"Quien iba delante de vosotros donde habéis de acampar" o sea Él no estaba contento de que ellos se acuesten donde quiera, Él escogió su lugar para campamento noche tras noche, "con fuego de noche para mostraros el camino por donde anduvisteis y con fuego de día." El antídoto de olvidarnos de lo que Dios hizo por nosotros es esto.

Mi hermano, le imploro: recuerda lo que Dios ha hecho por ti. Recuerda lo que Dios ha hecho por ti de esta manera, dando acción de gracias, dando acción de gracias. ¿Ha hecho Dios algo por ti digno de ser alabado? ¿puedes nombrar una cosa que Dios ha hecho por ti digna de ser alabada? oigo muchos amenes, pero si estás aquí, si me escuchas, si me puedes aún entender, si tienes la capacidad de razonar y álito en tus pulmones eso lo hizo Dios por ti, y aún hay esperanza. Y la amplia mayoría podemos confesar que aún mucho más ha hecho Dios por nosotros, mucho más ¿verdad? El que nos sanó, el que nos sacó de una vida que no valía la pena.

Perdonen, el Pastor Samuel es medio llorón. El que dió hijos a la estéril y puso al huérfano en familia. Mucho ha hecho Dios por nosotros, mucho ha hecho Dios por nosotros. El mismo Dios que hizo proezas por ti y contigo lo sigue haciendo hoy, lo sigue haciendo hoy. "He aquí que no se ha cortado la mano de Jehová para salvar ni se ha tapado Su oído para oír, dice el Señor." Dando acción de gracias, aún en las pequeñeces como he compartido en otras ocasiones, aún en las cosas pequeñas; el pan sobre su mesa, eso no es un rito cualquiera. Haga de eso un momento de alabanza y adoración, dos, tal vez hasta tres veces al día dándole acción de gracias al Señor.

Número dos: nos olvidamos de lo que Dios nos ha prometido, nos olvidamos de lo que Dios nos ha prometido. Volvamos al versículo 21, nuestro versículo base en este momento y declara ese versículo: "Mira, Jehová tu Dios te ha entregado la tierra." Qué interesante, todavía están ellos viendo la tierra desde lejos, todavía esas ciudades están ocupadas por un enemigo hostil, todavía les queda trabajo por hacer. Pero las promesas del Señor son: Sí y amén. Y en la mente de Dios cuando Él promete algo, ya está hecho, ya está hecho. En la mente de Dios, al Él prometer algo, ya en la mente de Dios se ha cristalizado. Todo lo demás son detalles, todo lo demás son procesos, todo lo demás es una maquinaria que ya Dios se ha apoderado de esa maquinaria, cada paso será a tu favor. Algo vamos a aprender en el camino pero para Dios, lo hecho, hecho está.

Él está usando el presente para algo que todavía es futuro. "Jehová tu Dios te ha entregado la tierra" dice ahí, "sube y toma posesión de ella como Jehová el Dios de tus padres te ha dicho" y para Dios eso es suficiente. Para Dios eso es suficiente. De que Él lo diga y Él lo haga para Él es igual. Y luego añade: no yare, no temas, ni desmayes, ni hazad. A esta generación que estaba a punto de entrar en la Tierra Prometida el Señor les hace estas promesas. Es más, vamos a Deuteronomio 28 por un momento.

De nuevo, todo el Libro de Deuteronomio es como si fuera este discurso a pet-talk, un pet rally. Eso es un tremendo pet rally bíblico antes de que el equipo suba a la cancha y le va a decir: tú vas a tumbar esos alemanes, no te apures, gol tras gol. Si hay brasileros aquí no te apures, el Señor todavía tiene en mente lo que va a hacer Él. Un tremendo pet rally aquí frente a la Tierra Prometida.

A esta generación que estaba a punto de entrar en la Tierra Prometida, el Señor les hace estas promesas, esto se aplica a usted mi hermano. Y declara el Señor: "Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de tu Dios" mis hermanos: marquen su Biblia, graben estas promesas. En la casa antes de acostarse abra su Biblia de nuevo en Deuteronomio 28. Si tienes bebé de cuna recítaselo, él no entiende, está bien, recítaselo sobre su espíritu. Si tienes un bebé en el vientre hable al vientre y declare estas palabras a él o ella, declara estas palabras: "Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que Yo te prescribo hoy" Él solamente está buscando un pueblo que le preste atención y que crea Sus promesas, y que no se olvide de Él. That's our part of the deal.

Nuestra parte del pacto es creerlo y no olvidarnos de Sus promesas. "Y poner por obra todos sus mandamientos que Yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra, y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán. Si oyeres la voz de Jehová tu Dios bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo; bendito el fruto de tu vientre, y el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas, el rebaño de tus ovejas; bendita serán tu canasta y tu artesa de amasar, tu dispensa en otras palabras, tendrá provisión. Bendito serás en tu entrar y bendito en tu salir." Te vas a la derecha, el Señor te bendice, te vas a la izquierda, el Señor te bendice. Te quedas, el Señor te bendice, te vas, el Señor te bendice. Donde quiera que vayas, el Señor te bendice.

"Jehová derrotará contra tus enemigos que se levantarán contra ti. Por un camino saldrán contra ti y por siete caminos huirán de delante de ti. Jehová te enviará su bendición sobre tus graneros y sobre aquéllo en que pusiste mano, y te bendecirá la tierra que Jehová tu Dios te da. Te confirmará Jehová por pueblo santo suyo, como te lo ha jurado cuando guardares sus mandamientos de Jehová tu Dios y anduvieres en sus caminos. Y verán todos los pueblos de la tierra que el nombre de Jehová es invocado sobre ti y temerán, no a ti, al Dios que está sobre ti, al Dios que te respalda, al Dios que es invocado en esta casa;" versículo 12: "Y abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos, y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado; y te pondrá Jehová" ¿por qué? "y te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola, y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de Jehová tu Dios que Yo te ordeno hoy para que los guardes y los cumplas, dice el Señor."

Con eso sería suficiente. Podemos vivir toda una vida si eso es toda la Biblia que recibimos, pero mi hermano: la Palabra es un tesoro de promesas. La Palabra es un tesoro de promesas, grábalas, graba estas promesas, confiésalas. Le dijo Moisés a este pueblo en el capítulo 6: "Escríbelas sobre su frente" o sea en su cerebro, "sobre las puertas de su hogar." Yo no sé de los demás habitantes en Central Street en Summerville, pero estas promesas se aplican aquí. "Grábalas sobre los corazones de sus hijos", tantas promesas. "Mil caerán a tu lado, diez mil a tu diestra. Ninguna arma forjada contra ti prosperará."

"En el mundo tendréis aflicción" dice el Señor "pero confiad, Yo he vencido al mundo" ¡promesas! No deje que el enemigo borre estas promesas, abra la Palabra, conozca la Palabra, personaliza la Palabra, hazla tuya. Confiésalo, decláralo y verás algo interesante. Cuando comienzas a confesar la Palabra del Señor y cuando comienzas como parte de su, ya no es meramente una confesión, ya su cerebro mismo, la cablería de su mente se ajusta a la realidad de la Palabra y la Palabra se hace más realidad que su circunstancia. La Palabra se hará más real que el cuco que te aterroriza y te atemoriza, se hace algo más real y verás algo increíble. En vez de el mundo amenazarte, el Señor comienza a forjar el mundo a tu alrededor. La naturaleza obedece a la Palabra. Grabe estas promesas.

Y número 3: nos olvidamos que Dios está con nosotros. En Deuteronomio capítulo 31 versículo 8 de nuevo ahí aparece yare y hazad. "Y Jehová va delante de ti" Deuteronomio versículo 31:8, "Él estará contigo. No te dejará ni te desamparará" no yare, no temas ni hazad, ni te intimides. Jehová va delante de ti, Él estará contigo, no te dejará ni te desamparará, no temas ni te intimides. Salmo 23 declara que el Señor habita en la alabanza de Su pueblo. Les recomiendo mis hermanos: hágase un adorador, cultive la Presencia del Señor. Cree el hábito de cultivar la Presencia del Señor.

¿Y qué es lo que quiero decir con esto? Por la mañana antes de su primera conversación, antes de tomar su primera decisión, con su tacita de café en la mano y la Palabra del Señor en su falda, cultive la Presencia del Señor. Luego en el transcurso del día adóralo. En el transcurso del día que tu alma busque al Señor, búscalo, si es posible escuchando música cristiana.

Yo sé que trabajamos en distintos lugares y a veces se nos hace difícil, pero si es posible enchufar música cristiana o aún un mensaje grabado si es permisible. Viva y no se quede ahí en lo exterior, viva examinando su corazón. Viva examinando su corazón y su mente, y su espacio alrededor preguntándose ¿será este un ambiente que atrae la Presencia del Señor? ¿será este un ambiente en el que el Espíritu Santo se sentirá en su hogar? uno evita chismes y pleitos, uno mide sus palabras y actitudes, piensa bien antes de enviar ese email caliente ¿por qué? para no ofender al Señor y alejar Su Presencia de ti. Ver al Señor y Su Presencia como un recurso sin el cual tú no puedes vivir y haces lo posible para atraer Su Presencia.

Hermanos, yo les advierto que habrán momentos, tal vez hasta temporadas enteras de su vida en que no sentirán, entre comillas, no sentirán la Presencia del Señor por más que la cultiven. No porque haya pecado en su vida por cierto, y su corazón le dirá si es así, pero habrán momentos en que no sentirán la Presencia del Señor; not a problem, no temas, no te desanimes. Es suficiente saber como declara Deuteronomio 31:8, es suficiente saber, siéntalo o no, que Él va delante de ti. Es suficiente saber que Él está contigo, que no te dejará, que no te desamparará.

Ahora mis hermanos, eso es una buena transición a este último consejo, este último pensamiento. El Presidente Franklin Roosevelt una vez declaró, yo no sé si ustedes han oído este dicho en inglés: "We have nothing to fear but fear itself" "No tenemos nada que temer aparte del mismo temor" y con esas palabras le dió aliento al país americano durante una época de gran crisis, la depresión, la Segunda Guerra mundial, pero sólo dijo parte de la verdad. Sí tenemos algo aparte del temor que temer, y si vamos a temer a algo o a alguien, teme a Dios, teme a Dios.

¿Sabe? todo se creó por una razón. El temor es parte de la alabanza y la adoración que le debe un pueblo santo a un Dios santo. La ironía es que tememos cosas que no valen la pena, y lo que merece temor muchas veces nos falta temer a un Dios santo. Y esto sí es interesante, hay tesoros en la Palabra cuando uno comienza a indagar.

Yo les dije que en Deuteronomio 1:21 es la primera vez que se ve en la Palabra yare y hazad. La última vez que se ven estas dos palabras juntas es en Malaquías capítulo 2 versículo 5, el último Libro del Antiguo Testamento. Interesante porque completamente cambia. Cuando el temor se dirige a Dios cambia todo el contexto, las mismas palabras: yare y hazad, la única diferencia es la Presencia de Dios.

Mira esto: "Mi pacto con Israel fue de vida y de paz" shareh y shalom "las cuales yo les di para que me temiera" yare, "y tuvo temor" hazad "de Mí, y delante de Mi nombre estuvo humillado" hazad. Cuando usted ve esa palabra humillado, es la misma palabra: hazad. Precioso. "Para que me temiera", o mejor, temerme en reverencia.

Mis hermanos: al ver la gloria del Señor, al reconocer quién es Él y quién somos nosotros a la luz de Su gloria nos amanece la realidad de que Dios es temible, ¿han oído esa palabra? que Dios es temible, o sea digno de temor en español. Pero en inglés la palabra: temible es mejor traducida: awesome, awesome, esa misma palabra yare, awesome, worthy of awe, temible. Es la idea de que los ángeles esconden su rostro de Él, los ángeles esconden su rostro de Él porque Él es temible.

Los demonios huyen de delante de Él porque Él es temible. La muerte y el infierno están sujetos a Él porque Él es temible, He is awesome, our God is awesome, digno, digno de temor. "Y delante de Mi nombre estuvo humillado" hazad.

Mis hermanos: nuestro instinto como hizo Adán es escondernos de Él. Sin la misericordia de Dios es mejor escondernos de la Presencia del Señor ¿sabe por qué? El confrontarnos Su gloria siendo nosotros polvo provoca apropiadamente hazad, uno se desmaya delante de la Presencia de un Dios santo, o muere, o muere. Como Isaías exclamó al encontrarse con la gloria de Dios.

"Entonces dije: ay de mí que soy muerto, porque siendo hombre inmundo de labios y habitando en medio del pueblo que tiene labios inmundos han visto mis ojos al Rey, Jehová de los Ejércitos." Pero aquí en este pasaje el Señor declara: "Mi pacto con él fue de vida y de paz." Mi pacto contigo es de vida y paz. Esa palabra paz es la palabra que muchos conocemos: shalom, shalom.

Shalom involucra mucho más que meramente paz como nosotros entendemos o meramente tranquilidad, o la ausencia de ansiedad. Es más, el shalom muchas veces acapara la ansiedad, pero representa esto: un estado de balance, un estado de bendición, con Dios en perfecto control. Para el hebreo, el estado que describe a Dios: en perfecto control. Como declaramos en el Padre Nuestro: "Venga a nosotros Tu Reino en la tierra como en el cielo." Lo que le estamos pidiendo al Señor es: shalom. Estamos pidiendo que Él gobierne nuestras vidas.

Cuando Dios asume Su lugar en nuestras vidas cualquier otro temor parece una tontera, cualquier otro temor parece una tontera ¿temer qué? Con Dios en el trono de su vida delante de ti ¿qué vas a temer mi hermano, la derrota, las opiniones de la gente, la muerte que el Señor venció sobre la cruz del calvario? Si vas a temer algo teme a esto, aprende a temer a esto, haga de esto su temor y con esto concluimos, si vas a temer algo teme esto: el terror de que Él esconda Su Rostro de nosotros. Que la idea del Señor esconder Su Rostro de nosotros sea algo inconcebible.

Si debemos temer algo es vivir aunque sea un momento sin Él, vivir aunque sea un segundo sin Él. Señor: como declaraba David, haz conmigo lo que Tú quieras hacer, redúceme a cenizas pero Señor: no apartes de mí Tu santo Espíritu ni alejes de mí Tu Presencia. Si vas a temer algo teme a eso.

Pero aparte de eso mi hermano no hay lugar para temor. Si logras eso, Señor, God, where are You? does my heart please You? are you near me Lord? can you look at my face in glory? Señor ¿dónde estás? ¿te complace mi corazón? ¿estás cerca de mí? estamos en diálogo Espíritu de Dios, que esa sea su constante conversación con el Señor. Concéntrese en eso y usted verá cómo el temor no tiene poder sobre ti.

Ahora esto sí digo: sin Dios, sin el Espíritu de Dios, sin esa relación con Dios somos Adanes todos. Lo único que queda es nuestra relación con una naturaleza hostil, lo único que queda es el terror y el desánimo. Todo esto depende de una relación viva con el Señor. Pongámonos de pie.

Sermón clásico 6046: El mejor médico de todos

Evangelio según San Marcos Capítulo 5. Vamos a leer comenzando con el Versículo 21 hasta el versículo 34. Vamos a meditar un momento sobre esta mujer tan especial, llena de fe: toca el manto de Jesús y recibe sanidad y salvación.

Dice la palabra del Señor: "Pasando otra vez Jesús en una barca, a la otra orilla, se reunió alrededor de Él una gran multitud y Él estaba junto al mar y vino uno de los principales de la sinagoga llamado Jairo y luego que le vio se postró a sus pies; y le rogaba mucho diciendo 'Mi hija está agonizando, ven y pon las manos sobre ella para que sea salva, y vivirá'. Fue pues con él y le siguió una gran multitud y le apretaban pero una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre y había sufrido mucho de muchos médicos y gastado todo lo que tenía y nada había aprovechado, antes le iba peor. Cuando oyó hablar de Jesús vino por detrás entre la multitud y tocó su manto porque decía 'Si tocare tan solamente su mano seré salva'.

Enseguida la fuente de su sangre se secó y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote. Luego Jesús conociendo en sí mismo el poder que había salido de Él, volviéndose hacia la multitud dijo: '¿Quién ha tocado mis vestidos?' Sus discípulos le dijeron: '¿Ves que la multitud te aprieta y dices "quién me ha tocado"?' Pero Él miraba alrededor para ver quien había hecho esto, entonces la mujer temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho vino y se postró delante de Él y le dijo toda la verdad. Y le dijo: 'Hija tu fe te ha hecho salva, ve en paz y queda sana de tu azote'." Bendiga el Señor su palabra.

Estamos viendo diferentes personajes que a través de los Evangelios se encontraron frente a frente con la persona de Jesús y que ya fuera a través de un dialogo sostenido con Él como el caso de la samaritana y Nicodemo como vimos en las últimas dos semanas o a través de un encuentro de crisis muy rápido pero certero tuvieron una transformación en sus vidas. Nos invitamos a nosotros mismos a ver a Cristo como la fuente de toda esperanza, como la fuente de toda aspiración a transformaciones en nuestras vidas. Yo les pido, hermanos, que vayan mirando como diferentes personajes a través de las páginas del Evangelio vienen al Señor con diferentes tipos de problemas.

Algunos de ellos que parecen insolubles, sin solución, sin posible cambio y sin embargo a través de un encuentro restaurador con el Señor su llanto fue transformado en un canto de alegría, su enfermedad fue tornada en salud, su necesidad espiritual fue tornada en una palabra de consuelo, de esperanza, de saciedad.

Y hoy tenemos este personaje que es esta mujer que padeció durante largos años de un flujo de sangre y podríamos continuar haciendo esa comparación con Nicodemo y con la samaritana. Y podemos ver aquí hermanos, como en un sentido en este relato que acabamos de leer se unen las dos dimensiones que encarnaban Nicodemo y la Samaritana.

En un solo relato se dan los dos extremos de la Humanidad. En el caso de la samaritana, vimos una mujer caída, moralmente comprometida, quizás aislada de su comunidad por su conducta que era conocida en un pueblo pequeño. Una mujer de escasos conocimientos escriturales pero necesitada de Jesucristo y el Señor la encuentra en su punto de necesidad, dialoga con ella y la lleva gentil pero muy firmemente hacia una revelación: que Él es el Mesías prometido.

En Nicodemo vemos un hombre que es todo lo contrario. Un hombre como fariseo al fin, como hombre principal, quizás miembro del Sanedrín, un hombre recto de buena reputación, intachable probablemente ante la sociedad en que se movía, respetado, quizás hasta temido.

Un hombre que caminaba por el camino recto, muy versado seguramente en las Escrituras, muy conocedor de los aspectos religiosos de su Fe pero también profundamente necesitado de una revelación más cabal de lo que es Jesucristo.

Y el Señor, también, lleva a Nicodemo -que un poco más abruptamente como vimos por su respuesta misma que quizás podría parecerle cortante al fariseo que se acercaba con cortesía a ese maestro con quien Dios estaba, según él lo veía- pero también el Señor va llevando a Nicodemo a través de un proceso de creciente concientización hasta que finalmente el Señor le dice: 'Así como la serpiente de bronce fue levantada ante los judíos que estaban siendo mordidos por serpientes ardientes y miraban y eran sanados; así también es preciso que yo, por implicación, el hijo de hombre sea también levantado ante los ojos del hombre y exaltado como Cristo para que al mirarme a mí reciban sanidad y salvación'.

Pero también levantado -figurativamente- como un día sería levantado en la Cruz. Es una imagen muy impregnada de asociaciones, Él también sería levantado en la Cruz un día y esa muerte también: ese levantarlo a Él en el madero iba a traer también salvación. Hoy nosotros miramos a esa cruz para recibir nuestra sanidad y nuestra salvación.

Y como señalaba Lisette también pero eso no es todo, el drama se extiende y también el Señor Jesucristo un día será levantado en una madera totalmente nueva y diferente. Será levantado y adorado y reconocido por toda la humanidad como el Salvador del hombre. Aquellos que no quisieron reconocer de buenas, tendrán que reconocerlo de malas, tendrán que inclinar la cabeza y reconocer a Cristo como Señor y Salvador.

Y yo creo que allí está todo el Evangelio y todo lo que podamos decir en los próximos domingos en realidad estará contenido en esos extremos que ejemplifican la mujer samaritana y Nicodemo. Lo demás será elaboración y un apuntalar de esas verdades fundamentales. Y por eso me parece lógico continuar en secuencia y entrar ahora donde estos dos extremos se encuentran y dialogan el uno con el otro en un mismo texto. Pero no me interesa tanto enfocar a Jairo, sino más bien simplemente, como un trasfondo ante el cual la persona de esta mujer y su fe puedan resaltar con claridad meridiana.

Vemos que el relato comienza como comienzan tantos relatos en las Escrituras y en realidad también como comienzan tantos relatos en la vida humana, la vida natural del hombre. Un hombre poderoso, uno de los principales de la sinagoga que se llama Jairo, viene ante Jesucristo.

Tiene una gran necesidad este hombre: su hija -a pesar de su gran poder y de su gran influencia y conocimientos religiosos- su hija está muriendo, está agonizando. Otro de los Evangelios lo pone en una manera aún más apremiante y como que uniendo los dos eventos, porque después vienen en este relato y le dicen que ya su hija ha muerto. Pero el otro evangelista dice que Jairo se acercó a Jesús y le dice: 'Ya mi hija está muerta. Pero Tú puedes hacer lo necesario para que ella viva.'

Pero el caso es que Jairo padece de una gran necesidad y se acerca al Señor.

Yo veo esto como de la manera natural en que proceden los relatos humanos porque en realidad cuando uno mira en la sociedad común y corriente ¿qué pasa? un hombre poderoso cuando tiene necesidad generalmente sabe a donde ir, tiene los recursos necesarios o tiene los conocimientos necesarios, las conexiones necesarias; va a donde la persona que puede resolver su problema, apela a esa persona y por su posición y por su influencia y quizás por su elocuencia con que puede expresar su necesidad y por el poder ir a la persona correcta recibe la respuesta que necesita.

Pero este no es un relato como cualquier otro relato, sino que este relato nos quiere revelar algo más profundo todavía.

Ustedes recordarán, hermanos, todos los Evangelios fueron escritos con un propósito muy definitivo en mente. Primero dirigidos por el Espíritu Santo que quería dejarnos una revelación bastante rica de lo que era la persona y el ministerio de Jesús y la forma en que el evangelista Marcos dirigidos por el Espíritu Santo elabora y que el Señor mismo dirigió estos eventos de unir estos dos relatos en uno solo y estos dos eventos en uno solo es porque nos quieren señalar algo acerca de la persona de Jesús: su manera de ministrar.

Nos quieren dar a nosotros señalamientos y directivas para qué nosotros hacer en situaciones similares a estas. Y yo creo que la primera lección que el Señor nos ha dirigido a mirar es que en el Señor los ricos y poderosos y los que no tienen ningún tipo de recurso, ningún tipo de renombre, ni de fama ni de influencia en la sociedad, ambos están igualados ante la persona de Jesús y que el Señor como dice: 'El que a mí viene, yo no le echo fuera'.

El que se acerca a mí con una necesidad sincera, con un corazón necesitado: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados. Yo os haré descansar".

El Señor nos llama a cada uno de los que estamos aquí, no importa cual sea tu condición. Si tú tienes muchos años viniendo a la Iglesia, si eres un fiel diezmador y un fiel siervo de Dios en diferentes maneras, una fiel trabajadora en las cosas de la Iglesia.

Esa persona está en la misma condición que quizás tú que vienes hoy por primera vez a la iglesia y que no conoces bien la Biblia. Quizás ni siquiera entiendes el lenguaje figurado de la Escritura, quizás no sabes orar. Pero si tu fe está depositada en Jesucristo para ti también hay esperanza. El Señor quiere tener un encuentro contigo. El Señor quiere dialogar contigo.

Gloria al Señor que los encuentros poderosos con Jesucristo no son para los teólogos ni para los que han ido a Seminario, ni para los que se han pasado toda la vida escudriñando las escrituras. Aunque todas estas cosas, Gloria al Señor, son lindas y son necesarias y buenas pero lo que nos conecta con Jesucristo es una fe viva, una fe natural, una fe sincera.

Por eso es que el Señor ha hecho las cosas en un sentido muy sencillas: si creemos en nuestro corazón, si confesamos con nuestra boca somos salvos. Si nos acercamos al Señor con un corazón contrito y humillado encontraremos en el Señor una disposición grande para sanar y para salvar. Y esta mujer con su fe sencilla como que se inyecta en la trayectoria de Jesús.

Y yo creo que ese es otro de los hilos que este texto nos invita a concientizar, a enfocar, es el hecho de que -si estoy interpretando bien las implicaciones del texto- se nos enseña que nosotros inclusive podemos cambiar -aunque esto parezca hereje hasta cierto punto- la mente de Dios, podemos cambiar las disposiciones. Yo entiendo que el lenguaje humano nos falla en estas cosas.

No es que Dios no supiera que esto iba a pasar, ni nada por el estilo, pero me choca y me conmueve que el Señor nos dice el texto, Él va muy enfocado en la necesidad de este hombre, Él va a atender a un ser humano que está necesitado, que su situación es apremiante.

Hay una urgencia, una emergencia muy grande y el Señor va con su mente muy enfocada en ir allí y con su poder restaurar a la hija de Jairo. Y esta mujer viene como una flecha y se inyecta en el cuerpo del relato y ustedes ven que el Señor Jesucristo -Marcos lo describe como que está sorprendido en su humanidad, en su dimensión humana el Señor Jesucristo- es también chocado por esta mujer y dice la escritura lo presenta como que ella le extrajo algo al Señor.

Eso está allí en el texto y no es para que lo sobre interpretemos pero es para que entendamos el nivel hasta el cual nosotros tenemos autoridad ante Dios cuando nuestra fe está lo suficientemente enfocada y poderosa y cuando estamos marchando dentro de lo que es el carácter de Dios.

A Dios no lo podemos cambiar en términos de su carácter, hermanos, ni de su propósito general, universal. Pero al Señor le gusta cuando nosotros venimos ante Él afirmados en su palabra y porque Él nos invita a venir con un fe segura y decir: "Padre yo tengo una necesidad terrible y si no me satisface me voy a morir. Necesito de Ti"

El Señor, honra, hermanos, no tengamos temas de tratar con el Señor en esos términos a veces fuertes. Hay un balance que la Iglesia de Jesucristo tiene que aprender en estas cosas. Yo creo que se ha abusado demasiado, también por la predicación de Sanidad y Prosperidad como dicen: 'Name it and claim it'- Nómbralo y reclámalo y es tuyo.

El Evangelio de la prosperidad y de las riquezas que muchas veces en una forma solapada de encubrir materialismo y hasta brujería. Querer poner al Santo de cabeza y querer robarle a Dios ciertas cosas. Porque si usamos la fórmula correcta Él me tiene que responder. Pero muchas veces nos hemos ido al otro extremo huyendo de esa Teología falsa al extremo de decir simplemente: 'Bueno, Señor, si Tú quieres. Amén' y 'Hágase tu voluntad' y adoptar una actitud pasiva. Yo creo que a la larga improductiva ante el Señor.

Entre esos dos extremos de una pasividad total y un pietismo improductivo que simplemente dice 'Bueno, Señor, Tú sabes lo que yo necesito para que orar, mi vida está en tus manos. Ten misericordia de mí. Hágase tu voluntad'.

Entre esos dos extremos hay un punto muy delgado, pero muy seguro en el cual nosotros como Jacob nos podemos acercar a la presencia de Dios y establecer una lucha amorosa con Dios y un dialogo de oración y de persecución del amor y de la misericordia divina y Dios es glorificado, hermanos, también en esa búsqueda ardiente.

Siempre y cuando esa búsqueda ardiente esté fundamentada en un entendimiento de que Dios es soberano y que Dios sabe todas las cosas. Al final Él da la última palabra y cuando la última palabra haya sido dada nosotros diremos: 'Señor, Gracias. Cúmplase tu propósito en mi vida'.

Y cuando venga otra crisis, otra necesidad volveremos a proclamar el poder de Dios y volveremos a ponernos todos los fierros y seguir batallando porque creemos en ese Dios fiel y por aquellos momentos en que Dios decide dar un "no" hay también unos "sí" poderosos que hemos visto como Dios nos ha sacado de crisis en nuestra vida y por eso venimos al altar y por eso proclamamos la misericordia de Dios y el pueblo de Dios siempre será un pueblo invencible que continuará proclamando la bondad de Dios.

Y como dice el escritor: 'Yo sé que mi Redentor vive y aunque esté muerto, yo sé que yo podré verlo. Yo confiaré en su misericordia'.

Todos nosotros en un sentido u otro somos hermanos de Job, todos estamos en una lucha a brazo partido por recibir las bendiciones de Dios. Y yo veo una y otra vez en los evangelios, estos seres agónicos -llamémoslos así- seres, hermanos agónicos del existencialista Kiekegar que se consumió en ansiedad, yo no creo que ese es el espíritu tampoco. Pero yo, quizás me identifico con ellos, quizás porque uno encuentra afinidad en estas cosas y a veces los personajes con quienes nos asociamos revelan mucho acerca de nuestra personalidad.

Pero a mí me encantan estos seres agónicos como esta mujer con una necesidad terrible. No tenía nada que perder. Puso todas sus fichas sobre la mesa y dijo, 'si perezco, que perezca y aquí voy. Voy a un encuentro con el Señor Jesús' y salió vencedora.

Y podemos pensar en Zaqueo, podemos pensar en la mujer siro-fenicia; volviendo a esto de los diálogos y las luchas enamoradas con Jesucristo; miren a la mujer sirio-fenicia. Después la vamos a estudiar en algún momento. Esta mujer tiene una necesidad terrible: una hija suya está en crisis y viene a donde Jesucristo y Jesucristo le dice "no me molestes tú no eres de los de Israel y yo he sido llamado-aunque Él había dicho todo lo contrario- solamente a los hijos de Israel".

Y esta mujer no se deja desalentar por ese empujón leve que le da el Señor Jesucristo, y no tan leve porque fue casi un insulto :"no es bueno dar la comida a los perros" y esa misma mujer torna la frase de Jesucristo contra el mismo Jesucristo en un sentido y le dice "Si, señor pero si esa de la manera que tú lo quieres ver aun los perrillos tienen derecho de comer la migajas que caen de la mesa y el Señor dice: "Mujer por esa palabra tu hija es sanada".

Y yo veo que nuevo esa dinámica de lucha, de búsqueda. Hermanos, el Señor quiere hombres y mujeres apasionados, el señor quiere hombres y mujeres que estén claros en por qué están buscando de Dios y en quien han creído...

Ahora mujeres como estas y personajes como estos nos invitan una y otra vez a replantearnos ¿por qué servimos al Señor?: ¿es mi fe, es mi concepción de Jesucristo lo suficientemente definida como para yo perseguirlo a Él en una forma encarnada y entregada y total?

Porque esa es la actitud que va a traer bendición a tu vida y por eso es que yo creo que a través de la Escritura nosotros vemos esos personajes agónicos que están allí luchando y bramando como dice el salmista: 'como el siervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti ¡oh Dios! el alma mía'.

¿Qué imagen más llena de intensidad que esa? Mi alma tiene sed del Dios vivo.

¿Estamos nosotros buscando a Jesucristo con esa sed? Nosotros tenemos que depurar nuestra Fe, muchas veces hermanos. Está llena de tantas diferentes cosas que la diluyen y que la confunden. ¿Por qué estás tú aquí hoy? Por el Pastor, por compromiso familiar, por inercia, porque has venido en otras ocasiones. Plantéate verdaderamente.

¿O estás tú aquí queriendo recibir poder de parte del Señor Jesús?

Si tu fe está clara y si tú estas buscando aquí esa bendición de Dios. Dios te va a hablar a tu vida. Dios te va a tocar, Dios te va a transformar. Dios va a darte la solución a tu problema. Entonces esta mujer decimos se inyecta y rompe el curso del dialogo, altera por así decirlo la agenda de Jesús y con una frase cambia todo el giro de la situación. Pero una mujer, esos peros de la escritura a veces nos hacen temblar cuando aparecen. Pero una mujer que desde hacia doce años padecía de flujo de sangre, cuando oyó hablar de Jesús, vino entre la multitud y se acerca a Él.

Contrastes. Jairo hombre, esta mujer por ser simplemente mujer ciudadana de segunda clase. Jairo tiene nombre, Jairo; esta mujer ni siquiera se señala su nombre, anónima completamente.

Hola, Dios te bendiga te habla el Pastor Roberto Miranda. Gracias por escuchar nuestros mensajes y nos da mucho gozo saber que este programa esta siendo de bendición para tu vida. Quiero dejarte con las palabras de bendición de Moisés al pueblo de Israel. "Jehová te bendiga y te guarde, Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti y tenga de ti misericordia. Jehová alce sobre ti su rostro y ponga en ti Paz".

Es un privilegio para mí ser parte de tu vida.

Espero que sigas sintonizado a nuestro programa “Una cita con Cristo". Te bendigo en el nombre de Jesús.

Jairo principal entre la sinagoga, reconocido, esta mujer, pobre, necesitada, había gastado todo lo que tenia en médicos. Jairo religioso; esta mujer impura, sufría de flujo de sangre, una enfermedad que quizás usted ni siquiera sepa, padecía una hemorragia continua, había pasado doce años. Y esta enfermedad tenia un doble filo, por una parte era desgastadora físicamente y terrible en lo que le hacia al cuerpo: una anemia continua esta persona padecería y por otro parte horrible también porque hacia de esta persona una descastada. No era por los ritos de la ley y los requisitos de la ley judaica no era apta para estar entre gente pura, ritualmente hablando.

Según la ley, el toque mismo, porque eso es lo que establecía el viejo testamento, esta mujer estaba en un continuo estado de impureza, técnica y legalmente y por lo tanto su presencia y su persona eran no gratos a la sociedad religiosa, a la sociedad aceptable. Su toque era como el toque de un muerto o de un leproso, ella era persona ‘non grata’ como dicen por ahí. No se suponía que ella se encontrara en esa situación, no se suponía según la ley, que ella tocara a un rabino, sobre todo, porque su toque lo hacia impuro.

Era una situación apremiante, como nos recuerda tanto de la situación de tantas personas, quizás en un sentido tú estas en algo parecido, lo maravilloso es que aquí se nos enseña algo, es que la ley divide pero Cristo reconcilia.

La religión muchas veces y los requisitos de la gente “buena," entre comillas, tiende a hacernos sentir impuros, quizás tú estas aquí padeciendo de alguna atadura espiritual; quizás hay algún habito impuro en tu vida; quizás hay alguna condición moral que te hace sentir que estás que sopena de muerte en un sentido, quizás ofendiendo a Dios con tu presencia.

Déjame decirte que el Señor se alegra de que estés aquí en este día, el Señor se alegra de que tú tienes necesidad, no se alegra porque tenga necesidad, sino se alegra por que esa necesidad que tú tienes, lo hace a Él realizar su propósito para lo cual el vino. Él dijo "yo he venido no a los sanos, he venido a los enfermos. Yo he venido ha restaurar a los caídos. Yo he venido ha traer liberación a los oprimidos” y el Señor Jesucristo te dice hoy la religión no tiene poder para apartarte de Él.

