Vivir vidas gozosas a pesar de nuestras cicatrices

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Quiero continuar con esta serie que hemos iniciado sobre cómo vivir vidas saludables, vidas emocionalmente sanas, vidas que reflejen la abundancia y la plenitud de los hijos de Dios. No podemos decirle al mundo que en el Evangelio hay diferencia a menos que nuestras vidas lo reflejen, y Dios está dispuesto a bendecirnos. Y Él quiere que en medio de las pruebas, las luchas, las tribulaciones, las angustias, nosotros podamos vencer, podamos contrarrestar el mal, podamos vivir vidas que cada día sean mejores y mejores, vidas que se nutran inclusive de las pruebas y dificultades, y reflejen la fidelidad de ese Dios tan maravilloso que tenemos.

Entonces yo quiero hablar acerca, ya empezamos hace unas tres semanas, cuatro semanas atrás, interrumpida por viajes y vacaciones, todo tipo de cosas, pero en todo lo posible en estos próximos domingos, vamos a estar hablando; ya casi concluyen los viajes y las cosas, nos falta uno más y después entonces estamos acá con la ayuda del Señor por un buen tiempo, y podemos ser bien continuos en la enseñanza de este tema los domingos.

Pero de nuevo, queremos enfocar ese punto. Que Dios quiere que seamos sanos y saludables emocionalmente, que no vivamos en neurosis. Que no vivamos en depresión o en angustia, o en ansiedad. Que reflejemos la gracia y la belleza del Señor Jesucristo. El ser más balanceado y atractivo que ha caminado este mundo se llama el Señor Jesús, porque el Señor como que resumía ese balance perfecto entre justicia y gracia. Cuando yo miro a Jesús retratado en las páginas del Evangelio lo veo hablando la verdad pero también teniendo misericordia, reprendiendo pero también induciendo esperanza.

Pienso por ejemplo en esa mujer con el flujo de sangre cómo el Señor la sanó y luego, no queriendo que se fuera así sola, en secreto la llamó y escuchó su historia, y la bendijo, y entonces la regresó. El Señor como que es un perfecto conjunto de diferentes actitudes y Él en Su vida y en Su Persona refleja balance, refleja coherencia, no se va ni de un lado demasiado ni del otro, no está allí con un azote para golpear y reprender siempre, y solamente hablar de deber y de mandamientos, sino que también está allí para sanar una herida, para perdonar una ofensa, para infundir esperanza en un pecador, para sanar un enfermo, para liberar a un endemoniado, para hablarnos de la misericordia del Señor; es un balance perfecto. Y eso es lo que nosotros debemos buscar.

En la soledad Él pudo estar tranquilo, en la tormenta Él estuvo seguro. En la cruz pensó en su madre, en el ladrón que estaba al lado de Él pidiendo misericordia, cuando resucitó fue a buscar a Sus discípulos y a consolarlos, y a enseñarles que Él estaba vivo y que había esperanza antes de regresar a la Presencia de Su Padre, es un balance maravilloso. Habló del infierno y habló del cielo, habló de un Dios justo y santo, y también de un Dios misericordioso y paciente con nosotros, bello balance.

Nosotros sin embargo tendemos como a vivir vidas desbalanceadas y a veces somos demasiado pesados en nuestros juicios o demasiado demandantes de otros, de nosotros mismos, a veces somos demasiado misericordiosos y bondadosos, y como que: ah no todo está bien porque Dios nos ama mucho y nunca nos va a castigar cuando lo ofendemos así que vive la vida que tú quieras porque Dios te ama demasiado para mandarte al infierno, siempre estamos como en desbalance. Y Dios quiere que nuestras personalidades sean personalidades sanas, balanceadas, bien ajustadas.

Y claro, cuando entramos al Evangelio entramos todos deformados, entramos en desbalance porque la vida nos desbalancea y el pecado nos desbalancea. Y cuando usted entra al Evangelio una de las cosas que Dios quiere hacer es ajustar, como una máquina que está desajustada, el mecánico divino quiere venir y hacerle un tune-up total; poner ese motor a zumbar así suavemente, ajustar las válvulas y echarle el aire perfecto a las gomas para que no estén demasiado infladas ni demasiado desinfladas. Él quiere poner tu vida en balance.

Yo creo que la trayectoria de un hijo de Dios en la Tierra es un continuo ir hacia ese proceso de balance, ir hacia ese proceso de mayor perfección hasta que Cristo sea formado en nosotros dice la Palabra del Señor.

Tú tienes que mirar tu vida como un proyecto de construcción y de reestablecimiento, y restauración continua. Así yo me veo a mí mismo, aunque casi ya soy perfecto (risas) pero todavía me falta un poquitito ¿no? Pero todos nosotros tenemos que vernos como el proyecto de Dios en construcción, continuamente trabajando, continuamente Dios trabajando en nosotros y llevándonos más y más hacia ese balance para que podamos tener paz, podamos tener descanso, podamos ser de bendición a otros. Y necesitamos esa salud emocional, y la Palabra de Dios está llena de buenos consejos en esa dirección.

Así que en este tiempo vamos a estar meditando acerca de cómo salir airosos de las pruebas y las dificultades, cómo repararnos de las heridas y las deformaciones de la vida, cómo vencer los temores, las ansiedades, las neurosis, las deformaciones de la vida. Cómo perdonar, cómo sanar nuestros recuerdos, las memorias y los recuerdos que nos hacen daño y de los dolores recibidos en el pasado. Cómo encontrar paz y conformidad en medio de las cosas que hemos adquirido y alcanzado; todos tenemos proyectos que nunca se dieron, todos tenemos pérdidas ahí en el pasado. Ningún ser humano sale ileso de este mundo déjeme decirle.

