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Una radiografía del corazón humano

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Evangelio según San Mateo capítulo 13. Quiero hablar acerca de una radiografía del corazón humano, una radiografía del corazón humano y específicamente con respecto a nuestra reacción a la Palabra de Dios y al Evangelio.

Capítulo 13 esa parábola conocida, la parábola del sembrador y la semilla. Dice que: "Aquél día" versículo 1 "salió Jesús de la casa y se sentó junto al mar. Y se le juntó mucha gente, y entrando Él en la barca se sentó y toda la gente estaba en la playa."

"Y les habló muchas cosas por parábolas diciendo: He aquí el sembrador salió a sembrar y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino y vinieron las aves y la comieron." Primera escena, primer escenario digamos. Segundo, dice: "Parte cayó en pedregales donde no había mucha tierra y la semilla brotó pronto porque no tenía profundidad de tierra." Dice: "Pero salido el sol se quemó y porque no tenía raíz se secó" ese es el resultado negativo.

La tercera dice: "La semilla que cayó entre espinos" parte cayó entre espinos versículo 7 "Y los espinos crecieron y la ahogaron" cuarta semilla; "Pero parte cayó en buena tierra y dió fruto cual a ciento, cual a sesenta y cual a treinta por uno. El que tiene oídos para oír, oiga." Bendiga el Señor Su Santa Palabra, amén.

Vemos aquí al Señor Jesús hablando en parábolas y posiblemente fue una de las primeras veces que Él usó ese artificio por el cual Él es tan conocido de usar imágenes y usar relatos simbólicos para expresar ciertas verdades profundas espirituales, verdades del Evangelio, de la vida espiritual. Y aquí vemos que el Señor está hablando acerca de lo que pasa con la proclamación del Evangelio y cuáles son los elementos secretos que determinan el éxito o no de predicación o de una acción evangelística. Y vemos aquí que hay muchos factores, hay factores diferentes que a veces no tomamos en cuenta que son a veces los que determinan lo que sucede.

Es misterioso, la verdad que es misterioso. Cuando una persona pasa al frente y acepta a Cristo como Señor y Salvador, entrega su vida, como lo queramos llamar detrás de bastidores, detrás de ese momento hay miles yo diría de factores, quizás hasta millones de circunstancias no solamente en la vida de esa persona, no solamente en ese momento sino inclusive en generaciones que llevaron quizás a ese instante. Intercesiones secretas, experiencias que la persona ha tenido, intervenciones divinas y diabólicas; cultura, una cantidad de elementos diferentes que son los que intervienen para que una persona pase al frente y reciba al Señor o no lo reciba, es algo bien misterioso.

Y nosotros no podemos estar concientes de todas las cosas que suceden pero aquí el Señor se toma un momento como para señalar un poquito como detrás de las cortinas muchas de las cosas que suceden en la proclamación del Evangelio. No solamente en eso sino también yo diría que en la misma vida de cada creyente y el resultado si da mucho fruto, si no da fruto y hasta qué punto da fruto etc, todas estas cosas están aquí retratadas así en una forma así en cápsula.

Y el Señor señala cuatro destinos de una misma semilla. Fíjese que es interesante que la semilla no cambia, la semilla es la misma; la semilla tiene todo lo que necesita para dar fruto. El problema no es la semilla, ni siquiera es una cuestión de diversas semillas con diferentes constituciones internas ni nada por el estilo, es una sola semilla ¿cuál es la semilla?. El Evangelio, la Palabra de Dios, las verdades del Evangelio, los misterios del Evangelio. Eso no cambia, es igual en todas las circunstancias. Cristo es el mismo ayer hoy y por los siglos.

Cristo sana, Cristo salva, Cristo bautiza, Cristo viene pronto, eso no cambia y nosotros tampoco podemos cambiar la semilla. A nosotros no nos toca cambiar el contenido de la semilla, eso es de Dios; el sembrador no reconfigura las semillas, el sembrador no cambia la composición genética de las semillas, el sembrador simplemente obedece a la dinámica interna y a la constitución natural de la semilla. Lo que él hace es que él opera dentro de las leyes de la naturaleza que han sido establecidas, puede jugarse un poco pero las leyes son.

Cuando se hacen injertos y se crean otras especies de flores, otros tipos de matas o lo que sea no se viola la ley de la naturaleza, lo que se hace es que se encuentra cuáles son las leyes y se aprende a obrar creativamente dentro de esas leyes pero las leyes no se violan, la semilla es la semilla. Y entonces lo que está pasando aquí es que una sola semilla que es la Palabra de Dios, la cual es lanzada por alguien que es llamado El Sembrador ¿quién es el sembrador? tú, yo, la Iglesia de Jesucristo.

Nosotros somos sembradores. El sembrador simplemente obedece dentro de un contexto que le ha sido dado. El sembrador quiere vida, quiere fruto y entonces hace lo que se le mandó a hacer, lo que la naturaleza requiere. Para tener fruto hay que sembrar, para tener fruto hay que trabajar tierras, para tener fruto hay que tener paciencia, para tener fruto hay que tener visión, para tener fruto hay que tener persistencia, para tener fruto hay que sobreponerse a tormentas y sequías y plagas y volver a sembrar otra vez si no dió fruto la primera vez. Es una cuestión a largo plazo.

Y la Iglesia de Cristo eso es lo que hace, siembra la Palabra continuamente y yo creo que nosotros somos sembradores. Y yo creo que una de las cosas que me recuerda este pasaje es que hay cosas fuera de nuestro control. Nosotros no podemos controlar el corazón del hombre, no podemos la cultura en la cual nacimos para predicar el Evangelio. No podemos controlar la hora de Dios en los corazones ni en los misterios de cómo Dios interactúa con la gente. Nuestra parte es ser obedientes y sembrar.

Como dice ese hermoso himno: sembraré, sembraré y dejaré el resultado al Señor. El apóstol Pablo también dijo: yo sembré, Apolos regó pero el crecimiento lo da Dios. Nosotros tenemos que ser obedientes; Dios nos ha puesto en la Tierra para sembrar la Palabra y nosotros tenemos que sembrar la Palabra hermano donde quiera que seamos puestos, nosotros somos sembradores eternos, constantes, incansables. Tenemos que sembrar en nuestros trabajos.

Alguien me hablaba los otros días acerca de una persona a quien le habló acerca de Jesucristo, no recuerdo quién fue la persona, me estaba diciendo esta semana creo que fue, le habló a alguien en VJ's, escuchó una conversación creo que fue la hermana Fanny; escuchó dos personas, dos amigos que se encontraron en VJ's, ese almacén ahí donde se venden tantas cosas y ella estaba allí en un área donde estaban sirviendo tantas cosas como hacen a veces en estos sitios.

Entonces escucha esta conversación entre estos dos hombres donde uno dice: ¡wow hace cuánto que no te veo! y el otro dice: sí, perdí a mi esposa hace poco y estoy bien triste, he estado muy deprimido y estoy luchando con eso, y entonces el otro lo consoló, lo saludó, hablaron un ratito y después se despidieron y Fanny estaba ahí con el oído prendido, sembradora. Somos sembradores y tenemos que mirar las oportunidades, tenemos que mirar las circunstancias.

Yo creo que uno tiene que crear una conciencia de sembrador. Si tú no te ves como una persona que ha sido llamada para predicar la Palabra muchas veces ciertas situaciones te van a pasar de largo y no vas a escuchar la voz de Dios diciendo: hey ve y siembra este es el momento como Felipe diciendo: acércate a ese carro, porque hay una necesidad; todo está listo, el escenario está preparado solamente prende la mecha y se prende el fuego, solamente prende la mecha y ella hará lo que tiene que hacer.

Entonces Fanny estaba allí mientras escuchaba titubeando cuando el hombre se fue, el compañero se fue, el otro se quedó allí el viudo y ella dice: ¿qué hago, le hablo? va a pensar que estaba yo pendenceando, quizás es algo muy privado no le debo hablar pero ¿sabes qué? ella dijo nada, en el nombre del Señor se animó. Le dijo al señor: caramba no pude dejar de escuchar lo que estaba diciendo cuánto lamento, entonces el hombre se abrió; en vez de estar cerrado y arisco y uraño no, le habló, abrió su corazón y le dijo: sí perdí a mi esposa hace poco, me siento muy mal y estoy triste.

Fíjese ella fue audaz como para, esta persona angloparlante, double jeopardy es angloparlante ella latina, nosotros una Iglesia mayormente latina pero se atrevió a decirle: mira en nuestra Iglesia tenemos un grupo de luto, es un grupo de hermanos algo que nació así muy espontánea aquí en nuestra Congregación, personas que han experimentado pérdidas en sus vidas de diferentes tipos, entre ellas está claro evidentemente pérdida de seres queridos y se reúnen periódicamente, el grupo lleva ya varios años; la hermana Marina lo comenzó hace un tiempo y siempre ha sido reuniéndose y vienen personas que han tenido pérdidas de diferentes tipos, se reúnen, toman un café, hablan, oran etc.

Y ella le dijo: mira tenemos este grupo en nuestra Iglesia, no te preocupes podemos traducirte, algo hacemos. El caso fue que el hombre dijo: claro yo necesito hablar, necesito abrirme con alguien porque esto es muy pesado para mí. Y el hombre vino y aceptó al Señor allí en la reunión. Y no solamente eso sino que está visitando el servicio en inglés allá abajo, está viniendo regularmente (aplausos).

Así que yo creo que esta idea ¿no? de que somos sembradores y el sembrador lo que hace es sembrar, el Señor lo hizo muy específico; no es ni siquiera un granjero, un farmer en general, no es un sembrador, eso es lo que Él hace. Y la Palabra del Señor es muy clara el modus vivendi, la razón de ser de la Iglesia y del cristiano es inseminar este mundo con la Palabra de Cristo, los valores del Reino de Dios, para eso vivimos y para eso somos. El único propósito de tu vida hermano a la luz de la eternidad y lo que Dios tiene destinado para ti es ser útil para el Reino de Dios no hay otra cosa, nada más justifica tu existencia excepto que tú seas un instrumento en las manos del Señor y que tú ayudes a otras personas a conocer a ese Cristo y entrar en ese destino sublime de una comunión eterna con el Padre por medio de Jesucristo.

Y yo creo que no hay un llamado más grande que ese y no hay una tarea más grande que esa y nosotros tenemos que poner todo lo demás a un lado para que eso se haga una realidad en nuestra vida. Quiera el Señor formando cada día más y más de nuestra Congregación una Iglesia sembradora, una Iglesia que siempre el Evangelio y que como dice Pablo: todo lo he llenado; ya no tengo más nada, no tengo más lugar dónde ir porque ya todo lo he leudado con la masa del Reino de Dios, con la levadura del Reino de Dios y eso es lo que nosotros tenemos que hacer.

Hay camino, aquí hay campo, hay terreno fértil. Este es tiempo fértil para la proclamación del Evangelio, de la semilla incambiada e incambiable del Evangelio y si nosotros lanzamos la semilla la semilla va a hacer lo que tiene que hacer yo les aseguro; el Señor se encargará, el problema ya no es nuestro, el problema entonces ya es la semilla, la tierra donde cae y la dinámica espiritual que eso está fuera de nuestro control. Nosotros simplemente hablemos a la gente y dejemos que el Señor se encargue de lo demás ¿ok? Eso es importante en esta imagen.

Entonces yo creo que otra cosa que sale de este pasaje bien importante es eso de que hay un elemento que está fuera de nuestro control, hay varios aquí. Uno de ellos es la persona misma quien recibe la Palabra y dónde está esa persona, en su condición interna en ese momento. Cuando nosotros predicamos el Evangelio las personas están en diferentes etapas y diferentes estados de receptividad. Algunos usted nada más tira la semilla y como magia brota enseguida porque eran tierra absolutamente fértil y preparada, otros rebota la semilla como si fuera una bola de básquetbol porque la persona no está preparada y eso vamos a ver en un momentito.

Pero hay cosas que nosotros no podemos controlar y que tampoco podemos caer en el error de querer jugar con la semilla o matarnos demasiado para que la semilla brote de alguna manera y forzar las cosas. Yo he aprendido como Pastor que no puedo agonizar demasiado tampoco por cosas que a veces están fuera de nuestro control. En la vida de una Iglesia el Evangelio es proclamado, mucha gente se convierte, pasan al frente en el curso de un año; vienen muchas visitas, vienen personas y escuchan la Palabra y se ofenden, otros reaccionan tibiamente, otros con gran entusiasmo, unos están un tiempo y se desaparecen permanentemente, otros se van, vuelven. Esa es la dinámica de la vida de la Iglesia hermanos.

Nosotros no tenemos control, debemos hacer todo lo posible todo lo que esté de nuestra parte sí para retener a la gente, para anclarlos en la Palabra de Dios, para convencerlos del Evangelio pero ¿sabe qué? hay una parte en que ya usted no se puede estrujar más de la cuenta para que esa persona acepte a Jesucristo. Y yo creo que la Iglesia a veces en estos tiempos como yo compartía con los hermanos en el discurso este que di estamos en una cultura que a veces puede ser muy escéptica y resistente a la Palabra del Señor y la tendencia de la Iglesia puede ser: ok entonces vamos a cambiar la semilla, vamos a jugar con la semilla para que la tierra entonces interactúe mejor con la semilla.

Y entonces comenzamos a bajar el Evangelio, comenzamos a acomodar el Evangelio a la gente. Nos teñimos el pelo como una mujer que no está segura de si es bonita o no, nos cambiamos el pelo después a la semana que viene somos pelirrojos, la semana que viene somos rubias, la otra somos pelo negro, los hombres nos dejamos crecer el bigote, nos cortamos la barba, adelgazamos, vamos al gimnasio, nos cambiamos de ajuar tratando de agradar a la gente y nada resulta porque es que hay algo interno muchas veces, según tú estás por dentro así va a ser tu belleza, así va a ser tu atractivo; si tú estás segura, seguro de ti mismo eso va a comunicar algo.

Si estás inseguro olvídate, mientras más tratas más inseguro te pones y menos atractivo resultas. Y yo creo que eso pasa también con nosotros ¿no? Yo creo que nosotros tenemos que estar seguros de en quién hemos creído, seguros del Evangelio sublime que tenemos, seguros de que el mundo necesita lo que Dios nos ha dado a nosotros. Y sí vamos a hacer todo lo posible por amar a la gente y darles en maneras que ellos puedan recibir pero hay un momento en que como dice el Señor Jesucristo: no vamos a echar nuestras perlas a los cerdos.

Una vez que hemos proclamado la Palabra con amor, con gentileza y con bondad y transparencia entonces nos echamos para un lado y que el Señor haga la obra. Tampoco podemos forzar a la gente más de la cuenta. Hay veces que nos hacemos imposibles a nuestros familiares y a nuestros amigos. Conocemos a Cristo y estamos predicándole a la gente y queriéndole meterles a Cristo a través de la garganta quieran o no y a todas horas y haciéndolos sentirse mal y a veces lo que hacen es que echan pestes de nosotros y cuando nos ven se mandan a correr porque ya viene.

Yo creo que nosotros tenemos que predicar el Evangelio sí insistentemente como dice la Palabra: en tiempo y fuera de tiempo pero no compulsivamente ¿no? Tenemos que hacerlo sabiamente, inteligentemente, saber cuándo hablar y cuándo callar. Cuándo esperar que la misma persona se cuelgue con su propia soga y entonces venga donde nosotros y nos diga: óyeme ¿qué fue lo que tú me dijiste hace tres años acerca del Evangelio? Y yo creo que tenemos que mezclar esa sutil combinación de ser solícitos pero también a la misma vez ser confiados y saber que lo que nosotros tenemos es algo sublime y predicar el Evangelio con confianza, que el producto que nosotros tenemos que ofrecer es algo inigualable.

Y si tú lo quieres recibir gloria a Dios yo me voy a gozar contigo, voy a celebrar y aún si no lo quieres recibir voy a tocar un poquito más fuertemente pero tampoco voy a estar suplicándote que recibas algo que es para tu bendición y que es algo sublime. El Señor Cristo dijo: no le echen sus perlas a los cerdos. Yo siempre veo esa mezcla en Jesús: solícito, amoroso; vino al mundo, se despojó de Su Gloria, sufrió lo indecible, padeció grandes cosas para que la gente se salvara pero yo nunca lo veo a Él suplicándole a la gente ni llorando para que lo acepten. Yo veo esa dignidad con que Él habla siempre, ese recato, esa seguridad de sí mismo. Solícito pero también seguro en lo que Él tiene.

Yo creo que si nuestra Iglesia cultiva esa seguridad entonces podemos hacer el trabajo. A nuestra Iglesia va a venir mucha gente; ya yo dejé de sufrir porque vienen cientos de personas y no todos se quedan. La predicación del Evangelio es así, es misteriosa. Nosotros sembramos, sembramos, sembramos y dejamos el resultado al Señor. Quizás esa vida que vino aquí el domingo y después estuvo seis meses acá y después se desapareció vuelve otra vez en algún momento o se va a otra Iglesia y allá la bendicen y la siguen edificando o se va a otro país y años después brota la semilla.

Yo he visto qué maravilloso, es una ecología que nosotros no tenemos total control de ella. Nuestra parte simplemente es hacer el trabajo de Dios lo mejor que podamos y entonces dejar que las dinámicas diferentes, el diablo y los ángeles y Dios y las circunstancias y el corazón de la gente hagan su obra allí, tengan su química y entonces se dé lo que Dios quiere que se dé. Nosotros tenemos que ser así como Iglesia, no vamos a cambiar la Palabra, vamos a tergiversar el Evangelio y tampoco vamos a estar contínuamente como sobreeximándonos y compulsivamente criticándonos porque no tengamos diez mil personas o porque vienen muchos, hagamos todo lo que podamos pero entonces dejemos el resultado al Señor.

Yo veo eso aquí porque el sembrador siembra y entonces hay otras cosas que intervienen cuando él siembra. Entonces hay tres, cuatro clases de diferentes semillas; diferentes corazones, diferentes sensibilidades, diferentes psicologías que interactúan con la Palabra, con el mensaje que ese sembrador, ese evangelista está proclamando.

Dice que: "La primera semilla cayó junto al camino y vinieron las aves y la comieron." Y el Señor después les explica a los discípulos que no están acostumbrados a esta modalidad de enseñanza y dice: ¿Qué quiere decir eso? Entonces en el versículo 18 más adelante en ese mismo capítulo Él les dice el significado de esa primera semilla que cae junto al camino. Dice: "Cuando uno oye la Palabra del Reino y no la entiende viene el malo y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Éste fue el que fue sembrado junto al camino."

Entonces esa semilla que cae junto al camino es símbolo de la persona que escucha el Evangelio, no lo entiende y entonces como no se agarra al Evangelio entonces el diablo tiene poder entonces para venir, el malo es eso el diablo, Satanás. Mire qué interesante Cristo sabía bien; Satanás no era una metáfora ni era un principio ciego, es un ser que tiene voluntad, propósito y sentido de inteligencia y que tiene una estrategia y que su deseo es que la gente no conozca a Jesucristo. Esa es la obra principal del mal en el mundo, es tergiversar y subvertir e impedir que el Evangelio progrese y que la Palabra del Señor encuentre en el corazón de la gente asidero para que la Palabra los salve.

Satanás está comprometido a que las naciones, las colectividades, los individuos, las familias no se sanen y no escuchen el Evangelio, no retengan la Palabra. Cuando nosotros sembramos la Palabra, cuando la Iglesia se mueve en el mundo tiene que entender que estamos en guerra por cada alma y que hay un enemigo que no quiere las almas se salven y se sanen. Tenemos que entender que sembramos en un mundo hostil; el príncipe de este mundo dice: "Cegó el entendimiento de ellos para que no les resplandezca la luz del Evangelio."

Hay gente que se pierde porque el diablo está jurado a muerte a impedir que las personas sean salvas. El diablo no quiere que las culturas sean salvas, que las naciones sean salvas y nosotros predicamos en ese contexto por eso es que nosotros tenemos que armarnos de toda la armadura de Dios. Las iglesias que quieran ser efectivas espiritualmente en este tiempo evangelísticamente, espiritualmente tienen que ser llenas del Espíritu Santo. Iglesias diestras en el manejo de las armas del Espíritu, iglesias que conozcan la dinámica de la guerra espiritual.

Iglesias intercesoras, iglesias que oren, iglesias que clamen al Señor. Iglesias de gente que hayan muerto ellos mismos y que sepan lo que es pelear con el diablo cuerpo a cuerpo y con la carne y con el mundo y que entonces puedan predicar el Evangelio desde una perspectiva: conocemos los misterios, sabemos que eso es guerra a brazo partido con las fuerzas del mal.

El Evangelio no se predica en términos neutrales. El Reino de los Cielos dice: "se hace fuerte" quiere decir que avanza por fuerza. El Evangelio no avanza neutralmente como un barco en un mar plácido; avanza contra el viento de la cultura y el viento del hombre y el viento del diablo. Y entonces nosotros tenemos que saber eso para vivir vidas de oración, para orarle al Señor y forcejear por las almas para que suelte.

Una hermana me hablaba ayer mismo acerca de su lucha son su esposo que parece que es duro para el Evangelio, no cree ni en Dios siquiera y se goza en estrujarle en la cara que no cree en Dios. Un hombre bueno parece pero y eso la desencanta a ella. Yo digo: hermana lo único que usted puede hacer es clamar a Dios por su alma, orar, interceder para que Dios. No pelee con él porque eso evidentemente no va a dar resultado; entrégueselo al Señor, entrégueselo al sabueso divino y Dios lo perseguirá y lo ablandará allí, esa semilla va a tener que echarla como las habichuelas, dos, tres días allí para que con el fuego y el agua se ablanden.

A veces tenemos que chubarle al sabueso divino a la gente para que se les tire detrás de ellos y los persiga y los haga pasar por unos cuantos sustos a ver si así, y aún a veces ni siquiera así a veces. Entonces el malo viene y arrebata, nosotros tenemos que predicar el Evangelio en una manera mlitante y feroz y arrebatarle las almas al diablo, y saber que a veces tenemos que orar, clamar y a veces es más: cuando estamos predicando más fuertes tenemos que ser en el Espíritu porque el diablo se va a tirar atrás de nosotros también para neutralizarnos, para destruírnos.

Pero es interesante también que hay un protagonista, hay un actor tras bastidores muy fuerte en la proclamación del Evangelio que es Satanás y las fuerzas del infierno y nosotros tenemos que entender eso para proclamar el Evangelio en una forma efectiva.

Lo otro que dice acerca de esta persona es que no entendió, dice: "Escucha el Evangelio y no lo entiende" y eso es lo que hace a esa persona fácil presa para la obra de Satanás. ¿Qué quiere decir no entender el Evangelio? Para mí yo creo que no entenderlo quiere decir bueno, primeramente a un nivel puramente cognocitivo quiere decir que no le resplandece la verdad del Evangelio. No entiende los misterios, las paradojas, las contradicciones, lo sutil del Evangelio porque es una cosa muy sutil y no se puede entender con la mente, no se puede con el cerebro ni por medio de la cultura ni los esquemas intelectuales. Eso hay que respirar, bajar la guardia y dejar que como un niño la Palabara penetre a nuestro corazón. No se entiende a través de la mente.

Si tú estás luchando: ah ¿con quién se casó Caín después que mató a Abel y cómo después tuvo descendencia si sólo era él y su hermano Abel? Que si hay platillos voladores y si se van a salvar los marcianos en Júpiter, que si hay otros planetas y hay gente en otros, y por qué hay hipócritas en la iglesia y por qué no te visitaron. Mira si tú te pones nunca vas a entender el Evangelio, nunca lo vas a recibir porque siempre va a haber gente hipócrita, quizá tú mismo vas a ser uno de esos algún día y siempre va a haber imperfecciones en la Iglesia, y siempre va a haber algo que no vamos a poder explicar sea la teoría de la evolución o cómo el mundo se creó finalmente en detalle, hay mil maneras y no vamos a entenderlo.

Tenemos que hacernos como niños. Dice la Palabra que si no nos hacemos como niños no podemos entrar al Reino de los Cielos. Así que no trates de entender el Evangelio porque no lo vas a entender jamás ni a través de argumentos tampoco porque ninguno te va a satisfacer.

Yo creo que otra cosa que no entiende el Evangelio, esto también quiere decir que no entiende la importancia de lo que le está predicando, no reconoce lo sublime, lo profundo y lo bello y lo importante que es el Evangelio. La gente no entiende muchas veces que se está hablando de su destino eterno; dónde van a pasar la eternidad, si van a ir al cielo o al infierno. Si van a estar con Dios o con el otro.

Y yo creo que nosotros tenemos que hacerles entender eso, es que esto es tu destino eterno, esto va a determinar a dónde tú vas. La vida humana y el tiempo que tú pasas en este mundo es un puntito infinitésimamente pequeño comparado con esa extensión interminable que es la vida eterna y lo que tú decidas aquí con respecto a Jesucristo va a determinar dónde tú vas a estar por los siglos de los siglos de los siglos multiplicado ad infinitum. Entonces yo creo que esta gente no entiende; hay mucha gente que cuando tú le hablas del Evangelio cree que tú le estás hablando simplemente de otra fruta más en el mercado de las religiones o de las filosofías.

Otra cosa más pero el Evangelio es infinitamente importante y Cristo es el camino, la verdad y la vida, nadie viene al Padre sino por Él. Es la cosa más importante, la decisión más importante que tú puedes hacer y yo espero que tú la puedas entender y que le des importancia y que la consideres. Pero hay mucha gente que está tan preocupada por tantas diferentes cosas y no entiende lo importante de esa decisión, no se debe dejar para última hora porque tú no sabes cuándo te llegará tu momento y tienes que hacerlo en ese momento.

Hay otra cosa antes de continuar acerca de esto. Hablamos acerca de la acción de Dios en la proclamación del Evangelio, perdón del diablo ¿pero qué hay de la acción de Dios? que es algo que nosotros tampoco podemos controlar y es algo que yo lo pongo allí como un puntito casi como extra, un asterisco. ¿Sabes que también Dios está involucrado a veces de una manera neutral o positiva en la proclamación del Evangelio? Hay personas para quien Dios tiene propósitos en el Evangelio y por alguna razón misteriosa Dios los escoge desde la fundación del mundo y Dios los va a salvar y va a tener tratos con ellos, y va a movilizar todas las fuerzas y del Reino Suyo para esa gente entre al conocimiento de Él y reciba a Cristo como Señor y Salvador y sean salvos.

Como el caso de Felipe ahí, el eunuco Dios lo quería usar y movilizó todo Su Poder para que Felipe tuviera un encuentro con Él. La samaritana el Señor tuvo allí, hizo una cita con ella, le habló la trató y la llevó a Sus caminos. Pero hay personas con quien Dios quizá no tiene planes también ¿sabía eso usted? Eso es uno de los misterios. Hay gente por la cual yo no sé por qué razón pero yo creo que en la Palabra es claro que hay personas con quien, Dios escoge muchas veces también y hay personas con quienes Dios simplemente no ha activado Su Santa. En última instancia Él es el soberano en todo caso, nadie viene a Cristo sino porque el Señor lo trae.

Pero también es como que hay gente con quien Dios no tiene tratos. Yo he conocido personas y quizá lo que pasa también es que no es el momento para ellos, quizás más adelante pero hay personas que son torpes para el Evangelio. Es como tirar una moneda en un pozo hondo y es tan hondo que la moneda sigue viajando, viajando y es tan hondo que tú ni la escuchas cuando cayó al fondo. Hay personas que son un hoyo negro y el Evangelio simplemente como que no hace resonancia en ellos yo creo que en parte porque Dios quizá no tiene planes para esa gente.

Pero ¿sabes qué? yo creo que otra cosa acerca de eso es que yo creo que sí en los misterios de la soberanía y la libertad humana nosotros podemos orar por personas para activar y para ponerlos en la agenda de Dios por así decirlo. Yo creo que nuestras oraciones y nuestra intercesión puede activar la gracia de Dios a favor de gente y puede ponerlos en la mira divina y entonces podemos interceder.

Yo a veces estoy manejando y veo a alguien en el camino y siento como que Dios me dice: Ora por esa persona. Es que Dios necesita que aquí en la Tierra se hagan cosas para Él y Él entonces hacerlas allá en el cielo. Y los misterios de la autoridad de la Iglesia son increíbles. Y a veces Dios necesita que se ore para que por ejemplo vengan obreros a Su mies. Bueno si Dios sabe que se necesitan obreros para la mies ¿para qué tenemos que orar para que vengan, por qué Él simplemente no los activa?

Es que Dios necesita que haya acción entre Su pueblo porque Dios es un Dios muy ordenado y entonces nosotros debemos también orar por las personas para que el Señor los traiga al conocimiento de Él, para que sea quitado el yelmo de hierro que cubre su entendimiento, para que Dios active Su Poder y sean sanados y vengan al conocimiento del Señor y entiendan la importancia del Evangelio.

De todas maneras es importante eso que entendamos que hay personas que no entenderán todo esto y entonces el enemigo tendrá libre campo para hacer daño. Otra cosa aquí yo creo que esta parábola tiene como dos niveles. Un nivel es el de la gente, el inconverso pero otro nivel también es nosotros. Yo creo que hay gente que Dios no los usa más en la vida cristiana porque no entienden la importancia del Evangelio, no le dan importancia y entonces no hacen todo lo que tienen que hacer para trabajar en la viña del Señor y para saber lo importante que es su acción, y para entender la cuestión de vida y muerte que es el servicio al Señor y avanzar los intereses del Reino de Dios.

No están poseídos por esa urgencia de su posición y su identidad y entonces el enemigo también les arrebata los buenos propósitos, los llamados que se dan en la Iglesia, las invitaciones a ser siervo del Señor, a trabajar arduamente para el Evangelio y el diablo entonces les quita todo eso y se van y se olvidan. Qué interesante que esta semilla está junto al camino donde viene el vaivén de la vida y el corre-corre todo esto, eso es aparte.

Segundo dice que aparte de la semilla cayó en pedregales donde no había mucha tierra y brotó pronto. Irónicamente hay un tipo de personas que recibe el Evangelio y como son personas cambiantes y como personas almáticas, ¿cómo dice en inglés? son gente que hoy en día están en un sitio y cambian rápidamente de mood, de temperamente y de convicción. Volubles ¿quién dijo eso para darle un aplauso? oh volubles, oiga hermana qué bueno ese es vocabulario colombiano, volubles exactamente.

Y entonces esas son personas que cambian tan rápido. Un día son hare krishna y otro día son budistas o adventistas o lo que sea. Para ellos you know, todo es posible y el Evangelio bueno está bien lo tratan por un tiempo pero después lo dejan, no son personas de larga duración y no se mantienen en los compromisos que hacen. Entonces dice el Señor aquí que ese tipo de personas dice: "No tiene raíz en sí sino que de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución las piedras, los pedregales son símbolo de la aflicción y la persecución."

Esta semilla brota rápido porque la tierra es llana y entonces está en contacto con el calor de esa piedra y el calor de la piedra y las piedras alrededor y como no tiene mucha raíz a donde ir como que se acelera el proceso y brota enseguida. Por eso a mí me gusta cuando la gente se toma tiempo para considerar el Evangelio, son gente sólida muchas veces y cuando se convierten lo hacen firmes. A veces mucho del trabajo es porque la gente tiene un propósito y quiere que vayan hondo para que cuando broten broten con fuerza.

Pero paradójicamente aquí esta gente recibe el Evangelio y creen como que wow: el Evangelio es un lecho de rosas, todo me va a ir bien. Esta gente que me invitó a la Iglesia me pegó un botón aquí cuando yo llegué de flores, me presentaron y me dijeron que me pusiera de pie, me llamaron cuando yo no fui a la Iglesia el próximo domingo y cuando yo llegué el Pastor saltó corriendo para darme un abrazo. Pero pasan los días y el Pastor me dice: hola hermana Dios le bendiga y sigue caminando o no me llamaron. O vienen los problemas.

¿Sabe que cuando mucha gente viene a Cristo entonces es que el diablo se pone en contra de ellos, se tira? Y tienen a veces dificultades y problemas y luchas. He hablado muchas veces con los hermanos así que digo: wow caramba parece que les fue peor antes de conocer a Cristo que antes pero admiro su tezón, admiro el hecho de que se mantienen y que no dan su brazo a torcer y siguen amando a Dios. Yo les digo: hermano persiste allí hasta que pase la tormenta, ármate de toda la armadura de Dios, no reniegues de tu Dios y manténte firme porque el Señor un día hará que esa tormenta se vaya y vendrá tiempo de refrigerio y de bendición para tu vida pero no te cuitees. Que el diablo quiere eso, que tú le voltees la espalda y te eches a huír.

Sabe que a veces venimos al Reino de Dios por medio de aflicciones y dificultades y luchas. El Evangelio no es fácil, no se le puede ofrecer a la gente que venga a Cristo y todo te irá bien; no vas a tener problemas, no te vas a enfermar, tu mujer te va a querer más, tus hijos van a ser un dechado de virtudes. ¿Es misterio? no hay lucha. Lo que adquirimos es, Dios no cambia el mundo, nos cambia a nosotros y nos da poder y armas para vencer y persistir y seguir adelante pero el Evangelio es difícil y está acompañado de muchas tribulaciones. Y a veces vendrán muchas pruebas para fortalecernos.

Porque ya nuestra escala de valores no es cuánto dinero tengo y cuánta ropa tengo en el clóset y cuánta comida delicada me puedo comer sino que ya los valores de Dios ahora son producir un hombre, una mujer que refleje el carácter de Cristo y a veces eso va a requerir un entrenamiento arduo, el entrenamiento del soldado, del atleta. Carácter. Carácter viene a ser más importante que comida o dinero y entonces la intención de Dios va a ser hacer un hombre, una mujer que sea como Cristo y entonces eso va a hacer que vengan pruebas y luchas para templarte, para entrenarte y también el enemigo va a querer destruírte y tú tienes que saber que eso no es lo que legitima o le da su veracidad al Evangelio, que Dios puede usar todas las cosas como dice el apóstol Pablo para para bien en tu vida.

Sean pruebas, sean dificultades Él lo va a usar para bendecirte pero no te apartes del Evangelio simplemente porque estás teniendo un tiempo difícil. Persiste, manténte. Esto se refiere tanto a los nuevos que no conocen pero también a nosotros. No seamos de corta duración en nuestro servicio, en la Iglesia y en nuestro servicio al Señor, en nuestra firmeza, en las cosas en las cuales nos comprometemos. Seamos gente que nuestro sí sea sí y nuestro no sea no. Si tú pusiste las manos sobre el arado manténla allí; te comprometiste con un ministerio, no te vayas simplemente porque la gente no vino el día que tú citaste para una reunión.

Sigue adelante, sigue persistiendo en lo que Dios te dió, se fiel para lo que Dios te llamó y no te cuitees simplemente porque no te va bien un día u otro. ¿No? si Dios te llamó sigue adelante. Y si Dios te llamó no te salgas simplemente porque te vaya mal, sigue porque Dios te dará la victoria en última instancia.

La tercera semilla es la semilla que cayó entre espinos. Dice: "Los espinos crecieron y la ahogaron." Entonces el Señor explica lo que es esa semilla, dice: "El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la Palabra pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la Palabra y se hace infructuosa, no da fruto." Entonces ¿cuál es esa persona? Es la persona que oye el Evangelio pero hay una cantidad de cosas que compiten con su capacidad de aceptar lo que se está diciendo.

Esa persona ama más al mundo que a Dios. Ama más la historia en la que está insertado que la eternidad a la cual Dios lo llama. Ama más la complacencia de un momento y el placer de un momento que el placer inconcebible de una vida eterna con Cristo que no puede ver ahora mismo, ni siquiera puede imaginarse. Una persona tosca, superficial y vanidosa; vive en la vanidad de vanidades. Y lo que le importa es el último vestido que sale en Cosmopolitan o la última película o la última canción que uno de estos cantantes sacó o el último juguete tecnológico que sale, el último juego. Están tan metidos en el mundo, tan absortos en las cosas del mundo. Es el hombre de negocios que sabe que está haciendo cosas que no debe y si entra al Evangelio va a tener que dejar esas cosas pero es capaz de vender su alma al diablo en vez de dejar esas cosas que sabe que le impiden entrar en el Evangelio.

Es la persona que sabe que está en una relación indebida o hace algo sabe que no le agrada a Dios pero ama eso mucho más que la salvación de su alma. Hoy en día hay tanta gente que crea sistemas completos apologéticos para explicar y justificar una práctica adictiva en la cual están metidos y la aderezcan y adornan con toda una filosofía y un sistema de apoyo y cultura y todas las demás cosas, entonces dicen: eso es lo que yo soy, así yo soy. Puedes ser muchas cosas diferentes, porque no tienen el valor de poner eso a un lado y venderlo todo para heredar el Reino de Dios.

Hermano: no importa cuál sea lo que tú amas, qué sea lo que tú amas y qué sea lo que te atrapa, véndelo todo y entrégalo todo. Pierde ojo, mano, lo que sea para entrar al Reino de los Cielos. No ames ni el mundo ni nada de este mundo más que el llamado de Dios a tu vida. Sacrifica lo que sea necesario para entrar al Reino de Dios. Pon a un lado todo lo que tengas que poner a un lado, véndelo todo. Esa imagen de venderlo todo, de dejarlo todo; el que no deja padre y madre, hermano o hermana, hijo o hija por Mí no merece ser Mi discípulo dice el Señor.

Por eso es que el Evangelio es más difícil, es porque tú tienes que establecer una escala de valores muy diferente a la del mundo. Tú tienes que examinar todas las bolitas de vidrio que tú tienes en tus manos que tanto te fascinan y decir: ¿qué hago me quedo con ellas o acepto el pan de vida que es Cristo Jesús y lo dejo todo para el incomparable valor de conocer a Cristo como Señor y Salvador? Y yo creo que nosotros tenemos también al nivel de creyentes eso mismo. Hermano no hay nada más valioso en este mundo que ser un agente para el avance del Reino de Dios en la Tierra.

¿Qué estás haciendo tú para avanzar el Reino de Dios? ¿Cuál es tu llamado, dónde está tu trato con Dios directo entre tú y Él? ¿Qué es lo que Dios te ha llamado a hacer a ti? ¿Y estás poniendo tú todo lo demás a un lado por el incomparable gusto de ser usado por Dios y ser un instrumento en las manos del Señor? ¿Qué es lo que te aguanta?

Gracias a Dios que hay una cuarta semilla que no tenemos que insistir mucho en ella. Yo espero que todos nosotros aquí o la inmensa mayoría seamos ejemplo de esa cuerta semilla. Es la semilla que cae en buena tierra. Yo espero que todos nosotros seamos buena semilla. Son la gente que entendió la importancia del Evangelio. Son las personas que no dejaron que la aflicción o las pruebas o las vicisitudes de la vida normal de este mundo lleno de aflicción les aparte del Evangelio. Y son las personas que aman más a Dios que los apetitos de este mundo y los placeres de este mundo y las vanidades, y los ofrecimientos traicioneros de este mundo y que lo han perdido todo para ganar a Cristo.

Y yo espero que todos aquí seamos meustra de esa cuarta tierra, tierra fértil que da fruto. Fíjese que no es tierra que simplemente recibe la semilla, brota una mata y eso es todo. Dan fruto a treinta, a sesenta, a ciento por uno. Si tú has verdaderamente has recibido a Cristo como Señor y Salvador Dios espera que des fruto de alguna forma, de alguna manera que seas usado para gloria del Señor y avance del Evangelio.

Bajemos nuestras cabezas un momento hermanos y preguntémonos: ¿Dónde estoy yo en esa escala de valores? ¿Qué tipo de tierra soy yo? ¿A qué nivel estoy yo dando fruto en mi vida? ¿He yo recibido la Palabra por primera vez?

Mucha gente ha estado sembrando; el Pastor predica en el sermón los domingos. Mi amigo, mi amiga que me trajo a la Iglesia me ha dicho que acepte a Cristo, que me reconcilie con Él, que abra mi corazón para que Él entre a mi vida y yo no lo he hecho todavía y yo quiero ser una buena tierra. Yo quiero ser abierto a la Palabra, yo quiero entender la importancia del Evangelio. Pídele al Señor que abra tu corazón, pídele al Señor que abra tu mente ahora mismo. Pídele al Señor que te muestre la importancia.

La decisión más grande que tú puedes hacer en tu vida es aceptar a Cristo como tu Señor y Salvador. No hay nada que vaya a tener más impacto mayor en tu vida aquí de paso; no solamente en tu vida eterna se me ocurre sino también la calidad de vida que tú tengas aquí en la Tierra. Si vas a vivir una vida superficial y vana o vas a vivir una vida sublime y profunda manejando las cosas más bellas que tú te puedas imaginar. La Palabra de Dios, los misterios del Evangelio. Eso es lo que Dios quiere para ti y todo comienza cuando tú te constituyes en buena tierra que recibe la Palabra y esa Palabra cae hondo en el corazón y echa raíz para vida eterna.

Yo quiero invitar si hay alguien aquí que no ha dado ese paso todavía de invitar a Jesús a entrar a su corazón que lo haga en este momento, yo quiero invitarles. ¿Hay alguien que quiera aceptar a Jesús como Señor y Salvador que no lo ha hecho antes y quiere dar un paso de fe? Y decir: Señor yo soy buena tierra, yo te recibo, entra Tu semilla hondo en mi vida te doy mi semilla, te doy mi corazón. ¿Habrá alguien? levante su mano queremos orar por usted hermano o hermana donde quiere que esté ¿habrá alguien que no lo ha hecho todavía? si ha venido en algún momento y no ha dado todavía su vida al Señor Jesucristo, queremos orar por usted levante su mano.

Hay dos personas allí, dos hermanos que levantan su mano ¿alguien más? Queremos orar por ustedes hermanos no pierda la oportunidad de hacerlo. ¿Quiere acompañarla alguno de los hermanos, de los ujieres a esa hermana? pasen por acá vengan un momentito queremos orar por ustedes o pónganse de pie entonces está bien ahí mismo donde están ustedes, no se preocupen entendemos muy bien, póngase de pie allí y vamos a orar simplemente por ustedes no se preocupen, está bien como quieran lo importante es que en el corazón allí hay una apertura al Señor.

Nunca deje eso de que pasar al frente o no de usted decirle al Señor, no no se preocupe Dios sabe cómo se trata eso en su corazón pero sí tiene que haber un movimiento interno de alguna forma para que se dé esa química allí, para que confesemos al Señor activamente. ¿Habrá alguien más? todavía un momentito más abrimos ese momento para que alguien más que necesite oración para ponerle en los brazos del Señor Jesucristo y entonces usted pueda continuar su camino entonces bien seguro, bien claro de que la semilla del Evangelio está instalada en su corazón.

Y de allí nadie la podrá arrebatar ¿sabe? Si usted entra a Cristo y se mantiene allí y le dice: Señor me encomiendo a Tu Gracia el diablo nunca va a poder arrebatar la semilla de su corazón ¿sabe? confíe en que Dios va a estar con ustedes en todo momento y entonces comience a caminar esa vida cristiana seguro de que el Señor lleva la carga. Lo tuyo es mantener la semilla allí en su lugar, hacerla, nutrirla con la Palabra de Dios, la oración y el Señor se encarga de que tú llegues al destino.

Así que vamos a orar por estos hermanos y hermanas, estos dos hermanos allí que están de pie y este hermano aquí también de en frente, extienda sus manos hacia ellos y vamos a bendecirlos. Señor gracias porque estas vidas te aceptan. Yo les animo a decirle ahí a Cristo: entra a mi corazón y toma control de mi vida, yo me entrego a Ti. Dígale en sus propias palabras ahí internamente, hable con el Señor y abra su corazón y su mente para que Él haga la obra en usted.

Y dígale: Señor entra a mi vida, toma control de ella yo te recibo como mi Cristo el enviado de Dios, el ungido del Señor, el que Tú has enviado Dios para que sea mi intermediario y mi modo de acceso al Padre y yo lo recibo así y lo acepto así y lo creo así y lo confieso así, creo que Cristo es mi Salvador y el que perdona mis pecados, y el que sana todas mis heridas y el que paga todas mis deudas. Y me hago hoy siervo de Cristo, sierva de Jesús; lo seguiré hasta la muerte y seré fiel a Su Palabra.

Gracias por entrar en mi vida Señor Jesús, te recibo y me declaro siervo Tuyo, sierva Tuya, propiedad Tuya del Reino de Dios y renuncio a toda obra de Satanás y de la carne y abrazo los valores del Reino de Dios y de la eternidad. Gracias Padre.

Señor yo bendigo a Tus hijos y declaro Tu Presencia en sus vidas, séllalos con Tu Espíritu y gracias Padre por el misterio de la salvación. En el Nombre de Jesús y el pueblo de Dios dice: amén. Dios les bendiga mis hermanos, Dios te bendiga hermano, hermanos. Hermanos Dios les bendiga aquí.

Autoconciencia - La mejor defensa contra la tentación

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Estuvimos hablando acerca de las pruebas, y cómo las pruebas, las tribulaciones, la vida, las situaciones difíciles, muchas veces son usadas por Dios para bendecirnos, formarnos, crear en nosotros discernimiento, hacernos más como Cristo, hacernos más compasivos, darnos experiencias que nos dan diferentes dimensiones y facetas del Dios al cual servimos. Dios usa las pruebas, las pruebas vienen, vienen a la vida de los creyentes, pero nuestra fe puede transformarlas en peldaños para el crecimiento espiritual. Qué lindo sonó eso. Apúntenmelo ahí para que no se olvide. Sí, sí, pueden ser formas de crecer, de llegar a ser más como Cristo.

Entonces, Santiago ahí en ese Capítulo 1, después de hablar acerca de eso, pasa a otra parte donde habla, en el Versículo 12, acerca de “soportando las pruebas”. Interesantemente, la palabra prueba, que es la palabra en griego peirasmos.

Peirasmos es la palabra que puede decir o prueba o puede decir tentación. Es la misma palabra en el griego original. Una prueba también puede ser una, se usa también para hablar de tentación. Entonces es interesante que aquí Santiago cuando dice “bienaventurado el varón que soporta la tentación”, dice “el varón que soporta peirasmos”. Peirasmos. Porque cuando haya recibido el peirasmos recibirá la corona de vida que Dios ha prometido a los que le aman.

Por eso es que ve, él intercambiablemente usa la misma expresión, la tentación, cuando haya resistido le prueba. Es la misma palabra. Es como si hubiera dicho que soporta la tentación, porque cuando haya resistido la tentación, recibirá la corona de vida. Él acaba de hablar acerca de las pruebas antes de eso. Y entonces, o mejor dicho está hablando aquí acerca de eso mismo, de las pruebas, y entonces está usando aquí esa misma idea de… pero ahora la usa en términos de la tentación. Y dice “cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios”.

Evidentemente aquí él está tomando esa expresión que es de doble sentido, y él está usando, para el sentido de tentación, porque en el Versículo 2, decía “Hermanos míos, tenéis por sumo gozo cuando os halléis diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia”. En realidad las pruebas, la tentación, son dos situaciones de adversidad, conflicto, lucha. Nos ponen en presión, en tensión nuestra vida. Cualquiera de las dos puede ser difícil para nosotros.

Ahora, él escoge esta idea de pasar por una tentación. Entonces él dice que primero el varón, las hermanas no son jamás tentadas así que no tiene nada que ver con ellas en este caso. Bienaventurado el varón que soporta la tentación, porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de la vida que Dios ha prometido a los que le aman.

Ustedes recordarán que yo hablé un poquito como una radiografía de la tentación, recordarán esa expresión. Santiago dirigido por el Espíritu Santo habla aquí acerca de como tres, cuatro pasos. Cuatro etapas que se dan cuando una persona es tentada. Para mí eso es una de los tratados en la escritura más reveladores acerca de cómo es que se dan las cosas. Es como entrar en la psicología del ser humano y ver qué es lo que pasa, cómo es que se da la tentación y el pecado y toda esta cosa.

Lo primero que él dice es que tengamos cuidado de nunca culpar a Dios de una tentación. ¿Quién es que tienta? Dios no tienta a nadie, dice. Dios ni tienta a nadie ni es tentado por nadie. Satanás es quien es el tentador. Porque una tentación es totalmente diseñada para hacernos tropezar y caer. Caer en pecado, apartarnos de Dios, ofender a Dios. Dios no se contradice a sí mismo. Dios nunca va a poner una persona en una situación para tentarla para que esa persona caiga y sea condenada. Dios no quiere que nadie se pierda, dice segunda de Pedro, sino que todos procedan a la salvación.

Entonces Dios no se contradice. Dios no te va a meter una zancadilla para que tú tropieces, caigas, entonces te condenes, o lo ofendas o te alejes de él. Dios no hace eso. Pero a veces nosotros sí tendemos a echarle la culpa a Dios. ¿Recuerdan a Adán y a Eva? Nosotros siempre estamos echando la culpa a alguien en vez de nosotros mirarnos a nosotros mismos. No. ¿Qué dijo Adán cuando pecó en el huerto del Edén? La mujer que tú me diste, doble acusación.

No se contentó solamente con echarle la culpa a la pobre mujer, sino que también dice “la que tú me diste, yo no la escogí a ella, así que tú eres responsable. Ese muerto cárgalo tú. No me lo eches a mí encima”. No.

La mujer que tú me diste. Siempre el ser humano tiende a echarle la culpa o a Dios, los judíos son famosos por eso. Váyanse al Antiguo Testamento y verán siempre echándole la culpa a Dios. Cuando vienen los 12 espías de la tierra prometida y dicen “¿Saben qué? Allá hay, sí, es verdad, buena comida, las uvas son del tamaño de pelotas de béisbol. Pero hay unos gigantes allí que nadie les puede meter el diente. Son de seis, ocho. Son tremendos. Hay que cogerles miedo.”

Y entonces cuando el pueblo escucha ese mal reporte que dan los espías, ¿qué pasa? Se quejan de Dios. “Ay, mira, nos trajiste aquí para matarnos. ¿Cómo vamos a entrar ahora a esa tierra que está llena de gigantes y de gente mucho más fuerte que nosotros? Nos trajiste de Egipto. Nos hubiéramos quedado allá con esos buenos ajos que había y esos sancochos tan ricos que…

Y comienzan a echarle la culpa a Dios de haberlos sacado de Egipto y para meterlos en una tierra donde no podían entrar, y que se iban a morir en el desierto. Siempre estamos echándole la culpa al Señor, entonces Santiago dice “no le echen la culpa a Dios cuando ustedes se encuentran en una tentación porque Dios no tienta ni es tentado por nadie, no tiene nada que ver con él.” Pero qué interesante.

Aquí dice, de paso, otra de las culpas favoritas que tenemos en este tiempo es las cromosomas me obligaron. Los genes. Por ejemplo, el movimiento homosexual echa la culpa que “bueno, yo nací así” y hay científicos que han tratado de descubrir un gen homosexual, que es lo que hace, que la genética. Echamos la culpa a la genética. La genética made me do it. Le di un golpe a la mujer, la genética me obligó a hacerlo.

Entonces Santiago dice “no, la responsabilidad está sobre cada ser humano, no le echen la culpa al diablo”. A veces le echamos la culpa al diablo, y el pobre está por allá en unas ramas con palillos metiéndoselos en los dientes y no tiene nada que ver con nuestro pecado pero le echamos la culpa al diablo. Qué cosa.

Entonces Santiago dice “no, no, no. Miren hacia ustedes mismos. Cada uno es tentado cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido”. ¿Recuerdan que decíamos acerca de la palabra que se traduce al español concupiscencia? Epitumía. ¿Que qué es? Epitumía es cualquier, esos apetitos fuertes que hay en nosotros, esas emociones fuertes que hay, que nos obligan a hacer cosas que no queremos hacer porque son cosas que están fuertemente en nosotros.

Te habla la nevera antes de irse a dormir, ha tenido las mejores intenciones, ha guardado su dieta religiosamente toda la semana, y ahí hay medio galón de helado Friendly’s, de chocolate, fresa y vainilla y usted lo mira y ese helado le está diciendo “ven, ven, ven”. Y usted dice, bueno, una cucharita nada más antes de irme a dormir para no quedarme con ese mal pensamiento. Cuando viene a ver, dejas el container vacío completamente. Le corre el helado por la esquina de la boca. No. Satanás me hizo hacerlo. No. Es simplemente los apetitos, la epitumía del helado, esto que le hizo pecar, mi hermano, no le eche la culpa a nadie.

Epitumia puede ser cualquier emoción fuerte, cualquier apetito. Hay tantos diferentes: emociones, inclinaciones, cosas que nos obligan y que están en nosotros, los instintos. Nuestro sistema neurológico. Hay tantas cosas que estamos construidos para obedecer a estos estímulos. Y están dentro de nosotros. Satanás no pone nada nuevo en el hombre. Es más, Satanás no coge una persona que está caminando por ahí lo más bien, santa, linda, perfecta, pura, y entonces como que le abre la boquita y le instala un pecado dentro, no. Eso no es así.

Lo que él hace es que él encuentra las cosas que están en nosotros. Esos puntos de aterrizaje, son pistas que están dentro de nosotros, y entonces él anda por allá arriba mirando con su avión, y dice “Ah, mira, una pista, qué linda allí”. Y entonces viene y aterriza en esa pista. Y entonces, lo que él hace es que él opera sobre esas cosas que están en nosotros.

Quiero que señale eso, que una de las cosas más importantes que nosotros tenemos que hacer en la vida es conocernos a nosotros mismos. Y conocernos como un psiquiatra conoce a un loco, es decir, sabiendo de qué pié cojea. Nosotros tenemos que ser honestos con nosotros mismos. Porque cada uno de nosotros tiene sus áreas débiles. Cada uno de nosotros tiene sus apetitos, tiene sus tendencias, tiene sus inclinaciones, tiene sus debilidades, tiene sus deformaciones. Todos las tenemos. Y fíjense que no son solamente necesariamente cosas así abiertamente pecaminosas, porque puede ser muchas veces, por ejemplo, una inseguridad que hay en nosotros, que fuimos fomentada por un trasfondo donde no se nos afirmó, no se nos fortaleció, no se nos generó en nosotros una confianza en nosotros mismos y una identidad clara y definida.

¿Cuántos muchachos ustedes ven así por ejemplo jovencitos que como que no están definidos? Son inseguros. ¿Y qué pasa? Viene por ahí otro que está bien claro en el mal. Y este jovencito, que se portaba bien, que está bien en su casa, que era un niño bien comportado, en seis meses, o tres meses, está vendiendo droga por la calle. ¿Por qué? Porque esa inseguridad que había en él, esa falta de definición, ese deseo de agradar a otros para sentirse querido y afirmado lo lleva entonces en vez de cuando dicen ¿sabes que vamos allí? ¿Quieres fumar un poquito para que tú veas qué bueno? En vez de decir “no, yo no hago eso porque no es bueno o yo soy un cristiano, lo que sea”, se deja influenciar porque hay una inseguridad en él.

Hay una epitumía, hay algo, una debilidad interna que lo lleva entonces a caer en el pecado. El diablo usa eso. Y así puede ser cualquier otra cosa. Hay tantas cosas. Hay un deseo, por ejemplo de gloria de una persona de ser admirado, de estar en control, de tener influencia, de cuando entra a un lugar, lo reconozcan y lo saluden y lo lleven al mejor lugar, etc. Muchas veces eso lleva a una persona a cometer crímenes, lo lleva a vender su alma al diablo, lo lleva a hacer cosas deshonestas para ganar mucho dinero, para entonces tener fama.

El enemigo usa cualquier tipo de inclinación, debilidad interna que hay en nosotros. Y eso es lo que él usa para atraparnos, seducirnos. El ve, él es un psicólogo consumado, y por eso es que nosotros tenemos que pedirle al Señor que nos ilumine cada día y nos dé entendimiento y honestidad para reconocer cuáles son las áreas en nosotros que nos pueden llevar a la autodestrucción, al pecado, a hacer las cosas que no debemos hacer, que no queremos hacer. Todos tenemos algo en nosotros, déjenme decirle “no hay nadie”. Quizás yo solamente pero aparte de eso no hay nadie más.

OK. Todos la tenemos, hermanos, y parte de la sabiduría de un hombre o una mujer es saber que siempre vamos a estar luchando con eso. Y no es que Dios no sea poderoso, no es que su espíritu no sea lo suficientemente…. Es que Dios obra en maneras extrañas. Y muchas veces él escoge no destruir completamente eso que hay en nosotros, porque es como un contrincante benévolo. Un contrincante benévolo que Dios permite que esté allí como para ser nuestro entrenador. Para boxear con nosotros y enseñarnos la guerra.

Sabes que muchas veces dice, hay un pasaje interesante, se me dio la introducción solamente pero está bien, que sea parte de la… ¿Sabes que Dios dice? La Biblia dice, en el Antiguo Testamento, Dios no quitó originalmente las tribus enemigas de la tierra prometida ¿por qué? Para que los judíos aprendieran la guerra. ¿Está ahí o no? Yo no me estoy inventando eso. Él dejó tribus enemigas para que los hebreos se entrenaran en la guerra y fueran gente fuerte y pudieran defender su tierra.

Y sabes que muchas veces Dios permite, hay contrincantes en nosotros, luchas en nosotros. Decimos “Señor, sácame esto, quítame esto”. Y batallamos y peleamos. Y dice “no, basta de mis gracias”. Porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Como le digo a Pablo. “Señor, líbrame de este aguijón”. Pablo lo llama un mensajero de Satanás, imagínense. No solamente nuestro esposo el mensajero de Satanás a veces hay mensajeros que vienen también de otras maneras, no.

Hay un mensajero de Satanás, dice, para que me abofetee. Como para que mantuviera a Pablo humillado y le recordaba “tú eres un mero hombre”. Sí. Tuviste grandes revelaciones, fuiste al tercer cielo, oíste cosas que no le son dadas a nadie, ni siquiera revelar. Pero después de todo, tú eres un hombre, y tienes que tener misericordia y tienes que venir ante mí y buscar mi gracia todos los días.

A veces Dios permite cosas en nosotros para que no nos envanezcamos demasiado, para que aprendamos misericordia hacia los demás, para que seamos pastorales en nuestra forma de tratar a los demás. Muchas razones.

Pero entonces, esas cosas van a estar en nosotros, esos aguijones van a estar en ti, van a estar en mí. Y por alguna razón misteriosa, Dios no los va a quitar pero es importante que tú sepas cuáles son y conozcas su nombre y dirección y que tú siempre te tomes una píldora de autodisciplina y de gracias del Señor y que estés bien alerta, y que le pidas al Señor introspección y capacidad para entender esas cosas y que te guardes a ti mismo.

Y si tú tienes un área débil, mira, huye de esas áreas y mantente, sabe cómo desarrollas defensas contra esa área. Yo decía “si usted ha sido alcohólico, no se mude encima de una licorería, no”. Si usted le gusta el helado, no llene su refrigerador de helado, no compre helado. Si le gusta demasiado la comida, compre platos chiquitos, lo que sea, pero el caso es que tenemos que entender cómo hacerle la guerra a esas áreas de nuestras vidas que nos están haciendo daño y desarrollar, pedirle al Espíritu Santo que nos dé sabiduría, y sabe que en ese proceso de aprender cómo batallar esas áreas de nuestra vida, nosotros crecemos, nos hacemos fuertes.

Malas compañías, malas conversaciones, malas lecturas. Si usted sufre de una testosterona sobreabundante, no vea películas excitantes. Es más, no las vea, punto, sufra o no, de malas inclinaciones. No las vea. Pero usted tiene entonces que tener especial cuidado de cosas que lo puedan inducir a una vida mental o una práctica indebida. Tenemos que tener cuidado. Y todas esas cosas Dios las usa entonces para que aprendamos prudencia, sabiduría, introspección, capacidad pastoral para aconsejar a otros, etc. Pero definitivamente están allí.

Y por eso que Santiago habla de que cuando de nuestra propia concupiscencia, nuestra propia pecaminosidad, podríamos decir, vuestra propia imperfección, nuestra propia constitución interna, las fallas estructurales que tenemos en nuestro carácter, en nuestra psiquis, en nuestra personalidad. Llámenlo lo que usted quiera. La tentación viene cuando el enemigo aprieta ese botoncito que está ahí en ustedes. Y a veces algunos tenemos no uno sino tenemos todo un panel lleno de botoncitos con luces amarillas, rojas y verdes, flashing para que el enemigo las pueda ver y las apriete cuando él quiera, toque unas sinfonías demoníacas con las lucecitas.

Cuando en su propia concupiscencia es atraído y seducido, la presión por la que él es atraído y seducido es la idea de por ejemplo, en proverbios está la idea de cuando un joven va caminando por la calle y viene una mujer sexual, una prostituta y comienza a decirle “Vamos a mi casa, tengo allá un cafecito que me mandaron de Puerto Rico que tiene un sabor riquísimo y un postre que hice para ti específicamente, vamos allá, vamos a ver televisión, vamos a oír buena música tengo un último cd de Julio Iglesias y yo sé que lo vamos a pasar muy bien”. Y ese joven, el pobre que iba a trabajar por las mañanas, termina en la casa de ella atraído y seducido. Entonces por eso es que la tentación muchas veces es eso, es seducción. El enemigo es el gran seductor. Nos atrae. Usa esas cuerdas que están en nosotros.

Y entonces fíjense que es el proceso, ahí está el proceso de la tentación. Él da unos cinco pasos. Primero es de nuestra propia concupiscencia, hay algo en nosotros. Entonces, dice, entonces la concupiscencia, después que ha concebido, fíjense, la concupiscencia atrae, nos atrae y seduce. Después, hay una, la concupiscencia concibe. Número tres, da a luz el pecado. Y el pecado, número cuatro, siendo consumado, número cuatro, da a luz la muerte. Entonces concupiscencia en nosotros, concepción, dar a luz, entonces consumación del pecado, y da a luz la muerte. Entonces lo primero es eso, está en nosotros. Segundo, ha concebido. ¿Qué quiere decir para mí concebir? Después que ha concebido. Él lo da, es casi como un parto. De un parto.

¿Qué es lo equivalente, digamos, en el proceso de la tentación a concebir? Yo creo que es cuando, digamos, mira, el diablo puede tirarte una tentación, viene a tu mente. Si tú rápidamente apartas la mirada o renuncias a ella. Pero muchos de nosotros ¿Qué es lo que hacemos que nos quedamos ahí? No. Nos quedamos fantaseando, pensando en eso, sea lo que sea. Sea lo que sea. Un buen vestido en Marshall’s y no tenemos dinero ni siquiera para pagar la renta, y estamos pensando, lo vimos, nos vamos a la casa, pero guau, ese vestidito qué lindo quedaría con estos aretes.

Y usted va allí y está pensando, pensando en el bendito vestido ese. Y llega un momento como que ¡bam!, se desprende de usted, “lo voy a comprar, no importa, no voy a decir nada a mi marido pero yo tengo que tener ese vestido.” Se le plasmó, se le pegó la raíz, llega un momento, yo creo que en toda tentación, en toda situación, en que uno como que se ahínca a eso. Pasó de ser un mero pensamiento a ser ya es como una presencia en usted. Y ya se convierte en algo bastante concreto.

Nosotros tenemos que tener mucho cuidado al decir “Señor ayúdame”, porque sabe que si nosotros somos lo suficientemente honestos con nosotros mismos y atentos, vamos a discernir esos pasos. Lo que pasa es que nos hacemos de cuenta que no lo vimos. Pero hay una foto ahí grabada que un día se la va a enseñar el Señor allí arriba en el cielo que “oh, yo no sabía, me encontré haciendo, sin darme cuenta”. Mira, aquí está, esta es la foto de tu cerebro cuando digo “ahora lo voy a hacer”. No me digas que no.

Entonces yo creo que hay muchas veces, por eso yo creo que el mejor momento para huir de la situación es cuando está fresca todavía. Cuando el enemigo está simplemente tratando de seducirnos. En ese momento trate de apartar la mirada, quite el pensamiento, ponga un cassette de Marcos Witt, lo que sea, pero haga algo y no esté allí meditando y obsesionando sobre eso. Es como la nieve. ¿Cuál es el mejor momento de palear nieve? Cuando cayó. Porque después ¿qué pasa? ¿Sí o no? Mi espalda le puede decir mil veces lo que pasa. Después que la gente comienza a pisar la nieve y a caminar sobre ella, dime…

Después que esa nieve está apretada y se pegó al cemento, usted necesita una antorcha de fuego para sacarla de allí. Mejor desde que cayó y está fresquecita, vaya dos o tres veces y palee lo que pueda pero no la deje que se pegue. Y eso pasa, el mejor momento es cuando está fresco, superficial, porque después que ha concebido, después que se ha pegado, ya es muy difícil que se salga de nosotros.

Señor, dame discernimiento para entender eso. Entonces el tercer proceso que dice aquí Santiago es que entonces cuando ha concebido, tarde o temprano da a luz el pecado ¿Qué pasa? Después que tú ya te fijaste eso y echó raíz en ti, generalmente va a dar a luz es cuando ya es realizado, cuando ya tu pasaste de mera fantasía, obsesión, pensamiento, visitarlo, imaginarlo, ensayarlo en tu mente, tú pasas a llevarlo a cabo. Entonces da a luz, ya el bebé está afuera, ya no puedes decir nada, ya está ahí, visible.

Y eso es lo que pasa entonces ¿qué pasa? Esa es la tercera cosa, ya cuando sucede, hicimos lo que hicimos, cualquier cosa, hermano, hay tantas maneras, no tienen que ser cosas malas, obviamente pecaminosas, pero esa es la forma. Y usted como que tiene como que entender ese proceso, decir ¿dónde estoy en el proceso? ¿Qué puedo hacer en este punto? Y usted, medir, y entonces tomar acción enseguida. Porque usted, no “oh, Señor, sáname, quítame esto, dame amnesia”. No. No es tan fácil. Brega tu con las armas y los recursos que yo te he dado, las herramientas de mi palabra, de la oración, y otras cosas. Sé honesto contigo mismo.

Entonces, da a luz el pecado. Y el pecado siendo consumado, es decir, llegando a su máxima manifestación, su plenitud de manifestación, ya, y muchas veces lo que hacemos entonces es que nos metemos en él y nos regodeamos en él. Y lo perfeccionamos casi. Siendo consumado, da a luz la muerte. Es el último resultado. Porque todo pecado lleva a la muerte, de una manera u otra. Puede ser la muerte de tu inocencia, puede ser la muerte de tu relación con Dios, puede que Dios la resucite. Pero ¿Qué pasa? Cuando nosotros hemos pecado, como Adán y Eva, algo se rompe. Hay una comunión que se rompe.

¿Por qué Adán y Eva se escondieron y se pusieron ropas de hojas? Porque algo en ellos, conciencia, les dio a entender, ya no es lo mismo. Ya no es ese Dios venir y visitarnos y conversar con él y esa perfecta comunión. Ya una sombra se posó sobre tu mente, sobre tu psiquis, y ya tú sabes que hay algo dentro de ti que te impide disfrutar plenamente tu comunión con Dios. Hay muerte. A veces puede ser muerte literal. ¿Por qué la muerte está en el mundo? Porque el pecado de nuestros padres originales, el pecado siempre conduce a la muerte. La paga del pecado, dice el apóstol Pablo, es muerte. Más la dádiva de Dios es vida en Cristo Jesús.

Todo pecado conduce a algún tipo de muerte, puede ser muerte en tu relación con tu esposa, tu esposo, muerte en tu relación con Dios. Muchas veces puede ser muerte eterna, cuando una persona practica el pecado y se olvida de buscar restauración y sanidad, y no se arrepiente. Pero siempre el pecado tiene algún tipo de muerte. Olvídense. Nunca va a ver la frescura de una planta, fresca, virgen, bonita y bien irrigada, sino que algo se marchita dentro de nosotros. Por eso Santiago dice “El pecado siendo consumado da a luz la muerte”. Esa es la radiografía del pecado.