La ley no puede hacer eso, si tú lo buscas a Él y buscas reconciliación en Él, Él es poderoso para reconciliarte con Dios y ese es una de los hilos de este texto también. Nos invita a pensar que no importa cual sea nuestra condición espiritual o física o lo que sea en el Señor hay esperanza, en el Señor hay una misericordia grande, su misma naturaleza como vemos aquí, más allá de todo dialogo que nosotros podamos entablar con Él, su mismo ser, lo hace estar atento y estar preparado para responder a las necesidades, de aquel que se acerca a Él con urgencia y con necesidad.

Hay algo mas que me intriga de este pasaje, dice ‘que doce años padeció de flujo de sangre y había sufrido mucho de muchos médicos y gastado todo lo que tenia , y nada había aprovechado antes le iba peor’.

Se han hecho estudios aparentemente, de todas las tonterías que se inventaban los médicos de aquel tiempo para resolver esta situación, y aparentemente había una larga lista, de posibles remedios, algunas cosas totalmente improbables y ridículas.

Pero aparentemente esta mujer había agotado todas las posibilidades, había ido a todos los médicos, quizás esta mujer quien sabe, tenía dinero en un tiempo y agotó todo su caudal en buscar una solución a nivel humano, buscó en la ciencia y no encontró la solución que necesitaba.

Doce años, tenía padeciendo la enfermedad. Dos cositas podemos extraer de allí, en esos doce años hay algo, doce años estuvo esta mujer, triste y padeciendo hasta que tuvo un encuentro liberador con Jesucristo.

¿Cuántos años tiene su problema?, ¿Cuántos años tienes tu orando por tu esposo o esposa? ¿Cuántos años tienes tú con la carga de un matrimonio difícil o problemático? ¿Cuántos años tienes tú con una enfermedad, que te esta quitando quizás el gusto de la vida o la tranquilidad? ¿Cuántos años tienes tú con alguna necesidad secreta que tú has traído ante el Señor una y otra vez?

Aún ante Jesucristo y el Señor te ha dicho todavía: ‘Basta de mi gracia. Ya he estado esperando’ y quizás piensas que ya no hay solución, que ya no hay respuesta, que ya no hay salida para ti. No importa cuanto tiempo tú estés orando ante Dios, sigue confiando en el Señor, sigue trayendo tu necesidad ante Dios. Porque tú no sabes cuanto tiempo Dios por alguna razón que solo Él conoce, va a ser necesario antes que el le de la respuesta a tu necesidad.

El Pueblo de Dios tiene que ser un Pueblo insistente, un Pueblo que este allí buscando al Señor. Yo pensaba esta mañana en el paralítico de Bethesda, estuvo treinta y ocho años paralítico, hasta que el Señor se acerco a el y lo tocó.

Pensaba en esta mujer encorvada, creo que fueron dieciocho o veintiocho años que estuvo dice ‘bajo la carga de Satanás,’ dice el Señor Jesucristo y el Señor en su momento la tocó, y tantos otros ejemplos hermanos. No podemos cansarnos, tenemos que venir ante el Señor una y otra vez, todos los días renovar nuestra petición yo tengo peticiones ante el Señor, que todos los días con obediencia y con un deleite casi mal sano, vuelvo a recordárselo al Señor, "Señor respóndeme, Señor necesito de ti" y hasta el día en que me muera sino veo las respuestas seguiré recordándole al Señor y dándole gracias también porque yo sé que Él es misericordioso.

No nos cansemos hermanos de traer nuestras necesidades ante el Señor, no nos cansemos de clamar ante ese Cristo misericordioso y de poder.

Pero hay otra cosa acerca de eso dice ‘que nada había aprovechado antes le iba peor’, y yo me sentí motivado a pensar en este mundo, que esta mujer también es un símbolo de esta sociedad, del hombre de todos los tiempos, aunque el hombre moderno yo creo que encarna esto de una manera mucho mas exquisita y expresiva. Está buscando la solución a sus problemas en tantas diferentes cosas, tantos médicos que el hombre consulta para responder sus problemas.

Ahora mismo mientras hablamos el presidente electo de los Estados Unidos estará sentado quizá en algún sitio, quizás esté jugando golf pero yo prefiero verlo -para la conveniencia de mi sermón- sentado en una mesa bien larga y ovalada con sus consejeros tratando de finalizar sus planes para resolver los problemas de su Nación.

A cada rato en la revista Times salen los personajes que él ha puesto en diferentes posiciones o las personas que van a jugar un papel clave en regular la economía y la vida política y social de este país y pienso también en Jorge Bush quizás en alguna otra parte lamiéndose sus heridas y empacando sus cosas y guardando sus cuadros y todas las cosas que han caracterizado sus años en la presidencia y una cantidad de miembros de gabinete y de personajes que estuvieron ante la luz de las cámaras durante muchos años y eran los enamorados y eran los agraciados de Washington.

Ahora muchos de ellos están deprimidos pensando a quien le mandaran su résumé para volver otra vez a continuar con la vida. Y pienso en esta imagen de los que salen y de los que entran y las soluciones que uno ha tratado de dar y otro ahora tratará de dar también. Y pienso entonces en los millones de personas en esta sociedad y miro como los problemas de nuestra sociedad se van agravando cada día más y más y los problemas parecen más y más difíciles de resolver.

La desesperación parece tomar más y más cuerpo en esta nación y ya puedo ver hacia el futuro a otro renovando el mismo ritual de volver otra vez a hacer promesas que el mismo sabe en sus adentros que no podrá cumplir la mayoría de ellas. Pero el hombre necesita y la gente reclama y pide nuevas soluciones y aunque ya en lo profundo de su corazón tienen un sentido subconsciente de ‘que total esto es simplemente un enamorado más que lo que quiere es acostarse conmigo’, pero aun así ellos también se meten en el ritual, y vuelven otra vez para que los enamoren durante las campañas, para votar por el nuevo Romeo que ha venido también a ofrecerles soluciones.

Hace poco leía un pequeño artículo, donde dice que se ha hecho un estudio muy exhaustivo a través de diferentes países como doce o catorce naciones de las principales naciones del mundo donde se ha establecido una secuencia interesante, y es que cada diez años desde la época de comienzo de siglos hasta los mil novecientos noventa, cada diez años la juventud de esos diez años -no estoy seguro de todos los detalles del estudio- pero cada generación nueva esta mas dada a la depresión que la anterior.

Estos grupos que fueron de diez años mayores eran más propensos según iba avanzando el siglo a deprimirse que los anteriores. Esto frente a los reclamos de progreso de la humanidad, frente a los grandes inventos, a los progresos médicos y a al progreso de las psiquiatría y de la medicina y el conocimiento supuesto de por lo menos del cerebro y la biología humana.

Yo sé que no es del alma humana, porque ese conocimiento lo tiene Dios. Pero a la medida que los médicos inventan nuevos bisturís y nuevas técnicas y nuevas cosas que prometen, como que la felicidad y la bendición y la gracia que necesita el hombre para lubricar sus procesos se va esfumando más y más. Arena que se cuela por entre los dedos, esa es la historia de la humanidad, médicos que tratamos de que nos resuelvan los problemas.

Miren el drama terrible de Europa Oriental este gran imperio soviético con todas sus aspiraciones, toda su sinceridad inicial como se desmorona por su propio peso, como un anciano enclenque, porque no tenía la base que era el poder de Dios. Quisieron extraer a Dios, quisieron rasgar y destruir el nombre de Dios y todo lo que oliera a espíritu de los confines de esa nación y con el paso de los años a pesar de toda la musculatura que acumularon , se viene abajo todas sus aspiraciones, y ahora ¿qué dejan? Ciertamente lo que dice aquí: ‘nada había aprovechado antes le iba peor’.

Pregúntele a esas naciones de Europa Oriental destruyéndose como fieras feroces cuando se va el entrenador que las tenía a raya con su azote. Ahora se comen otra vez y todos esos odios étnicos que estaban allí reprimidos de la primera guerra mundial, la segunda guerra mundial ahora salen otra vez. "Estaban allí" setenta años reprimidos o casi ochenta años reprimidos como un spring que usted baja allí y lo mantiene con una bota fuerte. Desde que usted quita la bota el spring salta otra vez con venganza.

Dicen los psiquiatras que las cosas que nosotros reprimimos sin resolverlas y sin trabajarlas, tarde o temprano salen con venganza de entre nosotros. Y esta gente lo que hizo fue precisamente reprimir y poner mucho perfume sobre la suciedad escondida y cuando ya terminó la farsa y se dieron por vencidos, entonces se descubre que la situación no solamente queda igual, sino que esta peor.

Hermano, yo quiero retarte a ti y a mí mismo a preguntarnos hoy en día, ¿cuáles son los médicos que tú y yo estamos consultando? ¿Qué cosas estamos inventando para enmascarar el hecho de que no hemos ido todavía a la fuente que es Cristo Jesús? ¿Qué ensayos estamos haciendo para encubrir el hecho de que solo en Jesús hay esperanza que solo el es el camino la verdad y la vida y que nadie tiene acercamiento a Dios sino es a través de Él?

Por eso yo les he dicho que yo quiero tomar esta serie para renovar nuestra visón de Jesús, porque muchas veces Jesucristo permanece implícito en nuestros sermones, hablamos alrededor de Él hablamos encima de Él porque estamos fundamentados en Él, hablamos debajo de Él porque sabemos que el esta encima de nosotros, pero no lo miramos a Él.

Y yo creo que las Iglesias y nosotros los Pastores y los Ministros y los que servimos al Señor, tenemos que por disciplina espiritual escoger ciertos días de nuestra vida, para decir ‘Señor, como María he estado trabajando alrededor de ti haciendo cosas para ti, pero yo necesito volver y replantearme tu persona.’ Porque en Cristo yo encuentro en su persona en su palabra, en su metodología, en su ministerio, en su cuerpo mismo, en su palabra yo encuentro algo misteriosa, intravenosamente edificante.

Con el hecho de nosotros mirar a Jesús y aunque no entendamos todo lo que Él está diciendo, ni entendamos todas las implicaciones de su persona, pero el hecho de nosotros enchufarnos a Él y su palabra directa nos vivifica nos fortalece. Nunca olvidemos hermanos que Jesucristo es el alfa y el omega, es el principio y el fin de todas nuestras aspiraciones.

Y podremos hablar de todas las verdades del Evangelio y podremos buscar en todas las páginas de la Biblia y encontrar edificación en diferentes personajes, pero el Señor Jesucristo tiene una facultad única para fortalecernos y traer esperanza a nuestras vidas, porque su manera de ser es elocuente. Él es el hijo del hombre que nos habla en un lenguaje que ninguna otra persona nos puede hablar y esta mujer encarna todas estas cosas.

Siempre sepamos: la solución el descanso a todas mis aspiraciones esta en Cristo Jesús y yo quiero retarte en este día a quitarle el polvo a la imagen de Jesucristo y a volver a mirarlo como dice el escritor de Hebreos -creo que es-, que miremos a Jesús, no recuerdo ahora mismo el pasaje, dice: “No nos cansemos hasta desmayar sino que miremos a Jesucristo en una manera diferente”.

Hebreos capitulo 12: “Por tanto nosotros también teniendo en rededor nuestro tan grande nube de testigo despojemos de todo peso y del pecado que nos asedia y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante puestos los ojos en Jesús”. Puestos los ojos en Jesús.

El autor y consumador de la fe dice en el versículo 3: “Considerad aquel -y tengo entendido que la palabra que se traduce al español ‘considerad’ quiere decir enfocar la mirada de tal manera que excluyáis todo lo demás- considerad aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra si mismo para que vuestro animo no se canse hasta desmayar”.

Cuando tu estés en crisis, cuando tu estés en problemas renueva tu mirada de Jesús, considera a Jesucristo, considera sus reclamos, considera su mensaje, considera su persona, considera su record sanador y mételo otra vez en tus entrañas y comienza otra vez a diluirlo dentro de ti para que llene toda la parte de tu ser. Esa meditación sostenida en Jesucristo traerá sanidad a tu vida. Traerá bendición a tu alma.

Y cuando esta mujer oye hablar de ese Jesús, que habla de una manera que los fariseos no hablan, que hace cosas que los fariseos no pueden hacer, que promete cosas que los médicos no pueden hacer, ella va donde Él como su única esperanza.

¡Que importante que la gente sepa de Jesús! Vamos a hablarle de Jesús, vamos ha decirles que Jesús salva.

Aunque aparentemente no nos estén escuchando, vamos a proclamarle en Jesucristo hay solución para tus problemas, vamos a ser inquietantes en nuestra factoría, en nuestra escuela, en las oficinas, donde estemos, en la calle, donde sea, hermanos vamos ha ser portadores de ese mensaje liberador. Porque tú no sabes un día en que esa persona habiendo oído hablar de Jesús vaya y acuda a Él en su necesidad y en una oración quizás en lo oscuro de su recamara, allí encuentren lo que necesitan de Jesucristo.

Nuestra parte es sembrar la semilla, nuestra parte es anunciar el evangelio. Nuestra parte es levantar al hijo del hombre para que todos lo tengan que mirar y entonces que ellos escojan si quieren sostener la mirada o no. Proclamar a Jesucristo. Esta mujer oyó hablar de Jesús, ¿quien habrá sido el bendecido en que a través de él o ella esta mujer nos diera tan hermoso relato como el que se nos da hoy?

Y ella viene por detrás entre la multitud y toca su manto.

Maravillosa variante del relato del evangelio, porque Nicodemo y la Samaritana se encuentra con el frente a frente y tienen el gusto de dialogar con el Señor de Señores y Rey de Reyes a largo plazo y en una forma tendida y el Señor entra en un dialogo sostenido con ellos.

Pero esta mujer no tiene siquiera la bendición de acercarse ante el Maestro como se acerca Jairo el gran Fariseo y decirle: ‘Señor necesito tu ayuda’ etc. Ella viene como una fugitiva, como una figura escurridiza como una sombra que se mueve que no espera grandes cosas, que lo que quiere es entrar y salir lo mas rápido posible para que no sepan de su necesidad y simplemente recibir algo del Señor.

Y ella entra por detrás y ni siquiera puede tocar su persona, otro de los Evangelistas dice que ‘tocó el borde de su manto’, como señalando que lo que tú necesitas es un encuentro mínimo inclusive hasta con Jesucristo. En él hay tal poder que si tu nada más tocas la punta como una gran fuente de electricidad, solo el establecer tu contacto en alguna manera con tu espíritu o tu ser, tu vas a recibir la bendición, vas ha recibir la descarga de gracia que sale de Jesucristo.

No importa cuan débil o cuan imperfecta sea tu fe. Porque yo veo en esta mujer también un poquito de superstición: ella quizá esta pensando que nada más un toque físico de este ser misterioso -como hay personas por allí que creen que un retrato les va a traer la gracia del Santo tal o cosas así le va a traer la gracia, o un símbolo o un fetiche- yo veo en esta mujer un poquito de una fe primitiva, desprovista de todo ornato.

Pero a veces, hermanos, yo descubro que nosotros nos hacemos tan sofisticados que eso como Hamlet estamos siempre ‘to be or not to be’, ser o no ser, hago o no hago, me tiro o no me tiro, creo o no creo.

Y ¿si pasa esto y si pasa lo otro? Pero mira lo que dice el libro tal y mira lo que dice el teólogo tal, y mira lo que dice tal denominación.

Hermano, hoy en día hay tantas teologías flotando en el aire y tantas interpretaciones acerca de los fenómenos de la fe, que uno amenaza con quedarse catatónico sin moverse buscando simplemente el común denominador y haciendo las cosas que son seguras y probadas y no nos atrevemos a dar saltos mortales y muchas veces perdemos la bendición que Dios quiere darnos.

Yo le confieso que continuamente estoy luchando contra los reclamos de mi razonamiento y he tenido que desandar mucho camino para llegar a la mínima fe que tengo en el Señor y en su poder y en su palabra. Continuamente estoy peleando en mi interior por sacar una cantidad de cosas que yo sé que me traban, en mi búsqueda del Señor.

Porque el intelecto tiende muchas veces a hacernos tropezar más que ayudarnos. Yo le doy gracias al Señor que nos ha dado la razón. Pero muchas veces la razón caída nos impide ver con sencillez al Señor Jesucristo.

Nicodemo con todo su conocimiento y toda su teología, no tuvo lo que tuvo esta mujer samaritana, por ejemplo, que cuando Cristo le dijo: “Yo soy el que esta delante de ti” enseguida se fue corriendo y se convirtió en una evangelista que trajo a todo ese Pueblo al conocimiento de Jesucristo.

Que contraste, el intelectual está muchas veces trabado por tantas cosas. Y nosotros que vivimos en un mercado donde todos nosotros en un sentido somos intelectuales, comparados con el hombre de la edad media o el hombre primitivo.

Tenemos tanto por la televisión y la revista que tenemos y la educación que hemos recibido y las cosas que vemos en los periódicos. Usted no se da cuenta lo mucho que esa razón suya y su capacidad crítica ha sido cultivada y exaltada y desarrollada.

Y cuando el Señor nos dice: ‘Heme aquí, con sencillez simplemente pon tu fe en mi, descansa en mi’ Comienza ese ser interno a hacer todo tipo de preguntas y comenzamos a buscarle cinco patas al gato y perdemos la gracia del Señor que nos está visitando en ese momento.

Hermanos, tenemos que ser atrevidos, tenemos que ser creativos. Yo prefiero como dicen por ahí errar en una causa grande que ser mediocre toda mi vida. Yo prefiero que nuestra congregación apueste a grandes cosas aunque tenga que sufrir un poco y perder el sueño un poquito y disgustarse en algunas cosas, pero estamos buscando oro espiritual.

Yo señalaba antes la figura de los conquistadores que se meten allí y arriesgan todo por gloria y nosotros queremos gloria espiritual también. Pero si nos quedamos en lo seguro en lo probado en el status quo, en lo que no reta ni inquieta nos quedaremos así toda la vida, no creceremos.

Hermanos, yo les invito y me invito a mi mismo siempre a ser emprendedores en el nombre del Señor, porque la Biblia dice ‘No serán avergonzados cuantos en el confían’, no es que seamos locos, pero tampoco seamos tan conservadores que seamos unos burgueses espirituales.

Entre esos extremos hay un punto sano de atrevimiento, como Ester: “Si perezco que perezca.” Me voy a meter allí y si me dan gracia, Gloria a Dio y si me cortan la cabeza: Gloria a Dios. Pero voy a pelear. Lánzate en el nombre del Señor, hay muchas cosas que la gente hace a veces que yo como Pastor tengo que quedarme como María y guardarlo en mi corazón, por que esta persona ha tenido un arranque de fe y aunque yo lo entiendo perfectamente mi teología cabe allí, adelante hermano Gloria a Dios.

Y veo muchas veces que resulta y he tenido que aprender de esos seres atrevidos que se atreven a confiar en la gracia en la misericordia del Señor.

Así que, hermanos, muchas otras cosas podríamos decir, pero ese desenlace precioso: esta mujer recibe la gracia, recibe la bendición, recibe la sanidad. Su apuesta dio resultado. Se atrevió y vemos que ella venció la multitud, venció los obstáculos, venció la amenaza de su religión.

Toca el manto de Jesús y que maravilla es esa que ‘poder ha salido de mí’, dice el Señor Jesucristo.

Esta mujer le robó - ¿me dejan usar esa palabra? Poder a Jesucristo, su fe, le extrajo algo al Señor Jesús porque la naturaleza inherente de Cristo es dar gracia, es dar sanidad, es traer liberación, es traer luz a nuestras vidas. Si tú entras en contacto con Cristo, hermano o hermana, lo único que te puede pasar es que haya bendición en tu vida.

¡Oh! Sí quizás vas a sufrir, quizás vas a tener que abandonar muchas de las estructuras anquilosadas o petrificadas de tu vida. ¡Oh! Sí, te va a inquietar. ¡Oh! Sí vas a tener aprietos que tú nunca consideraste. ¡Oh! Sí vas a tener que pagar un precio y vas a tener que dejar cosas que te son queridas. ¡Oh! Sí, a veces te vas a preguntar ¿qué hago yo aquí? Pero sigue adelante porque el Señor te va a dar bendición.

La línea del creyente es una línea ascendente. Habrá sus momentos de altibajos pero siempre veremos esa ascendencia.

A través de los años veremos la bendición, la gracia de Dios visitándonos y sanándonos y removiendo y trayendo agua donde había tierra seca y dura. Allí el Señor como un arroyo subterráneo irá desde adentro hacia afuera hasta que comenzamos a ver los brotes de la vida. Porque eso es Cristo. Él es la vida, Él es la luz, Él es la sal del mundo, Él es la puerta, Él es el camino, Él es la verdad. En Él sí que vamos a encontrar lo que necesitamos. No es un médico humano.

El Señor Jesús quiere una relación íntima contigo. El Señor Jesús no se conformó con que esta mujer recibiera poder de Él. Él dijo: ‘¿Dónde está esta mujer? ¿Dónde está esta mujer que por su fe se ha sobresalido del resto de la multitud? ¿Dónde está esta mujer que con su fe primitiva y sencilla ha hecho que algo salga de mí? Una gracia especial’.

Los discípulos no podían entender esto. Si tú te acercas con esa mirada de fe, tienes bendición porque el Señor quiere darte bendición. Y el Señor quiere tener un dialogo contigo. El Señor quiere antes que tú te vayas, Él quiere sentarse contigo y dialogar. El Señor no podía dejar a esta mujer irse. Yo creo que ella se hubiera sentido, quizás, a la larga culpable –un poquito- porque forzó algo.

Se habrá sentido como incompleta. Ese proceso no había llegado a una culminación adecuada, algo no estaba resuelto si esa mujer se iba en esa manera.

Yo veo aquí también al Señor que nos ministra a los diferentes niveles de nuestro ser. Tantos años que esta mujer había pasado como una figura solitaria, anónima y escurridiza. La gente trataba con ella desde lejos. Y yo creo que su alma estaba más torcida que su cuerpo y tenía un pozo allí de tristeza y de soledad que también necesitaba ser dirigido. Y yo creo que cuando el Señor se dirigió a ella en ese nivel de sus emociones y se acercó a ella y cuando esa mujer le dice, dice la Escritura que “le contó toda la verdad”.

¿No ven ustedes aquí algo para el psiquiatra y para el psicólogo y para el consejero? Nuestra gente necesita muchas veces contarnos toda la verdad. Es una especie de catarsis. Necesitamos un oído.

Le habrá dicho ella al Señor Jesucristo no solamente “Señor fui yo quien te toqué”, sino que le habrá dicho también de sus años de soledad, de tristeza, de cómo ella se sintió desesperada y tuvo que venir ante Él porque ya no tenía ningún otro recurso. De cómo ella había sentido una gracia especial que la había visitado cuando tocó su manto.

Y cuando el Señor le dice, “Sí, mujer tu fe es poderosa y esa fe te ha hecho salva…” No solamente te ha sanado, sino que esa palabra es mucho más comprehensiva, mucho más abarcadora: “tu fe te ha hecho salva,” la integridad de tu persona, la totalidad de tu ser ha sido tocada por esa gracia. Vete en paz, no tienes que temer. Hubo sanidad para ella.

Hermanos, tú y yo necesitamos ser sanados por Jesucristo. Necesitamos venir ante el Señor. Si tú no tienes a más nadie a quien hablarle, háblale a Jesucristo. A él le interesa tu drama, Él no solo quiere un encuentro fugitivo, rápido, Él quiere también rescatarte de tu anonimato.

Yo encuentro en el Señor, en mis oraciones descanso. Cuando no lo encuentro en nada más, en el Señor Jesucristo yo encuentro descanso. Usa ese recurso que Dios te da. Cuéntale la verdad al Señor, Él ya la conoce pero Él quiere sanarte a ti a través del exponer tu esa verdad y abrirla al toque del espíritu santo que iluminará esa verdad a veces oscura, y dañina y enfermiza y la restaurará.

Pero abramos nuestra vida al Señor, porque al Señor le interesa todos los rincones de nuestro ser. No nos conformemos con una religiosidad superficial, no nos conformemos con venir aquí un ratito. ¡Cuánto me gozo en ver ese momento de adoración espontánea! No planificado, no pedido, no manipulado.

El pueblo de Dios tiene muchas cargas y cuando sentimos que el roce del manto de Jesucristo nos toca, saltamos. El Espíritu dentro de nosotros como el espíritu de Elizabeth salta de alegría y brotamos en un cántico. Nunca tengas vergüenza de expresarle así al Señor tu amor, nunca tengas vergüenza de bramar ante Él, sollozar ante Él.

¡Ojala yo pudiera sollozar más veces ante mi Señor Jesucristo! Porque ese llanto siempre tiene sanidad.

Celebra tu vida, celebra tu drama, celebra tu tragedia inclusive delante del Señor y tráele tu carga al Señor, porque a Él le interesa conocer de ti.

Que el Señor nos bendiga.

Hola, te habla el Pastor Roberto Miranda. Dios te bendiga. Gracias por habernos sintonizado y haber escuchado este mensaje. Si te interesa saber más acerca de nuestro ministerio te invitamos a contactarnos a través de nuestra página electrónica: www.leondejuda.org.

Qué Dios te bendiga y recuerda Dios siempre tiene una solución para tu vida. Bendiciones.

El amor no hace nada indebido

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El amor no hace nada indebido, eso es todo lo que vamos a cubrir en el día de hoy ¿ok? así, esto ya es mucho para un día yo creo ¿no? Así que el amor no hace nada indebido. En inglés, ¿alguien lo sabe en inglés? love is not rude, esa palabra "rude" en inglés no sé cómo traducirla a español, no indebido. Hay muchas traducciones y yo busqué, yo hice un estudio de palabras en español; no se porta indecorosamente, el amor no se porta con rudeza. No es: grosero, áspero, ofensivo, incivil, inculto, incorrecto, inpolítico, inconveniente, inurbano, insolente, impertinente, irreverente. Is that enough? yo encontré un poquito más.

Tampoco es: desagradable, desvergonzado, desatento, descortés, desconsiderado, descarado. El amor no es maleducado, malenseñado, malhablado ni mal enseñado. No es tosco, rudo, brusco, bruto, vasco, burdo, I don't even know what half of those things mean. En fin.

EL amor no se porta como un patán, yo aprendí esa palabra. Debajo de todo eso está el concepto del respeto. El amor no le falta el respeto a nadie ¿no? es amable, culto, atento, educado, civilizado, fino, delicado, elegante, comedido. El amor es cortés.

Ahora antes de seguir, hayq ue enfatizar que aunque el amor es cortés no toda cortesía es amor. Uno puede ser muy amable con uno, muy civilizado, muy culto por razones equivocadas ¿no? Tal vez como yo prediqué hace unos meses de que el amor es benigno, a veces la gente es muy cortés para que les compres algo ¿no? para que les compres lo que están vendiendo. Tal vez la cortesía tiene interés personal, quiere quedar bien con uno. Quiere encantarte, quiere conquistarte, cuidado. La cortesía puede ser un deber cultural, nada más ¿no? hay muchos que son corteses porque la cortesía: me enseñó bien mi mamá y en mi país somos cultos, pero tal vez no hay amor ¿no?

Alguien puede ser súper cortés y odiar la persona ¿verdad? esto pasa mucho. Indirectas. Tal vez con todas las sonrisas del mundo está ahí metiendo un knife, una cizaña por atrás, stabbing you on the back, muy amables pero por detrás hay otras intenciones. Así que no estamos hablando de solamente cortesía superficial, estamos hablando de cortesía que sale del corazón, una cortesía basada en el respeto por el ser humano que está delante de mí, reconocer que cada persona que yo veo tiene un valor que yo ni puedo estimar. Este ser humano es hecho en la imagen y semejanza de Dios, lleva por dentro la marca del divino, no importa cómo se viste, no importa cómo se ve, no importa cómo habla, no importa cuán inteligente o cuán no inteligente es.

No importa lo que has hecho porque el enemigo ha transtornado cada ser humano. Todos llevan por dentro la imagen de Dios y por esto son dignos de ser tratados con honor y respeto. Las personas no son objetos, son preciosos.

En la Biblia esta palabra para no hacer nada indebido, en el griego no es una palabra muy común, sólo se usa una vez más en el Nuevo Testamento. Se usa en el texto cuando el apóstol Pablo en este mismo Libro, Primera de Corintios, está hablando de personas solteras, y dice que si alguien piensa que se está portando indebidamente con la joven, su novia, con quien no está casado, y está portándose en una manera indebida, que se debe casar con ella. Otra traducción es el papá que se está portando indebidamente, no permitir que se case ¿no? sea lo que sea, tiene la idea de no cruzar límites, de no invadir el espacio de la persona y así rebajarlo y faltarle al respeto. Dios nos llama a amar con acciones y en verdad y no hacer nada indebido.

En español he escuchado la frase: "te pasaste." No entiendo perfectamente bien pero creo que tiene que ver con esa idea de pasar límites, y así. Demasiada confianza, confianza inapropiada tal vez con una persona ¿no? ustedes me van a enseñar a mí en este día. Ahora, antes de seguir adelante: no estamos hablando de una cortesía que es tan tight y tan forzada que no podemos estar sueltos ni relajados juntos, que nunca podemos hacer ni un chiste porque tenemos todos que ser muy cuidadosos ¿no?

Yo recuerdo, antes de predicar esto en inglés, yo estaba en un funeral y antes del funeral habían muchos policías ahí que eran amigos de alguien en el funeral, eran policías state troopers y eran policías no cristianos, digamos que eran policías muy no cristianos. Esos policías estaban hablando con palabras bien interesantes ¿no? Chistes bien al sol de la tierra, no sé cómo se dice; no tanto pesados, tal vez la palabra es: picardía, anyway. Estaban hablando en maneras que mi amigo me miraba, porque no sabían que yo era el Pastor que iba a, y aún sabiéndolo tal vez lo hubieran hecho ¿no? pero mi amigo mirándome como: oh oh, Gregory, ¿qué hay? pensando que me iba a ofender o algo ¿no? ¡qué escándalo! no.

Yo creo que no debemos ser así. Podemos ser relajados y no tenemos que ser tan preocupados por hacer algo indebido que no vivo. Yo espero que con tus amigos de confianza que puedes estar suelto y relajado, a veces donde hay demasiada cortesía es un ambiente donde no hay confianza ¿no? En la Biblia, Jesús habla del amigo que viene en la noche tocando la puerta buscando algo que comer. Dice: mira, medianoche, yo necesito pan, tengo visita. El otro dice: mira, estoy en cama, déjame en paz, y sigue molestando. Por su inoportunidad su vecino se le dió todo lo que quería. Espero que tengas así que pueden tomar libertades contigo, que hay confianza, que podemos ser sueltos y relajados.

La idea es que no tenemos que vivir on temor a no ofender a nadie ¿no? Dice que el amor no hace nada indebido, no es el temor que no hace nada indebido ¿no? Las diferencias, andar sobre, como se dice, to walk on egg shells, no tenemos que andar sobre puntillitas siempre con cuidado, vamos a ser relajados pero con amor, honrar a la persona delante de mí con las atenciones apropiadas. El amor no hace nada indebido.

Entonces ¿por qué hacemos cosas indebidas? todos aquí lo hemos hecho, por más amables que parezcamos, todos hemos fallado. Si manejas en las calles de Boston tú sabes muy bien lo que es faltarle al respeto a alguien o ser víctima de alguien que te falte al respeto, que te corta, y yo quiero usar esto como una base para nosotros. ¿Por qué lo hacen? ¿por qué es que una persona corta a otra en una calle y le falta al respeto? y yo creo que hay cuatro razones que yo quiero hablar, y esto lo vamos a aplicar a otros contextos de la vida.

Primero: te cortan el tráfico y se portan en maneras inapropiadas, muchas veces en maneras que no lo harían contigo en persona porque se olviden que hay una persona en el carro ¿no? A veces hay trato brusco con alguien dentro de un carro porque es impersonal, deshumanizado. Parece no una persona sino un vehículo nada más, y al olvidar que es una persona en un carro uno lo corta.

Yo creo que se parece al hombre que fue sanado de ceguera ¿no? ¿te acuerdas de este milagro? Jesús lo sana y abre sus ojos pero no ve a personas, él sólo ve a árboles caminando, él dice: yo veo algo pero parecen como si fueran árboles caminando. Muchos de nosotros no vemos a personas sino como si fueran árboles caminando, no vemos a la persona sino a un objeto.

Yo he escuchado que muchas veces, en la computadora hay todo un movimiento de lo que se llama ciber-bullying ¿no? cuando jóvenes hacen maldades a otros jóvenes en Facebook o en la computadora ¿por qué hacen cosas tan feas, tan groseras en este medio que tal vez no harían en persona? porque es más impersonal. Se rebaja la persona y así a veces, se rebaja a la persona, y así se hacen cosas sin pensar en el efecto que está teniendo.

Y así es en toda la historia humana. Antes de abusar personas se trata de deshumanizarlos, no sé si es la palabra adecuada. Se trata de quitar la dignidad humana de una persona para poder tratarlos en maneras indebidas. Se hizo aquí en este país en el siglo XIX cuando querían esclavizar personas africanas ¿qué hicieron? pusieron en este país, los Estados Unidos, pusieron en la Constitución que una persona de piel oscura vale ¿qué fue? dos terceras partes de un ser humano. ¿Tú puedes creer eso? no fue en la Constitución, fue una ley. En blanco y negro pusieron que son menos que humanos.

Y esta perspectiva de mirar hacia abajo a una persona permite todo tipo de trato indebido, y esto es quitar la dignidad de la persona, poner etiquetas. Por eso tenemos que ser tan cuidados con las palabras que usamos con otras personas.

Aún yo escucho a veces maneras de hacer referencia a personas que viven en la calle, que no tienen casa, y los llaman con ciertos nombres despectivos. El amor no hace nada indebido, eso es rebajar la dignidad humana de una persona. Es que como cristianos nosotros creemos que no existe ningún cero a la izquierda, me gusta este dicho, un cero a la izquierda. It's bad enough to be a zero but a zero on the left, right? un cero a la izquierda.

Para los cristianos no existe. Cada persona vale, cada persona es preciosa porque está hecha a la imagen y semejanza de Dios y hay que respetar lo que la persona representa. Es así con oficiales en la sociedad. Nosotros enseñamos que hay que respetar a los gobernantes, aún los que son medio sinvergüenzas por la oficina que llenan; esto no significa que tenemos que seguir votando por ellos y permitir que hagan lo que les dé la gana pero hay que respetar, porque llenan una oficina y representan algo. Es así con cada ser humano.

Tal vez la persona, su comportamiento, su vida no es digna de honor, pero su identidad como un ser humano lo hace digno de honor y respeto, y cortesía. Es que cada uno tiene status.

Sabemos que en los diez mandamientos hay uno de ellos que dice que debemos honrar a nuestro padre y nuestra madre ¿amén? niños, jóvenes, adultos, honrar a nuestra mamá, honrar al papá. La palabra en hebreo para honrar es la misma palabra que se usa para hacer referencia a la gloria shekinah de Jehová. Es la palabra: kabob que es una palabra que indica: algo pesado, algo digno de respeto. Con esta persona, hay que tomar esta persona en serio porque es un ser humano, digno de honor y respeto.