Yo creo que si tú buscas ahí en tu cuerpo en alguna parte vas a encontrar una cicatriz ¿sí o no? qué cuerpo que ha pasado un tiempo aquí en el mundo no ha tenido un rasguño, una caída, que se le peló la rodilla. Ahora mismo si yo miro mis manos aquí tengo cuando un perro me mordió cuando tenía como catorce años, y yo miro y todavía tengo la cicatriz allí. Y así es con todas las cosas. Si usted mira ahí en su psiquis va a encontrar algo; una herida, una cicatriz, algo que no le salió como usted esperaba.

Pero la Palabra del Señor nos enseña que podemos vivir vidas gozosas a pesar de eso, a pesar de todas las pruebas como cantábamos esta mañana ¿no? el Señor está con nosotros y nos lleva hacia adelante. ¿Sabe qué? yo creo que todas las pérdidas, todos los sufrimientos, todas las cosas que hemos experimentado si las analizamos a través del lente de Dios logrará hacernos más profundos, más ricos, con más complejidad, más balance. Yo siempre he dicho que la sonrisa de un hombre, una mujer de Dios madura, experimentada en la vida, es una sonrisa que tiene un tinte de tristeza. La sonrisa de una persona que ha vivido largamente nunca es una sonrisa superficial y mecánica, y así como de niño, va a tener ahí un tinte de dolor.

La gente poderosa que yo he conocido en mi vida, profunda, sabia, cuando usted mira en sus ojos usted puede ver allí un retrato pequeñito de dolor, algo que pasó en sus vidas: fracasos, pecados, le fallaron a mucha gente, ofendieron, no lograron todo, fracasaron en cosas. Pero el secreto está en que esa gente aprendió a tomar esas cosas y usarlas como la leña para el fuego de bendición y de gracia en sus vidas. Entonces caminan con un cierto tinte de tristeza, pero en medio de eso también pueden reír, pueden gozarse, pueden alabar, pueden celebrar, pueden disfrutar de una buena comida, pueden disfrutar de una puesta de sol o un amanecer, pueden consolar a alguien. Aún a veces cuando tienen sus cositas con las cuales están bregando.

¿Quién puede decir que no tiene algo ahora mismo que quisiera tener que no tiene o que no está sufriendo algo que no quisiera sufrir, o que tiene un hijo, no tiene un hijo, una hija que necesita algo, que uno quisiera darle algo que no puede? todos tenemos. Pero la diferencia está en, como dice el apóstol Pablo, "Aún en medio de todas estas cosas somos más que vencedores." En medio de las agendas por completar nosotros podemos encontrar paz en medio de la tormenta, podemos encontrar seguridad y confianza para mí, dejar de lamernos un momentito nuestras heridas y lamer las heridas de otros, y bendecir a otros también. Dios quiere que tengamos salud.

Uno de los pasajes, voy a estar saltando aquí porque ahora me siento libre para hacerlo, pero es tercera de Juan ¿creo que es? vamos a ver si estoy en lo correcto aquí rápidamente, es cuando Juan le dice a Gayo: "Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas y que tengas salud así como prospera tu alma" oye eso. Yo creo que claro, Juan le dirigía esta Palabra a la persona a quien le destinó la tercera carta, Gayo, pero por algo la registró el Espíritu Santo y es porque esas ideas son aplicables a todos nosotros.

Y Pablo en su deseo de bendición para su amigo está reflejando el deseo del Espíritu Santo para bendición, para todos nosotros. No hay nada que diga Pablo aquí que Dios no diga: Amén, Yo quiero eso para todos Mis hijos, y Dios quiere que nosotros seamos prosperados en todas las cosas, y que tengamos salud física, así como también nuestra alma tiene salud ¿no? Dios quiere hijos sanados y prosperados.

Hay un video que quiero que ustedes vean, Nick Vuijic es un joven que ha bendecido el mundo con su historia, su testimonio, un joven que nació, vamos a ver, no voy a adelantarme, pero ha vencido y ha salido adelante, quiero que vean esto. Si pueden apagar las luces por favor;

(se reproduce el video)

Sus padres eran pastores y se llevaron el tremendo trauma de ver a su bebé nacer sin extremidades. Sin embargo Nick Vuijic ha encontrado suficiencia en su vida y ha encontrado una paz que sobrepasa toda posible explicación reconociendo que Dios tenía un propósito en esa limitación. Y él ha aprendido a caminar con un pedacito de extremidad que le queda, a moverse, a nadar, a batear una pelota, limitadamente, pero lo hace, a subir unas escaleras, y una cantidad de cosas que él ha podido hacer que nadie pensaría que una persona, con las limitaciones que él tiene, podría hacer. Y Nick ha pasado su joven vida viajando por todas partes del mundo, y ha ganado cientos de miles de almas para Jesucristo con su historia de sanidad interior.

Y reflejando el hecho de que nosotros podemos sacar provecho de cualquier limitación que nosotros encontremos. Cuando yo veo la victoria que este joven ha alcanzado sin brazos, sin piernas, pero con un corazón increíble y una fe tremenda, y cómo él ha podido ser exitoso financieramente, profesionalmente, ser un motivador increíble, viajar por todas partes del mundo, casarse y tener un hijo; así que no era tan limitado como parecería hasta cierto punto. Increíble, una historia maravillosa.

Y este muchacho refleja un sentido del humor y un gozo de la vida increíble. Cada vez que yo leo la historia de él o veo la historia, pueden ver su historia en YouTube, pueden conseguir su historia o leer sus publicaciones, uno dice: wow ¿de qué me quejo yo? de todo nosotros podemos sacar partido hermanos, cualquiera que sea tu situación. Por eso es que Pablo dice: he aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación, y la vida de Nick Vuijic refleja esa victoria en todo, y eso es lo que Dios quiere. Y de eso es de lo que hemos estado hablando y estaremos hablando.