Pero él no termina (perdón y yo sé que me extendí un poquito) pero él no termina en una nota negativa sino dice “Amados hermanos míos, no erréis, toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del padre de las luces, en el cual no hay mudanza ni sombra de variación. Él de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad. Para que seamos primicias de sus criaturas. Santiago termina con una nota positiva. Ese Dios que a veces acusamos de ser el origen de nuestro pecado. No.

Él no es, al contrario, lo único que Dios da es todo don perfecto, toda buena dádiva, él es el origen de la bendición, la luz, el gozo, la virtud, el fruto del Espíritu Santo, y él no cambia, ese es su carácter, no es como que un día él se levantó de mal humor y decidió meterte en una situación difícil o que no quiere que tú entres al reino de Dios o que se arrepintió de haberte llamado. No. El siempre es el mismo. Dios todo es sí y Amén, dice la palabra. Y su único deseo es que nosotros ganemos la victoria, que entremos a la vida eterna. Dios está comprometido con nosotros para que vivamos una vida bendecida. Dios quiere eso de nosotros.

Y nosotros tenemos que, no tanto acusar al diablo como llenarnos de Dios. Tanta gente le echa la culpa al diablo todo el tiempo. Mira, llénate de Dios. Alguien ha dicho que en vez de maldecir la oscuridad, prenda una luz. Lo que tenemos que hacer, Señor, ayúdame a estar tan lleno de ti y a vivir tan cerca de ti, en tu palabra, en la alabanza, en la meditación en ti, en buscar más y más de las cosas buenas de tu reino, que no haya lugar en mí para que el diablo pueda hacer lo que él quiera, porque es el Dios que nosotros tenemos.

Entonces Santiago nos invita a quitar la mirada del pecado del diablo o de un Dios neurótico que quiere hacernos daño y ponerla sobre un Dios virtuoso, amoroso, que es la fuente de toda bondad, de toda virtud, de toda cosa buena, de todo buen pensamiento, de toda buena inclinación. Es el Dios que de su voluntad nos hizo nacer, por la palabra de verdad, para que seamos primicia de sus criaturas. Él termina con una nota tan linda. “Dios quiere que nosotros seamos primicias de sus criaturas”. Lo que quiere es que tú brilles. Dios quiere que tú seas un hombre o una mujer virtuosa, un consejero, un pastor de almas, un hombre logrado en el espíritu. Quiere que tú seas lo mejor de lo mejor. Y esa es la visión de Dios.

Él termina entonces tornando nuestra mirada de una persona que cae, peca, ofende a Dios, a una persona llena del Espíritu Santo, virtuosa, crédito para el reino de Dios y que trae gozo al corazón de Dios. Qué linda, ¿no? Como él cambia las cosas. Entonces ahí usted tiene, hermano, ese llamado de Dios a esa vida virtuosa y a saber que eso es una lucha continúa, vamos a tener esa lucha hasta que partamos de este mundo y Cristo venga. Pero gloria a Dios que tenemos un Dios comprometido, danos la victoria, siempre, por medio de Cristo Jesús, Amén, la victoria es tuya. Dios está comprometido contigo, y todos sus dones, todo el poder de su espíritu está diseñado para que tú llegues a la victoria.

Lo que Dios le quitó al diablo era esa autoridad que él tenía sobre la humanidad. Le quitó esa dictadura, ahora en Cristo es un nosotros no somos esclavos del pecado ya. El pecado no es algo inevitable porque Dios se ha comprometido. Ese Dios bueno está comprometido a que tú llegues a la meta siempre. Usa de sus dones, usa de sus recursos, usa de sus armas. Toma la armadura de Cristo. Y eso te va a dar poder sobre toda situación en tu vida. Ven. Que Dios nos ayude, que nos dé la victoria siempre.

Vamos a ponernos de pie, en este momento, pedirle al Señor ahí un segundo que te dé sabiduría, cuáles son las áreas de tu vida que necesitan ser tratadas por Dios. Nombra algo en tu vida, en mi vida, ahora mismo, tengo que hacer lo mismo, y decirle al Espíritu Santo, examíname, oh Dios, y conoce mi corazón. Pruébame y conoce mis pensamientos. Y ve si hay en mí camino de perversidad. Y guíame por el camino eterno. Señor, si hay algo en mí, si hay algo en nosotros que te ofende, que nos incline hacia el pecado, que le da un agarre al enemigo, en esta noche te pedimos, Señor, sánanos, tócanos, ilumínanos, danos sabiduría. Padre, instala tu fuerza dentro de nosotros, dominio propio te pedimos, padre.

Te pedimos Señor, autoridad sobre las inclinaciones, los apetitos que nos llevan a ofenderte, Padre. Danos un corazón de virtud, de amor, sánanos y purifícanos. Oh, Señor, de nuevo como dice el salmista, purifícame, conoce mi corazón, Señor, contra ti, contra ti solo hemos pecado y hecho lo malo delante de ti para que sea reconocido justo en tu palabra y tenido por puro en tu juicio. Sánanos, límpianos, purifícame, Señor, purifícanos. Llévanos a esas aguas limpias, a beber de tus aguas, Señor, porque sólo tú, Dios, eres la fuente de toda virtud, de toda cosa buena.

Danos una iglesia, Padre, limpia, Señor, cada día que esta iglesia pueda reflejar más y más los valores de tu reino. Valores de santidad, de pureza, sencillez de corazón, Padre. Actitudes como las de Cristo, haznos inocentes, Señor, como niños. Oh, Dios, ten misericordia, perdónanos y ayúdanos, Padre. Lávanos, límpianos, purifícanos, Señor, y llévanos a esa postura de santidad que hay en Cristo, Jesús. Te alabamos esta noche, Padre, te bendecimos. Gracias, Espíritu Santo, gracias Señor, gracias Padre. Y nosotros decimos Amén. Dios les bendiga.

Promesa de una descendencia bendecida

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Vamos a un pasaje que siento que el Señor me dió para nuestras madres pero también para nuestros padres, para las familias cristianas que en este tiempo nos sentimos un poquito bajo el embate de una cultura que es un poco hostil a la educación y la crianza de hijos temerosos de Dios, hijos que reflejen los valores del Reino de Dios.

Y verdaderamente siento que Dios le dió un giro diferente a un pasaje que yo he predicado muchas veces acerca de Él pero en una dirección diferente; pero como que Dios me lo refrescó esta mañana y me invitó a enfocarlo desde la perspectiva de la maternidad y de la paternidad y del hogar en general y que yo creo que es una Palabra profética para todos nosotros.

Así que les invito a ir a Isaías capítulo 54, Isaías 54. Es una Palabra de esperanza, una visión optimista del futuro de la familia. 'Promesa de una descendencia bendecida' yo lo llamaría así y de paso si se me olvida decirle el título a mi hermano Carlos que siempre viene por acá a preguntarme, pues promesa de una descendencia bendecida. ¿Qué tal aprueban el título así hermanos? ok lo vamos a poner así entonces.

Promesa de una descendencia bendecida. Isaías capítulo 54 es un llamado a una persona que tiene una visión negativa acerca del futuro y la invitación del Señor es a cambiar esa visión negativa y esa expectativa negativa por una visión optimista y positiva.

Dice aquí: "Regocíjate oh estéril, la que no daba a luz. levanta canción y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto porque más son los hijos de la desamparada que los de la casada ha dicho Jehová. Ensancha el sitio de tu tienda y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas. No seas escasa, alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda y tu descendencia" puedes leer ahí tus hijos, tus nietos "tu descendencia heredará naciones y habitará las ciudades asoladas."

"No temas" nos dice el Señor a todos nosotros "no temas porque no serás confundida y no te averguences porque no serás afrentada, sino que te olvidarás de la verguenza de tu juventud y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria, porque tu marido es tu Hacedor, Jehová de los Ejércitos es Su Nombre y tu Redentor el Santo de Israel."

"Dios de toda la tierra será llamado porque como mujer abandonada y triste de espíritu te llamó Jehová y como la esposa de la juventud que es repudiada dijo el Dios tuyo. Por un breve momento te abandoné pero te recogeré con gran misericordia. Con un poco de ira escondí Mi rostro de ti por un momento pero con misericordia eterna tendré compasión de ti dijo Jehová tu Redentor." bendiga el Señor Su santa Palabra.

¿Qué lindo pasaje verdad que sí? ¿No siente usted el consuelo de Dios, no siente usted la invitación de Dios a adoptar una perspectiva positiva acerca del futuro? Podríamos continuar leyendo el pasaje y en algún momento quizás toque otras partes del contenido de este hermoso texto, pero con esos versículos tenemos una idea de las palabras de consuelo y el llamado de Dios a una actitud positiva, optimista, confiada acerca del futuro.

Vivimos en un tiempo en que hay mucha gente temerosa acerca del futuro de nuestros hijos. Sabemos que es una cultura definitivamente alejada de Dios donde las escuelas conspiran muchas veces para infundirle a nuestros hijos valores que son contrarios a los valores del Reino de Dios y a los valores que nosotros mismos hemos querido infundirle a nuestros hijos. Ciertamente muy diferente a los valores que nuestros padres nos infundieron a nosotros y donde la juventud misma está corrompida y se fortalecen unos a otros en malas costumbres, malas actitudes, malos valores y donde hay tantas fuerzas negativas; el Internet que es un enjambre de maldad aunque también es de tanta bendición en muchas maneras, nos hace tan fácil la vida en muchas cosas pero también sabemos que es un sitio peligroso donde el enemigo quiere infestar la mente de nuestros hijos con hábitos malos ya ctitudes negativas.

El internet a veces es más maestro de nuestros hijos que nosotros mismos muchas veces. Y hay tantos diferentes elementos y factores que nos inspiran temor acerca del futuro de nuestros hijos y acerca de ser padres o madres; muchos padres no quieren, mejor dicho muchos jóvenes cuando se casan no quieren ni siquiera tener hijos porque tienen miedo del mundo al cual los van a traer y eso uno lo puede entender.

Recuerdo la preocupación muy legítima de nuestra hermana Laura hace unos cuantos domingos que nos conmovió; el temor de una madre joven al ver a sus hijitos crecer en un mundo tan hostil a los valores del Reino de Dios y muchos padres yo sé que comparten ese temor porque es la sociedad, es el contexto en el cual nuestros hijos se están levantando, en una sociedad alejada de los valores del Reino de Dios.

Pero Isaías 54 nos presenta una visión de esperanza y nos invita a creerle al Señor por una maternidad específicamente dirigiéndome a las madres, una maternidad fructífera y bendecida o a los padres en general, por una experiencia positiva y un producto del cual podremos estar agreadecidos al Señor. Isaías 54 nos invita a cambiar nuestra expectativa, a cambiar la confesión que sale de nuestra boca, a cambiar los puntos de referencia que usamos para juzgar la experiencia paternal, maternal que estamos teniendo.

Lo primero que vemos aquí es que se nos invita a hacer una confesión positiva en medio de una situación negativa porque Dios le está hablando aquí a una mujer estéril; dice regocijate oh estéril, que no daba a luz. Qué irónico pedirle a una mujer en el contexto sobre todo hebreo en que ser madre era absolutamente la bendición más grande a la cual una mujer pudiera aspirar y no ser madre; usted recuerda por ejemplo la historia de Ana antes de tener a su hijo Samuel, la agonía de Ana por no poder tener hijos. Su vida estaba completamente amargada porque ella quería tener un hijo pero no podía, se sentía como que su vida no tenía significado. Su esposo no la llenaba aunque la amaba tanto.

Pero Ana estaba desesperada por tener hijos. Y esta mujer que nos relata Isaías 54 no tiene hijos, es estéril y sin embargo el Señor la invita a regocijarse en miras a lo que viene más adelante. Nosotros a veces nos regocijamos cuando ya tenemos lo que queremos y entonces decimos: que ahora me voy a regocijar porque recibí lo que quería ¿pero qué de regocijarse en anticipación de lo que uno no tiene? ¿Qué de regocijarse como un arma que uno usa para atraer lo que uno no tiene? ¿Qué de confesar con nuestra boca los buenos propósitos de Dios para nuestros hijos y nuestro hogar a pesar de que todavía no los vemos, ah?

¿Qué de darle gracias a Dios por lo que nuestros hijos van a llegar a ser algún día aunque quizás todavía no lo vemos? ¿Qué de cambiar nuestra confesión negativa por las circunstancias, por la falta de hijos, o por la situación que tenemos a nuestro alrededor por una confesión de que no, el Señor va a tener la última palabra en la vida de mis hijos, amén? El Señor está en control y el Señor va a usar cada aspecto, cada momento de la vida de mis hijos para llevar a cabo una obra especial en ellos.

Yo veo esa idea ¿no? de un recogijo preventivo por así decirlo porque hay tantas cosas a veces en la vida de la familia que nos invitan mas bien a llenarnos de negatividad y de una confesión, porque sabemos que criar hijos no es una cosa fácil; nuestros hijos a veces nos crean muchas canas y nos añaden, no es todo una canción solamente. Pero Dios dice ¿sabes qué? cuando te sientas inclinado a tirar la toalla alábame y glorifícame y cree y regocíjate en Mí y confiesa que Yo soy más que suficiente y más que poderoso.

Me viene a la mente la imagen del padre del llamado hijo pródigo en la parábola de Jesucristo, ¿cuánto habrá sufrido ese padre viendo el comportamiento de su hijo, ese carácter un poco amargado de ese muchacho rebelde que finalmente culmina cuando este jovencito le dice a su papá: dame la herencia que me toca como si le tocara nada, el papá es el dueño de todo el dinero pero este hijo viene al padre con un acto de rebeldía y le pide al papá que le dé el dinero que le pertenece.

Y este padre en una forma muy sabia le dice al hijo: ok está bien y lo deja irse lejos del hogar. Y usted se puede imaginar ese tiempo de congoja y de agonía de ese padre mientras tenía su hijo alejado sin recibir una carta del hijo, sin saber cómo estaba, sin saber si había tenido algún problema por ahí en una barra o alguna discoteca donde había ido, sufriendo y quizás pensando que ya todo había terminado. Sin embargo ese padre está allí esperando, esperando mientras tanto Dios está trabajando en el corazón de su hijo por allá, Dios lo está llevando a donde necesita llevarlo.

Hay uno que se quedó en la casa y que se porta siempre bien y hace todas las cosas bien, hay otro que crea problemas. Pero en algo Dios estaba trabajando en una forma diferente porque es que los hijos tienen diferente temperamento hermanos. Diferentes llamados y Dios quiere hacer diferentes cosas en ellos.

Lo que yo quiero decir es que nuestros hijos son bendecidos porque el sello de Dios está sobre ellos, porque Dios es un Dios generoso, misericordioso y Él vé la justicia de sus padres, Dios vé el amor de sus padres por ellos y las oraciones de sus padres. Y yo creo que el sabueso divino siempre está detrás de ellos aunque se vayan lejos pero la soga no los suelta en ningún momento.

Y el Señor los lleva a través de procesos. No todos están llamados a hacer lo mismo y desgraciadamente hay veces que nosotros tenemos que vivir procesos para poder llegar a ser lo que Dios quiere que nosotros seamos. Cada uno de nosotros es un mundo diferente. Y Dios entonces deja que los hijos vayan en diferentes lugares. Mientras tanto aún mientras nosotros sentimos el dolor de no tenerlos donde nosotros los queremos tener yo creo que debemos persistir en confesar el buen propósito de Dios en la vida de ellos para el futuro y tenemos que bendecir, y confesar que no, Dios no ha terminado todavía.

Porque un día ese padre que estuvo allí sufriendo por ese hijo tanto tiempo lo vió regresar a su casa. Escarmentado, apaleado, humillado, más humilde y entonces pudo encontrar su lugar en la familia y continuar adelante. Y Dios quería tratar con ambos en diferentes maneras. Quizás los que más se tardaron en llegar al conocimiento del Señor son los que van a amar más al Señor porque saben de dónde Dios los rescató así que no sabemos. Así que yo creo que siempre tenemos que reservar una medida de alabanza, de fé y de creencia en la bondad y la misericordia del Señor.

Por eso es que el Señor dice aquí: "Regocíjate estéril, la que no daba a luz y levanta canción y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto porque más son los hijos de la desamparada que los de la casada". Tenemos que visualizar el estado en que Dios va a tener a nuestros hijos; son, Dios habla en presente en todo momento.

Entonces esa idea de regocijarnos es bien importante en todo. Yo creo que hay muchas maneras también de regocijarnos en términos de la familia y del hogar. Hay que cultivar el gozo en nuestros hogares también. Yo creo que nuestros hogares deben ser lugares de alabanza; deben ser lugares de alegría, de buenas palabras, de cosas positivas. Tenemos que llenar nuestros hogares de buena música, adoración, risa, la compañía de familia. No permitir que nuestros hogares sean simplemente lugares así lúgubres y tristes.

Por eso es que yo creo que la Biblia nos llama también a ser hospitalarios, porque hay algo bueno de cuando un hogar se llena de la risa de amigos y de familiares, el olor de una buena comida ¿verdad que sí? ya me está dando hambre solamente de mencionarlo. Pero qué bueno cuando nuestros hijos crecen en hogares positivos donde hay alegría, donde hay gozo, donde mamá y papá se aman, donde los hijos son celebrados y donde hay bendición del Señor. Tratemos de hacer nuestros hogares lugares de alegría y de gozo. Cultivemos un hogar y cuidemos la atmósfera de nuestras casas. Que no hayan palabras hirientes, que no hayan conflictos evidentes, donde haya harmonía, donde haya bendición porque el regocijo atrae la bendición y el gozo del Señor.

Y dice la Palabra que el gozo del Señor es nuestra fortaleza. Yo creo que por eso es que tenemos que celebrar siempre en nuestra vida y pedirle al Señor que nos llene de una actitud de gozo. ¿Sabe que yo creo que se toma la misma cantidad de esfuerzo deprimirse que alegrarse sinceramente? Usted tiene que trabajar duro para deprimirse. ¿Por qué no trabajar duro para tener una actitud de gozo? Uno a veces se siente como que no le huelen ni las azucenas ¿no? pues entonces reprenda ese espíritu de depresión y diga: no, yo me voy a gozar hoy en el Señor hoy, yo voy a celebrar la bondad y las bendiciones del Señor.

Ayer yo tuve un día maravilloso pero también exigente como decía Gregory, mi familia me acompañó allí a Gordon-Conwell. Usted no sabe lo que es predicarle a 1200, 1400 personas y una gran parte de ellos estudiantes que terminan estudios de teología y profesores del seminario y todo eso le quema el sistema nervioso a cualquiera y en un ambiente tan solemne como la graduación ¿no? Y esta mañana como que tenía las neuronas encogidas así.

Pero orando al Señor y clamando a Él uno como que comienza a soltarse. Y le digo: Señor dame una Palabra y después de estar en ese ambiente cualquier cosa parece menor, como que necesita unos tres días para recuperarse. Yo estaba allí y el Señor pero de una manera tan soberana, tan linda me abrió ese pasaje; yo no sé cómo llegué a él pero fue como que Dios me lo puso allí en el camino y me dijo: mira predica sobre esto. Porque uno puede predicar sobre muchas cosas pero yo no sentía que iba a coger un sermón de esos y recalentarlo sobre las madres.

Y de momento ví este pasaje y dije: wow nunca lo ví de esa manera, un llamado a las madres y a los padres a ciertas actitudes, ciertas cosas porque tenemos un Dios proveedor; Dios me dió gozo en ese momento, me dió paz. Me siento cansado físicamente pero me siento gozoso en el Señor, un Dios tan bueno, un Dios tan poderoso. Esto quizás me saca del tema pero por eso le digo que nosotros tenemos que aprender a gozarnos del Señor porque Dios es tan detallista.

Y aunque nosotros estemos pasando por grandes pruebas, grandes tribulaciones tenemos que creer en un Dios puntilloso que se preocupa por nosotros y que a veces nos da, tiene unos detalles tan chiquitos con nosotros pero hace creer que verdaderamente es real. Esto no lo compartí con Meche, yo estaba en un salón grande donde llegaba la facultad a ponerse sus togas y sus birretes y todo esto, y yo estoy pensando en el sermón que voy a dar a toda esta gente escogida, y yo decía: no estoy seguro de si lo que yo escribí que yo sentía que el Señor me lo había dado, si iba a llegar al blanco, si era buen contenido, buen material; si era el tono adecuado, si estaba a la altura del momento, me siento un poco inseguro acerca de ello.

Y no sabía si el tema inclusive era un tema que iba a agradar porque era un tema un poquito confrontativo hasta cierto punto pero también de ánimo, yo quería presentar eso. Pero mientras estoy allí escucho al presidente de la junta directiva de Gordon-Conwell, un distinguidísimo Pastor presbiteriano ya retirado hablando con un profesor del seminario comentando acerca de un incidente que ellos acababan de vivir hace poco en una conferencia. Y es interesante pero el tema que ellos estaban discutiendo estaba perfectamente a tono con el mensaje que yo había preparado.

Y fíjese que lo que me vino a la mente enseguida es cuando Gedeón estaba dudando de si Dios estaba con él antes de ir a la guerra contra los madianitas. Y Dios le dijo: mira desciende al campamento y escucha lo que están diciendo allí. Y cuando estaba dentro del campamento Gedeón escuchó a dos hombres acerca de unos sueños que habían tenido ¿recuerdan? de un pan que rodaba y destruía a todo el ejército y otras cosas y eso fortaleció el corazón de Gedeón. Y como que Dios me dijo: mira tú eres Gedeón dudando de lo que Yo te he dicho y de lo que Yo te he mandado a hacer, ahí de envío una Palabra de consuelo porque eso me calmó un poco mi corazón y mi espíritu y para gloria del Señor el mensaje fue tremendamente bien recibido y fue de bendición.

Pero lo que le quier decir hermano es que uno a veces está sudando la gota gorda en la vida y temiendo y quejándose y Dios quiere que nosotros disfrutemos de la vida, Dios quiere que en medio de todo aprendamos a regocijarnos porque Él está en control en última instancia. No hagamos de nuestra paternidad, de nuestra maternidad algo que nos robe el gozo del Señor. No temamos demasiado tampoco por la bendición. Dios se encargará al final, Dios es fiel, Dios es bueno, para siempre Su misericordia ¿amén? vamos a celebrar nuestra paternidad, nuestras familias y vamos a gozarnos en el Señor.

Jeremías 29:11 un pasaje que ustedes saben que es maravillosamente apropiado para tantas cosas, donde Dios le dirige su Palabra de ánimo a un pueblo hebreo que está deprimido y triste que está en Babilonia y acaban de llegar allí, y la tendencia es a encogerse y a esconderse y a deprimirse y no tener hijos, y a vivir una vida anónima, y Dios les dice a ellos: "Así ha dicho Jehová de los Ejércitos, Dios de Israel a todos los de la cautividad que hice transportar de Jerusalén a Babilonia: Edificad casas y habitadlas y plantad huertos y comed del fruto de ellos; casaos y engendrad hijos e hijas."

Qué lindo. A veces: ah no vamos a tener hijos, esto. Yo entiendo el temor pero fíjese que aquí el Señor dice: miren cásense, tengan hijos e hijas, los hijos son bendición del Señor. Dad mujeres a vuestros hijos y dad maridos a vuestras hijas. Fíjese que no dice: dad mujeres a vuestras hijas y maridos a vuestros hijos ¿no?. El Señor siempre sabe bien, a Dios no hay que, amén (aplausos). Ese es un anuncio no pagado pero yo no veo en la Biblia en ninguna parte acerca de estos enjambres de maldad, enjundios de maldad que el diablo quiere. No.

"Dad maridos a vuestras hijas para que tengan hijos e hijas y multiplicaos allí y no os disminuyáis dice el Señor." Tenemos que adoptar actitudes positivas. En medio de la maldad del mundo y de sus amenazas vamos a gozarnos en el Señor, vamos a celebrarnos, vamos a preparar una buena comida y después le pedimos al Señor perdón si comimos demasiado (risas) o hacemos un poquito de ejercicio extra ¿no?

Pero nuestros hijos aprenderán yo digo de nosotros qué tipo de actitud tendrán en la vida, si de gozo y de optimismo o depresión y pesimismo. ¿Sabe qué? usted va a marcar mucho a sus hijos con su comportamiento. Si los hijos ven a mamá y a papá optimistas y cuando hay problemas: no, podemos salir adelante en el nombre del Señor, si ven un lenguaje positivo en la boca de sus padres, si ven a sus padres sobreponerse ante cualquier situación de dificultad o de adversidad; si ven a sus padres constantes y fieles confesando positividad y gozo del Señor cuando vienen las pruebas. Si ven a papá y a mamá allí juntos peleando cuando viene la adversidad y la dificultad los hijos van a aprender de eso también y van a recordar eso, y ellos también van a tener esa misma actitud de gozo y de empuje hacia la vida.

Por eso es que nuestros hijos siempre nos están mirando si estamos alabando y regocijándonos o si estamos deprimiéndonos y echando pestes de la vida o de Dios. Entonces llenemos nuestros hogares de alegría, de risa, de actitudes positivas, de buenas expectativas acerca del futuro porque Dios tiene buenas cosas para nosotros. Y celebremos también a nuestros hijos, celebremos.

El Señor me trajo a la mente el Salmo 113 el versículo 9 con respecto a esto mismo. Dice: "Él hace habitar en familia a la estéril que se goza en ser madre de hijos" que se goza en ser madre de hijos. Hay muchas hermanas que lamentan porque los hijos le quitan la figura, cuando dan a luz están preocupándose y los hijos ahí nueve meses sintiendo el rechazo de la madre muchas veces. Madre regocíjate en ser madre, celebra tus hijos, vengan como vengan celébralos, la vida hay que celebrarla.

Tenemos que vivir en una cultura que celebre a los hijos, yo creo que eso es parte de esto de celebrar y gozarnos, tenemos que gozarnos. Yo creo que las culturas de vida, hace un tiempo atrás prediqué acerca de culturas de vida y culturas de muerte. Las culturas de vida giran alrededor de los niños y de los hijos. Las culturas de muerte giran alrededor de los adultos. Las culturas de muerte sacrifican a los hijos por los adultos y entonces la madre dice: bueno mi matriz es mi propiedad, ese es mi real estate y yo puedo hacer lo que yo quiera con mi matriz; si quiero matar a la criatura eso es asunto mío porque eso está allí dentro de mí. Las culturas de vida dicen: no esta vida es autónoma y es una creación de Dios, y yo no puedo hacer lo que me da la gana con ella porque es una vida, está dentro de mí pero es una vida separada de mí también.

Y cuando los padres se van a divorciar piensan primero en esos hijos que van a crecer sin un padre, sin una madre en un hogar dividido y lo piensan dos o tres veces, y pelean por mantener el hogar unido porque los hijos son importantes y pensamos en ellos en vez de: no ya yo no estoy enamorado de mi mujer, de mi esposo y vamos a separarnos y buscar otra vida, y hacer otra cosa nueva ¿y qué de esos niños que tú trajiste a la vida? Tú te debes a ellos y si tú haces lo correcto Dios te va a bendecir y tú vas a encontrar la razón de amar a tu esposa y de mantener a tu hogar unido, no reniegues de tu hogar.

Tenemos que celebrar y valorar a los hijos, son preciosos delante de Dios. Los hijos son herencia dice del Señor y si los celebramos y nos gozamos en ellos en hogares que celebran la vida y la familia Dios va a hacer anidar Su bendición sobre esos hogares. Así que todo esto está alrededor de esa Palabra, es el llamado a regocijarnos ¿no?.

En segundo lugar tenemos que comenzar a establecer las bases. No quiero dejar esto en el aire, escuche esto también. Primero regocijarnos con todo lo que es eso, una cultura de gozo, regocijo, celebración, expectativa de la bendición de Dios, todo esto pero en segundo lugar tenemos que comenzar a establecer las bases y las estructuras para el futuro que visualizamos para nuestros hijos, eso suena un poquito complejo pero lo voy a leer de nuevo. Tenemos que comenzar a establecer las bases para el futuro que visualizamos para nuestros hijos.

Eso me lo recordó este mismo pasaje cuando después de ese llamado al gozo y a la celebración el Señor le dice a esta misma mujer, le invita a tomar acción. Le dice: "Ensancha el sitio de tu tienda y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas, no seas escasa; alarga tus cuerdas, refuerza tus estacas." ¿Qué hay aquí? Hay un llamado de regocijarse en expectativa de lo que viene pero entonces Dios dice: ¿sabes qué? pero si tú vas a tener más hijos será mejor entonces que compres una casa con más cuartos de dormir, vas a necesitar una casa más grande. Vas a tener familia, vas a tener influencia así que prepárate un lugar más grande.

Así que en este caso le habla a gente que vivía en tiendas de campaña. Entonces les dice: bueno búscate una cortina más grande para que la tienda sea más grande y no solamente eso, vas a necesitar cuerdas más largas para afirmarlas porque es una cortina más grande y también estacas más fuertes porque la tienda va a ser más pesada y va a tener más viento tratando de sacarla por tanto la tienda tiene que ser más fuerte. Llama a esta mujer a planificar a la luz de lo que ella espera acerca del futuro, de la visión optimista positiva que ella ha concebido.

¿No? porque mucha gente cristiana vive yo diría en disonancia entre la visión espiritual cristiana que tienen como hijos de Dios y las acciones, y la conducta y la vida diaria del hogar, y los hábitos que cultiva y la forma en que están preparándose para el futuro que envisionan o conciben para sus hijos más adelante. Hay una contradicción entre lo que confesamos con nuestra boca, lo que creemos con nuestra mente y nuestro espíritu y en realidad lo que estamos viviendo en la educación que le damos a nuestros hijos y las cosas que encarnan en nuestro hogar y tiene que haber una consonancia entre la visión y la construcción en otras palabras y voy a hacer un resúmen para que entiendan un poquito más lo que estoy diciendo.

Por ejemplo si tú quieres hijos brillantes y exitosos, logrados profesionalmente y por lo menos que tengan un buen oficio, que sean trabajadores, que se sostengan bien, puedan sostener su hogar. No tienen que ser necesariamente presidentes de la nación pero un buen plomero oiga qué necesario es en el mundo, un buen electricista, un buen albañil. No tiene que ser un genio pero uno quiere hijos que sean trabajadores, productivos, que se ganen bien la vida ¿verdad que sí, amén?, que tengan propósito en la vida, que planifiquen, que tengan una vida productiva.

Entonces si tú quieres hijos así productivos en la vida, exitosos en la vida tienes que estructurar tu hogar de igual manera ¿verdad que sí? Hay que estructurar el hogar desde un principio para que el hogar sea un sitio de aprendizaje donde todo lo que los hijos vean y reciban los canalice en la dirección hacia la cual nosotros los queremos llevar. ¿Sabe que producir un ser productivo, un ser exitoso en la vida eso no es un día? Usted lo llama un momentito porque se le ocurrió y le da un consejo y ya usted cree que con ese consejo el muchacho va a cambiar de la noche a la mañana. No, eso es un trabajo 24 horas al día, 7 días a la semana, 365 días al año por diez, quince años.

Y después cuando tenga los hijos usted va a tener que estar educándolos y ayudándolos a seguir adelante, nunca termina. Ser padre, madre nunca termina y usted tiene que saber que eso es un trabajo constante. Frecuentemente le pedimos al Señor hijos inteligentes y profesionales, bien comportados, temerosos de Dios pero nuestros hogares no reflejan esas prioridades.

Pregúntate ¿cuántos libros hay en tu casa? ¿Cuántos libros hay en tu casa? Hay hogares donde los libros brillan por su ausencia. Ahora encontrará un televisor en cada cuarto y un radio en cada esquina, yo espero que no esté dando golpes a nadie aquí en el servicio. ¿Qué tiene un lugar prominente en tu casa hermano o hermana, una buena biblioteca o un televisor de 84 pulgadas?

En otras palabras yo creo que algo tan sencillo, cuando los niños se crían con una visión desde el principio; por ejemplo cuando se crían manejando libritos aunque no los puedan leer, un bebito de 6 meses manejando un librito de goma aunque sea pero ya se acostumbra a la idea de páginas, se acostumbra a la idea de este objeto mientras que si un niño no crece con esas cosas a los 5 o 7 años cuando usted quiera es un objeto que viene de Plutón o de Marte ¿usted entiende? muchos niños no crecen en un hogar donde se les anima a ser niños inteligentes, estudiosos, disfrutar de la lectura porque eso requiere un proceso de aprendizaje y de entrenamiento.

Yo aplaudo a Meche porque nosotros tenemos una biblioteca bien grande en la sala principal. Cuando nuestro nieto Caleb estaba con nosotros aquí en Boston antes de que se fueran para Nashville Meche dijo: ¿sabes qué? vamos a tomar una parte de la biblioteca porque como Caleb siempre estaba ya visitando la casa y vamos a poner los libros de Caleb allí, porque los libros de los adultos estaban allí pero queríamos que él se forjara una idea también de que sus libros eran importantes y que eso tiene lugar y todavía esos libros están allí, es decir que cuando él viene a visitar él viene a buscar sus libros y están allí en ese lado de la biblioteca.

Se forma una visión de que los libros no son algo foráneo, extraño para ser rechazado, el niño se acostumbra a los libros. Yo estaba viendo un video hace poco de los judíos ortodoxos, asiri jews se llaman, son los bien, bien ortodoxos y es interesante. Cuando ellos están educando a sus, desde la edad creo que como de cuatro años o algo así hay un momento en que como que les comienzan a enseñar las letras del alfabeto hebreo. Y una de las cosas que ellos hacen y claro todo esto está acompañado de la Palabra de Dios, lo primero que ellos aprenden son las letras del alfabeto hebreo pero usando textos bíblicos.
Mire qué interesante ¿por qué creen ustedes que los judíos se están quedando con el mundo? Ese paisito tan chiquito ya un país tan exitoso, tan influyente, tan lleno de éxito y de dinero es porque esa gente tiene un propósito de educación tremendo. Entonces esos niñitos cuando son educados los llevan al Yeshivá, al lugar donde estudian y entonces les ponen encima de las letras un dulcito encima de cada letra. Entonces cuando el niño pronuncia la letra la primera vez le dan el dulce y el rabino que está enseñando dice: porque queremos que asocien lo dulce del dulce con la letra de la palabra.

Fíjese qué inteligente ¿no? Yo creo que nosotros tenemos que a nuestros niños, si queremos niños educados padres. Quizá usted no tuvo la bendición y la fortuna de criarse en un hogar donde los libros y la educación y el estudio y la cultura fuera algo prominente. Pero mire usted puede comenzar en el nombre del Señor, cambie la cultura; cambie usted el giro generacional y comience usted por fé, comiencen a exponer padres jóvenes. Esa joven con su familia que pasaron aquí al frente con esa hermosa niña, esa bebita; hey: cómprenle libros desde chiquitita ahora mismo, váyase a Walmart y cómprele su primer librito si no lo tiene ya y denle de comer, de beber de la leche del conocimiento.

Llevemos a nuestros hijos a un museo, a un concierto, a una exhibición de arte aunque usted nunca haya ido aquí al Museo de Bellas Artes de Boston no tema; vaya en el nombre del Señor. Los sábados yo creo que incluvise es mucho más barato y para cierta edad son gratis. Y hay veces que el museo tiene. Mire aunque usted nunca haya ido a un museo, aunque usted mire una obra de arte y no sepa si está boca abajo o boca arriba vaya de todas maneras. Lleve a sus hijos. Quizás van a respingar y van a protestar pero póngalo a oler, a disfrutar de la atmósfera, métalos; expóngalos, llévelos aunque sea, poco a poco ellos irán aprendiendo. Hay que romper la inercia pero tenemos que esforzarnos.

Hay tantos conciertos que son gratis o baratos y de todas maneras si hay que hacer una inversión lleve un día a sus hijos a un buen concierto y vístalo bien, que sea algo especial y después vayan a MacDonalds y cómanse una hamburguesa ahí con una Coca Cola pero que sientan que es algo especial para sus vidas ¿no? Pero expongámolos al conocimiento; la pregunta es: ¿estamos planificando para tener hijos estudiosos? ¿Qué se escucha mayormente en nuestros hogares, estamos estructurando nuestros hogares para el futuro que concebimos para nuestros hijos, la ropa que les compramos por ejemplo?

De paso voy a hacer un paréntesis aquí yo sé que hay hermanos nuevos creyentes que tenemos una clase de nuevos creyentes. Si ustedes están tomando esa clase y tienen que ir hacia allá no me voy a ofender si se ponen de pie, no se preocupen vayan hacia allá y tenemos que acostumbrarnos a eso, están más que invitados a hacerlo porque eso es parte de. Pero de nuevo la ropa que le compramos a nuestros hijos, los juguetes que le compramos a nuestros hijos ¿qué valores les estamos estructurando a ellos no?

Yo veo a padres que gastan mucho dinero en la educación de sus hijos. Yo prefiero hermano en gastar buen dinero en la educación de mis hijos que en unas vacaciones por allá por Jamaica. Con ese dinero si puede hacer los dos gloria a Dios qué bueno pero si tiene que escoger cómprale el libro, cómprale ropa buena para la escuela, invierte en una buena escuela si puedes hacerlo; cristiana o privada, lo que sea. Ponlos en una clase de música, llévalos a I Wanna el viernes en la noche, llévalos al culto de jóvenes; invierte en tus hijos.

Yo digo aquí hay que invertir mucho dinero en la educación de nuestros hijos y crear hogares donde la cultura esté por todas partes para que ellos aspiren ese aire de cultura ¿no? Otra cosa con respecto a esto: hay que invertir mucho tiempo en nuestros hijos, hay que mantenerse pegados a ellos. El trabajo nunca debe quitarnos la capacidad para estar en estrecho contacto con nuestros hijos y si queremos formarlos con nuestros valores y nuestra sensibilidad cristiana tenemos que apartar tiempo y estructurar tiempo para estar con ellos continuamente, tiempo de calidad.

A veces estamos cansados, nosotros llegamos a la casa y estamos agotados y nuestra tendencia es prender el televisor para que el televisor los atienda mientras nosotros hacemos otras cosas, nos acostamos con sueño y hacemos la comida. Y me refiero a los hombres, varones: no le dejemos a las madres solamente la educación de los niños por favor, el diablo lo reprendemos en el nombre del Señor; eso es una doctrina engendrada en el infierno esa teoría de que la mamá es la que educa a los hijos. Óigame qué importante es que los padres saquen tiempo para la educación moral y ética de sus hijos, óigame.

Hombres ustedes no saben la importancia de que sus hijas, sus hijos de que cuando ellos crezcan y se vayan a otra ciudad o lo que sea tengan el recuerdo de un padre que se sentó junto a ellos y los protegió, invirtió en ellos, es tan importante que esto sea. No podemos dejarle a la televisión, a la escuela o aún a la Iglesia el trabajo de formar la sensibilidad de nuestros hijos. Termino yo sé que ya el tiempo, con esa de nuevo reforzando esta Palabra de bendición y de confianza.

El versículo 4 dice: "No temas pues no serás confundida y no te avergüences porque no serás afrentada sino que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria, porque tu marido es tu Hacedor, Jehová de los Ejércitos es Su Nombre y tu Redentor el Santo de Israel" gloria al nombre del Señor.

Hermano, hermana usted está quizás pasando por alguna tribulación con sus hijos, quizá hasta se siente un poco avergonzado. Dice el Señor no te avergüences, no serás afrentado; no temas, no serás confundido porque Dios es, tu marido es tu Hacedor. Quizás hay madres solteras aquí que se sienten que carecen de la presencia de un hombre para apoyarlas y respaldarlas. Hey: usted tiene un marido que es mejor que cualquier hombre en el nombre del Señor, usted tiene al Dios de los Ejércitos a favor suyo; Dios está con usted, no se avergüence, no tema, no retroceda, Dios es más que suficiente.

Si no tienes el respaldo de un esposo hija de Dios Dios es más que suficiente para darte la victoria y sacarte adelante y si las cosas no te han ido tan bien y te sientes un poquito avergonzado y triste no te preocupes que a la larga el Señor te va a dar la victoria porque Él está comprometido contigo. Dios se encargará de que nuestros hijos vayan por el camino correcto y que al final tengamos la victoria.

Qué lindo. Termino con esa Palabra de consuelo de los versículos 15 al 17. Dice: "Si alguno conspirare contra ti lo hará sin Mí, el que contra ti conspirare delante de ti caerá; he aquí que Yo hice al herrero que sopla las ascuas en el fuego y que saca la herramienta para su obra, y Yo he creado al destruidor para destruir" en otras palabras Yo tengo control de él porque Yo lo creé para un propósito "ninguna arma forjada contra ti prosperará y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová y su salvación de Mí vendrá dice Jehová."

Así que hermanos Dios te consuela en esta mañana, Dios te infunde una Palabra de esperanza, yo te bendigo en el nombre del Señor; vamos a poner otra vez sobre el arado con una Palabra de victoria que nadie puede robarnos. Aunque el camino y el proceso sea un poco elaborado y complejo al final Dios se encargará de que nuestros hijos entren en el redil celestial y que lleguen a ser lo que Él quiere que sean y lo que nosotros deseamos también que sean. Que el Señor les bendiga y madres les amamos, les bendecimos en el nombre del Señor, declaramos la gracia de Dios sobre sus vidas. Son una inspiración sobre nosotros.

Vamos a ponernos de pie y darle gracias a Dios por Su bondad, Su misericordia en este lugar hoy y por poder ser parte de una familia que tenemos todos los recursos del cielo a nuestro favor, por lo tanto no hay manera de que en última instancia fracasemos. Algunos triunfaremos más temprano, otros un poquito más tarde pero todos llegaremos a la meta dice el Señor.

Así que gracias Padre. Llena nuestros corazones de Tu consuelo en este día, salimos de aquí confiados de que Tú vas con nosotros. La derrota no es una opción para nosotros. Si alguno de nosotros tiene temor en su corazón, tenemos dudas nosotros confesamos que Tú eres bueno y para siempre es Tu misericordia. Gracias porque no nos has llamado al fracaso sino a la victoria. Llena nuestras madres de doble sabiduría.

Pedimos sobre todo por esas madres jóvenes, por esas madres solteras, por aquéllas que están batallando por sus hijos; llena sus corazones de paz y de gozo y de santa expectativa de bendición. Tú eres nuestro fundamento, en Ti estamos confiados y Tú nos darás todos los recursos que requerimos. Bendecimos nuestra juventud, nuestra niñez en esta Iglesia. Ayúdanos a ser una Iglesia familiar que provea sólidas estructuras para el futuro de nuestros hijos. Te damos gracias Señor en el Nombre de Jesús amén y amén. Dios les bendiga hermanos, la gracia del Señor sea con ustedes en este día.

Clear Teaching for a Culture in Flux

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Today you set out on a journey that is glorious, but also daunting. This graduating class will have to minister in large degree to a culture that, perhaps like never before in American history, is alienated and skeptical with respect to the values and claims of Christianity and Christian institutions.

This state of things, of course, is nothing new. It has been intensifying with each passing year, and may continue to increase for years to come. This hostile spiritual environment will make it increasingly difficult to carry out ministries that will be attractive to the prevailing ethos and at the same time biblically faithful.

The challenges and temptations you will face over the course of your ministries will be subtler and more perilous, the nuance that will be expected of you will more delicate, the inner tensions and ambivalence you will experience will be more intense, than perhaps that of other ministerial generations that have gone before you.

The fact is that we are in the middle of a period of frenzied social, moral and cultural experimentation in America that becomes progressively more intense. These social experiments take ever greater risks. They also grow more and more ambitious in their scope, as well as in the degree to which they reject the constructs and moral foundations established by past generations.

Modern science and technology, a pervasive and sophisticated media with a decidedly secular orientation, the pluralistic outlook of our globalized world, among many other factors, have provided our culture with the analytical tools to be able to deconstruct and neutralize the most sacred and long- held assumptions of society.

The traditional understanding of time, space and eternity is increasingly unsettled by ambitious scientific speculation that includes exotic concepts such as string theory, dark matter and parallel universes. Evolutionary psychology, neurobiology and the exploration of the human genome lead us to question traditional understandings of moral responsibility, free will, love, altruism and even the human soul. Militant homosexuality and the advent of gay marriage send sensitive, reflective Christians into a tailspin of self-questioning and anxious reexamination of our traditional understandings of the creation narrative, human sexuality and the inerrancy of Scripture. Freud, Darwin, Marx and Einstein, and the thought systems they have spawned, have entered the collective consciousness, and made the journey of faith much more complicated and laborious for everyone.

While it is true that most Christians don’t necessarily process these fundamental conflicts in the crisp, lucid way that we are presenting them, the fact remains that they do experience their net effect in an implicit, general way. The white noise created by all the questioning, discordant voices that continually bombard our culture produces dazed, disoriented believers who no longer know what to believe. Their Christian world-view has received devastating body blows, and often they cannot pinpoint exactly why they have lost the sense of clarity and passion about their faith, or why they cannot bring themselves to trust their Christian institutions and spiritual leaders.

Of course, there is also that vast mass of individuals in our culture who simply remain unreached by any kind of Christian influence. Millions of Americans look at Christian culture and teaching from a distance, through a thick glass, darkly and suspiciously. They are truly pagan in the historical, technical sense of the word—untilled spiritual soil, their sensibility essentially untouched and unprepared to process the complexities and paradoxes of the Christian faith.

These modern skeptics, however, are not virgin soil, waiting neutrally and objectively to consider our claims. They are possessed of an intellectual armor and an analytical arsenal that renders them almost impermeable to traditional evangelistic approaches. Their spirits are sealed. They are like the walls of Jericho, securely shut against the preaching of the gospel.

If they are to be reached and their armor penetrated, this will not be accomplished by winsome preaching or polished apologetics alone, important as these are. It will require anointed ministries, saturated with the principles of the Kingdom and profoundly yoked to the person and power of Jesus Christ.

We may feel tempted to get depressed by this picture, but it’s simply a point of departure. This ministerial reality that we inhabit is stark, but it is not hopeless. It’s not the first time in history that Christianity finds itself against the ropes, and ironically, it seems to be our best position anyway. Jesus has promised that the gates of hell shall not prevail against his Church. Adversity and complexity is merely the backdrop for a God who clearly loves drama, and who delights in stepping in at the last minute to rescue drowning disciples.

What we do need to ask is: In the light of these insights about our culture, what ministerial outlook and philosophy do we need to adopt? How do we confront the sterile, spiritual landscape that awaits us as we transition from the relatively safe confines of seminary to concrete ministry? How do we build, creative, faithful ministries, whether we go on to do theological reflection and teaching, or pastoral work, or Christian counseling or urban missions?

How do we engage and listen to the voices of the culture, its internal monologue, its exquisite ambivalence, its sometimes valid criticisms of Christians and institutional Christianity, without going ourselves over to the dark side? How do we become more sensitive to the harrowing predicament of the homosexual, for example, without abandoning the biblical, orthodox understanding of human sexuality? How do we integrate the complexities posited by Darwinism, modern cosmology, feminism, postmodernism — without losing our resolve and the clarity of our message or the crispness of our convictions? How do we expose ourselves to the siren’s call in order to inoculate ourselves against it, without succumbing to its spell and ending up dashing ourselves against the rocks? How do we get into Hamlet’s mind without becoming like Hamlet ourselves?

The fact is that we cannot afford to ignore the powerful intellectual currents of our time and still expect to have ministries that are credible and relevant. Our ministries must be contextualized, and reflect a familiarity and an appreciation of the struggles and questions that our seekers and parishioners wrestle with every day.

We must be able to speak the language of the culture. We must be winsome and sympathetic. Our sermons must reflect compassion toward the gay couple that visits us on Sunday, or the Christian businessman that wrestles with complex ethical dilemmas every week, or the conflicted premed student that oscillates agonizingly between creationism and Darwinism.

The contemporary ministerial dilemma, however, lies in the fact that even as we carry out ministries that reflect grace, justice and cultural sensitivity, we have to remain resolutely orthodox and biblical in our preaching, our discipling and our methodology. It is a delicate balancing act, almost impossible to carry out well and to sustain. The natural temptation will be to go toward one extreme or the other. But by maintaining a firm posture of faith and with the help of the Holy Spirit, there is no doubt that we can succeed in presenting the world with ministries that are both cutting edge and faithful to God’s Word.

My greatest fear for this new ministerial generation is that as it seeks to be faithful in ministry to the values of the gospel—values of love, tolerance, mercy, justice and compassion; that it will end up abandoning, the orthodox, historical, biblical understanding of these exalted principles, and that it will end up gradually absorbing instead the infantile, superficial interpretation of these same values, presented by a disoriented secular culture.

The modern, secular mind has very little understanding of the essential mysteries of the Christian faith; of conscious, personal evil, a fallen cosmos, a holy, sovereign Creator, a purposeful universe, or a God that sacrifices himself on behalf of His creatures. These mysteries, as the apostle Paul reminds us, are to be discerned spiritually, and the natural mind simply doesn’t have the spiritual components to process these things.

The secular sensibility challenges us to be sensitive and affirming, but in so doing, it often expects us to throw overboard almost every distinctive and every paradox of our Christian faith. It offers to come into our churches on Sunday, but only if we suppress the scandalous claims of Christ and his Kingdom. This, of course, is a condition that we cannot fulfill.

We are dealing here with a modern version of the archetypal bargain that Satan offered Jesus in the desert: "I will give you the world without having to go to the cross, but first you have to worship me". If the American evangelical Church accepts this Faustian bargain, like the European Church did centuries ago, it will do so at the cost of its collective soul.

We find ourselves at a fateful crossroads in the long journey of American evangelicalism. It is possible to discern something like a theological paradigm shift taking place in the evangelical sensibility in our nation.

(The very fact that even as we employ the term “evangelical” we’re keenly aware of how problematic that term has become is already an indication of how far we have gone. For the truth is that in our day many Christian leaders and even denominations that have long abandoned the confines of orthodoxy still consider themselves evangelical. They would react violently to the idea that they do not take a high view of Scripture, or that they have strayed from the path of historical Christianity. Perhaps because they have managed to retain the most obvious components of Christian doctrine they have failed to notice that their orthodoxy has developed subtle structural cracks that in time will inevitably lead to its complete collapse.)

American evangelicalism has developed a kind of structural fatigue that threatens to lead us into spiritual compromise and theological capitulation. We have held the fort of orthodoxy for such a long time that we now find ourselves feeling lonely and exhausted, increasingly inclined to fudge the doctrinal edges, and to dampen the call to biblical obedience and personal holiness.

We find it increasingly exasperating and inelegant to insist on the simple truths and the well-worn metaphors of previous generations of believers. We have become overly deferential to the tastes and mores of the time. More and more, we lower the content of our sermons to the lowest common cultural denominator, or hide the cross with embarrassment in order not to alienate potential converts. We make an idol of false love, and allow false dichotomies to develop between justice and mercy, between compassion and truth. We value relationships more than biblical fidelity, and found our ministries more on sociology than on theology or solid biblical exegesis.

The direction in which the nation seems to be going has become more important to many evangelical leaders than the fixed coordinates of “the faith which was once for all delivered to the saints”. Often, we find ourselves embracing social justice not so much because it is a biblical mandate, but rather as a way of gaining points with the culture. We grow increasingly impatient with awkward “culture warriors” that denounce abortion and homosexuality as sin, even as we admit privately in muted tones that they are precisely that.

Perhaps I exaggerate a bit, but you get the picture. With respect to contemporary secular culture, American evangelicals are beginning to reflect a curious version of the Stockholm syndrome, where a victim, after repeated battering and abuse, begins to adopt the perspective of its captors as a means of psychological defense.

What then is the correct ministerial posture that we need to adopt with respect to the complex spiritual environment that we inhabit? Where is the point of greatest leverage for us? How do we lift this culture from the spiritual morass into which it has fallen, without falling ourselves into the pit of subtle unbelief and spiritual compromise?

In this respect, we do well to take some ministerial pointers from the apostle Paul. When he had to address the intellectually sophisticated Corinthian culture, he adopted a totally counterintuitive approach. In 1 Corinthians 2:1-5 he states:

And I, brethren, when I came to you, did not come with excellence of speech or of wisdom declaring to you the testimony of God. For I determined not to know anything among you except Jesus Christ and Him crucified.

I was with you in weakness, in fear, and in much trembling. And my speech and my preaching were not with persuasive words of human wisdom, but in demonstration of the Spirit and of power, that your faith should not be in the wisdom of men but in the power of God.

Paul decided to rely less on cultural acumen and his considerable intellectual resources, and more on the unassuming but ultimately irresistible power of Jesus Christ. He got to power through the weakness of the cross. He sought influence by making himself insignificant. He refused to put on the armor of Saul, and to depend instead on five smooth stones and a sling empowered by the Spirit of God.

I alluded earlier to contemporary American culture being similar to the walls of Jericho, securely shut against the preaching of the gospel. We should remember that the strategy that God gave Joshua to bring down these walls was eminently spiritual, absolutely ridiculous, but ultimately elegant and spectacularly economical. This is the way of the Kingdom. It is repeated over and over again in the narratives of Moses and Pharaoh, David and Goliath, Gideon and the Midianites, Jehoshaphat and Moab.

The world invites us to engage it intellectually and sociologically, but if we make of cultural relevance and intellect our primary ministerial weapons, we ourselves will be defeated and consumed by them. He who kills by the sword dies by the sword.

We must refuse to fight with the weapons of the world, and instead choose to use the ridiculous, deceptively foolish weapons of the Kingdom. We must resolutely bear in mind that “the weapons of our warfare are not carnal, but mighty in God for the pulling down of strongholds.”

In this time of trial and testing for the American church, we should find our directives in the clear, unchanging teaching of the Scriptures, not in the fickle inclinations of society or the vain speculations of disoriented unbelievers. The surest way to end up like Europe, with a decrepit Church and almost complete spiritual irrelevance, is for American evangelicals to adopt a posture of cultural appeasement and theological camouflage.

Against impossible odds such as the ones we face today, our only hope is to revel in our weakness, and to cultivate instead the power of God.

The spiritual shell that encases the mind of so many modern individuals today cannot be penetrated by mere cultural or intellectual arguments, or by being a discreet, winsome presence blended with its surroundings. By engaging in these futile intellectual attempts we only succeed in fueling the insatiable appetite of this culture for intellectual argument and controversy. Instead, we should lay ourselves on the cross, and through our crucifixion generate enough spiritual fire to tear down every spiritual wall that the enemy has erected in our culture.

The safest ministerial posture at this time for American evangelicals is to remain inside the boat of orthodoxy and biblical fidelity, with the cultural storm raging all about us and threatening to drown us, but with the Master inside it, confidently present and ensuring not only our survival, but our safe arrival on the other side, with an enhanced faith and a much deeper understanding of the power and lordship of Christ over every cultural shift and every spiritual conspiracy of the enemy.

As I contemplate our present fear as the Church of becoming irrelevant and slinking into insignificance, I can almost hear the gentle rebuke of Jesus to his panicked disciples: “Why are you so fearful? How is it that you have no faith?” (Mark 4:40)

I firmly believe that the greatest days of the Church, not only in America, but all over the world, are still ahead of us. Even as we acknowledge the daunting complexity of ministry in this modern world, we should look to the future with great hope and excitement. God loves to set up impossible odds, to disqualify us completely, that we might be forced to depend exclusively on Him, and that ultimately He might receive all the glory.

Our present situation in America has all the makings of a glorious biblical narrative. Let us make sure that we enter into this struggle with biblical weapons, and with a resolute biblical outlook.

I declare God’s blessing on you, as you engage in that glorious undertaking.

El don de dar con generosidad

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Tengo la misión de poder hablarles acerca de lo que hay en el corazón de nuestro pastor y es interesante porque estamos viviendo los últimos pasos del desafío para poder terminar la construcción del nuevo santuario. Cuántos están contentos por eso?

Probablemente alguno dirá, Señor, no habita en templo hecho por manos de hombres. Pero lo pasamos bien aquí cuando le cantamos al Señor, o no? aquí hay un montón de templos, ya el Señor habita en nosotros. Pero cuando nos reunimos el Señor trae bendición. Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar, morar, compartir los hermanos juntos en armonía.

Y ahí hay un detalle de la gracia y de la obra del Espíritu Santo y al final dice, porque allí envía el Señor bendición y vida eterna. Sabe cuál es el objetivo de que nos podamos juntar un día en la semana o dos días en la semana? Es que ese momento, cuando usted lo disfruta con sus hermanos, usted salga bendecido. Dígale a su hermano, tu vas a salir de aquí bendecido, por dos razones, dígale, porque el Señor te va a bendecir y porque me viste y porque estoy sentado a tu lado.

Usted sabe que la historia de José dice que el Señor bendecía por causa de José, los que estaban alrededor de él eran bendecidos, así que usted si usted tiene algún hermano a su lado, el hermano debiera sentirse orgulloso de estar bendecido porque está usted a su lado. Y usted debe tener la responsabilidad de bendecir a su hermano que está a su lado, de ser un motivo de bendición.

Sabe, es bueno que cada uno de nosotros pueda entender que necesitamos completar la obra que el Señor nos ha permitido hacer. Este es un tiempo especial para nuestra iglesia donde el reconocer la fidelidad de Dios está a prueba por parte de nosotros. Con esto quiero decir, cuántos de nosotros reconocemos la fidelidad del Señor? El Señor ha sido fiel? El Señor ha estado con usted aún en esos momentos que aún hasta la sombra se le va?

La generosidad de cada uno que como parte de una visión nos hace responsable de terminar la obra que se nos ha encomendado. Hay muchas maneras de mostrar a Dios nuestra gratitud, pero una de las más difíciles es con la constante de dar. No es fácil dar. No es fácil entregar. Al único que le demandamos que dé es al Señor, “Señor, dame, Señor, dame, Señor, dame.”

Y a veces llegamos con la lista de supermercado a la orilla de nuestra cama y en reverencia nos arrodillamos y comenzamos y le presentamos la lista de supermercado. “Señor, dame esto, dame lo otro, me falta esto, me falta lo otro.” Y Dios es tan bueno que nos escucha. Y aún muchas cosas de esas nos responde, y aún muchas cosas de esas él nos las da. Él es fiel. Y no hay otra manera de describir la fidelidad del Señor en nosotros.

Cada uno de nosotros debe entender que estamos en un momento donde la iglesia debe aprender a entrar en la dinámica del reino, de entender que en algún momento de nuestro caminar vamos a tener la oportunidad de ofrecer sacrificio de adoración y alabanza en el área de dar en la obra del Señor.

Nosotros sabemos que dar en la obra es un acto de adoración. Aún la palabra del Señor nos recomienda que cuando nosotros vamos a dar, vamos a adorar, estemos a cuenta con nuestro hermano. Nosotros no podemos llegar delante del Señor ni con una ofrenda monetaria ni con una ofrenda de adoración, si no estamos a cuenta con nuestro hermano. Así que es un desafío constante para nosotros.

No muchas congregaciones tienen la oportunidad de proyectarse hacia estos desafíos. Saben, en Massachusetts hay cientos de congregaciones. Los que llegan a estos desafíos son muy pocos, y aunque es el sueño de cada uno de nosotros como pastores y ministerios, no todos alcanzaremos esta tarea. No está mal hacerlo.

Pero a los que se les permite el Reino de esta manera, somos desafiados constantemente a cumplir con esta labor que el Señor nos ha encomendado. El significado de dar es ceder o entregar algo, alguna posesión, alguna cosa que usted tenga. Pero el dar generosamente significa dar o entregar aún más allá de los intereses o utilidades que podamos conseguir nosotros. Y es ahí donde está el desafío de la iglesia del Señor, llegar a esa dinámica del Reino de dar generosamente es cuando comprendemos que nosotros dependemos de Dios.

Cuántos han aprendido a depender de Dios? Si el Señor ha vestido las flores y los campos, el Señor será fiel con su creación. El Señor ha sido fiel con usted? En la acción de dar generosamente, necesita estar más alto de lo que algunas personas nos puedan decir. Muchas veces somos cuestionados por nuestras familias, nuestros amigos, o incluso la sociedad. Dígame que no le han dicho, “Oiga, usted le entrega el 10% al pastor?” “No, yo le entrego el 1 nomás.”

A cuántos no le han dicho eso? “Y tu le entregas el 10% a la iglesia? Y ese pastor mire el carrito que tiene. Mire las casas que se ha comprado.” A cuántos no nos han dicho eso?

Pero sabemos dónde está nuestra bendición. Y sabemos que no le damos al hombre, obedecemos al Señor. La iglesia del Señor es la única entidad humana y organismo viviente donde la prosperidad y la abundancia se basan en dar al Señor lo que él nos está demandando.

Sabe que el Señor no le pidió a Isaac, solo dame la pierna de Isaac nomás. Se lo pidió entero. Y ahí fue con Isaac. Isaac estaba esperando el cordero, no sabía que era él. A veces el Señor nos pide todo para darnos todo. Muchas veces el Señor nos pide todo para que todas sus promesas comiencen a ser activadas en nosotros.

Sabe por qué le estoy diciendo esto? Porque la iglesia, la congregación León de Judá está entrando en el último tramo del santuario y necesitamos que usted, que la iglesia en general, todos los que nos escuchan en el internet, los que nos van a ver algunos días después, los que van a venir el domingo, puedan venir con una consciencia de reino de decir, “Yo quiero que la obra del Señor se cumpla.”

Hay tres principios, primero sabemos que todas las cosas son de Dios. Salmo, capítulo 24, versículo 1, dice que de Jehová es la tierra y su plenitud. De Jehová es la tierra y su plenitud. Así que de él son todas las cosas. Si nosotros podemos comenzar a entender eso, vamos a comenzar a entender que al Señor no podemos negarle nada. El segundo principio es que todas las cosas provienen de Dios.

En primera de Crónicas, capítulo 29, versículo 12, dice ‘las riquezas y la gloria proceden de ti y tu dominas sobre todo, en tu mano la fuerza y el poder y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos.’

Aún si tenemos la capacidad más extraordinaria que puedan ser registradas en este estado, en este país, el Señor en su misericordia no dio eso. Si tenemos las habilidades, si tenemos la inteligencia y la sabiduría para hacer buenos negocios, no es por un asunto de nosotros, es porque Dios nos dio esas habilidades.

Así que todo es del Señor. Todo proviene del Señor, aún nosotros. En el libro de Salmos, capítulo 100, versículo 3, dice así la palabra del Señor, “reconoced que Jehová es Dios, él nos hizo y no nosotros a nosotros mismos. Pueblos suyos somos y ovejas de su prado.”

El don de dar con generosidad se activa cuando entendemos o entramos en el proceso de entender que de Dios provienen todas las cosas. Nada de lo que tenemos es nuestro por lo tanto, cuando el Señor nos pida, no porque él necesite, sino que él nos prueba, prueba nuestra obediencia, prueba nuestra gratitud y él no dice dame.

Así que si usted cree que esto es una prueba, dígale gracias, Señor. Siempre creemos que las pruebas son como hermanas de las tentaciones. Sabe lo que es una prueba en el Señor? es un examen. Cuántos han dado exámenes en la escuela, en la universidad? Hay algunos que están en los finales, no sé si es la final de la copa del mundo o en alguna otra final, pero las finales, están dando prueba de la prueba. Te miden, qué miden? Lo que tu has estudiado, lo que tu has aprendido en el proceso. Las pruebas que el Señor nos envía a nosotros, si consideramos que darle al Señor es una prueba, es producto de lo que él nos ha enseñado en el camino de la fe.

Él nos ha sostenido, él ha sido nuestro proveedor, él ha sido fiel, de él vienen todas las cosas. Por lo tanto, cuando él dice, ‘hoy día los voy a probar,’ nosotros tenemos que pasar ese examen con una alta calificación. Decirle, ‘Señor, es para ti. Señor, yo aprendí. Señor, yo confío en ti. Sé que tu no me abandonarás, sé que tu no me dejarás, sé que todas las cosas provienen de ti, por eso yo apruebo mi examen.’

Así que si alguno de ustedes piensa que darle al Señor es una prueba, más le vale que la pase. Muchos de nosotros quedamos reprobados. Aquí hay maestros en esta iglesia que saben lo que es reprobar un alumno, y saben lo que es promocionar a otro.

El creyente generoso entiende no solo que Dios es el dueño, sino que además, mire, Dios nos permitió ser sus socios administradores de la creación. Quién le va a dar a usted parte de su capital? Nadie. Quiere ser socio y tu no pones ninguno. Solo el Señor nos permitió vivir de esta sociedad que él nos ha permitido disfrutar, así que somos administradores de las bondades del Señor.

El creyente generoso honra a Dios con sus bienes. Esto lo puede ver en Proverbios, capítulo 3, versículos 9 y 10. El creyente generoso es prosperado en todo. Esto lo dice también Proverbios, capítulo 11, versículo 24 y 25. En todo. Son las promesas del Señor. Usted le cree al Señor? usted le cree al Señor? cree que el Señor cumple sus promesas? Cree que el Señor no se olvida? Yo creo que el Señor no se olvida.

El creyente generoso recibe de la misma forma en que da. En Lucas, capítulo 6, versículo 38 vemos esto. El creyente generoso da con alegría. A Dios no le agradan las caras largas.

Segundo libro de Corintios, capítulo 9, versículo 6 y 7. El creyente generoso se siente y vive más dichoso cuando da que cuando recibe. Mire, lo que es dar en el reino, lo que es la dinámica del reino. Ya no nos preocupamos si vamos a recibir. Algunos sacan las cuentas, ‘bueno, si yo doy mil y el Señor dice que nos va a dar a 30.’ Algunos sacan la cuenta, no? 30, Cuál es la otra, 60 70? Y a ciento por uno, guau! Si doy mil ya tengo para mí palacio.

Y probablemente cuando comenzamos en este proceso de dar, esta mentalidad natural, humana, nos dice, ‘bueno, el Señor me va a bendecir y me va a dar el doble, el triple.’ Pero en la medida que vamos aprendiendo a entregarle al Señor lo que de él es, nosotros ya no nos preocupamos si vamos a recibir o no porque sabemos que él tiene cuidado de nosotros.

Esa es la confianza que debemos tener. La generosidad de los hijos de Dios siempre ha sido un distintivo especial. La gente del mundo no se explica la economía de Dios. La gente en el mundo no se explica cómo en las iglesias se puede hacer tanto con tan poco. Es que nosotros tenemos al creador de todas las cosas, tenemos a aquel que hizo todo de la nada. Por fe creemos que el universo fue constituido por la palabra. Cómo no estar agradecidos del Señor.

En la medida que Cristo con su poder salvador y el Espíritu Santo con su poder de convicción nos facilitan cada día más la decisión de dar a la obra. Hay tantas promesas dadas en la palabra para los que dan, pero cuando dejamos de mirar los beneficios de dar y nos concentramos en aquel que es el auténtico dador de donde provienen las cosas, entonces no nos desesperamos.

Cuando usted da, no se preocupa cuando el Señor le va a dar lo que él tiene para usted. Porque cuando le damos pensando en él, estamos diciendo, ‘Señor, sostenme en tu mano. Yo me afirmo en ti. Yo no necesito otra cosa.’

Ni aún con todo el dinero que usted pueda ganar, ni aún con todas las habilidades que usted o yo podamos tener vamos a reemplazar el poder generoso del Señor. El Señor es un Dios generoso. Dios es un Dios generoso. Y hoy día le hablo a su espíritu para que usted pueda en estos días decir, ‘Señor, enséñame a vivir para dar lo que tu quieres que yo dé.’

A lo mejor usted dice, ya lo he dado todo, y el Señor le dirá, ‘A lo mejor te falta algo.’ Propongámonos en nuestro corazón que el Señor ponga en nosotros el deseo ferviente y ardiente de ser generosos en su obra.

Cuando una iglesia es generosa Dios no escatima generosidad para su iglesia. Así que falta un pequeño tramo, falta un poquitito. Sabe lo que se hizo el domingo fue un acto profético. Cuando todo a nuestros ojos naturales puede ser negativo, a los ojos espirituales estamos tomando la tierra que el Señor nos está entregando. Sabe lo que significa eso? No significa un imperio ministerial, significa que muchos hombres, miles de hombres y mujeres, van a pasar por ahí y muchos de ellos van a tener la oportunidad de conocer a Jesús como su Señor y su salvador y usted y yo vamos a ser parte de esa gran recogida.