Muchas veces con la gente pobre y necesitada la sociedad los mira como bajo, como menos que humano. Yo les pido que vayan conmigo al Libro de Santiago, Libro de Santiago por favor. Santiago capítulo 2 versículo 1 dice lo siguiente: "Hermanos míos: que vuestra fe en vuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas; porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro, con ropa espléndida y también entra un pobre con vestido andrajoso y miráis con agrado al que trae la ropa espléndida, y le decís: siéntate tú aquí en buen lugar, y decís al pobre: estáte tú en pie ahí o siéntate aquí bajo mi estrado, ¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos y venís a ser jueces con malos pensamientos? Hermanos míos amados: oíd, ¿no ha elegido Dios a los pobres de este mundo para que sean ricos en fe y herederos del Reino que ha prometido a lo que le aman?" y sigue adelante con eso. Yo quiero que pensemos aquí cómo es que tratamos a la gente que entra aquí de las calles, porque van a venir cada día más y más.

Yo quiero contarles una historia de una Iglesia grande y esto es una historia real que pasó, una Iglesia grande, no recuerdo el estado, pero tenía un Pastor que vino disfrazado su primer día, nadie lo conocía. Y él vino barbudo, con ropa que apestaba, y él vino así maloliente, y él interactuaba con varias personas; con los hermanos, con los ujieres, con varias personas. No hizo cosas feas pero estaba así ¿no?

Y después vino el culto de la Iglesia para presentar el nuevo Pastor en una Iglesia de miles de personas. Y el diácono principal dice: ahora hermanos es mi placer presentar nuestro nuevo Pastor, y viene desde atrás así ese hombre vestido como de la calle, que venía al frente, se puso ahí y dice: hola, mucho gusto en conocerles. Jesús viene disfrazado hermanos, Jesús viene disfrazado.

Hay que tratar a cada uno como si fuera una visita de honor, como trataríamos al gobernador mismo si estuviera aquí entre nosotros, como trataríamos a un ser querido con atención y con delicadeza porque tiene valor y el amor no hace nada indebido.

Me encanta cómo Jesús hizo esto ¿no? porque Él le decía a Sus discípulos que ellos tenían la idea equivocada, que ellos por estar cerca a Jesús, por ser líderes, que les daba licencia de tratar a los demás como más bajos que ellos, por estar en liderazgo, pr estar así. Y un día, you know, quería estar a Su lado en el Trono, Jesús dice: Miren, los gentiles, los que son tenidos por grandes, por gobernantes, se enseñorean sobre los que están bajo ellos, pero no así con vosotros. Entre ustedes si alguien quiere ser grande que sea el más pequeño de todos, que sea el siervo de todos porque esa es la grandeza espiritual. Y el amor no hace nada indebido.

Justamente después de esta conversación Jesús está caminando y hay un hombre en la calle que está clamando: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí! ¿te acuerdas de la historia? ¿Qué hacen los discípulos? ¡cállate, no molestes! Jesús no hace esto. Él se para y viene, y Él no se pone a predicar. Él le hace una pregunta: ¿en qué le puedo servir? Tal vez fue con una actitud: ¿señor, en qué le puedo servir? y le dió voz al hombre, permitió que el hombre le dijera qué necesitaba.

Es que muchas veces nosotros por ministrar nos portamos indebidamente, somos un poquito bruscos. Mira yo te digo lo que tú necesitas: tú necesitas a Jesús, tú necesitas sanidad, tú, tú, tú y somos bruscos. Jesús no fue así. Jesús dijo: Cuénteme, ¿en qué le puedo servir? el hermano dice: Señor, yo quiero ver. Y Jesús, no como Yo estoy aquí arriba y tú abajo, y ahora Yo te voy a arreglar, Jesús dice: "Tu fe te ha sanado." Tu fe te ha sanado. Ese hombre se puso a seguir a Jesús después porque Jesús le trataba con respeto, con amor que lo honró y lo dignificó. Que seamos una Iglesia así.

Donde alguien pueda entrar aquí, quien sea, como sea y que sepa: esta es mi casa y aquí voy a recibir respeto, no voy a ser tildado, no voy a ser rechazado, no voy a ser ignorado, voy a recibir dignidad y aprecio en este lugar. Hermanos, que seamos embajadores de la paz.

Recordar que hay una persona en el carro que hay algo precioso dentro de cada ser humano. Número uno, vamos a tener esa actitud. La Palabra dice: "El que oprime al pobre afrenta a su hacedor" y nosotros queremos honrar al Creador de cada persona y vivir así aquí ¿amén? gracias a Dios.

¿Listos? en serio, porque hermano, aquí vamos a decir amén y la semana que viene alguien se va a sentar al lado, y tú vas a sentir: ah, tal vez me muevo pa' allá. No me malentiendas, no hay nada malo de tener astucia sana y aún en la Iglesia estar atento ¿no? hay que ser siempre cuidadoso en cualquier lugar, pero el Señor te va a probar. Tú dices: yo voy a amar a quien sea y el Señor: Ok, te voy a enviar a alguien. Dios te va a tomar en serio ¿no?

Números dos. Número uno: a veces cortamos el carro porque nos olvidamos que una persona en el otro carro. Número dos: muchas veces en tráfico cortamos otro carro no por malicia sino por despistado ¿no? porque no lo vemos. ¿Lo has hecho alguna vez? estás manejando y te das cuenta, alguien te pone el pito y te das cuenta, ay casi corté a esa persona. Yo quiero inventar un pito que tenga palabras ¿no? que diga: ay por favor perdóname, no fue a propósito, no te ví, que Dios te bendiga, por favor no mires al bumper cristiano que está atrás, los cristianos no somos tan malos. Muchos pitos dirían otras cosas pero el amor no hace nada indebido ¿amén? por despistado.

La cosa es que muchas veces faltamos cortesías a los demás no queriendo hacerlo sino porque no nos damos cuenta. Yo cuando era nuevo aquí yo hacía disparates en español, pero disparates feos ¿no? la forma de hablar, el trato con la gente, muchas cosas pero el amor cubre una multitud de pecados gracias a Dios. Porque sin querer somos así, los niños son así ¿no? hay que enseñarles porque no saben. Míralo a los ojos, saluda, dí: gracias, porque estás enseñándolos ¿no?

Hay personas adultas que somos despistados y ofendemos sin querer muchas veces, hay que reconocer eso. ¿Por qué lo hacemos? vamos a volver a la calle ¿no? pensar en manejar. ¿Por qué cortas otro carro sin verlo? porque no miraste con cuidado, estabas apurado. No querías faltarle al respeto al otro carro pero estabas apurado y por esto no te diste cuenta. Muchas veces faltaste al respeto a la gente porque estamos demasiado apurados en la vida. Estamos corriendo rápido y ¿qué hacemos? pegamos a una persona sin pensar en eso.

Hay que a veces slow down, no sé cómo digo en español, despacio, bajar las revoluciones un poquito en la vida. Bajar las preocupaciones, mirar alrededor y reconocer que estás rodeado de personas. Jesús lo hacía ¿no?

Hay una historia de Jesús que lo llamaron a sanar a una niña de doce años ¿te acuerdas de la historia? Jesús está ahí corriendo porque la niña está enferma, se va a morir, y los apóstoles ahí, dice que todos estaban empujando y shoving and pushing, estaban como en una tienda en Black Friday or whatever, todo el mundo empujando: tengo que llegar, hay una niña, haz espacio.

La mujer con el flujo de sangre toca a Jesús, se sana y se esconde. Jesús se para, Él dice: Yo sé que es importante pero no voy a ser tan apurado que yo no tome tiempo para demostrar cortesía y respeto, ¿quién me tocó? y Él encuentra a la mujer, y le da un nombre, dice: "Hija, tu fe te ha sanado." Otra vez, no la mira como impura por su condición, dice: Hija, tu fe te ha sanado. Hay que tomar tiempo para reconocer que hay personas alrededor tuyo y hay que tratarlos con respeto.

Muchas veces y eso es otro problema, nosotros faltamos al respeto a los demás porque vivimos en nuestro propio mundo. ¿Hay algunos que están en su mundo, algunos que tienen hijos que están en su mundo? tal vez andamos con audífonos, me gusta mucho pero después no te das cuenta que hay personas alrededor y uno puede faltar a las atenciones a las personas alrededor.

Hay una frase que hace referencia a profesores que son tan inteligentes que están en las nubes y después descuidan a las personas alrededor ¿no? "the absent-minded professor" todos somos así de vez en cuando sin pensar en lo que está alrededor.

Otra razón por al cual nosotros cometemos errores sin saberlo es por diferencias culturales. ¿Cuántos países hay en esta Iglesia, no? cuántos países están representados aquí. Yo sé que hablo mucho de eso porque en el culto en inglés el sancocho se puso aún más complicado ¿no? Se está echando no solamente de toda Latinoamérica, se está echando personas de Europa, de África, de Asia, gringos de toda forma, personas del campo, del Medio Oeste, de Los Ángeles, de New York. Lo que es culto en New York o en Dorchester tal vez no es tan culto en Tokio, Japón ¿no? Lo que es culto en Bogotá tal vez no es culto no es Aguadía, Puerto Rico ¿no, se fija?

Algunos cuando eran nuevos aquí, si usted es recién llegado de su país, vas a sentir que todos son muy maleducados, que nadie es muy cortés porque las reglas del juego son diferentes ahora ¿no? Miradas a los ojos como se hace referencia a la persona.

Hay culturas en las que mirar a los ojos a la persona es algo inculto, algunos son de culturas así. Si el niño te mira a los ojos es irreverente; no me mires a los ojos. Y en la cultura norteamericana si no miras a los ojos esto es indicación que no estás prestando atención ¿no? Así que el pobre niño en la escuela, la maestra: mírame a los ojos, y en la casa: no me mires a los ojos. El pobre niño, es que las reglas son diferentes.

En Japón, cultura japonesa, yo conozco un chin chín, un poquito de eso, yo estoy aprendiendo, mirar a los ojos, especialmente hombre a mujer no se hace, y unos, yo tenía unas amistades muy queridas en mis estudios que eran de Japón, y a ellos se les dijo: hay que mirar a la gente a los ojos en este país. Así que cuando tú hablabas con ellos hacían esfuerzos de mirarte a los ojos porque eran tan rudo para ellos, tan maleducado, pero sabían que aquí se tiene que hacer y me miraban a los ojos obligadamente, sufriendo. Me enviaron su niña de siete años, una niña hermosa que nos llevó a mis compañeros de estudio unos bizcochitos de té, unos bizcochitos japoneses.

Ella viene tan linda y yo le dí un abrazito a la niña. Un hombre abrazando a una niña japonesa, no lo hagas por favor. Se puso tan como un palo como de concreto y una incomodidad, y yo me di cuenta: ay metí la pata de verdad aquí, me va a llamar la policía o algo ¿no? porque eso no se hace, pero es que soy gringo, no soy japonés, no sabía ¿no?

Yo voy a hablar de mis propias maldades ¿no? Mi cultura, los norteamericanos de ascendencia europea muchas veces no entienden las dinámicas hispanas ¿no? y se portan incorrectamente. En el teléfono no sé si tú has hablado con alguien, no quiero hablar despectivamente, pero un gringo en el teléfono, y tienden a ser más al grano. Ok, te veo ahí a las 5 y bye, chau, clic. Y te deja con la palabra en la boca, todo tan rápido ¿no? todo tan brusco, tan seco, ni hay conversación ni hay diálogo, porque: bien, vamos a la cita, binga barabum, hang up y voy a la próxima, tengo un listado que llenar, y esto es el estilo norteamericano. No quieren ser maleducados, es su forma.

Una fiesta, yo hice este error. Cuando se llega a una fiesta de lo que yo observé, entre gente latina, tú saludas a todos, no solamente al anfitrión sino a todos de la fiesta ¿no? saludas a cada uno, buena educación. Y después cuando es tiempo de irse te despides de cada uno individualmente. ¿Sabes lo que hace un gringo? llega, saluda al anfitrión, ya hanguea con algunos amigos y cuando es tiempo de irse: bueno, chau al anfitrión y se va, pero no te despediste. ¿Qué te hice, por qué estás enojado conmigo Gregory? es que bueno, con gringo es todo un poquito más rápido, ¿no? ¿para qué detenernos, para qué tomar tanto tiempo? tú sabes, ya chau, me voy.

La cosa es que en este ambiente de nuestra Iglesia tenemos que tener amor que perdona ofensas, dando el beneficio de la duda. Es que nos ofendemos muy fácil, ¡no me saludó, lo mato! ¿no? ¡lo odio, mi honor! tal vez la persona estaba ocupada, preocupada o no te vió y tal vez es un gringo que no sabe saludar de cierta forma ¿no? digamos que es gringo y no sabe; no es poca educación, es educación diferente a veces. Es que lo que se espera que sea apropiado tal vez es diferente pero el amor cubre una multitud de pecados. Amén, amén, puedes.

No nos vamos a ofender, vamos a dar el beneficio de la duda, just respirar y no ser como tan estrictos con la cortesía. Pero por otro lado yo tengo que aprender: si algo que yo hago es ofensivo yo tengo que ajustarme para estar en el contexto. En una Iglesia multicultural tenemos que aprender cómo portarnos en una manera que expresa amor por los demás en maneras que ellos pueden entender. No tenemos el derecho de ahcer lo que nos da la gana, que esto me lleva a la tercera razón por la cual faltamos al respeto en la calle.

Algunos cortan a otros en la calle porque se creen dueños de la calle ¿no? es que tienen una enfermedad que se llama: egoitis. Yo, mi derecho, olvídate de ellos: yo tengo el derecho de hacer lo que me dé la gana, es América, me puedo expresar, me puedo, qué importa; si a ellos no les gusta es problema de ellos, así soy yo, no voy a cambiar. Eso no es amor. El amor no hace nada indebido. El amor piensa en los demás.

Y muchas excusas hay ¿no? hay muchas excusas. Hay algunos en el tiempo del apóstol Pablo que usaban la excusa de la unción. Ellos decían: yo soy ungido y tengo el derecho de hablar en lenguas cuando a mí me da la gana y si a ti no te gusta no apagues el Espíritu Santo, porque yo lo voy a hacer y blab blah blah, ellos pensaban en ellos y no en la comunidad ¿no?

Ahora, yo quiero tomar un momento: el don de lenguas para los que no saben, es un don muy lindo, es un don del Espíritu Santo. El Espíritu Santo ayuda a una persona a orar en una lengua que ni ellos entienden, pero su espíritu está orando ¿amén? Yo quiero que lo hagamos mucho más, vamos a orar por eso aquí. Pero en Corintios ellos usaban ese don de una manera imprudente, en una manera indebida. Y el apóstol Pablo dice: si viene una visita a su Iglesia y escucha a todos gritando en lenguas el uno al otro, va a pensar que estás loco. Él usaba estas palabras: estar fuera de sí. Así que tenemos que pensar no en solamente mi unción y mi experiencia sino también: cómo estoy afectando yo a los demás. Hay que tomar en cuenta las personas que están alrededor tuyo y la unción no es excusa.

En Corintios había otra falta de delicadeza muy grande. ¿Algunos han escuchado la frase que no debemos tomar de la Santa Cena indebidamente, algunos han escuchado eso? porque si lo hacemos, el apóstol Pablo enseña que si alguien toma la Cena en una forma indebida está pecando contra el mismo Cuerpo de Cristo, y por eso algunos él dice: algunos de ustedes están enfermos o se han dormido, que se han muerto, y por esto nos asustamos y decimos: well, yo quiero tomar la Santa Cena debidamente.

En el contexto, el pecado durante la Santa Cena era, ellos faltando el respeto a gente pobre alrededor. Es que para ellos la Santa Cena era una cena de verdad ¿no? todos traían su arroz con habichuelas y sus pupusas, y todos, y comían mucho, y era una gran fiesta. Y lo que ellos hacían, se sentaban con su familia, sus amigos, y comían mucho hasta emborracharse, y una persona pobre ahí sentada sola, ahí sintiéndose rechazado sin nada que comer, ignoraban a la persona necesitada y ellos se enfocaban en ellos mismos. Yo creo que lo hacían por despistados tal vez. Estaban pensando en sus amigos y no tenían ojos para mirar alrededor.

Hermano: yo espero que cuando usted viene a la Iglesia, viene buscando, bueno, bien dicho: buscando a quien devorar en el buen sentido ¿no? buscando a quién ministrar, que yo estoy aquí no para recibir sino para dar y Dios me va a enseñar a alguien. Yo voy a ver a alguien que está solo o que está sufriendo y me voy a acercar, y ministrar a esa persona; debidamente ¿ok? nada raro, pero debidamente, y así no voy a descuidar a la persona. Aquí no hay ceros a ninguna izquierda. Vamos a hacer eso.

Pero ellos se sentían con derecho. Yo tengo el derecho de expresarme como yo quisiera. Había otro caso para los Corintios, todavía están conmigo ¿no? esto es mucho. Los Corintios tenían otra situación que tenía que ver con la carne. Es que en su ambiente se compraba carne de una tienda que estaba asociada con templos paganos. Mataban los animales ofrecidos a ídolos, a demonios y después tomaban de la carne y ponían la carne a la venta en tiendas, carnicerías, y la gente iba y compraba la carne. ¿Se fija cómo para un cristiano puede ser difícil esto? yo no quiero comer una carne que fue ofrecida a un demonio, y algunos se escandalizaban: yo no puedo comer esto.

El apóstol Pablo tenía otra perspectiva, él dice: yo tengo hambre y quiero una buena chuleta, y yo no lo ofrecí a un demonio, yo sólo voy a comprarlo, darle gracias a Dios y comer. Él decía: la tierra es del Señor, esa vaca es de Dios, no me importa lo que hicieron los demás con eso, y yo me la voy a comer. Pero él dice: si yo comiendo carne delante de alguien que se va a escandalizar eso es una falta de respeto por ellos, esto no es amor, es algo indebido. Pero Pablo está libre, tú puedes comer lo que quieras ¿no? él dice: sí, yo soy libre, pero no voy a usar mi libertad para hacer lo que a mí me da la gana sin pensar en cómo estoy afectando a los demás. Por esto sí tú tienes el derecho de expresarte, y tienes que ser tú mismo ¿no? no podemos.

You know, hay un dicho en inglés: I gotta be me. Yo siempre voy a ser un gringo confundido como soy, nunca voy a ser latino ¿no? y bueno, no voy a cambiarme en ese sentido pero no tengo derecho de decir que: bueno soy gringo y así hacemos las cosas así, y los otros me van a tener que aguantar. No, el amor no hace nada indebido. Tenemos que pensar en cómo mi manera está afectando a los demás, cómo mi vestimenta está afectando a los demás. Como mi sentido del humor, como mis palabras, mi actuación, mi manera de vivir debe ser pensando en cómo honrar a la persona alrededor mío. Esto no es ser tight, eso es amoroso y saber que hay personas importantes alrededor de mí.

Una cosa más para los que tienen egoitis. Algunos que creen que tienen el derecho de hablar la verdad no importa cómo caiga ¿no, conoces alguien así? Yo hablo la verdad y te voy a decir lo que pienso, y es tu problema si no te gusta ¿no? tal vez algunos somos así. La Biblia dice: hablar la verdad en amor, en amor. Pero uno puede pensar. Dice que aún predicando a veces personas en el mundo están ofendidos con nosotros no por lo que creemos sino cómo lo creemos ¿no? Con razón Pedro dice que: "Hay que presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo" hablar la verdad con amor.

Pero si tú lees en el Nuevo Testamento Jesús a veces hablaba medio fuerte ¿no? Yo encontré esto, Jesús hablando a los fariseos dijo: "Serpientes." ¿Cómo se puede decir eso en una manera culta y educada? "Generación de víboras, cómo escaparéis de la condenación del infierno?" Bueno, ¿Jesús faltó al respeto, fue "rude"? A veces hay que gritarle a una persona para salvarle la vida ¿no?

Si alguien va a tocar una estufa que está prendida y no lo sabe, está a punto de hacerlo "ay disculpa por favor no lo toques porque tal vez, si sería tan amable de, por favor" y ¡tss! hasta eso se quema. El amor a veces tiene que gritar ¿no? y los fariseos eran tan ciegos que merecían un buen grito para despertarlos por amor, tough love y a veces la verdad duele, y no hay manera de cambiar eso.

Así que algunos tal vez vamos a pensar: bueno yo quiero ser como Jesús, ¡raza de víboras! Tengo noticias para ti y para mí: no eres Jesús, tampoco eres Jeremías ni Isaías, ni Elías, el profeta de la Biblia. Ellos podían hacerlo, tú y yo normalmente no podemos hacerlo ¿ok? hay que hablar la verdad con amor.

Por fin, y voy terminando con eso, algunos cortan el tráfico por ser malos. Son malos. No, mejor dicho, somos malos todos de vez en cuando, disculpe, no quiero tomar demasiada confianza ni ofender a nadie, pero somos malos, ¡raza de víboras! (risas) no, es que. Algunos manejando en Boston piensan: yo tengo que manejar agresivo o me comen vivo, y para sobrevivir tengo que ser malo, grosero en la calle, para sobrevivencia, algunos piensan eso. Algunos piensan eso.

Muchas veces la rudeza o la grosería sale de la inseguridad humana. Tenemos miedo que me van a perjudicar y yo tengo que hacerles daño a ellos antes que me lo hagan a mí. Algunos han sufrido y piensan que la única manera de sobrevivir es ser rudo con los demás para que no te rebajen a ti primero. Bullying en la escuela o en la sociedad, muchos bullies, muchos de los que abusan a los demás son personas rudas, tienen que probar que yo soy el, son inseguros. En la sociedad, abusos sociales casi siempre vienen de inseguridad social ¿no? tratar mal a un grupo o personas de un color, o una nacionalidad ¿por qué? porque hay otros grupos que quieren sentirse grande. Si yo puedo ponerte a ti abajo yo me siento aquí arriba, y así se hacen cosas indebidas. En los movimientos racistas a través de la historia uno mira eso.

Yo ya hablé de los Estados Unidos en el siglo XIX. A veces algunas personas blancas pobres querían hacer sentir a los negros esclavos como más bajos para ellos sentirse más grandes y ahí vienen instituciones de racismo, y lo hacían. Pero todos lo hacemos si somos honestos. Cuando tenemos miedo peleamos y faltamos al respeto a la otra persona.

A veces no sabemos cómo expresar ira y tener una discusión justa y sana. In English we would put it this way. Learning how to have a fair fight. Saber cómo tener una discusión sin decir palabras despectivas de las que después no se puede retroceder ¿no?

En Discipulado 3 hay dos páginas: Reglas o pautas para una discusión sana. Yo animo a todos a estudiar eso porque en el matrimonio y en el hogar nosotros a veces tomamos libertades, pero después no se puede volver porque hemos rebajado a una persona. Hay que saber cómo expresarse y aún estar enojad, y tener una buena discusión sin rebajar una persona, sin avergonzar una persona ¿por qué? porque el amor no hace nada indebido.

Sabemos la historia y voy a invitar a los músicos a estar pasando, en Discipulado ¿se acuerdan de la historia de los niños en el campamento? perdónenme por usar esto otra vez pero me gusta tanto. Sacan a los niños al campo en una actividad y se les da a todos los niños un tubito de pasto dental, ¿se llama pasto dental? pasta dental, I don't even know what pasto is, oh grass, oh my gosh, mire qué indebido. Pasta dental y dicen a los niños: tú puedes exprimir esa pasta dental a tu otra mano y los niños felices de la vida haciendo todo un reguero con la pasta en la mano, y este es el juego: ahora tienes que devolver la pasta a los tubitos, y todos ahí tratando, y se les enseña: nuestras palabras son así. Una vez fuera es difícil volver a meterlas dentro del tubo ¿no? por eso tenemos que aprender que el amor no hace nada indebido, el amor respeta, es cortés.

Y yo les animo en esta semana a tomar tiempo de bajar las revoluciones un poquito de la vida, tener ojos para ver las personas alrededor especialmente en tu propia casa; cortesías pequeñas en la casa, entre esposos, con niños, con compañeros de trabajo, la cortesía y pensar en cómo yo puedo amarlos porque Jesús dice: Tu luz va a brillar en las tinieblas, tu manera de ser va a predicar el Evangelio. Si creemos en Cristo y somos groseros sin saberlo o sin importarnos, estamos haciendo más daño que bien y la gente no puede recibir nuestra Palabra. Pero si hay toda una vida que va detrás de la predicación es poderoso, y se cambian ambientes, y vidas, y sociedades.

Y si tú has aprendido a pelear y a ser fuerte con los demás para protegerte, yo te animo a dejar que Dios te cuide, que Dios pelee tus batallas y tú puedes demostrar gracia aún en medio de situaciones conflictivas. Así que vamos a ponernos de pie, vamos a orar, entregar esto al Señor.

Dios mío: te doy gracias por Tu amor. Gracias Jesús que Tú nos has dado un modelo de lo que es tratar a toda persona con respeto y dignidad. Yo te pido en el Nombre de Jesús, Señor, que reinen el respeto y el amor en esta Iglesia. Que nuestras casas sean hogares de luz, ambientes de paz donde hay palabras de amor, palabras de vida, y no palabras de muerte. Yo te pido que nos des la gracia que tenía el profeta Daniel en Babilonia, que aún en lugares de trabajo con jefes y compañeros difíciles de trabajo, que nosotros podamos hablar con claridad y cortesía de una manera que gane almas para el Evangelio.

Más que todo yo te pido Señor por un ambiente de respeto donde todos los que vienen aquí con cualquier limitación, cualquier problema, cualquier carga que tienen, que vengan aquí y que sepan que aquí yo soy alguien, aquí yo no soy un cero. Aquí soy una persona digna de amor y respeto. Que cada ser humano sienta esto en este lugar Dios mío y que nosotros seamos emjabadores del Reino de Dios, te lo pedimos Señor, todo esto ayúdanos en el Nombre de Jesús.

Dios quiere que vivamos vidas saludables

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Quiero tomar un momento para retomar lo que inicié hace dos domingos antes de salir para España, les dije que iba a estar en España dirigiendo un retiro que se componía de tres días y varias intervenciones de mi parte, varios tiempos de enseñanza, y se me pidió que ministrara en el tema de la sanidad, y el tema era: Sanando heridas. Y pues yo nunca me había visto obligado a explorar este tema de la sanidad en una forma así, bien abarcadora, sino que lo que he hecho es predicar sermones aisladamente sobre el tema.

Las emociones es algo tan importante en la vida de los hijos de Dios y la sanidad de heridas de diferentes tipos de tragedias y pérdidas que experimentamos en la vida, y es importante que la Iglesia de Jesucristo le dé al pueblo de Dios herramientas para ser un pueblo sano, un pueblo saludable, un pueblo que refleje la riqueza y la bendición del Reino de Dios.

Y entonces como decía, nunca había tenido que desarrollar esa idea, ese tema en una forma así como abarcadora, desde la A a la Z, aunque nunca verdaderamente podremos acaparar y agotar un tema tan vasto como lo es el tema de la sanidad y de la salud espiritual. Pero fue un buen ejercicio para mí tener que presentarle a nuestros hermanos así, diferentes enseñanzas y que tuvieran como un sentido de coherencia todo, y que el mismo tema se estuviera repitiendo, y llegando bien hondo al espíritu de los hermanos. Fue de gran bendición para gloria de Dios; nuestros hermanos se declararon bendecidos y tuvimos unos tiempos de ministración preciosos, y me di cuenta que esto es un material muy útil para todo el pueblo de Dios, y lo quiero compartir con ustedes en los próximos domingos cuando pueda, voy a estar compartiendo estos mensajes orientados hacia el tema de la salud espiritual, de la sanidad.

Y quiero ser bien claro con respecto a eso de que, no solamente estoy hablando de sanidad, porque muchas veces cuando hablamos de sanidad es como que hablamos de algo defensivo, como que estamos curando cosas que ya existen, y estamos como siempre defendiendo y rectificando lo torcido, lo herido, pero Dios quiere más que eso. Dios no quiere que estemos solamente sanando heridas ¿verdad? siempre ahí como a la defensiva, en déficit, sino que sobre todo, Dios quiere que tengamos ¿qué? salud, que tengamos vida, que tengamos vida en abundancia. Cristo dice que: "Yo he venido para que tengan vida, y vida en abundancia."

Entonces mi deseo a través de estos mensajes va a ser también inculcar en ustedes y compartir con ustedes principios para una vida sana, una vida saludable, que no estemos allí solamente como cojeando y siempre rectificando lo que está torcido, sino que sepamos cómo vivir vidas abundantes y cómo sanarnos en el mismo momento de estar recibiendo algunos golpes, algunos choques, que haya también defensas en nosotros que nos permitan vivir vidas saludables.

Si me permite una imagen, y de nuevo: una de las cosas que van a entender, y qué bueno que ahora no tengo que traducir como esta mañana porque me puedo permitir un poquito más de tiempo, aunque todo es bendición, sabemos, pero me puedo permitir un poco más de tiempo para como, matizar bien e hilar fino. Porque en los próximos domingos, cuando yo pueda, voy a estar tomando estos principios y voy a tomar todo el seminario este que di, y voy a comenzar en alguna parte, terminar allí, seguiré más adelante, no estoy seguro que voy a tener así como sermones preparados en sí sino que va a ser como una enseñanza continua; donde me agarre el tiempo ahí pararé y seguiré el próximo domingo en la próxima intervención.

Pero ahora lo que quiero es establecer un marco de referencia, un marco para que ustedes puedan entender: todo lo que yo voy a decir va a encajar dentro de ese marco, y estos van a ser los temas que van a gobernar toda mi presentación a través de todo el tiempo que voy a estar trabajando esto.

Una de las cosas que decía mientras dije allí, mientras señalé este asunto de que Dios quiere que vivamos vidas sanas y saludables aún mientras estamos en batalla y en lucha, y se me vino a la mente esta imagen del cuerpo humano: ¿sabe usted que, sin darse cuenta, está batallando contra gérmenes y contra enemigos de su cuerpo? Este mundo es un mundo penetrado por los gérmenes y por los microbios, y siempre estamos en situaciones de batalla. Y Dios ha hecho el cuerpo humano en una manera tan maravillosa, que mientras usted está sentado allí "de lo más quitado de bulla" como decimos los caribeños, su cuerpo está batallando contra una cantidad de seres y microorganismos hostiles a su salud.

Dios ha provisto en usted un sistema inmunológico y un sistema de defensas increíble, que mientras usted por ejemplo está ahora mismo en su cuerpo, usted está respirando y su cuerpo está procesando el oxígeno y está produciendo toxinas, dióxido de carbono, otros tipos de sustancias negativas, su sangre está corriendo, hay células que son como pequeñas fábricas de salud y recogen las toxinas y las basuras que su cuerpo genera de todo el fuego ese que hay en usted y todas las cosas que están pasando, las toma, se las lleva, usted las expele en diferentes maneras, a través del sudor, diferentes formas en que esas toxinas son expelidas; hay células blancas que están peleando contra la infección que quiere matar su cuerpo casi por así decirlo, hay cantidad de filtros, cuando usted respira hay cositas ahí en su nariz que filtran polen y polvo, y una cantidad de cosas, y no permiten que entren.

Si usted es una persona saludable, dentro de usted, sin que usted se de cuenta y sin que eso interrumpa el funcionamiento de su vida, hay una lucha entre el bien y el mal por así decirlo; la vida que está en usted, la salud que Dios quiere que su cuerpo tenga, y también, elementos que son producto de un mundo caído, y que hacen daño. Oiga cuando dije: un mundo caído ¿sabe lo que vino a mi mente? las cucarachas, fíjese cómo es la mente. ¿Qué justificación hay para las cucarachas?

Cuando yo llegue al cielo voy a preguntar: Señor, ¿qué Tú querías con las cucarachas y con los mosquitos? ¿por qué Noé tuvo que meter cucarachas y mosquitos en el Arca? (ríe). ¿Sabe que las cucarachas son los seres más resistentes que hay en el universo? Cuando el mundo se haya acabado las cucarachas todavía van a estar corriendo por ahí yo creo, entre las, no sé (ríe).

Pero es así, hay cosas malignas y dañinas en este mundo que no tienen ninguna justificación aparente. Sin embargo aquí estamos nosotros lo más bañaditos, perfumaditos, bien vestidos, pero hay una lucha interna dentro de nosotros. Y gracias al Señor si todo está bien, uno está saludable, relativamente saludable, aunque nadie es totalmente saludable, siempre hay cosas en nosotros que nos recuerdan que somos seres imperfectos y caídos. Así uno pasa en la vida normal espiritual del ser humano, hay cantidad de cosas que siempre están batallando dentro de ti, queriendo destruirte, queriendo hacer daño a tu vida, hay luchas que tú tienes, tragedias, pérdidas y una cantidad de cosas. Pero también la vida de Dios se está moviendo dentro de ti ¿amén? el Espíritu Santo está dentro de ti llevándote hacia toda verdad: perfeccionándote, puliéndote, trabajando dentro de ti.

Y aunque tú no te das cuenta en la noche estás procesando cosas allí, pesadillas que a veces tenemos, temores que afloran y uno no sabe de dónde vienen, y la Palabra de Dios está ministrando dentro de ti, el Espíritu Santo está trabajando en tu vida, la buena Voluntad de Dios se está manifestando dentro de ti y hay una lucha. Pero no se supone que nosotros nos pongamos paranoides ni neuróticos acerca de esa lucha, sino que simplemente vivamos dentro de ella sabiendo que si todo va bien, el Señor, el principio de la vida siempre se impone y sale adelante ¿amén?

Entonces yo les invito a ustedes a ese concepto dinámico de la vida cristiana. Lo que se da en el mundo biológico y físico también se da en el mundo espiritual, emocional del creyente. Hay una lucha continua entre esos dos principios de vida, de mal, de buena intención de parte de Dios y también de problemas con los cuales vamos a estar confrontándonos siempre. Entonces cuando yo hablo de salud y de sanidad estoy hablando de un proceso muy, muy tenso y dinámico.

Entonces cada vez que ustedes me escuchen en estos últimos días hablar acerca de sanidad y de salud yo voy a estar hablando de dos extremos y de un proceso continuo que se da entre esos dos extremos. El primer principio que ustedes me van a escuchar elaborar es el siguiente, es un principio positivo y esa es la base de toda nuestra vivencia, y es el siguiente, escuche esto: Dios quiere que vivamos vidas saludables ¿amén? Dios quiere, Su intención es que vivamos una vida abundante en el Señor.

Cristo dijo: "Yo he venido para que tengáis vida y para que la tengáis en abundancia." Cuando tú entras a los caminos del Señor sabes que tú entras para ser bendecido, para ser transformado, para ser sanado, para ser un heredero de las riquezas del Reino de Dios. No vengas al cristianismo a sufrir solamente ¿sabes? Ven al cristianismo para ser un receptor de todas las promesas de Dios para tu vida, para ser hecho un hombre, una mujer cada vez más poderoso en Dios, para reflejar cada día más y más el carácter y la belleza y el poder, y la autoridad de Cristo Jesús porque ese es el deseo de Dios. Y la Biblia está llena de promesas y de llamados a nosotros a entrar con una expectativa de vida bendecida y de vida abundante en el Señor. Y Dios no solamente quiere que nosotros seamos bendecidos sino que seamos también de bendición para otros.