La última vez que conversamos yo les decía que hay dos extremos que deben enmarcar nuestra experiencia en la vida: por una parte, yo creo que todo lo que vivimos tenemos que vivirlo reconociendo una cosa, y es que: Dios quiere que nosotros vivamos vidas felices. Y yo creo que tú tienes que hacer de eso tu punto de partida, y el pensamiento que anime tu vida.

Si tú eres un joven que apenas estás comenzando a vivir yo quiero que tú pienses siempre que Dios no te ha llamado a fracasar sino que Dios te ha llamado a tener victoria en todas las cosas, que Dios tiene buenas cosas para tu vida. Si tú eres una persona que ya estás en el ocaso de tu vida y estás en el final o eres una persona de edad media, o lo que sea, yo quiero que tú sepas que todavía hay mucho que tú puedes hacer, hay un mundo por delante, nunca te des por vencido. Nunca pienses que como que: ya mi tiempo pasó, nunca pienses que como que tú ya no tienes espacio para anhelar grandes cosas, soñar grandes cosas, emprender grandes proyectos, completar cosas que tú no pudiste cuando eras joven, porque si Dios está contigo tú puedes hacer proezas con Su Poder.

Nosotros, no importa en la estación en la que nos encontremos, tenemos que creer que Dios tiene buenos propósitos para nosotros y eso debe estar en el centro de tu vida, siempre esta idea de que Dios quiere que tú seas feliz, que tú vivas una vida en abundancia. Eso es un principio.

El otro principio es un principio contrario y negativo, y es el hecho de que vivimos en un mundo deformado y lleno de peligros, tribulaciones, sufrimientos, y que este mundo está penetrado por un principio y una personalidad maligna que se llama Satanás y sus demonios que también van a estar queriendo hacer daño en este mundo.

Fíjese el drama que se está viviendo ahora mismo en Gaza, en el Medio Oriente, en Israel. Se me ocurre hace un momento por primera vez, que el mundo es muy parecido a lo que está pasando en Gaza, donde hay dos poderes: Israel y Hamas, y hay dos poderes, dos intereses que están luchando uno contra el otro, y en el medio hay una población inocente, hasta cierto punto; de los palestinos uno puede decir muchas cosas acerca, pero hay niños, hay niñitas, bebitos, gente anciana que no son beligerantes, no son soldados, y el hecho es que la guerra se está dando en el territorio que ellos habitan.

Y para poder darse la victoria de un grupo u otro, están tan metidos uno adentro del otro y tan limitado el espacio que hay mucha gente inocente, que no tiene nada que ver con la guerra, que están perdiendo sus vidas y están sufriendo. Y así pasa en el mundo, este mundo es un campo de guerra. Por eso es que a veces le echamos la culpa a Dios y decimos: ¿por qué Dios permite esto?

Es que hay muchas cosas que están entrelazadas en este mundo, y tenemos poderes destructivos que hacen daño, y hay gente que le da poder a Satanás, y hay padres que le fallan a sus hijos, y hay gente que oprime y roba, y destruye, entonces el mundo está en un conflicto tan grande que a veces aún los inocentes padecen y sufren. Y Dios desea sanar este mundo, pero hay una cantidad de fuerzas y principios que están en guerra unos con los otros y gente inocente a veces muere; un hijo que oramos por él o nace una criatura deformada, y es porque hay una cantidad de factores que están pugnando en este mundo, y tenemos que ser pacientes. Mientras estamos en este mundo van a haber guerras que se van a dar, tiros que se van a zafar, gente inocente que va a morir y a veces nosotros mismos vamos a ser parte de esos casualties, de esa gente herida inocentemente y tenemos que entender esto. Esa es la naturaleza de ese mundo caído.

Y Dios está involucrado en un proceso de tomar territorio, de destruir los túneles del enemigo, de usar a Su Iglesia para proclamar el Evangelio y salvar almas, y un día el Señor le pondrá fin a esta guerra. Mientras tanto sepamos que vamos a sufrir, y va a haber pérdidas, y va a haber sufrimiento de diferentes tipos.

Entonces nosotros vivimos entre esos dos principios: un Dios que quiere bendecirnos, que está comprometido con nosotros, que ha invertido todo el Poder de Su Reino a favor de nosotros, y un enemigo que ha jurado matar, robar y destruir, y que Dios está involucrado en un proyecto de restauración y sanidad del mundo, y un día Él pondrá sanidad total sobre el mundo. Y cuando estemos nosotros en la patria celestial o cuando termine la historia y Dios establezca ese mundo restaurado que Él va a restablecer, entonces entenderemos que todo tenía sentido, todo tenía propósito, que lo que Dios lo permitió lo permitió para bien, que aún esas pérdidas que experimentamos y no supimos por qué, el Señor nos explicará.

Por eso creo que dice: "Enjugará toda lágrima" porque podremos entender por qué sucedió tal cosa, y la persona que estuvo llorando sin saber ¿por qué me pasó esto, por qué no me sucedió lo otro, por qué no me dieron lo que yo? el Señor te va a decir: Mira, fue por esto. Mira ahora el mundo a la luz de Mi entendimiento eterno y verás como Dios ve, y todo estará bien.

Pero mientras tanto vivimos en esos dos principios y es importante que tú lo sepas, porque cuando vengan las luchas y los problemas a tu vida tú vas a tener que saber qué haces con la experiencia que estás viviendo y no puedes sorprenderte cuando hayan pruebas y hayan dificultades, pero Dios quiere que tú tengas las armas necesarias para, en medio de eso, vivir una vida saludable.

Y de eso es que estamos hablando, no solamente de que nos sanemos de las heridas sino que también acumulemos salud y vigor, y fuerzas sobrenaturales para vivir vidas plenas y victoriosas aún en medio de las luchas, porque Dios tiene grandes cosas y grandes recursos.

