Consumado es

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Quiero invitarlos a meditar por un momento en la Palabra del Señor, esta penúltima Palabra que podría también haber sido la última Palabra que el Señor declaró en la cruz. Hay siete expresiones por lo menos siete que están registradas en los Evangelios que el Señor declaró mientras estaba en la cruz.

Yo creo que el Espíritu Santo en Su sabiduría nos ha dejado siete expresiones del Señor en la cruz, y sabemos que no hay coincidencias en la Palabra de Dios, todas las cosas en la Palabra tienen una razón de ser, un propósito. Yo creo que estas palabras cada una de ellas resumía un aspecto de ese proceso que el Señor estaba viviendo. El Espíritu Santo ha iluminado a Su Iglesia a través de la historia para que en Viernes Santo muchas veces como que recoja estas diferentes expresiones del Señor en la cruz y le dedique durante Semana Santa muchas iglesias un sermón de las Siete Palabras ¿cuántos han oído eso alguna vez?.

Pero no se preocupen yo no voy a predicar acerca de las Siete Palabras, voy a escoger una esta noche. En el versículo 30 de Juan 19 que creo que es el único lugar donde se registra esta Palabra dice: "Cuando Jesús hubo tomado el vinagre dijo: consumado es." Tetelestai, una palabra griega, una expresión que no se encuentra más que en uno o dos lugares en la Escritura en ese mismo pasaje de Juan en el versículo 28. "Después de esto sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado dijo para que la Escritura se cumpliese: tengo sed.

Quiero que meditemos un momento en esa expresión "consumado es" y vamos a ver que tiene muchas cosas allí, muchas resonancias. Y quiero pedirles que al final del servicio sean tan amables de venir y dejar sus ofrendas aquí, siempre se me olvidan estas cosas pero no quiero interrumpir el fluir del servicio así que sí les invito ahora mismo a reservar su ofrenda ¿amén? y venga al final y déjela aquí en la Casa del Señor, yo creo en la integridad del pueblo de Dios así que amén no hay que estar todo el tiempo azotando a la gente para que, yo sé que ustedes son gente madura.

Tetelestai, está completado, está terminado todo. Todo se ha acabado, consumado es. Esta palabra tetelestai se cree que era entre otras cosas usada para marcar recibos en la contabilidad antigua. Cuando una deuda había sido pagada, cuando un bill como decimos nosotros una cuenta había sido pagada, se estampaba o se escribía, pagada completamente, completamente saldada la cuenta. Nada más se debe, la cuenta está saldada, no hay un reclamo contra esa persona porque el precio ha sido pagado.

Hay algo que está completo, de finalidad, de terminación, de consumación en esta palabra. Para mí esta expresión del Señor antes de morir, antes de completar Su Obra muestra que había un plan. Usted no puede decir: consumado es, terminado es a menos que usted no sepa ¿verdad que sí? qué es lo que se ha terminado. Es como si hubiera habido un plan, una estrategia, un sistema previamente establecido, una serie de cosas que debían completarse y hacerse, había una intencionalidad que el Señor, el Padre celestial en Su soberanía había establecido una serie de realizaciones, de logros, de momentos que tenían que darse en el plan de salvación.

Y que el Señor allá en Su cruz mientras se preparaba para hacer Su último suspiro hace un recuento en Su mente de cada cosa que había hecho, cada logro que Él había alcanzado durante Su ministerio y pone una marca de: sí, sí, se hizo, se completó, se terminó. Sí, hice esto, hice lo otro, hice lo que Mi Padre me dijo en esto, sí dije lo que tenía que decir en esta dirección, sí establecí aquéllo que el Señor dijo que tenía que establecer. Sí hubo tal confrontación, sí hubo tal derrota de tal cosa negativa. Y cuando todo ha sido recorrido el Señor dice: Padre he completado todo lo que me entregaste. He hecho todo lo que me dijiste, todo se ha cumplido, no falta nada.