Yo siempre he dicho que esta parábola de Jesucristo cuando las cinco vírgenes fatuas y las cinco vírgenes sabias, cuando las vírgenes fatuas o tontas, o necias que no se prepararon ¿recuerda? para la llegada del novio, y cuando llegó el novio inesperadamente en la noche ellas no tenían aceite para sus lámparas, estaban en deficiencias. Y entonces se acercaron a las cinco vírgenes prudentes que se habían preparado muy bien y sus lámparas estaban llenas de aceite, listas para cuando llegara el novio y prenderlas de una vez en la noche, no sabían cuándo iba a llegar, que es una imagen de Cristo Jesús ¿verdad? esas cinco vírgenes sabias estaban preparadas.

Pero ¿qué pasó? cuando las cinco vírgenes fatuas, estas miembros de la comitiva nupcial, que no tenía su aceite para las lámparas, se acercaron a las vírgenes prudentes las vírgenes prudentes les dijeron: miren no podemos ayudarlas, porque ¿qué pasa? si nosotras compartimos nuestro aceite que está limitado con ustedes nos vamos a quedar sin pito y sin flauta, ni ustedes ni nosotras. Entonces ustedes no van a tener suficiente aceite ni nosotras tampoco así que: sorry, no podemos ayudarlas.

Pero ¿sabe? yo creo que, en el Reino de Dios, Dios quiere que nosotros tengamos aceite para nosotros y para los demás que necesitan también ¿amén? Dios quiere darnos con tanta bendición y tanta abundancia que cuando venga la gente a nuestras vidas y diga: óyeme ¿cómo puedo yo sanarme? ¿dónde puedo yo encontrar una solución para mi matrimonio problemático? ¿dónde puedo yo encontrar esperanza para mi vida? ¿cómo puedo yo obtener sanidad de esta depresión o de esta ansiedad que me está matando? usted diga: yo tengo la respuesta. Te voy a traer a Cristo Jesús, puedo orar por ti. Yo he experimentado sanidad en mi vida y yo tengo el poder para compartir esa sanidad contigo también.

Entonces Dios quiere que nosotros seamos unos transmisores de la vida de Dios. Que la vida de Dios en nosotros sea tan abundante que parezca como que siempre estamos rebosando aceite y otros vienen, y cogen aceite de nosotros, y se lo untan, y son sanados y bendecidos también, gloria a Dios, ese es el propósito de Dios.

Y por eso la Biblia está llena de referencias hacia el carácter positivo de la vida cristiana, las buenas intenciones de Dios para nosotros, las riquezas a las cuales Dios nos ha llamado. Mire por ejemplo un último pasaje para no elaborar demasiado el punto porque tenemos que seguir corriendo, Efesios, uno de mis pasajes favoritos. Yo voy a estar repitiendo muchos de estos pasajes porque la verdad es que hay una serie de pasajes que son como la base de este estudio.

Efesios 1, creo que quizás hasta lo leí la última vez pero ahora mismo renovados en la perspectiva que estamos usando. Pablo ora en Efesios capítulo 1 versículo 16, Pablo ora para que los lectores en la Iglesia en Éfeso, dice: "No ceso de dar gracias por ustedes haciendo memoria en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, les dé a ustedes espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de Él, alumbrándo los ojos de su entendimiento" ¿para qué? "para que ustedes sepan cuál es la esperanza a la cual Él les ha llamado y cuáles las riquezas de Su herencia en los santos, y cuál la super eminente grandeza de Su Poder para con nosotros los que creemos."

Yo espero que tú te sientas como abrumado por el caudal de imágenes que el apóstol Pablo está emitiendo allí acerca de la tremenda bendición que Dios ha declarado sobre tu vida. Pablo dice, mire: Yo oro para que su entendimiento sea sobrenaturalmente abierto, para que ustedes sean capaces de entender todo lo que Dios ha puesto en sus manos. Porque ¿sabe qué? muchos de nosotros sufrimos porque no entendemos cuán grande es la provisión de Dios cuando nosotros entramos en la vida del Evangelio. Es como que biológicamente no somos capaces de procesar todo lo que Dios ha puesto en nuestras manos como hijos de Dios.

Las promesas de Dios, si yo tuviera tiempo, solamente tomaría un sermón largo para ese punto solamente, de que en Cristo Jesús nosotros somos herederos de unas riquezas tan grandes, que necesitamos como que Dios nos destape sobrenaturalmente el cerebro para poder entender cuán grande es la riqueza que Él ha puesto en nuestras manos. Y la Biblia está diseñada para alertarnos acerca de todas las armas, la sobrenaturalidad de la vida a la cual Dios nos ha llamado, Su buena intención para con nosotros.

Pienso en los discípulos en el camino a Emaús, no sé si hablé acerca; de nuevo, tantas cosas porque no sé si se los prediqué a ustedes o a los de España, pero es una mogolla ahí, una mogolla santa lo que tengo ahora mismo en mi mente, pero vale repetirlo. El Señor Jesucristo resucitado, lleno de poder, el Cristo que ha cumplido Su promesa de que será resucitado al tercer día, y estos dos discípulos caminando por allí derrotados porque creen que su Maestro ha sido crucificado y ahí terminaron sus sueños. Dios es un renovador de sueños de paso, como que esa imagen ha surgido un par de veces aquí en medio de nosotros.

Y el Señor se acerca a ellos, y ellos lo miran pero no lo ven. Es como que su entendimiento no podía procesar el hecho de que su Maestro hubiera resucitado exactamente como Él les había prometido, sus ojos biológicos estaban cerrados. Y sin embargo el Cristo resucitado está caminando al lado mismo de ellos.

Y mientras ellos están aquí con esa derrota de que: sí, nosotros pensábamos de que Él era el que había de venir y liberar a Israel, y todas estas cosas, el Señor en todo Su Poder está caminando al lado de ellos. Pero el hecho de que un hombre pudiera resucitar de entre los muertos era algo tan radical y diferente a lo que ellos estaban acostumbrados que aún cuando Él se los prometió no fueron capaces de creerlo.

Y los discípulos por igual. Los otros discípulos que están por allá en una habitación derrotados también, tristes porque su Maestro ha sido crucificado y perdieron sus sueños, y aunque María y las demás mujeres que vieron la resurrección llegan a donde ellos y les dicen: miren, el Señor ha resucitado exactamente como Él prometió. Vimos unos varones con ropa resplandeciente y nos dijeron que el Señor resucitó, ellos piensan: ¡bah! esos son cuentos de hadas, ya el Señor sabemos que no resucitó nada, murió crucificado, no pueden creerlo aunque estas mujeres vienen de la tumba donde han visto ángeles.

No solamente eso sino que cuando el Señor se les aparece físicamente, que de momento se aparece en medio de ellos, cuando ellos lo ven creen que es un fantasma, y el Señor tiene entonces que coger por ahí: ¿qué tienen de comer? por ahí un pedazo de pescado y creo que era un panal de miel, y el Señor dice: Miren, Yo no soy como Casper: The Friendly Ghost que me como las cosas y se me van, y ustedes ven que se me, no. Yo tengo carne, tengo huesos. Yo soy el Cristo resucitado que está en medio de ustedes, créanlo.

No podían creerlo porque la idea de este Poder de Dios que había invadido la historia, el Poder de la resurrección tan poderoso que estaba con ellos, ellos no podían procesarlo y Dios tuvo como que ser redundante en convencerlos: No, es verdadero. ¿Y sabe usted que muchas veces en nuestras vidas ese es uno de los retos más grandes que nosotros tenemos? Es el hecho de: ¿cómo creer que todo lo que Dios dice es para mí y es verdad, y yo puedo usarlo, y yo puedo pelear contra el mal en el mundo, y puedo sanar mis heridas, y puedo tener un matrimonio bendecido, y mis hijos van a ser bendecidos, y mis descendientes, y yo voy a ser de bendición y puedo cumplir mis sueños? porque la Biblia está llena de estas promesas de bendición y tenemos que creerlas, tenemos que movernos dentro de ellas.

Pero ese es un lado del asunto. Hay otro lado del asunto que es el lado negativo y oscuro de la vida cristiana, y la realidad es que muchas veces, a pesar de todas esas promesas de Dios y todas esas cosas que la Biblia declara que son nuestras, nuestra realidad diaria, cotidiana muchas veces parece desmentir lo que Dios ha prometido. ¿Quién no se ha levantado un lunes por la mañana y mirado esa nieve que está cayendo por allá por la ventana, y a uno le dan ganas de arroparse otra vez y quedarse durmiendo pero tiene que irse al trabajo? ¿y quiénes en medio de un matrimonio adolorido y problemático no han dudado muchas veces de las promesas de Dios?

¿Cuántos hermanos en el tiempo este de la gran crisis económica? Algunos hermanos perdieron sus casas a pesar de sus mejores esfuerzos, y oraron al Señor, hicieron guerra espiritual, hicieron todo lo que pudieron pero terminaron perdiendo sus casas. ¿Cuántos hermanos están batallando contra diferentes tipos de enfermedades y dificultades? han clamado a Dios, han orado al Señor, son gente de fe, han hecho guerra espiritual, han pedido que otros hermanos oren por ellos, han venido al frente y siguen batallando con dificultades de enfermedad y de lucha en la vida. ¿Cuántos hermanos tienen sueños de superación y otras cosas que quieren para sus profesiones, sus trabajos? hacen todo lo que pueden pero como que todavía no han llegado a esa plenitud que Dios ha prometido en sus vidas.

¿Cuántas personas han estado durante años batallando con pensamientos en sus mentes, fortalezas espirituales, ataduras espirituales? Y no es por falta de oración, no es por falta de sinceridad, no es por falta de ayuno, no es por falta de que otros oren por ellos, no es por falta de buenas intenciones que tienen de agradar al Señor y no es por falta de arrepentimiento y de reconocimiento de que necesitan sanidad? Sin embargo, de vez en cuando todavía son visitados por estas ataduras y dificultades, y resentimientos y otras cosas ¿verdad que sí? ¿Cuántos pueden decir: hey me reconozco en lo que usted está diciendo Pastor Miranda? es así.

Por un lado tenemos las promesas luminosas de Dios y por otra parte también habitamos una realidad de lucha y como yo decía, los microbios espirituales y también las bendiciones de Dios en nuestra vida. Yo recuerdo las palabras de Jesucristo: "En el mundo tendréis aflicción." Yo sé que Él dijo también: "Pero confiad, Yo he vencido al mundo" pero quédese por un momentito antes de ser pentecostal y entrar en la segunda parte. Recuerde que es importante lo primero.

Yo creo que uno de los problemas de muchos hermanos pentecostales es precisamente eso: que tenemos miedo de reconocer que el mundo es difícil. Tenemos miedo de reconocer que hay lucha en nosotros y entonces como que le metemos un barniz de espiritualidad a las realidades y venimos a la Iglesia, y levantamos mucho polvo diciendo solamente cosas positivas y buenas, y hay hermanitos ahí cociéndose en su propio jugo, bebiéndose sus lagrimitas allí calladitos como diciendo: bueno entonces ¿qué soy yo, outliver como dicen en inglés? ¿qué pasa conmigo, es que no tengo suficiente fe, es que estoy en pecado, es que Dios no se acuerda de mí?

Porque nos enamoramos tanto de la parte luminosa, positiva de la Promesa y la intención de Dios y no reconocemos suficiente la otra parte que es la lucha, el conflicto en un mundo caído, un mundo que está como diseñado para contradecir la Palabra de Dios en nosotros. Y nuestra vida cristiana se mueve entre esos dos extremos, esa es la verdad; somos como una barca que está en un largo viaje, y a veces hay tiempos de sol y una brisa suave que empuja nuestra barca en una forma muy linda hacia adelante, y de momento el cielo se torna gris y hasta oscurísimo, y comienzan rayos y truenos, y el mar se torna enbravecido como los discípulos en el mar, y entonces nos preguntamos: ¿dónde está Dios en ese momento? ¿dónde están las promesas de Dios?

Y yo creo que porque muchas veces no hacemos suficiente reconocimiento de esa parte de la lucha de la vida y de que somos seres imperfecto en un mundo imperfecto, y porque no mencionamos lo suficiente esa parte de la vida cristiana, entonces no le damos a los hermanos un diagnóstico adecuado de lo que en realidad es la vida de los hijos de Dios, que es una lucha continua en la cual Dios nos ha prometido victoria, pero es una lucha de todas maneras, y tenemos que acostumbrarnos a saber que somos guerreros que necesitamos siempre ponernos la armadura de Dios porque el día malo viene y nos visita en diferentes ocasiones.

Pablo era un gran expositor de esas dos dimensiones. Si usted mira por ejemplo en la Carta a los Romanos en el capítulo 6 creo que es, él habla de que nosotros hemos muerto al pecado. Dice por ejemplo en el versículo 6 del capítulo 6: "Sabiendo esto: que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con Él" habla en pasado "para que el cuerpo del pecado sea destruido a fin de que no sirvamos más al pecado, porque el que ha muerto ha sido justificado del pecado." En el versículo 14 dice: "Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros, porque no estáis bajo la ley sino bajo la gracia."

En el versículo 11 dice: "Así también vosotros consideráos muertos al pecado pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro." Y así una cantidad de declaraciones de que: ok, como hijos de Dios estamos muertos al pecado, ese es el Pablo pentecostal, el Pablo que nos gusta escuchar, ustedes están muertos al pecado, Dios ha hecho la obra. Pero por otra parte en el capítulo 7 él habla también de su lucha interior que él tiene con el pecado, el mismo Pablo que acaba de decir que estamos muertos al pecado, que nos consideremos libres del yugo de la ley, del pecado y de la muerte mire cómo se expresa en el versículo 21 del capítulo 7: "Así que queriendo yo hacer el bien hallo esta ley, que el mal está en mí, porque según el hombre interior me deleito en la ley de Dios, pero veo otra ley en mis miembros que se rebela contra la ley de mi mente y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. Miserable de mí, ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?"

¿Qué te pasó Pablo? ¿tú no acabas de decir que estás muerto al pecado y que Dios te ha liberado del pecado, y ahora has dejado caer tu confesión y tienes una lucha contra el diablito y el angelito que está contigo allí peleando uno con otro, y que te lleva a hacer cosas que tú no quieres hacer? ¿hay contradicción en la Escritura? No, no. Es el reconocimiento de dos realidades que nosotros habitamos en este mundo caído, y que tenemos que aprender a manejarlas ambas.

Y yo creo que la madurez de los hijos de Dios está en saber mantener el equilibrio, entre lo que Dios ha declarado, las buenas intenciones de Dios, las riquezas de la provisión divina, el Poder del Espíritu Santo en nosotros, el llamado de Dios a creer que en todas estas cosas somos más que vencedores, que todo lo podemos en Cristo Jesús, que hemos sido sanados por las heridas de Cristo en la cruz del calvario, y también la realidad de que vivimos en un mundo donde el diablo reina. Y la Biblia dice que el príncipe de este mundo, tercera de Juan dice que: "El mundo entero está bajo el maligno" y que tú te mueves en un campo de guerra tanto en tu interior como en el exterior, y que tú te mueves en un mundo hostil a los propósitos de Dios dentro de ti, y que tú mismo vas a cooperar sin darte cuenta con la intención destructiva de Satanás en tu vida, pero que eso no neutraliza la otra parte que es la bendición de Dios dentro de ti.

Y yo creo que, de nuevo la Iglesia necesita alertar a los creyentes: esa es la naturaleza de tu experiencia aquí en el mundo. Y yo creo que en ese reconocimiento de que mientras estemos en el mundo va a haber una lucha en nosotros pero que eso no neutraliza la bendición y la intención de Dios, y entonces aprender en medio del fragor, en medio del sufrimiento, en medio de la enfermedad, en medio de las cosas que suceden que no podemos explicar, Dios está contigo allí, Dios está en medio de tu lucha, Dios no se ha hecho más corto y Dios va a estar glorificándose en medio de tus aflicciones Él va a estar contigo, en el horno de fuego van a haber ángeles allí.

Dios no te libra del horno de fuego pero envía ángeles y se aseguran de que tú salgas victorioso de todas tus pruebas. Quizá vas a salir más debilitado y medio mareado pero vas a salir más poderoso y más victorioso que nunca.

El hijo de Dios procesa todo lo que sucede en su vida y lo torna en oro hermanos. Las aflicciones, las pruebas, las dificultades, las luchas de este mundo gobernado por el mal. Si tú tienes la perspectiva correcta tú puedes tomar todas esas cosas y tornarlas en peldaños para la grandeza, para el crecimiento, para el perfeccionamiento de tu vida.

Por eso es que el apóstol Pablo dice que: "A los que aman a Dios todas las cosas ayudan a bien." Lo que tenemos que pedirle al Señor: Padre, renueva mi perspectiva para que yo pueda entender que sea prosperidad, salud y que todo vaya bien, o sean tiempos de enfermedad, de lucha matrimonial, de presión, de batallar, con imperfecciones de mi carácter, de caer donde yo no quiero caer en prácticas que Tú no has bendecido, que en todas estas cosas yo soy más que vencedor por medio de aquél que se dió por mí en la cruz del calvario, y que yo puedo salir victorioso de cualquier situación que yo habite, sea luminosa, sea oscura, "antes en todas estas cosas somos más que vencedores."

Yo creo que muchos creyentes se alejan de la Iglesia y decaen en su fe, y dejan de ser de bendición para otros, y aminoran en su servicio al Señor porque no saben navegar los tiempos de sequía y los tiempos de dificultad en sus vidas. Cuando el hermanito que tú pensabas que era un dechado de virtudes te trata mal y te traiciona, y hace cosas indebidas, cuando de nuevo, hay momentos de sequía financiera en tu vida, cuando no todo te va bien, que en esos tiempos también tú digas: no, no es que Dios no está conmigo sino que Dios está batallando conmigo para ir y llevarme hacia adelante, Él está usando este tiempo de prueba para algo que va a ser de bendición para mi vida.

El apóstol Pablo dice: "Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria." En otro pasaje él dice que: "Aunque el hombre exterior se va debilitando, el interior se renueva de día en día" aleluya. Aunque a veces el principio del bien que Dios ha declarado sobre tu vida parece estar anulado por el principio del mal en el cual tú te mueves en este mundo tú tienes que confesar: el Señor está conmigo y yo sé que yo lo veré al final de esta prueba, yo saldré victorioso, saldré adelante.

Dios torna mis hermanos todo lo que pasa en la vida de Sus hijos en oro y en bendición, y parte de la victoria de nosotros es reconocer: mientras yo esté en este mundo yo no voy a tener una vida perfecta. Mientras yo esté en este mundo van a haber cosas que van a ser simplemente producto del mal de este universo caído que yo habito. Y yo voy a siempre estar luchando con ataduras y con cosas que no son de mi preferencia pero yo creo que en todas estas cosas Dios está glorificándose.

Si tú estás pasando en este tiempo por dificultades, si estás pasando por un tiempo de sequía espiritual, de enfermedad, de lucha, si estás batallando con algo en tu vida, confíate al Señor, abandónate a Él, descansa en Él y no dejes de hacer el bien mientras estás batallando, sigue confiando.

Ahora si estás en tiempo de victoria, si ahora mismo estás en los tiempos de las vacas gordas pues mira: atesora para cuando venga el día malo a tu vida ¿ok? gózate en el Señor ¿amén? celebra, aleluya. Si todo está bien en este tiempo y las cuentas están pagas, y hay comida en la despensa, y tu matrimonio está muy bien, y el trabajo va viento en popa, y tú sientes la Presencia del Señor cuando te levantas y cuando te acuestas gloria a Dios, celebra y dale gracias al Señor por esa bendición. Y recuerda que cuando vengan los tiempos de sequía Dios también estará contigo allí, y que Dios estará usando esos tiempos para formar en ti una persona poderosa en el Señor. Si estás pasando por dificultades cree que el poderoso Espíritu de Dios reposa sobre tu vida y que Dios tiene buenos propósitos y buenas bendiciones para ti.

Entonces lo que yo quiero es recordarles hermanos que nos movemos entre esos dos extremos siempre, aunque sea ese punto yo quiero. Adopta una actitud dinámica y activa de la vida cristiana. La vida cristiana no es un simplemente como para estar allí en un barquito de papel que se mueve en una brisa suave siempre. La vida cristiana es un zigzagueo entre momentos de bendición y momentos de prueba y dificultades pero en todo el Señor es glorificado y abraza eso. Dios no quiere que tú solamente tengas tiempos de prosperidad así leve, Dios quiere formar también la imagen de Cristo dentro de ti. Y a veces Él te llama y dice: ¿sabes qué? ven aquí un ratito que quiero tratar contigo, quiero desangrarte, quiero debilitarte un poquito para que seas más como Mi Hijo Jesucristo.

Quiero quitar un poco ese apego al mundo, esa sangre mala que está dentro de ti, quiero hacer una transfusión en tu vida. Quiero despegarte un poco del amor al mundo y quiero que tú aprendas a tener tiempo de intimidad Conmigo también. En esos tiempos tú simplemente reposa en el Señor y deja que Él te lleve a la próxima etapa. Pídele al Señor que cumpla Su propósito en ti, que sea de bendición, sea de dificultad y de prueba, el Señor cumpla Su propósito en tu vida.

A la gente le decimos en el matrimonio cuando los vamos a casar: En riqueza o en pobreza, en salud o en enfermedad, en todo lo que la vida da y en todo lo que quita seréis fiel el uno al otro. ¿Sabes qué? esa puede ser una buenísima expresión para los hijos de Dios también cuando nos casamos con Cristo. En salud o enfermedad, pobreza o riqueza, brisa fresca o tormenta peligrosa. En todo tenemos que ser fieles al Señor y llenarnos de la armadura de Dios, confesar que Dios está con nosotros y que saldremos victoriosos de todas las dificultades y todas las pruebas de la vida.

Lo más importante es que es que tú seas como Cristo, Dios está comprometido con eso. A veces Él va a usar tiempos de bendición obvia y a veces tiempos de tratamiento para tu vida pero en todo será la misma Mano benévola de tu Padre celestial trabajando en tu vida. Reconócelo, reconócelo de esa manera en todas las cosas y en todos los momentos.

Una visión dinámica de la vida cristiana entre la Promesa de Dios y Su llamado al triunfo y al a victoria, y las luchas, y las tribulaciones de la vida, entre esos dos extremos nos moveremos siempre pero la Gracia del Señor estará allí continuamente.

Y vamos a ver a través de estos principios que vamos a compartir más adelante que eso es algo que está continuamente a través de todas las páginas de la Escritura: victoria en medio de las pruebas, crecimiento en medio de las tribulaciones. Sanidad, poder en todas las heridas y todas las deficiencias de la vida. El Señor ha prometido estar con nosotros hasta el fin del mundo y sacarnos victoriosos de todas nuestras dificultades y de todas nuestras heridas. Que el Señor te bendiga hermano.

Baja tu cabeza allí un momentito. Yo sé que tenemos la Santa Cena que tenemos que celebrar y luego después de esto, los que se quieran quedar y tener un tiempo de ministración donde nos vamos a mover en esa Promesa de Dios, que Él está en medio de toda circunstancia, toda situación de nuestra vida, y vamos a orar unos por los otros. Si usted se quiere quedar unos minutos, los que se tienen que ir, pueden sentirle libres también para hacerlo calladamente, pero nosotros, los que quieran, los que sientan del Señor de confesar esa buena Voluntad de Dios en su vida, lo vamos a hacer así también.

Cristo ha venido al mundo para que tengamos victoria. Él ha muerto en la cruz, derramó Su sangre, derramó Su vida por nosotros, Su cuerpo fue herido, molido por nuestros pecados para que el principio del mal que quiere gobernar este mundo y reinar sobre este mundo sea neutralizado. Y cuando nosotros celebramos la Santa Cena y recordamos el cuerpo y la sangre de Cristo derramados por nosotros eso es lo que hacemos: recordamos que en esa crucifixión del Señor hay vida, hay poder, hay triunfo sobre toda circunstancia, la sangre de Cristo, el cuerpo de Jesús molido por ti ha generado y ha desatado una fuente de bendición increíble sobre tu vida, créelo y recíbelo.

Si al tú ingerir estos símbolos del cuerpo de Jesús muy sencillos, muy humildes, el pan, el jugo de la vid, recuerda: por medio de tu fe y al tú discernir el cuerpo y la sangre del Señor en esto sencillo, hay un poder que se desata, el misterio de la crucifixión en tu vida, recíbelo ahora en el Nombre del Señor. Tenemos estos, para quienes no están familiarizados, dado el número de hermanos que tenemos se hace muchas veces difícil pues tenerlos separados, usted puede tomar el plástico que está arriba, este cubre el símbolo del pan, y más abajo usted abre el otro, alta tecnología de la escena de la comunión, está el símbolo del jugo de la vid. Pero lo que importa es que nuestra fe transforma estos símbolos.

Si tú crees que el Señor está presente en estos símbolos eso es lo que hace la diferencia: tu fe, tu visión transformadora para que esto se convierta en algo muy especial de comunión íntima con el sacrificio del Señor en la cruz del calvario.

Así que consagramos en el Nombre de Jesús, Padre, estos símbolos, estos elementos del cuerpo y la sangre de Jesús. Permite que sean de bendición para Tu pueblo Padre, danos discernimiento ahora de lo que esto significa Señor y transfórmalo en algo vivificante, inspirador para nosotros. Lo hacemos en memoria de Ti y Tu sacrificio, en Tu Nombre, amén, amén.

Hermanos: la Palabra del Señor les invita, si usted ha creído en Jesús como su Señor y Salvador usted lo ha recibido como el salvador de su alma, usted ha creído que el sacrificio de Cristo en la cruz es precisamente un agente redentor para su vida, usted ha confesado a Cristo como su Señor, usted puede disfrutar de este momento.

Lo más importante es eso, que nos arrepintamos de nuestros pecados. Nadie es merecedor completamente de participar de este misterio de la Santa Cena, pero si tú te has arrepentido de tus pecados, has creído en Jesús como tu Señor y Salvador bien puedes celebrar este momento aunque no estés perfecto, simplemente arrepiéntete allí de tus pecados, confiesa tu necesidad delante de Dios, recibe el perdón del Señor y el Señor quiere que tú participes de este símbolo.

Si no has entregado tu vida a Jesús todavía te aconsejo que quizás no participes de ello porque no va a tener significado para ti. Esto solamente tiene significado si tú has creído y has recibido al Señor como tu Salvador. Y de paso mientras distribuimos el símbolo de la Santa Cena y alguien quiere aceptar a Cristo como su Señor y usted quiere levantar su mano donde usted está, me encantaría orar por usted, abrimos este momento también. Si tú no has recibido al Señor y quieres hacerlo esta tarde me encantaría orar por ti en este momento.

¿Habrá alguien que quiere entregar su vida al Señor? si no lo ha hecho antes, lo invitamos a hacerlo ahora un momento. Si en el curso de los próximos minutos usted siente ese llamado de Dios, póngase de pie simplemente, levante su mano y yo oraré por ti donde tú estés.

El apóstol Pablo dice: "Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado, que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan, y habiéndolo partido, habiendo dado gracias lo partió y dijo: Tomad, comed, esto es Mi cuerpo que por vosotros es partido. Haced esto en memoria de Mí." Comamos del pan.

Gracias Señor. "Así mismo tomó también la copa después de haber cenado diciendo: Esta copa es el nuevo pacto, es Mi sangre. Haced esto todas las veces que la bebiéreis en memoria de Mí." Tomemos de la copa.

"Así pues hermanos, todas las veces que comiéreis este pan y bebiéreis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que Él venga." Gracias Señor, gracias Padre por el privilegio de participar de Tus misterios, estos símbolos poderosísimos. Gracias porque Tú estás en nosotros veinticuatro horas al día, trescientos sesenta y cinco o seis días al año, Tu Gracia, Tu misericordia no cesan de fluir en nosotros, sea en tribulación o angustia, hambre o desnudez, peligro o espada, en todo Tú nos haces más que vencedores Señor.

Gracias porque Tu Palabra es un caudal de promesas y de confianza, y de sabiduría que al enmarcar las experiencias de la vida a la luz de Tu revelación todo resulta beneficioso, podemos habitar en la esperanza aún en medio del dolor y en el gozo podemos verlo de una manera adecuada e interpretarlo a la luz de Tu provisión y de Tu bendición también.

Padre: en esta tarde cualquiera que sean nuestras circunstancias, estemos pasando por lo que estemos pasando, nosotros creemos que Tú no nos has abandonado sino que todo lo contrario, sigues siendo fiel siempre en nuestras vidas. Te pedimos que nos llenes de esa confianza, esa constancia Padre para no abandonar la carrera hasta el día que Tú nos llames a Tu Presencia, sabiendo que somos más que vencedores en toda aflicción, toda dificultad, el Dios Todopoderoso sigue con nosotros hasta el fin de este siglo. Y un día Tú pisarás la cabeza de Satanás, lo echarás en el lago de fuego y azufre, y nos darás un mundo renovado, y completamente transformado, así como nosotros mismos seremos transformados a la imagen perfecta de Cristo Jesús. Mientras tanto miramos hacia ese día y nos gozamos en todo lo que Tú haces posible Señor en nuestras vidas.

Recibimos sanidad de Ti Padre, gracias. Sea Tu Nombre glorificado y salimos de aquí llenos de esperanza y de gozo en nuestros corazones en el Nombre de Jesús, amén y amén. Pueblo de Dios te bendigo en el Nombre del Cristo resucitado lleno de poder que habita dentro de ti, sal de aquí a ser victorioso.

La historia de Daniel

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Quiero hablar acerca de Daniel, un personaje de la Biblia muy reconocido por muchas personas, siempre hablamos de él en la escuela dominical con los niños, y quiero enfocarme en la historia de Daniel porque para mí la historia de Daniel es una historia de integridad, de lealtad, de coraje y de sencillez.

Y como Daniel hay muchos personajes en la Biblia que modelaban valores similares, pero yo quiero compartir con ustedes acerca de la historia de Daniel y animarles a que después del servicio, esta semana en su casa, ustedes vayan y comiencen a leer el Libro de Daniel para que experimenten toda la riqueza que hay en esta historia y puedan ser bendecidos también.

Entonces quiero que ustedes vayan conmigo al Libro de Daniel capítulo 1, y vamos a leer todo el capítulo 1 así que vamos a tomarnos nuestro tiempo, vamos a leerlo despacio y después vamos a ir atrás a comenzar a explorar todo lo que el texto tiene para nosotros.

Dice la Biblia: "En el año tercero del reinado de Joaquím, rey de Judá, vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, a Jerusalén, y la sitió. Y el Señor entregó en sus manos a Joaquím, rey de Judá, y parte de los utensilios de la Casa de Dios; y los trajo a tierra de Senaar, a la casa de su Dios, y colocó los utensilios en la casa del tesoro de su Dios."

"Y dijo el rey a Aspenaz, jefe de los eunucos, que trajese de los hijos de Israel, del linaje de los príncipes, muchachos en quienes no hubiese tacha alguna, de buen parecer, enseñados en toda sabiduría, sabios en ciencia y de buen entendimiento e idóneos para estar en el palacio del rey, y que les enseñase las letras, y la lengua de los caldeos."

"Y les señaló el rey la ración para cada día de la provisión de la comida del rey, y del vino que él bebía, y que los criase de tres años para que al fin de ellos se presentasen delante del rey; entre ellos estaban Daniel, Ananías, Misael y Azarías de los hijos de Judá. A estos el jefe de los eunucos puso nombres; puso a Daniel: Beltasar, a Ananías: Sadrac, a Misael: Mesac y a Azarías: Abed Negó."

"Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey ni con el vino que él bebía. Pidió por tanto al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse. Y puso Dios a Daniel en gracia y en buena voluntad con el jefe de los eunucos."

"Y dijo el jefe de los eunucos a Daniel: temo a mi señor, el rey, que señaló vuestra comida y vuestra bebida, pues luego que él vea vuestros rostros más pálidos que los de los muchachos que son semejantes a vosotros, condenaréis para con él mi cabeza."

"Entonces dijo Daniel a Meltsar, que estaba puesto por jefe de los eunucos sobre Daniel, Ananías, Misael y Azarías: te ruego que hagas una prueba con tus siervos por diez días y nos den legumbres a comer, y agua a beber. Compara luego nuestros rostros con los rostros de los muchachos que comen de la ración de la comida del rey y haz después con tus siervos según veas."

"Consintió pues con ellos en esto, y probó con ellos diez días. Y al cabo de los diez días pareció el rostro de ellos mejor y más robusto que el rostro que el de los otros muchachos que comían de la porción de la comida del rey. Así pues, Meltsazar se llevaba la porción de la comida de ellos y el vino que habían de beber, y les daba legumbres. A estos cuatro muchachos Dios les dió conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias, y Daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueños."

"Pasados pues los días al fin de los cuales había dicho el rey que los trajese, el jefe de los eunucos los trajo delante de Nabucodonosor y el rey habló con ellos, y no fueron hallados entre todos ellos otros como Daniel, Ananías, Misael y Azarías; así pues estuvieron delante del rey."

"En todo asunto de sabiduría e inteligencia que el rey les consultó les halló diez veces mejores que todos los magos y astrólogos que habían en todo su reino; y continuó Daniel hasta el año primero del rey Ciro."

Hermanos: a mí no me gusta mucho la historia pero hay una riqueza tan grande cuando uno se sienta a leer las historias de la Biblia, las historias de las naciones, la historia de nuestro mundo, y yo creo que vale mucho la pena porque hay tanto que aprender, y en este día mi meta es poder compartir con ustedes varios principios que se encuentran en esta historia de Daniel y sus amigos. Antes de entrar un poquito en detalle quiero compartir con ustedes un poquito del trasfondo histórico del Libro de Daniel para que ustedes entiendan un poquito bajo las cuales se escribió el Libro.

El Libro de Daniel fue escrito por Daniel alrededor del siglo VI antes de Cristo y cuenta un poquito la situación del exilio en Babilonia. El pueblo de Israel había atravesado, esto fue ya casi al final del período de los reyes en el Antiguo Testamento, y el pueblo de Israel había atravesado una situación muy crítica con tanta masacre, guerras, cambios de reyes, muchas cosas feas estaban pasando a ese pueblo, y cuando llegó el período de Daniel, el Señor los entregó a ellos cautivos en manos del imperio babilónico.

Entonces el rey de Babilonia, Nabucodonosor, sitió la ciudad, la atacó, la destruyó, se llevó cautivos a muchos hombres y mujeres, muchas cosas de esa ciudad, en especial las cosas del templo, y bajo esas circunstancias es que Daniel empieza a escribir todo lo que él escribió y a narrar toda esa historia.

La primera mitad del Libro de Daniel eso es lo que nos cuenta: nos cuenta acerca de la historia de Daniel y sus tres amigos, y cómo ellos se mantuvieron fieles a pesar de que habían sido llevados cautivos a una nación pagana y alejada de Dios. La segunda mitad del Libro de Daniel habla de las visiones que Daniel tuvo, que ya eran como más apocalípticas que hablaban de las destrucciones, y del juicio de Dios, y de todo lo que iba a pasar con la nación. Y fue un tiempo muy crítico porque el pueblo de Israel, la nación de Judá, ya sentían como que habían perdido esa relación tan íntima y tan linda de la cual ellos habían gozado con el mismo Dios al ver ellos todo lo que les estaba aconteciendo, toda la tragedia.