Y en estas próximas semanas vamos a estar hablando de esos principios que nos ayudan como estos que yo acabo de enunciar ahora mismo y esa perspectiva sana, bíblica, saludable que nos permite procesar las diferentes cosas de la vida que vienen. Y como digo, a mí me gusta ser complejo y balanceado, por eso es que yo no puedo simplemente pararme aquí y hablarles de que todo está bien, victoria; sí hay victoria, pero también hay proceso y hay lucha, a mí me gusta hablar de las dos cosas pero que al final impere lo positivo de Dios.

Pero muchas veces si le damos a la gente lo bonito y lo bueno, y no le hablamos de lo difícil, entonces los dejamos a medias y no están preparados para encarar la vida con la complejidad necesaria. Yo creo que en sí en todo somos más que vencedores, pero ese todo quiere decir que hay lucha también y hay tribulación, y angustia, pero Dios quiere que el balance al final de todo sea muy positivo.

Y entonces la Biblia la podemos ver a través de un lente así de que, Dios nos da recursos. Y déjeme simplemente, rápidamente, escoger uno de esos pasajes, de muchos pasajes que tenemos. Y en realidad yo quería, de paso: la próxima vez que comparta con ustedes les voy a hablar de un principio pero, antes de eso en el poquísimo tiempo que nos queda quiero dejar otro principio adelantado en su corazón.

Pero el principio del cual quiero hablar más adelante es que, nosotros tenemos valor inherente en Cristo Jesús; tú vales por lo que Dios piensa de ti no por lo que otros piensan de ti, no por el dinero que tengas ni por los logros que hayas alcanzado, ni por todo lo que hayas hecho en el mundo. Tu valor, tu estima debe depender de cómo Dios te ve a ti mismo, y tú no puedes estarte midiendo como los otros te ven ni de las circunstancias porque si lo haces así, vas a estar como un yo-yo, pa' arriba y para abajo todo el tiempo, subiendo y bajando y a la intemperie, y eso no es posible. El hijo de Dios se mide conforme a cómo Dios lo ve y hay palabras en la Escritura que nos enseñan esto.

Pero antes de esto: quiero ver, es como que la Biblia nos ofrece una cantidad donde quiera. Si nosotros aprendemos a ver la Biblia como una fuente de consejo, donde quiera que usted lea va a encontrar grandes enseñanzas y consejos sencillos y prácticos para vivir su vida.

Mire por ejemplo en Efesios, la Carta a los Efesios, en el capítulo 6 hay un pasaje al cual vamos a referirnos en muchas diferentes ocasiones, pero aquí el apóstol Pablo habla acerca de qué tenemos que hacer cuando viene el momento de la prueba. Pablo dice en el versículo 10: "Por lo cual amigos míos, fortaleceos en el Señor y en el poder de Su fuerza, vestíos de toda la armadura de Dios para que podáis estar firmes contra las acechanzas del diablo." Pablo está invitando a los efesios a fortalecerse.

Óigame ¿qué luchador o qué corredor es el que espera al día de la competencia para entonces comenzar a hacer ejercicio? mientras tanto está comiéndose twinkies y donas por donde quiera, y durmiendo hasta las doce del día, y llega el día de la carrera, y ese día se pone a hacerse el histérico y a hacer ejercicio. No, el deportista, el atleta vive una vida de continuo fortalecimiento ¿verdad que sí? de preparación continua para que cuando llegue el día de la carrera o de la lucha simplemente sea poner en práctica lo que él ya ha desarrollado, ha fortalecido, su cuerpo, y así deben ser los hijos de Dios. Hay muchos cristianos que esperan a que el diablo les esté dando batazos por la espalda para entonces venir a la Iglesia y pedirle al Señor: Pastor ore por mí, y gloria a Dios, es bueno, es necesario, por eso invitamos a la gente a pasar aquí al frente.

Pero lo que nosotros tenemos que hacer es vivir una vida de continua disciplina en el Espíritu ¿verdad que sí? leer la Palabra del Señor, orar en todo momento, desarrollar los músculos de la fe, conocer los recursos que Dios nos ha dado, venir a la Iglesia, gozar del compañerismo de los cristianos y los creyentes, estudiar la Biblia, armarnos de diferentes cosas para que cuando llegue el día de la prueba nosotros estar poderosos y fuertes, y saber exactamente lo que tenemos que hacer. ¿Por qué? porque cuando llegue el día de la prueba su mente va a estar tan atacada que si usted no tiene eso ahí vivo dentro de usted, usted no va a saber qué hacer.

Los soldados se preparan de manera que cuando estén en el medio de la guerra y las balas estén silbando por su cabeza, su cuerpo sepa exactamente lo que tiene que hacer, y por eso ellos hacen drills y ejercicios continuamente, continuamente, hasta que eso se convierte en una cosa natural en ellos. Porque cuando usted está en prueba, su mente está confundida, usted no tiene tiempo para leer la Biblia muchas veces, tiene que estar eso vivo dentro de usted, la Palabra de Dios tiene que salir espontánea. Esos versículos que usted se ha aprendido, esos cantos que usted se ha aprendido comenzarán entonces y fluirán de sus entrañas, y usted no sabrá de dónde vienen. Vienen de su espíritu, usted ha invertido tiempo, usted ha pasado tiempo fortaleciéndose en el Señor.

Por eso es que Pablo dice ¿no? "Fortalézcanse en el Señor y en el poder de Su fuerza" vístase de toda la armadura de Dios, todos los recursos que hay en la Palabra del Señor y la Palabra de Dios es un tesoro de recursos y de armas que podemos usar para combatir contra los dolores y las deformaciones, y las pruebas, y el peso de la vida, para que podamos estar firmes contra las acechanzas del diablo. Eso no fue un pentecostal a rajatabla que lo escribió, eso fue el Espíritu Santo a través del apóstol Pablo, el diablo es real.