El Señor podía decir: Sí he llevado a cabo todo lo que el Padre había designado. ¿Qué cosas se cumplieron en ese momento, qué cosas se habían cumplido, qué logros había el Señor Jesucristo realizado?. ¿Qué partes de la Voluntad de Dios había el Señor cumplido durante Su Ministerio?. Porque recuerden que no solamente era el Ministerio de Él sino también el ministerio de Abraham, de Gedeón, de Elías, y de los grandes profetas de Dios, los grandes momentos en el Éxodo y las grandes batallas que se habían establecido, los escritos del Antiguo Testamento todas estas cosas, esos momentos eran parte de un plan que habían comenzado claro en la eternidad pero que en un sentido histórico habían comenzado quizá en el momento del Edén.

Ese plan había sido establecido en movimiento desde el comienzo de la creación pero sobre todo yo creo que ese plan entró mayormente en función cuando Adán y Eva entran en el escenario y comienza el drama de la humanidad, y viene la caída y el pecado, y la separación de parte de Dios, se inicia todo un drama y al otro fin de ese drama está el Señor con Sus brazos extendidos entregando Su Espíritu al Padre, y entre esos dos extremos del drama hay toda una historia y al final el Señor le pone el punto final: consumado es.

¿De qué cosas está el Señor recordándose en ese momento, qué cosas está señalando? podemos señalar algunas de ellas simplemente y esta es la esencia de mi meditación. Número uno: la promesa que hizo Dios de que la serpiente habría de herir a la mujer en el calcañar, en el tobillo pero que la mujer pisaría la cabeza de la serpiente a través de su descendencia, el hombre, Cristo Jesús que nació de una mujer: María. Y ahora el Señor allí en la cruz al derramar Su sangre dice la Biblia en un pasaje que: en la cruz el Señor derrotó a los principados y a las potestades, y los exhibió públicamente y anuló el acto de los decretos que nos era contraria.

Por eso la Biblia dice: ¿quién condenará si Dios es el que justifica? porque ya ahí en la cruz del calvario el Señor le asestó un golpe de muerte a la serpiente. Así que el Señor dice: consumado es, se completó eso, check.

Otra cosa que yo creo que se cumple a través de este pasaje es que la justicia de Dios había sido satisfecha. Dios había declarado siglos atrás: el alma que pecare esa morirá. El Señor acaba ahí también de cumplir algo muy importante, la justicia de Dios, la ofensa mayor contra la Majestad de Dios de cada hombre, cada mujer que en su pecado establece separación entre Dios y el hombre, no puede tener acceso a la Gracia de Dios, no puede entrar a la Presencia perfecta de Dios en la eternidad y por tanto tiene que permanecer por la justicia de Dios completamente separado del Padre por toda la eternidad.

Y el Señor dice: ¿sabes qué Padre? Yo sé que Tú no quieres matar, Tú quieres salvar a Tu creación así que Yo voy a pagar el precio y Yo, infinitamente perfecto, infinitamente justo, infinitamente valioso voy a dar Mi vida en precio por ese pecado y todo el que entre en ese acto, y crea que lo que Yo he hecho vale para él o para ella, y firma ese cheque en blanco esa persona recibirá también esa justicia que yo he alcanzado y no tendrá que pagar el precio de sus pecados. Porque eso es simplemente la salvación, es simplemente usted entrar en lo que Cristo ha ya realizado en la cruz del calvario. Entrar en Su justicia y recibir usted justicia.

Cuando el Señor está allá arriba y dice: consumado es está diciendo: ha ¿otra cosa más? ya el hombre no tiene que pagar con su muerte, Yo lo he pagado y la justicia del Padre ha sido satisfecha y ahora Su amor y misericordia pueden tener precedencia.

Una tercera cosa que yo creo que el Señor estaba pensando allí en la cruz es que Satanás como yo había dicho había sido derrotado en múltiples ocasiones a través de Su Ministerio y que era definitivamente derrotado allí en la cruz. Cuando el Señor recorrió en la cruz como si fuera una gran película en forward a gran velocidad Él recordó ese momento en el desierto cuando hubo una confrontación frontal entre Satanás y Él allí antes de iniciar Su Ministerio.