Así que piénselo. Por qué no ora al Señor y dice, ‘Señor, yo quiero estar presente en el último tramo.’ Le dice al Señor, ‘Yo quiero que el siervo que tu pusiste ahí realmente viva la tranquilidad del espíritu y que no se esté estresando ni preocupando más allá de lo normal.’

Esta es una iglesia que ha sido bendecida por el Señor. y mientras más demos más bendecidos vamos a ser. El pueblo que ama al Señor no escatima esfuerzos, no escatima recursos, no busca justificaciones, sino que actúa, actuamos porque amamos al Señor y él nos ha amado.

Un párrafo que me llama mucho la atención, libro de Génesis, capítulo 28, acerca del trato de Jacob y Dios en Betel, versículo 15 dice, “He aquí yo estoy contigo y te guardaré por dondequiera que fueres y volveré a traerte a esta tierra porque no te dejaré hasta que hayas hecho lo que te he dicho.”

El Señor no nos va a dejar, él quiere que lo hagamos y él no nos va a dejar, quiere que cumplamos el propósito para lo que fuimos traídos en esta oportunidad. Y despertó Jacob de su sueño y dijo, “Ciertamente, Jehová está en este lugar y yo no lo sabía y tuvo miedo y dijo, cuán terrible es este lugar, no es otra cosa que casa de Dios y puerta del cielo y se levantó Jacob de mañana y tomó la piedra que había puesto de cabecera…”

Cuántos han dormido en una piedra? Señor, no quiero volver a esa bodega donde dormí los primeros años. Señor, no quiero aparecerme en ese ático donde tuve que pasar frío y calor. Sabe lo que hizo Jacob? Bendijo el lugar donde puso su cabeza. No era nada de cómodo. Nosotros estamos buscando una cabecera más o menos cómoda para nuestra cama que el otro día nos haga levantarnos derechitos sin mayor dolor, y compramos una cabecera cara.

A Jacob solo le costó agacharse y acomodar la piedra y poner su cabeza. Se levantó de mañana y aún con una actitud de adorador, de que entendía lo que Dios estaba haciendo para él, bendice el lugar donde puso su cabeza. Sabe lo que hizo Jacob? Dijo, Señor, esta piedra te la ofrendo por ahora. Por ahora te la ofrendo, pero sé que tu me vas a bendecir y dice al final, “E hizo Jacob voto diciendo, − versículo 20 – si fuere Dios conmigo, ya había bendecido la piedra, ya la había untado en aceite, − si fuere Dios conmigo y me guardare en este viaje, − él estaba haciendo suyas las palabras que ya el Señor le había asegurado que lo iba a bendecir, − en que voy y me diere pan para comer y vestido para vestir, y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios…”

Es el Señor su Dios? Es el Señor su Dios? Es el Señor su Dios? Qué le puede decir hoy día al Señor? dile, y esta piedra que he puesto por señal, no tenía un dólar, pero tenía una piedra. A lo mejor tu no tienes un dólar, tienes una piedra, úngela, porque ahí hay bendición.

“Será por señal, será casa de Dios y de todo lo que me dieres el diezmo apartaré para ti.”

El Señor nos dio primero. El Señor nos dio primero, nos entregó a nosotros primero. Entregó a su Hijo por nosotros. Así que yo no sé lo que tu tienes para bendecir, para prometer delante del Señor, pero quiero decirle algo, hay algo que va a nacer de ti estos días, y se lo vas a prometer al Señor y el Señor te va a bendecir.

Cierre sus ojos un momento. Probablemente muchos de nosotros estamos como Jacob, tenemos solo la piedra en este momento. Pero él entendió la palabra del Señor, él entendió que Dios lo iba a bendecir. Sabe, hay un concepto en las epístolas de Pablo, en la epístola de Corintio dice, “El que siembra escasamente, escasamente segará, pero el que siempre en abundancia, en abundancia segará.”

Sabe, lo interesante de esto es que usa la misma palabra en el tiempo presente continuo, el que siembra, no el que sembró ni el que sembrará, sino el que siembra. Todos los días el Señor está pidiendo de nosotros la siembra. No deje de hacerlo, no deje de decir, ‘Señor, yo voy a sembrar esto.’ Un día puede ser las finanzas, otro día puede ser tu tiempo, otro día pueden ser espacio para servirle a él. Hay tantas maneras de sembrar en tiempos distintos delante del Señor, pero lo que el Señor quiere es que constantemente, continuamente sembremos es lo que él nos está pidiendo.

Señor, Señor todopoderoso, yo te pido por los desafíos de esta congregación, yo te pido, Señor, por lo que ha puesto en el corazón, Señor, de nuestro pastor y de la visión de esta iglesia. Yo te pido, Señor, que tu puedas abrir las ventanas de los cielos, que tu abras los cielos y derrames lluvia de bendición sobre una iglesia que se va a volcar al frente de tu trono para dar en gratitud con generosidad.

Yo bendigo a cada uno, Señor, de los que a partir de hoy día va a hacer un nuevo pacto contigo, va a hacer una nueva promesa delante de ti, Señor, y tu traerás lo que has prometido para cada uno de ellos. Gracias Señor en el nombre de Jesús. Amén. El Señor es bueno? El Señor es bueno?

Vamos a ponernos de pie.

Cobrad ánimo pueblo todo de la tierra - Y trabajad

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En el capítulo 2 de Ageo comenzando con el versículo 1 dice: "En el mes séptimo a los 21 días del mes vino Palabra de Jehová por medio del profeta Ageo" mire las figuras que están involucradas en este pasaje "el profeta Ageo diciendo: Habla ahora a Sorobabel hijo de Zalatiel gobernador de Judá" una segunda figura Sorobabel gobernador, tercera persona "y a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote" cuarta entidad "y al resto del pueblo diciendo" y este es el mensaje del Señor " ¿Quién ha quedado entre vosotros que haya visto esta casa en su gloria primera y cómo la véis ahora? ¿No es ella como nada delante de vuestros ojos?

"Pues ahora Sorobabel gobernador ,esfuérzate dice Jehová. Esfuérzate también Josué hijo de Jozadac, sumo sacerdote y cobrad ánimo pueblo todo de la tierra" Congregación León de Judá cobrad ánimo dice el Señor, cobrad ánimo; cobra fuerzas, cobra entusiasmo, recupera la visión.

"Dice Jehová: Y trabajad" trabajad yo incluiría: y contribuíd, seguid dando, seguid creyendo, seguid esforzándoos, seguid dando sacrificialmente; involúcrense, no pierdan la visión, no pierdan la pasión, no pierdan el sentido de compromiso, no bajen las manos, no baje la guardia, no dejen caer los brazos. Trabajad ¿por qué? ¿porque somos fuertes, de empuje maratonista? ¿porque no nos damos por vencidos, no nos rajamos como dicen los mexicanos? ¿Por qué? Dice: "Porque Yo estoy con vosotros dice Jehová de los Ejércitos. Digan conmigo: Dios está con nosotros, más duro Dios está con nosotros, Dios está con nosotros.

Por eso tenemos que esforzarnos y trabajar. Según el pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto así mi Espíritu estará en medio de vosotros no temáis; porque Dios está diciendo: Yo soy el mismo ayer, hoy y por los siglos. El Dios que nos ha dado dos edificios para construir y que nos ha permitido terminarlos y ser una presencia muy real en la ciudad de Boston y hacer cosas extraordinarias que jamás imaginamos cuando salimos de nuestro humilde lugar allá en Cambridge y nos ha puesto en lugar de prominencia, de influencia positiva y respetable ante los ojos de autoridades y de la comunidad.

Es el Dios que está con nosotros todavía y el Dios que está absolutamente comprometido con Su pueblo y con la visión que Él nos ha entregado. Mucha gente a veces piensa: ah Dios estuvo para aquéllo pero no estará por lo otro pero dice mira: el mismo que estuvo con ustedes en Egipto y los sacó con Su brazo extendido está hoy aquí con ustedes también. El mismo Dios que estuvo con Moisés, que estuvo con Gedeón, que estuvo con Elías y con Eliseo, el mismo Dios que estuvo con Pablo y con los discípulos aunque era un puñado de gente asustada cuando el Señor ascendió es el mismo Dios que está con nosotros hoy.

El Dios que nos permite hacer proezas para Su gloria y Su honra, el Dios que fortalece nuestros brazos si nosotros se lo permitimos. Yo estoy con vosotros no teman porque así dice Jehová de los Ejércitos, muy importante dice: "De aquí a poco Yo haré temblar los cielos y la tierra; el mar y la tierra seca y haré temblar a todas las naciones" dice el Señor. Yo haré temblar a todas las naciones y entonces vendrá El Deseado de todas las naciones.

Yo no sé si en su Biblia El Deseado está con mayúscula pero en la mía está con D mayúscula porque no es cualquier deseado, es El Deseado ¿y cuál es El Deseado de todas las naciones? Cristo Jesús; es el que las naciones muchas veces sin saberlo las naciones están esperándolo para que cambie sus sociedades. Convierta el crimen en paz, convierta la ignorancia en sabiduría, convierta la falta del Espíritu de Dios en llenura del Espíritu Santo; convierta las ciudades desoladas por el crímen, por la pobreza en lugares de prosperidad, de bendición, de crecimiento.

El Deseado es el único que puede establecer justicia entre los hombres, que puede liberar las culturas de la droga, del Sida, del embarazo prematuro, del desperdicio de vidas cuando Dios quiere tornarlas en instrumentos para Su Gloria. "Vendrá El Deseado de todas las naciones. Y dice el Señor: Y llenaré de gloria esta casa. Llenaré de gloria esta casa ha dicho Jehová de los Ejércitos." Escuche esto una promesa: "Mía es la plata y mío es el oro dice Jehová de los Ejércitos."

¿Usted sabe por qué nos hemos metido en líos como éste y nos seguiremos metiendo y seguiremos haciendo cosas grandes para el Señor y nos atreveremos a hacer cosas que cuando estemos en medio de ellas nos asusten? porque yo creo lo que dice ahí: Mía es la plata y mío es el oro dice el Señor.

El Señor Jesucristo dice en Mateo capítulo 28: "Toda potestad me es dada tanto en el cielo como en la tierra, por tanto id." La garantía para nosotros cuando perdemos cosas grandes es que el Señor tiene en Su Mano todos los recursos, todo el poder y Él quiere hacerlo correr a través de hombres y mujeres llenos de fé; vasijas que se vacíen para que Su Gloria pueda ser contenida por ellos y Su aceite pueda hacer las cosas que Dios quiere hacer.

Yo estaba pensando esta mañana y voy a entrar de lleno en mi sermón ahora un momento. Estaba pensando en alguien que conozco que está pasando por unas tribulaciones serias en este momento y no voy a decir su naturaleza para que no se me adelante pensando que me estoy refiriendo a ellos. Pero esta persona está pasando por unas pruebas y todo indicaría que lo que esta persona tiene que hacer es echarse hacia atrás, conservar energías, dejar de hacer y lo que el Señor me decía, yo he tenido que orar para que el Señor confirme la Palabra antes de dársela, es que lo que Dios le está diciendo a esa persona es: en vez de dejar de hacer haz más y es algo que atenta contra la situación misma que esta persona está viviendo.

Es una Palabra contraintuitiva porque lo que indicaría la razón es que esa persona deje de hacer y conserve pero lo que yo creo que Dios le está diciendo y como es algo de mucha responsabilidad yo decirle eso a esa persona por eso estoy meditándolo; pero Dios está diciendo: lo que tienes que hacer para salir de tu dilema es hacer más no menos. Y yo creo que hay momentos en la vida de los hijos de Dios en que para que Dios pueda hacer algo mayor en nosotros nosotros tenemos que despojarnos y vaciarnos y las cosas que más amamos tenemos que ponerlas al pie del Señor, ponernos en déficit. Sea lo que sea, sea dar, sea servir de manera que solamente si Dios hace la obra podríamos salir del aprieto en que nos habremos metido.

Yo creo que la Biblia está llena de esas cosas, de esos momentos. Yo creo que Dios le está diciendo a esta Congregación: Yo quiero hacer algo grande entre ustedes como dice aquí, Yo voy a llenar de gloria este lugar y Mi propósito tiene que ser cumplido. En el versículo 7 del capítulo 1 el Señor le dice a ese mismo pueblo de Ageo: "Así ha dicho Jehová de los Ejércitos: Meditad sobre vuestros caminos, reedificad la casa y pondré en ella Mi Voluntad y seré glorificado dice el Señor."

Dios quiere poner Su Voluntad en esta casa y Dios quiere hacer algo a través de nosotros y Dios quiere usarnos en una manera extraordinaria pero hay un precio que hay que pagar. No podemos salir ilesos; tenemos que salir oliendo a humo para que entonces Dios pueda glorificarse como Él quiere. Escúcheme bien: hay que vaciarse para ser llenado.

Cuando Eliseo le habla a la viuda en ese conocido pasaje y la viuda tiene un gran predicamento y no sabe qué hacer porque vienen a quitarle a sus hijos para pagar la gran deuda Eliseo le dice: busquen vasijas vacías, vasijas no pocas; si las vasijas hubieran estado llenas no hubieran podido llenarse del aceite. A veces tenemos que vaciarnos hermanos y nosotros somos un pueblo muy fuerte y Dios no nos va a dar las cosas a menos que no las trabajemos.

Y yo les digo: usted y yo no hemos sufrido a través de la construcción de estos santuarios y estos edificios que Dios nos ha dado a través de estos años, sinceramente. Yo veo a mis hermanos Pastores sinceramente para hacer cualquier cosa estrujándose y haciéndose un ocho para poder construír y apelando todos los domingos y llenando la casa de apelaciones urgentes y de crisis, ustedes y nosotros sí nos hemos esforzado, hemos dado generosamente eso es cierto pero en realidad déjeme decirles que ustedes y nosotros no hemos dado tanto como otras Iglesias dan para la construcción de sus edificios.

Dios ha permitido que aquí haya cierto grado de sabiduría y una economía increíble y ha permitido que este santuario que valdría 10, 12 millones de dólares lo construyamos por menos de 5 millones de dólares ¿por qué? porque Dios ha dado ciencia, sabiduría y conocimiento. Pero hay una medida todavía; yo pensaba que podríamos escaparnos y este santuario hacerlo sin cierta medida de urgencia pero así al final Dios ha querido que pasemos por los mismos propósitos, los mismos procesos que hemos pasado en otros esfuerzos.

Es interesante, esta mañana yo estaba buscando sermones donde he hablado acerca de campañas financieras anteriores y edificios; me encontré con uno qué lástima que no lo traje aquí que tenía que ver con el primer edificio, el 68 de la North Hampton Street, lo prediqué en el 96. Y yo decía, tenía unas notas ahí donde decía: hermanos nos faltan 20 mil y pico de dólares, ya estamos llegando al final decía y las cosas que necesitamos hacer requieren un dinero adicional y ahora mismo nos faltan 20 mil y pico de dólares para pagar nuestro elevador y necesitamos una ofrenda especial de parte de ustedes. Yo dije wow deja vu, otra vez.

Y es interesante que este es el tercer proyecto y siempre hacia el final. Ahora ¿qué es lo que pasa cuando una madre va a dar a luz, una mujer? Ahí vienen los dolores de parto ¿verdad que sí? la matriz se pone recia y hay temblores y hay náuseas, hay todo tipo de dolores y hay casi un arrepentirse de haberse metido en el aprieto. Y pues estamos en ese proceso ahora mismo, estamos ya preparados; falta poquísimo y una de las razones como yo les decía que yo quería que ustedes vinieran acá es porque algunos hermanos creen como que no, esto como dice aquí en otro pasaje, este pueblo dice: "No ha llegado aún el tiempo de que la casa de Dios sea edificada." versículo 2.

Algunos son excépticos, son como Tomás y escuchan al Pastor diciendo: ya estamos cerca y esto y lo otro y ellos ahí aguantados porque quieren ver y piensan que falta muchísimo, pues aquí está ustedes pueden ver. Yo estaba esperando el momento preciso. Algunos se preguntan por qué yo no he hablado de esto en las últimas semanas; porque yo quería tener una imagen gráfica para hacer una última apelación. Estamos aquí porque Dios está diciendo: trabajen duro y porque hay una situación de urgencia.

A mí no me gusta hacer apelaciones de urgencia y nunca la he hecho. Algunos hermanos me dijeron: yo creo que el problema es que cada vez que usted se para a hacer un ánimo a la Congregación y una arenga usted lo presenta como que todo está bien y no hay nada de qué preocuparse, de que estamos bien, vamos bien y yo creo que mucha gente piensa que como vamos bien pues no tiene que dar o no tiene que dar como verdaderamente hay que dar. Yo le pido al Señor que haga claro a ustedes esta vez y si no lo soy uno de los diáconos o quien sea que se pare y me corrija; yo me guiaré pero estamos en un tiempo, estamos listos casi para terminar pero necesitamos un esfuerzo.

Yo he hecho dos últimas apelaciones a mis hermanos y no hemos alcanzado la meta por mucho. Hace poco yo reté a los hermanos, a trescientos de ustedes a dar 500 dólares para terminar ya y de paso les digo, estamos tan agradecidos por lo que ustedes han dado, esta Congregación ha dado generosísimamente pero la obra es grande; y no se colectó más de una tercera parte de lo que se suponía que se colectara en ese llamamiento. Muchos hermanos cedieron pero no, y faltó cien mil dólares de eso, son pocas cantidades cuando usted mira aquí pero ahora ese dinero nos hace falta.

Además de las ofrendas y los diezmos y lo que ustedes presentan cada domingo recuerden esto: hace ya varias semanas el banco dió todo el préstamo que iban a dar y tampoco es una cantidad inmensa la cual el banco ha dado; yo no he querido jamás meter a la Congregación en una deuda excesiva. Dios nos ha dado tres maravillosos edificios y una planta física envidiable en el centro de la ciudad y nuestro mortgage es increíble, es la mitad de lo que muchas iglesias se comprometen para un sólo edificio, nosotros tenemos tres.

Y simplemente lo que tenemos que hacer es dar un poco más para que este lugar sea terminado porque siempre al final y yo creo que Dios está diciendo: este pueblo es un pueblo fuerte, es un pueblo a través del cual Yo puedo hacer algo grandioso y Yo quiero que sientan lo que es el impacto, lo que es el peso de lo que es construír. Y a mí mismo el Señor no quería dejarme ileso. Yo creo que las Congregaciones deben sentir y pagar un sacrificio que glorifique al Señor. La carne tiene que morir.

Yo te estoy hablando a ti no le pongas el nombre de otra persona, te estoy hablando a ti. Dios nos ha dado mucha gente nueva, nuestra Iglesia ha crecido y yo me temo que esas personas nuevas y aún otros que están aquí hace un tiempo todavía no han captado lo que es la vida cristiana en términos de darle al Señor sacrificialmente. Yo he aprendido en mi vida que no hay nada como darle al Señor y ver Su Gloria manifestarse, que la manera de desatar la gloria de Dios, la provisión divina, la manifestación de los dones de Dios en nuestras vidas es abriéndonos boquetes para que el aceite de Dios pueda correr a través de ellos.

Tú tienes que abrirle un boquete para usar una buena palabra así poco elegante a tu cuenta de banco, a lo que tú tanto amas para que la Gloria del Señor pueda llenar ese espacio. Yo he aprendido que Dios siempre cala en lo que más amamos para que al ser crucificados como Cristo fue crucificado Su Poder pueda entonces perfeccionarse en nosotros.

Y ahora mismo nosotros estamos en una necesidad; el miércoles pasado nuestro tesorero me llamó por teléfono y me dijo: Roberto tenemos un déficit serio ahora en nuestra cuenta de banco y si no entran unos fondos urgente de emergencia van a comenzar a saltar cheques, porque en estas últimas semanas todo el peso de la construcción ha reposado exclusivamente sobre nosotros. Ya no hay banco que nos ayude en lo que queda de la construcción y no es tanto.

Pero ahora mismo esta Iglesia es responsable; no solamente es todos sus gastos regulares incluyendo el mortgage que tenemos de los otros edificios sino que también ya hay que pagar completamente el mortgage de este santuario. Y ya lo que queda de la construcción sale de nosotros y no es tiempo para que bajen los ingresos por concepto de diezmo y ofrenda como han bajado un poco últimamente. Ciertamente que desaparezcan los donativos especiales para la construcción del santuario.

Le estoy hablando y me estoy obligando a sacar cada palabra porque desgraciadamente yo soy la persona más tímida del mundo para pedir y esa es mi gran crucifixión; yo estoy aquí crucificándome ahora mismo pidiendo. Le aseguro que darle al Señor no me cuesta nada pero pedir, eso es una muerte para mí.

Pero yo quiero animarles a cada uno de ustedes entiendan, no estoy hablando así ya pasando pañitos tibios, si ustedes no dan ahora esto se va a terminar y vamos a cerrar la obra y sería una verguenza, y sería una pérdida para el Reino de Dios. Y esta Congregación yo sé que es una Congregación que puede dar la última medida; no tengo la menor duda, los recursos están allí en ustedes. Así que yo les animo en el Nombre del Señor a que se pongan las pilas y suelten la bendición, y que salgamos de aquí con un compromiso claro.

Quiero invitar a los músicos, pasen por acá por favor. Omar ven rápidamente, ven corre y pasa por acá rápidamente te necesito aquí arriba. Prepárense hermanos y lo que yo quiero, mire no voy a hacer ninguna apelación. Déjeme decir un par de cositas más simplemente. En este pasaje yo lo que veo es que el Señor se está refiriendo a todas estas personas. Primero está Ageo el profeta de Dios que canaliza una Palabra de Dios al pueblo.

Este santuario se está construyendo porque hay una Palabra profética que ha venido a mi corazón años atrás, años atrás cuando el primer santuario era un escombro, yo me senté, yo les he dicho antes en un lugar allá y miré hacia esto que era antes un estacionamiento pequeño y el Señor me puso la imagen de este lugar que ahora yo veo con mis ojos, antes de que termináramos el primer santuario. Yo sentí en mi corazón: cuando este lugar esté lleno dos veces un domingo y no dé abasto será necesario tener un lugar ahí en ese espacio de cuatro niveles, un estacionamiento pequeño debajo, un auditorio con un balcón alrededor y un piso adicional.

Y así hoy ahora comienza a cumplirse esa visión y mire cómo está este lugar ya, y esta mañana estuvo igualito. Es posible que si estuviera todo el mundo de esta mañana y ahora no cabríamos en este lugar. Ya. Este lugar Dios lo quiere usar para llenarlo yo no sé si dos, tres, cuatro veces lo que sea y hay una Congregación norteamericana en inglés, caribeña y angloparlante que ya estará ocupando el otro lugar allá también mientras nosotros estemos aquí.

Nosotros podremos procesar miles de personas en un sólo día y esto se va a llenar. Ya yo veo cómo está llegando la gente sin ni siquiera llamarlos, están viniendo. Óigame yo no sé cómo nadie puede quedarse a medias y dejar de ser parte de algo tan glorioso y tan significativo, yo no me explico. Yo te animo a ti que acabas de llegar a la Iglesia, a ti que eres nuevo en la fé, a ti que llevas muchos años: préñate con la visión de Dios.

Dios dice: Yo quiero llenar este lugar de Mi Gloria y llamo a los Sorobabeles que tienen recursos, llamo a los Pastores que tienen visión que animen; llamo al espíritu profético tipo Ageo para que transmita mi llamado, porque yo quiero hacer algo grandioso. Si usted se fija en lo que dice el versículo 6 ese santuario que Dios quería que se construyera hace miles de años, que se reconstruyera porque Dios le habla a un pueblo en derrota que acaba de regresar del exilio y está decaído con un santuario que está hecho escombros de cuando el exilio babilónico y ahora Dios quiere que se reconstruya de nuevo porque a Dios le gusta tener lugares donde Su Gloria habite. Él no es contenido por ningún lugar pero a Él le gustan lugares llenos de Su Espíritu donde Su Palabra pueda correr, donde Su Ministerio pueda ejercerse.

Y por eso le dice al pueblo: reconstruyan Mi santuario, no esperen más. Sí han habido contratiempos dice el Señor pero no me digan que ya no es tiempo constrúyanme mi casa y trabajen, porque yo quiero hacer correr Mi Gloria sobre esta casa así que cobren ánimo, trabajen. Y mire lo que dice el versículo 6 recuerden esto: "Este es un lugar profético como aquél santuario lo era".

Cuando Dios le está diciendo al pueblo de Israel: reconstrúyanme mi casa no solamente está pensando en ese momento sino que Su mirada telescópicamente se está extendiendo miles de años después cuando vendría El Deseado de todas las naciones y habría otro santuario que yo creo que en última instancia será el santuario que se construirá en Jerusalén que marcará la Venida de Cristo al mundo de nuevo y nosotros estamos cerca de ese tiempo.

Yo le animo a usted ver este santuario como un santuario no simplemente para León de Judá, este es un santuario profético que ejemplifica en esta ciudad tan reacia a la Palabra de Dios; rodeados como estamos de una cultura secular humanista que rechaza los valores del Reino de Dios y no solamente los rechaza sino se goza en practicar aquéllo que es totalmente contrario a la Voluntad de Dios. Y Dios dice: este santuario es un lugar que Yo quiero que profetice a esta ciudad de mis propósitos que se van a cumplir.

En el Nombre de Jesús yo les digo proféticamente: nosotros estamos en un tiempo especial en que la Gloria de Dios se va a manifestar como nunca antes en la historia. Escúcheme bien y vienen tiempos cataclísmicos para las naciones; tiempos de gran premura y de gran urgencia. Tiempos en que las estructuras mismas de la sociedad y de la cultura, y del gobierno y de las finanzas serán estremecidas y que la manera en que las naciones hacen negocios y hacen trasancciones quedará completamente transtornado y nosotros estamos en medio de ese tiempo.

Vienen momentos en que el Evangelio, la Palabra del Señor, iglesias ungidas y llenas del Espíritu Santo, Ministerios proféticos serán absolutamente preciosos y necesarios para explicarle a las naciones lo que estará pasando. Cuando el Señor me permitió yo creo allí pararme en ese servicio ecuménico donde estaba el Presidente Obama y que fue televisado nacionalmente, internacionalmente yo sentí del Señor de nuevo, eso es un vislumbre de lo que Dios quiere hacer, que cuando las naciones se vean atormentadas y consternadas por eventos que ellos no sabrán explicar y que los llenarán de temor, de angustia y de confusión Yo voy a requerir un pueblo ungido que les interprete a ellos por qué me estoy moviendo en la manera en que me estoy moviendo y que los anime a creer que soy Yo y no el infierno el que está en control de la historia y que Yo permito.

Eso fue lo que yo expliqué que es clave cuando yo estaba predicando. Yo le decía en mi reflexión a la nación y a todos los que estuvieron escuchando: el mal se mueve en el mundo y cree que él está ganando la victoria, pero el dilema del mal es que cada vez que hace algo para matar, robar y destruír Dios lo usa para bendecir y esto que ha pasado es simplemente algo. Cada vez que pasa cosas terribles y destructivas en las naciones como, tan altanera en una ciudad como Boston ¿por qué pasan cosas como las que pasan en una ciudad como Boston tan decente, racional, académica, intelectual? ¿Por qué salieron de aquí los aviones que destruyeron las Torres? ¿Por qué salió de aquí el matrimonio homosexual que está contaminando nuestra nación? ¿Por qué ahora vuelven aquí terroristas a atacar precisamente aquí en Boston? Porque hay una señal. Esta ciudad es una ciudad marcada por Dios.

Aquí nació el Evangelio en todo Estados Unidos y todavía el Dios que es totalmente consistente en Sus caminos dice: Mis propósitos todavía no han terminado aquí y Yo voy a remover los fundamentos. Si usted tiene tiempo después búsquese en Hebreos capítulo 12 donde el escritor de Hebreos toma este mismo pasaje de Ageo y lo aplica a los últimos tiempos; no era solamente para aquél tiempo sino también para el futuro.

Nosotros construímos no solamente para ahora sino para lo que Dios tiene entre manos. Dios quiere un pueblo ungido y dotado. Lo que yo le decía a ese pueblo es: entiendan bien, Dios permite que venga el dolor; yo no iba a decirle a esa gente en ese momento: oh porque hay pecado en la nación, esto y lo otro pero al buen entendedor pocas palabras bastan. Estoy diciendo: Dios permite y la expresión más citada de toda la reflexión fue ésta: Dios no ha abandonado a Boston, Dios no ha abandonado esta nación; Él simplemente teje un tapiz hermoso y brillante que contiene algunos hilos oscuros.

Y esos hilos oscuros de terror, de muerte, de heridas son cosas que Dios permite para preparar a los altaneros, preparar a los que rechazan en nombre de Dios, preparar a las naciones reacias a la Palabra del Señor, suavizarlas para que entonces venga el pueblo de Dios y recoja la cosecha. Y el mover de Dios será como la Palabra de Cristo como cuando le dijo a Pedro: Pedro echa tus redes para pescar y esa palabra: echa tus redes para pescar y la afirmación de Pedro: Señor toda la noche hemos pescado pero en Tu Nombre yo voy a echar la red; y yo sé que cuando Pedro dijo eso reaccionando al llamado de Cristo los peces fueron convocados de todas partes para fluír a la red de Pedro y por eso él pescó como pescó.

Y Dios va a estar haciendo la obra; Dios va a estar preparando a la gente. Nosotros no tendremos que ir a la gente con embelecos y empobreciendo la Palabra del Evangelio para que vengan, ellos van a suplicar para que los dejemos entrar para recibir refugio que el pueblo de Dios estará preparado para entregarles. Y por eso necesitamos construír estructuras donde pueda venir el pueblo de Dios para que pueda la gente ser salva. Pero Dios no lo va a hacer a través de gente pusilánime y mediocre lo siento mucho.

Guerreros, gente que haya muerto para Cristo este no es el tiempo para vivir vidas normales, no es el tiempo para estar acumulando grandes cantidades de dinero que usted ni siquiera sabe si va a usarlo, escúcheme. Yo no quiero estar allí amontonando granitos de maíz como una gallina escondido por allá para una vejez que quizá no llegue porque yo quiero morirme sirviendo al Señor y dándole todo. No quiero estar acumulando si hay tanto que hacer, tanto que dar, tanto que servir al Señor.

¿Para qué quiero yo estar acumulando una carrera académica u otras cosas que total todos los libros de este mundo van a ser quemados y consumidos por el fuego? No va a haber biblioteca que quede, no va a haber museo que quede, no va a haber obra de arte que pueda resistir el fuego consumidor de Dios, que pueda entrar al lugar perfecto donde vamos a habitar; todo eso se va a quedar aquí en la Tierra. Lo único que entrará allá será nuestras obras a favor del Reino de Dios.

El amor que sobreviva este fuego que ha de venir. Hermano entrégale al Señor, no dejes de darle al Señor lo que Dios te pide. Yo les puedo decir desde acá arriba: mi esposa y yo, mi familia hemos dado, seguiremos dando y cada día daremos con más rabia y con más alegría. Es que Dios no se queda, óigame. La bendición que ha venido a través de los boquetes que hemos abierto al Señor yo no lo cambiaría por nada de este mundo, yo les hablo desde una postura desde donde yo sé, creo y he gustado del Dios que bendice.

Cuando yo me tiendo sobre la cruz y dejo que me claven mis manos y horaden mi pecho para que salga la vida y Dios después dice: Yo te voy a cerrar todo eso y te voy a bendecir, te voy a levantar, no te pierdas esa experiencia. En este momento para construír este lugar que Dios ha de usar grandemente para Su Gloria y con el cuál Dios tiene un gran mover profético no te quedes sin darle al Señor.

Bajemos nuestras cabezas un momento. Yo le decía a mis hermanos esta mañana: yo no sirvo para andar por ahí con embelecos, de subasta, ¿quién da más, quién da esto, quién da lo otro, quién da quinientos quién da mil? Para mí el santuario de Dios es un lugar sagrado, yo quiero apelar a gente madura y entendida; no quiero estar ante un pueblo que yo tenga que manipularlo para sacarle el dinero.

Yo te animo ahora mismo a concebir una cantidad que tú mismo le vas a dar al Señor. Yo no te voy a pedir nada pero en tu espíritu firma una cantidad. Ahora mis ojos se plantan sobre un jovencito, que no se quede ni un joven sin dar, nadie hasta los niños, vengan al Señor. Padres pongan a sus hijos a que den algo y firma ahí, yo no quiero ahí una firma aquí de papel, firma en tu espíritu una cantidad de dinero que tú le vas a dar al Señor y no te arrepientas ni dejes que el diablo te arrebate eso cuando tú salgas de aquí, que lo que pasa es que nosotros concebimos ciertos planes mientras nos están manipulando y dándole a la manigueta para acicatearnos emocionalmente y cuando salimos el diablo nos roba la visión y volvemos business as usual.

Señor reprende a ese espíritu. Dios obra a través de gente íntegra, seria y comprometida que cuando dicen: voy a poner mi mano sobre el arado nadie se la arrebata hasta que no cumplen lo que han prometido.

Vamos a darle al Señor generosamente. Los ujieres por favor pasen por acá y pongan aquí las cestas y al final del servicio, o en el arca también la pueden poner pero por si acaso, mejor que sobren a que falten lugares. Antes de que usted se vaya de aquí, no tiene que ser ahora mismo si trajo su chequera échelo ahora acá y si no conciba una visión y venga el miércoles que viene o el domingo que viene y tráigale al Señor lo necesitamos ya. La única razón por la cual no estamos rebotando cheques ahora mismo es porque una familia de la Iglesia muy en privado le prestó a la Congregación una suma bastante considerable de dinero para que la pagáramos cuando pudiéramos. No es dinero que le sobraba a esa familia pero lo dieron, pero ese dinero tiene que salir, yo sé que va a salir de nosotros.

Hasta aquí nunca le hemos fallado al Señor pero esto es serio y no sé; hermanos Pastores y diáconos lo he dicho bien claro ¿ok? no estamos jugando. Si ustedes no salen a la necesidad nadie va a salir. Este servicio de las 12 es un servicio de gente que le gusta adorar al Señor pero también yo necesito que sea ahora gente que dé; a veces el servicio de las 9 son un poco más apagaditos pero son gente que dan increíblemente, no se pierdan esa oportunidad también ustedes acá. No todo es simplemente alabar y gritar sino también es darle al Señor. Conciba una visión fuerte delante de Dios.

Jóvenes adultos: ustedes tienen muchos trabajo profesional y muchas cosas, dénle al Señor, aprendan lo que es darle generosamente al Señor. Y también a la gente que no tiene mucho: déle a Dios para que desate la bendición, Dios quiere bendecirnos.

Padre en el Nombre de Jesús, baje su cabeza. Conciba allí algo grandioso para el Señor, te adoramos te bendecimos, te damos gracias porque es bueno batallar en Tu Nombre, es bueno tomar la espada y sentir que la sangre corre hasta que la espada se pega a la mano de tanta sangre que corre; es bueno batallar en Tu Nombre y guerrear para Ti Padre, es bueno agonizar para Ti. Es bueno sudar sangre para Ti, es bueno sentir el terror metiéndose en nuestro corazón mientras te damos y te servimos porque yo sé que Tu Hijo padeció mucho más.

Yo te pido que no nos dejes entrar ilesos a la gloria de este lugar. Sigue apretándonos y sigue glorificándote y sea Tu Nombre establecido en este lugar. Mueve a Tu pueblo, mueve a Tu pueblo y concibamos una visión para la victoria, que no hayan más apelaciones de este tipo sino que podamos entrar en lo que Tú nos has llamado a hacer. Préñanos ahora con Tu propósito y gracias, gracias por Tu unción, gracias por Tu bendición en el Nombre de Jesús, amén y amén. Gloria al Nombre del Señor déle un gran aplauso al Señor, pueblo de Dios anímate.

No importa cuán difícil sea su situación, no se dé por vencido jamás!

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Dice el Apóstol Pablo, Segunda de Corintios, capítulo 4, versículo 7: “…pero tenemos este tesoro en vasos de barro para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros. Que estamos atribulados en todo más no angustiados, en apuros más no desesperados, perseguidos más no desamparados, derribados pero no destruidos, llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. Porque nosotros que vivimos siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. De manera que la muerte actúa en nosotros y en vosotros la vida, pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito, creí por lo cual hablé, nosotros también creemos por lo cual también hablamos, sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús y nos presentará juntamente con vosotros. Porque todas estas cosas padecemos por amor a vosotros, para que abundando la gracia por medio de muchos, la acción de gracias sobreabunde para gloria de Dios. Por tanto, no desmayamos, antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria. No mirando nosotros las cosas que se ven sino las que no se ven, porque las cosas que se ven son temporales pero las que no se ven son eternas…”

Amén. Gloria a Dios. Vamos al versículo 7 donde el Apóstol Pablo dice, ‘pero tenemos este tesoro en vasos de barro’. Esa palabra ‘pero tenemos este tesoro’, esa expresión, nos indica que él estaba pensando en otra cosa. Él está hablando, se está refiriendo a algo que ya ha mencionado antes de este momento. A qué se está refiriendo y por qué dice él, ‘pero tenemos este tesoro? Y cuál es el tesoro del cual está hablando el Apóstol Pablo?

Ese tesoro, si usted lee los versículos anteriores, se refiere al Evangelio, el anuncio de la palabra de Dios, el sublime Evangelio, la predicación de la palabra del Señor. Ese Evangelio que muchos no entienden porque el diablo ha cegado el entendimiento de ellos, dice el Apóstol Pablo, y que Dios nos ha encomendado a nosotros, la predicación de ese Evangelio, la proclamación de esa palabra. Pablo acaba de hablar de todas las cosas que Dios ha hecho para que nosotros llegáramos al conocimiento de Jesucristo.

Es un Evangelio sublime, maravilloso, grandioso y de gran valor, de gran precio. Y entonces Pablo dice, ‘este gran tesoro que es el Evangelio todo lo que le ha costado a Dios redimir la raza humana, el drama del Evangelio, la venida de Jesús, su encarnación, asumir un cuerpo humano, despojarse de su gloria, venir el mundo, morir en una cruz, todo esto, ese maravilloso tesoro lo tenemos en vasos de barro. Es como si tuviéramos millones de dólares en joyas y… en las películas a veces los cofres de los piratas que usted lo abre y están llenos de monedas y de joyas y de collares, entonces, Pablo dice, ese maravilloso tesoro en vez de tenerlo en un cofre de bronce, con una aldaba bien gruesa y una cobertura de cuero, y algo muy bello que esté a la altura de la magnitud y lo sublime de este tesoro, lo tenemos en unas tinajas de barro, bien ásperas, bien toscas, bien frágiles que se pueden romper y que nunca indicarían lo maravilloso de su contenido.

Si ese es el tesoro, si el tesoro es el gran Evangelio que Dios ha hecho posible a través de Jesucristo, cuál es el vaso de barro? Nosotros, que somos quebradizos, frágiles, propensos a fallarle al Señor, limitados en nuestro conocimiento, nos desanimamos fácilmente, tenemos poca fe muchas veces. Qué cosa increíble que Dios le ha confiado la salvación de la raza humana a nosotros, la iglesia! Él hubiera podido encomendárselo a unos cuantos arcángeles que no comen, no tienen que dormir, no tienen que descansar, no pecan, no cometen errores, son tremendamente obedientes.

Imagínense si un ángel se parara en la calle 42 en Times Square, Nueva York, o en [inaudible] y anunciara, ‘Crean en Jesucristo’, todo el mundo se tira al piso de una vez, son unos evangelistas tremendos. Sin embargo, nosotros somos los que Dios nos ha confiado ese maravilloso tesoro del Evangelio. Lo tenemos en vasos de barros.

Por qué? Porque Dios quiere siempre… dice, ‘que para que la excelencia del poder sea de Dios.’ En otras palabras, para que Dios sea el que se lleve la gloria. Claro que sí. Cuando yo pienso quién yo soy, lo limitado que soy, lo frágil, lo quebradizo, lo propenso a fallarle a Dios que soy, y pienso en lo que Dios me ha encomendado como pastor, predicador del Evangelio, yo digo, guau, Padre, tu tienes tu toda gloria y toda la honra es para ti.

Si usted se conoce a sí mismo, usted sabe que le tiene que dar la gloria a Dios. ¿Verdad que sí? Si usted no es un alocado que piensa más de usted mismo de lo que debe pensar, como dice Pablo, ‘ninguno tenga más algo concepto de sí que el que debe tener, sino que piense con cordura.’

Toda persona que piensa de sí con cordura tiene que decir, ¿Sabe qué Señor? Solamente por tu misericordia, solamente por tu gracia, tu te atreves a confiarnos a nosotros, así que para ti la gloria, la honra y el honor.

Me recuerdan las palabras del salmista que dice, ‘para que sea [inaudible] dice contra ti, contra ti solo he pecado y he hecho lo malo delante de ti, para que seas tenido por puro en tu juicio,’ y la idea es para que la gloria sea de Dios. Nosotros a veces pecamos y cada vez que pecamos y le fallamos al Señor en alguna manera u otra es evidente que la gloria es de Dios, no de nosotros.

Entonces, Dios nunca comparte su gloria con nadie. No es que él sea egoísta ni nada, es que simplemente nadie puede. Todo lo que nosotros podemos hacer por Dios sin Dios es por gracia y misericordia. Él nos permite a nosotros trabajar para él. Y es importante que nosotros siempre reconozcamos eso.

A mí una de las cosas que me conmueve mucho acerca del Apóstol Pablo, es que era un hombre que a pesar de las grandes revelaciones que recibió, a pesar de todos los estudios como fariseo, antes que tuvo, Pablo, Saulo, que llegó a ser el Apóstol Pablo, estudió con Gamaliel, el rabino judío más destacado de su época. Es decir, que Saulo asistió al mejor seminario y a la mejor universidad de su tiempo. Y era un fariseo distinguido y dejó todo eso, dice que lo tenía todo por basura, por el conocimiento de Jesucristo.

Entonces, Pablo a pesar de toda su grandeza era un hombre bien consciente de su debilidad. Y usted lee las diferentes cartas de Pablo y usted ve siempre un hombre muy consciente de lo que él era. Dice, por ejemplo, que en una ocasión un aguijón que Dios le mandó para que no se engrandeciera demasiado, una batalla que él tenía espiritual y tres veces fue a dónde el Señor, ‘Señor, líbrame de esto porque me quita la paz.’ Y el Señor le dijo, ‘Pablo, bástate mi gracia.’ Es decir, confórmate con mi misericordia porque mi poder se perfecciona en la debilidad.

Siempre Dios buscando, él es quien tiene que llevarse la gloria y nosotros siempre tenemos que reconocer eso. Yo creo que todo siervo, toda sierva de Dios, ustedes, yo, siempre tenemos que estar como consumidos por esta consciencia de que Dios es todo y nosotros sin él no somos nada absolutamente.

Y en esa fragilidad hay gran fortaleza paradójicamente. La mayor defensa que nosotros tenemos es eso, es esa idea de que… usted está consciente de que ser un vaso quebradizo eso le da un poder y una fuerza increíble. Por dice, tenemos este tesoro para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros.

Entonces, dice aquí algo bien interesante que es como el corazón, dice, ‘estamos atribulados en todo más no angustiados, en apuros más no desesperados, perseguidos más no desamparados, derribados pero no destruidos.’

Usted debe aprenderse eso, memorizarse ese versículo porque es como una radiografía de la situaciones en que a veces nosotros nos podemos encontrar como seres humanos aún sirviendo al Señor. Sabe que a mí me gusta este versículo porque ejemplifica el tipo de enseñanza que yo quiero que nuestra iglesia siempre mantenga, en términos de su posición con respecto a la fe y al poder y a la prosperidad y los dones y la victoria del creyente.

Hay iglesias, hay como extremos de una gama de posibilidades, hay iglesias que están en un extremo que nunca hablan del poder de Dios, hablan más bien como de sufrir y apretar los dientes, aguantar hasta que el Señor nos saque de este mundo cruel. Y todo es Señor, ayúdame a pasar por este valle de sombra de muerte y aguantar y resignarme. Si tengo esta enfermedad, pues, Señor simplemente ayúdame a sobrellevarla y no se atreven a confesar sanidad y a buscar poder de Dios y a pedirle al Señor que obre y no hace acopio, no le enseñan a la gente acerca del poder, las promesas de Dios.

Esa palabra de Pablo, por ejemplo, todo lo puedo en Cristo que me fortalece, o antes en todas estas cosas somos más que vencedores. Etc. pero hay iglesia como que todo es simplemente mucha doctrina, mucha enseñanza, mucho apretar los diente y sufrir y aguantar hasta que el Señor nos saque de aquí. Ser fieles en medio de los problemas.

En el otro extremo están las iglesias que todo es victoria, victoria, victoria, prosperidad, éxito y como que no se atreven a hablar acerca del sufrimiento, de la cruz, de las pruebas que vienen a la vida, porque creen que si hacen eso están deshonrando al Señor. Entonces, todos los sermones son de prosperidad y de éxito y de sanidad. Es como que en realidad no existe la realidad de la vida, que la gente se enferma, se muere, tiene accidentes, perdemos la casa, tomamos el examen de manejar y fallamos la primera o las dos veces, aunque oramos y ayunamos. Y están en el otro extremo y hay muchas iglesias hoy en día que están ese extremo de prosperidad, todo es prosperidad y la gente va allí para que el pastor le santifique su avaricia con un sermón.

Y para mí esos son dos extremos simplistas. Yo siempre he querido que nuestra iglesia se mantenga en la tensión entre ambas cosas. Y es lo que yo veo que hace el Apóstol Pablo. Pablo era un hombre que conocía del poder de Dios. La Biblia dice que fue llevado al tercer cielo y vio y oyó cosas tan sublimes que Dios ni siquiera le dio permiso para que las compartiera con nadie en el mundo.

Hay pasajes donde Pablo dice que hubo sanidades increíbles que él hizo, un hombre que profetizaba y Dios escuchaba su oración. Pablo conocía el poder de Dios. Pablo conocía la revelación. Pablo conocía los dones. Ahí usted tiene en Primera de Corintios12, 13 y 14, preciosos pasajes acerca del poder de Dios y del balance que hay que tener.

Pero también Pablo conocía acerca del sufrimiento. Pablo conocía acerca del padecer por las iglesias, la ansiedad de tener la carga de una congregación encima y de muchas congregaciones. Pablo fue azotado, fue apedreado, estuvo náufrago.

Hay un pasaje donde él relata todos los sufrimientos y todos los padecimientos que él tuvo en la vida y hay un pasaje conmovedor hacia el final de una de sus epístolas donde él habla, creo que a Timoteo, que le dice, ‘mira, tómate un poquito de vino por las muchas enfermedades tuyas, de tu estómago.’ No se vayan ustedes tampoco a tomar eso demasiado en serio, saben, los conozco ya, están maquinando allí.

Dice, fue por causa de tu estómago y de las muchas enfermedades. El caso es que aquí tenemos a Pablo como reconociendo que a veces podemos pasar por pruebas y tribulaciones en la vida, como decíamos el domingo pasado, pero la cosa es que el creyente, el hijo de Dios nunca tira los guantes. El hijo de Dios aunque esté pasando por pruebas y tribulaciones, como que siempre sabe que hay una salida y hay una esperanza y no se desespera.

Entonces tenemos que saber que pueden venir las pruebas, pueden venir las dificultades, pueden venir los problemas, pero siempre tenemos que ir al Padre y no darnos por vencidos y desesperarnos y colgar la toalla, tirar la toalla, colgar los guantes. Y por eso es que Pablo dice – y él lo hace por medio de una serie de paradojas, un juego de palabras, − Y en el griego original de hecho, se siente mucho más… es más clara la antítesis de una cosa y la otra.

“Estamos atribulados pero no angustiados,” como que no se expresa tan bien en la traducción en el español. En el griego original la idea es una imagen física, donde dice, estamos como estrechos, estamos como entre dos paredes bien estrechas pero no estamos tampoco estrangulados que no podamos movernos y no podamos salir adelante. Es decir, en inglés dice, we are in dire straights, quiere decir como que estamos en un estrecho bien estrecho pero todavía podemos salir adelante. Esa es la idea del griego original.

A veces hay situaciones en la vida, hermanos, en que podemos estar así, como por ejemplo, lo que me vino a la mente es qué apropiado para este tiempo, que estamos estrechos. Recuerdan la imagen profética del barco pasando… ahí está. Pero el barco puede pasar, no se va a quedar atorado, quizás va a tener raspada un poquito la piel, pero va a salir.

Entonces esa es la idea de Pablo. Y así el hijo de Dios, hermanos, no importa cuál sea su situación, recuerde eso siempre, no hay situación de la cual Dios no le pueda sacar a usted. Nunca se de por vencido, nunca deje de clamar al Señor, nunca deje de orar, nunca deje de esperar que después de la noche viene la mañana. Recuerde eso siempre. Se lo pido en el nombre de Jesús.

No importa cuán difícil sea su situación, sepa que después de la tormenta viene la calma. No se dé por vencido jamás. No importa lo que esté pasando en su vida, su matrimonio, finanzas, lo que sea, la postura del hijo de Dios es una postura de que yo saldré adelante, aunque caiga siete veces se levanta siete veces.

Esa es nuestra postura. No negamos los problemas, pero no le damos supremacía tampoco a los problemas. Podemos pasar por diferentes situaciones. Entonces dice, estamos estrechos pero no estrangulados, sería la idea. Estamos en apuros más no desesperados. En otras palabras, usted se puede encontrar a veces con los indios rodeando pero que en el algún momento viene la caballería de Dios y le va a sacar adelante. Estamos en apuros pero no desesperados.

En la vida puede haber situaciones difíciles, por eso el Señor Jesucristo reconoce el problema. Dice, en el mundo hallaréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo. Pablo dice que antes en todas estas cosas, no fuera de ellas, no evadiéndolas, es en medio de la lucha somos más que vencedores.

El hijo de Dios no niega las situaciones difíciles, no niega que estamos en un mundo caído, con demonios que quieren destruirnos, pero lo que reconocemos es que a pesar de que cualquier situación en la que nos encontremos, los hijos de Dios tenemos un Dios todopoderoso a nuestro favor y que el Señor es poderoso para sacarnos adelante.

Yo creo que, hermanos, nosotros tenemos que pedirle al Señor, ‘Padre, ayúdame a cultivar esa postura positiva en mi vida, esa postura esperanzada.’

Yo he visto al Señor, hermanos, tantas veces sacarnos de situaciones peores que esta. Usted sabe cuántos años tenemos nosotros construyendo? Desde 1994, 20 años, sin parar. Cuando terminamos este edificio se hizo el otro disponible, tuvimos que meternos en camisa de once varas para comprarlo simplemente. Y después abandonarnos a hacer el trabajo y había días como en este también, en que yo no sabía de dónde iba a venir, yo me tenía que sentar con Joxmar, ‘cuánto tenemos hoy? Cómo podemos mover el dinero de un sitio para otro?’ y rogarle a Dios que los cheques no los cambiaran todos a la misma vez. Sinceramente.

Déjenme decirle una historia, porque yo he vivido una vida de milagros, hermanos. Yo sé lo que es el Dios proveedor, el Dios que nos saca tantas maneras. Escuche una de muchísimas. Por eso es que si uno se pone a veces a alardear de todas las cosas que Dios hace…

Hubo una vez en que estábamos aquí en este edificio, yo era verdecito todavía en este tipo de cosas, pero teníamos que pagar más de 30 mil dólares en apenas unos 4 ó 5 días para el elevador que ya estaba instalado y teníamos que darle a esa gente ese dinero. Y el dinero no estaba en ninguna parte y nosotros no teníamos los recursos ni la congregación que tenemos ahora, el tamaño de gente y una cantidad de otras cosas. Y ese dinero no estaba en ninguna parte. Y yo, la verdad, que no quería ir a donde esa gente y decirle, miren el dinero no está, porque ellos habían sido generosos con nosotros, habían instalado el elevador y confiaban que nosotros teníamos el dinero.

Y no estaba en ninguna parte. Yo recuerdo que yo venía de traer a mi hija de la escuela, Sonia o Abigail, no recuerdo, estaban por [inaudible] y yo venía en la ruta 93 viniendo hacia Boston, antes de llegar a Summerville, un poco antes de Summerville, y yo vi los edificios de Boston y el cielo abierto en frente de mí y yo estaba rogando porque tenía el peso, ya llevaba dos o tres días viendo la escritura en la pared, y con ese peso, ‘Señor, qué va a pasar con esto? Qué vamos a hacer?’

Y yo le clamé, clamándole al Señor, cuando mire hacia arriba sentí como que Dios me dijo, ‘Ya la solución, tu oración ya llegó.’ No les puedo explicar cómo pero sentí paz en mi corazón. Sentí que algo iba a suceder. Seguí tranquilo, pero siempre todavía mi alma velaba, como dice la Escritura. Al otro día o un par de días después, fui a una reunión en casa de nuestro hermano Sergio Pérez, de pastores, en ese tiempo Copani, que es la Confraternidad de Pastores Hispanos, estaba apenas comenzando y era un grupito minúsculo, 4, 5 ó 6 pastores.

Recuerdo que Sergio nos invitó a su casa y nos hizo una comida y estábamos orando, conociéndonos unos a otros. Primero comimos y después estábamos reunidos orando y estábamos orando por necesidades y yo dije, ‘Hermanos, tengo una petición. Estamos ahora mismo en una situación de gran aprieto financiero en nuestra iglesia, y necesitamos un dinero y la verdad es que yo no sé de dónde va a venir, así me gustaría que ustedes oraran por mí.’

Ahí estaba el hermano David Marrero, que algunos de ustedes lo conocen. Yo no lo conocía tan bien en ese momento. Así donde yo estaba, David me dijo, ‘Y cuánto ustedes necesitan?’ yo le dije, ‘Necesitamos como 30 mil dólares.’ ‘Bueno, mañana yo te lo consigo, lo tienes mañana.’ Y David, yo le dije, ‘Evidentemente agradecidísimo’ y le dije ‘lo que tu quieras llenarte, yo sé que lo podemos conseguir dentro de un tiempo y vamos a firmar papeles, lo que sea.’ “Nada, no tienes que firmar nada, simplemente tu palabra y eso es todo.’

Siempre le agradeceré eso a mi hermano David Marrero. Y ahí mismo, al otro día yo tenía 30 mil dólares. Pagamos el elevador, yo no tuve que venirle con un cuento triste a esa gente, ni pasar una vergüenza ni nada, y poco tiempo después, unas cuantas semanas después nos encontramos en un congreso donde yo estaba predicando y él también, en Chicago, y para gloria del Señor, yo no sabía eso, pero él tenía en ese momento un aprieto que necesitaba ese dinero y yo para ese tiempo pude… porque tenía esa deuda sagrada, y esa noche le reintegré los 30 mil dólares, le hice un cheque por 30 mil dólares de parte de la iglesia y le devolví su dinero. Y él me dijo, ‘Tu no sabes que es el momento precisamente que yo estaba necesitando ese dinero.’ Se lo pudimos reintegrar totalmente porque ya era cuestión que el flujo…

Nuestro problema no es tanto el dinero, es el flujo de cash, eso es lo que pasa en estas situaciones, que tenemos unos gastos que están entrando pronto, porque según uno va terminando entran, pero el dinero… ahora nosotros ya el banco no nos da un centavo, ya el banco terminó de darnos.

Uno de los problemas es que eso ya el banco dio todo lo que iba a dar y desde ya varias semanas, nosotros somos los que tenemos que costear todo y ya entonces también el préstamo ahora está completo. Tenemos que pagarlo todo y parte de ello es a corto plazo, un pago muy agresivo hasta que refinanciamos, que yo quiero hacer eso una vez que terminemos el edificio. Pero tenemos que terminarlo primero, y eso nos va a dar un respiro increíble.

En este caso, uno de los problemas es simplemente el flujo de cash. El caso es que se lo pude reintegrar, él gracias Señor, muy bien, nosotros tuvimos el respiro que necesitábamos y pudimos seguir adelante.

Así es que Dios obra y así es que Dios ha obrado siempre, por eso es yo les puedo decir, hermanos, una y otra vez, en mi vida cuando yo les digo a ustedes, créanme por favor, que esa es la posición de los hijos de Dios, podemos estar angustiados, atribulados, pero no angustiados. Es decir, en estrechos, pero no estrangulados, en apuros pero no…

Nunca pierda la cabeza. Usted recuerda el domingo pasado lo que el Señor les dijo a los discípulos, ‘por qué están en pánico ustedes?’ Por qué se comportan tan cobardemente, fue lo que les quiso decir, porque ellos llegaron ante él gritándole, ‘Señor, no ves que perecemos, no tienes cuidado de nosotros.’ Ellos estaban gritando a pulmón y yo les digo siempre hermanos, cuando el hijo de Dios padece, no padezca como alguien que no tiene esperanza.

Si usted va a llorar un ser querido que se le murió, mire, llore fuerte, pero llore… no se tire al piso como lloramos nosotros en el Caribe, se tiran al piso y le dan un ataque. Esos son los incrédulos. El hijo de Dios llora, pero llora varonilmente, aunque sea mujer. Eche todas las lágrimas que usted quiera pero no llore como los santeros, llore como un cristiano.

Podemos llorar pero… a mí me gusto eso, cuando estoy en un funeral de gente cristiana y de gente madura porque es un llanto, pero es un llanto comedido, es un llanto suave. El llanto de los que lloran pero no como que no tienen esperanza, no están llenos de pánico, no se avergüenzan a sí mismo, llorando como si no hubiera esperanza.

La muerte ya perdió su aguijón. Lo que tiene unos dientecitos de leche chiquitos, eso es todo. Pero nosotros estamos perseguidos, más no desamparados. Dios nunca nos deja. Los demonios están corriendo detrás de usted pero usted no está desamparado. No se preocupe, el Señor está con usted.

Y estamos derribados pero no destruidos. Usted se cae pero se levanta otra vez con los guantes echando a diestra y a siniestra, pegando puñetazos y batazos o más no poder. Derribado sí, porque el cristiano puede ser derribado en algún momento, pero lo que no puede hacer es quedarse en el suelo. Si usted pasó por una situación, algo le sucedió en su vida, se cayó, mire, levántese, límpiese las rodillas y siga para adelante. No se quede en el piso ni le de la espalda al diablo jamás, el diablo le puede asestar un golpe, pero usted eche para adelante. Y crea en un Dios todopoderoso que no lo va a desamparar en ningún momento.

Yo lo voy a dejar allí, pero quiero animarlos en el nombre de Jesucristo. Adoptemos esa postura que tiene Pablo, que es una postura realista pero a la misma vez llena de fe y de esperanza. Vienen las pruebas, vienen las dificultades, pero nuestro Dios siempre estará con nosotros.

Como dice, en la noche viene el llanto, pero por la mañana viene el canto, viene la alegría, viene la celebración. Esa es la palabra de Dios para nuestras vidas. Amén. Recíbala en el nombre de Jesús en esta noche.

Póngase de pie. Vamos a confiar en nuestro Señor, vamos a entregar nuestras vidas. Si tu estás pasando por una prueba esta noche, algo en tu vida, ahora mismo cree en este momento, di, ‘Señor, yo me levantaré. Señor, yo voy a salir adelante. Ahora quizás estoy estrecho, financieramente quizás estoy estrecho, quizás mi matrimonio está un poco estrecho, quizás mi relación con mi hija o mi hijo, está un poco estrecha, pero, Padre, tu vas a anchar las paredes un poquito para que haya respiro. Yo voy a salir adelante. Yo voy a tener la victoria. Yo no me voy a quedar en el suelo, no me voy a quedar caído. Yo voy a tener respiro, voy a poder alabarte con alegría.’

Vienen tiempos de regocijo, de celebración en mi vida. Tu eres mi Dios todopoderoso. Yo voy a vivir una vida gozosa en el nombre del Señor a pesar de las pruebas, las dificultades que puedan venir, tu, mi Dios, no me dejarás ni me desampararás porque eres un Dios fiel.’

¡Aleluya!. Recibimos, Señor, tu invitación a una vida de poder, una vida con luchas y pruebas, pero una vida con victorias y triunfos creciendo cada vez más y más, reflejando más y más a Cristo Jesús, conociéndolo en sus padecimientos pero también en su resurrección y en su poder y su victoria. Haz de nosotros hombres y mujeres aguerridos, experimentados en quebrantos, pero también celebrando las victorias de un guerrero y nuestras medallas sobre nuestro pecho, reconociendo que tu nos has dado la victoria y nunca nos has fallado, Señor.

Gracias, Padre, en esta noche llena a tu pueblo de fe. Haz de esta iglesia una iglesia aguerrida, una iglesia poderosa, una iglesia llena del Espíritu Santo, una iglesia que no le huya al enemigo ni le torne la espalda jamás. Todo lo contrario, Padre, cada cosa que el enemigo nos tire, se la bateamos de jonrón y la usamos para crecer y para ser más fuertes en Cristo Jesús.

En esta noche yo bendigo a cualquier hermano o hermana que esté pasando por tribulaciones o pruebas o dificultades. Te pido que abras sus ojos para que puedan verte en toda tu gloria, Señor, en toda tu fidelidad, en todo tu poder. Te alabamos, te bendecimos. Gracias, Señor, porque siempre la excelencia del poder será para ti y la gloria y la honra serán solamente para ti, Padre. Gracias en el nombre de Jesús. El pueblo de Dios dice amén, amén. Gracias, Señor.

¿Por qué te desesperas?

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Vamos a la Palabra del Señor en Marcos 4:35 al 41. La pregunta del Señor a nosotros muchas veces es: "¿Por qué os amedrentáis?" ¿por qué te llenas de pánico, por qué temes, por qué desconfías, por qué te desesperas?.

Estuve pensando esta semana en todos estos eventos que hemos vivido en los últimos días y vino a mi mente ese viernes lleno de zozobra que hubo en esta ciudad cuando estaba siendo este último terrorista, estaba siendo perseguido y no se sabía qué iba a suceder; si tenía más bombas, si iba a ir a algún lugar y estallar él mismo como un suicida con cualquier otra bomba que tuviera o en qué parte de la ciudad estaba. Y la ciudad de Boston estaba llena de temor y de pánico y de zozobra.

Y toda una ciudad, una de las ciudades más importantes del mundo como es Boston y cientos y cientos de miles de personas en una ciudad con una tecnología envidiable y con una importancia mundial y cómo un sólo individuo paralizó esa ciudad por casi todo un día y la gente no se atrevía a salir, había temor por donde quiera, todo el mundo estaba congelado mirando el televisor y los noticieros se dan fiesta cuando hay estas cosas porque siempre están buscando noticias.

¿Sabe cuántos canales de televisión hay, cuántos servicios noticieros y necesitan siempre estar produciendo material para justificarse y para poder mantener sus ratings, competencia unos con los otros. Es decir que cuando pasan estas cosas uno tiene el dudoso privilegio de vivir cada segundo y cada detallito, esa gente escarba cualquier cosa hasta el color de las medias que tenían puestas estos terroristas que hicieron estallar las bombas, eso es un tema de noticia. Y como que la gente se llena de pánico y de temor.

No sé exactamente qué es lo que quiero decir con respecto a eso, el caso es que mi esposa y yo teníamos que ir a una reunión en el norte de Boston, yo pertenezco a la junta directiva del Golden College y era una reunión de dos días y ese era el segundo día; yo tenía que estar allí por una razón de que iba a participar en una forma bien específica de la reunión bien por la mañana al comienzo del día. Y la cosa era que no se podía salir, que todo que estaba todo congelado y que la gente se quedara en la casa.

Y yo tuve que decidir: ¿qué hago me quedo? bueno este terrorista seguramente se va en la otra dirección y yo voy para el norte así que, Meche yo le dije: vámonos una vez que nos metamos en el highway ya no nos pueden agarrar (risas). El caso, yo me asusté pero yo nunca me he podido llenar de zozobra y de temor no porque sea tan valeroso sino simplemente porque en mi espíritu hay un sentido consumidor de la Presencia de Dios, de que Dios está en control, de que sea lo que sea Dios está, Él es soberano, Él es Rey de reyes y no le podemos dar tanta importancia aunque es importante, no me malentienda.

Yo creo que las autoridades hacen bien en ciertas cosas, pero imagínese si digamos en Jerusalén, Israel donde hay tantos actos terroristas continuamente y hay terroristas caminando las calles continuamente si esos israelitas se fueran a llevar de todas las amenazas que hay cada día no se haría nada. Nosotros tenemos también que saber.

Me imagino que lo que yo quiero decir de esa experiencia es eso ¿no? que tampoco podemos vivir rehenes de la maldad que hay en este mundo, porque vivimos en un mundo como nunca lleno de lamdad, lleno de espíritus terroristas que siempre están tratando de hacer daño cada vez que salimos de nuestra casa a la calle. Y tenemos también que pedirle al Señor que nos infunda un sentido de Su Paz, de Su gobierno sobre la historia, sobre el mundo y no dejarnos aterrorizar porque lo que quiere el terrorismo es precisamente eso; lo que el terrorismo persigue desde que comenzó ese proceso terrorista hace dos siglos quizá o siglo y medio, siempre ha habido un tipo de terrorismo pero sobre todo como un proceso así político es quitarle la paz a las colectividades, a las sociedades, llenarnos de temor, llenarnos de incertidumbre, desestabilizar los procesos, causar grande costo a la sociedad como esto que ha costado cientos de millones de dólares bregar con todo esto.

Y darle a esos actos entonces que nuestra atención se enfoque en ellos y este mismo acto de venganza extrema de parte de esos terroristas y es la obra del mal, la obra demoníaca queriendo cegar vidas. Y nosotros no podemos permitir que ellos dicten la agenda; nosotros tenemos nuestra agenda, es la agenda del bien, es la agenda del amor, del trabajo, de la fidelidad al deber y no podemos dejar que estas personas se salgan con la suya tomando ellos el control de nuestras sociedades y de nuestras culturas, no podemos hacer eso.

Y yo creo que una de las cosas que nos ayuda cuando vienen esos momentos de gran prueba a nuestra vida es ir a la Palabra del Señor que tiene tanta enseñanza para nosotros. Uno de los pasajes que me recordó el Señor esta mañana se encuentra en Marcos capítulo 4 versículos 35 al 41 y lo voy a leer. Dice aquí: "Aquél día cuando llegó la noche Jesús les dijo: Pasemos al otro lado. Y despidiendo a la multitud le tomaron como estaba en la barca y había también con Él otras barcas."

"Pero se levantó una gran tempestad de viento y echaba las olas en la barca de tal manera que ya se anegaba" es decir se hundía, se abrumaba del agua; el agua entraba en la barca misma y estaba amenazando con hundirla. "Y Él" Jesús "estaba en la popa" es decir en la parte del frente de la barca "durmiendo sobre un cabezal" una especie de almohada así improvisada del mismo barco "y le despertaron y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos? Y levantándose reprendió el viento y dijo al mar: Calla, enmudece."

"Cesó el viento y se hizo grande bonanza. Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados, cómo no tenéis fé? Entonces temieron con gran temor y se decían el uno al otro: ¿Quién es este que aún el viento y el mar le obedecen?." Qué hermosa imagen, qué hermoso relato y hay algo que nosotros podemos aprender de eso.

Yo creo que esta historia está registrada en los Evangelios con un propósito; no fue puesta allí simplemente porque ok, sucedió esto en la vida de los discípulos y vamos a escribirlo allí para que la gente lo lea en el futuro, no. Se nos quiere enseñar algo acerca de la persona de Jesús, se nos quiere decir algo acerca de situaciones parecidas que estos discípulos confrontaron en ese momento; se nos quiere animar a un tipo de postura y de actitud cuando vienen las tormentas a nuestra vida, cuando el mar amenaza con meterse a nuestra casa, a nuestro matrimonio, nuestros hijos, nuestro ministerio, nuestra vida y parece como que la adversidad va a ganar la batalla y nos va a destruir.