Imagínense ustedes: una nación que era fuerte, que tenía reyes, independiente, de repente es invadida, sitiada, la gente, un desastre. Imagínese que invadan Estados Unidos ahora y eso nos afecte a todos nosotros, muchas personas quizá pueden preguntarse: ¿y dónde está Dios, por qué Dios está permitiendo que pasen estas cosas?

Sin embargo, Dios permitió que pasaran todo eso para fortalecer en ellos la esperanza de que, a pesar de que ellos pasaran todas esas calamidades, así no era que la historia iba a terminar. Y muchos de ellos pues se sentían así, como que: wow, después de todo lo que hemos experimentado con Dios ¿así es que va a terminar la historia? ¿vamos a ser llevados cautivos, presos a una nación pagana? y estaban bien desesperanzados, bien desanimados pero sin embargo Dios estaba haciendo algo más grande en medio de ellos.

En el versículo 1, si ustedes van conmigo al versículo 1, dice: "En el año tercero del reinado de Joaquím, rey de Judá, vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, a Jerusalén, y la sitió. Y el Señor entregó en sus manos a Joaquím, rey de Judá, y parte de los utensilios de la Casa de Dios; y los trajo a tierra de Senaar, a la casa de su Dios, y colocó los utensilios en la casa del tesoro de su Dios." Pues esto fue la primera invasión.

La tribu de Judá, el pueblo de Israel, fue invadido como tres veces por el imperio de Babilonia y después otros imperios, pero esta fue la primera vez que ellos fueron. La primera vez que los invadieron fue a través del rey Nabucodonosor.

El rey Nabucodonosor era el rey más temido en todo el mundo porque era el rey del imperio más poderoso que había en aquél entonces. Y su estrategia era invadir una ciudad y atacarla, y llevarse los hombres más inteligentes, más fuertes, más destacados y las mujeres más hermosas también, y dejar a todos los pobres, y a todas las personas que como que no l servían atrás en esa ciudad.

Imagínese usted que esto era una estrategia, donde él utilizaba esto para llevarse todo lo mejor que tenía una ciudad y fortalecer su propio imperio, en Babilonia, y entonces a toda la gente que quedaba les dejaba para que se apoderaran de la tierra; les decía: ustedes pueden apoderarse de esa tierra, tomarse los terrenos, etc., etc. y esto fue una estrategia militar que él utilizó para ganarse el favor de las personas, y vamos a decir: el respeto de las personas, porque bueno, se lo llevaron pero nos dejaron la tierra, entonces era como que un compromiso; la gente le temía pero al mismo tiempo era como que: no nos podemos meter porque, pues nos está dando tierras; sí nos atacó. Y al fin se abstenían a las consecuencias, se conformaban con las consecuencias.

En el versículo 1 dice que el Señor los entregó en sus manos y el rey se llevó parte de los utensilios de la Casa de Dios y los trajo a la tierra de Senaar. Para los creyentes en Judá era algo como tan grande que atacaran a su ciudad, pero aún más grande era que destruyeran y profanaran el Templo de Dios, entonces esto era como les dolía aún más. Y Nabucodonosor fue tan cruel que él sitió el Templo, atacó el Templo y se robó los utensilios preciosos que habían en el templo, los de más valor, y la gente se preocupó por eso.

Entonces se robó eso y se los llevó para utilizarlos en su templo pagano, y se los llevó como una ofrenda para su dios. Ellos adoraban al dios Bel en Babilonia así que era como una señal, un trofeo de evidencia de lo que ellos habían hecho.

Cuando yo leo esto de que ellos atacaron el Templo, profanaron el Templo, y pienso en el impacto emocional que eso pudo haber tenido en las personas de Israel de aquél entonces, yo a veces pienso que lo mismo pasa con nosotros cuando llegan problemas a nuestra casa, cuando nosotros vemos que pasan cosas que están fuera de nuestro alcance, uno comienza a cuestionar y a decir: ¿por qué Dios está permitiendo que Su pueblo sufra, por qué Él está permitiendo que me pasen cosas a mí? y era quizás lo que los judíos se preguntaban en aquél entonces en medio de toda esta situación.

Pero sin embargo uno se siente mal cuando pasan todas estas cosas, pero uno siempre tiene que confiar que Dios está en control sin importar lo negra que sea la noche o lo difícil del día, Dios tiene un plan, y aunque uno no lo entienda ahora, quizás en lo adelante uno va a mirar atrás y va a decir: bueno, gracias Señor poque Tú siempre estuviste en control y en cuidado de mí sin importar lo que estaba pasando.

Entonces miren lo que hizo Nabucodonosor. Nabucodonosor se llevó los hombres, sitió el Templo pero no se quedó ahí. Miren lo que dice el versículo 3: ""Y dijo el rey a Aspenaz, jefe de los eunucos, que trajese de los hijos de Israel, del linaje de los príncipes" estaba hablando de los hijos de Israel, ¿verdad? Él se refería a los niños y a los jóvenes especialmente de la realeza.

Ellos atacaron al pueblo de Judá. El pueblo de Judá era el reino del sur de donde venían los linajes de la familia de David, que eran los reyes legítimos establecidos por Dios. Entonces Nabucodonosor mandó a buscar a estos niños y a estos jóvenes en específico porque eran jóvenes que, pues por su estilo de vida eran educados, eran corteses, tenían muy buenas cualidades que él quería aprovechar. Él se los llevó como esclavos; eran jóvenes que él los miraba como una inversión porque él decía: estos jóvenes van a ser prominentes, bien prometedores, de buen parecer, esas eran las cosas que estaban allí.

Y al él llevarse a los jóvenes de la tribu de Judá él castigaba a los padres de estas personas, las personas que quedaban atrás demandando que ellos se comportaran bien, porque si ellos no obedecían, no se sometían, entonces sus hijos podrían sufrir; era como cuando secuestran a una persona ¿verdad? y te demandan ciertas cosas, esta era como la estrategia: me voy a llevar a tus hijos porque los voy a poner a trabajar para mí, pero tú tienes que mantenerte humilde, sumiso y trabajando porque si no, su vida puede peligrar.

Entonces estas cosas eran las que pasaban más o menos por su mente: se los llevaba como esclavos a cambio de la fidelidad de sus padres en la tierra que ellos dejaban atrás. Estos jóvenes eran también, representaban como un trofeo y evidenciaban el poderío de Nabucodonosor; él decía: yo soy el rey más temido, el rey más poderoso y este es mi trofeo que adquirí en la tierra de Judá. Era como una inversión también para él poderlos entrenar con fines de trabajo y avance de su reino.

Cuando yo leía todas estas cosas yo decía: Dios mío, la misma estrategia pasa, quizás de una forma u otra, en nuestra sociedad actual. En nuestra sociedad actual quizás no se presta mucho de que una nación invade a otra y se lleva a los más fuertes, y que esto, y lo otro, pero, yo me puse a pensar y esto es simplemente mi opinión ¿ok?, de que, pensando en esta nación, en Estados Unidos, y en el asunto de la inmigración, las personas educadas, inteligentes e ilustres de todos los países del mundo tienen cierta facilidad para emigrar a este país.

Estados Unidos quizás no esté invadiendo pero le muestra como la oportunidad de venir aquí, prepararse, educarse, pero ¿qué pasa cuando una persona hace eso? viene y se queda. Entonces es un fenómeno que varios países de Latinoamérica han tratado de debatir y de combatir, la fuga de cerebros como se conoce, donde muchos profesionales de sus países pues se van, vienen aquí y se quedan, y por esto es que los países no avanzan.

Entonces yo miraba esto y yo decía: wow, quizás es una estrategia similar a lo que está presentándose en la Biblia. Nabucodonosor sabía que si él se llevaba a las personas más ilustres, a los herederos del trono, a las personas que podían hacer algo para mover su país hacia adelante, que el país no tenía cómo progresar porque quedaban atrás las personas incapaces de hacer cualquier cosa. Y quizás a veces yo pienso que lo mismo se da aquí, pero eso quizá lo podemos tomar con un granito de sal y pensarlo más profundamente en lo adelante.

Pero miren lo que Nabucodonosor hacía. En el versículo 4 dice: "Muchachos en quien no hubiese tacha alguna" él no quería gente, tú sabes, no preparada, gente con defectos, era bien, tú sabes, particular en lo que él quería. De buen parecer, hágase de cuenta, así como yo ¿verdad? (risas) era lo que él quería. Decía: "Enseñados en toda sabiduría, sabios en ciencia y de buen entendimiento" lo estoy diciendo, no sé "e idóneos para estar en el palacio del rey y que les enseñase las letras y las lenguas de los caldeos." Él tenía bien claro lo que él quería robar de las otras naciones y llevárselo a su nación.

Ahora: él tenía un plan bien forjado porque él quería hacer una inversión en su futuro. Él se los llevaba y él quería personas que estuvieran educadas para que trajeran todo el conocimiento de su cultura y de su nación, y también para enseñarles acerca de la nueva cultura y de la nueva nación de la que ellos iban a hacer parte; mire cómo dice ahí que él quería que se les enseñase las letras y la lengua de los caldeos.

Los judíos hablaban hebreo y en Babilonia ellos hablaban arameo, entonces cuando él se llevó a Daniel y a sus amigos, y todas las personas que raptaron, esta gente tuvieron que aprender arameo, tuvieron que aprender las costumbres, tuvieron que aprender acerca de las religiones, y el rey también se encargó de enseñarles otro tipo de cosas. Él quería que estos jóvenes fueran los jóvenes que iban a representar su reino en el futuro; eran los jóvenes que él iba a poner por encima de las diferentes oficinas de gobierno, las oficinas del estado, y él los tomaba jóvenes, los ponía en un programa de unos tres años y los moldeaba, y trataba de programarlos de acuerdo a lo que él quería.

Pero cuando yo veo todas estas cosas yo digo: mira, wow, qué estrategia de invertir en la educación de los jóvenes, ¿ok? No estamos hablando necesariamente de los niños, sabemos que los niños son importantes, pero él tenía una estrategia donde él se enfocaba en los jóvenes.

Hermanos: yo pienso que lo mismo pasa en este país, aquí en Estados Unidos. La sociedad está promoviendo muchas oportunidades para atraer a los jóvenes, para educarlos, para instruirlos, para programarlos y después entonces dejarlos que ellos se conduzcan en base a lo que ellos han aprendido. Y yo pienso que en eso es que muchos cristianos estamos fallando porque no nos estamos tomando el tiempo para educar a nuestros jóvenes y crear un fundamento lo suficientemente sólidos que les ayude a ellos a mantenerse fieles a sus principios aún cuando estén en el mundo, y todas estas cosas las vamos a ver a través de toda la historia de Daniel.

Pero fíjense en la estrategia de inversión a futuro que Nabucodonosor tenía. Él era un rey que estaba consciente, él decía: yo no voy a estar aquí para siempre. Yo todavía estoy fuerte, estoy joven, soy el más poderoso pero ahora es cuando tengo que asegurarme de quiénes son los que van a seguir una vez que yo me vaya y yo quiero asegurarme que esas personas tengan el mismo ADN mío, que estén cortados por la misma tijera y que sepan cómo es que se dan las cosas aquí.

Muchas veces los jóvenes no aprecian el sacrificio y la inversión de sus padres cuando los padres quieren que ellos estudien, quieren que ellos se esfuercen, quieren que ellos avancen, ellos no lo aprecian. Y les voy a contar una pequeña historia.

Mi mamá, cuando yo tenía como unos 16 años, hizo algo que a mí me cambió la vida. Ella le pidió dinero a sus amigas, pidió dinero, no fue dinero prestado, no, ella pidió que le regalaran dinero para ponerme a mí a estudiar inglés, yo vivía en Santo Domingo, en la República Dominicana, y a mí eso me dió una vergüenza, yo no quería. Tuvimos una discusión muy fuerte por eso porque yo le decía: mami pero es que en la escuela me dan inglés ¿por qué tú me vas a mandar a una escuela privada a yo aprender inglés? en la escuela yo aprendo inglés; ah sí pero en tu escuela te van a dar Windows, Chicken y no sé qué (risas).

El caso es que yo terminé yendo a la escuela de inglés por dos años. Yo entonces pedía el dinero prestado a unos amigos, mi mamá pedía el dinero para pagar la escuela. Pero una vez que yo llegué a este país, años después, yo vine aquí cuando tenía como unos 20, fue que yo me di cuenta de la importancia de lo que ella había hecho durante mi juventud y después tuve que pedirle perdón y decir: mami mira, gracias porque en aquél entonces yo no miraba a largo plazo, yo no sabía, no quería, yo estaba enfocado en el presente, los sábados yo quería jugar con mis amigos y tú me mandabas a estudiar inglés.

Entonces Nabucodonosor tenía claro lo que había que hacer con los jóvenes en el presente. Él se los llevaba y los educaba en el presente, y llevaba un grupo selecto. Mientras Daniel y sus amigos estaban siendo entregados en el palacio del rey aprendiendo la cultura, todos los demás estaban jugando, estaban fiestando, todo lo que sea, pero Nabucodonosor tenía este principio claro. Y yo pienso que es un principio que nosotros como padres necesitamos aprender.

Y no solamente como padres, como adultos que tienen cierto nivel de influencia en la vida de los jóvenes a nuestro alrededor. Uno puede dar una palabra de exhortación, una palabra de consejo aunque el joven no la quiera aceptar, aunque el joven le responda para atrás o lo que sea, porque quizás varios años en el futuro ellos van a mirar atrás y van a decir: wow, gracias. Gracias por invertir en mi futuro, jalándome las orejas en el pasado y cosas así. Entonces Nabucodonosor tenía esto claro.

Entonces mire lo que dice aquí: El rey se preocupó por la educación de ellos y quería que aprendieran más. Para que una persona se conduzca con rectitud cuando es adulto, necesita que alguien lo instruya cuando es niño. Uno no va a ser perfecto en la auldutez si uno no tiene un fundamento sólido cuando es niño, cuando es joven.

A veces uno cree que desde que uno cría a los muchachos y los muchachos tienen 16, 18, se gradúan de la universidad y ya, que se vayan por ahí, mentira; ellos todavía necesitan la instrucción y la sabiduría de sus padres. Uno nunca termina de aprender valores y los valores son cosas que se enseñan y se repiten, y se repiten, y se repiten, y se repiten aunque sus hijos tengan hijos de ellos, usted siempre va a ser el papá, la mamá y siempre va a ser una figura de autoridad, y tiene la responsabilidad de siempre compartir esos principios con sus muchachos.

Entonces, una de las cosas que yo encontré: a Nabucodonosor no le importaba mucho si ellos eran cristianos o no cristianos, paganos o no sé qué, el rey quería que fueran jóvenes ágiles, de trabajo, fieles y listos para el negocio ¿verdad? que pudieran aprender idioma, la historia, la filosofía, las matemáticas, las artes, tácticas de guerra y destrezas que a ellos mismos les sirvieran para poder seguir liderando la ciudad y el reino muchísimos años después. El rey se percató de su intención, su intelecto y trató de nutrirlos a ellos.

Mire lo que dice la segunda parte del verso 5: "Y le señaló el rey la ración para cada día de la provisión de la comida del rey, y de la bebida que él bebía, y que los criase tres años a fin de que ellos se presentaran delante del rey." Nabucodonosor tenía una estrategia de tres años. Él dijo: en tres años nosotros les vamos a estos muchachos todo lo que ellos necesitan para ellos poder desenvolverse bien en nuestro idioma.

Mire lo que dice la Biblia en Proverbios 9:9, dice: "Da al sabio y será más sabio; enseña al justo y aumentará su saber." Para Nabucodonosor no era suficiente de que ellos ya venían de un linaje real, de que ellos ya venían muy educados, muy preparados de su país, él quería también darles más porque el saber nunca pesa. Entonces él quería enseñarles.

Pero también se percató de que estuvieran bien nutridos. Miren lo que dice el versículo 5: "Le señaló el rey la ración para cada día de la porción de la comida del rey y del vino que él bebía." Fíjese la situación en la que estaban Daniel y sus amigos. Ellos a pesar de todo, a pesar de que habían sido llevados como esclavos a una nación, tenían ciertos privilegios porque iban a comer de la misma comida del rey e iban a beber del mismo vino que él bebía.

Yo me imagino, en la República Dominicana hay un dicho: "El mal comido no piensa." Y yo me imagino que Nabucodonosor a lo mejor pensó eso. Él dijo: mira nosotros queremos que estos muchachos estudien y todo eso pero hay que alimentarlos, porque es que el mal comido no piensa. Si no comen ¿cómo ellos van a poder procesar todas estas cosas? entonces él se aseguró de que la comida que ellos iban a tener iba a ser la mejor.

Quizás a los otros esclavos que ellos habían llevado no los llevaban ante el rey a comer de lo que comía el rey, les daban otro tipo de comida, pero a ellos les daban lo mejor de lo mejor. Y él tuvo un plan de tres años, él dijo: tú vas a tener un proceso de tres años, a largo plazo, vamos a tomarnos nuestro tiempo pero vamos a asegurarnos de que tengamos un producto de calidad y excelencia al final de este período.

Ahora, m iren lo que pasa en el versículo 6: "Entre estos estaban Daniel, Ananías, Misael y Azarías de los hijos de Judá, y a estos el jefe de los eunucos puso nombres, puso a Daniel: Beltasar, a Ananías: Zadrac, a Misael: Mesac y a Azarías: Abed Negó" les cambiaron los nombres a Daniel y a sus amigos. ¿Por qué les cambiaron los nombres, cuál es la necesidad de cambiarme el nombre? mi nombre está bien así como está ¿por qué me tienen que cambiar el nombre? Imagínese que es como que uno emigre de su país para acá y le cambien el nombre; hay culturas que lo hacen. Por ejemplo los coreanos y los chinos, ellos siempre tratan de buscar un nombre americano.

Pero vamos a ver cuál es la logística después de eso. Quizás el hecho de que él le cambió el nombre a ellos fue para demostrar su autoridad por encima de ellos, ¿ok? para él decirles: ustedes son mis esclavos y ahora ustedes se van a llamar fulano, fulano y fulano, y yo quiero que ustedes tengan pendiente de que yo soy el jefe y ustedes son los esclavos ¿verdad? Entonces demostraba la autoridad de él y la sujeción de ellos.

También era algo así como naturalización: y ahora ustedes van a ser ciudadanos de Babilonia, entonces vamos a darles un nuevo nombre y una nueva identidad ¿para qué? para que la demás gente de Babilonia puedan reconocerlos a ustedes como que ustedes son personas de aquí y para que ustedes puedan integrarse más fácil a la cultura.

Ustedes saben que a veces, por ejemplo en Latinoamérica, desde que uno ve un hombre medio diferente dice: ese no es de aquí. Lo mismo pasa aquí: desde que usted ve Rodríguez, López etc. dice: estos no son de aquí, son de otro sitio. Entonces Nabudoconosor quería de que ellos estuvieran totalmente asimilados en la cultura y que pasaran como uno de ellos, porque él sabía que si iba a poner a estas personas frente a su cultura, la cultura tenía que aceptarlo. Fue lo que pasó con José.

Cuando José fue llevado cautivo a Egipto ¿qué le dijo el faraón? Yo te recomiendo que tú te cases con una muchacha egipcia porque así la gente como que te va a aceptar un poco más también, y le cambiaron el nombre a José, y José tuvo que aprender egipcio y todas esas cosas; entonces era algo que se utilizaba en aquél entonces,

Ahora, miren el detalle aquí del cambio del nombre, el detalle vamos a decir, espiritual. Daniel, el nombre de Daniel significaba: Dios es juez. Cuando a él le cambiaron el nombre por Beltasar, Beltasar significa: guardián de los tesoros de Bel, era un nombre que tenía un significado pagano. Entonces de cierta forma, Nabucodonosor estaba tratando de cambiar su identidad espiritual también al hacer esto.

Ananías, Ananías significaba: la gracia del Señor, y le pusieron Sadrac, y Sadrac significa: la inspiración del sol, que era un dios al que ellos adoraban. A Misael que significaba: el Dios fuerte, le pusieron Mesac que significa: la diosa de Sac, bajo la cual adoraban a Venus, adoraban a la diosa de Venus, entonces ese era el significado del nombre de él. Y a Azarías, Azarías significaba: el Señor es mi ayuda, le pusieron: Abed Negó, que significa: siervo del fuego brillante, que era otro dios que ellos también adoraban.

Entonces miren la sutileza con la que Nabucodonosor trataba de instruir sus valores paganos en la vida de estas personas al cambiarles el nombre. Pero sin embargo Daniel y sus amigos estaban conscientes de que ellos podían llamarles lo que ellos quisieran y los nombres podían significar lo que ellos quisieran, pero ellos no estaban dispuestos a comprometer su identidad y sus principios a pesar de cualquier cosa que el pueblo quisiera hacer.

Y Daniel utilizó una estrategia importante para hacer eso, para defenderse vamos a decir. Antes de entrar ahí, yo quiero hacer una pausa y decirles que, los nombres que nosotros escogemos para los hijos son importantes, y el significado con el que uno bendice a un hijo cuando le pone un nombre es algo que los puede acompañar por el resto de su vida. Yo creo mucho en el valor de tomar nombres que tengan un significado teológico fuerte y que uno se lo enseñe a sus hijos, porque sus hijos van a crecer sintiéndose orgullosos de que: wow, mi nombre significa esto, mi nombre significa lo otro.

Yo me enojé muchísimo con mi hermana porque le puso a mi sobrina, mi sobrina mayor se llama: Sheily Yandel, mi hermana no es cristiana y digo yo: ¿por qué tú no le pones Ester, Débora, Ruth, Elizabeth? "no, no, no, no" qué vamos a hacer. Pero yo espero en Dios que cuando yo tenga mis hijos yo les voy a poner así como a estos tres: Ananías, Misael y Azarías. No (risas), vamos a buscar un nombre más común, Johnatan, Samuel, Daniel, tú sabes, cosas así.

Pero vamos a ver cómo Daniel trató entonces de defenderse también sutilmente y con inteligencia. Miren lo que dice en el versículo 8: "Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey ni con el vino que él bebía. Pidió por tanto al jefe de los eunucos que no le obligase a contaminarse. Daniel se mantuvo firme" ¿ok? y él dijo: ok estamos aquí pero no somos de aquí; juntos pero no revueltos. Y era un sacrificio.

Era un sacrificio porque imagínese que le traigan un buen filete, un buen bistec ¿verdad y usted diga como que no, que usted no quiere comer eso, que le traigan un buen vaso de vino de buena calidad porque el rey tenía que comer lo mejor ¿verdad? y usted diga: no, yo no quiero comer eso. Yo quiero comer legumbres y agua. Oye, eso es disciplina ahí.

Entonces, pero Daniel estaba seguro de lo que él quería hacer. Él estaba seguro de que le iban a cambiar el nombre pero no su naturaleza ¿verdad? que le iban a cambiar todo a su alrededor pero no lo iban a cambiar.

Y Daniel hizo esto no por necedad. No porque él decía: ah ¿tú te crees que eres más fuerte que yo? pues no, no me la voy a comer, no me la voy a comer, como hacen los niños a veces también "no me la voy a comer" no te la comas. Cuando yo le decía eso a mi papá él decía: no te la comas, y se iba. A la hora venía y no estaba mi comida, yo preguntaba: ¿dónde está mi comida? yo me la comí, ¿cómo te la comiste? tú me dijiste que no la querías y yo.

Entonces Daniel no se iba a poner de rebelde, él simplemente por convicción quería hacerlo, y él hizo un trato con el jefe de los eunucos. Él le dijo: mira, yo quiero que nos den legumbres y agua en vez de esas cosas. Pero ¿por qué Daniel no quería comer de la comida del rey, porque era pecado, no era pecado? no sabemos.

En aquél entonces los judíos no comían carne de cerdo, eran bien particulares acerca del tipo de carne de comían. Y cuando ellos se encontraban en una nación extranjera se abstenían de comer carne porque ellos no sabían si esa carne era una carne que había sido sacrificada a ídolos o que había sido bendecida por algunos ídolos y tenían sus creencias, y se mantenían firmes. Ellos lo hacían no por obligación sino por convicción, ellos decidían que no iban a comer.

Es como las personas que a mí me dicen: ¿y por qué tú no bebes, es pecado beber, es pecado tomar? Yo le digo a la gente, y otra vez esto es mi opinión personal: yo no pienso que tomar es pecado siempre y cuando tú no te embriagües. Ahora, yo no tomo. Tú me invitas un vaso de vino: quizás me lo tomo, quizás no, y no me lo voy a beber no porque sea pecado sino porque mi libertad en Cristo me da la autoridad de decidir que yo no quiero beber, y no hay nada malo con eso.

Ahora les voy a decir: no es nada fácil, es una prueba y hoy es el día de confesiones, yo me voy a confesar aquí con ustedes. A mí me gusta bailar, a mí me encanta bailar. Cuando yo crecí, crecí en una familia cristiana, muy conservadores, yo no bailaba nada, mis hermanas bailaban hasta los comerciales en la televisión pero yo no. Después que yo me independicé dije: pero ahora es que yo me la voy a desquitar.

Entonces un día me fui a un club por aquí en Boston con unos amigos, de aquí de la Iglesia (risas), nos fuimos dizque a tomar unas clases de salsa ¿verdad? porque yo quería aprender salsa y no sé qué, hace mucho, sí, hace mucho, no fue reciente, hace mucho y a que ustedes no saben lo que me pasó: se me apareció una persona de la Iglesia; "Pastor Johnatan, ¿cómo está usted?" yo me quería morir, y yo dije: trágame tierra. Y yo dije: yo aquí predicando el Evangelio porque aquí es que están, aquí es que está la gente que necesita. Pero señores pero miren: me quería morir, me quería morir, y yo dije: Señor, ya, ya. Es por obediencia, no es obligado. Ok, yo voy a decidir entonces no bailar.

¿Qué pasó? espérense, espérense porque no termina ahí (risas). Yo crecí en una isla ¿verdad? con muchos botes, muchas cosas pero yo nunca había ido ni a una boda ni a un quinceañero en botes, y yo fui a una boda de un amigo mío en California que fue en un bote. Entonces en el bote usted se va y usted tiene que quedarse ahí hasta que acabe, porque ¿cómo se va a devolver, me entiende?

Y entonces en esa boda americana imagínese, éramos como dos hispanos que habíamos nada más y comenzaron a bailar y no sé qué, y yo dije: bueno, voy a tener que bailar porque ¿qué voy a hacer aquí cuatro horas? no voy a hacer nada. Me aproveché que no había nadie de la Iglesia, miren y yo bailé, hasta más no poder ¿verdad? Señor, entre Tú y yo, perdóname, que no sé qué, pasó.

Luego vine aquí a hacer una boda en otro bote, era una boda bilingüe, yo estaba en la parte de español y había un Pastor de otra Iglesia encargado de la parte en inglés y era en un bote, está bailando la gente y viene la madre de la novia que me conoce, somos de mucha confianza y me dice: Johnatan pero tú puedes bailar aquí, baila conmigo, baila conmigo y yo digo: no hermana fulana, no puedo bailar con usted porque es que, no, no, no, yo estoy decidiendo no bailar, no es porque sea pecado, es que yo no quiero bailar. Entonces ella me dice: pero es que el otro Pastor se fue ya, tú puedes estar aquí.

Le digo yo: estamos en un bote ¿cómo se fue, lo vinieron a buscar por un helicóptero, se fue en una lancha? él tiene que estar por ahí y no esté porque el otro Pastor no esté porque Dios me está mirando, y si yo digo que no quiero bailar ¡no quiero bailar! pero señores: fue difícil, fue difícil.

Recientemente hace como dos semanas estábamos en un quinceañero y ahí se bailó, pusieron dos de mis canciones favoritas; oh Dios mío, la canción de Celia Cruz de que la vida es un carnaval, pusieron esa, luego pusieron una canción de Mark Anthony de que: "vivir mi vida" y a mí me dijeron: muérete, yo me fui, yo me fui, yo estaba dando vueltas.

Había otra gente de la Iglesia, algunos estaban bailando, otros no y yo me senté con los que no estaban bailando; y yo: Señor aquí estamos crucificando la carne, mira, esto es crucificando la carne.

Ese es uno de los puntos delicados de la vida cristiana, pero lo que yo quiero ilustrar con esto es que: cuando uno deja de hacer cosas en nombre del Evangelio no es porque sea obligación, no es porque sea un pecado necesariamente, es porque tu libertad en Cristo te da el derecho de decidir: en este momento no quiero hacer eso, y esas son cosas que uno tiene que explicarle a sus familiares y a sus amigos, y tratar de ganarse el respeto de ellos así.

Esto era lo que pasaba con Daniel y sus amigos. No había nada malo en comerse una carne de cerdo, una carne sacrificada a ídolos. Si ellos sabían que la carne estaba sacrificada a ídolos ellos podían orar y decirle: Señor yo te pido que tú bendigas esta carne en el Nombre de Jesús y yo cancelo, y esto y lo otro, y el Señor pudo haber hecho eso pero ellos ni siquiera quisieron llegar a ese extremo, porque ellos decidieron: ¿saben qué? no vamos a comer esto, y así lo hicieron; no por necedad, sino por convicción.

En Romanos capítulo 12 Pablo dice: "No os conforméis a las costumbres de este mundo, sino transformáos por medio de la renovación de vuestro entendimiento." No es fácil hermanos, es un proceso. Y por eso les hago estas ilustraciones.

La primera vez cuando yo me fui al club en Cambridge yo entendí: Señor, ok, es que no tengo que estar aquí, pero me fui a California y allá bailé, bailé, bailé. Entonces vine para acá y otra vez lo mismo; ya yo entendí Señor, ok, yo voy a decidir no hacer esto. Ahora, no se sorprenda si usted me ve por ahí bailando en algún sitio porque imagínese, no le puedo prometer que no lo voy a hacer pero sí está en mi corazón tratar de mantenerme íntegro y fiel para ser de testimonio a las personas que están a mi alrededor. Y yo esto en este bote así mismo como están ustedes en el bote así que, estamos en esto juntos.

Entonces eso pasaba y a eso es a lo que Pablo se refiere cuando dice que uno no se tiene que conformar a las costumbres de este mundo. Si todo mundo está bailando, si todo el mundo está bebiendo, si todo el mundo está haciendo lo que sea, tú no tienes por qué hacer eso, ¿por qué? tu libertad en Cristo te permite decidir: mira, yo no voy a hacer eso porque no es el momento, no quiero y Dios honra eso, Dios se complace en eso es lo que yo pienso. Él decía: "Todo me es lícito mas no todo conviene" todo me es lícito mas no todo edifica.

Son cosas que nosotros sabemos pero esas son las cosas que nosotros tenemos que recordar en esos momentos de prueba, en esos momentos de tentación y decidir honrar a Dios antes de honrar a los hombres. Y le digo esto con temor y temblor porque yo sé que no es fácil, yo sé que es difícil, especialmente porque muchos de nosotros tenemos familias que no son cristianos, que lo que están allí es para juzgarlo a uno, para criticarlo a uno, pero uno puede moldear la diferencia y ser de ejemplo diferente. Pero vamos a seguir.

Daniel tenía convicciones que él había aprendido a través de su cultura y a través de su pueblo. David escribió los Salmos. Usted sabe que Daniel y sus amigos venían del linaje de David, ellos venían de ese reino. David escribió en un Salmo: "No dejes se incline mi corazón a cosa mala, a hacer obras impías con los que obran en iniquidad y que no coma yo de sus deleites."

En ese Salmo David estaba claro y él decía que él no quería hacer nada de eso, él le pedía esas cosas a Dios, que él lograra mantenerse puro. Salomón exhortaba a las personas: "Pon cuchillo a tu garganta si tienes gran apetito. No codicies los manjares delicados porque es pan engañoso. No te afanes por hacerte rico, se prudente y desiste." Son ejemplos con los que David y Salomón exhortaban a los jóvenes de su Congregación, a las personas de su Congregación a cómo comportarse cuando se encontraran fuera del Reino, en otro país, en otro lugar, lejos de sus padres, les dejaban estos preceptos inculcados.

Me llama la atención que Salomón al final dice: "No te afanes por hacerte rico, se prudente y desiste" porque estas cosas no se prestan solamente a que si bailo o no bailo, si bebo o no bebo, esto se presta a nuestra vida profesional. Si todo el mundo en la oficina está haciendo cosas ilegítimas ¿por qué yo tengo que hacer lo mismo? Si fulano tiene un negocio medio oscuro y se está haciendo rico ¿por qué yo tengo que hacer lo mismo?

Esto se aplica a toda área de nuestra vida hermanos porque uno tiene que marcar la diferencia donde quiera que uno va, beber, bailar, esas son cosas mínimas; hay cosas más serias que se dan a nivel personal y a nivel laboral en nuestras vidas. Entonces hay que tener ojo con eso.

Un comentarista decía que Daniel y sus amigos decidieron no comer de la comida del rey porque ellos estaban conscientes del sufrimiento de sus padres y de sus familiares de vuelta en Israel, y ellos decía: no es justo que yo esté comiendo aquí vino, comiendo esto mientras mis padres, mientras mi gente están pasando tanto trabajo allá cautivos, como esclavos, etc., etc. Esa es la opinión de un comentarista.

Pero yo me puse a pensar en eso y dije: wow, hay veces que uno quizá debería reaccionar de la misma manera antes de uno gastar dinero excesivamente. Yo no estoy diciendo que uno no puede salir, viajar, darse sus gustos porque a mí me encanta viajar, me gusta comprar cosas buenas y no sé qué, pero todo tiene que ser con un balance, todo tiene que ser moderadamente porque no estamos solos en este mundo y hay personas que también necesitan.

Y quiero compartir con ustedes esta ilustración. Eso era lo que ellos estaban diciendo, ellos quizá estaban haciendo un ayuno por Jerusalén. Ellos decían: vamos a tomar legumbres y agua por nuestra nación de Jerusalén porque aunque estamos aquí estamos siendo solidarios con ellos y queremos identificarnos con ellos.

Entonces déjeme compartir esto: "El 10 de Diciembre de 1979, una mujer de corta estatura vistiendo un sari blanco y un par de sandalias se puso de pie ante un escenario en Oslo, Noruega. Ante ella estaba el rey y la reina de Noruega junto a embajadores y dignatarios de varios países. El nombre de esta mujer era Madre Teresa y ella se encontraba allí para aceptar el Premio Nóbel de la Paz. Entonces vamos a leer su discurso un momentito.

"Al presentar su discurso lo hizo sin notas. Comenzó con una pequeña oración y procedió a explicar el trabajo de su vida. Dijo: Yo escogí la pobreza de nuestra gente, pero estoy agradecida por recibir este Premio Nóbel de la Paz en nombre de los hambrientos, los desnudos, los sin hogar, los mancos, los ciegos, los leprosos y todo aquel que se siente no querido, no amado, olvidado por manos de la sociedad, personas que se han convertido en una carga para la sociedad y son menospreciados por todos."