El Señor recuerda en ese momento que ya Satanás había sido derrotado no solamente en ese momento en la cruz en una forma definitiva, los principados, el principio del mal. Dice la Palabra también que el Hijo del hombre se manifestó, vino para deshacer las obras del diablo.

El Señor en el desierto derrotó a Satanás y estableció un principio de que sí es posible para nosotros tener victoria sobre la tentación, tener victoria sobre el pecado, tener victoria sobre los engaños del diablo, tener victoria sobre la carne y el deseo de afirmarnos a nosotros mismos en vez de proseguir con la Voluntad del Padre.

Y el Señor allí en el desierto había derrotado a Satanás y después lo derrota cuando lo vence en la sinagoga con la mujer encorvada de la cual hablamos hace tiempo, con el hombre endemoniado en la sinagoga, con el endemoniado gadareno, con ese niño que estaba endemoniado cuando Él descendió del Monte de la Resurrección, el Señor derrotó a Satanás una y otra, y otra vez, el principio del mal. El Señor recuerda eso y también dice: consumado es, ese aspecto de Mi Ministerio también ha sido terminado.

Otro concepto, otro principio que el Señor recuerda cuando dice: consumado es es que el precio de la muerte había sido también pagado y que la muerte había sido derrotada en forma definitiva como lo sería después de la resurrección. Nos recuerda las palabras del apóstol Pablo en Primera de Corintios capítulo 15: "¿Dónde está oh muerte tu victoria" dice: "sorbida es la muerte en victoria", "¿dónde está sepulcro tu victoria, dónde está oh muerte tu aguijón?. No estaba allí, el Señor se lo había quitado.

Cuando el Señor está allí recuerda que la muerte también ha sido derrotada una y otra vez, muchos rounds que el Señor tiró con la muerte y en todos la derrotó. Y finalmente en la cruz con Su muerte al ser resucitado por el Padre también Él puede decir: hm, otra cosa más consumada, terminada, completada. La muerte también ha sido derrotada.

Y un par de cositas más, dice que también. Yo digo que cuando el Señor está allá arriba Él reconoce que un nuevo camino hacia el Padre ha sido abierto por medio de la sangre y la muerte de Jesús.

Otra cosa que el Señor recuerda es eso ¿no? ese camino que Él abre. Dice que por ese camino ancho podemos nosotros venir confiadamente al Trono de la Gracia para recibir oportuno socorro por medio de la cruz de Cristo, por la sangre de Cristo, por la victoria de Cristo, por Sus logros en la vida y en la muerte. Ahora hay una nueva manera de acercarse al Padre, no es por medio de nuestros actos, nuestros sacrificios, nuestros rituales, nuestra justicia que no vamos jamás a alcanzar sino simplemente por medio de la Gracia que Cristo liberó.

Venid a las aguas todos los sedientos, venid y bebed sin dinero y sin precio, mera gracia, pura gracia por ese camino, esa vía que Cristo abrió a través de la cruz del calvario. Entonces también el Señor dijo otra cosa más: consumado es, puedes ir.

Otra cosa. En Su carrera ministerial el Señor había establecido Su Iglesia. El Señor establece Su Iglesia, Su Iglesia con I mayúscula, Su Iglesia católica universal, porque eso es lo que quiere decir la palabra católico, universal creada por diferentes razas, diferentes naciones. Una Iglesia eterna, una Iglesia que Él dió Su vida por ella y viene a buscar.

Mientras la Iglesia de Cristo se mantenga fundamentada en la Palabra del Señor no importa qué demonios se arrojen contra ella, prevaleceremos, estaremos firmes y cuando esta sociedad se canse de dar patadas contra la Verdad de Dios y de tener su perreta adolescente intelectual secular la Iglesia estará allí como un refugio para que entren esos cuerpos triturados por el pecado y encuentren perdón y gracia en las palabras y en la vida de Cristo Jesús. Por eso no podemos nosotros vendernos, no podemos comprometer el Evangelio, no podemos comenzar a vender la casa al mejor comprador, al que pague cualquier precio porque creemos que ya si no lo hacemos nos van a dejar la Iglesia vacía. Nos paramos firmemente en ese Cristo que estableció Su Iglesia por toda la eternidad, una Iglesia que prevalecerá por los siglos de los siglos.