Cuando todo parece perdido la Biblia quiere decirnos: no te des por vencido todavía, no declares derrota; no pierdas la cabeza porque siempre hay esperanza. Mi lema en la vida es eso: siempre hay una solución, siempre hay una salida, siempre el Señor va a sacar el conejo del sombrero de alguna manera porque es así; Dios es un Dios de soluciones.

Entonces vamos a analizar este pasaje. Los discípulos están en medio del diario vivir y de las labores normales de la vida, están sirviendo a la gente, están predicando la Palabra, están haciendo la obra del Señor y el Señor acaba de instruír a la multitud con diferentes parábolas, diferentes enseñanzas, diferentes sermones de instrucción y ha pasado todo el día enseñando a la gente y llega la noche, termina el día y el Señor dice: ahora vamos y pasemos al otro lado, ellos están recuerde hay un lago bien grande allí en esa área de donde el Señor se movía, Palestina, el lago de Genesaret y el Señor dice: vamos a la otra orilla, vamos. Yo he estado allí en ese lugar, es un lago grandísimo y hay aldeas puestas en diferentes partes de la orilla de ese lago.

Y el Señor dice: ok vamos a otro lugar, vamos a continuar predicando la Palabra, vamos a continuar haciendo la obra del Padre. Y les dice: pasemos al otro lado, en esa palabra del Señor hay un mandamiento, hay una instrucción pero si usted mira bien también hay una garantía de seguridad, hay una promesa implícita en ese pasemos al otro lado porque el Señor les está diciendo: Mi propósito es que pasemos al otro lado y el Señor no se equivoca; si el Señor les dice: pasemos al otro lado ellos iban a llegar, no se iban a hundir en el mar, eso es la cosa.

El Señor tiene un propósito y ese propósito se ha de cumplir no importa lo que pueda intervenir entre ese pasemos al otro lado y el llegar al otro lado. Así como Dios nos ha encomendado ciertas cosas en esta vida nosotros tenemos una vida que cumplir, tú tienes cosas que Dios quiere que tú hagas en esta vida; hay propósitos que Dios quiere que tú cumplas, hay eventos que tienen que suceder en tu vida. Dios te ha dado hijos, te ha dado un trabajo, te ha dado una profesión. Tu vida tiene cosas que tienen que suceder antes de que llegue el fin de tu vida y el Señor sabe exactamente cuándo llegará ese momento y el Señor no va a permitir que se te arrebate nada de lo que Él tiene planificado para tu vida si tú estás con Él y estás en Él.

Entonces piense en eso "pasemos al otro lado" cada vez que el Señor dice pasa al otro lado, ve al otro lugar sabe que junto con la instrucción va también la provisión. Cuando el Señor le dijo a los discípulos: "Id por todo el mundo y haced discípulos a todas las naciones" no solamente les estaba dando un mandamiento, antes de eso les estaba diciendo: "Todo poder me es dado en la tierra y en el cielo. Id por todo el mundo". Él les estaba diciendo: No se preocupen, Yo les estoy dando una orden bien grande pero Mi provisión irá con ustedes también, Mi Poder irá con ustedes y mire aquí a la Iglesia de Jesucristo dos mil años después todavía prevaleciendo y manteniéndose en la Tierra porque el Señor dijo también: las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.

Y la Palabra está llena de promesas para ti y para mí hermano o hermana. El Señor te dice: lo que Yo te he encomendado que tú hagas en la vida, madre: Dios te ha dado hijos. Padre: Dios te ha dado una familia para que la cuides. Joven Dios te ha dado sueños y propósitos. El Señor se compromete a viajar contigo ese proceso, ese trecho hasta que llegues a la orilla, tienes que confiar en el Señor.

Entonces dice: "Pasemos al otro lado" Él despide a la multitud ¿pero qué pasa? cuando ellos se montan en la barca surge una gran tormenta. Qué interesante que a pesar de que el Señor estaba con ellos, a pesar de que el Señor había dicho: vayan a la otra orilla, a pesar de que la Presencia misma del Dios Todopoderoso está con ellos surge una tormenta. Y a veces yo me pregunto así en la vida: Señor ¿por qué Tú no eres más económico? ¿por qué no impedir que vengan las pruebas? ¿por qué tengo yo que estar pidiéndote que me saques de las pruebas y confiando que voy a salir de las pruebas, por qué Tú no me resuelves el problema simplemente que yo no pase por la prueba? sencillo.

¿No? ¿por qué permite Dios que vengan situaciones a la vida en vez de simplemente hacer la cosa más fácil y evitar que caigamos en esos procesos; es porque Él tiene un plan, un propósito siempre. Hay beneficio que tiene la prueba y hay cosas que nosotros podemos aprender que nos enseñan muchas cosas acerca de Dios y entonces somos bendición para otros. Y el Señor quería simplemente tomar una fotografía para los siglos venideros para que muchos creyentes a través de los siglos pudieran conocer quién Él es, cómo Él es, cómo conducirse en medio de la tribulación y las pruebas.

Y yo creo que ellos fueron usados como para que el Señor pudiera darle una lección a toda la humanidad y a toda Su Iglesia que vendría a través de los siglos de cómo funcionan las cosas cuando Él está presente. Y fíjese cuánto provecho le ha sacado la humanidad a este evento. Les costó un susto bien grande a los discípulos pero ¿de cuánta bendición ha sido?. Hoy en día hay obras de arte en los grandes museos del mundo que reflejan esta escena y han inspirado a multitudes, se han escrito dramas, se han declarado poemas, himnos, se han cantado y se han compuesto alrededor de este evento, el Señor ha sacado mucho provecho pero alguien tenía que ser conejillo de indias.

Alguien tenía que pasar por esa prueba para que el Señor tuviera esa lección de que Él es el soberano sobre los problemas de la vida, Él es Rey, Él rige sobre la tormenta, sobre los problemas y las dificultades de la vida y todas esas cosas obtenemos de ese pasaje. Entonces sí el Señor estaba con ellos, sí el Señor les garantizaba la llegada pero habían otras cosas que ellos debían alcanzar y aprender y por eso el Señor permitió que viniera la prueba a su vida.

Fíjese otra cosa que ellos están en el medio del servicio, están sirviendo al Señor. No están pecando, no están desobedeciendo, no están haciendo cosas malas; son gente noble que ha dado su vida para servir al Señor y sin embargo aún así tienen que pasar por esta dificultad. Y muchas veces nosotros cuando pasamos por tribulaciones en la vida y problemas decimos: Pero Señor ¿si yo te estoy sirviendo? me he buscado por donde quiera y no encuentro cuál podrá ser la razón de lo que está pasando. Yo te amo, sirvo, diezmo, doy de mi tiempo a Ti, me comporto bien, busco la santidad, oro, ayuno, mis dones te los he entregado ¿por qué tengo yo que pasar por esta prueba?. Creo que tengo fé en Ti, estoy orando y presentándote mi necesidad; estoy haciendo todo lo que dice el manual y todavía estoy en la prueba.

Es una pregunta legítima y válida, quizá estos hombres se hicieron esa misma pregunta: ¿por qué si estamos sirviendo al Señor, por qué si vamos a otro lugar ahora a continuar predicando el Evangelio, por qué si venimos de pasar todo un día instruyendo a la gente en el conocimiento de Dios por qué tenemos que pasar por esta prueba?. Hay muchas diferentes razones. Lo importante es que la Biblia nos dice que no nos sorprendamos y nos escandalicemos cuando pasamos por tribulaciones porque todos nosotros vamos a pasar en algún momento por diferentes dificultades y diferentes zozobras de la vida.

Por eso es que la Biblia dice que en el mundo hallaremos aflicción. El mundo está inherentemente deformado y hay dificultades, vendrán problemas, vendrán enfermedades a la vida y la pregunta va a ser: ¿cómo las vamos a navegar y qué vamos a sacar de ellas y cómo vamos a obrar en medio de la tribulación y la prueba?. Pero aunque tú estés sirviendo al Señor reconoce que podrán venir tiempos de aflicción y de pérdida pero lo que tú necesitas hacer es no permitir que la prueba se salga con la suya.

No puedes mandarte a huír, no puedes voltearle la espalda al diablo y luchar en el terreno hasta que tú veas la salvación del Señor; eso hace que la prueba se convierta en vez de algo terrible y destructivo en algo redentor y fortalecedor, y perfeccionador para el Hijo de Dios. Dice la Biblia que: "Muchas son las tribulaciones del justo." Pasamos muchas veces por dificultades en la vida pero vamos a ver que lo importante va a ser cómo vamos nosotros a navegar esas aguas. Piense en eso.

El Salmista dice: "Aunque ande en valle de sombra de muerte." No si ando por si acaso, no. Aunque ande. Vamos a pasar a veces por el valle de sombra de muerte, vamos a pasar por el valle. Ese valle de sombra está ahí en la vida y a veces tenemos que pasar por ello ¿no? entonces es importante que sepamos que eso es parte de la vida. En el mundo hallaréis aflicción.

Entonces dice que: "Se levantó una gran tempestad de viento y echaba las olas en la barca de tal manera que ya se anegaba." Óigame pasan los minutos, pasan muchos minutos, el agua comienza más fuerte y sigue y sigue, y sigue y comienza a meterse en la barca, los discípulos están haciendo todo lo que pueden por mantener la barca estable pero llega un momento en que ya no pueden más. Muchas veces Dios va a permitir que la prueba continúe por un buen tiempo. Nosotros vamos a hacer todo lo que sabemos hacer y todavía no vamos a salir de la prueba como estos hombres; las olas siguen viniendo, el viento sigue viniendo y a veces Dios interviene en el último momento para socorrernos cuando ya el agua está llegando al cuello ahí es donde viene el Señor para socorrernos.

Tenemos que mantenernos firmes mientras dura la prueba; no podemos dejar caer el ánimo. Yo siempre me agarro de esa Palabra que dice Primera de Corintios capítulo 10 versículo 13, dice: "No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana pero fiel es Dios que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir sino que dará juntamente con la tentación la salida para que podáis soportar." Hermano memorícese ese versículo o sino por lo menos métalo dentro de su ser aunque usted no pueda decir todas las palabras de ese versículo usted pueda decir el contenido.

Aquí me dice a mí primero que a mi vida no va a venir ninguna tentación que no sea humana, eso quiere decir que sea más allá de lo que yo puedo procesar como ser humano, que sea más allá de lo que ningún ser humano haya experimentado; las pruebas que vienen a mi vida otros la han experimentado y la escala de las pruebas que vienen a mi vida son comunes a la condición humana. Dios no permite que venga algo a tu vida que sea más allá de tu marco humano, eso es lo primero.

Pero dice también que: "Fiel es Dios." Nosotros tenemos que agarrarnos del carácter de Dios, Él es fiel. Él no se olvida, Él no se cansa de amarnos, Él no cambia de opinión, Él no se descuida; Él es fiel. Y entonces dice que Él no nos dejará ser tentados más de lo que podemos resistir, es el corazón de ese versículo. Dios nunca permitirá que venga una prueba que sea mayor de lo que tú eres capaz de sobrellevar. Tú tienes que decirte eso; aunque parezca todo lo contrario, aunque parezca que ya no te queda más fuerza tienes que saber que en ti sí hay todavía suficiente fuerza para seguir adelante y pídele al Señor que te haga conciente de esa fuerza, que te ponga en contacto con esa reserva de energía que hay en tu vida, que hay más que tú puedes usar para llegar a la victoria.

Y dice que: "Dios dará juntamente con la tentación la salida." Siempre que venga una situación a tu vida di: ¿dónde está la salida?. Dame entendimiento Señor. La salida puede que venga a través de un milagro sobrenatural o puede que venga a través de un médico que resuelva tu problema. Puede que sea el consejo de alguien, cualquier cosa pero la salida va a venir, la solución va a venir; Dios la va a traer y tú tienes que esperar, confiar. Decir: Señor ¿dónde está la salida a esta prueba? ¿dónde está la solución? Yo creo que la hay y voy a seguir clamando a Ti, voy a seguir haciendo mi parte para ya sea que Tú me la des o que venga a mí o que alguien me diga dónde está pero yo voy a encontrar la salida, la salida va a venir.

Y cuando tú te llenas de esa fé, esa seguridad de que hay una solución a tu necesidad Dios va a usar tu fé entonces para traer esa salida, esa solución a tu necesidad. Pero muchas veces lo que pasa es que cuando vienen las pruebas nos llenamos de tanto temor que dejamos de orar, dejamos de confiar, nuestra mente se desperdiga por donde quiera; lo que hacemos simplemente es expresar nuestra ansiedad pero no lo hacemos de una forma ordenada de sentar nuestras necesidades al Señor, clamar a Él definición, con claridad y perdemos una oportunidad de que nuestra fé se convierta en un proyectil que dirijamos en contra de la prueba y la hagamos estallar en nuestra vida.

Entonces aunque la barca se estaba anegando ya pero había una solución: la barca no se iba a hundir porque el Señor estaba allí, eso es importante que entendamos. A mí me impactó bastante algo. De nuevo a veces uno como que se da cuenta de detalles que antes no había visto. Esta mañana mientras estudiaba este pasaje en el versículo 36 dice que: "Despidiendo a la multitud le tomaron como estaba". Yo dije: wow nunca había visto eso, le tomaron como estaba. Yo no estoy muy seguro pero creo que ahí hay una enseñanza; tomaron, es decir cuando se iban tomaron al Señor tal y como Él estaba y lo metieron en la barca y lo llevaron.

Eso quiere decir quizás que Él no tuvo oportunidad de ir a la casa y cambiarse de ropa, y darse un bañito y ponerse un perfume; no, Él simplemente se montó sudado como estaba, la ropa maloliente porque el Señor era humano. ¿Cuántos saben que el Señor sudaba? era humano. Y no tuvieron oportunidad de cambiarlo de ropa ni nada y lo subieron como estaba y yo dije wow qué lindo ese detallito. Y pensé: bueno wow, ahí hay algo.

Yo me puse a pensar que muchas veces en la vida estamos tan ajorados y estamos tan afanados y tenemos tantas cosas que hacer que a veces lo único que nos queda es mira, encomendarnos al Señor y tomarlo como Él está y en el camino seguir procesando la oración, la fé lo que sea. Lo que yo quiero decirte es que tú no tienes muchas veces que hacer grandes oraciones y a veces en la vida tú no vas a poder dedicar una hora o dos horas a la meditación y a tu tiempo devocional, aunque debiéramos sacar tiempo definitivamente pero lo importante es que nos aseguremos de que donde quiera que nosotros vayamos tomemos al Señor y lo metamos con nosotros, lo llevemos con nosotros.

Que el Señor siempre esté con nosotros cotidianamente. Que donde quiera que vayamos siempre el Señor esté dentro de nuestra barca. Cuando salgamos de la casa toma al Señor tal y como Él está, invítalo a tu barca, invítalo a estar con tu familia y con tus hijos; mientras estés en el autobús medita en un versículo, que haya un himno siempre en tu boca. Por eso es que es tan importante memorizar la Escritura, memorizar coros, estar siempre, que la Palabra del Señor esté siempre buyéndose y procesándose para estar preparados en cualquier momento.

A veces creemos como que tenemos que estar ayunando diez horas y haciendo esto. Sí amén es bueno pero también en la vida tenemos que tener al Señor en lo cotidiano porque uno no sabe cuándo va a venir la prueba y cuándo va a venir la tribulación y cuándo va a venir la necesidad de testificarle a alguien. Tenemos que tener al Señor tal y como Él está en nosotros siempre de una forma cotidiana, estar siempre llenos.

Yo creo que eso es lo que me está diciendo ahí. ¿Por qué eso es importante? porque muchas veces cuando estalla una bomba en la Boylston Street y tú estás cerca allí será mejor que tú sepas que tu Redentor vive; será mejor que tú puedas decir: "Alzaré mis ojos a los montes ¿de dónde vendrá mi socorro? viene de Jehová" y tú puedas inmediatamente, de ti brote una oración, un clamor, una fortaleza sobrenatural y tú puedas en vez de mandarte a huír, correr hacia alguien que está herido y ayudarlo tú y fortalecerlo tú en vez de tú también llenarte de pánico y salir corriendo.

Tú tienes que tener al Señor contigo todos los días continuamente. No necesariamente el Señor con Su falda gloriosa y evidente pero sí al Señor cotidiano cada día, tenerlo dentro de ti y esa fue la solución al problema, tomar al Señor tal y como Él estaba. Qué hubiera pasado si hubieran dicho: Señor vete a la casa y báñate, vendremos mañana a buscarte; no se lo llevaron tal y como Él estaba y gloria a Dios que Él estaba dentro de la barca cuando vino el momento de la necesidad y de la presión.

Nosotros tenemos que estar continuamente llenándonos de la Palabra del Señor y de la Presencia del Señor. Tenemos que cultivar esa conciencia de la Presencia de Dios en nuestra vida que nos va a dar fortaleza y nos va a animar en el tiempo de la prueba. Esa era la diferencia entre los discípulos y el Señor. Ellos no estaban preparados para la prueba; eran hombres del momento, de circunstancia. Veían las cosas pero el Señor no se les había metido dentro todavía mientras que Jesús vivía en contínua intimidad con el Padre. Siempre estaba cultivando ese sentido de la Presencia del Padre y por eso cuando Él ve toda esa tormenta y todo lo que está pasando alrededor de Él Él está durmiendo como un lirón allí, quizás estaba roncando, yo no sé si el Señor roncaba pero es posible.

Estarán diciendo: óigame el Pastor está destruyendo al Señor esta mañana. El caso es que ahí está el Señor tranquilito, durmiendo a pierna suelta y la tormenta rugiendo alrededor de Él y los discípulos gritando y desesperándose, el Señor tranquilo allí; ¿por qué? porque Él sabe quién es, Él es Dios. Él es el Rey de la tormenta, es el Señor de señores. No había un lugar más seguro ni lo ha habido jamás en todo el universo que ese momento y ese lugar donde están los discípulos con una tormenta alrededor pero con el Rey de reyes dentro de la barca.

El lugar seguro es donde está el Señor aunque pase lo que pase alrededor de ti. Y el Señor estaba tan compenetrado con la Presencia del Padre, Él conocía a Su Padre. Él vivía en el Padre y el Padre en Él y por tanto la tormenta no lo podía socavar y nosotros tenemos que cultivar ese sentido de la Presencia de Dios en nuestra vida; tenemos que sacar tiempo en el día para visualizar al Padre, para recordar: yo soy un hijo de Dios, yo soy precioso para Dios, Dios tiene propósitos en mi vida. Esa Palabra de confesión de fé tiene que salir de nuestra boca.

Tenemos que declarar las bendiciones de Dios, tenemos que sacar tiempo para recordar que Dios está en nuestra vida. La mayoría de nosotros tan embebidos y tan compenetrados con el mundo allá afuera que la Presencia del Señor como que se disipa y se hace lejana y cuando vienen las tribulaciones y las pruebas no sabemos qué hacer. Por eso es que tenemos que tener siempre cerca al Señor y estar meditando en Él porque eso va a determinar la diferencia de cómo nosotros reaccionemos.

Yo me pregunto ¿estaba el Señor verdaderamente durmiendo? sí pero también como que yo creo que es posible que el Señor los estaba probando; Él estaba con una sonrisita maliciosa haciéndose que estaba dormido, es una alternativa de interpretación. Vamos a ver qué hacen estos ahora, cómo bregan con esta situación. Es posible también ¿no? el Señor era un Maestro increíble así que a veces yo me he preguntado si el Señor estaba simplemente probándolos para ver qué pasaba porque el Señor estaba comprometido con ellos.

Fíjense en las palabras de Primera de Tesalonicenses capítulo 5 versículo 24: "Fiel es el que os llama el cual también lo hará." Él quería que ellos entendieran: si Yo les dije que vamos a ir a la otra orilla Yo quiero que ellos entiendan que así va a ser y los voy a dejar que se cuezan en su propio jugo por un ratito para que aprendan una lección. Siempre digo que si Cristo está en nuestra vida el fracaso no es posible y Él a veces permite que venga la prueba para ilustrar esa verdad.

Romanos capítulo 8 versículo 28 y versículo 31 dice: "Y sabemos que a los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien." "A los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien, esto es a los que conforme a Su Propósito son llamados" y el versículo 31: "Qué pues diremos a esto, si Dios es con nosotros ¿quién contra nosotros?" ¿amén?. Versículo 32: "El que no escatimó ni a Su propio Hijo sino que lo entregó por todos nosotros ¿cómo no nos dará también con Él todas las cosas?" y el Señor quiere que esas verdades, esas promesas se penetren en nuestra vida y a veces Él permite que vengan las situaciones difíciles para nosotros hacer acopio y recordar esas verdades y ponerlas en práctica.

Entonces los discípulos ya desesperados no sabiendo qué mas hacer se acercan al Señor y le dicen: "Señor ¿no tienes cuidado que perecemos?" están molestos ya con el Señor y hasta en su petición hay como una acusación; ¿no te das cuenta lo que estamos pasando?. ¿Qué pasa muchas veces cuando viene la prueba a nosotros? que cuestionamos el carácter de Dios, cuestionamos la fidelidad del Señor. ¿Tú no ves Señor lo que estoy pasando, por qué permites esto? ¿no tienes cuidado de que perecemos? La respuesta del Señor es: Claro que tengo cuidado nada va a pasar porque Yo estoy con ustedes.

Mateo 6:31 y 32 el Señor siempre nos está recordando porque Él sabe que tarde o temprano el afán, el temor y la ansiedad van a venir en nuestra vida y la Biblia está llena de esos llamados del Señor a recordar que Él nos ama y Él nos conoce. Mire el versículo 27, Mateo 6:27 dice: "Y quién de vosotros podrá por mucho que se afane añadir a su estatura un codo? Por el vestido ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo cómo crecen, no trabajan ni hilan pero os digo que ni aún Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es y mañana se echa en el horno Dios la viste así ¿no hará mucho más a vosotros hombres de poca fé? No os afanéis pues diciendo: ¿qué comeremos o qué beberemos o qué vestiremos? porque los gentiles buscan todas estas cosas pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas."

El ojo del Señor siempre está posado sobre tu vida hermano, el Señor sabe lo que estás pasando. Nunca le pregunté al Señor: Señor ¿por qué me has abandonado? ¿por qué te has descuidado de mí? No, el Señor tiene un propósito y Él lo que quiere es que tú vayas al lugar donde está la solución y Él tiene la solución, puede que se tome un poquito de tiempo, puede tardar un poquito más pero Él tiene la solución para tu vida.

Yo he descubierto hermanos que Dios es muy económico en Sus movimientos. Generalmente ni se adelanta ni se retrasa; Dios obra en el momento preciso. Nosotros somos los que nos acobardamos y queremos que Él obre a veces prematuramente y nos saque de la prueba a veces antes de lo que se necesita para que la prueba cumpla su propósito en nuestra vida. Cada prueba que viene a tu vida tiene un propósito, tiene un proceso y lo que tú tienes que pedirle al Señor es que te dé discernimiento y sabiduría para determinar y entender qué es lo que Dios está cumpliendo con esto y te dé fortaleza para tú correr el proceso totalmente hasta cumplir todo lo que Él desea y entonces Él te saque fortalecido, perfeccionado, pulido y mejor preparado para servirlo.

Dios es un Dios preciso y a veces Él va a permitir que la prueba dure un poco de tiempo pero es para tu propio bien. Mientras tanto Él te cuidad, Él te fortalece, Él te respalda, Él está ministrando a tu vida. Y entonces el Señor obra, accede a la petición de ellos y se levanta y le dice a la tormenta: Calla, enmudece. Qué bueno es que ellos hicieron lo que tenían que hacer; fueron a donde el Señor aunque lo hicieron de una forma acusativa e imperfecta hicieron lo que tenían que hacer. Cuando viene la prueba es tiempo para que tú te ciñas los lomos y te fortalezcas en la oración y busques más del Señor, tengas más tiempo de buscar de Él, de llenarte de Su fortaleza, de impregnarte del sentido de la Presencia de Dios.

Cuando las pruebas vienen a mi vida yo sé que en vez de yo ponerme a huír o quejarme o dejar de orar lo que tengo que hacer es todo lo contrario; tengo que orar más, tengo que sacar más tiempo para buscar de Él, tengo que comenzar a leer esas promesas de la Palabra del Señor, esos textos que me recuerdan que Dios es fiel, que Dios es bueno, que Dios es amoroso, que Él es misericordioso, que Él está conmigo y llenarme de esa fortaleza y declarar la Palabra de Dios a los aires y hacer de esa Palabra un imán que atraiga la bendición del Señor y atraiga la bendición a mi vida.

Y eso es lo que tenemos que hacer nosotros, clamar, ir a donde el Señor como fueron ellos y pedirle al Señor que hiciera lo que Él quería hacer. Ya voy terminando pero es importante esa pregunta que el Señor hace. Cuando Él calla la tormenta y la hace enmudecer Él se torna hacia ellos y les dice: "¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fé?" es una pregunta reveladora.

Lo que al Señor le molestó no fue tanto el temor de los discípulos sino el pánico, la pérdida de su dignidad; la falta de control que mostraron que los llevó a hablarle así en una forma irreverente. La palabra amedrentados en el griego original es la palabra deiloi que quiere decir: acobardado, en pánico, intimidado.

Hay una diferencia en la vida hermano cuando estamos pasando por la prueba de experimentar una sana tristeza, experimentar una cierta preocupación acerca del futuro porque la verdad si a ti te dicen: usted tiene una condición de salud que va a hacer que tenga que tomar pastillas el resto de su vida la verdad que si usted no se siente un poquito atemorizado usted necesita más un psiquiatra que un médico, claro que sí uno se atemoriza. Uno entra en un tiempo de temor y de zozobra pero yo creo que hay una diferencia entre un temor sano y normal y una preocupación humana y perder la paz, desesperarse, entrar en una neurosis; dudar del Señor, dejar de buscar de Él, dejar de ir a Su Palabra.

El cristiano es un soldado y un soldado nunca sale huyendo. Qué feo se ve un soldado con un rifle y un revólver llorando como un bebé de un enemigo y eso es lo que el Señor no quiere de nosotros, que nosotros nos desesperemos. Yo creo que esa es la diferencia de una persona que tiene a Cristo en su corazón y que es una persona de fé; no es que no temas, no es que no sufras, es simplemente que no te desesperes, que no pierdas la cabeza y yo creo que eso fue lo que le molestó al Señor en este caso.

Mire Primera de Corintios capítulo 4 en el versículo 7 dice: "Pero tenemos este tesoro en vasos de barro para que la excelencia del Poder sea de Dios y no de nosotros que estamos atribulados en todo mas no angustiados, en apuros mas no desesperados, perseguidos mas no desamparados, derribados pero no destruídos." En otras palabras podremos estar en tribulación, angustia y todo pero no estamos en pánico, no estamos sin salida, no estamos sin respuesta, no estamos sin solución, no estamos acorralados. Siempre hay una respuesta a toda necesidad y el Señor quiere que mientras estemos en el crisol de la prueba nos mantengamos plantados en Su Promesa y en Su fidelidad ¿amén?.

Quiera el Señor en esta mañana que aunque estemos pasando por cualquier problema y cualquier tribulación de la vida mantengamos nuestros ojos puestos en Él, sepamos que el Señor está en mi familia; el Señor está en mi casa, el Señor está en mi lugar de trabajo donde hay problemas con los otros empleados, donde tengo un jefe un poco odioso. El Señor está en mi barca, está en mi casa a pesar de que vengan las deudas, a pesar de que haya enfermedad mantén tu posición establecida; no te llenes de pánico, no te desesperes. El Señor dice: Yo estoy contigo; confía en Mí y mantén tu mirada puesta en Mí. El Señor te bendiga.

Padre: gracias, confiamos en que Tú estás con nosotros. Gracias por Tus palabras de seguridad y de promesa porque Tú eres un Dios fiel en el cual podemos confiar. En esta mañana renunciamos a la desesperación y a la ansiedad y nos revestimos de esa seguridad de que Tú nunca nos dejarás ni nos desampararás. Lléna nuestro corazón con esa paz en este día en el Nombre de Jesús, amén y amén. Gloria al Señor.

Siempre debemos estar preparados para testificar de nuestra fe

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Quiero hablar de esta experiencia que yo tuve el jueves por la mañana en este servicio ecuménico que se dio aquí en la Catedral de Boston donde, como ustedes saben, estuvo el presidente y una serie de otros dignatarios, y se me permitió ofrecer una reflexión, una meditación con respecto a este terrible incidente terrorista que nosotros experimentamos aquí en la ciudad de Boston.

Me he quedado pensando en eso y como ustedes saben, el domingo tuvimos unos gloriosos servicios donde la congregación pudo expresar su corazón y fue un tiempo de sanidad y como iglesia, yo creo que tuvimos un tiempo muy terapéutico, muy sanador, como iglesia.

También tuvimos la oportunidad de orar y ministrar a favor de estas vidas que han sido tan terriblemente afectadas por todo este incidente. Pero yo estaba pensando y lo que quería era compartir con ustedes, qué aprendí yo, algunas lecciones que aprendí yo de esta experiencia que espero que sea de bendición para ustedes.

Jocosamente, si tuviera que dar un título a esta meditación diría, “Mi día con Obama”, muy pretencioso, porque no fue mi día en absoluto, sino un momento breve con él, pero hay unas cosas que quiero señalar acerca de eso.

Número 1. En términos de lo que yo aprendí de esto, es que primeramente nosotros siempre debemos estar preparados para cuando el Señor nos llame a testificar de nuestra fe. Un pasaje en la Escritura que no tuve tiempo para encontrar, pero lo conozco en mi mente, donde dice que tenemos que estar siempre listos para dar cuentas de la fe que hay en nosotros.

Y usted no sabe cuándo el Señor lo va a llamar a usted para testificar acerca de su fe, de su creencia en el Señor. Usted no sabe cuándo usted lo van a llamar para dar su testimonio, cuándo usted se va a encontrar con alguien en el camino y puede que sea el jefe de su trabajo, o un maestro en la universidad. Y nosotros siempre tenemos que estar listos, tenemos que estar prestos.

Nuestra identidad como hijos de Dios, como testigos del Señor, siempre tiene que estar allí en nuestra mente, y tenemos que vivir un estilo de vida que nos mantenga preparados de manera que cuando llegue el momento de uno tener que dar testimonio o hablar acerca de la fe que hay en nosotros, no tengamos que ir corriendo desesperados a ayunar y a buscar esa unción que no tenemos porque no hemos estado orando, no hemos estado ayunando, no hemos estado leyendo la palabra o meditando en las cosas del Señor y no tenemos el caudal de conocimientos y la unción que necesitamos. Sino que siempre tenemos que estar prestos, de manera que cuando llegue ese momento nosotros sepamos exactamente a dónde ir para conseguir la palabra que requerimos. Es muy importante eso, que usted viva su vida siempre como que hoy es su día y hoy usted tiene que quizás es el momento para el cual Dios lo ha estado preparando. Que no le agarre desprevenido y sea lo que sea.

Es muy importante, siempre debemos estar listos. Siempre debemos estar preparándonos como un soldado para la guerra, siempre tenemos que estar preparados para que nos llamen en cualquier momento y nos activen como pasó en este momento.

Yo estaba totalmente desprevenido en un sentido, o más bien, desapercibido de que pudiera yo ser parte de eso. En la mañana me llamaron el miércoles, para invitarme más bien a eso y yo dije, “Claro que sí, con gusto voy a ir.” Y en la tarde fue cuando me extendieron la invitación y en la noche cuando yo estaba aquí – larga la historia – me confirmaron que querían que yo testificara o que hablara ese día en un evento tan importante, que yo mismo ni me imaginaba. Cuando yo les pedí oración a ustedes el miércoles en la noche, yo ni siquiera me imaginaba de la envergadura de ese momento. Cuando me vi allí con dos mil personas en la Catedral y con una cámara de torre, y me di cuenta de todo lo que esto significaba, esto ahí fue…

Pero uno no sabe cuándo Dios nos va a llamar. Yo creo que en estos tiempos que vive la humanidad, donde hay tantas cosas que pueden suceder, nosotros tenemos que estar como nunca alertas y apercibidos, preparados en todo momento para disparar si el Señor lo quiere. Eso es una cosa.

Lo otro es que yo he aprendido que uno no puede decir no cuando el Señor te llame a hacer algo. Si tu tienes temor, yo toda mi vida yo he tenido que luchar con el temor de ciertas intervenciones, ciertas cosas, pero yo siempre me he prometido que yo no puedo dejar que el temor me quite la disposición de servir al Señor. Mi tentación fue decirle, y les dije de hecho cuando me invitaron ese día, “Mire, no hay otras personas por allí más capacitadas?” Sinceramente, Dios lo sabe, yo les dije, “Déjenme orar por ellos, yo les llamo dentro de unos minutos si puedo.”

Pero sentí claramente que no podía decir que no y que si esto es lo que Dios quería, amén, íbamos a hacerlo así e íbamos a ir adelante. Nunca permita que el temor le impida a usted hacer lo que Dios quiere y lo que usted necesita hacer. Si Dios llama, Dios capacita también. Tenemos que encomendarnos a la gracia del Señor y creer que Dios es fiel para suplir todo lo que necesitamos.

Otra tercera cosa, es que yo creo que debemos siempre dejarnos guiar por el Espíritu Santo y estar alertas a la voz del espíritu en nuestras vidas. Preparándome para subir el púlpito aquí el miércoles en la noche, mis ojos se posaron sobre el salmo 125, versículo 3. En ese momento ya esto estaba cocinándose, donde habla acerca de que el cetro de la maldad no se posará sobre la tierra de los justos para que los justos no sean llevados a hacer el mal.

Cuando mis ojos se posaron sobre ese pasaje, yo sentí claramente que había algo en ese pasaje para mí, con respecto a lo que yo tenía que decir al otro día. No tenía mucho tiempo para preparar eso. Tuve que ir a mi casa, y gracias al Señor eso fluyó en una manera preciosa y en poco tiempo esa meditación estaba elaborada.

Yo he aprendido siempre en mi vida que Dios es un Dios que habla y yo cada vez que voy a predicar siempre le pido al Señor, “Señor, ¿qué es lo que tu quieres que yo diga? No lo que me es más fácil, ni lo que ya yo he trabajado antes, que no me cuesta mucho.” A veces Dios me cambia el sermón camino hacia la iglesia. A veces me cambia el sermón yo sentado allí. Y yo he aprendido a dejarme guiar por el espíritu. Como esta noche, por ejemplo, lo único que he tenido en mi mente…

Cada día yo he aprendido más y más a dejarme guiar por el Espíritu Santo. Tenemos que vivir una vida guiada por el Espíritu Santo. Hermanos, Dios habla, lo que pasa es que muchas veces nosotros no lo escuchamos. Nosotros tenemos que estar siempre alertas al Espíritu Santo en nuestras vidas y tener una comunión con el Espíritu Santo y escuchar de él.

Muchas veces no va a ser un ángel que va a venir y te va a decir con una resplandeciente, “Hijo mío, has esto o lo otro.” Dios habla de muchas maneras. Dios me habla a mí continuamente por ejemplo, a través de su palabra. Cuando mis ojos se posaron sobre ese texto yo no sabía exactamente, pero era como que había un bold face, como que de momento ese texto se puso en relieve y entonces yo lo dejé allí tranquilo, lo dejé en remojo, trabajando en mi espíritu. Cuando llegué a mi casa, le oré al Señor que me diera la meditación y la palabra, y entonces al verlo entendí claramente.

El Señor comenzó a guiarme a través del texto. Lo primero que vi en el texto fue eso, el cetro de la maldad. Entonces, dije, ahí nació esta idea de que sí la maldad es una realidad en el mundo. Porque dice el cetro de la maldad no se posará. La maldad es un poder, es una autoridad, tiene un cetro. Quién tiene un cetro? Un rey, una persona de poder.

Entonces cuando la Biblia reconoce que hay maldad en el mundo, eso es muy importante, pero lo que dice ese texto también es que no se posará por demasiado tiempo. Entonces, lo que está diciendo es que no permanecerá, que la maldad puede venir por un rato y Dios puede permitirla. En el mundo hay maldad. El diablo es real, los espíritus son reales, los poderes demoníacos y del infierno son reales, pero lo importante es que Dios es más poderoso. Y eso es lo que nosotros tenemos que entender.

Satanás es un ser derrotado. Él tiene poder en la vida de aquellos que le reconocen poder, pero si tu sabes que tu estás lavado y bañado y saturado con la sangre de Cristo, no hay diablo, no hay poder demoníaco que pueda tener superioridad sobre tu vida. El enemigo puede venir por un momento, pero el Señor lo hace huir de nuevo. Si tu te mantienes firme en tu posición. Eso es bien importante que nosotros entendamos eso.

Entonces ese texto Dios lo fue abriendo ante mis ojos esa noche, y cuando el texto me comenzó hablar, más bien mi problema era no que no tenía suficiente que decir, sino que tenía demasiado que decir. Y entonces tuve que cortar. Pero es bien importante eso cuando nosotros estamos en contacto con la palabra del Señor.

Es importante que tu vivas esa palabra, que por ejemplo Máximo que ahora comienza los caminos del Señor, otra gente nueva, hermanos, la Biblia, la palabra de Dios este es tu mundo, esta es tu vida, este es tu universo. Tu tienes que aprender a nadar en las profundidades de esta agua. Esta palabra tiene que ser tu pan de cada día. Tienes que leerla, estudiarla, por eso es tan importante que ustedes cuando puedan, tomen sus cursos de discipulado.

Vamos a comenzar dentro de poco una serie de lecciones, unas 6 lecciones para nueves creyentes, personas como Máximo que reciben al Señor. Mi deseo es que esa gente se apunte y que durante 6 semanas, solamente, 6 domingo, vengan una hora extra. Lo vamos a hacer probablemente entre las 11 y las 12, entre los dos servicios, para que los que terminen el de las 9 puedan quedarse, y los que vienen a las 12 puedan venir una hora antes, y puedan instruirse en las cosas básicas del Evangelio, lo que es la salvación, arrepentimiento, salvación por gracia, bautismo del Espíritu Santo, cosas bien básicas acerca de la vida cristiana. Porque si no entendemos las cosas de Dios no podemos crecer. No es cuestión de simplemente venir a la iglesia, y estar escuchando domingo tras domingo. Uno tiene que entrar en la palabra, conocer la palabra porque entonces esa palabra te va a hablar.

Cuando tu tengas problemas en la vida, cuando estés en crisis, vendrán textos a tu mente. Cuando estés en un tiempo difícil de tu vida, el Señor te hablará a través de la palabra que ya está dentro de ti y que tu la conoces bien a fondo. Es muy importante eso, porque entonces en momentos como este, el Señor… yo sé buscar en la palabra dónde están esas cosas. Y es muy importante eso.

Y ese arraigo en la palabra me dio una especificidad en mi presentación, mi meditación, que yo pude empacar muchos conceptos bíblicos en lo que yo dije. Muchas veces sin aludir directamente a la Biblia. Pero esa palabra habla y hace impacto en los corazones y en las vidas.

Yo le doy gracias al Señor porque tanta gente fuera de León de Judá en muchas partes del mundo, fueron impactados, aunque no eran creyentes, o algunos eran simplemente exploradores de la palabra de Dios, inquietos simplemente. Cuando la palabra está dentro de tus expresiones y los conceptos de la palabra, eso le da a cualquier consejo que tu puedas dar, un peso muy poderoso. Es importante que tu vivas y que estemos siempre en la palabra.

Otra cosa que yo he aprendido de todo esto es lo siguiente, mucha gente me ha felicitado porque estuve al lado de Obama y porque estreché manos con él y estuve al lado de estas grandes celebrities. Hermanos, gracias Señor y agradezco sus felicitaciones y todo esto, pero déjenme decirles, no es una corrección, gracias, pero hermanos, yo les puedo decir delante del Señor que eso a mí no me afecta en absolutamente en nada.

Nosotros no somos estrellas de cine. Esto del Evangelio no es como que de momento estuviste allí entre la presencia de este hombre grande y tu ministerio ha subido. Yo soy la misma persona, antes de subir aquí me comí un plátano majado con atún y cebolla. Yo he aprendido que uno no se debe dejar deslumbrar por nada ni nadie de este mundo. El uno ser siervo del Señor es algo muy diferente a cualquier otro tipo de trabajo en el mundo. Un siervo de Dios nunca debe buscar gloria para sí mismo, ni debe tampoco dejarse afectar.

Así como pasó esto, amén, Dios simplemente puede hacerme volver a las cosas. Míreme aquí, entre mi pueblo, yo soy feliz de esa manera y nuestro corazón siempre debe ser así. Yo veo a veces tanto pastor buscando gloria personal hoy en día, y eso ha sido a través de toda la historia de la humanidad, cabildeando, buscando tener una iglesia grande, o hacerse un nombre, o tener un programa de la televisión. A veces invertimos tanto dinero de nuestra gente misma en un programa o lo que sea, que a veces ni siquiera tiene el impacto que debe tener y entonces estamos sacando el dinero de nuestras ovejas simplemente para proyectar. No todos, pero hay mucho ego hoy en día en el ministerio.

Nosotros tenemos que absolutamente rechazar eso. Yo repudio esa actitud en el nombre del Señor. Para mí simplemente mi gran gozo es haber podido compartir el Evangelio con mucha gente a través de ese momento y ser de bendición. Pero quiero que sean claros al respecto.

Yo le he dicho al Señor siempre, yo nunca me pondré a hacer tarjetas de profeta o de Apóstol y estarlas repartiendo por allí. Yo siempre he aprendido una cosa y es que Dios es quien levanta, no el hombre. Cuando yo veo en la Escritura, yo veo a Dios siempre sacando a sus siervos del anonimato, a David lo sacó de las ovejas metido tanto que ni siquiera el profeta Samuel se atrevía a pensar que ese pudiera ser su papá, ni siquiera lo sugirió.

A Moisés lo sacó del desierto, 40 años de anonimato. A Gedeón lo encontró metido en una cueva por allí, trillando trigo. A Eliseo lo sacó de los bueyes, trabajando. A Saulo lo sacó del anonimato también persiguiendo la iglesia. A sus discípulos los sacó a unos de una mesa de cambiador de dinero, a otro de pescador.

Dios es quien llama. Dios es quien saca del anonimato, hermanos. Y nadie debe jamás ponerse al frente como que… no. ahora, yo le digo al Señor, sí, Dios conoce mi corazón y Dios sabe que si él quiere usarme, yo estoy más dispuesto y deseoso. Siempre le he dicho al Señor que Dios… yo le doy gracias al Señor porque Dios ha invertido mucho en mi vida, me ha dado muchas oportunidades de educarme y hacer muchas cosas y tener mucha experiencia y creo que él me podría usar, pero siempre le he declarado mi corazón y es que yo quiero que sea él quien me saque del anonimato, no yo. Porque yo creo que ese es el patrón bíblico.

Ahora, yo hago todo lo que esté de mi parte y que Dios sepa que yo estoy disponible y me preparo y siento que hay un llamado, pero es él quién tiene que hacerlo. Tenemos que poner a un lado el ego, el mundo está ya cansado de hombres con un ego demasiado grande. El mundo quiere gente humilde, gente sencilla de corazón, gente modesta, gente consciente de que no somos nada, no valemos nada.

En un momento yo puedo hacer un tollo como dicen los dominicanos, un desastre. Y no podemos, somos frágiles. Tenemos que encomendarnos continuamente a la gracia y la misericordia de Señor. Es la misericordia de Dios y cuando Dios nos pone en sitios de prominencia tenemos que estar tan conscientes de nuestra fragilidad y que solo por la gracia y la misericordia del Señor, nosotros podemos hacer algo que sea de gloria para su nombre.

Yo creo que uno tiene que cultivar un sentido de debilidad, más bien, debilidad en el sentido de cómo dice Pablo, que cuando soy débil entonces soy fuerte. Cuando un hombre, una mujer sabe que es frágil y que solamente la gracia y la misericordia del Señor es lo que nos permite él, eso entonces nos cubre y el diablo no puede atacarnos porque estamos…

Quién puede denunciar a alguien que ya se ha denunciado? Es importante que ese aspecto de las cosas, yo doy gracias al Señor y aprecio su gozo, pero hermanos, yo les aseguro que lo más apropiado es simplemente es darle gloria al Señor y continuar con nuestra vida en una manera totalmente sencilla y normal.

Otra cosa que he aprendido de todo este proceso es lo siguiente, tenemos que tener mucho cuidado como iglesia cuando estamos testificando en ciertas situaciones de la vida de una nación o de una cultura. Cuando en un momento en que tanta gente está temerosa, llena de pánico, algunos sintiéndose culpables de si verdaderamente Dios está castigando esta nación, que no sean cristianos, se sienten frágiles, ese no es el momento para nosotros ofrecer palabra de condenación o de juicio.

Hay muchos cristianos de alta prominencia que, por ejemplo, cuando las torres gemelas, lo primero que hacemos en la televisión y en foros públicos, es hablar de que es el pecado de esta nación es lo que ha traído eso, y que Dios trae juicio. Puede que sea verdad, pero ese tipo de comentario lo debemos reservar más bien para la intimidad nuestra de la familia de Dios. Porque nosotros nos entendemos unos a otros y sabemos lo que queremos decir con eso y lo que estamos hablando. Pero el mundo, lo que oye más bien es gente como gozándose del dolor de ellos y el mundo en ese momento no está preparado, le aseguro, para escuchar palabras de condenación y de juicio.

Por ejemplo, si usted va a ver un paciente que acaba de tener un accidente y andaba borracho manejando en la carretera, tuvo un accidente y está con una pata subida en la cama y clavos por dondequiera y la boca cerrada que solo puede tomar por un hoyito, usted no va a decirle en ese momento, “Tu ves, fulanito, mira lo que te pasó por estar bebiendo, qué se yo qué, qué sé yo cuánto.” Claro que no. él lo que va a hacer, va a zafarse lo más posible y con el mismo yeso le va a querer dar a usted todo lo que pueda. Porque ese no es el momento para usted decirle a él eso.

Es el momento para usted orar por él y para hablarle de los buenos propósitos que Dios tiene para su vida, lo valioso que él es y que Dios le ama y que Dios lo va a sacar de allí con bien y que Dios tiene un propósito para él. Aunque usted sepa que es un sinvergüenza y que está bueno que le pase, pero en ese momento hay que ofrecer… uno tiene que tener tacto, hermanos.

Y nosotros los evangélicos somos muy rápidos en anunciar juicio y condenación a una gente que ellos saben, no son estúpidos, la gente sabe lo que está pasando en su vida. Ese es el momento de nosotros ganárnoslos a ellos muchas veces. Y esa fue una de las cosas que yo me propuse en esos minutos que yo tenía allí. Yo tenía que aprovechar esos 6, 7 minutos que se me habían dado ante un auditorio mundial y ante el mismo presidente de los Estados Unidos y su esposa, y tantos otros dignatarios. Uno no puede, en ese momento, ni es el momento en 6 minutos, qué puede usted decir en 6 minutos? Que no termine usted trabado en su propia lengua si no se cuida. Lo único que uno quiere dejar es un buen sabor acerca del Evangelio en la boca.

En ese momento lo que la gente quiere saber algo. Mire, lo que quise proyectar a través de esos minutos fue lo siguiente.

1) El mal existe y es verdadero, es real. Hay dolor en el mundo, hay tragedia en el mundo. Hay maldad, hay cosas terribles que pasan en este mundo.

2) Esas cosas terribles le pueden pasar a gente inocente que no ha hecho para merecérselo.

3) Dios también existe y Dios es todopoderoso y Dios es quien está en control del universo y no el mal. Por qué? Porque la gente está pensando que se está acabando el mundo, otras bombas van a estallar, cuando llegue a mi casa voy a encontrarla quemada porque a otro loco se le ocurrió tirar otra bomba en mi vecindario. La gente está llena de temor y hay que decirles, no, Dios está en control. Las cosas malas pueden pasar en un momento, como dice, el cetro de la maldad puede tener un momento, pero Dios le pone limitación, Dios está en control.

Ahora, la pregunta de mucha gente es, si Dios… lo otro que quiero decirle también es que Dios es bueno y Dios es benévolo, Dios es misericordioso, Dios no quiere que nadie se pierda. Dios ama la humanidad. Entonces surge la pregunta, bueno, si Dios es tan bueno y si él está en control del universo, entonces por qué él permite que estas cosas pasen? Por qué mi hijito está muerto o por qué yo estoy que me faltan dos piernas cuando hace tres días yo estaba corriendo un maratón? Es una buena pregunta.

Porque si él es bueno y está en control, entonces por qué él permite eso? Porque él es cruel? Porque le gusta eso? Porque se complace en sufrimiento? No. hay que decirles, mire, nosotros vivimos en un mundo misterioso, un mundo complejo donde el mal y el bien están en pugna, donde hay tres – yo le digo a la gente siempre, lo que pasa es uno no tiene tanta oportunidad para decir esto – cuando la gente dice, por qué Dios permite que tal cosa suceda? Como si Dios fuera el único jugador en el universo.

Sabe que sí Dios es todopoderoso y él está en último control, pero hay dos otros protagonistas, en el drama de la historia. Está Dios con todo su poder y todo su absoluto control del universo. Está también Satanás, y hay un poderío, hay un reino del gran poder que está sobre la tierra, es el mal, la maldad. Satanás con todos sus demonios, todo el poder de la maldad, psicópata, que como esos jovencitos que estaban bajo el poder de Satanás, se deleita en la destrucción, como dice la Biblia, matar, robar y destruir.

Y Satanás no sabe hacer bien ni que le paguen. Él es un ser enfermo totalmente patológico. Satanás define lo que es un psicópata. Él no tiene odio para la humanidad, él simplemente no sabe hacer bien, lo único que él sabe es hacer el mal y sus demonios son iguales. Son seres que no gozan de una gota de gracia y de misericordia y de amor de Dios. Lo que hace que un ser humano, por más malo que sea pueda amar a su hijo, aunque después vaya y mate a 10 personas o a su hermano o a su esposa, lo que hace que ese ser tenga una gota de amor hacia alguien que no sea un perfecto demonio, desprovisto de toda gracia, es el toque de Dios que todavía está en su vida. Pero los demonios no tienen ese privilegio.

Esos ángeles caídos ya están condenados. No hay alternativa para ellos. Ninguno de ellos se puede arrepentir. En ellos no hay ninguna gota de la gracia y la misericordia, el amor, la bondad, la belleza de Dios. Ellos son puro mal, vacío total de toda cosa buena. Así como es la totalidad del bien. Y esos espíritus son espíritus preternaturales, tienen acceso a fuerzas y que mecanismos que nosotros no entendemos y ellos se mueven en el mundo con una capacidad no, por mucho igual a la de Dios, pero sí superior a la de los hombres. Y eso es un reino subversivo, que se mueve en el mundo y que manipula gobiernos, corporaciones, movimientos culturales, universidades, profesores universitarios, periodistas, gente de poder, criminales.

Ese poder se mueve en todas partes del mundo y por alguna razón ese poder se le permite tener influencia sobre la historia y sobre los eventos de cada día de la humanidad, en todas partes del mundo, de la creación. Por qué? Porque hay un tercer jugador en el mundo y es quién? El hombre, la humanidad. Dios le dio a esa humanidad señorío sobre la tierra.

Cuando en el huerto del Edén le dijo, señoread, fructificaos, multiplicaos, sojuzgad la tierra. Dios le delegó al hombre, a la humanidad, autoridad sobre su ámbito. Entonces, el hombre Dios lo creó con una libertad que Dios mismo no puede violar, no se permite violar porque Dios juega según las reglas.

Si Dios va a cambiar el universo tiene que cambiarlo jugando por las reglas que él estableció. Dios no chirea, como dicen los puertorriqueños, Dios no engaña. Dios no comienza un juego y después a mitad del juego cambia las reglas. No. él cuando dice que tiene que ser de cierta manera, él aunque le es difícil pero sigue las reglas del juego y esas reglas del juego dictan que él no puede arrancar al hombre prematuramente su poder sobre la tierra. El hombre siempre tendrá derecho para escoger entre el bien y el mal, a quién le entrega la tierra. Y por este tiempo, la humanidad le ha entregado a Satanás el poderío.

Entonces, cuando vemos estas cosas que suceden en el mundo, guerras, opresiones, esclavitudes, muerte, pobreza, todo esto es el resultado de la interacción entre esos tres grandes poderes: Dios que está llevando la historia hacia una culminación benévola; el poder del diablo que quiere socavar los propósitos benévolos de Dios en la historia; y el hombre que como un heredero que le ha entregado su poder a otra persona, es simplemente como un inepto que tiene gran autoridad sobre la tierra pero no la usa y no apela a Cristo, que es el único poder que puede sujetar los poderes del diablo, su sangre y su obra en la cruz del calvario.

Mientras la humanidad esté en ese juego y no se humille ante su creador, estas cosas van a suceder y el primero que va a sufrir cuando estas cosas pasen es nuestro Padre celestial, al ver sus criaturas sufrir y morir de la manera en que mueren y sufren.

Satanás hace muchas de estas cosas para causarle dolor al corazón de ese Padre amoroso que es Dios, que sangra cuando ve a sus criaturas muriendo y sufriendo innecesariamente. Entonces, cuando decimos por qué Dios permite? No. muchas veces por qué el hombre permite. Y por qué Dios en su misterio permite que estas cosas sucedan en lo que él va llevando a este mundo y a esta historia del hombre al punto donde lo quiere.

Entonces, nosotros tenemos hacer a la gente entender estas cosas. La iglesia ha sido puesta aquí como una voz iluminadora para la humanidad. Cuando la humanidad se encuentre en perplejidad, la iglesia tiene que decirle, miren, esto es lo que está pasando, presentarles un Dios de amor, de misericordia, presentarles esperanza. Y también en su momento decirles, pero mira, esto es misterioso, hay poderes, hay maldad en el mundo y tu tienes derecho a escoger una cosa o la otra.

Yo espero que el Señor me dé más oportunidades en el futuro para hablar de estas cosas, porque yo siento que el mundo está preparado para escuchar el Evangelio anunciado de una manera compleja y creíble, que no niegue ciertas realidades del mundo en que vivimos. No les den más importancia pero tampoco le dé menos importancia de lo que merecen, y entonces usar la palabra del Señor y expresarles el amor.

Sabe qué es lo que más se ha citado de lo que yo he dicho, y una de las pocas citas de las personas que hablaron, excepto los grandes como Obama, para gloria del Señor, fue cuando yo dije, ‘Dios no ha abandonado a Boston, Dios no ha abandonado a esta nación, él solo teje un tapiz brillante y de colores, aunque veces usa hilos oscuros.’ Eso se ha repetido, se ha repetido. Porque encapsula esta idea del amor de Dios, de que Dios no ha rechazado, todavía Dios no ha terminado de trabajar. Dios no quiere que nadie se pierda. Dios no ha consignado todavía este mundo, esta nación al infierno. Yo todavía no le cedo esta nación a Satanás.

Tenemos que pelear todavía por estas almas. Yo creo que Dios tiene cosas grandes todavía que quiere hacer en esta nación y la iglesia al decir que ya esta nación se fue al diablo… yo creo que hay muchos de nosotros que secretamente queremos que se prenda esto en un gran infierno para gozarnos secretamente de ver la gente achicharrándose. Sinceramente, yo creo que hay muchos de nosotros que si el mundo se arrepintiera, nos iríamos a nuestras casas y le daremos una patada a la sopa porque estamos molestos con Dios porque toda esta gente se arrepintió, como Jonás.

Usted sabe la historia de Jonás? Él no quería hablarle a Nínive porque él temía que si le hablaba, se arrepintieran y Dios los perdonara. Tan malo que eran! Hay muchos cristianos que somos así. Tenemos secretamente una mala voluntad hacia la gente y queremos como que sí, que haya otro acto terrorista, porque qué interesante… cuánto gozamos nosotros en la televisión ese viernes, pegados allí, era mejor que cualquier telenovela. Sí, señor.

Y muchos de nosotros nos gustan secretamente estas cosas. Mire, nosotros lo que tenemos que tener… por eso Dios le dijo a Jonás, “Óyeme,” por eso le puso una calabaza que cuando se le secó y comenzó a caerle el sol encima, él se puso furioso y Dios le dijo, “Mira, si tu te molestas con que una calabaza se muera, se seque, cuánto yo más de que miles de personas pudieran morir, que no saben ni siquiera a veces diferenciar entre su mano izquierda y su mano derecha.”

Para mí siempre ha sido un misterio porque nosotros no sabemos todavía lo que Dios quiere hacer con esta nación. Yo siento que lo que Dios quiere más bien, Dios quiere salvar muchas almas, antes de que venga Cristo, que va a venir, y va a haber un juicio definitivamente, pero antes de que eso suceda, yo siento en mi corazón cada día que crece un gran amor por esta humanidad y que Dios quiere que muchos se salven todavía.

Y yo más bien me estoy preparando. Yo estoy preparando mis redes para salvar a mucha gente. Todavía el escenario de apocalipsis, en mi libro todavía le falta un tiempecito. Mientras tanto vamos a salvar vidas, vamos a anunciar el amor, el poder de Dios. A Satanás yo no le cedo ni una pulgada cuadrada de terreno. Él está derrotado en el nombre del Señor.

Dios es más poderoso. El amor de Dios es más poderoso y yo me quiero llenar más bien de un gran sentido de misericordia paternal hacia tanta gente que se pierde y quiero la oportunidad de hablarles del amor de Dios y de expresarles una iglesia generosa y bondadosa que quiere que la gente se arrepienta de sus pecados y venga a los caminos del Señor y que sean tratado por él.

Estas son algunas de las cosas que yo aprendí de mi día con Obama. Y hay otras así también, pero por lo menos, yo quería aclarar algunas de esas cosas que estuvieron en nuestro corazón, porque Dios nos quiere hablar también a nosotros como congregación en este tiempo para que estemos listos. Porque yo sé que van a venir otros momentos.

Dios está haciendo algo que hemos estado esperando mucho tiempo y en su manera Dios lo va a hacer. No hay que apresurarse. No hay que estar rompiendo las puertas. No. Dios lo hace. Dios está en control. Pero estemos preparándonos. Prepárate, estudia la palabra, ora, ayuna, santifícate, límpiate para que cuando el Señor te llame tu puedas estar preparado. Amén.

Dios les bendiga. Vamos a ponernos de pie y darle gracias al Padre celestial por su presencia. Parece que todos están despiertos, no se me durmió nadie. Gloria a Dios. Nos pasamos un poquito de tiempo yo sé. Yo sentía del Señor que esto había que declararlo a los aires y que se quede allí en el internet como un testimonio simplemente para gloria del Señor.

Padre, entregamos este tiempo a ti. Gracias por el privilegio de venir ante tu presencia como pueblo tuyo, Señor, gozarnos en ser parte de una familia gloriosa. Gracias, Padre, porque este bus en que nosotros vamos no se va a ir por el despeñadero. Vamos camino a la patria celestial y no hay demonio que nos pueda hacer despeñarnos ni apartarnos del camino que tu nos has declarado.

Gracias porque estamos seguros en ti y como dice tu palabra, Señor, nadie nos podrá apartar del amor de Dios que es Cristo Jesús, ni la muerte, ni la vida, ni ángeles ni principados, ni potestades, ni lo futuro ni lo pasado, ni el presente, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios. Y eso está claro, Señor, y por eso te agradecemos.

Que nuestros corazones sean llenos de seguridad en ti en esta noche. Bendigo a tu pueblo. Gracias por el privilegio de servirte. Tu eres un Dios bueno y queremos cada día disfrutar más de tu bondad. A ti la gloria y la honra, en el nombre de Jesús. Amén y amén.

Hermanos y hermanas, Dios les bendiga. La gracia del Señor sea con ustedes. Salúdense unos a otros y están despedidos.

Tú puedes ser un agente de bien

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Nosotros representamos comunidades y calles, y vecindarios en toda esta región. Yo estoy seguro que hay aquí ahora mismo gente no solamente de Boston y de las comunidades aledañas sino que tenemos personas que viven en Lawrence, en Brockton, Rhode Island, los extremos de Worcester, Springfield, Salem hasta de New Hampshire y tenemos gente de Europa ahora mismo que nos visitan aquí, que necesitan mucho del Señor de paso también en este tiempo sobre todo de gran crisis financiera y de gran perplejidad, hay muchas personas que están sufriendo y nos condolemos también con nuestros hermanos de España también que están pasando por una crisis económica terrible.

Pero nosotros representamos los dedos, la Voz de Dios, que Dios puede llevarnos a todos esos lugares donde nosotros vivimos y Dios puede hacerte a ti un instrumento de Su Palabra. Alguna persona desconsolada, alguna persona traumatizada, alguien que está rebelde porque siente como que Dios no existe, se ha desentendido y por qué Él permite que tanto mal haya en el mundo; nosotros podemos ser una voz que informa a la comunidad de cómo ver estos momentos traumatizantes.

Tú puedes ser una mano que se pose sobre una cabeza afiebrada y decirle: paz del Señor sobre tu vida. Tú puedes ser de consejo para una joven madre que teme acerca del futuro en el que sus hijos van a crecer. Puedes ser una palabra de bendición para el médico de la casa donde tú trabajas quizás limpiando la casa, o cocinando o cuidando los niños y ahora mismo quizá esa persona estuvo ahí operando un cuerpo maltrecho y también piensa como que todo es ciencia, biología y no puede haber bien encarnado y personal en un mundo tan neurótico y tan sin sentido.

Tú puedes ser esa persona humildemente que como tantos pasajes de la Escritura hubo una sierva o alguien humilde que le dijo a alguien: hey hay una solución a tu problema como pasó con Naamán el leproso general, que una esclava hebrea le dijo: ¿sabes qué? tú puedes ser sanado y en Israel hay un profeta que te puede sanar a ti. Podemos ser nosotros esa persona.

Podemos ser una maestra que encarne la bondad de Cristo con un niñito que un día podría llegar a ser este terrorista y que lo inoculemos con una palabra de amor y que pongamos a Cristo en su corazón, y que el diablo cuando vaya a buscar vea el sello de la Cruz en su frente y tenga que pasar de largo. Eso podemos ser mi hermano.

¿Usted se imagina lo que pasaría si esta Congregación fuera activada como gente ferozmente militante donde quiera que vayamos? con una sola identidad, siervo de Dios antes que obrero, profesional, ama de casa, estudiante; primero siervo instrumento de Dios.

Yes 'first responders', es decir una persona que está ahí para responder. Cuando el Señor diga: ¿A quién enviaré? ahí está fulanito en Dorchester, ahí está mi hija en Roxbury, ahí está mi siervo en Mattapan o en Cambridge, o en Mass General Hospital o en Harvard, o un profesor que está allí buscando de Dios y no sabe cómo salir de la maraña intelectual en que se encuentra, y una Palabra de un hijo de Dios humilde y sencilla puede despejar el hechizo y abrir su mente a la Palabra de Dios. Eso somos nosotros.

Yo pensaba específicamente ni lo voy a leer siquiera pero ¿ustedes recuerdan la historia en el Libro de Ester cuando Amaán, un ser demoníaco con odio hacia el pueblo de Dios parecía que se había salido con la suya obteniendo del Rey un permiso para exterminar al pueblo hebreo donde quiera que se encontrara? Parecía irrevocable y era irrevocable en un sentido ese permiso que el Rey le había dado para la destrucción de toda la nación. Y el pueblo judío sabía que estaba bajo un edicto de muerte irrevocable y no había solución legal porque el Rey no podía retroceder en su decreto, no había nadie que intercediera por ellos.

Pero había una mujer, una jovencita cuyo único don era una hermosura física que había recibido de Dios y también un corazón puro y temeroso del Señor, y Dios la había ubicado estratégicamente en el palacio del Rey como una bomba benévola de tiempo para que cuando surgiera la Palabra de destrucción hubiera una Palabra de preservación. Y Ester no era una teóloga, no era una predicadora, no era una intelectual era sencillamente una sencilla mujer como María porque a Dios le gusta escoger a la gente sencilla que tenía un corazón adecuado para con Dios y estaba en el momento preciso en el momento preciso.

Y su tío Mardoqueo cuando supo lo que estaba pasando le envió un mensaje a Ester, y Ester sólo estaba mirando sus limitaciones. Ella decía: sí ok van a matar a mi pueblo pero primero: el Rey ya dió la orden y no se puede echar atrás. Segundo: yo no puedo aparecer ante el Rey a menos que el Rey no me invite previamente, y si yo entro en su recámara sin permiso aún yo estoy bajo un edicto de muerte. Y Mardoqueo le dijo: Ester, si tú no hablas el refrigerio y la solución vendrán de parte de alguien, otra persona y te vas a perder la oportunidad tú.

¿Por qué hermanos? es lo que digo. Dios siempre tiene el control en última instancia, Dios no va a permitir que la muerte triunfe sobre la vida ni que la oscuridad triunfe sobre la luz; puede haber un momento en que cuando uno lo contempla ese momento congelado en el tiempo parezca como que el diablo se salió con la suya. Hubiera perecido ese pueblo condenado al exterminio en ese momento como ahora nosotros miramos sobre esta ciudad y decimos: wow el terrorismo, la muerte, la violencia, somos rehenes del diablo en este mundo.

Pero ¿saben qué? detrás de bastidores el Señor está preparando una salida y Dios está usando los mecanismos de la historia a veces muy turbios, inexplicables para urdir una narrativa de bendición al final. Porque mírenos a nosotros tres mil y pico años después celebrando ese evento al cual Dios le ha sacado un provecho tremendo como una historia de esperanza y de triunfo.

Y le dijo Mardoqueo: si tú no hablas otra persona va a hablar y te vas a perder la oportunidad. Y quién sabe si Dios no te ha puesto allí para un momento como éste. Hermano yo estoy seguro que Dios te ha puesto a ti, nos ha puesto a nosotros en la ciudad para un momento como éste. Estamos en una de las ciudades más estratégicas del mundo. El Presidente Obama declaró eso en palabras muy elocuentes: Boston es una ciudad relativamente pequeña pero tiene una concentración excepcional en el mundo de grandes universidades, los mejores hospitales del mundo, algunos de los mejores centros de arte y música, alta tecnología, rica en historia, rica en toda la belleza física de Nueva Inglaterra con una comunidad mundial que viene aquí a buscar su alimento espiritual como esa joven que fue asesinada por estos terroristas, una jovencita china que de paso mire lo importante que es que la Iglesia de Cristo sea un punto de luz en el mundo.

Esa joven china que fue asesinada fue alcanzada por dos ministerios cristianos. Eso no sale mucho en las noticias pero Intervarsity es una organización cristiana que hace mucho trabajo con jóvenes universitarios y consta que Intervarsity le ministró a esta joven y que ella asistía a sus reuniones, una china. No solamente eso sino que Park Street Church una Iglesia norteamericana en la ciudad de Boston, ella asistía a esa Iglesia también. Y Park Street Church tiene un ministerio precioso de inglés como segunda lengua y también usan eso para evangelizar a mucha gente.

Y sabe Dios qué otras historias hay por allí acerca de esperanza en medio de las tinieblas y de la Iglesia de Cristo siendo usada en esas maneras extraordinarias para bendición de las naciones. Iglesia de Cristo: Tú eres Ester, yo soy Ester. Dite a ti mismo: yo soy Ester. En la ciudad, en la nación, en nuestra comunidad. Dios te ha dado un talento, un don; joven, muchacha que no crees que no tienes nada que dar pero wow, Dios tiene algo para ti. Dios te puede usar ama de casa, persona no educada, inmigrante indocumentado. Dios te puede usar.

Tú eres una bala en el revólver benévolo y misericordioso de Dios. El Señor no lo usa para matar, Dios lo usa para destruir las tinieblas, los poderes. Y tú eres un proyectil de bien. Cuando tú te estrelles con una vida necesitada la Gracia de Dios en ti va a explotar en ese corazón y lo va a llenar de vida. Mírate a ti de esa manera, no desperdicies oportunidades, tus ojos estén abiertos para ver cómo tú puedes ser de bendición; tu boca siempre esté preparada para pronunciar una palabra de esperanza, consuelo a alguien. Tu boca siempre esté dispuesta.