"En su discurso ella describía una experiencia inolvidable al visitar una institución para ancianos, la cual inspiró su pensamiento en cuanto a la pobreza que otros a menudo notaban. La Madre Teresa recordó que los ancianos que vivían en esa institución tenían de todo, pero siempre miraban hacia la puerta con tristeza en sus ojos. Un miembro del personal explicaba que esas personas siempre esperaban y tenían la esperanza, cada día, de poder ver que un hijo o una hija les llegara a visitar. Ellos estaban tristes y heridos porque habían sido abandonados y olvidados por sus propios familiares."

"Utilizando este ejemplo, la Madre Teresa señaló que la negligencia era sólo una de muchos tipos de pobreza que puede existir en los hogares de las personas. Esto le había hecho preguntarse a sí misma si habían personas con deseos de tratar de recibir y cuidar de aquéllos que se sentían solos, enfermos o preocupados." Señores, les estoy leyendo esto porque son cosas que a mí me han confrontado esta semana de manera bien clara.

Y luego dice: "Para la Madre Teresa quien había pasado la mayor parte de su vida cuidando a otros, la difícil situación de las personas desatendidas era de mayor importancia. Y para no perder la oportunidad de ayudar a los pobres, ella pidió que la gran cena tradicional que se ofrecía luego del Premio Nóbel fuese cancelada y que ese dinero se le diera a los pobres."

Señores yo leí eso y dije: wow, esta señora tenía los ovarios bien puestos. Porque señores, no todo el mundo hace eso. A nosotros se nos olvida fácilmente de dónde venimos y las situaciones por las cuales hemos atravesados. No quiero generalizar porque hay personas que todavía sostienen la economía de los países de uno enviando dinero semanalmente, no quiero generalizar tampoco. Pero vamos a suponer que Daniel y sus amigos estaban haciendo eso porque estaban haciendo un ayuno por su pueblo. ¿Podríamos nosotros hacer lo mismo hasta cierto nivel? no es que ahora todos vamos a comer vegetales y agua, eso tampoco es lo que estoy diciendo.

Pero simplemente es la cosa que yo quiero poner frente a ustedes para que uno piense, para que uno considere: si uno sale todos los fines de semana bueno, un fin de semana vamos a quedarnos en la casa, vamos a ahorrar ese dinero y vamos a patrocinar un niño en El Salvador o en Costa Rica y mandarle cuarenta dólares mensuales.

Usted sabe que yo estaba en uno de esos programas de patrocinio cuando yo era niño, yo tenía una familia de Oregon que me enviaba veinte dólares mensuales, y con eso mi madre compraba los útiles escolares, que esto y que lo otro hasta que yo llegué a la universidad. Y a esta gente nada más la conocí una vez en mi vida, y mire dónde estoy por la gracia del Señor. Entonces nosotros podemos hacer lo mismo.

Para Daniel era un asunto de consciencia y de convicción. Él propuso en su corazón ¿ok? propuso. Yo busqué el significado de la palabra proponer y es como determinar y hacer propósito de ejecutar o no algo, es algo que él hizo en su corazón. Desear hacer, eso tuvo algo que tuvo que ver con su hombre interior, con su mente y con su corazón, era algo que era parte de él para que él pudiera proponérselo hacer. Desear hacer la Voluntad de Dios no es suficiente; es necesario proponérselo y hacerlo.

Muchos de nosotros tenemos los mejores deseos, las mejores intenciones pero se queda nada más ahí, en un deseo, yo quisiera, yo quisiera, no. Hay que proponérselo y hacerlo. Si Daniel hubiera simplemente deseado no contaminarse con la comida del rey, un deseo pero se la come, pero él se lo propuso; él dijo: no y no, y esa es mi palabra, y he dicho ¿verdad?

Entonces, Daniel se propuso eso porque Daniel quizá sabía que era mejor prevenir que lamentar. Es más fácil resistir la tentación si uno fortalece sus convicciones antes de que llegue la tentación que tratar de enfrentarla cuando llegue.

Daniel pudo abstenerse de comer esa comida porque ya en su país, en su cultura ya él sabía que no debía de comer eso, ya se le había instruido; ya se estaba preparando antes y él no sabía que se lo iban a llevar preso en algún momento para otra nación, pero cuando sucedió ya él venía preparado y dice que le fue más fácil.

Muchos de nosotros sabemos las áreas por las que nosotros luchamos más, las áreas en las que nosotros somos más vulnerables, esas son las áreas en las que uno tiene que prepararse antes de que lleguen, para que cuando lleguen uno pueda decir: proponerse y no simplemente quedarse con el deseo, y decir: no, esta línea yo no la paso ¿por qué? porque mi libertad en Cristo me lo permite, no pasaré esta línea. Por convicción ¿right? no por obligación.

Hermano: define tu compromiso con Dios. ¿Hasta qué punto tú te vas a comprometer con Dios? Tú y yo sabemos las cosas que necesitamos cambiar. Yo no te las tengo que decir, a mí nadie me las tiene que decir, yo sé. Sí es bueno que de vez en cuando me las recuerden, con amor, pero las que uno sabe, esas son las que uno tiene que trabajar desde ya, para que cuando llegue la prueba uno esté listo ¿ok? Evadir los impuestos, ustedes saben, ustedes saben, yo no tengo que entrar en mucho detalle con estas cosas.

Y mira lo que pasó en el verso 9 después que Daniel se puso eso en su corazón: "Y puso Dios a Daniel en gracia y en buena voluntad con el jefe que los eunucos. A pesar de lo que Daniel había hecho, porque Daniel no lo hizo por rebeldía sino por convicción, Dios le puso en gracia. Hay un dicho que dice que es mejor caer en gracia que ser gracioso y eso es una realidad, eso es una realidad. Y la gracia de Dios nos ha acompañado a todos nosotros por nuestra vida.

Los trabajos que nosotros tenemos, la educación que nosotros hemos recibido, la oportunidad de estar en este país, ha sido por gracia. De la manera en la que haya sido que uno llegó aquí y que uno haya estudiado es la gracia de Dios, no por nuestros méritos. Entonces por esa gracia es que nosotros decidimos honrar a Dios, porque tenemos mucho más de lo que nosotros nos merecemos, pero se nos olvida.

Entonces Dios tocó el corazón de los jefes de Daniel y lo puso a Daniel en gracia, y Daniel halló gracia ante el príncipe de los eunucos. Daniel y José tenían algo en común: ambos estuvieron presos y mientras estuvieron presos se mantuvieron humildes, y gentiles, y hallaron gracia frente a sus carceleros. Pablo y ¿quién era el otro que estaba preso? y Silas, Silas, también hallaron gracia frente a sus carceleros. No importa la situación en la que uno esté, uno tiene que orar para que Dios le ponga en gracia a uno, con tus supervisores; en tu trabajo, no trates de ganarte tu supervisor ocultando las cosas malas que él o ella hace. Pídele a Dios que te ponga en gracia delante de Él para que tu puedas serle de testimonio a tu supervisor. Debemos reconocer la gracia de Dios en nuestra vida siempre porque es muy fácil olvidar estas cosas.

Mira lo que dice el versículo 10: "Y dijo el jefe de los eunucos a Daniel: temo a mi señor, el rey que señaló vuestra comida y vuestra bebida, porque luego que él vea vuestros rostros más pálidos que los muchachos que son semejantes a vosotros, condenaréis para con el rey mi cabeza." Eso se lo dijo el jefe de los eunucos. Entonces Daniel después se fue para donde el subalterno del jefe de los eunucos, el que estaba por encima de él ¿ok? que era otra persona que se llama Meltsar, en el verso 11.

"Y fue donde Meltsar que estaba puesto por jefe de los eunucos sobre Daniel, Ananías, Misael y Azarías, te ruego que hagas una prueba con tus siervos por diez días y nos den legumbres a comer, y agua a beber, comparen luego nuestros rostros con los rostros de los muchachos que ración de la comida del rey, y hagas con tus siervos según veas." Daniel se fue humilde, por abajito y habló con el subalterno y dijo: hagamos la prueba diez días, diez días, solamente dame diez días. Pero Daniel estaba seguro de que Dios no lo iba a dejar en vergüenza.

Y así pasó. Al cabo de los diez días era una cosa inexplicable, porque una gente que está comiendo lechuga y agua, y una gente que está comiendo carne y vino, no tenía vergüenza, pero eso es lo que la gracia de Dios hace. Cuando Dios da una bendición es lo más insólito, lo más absurdo que funciona ¿ok? no por nuestra propia fuerza sino por la gracia de Dios.

Daniel estaba seguro de que su Dios no lo iba a dejar fallar pero Daniel tenía esa seguridad por la relación estrecha que él tenía delante de Dios, algo que él había aprendido en la casa de David, en la casa de Salomón y a través de su cultura, y esa es la importancia por la que nosotros debemos hacer eso.

Entonces Daniel no se quejó ni se impuso; él hizo una sugerencia, él hizo un pedid y Dios se glorificó a través de eso. La bendición es la que enriquece y no añade tristeza con ella hermanos, y eso es algo que tenemos que recordar siempre.

Daniel y sus amigos llegaron a convertirse en los consejeros del rey ¿ok? en el equipo de consejeros, porque gracias a la gracia que Dios había puesto para con ellos delante de su supervisor se ganaron la confianza, pudieron entrar a donde el rey y pudieron cambiar el curso de muchas cosas en esa nación. Con su ejemplo y con su testimonio, el rey de esa nación y muchas personas que los conocían a ellos pudieron conocer que el Dios de ellos era el verdadero Dios ¿ok? y ustedes saben la historia de la fosa de los leones, la historia de cuando lo tiraron en el horno de fuego y si no la sabe pues comience a leer a Daniel esta semana, pero ellos hicieron eso con su testimonio.

Mire lo que dice la Biblia en Proverbios 13 donde dice: "El que anda con sabios, sabio será, mas el que se junta con necios será quebrantado." Daniel fu estratégico inclusive en escoger sus amigos. Él escogió a Sadrac, Mesac y Abed Negó para que fueran sus amigos porque eran personas que tenían valores similares de la misma cultura, que sabían que se iban a ayudar y animar los unos a los otros en momentos difíciles y así lo hicieron.

¿Quiénes son tus amigos más cercanos el día de hoy? ¿cuáles son las personas que te aconsejan, que te animan? ¿están sus valores en sync o hay alguna discrepancia? Esto también tenemos que aprender en cuanto a Daniel.

Dios les dió el conocimiento, la destreza y la sabiduría que ellos necesitaban para sobresalir en todo. La mejor forma de evangelizar señores es con nuestro testimonio. San Francisco de Asís dijo: "Predica el Evangelio siempre y usa palabras si es necesario."

¿Qué uno aprende de esto? en tu lugar de trabajo, donde quiera que tú trabajes; si tú trabajas limpiando, si tú trabajas en una oficina, si tú eres jefe de algo, compórtate como cristiano y tus jefes van a ver algo diferente en ti, y Dios te va a poner en gracia, y tú vas a llegar a un nivel donde como Daniel, el rey te va a venir a pedir consejo y vas a poder cambiar la situación de tu ambiente de trabajo, y abogar porque las cosas se hagan de la mejor manera, de la manera correcta y con justicia; pero siempre hay que mantenerse humildes como Daniel ¿ok?

Muchas veces, y le soy sincero, al principio cuando yo escuchaba la historia de Daniel y yo veía alguna injusticia alrededor mío yo decía: no, Daniel tenía coraje, y Daniel se paró y dijo: no voy a comer de eso, y si me van a tirar tírenme a los leones, el Señor me va a ayudar. No, esa no era la actitud de Daniel, pero a veces uno quiere convertirse en medio sindicalista y medio, tú sabes, guerrillero, y Dios tiene que venir y bajar a uno, ¿me entiendes? así no fue que Daniel hizo las cosas, así no fue que José hizo las cosas.

Yo compartía con una amiga estos días y decía: yo quiero que Dios me dé el coraje de Daniel, la integridad de José y la humildad de Ester, yo le decía que esa era mi oración. Y ella me dijo: sí, yo le pido la dieta de Daniel, el clóset de José y la belleza de Ester, eso es lo que yo le pido ¿tú me entiendes? (risas) uno puede pedir ambas cosas a Dios, uno puede pedirle cosas espirituales pero también con las cosas espirituales vienen estas otras cosas que Dios le da a la gente. Así que, no es que: ay me voy a hacer cristiano, no. Tú puedes ser cristiano y todo pero Dios también te bendice y te prospera, y te pone en gracia.

Entonces, puntos fuertes y logros de Daniel: Daniel demostró que ser joven no se limita a cometer errores. Uno puede marcar la diferencia y ganarse el respeto de los adultos con discreción, humildad y sabiduría. Además, rodearse de personas íntegras y creyentes es de bendición a largo plazo. Son cosas que uno puede aprender acerca de Daniel.

En medio de todos los problemas que ellos atravesaron Daniel y sus amigos fueron fieles a Dios. Se convirtieron en los consejeros de reyes babilónicos y medopersas. Después que el imperio babilónico terminó llegó otro imperio y ahí Daniel todavía entró porque continuaba con la misma gracia. Dios es quien quita reyes y pone reyes. Asegúrese de que usted esté en la lista de Dios para que cuando Dios quite uno, lo ponga a usted junto con el otro así como a Daniel.

Daniel fue un hombre de oración. Se metió en problemas por orar tres veces al día. Yo no oro tres veces al día, hay días que a mí se me pasan y yo no oro, pero siempre que yo oro lo trato de hacer conscientemente y le pido: Señor ayúdame a buscar tiempos de oración en Tu Palabra, Señor ayúdame, y es un sacrificio.

Ayer preparando este sermón, el día tan lindo afuera, Dios mío, qué no quería hacer yo, pero nada; me tuve que trancar ahí. Hasta que llegó las 8 de la noche, me fui a ver los Transformers, le dije: déjame ir a ver la película por lo menos, tomarme un break y no sé qué. Llegué a mi casa como a las 12 porque esa película es demasiado larga, pero pude terminar y todo y aquí estamos, tú sabes, un balance de las cosas.

Las lecciones que aprendemos de Daniel. Las convicciones discretas muchas veces se ganan el respeto a largo plazo. No espere hasta que llegue la situación difícil para aprender a orar. Dios puede utilizar a la gente en cualquier lugar donde se encuentren y bajo cualquier circunstancia.

Daniel y sus amigos habían perdido todo el prestigio, todas las comodidades. Imagínese que a usted lo secuestren y se lo lleven a otro país lejos de todo lo que usted conoce, otro idioma y no sé qué, sin embargo la gracia de Dios estuvo con ellos y allí Dios lo llevó de gloria en gloria. De eso es que se trata el Libro de nuestro Pastor.

Nosotros en la tierra de los peregrinos debemos aferrarnos de la gracia de Dios, y pedirle a Dios que nos ponga en gracia en nuestros lugares de trabajo aquí para que Dios nos vaya llevando de gloria en gloria, y que nos convirtamos en los consejeros y en los asesores de nuestros supervisores. Pero eso no va a pasar si uno no decide vivir en integridad, si uno no decide acercarse a Dios y depender de Dios.

Entonces ¿qué vamos a hacer nosotros esta semana? La historia de Daniel es una historia de integridad, lealtad, coraje y sencillez. La palabra integridad se traduce como: honrado, honesto, respeto a los demás, directo, apropiado, respetable, control emocional, respeto por sí mismo, puntualidad, lealtad, pulcro, disciplinado y firme en sus acciones. En general es alguien en quien se puede confiar. Integridad es retomar el camino de nuestra verdad, es hacer lo correcto por las razones correctas del modo correcto. Se relaciona al derecho de no ser objeto de vulneraciones en la persona física como lesiones, tortura o muerte.

Propongámonos ser hombres y mujeres íntegros donde quiera que nos encontremos y abrámonos a las bendiciones de Dios en nuestra vida. Alguien compartió conmigo hace mucho: never tired of doing what is right, nunca te canses de hacer lo correcto, y después me di cuenta de que eso es un versículo de la Biblia: "Vosotros hermanos nunca os canséis de hacer bien, de hacer lo correcto."

Donde quiera que uno esté, cuando uno vea cosas que no están bien, vamos a tratar de hacer las cosas bien, porque al final del día la bendición de Jehová es la que enriquece, y vamos a hacerlo con humildad y con sencillez como Daniel. Vamos a ser íntegros, leales, tener coraje y también ser sencillos.

Es posible ser fieles a Dios aún cuando estemos rodeados de influencias paganas. Es posible fijar nuestra mirada en Cristo y servirle con integridad aún cuando estemos en un ambiente donde todo el mundo piense totalmente diferente a nosotros, ahí es que Dios nos quiere, ahí es que Dios quiere que brillemos y seamos la diferencia.

Dios da gracia a Sus siervos fieles delante de los jefes paganos, eso fue lo que pasó con Daniel. Su jefe no conocía ni a Dios y Dios lo puso en gracia. Dios humilla a los orgullosos y enaltece a los humildes.

Vamos a mantenernos humildes, no importan los grados que uno alcance, las promociones en los trabajos, no. Mire, todo eso pasa. Vamos a mantenernos humildes para que Dios nos ayude a seguir llevando. La historia de Daniel hermanos es una historia de integridad, lealtad, coraje y sencillez. Póngase de pie, vamos a orar.

Señor: te damos gracias por Tu Palabra que es viva y eficaz, y yo te pido para que lo que hemos escuchado el día de hoy Señor pueda irse con nosotros esta semana a nuestros hogares, a nuestros lugares de empleo, a donde quiera que nos encontremos Señor. Y sea que estemos en situaciones de prisión, de tormento, de tribulación o que estemos en la cúspide del mundo, que en ambos lugares Señor, podamos recordarte a Ti y darte gracias, de que todo ha sido por Tu Gracia Señor, y que Tú tienes un plan que aunque nosotros no lo entendamos ahora lo entenderemos más allá.

Gracias por hombres como Daniel, por hombres como José, por mujeres como Ester Señor, que con sus ejemplos nos bendicen Padre y nos enseñan tantas cosas Dios. Ayúdanos a poner en práctica Tu Palabra, a proponernos en nuestros corazones cambiar Padre, y hacer las cosas bien. Gracias Dios por este tiempo, bendícenos y dirígenos en el resto de este día y esta semana. En el Nombre de Jesús, amén.

Cómo superar los dolores de la vida

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Quiero dar una Palabra de consuelo y de esperanza, y de ánimo para todos nosotros. Quiero hablar acerca de cómo superar los dolores de la vida y resistir, y superar en medio de las pruebas, y voy a usar dos pasajes.

Uno se encuentra en Segunda de Corintios capítulo 4, Segunda de Corintios capítulo 4, versículo 7. El apóstol Pablo que escribe estos pasajes, a pesar de ser un hombre de gran poder, grandemente bendecido por Dios, fue un hombre también que padeció muchas pruebas, dificultades, no estuvo exento de sufrimientos y padecimientos a pesar de que Dios lo había escogido para una de las obras más grandes espirituales de toda la historia del cristianismo. Sin embargo Pablo era un doctor en penalidades, sufrimientos y padecimientos.

Pero lo que nos impresiona siempre de él es que esa nota de victoria y de confianza, y de fe en el Señor es la que está por encima de todas las demás notas de su vida, y nos recuerda de que, a pesar de que pasemos por tribulaciones y luchas, no estamos desamparados sino que el Señor está con nosotros y que tenemos siempre que declarar siempre victoria en medio de todo.

Y podemos comenzar por ejemplo en el versículo 7, Segunda de Corintios 4, dice: "Pero tenemos este tesoro" el tesoro del cual habla Pablo de Hechos, de hecho es la bendición de Dios en nosotros, el Evangelio que Dios nos ha dado, la revelación maravillosa que tenemos a través de Cristo Jesús. Toda la enseñanza maravillosa que se encierra en la Escritura, la herencia que tenemos cada uno de nosotros como hijos de Dios.

Dice Pablo: Este tesoro, sin embargo, lo tenemos ¿en vasos de qué? "vasos de barro." En otras palabras es como si usted cogiera millones de dólares y en vez de ponerlos en una caja fuerte o en un cofre muy hermoso y bien adornado, lo pusiera en humildes tinajas quebradizas, frágiles y de barro. Y Pablo dice: "Tenemos este tesoro del Evangelio en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros" para que Dios se glorifique, no nosotros, siempre; que tengamos que buscarlo a Él siempre.

"Nosotros que estamos atribulados en todo" ¿pero qué? "mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados." ¿Cuántos de nosotros a veces nos desesperamos, perdemos la esperanza y pensamos como que: ya no hay esperanza para mí, no hay futuro para mí? Reprenda eso en el Nombre del Señor. El cristiano nunca está desesperado. Puede estar atribulado, sí.

Yo creo que a veces podemos estar atribulados, podemos estar angustiados, eso es natural. Yo no creo en ese edicto que hay por ahí de muchos cristianos: oh, que. Por ejemplo ese corito con toda buena intención y yo no tengo problema, si usted lo quiere cantar amén: "no puede estar triste un corazón que tiene a Cristo", yo sé lo que quiere decir, es casi como una declaración retórica: "no debiera estar triste un corazón que tiene a Cristo" pero la verdad es que a veces estamos tristes. A veces la prueba agobia, y ¿quién ha perdido un ser querido que no se entristezca y no se angustie? es natural, pero lo que no tenemos que hacer es perder la esperanza, perder la seguridad en Dios.

"Estamos en apuros pero no desesperados. Estamos perseguidos pero nunca desamparados; derribados pero no destruidos, llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos."

Y por qué no leer un poquito también el versículo 16 ahí de Segunda de Corintios 4, dice: "Por tanto no desmayamos. Antes, aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior, no obstante, se renueva de día en día; Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria." En otras palabras lo que nos dice el apóstol Pablo allí es que, las tribulaciones que experimentamos, en vez de derribarnos, destruirnos, encajarnos en un callejón sin salida, nos hacen más fuertes, producen en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria. Nos hacen más pesados en el sentido positivo de la palabra, tenemos más peso espiritual en el Señor.

Después en la Epístola a los Filipenses en el capítulo 1, Pablo se encuentra en la prisión encadenado, dos guardias enfrente a su prisión, algunos dicen que hasta tenía un soldado encadenado a él para que no hubiera un milagro de esos que experimentó Pedro y se fuera a escapar de alguna manera misteriosa, no está seguro si va a morir o vivir, si lo van a crucificar o lo van a ejecutar, no está totalmente ciento por por ciento seguro si va a salir vivo de esa prisión; ahí escribió él esta Epístola a los Filipenses que es una epístola que reboza gozo, esperanza, alegría, victoria.

Una vida de perpetuo crecimiento

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Quiero en honor a nuestros hombres y padres de la Congregación, compartir con ustedes esta meditación que nos invita a vivir una vida de perpetuo crecimiento. Repita conmigo: perpetuo. Eso quiere decir que queremos estar continuamente en proceso de crecimiento y desarrollo.

Y el Señor puso esta mañana en mi corazón el leer, mas bien, una porción de un libro que yo comencé hace ya años atrás antes de que comenzara todo esto de la construcción, había comenzado a escribir, y se quedó ahí por mitad, todavía no lo he vuelto a retomar, está esperando ahí de lo más manso a que yo vuelva otra vez a terminarlo. Quiero compartir unas páginas, lo voy a leer; normalmente no predico leyendo, pero quiero compartir con ustedes esto así que, abra su espíritu a estas palabras y yo espero que la sintaxis de la Escritura no sea demasiado compleja, esto va a ser sencillo. Pero abra su corazón a este llamado de parte de Dios a una vida de perpetuo desarrollo y es siempre más y más, y crecer más en el Señor porque eso es lo que el Señor quiere, que seamos más conforme al carácter de Jesucristo.

Y eso es de lo cual Pablo habla en Filipenses capítulo 3, en el versículo 12. Si leemos el contexto de las palabras de Pablo en el versículo 12 usted verá que es en términos de: "Ser más como Cristo, llegar a conocer más al Señor, la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor" dice Pablo: "de conocerlo y participar de Su personalidad, el poder de Su Resurrección," dice: "Participar aún en sus padecimientos, llegando a ser semejante a Él" en todo nivel, toda expresión. Y de eso se trata la vida de un hombre de Dios, una mujer de Dios y es siempre parecernos más, tratar de ser más y más como Cristo.

Y sabemos que nunca llegamos, a esa medida total de la plenitud, la estatura de Cristo Jesús. Pero nuestra vida debe ser un perpetuo ascender, un perpetuo ir cada vez más y más en dirección al ideal que es Cristo Jesús.

Y Pablo dice en el versículo 12: "No que lo haya alcanzado ya" en otras palabras, nunca llegamos a ser perfectos ¿no? en el sentido de no tener más nada que alcanzar o que lograr, "No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto, sino que" ¿qué hace él? "prosigo." ¿Estás tú "prosiguiendo" al blanco? esa es tu vida, no te estanques; sigue hacia adelante. "Prosigo por ver si logro asir" una palabra fina que quiere decir: si logro agarrar, tomar posesión de, "si logro abrazar aquéllo para lo cual yo también fui tomado" agarrado, atraído "por Cristo Jesús."

Hermanos: yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado pero una hago, si tú puedes hacer algo en la vida esto es lo que tienes que hacer: "Olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús." Diga: amén.

Hermanos: la visión esencial de todo hijo, todo hombre, toda mujer de Dios debe ser alcanzar el máximo nivel de desarrollo personal y espiritual a lo largo de nuestra jornada en la Tierra. Aún la gente secular que no conoce de Dios, entiende que la mayor virtud de un ser humano no es la riqueza o el poder, o el atractivo físico sino su carácter, la configuración total de su personalidad.

Henry Ford, el famoso empresario e inventor ha dicho y cito: "La vida es una serie de experiencias, cada una de las cuales nos hace más grande, a pesar de que en ocasiones es difícil darnos cuenta o percibirlo, pues el mundo fue construido para desarrollar carácter, y debemos aprender que los fracasos y dolores que experimentamos en la vida nos ayudan en nuestra marcha hacia adelante." Nuestro programa de vida debe consistir en reflejar cada vez más la perfección y el carácter de Cristo con el paso del tiempo.

Al entender cabalmente el hecho de que Dios es glorificado, no tanto por lo que hacemos como por lo que somos, nos sentiremos motivados a hacer de nuestra jornada en la Tierra, un holocausto de olor suave para la gloria de Dios. Nuestra vivencia entonces deberá estar gobernada de que, mucho más importante que vivir vidas superficialmente respetables: ir a la Iglesia, dar dinero a la Iglesia o a los pobres, respetar externamente las leyes de la sociedad, en verdad se supone que reflejemos mas bien el carácter excelente, la grandeza ética y moral de Cristo Jesús.

Al entender este hecho, de que es más importante lo que somos que lo que hacemos, entenderemos que el comportamiento exterior deberá estar fundamentado sobre profundos cimientos de sólida espiritualidad, de amor, misericordia, humildad, de compasión por los demás y de reconocimiento de nuestra propia fragilidad esencial.

Por eso el creyente que se ha compenetrado con el sentir esencial de la Escritura no se deja engañar por la falsa idea de la vida cristiana como un proyecto rudimentario de reforma superficial del comportamiento, es más que eso. El siervo maduro, la mujer espiritual entiende claramente, que el camino para agradar a Dios involucra muerte y resurrección continuos, la entrega total del yo. Nada menos que someterse continuamente a un trato radical de parte del cirujano divino, hasta que la imagen de Cristo sea formada en nosotros.

Pablo lo expresa de esta manera, cito: "Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto hasta que Cristo sea formado en vosotros" Gálatas 4:19. Esa expresión del apóstol Pablo denota el profundo sentir del Espíritu Santo. Deseoso de formarse un pueblo que viva a la altura del ejemplo de Jesús, que refleje Su Gracia, Su amor y Su Misericordia manifestando en todo momento el fruto del Espíritu Santo. Dios no se conformará con nada menos que hombres y mujeres que lo honren con una vivencia de excelencia y grandeza moral.

Esa grandeza a su vez sólo puede emanar de una riqueza moral interior, gestada a lo largo de una vida que se ha comprometido con los valores excelsos del Reino de Dios, y que se ha dejado tratar por el escultor divino. Nunca podremos agradar a Dios con meros actos de buen comportamiento y respetabilidad religiosa. No podremos sobornarlo sólo con ofrendas cuantiosas y actos heróicos, en última instancia, superficiales.

Primera de Corintios 13:3 declara: "Si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser entregado" ¿qué pasa? "de nada sirve." Ante todo, Dios busca la calidad interna, la calidad del corazón. El alma anhelosa de vivir en consonancia con Su santidad y Su justicia, con Su Misericordia y con Su amor. El salmista declara: "Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado. Al corazón contrito y humillado no despreciarás Tú, oh Dios" lo interno del corazón, la calidad interna del ser humano, no necesariamente los sacrificios externos superficiales que le traemos como para sobornarlo y pagarle una deuda ¿no?

Antes de hacer esta declaración el salmista dice: "Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría, no quieres holocausto." A veces lo más fácil hermanos es traer un sacrificio al altar. Ofrecerle a Dios una ofrenda externa y apresurada dejando el interior, el corazón intocado. Pero lo que Dios quiere es hacer un trabajo profundo y radical en nuestras almas, alinearnos con Su personalidad absolutamente íntegra y armoniosa.

Lo verdaderamente difícil y de paso, hermoso para el ser humano, es morir a sus propias prioridades y deseos, a todo aquéllo que le da gran placer, pero que a la misma vez lo empobrece y lo debilita, y le impide la posibilidad de ser bendición a sus semejantes. El trabajo más arduo para todo ser humano, consiste en adoptar un plan a largo plazo, escuche esto, es muy importante, el trabajo más arduo, más difícil, más raro en realidad para todo ser humano, consiste o debe consistir, podríamos decir, en adoptar un plan a largo plazo de perfeccionamiento radical. Así es que debemos vivir nuestra vida, con un compromiso de: el resto de mi vida yo voy a ir perfeccionándome, puliéndome hasta que haya en mí una transformación.

Pablo habla de que somos transformados por medio de la renovación de nuestro entendimiento. La Biblia está llena, de paso, de alusiones y referencias a que nosotros debemos ser siempre un perpetuo sacrificio puesto sobre la mesa y el altar de Dios, consumiéndonos poco a poco como un holocausto agradable al Señor; de eso se trata, de ese perpetuo mejoramiento, desarrollo, perfeccionamiento que viene a través de la obra del Espíritu Santo en nosotros.

Nuestra visión abarcadora debe consistir en emprender un programa de vida que involucre todo nuestro ser y que tenga como meta nada menos que la reconstrucción total de nuestra personalidad, hasta que ésta quede conformada a la imagen perfecta de Cristo Jesús. Todo rasgo que no glorifique a Dios: adicciones de cualquier tipo, rencor, sensualidad, fobias, temores, inseguridad, orgullo, ambición, materialismo, complejos de toda índole, deben ser extirpados uno a uno de nuestro ser.

De esa vida transformada, esculpida golpe a golpe por el cincel divino a lo largo de una carrera intencional y deliberada, entonces emanarán los nobles actos que el mundo podrá observar y celebrar, y que sólo entonces traerán deleite al corazón de Dios, porque habrán nacido de un subsuelo auténtico y verdaderamente moral. Toda la Escritura insiste sobre esta verdad esencial, es la siguiente: al corazón de Dios sólo se llega por medio del cultivo de un corazón generoso, una postura humilde, un estilo de vida como el de Jesucristo.

Por eso la agenda de nuestra vida deberá siempre ser el desarrollo de una personalidad balanceada y generosa que refleje en todo lo posible las especificaciones y las cualidades de la criatura original que Dios instaló en el huerto del Edén antes de la caída; en esto consiste el verdadero éxito moral y expiritual.

Nuestras supuestas virtudes son como trapo de inmundicia nos recuerda el profeta Isaías. "Si bien todos nosotros somos como suciedad y toda nuestras justicias como trapo de inmundicia." De nuevo, nuestras propias virtudes son como trapo de inmundicia a menos que estén sustendadas por un espíritu tratado por Dios y purificado hasta lo sumo.

Lo que Dios exige en realidad es muy sencillo mis hermanos, y también muy sencillo a la vez. El profeta Miqueas lo expresa por medio de palabras memorables y poéticas. Dice el poeta Miqueas: "¿Con qué me presentaré ante Jehová, y adoraré al Dios altísimo? ¿Me presentaré ante Él con holocaustos, con becerros de un año? ¿se agradará Jehová de millares de carneros o de diez mil arroyos de aceite? ¿Daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma?"

En otras palabras el profeta retóricamente se pregunta: ¿cómo voy a agradar a Dios? ¿se agradará Dios de que yo haga sacrificios, de que camine a Roma de rodillas, de que me azote la espalda toda la noche hasta que sangre, la piel se me quiera caer? ¿se agradará Dios con esos sacrificios externos y héroicos, y cuantiosos? mire cómo él se responde a su pregunta retórica. Él dice: "Oh hombre" en otras palabras necio "Dios te ha declarado lo que es bueno, ¿y qué pide Jehová de ti? Solamente hacer justicia, amar misericordia y humillarte ante tu Dios."

Ningún sacrificio que podamos ofrecerle a Dios, por más significativo que parezca, es capaz de hacernos merecedores de Su aceptación. No podemos pagarle a Dios con acciones externas por Su amor, no podemos sobornarlo ni ganarnos a Dios solamente haciendo cosas externas que no nazcan del corazón interno, que no estén unidas. Mi punto en todo esto es que lo externo de nuestra vivencia tiene que estar en perfecta conjunción con lo interno. Nuestros actos externos tienen que expresar la riqueza interna de nuestra vida y por eso es que la vida que agrada a Dios nace adentro, y entonces se expresa afuera.

Muchos de nosotros lo que queremos es expresar una vida por fuera, asumir una serie de conductas, de deberes, de tareas, de comportamientos externos y muchas veces dejamos nuestro ser interior sin que Dios lo toque; le decimos: Tú puedes quedarte ahí en la antesala ¿ok? incluso te voy a meter al comedor si Tú quieres, pero no pases ni a la sala ni al dormitorio y sobre todo no pases aquí a esta morada interna ¿no?

Y no le podemos poner barreras a Dios. Todas las llaves de nuestro ser tienen que estar en Sus Manos, todas, aún el subconsciente y eso es lo que a Dios le agrada. Y cuando Dios ve un corazón entregado a Él totalmente entonces Dios se ocupa de poner en nosotros las virtudes que nos harán hombres y mujeres que con nuestras acciones reflejaremos el carácter de Jesucristo, y seremos agradables a Él, y de bendición a los demás.

Ningún sacrificio que podamos ofrecerle a Dios por más significativo que parezca es capaz de hacernos merecedores de la aceptación divina, sólo la excelencia del corazón, ese hacer justicia, amar misericordia y humillarnos ante nuestro Dios del cual habla el profeta Miqueas, sólo eso puede darnos entrada al Trono de la Gracia y atraer la aprobación divina sobre nuestras vidas. Paradójicamente el reconocimiento de que siempre estaremos lejos de alcanzar la justificación personal por medio de nuestros actos es precisamente lo que nos hará merecedores de esa justificación que tanto deseamos; el saber que somos cortos, somos débiles, somos pobres, somos pecadores, nos quedamos cortos de la Gracia de Dios y de Su justicia, eso nos hace merecedores de Su justicia y de Su amor.

La necedad de querer reducir la grandeza espiritual a un proyecto de acumular puntos por medio de buenas obras y buen comportamiento social sólo consigue acarrearse el desprecio de Dios. La búsqueda de la respetabilidad por medio de obras sólo conduce al orgullo espiritual y a la autojustificación. Pero Dios, nos dice la Biblia: "Es excelso y atiende al humilde, mas al altivo mira de lejos."

Una de las parábolas más profundas y reveladoras de Jesús nos muestra dos personajes que se acercan al templo a orar: un religioso demasiado seguro de sí mismo y un pecador abrumado por el reconocimiento de su pecado, Lucas 18:9 al 14.

La primera figura es la encarnación misma del buen comportamiento, la moralidad reducida a buenas obras. Este hombre está saturado de un profundo sentido de su propia justicia y de su derecho irrefutable de presentarse ante el Trono de Dios. Dice la Biblia que: "Puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aún como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano."

El publicano por su parte, estaba embargado por la consciencia de su comportamiento inmoral y sabía que merecía el castigo divino. Había abusado de su puesto gubernamental, había traicionado a sus compatriotas cooperando con el gobierno romano invasor y decía para sí dice la Palabra: "El publicano estando lejos, no quería ni aún alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: Dios, se propicio a mí, pecador."

¿Y cuál es la lección moral de todo este relato? Dice la Biblia que el pecador arrepentido y humilde descendió a su casa justificado antes que el otro, porque cualquiera que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido.

En el Reino de Dios cualidades morales como: la humildad, el arrepentimiento son mucho más valiosas que las obras cosméticas y superficiales. Depender de las buenas obras sólo consigue muchas veces fomentar en nosotros el orgullo espiritual y el menosprecio de los demás.

Ahora, todo lo que yo vengo diciendo hasta este momento persigue una sola meta y es hacernos conscientes a ti y a mí del profundo alcance de lo que es verdaderamente el éxito, una vida exitosa, una vida de grandeza, una vida de desarrollo.

Yo digo aquí: ya que hablaremos tanto en este libro de lo que es la grandeza y el éxito es necesario que lo definamos bien ahora, quiero definir para ti qué es lo que es una vida lograda, una vida realmente exitosa, porque hay mucha gente por ahí hablando de éxito y de prosperidad, y de bendición.

Quiero que ubiquemos ese concepto de una vida exitosa dentro del marco de referencia apropiado: el marco bíblico, el contexto de la Palabra de Dios y los sublimes valores de Su Reino. No queremos que se confunda este término y que se rebaje su significado limitándolo al nivel pedestre y superficial al cual muchas veces ha sido reducido aún por muchos maestros de la religión cristiana.

Hermano: si lo que queremos lograr es vidas exitosas y realizadas, y hemos de definir ese concepto a la luz de los valores del Reino de Dios, entonces nuestro propósito primordial deberá ser, escuche esto, esto es una vida exitosa, una vida que ha conseguido eliminar de nuestra propia vida todo lo que no se parezca a Cristo Jesús, lo que no se alinee con Su carácter impecable. Todo lo que contradiga la belleza y la excelencia que Cristo vino a restituir sobre la Tierra. Todo lo que nos limite o empobrezca. Todo lo que se interponga en el camino de nuestra felicidad y nuestro desarrollo físico, moral o espiritual, deberá ser identificado como un enemigo y sometido al trato correctivo del Espíritu Santo.

Con esto lo que quiero decir es que: nuestra meta en la vida debe ser llevar nuestro ser interior, nuestra constitución moral, espiritual de carácter, nuestra forma de ser, nuestra personalidad a un nivel tan alto de desarrollo que cuando Dios nos mire se agrade y diga: Este hombre, esta mujer refleja Mi grandeza, Mi belleza, Mi excelencia, Mi santidad. Y por eso es que hablo entonces de que no podemos conformarnos solamente con lo exterior, trabajar para asegurar siempre el interior porque de ahí nacerá todo lo demás, y que nosotros tenemos que considerar nuestra vida lograda no por el dinero que alcancemos, ni los títulos, ni nada sino: ¿hasta qué nivel un hombre, una mujer ha llegado a desarrollarse al máximo conforme al carácter de Cristo Jesús?

Entonces por eso es que, todo lo que hay en tu vida que contradiga ese carácter de Cristo, tú tienes que medirte siempre a la luz del carácter de Cristo, Cristo es tu norma. ¿Cómo habría obrado Cristo en esto? ¿cuál es la calidad que Cristo manifiesta en esta situación, esta relación, este momento? y si tú ves que lo tuyo está muy por debajo de lo que Él refleja, entonces tienes que trabajar eso continuamente.

Por otra parte todo lo que exalte el Nombre de Jesús en nuestras vidas, cualquier cosa que proclame la belleza y la excelencia del Reino de Dios, cualquier cualidad que apunte directa o indirectamente hacia lo que Cristo vino a posibilitar con Su Venida a este mundo deberá ser exaltado e integrado a nuestra propia vivencia para que nuestra vida, aún mudamente, declare la excelente del Hijo de Dios.

Filipenses 4:8 nos llama a enfocar nuestros pensamientos en cualquier cosa que refleje los atributos del Reino de Dios. Pablo dice: "Por lo demás hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad." Hay que enfocar nuestra vida siempre y nuestras metas en la grandeza, las cosas bellas, los atributos del Reino de Dios.

Ese debe ser el programa que gobierne nuestros esfuerzos de superación personal cada día de nuestras vidas. Debemos esforzarnos continuamente para incorporar a nuestra personalidad nuevos atributos que manifiesten las virtudes que componen el carácter divino.

Queremos actualizar el ADN, la genética divina que está en nosotros por medio de nuestra adopción ganada como hijos de Dios. Nuestro proyecto de vida debe ser convertir en realidad lo que ya somos, ¿usted entiende? Dios tiene una imagen tuya en Su mente. Tú eres una nueva criatura por ejemplo. Tú eres un hijo de Dios por ejemplo. Tú has vencido a los principados y a las potestades dice la Palabra del Señor. Tú has heredado toda bendición espiritual en los lugares celestiales. Tú has sido configurado conforme a la imagen de Cristo. Ese es el programa que tú tienes dentro de ti.

Dios te ve a ti continuamente así como infinitamente valioso, como poderoso en Él, como lleno del Espíritu Santo, como que todo lo puedes en Cristo que te fortalece. Esa es la visión de Dios para ti. Y entonces tu meta en la vida debe ser cada día unir la potencialidad que Dios ha instalado en ti y la forma grandiosa en que Él te ve con tu realidad en la Tierra cuando tú caminas cada día. Este hombre gigante, esta mujer gigante que está ahí al lado tuyo, que es lo que Dios ve debe cada día alinearse más y más con el hombre que tú eres o la mujer que tú eres ahora, hoy para que lleguen a ser consonantes el uno con el otro.

Uno a uno debemos ir despojándonos de nuestros malos hábitos y prácticas autodestructivas, y reemplazándolos con comportamientos acordes con el carácter de Jesús, así la vida se convertirá en un hermoso y admirable proyecto de perfeccionamiento continuo. Como hemos dicho anteriormente, si el propósito radical para la Venida de Cristo al mundo es para que tengamos vida y la tengamos en abundancia, entonces todo lo que contradiga ese programa esencial de Cristo en nuestras vidas, deberá ser re-alineado y sometido a la intención benévola, benigna de Dios.

Todo lo que esté fuera de línea y de conformidad con lo que Dios ha querido para nosotros al decir: Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia. Tú tienes que preguntarte: esto que hay en mí, este rasgo, este carácter, este comportamiento, esta forma de ser ¿expresa la vida abundante que Dios ha venido a darme? y si no lo expresa, escríbelo y nómbralo: es un enemigo que tienes que derribar, es un opositor que tienes que vencer; mételo a tu programa de perfeccionamiento, apunta ahí: hmm, a ti te voy a cortar la cabeza algún día también. Y entonces tú vives tu vida ¿no? poniéndole atención. Son muchos los enemigos que están en tu campo ¿sabes?

La vida es un continuo batallar. El hombre, la mujer de Dios nunca se quita la armadura, nunca se quita la espada de la mano, siempre tiene que estar porque hay muchos enemigos de esa personalidad perfecta, de esa imagen de Cristo que Dios ha declarado sobre su vida y todo lo que se opone hay que cortarlo, porque Dios dice: Yo te he entregado toda la tierra que pisen la planta de tus pies, pero mira que te mando que te esfuerces y seas valiente.

Tenemos que estar continuamente descabezando gigantes que se oponen a la vida poderosa y abundante que Dios ha declarado sobre nosotros. Y bajo esa categoría de elementos adversos y negativos que necesitan ser confrontados podrán entrar todo tipo de obstáculos y retos. Podrán tratarse de defectos de nuestro carácter, carencias de nuestra personalidad, podrá involucrar una circunstancia de nuestra vida que como un tumor, impide que la energía divina circule libremente dentro de nosotros. Podrá incluir una relación problemática: matrimonio, paternidad, una amistad, trabajo.

Cualquier relación problemática podrá involucrar una herida emocional que nos roba la paz, una deformación del pasado, un mal recuerdo, un abuso recibido. Positivamente, puede que se trate de un sueño noble que queremos realizar: comprar una casa, alcanzar un título universitario, no sé, aprender a vestirnos mejor o lo que sea. Cualquier cosa, un sueño noble que queramos realizar o una meta relativamente pequeña que nos hayamos propuesto la cual daría cierto realce a nuestra vida; todo esto debe constituir materia prima para nuestros esfuerzos de grandeza y de desarrollo personal.

Aquí voy a meter la aguja quizás un poquito pero estamos entre familia. Por ejemplo algo tan sencillo, escogí algo bien básico, bien burdo y cotidiano: la meta de perder peso por ejemplo. Esto podría parecernos trivial y hasta gracioso en cierto sentido, pero para mucha gente se trata de un asunto de vida o muerte. Estados Unidos ahora mismo por ejemplo está confrontando una epidemia de obesidad terrible, los niños están siendo, y hermanos: cuidemos a nuestros hijos, cuidémonos a nosotros mismos, eso es lo que quiero decir ¿no? Asegurémonos de que nuestros niños creen sanos hábitos de alimentación, de nutrición desde pequeños; nosotros demos el ejemplo ¿verdad que sí? no podemos predicar la moralidad en calzoncillos como dijo alguien por ahí.

La obesidad les roba el gozo de la vida a muchos, les reduce su autoestima y limita grandemente sus alternativas sociales. Conozco personas que llevan toda una vida luchando inútilmente contra la gordura lo cual trae una frustración a sus vidas y aunque parezca cómico ¿sabe qué? Cristo también vino para darnos victoria sobre la gordura. Uso la palabra gordura en vez de la más elegante, obesidad, porque a veces "todo lo puedo en Cristo que me fortalece" ¿no? y pensamos en legiones de demonios. Pero a veces es simplemente, mira, cepillarte los dientes todas las mañanas o bañarte, cosas sencillas ¿no? El poder de Dios es para todas las dimensiones.

En última instancia ese tipo de lucha que tenemos ¿no? es parte de la gran victoria sobre las obras del diablo que el Hijo de Dios apareció para deshacer. Dios quiere proveernos los recursos y la fuerza de voluntad que nos permita tener cuerpos saludables y balanceados, forjándonos una meta clara y detallada, declarándola con nuestra boca, orando sobre ella, ejerciendo paciencia y visión a largo plazo, persistiendo por medio de oraciones pequeñas y acciones pequeñas e incrementales, podemos vencer a ese gigante y obtener control sobre ese aspecto de nuestra vida.

Y quizás has deseado durante muchos años eliminar tus deudas, establecer sanos hábitos de ahorro y comprar tu propia casa. Para muchos esto requerirá una estrategia a largo plazo compuesta de muchas pequeñas intervenciones a lo largo del camino. Esa meta es enteramente factible a la luz de las promesas de la Palabra de Dios. Son metas hacia la grandeza ¿no?

Cualquier proyecto, cualquier cosa ¿no? Puede ser positivo o puede ser negativo. Puede ser heróico y sublime o puede ser muy básico y cotidiano. La cosa es que nosotros tenemos que hacernos una agenda de lograr metas en la vida que aumenten nuestra altura espiritual y moral.

Y tal vez tienes una meta espiritual o profesional que quieres alcanzar. O quieres ver cambios significativos en tu vida matrimonial o familiar, o paternal. O quizás que tu matrimonio pase de ser una mera convivencia caracterizada por la distancia emocional y se torne en una relación plena y satisfactoria caracterizada por la transparencia, el amor y la buena comunicación. ¿Sabes qué? los recursos del cielo están esperando tu iniciativa para alinearse a tu favor y darte la victoria en el nombre del Señor.

Es posible que toda tu vida hayas querido desarrollar un hobby, practicar un deporte o aprender un nuevo idioma, nunca es demasiado tarde. Nunca es válida la excusa de que ya somos demasiado viejos o que ya nuestra mente no es capaz de procesar nuevos retos. Al contrario: nuestro cerebro ¿saben? retiene su vitalidad. Todos los neurólogos y los psicólogos dicen lo siguiente: nuestro cerebro retiene su vitalidad y su flexibilidad por más tiempo de lo que pensamos.

Hay gente que usted los ve a los cuarenta años: no, ya yo estoy demasiado viejo para cambiar. Ya Dios me hizo así y que esto y que lo otro. Esa futilidad y ese, cómo dijera yo, fatalismo, esa es la palabra, Meche está acostumbrada a corregir mis errores y que yo ponga en práctica lo que predico también (risas). Ese fatalismo que mucha gente: yo oigo gente a los cuarenta años, a los cincuenta años diciendo como si ya fueran ancianos y ya no pueden cambiar, ya no hay nada más que hacer, ya es simplemente vivir la vida fatalistamente porque ese es mi destino, ya yo soy así.

Usted ve hoy en día, muchas de las cosas que pasan en la cultura moderna actualmente, justificando mucha inmoralidad y muchas ataduras espirituales que la Biblia llama pecado, la gente dice: no, Dios me hizo así, yo soy así y por lo tanto yo no puedo cambiar. No me pidas que cambie. Entonces convertimos lo que es un defecto, algo que Dios está dispuesto a trabajar y a mejorar, y que puede inclusive ser un peldaño hacia la grandeza moral, porque muchas veces la lucha interior genera en uno el poder para llegar a ser un héroe espiritual, pero muchas veces lo que decimos: no, ya soy así, Dios me hizo así, ya yo traté, no puedo más; así que entonces pasamos de lamentar, a acomodarnos, a celebrar y a atacar a otros cuando no nos ven como nosotros queremos vernos a nosotros mismos, y a querer inclusive a querer conformar a otros según nuestra identidad fatalista, eso es lo que está viviendo esta cultura.

En vez de poder decir: no, yo puedo hacerlo todo en Cristo que me fortalecer y aún en mis luchas, aún en mis caídas, aún en mi agonía yo voy a llegar a ser representante de la gloria de Dios, voy a ser un héroe, un caballero andante siempre batallando para llegar a lo que Dios ha destinado para mi vida. Me parece una vida mucho más grandiosa que acomodarnos simplemente: ah porque ya Dios me hizo así, yo traté, ya soy demasiado viejo, ya no puedo cambiar.

Es posible que toda tu vida tú hayas querido cambiar algo: aprender un nuevo idioma, aprender a tocar el piano, ir a la universidad, aprender a manejar. Nunca es válida la excusa de que somos demasiado viejos o que ya nuestra mente no es capaz de procesar nuevos retos. Al contrario: nuestro cerebro retiene su vitalidad y flexibilidad por más tiempo de lo que nosotros muchas veces pensamos.

Uno de los secretos para evitar la senilidad y aún dicen algunos la enfermedad de Alzheimer y la demencia es precisamente mantener nuestra mente activa, tratando nuevas cosas, emprendiendo nuevos retos, aprendiendo nuevas destrezas, retando a nuestra mente a nuevos niveles de ejercicio. Mantén tu mente siempre activa mi hermano aunque sea haciendo crucigrama, lo que sea pero mantén tu mente siempre inquieta yendo al próximo nivel. Este es un músculo como cualquier otro; si no lo usas se atrofia. Úsalo, Dios te ha dado un músculo precioso allí, en Cristo Jesús tú tienes una mente privilegiada, tienes la mente de Cristo dice la Palabra del Señor, así que úsala. Esa mente no se envejece, esa mente no se atrofia, esa mente no se endurece, esa mente está siempre porosa, penetrable, ágil porque es la mente de Dios, es la mente de Dios, tú la tienes.

Mientras más viejo te pones más fuerte te haces, más sabio, eso es lo que dice la Palabra del Señor. Dice: "El justo florecerá como la palmera, crecerá como cedro en el líbano; plantados en la Casa de Jehová, en los atrios de nuestro Dios florecerán. Aún en la vejez fructificarán. Estarán vigorosos y verdes para anunciar que Jehová, mi fortaleza es recto, y que en Él no hay injusticia" dice la Palabra del Señor. No hay nada imposible, no eres ni demasiado joven ni demasiado viejo para alcanzar metas en tu vida y llegar a toda la grandeza que Dios tiene para ti.

Para la persona en perpetuo estado de crecimiento, el entrar en una edad avanzada o aún en la vejez, puede ser un tiempo de gran belleza, una oportunidad para hacer la paz con nuestros seres queridos o con nosotros mismos. Puede ser un tiempo de sanidad interior en que finalmente sujetemos todas esas energías negativas que tanto dolor y conflicto nos han causado a lo largo de la vida. La vejez puede representar una oportunidad para desarrollar nuevas facetas de nuestra personalidad largamente reprimidas, para probar nuevos colores en nuestras vestiduras, ampliar el círculo de nuestras amistadas. Finalmente acometer esos proyectos que quisimos emprender durante nuestra juventud pero que por alguna razón u otra no pudimos. Un antiguo dicho judío declara: "Para los ignorantes la vejez significa tiempo de invierno, para los instruídos, tiempo de cosecha." Amén.

Recientemente leí la conmovedora historia de una linda ancianita llamada Rosa, la cual me recordó el poder que tiene una actitud positiva para desterrar los supuestos estragos del envejecimiento y mantenernos vitales y atractivos a pesar de los años. Esta ilustración dice así: "El primer día de clases nuestro profesor se presentó y nos invitó a saludar a alguien que no conocíamos en el salón" esta es la ilustración que le quiero ya dejar, este joven está en el primer día de clases. El profesor los invita a saludar a alguien que no conocen en el salón.

"Y al ponerme de pie" dice el escritor "para mirar a mi alrededor, una mano suave tocó mi hombro. Me volteé y descubrí a una ancianita arrugada, enfocándome con una sonrisa que iluminaba todo su rostro. Me dijo: hola guapo, me llamo Rosa ¿te puedo dar un abrazo? Me reí y le respondí entusiastamente: ¡claro que sí! y ella me dió un fuerte apretón."

"¿Qué haces estudiando en la universidad a una edad tan temprana e inocente? le pregunté. Riéndose me contestó: estoy aquí para conseguir un esposo rico, casarme, tener un par de hijos y entonces viajar."

"No, de veras, le dije. Tenía curiosidad sobre lo que había motivado a esta mujer para asumir un reto de este tipo a esa avanzada edad. Siempre soñé, dijo ella, con obtener una educación universitaria, y ahora finalmente lo estoy consiguiendo, me respondió."

"Después de clase caminamos hacia el salón social de los estudiantes y compartimos una batida de chocolate. Nos hicimos amigos instantáneamente. Todos los días durante los próximos tres meses salíamos juntos de clase y hablábamos sin parar. Me sentía hipnotizado escuchando a esta máquina del tiempo, mientras compartía su gran sabiduría y experiencia conmigo. Durante el curso del año, Rosa se convirtió en una sensación en el campo universitario y fácilmente hacía amigos donde quiera que iba. Le encantaba maquillarse y sentirse bien, y disfrutaba inmensamente de la atención que derramaban sobre ella todos los estudiantes." Se lo estaba gozando todo.

"Al final del semestre invitamos a Rosa a hablar en nuestro banquete de fútbol. Nunca olvidaré lo que compartió con nosotros en esa ocasión. Se le presentó y subió al podio. Mientras se preparaba para dar su discurso dejó caer las tarjetas con sus notas sobre el piso. Frustrada y un poco abochornada, se inclinó hacia el micrófono y dijo sencillamente: lo siento, me siento bastante tensa. Estoy ayunando de cerveza para la cuaresma y este whisky me está matando. Sé que no voy a poder organizar mis tarjetas de nuevo a tiempo, así que simplemente déjenme compartir con ustedes lo poco que sé."

"Mientras nos reíamos se aclaró la garganta y comenzó. Dijo lo siguiente: no dejamos de jugar porque envejecemos, envejecemos porque dejamos de jugar. Sólo hay cuatro secretos para permanecer jóvenes, ser felices y alcanzar el éxito. Número uno: tienes que reirte y encontrar el humor que encierra cada día." Amén, podemos santificar estas enseñanzas, está bien.

"Número dos: tienes que alimentar un sueño" alimentar un sueño. "Cuando pierdes tu sueño te mueres. Tenemos tanta gente caminando sobre la Tierra que están muertos y no lo saben."

"Tercero: hay una diferencia entre envejecer y madurar. Si tienes diecinueve años y te quedas acostado en la cama durante todo un año sin hacer nada productivo aún así llegarás a tener veinte años. Si yo tengo ochenta y siete años y me quedo acostada en la cama durante todo un año sin hacer nada, aún así llegaré a tener ochenta y ocho. Cualquiera puede envejecer, eso no requiere ningún talento o habilidad especiales. La clave está en madurar por medio del descubrimiento constante de las oportunidades que encierra la vida y que encierran los cambios."

"Último: no te quedes en el pasado alimentando el remordimiento o la culpabilidad. Generalmente los ancianos no lamentamos lo que hicimos como lo que no hicimos. La única gente que le teme a la muerte es la que tiene algún tipo de remordimiento que lo posee."

"Al final del año Rosa obtuvo el grado universitario que había comenzado hacía tantos años. Una semana después de la graduación Rosa murió apaciblemente mientras dormía. Más de dos mil estudiantes universitarios asistieron a su funeral, presentando su tributo a la maravillosa mujer que nos enseñó a través de su ejemplo que nunca es demasiado tarde para ser joven."

"Con su actitud positiva, su humor y su disposición a tomar riesgos, a pesar de su edad avanzada, Rosa mostró que podemos lograr nuestros sueños no importa la edad que tengamos. La vida está esperando a que emprendamos la jornada del conocimiento, el triunfo y la superación personal." Todo eso y mucho más está a tu alcance hijo de Dios, está a tu alcance por medio del Poder de Dios que se mueve dentro de ti. Empleando los principios que Dios ha provisto en Su Palabra podemos declarar confiadamente, como el apóstol Pablo: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece."

Para la persona comprometida a aprovechar todas las circunstancias de la vida para su crecimiento personal no hay barreras infranqueables en el camino hacia la cima. Aún los fracasos y la adversidad, aún aquéllos obstáculos que no pueden ser enteramente superados pueden constituir nuestra materia prima para el éxito y para la realización personal. Por medio de una unión estrecha con el poder que hay en Jesús somos preparados para romper la fuerza de la gravedad malévola que nos arrastra hacia el suelo, fortalecidos por el Señor y en el poder de Su fuerza obtenemos la autoridad y el poder que necesitamos.

Podemos vencer las arduas luchas que inevitablemente confrontaremos en el camino hacia la grandeza personal. Cuando nos lanzamos hacia la conquista de nuestro verdadero destino podemos escuchar las palabras amorosas de Jesús: "Permaneced en Mí y Yo en vosotros; Yo soy la vid, vosotros los pámpanos. El que permanece en Mí y Yo en él lleva mucho fruto."

Hermanos: hagamos una determinación en esta mañana de lanzarnos en el camino de la grandeza, el camino del perpetuo crecimiento. Que el Señor les bendiga y que estas palabras nos ayuden a creer que podemos lograr cosas grandes con el Poder de Cristo dentro de nosotros.

Pongámonos de pie un momento, recibe el reto de Dios en esta mañana, dite a ti mismo: yo puedo lograr lo imposible con el Poder de Dios dentro de mí. Dios me ha llamado a la grandeza y a la excelencia, Dios me ha llamado a ser un caballero andante, una dama lograda en perpetuo viaje hacia un blanco exaltado. Dios no me ha llamado a sujetarme a nada, como dice el apóstol Pablo: "No me dejaré esclavizar de ninguna cosa, sino que golpeo al aire, golpeo con una meta en la mente para derribar todo pensamiento y llevarlo cautivo a la sujeción en Cristo Jesús."

¿Cuáles son las áreas en tu vida que necesitan sujetarse a Dios? ¿alguna atadura espiritual, algún complejo, algún temor? ¿alguna herida del pasado que te persigue? ¿algún abuso recibido? ¿algún fracaso moral que no te has logrado perdonar a ti mismo aunque Dios ya te perdonó? ¿algún recuerdo de la niñez que tocas como una grabadora allí, como una cinta atrapada en el pasado? ¿baja autoestima?

¿Cuál es tu lucha? ¿dónde están esas áreas de tu vida que le dicen: mentira a la declaración de Dios: "Yo he venido para que tengas vida y vida en abundancia"? Dios puede usar todo en vida; los fracasos, las luchas, las pérdidas, los dolores. Nada de eso está diseñado para derribarte, destruirte, derrotarte. Dios lo ha permitido para que sea un peldaño hacia tu grandeza. Vengas a ser más como Cristo el cual, por medio de Sus padecimientos se hizo obediente, y obediente hasta la cruz, y Dios le dió un Nombre sobre todo nombre y lo levantó hasta lo sumo.

Nosotros podemos usar las pérdidas, los sufrimientos de la vida, los defectos como peldaños hacia la grandeza. Son ejercicios que permite que vengan hasta nuestro entorno para que, por medio del forcejeo con ellos, nuestros músculos espirituales, morales se desarrollen y podamos llegar a ser esos gigantes espirituales que socorran a los débiles, rescaten a los perdidos, inspiren a los temerosos, renueven la ilusión en una sociedad que cada día se hace más y más cínica, eso es lo que Dios quiere que tú seas.

Y Dios dice: ¿Sabes qué? voy a permitir que vengan dolores a tu vida. He permitido desde tu niñez que pasara esto, pasara lo otro pero es todo porque te quiero usar para que llegues a ser como Mi Hijo, un elemento de renovación y de vida para la humanidad, porque después de todo Yo tengo el universo entero para darte cuando termines tu carrera acá. Y cuando llegues allá arriba entenderás que todo lo que pasaste aquí era mera ilusión, meros ejercicios porque lo verdadero es lo que Yo tengo separado para ti, así que no te obsesiones con las pequeñas incomodidades de este mundo. Piensa en lo que te espera allí arriba y vive la vida exaltando los valores de Mi Reino y reflejando la grandeza espiritual de Mi Hijo.

Así que yo te invito en esta mañana a abrazar la ética de un gigante espiritual, un guerrero de Dios, una mujer excelsa e idónea para hacer las obras de Tu Reino. Te invito a creer que todo es posible para aquél que cree en el Señor Jesús. Nombra tus gigantes y procede a vencerlos uno a uno hasta que te sorprenda la muerte y entonces todos caigan a tus pies, porque entonces serás como Cristo Jesús, perfecto en todo.

Padre: gracias. Bendecimos esta Palabra compartida con Tu pueblo, la sembramos Señor en sus espíritus, aunque no nos recordemos de todo lo que hemos oído pero pido que esto reverbere en nuestros corazones Señor hasta que Cristo venga, y que sea una Palabra de aliento para emprender los grandes proyectos y los pequeños proyectos de la vida también. Gracias por el privilegio de venir a Tu Casa Señor.

Bendecimos a nuestros hermanos, en particular nuestros padres en este día. Alabamos Tu Nombre y te damos gloria y honra exclusivamente a Ti Señor, en el Nombre de Jesús y el pueblo de Dios dice: amén. Dios les bendiga mis hermanos.

Podemos regocijarnos que somos un pueblo bendecido

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Quiero compartir un pasaje del Salmo 103, y quiero dejar con ustedes una Palabra de ánimo que Dios ha puesto en mi corazón para compartir, es un Salmo de alabanza por la misericordia del Señor y es una invitación de parte del Espíritu Santo para que recordemos todas las cosas que Dios tiene para nuestras vidas; los derechos, los recursos, las bendiciones que Dios pone en nuestras manos, ese Dios maravilloso que nosotros tenemos y que podamos regocijarnos de que somos un pueblo bendecido.

El salmista David dice en el Salmo 103 versículos del 1 al 5: "Bendice alma mía a Jehová, y bendiga todo mi ser Su Santo Nombre. Bendice alma mía a Jehová y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias, el que rescata del hoyo tu vida; el que te corona de favores y misericordias, el que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila." Qué precioso salmo, qué bendición.

Yo he querido en esta tarde hermanos compartir con ustedes porque hace dos domingos cuando estuve aquí predicando la última vez antes de que viniera nuestra hermana el domingo pasado, el sermón que compartí con ustedes, admito, era un poquito pesado hasta cierto punto y a mí me gusta siempre balancear las predicaciones, porque la Palabra de Dios tiene consejo para todos los momentos de la vida, y hay momentos en que nos llama a pensar en nuestras responsabilidades, nos llama a pensar en nuestros deberes, nos llama a recordar los principios de la Escritura.

A veces la Palabra del Señor nos llama a recordar el llamado a la santidad. A veces nos llama el Señor a recordar que la vida cristiana también tiene aflicciones, tiene pruebas, tiene dificultades, y que tenemos que seguir adelante en medio de las tribulaciones y las pruebas, y que Dios muchas veces se vale de pruebas para fortalecernos y formar el carácter de Cristo en nosotros.

Pero hay momentos también en que la Palabra de Dios nos acaricia, y Dios nos llama a regocijarnos en las cosas bellas que Él provee, y a recibir esa brisa fresca que nos recuerda de que Dios está allí con nosotros también; y entonces a Dios lo que le interesa es simplemente arrullarnos y acariciarnos, y decirnos: Hijo mío, hija mía, Yo estoy contigo, confía en Mí y descansa en Mí.

Y este salmo como que contrapesa un poquito porque el domingo antepasado yo les hablaba acerca de que, muchas veces cuando nosotros pensamos que ya podemos descansar y que podemos terminar nuestra faena, Dios dice: Todavía no te quites el aparejo de encima, tienes que trabajar un poco más todavía. Y que somos siervos inútiles, que no importa cuánto hagamos por Dios, nunca haremos lo suficiente, y que no tenemos derecho en última instancia a sentir como que Dios nos debe nada. Si vamos a ver somos siervos inútiles como dice el Señor Jesucristo.

Y decíamos que la palabra siervo quiere decir mas bien: esclavo. Somos propiedad de Dios, Dios puede hacer con nosotros lo que Él quiera, y nosotros debemos armarnos de esa mentalidad, preguntarle siempre al Señor: Señor ¿qué Tú quieres que yo haga, qué Tú requieres de mí? y estar dispuestos a entregarle al Señor todo lo que Él quiera.

Y esa es una Palabra pesada en un sentido ¿no? Y aunque hablamos también de que Dios no nos trata como esclavos sino que nos trata como amigos, a final de cuentas, a pesar de que esa es nuestra condición digamos, judicial, de ser propiedad del Reino de Dios, Dios aún así en Su misericordia nos trata como amigos, y terminamos en ese punto.

Pero en esta tarde yo quiero poner el énfasis en el otro lado, el lado de la bendición. El lado de la bondad y de la misericordia de Dios, el lado de recordar todas las cosas buenas a las cuales nosotros tenemos acceso como hijos del Señor y este Salmo 103, y estos versículos sobre todo, son como el paradigma de todas las cosas que nosotros recibimos de parte de Dios y tenemos derecho a esperar de parte de nuestro Dios amoroso.

El salmista comienza diciendo: "Bendice alma mía a Jehová" es un llamado a su propia alma a bendecir al Señor. Hermanos qué importante es que nosotros recordemos que, adorar al Señor y bendecir Su Nombre es algo que nosotros debemos hacer en todos los momentos de nuestra vida. Y hay veces en que vamos a llegar a la Iglesia, nos sentiremos cargados, nos sentiremos cansados, tendremos problemas que estamos arrastrando, habrá dificultades financieras, y la verdad es que si somos honestos, no desearemos alabar al Señor; nuestra alma estará cansada. Pero ¿sabe qué? es en esos momentos quizás cuando más tenemos que adorar al Señor y decirle a nuestra alma, a nuestra mente, a nuestras emociones, a nuestro espíritu: alma mía, bendice al Señor.

A veces tú tienes que hacerlo por principio simplemente. Y ¿sabes? alguna gente dice: no, yo no quiero alabar al Señor porque no me siento con ganas de hacerlo y no quiero ser hipócrita. ¿Sabe qué? a Dios no le importa que tú lo alabes aunque no tengas deseo, al contrario; Él se goza en ese sacrificio de alabanza que tú le ofreces. Adora al Señor sea como sea pero adóralo, levanta tu alma y llámala a la adoración.

La adoración es una disciplina y es algo que nosotros tenemos que cultivar de mañana, de noche, recordar las muchas bendiciones que Dios trae a nuestras vidas y adorarlo. Ese lindo coro que cantamos muchas veces ¿no? "Alabar a Dios cuando las cosas te salen bien ¡qué bueno es! alabar a Dios cuando no tienes ningún problema ¡qué cosa buena! pero si le alabas entre tus quebrantos, ese Cristo santo se glorifica dentro de ti" aleluya. Y tenemos que saber que a veces cuando menos queremos alabar al Señor y decidimos hacerlo es cuando Dios más se glorifica en nuestra vida.

El Señor Jesucristo ha dicho: "El espíritu siempre está dispuesto pero la carne es débil" alabamos al Señor con nuestro espíritu, no tenemos que alabarlo necesariamente con nuestras emociones. Esa adoración emocional es muy bonita, pero a Dios le gusta que lo alabemos en espíritu y en verdad, eso quiere decir por principio, lo alabamos porque reconocemos que Él necesita ser alabado.

¿Y sabe lo que pasa cuando usted comienza a alabarlo? las penas se van despejando. El Espíritu del Señor entra a nuestra vida y esos aceites que están secos y duros ahí comienzan a aflojarse, gloria al Señor, y usted comienza a experimentar ese gozo de Dios en su corazón porque su espíritu está entrando en contacto con el Espíritu del Señor, y esa bendición comienza a fluir. Y usted comienza a preguntarse: pero ¿de qué estaba tan preocupado, por qué? su mente ha cambiado y ya usted ve las cosas de manera diferente. Bendice alma mía a Jehová, es un mandato que tú le tienes que dar a tu alma continuamente.

Y luego él dice: "Y bendiga todo mi ser su santo nombre." Añade: "Bendice alma mía a Jehová y no olvides ninguno de sus beneficios." ¿Sabe que a veces tenemos que hacer así, no olvidar los beneficios que Dios trae a nuestras vidas? qué fácil es olvidarse de todas las cosas que Dios ha hecho sobre nuestra vida. Cuando se nos pasó el susto ya nos olvidamos de lo que Dios hizo, aunque cuando estábamos oliendo a pólvora todavía decimos: yo jamás me voy a olvidar de Dios, voy a buscar de Dios pero ¡qué fácil! cuando vienen los tiempos de descanso ya volvemos otra vez a la rutina y nos olvidamos de las muchas bendiciones que Dios nos ha dado. Yo me he prometido recontar esos momentos en que la liberación de Dios ha venido a mi vida y recordarlos como un principio de vida.