La Biblia dice: "Sed sobrios y velad porque vuestro adversario, el diablo, como león rugiente anda alrededor buscando a quien devorar." El diablo quiere dañar tu matrimonio, quiere dañar tu salud, quiere dañar tus finanzas, quiere manipular tus emociones, quiere llenarte de ansiedad, quiere cuestionar lo que Dios ha declarado sobre tu vida, y tú tienes que estar firme para saber cómo contrarrestar al enemigo. Cuando él venga tú tienes que tener las armas necesarias para decirle: apártate de mí Satanás porque así dice el Señor, así dice la Palabra de Dios. Por eso es que tenemos que estar fuertes en ese momento para cuando vengan los enemigos de nuestra alma.

Dice: "Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales" escriba eso mi hermano, mi hermana. Estamos en un campo de guerra y hay espíritus que quieren nuestra destrucción. No quieren que nuestros hijos prosperen en el Evangelio. Quieren llenar la sociedad de maldad y de malas energías. Quieren destruir nuestros matrimonios.

Usted no está luchando contra las circunstancias, usted no está luchando contra la pobreza, contra la enfermedad. En realidad está luchando contra los que originan esas cosas y son los poderes del diablo, esa es la mafia que gobierna todo lo malo en este mundo. Detrás de la pobreza, la opresión, las riquezas injustas, las guerras nacionales, los odios étnicos, detrás de todo eso hay poderes demoníacos que están manipulando el mundo y sembrando maldad en el mundo y ellos quieren llegar a tu vida y hacer daño, y tú tienes que vivir.

Porque ese es el problema, que nosotros vivimos a veces como conejitos inocentes en una selva donde hay serpientes y animales salvajes que quieren despedazarnos, y muchos cristianos pecan de inocencia. Y creemos que venir a la Iglesia y pasar ahí diez minutos mientras pensamos en otras cosas, y que otros canten, y nosotros, y ya con eso como que ponchamos la tarjeta y ya hicimos lo que teníamos que hacer, no. Es un mundo muy difícil y tenemos que saber cómo fortalecernos y batallar contra las fuerzas del mal, eso es lo único.

Este mundo cada día se pone más peligroso, más difícil y se requieren hombres y mujeres saludables en el Espíritu para vivir vidas victoriosas, para poder arrebatarle a nuestros hijos de los dientes al diablo, y poder predicar el Evangelio con efectividad hermanos, y poder ser felices en medio de las luchas y la prueba. Requiere de trabajo, Dios no lo hace todo por ti.

Óyeme: cíñete los lomos, aliméntate, tómate tus vitaminas espirituales. Paga el precio porque Dios no lo hace todo por ti; hay una parte que tú tienes que hacer también. Si tú quieres ser un cristiano saludable, vigoroso, rollizo y fuerte tienes que pagar el precio, tienes que consumir vitaminas, tienes que comer carne roja de vez en cuando y alimentarte espiritualmente para poder vivir una vida saludable, victoriosa.

Y dice: "Por tanto tomad toda la armadura de Dios" diga: toda, no es solamente una partecita, es toda la armadura de Dios, todo el consejo de la Palabra de Dios. Tienes que saber cómo adorar, tienes que saber cómo hacer guerra espiritual. Tienes que saber cómo vivir vida santa y pura delante de Dios, tienes que saber cómo confesar cuando ofendes al Señor. Tienes que saber que hay que servir y darle al Señor para poder ser prosperados material y físicamente. Tienes que saber cómo perdonarte a ti mismo y cómo perdonar a otros, cómo ejercer el amor de Dios, es toda la armadura de Dios.

Porque si tú das mucho dinero pero no perdonas a tu hermano entonces tu armadura está frágil, el diablo se va a meter por ese hoyo del rencor o de juzgar a los demás demasiado, o ser demasiado crítico, o ser áspero con tus seres queridos. La idea es: Señor balancéame y ayúdame a ponerme toda la armadura de Dios. Y aquí lo que Pablo hace es señalar algunos de esos recursos, él no los agota todos pero usa la imagen de un soldado romano que se pone su equipo de protección y todos sus recursos de milicia para poder ser victorioso en la guerra. Dice: "Tomen toda la armadura de Dios para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estad firmes.

Mire: la primera cosa que yo veo aquí es que dice: "Para que podáis resistir la resistencia." ¿Sabe que muchas veces lo único que usted va a poder hacer cuando esté en medio de la prueba y la lucha es resistir? pararse firme. Usted no va a tener fuerzas para ni decir: que el Señor te reprenda. Usted no va a tener claridad mental para acudir a esto, a lo otro. ¿Cuántos no se han levantado una mañana y no han tenido fuerzas sino simplemente para decir: Señor, encomiendo mi vida en Tus Manos? ten misericordia de mí, ayúdame a terminar este día ¿verdad que sí?

Hay veces que lo único que tú puedes hacer en tu vida es pararte firme sobre lo que Dios ha declarado ¿y sabe que eso es muy poderoso? La Biblia dice: "Resistid al diablo y huirá de vosotros." Cuando tú no puedas hacer nada más simplemente mantente firme hasta que pase el día malo y va a pasar, si tú le das tiempo al Señor va a venir el tiempo de descanso.