Aquí hay jóvenes que alcanzan gente que yo no puedo alcanzar. Ustedes jóvenes, quizás tú vienes de un trasfondo destructivo, quizá has dejado tu pistola en la casa para venir hoy esta mañana a León de Judá y ¿sabes qué? Dios te puede usar entonces para alcanzar un ganguero; te puede usar para alcanzar una persona que podría ser un terrorista un día. Yo no lo puedo hacer pero tú lo puedes hacer; tú eres Ester configurado por Dios.

El diablo te está configurando para destruir pero Dios puede usar esa misma configuración funesta para ser de bendición en el ámbito donde te has movido. Quizá tú vas a las discotecas el sábado en la noche y vienes aquí el domingo. Bueno un día el Señor te va a sacar de las discotecas pero cuando estés en la discoteca dile a alguien que venga aquí también y se usado por Dios de alguna manera.

Tú puedes ser un agente de bien en lo que Dios te reconstruye completamente comparte el Evangelio con alguien, lo que tú puedas; si tienes un pedacito de pan da ese pedacito de pan ¿ok? hasta que Dios te de un horno para hacer mucho pan y darle a todo el que Él quiera en su tiempo pero somos agentes de gracia y de la misericordia de Dios. Y estas situaciones hermanos yo les digo sencillamente: yo no tengo duda en mi corazón de que Dios la ha permitido para algo muy, muy poderoso y vendrán otros tiempos de sufrimiento y de temblores de tierra, y de muchas otras cosas pero todo será la gracia de Dios siempre usando este mundo caído para crear vida, Dios está en el negocio de restaurar la creación y nosotros somos parte de ese drama precioso. No se lo pierda, no se pierda ese privilegio.

Y no se pierda sobre todo el privilegio de que un día al final de los tiempos, usted sea uno de esa multitud que esté glorificando el nombre del Señor. Una multitud dice que cuyo sonido será como las aguas del mar declarando santo, santo santo Jehová de los Ejércitos, llena está la Tierra de Su Gloria.

Que el Señor les bendiga y qué lindo es ser parte de una generación redimida, una familia que Dios está usando para grandes propósitos. Yo les bendigo en el nombre del Señor, ahí en su corazón afirme de nuevo su creencia en Jesús y si usted no conoce a Cristo dígale: Señor abre mi corazón a Ti, que yo pueda conocerte y entenderte, que no desperdicie esa oportunidad que Tú me das ahora en esta vida para preparame para la venidera haciendo de Cristo mi barca, haciendo de Cristo un instrumento para llegar al Padre.

Bendigo a Tu pueblo Padre, despídenos de aquí en una nota de victoria Señor, en una nota de triunfo, de gloria y de esperanza, no estamos desamparados. Todo lo contrario, Tú tienes algo maravilloso para nosotros, te damos gracias Señor Jesús, te bendecimos. Amén y amén, gloria al nombre del Señor. Hermano que la gracia inexpresable de Cristo Jesús sea contigo en este día, te bendigo en el nombre del Señor y nuestra ciudad la bendecimos, amén y amén.

Procurad la paz de la ciudad y orad por ella

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En el Nuevo Testamento hay dos palabras que hablan con respecto al tiempo. Uno es Cronos y el otro es Cairos. Cronos es el tiempo corriente y Cairos es el tiempo de Dios y sinceramente creo que es el tiempo de Dios para nosotros.

Nadie quiere ver y participar en tragedias pero los momentos de la historia cuando acontecen cosas como ésta es cuando el pueblo de Dios se tiene que levantar fuertemente. Se ha tocado un pasaje bíblico que ha sido mi lema; la verdad del caso es que el domingo que viene en Búffalo, Nueva York voy a predicar sobre este pasaje. La verdad que siempre lo predico donde quiera que voy.

El lema del centro de educación ministerial CUME es Jeremías 24:7: "Procurad la paz de la ciudad donde os he enviado y rogad por ella porque en su paz tendréis vuestra paz." Sin coger mucho tiempo, la palabra paz es shalom, en el Nuevo Testamento es irene y formada por el shalom mismo; una palabra rica que significa bienestar, prosperidad, integridad, salud, salvación, liberación, salvación.

La verdad es que cuando la Biblia nos habla aquí nos dice dos cosas que tenemos que hacer en la ciudad fácilmente. En este pasaje: "Procurad la paz de la ciudad y orad por ella." Procurad la paz quiere decir que busquemos todo el bienestar de esta ciudad, en todo nivel de la vida no sólo del alma espiritual sino también del cuerpo, la totalidad de la vida.

Como le digo a mis estudiantes yo nunca he visto un alma caminando por ahí, necesita abrigo y calor y amor, y comida, bienestar total; pero tú sabes que todos nosotros tenemos algo que hacer en procurar la paz de la ciudad porque todos nosotros no somos predicadores y algunos no tenemos la fluidez de compartir el Evangelio como otros pero usted puede mostrarles el amor de Dios con un pedazo de pan, con agua, con ropa, con un calor, en diferentes maneras expresar el amor de Dios. Y si no puede hacer eso a lo menos orad.

El transfondo de este pasaje es muy interesante. Jeremías le está escribiendo a esta gente que está en esclavitud en Babilonia. Babilonia, Boston. No importa, ellos han sido transportados a ese lugar. La palabra en hebreo es galah, la palabra significa exilio pero también tiene un sentido como embajador como dijo Samuel hoy: muchos han venido aquí como en exilio que los ha traído aquí ¿verdad? y por alguna razón estamos aquí. Ahora no somos exiliados ni transportados, somos ahora embajadores y estamos llamados a procurar la paz como embajadores.

Los primeros que oyeron eso se creyeron que Jeremías estaba loco. ¿Procurar la paz en Babilonia, esta ciudad, este imperio tan malo y tan feo, pecador?. Quizá Boston no es tan malo como Babilonia. Muchas veces vemos la ciudad y el pueblo allá afuera como pegadores y malos pero Dios nos llama a tener compasión y procurar la paz a ellos, a esta ciudad.

Rogad por ellos, orad por ellos. Lo mínimo que podemos hacer es orar. Es interesante cómo esa parte del 7 dice: "Porque en su paz tendréis vosotros paz." ¿Oyeron bien eso? eso es interesante y profundo, de que en la medida de que nosotros buscamos la paz de la ciudad el bienestar, la prosperidad, todos los recursos y grandeza de Dios para ellos Dios nos lo va a dar a nosotros.

Parece que Dios tiene un sentido de jocosidad ¿se puede decir? porque como dice a lo menos si no quieren buscar la paz ellos porque quieren hacerlo Él les dice: pero miren háganlo por intereses propios, la bendición.A estas alturas conocemos nosotros algo mejor, reconocemos que lo hacemos nosotros por voluntad y reto de Dios a nuestras vidas, el amor y la gracia de Dios se manifestan en nuestras vidas y pueden hacer un impacto fenomenal en esta ciudad ahora. Ahora es el Cairos de Dios.

Pregúntese en su trabajo, en su escuela, donde usted esté presente ¿cómo yo puedo ser un shalom para el pueblo, para la ciudad?. Tenemos un gran reto. Dios nos ayude a cumplirlo.

Termino con un Salmo. Algunos versículos muy conocidos, los voy a leer primero, los primeros siete versículos voy a leer. Sí el Salmo 91 muy conocido: "El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente."

"Y diré yo a Jehová: Esperanza mía y castillo mío, mi Dios en quien confiaré."

"Él te librará del lazo del cazador, de la peste destructora. Con Sus plumas te cubrirá y debajo de Sus alas estarás seguro, escudo y adarga es Su Verdad."

"No temerás el terror nocturno ni a saeta que vuele de día, ni pestilencia que ande en obscuridad ni mortandad en medio del día destruya."

"Caerán a tu lado mil y diez mil a tu diestra mas a ti no llegará" bendiciones.

Doy gracias al Señor, el Espíritu del Señor está en esta comunidad; Dios tiene grandes cosas que Él quiere hacer a través de nosotros. Estos son tiempos preñados.

Dios quiere un pueblo que sea canales de bendición y de Su Gracia y de Su amor en esta ciudad. Muchas cosas más sucederán posiblemente pero yo sé que si la sal de la Tierra está en la ciudad que somos nosotros Su pueblo y Su Palabra siempre el enemigo tendrá que huír derrotado.

Vamos a orar un momento y damos gracias al Señor, pedimos disculpas si no pudimos escogerlos a todos, habrá otras oportunidades también en el futuro. Pongámonos de pie por favor. Levantemos nuestras manos hacia el Señor en unidad.

Tú nos has llamado Señor para ser la sal de la Tierra, nos has llamado a ser hacedores de paz, gente de paz. Te ofrecemos nuestras manos, nuestras palabras, todo lo que tenemos para ser instrumentos de Tu paz; que Tu paz esté en esta ciudad quebrantada, que Tu amor y Tu paz y Tu vida brillen en nosotros.

Que Señor al nosotros darnos a Ti y a los demás de la manera en que Jesús nuestro Señor se dió a sí mismo Tu luz y Tu amor se den a conocer, y que esa paz que Cristo ganó por nosotros en la cruz esté siempre en nuestros corazones y en nuestras mentes, y que nos sea dada a nosotros para compartirla con el mundo al nosotros entregarnos y ponernos a Tu servicio. Que podamos ser usados por Tu Voluntad siguiendo el ejemplo de nuestro Señor.

Te damos gracias, te adoramos por todo lo que Tú has hecho por nosotros, úsanos al salir de este lugar; oramos para la Gloria de Tu Nombre y la vida del mundo y de la humanidad, en el Nombre santo de Jesús amén y amén. Gracias Señor, que la Gracia del Señor les bendiga y sea con todos nosotros.

El cetro de la maldad no permanecerá en la tierra dada al justo

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Transcrito de la reflexión dada en "Sanando a Nuestra Ciudad – Servicio en memoria a las victimas del Maratón de Boston" 18 de abril, 2013 en Boston MA (English Version)

Mientras oraba sobre que iba a compartir esta mañana, las palabras confortadoras del salmista vinieron a mi mente:


“No prevalecerá el cetro de los impíos
sobre la heredad asignada a los justos,
para que nunca los justos extiendan
sus manos hacia la maldad.” Salmo 125:3


Como hemos comprobado tan gráficamente esta semana, la maldad sí existe en este mundo. Pero las Escrituras nos aseguran que Dios también le ha puesto un límite. Tan solo se puede manifestar por un momento, pero luego tiene que cederle el espacio a un Poder más Alto y Noble, quien a final de cuentas ejerce todo el control.

 

Esta es la razón por la cual nos reunimos en un momento como este, como gente de fe — para ir más allá de la dimensión inmediata de terror, muerte y pérdida, y elevar nuestra mirada a esa esfera sagrada, para ubicar esta terrible tragedia en un contexto más alto, en una luz más brillante que la redima e impregne con elementos de esperanza, amor y unidad.

Si no pudiésemos navegar hasta esa dimensión en donde el Bien infinito se sienta en Su trono, mirando fijamente con amor a esta ciudad, condoliéndose con aquellos que literalmente han perdido su vida o sus extremidades, entonces quizá la maldad hubiese alcanzado la victoria que buscaba tan ineficazmente en el Día de los Patriotas.

Pero somos gente de fe. Creemos en un Dios benévolo que sostiene con una mano estable la historia; quien aunque permite que el odio y el fanatismo tengan su momento, también ha declarado una y otra vez, a través de las muchas voces de creencias mileniales, que al final el bien prevalecerá; que, sí, “el llanto podrá permanecer por la noche, pero el gozo viene en la mañana” (Salmo 30:50).

Eventos como el que nos rozó esa tarde soleada de lunes, un par de días atrás, nos recuerdan que vivimos en un mundo misterioso, en donde un Dios amoroso y soberano algunas veces permite que una pequeña chispa de energía negativa penetre nuestro ámbito, pero tan solo para ennoblecernos, y para extraer de nosotros una medida aún mayor de generosidad y bondad.

El dilema de la maldad es que aún mientras lleva a cabo su trabajo obscuro y siniestro, siempre termina reforzando el bien y haciendo resplandecer con más fuerza la misma luz que tan desesperadamente trata de extinguir.

Todos hemos sido inspirados por las imágenes y las anécdotas de heroísmo y bondad que surgieron desde el primer momento que ocurrió esta terrible tragedia: En nuestra debilidad, nos hemos hecho más fuertes. En nuestros sufrimientos, hemos sido inspirados a orar los unos por los otros. En nuestras heridas, hemos extendido consuelo. En nuestra diversidad, nos hemos unido. En nuestra perplejidad, hemos sido inspirados a correr hacia Dios, y a recordar que no importa cuán fuerte, veloces o exitosos seamos, somos, a la larga, frágiles hijos de la eternidad, capaces de encontrar verdadera esperanza y consuelo solamente en el abrazo del Padre, en la dimensión de la oración y la humildad espiritual.

En esa paradoja de debilidad en la que hemos entrado podemos hacernos más fuertes, mejores canales para que la gracia de Dios fluya en este mundo caído.

Tenemos que admitir que esto es un débil consuelo para aquellos que actualmente se encuentran en una cama de hospital contemplando una vida que ha sido irrevocablemente transformada, o que lloran la pérdida o el sufrimiento de un ser querido herido. Oramos, sin embargo, para que ellos también reciban la gracia para ver más allá de este momento de sufrimiento, y para creer que sus vidas están aún muy lejos de haber terminado; para que puedan ponerse de pie sobrepasando su dolor y su perdida y convertirse en seres humanos espiritualmente más fuertes y más agiles; para que puedan encontrar plenitud de vida y felicidad y alcanzar la realización personal en la nueva normalidad del mundo en que habitan.

Ojalá que nunca permitan que la amargura o el odio se posen sobre sus almas por más de un breve momento. Permita Dios que reciban la paz que sobrepasa todo entendimiento. Que puedan traducir en su propio lenguaje espiritual las palabras de tranquilidad del apóstol Pablo:


¿Quién nos separará del amor de Cristo?
¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
Como está escrito:
Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;
Somos contados como ovejas de matadero.
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
(Romanos 8:35-37)


El amor de Dios todavía tendrá la última palabra. Dios no se ha olvidado de Boston. Dios no se ha olvidado de nuestra nación. Él sencillamente teje un tapiz hermoso y radiante que incluye unos cuantos hilos oscuros.

 

Por fe, abandonaremos este lugar sagrado y continuaremos con la noble narrativa de patriotismo, sacrificio personal y esfuerzo sencillo que fue interrumpida por un momento por la maldad impotente, pero que ahora ha de continuar, más rica, más densa y más penetrante que antes.

Permita Dios que nuestra fe sea fortalecida, y que abandonemos este lugar con esa convicción. Que Dios nos bendiga a todos. Amén.

¿A quién enviaré y quién irá por nosotros?

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Tengo un pasaje que Dios puso en mi como para compartir en esta noche, Isaías, capítulo 6, y vamos a leer solamente de versículo 1 hasta el versículo 8: “…En el año que murió el rey Uzías, vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime y sus faldas llenaban el templo. Por encima de él había serafines, cada uno tenía seis alas, con dos cubrían su rostro, con dos cubrían sus pies y con dos volaban. Y el uno al otro daba voces diciendo, “Santo, santo, santo Jehová de los Ejércitos, toda la tierra está llena de su gloria.” Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba y la casa se llenó de humo. Entonces dije, “Ay de mí, que soy muerto, porque siendo hombre inmundo de labios y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey de los Ejércitos.” Y voló hacia mí uno de los serafines teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas y tocando con él mi boca dijo, “He aquí que esto tocó tus labios y es quitada tu culpa y limpio tu pecado.” Después oí la voz del Señor que decía, “A quién enviaré y quién irá por nosotros?” Entonces respondí yo, “Heme aquí, envíame a mí.”

Amén, gloria a Dios. Hermanos, Isaías estaba viviendo uno de los momentos más cruciales de su vida, de la historia. Isaías estaba viviendo un momento de crisis. El capítulo 1 de Isaías, el propio libro, describe una nación en dificultad, una nación podrida. En el versículo 3 del capítulo 1, dice que el pueblo estaba sin conocimiento y del versículo 4 del capítulo 1, dice que el pueblo también estaba cargado de maldades, una nación pecadora, una nación de hijos depravados, abandonaron al Señor, provocaron la ira del Señor.

Una nación destruida, ciudades puestas al fuego. En el versículo 11 del capítulo 1 dice que el propio [inaudible] estaba contaminado y la última frase del capítulo 5 es un resumen del caos y si alguien mirara hacia la tierra, solo podría contemplar maldad y tinieblas, angustias, dolor, hasta la luz se convirtiera en densa oscuridad, dice la palabra del Señor.

Y esa es la visión de Isaías de la tierra, una visión que parece que el mal prevalecía sobre la tierra. Y sin embargo, delante de esa circunstancia, en esa situación algo pasa con la nación, muere el Rey de la nación, el Rey Uzías. Y después de haber dirigido los destinos de Judá, por más de 50 años, un hombre de una influencia tremenda, impresionante sobre Judá, ese hombre muere. Y la nación se desestabiliza, entra en crisis.

Isaías ve una nación en dificultad. Isaías ve una nación en crisis espiritual, en crisis económicas, en falta de estabilidad política. Isaías, entonces empieza a tener los mismos cuestionamientos que muchos de nosotros tenemos muchas veces cuando miramos las crisis de nuestras naciones.

Isaías va al templo un día, como nosotros venimos aquí a la noche, buscando de Dios una respuesta. El trono estaba vacante, por lo tanto eran horas de desesperación, de angustias. Isaías tiene preguntas, tiene cuestionamientos y a una pregunta que muchas veces hacemos en momentos de crisis, en momentos de desesperación. Siempre preguntamos dónde está Dios.

Y esa es la pregunta, hermanos, que no solamente la gente afuera que no tiene conocimiento del Evangelio, pero nosotros que somos cristianos muchas veces preguntamos, Señor, dónde tu estabas cuando el Señor murió? Señor, dónde tu estabas cuando pasó eso? Dónde tu estabas cuando esa persona planeó poner esas bombas ahí? Señor, dónde estabas cuando estuve enfermo? Señor, dónde estabas? A dónde está Dios?

Isaías va al templo preguntando, Señor, a dónde estás? Y este visión de Isaías, estos cuestionamientos de Isaías, llevan a Isaías a una experiencia profunda que vemos aquí en el capítulo 6, que Isaías fue al templo, Isaías tuvo una visión y la primera visión que Isaías tuvo fue una visión de un Dios estable.

Hermanos, qué quiero decir con eso? El mundo está en crisis, la nación está en crisis, pero Dios no está en crisis. El Reino de los Cielos no está en crisis. Dios no está con inestabilidad pensando de un lado para el otro, qué voy a hacer, ah, qué voy a hacer con Boston? Dios no está pensando esas cosas. Dios está estable.

Dice la palabra del Señor que Isaías vio al Señor y el Señor estaba sentado sobre un alto y sublime trono. Todas las cosas aquí abajo, en la visión de Isaías, a la visión de otros está muy inestables, estaba como que temblando, pero Dios estaba en el trono.

Cuando usted ve la situación difícil, cuando usted piensa que no hay soluciones, cuando usted piensa que no hay salida, sepa de algo, Dios está en el trono y nada va a quitar Dios de su trono maravilloso que él está.

Primera visión que Isaías tuvo fue una visión de ese Dios glorificado, una mirada hacia Dios. Hermanos, en toda llamada al ministerio tiene comienzo y una experiencia profunda con Dios. Dios estaba preparando a Isaías para algo maravilloso, para algo grandioso que vemos aquí en el final de su ministerio.

Isaías vio un Dios soberano, centrado, reinando, vio un Dios [inaudible], conocía todo lo que estaba aconteciendo en la tierra. Dios sabe todo. Dios ve todo.

Isaías vio un Dios omnipotente, que llenaba la tierra. Muchas veces no vemos la mano de Dios en tiempos de crisis. No entendemos, no logramos ver la mano de Dios a través de un médico, a través de un enfermero, a través de un paramédico, ¿verdad? no logramos ver la mano de Dios a través de un policía, a través de una persona que da la mano a otra. Es la mano de Dios en medio de la crisis, hermanos.

Isaías vio un Dios estable. Pero aprendería además algo distinto, aprendería de su santidad, Dios es santo. Él estaba separado de todo, de serafines proclamaban, diciendo ‘Santo, santo, santo.’ Además de la experiencia de Isaías entiende que Dios estaba estable, Isaías estaba viviendo otra experiencia, entender la santidad de Dios. Dios es santo.

Y los serafines proclamaban eso. Isaías esta estático ante esa experiencia. Dios no ha cambiado. Él es el mismo. Si usted lee Apocalipsis capítulo 4, versículo 8 la palabra dice, “los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas alrededor y por dentro estaban llenos de ojos y no cesaban de decir ‘Santo, santo, santo, es el Señor Dios todopoderoso el que era, el que es y el ha de venir.”

Ese es el mismo Dios de la visión de Isaías. El Dios entronizado y que los ángeles estaban diciendo, ‘Dios tu eres santo, santo, santo.’ Y según [inaudible] esta visión nos hace responsable y nos impulsa a comprometernos con esta visión, con la iglesia de Jesucristo. Tenemos una misión.

Después de una visión a la que Isaías tuvo, tanto fue el impacto en la vida de él, mira qué pasó en la vida de él en el versículo 5.

“Entonces dije, Ay de mí! Soy muerto, mis ojos vieron al Señor de los ejércitos…” mis ojos contemplaron la gloria de Dios. Ese el segundo impacto en la vida de Isaías, una visión hacia sí mismo. No hay hombre o mujer, yo le digo por experiencia propia, hermanos, no hay hombre o mujer que no haya experimentado un caminar con Dios que como consecuencia de ese caminar con Dios no empieza a mirar para dentro de sí mismo.

Sabe qué significa? Cuanto más camino con Dios, más veo quién soy, más Dios me impone al revés y me muestra quién soy. Y Dios muestra que yo no soy la persona tan santa que yo pensaba que era. Y quería impresionar a otros con mi santidad. Aproximo de Dios y Dios me muestra que tengo debilidades, que tengo pecados, que tengo flaquezas, que tengo cosas que cambiar en mi vida, y que tengo tendencias y que esas tendencias necesitan [inaudible] delante de él.

Hermanos, yo no sé cuál era el pecado específico en la vida de Isaías que Dios en ese día quería tratar con él para prepararlo para el ministerio, pero tengo una impresión. Yo tengo la impresión que Isaías tenía un problema que muchos de nosotros tenemos, se imaginan? Mire la palabra de Dios.

“… Y voló hacia mí uno de los serafines teniendo en su mano un carbón encendido tomado del altar con una tenaza…”

Qué significa eso? El serafín va volando, ahí está el altar con brazas vivas y el serafín coge una braza viva del altar y viene volando. Usted imagine conmigo. Viene volando e Isaías mirando, a dónde va ese ángel, Isaías mirando y de pronto va en dirección a Isaías y él está mirando. Isaías, abre la boca, shhhhhh, yo tengo la impresión que Isaías tenía un pecado localizado.

Cuántos de nosotros aquí tenemos un pecado localizado que Dios quiere shhhhhhh? Usted entiende la palabra de Dios? Amén.

Hermanos, si tienes un problema de lengua, hable de Jesús porque a él [inaudible] importa, ¿verdad que sí? Hable de Jesús, hable de maravillas de Dios. El ángel toca a Isaías, tenemos que reconocer nuestras debilidades, hermanos, [inaudible] que hasta que Isaías tuvo esta visión él no se enteraba de sus propios pecados, de sus propias debilidades. Un encuentro con Dios nos hace ver exactamente quién somos, nos confronta, ¿verdad?

En el capítulo anterior, había pronunciado contra el pueblo una serie de problemas, de dificultades, pero ahora es él el que está diciendo, ‘Ay de mí!’ en el capítulo 5 Isaías habla contra el pueblo, pecadores, miserables, abandonaron al Señor. Ahora en el capítulo 6, ay de mí! Por qué? Tuvo un encuentro con Dios.

Aproxímate a Dios en tu vida personal de oración. Comienza a orar. Comienza a ayunar, comienza a buscar de Dios. Tu vas a ver, hermanos, esta maravilla de conocer cosas misterios, cosas maravillosas.

Note que la amplia confesión de Isaías, ay de mí! Él dijo estoy muerto. Un mortal viviendo. Soy hombre de labios impuros, o sea, confiesa que hay una producción de impureza en su vida. Tercero, habito en medio de un pueblo de labios inmundos. Que ellos se conviertan a ti. O sea, Isaías reconoce su pecado y el pecado de la nación.

Yo pienso que Dios siempre quiere apropiarse de situaciones para levantar la iglesia. Mire, estamos orando aquí hoy, estaba pensando por qué no salimos a las calles para orar, por qué no bendecimos las calles de la ciudad, por qué no salimos en grupo orando, tomando posesión de la tierra, profetizando, bendiciones sobre la ciudad. Y estaba viendo todas las noticias y todas las cosas desde el lunes y los policías dijeron, ‘No, nosotros hicimos todo el trabajo de investigación antes, de mirar todo antes, si había una cosa, un peligro y todo.’ Pero estaba pensando, nosotros como iglesia, no estuvimos antes ahí para caminar, para bendecir, para orar y para proclamar bendición sobre la ciudad.

Debemos entender, hermanos, que Dios no se revela a nosotros o a la ciudad por nuestras cualidades. Dios se revela por su grandeza, por su santidad. Amén. Y él sigue y llama creyentes para su obra, pero nuestra respuesta a él depende mucho del tipo de vida que respondemos a él.

Pero hay otra mirada que Isaías después de esa experiencia con Dios vive, después de esto, vi la voz del Señor que decía, ‘A quién enviaré? Y quién irá por mí?’ Es la tercera visión que Isaías tuvo en esta situación, en este encuentro con Dios. Él vio la necesidad de otros, una visión hacia los demás, una visión hacia la necesidad de la gente.

Y estamos mirando a otros? Debemos conocer, hermanos, al pueblo y ministramos en sus necesidades. Debemos entender que la misión no es nada fácil. Si observamos el capítulo de 1 a 5 notaremos que existía una caótica situación, condición espiritual del pueblo, un pueblo que no quería escuchar la palabra de Dios, el mensaje de Dios, y mucho menos se arrepentía de sus pecados.

Solamente el encuentro de Isaías con Dios proporciona el comienzo del pueblo a regresar para el Señor. Debemos entender que Dios se nos revela a nosotros con un propósito. En el momento que Dios trae una revelación de su voluntad, de su deseo, de sus propósitos a su vida, él ya hace un propósito definido para la gloria de él y para salvación de otras personas.

Dios no llena una iglesia para [inaudible] en poder. Dios nos llena para [inaudible] en bendición para otras personas. De qué vale llenarnos aquí y quedamos como una cosa grande orando, ah, Señor, bendiciones, bendiciones, bendición, bendiciones, cuando el mundo ahí fuera necesita que llevemos ese mensaje de salvación.

La pregunta del Señor sigue vigente todavía, y cuál será mi respuesta, y cuál será tu respuesta. A quién enviaré? Y qué haré? Quién va a hablar? Estaría dispuesta a ir dondequiera que Dios te envíe? Estaría dispuesto a obedecer al Señor y decir, sí, Señor, yo voy? Voy a iniciar un proyecto de oración por esta ciudad.

Te levantarías a predicar sin que te importe con la respuesta o que te responderá la gente frente a tu mensaje? Te atreverías a predicar la palabra de Dios? Te atreverías a entender ese mensaje del día de hoy y decir, Señor, quiero santificar mi vida porque tu vas a hacer una obra grandiosa en mi ciudad y yo soy parte de ese desafío. Amén.

Yo soy parte de eso que vas a hacer en la ciudad de Boston y en el mundo. Que al mirar a la gente y la necesidad logres mirar la mano de Dios en tu vida para bendecir a otros. Que Dios nos ayude y que Dios bendiga la ciudad de Boston. Traiga paz sobre esta ciudad y que Dios por su excelencia de gracia y misericordia ayude a nosotros como iglesia de él, a hacernos santos, a entender que somos en Dios para vivir una vida diferente y que traiga un impacto a esta generación. Amén.

Vamos de pie a orar al Señor. Señor, entendemos tu palabra en esta noche y bendecimos esta ciudad de Boston, Señor, porque sabemos que tu quieres hacer algo tremendo en esta ciudad. Tu has levantado tu iglesia en este lugar con propósitos bien definidos, has levantado un ejército, Señor, de guerreros, de hombres y mujeres responsables, apasionados por tu palabra, por el Evangelio del Señor, por la verdad de Jesucristo. Señor en el nombre de Jesús ayúdanos a mirar, Señor, hacia ti y entendemos que tu estás en el trono, Señor, en el trono de gloria y que los serafines cubren, Señor, el templo del Señor.

Señor que no hay nada que pase en este mundo, en el universo, Señor, que haga temblar tu reino, tu trono, porque tu estás entronado sobre todos, Señor, y ayúdanos a entender que tu tienes el dominio y el gobierno, Señor, sobre todos, sobre la vida y sobre la historia. Señor, y ayúdanos a tener experiencia contigo, a volvernos hacia ti para aprender de ti y conocer tus caminos y conocer una vida diferente, conocemos una vida de santidad. Ayúdanos a entender, Señor, que somos débiles, tenemos debilidades y que necesitamos santificar nuestra vida delante de ti para ver una vida que valga la pena vivir, para que active en nosotros la responsabilidad, Señor, de predicar el Evangelio a otras personas y de llevar esta paz que tanto hablamos, que tanto proclamamos a otras personas, Señor.

Comienza esta revolución hoy, Señor, en mí corazón, en mí vida y en la vida de mis hermanos en esta noche, Señor. Comienza esa revolución mañana cuando venga el presidente a esta ciudad, Señor. Comienza revolución en la vida de tu iglesia, Señor.

Señor, haga que tu pueblo se mueva, pero se mueva en el poder de tu espíritu. No queremos manifestaciones, no queremos guerra, no necesitamos, Señor, levantar banderas, Señor, necesitamos levantar a Jesucristo a los corazones para que reciban la palabra de verdad, Señor. Glorificamos tu nombre Señor, a ti sea la honra, a ti sea la gloria, Señor, ¡Aleluya! Amén. Amén.

Una vida misional

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Vamos a la Palabra del Señor Marcos capítulo 6 versículos del 7 al 13, quiero hablar de creyentes evangelistas, quiero hablar de una vida misional. No una vida misionera aunque se puede usar esa palabra pero una vida misional, una vida con una conciencia de que vivimos en una misión, somos llamados para una misión y que somos llamados a ser hombres y mujeres que llevemos la Palabra del Señor por todas partes. "Id por todo el mundo, predicad el Evangelio, haced discípulos a las naciones."

El último gran mandato del Señor a sus discípulos y por extensión a nosotros también. Sabemos que los relatos que hay en el Evangelio y en toda la Palabra son dejados por el Señor allí en las páginas de la Biblia y aunque se dan en la vida de individuos específicos en aquél tiempo o de grupos como en el caso de los doce discípulos son puestos allí para que nosotros aprendamos esas cosas. Son puestos allí para que nosotros las leamos como lo hacemos ahora y que digamos: ¿sabes qué? eso me aplica a mí también. Aunque se aplicó a los doce por ejemplo en este caso pero también por extensión se aplica a mí por eso el Señor lo dejó allí para que meditáramos sobre estas cosas y nosotros incluyéramos esos elementos en nuestra propia vida.

Entonces yo quiero hablar como digo acerca del llamado a vivir una vida comprometida, una vida misional y a meditar en cuáles son los elementos que componen esa vida o algunos de ellos porque hay muchos pero ¿cuáles son algunas de las actitudes, algunas de las prácticas, algunas de las características que deben distinguirnos a nosotros si queremos vivir misional, una vida con propósito, una vida que sea usada por el Señor para hacer lo que Dios quiere sobre la Tierra sobre todo eso, el traer mucha gente al conocimiento de Jesucristo.

Marcos 6 versículo 7 dice que: "Después el Señor llamó a los doce" es decir los doce allegados a Él, habían muchos más discípulos pero había doce que eran Sus doce discípulos que luego fueron llamados los doce apóstoles ¿no? "después llamó a los doce y comenzó a enviarlos de dos en dos y les dió autoridad". Eso quiere decir en el griego original exusia, autoridad, fuerza, poder sobre para comandar, para ordenar; "les dió autoridad sobre los espíritus" los demonios, las fuerzas espirituales que quieren hacer daño contra las cuales hacíamos guerra espiritual hace un momento en nuestra oración ¿por qué? porque tenemos autoridad.

"Les dió autoridad y les mandó que no llevasen nada para el camino sino solamente bordón. Ni alforja, ni pan, ni dinero en el cinto" uno diría ni tarjetas de crédito, la Master Card, la Visa no se las lleven, "sino que calzacen sandalias y no vistiesen dos túnicas" una sola túnica, las maletas las dejan en la casa, ni cepillo de dientes ni nada imagínese ayayay simplemente confíe en el Señor. "Y no vistiesen dos túnicas. Y les dijo: donde quiera que entréis en una casa posad en ella hasta que salgáis de aquél lugar y si en algún lugar no os recibieren ni os oyeren salid de allí y sacudid el polvo que está debajo de vuestros pies para testimonio a ellos. De cierto os digo que en el día del Juicio será más tolerable el castigo para los de Sodoma y Gomorra que para aquélla ciudad" wow terrible esto ¿eh?.

"Y saliendo de predicaban que los hombres y las mujeres se arrepintiesen, y echaban fuera muchos demonios y ungían con aceite a muchos enfermos y los sanaban." Bendiga el Señor Su preciosa Palabra. Entonces hermano quiero compartir con ustedes, quiero hablar acerca de diversos elementos de una vida misional, una vida misionera que están registrados en este pasaje y les recuerdo de nuevo, estos pasajes son dejados allí en la Escritura para que nosotros aprendamos de ellos.

Continuamos con ese énfasis evangelístico en estos tiempos. Y más allá de simplemente hablarle a la gente misma acerca del llamado a arrepentirse y entregar su vida al Señor quiero hablarle a nuestra Congregación acerca de cuáles son algunas de las prácticas que nosotros debemos tener en mente para poder ser efectivos en el llamado del Señor. Aquí en este pasaje hay algunos elementos que quiero señalar y que voy a elaborar en unos momentos pero quiero que ponga su atención en estos elementos que voy a discutir.

Número uno, aquí hay un llamado a la unidad, al trabajo en conjunto. Número dos, hay un llamado a una vida de fé y una actitud de fé. Número tres, un llamado a la estabilidad en las relaciones que tenemos, relaciones humanas. Número cuatro, hay un elemento también aquí como de juicio, declarar juicio, declarar la Voluntad del Señor en términos de juicio. Número cinco, hay un llamado evidentemente también a proclamar el Evangelio de arrepentimiento, a proclamación del arrepentimiento a los hombres y las mujeres. Y finalmente a desempeñar ese llamado de Dios a una vida misional en el poder y los dones del Espíritu Santo.

Seis cosas: unidad, fé, estabilidad en las relaciones humanas, juicio del Señor sobre las ciudades, las comunidades, proclamación del Evangelio de arrepentimiento y finalmente un fluír en el poder y los dones del Espíritu Santo.

Mire antes de entrar en esos elementos, algo importante que es la base de todos estos elementos. Jesús nos llama y nos envía y todo lo que nosotros hacemos en la vida cristiana se debe dar en ese contexto de ser llamados por Dios y de ser gente escogida, señalada por Dios para un propósito, y ese Dios que nos llama también nos envía. Y nosotros tenemos que vivir hermanos poseídos y sobrecogidos por ese sentido del llamado de Dios en nuestras vidas. ¿Sabes tú que si tú estás en los caminos de Dios, si te encuentras aquí en este día como un hijo, una hija de Dios es porque Dios te ha llamado?.

Nadie dice la Biblia viene a Cristo si Él no lo invita a venir. Si Dios nos dejara a nuestros propios designios nunca vendríamos a los caminos del Señor porque toda criatura está atada por su propio pecado, por el Enemigo que ha cegado el entendimiento de los hombres y las mujeres para que no les resplandezca el Evangelio, y Dios tiene que activamente romper esa inercia, romper esa resistencia que hay en cada ser humano y emitirles un llamado para que vengan a los pies de Su Hijo Jesús.

Cuando tú sentiste ese calor, ese lllamado a tu vidade parte de Dios no fue porque tú de tu propia justicia, de tu propia iniciativa buscaste de Dios sino porque Dios te dijo: Yo tengo planes contigo, ven a Mi Persona, ven a Mi Presencia. Tenemos que darle gracias al Señor por eso. Y yo creo que tenemos que vivir siempre la vida cristiana con ese sentido de que Dios me puso el dedo, Dios me señaló a mí. Aquí dice en la Palabra que Jesús los señaló a ello, nadie se autoproclamó discípulo, el Señor los fue escogiendo uno por uno.

Y eso es importante porque si tú no te sientes llamado entonces no vas a sentir lo especial que tú eres en tu vida. Yo creo que mucha gente entra en los caminos del Señor y entonces subestima el llamado de Dios en sus vidas y tenemos que cultivar siempre ese sentido de que: yo pertenezco a una clase, una estirpe especial que son aquéllos que han sido llamados por el Señor.

¿Sabe cuál es el significado de la palabra Iglesia en el griego original? viene de la palabra ekklesia, ekk de donde viene exhortar, exceso, oficio lo que sea quiere decir: de sacar algo de algún sitio y la idea de Iglesia quiere decir: aquéllos que han sido llamados para algo en particular. En los tiempos originales la ekklesia o ekklesía era una convocación que se hacía a los ciudadanos de una ciudad para que vinieran a un lugar de reunión para tratar asuntos oficiales de la ciudad, sea votar por oficiales, resolver asuntos económicos, políticos o lo que sea y eran llamados. Esta Iglesia se llama también una Congregación porque viene de la palabra eso de congregar, en el original griego la Asamble de Israel, entonces Asamblea de Dios, etc. Es gente que ha sido llamada. Todo ese sentido ekklesía, Iglesia es ese sentido de que hemos sido llamados.

Entonces nunca podemos perder hermanos ese sentido de que Dios me llamó a mí y que cuando me llamó también me envió y Dios nos envía. Tenemos que vivir entonces con ese sentido especial, Dios tiene un propósito en mi vida por eso me llamó y ese llamado constituye también un enviarme a mí para que yo sea un portador de la Palabra de Dios donde quiera que yo vaya. Todo lo tenemos que hacer en ese sentido de llamado y de envío. Por eso el Señor Jesucristo al final de Su carrera aquí en la Tierra, el último gran mandamiento dice: Id por toda la tierra y haced discípulos a todas las naciones.

¿Sabes tú que la única razón de ser de tu vida ahora como hijo de Dios, como un llamado de Dios es para que tú anuncies el Evangelio? Dice la Palabra en Primera de Pedro creo que es capítulo 2, creo que es el versículo 9, dice: "Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios" ¿usted ve lo importante que es saber lo que usted es en Cristo, saber que usted ha sido llamado a entrar en una familia escogida por Dios? Entonces dice: "para que anunciéis las virtudes de aquél que os llamó de las tinieblas a Su luz admirable."

En otras palabras hay un llamado a ser parte de ese pueblo de Dios pero también a vivir en la identidad de gente que tiene un propósito de ser y es anunciar las virtudes de aquél que nos llamó de las tinieblas a Su luz admirable. ¿Cuántos se sienten así que son llamados? yo espero que tu vida tú la vivas como un agente del Reino, donde quiera que tú estés en el trabajo, en la escuela, en el vecindario, tus amistades tú no eres neutral, ningún cristiano es neutral. Nosotros somos agentes del Reino de Dios y tenemos que aprovechar todas las oportunidades que tengamos.

Nuestra vida es para una sola cosa y es avanzar el Reino de Dios. Nuestro dinero, nuestro tiempo, nuestros talentos, nuestra profesión, cualquier influencia que tengamos todo es para una sola cosa: ser agentes del Reino de Dios. Si la Iglesia de Jesucristo en este tiempo viviera así como que cada uno de nosotros es un llamado, un enviado hermanos yo creo que Jesucristo hubiera venido hace tiempo porque habríamos llenado toda la Tierra del mensaje del Evangelio.

Vamos a activarnos, vamos a traer gente a la Iglesia, vamos a invitarlos para que escuchen la Palabra del Señor; vamos a orar con ellos, vamos a hablar a tiempo y fuera de tiempo de que es tiempo ya de que la gente se entregue a Jesús y que nuestras comunidades pertenezcan al Reino de Dios.

Así que somos llamados y enviados y entonces en ese llamado, y en ese envío nosotros tenemos que hacer ciertas cosas. Y lo primero que yo veo aquí es que el Señor los llamó y los envió, y les dió autoridad, y los mandó de dos en dos, versículo 7: "Y los mandó de dos en dos." ¿No hubiera sido más eficiente y más efectivo enviarlos de uno en uno y así hubieran ido a más lugares? pero el Señor los envió de dos en dos y ahí está ese principio, yo creo el principio de la unidad.

Es un principio que establece la necesidad de la colaboración y la unidad cristiana. Nadie tiene todos los dones que se necesitan para llevar a cabo el trabajo de Evangelismo, nos necesitamos unos a otros. El escritor de Eclesiastés dice que mejores son dos que uno porque si uno cae el otro levantará a su compañero ¿no? Y yo creo que muchas veces para hacer el trabajo evangelístico bueno lo primero que necesitamos es una comunidad que nos fortalezca. Qué bueno es congregarnos ¿verdad que sí? qué bueno es venir a la casa del Señor un día como hoy y sentirnos que somos parte de una linda familia, que no estamos solos. Aquí venimos y nos calentamos como pedacitos de carbón que se unen y todos hacemos un gran fuego para gloria del Señor.

Si una pieza de carbón, una brasa está sola ¿qué pasa? se apaga rápidamente pero cuando están todos juntos, ese calor colectivo aumenta la intensidad del calor y todas las brasas se pueden mantener juntas. No podemos dejar de congregarnos hermanos, tenemos que buscar ese calor de nuestros hermanos, tenemos que orar juntos, tenemos que cultivar el compañerismo.

Y otra cosa que yo creo que es importante es que tenemos que servirnos y preferinos unos a otros. Tenemos que cultivar la hermandad cristiana, cultivar la harmonía, apreciar los dones de los demás; ser humildes y sinceros, ser como dice la Palabra solícitos en guardar los vínculos entre nosotros. Qué importante es que sepamos apreciar la harmonía en la Casa del Señor y que cada uno de nosotros haga todo lo posible porque esta Iglesia siempre sea una familia unida. Que nosotros entendamos que una de las cosas que más importa en nuestra Congregación no es necesariamente que demos dinero o que hagamos esto, hagamos lo otro sino que ejemplifiquemos ante el mundo allá afuera un grupo unido, que se aman unos a otros.

Dicen el Señor Jesucristo: Que sean uno Padre como Tú y Yo somos uno para que el mundo crea que Tú me enviaste. Yo creo que un día el Señor va a unificar todas las denominaciones que son de Él, todas las iglesias que son de Él, todas las iglesias que reclaman a Cristo como Señor y Salvador y dejaremos eso de denominaciones y de grupos y seremos una sola familia en Cristo Jesús. Y nosotros tenemos que como Iglesia hermanos, una Iglesia tan diversa como la nuestra donde hay tantas razas y grupos de diferentes denominaciones y tenemos tantas cosas aquí diferentes, que nosotros seamos muy diligentes en mantener la harmonía y el amor en nuestra Congregación.

Que nosotros cuando podamos extendamos un saludo a alguien que no conocemos. En vez de tú buscar a la gente que conoces sal de tu asiento y ve a la última fila y saluda a alguien diferente. Cuando tenemos comidas especiales y: ah hoy le toca a los caribeños, bueno; ah pero si no tienen tortilla no voy a ir, y los caribeños: ah no si no tienen arroz con habichuelas eso no sabe a nada olvídate; no, vaya, apoye a sus hermanos ¿amén? respáldense unos a otros, enriquézcanse unos a otros. Aprendamos a apreciarnos unos a otros.

No invite a su casa solamente a la gente con la que usted se siente cómodo, no; invite a un extraño. Invite una persona diferente aunque sea al inicio incómodo pero así usted va a ejercitarse y a ancharse en vez de estar siempre con la misma gente y así uno no crece, no aprende. Como Iglesia tenemos que aprender a celebrarnos y a amarnos en nuestra diversidad unos a otros.

Yo doy gracias al Señor porque mire: nosotros nos incomodamos un poquito; mire en el servicio de las nueve tenemos que ser bilingües y todo en el tiempo de adoración tiene que ser bilingüe y eso añade una capa de complejidad y de complicación, no se crea al servicio mismo pero qué lindo es saber que tenemos aquí con nosotros a africanos, asiáticos, afroamericanos, caribeños de todas estas islas del Caribe por allá de Dominica y ayúdeme de Jamaica y todos estos lugares hay gente aquí, anglosajones, desteñidos hay de todo aquí (risas) hermanos qué bendición tan grande. Y también algunos de nosotros que estamos bien quemaditos gloria al Señor, tenemos una diversidad tremenda. Hay gente de pasado indígena, otros de pasado asiático, gloria al Señor por esa diversidad tan grande.

Y nosotros tenemos que apreciar eso y tenemos el privilegio de ministrarle a esos hermanos también no ser solamente hispanos. Ok nos incomodamos un poquito pero qué gran privilegio diseminar el Evangelio ¿no?. Por eso tenemos a los hermanos anglicanos también aquí en la mañana, esos pastores preciosos con sus cuellos clericales; un día me voy a comprar uno yo también, yo creo que me gustaría verme con un cuello clerical, quizá me van a oir un poquito mejor si me pongo un cuello clerical. No, para mucha gente es incómodo ver a alguien con cuello clerical. Piensan de una vez: oh un sacerdote católico romano.

Eso se usa aquí en Estados Unidos, se usa en Europa y entonces muchos nos sentimos incómodos: oh una Iglesia Anglicana, Pastor se está poniendo liberal; son gente de Dios, son hermanos nuestros, son más pentecostales que tú y que yo, aman las cosas del Espíritu, aman a Jesús, creen en la santidad, creen en la Palabra; están proveyendo una entrada diferente a otro sector que quizá no va a venir aquí donde están estos locos pentecostales gritando a todo lo que da en el servicio de las doce; les gusta su liturgia, les gusta su manera más sutil, gloria al Señor por eso. Ojalá que algún día nosotros aprendamos a apreciar toda la diversidad del pueblo de Dios.

Cada día mientras yo más leo, más viajo me doy cuenta que Dios tiene gente en todas partes del mundo. Unos adoran de una manera, otros de otra; porque adoren de esa manera no quiere decir que sean menos que nosotros. Dios tiene pueblo en todas partes de la Tierra hermanos. No seamos como Elías: oh Señor te han matado a todos tus profetas, yo solamente he quedado, y el Señor le dice: no mira hay siete mil que no han doblado sus rodillas ante Baal todavía así que tú no eres la última Coca Cola en el desierto hay muchos más por allí todavía ¿amén?.

Entonces aprendamos apreciarnos unos a otros y buscar la unidad. Yo creo que por eso Dios envió a estos hombres de dos en dos, para que se apoyaran mutuamente; no podemos ser llaneros solitarios. Cuando hay harmonía en una Iglesia el Espíritu del Señor se deja sentir y viene la bendición, viene la prosperidad. La Palabra del Señor: "Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en harmonía, es como el óleo que baja por la barba de Aarón y corre por sus vestiduras y a sus pies porque allí envía Jehová bendición y vida eterna."

¿Sabe usted hermano que el amor unos con los otros es la cosa más poderosa para conducir el poder de Dios? alguna gente cree que saltando y tirándonos al piso, gloria a Dios por todas esas cosas si Dios las hace pero yo creo que el mejor conductor de todos es el amor de los hermanos unos con los otros. El Señor ve ese amor y desciende y derrama Su gracia sobre una Congregación así, y el mundo allá afuera ve estos diferentes grupos amándose y dice: wow eso que no es posible allá en el mundo esta gente lo tiene, yo quiero ser parte de ello y vienen a la Casa del Señor.

Yo espero que nuestra Iglesia siempre sea una Iglesia multiétnica, multicultural. Yo amo a mis hermanos centroamericanos, amo a mis hermanos de sudamérica, amo a los caribeños de diferentes partes y amo a toda esta diversidad tan grande y la celebro, y queremos ser parte de esa raza tan grande que Dios ha redimido. Así que yo creo que por eso el Señor dijo: vayan de dos en dos y si queremos ser efectivos en el Reino de Dios tenemos que ser gente de harmonía.

Cuando veamos que viene un elemento de discordia, división, chisme, murmuración, crítica, resentimiento en el seno de nuestra Iglesia comencemos a orar enseguida; encerremos ese virus y como hacen las células blancas cuando viene una infección al cuerpo enseguida nos tiramos y la disolvemos ¿no?; con amor pero no seamos parte de cualquier elemento divisivo para que este pueblo siempre pueda crecer así en harmonía y tener la bendición del Señor.

Digo aquí: protejamos la unidad, renunciemos al rencor, la rencilla, la murmuración, el chisme, la crítica, el creernos mejores que los demás; rechacemos todo lo que sustraiga de su unión al cuerpo de Cristo. Tenemos que trabajar juntos. Yo celebro ese grupo de hermanos que han trabajado con tanto ahínco todos estos meses para hacer posibles los almuerzos de cada mes, quiero tomar un momentito para darles las gracias a todos ustedes ¿amén? démosle un aplauso a los hermanos.

Esta mañana yo pensaba en todos esos hermanos que trabajan el sábado en la noche y se levantan domingo en la mañana temprano cada mes para preparar esos almuerzos y yo los veo como hormiguitas dejando su carro allí enfrente, haciéndome difícil el paso cuando me quiero estacionar a veces de prisa pero ahí están bajando su bandeja y su olla de arroz con gandules o lo que sea y juntos celebran una gran coinonía, una cena del Señor una vez al mes, han bendecido nuestra Iglesia con más de cien mil dólares ya a estas alturas del juego, allí granito a granito literalmente.

Y qué lindo es eso que es un trabajo en conjunto; unos traen el arroz, otros traen los frijoles, otros traen las tortillas, otros traen el pernil, unos traen el pavo asado o lo que sea y todos hacemos aquí una gran fiesta de amor al Señor y bendecimos neustra Iglesia. Gracias hermanos y hermanas les bendecimos en el nombre del Señor continuemos trabajando en harmonía para avanzar el Reino del Señor como un cuerpo.

Entonces otra cosa que yo veo aquí es que la vida cristiana es una vida y la vida misional es una vida vivida en fé. Y yo veo esto cuando el Señor les dice que no llevasen nada para el camino sino solamente un bordón, que no llevaran ni alforja ni pan ni dinero en el cinto. Él hace esto por un propósito: Él era un maestro exaltado, Jesús y Él quería eseñarles en una forma muy gráfica y muy práctica a vivir y ministrar, y servir en y por fé. El Señor les dice cuando usted vayan Yo voy a ser su proveedor.

Y vamos a hacer un experimento: dejen todo lo que les inspira seguridad. Hermana dejen las maletas con los siete vestidos que se van a poner uno para cada día y los veinte pares de zapatos y la cajita con los cosméticos que van a usar, deje todo eso y encomiéndese a las manos y la misericordia del Señor y usted verá que no le va a faltar nada. El Señor quería que por un momento dejaran de las cosas que les inspiraban seguridad y déjeme decirle, usted no puede ser un buen siervo del Señor si no está confiando en la provisión de Dios cada día.

Usted no puede tomar riesgos, no se puede arriesgar a hablarle a alguien en su trabajo, abordar ese jefe que parece que se las tiene todas bien arregladas y que no necesita nada y hablarle acerca de Cristo si usted no se está encomendando a la gracia del Señor primeramente. ¿Cuántas cosas nosotros tenemos que emprender creyendo simplemente que Jehová es mi Pastor y nada me faltará? Y es una invitación a creer en Él ¿no? Él quiere enseñarles a vivir por fé.

Meses después vemos un pasaje en la Escritura donde vemos que el Señor está remando con ellos en una barca y dice que les preguntó: Cuando Yo los envié sin dinero ni alforja, ni pan ¿les faltó algo? y ellos dijeron: nada, porque el Señor había sido fiel en el camino ¿no?. No te preocupes si no tienes todo lo que necesitas para la obra de evangelizar a los tuyos. Algunos de ustedes que están comenzando nuevos en los caminos del Señor y Dios ha puesto en tu corazón traer a tu familia, tu esposa, tus hijos al conocimiento de Dios, quizá tú eres el primero en una generación de traer el Evangelio a tu casa; Dios te enseñará cómo hacerlo, encomiéndate al Señor.

¿Qué tú vas a hacer en el Reino del Señor? Dios lo sabe. Comienza a caminar por fé, haz lo que te venga a la mano. Donde tú puedas servir, sirve. Algunos dicen: yo siento que el Señor me llamó a ser un evangelista de las naciones; bueno: comienza atendiendo a los niños y sonándoles las narices allá arriba en el ministerio de niños que tanto necesita. Comienza como un ujier. Comienza sirviendo en tantas cosas, hay lugar para servir al Señor. En lo poco ha sido fiel en lo mucho Dios te pondrá, Él te irá enseñando paso a paso e irá proveyendo para tu vida, Él es fiel.

Este principio lo tenemos que aplicar en todos los aspectos de nuestra vida, caminar un día a la vez y confiar en que Dios nos proveerá. Les dijo no lleven dos túnicas, lleven una sola y si no les proveo la segunda va a haber una máquina de lavar ropa que ustedes van a poder lavarla en la noche y prepararla para el otro día. Qué bueno es aprender a caminar creyendo en la provisión del Señor. Muchas veces Dios te va a quitar todos los andamios en tu vida. Quizás ahora mismo estás pasando por un tiempo de escasez y a veces no sabes al final del mes si vas a tener lo suficiente para pagar todos los bills.

Cree en el Señor y Dios no te avergonzará. Tenemos que confiar en el Señor y a veces Dios permite que pasemos por tiempos de prueba, y años después recordamos y ya no nos enamoramos tanto del dinero porque sabemos que Dios es fiel para proveernos en todo momento. Y yo creo que por eso los mandó así diciendo: confíen. Pero hay algo interesante.

Fíjese que últimamente yo he estado pensando aunque he leído este pasaje y he predicado varias veces sobre él dice que: "Les mandó que no llevasen nada para el camino sino solamente bordón." Podría parecer un detalle insignificante pero Dios me ha hablado. Porque yo creo que la Palabra de Dios tiene propósito en cada uno de sus detalles. Yo me he preguntado: wow ¿por qué dice aquí que les dijo: "solamente les voy a permitir que lleven bordón"? ¿qué es bordón? busqué la definición en el diccionario.

Una de las acepciones de la palabra es: un bastón con un mango adornado, puede que sí, puede que no, con el mango adornado y más alto que una persona. ¿Ustedes han visto a veces esas fotos de un pastor andando con una vara que está como curva así? También la usan por ejemplo los obispos y los sacerdotes de alto rango, como algo alto ¿no?. Y los pastores también llevan bordón a veces. A veces Jesús es presentado en los íconos como llevando un bordón. También un bordón puede ser la persona que sirve como guía y que sostiene a otra.

Entonces yo me pregunté ¿habrá algún significado en esta idea del bordón? y para mí fue de bendición preguntarme por qué el Señor les hizo esa concesión de que podían llevar un bordón y aquí está mi interpretación: quizá porque era un reconocimiento de la humanidad de esta gente, una concesión al hecho de que en esos caminos largos, polvorientos con altos y bajos y con piedras en el camino un bordón los ayudaba a apoyarse y a hacer un poquito más fácil el camino.

Y yo creo que tenemos que estar concientes. A mí me invita la idea del bordón a pensar en que: ¿sabes qué? yo soy humano, soy hecho de carne y hueso y tengo que ser realista con mis propias limitaciones. Y a veces voy a necesitar un bordón, tú vas a necesitar un bordón para el camino. Yo animo mis hermanos a tener mucho cuidado con esta super fé de algunos. Hay algunos que creen que son tan místicos que creen que no están en el mundo, y yo he visto hermanos que en la vida cristiana uno siempre tiene que vivir en un balance entre la fé en Dios pero también a veces un poco de sentido común y de ser realistas también, y de saber que estamos en el mundo todavía y que no estamos glorificados todavía, y que tenemos a veces que templar la fé con un poquito de sentido común.

Hay gente que son tan místicos que para todo tienen que como que el Señor les diga lo que tienen que hacer. Si tienen que desayunar le dicen al Señor: oh Señor ilumíname si va a ser mangoo o avena con chocolate, lo que sea. Y no, Dios nos ha hecho seres humanos, tenemos que usar nuestros sentidos comunes. Mire por ejemplo en las iglesias. Hay veces que la gloria del Señor está en el servicio de adoración, podríamos seguir dos horas adorando, pero hey: hay que recoger las ofrendas también ¿no?. Hay que presentar bebés y bendecirlos, hay que dar los anuncions, hay que predicar la Palabra, hay que hacer muchas cosas que son parte de los negocios del Señor y hay que ser realistas también.

Hay gente nueva que no entiende de todo esto de la algarabía, de la adoración y hay que tener también cuidado de ellos. Hay también ancianos que si ponemos los volúmenes hasta que nos exploten los oídos también se sienten mal. Entonces tenemos que ser realistas yo creo aún en medio del ejercicio de la fé y por eso yo creo que ese detallito ¿no?. Ok no lleven nada, ejerzan fé pero llévense un bordón por si las moscas ¿no?.

Yo creo que es importante ese sentido de balance en la vida cristiana. Otra cosa que dice allí la Palabra es que dice que les dijo que no vistiesen dos túnicas, sino como yo dije una sola. Yo veo aquí un elemento de no preocuparnos por el mañana. El Señor dice: no os afanéis por el día de mañana, qué comeréis o qué beberéis porque cada día trae su propio afán. Dice: pensad en los pájaros del campo que ni hilan ni trabajan, y dice que ni aún Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos.

Hay un llamado en la vida de fé hermanos para confiar en el Señor y saber que cada día trae su propio afán. Yo le pido al Señor siempre: Padre dame paz, las cosas que yo no puedo atender ayúdame a dejarlas en tus manos, lo que no se puede hacer hoy bueno, lo pasaremos a mañana. Cada día cuando tú te recuestes sobre la almohada cierra tus ojos y olvídate de lo que no pudiste hacer y di: mañana el Señor me permitirá seguir adelante.

Cuando hay que descansar hay que descansar. Cuando yo tengo sueño y necesito acostarme yo me olvido de los enfermos, me olvido de; oro por ellos mientras me estoy durmiendo pero sé que necesito mantenerme saludable, seguir adelante y ya mañana traerá su propio afán. El Señor dijo: "a los pobres siempre los tendréis con vosotros." Ama de casa no te estés matando todo el tiempo por tener la casa impecable; deja de vez en cuando los platos ahí y que el esposo se encargue de ellos, los muchachos y acuéstate y descansa. Get your beauty sweet ¿ok?. Mi hermano dénle su descanso a las hermanas, hay que buscar tiempo para reponer las fuerzas también para poder servir al Señor mejor ¿ok? y saber que lo que yo no puedo hacer el Señor se encargará de ello también.

Eso está implicado en esas dos túnicas. Cada día trae su propio afán. Hay que guardar el sábado a veces, hay que descansar. Aunque yo no lo pueda hacer todo el Señor se encargará de lo que yo no puedo hacer y dejar al Señor entonces que Él se encargue de las cosas.

Otro principio entonces, tenemos el principio de dos en dos, unidad, no preocuparnos por todas las cosas que necesitamos, fé. El tercer principio dice que: no se vayan, no se muevan de lugar en lugar sino que cuando lleguen a una aldea quédense en el sitio donde les dieron albergue originalmente. Yo veo aquí el principio de las relaciones estables. Hay que ganarse a la gente, hay que darse a conocer; hay que tomar tiempo para conocer a las personas para poder ser buenos evangelistas.

Sólo cuando servimos y testificamos con nuestro carácter, nuestro comportamiento, nuestra conducta, creamos una buena reputación podemos ser buenos evangelistas. Tenemos que dar buen testimonio. Nuestra Iglesia se ha ido ganando esta comunidad a través de los años con nuestro testimonio de servir, con formas humildes a los jóvenes, a los inmigrantes, a la gente que no habla inglés, cooperar con las agencias de la comunidad, trabajar con los políticos aunque a veces no estamos totalmente de acuerdo con ellos cuando nos invitan a una reunión, ahí está Samuel, ahí está uno de los pastores, cuando hay un entierro o un funeral o un matrimonio que celebrar.

Hoy en día muchas de las personas que nosotros casamos o enterramos no son ni siquiera miembros de la Iglesia pero esa familia necesita una Iglesia que los pastoree y tenemos que ir allá, tenemos que ser parte de la comunidad. Hay veces que tenemos que casar a gente que mire, quizás no está todo bien en orden y no todos los puntos están bien sobre las ies pero Dios nos ha puesto aquí a cuidar esta comunidad, y con el tiempo al Señor sea la gloria nos hemos ganado una imagen de ser una Congregación que ama a la comunidad en que vivimos. Y entonces la gente viene y busca de Cristo.

Los políticos nos ayudan muchas veces en nuestras gestiones, nos defienden cuando nos quieren atacar por nuestras posturas bíblicas y teológicas pero nos hemos ganado ese derecho de ser la Iglesia de Cristo. En este tiempo va a haber unas elecciones de alcalde ya que Menino decidió finalmente colgar los guantes y no va a postularse por una treinteava vez de correr para la alcaldía y ahora pues va a haber un feeding frenzy, va a haber candidatos por donde quiera. Algunos de esos candidatos quizás van a llamar y van a querer venir aquí a León de Judá y dar un saludo a la Congregación en su campaña.

Bueno, si ese candidato no es santo de su devoción no pierda la paz por eso. Somos una Iglesia pública y tenemos que operar con la gente. Un saludo no te va a quitar nada a ti ¿sabes?. No quiere decir que tienes que votar por la persona. Gloria a Dios que la gente quiere venir y conocernos y saludarnos, amén los escuchamos, oramos por ellos, los bendecimos y seguimos adelante ¿no?. Así que no se escandalice.

A veces hermanos: oh Pastor ¿cómo usted se atreve a permitir que fulanito se pare allí al frente porque tiene esta posición? mire, eso no me quita ni me da nada. Son hijos de Dios y quizás al venir aquí a escuchar la Palabra Dios los toca y quizá pueden ser mejores políticos y mejores jefes de estado. Amén.

Pero yo creo que eso es una de las cosas que nosotros tenemos que hacer como una Iglesia que está en la comunidad y tú también tienes que hacer tú cada día, tú tienes que ser un recurso para tu vecindario. En la manera que tú puedas servir se presente. Si alguien necesita una bolsa de comida llévasela. Un vecino se muda al vecindario y tienes la oportunidad de saludarlo, hazlo. De esa manera tú te conviertes en una presencia generosa en el contexto donde tú estás y te das a conocer.

Y a veces el Evangelismo se va a tomar tiempo. Nosotros muchas veces vemos a alguien y de una vez nos tiramos encima de ellos para leerles las cuatro leyes espirituales y confiesa a Jesús y ya, no. Hey, que le conozcan primero. Si el Señor abre una puerta amén, úsela pero muchas veces primero tenemos que dar testimonios y entonces ganarnos el derecho de ser invitados a compartir con ellos.

Y por eso yo creo que nosotros tenemos que servir antes de predicar. Un gran santo de la Iglesia dijo: predica el Evangelio y si es inevitable usa palabras. Muy lindo mensaje, piense en eso ¿no?. Entonces el Señor dijo: no vayan de lugar en lugar, quédense en un sitio. Creen testimonio, dénse a conocer y entonces usen ese lugar como una plataforma para predicar el Evangelio y dijo también: cuando entren en una casa, si esa casa es digna de Dios proclamen la paz de Dios en ese hogar. Y si esa paz encuentra receptividad esa paz va a descansar en la casa y si no va a rebotar y regresar hacia ustedes.

Donde quiera que tú vayas vé representando el Reino de Dios, vé con la autoridad que Cristo te ha dado. Si tú vas a una casa donde hay discordia, donde hay problemas: ora, declara la paz del Señor en ese hogar. En tu vecindario declara el señorío de Cristo. Yo les decía a los hermanos esta mañana: yo soy uno de los sabuesos y de los perros vigías que están allí usando esa palabra en el buen sentido. Yo estoy vigilando la cuadra.

Nosotros vivimos en el segundo piso. Desde las ventanas de nuestra casa por la mañana cuando yo me levanto yo veo casi unas dos terceras partes de nuestra calle. Y cuando yo me levanto muchas veces o en la noche cuando estoy allí ¿sabe? yo bendigo la calle Albion Street, yo declaro el señorío de Cristo en esa calle y hago guerra contra todo elemento de discordia, fealdad, ruido, violencia, desorden, yo soy allí un vigía del Señor en esa calle.

Y cuando nuestra ciudad con el paso de los años porque tenemos veintiséis años viviendo en esa calle, veintisiete ahora nuestra ciudad ha sido a veces contaminada por movimientos raros que vienen a esa región yo he sido el primero en orar que la ciudad de Summerville sea una ciudad de paz, sea una ciudad protegida por el Espíritu Santo. Yo le oro al Señor: Padre que hayan buenas iglesias en esta ciudad, que surjan buenos ministerios. Bendigo al alcalde, bendigo las familias que están alrededor.

Y hemos visto cómo la bendición de Dios reposa. Haga eso en el lugar donde usted reside, declare la paz del Señor y quédese en un lugar lo más que usted pueda para que sea de bendición. Lo mismo con las iglesias, yo sé que muchos de ustedes han venido de otra Congregación o ya hay personas que se han ido de nuestra Iglesia a otras congregaciones, yo creo en eso; yo creo que hay momentos y tiempos cuando Dios te dice: te tienes que ir a otro lugar porque tengo un propósito, amén hazlo; así que no quiero que nadie piense que le estoy tirando una indirecta.

Pero también quiero decirles que lo mejor es quedarse en una Iglesia y en un lugar por todo el tiempo posible y crear tiempo, crear relaciones. Veo a mi hermana Rosa Benzán asintiendo allí y la hermana Gloria aquí también y otras hermanas; ¿saben? tienen veintipico de años con nosotros estas personas ¿amén? y otros aquí, podríamos señalar muchos de ustedes, están aquí hace muchísimos años y hemos visto los altibajos de una Congregación. La Iglesia se ha hecho más grande, más diversa.

Personas que al inicio de la Iglesia jugaban un papel mucho más prominente ahora han tenido que tomar un lugar quizás de menos importancia pero han permanecido y yo soy bendecido por esa gente. ¿Sabe qué? muchas veces en medio de los problemas y las luchas, y a veces hasta los conflictos uno crece pero si uno echa un pie y se va rápido porque algo se puso que no le gusta a uno uno nunca crece. Es como el matrimonio. Si usted se va a divorciar o a separar por cada cosa que no le gusta de su esposo, su esposa usted va a ser peor que la samaritana: de marido en marido, de esposa en esposa.

Como Shasha Gabor casándose cada tres, cuatro años o Elizabeth Tailor. No. Cree estabilidad, sea fiel en sus amistades, no desheche a la gente simplemente porque hubo una pequeña complicación, eso crea carácter. Una hermana se acercó, dos hermanas se acercaron para decirme al final del primer servicio para decirme: Pastor usted no lo va a creer pero hemos decidido, hoy iba a ser el último domingo de estar aquí en León de Judá. Yo le pregunté: pero ¿por qué hermana? y me dijo: porque hay desunión, y yo le dije: pero ¿cómo que hay desunión?.