El Señor ya sabe. Cumplí Mi Palabra, cumplí Mi propósito, cumplí Mi tarea, establecí Mi Iglesia, dejé a doce hombres, dejé un grupo de mujeres, dejé unas verdades que declaré, dejé unas enseñanzas que ahora otros tomarán, Mis declaraciones las escribirán, habrá toda una documentación de Mis verdades y Mis seguidores a través de los siglos vivirán por esas verdades que Yo establecí y ahora la corporación gloriosa y eterna que es la Iglesia porque Su fundador la dejó. Dejó Sus valores, dejó Su visión, dejó Sus principios gobernativos y ahora continúa.

Entonces por eso el Señor dice: consumado es. Todo estaba ya terminado, ya no quedaba más nada que hacer. Cuando el Señor está en la cruz está recordando miles de momentos, momentos que ni siquiera fueron escritos en la Biblia, están allí en la historia. Un día los veremos, veremos el video completo, tendremos miles de años para ver todos los videos que no se vieron jamás de todos los momentos, todas las cosas que el Señor cumplió, completó, realizó.

No hay nada que se le pueda añadir esa es la última cosa que yo veo aquí que puedo decir, la séptima cosa. Es que cuando Cristo dice: consumado es está diciéndonos a nosotros: no traten de mejorar Mi plan. ¿Sabe que la gente trata en este tiempo de mejorar el plan de Dios? queremos ser más justos que Dios, más misericordiosos que Dios, más buenos que Dios, más aceptadores que Dios, más gentiles que Dios, queremos quitar una cantidad de cosas y poner porque creemos que no puede ser así.

Lo que se supone que nosotros hagamos es simplemente aceptar y entrar en el plan de Dios. Por eso el apóstol Pablo dice: si algún ángel del cielo trata de añadirle algo a esta Palabra sea maldito, sea anatema porque es que el plan de Dios es perfecto y es una atrocidad querer mejorar ese plan de Dios. Lo que usted y yo tenemos que hacer es entrar en el plan, aceptarlo, recibirlo, vivir en Él, reflejarlo con nuestra vida, nuestro comportamiento y afirmarlo con nuestro ser.

Permita Dios hermanos que al final de nuestra vida nosotros también podamos decir confiadamente: consumado es. Nosotros tenemos que vivir nuestra vida cada día aquí en la Tierra con esa meta en mente. Cuando llegue el momento de mi muerte, de mi agonía sea en una cama de hospital solo o con el dolor de una enfermedad muy difícil o con mis pensamientos un poco confusos por la vejez, o mi cuerpo decrépito por la enfermedad recordando los dolores, las tribulaciones, las traiciones, las dificultades, los fracasos del pasado como Cristo debió haber también recordado todas esas cosas pero también poder decir: consumado es.

Señor he hecho lo que Tú me mandaste. He hecho mi parte, he peleado la buena batalla, he corrido la carrera de la fé y ahora sólo me espera la corona de gloria, la victoria. Quiera Dios que nosotros vivamos nuestra vida de esa manera detrás del premio. Que hemos terminado lo que Dios estableció para nosotros.

Que el Señor nos bendiga en esta noche. Dios te bendiga en esta noche. Padre entramos en Tu perfecto plan. Te damos gracias por lo que Tú has hecho Señor Jesús, por no dejar un sólo detalle, una sola coma, un sólo punto, una sola pausa sin realizar de Tu hermoso plan. Te damos gracias que nosotros podamos también tener esa victoria Padre. Mientras tanto nos gozamos en la victoria que Cristo alcanzó por nosotros en la cruz en Su Nombre, en Su nombre amén y amén. Dios les bendiga mis hermanos.