Muchas veces van a pasar situaciones de dificultad en nuestra vida y mírenos aquí, vivitos y coleando todavía. Algo resultó, alguna solución resultó, la provisión vino de alguna parte, Dios hizo algo raro y ahí vino la solución. El hermano Nick predicaba el domingo pasado de este sitio de Jerusalén ¿o era de Samaria? uno de esos sitios ahí en el Antiguo Testamento, y no había comida por ninguna parte. Y este noble que dice: pero ¿de dónde va, si Dios abriría la ventana de los cielos? y mire lo sencilla que fue la respuesta: Dios mandó un ruido de ejército, el ejército enemigo se fue, dejó toda su posesión y al otro día había comida en abundancia. A nadie se le hubiera ocurrido esa solución ¿usted entiende? pero Dios se ríe de los problemas y a veces a Él le gusta dar soluciones tan sencillas en tu vida que después tú dices: wow ¿pero cómo no se me ocurrió antes?

Dios tiene una solución para tu vida pero mientras viene esa solución para tu vida no te cuitees, como dijo Cervantes, simplemente manténte firme sobre lo que Dios ha declarado. Agárrate firme y en algún momento el diablo tendrá que salir con la cola entre las piernas y huir, porque dice por allí ¿no? no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista ¿no?

Dice la Palabra: Dios no nos ha dado ninguna prueba que no podamos sobrepasar ni resistir, sino que junto con la prueba Él envía la salida, la solución, pero desgraciadamente muchos de nosotros nos vamos antes de que llegue la bendición de Dios. Antes de que llegue la solución, antes de que Dios haya cumplido Su propósito en nuestra vida dejamos de alabar, dejamos de adorar, dejamos de servir, dejamos de asistir a la Iglesia y entonces el diablo se sirve con la cuchara grande, cuando Dios dice: No, aguanta. Dile a tu amigo ahí al lado: aguanta, resiste. Espera el día de la bendición de Dios, espera el amanecer de Dios. Después de la noche viene la mañana, viene el día de adorar al Señor y celebrar, pero no, no te vayas antes de que termine el proceso de Dios.

Dios es un dios de procesos y se toma tiempo a veces, y mientras más pasa el tiempo más aprendemos, más somos fortalecidos. Nosotros a veces queremos soluciones al vapor ¿no? vamos y de una vez queremos que Dios nos meta el chupete en la boca y ayudarnos enseguida, pero no. Tienes que aprender paciencia, tienes que aprender mansedumbre, tienes que esperar lo suficiente como para ver que Yo soy real, Yo soy fiel, Yo no me olvido de mis promesas y a veces tenemos que esperar, hay que resistir. A veces lo único que tenemos que hacer es resistir y mantenernos firmes en el lugar donde Dios ha dicho y eso es increíblemente poderoso.

"Para que podamos resistir en el día malo" en el día malo. Fíjese que Pablo no dice: si viene el día malo, sino: "Para que podáis resistir en el día malo" es que hay un género de día que se llama el día malo. ¿Cuál es ese día malo? es el día de la adversidad, el día del sufrimiento. El día cuando sucedió lo que tú no querías que pasara. El día cuando el médico te dijo: ¿sabes qué? tienes cáncer y hay que operarte. El día que tu esposo te dijo: mira, ya quiero salir de este matrimonio y me enamoré de la secretaria, y nos vamos a vivir a Hawai con el dinero que nosotros juntos ahorramos. El día que te quitaron la casa. El día que perdiste el trabajo que pensaste que te iban a dar un reloj de oro a los veinticinco años ya para retirarte. El día que fallaste el exámen y que no pudiste entrar a la escuela graduada que tú querías o que te dijeron que vas a tener que tomar otro curso, o esperar un año para graduarte, o cualquiera de las millones de cosas negativas que pueden pasar en la vida de un hombre, una mujer.

Cuando vienen esos tiempos, porque a veces puede ser un día pero a veces puede ser una semana, a veces pueden ser años, y estamos allí en ese tiempo, en ese horno de la prueba. Y parte de lo que nosotros tenemos que aprender es que el día malo le llega a todo el mundo. Y cuando viene ese día malo entonces hay que ir al closet y sacar la armadura; no la saques, póntela mejor. Debes tenerla ya puesta, no debes estar buscándola donde está, tú la tienes puesta, para que cuando venga el ataque, venga la guerra, venga la aflicción tú simplemente haces uso de lo que ya está dentro de ti.

El día malo viene, a todos nos viene el día malo y no uno sino muchas veces, y entonces parte es armarnos de esa verdad, porque yo digo: eso es uno de los recursos más poderosos y hablaremos más acerca de eso para la salud emocional y el gozo de la vida, es simplemente acostumbrarnos a esa idea de que el mal le acontece a todo hombre, todo ser viviente y que nadie puede pretender que no le pasen ciertas cosas en la vida, a todos nos toca. Un día será tu tiempo y otro día será el de otro pero siempre hay que pasar esos tiempos, y mientras más pronto nos acostumbremos a esa idea y aprendamos a ser felices dentro de ese reconocimiento más felices seremos el resto de nuestra vida.

"Para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo estad firmes." La idea es de un soldado que tiene un puesto que defender, y vienen las flechas, y vienen los ataques, y él se mantiene firme en su posición. Y las balas están silbando, las flechas o lo que sea, los proyectiles, y el soldado está allí: por aquí tú no vas a pasar, se mantiene firme en su puesto en vez de voltear la espalda y salir a huir.

Eso es lo que está haciendo mucha gente en este tiempo, muchos pastores, muchas iglesias, Dios nos libre y lo digo creo que con sencillez porque no es por nosotros sino por la gracia de Dios, pero hay mucha gente que viendo lo que está pasando en el mundo, esta sociedad que se está desentendiendo de Dios y está asumiendo muchas cosas, muchos Pastores están entregando las armas y están diciendo: bueno si eso es lo que está pasando vamos a unirnos a ellos, si esa es la nueva moda sexual o lo que sea pues vamos a decir: vengan, entren, todo está bien, adelante porque si no nos vamos a quedar solos. Y entonces bajan el precio del Evangelio y están volteándole la espalda al diablo, la Iglesia le está volteando.