Yo veo muchas cosas, bueno entonces matizó su comentario y dijo: ¿sabe qué Pastor? al escuchar su mensaje sentimos que no, que tenemos que seguir aquí y continuar acá. Porque eso es bueno ¿no? hay que crear. Y yo le pregunto: ¿usted viene los miércoles?, no. ¿Viene a los servicios de mujeres? no, tú joven ¿vas a los servicios de jóvenes? por ejemplo a las clases de universitarios a la 1, no. Hay muchas maneras hermanos, uno tiene que pedirle al Señor que le de sabiduría y posicionarse de manera que el Espíritu Santo pueda hacernos entonces esa comunidad que nosotros necesitamos.

Pero yo veo muchas oportunidades, muchas posibilidades de crear concienca pero no se dispare demasiado rápido, cree relaciones estables y duraderas. Voy terminando. Otra cosa, el Señor dice: Si no reciben su mensaje sacúdanse los pies y Yo les aseguro que el juicio de esa comunidad será peor que el de Sodoma y Gomorra cuando venga el día del juicio. Y yo veo aquí algo importante y es que el Evangelio tiene un aspecto serio y peligroso.

Y sabe que nosotros hemos sido llamados a veces a declarar el juicio del Señor también sobre el mundo y de adelantar los propósitos de Dios. La Iglesia no está sólo aquí para bendecir y para ser simpática y buena, hay cosas a veces que la Iglesia va a tener que declarar que el Señor traiga Su juicio y Su trato correctivo con las ciudades y con las naciones.

Y yo creo que nosotros tenemos que entender que el Evangelio tiene un lado también serio y sombrío, no todo es solamente rosas y sonrisas. La Iglesia está aquí también como un elemento de división y de definición. El Señor Jesucristo dijo: no piensen que Yo he venido a traer paz sino que vine a traer división ¿por qué? porque la verdad crea división. Cuando la Palabra de Dios define lo que es bueno y lo que es malo los poderes que están del lado de la maldad se molestan.

Cuando Cristo se proclama como Señor y Salvador mucha gente se pone agresiva y resisten. Cuando se dice la santidad del Señor y se habla de que esto no es de Dios, este comportamiento no es de Dios mucha gente se molesta. Y yo me preocupo porque hoy en día veo tantos elementos del cristianismo tratando de dejar de hablar de las cosas que molestan a la gente pensando que así se van a ganar a la gente y no es verdad hermanos. Nosotros por una parte anunciamos la gracia y la misericordia del Señor pero por otra parte también declaramos la santidad del Señor, y le decimos a la gente lo que es bueno y lo que es malo según la Palabra de Dios y entonces los dejamos a ellos que hagan su propio juicio.

La Iglesia tiene un lugar también de ser agresiva y hacer guerra espiritual, de declarar la verdad del Señor, de pararse enfrente para que el diablo no posea nuestra juventud y la ciudad en que vivimos. Y tenemos que tener también declarar ese aspecto serio, el juicio del Señor. Porque muchas veces cuando viene el juicio del Señor entonces viene el quebrantamiento y la humildad, y la entrega. Yo creo que esta sociedad tan segura de sí misma, tan resistente a la Palabra de Dios, tan autosuficiente con su tecnología y sus medios de comunicación, y su dinero y sus juguetes tecnológicos necesita unas cuantas nalgadas que el Señor les dé para que sepan que son polvo nada más y que el Señor está en Su Trono.

Y yo creo que van a venir juicios sobre las naciones. Vienen tiempos de corrección y quizás esos tiempos de corrección son necesarios para que la gente se humille y busquen del Señor. Así que tenemos que pedir: Señor hágase Tu Voluntad. Si es juicio que venga juicio, si es bendición que venga bendición también pero trata con nuestras ciudades, trata con nuestras comunidades también de manera que reciban a Cristo como Señor y Salvador.

Y finalmente hermanos tenemos que predicar un Evangelio de arrepentimiento. Dice aquí que: "Saliendo predicaban que los hombres se arrepintiesen." ¿Cuándo fue la última vez que usted escuchó eso en relación a predicar el Evangelio? predicando a la gente que se arrepientan. Hoy en día las iglesias no quieren predicar el arrepentimiento porque creemos que si le decimos a la gente que se arrepientan los vamos a enajenar. Pero no.

Cuando nosotros prediquemos el Evangelio tenemos que predicarle a la gente dos cosas: número uno esto del juicio, que el juicio viene. Dice que en el Día del juicio será peor su castigo que con Sodoma y Gomorra. Nosotros tenemos que alertar a la gente que habrá un día en que tendrá que darle cuentas al Señor. Y tenemos que preguntarle: ¿tú estás preparado para el día en que tú comparezcas ante el Trono de Dios, qué tú hiciste con tu vida? Dice la Palabra que: "Todo ser humano tendrá que comparecer ante el Trono de Dios y tendrán que dar cuenta de todo lo que han hecho sea bueno o sea malo" y mucha gente no está pensando en eso.

El diablo los tiene entretenidos con todo tipo de juguetes y de quehaceres en el mundo para que no piensen que un día se van a morir y se cerrará el Libro y ya no podrán añadir nada a lo que han hecho o lo que no han hecho y tendrán entonces que comparecer ante el Trono de la Gracia en términos de cómo han vivido. Y por eso la Iglesia está puesta para anunciarle a la gente que viene el juicio y que cada ser humano tiene que prepararse aquí en la Tierra para ese día en que tendrá que comparecer ante Dios.

Y la única manera de poder comparecer ventajosamente ante el Trono de Dios es ¿cómo? aceptando a Cristo como Señor y Salvador, arrepintiéndose de sus pecados, confesando nuestra necesidad de la Gracia de Dios, confesando que hemos ofendido al Señor y que sólo por medio de la sangre de Jesús podemos ser salvos. Entonces tenemos que predicarle a la gente ese Evangelio y anunciarlo en todas las maneras que podamos.

Y finalmente dice: "Echaban fuera demonios y ungían con aceite a muchos enfermos, y los sanaban." Qué importante es que nosotros busquemos la unción de Dios en nuestras vidas hermanos. Yo les digo cada día yo tengo más y más hambre de la unción de Dios. Si nos tomamos tiempo de nuestros servicios como lo hicimos hoy para orar y clamar al Señor y adorarlo es porque yo sé que es ahí donde se cultiva el poder del Espíritu Santo para una Iglesia. Y eso requiere tiempo, requiere que habramos espacio para ello.

No podemos hacer eso en diez minutos de oración y un sermón de cinco minutos allí, vamonos todos a la casa porque ya ponchamos la tarjeta. Hay que tomarse tiempo para adorar al Señor. Yo he aprendido que no hay nada como cuando la Iglesia hace el trabajo de la Iglesia en una reunión. Y yo creo que aquí se desperdicia tiempo. Esos veinte minutos que invertimos en proclamar el señorío de Cristo en la ciudad, de hacer guerra contra los principados y las potestades, de orar por las escuelas, de orar por la juventud, de orar por el nuevo alcalde que ha de venir para que el Señor escoja un hombre, una mujer que sea verdaderamente de Dios, orar por las instituciones de la ciudad eso es un tiempo bien invertido.

Cuando sacamos tiempo para adorar al Señor y cultivar la libertad del Espíritu. Porque uno va a Congregaciones: óigame, no se mueve ni una mosca. Todo es organizado, orquestado, con una elegancia terrible pero los demonios ni siquiera se enteran de que hay adoración en ese lugar. La gente en los asientos se acostumbran a una vida apretada y mezquina en el espíritu y no entran a comer de todo el manjar que Dios tiene sobre la mesa.

Hay que mostrarle al pueblo de Dios cómo fluir en el Espíritu, cómo levantar sus manos, cómo ayunar, cómo sacar tiempo para adorar al Señor, cómo saltar y danzar, cómo dar un buen gloria a Dios; cómo derramar lágrimas ante la Presencia del Señor, cómo cultivar la Presencia de Dios se toma tiempo pero es la manera en que una Iglesia crece y se hace fuerte, y mantiene a raya los poderes del demonio que quieren destruír a las Congregaciones y dividirlas y destruir sus líderes, hay que hacer guerra espiritual. Dios nos ha dado poder y autoridad.

Y cuando prediquemos el Evangelio prediquémoslo en el poder del Espíritu Santo. Mis hermanos hay un precio que pagar si queremos ser gente llena del Espíritu Santo. Yo he aprendido que yo tengo que poner mi apetito de elegancia y tirarlo a la basura y poner la tapa al safacón porque no hay gente a la que le guste más la elegancia que a mí pero yo he aprendido que a veces para que el Espíritu de Dios se mueva hay que levantar un poco de polvo y saltar, y olvidarse de la elegancia y dejar que fluya el Señor y que Él haga lo que Él quiera en nuestro medio. Si no le gustó al gran teólogo eso es problema de él.

Nosotros tenemos que ser el pueblo que Dios quiere que seamos y cuando el pueblo de Dios se mueve la elegancia tiene que salir por la ventana. No es que vamos a ser desordenados a propósito pero hay que dejar que Dios sea Dios y que Él se adueñe de un lugar. Pero en eso se cultiva el Espíritu del Señor, el poder de Dios y es ahí donde las vidas son quebrantadas. Es ahí donde los yugos son destruídos, es ahí donde la garra del diablo es derrotada. Es ahí donde la ciudad avanza un poquitito más hacia el propósito que Dios tiene para ella. ¿Quién sabe lo que se logró en este tiempo de adoración esta mañana o en el tiempo de intercesión, quién sabe si ya se preparó el camino para diez o quince familias que vengan al conocimiento del Señor en un mes, en una semana, en un siglo, yo no lo sé pero es posible.

El negocio de la Iglesia es informarle a los principados y las potestades de la sabiduría de Dios, hacer huír las tinieblas, proclamar la Segunda Venida del Señor y declarar que Jesucristo es el único mediador entre Dios y los hombres, y eso tiene que hacerse en el poder del Espíritu Santo. No temamos en ser gente con apetito del poder de Dios. Somos pentecostales que creemos en el poder pentecostal de Dios. Creemos en los dones, creemos en el misterio de Dios y sabemos que podemos llevar con nosotros ese poder a nuestros hogares.

Cuando salgamos de aquí hoy sepa que con usted va el poderoso Espíritu de Dios donde quiera que usted vaya, a su familia, a su matrimonio, con sus hijos el poder de Dios va con usted. Poder para edificar y para derribar, poder para declarar, para ungir, para sanar, para liberar, para recibir sabiduría del Señor, para aconsejar a otros, el poder de Dios, la gracia de Dios está contigo ¿amén?.

Póngase de pie vamos a ser una Iglesia misional. Dígale al Señor: Padre yo acepto mi llamado y acepto mi envío también. Yo creo que Tú me has llamado a ser un siervo tuyo, una sierva tuya. Yo creo que Tú me has puesto en esta ciudad para ser un pararrayos que reciba los rayos de Tu Poder y los transmita a los demás. Recibe tu identidad ahora del Señor, abre tu corazón, dile: Padre gracias por hacerme un instrumento Tuyo, gracias por rescatarme porque cuando yo no podía hacerlo Tú quitaste las cadenas de mi Espíritu, quitaste el velo que cubría mi entendimiento, abriste mis oídos y pude escuchar el llamado de Dios y Tú me diste el poder para acceder y recibir a Cristo y confesarlo como mi Señor y Salvador.

Vamos a la Palabra del Señor Marcos capítulo 6 versículos del 7 al 13, quiero hablar de creyentes evangelistas, quiero hablar de una vida misional. No una vida misionera aunque se puede usar esa palabra pero una vida misional, una vida con una conciencia de que vivimos en una misión, somos llamados para una misión y que somos llamados a ser hombres y mujeres que llevemos la Palabra del Señor por todas partes. "Id por todo el mundo, predicad el Evangelio, haced discípulos a las naciones."

El último gran mandato del Señor a sus discípulos y por extensión a nosotros también. Sabemos que los relatos que hay en el Evangelio y en toda la Palabra son dejados por el Señor allí en las páginas de la Biblia y aunque se dan en la vida de individuos específicos en aquél tiempo o de grupos como en el caso de los doce discípulos son puestos allí para que nosotros aprendamos esas cosas. Son puestos allí para que nosotros las leamos como lo hacemos ahora y que digamos: ¿sabes qué? eso me aplica a mí también. Aunque se aplicó a los doce por ejemplo en este caso pero también por extensión se aplica a mí por eso el Señor lo dejó allí para que meditáramos sobre estas cosas y nosotros incluyéramos esos elementos en nuestra propia vida.

Entonces yo quiero hablar como digo acerca del llamado a vivir una vida comprometida, una vida misional y a meditar en cuáles son los elementos que componen esa vida o algunos de ellos porque hay muchos pero ¿cuáles son algunas de las actitudes, algunas de las prácticas, algunas de las características que deben distinguirnos a nosotros si queremos vivir misional, una vida con propósito, una vida que sea usada por el Señor para hacer lo que Dios quiere sobre la Tierra sobre todo eso, el traer mucha gente al conocimiento de Jesucristo.

Marcos 6 versículo 7 dice que: "Después el Señor llamó a los doce" es decir los doce allegados a Él, habían muchos más discípulos pero había doce que eran Sus doce discípulos que luego fueron llamados los doce apóstoles ¿no? "después llamó a los doce y comenzó a enviarlos de dos en dos y les dió autoridad". Eso quiere decir en el griego original exusia, autoridad, fuerza, poder sobre para comandar, para ordenar; "les dió autoridad sobre los espíritus" los demonios, las fuerzas espirituales que quieren hacer daño contra las cuales hacíamos guerra espiritual hace un momento en nuestra oración ¿por qué? porque tenemos autoridad.

"Les dió autoridad y les mandó que no llevasen nada para el camino sino solamente bordón. Ni alforja, ni pan, ni dinero en el cinto" uno diría ni tarjetas de crédito, la Master Card, la Visa no se las lleven, "sino que calzacen sandalias y no vistiesen dos túnicas" una sola túnica, las maletas las dejan en la casa, ni cepillo de dientes ni nada imagínese ayayay simplemente confíe en el Señor. "Y no vistiesen dos túnicas. Y les dijo: donde quiera que entréis en una casa posad en ella hasta que salgáis de aquél lugar y si en algún lugar no os recibieren ni os oyeren salid de allí y sacudid el polvo que está debajo de vuestros pies para testimonio a ellos. De cierto os digo que en el día del Juicio será más tolerable el castigo para los de Sodoma y Gomorra que para aquélla ciudad" wow terrible esto ¿eh?.

"Y saliendo de predicaban que los hombres y las mujeres se arrepintiesen, y echaban fuera muchos demonios y ungían con aceite a muchos enfermos y los sanaban." Bendiga el Señor Su preciosa Palabra. Entonces hermano quiero compartir con ustedes, quiero hablar acerca de diversos elementos de una vida misional, una vida misionera que están registrados en este pasaje y les recuerdo de nuevo, estos pasajes son dejados allí en la Escritura para que nosotros aprendamos de ellos.

Continuamos con ese énfasis evangelístico en estos tiempos. Y más allá de simplemente hablarle a la gente misma acerca del llamado a arrepentirse y entregar su vida al Señor quiero hablarle a nuestra Congregación acerca de cuáles son algunas de las prácticas que nosotros debemos tener en mente para poder ser efectivos en el llamado del Señor. Aquí en este pasaje hay algunos elementos que quiero señalar y que voy a elaborar en unos momentos pero quiero que ponga su atención en estos elementos que voy a discutir.

Número uno, aquí hay un llamado a la unidad, al trabajo en conjunto. Número dos, hay un llamado a una vida de fé y una actitud de fé. Número tres, un llamado a la estabilidad en las relaciones que tenemos, relaciones humanas. Número cuatro, hay un elemento también aquí como de juicio, declarar juicio, declarar la Voluntad del Señor en términos de juicio. Número cinco, hay un llamado evidentemente también a proclamar el Evangelio de arrepentimiento, a proclamación del arrepentimiento a los hombres y las mujeres. Y finalmente a desempeñar ese llamado de Dios a una vida misional en el poder y los dones del Espíritu Santo.

Seis cosas: unidad, fé, estabilidad en las relaciones humanas, juicio del Señor sobre las ciudades, las comunidades, proclamación del Evangelio de arrepentimiento y finalmente un fluír en el poder y los dones del Espíritu Santo.

Mire antes de entrar en esos elementos, algo importante que es la base de todos estos elementos. Jesús nos llama y nos envía y todo lo que nosotros hacemos en la vida cristiana se debe dar en ese contexto de ser llamados por Dios y de ser gente escogida, señalada por Dios para un propósito, y ese Dios que nos llama también nos envía. Y nosotros tenemos que vivir hermanos poseídos y sobrecogidos por ese sentido del llamado de Dios en nuestras vidas. ¿Sabes tú que si tú estás en los caminos de Dios, si te encuentras aquí en este día como un hijo, una hija de Dios es porque Dios te ha llamado?.

Nadie dice la Biblia viene a Cristo si Él no lo invita a venir. Si Dios nos dejara a nuestros propios designios nunca vendríamos a los caminos del Señor porque toda criatura está atada por su propio pecado, por el Enemigo que ha cegado el entendimiento de los hombres y las mujeres para que no les resplandezca el Evangelio, y Dios tiene que activamente romper esa inercia, romper esa resistencia que hay en cada ser humano y emitirles un llamado para que vengan a los pies de Su Hijo Jesús.

Cuando tú sentiste ese calor, ese lllamado a tu vidade parte de Dios no fue porque tú de tu propia justicia, de tu propia iniciativa buscaste de Dios sino porque Dios te dijo: Yo tengo planes contigo, ven a Mi Persona, ven a Mi Presencia. Tenemos que darle gracias al Señor por eso. Y yo creo que tenemos que vivir siempre la vida cristiana con ese sentido de que Dios me puso el dedo, Dios me señaló a mí. Aquí dice en la Palabra que Jesús los señaló a ello, nadie se autoproclamó discípulo, el Señor los fue escogiendo uno por uno.

Y eso es importante porque si tú no te sientes llamado entonces no vas a sentir lo especial que tú eres en tu vida. Yo creo que mucha gente entra en los caminos del Señor y entonces subestima el llamado de Dios en sus vidas y tenemos que cultivar siempre ese sentido de que: yo pertenezco a una clase, una estirpe especial que son aquéllos que han sido llamados por el Señor.

¿Sabe cuál es el significado de la palabra Iglesia en el griego original? viene de la palabra ekklesia, ekk de donde viene exhortar, exceso, oficio lo que sea quiere decir: de sacar algo de algún sitio y la idea de Iglesia quiere decir: aquéllos que han sido llamados para algo en particular. En los tiempos originales la ekklesia o ekklesía era una convocación que se hacía a los ciudadanos de una ciudad para que vinieran a un lugar de reunión para tratar asuntos oficiales de la ciudad, sea votar por oficiales, resolver asuntos económicos, políticos o lo que sea y eran llamados. Esta Iglesia se llama también una Congregación porque viene de la palabra eso de congregar, en el original griego la Asamble de Israel, entonces Asamblea de Dios, etc. Es gente que ha sido llamada. Todo ese sentido ekklesía, Iglesia es ese sentido de que hemos sido llamados.

Entonces nunca podemos perder hermanos ese sentido de que Dios me llamó a mí y que cuando me llamó también me envió y Dios nos envía. Tenemos que vivir entonces con ese sentido especial, Dios tiene un propósito en mi vida por eso me llamó y ese llamado constituye también un enviarme a mí para que yo sea un portador de la Palabra de Dios donde quiera que yo vaya. Todo lo tenemos que hacer en ese sentido de llamado y de envío. Por eso el Señor Jesucristo al final de Su carrera aquí en la Tierra, el último gran mandamiento dice: Id por toda la tierra y haced discípulos a todas las naciones.

¿Sabes tú que la única razón de ser de tu vida ahora como hijo de Dios, como un llamado de Dios es para que tú anuncies el Evangelio? Dice la Palabra en Primera de Pedro creo que es capítulo 2, creo que es el versículo 9, dice: "Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios" ¿usted ve lo importante que es saber lo que usted es en Cristo, saber que usted ha sido llamado a entrar en una familia escogida por Dios? Entonces dice: "para que anunciéis las virtudes de aquél que os llamó de las tinieblas a Su luz admirable."

En otras palabras hay un llamado a ser parte de ese pueblo de Dios pero también a vivir en la identidad de gente que tiene un propósito de ser y es anunciar las virtudes de aquél que nos llamó de las tinieblas a Su luz admirable. ¿Cuántos se sienten así que son llamados? yo espero que tu vida tú la vivas como un agente del Reino, donde quiera que tú estés en el trabajo, en la escuela, en el vecindario, tus amistades tú no eres neutral, ningún cristiano es neutral. Nosotros somos agentes del Reino de Dios y tenemos que aprovechar todas las oportunidades que tengamos.

Nuestra vida es para una sola cosa y es avanzar el Reino de Dios. Nuestro dinero, nuestro tiempo, nuestros talentos, nuestra profesión, cualquier influencia que tengamos todo es para una sola cosa: ser agentes del Reino de Dios. Si la Iglesia de Jesucristo en este tiempo viviera así como que cada uno de nosotros es un llamado, un enviado hermanos yo creo que Jesucristo hubiera venido hace tiempo porque habríamos llenado toda la Tierra del mensaje del Evangelio.

Vamos a activarnos, vamos a traer gente a la Iglesia, vamos a invitarlos para que escuchen la Palabra del Señor; vamos a orar con ellos, vamos a hablar a tiempo y fuera de tiempo de que es tiempo ya de que la gente se entregue a Jesús y que nuestras comunidades pertenezcan al Reino de Dios.

Así que somos llamados y enviados y entonces en ese llamado, y en ese envío nosotros tenemos que hacer ciertas cosas. Y lo primero que yo veo aquí es que el Señor los llamó y los envió, y les dió autoridad, y los mandó de dos en dos, versículo 7: "Y los mandó de dos en dos." ¿No hubiera sido más eficiente y más efectivo enviarlos de uno en uno y así hubieran ido a más lugares? pero el Señor los envió de dos en dos y ahí está ese principio, yo creo el principio de la unidad.

Es un principio que establece la necesidad de la colaboración y la unidad cristiana. Nadie tiene todos los dones que se necesitan para llevar a cabo el trabajo de Evangelismo, nos necesitamos unos a otros. El escritor de Eclesiastés dice que mejores son dos que uno porque si uno cae el otro levantará a su compañero ¿no? Y yo creo que muchas veces para hacer el trabajo evangelístico bueno lo primero que necesitamos es una comunidad que nos fortalezca. Qué bueno es congregarnos ¿verdad que sí? qué bueno es venir a la casa del Señor un día como hoy y sentirnos que somos parte de una linda familia, que no estamos solos. Aquí venimos y nos calentamos como pedacitos de carbón que se unen y todos hacemos un gran fuego para gloria del Señor.

Si una pieza de carbón, una brasa está sola ¿qué pasa? se apaga rápidamente pero cuando están todos juntos, ese calor colectivo aumenta la intensidad del calor y todas las brasas se pueden mantener juntas. No podemos dejar de congregarnos hermanos, tenemos que buscar ese calor de nuestros hermanos, tenemos que orar juntos, tenemos que cultivar el compañerismo.

Y otra cosa que yo creo que es importante es que tenemos que servirnos y preferinos unos a otros. Tenemos que cultivar la hermandad cristiana, cultivar la harmonía, apreciar los dones de los demás; ser humildes y sinceros, ser como dice la Palabra solícitos en guardar los vínculos entre nosotros. Qué importante es que sepamos apreciar la harmonía en la Casa del Señor y que cada uno de nosotros haga todo lo posible porque esta Iglesia siempre sea una familia unida. Que nosotros entendamos que una de las cosas que más importa en nuestra Congregación no es necesariamente que demos dinero o que hagamos esto, hagamos lo otro sino que ejemplifiquemos ante el mundo allá afuera un grupo unido, que se aman unos a otros.

Dicen el Señor Jesucristo: Que sean uno Padre como Tú y Yo somos uno para que el mundo crea que Tú me enviaste. Yo creo que un día el Señor va a unificar todas las denominaciones que son de Él, todas las iglesias que son de Él, todas las iglesias que reclaman a Cristo como Señor y Salvador y dejaremos eso de denominaciones y de grupos y seremos una sola familia en Cristo Jesús. Y nosotros tenemos que como Iglesia hermanos, una Iglesia tan diversa como la nuestra donde hay tantas razas y grupos de diferentes denominaciones y tenemos tantas cosas aquí diferentes, que nosotros seamos muy diligentes en mantener la harmonía y el amor en nuestra Congregación.

Que nosotros cuando podamos extendamos un saludo a alguien que no conocemos. En vez de tú buscar a la gente que conoces sal de tu asiento y ve a la última fila y saluda a alguien diferente. Cuando tenemos comidas especiales y: ah hoy le toca a los caribeños, bueno; ah pero si no tienen tortilla no voy a ir, y los caribeños: ah no si no tienen arroz con habichuelas eso no sabe a nada olvídate; no, vaya, apoye a sus hermanos ¿amén? respáldense unos a otros, enriquézcanse unos a otros. Aprendamos a apreciarnos unos a otros.

No invite a su casa solamente a la gente con la que usted se siente cómodo, no; invite a un extraño. Invite una persona diferente aunque sea al inicio incómodo pero así usted va a ejercitarse y a ancharse en vez de estar siempre con la misma gente y así uno no crece, no aprende. Como Iglesia tenemos que aprender a celebrarnos y a amarnos en nuestra diversidad unos a otros.

Yo doy gracias al Señor porque mire: nosotros nos incomodamos un poquito; mire en el servicio de las nueve tenemos que ser bilingües y todo en el tiempo de adoración tiene que ser bilingüe y eso añade una capa de complejidad y de complicación, no se crea al servicio mismo pero qué lindo es saber que tenemos aquí con nosotros a africanos, asiáticos, afroamericanos, caribeños de todas estas islas del Caribe por allá de Dominica y ayúdeme de Jamaica y todos estos lugares hay gente aquí, anglosajones, desteñidos hay de todo aquí (risas) hermanos qué bendición tan grande. Y también algunos de nosotros que estamos bien quemaditos gloria al Señor, tenemos una diversidad tremenda. Hay gente de pasado indígena, otros de pasado asiático, gloria al Señor por esa diversidad tan grande.

Y nosotros tenemos que apreciar eso y tenemos el privilegio de ministrarle a esos hermanos también no ser solamente hispanos. Ok nos incomodamos un poquito pero qué gran privilegio diseminar el Evangelio ¿no?. Por eso tenemos a los hermanos anglicanos también aquí en la mañana, esos pastores preciosos con sus cuellos clericales; un día me voy a comprar uno yo también, yo creo que me gustaría verme con un cuello clerical, quizá me van a oir un poquito mejor si me pongo un cuello clerical. No, para mucha gente es incómodo ver a alguien con cuello clerical. Piensan de una vez: oh un sacerdote católico romano.

Eso se usa aquí en Estados Unidos, se usa en Europa y entonces muchos nos sentimos incómodos: oh una Iglesia Anglicana, Pastor se está poniendo liberal; son gente de Dios, son hermanos nuestros, son más pentecostales que tú y que yo, aman las cosas del Espíritu, aman a Jesús, creen en la santidad, creen en la Palabra; están proveyendo una entrada diferente a otro sector que quizá no va a venir aquí donde están estos locos pentecostales gritando a todo lo que da en el servicio de las doce; les gusta su liturgia, les gusta su manera más sutil, gloria al Señor por eso. Ojalá que algún día nosotros aprendamos a apreciar toda la diversidad del pueblo de Dios.

Cada día mientras yo más leo, más viajo me doy cuenta que Dios tiene gente en todas partes del mundo. Unos adoran de una manera, otros de otra; porque adoren de esa manera no quiere decir que sean menos que nosotros. Dios tiene pueblo en todas partes de la Tierra hermanos. No seamos como Elías: oh Señor te han matado a todos tus profetas, yo solamente he quedado, y el Señor le dice: no mira hay siete mil que no han doblado sus rodillas ante Baal todavía así que tú no eres la última Coca Cola en el desierto hay muchos más por allí todavía ¿amén?.

Entonces aprendamos apreciarnos unos a otros y buscar la unidad. Yo creo que por eso Dios envió a estos hombres de dos en dos, para que se apoyaran mutuamente; no podemos ser llaneros solitarios. Cuando hay harmonía en una Iglesia el Espíritu del Señor se deja sentir y viene la bendición, viene la prosperidad. La Palabra del Señor: "Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en harmonía, es como el óleo que baja por la barba de Aarón y corre por sus vestiduras y a sus pies porque allí envía Jehová bendición y vida eterna."

¿Sabe usted hermano que el amor unos con los otros es la cosa más poderosa para conducir el poder de Dios? alguna gente cree que saltando y tirándonos al piso, gloria a Dios por todas esas cosas si Dios las hace pero yo creo que el mejor conductor de todos es el amor de los hermanos unos con los otros. El Señor ve ese amor y desciende y derrama Su gracia sobre una Congregación así, y el mundo allá afuera ve estos diferentes grupos amándose y dice: wow eso que no es posible allá en el mundo esta gente lo tiene, yo quiero ser parte de ello y vienen a la Casa del Señor.

Yo espero que nuestra Iglesia siempre sea una Iglesia multiétnica, multicultural. Yo amo a mis hermanos centroamericanos, amo a mis hermanos de sudamérica, amo a los caribeños de diferentes partes y amo a toda esta diversidad tan grande y la celebro, y queremos ser parte de esa raza tan grande que Dios ha redimido. Así que yo creo que por eso el Señor dijo: vayan de dos en dos y si queremos ser efectivos en el Reino de Dios tenemos que ser gente de harmonía.

Cuando veamos que viene un elemento de discordia, división, chisme, murmuración, crítica, resentimiento en el seno de nuestra Iglesia comencemos a orar enseguida; encerremos ese virus y como hacen las células blancas cuando viene una infección al cuerpo enseguida nos tiramos y la disolvemos ¿no?; con amor pero no seamos parte de cualquier elemento divisivo para que este pueblo siempre pueda crecer así en harmonía y tener la bendición del Señor.

Digo aquí: protejamos la unidad, renunciemos al rencor, la rencilla, la murmuración, el chisme, la crítica, el creernos mejores que los demás; rechacemos todo lo que sustraiga de su unión al cuerpo de Cristo. Tenemos que trabajar juntos. Yo celebro ese grupo de hermanos que han trabajado con tanto ahínco todos estos meses para hacer posibles los almuerzos de cada mes, quiero tomar un momentito para darles las gracias a todos ustedes ¿amén? démosle un aplauso a los hermanos.

Esta mañana yo pensaba en todos esos hermanos que trabajan el sábado en la noche y se levantan domingo en la mañana temprano cada mes para preparar esos almuerzos y yo los veo como hormiguitas dejando su carro allí enfrente, haciéndome difícil el paso cuando me quiero estacionar a veces de prisa pero ahí están bajando su bandeja y su olla de arroz con gandules o lo que sea y juntos celebran una gran coinonía, una cena del Señor una vez al mes, han bendecido nuestra Iglesia con más de cien mil dólares ya a estas alturas del juego, allí granito a granito literalmente.

Y qué lindo es eso que es un trabajo en conjunto; unos traen el arroz, otros traen los frijoles, otros traen las tortillas, otros traen el pernil, unos traen el pavo asado o lo que sea y todos hacemos aquí una gran fiesta de amor al Señor y bendecimos neustra Iglesia. Gracias hermanos y hermanas les bendecimos en el nombre del Señor continuemos trabajando en harmonía para avanzar el Reino del Señor como un cuerpo.

Entonces otra cosa que yo veo aquí es que la vida cristiana es una vida y la vida misional es una vida vivida en fé. Y yo veo esto cuando el Señor les dice que no llevasen nada para el camino sino solamente un bordón, que no llevaran ni alforja ni pan ni dinero en el cinto. Él hace esto por un propósito: Él era un maestro exaltado, Jesús y Él quería eseñarles en una forma muy gráfica y muy práctica a vivir y ministrar, y servir en y por fé. El Señor les dice cuando usted vayan Yo voy a ser su proveedor.

Y vamos a hacer un experimento: dejen todo lo que les inspira seguridad. Hermana dejen las maletas con los siete vestidos que se van a poner uno para cada día y los veinte pares de zapatos y la cajita con los cosméticos que van a usar, deje todo eso y encomiéndese a las manos y la misericordia del Señor y usted verá que no le va a faltar nada. El Señor quería que por un momento dejaran de las cosas que les inspiraban seguridad y déjeme decirle, usted no puede ser un buen siervo del Señor si no está confiando en la provisión de Dios cada día.

Usted no puede tomar riesgos, no se puede arriesgar a hablarle a alguien en su trabajo, abordar ese jefe que parece que se las tiene todas bien arregladas y que no necesita nada y hablarle acerca de Cristo si usted no se está encomendando a la gracia del Señor primeramente. ¿Cuántas cosas nosotros tenemos que emprender creyendo simplemente que Jehová es mi Pastor y nada me faltará? Y es una invitación a creer en Él ¿no? Él quiere enseñarles a vivir por fé.

Meses después vemos un pasaje en la Escritura donde vemos que el Señor está remando con ellos en una barca y dice que les preguntó: Cuando Yo los envié sin dinero ni alforja, ni pan ¿les faltó algo? y ellos dijeron: nada, porque el Señor había sido fiel en el camino ¿no?. No te preocupes si no tienes todo lo que necesitas para la obra de evangelizar a los tuyos. Algunos de ustedes que están comenzando nuevos en los caminos del Señor y Dios ha puesto en tu corazón traer a tu familia, tu esposa, tus hijos al conocimiento de Dios, quizá tú eres el primero en una generación de traer el Evangelio a tu casa; Dios te enseñará cómo hacerlo, encomiéndate al Señor.

¿Qué tú vas a hacer en el Reino del Señor? Dios lo sabe. Comienza a caminar por fé, haz lo que te venga a la mano. Donde tú puedas servir, sirve. Algunos dicen: yo siento que el Señor me llamó a ser un evangelista de las naciones; bueno: comienza atendiendo a los niños y sonándoles las narices allá arriba en el ministerio de niños que tanto necesita. Comienza como un ujier. Comienza sirviendo en tantas cosas, hay lugar para servir al Señor. En lo poco ha sido fiel en lo mucho Dios te pondrá, Él te irá enseñando paso a paso e irá proveyendo para tu vida, Él es fiel.

Este principio lo tenemos que aplicar en todos los aspectos de nuestra vida, caminar un día a la vez y confiar en que Dios nos proveerá. Les dijo no lleven dos túnicas, lleven una sola y si no les proveo la segunda va a haber una máquina de lavar ropa que ustedes van a poder lavarla en la noche y prepararla para el otro día. Qué bueno es aprender a caminar creyendo en la provisión del Señor. Muchas veces Dios te va a quitar todos los andamios en tu vida. Quizás ahora mismo estás pasando por un tiempo de escasez y a veces no sabes al final del mes si vas a tener lo suficiente para pagar todos los bills.

Cree en el Señor y Dios no te avergonzará. Tenemos que confiar en el Señor y a veces Dios permite que pasemos por tiempos de prueba, y años después recordamos y ya no nos enamoramos tanto del dinero porque sabemos que Dios es fiel para proveernos en todo momento. Y yo creo que por eso los mandó así diciendo: confíen. Pero hay algo interesante.

Fíjese que últimamente yo he estado pensando aunque he leído este pasaje y he predicado varias veces sobre él dice que: "Les mandó que no llevasen nada para el camino sino solamente bordón." Podría parecer un detalle insignificante pero Dios me ha hablado. Porque yo creo que la Palabra de Dios tiene propósito en cada uno de sus detalles. Yo me he preguntado: wow ¿por qué dice aquí que les dijo: "solamente les voy a permitir que lleven bordón"? ¿qué es bordón? busqué la definición en el diccionario.

Una de las acepciones de la palabra es: un bastón con un mango adornado, puede que sí, puede que no, con el mango adornado y más alto que una persona. ¿Ustedes han visto a veces esas fotos de un pastor andando con una vara que está como curva así? También la usan por ejemplo los obispos y los sacerdotes de alto rango, como algo alto ¿no?. Y los pastores también llevan bordón a veces. A veces Jesús es presentado en los íconos como llevando un bordón. También un bordón puede ser la persona que sirve como guía y que sostiene a otra.

Entonces yo me pregunté ¿habrá algún significado en esta idea del bordón? y para mí fue de bendición preguntarme por qué el Señor les hizo esa concesión de que podían llevar un bordón y aquí está mi interpretación: quizá porque era un reconocimiento de la humanidad de esta gente, una concesión al hecho de que en esos caminos largos, polvorientos con altos y bajos y con piedras en el camino un bordón los ayudaba a apoyarse y a hacer un poquito más fácil el camino.

Y yo creo que tenemos que estar concientes. A mí me invita la idea del bordón a pensar en que: ¿sabes qué? yo soy humano, soy hecho de carne y hueso y tengo que ser realista con mis propias limitaciones. Y a veces voy a necesitar un bordón, tú vas a necesitar un bordón para el camino. Yo animo mis hermanos a tener mucho cuidado con esta super fé de algunos. Hay algunos que creen que son tan místicos que creen que no están en el mundo, y yo he visto hermanos que en la vida cristiana uno siempre tiene que vivir en un balance entre la fé en Dios pero también a veces un poco de sentido común y de ser realistas también, y de saber que estamos en el mundo todavía y que no estamos glorificados todavía, y que tenemos a veces que templar la fé con un poquito de sentido común.

Hay gente que son tan místicos que para todo tienen que como que el Señor les diga lo que tienen que hacer. Si tienen que desayunar le dicen al Señor: oh Señor ilumíname si va a ser mangoo o avena con chocolate, lo que sea. Y no, Dios nos ha hecho seres humanos, tenemos que usar nuestros sentidos comunes. Mire por ejemplo en las iglesias. Hay veces que la gloria del Señor está en el servicio de adoración, podríamos seguir dos horas adorando, pero hey: hay que recoger las ofrendas también ¿no?. Hay que presentar bebés y bendecirlos, hay que dar los anuncions, hay que predicar la Palabra, hay que hacer muchas cosas que son parte de los negocios del Señor y hay que ser realistas también.

Hay gente nueva que no entiende de todo esto de la algarabía, de la adoración y hay que tener también cuidado de ellos. Hay también ancianos que si ponemos los volúmenes hasta que nos exploten los oídos también se sienten mal. Entonces tenemos que ser realistas yo creo aún en medio del ejercicio de la fé y por eso yo creo que ese detallito ¿no?. Ok no lleven nada, ejerzan fé pero llévense un bordón por si las moscas ¿no?.

Yo creo que es importante ese sentido de balance en la vida cristiana. Otra cosa que dice allí la Palabra es que dice que les dijo que no vistiesen dos túnicas, sino como yo dije una sola. Yo veo aquí un elemento de no preocuparnos por el mañana. El Señor dice: no os afanéis por el día de mañana, qué comeréis o qué beberéis porque cada día trae su propio afán. Dice: pensad en los pájaros del campo que ni hilan ni trabajan, y dice que ni aún Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos.

Hay un llamado en la vida de fé hermanos para confiar en el Señor y saber que cada día trae su propio afán. Yo le pido al Señor siempre: Padre dame paz, las cosas que yo no puedo atender ayúdame a dejarlas en tus manos, lo que no se puede hacer hoy bueno, lo pasaremos a mañana. Cada día cuando tú te recuestes sobre la almohada cierra tus ojos y olvídate de lo que no pudiste hacer y di: mañana el Señor me permitirá seguir adelante.

Cuando hay que descansar hay que descansar. Cuando yo tengo sueño y necesito acostarme yo me olvido de los enfermos, me olvido de; oro por ellos mientras me estoy durmiendo pero sé que necesito mantenerme saludable, seguir adelante y ya mañana traerá su propio afán. El Señor dijo: "a los pobres siempre los tendréis con vosotros." Ama de casa no te estés matando todo el tiempo por tener la casa impecable; deja de vez en cuando los platos ahí y que el esposo se encargue de ellos, los muchachos y acuéstate y descansa. Get your beauty sweet ¿ok?. Mi hermano dénle su descanso a las hermanas, hay que buscar tiempo para reponer las fuerzas también para poder servir al Señor mejor ¿ok? y saber que lo que yo no puedo hacer el Señor se encargará de ello también.

Eso está implicado en esas dos túnicas. Cada día trae su propio afán. Hay que guardar el sábado a veces, hay que descansar. Aunque yo no lo pueda hacer todo el Señor se encargará de lo que yo no puedo hacer y dejar al Señor entonces que Él se encargue de las cosas.

Otro principio entonces, tenemos el principio de dos en dos, unidad, no preocuparnos por todas las cosas que necesitamos, fé. El tercer principio dice que: no se vayan, no se muevan de lugar en lugar sino que cuando lleguen a una aldea quédense en el sitio donde les dieron albergue originalmente. Yo veo aquí el principio de las relaciones estables. Hay que ganarse a la gente, hay que darse a conocer; hay que tomar tiempo para conocer a las personas para poder ser buenos evangelistas.

Sólo cuando servimos y testificamos con nuestro carácter, nuestro comportamiento, nuestra conducta, creamos una buena reputación podemos ser buenos evangelistas. Tenemos que dar buen testimonio. Nuestra Iglesia se ha ido ganando esta comunidad a través de los años con nuestro testimonio de servir, con formas humildes a los jóvenes, a los inmigrantes, a la gente que no habla inglés, cooperar con las agencias de la comunidad, trabajar con los políticos aunque a veces no estamos totalmente de acuerdo con ellos cuando nos invitan a una reunión, ahí está Samuel, ahí está uno de los pastores, cuando hay un entierro o un funeral o un matrimonio que celebrar.

Hoy en día muchas de las personas que nosotros casamos o enterramos no son ni siquiera miembros de la Iglesia pero esa familia necesita una Iglesia que los pastoree y tenemos que ir allá, tenemos que ser parte de la comunidad. Hay veces que tenemos que casar a gente que mire, quizás no está todo bien en orden y no todos los puntos están bien sobre las ies pero Dios nos ha puesto aquí a cuidar esta comunidad, y con el tiempo al Señor sea la gloria nos hemos ganado una imagen de ser una Congregación que ama a la comunidad en que vivimos. Y entonces la gente viene y busca de Cristo.

Los políticos nos ayudan muchas veces en nuestras gestiones, nos defienden cuando nos quieren atacar por nuestras posturas bíblicas y teológicas pero nos hemos ganado ese derecho de ser la Iglesia de Cristo. En este tiempo va a haber unas elecciones de alcalde ya que Menino decidió finalmente colgar los guantes y no va a postularse por una treinteava vez de correr para la alcaldía y ahora pues va a haber un feeding frenzy, va a haber candidatos por donde quiera. Algunos de esos candidatos quizás van a llamar y van a querer venir aquí a León de Judá y dar un saludo a la Congregación en su campaña.

Bueno, si ese candidato no es santo de su devoción no pierda la paz por eso. Somos una Iglesia pública y tenemos que operar con la gente. Un saludo no te va a quitar nada a ti ¿sabes?. No quiere decir que tienes que votar por la persona. Gloria a Dios que la gente quiere venir y conocernos y saludarnos, amén los escuchamos, oramos por ellos, los bendecimos y seguimos adelante ¿no?. Así que no se escandalice.

A veces hermanos: oh Pastor ¿cómo usted se atreve a permitir que fulanito se pare allí al frente porque tiene esta posición? mire, eso no me quita ni me da nada. Son hijos de Dios y quizás al venir aquí a escuchar la Palabra Dios los toca y quizá pueden ser mejores políticos y mejores jefes de estado. Amén.

Pero yo creo que eso es una de las cosas que nosotros tenemos que hacer como una Iglesia que está en la comunidad y tú también tienes que hacer tú cada día, tú tienes que ser un recurso para tu vecindario. En la manera que tú puedas servir se presente. Si alguien necesita una bolsa de comida llévasela. Un vecino se muda al vecindario y tienes la oportunidad de saludarlo, hazlo. De esa manera tú te conviertes en una presencia generosa en el contexto donde tú estás y te das a conocer.

Y a veces el Evangelismo se va a tomar tiempo. Nosotros muchas veces vemos a alguien y de una vez nos tiramos encima de ellos para leerles las cuatro leyes espirituales y confiesa a Jesús y ya, no. Hey, que le conozcan primero. Si el Señor abre una puerta amén, úsela pero muchas veces primero tenemos que dar testimonios y entonces ganarnos el derecho de ser invitados a compartir con ellos.

Y por eso yo creo que nosotros tenemos que servir antes de predicar. Un gran santo de la Iglesia dijo: predica el Evangelio y si es inevitable usa palabras. Muy lindo mensaje, piense en eso ¿no?. Entonces el Señor dijo: no vayan de lugar en lugar, quédense en un sitio. Creen testimonio, dénse a conocer y entonces usen ese lugar como una plataforma para predicar el Evangelio y dijo también: cuando entren en una casa, si esa casa es digna de Dios proclamen la paz de Dios en ese hogar. Y si esa paz encuentra receptividad esa paz va a descansar en la casa y si no va a rebotar y regresar hacia ustedes.

Donde quiera que tú vayas vé representando el Reino de Dios, vé con la autoridad que Cristo te ha dado. Si tú vas a una casa donde hay discordia, donde hay problemas: ora, declara la paz del Señor en ese hogar. En tu vecindario declara el señorío de Cristo. Yo les decía a los hermanos esta mañana: yo soy uno de los sabuesos y de los perros vigías que están allí usando esa palabra en el buen sentido. Yo estoy vigilando la cuadra.

Nosotros vivimos en el segundo piso. Desde las ventanas de nuestra casa por la mañana cuando yo me levanto yo veo casi unas dos terceras partes de nuestra calle. Y cuando yo me levanto muchas veces o en la noche cuando estoy allí ¿sabe? yo bendigo la calle Albion Street, yo declaro el señorío de Cristo en esa calle y hago guerra contra todo elemento de discordia, fealdad, ruido, violencia, desorden, yo soy allí un vigía del Señor en esa calle.

Y cuando nuestra ciudad con el paso de los años porque tenemos veintiséis años viviendo en esa calle, veintisiete ahora nuestra ciudad ha sido a veces contaminada por movimientos raros que vienen a esa región yo he sido el primero en orar que la ciudad de Summerville sea una ciudad de paz, sea una ciudad protegida por el Espíritu Santo. Yo le oro al Señor: Padre que hayan buenas iglesias en esta ciudad, que surjan buenos ministerios. Bendigo al alcalde, bendigo las familias que están alrededor.

Y hemos visto cómo la bendición de Dios reposa. Haga eso en el lugar donde usted reside, declare la paz del Señor y quédese en un lugar lo más que usted pueda para que sea de bendición. Lo mismo con las iglesias, yo sé que muchos de ustedes han venido de otra Congregación o ya hay personas que se han ido de nuestra Iglesia a otras congregaciones, yo creo en eso; yo creo que hay momentos y tiempos cuando Dios te dice: te tienes que ir a otro lugar porque tengo un propósito, amén hazlo; así que no quiero que nadie piense que le estoy tirando una indirecta.

Pero también quiero decirles que lo mejor es quedarse en una Iglesia y en un lugar por todo el tiempo posible y crear tiempo, crear relaciones. Veo a mi hermana Rosa Benzán asintiendo allí y la hermana Gloria aquí también y otras hermanas; ¿saben? tienen veintipico de años con nosotros estas personas ¿amén? y otros aquí, podríamos señalar muchos de ustedes, están aquí hace muchísimos años y hemos visto los altibajos de una Congregación. La Iglesia se ha hecho más grande, más diversa.

Personas que al inicio de la Iglesia jugaban un papel mucho más prominente ahora han tenido que tomar un lugar quizás de menos importancia pero han permanecido y yo soy bendecido por esa gente. ¿Sabe qué? muchas veces en medio de los problemas y las luchas, y a veces hasta los conflictos uno crece pero si uno echa un pie y se va rápido porque algo se puso que no le gusta a uno uno nunca crece. Es como el matrimonio. Si usted se va a divorciar o a separar por cada cosa que no le gusta de su esposo, su esposa usted va a ser peor que la samaritana: de marido en marido, de esposa en esposa.

Como Shasha Gabor casándose cada tres, cuatro años o Elizabeth Tailor. No. Cree estabilidad, sea fiel en sus amistades, no desheche a la gente simplemente porque hubo una pequeña complicación, eso crea carácter. Una hermana se acercó, dos hermanas se acercaron para decirme al final del primer servicio para decirme: Pastor usted no lo va a creer pero hemos decidido, hoy iba a ser el último domingo de estar aquí en León de Judá. Yo le pregunté: pero ¿por qué hermana? y me dijo: porque hay desunión, y yo le dije: pero ¿cómo que hay desunión?.

Yo veo muchas cosas, bueno entonces matizó su comentario y dijo: ¿sabe qué Pastor? al escuchar su mensaje sentimos que no, que tenemos que seguir aquí y continuar acá. Porque eso es bueno ¿no? hay que crear. Y yo le pregunto: ¿usted viene los miércoles?, no. ¿Viene a los servicios de mujeres? no, tú joven ¿vas a los servicios de jóvenes? por ejemplo a las clases de universitarios a la 1, no. Hay muchas maneras hermanos, uno tiene que pedirle al Señor que le de sabiduría y posicionarse de manera que el Espíritu Santo pueda hacernos entonces esa comunidad que nosotros necesitamos.

Pero yo veo muchas oportunidades, muchas posibilidades de crear concienca pero no se dispare demasiado rápido, cree relaciones estables y duraderas. Voy terminando. Otra cosa, el Señor dice: Si no reciben su mensaje sacúdanse los pies y Yo les aseguro que el juicio de esa comunidad será peor que el de Sodoma y Gomorra cuando venga el día del juicio. Y yo veo aquí algo importante y es que el Evangelio tiene un aspecto serio y peligroso.

Y sabe que nosotros hemos sido llamados a veces a declarar el juicio del Señor también sobre el mundo y de adelantar los propósitos de Dios. La Iglesia no está sólo aquí para bendecir y para ser simpática y buena, hay cosas a veces que la Iglesia va a tener que declarar que el Señor traiga Su juicio y Su trato correctivo con las ciudades y con las naciones.

Y yo creo que nosotros tenemos que entender que el Evangelio tiene un lado también serio y sombrío, no todo es solamente rosas y sonrisas. La Iglesia está aquí también como un elemento de división y de definición. El Señor Jesucristo dijo: no piensen que Yo he venido a traer paz sino que vine a traer división ¿por qué? porque la verdad crea división. Cuando la Palabra de Dios define lo que es bueno y lo que es malo los poderes que están del lado de la maldad se molestan.

Cuando Cristo se proclama como Señor y Salvador mucha gente se pone agresiva y resisten. Cuando se dice la santidad del Señor y se habla de que esto no es de Dios, este comportamiento no es de Dios mucha gente se molesta. Y yo me preocupo porque hoy en día veo tantos elementos del cristianismo tratando de dejar de hablar de las cosas que molestan a la gente pensando que así se van a ganar a la gente y no es verdad hermanos. Nosotros por una parte anunciamos la gracia y la misericordia del Señor pero por otra parte también declaramos la santidad del Señor, y le decimos a la gente lo que es bueno y lo que es malo según la Palabra de Dios y entonces los dejamos a ellos que hagan su propio juicio.

La Iglesia tiene un lugar también de ser agresiva y hacer guerra espiritual, de declarar la verdad del Señor, de pararse enfrente para que el diablo no posea nuestra juventud y la ciudad en que vivimos. Y tenemos que tener también declarar ese aspecto serio, el juicio del Señor. Porque muchas veces cuando viene el juicio del Señor entonces viene el quebrantamiento y la humildad, y la entrega. Yo creo que esta sociedad tan segura de sí misma, tan resistente a la Palabra de Dios, tan autosuficiente con su tecnología y sus medios de comunicación, y su dinero y sus juguetes tecnológicos necesita unas cuantas nalgadas que el Señor les dé para que sepan que son polvo nada más y que el Señor está en Su Trono.

Y yo creo que van a venir juicios sobre las naciones. Vienen tiempos de corrección y quizás esos tiempos de corrección son necesarios para que la gente se humille y busquen del Señor. Así que tenemos que pedir: Señor hágase Tu Voluntad. Si es juicio que venga juicio, si es bendición que venga bendición también pero trata con nuestras ciudades, trata con nuestras comunidades también de manera que reciban a Cristo como Señor y Salvador.

Y finalmente hermanos tenemos que predicar un Evangelio de arrepentimiento. Dice aquí que: "Saliendo predicaban que los hombres se arrepintiesen." ¿Cuándo fue la última vez que usted escuchó eso en relación a predicar el Evangelio? predicando a la gente que se arrepientan. Hoy en día las iglesias no quieren predicar el arrepentimiento porque creemos que si le decimos a la gente que se arrepientan los vamos a enajenar. Pero no.

Cuando nosotros prediquemos el Evangelio tenemos que predicarle a la gente dos cosas: número uno esto del juicio, que el juicio viene. Dice que en el Día del juicio será peor su castigo que con Sodoma y Gomorra. Nosotros tenemos que alertar a la gente que habrá un día en que tendrá que darle cuentas al Señor. Y tenemos que preguntarle: ¿tú estás preparado para el día en que tú comparezcas ante el Trono de Dios, qué tú hiciste con tu vida? Dice la Palabra que: "Todo ser humano tendrá que comparecer ante el Trono de Dios y tendrán que dar cuenta de todo lo que han hecho sea bueno o sea malo" y mucha gente no está pensando en eso.

El diablo los tiene entretenidos con todo tipo de juguetes y de quehaceres en el mundo para que no piensen que un día se van a morir y se cerrará el Libro y ya no podrán añadir nada a lo que han hecho o lo que no han hecho y tendrán entonces que comparecer ante el Trono de la Gracia en términos de cómo han vivido. Y por eso la Iglesia está puesta para anunciarle a la gente que viene el juicio y que cada ser humano tiene que prepararse aquí en la Tierra para ese día en que tendrá que comparecer ante Dios.

Y la única manera de poder comparecer ventajosamente ante el Trono de Dios es ¿cómo? aceptando a Cristo como Señor y Salvador, arrepintiéndose de sus pecados, confesando nuestra necesidad de la Gracia de Dios, confesando que hemos ofendido al Señor y que sólo por medio de la sangre de Jesús podemos ser salvos. Entonces tenemos que predicarle a la gente ese Evangelio y anunciarlo en todas las maneras que podamos.

Y finalmente dice: "Echaban fuera demonios y ungían con aceite a muchos enfermos, y los sanaban." Qué importante es que nosotros busquemos la unción de Dios en nuestras vidas hermanos. Yo les digo cada día yo tengo más y más hambre de la unción de Dios. Si nos tomamos tiempo de nuestros servicios como lo hicimos hoy para orar y clamar al Señor y adorarlo es porque yo sé que es ahí donde se cultiva el poder del Espíritu Santo para una Iglesia. Y eso requiere tiempo, requiere que habramos espacio para ello.

No podemos hacer eso en diez minutos de oración y un sermón de cinco minutos allí, vamonos todos a la casa porque ya ponchamos la tarjeta. Hay que tomarse tiempo para adorar al Señor. Yo he aprendido que no hay nada como cuando la Iglesia hace el trabajo de la Iglesia en una reunión. Y yo creo que aquí se desperdicia tiempo. Esos veinte minutos que invertimos en proclamar el señorío de Cristo en la ciudad, de hacer guerra contra los principados y las potestades, de orar por las escuelas, de orar por la juventud, de orar por el nuevo alcalde que ha de venir para que el Señor escoja un hombre, una mujer que sea verdaderamente de Dios, orar por las instituciones de la ciudad eso es un tiempo bien invertido.

Cuando sacamos tiempo para adorar al Señor y cultivar la libertad del Espíritu. Porque uno va a Congregaciones: óigame, no se mueve ni una mosca. Todo es organizado, orquestado, con una elegancia terrible pero los demonios ni siquiera se enteran de que hay adoración en ese lugar. La gente en los asientos se acostumbran a una vida apretada y mezquina en el espíritu y no entran a comer de todo el manjar que Dios tiene sobre la mesa.

Hay que mostrarle al pueblo de Dios cómo fluir en el Espíritu, cómo levantar sus manos, cómo ayunar, cómo sacar tiempo para adorar al Señor, cómo saltar y danzar, cómo dar un buen gloria a Dios; cómo derramar lágrimas ante la Presencia del Señor, cómo cultivar la Presencia de Dios se toma tiempo pero es la manera en que una Iglesia crece y se hace fuerte, y mantiene a raya los poderes del demonio que quieren destruír a las Congregaciones y dividirlas y destruir sus líderes, hay que hacer guerra espiritual. Dios nos ha dado poder y autoridad.

Y cuando prediquemos el Evangelio prediquémoslo en el poder del Espíritu Santo. Mis hermanos hay un precio que pagar si queremos ser gente llena del Espíritu Santo. Yo he aprendido que yo tengo que poner mi apetito de elegancia y tirarlo a la basura y poner la tapa al safacón porque no hay gente a la que le guste más la elegancia que a mí pero yo he aprendido que a veces para que el Espíritu de Dios se mueva hay que levantar un poco de polvo y saltar, y olvidarse de la elegancia y dejar que fluya el Señor y que Él haga lo que Él quiera en nuestro medio. Si no le gustó al gran teólogo eso es problema de él.

Nosotros tenemos que ser el pueblo que Dios quiere que seamos y cuando el pueblo de Dios se mueve la elegancia tiene que salir por la ventana. No es que vamos a ser desordenados a propósito pero hay que dejar que Dios sea Dios y que Él se adueñe de un lugar. Pero en eso se cultiva el Espíritu del Señor, el poder de Dios y es ahí donde las vidas son quebrantadas. Es ahí donde los yugos son destruídos, es ahí donde la garra del diablo es derrotada. Es ahí donde la ciudad avanza un poquitito más hacia el propósito que Dios tiene para ella. ¿Quién sabe lo que se logró en este tiempo de adoración esta mañana o en el tiempo de intercesión, quién sabe si ya se preparó el camino para diez o quince familias que vengan al conocimiento del Señor en un mes, en una semana, en un siglo, yo no lo sé pero es posible.

El negocio de la Iglesia es informarle a los principados y las potestades de la sabiduría de Dios, hacer huír las tinieblas, proclamar la Segunda Venida del Señor y declarar que Jesucristo es el único mediador entre Dios y los hombres, y eso tiene que hacerse en el poder del Espíritu Santo. No temamos en ser gente con apetito del poder de Dios. Somos pentecostales que creemos en el poder pentecostal de Dios. Creemos en los dones, creemos en el misterio de Dios y sabemos que podemos llevar con nosotros ese poder a nuestros hogares.

Cuando salgamos de aquí hoy sepa que con usted va el poderoso Espíritu de Dios donde quiera que usted vaya, a su familia, a su matrimonio, con sus hijos el poder de Dios va con usted. Poder para edificar y para derribar, poder para declarar, para ungir, para sanar, para liberar, para recibir sabiduría del Señor, para aconsejar a otros, el poder de Dios, la gracia de Dios está contigo ¿amén?.

Póngase de pie vamos a ser una Iglesia misional. Dígale al Señor: Padre yo acepto mi llamado y acepto mi envío también. Yo creo que Tú me has llamado a ser un siervo tuyo, una sierva tuya. Yo creo que Tú me has puesto en esta ciudad para ser un pararrayos que reciba los rayos de Tu Poder y los transmita a los demás. Recibe tu identidad ahora del Señor, abre tu corazón, dile: Padre gracias por hacerme un instrumento Tuyo, gracias por rescatarme porque cuando yo no podía hacerlo Tú quitaste las cadenas de mi Espíritu, quitaste el velo que cubría mi entendimiento, abriste mis oídos y pude escuchar el llamado de Dios y Tú me diste el poder para acceder y recibir a Cristo y confesarlo como mi Señor y Salvador.

La iglesia tiene la responsabilidad de reconciliar al mundo con Dios

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Quiero invitarlos a abrir su Biblia en el libro de Segunda de Corintios, capítulo 5, versículos 17 al 20. Es una palabra que ha llamado mucho la atención de mi vida porque el día que aceptamos a Jesucristo fuimos testigos presenciales de lo que significa esta palabra en nosotros. Y digo que fuimos testigos presenciales porque hemos vivido de alguna manera lo que está escrito aquí. Pero también nos llama la atención que ahora está en nosotros llevar a otros a este proceso de reconciliación delante del Señor. Segundo libro de Corintios en el capítulo 5, versículo 17 al 20, dice así en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo:

“…De modo que si alguno está en Cristo nueva criatura es. Las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios quien nos reconcilió – dígale a su hermano que está a su lado, el Señor se reconcilió conmigo – y todo esto proviene de que nos reconcilió consigo mismo por Cristo y nos dio el ministerio de la reconciliación…”

Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. Así que somos embajadores en nombre de Cristo como si Dios rogase por medio de nosotros, os rogamos en nombre de Cristo reconciliaos con Dios.

Por alguna casualidad usted pregúntele a su hermano ahora, te reconciliaste con Dios? Es una buena pregunta. Te has reconciliado con Dios? Sino, mire pase aquí al frente y de una vez oramos y ya. Es una palabra muy linda, la palabra reconciliación. Cuántos de nosotros hemos tenido la oportunidad de estar al medio en un proceso que amerita una reconciliación entre dos personas. Es un desafío pero a la vez es una responsabilidad. Cuando estás entre medio tu tienes que tratar de ser lo más imparcial posible, tratar de juntar los elementos que han provocado que la enemistad haya llegado a algunos niveles donde necesitamos ser reconciliados.

Pero hoy día quiero hablarle a una iglesia, a una iglesia que tiene la responsabilidad de reconciliar al mundo con Dios. Y sabe quién es esa iglesia? Nosotros. Los que hemos aceptado a Jesucristo como nuestro salvador y hemos reconocido que él es el Señor y hemos confesado que Dios le levantó de los muertos, una iglesia que sea agente de reconciliación.

La palabra reconciliación significa restablecer, restituir, conciliar, cambiar algo que estaba en un estado opuesto a otro, cambiamos la enemistad que teníamos con Dios por amistad. Sí o no?

Cuando recibimos a Jesucristo nosotros a través de Jesucristo hemos sido reconciliados con Dios. La iglesia debe procurar y debe provocar ser un agente de reconciliación donde nos movemos, donde vivimos, con quién estamos.

Sabe que hay algunos cristianos que de reconciliación no tienen nada. Es más, ni los llaman a ser árbitros. No, para que venga él mejor que no, mejor quedamos enemigos, nos llevamos mejor.

Estamos en un tiempo donde el mundo está de alguna manera imponiendo sus verdades, sus condiciones y cuando estamos en un tiempo de post modernidad de este estilo, las diferencias y las enemistades cada vez son mayores. La iglesia está llamada a provocar esa reconciliación entre los hombres y Dios. La iglesia necesita entender que hay por lo menos 4 aspectos que la reconciliación demanda en cada uno de nosotros. Y para que el mundo pueda entender que Dios fue el proveedor del proceso de reconciliación a través de Jesucristo.

No hay otra manera de reconciliarse con Dios. Si usted no ha aceptado a Jesucristo yo le voy a decir algo muy triste, usted no está reconciliado con Dios. La manera de reconciliarnos es a través de reconocer que el sacrificio de Jesucristo en la cruz del calvario, dice que él se hizo pecado por nosotros, derramó su sangre en la cruz del calvario, fue humillado, fue golpeado. Él resucitó y a través de ese proceso en la vida de Jesús nosotros pudimos tener entrada a este proceso de reconciliación.

Para entrar en este proceso de reconciliación necesitamos examinar nuestra conciencia, debemos instarle al mundo, debemos instar a la gente, debemos procurar nosotros tener cada día un examen de nuestra conciencia, qué es lo que estamos haciendo que nos aleja de una relación con Dios.

Necesitamos provocar en nosotros que ese examen de conciencia provoque en nosotros una contrición, un dolor por ofender a Dios. La iglesia es la única institución espiritual que puede acercar al hombre a Dios. Nadie más. No la religión, no el ser bueno, no las buenas obras, la iglesia de Jesucristo es la que tiene el privilegio de cumplir esta misión.

Mire, a nosotros nos han enseñado que hay 5 grandes ministerios y algunos de ustedes quiere ser Apóstol, quiere ser profeta, otros nos quedamos en pastor nomás, otros quieren ser maestros y evangelistas. Yo no sé si el Señor tiene preparado algún ministerio para usted, lo que sí es que sí él está llamando hombres y mujeres a trabajar en su obra.

Pero hay un ministerio que le corresponde a toda la iglesia del Señor, es el ministerio de la reconciliación. Reconciliar al hombre con Dios debe ser el objetivo de nosotros. Reconciliar a una sociedad como la que estamos viviendo es el objetivo de la iglesia. La iglesia no debe quitarse esa responsabilidad, tu y yo no debemos hacernos a un lado de esa responsabilidad. El Señor está demandando en nosotros que muchos puedan acercarse a él con una actitud correcta.

Así que llevemos a la gente que a hacer un examen de conciencia. Provoquemos en la gente que ese examen pueda traer dolor por el pecado, por la enemistad contra Dios. Cuando la gente siente eso entonces provoca en sí una actitud de arrepentimiento, el deseo de no seguir viviendo de una manera incorrecta delante de Dios. Y cuando nos arrepentimos, y cuando la iglesia provoca en la sociedad un arrepentimiento hay una confesión y hay una declaración.

En Romanos, capítulo 10 versículo 9 y 10 dice que “…si confesares con tu boca que Jesús es el Señor y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo…”

Cuántos han confesado a Jesucristo? Cuántos han creído en su corazón que Dios le levantó de los muertos? Entonces, eres salvo. Estás reconciliado con Dios. Sabes cuál es tu función ahora? Reconciliar al que está a tu lado, a tu amigo, a tu compañero de trabajo, a tu vecino, al familiar, aquel que está en la calle sufriendo. Reconciliarnos con Dios es lo que el Señor provocó a través de Jesucristo.

Sabe, estar en Cristo, versículo 17 dice; “… de modo que si alguno está en Cristo…” Estar en Cristo significa creer que él es el Señor y salvador, creer que él es poderoso, creer que él es el medio que Dios usó para que el hombre se reconciliara con Dios. Estar en Cristo significa vivir de una manera que a Dios le agrade, de modo que si alguno está en Cristo nadie que no esté en Cristo es nueva criatura.

Cuántos están en Cristo? Cuántos están en Cristo? Entonces eres nueva criatura. Esas cosas del pasado no tienen poder sobre ti y aunque el enemigo quiera recordártelas en Cristo tu has sido vencedor, en Cristo se ha declarado tu victoria, en Cristo tu vida es reconciliada con Dios.

Me viene a la mente un pasaje en Romanos, capítulo 8 dice que “… si Dios es por nosotros quién contra nosotros…”

Sabe, si no estuviéramos reconciliados con Dios, Dios no estaría por nosotros. Sabe lo que está diciendo? Es que así como Dios está con nosotros ahora, él quiere estar con aquellos que están sufriendo afuera. Tu misión es reconciliar al mundo con Dios así como él permitió que tu te reconciliaras con él.

Estar en Cristo y experimentar la nueva vida es un proceso de conversión, es un proceso de estar y reconocer que debemos aceptar que Jesucristo es el único mediador entre Dios y los hombres. De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es. Las cosas viejas pasaron y he aquí todas son hechas nuevas.

El ministerio de la reconciliación necesita estar siendo predicado constantemente por hombres que cumplan estos requisitos, estar en Cristo, ser nuevas criaturas, y las cosas del pasado ya no estén. Eso es un requisito, pero que además todo haya sido hecho nuevo. Tienes esos requisitos?

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es. Las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas. Si tu no tienes uno de esos requisitos, tu no puedes ser un agente de reconciliación porque no sabemos, no las hemos completado. Eso es el desafío de la iglesia en estos tiempos.