Yo le decía a los hermanos esta mañana que hay tantas cosas, hay tantos beneficios, que a fuerza de ser tan naturales y tan parte normal de la vida nos olvidamos de que son provisión activa de Dios hasta que nos faltan, y entonces recordamos. Porque a veces nos sentamos, nos comemos una buena comida pero ¿qué hay del estómago saludable que la está digeriendo, no? o los dientes que tenemos con los cuales podemos masticar esa comida.

A veces las cosas más sencillas, yo les decía a los hermanos también y creo que compartí con el servicio de las doce, de que a veces nosotros tenemos tantas cosas en nuestras casas. Ese tubo de pasta que cuando se termina tú tienes otro y abres el gabinete, y ahí está listo. El cepillo cuando se te desgasta, simplemente tienes uno o dos más por ahí listos, y hay gente que ni siquiera un cepillo tiene para cepillarse. Una buena parte del mundo no tiene esas cosas a las cuales nosotros estamos tan acostumbrados.

El agua con que nos bañamos, agua tibia. Abrimos una llave, hay agua tibia. Mucha gente sabe que tiene que ir con una lata ahí al río o a una llave comunal a llenarla y a llevarla a su casa, y bañarse con agua fría los pobres, y nosotros tantas cosas que tenemos, y las damos por sentadas, la generosidad, la bondad de Dios.

Yo creo que es un buen ejercicio que nosotros nos sentemos a veces y nos pongamos a recontar todas las bendiciones que Dios ha traído a nuestra vida. La salud que nos da, la mente para reconciliar nuestro pensamiento, la compañía de seres queridos, un trabajo que nos da. Esa comida que llega de alguna manera a nuestras casas, todos los beneficios. Poder venir y adorar al Señor. Saber que nuestra vida está segura, que aunque nos muramos tenemos entrada al Reino de los Cielos. Que estamos reconciliados con Dios, que Dios ha perdonado nuestros pecados, que Dios no nos ha tratado conforme a nos merecemos, todos los beneficios. El tener acceso al Trono de Dios en oración.

Tantas cosas que tenemos que ser agradecidos. La Biblia dice: "Sed agradecidos." Cuando tú le agradeces al Señor y le manifiestas tu gratitud eso genera más bendición. La expresión de gratitud nos limpia, nos liberta, rompe ataduras. A veces nos estamos continuamente quejando y entonces esa queja lo que hace es que trae más peso y más sufrimiento a nuestras vidas. Tratemos la alabanza, tratemos la expresión de gratitud, recordemos activamente todas las bendiciones que nosotros continuamente recibimos del Señor y nuestra vida será bendecida por eso. No olvides ninguno de Sus beneficios.

Y entonces David entra en una serie de beneficios específicos que él considera ha recibido pero que nosotros también nos podemos identificar con ellos. Él dice: "Él es quien perdona todas tus iniquidades." ¿Por qué puso David eso como la primera consideración que era importante para él? porque David sabía que él era un hombre pecador. David sabía que había cometido graves errores a través de su vida. Él amaba a Dios y Dios lo amaba a él grandemente, pero David también sabía que tenía un récord con unas cuantas manchitas por allí ¿sabe?

¿Sabe que cuando David quiso construirle un santuario nuevo al Señor, Dios le dijo: David, muchas gracias pero ¿sabes qué? tú has derramado demasiada sangre? David era un guerrero. David era un rey conquistador que llevó a su pueblo a un nivel muy alto de prominencia en el Medio Oriente. Pero en el curso de eso, mató a mucha gente, derramó mucha sangre y el Señor le dijo: ¿Sabes qué? Yo necesito que la persona que me construya Mi Santuario, algo tan sagrado como eso tenga las manos un poquito más limpias que las tuyas David, gracias. Pero ¿sabes qué? lo que voy a hacer es que voy a dejar que tu hijo me construya el Santuario. Y entonces David tuvo que entregarle a Salomón todo lo que él había colectado para construir ese Santuario.

Entonces David sabía: yo he derramado mucha sangre, y yo me asumo que cuando él estaba diciendo eso también recordaba de ese terrible momento cuando él cometió adulterio con Betsabé y que usó de su autoridad como rey para imponerse sobre esta mujer, lleno de lujuria, lleno de deseo. Y después cuando esta mujer quedó encinta, David queriendo esconder su pecado, quiso hacer una trama para que el esposo de ella, que era general de su ejército, un hombre fiel, honesto, valiente y de gran integridad, quiso traerlo del campo de batalla para que se acostara con su esposa para que creyeran que había sido él quien la había impregnado, y él dijo: yo no puedo hacer eso porque tengo que estar con mis hombres que están pasando trabajo en el campo de batalla, y David terminó finalmente matando a este hombre para encubrir su pecado y Dios lo supo, y le dió un castigo muy, muy serio a David, porque Dios desgraciadamente nos ama pero también nos disciplina. Y la vida de David y sus generaciones fueron perseguidas por la sangre que él había derramado de este hombre justo.

Y David recordaba esto me imagino. Ahí está ese Salmo: "Ten piedad de mí oh Dios conforme a Tu misericordia." Ese Salmo de expresión, de dolor de David cuando Dios lo confrontó. David no fue un buen Padre tampoco. Todo indica que fue un padre descuidado. Absalón, su hijo, se rebeló fuertemente contra David cuando el mismo Absalón cometió un error pero David como que no supo atenderlo. Tuvo muchas mujeres, hijos de diferentes mujeres, esto creó problemas en su linaje. Y vemos ya al final de su vida, este anciano ya, rey David presto a morir, la última escena que registra la Biblia de David es dándole consejo a Salomón: quiero que mates a ese que me trató mal cuando yo estaba huyendo de mi hijo, no lo dejes que se vaya a la tumba tranquilo. Qué cosa.

Este hombre que hizo tantas cosas buenas, el último retrato de él es: buscando venganza contra uno de sus adversarios, dándole consejo a su hijo que va a entrar a ser rey, a sustituirlo a él. Y esas son las cosas que a mí me impactan acerca de la Biblia, que no nos presentan santos de yeso sino hombres imperfectos radicalmente, como David ¿no? amó a Dios grandemente, descabezó un gigante por pelear por la honra de Dios, amaba a Dios desesperadamente pero también tenía áreas de pecado en su vida, y él estaba muy consciente de que le había fallado al Señor. Y yo creo que por eso David lo primero que pone ahí es eso: Él es quien perdona todas tus iniquidades, él sabía de lo que estaba hablando.

Mi hermano: yo puedo decir que todos nosotros nos sentimos retratados en eso. ¿Quién no ha quedado corto delante de Dios? ¿quién ahora mismo no puede recordar algo que ha violado, en una forma muy fuerte, la Voluntad de Dios para su vida? todos tenemos nuestro récord ¿no? Y continuamente tenemos que venir ante Dios y presentarnos ante Su Gracia y Su Misericordia.

Dios nos perdona a nosotros también. Y yo sé que nosotros hablamos mucho acerca de ser íntegros delante de Dios, de la santidad que conviene a la Casa del Señor. Pero no olvidemos hermanos, dentro de eso, que siempre que hablamos del llamado a la santidad lo hacemos en el contexto de que somos pecadores, nuestra propia naturaleza caída, que tenemos que estar conscientes de nuestra necesidad, que tenemos acceso a la Gracia divina, que tenemos un Dios que es asombrosamente capaz de perdonar a aquéllos que confiesan su pecado delante de Él.

La Palabra dice: "Como el padre se compadece de los hijos se compadece Jehová de los que le temen, porque Él conoce nuestra condición, Él se acuerda de que somos polvo." Lo que nos permite muchas veces descansar en el Señor muchas veces es ese hecho, de que tenemos un Padre que es misericordioso con nosotros; no tenemos un capataz ahí con el azote listo para golpearnos cada vez que pecamos. Pero la Palabra del Señor dice que: "Si nosotros confesamos nuestros pecados Él es fiel para perdonarlos." El Señor dice que si nuestros pecados fueren rojos como la grana, vendrán a ser blancos como blanca lana.

Y el Señor dice también que cuando nosotros confesamos nuestros pecados y Dios nos perdona Él no se acuerda más de nuestros pecados, Él nos trata como si nunca hubiéramos pecados ¿sabe? A través de la sangre de Cristo Jesús nosotros somos como bebés inocentes, aunque somos unos sinvergüencitas por allí, lo sabemos; pero Dios es misericordioso y bondadoso.

Yo te animo: no abuses de la Gracia y la Misericordia de Dios pero cuando tú necesites un poquito de savia, de unción allí sobre tus espaldas, ve ante tu Padre celestial y confiesa tu pecado, eso es lo que nos da entonces fuerza para seguir adelante. Porque yo creo que cuando nosotros le presentamos al mundo un Dios allí uraño y siempre listo para azotarnos cada que nosotros lo ofendemos, entonces hacemos como Adán y Eva: nos escondemos de Dios. Pero ¿sabe qué? tú no tienes que esconderte del Señor. Lo único que Dios quiere es que tú reconozcas tu pecado y vengas delante de Él, y recibas gracia y misericordia, y Él siempre ha de perdonarte.

Ahí tenemos esa elocuente imagen del publicano que viene ante Dios, se acerca a adorar al Señor y su corazón está lleno porque este hombre es un criminal, abusa de su posición gubernamental, explota a la gente, y dice: Señor ten piedad de mí que soy pecador. Dice la Biblia que ese hombre, por su dolor y su reconocimiento, se fue justificado por el Señor, mientras que había otro ahí al lado que supuestamente no hacía nada, no rompía un plato, no hacía ningún tipo de cosas malas, un fariseo y decía: Señor gracias porque no soy como este publicano acá, no soy como este sucio pecador. Ayuno, doy diezmo, voy a la Iglesia tres veces por semana. Y dice la Biblia que ese se fue con todos los pecados encima así como había entrado al templo. El otro reconoció.

Yo decía a los hermanos que estamos en una cultura hoy en día, actualmente que está sumida en pecado, como lo han estado todas las demás culturas a través de los siglos, pero esta cultura en particular en que nosotros vivimos se empecina en no reconocer su pecado y ponerle otro nombre a su pecado. Hoy en día llamamos al pecado: derechos humanos, llamamos al pecado simplemente: bueno, una condición genética, llamamos al pecado otras cosas. Y creemos que cambiándole la etiqueta al pecado Dios allá arriba va a hace una transacción y va a cambiarle también el nombre. Y ¿sabe qué? a la larga en nuestra consciencia, sabemos que estamos pecando.

¿Por qué cree que en esas comunidades hay tanto suicidio, tanta depresión, tanta neurosis? Y es porque el hombre puede ponerle título a las cosas pero su consciencia sabe que está alejado de Dios. Yo digo: ¿por qué no dejas de estar sufriendo y simplemente vienes ante el Señor, confiesas tu pecado y le pides que te perdone, te limpie, te sane? Confiesa tu pecado, restáurate, sigue adelante, lucha en el Nombre del Señor y Dios es poderoso para restaurar tu vida. Menos esfuerzo.

Nosotros los hijos de Dios nunca encubramos nuestro pecado hermanos, seamos transparentes delante del Señor. Guarda cuentas cortas delante de Dios. Si tú ofendes al Señor tírate enseguida a los pies del Señor y arregla tu situación con Dios. Confiesa tu pecado y no peques más, porque así le dijo el Señor a la mujer adúltera. Mujer: Yo no te voy a condenar, vete. A la gente se le olvida esa parte también ¿no? le gusta mucho lo de: Yo no te condeno, pero se olvidan que el Señor le dijo: Vete y no peques más. Tenemos que comendarnos entonces al Señor y a Su Gracia y Su Misericordia. Dios es tan bueno. No solamente te perdona cuando pecas sino que te ayuda a no pecar por medio de Su santo Espíritu. Encomiéndate al Señor y encomienda tu vida a Él, y Él será fiel para ayudarte en todo lo posible. Entonces el Señor perdona nuestras iniquidades.

David continúa diciendo: "El Señor es quien sana todas tus dolencias." Tenemos un Dios sanador hermanos. Dios se especializa en sanarnos, Él es quien sana todas nuestras dolencias. Ese plural: dolencias, y yo creo que el mismo nombre, no dice enfermedades aunque esa es una implicación ¿no? Pero ese plural: dolencias, implica la amplia gama que cubre el poder sanador de Dios en Su gran misericordia.

Nuestras enfermedades son diversas, puede ser de diferentes índoles: físicas, emocionales, espirituales. Dolencia puede ser simplemente un hijo que nos causa dolor, un matrimonio difícil, una situación con una amistad que nos está costando, algo en el trabajo. Dolencia es todo aquéllo que nos quita el gozo de la vida, todo lo que es resultado de la caída de este mundo en que nos encontramos. Pero todas esas cosas Dios las sana, Dios interviene en todas esas áreas de nuestra vida.

Una de las imágenes más lindas de sanidad que yo veo en la Biblia se encuentra en Éxodo capítulo 15: las aguas sanadas por Dios en Mara. Dice la Biblia que los judíos andaban por el desierto y llegaron a un lugar, a un oasis donde había agua, y ellos muy contentos fueron a tomar de las aguas pero descubrieron que las aguas estaban amargas, no eran saludables. Y entonces se comenzaron a quejar delante de Moisés por haberlos traído al desierto y sacarlos de Egipto, etc. Porque eso es lo que hacemos muchas veces ¿no? cuando tenemos dificultades ¿qué hacemos? nos quejamos con Dios, le echamos la culpa al Señor de nuestras deudas. Lo que tenemos que hacer es clamar al Señor y presentar nuestras necesidades delante de Dios.

¿Y qué hizo Dios? le dijo a Moisés: Coge un árbol y échalo en esas aguas amargas. En el versículo 25:15, Éxodo: "Y Jehová le mostró un árbol; lo echó en las aguas y las aguas se endulzaron. Y el Señor le dijo a Moisés y le dijo al pueblo de Israel: Si oyes atentamente la Voz de Jehová tu Dios, y haces lo recto delante de Sus ojos, y das oído a Sus mandamientos, y guardas los estatutos del Señor, ninguna de las enfermedades de las que envié a los egipcios te enviaré a ti, porque Yo soy Jehová tu sanador." Yo soy Jehová tu sanador.

¿Usted ha oído la expresión: Jehová Rafa? Rafa, esa palabra que en hebreo quiere decir: sanador, viene de ahí. Yo soy Jehová Rafa, Yo soy Jehová, ese es uno de los nombres de Jehová en la Escritura, nuestro sanador, el que sana todas nuestras dolencias. Qué hermosa imagen de este árbol.

Muchos intérpretes de la Escritura han visto en ese árbol una imagen de la cruz, porque Cristo fue crucificado en madera que venía de un árbol, y han visto esta señal como que cuando la cruz entra en nuestras dolencias, cuando Dios echa en nuestras aguas amargas de nuestra vida el Poder de la cruz de Cristo recibimos sanidad.

Cuando tú tengas una situación en tu vida que te esté quitando el ánimo, el gozo del Señor, ve a la cruz, pídele al Señor que sane. La Biblia dice que el Señor llevó en Sus espaldas nuestras dolencias y pecados, y el Señor es poderoso para sanar todas nuestras enfermedades.

De paso les digo: la sanidad es un misterio. A veces Dios sana y a veces le pedimos, y seguimos con una situación de enfermedad. Hay muchas cosas diferentes que intervienen en el misterio de la sanidad. Quizás no es el tiempo de Dios. Quizá Dios está permitiendo algún sufrimiento en nuestra vida para cumplir un propósito mayor que no entendemos. Pero lo que yo les digo es esto hermanos: la Palabra de Dios nos invita a concentrarnos en el poder de Dios para sanar. Yo creo que el énfasis de la Biblia es sobre el Dios que es nuestro sanador.

Esa imagen de mara siendo endulzada por el árbol de Dios es lo que yo veo a través de toda la Escritura, una y otra vez nosotros vemos al Señor sanando. Si usted ve en Lucas capítulo 4, en el comienzo mismo de Su Ministerio, el Señor abrió el Libro del profeta Isaías y dijo: "El Espíritu del Señor está sobre Mí, por cuanto me ha ungido para traer buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón, a pregonar libertad a los cautivos y vista a los ciegos. A poner en libertad a los oprimidos, a predicar el año agradable del Señor."

En el capítulo 4 ahí mismo de Lucas, dice la Biblia que: "Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de distintas enfermedades, los traían a Él y Él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba. También salían demonios de muchos dando voces y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios, pero Él los reprendía y no les dejaba hablar, porque sabían que Él era el Cristo." Qué imagen más bella de un Cristo que toda la gente que traían a Él los sanaba a todos.

Yo no he visto todavía ni un solo pasaje de la Escritura en que un enfermo se acercara a Él y el Señor no lo sanara. Ahora, si tú has orado al Señor y no has recibido la sanidad que tú le estás pidiendo al Señor sigue orando, sigue esperando, sigue confiando, sigue confesando del Señor. A veces ponemos tanto el énfasis en por qué Dios nos sana que nos olvidamos que Dios dice: Yo soy tu sanador.

Yo creo que la postura nuestra siempre debe ser: yo voy a venir al Señor creyendo que Dios me va a sanar hoy, voy a clamar al Señor y lo demás se lo voy a dejar a Él; oremos por las personas que están enfermas, unjamos a los enfermos con aceite y dejémosle entonces lo demás al Señor.

Inclusive yo digo: tenemos que orar cuando estamos en salud, no solamente cuando estamos enfermos. No oremos para remediar enfermedades solamente, oremos para promover salud en nuestra vida. Ora cuando estás totalmente saludable y declara la vida de Dios en tu vida. Ora por tus articulaciones, por tus venas, por tus pulmones, por tu sistema nervioso, por tu cerebro, por tu espina dorsal; ora por tu piel, ora por tus ojos, ora por todo y di: Señor irradia Tu Poder sanador en mi vida, lléname de salud, lléname de vigor. Visualiza la bendición de Dios en tu vida porque cuando nosotros visualizamos salud, eso hace más fácil entonces el descenso de la salud de Dios en nuestra vida. No pensemos tanto en lo negativo. Pensemos en ese Dios que nos invita a creer en Él como nuestro Dios sanador, el que sana todas nuestras dolencias.

Otro elemento de la vida que Dios interviene en Él es cuando nos encontramos en dificultades y problemas. Dice la Palabra del Señor que: "El que rescata del hoyo nuestra vida." De paso ¿saben ese sonido? yo creo que es Caleb, mi nieto que me está llamando pidiendo face-time, él no sabe que yo estoy predicando acá así que, hablaremos después. El Señor nos recuerda también de las cosas buenas de la vida ¿no? aún cuando estamos predicando acá arriba. El que rescata del hoyo tu vida, cuando nos metemos en dificultades.

La palabra que traduce el salmista: hoyo o que se traduce al español como hoyo es la palabra: shaha, que quiere decir literalmente: un pozo donde no hay agua, es un hoyo donde cae a veces por ejemplo un animal atrapado y no puede salir de él. También se refería al Seol, esa región misteriosa de la cual habla la Escritura y no sabemos exactamente, pero los antiguos creían que había un lugar como un limbo, un lugar gris y tenebroso donde las almas, como intermedio entre la vida y la muerte.

Y es una imagen interesante ¿no? porque a veces estamos así como en el Seol. Cuando uno tiene situaciones difíciles en la vida, uno como se siente atrapado y todo se ve mal, hay como una atmósfera gris sobre nuestra vida, estamos en aprietos; una situación de la cual no podemos librarnos y David dice: "El que rescata del hoyo tu vida."

David era un especialista en hoyos, él muchas veces se metió en hoyos él mismo y él sabía de qué estaba hablando cuando decía que Dios lo rescataba de hoyos. Él se metió a veces, y cuántas veces nosotros por nuestra mala cabeza nos metemos en hoyos. Es más, hay personas que uno les aconseja y yo sé que está diciendo: bueno, yo me voy a meter en el hoyo y después yo veré cómo salgo, ¿sí o no? es así. Hay gente que tú les aconsejas: mira no te metas en esa relación porque no te va a ir bien y ellos dicen: bueno no, salgo del aprieto y después ya veré, el Señor me sacará de alguna manera ¿no? Mira: no te metas en un hoyo. Si sabes que es un hoyo no te metas en él para que Dios no tenga que venir entonces a sacarte de él.

Pero ¿sabe qué hermano? aún cuando a veces cometemos errores y hemos caído en hoyos de nuestra propia echura el Señor aún así no nos abandona. Estoy en una situación, no puedo resolverla, pero Tú tienes la respuesta.

Sabes que yo a veces hasta me conforta encontrarme en una situación donde yo no puedo salir ni yo sé cómo puedo salir porque yo sé que en esa imposibilidad, Dios puede entrar y llevarse la gloria, y Él me va a sacar de alguna manera.

Yo hablaba con alguien hace poco y estábamos discutiendo una situación en que esta persona se encontraba que francamente, yo mirándola, humanamente no hay manera de que pueda salir ilesa de esta situación esta persona. Es una situación muy engorrosa, intrincada, muy difícil. Yo le decía: ¿sabes qué? puedes ahora entonces con toda confianza ir ante el Señor y decir: Padre, yo no sé cómo voy a salir de esto pero te encomiendo a Ti esta situación, y ¿sabe qué? el Señor saca un conejo de un sombrero de alguna manera que usted no puede explicarse pero Él lo hace.

El rey Josafat cuando se encontraba rodeado por un ejército tremendamente poderoso y ese ejército venía irremisiblemente a poseer a Judá, y esa Palabra yo siempre la he llevado en mi corazón, porque Josafat se presentó ante su pueblo, convocó una gran reunión nacional en la plaza principal de Jerusalén y dijo al Señor estas palabras tan poderosas, dijo: "Señor, no sabemos a dónde ir y hacia Ti volteamos nuestros ojos."

Y de esa reunión salió la voz de un profeta que le dijo a Josafat exactamente lo que tenía que hacer, y Josafat no tuvo que dar un golpe solamente; Dios resolvió la situación y mató a todo ese pueblo enemigo inmenso. Se tornaron las espadas unos contra otros y recogieron despojos todo el día. El Señor sabe cómo va a resolver.

A veces, una solución que parece absolutamente imposible para Dios es fácil y uno se ríe de lo fácil que es cuando Dios se mete en los asuntos. No te preocupes: si estás en una situación difícil apela al Señor, Él es tu misericordia, Él es la fuente de la solución a tu problema. Cuando te encuentres en aprietos, clama al Señor y Él te sacará hacia adelante.

"Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová que hizo los cielos y la tierra" aleluya. Si el Señor hizo los cielos y la tierra todo lo que está dentro de ellos está bajo Su dominio y Él es poderoso para sacarte de cualquier situación, simplemente clama a Él, llena tu corazón de fe, declara tu expectativa de que Dios va a resolver tu problema. No dejes de clamar al Señor, tírate a los pies del Señor. Presenta tu causa una y otra vez, y el Señor no te dejará quedar en vergüenza.

Yo he tenido que hacer esto una y otra vez, cada vez que nos hemos metido en todas estas construcciones, yo he tenido que venir al Señor: Señor, no vas a permitir que Tu pueblo quede en vergüenza, Tú nos vas a sacar adelante. Uno se mete en los hoyos. Ese hoyo es un buen hoyo para gloria de Dios ¿sabe?

Pero uno a veces se mete en esos hoyos y no sabe cómo va a salir o no. Francamente cuando nos metimos a construir este edificio yo no sabía lo que iba a intervenir en esos años, pero como dice la Palabra: "Si perezco, que perezca." Hay veces que uno tiene que meterse por fe en las cosas y ya Dios se encargará de salir adelante. Él fue más que poderoso una y otra, y
otra vez para sacarnos adelante.

Le puedo decir un pequeño ejemplo, por ejemplo: cuando estábamos con esa cuestión de todo ese dinero que teníamos que pagar cada mes. Cada mes, veníamos al final del mes o al principio del próximo mes, y ahí está Yoxmar que no me deja mentir. Cada principio de mes, por siete u ocho meses, después que nos sentábamos y mirábamos las posibles entradas nos quedaban como sesenta o setenta mil dólares que teníamos que pagar todavía. A ese banco había que pagarle dinero, había contratistas, había gastos de construcción. Mire: por seis, siete meses el Señor una y otra vez abrió el mar delante de mí.

Y yo puedo decir, tantos hermanos, están aquí algunos de ellos. La primera fue una hermana que me dijo: Pastor, y yo ¿con qué cara vengo a pedirle a una persona? Esta hermana vino, nos dió un cheque de cincuenta mil dólares de su, me dijo: aquí está esto, usted no tiene que pagarlo por ahora; por ahora ¿no? importante. Vino un hermano literalmente con una bolsa de papel marrón, con papeletas de 50 dólares, 100 dólares, cincuenta mil dólares: Pastor, aquí está este dinero, lo he estado ahorrando. Haga lo que usted necesite con ello. Nunca le pedimos nada.

Dios nos sacó del hoyo una y otra vez, al Señor sea la gloria. Dios no nos dejó y así, el Señor no te dejará en ningún momento. Yo le doy gracias al Señor por el ejemplo de mi madre que me dejó una actitud de confianza radical en el Señor, de que Dios es capaz de abrir el Mar Rojo delante de nosotros. Y esa fe la hemos heredado nosotros y nos ha sido de bendición. Dale esa herencia a tus hijos y cree en un Dios que te saca de cualquier aprieto si tú clamas a Él, y Él te responderá. No serán avergonzados cuantos en Él confían.

Y mi punto final, según dice el salmista aquí ¿no? dice que: "Dios es quien nos corona de favores y misericordias, el que sacia de bien nuestra boca de modo que nos rejuvenezcamos como el águila." Aquí tenemos una imagen de abundancia abrumadora, la abundancia de Dios, la provisión de Dios, inmensa y generosa. Las bendiciones que hemos señalado antes son como de un carácter defensivo, son remedios. El que sana todas tus dolencias, el que rescata tu vida del hoyo, el que todas tus iniquidades. El Señor corrige cosas negativas pero ¿sabe qué? que también Dios se especializa en bendecirnos sin que sea para sanar algo negativo. Aquí es simplemente Dios te bendice, Dios te sacia de bien tu boca, Dios te abruma con Sus bendiciones.

Yo digo hermano, yo creo firmemente que la vida de un creyente, de un hijo de Dios que se guía por los principios de la Palabra es una vida de bendición, de provisión y de prosperidad, mis hermanos. Lo que pasa es que a veces no saturamos nuestra mente.

Tenemos que reprogramar a veces nuestra mente, porque cuando estamos en el mundo el diablo nos daba por la espalda cuando le daba la gana, y cuando venimos a los caminos del Señor y no entendemos que ahora tenemos una ciudadanía celestial, que tenemos un Padre celestial que ha cambiado nuestra condición; ahora tenemos todos los recursos del cielo a favor nuestro. Ahora podemos apelar al Señor y Él nos cubre con Su bondad y Su Misericordia. Ahora tenemos derecha a venir delante del Trono de la Gracia y recibir oportuno socorro de parte del Señor. No cambiamos de programa.

Y entonces continuamos en nuestra vida como esperando desastre y destrucción, y entonces nos sentimos como energúmenos que no contamos en los caminos del Señor. Pero Dios tiene buenas cosas para ti y para tu linaje.

Dios ha cambiado el programa, Dios ha cambiado tu condición. Tú has pasado de ser un extraño a ser un hijo adoptado del Rey de reyes y Señor de señores. Tú tienes derecho a venir y traer tu causa ante el Señor, y recibir bendición de parte del Señor. Tienes que pedirle al Señor: Señor, cambia mi programa.

Sabe que, el tener esa mentalidad de bendición, eso requiere un cambio en nuestra vida. Requiere un régimen continuo, buen alimento en la Palabra, oración, confesión de la bondad de Dios, con nuestra boca decir buenas cosas, escuchar buena música, programas nuestros pensamientos para confesar la bendición de Dios y constituirnos entonces en imanes de la bendición del Señor. Tú tienes que creer que, por ser un hijo de Dios, tú tienes derecho a recibir grandes bendiciones del Dios que te ha creado.

Y entonces podemos decir como el salmista en el Salmo 128 y con esto termino, Salmo 128: "Bienaventurado todo aquél que teme a Jehová." ¿Tú temes al Señor? eres bienaventurado. "Bienaventurado todo aquél que anda en sus caminos. Cuando comieres el trabajo de tus manos, bienaventurado serás y te irá bien. Tu mujer será como vid, tu esposo, tus hijos como vid que lleva fruto a los lados de tu casa. Tus hijos serán como plantas de olivo alrededor de tu mesa. He aquí que así será bendecida el hombre, la mujer que teme a Jehová. Bendígate Jehová desde Sión y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida, y veas a los hijos de tus hijos." Amén, gloria al Nombre del Señor. Bendecimos tu vida mi hermano, mi hermana, ponte de pie.

Vamos a darle gracias a Dios por todas Sus bendiciones. Yo quiero que te vayas esta tarde con esa seguridad de que tú tienes una herencia increíble, tú tienes todos los recursos del cielo a tu disposición. La Palabra del Señor dice que Dios nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales. No dice que nos va a bendecir, dice que ya nos bendijo. Lo que tenemos que hacer es aprender a habitar en las bendiciones que Dios nos ha dado. Lo que tenemos que hacer es saturar nuestra mente de esa mentalidad de bendición que entonces atrae las bendiciones de Dios a nuestra vida. Recíbela en el Nombre del Señor.

Yo quiero invitar: si hay alguien en esta tarde que todavía no ha entrado en esa bendición de ser un hijo de Dios, un miembro de la familia del Señor. Si tú quieres confesar tu fe en Dios en esta tarde, quizá el Señor te ha hablado a través de la adoración o a través de este mensaje, y tú necesitas, sabes que necesitas hacer tu paz con Cristo y entregar tu vida al Señor. Este lugar está abierto ahora mismo.

Si tú sabes que Dios te está llamando pasa por acá y vamos a orar por ti, vamos a entregarte a los brazos del Señor. Si hay alguien que no lo ha hecho antes pase por acá y vamos a disfrutar de este momento de intimidad con el Señor, venga y vamos a entregar su vida a Dios. Dios les bendiga mis hermanos, amén.

¿Hay alguien más hermanos? gloria a Dios, pasen por acá todos los que quieran. La Biblia dice que: "A todos los sedientos: venid a las aguas." ¿Alguna familia que sabe que necesita de Dios? ¿alguna pareja, algún joven? vamos a estar un momento aquí en la Presencia de Dios, ¿habrá alguien más? Si usted sabe que hay alguien que necesita, anímelo y que venga acá, acompáñelo, vamos a orar por ellos, un Dios bueno. Dios quiere bendecir nuestra comunidad. La comunidad latina necesita de Dios hermanos. Los vecindarios de esta ciudad necesitan de Dios.

La única solución para nuestro pueblo es entregar su vida al Señor. La única solución para esta ciudad es clamar a Dios. Dios tiene poder para cambiar tu vida.

Cuando pasamos aquí al frente lo que hacemos es confesar al Señor, Padre: yo soy pecador y necesito Tu Gracia, confesamos a Cristo, lo confesamos como nuestro defensar y nuestro ayudador. Si hay alguien más, este lugar está abierto, pase por aquí. Y sobre tu vida hijo de Dios, hija de Dios yo declaro felicidad, gozo y salud.

Y recuerdo en este momento también a hermanos que están pasando sus tribulaciones que el Señor los saca del hoyo, el Señor los saca del aprieto. El Señor saca a Persio de su enfermedad, a Dalia, la bendecimos en el Nombre del Señor. También a Carolina y a Pedro, una pareja joven de nuestra Iglesia que están en un aprieto también, en el Nombre de Jehová los bendecimos ahora mismo.

A los hermanos que están acá que yo sé que algunos están pasando por tribulaciones y dificultades en este momento, hermanos: yo bendigo tu vida, y declaro la Gracia del Señor, no dejes de clamar a Dios. "Clama a Mí" dice la Palabra "y Yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces." No aceptes un dictámen de mal en tu vida. Cree en el Dios que tiene buenos propósitos para ti. Busca del Señor.

Ahora mismo confiesa a Cristo como tu Señor y Salvador, reprende al enemigo de tu alma y dile: ya no tienes poder sobre mi vida. Yo creo que Jesús murió por mí en la cruz del calvario, perdonó mis pecados, sanó mis heridas, anuló todas las acusaciones del diablo contra mi vida y el Señor me da una nueva identidad hoy, confiésalo así, cree en Cristo como tu Señor y Salvador. Arrepiéntete de tus pecados y el Señor no te dejará en vergüenza. El Señor cambiará la condición de tu alma como si fueras un bebé salido del vientre de tu madre sin récord absoluto. Dios lo limpia tu récord y te da una nueva oportunidad.

Si hay alguien más, todavía hay tiempo, queremos orar por ti. Gracias Señor, gracias Padre por el privilegio, el privilegio de caminar en Tus caminos. Gracias porque Tú eres bueno Padre. Gracias porque Tú siempre nos das una nueva oportunidad Señor. Gracias por lo que estás haciendo en la vida de Tus hijos y Tus hijas. Oren por este hermano también por favor, alguien que lo acompañe. Gracias Padre por almas preciosas que Tú amas y que Tú bien conoces. Dale gracias porque hay esperanza para nosotros.

Pedimos que Tu Iglesia Padre sea un refugio para las almas, que Tu Iglesia pueda ofrecerle esperanzas a los que están trancados en un callejón sin salida, Padre. Que Tu pueblo pueda servir como profetas y profetizas que declaren la buena Voluntad del Señor sobre la ciudad. Gracias porque Tu Palabra nos anima a tener fe y a confiar que el futuro es bueno porque Tú estás en nuestro medio Señor, gracias por lo positivo de Tu Palabra, te confesamos como nuestro Dios, como nuestro Salvador, la fuente de nuestra bendición, gracias Señor Jesús.

Sigan ahí orando por sus hermanos, algo suave. Mientras nuestros hermanos ahí están recibiendo gracia del Señor y si todavía usted quiere pasar aquí al frente, por la razón que sea, venga y vamos a orar con usted aunque no sea para recibir salvación. Si usted siente que quiere que oremos por usted todavía, pase aquí, vamos a pasar un momentito delante de la Presencia de Dios. Tenemos un Dios bueno, y otros hermanos que pasen y oren unos por los otros.

Vengan y si usted siente del Señor estar un momento en el altar de Dios aquí y recibir el toque del Espíritu Santo, mire, nunca hay redundancia, nunca está demás venir y buscar otra vuelta de bendición de parte del Señor. Vengan por acá hermanos, oremos por estos hermanos que están y hagamos de este momento un momento de ministración profunda espiritual, Dios quiere tocar tu vida. Dios está aquí para gracia, para sanidad, para bendición. Recibe gracia del Señor en tu vida, confiesa la bondad de Dios ahora mismo en tu vida. Gracias Señor, gracias, gracias Dios.