Al diablo nunca se le voltea la cara, al diablo se le encara. Al diablo hay que resistirlo y cuando ha acabado todo, usted va a ver que usted puede estar firme. Si usted se mantiene firme usted verá que el diablo no podrá derrotarlo, manténgase en su posición. Y habiendo acabado todo, cuando se haya dado el proceso total de Dios, usted estará ahí en su posición. Pero si comenzamos a huir entonces el diablo se sirve con la cuchara grande. Cada uno de nosotros tiene que mantenerse en su posición hasta que Dios haya completado el propósito.

Un día la sociedad se dará cuenta de que: wow, cometimos una barbaridad y están todos destruidos y deshechos, y entonces van a buscar de Dios de nuevo, y ahí está la Iglesia lista para servirlos, y para sanarlos, y para bendecirlos; le podría decir muchos ejemplos de eso a través de la historia. La Iglesia tiene que resistir, mantenerse firme y no dudar de los propósitos de Dios en toda su vida como en tu vida también.

"Habiendo acabado todo estad firmes. Entonces estad firmes" otra vez esa insistencia en la firmeza, "ceñidos vuestros lomos con la verdad." No voy a poder agotar pero le voy a poder decir algunas. Mire: la verdad. "Vestidos con la coraza de justicia, calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz, sobre todo tomad el escudo de la fe con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno, y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu que es la Palabra de Dios, orando en todo tiempo y velando con toda perseverancia y súplica." Ahí usted tiene un roster, un surtido de recursos ¿no? la verdad.

No lo voy a contar todo pero voy a dar dos otros rápidamente. La verdad, la salud emocional, la paz, la cordura nace de un amor por la verdad de Dios, de poder interpretar apropiadamente y justamente los eventos que suceden en nuestra vida, poder interpretarlos correctamente. Mucha de la neurosis en el mundo nace de la mentira, las malas interpretaciones que vienen cuando sufrimos ciertas cosas. Las formas falsas de vernos a nosotros mismos. Las deformaciones que el diablo quiere traer a lo que Dios ha dicho.

El diablo es el mentiroso por excelencia, es el padre de las mentiras, es el padre de la falsedad y del error. Los psicólogos, los psiquiatras, los psicoanalistas, todos los consejeros de la salud entienden, que las neurosis y las deformaciones del carácter vienen de las mentiras que nosotros nos decimos a nosotros mismos y las mentiras que aceptamos acerca de lo que nos ha sucedido, la mentira acerca de cómo Dios nos ve o del propósito de Dios en nuestra vida.

El diablo siempre se basa en querer falsear la Verdad de Dios. Por eso es que cuando Dios les dice a Adán y a Eva: No coman de ese árbol porque el día que coman de ese árbol van a morir. Dios les dijo una verdad pero ¿qué hace el diablo? viene y comienza a sembrar duda, y dice: ah ¿con que Dios les dijo que eso es así? eso no es verdad. Si ustedes comen se les van a abrir los ojos y van a ver cosas que ustedes no verían. Dios es un hombre como dijera yo, uraño y aguafiestas que lo que quiere es impedirles que ustedes disfruten de todo lo que Él tiene para ustedes. Adán y Eva aceptan esa mentira, pecan y entra la muerte en el mundo.

Nosotros tenemos que pedirle al Señor: Señor, ayúdanos a vivir en Tu Verdad. Ayúdanos a entender la verdad de Tu Palabra porque la Palabra de Dios es la Verdad, Cristo es la fuente de toda verdad. Y cuando nosotros estudiamos la Palabra de Dios y le pedimos revelación al Señor, Dios nos enseña a ver la vida en una forma verdadera en vez de vivir con todas las mentiras que nosotros nos decimos a nosotros mismos.

Una de las cosas que usted tiene que hacer es hacer un pacto con la verdad. Yo le digo al Señor: Señor ayúdame a hacer siempre un pacto con la verdad, yo ver lo que veo en vez de decir que estoy viendo otra cosa que no es verdadera. Eso es lo que está pasando en este mundo, ahora mismo hermanos yo les digo: en este mundo ahora y en esta nación ha caído un espíritu de mentira. Yo nunca en mi vida he visto algo tan sorprendente como lo que he visto en los últimos tres, cuatro años en esta nación. Es como que ha caído una administración de mentira en Washington, nuestros gobernantes, en la cultura, en las iglesias, en la teología de la Iglesia, es un espíritu de mentira y eso es lo que dice la Palabra del Señor, que en los últimos tiempos caería un espíritu de mentira y seducción.

Y solamente aquéllos que hagan un pacto con la verdad, porque si nosotros hacemos ese pacto entonces vamos a. Si tú vives en la verdad no tienes que temerle a nada mi hermano, y yo sé que, bueno entonces, ¿cómo yo conozco la verdad? no mira, muchas veces es simplemente decir: yo voy a vivir la verdad y voy a dejar de disimular otras cosas, largo proceso de explicar. Pero muchas veces nosotros nos mentimos a nosotros mismos, disimulamos cosas que están en nosotros y se las echamos a otros; ¡ah! fue mi papá que no me afirmó! ¡es esta sociedad injusta que ha causado esto y lo otro! en vez de nosotros decir: no, yo tengo responsabilidad, yo puedo cambiar mi destino, yo puedo ser diferente. El problema no es mi esposo, mi esposa, el problema soy yo. Mi papá que me abusó sexualmente no lo hizo porque yo lo provoqué o lo que sea, sino porque era un hombre malo o simplemente mal dirigido.