Sabe, cuando cumplimos esos requisitos el Señor nos da un cargo honorífico. Versículo 20 dice que “…. Así que somos embajadores…”

Cuando nosotros tenemos estos 4 requisitos, de un hombre transformado por el poder de Dios, nos transformamos en embajadores del Reino de Dios, aquí. Y el Reino de Dios tiene una misión, reconciliar al hombre con Dios. Dios provocó el proceso de la reconciliación a través de Jesucristo. No hay otra manera. En Jesucristo estamos reconciliados, en Jesucristo tenemos perdón de pecado, en Jesucristo somos perdonados, somos salvos, tenemos misericordia, el amor de Dios nos rodea, la sangre de Jesucristo tiene poder sobre nosotros.

Dios nos ve en una película muy, muy especial bajo la sangre de Jesús. Y quiere que el mundo acceda a esta posición y tu eres un mensajero, un embajador de las promesas de Dios para la gente de afuera. No te olvides de eso. No te olvides de lo que el Señor ha provocado contigo, lo quiere provocar con otros pero a través de ti.

En Romanos, capítulo 6, versículo 4 dice, “…porque somos sepultados juntamente con él – este es el proceso del bautismo – por el bautismo a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva…”

Es la manera a través de Cristo. Estar en Cristo, vivir una vida nueva, dejar las cosas viejas en el pasado y modelar una nueva estructura de vida, es lo que el Señor nos recomienda. Si nosotros podemos llevar esa responsabilidad en nosotros vamos a hacer que mucha gente pueda abrir su corazón al Señor y pueda reconocer en él su esperanza, su camino.

Juan 14:6 dice, “…Jesucristo dijo, yo soy el camino, yo soy la verdad, yo soy la vida, y nadie viene al Padre sino por mí...” si no es a través de mí.

No hay otra manera de reconciliar al mundo. Así que si hay alguien que hoy día necesita esa reconciliación, yo le insto, yo quiero persuadirlo a que pueda abrir su corazón y pueda declarar que en Cristo puede ser una nueva criatura. Dios es poderoso. Dios es bueno.

Mire, quiero invitarle a abrir su Biblia en el libro de Isaías, capítulo 42, versículo 5, así dice Jehová Dios, mire cuando nosotros practicamos y proyectamos el ministerio de la reconciliación, Dios tiene promesas para nosotros, así dice Jehová Dios, creador. No es cualquier Dios, ojo.

Yo hoy día puse en mi Facebook, dónde está tu Dios? Mire, la cantidad de respuestas que tuve… mi Dios es el Dios creador, no es cualquier Dios. No es ese Diosecito griego que nos enseñaron por años aquí en América, mi Dios es el Dios creador de todas las cosas, que donde no había nada él puso su diseño.

Así dice Jehová Dios creador de los cielos y el que los desplieguen, el que extiende la tierra y sus productos, el que da alimento al pueblo que mora sobre ella, y espíritu a los que por ella andan. Yo, Jehová, − escuche bien, esto es una palabra para usted – te he clamado justicia a través de Jesús y te sostendré por la mano, te guardaré y te pondré por pacto al pueblo − Tu eres portador de esta reconciliación? − por luz a las naciones, para que abras los ojos de los ciegos, para que saques de la cárcel a los presos y de casas de prisión a los que moran en tinieblas. Yo, Jehová, este es mi nombre y a otro no daré mi gloria ni mi alabanza a esculturas…”

Debiéramos haber explotado en un gloria a Dios, en un aplauso. El Señor va a hacer eso a través de usted. Así que cuando salga a la calle, cuando vaya al mall, cuando vaya supermercado, diga aquí va el reconciliador. Cuando abras tu boca el Señor va a poner autoridad y poder en ti. La gracia del Señor estará sobre tu vida. Dios es fiel. Dios es fiel.

Así que esta es nuestra misión, ser agentes de reconciliación para que el hombre, para que el mundo se reconcilie con Dios. Si hay alguien aquí que aún no se ha reconciliado con Dios yo quiero invitarle, si alguien aquí pase aquí al frente, hoy es el tiempo que Dios ha preparado para ti.

Cierre sus ojos un momento. Gracias, Señor, porque tu palabra nos confronta y nos posiciona en la dirección que es correcta para cada uno de nosotros. Señor, reconocemos que tenemos una misión importante en la tierra, y que esta, tu iglesia, es declarada una iglesia, Señor, que representa los intereses de tu Reino. Señor, y en cualquier parte del mundo donde puedan vernos a través, Señor, del internet, que el mensaje de reconciliación corra, Señor, de una manera urgente, que tu iglesia se levante en favor de reconciliar al hombre contigo.

Señor, que podamos decir como dijo el profeta, heme aquí, envíame a mí, enséñame a ser un agente de reconciliación para que muchos tengan la posibilidad de conocer a Jesús como su Señor y como su salvador. Amén. Amén. ¡Aleluya! Gracias, Señor.

Vamos a ponernos de pie. El Señor es bello, cantemos ese cántico, Cuán bello es el Señor.

Jesús el buen Pastor

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El Señor se presenta a sí mismo como el buen Pastor, Jesús el buen Pastor. Así que capítulo 10 de Juan, vamos a comenzar con el versículo 11 y vamos a ir hasta el versículo 18. Dice el Señor: "Yo soy el buen Pastor. El buen pastor su vida da por las ovejas. Mas el asalariadoy que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas" es decir que no son suyas sino que simplemente le están pagando un dinero por su trabajo, un empleado asalariado pero no es el dueño de las ovejas, "el asalariado que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas ese ve venir el lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa."

"Así que el asalariado huye porque es asalariado y no le importan las ovejas" y uno podría decir pero en este caso, "pero Yo soy el buen Pastor y conozco mis ovejas, y las mías me conocen.

Así como el Padre me conoce y Yo conozco al Padre y pongo Mi vida por las ovejas, también tengo otras ovejas que no son de este redil, aquéllas también debo traer y oirán Mi Voz, y habrá un rebaño y un pastor. Por eso me ama el Padre porque Yo pongo Mi vida para volverlas a tomar. Nadie me la quita sino que Yo de Mí mismo la pongo, tengo poder para ponerla y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de Mi Padre."

Vamos ahora al versículo 27 de ese mismo pasaje donde el Señor continúa Su diálogo o Su monólogo mas bien hacia nosotros. Donde Él dice: "Mis ovejas oyen Mi Voz y Yo las conozco y me siguen, y Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás ni nadie las arrebatará de Mi mano. Mi Padre que me las dió es mayor que todos y nadie las puede arrebatar de la mano de Mi Padre." Hay seguridad en eso hermanos, seguridad para nosotros.

El Señor dice: nadie te puede arrebatar de Mi mano. Es lo que dice el apóstol Pablo en otro sentido: "¿quién nos separará del amor de Cristo? nada. Entonces el Señor termina diciendo: Yo y el Padre uno somos. Ese feroz apego que tiene el Padre hacia Sus ovejas que nadie se las arrebata también lo tengo Yo porque Yo y el Padre somos uno. Así como el Padre es fuerte y feroz en Su respaldo a Sus hijos cuando los llama así también Yo soy de igual manera también en Mi defensa de ustedes.

Lo que tenemos aquí hermanos es una invitación a ver a Cristo como ese Pastor y esa imagen del Señor Jesús como buen Pastor tiene unas repercusiones y unas consecuencias prácticas tremendas. Cada vez que presentamos a Jesús en una de Sus encarnaciones Él nos enseña una faceta de Su personalidad. Cuando Él dice por ejemplo que así como el Hijo del Hombre es levantado como la serpiente que fue levantada en el desierto cuando los hebreos estaban padeciendo de picaduras y mordeduras fatales y esa serpiente de bronce vino a ser como el antídoto así también Él se ofrece como el antídoto al pecado y a los ataques del diablo, la neurosis y las tinieblas de este mundo y hay que levantarlo a Él en alto.

El Señor se presenta en diferentes maneras que lo vamos a ver a través de estos pasajes, Él dice: Yo soy el camino, la Verdad y la vida, y cada una de esas encarnaciones que Él presenta tienen unas encarnaciones prácticas- En otro pasaje dice: Yo soy el pan del mundo o el pan de vida, Yo soy la luz del mundo también. Muchas maneras en que DIos se presenta y cada una de ellas tiene sus propias implicaciones.

Aquí el Señor dice: Yo soy el buen Pastor y por extensión dice: y ustedes son Mis ovejas. Y yo creo que esa idea de Jesús como buen Pastor y nosotros como SUs ovejas tiene una cantidad de implicaciones prácticas para cómo nosotros debemos vivir la vida cristiana. Yo quiero presentarles así unos puntos rápido, les voy a poner la estructura y después voy a desarrollarlo así levemente.

Número uno: este pasaje, antes de eso de paso versículo 1 capítulo 10 ahí mismo dice: "De cierto de cierto os digo, el que no entra por la puerta es un ladrón y salteador." Entonces más adelante Él dice que Él es la Puerta de las ovejas, versículo 7: "De cierto de cierto os digo, Yo soy la Puerta de las ovejas" esa es otra imagen que el Señor emplea para hablar de sí mismo, Él se presenta como la Puerta. Y yo quiero sugerirles que esas dos imágenes están en juego Puerta y Pastor son parte de un sólo sistema. Entonces vamos a ver eso más adelante. Cristo es la Puerta pero también es el buen Pastor, el pastor de las ovejas.

Número dos otra implicación, Cristo no sólo nos llama hacia el Padre sino que también se compromete a guiarnos a través de la jornada del Evangelio. Hay un llamado inicial pero también hay un compromiso a largo plazo con nosotros.

Número tres: Él como buen Pastor nos guía por medio del Espíritu Santo, esa es la forma en que Él se constituye en nosotros como buen Pastor.

Número cuatro: a pesar de nuestras limitaciones y pecados, de nuestra condición actual como seres caídos podemos entrar en esa relación a la cual Él nos llama como Pastor con toda confianza, de que no vamos a fracasar, no vamos a ser destruídos, no vamos a perecer; vamos a llegar a la meta.

Número cinco: esa relación de Pastor nos invita a ver al Señor y nosotros como estableciendo una relación de amistad y de mutualidad con Cristo a través de la vida. Es una relación rica, con mucha textura y matiz a la cual el Señor nos llama donde Él se ofrece a ser nuestro guía pero también nuestro interlocutor, el que habla con nosotros, El que se sienta a la mesa y que dialoga a través de esa jornada y nos da nuevas ideas, nos da entendimiento; nos ilumina acerca de las cosas que hemos experimentado y nos vuelve a enviar al camino de la vida con nuevas fuerzas.

Número seis: el camino es difícil. La jornada cristiana es difícil y tiene sus pruebas, sus fracasos inclusive pero siempre hay una solución que el Pastor nos dice que siempre va a haber una solución a toda situación porque Él está con nosotros.

Yo creo que la solución al dilema de la fé y de la vida cristiana con todas sus luchas y sus pruebas es adoptar la actitud de una oveja. Así como tenemos un Pastor que se compromete tiene que haber ovejas que se comprometan a adoptar la actitud de una oveja. Cuando entramos al Evangelio somos como cabritos ¿no? pero entonces el Señor quiere ir formando una nueva actitud en nosotros y esa actitud es una actitud de obediencia y de sujeción, entrega total de nuestras vidas a ese Pastor como una ovejita se entrega a los brazos de su pastor.

Número ocho: esa actitud de oveja es forjada en nostros poco a poco a través de toda la jornada de la vida. A veces a través de las pruebas que vamos a experimentar, Dios usa esas situaciones difíciles de la vida para formarnos y para formar el carácter de Cristo en nosotros.

Finalmente número nueve, yo sé que cada uno de ustedes va a poder repetir cada una de esas nueve cosas si yo les preguntara ahora mismo ¿verdad que sí?, se las movilizaron. Aquí Luci tiene un bonche de servilletas allí que ha ido anotando todas esas cosas. Número nueve finalmente: Cristo dió el ejemplo de esa actitud de oveja cuando Él se sometió a la Voluntad de Su Padre y yo siempre veo a Jesús diciendo: Yo no hago nada sino lo que veo del Padre, no digo nada sino lo que escucho del Padre. Yo y el Padre somos una sola cosa, Yo lo obedezco a Él y hago todo lo que Él me dice. Y Él ahora después de haber caminado ese camino de sujeción al Padre ahora nos invita a nosotros también a entrar en esa relación con Él, Él siendo el que guía y nosotros siendo los que nos dejamos guiar a través de la vida pero Él a través de Su experiencia ahora puede constituirse en un guía para nosotros también.

Todo eso aunque usted no lo crea está reflejado en esa imagen de Jesús, se desprende de la imagen de Jesús como el buen Pastor. Cristo como la Puerta nos recuerda el punto de entrada en una relación con Dios, es el comienzo. Cuando usted recibe a Cristo como Señor y Salvador, cuando usted entrega su vida a Él usted pasa por la puerta que es Cristo; usted no puede entrar a ese redil de protección con el Padre si no es a través de Cristo. Nadie viene al Padre si no es por Mí dice el Señor, por eso es que dice: Yo soy la Puerta ¿no?.

Y Cristo como la Puerta nos invita a meditar en ese momento en que entramos a los comienzos del Evangelio. Pero la vida cristiana no es algo estático, se queda en ese punto nada más ¿no? cuando aceptamos a Cristo ya creemos que como tenemos el pasaporte y la tarjeta ponchada ya vamos directamente al cielo, nos acostamos a dormir, venimos a la Iglesia los domingos de vez en cuando pero no entendemos que la vida cristiana es mucho más que eso. Entrar por la puerta es simplemente el comienzo de una relación.

Después que entramos por la puerta iniciamos una relación íntima con Jesús, entonces Él que es la Puerta se convierte en el buen Pastor. Es decir Él está al principio de nuestra nueva vida pero también sigue con nosotros como Pastor a medida que nos desenvolvemos en nuestra nueva condición de ovejas. Por eso es que la Palabra dice que el Señor pone en nosotros el querer como el hacer por Su buena Voluntad; en otras palabras Él pone en nosotros el entrar en Su relación pero ahora Él se asegura de que lleguemos a hacer todo lo que el Padre quiere que hagamos.

Ninguna religión que yo conozca me ofrece una imagen tan perfecta de la relación entre Dios y el hombre como esa imagen de Cristo como el buen Pastor. Muchas religiones y muchas imágenes de Dios ven a Dios como por ejemplo la filosofía deísta, que ve como que Dios que creó el mundo, le dió cuerda, estableció como unos principios en el universo y entonces los soltó para que funcione conforme a esos principios. Pero la Biblia me dice a mí que Dios es un Dios que está involucrado íntimamente en Su creación cada día y está involucrado en mi vida.

Es un Dios personal, es un Dios que dice Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo. Cristo se mete en nuestra condición y trabaja desde adentro. El Evangelio presenta a un Dios que vino a vivir corporalmente entre nosotros y que después de ofrecer Su vida por ellos y ascender al cielo descendió otra vez en forma del Espíritu Santo para convivir con ellos día a día. Recuerde el Señor dijo: Yo me voy pero voy a enviar al Espíritu Santo.

Y en realidad lo que dijo fue: Yo voy a volver, estaré con vosotros y estaré en vosotros dijo Él. Dijo: si ustedes supieran lo que va a pasar estarían contentos de que vaya al Padre porque ahora Yo voy a descender. ¿Cuándo descendió el Señor sobre Su pueblo? el día de Pentecostés cuando descendió el Espíritu Santo se inició una nueva relación de Dios con la humanidad. Todos Sus hijos ahora podían disfrutar de la presencia, la compañía, la dirección del Espíritu Santo.

El Señor dijo: "El que me ama Mi Palabra guardará y Mi Padre le amará y vendremos a él, y haremos morada con él." Esa es la manera en que el Señor se mueve como buen Pastor. La clave de la vida cristiana está en la Presencia de ese Espíritu Santo dentro de nosotros. Ese Espíritu que es nuestro consolador, nuestro confortador, aquél que nos consuela en la prueba, nos instruye en las luchas de la vida, nos recuerda la Palabra de Jesucristo que ha dicho que el Espíritu Santo será el paracletos, el consolador que estará con nosotros y nos consolará y nos guiará hacia toda la verdad.

El Espíritu Santo y el Cristo son una misma cosa, son parte de la Trinidad, son intercambiables. Por eso Cristo dice: vendremos a él y haremos morada con él los que creen en Él. Por medio del Espíritu Santo que mora en nosotros Cristo puede llamarse a sí mismo el buen Pastor. Su Espíritu nos pastorea a través de las vicisitudes de la vida, el Señor siempre está presente con nosotros guiándonos por senda de justicia por amor de Su Nombre como dice el Salmo 23.

Y esto es lo que nos anima a venir a Cristo sin temor no importa cuál sea nuestra condición. Muchos me dicen: tengo muchos problemas, alguien me dijo hace poco acerca de un familiar, quiero ir a la Iglesia pero primero tengo que resolver muchas cosas, no me siento en condición. Hermano usted nunca va a estar en buena condición para venir a Cristo. Al contrario mientras peor sea su condición mejor está usted preparado para venir al Señor.

Pero podemos venir al Señor sin temor porque Él es el buen Pastor, Él sabe que tú no lo puedes hacer solo. Por eso es que hay un pastor, porque las ovejas no se pueden defender a sí mismas y necesitan alguien que les guíe. Y por eso es que nosotros necesitamos venir al Señor tal y como somos y Él comience esa relación. Cristo dice: "el que a Mí viene no le echo fuera" Él nos recibe tal y como somos para desde ahí iniciar una nueva relación. No estamos solos en la batalla para vivir vidas santas, agradables a Dios pues Dios mismo se ha comprometido para ayudarnos en esa batalla, esa pelea.

Usted puede venir a Cristo seguro de que ahora usted va a iniciar una nueva relación con Él, un Dios misericordioso y compasivo. No mires la vida cristiana como un set de prohibiciones hermano, no mires la vida cristiana como un set de: no hagas esto, no hagas lo otro. Mírala mas bien en una forma positiva: un Pastor que te ama, unmensamente compasivo; dice la Biblia que como el padre se compadece de los hijos se compadece Jehová de los que le temen. Dice que Él conoce nuestra condición.

Un pastor sabe que sus ovejas son indefensas y sabe que las ovejas, hay que decir la palabra son estúpidas. Es que no son muy inteligentes las ovejas, son bellos esos animalitos ¿sabe? pero dice que el cerebro de una oveja es bien chiquitito, son animales torpes, no se pueden defender a sí mismos y Dios sabe que tú eres torpe, yo soy torpe también.

Cuando tú vienes a los brazos del Señor Él dice: ay pobrecita criatura cómo está de enredada en tantas cosas y entonces Él comienza como una cadenita de esas finitas ¿no? que está enmarañada Él comienza a deshilarla, a desatarla poco a poco. Entonces esa es la relación, tú tienes que mirar la vida cristiana de esa forma. A veces vemos a Dios como un ogro pero es todo lo contrario Él es un buen Pastor, si lo entendiéramos eso hermanos cuántas escamas se caerían de nuestros ojos y nuestro ser.

No veas a Dios como un tirano imposible de agradar, míralo como el buen Pastor comprometido a la tarea de pastorear a las ovejas durante sus entradas y salidas y de llevarlas a salvo al final del día hasta el aprisco eterno y celestial, el Señor irá contigo paso a paso. Esa invitación del Señor de mirarlo como el buen Pastor es como esa música que lo relaja a uno, es bello ver a Cristo de esa manera. Y eso es lo que yo quiero que tú veas la vida cristiana de esa manera, que tú veas al Señor de esa forma.

¿Cuál es tu problema, cuál es tu atadura, cuál es tu situación? yo sé que entre nosotros hay muchos dramas. Hay personas que están luchando con ataduras de drogas, alcoholismo, depresión, malos recuerdos de una niñez cruel, problemas de matrimonio que están en dificultad, hijos habidos fuera de matrimonio; hay tantos dramas aquí, gente que está engañando a su esposa, a su esposo, gente que está atada a la pornografía, gente que tienen problemas de diferentes tipos.

Yo quiero decirte mi hermano, mi hermana en todas esas cosas el Señor dice Yo voy a caminar esa carrera contigo y yo voy a enseñarles lo que tienen que hacer para facilitarle al Pastor ese trabajo, pero el Pastor está dispuesto y no se escandaliza de nada que tú le traigas. Ese es el mensaje que le tenemos que dar a la comunidad allá afuera, Él no es un tirano con una serie de prohibiciones. Él quiere entrar en un diálogo con nosotros. Él le quiere decir a ese jovencito allá afuera que cree que, lo que sea, que no que el Señor estña dispuesto, que venga y que aquí aprenda, que crezca.

Al intelectual que no está seguro que la Iglesia pueda responder a sus necesidades y dilemas y preguntas venga, comience el caminar porque el Señor está comprometido. El Evangelio no es una carga difícil que Dios impone sobre nosotros sino mas bien una relación de amistad íntima con ese buen Pastor en la cual Dios nos lleva gradualmente hasta el conocimiento pleno de Él. Por eso Cristo dice en Mateo 11:29 y 30: llevad Mi yugo sobre vosotros porque Mi yugoes fácil y ligera Mi carga.

¿Por qué no te pones el yugo del Señor cualquiera que sea tu situación ahora mismo? entra en los caminos del Señor, amárrate tu yugo que te lo tienen ahí colgado de la pared con tu número y tu nombre, póntelo y comienza a caminar la vida cristiana. les puedo decir algo que el yugo que Cristo pone es mucho más fácil que el que el diablo pone, es mucho más difícil con el diablo como tu capataz que con Cristo como tu Señor y Salvador. Te lo puedo garantizar.

Déjeme decirle la vida humana no se vive sin yugo, algún yugo vas a llevar la pregunta es si vas a llevar ¿el yugo del diablo o el yugo de Jesús? eso es todo. Y cuando Él te pone Su yugo es un yugo, dice mi yugo es fácil y ligera Mi carga.

Hay mucha gente que quiere mostrarle a la gente: no que el camino cristiano es, es difícil en un sentido, es un camino estrecho el Señor ha dicho, pero por otra parte el Señor dice también que es ligera Su carga y Su yugo es fácil, es las dos cosas ¿por qué? porque es díficil pero con Cristo se hace mucho más fácil, es más llevadero. Porque Él es el Pastor que se ofrece.

Y yo creo que esa imagen de Jesús como el buen Pastor nos invita a entender esto, no estamos solos en el camino o la jornada cristiana. Esa idea de entrar de lleno en la vida cristiana a muchos nos da miedo porque no hemos entendido a Cristo ni lo hemos visto como el buen Pastor, no hemos meditado suficiente en esa iagen de un Pastor que va delante de Su rebaño, así dice: Yo voy delante de ellos guiándolos por sendas de justicia y no eres tú quien tienes que forjarte tu propio camino hacia el aprisco sino Cristo que se compromete a llevarte por el camino que Él te tiene preparado.

Su promesa es incondicional. Dice el Señor que: el que por Mí entrare será salvo, y entrará y saldrá y hallará pastos, gloria al Señor. Ahí no hay de que si estoy de buen humor o si me levanté del lado correcto de la cama entonces voy a apoyar, no, dice: entrará y saldrá y hallará pastos. Aleluya. Es un compromiso incondicional que Dios tiene contigo. Nadie te va a arrebatar de Su mano dice el Señor. Él no se va a levantar un día y te va a dar una patada cansado de ti, Él dice: Yo voy a estar contigo a través de todo el tiempo porque Yo soy el buen Pastor, Yo voy delante de Mis ovejas y Yo me voy a asegurar que al final del día Yo te entre a tu patria celestial.

Una de las cosas que nosotros tenemos que creer es eso. Yo sí creo esa idea del calvinismo que cree que cuando tú eres salvo tú puedes estar seguro. Hay mucha gente que vive como si estuviéramos colgando de un hilito bien delgado que en cualquier momento se puede romper y nosotros caer al infierno y no es así. Yo creo que nosotros tenemos una mano fuerte que nos agarra, la mano del Señor. Y yo quiero decirte hermano, hermana que mientras tú ames al Señor y tú estés conciente de tu pecado, de que tú eres una criatura frágil, aunque tú ofendas al Señor y quién no ha ofendido al Señor aún después de estar en los caminos de Dios el Señor estará contigo, Él no te dejará ni te desamparará.

Cada vez que tú vengas y apeles a la sangre de Cristo Él te va a perdonar y te va a entrar. Yo creo que muchas de las ansiedades de la vida cristiana, mucha gente se aleja del Señor porque dice: ya yo agoté mi cuota de perdón. No hay tal cosa.

Y eso no es una licencia para pecar entiéndame. Para mí es una invitación a creer y estar confiado porque yo sé que esta vida cristiana es dura y difícil. Mientras más yo convivo con mis hermanos y convivo dentro de mi propia piel yo entiendo que la vida cristiana es una vida dinámica y que tenemos que ofrecerle a la gente un Evangelio realista.

Hay tanto predicador que le ofrece en una manera u otra un Evangelio que: ven a Cristo, el Espíritu Santo está dentro de ti y tú eres como un super hombre, una super mujer, un super gigante, no vas a tener, mire hermano es una lucha y el diablo es malo, y vamos a fallar, y vamos a caer pero el Señor siempre estará allí para levantarnos, fortalecernos, perdonarnos. Entra en esa batalla.

Yo creo que más gente no entra a los caminos del Señor porque le ofrecemos una imagen irrealista del Evangelio. Por eso los pastores tenemos que ser más honestos y transparentes desde el púlpito y hablarle de nuestras propias luchas y nuestras propias dificultades. Porque nos ve aquí bien perfumadito y una corbata fina y todo eso y dice: este hombre camina sobre las aguas, pero llegan a su casa y las esposas están muy preparadas para mostrarles que no es así y los hijos también.

Y tienen razón. Y yo creo que tenemos que mostrarle a la gente: mire esto es un camino difícil. Fallamos, fracasamos, caemos pero el Señor es poderoso. Yo renuncio ya a ese Evangelio superficial bien intencionado que se presenta muchas veces a la gente de un Evangelio como que Dios resuelve todos tus problemas inmediatamente, ya tú no vas a tener más luchas, más pecados, más malos pensamientos, más tentaciones, más caídas, no es verdad.

Ya hemos visto tantos ejemplos de hombres grandes del Señor que fallaron, que cayeron de una manera u otra. Por eso yo escribí ese libro Pies de Barro porque me ha cautivado siempre esa imagen de la vida cristiana como algo dinámico. Josafad un hombre que tanto amó al Señor cayó tantas veces, falló al Señor pero Dios lo bendijo, lo mantuvo, lo levantó una y otra vez. De la mano del Señor tú no te puedes zafar entiende eso.

Si tú vienes a Jesús con la actitud de una oveja dispuesta a oír la voz del pastor, porque ahí está el éxito de la vida cristiana. El éxito de la vida cristiana está atado a la obediencia.Porque mucha gente pregunta: bueno si es así de fácil como lo presentan los Evangelios ¿por qué hay tanta gente que se aparta de los caminos del Señor después de conocerlo? ¿Por qué hay tantos que fracasan en vivir la vida cristiana, que dan mal ejemplo o que quieren agradar al buen pastor y no pueden? ¿Por qué se hace tan difícil a veces vivir la vida cristiana? ¿Qué se le dice al adicto a la droga que ama a Dios y ha aceptado a Jesucristo, ha pasado al frente para que lo unjan veinticinco veces y todavía sigue luchando con tentaciones?.

Y entonces nos está ofreciendo: no, si tú te entregas al Espíritu de Dios, si tú te entregas a Dios no vas a tener, no. ¿Cuál es el secreto para vivir la vida cristiana más adecuadamente? Yo digo esto para contestar esa pregunta de por qué la vida cristiana puede ser tan difícil a pesar de que tenemos un buen pastor que se compromete con nosotros. Hay que mirar este pasaje por un momento desde la perspectiva de las ovejas, con esto ya voy cerrando esta meditación.

La oveja hermanos es uno de los animales más dóciles que hay sobre la tierra. Ayer estaba viendo un documental sobre la vida de Shakespeare y había una parte del documental donde habla de donde él se crió. Su papá, el papá de William Shakespeare uno de los grandes poetas de la historia era un hombre que traficaba y era un mercader, y vendía lana, hizo mucho dinero usando la lana y vendiendo y comprando lana.

Y en ese documental enseñan una oveja siendo trasquilada y es la cosa más interesante del mundo. A esa oveja la cogen con un instrumento moderno para afeitarla el pastor y la ovejita se queda tan lánguida en sus manos, mientras el pastor le mete la afeitadora esta y le va cortando la lana, mientras la oveja está allí tranquilita. No protesta, no trata de zafarse de las manos del pastor y el pastor está quitándole toda la lana. Hasta que él termina la ovejita sale encuerita en pelotas, solamente con la piel y le coge la lana y la echan en un saco y la ovejita se va de lo más tranquilita completamente encuera.

Y yo digo wow ¿qué animal usted conoce? un gato olvídese que lo hubiera arañado ya veinte mil veces, un perro lo hubiera mordido diecisiete mil veces, pero una oveja se somete al trato del pastor, se entrega totalmente y ahí está la clave. Y por eso yo creo que el Señor escogió esta imagen del pastor y de oveja. El problema está en que el Señor sabe cómo ser pastor pero muchos no sabemos cómo ser oveja y Dios quiere inducir en nosotros esa imagen de oveja, de obedientes, sumisos, entregados.

Por eso Cristo dice: Mis ovejas oyen Mi Voz, y me siguen. Las ovejas siguen al pastor incondicionalmente. El éxito en la vida cristiana está atado a la obediencia. Si no obedecemos de la manera en que las ovejas obedecen al pastor no podemos triunfar en la lucha cristiana contra el pecado. Tenemos que obedecer al Señor, sólo así podemos triunfar. Obedecer para mí es más que un acto que llevamos a cabo una y otra vez, para mí es una disposición, una actitud, una postura del corazón que le dice al buen Pastor: seguiré donde Tú me guíes, por doquiera que Tú vayas fiel te seguiré como dice ese hermoso himno ¿no?.

Y eso es lo que Dios quiere inducir, infundir en tu vida, esa actitud de total entrega al Señor. Si tú vienes a los pies del Señor con la actitud de una oveja dispuesta a oír la voz del pastor y seguir por donde Él te guíe no tienes que preocuparte, Dios irá haciendo lo demás dentro de ti. Él irá revelando dentro de ti por medio de Su Espíritu Santo y Su Palabra lo que Él desea de ti. Si tú aprendes a vivir con esa actitud abierta hacia lo que Dios quiera pedir de ti, si tú adoptas esa actitud de obediencia, si te abandonas confiadamente a lo que Dios pueda tener para ti en el futuro habrás hecho tu parte, Dios se encargará de lo demás.

El apóstol Santiago dice: "¿Por qué ustedes dicen mañana iremos a una ciudad y traficaremos y venderemos y regresaremos al otro día en vez de decir: si Dios quiere?. Usted ve, esa es la actitud que Dios quiere mostrar en nosotros y yo creo que ahí está el secreto de una vida bendecida. Cuando nosotros entramos a la vida cristiana y nos hacemos como niños.

¿Qué dice el Señor en Su Palabra? si no os hiciéreis como niños no podréis entrar en el Reino de los Cielos. Hay que dejar toda esa falsa sofisticación y despojarse de todo sentido de independencia. Uno de los problemas yo creo de mucha gente que viene hoy en día a la Iglesia a los caminos del Señor es que vienen con su bagaje del mundo, como se hacen las cosas en el mundo. Para mí el distintivo de un cristiano que ha sido tratado por el Espíritu Santo es que es manso y sujeto a la autoridad del Reino de Dios.

Yo puedo fácilmente identificar una persona que no ha sido tratada todavía por el Espíritu de Dios porque hay una leve arrogancia en esas personas. Y entran al Reino de Dios creyendo que las cosas en el Reino de Dios se hacen como se hacen en el mundo. Yo le decía a Meche ayer que yo he aprendido más y más a respetar la Iglesia Católica, yo sé que a algunos de ustedes les molesta cuando yo digo eso. Hay algo muy bueno en la Iglesia Católica y es que le enseña a la gente a respetar la autoridad de la Iglesia y a sujetarse a sus sacerdotes y pastores. Es una relación jerárquica y yo creo que en eso hay algo bueno déjenme decirles.

Por eso es que creo que cuando los católicos se entran al Evangelio de lleno son muy buenos cristianos porque han aprendido a ser respetuosos de la autoridad de la Iglesia. Y hoy en día la Iglesia Católica es una de las pocas iglesias que está dando la pelea en el mundo, mientras muchos evangélicos están entregando la tienda con todo y cambiando los valores distintivos del Evangelio para hacerlo más dizque atractivo a la cultura. La Iglesia Católica está dando la pelea.

Han cometido sus errores, los han cometido sin duda alguna pero algo muy importante es eso. Mire la Iglesia de Cristo está aquí, hace dos mil años el Señor la estableció y el que quiera entrar en la Iglesia tiene que pasar por una puerta bien bajita y tiene que cambiar la forma de pensar y de computar la vida. Cuando usted entre a los caminos del Señor entre para sujetarse a la Palabra de Dios. Estudie la Biblia y sepa que hay autoridad que usted tiene que respetar.

La Iglesia no conduce sus asuntos como los conduce el mundo. Usted tiene que ser humilde y manso de corazón. Estudie la Palabra, no trate de forcejear con esta Palabra. Deje que la Palabra se establezca sobre usted, su autoridad. Lea la Palabra como un niñito para que la Palabra le instruya. Lo que dice la Biblia es verdad.

Aunque usted no crea ciertos valores morales y éticos que la Biblia dice recíbalos en el nombre del Señor y pídale al Padre que le de entendimiento y obedézcalos por fé, sujétese a la Palabra del Señor, respete a sus autoridades; ame a su Iglesia, ore por sus pastores y sus líderes. Mucha gente quiere como dictarle a la gente lo que tiene que hacer y no es como que, es bueno que haya independencia de criterio y muchas veces los pastores abusamos de la gente y la verdad que son hombres como cualquier otro, y pueden haber errores y eso.

Pero yo creo que también del otro lado hay mucha gente hoy en día en el siglo XXI que no se han sometido al trato de Dios en su vida y no respetan a sus iglesias como es debido. Y entonces se necesita gente humilde, sencilla de corazón, tome en serio la Palabra de Dios, obedezcan la palabra del Señor, le piden al Espíritu Santo que obre en ellos y cuando nos entregaos a Él entonces Él hace la obra en nosotros.

Y yo creo que ahí está el secreto de ser usados por Dios y ser bendecidos y protegidos. Muchas veces cuando estamos en rebeldía el buen Pastor no puede hacer su trabajo. La oveja se sale del camino, se sale del aprisco y entonces el Pastor tiene que ir a buscarla otra vez ahí, golpeada y maltrecha por el lobo en vez de mantenerse dentro de la seguridad del aprisco. Hay mucha gente en la Iglesia que hace cosas que no debieran y están como queriendo afinar ellos el Evangelio, no es así. Hay que tener una actitud de entrega, de sujeción al Señor.

Cuando nosotros hacemos eso, cuando somos buenas ovejas entonces el buen Pastor dice Yo te voy a defender y te voy a llevar a través del camino de la vida. Ahí está la clave. El Señor se compromete con usted. Clave esto. El Señor es fiel, compasivo y misericordioso y le va a acompañar a usted a través de la vida. Número tres cuando usted le falla al Señor el Señor lo va a restaurar, le va a vendar su piernita quebrada y lo va a poner de nuevo en el camino. El Señor dice Yo te voy a proteger y te voy a guardar de toda prueba y todo ataque del enemigo. Nadie te va a arrancar de Mi mano, el lobo no podrá hacerte daño.

Yo estoy con ustedes, Yo me comprometo. Yo no me voy a escandalizar cuando ustedes fallen, Yo los voy a tomar. Ahora el Señor dice también: tómate de Mi mano y déjate guiar y sé sencillo de corazón, se humilde, obedéceme. Manténte dentro de Mis caminos, déjate guiar por tus autoridades, no trates de pretender que tú sabes más que ellos y que tú puedes hacer las cosas mejor que ellos. Sujétate, déjate enseñar, déjate guiar y sé humilde.

Yo he encontrado que en el la humildad, en la sencillez, en la mansedumbre hermano hay gran bendición y hay gran protección. Cuando nosotros permitimos que otros hablen a nuestra vida, cuando no estamos siempre pretendiendo que nosotros sabemos más que los demás hay un consejo colectivo que Dios ha establecido sobre Su Iglesia y que mientras más respetamos eso más seguridad hay.

Así que jóvenes, nuevos creyentes entren a esta gran economía donde el Señor está comprometido con ustedes. Él dice que no se preocupen, de Su mano nadie los va a arrebatar y van a tener pruebas y dificultades pero ustedes van a llegar a la victoria, van a llegar al final.

Bajen su cabeza un momento y vamos a entregar nuestras vidas al Señor de nuevo, vamos a ponernos en las manos de Dios y vamos a pedirle al Espíritu Santo que juegue ese papel. Si tú estás pasando por alguna prueba, alguna tribulación en tu vida el Señor dice no te preocupes, Yo soy tu buen Pastor, Yo estoy contigo y no te preocupes por lo que estás pasando; nadie te va a poder arrebatar de Mi mano. Yo estoy comprometido a largo plazo contigo y estoy dispuesto a perdonarte y a llevarte paso a paso a través de los caminos de la vida.

Conócete a ti mismo

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La epístola de Santiago está llena de consejos prácticos acerca de la vida. Santiago salta como de una cosa a la otra porque es como tener un consejero al lado tuyo que te está dando pequeños consejos acerca de la vida. Por eso muchas veces él salta de un tema al otro y uno necesariamente ve cuál es la conexión entre lo que estuvo antes y lo que viene después. Pero sí hay como una coherencia interna que es la coherencia del pastor que le está hablando a su congregación acerca de cosas prácticas de la vida cristiano, del comportamiento cristiano. Claro, todo esto inspirado por el Espíritu Santo porque no es simplemente un hombre escribiendo lo que se le ocurre. Hay en esta epístola, en esta carta una cantidad de verdades y de enseñanzas muy necesarias y muy buenas para la vida.

Ustedes recordarán, los que pudieron venir a una serie de estudios que di, cuando comencé esto hace ya unas cuantas semanas atrás, después han intervenido tantas cosas de por medio, pero estuvimos hablando acerca de las pruebas, ¿recuerdan? De que las pruebas, las dificultades de la vida, los sufrimientos de la vida, los padecimientos, los sinsabores, los reversos de la vida no son necesariamente como algo que no tiene sentido, sino que Dios muchas veces permite estas cosas en nuestra vida para propósitos muy buenos, muy benévolos.

Recordamos lo que dice el Apóstol Pablo también, que a los que aman a Dios, qué pasa? Todas las cosas ayudan a bien pase lo que pase en nuestra vida, algo bueno sale de ello siempre, si por fe nosotros lo recibimos de esa manera. Entonces hay veces que Dios permite que vengan adversidades y situaciones difíciles a nuestra vida para provocar en nosotros una reacción que formen nuestro carácter y nos acerque más a Cristo Jesús. A veces la prueba puede quebrantarnos y quebrar en nosotros orgullo o demasiado auto suficiencia, o un mal carácter, o unas actitudes dañinas que nos hacen a nosotros sufrir y hacen sufrir a los que están alrededor de nosotros.

Y muchas veces al ser debilitados por ciertas situaciones difíciles de la vida, paradójicamente nosotros nos fortalecemos. Viene a suceder lo que dice el Apóstol Pablo que entonces cuando soy débil soy fuerte. Y a veces Dios mismo provee situaciones difíciles en nuestra vida para obligarnos a conocernos mejor a nosotros mismos, para obligarnos a ir dentro de nosotros mismos.

Como recordarán ese pasaje cuando él escribe en Deuteronomio, capítulo 7, a los hebreos, y dice que ‘recuérdate cuando estabas en el desierto que yo te probé, te examiné, te hice comer maná para ver lo que había dentro de ti, para enseñarte que no solo de pan vive el hombre, sino que de toda palabra que sale de la boca de Dios. Y recuerda ahora cuando entres a la tierra prometida, que fluye leche y miel, que tiene mucha abundancia, dónde estuviste y cómo esto fue usado para que tu te conocieras mejor.’

Es decir, que Dios muchas veces permite que las pruebas vengan a nuestra vida para que nos conozcamos mejor, para que tengamos más profundidad espiritual. Una persona que solo tiene buenas cosas pasándole todo el tiempo en la vida, imagínese, no pasa, porque la vida sabemos que tiene dificultades, generalmente va a ser una persona superficial, generalmente la profundidad y la grandeza espiritual viene como producto de muchas veces tiempos difíciles por los cuales hemos pasado.

Ahora, también vienen tiempos bellos y hermosos en la vida cristiana. Pero recuerde eso, que no todo en la vida cristiana es solamente rosas y buenos momentos, hay también tiempos de prueba y de dificultad que Dios va a usar si nosotros nos agarramos de él y creemos que él es bueno y fiel en medio de todo, para llevarnos a un nuevo nivel, a una nueva altura espiritual.

Ahora, vamos a otro pasaje interesante dentro de esta carta, que se encuentra todavía en el capítulo 1, lo que hablamos acerca de las pruebas estaba en el capítulo 1, versículo 2 en adelante, donde decía:

“… Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia…”

Vamos a saltar unos cuantos versículos porque lo que quiero… después podría volver más hacia adelante a otras cosas que están allí, pero vamos al versículo 12, porque aquí tenemos como una unidad de enseñanza. Esta tarde yo estaba hablando con alguien de la congregación, en la sesión de consejería y estábamos hablando acerca de la tentación y de lo importante que es saber cómo lidiar con la tentación.

Cuántas personas han sido tentadas alguna vez en su vida? No tienen que levantar la mano. A mí me dicen que eso existe, que la tentación existe, yo no sé exactamente qué es eso, pero, por teoría sé… mentira, todos somos tentados en alguna manera u otra, todos pasamos por tentación. Tentación es cuando sentimos una inclinación a hacer algo que es contrario a la voluntad de Dios esencialmente. Cuando sentimos una inclinación, un llamado, una atracción hacia algo que Dios ha dicho, ‘no pases por allí.’ Lo clásico, Eva, cuando Dios le dice, ‘mira, tu puedes comerte todo lo que te dé la gana, las mandarinas que están allí, las manzanas, la lechosa tan linda que está allá, lo que tu quieras, come de ellos, pero tu ves ese fruto que está ahí, no me lo toques, porque el día que tu comas de eso, ahí termina todo.’

Qué pasa? Viene la serpiente o Satanás en forma de serpiente, según el relato de Génesis, y la comienza a engatusar, la comienza a tentar. Y ella siente esa atracción, ‘qué bello ese árbol, qué fruta más apetitosa,’ y cuando viene a ver, cae. Eso es la tentación. Tentación es cuando te sientes atraído, inclinado a hacer algo que Dios ha dicho, ‘no lo hagas, no vayas por allí.’

Ahora, generalmente vamos a ver esto en un momentito, la tentación sobretodo se da en la mente o en el corazón o en el sistema nervioso, si usted quiere ser muy psicológico, en esa parte sensible, sensitiva, senseship, como dirían en inglés, that senseship part of yourself. Donde están los deseos, los apetitos, la inclinación hacia el placer o hacia la gratificación personal a algo que te da placer, o que te hace sentir que una tensión se va porque has satisfecho lo que estaba dentro de ti.

Pero generalmente la tentación es algo interno. Yo digo que todo el mundo puede ser tentado, nadie diga que no es tentado. Ser tentado no es pecado, lo que es pecado es acceder a la tentación y actualizarla. Pero tentación es algo que a todos nos va atacar en algún momento.

Billy Graham, creo que fue que dijo, ‘yo no puedo impedir que un pájaro vuele por encima de mi cabeza, lo que no debo permitir es que se siente sobre mi cabeza.’ Entiende? a veces la tentación puede pasar, un pensamiento puede pasar por su mente, pero cuando usted permite que se detenga allí, entonces obre sobre eso.

Ahora, miren lo que dice acerca de la tentación, el versículo 12 en delante de Santiago 1, dice:

“…Bienaventurado el varón – hermanas, no se me pongan demasiado cómodas, porque eso es también para ustedes. Santiago está escribiendo hace mucho tiempo y es genérico – bienaventurada la mujer que soporta la tentación… “

Soportar la tentación quiere decir qué? Resistirla. No darle comida, soportar en ese sentido, al contrario, es resistirla, es no ponerle atención, no hacer lo que ella te pide que hagas.

“…Bienaventurado el individuo que soporta la tentación, − la resiste – porque cuando haya resistido – ahora en vez de decir tentación dice la prueba. A veces la tentación es una prueba para ver si tu vas a hacer lo que Dios te dice que hagas. A veces es simplemente una tentación del diablo para ver si tu caes. Generalmente la tentación es para caer. Dios nos prueba para bendecirnos, el diablo nos tienta para destruirnos y hacernos caer.

“…Bienaventurada la persona que soporta la tentación porque cuando la haya resistido – podría decirse, − recibirá la corona de vida que Dios ha prometido a los que le aman. – y aquí viene algo bien interesante – Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios porque Dios no puede ser tentado por el mal ni él tienta a nadie…”

En otras palabras, Dios no sabe lo que es la tentación, no le llega. Nada lo puede tentar a él, no solamente eso, sino que él tampoco está en el negocio de tentar a nadie. Él no hace eso.

“…sino que cada uno es tentado cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia después que da concebido, da a luz el pecado y el pecado siendo consumado, da a luz la muerte. Amados hermanos míos, no herréis toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las Luces, en el cual no hay mudanza ni sombra de variación. Él de su voluntad nos hizo nacer por la prueba de verdad para que seamos primicias de sus criaturas…”

Qué pasaje más interesante! Es más, yo casi tendría que corregirme, al decir que Santiago es llano y simple en las observaciones que hace, para mí este es uno de los pasajes más profundos en términos de darnos un entendimiento de lo que yo llamo, como la radiografía de la tentación, o la cronología de la tentación, la naturaleza… es como que el Espíritu Santo en Santiago, desmonta y subdivide para nuestro beneficio lo que es el proceso de la tentación, cómo es que se da la tentación.

Y este es un pasaje que trate de iluminarnos acerca de la naturaleza y los elementos que componen la tentación. Sabemos que vivimos en un mundo lleno de pruebas y hoyos que nos pueden hacer caer y ofender a Dios. Cuando nosotros entramos en los caminos del Señor y cuando una persona está tratando de agradar a Dios van a venir tentaciones, van a venir pruebas, van a venir ataques del enemigo. Satanás es el tentador, es el acusador, es el que quiere que nosotros caigamos para que entonces entremos en culpa, castigo, sufrimientos de todo tipo, etc.

Entonces una de las cosas que yo creo que los cristianos tenemos que aprender cada día más y más, es cómo vivir vidas agradables delante de Dios, cómo ser obedientes al Señor, cómo bregar con esa tendencia que hay en nosotros que nos invitan a ofender al Señor y a hacer aquello que es contrario a Dios.

Entonces Santiago nos dice primeramente algo muy importante, “nadie le eche la culpa al Señor cuando peca…”, como por qué tu me hiciste hacer eso? Cuántas veces le echamos la culpa al Señor a veces? Mira, hice esto, hice lo otro, Dios no me protegió. El Señor no tienta a nadie. Ahí lo dice bien claro. Dios no hace eso. Dios sí puede probarnos, como yo decía antes, y permitir que caigamos en pruebas, porque esto nos va a fortalecer. Pero la tentación generalmente lo que produce es pecado, condenación, distancia de Dios, culpabilidad dentro de nosotros, alejamiento de las cosas del Espíritu Santo.

Entonces la tentación no tiene ninguna cosa buena. Es algo negativo. Es algo dañino. Es algo destructivo, y por lo tanto Dios no te va a meter en una situación que te lleve a la destrucción o al decaimiento o a la separación de él, Dios no hace eso.

Quién es el que nos tienta? Satanás. Santiago dice, primero, eliminen esa idea de que Dios tienta a alguien. Y mire qué interesante, aquí es lo que yo llamo esta radiografía de la tentación, cuáles son los pasos. Dice: “sino que cada uno es tentado, versículo 14, cuando de su propia concupiscencia…”

Párese ahí un momentito. La palabra que se traduce al español concupiscencia, es una palabra griega que se pronuncia epitumía, lo que quiere decir es cualquier deseo fuerte, cualquier apetito. Cuando uno piensa en concupiscencia generalmente la gente piensa con algo sexual, ¿verdad que sí? Lascivia, etc. pero no, la palabra epitumía en el griego original lo que quiere decir es cualquier sensación fuerte, cualquier deseo fuerte, cualquier apetito, cualquier inclinación. Epitumía puede ser el amor que alguien le tiene al dinero y la avaricia es concupiscencia.

Epitumía puede ser el deseo de gloria de un filántropo que da 10 millones de dólares para que metan en cemento el nombre de su familia en la entrada al edificio que él ayudó a construir con su dinero. O el artista que tiene un apetito de fama y de gloria y de grandeza y de éxito, eso puede ser epitumía.

Epitumía puede ser el apetito por llegar a la posición cúspide de la corporación donde tu trabajas, llegar a ser el CEO y estar dispuesto a vender tu alma al diablo y a pisar por encima de todo el mundo para llegar a esa posición, eso es concupiscencia. Cualquier cosa que tu la ves y te brillan los ojos.

Recuerdan la historia, por ejemplo, de este hombre que – no recuerdo su nombre – Dios le dijo a los judíos cuando entraran a Jericó que destruyeran todo lo que había en la ciudad, absolutamente todo, animales, todo absolutamente y que no cogieran nada de la ciudad porque todo era maldito. Era una ciudad pecaminosa eminentemente, no se llevaran nada de la ciudad porque todo era maldito. Sin embargo, este hombre dice que vio un… Akán? Guau, esta gente está mejor educada que el propio pastor, qué bien. Eso es bueno.

Akán cogió ciertas cosas y las escondió y después Dios lo descubrió y él le dijo al pueblo, sí es verdad, cuando yo entré a la ciudad vi un lingote de oro, una barra de oro, vi un manto babilónico también – una vestidura muy bella, − y no pude resistir. Lo cogí, me lo llevé y lo metí en la tierra y lo escondí. Pero ahí encontró su pecado de todas maneras. Eso es epitumía. Cuando tu ves algo y te llena los ojos y es algo que tu lo quieres y estás dispuesto a hacer lo que sea. Es el adicto a drogas que le roba a su madre el crucifijo que ella ha tenido por 50 años para írselo a vender en la esquina y comprarse drogas porque está poseído por un apetito, un deseo muy fuerte.

Cualquier cosa que te lleva a desear algo y que te neutraliza tu capacidad para medir las consecuencias de lo que vas a hacer, de tan fuerte que es el deseo que te anima, eso es epitumía. En varios pasajes de la Escritura se usa esa palabra para hablar de eso, y todos nosotros en alguna manera u otra, hermanos, vamos a padecer de esto.

Por ejemplo, a veces la ira es parte de eso, podríamos también ver en epitumía en Gálatas, capítulo 5, cuando el Apóstol Pablo habla de las obras de la carne, ahí también hay algo de eso. Pero por ejemplo, mire la ira, uno a veces no asociaría la ira con concupiscencia, pero piense, una persona está en una conversación y se mete en una conversación conflictiva con alguien y se encienden los ánimos y esa persona tiene tanta ira que quiere herir a esa… puede ser su hermano, puede ser su esposa, puede ser un amigo querido, y tiene tanta ira que le viene a la mente decirle algo a esa persona que sabe que le va a cortar por el mismo medio y tiene tanta ira que sabe que puede satisfacer su ira diciéndole esto, pero sabe también que si le dice eso va a herir a ese amigo y esa amistad va a sufrir un daño irreparable. Pero es tan grande a veces la ira que siente que lo dice de todas maneras. Y no piensa en las consecuencias, o piensa pero es demasiado fuerte entonces ahí viene la división, viene la herida que nunca más se sana, la separación.

Todos nosotros padecemos de esto en alguna manera u otra en nuestras vidas. Y esto es lo que el enemigo más usa para hacer daño en las filas de los hijos de Dios. Y por eso es que nosotros tenemos que siempre medir nuestras vidas continuamente y pedirle al Señor que nos ayude a ganar lo que yo llamo dominio propio, es el control de uno mismo, control de sus apetitos, control de esas actitudes y esos deseos y esas inclinaciones que a la larga son para nuestro daño.

Pero mire más allá, entonces habiendo definido eso, dice, “cuando alguno es tentado no diga que Dios lo tienta, sino que cada uno es tentado cuando de su propia concupiscencia, epitumía, es atraído y seducido.”

Aquí hay otra cosa también, Dios no tienta a nadie. Dice, cuando es atraído y seducido. Atraer y seducir son verbos, ¿verdad? Y verbos presuponen un agente que lo lleva a cabo. Quién atrae y seduce normalmente? Satanás. Qué dijeron? Las mujeres, pero hay algunos hombres que seducen también como Don Juan en la literatura clásica.

El último, el fundamental seductor es Satanás. Pero no solamente eso, puede ser simplemente algo que te seduce y te atrae. Pero para mí el insight, la idea más profunda de todo esto es la siguiente, es que cuando tu caes en algún tipo de pecado es porque ya en ti estaba la raíz se ese pecado, es que ya en ti está la semilla de cualquier cosa.

Satanás no puede coger a una persona perfectamente pura y meterle una semilla de pecado en esa persona y entonces llevarla a pecar. No. Satanás es el gran cazador que lo que hace es que te estudia a ti y a mí, y como es un psicólogo que tiene dos mil años, por lo menos, o mucho más que eso, siglos y siglos.

Dicen por ahí, que más sabe el diablo por viejo que por diablo. Eso quiere decir que toda esta experiencia que él tiene en conocer la psiquis humana, él sabe de qué cojea cada persona. Los espíritus demoníacos estudian a las personas y, esto no es para que nos pongamos paranoicos, pero sí cada uno de nosotros tiene áreas de su vida que son heridas, deficiencias, fallas estructurales, defectos, inclinaciones, apetitos, deseos, temores, todo ese terreno nebuloso, negativo de nuestro ser, esas son las áreas que son usadas para llevarnos a pecar.

Entonces, Satanás, sus espíritus observan las debilidades estructurales que hay en el ser humano y eso es lo que usan para llevar a los seres humanos al pecado y la destrucción. Por ejemplo, voy a coger algo que puede ser relativamente inofensivo, digamos el orgullo intelectual, eso no es como pornografía o asesinato. No, simplemente hay personas que son orgullosas intelectualmente, aman el conocimiento, aman el intelecto, les gusta el estudio, se creen muchas veces que saben más que los demás, porque sí saben muchísimo, tienen unas destrezas intelectuales académicas increíbles, quieren llegar a la gloria académica.

Y el diablo comienza y dice, ah, esto es lo que le gusta a esta persona? Quiere llevarlo a la destrucción, quiere alejarlo de Dios entonces comienza a darle éxito, lo parea, le atrae gente igualmente intelectualmente desarrollada como ellos, pero materialistas, humanistas, entonces esta persona, para agradar a esos compañeros que son contrarios a la palabra de Dios, contrario a los intereses del Reino de Dios, los une en relaciones y entonces esta persona poco a poco para agradar a los demás, se va apartando de Dios, va asumiendo las doctrinas, las enseñanzas, la corrientes intelectuales de esas otras personas, o culturales, y poco a poco esta persona, para poder tener éxito en el campo académico, en la universidad, que le exige que escriba en cierta manera, y declare ciertas ideas…

Por ejemplo, hoy en día si usted está en universidades como Harvard o Princeton o Yale, o lo que sea, se espera que usted exprese las cosas en cierto vocabulario intelectual. Si usted como académico escribe en cierta manera ciertas cosas, será mejor que usted sea muy, pero muy por encima del promedio, aún en las normas de esas universidades, para usted hablar en una forma bíblica, cristiana, tradicional, ortodoxa. No, usted tiene que escribir con respecto a ciertos elementos morales, intelectuales, en una forma que responda a los valores intelectuales de esa comunidad.

Aún dentro de la originalidad que se espera de usted, hay un lenguaje común que usted tiene que hablar y por eso mucha gente que se mueve en el mundo académico para poder tener éxito, van alejándose de sus convicciones espirituales cristianas y van asumiendo el lenguaje intelectual y el vocabulario intelectual de ese ambiente y van perdiéndose poco a poco hasta que se alejan completamente de Dios.

Entonces, el diablo puede usar ese apetito que había en ti, de gloria intelectual, de desarrollo intelectual y te puede ir llevando poco a poco, alejándote de ese acercamiento a Dios hasta que tu te desorientaste completamente y perdiste tu alma. O puede ser un apetito, en el otro extremo, un apetito sexual o amor al dinero o lo que sea. Entonces el enemigo sabe de qué cojea una persona.

Hay personas que el adultero o la sensualidad no les interesa, ese no es su debilidad o su falla estructural. Pero el diablo si eso no es lo tuyo, pues él te ofrece dinero o te ofrece amigos que te llevan por otro lado o te ofrece otro tipo de placer, lo que sea. El diablo tiene carnadas para todos los peces del océano.

Cómo usted agarra un pez? Según la carnada que le gusta. Usted no agarra un pez con un pedazo de carne de res. No, usted lo agarra con una lombriz porque a los peces les gusta la lombriz u otro tipo de carnada. Ahora, usted agarra un león con un pedazo de una res o lo que sea, de esa manera. Cada ser humano tiene sus áreas defectuosas y sus áreas por donde el diablo puede entrar y atacarlo.

Por eso es que una de las cosas que nosotros tenemos que pedirle al Señor, ‘Señor, hazme entender mi vida, hazme entender mi carácter, quién yo soy’. Pídale al Señor que le dé introspección, capacidad para conocerse a si mismo. Estúdiese a sí mismo, lea la palabra. La palabra de Dios es una fuente de introspección y de conocimiento de uno mismo, del corazón humano.

Yo no conozco un libro que cree en el ser humano más introspección psicológica y capacidad de discernimiento que la Biblia, sinceramente, y he leído mucho en mi vida. Y es importante que ustedes y yo no seamos superficiales en la forma en que nos analizamos a nosotros mismos, conózcase a sí mismo.

La mayoría de los seres humanos, incluyendo los cristianos, no pasan tiempo estudiándose a sí mismo y pidiéndole al Señor que le dé sabiduría, conocimiento, entendimiento de sí mismo. Por qué es importante eso? Porque una de las cosas que usted tiene que saber y yo también es de qué pie cojeamos. No se engañe a sí mismo. Conozca sus debilidades, escríbalas por nombre y ore acerca de eso y guárdese de esas áreas, porque esas son las áreas que el diablo va a usar para hacerlo caer en su vida.

Son las debilidades que ya usted lleva, las heridas, los temores, el deseo de agradar a la gente, el resentimiento, complejo de inferioridad, ansiedad, estas son las cosas, odio, ira, rencor, deseo de agradar a la gente, temor de desagradar a la gente. Hay cientos y cientos de defectos en el alma humana que el enemigo usa, estudia.

Por eso es que Santiago dice ‘no diga que Dios lo tienta, sino cuando de tu propia debilidad interna es ahí donde el enemigo…’

Cuando la gente viene a la iglesia, yo lo he visto tantas veces, hermanos, vienen personas a la congregación y están creciendo, aman a la iglesia, y se enamoran de la congregación, conocen al Señor, se entregan a Dios, pasan un año, dos años, están floreciendo, creciendo, un día se encuentran con alguien en la iglesia – yo lo he visto tantas veces.

Una de las maneras en que tanta gente cae en una congregación es eso. El diablo sabe y los parea, fulanito y fulanita, los dos adolecen de la misma cosa. Cuando una mujer, por ejemplo, desea casarse y tiene esa inquietud y ese deseo y esa necesidad, si no se casa se siente como que está indefensa, se siente como que su vida no está realizada si no tiene un hombre, si no se casa con un hombre, hasta que no poncha esa tarjeta de casada, no se siente contenta. Qué pasa? El enemigo muchas veces usa eso y viene alguien por allí que no está a su altura, no es una persona que verdaderamente merece esta hermana, pero ella quiere salir del apuro y cuando viene a ver comienza a salir con este hombre, vienen problemas, o se casa o cae en algún tipo de relación indebida, y cuando viene a ver ahí se va todo por el suelo. Y si no funciona bien la cosa ya no quiere venir a la iglesia porque no quiere ver a fulanito, ya se queja de Dios de que, mira, por qué no me protegiste, y yo veo cómo eso aleja a la gente de Dios.

Les digo, hermanos, que Satanás es terriblemente malo, en caso que ustedes no se hayan dado cuenta. Por eso es que tenemos que… Señor, nada hermano, nada en su vida debe quitarle la paz, nada debe llevarlo a usted a hacer las cosas compulsivamente, simplemente porque sí, porque desea. No. manténgase dentro del Señor, sea suficiente. Dios es suficiente para usted y para su vida, ni el dinero ni la fama, ni la gloria, ni una posición ministerial, nada de este mundo debe poseerlo a usted de manera que lo lleve a hacer cosas que van a ser para su destrucción. Lo que sea, pongo simplemente un ejemplo de muchos.

Pero cualquier cosa en su vida que esté débil, esas son las cosas que el enemigo puede usar para destruirlo. Perdonen, yo sé que el tiempo ha pasado, y es lo que les digo, cuando uno se entra en estas cosas son tan profundas. Yo tengo la opción de quizás lo que puedo hacer es… vamos a dejarlo aquí y yo quizás la próxima vez que nos veamos, quizás dentro de una o dos miércoles, puedo continuar. Qué les parece? Yo sé que es tarde ya y ustedes tienen que irse para sus casas y no quiero que mi epitumía de terminar me lleve a cansarlos a ustedes más de la cuenta.

Recuerde eso, por lo menos en este sentido porque hay mucha tela que cortar y yo quiero seguir y voy a hacer un repaso la próxima vez que nos veamos, y entonces continuamos. Pero esta idea, conócete a ti mismo, es una de las grandes declaraciones de la filosofía griega, conócete a ti mismo.

Uno de los grandes filósofos griegos dijo que la vida no examinada no merece ser vivida, porque cuando nos conocemos a nosotros mismos, conocemos nuestras debilidades, nuestras deficiencias, y entonces podemos fortalecernos contra ellas. Muchas veces tu no vas a poder eliminar las deficiencias de tu vida, los psiquiatras y los psicólogos dicen… mire, la experiencia pastoral me ha indicado eso, muchas veces lo único que usted va a poder hacer en su vida es mantener a raya ciertas heridas de su pasado, usted no va a poder eliminarlas completamente ni va a poder tener amnesia como que no se recuerde de ellas.

Pero lo que sí usted puede hacer es mantenerlas bajo control, en el poder del Espíritu Santo. Y no dejar que tomen posesión de usted y que le controlen a usted. Tómese una cucharadita de dominio propio todos los días con respecto a esas áreas de su vida, porque hay tentaciones, apetitos, inclinaciones en nosotros que nunca van a desaparecer hasta que nos vayamos a la tumba. Uno piensa, cuando yo tenga 80 años ya voy a estar tan viejo que no voy a sentir nada, entonces no voy a tener tentaciones. Mentira. Uno hasta el último respiro puede estar deseando cosas que no son de Dios, se lo aseguro.

Uno lo que puede hacer es sí, cuando usted ve eso, déjelo pasar, no le ponga demasiada atención, sino aprenda cómo administrar eso y cómo mantenerlo bajo el dominio del Espíritu Santo y de la palabra de Dios. Pero conozca sus debilidades. Mucha gente falla y cae y peca porque no se conocen a sí mismos, como Pedro piensan que todo el mundo te va a ofender, Señor, pero yo nunca. El Señor le dice, mira, Pedro, tu vas a ser el primero, no solamente una vez sino tres veces antes que cante el gallo. Pedro no se conocía a sí mismo.

Ve lo que yo digo? A veces la prueba y las dificultades vienen para fortalecernos. Ya Pedro era un hombre que se conocía mucho mejor después de negar a Jesús. Hay mucha gente que no se examina, creen que son unos titanes espirituales, todo el mundo menos ellos. Mentira. Por eso es que tenemos que saber cuáles son mis áreas de defecto, mis debilidades y siempre estárselas sometiendo al Señor, orando acerca de esto, ayunando de vez en cuando, leyendo buenos libros en ese respecto, mantenerse cerca del Señor para que esas áreas puedan mantenerse bajo control.

No es que usted sea menos espiritual, no, es que simplemente somos humanos y el mundo nos crea defectos. Quién no tiene cicatrices en su cuerpo después de vivir 30, 40 años? Nadie. O se quemó cogiendo un plato caliente, o un perro lo mordió en la mano, o se cortó cocinando, todo el mundo tiene cicatrices en su cuerpo. ¿Sí o no? y así somos nosotros en nuestra alma también. Todos tenemos deformaciones, defectos, debilidades y la cosa es que tenemos que estar conscientes de ello para mantenerlo bajo control. Y en eso Dios se glorifica muchísimo también.

Somos tentados, eso le pasa a cualquiera, la cosa es no ceder a ello y conocer nuestras áreas débiles para agradar al Señor. Amén. Luego continuaremos con esta radiografía de la tentación y espero que sea de bendición para sus vidas.

Padre, gracias por esta noche. Te bendecimos, Señor, gracias por permitirnos venir a tu casa. Qué bueno es estar en tu casa y adorarte, Señor. Es lindo y te doy gracias por mis hermanos y mis hermanas, bendícelos y repón sus fuerzas y dales en esta noche descanso profundo, sueño restaurador, Padre. Quita todas sus ansiedades y sus temores y danos a todos un sueño que nos prepare para el día de mañana. Y encomendamos a ti nuestras vidas, Señor, siempre en el nombre de Jesús. Amén.

Las implicaciones de la resurrección para nuestra vida presente

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Marcos 16 dice "Cuando pasó el día de reposo" es decir el sábado, el Señor crucificado viernes, tercer día el domingo, "cuando pasó el día de reposo María Magdalena, María la madre de jacobo y Salomé compraron especias aromáticas para ungirle" ungir el cuerpo del Señor "y muy de mañana el primer día de la semana vinieron al sepulcro ya salido el sol. Pero decían entre sí: ¿quién nos removerá la piedra de la entrada del sepulcro? Pero cuando miraron vieron removida la piedra del sepulcro que era muy grande. Y cuando entraron en el sepulcro vieron a un joven" un ángel evidentemente "un joven sentado al lado derecho cubierto de una larga ropa blanca y se espantaron."

"Mas él les dijo: no os asustéis. ¿Buscáis a Jesús Nazareno el que fue crucificado? Ha resucitado, no está aquí. Mirad el lugar donde le pusieron, pero id y decid a sus discípulos y a Pedro que Él va delante de vosotros a Galilea, allí le veréis como Él dijo."

"Y ellas se fueron huyendo del sepulcro porque les había tomado temblor y espanto, ni decían nada a nadie porque tenían miedo." Bendiga el Señor Su Santa Palabra. Padre encomendamos a Ti esta meditación ahora, bendícenos en ella y permítenos hacerle justicia a tan maravilloso relato para gloria de Tu Nombre y edificación de Tu pueblo, amén y amén.

Hermanos la resurrección es el hecho culminante, es el hecho culminante del drama de la salvación que comienza en el mismo huerto del Edén. El viernes pasado hace un par de días hablábamos acerca de esa Palabra del Señor Jesucristo final mientras estaba en la cruz: "consumado es". Y decíamos que ahí en la cruz el Señor derramando Su sangre estaba como poniendo el punto final a todo un drama que había comenzado inclusive antes de la fundación del mundo cuando Dios concibió toda la historia de la humanidad incluyendo la caída en el huerto del Edén y la resurrección, la redención que habría de seguir como resultado del Ministerio de Jesús.

Pero cuando Cristo resucita de entre los muertos es como la joya que está sobre la corona. Es el momento culminante. Porque sabemos que si Cristo se hubiera quedado en la tumba y no hubiera resucitado hubiera sido simplemente un mártir más, un gran genio espiritual, un profeta venido de Dios. Pero lo que distingue al cristianismo es precisamente su insistencia en que el fundador de nuestra fé y el fundamento de nuestra creencia no está muerto sino que está vivo. Ha resucitado, ha vencido la muerte. Ha hecho lo que ningún otro ser humano habría podido hacer. Está vivo y vive entre nosotros, y vive y reina sobre toda la creación.

Ese hecho de que Cristo ha resucitado de entre los muertos y que nosotros también podemos aspirar a nuestra propia resurrección por medio de Su resurrección es el hecho central, es la afirmación central de toda la cristiandad. Tenemos que recordar eso. De hecho los discípulos entendieron esto y si usted busca en Hechos capítulo 22 allí se dice que los discípulos escogieron un apóstol adicional que reemplazara a Judas y dice: "para que fuera testigo de Su resurrección."

Fíjese qué interesante ¿no? ellos se veían como testigos de la resurrección entre las muchas cosas que Dios los había llamado a hacer, la resurrección era central en la mentalidad de los discípulos y de hecho si usted lee el Libro de los Hechos usted ve esa idea como que el argumento apologético más poderoso que los discípulos podían aducir para presentar a Jesús como el Mesías era precisamente: ese que ustedes crucificaron Dios lo ha resucitado. Y esa es la prueba de que Él es quien dice que Él es.

La resurrección es tan importante en la vida del cristianismo que dice el apóstol Pablo en Primera de Corintios 15:14: "que si Cristo no resucitó vana es nuestra predicación, vana también es vuestra fé." Es algo absolutamente esencial para toda la teología y toda la fé cristiana.

Ahora mi punto en esta meditación es el siguiente hermano porque me gusta ir a las cosas prácticas. Ok ¿qué quiere decir eso para mí hoy en el siglo XXI, en este día que yo estoy viviendo, esta semana que he de vivir, la semana que acabo de vivir, mis luchas, mis tribulaciones, mis pruebas, mis aspiraciones, mis sueños ¿qué quiere decir eso en última instancia? Porque yo sé que claro que si la resurrección de Cristo quiere decir que un día yo voy a resucitar de entre los muertos y la eternidad está asegurada.

Pero ¿sabes qué? que la resurrección tiene implicaciones para hoy, para ti y para mí, para el aquí y para el ahora también. La resurrección no es sólo un hecho histórico, una gran declaración teológica sino que también tiene implicaciones para nuestra vida presente y eso es lo que a mí más me interesa señalar. Cómo vivir ahora y aquí en el poder de la resurrección, en lo que Cristo ha hecho posible a través de ese acto misterioso que es la resurrección.

Y lo que yo enfatizar a tu vida en esta tarde o en esta mañana es que todo creyente y di: ese soy yo, todo creyente entra en una nueva dimensión al entrar en la vida cristiana recuerda eso. Cuando tú entregas tu vida al Señor, cuando tú lo invitas a entrar a tu corazón, cuando tú lo haces a Él Salvador, Señor de tu vida, cuando tú afirmas que Él es quien Dios dice que Él es. Cuando tú haces eso algo sucede en el mundo espiritual. Se da una transacción judicial espiritual y es que tú entras en la dimensión de la resurrección. Tú entras en una nueva zona.

Te vas a seguir moviendo en el tiempo y el espacio donde estás pero en el ámbito del espíritu se da algo y es que ahora tú tienes como una cobertura diferente dentro de ti. Hay una atmósfera nueva, tú pasas a asumir una nueva identidad. Se te imputa una nueva naturaleza, una nueva potencialidad que está ahora dentro de ti y aún mientras tú te mueves en los eventos y las circunstancias de la vida pero a la misma vez también te estás moviendo espiritualmente en una dimensión de poder, una dimensión de victoria, una dimensión de potencialidad que yo llamo la dimensión de la resurrección.

La resurrección es el símbolo máximo de Cristo, de nosotros sobre todo lo negativo de la caída, de lo cual sabemos que la muerte es el máximo representante. La muerte es como la puerta final, es la última declaración del diablo y del pecado de que tú eres un ser caído, de que habitas un mundo triste y caído. La resurrección desmiente todo eso, la resurrección choca contra esa afirmación definitiva de la muerte, del pecado, de la caída. La muerte de Jesús yo diría que fue, en inglés se habla de un power encounter, un encuentro de poder entre dos Reinos, entre la luz y las tinieblas.

¿Y sabes qué? dice la Biblia que las tinieblas fueron derrotadas por el poder de la resurrección, por la cruz que fue la antesala de la resurrección. Cuando el Señor resucita es como la última lucha final, es la última declaración de que Dios tiene más poder que el diablo y que el pecado y que la muerte, y que el mundo caído y que la historia con toda su inercia. Y desde que Cristo resucita todo creyente entra en una nueva dimensión, la dimensión luminosa de esperanza, de gozo, de victoria en medio de las circunstancias y más allá de las circunstancias que se llama la vida en Cristo Jesús.

Colosenses 1 versículos 12 y 13 el apóstol Pablo declara allí que: "El Padre nos hizo aptos por medio de Cristo Jesús" dice "para participar de la herencia de los santos en luz." ¿Sabías tú que tú tienes una gran herencia? Tú quizás crees que estás arrancado y que no tienes un sólo centavo en tu cuenta pero no, tú tienes una gran herencia, la herencia del Padre, la herencia que Cristo dejó, la herencia de los santos, de todos los que entran en la dimensión de Cristo Jesús.

Dice que Cristo nos ha librado de la potestad de las tinieblas. Óigame si usted entendiera eso y yo diríamos: gloria a Dios, aleluya. Nos ha librado de la potestad de las tinieblas, tú no estás bajo el gobierno de Satanás créelo. Yo creo que mucho de la lucha del cristiano está en llegar a creer eso, que nuestra mente sea transformada. Porque nosotros vivimos bajo el dictado de la biología que me dice que yo estoy solo y que tengo que luchar a dientes y uñas con todo lo de la vida, y que si yo no lo hago nadie lo va a hacer. Pero la resurrección te dice: no, Dios te ha librado de la potestad de las tinieblas. Tú no estás bajo el gobierno del diablo.

Tú no estás ni siquiera bajo el gobierno de la gente y no estás bajo tu propio gobierno inclusive, tú estás bajo la potestad del Hijo de Dios, del Reino de Dios, de la resurrección. Dice también que en ese mismo pasaje que: "Cristo nos ha trasladado de la potestad de las tinieblas al Reino de Su amado Hijo."

El hombre, la mujer que no está en Cristo, que no conoce a Jesús habita y se mueve administrativamente, espiritualmente en el Reino de las tinieblas. Pero cuando entra en Cristo es trasladado al Reino de la luz, al Reino de la resurrección. Y eso es lo que nosotros tenemos que entender. Mucho del crecimiento en la vida cristiana depende de que nosotros podamos hacer esa transición mental; por eso la Biblia habla de que tenemos que renovarnos hasta llegar a la transformación de nuestro entendimiento.

Cada día tenemos que decir: Señor ayúdame a creer más en Ti, ayúdame a vivir más; ayúdame a cambiar mi mentalidad, mi forma de pensar. Yo no soy una hormiguita allí que en el cualquier momento me van a pisar y me van a dejar sin cabeza, yo soy un hijo de Dios, habito en el poder de la resurrección; tengo el poder de Dios dentro de mí, tengo el Espíritu de Dios dentro de mí, eso me ayuda a seguir adelante, me ayuda a vencer, yo habito en el poder de la resurrección.

Efesios capítulo 1 versículo 3 afirma que: "El Padre nos bendijo" nos bendijo en pretérito pasado "nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo." Y Efesios 1:19-20 declara que: "El mismo glorioso poder que levantó a Cristo de los muertos ahora opera en nosotros los que creemos." Tienes que entender eso que tu poder, el poder que tienes no es el de un motor Volkswagen ahí destartalado, es el poder de un tanque de guerra Bradly; es la fuerza motriz de Cristo Jesús mismo.

Sin embargo hermanos vemos que muchos creyentes para muchos cristianos esta maravillosa noticia de que vivimos en el poder de la resurrección todavía no les ha resplandecido, nuestra mente no ha sido renovada para entender que ahora nosotros caminamos en un territorio diferente. Nuestra mente muchas veces no ha hecho el ajuste y todavía no entendemos las implicaciones completas del hecho de la resurrección para cómo enfrentar los obstáculos de la vida. Y este pasaje Marcos 16:1 al 8 expresa esto en una forma concisa y dramática. Nos recuerda que la resurrección ha inaugurado una nueva era de poder y efectividad para todo creyente y nos enseña cómo movernos en la complejidad de ese poder.

Hay cuatro cosas que yo quiero señalar a la luz de esto que estoy diciendo en esta mañana, escuche estas verdades y yo las voy a elaborar entonces brevemente. Este pasaje nos muestra que el poder de la resurrección ya es nuestro. Ponga énfasis en la palabra ya. El poder de la resurrección ya está en mí, ya se mueve dentro de mí, ya es una realidad en mi vida. Número dos ese poder de la resurrección opera por fé y no por vista. Eso es bien clave porque si tú miras alrededor es muy diferente la cosa pero tú tienes que creerlo, tienes que creer que es tu fé la que lo activa no las circunstancias alrededor de ti.

Algo bien importante es que ese poder de la resurrección no es para los dotados sino para los esforzados. No es para los dotados, para los que ya nacieron con una cantidad de recursos y dones y talentos, y un pedigree familiar o educativo muy, no, no. No es para los dotados, es para los esforzados. Los esforzados y valientes. Es una cosa que continuamente nos dice la Palabra.

Bien importante en esto es que el Cristo que encarna ese Poder va siempre delante de nosotros, va siempre delante de nosotros en toda circunstancia de la vida y vemos ese primer punto, el poder de la resurrección ya es nuestro. Estas mujeres que nos presenta aquí Marcos 16 van tristes. Van a una misión de derrota. Van a embalsamar y ungir con especias aromáticas el "cuerpo" entre comillas de su mártir que ellos pensaban que era verdaderamente el Mesías pero que ahora están convencidas que no lo era a pesar de lo bueno y lo noble, y lo buen maestro que era y a pesar inclusive de los milagros que había hecho pero ellas pensaron que la muerte lo venció y que su rabino lo van a ir simplemente a preparar Su cuerpo para que se vaya deshaciendo poco a poco.

Y en esto estas mujeres que van a embalsamar un cuerpo que ya no está allí porque ha sido vivificado por el Poder del Padre, en esto, en esta percepción fallida estas mujeres se parecen a mucha gente piadosa. Aman a Dios, aman a Cristo, han entregado sus vidas al Señor pero no saben del Poder que hay en el hecho de que somos hijos de Dios, miembros de esa estirpe regenerada, que habitamos y que tenemos recursos alrededor de nosotros que Cristo hizo posible por medio de Su resurrección. Viven la vida a medias no entendiendo la plenitud.

Viven como esos discípulos que registra el Libro de los Hechos creo que en el capítulo 18 cuando Pablo se acerca a ellos y les dice: ¿Ustedes fueron bautizados en el Espíritu Santo? y ellos le dicen: ni siquiera sabemos qué es el Espíritu Santo. Hay tanta gente así; aman a Dios, son discípulos de Jesucristo pero no saben que hay un componente adicional de poder que el Padre quiere darnos para que vivamos en ese poder. Hay un elemento adicional que tú recibes cuando tú recibes el Espíritu Santo dentro de ti, los dones del Espíritu vienen a ser parte de tu herencia. Tú no estás solo, la energía del Señor te ayuda.

Dios no cambia el mundo alrededor de ti necesariamente pero te cambia a ti para que tú tengas victoria sobre el mundo. Por eso es que Cristo dice: Yo he vencido al mundo. Cuando el cambio se da dentro de ti las circunstancias tienen que ajustarse a ti. Eso es lo que yo he visto una y otra vez en mi vida.

Yo no me tengo que preocupar tanto por recursos que haya o no haya, yo lo que quiero es estar seguro de que estoy en la Voluntad de Dios. Si estoy en la Voluntad de Dios las circunstancias van a tener que arreglarse de una manera u otra. Si estoy en la Voluntad de Dios las circunstancias van a tener que arreglarse de una manera u otra; va a tomar tiempo, voy a luchar lo que sea pero las circunstancias se van a alinear alrededor de mí. Porque no por mí sino por el Cristo que está dentro de mí.

Entonces estas mujeres no saben que su Maestro en realidad sí ya está vivo, ellas van en una misión de derrota. Ellas todavía están en la dimensión negativa pero el mundo espiritual ha cambiado. No recuerdan como tanta gente ¿no? que la Palabra de Dios dice que: "Dios no nos ha dado espíritu de cobardía sino de poder, de amor y de dominio propio."

Las mujeres van temerosas preguntándose: ¿quién nos removerá la piedra? Están enfocándose en el problema. Están enfocándose en los obstáculos, ellas saben que el cuerpo del Señor fue metido en una cueva como las costumbres de ese tiempo para la gente rica porque el Señor a pesar de haber sido pobre en el sentido material de la palabra era rico evidentemente en poder, evidentemente pero Él se ajustó a ciertas cosas y fue enterrado en una tumba prestada de un hombre rico; pero había una piedra que había sido rodada sobre la entrada a la tumba, una piedra demasiado fuerte para ellas poder quitarla para tener acceso a su Maestro.

Ellas van las pobres pensando: ¿quién nos removerá la piedra?. Qué interesante eso y no me quiero adelantar al sermón pero yo les doy a estas mujeres un tremendo crédito, de que aunque ellas no sabían cómo se iba a resolver el problema de todas maneras iban pa' allá. Yo le digo hermano es una cosa bien importante, aunque tú no sepas todos los detalles del proyecto que vas a emprender si Dios te ha dicho: ve, lánzate en el Nombre del Señor Dios abrirá el mar delante de ti.

Mucha gente espera a tener la solución a su problema y tener todo allá bien escrito, bien planificado, el presupuesto hecho. Usted tiene que lanzarse; si es de Dios usted láncese, camine. En el proceso usted va a aprender, se va a perfeccionar, se va a equivocar pero Dios lo va a llevar a la meta porque fiel es el que prometió. Yo alabo a estas mujeres porque a pesar de que no sabían cómo se iba a resolver su problema y pensaban que tenían un problema pero no lo tenían porque ya Dios lo había resuelto, ya la piedra esa había sido removida pero ellas todavía están en la realidad esta ¿no? de su derrota.

Esa piedra para mí es símbolo de todo lo que nos impide triunfo o gozo en nuestras vidas, lo que nos impide acceso a la verdad ahora revelada de Dios de que Cristo está resucitado. Esa piedra era como un obstáculo allí que les impedía entrar en esa cueva donde el poder de Dios se había manifestado en plenitud. Esa piedra es tu problema, esa piedra es tu matrimonio difícil, esa piedra es tu lucha con tu mente contra la depresión, contra la ansiedad, contra la baja autoestima; el recuerdo del abuso sexual que recibiste o el abuso de tus padres en una niñez destruída.

Esa piedra es tus ataduras mentales con las cuáles luchas. Esa piedra es tu falta de educación que quieres superar pero no sabes cómo. Esa piedra es madre soltera, tus hijos adolescentes que ahora ya se están haciendo hombrecitos y tú no sabes cómo trabajar con ellos y cómo ayudarlos en la formación de su masculinidad y están allí ellos dando golpes y haciendo cosas que no son de vida porque quieren afirmarse, y tú quieres ayudarlos pero no sabes cómo. Esa piedra es tu trabajo que Dios te ha dicho que hay algo más para ti pero tú no sabes cómo ascender al próximo nivel.

Esa piedra puede ser el hecho de que has tratado de aprender inglés pero cuando has probado no has podido y fracasaste el exámen, fracasaste y ahora no quieres volver. Es tu exámen de manejar que has fallado tres, cuatro veces pero Dios te dice: sigue adelante; la piedra Yo la he removido en el espíritu, Yo lo he declarado ya. Yo llamo las cosas que no son como que son ahora tú muévete en ese poder, sigue, prueba, Yo voy a quitar la prueba en lo material porque ya Yo la he quitado en lo espiritual.

Esa piedra es cualquier cosa que te impide entrar en lo que Dios ya ha hecho judicialmente, espiritualmente en tu vida. Mateo 28:2 dice que: "El ángel" aquí no está ese detalle en Marcos pero el paralelo, el evangelista Mateo en su relato paralelo a éste dice que: "llegó un ángel" Mateo 28:2 "removió la piedra y se sentó sobre ella." ¿Por qué se sentó el ángel sobre ella, porque se había cansado después de empujarla? no, yo creo que ese ángel la miró y le dijo: muévete y la piedra dijo: sí señor y se movió. No, se sentó como una señal de victoria y de poder.

Se sentó sobre la piedra como una afirmación de que la inercia de la vida había sido vencida y que el poder de Dios es más grande que cualquier obstáculo, que cualquier impedimento que se interponga entre ti y el futuro luminoso que Dios tiene para tu vida.

Cuando nosotros transformamos nuestro entendimiento y entendemos el poder que ha sido delegado del cielo sobre nuestras vidas para que lleguemos a las metas de una vida superada, todo lo que necesitamos hacer es entonces lanzarnos en una jornada de fé a encontrar eso que Dios nos ha dicho que es nuestro. La victoria ya está segura, el proceso es otra cosa. El proceso glorifica a Dios y a ti te va a hacer más fuerte.

Lo que creemos hermanos, lo que nosotros creemos determinará lo que consideremos posible y lo que emprendamos. Y lo que creamos que es posible determinará nuestro triunfo y lo que se haga realidad en nuestras vidas. Muchos cristianos vivimos del plato a la boca porque no entendemos que somos príncipes en realidad, princesas que caminamos en el maravilloso Poder de la resurrección. El Cristo que está en nosotros y que nos ha dicho: Yo he vencido al mundo, confiad; Yo estoy con vosotros hasta el fin del mundo, no temas porque Yo te he dado la victoria, Yo te he dado el Poder.

Hermanos yo creo que en realidad no hay tanto que pedirle poder a Dios como aprender a moverse en el poder que ya tenemos. En un sentido podríamos decirlo así, no hay nada como decirle al Señor: dame poder pero yo creo que sería más bíblicamente correcto decir: Señor ayúdame a entender todo el poder que está dentro de mí para que yo pueda entonces realizarlo en mi vida y moverme en ese poder, y convertirlo de potencial a actual.

Entonces vemos esto claramente ¿no? que el poder de la resurrección ya está dentro de ti. Todos los días tómate una cucharada de resurrección, todos los días tómate una cucharita de resurrección. Entonces es importante, nos vemos en el poder de la resurrección.

En segundo lugar el poder de la resurrección opera por fé y no por vista, opera por fé y no por vista. Como yo decía hace un momento a su crédito estas mujeres tienen el hecho de que no dejaron que su duda les impidiera ir hacia la tumba con las especias aromáticas. Ellas no sabían cómo iban a entrar pero ellas van. No están mirando, aunque miran las circunstancias pero hay algo de ellas que las anima a seguir adelante. Imagínese si ellas hubieran dicho: ¿sabe qué? imposible, esa piedra no puede ser removida así que quedémonos en casa y vamos a ver qué pasa.

Ellas trascendieron eso. Si se hubieran quedado en casa hubieran perdido la gran bendición de lo que atestiguaron. Como yo digo frecuentemente la vida nos rodeará de obstáculos y circunstancias negativas que parecerán desmentir esa nueva dimensión en la cual nosotros ya en realidad habitamos.

Déjeme leer brevemente, hay una meditación que Ernst Diehl de hecho puso hoy en nuestra página concerniente a esto de la resurrección y esto fue una meditación que yo escribí hace tiempo o que enuncié en un sermón hace mucho tiempo porque estas verdades se repiten una y otra vez en diferentes maneras, pero escuche esto acerca de las circunstancias y de la fé, y de los procesos que intervienen y que es por fé, no por lo que tú veas alrededor de ti. Porque lo que tú veas alrededor de ti quizá no refleja la realidad que Dios ya ha creado en el nivel espiritual, o lo que Dios ya ha declarado para ti, la visión que Él tiene para ti, tú todavía estás acá en el momento, en el inicio o en el medio del proceso pero ya Dios tiene otras cosas por delante, un final que tú vas a llegar a él.

Pero tienes que saber que hay que pasar por un proceso y es donde los cristianos a veces tropezamos, es en el proceso que desmiente muchas veces. Digo aquí este pasaje nos introduce a lo que yo llamo el momento intermedio de la resurrección. La resurrección de Jesús era ya un hecho pero todavía no se había dejado sentir en todas sus manifestaciones públicas. Había sucedido algo que cambiaría la historia para siempre pero nadie se había enterado de ese hecho todavía. Era una realidad ontológica para usar una palabra de domingo, era una realidad real pero no había un observador que la constatara y que fuera testigo de esa realidad.

Y yo quiero decirte que cuando Dios hace cosas grandes en nuestra vida y todavía no nos hemos dado cuenta de que Él las ha hecho y continuamos viviendo como si Él no las hubiera hecho estamos perdiéndonos de un gran recurso para nuestras vidas. Cuando Dios hace cosas transformadoras a veces en nuestra vida, a veces en la historia. Yo creo que Dios ha hecho algo grande en la historia ahora. El mundo no se ha percatado todavía pero yo creo que estamos en un tiempo preñado para que el poder de Dios se manifieste en esta ciudad y en este mundo. Ya Dios ha dado la Palabra y ahora estamos trabajando; construyendo obras, preparando espacios, declarando palabra por fé como Noé.

Dios ha dicho va a llover y yo creo que Él va a llover y me voy a construir un arca para que cuando llueva pueda contener pero hay más todavía que Dios tiene aunque no lo vemos. Pero muchas veces Dios ha hecho grandes cosas, ha declarado cosas transformadoras en nuestra vida, en la historia y Él las hace soberanamente y en el mundo espiritual eso ya es una realidad innegable, es una estructura del universo. Pero todavía en el mundo del tiempo y del espacio, en las circunstancias eso no se ha hecho patente, no se ha hecho totalmente observable y real.

Y ¿qué pasa en ese tiempo intermedio, en ese tiempo en que Dios da Su Palabra y eso se transmite al mundo nuestro y nosotros nos percatamos de ello, no nos percatamos todavía qué pasa en ese tiempo intermedio? ese tiempo desierto, ese tiempo de definición, ese tiempo de limbo en un sentido. Tenemos que meditar en eso, eso es lo que yo llamo el tiempo de la fé, en lo que Dios hace lo que Él dice que va a hacer a nivel observable. A veces Dios hace cosas trascendentales en el ámbito de Su Espíritu, de Su Reino, de la eternidad, en el cielo. A veces Él hace cosas transformadoras en el mundo, opera sobre la realidad pero se toma algún tiempo para que ese hecho de Dios se transmita al ámbito en que nosotros vivimos, al ámbito del tiempo y del espacio.

La Biblia nos dice que el Reino de Dios ya está dentro de nosotros, en medio de nosotros sin embargo nosotros sabemos que la historia continúa todavía con su locura, todavía los niños mueren prematuramente, todavía hay guerras, todavía hay explotaciones en el mundo, hay enfermedad. Hay un tiempo de desconexión y ajuste entre el acto de Dios en el ámbito espiritual y la manifestación plena de las consecuencias de ese gesto de Dios, de esa acción de Dios en el ámbito del tiempo y del espacio.

Muchas veces Dios da una Palabra pero se toma tiempo para que esa Palabra se cumpla en el ámbito de la realidad. Y ese tiempo de desconexión entre lo que Dios ha dicho y que se haga eso patente en el tiempo y el espacio eso es lo que yo llamo el ámbito de la fé. Y nosotros estamos viviendo en una manera u otra siempre en ese territorio a través de nuestras vidas.

El Señor había hecho algo poderosísimo, había resucitado a Su Hijo. Esa tumba fue iluminada con una luz poderosa pero no había nadie que lo viera todavía. El milagro se dió pero hubo un tiempo hasta que hubo gente que se percató de ello, mientras tanto vivieron en el tiempo como de tristeza, de luto, de decepción, de sentirse que Dios no había hecho todo lo que les había prometido. Entonces vemos esto ¿no? que a veces Dios hace cosas trascendentales en el ámbito espiritual y Dios sí pero se toma tiempo para que ese milagro se efectúe porque Dios obra sobrenaturalmente a través muchas veces de lo natural, y lo vemos repeditamente. Es un secreto que yo he aprendido de la vida.

Cuando yo le pido a Dios algo yo creo que Dios lo declara pero hay un tiempo entonces hasta que se haga real. ¿Recuerdan ustedes cuando el Señor maldijo la higuera? le dijo: nunca más crezca fruto de ti. ¿Qué pasó? la higuera siguió igualita que como estaba al inicio, pero al final del día cuando ellos volvieron por el camino los discípulos dijeron: wow maestro, la higuera que Tú maldijiste ¡se secó! ¿por qué? porque cuando el Señor dijo: nunca más crezca fruto de ti en la raíz misma de la higuera vino la muerte pero se tomó tiempo para que la higuera se secara.

Cuando usted compra unas flores ¿verdad que se toma a veces un par de días para que las flores se sequen completamente? pero ya desde que fue arrancada, cortada del tallo el proceso de la muerte había comenzado, pero se toma tiempo y así pasa con las cosas positivas. Dios las declara pero entonces tienen que darse unos procesos internos, una reconstrucción del ser, de la mente. Dios te ha dicho: tú eres un guerrero, tú eres un Pastor, tú eres un Predicador, tú eres una consejera, tú eres una mujer poderosa, tú eres una anciana de Mi Iglesia. Y no es que Él te toca con una varita mágica y que mañana tú vas a ser ya un gran dechado de virtudes, se va a tomar tiempo pero tú tienes que creer.

Estas mujeres no entendían eso ¿no? ya Cristo había resucitado pero todavía nadie lo había percibido, pero ellas iban a testimoniarlo. Eso es el proceso de la fé. Muchas veces las cosas se toman, y es por fé no por vista. Si tú te llevas de lo que tú eres ahora nunca vas a llegar a ser todo lo que Dios quiere que tú seas.

Si te llevas de las circunstancias, de las dificultades, si te llevas de lo poco que tienes ahora. A mí me habló ese pasaje esta mañana, mi propia predicación vino a mí para fortalecerme y bendecirme, porque hay cosas que Dios habla a nuestro corazón y se toma tiempo y tú lo esperas durante años, y la tentación es a decir: ¿sabes qué? ya esto no es para mí pero Dios lo dijo y Dios lo ha de hacer.

Le predijo a Abraham a los 75 años que iba a tener un hijo y se lo dió a los 100, y después se lo quiso quitar, no se lo quiso quitar pero hizo que se lo iba a quitar y se lo devolvió otra vez pero eso es la fé, por eso es que Abraham es padre de la fé. Entonces la resurrección y el poder es una cosa de la fé, hay que seguir adelante. Dejémoslo allí.

El tercer punto: el poder de la resurrección no es para los dotados sino para los esforzados. ¿Por qué digo esto? porque si usted piensa en el relato de la resurrección, lo natural hubiera sido, el script, el guión de la película hubiera exigido que los hombres fueran los que estuvieran allí para ser testigos de la resurrección. Hermanos varones perdónenme por un momentito aquí. Ese era el relato normal de la historia y de la cultura hebrea, y de la religión judía y de todo, eran los hombres quienes tenían que estar allí para testimoniar esto y los sacerdotes, etc.

Pero no eran los hombres. Los hombres estábamos aplatanados y atemorizados pensando que la CIA iba a venir a llevarnos presos porque el cabecilla de nuestra secta había sido descabezado, destruído. Estaban descorazonados, desalentados, cada uno ya dijeron: vamos a nuestro negocio y ya estaban pescando, creían que tenían que volver a sus quehaceres porque nada había cambiado. Pero son las mujeres, las descastadas, las no dotadas en este caso porque es que el Evangelio es muy detallista.

Dios quiere decirnos eso. Y una y otra vezuna de las cosas grandes de la Biblia es que los de adentro, los insiders no son los que llegan a las cosas, siempre son los de afuera. Dios tiene una preferencia por el pobre, el débil, el descalificado, el que parece que no tiene ningún recurso ni ninguna credencial. Eso es algo que se repite continuamente.

Piense en David, piense en Gedeón. Hay tantos pasajes, tantos. A Dios le encanta sorprendernos escogiendo la gente más débil, más pobre, menos calificada, menos prometedora. Eso es una de las constantes, uno de los valores constantes de la Escritura. Porque no es con espada ni con ejército sino es con Mi Poder dice el Señor. La victoria no es del fuerte ni del más ágil ni del más rápido dice la Palabra del Señor, es del que se mueve en el Espíritu de Dios, el que se gana el favor de Dios; el que paga el precio, el que busca la gracia del Señor, el que entra en los secretos del poder que tiene que ver con un corazón entregado y no con un cuerpo superdotado, recuerda eso ni con un pedigree educativo ni nada que se parezca.

Estas mujeres habían estado con Jesús durante todo el proceso y se quedaron con Él cuando todos los demás se habían acobardado. Entonces la Biblia nos dice que el Reino de los cielos se hace fuerte y los valientes son los que lo arrebatan. Dios ha declarado Su Poder pero sólo aquéllos que lo toman por fé se hacen partícipes de ese Poder.

Muchas personas creen aquí mismo entre nosotros, hay gente que cree que no tiene nada que ofrecerle al Señor. Unos dicen: no tengo dones, no voy a seminarios, no hablo inglés, no tengo dinero, soy indocumentado, soy nuevo en el Evangelio, tengo poca educación, soy una madre soltera, tengo demasiados problemas, póngale lo que usted quiera ahí. Mucha gente vive hermanos cociéndose en su propio jugo de incapacidad, de descalificación, de pasado terrible y triste, de pocos dones, la inercia de la vida, la piedra de la vida que se ponen sobre el triunfo y piensan: yo no puedo. Pero la Palabra dice entrega tu debilidad al Señor y de tu debilidad el Señor sacará algo poderoso.

No vivas en la limitación, vive en la posibilidad. Dios se glorifica en tornar algo pequeño algo grande. Todo depende de nuestra fé y de nuestra disposición a creer. No mires tus debilidades, no mires ni siquiera lo que te descalifica.

Miren cuando Pedro, a mí me cautiva eso cada vez que lo leo. La delicadeza de Dios cuando el ángel le dice a las mujeres: "díganle a los discípulos y a Pedro." Óigame qué Dios más detallista. En el momento más sublime, más grandioso de la historia del universo, uno de los momentos de proporciones cósmicas del universo el corazón de Dios está preocupándose por Pedro que le había fallado al Señor y que pensaba: yo estoy descalificado ya, ya no puedo aspirar a caminar otra vez con mi Maestro.

Pero el Señor dice: no te preocupes. Tu limitación no te descalifica, al contrario: era necesaria, era una hojita que había que poner en tu récord para Yo poder usarte. Tu descalificación es tu calificación, tu credencial. Tu imposibilidad abre la puerta para la posibilidad de Dios. Tu limitación es lo que Él necesita para Él glorificarte. Tu problema es la perfecta plataforma para que Dios la use para hacer de ti un testigo del poder de la resurrección en tu vida. No mires tus limitaciones. Mira ese padre que se goza en hacer habitar en familia a la estéril.

Finalmente con esto simplemente quiero dejarles a ustedes antes de que ustedes vayan para sus casas, porque allá afuera le espera el cuco, cuando usted salga de aquí va n hasta allá afuera esperándole ¿sabe?. Cuando usted salga por esa puerta va a haber un diablito allá afuera va a haber un diablito allí diciéndote: ahora vamos a ver qué es que tú vas a hacer con lo que dice el Pastor Miranda.

Tú vas a tener que regresar a la conversia que tienes allí en tu trabajo, vas a tener que regresar a tus limitaciones, a tu matrimonio fuerte, vas a tener que regresar a tu enfermedad que te está mirando a la cara a ver si vas a maldecir a Dios y te vas a echar a morir; vas a tener que regresar a tu situación financiera difícil, vas a tener que regresar a renunciar a tus aspiraciones de una carrera que demanda mucho de ti; vas a tener que regresar a tu falta de calificaciones que tú necesitas para el trabajo o el aumento para comprar esa casa, vas a regresar a tu condición de indocumentado y preguntarte qué va a hacer Obama, si lo va a hacer o no lo va a hacer. Tú tienes que volver a la realidad.

Estas mujeres de ese momento glorioso y de esa tumba que reflejaba el poder de Dios iban a tener que salir de allí, porque el ángel les dice: vayan ahora y testifíquenle a los discípulos y a Pedro. En un sentido es como: mira no se queden aquí y hagan tres tiendas, no usted tiene que regresar ahora a decir esto que ha sucedido. Tiene que regresar a gente que está desmoralizada, cansada y en derrota y decirles: hey, a levantarse porque Cristo ha resucitado. Tenían que volver a sus tareas de la vida hermanos.

Y allá afuera ahora les esperan familias que necesitan escuchar que Cristo ha resucitado. En su trabajo usted tiene que testificar, hay retos por delante. Usted no se puede quedar aquí en este lugar bonito, todo el mundo bien perfumadito y bañado, no. Usted tiene que regresar a la vida ahora y el Señor te da unas tareas, di que Yo he resucitado, vive como que Yo he resucitado. Lánzate otra vez a trabajar con esos muchachitos mocosos ahí que tú cuidas. Ponte a enseñar a esos adolescentes terribles que se ríen de los maestros y con ese sistema incrédulo con el cual tú trabajas.

Ponte a bregar con los retos de tu carrera, de tu noviazgo, de tu lucha con tu mente y de tus ataduras emocionales. El Señor dice: vete ahora pero Cristo va delante de ti, eso es lo bueno. Dice el Señor va delante de vosotros, el Señor los espera ¿usted entiende? están los diablitos pero el Señor está allá afuera listo para darte el fuetazo para que te ajustes.

El Señor va contigo, el Señor está dentro de ti. Dice: el Señor va delante de vosotros. Pueblo de Dios, Congregación de Judá Cristo va delante de ti. Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo no importa qué demonio se levante contra ti, si el Señor es contigo nadie contra ti. Más fuerte es el que está en ti que el que está en el mundo dice la Palabra del Señor y Cristo ha resucitado, gloria a Dios. Damos honra al Señor.

Ahí en tu mente visualiza un Cristo de poder que está al lado tuyo, detrás de ti, delante de ti, encima de ti, fundamentándote mientras tú caminas. Su Palabra te rodea, Su Gloria está contigo. God is with you like a powerful giant He is your support, He is the source of your strength, He justifies you, He walks ahead of you, He has purposes in your life. Do not live life like you do not deserve anything or you don't have anything, you are a prince, you are a princess of the Kingdom of God and God has made you for greatness.

Do not live like the poor or destituded who do not know the Lord. Young person, young woman, young man live at the height of the dignity that God has given you. Don't go around messing around. Live the destiny that God has for you. You have a great inheritance and God perceives some extraordinary things for your life. Now all you have to do is make it real with the power of the Holy Spirit and live the process as you walk more and more towards that grand vision that God has already declared that is yours.

But pay the price. Pay the price, believe that God has it for you. He's giving it to you. Now live it out and in that living it out you will have reasons to be strong and have a high self esteem because God and you together did it. God doesn't want todo everything for you, no He wants to put you in the drama. God puts in my heart now that young people, there's a lot of young people wasting their lives because they don't realize, christian even because they don't realize the grand state into which the resurrection of Christ has inducted or brought them into.

You have to live to the height of your calling and your destiny and don't worry if you fall in the way and you get a couple smacks from the enemy, just get up, smack him back like declared in the power of God and then keep living that great life. You are a hero and heroes need to fight, heroes need to be wounded, heroes need to have some scars to show they are heroes. You know heroes don't have just smooth hands and smooth feet, no. Heroes need some wounds, sand on their feet and some wounds because that's what makes him a hero. God has some great things for you, now live it out; live out the process.

Vive el proceso y desarrolla el proceso de Dios. Te espera algo maravilloso, una aventura, Dios te llama a una aventura, la aventura de todo lo resucitado del mundo. Bajemos nuestras cabezas un momento, let's just low our heads briefly and let's give a moment to dwell on that, vamos a meditar un momento en eso. Yo vivo el poder de la resurrección, el poder ya es mío.

Yo lo voy a vivir por fé no por visión, no por obras y yo sé que Cristo va delante de mí. Y yo sé que aunque no tenga las calificaciones según los hombres, según mi mente Dios me ha dicho que yo no soy basura sino que yo soy como la niña de Sus ojos, Él me ha escogido a mí y me ha hecho a mí algo especial, y yo voy a vivir eso.

No me importa lo que tú hayas pasado. Escúchame, si has pasado cosas terribles mejor se puede manifestar el poder de Dios en tu vida. Yo no sé cómo lo va a hacer Él ¿eh? simplemente rehusa declararte un derrotado, rehusa declarar que el diablo te ha vencido y abraza a la gloriosa visión que Dios tiene para ti.

Consumado es

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Quiero invitarlos a meditar por un momento en la Palabra del Señor, esta penúltima Palabra que podría también haber sido la última Palabra que el Señor declaró en la cruz. Hay siete expresiones por lo menos siete que están registradas en los Evangelios que el Señor declaró mientras estaba en la cruz.

Yo creo que el Espíritu Santo en Su sabiduría nos ha dejado siete expresiones del Señor en la cruz, y sabemos que no hay coincidencias en la Palabra de Dios, todas las cosas en la Palabra tienen una razón de ser, un propósito. Yo creo que estas palabras cada una de ellas resumía un aspecto de ese proceso que el Señor estaba viviendo. El Espíritu Santo ha iluminado a Su Iglesia a través de la historia para que en Viernes Santo muchas veces como que recoja estas diferentes expresiones del Señor en la cruz y le dedique durante Semana Santa muchas iglesias un sermón de las Siete Palabras ¿cuántos han oído eso alguna vez?.

Pero no se preocupen yo no voy a predicar acerca de las Siete Palabras, voy a escoger una esta noche. En el versículo 30 de Juan 19 que creo que es el único lugar donde se registra esta Palabra dice: "Cuando Jesús hubo tomado el vinagre dijo: consumado es." Tetelestai, una palabra griega, una expresión que no se encuentra más que en uno o dos lugares en la Escritura en ese mismo pasaje de Juan en el versículo 28. "Después de esto sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado dijo para que la Escritura se cumpliese: tengo sed.

Quiero que meditemos un momento en esa expresión "consumado es" y vamos a ver que tiene muchas cosas allí, muchas resonancias. Y quiero pedirles que al final del servicio sean tan amables de venir y dejar sus ofrendas aquí, siempre se me olvidan estas cosas pero no quiero interrumpir el fluir del servicio así que sí les invito ahora mismo a reservar su ofrenda ¿amén? y venga al final y déjela aquí en la Casa del Señor, yo creo en la integridad del pueblo de Dios así que amén no hay que estar todo el tiempo azotando a la gente para que, yo sé que ustedes son gente madura.

Tetelestai, está completado, está terminado todo. Todo se ha acabado, consumado es. Esta palabra tetelestai se cree que era entre otras cosas usada para marcar recibos en la contabilidad antigua. Cuando una deuda había sido pagada, cuando un bill como decimos nosotros una cuenta había sido pagada, se estampaba o se escribía, pagada completamente, completamente saldada la cuenta. Nada más se debe, la cuenta está saldada, no hay un reclamo contra esa persona porque el precio ha sido pagado.

Hay algo que está completo, de finalidad, de terminación, de consumación en esta palabra. Para mí esta expresión del Señor antes de morir, antes de completar Su Obra muestra que había un plan. Usted no puede decir: consumado es, terminado es a menos que usted no sepa ¿verdad que sí? qué es lo que se ha terminado. Es como si hubiera habido un plan, una estrategia, un sistema previamente establecido, una serie de cosas que debían completarse y hacerse, había una intencionalidad que el Señor, el Padre celestial en Su soberanía había establecido una serie de realizaciones, de logros, de momentos que tenían que darse en el plan de salvación.

Y que el Señor allá en Su cruz mientras se preparaba para hacer Su último suspiro hace un recuento en Su mente de cada cosa que había hecho, cada logro que Él había alcanzado durante Su ministerio y pone una marca de: sí, sí, se hizo, se completó, se terminó. Sí, hice esto, hice lo otro, hice lo que Mi Padre me dijo en esto, sí dije lo que tenía que decir en esta dirección, sí establecí aquéllo que el Señor dijo que tenía que establecer. Sí hubo tal confrontación, sí hubo tal derrota de tal cosa negativa. Y cuando todo ha sido recorrido el Señor dice: Padre he completado todo lo que me entregaste. He hecho todo lo que me dijiste, todo se ha cumplido, no falta nada.

El Señor podía decir: Sí he llevado a cabo todo lo que el Padre había designado. ¿Qué cosas se cumplieron en ese momento, qué cosas se habían cumplido, qué logros había el Señor Jesucristo realizado?. ¿Qué partes de la Voluntad de Dios había el Señor cumplido durante Su Ministerio?. Porque recuerden que no solamente era el Ministerio de Él sino también el ministerio de Abraham, de Gedeón, de Elías, y de los grandes profetas de Dios, los grandes momentos en el Éxodo y las grandes batallas que se habían establecido, los escritos del Antiguo Testamento todas estas cosas, esos momentos eran parte de un plan que habían comenzado claro en la eternidad pero que en un sentido histórico habían comenzado quizá en el momento del Edén.

Ese plan había sido establecido en movimiento desde el comienzo de la creación pero sobre todo yo creo que ese plan entró mayormente en función cuando Adán y Eva entran en el escenario y comienza el drama de la humanidad, y viene la caída y el pecado, y la separación de parte de Dios, se inicia todo un drama y al otro fin de ese drama está el Señor con Sus brazos extendidos entregando Su Espíritu al Padre, y entre esos dos extremos del drama hay toda una historia y al final el Señor le pone el punto final: consumado es.

¿De qué cosas está el Señor recordándose en ese momento, qué cosas está señalando? podemos señalar algunas de ellas simplemente y esta es la esencia de mi meditación. Número uno: la promesa que hizo Dios de que la serpiente habría de herir a la mujer en el calcañar, en el tobillo pero que la mujer pisaría la cabeza de la serpiente a través de su descendencia, el hombre, Cristo Jesús que nació de una mujer: María. Y ahora el Señor allí en la cruz al derramar Su sangre dice la Biblia en un pasaje que: en la cruz el Señor derrotó a los principados y a las potestades, y los exhibió públicamente y anuló el acto de los decretos que nos era contraria.

Por eso la Biblia dice: ¿quién condenará si Dios es el que justifica? porque ya ahí en la cruz del calvario el Señor le asestó un golpe de muerte a la serpiente. Así que el Señor dice: consumado es, se completó eso, check.

Otra cosa que yo creo que se cumple a través de este pasaje es que la justicia de Dios había sido satisfecha. Dios había declarado siglos atrás: el alma que pecare esa morirá. El Señor acaba ahí también de cumplir algo muy importante, la justicia de Dios, la ofensa mayor contra la Majestad de Dios de cada hombre, cada mujer que en su pecado establece separación entre Dios y el hombre, no puede tener acceso a la Gracia de Dios, no puede entrar a la Presencia perfecta de Dios en la eternidad y por tanto tiene que permanecer por la justicia de Dios completamente separado del Padre por toda la eternidad.

Y el Señor dice: ¿sabes qué Padre? Yo sé que Tú no quieres matar, Tú quieres salvar a Tu creación así que Yo voy a pagar el precio y Yo, infinitamente perfecto, infinitamente justo, infinitamente valioso voy a dar Mi vida en precio por ese pecado y todo el que entre en ese acto, y crea que lo que Yo he hecho vale para él o para ella, y firma ese cheque en blanco esa persona recibirá también esa justicia que yo he alcanzado y no tendrá que pagar el precio de sus pecados. Porque eso es simplemente la salvación, es simplemente usted entrar en lo que Cristo ha ya realizado en la cruz del calvario. Entrar en Su justicia y recibir usted justicia.

Cuando el Señor está allá arriba y dice: consumado es está diciendo: ha ¿otra cosa más? ya el hombre no tiene que pagar con su muerte, Yo lo he pagado y la justicia del Padre ha sido satisfecha y ahora Su amor y misericordia pueden tener precedencia.

Una tercera cosa que yo creo que el Señor estaba pensando allí en la cruz es que Satanás como yo había dicho había sido derrotado en múltiples ocasiones a través de Su Ministerio y que era definitivamente derrotado allí en la cruz. Cuando el Señor recorrió en la cruz como si fuera una gran película en forward a gran velocidad Él recordó ese momento en el desierto cuando hubo una confrontación frontal entre Satanás y Él allí antes de iniciar Su Ministerio.

El Señor recuerda en ese momento que ya Satanás había sido derrotado no solamente en ese momento en la cruz en una forma definitiva, los principados, el principio del mal. Dice la Palabra también que el Hijo del hombre se manifestó, vino para deshacer las obras del diablo.

El Señor en el desierto derrotó a Satanás y estableció un principio de que sí es posible para nosotros tener victoria sobre la tentación, tener victoria sobre el pecado, tener victoria sobre los engaños del diablo, tener victoria sobre la carne y el deseo de afirmarnos a nosotros mismos en vez de proseguir con la Voluntad del Padre.

Y el Señor allí en el desierto había derrotado a Satanás y después lo derrota cuando lo vence en la sinagoga con la mujer encorvada de la cual hablamos hace tiempo, con el hombre endemoniado en la sinagoga, con el endemoniado gadareno, con ese niño que estaba endemoniado cuando Él descendió del Monte de la Resurrección, el Señor derrotó a Satanás una y otra, y otra vez, el principio del mal. El Señor recuerda eso y también dice: consumado es, ese aspecto de Mi Ministerio también ha sido terminado.

Otro concepto, otro principio que el Señor recuerda cuando dice: consumado es es que el precio de la muerte había sido también pagado y que la muerte había sido derrotada en forma definitiva como lo sería después de la resurrección. Nos recuerda las palabras del apóstol Pablo en Primera de Corintios capítulo 15: "¿Dónde está oh muerte tu victoria" dice: "sorbida es la muerte en victoria", "¿dónde está sepulcro tu victoria, dónde está oh muerte tu aguijón?. No estaba allí, el Señor se lo había quitado.

Cuando el Señor está allí recuerda que la muerte también ha sido derrotada una y otra vez, muchos rounds que el Señor tiró con la muerte y en todos la derrotó. Y finalmente en la cruz con Su muerte al ser resucitado por el Padre también Él puede decir: hm, otra cosa más consumada, terminada, completada. La muerte también ha sido derrotada.

Y un par de cositas más, dice que también. Yo digo que cuando el Señor está allá arriba Él reconoce que un nuevo camino hacia el Padre ha sido abierto por medio de la sangre y la muerte de Jesús.

Otra cosa que el Señor recuerda es eso ¿no? ese camino que Él abre. Dice que por ese camino ancho podemos nosotros venir confiadamente al Trono de la Gracia para recibir oportuno socorro por medio de la cruz de Cristo, por la sangre de Cristo, por la victoria de Cristo, por Sus logros en la vida y en la muerte. Ahora hay una nueva manera de acercarse al Padre, no es por medio de nuestros actos, nuestros sacrificios, nuestros rituales, nuestra justicia que no vamos jamás a alcanzar sino simplemente por medio de la Gracia que Cristo liberó.

Venid a las aguas todos los sedientos, venid y bebed sin dinero y sin precio, mera gracia, pura gracia por ese camino, esa vía que Cristo abrió a través de la cruz del calvario. Entonces también el Señor dijo otra cosa más: consumado es, puedes ir.

Otra cosa. En Su carrera ministerial el Señor había establecido Su Iglesia. El Señor establece Su Iglesia, Su Iglesia con I mayúscula, Su Iglesia católica universal, porque eso es lo que quiere decir la palabra católico, universal creada por diferentes razas, diferentes naciones. Una Iglesia eterna, una Iglesia que Él dió Su vida por ella y viene a buscar.

Mientras la Iglesia de Cristo se mantenga fundamentada en la Palabra del Señor no importa qué demonios se arrojen contra ella, prevaleceremos, estaremos firmes y cuando esta sociedad se canse de dar patadas contra la Verdad de Dios y de tener su perreta adolescente intelectual secular la Iglesia estará allí como un refugio para que entren esos cuerpos triturados por el pecado y encuentren perdón y gracia en las palabras y en la vida de Cristo Jesús. Por eso no podemos nosotros vendernos, no podemos comprometer el Evangelio, no podemos comenzar a vender la casa al mejor comprador, al que pague cualquier precio porque creemos que ya si no lo hacemos nos van a dejar la Iglesia vacía. Nos paramos firmemente en ese Cristo que estableció Su Iglesia por toda la eternidad, una Iglesia que prevalecerá por los siglos de los siglos.

El Señor ya sabe. Cumplí Mi Palabra, cumplí Mi propósito, cumplí Mi tarea, establecí Mi Iglesia, dejé a doce hombres, dejé un grupo de mujeres, dejé unas verdades que declaré, dejé unas enseñanzas que ahora otros tomarán, Mis declaraciones las escribirán, habrá toda una documentación de Mis verdades y Mis seguidores a través de los siglos vivirán por esas verdades que Yo establecí y ahora la corporación gloriosa y eterna que es la Iglesia porque Su fundador la dejó. Dejó Sus valores, dejó Su visión, dejó Sus principios gobernativos y ahora continúa.

Entonces por eso el Señor dice: consumado es. Todo estaba ya terminado, ya no quedaba más nada que hacer. Cuando el Señor está en la cruz está recordando miles de momentos, momentos que ni siquiera fueron escritos en la Biblia, están allí en la historia. Un día los veremos, veremos el video completo, tendremos miles de años para ver todos los videos que no se vieron jamás de todos los momentos, todas las cosas que el Señor cumplió, completó, realizó.

No hay nada que se le pueda añadir esa es la última cosa que yo veo aquí que puedo decir, la séptima cosa. Es que cuando Cristo dice: consumado es está diciéndonos a nosotros: no traten de mejorar Mi plan. ¿Sabe que la gente trata en este tiempo de mejorar el plan de Dios? queremos ser más justos que Dios, más misericordiosos que Dios, más buenos que Dios, más aceptadores que Dios, más gentiles que Dios, queremos quitar una cantidad de cosas y poner porque creemos que no puede ser así.

Lo que se supone que nosotros hagamos es simplemente aceptar y entrar en el plan de Dios. Por eso el apóstol Pablo dice: si algún ángel del cielo trata de añadirle algo a esta Palabra sea maldito, sea anatema porque es que el plan de Dios es perfecto y es una atrocidad querer mejorar ese plan de Dios. Lo que usted y yo tenemos que hacer es entrar en el plan, aceptarlo, recibirlo, vivir en Él, reflejarlo con nuestra vida, nuestro comportamiento y afirmarlo con nuestro ser.

Permita Dios hermanos que al final de nuestra vida nosotros también podamos decir confiadamente: consumado es. Nosotros tenemos que vivir nuestra vida cada día aquí en la Tierra con esa meta en mente. Cuando llegue el momento de mi muerte, de mi agonía sea en una cama de hospital solo o con el dolor de una enfermedad muy difícil o con mis pensamientos un poco confusos por la vejez, o mi cuerpo decrépito por la enfermedad recordando los dolores, las tribulaciones, las traiciones, las dificultades, los fracasos del pasado como Cristo debió haber también recordado todas esas cosas pero también poder decir: consumado es.

Señor he hecho lo que Tú me mandaste. He hecho mi parte, he peleado la buena batalla, he corrido la carrera de la fé y ahora sólo me espera la corona de gloria, la victoria. Quiera Dios que nosotros vivamos nuestra vida de esa manera detrás del premio. Que hemos terminado lo que Dios estableció para nosotros.

Que el Señor nos bendiga en esta noche. Dios te bendiga en esta noche. Padre entramos en Tu perfecto plan. Te damos gracias por lo que Tú has hecho Señor Jesús, por no dejar un sólo detalle, una sola coma, un sólo punto, una sola pausa sin realizar de Tu hermoso plan. Te damos gracias que nosotros podamos también tener esa victoria Padre. Mientras tanto nos gozamos en la victoria que Cristo alcanzó por nosotros en la cruz en Su Nombre, en Su nombre amén y amén. Dios les bendiga mis hermanos.

Solícitos en guardar la unidad

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Filipenses 2:1 dice: “…Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión del espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia completad mi gozo, sintiendo lo mismo…”

Ahí está ese pasaje. Qué lindo. Ese es como el corazón del pasaje, es como el Espíritu Santo del Padre dice, completen mi gozo, llénenme ya de la bendición que yo necesito. Yo les amo, me gozo en ustedes, pero hagan ese gozo totalmente pleno y manifiesto al sentir ustedes lo mismo.

Qué quiere decir sentir lo mismo? La expresión griega quiere decir, pensando una cosa como pensando lo mismo. Es ser de una sola mente, un solo pensamientos, una forma de pensar, siendo Congregación León de Judá una familia unida, una familia que sea tan armoniosa que es como si tuviéramos una sola mente, un solo pensamiento, unidos por el Espíritu Santo.

Ese es la oración de Jesús. Padre, que sean uno, como tu yo somos uno. El Señor quiere que nuestra iglesia perfeccione ese amor, que pongamos todas las rencillas a un lado, todas las divisiones de clase, de raza, de nacionalidad, de proveniencia socio económica, de educación.

Cuando nosotros entramos aquí todo eso se queda allá afuera. Aquí somos hijos de Dios, siervos de Jesucristo, discípulos del Señor, creyente en él, unidos por un solo espíritu, una sola fe, un solo bautismo, un solo amor, como dice la palabra, un solo Señor. Eso es lo que el Padre quiere y nosotros tenemos que pedirle al Señor, Padre, quita toda rencilla, toda murmuración, todo chisme, todo resentimiento entre nosotros. Ayúdanos a ser solícitos, dice, en guardar el vínculo del amor. Solícitos quiere decir que hay que esforzarse, hay que ser como un mesero es solícito de que su cliente está en la mesa, tenga el agua que necesita, se le cayó una servilleta, y antes que toque el piso, ya la está cogiendo.

Usted ha ido a un restaurant de esos bien caros? Donde esos mozos están mirando como vigías en una esquina. Desde que el vaso se le bajó un poquito del agua, viene y le echa un poquito más. Solícito. Eso es un mozo solícito. Nosotros tenemos que ser así, solícitos en agradar al Padre, y solícitos en guardar el vínculo de la unidad.

Es decir, cualquier cosita, muchas veces nosotros no somos solícitos. Desde que alguien dijo algo que no me gustó ya de una vez me enciendo, desde que hicieron que no me cayó bien, desde que no me llamaron, desde que no me invitaron, desde que no me pusieron allí como un vidrio de Belén, ya me siento ofendido. Entonces no somos solícitos.

Eso quiere decir que cuando tu veas que se está acalorando la conversación, retírate de una vez, en vez de seguir dándole más leña al fuego para que el vínculo del amor permanezca. Una congregación tiene hacer un voto de armonía.

Dice, “… completad mi gozo sintiendo lo mismo…” siendo de una sola mente, siendo de un solo corazón, siendo de un solo sentir, una sola actitud, un solo deseo, sintiendo lo mismo, una misma cosa. Dice:

“…Nada hagáis por contienda o por vanagloria…”

Fíjense que todo esto va a una cosa y usted lo va a ver dentro de un momento, y es la semana de la pasión. Él está en realidad poniendo la aplicación antes de la exposición. En otras palabras, eso que él está diciendo debiera estar al final de lo que viene, pero él lo pone al principio, y entonces usa lo que sigue como una ilustración de lo que él está pidiendo que hagamos.

Entonces, entonces está diciendo, rece a León de Judá, sean de un mismo sentir, sean una iglesia unida, sean hermanos que se aman unos a otros, que esté solícitos en guardar el vínculo de la paz. Nada hagan por contienda o por vanagloria.

Cuando yo me paro aquí yo tengo que decirles, Señor, quítame toda pretensión, todo deseo de hacer nada por mí mismo, de ensancharme a mí mismo, o de recibir algo de la gente. Yo tengo que examinar mi corazón muy bien cuando hago cualquier cosa aquí arriba, porque yo sé lo peligroso que es cuando uno hace cualquier cosas por vanagloria, por orgullo, por llamar la atención hacia sí mismo o por de alguna manera, darse un guille, como dicen los puertorriqueños, o un momentito allá, qué bueno, qué grande… No.

Uno tiene que subir aquí, desvestido de toda pretensión humana y asimismo usted tiene que hacer en su ministerio, lo que usted hace, si usted es líder de una célula, si usted trabaja como hujier. Guau, qué bien se ve este uniforme, qué lindo me veo hoy domingo. No, usted tiene que desvestirse de toda vanagloria y también nada hacerlo por contienda.

A veces que nosotros hacemos cosas, ah, para que vea, para que se den cuenta. Ni por vanagloria, que es una cosa… ni por contienda, sino las dos cosas, negativo y aparentemente positivo, nada debemos hacer nosotros. Tenemos que examinar nuestro corazón cada vez que nosotros estamos ministrando en un grupo o en lo que sea, hay que decir, Señor, solo por tu misericordia y tu bondad.

Cuando una congregación hace eso, hermanos, cuando está compuesta de gente así, es la bendición y la gloria más grande de Dios. Dios desciende sobre una iglesia así. Dice:

“…No hagan nada por vanagloria ni por contienda, sino más bien con humildad…”

Tenemos que pedirle al Señor que nos enseñe lo que es verdaderamente la humildad.

“…Estimando cada uno a los demás como superiores a sí mismos…”

Ese es un principio que se repite muchas veces en la Escritura. Si yo fuera un predicador pentecostal, les diría a ustedes ahora mismo, mira a su hermano a su derecha, por qué no lo hace? Mire a su hermano y dígale, tu eres superior a mí. Dígale. Eso si yo fuera pentecostal. No quiero decir que tenga un complejo de inferioridad, porque el complejo de inferioridad no agrada a Dios.

Lo que está diciendo es que tu tienes que mirar a tus hermanos y ver lo bueno que hay en ellos y en un sentido ver tanta bondad en ellos y estar tu tan consciente de tu defecto y tu pecado, que es como si vieras a tu hermano y dijeras, él es mucho mejor cristiano que yo. Lo que está diciendo es…

Porque muchas veces nosotros siempre estamos mirando lo bueno que nosotros tenemos y lo malo que tienen los otros. Yo creo que la Biblia nos invita, no, mira lo bueno que tienen los demás y mira tu mismo y ve todo tu pecado y todo lo que te falta por caminar. Y entonces que tu digas, guau, verdaderamente.

Es así, hermanos, hay mucha gente que está aquí en el púlpito sirviendo a Dios y llevándose mucho la gloria y hay gente en los asientos que llegarán primero al Reino de Dios antes que ellos. Yo entiendo eso muy bien. Y uno tiene que estar consciente de eso continuamente. Uno tiene que estar consciente de la bendición que hay en la persona más humilde.

Nosotros muchas veces nos exaltamos tanto a nosotros mismos, no estamos lo suficientemente conscientes de nuestra propia pobreza espiritual. Si hay algo que tu has hecho que tu crees que te mereces gloria, renuncia a eso inmediatamente. Ve siempre lo bueno que hay en tu hermano y exáltalo y bendícelos y vete en tu pobreza espiritual. Y eso, en vez de hacerte inferior, te va a levantar.

Miren lo que dice aquí, “… no mirando cada uno por lo suyo propio sino cada cual también por lo de los otros…”

Usted ve todo eso, esos primeros 4 versículos es una invitación a lo que es la ética congregacional de la familia de Dios: no hacer nada por vanagloria, por contienda, estar consciente de su propia pobreza, estar consciente del mérito del hermano, esforzarse por mantener el vínculo de la armonía unos con los otros, no estar uno protegiendo su pedacito.

Muchas veces nosotros somos así, como los perros que gruñimos cuando nos van a quitar el hueso. Si yo me senté en el mismo lugar por 10 años y se me sienta alguien allí, olvídate, que enseguida… grrrr…. Salen todas las púas. Si el hermanito me está molestando porque estoy cantando desafinado, le hago dejar saber que me está molestando. Se sentó alguien, se me pegó un poquito demasiado porque tiene un abrigo… no mirando cada uno por lo suyo propio, sino también por lo de los otros.

Es el tu quitarte la mirada de ti mismo y ponerla sobre el otro en una forma benévola, llena de gracia. Es la ética de la gracia. Entonces, habiendo dicho todo eso, fíjense esa es la parte práctica de este pasaje, entonces él usa un ejemplo de alguien que llevó eso a su máxima expresión. Quién es ese? Jesús. Esta semana nosotros celebramos precisamente ese acto. Dice entonces:

“…Haya pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús…”

En otras palabras, Cristo ejemplificó todo eso que está ahí, él no miró lo suyo propio, él no hizo nada por vanagloria, no hizo nada por contienda, él veía lo bello en los demás, todo lo hacía con humildad, no buscando su propio placer, su propia comodidad sino la de los otros. Dice:

“…Haya pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús – y él entonces él explica por qué Cristo ejemplifica eso en el nivel máximo. Mire cuál era la condición de él –

Si yo soy o usted tratamos de ser humildes es porque sabemos que no nos queda otra, porque la verdad es que no merecemos gran cosa, pero el Señor tenía todo el derecho de exaltarse a sí mismo, de ser vanagloriosa, porque era verdad todo lo bueno que se pueda decir, él lo ejemplificaba. Dice:

“…El cual siendo en forma de Dios – y yo no voy a exponer, porque es un pasaje glorioso y sublime, y voy a resistir porque ya lo quiero soltar, pero dice − … el cual siendo en forma de Dios – en morfe Teu, esa es la palabra de forma, Teu, Dios, en morfe Teu – siendo en forma de Dios no estimó el ser igual a Dios…”

Ahí está la divinidad de Cristo. Como cosa a qué aferrarse, no se agarró a nada, sino que todo lo contrario, se despojó a sí mismo, se robó a sí mismo, se vació, es la palabra, quenosis. Quiere decir él se vació, se despojó, se deshizo a sí mismo, “…tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres y estando en la condición de hombre se humilló a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de cruz…”

Ahí está la exposición de lo que nosotros se supone que hagamos. Él ejemplifica eso en forma máxima y tu y yo se supone que lo usemos a él como modelo. En vez de solamente, oh, Señor qué bueno tu eres, qué grande tu eres, te alabamos. No, Señor, ayúdame a ser como tu en todo tu comportamiento, en toda tu forma de ser.

Porque ¿Saben qué? Esa actitud es la que atrae lo que sigue en la vida de un hijo de Dios. Dice:

“…Por lo cual Dios también − como él hizo eso, Dios hizo su parte, dice,− le exaltó hasta lo sumo…”

No podía llevarlo más alto “… y le dio un nombre que es sobre todo nombre para que en nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos y en la tierra, y aún debajo de la tierra…”

Los demonios un día van a tener que arrodillarse, los principados, las potestades, todos los poderes del infierno van a tener un día, también… porque ellos tienen autoridad, ellos tienen su propia gloria diabólica, pero la tienen, pero un día van a tener que arrodillarse cautivos, un día toda la creación va a tener que reconocer, los ateos, los vanidosos, los materialistas, los filósofos que no quisieron reconocerlo, los artistas que quisieron tener su propia gloria en vez de dársela al Señor, los filántropos que cogieron demasiada gloria para sí mismos en vez de decir, ese dinero que yo di, es porque Cristo me lo dio, Dios me lo dio.

Toda esa gente va a tener que humillarse delante del Señor. Los animales, las aves, los peces, los insectos van a elevar una sinfonía de adoración al Señor. Eso va a ser algo increíble.

“…Toda rodilla de los que están en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre…”

Usted ve, hermano, ese pasaje que dicen que es uno de los primeros himnos que se cantaba en la iglesia, haya pues en vosotros el mismo sentir que hubo en Cristo Jesús el cual siendo en forma de Dios no estimó el ser igual a Dios. Se cree que es un himno que se cantaba en la iglesia.

Hubo una confesión, un credo, pero el origen de eso es un llamado a nosotros a modelar y ejemplificar eso que Cristo modeló en una forma extraordinaria. Esta semana de la pasión, como se llama, esta semana de Semana Santa nos invita a reflexionar sobre la forma de vivir de Jesucristo, la forma de ser de él, lo que lo trajo a la tierra, lo que lo llevó a la cruz, lo que lo llevó a adelgazarse y meterse en el cuerpo transparente de un bebé y vivir como un hombre, como dice la Biblia, que es sin atractivo para que nadie lo deseara.

Si Cristo hubiera pasado por una de nuestras calles hoy, nosotros ni siquiera nos hubiéramos detenido un momento a mirarlo porque era un hombre sencillo, humilde, ordinario en su apariencia física, no era Brad Pitt, en formas de hoy día.

Una de las cosas que yo creo a veces, esta serie… la serie la Biblia, qué lindo y qué bueno, pero yo no creo que Jesús era un artista de cine en su apariencia. Jesús era un hombre muy dice, sin atractivo para que lo deseemos, no es para que lo deseemos, sino sin atractivo para que nadie lo deseara, es decir, que era simplemente como que hubiera caminado por allí y parecía un jibarito de Roxbury o de Jamaica Plain. Eso era Jesús, él no era un hombre llamativo ni nada, era el Hijo del hombre, era como una mezcla de toda la humanidad, parecía brasileño, africano, árabe, era una mezcla de razas, era como la humanidad misma decantada, un hombre promedio.

Yo creo que él se hizo así, humilde, sencillo, ordinario y Dios dijo, guau, me agrada mi Hijo, mire qué bello, entonces lo levantó. Cuando uno vive en esa manera, Dios lo levanta. La gente cree que es tocando tu propia trompeta como tu llegas a la gloria, es todo lo contrario, es metiéndote en una esquina para que nadie te vea y diciendo, Señor, si tu quieres, levántame y ponme tu en el medio. Muchas veces nosotros peleamos por los mejores puestos, las posiciones de autoridad, si nos dan pleitesía nos molestamos.

Sabes cuál es la manera de tu llegar a la gloria y al poder y a la autoridad en el Reino de Dios? Metiéndote en el medio mismo para que nadie te vea de la congregación y diciendo, Señor, si a ti te agrada, tu me levantas en tu tiempo. Esa es la persona que verdaderamente llega a la autoridad genuinamente. Y entonces nadie se la puede quitar, porque Dios mismo se la dio.

Hermanos, en esta Semana Santa, prometámonos y propongámonos ser como Cristo, en su actitud, en su humildad, su sencillez y su preferencia de sus hermanos. Vamos a ponernos de pie.

Démosles gracias al Señor por su presencia tan linda, tan rica en medio de nosotros. Prepárese, venga el viernes listo para adorar al Señor. No creo que ya llenó la cuota por la semana, sabe? Vamos a venir el viernes y vamos a darle al Señor un poco más. Amén. Y váyase a su casa creyendo que a usted no le robaron nada esta noche de energía ni descanso, ni nada. Aquí le dieron energía y descanso. Cuando usted vaya a su casa esta noche su sueño va a ser bueno. Amén. Va a ser rico, usted va a descansar como un bebé.

El Señor está con usted. Regocíjese porque lo que el Señor tiene para su vida es bueno. Renuncie ahora mismo a todo temor, toda expectativa de desastre y de vejez decrépita en el nombre del Señor y de enfermedad, pobreza, hijos desobedientes. Renuncie a eso en el nombre de Jesús ahora mismo. Renuncie a todo temor, toda escasez, toda debilidad, toda deficiencia. Renuncia, toda adicción toda opresión, toda atadura. Renuncie en el nombre de Jesús ahora mismo y váyase de aquí limpio, despojada, sanada en el nombre de Jesús, llena de vida, confiese virtud que sale de Dios para su vida en el nombre del Señor. Sus anhelos van a ser completados, sus hijos van a ser bendecidos. Dios te va a entregar tu casa. Dios te va a entregar tus despojos, lo que tu has estado clamando al Señor por tanto tiempo, lo vas a recibir en el nombre de Jesús. Amén.

En el nombre de Jesús lo reclamamos. Decimos es mío en esta noche, gloria a Dios. Lo recibimos, Padre. Gracias, gracias. ¡Aleluya! Te adoramos, Señor. Te bendecimos. Santo, santo es el Señor. Amén. Amén.