Y tú tienes que ver las cosas tal y como son y entonces perdonar, pero no trates de disimular porque si tú reprimes la verdad de lo que te ha sucedido o lo que Dios quiere que tú hagas entonces vas a estar en un estado de mentira, y eso te va a hacer daño en tu vida. ¿Me explico más o menos? Tenemos que aceptar la verdad, tenemos que hacer un pacto con ella. Tenemos que comprometernos a hablar la verdad, interpretar la verdad, porque eso es lo que nos libera. Cristo ha dicho: "Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres." Y la Palabra de Dios es la mayor fuente de verdad que yo conozco.

Por eso es que cuando tú interpretas la Palabra del Señor y te curtes con el tono y el color de la Palabra del Señor, tú puedes ser entonces una persona capacitada para leer la realidad del mundo en que tú habitas y verte a ti mismo como Dios te ve a ti mismo, y ver los procesos que estás viviendo con la exactitud y la precisión que Dios quiere que tú veas. Cuando tú vives en la verdad nadie te puede hacer daño, nadie te puede arrebatar nada, porque tú estás seguro en la Verdad de Dios. Por eso es que Pablo dice ¿no? "los lomos con la verdad."

Y un último: "Vestido con la coraza de justicia" voy a continuar quizá entonces allí. Yo les dije hace un tiempo atrás que hay tantas cosas que están entrelazadas que, lo que vamos a hacer es: terminamos aquí y entonces seguimos más adelante ¿ok? llévese esas tres, cuatro cositas que hemos compartido hoy. Tenemos que vestirnos con la coraza de la justicia y pido que los músicos pasen, con los hermanos de, y vamos ya a.

La justicia es un protector increíble que nos ayuda a vivir vidas saludables y a protegernos de los ataques del enemigo ¿sabe por qué? porque Dios nos llama a ser gente de justicia. La Biblia dice por ejemplo: "Esposos no seáis ásperos con vuestras esposas para que vuestras oraciones no tengan impedimento." Si nosotros estamos siendo injustos con nuestros hijos, con nuestro cónyugue, esposo o esposa, con nuestros amigos, con nuestros hermanos de la Iglesia, eso va a ser un impedimento en nuestra salud emocional, nos vamos a sentir culpables en alguna forma.

Los hijos de Dios tenemos que ser justos, tratarnos equitativamente, tratarnos con justicia, darle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Cuando tengas que pedir perdón pide perdón. Cuando ofendiste a alguien admítelo y no temas, pide disculpas. Cuando tú sepas que estás haciendo algo que le está haciendo daño a una persona, deja de hacerlo y rectifica tu camino, trata a la gente bien con generosidad, usa el balance de Jesucristo en la vida. Nunca hagas daño, nunca hagas mal. Los hijos de Dios somos como esos médicos que hacen un juramento: de primero ante todo nunca hacer daño.

Nosotros somos gente de bien, no podemos hacerle daño a nadie, no podemos robarle a nadie, no podemos dejar de darle a la gente lo que la gente se merece. Tenemos que vivir en la justicia y siempre ser gente de bien.

Y otra cosa acerca de la justicia es que, la justicia no es la nuestra justicia sino la justicia de Dios, Él es la norma, la justicia de Dios involucra también la santidad. Por eso es que yo creo que hay una unión lógica entre verdad y justicia. Si usted no habita en la verdad no puede hacer justicia, si no habita en justicia tampoco puede habitar en la verdad, y la verdad es como Dios la define no como nosotros, la justicia es como Dios. Hay gente que quiere ser más justa que Dios y ese es uno de los problemas de este tiempo también.

Esto yo ya estoy harto de escucharlo, este argumento: "Dios es demasiado bueno para condenar a alguien al infierno." ¿Sabe qué? Dios es demasiado justo para no condenar a alguien al infierno si se lo merece y si no hace lo que tiene que hacer. Dios es amor pero es fuego consumidor.

La justicia muchas veces es un balance entre dos extremos, entre la misericordia extremada y el juicio extremado, hay un balance que se llama justicia, y nosotros los hijos de Dios tenemos que mirar hacia la justicia de Dios y la santidad de Dios, tenemos que caminar en esa justicia que Dios ha establecido. No trates de violentar la santidad y la justicia de Dios, camina en esa Palabra balanceada.

Pregúntate: Señor ¿qué Tú quieres que yo haga, cómo es que Tú me llamas a vivir? y ¿sabes qué? Dios es por definición justo, aunque te parezca a ti injusto, si Dios lo dijo véte al banco con ello que eso es lo que tú tienes que hacer en tu vida. Y si tú vives así vas a vivir en paz contigo mismo y con los demás. La verdad de Dios, la justicia de Dios, la resistencia al mal cuando viene el día de dificultad en nuestra vida, el mantenernos balanceados entre un mundo dañado y un Dios que está comprometido para que vivamos vidas exitosas, he ahí algunas de las enseñanzas que Dios tiene para ti en este día, recíbelas en el Nombre del Señor.

Padre: gracias, gracias porque Tú quieres felicidad para nosotros, gracias porque Tú quieres que pasemos el exámen. Gracias porque los recursos del Reino de Dios están comprometidos a nuestro favor, gracias porque Tú nos das todas las armas que necesitamos para vivir vidas victoriosas y sólo tenemos que hacer uso de ellas. Gracias porque si resistimos el diablo huirá de nosotros. Gracias porque Tú nos llamas a vivir vidas verdaderas, y gracias porque en Tu justicia Señor nosotros podemos estar protegidos y guardados; en la santidad de Dios, la justicia de Dios tenemos seguridad.

Bendice a este pueblo Señor, en medio de las luchas y las aflicciones recibimos Tu promesa en este día. Gracias Espíritu Santo, en el Nombre de Jesús amén y amén, gloria al Nombre del Señor. Yo espero que usted no estuviera demasiado de prisa para recibir algo esta mañana, vamos a tener un momento muy sagrado. Yo les digo: