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Shhhhh, la reina duerme

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Soy pastor de matrimonios, de familias. Me dedico a predicar siempre a la familia. Fui pastor de jóvenes 6 años. Conozco la problemática de los jóvenes. Aquí ayudé un año en mi iglesia a los jóvenes, así que también conozco problemáticas acerca de los chicos que llegan aquí a Estados Unidos, a veces sin hablar muy bien el lenguaje. Y yo siempre he tenido una percepción con respecto a los hijos de los latinos. Hay un fenómeno en Estados Unidos y es que cada vez la sociedad americana es menos congregacional, cada vez menos buscan a Dios, las iglesias en América se están vaciando, estando quedando solo los edificios.

Piense usted por un momento por qué cree que Dios permite que sus hijos vengan. Qué cree que Dios está pensando con los jóvenes latinos cristianos que aprenden al idioma, que vienen a esta cultura, y que como cristianos empiezan a fungir como torres como evangelizadores, como personas distintas que traen la bendición a esta sociedad americana. Por eso no tenga en poco la vida de sus hijos.

Como Pablo le decía a Timoteo, nadie tenga en poco tu juventud. Pero no es el tema del que voy a hablar. Las mujeres van a salir felices ellas, van a decir, ay, pastor tiene que invitarlo otra vez a ese hombre, y los hombres van a salir un tanto preocupados de decir, a qué horas entré yo aquí, Dios mío. Vamos a hablar de matrimonio, vamos a hablar de familia.

Para cuando uno va a hablar de matrimonio, nosotros tenemos una fuente de consulta que no falla, que es la Biblia, y además Dios se permitió poner en la Biblia un libro que hablar acerca de las relaciones matrimoniales, de relaciones sexuales inclusivo, de la relación entre un hombre y una mujer, es el libro de Cantar de los cantares, que fue escrito por Salomón. Entonces es una alegoría acerca también de la relación que hay entre el Señor Jesús y su iglesia, pero además habla acerca de matrimonio.

Entonces, le hago una breve descripción. Voy a hacer un anuncio. No voy a predicar lo mismo en los dos servicios, entonces pueden grabar esta predicación los chicos de sonido, no en video, pero sí en audio, y si quieren después dejarla a disposición de ustedes, sería bueno, para que tengan esta primera parte y luego la segunda parte en el siguiente servicio. Porque yo sé que muchas mujeres van a decir, ay, sí, la necesito.

Déjenme describir un poco qué es el libro del Cantar de los cantares. Lo escribe la persona que después del Señor Jesús es la persona más sabia que ha pisado este planeta, que es el sabio de sabios, Salomón, era muy sabio. Escribe esta historia que es como un clásico culebrón, a ver si puedo decir qué es un culebrón. Un culebrón es una novela clásica, como las mexicanas, como las venezolanas hace un tiempo, no sé si ustedes ven novelas, es decir, La rosa de los vientos, La flor deshojada, La esmeralda de no sé dónde, o sea, usted lee el libro del Cantar de los cantares y parece un culebrón.

¿Cómo son los culebrones, las novelas, sobre todo las mexicanas? Es la historia del niño rico, adinerado, guapo, bien presentado, de buen linaje que de pronto un día va pasando y ve a la mucama, la muchacha de servicio, la niña que viene de una familia muy pobre, que no tiene destino y de pronto cuando sus miradas se cruzan quedan eternamente enamorados y ahí empieza toda una trama de vencer todas las imposibilidades para que los dos terminen amándose. Ese es un culebrón, que no son como las novelas colombianas porque las novelas colombianas son muy cómicas. ¿Ven novelas colombianas aquí o no? No me digan que no vieron Betty la fea, Pedro el escamoso, Hasta que la plata nos separe, todas esas novelas y no sé si alguna vez vieron una serie de un tipo, de Pablo Escobar que hablaba así.

Bueno, las novelas colombianas son distintas, pero los culebrones mexicanos, venezolanos. No sé si vieron novelas venezolanas algún día, se acuerdan La ciega, Topacio. Esas novelas clásicas. Usted lee el Cantar de los cantares y es una historia similar. ¿Qué es? Salomón, el hombre más sabio que existe sobre el planeta tierra, el hombre más rico que existe sobre el planeta tierra, un hombre que algún día va a en su carruaje y de pronto ve a una muchacha, una sulamita. La sulamita, es la historia de amor entre Salomón y la sulamita. Fíjese que ni siquiera ella tiene nombre, no se llama Marta, Gloria, María, Teresa, no, le dicen sulamita, que es como decir, la nicaragüense, la hondureña, la salvadoreña, la ecuatoriana, la peruana, ni siquiera nombre tiene.

Y entonces cuando ellos se ven quedan eternamente enamorados es que se escribe el Cantar de los cantares, ni siquiera tiene un orden cronológico, o sea, no es una historia que empieza y termina. No, está hablando en algunas oportunidades de un tema y luego pasa a otro sin advertirnos de nada, y también está escrita de tal manera que a veces habla la sulamita, y a veces habla Salomón. Entonces, ella dice una cosa y él dice otra, y se escribe así, en una forma muy poética.

Pero además habla abierta y si usted quiere aprender sexualidad a la manera de Dios, tiene que leer el Libro del Cantar de los cantares. Yo cuando dicto los seminarios acerca de matrimonio, hay una charla que es de sexualidad y miramos qué se permite, qué se debe hacer, qué no se debe hacer, qué piensa Dios, o sea, ahí encontramos el manual por excelencia acerca de lo que debe ser un matrimonio en todos los aspectos.

Además, mire esto, este hombre le recuerdo que tenía 700 esposas y 300 concubinas. A ver, yo le pregunto si un hombre sabio, sabio, sabio, el más sabio de los sabios con 1000 esposas se escribe un libro sobre la sexualidad, yo me lo leo. ¿Sí o no? sabe por qué, porque ese sí sabía. Yo me lo leo. Además tenía que ser muy sabio porque para aguantarse mil esposas. Si usted y yo con una y a veces no sabemos qué hacer, a veces decimos en qué carretera abandonada la tiro. ¿Dónde la dejo? Con una y necesitamos sabiduría, imagínate ese pobre con mil! Además tenía que ser muy sabio porque no solamente tenía mil esposas, tenía mil suegras. Tenía que ser sabio, muy, muy sabio.

Y entonces él con la sabiduría escribe el libro del Cantar de los cantares. Usted abra su Biblia en el libro del Cantar de los cantares. Aquí yo tengo la Nueva Versión Internacional. De pronto si usted tiene un dispositivo electrónico busca la nueva versión internacional, ¿la ponen en la pantalla? Me pueden poner la Nueva Versión Internacional en la pantalla.

Mire cómo empieza el libro del Cantar de los cantares. Dice, la amada – o sea, la que está hablando es la mujer, dice, “Ay, si me besaras con los besos de tu boca, grato en verdad es tu amor, más que el vino, grata es también de tus perfumes la fragancia, tu mismo eres bálsamo fragantes, con razón te aman las doncellas, hazme del todo tuya, date prisa, llévame, oh, rey a tu alcoba.” Así empieza.

Y la que está hablando es una mujer. “Regocijémonos y deleitémonos juntos, celebremos tus caricias más que el vino. – y aquí me encontré con la primera frase que a mí me hizo detener y encontrar un punto óptimo en la relación matrimonial. – Sobran las razones para amarte.”

Escuche, es una mujer que dice de su amado, sobran las razones para amarte. Guau, no le parece romántico. ¿A mí sabe qué me parece? Me parece un punto óptimo, me parece un reto de uno poder llegar a esa posición como marido, como esposo, como padre, como productor, como líder, como cobertura de un hogar, que su esposa termine pensando cosas como estas.

Sabes una cosa, mi amor, sobran las razones para amarte. Pudiera verte en cualquiera de las cosas que tu haces y tu eres superior a todos. Guau! Dios te hizo a ti y rompió el molde. Eres todo mío, eres único, eres grande, guau! pues yo no sé, a mí me hace un doble reto. Primero, que la mujer tiene que admirar a su esposo por lo que él es, pero a mí me hace un reto como varón, que yo tengo que hacer que mi esposa me admire, que yo tengo que ser digno de admiración.

Señores, no sé si ustedes alguna vez hayan escuchado cosas como estas y yo continuamente en consejería las escucho. Mujeres después de varios años de matrimonio diciendo, pastor, yo no sé cuándo dejé de amarlo. ¿Usted ha escuchado cosas como esas? Yo no sé cuándo dejé de amarlo. Yo les digo generalmente, mire, yo sé cuándo una mujer deja de amar a un hombre, cuando la mujer deja de admirarlo. Porque la mujer ama lo que admira, admira lo que ama.

O sea, una mujer cómo hace para poder amar a un hombre, empieza por admirarlo, empieza por sentirlo que él es distinto a los demás. Los hombres no nos definimos por el aspecto físico, al hombre no lo define la belleza, muchos se ponen felices conmigo, gracias a Dios, Señor, están de acuerdo conmigo como… ¿ustedes creen que mi esposa está conmigo por el físico? No. porque la mujer ve en el hombre otras características, ve que es responsable, trabajador, líder, que habla bien, que es educado, que lo admira por su conocimiento, por su capacidad para hacer cosas. Las virtudes y las características de un hombre hacen que la mujer se enamore de él.

Por eso cuando usted es irresponsable, usted no es un líder en su casa, usted no es un buen padre, usted no se comporta como un hombre, pues usted no sé… imagínese, yo sin ciertas características que admira mi esposa, por el físico no tenía esperanza, yo hubiera muerto virgen.

Pero escúchenme, señoras, ustedes se definen por lo físico. Eso lo vamos a hablar no sé si alcancemos en esta charla o en la siguiente, pero la mujer es definible por el físico. Ayer hablábamos algo y decíamos, la mujer necesita sentirse bella y necesita sentirse deseada y atraída por su esposo. Eso es muy importante para una mujer, que se sienta bella, que pasan los años y él todavía admira su belleza. Para una mujer es importante ser bella. Punto. Si la mujer se sienta bella va a estar segura andando el sendero de la vida. Créamelo. ¿Son inteligentes las mujeres? Sí, mucho, pero una mujer no quiere parecer inteligente para llamar la atención, más que parecer bella y que ser bella, porque ella se define por lo físico.

Ayer hablábamos, cuando se encuentras dos mujeres ¿qué hacen? Ah, hola, qué lindo. Lo primero que busca es algo bello en esa mujer, ¿o no? ay, qué lindo el bolsa, la moña, el pelo, qué linda, linda, linda. ¿Por qué cuando las mujeres se saludan se dicen lindas entre ellas? Porque esta mujer sabe lo que la otra mujer necesita. ¿Qué necesita? Que le digan que está bella. Una mujer invierte miles de dólares en la liposucción, en el relleno, se pone aquí, se quita acá. No compran un solo libro, una enciclopedia, no, eso no, porque si las mujeres quisieran llamar la atención sencillo, se ponen un [inaudible] debajo del brazo y pasan por el lado de los hombres para que todos digan, guau, mira qué inteligente esa mujer que va ahí. No.

La mujer ¿en qué invierte su dinero? Invierte su dinero en hacerse los rayitos en el cabello, en cortarse aquí, en ir al spa, en pintarse las uñas, en ponerse el collar, que se vea bella porque ella necesita sentirse bella. Ah, son inteligentes, intuitivas, sí, tienen tantas virtudes pero las demás virtudes parece como que pasan a un siguiente plano porque ella lo que necesita es ser bella. Los hombres no. o sea, un hombre… yo, para hacer sentir cómodo al pastor o tener una conversación, o quiero, por ejemplo, darle un calificativo, le digo, “Pastor, usted es muy inteligente. Pastor, usted predica bien, usted sabe mucho.” Yo no puedo llegar a decirle, “oye, qué linda corbata tienes.”

Si yo me encuentro con su pastor y le digo, “oye, qué guapo estás.” El pastor dice, a este hermano no hay que invitarlo más acá. Se preocupa. Dice, hey, los hombres no… nos sentimos incómodos cuando alguien nos califica nuestro físico, aún nuestra mamá después de la adolescencia un varón no quiere que su mamá ande diciendo, qué niño lindo…

Entonces, ¿cómo nosotros somos valorados? Nosotros somos valorados por las virtudes y las capacidades. Tenga capacidades, ser responsable, ser un hombre inteligente. Al hombre lo definen tres cosas fundamentales. Estas son preguntas que se hace un hombre que tiene que resolver en su vida. ¿Quién es? ¿Qué hace? ¿Cuánto gana? Eso es importante para nosotros. El quién es, ¿qué nos da el quién es? Ah, les presento al pastor, su función como pastor lo define; al abogado, al odontólogo, al ingeniero. Ricardo, el ingeniero. Gabriel, el odontólogo. Nos definimos por el título que llevamos.

Escuche a una madre, una madre habla, mi hijo es ingeniero. Mi hijo es científico. Mi hijo es pastor, profeta, futuro arcángel, porque las mamás siempre querrán que… fanfarronear con sus hijos. Y a nosotros eso es importante, quién soy. Yo soy comediante. ¿Qué hace? O yo, hago records mundiales, programas de televisión y hago comedia. ¿Qué hago? Eso me define. ¿Cuánto gana? Porque en el cuánto gano significa que cuánto puedo darle a mi familia. Hay cosas que están atadas a ese cuánto gano, que significa que yo puedo cumplir mi rol como proveedor de una familia, como guardián de una casa, como el que paga la universidad de los hijos, como el que provee todas las cosas para que su esposa esté bella, confortable, para asegurar su futuro. Esas son cosas importantes.

Mire esto, dice la palabra de Dios, Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza y lo puso en el huerto. Es que la palabra de Dios hace esto, dice Dios hizo al hombre y lo puso… o sea, lo puso a hacer cosas. Dios hace al hombre, lo pone en el huerto para que lo labrara y lo cuidara. Señoras, Adán estaba solo, Eva no había llegado todavía a este planeta, no estaba acá. Y ya Adán labraba, o sea, hacía, labraba, trabajaba, ganaba y se definía. Lo puso en el huerto para que lo labrara. ¿Qué era? Agricultor y lo cuidara, ¿qué era? Defensor de un lugar que se estaba preparando para lo que Dios habría de traerle.

Eva no estaba y ya Adán ganaba, trabajaba, tenía un título y laboraba por eso a nosotros nos define eso. Cuando usted encuentra un hombre que no provee para su hogar, que no cuida a sus hijos y su esposa, no cuida el edén, usted dice cosas como estas, hey, compórtese como un hombre! Ese no se comporta como un hombre, porque los hombres trabajamos, laboramos, cuidamos y proveemos. Esas funciones que tenemos que estar haciendo todo el tiempo.

A ver, aquí para hablarle un poquito a las mujeres. Díganlo sino que siente usted cuando usted llega a casa con su salario, y usted hace esto, ¿cómo entra? Usted no entra derrotado, usted acaba de recibir el fruto de su esfuerzo y usted entra orondo a su casa y usted saca ese cheque. No alcanza a sacar el cheque… o sea, usted lo ve por última vez. Yo en mi casa no soy José Ordoñez, yo en mi casa tengo muchos apellidos, José huevos, José leche, José el mortgage, José la renta, ¿cuántos apellidos tengo yo allá?

Pero cuando yo llego a mi casa y yo hago esto, créanmelo, llego de un viaje y traigo lo que me pagaron por mi show, que se vendieron los DVDs afuera, allá afuera van a estar en la mesa por si quiere comprarlos. Entonces, todo ese dinero yo no alcanzo a ver nada, llego y digo, toma. Y sabes una cosa, mi esposa lo toma y yo me quedo con una felicidad, me siento tan contento que cuando veo a mi hijo con los tenis nuevos, siento felicidad, cuando veo que mi esposa llega con su camioneta llena de mercado, guau, me paro en la puerta… porque cumplí la función para la que Dios me diseñó.

Claro, yo tengo también mi corazoncito. Yo le digo a mi esposa que ella es bella y la verdad ella es muy bella, pero también tengo mi corazoncito y cómo me gusta cuando mi esposa me dice, “eres único, como tu no hay 2. Gracias por traer el dinero. Sabes, me encanta saber que en 27 años de matrimonio en esta casa las necesidades tu las has cubierto para mí. Te admiro. Te amo.” Eso es lo que está haciendo la sulamita aquí que dice, “sobran las razones para amarte.”

La primera pregunta que le quiero hacer esta mañana a ustedes, queridas mujeres, es, ¿Cuántas veces usted valora lo que su esposo hace por usted? ¿Cuántas veces, señores, usted se hacen dignos de eso, usted cumple porque cumple porque cumple? Y se gana la admiración de su esposa. Además, si no lo valoras tu, si no lo ponderas tu, ¿quién esperas tu que te lo valore? Lo que tu no digas otra vendrá a decirlo. Lo que tu no valoras, hay personas prestas a valorar.

Estuve en Oklahoma hace como unos 6 meses. Me dio tristeza escuchar a un hombre después de esta predicación decirme, pastor, es triste para mí pero durante muchos años quería tener un acenso. Mi esposa siempre me preguntaba por un acenso en el trabajo, y el día que logré mi acenso, llegué a mi casa y le dije, “Amor, me dieron el acenso”, y ella me respondió, “Ya era hora.”

Eso degrada al hombre. Eso lo minimiza. Señoras ustedes tienen la capacidad de construir pero de destruir a un varón. Ustedes pueden hacer lo que le costó a una madre 25 años, usted lo puede dañar en 25 minutos, con lo que usted diga, con lo que usted haga. Necesitamos mujeres que aprendan a valorar a sus esposos, como necesitamos esposos que se hagan dignos de esa valoración.

Mire esto, nací en un hogar muy pobre. Los que han visto el video de Yo no pedí nacer, y vieron el show, yo he contado mi testimonio. Un hombre muy pobre, un hombre además que nació en una familia muy pobre con 5 hermanos más y que además fui desdeñado por mi familia. O sea, era complicado tenerme a mí como hijo porque nací hiperactivo, con una capacidad mental inusitada. O sea, pasaba algo y yo inmediatamente lo convertía en comedia con una velocidad…. Construía cosas, hacía, nada se me escaba, he tenido ese asunto desde que nací. Odié mi talento durante muchos años porque me metió en muchos problemas.

Cuando venía visita a la casa me tenían que esconder a mí porque yo siempre metía la pata. Si venía la señora y la señora decía y… entonces yo siempre estaba… Y luego cuando ya me inicié en la comedia reconozco que herí a muchas personas. Los comediantes somos eso, o sea, no sé si te hayas dado cuenta que un comediante… nunca caigas en labios de un comediante, por favor, porque un comediante puede agarrar al mismo presidente de un país y volverlo trizas. Se nos permite a los comediantes decir cosas que en boca de otras personas sonarían feas.

Y entonces yo crecí siendo desdeñado. Tu no sirves para nada. Tu eres la vergüenza de esta familia. Tu mamá no ha debido parirte. Tu eres un problema, ¿qué estaré pagando yo para tener un hijo como tu? Y crecimos en una sociedad en donde las calificaciones en la escuela eran las que denotaban quién era bueno y quién era malo. O sea, los niños buenos traían buenas notas, los niños malas no traen buenas notas como tu, que eres un mediocre. Y yo reconozco, yo era el que siempre estaba en la parte de atrás en la escuela. Yo no hice nada bien en la escuela. Yo lo único que aprendí a hacer bien en la escuela fue la firma de mi papá.

Y yo siempre estaba atrás porque la profesora explicaba en 5 minutos y a mí me bastaban 5 minutos para entender lo que la señora estaba diciendo. Los otros 40 minutos de la clase yo no necesitaba estar repitiendo, repitiendo y explicando, yo ya había entendido, 40 minutos libres para poner nicknames, sobrenombres, burlarme, hacer, imitar, siempre estaba yo allá atrás, entonces reconozco que fui un mal… no me interesaba estudiar. Yo fui un estudiante así, estas eran mis calificaciones, raspando, raspando, raspando. Perdió, perdió, raspando. Va a perder. Aceleró, pasó.

Cuando ya decían, ya usted va a perder el año, yo aceleraba al final de año estudiaba, sacaba las notas, para afuera. Listo. Siguiente. Entonces, esto va para los padres de familia, jamás le digas a un hijo que no sirve para nada. No es que tu hijo no sirva para nada, es que tu hijo no sirve para todo. A mí me dijeron que yo era un don nadie y que no servía para nada, solo porque no traía buenas notas. Y te lo voy a decir con conocimiento de causa, jamás le digas a un hijo que no sirve para nada, no vaya a ser que estés maltratando al hombre que va a bendecir tu vejez.

La Biblia es un manual, la Biblia te muestra familias por todos lados, y yo no sé si te hayas dado cuenta que en la Biblia siempre hay un hijo que es el educado, juicioso, que estudia, las mejores notas y otro que es una cosa tan rara, ¿o no? Jacob y Esaú, Esaú salía, cazaba… Jacob en la casa debajo de la mamá. Usted ve la historia del hijo pródigo. Un hijo que siempre hacía lo correcto y un hijo… que necesito la plata, que me voy… relajado. Y el otro que era el perfecto, era tan perfecto que cuando vino su hermano no cabía… yo nunca te he desobedecido, jamás me he comido el becerro gordo.

No sé si te das cuenta que en la Biblia siempre está el psico rígido y el relajado. Yo en mi casa tengo uno, está por graduarse en la universidad de Bayola en Los Ángeles, lo invitaron a estudiar en Harvard. Le llegó su cupo, él dijo… es un tipo… Y tengo otro qué te dijera… yo le digo, “Andrés, el mundo se va a caer,” él se corre para un lado. Usted se está identificando, ¿o no?

Okay, pero escúchenme esto. Yo fui víctima de sentirme un don nadie porque no funcionaba donde funcionaban mis hermanos. Y entonces he aprendido como padre que tengo que pastorear a mi hijo, porque a los hijos se les educa pero se les pastorea, se les corrige pero se les pastorea. Entonces, he tenido que decirle a mi hijo, “Hey, Andrés, puede ser que tu hermano sea superior a la hora de estudiar, pero eso solo lo hace superior en esa área de la vida porque tu tienes otras áreas de la vida en donde tu eres muy superior a él. Una nota mejor no te hace más hijo mío. ”

“La nota no dice que te tengo que amar menos. Tu vales por lo que vales, por el talento que Dios ha puesto en ti. Ah, me tienes que estudiar y tienes que hacer el esfuerzo de sacar las mejores notas. Haz el esfuerzo. Pero no creas que te vuelves más hijo mío cuando me traes las mejores notas. Eres mi hijo y te amo. Basta. Punto. Te amo.”

Entonces, yo crecí creyendo que yo era un don nadie. ¿Por qué? Porque tenía un talento que metía en problemas a todo mundo y porque no era el que traía las buenas notas. Entonces, siempre se me dijo, “No sirves para nada.” Y yo fui un muchacho que creía durante muchos años que no servía para nada. Fui vendedor ambulante, no terminé mi estudio, hasta que cumplí 21 años y yo – y esto es inexplicable, los médicos le han dado ya un diagnóstico que es un crecimiento retardado – yo conozco a mi esposa a la edad de 21 años y desde que conozco a mi esposa y le doy mi palabra de que esto es así, yo he crecido 5 cm más. Yo era diminuto, enjuto, flaco, insignificante, o sea, los colombianos que están acá saben que yo inventé un personaje que se llama Pablo Remalas porque a él no le pasa nada bueno, es muy de malas, de malas. Montó una fábrica de hielo y se le incendió.

Oiga, una cosa, tienen que entrar ahí en YouTube y buscan Mundo José Ordoñez y ahí están todos los personajes. Yo inventé a Pablo Remalas debido a esa área de mi vida, ese capítulo de mi vida en donde yo creía que no servía para nada. Cuando yo conozco a Jazmine yo siempre he sido un tipo soñador y le cuento los sueños a mi esposa.

Tengo 21 años aquí acumulados de gente que me ha dicho, “Tu no sirves, tu no puedes, ¿tu quién eres?” tan insignificante era yo que el día que yo me casé con mi esposa mi familia no vino al matrimonio. Yo tengo 5 hermanos y 5 medios hermanos y tengo un papá y una mamá. Pero el día que yo me casé una hermana vino, mi papá no estaba, mi mamá no estaba, mis hermanos no estaban, porque era un tipo tan insignificante que no merece ni siquiera que se vaya al matrimonio de él.

Me caso yo con mi muñeca, con mi esposa, y le cuento mis sueños y cuando yo le cuento mis sueños, es que no vine a poner a mi papá ni a mi mamá en el patíbulo, no. fui mal hijo, mal estudiante, pero aparte de eso qué sentirías tu si le preguntas a tu hijo de 9, 12 13 años y le dices, “¿Qué quieres ser en la vida?” y él te dice que quiere ser cuenta chistes. La gente le tiene miedo a la gente rara, pero ojo que la gente rara es la que cambia el mundo, la gente que se atreve a pensar distinto, a creer distinto y a emprender distinto, esos cambian el mundo.

Steve Jobs decía, “La gente no sabe lo que quiere hasta que se lo das.” Entonces, era complicado. El chistocito, el que se va dedicar a echar chistes. Y es verdad, nosotros los comediantes somos empíricos, o sea, no tenemos una universidad, no hay una universidad de comediantes. Yo no vengo a decirles, hola, buenos días, soy comediante, graduado en la universidad de Jajaja Harvard. No existe la Jajaja Harvard. Entonces, puedo entender un poco, pero escúchame, nadie vino a mi matrimonio.

Cuando yo le cuento mi sueños a mi esposa, mi esposa me dice, “Y lo vas a lograr porque tu eres único en el mundo.” La palabra de Dios dice, “el que halla mujer, halla el bien.” O sea, yo me casé con mi esposa e inmediatamente encontré la aliada número 1 de mi vida. Ojo con esto, que cuando mi esposa habla de mí, habla la persona sobre el planeta tierra que tiene más poder, más autoridad para bendecirme, porque con ninguna otra persona yo soy uno. Yo no soy uno con mi papá, yo no soy uno con mi mamá, ni con mis hermanos, ni con mis amigos, ni con mi compadre, ni con mi comadre, yo soy uno con Jazmine. Lo que ella dice tiene una importancia y una relevancia en mi vida como ninguna otra persona.

¿Entendiste, querida mujer, lo que significa cuando tu abres tu boca para bendecir a tu esposo, para bien decir de él? Tu eres único, así me llamó desde el primer día que le conté mis sueños. Hice un record en España, hice 80 horas de chistes para el libro de los Guinness Records en Madrid. Antes de hacer el record le mando la solicitud al libro de los Guinness y el libro de los Guinness responde y dice, “Señor Ordoñez, llene por favor esta solicitud para que usted pueda hacer ese intento de romper ese record para el libro de los Guinness.” Terminé de llenarlo y abajo después de la firma decía, “bienvenido al libro de las personas únicas en el mundo.”

La pregunta es, ¿quién lo dijo 23 años antes? Mi esposa cuando habla me bendice como ninguna otra persona o me destruye como ninguna otra persona. Aprende a hablar bien de tu esposo. Pero él no tiene nada bueno, lo mejor que tiene es un primo en segundo grado, no más. Pondérele el primo en segundo grado, bendígalo. Algo bueno ha de tener. Además no se ofenda usted misma, porque ¿quién lo escogió? A veces les digo, ¿y quién lo escogió? Es que mi marido es un borracho, que es un mujeriego. ¿Quién lo escogió? ¿Dónde lo conociste? En una discoteca. Él era el novio de mi mejor amiga. Y ahora vienes a quejarte porque él es alcohólico y mujeriego, ¿no te diste cuenta?

Una vez íbamos en un crucero para matrimonios, iba el cantante Marcos Barrientos, iba Cash Luna y José Ordoñez, íbamos en una van aparte, adelante estaba Marcos, en la mitad estaba Cash y aquí estaba yo con mi esposa. Entonces, dice Cash echando un chiste, “Sería un desastre si Marcos echara chistes, yo cantara y Ordoñez predicara.” O sea, él cambió los roles para echar un chiste. Y eso no le sentó bien a mi esposa. Y menos mal íbamos en la parte de atrás y me pegó un codazo, clásico codazo de mujer herida. Y me dice mi esposa, “Si él supiera que esas tres cosas tu las haces mejor que ellos.” Guau!

Pueda ser que yo no cante como Marcos Barrientos, puede ser que yo no predique como Cash Luna, en el humor sí ellos son unos simples mortales, eso no es lo importante aquí. ¿Sabe qué es lo importante aquí? es el concepto que mi esposa tiene de mí, que cree que yo predico como el mejor, canto como el mejor, y puede unirse a lo que dice la sulamita, sobran las razones para amarte.

Empiezo a terminar. Necesito ir al siguiente versículo, esta capacidad que tengo de hablar, Dios mío… si usted puede quedarse a la segunda, chévere, si no invite y sino después consigue el audio de la segunda.

Dice la amada, “Morena soy pero hermosa, hijas de Jerusalén; morena como las carpas del Cedar, hermosa como los pabellones de Salmá. No se fijen en mi tez morena ni en que el sol me bronceó la piel, mis hermanos se enfadaron contra mí y me obligaron a cuidar las viñas y mi propia viña descuidé…”

Ella cuenta una historia. Ella dice, morena soy, empieza a describirse. Morena soy, pero hermosa. Ojo con esto, cuando usted dice algo y luego le pone un pero significa que eso que acaba de decir no es del todo cierto o hay alguna duda. O sea, morena soy, pero hermosa. O sea, que ella está diciendo que del todo no es hermosa, que ella quisiera sentirse hermosa pero que ella sabe que no es hermosa, pero que le gustaría que la vieran como hermosa. Porque las mujeres ¿por dónde se definen? Por su físico, por su belleza.

Entonces, ella dice, morena soy, pero hermosa. Morena como las carpas del Cedar – las carpas del Cedar no eran morenas, eran negras. En ese tiempo las personas de piel morena, de piel negra, eran tenidas como de una menor ralea. O sea, con un estatus más abajo. Entonces ella dice, morena soy pero hermosa. O sea, quisiera sentirme hermosa. Y empieza a contar una historia, la historia de su vida, ¿sabe por qué, caballeros? Porque las mujeres cuando llegan a nuestros brazos traen una historia para contar.

Dice, les quiero contar por qué soy morena, porque es que mis hermanos se enfadaron conmigo y me pusieron a trabajar al rayo del sol, dice en otra versión, y el sol tostó mi piel. O sea, yo me moreneé de tanto estar trabajando y mis hermanos me esclavizan, yo tengo que trabajar para mis hermanos y ni siquiera tengo la oportunidad de trabajar para mí. O sea, yo no tengo plata, no tengo futuro, tengo unos hermanos que me esclavizan. Pregúntese usted, por qué unos hermanos esclavizaban a su hermana. La primera pregunta que me sale a mí es, ¿y dónde estaban los padres? O tenemos padres que permiten que los varones maltraten a las mujeres o tenemos una mujer que es huérfana, cualquiera sea el caso, ella trabaja de sol a sol. Ella es ruda. Imagínese una mujer que está labrando la tierra todo el tiempo y dice – hay una parte de esa herencia que me toca a mí pero yo no tengo tiempo para trabajarla porque tengo que trabajar para ellos. Ellos me explotan laboralmente y yo no tengo vida.

Eso cuenta, yo quisiera sentirme bella pero estoy maltratada por mis hermanos. Lo cuenta y por qué lo cuenta. Vuelvo y les digo, señores, tu esposa cuando llegó a tu vida, a los 23, a los 18, a los 25, traía una historia familiar, traía una manera, una cultura. Vivimos en un país en donde muchas veces nos casamos entre culturas. No puedes desconocer la cultura de donde viene, la familia de donde viene, el contexto cultural, el contexto socio económico, no puedes desconocer ningún factor de tu pareja cuando llega a vivir contigo porque eso inmediatamente tiene un impacto de cómo vas a vivir con esa persona, de cómo pensamos los colombianos, los dominicanos, los salvadoreños, los peruanos, los bolivianos. Se viene con una manera cómo nacemos, como crecimos, cómo nos educó, lo que papá y lo que mamá dijeron. Eso vino ahí.

Y sabe una cosa, que uno no puede decir, ah, yo voy a tomar la parte que me interesa de mi esposa, pero la otra no. ¿Se acuerda lo que hablábamos ayer? No. te casaste con los problemas, también te casaste con sus traumas, te casaste con sus errores. Los errores de tu mujer son tus errores. Lo que a ella le duele a ti te tiene que doler. Lo que en la vida de ella no esté resuelto tu lo tienes que resolver. Esa parte donde no le va muy bien, tu la tienes que resolver. Tu eres el varón, eres la cabeza del hogar, estás para resolver el problema de tu mujer.

¿Porque qué hace Salomón inmediatamente? Le dice, versículo 8, “Si no lo sabes, bella entre las bellas” – y tenía mil, pero le dijo, hey, no lo sabes, bella entre las bellas.” ¿Qué hace un hombre sabio? Donde ella es débil yo la vuelvo fuerte, donde a ella le va mal yo le fortalezco. Los maltratos que sufrió en su infancia por parte de su papá que nunca la cuidó, la poca estructura educacional que tiene, la parte de su formación, amor, “en dónde eres débil porque acabas de encontrar la respuesta a tus problemas. Yo soy las respuestas a tus interrogantes, yo soy la calma para tus aflicciones, yo soy el resolver tu vida. Tu vida es vida desde que mis ojos vieron tus ojos.”

Entonces, el hombre en una discusión ¿sabes qué hace? Tenemos esta tendencia. Donde ella es débil, sacamos su debilidad, la ponemos en público y la exponemos. Tu qué sabes si tu nunca tuviste, si tu mamá es igual a ti. Sacas todo eso que a ella le duele, donde tiene una vida sin resolver, y solo lo utilizas para refregárselo en la cara en una discusión. Donde ella es débil tu la desnudas. Expones sus errores, cuando deberías cubrirla porque los hombres cubrimos. Donde eres débil yo te hago fuerte, mi amor.

En una discusión hacemos esto, tu qué sabes, tu eres bruta. Tu no sabes, tu eres bruta. Okay. Digamos que es bruta, juguemos a que es bruta. ¿Y quién tiene que resolver el problema? Se supone que se casó contigo y que tu al ser el líder de tu casa, que estás para protegerla, para bendecirla y para cuidarla, donde ella es débil la tienes que hacer fuerte. Jamás le digas a tu esposa que es bruta si no estás dispuesto, acto seguido, en ir a una universidad y matricularla para que estudie.

¿Cuántos años de educación le faltan a tu esposa? Preguntémonos ahí, ¿cuántos años le faltan de educación? ¿Cuántas veces escuchas en tu matrimonio cosas como estas, que tu esposa dice, “Yo pude haber hecho, yo pude haber sido, yo pude haber logrado”?

Sabe cómo envejecen nuestras mujeres, hablando de frustraciones, de cosas inconclusas, irresueltas, y el hombre se permite llevar a una mujer a la vejez a ese estado. Mi esposa se casó conmigo cuando tenías 18 años, yo pagué su universidad. Actualmente estudia inglés y está pensando en empezar una siguiente carrera, porque quiero que cuando estemos viejos mi esposa nunca diga, “Yo pude haber sido,” no, tu eres. Amor, gracias por haber hecho posible mi sueño. Yo soy el realizador de los sueños de mi esposa. Yo soy.

Señores, el matrimonio es diario. Ese el problema que tenemos, que el matrimonio es diario. No pienses nunca un matrimonio de 30, de 35, piensa en el hoy. El matrimonio se vive día a día. Hoy te vas a levantar y todas las preguntas que tiene tu esposa, las vas a resolver. Y si ella hoy se levantó con una aflicción tu la tienes que resolver. Si hay algo que le molesta, es tu problema, resuélvelo.

Porque Salomón dijo, cómo que fea. Bella, entre las bellas. Y en la siguiente predicación vamos a ver qué hizo él para que esta mujer terminara siendo una de las mujeres más felices de la Biblia. Una historia que empezó en medio de la penuria, del dolor y de la aflicción, y terminó de la manera adecuada. Por ahora le dejo todo esto para su reflexión.

Póngase sobre sus pies y oremos. Si tiene a su muñeca ahí al lado, abrácela, abrace su muñeca, abrace su muñeco. Hagamos una oración, Señor, necesitamos que tu hagas algo hoy por la familia, por el hogar, por las esposas, por los esposos. Necesitamos que tu actúes de manera conveniente en la familia que está representada acá. Y queremos pedir perdón por todas las veces que nosotros como varones, que ellas como mujeres, Señor, han fallado y levantamos el rostro a ti para decirte que hagas tu maravillosa obra. La vida de José Ordoñez solo cambió el día que le entregó su corazón a Jesús.

SEGUNDA PARTE

Voy a hacer un pequeño resumen de lo que dijimos en el primer servicio. Hablábamos acerca del libro del Cantar de los cantares, que es el compendio que Dios permitió, no sé cómo se traducirá compendio. Pobre del que esté traduciendo, Dios mío, dale sabiduría porque traducir a José Ordoñez no es fácil, hablo rápido y fuera de eso hablo en términos de comedia y cosas culturales que al hacer la traducción eso no… entonces yo los pongo a sufrir. A las personas que hablan inglés aquí, de todas maneras disfruten ver reír a los demás.

Entonces, decía, que el libro del Cantar de los Cantares fue escrito por Salomón, que es la persona después del Señor Jesús, la persona más sabia que ha pisado este planeta. Es el sabio de los sabios. Aparte de eso es un hombre rico, poderoso y se cuenta la historia en el libro del Cantar de los cantares de cómo él se enamora de la sulamita, que es una mujer que cuenta una historia desgarradora, dura, dice ella cuando empieza a describirse:

“Yo morena soy, pero hermosa…” O sea ella no se sentía hermosa sino que decía morena pero… pero, pero, y hablábamos acerca de la importancia de que a la mujer la define el físico, la mujer es definible por su físico. Dime qué tan bella se siente una mujer y yo te diré qué tan segura está. O sea, si ella se siente bella, ella se siente segura. Si una mujer se siente poco agraciada, se siente fea, va a estar siempre insegura, va a sentir como que no tiene cabida en los lugares de preeminencia, en un lugar adecuado. La mujer nació para sentirse bella.

Les voy a poner un ejemplo. Yo tengo 4 hijos, 2 niñas, una ya se casó, tiene 26 años y la otra tiene 14 años. Las niñas han hecho siempre esto y quiero que los hombres me ayuden a ver si no les pasa igual. Que las niñas cuando están pequeñitas, 6 años, 4 años, 5, 9, no sé, se ponían siempre la mejor ropa, mis hijas, se ponían sus colitas, sus trencitas, se ponían brillo en los labios, hermosas y adivinen, luego de ponerse bellas, adivinen a quién era el primero que iban a buscar. Les pasa ¿verdad? Y me buscaban a mí y esto hacen las niñas, buscan al papá y preguntan, “Papi, ¿cómo estoy?” ¿Qué hace uno de padre? “Bella, estás hermosa.” ¿Tu te preguntaste alguna vez por qué las niñas hacen eso?

Nadie se los enseña. Pero mis hicieron lo que tus hijas hacen, porque ellas necesitan desde pequeñas saber que son bellas. Nadie se lo enseñó, ella necesita la voz de un varón que le diga que es hermosa, porque si ella se siente hermosa, se siente segura. Un niño no. los varoncitos no hacen eso, bueno, por lo menos un niño normal no.

Yo creo que usted se preocuparía si su hijito de 7 años viene y le dice, “Papi, ¿cómo estoy?” Usted dice, vea, yo era la oveja negra de la familia y este me resultó la oveja rosada. Usted se preocupa si un niño está demasiado preocupado, medio narciso, preocupado por su belleza, porque a los hombres, como lo hablábamos en el primer servicio la belleza no es importante nosotros. Hace parte, como decir, para una mujer es importante ser inteligente pero no es lo más importante. Una mujer no querrá parecer más inteligente que bella, siempre querrá ser bella e inteligente. Pero bella, bella, por esos sus grandes gastos en la vida de una mujer son el bolso, los zapatos, los rayitos del pelo, el arete, el perfume, el collar. Eso hace parte de la femineidad para sentir que ella está siendo valorada. Desde niñas necesitan una voz, listen to me, la voz de un varón que dice, estás bella.

Lamentablemente en nuestros países latinoamericanos, no sé cómo sea aquí en Estados Unidos, cómo es el padre americano, pero lamentablemente en nuestros países nosotros provenimos de una raza, de una generación en donde los padres asumían que si eran tiernos con sus hijos, entonces eran débiles. Y nunca les dijeron a sus hijos… Yo tenía 6 años cuando vine y le di un beso en la mejilla a mi papá por su cumpleaños y me dijo, “No me beses, los hombres no se besan.” No culpo a mi papá porque a su vez mi abuelo le dijo eso a mi papá. Entonces, muchas veces si un hombre acaricia a su hija, juega con ella, a veces siente que está siendo demasiado tierno y está siendo débil.

Entonces, cuántas mujeres crecieron sin escuchar la voz de su padre diciéndoles que estaban bellas, que estaban hermosas. Y es miserable crecer en una familia así y luego casarse con un hombre que sigue en la misma tónica, que no ha entendido que la mujer nació para ser amada y admirada por su físico.

Cuando usted toca o habla el físico de su esposa está tocando la parte más almática y más sensible de una mujer. Jamás haga chistes sobre el cuerpo de su esposa. El pecado no había entrado a la raza humana, y dice que Adán y Eva estaban desnudos y no sentían vergüenza. Eso quiere decir que Dios diseñó el físico del esposo y de la esposa que se admiren mutuamente y entiendan el proceso lógico del envejecimiento sin dejar de admirarse. Jamás se ría de las nalgas de su señora, de sus pechos, de sus arruguitas, de sus canitas, de la vena várice que le está saliendo. Jamás le diga que es que tiene la instalación por fuera. No se burle. Si usted va a hacer un comentario jocoso, aprenda a hacer comentarios jocosos que construyan no que destruyan, porque es un acto violatorio hablar mal del cuerpo de la mujer y luego querer estar con ella. Las mujeres necesitan sentirse bellas.

Las mujeres aquí van a decir, “Vuélvalo a invitar, pastor, ese tipo…” Mire, les voy a dar este versículo que las mujeres van a correr a apuntar con una velocidad inusitada. Malaquías capítulo 2, versículos del 13 al 16. Apúntenlo, ténganlo ahí como una reliquia, si quiere lo puede mandar a amplificar en su casa, no se lo voy a leer pero si lo quieren lo pueden leer. Le voy a decir, porque necesito parafrasearlo, necesito meterlo dentro del contexto cultural actual.

Dice Dios, Dios es el que está hablando, “Otra cosa que ustedes hacen es inundar de lágrimas mi altar, vienen, lloran, me traen sus diezmos y luego vienen y me preguntan a mí, Señor, ¿por qué no nos oyes, por qué no nos contestas, Señor? ¿Me preguntan por qué no los oigo? Porque yo soy testigo de la manera como ustedes tratan a sus esposas y hasta que ustedes no aprendan a tratar bien a sus esposas yo no los oigo.”

Léalo que ahí está. No recibo su ofrenda con agrado, no escucho sus oraciones, no me vengan a decir, vengo a ti, Señor, porque no oigo, porque con esa misma carita de mamo santo que me vienes a poner aquí en la iglesia los domingos, con esa misma voz con que me cantas, esa misma voz la utilizas para gritar a tu esposa el martes. Escuché cuando le hablaste mal el miércoles, el jueves en la madrugada me di cuenta de cómo tu la tratabas, y mientras tu no resuelvas este asunto, y como dice la palabra de Dios, dejé de cubrir sus vestiduras de violencia, hasta que no aprendas a tratar a tu esposa tu y yo no hablamos. ¿Cómo la vio?

Por eso me disgusto cuando hay gente en la sociedad que dice que la Biblia es un libro machista. Usted dice, eso es Malaquías, eso es el Antiguo Testamento. No, vámonos al Nuevo Testamento, el Apóstol Pedro, que era el Apóstol más sanguíneo de los 12 que tenía el Señor. Sanguíneo porque era un tipo explosivo, violento. Ese fue el que le bajó la oreja a Malco, ¿se acuerda? Sí. Ahora, fue que Malco se agachó, Pedro no iba a bajar la oreja, lo que pasa es que Malco tenía reflejos, cuando vio venir el machete, hizo… y le bajó la oreja, pero Pedro iba por la cabeza. Ese mismo Apóstol que hace cosas como esas termina en una de sus cartas, dice el Apóstol Pedro, “traten a sus mujeres como a vaso más frágil, denle honor a sus muñecas, a sus esposas para que sus oraciones no tengan estorbo delante de Dios.”

¿Acaso no es lo mismo que dice Malaquías? Es lo mismo. Dice el Apóstol, bajo la inspiración del Espíritu Santo, dice, “cuando usted grita a su esposa, cuando usted no la trata como vaso frágil, todas las oraciones que usted hace, todas las peticiones que usted hace, tienen estorbo, el cielo se cierra para usted.” Les acabo de decir por qué a muchos de ustedes no les dan el aumento que andan pidiendo, no le sale el contrato que andan buscando, no les han dado todo ese trabajo que ustedes están esperando, no se han sanado de la enfermedad por la cual ustedes le viven clamando a Dios. Todas esas oraciones que ustedes andan pidiéndole a Dios, Dios no las escucha porque escucho más fuerte el grito que le pegaste a tu esposa.

¿Vio lo que le dije que las mujeres iban a salir, sí, sí? Y algunas vinieron solas y están diciendo, “Ay, no vino, no vino.” Sencillo, usted después consigue los Cds de la predicación, donde dice José Ordoñez, borrá ahí José Ordoñez, y pone Paquita la del barrio y se la da a su marido. Pero necesito retomar.

¿Qué decía yo en la primera parte? La sulamita empieza a contar una historia sobre su vida. Ella era una mujer que ni siquiera nombre propio tiene la Biblia para ella. Era la sulamita, era de Sulám. O sea, ella cuenta esta historia, yo morena soy, o sea, me siento… en ese tiempo las mujeres de tez morena eran tomadas como de baja ralea, entonces ella dice, morena soy pero hermosa, pero bonita. O sea, como que queriendo decir, necesito sentirme bella.

Y hablábamos en ese contexto cuando encontramos lo que decía la sulamita misma en el Cantar de los Cantares, capítulo 1, versículo 8, le responde Salomón. ¿Qué le responde Salomón? Dice Salomón, cuando escucha que ella dice, yo no soy tan bonita… y otra cosa, ella dice, ¿ustedes saben por qué yo soy morena? Porque es que he sido maltratada, abusada por mis hermanos durante muchos años. Mis hermanos me esclavizan. Ellos se enojaron conmigo y me pusieron a trabajar para ellos y ni siquiera yo tengo mi dinero, ni puedo trabajar para mí mismo, y entonces estoy descuidada. Ella misma se dice descuidada. Mi propia viña descuidé.

Entonces imagínese una mujer que está trabajando al rayo del sol, su piel la tostó el sol y está maltratada por sus hermanos, pobre, harapienta, y de pronto pasa Salomón, el hombre más poderoso del planeta por aquel tiempo, el hombre más rico que ha existido y el hombre más sabio después del Señor Jesús que ha pisado este planeta. Y la ve, sus miradas se cruzan, se enamoran y ¿saben qué hace Salomón? Hace lo que hacen los hombres sabios, aquí concluimos nuestra primera predicación. ¿Qué hace un hombre sabio? Un hombre sabio no desconoce las debilidades de su esposa, tiene que necesariamente aprender cuáles son sus debilidades.

Cuando te casaste con tu esposa, hay una parte que te encantaba, que te gusta. Ella tiene la parte donde es fabulosa, donde parece que nadie la supera. No sé, todas las mujeres tienen ese encanto maravilloso y uno que otro detallito, dificultad, error, defecto, poquitico, chiquitico. Hay un área de tu esposa que es la que no te gusta, con la que te sientes incómodo. Venía ahí, hay hubieses querido hacer esto, tomar solo la parte buena y rechazar la parte mala, pero no se puede. Ella todita, todita, es para ti, en lo malo y en lo bueno, por eso aquí cuando vienes a casarte nosotros los pastores te decimos, ¿la aceptas en lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza? Tu respuesta no fue, sí, no, sí, no, sí, no. ningún hombre responde así. ¿Cómo respondiste? ¿Qué dijiste? Sí, y ese sí incluía sí, la parte que no me gusta de ti también la acepto, también es mía. Tu parte problemática, el trauma que traes de tu infancia es mío. Yo tomo tu carga, querida, hermana, amiga, amante mía, tu parte en donde no eres buena es mía. Yo tengo que resolver donde eres débil yo soy fuerte, porque los hombres sabios hacen esto, se dan cuenta e inmediatamente trabajan para resolver los problemas de su esposa.

¿Qué hace el hombre moderno? Donde ella es débil la debilita más. Por ejemplo, su padre siempre dijo que ella era fea, que ella era bruta. Los latinos crecemos escuchando cosas imbéciles, perdóneme la expresión, de nuestros padres, porque a su vez ellos recibieron esa educación. Tu no sirves para nada, quítate de aquí. Yo no espero nada de ti, tu eres imbécil, tu eres igual a tu mamá. Quién sabe cuántas cosas y cuántos traumas se volcaron sobre la vida de tu esposa o de tu esposo. Y ¿qué hace el hombre moderno? Donde ella es débil la debilita más. Donde ella es débil esa es su herramienta favorita de discusión y de pelea. Le repite lo que su papá le repitió, lo que sus hermanos, como en el caso de la sulamita, hicieron con ella. En vez de ser nosotros una fuente donde ellas puedan sanar sus heridas, construirse como personas, desarrollarse como personas.

Un hombre debe vivir con una mujer haciéndole entender esto. Yo soy la respuesta a tus preguntas. En mí encuentras refugio, calma, desarrollo, prosperidad. ¿Qué hace Salomón? Ella dice, soy pobre y fea y ¿qué dice Salomón? Versículo 8:

“Si no lo sabes, bella entre las bellas” – y tenía mil en el palacio, pero él dijo bella entre las bellas, donde eres débil yo te fortalezco.” Guau. Yo creo que tu conoces el área débil de esposa, ¿verdad? Por qué no la cubres, por qué no la bendices. Tu no puedes decirle a tu esposa, yo te quiero a ti pero sin la costumbre y sin la manía aquella y yo te amo a ti pero a tu mamá no la paso, pero a tu hermano no, pero a tu familia, pero tus costumbres… no, no, no, cuando un hombre le dice a una mujer que la ama pero… ese pero inmediatamente acaba de poner un límite al amor que ese hombre tiene por esa mujer.

O sea, yo te amo, pero hasta allá no me pidas porque tampoco te voy a amar tanto. ¿Y sabes qué dice la palabra de Dios? La palabra de Dios en el capítulo número 5 de Efesios dice, “maridos, amen a sus esposas como Cristo ama a la iglesia,” o sea, como Cristo te ama, así tu ama a tu esposa. Perdón, ¿Jesús qué dice en algún momento? Bueno, yo te quiero, me interesas como hijo pero hay una partecita tuya que esa sí no… yo hasta allá no te puedo amar, yo hasta allá no me puedo entregar por ti. Yo ese problema no te lo puedo resolver. Siempre que vienes a Dios, siempre que vienes a Jesús, Jesús te dice, “todo lo puedes conmigo.” Todo lo puedes hacer, todo lo puedo en Cristo.

Jamás vas a venir a Dios y Dios te va a decir, ay, no, no es que recursos no hay, tiempo no hay. No, esa enfermedad todavía no hemos descubierto la cura. Todas las respuestas las hayas en Jesús. Y él dice, así como tu vas a Jesús y en él encuentras todas las respuestas, que tu esposa viva contigo de la misma manera. Jamás permitas que tu esposa salga de tu presencia sin la respuesta que anda ella buscando. Si no sabes la respuesta le dice, mira, no sé, pero yo me encargo de resolver este problema.

¿Cómo vas a pagar la renta? No tengo, no sé cómo, pero es mi responsabilidad si mañana me tengo que levantar a vender empanadas, si mañana tengo que ir a limpiar casa, a lavar autos, si mañana tengo que salir a barrer calles, yo lo voy a hacer, porque te casaste con un hombre que resuelve todos tus problemas. Cuando estás insegura yo estoy inseguro, cuando estás herida yo estoy herido por lo cual, como somos uno yo resuelvo, yo pago, yo hago, yo sano.

¿Qué hace el hombre moderno? El hombre moderno ve a su mujer con el problema, ve con el trauma, y más encima le cae, más le maltrata. Viene una mujer, “Amor, ¿cómo vamos a pagar el mortgage?” “No sé.” Esa es la respuesta favorita. “¿Y qué quieres que haga si no me alcanza? ¿Qué quieres que haga?” puros gallos, kikikiriki. ¿Qué quieres que haga? ¿Es que aquí dice banco o qué? ¿Tu crees que tengo un árbol allá atrás en el patio que bota dólares o qué? Oye, qué clase de respuestas son esas. Eres un varón. Los varones dicen, no sé, pero yo pago. Yo respondo. Yo te doy. Me puse bravo.

Para una mujer debe ser espectacular vivir con un hombre que ella sabe que cada vez que le consulta algo él tiene la respuesta. Que diga, a las mujeres les encanta tener… mire, dejémonos de bobadas. Cuando la mujer gobierna un hogar, la culpa es del hombre porque la mujer en el fondo le encanta tener un hombre al timón de una familia, al gobierno de un hogar. Un hombre que resuelve. A la mujer le encanta decirle a sus hijos, “Tu sabes que si papá se entera de esto, tu sabes cómo es papá, y se lo voy a contar a papá porque él resuelve.”

Hombres que resuelven decíamos en el primer servicio. Dios crea al hombre a su imagen y semejanza y lo puso en el huerto para que labrara y para que cuidara. Nosotros recién estamos hechos, cuidábamos, trabajábamos, producíamos, éramos hombres. Esa es la definición de un hombre. Barro. ¿No lo ves en el niño? Un niño cuando está pequeño jamás viene y te dice, “Papá, ¿estoy lindo?” ¿Sabes qué hace un niño? Te cae a patadas. Ironman. Spiderman. ¿Sabe qué es eso? barro.

El Señor Jesús dice, “te tienes que volver como un niño,” ¿o no? habla con un niño de 6 años, de 7 años que no está contaminado y ¿qué dice un niño? Si ese niño de 7 años se da cuenta que alguien se mete con su hermana, él da su vida por su hermana. Si él se da cuenta que alguien vino a ofender a su mamá, no tiene problema con agarrar un palo, un cuchillo, si el niño ve que la vida de su mamá está en peligro, aaaah, va a matar o a morir por defender su familia. La pregunta es qué nos pasa mientras crecemos. Qué nos pasó?

Ese niño puede decir que va a conquistar los planetas, que es Ironman, que tiene poderes superiores a los de Spiderman, que defenderá su familia, que honrará a su mamá y empezamos a crecer y tu hablas con ese mismo, que fue un niño soñador y corre porque el bill del agua llegó $47 dólares más costoso y ante eso huye. No sabemos qué hacer. Se nos pierde la varonía. ¿Dónde la dejamos? En qué parte del camino hacia la adultez dejamos la capacidad de ser varones y de entender que podemos cuidar y dar nuestra vida por una familia.

Entonces, Salomón que es un hombre sabio resuelve el problema. Para ustedes, caballeros, que están mirándome con esa cara de disgustados y dicen por dentro, a qué horas me metí yo a esta iglesia, yo aquí no vuelve. El comediante, el desgraciado ese, todo eso que están pensando… yo le hago una pregunta a usted, se la hago sinceramente, ¿cuántas cosas están sin resolver en la vida de su esposa? Resuélvalas y me sería fabuloso si las mujeres al llegar a casa me ayudan un poquito y le dicen, “Cuando el pastor dijo eso, yo sentí que tu en tu vida conmigo te hace falta esto, esto, esto, esto y esto, y esto y esto y esto… con todos los dedos.” Eso quiero yo, a aprendas a ser un varón como la Biblia dice, no como tus amiguitos ni la sociedad dice.

No hemos resuelto esto, no hemos hecho esto, me siento insegura. Yo les decía en el show, en Emparejados, ayer por cuestión de tiempo no pude decirlo pero, la mujer nació para estar tranquila. Deja de pagarle un mes de mortgage a tu esposa y ahí la vas a tener. El hombre puede dormir debiendo tres meses, entró en foreclosure, le van a quitar la casa y él…. Si no le das seguridad.

Mira, a una mujer se le ama pagándole los biles. Suena tonto, suena interesado pero escúchame, yo no puedo decirle a mi esposa que la amo con excelencia si la estoy llenando de deudas. Yo no puedo decirle a mi esposa que yo la amo verdaderamente si todas las cosas que la rodean no dicen lo mismo que yo estoy diciendo. Yo te amo pero tienes la refrigeradora como la fuente de un parque principal de nuestros países, solo agua y luz, no más. No, no, yo te digo que yo te amo, pero ve y mira la heladera, la nevera, y esa nevera va a decir lo mismo que yo estoy diciendo, yo te amo pero ve y mira la cuenta bancaria, lo que yo me esfuerzo, lo que yo trabajo para ti… y con esto no estoy diciendo, ay, es que tienes que llenarle… tienes que hacer que ella te vea comprometido con que estás dando todo. No te está pidiendo un palacio, te está pidiendo que te comprometas, que luches, que madrugues, que trasnoches, que inviertas, que sueñes, que sigas creyendo que Ironman existe.

Es desgastante para una mujer casarse con un hombre que tiene que estarlo arriando – en Colombia decimos – hey, levántate, pero trabaja, pero paga, pero…. Eso desgaste. Mire, no hay como una mujer que por inercia la velocidad y el liderazgo de su esposo lo sigue, y ella está tranquila porque entre menos ella tenga que trabajar para producir más tiempo tiene de calidad para dedicarle a sus hijos, que es la labor más grande y elocuente que puede tener una mujer. Pero sabe qué nos pasa al fenómeno de hoy en día, la mujer está laborando, trabajando. Ah, ¿entonces no debemos trabajar? No, yo no estoy diciendo eso. el hombre desconoció sus obligaciones y como el hombre desconoció sus obligaciones la mujer asumió el rol de ser la que provee en casa.

Ahora, una mujer nunca – escuchen esto, muchachos – nunca te dará algo si no pide algo a cambio, porque ella – ah, con gusto te ayuda, con gusto trabaja, okay, un mes no te alcanzó, entonces ella trabaja, porque como ella no puede dormir con las deudas, pero qué raro al mes siguiente tampoco le alcanzó al tipo. Entonces, ella puso un poco más, y un poco más pero ella se da cuenta de algo, si paga más, manda más. Ella no te dará esto, este mes pagué más, mando más y llega un momento en que una mujer se abroga el derecho de decirle a tu esposo, “Tu cállate que yo aquí pago todo.”

En ese momento ¿sabes qué hace? El infierno aplaude. Lo logramos. ¿Qué logramos? Logramos opacar, desdibujar al varón, que es lo que está buscando desde el comienzo el diablo siempre con la sociedad, que el hombre sea borrado. ¿Por qué? ¿Por qué la serpiente se mete con Eva y no con Adán? Porque ya sabía que si venía con propuesticas él le daba dos patadas y la mandaba… pero ella dijo, no, no, no, le vamos a destruir el radar a Adán primero. Cuando dañemos la mujer, lo dañamos y lo anulamos a él. Y mira esto, ¿qué hace la sociedad actual? Saca a la mujer de la casa y la pone en el sector productivo tapando todos los huecos y las cosas que su marido no paga. Y las feministas salen y dicen que quedarse en casa es un acto que degrada a la mujer.

¿Tu eres boba? Tu te vas a quedar lavando ropa, cuidando niños, limpiando baños, tu te vas a quedar allá cocinando. ¿Para eso estudiaste? Qué estúpida que eres dedicada a la casa, teniendo todo un mundo por delante para que logres todos tus sueños. Y pregunto, ¿está mal la mujer ejecutiva que logra sus sueños y que tiene un gran sueldo? No está mal, pero no es el camino mejor, no llamemos un camino bueno como un camino mejor, porque no es bíblico. Tratamos mal a la mujer en la casa, es una imbécil, y ponderamos a la que está en el escritorio de ejecutiva. Entonces, le damos más valor al escritorio de ejecutiva y dañamos la cuna.

Esta es una imbécil que está criando niñas y niños. Y es un camino bueno, pero no es el mejor. y tu escoge con libertad. Porque les pregunto, séanme sinceros, ¿quién está criando los niños hoy en día? Aquí tengo una respuesta, el hombre, ¿alguien me ayuda más? Las niñeras, las baby sitters. Ayer venía en el avión con una baby sitter colombiana y me decía, “Yo me he disfrutado ´más esos niños que sus propios padres. Yo los vi dar el primer paso. Yo los monto en bicicleta y ellos me dicen, ma.” No, no, pero no hablemos de la sociedad americana, hablemos de la sociedad latinoamericana.

¿sabe quién está criando nuestros hijos en Latinoamérica? La muchacha de servicio, la abuela. Ahorita hablamos de eso. Nuestros hijos están llegando a nuestras casas y lo máximo que encuentran es un papel en el microwave. Nuestros hijos están llegando a casa y nadie les está educando cómo hacer las tareas, cómo cepillarse los dientes, cómo bañarse, cómo orientarse. Nuestros hijos están llegando a casa y están inmersos en la internet metidos en pornografía todo el día, toda la noche. ¿Quién está cuidando la casa si el baluarte que Dios puso en el hogar, está siendo productivo? Porque tiene que responder por lo que un no sé qué calificativo ponerle, sinvergüenza de estos no cubre. Y si usted cree que debe ser ejecutiva, salir y ganar dinero, por favor hágalo. No estamos en contra de eso, pero aprenda a escoger siempre un camino mejor. porque cuando usted se jubile quizás va a tener que utilizar el cheque de su jubilación para pagar el tratamiento contra las drogas de sus hijos, el alcoholismo o tantos problemas que puede acarrear el hecho de que la mamá la quitamos del hogar.

Piénselo. Esto allá afuera suena retrógrado, ambiguo, que estúpidos que son esos cristianos, todavía quieren encerrar a la mujer. Entonces, Salomón hace esto, resuelve el problema de ella, pero no lo resuelve solamente diciéndole, no, no, acaso no lo sabes, bella entre las bellas… Mira lo que hace Salomón, versículo 9.

“Tu y tus adornos amada mía, me recuerdan a las yeguas enjaezadas de los carros del faraón.” Ella dice, “Yo soy fea,” y él le dice, “mi yegua.” Las yeguas para el rey eran de las pertenencias más costosas y más preciadas porque eran una yeguas traídas de Egipto, que valían un ojo de la cara, pero que además… No está tratando a la mujer como un animal, entienda muy bien el término alegórico, poético, que cuando ellas entraban… usted ha visto un caballo percherón o de fino paso, se abre, todo mundo hace ¡Guau! o sea, la imponencia cuando un ejemplar de estos ingresaba… esos caballos abrían, eran varios caballos y abrían paso entre la gente e inmediatamente la gente sabía que venía el rey. Y él dice, “ah, pero eres así,” pero no se fije en lo de yegua, que eso tiene una connotación, como que feíta, mi yegua. No.

No, fíjese en esto. Le pregunto, ¿Cómo que él le dice, tu y tus adornos? ¿Cuáles adornos? Ella, dos versículos atrás está diciendo, yo soy pobre, tengo que trabajar para mis hermanos, soy una esclava que no tiene ni qué ponerse. ¿Por qué Salomón le dice ‘tu y tus adornos’? Porque un hombre jamás le dice a su esposa que está bella, si no corre inmediatamente a comprarle todas las cosas y proveérselas para que ella esté bella.

Señores, que el acto de decirle bella a su esposa sea el acto más costoso de su vida, en eso hay bendición. Jamás le diga a su esposa que está bella si no corre y le compra un bolso para la bella, y un collar, y un perfume, y una crema, y un vestido. En esta parte de la predicación las mujeres se vuelven unas lobas. Les pregunto, ¿hace cuánto que su esposo no le regala un vestido sin que usted le haya dicho que se lo regale?

Empiezo a terminar. Mira, él hace esto, bella, y le pone los aretes, bella, y le pone el collar, bella y le pone el vestido, tu eres bella. ¿Sabes por qué tu esposa no te cree cuando tu le dices que está bella? Porque mero hablar, está bonita, está bella. Sí, pero afloje algo. Eso no. yo a mi señora… mire, no sé es mi manera de pensar, para mí es un acto de deshonra que mi esposa me diga, “Oye, mira que ya…” Bueno, ella siempre lo dirá, “No tengo qué ponerme,” así tenga igual… pero yo voy. Mire, yo no me dejo robar la bendición. Yo voy con ella en un centro comercial y le digo, “Tu cabes en ese vestido, te lo voy a comprar ya.” Y se lo compro. Ahora, no hagan lo que a veces mi esposa hace, no sean bobas, porque ellas tienen la costumbre de hacer esto. “Te voy a comprar este vestido aquí.” “Ay, eso está costoso.” Ya dijo, lo compra. ¿Quién te dijo que lo que tu marido te tiene que comprar tiene que ser en una rebaja, en un garaje sale? Si le cuesta así… ámame porque no soy barata. Sí, que te lo compre.

Entonces, él le dice bella, pero grandes recursos de Salomón se iban para hacer sentir bien a su muñeca porque su muñeca era la pertenencia más grande que él tenía.

Vamos al capítulo número 2 del libro del Cantar de los Cantares, capítulo 2 versículo 1. Quiero que ustedes lo lean, quiero que se den cuenta lo que pasa en la vida…pongan mucha atención en lo que pasa en la vida de esta mujer. Dice, está hablando ella, la amada:

“Yo soy una rosa de sarón, una azucena de los valles.” Capítulo 1, “yo soy fea, yo soy pobre, yo no soy bonita.” Capítulo 2, “yo soy una rosa de Sarón, yo soy una azucena de los valles.” Capítulo 1, “yo soy fea.” Capítulo 2, “yo soy una rosa de Sarón.” Pregunta, ¿qué pasó? Escuche, a ella se le notó que se había encontrado con ese hombre, porque a las mujeres se les tiene que notar que hay un antes de su esposo y un después de su esposo. Se le tiene que notar.

No sé si usted conozca casos como estos, familiares diciendo, “Oye, tu te acuerdas la muchacha esta, cuando íbamos allá a la casa que estaba toda pobrecita, nadie le ponía atención a esa niña, no llamaba la atención para nada, que era feíta, tenía unas gafas anchas, ¿tu te acuerdas? Con unos zapatitos viejos y que la mamá y el papá siempre… esa niña no era importante en la familia, nada, pero mira esto, no es por chisme pero te lo quiero contar. Tu sabes, consiguió un muchacho, mira tu lo que es el muchacho, ay, no tu vieras. El otro día me la encontré en la calle, yo no la reconocí, con su peinado, con unos aretes, con un bolso, con unos zapatos, caminaba tan segura, le brillaban los ojos. Venía con un par de niños, era hermoso acababan de llegar de crucero porque se había ido de tercera luna de miel. Cuando ella me dijo, hola, mira, que yo soy Marcela. Mira, yo casi me voy de para atrás, dije, qué le pasó a esta nena si esta nena se perdía pasando un túnel, Dios mío. Esta no servía para nada. Esta era una mucama que no servía para nada. Mira, pero encontró a este tipo, el tipo la llenó de honor, le tiene su casa, trabaja para ella, le paga la universidad, los niños, ayudó a su mamá porque él está ayudando inclusiva a su familia. Mira, que hay unas que corren con una suerte en la vida, mamita. ¿Por qué no me tocó a mí?”

No sé, yo te lo acabo de contar en versión José Ordoñez que es la versión de humor, pero llévala a la vida diaria. Es que sí se tiene que notar. Es que se tiene que notar que una mujer diga, mi vida era una hasta que te vi, hasta que te encontré, mi amor. Sobran las razones para amarte, porque mi vida es vida desde que mis ojos vieron tus ojos. Qué placer es vivir la vida con un hombre como tu, un varón que refleja la imagen de Dios aquí en la tierra. Guau!

O sea, este es un llamado a que el hombre sea lo que Dios dice que es, no lo que la sociedad dice, ni lo que tus amigos en el bar dicen que tu eres. Tu eres la imagen de Dios, eres el sacerdote de tu casa, eres la cobertura de tus hijos, eres la cobertura de tu esposa. ¿Cuándo lo vas a entender? Deja de vivir con la mediocridad matrimonial con que vive la sociedad. En la Biblia hay vida y vida en abundancia, no en ambulancia.

Y mira la perla que me encuentro abajo. Versículo 7, y ponga cuidado porque con esto concluyo. El que habla es el amado, o sea, Salomón, mire lo que dice:

“Yo les ruego mujeres de Jerusalén por las gacelas y cervatillos del bosque, que no desvelen ni molesten a mi amada hasta que ella quiera despertar.” O sea, él decía, shhhhh, la reina duerme. Escucha, cuando yo leí este versículo entendí mi función como hombre al envejecer con mi esposa. Yo creía que era la única vez que me iba a encontrar con esta idea pero usted va a encontrar que ese mismo versículo se repite 3 veces en el Cantar de los cantares. Búsquelo que lo va a encontrar.

Y usted se va a dar cuenta cómo Salomón va subiendo el tono, la primera vez dice, mire, yo les ruego por favor, a todas las mujeres que por favor la sulamita está durmiendo, no quiero que me la despierten. Pero la segunda vez él dice, mire que les pido que mientras la reina esté durmiendo, nadie me la despierte. Y la tercera vez empieza como diciendo, ay de aquel que me despierte a mi muñeca mientras ella está descansando. Y sabe la alegría que me dio y el reto que recibí como hombre al leer una cosa como estas. Porque Salomón se convirtió en el descanso de su muñeca, porque todo esposo se convierte en el descanso para su esposa.

Tenemos un problema, nadie defiende a la mujer actual. Necesitamos hombres en casa que se levanten y digan, “Lo siento, queridos hijos, mamá durante 25 años de su vida se ha levantado a las 5 de la mañana a hacer desayunos, mamá durante muchos años ha lavado ropa y los ha cuidado a ustedes, pero queridos hijos, hasta ese tiempo terminan. Así que mamá no madruga más.”

Necesitamos hombres en casa que se paren y digan, hey, si no te gusta lo que mamá cocinó, cocina tu, porque mi muñeca no es tu muchacha de servicio. Estoy hablando de un hombre que confronta a sus hijos. ¿Sabe cuál es el problema? Que el hombre hoy en día hasta de sus propios hijos se esconde. Les tiene miedo a sus hijos. Si el hijo se le enoja, él se frustra. Uno, como consejero va y habla con los hombres que tienen problema con sus hijos. Me dicen, “Pastor, ya estoy cansado de decirle.” ¿Quién te dijo que ser papá es algo para lo que uno se da el permiso de cansarse?

Si hay algo en lo que no te puedes cansar es en cumplir la misión que Dios te ha entregado como padre. Yo ya no le digo más, ya estoy cansado de decirle. No, tu le vas a decir una vez, y otra vez y otra vez y vas a ser como una gotera con tu hijo, porque tu hijo no puede pasar por encima de tu autoridad. Es tu hijo. Los papás no se jubilan. Jubílate como gerente pero te entierran como papá. Eres papá hoy y siempre.

Necesitamos en casa hombres que digan, “Hijo, lo siento, sé que mi disciplina te disgusta y te doy todo el derecho de disgustarte. Puedes enojarte todo lo que quieras conmigo, pero lo que yo he dicho se va a cumplir en esta casa porque yo no soy tu padre por democracia. Yo no hice una campaña electoral para que me eligieras a mí como tu papá. No llené la casa de afiches, vota por mí como tu papá. No te debo el lugar que Dios me ha dado. Soy tu papá porque en el cielo se dijo que yo era tu papá y si necesito mirarte tu celular lo voy a ver, y si necesito quitártelo te lo voy a quitar y si necesito desconectártelo, y si necesito rompértelo te lo voy a romper. Yo soy tu papá, no existe la república federal independiente de tu habitación. Entraré a tu habitación cuantas veces se me dé la gana, y miraré tu celular y no me vengas a amenazar que me vas a demandar. Demándame si crees que debes hacerlo, pero mientras vivas en esta casa aquí hay una ley que la dicta Dios y yo, tu padre, la va a hacer cumplir. No le vuelves a hablar así a mamá.”

Vivimos en una sociedad donde los hijos les hablan como se les da la gana a mamá en presencia del papá y el papá no se levanta a defenderla. Hay que tener problemas con los hijos. “Tu eres mi hijo, pero si le vuelves a hablar así a mamá, no vaya ser que se me olvide y deje de verte como hijo y te vea como un hombre. A mi muñeca, a lo más sagrado que tengo en mi vida me la respetas, me le hablas en tono bajo, me la miras a los ojos y me la honras porque es tu madre.”

Es lo mismo, transcríbalo. Es Salomón parado en el palacio diciendo, shhh, la reina duerme. O sea, él dice, hey, esta mujer ya se fregó mucho en la vida, esta mujer fue maltratada por su infancia, esta mujer fue maltratada por la vida en su adolescencia, en su juventud hasta que llegó a mis brazos. Y cuando llega a mis brazos yo le doy el refugio y la calma que ella necesita. Suficiente, hijo, suficiente.

Hubo un tiempo en que esta mujer se quitaba el pan de la boca para dártelo, no lo sabes, querida hija, pero para que vistieras tu vestido de 15 años y ponerte hermosa, para comprarte los zapatos que siempre quisiste, tu mamá usaba brasier cocido con hilo de otro color, pero hasta para eso hubo un tiempo, querido hijo, hasta para eso, porque ya eres un varón, ya eres una mujer, responde por tu vida porque ella es mí muñeca y tiene quién la defienda.

Hay un momento en la vida, por eso la Biblia dice que los hijos son… en el salmo 127, son como flechas. Usted no se queda con las flechas, los hijos se van, se disparan, dice. Usted para disparar una flecha tiene que pasar por tensión, las flechas no se disparan si no hay tensión. Es tensionante ser padre pero un padre de familia hace esto. Ya están grandes, mi muñeca y yo nos debemos un crucero. Ay de aquel que se meta con mí muñeca, podrá ser mi hijo, podrá ser el que sea, pero mi muñeca no tiene por qué andar criando los nietos.

Tu te preguntas por qué nuestros países son tercermundistas, llenos de pobreza, mucho tiene que ver con un hombre desconsiderado, que su hijita se fue y se embarazó y ella no tiene problema con venir a darle su hijo para que se lo crie la mamá y tenemos en nuestras sociedades latinoamericanas abuelas criando esclavizadas criando nietos, y eso trae pobreza porque la palabra de Dios dice, honra a tu mamá para que te vaya bien. El que no honra a mamá le va mal, produce pobreza, muerte, miseria.

¿Sabías que deshonrar al papá trae muerte? Hónralo para que seas de larga vida. ¿Qué hace una mujer cuando le entrega, o un varón, cuando viene con un hijo y se lo entrega a la abuela para que se lo críe? La condena, porque los nietos están para disfrutarse.

La misión en la vida, querido varón, es que tu seas la imagen de Jesús en tu casa, que cubras y que bendigas. La Biblia está diseñada para que más o menos entre los 55 y los 60 años agarres del brazo a tu muñeca y le digas, “Amor, ya los graduamos, ya pagamos la casa, vámonos para nuestra luna de miel.” Shhh, la reina duerme. Ay del que me la despierte. Ella tiene derecho a tener vida.

Cierre sus ojos. Señor, tus palabras son vida, son siempre, son ahora, son eternas, no pasan de moda, el cielo y la tierra pasan pero tu palabra permanece. La palabra que nos enseña cómo tener una familia adecuada. La palabra que nos enseña cómo debemos criar hijos, cómo debemos tener un comportamiento en el matrimonio. Por eso Señor, honramos tu palabra en esta tarde, en este lugar y te damos gracias por habérnosla dado.

Resistid al diablo y huirá de vosotros

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El domingo pasado comenzamos un recorrido a través del capítulo 4 de Lucas. Este capítulo 4 de Lucas sirve para ilustrar una vida a ejemplifica el evangelismo, un estilo de vida evangelístico. Cuáles son los componentes, cuáles son los elementos que constituyen un estilo de vida evangelístico. De eso hemos estado hablando estos domingos, porque de nuevo, queremos que nuestra iglesia adopte un estilo de vida evangelístico. Y estamos haciendo una inversión a muy largo plazo para ir reconstituyendo la neurología, por así decirlo, de nuestra iglesia hacia el evangelismo, que todo lo que hagamos esté orientado en esa dirección. El viernes por ejemplo, tuvimos ese tiempo de oración y es una forma de buscar la unción de Dios para evangelizar.

A veces la gente piensa que solamente una cosita por acá, no, es todo. El echar la semilla es simplemente la culminación pero alrededor de eso hay muchas piezas. Tenemos que aprender a vivir como iglesia y como individuos, cada uno de nosotros tienes que ser un evangelista del reino y Jesús es el modelo por excelencia de lo que es vivir un estilo de vida evangelístico.

El domingo pasado vimos en el comienzo del capítulo 4 que el Señor fue llevado por el Espíritu Santo al desierto, viniendo del Jordán, fue llevado por el espíritu al desierto para ser tentado por Satanás. Y allí vimos, es como irónico, que el Espíritu Santo dirigiera al Señor al desierto para ser tentado. La Biblia dice que Dios no tienta a nadie. Entonces uno se pregunta por qué entonces Dios mandó a Jesús a ser tentado? Parecería una contradicción. Pero era porque él estaba siendo llevado a una confrontación, yo creo que consigo mismo. Y Satanás nos tienta donde nosotros nos encontramos.

La Biblia dice que cuando somos tentados no digamos que Dios nos tienta porque Dios no tienta a nadie sino que somos tentados de nuestras propias concupiscencias. El diablo lo que busca es lo que está en nosotros, esas áreas de quebrantamiento que hay en nuestra vida, esas son las pistas de aterrizaje del diablo. Y todos las tenemos. Y el Señor Jesús, no es que él tuviera corrupción dentro de él, pero recuerde que él vino salvar a la humanidad, y también tenía que pasar por la cruz. Él sabía todo esto.

Y Satanás lo tentó en esas áreas, porque le ofreció el mundo sin tener que ir a la cruz. Le dijo, “El mundo es mío y yo te lo doy si tu lo quieres.” Y eso hubiera sido muy tentador para el Señor. Guau, puedo librarme de la muerte, puedo librarme de la cruz, puedo librarme de estos años de ministerio, todo, pero le estaba ofreciendo algo falso, porque en el momento en que él adorara a Satanás, que era el precio, ya perdía la batalla. Y así una y otra vez, yo puedo convertir las piedras en pan, y el Señor tenía hambre y hubiera sido muy tentador coger la carnada pero no lo hizo.

Entonces traducimos eso en nuestra vida y yo decía el domingo pasado que hay áreas en nuestra vida que tienen que ser también tocadas y tratadas por Dios. Y Dios nos lleva a veces a esos desiertos en la vida para quebrantarnos. Muchas veces los sufrimientos, los padecimientos, los tiempos de tribulación son llamados de Dios para que confrontemos esas áreas, las resolvamos, las definamos de una vez por todas.

Y todo cristiano tiene que tener esos tiempos de confrontación en su vida, tiempos de ir al desierto para tener un encuentro consigo mismo, descubrir esas áreas que están en nosotros que nos impiden entrar en la plenitud de lo que Dios quiere para nuestra vida. Y que necesitamos definir esas cosas, porque muchas veces estamos cojeando con la mundanalidad, con el apego al mundo, al dinero, a las cosas, y no lo definimos. Venimos a la iglesia pero no nos hemos definido y tiene que haber ese momento de desierto, de confrontación con lo demoníaco. Lo demoníaco no tiene que ser algo así abiertamente infernal, no tiene que ser una gran impureza, no tiene que ser una adicción a drogas, puede ser una actitud, puede ser una aflicción emocional, todas esas cosas vienen del mismo lugar, del infierno. Y nosotros tenemos que confrontarlas y buscar el poder de Dios y resolverlos para que no nos hagan estar siempre cojeando y titubeando.

Entonces dice, después que hubo acabado toda tentación, Satanás se apartó de él por un tiempo, porque siempre tenemos que seguir purificándonos, siempre tendremos que seguir perfeccionándonos y limando las asperezas que hay en nuestra vida.

Entonces, vimos también que el Señor volvió a su ministerio en el poder del espíritu a Galilea y enseñaba en las sinagogas, se difundió su fama y era glorificado por todos. ¿Qué pasó? Cuando él tuvo ese momento de encuentro, de definición, entonces vino una gran unción del Espíritu Santo sobre su vida.

Y cuando nosotros definimos nuestra vida, cuando determinamos, no, yo no soy una persona que simplemente va a la iglesia los domingos, yo no simplemente soy un evangélico genérico. Cuando nosotros definimos y entregamos finalmente nuestra vida al Señor, cuando tenemos ese momento de crisis, entonces el espíritu de Dios se mueve poderosamente en nosotros. Porque ya el espíritu no está contritado, el espíritu no está diluido en nosotros, el espíritu entonces tiene un instrumento en el cual se puede mover y vemos la diferencia en nuestra vida. Vemos una unción aumentada, vemos más efectividad en el evangelismo, vemos que tenemos gracia con los demás, vemos que testificamos y la gente escucha, que Dios nos comienza a usar, que comenzamos a apreciar más la palabra, que el tiempo de oración es más nutrido y más intenso y más profundo. ¿Por qué? Porque hemos definido esas áreas.

Cuando el Señor tiene su encuentro en el desierto sale de allí, entra plenamente en su ministerio y el poder de Dios comienza a manifestarse en su vida. Y necesitamos el poder del Espíritu Santo para poder ser poderosos.

Dijo aquí, para poder ser evangelistas efectivos necesitamos el poder de Dios en nuestra vida y su unción sobrenatural. Sin ese poder divino no podemos tener éxito en hacer las obras de Dios. El patrón bíblico es que recibamos la unción del Espíritu Santo para poder ir a las naciones y predicar el Evangelio. Las señales siguen a los que evangelizan. Los dones del Espíritu Santo son para hacer la obra evangelística.

Cuando el Señor comienza a proclamar el Reino de Dios la unción de Dios comienza a manifestarse a través de él, los dones comienzan a fluir. Cuando una iglesia comienza a moverse en evangelismo y a traer almas y a buscar el poder de Dios, ese poder de Dios valida y respalda la obra que están haciendo.

Muchas veces la razón por la cual el poder de Dios no se manifiesta en nuestra iglesia es porque nos hemos metido en el programa. Comenzamos a poner el énfasis en otras coas, comenzamos a poner el énfasis en la gente, en la comodidad de las personas, en el qué dirán si hacemos esto, si hacemos lo otro, en vez de decir, okay, Señor, ¿cuál es la voluntad tuya? ¿Qué es lo que tu quieres que hagamos?

Cuando uno está pensando en lo que Dios quiere que usted haga y usted pone todo sobre la mesa del Señor, entonces el poder de Dios comienza a fluir en su vida. Es muy importante que seamos una iglesia desprendida. No se apegue a nada, hermano, yo he aprendido que para que una iglesia pueda crecer no se puede apegar a nada. A veces nos apegamos a la reputación, al nombre, a la comodidad, a la rutina, al programa, y estos son tiempos que si queremos que el poder de Dios fluya en nuestra iglesia, yo creo que vamos a tener que hacer sacrificios.

Y quizás yo digo esto y usted no sabe lo que estoy diciendo, y va a decir amén apresuradamente. Es más costoso de lo que usted piensa. Hay que tener cuidado cuando uno dice, Señor, hágase tu voluntad en mi vida, porque puede ser muy costoso. Pero así también pueden venir grandes bendiciones de Dios a través de esa crucifixión.

Todo poder, toda liberación, toda resurrección, requiere una crucifixión primero. Y si Dios te dice, súbete a la cruz y no te subes, ten cuidado, porque el poder de Dios entonces no va a fluir sobre tu vida como tu quieres que fluya. Eso es gratis. Diga, auch, me dolió eso.

Ahora vemos de los versículos16 al versículo 30, vemos otra fase en la vida del Señor. El Señor dice que llegó a Nazaret y en el día del sábado entró a la sinagoga, conforme a su costumbre. Qué interesante. No le parece eso intrigante? El hecho de que el Señor tenía la costumbre de ir a la sinagoga el sábado. ¿Qué quiere decir eso? tenemos que tener la costumbre de ir a la casa del Señor porque allí hay encuentros con Dios a veces. No a veces, debe ser siempre.

No pierda la costumbre de venir a la casa de Dios aunque esté nevando o sea lo que sea, venga a la iglesia. La Biblia dice que no dejemos de congregarnos como algunos tienen por costumbre. Hay gente que tiene la costumbre de no ir a la iglesia. Tenga usted la costumbre de ir a la iglesia. Eso tiene importancia. Ah, no yo puedo adorar a Dios comiéndome mis corn flakes frente a la televisión, viendo el evangelista. No, hay algo especial cuando usted se incomoda y viene a la casa de Dios. Allí Dios puede tocarlo, allí Dios puede hablarle, allí Dios puede hacer algo en su vida.

Él tenía la costumbre de ir a la sinagoga y cuando él llega allí él profetiza. Lo invitaron a abrir el libro de la ley y él se paró frente a la congregación y cogió el libro de Isaías 61 y dijo acerca de sí: “El espíritu del Señor está sobre mí, porque cuanto me he ungido para dar buenas nuevas a los padres.”

Él se apropió de una profecía que había sido dada siglos atrás y él dijo, implícitamente, él le dijo a la gente, ese soy yo. El Señor me ha ungido a mí para romper cadenas, para libertar cautivos, para dar vista a los ciegos, para libertar a los que están oprimidos por el diablo, a predicar el año agradable del Señor. Él hace suya la profecía mesiánica donde se profetizada que el Mesías funcionaría en la unción del Espíritu Santo haciendo milagros de liberación, sanidad, justicia social.

Al declarar el llamado de Dios para nuestras vidas y para nuestra iglesia, profetizar que Dios me ha llamado a mí. Dios te ha llamado a ti a romper cadenas, a predicar de estas cosas como yo estoy haciendo en estos sermones, y al orientar en una forma sostenida, continua, nuestros esfuerzos en la dirección del evangelismo y de rescatar almas para Cristo, nosotros también iremos aprendiendo a ser una iglesia evangelística. Y Dios continuará derramando su poder sobre nosotros.

Sabe que muchas veces hay que declarar las cosas con la boca, hay que declararlas públicamente, hay que decir, Dios me ha ungido, Dios me ha llamado, Dios ha extendido su voz, vamos a hacer esto, vamos a ir allí, vamos a hacer lo otro, porque si tu no lo declaras, si tu no lo dices, no sucede muchas veces. El Señor públicamente dijo, no, yo soy el Mesías. Esa palabra de Isaías se aplica a mí vida.

Sabe, cuando usted declara las cosas usted se compromete con ellas. Ya usted ha dicho algo y ya usted tiene que seguir en esa dirección si va a ser consistente. Y por eso es que usted me escucha continuamente declarando estas cosas. Cuántos años llevamos diciendo, Dios tiene un propósito para esta iglesia, Dios tiene un llamado profético, Dios tiene un propósito específico para esta congregación. Yo veo a veces sermones que escribí hace décadas y digo lo mismo. He estado anunciando eso, porque yo creo en declarar las cosas de Dios.

Y a veces no cumplimos todo lo que prometimos y lo que dijimos pero bastante que se hace. Y cada vez que usted da una profecía es como una vuelta de una onda. Cuántas vueltas tiene uno que dar para coger velocidad para entonces soltar la onda, y asimismo tiene que ser muchas veces que decir las cosas varias veces.

Cuando José interpreta el sueño del faraón, el faraón tuvo dos sueños, uno de las vacas gordas y uno de las vacas flacas, por así decirlo, y José dijo, el hecho de que tu hayas tenido el sueño dos veces quiere decir que Dios está comprometido con lo que está diciendo y que él lo va a hacer. Lo está diciendo dos veces para que se sepa que él está comprometido.

Muchas veces hay que declarar lo que ha hecho en tu vida y lo que Dios quiere hacer en tu vida muchas veces hasta que se haga carne de tu carne, sangre de tu sangre. Hay que declara las cosas de Dios. Hay que hablar a veces aunque usted no lo crea dígalo de todas maneras, Dios me ha sanado, Dios me ha liberado, Dios va a proveer, Dios me va a abrir puertas, Dios me va a proveer ese trabajo, Dios va a traer a mi hijo al conocimiento de Jesucristo, Dios va a romper mis cadenas, Dios lo ha hecho, inclusive usted diga, aunque no lo vea, porque Dios llama a las cosas que no son como que son. A veces también nosotros tenemos que llamar las cosas que no son como que son y creerlas.

Me impacta el hecho de que el Señor anuncia. Implícitamente yo soy el Mesías y Dios me ha ungido para hacer esto, y hacer lo otro. Es una declaración. Y así la iglesia tiene que estar diciendo, nosotros somos llamados para hacer algo. Tenemos que estar conscientes de la unción de Dios que ya reposa sobre nosotros y declararla. Como siervos de Dios tenemos la unción también del Espíritu Santo para anunciar el Evangelio, para romper cadenas, para libertar a los cautivos. Usted tiene esa unción. Dígalo y créalo y obre como que ya lo tiene y muévase en lo que Dios ya ha hecho. Esa unción ya está en cierta medida dentro de ti, solo resta que te muevas por fe en ella y que la declares por fe.

El Apóstol Pablo le dice a Timoteo, “Te insto a que avives el fuego del don de Dios que está en ti.” ¿Cómo se aprende a ser un evangelista? Evangelizando. ¿Cómo se aprende a consolar almas y aconsejar almas? Aconsejándolas y llamándolas al conocimiento de Jesucristo. Ejerce la unción que está dentro de ti por fe y Dios hará lo demás. No desperdicies oportunidades para declarar el Evangelio aunque no te sientas con la autoridad para hacerlo.

El Señor hace otra cosa también interesante. Fíjese que dice, “hoy se ha cumplido esta escritura delante de vosotros – queriendo decir, hoy esto se ha hecho una realidad en mi persona – Y dice que todos daban buen testimonio de él, hasta aquí todo va muy bien, todo el mundo está contento con él. Qué lindo! Y están maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca.

Pero entonces fíjese en el versículo 23 él les dijo: “Sin duda me diréis este refrán, médico, cúrate a ti mismo, de tantas cosas que hemos oído que se han hecho en Capernaúm, has también aquí en tu tierra.”

Es interesante, cuando usted trata de hacer la voluntad de Dios vienen los críticos. Cuando usted se sale de lo normal a mucha gente no le va a gustar y gente se va a quejar de su vida. Cualquier persona que trata de hacer algo en la vida va a tener gente que lo critique y va a tener gente que no va a estar contenta con él y van a encontrar siempre un pelito en el sancocho.

Entonces él los confronta y les habla y dice, hablando de la viuda que Elías alimentó por un tiempo, dice, “Pero a ninguna de ellas fue enviado Elías sino a una mujer viuda en Sarepta de Sidón, – una impía, una pagana, una que no era miembro del reino de Israel. –Y muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo pero ninguno de ellos fue limpiado sino Naamán, el sirio – es decir, un hombre que no era miembro de la familia de Israel. – dice que al oír estas cosas que se cambió, cambió el aire. Todos en la sinagoga, los que estaban diciendo qué bueno, lleno de gracia, estamos contentos contigo, cuando el Señor les puya en la herida dice que “se llenaron de ira y levantándose le echaron fuera de la ciudad, lo llevaron hasta la cumbre del monte para despeñarle.”

Es decir, se indignaron con lo que él les estaba diciendo. Un mal comienzo para un ministerio ¿verdad? La gente quiere llevarlo al tope del Prudential Center y tirarlo de la última ventana. Pero yo veo aquí algo, dice que “Jesús también confronta – sabe que el Evangelio no es solamente decirle a la gente, Dios te ama, eres bueno, y Dios está aquí para servirte y para darte dinero y darte una buena esposa y darte hijos bien comportados y darte el carro que tu quieres, hay mucha gente que ese es el Evangelio que quieren predicar, solamente las cosas buenas. Pero también hay que confrontar, hay que predicar la palabra de Dios sin ambigüedades.

Yo veo el ejemplo de Jesús, no podemos diluir y aguar el Evangelio solamente para ganar gente. La predicación del Evangelio tiene que ser auténtica, predicada bíblicamente, no rebajando las demandas del Evangelio solo para que la gente entre en la iglesia. El Evangelio no solamente puede ser cosas buenas y bonitas y fáciles, el Evangelio tiene un precio, hay un costo también, hay que pasar por la puerta estrecha, dice, hay que humillarse.

Si no hay convicción de pecado y arrepentimiento no puede haber salvación. Si la iglesia no predica arrepentimiento y no define lo que es el pecado, no está predicando el Evangelio legítimamente. ¿Sí o no? hay que dejarle saber a la gente, hay una diferencia entre una vida vivida conforme a la voluntad de Dios y una vida vivida fuera de la voluntad de Dios. Hoy en día lo que estamos haciendo es como anchando más la voluntad de Dios para que todo el mundo pueda caber en ella. Y es todo lo contrario. La gente tiene que adelgazarse para poder meterse en la voluntad de Dios.

Hay una diferencia. Queremos anchar el Evangelio para que la gente entre. No, lo que hay que hacer es reducir a la gente para que entre al Evangelio. Es importante la diferencia. Tenemos que decirle, tiene que haber arrepentimiento, tiene que haber un cambio de estilo de vida, tu tienes que romper esas ataduras que te están agarrando. Tu tienes que morir para vivir. Y se hace importante como vemos aquí, confrontar el pecado y el orgullo espiritual.

Los judíos se creían que ellos eran la gran cosa. Nadie como ellos. Y estaban llenos de arrogancia espiritual, y el Señor les dijo, no, eso tiene que morir. Dios no hace acepción de personas. Dios busca a los humildes, a los sencillos y por eso buscó a Naamán o por lo menos quiso dar un ejemplo de que no solamente los judíos iban a estar en el Reino de Dios. Naamán era un gentil, la viuda de Sarepta era una gentil también.

Y donde está la gente que reconoce su necesidad, allí es donde Dios se mueve. Si hay gente orgullosa y auto suficiente el poder de Dios no se puede mover. Y nosotros tenemos que ayudarlos para que descubran su condición y busquen arrepentimiento. Ahora, cuando predicamos del pecado tenemos que hablar del pecado, sí, con amor y humildad, reconociendo que nosotros mismos estamos en nuestra propia lucha personal y que hay esperanza para el pecador.

Nunca predique del pecado con un látigo en la mano. No, siempre tenga aceite también en la mano para ungir la espalda cuando usted la azota con la verdad de Dios. Siempre tenga vino para calmar el dolor de la gente arrepentida y recuerde que usted mismo es también pecador. Tenemos que predicar del pecado en humildad, en sencillez de corazón, reconociendo que nosotros primeros necesitamos de la gracia de Dios. Amén.

La iglesia tiene que ser tanto buscar la santidad pero también saber que hay que hacerlo con amor, con humildad, con misericordia, con compasión. Dios es fiel para perdonar si hay arrepentimiento. Dios nunca rechaza al pecador, y como un Padre amante siempre desea ver el regreso del hijo pródigo y recibirlo sin recriminaciones cuando regresa al hogar.

La iglesia de Cristo tiene que ser una iglesia que predica santidad y predica misericordia a la misma vez, esperanza para el pecador, las dos cosas a la vez. Ahora, de los versículos 31 al versículo 37 hay otra fase de la vida evangelística de Jesús. Hemos visto una confrontación consigo mismo, con la tentación, con el mal que había no en él, pero sí el mal que lo amenazaba. Hubo una llenura del Espíritu Santo, hubo un profetizar y declarar la voluntad de Dios para su vida, hubo un confrontar a la gente acerca de su necesidad de arrepentimiento y del perdón de Dios.

Y ahora en los versículos 31 al 37, vemos que el Señor en otra sinagoga, llegó otro sábado y de nuevo como era su costumbre fue a la iglesia, y allí hay un hombre que está endemoniado, “el cual exclamó a gran voz diciendo, ‘Déjanos, ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos?”

En la misma sinagoga había una persona endemoniada. ¿Cuántos saben que a veces en la iglesia hay gente que necesita liberación? A veces son los diáconos, pero no es así, si me agarran esos diáconos me botan de la iglesia. Pero puede ser cualquier persona, sabe que a veces hay gente que necesita liberación. Pero el diablo muchas veces está moviéndose, a veces estamos afligidos, hay veces que el enemigo está moviéndose, aún en la iglesia. Y cuando el poder de Dios está presente los demonios se molestan y se manifiestan.

Y el Señor estaba preparado para esa manifestación en la sinagoga. Yo digo que el evangelismo siempre implica una confrontación continua con el mal, con los poderes de Satanás, como vemos en el relato del endemoniado gadareno, que explicamos anteriormente acerca de ello, donde el Señor se movía, los demonios de molestaban y comenzaban a manifestarse.

Cuando evangelizamos tenemos que cuidarnos de los inevitables ataques y confrontaciones espirituales que vendrán. Eso viene con el territorio. Si usted está viviendo una vida evangelística, los demonios se van a molestar alrededor de usted, ¿sabe? Si la unción de Dios está en su vida va a haber persecuciones, va a haber ataques contra esa persona que está poniéndose de pie y entrando en su llamado.

Yo he visto hermanos de la congregación que comienzan a consagrarse, comienzan a buscar de Dios, comienzan a orar, a ayunar y el enemigo también comienza a arreciar contra ellos y muchas veces se dejan dominar y se dejan derrotar y usted ve que poco a poco van perdiendo el entusiasmo y cuando viene a ver se disipó esa unción inicial, porque no fueron capaces de resistir.

La Biblia dice, resistid al diablo y huirá de vosotros. Cuando tu estés buscando de Dios en tu vida y vengan los ataques no te quitees, como dicen en buen español, no te rajes como dicen los mexicanos, no le huyas al diablo, no le voltees la espalda a Satanás. ¿Qué tu tienes que hacer? Pararte firme.

Dice la palabra, cuando venga el día malo, dice que tenemos que pararnos, resistir hasta que se vaya el día malo y habiendo acabado todo, estar firmes. A veces entramos en el día malo, a veces el enemigo viene como un viento recio sobre nuestra vida, vienen tiempos de enfermedad, vienen tiempos de problemas matrimoniales, vienen tiempos de aflicción, vienen tiempos de depresión, vienen tiempos de enfermedad de algún tipo, vienen tiempos de escasez financiera. Ese es el día malo. Y olvídese, que si usted va a estar en la tierra anticipe que va a haber unos cuantos días malos en su vida y mientras usted más viva, más números de días malos va a poder decir que hubo en su vida, porque es tiempo de aflicción, es tiempo de prueba. Y ese es el diablo queriendo hacer daño en tu vida.

O muchas veces el Señor queriendo probarte y confrontarte y purificarte. Y tenemos que pedirle al Señor discernimiento, cuál es cuál. Pero cuando sea el día malo y es el enemigo que está haciendo estragos en tu vida, no huyas, no digas, bueno, ya traté esto de evangélico y no me fue bien así que me voy a volver al mundo. No. manténgase firme en el Señor. Diga, yo voy a pelear esta batalla, yo voy a vencer, yo voy a pararme firme. Y diablo, tu vas a tener que huir, vas a tener que abandonar el campo porque yo no lo voy a abandonar así que uno de los dos tiene que hacerlo, y vas a ser tu. Párese firme, manténgase, ore, ayune, pase el ventarrón ese, cierre las ventanas de su casa como hace cuando vienen los huracanes. La gente busca una plancha de plywood y clava las ventanas para que el viento no las destruya. Y cuando pasó el huracán entonces abren las ventanas otra vez, recogen lo que haya que recoger y continúan con su vida.

Así hay que hacer en la vida cristiana. Si quieres ser un cristiano a largo plazo, cuando venga el día malo, cuando venga el enemigo, cuando vengan las manifestaciones del diablo en tu vida productiva, párate firme y ojalá que tengas las armas que necesitas. Si tienes la unción de Dios vas a tener las armas. Cuando viene el día malo, tiempo de orar, tiempo de ayunar, tiempo de buscar el rostro de Dios, tiempo de encontrar a dos o tres hermanos y amarrarte con ellos para que el viento no los lleve y esperar a que el Señor responda. Dios siempre responderá.

Dice la Biblia que nunca Dios nos probará más allá de lo que podemos resistir. Recuerda eso. No importa cuán difícil sea el ataque del diablo en tu vida, nunca va a ser lo suficientemente fuerte como para destruirte ni derrotarte, a menos que tu no te dejes derrotar. Pero si tu dices, no, yo no voy a dejarme derrotar, los ataques de Satanás no van a poder tener victoria sobre tu vida. Recuerda que si vas a vivir en el Evangelio, si vas a evangelizar, si vas a ser usado por Dios, vas a tener que vivir la vida de un guerrero, un soldado, y la espada vas a tener que tenerla en la mano. Tienes que proveerte de toda la armadura de Dios, dice la palabra, porque no tenemos lucha contra carne y sangre, sino contra principados, potestades, fuerzas tenebrosas que gobiernan este mundo.

Tenemos que tener la armadura de Dios, la espada de la palabra. Tenemos que tener el escudo de la fe. Tenemos que tener las botas del Evangelio, tenemos que tener el casco de la justicia o algo bueno así. Hay que tener que tener la armadura de Dios. Si tu quieres vivir una vida productiva, poderosa, usada, ungida, llena del Espíritu Santo, fructífera, será mejor que tengas una buena espada en la mano porque va a haber momentos en que el diablo entonces se va a molestar contigo porque estás rescatando almas, estás robando almas.

Nunca busque la fructificación sin la unción, las dos cosas van juntas. Apunte eso. Entonces, el Señor estaba preparado, cuando vino este demonio, el Señor le dijo, “Cállate y sal de él,” dice que entonces el demonio derribándole en medio de ellos salió de él y no le hizo daño alguno.

Qué lindo, ¿verdad? ¿Cuántos quieres esa unción de Dios en su vida para descabezar demonios, para derrotar al enemigo, para arrebatarle almas a Jesucristo? Recibe esa unción ahora mismo, llénate de esa autoridad en el en el nombre de Jesús. Di, yo tengo autoridad sobre Satanás. No sea un cristiano aguado, sea un cristiano lleno del Espíritu Santo.

Yo tengo autoridad. Dios nos ha dado autoridad. La misma autoridad que hubo en Cristo, está en ti. Hay que pagar un precio. Hay que ser una vasija preparada para que la unción de Dios se manifieste en nuestras vidas. El Señor estaba preparado y destruyó la obra del enemigo en la vida de este hombre. La guerra espiritual viene con el evangelismo. Eso es inevitable y hay que prepararse y hay que estar listos para la batalla.

Entonces vemos un curioso incidente y el Señor va a visitar la casa de Simón, uno de sus seguidores y la suegra de Simón tenía una gran fiebre y le rogaron por ella. Yo no sé si Simón fue el que pidió que rogara por su suegra pero el caso es que parece que era un buen hombre, amaba a su suegra. Y el Señor fue consistente con él y sanó a la suegra. Tenemos que orar por nuestras suegras, tenemos que orar por nuestros suegros. He hablado del amor de Dios que debe estar en nosotros. Meche me mira, debo decir que mis suegros son las mejores gente que hay en la historia de la humanidad, gente que yo admiro. No piense que el pastor está hablando de su propia vida autobiográfica. Simplemente un chiste barato que no podía resistir usar.

Demos gracias a Dios por nuestra suegra y nuestro suegro. Amén. Gente noble y buena que Dios usa grandemente en nuestra vida. El caso es que la suegra de Simón está enferma, le ruegan a Jesús que la sane y el Señor la sana. ¿Qué punta le podemos sacar a ese versículo?

Yo digo aquí que el evangelismo ofrece oportunidades que van a venir a nuestra vida, porque el Señor quizás lo que iba ahí era a tomarse una taza de té o un cafecito o algo, y encuentra que la suegra de Pedro tiene fiebre. Guau, una oportunidad para declarar el poder de Dios, para hacer algo especial.

Tenemos que aprovechar las oportunidades cotidianas que nos surgen para hacer la obra de Dios. Ahí en la fábrica viene una señora que no conoce al Señor y comienza a hablarle a usted mientras están ahí haciendo su trabajo y le dice, “Mira, mi esposo me está golpeando, me está abusando.” Hey, cuando la hora de lonche, no durante el trabajo, pero en la hora de lonche cójala, siéntese con ella y diga, “Sabes que yo quiero orar por ti para que el Señor o lo ilumine o lo elimine, pero que haga algo en la vida de tu esposo.” Ore con unción de Dios. Use ese momento.

Alguien le dice, estoy enfermo, necesito algo, no le diga, voy a orar por ti. Ponga la mano ahora mismo y diga, “Voy a orar por ti ahora, ven, vamos a orar un momento.” A veces hermanos me dice, “Pastor, ore por tal y tal cosa,” yo he desarrollado la costumbre de que cuando puedo le digo, “Vamos a orar ahora mismo,” porque no sé si me voy a acordar después que me vaya. No sé si voy a tener oportunidad pues ahora mismo lo voy a coger aquí y vamos a orar por usted ahora mismo hermano. Vamos a unirnos en fe.

Use los momentos, las oportunidades que Dios provee en su vida. Cuando uno es un evangelista natural, uno está continuamente buscando oportunidades, que pueden surgir a veces con nuestra propia gente, nuestra propia familia a veces puede necesitar un momento, un toque de Dios. Cuando estamos en situaciones sociales la gente está mirándolo a usted para ver qué usted va a hacer y usted tiene que estar listo para aprovechar cualquier oportunidad. Y cualquier oportunidad puede querer decir simplemente que usted haga acto de presencia y que usted esté allí simplemente diciendo, Señor, y que su radar esté 360 grados moviéndose como los satélites en el espacio buscando una onda para agarrarla.

Busque oportunidades. A veces solamente la presencia suya en un lugar puede romper una cadena o puede bajar. No quiero revelar mucho pero por ejemplo, ayer mismo fui a visitar familiares en Providence y había parte de la familia que yo no la conocía y no son personas que yo sepa que son evangélicos, y estaban en otra parte de la casa donde estábamos celebrando el cumpleaños de mi hermano, Gilio, y yo sentí del Señor ir a donde ellos estaban. Yo hubiera podido estar con la gente que yo me sentía cómodo, pero como pastor yo sé de que el hecho de que yo me saliera de mi área y fuera a donde ellos estaban y tuviera una conversación con ellos, era mi forma de decir, ¿sabe qué? Los pastores no andan siempre por allí como más santos que todo el mundo y santurrones y apartados de los impíos. No, usted tiene que ser una presencia simpática. Y el hecho de simplemente yo ir y conversar y hacerme presente, ya eso baja resistencias, ya la gente entiende, guau, esta persona es como nosotros.

Y nosotros tenemos que ser naturales, cualquier cosa que usted haga puede hacer una diferencia en la vida de una persona. No, hay veces que la gente está allí… nosotros somos como… la gente cree que caminamos sobre las aguas y no saben todos los secretos que tenemos y todas las cosas en nuestra casa. Pregúntele a la esposa y usted verá si camina sobre las aguas y no. y usted tiene que mostrarle a la gente que usted está hecho de carne y hueso como cualquier otro y que la gente no tiene que tenerle miedo a usted porque es evangélico y esas cosas bajan la guardia en la gente.

Entonces aproveche las oportunidades. Tenemos que estar alertas para discernir en la normalidad de nuestra vida oportunidades que Dios está abriendo para que traigamos un alma al conocimiento de Jesucristo, o que hagamos su obra cuando él nos está llamando. Si vivimos un estilo de vida evangelístico podremos discernir esos momentos en que Dios nos está llamando a ser un instrumento.

Pídale al Señor que le abra los ojos, que le abra el entendimiento para que usted pueda discernir esas oportunidades, porque Dios está siempre buscando un instrumento para hacer correr su gracia en un momento cotidiano. Si usted vive un estilo de vida evangelístico podrá discernir esos momentos y ser el instrumento de Dios para ese momento. Es bien importante.

Entonces, en los versículos 40 y 41 vemos que la reputación de Jesús comienza a crecer. Dice que “al ponerse el sol todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades…” Este es uno de los pasajes más bellos y más abundantes del poder sanador de Jesucristo que hay en toda la Biblia. Y una de las cosas que yo veo aquí es que todos los que se acercaron para recibir sanidad fueron sanados. El Señor nunca desprecia un alma que está buscando una provisión de él y hay poder suficiente en él para sanar a toda la gente que se han…

Dios no tiene una cuota. Es un misterio, por qué algunos se sanan y por qué otros no, yo no puedo decirle, pero lo que yo veo en la escritura es que Dios quiere sanar y que sino… yo no sé la respuesta pero usted no se preocupe por el misterio ocúpese por lo que usted ve que es real y es que Dios sana si usted se acerca a él. Concéntrese en eso, no le busque tres patas al gato. Tu necesitas sanidad, pídele sanidad al Señor.

Dice aquí que “él poniendo las manos sobre cada uno de ellos los sanaba y salían demonios dando voces pero él los reprendía y no los dejaba hablar.” Venían enfermos de diversas enfermedades y él ponía las manos sobre cada uno de ellos y los sanaba. Hubo un derroche de poder sanador. La reputación del Señor comienza a crecer, la gente afluye a él. Según el Señor va usando sus dones los dones van fluyendo con mayor intensidad.

Lo que comenzó como una gotita de agua se convierte en un riachuelito y después en un caudal de poder sanador y la reputación del Señor se aumenta según él va usando su poder. Al principio es ahí en la sinagoga, por aquí, otra cosa por allí, hubo un tropiezo cuando lo quisieron despeñar, pero él no se desalentó, siguió usando su don. Y eso es lo que nosotros tenemos que hacer cada día, mientras nosotros proclamamos ese llamado evangelístico del Señor, usted siga simplemente moviéndose. Haga lo que le venga a la mano cada día. No se preocupe por el resultado final, lo importante es que cuando una iglesia comienza a moverse en el estilo de vida evangelístico, los dones comienzan a moverse y a fluir y la unción de Dios aumenta.

¿Cómo se desarrollan los dones? Desarrollándolos. ¿Cómo la unción de Dios crece en nuestra vida? Es nosotros usando esa unción cada día más. Pero hermanos, es importante que nosotros usemos los dones de Dios. No se preocupe porque el comienzo sea un poco débil. Yo no pienso desalentarme, no pienso dejar lo que ya yo he declarado y yo creo que según yo vaya fluyendo el Señor va a ir haciendo la obra en nuestra vida como iglesia, seguiremos clamando, buscando el poder y la unción de Dios en nuestra vida.

Comenzar un estilo de vida evangelístico es un asunto de fe, nos lanzamos y Dios va proveyendo la dirección y el poder. Según usamos los dones esos dones comienzan a aumentar y a manifestarse con mayor claridad en nuestra vida. Si Dios lo ha llamado a hacer algo en su vida y si usted siente que Dios lo ha ungido para algo, comience a caminar por fe. No se desaliente porque la primera vez que usted oró por alguien con un resfriado le dio neumonía y se murió. Usted siga orando, agarre otro más, quizás se le morirán 5 ó 6, pero el séptimo ese si se le muere va a resucitar. Dios lo va a sanar.

Hay que comenzar a caminar por fe y el río comienza a abrirse delante de usted. Denle un aplauso al Señor. Hay que moverse no importa cuáles sean las dificultades que puedan surgir. El Señor según se fue moviendo los dones del Espíritu Santo comenzaron a fluir en su vida.

La última parte, hemos visto entonces, confrontación en el desierto, consagración, definición, derrota básica del diablo, poder de Dios que comienza a fluir según el Señor ha vencido al enemigo, declaración por fe de lo que Dios lo ha llamado a hacer y ser, ataque y crítica cuando él predica la verdad de Dios, que tiene que ser predicada para que se conviertan los impíos, confrontación con los demonios que vienen cuando usted trata de vivir una vida evangelística y que de fruto para el Señor, discernimiento de oportunidades cotidianas y aprovechando toda oportunidad que le venga a la mano para ser usado por Dios en el evangelismo.

Luego va a ver usted un mayor fluir del poder de Dios en su vida. Usted va a ver que según usted usa los dones, los dones comienzan a manifestarse más y más, su efectividad crece, su autoridad crece, mientras usted más ayuna, busca la consagración de Dios, usa los dones, Dios va a ir ungiéndole más, en eso va a haber momentos de prueba, dificultad, usted atraviesa el ventarrón, sigue adelante, Dios comienza a honrar. Y finalmente aquí en los últimos 3 versículos yo veo aquí algo interesante. Y es que hay un sentido de urgencia en el Señor para la proclamación del Evangelio.

El Señor dice en el versículo 43, “Es necesario que también vaya a otras ciudades a anunciar el Evangelio del Reino de Dios porque para esto he sido enviado.” Vamos a leer todos ese versículo, hermanos.

“Pero él les dijo, es necesario que también vaya a otras ciudades a anunciar el Evangelio del Reino de Dios porque para esto he sido enviado.” Amén.

Él tenía un sentido de urgencia. Sabe mientras yo estaba leyendo ese versículo ahora mismo, Dios me habló. Interesante. Fíjese que la gente quería que él se quedara allí con ellos porque estaban recibiendo la gracia del Señor, y el Señor dijo, no, yo tengo que ir también a otros lugares.

Sabe que nosotros creemos muchas veces que Dios nos ha llamado solamente a ministrarle a los hispanos y podemos tener algo adicional en inglés. Pero yo siento en este tiempo de nuestra vida y de mi propia vida que Dios ahora nos está, como siempre he creído, nos está llamando a más allá y nosotros vamos a tener que experimentar un cambio de identidad como iglesia. Es necesario que vayamos a otras etnicidades, a otros grupos, a otras lenguas y el Señor, yo lo voy a hacer así proféticamente, el Señor está desatando ahora su llamado a otros lugares, a otras ciudades, a otras etnicidades.

Si tu te quieres quedar con identidad solamente de hispano y si tu crees que esto que Dios nos ha dado es solamente para nosotros, abandona ese sentido de propiedad, esto es para todo el Reino de Dios, esto es para otras ciudades, para otras naciones, para otras culturas, para otros pueblos. Y Dios te está diciendo, mira, abandona la comodidad. Cualquier precio que tengamos que pagar para que el poder del llamado de Jesucristo se manifieste en nuestra vida, tenemos que darlo y tenemos que decir, Señor, si tu lo quieres, así va a ser.

Porque es necesario que vayamos a otras ciudades. La gente le buscaba y lo detenían para que no se fuera de ellos, pero él les dijo, es necesario que también en otras ciudades anuncie el Evangelio del Reino de Dios, porque para esto he sido enviado.

Hermanos, yo creo que ahora mismo Dios me está hablando. No sé lo que quiere decir, y no se preocupen, esto está dentro de la voluntad del Señor pero nosotros no estamos llamados solamente ni a Boston ni solamente a los latinos. Esto es mucho mayor y no podemos dejar que nada nos detenga, hermanos. Tenemos que ir a donde el Señor nos lleve. Si la nube se levanta tenemos que ir a donde la nube nos lleva.

Y por si acaso está pensando que yo tengo alguna idea en mi mente, nada de eso, en términos de que me voy o lo que sea, no, pero sí yo sé que Dios me ha llamado a mí a anunciar el Evangelio en otras partes y en otras maneras y ha llamado a León de Judá también a ser una iglesia misionera en muchas otras partes y en muchos otros campos. Y hay un precio que pagar para eso, hay un precio que pagar. No se crea que simplemente haciendo las cosas comunes y corrientes. Hay que vivir sacrificialmente, donde la nube te lleva ve allí. Ten cuidado que si la nube se fue y tu te quedes en el lugar donde estás porque es cómodo y es bonito y es bueno. Si la nube se va vete detrás de ella.

Si la columna de fuego se movió sigue la columna de fuego. Ay de nosotros si nos quedamos porque está bonito el lugar y la columna ya se ha movido a otra parte. Ahí empalmo lo que pasó con el gadareno que dijo, Señor, yo quiero ir contigo porque me quiero sentir seguro. Y el Señor dijo, no, no, vete a tu familia y predícale el Evangelio y dile lo que Dios ha hecho contigo. Es una vida de sacrificio, es una vida de misión.

Tenemos que tener un espíritu misionero, un sentido de urgencia. Para eso Dios nos ha llamado. Dios te ha llamado para ser un instrumento en las manos de Dios, para predicar el Evangelio. Cualquiera que sea el costo, sea lo que tengas que dejar, déjalo, entrégaselo todo al Señor, no importa lo que sea. Toma un momento en tu espíritu ahora, baja tu cabeza o levanta tus ojos al cielo, di, Señor, donde tu me lleves, yo he sido llamado para anunciar el Evangelio, para proclamar las buenas nuevas. Tu me has llamado, tu me has salvado para ser un instrumento en tu mano. Yo no quiero vivir cómodamente, yo no quiero vivir como una persona normal, común y corriente, yo quiero ser un siervo tuyo, una sierva tuya. Yo quiero ser usado por ti, tengo desesperación de ser usado por ti.

Lo que tu quieras de mí, eso es lo que yo voy a hacer, Señor. Te entrego todo. Entrégale todo al Señor, entrégaselo todo, entrega lo que tu más amas al Señor para que Dios pueda usarte. Mientras tu tengas algo que amas más que la voluntad de Dios en tu vida, Dios no podrá hacer todo lo que él quiere hacer en tu vida.

Te adoramos Señor, te bendecimos Padre. Si tu estás dispuesto a recibir ese llamado de Dios, si estás dispuesto a pagar el precio, ponte de pie ahora mismo, dile, Señor, yo entiendo lo que me están diciendo, yo entiendo lo que ha dicho el pastor Miranda, y yo digo amén. Úsame para tu gloria Señor. Úsame para tu propósito. Yo me consagro a ti. Yo no quiero ser un evangélico a medias, tibio, yo quiero ser un hombre, una mujer que viva y vibre para ti, Señor.

Si alguien quiere recibir a Cristo como su salvador, le invito a pasar aquí al frente también. Si Dios te está llamando a consagrar tu vida al Señor, este espacio está abierto también ahora mismo. Pasa aquí al frente y oraremos por ti. Gracias Señor, te adoramos.

Padre, a ti la gloria y la honra. Gracias Jesús. Nos consagramos a ti, Señor, nos entregamos a ti. Gracias Señor. Dios poderoso, nos consagramos a ti, Señor. Le bendigo mi hermana. Dios tiene un propósito para tu vida y en la medida en que tu vayas entregando esa vida al Señor, Dios va haciendo la obra. Cuando regreses a tu casa regresa con un sentido de compromiso. Busca una buena iglesia, sirve al Señor, adopta una identidad de creyente, de seguidora de Jesucristo.

Si hay alguien más que quiere recibir al Señor o quiere dar un paso de consagración de su vida, le invito a pasar aquí y declarar esa intención. Te alabamos. Te bendecimos, Señor, gracias por tu palabra, Padre. Yo oro por esta vida, la consagramos a ti, Señor. Invita a Cristo a entrar allí. Dile, Señor, yo te recibo en mi ser.

Si alguien lo está haciendo en su asiento, diga, Señor Jesús te invito a tomar posesión de mi vida. Me entrego a ti. Y busque una oportunidad para dar testimonio público de lo que usted ha hecho. Comprométase a caminar como un creyente. Gracias Señor, te alabamos, Señor. Entra este mensaje en lo más profundo de nuestro corazón. Has tu obra en nosotros, Padre. Te entregamos nuestra vida, Padre. Desata tus dones, Señor, en nosotros. Danos poder sobre el mal. Ayúdanos a ir a ese lugar de desierto para purificarnos de una vez por todas, Señor, y entrar en un nuevo nivel de poder y de autoridad. Aprovechar oportunidades, arrebatarle almas a Satanás, resistir el mal hasta que huya de nosotros. Te entregamos todo lo que tenemos. Te entregamos esta iglesia, te entregamos su programa, te entregamos su gobierno, todo, Señor, úsalo para tu gloria. En el nombre de Jesús.

¿En qué área de mi vida está Satanás obrando?

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Buscando principios y conceptos espirituales que usar para alimentar esta visión evangelística que queremos fundamentar en nuestra Iglesia, ví aquí en Lucas capítulo 4 lo que yo llamo un estilo de vida evangelístico y ese sería el tema de este sermón, un estilo de vida evangelístico.

Y normalmente a mí me gusta escoger un pasaje breve, pequeño para concentrarme e ir a fondo en ese pasaje pero voy a hacer algo diferente y es que voy a coger este capítulo que es bastante largo, son como 40 y pico de versículos, 44 versículos, y lo que yo quiero es hacer un recorrido a vuelo de pájaro para que tengamos una idea más o menos, yo voy a resaltar ciertos momentos en la vida de Jesucristo, en el inicio de Su Ministerio, y el Señor ha dicho que Él es nuestro modelo, que nos mantengamos pegados a Él y entonces daremos fruto.

Yo no creo que nadie pueda mejorar sobre cómo vivir una vida evangelística sobre el modelo que ya Jesús estableció, nadie puede inventarse un modelo mejor, el Señor define el modelo evangelístico y al ver Su vida, y ver cómo la progresión de Su vida nosotros también podemos aprender principios para una vida evangelística.

Entonces a lo largo de este capítulo 4 nosotros podemos encontrar algunos de esos principios que el Señor encarnó, que el Señor integró en Su propia trayectoria y que nos ayudan a entender el estilo de vida que nosotros debemos vivir, yo quiero que tú pongas tu nombre y t persona en este capítulo porque las verdades que vemos aquí reflejadas en la vida del Señor Jesucristo se aplican a cada uno de nosotros personalmente y a nuestra Congregación también.

Entonces aquí en el capítulo 4 en los versículos del 1 al 12 por ejemplo, vemos, y si usted tiene una Biblia que está dividida en las secciones del 1 al 12 como que hace una separación natural de un tema y es la tentación de Jesús, es un pasaje muy específico que describe el famoso momento en que el Señor dice que después de Su bautismo fue llevado por el Espíritu al desierto, y uno piensa: ¿cómo es posible que el Espíritu Santo dirigiera a Jesucristo a ser tentado por el diablo? uno piensa: eso no tiene sentido.

Uno a veces pasa por situaciones en nuestra vida de confrontación con el enemigo y pensamos que es el enemigo el que está en control, el que está haciendo que sucedan las cosas pero por qué el Señor mismo a veces quiere que nosotros tengamos confrontaciones con Satanás; eso como que a veces suena raro ¿verdad? usted está diciendo: el Pastor Miranda ya se está volviendo un hereje, está comenzando a predicar doctrina falsa, pero la verdad es que hay casos en la Escritura donde Dios tiene una relación muy rara con Satanás y pone a Satanás a hace Sus propósitos.

Por ejemplo en el caso del Apóstol Pablo, Pablo dice que para que la grandeza de las revelaciones que él había recibido en su vida no lo enorgullecieran demasiado Dios mandó un mensajero de Satanás, un aguijón en su vida que lo persiguiera acerca de lo cual él tres veces le dijo al Señor: líbrame de esto y Dios le dijo tres veces: Bástate Mi gracia porque Mi Poder se perfecciona en la debilidad, Dios estaba usando los ataques del enemigo para perfeccionar y pulir la vida y el ministerio de Su siervo Pablo.

En este caso el Espíritu Santo lleva a Jesús, no está en este texto pero sí hay otro pasaje, un pasaje en Marcos que ustedes podrán ver que dice que el Espiritu Santo lo llevó al desierto. Y bueno aquí nos dice: “Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto por cuarenta días y era tentado por el diablo” una confrontación directa con Satanás, era como un prerrequisito para que Él pudiera entrar plenamente en Su misión evangelística.

Yo veo algo aquí y es que hay áreas de nuestra vida que Dios quiere tratar antes de que podamos ser útiles a Él, antes de que pueda usarnos. En el caso de Jesús Él tenía que derrotar a Satanás, Él tenía que establecer un precedente de que Él era superior al diablo y es como que Él tenía que establecer claro Su Señorío y entender claramente por qué Dios lo había llamado; muchas veces las luchas con el enemigo nos ayudan a definirnos y a entender claramente cosas acerca de nosotros mismos.

En el caso de Jesús era como que para que la Escritura se cumpliese Él tenía que ser confrontado directamente como cabía a Su gran importancia y Su estatus como Hijo de Dios. La confrontación entre Jesús y el diablo fue algo que no se dará ni antes ni después en la vida de ningún ser humano, eso era algo que era específicamente para el Señor Jesucristo en Su carácter mesiánico.

Pero ¿sabe qué? que en nuestras vidas también si nosotros queremos ser efectivos en el Evangelismo y en una vida fructífera para el Señor hay áreas de nuestra vida también que tendrán que ser resueltas, hay áreas en que el enemigo tiene como parte en nuestras vidas y que nos impiden vivir una vida fructífera en el Señor ¿cuántos pueden entender lo que estoy diciendo? Y que a veces vamos que tener que resolver esas cosas porque si no vamos a estar cojeando toda nuestra vida y no podremos ser verdaderamente efectivos con el Señor.

Hay áreas de nuestra vida que nosotros tenemos que superar antes de poder ser útiles como ganadores de almas y como gente que de fruto para la gloria del Señor. Yo puedo pensar en todos nosotros, hay temas que nos aquejan y nos acosan, para alguien puede ser una tendencia depresiva, otros se descorazonan y se desaniman demasiado rápido cuando vienen las dificultades, hay personas que tienen resentimientos en su corazón, hay otros que tienen complejos de inferioridad, hay otros que tienen ataduras espirituales en sus vidas que necesitan resolver, algunos tienen ataduras espirituales, otros tienen problemas con la carne, pensamientos obsesivos, prácticas que no agradan al Señor, habitos que no honran al Señor y que tienen que ser confrontados y tratados, y trabajados en nuestra vida y sometidos al dominio del Señor.

Algunos de nosotros hay orgullo en nuestras vidas, otros tenemos problemas relacionales con la gente y estamos siempre metiéndonos en problemas y en dificultades, conflictos, enajenamos a la gente alrededor de nosotros, algunas personas tienen actitudes dominantes y siempre quieren estar en el primer lugar de su vida, otros se creen más de lo que son en el Señor y creen que porque Dios les ha dado ciertos dones como que tienen derecho a ciertos privilegios en el Reino de Dios.

Hermanos la lista es muy larga y fíjese que la diversidad de ejemplos que yo les estoy dando porque muchos de nosotros pensamos: bueno el diablo eso quiere decir que son cuestiones sexuales o inmoralidad, o adicción a las drogas, no, hay una cantidad de cosas también en nuestro carácter y en nuestras actitudes que son de Satanás porque son de la carne, son obras de la carne y ahí el diablo tiene su diezmo en las obras de la carne ¿cuántos saben eso?

Entonces todo lo que es de la carne en nuestra vida, nuestro carácter, todo lo que no es de Dios tiene un origen diabólico y el diablo le saca provecho a esas cosas, y cuando uno quiere entonces entrar y dar fruto para el Señor y servir al Señor uno descubre que esas cosas están allí como un freno que nos están jalando hacia abajo y nos impiden verdaderamente ser fructíferos para con el Señor.

Hay aspectos de nuestra vida que contristan al Espíritu Santo también y el enemigo puede usar esas cosas para destruir los mejores propósitos que nosotros tengamos, hay áreas de nuestro matrimonio muchas veces que no están tratadas por el Señor, hay cosas que nosotros tenemos que morir a ellas para arreglar nuestra vida familiar, y si nuestra vida familiar no está arreglada nuestra relación con nuestros hijos, nuestro comportamiento con nuestro cónyugue, sea la esposa con el esposo o viceversa, esas áreas también el enemigo va a usarlas en tu vida para traer piedra de tropiezo y para distraerte de tu capacidad para dar fruto.

Algunos de nosotros tenemos un excesivo apetito por el dinero, por la comodidad, por las posesiones y esas cosas nos impiden dedicarnos al Señor. A algunos les encanta dormir, algo tan sencillo como eso, esa cama tiene un poder magnético que nos agarra y cuando queremos salir salen unas manos así que nos agarran y nos atan de nuevo a la cama, y las sábanas se hacen más deliciosas en el momento en que queremos levantarnos para orarle al Señor, tenemos que sometérselo al Señor también ¿cuántos saben lo que estoy diciendo?

¿Y qué del televisor? Yo no podría ser un predicador pentecostal si no hablara de la televisión también, la televisión a veces nos hace perder tanto tiempo hermanos que es terrible. Les voy a confesar algo: hace poco me quedé atrapado en una serie de televisión y ví una, y hasta que no termine la serie, le tuve que pedir perdón al Señor muchas veces, miren el Pastor también sufre de estas cosas también, y me prometí jamás, y aquí me comprometo delante de mi Congregación, es una pérdida de tiempo, y no estoy hablando de que me pasé horas y horas pero sí es algo que te roba tiempo en tu vida.

Entonces yo quiero primeramente animarte a preguntarte en este día: ¿qué área de mi vida sirve como piedra de tropiezo para que yo pueda dar fruto al Señor, en qué área de mi vida está Satanás obrando? De nuevo no es que se le aparece un demonio enfrente oliendo a azufre para que sea del diablo, no, el enemigo es muy sutil y hay áreas estructurales de nuestra vida en que él impide que nosotros podamos vivir un estilo de vida evangelístico ¿y sabes lo que tú vas a tener que hacer en ese caso? Vas a tener que tener una confrontación con el diablo también en esa área de tu vida.

Tú vas a tener que identificar esa área que te está impidiendo ser fructífero para con el Señor y vas a tener que dar rodilla y ayunar, sacar tiempo para ayunar; no te creas que es un ayunito ahí de medio día comiendo corn flakes y ya eso te va a resolver el problema ¿no? quizás vas a tener que ayunar por varios meses sacando un día a la semana o medio día, lo que sea, orando al Señor trayendo esa petición delante de Dios continuamente y verlo como que tú estás entrando en el desierto.

El desierto puede ser tu dormitorio, el desierto puede ser un sofá donde tú te vas a sentar para clamar al Señor un poquito extra, el desierto puede ser venir a la Iglesia media hora antes de que comience el servicio y buscarte un lugar aparte donde no venga un hermano a venvetearte ya que te ve allí y no tiene nada más que hacer y entonces viene a molestarte, escóndete en algún sitio donde no te vean allá en el otro santuario, y si usted lo ve déjelo que esté orando, tampoco lo moleste, el caso es que el desierto puede ser cualquier lugar donde tú vas a buscar apartarte para consagrar tu vida al Señor, entonces tienes que sacar tiempo.

Yo estoy sacando tiempo y como le digo una cosa le digo la otra, este tiempo en mi vida necesito dirección del Señor y estoy sacando tiempo extra para estar en la Presencia de Dios y pedirle que me ayude a romper cualquier cosa que está impidiendo que la gloria del Señor se manifieste más en mi vida y en mi ministerio. Yo quiero invitarlos a hacer lo mismo, estoy hablando de experiencia personal, pero si tú quieres ser fructífero para el Señor vas a tener que pagar el precio y tienes que nombrar ese gigante que hay en tu vida, y tienes que resolver eso, y dar la batalla, y clamar al Señor para que Dios rompa lo que sea que está impidiéndote que tú puedas entrar en ese próximo nivel de productividad y de ser fructífero para con el Señor ¿amén?

Es así como el Señor Jesucristo tuvo Su propio momento de confrontación y después tuvo otros momentos también porque dice la Biblia que cuando terminó la tentación y venció a Satanás dice que el diablo lo dejó por un tiempo, búsquelo por allí y usted verá que es así, no sé si está aquí pero sí dice que: “Y cuando el diablo hubo terminado toda tentación se apartó de Él por un tiempo” y la lucha contra el enemigo cuando tú quieres ser fructífero para con el Señor va a ser para toda tu vida, y cuando tú identifiques que el diablo está usando algo en tu vida para atacarte y para ponerte trabas repréndelo en el Nombre del Señor y cualquier área de tu vida que te esté impidiendo ser todo lo que Dios quiere que tú seas identifícala, no vivas tu vida cojeando.

El diablo quiere desangrarte continuamente, traerte todo tipo de trabas y distracciones. A veces son cosas más grandes, a veces son cosas serias pero tenemos que identificar que en todas esas cosas el enemigo está trabajando y tenemos entonces que ir delante del Señor e ir al desierto y decir: Padre esta batalla yo la voy a librar en Tu Nombre y yo voy a vencer en el Nombre de Jesús, y ese tema lo voy a definir y voy a buscar Tu unción y Tu liberación ¿amén?

Así que esa es una de las cosas que yo veo aquí, que el Señor toda Su vida evangelística siempre estuvo luchando con los demonios o la tentación del diablo en Su propia vida en una manera u otra tratando de desviarlo y de sacarlo de Su dirección en que Él tenía que ir, y nosotros tenemos que identificar eso continuamente en nuestra vida y pagar el precio de ser un guerrero que está siempre alerta.

La Biblia dice: “Sed sobrios y velad porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente anda como león buscando a quién devorar” tenemos que buscar esas áreas débiles y darle la gloria al Señor siempre.

Así que si tú quieres vivir un estilo de vida evangelístico lo que tienes que hacer es confrontar al enemigo en todo momento e identificar esas áreas en tu vida. Hay mucha tela que cortar y voy a tratar uno solo más para no terminar demasiado tarde, y creo que lo que voy a hacer es que voy a seguir este tema más adelante cuando tengamos la oportunidad el próximo domingo quizás.

Lo otro que yo veo después de esa parte del versículo 1 al 12 que describe la tentación, dice en el versículo 14 que: “Jesús volvió” ¿cómo? “en el Poder del Espíritu a Galilea y se difundió su fama por toda la tierra de alrededor; y enseñaba en las sinagogas de ellos, y era glorificado por todos” ¿qué es lo que pasa cuando tú vives una vida de confrontar al enemigo y de darle atención a las áreas que tienen que ser atendidas y que tú estás siempre perfeccionándote, puliéndote y entregando tu vida al Señor, y declarando el Señorío de Cristo y de Dios en tu vida? Es que el Poder de Dios aumenta en tu vida, la unción del Señor aumenta en tu vida.

Hay áreas de nuestra vida que aunque no sea pecados así horrorosos contristan al Espíritu Santo. ¿Usted entiende esa expresión contristar al Espíritu Santo? Contristar quiere decir cualquier cosa que entristece, que disminuye la capacidad o el deseo del Espíritu Santo de moverse libremente en tu vida y eso a la larga termina disminuyendo tu poder, disminuyendo tu unción, disminuyendo tu efectividad, disminuyendo tu sentido de la Presencia de Dios en tu vida y cuando tú arreglas esas cosas, y tú se las entregas al Señor tú ves que la unción de Dios aumenta enseguida; sientes más gozo por el Señor, la Presencia del Señor se manifiesta más en tu vida, Dios te usa, vas a encontrar momentos en que vas a poder testificar de Cristo, vas a gozar más cuando tú hablas del Señor, vas a experimentar momentos cercanos con Dios, vas a comenzar a ver milagros en tu vida.

Ese problema que tú tenías con tu hijo que no quería venir a la Iglesia, que no quería buscar de Dios de momento como que mágicamente un día de la nada tu hijo te dice: mamá yo quiero ir a la Iglesia, o esa persona que te estaba hostigando en tu trabajo de momento o la mueven de departamento o se va del trabajo y como que Dios resolvió eso y tú no sabes cómo. Cuando una persona está en el centro de la Voluntad de Dios hay más oportunidades para que el Poder de Dios se manifieste en nuestra vida.

¿Sabe usted que hay muchas batallas que nosotros peleamos directamente con el diablo que no son ni siquiera necesarias? Porque si el Poder del Espíritu Santo estuviera en tu vida ese poder mantendría a raya al enemigo y muchas peleas que tú tienes que dar ni siquiera se darían porque el Señor las neutralizaría delante de ti.

Dice la Biblia que la unción de Dios pudre el yugo, los pentecostales conocen ese versículo muy bien ¿verdad que sí? la unción de Dios pudre el yugo. Cuando algo se pudre usted no tiene que buscar una tijera para cortarlo ¿verdad que sí? si el yugo se pudre usted simplemente hace: fuich y el mismo yugo se rompe porque está podrido por la unción, la unción de Dios humidifica la soga del diablo. Wow qué bien salió eso, escríbalo ahí antes de que se me olvide y devuélvamelo al final del servicio.

Sí señor la unción de Dios en tu vida humidifica, humedece y pudre las ataduras de Satanás en tu vida. Cuando hay santidad, cuando hay cercanía al Señor, cuando estamos entregándole continuamente diferentes aspectos de nuestra vida el Poder de Dios entonces se manifiesta porque hermanos, cuando nosotros tenemos a Cristo en nuestra vida, en nuestro corazón el Espíritu Santo mora dentro de nosotros, con todo Su Poder está allí residiendo, residente, pero una cosa es el Poder de Dios que reside en nosotros y otra cosa es el Poder manifiesto de Dios que se manifiesta en nuestra vida ¿entiende lo que estoy diciendo?

Una plancha tiene todo el poder que necesita puesta sobre la tabla, tiene los alambres, tiene la programación electrónica, tiene la cuerda, puede estar conectada a la electricidad en la casa pero hasta que usted no aprieta el botón ¿verdad que sí? y la activa, el poder está allí en la plancha pero usted toca la superficie de la plancha y está fría, pero cuando usted la activa la plancha se calienta y usted puede planchar entonces ¿verdad que sí?

Y así pasa con nosotros, cuando usted es un hijo de Dios el poder ya está dentro de usted, usted es como una plancha pero no está prendida. Hay muchos cristianos que son planchas apagadas, óigame qué bueno estuvo eso también apúnteme eso allí (risas), hey si ustedes no me lo van a dar entonces voy a tener que dármelo yo mismo el aplauso. Voy a titular este sermón: No seas una plancha apagada se una plancha prendida (risas), lo que quiero decir es que muchas veces estamos: Señor dame poder, Señor quiero Tu unción y Dios dice: menso la unción ya está dentro de ti, actívala ahora para que se manifieste, quita toda esa porquería que está cubriéndola y déjala que se exprese en tu vida ¿no? muchas veces es así.

Hay cosas, hay prácticas, hay actitudes, hay dejadez en nuestra vida espiritual que está impidiendo que el Poder de Dios se manifieste en nosotros y entonces cuando nosotros hemos tenido nuestra confrontación con Satanás en el desierto, y estamos limpiándonos como que el Poder de Dios naturalmente sube, la unción de Dios se manifiesta y entonces milagrosamente cosas comienzan a suceder alrededor de nosotros.

Tú te conviertes en un portador de los propósitos de Dios, Dios te puede usar entonces en muchas cosas. No pelees tanto por obtener la unción, pelea mas bien por quitar los obstáculos a la unción de Dios en tu vida.

Y entonces yo veo eso, una vez que el Señor es bautizado por el Espíritu Santo en agua cuando tiene Su encuentro con Juan el Bautista, una vez que entra al desierto tiene Su confrontación directa que establece un precedente legal con respecto a Su superioridad con respecto a Satanás, entonces Él regresa del desierto, entra en Su Ministerio público y Dios comienza a hacer cosas alrededor de Él, y si tú quieres ser una vida verdaderamente útil para el Señor tú tienes que tener tu propio tiempo de consagración.

Yo creo que muchos de ustedes Dios los quiere usar grandemente y yo les digo hermanos yo estoy muy claro, el Poder de Dios tiene muy poco que ver con que tú tengas un doctorado en teología, no tiene mucho que ver con que seas muy bien educado ni con dinero ni nada por el estilo, el Poder de Dios es irrespectivo de tu condición educativa o carácter, lo que el Poder de Dios está buscando es una vasija vacía y limpia para habitar en ella y manifestarse, y a muchos de ustedes Dios los quiere usar para Su gloria.

Póngase a buscar del Poder de Dios en su vida. Ahí un momentito tome un segundo en su vida y conviértase por segunda vez ahora mismo, y diga: Señor en el Nombre de Jesús yo quiero ser un fogón, yo quiero ser una estufa prendida de Tu Poder en mi vida, renuncio a la tibieza, me arrepiento de mi tibieza, renuncio a la tibieza espiritual. No lo haga por agradarme a mí, hágalo porque verdaderamente usted tiene un compromiso allí. Diga: Señor estoy cansada de ser una plancha apagada, quiero que Tú prendas mi vida y yo voy a pagar el precio, voy a identificar esas cosas que están impidiendo Tu unción en mi vida y te entrego ahora mismo eso que está sirviendo de piedra de tropiezo.

Hermano si usted no se olvida cuando usted salga de aquí Dios va a cambiar su vida y usted va a comenzar a ver que el Poder de Dios se va a manifestar en usted, pero usted tiene que entender que la vida cristiana opera basada en poder.

El gran genio del movimiento pentecostal es eso, de que cristianos volvieron a descubrir la importancia del Espíritu Santo y de los dones del Espíritu Santo, y cuando comenzaron a buscar el Poder de Dios y el Espíritu Santo, y Sus dones Dios activó un movimiento que ha corrido por toda la Tierra y ha sido la matriz del movimiento pentecostal en toda la Tierra, pero ese Poder de Dios estaba allá en el mundo, estuvo desde que fue derramado el día de pentecostés, pero durante mucho tiempo los cristianos se olvidaron de buscar de ese poder y se metieron en simplemente ser la Iglesia haciendo sus cosas como la hacen, pero Dios quería, Dios estaba buscando gente que entendiera que hay que buscar el Poder de Dios, y yo quiero despertar tu espíritu en esta mañana en el Nombre de Jesús.

Yo creo que muchos de ustedes necesitan que Dios despierte su espíritu, ustedes necesitan tener, yo necesito tener una confrontación con el diablo en el desierto, un encuentro con Dios pero también para derrotar a Satanás, necesitamos una confrontación donde Dios te llame a tener consciencia de que Él te quiere, Él te necesita, Él está buscando reclutas para hacer algo grande en este tiempo de la historia, y Él necesita obreros para Su mies, y que a Él no le importa que tú tengas entrenamiento de seminario o que tú tengas dinero, o que tengas una mente privilegiada, o que seas atractivo físicamente, al Señor no le importan ninguna de esas cosas, lo único que el Señor está buscando es un hombre, una mujer que lo ame y que lo deseen, y que quieran ver Su gloria manifestada en su vida.

Hay tanta gente en la Iglesia cristiana incluyendo nuestra Congregación que no han tenido ese momento de confrontación desnuda para decirle al Señor: Señor yo te entrego mi vida y quiero ser una lanza en Tus manos, una flecha en Tus manos, una bola de cañón en Tus manos y necesito mi encuentro Contigo, y necesito vencer la dejadez, la indiferencia, el temor, el conformismo, el excesivo apetito a mi comodidad, los complejos de inferioridad y en este día yo me comprometo a limpiarme para que Tú puedas usarme, renuncio a lo que me impide ser lo que Tú quieres que yo sea y me comprometo a vivir el estilo de vida que Tú requieres Señor, estoy dispuesto a pagar el precio que Tu requieres Señor, actívame, actívame, pídele al Señor que te active en esta mañana.

Si tú crees que eso es para ti y de nuevo, piénsalo bien antes de hacer lo que te voy a pedir pero si tú estás teniendo ahora mismo un momento de encuentro así directamente con este llamado de confrontar al diablo en el desierto y ponle el nombre que tú quieras a esa área de tu vida que tiene que ser llevada al desierto y entregada al Señor para que Dios pueda entonces sacarte en el Poder del Espíritu Santo y tú puedas ser una persona magnética como el Señor Jesucristo lo fue, usada grandemente por Dios, entonces te voy a pedir que según Dios lo vaya motivando te pongas de pie.

Si tú has hecho ese pacto con el Señor en tu vida, si tú le has dicho verdaderamente y yo quisiera ver, ojalá que alguno que nunca ha dado ese paso esta mañana lo sienta, algunos jóvenes, algunas personas que verdaderamente están sintiendo del Señor ese llamado, pídele a Dios que ponga ese fuego en ti esta mañana, y entonces yo quiero que mañana, pasado mañana, durante la semana tú te pongas a buscar de Dios en tu vida.

¿Qué te impide consagrar tu vida al Señor, qué es lo que te ha impedido ahora mismo que tú tuvieras ese momento con el Señor, qué te aguanta para dar ese paso? No lo hagas por sorpresa por lo que el Pastor va a decir si tú te paras pero si tú tienes esa convicción entonces yo creo que te debes de poner de pie, y si no la tienes entonces mi pregunta es ¿qué está pasando en tu vida que no la tienes, qué atadura hay que romper, qué encuentro en el desierto tienes tú que tener para que se pueda dar ese milagro en tu vida?

No hay una mejor vida que la vida vivida en entrega total para el Señor ardiendo como una llama perpetua para que Dios pueda alumbrar este mundo y darle calor a este mundo. Yo quiero que tengas tu encuentro allí ahora mismo con el Señor, Dios está hablando a tu vida. Pídele al Señor, identifica ahora mismo ese gigante: tu carrera, un hábito que no glorifica al Señor, amor al dinero, a la comodidad, la inercia simplemente de que ¡ah! esas son tonterías simplemente de evangélicos, Dios te está llamando a la consagración, Dios te está llamando ahora mismo a la entrega, lo que yo digo es que es como una segunda conversión, es como una segunda conversión lo que Dios está pidiendo ahora mismo de ti.

En esta mañana yo mismo ahora mismo digo: Padre déjame ahora mismo ser el primero en declarar mi compromiso radical delante de ti de ser un cristiano radical y de vivir el resto de mis días buscando Tu gloria y siendo un recurso para Ti, cualquiera que sea el área de mi vida que me está atrapando y me está frenando te la entrego ahora mismo Señor, te la entrego y me comprometo a buscar Tu Voluntad para mi vida, y yo voy a entrar en el desierto, dile así al Señor: voy a entrar en el desierto, quiero entrar en el desierto.

Yo he estado en el desierto, he estado peleando en el desierto últimamente hace por un tiempo, he tenido muchas peleas en el desierto pero estoy en un tiempo en el desierto en que yo sé las áreas de mi vida que yo tengo que entregarle al Señor para que Él pueda usarme mayormente y yo quiero que tú me acompañes en esta mañana de la misma manera.

No importa cuán consagrado tú estés pero tú tienes que tener un encuentro con tu enemigo, con el Poder de Dios, Dios no te va a dejar pelear con Satanás solo, si tú estás consagrado Él va a estar a tu lado y Él te va a sacar adelante. Salgamos de aquí consagrados al Señor, salgamos de aquí a ser un pueblo útil para Dios. Gracias Señor te adoramos Padre y consagramos nuestras vidas en esta tarde Señor, en esta mañana, te alabamos, gracias.

Una ciudad de refugio

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Voy a estar leyendo en el libro de Marcos, capítulo 10, versos 46 al 52 y voy a leer de la versión Internacional.

“Después llegaron a Jericó, más tarde salió Jesús de la ciudad acompañado de sus discípulos y de una gran multitud. Un mendigo ciego llamado Bartimeo, el hijo deTimeo, estaba sentado junto al camino, al oír que el que venía era Jesús de Nazaret se puso a gritar, “Jesús, hijo de David, ten compasión de mí.” Muchos lo reprendían para que se callara pero él se puso a gritar aún más. “Hijo de David, ten compasión de mí.” Jesús se detuvo y dijo, “Llámenlo,” así que llamaron al ciego, “Ánimo, levántate, te llama,” él arrojando la capa dio un salto y se acercó a Jesús. “¿Qué quieres que haga por ti?” le preguntó. “Rabí, quiero ver,” respondió el ciego. “Puedes irte,” le dijo Jesús, “tu fe te ha sanado.” Al momento recobró la vista y empezó a seguir a Jesús por el camino.”

Dios siga bendiciendo su palabra. En esta mañana en el tema que vamos a estar hablando es para que veamos. Y celebramos en esta mañana especial la discapacidades que existen dentro de nuestra sociedad y cómo las personas pueden vivir la vida dentro de estas discapacidades. Y eso me llama a mí la atención que a veces uno en la vida piensa, Señor, cuándo yo podré ver a un ángel? Por qué no puedo ver ángeles? Me gustaría verlos y hablar con ellos.

Sin darnos cuenta que muchos de estos ángeles han tomado forma humana, de una manera simbólica y los tenemos alrededor. Y esto me recuerda una historia cerca de 20 años atrás. Había una pareja esperando su bebé, una pareja cristiana, ellos están contentos, alegres, y hasta pensando lo que sería ahora con esa nueva llegada su familia. Ellos no estaban pensando que tener un bebé es como tener un mortgage, una hipoteca. Ellos están pensando en la alegría, en el detalle que esa criatura va a traer a ese hogar.

Compartían con sus hermanos y hermanas en la iglesia ese impacto positivo que sería en la vida de este joven matrimonio esta criatura. Esta joven pareja servía fielmente al Señor, comprometidos gozaban de un momento indescriptible de paz y alegría. Pasan los meses, llega el momento del alumbramiento, momento tan esperado, la criatura nace y una vez que es traída al hogar, la atmosfera en el hogar seguía de una alegría inmensa. Tenemos un pequeño ser humano que Dios nos ha dado con la bendición de poderlo levantar y que en el futuro sea alguien de provecho para la sociedad y un creyente.

Disfrutando ellos de esta criatura, cuando la criatura llega a los 2 años se dan cuenta que algo no está saliendo como se debe esperar de una criatura a los 2 años. Toman su criatura y la llevan a los profesionales del campo de la salud y los médicos les dicen a ellos, “Bueno, su criatura tiene uno de los espectrum de autismo, aspberger. Es un momento de choque, es un momento de enfrentarse con una realidad no esperada. Es un momento en el que surgen las dudas por qué a mí, si he sido fiel al Señor, si yo le he dedicado toda mi vida a servirle, qué pasó?

Pero la pareja que era una pareja experimentada en el Señor, no tomó ni dejó que este momento de tragedia se convirtiera en un monumento que apagara la alegría o el gozo que esta criatura había traído al seno de su familia. Al contrario, después de meditar y pensar deciden que ahora vamos a comenzar un nuevo viaje con retos nuevos y oportunidades. En vez de hacer un momento de tragedia, y quedarnos cimentados y anclados en esa tragedia y seguir llorando y lamentándonos, nos vamos a mover y vamos a disfrutar de nuestra criatura, la bendición que Dios nos ha dado. Este no será un momento de tragedia, este será un momento de bendición, un momento de alegría, un momento de decirle al Señor, “Señor, tu has dado, tu podrás quitar siempre será tu nombre bendito.”

Es fácil llegar a esta determinación cuando están discutiendo yu planificando solamente los padres, pero ahora hay que prepararse porque la sociedad te va a preguntar, la familia va a preguntar, la iglesia va a preguntar, y a veces es como si uno tuviera que hacer una lista y cuando te saluda y te preguntan, ¿y qué tiene el tuyo? Sacas la lista, porque la gente a veces no tiende, no sabe, es ignorante. Pero esta pareja tiene una esperanza, ellos saben que la sociedad lo señala como un error. Los sistemas educacionales los catalogan educación especial, pero la iglesia, oh la iglesia, la iglesia es diferente.

So, ellos tienen en su corazón que no importa lo que pase en nuestra sociedad, cuando lleguemos a mi iglesia – y de hecho estoy hablando de otra iglesia – ah, ellos van a entender, nos van a recibir. Lamentablemente cuando la pareja llega y va a la iglesia, la gente comienza a pararse y a hablar por la criatura, porque asume que tiene demonios. Usted se imagina eso? que tu hijo o hija tiene una discapacidad y la iglesia en vez de escuchar, preguntar, ser compasiva, entender, tiene demonios.

Y servicio tras servicio los padres tenían que llenarse de paciencia, tener sabiduría, cuando se levantaba un hermano o una hermana muy bien intencionada pero ignorante, porque no estaba educada en lo que estaba pasando, y a veces las buenas intenciones no son suficientes, nos tenemos que educar. Yo me trato de poner en ese sitio, he llegado a la casa de Dios a alabarle, a servirle, a bendecir, a estar con mi familia y mi familia me dice a mí que mi hijo está lleno de demonios y que por eso actúa de esa manera.

Estamos aquí en esta iglesia en un programa de evangelismo que nuestro pastor está hablando y explicando, y hablando con Roberto en esta semana de este mensaje, Roberto me dijo, “Dile a la iglesia que mi corazón, que congregación León de Judá pueda ser una ciudad de refugio,” grábate eso en tu mente y en tu corazón, ciudad de refugio.

Si dejásemos la historia ahí, esta familia tenía suficientes excusas y razón para dejar la iglesia, para olvidarse del Evangelio, para olvidarse del Señor, discriminados por la sociedad, discriminados por las comunidades, discriminados por la familia, discriminados por la iglesia, quién entonces queda? Pero ellos sabían, ellos entendieron que hay un Dios por encima de la comunidad, hay un Dios por encima de la sociedad, hay un Dios por encima de la iglesia que mantiene sus brazos abiertos todo el tiempo para recibirlos como somos, como venimos y como estamos.

Han pasado un poco más de 20 años y hoy en día los dos hijos de esta pareja están estudiando en la universidad. Fíjense, de tener demonios, de ser rechazados, los padres no se quedaron y construyeron un edificio, en ese rechazo se movieron. Y estos niños tienen nombre, Gabriel Medina y Taina Medina. Sus padres son Maritsa y Omar Medina. Démosle un aplauso a Omar que nos deleita en esta mañana con una alabanza.

Cuántos pueden alabar al Señor? La historia no tuvo un triste final, la historia no tuvo un final de tragedia porque el Señor siempre ha estado con sus brazos abiertos.

Desde el principio fuiste llamado,

Yo te escogí desde mucho antes.

Fuiste separado para servir.

Solo no estás, contigo siempre estaré

Cada paso que tu das, yo estoy contigo en la hora oscura

Yo soy tu paz, soy la luz y la verdad que alumbre el camino.

Un fiel amigo hasta el final.

No temas, no desmayes, porque Jehová tu Dios, está contigo.

Del enemigo te guardará, con su diestra te sostendrá.

Solo no estás, contigo siempre estaré.

Cada paso que tu das, yo estoy contigo en la hora oscura

Yo soy tu paz, soy la luz y la verdad que alumbre el camino.

Un fiel amigo hasta el final.

Cada paso que tu das, yo estoy contigo en la hora oscura

Yo soy tu paz, soy la luz y la verdad que alumbre el camino.

Un fiel amigo hasta el final.

Cada paso.

Hace algunos años la iglesia metodista americana hizo un research, exactamente 4 años atrás, hizo una encuesta nacionalmente con todos sus miembros que tenían alguna discapacidad. Y le hizo una sola pregunta en la encuesta, si puedes soñar tener el presupuesto de crear la iglesia perfecta que atienda y entienda las discapacidades de tu familia, tus hijos, o tus puras discapacidades, qué harías? Qué esperas? Y dice que el 80% de las personas contestaron con algo que no tiene que ver con dinero ni edificios, dijeron, una actitud de amabilidad cuando llegamos a la iglesia. Una mano que nos diga bienvenidos. Welcome to church.

Quizás debemos imitar la actitud de Walmart. Hi! Una de las cosas que me llama la atención de Bartimeo cuando vamos al contexto histórico de este pasaje es que Bartimeo no tenía nombre. Digo pero, guau, siempre lo llamamos Bartimeo. Y descubro que en esa época toda persona que era discapacitada dentro de la cultura judía del primer siglo, no se le daba un nombre. So, tras que nace con una discapacidad, sin todavía tener consciencia de lo que le espera, imagínense en el primer siglo, va a ser rechazado por su familia, porque le recuerda a ellos que eso es el fruto de una maldición. Va a ser rechazado por la sociedad, por la familia, jamás podrá visitar ni una sinagoga y encima de todo eso, no tiene nombre.

En otras palabras, no existe. Te imaginas luchar como ser humano en el primer siglo bajo esas circunstancias. Cada vez que lo ven, ahí está Bartimeo, eso quiere decir, ahí está el hijo de Timeo. No era digno de tener un nombre. Y encima de ser ciego tenía lo peor, era mendigo. Dice que se sienta a la orilla en el camino – déjenme decir también algo. Si se nacía en la cultura griega o la cultura romana, y tenías una discapacidad hacían 2 cosas, o te mataban, la familia tiene derecho de matarte al nacer esa criatura, o te llevaban al desierto y te dejaban y te defiendes por ti mismo. Para que vean la realidad de ese primer siglo.

Trayéndolo ahora al siglo XXI nosotros que vamos a empezar a hacer un programa de evangelismo, estaba leyendo y se hizo un estudio en el gobierno federal que mundialmente hay registrados 700 millones de discapacitados, y decía este reporte si los cogemos a todos y los ponemos en uin país, será el tercer país más grande de todo el mundo, después de la China y de la India, solamente de discapacitados. Qué implica eso? un país que no va a tener derecho a la educación, un país que no va a progresar, un país que va a tener que mendigar.

Dice este ciego, mendigo, él no puede ver, está en el camino, tiene su manto. El manto es bien importante porque el manto es cómo él consigue el dinero porque como él no ve. En esa época todavía no se había inventado lo de los vasos o los sombreros. Era el manto sobre sus piernas y ahí la gente tiraba el charity, el dinero, porque él no ve, pero él podía escuchar. Y sentado en ese camino él ha visto muchas personas pasar a través de los años, muchas personas pasar, pero esta vez está escuchando un ruido diferente. Alguien viene que hay un ruido diferente.

El curso de la vida de este hombre está por cambiar. La escena de su vida que no tiene futuro, que no tiene esperanza, que está sumergida en desalientos, amarguras y rechazos, dice que escucha ese bullicio y el supo que el que venía no era Jesús Gonzalez ni Jesús Rodríguez, era Jesús de Nazaret.

Oh, hermanos, cuando leemos este relato bíblico sí es bueno celebrar que Dios lo sana, pero hay que entender las condiciones en que él estaba, en que él vivía, lo que él pasaba para poder entender entonces le milagro que no es solamente que ve. ¿Cuántas veces pasamos por los caminos y no vemos a esos bartimeos de la vida? ¿Cuántas veces en nuestro diario vivir le decimos al Señor, dame la oportunidad de hablarle a alguien del Evangelio. Padre, dame las herramientas de decirle a alguien las buenas nuevas de salvación. Y después le decimos, Padre, y tercero, ponen a alguien en el camino que yo le pueda hablar. Pero realmente es que caminamos tan y tan erguidos que no nos fijamos en que si miramos hacia abajo vemos la necesidad imperante de la gente que está a la orilla del camino esperando que alguien le diga, yo tengo a Jesús de Nazaret para ofrecértelo.

Cuando el pastor Roberto le estaba hablando a los pastores acerca del programa de evangelismo, él preguntó, ¿alguien tiene alguna idea, alguna historia, alguna experiencia? Yo tengo una experiencia no sé si es positiva o negativa, pero una experiencia. Cuando estaba en seminario, gracias al Señor fui al seminario por una beca que se me otorgó. So, casi al final de mis años de seminario me había sobrado un dinero de la beca y pensaba, cómo puedo usar ese dinero para algo educativo. Y anuncian en el seminario que va a venir un famoso evangelista americano que se dedica a hacer trabajos de evangelismo. Y solamente había 300 asientos disponibles en el área que él iba a estar y costaba so much. So, yo aproveché, fui a registraduría, yo quiero que este dinero lo pongan para este evento porque yo quiero estar ahí porque yo quiero saber qué es lo que este experto de evangelismo reconocido mundialmente hace, porque yo lo quiero aprender, porque tenemos que estar dispuestos a aprender.

So, me acuerdo que llegué ese día, había 8 muchachos del seminario, mucha gente había viajado de Estados Unidos para escuchar a esta persona. Usualmente me siento en la parte de atrás pero ese día yo estaba sentado al frente porque yo quería saber cuál es el secreto. Y cuando a ese hombre lo presentan y comienza a decir, ustedes han venido aquí para descubrir el secreto del evangelismo. Todo el mundo yeee. Y quieren tener las herramientas para alcanzarla. Y todo el mundo, síiii. Y yo le decía a mi amigo, tu sabes, ya llegamos. Y él dice, voy a empezar cómo yo lo hago cuando estoy en el aeropuerto.

Y él cogió unos minutos de pausa. Yo pienso, bueno, me imagino que debe estar verificando cómo está vestida la persona, de dónde viene la persona, si está en un buen área, si está en el terminal, entonces yo acá meditando. Y él se para y dice, cuando estoy esperando para abordar el avión con mi boleto en mano le pregunto al que está atrás de mí, ¿tu conoces a Jesucristo como el Señor y salvador? No. y ahí le digo lo básico del Evangelio. Y le pregunta al de enfrente, ¿tu conoces a Jesucristo como tu Señor y salvador? No. le digo el plan de salvación.

Yo estoy esperando que diga algo más. Me monto en el avión, cojo mi asiento, cuando viene la azafata a preguntarnos si queremos algún aperitivo, le pregunto a ella, ¿tu conoces a Jesús como tu único y exclusivo salvador? Y yo digo en mi mente, yo no he venido a esta conferencia para que me digan que el gran programa de evangelismo es abrir la boca y comunicar las buenas nuevas de salvación. Yo estoy buscando algo más complicado, más complejo, algo más especializado, algo más técnico.

Él nos dice a nosotros, podemos aprender las técnicas, podemos tener las herramientas, pero la manera más tocante, la manera que hace más efecto es cuando usted, que es la mejor arma que tenemos en el reino de los cielos, abre su boca y comunica sencillamente a otro las buenas nuevas de salvación.

Cuando llegué a mi apartamento estaba mi mamá esperándome y me dice, “¿Cómo fue esa conferencia?” Well, es solamente abrir la boca y contar el Evangelio. Y ella me dice, “Pues entonces págame el dinero a mí porque eso es lo que yo hago.”

Se levanta Bartimeo y comienza a dar gritos, “Jesús, hijo de David, ten compasión de mí.” Eso me recuerda a veces nosotros estamos tan enfocados, tan busy en nuestro diario vivir que nos llaman y los que están a nuestro alrededor dicen, déjalo tranquilo, deja tranquila, llámalo después. Ahora no. pero él gritaba más. ¿Usted ha pasado por esa experiencia? Yo pasé por esa experiencia hace algunos años cuando vivía en la ciudad de Nueva York y esto realmente pasó en Nueva York.

Me preparaba con la familia para ver el juego de los Yankees e ir 4 a un estadio de baseball es costoso. So, decidimos, vamos a comer bien, los vamos a llenar bien, para cuando lleguemos al parque no se compre nada. Pero se me olvidó un detalle, eso suena bien entre adultos, no con niños. So, Vivian y yo tomamos el tren, llegamos al parque, nos sentamos, estamos recordándole a los hijos, “Acuérdense cuando nos sentemos en el parque vamos a ver el juego de baseball, no vamos a comprar nada.” Okay. Todo está bien hasta que una familia se nos sienta inmediatamente al frente. Era el papá con 3 muchachos. Y él compró popcorn, compró hotdogs, compró soda, compró Cracker Jack, y el hijo mío pequeño, Isaac Gabriel, siempre el pequeño…

Yo noto que el caballero le da de comer a sus hijos pero se pasa mirando a Isaac Gabriel. Y le digo, bueno ¿qué estará haciendo Isaac Gabriel que llama la atención de este caballero? So cuando yo miro a Isaac Gabriel, él está así… ¿Qué pasó? Terminamos comprando Cracker Jack, hotdog y sodas. Algo chistoso, algo bonito. Pero cuando la experiencia es negativa no nos reímos.

Cuando somos los que nos están olvidando, los que no se fijan en nosotros, los que no tienen ni siquiera un nombre, así nos sentimos, sentados en la congregación, metidos entre mucha gente pero nadie sabe que nos sentimos desalentados, nos sentimos solos, nos sentimos como que no tenemos nombre, no tenemos personalidad, solamente porque hemos llegado de un mundo que nos rechaza, de una sociedad que nos señala y de un mundo que nos mira como que no tenemos ningún valor.

Pero déjame decirte algo en esta mañana, se ha llegado a esta congregación en esta mañana con ese sentimiento, con esa problemática emocional de rechazo, sacúdete, que esta congregación estamos con los brazos abiertos. Yo sé que a veces nos tenemos que echar aceite en las coyunturas… nuestra expresión vale más que tener un edificio que está preparado para discapacitados. Tenemos elevadores, nuestras puertas tienen las medidas correctas, de acuerdo al gobierno federal para poder pasar una silla de ruedas, los baños están preparados para todo eso. la facilidad está preparada para recibir discapacitados, la pregunta es, ¿la gente que puede hablar en esta iglesia está preparada para recibir a los discapacitados? O los mantendremos en una esquina sin nombre, porque el Cristo que yo recibo él me dio a mí un nombre, un nombre nuevo. Aleluya!

Jesús dio la orden, “Llamadle.” Qué dirían esos Apóstoles que estaban con Jesús? Se habrá vuelto loco Jesús? Cómo Jesús le va a dar a este mendigo ciego un tratamiento de VIP. Hace 68 años, 1948 en Puerto Rico, mi tío Domingo Rivera, era un adicto al alcohol y un jugador de cartas, un hombre que podía ganar en una noche 5000 dólares pero los perdía, porque su vicio era jugar. Rechazado por la sociedad, viviendo en las calles, nadie de mi familia conocía al Señor. Y un domingo a la mañana Domingo estando sin camisa, con unos pantalones, sin zapatos, sin medias, borracho en la acera, porque no todos venimos de alta alcurnia, yo me acuerdo de dónde yo vine y no me olvido de eso.

Dice que este hermano esperando por la [inaudible] pública, que iba a una iglesia en aquel entonces en la parada 14 en Santurce, una iglesia que iba el gobernador de Puerto Rico, una iglesia de alta alcurnia, llega a la parada de vehículos y ve a este hombre tirado en el suelo borracho y le pregunta, “¿Cómo te llamas?” Y él le dice, “Domingo.“ “Domingo, ¿tu quieres cambiar tu vida?” “Sí.” “Ven el próximo domingo y espérame en esta parada de guaguas y ven conmigo para la iglesia.”

Pasó una semana, mi tío vive en la calle, ¿qué hizo mi tío? Llega el sábado por la noche, tiene que tener la ropa para llegar a la iglesia y no sé si en otros países, pero en Puerto Rico se acostumbraba cuando uno lava ropa, y no hay secadora, uno pone la ropa afuera y la tiende. So, él fue por diferentes casas haciendo shopping y dice que Dios lo bendijo mucho. So, mi tío era un hombre de 6.4, un hombre bien alto, y los pantalones le quedaban como si estuviera cruzando el río, sin correa, tenía una soga como correa, una camisa, zapatos sin medias.

Cuando llega este caballero, este hermano la próxima semana y lo ve, él está en la parada esperando al hermano de la iglesia que lo vaya a llevar, el hermano lo coge, le paga la transportación pública, llegan a la iglesia, está el gobernador dentro de la iglesia, hay muchos senadores dentro de la iglesia, y Domingo le dice al hermano, “¿Quieres que me siente atrás.” Dice, “No, no, vente conmigo.” Y lo sentó al frente.

Y durante las predicaciones él le decía a este hermano, “Me levanto ahora y acepto a ese Jesús.” “No, tienes que esperar a que hagan el llamado.” Okay. La historia cuenta que Domingo se convierte al Señor, 1948. Un hombre rechazado por la sociedad. Esa conversión de Domingo Rivera cambió a toda la familia Rivera.

Jesús [inaudible] congregación, como decía el pastor la semana pasada, tratemos al que no conoce al Señor con un tratamiento VIP, porque por esa persona fue derramada la sangre de Cristo en la cruz del calvario.

Es interesante que Jesús sabe lo que va a pasar, pero Jesús no era ligero de palabra. Él no es rápido y se encuentra con este hombre y le dice… lo llamaron, arrojó la capa, lo que implica que si ahí había dinero, el dinero se fue, él está dejando su modo actual de ganarse la vida, sin todavía tener la sanidad. El sale y tira ese manto, él sabe que algo va a pasar, está esa expectativa, algo va a pasar.

Si nosotros fuéramos Jesús que es nuestro rol en esta época, y nos encontramos con alguien con discapacidades o alguien alcohólico, o alguien bajo los efectos de la drogadicción, automáticamente sabemos qué es lo que la persona necesita pero no nos tomamos el tiempo de preguntarle a esa persona, ¿qué tu necesitas? No lo que yo creo que tu necesitas, qué esa persona necesita. Porque al preguntarle a esa persona qué necesita, le estamos dando a esa persona la dignidad. Le estamos dando importancia, le estamos diciendo que es un ser humano, le estamos diciendo que nosotros estamos dispuestos a escuchar aunque no tengamos la respuesta, pero si no tenemos la respuesta, podemos decir como Pedro y Juan, no tenemos ni plata, ni oro, pero de lo que tenemos te vamos a dar, que es el poder de Dios en acción.

Jesús preguntó, ¿qué necesitas? ¿Y qué dijo él? Que vea, quiero ver. Rabí, yo quiero ver. En el ministerio de inglés hay una persona que a veces sirve en el Departamento en el programa de ujieres, que también tiene una discapacidad, es cuidado por personas que están en el ministerio de español. Y este muchacho que aparentemente no está escuchando o tiene problemas cognitivos, dicen ellos, me contaban que caminando una vez por la calle junto con este muchacho, él vio alguien que estaba tirado, un homeless, y ellos siguieron caminando pero él fue donde el homeless y le dijo, “Si quieres cambiar tu vida ven a la iglesia para que conozcas a Jesús.” Ellos se quedaron. Dios hablando el mensaje de salvación.

Y en otra ocasión, conozco a otra persona que tiene también un problema cognitivo. Le estaban enseñando cómo caminar sin perderse y dónde él iba a hacer su terapia quedaba un Burger King como a unos 4 ó 5 bloques, y la idea era que poco a poco fuera solo, fuera del sitio de rehabilitación a Burger King, comprara su Whoper y regresara sin tener ayuda. Y dice que caminando hacia Burger King viene alguien que también está en la calle y le pide dinero y él siguió caminando, lo ignoró, pero se recordó y regresó para atrás. Y le dijo, “Te puedo comprar comida, si me acompañas a Burger King y escuchas mi historia, entonces te compro en el Burger King.”

Hermanos, estamos viendo, Bartimeo no veía pero escuchó que venía el Cristo. Y ese Cristo cambió la escena de la vida de una vez y por todas. Estás tu viendo? Si no puedes ver no puedes escuchar, si no escuchas no puedes ayudar, si no puedes ayudar no estás beneficiando el Reino de los cielos.

En este día Dios te da la oportunidad de ser un agente de cambio. Muchos de nosotros con una buena vista y buenos oídos esperamos por los Bartimeos de esta época para traerlos a Jesús. Lamentablemente no estamos viendo. No puedes ver los Bartimeos en tu familia, en tu trabajo, en tu comunidad, los que nos rodean, los que están a la vuelta de la esquina. Muchas veces oramos, Dios dame la oportunidad de compartir la buena salvación. Lo que deberíamos decir es, Señor, abre mis ojos. Padre, abre mis ojos para yo poder ver a los Bartimeos de esta vida, que no solamente se quedan los Bartimeos en el ministerio de inglés, que también vengan al ministerio de español, que vengan a nuestro servicio, gente que habla español que no tiene dónde vivir, que pueda venir aquí y se sientan cómodos, gente con síndrome de Down, gente con autismo, gente con traumatic brain injury, gente rechazada por la sociedad, gente que sale de la cárcel, que pueda venir aquí y decir, “Cuando llego a esta iglesia la gente me recibe, cuando llego aquí la gente me llama por mi nombre, porque Dios me ha dado un nombre.”

Que contento me puse hace algunas semanas recibiendo un texto de mi Miguel Eusebio Ramírez, nuestro ministro en la cárcel, cuando me manda un mensaje pero con una fotografía, como un Face, está él con 4 ex presos que acabaron nuestro discipulado haciendo evangelismo en la calle. Y le pregunta, “¿Pero ustedes tienen entrenamiento?” “Pastor, nuestro mejor entrenamiento es que estábamos perdidos, nos encontramos con Jesús y ahora somos nuevas criaturas.”

En esta mañana Dios nos dice, no paremos, llámenle, no paremos, llámenle, no paremos, llámenle. Cuando veamos a alguien que està discapacitado darle la mano, nadie sabe lo que está pasando el que está sentado a nuestro lado, por las batallas que pasa durante el día de la semana, sed de ánimo para que al final del tiempo podamos decir, “Señor, yo veo, y si yo veo soy usado para tu gloria, soy usado para tu causa, para que el reino sea expandido.”

Yo no quiero cuando yo llegue al cielo yo me pregunte, “te puse mucha gente en el camino.” “Padre, pero yo no lo vi.” Porque estabas mirando con ojos de ignorancia, con ojos de discriminación, con ojos de prejuicio, cosas que no tienen cabida ni lugar dentro del cuerpo creyente. Reprendemos todo espíritu de discriminación, todo espíritu de recepción negativa, de rechazo, porque somos una iglesia que recibe al que necesita, porque tenemos a Jesús, predicamos a Jesús y vivimos a ese Jesús.

Dios les bendiga en esta mañana. Y quiero dejarles con una última alabanza, antes de que te vayas en esta mañana, esta iglesia tiene un programa que se llama body system y eso es buscando voluntarios que den un domingo al mes, una hora y media, con niños que son discapacitados para que sus padres se puedan sentar y escuchar también el mensaje del Señor. Una hora y media, de lo contrario los padres no vienen, se quedan en la casa viendo el servicio por internet porque no pueden venir a congregarse. Es tiempo de empezar a ver porque ya Dios llamó, ya Dios dio la orden, es tiempo de empezar a ver.

So, cómo traducimos esta acción, dona tu tiempo, una hora y media al mes para que una familia pueda recibir el mensaje de la palabra del Señor. Atrás estará Melvin y mi esposa Vivian. Dios les bendiga.

Para ganar a mayor número

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Quiero leer la Carta a los Corintios, Primera de Corintios capítulo 9, voy a ir a los versículos 16 en adelante, Primera de Corintios 9:16, dice el Apóstol Pablo: “Pues si anuncio el Evangelio no tengo por qué gloriarme, pues me es impuesta necesidad” voy a repetir eso “impuesta necesidad” en otras palabras es ¿qué? es una obligación, es algo que viene de Dios y que Dios nos impone a nosotros, es una necesidad, es algo imperioso, “y ¡ay de mí si no anunciare el Evangelio!” diga usted: ¡ay de mí si yo no anuncio el Evangelio! Óigame, eso es una Palabra muy fuerte, ay de mí si nosotros no compartimos el Evangelio.

“Por lo cual si lo hago de buena voluntad recompensa tendré, pero si de mala voluntad la comisión me ha sido encomendada” en otras palabras si usted predica el Evangelio lo hace gozoso, espontáneamente no se gloríe demasiado pero usted va a tener una recompensa, y si no quiere también debe hacerlo porque usted ha recibido una comisión de parte del Señor.

“¿Cuál pues es mi galardón? Que predicando el Evangelio presente gratuitamente el Evangelio de Cristo para no abusar de mi derecho en el Evangelio” ¿sabe qué? Pablo sentía que era un privilegio tan grande para él predicar la Palabra que él se había impuesto un compromiso de no recibir salario ni nada porque él sentía que para él era una gloria tan especial predicar el Evangelio de gratis y depender de sus propios recursos como él lo hacía para vivir, pero para él era un gran privilegio y él pensaba que si le pagaban era un abuso de su derecho así que imagínese, yo creo que de eso hay que aprender mucho ¿no?

Entonces dice: “Por lo cual siendo libre de todos me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número” ese es el título de este sermón “para ganar a mayor número” recuerde eso, “me he hecho a los judíos como si fuera judío para ganar a los judíos, a los que están sujetos a la ley aunque yo no esté sujeto a la ley para ganar a los que están sujetos a la ley, a los que están sin ley como si yo mismo también estuviera sin ley, aunque yo no estoy sin ley sino que estoy bajo una ley que es la ley de Jesucristo para ganar a los que están sin ley; Me he hecho débil a los débiles para ganar a los débiles, a todos me he hecho de todo” wow, “a todos me he hecho de todo para que de todos modos salve algunos, y esto hago” ¿por qué? “por causa del Evangelio para hacerme copartícipe de él” que el Señor bendiga Su santa Palabra, gloria a Dios.

Hermano debe leer eso tres veces al día con cada comida porque es un hermoso ejemplo de lo que es una vida vivida en el filo de la espada para traer vidas al conocimiento de Jesucristo. Nosotros estamos hoy continuando con una serie de mensajes que yo inicié unas semanas atrás sobre evangelismo. Mi deseo a través de estos sermones es crear en nosotros todos como Iglesia una consciencia poderosa, consumidora del llamado a ser evangelistas, el llamado a vivir vidas evangelísticas, el llamado a asumir una consciencia evangelística tanto como individuos como congregacional también y hemos visto que evangelizar, compartir el Evangelio, ser fructíferos, dar fruto para el Evangelio y para el Reino de Dios no es una opción es una obligación, hemos estado hablando de nuestro compromiso de convertirnos en una Iglesia verdaderamente evangelística.

Hemos dicho que durante todos estos años nosotros hemos pasado casi veinte años construyendo edificios, renovando edificios, invirtiendo mucho dinero congregacional en edificar esta planta física tan hermosa que Dios nos ha dado junto a dos edificios más que tenemos ahí al lado, hemos hecho una cantidad de cosas tremendas para tener un lugar verdaderamente apropiado para la predicación del Evangelio en diferentes maneras. Nuestros ministerios de servicio social, las oficinas que tenemos, los diferentes salones que usamos para clases de discipulamiento, jóvenes, ahora mismo mientras estamos aquí hay jóvenes que están teniendo su servicio allí al otro lado, hay clases de discipulado que se están dando en diferentes edificios y salones.

Hemos invertido mucho dinero pero ahora ya que Dios nos ha permitido tener esta bella planta física, ahora tenemos que invertir nuestras energías, nuestro tiempo, nuestro dinero en traer almas en gran cantidad al conocimiento de Cristo Jesús, tenemos que vertir nuestras energías a ser una Iglesia verdaderamente evangelística por el resto de nuestra existencia y mi deseo a través de estos sermones es preparar nuestra sensibilidad, concientizarnos además de otras cosas que estaremos haciendo, y todo lo que hagamos que esté orientado a traer almas al conocimiento de Jesucristo.

Hemos visto que ganar almas no es una opción sino una obligación, una expectativa de parte de Dios. Como dice Proverbios 11:30: “Ganar almas es sabio” dite ahí en tu corazón: “ganar almas es sabio”. ¿Sabe que cuando usted gana almas hay algo precioso que pasa en la vida suya también y no solamente en la vida de aquéllos que usted gana para Cristo?

Y nosotros hemos visto a través de estos sermones que los dones del Espíritu Santo son para aquéllos que dan fruto, aquéllos que están involucrados en hacer avanzar el Reino de Dios, es decir los que cumplen con esa gran comisión, id por todo el mundo y predicad el Evangelio haciendo discípulos a todas las naciones y enseñándoles que obedezcan las cosas que yo les he enseñado, esas fueron las últimas palabras que registra el Evangelio según San Mateo que Cristo dió antes de subir al cielo, y en Hechos él dice: “Y me seréis testigos en Jerusalén, en Judea y en Samaria, y en toda la Tierra”.

El cristiano está llamado a dar fruto, no hay alternativa. Los que usan los dones que reciben para negociar como vimos en esa parábola anterior donde el dueño de la empresa le da un talento a cada uno, le da una cantidad de dinero y les dice: negocien mientras yo regreso, y negociar para el Reino quiere decir hacer todo lo necesario para rendir lo que Dios te ha dado, no te quedes con tu talento escondido como hizo uno de los siervos que recibió un regaño muy fuerte de parte de su señor, asegúrate de que lo que Dios ha dado a tu vida tú lo uses para bendecir a otros, compartir la Palabra de Dios.

Recordamos que el endemoniado gadareno que Cristo libertó de su gran opresión demoníaca quería quedarse con Jesús, quería disfrutar de este ser que lo había liberado de sus años de terrible malgasto de su vida y el Señor le dijo: no, tú no estás llamado a estar conmigo sino ve a tus familiares y cuéntales cuán grandes cosas Dios ha hecho contigo, el cristiano no está hecho para simplemente disfrutar y comer, comer y comer, está diseñado para dar, dar, dar y compartir la fe con otros.

Hoy quiero hablar acerca de algo, un aspecto de este llamado y es que es importante sacrificarlo todo para ser un ganador eficaz de almas, ser un evangelista efectivo requiere que tú vivas en un estilo de vida sacrificial.

Toda gran institución de gran calidad que provee algún tipo de servicios sabe que el cliente reina, el cliente es el jefe ¿sí o no? mientras más alta la calidad de un negocio más importante es la satisfacción del cliente. Usted va a un gran hotel o a un gran restaurante y usted ve que malcrían al cliente, todos los que sirven en un gran hotel están entrenados a dar un servicio de 5 estrellas y aguantarles las mayores malacrianzas al cliente para que estén satisfechos.

Hace poco yo llamé a Amazon, el gran proveedor de productos para devolver una computadora porque una persona que la vino a traer de una de esas compañías, no voy a decir el nombre por si acaso alguien trabaja en ella aquí, pero cogió la computadora y en vez de poner la computadora o tocar el timbre, desde su vehículo la tiró a la puerta y la dejó allí, y siguió, y no se dió cuenta que mi esposa estaba mirando desde adentro lo que estaba pasando, y aunque no parecía que estaba dañada porque estaba muy bien envuelta y tenía mucho acolchonamiento, pero de todas maneras dijimos ¿sabes qué? no nos vamos a arriesgar, este es un producto caro, si algo sufrió pues hay que hacerlos responsables a ellos, entonces yo llamé a la compañía y les dije que simplemente no queríamos el producto y le expliqué, ¿sabe qué? esa persona que estaba al otro lado no me preguntó: bueno cuán lejos fue que la tiró y vamos a llamar a ver si es verdad o no, permítanos averiguar, ella simplemente me dijo: no se preocupe, si usted no la quiere devuélvanosla y nosotros le vamos a enviar otra inmediatamente, y no esperaron ni siquiera que nosotros enviáramos la computadora cuando ya enviaron el reemplazo, no hubieron preguntas, una voz bien amable y hospitalaria, no hubo problema porque esa es la política de esa gran institución, me impactó la extremada cortesía de esa persona.

Y si usted llama a Comcast o Apple ellos siguen la misma política, claro que tratan de venderle otros productos mientras tanto, pero es así, es increíble, a veces es verdaderamente como meloso, demasiado meloso, y cada vez que usted dice algo: sí, entiendo, gracias, le repiten lo que usted dijo, es una cosa increíble.

Yo tengo entendido que esto puede llegar a extremos verdaderamente sorprendentes. Hace dos semanas estaba hablando con un joven italiano, estábamos en casa hablando con él y no sé cómo la conversación se tornó a eso de Amazon, y él me decía: mira Roberto yo vivo en Italia y me confesó algo, esta gente llega al extremo de que yo he llamado, porque él compra muchos productos de Apple y de Amazon, y todo eso, y yo he llamado y les he dicho: mire yo compré un iPhone de ustedes y lo tengo hace seis meses y ya me estoy cansando de él, y me gustaría tener otro diferente, y ellos le han dicho: pues envíe ese y nosotros le enviamos uno nuevo, y no me hacen ningún tipo de preguntas.

Yo le tuve que preguntar tres veces porque creía que o es un gran mentiroso o me estaba diciendo la verdad y me dice: yo hago eso muchas veces con diferentes tipos de productos y ellos saben, yo no les estoy diciendo que está dañado o es deficiente porque si usted les dijera ellos enseguida.

Mi hija Sonia por igual, compró un cargador, una batería para su computadora, no le estaba funcionando, los llamó y le dijeron: quédate con ese y te vamos a enviar otro inmediatamente, ni siquiera le preguntaron envíanos el otro para ver si es así ni nada, son así.

Ahora, yo les aseguro que estas instituciones siempre se salen con la suya, Amazon hace billones de dólares al año y es ahora una de las compañías más asombrosas que hay en el mundo, porque ellos saben que ganar un cliente o retenerlo es mucho más valioso. Ese producto les costó 200 o 300 dólares, ellos prefieren que el cliente escriba bien de ellos, ¿cuánta publicidad están recibiendo ellos de mí gratis? es más los voy a llamar para que me manden una comisión o algo (risas), pero esta gente tiene una mentalidad sabia.

¿Saben que la mente secular es mucho más sabia que la mente cristiana? A veces aquí a nuestra Iglesia vienen personas y en vez de nosotros decir: wow un alma nueva vamos a ganárnosla, nos dicen algo que no nos gustó y enseguida los miramos mal o piden sentarse al lado nuestro y nos molesta tenerlos aquí al lado en vez de tener la mentalidad, por eso el Señor Jesucristo dijo: los hijos de este siglo son más sabios en el trato a sus semejantes que los hijos del Reino de la luz porque esa gente sabe cómo ganar clientes.

Es mucho más fácil ser simpático y flexible que salirse con la suya a corto plazo y perder un cliente permanentemente. ¿Cuáles son los clientes de la Iglesia de Jesucristo? No somos nosotros, no es usted, el cliente está allá afuera, nosotros existimos para traer clientes al Reino de Dios, para pegarlos, para convertirlos en clientes del Espíritu Santo, de la Palabra de Dios, el Reino de Dios, cada uno de nosotros es un vendedor del Reino de los cielos hablando de una forma muy reverente, cada uno de nosotros tiene un producto excelso, eterno, perfecto que vender y ese se llama Cristo y la Palabra de Dios.

Y entonces ¿a quién vamos nosotros a servir, a quién servimos nosotros? Nosotros servimos a la gente que necesita conocer el Evangelio y cualquier cosa que sea necesaria, cualquier sacrificio que sea necesario lo tenemos que hacer para que mucha gente venga al conocimiento de Jesús.

Pablo sabía lo que es ser un vendedor eficiente del Evangelio, en ese pasaje que acabamos de leer Primera de Corintios 9 vemos que Pablo tenía una consciencia muy clara de la importancia de ganarse a sus clientes, él sabía que lo más importante era ganarse un alma y por eso decía: si me tengo que disfrazar de payaso lo hago porque lo importante es ganar una alma para Cristo. Con los judíos yo hablo el lenguaje de los judíos, con los griegos yo hablo el lenguaje de los griegos, con la gente altamente educada yo hablo como si fuera una persona altamente educada, con el sencillo hablo el Evangelio sencillamente, con el pecador yo trato de hacerlo sentirse bien para ver si lo gano.

Muchas veces nosotros nos ponemos de santurrones, usted ve que la gente nos tiene miedo muchas veces. A veces a mí cuando yo estoy conversando con gente que no conoce al Señor dicen algo y: ¡oh! perdóneme Pastor porque dije una palabra que, y yo les digo: tranquilo no te preocupes, ya he oido esa palabra veinte mil veces; nosotros no, nos tapamos los oídos y nos ponemos todos santurrones de momento, y la gente nos coge miedo.

Si usted quiere evangelizar almas sea sencillo, diga chistes con ellos, hable de pelota, hable del cine, hable de la música, hable de buena comida, infórmese acerca de los periódicos, acerca de lo que está pasando en el mundo. Muchos de nosotros vivimos en una burbuja evangélica y lo único que hacemos es leer libros evangélicos, ver películas evangélicas y creemos que eso es santidad, todo depende.

Yo vivo leyendo porque necesito mantenerme al día porque mi trabajo es vender el Evangelio y yo necesito hablar con gente moderna, gente clásica, adultos, jóvenes, lo que sea y nosotros tenemos que estar entrenándonos y preparándonos para ser buenos vendedores del Evangelio de Jesucristo y tenemos que usar cualquier medio. Esta Iglesia si va a ser verdaderamente evangelística tiene que ser una Iglesia hospitalaria, cada uno de nosotros tiene que sentir una gran responsabilidad por el que entra por esas puertas.

Si usted va hacia la puerta de salida y usted encuentra a alguien que no conoce puede que sea un visitante, salúdelo, póngale buena cara, dígale: Dios te bendiga, si está mal vestido dígale: wow qué linda está esa ropa, si le huele mal el aliento dígale: wow tu aliento huele a azucenas, pégesele bien de cerca para que no se dé cuenta, si está borracho déle un abrazo dígale: Dios te ama, Dios tiene grandes cosas para ti pero no sea santurrón al decírselo, dígaselo de una forma respetuosa, si camina de una forma que a usted no le guste déle la mano de todas maneras y bendígalo, no importa cuál sea su trasfondo.

El Evangelio yo digo que es de teflón, no se le pega a nada, si es algo malo el Señor se lo lleva no se preocupe, hay gente que le dan la mano y le dan la punta de cuatro dedos porque tienen miedo que si le dan la mano a alguien que es impuro se le va a pegar un demonio o algo así, yo siempre le digo a la gente: déme la mano completa porque piensan que si le dan la mano a un hombre como que están siendo sensuales y ¡qué, tenemos que despejarnos de esas cosas hermanos, el Evangelio es libertad en Cristo Jesús, hay que reírse!

La gente quiere venir a un lugar donde hay risa, donde hay compañerismo, donde hay soltura, donde hay danza, donde hay vida, donde hay prosperidad, donde hay liviandad de espíritu, donde hay naturalidad; sólo nosotros pensamos que mientras más serios somos y más exigentes más la gente va a entrar, es todo lo contrario.

Los fariseos hablaban mal de Jesús porque le gustaba estar en las fiestas y en las bodas, el primer milagro que el Señor hizo lo hizo en una boda. Yo creo que aunque los Evangelios mencionan a Jesús riéndose pero yo creo que la sonrisa más bella que se ha dado en este mundo era la sonrisa de Jesús. La carcajada más simpática fue la de Jesús. Yo sospecho que el Señor era un gran contador de buenos cuentos y que a la gente le gustaba tenerlo al lado y estar con Él porque Él era así.

Saqueo un terrible pecador simplemente el Señor lo vió subido en un árbol y le dijo: Saqueo bájate de allí porque hoy nos vamos a comer un arroz con pollo en tu casa, se invitó a su casa, y cuando Él estaba allí comiendo Saqueo ya había invitado a todos sus compañeros, y los santurrones del pueblo diciendo: oh mira, se está reuniendo con los publicanos, con los fariseos, y Saqueo conmovido con la simpatía del Señor se levantó en medio del día de esa reunión y le dijo: Señor yo reconozco que soy un pecador y si le he robado a alguien se lo devuelvo cuadruplicado, el amor del Señor, la simpatía del Señor convirtió a Saqueo y me imagino que a muchos de sus compañeros también.

Cuando la mujer vertió un vaso de alabastro con un perfume costosísimo sobre la cabeza del Señor y enjugaba el cuerpo del Señor con sus propios cabellos había un santurrón que dijo: mira si este fuera un verdadero profeta no dejaría que esta mujer de mala fama se acercara a él y el Señor dijo: Déjenmela tranquila porque esto lo está haciendo para Mi sepultura.

¿Sabe que al Señor le gusta cuando la gente lo adora en espíritu y en verdad y con soltura? Yo creo que al Señor no hay nada que le guste más cuando un pecador lo adora y está buscando de Él y viene a la Iglesia con todo y su pecado, porque ahí Él puede tratar con ellos y nosotros tenemos que hacer las puertas de la Iglesia más anchas, no más estrechas y tenemos que vivir para los inconversos, tenemos que incomodarnos para los inconversos hermanos, tenemos que pedirle al Señor que nos dé Su corazón sensible y sencillo, y que nosotros vivamos con una sola meta y es de traer el mayor número posible de almas al conocimiento salvador de Cristo Jesús, salvar un alma de la perdición eterna amerita cualquier tipo de sacrificios.

Mientras yo he estado predicando estos sermones el Señor me ha estado embargando a mí mismo con ese sentido de pasión por las almas, yo le he pedido al Señor que me haga sentir dolor. ¿Sabe lo que es? La Biblia dice y nosotros creemos la Palabra del Señor que si usted no tiene a Cristo no tiene al Padre, el que no tiene al Hijo no tiene al Padre, por eso el Señor mandó a Jesucristo para que ninguno se pierda sino que todos procedan a salvación eterna.

Ese Evangelio que dice que la gente no se pierde porque Dios ama demasiado para que la gente se pierda ¿para qué entonces el Señor se incomodó de la manera que lo hizo para venir a esta tierra, hacerse un hombre humilde y sencillo, despojarse de Su gloria, pasar treinta y pico de años en la Tierra, entrenar a todo un grupo de personas para la empresa mayor de todas que era predicar el Evangelio, ¿para qué se subió a una cruz y derramó Su sangre perfecta y preciosa si no era porque Él sabía que era a través de Su sacrificio que la humanidad iba a ganar salvación y vida eterna?

La Palabra del Señor dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su hijo unigénito para que todo aquél que en Él cree no se pierda” no se pierda “sino que tenga vida eterna.” La Palabra del Señor también dice: “Porque no hay otro mediador entre Dios y los hombres sino Jesucristo hombre” a mí me gustaría francamente, yo preferiría que no fuera así. Yo quisiera que toodo el mundo pudiera entrar al Evangelio sin ningún tipo de precondiciones pero al Señor le plació que fuera a través de Su Hijo. En el día de Su bautismo el Señor dijo: Este es Mi Hijo amado en quien tengo complacencia, y si Dios lo dijo es así, no hay otra manera de entrar al Reino de Dios si no es a través de Jesucristo, entonces nosotros tenemos que compartir porque un alma que se pierde para la eternidad eso es una pérdida terrible.

Dios dió a Su Hijo para que un alma se salvara, para que ninguno se pierda, y nosotros tenemos que entender esto. Yo le pido a Dios que nos dé absoluta consciencia de que salvar una alma de la perdición eterna ¿y qué es la perdición eterna? Es estar en una eternidad sin tener comunión con Dios. De alguna forma va a haber una dimensión que yo no entiendo cómo va a ser esa dimensión donde la Presencia de Dios no alcanzará, donde el rostro de Dios no iluminará, donde la Presencia del Señor no mantendrá una vida preservada.

Yo creo que el criminal más grande de este mundo es reconocible como un ser humano porque de alguna forma la gracia de Dios lo toca, pero un día ese criminal no tendrá acceso a esa gracia preservadora de Dios y entonces yo creo que su ser estará en total agonía mental, espiritual, porque la obra unificadora de la gracia de Dios hará que este ser sea eminentemente esquizofrénico, totalmente dividido. Para mí ese es el infierno, es la separación de todo pensamiento porque la gracia de Dios no unifica y no preserva, yo no creo necesariamente que es con un demonio vestido de una pijama roja punchando a alguien con un tridente, yo creo que es mucho más sofisticado que eso pero lo que sea yo no quiero estar allí y no quiero que mis seres queridos tampoco estén allí, y hay que decirles: arregla tus cuentas hoy, hoy es el día de la salvación.

Hay que predicar esa Palabra porque salvar una alma del infierno amerita cualquier tipo de sacrificios. Cuando estamos claros con respecto al valor de una alma ningún sacrificio es demasiado grande, yo le pido al Señor haznos conscientes del valor de un alma.

Yo estoy leyendo ahora mismo una biografía de D.L. Moody, Dwight Lyman Moody, uno de los grandes evangelistas del siglo XIX, me ha impactado su pasión consumidora por las almas. Moody cuando era joven dejó una prometedora carrera como comerciante, como vendedor y empresario que estaba haciendo mucho dinero en Chicago a los veinte y pico de años para dedicarse al Evangelismo, y el Señor lo bendijo, y él empezó evangelizando a los niños. La gente lo llamaba crazy moody porque él sentía una pasión muy grande por los jovencitos en una ciudad que se estaba expandiendo frenéticamente como Chicago en 1865 o 70 por ahí, y había una cantidad de niños, imagínese hace 200 y pico de años no había cuidado de niños como hoy en día, las agencias sociales y había una cantidad de niños en la ciudad de Chicago abusados, maltratados por sus padres, habían cientos y miles de esos niños corriendo por las calles de Chicago desatendidos durante el día, y Moody sentía una gran pasión por esos niños.

Y comenzó una clase de escuela bíblica en las noches, el sábado en la noche y se iba a buscar a los niños por uno de los peores vecindarios de Chicago que la gente le decía: no te metas allí porque te van a matar, y allí iba Moody con un par de amigos recogiendo a esos niños y llevándolos, y él abrió un lugar que había sido una barra, lo alquiló y lo limpió, y allí estableció una escuela biblica donde llegaron cientos y cientos de niños a escuchar el Evangelio. De hecho el presidente Abraham Lincoln llegó y visitó esa barra porque ya se había expandido la reputación de Moody, y allí él tenía que jugar con ellos y hacerse como un niño, saltar y bailar con ellos, solamente oían unos tres o cuatro minutos y después ya perdían la atención, y Moody hacía todo lo posible, les daba pedacitos de azúcar, la gente lo criticaba porque dizque estaba sobornando a los niños con pedacitos de azúcar para traerlos al Evangelio, por eso lo llamaban crazy moody porque él hacía todo lo que fuera necesario para ganarse a esos niños.

Y poco a poco esos niños fueron aprendiendo a poner atención, y cuando ya estaban un poquito entrenados él los sacaba y los ponía en una clase de Evangelismo, y esos niños fueron transformados por la Palabra de Dios, y yo creo que ese amor que Moody tenía y su humildad en tratar con los niños primero fue lo que entonces permitió que Dios lo pusiera como uno de los grandes evangelistas en el mundo y en Europa, Moody llegó a ganarse cientos de miles de almas, se dice que es uno de los hombres que más almas ha ganado para el Evangelio y estableció instituciones que todavía existen como el Seminario Moody en Chicago y otras instituciones parecidas, porque amaba a las almas y Dios lo exaltó.

Moody decía: no hay más grande honor que ser un instrumento en la manos de Dios para llevar a una persona fuera del reino de Satanás a la gloriosa luz del cielo. Otra cita de él dice: no necesitamos más experiencias en el monte de la transfiguración, cuando un hombre se pone tan alto y se cree tan alto que no puede alcanzar hacia abajo aún perdido entonces hay algo malo en su experiencia cristiana.

Si León de Judá va a convertirse en una Iglesia verdaderamente evangelística tendrá que hacer grandes sacrificios, tendremos que olvidarnos de nosotros mismos y de nuestra comodidad personal para que Dios pueda usarnos como una Iglesia verdaderamente poderosa y profética en esta ciudad. Muchos decimos: yo quiero ver nuestra Iglesia evangelizando pero hay un precio que pagar: tu comodidad, tus preferencias, tus privilegios.

Hay muchos líderes que no les gusta que vengan otros líderes a trabajar cuando más personas vienen al Evangelio porque ven como que les están quitando su posición y pelan los dientes como un perro que le están queriendo quitar el hueso, y enajenamos a la gente. Hay mucha gente que está muy cómoda sentada allí con sus espacios y les molesta cuando viene un ujier y les dice que levanten su cartera para que otra persona se pueda sentar porque les gusta tener los dos brazos abiertos y cruzar las piernas, y descansar, y disfrutar del servicio, pero si viene mucha gente al conocimiento de Jesucristo tú vas a tener inclusive que ceder tu asiento, ¿tú estás dispuesto a hacer eso? Hay que incomodarse para servir a Jesucristo.

Yo le digo que muchas veces el Señor me ha traído a la mente cuando nuestra Iglesia comenzaba apenas en sus mismos comienzos, yo todavía no era el Pastor, era un laico que apenas que servía en la Iglesia, estaba el Pastor Vergara predicando y yo recuerdo esa imagen en mi mente de yo sentado junto con Meche con mis piernas cruzadas de lo más tranquilo escuchando el sermón y disfrutando, y yo a veces añoro eso. A veces voy por las calles de Boston y de Cambridge los domingos caminando hacia la Iglesia y veo a través de las vitrinas de un restaurant la gente leyendo el New York Times tomándose una piña colada o un bloody mary con el periódico esperando un buen bronch y yo yendo a la Iglesia a sudar la gota gorda allí predicando, pero ¿sabe qué? eso es un gran privilegio para mí, yo le doy gracias al Señor que así sea.

A mí me gustaría estar allí leyendo el New York Times pero servir a Cristo es mucho mejor como dice la Palabra, ser usado por Dios para traer almas al conocimiento de Cristo y avanzar el Reino de Dios es el mayor privilegio que yo pueda tener, y mi familia ha ganado mucho más por ser una familia que sirve al Señor que si hubiéramos ganado nuestra vida. La Biblia dice que el que pierde su vida la ganará. Cuando usted sacrifica sus sueños para Cristo el Señor le bendice mucho más allá de sus expectativas.

Yo recuerdo el precio que nosotros tuvimos que pagar para venir aquí a Boston dejando la comodidad de Cambridge, dejamos un edificio que no teníamos que pagar por ello lindísimo, precioso con un órgano que era precioso escucharlo en un vecindario sin crímen ni nada, muy elegante y dejamos todo eso por seguir el llamado del Señor para venir aquí a Boston para estar mejor ubicados, para poder alcanzar a nuestra gente, yo pensaba en los latinos solamente porque mi fe sólo daba para eso, y cuando llegamos aquí yo les he dicho ya lo tétrico que era este lugar, pero el Señor nos ha bendecido más allá de nuestras expectativas.

Yo le doy gracias a Dios que tuve el valor de escucharlo y atrevernos a sacrificarlo todo, y no solamente no hemos sacrificado nada sino que hemos ganado mucho más porque nos atrevimos a creerle a Dios y lanzarnos al vacío confiando que el Señor era poderoso para bendecirnos, hay que salir de su zona de comodidad, hay que creerle al Señor.

Para muchos que nos veían salir de la comodidad de Cambridge a un lugar tan difícil como era este hace veinte años nuestra mudanza a Boston les parecía una verdadera locura, a mí también me parecía una verdadera locura, pero Dios bendijo nuestra fe mucho más allá de lo que nos hubiéramos imaginado y todavía digo que no hemos visto todo lo que Dios tiene para nosotros, estamos al borde simplemente de ver la gloria de Dios.

Cuando hacemos la Voluntad de Dios aunque nos cueste grandemente al inicio siempre recibiremos mucho más de lo que aparentemente sacrificamos, ese es el mensaje de Filipenses 2:5 al 11, uno de mis pasajes favoritos, que nos dice: “Haya pues en ustedes el mismo sentir que hubo en Cristo Jesús, el cual siendo igual a Dios no tomó el ser igual a Dios como cosa a qué aferrarse sino que se despojó a Sí mismo y asumiendo la forma de hombre se hizo obediente hasta la muerte y muerte de cruz, por lo cual Dios lo exaltó hasta lo sumo y le dió un nombre que es sobre todo nombre para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla de lo que está en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra”, dice: haya en ustedes el mismo sentir, en otras palabras nosotros tenemos que imitar a Cristo en Su disposición de imitar al Padre.

¿Por qué vino Cristo a la Tierra? porque el Padre le dijo: Tú eres Mi única solución, alguien tiene que pagar el precio del pecado de esa humanidad para que esa humanidad pueda ser salvada, y el Señor dijo: Padre aquí estoy, hágase Tu Voluntad y no la mía, y el Señor se despojó de Su gloria, tomó la forma de un bebé balbuceante, inocente, frágil y entonces empezó esa carrera, y un día se tuvo que subir a la cruz después de ser magullado y torturado, y avergonzado, y derramó sangre perfecta y preciosa.

Y ese proceso de autohumillación dice que por esa razón Dios entonces le dió un nombre que es sobre todo nombre, porque cuando tú te humillas en Cristo eres exaltado, cuando tú lo pierdes todo lo ganas todo, cuando tú humillas tu orgullo y tu vanidad, y tu comodidad, y tus prerequisitos, y tus sueños, y te desvives para que el Reino de Dios avance Dios no se cansa de bendecirte, te lo puedo decir por experiencia propia.

A través de nuestra vida hemos visto la gracia de Dios descender sobre nosotros, mientras más le hemos dado más hemos recibido. Yo soy deudor de Cristo Jesús y nadie me admire ni me respete por lo que, lo he hecho por interés personal porque he aprendido que cuando tú le das al Señor Dios más te bendice y te recompensa, y no hay como un creyente vivir como Cristo vivió dándose a él, entregándolo todo al Señor.

¿Estás tú dispuesto verdaderamente a pagar el precio? Yo digo eso y yo sé pero muchos decimos amén y no sabemos lo que estamos diciendo porque si usted supiera lo que está en mi mente usted se asustaría ahora mismo. Hay que vivir de esa manera.

En el pasaje que leímos de Primera de Corintios el Apóstol Pablo habla de hacerse como judío con los judíos, hacerse débil para los débiles, de vivir bajo la ley para los que están bajo la ley a fin de ganarlos a todos para Cristo, eso tiene implicaciones muy prácticas, muy concretas para nuestra vida, ¿cómo podemos aplicar eso a nuestra condición actual como Iglesia, como individuos?

Las iglesias crecientes, las iglesias evangelísticas, las iglesias que Dios está usando y ha usado a través de los siglos generalmente comienzan con una visión evangelística y empresarial y Dios las bendice porque están siendo empresariales, están negociando para el Reino, pero muchas de esas iglesias ¿sabe qué pasa? que con el tiempo se olvidan del llamado original y se tornan en iglesias cómodas y establecidas, se enamoran de sus propiedades, se enamoran del programa cada domingo, se enamoran de lo predecible del programa y del control, se hacen juntas y gobiernos, y entonces escogen a los mejores diezmadores, y esos diezmadores se convierten entonces en un grupo de interés, la gente ya no quiere que sus hijos se mezclen con la gente de la calle que vendrán a la Iglesia, no quieren que les ensucien las paredes y entonces se tornan en protectoras propietarias, y entonces dejan de pensar en los que están afuera, los que necesitan ser salvados por el Evangelio.

Alguien ha dicho que la única institución que existe para servir a los que están fuera de ella es la Iglesia porque toda corporación trabaja para sus clientes, sus intereses personales internos pero la Iglesia existe para los que no tienen nada que ver con ella para que puedan venir y conocer a Jesucristo.

Nosotros tenemos que desarrollar la mentalidad de que cualquier cosa que nos permita ganar almas debe tener la prioridad, cualquier cosa, diga conmigo: cualquier cosa, no importa que nos incomodemos o que nos cueste tiempo o dinero si nos conduce a la salvación de almas eso es lo que tenemos que hacer hermanos. Para nosotros la Congregación hispana, voy a hablar un momento a los que hablan español solamente, eso quiere decir que Dios nos ha llamado no sólo a ganar almas de los hispanos sino a la gente de todas las razas, las culturas y las lenguas de esta ciudad.

Cada día nuestra Iglesia se convierte más y más en una Iglesia internacional, ya no somos una Iglesia solamente latina. Cuando yo voy a diferentes lugares y me piden que me presente yo digo: yo soy el Pastor Miranda y pastoreo una Congregación multiétnica, antes yo decía una Iglesia latina pero me he estado entrenando porque ya no es así, ya nuestra Iglesia tiene que identificarse como una Iglesia que le ministra a diferentes razas, diferentes culturas como vimos el domingo pasado el domingo de resurrección en el servicio de las 9, esto estaba lleno de afroamericanos, anglosajones de diferentes nacionalidades europeas, africanos, asiáticos, caboverdeanos, familias mixtas. Un microcosmo de la humanidad estaba con nosotros ¿y no creen que eso es un gran privilegio para nosotros hermanos? En vez de quedarnos en el guetto latino Dios nos está llamando a evangelizar a las naciones, eso es un gran privilegio.

No podemos tornarnos en una Iglesia protectiva que diga: no, nosotros los latinos fuimos los que construimos, los que dimos dinero y ahora nos quieren quitar, esta Iglesia no es suya ni es mía, es del Reino de Dios, créalo, recíbalo en el Nombre del Señor. La gloria suya es ser un instrumento para el esparcimiento del Evangelio a donde quiera que sea, ya usted tiene la salvación así que confórmese y ahora sirva al Señor.

Si el Señor quiere llenar esto de todas las razas, las culturas y las etnias gloria a Dios porque el Señor dijo: Id a todas las naciones, no dijo solamente vayan a los hispanos. Todo lo que Dios nos ha permitido hacer aquí es de Él, es para Él y para Su gloria ¿y sabe qué? si usted adopta una mentalidad de distribuir el Reino Dios le va a bendecir a usted grandemente, no se agarre de nada, no se aferre porque si usted se agarra eso se convierte en una uña que crece hacia adentro y le hace daño, ponga a correr el Evangelio, sacrifíquelo todo, délo todo, olvídese de su privilegio.

¡Oh! mi privilegio es porque yo llevo aquí 20 años en León de Judá, mentira, dé la bienvenida al primero que llegue y sepa que ese es más valioso de lo que usted ahora es, usted ya sabe a dónde va, sabe lo que es, desvívase para que ese llegue al mismo nivel que usted, incomódese, entréguelo todo para el Reino de Dios. Si usted es un líder mire, que vengan otros líderes, entregue su puesto, no se preocupe que el Señor le encontrará otro puesto; lo que pasa es que la gente se enamora de lo que tiene, lo que es y entonces se estanca y se les pudre en las manos. Dé, entregue, déle gracias al Señor por otros que vienen.

Yo recuerdo cuando Dios estaba trayendo a León de Judá a otro avivamiento hace veinte y pico de años antes de mudarnos acá, cuando vino el Espíritu Santo sobre nuestra Iglesia y los dones comenzaron a fluir en Iglesia Bautista Central Dios comenzó a traer gente de fuera, gente que conocía del poder de Dios y que se convirtieron en una ayuda ¿y sabe quiénes fueron que causaron un problema? los líderes antiguos, los diezmadores, los maestros de escuela dominical, los que no les gustaba que León de Judá estuviera comenzando a fluir en los dones del Espíritu Santo, y me acusaban de haberles robado su Iglesia.

Y llegó el punto de que después de unos cuantos meses esta Iglesia comenzó a convertirse en una Iglesia dividida, y yo comencé a escuchar por allí de la gente que estaba molesta y que pensaban que Roberto les habia robado su Iglesia, así una hermana querida, una de las mujeres que yo más amé, una señora mayor llegó a decir que les habíamos robado, que yo le había robado su Iglesia, y tanto me dolió escuchar eso de parte de una mujer que yo tanto amé, pero nuestra Iglesia comenzó a amargarse porque esos líderes no querían progresar.

Dios estaba haciendo cosas, estaba cambiando la música, estaba cambiando mi forma de predicar, estaba cambiando el tiempo de la ministración, estaba cambiando la composición del liderazgo, estaba cambiando cosas, por eso es que yo les digo a Pastores con quienes yo hablo: mira no pidas avivamiento si no estás dispuesto a pagar el precio porque cuando una Iglesia comienza a cambiar y hay una efervecencia todas las estructuras comienzan a revolucionarse y los que están acostumbrados al status quo se sienten mal.

El caso es que eso llegó a un punto en que yo tuve que propiciar una división gentil de la Iglesia e invité, llamé al Pastor que fundó nuestra Congregación que estaba en ese tiempo disponible, le dije: ¿le gustaría venir a Boston Pastor de nuevo? porque yo sé que mucha de esa gente estaba penando por esos tiempos suaves y tranquilos de León de Judá, y le dije: ¿le gustaría venir a fundar una Iglesia que hay? Nosotros le vamos a apoyar con dinero, un lugar y vamos a donar todos los líderes que se quieran ir con usted, y así lo hicimos.

Se me fueron los diezmadores, se me fueron los músicos, se me fueron los maestros, la Iglesia se quedó con gente nueva, los ingresos bajaron a la mitad y fue doloroso porque yo hice un llamado y se fueron un 25% de la crema de la crema supuestamente pero eran conservadores que no querían cambiar, querían que la Iglesia se quedara en una Iglesia bautista tradicional.

Pero ¿sabe qué? que al final de ese año y ese año con la tristeza de ver la Iglesia reducida, de no ver en las bancas gente que yo amaba y de saber que éramos una Iglesia en luto, pero entonces el Señor comenzó a traer nuevos músicos, comenzó a traer adoradores en el espíritu. Díganme si yo estoy mintiendo los que estuvieron en ese tiempo allá, ustedes saben que yo estoy diciendo la verdad hermanos, comenzó a traer gente ungida que nos levantaron los brazos porque yo no tenía experiencia en el Espíritu Santo, los dones comenzaron a moverse entre nosotros y al final ese año teníamos el mismo número de gente que teníamos antes de la división y el mismo presupuesto, y en ese tiempo ya Dios me dió la visión, el sueño del León de Judá que nos trajo aquí a esta Iglesia, y si hubiéramos tenido a esa gente conservadora jamás hubiéramos podido venir aquí a Boston porque se hubieran opuesto a ello, pero hay que atreverse a incomodarse, hay que atreverse a ir a mirar al abismo y contemplar lo que Dios quiere que se haga.

Las iglesias se mueren porque no están dispuestas a morir, el Señor dice que si el grano de trigo no cae a tierra y muere queda solo, hoy en día hay mucha gente que se queja de que las iglesias no están creciendo, de que la sociedad, pero es que mire, mire las iglesias en nuestro tiempo, yo no quiero ser crítico pero no escuchamos muchas veces el Espíritu Santo porque si escucháramos el Espíritu Santo tendríamos que cambiar el estilo, tendríamos que hacer algo diferente porque el viento de Dios sopla por donde le da la gana, y a nosotros a veces nos enamoramos de la barca y de la dirección hacia donde vamos y le decimos: Señor no nos molestes, ya estamos demasiado viejos, ya déjanos ahora vivir, retirarnos aquí en el espíritu y trabaja ya Tú con otro que venga después.

Hay iglesias que no quieren crecer porque si crecen les quita su intimidad y su comodidad, y ese sentido de ser una familia pequeñita. Usted vive para traer almas al conocimiento de Cristo, para avanzar al Reino de Dios, usted no vive para su comodidad. Yo ví el domingo pasado en el servicio de las 9 lo que en mi mente he visto del servicio en inglés. ¿Usted sabe por qué nosotros comenzamos el servicio en inglés que se da allá en el otro santuario? Porque yo siempre he entendido que Dios nos llama no sólo a servir a los hispanos sino que nos ha llamado a ser una Iglesia que sirva a toda la ciudad de Boston, y yo dije: voy a comenzar un servicio en inglés porque yo he sabido que si esa comunidad crece va a haber un impacto sobre esta ciudad extraordinario.

Y este domingo pasado yo no sé cuántos estuvieron aquí en el servicio de las 9, ¿algunos estuvieron en el servicio de las 9? la mayoría viene a las 12, pero yo ví que este santuario aquí estaba lleno y parte de arriba también, pero lo que me impactó fue que una tercera parte de la gente que vinieron eran o inconversos o gente nueva buscando del Señor. Ví afroamericanos, ví asiáticos, ví caboverdeanos, ví latinos que dominan el inglés, ví una señora que hace tiempo me ha hablado de sus hijos que por razones largas de explicar no habían venido a la Iglesia y ese domingo llegaron, son angloparlantes y ellos hablan inglés solamente porque la esposa del hijo es norteamericana, y yo les pregunté: qué tal, ¿qué les pareció? Porque yo los saludé y me dijo: mira están encantados, habían sido heridos por una Iglesia que se había separado hace tiempo, hacían meses y meses que no iban a ninguna Iglesia.

Y ese día al yo ver esa Congregación tan diferente yo dije: mira, wow, esto es lo que León de Judá puede llegar a ser, y eso quiere decir quizás que vamos a tener que aumentar la frecuencia de nuestros servicios en inglés, y muchos latinos se van a sentir mal por eso y van a decir: nos están robando la Iglesia, yo espero que no. Yo no sé cuántos aquí dicen: no, nosotros somos una Iglesia hispana y ahora vienen estos gringos desteñidos a quitarnos la Iglesia, tenga cuidado; sacrífiquese, lo que importa es una alma. Una alma es una alma sea negra, sea blanca, sea homeless, sea joven, sea niño, un alma es eterna, un alma es infinitamente valiosa, no importa el ropaje que tenga. Una persona andrajosa vale igual que el presidente de esta nación para los ojos de Dios, es un alma, es un espiritu eterno, tiene la imagen de Dios en él o en ella no importa qué raza, no importa qué cobertura externa tenga. Mire lo de adentro, mire esa energía divina que va a existir por toda la eternidad y que si no encuentra un lugar donde escuchar el Evangelio se va a perder por toda la eternidad, ese es un precio que usted tiene que estar dispuesto a pagar.

A mí me encantaría venir a la Iglesia y predicar el mismo sermón en español, a mí me complica la vida tener que predicar bilingüe y tener que predicar dos idiomas muchas veces pero ¿sabe qué? qué privilegio tan grande es eso hermano. Nuestro ministerio se ha anchado, nuestras vidas han sido bendecidas, la grandeza en el Reino de Dios cuesta, la corteza exterior se tiene que quebrar.

Usted sabe que si un grano de trigo o de frijoles o lo que sea no se pudre por fuera la vida que está por dentro no puede interactuar con la tierra y recibir los nutrientes de la tierra? se queda solo. Coja un grano de garbanzo o de lo que sea y póngalo en una mesa y venga cinco días después a ver si es el mismo grano, sería loco pensar que ese grano que usted puso sobre esa superficie se va a convertir en una mata, no puede. Ahora métalo en la tierra y que ese grano comience a romperse con la humedad y el frío, y los nutrientes de la tierra, ese grano se abre, se parte por fuera y si pudiera decir ¡ouch! lo haría, le dolería, pero entonces la vida comienza a surgir y una mata entonces se hace posible, y esa mata da muuchos granos como ella, y se convierte en algo fructífero y bello como ella, y así es la vida suya y la mía.

Si nosotros estamos dispuestos a pagar el precio y morir a nuestras preferencias, morir a nuestra comodidad, morir a lo que nosotros decimos: esto es mío, esto yo me lo gané, yo di en toda esa campaña financiera que el Pastor hizo y ahora me vienen a quitar lo que es mío, hermano reprenda eso en el Nombre del Señor.

Yo siento ¿no? que estoy alcanzándoles en esta Palabra y que ustedes resuenan conmigo, que entienden lo que estoy diciendo. Vamos a pagar el precio y el Señor nos dará un edificio más grande que este en el futuro sin dolor si es necesario para que el Evangelio siga creciendo porque cuando usted le da al Señor el Señor no se cansa de bendecir su vida y de multiplicar sus posibilidades, el Señor le exaltará.

Yo le pido al Señor: ayúdanos a pagar el precio sea lo que sea, dar más dinero para Ti gloria a Ti, dar más tiempo para Ti gloria a Ti, vivir en una manera más santificada para que el Señor te pueda usar más, pídele al Señor que te torne en un instrumento, eso tiene un precio. Vas a tener que orar más, santificarte más, sacrificarte más, ser un buen trabajador porque el Evangelio no se predica en calzoncillos, hay que predicarlo con integridad. Si tú estás venveteando todo el tiempo y desperdiciando el tiempo de tu jefe no pretendas evangelizarlo, se un buen trabajador, se un buen amigo, se un buen hermano, se generoso vive como un vendedor 24 horas al día que en un momento tienes que ofrecerle tu producto y será mejor que te hayas ganado a tu cliente, santifícate, ora más, entrega más, adopta una mentalidad de discípulo.

Dios no va a usar una persona tibia, Dios no usa una persona que viene a la Iglesia y poncha la tarjeta de evangélico y ya se cree que es un discípulo, un discípulo vive 24 horas al día con su identidad de discípulo. El Reino de Dios tiene demasiados evangélicos, lo que se necesita son discípulos que imiten a su Señor, que reflejen el carácter de Jesús, que vivan para Él, que hayan entregado todo y lo hayan puesto todo a los pies del Señor, y que le digan: Señor lo que Tú quieras es Tuyo, lo que Tú me pidas yo te lo daré, que cojas una hoja en blanco y pongas tu firma abajo y digas: Señor escribe aquí lo que a Ti te dé la gana; mi dinero es Tuyo, mi tiempo es Tuyo, mi sueño es Tuyo, mi privacidad es tuya, mi diversión es Tuya, mis talentos son Tuyos, mi matrimonio es Tuyo, esa casa que yo tanto amo es Tuya, todo lo que Tú quieras lo pongo a Tus pies Señor.

Y si tú vives así vas a conocer la felicidad más grande, vas a conocer a Jesucristo verdaderamente, porque tú no puedes conocer a alguien que lo dió todo a menos que tú no lo des todo verdaderamente. Pablo dice: yo lo perdí todo para ver si conozco a Cristo en Sus padecimientos y en Su resurrección. Si tú quieres verdaderamente a Jesús tienes que ser como Jesús y vivir como Jesús, y tienes que hacer de Él verdaderamente tu mentor, y un discípulo es uno que imita a su mentor en todas las áreas. Si Dios va a hacer algo en tu vida y si tú vas a conocer lo que es el verdadero provecho del Evangelio deja que tu carne se muera, deja que tu corteza se muera. Se como el grano de trigo que cae en tierra y muere y atrévete a tirarte a ese abismo, créeme que no vas a despedazarte porque el Señor mandará Sus ángeles para que te tomen en sus brazos y te dé una vida realmente fructífera y realizada.

Si tú quieres la realización personal muere a todo lo que te da placer y a todo lo que tú consideras importante, y vive para Él, y arrójate por el abismo, y tú verás que el Señor nunca te dejará despeñar, ese es el llamado del Señor para esta Iglesia, lo que cueste Señor, lo que Tú quieras lo haremos.

Póngase de pie un momento y entréguele al Señor su vida, entrégueselo todo. Yo le pido al Señor que los próximos años que me quedan yo quiero ser como una bola de cañón disparada para gloria de Dios, mi gran privilegio será vivir como un soldado para Cristo. Francamente no quiero comodidad, no quiero nada excepto saber que estoy sirviendo al Señor y que estoy en el centro de Su Voluntad, y yo te llamo a ese estilo de vida mi hermano.

Repúdialo todo, entrégalo todo, sacrifícalo todo. Tu cuenta de banco, tu sueño de volver a tu país y comprarte una casita y vivir allí hasta que te mueras, lo que sea entrégaselo al Señor, ponlo en Sus manos como el joven rico al que el Señor le dijo: vende todo lo que tienes y entrégaselo a los pobres, y entonces sígueme, ¿estás tú dispuesto a hacer eso para encontrar la felicidad? Si tú estás dispuesto a hacer di: Señor amén, yo te entrego mi vida ahora mismo, te entrego todo lo que soy, todo lo que tengo, arrepiéntete, arrepiéntete de tu comodidad en el Evangelio.

Arrepiéntete de tu deseo de ganar tu vida y entrégasela al Señor si te atreves, si lo estás haciendo de corazón te estoy diciendo: esto es peligroso. Yo se lo pedí, yo recuerdo muy bien cuando estaba en Harvard hace treinta y pico de años yo dije: Señor, mi vida lo que Tú quieras aquí está y miren el lío en que me metí, gloria al Señor por eso. Cuando usted le pide al Señor es peligroso, entregue su vida al Señor ahora mismo.

Joven entrégale tu vida al Señor y tú verás que Dios te dará tus sueños o te dará un sueño mayor y más noble. Entrégale tu matrimonio al Señor. Hombre: entrégale tu hombría al Señor, entrégale tu orgullo, entrégale tu vanidad varonil, entrégale tu dureza, entrégale tu masculinidad y dile: Señor hazme un pedazo de pan blandito para gloria Tuya para que me puedan comer los demás, sacrifica todos tus placeres y todo lo que tú amas, entrégaselo al Señor.

Jesucristo es la resurrección y la vida

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Quiero compartir con ustedes un pasaje de la escritura que se encuentra en el Evangelio según San Juan, el capítulo 6. Queremos celebrar y memorizar este día tan especial en toda la cristiandad. Vamos a ir al versículo 37 y quiero conectar la resurrección de Cristo con nuestra propia esperanza de resurrección y explorar qué es lo que hace posible esa conexión entre esos dos aspectos. Juan 6:37 son palabras del Señor Jesucristo:

“…Todo lo que el padre me da vendrá a mí y al que a mí viene no le echo fuera...” Es importante que tu recuerdes eso, si tu has venido en este día y piensas quizás que no hay esperanza para ti o que las ofensas que tu has cometido a través de tu vida son demasiado grandes para que el Señor las persone o para que tu puedas gozar de comunión con el Padre, si tu estás viniendo a él, si has venido a él en este día y estás buscándolo a él el Señor no te va a rechazar, si lo estás buscando es porque él mismo te está invitando, no porque tu vinieras de tu propia cuenta sino por el Señor mismo quiere tener comunión contigo. Él no te va a echar fuera, él recibe a todos los que vienen a él.

“… porque yo he descendido del cielo no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió… – Y ahora estamos entrando más en materia – … y esta es la voluntad del Padre, el que me envió, que de todo lo que él me diere no pierda yo nada sino que los resucite en el día postrero…”

Hay una cantidad de términos del día postrero, de resucitar, de no perder nada de lo que el Padre ha dado, son conceptos muy importantes que tenemos explorar. Y el versículo 40 dice:

“…Y esta es la voluntad del que me ha enviado, que todo aquel que ve al Hijo… – ver al Hijo, ¿qué quiere decir eso de ver al Hijo? No lo podemos ver físicamente pero podemos concentrar nuestra mirada en él. – … todo aquel que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna y yo le resucitaré en el día postrero.”

Entonces, vemos aquí que el Señor dice que todo aquel que mira, que ve al Hijo y que cree en él tiene vida eterna, y el Señor promete resucitar a todo aquel que fija su mirada en él en el día postrero. Juan 11:25 también tiene una palabra muy linda para nosotros que hace conexión con eso. El Señor dice:

“…Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí aunque esté muerto vivirá y todo aquel vive y cree en mí no morirá eternamente. – Y entonces el Señor le hace una pregunta a Marta con quien estaba hablando en este caso y le dice – …¿Crees esto?”

Yo quiero preguntarte a ti en esta tarde, recibe esta pregunta como si fuera para ti solamente, ¿crees esto? ¿Crees tu que si tu crees en Jesucristo aunque estés muerto por un instante vas a vivir eternamente? Yo espero que tu respuesta sea sí, yo creo, que puedas afirmar eso.

Hoy, hermanos, de nuevo repito estamos aquí para celebrar el domingo de resurrección. Cristianos a través de toda la tierra han estado celebrando y continuarán celebrando la resurrección de Cristo Jesús. A mí me gusta a veces pensar al Señor sentado en su trono desde temprano, desde que comenzó este nuevo día, yo no sé cuál es el país que tiene la distinción de ser el primer país donde comienza el día, no estoy seguro cuál es la tecnología detrás de eso. pero imaginemos ese país que hace ya horas atrás no sé si es en Asia probablemente, en algún país de Asia, Nueva Zelandia, guau, tenemos aquí un geógrafo que conoce. ¿Hace cuántas horas estuvieron ellos celebrando entonces? Muchas horas atrás en Nueva Zelandia se levantaron cristianos tempranito en la mañana, quizás alguna hermana o hermano cuando tocaron as 12 de la noche ya estaban comenzando a darle gracias al Señor por la resurrección y a celebrar la resurrección de Jesucristo.

Desde que comenzó el día no ha parado esta humanidad de darle gracias a Dios por la resurrección de Jesucristo. Según la tierra ha ido girando para que el sol la alumbre, según ha ido amaneciendo en diferentes partes del mundo, cristianos, católicos romanos, griegos ortodoxos, rusos ortodoxos, adventistas, bautistas, evangélicos de todas las diferentes persuasiones y todas las variantes de cristianismo que hay en el mundo, han estado celebrando la resurrección de Jesucristo.

Y el Padre allá arriba sentado en su trono ha aspirado el olor de toda esa humanidad diciendo, Cristo vive, Cristo vive, y no terminará hasta que termine el día. 24 horas de incesante declaración de que Cristo ha resucitado. Se trata de una de las doctrinas céntricas de la fe cristiana. El hecho de que Cristo no solo no se quedó en la tumba, sino que resucitó activamente al tercer día de su crucifixión y que está a la diestra del Padre como dice esa gran confesión de nuestra fe.

La Biblia relata en hermoso detalle el evento de esas mujeres que van a la tumba temprano en la mañana un día como hoy, hace dos mil años y pico y encuentran que ese cuerpo que ellas pensaban que iban a estar viendo y adornando con especies como era la costumbre en aquel tiempo para que ese cuerpo no se descompusiera demasiado rápido, por así decirlo, esas mujeres que tenían una fe imperfecta, porque ya el Señor les había dicho lo que tenían que esperar pero no lo podían creer porque biológicamente era como imposible creer en algo tan raro como la resurrección de un muerto.

Pero esas mujeres cuando llegan a la tumba dice la palabra que encontraron que la piedra que cubría esa cueva donde estaba encerrado el cuerpo de Jesús había sido removida. Y la cueva a donde estaba el cuerpo de Jesús, esa tumba, estaba vacía.

Hay otro pasaje en la Escritura que dice que había un ángel que se sentó sobre la piedra que cubría la entrada a la tumba de Jesucristo, como en una señal de la victoria de la resurrección sobre la muerte, sobre todo obstáculo que impide que nosotros entremos en comunicación con ese magno evento de la resurrección de Jesucristo.

Nosotros también recordamos que el Señor se le aparece después de su resurrección a una cantidad de personas, no fue una resurrección así y entonces él se fue al cielo, sino que él estuvo en la tierra por un tiempo y se le apareció a Pedro que estaba triste porque había negado al Señor y le dio unas encomiendas. Se apareció a los 12 discípulos que estaban… o a los 11 porque ya Judas no pertenecía a esos 12, pero también se les apareció a ellos y los bendijo y confirmó la fe de Tomás que dudaba.

Y luego se le apareció a otro grupo de discípulos entre los cuales estaba Pedro también, que estaban pescando creían ya que no había esperanza para ellos y se le apareció a los 2 discípulos en el camino a Emaús y les recordó que él había dicho que él iba a morir y que tenía que pasar por un proceso y que eso era parte del cumplimiento de las Escritura.

Y dice el Apóstol Pablo en Primera de Corintios capítulo 15, que luego el Señor se le apareció también a más de 500 hermanos, 500 cristianos, 500 seguidores de Jesucristo y se presentó ante ellos. No era una alucinación porque 500 personas no van a tener la misma alucinación. Era una realidad. Y Pablo dice, cuando escribe eso dice que hay todavía algunos que viven, porque Pablo ya escribía algún tiempo después de la resurrección, 30, 40, 50 años después, quizás menos, y él decía, todavía hay unos que están vivos, dándoles como una nota de autenticidad a lo que él estaba diciendo.

Los primeros cristianos creían que era muy importante que ellos testificaran acerca de la resurrección de Jesucristo y Pedro en su primer sermón, en el Libro de los Hechos, el primer sermón que la iglesia predica en realidad después de la ascensión de Cristo, habla acerca de que ese Cristo que los judíos había crucificado, Dios lo había levantado de entre los muertos y lo había hecho Señor de toda la creación. Es porque la resurrección es el hecho central de la fe cristiana.

La crucifixión es bien importante también, pero sin resurrección no habría consumación de la deidad de Jesucristo. Es lo que garantiza la victoria de Cristo sobre la muerte, su divinidad, su carácter divino. Ninguno de los fundadores de las grandes religiones del mundo pretende haber resucitado, y ninguna de las grandes religiones del mundo asevera que sus fundadores hubieran resucitado.

Los musulmanes admiten que Mahoma murió y no reclaman como que él haya resucitado. Los budistas no afirman que el Buda que fundó su religión haya resucitado, es más, saben que él murió de un dolor de estómago, hasta saben de qué murió y tienen una tumba que memoriza la vida y la muerte del Buda. Y lo mismo con respecto a Confucio, que ese nombre creo que dice algo también, no sé, pero Confucio murió también y fundó una gran religión, pero falleció, no resucitó.

Pero los cristianos insistimos en que nuestro fundador vive y reina como lo hemos proclamado esta tarde. Él resucitó de entre los muertos. Y desafiamos al mundo a que nos pruebe lo contrario. Y durante dos mil y pico de años la gente ha estado tratando de meterle el clavo a esa afirmación de los cristianos y matar nuestra esperanza, pero no pueden, no lo han podido hacer. Nadie jamás ha podido desprobar que Jesús resucitó de entre los muertos. Los más desarrollados cerebros han tratado a través de los siglos pero no ha sido posible.

¿Por qué? Porque el hecho del nacimiento de Jesús es algo histórico porque generaciones de creyentes, nuevas declaran que el Señor ha resucitado, como lo hacemos nosotros aquí en el Siglo XXI en la ciudad de Boston en esta tarde.

Ha habido abogados muy desarrollados que han tratado de hacerle un juicio a la resurrección de Jesucristo y tratar de determinar si conforme a los principios de la jurisdicción o del legalismo, de lo legal, pueden desprobar y han tenido que bajar sus cabezas ante la evidencia que existe para la resurrección. Hay muchísima evidencia que junta hace un cúmulo de argumentos que resulta muy difícil desprobar la resurrección de Jesucristo. Yo he conocido gente que ha tratado de desprobar la resurrección de Jesucristo pero no han podido.

Yo les decía a los hermanos esta mañana, mi cuñado Eddie que quizás más adelante va a ver este programa, era un intelectual marxista, comunista, ateo, muy convencido de que la Biblia era una patraña y una cantidad de mentiras, y hace muchos años atrás algunos cristianos comenzaron a visitar a mi hermana Sari en Miami, y llegaban en los momentos más inoportunos de la semana y Eddie se metía en el dormitorio hasta que ellos se fueran. Le molestaba la presencia de estos cristianos. Y le molestó tanto que él decidió, mientras esperaba que ellos se fueran, pasar el tiempo y ponerse a leer la Biblia para desarrollar argumentos y un día ponerlos en vergüenza a todos.

Y pasaron varias semanas y Eddie comenzó a leer la Biblia solo, mientras estaban los demás evangélicos en la casa molestando, y un día Eddie salió de su cuarto convencido de que Jesucristo era el Hijo de Dios. Y hace ya varios años que él sirve como pastor en la ciudad de Miami y a veces yo creo que es más evangélico que yo en muchas de sus insistencias doctrinales porque Cristo es una realidad en el corazón del hombre. La resurrección de Jesucristo nos da esperanza a todos contra el más grande enemigo de la humanidad que es la muerte. Todo ser humano tiembla ante ese hecho irrefutable.

Un hombre o una mujer puede vivir una vida negando muchas cosas pero nunca va a poder negar la muerte. Sabe que en algún momento por más poderoso que sea, por más intelectualmente desarrollado que sea, por más dinero que tenga, por más logros, por más adulado que sea por la gente, un día como dice la Biblia, desnudo vino al mundo y así mismo desnudo se irá. Todos los juguetes se le quedan. Alguien ha dicho que nadie ha visto un féretro arrastrando un camión de mudanza detrás, porque todos tenemos que confrontar la muerte. Tu y yo sabemos que un día nuestra biología es irrefutable y todos los reclamos de grandeza y de independencia bajan la cabeza ante el hecho de que la muerte es una realidad y entonces qué, qué queda detrás de la cortina.

La Biblia declara que Cristo resucitó que nosotros también podemos resucitar después de la muerte si ponemos nuestra esperanza en él. Yo espero que en esta tarde tu puedas decir sí, yo he puesto mis ojos sobre Cristo Jesús y mi camino, mi destino eterno está asegurado. Yo sé en quién he creído como dice el Apóstol Pablo. Nosotros también como consecuencia de la resurrección de Jesucristo podemos tener nuestra propia resurrección.

Esa es una de las cosas más importantes que al poner nuestra mirada en Cristo y afirmar que él resucitó de entre los muertos, nosotros somos salvos también. La Biblia dice eso mismo, si creemos en nuestro corazón, si confesamos con nuestra boca que Jesucristo es el Señor y que Dios lo levantó de entre los muertos somos salvos. Tan sencillo y tan contundente como eso.

Jesús declara en Juan capítulo 11, “yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí aunque esté muerto, vivirá y todo aquel que vive y cree en mí no morirá eternamente.” Cristo es tan parte de la resurrección que dice que él es la resurrección y cuando tu conectas tu vida a él tu también eres parte de esa resurrección. La resurrección de Cristo pasa directamente también a tu propia vida.

Es interesante que cuando el Señor hace esa afirmación de que él es la resurrección y la vida y que todo aquel que en él cree no muere eternamente, él está haciendo esa declaración a Marta mirando a la muerte de su hermano Lázaro y ya Jesús presto a resucitarlo. Pero el Señor no se queda solamente en esa declaración teórica de que él es la resurrección y la vida, sino que él entonces le pregunta a Marta, “¿Crees esto?”

Yo creo que es importante no solamente escuchar pasivamente y asentir en una forma genérica que Cristo es la resurrección, sino que también es importante tener nuestra propia reacción a ello, afirmarlo con nuestra propia boca, con nuestras propias acciones y palabras. El hecho de la resurrección de Jesucristo demanda una reacción de todos nosotros.

Hay un libro que se escribió muy famoso que se titula “Evidencia que demanda un veredicto.” En otras palabras, ante la afirmación de que Cristo es la resurrección y la vida y de que si uno cree en él uno tiene vida eterna, hay que reaccionar, hay que dar un veredicto, o creo o no creo. Y en esta tarde mi deseo es ser como un peine que se pase a través de esta congregación y que se atore dondequiera que haya uno que no cree en Jesucristo como resucitado y levantado de entre los muertos y que se quede ahí un momentito estas palabras, y que hasta que tu no reacciones positivamente, tu digas, no, hoy yo no salgo de aquí sin afirmar mi fe en Jesucristo, sin creer, sin confesar que él es el Señor y que Dios lo levantó de entre los muertos. Ese es mi deseo, que esto sea un punto de referencia para cada uno de los que estamos aquí, porque eso es bien importante.

Por eso es que la iglesia de Cristo a través de los siglos ha pedido a la gente que haga una confesión pública de su fe en Jesucristo. Cómo sabemos, por ejemplo, en el Libro de los Hechos cuando Pedro predica ese sermón, el primer sermón evangelístico que registra la escritura podríamos decir, ¿cómo sabemos que se convirtieron 5000 ó 3000, hubo dos sermones? ¿O cómo sabemos que se convirtieron 3000 ó 5000? ¿Cómo se sabe? Yo creo que porque él les dijo, hey, ¿cuántos creen que ese Jesús que nosotros crucificamos es el Hijo de Dios y que resucitó de entre los muertos? Porque les pidió una reacción y porque más o menos se hizo un conteo rápido.

Porque es que siempre hay que tener una reacción. Mucha gente dice, no, yo creo en mi espíritu, yo no tengo que decirle nada a nadie porque eso es entre Dios y yo. No, hay algo muy importante de uno expresar externamente lo que uno ha creído en el interior. Por eso Pablo dice que si tu crees en tu corazón que Jesucristo es el Señor y confiesas con tu boca que Dios lo levantó de entre los muertos serás salvo. No se trague el humo, bótelo, sáquelo. No ingiera la resurrección, declárela también. Dé una afirmación de ello.

Hay que humillarse ante los procesos que Dios ha establecido. Hay que pasar por el proceso. Si un médico te dice, mire, haga esto, hago lo otro, usted lo hace porque su vida depende de ello probablemente y así mismo pasa con la escritura. La iglesia de Jesucristo ha dado una forma, Cristo mismo lo ha… Él dice, si alguno me confesare ante los hombres, yo le confesaré ante mi Padre que está en los cielos.

Hay que confesar a Cristo públicamente y esa confesión, mis amados amigos y hermanos, es la confesión más importante que un ser humano puede hacer y requiere una declaración formal y no solamente un asentimiento pasivo. Es más importante esa confesión que una declaración matrimonial, usted se paró ante su comunidad, ante sus familiares y amigos, y el pastor le dice, “Fulanito, ¿tu aceptas a fulanita como tu esposa para amarla?” Usted sabe el drill, ¿verdad? Y usted dice, “Sí, lo recibo, sí, la recibo.” Y ahí hay una foto que queda en el record. ¿Por qué hacemos eso? porque se trata de algo tremendamente serio.

Mire a ver si su novia se va conformar que usted diga, no, pero tu sabes que yo te amo y ya eso es suficiente para ti. No, ella quiere ver ese anillo, ella quiere vestirse ese traje, ella quiere agarrarlo a usted y que no se le pueda escapar, que usted recuerde que usted le dijo a ella que usted la iba a amar hasta que la muerte los separara. Algunos aún así se escabullen, imagínense si no lo hicieran.

Es importante. Cada vez que alguien hace algo de gran importancia siempre se requiere como un evento público. Es más, cuando uno se muere hasta hay que publicarlo a veces en los periódicos para que la gente crea, finalmente se murió ese malasangre. No lo puedo creer porque la hierba mala no muere, pero ahí está en el periódico así hay que creerlo.

Cuando usted se hace ciudadano de Estados Unidos o de cualquier país, hay una ceremonia, Vilma de ciudadanía, ¿sí o no? ¿Por qué? Porque usted está pasando a algo bien importante. Usted está en ese momento como confrontando a qué país usted pertenece y a qué país usted le está dando alianza y lealtad y eso requiere una declaración, algo solemne que afirme. Hay juramento de bandera, hay graduaciones donde una universidad certifica que esos que están allí han pasado por los requisitos de esa universidad y que merecen ese diploma que se les entrega en la mano y que entonces ellos cuelgan sobre una pared para que todo el mundo sepa que ellos son graduados de universidad y de tal universidad.

Toda cosa importante requiere firmar un contrato. Usted compra una casa, firma un contrato. Es más, usted le pide a su computadora que le cambie el operating system y hay un cuadrito que dice, yo estoy de acuerdo con los requisitos y qué se yo qué, de Google o de Apple o lo que sea, con 7 mil diferentes condiciones y usted dice, simplemente lo oprime y ya, I agree, porque es importante.

Toda gran decisión requiere una ceremonia específica, un momento. Y no hay decisión más importante en el mundo que la que va a determinar tu destino eterno, la que va a determinar lo que tu vas a hacer por el resto de la eternidad. La vida es un suspiro. La Biblia dice que el hombre es como la flor del campo que pasó el viento por ella y pereció y su lugar no la conocerá más.

Estamos en el mundo por un instante, 70, 80 años nos parece una eternidad sobre todo si tenemos achaques y queremos ya que Dios nos lleve de este mundo, pero en realidad cuando tu piensas en la eternidad algo que no tiene fin, que va por todo el tiempo de los tiempos, de los tiempos, tu miras la vida y esto que te parece tan importante y tan definitivo te parece como un abrir y cerrar de ojos, no tiene significado a la luz de la eternidad. Y sin embargo, tristemente mucha gente se va a la muerte sin haber determinado, sin haber asegurado qué va a pasar con su destino eterno.

Muchos de nosotros sacamos seguros y pagamos todos los meses 30, 40, 50 dólares a un seguro raro para asegurarnos unos cuantos años de vejez sin problemas, pero no aseguramos lo más importante que es nuestra eternidad. Y la Biblia dice que cuando nosotros entramos en una relación verbal, un asentimiento personal con Jesucristo, su resurrección, sus reclamos, solamente entonces podemos estar seguros de nuestra vida eterna. No es algo que podemos dejar para mañana, no es algo que podemos decir, bueno, yo soy demasiado joven.

¿Te gustaría a ti vivir la vida pendiendo de una cuerda que se te puede romper en cualquier momento y no tener debajo una malla de seguridad? Es una decisión que tenemos que hacer y tenemos que hacerla hoy. Hoy, dice la Biblia, es el día de salvación, hoy es el día que Cristo te pregunta, ¿crees esto? ¿Crees lo que yo he declarado?

Jesús dice, el que vive y cree en mí, poniendo ese énfasis ahora en el que vive en mí, en otras palabras, se trata no solamente de un asentimiento verbal sino también de adoptar un estilo de vida que muestre que creemos en él. Yo les invito, hermanos, al ustedes expresar su fe en Jesucristo también hacer un compromiso, a vivir una vida cristiana auténtica, a continuar creciendo en el Señor.

Dios ha puesto en nuestros corazones esta inquietud de traer muchos al conocimiento de Jesucristo, más de los que hasta aquí Dios nos ha permitido hacer, en una forma bien intencional pero también ha puesto en mi corazón este compromiso que tenemos que aprender entonces como iglesia cómo llevarlos a ustedes a una vida robusta en Cristo Jesús.

Porque recibir a Cristo es simplemente decir, I do, es ponerse el anillo, pero después entonces hay que vivir juntos, hay que hacer un hogar, hay que tener una relación con él, no simplemente venir de vez en cuando y tener una vida casual cristiana. No, quiero invitarte a echar raíces en tu fe cristiana y recibir todos los beneficios de tu relación con Jesucristo.

Eso quiere decir que no te dejes de congregar. La Biblia dice no dejemos de congregarnos como algunos tienen de costumbre. Sabes que cuando tu te congregas y adoptas una familia de fe y esa familia de fe te adopta a ti, así es que tu puedes seguir creciendo y conociendo más del Señor y cada día entonces conocer algo más de lo que Dios quiere para tu vida. La fe cristiana es un gran manual con instrucciones para todos los aspectos de la vida, para tu vida financiera, tu vida matrimonial, tus relaciones personales, tu vida profesional o de ama de casa o de obrero, cómo confrontar la enfermedad, las tragedias, las pérdidas, los sinsabores, los retos, los triunfos de la vida.

El cristianismo es un manual, esa Biblia tiene respuesta para toda situación que un hombre o una mujer pueda confrontar. Y para eso necesitamos crecer. Yo les confieso mi sentido de necesidad en este tiempo de como iglesia, no solamente aprendamos a traer a la gente a Jesucristo sino también a llevarlos a través de la carrera cristiana. Nosotros vamos a hacer nuestra parte, yo les aseguro, vamos a estar aprendiendo, vamos a estar desarrollando diferentes formas y entonces yo les invito a ustedes, cuando sirvamos la mesa, a tomar de ella. Cuando tu aceptes a Jesús comprométete entonces a buscar de él y a militar.

Ustedes pueden hacer una revolución en la ciudad de Boston, mis hermanos. Podemos traer a muchos jóvenes confundidos, a muchos que están atados en las drogas, en la desesperación de una vida sin significado y traerlos a un conocimiento de Jesucristo. Ahora mismo yo veo aquí cientos de evangelistas que queremos enviar a la ciudad para traer miles de creyentes al conocimiento de Jesucristo.

Ese fue el reto que yo le ofrecí esta mañana a los que vinieron al servicio en inglés. Esta iglesia, hermanos, es un paquete de dinamita que va a explotar no para matar vidas, como esos suicidas en Bruselas, sino para dar vida y distribuir la gracia de Dios a través de toda la ciudad.

Yo veo en cada uno de ustedes aún en los que han llegado hoy por primera vez, yo veo en ustedes mensajeros que pueden traer a sus amigos, a sus familiares, a las personas que trabajando con ustedes al conocimiento de Cristo para que vivan vidas transformadas. El mundo no le puede ofrecer a la comunidad latina – aunque sé que quizás hay otros de otra comunidad, pero así le hablé a los de la comunidad anglo parlante esta mañana – hermanos, el gobierno federal, las agencias sociales, las escuelas, no le pueden ofrecer a nuestra comunidad lo que nuestra comunidad necesita. Cristo y su Evangelio puede hacer la diferencia.

Yo pienso en nuestros niños, nuestros jóvenes, cuando abrazan la ética del cristianismo, cuando abrazan los valores morales de la fe cristiana entonces pueden convertirse en estudiantes saludables, entonces pueden prepararse para ser esposas y esposos saludables. Entonces los sistemas de esta ciudad informados por los valores sanos del Evangelio podrán encontrar la manera de crear estudiantes que puedan funcionar como deben. Y nuestro compromiso, nuestro deseo es que como iglesia nosotros aprendamos a ofrecerle a nuestra comunidad la enseñanza que necesita para vivir esa vida abundante que Cristo murió para darnos y que resucitó para asegurarnos.

Yo quiero que León de Judá se convierta en un transmisor y que tu te conviertas en un agente de transformación para nuestra comunidad porque el Evangelio de Cristo es algo revolucionario y hace la diferencia. Pero se necesitan cristianos comprometidos que estén educándose, que estén creciendo, que estén cambiando, que estén entregándole al Señor parte de su ser y de su vida cada día para que el Señor ponga nuevos componente en ellos y entonces puedan ser esa iglesia transformadora.

Ayer por la mañana 200 mujeres se dieron cita en el cuarto piso de nuestra iglesia y yo escuchaba esta conversación entre Meche y Eneida donde Eneida hablaba de la diferencia que hizo el Señor Jesucristo cuando ella pasó por años de crisis en su vida. Y yo veía esas mujeres muchas de ellas nuevas a la fe, pasándose los Kleenex como si fuera pan caliente, conmovidas e impactadas y recibiendo educación y enseñanza e identificándose con las verdades que estaban siendo intercambiadas en esa entrevista tan bella. Y yo decía, eso es lo que la iglesia puede hacer, tomar una mujer abusada, por ejemplo, y darle buena instrucción, buena enseñanza, cómo defenderse, cómo pasar por las crisis, cómo transmitir esa bendición a sus hijos.

Yo veía cómo una de las hermosas hijas de Eneida al final del servicio hablaba de lo que su madre había significado y el hecho de cómo su madre había hecho la diferencia a pesar de todo lo que ella había sufrido y padecido de abusos y decepciones, su madre les había transmitido la capacidad para ser saludables. Y esa joven tan atractiva, tan bien educada me mostraba a mí que cuando el Evangelio está metido en una situación de tragedia humana hace la diferencia y cambia las pérdidas en escalones para la grandeza y para la transformación y entonces en vez de legarles a nuestros hijos disfuncionalidad y enfermedad, les legamos salud, esperanza, buenos principios.

Y esa es la diferencia que hace Jesucristo y por eso yo les doy el reto en este día de resurrección, no solamente a recibir a Cristo, pero también a comenzar a vivir en Cristo y también entonces a transmitir a Cristo a otros y convertirse en cristianos capacitados y preparados para inducir esperanza en otros seres humanos.

Voy terminando, quiero hacer un par de puntos más. La resurrección de Jesús no solamente nos asegura vida eterna en el futuro, sino que también nos bendice aquí en la vida que tenemos y nos ayuda a vivir vidas libres, vidas abundantes. Porque el Señor ha dicho, “yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia.”

Cuando nosotros creemos en la resurrección le perdemos el temor a la muerte que es algo tan importante. Usted puede vivir libre de ese miedo. Mucha gente, aún cristianos, le tienen miedo a la muerte, pero cuando tu crees en la resurrección de Jesucristo que hace posible tu propia resurrección, entonces tu estás libre de ese temor y entonces tu puedes vivir una vida donde ya la muerte ha perdido su aguijón, el sepulcro ha perdido su victoria. Sí es una realidad pero tu sabes que será como ese pinchecito de una aguja cuando entra pero ya, eso es todo. La muerte nos va a visitar pero tu sabes que inmediatamente tu pasas de una vida imperfecta a una vida perfecta y eterna ante la presencia de Dios. Ya tu no le tienes temor a la muerte.

Cristo dice, “y esta es la voluntad de quien me ha enviado, que todo aquel que vea al Hijo y crea en él, tenga vida eterna y yo le resucitaré en el día postrero.” Ese día postrero es el día del juicio, es el día en que la Biblia dice que llegará el momento en que todo individuo sobre la faz de la tierra, los que han vivido y los que están vivos y los que estarán vivos en unos próximos años, toda persona tendrá que comparecer ante la presencia de Dios y dar cuenta de lo que han hecho, sea bueno o sea malo, dice la Biblia.

En ese día postrero solamente los que han puesto su mirada en Jesús y han creído en su resurrección podrán permanecer eternamente ante la presencia de Dios. Los que no han hecho su paz con Cristo seguirán viviendo porque Dios no nos convierte en chatarra y nos apaga las luces cuando morimos. Su eternidad está en nosotros, pero viviremos apartados de la presencia de Dios si no hemos recibido a Cristo como Señor y salvador. Solamente aquellos que han puesto su firma en la parte de abajo del pacto entre Dios y los hombres a través de Jesucristo podrán disfrutar de esa vida eterna y perfecta que es solamente posible en Cristo Jesús.

Por eso es que creer en Cristo, afirmar que él vive y que él es real debemos hacerlo ahora para entonces poder estar libres para vivir la vida como Dios quiere y no tenerle temor a la muerte.

Hace poco, apenas una semana y pico, fui a la casa de nuestro hermano Efraín Ortiz que es un hombre que hemos conocido durante muchos años, fue miembro de nuestra congregación, fiel, generoso, participó en la iglesia, siempre estuvo disponible para ayudar en cualquier situación de necesidad, cualquier actividad, tenía un restaurante y siempre era muy generoso en su negocio con nuestras actividades. Se ganó el cariño de mucha gente. Hace poco, su ahora viuda, su esposa, nos llamó y él pidió que yo fuera a visitarlo a su casa. Sabíamos que él había estado enfermo pero yo no sabía que ya los médicos le habían dado 4 ó 5 meses de vida. Y el cáncer que él había estado combatiendo durante varios años ya finalmente lo había postrado en cama y ya no podía levantarse de la cama.

Y yo fui a visitarlos una tarde lluviosa hace pocos día y entré a su casa y llegué hasta su dormitorio y ahí estaba el hermano Efraín acostado, había perdido muchísimo peso, sus ojos habían adquirido un tamaño desproporcionado dado la pequeñez de su cuerpo y todo el peso que había perdido. Pero esos ojos en vez de ser ojos de desesperación y de tristeza, eran ojos de alegría y de paz y de dulzura. Eran ojos que tenían un conocimiento de algo que nosotros muchas veces no conocemos cuando estamos tan metidos en los afanes del mundo. Él sabía que su tiempo había llegado a menos que Dios no hiciera un gran milagro de resurrección prácticamente y me conmovió la expresión de paz que había en el rostro del hermano Efraín.

Él estaba tranquilo, no había desesperación en su rostro, estaba en paz. Pudimos conversar acerca de su situación con toda claridad. Y cuando yo miraba a través de la ventana de su cuarto, que era bastante amplio y estaba iluminado con dos grandes ventanas, fue interesante porque mientras yo hablaba con él me di cuenta que más allá del patio de su casa había un pequeño cementerio. Y me resultó dramático el hecho de que aquí estoy yo con una persona que está a unos pasos de la otra vida y allí hay como un cementerio recordándonos que hay algo que espera. Yo no le mencioné de hecho lo que estaba pensando en ese momento, pero mi mente estaba corriendo acerca de la realidad de la muerte, esperándonos a todos o muy cerca o muy lejos, pero ahí está.

Y la verdad es que yo salí de esa reunión edificado, bendecido y hasta confirmado en mi llamado pastoral porque yo digo, guau, nosotros los siervos del Señor podemos preparar a la gente para un evento tan importante como es la partida con Dios. Y este hombre hoy puede estar tranquilo esperando su momento sin terror, en paz con Dios y no hay dolor en su corazón, en su espíritu. ¿Por qué? Porque él había puesto su esperanza en Jesucristo, porque él sabía que la resurrección venía y que él simplemente iba a pasar de una vida imperfecta a una vida perfecta, que iba a haber un pequeño atrio de transición pero que inmediatamente que él expirara y que diera su último aliento inmediatamente estaba presente ante el Padre.

Así lo dice el Apóstol Pablo, estamos ausentes del cuerpo y presentes ante el Señor, y Pablo dice que estar con Cristo es muchísimo mejor. él estaba en problemas, dice Pablo, porque no estoy seguro qué es lo que prefiero, porque estar aquí en el mundo me permite bendecir a otros y ayudarlos a conocer a Jesucristo, pero estar en el cielo es 20 mil veces mejor para mí, así que estoy en aprietos, no sé cuál de los dos preferir.

Óigame, así yo quisiera que estuviéramos todos nosotros, en aprietos, simplemente estando en el mundo porque quizás podemos ser útiles al Señor pero sabiendo que nos espera la patria celestial, mucho más gloriosa porque estamos convencidos de nuestra fe.

Yo he visto esa misma convicción en los que han perdido seres queridos que saben que sus seres queridos están con el Señor. También hay esa tristeza dulce, mansa, de que sí, no tenemos el cuerpo físico y no tenemos a papá o a mamá para que nos de un abrazo, de esos abrazos que puede dar una madre, pero sabemos que un día les veremos y que celebraremos nuestra victoria juntos de estar en la eternidad.

Es lo que yo sentí cuando mi madre amada falleció a los 92 años hace casi 10 años ya y estábamos reunidos los familiares y me recuerdo bien ese círculo alrededor de nuestra Toñita en su cama de hospital y sabíamos que ya el tiempo estaba listo, estaba aún el médico que la había atendido durante muchos años con ella y Toña estaba en su cama y estábamos hablando con ella, orando con ella, sabíamos que ya el momento los médicos nos habían dicho, reúnanse porque ella va a partir en cualquier momento. Y todavía recuerdo, como si fuera ahora mismo ese momento en que Toña dio su último suspiro y se fue con el Señor.

Y nosotros lloramos hasta el médico estaba llorando porque había aprendido a amar a mi madre en los años que la había atendido, porque fue algo tan bello, tan dulce que fue como que vino un ángel y extendió la cortina alrededor de su cuerpo y dijo, “ya no pertenece a ustedes. Se fue con su Padre celestial.” Y nosotros lloramos calladamente, eso fue un sábado un poquito después de mediodía, y al otro día domingo, cuando le notificamos a la congregación yo pude predicar un sermón, tranquilo, porque yo sabía dónde estaba mi madre. Yo sabía que ella estaba con el Señor y que a los 92 años quizás ella quería ya que la entraran en la presencia del Padre. Y yo sé que ahora ella corre maratones a través de los planetas y de las galaxias y no se cansa, no tiene dolor del trigémino, sus sistema digestivo está funcionando perfectamente, es más no tiene ni siquiera, ¿para qué? No tiene que comer. Está libre.

Mi hermano, mi hermana, yo quiero que tu tengas también esa misma esperanza en esta mañana en la resurrección de Cristo Jesús. Yo quiero que tu prepares tu corazón ahora mismo, si te puedo pedir que inclines tu cabeza aquí, que todos estemos… puede que tu seas un joven lleno de vida todavía y lleno de fuerzas con unos molleros bien grandes, porque levantas pesas, y la muerte es lo que está más lejano de tu mente ahora mismo. O puede que tu seas un profesional con logros y con grandes ilusiones acerca del futuro y la muerte parezca que eso es para dentro de 50 años todavía. o puede que tu seas un anciano o una persona avanzada en edad y ya la muerte adquiere más realidad en tu vida. O puede que tu estés padeciendo de algún tipo de condición médica que te recuerde de tu mortalidad en una forma bastante contundente. No importa cuál sea tu condición, quizás algún niño puede entender lo que yo estoy diciendo, también los llamo a recapacitar y a pensar en lo que es la vida eterna y lo que es esa garantía que Cristo ofrece.

Yo quiero para ti la seguridad, yo quiero para ti la convicción, yo quiero para ti el contrato firmado por medio de tu declaración de que Jesucristo es tu Señor y que tu crees que él resucitó de los muertos y tu no tienes vergüenza de confesarlo ante los hombres y tu estás dispuesto a casarte con él, y tu estás dispuesto a decir, sí, lo recibo, sí, lo prometo, sí, me caso con él, sí, estaré con él en las buenas y en las malas, en las pruebas y en los triunfos. Jesucristo será mi Señor.

Yo quiero invitarte ahora mismo que lo confieses internamente y que todos nosotros aquí confesemos a Jesús como Señor y salvador, particularmente aquellos que no lo han hecho todavía. y yo quiero darles a todos la oportunidad y yo veo a varias personas venir aquí al frente si no muchos ahora mismo o levantar su mano donde usted está y decir, “Yo me comprometo con Cristo Jesús y su resurrección.”

Yo quisiera que tu levantaras tu mano ahora mismo, quiero pedirte que levantes tu mano, si tu has venido en esta tarde y no lo has hecho antes, entrega tu vida a Jesús ahora mismo. Levanta tu mano y dile al Señor, “Señor, yo te recibo.” Allá arriba en los balcones, aquí una mano se levanta, yo sé que hay muchos más. Usted ha venido esta tarde, entregue su vida a Jesús ahora mismo. Allí hay otra mano que se levanta. Levántela bien en alto.

Cristo dice, “si alguien se avergüenza de mí, yo me avergonzaré de él en el día del juicio.” Por qué no recibes a Cristo esta tarde. Entrega tu corazón al Señor. Ven a aquel que ha dado su vida por ti. Veo varias manos detrás también. Hay otros. Hermanos, tiene que haber un momento en el que tu te humilles delante del Señor y este es un momento precioso para hacerlo.

Ponte de pie, aquellos que han levantado su mano pónganse de pie dondequiera que usted esté. Póngase de pie. Yo quiero ver decenas de personas, porque yo sé que aquí hay muchos que necesitan hacer su pacto con Cristo Jesús. No tenga vergüenza de poner su fe en Jesús. Mientras más joven mejor, mientras más elegante mejor, mientras mejor educado mejor, mientras más lejos de la muerte mejor, porque entonces puede vivir muchos años a la luz de tu relación con Jesucristo.

¿hay alguien más? Si tu estás batallando ahora mismo, si ella quiere venir déjenla aquí adelante. Si estás batallando, es el Espíritu Santo que dice, recíbeme. No seas demasiado orgulloso para aceptar a Jesús. ¿Alguien más?

Hermanos, quisiera invitarles, pueden ustedes caminar con ellos y traerlos acá. Quiero que varios de los hermanos de la iglesia pasen aquí, algunos hujieres o diáconos o hermanos que son parte de nuestra comunidad, Peter y Eneida y otros, pasen aquí. Vamos a orar con ustedes. Vengan, vamos a hacer una gran multitud aquí, convertidos y no convertidos y convertidos por primera vez, vengan acá y vamos a celebrar la resurrección de Jesucristo.

Y hay otros acá, hay otros que deben venir también y hacer su pacto con Jesús. Vengan aquí adelante. Yo tengo fe para creer que muchos van a venir acá. Ven con tu pareja. Si no te has casado y están viviendo juntos, no se preocupen mejor, venga. Si tienes alguna adicción, algún problema, algún hábito y todavía no lo has resuelto, yo te necesito. Cristo te necesita acá.

Si estás batallando con algo y tu crees que estás demasiado enmarañado para recibir a Cristo, precisamente para ti es este llamado. Si no eres una persona muy religiosa pero tienes inquietudes espirituales ven y dile a Jesucristo, “Señor, vengo tal y como soy, con mis problema, mis ataduras, mi negocio que no estoy seguro si tu lo apruebas o no, mis malos hábitos, pero yo te necesito Jesucristo, y yo por lo menos creo dos cosas, que tu eres el Hijo de Dios y que tu resucitaste de entre los muertos y estoy dispuesto a confesar esto hoy ante una comunidad como esta.”

Y después comienza entonces a desempacar eso que tu has confesado. Yo le suplico que si alguien está de pie, algún creyente se acerque a ellos y los bendiga. Aquí veo esta pareja linda que está acá. Alguien que se acerque aquí, eso es hermana, venga, oren con ellos dondequiera que haya una vida. Allí hay otros, hermanos alguien que conoce al Señor, ore con esa persona, que no se quede nadie sin recibir afirmación de parte de alguien de la comunidad de fe.

El Señor está mirando, no se preocupe si alguien se acercó a usted, el Espíritu Santo se para a cada uno de ustedes como si fueran el único esta tarde y el Espíritu Santo está moviéndose en el corazón suyo ahora mismo en el en el nombre de Jesús. Yo creo que algo maravilloso está pasando aquí ahora mismo. Hay una unción especial. El Espíritu Santo te está tocando. El Señor está corriendo a través de esta multitud y tu dialoga con el espíritu de Dios, dile, “Señor, te recibo, yo creo que tu resucitaste de entre los muertos, yo creo que tu eres el Hijo de Dios, yo creo que tu eres mi salvador, yo creo que tu vienes por segunda vez, yo pongo mi fe en ti, yo no confío en mi propia justicia sino que confío en ti. Yo no tengo el capital para pagar por mis pecados pero tu lo tienes y yo tomo un préstamo de ti y con eso pago por mi vida eterna ahora mismo. Señor, eres tu el capitalista. Eres tu el que paga por mi salvación.” Dile así al Señor.

Señor Jesucristo yo voy a vivir mi vida creyendo en su resurrección y creyendo en tu divinidad y yo voy a caminar contigo todos los días de mi vida. Y entonces, mi hermano, mi hermana, ponte a pelear esa buena batalla hasta que Cristo se haga real en tu vida. Esta iglesia es tu iglesia, recuerda eso, es tan tuya como de la persona que más años… como mía, tenga en este lugar, y entonces comienza vivir una vida auténticamente cristiana. Dale tu vida al Señor.

Comienza a leer la palabra. Pídele al Espíritu Santo que te cambie, pídele al Espíritu Santo que entre en ti ahora mismo. Di, Espíritu Santo entra en mi vida y siéntate en el trono de mi vida y enséñame cómo ser tu hijo, cómo ser tu hija. Yo quiero conocerte. Dile al Espíritu Santo, quiero conocerte y quiero ser conocido por ti.

Hermanos, yo les prometo que vamos a hacer todo lo que esté de nuestra parte, dennos un tiempecito y nosotros vamos a montar una forma de ayudarlos a ustedes a crecer en la fe y yo les pido simplemente que se unan a nosotros y que nos den un poquito de su tiempo para instruirles y enseñarles, porque queremos que ustedes sean cristianos productivos, fructíferos, y que puedan experimentar el provecho de ser hijos de Dios y que todos los beneficios de la ciudadanía cristiana vengan a ser parte de ustedes.

Qué linda, veo una madre con su hija recibiendo a Cristo. Generaciones siendo bendecidas. De eso trata. Deja que el Señor te toque en esta tarde, deja que el Señor te toque.

Padre te damos gracias por esta cosecha de almas. Lo consagramos a ti, Señor, los atamos a ti, que puedan sentir tu amor esta tarde, Padre, que puedan sentir el amor de esta congregación. Señor, acompáñalos a través de su vida cristiana y que nada de este mundo les obstruye ni les escandalice de manera que se aparten de ti. Ayúdanos a ser una iglesia genuina que ame a los pequeños y los lleve hacia una vida firme y permanente en Jesucristo.

Oh, yo les bendigo en nombre del Señor en esta tarde. Cristo les ama y tiene grandes cosas para ustedes. Cada uno de ustedes es una joya ahora mismo en los ojos del Señor. Usted no sabe lo precioso que usted es, lo preciosa que usted es ante Cristo Jesús. Ahora mismo hay fiesta en el cielo, ahora mismo hay celebración, ahora mismo los ángeles están danzando alrededor del trono de Dios por cada uno de ustedes.

Y yo estoy en las nubes, estoy declarando grandes cosas para sus vidas. Ahora vivan esa vida poderosa en el Señor y comiencen a caminar. Estaremos en contacto con ustedes, pronto vamos a… queremos que ustedes tomen algunas clases básicas, unas cuantas horas que ustedes donen a este esfuerzo de convertirlos a ustedes en cristianos furctíferos. Les abrazo a cada uno en el nombre del Señor ahora mismo y declaro gracia sobre gracia, sobre gracia sobre sus vidas.

Cuando ellos regresen a sus asientos denles un abrazo también, estréchele la mano y dígale, te felicito por la más hermosa decisión que tu has hecho en tu vida. Están sellados. Aleluya! Sellados con la gracia del Señor. Les bendecimos en el en el nombre de Jesús. Amén. Amén.

Jesucristo es la resurrección y la vida

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Quiero compartir con ustedes un pasaje de la escritura que se encuentra en el Evangelio según San Juan, el capítulo 6. Queremos celebrar y memorizar este día tan especial en toda la cristiandad. Vamos a ir al versículo 37 y quiero conectar la resurrección de Cristo con nuestra propia esperanza de resurrección y explorar qué es lo que hace posible esa conexión entre esos dos aspectos. Juan 6:37 son palabras del Señor Jesucristo:

“…Todo lo que el padre me da vendrá a mí y al que a mí viene no le echo fuera...” Es importante que tu recuerdes eso, si tu has venido en este día y piensas quizás que no hay esperanza para ti o que las ofensas que tu has cometido a través de tu vida son demasiado grandes para que el Señor las persone o para que tu puedas gozar de comunión con el Padre, si tu estás viniendo a él, si has venido a él en este día y estás buscándolo a él el Señor no te va a rechazar, si lo estás buscando es porque él mismo te está invitando, no porque tu vinieras de tu propia cuenta sino por el Señor mismo quiere tener comunión contigo. Él no te va a echar fuera, él recibe a todos los que vienen a él.

“… porque yo he descendido del cielo no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió… – Y ahora estamos entrando más en materia – … y esta es la voluntad del Padre, el que me envió, que de todo lo que él me diere no pierda yo nada sino que los resucite en el día postrero…”

Hay una cantidad de términos del día postrero, de resucitar, de no perder nada de lo que el Padre ha dado, son conceptos muy importantes que tenemos explorar. Y el versículo 40 dice:

“…Y esta es la voluntad del que me ha enviado, que todo aquel que ve al Hijo… – ver al Hijo, ¿qué quiere decir eso de ver al Hijo? No lo podemos ver físicamente pero podemos concentrar nuestra mirada en él. – … todo aquel que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna y yo le resucitaré en el día postrero.”

Entonces, vemos aquí que el Señor dice que todo aquel que mira, que ve al Hijo y que cree en él tiene vida eterna, y el Señor promete resucitar a todo aquel que fija su mirada en él en el día postrero. Juan 11:25 también tiene una palabra muy linda para nosotros que hace conexión con eso. El Señor dice:

“…Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí aunque esté muerto vivirá y todo aquel vive y cree en mí no morirá eternamente. – Y entonces el Señor le hace una pregunta a Marta con quien estaba hablando en este caso y le dice – …¿Crees esto?”

Yo quiero preguntarte a ti en esta tarde, recibe esta pregunta como si fuera para ti solamente, ¿crees esto? ¿Crees tu que si tu crees en Jesucristo aunque estés muerto por un instante vas a vivir eternamente? Yo espero que tu respuesta sea sí, yo creo, que puedas afirmar eso.

Hoy, hermanos, de nuevo repito estamos aquí para celebrar el domingo de resurrección. Cristianos a través de toda la tierra han estado celebrando y continuarán celebrando la resurrección de Cristo Jesús. A mí me gusta a veces pensar al Señor sentado en su trono desde temprano, desde que comenzó este nuevo día, yo no sé cuál es el país que tiene la distinción de ser el primer país donde comienza el día, no estoy seguro cuál es la tecnología detrás de eso. pero imaginemos ese país que hace ya horas atrás no sé si es en Asia probablemente, en algún país de Asia, Nueva Zelandia, guau, tenemos aquí un geógrafo que conoce. ¿Hace cuántas horas estuvieron ellos celebrando entonces? Muchas horas atrás en Nueva Zelandia se levantaron cristianos tempranito en la mañana, quizás alguna hermana o hermano cuando tocaron as 12 de la noche ya estaban comenzando a darle gracias al Señor por la resurrección y a celebrar la resurrección de Jesucristo.

Desde que comenzó el día no ha parado esta humanidad de darle gracias a Dios por la resurrección de Jesucristo. Según la tierra ha ido girando para que el sol la alumbre, según ha ido amaneciendo en diferentes partes del mundo, cristianos, católicos romanos, griegos ortodoxos, rusos ortodoxos, adventistas, bautistas, evangélicos de todas las diferentes persuasiones y todas las variantes de cristianismo que hay en el mundo, han estado celebrando la resurrección de Jesucristo.

Y el Padre allá arriba sentado en su trono ha aspirado el olor de toda esa humanidad diciendo, Cristo vive, Cristo vive, y no terminará hasta que termine el día. 24 horas de incesante declaración de que Cristo ha resucitado. Se trata de una de las doctrinas céntricas de la fe cristiana. El hecho de que Cristo no solo no se quedó en la tumba, sino que resucitó activamente al tercer día de su crucifixión y que está a la diestra del Padre como dice esa gran confesión de nuestra fe.

La Biblia relata en hermoso detalle el evento de esas mujeres que van a la tumba temprano en la mañana un día como hoy, hace dos mil años y pico y encuentran que ese cuerpo que ellas pensaban que iban a estar viendo y adornando con especies como era la costumbre en aquel tiempo para que ese cuerpo no se descompusiera demasiado rápido, por así decirlo, esas mujeres que tenían una fe imperfecta, porque ya el Señor les había dicho lo que tenían que esperar pero no lo podían creer porque biológicamente era como imposible creer en algo tan raro como la resurrección de un muerto.

Pero esas mujeres cuando llegan a la tumba dice la palabra que encontraron que la piedra que cubría esa cueva donde estaba encerrado el cuerpo de Jesús había sido removida. Y la cueva a donde estaba el cuerpo de Jesús, esa tumba, estaba vacía.

Hay otro pasaje en la Escritura que dice que había un ángel que se sentó sobre la piedra que cubría la entrada a la tumba de Jesucristo, como en una señal de la victoria de la resurrección sobre la muerte, sobre todo obstáculo que impide que nosotros entremos en comunicación con ese magno evento de la resurrección de Jesucristo.

Nosotros también recordamos que el Señor se le aparece después de su resurrección a una cantidad de personas, no fue una resurrección así y entonces él se fue al cielo, sino que él estuvo en la tierra por un tiempo y se le apareció a Pedro que estaba triste porque había negado al Señor y le dio unas encomiendas. Se apareció a los 12 discípulos que estaban… o a los 11 porque ya Judas no pertenecía a esos 12, pero también se les apareció a ellos y los bendijo y confirmó la fe de Tomás que dudaba.

Y luego se le apareció a otro grupo de discípulos entre los cuales estaba Pedro también, que estaban pescando creían ya que no había esperanza para ellos y se le apareció a los 2 discípulos en el camino a Emaús y les recordó que él había dicho que él iba a morir y que tenía que pasar por un proceso y que eso era parte del cumplimiento de las Escritura.

Y dice el Apóstol Pablo en Primera de Corintios capítulo 15, que luego el Señor se le apareció también a más de 500 hermanos, 500 cristianos, 500 seguidores de Jesucristo y se presentó ante ellos. No era una alucinación porque 500 personas no van a tener la misma alucinación. Era una realidad. Y Pablo dice, cuando escribe eso dice que hay todavía algunos que viven, porque Pablo ya escribía algún tiempo después de la resurrección, 30, 40, 50 años después, quizás menos, y él decía, todavía hay unos que están vivos, dándoles como una nota de autenticidad a lo que él estaba diciendo.

Los primeros cristianos creían que era muy importante que ellos testificaran acerca de la resurrección de Jesucristo y Pedro en su primer sermón, en el Libro de los Hechos, el primer sermón que la iglesia predica en realidad después de la ascensión de Cristo, habla acerca de que ese Cristo que los judíos había crucificado, Dios lo había levantado de entre los muertos y lo había hecho Señor de toda la creación. Es porque la resurrección es el hecho central de la fe cristiana.

La crucifixión es bien importante también, pero sin resurrección no habría consumación de la deidad de Jesucristo. Es lo que garantiza la victoria de Cristo sobre la muerte, su divinidad, su carácter divino. Ninguno de los fundadores de las grandes religiones del mundo pretende haber resucitado, y ninguna de las grandes religiones del mundo asevera que sus fundadores hubieran resucitado.

Los musulmanes admiten que Mahoma murió y no reclaman como que él haya resucitado. Los budistas no afirman que el Buda que fundó su religión haya resucitado, es más, saben que él murió de un dolor de estómago, hasta saben de qué murió y tienen una tumba que memoriza la vida y la muerte del Buda. Y lo mismo con respecto a Confucio, que ese nombre creo que dice algo también, no sé, pero Confucio murió también y fundó una gran religión, pero falleció, no resucitó.

Pero los cristianos insistimos en que nuestro fundador vive y reina como lo hemos proclamado esta tarde. Él resucitó de entre los muertos. Y desafiamos al mundo a que nos pruebe lo contrario. Y durante dos mil y pico de años la gente ha estado tratando de meterle el clavo a esa afirmación de los cristianos y matar nuestra esperanza, pero no pueden, no lo han podido hacer. Nadie jamás ha podido desprobar que Jesús resucitó de entre los muertos. Los más desarrollados cerebros han tratado a través de los siglos pero no ha sido posible.

¿Por qué? Porque el hecho del nacimiento de Jesús es algo histórico porque generaciones de creyentes, nuevas declaran que el Señor ha resucitado, como lo hacemos nosotros aquí en el Siglo XXI en la ciudad de Boston en esta tarde.

Ha habido abogados muy desarrollados que han tratado de hacerle un juicio a la resurrección de Jesucristo y tratar de determinar si conforme a los principios de la jurisdicción o del legalismo, de lo legal, pueden desprobar y han tenido que bajar sus cabezas ante la evidencia que existe para la resurrección. Hay muchísima evidencia que junta hace un cúmulo de argumentos que resulta muy difícil desprobar la resurrección de Jesucristo. Yo he conocido gente que ha tratado de desprobar la resurrección de Jesucristo pero no han podido.

Yo les decía a los hermanos esta mañana, mi cuñado Eddie que quizás más adelante va a ver este programa, era un intelectual marxista, comunista, ateo, muy convencido de que la Biblia era una patraña y una cantidad de mentiras, y hace muchos años atrás algunos cristianos comenzaron a visitar a mi hermana Sari en Miami, y llegaban en los momentos más inoportunos de la semana y Eddie se metía en el dormitorio hasta que ellos se fueran. Le molestaba la presencia de estos cristianos. Y le molestó tanto que él decidió, mientras esperaba que ellos se fueran, pasar el tiempo y ponerse a leer la Biblia para desarrollar argumentos y un día ponerlos en vergüenza a todos.

Y pasaron varias semanas y Eddie comenzó a leer la Biblia solo, mientras estaban los demás evangélicos en la casa molestando, y un día Eddie salió de su cuarto convencido de que Jesucristo era el Hijo de Dios. Y hace ya varios años que él sirve como pastor en la ciudad de Miami y a veces yo creo que es más evangélico que yo en muchas de sus insistencias doctrinales porque Cristo es una realidad en el corazón del hombre. La resurrección de Jesucristo nos da esperanza a todos contra el más grande enemigo de la humanidad que es la muerte. Todo ser humano tiembla ante ese hecho irrefutable.

Un hombre o una mujer puede vivir una vida negando muchas cosas pero nunca va a poder negar la muerte. Sabe que en algún momento por más poderoso que sea, por más intelectualmente desarrollado que sea, por más dinero que tenga, por más logros, por más adulado que sea por la gente, un día como dice la Biblia, desnudo vino al mundo y así mismo desnudo se irá. Todos los juguetes se le quedan. Alguien ha dicho que nadie ha visto un féretro arrastrando un camión de mudanza detrás, porque todos tenemos que confrontar la muerte. Tu y yo sabemos que un día nuestra biología es irrefutable y todos los reclamos de grandeza y de independencia bajan la cabeza ante el hecho de que la muerte es una realidad y entonces qué, qué queda detrás de la cortina.

La Biblia declara que Cristo resucitó que nosotros también podemos resucitar después de la muerte si ponemos nuestra esperanza en él. Yo espero que en esta tarde tu puedas decir sí, yo he puesto mis ojos sobre Cristo Jesús y mi camino, mi destino eterno está asegurado. Yo sé en quién he creído como dice el Apóstol Pablo. Nosotros también como consecuencia de la resurrección de Jesucristo podemos tener nuestra propia resurrección.

Esa es una de las cosas más importantes que al poner nuestra mirada en Cristo y afirmar que él resucitó de entre los muertos, nosotros somos salvos también. La Biblia dice eso mismo, si creemos en nuestro corazón, si confesamos con nuestra boca que Jesucristo es el Señor y que Dios lo levantó de entre los muertos somos salvos. Tan sencillo y tan contundente como eso.

Jesús declara en Juan capítulo 11, “yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí aunque esté muerto, vivirá y todo aquel que vive y cree en mí no morirá eternamente.” Cristo es tan parte de la resurrección que dice que él es la resurrección y cuando tu conectas tu vida a él tu también eres parte de esa resurrección. La resurrección de Cristo pasa directamente también a tu propia vida.

Es interesante que cuando el Señor hace esa afirmación de que él es la resurrección y la vida y que todo aquel que en él cree no muere eternamente, él está haciendo esa declaración a Marta mirando a la muerte de su hermano Lázaro y ya Jesús presto a resucitarlo. Pero el Señor no se queda solamente en esa declaración teórica de que él es la resurrección y la vida, sino que él entonces le pregunta a Marta, “¿Crees esto?”

Yo creo que es importante no solamente escuchar pasivamente y asentir en una forma genérica que Cristo es la resurrección, sino que también es importante tener nuestra propia reacción a ello, afirmarlo con nuestra propia boca, con nuestras propias acciones y palabras. El hecho de la resurrección de Jesucristo demanda una reacción de todos nosotros.

Hay un libro que se escribió muy famoso que se titula “Evidencia que demanda un veredicto.” En otras palabras, ante la afirmación de que Cristo es la resurrección y la vida y de que si uno cree en él uno tiene vida eterna, hay que reaccionar, hay que dar un veredicto, o creo o no creo. Y en esta tarde mi deseo es ser como un peine que se pase a través de esta congregación y que se atore dondequiera que haya uno que no cree en Jesucristo como resucitado y levantado de entre los muertos y que se quede ahí un momentito estas palabras, y que hasta que tu no reacciones positivamente, tu digas, no, hoy yo no salgo de aquí sin afirmar mi fe en Jesucristo, sin creer, sin confesar que él es el Señor y que Dios lo levantó de entre los muertos. Ese es mi deseo, que esto sea un punto de referencia para cada uno de los que estamos aquí, porque eso es bien importante.

Por eso es que la iglesia de Cristo a través de los siglos ha pedido a la gente que haga una confesión pública de su fe en Jesucristo. Cómo sabemos, por ejemplo, en el Libro de los Hechos cuando Pedro predica ese sermón, el primer sermón evangelístico que registra la escritura podríamos decir, ¿cómo sabemos que se convirtieron 5000 ó 3000, hubo dos sermones? ¿O cómo sabemos que se convirtieron 3000 ó 5000? ¿Cómo se sabe? Yo creo que porque él les dijo, hey, ¿cuántos creen que ese Jesús que nosotros crucificamos es el Hijo de Dios y que resucitó de entre los muertos? Porque les pidió una reacción y porque más o menos se hizo un conteo rápido.

Porque es que siempre hay que tener una reacción. Mucha gente dice, no, yo creo en mi espíritu, yo no tengo que decirle nada a nadie porque eso es entre Dios y yo. No, hay algo muy importante de uno expresar externamente lo que uno ha creído en el interior. Por eso Pablo dice que si tu crees en tu corazón que Jesucristo es el Señor y confiesas con tu boca que Dios lo levantó de entre los muertos serás salvo. No se trague el humo, bótelo, sáquelo. No ingiera la resurrección, declárela también. Dé una afirmación de ello.

Hay que humillarse ante los procesos que Dios ha establecido. Hay que pasar por el proceso. Si un médico te dice, mire, haga esto, hago lo otro, usted lo hace porque su vida depende de ello probablemente y así mismo pasa con la escritura. La iglesia de Jesucristo ha dado una forma, Cristo mismo lo ha… Él dice, si alguno me confesare ante los hombres, yo le confesaré ante mi Padre que está en los cielos.

Hay que confesar a Cristo públicamente y esa confesión, mis amados amigos y hermanos, es la confesión más importante que un ser humano puede hacer y requiere una declaración formal y no solamente un asentimiento pasivo. Es más importante esa confesión que una declaración matrimonial, usted se paró ante su comunidad, ante sus familiares y amigos, y el pastor le dice, “Fulanito, ¿tu aceptas a fulanita como tu esposa para amarla?” Usted sabe el drill, ¿verdad? Y usted dice, “Sí, lo recibo, sí, la recibo.” Y ahí hay una foto que queda en el record. ¿Por qué hacemos eso? porque se trata de algo tremendamente serio.

Mire a ver si su novia se va conformar que usted diga, no, pero tu sabes que yo te amo y ya eso es suficiente para ti. No, ella quiere ver ese anillo, ella quiere vestirse ese traje, ella quiere agarrarlo a usted y que no se le pueda escapar, que usted recuerde que usted le dijo a ella que usted la iba a amar hasta que la muerte los separara. Algunos aún así se escabullen, imagínense si no lo hicieran.

Es importante. Cada vez que alguien hace algo de gran importancia siempre se requiere como un evento público. Es más, cuando uno se muere hasta hay que publicarlo a veces en los periódicos para que la gente crea, finalmente se murió ese malasangre. No lo puedo creer porque la hierba mala no muere, pero ahí está en el periódico así hay que creerlo.

Cuando usted se hace ciudadano de Estados Unidos o de cualquier país, hay una ceremonia, Vilma de ciudadanía, ¿sí o no? ¿Por qué? Porque usted está pasando a algo bien importante. Usted está en ese momento como confrontando a qué país usted pertenece y a qué país usted le está dando alianza y lealtad y eso requiere una declaración, algo solemne que afirme. Hay juramento de bandera, hay graduaciones donde una universidad certifica que esos que están allí han pasado por los requisitos de esa universidad y que merecen ese diploma que se les entrega en la mano y que entonces ellos cuelgan sobre una pared para que todo el mundo sepa que ellos son graduados de universidad y de tal universidad.

Toda cosa importante requiere firmar un contrato. Usted compra una casa, firma un contrato. Es más, usted le pide a su computadora que le cambie el operating system y hay un cuadrito que dice, yo estoy de acuerdo con los requisitos y qué se yo qué, de Google o de Apple o lo que sea, con 7 mil diferentes condiciones y usted dice, simplemente lo oprime y ya, I agree, porque es importante.

Toda gran decisión requiere una ceremonia específica, un momento. Y no hay decisión más importante en el mundo que la que va a determinar tu destino eterno, la que va a determinar lo que tu vas a hacer por el resto de la eternidad. La vida es un suspiro. La Biblia dice que el hombre es como la flor del campo que pasó el viento por ella y pereció y su lugar no la conocerá más.

Estamos en el mundo por un instante, 70, 80 años nos parece una eternidad sobre todo si tenemos achaques y queremos ya que Dios nos lleve de este mundo, pero en realidad cuando tu piensas en la eternidad algo que no tiene fin, que va por todo el tiempo de los tiempos, de los tiempos, tu miras la vida y esto que te parece tan importante y tan definitivo te parece como un abrir y cerrar de ojos, no tiene significado a la luz de la eternidad. Y sin embargo, tristemente mucha gente se va a la muerte sin haber determinado, sin haber asegurado qué va a pasar con su destino eterno.

Muchos de nosotros sacamos seguros y pagamos todos los meses 30, 40, 50 dólares a un seguro raro para asegurarnos unos cuantos años de vejez sin problemas, pero no aseguramos lo más importante que es nuestra eternidad. Y la Biblia dice que cuando nosotros entramos en una relación verbal, un asentimiento personal con Jesucristo, su resurrección, sus reclamos, solamente entonces podemos estar seguros de nuestra vida eterna. No es algo que podemos dejar para mañana, no es algo que podemos decir, bueno, yo soy demasiado joven.

¿Te gustaría a ti vivir la vida pendiendo de una cuerda que se te puede romper en cualquier momento y no tener debajo una malla de seguridad? Es una decisión que tenemos que hacer y tenemos que hacerla hoy. Hoy, dice la Biblia, es el día de salvación, hoy es el día que Cristo te pregunta, ¿crees esto? ¿Crees lo que yo he declarado?

Jesús dice, el que vive y cree en mí, poniendo ese énfasis ahora en el que vive en mí, en otras palabras, se trata no solamente de un asentimiento verbal sino también de adoptar un estilo de vida que muestre que creemos en él. Yo les invito, hermanos, al ustedes expresar su fe en Jesucristo también hacer un compromiso, a vivir una vida cristiana auténtica, a continuar creciendo en el Señor.

Dios ha puesto en nuestros corazones esta inquietud de traer muchos al conocimiento de Jesucristo, más de los que hasta aquí Dios nos ha permitido hacer, en una forma bien intencional pero también ha puesto en mi corazón este compromiso que tenemos que aprender entonces como iglesia cómo llevarlos a ustedes a una vida robusta en Cristo Jesús.

Porque recibir a Cristo es simplemente decir, I do, es ponerse el anillo, pero después entonces hay que vivir juntos, hay que hacer un hogar, hay que tener una relación con él, no simplemente venir de vez en cuando y tener una vida casual cristiana. No, quiero invitarte a echar raíces en tu fe cristiana y recibir todos los beneficios de tu relación con Jesucristo.

Eso quiere decir que no te dejes de congregar. La Biblia dice no dejemos de congregarnos como algunos tienen de costumbre. Sabes que cuando tu te congregas y adoptas una familia de fe y esa familia de fe te adopta a ti, así es que tu puedes seguir creciendo y conociendo más del Señor y cada día entonces conocer algo más de lo que Dios quiere para tu vida. La fe cristiana es un gran manual con instrucciones para todos los aspectos de la vida, para tu vida financiera, tu vida matrimonial, tus relaciones personales, tu vida profesional o de ama de casa o de obrero, cómo confrontar la enfermedad, las tragedias, las pérdidas, los sinsabores, los retos, los triunfos de la vida.

El cristianismo es un manual, esa Biblia tiene respuesta para toda situación que un hombre o una mujer pueda confrontar. Y para eso necesitamos crecer. Yo les confieso mi sentido de necesidad en este tiempo de como iglesia, no solamente aprendamos a traer a la gente a Jesucristo sino también a llevarlos a través de la carrera cristiana. Nosotros vamos a hacer nuestra parte, yo les aseguro, vamos a estar aprendiendo, vamos a estar desarrollando diferentes formas y entonces yo les invito a ustedes, cuando sirvamos la mesa, a tomar de ella. Cuando tu aceptes a Jesús comprométete entonces a buscar de él y a militar.

Ustedes pueden hacer una revolución en la ciudad de Boston, mis hermanos. Podemos traer a muchos jóvenes confundidos, a muchos que están atados en las drogas, en la desesperación de una vida sin significado y traerlos a un conocimiento de Jesucristo. Ahora mismo yo veo aquí cientos de evangelistas que queremos enviar a la ciudad para traer miles de creyentes al conocimiento de Jesucristo.

Ese fue el reto que yo le ofrecí esta mañana a los que vinieron al servicio en inglés. Esta iglesia, hermanos, es un paquete de dinamita que va a explotar no para matar vidas, como esos suicidas en Bruselas, sino para dar vida y distribuir la gracia de Dios a través de toda la ciudad.

Yo veo en cada uno de ustedes aún en los que han llegado hoy por primera vez, yo veo en ustedes mensajeros que pueden traer a sus amigos, a sus familiares, a las personas que trabajando con ustedes al conocimiento de Cristo para que vivan vidas transformadas. El mundo no le puede ofrecer a la comunidad latina – aunque sé que quizás hay otros de otra comunidad, pero así le hablé a los de la comunidad anglo parlante esta mañana – hermanos, el gobierno federal, las agencias sociales, las escuelas, no le pueden ofrecer a nuestra comunidad lo que nuestra comunidad necesita. Cristo y su Evangelio puede hacer la diferencia.

Yo pienso en nuestros niños, nuestros jóvenes, cuando abrazan la ética del cristianismo, cuando abrazan los valores morales de la fe cristiana entonces pueden convertirse en estudiantes saludables, entonces pueden prepararse para ser esposas y esposos saludables. Entonces los sistemas de esta ciudad informados por los valores sanos del Evangelio podrán encontrar la manera de crear estudiantes que puedan funcionar como deben. Y nuestro compromiso, nuestro deseo es que como iglesia nosotros aprendamos a ofrecerle a nuestra comunidad la enseñanza que necesita para vivir esa vida abundante que Cristo murió para darnos y que resucitó para asegurarnos.

Yo quiero que León de Judá se convierta en un transmisor y que tu te conviertas en un agente de transformación para nuestra comunidad porque el Evangelio de Cristo es algo revolucionario y hace la diferencia. Pero se necesitan cristianos comprometidos que estén educándose, que estén creciendo, que estén cambiando, que estén entregándole al Señor parte de su ser y de su vida cada día para que el Señor ponga nuevos componente en ellos y entonces puedan ser esa iglesia transformadora.

Ayer por la mañana 200 mujeres se dieron cita en el cuarto piso de nuestra iglesia y yo escuchaba esta conversación entre Meche y Eneida donde Eneida hablaba de la diferencia que hizo el Señor Jesucristo cuando ella pasó por años de crisis en su vida. Y yo veía esas mujeres muchas de ellas nuevas a la fe, pasándose los Kleenex como si fuera pan caliente, conmovidas e impactadas y recibiendo educación y enseñanza e identificándose con las verdades que estaban siendo intercambiadas en esa entrevista tan bella. Y yo decía, eso es lo que la iglesia puede hacer, tomar una mujer abusada, por ejemplo, y darle buena instrucción, buena enseñanza, cómo defenderse, cómo pasar por las crisis, cómo transmitir esa bendición a sus hijos.

Yo veía cómo una de las hermosas hijas de Eneida al final del servicio hablaba de lo que su madre había significado y el hecho de cómo su madre había hecho la diferencia a pesar de todo lo que ella había sufrido y padecido de abusos y decepciones, su madre les había transmitido la capacidad para ser saludables. Y esa joven tan atractiva, tan bien educada me mostraba a mí que cuando el Evangelio está metido en una situación de tragedia humana hace la diferencia y cambia las pérdidas en escalones para la grandeza y para la transformación y entonces en vez de legarles a nuestros hijos disfuncionalidad y enfermedad, les legamos salud, esperanza, buenos principios.

Y esa es la diferencia que hace Jesucristo y por eso yo les doy el reto en este día de resurrección, no solamente a recibir a Cristo, pero también a comenzar a vivir en Cristo y también entonces a transmitir a Cristo a otros y convertirse en cristianos capacitados y preparados para inducir esperanza en otros seres humanos.

Voy terminando, quiero hacer un par de puntos más. La resurrección de Jesús no solamente nos asegura vida eterna en el futuro, sino que también nos bendice aquí en la vida que tenemos y nos ayuda a vivir vidas libres, vidas abundantes. Porque el Señor ha dicho, “yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia.”

Cuando nosotros creemos en la resurrección le perdemos el temor a la muerte que es algo tan importante. Usted puede vivir libre de ese miedo. Mucha gente, aún cristianos, le tienen miedo a la muerte, pero cuando tu crees en la resurrección de Jesucristo que hace posible tu propia resurrección, entonces tu estás libre de ese temor y entonces tu puedes vivir una vida donde ya la muerte ha perdido su aguijón, el sepulcro ha perdido su victoria. Sí es una realidad pero tu sabes que será como ese pinchecito de una aguja cuando entra pero ya, eso es todo. La muerte nos va a visitar pero tu sabes que inmediatamente tu pasas de una vida imperfecta a una vida perfecta y eterna ante la presencia de Dios. Ya tu no le tienes temor a la muerte.

Cristo dice, “y esta es la voluntad de quien me ha enviado, que todo aquel que vea al Hijo y crea en él, tenga vida eterna y yo le resucitaré en el día postrero.” Ese día postrero es el día del juicio, es el día en que la Biblia dice que llegará el momento en que todo individuo sobre la faz de la tierra, los que han vivido y los que están vivos y los que estarán vivos en unos próximos años, toda persona tendrá que comparecer ante la presencia de Dios y dar cuenta de lo que han hecho, sea bueno o sea malo, dice la Biblia.

En ese día postrero solamente los que han puesto su mirada en Jesús y han creído en su resurrección podrán permanecer eternamente ante la presencia de Dios. Los que no han hecho su paz con Cristo seguirán viviendo porque Dios no nos convierte en chatarra y nos apaga las luces cuando morimos. Su eternidad está en nosotros, pero viviremos apartados de la presencia de Dios si no hemos recibido a Cristo como Señor y salvador. Solamente aquellos que han puesto su firma en la parte de abajo del pacto entre Dios y los hombres a través de Jesucristo podrán disfrutar de esa vida eterna y perfecta que es solamente posible en Cristo Jesús.

Por eso es que creer en Cristo, afirmar que él vive y que él es real debemos hacerlo ahora para entonces poder estar libres para vivir la vida como Dios quiere y no tenerle temor a la muerte.

Hace poco, apenas una semana y pico, fui a la casa de nuestro hermano Efraín Ortiz que es un hombre que hemos conocido durante muchos años, fue miembro de nuestra congregación, fiel, generoso, participó en la iglesia, siempre estuvo disponible para ayudar en cualquier situación de necesidad, cualquier actividad, tenía un restaurante y siempre era muy generoso en su negocio con nuestras actividades. Se ganó el cariño de mucha gente. Hace poco, su ahora viuda, su esposa, nos llamó y él pidió que yo fuera a visitarlo a su casa. Sabíamos que él había estado enfermo pero yo no sabía que ya los médicos le habían dado 4 ó 5 meses de vida. Y el cáncer que él había estado combatiendo durante varios años ya finalmente lo había postrado en cama y ya no podía levantarse de la cama.

Y yo fui a visitarlos una tarde lluviosa hace pocos día y entré a su casa y llegué hasta su dormitorio y ahí estaba el hermano Efraín acostado, había perdido muchísimo peso, sus ojos habían adquirido un tamaño desproporcionado dado la pequeñez de su cuerpo y todo el peso que había perdido. Pero esos ojos en vez de ser ojos de desesperación y de tristeza, eran ojos de alegría y de paz y de dulzura. Eran ojos que tenían un conocimiento de algo que nosotros muchas veces no conocemos cuando estamos tan metidos en los afanes del mundo. Él sabía que su tiempo había llegado a menos que Dios no hiciera un gran milagro de resurrección prácticamente y me conmovió la expresión de paz que había en el rostro del hermano Efraín.

Él estaba tranquilo, no había desesperación en su rostro, estaba en paz. Pudimos conversar acerca de su situación con toda claridad. Y cuando yo miraba a través de la ventana de su cuarto, que era bastante amplio y estaba iluminado con dos grandes ventanas, fue interesante porque mientras yo hablaba con él me di cuenta que más allá del patio de su casa había un pequeño cementerio. Y me resultó dramático el hecho de que aquí estoy yo con una persona que está a unos pasos de la otra vida y allí hay como un cementerio recordándonos que hay algo que espera. Yo no le mencioné de hecho lo que estaba pensando en ese momento, pero mi mente estaba corriendo acerca de la realidad de la muerte, esperándonos a todos o muy cerca o muy lejos, pero ahí está.

Y la verdad es que yo salí de esa reunión edificado, bendecido y hasta confirmado en mi llamado pastoral porque yo digo, guau, nosotros los siervos del Señor podemos preparar a la gente para un evento tan importante como es la partida con Dios. Y este hombre hoy puede estar tranquilo esperando su momento sin terror, en paz con Dios y no hay dolor en su corazón, en su espíritu. ¿Por qué? Porque él había puesto su esperanza en Jesucristo, porque él sabía que la resurrección venía y que él simplemente iba a pasar de una vida imperfecta a una vida perfecta, que iba a haber un pequeño atrio de transición pero que inmediatamente que él expirara y que diera su último aliento inmediatamente estaba presente ante el Padre.

Así lo dice el Apóstol Pablo, estamos ausentes del cuerpo y presentes ante el Señor, y Pablo dice que estar con Cristo es muchísimo mejor. él estaba en problemas, dice Pablo, porque no estoy seguro qué es lo que prefiero, porque estar aquí en el mundo me permite bendecir a otros y ayudarlos a conocer a Jesucristo, pero estar en el cielo es 20 mil veces mejor para mí, así que estoy en aprietos, no sé cuál de los dos preferir.

Óigame, así yo quisiera que estuviéramos todos nosotros, en aprietos, simplemente estando en el mundo porque quizás podemos ser útiles al Señor pero sabiendo que nos espera la patria celestial, mucho más gloriosa porque estamos convencidos de nuestra fe.

Yo he visto esa misma convicción en los que han perdido seres queridos que saben que sus seres queridos están con el Señor. También hay esa tristeza dulce, mansa, de que sí, no tenemos el cuerpo físico y no tenemos a papá o a mamá para que nos de un abrazo, de esos abrazos que puede dar una madre, pero sabemos que un día les veremos y que celebraremos nuestra victoria juntos de estar en la eternidad.

Es lo que yo sentí cuando mi madre amada falleció a los 92 años hace casi 10 años ya y estábamos reunidos los familiares y me recuerdo bien ese círculo alrededor de nuestra Toñita en su cama de hospital y sabíamos que ya el tiempo estaba listo, estaba aún el médico que la había atendido durante muchos años con ella y Toña estaba en su cama y estábamos hablando con ella, orando con ella, sabíamos que ya el momento los médicos nos habían dicho, reúnanse porque ella va a partir en cualquier momento. Y todavía recuerdo, como si fuera ahora mismo ese momento en que Toña dio su último suspiro y se fue con el Señor.

Y nosotros lloramos hasta el médico estaba llorando porque había aprendido a amar a mi madre en los años que la había atendido, porque fue algo tan bello, tan dulce que fue como que vino un ángel y extendió la cortina alrededor de su cuerpo y dijo, “ya no pertenece a ustedes. Se fue con su Padre celestial.” Y nosotros lloramos calladamente, eso fue un sábado un poquito después de mediodía, y al otro día domingo, cuando le notificamos a la congregación yo pude predicar un sermón, tranquilo, porque yo sabía dónde estaba mi madre. Yo sabía que ella estaba con el Señor y que a los 92 años quizás ella quería ya que la entraran en la presencia del Padre. Y yo sé que ahora ella corre maratones a través de los planetas y de las galaxias y no se cansa, no tiene dolor del trigémino, sus sistema digestivo está funcionando perfectamente, es más no tiene ni siquiera, ¿para qué? No tiene que comer. Está libre.

Mi hermano, mi hermana, yo quiero que tu tengas también esa misma esperanza en esta mañana en la resurrección de Cristo Jesús. Yo quiero que tu prepares tu corazón ahora mismo, si te puedo pedir que inclines tu cabeza aquí, que todos estemos… puede que tu seas un joven lleno de vida todavía y lleno de fuerzas con unos molleros bien grandes, porque levantas pesas, y la muerte es lo que está más lejano de tu mente ahora mismo. O puede que tu seas un profesional con logros y con grandes ilusiones acerca del futuro y la muerte parezca que eso es para dentro de 50 años todavía. o puede que tu seas un anciano o una persona avanzada en edad y ya la muerte adquiere más realidad en tu vida. O puede que tu estés padeciendo de algún tipo de condición médica que te recuerde de tu mortalidad en una forma bastante contundente. No importa cuál sea tu condición, quizás algún niño puede entender lo que yo estoy diciendo, también los llamo a recapacitar y a pensar en lo que es la vida eterna y lo que es esa garantía que Cristo ofrece.

Yo quiero para ti la seguridad, yo quiero para ti la convicción, yo quiero para ti el contrato firmado por medio de tu declaración de que Jesucristo es tu Señor y que tu crees que él resucitó de los muertos y tu no tienes vergüenza de confesarlo ante los hombres y tu estás dispuesto a casarte con él, y tu estás dispuesto a decir, sí, lo recibo, sí, lo prometo, sí, me caso con él, sí, estaré con él en las buenas y en las malas, en las pruebas y en los triunfos. Jesucristo será mi Señor.

Yo quiero invitarte ahora mismo que lo confieses internamente y que todos nosotros aquí confesemos a Jesús como Señor y salvador, particularmente aquellos que no lo han hecho todavía. y yo quiero darles a todos la oportunidad y yo veo a varias personas venir aquí al frente si no muchos ahora mismo o levantar su mano donde usted está y decir, “Yo me comprometo con Cristo Jesús y su resurrección.”

Yo quisiera que tu levantaras tu mano ahora mismo, quiero pedirte que levantes tu mano, si tu has venido en esta tarde y no lo has hecho antes, entrega tu vida a Jesús ahora mismo. Levanta tu mano y dile al Señor, “Señor, yo te recibo.” Allá arriba en los balcones, aquí una mano se levanta, yo sé que hay muchos más. Usted ha venido esta tarde, entregue su vida a Jesús ahora mismo. Allí hay otra mano que se levanta. Levántela bien en alto.

Cristo dice, “si alguien se avergüenza de mí, yo me avergonzaré de él en el día del juicio.” Por qué no recibes a Cristo esta tarde. Entrega tu corazón al Señor. Ven a aquel que ha dado su vida por ti. Veo varias manos detrás también. Hay otros. Hermanos, tiene que haber un momento en el que tu te humilles delante del Señor y este es un momento precioso para hacerlo.

Ponte de pie, aquellos que han levantado su mano pónganse de pie dondequiera que usted esté. Póngase de pie. Yo quiero ver decenas de personas, porque yo sé que aquí hay muchos que necesitan hacer su pacto con Cristo Jesús. No tenga vergüenza de poner su fe en Jesús. Mientras más joven mejor, mientras más elegante mejor, mientras mejor educado mejor, mientras más lejos de la muerte mejor, porque entonces puede vivir muchos años a la luz de tu relación con Jesucristo.

¿hay alguien más? Si tu estás batallando ahora mismo, si ella quiere venir déjenla aquí adelante. Si estás batallando, es el Espíritu Santo que dice, recíbeme. No seas demasiado orgulloso para aceptar a Jesús. ¿Alguien más?

Hermanos, quisiera invitarles, pueden ustedes caminar con ellos y traerlos acá. Quiero que varios de los hermanos de la iglesia pasen aquí, algunos hujieres o diáconos o hermanos que son parte de nuestra comunidad, Peter y Eneida y otros, pasen aquí. Vamos a orar con ustedes. Vengan, vamos a hacer una gran multitud aquí, convertidos y no convertidos y convertidos por primera vez, vengan acá y vamos a celebrar la resurrección de Jesucristo.

Y hay otros acá, hay otros que deben venir también y hacer su pacto con Jesús. Vengan aquí adelante. Yo tengo fe para creer que muchos van a venir acá. Ven con tu pareja. Si no te has casado y están viviendo juntos, no se preocupen mejor, venga. Si tienes alguna adicción, algún problema, algún hábito y todavía no lo has resuelto, yo te necesito. Cristo te necesita acá.

Si estás batallando con algo y tu crees que estás demasiado enmarañado para recibir a Cristo, precisamente para ti es este llamado. Si no eres una persona muy religiosa pero tienes inquietudes espirituales ven y dile a Jesucristo, “Señor, vengo tal y como soy, con mis problema, mis ataduras, mi negocio que no estoy seguro si tu lo apruebas o no, mis malos hábitos, pero yo te necesito Jesucristo, y yo por lo menos creo dos cosas, que tu eres el Hijo de Dios y que tu resucitaste de entre los muertos y estoy dispuesto a confesar esto hoy ante una comunidad como esta.”

Y después comienza entonces a desempacar eso que tu has confesado. Yo le suplico que si alguien está de pie, algún creyente se acerque a ellos y los bendiga. Aquí veo esta pareja linda que está acá. Alguien que se acerque aquí, eso es hermana, venga, oren con ellos dondequiera que haya una vida. Allí hay otros, hermanos alguien que conoce al Señor, ore con esa persona, que no se quede nadie sin recibir afirmación de parte de alguien de la comunidad de fe.

El Señor está mirando, no se preocupe si alguien se acercó a usted, el Espíritu Santo se para a cada uno de ustedes como si fueran el único esta tarde y el Espíritu Santo está moviéndose en el corazón suyo ahora mismo en el en el nombre de Jesús. Yo creo que algo maravilloso está pasando aquí ahora mismo. Hay una unción especial. El Espíritu Santo te está tocando. El Señor está corriendo a través de esta multitud y tu dialoga con el espíritu de Dios, dile, “Señor, te recibo, yo creo que tu resucitaste de entre los muertos, yo creo que tu eres el Hijo de Dios, yo creo que tu eres mi salvador, yo creo que tu vienes por segunda vez, yo pongo mi fe en ti, yo no confío en mi propia justicia sino que confío en ti. Yo no tengo el capital para pagar por mis pecados pero tu lo tienes y yo tomo un préstamo de ti y con eso pago por mi vida eterna ahora mismo. Señor, eres tu el capitalista. Eres tu el que paga por mi salvación.” Dile así al Señor.

Señor Jesucristo yo voy a vivir mi vida creyendo en su resurrección y creyendo en tu divinidad y yo voy a caminar contigo todos los días de mi vida. Y entonces, mi hermano, mi hermana, ponte a pelear esa buena batalla hasta que Cristo se haga real en tu vida. Esta iglesia es tu iglesia, recuerda eso, es tan tuya como de la persona que más años… como mía, tenga en este lugar, y entonces comienza vivir una vida auténticamente cristiana. Dale tu vida al Señor.

Comienza a leer la palabra. Pídele al Espíritu Santo que te cambie, pídele al Espíritu Santo que entre en ti ahora mismo. Di, Espíritu Santo entra en mi vida y siéntate en el trono de mi vida y enséñame cómo ser tu hijo, cómo ser tu hija. Yo quiero conocerte. Dile al Espíritu Santo, quiero conocerte y quiero ser conocido por ti.

Hermanos, yo les prometo que vamos a hacer todo lo que esté de nuestra parte, dennos un tiempecito y nosotros vamos a montar una forma de ayudarlos a ustedes a crecer en la fe y yo les pido simplemente que se unan a nosotros y que nos den un poquito de su tiempo para instruirles y enseñarles, porque queremos que ustedes sean cristianos productivos, fructíferos, y que puedan experimentar el provecho de ser hijos de Dios y que todos los beneficios de la ciudadanía cristiana vengan a ser parte de ustedes.

Qué linda, veo una madre con su hija recibiendo a Cristo. Generaciones siendo bendecidas. De eso trata. Deja que el Señor te toque en esta tarde, deja que el Señor te toque.

Padre te damos gracias por esta cosecha de almas. Lo consagramos a ti, Señor, los atamos a ti, que puedan sentir tu amor esta tarde, Padre, que puedan sentir el amor de esta congregación. Señor, acompáñalos a través de su vida cristiana y que nada de este mundo les obstruye ni les escandalice de manera que se aparten de ti. Ayúdanos a ser una iglesia genuina que ame a los pequeños y los lleve hacia una vida firme y permanente en Jesucristo.

Oh, yo les bendigo en nombre del Señor en esta tarde. Cristo les ama y tiene grandes cosas para ustedes. Cada uno de ustedes es una joya ahora mismo en los ojos del Señor. Usted no sabe lo precioso que usted es, lo preciosa que usted es ante Cristo Jesús. Ahora mismo hay fiesta en el cielo, ahora mismo hay celebración, ahora mismo los ángeles están danzando alrededor del trono de Dios por cada uno de ustedes.

Y yo estoy en las nubes, estoy declarando grandes cosas para sus vidas. Ahora vivan esa vida poderosa en el Señor y comiencen a caminar. Estaremos en contacto con ustedes, pronto vamos a… queremos que ustedes tomen algunas clases básicas, unas cuantas horas que ustedes donen a este esfuerzo de convertirlos a ustedes en cristianos furctíferos. Les abrazo a cada uno en el nombre del Señor ahora mismo y declaro gracia sobre gracia, sobre gracia sobre sus vidas.

Cuando ellos regresen a sus asientos denles un abrazo también, estréchele la mano y dígale, te felicito por la más hermosa decisión que tu has hecho en tu vida. Están sellados. Aleluya! Sellados con la gracia del Señor. Les bendecimos en el en el nombre de Jesús. Amén. Amén.

Negociando para el Reino

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Quiero hablar acerca de negociando para el Reino, cómo negociar para el Reino. La palabra clave en este mensaje es negocios, negociar. Lo digo con toda intencionalidad. Nos referimos a una postura, una actitud que debemos tener cuando abordamos el trabajo cristiano, negociando para el Reino.

También este pasaje nos recuerda que predicar el Evangelio es algo serio, es algo que tiene que ver con vida o muerte. Es algo tremendamente deliberado. Y voy a leer la parábola que el Señor pronunció con respecto a este aspecto del Reino y recuerden que estamos en esta serie de sermones que tiene que ver con el llamado a evangelizar. Lo que quiero hacer y lograr a través de esta serie de sermones es aguzar su consciencia de la importancia de predicar el Evangelio, de ver esto como una responsabilidad seria, como una carga privilegiada que nosotros tenemos, el compromiso como creyente, el hecho de que nuestra identidad como creyentes reside en esa actividad evangelística, en ese llamado a compartir con otros lo que Cristo ha hecho en nuestra vida y lo que Cristo significa para nosotros.

Si nuestra vida no está saturada de esa urgencia de predicar el Evangelio entonces estamos viviendo la vida cristiana fuera de nuestro eje, porque el centro de nuestro llamado, de nuestra existencia es compartir la palabra de Dios. Y yo creo que esto se va a hacer bien claro a través de ese mensaje. Como digo, todos estos mensajes están destinados a enriquecernos y establecer un fundamento teológico, bíblico, sólido para que podamos proseguir con el llamado evangelístico con toda consciencia y con toda propiedad.

Entonces, dice aquí en el versículo 11, Lucas 19: “…Oyendo ellos estas cosas –porque ya el Señor había hablado de otras situaciones y otros temas – prosiguió Jesús y dijo una parábola porque cuanto estaba cerca de Jerusalén – y esto es interesante – y ellos pensaban que el Reino de Dios se manifestaría inmediatamente…”

Entonces el Señor ofrece esta parábola en una forma correctiva, para corregir un error de parte de sus discípulos, una percepción equivocada que ellos tenían acerca de la venida del Reino de Dios y cómo sería. Esta parábola es una corrección a esa percepción equivocada. Entonces, el Señor dice:

“…Un hombre noble se fue a un país lejano para recibir un reino y volver. – Pregúntese quién es este hombre noble y de qué se trata ese reino y qué quiere decir esto de que se fue a un país lejano. Es una parábola, tiene sus equivalencias. – “… se fue a un país lejano para recibir un reino y volver. Y llamando a 10 siervos suyos les dio 10 minas…” – minas se refiere a una moneda de cierto valor.

Yo estuve investigando un poquito acerca de esto y se dice que una mina era más o menos el equivalente de 100 dracmas, y si le dio 10 minas, eso quiere decir que le dio 1000 dracmas. Y una dracma era otro tipo de moneda, una dracma era el equivalente del salario de un día para un obrero. Es decir, que al darle 10 minas les estaba dando el equivalente de 1000 días de trabajo de un obrero, es decir 3 años prácticamente de trabajo. Era una cantidad bastante considerable. Hoy en día podría ser el equivalente casi de 100.000 dólares si estimamos que un obrero se gane 30.000 dólares o algo por el estilo al año. Entonces es una cantidad de cierto peso. Entonces les dio 10 minas a cada uno, mina es la moneda, una unidad de dinero.

“… Y les dijo, “Negociad entre tanto que vengo.” – Quiero que mediten esa palabra, negociad, porque no es una palabra casual. Para mí, cuando yo entendí el significado de la palabra negociad en el griego original, me abrió un entendimiento mucho más amplio, más profundo de esta parábola. Le dice:

“…”Negociad entre tanto que vengo.” – Y aquí el Señor añade interesantemente otro elemento que no necesariamente es esencial al resto de la parábola pero que me parece interesante. – “…Pero sus conciudadanos le aborrecían y enviaron tras él una embajada diciendo, “No queremos que éste reine sobre nosotros.”

Aquí el Señor en su narración añade un elemento de conflicto y de oposición, de drama en un sentido al resto de la narrativa. Tiene enemigos que no quieren. ¿Quiénes serán esos enemigos? Pregúntese mientras yo leo. ¿A qué se está refiriendo el Señor aquí acerca del Reino de Dios, el mundo y todas estas cosas y cómo mucha gente percibe a Jesucristo y al Reino de Dios y al Evangelio?

“…Aconteció que vuelto él después de recibir el reino, mandó llamar ante a él aquellos siervos a los cuales había dado el dinero para saber lo que había negociado cada uno….”

De nuevo, surge la palabra negociar. Y no se pone en términos de cuánto habían hecho, cuánto habían obtenido, no, cuánto había negociado cada uno, cuánto habían ganado como ganancia por medio de sus inversiones y sus esfuerzos de negocios específicamente. Es de ganancia lo que está hablando aquí, usando ese mismo término de negocios. Esta parábola está saturada con una atmósfera de negocio, de corporación, una corporación más bien, un negocio.

“…Entonces, vino el primero a quien ese hombre noble le ha dado 10 minas, – 100.000 dólares vamos a decir – diciendo, “Señor, tu mina ha ganado 10 minas.” – Interesante, piense también en eso, tu mina ha ganado. Qué interesante que él no dice, yo gané o yo hice. No, dice ‘tu mina ha ganado,’ un detallito bien interesante y revelador en mi opinión.

“… tu mina ha ganado 10 minas. Él le dijo, “Está bien, buen siervo, por cuanto en lo poco has sido fiel, tendrás autoridad sobre 10 ciudades.” – Ganó 10 minas y ahora el Señor le da autoridad sobre 10 ciudades. Me parece un buen negocio, cierto esfuerzo pero ahora es gobernador de 10 ciudades completas.

“Vino otro diciendo, “Señor, tu mina ha producido 5 minas.” – Este ganó solamente la mitad de lo que ganó el otro y uno pensaría que quizás merecía menos aprobación o menos alabanza de parte del Señor, porque su rendimiento fue la mitad que lo del otro, pero fíjese que recibe la misma expresión de reconocimiento del Señor y también a éste dijo, – “Tu también sé sobre 5 ciudades.” – Conforme a su rendimiento le dan también una recompensa de 5 ciudades, pero lo alaban porque trajo rendimiento y se esforzó e hizo lo que su Señor le había mandado a hacer.

“Y vino un tercero diciendo, “Señor, aquí está tu mina, la cual he tenido guarda en un pañuelo.” – Yo me lo imagino sacando un pañuelito con 4 nudos y ahí está la moneda dentro y mientras se lo está diciendo está desenvolviendo los nudos uno a uno. – “Aquí está tu mina, la que he tenido guarda en un pañuelo porque tuve miedo… – Piensen en eso también. – … de ti por cuanto eres hombre severo que tomas lo que no pusiste y siegas lo que no sembraste.”

Esta es la percepción que tiene este siervo del hombre noble. Es interesante porque una de las cosas que me gusta de esta parábola es la forma en que proyecta este hombre noble. ¿Quiénes creen ustedes que es este hombre noble? Jesucristo, díganlo todos, Jesucristo. Este es el hombre… Jesús está diciendo la parábola pero está hablando de sí mismo, este hombre noble que se va a un país lejano. ¿Cuál es ese país lejano? El cielo. Entonces cuando él regresa del cielo, lo llama y este siervo conoce algo del carácter de este hombre.

Para mí esta parábola es bien reveladora también porque nos dice algo acerca de Jesucristo, para los que estamos acostumbrados a pensar que él es un corderito manso, siempre con los bucles rubios y ojos lánguidos y medio como low energy, como dice Donald Trump. Pero aquí se nos presenta una imagen severa de Jesucristo, es un hombre del cual hay que tener cuidado, porque este hombre sabe cómo es Jesús o cómo es su Señor. Y fíjese que el Señor este no le dice, “¿Cómo tu piensas eso, muchacho, si yo soy un pan de Dios? Tan bueno que yo soy, tan tranquilo.” No, él dice, mire cómo le contesta:

“…Entonces, él le dijo, “Mal siervo, por tu propia boca te juzgo. Sabías que yo era hombre severo… – en otras palabras, tienes razón, tu sabes que yo soy así, – …que tomo lo que no puse y que siego lo que no sembré, ¿por qué pues no pusiste mi dinero en el banco? Para que al volver yo lo hubiera recibido con los intereses.”

Por qué por lo menos, caramba, no me lo metiste en Cambridge Savings a coger 1.9 de interés, en vez de eso me traes el dinero aquí, ya la inflación se ha comido un 2 por ciento de ese dinero, por qué aunque sea no lo depositaste en un high yield de bond o algo así. Si tenías miedo de que se te perdiera, por lo menos, hubieras buscado una forma básica para que no quedara inactivo el dinero, si era el miedo lo que te hizo omitir algún tipo de actividad.

“Y dijo a los que estaban presentes, “Quítenle la mina, y dénsela al que tiene las 10 minas.” – esa es la lógica contra intuitiva del Reino de Dios – Y ellos le dijeron, “Pero Señor, si el otro tiene 10 minas, en otras palabras, es una injusticia, cómo tu le vas a quitar a este pobre hombre la mina que tiene y se la vas a dar al que tiene 10.” Y mire la respuesta del Señor:

“Pues yo os digo que a el que tiene se le dará más al que no tiene aún lo que tiene se le quitará.”

La idea es el que tiene poquito o casi nada, si no lo rinde, si no hace algo con ello aún ese poquito que tiene, que es casi nada, se lo van a quitar y se lo van a dar al que está… ¿A quién ustedes le quieren dar su dinero, hermanos? ¿A un inversionista que trabaja duro que conoce el mercado, que es diligente, sabio, astuto, o a un alcahuete que no hace nada, simplemente tirado en una cama todo el tiempo? ¿A quién usted le va a dar? A la persona diligente ¿verdad? ¿Y en quién el Señor va a invertir sus dones y sus recursos y su energía y su poder? En los que van a rendirle provecho al reino. Eso es algo muy lógico.

De nuevo, la lógica de esta parábola sale del mundo de los negocios. Como les digo, esta parábola está penetrada y saturada por la lógica y el ethos, el sentido del mundo corporativo, el mundo de los negocios, el mundo de las ganancias, el mundo de las inversiones. Y eso es interesante cuando lo aplicamos al Reino de Dios. Y dice entonces:

“…Y también aquellos, mis enemigos, – ahora volvemos al detallito ese que se nos perdió al principio que había gente que no quería que él reinara – Y también aquellos mis enemigos, que no querían que yo reinase sobre ellos traedlos acá y decapitadlos delante de mí…”

¿Cuántos pueden reconciliar esa última imagen con Jesús? Muy pocos, ¿verdad? Sin embargo hay un aspecto de Jesús que es así. El Cristo que viene en su segunda venida no es el que fue crucificado, es un juez, es un rey, que viene a tomar su herencia y viene a tomar cuentas, tanto de los que le sirven como de los que se oponen a su venida.

Ahora, aclaro aquí que no es para… los creyentes, los que han creído en Cristo Jesús, la salvación no es por lo que usted hace, usted se salva por gracias, pero hay un costo. La Biblia habla dice que los creyentes vamos a comparecer ante el tribunal de Cristo, hay varios pasajes en la escritura, no tengo tiempo para desarrollar ese punto demasiado ahora mismo. Vamos a comparecer ante el tribunal de Cristo pero no es para determinar si vamos a ser salvos o no, va a ser para determinar qué tipo de recompensas habremos de recibir.

Yo creo que en el Reino de Dios venidero va a haber todo tipo de gloria y de actividad. Yo creo que mucha gente piensa que el Reino de Dios en el cielo, todo se nos va a dar una bata blanca del mismo tamaño y un harpa para que nos sentemos en una nube a tocar por toda la eternidad. El Reino de Dios va a ser un lugar de tremenda actividad, la verdad es que para mí el infierno sería eso, tocar un harpa por toda la eternidad sentado en una nube con una bata blanca. Pero gloria a Dios que el Reino de Dios va a ser un lugar de diferentes niveles, de mucha actividad, de esfuerzo sin el filo que tiene el trabajo en este mundo caído, pero Dios va a permitir, yo no sé cómo va a ser eso, pero el Reino de Dios va a tener naciones, va a tener gobierno, va a tener gloria, va a tener diferentes estados, diferentes niveles de gloria y de autoridad. Y ¿qué va a determinar todo eso? lo que nosotros hagamos, el esfuerzo que nosotros recibamos acá.

Es como en una competencia se ofrecen medallas de bronce, de plata, de oro, para diferentes niveles de excelencia en el desempeño de un atleta. Algunos van a recibir una medalla de aluminio, otros prácticamente de madera si acaso, pero todos vamos a recibir algo según el nivel de esfuerzo que nosotros hayamos emprendido aquí en la tierra. Así que piense en eso.

Y la escritura es bien clara, hay muchos pasajes que sugieren esto, de que según nosotros hemos sembrado y esforzado aquí en la tierra, hemos invertido en el Reino de Dios en ese nivel vamos a recibir una recompensa equivalente. Entonces, me estoy adelantado un poco pero está bien que lo tengamos en mente.

Ahora bien, vamos un poquito hacia atrás. Lo que tenemos aquí es esta idea de un hombre noble que es Jesucristo y los discípulos piensan que el Reino de Dios va a venir inmediatamente, que Jesús no va a pasar por la cruz, no va a haber crucifixión, no va a haber muerte, nada de esto. Ellos se rehúsan a creer esto. Ellos están pensando que esto va a ser algo rápido, sencillo, por eso dice, “vendría inmediatamente.”

Cuando Jesús va hacia Jerusalén en este mismo tiempo, el Señor se va acercando… Semana Santa es ese acercamiento de Jesús a Jerusalén para ser crucificado. Pero ellos piensan que Jesús va a Jerusalén a tomar la ciudad, a declararse el Mesías y a establecer su reino y ellos cada uno van a tener un puesto de alguna importancia en este nuevo gobierno político. Pero el Señor les dice, “No, eso no va a ser así, se va a tomar tiempo, va a haber drama en el medio.” Entonces, por eso él les dice esta parábola y les dice, un hombre noble se fue a un lugar lejano, ese lugar lejano se ha tomado 2000 años, era un viaje bien largo. Para nosotros por lo menos sabemos que 2000 y pico de años era ese viaje.

Ese hombre noble se fue a un país lejano que es el cielo donde el Señor está sentado a la diestra del Padre esperando el momento preciso para descender otra vez y venir y tomar su Reino. Entonces, el Señor se va a un país lejano y antes de irse, como hizo el Señor Jesucristo, recuerdan en la gran comisión, Mateo 28, él les dijo, “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra por tanto id, predicad el Evangelio, haced discípulos a todas las naciones, enseñándoles a obedecer las cosas que yo os he mandado.”

Y el Señor mientas estuvo aquí en la tierra estuvo preparando esos siervos. Estos 10 siervos son simplemente un ejemplo de todos aquellos hombres y mujeres con quiénes él trabajó mientras estaba aquí en el mundo, los entrenó, los puso a través de diferentes tipos de ejercicios evangelísticos y misioneros, les embutió su palabra, una cantidad de cosas y los preparó y les dejó una encomienda. “Vayan por el mundo, hagan crecer mi iglesia, hagan desarrollarse mi iglesia, prediquen el Evangelio,” y eso es lo que esta iglesia de Jesucristo ha estado haciendo durante los últimos 2000 y pico de años, evangelizando, sembrando la semilla, desarrollando el Reino de Dios, estableciendo todo tipo de instituciones, haciendo todo tipo de esfuerzos para avanzar el reino de Jesucristo, con diferentes tipos de éxito y de lucidez.

Pero el Señor estaba diciendo, esto no es fácil, se va a tomar tiempo. Yo me voy pero yo voy a volver. Entonces dice que los reúne y les da a cada uno una dotación, le da una mina a cada uno. Eso es símbolo de lo que cada creyente recibe cuando recibe el Espíritu Santo al recibir a Cristo como Señor y salvador. ¿Sabías tu que dentro de ti hay un don que Dios ha puesto, una mina? No importa tu nivel de educación, no importante si seas hombre o mujer, joven, anciano, Dios ha puesto algo de valor en ti, una capacidad, una dotación de poder, hay gracia dentro de ti. En ti hay un potencial que Dios ha infundido en tu vida. Di amén a eso. Tu lo tienes dentro de ti. Dios te ha dado algo, una capacidad para cantar, una capacidad para enseñar, una capacidad para dar, una capacidad para servir en los ujieres o en la enseñanza de los niños, o para ser un filántropo que avanza los intereses de la iglesia, o para dirigir, o presidir, algo hay en ti que Dios puso para que tu uses eso para que su reino avance.

Yo quiero que tu entiendas eso, hay una mina, y yo diría una mina en el sentido también que la conocemos esa palabra, hay una mina de posibilidades dentro de ti, tanto que Dios ha puesto en tu vida. El Apóstol Pablo le dice a Timoteo, “Te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que hay, que está dentro de ti.”

Así que si en esta mañana puedes apropiarte, internalizar esta idea de que dentro de Dios ha puesto algo que es de valor para su reino, quizás tu no lo sabes y una de las tareas del creyente es descubrir el don de Dios. Cuál es el don, cuál es la potencialidad específica que Dios ha puesto en mí. Pero no te preguntes, ¿habrá algo en mí de valor? No. di, lo que hay en mí de valor, cómo lo puedo yo usar para el Reino de Dios y cómo puedo yo entrar en el uso de ese don.

¿Cómo se desarrollan los dones? Ese es un tema para un sermón. Pero una de las cosas es sirviendo. Comienza con lo que tienes a la mano, comienza con lo más pequeño, lo más fácil, quizás lo más fácil para ti va a ser hablarle a tu hermano de carne y hueso, tu hermana de sangre, con quien tu te sientes cómoda, la conoces, es tu amiga, se llevan bien, pero no conoce a Jesucristo. Puedes comenzar por allí. Regálale un libro, enséñale un video, siéntala un día y háblale acerca de tu experiencia con Cristo. Eso es algo sencillo. Puede ser un amigo en el trabajo. Puede ser alguien en el autobús que tu te encuentras y comienzan una conversación y te dice acerca de su familia y de su hijo o que está enfermo y tu le preguntas, ¿puedo orar por ti? Te invito a la iglesia. ¿Tu conoces a Jesucristo? No importa, si tu conoces a Cristo no te preocupes que Dios está contigo, él te va a sacar adelante. Yo voy a orar por ti. Aquí tienes mi teléfono, llámame.

Lo que tienes a la mano, comienza. Ahora mismo estamos necesitando ayuda por ejemplo, para el domingo de resurrección con los niños. Muchos de nosotros decimos, Señor, llévame al África para que allá yo morir por ti, que son musulmanes, me martiricen y yo dar mi sangre… Pero si te dicen, mira, sirve a los niños un día aquí. ay, no eso es demasiado chiquito para mí. Yo quiero irme en una bola de fuego que me inmole, que me sacrifiquen.

Si en lo poco no eres fiel, en lo mucho tampoco vas a ser fiel. Comienza donde puedas, haz lo que puedas. Diezma, ofrenda, mucha gente, Señor, mi vida es tuya, haz lo que quieras de mí, pero cuando llega el momento de darle al Señor, ah, no, ahí nos congelamos. Muchos de nosotros no vamos a poder…

Hace poco me dijeron la historia de un grupo de jóvenes misioneros en el siglo XIX que querían servir al Señor predicando el Evangelio en las misiones foráneas, y no todos podían ir, entonces estos jóvenes – esto es real – hicieron un pacto y ellos dijeron, vamos a mandar, creo que eran como 10 de ellos, ustedes van a ir a la India, al África, donde fuera, ustedes van a ir como misioneros y nosotros nos vamos a quedar aquí en Estados Unidos y vamos a trabajar y hacer dinero para sostenerlos a ustedes. Y durante toda su vida estos jóvenes que se quedaron sostuvieron a los que se fueron en misiones en sus necesidades misioneras.

¿Cuál de esos dos usted cree que merecía más alabanza? Yo creo que los dos estaban trabajando como un solo organismo para avanzar el Reino de Dios. Hay gente que quizás no tiene un don misionero pero tienen el don de hacer dinero y podrían dar más para el Reino de Dios y servir de esa manera. Usted puede ayudar a avanzar el Reino de Dios usando, si usted trabaja en la tecnología por ejemplo como el hermano Javier Encina, al usted trabajar en la tecnología sabe cuántas cosas usted hace posible.

Veo al hermano Mario Ulloa allí detrás, sabe que esos dos primeros edificios fueron hechos posibles por la generosidad de gente como Mario Ulloa, como el hermano Roberto Naranjo y otros así que trabajaron tan arduamente. Y ahora el hermano Mario viene aquí y se sienta allí y nadie sabe quién es Mario Ulloa. Ese señor que está allí con la barba, ese señor pegado a la ventana es… sinceramente, hay poca gente que yo admiro tanto en esta tierra como ese hombre. Y hoy en día la gente viene y nadie sabe acerca de su trabajo sacrificial para la obra de Dios. Pero nosotros no estaríamos sentados aquí hoy sin el trabajo de gente como él.

Y para mí, gente como él vale 10 evangelistas porque hacen posible este tipo de trabajo, porque sus dones los están invirtiendo en el Reino de Dios. Hay algo que usted puede hacer para avanzar el Reino de Dios. La mina que tu has recibido en tu mano, qué estás haciendo con ella? Tienes que ponerla a generar, tienes que invertirla, tienes que pedirle al Señor, tienes que estar inquieto y decir, Señor, yo no quiero irme de esta tierra sin dejar mi marca en el Reino de Dios. Yo quiero hacer algo por ti, úsame. Ore, comience, en el proceso de comenzar y hacer algo Dios te va revelando la próxima etapa del viaje.

Cuando se usaban los carros que tenían los cambios que eran standard, bien pesados, usted recuerda si el carro está en neutro, yo no sé si todavía es así porque yo no manejo un carro standard, pero cuando el carro está parado si usted trata de mover el gear, es bien difícil. Ahora, cuando lo quita y lo pone en uno de los cambios y comienza a mover el carro, mucho más fácil mover el gear. Así pasa con los dones. Cuando usted comienza a moverse en fe y da un paso de fe detrás del otro y usted hace lo que tiene a la mano, y usted comienza en el nombre del Señor, Dios le va dando sabiduría sobre lo próximo.

En el principio de la Biblia que dice, “Ven buen siervo y fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré.” Si tu eres fiel dándole un año de servicio al Señor trabajando con niños, por ejemplo, o como ujier, o limpiando algún aspecto de la iglesia, si tu eres fiel en eso y no te preocupas porque te den gloria y alabanza o te paren aquí al frente de la plataforma o lo que sea, pero tu lo haces para gloria del Señor, y eres fiel en lo que haces, el Señor te va a poner en otra cosas. Quizás un día vas a evangelizar multitudes, quizás vas a escribir un libro para gloria del Señor, quizás vas a cantar ante multitudes, pero comienza con algo sencillo y pequeño y sé generoso con Dios.

Yo he aprendido que cuando uno comienza así y sirve no para que nadie lo vea ni lo alabe, sino como que Dios lo está mirando y eso es lo que a usted le importa, el Señor le bendice su vida, bendice su don, lo multiplica, lo ensancha y lo usa en mayor escala. Así que no se deje intimidar porque usted no sabe dónde está su don. Comience a explorar. Métase en esa jornada maravillosa exploratoria que le va a durar toda una vida y poco a poco usted irá descubriendo nuevos aspectos de la dotación de Dios en su vida, pero tiene que comenzar con lo pequeño. No se preocupe por el resultado, preocúpese por ser fiel al Señor y obedecer esa comisión que usted ha recibido.

Entonces, este hombre se ha ido, se va a ese país lejano, sus siervos comienzan a trabajar, a invertir y la instrucción que él les da es bien importante. No quiero omitir esto, la palabra ‘negociad’, pracmateusaste es la palabra en el griego original. Es un imperativo. Usted vio la palabra pragmático, praxis, de ahí viene, práctico. Esta palabra en el griego original que se traduce al español negociad, su raíz es de trabajar en una forma práctica, en una forma coherente. Yo puse aquí una pequeña definición que nos refiere un poquito acerca de esta idea.

Dice aquí, el jefe de la corporación, porque es lo que es este hombre, les dice “Negociad entre tanto que yo vengo.” La palabra negociad en el griego original es pracmateusaste, esta palabra viene del mundo de los negocios. Lleva la idea de conducir negocios diligentes, invirtiendo gran energía y esfuerzo a fin de producir resultados efectivos.

No se trata meramente de trabajar en algo, sino de trabajar con diligencia, con un sentido de propósito, con disciplina y persistencia, con una meta clara en mente y una metodología bien delineada. En otras palabras, es un esfuerzo organizado, deliberado, disciplinado, calculado, estratégico, así debe ser el trabajo de la iglesia.

Las iglesias que trabajan indisciplinadamente, hoy una cosa, mañana la otra, manga por hombro porque todo es para el Señor y el Señor es misericordioso, no esperen hacer nada de excelencia. Yo siempre he creído que la iglesia de Jesucristo debe ser la organización más bien organizada y de mayor excelencia en todo el mundo, que use en manera más eficiente y efectiva los recursos que tiene a la mano.

Yo soy tacaño con el dinero del Señor. Cada dólar hay que sacarle el jugo, hay que multiplicar su rendimiento y la iglesia de Cristo que reflejar excelencia, tiene que reflejar eficacia y eficiencia, tiene que reflejar organización, disciplina, propósito. Para mí la iglesia de Jesucristo es un organismo de gran coherencia y la obra de la iglesia debe ser bien meditada, bien planificada, bien ejecutada, coherente, descentralizada, dirigida con buenos principios, protocolos y procedimientos, debe rebozar excelencia, porque nosotros tenemos la mente de Cristo. ¿Y qué quiere decir tener la mente de Cristo? Quiere decir tener la mente que ha estructurado el mundo, el universo, los átomos, las células de todos los organismos vivientes, el orden de un cuerpo viviente.

Esa mente, el logos, que creó el universo es lo que está dentro de ti. Por eso yo animo a los jóvenes y a mis hermanos a estudiar, a desarrollar su entendimiento, a esperar grandes cosas del Señor. Si usted va a estudiar, propóngase la meta de ser el estudiante más logrado de su clase, propóngase la meta de llegar al nivel más alto, no por orgullo sino porque el Señor ha puesto en usted algo increíblemente poderoso. Si usted va a ser una madre, prométase que usted va a ser la madre más exaltada del mundo, con más capacidad, más conocimiento, más sabiduría, más unción, porque el Señor está dispuesto a enseñarle los mejores principios de la maternidad.

Si usted va a ser un obrero en una fábrica asegúrese de que otros envidien la destreza y la disciplina y la excelencia con que usted hace su trabajo. No importa lo que nosotros hagamos, no importa cuál sea nuestro territorio, Dios nos ha entregado la tierra y se supone que nosotros trabajemos con todo sentido de disciplina y propósito. No me diga que usted no puede porque Cristo está dentro de usted. Y usted mismo ha dicho, todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

La mente de Cristo es una mente pensante, es una mente lógica, es una mente coherente y nosotros tenemos que proceder con ese mismo tipo de dotación, ese sentido de alta estima, no de nosotros mismos, sino del Dios que está dentro de nosotros. La iglesia tiene que rebozar excelencia. La iglesia es una gran corporación que negocia para el Reino de Dios y por eso tiene que ser estratégica en sus intervenciones, su planificación, su trabajo. Y nosotros somos obreros. Usted es un inversionista y también es un cliente y es un empleado, y por eso es que cada creyente tiene que vivir la vida cristiana con ese sentido de deber, pero también de privilegio, de dotación.

Dios no es Dios que le dice a usted que haga grandes cosas, pero le dota en una manera mínima. No. él le da gran dotación para que usted obtenga grandes resultados en todas las áreas de su vida. Los creyentes tenemos que ser excelentes en toda nuestra vida porque tenemos un Dios poderoso que se mueve dentro de nosotros.

Por eso Pablo le dice a Timoteo, “Te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía,” que es lo que tiene este siervo infiel, cobardía, “no nos ha dado Dios espíritu de cobardía o timidez – otra traducción – sino de poder, de amor y de domino propio.”

Y sabe que la palabra dominio propio es una mala traducción, el original griego es una mente sana, por eso es que en inglés “he has given us a spirit of power, of love and a sound mind.” Búsquelo en una de las traducciones. ‘Sound mind’ es una mente que piensa bien, es una mente que percibe con precisión la realidad. Esa es la mente que Dios nos ha dado. No es excusa para que nosotros no desarrollemos el don de Dios que está dentro de nosotros porque la dotación de Dios es tan grande.

Yo digo que hay dos formas en que el cristiano puede proceder en la vida, o desde una mente de suficiencia o de una mentalidad de carencia. Hay cristianos que todo es, yo no puedo, no tengo, no sé, no me dieron, no me hicieron, no me dieron la oportunidad, y se viven quejando de fulanito, del gobierno, de la injusticia del mundo, de que la gente es mala, de que los pastores son corruptos, de que las iglesias son malas, y entonces siempre están aplatanados, sentados en una banca sin hacer nada.

Eso se llama proceder de una mentalidad de carencia, de insuficiencia, como los 10 espías que vienen a lo de Moisés después de examinar la tierra y dicen, “Sí, Moisés, es cierto, esa tierra es tremenda, da unas uvas que una sola da una botella de vino completa, pero los hombres que están allí son unos gigantes, todos podrían ser miembros del MBA, miren 6 pies con 8 y tienen unos huesos que son durísimos y por lo tanto nosotros no podemos jamás meternos en esa tierra.”

Había dos, Josué y Caleb, que dicen, “Mira, si el Señor nos ha entregado la tierra lo vamos a comer como pan, como mantequilla.” Yo le añado la mantequilla. Si el Señor nos ha dado la tierra nosotros vamos a ganar esa tierra. Eso se llama proceder con una mente de suficiencia, de dotación. ¿Y quiénes fueron los que entraron a la Tierrra Prometida?” los 10 espías se quedaron muertos, solamente Josué y Caleb, de toda esa generación primera, entraron a la Tierra Prometida, todos los demás murieron en el desierto. ¿Por qué? Porque tenían un espíritu diferente, así lo dice la Biblia.

¿A qué grupo queremos nosotros pertenecer? ¿Al grupo de los 10 espías o de los dos espías como Josué y Caleb? Entonces, ¿a qué equipo tu perteneces? El que dice yo no tengo, yo no sé, no puedo, no me dieron, no me hicieron, o el grupo que dice todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Yo voy a predicar el Evangelio, yo voy a compartir con otros, yo voy a hacer todo lo que pueda para avanzar el Reino de Dios. De un aplauso al Señor.

Negociad entre tanto que yo venga. ¿Cómo puedes tu negociar para el Reino de Dios? ¿Qué puedes hacer para avanzar los intereses? ¿Cómo estás tu negociando para el Reino de Dios? Yo quiero que León de Judá negocie hasta que Cristo venga, que León de Judá sea una corporación conocida por la excelencia con que procede a ejecutar las directrices del CEO de la iglesia, que es Cristo Jesús, en todo sentido y que tengamos miembros que estén igualmente comprometidos con avanzar esta nave que es el Reino de Dios.

Entonces, dice esa parábola cuando este señor viene le pide cuentas a sus siervos. Me parece interesante. ¿Cómo viene él? Yo me lo imagino, él los pone en línea delante de él y le dice, okay, vamos a ve ahora. Esto no es cuestión, de que oh, hermanito, qué tal, ¿cómo te fue? Yo sé que es un favor lo que tu me has hecho y gracias a Dios que tu aceptaste esa mina. ¿Pudiste hacer algo con esa mina? No, él los llama a cuentas.

Hay otra parábola que está en Mateo 25:14 al 30 y usted la puede leer después y comparar un par de cositas. Tiene unas cositas diferentes pero es la misma parábola prácticamente. Los llamó a cuentas, los reunió y yo me lo imagino en una forma así, bien de negocios, okay, yo te di una mina, ¿qué hiciste con ella? Le dan el reporte de lo que cada uno hizo y entonces está el tercer hombre que le dice, “Mira, yo sé cómo tu eres, yo sé que si yo hubiera desperdiciado esa mina me hubieras cortado la cabeza así que lo que hice fue que la guardé debajo del colchón.”

Entonces la reacción, como he dicho, después y la actitud de este hombre nos revela algo. Sabe que cuando usted mira esa parábola de Jesucristo acerca de servicio y de cuentas al Señor y todo esto, todo esto está penetrado por una atmosfera de seriedad, de severidad, de expectativas claras y esto es interesante, hay un pasaje donde el Señor Jesucristo dice, “El que no recoge conmigo desparrama.” ¿Ha escuchado eso?

Qué interesante. Es como que hay dos extremos en la vida cristiana, o usted sirve como un instrumento para el avance del Reino de Dios o usted es un obstáculo, usted está robando energías. Perdone que sea tan claro, espero que nadie se ofenda porque eso no lo digo yo, lo dice la palabra, usted o es un facilitador o es un obstáculo para el Reino de Dios.

Déjeme ponerlo de esta manera, las ramas de un árbol, cuando un árbol sigue creciendo y creciendo se multiplica su ramaje y llega un momento en cada rama y cada hoja y cada extremo del árbol está pidiendo savia, está pidiendo energía porque necesita el alimento que el árbol está cogiendo de la tierra. Y cuando árbol tiene tanto ramaje el riesgo es que no dé suficiente fruto porque toda la energía se desperdicia en distribuirse a través de tantas ramas y entonces por eso llega un momento en que el fruto es débil, pequeño o agrio. ¿Y qué hace el agricultor? Poda, las ramas que no dan fruto las poda para que las que dan fruto tengan más alimento, para que den más frutos. Ese es el principio detrás de podar.

Entonces, yo creo que muchas veces, se me ocurre algo que no sé, yo lo someto a su consideración, no estoy seguro de que puedo decir esto, pero de todas maneras voy a rumiar libremente y usted me dice… se me ocurre que muchas veces nosotros los pastores queremos iglesias que tengan mucha gente aunque sean medio convertidos, aunque no crean ni en la luz eléctrica, pero que vengan porque queremos una iglesia grande, queremos una iglesia con mucha gente y a veces lo que hacemos es que bajamos el Evangelio a un nivel bien básico para que venga mucha gente.

Y yo me pregunto si en la mente del Señor eso es lo que verdaderamente Dios quiere. Yo no sé si Dios prefiere una iglesia de 100 personas que trabajan duro y que cada uno está comprometido con el Reino de Dios o una de 1000 en la cual 800 tienen dudas de si son salvos o no y no conocen el por qué han creído y por qué han sido llamados al reino y un sentido de compromiso y de deber y de entrega total al Señor. No sé. Yo les pregunto eso a ustedes. Me lo debo preguntar a mí mismo, porque es lo mismo, uno quiere un árbol frondoso, un árbol con muchas hojas, con muchas ramas, bien grande, bien bonito, bien llamativo, ¿pero es eso verdaderamente lo que constituye un árbol saludable?

¿Qué quiere usted, una higuera como el Señor vuestro a la higuera llena de ramas y de hojas y cuando metió la mano no encontró un solo higo y la maldijo? ¿O quiere usted un… hay unos arbolitos chiquitos de mango, no son muy altos, pero usted mete la mano y dondequiera agarra uno diez mangos? ¿Qué quiere usted un árbol con muchas hojas, grandísimo, sin mangos o un árbol pequeñito pero tupido?

Entonces, el Señor usa es principio. Si nosotros no damos fruto el Señor no está contento y a lo mínimo le va a poner una multa. Mucha gente se pregunta por qué es que yo no siento el gozo del Señor, por qué esas promesas que dicen en la Biblia no se han realizado en mi vida, por qué es que yo hago esto y lo otro y voy a la iglesia y no siento el gozo del Evangelio ni he visto esos cambios en mi vida.

Pregúntese si quizás está usted dando todo lo que usted puede al Señor, está orando, está ayunando, está leyendo la palabra, está adorando al Señor, está sirviendo, está dándole al Señor, está trabajando para el Reino de Dios.

Yo he aprendido que el gozo del Señor viene cuando le damos al Señor, cuando nos entregamos a él, cuando lo servimos. No hay mayor gozo que un alma conozca a Jesucristo a través de la obra de uno, no la obra de uno pero de Cristo en uno. Pero saber que mi vida sirvió para que alguien fuera bendecido por el Evangelio, guau, eso vale millones de dólares, sinceramente. Para mí el mayor privilegio es saber que yo estoy avanzando el Reino de Dios.

Qué me importa a mí la gloria del hombre y los aplausos de la humanidad si el gozo mayor es que un día voy a escuchar la voz de Dios que me dice, “Ven, buen siervo y fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré.” Ese es el mayor privilegio de un hombre o una mujer, servir al Señor. De qué nos sirve tener grandes cantidades de dinero metidas en una cuenta de banco si hay tantas cosas que podemos hacer para el Reino de Dios. No es que no ahorremos y que no seamos sabios, pero muchas veces nosotros agarramos y agarramos y agarramos, y el dinero se nos va como agua. Nos enfermamos y el médico se lo llevó todo o un abogado por un divorcio, una pelea matrimonial para dividir los bienes.

Pero cuando servimos al Señor, Dios nos bendice y nos rinde. Yo he aprendido, cuando tu le das al Señor y sirves al Señor lo poquito que tu tienes te sabe a gloria. Te comes un plátano con aceite de oliva y eso te sabe como un manjar de un chef francés, porque estás tranquilo, porque tu sabes a dónde vas y de dónde vienes y tienes la paz del Señor en tu vida. No hay nada como servir al Señor y escuchar esa voz de Dios, “Ven, buen siervo, aprobado.”

Entra en el gozo, entra en el disfrute de tu Señor. Hermanos, les dejo con ese pensamiento en esta mañana de que servir al Señor es algo serio, es un negocio, en el mejor sentido de la palabra. Es un negocio sagrado, sublime, glorioso, eterno, un privilegio tremendo y es una obligación que está acompañada de gran satisfacción porque el servir al Señor no es deber estéril, es disfrute continuo, es uno crecer y crecer sabiendo que la savia del Señor está corriendo a través de nosotros. Es un negocio. ¿Qué estás haciendo para servir el Reino de Dios? ¿Cómo estás negociando para el reino? Negociemos para el Reino de Dios. Amén.

Negociando para el Reino

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Quiero hablar acerca de negociando para el Reino, cómo negociar para el Reino. La palabra clave en este mensaje es negocios, negociar. Lo digo con toda intencionalidad. Nos referimos a una postura, una actitud que debemos tener cuando abordamos el trabajo cristiano, negociando para el Reino.

También este pasaje nos recuerda que predicar el Evangelio es algo serio, es algo que tiene que ver con vida o muerte. Es algo tremendamente deliberado. Y voy a leer la parábola que el Señor pronunció con respecto a este aspecto del Reino y recuerden que estamos en esta serie de sermones que tiene que ver con el llamado a evangelizar. Lo que quiero hacer y lograr a través de esta serie de sermones es aguzar su consciencia de la importancia de predicar el Evangelio, de ver esto como una responsabilidad seria, como una carga privilegiada que nosotros tenemos, el compromiso como creyente, el hecho de que nuestra identidad como creyentes reside en esa actividad evangelística, en ese llamado a compartir con otros lo que Cristo ha hecho en nuestra vida y lo que Cristo significa para nosotros.

Si nuestra vida no está saturada de esa urgencia de predicar el Evangelio entonces estamos viviendo la vida cristiana fuera de nuestro eje, porque el centro de nuestro llamado, de nuestra existencia es compartir la palabra de Dios. Y yo creo que esto se va a hacer bien claro a través de ese mensaje. Como digo, todos estos mensajes están destinados a enriquecernos y establecer un fundamento teológico, bíblico, sólido para que podamos proseguir con el llamado evangelístico con toda consciencia y con toda propiedad.

Entonces, dice aquí en el versículo 11, Lucas 19: “…Oyendo ellos estas cosas –porque ya el Señor había hablado de otras situaciones y otros temas – prosiguió Jesús y dijo una parábola porque cuanto estaba cerca de Jerusalén – y esto es interesante – y ellos pensaban que el Reino de Dios se manifestaría inmediatamente…”

Entonces el Señor ofrece esta parábola en una forma correctiva, para corregir un error de parte de sus discípulos, una percepción equivocada que ellos tenían acerca de la venida del Reino de Dios y cómo sería. Esta parábola es una corrección a esa percepción equivocada. Entonces, el Señor dice:

“…Un hombre noble se fue a un país lejano para recibir un reino y volver. – Pregúntese quién es este hombre noble y de qué se trata ese reino y qué quiere decir esto de que se fue a un país lejano. Es una parábola, tiene sus equivalencias. – “… se fue a un país lejano para recibir un reino y volver. Y llamando a 10 siervos suyos les dio 10 minas…” – minas se refiere a una moneda de cierto valor.

Yo estuve investigando un poquito acerca de esto y se dice que una mina era más o menos el equivalente de 100 dracmas, y si le dio 10 minas, eso quiere decir que le dio 1000 dracmas. Y una dracma era otro tipo de moneda, una dracma era el equivalente del salario de un día para un obrero. Es decir, que al darle 10 minas les estaba dando el equivalente de 1000 días de trabajo de un obrero, es decir 3 años prácticamente de trabajo. Era una cantidad bastante considerable. Hoy en día podría ser el equivalente casi de 100.000 dólares si estimamos que un obrero se gane 30.000 dólares o algo por el estilo al año. Entonces es una cantidad de cierto peso. Entonces les dio 10 minas a cada uno, mina es la moneda, una unidad de dinero.

“… Y les dijo, “Negociad entre tanto que vengo.” – Quiero que mediten esa palabra, negociad, porque no es una palabra casual. Para mí, cuando yo entendí el significado de la palabra negociad en el griego original, me abrió un entendimiento mucho más amplio, más profundo de esta parábola. Le dice:

“…”Negociad entre tanto que vengo.” – Y aquí el Señor añade interesantemente otro elemento que no necesariamente es esencial al resto de la parábola pero que me parece interesante. – “…Pero sus conciudadanos le aborrecían y enviaron tras él una embajada diciendo, “No queremos que éste reine sobre nosotros.”

Aquí el Señor en su narración añade un elemento de conflicto y de oposición, de drama en un sentido al resto de la narrativa. Tiene enemigos que no quieren. ¿Quiénes serán esos enemigos? Pregúntese mientras yo leo. ¿A qué se está refiriendo el Señor aquí acerca del Reino de Dios, el mundo y todas estas cosas y cómo mucha gente percibe a Jesucristo y al Reino de Dios y al Evangelio?

“…Aconteció que vuelto él después de recibir el reino, mandó llamar ante a él aquellos siervos a los cuales había dado el dinero para saber lo que había negociado cada uno….”

De nuevo, surge la palabra negociar. Y no se pone en términos de cuánto habían hecho, cuánto habían obtenido, no, cuánto había negociado cada uno, cuánto habían ganado como ganancia por medio de sus inversiones y sus esfuerzos de negocios específicamente. Es de ganancia lo que está hablando aquí, usando ese mismo término de negocios. Esta parábola está saturada con una atmósfera de negocio, de corporación, una corporación más bien, un negocio.

“…Entonces, vino el primero a quien ese hombre noble le ha dado 10 minas, – 100.000 dólares vamos a decir – diciendo, “Señor, tu mina ha ganado 10 minas.” – Interesante, piense también en eso, tu mina ha ganado. Qué interesante que él no dice, yo gané o yo hice. No, dice ‘tu mina ha ganado,’ un detallito bien interesante y revelador en mi opinión.

“… tu mina ha ganado 10 minas. Él le dijo, “Está bien, buen siervo, por cuanto en lo poco has sido fiel, tendrás autoridad sobre 10 ciudades.” – Ganó 10 minas y ahora el Señor le da autoridad sobre 10 ciudades. Me parece un buen negocio, cierto esfuerzo pero ahora es gobernador de 10 ciudades completas.

“Vino otro diciendo, “Señor, tu mina ha producido 5 minas.” – Este ganó solamente la mitad de lo que ganó el otro y uno pensaría que quizás merecía menos aprobación o menos alabanza de parte del Señor, porque su rendimiento fue la mitad que lo del otro, pero fíjese que recibe la misma expresión de reconocimiento del Señor y también a éste dijo, – “Tu también sé sobre 5 ciudades.” – Conforme a su rendimiento le dan también una recompensa de 5 ciudades, pero lo alaban porque trajo rendimiento y se esforzó e hizo lo que su Señor le había mandado a hacer.

“Y vino un tercero diciendo, “Señor, aquí está tu mina, la cual he tenido guarda en un pañuelo.” – Yo me lo imagino sacando un pañuelito con 4 nudos y ahí está la moneda dentro y mientras se lo está diciendo está desenvolviendo los nudos uno a uno. – “Aquí está tu mina, la que he tenido guarda en un pañuelo porque tuve miedo… – Piensen en eso también. – … de ti por cuanto eres hombre severo que tomas lo que no pusiste y siegas lo que no sembraste.”

Esta es la percepción que tiene este siervo del hombre noble. Es interesante porque una de las cosas que me gusta de esta parábola es la forma en que proyecta este hombre noble. ¿Quiénes creen ustedes que es este hombre noble? Jesucristo, díganlo todos, Jesucristo. Este es el hombre… Jesús está diciendo la parábola pero está hablando de sí mismo, este hombre noble que se va a un país lejano. ¿Cuál es ese país lejano? El cielo. Entonces cuando él regresa del cielo, lo llama y este siervo conoce algo del carácter de este hombre.

Para mí esta parábola es bien reveladora también porque nos dice algo acerca de Jesucristo, para los que estamos acostumbrados a pensar que él es un corderito manso, siempre con los bucles rubios y ojos lánguidos y medio como low energy, como dice Donald Trump. Pero aquí se nos presenta una imagen severa de Jesucristo, es un hombre del cual hay que tener cuidado, porque este hombre sabe cómo es Jesús o cómo es su Señor. Y fíjese que el Señor este no le dice, “¿Cómo tu piensas eso, muchacho, si yo soy un pan de Dios? Tan bueno que yo soy, tan tranquilo.” No, él dice, mire cómo le contesta:

“…Entonces, él le dijo, “Mal siervo, por tu propia boca te juzgo. Sabías que yo era hombre severo… – en otras palabras, tienes razón, tu sabes que yo soy así, – …que tomo lo que no puse y que siego lo que no sembré, ¿por qué pues no pusiste mi dinero en el banco? Para que al volver yo lo hubiera recibido con los intereses.”

Por qué por lo menos, caramba, no me lo metiste en Cambridge Savings a coger 1.9 de interés, en vez de eso me traes el dinero aquí, ya la inflación se ha comido un 2 por ciento de ese dinero, por qué aunque sea no lo depositaste en un high yield de bond o algo así. Si tenías miedo de que se te perdiera, por lo menos, hubieras buscado una forma básica para que no quedara inactivo el dinero, si era el miedo lo que te hizo omitir algún tipo de actividad.

“Y dijo a los que estaban presentes, “Quítenle la mina, y dénsela al que tiene las 10 minas.” – esa es la lógica contra intuitiva del Reino de Dios – Y ellos le dijeron, “Pero Señor, si el otro tiene 10 minas, en otras palabras, es una injusticia, cómo tu le vas a quitar a este pobre hombre la mina que tiene y se la vas a dar al que tiene 10.” Y mire la respuesta del Señor:

“Pues yo os digo que a el que tiene se le dará más al que no tiene aún lo que tiene se le quitará.”

La idea es el que tiene poquito o casi nada, si no lo rinde, si no hace algo con ello aún ese poquito que tiene, que es casi nada, se lo van a quitar y se lo van a dar al que está… ¿A quién ustedes le quieren dar su dinero, hermanos? ¿A un inversionista que trabaja duro que conoce el mercado, que es diligente, sabio, astuto, o a un alcahuete que no hace nada, simplemente tirado en una cama todo el tiempo? ¿A quién usted le va a dar? A la persona diligente ¿verdad? ¿Y en quién el Señor va a invertir sus dones y sus recursos y su energía y su poder? En los que van a rendirle provecho al reino. Eso es algo muy lógico.

De nuevo, la lógica de esta parábola sale del mundo de los negocios. Como les digo, esta parábola está penetrada y saturada por la lógica y el ethos, el sentido del mundo corporativo, el mundo de los negocios, el mundo de las ganancias, el mundo de las inversiones. Y eso es interesante cuando lo aplicamos al Reino de Dios. Y dice entonces:

“…Y también aquellos, mis enemigos, – ahora volvemos al detallito ese que se nos perdió al principio que había gente que no quería que él reinara – Y también aquellos mis enemigos, que no querían que yo reinase sobre ellos traedlos acá y decapitadlos delante de mí…”

¿Cuántos pueden reconciliar esa última imagen con Jesús? Muy pocos, ¿verdad? Sin embargo hay un aspecto de Jesús que es así. El Cristo que viene en su segunda venida no es el que fue crucificado, es un juez, es un rey, que viene a tomar su herencia y viene a tomar cuentas, tanto de los que le sirven como de los que se oponen a su venida.

Ahora, aclaro aquí que no es para… los creyentes, los que han creído en Cristo Jesús, la salvación no es por lo que usted hace, usted se salva por gracias, pero hay un costo. La Biblia habla dice que los creyentes vamos a comparecer ante el tribunal de Cristo, hay varios pasajes en la escritura, no tengo tiempo para desarrollar ese punto demasiado ahora mismo. Vamos a comparecer ante el tribunal de Cristo pero no es para determinar si vamos a ser salvos o no, va a ser para determinar qué tipo de recompensas habremos de recibir.

Yo creo que en el Reino de Dios venidero va a haber todo tipo de gloria y de actividad. Yo creo que mucha gente piensa que el Reino de Dios en el cielo, todo se nos va a dar una bata blanca del mismo tamaño y un harpa para que nos sentemos en una nube a tocar por toda la eternidad. El Reino de Dios va a ser un lugar de tremenda actividad, la verdad es que para mí el infierno sería eso, tocar un harpa por toda la eternidad sentado en una nube con una bata blanca. Pero gloria a Dios que el Reino de Dios va a ser un lugar de diferentes niveles, de mucha actividad, de esfuerzo sin el filo que tiene el trabajo en este mundo caído, pero Dios va a permitir, yo no sé cómo va a ser eso, pero el Reino de Dios va a tener naciones, va a tener gobierno, va a tener gloria, va a tener diferentes estados, diferentes niveles de gloria y de autoridad. Y ¿qué va a determinar todo eso? lo que nosotros hagamos, el esfuerzo que nosotros recibamos acá.

Es como en una competencia se ofrecen medallas de bronce, de plata, de oro, para diferentes niveles de excelencia en el desempeño de un atleta. Algunos van a recibir una medalla de aluminio, otros prácticamente de madera si acaso, pero todos vamos a recibir algo según el nivel de esfuerzo que nosotros hayamos emprendido aquí en la tierra. Así que piense en eso.

Y la escritura es bien clara, hay muchos pasajes que sugieren esto, de que según nosotros hemos sembrado y esforzado aquí en la tierra, hemos invertido en el Reino de Dios en ese nivel vamos a recibir una recompensa equivalente. Entonces, me estoy adelantado un poco pero está bien que lo tengamos en mente.

Ahora bien, vamos un poquito hacia atrás. Lo que tenemos aquí es esta idea de un hombre noble que es Jesucristo y los discípulos piensan que el Reino de Dios va a venir inmediatamente, que Jesús no va a pasar por la cruz, no va a haber crucifixión, no va a haber muerte, nada de esto. Ellos se rehúsan a creer esto. Ellos están pensando que esto va a ser algo rápido, sencillo, por eso dice, “vendría inmediatamente.”

Cuando Jesús va hacia Jerusalén en este mismo tiempo, el Señor se va acercando… Semana Santa es ese acercamiento de Jesús a Jerusalén para ser crucificado. Pero ellos piensan que Jesús va a Jerusalén a tomar la ciudad, a declararse el Mesías y a establecer su reino y ellos cada uno van a tener un puesto de alguna importancia en este nuevo gobierno político. Pero el Señor les dice, “No, eso no va a ser así, se va a tomar tiempo, va a haber drama en el medio.” Entonces, por eso él les dice esta parábola y les dice, un hombre noble se fue a un lugar lejano, ese lugar lejano se ha tomado 2000 años, era un viaje bien largo. Para nosotros por lo menos sabemos que 2000 y pico de años era ese viaje.

Ese hombre noble se fue a un país lejano que es el cielo donde el Señor está sentado a la diestra del Padre esperando el momento preciso para descender otra vez y venir y tomar su Reino. Entonces, el Señor se va a un país lejano y antes de irse, como hizo el Señor Jesucristo, recuerdan en la gran comisión, Mateo 28, él les dijo, “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra por tanto id, predicad el Evangelio, haced discípulos a todas las naciones, enseñándoles a obedecer las cosas que yo os he mandado.”

Y el Señor mientas estuvo aquí en la tierra estuvo preparando esos siervos. Estos 10 siervos son simplemente un ejemplo de todos aquellos hombres y mujeres con quiénes él trabajó mientras estaba aquí en el mundo, los entrenó, los puso a través de diferentes tipos de ejercicios evangelísticos y misioneros, les embutió su palabra, una cantidad de cosas y los preparó y les dejó una encomienda. “Vayan por el mundo, hagan crecer mi iglesia, hagan desarrollarse mi iglesia, prediquen el Evangelio,” y eso es lo que esta iglesia de Jesucristo ha estado haciendo durante los últimos 2000 y pico de años, evangelizando, sembrando la semilla, desarrollando el Reino de Dios, estableciendo todo tipo de instituciones, haciendo todo tipo de esfuerzos para avanzar el reino de Jesucristo, con diferentes tipos de éxito y de lucidez.

Pero el Señor estaba diciendo, esto no es fácil, se va a tomar tiempo. Yo me voy pero yo voy a volver. Entonces dice que los reúne y les da a cada uno una dotación, le da una mina a cada uno. Eso es símbolo de lo que cada creyente recibe cuando recibe el Espíritu Santo al recibir a Cristo como Señor y salvador. ¿Sabías tu que dentro de ti hay un don que Dios ha puesto, una mina? No importa tu nivel de educación, no importante si seas hombre o mujer, joven, anciano, Dios ha puesto algo de valor en ti, una capacidad, una dotación de poder, hay gracia dentro de ti. En ti hay un potencial que Dios ha infundido en tu vida. Di amén a eso. Tu lo tienes dentro de ti. Dios te ha dado algo, una capacidad para cantar, una capacidad para enseñar, una capacidad para dar, una capacidad para servir en los ujieres o en la enseñanza de los niños, o para ser un filántropo que avanza los intereses de la iglesia, o para dirigir, o presidir, algo hay en ti que Dios puso para que tu uses eso para que su reino avance.

Yo quiero que tu entiendas eso, hay una mina, y yo diría una mina en el sentido también que la conocemos esa palabra, hay una mina de posibilidades dentro de ti, tanto que Dios ha puesto en tu vida. El Apóstol Pablo le dice a Timoteo, “Te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que hay, que está dentro de ti.”

Así que si en esta mañana puedes apropiarte, internalizar esta idea de que dentro de Dios ha puesto algo que es de valor para su reino, quizás tu no lo sabes y una de las tareas del creyente es descubrir el don de Dios. Cuál es el don, cuál es la potencialidad específica que Dios ha puesto en mí. Pero no te preguntes, ¿habrá algo en mí de valor? No. di, lo que hay en mí de valor, cómo lo puedo yo usar para el Reino de Dios y cómo puedo yo entrar en el uso de ese don.

¿Cómo se desarrollan los dones? Ese es un tema para un sermón. Pero una de las cosas es sirviendo. Comienza con lo que tienes a la mano, comienza con lo más pequeño, lo más fácil, quizás lo más fácil para ti va a ser hablarle a tu hermano de carne y hueso, tu hermana de sangre, con quien tu te sientes cómoda, la conoces, es tu amiga, se llevan bien, pero no conoce a Jesucristo. Puedes comenzar por allí. Regálale un libro, enséñale un video, siéntala un día y háblale acerca de tu experiencia con Cristo. Eso es algo sencillo. Puede ser un amigo en el trabajo. Puede ser alguien en el autobús que tu te encuentras y comienzan una conversación y te dice acerca de su familia y de su hijo o que está enfermo y tu le preguntas, ¿puedo orar por ti? Te invito a la iglesia. ¿Tu conoces a Jesucristo? No importa, si tu conoces a Cristo no te preocupes que Dios está contigo, él te va a sacar adelante. Yo voy a orar por ti. Aquí tienes mi teléfono, llámame.

Lo que tienes a la mano, comienza. Ahora mismo estamos necesitando ayuda por ejemplo, para el domingo de resurrección con los niños. Muchos de nosotros decimos, Señor, llévame al África para que allá yo morir por ti, que son musulmanes, me martiricen y yo dar mi sangre… Pero si te dicen, mira, sirve a los niños un día aquí. ay, no eso es demasiado chiquito para mí. Yo quiero irme en una bola de fuego que me inmole, que me sacrifiquen.

Si en lo poco no eres fiel, en lo mucho tampoco vas a ser fiel. Comienza donde puedas, haz lo que puedas. Diezma, ofrenda, mucha gente, Señor, mi vida es tuya, haz lo que quieras de mí, pero cuando llega el momento de darle al Señor, ah, no, ahí nos congelamos. Muchos de nosotros no vamos a poder…

Hace poco me dijeron la historia de un grupo de jóvenes misioneros en el siglo XIX que querían servir al Señor predicando el Evangelio en las misiones foráneas, y no todos podían ir, entonces estos jóvenes – esto es real – hicieron un pacto y ellos dijeron, vamos a mandar, creo que eran como 10 de ellos, ustedes van a ir a la India, al África, donde fuera, ustedes van a ir como misioneros y nosotros nos vamos a quedar aquí en Estados Unidos y vamos a trabajar y hacer dinero para sostenerlos a ustedes. Y durante toda su vida estos jóvenes que se quedaron sostuvieron a los que se fueron en misiones en sus necesidades misioneras.

¿Cuál de esos dos usted cree que merecía más alabanza? Yo creo que los dos estaban trabajando como un solo organismo para avanzar el Reino de Dios. Hay gente que quizás no tiene un don misionero pero tienen el don de hacer dinero y podrían dar más para el Reino de Dios y servir de esa manera. Usted puede ayudar a avanzar el Reino de Dios usando, si usted trabaja en la tecnología por ejemplo como el hermano Javier Encina, al usted trabajar en la tecnología sabe cuántas cosas usted hace posible.

Veo al hermano Mario Ulloa allí detrás, sabe que esos dos primeros edificios fueron hechos posibles por la generosidad de gente como Mario Ulloa, como el hermano Roberto Naranjo y otros así que trabajaron tan arduamente. Y ahora el hermano Mario viene aquí y se sienta allí y nadie sabe quién es Mario Ulloa. Ese señor que está allí con la barba, ese señor pegado a la ventana es… sinceramente, hay poca gente que yo admiro tanto en esta tierra como ese hombre. Y hoy en día la gente viene y nadie sabe acerca de su trabajo sacrificial para la obra de Dios. Pero nosotros no estaríamos sentados aquí hoy sin el trabajo de gente como él.

Y para mí, gente como él vale 10 evangelistas porque hacen posible este tipo de trabajo, porque sus dones los están invirtiendo en el Reino de Dios. Hay algo que usted puede hacer para avanzar el Reino de Dios. La mina que tu has recibido en tu mano, qué estás haciendo con ella? Tienes que ponerla a generar, tienes que invertirla, tienes que pedirle al Señor, tienes que estar inquieto y decir, Señor, yo no quiero irme de esta tierra sin dejar mi marca en el Reino de Dios. Yo quiero hacer algo por ti, úsame. Ore, comience, en el proceso de comenzar y hacer algo Dios te va revelando la próxima etapa del viaje.

Cuando se usaban los carros que tenían los cambios que eran standard, bien pesados, usted recuerda si el carro está en neutro, yo no sé si todavía es así porque yo no manejo un carro standard, pero cuando el carro está parado si usted trata de mover el gear, es bien difícil. Ahora, cuando lo quita y lo pone en uno de los cambios y comienza a mover el carro, mucho más fácil mover el gear. Así pasa con los dones. Cuando usted comienza a moverse en fe y da un paso de fe detrás del otro y usted hace lo que tiene a la mano, y usted comienza en el nombre del Señor, Dios le va dando sabiduría sobre lo próximo.

En el principio de la Biblia que dice, “Ven buen siervo y fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré.” Si tu eres fiel dándole un año de servicio al Señor trabajando con niños, por ejemplo, o como ujier, o limpiando algún aspecto de la iglesia, si tu eres fiel en eso y no te preocupas porque te den gloria y alabanza o te paren aquí al frente de la plataforma o lo que sea, pero tu lo haces para gloria del Señor, y eres fiel en lo que haces, el Señor te va a poner en otra cosas. Quizás un día vas a evangelizar multitudes, quizás vas a escribir un libro para gloria del Señor, quizás vas a cantar ante multitudes, pero comienza con algo sencillo y pequeño y sé generoso con Dios.

Yo he aprendido que cuando uno comienza así y sirve no para que nadie lo vea ni lo alabe, sino como que Dios lo está mirando y eso es lo que a usted le importa, el Señor le bendice su vida, bendice su don, lo multiplica, lo ensancha y lo usa en mayor escala. Así que no se deje intimidar porque usted no sabe dónde está su don. Comience a explorar. Métase en esa jornada maravillosa exploratoria que le va a durar toda una vida y poco a poco usted irá descubriendo nuevos aspectos de la dotación de Dios en su vida, pero tiene que comenzar con lo pequeño. No se preocupe por el resultado, preocúpese por ser fiel al Señor y obedecer esa comisión que usted ha recibido.

Entonces, este hombre se ha ido, se va a ese país lejano, sus siervos comienzan a trabajar, a invertir y la instrucción que él les da es bien importante. No quiero omitir esto, la palabra ‘negociad’, pracmateusaste es la palabra en el griego original. Es un imperativo. Usted vio la palabra pragmático, praxis, de ahí viene, práctico. Esta palabra en el griego original que se traduce al español negociad, su raíz es de trabajar en una forma práctica, en una forma coherente. Yo puse aquí una pequeña definición que nos refiere un poquito acerca de esta idea.

Dice aquí, el jefe de la corporación, porque es lo que es este hombre, les dice “Negociad entre tanto que yo vengo.” La palabra negociad en el griego original es pracmateusaste, esta palabra viene del mundo de los negocios. Lleva la idea de conducir negocios diligentes, invirtiendo gran energía y esfuerzo a fin de producir resultados efectivos.

No se trata meramente de trabajar en algo, sino de trabajar con diligencia, con un sentido de propósito, con disciplina y persistencia, con una meta clara en mente y una metodología bien delineada. En otras palabras, es un esfuerzo organizado, deliberado, disciplinado, calculado, estratégico, así debe ser el trabajo de la iglesia.

Las iglesias que trabajan indisciplinadamente, hoy una cosa, mañana la otra, manga por hombro porque todo es para el Señor y el Señor es misericordioso, no esperen hacer nada de excelencia. Yo siempre he creído que la iglesia de Jesucristo debe ser la organización más bien organizada y de mayor excelencia en todo el mundo, que use en manera más eficiente y efectiva los recursos que tiene a la mano.

Yo soy tacaño con el dinero del Señor. Cada dólar hay que sacarle el jugo, hay que multiplicar su rendimiento y la iglesia de Cristo que reflejar excelencia, tiene que reflejar eficacia y eficiencia, tiene que reflejar organización, disciplina, propósito. Para mí la iglesia de Jesucristo es un organismo de gran coherencia y la obra de la iglesia debe ser bien meditada, bien planificada, bien ejecutada, coherente, descentralizada, dirigida con buenos principios, protocolos y procedimientos, debe rebozar excelencia, porque nosotros tenemos la mente de Cristo. ¿Y qué quiere decir tener la mente de Cristo? Quiere decir tener la mente que ha estructurado el mundo, el universo, los átomos, las células de todos los organismos vivientes, el orden de un cuerpo viviente.

Esa mente, el logos, que creó el universo es lo que está dentro de ti. Por eso yo animo a los jóvenes y a mis hermanos a estudiar, a desarrollar su entendimiento, a esperar grandes cosas del Señor. Si usted va a estudiar, propóngase la meta de ser el estudiante más logrado de su clase, propóngase la meta de llegar al nivel más alto, no por orgullo sino porque el Señor ha puesto en usted algo increíblemente poderoso. Si usted va a ser una madre, prométase que usted va a ser la madre más exaltada del mundo, con más capacidad, más conocimiento, más sabiduría, más unción, porque el Señor está dispuesto a enseñarle los mejores principios de la maternidad.

Si usted va a ser un obrero en una fábrica asegúrese de que otros envidien la destreza y la disciplina y la excelencia con que usted hace su trabajo. No importa lo que nosotros hagamos, no importa cuál sea nuestro territorio, Dios nos ha entregado la tierra y se supone que nosotros trabajemos con todo sentido de disciplina y propósito. No me diga que usted no puede porque Cristo está dentro de usted. Y usted mismo ha dicho, todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

La mente de Cristo es una mente pensante, es una mente lógica, es una mente coherente y nosotros tenemos que proceder con ese mismo tipo de dotación, ese sentido de alta estima, no de nosotros mismos, sino del Dios que está dentro de nosotros. La iglesia tiene que rebozar excelencia. La iglesia es una gran corporación que negocia para el Reino de Dios y por eso tiene que ser estratégica en sus intervenciones, su planificación, su trabajo. Y nosotros somos obreros. Usted es un inversionista y también es un cliente y es un empleado, y por eso es que cada creyente tiene que vivir la vida cristiana con ese sentido de deber, pero también de privilegio, de dotación.

Dios no es Dios que le dice a usted que haga grandes cosas, pero le dota en una manera mínima. No. él le da gran dotación para que usted obtenga grandes resultados en todas las áreas de su vida. Los creyentes tenemos que ser excelentes en toda nuestra vida porque tenemos un Dios poderoso que se mueve dentro de nosotros.

Por eso Pablo le dice a Timoteo, “Te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía,” que es lo que tiene este siervo infiel, cobardía, “no nos ha dado Dios espíritu de cobardía o timidez – otra traducción – sino de poder, de amor y de domino propio.”

Y sabe que la palabra dominio propio es una mala traducción, el original griego es una mente sana, por eso es que en inglés “he has given us a spirit of power, of love and a sound mind.” Búsquelo en una de las traducciones. ‘Sound mind’ es una mente que piensa bien, es una mente que percibe con precisión la realidad. Esa es la mente que Dios nos ha dado. No es excusa para que nosotros no desarrollemos el don de Dios que está dentro de nosotros porque la dotación de Dios es tan grande.

Yo digo que hay dos formas en que el cristiano puede proceder en la vida, o desde una mente de suficiencia o de una mentalidad de carencia. Hay cristianos que todo es, yo no puedo, no tengo, no sé, no me dieron, no me hicieron, no me dieron la oportunidad, y se viven quejando de fulanito, del gobierno, de la injusticia del mundo, de que la gente es mala, de que los pastores son corruptos, de que las iglesias son malas, y entonces siempre están aplatanados, sentados en una banca sin hacer nada.

Eso se llama proceder de una mentalidad de carencia, de insuficiencia, como los 10 espías que vienen a lo de Moisés después de examinar la tierra y dicen, “Sí, Moisés, es cierto, esa tierra es tremenda, da unas uvas que una sola da una botella de vino completa, pero los hombres que están allí son unos gigantes, todos podrían ser miembros del MBA, miren 6 pies con 8 y tienen unos huesos que son durísimos y por lo tanto nosotros no podemos jamás meternos en esa tierra.”

Había dos, Josué y Caleb, que dicen, “Mira, si el Señor nos ha entregado la tierra lo vamos a comer como pan, como mantequilla.” Yo le añado la mantequilla. Si el Señor nos ha dado la tierra nosotros vamos a ganar esa tierra. Eso se llama proceder con una mente de suficiencia, de dotación. ¿Y quiénes fueron los que entraron a la Tierrra Prometida?” los 10 espías se quedaron muertos, solamente Josué y Caleb, de toda esa generación primera, entraron a la Tierra Prometida, todos los demás murieron en el desierto. ¿Por qué? Porque tenían un espíritu diferente, así lo dice la Biblia.

¿A qué grupo queremos nosotros pertenecer? ¿Al grupo de los 10 espías o de los dos espías como Josué y Caleb? Entonces, ¿a qué equipo tu perteneces? El que dice yo no tengo, yo no sé, no puedo, no me dieron, no me hicieron, o el grupo que dice todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Yo voy a predicar el Evangelio, yo voy a compartir con otros, yo voy a hacer todo lo que pueda para avanzar el Reino de Dios. De un aplauso al Señor.

Negociad entre tanto que yo venga. ¿Cómo puedes tu negociar para el Reino de Dios? ¿Qué puedes hacer para avanzar los intereses? ¿Cómo estás tu negociando para el Reino de Dios? Yo quiero que León de Judá negocie hasta que Cristo venga, que León de Judá sea una corporación conocida por la excelencia con que procede a ejecutar las directrices del CEO de la iglesia, que es Cristo Jesús, en todo sentido y que tengamos miembros que estén igualmente comprometidos con avanzar esta nave que es el Reino de Dios.

Entonces, dice esa parábola cuando este señor viene le pide cuentas a sus siervos. Me parece interesante. ¿Cómo viene él? Yo me lo imagino, él los pone en línea delante de él y le dice, okay, vamos a ve ahora. Esto no es cuestión, de que oh, hermanito, qué tal, ¿cómo te fue? Yo sé que es un favor lo que tu me has hecho y gracias a Dios que tu aceptaste esa mina. ¿Pudiste hacer algo con esa mina? No, él los llama a cuentas.

Hay otra parábola que está en Mateo 25:14 al 30 y usted la puede leer después y comparar un par de cositas. Tiene unas cositas diferentes pero es la misma parábola prácticamente. Los llamó a cuentas, los reunió y yo me lo imagino en una forma así, bien de negocios, okay, yo te di una mina, ¿qué hiciste con ella? Le dan el reporte de lo que cada uno hizo y entonces está el tercer hombre que le dice, “Mira, yo sé cómo tu eres, yo sé que si yo hubiera desperdiciado esa mina me hubieras cortado la cabeza así que lo que hice fue que la guardé debajo del colchón.”

Entonces la reacción, como he dicho, después y la actitud de este hombre nos revela algo. Sabe que cuando usted mira esa parábola de Jesucristo acerca de servicio y de cuentas al Señor y todo esto, todo esto está penetrado por una atmosfera de seriedad, de severidad, de expectativas claras y esto es interesante, hay un pasaje donde el Señor Jesucristo dice, “El que no recoge conmigo desparrama.” ¿Ha escuchado eso?

Qué interesante. Es como que hay dos extremos en la vida cristiana, o usted sirve como un instrumento para el avance del Reino de Dios o usted es un obstáculo, usted está robando energías. Perdone que sea tan claro, espero que nadie se ofenda porque eso no lo digo yo, lo dice la palabra, usted o es un facilitador o es un obstáculo para el Reino de Dios.

Déjeme ponerlo de esta manera, las ramas de un árbol, cuando un árbol sigue creciendo y creciendo se multiplica su ramaje y llega un momento en cada rama y cada hoja y cada extremo del árbol está pidiendo savia, está pidiendo energía porque necesita el alimento que el árbol está cogiendo de la tierra. Y cuando árbol tiene tanto ramaje el riesgo es que no dé suficiente fruto porque toda la energía se desperdicia en distribuirse a través de tantas ramas y entonces por eso llega un momento en que el fruto es débil, pequeño o agrio. ¿Y qué hace el agricultor? Poda, las ramas que no dan fruto las poda para que las que dan fruto tengan más alimento, para que den más frutos. Ese es el principio detrás de podar.

Entonces, yo creo que muchas veces, se me ocurre algo que no sé, yo lo someto a su consideración, no estoy seguro de que puedo decir esto, pero de todas maneras voy a rumiar libremente y usted me dice… se me ocurre que muchas veces nosotros los pastores queremos iglesias que tengan mucha gente aunque sean medio convertidos, aunque no crean ni en la luz eléctrica, pero que vengan porque queremos una iglesia grande, queremos una iglesia con mucha gente y a veces lo que hacemos es que bajamos el Evangelio a un nivel bien básico para que venga mucha gente.

Y yo me pregunto si en la mente del Señor eso es lo que verdaderamente Dios quiere. Yo no sé si Dios prefiere una iglesia de 100 personas que trabajan duro y que cada uno está comprometido con el Reino de Dios o una de 1000 en la cual 800 tienen dudas de si son salvos o no y no conocen el por qué han creído y por qué han sido llamados al reino y un sentido de compromiso y de deber y de entrega total al Señor. No sé. Yo les pregunto eso a ustedes. Me lo debo preguntar a mí mismo, porque es lo mismo, uno quiere un árbol frondoso, un árbol con muchas hojas, con muchas ramas, bien grande, bien bonito, bien llamativo, ¿pero es eso verdaderamente lo que constituye un árbol saludable?

¿Qué quiere usted, una higuera como el Señor vuestro a la higuera llena de ramas y de hojas y cuando metió la mano no encontró un solo higo y la maldijo? ¿O quiere usted un… hay unos arbolitos chiquitos de mango, no son muy altos, pero usted mete la mano y dondequiera agarra uno diez mangos? ¿Qué quiere usted un árbol con muchas hojas, grandísimo, sin mangos o un árbol pequeñito pero tupido?

Entonces, el Señor usa es principio. Si nosotros no damos fruto el Señor no está contento y a lo mínimo le va a poner una multa. Mucha gente se pregunta por qué es que yo no siento el gozo del Señor, por qué esas promesas que dicen en la Biblia no se han realizado en mi vida, por qué es que yo hago esto y lo otro y voy a la iglesia y no siento el gozo del Evangelio ni he visto esos cambios en mi vida.

Pregúntese si quizás está usted dando todo lo que usted puede al Señor, está orando, está ayunando, está leyendo la palabra, está adorando al Señor, está sirviendo, está dándole al Señor, está trabajando para el Reino de Dios.

Yo he aprendido que el gozo del Señor viene cuando le damos al Señor, cuando nos entregamos a él, cuando lo servimos. No hay mayor gozo que un alma conozca a Jesucristo a través de la obra de uno, no la obra de uno pero de Cristo en uno. Pero saber que mi vida sirvió para que alguien fuera bendecido por el Evangelio, guau, eso vale millones de dólares, sinceramente. Para mí el mayor privilegio es saber que yo estoy avanzando el Reino de Dios.

Qué me importa a mí la gloria del hombre y los aplausos de la humanidad si el gozo mayor es que un día voy a escuchar la voz de Dios que me dice, “Ven, buen siervo y fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré.” Ese es el mayor privilegio de un hombre o una mujer, servir al Señor. De qué nos sirve tener grandes cantidades de dinero metidas en una cuenta de banco si hay tantas cosas que podemos hacer para el Reino de Dios. No es que no ahorremos y que no seamos sabios, pero muchas veces nosotros agarramos y agarramos y agarramos, y el dinero se nos va como agua. Nos enfermamos y el médico se lo llevó todo o un abogado por un divorcio, una pelea matrimonial para dividir los bienes.

Pero cuando servimos al Señor, Dios nos bendice y nos rinde. Yo he aprendido, cuando tu le das al Señor y sirves al Señor lo poquito que tu tienes te sabe a gloria. Te comes un plátano con aceite de oliva y eso te sabe como un manjar de un chef francés, porque estás tranquilo, porque tu sabes a dónde vas y de dónde vienes y tienes la paz del Señor en tu vida. No hay nada como servir al Señor y escuchar esa voz de Dios, “Ven, buen siervo, aprobado.”

Entra en el gozo, entra en el disfrute de tu Señor. Hermanos, les dejo con ese pensamiento en esta mañana de que servir al Señor es algo serio, es un negocio, en el mejor sentido de la palabra. Es un negocio sagrado, sublime, glorioso, eterno, un privilegio tremendo y es una obligación que está acompañada de gran satisfacción porque el servir al Señor no es deber estéril, es disfrute continuo, es uno crecer y crecer sabiendo que la savia del Señor está corriendo a través de nosotros. Es un negocio. ¿Qué estás haciendo para servir el Reino de Dios? ¿Cómo estás negociando para el reino? Negociemos para el Reino de Dios. Amén.

Algunas veces los milagros requieren tiempo y esfuerzo

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Leyendo desde Segundo de Reyes capítulo 5 versículos del 9 al 14, “Y vino Naamán con sus caballos y con su carro, y se paró delante de la casa de Eliseo, y entonces Eliseo le envió un mensajero diciendo: “Ve y lávate siete veces en el Jordán y tu carne se restaurará, y serás limpio” 2 Reyes 5:10

“Y Naamán se fue enojado diciendo: “He aquí yo decía para mí saldrá él luego y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano, y tocará el lugar, y sanará la lepra”” 2 Reyes 5:11

“Abana y Farfar ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? Si me lavare en ellos ¿no seré también limpio?” Y se volvió y se fue enojado” 2 Reyes 5:12

“Mas sus criados se le acercaron y le hablaron diciendo: “Padre mío, si el profeta te mandara alguna gran cosa ¿no la harías? ¿cuánto más diciéndote: lávate y serás limpio?”” 2 Reyes 5:13

“Él entonces descendió y se zambulló siete veces en el Jordán, conforme a la Palabra del varón de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio” 2 Reyes 5:14

¿Cuántos pueden decir gloria a Dios? Y antes de comenzar quiero que haga algo: quiero que se torne a una persona que esté al lado suyo y quiero que le diga la siguiente Palabra a esa persona al lado suyo: algunas veces los milagros requieren tiempo y esfuerzo. Ahora recuerde esas palabras porque son el título de mi sermón y también constituyen el tema central de mi sermón.

En 1997 el reconocido cantante de salsa Domingo Quiñonez lanzó un álbum muy interesante con un título interesante así como con una carátula muy intrigante, el título del disco era “Se necesita un mialgro”, como vemos aquí en la tapa del álbum se podía ver a Quiñonez con sus manos levantadas y su rostro mirando hacia arriba como si estuviera clamando por un milagro.

Los historiadores de la música latina consideran a este álbum y esa tapa como de las más cautivadoras en toda la historia de la música latina. No se puede negar que ese título y esa tapa jugaron un papel muy importante en la carrera de Domingo Quiñonez y también tuvieron mucho que ver con el éxito de su álbum. La compañía discográfica que produjo este disco estima que más de la tercera parte o por lo menos una tercera parte de las ventas de este álbum se podían atribuir al título del disco y esa impresionante imagen de Domingo Quiñonez mirando hacia el cielo esperando un milagro.

Ahora vale la pena recordar que Domingo Quiñonez es un hombre de Dios, un hombre cristiano devoto, creyente que no tiene vergüenza de proclamar su fe y sus más profundas convicciones acerca de la música cristiana y su creencia en Jesucristo, y eso es lo que yo creo que denota y expresa esta canción.

Cuando uno examina la letra de esa canción encontramos que Quiñonez se lamenta del auge de la violencia en nuestra sociedad, el aumento no solamente acá sino en toda la tierra y en todo el mundo y la pérdida prematura de tantas vidas jóvenes debido a ese auge de la violencia. En esta canción uno encuentra a Domingo Quiñonez lamentando esa continua distancia y disparidad entre aquéllos que tienen demasiado y aquéllos que tienen poco, y también se queja de la corrupción de los sistemas gubernamentales que antes de llegar al poder prometen todo tipo de cambios y mejoras pero después se convierten en parte del problema ellos mismos.

Quiñonez se lamenta también de que en vez de mejorar y aceptarnos unos a otros por encima de nuestras diferencias de raza, género, religión, etnicidad, cultura mas bien continuamos peleando unos con los otros precisamente debido a esas diferencias, y después de lamentar todas esas cosas que él señala en sus canciones Quiñonez levanta una plegaria hacia los cielos y le pide a Dios que efectúe el milagro del cambio.

Ahora otra cosa interesante es que ese temor que vemos en Quiñonez reflejado a un mundo que va poniéndose peor y peor, y esa misma esperanza de un cambio milagroso también se expresa repetidamente en nuestros propios tiempos a través de la música popular y de la cultura popular, películas muy conocidas como The Matrix, Hijos del Hombre, Guerra Mundial Z, Soy Leyenda también, Distrito 9, A tiempo, Juegos del Hambre, también Divergente, estas y otras películas revelan un profundo temor de que en vez de las cosas ir en mejora y a pesar de todo nuestro aprendizaje, de la ciencia, de la tecnología los seres humanos parece que estamos encaminados hacia un destino de empeoramiento y de destrucción final, pero también estas expresiones como que se aferran a esa idea y esa esperanza de que un cambio todavía pueda verse y constatarse en nuestros tiempos.

Esa misma expresión de ansiedad por la condición humana y ese deseo de que un milagro lo cambie todo se puede ver en algunas de las series más interesantes de la televisión, por ejemplo podemos pensar en series de televisión como The Walking Dead y también Los 100, Continuum, Gotham, y todavía hay uno más que hay que mencionar, Penny Dreadful, pero aún si nos tornamos al mundo de la literatura o a nuestros periódicos veremos lo mismo y eso es un nivel significativo de preocupación en nuestras vidas colectivas e individuales y en anticipo siempre buscando ese milagro que sane nuestras vidas individuales y colectivas.

Ahora, les he mencionado todos estos ejemplos seculares porque ilustran, nos dicen algo, creo que están expresando una ansiedad colectiva de todo el mundo y un anhelo común de un cambio colectivo en la humanidad.

Ahora en el resto de mi tiempo con ustedes esta tarde quiero enfocarme en ese deseo que vemos, que entendemos de un cambio transformador porque lo que vemos en este deseo es que estamos anhelando diferentes tipos de milagros en diferentes formas, nos gustaría ver milagros que transformaran y curaran nuestras enfermedades colectivas, milagros que mejoraran nuestras comunidades locales donde vivimos, milagros que traigan sanidad y transformación a nuestros matrimonios, milagros que sanen nuestras mentes y nuestros cuerpos, milagros que traigan avivamiento y madurez espiritual a nuestras congregaciones, ese deseo de estos y otros milagros los podemos constatar en todos alrededor de nosotros.

Pero desgraciadamente lo que no veo normalmente es esa capacidad para rebotar, esa capacidad para seguir adelante, persistir, la perseverancia, la dedicación, esa disponibilidad para seguir, esa voluntad para luchar y mantenerse en la lucha, y también de la paciencia que se requiere para esperar a que llegue el milagro, mantenerse comprometido con la tarea y trabajar para hacer posible con Dios ese milagro que queremos experimentar.

Muchas veces parece como que nosotros queremos obtener mágicamente el milagro que estamos anhelando, una mentalidad mágica, todo lo que se requiere es que me siente, me ehe para atrás y simplemente espere a que Dios mágicamente me provea el milagro, es como si esperáramos que el milagro se diera instantáneamente, mágicamente, claro y que no requiera mucho esfuerzo de mi parte, pero yo creo que tenemos que meternos en el hábito de aceptar el hecho de que hay milagros que requieren tiempo y esfuerzo, amén. Me estoy poniendo pentecostal ahora (rie).

Es una lección muy importante que tenemos que aprender, ¿saben ustedes? Es muy fácil sucumbir a la mentalidad de que los milagros son siempre cosas que suceden inmediatamente al vapor. Después de todo nos encontramos sumergidos en una cultura que siempre espera ¿qué? Gratificación inmediata, una cultura acostumbrada a lo conveniente, una cultura que no está muy familiarizada con la idea de la paciencia, de esperar, de tener que sacrificar, tener que luchar para poder obtener lo que queremos. Nuestra época es la época de lo instantáneo, la era de los restaurantes de comida rápida e instantánea, la era de pasar rápido, comprar lo que tú quieres y seguir manejando, la idea esta de hacer las compras por el internet, y también esa idea ¿no? de comprar de que la mercancía que compramos nos llega al otro día, así que nos hemos acostumbrado a la idea de lo cómodo, lo rápido, lo conveniente.

Tenemos nuestros microondas y fíjese cuántos lo usan más de la cuenta a veces, (Pastor Roberto: el Señor reprenda eso) tenemos los cafés instantáneos, nada como un buen café hecho genuinamente, tenemos allí los restaurantes que tienen allí comida ya lista para que nos la llevemos, estamos tan apurados que no tenemos ni siquiera tiempo de sentarnos y disfrutar la comida, y simplemente la cogemos, nos la llevamos para la casa o la comemos en el camino, si queremos comprar ropa o zapatos o un aparato electrónico para el hogar ni siquiera vamos a la tienda ya, y si no queremos esperar al correo normal simplemente las ordenamos para que lleguen al otro día, y a veces cuando queremos perder peso por razones de salud tenemos píldoras que nos prometen que vamos a perder peso muy rápido sin hacer ningún cambio, nada de cambiar las tortillas, los frijoles refritos, las pupusas, nada de eso lo dejamos allí, la sal.

Bueno ustedes ya están cogiendo mi ritmo, entendiendo el punto que quiero explicar ¿verdad? nos hemos acostumbrado a recibirlo todo tan rápidamente, tan fácilmente, tan convenientemente que se nos ha hecho tremendamente difícil esperar, se nos hace hecho muy difícil reconciliar tales conceptos como paciencia, perseverancia, propósitos firmes y la lucha, el sacrificio para conseguir las cosas, y generalmente pues tendemos a pensar que las cosas de la vida nos van a llegar instantáneamente.

Pero yo creo que tenemos que entrar en el hábito de aceptar que algunas veces los cambios van a tomar tiempo y esfuerzo para llegar a nuestras vidas, que muchas veces los cambios que deseamos no van a llegar con tanta facilidad y en esa misma manera tenemos que entrar en el hábito de aceptar que algunos de esos milagros grandiosos que estamos deseando y algunos de los milagros que Dios quiere efectuar en nuestras vidas van a tomarse tiempo y esfuerzo.

Yo creo que necesitamos, Congregación León de Judá, entrar en el hábito de pensar que algunas de las cosas que Dios quiere llevar a cabo en nuestras vidas no se pueden meter ahí en una microondas para que se cuesan instantáneamente al vapor, algunas de las cosas que Dios quiere efectuar en nuestras vidas no se pueden meter en una cafetera instantánea para gozarse y degustarse en unos minutos, algunos de las cosas que Dios quiere llevar a cabo en nuestras vidas no pueden ajorarse, no pueden apresurarse, tienen que cocerse cuidadosamente, lentamente en una hornilla normal, tomarse su tiempo, tienen que cocerse lentamente en un horno normal y probablemente van a requerir paciencia, perseverancia y trabajo de nuestra parte. Amén, ¿lo están recibiendo? Amén, métalo allí en su corazón.

En realidad yo pienso que la Biblia está llena de textos que comunican precisamente ese mensaje. Por ejemplo en el Antiguo Testamento vemos pasajes como los siguientes, el Salmo 37 versículo 7: “Guarda silencia ante Jehová y espera” digan espera, “espera en Él”, Salmo 40 versículo 1: “Pacientemente esperé a Jehová, se inclinó a mí y escuchó mi clamor”, Isaías 40 versículo 31 también: “Pero los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas, levantarán alas como las águilas, correrán y no se fatigarán”. Si vamos al Nuevo Testamento también vamos a encontrar pasajes similares, Romanos 5 versículos 2 al 4: “Nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios y no solamente esto, sino que también nos gloriamos en nuestros padecimientos y tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia o perseverancia, la paciencia produce carácter fuerte, y ese carácter probado produce esperanza en nosotros” amén.

También tenemos Romanos 8:25: “Porque si esperamos” dice la Palabra “en lo que no vemos todavía, con paciencia lo esperamos y lo recibiremos” podríamos continuar en muchos pasajes similares, pasajes similares a este nos recuerdan la importancia de la paciencia y de la perseverancia en el objetivo que perseguimos.

Yo creo que el pasaje que mejor se expresa respecto al mensaje y al tema que estamos tratando es el que leímos al inicio de nuestra meditación. Y el pasaje que leímos anteriormente narra la historia de un comandante del ejército militar llamado Naamán, desgraciadamente él había contraído una enfermedad terrible llamada lepra.

Ahora como usted quizás sabe, en los tiempos de Naamán contraer la lepra era prácticamente una sentencia de muerte, se trataba de una enfermedad terriblemente degradante y humillante, las personas que desarrollaban esta enfermedad muchas veces mostraban unas llagas supurantes muy feas, en ocasiones esas personas perdían miembros, extremidades de sus cuerpos porque literalmente se pudrían y se desprendían de sus cuerpos, dedos, extremidades de las manos, la nariz, los dedos de los pies y aún parte de las orejas mismas.

Y encima de todo esto como algunas formas de esta enfermedad se creía que eran contagiosas también había un estigma social y la gente que sufría de lepra muchas veces tenían que vivir vidas aisladas fuera del vivir común.

Ahora, cuando Naamán se da cuenta de que padecía esta terrible enfermedad y conociendo su destino final decide viajar desde la parte norte de Damasco descendiendo hasta la tierra de Israel buscando ese milagro de sanidad. Era un hombre muy importante, un soldado muy apreciado por el rey. Va directamente al rey de Israel quien entonces lo transfiere directamente al Profeta Eliseo.

Dice que aquí se pone la cosa interesante. Dice la Escritura que Naamán se le aparece de momento al Profeta Eliseo con sus carros, su comitiva etc. hecha de guardaespaldas, de sirvientes y claro, Naamán esperaba que siendo un general el Profeta iba a salir corriendo de su casa a recibirlo personalmente y entonces claro, procedería a sanarlo inmediatamente, pero en vez de salir y saludarlo parece que el Profeta simplemente lo mira a través de la ventana, qué hace este tipo aquí que se cree la gran cosa con ese gran grupo de personas que lo acompaña tipo Trump o algo así, yo creo que Naamán era mejor tipo que Trump pero bueno, eso es puramente mi experiencia personal, esto es puramente, León de Judá no se hace responsable (ríe).

Y entonces vemos que el Profeta decide darle a probar a Naamán una dosis muy grande de humildad así que simplemente le envía a su mensajero, su siervo con instrucciones muy específicas: váyase al río Jordán y sumérjase en las aguas del río Jordán siete veces. Dice la historia que Naamán se puso furioso y que salió caminando y refunfuñando diciendo algo como: caramba yo pensé que ciertamente el Profeta saldría a recibirme, no solamente saldría a recibirme sino que movería su mano a través de mi cuerpo y me sanaría al instante, pero en vez de eso el Profeta le dice: hey camina 25 millas hasta las aguas turbias del río Jordán y sumérgete allí, métete allí siete veces, necesitaba un trato así humillante, y ahora aquí viene lo interesante.

Debo onfesar que ya para este momento de mi vida he escuchado y he leído docenas de sermones acerca de esta historia precisamente, casi siempre estas historias lo que hacen es que golpean e insultan y ridiculizan a Naamán por su supuesta arrogancia, por esto de ser así como una persona malcriada acostumbrada siempre al trato preferencial con un mal temperamento y con una actitud negativa, yo entiendo, yo sé que es así, puedo ver que Naamán sí manifiesta algunas de estas características y es evidente que él estaba esperando un milagro ahí rápido y a la carta, pero quiero darle un poquito de amor al personaje de Naamán y a su historia, quiero extenderle un poco de comprensión y compasión, no debemos ser demasiado ásperos, demasiado exigentes tampoco con este personaje ¿por qué?

Porque si somos honestos tenemos que admitir que la mayoría de nosotros hubiéramos reaccionado de la misma manera ¿sí o no? algunos de nosotros quizá le hubiéramos dicho al Profeta: ¿sabes con quién estás tratando? ¡Yo vengo de Brooklyn! Hubieran dicho algunos, que tengo ahí mi cuchilla ya lista para (risas), o le hubiéramos dicho: yo soy guitarrista de León de Judá, o soy un profesor de seminario, o soy un diácono en la Iglesia, o un Pastor asociado, ujier en la Congregación León de Judá, bueno tengo una licenciatura o una maestría, un doctorado, yo soy el jefe de una compañía importante, muchas veces hemos hecho uso de ese mismo tipo de argumento.

Oh yo soy un ciudadano americano con ciertos privilegios o derechos, o quizás podríamos decir: soy un hombre o una mujer adulta y exijo un mínimo de respeto etc., etc. así que hey, no seamos tan duros con el pobre Naamán, probablemente hubiéramos reaccionado de la misma manera en su situación.

Además quiero enfocarme ahora en los dificultades y obstáculos que Naamán tenía que superar para poder obtener su milagro, vamos a ver contemos las formas. Primeramente él tenía que reconocer: necesito sanidad y tuvo que humillarse para recibir algún tipo de sanidad, algunos de nosotros hubiéramos quedado allí fritos no queriendo admitir que necesitamos ayuda. En segundo lugar tuvo que viajar aproximadamente 260 millas desde Damasco hasta llegar al sur a la tierra de Israel para entrevistarse con el Profeta Eliseo.

Ahora tengan en cuenta hermanos que 260 millas es una distancia considerable en un tiempo donde no habían taxis uber, no había jet blue, no habían grey hounds, no habían carros. Mi punto es que su viaje no fue ni fácil ni breve.

Tercero, tenemos que tomar en cuenta que en ese tiempo los leprosos que se sospechaba que sufrían de lepra no podían atravesar ciertos lugares públicos, habían leyes, habían reglamentos que se habían establecido que a veces requerían que estas personas fueran por una ruta apartada y eso evidentemente significaba que su viaje habría sido tremendamente difícil.

Cuarto, cuando finalmente llega a la casa del Profeta el Profeta procede a humillarlo y a hacerlo sentirse como un ciudadano de segunda clase.

En quinto lugar, el Profeta le dice: si quieres ser sanado tienes que viajar ahora 25 millas más para llegar al río Jordán así que vemos ahora que se alarga el viaje.

Hay algo más también que necesitamos tener en cuenta. En sexto lugar tenemos que tomar en cuenta la condición del río donde él tenía que lavarse. El río Jordán tenía la reputación de ser uno de los ríos más turbios y sucios de todo Israel, se parece un poquito al río Charles aquí traidor que es para sumergirse, estaba exagerando un poquito pero está bien; sí, es como un río ahí como dijo el Charles es digamos como si tuvieras que ir al lugar más sucio y más fangoso, pero ven mi punto ¿verdad?

Y finalmente en séptimo lugar tenemos que recordar que a Naamán se le indicó que tenía que sumergirse en esa agua tan turbia no dos, ni tres, ni cuatro, ni cinco, ni seis tampoco sino siete veces, digan todos siete veces. Como puedes ver las cosas no se le hicieron fáciles.

Sin embargo para su beneficio después de quejarse amargamente Naamán decide seguir las instrucciones del Profeta y yo me imagino que cuando Naamán se sumergió la primera vez inmediatamente examinó su piel para ver si algo había mejorado, y no hay duda de que la segunda vez también hizo lo mismo, y la tercera vez, la cuarta vez, la quinta vez también, yo sospecho que ya a la sexta vez de hacer el movimiento comenzó a pensar: no creo que se vaya a dar este milagro.

Sin embargo vemos que obedientemente procede y se sumerge una séptima y última vez, y dice la Escritura que esta última vez después de emerge de las aguas Naamán notó que su piel había sido restaurada completamente, y no solamente había sido restaurada su piel sino que había sido restaurada hasta el punto de recuperar la tersura y suavidad y vitalidad de la piel de un bebé.

Y claro, la piel de Naamán fue restaurada hasta ese punto, claro porque eso es lo que uno esperaría que suceda, cuando Dios hace un milagro lo hace bien y eso es algo con lo que siempre podemos contar. Pero el punto de mi sermón es que el milagro de Naamán no llegó fácilmente, no llegó rápidamente sin resistencia y quizás también se trate a sí mismo en tu propia vida.

Los milagros, los cambios que quizás también nosotros estamos deseando, los cambios y transformaciones que estamos esperando en nuestra vida requieren tiempo, requieren esfuerzo pero ¿sabes qué? Dios está dispuesto si tú estás dispuesto, dilo conmigo: Dios está dispuesto si yo lo estoy.

Quizás vas a tener que viajar desde Damasco esa travesía hasta la tierra de Israel, quizás vasa tener que humillarte delante de Dios, quizás vas a tener que llegar hasta las aguas turbulentas del río Jordán, quizás vas a tener que sumergirte siete veces en esas aguas pero Dios está dispuesto si tú estás dispuesto. Yo creo firmemente que Dios todavía está en el negocio de ejecutar milagros si nosotros estamos dispuestos a invertir el esfuerzo y el tiempo en ellos.

Quiero terminar con lo siguiente: ¿qué milagro de transformación has estado tú personalmente anhelando? ¿qué milagro transformador has estado clamando al Señor para tu vida? ¿qué milagro transformador has estado pidiéndole al Señor que lleve a cabo en tu vida? ¿has estado clamando porque haya armonía y sanidad en tu hogar? ¿has estado anhelando un cambio de situación en tu matrimonio que anda triste? ¿has pedido al Señor que algún ser querido tuyo cambie su estilo de vida autodestructivo? ¿has estado tratando de alguna manera de liberarte de algún tipo de adicción pero no has podido? ¿has estado lidiando con algún problema depresivo o de ansiedad? ¿has estado lidiando con algún sentido de pérdida, de tristeza, de luto y no has podido zafarte de esa tristeza? ¿hay alguna enfermedad en tu vida, alguna condición de salud que has estado lamentando? ¿has estado pidiendo que avivamiento verdadero, genuino visite tu Iglesia, tu comunidad espiritual? ¿qué milagro de cambio has estado clamando al Señor y pidiéndole en tu propia vida? Dios está dispuesto si tú estás dispuesto.

Dios siempre está dispuesto, está dispuesto a efectuar algún cambio, algún milagro pero la pregunta que importa es: ¿cuán ardientemente tú estás anhelando un milagro de cambio, lo quieres suficiente como para presentárselo al Señor hoy? ¿lo quieres lo suficiente como para perseverar y esperarlo pacientemente? ¿lo quieres lo suficiente como para mantenerte firme en esa esperanza de recibirlo, como para mostrar perseverancia y persistencia? Una vez más te lo digo: Dios está dispuesto si tú lo estás, Dios les bendiga, amén, gloria a Dios, amén, amén gloria al Señor, dénle un aplauso al Señor, aleluya, gracias Señor Jesús, gracias Dios, recibimos Tu palabra Padre, recibimos Tu mensaje Señor, gloria a Dios, lo internalizamos.

Hermanos es un reto para todos nosotros, hemos aprendido durante todos los años sobre todo los pentecostales que creemos en el Poder del Espíritu Santo, en las intervenciones fulminantes de Dios que vemos a través de la Escritura, nos hemos acostumbrado a estar esperando cosas, milagros allí cocidos al vapor y es claro también a través de la Escritura que a Dios le interesa trabajar en nuestro carácter, crear hombres y mujeres como Cristo, desarrollar las virtudes del Evangelio en nuestros espíritus y la única manera en que eso se hace es a través de experiencias que nos enseñan, quebrantamientos, la espera, la oración a mitad de la noche, esa madrugada que quisiéramos que ya salga el sol que se ha hecho demasiada larga muchas veces, hemos clamado a Dios, nos hemos cocido en el fuego lento de nuestra ansiedad, nuestra agonía, nuestra espera y preguntamos ¿dónde está el Señor?

Somos como los discípulos movidos por las olas en el lago y diciendo pereceremos, y estamos allí desde que comienza la noche y estamos toda la noche remando porque el viento nos escoltará, y nos preguntamos ¿dónde está el Señor? El Señor está allí cultivando paciencia, ese es el reto de este mensaje para ti y para mí, el Señor está allí enseñándonos que Él es el Dios victorioso sobre las olas, sobre la tormenta, cuando Él está sobre esa barca esa barca no se va a hundir.

El cristiano tiene que aprender a esperar, a persistir y a veces el Señor nos alarga la espera para que maduremos, para que creemos complejidad psicológica, espiritual y la única manera en que se cultiva es a través de la espera, a través de la lucha, a través del esfuerzo, a través de la inversión, Dios no quiere crear pollitos allí que abren la boca y viene el aguilucho, y les mete de una vez la comida, Él quiere crear fieras que busquen su comida y la ingieran ellos mismos, la pasen a digerir, no quiere niños sino en el espíritu sino gente madura que puedan comer alimentos sólidos.

Recibe ese mensaje en el Nombre del Señor, un mensaje fundacional, formativo para nuestra Congregación. Tenemos décadas insistiendo como Iglesia, haciendo nuestro trabajo, trabajando duro, dando, perseverando, esperando, orando por una visitación poderosa del Señor y Dios nos ha permitido crecer como Iglesia de muchas maneras, internamente hemos visto a muchos de ustedes crecer y madurar, y como Iglesia también hemos crecido, somos un pueblo relativamente fuerte en una forma muy humilde, muy cotidiana un día a la vez poniendo un paso por delante.

Yo sé que Dios quiere hacer ese milagro de la proliferación, de florecer y que nuestro llamado se haga real en un instante también pero tenemos que sumergirnos siete veces también en el río. Creo que todo este tiempo de espera ha sido esa formación de Dios porque Dios nos da lo milagroso y lo estruendoso después de haber aprendido lo cotidiano, la oración día a día, el trabajo esforzado, pagar el precio, invertir, dar sin esperar nada sino simplemente ser fieles al llamado del Señor, y cuando hemos pagado el precio, cuando hemos hecho nuestra tarea el Señor va a decir: Tu lepra va a ser sanada instantáneamente.

Ay de mí, si no predico el Evangelio

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Lo que yo he estado haciendo en estos últimos domingos es ayudándonos a todos nosotros a ver los fundamentos bíblicos, teológicos, del llamado evangelístico y lo hemos estado mirando desde diferentes perspectivas. Que el Evangelio por ejemplo, con el tema del endemoniado gadareno, el Evangelio es guerra espiritual, es liberación, es liberar a la gente de los amarres y las ataduras del enemigo. Que el Evangelio es algo que nos ha sido encomendado y que la naturaleza misma de la iglesia y del cristiano es reproducirse, el grano de mostaza, la levadura.

De paso, después que prediqué el sermón ayer me puse a hacer pan y los beneficiarios, dos de ellos están acá, porque me interesó de nuevo. Dije, voy a volver a visitar acerca de la levadura y el pan, entonces hicimos pan y yo creo que lo estamos reflejando físicamente. Pero levadura que leuda toda la masa.

La naturaleza invasiva, en el sentido más bello de la palabra, del Evangelio, contagioso. Cada creyente debe ser una persona contagiosa que todo lo que toquemos sea leudado por el Evangelio. Es la naturaleza. Y todo esto está de nuevo diseñado en esa dirección.

Y hoy yo quiero hablar de nuevo de la misma idea y les quiero mostrar cómo a través de la escritura vemos claramente que desde los inicios mismos de los tiempos la idea de Dios ha sido que los principios de su reino sean incorporados en toda actividad de su pueblo. Esto no es opción, es una obligación, es la naturaleza misma del creyente, el llamado a evangelizar.

Y si usted me pidiera un título para mi sermón yo diría, “Ay de mí, si no predico el Evangelio.” Ay de nosotros si no predicamos la palabra de Dios. Y quiero invitarlos a ir a Primera de Corintios 9, versículos 16 al 23. Pablo hablando acerca de todos los beneficios que nosotros hemos recibido y de lo glorioso, lo privilegiado que es uno, anunciar la palabra de Dios. En el versículo 16 dice:

“…Pues si anuncio el Evangelio no tengo por qué gloriarme…” En otras palabras, cuando tu te pasas el día predicando el Evangelio y haces esfuerzos y das todo y haces todo lo que tu puedes, no te hagas ah, yo soy la gran cosa, qué buen cristiano yo soy. ¿Sabes qué? Dice aquí, siervo inútil soy. Después que tu has hecho todo y te has pasado todo el día… no es como si el Señor dice, ah, qué bueno, cómo puedo yo servirte a ti. Dice no, hiciste lo que tenías que hacer.

Pablo dice, si yo he predicado el Evangelio no tengo por qué gloriarme. Debemos entender eso, que todo lo que nosotros hacemos por avanzar el Reino de Dios, cuando tu sirves en la iglesia para que esos niñitos reciban la palabra, porque eso es evangelismo, ¿sabe? Cuando usted le predica a un niño, dicen por ahí que usted está salvando a un alma dos veces. ¿Sabe por qué? Porque la está salvando de todos los errores que a veces esa persona puede cometer en la adultez y también lo está salvando para la eternidad.

Así que en un sentido la actividad de educación de niños es una de las cosas más evangelístico. Estamos sembrando la palabra de Dios. Entonces cuando usted sirve y ayuda en eso, usted no lo ve como algo extraordinario que merece una alabanza especial, es simplemente eso es lo que yo hago. No me voy a gloriar de eso, no lo voy a ver como algo extraordinario. Todo lo que yo haga para avanzar el Reino de Dios es simplemente parte de mi job description. Eso está allí en mi currículo.

Entonces, él dice, “… porque me es impuesta necesidad…” Es una forma sofisticada de decir es obligación. Me lo han impuesto, me lo han obligado, me lo han impartido en una forma imperativa. Y mire lo que dice, “… y ay de mí, si no anunciare el Evangelio.”

Y eso es algo que yo quiero impartir a su corazón y a su espíritu de que primero, es una obligación, segundo, si no lo hacemos tiene consecuencias negativas en nuestra vida. No quiero usar de técnicas de miedo para animarlos, al contrario, yo creo que la satisfacción de ver a gente llevar a conocer a Jesucristo y ver el impacto en sus vidas, la transformación que trae el Evangelio cuando verdaderamente entra a un hogar o a una vida, eso es más que suficiente satisfacción para nosotros, y estímulo. Pero la realidad es que el domingo que viene, si Dios me lo permite, yo voy a hablar acerca de también esa dimensión digamos sombría de no predicar el Evangelio, de la importancia de que Dios lo ve como algo de suma seriedad, lo cual debe quitarnos ese sentido de complacencia, de que bueno, si yo lo hago, muy bien, si no eso es opcional. Es una obligación y es como algo que usted como ciudadano del reino tiene que llevar a cabo. Pero eso lo dejamos para después.

Pero Pablo es aquí bien claro. “Ay, de mí si no anuncio el Evangelio, por lo cual si lo hago de buena voluntad recompensa tendré, pero si de mala voluntad la comisión me ha sido encomendada.”

En otras palabras, aunque no me sienta con deseo de hacerlo, y si lo estoy haciendo porque es que tengo el compromiso y la comisión. Ahora, lo bueno es que uno lo haga evidentemente de buena gana.

“¿Cuál pues es mi galardón? Que predicando el Evangelio presente gratuitamente el Evangelio de Cristo para no abusar de mi derecho en el Evangelio…”

En otras palabras, Pablo está diciendo aquí, yo estimo como un privilegio tan grande predicar el Evangelio que yo lo hago gratuitamente. ¿Saben ustedes que Pablo era bi–vocacional? En otras palabras, Pablo construía tiendas de campaña para costear su trabajo evangelístico. Para él, él lo veía como un privilegio, que él no quería decir que nadie me robe el privilegio de predicar el Evangelio gratuitamente. Y él añade en el resto del pasaje que no lo voy a leer, cómo Pablo se humillaba a sí mismo y él hacía todo lo que fuera necesario. Si estaba hablando con gentiles, hablaba de cierta manera; si estaba hablando con judíos, piadosos, farisaicos, les hablaba de otra manera.

A él no le importaba porque él era un vendedor que lo que quería era ganarse la simpatía de sus clientes potenciales del Evangelio para que el Evangelio entrara con toda naturalidad en su vida.

Así que vemos aquí, yo quiero que se grabe en su corazón esa expresión, ay de mí, si no anunciare el Evangelio. Toda institución en esta tierra, sea un corporación, sea una universidad, sea un hospital, sea una agencia sin fines de lucro, toda institución corporativa tiene una visión, tiene una razón de ser, y tiene un modus operandi, algo que le da sentido a su existencia.

Los hospitales su visión es sanar enfermos y aumentar la calidad de vida física de la gente. Una universidad existe en última instancia para educar a las personas. Nike sirve para ofrecer recursos físicos para todo tipo de actividades atléticas. Cada institución tiene una razón de ser, una visión, una meta, un propósito que anima sus actividades.

Yo definiría visión como un principio unificador que guía y determina las diversas acciones de un individuo o una institución. En otras palabras, toda institución, todo individuo tiene muchas diferentes actividades. En el mundo corporativo existe un principio que se llama alineamiento, alignment, eso quiere decir que las actividades de cualquier institución necesitan alinearse y reflejar en un última instancia la razón de ser de esa institución. Si de una manera u otra no contribuyen al desempeño de esa visión, están fuera de base.

Todas las actividades diversas de una corporación y la iglesia en una manera es una corporación con naturaleza eterna y divina, pero es una corporación, necesita alinear sus diferentes actividades al propósito para el cual existe, a su visión. Y yo sostengo que la visión, misión, de la iglesia de Jesucristo es ganar almas e impactar el mundo para Cristo, e impartirle al mundo la naturaleza, la esencia del Reino de Dios.

La iglesia de Jesucristo obtiene su visión y misión de parte de Dios mismo. Él es fundador y él le ha impartido a la iglesia su visión. Y nosotros no podemos, ninguno de nosotros tiene la autoridad, para sustituir otra visión, no importa cuán exaltada o cuán digna de alabanza sea, el único que puede cambiar la visión de una institución es o la junta directiva original o el fundador o el dueño principal de una corporación. Y una iglesia puede hacer muchas cosas pero la pregunta es, cómo esas cosas encajan con la visión última.

Como yo decía, los niños, por ejemplo, nosotros hacemos una cantidad de actividades para los niños e invertimos mucho dinero, decenas de miles de dólares en personal y en programa y energía de parte de muchos de ustedes. Ahora mismo hay adultos allí dando de su tiempo para educar a nuestros niños. Eso está maravilloso pero si nosotros nos orientamos exclusivamente, okay, queremos ser una iglesia que sea conocida y que prepare los niños para ser buenos evangélicos. Sí, está bien pero hay muchas otras cosas.

Las actividades de ellos tienen que conducir a niños que amen al Señor y a adultos que un día sean miembros saludables del Reino de Dios. Entonces, en un sentido, como yo decía, eso está orientado hacia la visión evangelístico. El trabajo social que la iglesia hace aquí, nosotros invertimos mucho dinero y espacio para cantidad de cosas, esfuerzos migratorios, esfuerzos para la educación de los jóvenes para la universidad. Y nosotros creemos que todo eso es parte también de esa levadura que va penetrando toda la masa. La gente viene a León de Judá y entra en contacto con gente cristiana que sirve en esas posiciones. Respiran el aire de una institución cristiana cuando vienen a recibir información acerca de inmigración.

Los poderes seculares de políticos y sociales de la ciudad se percatan de que hay una iglesia que está haciendo actividades para servir y bendecir y sus corazones son suavizados y preparados para el Evangelio.

Esta mañana me tropecé con unos papeles buscando algo de cuando nosotros fuimos la base para el servicio de inauguración del gobernador de Massachusetts, Charlie Baker, eso fue el año pasado o dos años atrás. Y yo leía en el Boston Globe un artículo que se dedicó a León de Judá y a mi persona específicamente por razones que son largas de explicar, y leía ese artículo muy extenso de hecho, donde se hablaba acerca de nuestra iglesia, nuestra posiciones teológicas y el hecho de que estaba sirviendo como base para ese gran evento en el estado de Massachusetts. Y de nuevo, free publicity, publicidad gratis para el Evangelio, la gente tuvo que leer acerca de nuestra identidad. Búsquelo en el Boston Globe, Charlie Baker servicio de inauguración. Formas de predicar el Evangelio.

Todo tiene que estar orientado en esa dirección. Si no podemos vincularlo con el llamado evangelístico que nos ha sido dado por Dios, entonces algo anda mal. Muy bueno, muy bonito, uno puede hacer una cantidad de obras… hay iglesias de hecho que al abandonar el Evangelio bíblico se han tenido que tornar simplemente a ser un lugar de servicios sociales, porque como no tienen ese contenido espiritual, eterno, sobrenatural, pues justifican sus obras más bien haciendo obras sociales, buenos conciertos de jazz, trabajando en la sociedad, diferentes maneras… ese no es el cometido del Evangelio.

Uno puede usar esas cosas y debe usarlas pero en última instancia cuántas personas estamos ganando para Cristo. Cómo estamos creciendo, qué impacto estamos teniendo, cómo estamos levantando al Hijo del hombre para que todo el que mire hacia él sea salvo. Entonces, todas esas son muy importantes pero la visión principal tiene que ser eso.

¿Sabe usted que desde tiempos antiguos el evangelismo no es algo nuevo cuando Cristo entra en el escenario? Evangelización no es solamente desde los tiempos de la iglesia primitiva, el evangelismo ya estaba metido en el ADN, en el código genético, del pueblo de Dios en el Antiguo Testamento. Saben ustedes que Dios llamó a Abrahán para que fuera luz a las naciones.

Si usted lee lo que Dios le dice a Abrahán que iba a ser el padre de toda la nación judaica y por lo tanto progenitor de la raza humana en su relación con Dios, ya se suponía que Dios estaba levantando un pueblo que rodeado de naciones paganas e idólatras iba a ser un ejemplo para todas esas naciones. Israel al adorar al único Dios, en vez de muchos diferente dioses, un Dios santo, en vez de dioses impuros y sexualmente activos como eran los dioses paganos, y eran parte de prostitución supuestamente sagrada, eran orígenes de sacrificios humanos y de origen de sacrificio a niños y de gran violencia, este Dios santo que los judíos iban a adorar, único, no múltiple, uno solo, un pueblo prosperado, bendecido, sanado, con grandes valores éticos de servicio a los demás. Todo eso está en la ley original.

Israel se suponía que fuera un ejemplo y un recurso evangelístico en el sentido de predicar la verdad a un mundo que estaba en tinieblas. Pero ¿qué pasó? Israel se tomó ese privilegio para sí mismo y entonces se constituyeron en el pueblo escogido de Dios. No compartieron el Evangelio en el sentido del Dios este que quería ser levantado ante las naciones. Se pervirtieron ellos, permitieron que las naciones más bien los corrompieran a ellos, se convirtieron en un pueblo idólatra, materialista y dejaron su razón de ser, que Dios quería que ellos fueran sus testigos.

Miren Isaías 43, cómo Dios ve el llamado que les ha extendido a los hebreos. Isaías 43 versículos 10 al 12. Dice:

“Vosotros sois mis testigos, dice Jehová…” De paso, hay grupos por allí que han tomado esto como para ellos solamente, pero si usted lee en el contexto original, Dios le está hablando a los hebreos y por extensión a todo su pueblo en general, no solamente a un grupito que se arroga como el derecho de usar ese versículo para sus propios propósitos.

“…Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí…”¿Cuál es ese siervo? El Mesías, Cristo. “… para que me conozcáis y creáis – eso es lo que tenemos que hacer nosotros, cada uno de nosotros, conocerlo a él, creer en él – y entendáis que yo mismo soy. Antes de mí no fue formado Dios ni lo será después de mí…”

En otras palabras, lo primero que uno tiene que hacer es conocer el Dios que uno sirve, tener una experiencia personal con Jesucristo, empaparse de ese sentido de relación personal con Dios. Quién es Dios, y entonces de ahí, dice, versículo 12:

“…yo anuncié y salvé e hice oír y no hubo entre vosotros Dios ajeno, vosotros pues sois mis testigos, dice Jehová, que yo soy Dios…”

En otras palabras, nosotros estamos llamados a testificar y a poner en evidencia la naturaleza de Dios. Claro que ahora en Cristo Jesús esa naturaleza divina se hace mucho más completa. Los hebreos conocían ciertas dimensiones de Jehová pero no conocían do debían ese Dios humilde, personal, inmediato, accesible, generoso, perdonador, lleno de gracia, que se hace hombre para experimentar nuestra condición e interceder ante el Padre en el misterio de la Trinidad. Ahora entendemos a Dios en una manera mucho más profunda, el Dios inmanente, el Dios que está en nosotros. Emanuel, Dios con nosotros.

El mundo hebreo conocía a ese Dios más como fuera de la creación, aunque era parte de la creación evidentemente, pero ese Dios temible hasta cierto punto y distante. Cristo viene a enseñarnos un Dios ahora mucho más amplio. Nosotros lo hemos conocido, nosotros lo hemos experimentado, nosotros somos testigos de su misericordia, su gracia, su perdón, su generosidad, su provisión, su poder sanador, su iluminación, su palabra completa, y se supone que ahora nosotros revelemos esa naturaleza a los que no lo conocen.

Dice el versículo 21, “…Este pueblo he creado para mí, mis alabanzas publicará – y el versículo 22 dice – y no me invocaste a mí, oh Jacob, sino que de mí te cansaste, oh Israel…” El dolor de Dios, de que su pueblo que él había comisionado para que fuera testigo y voz, portavoz del mensaje del Evangelio lo había dejado.

Pero esa era la misión de Israel, ser luz a las naciones, y ¿qué pasó? Que como Israel no desempeñó esa misión, ¿qué hizo Dios? Se la quitó. Cuando tu no usas los dones que Dios ha puesto en ti, cuando tu no usas la gracia, la energía, la dotación de Dios en tu vida para hacer lo que Dios te ha llamado a hacer, la Biblia dice bien claro, si el pámpano no da fruto, lo cortan, lo echan al fuego porque no sirve para nada. Si la sal pierde su sabor hay que botarla en la basura. Si un cristiano no se reproduce, si no está invirtiendo en el reino, si no está siendo un recurso para el Reino de Dios, si no está siendo usado en alguna forma creativa para avanzar los intereses y los propósitos del Reino de Dios, es un siervo inútil, es una vid que no da fruto y si da fruto es fruto agrio.

Es una higuera estéril. ¿Por qué Jesús se ofendió tanto cuando metió la mano en higuera famosa esta, estéril, muchas hojas pero cuando el Señor buscó fruto en ella no encontró nada y la maldijo. ¿Por qué? Porque fio en ella un símbolo de una nación que tenía todo un aparato religioso inmenso, como lo tenía Israel, pero no daba fruto, no avanzaba los intereses del Reino de Dios.

Y así todo creyente que no usa los dones en alguna manera para avanzar el Reino de Dios, en alguna forma, dar fruto puede tomar muchas diferentes manifestaciones, pero en última instancia el fruto que uno da es para avanzar los intereses del Reino de Dios y traer almas al conocimiento de Jesucristo.

Si tu no usas tus dones, tus dones se secan. La Biblia dice que el que tiene mucho se le dará más y al que no tiene aún lo que tiene le será quitado. Eso es una regla que vemos una y otra vez en la palabra de Dios, y lo vamos a ver bien claro el domingo que viene.

Entonces, Israel no usa sus dones y su llamado evangelístico y el Señor lo transfiere a la iglesia y llama a un pueblo que no era pueblo, los gentiles, para provocar celos a Israel. De paso les digo, Dios no ha terminado con Israel. Hay un propósito pero Israel está como entre paréntesis ahora mismo y lo que tenemos ahora es lo que la Biblia llama el tiempo de los gentiles, donde la iglesia gentil está llevando a cabo la obra de Dios. En algún momento Dios va a quitarle los paréntesis a Israel y va a reanudar su relación muy intencional con Israel. Pero mientras tanto la iglesia lleva a cabo la obra de ese Israel que se negó a aceptar la visión original que Dios le había impartido.

Y ahora pasa, primeramente al Mesías que va a ser el fundamento de la obra de la iglesia. Y Jesucristo mismo vio también su misión como una misión evangelística. Isaías 42, versículo 1, esto es un estudio bíblico también aparte de un sermón. Isaías 42, versículos 1, 6 y 7. En esta palabra profética del siervo de Jehová y cuál va a ser su naturaleza y su actividad fundamental, versículo 1 dice:

“…He aquí mi siervo, yo le sostendré, mi escogido a quien mi alma tiene contentamiento. He puesto sobre él mi espíritu y él traerá justicia a las naciones…”

La orientación divina siempre ha sido las naciones. Id por todo el mundo, predicad el Evangelio haciendo discípulos a las naciones. Y el Mesías va a traer justicia a esas naciones. El versículo 6 dice.

“…Y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones para que abras los ojos de los ciegos, saques de la cárcel a los presos y de casas de prisión a los que moran en tinieblas…”

Ese versículo lo leímos anteriormente. Cuando el Señor por primera vez comparece ante un grupo en público, lo primero que hace es que lee de ese pasaje. El espíritu de Dios está sobre mí y me ha dado poder para hacer estas cosas que están acá. El Señor sabía que su misión era eso.

Hay una instancia, por ejemplo, cuando él está ante ese pozo y se acerca una mujer que es como símbolo de todas las almas a través de la historia que han necesitado de Jesucristo y de cuál debe ser nuestro compromiso. El Señor está sentado ahí y los discípulos le dicen, vamos a ir a buscar algo de comer porque ya es la hora de comida y sabemos que tu tienes hambre. ¿Qué les contesta el Señor? Les dice, “Yo tengo una comida de la cual ustedes no saben. Mi comida es que yo haga la voluntad de mi Padre.” ¿Y cuál era su voluntad? Ahí estaba él en ese momento predicándole.

Ellos se sorprendieron que estuviera hablando con una mujer primeramente como un rabino que no se suponía, el ethos judío no se suponía que hubiera ningún tipo de contacto. El Señor amaba esa alma. Ella representaba una oportunidad evangelística y él puso a un lado su agenda y le predicó el Evangelio.

Y qué interesante, y eso es un estudio que quizás un día podemos hacer en términos de enseñanza y entrenamiento, cómo llevar un alma a Jesucristo. Él comienza con una necesidad inmediata que ella tiene, quiere sacar agua del pozo. Y él le habla acerca de eso, nosotros decimos, la engatusa, una expresión medio caribeña. Él le va… ah, tu quieres agua. Okay. Mira, hay un agua por ahí que si tu te la tomas no vas a tener sed jamás. Y entonces comienza y finalmente le mete la estocada, le dice, “Yo soy el que habla contigo, yo soy el Mesías.” La lleva y después la convierte a ella en una evangelista.

Fíjese qué interesante, ella sale de allí y va enseguida a su aldea y convierte a todo el mundo y se convierte en una de las primeras evangelistas en toda la historia. El ciclo, evangelización, recepción de la palabra, y esa persona se convierte en un ganador de almas.

¿Sabe lo que pasa en una congregación que se convierta en una iglesia verdaderamente evangelística? Que la gente de afuera, cuando viene y conoce al Señor se convierten en evangelistas. Sabe que los que tenemos 10, 15 años en el Evangelio prácticamente ya somos inútiles porque – y eso es un peligro, un problema – porque nos metemos en la cultura evangélica, hablamos evangélico, comemos con los evengélicos, y no tenemos contacto con la gente que no conoce al Señor. Y no debiera ser así pero muchas veces es así.

Ahora, la gente que se convierte y conocen a Jesucristo tienen eso que se llama el primer amor, que no debe ser primer amor debe ser el amor, punto, de Jesucristo pero están entusiasmado, Dios los toca, conocen 20 mil gentes en el trabajo, dondequiera que son inconversos y esos son los mejor evangelistas de todos. Y eso es lo bello que yo veo en esto, que cuando una iglesia logra desatar una dinámica evangelística eso es un organismo que se reproduce a sí mismo. Entonces, evangelismo hace más evangelismo, hace más evangelismo, hace más evangelismo. Más almas conocen al Señor, traen más almas, y esas almas traen más almas y esa es la gloria de Dios en la tierra.

Yo desearía que un día tengamos que tener 4 servicios el domingo. Van a tener que ser más cortos porque la garganta no le toca… o vamos a tener que tener más predicadores, o ustedes van a tener servicios más cortos y gloria a Dios, todo el mundo quiere eso. la idea es que tengamos que explotar esto.

Pero vemos al Señor sentado allí y él está aprovechando. ¿Por qué? Porque su llamado, su cometido es evangelizar. Él dijo, “Yo he venido a salvar a los perdidos.” Saqueo lo ve subido al sicómoro y le dice, “Bájate, necesito hablar contigo. Esta noche vamos a cenar en tu casa,” y allí Saqueo trae a todos sus amigos, una partida de sinvergüenzas todos como él, publicanos, colectores de impuestos y el Señor allí hace una obra evangelística tremenda. Todos se convierten al Señor y Saqueo se arrepiente públicamente de sus pecados.

La dinámica evangelística del Mesías llamado a evangelizar a las naciones. Y su mayor obra de evangelismo fue en la cruz del calvario porque allí él estableció el vínculo y el medio de que los hombres y las mujeres llegaran verdaderamente a reconciliación con Dios.

Israel llamado a evangelizar. El Mesías llamado a evangelizar. La iglesia de Jesucristo, ¿cuál era la visión de la iglesia primitiva en el libro de los Hechos? Ellos sabían que su principal cometido, su identidad residía en predicar el Evangelio y no tenían otra opción. Busque conmigo, Hechos capítulo 4, una famosa imagen donde vemos al concilio, el sanedrín, arrestan a Pedro y a Juan molestos porque esta gente está encendiendo en fuego todo Jerusalén y hay miles de personas que se están convirtiendo al Evangelio. Ellos están preocupados por su hegemonía religiosa en la ciudad y en Israel y arrestan a estos hombres y les amenazan de que no prediquen el Evangelio so pena de ser encarcelados o aún peor que esto. Y mire cómo Pedro y Juan les responden en Hechos 4:19.

“…Más Pedro y Juan respondieron diciéndoles, “Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído…”

Qué le parece si decimos eso todos juntos. Porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído. Eso es tanto una confesión como un compromiso. Es una asignación también, no podemos dejar de compartir lo que hemos visto y oído. Si Dios ha hecho algo en tu vida, si tu has experimentado alguna medida de transformación, de gozo, de provecho, de ser un hijo de Dios tienes que compartir eso que tu has visto y oído. Como el gadareno, tu ve que compartirlo. El gadareno quería quedarse con Jesús, disfrutar de este hombre tan poderoso y dedicar su vida simplemente a vivir en compañía con el Señor. Y le dijo, “No, no, ve a tu casa, a tus amigos, a tus familiares y cuenta cuán grandes cosas Dios ha hecho contigo.”

Esa es el mensaje de la iglesia. Entonces Pedro y Juan hablando por toda la iglesia le dijo, miren, es que no podemos, esa es nuestra identidad, tenemos que predicar el Evangelio. La iglesia primitiva, cómo inicia su carrera en la historia. Pedro da su primer sermón. ¿Cuántos fueron que se convirtieron? ¿5000? Y después predicó otro sermón, se convirtieron 3000 más. Óigame qué evangelista, lleno del Espíritu Santo.

Y la iglesia prendió en fuego todo Jerusalén, en una lo llamaban los que están turning upside down Jerusalem, estaban como molestando y trastornando la vida de todo Jerusalén. Su impacto fue tan grande. Ellos dondequiera que iban predicaban la palabra de Dios. Léase los primeros versículos del libro de los Hechos. El libro de los Hechos registra el Evangelio corriendo a través de los primeros cristianos como pólvora. Y ¿sabes qué? Dios usó inclusive la persecución. Hubo una gran persecución en Jerusalén y estos cristianos tuvieron que huir de Jerusalén y se fueron a diferentes regiones de Israel y allí predicaron el Evangelio.

Sabe que yo creo algo que está pasando en esta nación ahora mismo, donde hay en un sentido tanta persecución. No es una persecución violenta pero sí es una persecución a veces institucional, política y social de los cristianos y yo creo que eso lo que está haciendo es advirtiendo a los creyentes y creando en nosotros un sentido de urgencia y de emergencia de predicar el Evangelio porque nos hemos dormido sobre nuestros laureles. Siempre que la iglesia de Jesucristo se hace fuerte y socialmente influyente como pasó en el tiempo de Constantino en el siglo IV después de Cristo, siempre que la iglesia adquiere una posición de hegemonía social se adormece y se convierte en una religión formalista. Y a veces Dios usa la persecución para despertar al pueblo de Dios.

Dios usa todos los medios y si nosotros no predicamos… sabe cuál es la mejor manera de evitar la persecución, póngase a predicar el Evangelio, porque así usted va a evangelizar a los que persiguen a los hijos de Dios.

Así que los primeros creyentes sabían, y si no iban a hacerlo ellos, Dios iba a usar otros medios para que predicaran el Evangelio. Ellos sabían que su misión venía de Jesucristo mismo. En Hecho 1:8 el Señor les dijo, “Recibiréis poder y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y en todas las regiones de la tierra.”

El Señor les encomendó en la gran comisión, Mateo 28, “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra por tanto id y practicad el Evangelio haciendo discípulos a todas las naciones y enseñándoles que guarden todas las cosas que yo os he dicho y os he mandado.”

El Señor les dejó su testamento a la iglesia y era predicar el Evangelio. La claridad de esta gente con respecto a su misión. A veces iba al punto de ser especializada, no solamente ellos sabían que tenían que predicar el Evangelio sino que sabían que lo tenían que predicar estratégicamente.

Pablo entendió, inspirado por el Espíritu Santo, que él necesitaba ir a las ciudades y por eso lo vemos predicando en Corinto, en Roma, en Éfeso, en Filipo, eran ciudades clave y él sabía que si él agarraba las ciudades iba a poseer también todas las aldeas alrededor. Esa fue una de las grandes intuiciones que el Espíritu Santo le deparó a los discípulos. Y Pablo predicaba el Evangelio en unas maneras muy estratégicas y muy orientadas. Por eso él dice, “Yo me hago con los hebreos como si fuera hebreo, con los esclavo como si fuera esclavo, aunque soy libre, con los libres como si fuera esclavo de Dios aunque también soy hijo de Dios.” Él hacía todas las formas.

Eran muy específicos. Pablo sabía, él decía, “Mi llamado es específicamente a los gentiles,” y por eso él predicaba en los lugares donde predicaba. Pedro era el Apóstol llamado a predicarle a los hebreos y sus cartas, por ejemplo, revelan su inclinación hacia los hebreos. La carta de Santiago está dirigida a judíos en la dispersión.

Es decir, que cada uno tenía su forma de predicar el Evangelio. Sabe usted que los 4 Evangelios, Mateo, Lucas, Marcos y Juan, cada uno está orientado hacia una audiencia diferente. Marcos, por ejemplo, se cree, por su orientación que está orientado hacia el pueblo romano, la manera en que Marcos predica. Juan es un Evangelio que contiene una cantidad de lenguaje griego, por ejemplo, en el principio el verbo, logos, y el verbo era con Dios. Un principio griego. Y el Evangelio según San Juan es predicado como para alcanzar a esa gente que ha sido helenizada para el mundo helénico hebreo y su orientación es en esa dirección.

Lucas es un Evangelio orientado más hacia los gentiles. ¿Cómo se presenta Jesucristo en el libro de Lucas? El Hijo del hombre. Cada Evangelio tiene… Dios está tan tremendamente estratégico y por eso es que nosotros tenemos que pedirle, Señor, enséñanos específicamente cómo tomar esta visión de evangelizar y orientarla específicamente a esta ciudad de Boston que es como un tipo de Corinto. Corinto era una ciudad extremadamente desarrollada intelectualmente, era un centro comercial muy poderoso y era también un lugar muy corrupto, grandemente intelectualmente desarrollado.

Boston es una ciudad tremendamente helénica en un sentido. Aquí hay grandes hospitales, grandes universidades, grandes museos como el Museo de Arte de Boston, el centro histórico de la nación, una cantidad de hispanos de todas las diferentes nacionalidades. No podemos predicar el Evangelio como orientado solamente a los caribeños o hacia los centroamericanos, tenemos que ser un poco más cosmopolitas. Entonces, esto requiere algo diferente, como Pablo orientó su predicación del Evangelio en diferentes maneras.

Y le estamos pidiendo al Señor, “Señor, danos intervenciones que sean muy adaptadas a esta cultura ultra sofisticada que es la ciudad de Boston.” Por eso estamos haciendo estas encuestas y otras cosas porque… siempre digo, me curo en salud, no tengo nada contra los tratados, yo creo que son un lindo gesto. Pero ¿sabes qué? Hoy en día usted le da un tratado a la gente en el tren y lo miran como que tiene 3 cabezas. ¿Qué está tratando de venderme? A veces ni siquiera lo leen. Hay otras maneras.

Ahora, si usted quiere distribuir tratados, gloria que Dios, eso puede ser bien útil. Hay gente que se ha convertido. Pero hay otras maneras, usando otros medios. Queremos desarrollar medios más drásticos, más atractivos, cosas más discretas pero todo con el mismo fin. Pero hay que orientarlo de manera que sea inteligente. Estas encuestas nosotros deseamos que nos ayuden a predicar el Evangelio en una forma más enfocada al contexto que nosotros estamos viviendo.

Ese enfoque que estos cristianos tenían los ayudó a ser muy efectivos en la predicación del Evangelio. Tenemos que decirle al Señor, “Señor, enséñanos.” No podemos estar como imitando y simplemente tomando prestados métodos. Yo creo que Dios no tiene límites en su creatividad y hay una forma que él quiere que nosotros evangelicemos y tenemos que encontrar esa manera porque él es infinitamente creativo y nos ayuda en nuestros propósitos.

Entonces, esa es la razón de ser. Otra cosa que quiero que tengan en mente es, ya lo señalé antes brevemente, los dones del Espíritu Santo son específicamente para ayudarnos a evangelizar. ¿Sabía usted eso? no es para que usted necesariamente exhiba su espiritualidad, es lindo cuando adoramos al Señor, es lindo cuando Dios sana a las personas, pero cuando usted vea a Jesucristo sanando a alguien era siempre para declarar su señorío, sea sobre el diablo, sea sobre la naturaleza, sea sobre la enfermedad, fuera lo que fuera, él hacía sus milagros para validar su carácter mesiánico, para declarar en formas gráficas su superioridad sobre cualquier principio del mundo.

Es decir, que todo lo que él hacía era para un propósito. Cuando Dios da los dones del Espíritu Santo a la iglesia o a un creyente, no se lo da por el mero uso de esos dones. Si una persona se sana, gloria a Dios, eso es lindo y es bueno, pero en última instancia eso se supone que valide y declare en una forma muy convincente y apologética el señorío, el poder, la actualidad, la vigencia del Dios que es el mismo ayer, hoy y por los siglos.

Entonces, si nosotros no evangelizamos los dones se estancan, las iglesias dejan de vivir. Es lo que decíamos antes, si la sal pierde su sabor para qué sirve. Si una iglesia no está trayendo almas al conocimiento de Jesús yo diría, hermanos, que eso contrista el Espíritu Santo y entonces el Espíritu Santo se retira en un sentido y esa iglesia entonces está tratando de vivir con una mano atada detrás de la espalda. Porque los dones hay que ponerlos en curso.

Mire, por ejemplo, un banco. ¿Usted cree que un banco recibe dinero simplemente para guardarlo en una caja fuerte? Los bancos existen para poner su dinero a correr. Entonces por eso ellos prestan dinero, ¿por qué? Porque le están sacando interés, por eso los bancos siempre están desarrollando diferentes tipos de estrategias, por eso ellos tiene, por ejemplo, Departamento de mortgages, de hipotecas, porque ellos prestan dinero, la comunidad lo usa y ellos crecen. Siempre están desarrollando… ellos tienen que poner el dinero a correr. Esa es su razón de ser.

McDonald’s tiene siempre que estar inventando nuevas cosas. Si McDonald’s estuviera solamente vendiendo hamburguesas como lo hacían hace 40 años ya se hubieran muerto hace tiempo. No, ahora usted va a McDonald’s y hasta DVDs de películas puede comprar a veces. McDonald’s tiene otras corporaciones que producen otras cosas, producen sándwiches de pescado, de pollo, desayuno, ahora hasta café, lattes y capuchinos. Imagínese, McDonald’s, Burger King haciendo capuchinos, Dios nos libre. Pero lo hacen, porque su cosa es hacer dinero, ponerlo a funcionar.

La iglesia, voy a hablar acerca de eso cuando el Señor le dice, “negociad entre tanto que yo vengo,” es uno de los pasajes más profundos de toda la Escritura. Trabajen en las mil maneras, cada uno de nosotros debe ser una pequeña agencia de trabajo, cada cristiano debe ser una unidad de combate, de iniciativas. Un grupo de hermanos que se aman y son amigos deben estar trabajando. Todos nosotros tenemos un don y la cosa es que Dios dice, eso te lo doy, pero será mejor que lo inviertas. Ponte a trabajar en ello.

Dios nos ha dado cosas maravillosas aquí. Tenemos una planta física idónea. Tenemos una comunidad como son ustedes, preciosas. Yo los veo desde aquí y digo, guau, qué linda comunidad. Denme aunque sea un aplauso por eso. Tan diversa. Tenemos aquí, hermanos, las diferentes razas, diferentes nacionalidades, diferentes niveles socio económicos, diferentes grupos generacionales, diferentes partes de la ciudad y de sus alrededores, es increíble lo que está aquí entre ustedes.

Ahora, eso hay que ponerlo a trabajar, hay que ponerlo a funcionar. Por eso es que siempre tenemos que estar inventando nuevas cosas, porque la iglesia tiene que estar siempre en acción, llevando a cabo… porque los dones hay que ponerlos a correr. Si los dones no corren se mueren y huelen mal. Cualquier cosa que no corre se estanca y se muere. Un agua que se supone que corra libremente si se estanca con el tiempo huele mal y apesta y hay que sanearla.

El agua del Evangelio se hizo para correr. Yo digo que el cristianismo es un río, no es un lago, no es un pozo encerrado. Ríos de agua viva, dice la palabra. La iglesia es identificada con el dinamismo, con la efusividad, con la efervescencia, con la multiplicación, con la multi formidad, por así decirlo, y los dones Dios los da para que prediquemos el Evangelio. Si tu no usas tu don, tu don se muere. Si la iglesia no predica, su dotación viene a ser simplemente innecesaria y Dios no va a invertir en algo que no redunde en beneficios para el Evangelio.

Lo último, cuando tu evangelizas tu entonces creces, cuando tu evangelizas experimentas el gozo del Señor, cuando tu evangelizas conoces a Dios mejor, cuando tu evangelizas el poder de Dios corre a través de ti y se queda en ti por un momento y bendice tu entorno y bendice tu casa también. Cuando la presencia de Dios está viva en una vida y esa vida está poniendo a correr los dones del Espíritu Santo ahí es donde viene la prosperidad, viene el gozo, viene el crecimiento.

Mucha gente dice, yo no siento el gozo del Señor, Dios no me habla, siempre lo mismo, estoy estancado, a mí me dijeron que esto iba a pasar si yo conocía… Bueno, ¿qué estás haciendo tu para predicar el Evangelio? ¿Qué estás haciendo tu para traer almas a Jesucristo? ¿Qué estás haciendo tu para poner en curso la bendición de Dios? El gozo del Señor es algo que se experimenta cuando nosotros estamos inquietos y estamos invirtiendo en nuestras vidas, cuando damos, cuando servimos, cuando invertimos en las cosas del Señor entonces tu creces y mientras tu más das, más recibes.

Juan, capítulo 15, versículos del 1 al 2. El Señor Jesucristo dice, “Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el labrador.” Jesucristo es la fuente de toda vitalidad. Él es el tronco, él es el origen de tu gracia, de tu poder.

Ahora dice, “Todo pámpano – es decir, toda rama – que en mí no lleva fruto, lo quitará.” Si tu vida no está dando frutos para el Reino de Dios, si en alguna forma tu no estás invirtiendo… y eso es lo que yo quiero, sacarnos de la complacencia, sacarnos de la idea de que el Evangelio es simplemente ser religioso y disfrutar del bien de la posición de cristiano. Es dar fruto y dar fruto es una expresión… la interpretación más inmediata es traer a otros al conocimiento de Jesucristo, pero dar fruto puede ser también invertir tu vida para Jesús, puede ser ayudar a esos niños a conocer el Evangelio, puede ser servir como ujier y avanzar de esa manera las operaciones de tu iglesia, puede ser orar para que el Señor vivifique su palabra en medio de la ciudad donde tu estás. Y también puede ser dar para una causa a tu iglesia regularmente, porque tu sabes que al hacer eso tu estás añadiendo a la solidificación, la estabilidad de tu comunidad evangélica, cristiana, para predicar el Evangelio. Puede ser como maestro y puede ser también contribuyendo con alguien, hablándole a alguien de Jesucristo, inquieto siempre pidiéndole al Señor oportunidades, mensaje, convicción.

Y cuando tu haces eso entonces tu llevas fruto y si tu llevas fruto puedes estar tranquilo porque estás haciendo la voluntad de Dios. Si no estás dando fruto la palabra es bien clara, dice, “todo pámpano que en mí no lleva fruto será quitado y todo aquel que lleva fruto lo limpiará para que lleve más fruto…” Gloria al Señor.

Sabe qué pasa. Muchas veces si un árbol no da fruto el agricultor dice, mira, para qué está tomando espacio. Hay una parábola así. Vamos a cortarlos, vamos a sacarlo de allí. Ahora, cuando un árbol lleva fruto llega un momento en que después de dar muchos frutos las ramas comienzan a esparcirse y las hojas comienzan a crecer más porque el árbol, la savia está creciendo y hay vida en ese árbol.

Pero muchas veces su ramaje excesivo puede dividir y diluir la energía que sale del tronco. ¿Qué hace el agricultor? Lo poda para que sea más económico, para que su savia no se distribuya a través de demasiadas ramas porque entonces el fruto puede ser pequeño o dividido o agrio o lo que sea. El agricultor, por experiencia sabe que al reducir el ramaje concentra la savia en un número más limitado de espacios y eso hace que el árbol brote con más fuerza y de un fruto mayor. Ahí hay una lección para muchos de nosotros.

Sabe que muchas veces estamos pasando por pruebas y Dios está podándonos. A veces Dios está reduciéndonos para hacernos más fuertes y más poderosos. Si tu estás pasando a veces por situaciones difíciles en tu vida, no lo veas como que Dios se desentendió de mí, quién sabe si Dios está usando eso para hacerte más fructífero, para humillarte al tu ser obligado a orar más, a depender más de Dios, al acercarte más a su palabra, al sentirte más débil y por lo tanto más necesitado de la presencia de Dios y buscar más de él, Dios te está podando y preparándote para que cuando salgas de esa prueba salgas con más fuerza que nunca y puedas ser un cristiano más poderoso, un cristiano más efectivo, más humilde, que refleje más el carácter de Jesucristo y por lo tanto pueda ser más atractivo a las personas que Dios quiere usarte para evangelizar.

Entonces, Dios invierte en ti. Todo aquel que lleva fruto lo limpiará para que lleve más fruto. Mantente cerca del Señor. Versículo 7:

“Si permanecéis en mí, mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo queréis y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto y seáis así mis discípulos.”

En otras palabras, ¿cómo se es verdaderamente un discípulo? Llevando fruto para gloria de Dios. Yo quiero invitarlos a todos a ponernos de pie un momento como un gesto de compromiso delante del Señor. Tómate unos segundos. Si tu recibes lo que yo estoy diciendo como palabra de Dios y yo creo que he sido bastante convincente, por eso he estado citando tantos versículos, porque me quiero constituir en una especie de abogado del reino en este momento y hacer un argumento legal delante del pueblo de Dios.

Tu y yo existimos para una cosa y es claro, desde el inicio de los tiempos es para diseminar los principios del Evangelio, diseminar los principios de ese Dios poderosos que nosotros conocemos. Adán y Eva recibieron un llamado evangelístico. Dios les dijo, sojuzguen la tierra, ordénenla, creen cultura, creen diferentes tipos de manifestaciones de mi gracia creativa que yo pongo en ustedes. Tomen la naturaleza y dómenla. Creen ciudades, trabajen en la tecnología, hagan música, creen cine, y denme a mí la gloria.

Sabe lo que Dios ha querido es que nosotros tomemos su gran creatividad y toda su savia ilimitada y la corporicemos en diferentes expresiones que le den la gloria a él. El hombre sin embargo se ha arrogado para sí la gloria y ha colonizado el mundo en un sentido y la naturaleza pero no le ha dado gloria a Dios. Nosotros, como iglesia se supone que colonicemos el mundo para gloria de Dios por medio de una obra creativa tremendamente misericordiosa y generosa, no para subyugar a la gente ni explotarla, sino para permitir que la vida de Dios se manifieste en ellos.

Y tenemos que discipular a las naciones. Tenemos que completar ese mandato que se dio en Edén mismo de colonizar el mundo en la manera que Dios ha querido, sojuzgándolo y ordenándolo a la manera del reino y eso comienza un alma a la vez. Mañana cuando estés en tu trabajo, en el salón de clases, en el tren yendo hacia tu trabajo, regresando de él, manejando tu camión, ponchando algo, una máquina en una fábrica, en el salón de clases escuchando a un maestro y quizás respondiendo una pregunta en una forma inteligente, sabia, compartiendo con alguien en la hora del almuerzo, recuerda que tu tienes una comisión, tu tienes una identidad, tienes un llamado, tienes una obligación, tienes un privilegio, tienes un código dentro de ti operando, ser un salvador de almas, ser un reconciliador de almas.

Dios nos ha dado el mensaje de la reconciliación, queriendo decir que hay almas que están en enemistad con Dios y nosotros somos los que los vamos a reconciliar por medio de Cristo Jesús, predicando la palabra de la reconciliación. Quiera el Señor.

Yo le pido a Dios ahora mismo, Padre, en el en el nombre de Jesús mira este pueblo, Señor, tan hermoso, mira Padre, estos recursos físicos, materiales, financieros, culturales, que tu has puesto a nuestra disposición y a nuestro manejo e impártenos la vida del Espíritu Santo. Danos la autoridad, danos la sabiduría, danos el denuedo, danos las destrezas, la capacidad estratégica, la convicción, la persistencia, el sentido de que no hay otra opción, no hay otro estado legítimo que el de ganar almas para Cristo. Y fecúndanos con la vida del Espíritu Santo. Fecúndanos, Señor, con la capacidad de traer almas al conocimiento de Jesús.

Te ofrecemos esta nave. Te ofrecemos esta maquinaria, te ofrecemos este organismo, te ofrecemos esta comunidad, te ofrecemos esta familia, te ofrecemos este cuerpo con sus diferentes miembros, Señor. Tuyo es, avívalo como Adán inerte, breathe on us, Lord. Respira sobre nosotros, danos tu aliento de vida y conviértenos en un ser viviente que proclame tu palabra.

Reclamamos a Boston para Cristo. No solamente la comunidad latina, Padre, reclamamos afro americanos y asiáticos, reclamamos europeos, de diferentes razas, gente del Medio Oriente, indios de diferentes lugares, hindúes pero también de esta misma nación. Reclamamos las aldeas más recónditas, Señor, del norte de Nueva Inglaterra, en la frontera nórdica de Maine, Padre y en el sur de Connecticut, Señor, Rhode Island, reclamamos estas regiones para Cristo Jesús.

Somos sal en este cuerpo y queremos darle el sabor del Evangelio, Señor. Ayúdanos Padre, danos sabor para compartir. Yo bendigo este pueblo, Padre, bendigo esta concentración que tu has puesto en nosotros, Señor, esta visión. Ponle vida de manera que no estemos tranquilos hasta que no veamos la gloria tuya estallar, Señor, en esta ciudad y en esta región y a Cristo levantado en alto para que todo aquél que en él cree no se pierda sino que tenga vida eterna. Recibimos ese llamado en el en el nombre de Jesús. Amén y amén. Gloria al Señor.

Conoce tu identidad y vive conforme a ella

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Nuestra iglesia está llamada a fortalecer y a redoblar sus esfuerzos evangelísticos, yo estoy predicando una serie de sermones destinados a, primero, informarnos y educarnos acerca del llamado evangelístico. Segundo, llevarnos a reflexionar acerca del contenido bíblico y teológico que existe acerca de por qué tenemos que evangelizar. En tercer lugar, crear un sentido de urgencia y compromiso en el corazón de cada miembro de congregación León de Judá, incluyendo su pastor también, crear un sentido de urgencia y también de entusiasmo acerca del llamado evangelístico.

Y eso será parte de toda una serie de intervenciones. Un hermano se me acercó el domingo pasado en el servicio de las 12 y me dijo, “Pastor, está muy bueno que creemos consciencia a la gente acerca del llamado evangelístico pero también ellos necesitan instrucción y enseñanza,” y yo le dije, “Claro que sí, hermano, eso también está en el programa.” Vamos a estar también enseñando y dando entrenamiento acerca de evangelismo y vamos a estar evangelizando también, por eso usted oye de los servicios que estamos orientando hacia el evangelístico.

Y de paso, le digo que esto no se trata de una campaña evangelística, no es que vamos a estar dos meses y después business as usual, volvemos otra vez a la vida normal. No. yo les he dicho que durante todos estos años nos hemos estado dedicando una cantidad de nuestra energías a la construcción de edificios, renovación de planta física. Dios nos ha permitido ya concluir estos esfuerzos, 20 años de construcción. Tenemos una hermosa planta física, una infraestructura muy buena que Dios nos ha permitido establecer, y ahora, esas energías que se han liberado las queremos invertir en convertirnos en un organismo evangelístico, un organismo conquistador para gloria del en el nombre de Jesús en la ciudad de Boston y en esta región. Cuántos pueden decir amén aunque sea a las 10 de la mañana. Amén.

Quiero poner en ustedes un fuego evangelístico porque eso no se trata de un tiempecito que luego vamos a continuar con todo lo demás. No. yo quiero que nuestra iglesia como que ahora adquiera una naturaleza, un modo de vivir, una visión gobernadora con respecto al evangelismo. Queremos traer muchas almas al conocimiento de Jesucristo. Queremos conquistar esta ciudad. Por lo menos que la tierra que Dios nos ha dado la podamos preparar para el Señor.

Ya Dios nos ha permitido hacer muchas cosas bellas en esa área, pero yo sé que todavía hay mucho más que podemos hacer y entonces vamos a estar en las próximas semanas hablando, entrenando, preparando al pueblo y concientizándonos. Si nosotros entendemos la razón de ser de un creyente y si cambiamos las definiciones y entendemos cómo la escritura ve el llamado evangelístico y qué significa ser un seguidor de Jesucristo verdaderamente, auténticamente, qué significa ser un discípulo, qué Dios espera de ti. Cuando tu recibes a Cristo como Señor y salvador, entonces ¿qué? Bueno, ponchaste la tarjeta, te sellaron el pasaporte, te vas al cielo, okay, pero ¿es eso todo? Es la vida cristiana solamente venir a la iglesia los domingos y educar a nuestros hijos y la rutina evangélica de todos los días. Hay algo más. ¿Cuál es el significado verdaderamente de ser cristiano?

Cuando el Señor entra a tu vida, cuando el Espíritu Santo te toca, cuando tu adquieres esa nueva identidad de mujer, hombre nacido de nuevo, ¿qué cambios concretos se supone que se den en tu vida? ¿Para qué vives de ahí en adelante? ¿Cuál es la naturaleza de tu identidad?

Y vamos a hablar un poquito acerca de eso porque vamos a ver en la escritura que el Señor en todo momento vio la vida cristiana desde un ángulo bien específico y cuando quiso ilustrar lo que es un hijo de Dios, un seguidor de Jesucristo, un discípulo, usó una ilustraciones y unas expresiones muy concretas y muy específicas orientadas específicamente hacia un tipo de actividad y un tipo de mover dentro de la tierra de cada uno de los creyente y de la iglesia misa.

Entonces, vamos a ver algunos de estos pasajes. Miramos en Mateo capítulo 5, los versículos 13 al 16, dice:

“…Vosotros sois – los que asisten a la iglesia todos los domingos, los que leen la Biblia y se memorizan muchos versículos, los que trabajáis en el ministerio de ujieres, en las iglesias y los que son diáconos y ancianos y todo ese tipo de cosas. Mire lo que dice – …Vosotros sois la sal de la tierra. – dígase eso ahora mismo en su espíritu, yo soy sal de la tierra. – Pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? – porque no puede ser salada porque es sal ya. Si la sal pierde su sabor, hay otra expresión – No sirve más para nada…”

Entienda esto, si la sal no puede dar sabor, si por alguna razón pierde su capacidad para hacer lo que ella es, que es combinarse con diferentes materias, vegetales, carnes, todo este tipo de cosas, e impartirle su naturaleza salada, si no hace eso… porque uno pensaría, quizás puede hacer otra cosa, se pueden hacer muñequitos de sal, se puede hacer unas bolsitas muy bonitas de tela con sal adentro y vendérsela a la gente. Pero la sal no está hecha para eso, hay muchas otras materias que pueden hacer todo eso. La sal, su función, su naturaleza, su esencia, su identidad misma, su razón de ser, lo que justifica su existencia en la tierra es impartirle sabor y específicamente un tipo de sabor a las cosas. Y si la sal no hace esa función, no importa qué otra función haga, no está sirviendo su cometido. No está obrando según su identidad. Y yo creo que usted ya está comenzando a ver mi propósito.

“…No sirve más para nada…” Si una iglesia no hace lo que Dios la ha llamado a ser, no sirve para nada. Es simplemente otra cosa. Es un obstáculo muchas veces inclusive.

“…No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres…”

Guau! Esa terminología, echar fuera, es interesante porque el Señor la ha usado para siervos infieles echados fuera de la casa, y holladas, para ser pisoteadas por los hombres. Es interesante esto, que si la iglesia no lleva a cabo su función, sabe que se convierte en un objeto de ataque y de menosprecio e inclusive de opresión y abuso de parte de los hombres. Y yo creo que eso es parte de lo que está pasando en este tiempo en esta nación y en otras partes del mundo, que la iglesia ha adquirido una identidad diferente, no está haciendo su función, no está viviendo genuina, auténticamente como lo que Dios la ha llamado a ser, lo que Cristo vino a declarar que ella fuera, y entonces Dios se desentiende de ella, no está en contacto directo con los beneficios del Reino de Dios y entonces simplemente es hollada, es abusada, pisoteada, manipulada por los hombres.

Entonces, una imagen que el Señor usó para la iglesia es sal, que imparte su sabor. Otra imagen está al lado, en el versículo 14, dice:

“…Vosotros sois la luz del mundo…” Usted tiene que decir, yo soy luz. Dondequiera que la luz va despeja las tinieblas y alumbra. Esa es su naturaleza. Usted prende un bombillo y no sale música por el bombillo, no, lo que sale es luz, despeja las tinieblas. Si hay oscuridad desaparece la oscuridad y la luz impera y se impone y es invasiva. Un bombillo es pequeño pero arroja luz a todo su alrededor, mucho más grande que el bombillo mismo, la fuente de la luz.

“…Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no se debe esconder…” yo recuerdo hace años atrás andaba con unos amigos viajando por México, estamos hablando más años de los que yo quiero recordar, cuando yo estaba en la escuela superior, imagínese. Hicimos un viaje por México cuando terminamos las clases que estábamos tomando en Guanajuato, México, y veníamos en la noche, íbamos a ir a Acapulco a predicar el Evangelio. Era de noche, la noche estaba bien oscura, íbamos en un van y habíamos atravesado un área montañosa y oscura y de momento dimos una vuelta y así a la distancia vimos las luces de Acapulco que estaba como en una altura donde nosotros estábamos. Y se veían todas esas luces brillosas, maravilloso, bello, eso infundió esperanza en nosotros. Ya estamos llegando, porque era tarde, se había hecho largo el viaje. Y pudimos ver las luces de Acapulco desde la distancia porque estaba en un punto alto.

Dice aquí que nosotros somos la luz del mundo y que una ciudad asentada sobre un monte no es posible que se esconda. Su naturaleza no se lo permite. “…Tampoco se enciende una luz y se pone debajo de un almud,” –es decir, usted no pone un bombillo y se lo pone debajo de la cama. Nunca he visto una conexión excepto quizás en la casa de un neurótico, debajo de una cama. Las luces se ponen en el techo o se ponen en las paredes porque así arrojan su iluminación sobre todo el medio ambiente. Se ponen en lugares despejados como para que todo el mundo pueda recibir su provecho.

Una luz no se enciende y se pone debajo de un almud, debajo de una almohada, debajo de una cama, “…sino se pone sobre el candelero y así alumbre vuestra luz delante de los hombres para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos…”

Ese es el llamado entonces. Los hombres tienen que ver nuestra luz y esa luz se manifiesta en muchas maneras, se manifiesta a través de nuestro testimonio, comportamiento, vida noble, digna de admiración y respeto, nuestra generosidad y también nuestro testimonio, el cambio que Cristo opera en nuestras vidas. Cuando la gente ve la vida de la iglesia, cuando ve su forma diferente de vivir, la gente dice, guau, yo quiero creer en Jesucristo, yo quiero entregar mi vida al Señor, yo quiero lo que esa gente tiene. Pero nosotros tenemos que alumbrar y tenemos que ser sal.

Ahora vamos a otra sustancia, a otra esencia también que por su naturaleza misma tiene un comportamiento específico y un efecto específico. Vamos a Lucas, capítulo 13, versículo 18 al 21.

“…¿A qué es semejante el Reino de Dios y con qué lo compararé?” Vamos a ver, hermanos, ¿a qué se parece la iglesia de Jesucristo? ¿A qué se parece el Reino de Dios en la tierra? ¿A qué se parecen los valores y la economía del Evangelio.

“…Es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su huerto y creció y se hizo árbol grande – es un arbusto, es una planta que se esparce grandemente. Comienza con un granito pequeñito pero con el tiempo se va multiplicando, creciendo y puede llegar a ser una hortaliza inmensa. – Se hizo árbol grande y las aves del cielo anidaron en sus ramas…”

Qué imagen poética más linda la que el Señor escoge de seres vivientes que encuentran nutrición, refugio, descanso en ese árbol gigantesco que es el arbusto de mostaza, que nace de algo extremadamente pequeño. Si usted piensa la iglesia de Jesucristo con sus millones de personas en el mundo entero, que ha sido un elemento invasivo y determinante en la historia de la humanidad desde el primer siglo, comenzó en una pequeña aldea, en Belén cuando nació esa criatura santa y maravillosa que es Jesús, continuó con 12 discípulos pobres, insignificantes, ninguno de ellos altamente educado ni sobresaliente, un grupo de personas alrededor de él, mujeres piadosas que acompañaron a Jesucristo sin ningún poder, ninguna voz social, y de allí, desde ese pequeño y humilde comienzo, con un mártir crucificado se esparció por todo el mundo hasta llegar a ser esa fuerza poderosa y determinante que es la iglesia de Jesucristo. Comienza como algo pequeño.

El Señor siempre comparó el Reino de Dios con algo que comienza muy pequeño y se va haciendo más y más grande, más y más poderoso, más y más influyente. Y eso es lo que Dios quiere que nosotros seamos dondequiera que vayamos. Eso es lo que Dios quiere que esta iglesia, para gloria del Señor, sea más y más, como el grano de mostaza, comienza pequeñito pero se va expandiendo, creciendo hasta llegar a ser algo extraordinariamente invasivo y poderoso.

Y en el versículo 20… entonces tenemos sal, luz, grano de mostaza pequeñísimo que llega a ser algo grande y que se esparce y vamos a ver una cuarta sustancia o entidad que nos recuerda la naturaleza de la iglesia. Dice aquí, “… volvió a decir, ¿a qué compararé el Reino de Dios? Es semejante a la levadura que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina hasta que todo – digan todo – fue fermentado…”

¿Cuántos hacen pan aquí alguna vez? Cuando usted hace pan lo primero que usted coge es un sobrecito pequeñito de levadura, coge la harina, un poquito de agua tibia. Coge la levadura, echa la harina en agua tibia para que esa levadura comience a disolverse. Sabe usted que son organismos que comienzan a disolverse y comienzan a burbujear y a expandirse y entonces usted coge esa levadura que ha disuelto en agua tibia y la echa en la harina, con un poquito de sal, y entonces la mezcla y tiene que mezclarla muy bien, porque si usted la echa solamente en un poquito de harina y coge la harina y simplemente la mueve, pero una de las cosas que tiene que asegurarse es que esa levadura leude toda la masa, que se esparza por todas partes de la masa y entonces usted la coge, cuando la ha mezclado bien, la ha amasado bien, usted la esconde por un tiempo.

Le pone un pañito por encima, la pone a un lado y la deja una o dos horas y ¿qué pasa en ese tiempo? Que la levadura va creciendo dentro de la masa. Son burbujitas de aire que van empujando la masa. La cantidad de harina es la misma, pero las burbujas van expandiendo y entonces usted regresa un par de horas después y va a ver que si la levadura estaba buena, esa masa que era como una bolita así, se ha duplicado y quizás a veces hasta más si usted la deja más tiempo, porque se ha expandido. Está por todas partes en la masa y la hace mucho más grande. Y esas sustancias pequeñitas ahora como que han dominado, han tomado control de la masa y eso es lo que permite que el pan no sea un galleta, que sea pan las burbujitas, el aire, entonces usted coge ese pan… a veces lo que uno hace es que la vuelve a aplastar y otra vez vuelve y sube, como la iglesia de Jesucristo.

Usted la puede aplastar y perseguir pero otra vez vuelve y se expande. Entonces, vuelve otra vez porque va cogiendo el sabor de la fermentación y con la harina y todo eso, y finalmente usted tiene una masa que puede hacer un rico pan. Ya yo tengo hambre. Porque la levadura esa es su función, es expandirse, esa es su naturaleza, eso es lo que tiene escrito en su ADN.

Entonces, sal, luz, grano de mostaza, levadura. Entienda que en nosotros la naturaleza, la identidad de la iglesia, el ADN es expandirse, es ejercer influencia, es conquistar todo lo que está alrededor, es manifestar su naturaleza e imponer esa naturaleza sobre todo lo que está alrededor de ella.

¿Cuál es nuestra harina en la ciudad de Boston? La ciudad de Boston y cada uno de ustedes es un granito de levadura, en su trabajo, en la escuela, en la universidad, en el vecindario, en su edificio, en su club de lo que sea, en el tren, entra un granito de levadura, dondequiera que va un creyente entra un grano de levadura, entra un bombillo del Reino de Dios, entra en un grano de mostaza que tiene que expandirse. Esa es la naturaleza. Y cuando una iglesia, cuando una comunidad cristiana está funcionando conforme a su naturaleza es que se supone que crezca, se supone que se expanda, porque la vida de Dios está dentro de ella.

¿Sabe lo que es anormal en una iglesia? Que no crezca. ¿Sabe lo que es contra natura, lo que es un disturbio de la naturaleza? Es que una iglesia se quede siempre del mismo tamaño, pequeñita o que decrezca y se muera. Porque la naturaleza misma de una comunidad cristiana es expandirse, crecer, ser influyente y traer otros al conocimiento de Jesucristo. Eso es lo que tu tienes adentro de ti.

Y por eso es que las iglesias se mueren, porque dejan de crecer, dejan de expandirse, reprimen su verdadera identidad. Eso es lo que a mí me ha preocupado siempre para crecer y progresar. Usted ve que la naturaleza del reino es avanzar, todo lo vivo se mueve, hermanos. Ahora mismo la sangre dentro de usted está corriendo continuamente, si se paró, es porque usted ya está camino al cementerio. Su corazón está siempre latiendo. Las células de su cuerpo están siempre siendo reemplazadas, se mueren y son reemplazadas continuamente. Las células de su piel se despojan y crecen nuevas células para cubrir su piel. El mundo es dinámico. Los átomos no descansan un solo minuto. Esa silla firme sobre la cual usted está sentada es un universo que si usted lo viera se asustaría de lo dinámico que es, está hecho de átomos y partículas subatómicas que explotan y se chocan una con la otra y se recrean a una velocidad frenética.

Los planetas nunca dejan de moverse alrededor de sus estrellas, de sus soles. Las galaxias siempre se están expandiendo y moviéndose. El universo que Dios creó es un universo dinámico, expansivo y todo lo que se estanca se muere o huele mal, y la iglesia por igual, si la iglesia no se mueve… por eso es que ustedes me ven a mí siempre fraguando nuevas ideas. Okay, unas pantallas nuevas, no porque a mí me gusta simplemente la actividad por actividad, pero yo… uno siempre tiene que estar pensando cosas nuevas.

La iglesia de Cristo tiene que estar mejorando, perfeccionándose, puliéndose, adquiriendo nuevas destrezas, aprendiendo a ser la iglesia de Jesucristo. Usted como cristiano tiene que crecer, tiene que desarrollarse, tiene que aprender nuevas cosas, tiene que ser más como Cristo cada día. La vida cristiana es una vida dinámica. Hay que estar creciendo, aprendiendo. ¿Cuántos cogen lo que estoy diciendo? ¿Cuántos se atreven a vivir una vida dinámica, expansiva en el nombre del Señor?

Porque así tiene que ser. Y no se quede donde usted está nunca. No se quede son sus defectos y sus depresiones y sus limitaciones, diga, bueno, ya Dios me hizo así, yo he tratado. No, en el nombre del Señor vaya al nuevo nivel, porque Dios lo hizo a usted un espíritu expansivo y la iglesia de Jesucristo tiene que ser así. Gloria al Señor que nosotros hemos venido aquí a Boston, Dios nos ha bendecido grandemente, de cuando llegamos aquí un grupo de 200 personas más o menos, y Dios nos ha bendecido en muchas maneras, pero ha sido por su gracia y porque yo creo que la naturaleza de un pueblo es mejorar cada día, crecer cada día.

La naturaleza del pueblo de Dios, nuestro ADN, nuestra constitución interna como hijos de Dios, la identidad que Dios nos ha impartido, aunque no la reconozcamos, y aunque no la veamos, es una identidad de conquista, de triunfo, de impacto, de influencia. Dios te ha hecho por naturaleza influyente, te ha hecho grandioso y excelente.

Estaba leyendo, recordé algo, esta misma mañana la historia de unos niños vietnamitas, 4 de ellos, madres vietnamitas, sus madres eran prostitutas, mujeres que trabajaban en hoteles arreglando sábanas y camas y todo eso, y había un millonario norteamericano, su nombre Larry Hillblom y este hombre, este millonario norteamericano viajó a Vietnam del Sur y a las Filipinas y tuvo relaciones con varias mujeres mientras él iba a desarrollar sus hoteles y sus campos de golf. El caso fue que varias de estas mujeres concibieron hijos de este billonario y con el tiempo estas mujeres se combinaron varias de ellas y demandaron a Larry Hillblom, que ya estaba aquí en Estados Unidos, por paternidad. Varias mujeres, eran como 10 o más, y solamente 4 de ellas pudieron probar que sí, que sus hijos eran hijos de Larry Hillblom y cada uno de estos niños que ahora sus madres y ellos mismos quizás entendían su verdadera naturaleza, lo que tenían por dentro, cada uno de ellos heredó una fortuna de $90 millones de dólares por ser hijos de Larry Hillblom.

¿Por qué? Porque tenían el ADN de este hombre, no eran destinados a la pobreza, no cargaban dentro de ellas el ADN de un filipino o un vietnamita del sur, miserable y pobre, sino el ADN de un billonario y su vida fue transformada porque también ellos se dieron cuenta de su identidad. Sus madres se dieron cuenta de la identidad y se actualizó la identidad que ellos llevaban por dentro y eso se convirtió en una fortuna y en una vida transformada para ellos.

Y yo pienso que así el mundo está lleno de hijos, no de Larry Hillblom, pero del Rey de Reyes y Señor de Señores. El Señor nos ha impartido una nueva naturaleza, somos nacidos de nuevo, somos criaturas nuevas, las cosas viejas pasaron y aquí todas son hechas nuevas. Dios nos ha hecho a su imagen y semejanza verdaderamente ahora. Nos ha impartido la identidad de ganadores, triunfadores, conquistadores, gente de influencia. Dios ha puesto en nosotros una dotación multibillonaria de poder. Lo que pasa es que la mayoría de los cristianos viven la vida cristiana y mueren sin actualizar y a veces sin percatarse de la verdadera identidad que llevan por dentro, no la actualizan, no la ponen en práctica, no comienzan a ejercerla, no leudan la masa, no cogen esa masa que tiene la levadura divina y comienzan a moverla y amasarla para que comience a expandirse. La dejan ahí simplemente guardada.

Yo creo que cuando la iglesia de Jesucristo se da cuenta de su verdadero llamado y de la dotación que tiene dentro de ella, lo que cada cristiano, cada creyente tiene dentro de él. Si León de Judá se da cuenta de que Dios nos ha hecho, esto es una bomba atómica, hermanos. Imagínese si con… gracias a Dios nosotros hemos hechos, no es tampoco que nos estamos echando tierra en la cabeza, Dios nos ha permitido hacer muchas cosas en esta ciudad precisamente por esa razón, porque la naturaleza… pero imagínese si nosotros ahora nos ponemos predominantemente a evangelizar y a expandirnos y a crecer y atraer vidas.

Eso es lo que a mí me asusta verdaderamente cuando yo pienso en este proyecto, porque lo que yo tengo en mente es algo grande y transformador para nosotros. Y me asusta porque eso quiere decir que hay tantos cambios que tenemos que hacer y que esto es como si yo decidiera irme a vivir ahora a la China y me olvidara de vivir en Estados Unidos y de volver a Estados Unidos y tuviera que hacer mi vida en otro país, con una identidad casi nueva totalmente y lo que significa cambiar el curso de una congregación. Esto me asusta tanto a mí casi como cuando salimos desde Cambridge para venir a Boston, el temor que uno sentía de… esto era ya como Cortés irse de España a México y cortar los puentes detrás de él cuando entró a ciudad México, porque no había vuelta atrás ya. Tenía que seguir adelante.

Porque esto va a significar un cambio radical en nuestra vida, en nuestras vivencias, en nuestras actividades. Y yo estoy anunciando esto tanto que cómo retrocede uno después de amarrarse en una manera tan grande y tan comprometedora públicamente. Porque lo que estamos hablando es algo grandioso. Yo creo que si nosotros hemos podido hacer las cosas que hemos podido hacer medianamente evangelísticos, qué no podríamos hacer nosotros si nos dedicáramos a eso. y yo estoy poniendo a prueba aquí la vigencia y la autenticidad y la legitimidad del Evangelio al declarar esto.

Porque si nosotros no crecemos y no vemos un cambio, yo lo consideraría un fracaso. Pero yo creo que no vamos a fracasar sino que vamos a prosperar en el nombre del Señor. Porque Dios nos ha hecho de esa naturaleza. El Padre nos ha inseminado, como Larry Hillblom, con una nueva vida interior, un nuevo poder.

El Señor les dijo a sus discípulos antes de subir al cielo, “Id y haced discípulos a todas las naciones.” Y como ustedes recuerdan que les dije el domingo pasado, primero dijo, toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. ¿Por qué dijo él eso? porque estaba extendiendo esa potestad también a la iglesia. Él estaba diciendo, esa potestad que está en mí, yo se las doy a ustedes y por eso les digo, vayan y hagan discípulos a todas las naciones. Y al final dijo, “Y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.”

En otras palabras, no teman, yo voy con ustedes y ciertamente eso fue lo que pasó. Este grupito de cristianos con el poder del Espíritu Santo comenzaron a cambiar toda la historia y un par de siglos después la potencia más grande en toda la historia, Roma, cayó a los pies del Evangelio. Y el mismo emperador Constantino se convirtió al Evangelio. Porque la iglesia es poderosa, la iglesia… hay peleas, hay batallas, sí, hay luchas que tienen que librarse, hay oposición del diablo, puede haber algunas caídas y algunas derrotas de una y otra batalla pero la guerra es nuestra, la victoria es definitivamente inevitable.

Ese es el llamado de la iglesia. Es ser sal, ser levadura, ser grano de mostaza en el mundo. La sal preserva. ¿Por qué el Señor escogió estas imágenes? Bueno, la sal sala, imparte un sabor, pero otra cosa que la sal hace es preservar la comida. Se usaba en aquellos tiempos, cuando no había refrigeradores, se usaba la sal para salar la carne en esos grandes viajes marítimos. Libra las cosas de deterioro y de corrupción. Sabe usted también que la iglesia como sal de la tierra es un preservador de la sociedad. La sal permite… donde la iglesia está, hermanos, se supone que haya un elemento de progreso, bendición, para la ciudad, para los vecindarios donde está la iglesia.

Y ciertamente para gloria del Señor y por testimonio aún de legisladores de la ciudad de Boston reconocen que nuestra venida aquí a este vecindario, ha sido para bendición y para preservación de vida. Dios ha permitido que esta iglesia… yo recuerdo, este lugar donde nosotros estamos ahora mismo posados, donde está este edificio, era una cueva de ladrones, esto era horrible. Aquí se tiraban drogas, aquí prostitutas practicaban su labor, aquí en este espacio santo ahora donde nosotros estamos alabando y glorificando el nombre del Señor. Aquí mataban gente en ese pasillo entre los dos edificios de Harrison y North Hamptom, mataron a dos prostitutas justamente antes de nosotros llegar en el primer edificio.

Y era un lugar de mala muerte literalmente, esta área toda por acá. Yo le digo a los hermanos siempre que una de las primeras cosas, cuando nosotros comenzamos… quizás usted conoce la historia, cuando nosotros abrimos el edificio primero que comenzamos a trabajar en él, comenzamos con voluntarios de la iglesia y un día, como los primeros dos o tres días de nosotros comenzar a trabajar acá, estaban los hermanos trabajando, era un sábado por la mañana o algo así, y estaban comenzando a romper paredes en el primer edificio, alguien toca a la puerta, que era una puertecita, la de vidrio primera aquí en North Hampton Street, tocan a la puerta y voy yo todo polvoriento y abro la puerta y había un hombre que estaban tocando la puerta con sangre corriendo desde la cabeza a toda la cara. Y me dice, “Mira, me acaban de dar un botellazo, unos hombres me agarraron.” Evidentemente él era narcómano también, era un adicto a drogas, se veía… parece que se metió en una pelea con ellos y le rompieron una botella en la cabeza y estaba botando sangre.

Para mi vergüenza, yo lo confieso, hermanos, ¿sabe lo primero que yo pensé? No pensé en el hombre, pensé, “Ojalá que esta gente adentro no vean a este hombre porque se me van a acobardar y van a pensar a dónde nos ha metido el pastor Miranda. Mire el vecindario donde nos trajo este hombre.”

Y yo estoy mirando para atrás y escuchándolo a él, entonces yo abrí la puerta, la cerré y hablé con él afuera de la puerta y llamamos a la policía y el hombre estaba bien. Pero era una imagen muy tétrica, ese era el vecindario donde nosotros llegamos aquí, hace menos de 20 años. Y el Señor ha bendecido este lugar en grandes maneras.

Yo siempre le digo a la gente que un estudio al lado de la North Hampton Street vale el doble de lo que nos costó todo el edificio con los 10 mil pies cuadrados donde está este edificio también. Porque nadie quería vivir en esta área en ese tiempo, pero Dios ha regenerado… esta área es un área ahora que todo el mundo quiere vivir en ella y por dondequiera están construyendo condominios.

Porque yo creo que cuando la iglesia… no somos el único show, yo entiendo eso aquí. Dios ha usado otras cosas, y también han venido otros gigantes a la tierra, pero este lugar ha sido transformado de una manera preciosa. Y dondequiera que uno va uno tiene que creer que Dios va, donde va un hijo de Dios va el poder de Dios, va la sal del reino, va la levadura del Reino de Dios, va la influencia y cualquier vecindario donde tu estás… cuando tu estás en tu vecindario cree que el Señor va contigo, el Señor está contigo.

Yo recuerdo Sommerville donde nosotros nos mudamos hace 30 años, era un área decrépita, nunca fue un vecindario malo pero sí no tenían nada que lo recomendara, simplemente un lugar ordinario. Yo creo que porque hijos de Dios están allí, nosotros incluidos, esa área ha sido bendecida grandemente, porque cuando uno va a un lugar uno cree que Dios va con uno. Dios bendice los vecindarios. La gloria de Dios está con usted.

Si usted vive Dorchester, si vive en Mattapan, hay droga allí, hay violencia, hay gangas, establezca una bandera de Reino de Dios y diga, aquí está el Reino de Dios. Comience a reprender al diablo en esa área donde usted está. Ore por su cuadra. Ore por el vecindario inmediato donde usted está. Ore por el edificio, para que Dios o convierta a las alimañas o se las lleve, pero que haya un cambio. Usted entre con la bandera del Reino de Dios. No entre a sufrir y a padecer y a aguantar, entre a conquistar, entre a cambiar la configuración de donde usted está, porque Dios va con usted.

El Reino de Dios avanza, dice, lo hace con fuerza, el Reino de Dios avanza con violencia. El Reino de Dios destruye todo lo que está por delante y lo conquista para el Reino de Dios. Todo pensamiento… dice Pablo que todo pensamiento rebajándolo al dominio de Jesucristo, todo lo que se levanta contra el nombre de Cristo se supone que nosotros tengamos guerra contra ellos y lo cambiemos.

Pero yo creo que se necesita una actitud aguerrida, por eso es que yo quiero estos sermones contagiarlos a mis hermanos con esa actitud de que tu no eres un energúmeno, un insecto bajo las fuerzas del diablo y del enemigo. Tu eres un agente de poder. Tu estás en control, porque tu eres un hijos de Dios, tu tienes el ADN, del Hijo de Dios dentro de ti y donde la iglesia entra es a conquistar, porque si nosotros creemos que simplemente este mundo está perdido y la gente está dura y está resistente y no quiere oír el Evangelio entonces no vamos a tener la fuerza que necesitamos.

Usted tiene que creer que usted tiene poder y que si esta congregación se dedica verdaderamente a proclamar el Evangelio y a buscar maneras, Dios no nos va a fallar y vamos a ver la gloria de Dios establecida.

Yo podría estar aquí mucho tiempo hablando de este tema, hermanos, pero yo creo que el meollo, el centro de este sermón es que Dios te ha puesto a ti para crecer. Dios te ha puesto a ti para conquistar. Hay gente en tu vecindario, en tu trabajo, que con la ayuda del Señor tu vas a usar el poder de Dios en ti para traerla al conocimiento de Jesucristo.

Me viene a la mente una última imagen bíblica de cuando los judíos, los israelitas estaban a punto de entrar en la tierra prometida de Canaán después de 40 años en el desierto y Dios le dijo a Moisés que enviara espías para ver la tierra donde él los había llamado. Y mandó a 10 espías entre los cuales estaba Josué y Caleb, ustedes recuerdan la historia. Y esos 2 espías entraron a la tierra, la examinaron y había dos elementos, un elemento de tiniebla y un elemento de luz. Un elemento positivo y un elemento negativo. Y estos hombres examinaron la tierra y cuando regresaron a donde Moisés para darle el reporte después de espiar y explorar la tierra, le dijeron a Moisés, “Moisés, ciertamente esta tierra donde Dios nos ha enviado es una tierra que como Dios dijo, fluye leche y miel, es fértil, hay ciudades enteras que nos podría convenir muy bien si las conquistáramos, hay riquezas bien grandes, pero hay un problema, dice que hay gigantes en esa tierra, la gente es grande, la gente es fuerte, son aguerridos, tienen bronce para lanzas y para carros de guerra y nosotros no tenemos ninguna de esas cosas. Sí, es cierto hay mucha promesa pero no podemos. Los obstáculos son demasiado grandes. ”

Dice la Biblia que Josué y Caleb en los cuales Dios había puesto otro espíritu, aunque yo creo que todos tenían el mismo espíritu, pero unos lo reconocían y otros no, dijeron, mis hermanos, nosotros no estamos de acuerdo con ese reporte negativo que ustedes hacen. Si Dios está con nosotros, dice, nosotros vamos a comernos como pan a esa gente. Nosotros vamos a conquistar esa tierra, porque Dios está con nosotros.

Los 10 espías tenían una mentalidad que solo se enfocaba en lo negativo, en su mente los elementos negativos imperaban sobre los positivos, eran mucho mayores y se dejaron atemorizar. Cuando yo pienso en esta ciudad yo veo todo los obstáculos que hay y parecería como que todo está cerrado, que es difícil verdaderamente tener un evangelismo avasallador y conquistador. Esos son los gigantes, la juventud está violente, que el mundo está secularizado, que la gente piensa que la iglesia es hipócrita, que el diablo ha endurecido el corazón de la gente, que la cultura es demasiado poderosa, que la gente no tiene tiempo para el Evangelio. Todas esas cosas se ofrecen, pero también yo veo que poder de Dios en nosotros. Yo veo la promesa de Dios, yo veo que Dios nos ha creado poderosos, yo veo que nosotros tenemos una palabra de victoria inevitable en nuestros corazones y en nuestras vidas.

Y como Josué y Caleb nosotros tenemos que decir, no, no vamos a deshonrar a nuestro Dios, vamos a poseer esa tierra en el nombre del Señor. Y por eso Dios bendijo a Josué y Caleb. Los hebreos entraron en la tierra prometida, pelearon muchas batallas y la conquistaron finalmente. Y dondequiera que hubo un rey que le creyó al Señor, Israel fue grande y poderoso y prosperado, donde hubo reyes que no le creyeron, hubo desgracia y desastre. Y cuando el pueblo hizo lo que tenía que hacer Dios siempre lo prosperó y siempre lo bendijo.

Entonces, yo les animo en el nombre del Señor, yo creo que el centro de este mensaje es conoce tu naturaleza y vive conforme a ella. Conoce la dotación de Dios para evangelizar, para traer a otros al conocimiento de Jesucristo, para bendecir familias, para ser sal en esta ciudad, para dejar sentir el sabor maravilloso del Reino de Dios, en todas las dimensiones de esta ciudad, en todos los aspectos de la vida de esta ciudad, para ser levadura que leude toda la masa, para alumbrar las tinieblas del crimen, la perversión, el secularismo, el rechazo del Dios. Vamos a alumbrar, vamos a darle sabor a esta ciudad, que la gente sepa que hay un pueblo que le cree que su Dios.

Baja tu cabeza en nombre del Señor o levanta tus ojos al cielo y yo te animo en el en el nombre de Jesucristo, quítate el atuendo húmedo, frío, pobre de un mero evangélico, convencional, y vístete con la armadura del Reino de Dios, vístete con el atuendo de una sacerdotisa. Vístete con la corona de un rey que Dios lo ha puesto para gobernar.

Dice la Biblia que Dios nos ha hecho un pueblo de reyes y sacerdotes, una nación santa, un pueblo que ha sido sacado de las tinieblas a la luz para que anunciemos las virtudes de aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable. Para eso es que hemos sido llamados. No hemos sido llamados para otra cosa, tu existes para ser sal, para ser levadura, para ser luz, para ser grano de mostaza.

En el nombre del Señor tu vas a evangelizar a tu familia, muchos van a venir al conocimiento de Jesucristo. Créelo ahora mismo y recibe autoridad en el nombre del Señor para conquistar esa tierra dura. Tu matrimonio, tus hijos, no se los cedas al diablo. Tu tienes autoridad espiritual, tu vecindario es bendecido y santificado, tu matrimonio, dice el Apóstol Pablo, es santo porque tu estás, seas mujer o seas hombre, tu santificas tu matrimonio en el nombre del Señor.

Donde está un hijo de Dios prevalece el reino de los cielos. Ármate de esa identidad, cambia tu programación ahora mismo en el en el nombre de Jesús. Di, fuera la idea de que yo soy una víctima, fuera la idea de que yo dependo del gobierno o de la gente para predicar el Evangelio y ser luz y ser buena influencia en el mundo. Entre la identidad de un guerrero, un hijos de Dios, un poderoso gigante espiritual usado por Dios para grandes cosas en el en el nombre de Jesús.

Padre, cambiamos la identidad de esta congregación, en el nombre de Cristo, en el en el nombre de Jesús, Señor, te agradecemos todas las cosas que hemos podido hacer en tu nombre. Almas que han venido al conocimiento de Jesucristo a través de nosotros, pero Padre, entendemos claramente que no hemos ni siquiera rozado la superficie, que tu tienes algo mayor, más poderoso y ahora, Padre, adoptamos una mentalidad de conquista en el nombre del Señor con todo lo que la acompaña, Padre, con la fortaleza y la santidad y la agresividad. Vivimos, viviremos en el poder del Espíritu Santo, conquistaremos nuestra tierra.

Tu nos has puesto aquí en Roxbury, Mattapan, Dorchester, Sound End, Jamaica Plain, Hyde Park, Sommerville, Cambridge, Revere, Wayland. Tu nos has puesto en estos lugares, Padre, con un propósito, Quincy, un propósito, Señor, y en el en el nombre de Jesús abrazamos nuestro identidad como creyentes, como hijos de Dios. Y Padre, no moriremos sino que viviremos y prosperaremos.

Gracias Señor, creemos que este mensaje se incrusta, se inyecta en la identidad de este pueblo, Padre, y veremos tu gloria, Señor, y consideraremos este un comienzo de algo extraordinario y transformador para gloria de tu nombre. Gracias Señor en el en el nombre de Jesús. Y el pueblo de Dios dice, amén.

Entrevista de parejas

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Y hoy tenemos algo muy único que fue de gran bendición esta mañana y que yo creo que va a ser de gran bendición para ustedes, Jhonatan y yo vamos a estar de Oprah y de Steve Harley, Don Francisco, queremos que ustedes reciban la Palabra de una forma nueva y diferente, una forma dinámica, hoy es el primer día de nuestro programa “CLJ presenta” y esto está al vivo a todo color por el internet, por todas partes.

Pastor Roberto: Sí señor y lo que queremos es presentar un tema que es muy adecuado para el tiempo que estamos celebrando, el amor, la amistad, las relaciones humanas y cómo el Evangelio de Jesucristo hace posibles transformaciones en medio de circunstancias difíciles, cómo Dios cambia las situaciones amargas y las convierte en algo maravilloso de crecimiento para todos los que están involucrados en el Reino de Dios, así que queremos hacerlo entrevistando algunos hermanos y reflexionando sobre cómo la fe puede transformar situaciones difíciles.

El hecho de que somos cristianos no quiere decir que estamos exentos de las luchas y las dificultades que todo ser humano tiene que pasar, la diferencia está ¿en qué, dirías tú?

Jonatán: La diferencia está en Cristo, está en Cristo, en la oración y en el desarrollo de una relación íntima con el Señor a medida que uno convive con otra persona, y hoy queremos hablar acerca de eso, de matrimonios que vencen. Vamos a hablar de historias reales de personas en nuestra Congregación que ejemplifican ciertas características que nosotros queremos resaltar el día de hoy, y también vamos a estar hablando acerca de la complejidad de muchas relaciones maritales en nuestra Iglesia porque no todo es color de rosa.

Roberto: Ciertamente, como digo somos imperfectos y el matrimonio yo creo que Dios lo diseñó para que sirviera como un mecanismo para el crecimiento y el perfeccionamiento del creyente, sabemos que el matrimonio estuvo allí en los comienzos mismos de la creación y Dios sabía que había algo muy especial en esa relación entre dos seres humanos que entran con sus imperfecciones, con sus bagajes que tienen y entonces proceden a formar un solo ser prácticamente, y que en ese proceso de aunarse más y más tienen que empezar a dejar cosas; a perdonarse, a tolerarse el uno al otro, a ver lo mejor en cada uno, a sacar lo mejor del otro a través de la relación matrimonial y es un maravilloso mecanismo.

Jonatán: Así es y queremos resaltar el rol y el poder del perdón en diferentes tipos de relaciones, relaciones de parejas, relaciones familiares, relaciones entre amigos y también la importancia de la reconciliación, de uno poder reconciliarse, los diferentes elementos que están involucrados en eso, la importancia de dejar el pasado atrás ¿verdad? y tratar de enfocarse en el presente con vista hacia el futuro.

Claro que sí pero espérese ¿ustedes han visto Despierta América verdad que sí? Nosotros vamos a invitar unas personas que vengan aquí pero nosotros queremos que ustedes les aplaudan, que haya algarabía ¿okay?

Roberto: va a haber una pantalla ahí que diga: ría y ustedes ríen, aplaudan y ustedes aplauden, digan “buu” y ustedes hacen “ooh yaay” hay que animar esto, hay que animarlos si no la gente se me aburre.

Jonatán: La primera pareja que queremos invitar ellos son originarios de la República Dominicana pero se conocieron en Puerto Rico, en la isla del encanto, sí, tienen 11 años de casados, dos hermosos hijos, 9 años en nuestra Congregación y queremos que ustedes reciban con un fuerte aplauso a Marino e Isabel López, fuerte el aplauso ¡wooo! ¡Bienvenidos, bienvenidos! Así me gusta, así me gusta con energía (recibe a los invitados con un abrazo) chévere, bienvenidos Marino e Isabel a CLJ presenta el programa inaugural de nuestra Congregación, cuéntenme ¿cómo se sienten?

Para que ustedes tengan una pequeña historia son una familia que han estado íntimamente involucrada en la vida de nuestra Congregación, por varios años ellos han servido en el ministerio de I Wanna, en el ministerio de la escuela dominical, actividades con parejas y son una familia joven que nosotros escogimos para que nos cuenten un poquito de su historia, cómo llegaron a nuestra Iglesia y cuáles han sido algunos de los retos que han enfrentado. Esta mañana fue de bendición y yo sé que esta tarde también Dios va a tocar muchos corazones.

Roberto: Bienvenidos Marino e Isabel, desde que ustedes llegaron a León de Judá se han hecho muy visibles, han hecho tantas actividades y yo siempre los viernes cuando estoy caminando por allí en los pasillos del santuario original viéndoles que ustedes han estado involucrados en la vida de nuestra Iglesia y resulta difícil pensar que hace relativamente poco tiempo ustedes no conocían al Señor y que estaban pasando por un tiempo relativamente difícil, dígannos ¿cómo llegaron ustedes a León de Judá, cómo conocieron la Iglesia, qué los llevó a venir a nuestra Congregación?

Isabel: Okay, bendiciones a todos, muchas gracias por la invitación. Nosotros como dice Jonatán nos conocimos en Puerto Rico y de Puerto Rico nos casamos y nos vivimos a vivir a Boston, entonces a través del transcurso de nuestros primeros meses de matrimonio fueron muy difíciles, muy difíciles porque yo venía con mucha expectativa, mucha cosa que uno pone en su cabeza y entonces empezaron los conflictos, los problemas, Marino y yo nos amábamos mucho, nos amamos mucho

Roberto: Y de paso parece que habían estado 8 años de novios así que uno pensaría: wow no hay nada que descubrir, todo ya está bien conocido pero no fue así, se supone que cuando estaban dentro del matrimonio como que ya la cosa cambia ¿no? porque hay otra perspectiva.

Marino: Si, los problemas comenzaron después que nos casamos, yo seguía como si hubiese el papel de matrimonio pero seguía soltero y eso es peligroso, entonces esa era mi mentalidad

Roberto: ¿En qué sentido te sentías como soltero, en qué formas se manifestaba eso en tu mente?

Marino: Bueno pues no había aceptado el rol del matrimonio de ser cabeza del hogar, de la responsabilidad que eso conlleva entonces eso nos estaba afectando en nuestro matrimonio grandemente

Roberto: Entonces ¿cómo pasando de ese tiempo así tan difícil que yo tengo entendido fue un tiempo amargo en que estaban pensando nos vamos a divorciar, nos vamos a separar pero algo sucedió que cambió esa situación?

Marino: Sí, llegamos al punto en que la primera palabra era el divorcio porque esa era la forma que pensábamos que era más fácil, o sea teníamos una pequeña discusión y mi esposa decía: vamos a divorciarnos

Roberto: Una pregunta porque yo creo que a veces el trasfondo familiar tiene mucho que ver, ¿dirían ustedes quizás que la cultura o el trasfondo familiar influyó o no o vienen ustedes de un pasado familiar digamos, de una familia extendida o de padres donde eso no existía?

Isabel: Yo vengo de padres divorciados pero más vengo de esa doctrina de que: ¡ah la mujer sin el hombre puede! Y yo sé que hay muchos casos que la mujer lamentablemente debe seguir adelante sin el hombre, pero también hay muchas oportunidades de trabajar en el matrimonio como nos pasó a mi marido y a mí, y ¿por qué no dar la oportunidad de poder sanar nuestro matrimonio y poder salir adelante?

Roberto: ¿Y tú Marino cómo?

Marino: Sí, en mi caso mis padres siguen juntos pero yo siempre ví en la costumbre latina que el hombre es el hombre y que puede hacer lo que quiera, eso es mentira, tenemos que simplemente entender y ponernos en el rol de que cuando ya somos casados tenemos una responsabilidad, un hogar y una esposa que merece respeto y que tenemos que valorar.

Jonatán: Wow eso es un punto muy interesante porque especialmente hoy en día las personas se conocen y ya son cada uno independientes, tienen su vida hecha, tienen sus círculos sociales lo que sea entonces cuando se unen cambia eso y eso afecta la dinámica ¿verdad?, entonces ¿a eso tú te refieres cuando decías que vivías como soltero estando casado?

Marino: Claro y tenemos que saber que en todo en el hogar somos uno, tenemos que estar de acuerdo en las finanzas, tenemos que estar de acuerdo en la crianza de nuestros hijos y en la comunicación.

Roberto: Y entonces están pasando ese tiempo difícil, están pensando en divorciarse, están en crisis y tengo entendido que algo sucedió entonces que les trajo a León de Judá, cuéntenos un poco acerca de eso y cómo fue ese comienzo, qué recursos y no tanto León de Judá porque León de Judá es simplemente un instrumento, un espacio donde ustedes hacen sus cosas, pero algo sucedió allí que por lo menos trajo un rayo de luz en esa situación tan difícil que ustedes estaban pasando.

Isabel: Marino y yo éramos católicos y cuando llegamos aquí pues dijimos: ah tenemos que ir a la Iglesia pero después, y yo le decía: bueno tenemos que ir, y él decía: el próximo domingo, y ese momento nunca llegaba, y entonces en el momento de quebrantamiento en el que vimos que nuestro matrimonio estaba a punto de terminar, que Marino y yo conversamos y él dijo: yo estoy dispuesto a hacer lo que tú me digas que tenga que hacer para yo recuperar mi matrimonio y no perderlo, entonces yo que uno viene con tanta expectativa yo llegué llorando a mi trabajo y hablé con mis compañeras, y les dije: yo no sé qué pasa porque no está funcionando mi matrimonio, y entonces una compañera mía habló con una amiga de ella que venía aquí a León de Judá y actualmente vive en Connecticut, y ella le dijo así: dile a tu amiga que vaya a la Congregación León de Judá que allí la van a ayudar y yo dije: wow.

Esa firmeza de esa Palabra que me envió esa hermana yo dije bueno: empecé a buscar en el internet, busqué en la página, me contacté con Ada y Luis Payez porque Marino dijo que estaba dispuesto a hacer lo que sea.

Roberto: Que de hecho Ada y Luis Payez una pareja tremendamente madura en el Evangelio tienen muchos años de casados y no sé cuántos saben que tenemos un equipo de personas incluyendo a mi esposa Meche, y otras personas que intervienen en el área de la consejería, y gracias al Señor esos recursos han sido de gran bendición a través de los años, inclusive una de las cosas que nosotros exigimos mucho es que las parejas tomen consejería pre-matrimonial porque sentimos que se necesita una base sólida espiritualmente hablando para casarse, y gracias a Dios por gente como ellos, ¿qué rol jugaron ellos en ese proceso de transformación?

Marino: Bueno desde mi punto personal yo venía con una rebeldía completa y sí estaba dispuesto a venir a consejería y abrir mi corazón, y ser honesto con lo que yo había fallado, y cuando nos reunimos la primera vez con Luis y Ada ese amor, ese abrazo y ese calor humano que nos dieron donde me dieron a entender que no era lo que yo pensaba, yo pensaba: la Iglesia evangélica ya vienen a prohibir qué vamos a hacer, ya vienen a cambiar la forma de pensar y entonces me acuerdo muy claro que Luis me dijo: aquí no vamos a cambiar nada y sí te vamos a dar consejería matrimonial, y en lo que nosotros podamos ayudar te vamos a ayudar pero el que tiene que cambiar eres tú (aplausos).

Roberto: Qué bueno, dos cosas que yo creo que son importantes señalar ahí es que le digamos a otros acerca del Evangelio como esa amiga tuya que te dijo vayan a la Iglesia, busquen del Señor ¿no? tenemos que dejarle saber a otros recursos que hay en el Evangelio, y en segundo lugar cuando vengan los que están buscando, digamos los incrédulos, la gente que está necesitando del Evangelio vienen a veces con malos entendidos acerca de lo que es la Iglesia y es importante que los recibamos en una forma afable, generosa dándoles tiempo y espacio, y mostrándoles el amor de Jesucristo que en última instancia es lo que más te cambia.

Jonatán: Así es, así es y algo muy interesante de la historia de ustedes es que la persona que les refirió a esta Iglesia ustedes todavía no conocen a esa persona ¿verdad?

Marino e Isabel: No sabemos quién es, no la conocemos

Roberto: Eso es un ángel

Isabel: amén, amén

Jonatán: Wow, nos hubiera gustado haberla descubierto y presentársela aquí

Roberto: Si nos está escuchando en alguna parte ahora venga e identifíquese, llámenos al 5441-4455 (ríe)

Jonatán: Sí si usted nos está viendo hoy llámenos porque sus hijos espirituales la quieren conocer

Isabel: amén (ríe)

Jonatán: Pero no, me llama la atención de que ustedes encontraron ese afecto como tú dices Marino sin siquiera ser miembros de esta Iglesia, vinieron a una Iglesia completamente extraña para ustedes con otra tradición espiritual y todo lo demás, ¿llegó un momento en que ustedes se sintieron incómodos? ¿cómo fue esa transición de la consejería a la Congregación en sí?

Marino: Sí, en medio de la consejería Luis y Ada nos invitaron a que viniéramos el domingo a la Iglesia y el primer domingo que vinimos nos dieron este papelito que uno llena con su información y decía: ¿alguna petición por la que quiere que oremos? y entonces yo llené ese papel con lágrimas en mis ojos y el ujier que estaba cerca de mí corrió y recibió ese papel, y vió que yo puse la petición que yo puse era orar por mi matrimonio y él me vió mi rostro, y empezaron a orar por nosotros, nos invitaron a una célula de pareja y para la gloria de Dios esa célula de pareja hizo un cambio en nuestras vidas.

Roberto: Extraordinario, a mí me encanta mucho, lo que veo en ti que me gusta tanto es esa ternura, que estabas abierto, muchas veces los hombres somos reacios a admitir que necesitamos ¿no? pero veo esa receptividad tuya y eso es tan importante ya sea hombre o mujer porque muchas veces tenemos problemas en el matrimonio pero no queremos hacernos frágiles, no queremos revelar nuestras debilidades ante otros, pero muchas veces ese quebrantamiento interno es la clave para que Dios pueda hacer algo.

Marino: Sí, hubo un quebrantamiento dentro muy grande durante el trayecto del problema donde yo ví que iba a perder a mi esposa y a mi hijo que ella me dijo: nos divorciamos, yo me voy con el niño y aquí se acabó, entonces yo, ahí el Señor sin ni siquiera haber venido a la Iglesia me quebrantó y entendí que tenía que dejar eso del machismo, aceptar que yo estaba mal y fue cuando le dije: yo estoy dispuesto a ir a consejería, a hacer lo que tenga que hacer, yo no quiero perder a mi familia y a pedir perdón, a aceptar que yo estaba mal.

Roberto: Divorcio, evidentemente esa palabra estuvo ahí desde temprano ¿cómo ven ustedes esta idea del divorcio cuando las cosas se ponen así tan agrias y tan difíciles, qué piensan ustedes ahora mirando hacia atrás?

Isabel: No es una alternativa para nosotros porque el Señor, como dice Marino hubo, él me pidió perdón, yo lo perdoné y hubo una sanidad. Ahora nuestro amor es diferente porque es pasado en el Señor, es un amor más genuino, más original porque antes uno se basaba mucho en el físico, ah me cae bien, me hace reír, ahora es un amor muy diferente. Yo veo a Marino de una manera muy diferente, él me complementa completamente gracias al Señor porque él refleja el Señor en él entonces por eso es diferente.

Jonatán: Wow, bien

Roberto: Wow eso merece un aplauso cuando una esposa habla así de su esposo

Marino: Gloria a Dios que así es yo en mi matrimonio veo a mi esposa con un amor diferente, yo la amo, la respeto, es mi compañera, mi consejera, esa palabra ya no está en nuestro vocabulario gracias a Dios, como ella dijo nos sanó, nos sentamos y conversamos, y dijimos: esta palabra del divorcio ya no va más, yo le pregunté a ella: ¿eso es lo que tú quieres que pase que nos divorciemos? Nos sentamos a hablar y dijimos: entonces saquemos esa palabra de nuestro vocabulario, no divorcio y trabajamos, oramos juntos y el Señor hasta aquí nos ha ayudado a superarnos.

Jonatán: Amén, amén

Jonatán: Algo muy interesante en cuanto a ustedes es que ha sido una combinación de varias cosas porque la Iglesia puede tener muchos recursos que la Iglesia ofrece a la comunidad pero esos recursos en realidad no sirven de mucho a menos que las personas tengan la disponibilidad y se integren, háblennos un poquito acerca de su experiencia integrandose a la Congregación porque ha sido clave el hecho de que ustedes han estado dispuestos a unirse a un grupo de células, a unirse a un grupo de parejas, a abrir sus corazones y conocer otras personas, contarles su vida, háblennos un poquito acerca de eso.

Isabel: Bueno en en el caso caso de nosotros cuando llegamos a la célula de parejas y eran muchas parejas nosotros llegamos a estar solos, nosotros no teníamos a nadie acá, es tanto así cuando terminé de cumplir años nosotros tuvimos que ir a Puerto Rico porque no teníamos a nadie, hoy en día tenemos tantos hermanos, nos sentimos tan amados, eso de haber estado en la célula y ahora estar en el ministerio de I Wanna nos ha hecho compenetrarnos aquí en León de Judá y saberla nuestra familia.

Hoy en día estamos más que bendecidos por el Señor que nos trajo hasta acá, que Él tenía Sus planes perfectos y eso nos ha hecho cada día más integrarnos.

Roberto: Y ahora me imagino que ahora todo estará bien, perfecto, no hay ninguna discusión entre ustedes

Isabel: ¡amén! (ríe)

Roberto: Todo cambió, esto es un romance 24 horas al día, 7 días a la semana no hay ningún problema ¿cierto?

Marino: No, seguimos siendo la pareja humana, seguimos teniendo esos momentos de dificultad donde hay momentos de discusión, donde no estamos de acuerdo pero yo creo que la comunicación, el orar, el poder decir: perdóname, discúlpame que yo hice algo que te molestara y que ella aceptara mi perdón o que ella me diga a mí de igual manera de yo perdonarla eso hace una gran diferencia.

Roberto: ¿Un consejo para parejas que están pasando por problemas y dificultades, algo que ha sido clave para ustedes en esta jornada para defender su matrimonio?

Marino: Claro que sí, buscar la ayuda del que todo lo puede el Señor Jesucristo, congregarnos, de cierta manera en las células, en los grupos, aquí hay grupos de hombres que también nos ayuda a crecer mucho, la célula que nosotros visitamos de pareja fue una ayuda tremenda, ahí tuvimos una familia en Cristo y empezamos a crecer, a conocernos en la Iglesia, y un consejo que yo le daría a cualquier pareja que busquen los recursos, que tengan comunicación, que sepan aceptar las diferencias, que se puedan pedir perdón y perdonar pero hay una clave que es Cristo Jesús.

Isabel: Un consejo que yo le daría a las parejas es que se junten con parejas similares, parejas que te animen a seguir adelante, que sean como un ejemplo a seguir porque por ejemplo en el caso mío y de Marino antes compartíamos con una pareja que no eran creyentes, cada uno andaba por su lado y Marino hacía eso, iba por su lado y yo por el mío, y estar aquí esa ha sido la diferencia, ver parejas que están luchando por seguir adelante, que aman a Dios por sobre todas las cosas y que cada día quieren ser mejores entonces yo creo que ese es el mejor consejo.

Jonatán: Sí, esta mañana tú decías que esta pareja con la que ustedes compartían el matrimonio de ellos no estaba muy fuerte y cuando habían actividades sociales tú te ibas con la esposa, ellos se iban a otra actividad y eso fue algo que te despertó a ti.

Isabel: Exacto, esa fue una parte muy difícil porque ellos vivían juntos pero estaban separados, entonces cuando yo llegué a vivir acá ya Marino tenía un año aquí previamente e íbamos a las actividades, y yo quería estar con mi esposo, estábamos recién casados y Marino se iba con el amigo, y yo: yo quiero estar con él y ella me decía: ay ¡déjalo! Los hombres fastidian mucho déjalo, porque ella estaba en esa onda y yo: yo no estoy en esa, entonces Marino seguía allá, yo acá y eso realmente no nos ayudó porque ese matrimonio estaba reflejando en nosotros cosas erróneas muy negativas, entonces dije: Marino vamos a salir de aquí y ahí fue cuando conocimos a León de Judá y pudimos empezar a caminar.

Roberto: La importancia de que haya esa cualidad entre nosotros como Iglesia que las parejas con más experiencia, con más conocimiento y madurez espiritual ayuden y mentoreen a otros, les animo hermanos a buscarse unos a otros y a las parejas jóvenes necesitan ser mentoreadas, necesitan gente que las apadrine, que las acoja, que las invite a salir y que les den buenos consejos, y que modelen lo que es un matrimonio saludable.

Y también nosotros tenemos que darnos nuestro tiempo y tener una mentalidad así paternal y maternal para ayudar a otros también, dar esas oportunidades de bendecir a otras parejas y mentorearlas también porque eso es clave, la Biblia dice eso ¿no? que las mujeres maduras busquen a las jóvenes y les enseñen a ser buenas esposas, buenas cristianas y ciertamente eso también para los hombres. Yo creo que estamos en un tiempo en que hay una crisis de masculinidad en que a nuestros jovencitos no se les está enseñando a ser un esposo que protege con su vida, que enamora, que provee por su familia, que tiene cierto rol y a las jóvenes por igual también, entonces estos jóvenes tienen que inventarse el mundo prácticamente a la luz de la mañana cuando entran a un matrimonio para el cual no están preparados.

Entonces necesitamos modelar buenos y sanos matrimonios y aplicar la Palabra del Señor a esas dimensiones específicas de la vida humana, y no quedarnos allá en la estratósfera espiritual con simplemente expresiones vagas y que no reflejan el Evangelio, hay que pisar tierra y encarnar la verdad del Evangelio.

Jonatán: Así es, algo que me encanta de ustedes dos es que ustedes han sido bien intencionales en involucrarse en las diferentes actividades que hay en la Iglesia y yo creo que eso es clave para cualquier persona que esté buscando comunidad en una Iglesia. La Iglesia puede organizar todos los eventos que sean pero si usted no se une a esos eventos, si usted no se involucra con ese grupo de parejas, si usted no se une al ministerio de I Wanna, tú mencionabas a I Wanna, una de las cosas más bellas del ministerio de I Wanna es que a mí me encanta verlos a ustedes compartiendo con otras familias y me gusta ver los hombres un grupito de hombres que se ponen a jugar y no sé qué, y esas relaciones se desarrollan de una manera orgánica y se trasladan afuera de la Iglesia.

Cuando ustedes se juntan ahora a compartir en los cumpleaños de los niños fuera de la Iglesia, es una comunidad que vive dentro y fuera de la Iglesia pero esto existe porque alguien tuvo que tomar el primer paso de hacerlo intencional y unirse al grupo.

Uno de los problemas es que la gente siempre se queja de que: nadie me busca, nadie me llama, en esa Iglesia nadie me saluda pero yo creo que la clave está en uno en decir: yo me voy a involucrar, me voy a hacer parte de esto y voy a comenzar a hacer parte de estas personas.

Roberto: Muchachos gracias por compartir su vida con nosotros

Jonatán: Sí pero ¡espérese un momentito Pastor espérese, espérese, no se vaya adelante, algo muy importante!

Roberto: ¿Tenemos más? ¡Wow, okay!

Isabel: (ríe)

Jonatán: Nosotros vamos a jugar un juego ahora con Marino e Isabel

Roberto: ¡pero si ellos ya se saben las preguntas, todo! (risas)

Jonatán: No, no, no, vamos a jugar un juego porque nosotros queremos conocerlos un poquito más a fondo a ellos y ustedes nos van a contestar de la misma manera que contestaron esta mañana sin pensarlo dos veces nada más, su primer instinto ¿okay? Marino agárrame aquí, Isabel agárrame aquí (les pasa unos carteles con respuestas a las preguntas que les van a hacer: Yo, Él o Ella)

Jonatán: Okay ¿quién es el peor conductor?

Isabel: (Yo)

Marino: (Ella)

Jonatán: Jaja, okay ¿quién maneja más rápido?

Isabel: (Él)

Marino: (Yo)

Jonatán: Okay, okay, ¿quién llega tarde siempre a las actividades?

Isabel: (Yo)

Marino: (Ella)

Jonatán: Hah okay, ¿quién es el padre más estricto?

Isabel: (Yo)

Marino: (Ella)

Jonatán: (Ríe) Okay, ¿quién es el mejor vestido?

Isabel: (Yo)

Marino: (Ella)

Jonatán: ¿Quién es el mejor organizado?

Isabel: (Él)

Marino: (Yo)

Jonatán: ¿Quién dura más en el baño?

Isabel: (Yo)

Marino: (Ella)

Jonatán: ¿Quién es el más sociable?

Isabel: (Yo)

Marino: (Ella)

Jonatán: ¿Quién es el que más come?

Isabel: (Él)

Marino: (Yo)

Jonatán: ¿Quién duerme del lado derecho de la cama?

Isabel: (Él)

Marino: (Yo)

Jonatán: ¿Quién limpia la nevera?

Isabel: (Yo)

Marino: (Ella)

Jonatán: ¿Y quién limpia el baño?

Isabel: (Él)

Marino: (Yo)

Jonatán: ¿Quién se estaciona mejor?

Isabel: (Él)

Marino: (Yo)

Jonatán: ¿Y quién inició el primer beso?

Isabel: (Él)

Marino: (Yo)

Jonatán: Muy bien, muy bien, ¡gracias por acompañarnos, gracias por venir!

Isabel y Marino: ¡gracias! (se despiden de la Congregación)

Roberto: Un privilegio tenerles con nosotros gracias por compartir sus vidas, es una bendición tenerles en nuestra Iglesia, Dios les bendiga

Jonatán: Amén un fuerte aplauso para Isabel y Marino López, qué chévere, qué chévere. Bueno, pero esto no se queda aquí señores, tenemos otra pareja muy, muy especial también Pastor, una pareja un poco más madura con un trasfondo muy diferente, ella es guatemalteca ¿dónde están los chapines aquí en la Iglesia? y él es puertorriqueño

Roberto: Una receta yo diría para un matrimonio difícil

Jonatán: Ya lo sabes

Roberto: Sin embargo Dios los ha bendecido con 25 años de vida matrimonial

Jonatán: 25 años de matrimonio y Pastor ellos son una familia mixta, cada uno tiene un pasado y trajeron un hijo al matrimonio, y luego procrearon una hija en común, y eso representa ciertos riesgos también y ciertos retos en la relación

Roberto: De hecho creo que yo tuve algo que ver con que ellos se conocieran y llegaran a casarse, fui una especie de cupido para ellos también

Jonatán: (Ríe) así es, eso escuché, vamos a recibir con un fuerte aplauso a Carolina Barrutia y José León, ¡muy bien, bienvenidos!

Roberto: ¡Bienvenidos!

Jonatán: Carolina es la secretaria administrativa de nuestra Congregación por más de 16 años. José cómo estás, yo siempre le ando cambiando el nombre a José y le digo Luis, inclusive esta mañana en vivo le dije Luis y el Pastor me puso a corregir pero, José, José León bienvenidos a nuestro programa CLJ presenta

Roberto: José y Carolina we have gone a long way como dicen, tienen muchos años con nosotros, los años que tienen de casados y quizá un poquito más, entonces tienen aquí en Congregación León de Judá, una de las dos familias y de las dos personas que significan tanto para muchos de nosotros, y de paso Carolina, cuando nuestra Iglesia estaba comenzando a desarrollarse en el mover del Espíritu Santo Dios usó mucho a Carolina en el área profética, de hecho Meche mi esposa fue muy bendecida por Carolina en su ministerio y en su propio peregrinaje de buscar más del Espíritu Santo, y de recibir el bautismo del Espíritu Santo, Carolina fue vital en eso por lo cual le damos gracias al Señor, desempeña un papel precioso aquí en la Iglesia llenando muchísimos vacíos.

José es un ejemplar de una vida transformada, vino a León de Judá cuando su vida estaba destruida prácticamente y el Señor ha hecho de él de pasar de ser, una persona que pasó sirviendo muchos años en prisión y el Señor lo sacó de una prisión federal, y ha venido a ser un recurso tremendo para el Reino de Dios y para la Iglesia, así que ellos dos para mí representan dos de los testimonios más dramáticos que hay en León de Judá del Dios que transforma, que renueva, que restaura y aquí los tenemos casados y felices, 25 años de matrimonio, qué cosa, nadie lo hubiera dicho viendo a esta dama guatemalteca con toda su cultura y tan fina que es, y tan culta, y José ya se ha curtido bastante pero era un jibarito de Woolster por allá cuando se casó con un pasado también muy difícil pero un hombre muy sensitivo, muy especial, una riqueza interior tremenda, y uno hubiera pensado: caramba un guatemalteco y un puertorriqueño esto es contra la naturaleza, esto no se debe dar, pero aquí están como un testimonio del Dios que puede tomar caminos muy poco esperados.

Díganme un poco acerca de su jornada, cómo ustedes entraron así a tratarse y qué Dios hizo, qué Dios tuvo que hacer para que ustedes pudieran llegar a ser una pareja como son hoy en día, una bendición para todos.

José: Fue un proceso largo yo diría, fue un proceso donde muchas personas estuvieron involucradas incluyendo al Señor, como mencionaste al principio que fuistes como ¿cupido? Fue tu culpa

Roberto: Yo soy el culpable de todo

Jonatán: Cada vez que ustedes pelean se acuerdan del Pastor (risas)

José: Si me lo permiten voy a contar un poquito de lo que pasó, cuando Carolina y yo, había una amistad, Carolina y yo nunca fuimos novios, tan sólo fuimos amigos y éramos unos amigos que aunque siempre estuviéramos juntos, donde quiera íbamos donde quiera nos buscábamos, y pues llegaron unas circunstancias que me confrontaron a mí, que el hijo de Carolina para ese tiempo tenía 16 años, y me llamó preguntándome que por qué razón su mamá había llegado llorando y se la pasaba llorando, y pues yo le contesté que yo no entendía el por qué, entonces él me dice: ¿sabes qué? Que yo creo que tú te debes casar con mi mamá, ahí

Jonatán: El hijo de ella te dijo eso con 16 años

Roberto: Directamente al hígado

José: Entonces pues yo me quedé como dicen con la boca abierta, no sabía qué decir, entonces yo le dije: okay déjame hablar con ella, hablamos y por teléfono, y yo le dije a ella: ¿sabes qué? Debemos hablar con una persona que nos ama mucho y nos estima mucho, y para mí es más cercana a nuestro Señor, y es nuestro Pastor don Roberto, entonces pues ahí hubieron ciertas circunstancias donde nos reunimos con él, el Señor creó las circunstancias.

Yo me acuerdo que cuando él conversó conmigo él me dijo a mí estas palabras: yo los veo a ustedes casados y van a ser como dos tizones sacados del fuego que el Señor va a unir para bendecir muchas personas

Roberto: Tremendo, no me acuerdo de eso pero gloria a Dios

Carolina: Ese fue el tema de nuestra boda, cuando tú hablaste en nuestra boda tú hablaste de eso, lo que tú le habías dicho a él que éramos dos tizones sacados del fuego y que íbamos a ministrar muchas personas, te presto el video así te oyes tú mismo

Roberto: Han pasado tantos años de eso que ni me recuerdo en qué año

José: Ya ahí me acuerdo que decidimos unirnos a la Iglesia Bautista Central, ahí bajamos al basement y estaba Roberto, estaba Carolina y estaba yo, yo pensando que el Pastor nos iba a confrontar por lo que estábamos haciendo o por lo que pensábamos a hacer y pues nos pusimos a hablar, y él nos dice: yo creo que esto es del Señor y vamos a poner una fecha, y yo: ¡oh, oh! Y yo pensando dije: bueno pues quizás diciembre o el año que viene, se quedó mirando a su libreta y dijo: en agosto 4 los caso

Carolina: Y era junio

José: Y yo: ¿qué?

Roberto: Yo era más atrevido en ese tiempo ya me he puesto un poquito más suave

Jonatán: Yo creo que todavía sigue siendo atrevido (risas)

Roberto: Sí bueno, después hablamos tú y yo acerca de eso

José: Pues, eh bueno yo dije: no tenemos nada, apenas estamos empezando a trabajar y Roberto dijo: si es del Señor Él va a proveer todo, y así fue, hasta ahora ha proveído todo, ha proveído, me ha dado más y me ha dado muchísimo para bendecir a otras personas

Roberto: Una que yo siempre he creído es que, a veces nosotros buscamos, las parejas buscan como las compatibilidades obvias ¿no? en el caso de Marino e Isabel los dos son dominicanos, pero you know una pareja que está comenzando su vida matrimonial y una cantidad de cosas que uno diría: bueno no vas a tener ningún problema, sin embargo resulta que sí tuvieron problemas porque no estaba el Señor y en el caso de ellos tuvieron entonces que contar al Señor para que esas afinidades se manifestaran entonces verdaderamente, en el caso de ustedes es todo lo contrario; parecería que no hubiera ninguna afinidad porque venían de trasfondos diferentes, matrimonios ya quebrados, pasados los dos porque los dos.

Usted ve aquí esta señora tan bien comportada pero también tiene su historia y su pasado que el Señor la sanó. Pero ustedes venían con todo ese bagaje, pero lo que yo siempre pensé es que si Dios está en el asunto Él se encargará y todo se arreglará para combinarlo todo y traerlo todo a Su, y yo siempre digo eso porque muchas veces hay parejas que yo he casado que no parecería que tienen una posibilidad de tener éxito, pero yo he sentido en mi espíritu que no, hay una afinidad subyacente, interna establecida por Dios. Cuando eso está presente y el Señor está presente cualquier diferencia se puede pasar y se puede reconciliar, lo importante es eso que el Señor esté presente.

Ahora ustedes se casan y no fue tampoco un camino totalmente despejado, hubo tiempos en que la piña se puso agria también y hubieron dificultades

Jonatán: Háblennos un poquito Carolina en cuanto a la decisión de ustedes unirse porque en nuestra familia tenemos varias familias mixtas, hay hijos de relaciones anteriores, y esta mañana tú comentabas algo en cuanto a la reacción de tus padres cuando tú les comunicaste que te interesaba José, que te ibas a casar con José, háblame un poquito de eso

Roberto: De paso eso no quiere decir que todos los chapines piensen así de los puertorriqueños

Carolina: Ni todos los puertorriqueños son lo que mis papás pensaban, no quiero ofender a nadie

Roberto: Exacto

Carolina: En el momento en que decidimos casarnos José y yo mis papás tenían mucho temor de que yo volviera a casarme, yo estaba divorciada. En la sociedad que yo pertenecía en Guatemala era una sociedad donde el matrimonio se respeta, mis papás tuvieron un matrimonio de 50 años donde siempre se amaron, era un matrimonio precioso, mis tíos por igual, entonces para ellos era muy importante con quién yo iba a casarme en este país, y una de las cosas que le asustó a mi madre fue que él era puertorriqueño y que tenía un récord criminal, y para ella eso fue muy duro, hasta que yo le envié el casette del testimonio de José cuando él había dado el testimonio en nuestra Iglesia y eso alivió el corazón de mi mamá y bendijo nuestro matrimonio, porque para mí era importante recibir la bendición de mis papás, pero yo misma me preguntaba por qué me estaba casando con un hombre como José.

Compartí esta mañana que cuando yo leí el libro del doctor Cho, el Pastor de Korea, La Cuarta Dimensión ahí había un ejemplo de una mujer que le escribió una carta al Señor con lista de cómo quería el esposo y yo lo hice, yo le escribí una carta y le puse todo lo que yo quería en un esposo

Roberto: Tipo Robert Redford

Carolina: (Ríe) No, yo te dije en la mañana que él estaba muy bien complementado, él se cuidó muy bien en New York, todavía Pastor, todavía

Roberto: Se ve, se ve

Carolina: Y en esta carta dos cosas el Señor no me estaba dando, o sea me estaba dando una que le había pedido y otra que no le había pedido, y una era que fuera Pastor, y la otra era que, yo quería ser pastora de una Iglesia pero me estaba dando no Pastor, todo lo demás llenaba los requisitos sobre todo porque amaba a mi hijo y tenía una buena relación con él, y eso era algo muy importante para mí, y la segunda era que tenía un récord criminal. Y yo le dije: Señor ¿cómo es posible que me estés dando todo esto y esto que era lo más importante? Pero Dios siempre, siempre puso paz en mi corazón y el amor que Dios puso en mi corazón para José no era de este mundo.

Hay algo que yo siempre cuando hablo con mujeres es: en el mundo las mujeres vemos lo físico, vemos lo que el hombre tiene, yo mi primer matrimonio mi primer esposo fue un hombre con fincas, de mucha sociedad, de mucho apellido en mi país, aceptado por mis papás, blah blah blah y fue un total desastre, desastre, desastre. Cuando yo vine al Señor después de eso que afectó tanto mi vida me di cuenta que el hombre que Dios me diera tenía que ser un hombre que amara a Dios por sobre todas las cosas, lo demás era añadido, no tenía yo que ver su posición, su título universitario, inclusive su familia, su pasado, era su corazón, lo que él era, lo que Dios había transformado en él y este amor que el Señor me dió para él transformó mi vida porque él era para mí el complemento de lo que Dios quería para hacer Su Voluntad en mi vida, sin José como complemento yo no iba a llegar donde Dios quería que llegara.

Y una de las cosas importantes que mencionamos poco en la mañana fue la participación de nuestros hijos en nuestro matrimonio porque yo venía con Carlos Roberto que ya tenía 16 años, gracias a Dios no era un muchacho que daba problemas pero su problema era su rebeldía contra su propio padre y aceptar una autoridad encima de él, y José venía con su hijo Gio, Giovanni, un niño de 11 años con un trasfondo también dramático en Puerto Rico, y era muy difícil aceptar y adaptarnos a estos hijos que el mío no era de él y el de él no era mío.

Cuando el hijo de José vino a vivir con nosotros para mí fue traumático porque yo acababa de dar a luz a mi hija Gabriela que era de nosotros, y teníamos a Carlos Roberto ya de 18 años

Roberto: Y de paso la venida de él fue la respuesta en oración porque tú hacía años que no veía a su hijo

Carolina: Años que no veía a su hijo

Roberto: Y yo recuerdo cuando José salió de la cárcel que yo lo conocí por primera vez él hablaba del dolor que tenía de no haber visto a su hijo y no haber sido ese padre que su hijo necesitaba, y estaba totalmente su ex esposa reacia a que él lo viera, y el Señor hizo un milagro tremendo y lo trajo de nuevo a la vida de José, y entonces esto vino a complicar la situación, fue un milagro que Dios hizo

Carolina: Sí, fue un milagro pero yo como madrastra estaba reacia a hacerme responsable de una criatura que no era mía cuando ya yo tenía dos responsabilidades muy grandes, pero el Señor siempre ha sido tan bueno y siempre cuando habla a mi corazón, Él lo que me hizo ver fue que, que Gio viniera a nuestra vida era porque Dios tenía algo grande para este niño, o sea si él venía a nuestra vida era porque Dios quería que él fuera bendecido, entonces mi deber y mi obligación como esposa de José era ayudarlo con su hijo pero no fue fácil, fue muy difícil y tú fuistes parte clave de esta situación porque tú nos ayudaste muchísimo, la Iglesia como tal nos ayudó muchísimo.

Mencioné en la mañana que Nancy Miranda, tu hermana fue indispensable, ella fue madrina de nuestra boda y Nancy a mí me ayudó increíblemente en esa situación, lo mismo que Sofía y Hugo Pérez que ya no están acá pero estuvieron en la mañana, ellos fueron claves como personas de la Iglesia, como gente que ama a Dios en ayudarnos a nosotros.

José estaba más en paz, como que el corazón de José ya no dudaba de que nosotros hubiéramos venido a su vida porque Dios así lo quería para él pero yo tenía duda

Roberto: Y José también tuvo su propio drama pero algo muy interesante y muy bonito Carlos Roberto es que él también tuvo que pasar por su propio proceso, esto es una lección también para familias mixtas que a veces tienen que entrar a la vida matrimonial con el trasfondo de hijos adolescentes muchas veces, pero Dios ha hecho obras lindísimas en ustedes.

José: En mi caso pues, cuando nos casamos que vinimos a vivir juntos Carlos Roberto llegó a vivir con nosotros, llegó ¿como a los 16 años? y que yo empecé como hombre de la casa a tomar la autoridad y a mandar, a mandarlo a él, a ordenarle a tratar de que haga cosas que él quizás, que yo creía que yo estaba haciendo bien y no me daba cuenta como obligarlo a venir a la Iglesia, empujarlo y empujarlo a hacer ciertas cosas, y hubo una rebeldía de él para conmigo, en vez de vernos como padre e hijo a veces nos veíamos como enemigos ¿no?

Y yo pues me puse a orar, le oré al Señor y le dije: Señor ¿cómo se puede solucionar este problema? El Señor me contestó y me dijo: Simplemente se su amigo, se su amigo. Cuando yo decidí ser su amigo lo traté como uno trata a un amigo, o sea un amigo te llama y tú estás ahí para él, te cuenta los problemas y tú le aconsejas, y eso fue lo que yo hice, estar ahí con él.

Pues creció y seguimos creciendo juntos como familia donde él ya empezó a cambiar y de ahí empezó ya a llamarme papá, como papá ¿no? en estos momentos, en estos días pues ya sus hijos me dicen abuelo, me dicen grampa y pues me gusta, y él me presenta donde quiera como su papá. Unos meses atrás que estuvimos juntos y estuvimos compartiendo detrás de su casa me dijo: yo quiero hablar contigo, y yo: okay no hay problema, y empezamos a hablar y me dijo: yo quiero pedirte perdón, y yo le digo: ¿por qué me tienes que pedir perdón? Y me dice: por como yo me comporté contigo, y me dice: te quiero decir que ahora en este momento dos personas en mi vida que yo admiro y una es mi abuelo, y la segunda eres tú, para mí eso fue un honor, una dicha.

O sea el amor es bien importante en cualquier ser humano, de niño, de adulto, es bien importante y eso fue lo que Dios puso en mi corazón para esa persona.

Roberto: Tremendo. Hermanos les felicitamos por el ejemplo que ustedes son para esta Congregación, cómo Dios les ha usado y les está usando para bendecir esta comunidad, esta Iglesia como el trabajo, la obra evidente que Dios ha hecho en sus vidas.

Jonatán: Así es

Roberto: Ya ustedes no son tizones sacados del fuego, ya son lámparas que resplandecen en nuestra comunidad y son de gran, gran bendición para todos nosotros.

Jonatán: Carolina, para terminar con ustedes, esta mañana tú dijiste algo muy importante cuando te preguntamos que qué consejo tú le das a las parejas mixtas en nuestra Congregación que son más jóvenes, que están empezando, ¿qué fue lo que tú dijiste esta mañana?

Carolina: Primero que todo amarse mutuamente, mucha oración, buscar del Señor y hacer la Voluntad de Él, porque si Él nos puso juntos a nosotros no fue la voluntad nuestra, no fue decisión nuestra fue decisión de Él, entonces nuestro consejo es: haz la Voluntad de tu Padre. Si tu Padre te ha dado a ti, esto lo voy a añadir, si tu Padre te ha dado un niño que no es tuyo, él viene a tu vida porque Dios tiene un propósito con ese niño pero contigo también, porque Gio ahora es un hombre y él a mí no me dice Carolina me dice mom y me ama como mom, yo no soy su mamá pero para mí él es mi hijo y para él yo soy su mamá, y pienso que la aceptación de recibir a estas personitas en nuestras vidas hace una gran diferencia en la vida de ellos mismos, es la Voluntad del Padre.

Jonatán: Así es y me gustó mucho lo que dijiste esta mañana en cuanto a la perseverancia, que perseveraran, que se mantuvieran firmes, que lucharan, thank you, thank you

Carolina: La palabra es fight, pelear, pelear la buena batalla porque el enemigo anda buscando destruir familias, y nosotros éramos dos familias destruidas, él con su hijo y yo con el mío cada uno con un pasado totalmente distinto pero destruido y el Señor nos puso juntos, entonces a Satanás no le gusta eso porque si él nos destruía a nosotros destruía a nuestros tres hijos, entonces es mantenerse en batalla, mantenerse juntos, decisiones juntos, autoridad juntos, pelear la buena batalla juntos porque en la separación está el problema, pero mucha rodilla.

Jonatán: Amén, muchas gracias Carolina, José, gracias por compartir con nosotros, Dios les bendiga, ¡un fuerte aplauso para Carolina y José por favor, muchas gracias! El equipo de producción me está diciendo algo que no estaba en libreto pero yo quiero invitar a la Pastora Meche a que pase por aquí arriba, sí ¿dónde está la Pastora Meche? Que pase por aquí arriba, tenemos tiempo, tenemos tiempo

Roberto: Quiero que Meche diga una palabra aunque sea como un comentario acerca de lo que tú has experimentado, lo que has escuchado

Jonatán: ¡Un fuerte aplauso señores, bienvenida Meche, fue la producción que me dijo Meche no se preocupe! (riendo)

Roberto: Bueno, escuchando estas dos parejas como una persona que tiene mucha experiencia en la consejería y en la instrucción de parejas ¿qué resaltas, un pensamiento? Queremos escucharte

Meche: Lo que hace la diferencia entre no solamente el Señor aceptar Su Obra es asumir nuestra responsabilidad por nuestra parte en el problema. A menos que no hagamos eso, a menos que no tengamos instrospección y que haya un verdadero arrepentimiento, un deseo de volver a Él y de recibir de Él, de ser tratados por Él entonces no puede haber nada. Y ahora que la otra cosa es ser miembros de un mismo equipo.

Lo que pasa muchas veces es que cuando tenemos problemas uno se convierte en fan de los Yankees y el otro de los Red Socks, y entonces empieza a haber competencia, pelea, somos miembros de un mismo equipo. Yo no puedo ser efectiva si yo no estoy en armonía con él y él no puede ser efectivo a menos que tenga armonía conmigo. Tenemos diferencias todavía ¿verdad?

Roberto: Pocas, algunas de vez en cuando

Meche: Son 32 años y hemos como toda pareja, hay diferentes opiniones, diferentes maneras de hacer las cosas, diferentes temperamentos porque Roberto y yo somos totalmente diferentes, hay muy pocas cosas temperamentalmente

Roberto: Pero yo le estoy poco a poco enseñando a ser mejor

Meche: Lo que pasa es que yo no me dejo enseñar a veces mucho

Roberto: ¿Ven cómo salen las cosas así a la luz?

Meche: Pero dentro de la dificultad siempre lo que nos une es que el Señor me lo dió a él como un regalo y Dios me lo dió a mí como un regalo para él, eso es indiscutible, y si es así pues entonces hay que hacer lo mejor de cada día, cada día es una nueva experiencia, una nueva oportunidad para demostrarnos amor, servirnos el uno al otro, buscar armonía y eso en sí es una aventura.

Una de las cosas que yo he aprendido como mujer, que bueno es aprender eso bien temprano, pero es a no resistir el proceso de Dios sino a sujetarme al proceso de Dios, entender lo que Dios me quiere enseñar, y emocionarme, y gozarme en el proceso aún cuando sea difícil porque yo sé que si el Señor está en el proceso va a salir algo bueno.

Y después de 32 años, casi 33 que tenemos miren hermanos, si Dios me diera esta oportunidad otra vez yo otra vez me enamoraría de él y dedicaría mi vida a él.

Roberto: Lo mismo de mi parte definitivamente. Cuando nosotros dejamos que el Señor obre en nuestros matrimonios en nuestras vidas Dios nos trae lo que nosotros necesitamos, Dios usa el matrimonio para formarnos, y aún las dificultades del matrimonio para acercarnos más a Él y para hacernos más, es el instrumento como Cristo como sólo Dios lo puede inventar, lo que es el matrimonio para santificarnos, en ese roce diario de la pareja aprender a perdonar, aprender a tener visión a largo plazo, a ver lo que está escondido allí, lo positivo que Dios va a hacer, a tener fe, esperanza, perdonarnos unos a otros cuando nos ofendemos, muchas cosas bellas

Una pregunta que quiero hacerte como consejera que Dios te usa grandemente, yo siempre digo que Meche es mucho mejor consejera que yo y prefiero a todas las parejas que puedo y que ella puede con todo el tiempo que tiene a que ella sea su consejera porque tiene un don verdaderamente dado por Dios para la consejería, pero a la luz de tu experiencia en la consejería ¿qué dirías tú que es una de las cualidades más importantes que se requieren para salir del atolladero? Viendo parejas que han venido a ti para consejería matrimonial o para consejería remedial ¿qué has visto tú que hace la diferencia para que esas parejas salgan del estancamiento en que se encuentran y puedan entrar en una etapa de verdadero crecimiento espiritual?

Meche: Yo diría que lo primero es desear con todo su corazón honrar a Dios dentro de la relación, eso es lo que hace la diferencia. Las parejas que siguen adelante, que aceptan el consejo son las parejas que quieren agradar a su Padre celestial, cuando ese elemento no está es muy difícil, no es imposible pero es muy difícil y yo diría lo segundo es reconocer la responsabilidad de cada uno en llevar esto hacia adelante porque nadie cambia a nadie. Nosotros al principio de nuestro matrimonio a veces estábamos, yo deseaba cambiarlo a él, yo era como: ¡uh, ah! Y él: ¡Meche pero! Estábamos trabajando en direcciones contrarias hasta que nos dimos cuenta que somos miembros del mismo equipo y cada uno tiene que asumir su responsabilidad.

Cuando yo empecé a crecer en mis asuntos y él en los de él eso hizo toda la diferencia y eso es lo que yo veo en las parejas también, cuando cada uno dice que es mi responsabilidad trabajar en esto no es cambiar al otro es aceptar: yo tengo que crecer en esta área y voy a crecer, no solamente por mi pareja sino porque quiero agradar al Padre y porque sé que es algo bueno para mí, y si yo trabajo en mí mismo el otro también va a trabajar en lo suyo. Si los dos están deseando agradar al mismo Señor pues eso es la fórmula para tener éxito en un matrimonio, seguir adelante y seguir trabajando juntos en aquéllo que necesita cambiarse.

Roberto: ¿Qué rol crees tú que juega la transparencia? (aplausos para Meche) Está bien, aplaudan si quieren son verdades muy importantes. ¿Qué rol juegan la transparencia, el hacernos frágiles, el aceptar nuestras debilidades, qué dirías tú?

Meche: Es esencial, es esencial ser transparentes, otra vez aceptar todo como hemos mencionado, todos venimos al matrimonio con un bagaje, muchos de nosotros llevamos una maletita pequeña pero otros llevamos todo un set de maletas al matrimonio, y entonces tenemos que primero reconocer, mira, transparencia es por ejemplo: fallé en esto, perdóname, no debí haber hecho esto, no debí dicho esto, no debí haber hecho lo otro, eso es lo que es transparencia pero entonces la transparencia se tiene que dar en un ambiente de seguridad. Yo no me puedo hacer transparente si mi esposo me va a traer una bazuka y me va a disparar con una bazuka.

Ahora si hay un verdadero deseo de honrarnos el uno al otro yo puedo ser transparente, en mi fragilidad se acepta y yo hago lo mismo con mi esposo, entonces eso va a promover más transparencia. La gente habla de que en un matrimonio tenemos que hacer un lugar seguro donde el otro pueda abrir su corazón y no estar poniendo ¿qué pasa en el matrimonio? Nos ponemos pantallas, nos ponemos una barrera y pretendemos ser lo que no somos o nos endurecemos, o nos amargamos. Dios quiere que ame a Roberto como él es y Dios quiere que él ame a Meche como Meche es, y dentro de eso obviamente hay proyectos dentro de los que trabajar, pero definitivamente no podemos, si estamos cubriendo quién somos, cubriendo nuestra necesidad y no dejamos ver quién somos eso es un engaño, nos estamos engañando nosotros mismos tratando de engañar a nuestra pareja y no nos va a traer, no nos va a acercar un corazón al otro.

Cuando yo veo a Roberto siendo frágil mi deseo es enseguida aceptarlo y él lo mismo, necesitamos hacernos más frágiles y compartir más quien verdaderamente somos.

Portales de oración

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Hoy está con nosotros el artista que hizo los bellos portales que tenemos acá en León de Judá, esas creaciones hermosas fueron hechas por nuestro hermano Michael Varnet. Michael es un hombre usado por Dios en el arte y esos portales, Dios lo usó para hacer estos portales hace un tiempo atrás para su Iglesia que hace un tiempo por razones largas de explicar cerró en Maine, en Bangorg, y yo creo personalmente que verdaderamente Dios lo hizo para nosotros pero hermano, Dios sabe las cosas y Dios nos ha hermanado con Michael en una manera muy bella, y su esposa Ellaine, de paso, Ellaine la esposa de Michael es de descendencia nativo americana indígena de aquí de Estados Unidos, ella es de sangre indígena y una mujer que Dios usa mucho en el área profética, y de hecho ella dice que cuando estuvo aquí en el servicio de las 9 que sentía como que había un coro adicional adorando al Señor, ella discierne mucho en el Espíritu y ella siente que era también un coro de Dios angelical respaldando nuestra adoración.

El caso es que Michael fue usado por Dios en muchas maneras muy bellas, tiene un testimonio maravilloso, Dios lo ha usado grandemente, yo le pedí que viniera a Boston, queríamos honrarlo a él, reconocer este bello regalo que fue dado a nuestra Congregación en respuesta a oraciones específicas acerca de que Dios proveyera algo a la escala del tamaño del edificio y que fuera con gran significado artístico y Dios lo proveyó a él, y ha sido de gran bendición, y cada uno de estos portales tiene un significado muy específico, y yo le pedí que viniera y nos instruyera acerca de qué significa cada uno de estos portales así que hoy usted va a escuchar acerca del arte cristiano, y lo que es ser un artista cristiano.

Esta meditación va a ser acerca de eso, prepare su corazón, prepare su espíritu y déle un aplauso a él de bienvenida. De paso que él vino porque lo iniciaron en una sociedad de pintores de acuarela muy distinguida de aquí de Boston y estaba acá, y entonces aprovechamos de una vez, es un artista muy logrado así que gloria a Dios es un privilegio tenerlo.

Michael: Qué bella adoración tienen ustedes aquí, mi esposa y yo somos adoradores, amamos a Jesús. Hoy se trata acerca de la unción creativa y de Dios, el Señor te hará enterarte de Su unción creativa, y ya que parte de la unción inicial de esta Iglesia fue tener una unción creativa el Señor quiere desatar eso en tu vida hoy, aleluya.

Yo no entiendo una sola palabra de lo que están diciendo pero el Espíritu Santo es un lenguaje universal y cuando yo entré a este salón sentimos el Espíritu Santo, pero no siempre fue así en mi vida. Cuando tenía 18 años le entregué mi vida a Jesús y ahora he vivido con Él sin ningún tipo de arrepentimientos durante 40 años de mi vida o más y opero especialmente en el ministerio de las artes como artista del Señor.

Así que cuando recibí el Espíritu Santo a los 18 años de edad sólo entonces pude comenzar a entender las Escrituras ya que la Escritura está inspirada y provista por el Espíritu Santo uno tiene que tener uno mismo el Espíritu Santo para poder entenderla.

Antes de que yo recibiera el Espíritu Santo yo sufría de dislexia la cual es una enfermedad en la que la mente de la persona no puede leer sino que ve a veces las letras atravesadas, al revés, los números, es una enfermedad neurológica que le impide a la persona leer correctamente y ver las cosas de una manera correcta.

Yo me retrasé grandemente en mi educación, la nota más alta que yo podía alcanzar era una D o una C la cual es una nota bien, bien baja y yo siempre fui la última persona que alguien pudiera pensar que un día iba a ser maestro, pero cuando el Espíritu Santo llegó a mi vida me dijo: quiero que vayas a la escuela para que te conviertas en mi artista, así que fui a la universidad y de paso Dios me proveyó financieramente para pagar mis cuatro años de universidad.

¿Y saben qué más? durante ese tiempo nunca saqué menos de una B después de tener notas malísimas los cuatro años de universidad, gracias Señor Jesús. Cuando uno está prendido fuego en el Señor eso hace que uno comparta de Dios siempre en todas partes, hay gente que no entiende pero uno simplemente no puede aguantarse porque uno está enamorado de Jesús.

Así que después de asistir a la universidad por los primeros cuatro años continué con estudios graduados para convertirme en un maestro, un educador y también un artista, y en esos años de escuela graduada 4.0 lo mejor, A, siempre saqué notas perfectas, ¡nada es imposible con el Señor!

Así que hoy vamos a hablar acerca de sanidad, vamos a hablar acerca de revelación, vamos a hablar acerca de lo que significan estos portales de oración, que su historia y la idea de ellos vienen del Señor. La Iglesia donde yo asistía originalmente el Pastor se acercó a mí y de paso, si ustedes me ven aquí es porque no estoy acostumbrado a estar detrás del púlpito. Y cuando yo estaba ahí en la Iglesia como artista residente mas bien pues el Pastor se acercaba a mí y me decía: hey ¿por qué no haces unos banderines? me dijo ¿por qué no haces algo que se constituya como una especie de puerta entre el cielo y la tierra, algo que invite a la oración?

¿Cuántos saben que cuando uno ora uno está estableciendo una conexión entre tu vida y los poderes de Dios, estás alineándote con los propósitos de Dios? pero Dios siempre va cambiando, Dios se está moviendo en todo momento perpetuamente pero permanece siempre igual, el mismo también. Así que tenemos que alinearnos y también tenemos que movernos en sincronía.

Así que cuando yo regresé a mis antiguos amigos un día descubrí que se habían quedado ahí estancados haciendo las mismas cosas de siempre, pero yo había cambiado por el Señor porque yo había estado con el Señor. Así que el Señor me dijo: Quiero algo más que simplemente un banderín que fue el pedido original del Pastor, quiero un portal, quiero una puerta de acceso espiritual.

Y entonces el Señor me llevó al Libro de Génesis donde allí habla acerca de las 12 tribus de Israel, el Señor me habló acerca del efod, esta coraza en frente en el pecho que usaba el sumo sacerdote de Israel, un efod se llamaba eso, y allí en el pecho que ustedes ven habían doce piedras preciosas como una coraza, y esas piedras se llamaban antiguamente piedras de fuego, y el Señor me dijo: Quiero que pintes esas piedras de fuego y que las ubiques sobre una tela especial, y ese color que tienen todas, el color azul simboliza la realeza de Dios y el color rojizo púrpura es la sangre de Cristo.

Esos portales parece como que valen miles de dólares cada uno pero ¿sabe qué? Dios puede tomar algo bien sencillo y pequeño y convertirlo en algo bien abundante porque están hechas de espuma prácticamente, eso es una espuma dura la parte de ¿no? parecen como que están hechas o mejor dicho las piedras preciosas que simbolizan es simplemente espuma endurecida, eso no es nada costoso y están como empotradas con oro alrededor del marco, y esa piedra está engastada o encima de lo que es simplemente debajo plywood, madera cubierta con la tela alrededor marcada, un marco de metal de esos de 2x4 así que son materiales bien sencillos, bien básicos, ninguno de ellos es vistoso.

Nosotros disfrutamos de ellos mientras estuvieron en nuestro templo y los gozamos, tenían una unción así muy especial durante nuestros servicios también, y mi esposa y yo nos sentimos muy humildes de que ahora hayan encontrado este hogar acá en su Iglesia.

Les voy a presentar a ti y a tu Iglesia este libro que contiene todos los significados en extenso de estos portales de oración, y lo que quiero hacer es simplemente elaborar dos o tres de estos portales ante ustedes para que ustedes entiendan el significado espiritual que hay detrás y el simbolismo que hay detrás de ellos.

Lo que les voy a pedir es que según los vaya describiendo que entremos en oración alrededor de ellos, lo que vamos a hacer es como 3 o 4 muestras, yo quiero que como Iglesia nos unamos para orar específicamente por ese tema que encarnan ¿okay? y hagamos de este tiempo un tiempo de oración, impartición, intercesión, vamos a entrar en ello también para hacer y que en el futuro podamos usarlos así cuando usted pase por allí o quiere pararse ante uno de ellos y orar, y declarar según el mensaje.

Porque muchas veces cuando estamos orando cinco minutos ya se nos acabó el material para orar, este libro le va a dar un poco de información y esperamos que los adentre en la personalidad y los pensamientos de Dios.

Comencemos con uno que está en mi corazón ahora mismo es el que dice: revelación. Esa piedra, el portal ese que dice revelación abajo tiene escrito el nombre de la tribu porque cada uno de los nombres en hebreo que usted ve aquí abajo son el nombre de una de las tribus de Israel, estos portales están hechos según las tribus de Israel, así que este portal que dice en particular Simeon en hebreo es la tribu de Simeon y ese nombre de Simeon quiere decir: escuchar o discernir.

Entonces recuerden que en la Escritura ese efod, esa coraza, esa pechera del sumo sacerdote entraba, era adentrada a la Presencia de Dios, entonces en un sentido estamos rodeados ahora por esa Presencia de Dios a través de estas piedras simbólicas.

Así que el nombre de Simeon quiere decir escuchar o discernir, también implica obediencia, contenido, comprensión, entendimiento y testimonio, y ese nombre de Simeon estaba inscrito en la piedra de zafiro específicamente que quiere decir discernir. Otro significado de ese nombre Simeon es declarar, inscribir, enumerar, celebrar, proclamar, mostrar, y también dividir, separar o cortar.

Y nosotros escogimos la acepción de este rico nombre como revelación para este portal reconociendo la gran necesidad de recibir revelación como Iglesia tanto el oficio como la dotación del profeta y la profecía pueden ser activados y pueden ofrecer un ambiente de discernimiento para la Iglesia a través de la oración, así que oramos por discernimiento, para ser obedientes, para tener contenido profundo de Dios y para comprender la Palabra de Dios.

También oramos ahora para nuestro testimonio como creyentes de Jesucristo, para tener el denuedo, el atrevimiento, la fortaleza para inscribir, enumerar, celebrar, proclamar, manifestar nuestros testimonios personales. También oramos por revelación para conocer el tiempo correcto, para dividir o separar las influencias que no vienen de Dios en nuestras propias vidas.

¿Por qué no entramos en oración acerca de eso para pedirle al Señor revelación? Póngase de pie, Delmie I want you to lead us come over, nos va a dirigir alguien así pero entren conmigo en oración ahora mismo, para declarar revelación necesitamos revelación, yo siempre le pido al Señor para mi vida, para mi ministerio y para mi Iglesia revelación porque necesitamos instrucción de parte de Dios, necesitamos saber cómo proceder, no queremos la inteligencia del hombre.

Repudiamos la creencia de que por nuestra propia sabiduría podemos hacer nada que tenga significado para el Reino, tiene que ser Dios obrando en nuestra Iglesia, nos humillamos delante del Padre ahora mismo y pedimos que Dios desate una unción de revelación sobre este pueblo. Ore conmigo mientras Delmie nos dirige en oración, vamos a orar y clamar al Señor por revelación.

Delmie: Padre en el Nombre de Jesús Señor nos presentamos delante de Ti Señor clamando Padre por esa revelación que viene de Tu Santo Espíritu Señor. Padre en el Nombre de Jesús declaramos que invitamos Señor, invitamos Padre ahora mismo esa revelación que viene de Tu Espíritu Santo llenando cada corazón, llenando el espíritu de cada uno de nuestros hermanos, llenando nuestra mente, llenando todo nuestro ser Señor, nos metemos, nos sumergimos Señor en el Nombre de Jesús de Nazareth Señor, en este río de Tu Santo Espíritu Señor creyendo y confiando Padre que recibimos esos dones de revelación Señor, de interpretación de sueños Señor, de declarar la Palabra de sabiduría Señor, de entender Tus secretos Padre.

Tu Palabra santa nos dice que Tú nos mostrarás cosas ocultas que no conocemos que vienen de Tu Santo Espíritu Señor, como Iglesia nos paramos y declaramos sí y amén a Tu Voluntad perfecta Señor, Padre rendimos nuestro entendimiento Señor, traemos nuestro entendimiento cautivo a la obediencia de Cristo Jesús Señor y declaramos que nuestra mente y nuestro corazón están disponibles para Ti, para que se llene de esa creatividad, de esas cosas que quieres dar a Tu Iglesia, de esas formas Señor, esas estrategias Señor, esa creatividad Señor, ese fluir santo Señor de Tu Voluntad Señor Padre para que podamos Señor alinear nuestra vida y nuestra comunidad, nuestra familia Señor, esa Voluntad santa que Tú tienes Señor que quieres darnos, que estás deseoso de dar Señor, gracias Señor, gracias Señor, gracias Señor, recibimos Señor; abre tus manos, recíbelo, recíbelo en el Nombre de Jesús.

Padre decimos sí y amén, te damos gracias, te damos gracias, recibimos en obediencia y en fe Señor esos dones de revelación y te damos a Ti toda la gloria Señor en el Nombre de Jesús amén.

Pastor Roberto: Aleluya

Michael: La próxima es el portal de la sanidad, es el deseo de Dios de que todos sean sanados. Rubén era el primogénito de Jacob y su nombre quiere decir: ver, contemplar, percibir, discernir o conocer como conoce un hijo y el nombre de Rubén estaba inscrito como lo ven ahí en hebreo en la piedra de esmeralda específicamente que es como un tipo de piedra turquesa con cierto grado de oro contenido también en ella lo cual representaba vida sana, nacimiento, el agua del mar que fluye, dolores y movimientos internos, su color alude a la vida resucitada, restauración o perdón, una persona restaurada. Y de todas esas sugerencias escogimos sanidad para que fuera el enfoque de esa obra porque podemos ver de esa manera la Gracia del Señor Jesucristo fluyendo en sanidad, podemos percibir y contemplar, y discernir esa misericordia del Hijo de Dios.

Nada es imposible para Dios en esta vida, oramos por el poder de resurrección que hay en Cristo Jesús, se puede sanar todo dolor, toda enfermedad para que Dios nos conceda nacimiento saludable, aquéllos que no pueden tener hijos puedan dar a luz, la sanidad y el perdón de Dios pueden restaurar a aquéllos que han llegado a endurecerse en sus corazones y aún a aquéllos que hayan experimentado un trauma o un daño, o una herida de algún tipo que el Señor nos regenere y nos recree una vez más.

Okay, vamos a orar por ese poder sanador de Dios pónganse de pie, vamos a orar por eso ahora en el Nombre del Señor, gracias Jesús, gracias. Susan ven y ora específicamente por esa obra sanadora de Dios, restauradora del Señor en nuestras vidas. Si tú necesitas sanidad, si has venido con cargas esta tarde, si has venido herido de alguna manera o físicamente necesitas un toque de Dios este es el momento para creer, vamos a creer que Dios va a desatar un día un don de sanidad muy poderoso en esta Iglesia, vamos a pedirle al Señor que comience ya a establecer ese don de sanidad.

Si tú necesitas un toque de Dios aprovecha este momento y recibe gracia del Señor amén, vamos a orar, amén, amén por este niñito que su mamá trae acá en fe vamos a bendecirlo, mañana le van a hacer una cirugía. ¿Cómo se llama, Justin? aleluya ponte en son de guerra ahora mismo vamos a orar. Este momento es un momento sagrado, un momento lleno de la Presencia de Dios, vamos a orar por Justin y también por cualquier necesidad que hay en nuestros corazones y en nuestros cuerpos.

Hermano: Padre celestial, Dios bueno, en esta hora Dios eterno te damos gracias y estamos delante de Tu Presencia primeramente reconociendo que la salud de Tu pueblo es importante para Ti Señor y que Cristo en Su Ministerio fungió como un sanador Señor, y no solamente sanó a los enfermos en ese momento mientras estaba presente con la humanidad, sino que también allí en la cruz del calvario mientras Su sangre se derramaba iba fluyendo sanidad para nuestras vidas.

Tu Palabra dice que por tus llagas fuimos curados, en cada azote, en cada maltrato recibido se presentaba sanidad para nuestras llagas, para nuestras heridas y te damos gracias Padre amado porque esa sanidad no cesó en aquél momento sino que es impartida a través de los años, a través de los siglos para Tu pueblo, para Tu Iglesia y así nosotros lo aceptamos, y así nosotros lo creemos Padre celestial porque por Tus llagas fuimos nosotros curados.

No importa la enfermedad, no importa cuánto tiempo tu cuerpo haya estado enfermo o esté enfermo, la Palabra del Señor dice que en Él hay poder para sanarnos y así lo creemos no importa si tu enfermedad sea una enfermedad terminal, sea una enfermedad crónica, sea una enfermedad fuerte o liviana en el Señor hay poder para sanarte y así lo creemos, y damos gracias.

Levanta tus manos y da gracias porque la obra del Señor está siendo hecha en tu vida a partir de este momento, en el Nombre de Jesús damos gracias, gracias Señor amén.

Pastor Roberto: Vamos a orar por Michael también él está sufriendo de una situación también de salud so extienda sus manos hacia Michael, este hombre de Dios que es de tanta bendición para el Reino del Señor y declare sanidad.

(después de orar por Michael)

Michael: Uno de los que yo más amo de estos portales constituye lo que es el amor, el corazón del Señor y Dios tiene un corazón para todas las almas, y el nombre que está debajo de almas es Isacar, es una de las tribus de Israel, Isacar quiere decir recompensa o alquilar para recibir pagos por partes, y ese nombre estaba inscrito en la piedra de topacio que era de color amarillo y que representa el buscar, y de paso yo creo que Dios ha puesto en cada corazón un instinto para buscarlo a Él y encontrarlo así que de eso se trata esta parte ¿no? buscar.

Toda persona que no conoce a Jesús quizás no lo sepa pero están buscando así que esta tribu estuvo dispuesta a aceptar la impartición de ese nombre, esa energía y que ellos ya tenían ¿no? esa impartición de buscar. Dice la Biblia que los hijos de la tribu de Isacar eran hombres poderosos en el ejército de David. Dice que estos hombres, estos hijos de Isacar, la Biblia habla de ellos, tenían una habilidad para entender las señales de los tiempos en que vivían, interpretar las señales y dice que esa tribu se dejaba guiar por las declaraciones de estos hombres que podían discernir los tiempos.

Así que para este portal de oración escogimos ese tema de almas como un enfoque para que la Iglesia vaya detrás buscando esas almas y oramos que salvación a través de la redención que Cristo hace posible haga que personas juzguen y sientan la necesidad de buscar a Dios y de tener una relación personal con Él, que todas las almas sean inspiradas para aceptar voluntariamente lo que se les puso delante y estar dispuestas a ser usadas por Dios para su servicio, y que almas que una vez fueron débiles puedan ganar fortaleza, almas que una vez no tenían sabiduría como yo puedan obtener sabiduría, y que se puedan convertir en líderes que inspiren confianza en su tiempo, que tengan integridad de parte de Dios.

Pastor Roberto: Ana Cardona ven por acá y dirígenos en oración, yo sé que tú tienes un corazón para almas y para evangelismo, dirígenos en esta oración para que el Señor ene ste tiempo que estamos preparando para emprender iniciativas fuertes en evangelismo que el Señor unja a León de Judá con una unción para ganar almas.

Pónganse de pie, cada uno de nosotros pídale al Señor un instinto evangelístico, que Dios ponga en nosotros una desesperación por ver almas no para que León de Judá crezca no se trata de eso, repudiamos esa idea de que queremos simplemente una Iglesia más grande, no, queremos salvar almas, que sea ganar almas, salvarlas, rescatarlas para Cristo Jesús ¿amén? se queden aquí o no se queden aquí pero que sean salvas y que conozcan a Cristo el Señor.

Ana: Gracias Jesús. Padre: venimos delante de Tu Presencia Señor dándote a Ti primeramente la honra y la gloria Señor Jesús. Padre en esta hora yo quiero presentarte a cada vida, cada corazón, cada alma que no te conoce Señor amado, yo te ruego Espíritu Santo que Tú toques las vidas, que ese espíritu que hay en ellos, que Tú has puesto en ellos para buscar, para adorarte, para glorificarte Señor Padre amado Tú te lo avives en ellos Señor en el Nombre de Jesús Padre amado. Mira las prostitutas, los homosexuales, los drogadictos, Padre los homeless, los alcohólicos, las vidas que no te conocen que seas Tú tocando, libertando, transformando trayéndolas con un corazón lleno de agradecimiento a Ti para que te busquen en espíritu y en verdad Señor Jesús.

Te damos la gloria y la honra por cada corazón, por cada vida que Tú estás tocando Padre, rompe las cadenas, las ataduras y las ligaduras Señor que los atan y glorifícate de manera especial Padre, traélos a Ti con paso gigante Padre en el Nombre poderoso de Jesús Señor para Tu honra, para Tu gloria, para que te sirvan en espíritu y en verdad Señor, Padre amado para que ese plan y propósito que Tú tienes para cada vida se cumpla en sus vidas en el Nombre de Jesús, toma el dominio y control Señor de estas vidas Señor, mira cada vida que está alrededor de este vecindario Señor Padre amado, tráelos a Ti con paso gigante Señor Padre, trata con ellos en el silencio, háblales con voz audible Señor y manifiesta Tu gloria y Tu Poder sobre estas vidas Padre, en el Nombre de Jesús te lo rogamos, te lo suplicamos Señor por el poder de Tu Palabra Padre te damos gloria, te damos honra y alabanza Señor, te alabamos y te glorificamos Señor Padre amado porque sólo Tú mereces la gloria y la honra Señor, gracias por Tu gracia, por lo que estás haciendo y seguirás haciendo, en el Nombre de Jesús amén y amén.

Michael: El último que quiero compartir con ustedes es el que menciona a los pastores. De paso admito que cometí un error cuando elaboré este portal y algo que dice que va a corregir en algún momento porque puse el nombre equivocado, el nombre que está en hebreo no es el que representa los pastores, si hubiera aquí un erudito en el hebreo original se daría cuenta de eso, fue un erudito en hebreo de hecho el que se dió cuenta y me alertó de ese error.

El nombre verdadero es Manases o Manasés en judío que estaba inscrito en piedra de verilo, es una piedra extremadamente dura y que permite hacer anillos circulares completos en esa piedra, esta piedra representa impartir sabiduría a alguien en conocimiento. También se refiere al sacerdocio y el no tener propiedad porque los sacerdotes no tenían propiedad personal ni privada, no tenían herencia, aunque los demás tenían heredad los sacerdotes no tenían ningún tipo de heredad física.

Escogimos para este portal esta idea de pastores porque los pastores tienen un corazón para el pueblo y se nos recuerda en la Palabra que oremos por nuestros pastores, y oramos para que nuestros pastores reciban revelación fresca del Señor, y que aclaren y hagan sencillas, presenten sencillamente la Palabra de Dios en las sagradas Escrituras, y que puedan arrojar luz acerca de la verdad de Jesucristo, que sean capaces de hacer eso en sus vidas personales y en las vidas de los miembros de la Congregación. Oramos para que los pastores tengan buena salud y que a su vez inspiren y guíen nuestro caminar cada día como discípulos de Jesucristo.

También oramos para que hablen en una forma sin diluir la Palabra de Dios que Dios quiere para este tiempo y esta época, amén y amén, gracias Señor Jesús.

Pastor Roberto: Miriam y Papo vengan por acá, oren por nosotros y también de la ciudad, vamos a orar por pastores que están desalentados, los pastores de nuestra Congregación también, líderes pastorales pónganse de pie y Meche también acércate por acá, ven oren por nosotros ahora también y oren para que el Señor nos guarde y proteja, y nos cubra con Su protección y Su sangre para que podamos dirigir nuestra Iglesia en una forma como se necesita en este tiempo, que Dios nos proteja y nos guarde.

Miriam: Amén, aleluya. Padre: en el Nombre de Jesús nos elevamos ante Tu Trono Padre. Padre vamos a presentar en estos momentos a Tus escogidos Señor, a tus hijos, a los que Tú has llamado para pastorear esta Iglesia Señor. Señor nos ponemos ante Tu Presencia Padre pidiendo que Tú los revistas de sabiduría, de gracia Señor, que Tú les reveles cada día los planes y propósitos que Tú tienes para Tu Congregación maestro, Señor bendecimos nuestros pastores Señor, les bendecimos Señor salud espiritual, salud física Padre, Padre que ahora mismo sientan el Poder de Tu Espíritu Santo postrándose sobre ellos Padre.

Padre si en algún momento sienten que están decaídos Padre o sienten que les fallan las fuerzas Padre revélate en ese mismo instante y que ellos puedan sentir que Tú no los dejas solos en ningún momento Padre, que Tú eres Señor el que los diriges, el que los fortaleces, el que les da fuerza cada mañana aún cuando no tienen ninguna Padre. Señor gracias por nuestros pastores los bendecimos Señor, sígueles dando gracia, esa gracia hermosa que Tú has puesto en nuestros pastores Señor, sígueles dando Señor de Ti cada día maestro.

Sobre todo el Señor nos está llamando a ser santos

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El pastor Roberto Miranda ha estado transmitiendo una serie de mensajes escudriñando cómo vivir conforme a los tiempos que estamos viviendo. Y una respuesta inescapable que oímos de parte del Señor es esta, seamos santos. Dios nos está llamando, esto es inescapable, sobre todo lo demás que tal vez el Señor pida de su pueblo, sobre todo el Señor nos está llamando a ser santos.

En esta mañana mis hermanos, vamos a explorar dos preguntas. Primero, ¿qué quiere decir eso? a la verdad a qué nos está retando Dios cuando nos llama a ser santos. Segundo, ¿cómo se hace eso? cómo hacemos, si algo, para ser santos. Solo esas dos preguntas vamos a explorar en esta mañana y nos vamos de aquí.

Está proyectado el Reina Valera pero les voy a leer esta escritura en la versión Nueva Versión Internacional, para aclarar cierto idioma.

“Yo soy el Señor su Dios, así que santifíquense y manténganse santos porque yo soy santo. No se hagan impuros por causa de los animales que se arrastran. Yo soy el Señor que los sacó de la tierra de Egipto, para ser su Dios. Sean pues, santos porque yo soy santo.”

Mis hermanos, honestamente cómo usted reacciona a esa palabra ‘santo’, santidad. ¿Cómo reaccionas cuando lees eso? yo sé cómo yo reacciono y eso fue lo que me llevó, esa confrontación en mi espíritu, cuando el Señor me reveló esta palabra, en mi tiempo a solas con Dios y tuve que honestamente admitir al Señor, sabe, tal vez, Señor, si fuéramos honestos desearía pasar esta escritura por alto. ¿Cuántos no hacemos eso? vemos algo en la escritura, nos cae un poco pesado y preferimos pasar por alto esa escritura y tal vez imaginarnos que ya no se aplica a nosotros.

Si las leyes judías que es el énfasis de Levíticos, capítulo 11, es un estudio de las leyes judías gobernando lo que se come y lo que se deja de comer. Y si eso ya no se aplica a gentiles, a la alta mayoría de nosotros, bueno, tal vez tampoco esto, ¿verdad? Pero este mandamiento nunca se ha borrado, sigue en pie, aún en el Nuevo Testamento, aún después de la cruz.

Pedro, el Apóstol Pedro, cita este pasaje en Levíticos cuando él escribe en su primera carta, Primera de Pedro, “sino como aquél que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir, porque escrito está aquí, citando este mismo versículo, sed santos porque yo soy santo.”

Y si algo, Jesús va aún más lejos llamándonos a ser perfectos como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto. Si algo, mis hermanos, el libro de Levíticos con su énfasis sobre nuestro comportamiento externo, lo que se oye, lo que se ve, lo que se habla, lo que se come, cómo andamos, cómo nos vestimos, Levíticos con su énfasis sobre lo externo, representa lo que yo llamaría una ruedita de entrenamiento en la bicicleta de la santidad. That’s good!

¿Cuántos le han enseñado a un niño? Padres han tenido el trauma y el privilegio de enseñarle a un niño cómo manejar una bicicleta. Y comienzan con unas rueditas, unas barras, para que dominan la capacidad mecánica de montarse sobre una bicicleta. Y es algo así con el libro de Levítico, y su énfasis sobre lo externo. Pero Jesús va más allá de las rueditas de entrenamiento. Fue como si el Señor dijera, ya eres grande Samuel, y te voy a quitar las rueditas. Ya es tiempo de quitarnos las rueditas.

Él va más allá de la santidad de lo externo. Él va más allá de lo que vemos y oímos a la condición de nuestro corazón, y para entender la santidad como lo ve Dios tenemos que comenzar allí. Tenemos que comenzar con la condición de nuestros corazones.

¿Sabe cómo llamamos santidad que no pasa de lo externo? Hay una palabra para describirlo. Una santidad que se queda en lo externo, ¿sabe cómo se llama? Religión. ¿Han oído esa palabra? Es más, yo voy más allá. Aquí secretamente tenemos varios refugiados de la religión buscando una amnistía de la religión.

Yo le voy a confesar, la gran preocupación del mundo legalista en que me crié fue esta preocupación externa. Yo tal vez mi español es un reto pero yo sé hablar pentecostal. Dios lo bendiga, varón, que la gracia del Señor siga sobre su vida. Aleluya! Amén. Lo hablo muy bien y con convicción. ¿Por qué? There’s nothing wrong with that. Pero el asunto es que nos pasamos mucho tiempo, oigo muchos hermanos decir, “Pastor, me entrenaron en cómo se viste la gente de la iglesia, cómo habla la gente de la iglesia, cómo se saluda la gente de la iglesia, cómo camina la gente de la iglesia. Yo estaba en la iglesia muy bien, el problema es que la iglesia no estaba en mí y lo sabía.”

Igual, mis hermanos, de trasfondo católico, huyendo también, refugiados también. ¿Por qué? Viendo ellos, la gente celebrando sus misas pero viviendo como si Dios ni siquiera existiera, la mayoría del tiempo. Tenían su vida compartimentada, tenían su misa, su domingo, tenían sus eras, tenías sus tiempos, pero la mayoría del tiempo Dios no era parte de su vivir. I know, isn’t that sad?

Es más, vamos más allá, la religión puede servir de estorbo para la verdadera santidad. Voy más lejos, tal vez es el engaño más peligroso y efectivo de Satanás. El engaño más efectivo de Satanás es convencerte que puedes ser religioso sin ser santo. ¿Ven la distinción? El convencerte que puedes ser religioso sin ser santo.

Cuántos hermanos he oído diciendo, “Pastor, quiero ser libre.” Vienen y pasan y buscan tantas experiencias buscando… es la misma oración, “Pastor, quiero ser libre.” Y Dios te escucha, hermano, y cuando Dios te escucha él entiende la verdadera oración de su corazón, la verdadera petición es, “Dios quiero ser santo.” Cuando él escucha, ‘quiero ser libre’ su corazón, que Dios creó a su imagen y semejanza, está rogándole ‘quiero ser santo.’ Porque una vida de religión sin santidad nos lleva a vivir vidas que yo llamaría huecas, por fuera magnífico, por fuera una obra de arte pero vacío por dentro, huecas, vidas huecas.

¿Usted no cree que un Dios que nos ama le parte el corazón al ver su creación divina así? Si Dios se enterara verdaderamente de su creación ¿cómo tu crees que Dios reacciona a eso? De tal manera Dios nos amó, porque nos ama Jesús nos llama a una santidad que va más allá de lo externo, nos llama a una santidad que llega a lo profundo de nuestro corazón y nuestro ser, lo que nos identifica, nos llama a santidad en lo escondido de nuestro corazón.

Y mucho del mensaje de Jesús fue dirigido a esto. El sermón del monte, mis hermanos, ustedes al leer el sermón del monte ustedes oyen al Señor una y otra vez usar esta frase, “oíste que fue dicho,” o sea, la ley declara esto, “pero yo os digo,” lo dice varias veces, “pero yo os digo” dice Jesús que ve nuestro corazón. Pero yo os digo no matarás, dice la palabra, pero su verdadero blanco es el odio y el rencor que mora en nuestro corazón. No cometerás adulterio, pero su verdadero blanco es la inmoralidad escondida en los rincones de nuestro corazón.

Una tarde un grupo de líderes religiosos, énfasis sobre ‘religiosos’, que se acercaron a Jesús para reclamar que sus discípulos no estaban guardando sus tradiciones religiosas, no es que no estaban guardando la ley de Dios, no estaban guardando tradiciones religiosas inventadas por los hombres. Y cuando ellos se acercaron a Jesús reclamándole, Jesús les instruye, en Marcos capítulo 7, “Todo lo que fuera que entra en el hombre no le puede contaminar porque no entra en su corazón, sino en el vientre y sale a la letrina – esto decía – haciendo limpios todos los alimentos.”

O sea, ahora usted se puede comer su langosta y su lechón asado con total libertad. Gloria a Dios. Pero eso no te hace más santo. Eso no nos hace cosher, pero no nos hace más santos. Y sigue Jesús, “Pero decía que lo que del hombre sale eso contamina al hombre,” porque de dentro, del corazón de los hombres salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, etc. todas estas maldades de dentro salen y contaminan al hombre.

Dios exige en otras maneras, mis hermanos, Dios exige que le entreguemos nuestros corazones. Nunca sabrás lo que es ser libre hasta que lo hagas. La verdadera santidad es mucho más bella que un enfoque de lo externo, pero a la vez es mucho más difícil. Y vale la pena mucho más. El entregar el corazón a Dios siempre ha sido su propósito. Siempre ha sido su propósito que le entreguemos nuestros corazones y que allí seamos santos.

El Señor declaró citando al libro de Deuteronomio, “y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón,” esto es el Antiguo Testamento y ese es el blanco ya de Dios. Porque Dios es el mismo ayer, hoy y por todos los siglos, “amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón y de toda tu alma y con todas tus fuerzas.”

La idea no es cambiar cómo nos comportamos, sino transformar quiénes somos. La idea no es actuar santo, la idea es ser santo. La idea no es cambiar su manera de actuar, la idea es totalmente recalibrar quién es usted, quiénes somos, nuestra manera de ser, entregando al Señor nuestro corazón.

Pastor, ¿cómo se hace eso? piénsalo. ¿Cómo hacemos para ser santos? Por cierto, mis hermanos, sepan esto, hay un papel en esto que le toca a Dios y solo a Dios y hay un papel que te toca a ti y solo a ti. Primero, ¿cuál es el papel de Dios en esto, el rol de Dios en hacernos santos?

Levíticos 11:45 comienza con esta declaración: “Yo soy el Señor que los sacó de la tierra de Egipto para ser su Dios.” Primero Dios nos rescata de nuestra esclavitud al pecado, de nuestro Egipto. ¿Cuántos aquí se acuerdan de su Egipto? Para algunos de nosotros nuestro Egipto fue anteayer, para otros tal vez, ustedes no pueden imaginar un mundo que no incluya a su Egipto. Si ese concepto es un poco difícil, para mí yo prefiero pensar en esta imagen.

Imagínense, mis hermanos, estar encerrado, yo lo veo así, la obra de Dios, lo que hizo Dios por mí, imaginar estar encerrado en las tinieblas de un edificio en medio de un incendio. A través del humo y las tinieblas Dios te ve, entra al edificio, te escoge, te llama por nombre, te toma de la mano, te encamina, es más, te carga afuera a la luz, al aire, a la seguridad, a la vida, fuera, libre. Él nos rescata, él nos salva. ¿Entienden esa palabra? Él nos salva, nosotros no éramos capaces de salir de allí. Si nos quedamos en el edificio nos asfixiamos, los quemamos, nos morimos, él entra como el bombero divino y nos rescata. Eso lo hace la sangre de Cristo, nos saca de allí, nos saca de Egipto.

¿Por qué? Mis hermanos, en el cielo nos vamos a dar cuenta verdaderamente de qué es lo que ha hecho Dios por nosotros. Verdaderamente de qué nos ha rescatado y a qué nos ha rescatado. Y si el Señor me da la oportunidad en el cielo, me imagino preguntándole a Dios, “Why did you do this? Why me? ¿Por qué lo hiciste? Dios, ¿por qué ser tan bueno conmigo? ¿Por qué tanto amor? ¿Por qué tanta misericordia? ¿Por qué?” y él responderá, “Para ser tu Dios, Samuel, para ser tu Dios, para ir delante de ti, para pelear tus batallas, para perdonar tus pecados, para sanar tus heridas, para sacarte del odio, para limpiarte el lodo, para rejuvenecerte como el águila. Te saqué de Egipto para ser tu Dios.”

Y ahora tu y las generaciones que te siguen son libres. Libres para vivir libres, libres para vivir en libertad. Estamos en la acera, gloria que Dios, estamos vivos. Puede ir dondequiera que quiera Dios te ha hecho libre y él te mira y dice, “Sígueme.”

En Colosenses así de clara, “el cual los ha librado de la potestad de las tinieblas y trasladado al reino de su amado Hijo en quien tenemos redención por su sangre.” El perdón de pecados. De Egipto ya Dios nos sacó, gloria a Dios. Pero ¿ahora qué? ¿Ahora qué quiere él? Samuel, este mundo está en tinieblas, quiero que vea mi luz en ti, quiero que distingas lo puro de lo impuro, quiero que distingas lo santo de lo inmundo. Mis hermanos, no podemos hablar de santidad sin hablar de evangelismo, ni podemos hablar de evangelismo sin hablar de santidad.

¿Sabe el plan de Dios para Boston, el plan de Dios para Nueva Inglaterra? No hay un plan B este es el plan, no hay de huestes de ángeles listos con su caballería para salvar esta tierra si no funciona el plan A, este es plan A al plan Z, este es el plan, el plan es este. Este mundo en tinieblas descubrirá a este Dios a través de ti. ¿Qué es tener un Dios que te ama? Un Dios que te conoce, un Dios que toma interés en ti y te considera de él, un Dios que escucha tus oraciones, un Dios que te bendice, que te sana, que te incorpora a sus planes divinos ¿cómo es eso?

Y esta gente tal vez, ellos no le harán una Biblia pero pelearán a ti, le harán tu vida y se asombrarán en el en el nombre de Jesús de la manera en que Dios te transformará, la manera en que comienzas a pensar como él piensa, hablar como él habla y hacer las obras de Dios, y por que más cercanos que ellos sean a ti, más se asombrarán y más el en el nombre de Jesús será exaltado. Él nos sacó de Egipto para ser nuestro Dios. Él nos sacó de Egipto para que fuésemos linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios para que anunciéis las virtudes de aquél que os llamó de las tinieblas a su luz admirable. Ese es el plan.

Él nos sacó del infierno, nos rescató de las llamas, nos liberó de una muerte segura. Si eso no fuera suficiente delegar sobre nosotros su unción y apartarnos para que fuéramos sus sacerdotes. Increíble.

Pero pastor, ¿cómo nos convertimos en eso, en esa gente, en ese pueblo, en ese sacerdocio? ¿Cómo se hace eso? hay un papel como dijimos, que le toca a Dios y solo a Dios, solo Dios pudo hacer por nosotros lo que él hizo. Ahora hay un papel que te toca a ti y solamente a ti.

Dice Levíticos 11:44, “Yo soy el Señor su Dios, así que santifíquense y manténganse santos porque yo soy santo.”

Una parte de la santidad ocurre al instante, la mano de Dios rescatándonos, eso se llama, los teólogos lo llaman justificación. Nuestro papel es consagrarnos o santificarnos, o sea, santificación. Déjenme explicarles, el consagrarnos o santificarnos es un proceso. ¿Y cómo es eso, pastor? El consagrarse es apartarnos y prepararnos para, es apartarnos en anticipación para quién, digamos. Cuando uno estudia la palabra que aparece en el Antiguo Testamento para esto, santifíquense, aparece en las distintas versiones cuando aparece esta palabra, y esta idea de consagrémonos o santifiquémonos, se traduce de distintas maneras. Se traduce conságrense, santifíquense, purifíquense, otra versión de estos mismos textos lee prepárense, interesante. Segundo, muchas veces cuando uno encuentra esta palabra, consagraos, dentro del mismo versículo o muy cerca dice, ¿por qué? Consagraos y luego declara por qué. Hay un por qué, hay una anticipación, la consagración es una sala de preparación.

Mi hermano Domínguez es médico y antes de una operación hay todo un proceso de esterilidad y preparación para entrar en ese proceso delicado. Es igual con la idea de consagración, por ejemplo, y ahora estoy leyendo de la Biblia Latinoamericana, en Éxodo 19, antes de que el Señor le rebele los 10 mandamientos al pueblo de Israel él le instruye a Moisés, “Ve al pueblo y conságralos hoy y mañana porque – oyeron – porque al tercer día el Señor descenderá a la vista de todo el pueblo.”

Luego en el libro de Josué el Señor igual se revela a Josué, ahora tomando el liderazgo del pueblo de Israel, el Señor le dice a Josué, “Entonces, Josué dijo al pueblo, consagraos porque mañana el Señor hará maravillas entre vosotros.”

Congreguémonos, preparémonos, purifiquémonos porque la gloria de Jehová descenderá a la vista de todo el pueblo. Consagrémonos, preparémonos, purifiquémonos porque el Señor hará maravillas mañana entre nosotros. Consagrémonos porque algo precioso, algo divino, algo maravilloso, algo extraordinario, algo santo, algo bello, algo del otro mundo se nos va a revelar. Entonces vale la pena que nos consagremos porque ¿la santidad sabe lo que es? La santidad se trata de intimidad con un Dios santo. Es el mero hecho, es el ticket, el boleto que nosotros pagamos para entrar y mantenernos en la presencia de un Dios santo. Y eso ha sido el deseo de Dios.

Él nos inventó, nos creó para esto, creando al principio un jardín para estar en comunión, en comunicación con esta creación. El polvo de la tierra, él sopla hálito en sus pulmones y luego lo aparta y a cierta hora del día descendía la gloria de Dios. Y me imagino que era la hora favorita de Dios, estar en medio del jardín, intimidad con Adán. Y la historia bíblica termina con una gran boda y la palabra compara esta iglesia y la iglesia de Jesucristo a una gran novia. Y ahora, mis hermanos, nos estamos haciendo el moño, nos estamos maquillando, nos estamos perfumando, hemos buscado el traje más bello porque viene el novio y nos queremos presentar sin manchas, sin arrugas, perfectos porque vamos a entrar en intimidad con él.

Y entonces podemos entender cómo en Hebreos declara, sin santidad, ¿lo han oído, verdad? Seguid la paz con todos y la santidad sin la cual nadie verá al Señor. Hemos oído, muchos hemos citado ese versículo, sin santidad nadie verá al Señor. ¿Qué quiere decir eso? nadie verá, nadie entrará en la presencia de él. Nadie conocerá la intimidad de, nadie oirá, nadie sentirá al Señor. Es imposible sin la santidad experimentar este Dios. La santidad no es para otros, la santidad no es para los sacerdotes, la santidad no es para los pastores. Si tu quieres sentir a Dios, oír a Dios, experimentar a Dios, estar en la presencia de Dios, necesitas pedirle al Señor santidad.

Y saben, mis hermanos, gracias a Dios como he dicho, el Señor ha abierto la puerta para eso.

Primeramente él te buscó, no dejas que Satanás te borre eso, él quiere esto contigo, él te llama por nombre, te saca de las llamas, él metió su mano y te sacó de allí como tizón entre las llamas, él quiere esto. Él lo desea, él lo anhela, para esto fuiste creado, él desea intimidad contigo y la consagración nos prepara para eso. El consagrarnos nos prepara para intimidad con un Dios santo.

Pero como he dicho, esto es un proceso. Yo quisiera mis hermanos, que administramos una pastilla o un remedio dominicano, una pastillita, que de momento, pastor, bébase uno de estos cada mañana y guau, eres consagrado. Compraríamos, volaríamos allá, llegaríamos con cajas de eso, pero no es así. Esto es un proceso. ¿Y pastor, cómo es este proceso? ¿Es fácil? Es fácil y a la vez es lo más difícil que ha hecho en su vida.

Es el resultado de miles de decisiones que nos forman. El 90% de ellos en el secreto de nuestro corazón. Una decisión de preferir lo puro en lugar de lo inmundo. Una decisión de obedecer, cuando sería mucho menos costoso desobedecer, Señor, por lo menos esta vez, para salir de este lío, una decisión de perdonar en lugar de guardar rencores. La santidad vale la pena, que te cueste eso.

Una decisión de preferir a Dios tal vez sobre un poco más dinero pero alcanzado a precio de su integridad y su tiempo con Dios. O de preferir a Dios tal vez sobre una relación que te satisface por ahora pero sabes bien que Dios jamás la podrá de bendición [00:41:42]. Con cada decisión que usted hace y lo haces prefiriendo a Dios, cada decisión que tu haces a favor de Dios en vez de nuestros apetitos o las cuales nuestros corazones se aferran, el Señor de una forma misteriosa expande los horizontes de la santidad en tu mente y en tu corazón.

Y no se apure, usted no está solo en esto. Puedes contar con el Espíritu Santo. El Espíritu Santo susurrándote, el Espíritu Santo diciéndote, decide esto y no esto. El Espíritu Santo diciéndote, escoge esto y no eso. El Espíritu Santo dirigiéndote, sí, paga el precio, obedece y te irá bien y vivirás. El Espíritu Santo aconsejándote, el Espíritu Santo animándote, y cuando usted vea qué es lo que está haciendo el Espíritu Santo, el Espíritu Santo está haciendo más y más lugar para él en ti y esto se está llevando a cabo en tu mente y en tu corazón. Esta es la diferencia de la religión donde nadie lo ve, donde es imposible que un ojo, aparte del ojo de Dios, lo vea, y aunque nadie te aplaude y aunque nadie diga bien hecho, y que aunque nadie te de un hi five, tu Dios te dice y te dirá un día, “Fue buen siervo y fiel. Te conozco, sé lo que hiciste, vi lo que hiciste, oí lo que hiciste.”

Él lo sabe por eso, mis hermanos, como los sacerdotes de antaña el Señor escribirá sobre su frente en ese día, santidad a Jehová, sobre esa mente que ha entregado al Señor, santidad a Jehová sobre ese corazón que tu estás entregando al Señor. Y ¿sabes lo que vas a descubrir? Como la santidad es entrar y preferir la presencia de Dios, entrar y preferir comunión con Dios, usted mismo se sorprenderá de todo lo que será derramado sobre ti comenzando con la paz, el shalom de Dios.

Con la santidad viene la paz, con la santidad viene sabiduría, el temor de Dios es el comienzo de la sabiduría dice Proverbios. Al usted buscar la santidad el Señor derramará sabiduría sobre su mente. Pero yo diría más precioso todavía, con la santidad viene su identidad, porque no se trata de lo que hagas, se trata de lo que eres, quién eres. Con santidad el Señor comenzará a tomar el mármol de tu vida y con su cincel crear la obra de arte que eres tu, que él sabe que hay en ti, la grandeza encerrada en ti, los dones encerrados en ti, la nobleza que hay en ti, lo que eres proféticamente y lo declaramos sobre usted ya, lo que eres.

Al usted santificarse, usted se está acercando a lo máximo de la creación de Dios en ti y ese es su deseo. En otras palabras, la santidad es libertad. Te ama Dios tanto que él no pudo contener, ver desperdiciada la preciosa obra que él ha visto en ti, ver desperdiciada la belleza de su creación, aunque le cueste su Hijo y aunque le cueste su sangre. Vale la pena.

Bajemos nuestras cabezas. Voy a hacer un llamado en obediencia al espíritu de Dios. Si hay alguien en esta tarde que diga, pastor, yo quiero eso, pero yo necesito que Dios me saque de Egipto, me rescate, yo quiero recibir ese regalo, yo quiero recibir a Cristo en esta tarde. Si hay alguien aquí que desea hacer esa decisión, yo le invito a levantar su mano en el nombre de Jesús. Alguien que diga, quiero recibir al Señor en esta tarde, quiero ser rescatado.

God is with you y tiene grandes propósitos en cambiar al mundo a través de ti. Yo invito, tal vez mi hermana Blanca, si hay alguien más. Mi hermana te invito a orar esta oración conmigo.

Señor Jesús, yo he oído tu voz, yo he oído que me ha llamado por nombre, tómame de la mano y éntrame a tus propósitos y los propósitos de tu Reino. Hoy te declaro mi Dios y mi Señor. Escribe mi nombre en el libro de la vida, borra mis pecados con la sangre del cordero, lléname con tu espíritu y hazme tuya desde ahora y hasta que te vea en gloria en el en el nombre de Jesús. Te bendigo.

Dios busca adoradores

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Quisiera compartir esta mañana unos momentos sobre adoración verdadera en una era de relatividad y quiero ir al texto en Juan 4, quiero leer empezando de versículo 4 cuando Jesús sale de Galilea, sus discípulos están bautizando. Ya Jesús está delegando, multiplicándose por medio de los discípulos. Cuántos de ustedes saben que el trabajo no es del pastor Roberto únicamente? Digan amén más duro. Ya Jesús tenía a los 12 bautizando, él no había bautizado a nadie, dice en versículo 1 y 2 y sale de Galilea y tenía que pasar por Samaria.

“…Llegó pues a una ciudad de Samaria llamada Sicar cerca de la parcela de la tierra de Jacob dio a su hijo José y ahí estaba el pozo de Jacob. Entonces Jesús cansado del camino se sentó junto al pozo. Era como la hora sexta y una mujer de Samaria vino a sacar agua y Jesús le dijo, “Dame de beber,” pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar alimentos. Entonces, la mujer samaritana le dijo, “¿Cómo es que tu, siendo judío me pides de beber a mí que soy samaritana?” – porque los judíos no tienen tratos con los samaritanos. Respondió Jesús y le dijo, “Si tu conocieras el don de Dios y quién es el que te dice dame de beber, tu le habrías pedido a él y él te hubiera dado agua viva.” Ella le dijo, “Señor, no tienes con qué sacarla y el pozo es hondo, ¿de dónde pues tienes esa agua viva? ¿Acaso eres tu mayor que nuestro padre Jacob que nos dio el pozo del cual bebió él mismo y sus ganados?” Respondió Jesús y le dijo, “Todo el que bebe de esta agua volverá a tener sed, pero el que beba del agua que yo le daré no tendrá sed jamás.”

Digan amén. “Sino que el agua que yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna.” La mujer le dijo, “Señor, dame de esa agua para que no tenga sed ni venga hasta aquí a sacarla.” Él le dijo, “Ve, llama a tu marido y ven acá.” Y respondió la mujer, le dijo, “No tengo marido.” Y Jesús le dijo, “Bien has dicho, no tengo marido, porque cinco maridos has tenido y al que ahora tienes no es tu marido.” – ¿Cuántos saben que Dios sabe todo? –

“En eso has dicho la verdad.” La mujer le dijo, “Señor, me parece que tu eres profeta. Nuestros padres adoraron en este monte y vosotros decís que en Jerusalén está el lugar donde se debe adorar.” Jesús le dijo, “Mujer, créeme que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis lo que no conocéis pero nosotros adoramos lo que conocemos porque la salvación viene de los judíos. Pero la hora viene, y ahora es cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad porque ciertamente a los tales el Padre busca que le adoren. Y Dios es espíritu y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad.” La mujer le dijo, “Sé que el Mesías viene, el que es llamado Cristo, cuando él venga nos declarará todo.” Y Jesús dijo, “Yo soy el que habla contigo.”

Qué tremendo encuentro con esta mujer y Jesús en un lugar histórico como era, no solamente Samaria, sino en el pozo de Jacob. Es importante saber en estos tiempos de tanta transición, en la época o en la era informática de donde nuestros ciclos de noticias de 24/7 nos hacen llegar las noticias que ocurren en lugares muy lejanos que afectan mercados y afectan culturas y afectan la vida cotidiana de todas las personas. En los viejos días, hace un par de décadas, tu tenías que recibir revistas como Newsweek y Time Magazine para averiguar lo que estaba sucediendo alrededor del mundo y ahora tu te puedes levantar y entrar en tu computadora, en tu Ipad o teléfono y la noticia ya está de todo lo que sucedió alrededor del mundo ahí mismo, inmediatamente.

Y de cierta manera crea una dinámica donde, no sé si han oído esto, pero aparentemente todo se ha acelerado, el tiempo es más y más corto pero en realidad lo que sucede es que el tiempo sigue siendo 24 horas en un días, y 60 minutos en una hora, pero que nuestra capacidad de saber cosas que van mucho más allá de nuestro potencial que tenemos como seres humanos de poder procesar toda la información que está viniendo a nosotros. Entonces, crea ese ambiente de zozobra, ese ambiente de que todo está viniendo a nosotros a 100 millas por hora y no hay manera de detenerlo y no tenemos control de ninguna manera y viene aceleradamente hacia nosotros. Y por eso, inclusive noticias malas – ¿cuántos saben que las noticias malas venden más que las noticias buenas? – No sé qué hay en el ser humano que le gusta más esas noticias morbosas, esas cosas que uno ve que la maldición y la malicia del enemigo, que trata de destruir lo que Dios ha creado.

Y por ende tenemos todo tipo de situaciones en un momento histórico en la iglesia. Y te digo, con 7 mil millones de personas habitando en la tierra es interesante que esta escritura en Juan 4 está en el contexto, si uno sigue leyendo, de una cosecha que Jesús dijo, “Deja de decir que ahora viene, te digo de cierto, está aquí ya.”

Entonces, en medio de todas las noticias malas, y como tenemos el privilegio de viajar tanto a diferentes naciones, el Señor nos ha mostrado, y es un privilegio y una honra para nosotros, de tantos pequeñas fogatas y hombres y mujeres de Dios haciendo grandes cosas para él por todas las naciones. Es decir, hoy por hoy, cuando aparentemente hay una desesperanza que parece que el enemigo está ganando por medio de todas las noticias y uno simplemente recibe las noticias de estas emisoras o fuentes sociales, de medios sociales, uno juraría que el mundo se está cayendo a pedazos y que no hay nada que nadie pueda hacer.

Y en el medio de eso, y por eso me gustó muchísimo los talleres y el mensaje que no lo he escuchado, pero solo el título me llamó la atención, de cómo prosperar en un momento o en una atmósfera que se ve contraria a esa misma palabra. Porque Dios siempre viene y se revela contrario a la atmósfera o el estado de esa atmósfera en cualquier sitio. De hecho, de noche vino en pilar de fuego y de día en nube. Y Dios siempre viene en la manera distinta de lo que el mundo piensa que es lo normal y cotidiano. Por eso es que yo verdaderamente entiendo cuando una persona no creyente tiene miedo de los tiempos que vivimos pero me cuesta un poco, quiero ser sincero, cuando escucho al pueblo de Dios temerosamente andando, cuando el Dios que nos creó mora dentro de nosotros.

Es decir, que nuestra visión y revelación de quién es Dios tiene que ser mucho más grande y amplia de las circunstancias que rodean a nuestras naciones. Y por eso me encanta el punto de vista de lo que sucede hoy en el mundo, porque mis hermanos, quiero anunciarles que el Evangelio del reino de Jesucristo está avanzando hoy por hoy en una manera tan acelerada que jamás en la historia se ha visto tal fenómeno. Es decir, fíjense solamente en algunas pequeñas estadísticas, pero el año pasado cuando se celebraron las pascuas, 40 % de la población mundial fue a la iglesia a celebrarlo. Anda, 40% son más de 3 mil millones de personas. ¿Cuántos dicen amén, o algo?

Cada 7 a 10 días se convierten más de un millón de personas al Evangelio. En países musulmanes hay una explosión de la gracia de Dios sobre esas naciones, cuando todo el mundo está miedoso y temeroso en todo lo que puede hacer Isis o todo lo que puede hacer radicales y sus bombas y sus bombas suicidio y todo eso, Dios se los está comiendo de adentro hacia afuera, poco a poco Dios se revela en sueños y en visiones. Viene a aldeas y convierte a toda una aldea porque Dios es grande y grande es su misericordia.

30% de pueblo católico es carismático. Ahora que tienen toda la doctrina correcta, mi hermano, mientras más vivo más me doy cuenta que es importante la doctrina pero no lo principal, porque el corazón del hombre solo Dios lo conoce. Y Dios como vamos a ver y como estaremos hablando esta mañana está buscando verdaderos adoradores. Y eso es un tema que a medida que viajamos queremos levantar una generación que en estos momentos pueda tener una adoración que va más allá de la circunstancia que están viviendo para que Dios pueda glorificarse en todas las cosas, y que nosotros tengamos en nosotros la sal y la luz necesaria para no simplemente vivir para recibir un bienestar por ser hijos e hijas de Dios sino que podamos iluminar a otros que están metidos en la oscuridad.

Es decir, que en tiempos de cosecha no podemos estar diciendo simplemente vamos a preocuparnos de nosotros mismos porque Dios dice, te he llamado a ir y ser un trabajador en medio de esa cosecha. Y entonces yo digo en esta mañana y quiero declarar que Jesús ha ganado, Jesús está ganando y Jesús ganará. Y el Evangelio está avanzando y se están plantando iglesias y Dios está moviendo jóvenes y moviendo mayores y moviendo generaciones y es sino gran bendición en las naciones, e inclusive en el continente de Europa están sucediendo fenómenos, cosas que no se han visto por mucho, mucho tiempo y en mismo Estados Unidos y en nuestro mismo pueblo un avivamiento, un fuego de Dios que está consumiendo al enemigo.

Mañana celebramos el día de Martín Lutero y el año que viene celebramos 500 años de la reforma protestante. Bueno, Martín Lutero clava las tesis en la puerta de la iglesia en Wittemberg y en ese momento declara una proclamación profética de su tiempo. Él no pensaba que estaba viviendo una reforma, la historia dice que fue una reforma después, y quiero decirles, mis hermanos, que en medio de todo lo que está sucediendo hay una reforma silenciosa que está sucediendo a través de las naciones. Y una de las cosas es una introducción a la influencia de Juan como Apóstol en nuestras iglesias. Cuando se ha convertido ahora más y más se habla de una relación, no solamente con Dios, sino unos con otros y una adoración en espíritu y en verdad donde no solamente se trata de algo religioso sino de algo verdaderamente normal y sobrenatural en cada una de nuestras vidas. Por eso el pozo de Jacob es importante que aquí conoció a esta señora Jesús, o señorita, bien no se sabe.

Porque el pozo de Jacob había sido el pozo donde Jacob pudo abrir su propio pozo, la primera vez que fue a la tierra que Dios le dijo, tuvo que contender con otros que eran dueños de las aguas de esa tierra y después fue a otro pozo donde pudo compartir de las aguas, pero en este pozo Dios le dio la capacidad de abrirlo y poder tenerlo para crecer su familia. Es decir, en esos pozos antiguos, sobre todo aquí en Nueva Inglaterra, hermanos, donde hay pozos de aguas vivas, de avivamientos que tocaron a esta tierra de los cuales ustedes, al estar aquí viviendo van a poder entrar en la labor donde ustedes no sembraron.

Es decir que Dios ha preparado algo tan único para nosotros. Anda, dile a tu hermano, grandes cosas tiene Dios para ti. Hay una era de relatividad y Jesús siempre modelando él viene en contra de las costumbres de ese día y él bien dice a esta señora, “Estamos en tiempos de transición religioso, ya no va a ser ni en Jerusalén ni en este monte donde vamos a adorar. Yo estoy buscando algo nuevo, estoy haciendo algo nuevo. Te percatarías, te das cuenta con quién hablas, te das cuenta del momento que vives histórico, te das cuenta por qué Dios te trajo a este momento aquí, por qué te escogió en el siglo XXI. Anda, pregúntate. Son preguntas existenciales, por qué estoy aquí. Y te digo, estás aquí para más que pan y bebida, porque ella estaba enfrascada o simplemente en su mente pensando, yo quiero que me des esta agua para no tener que venir aquí y tener que hacer este trabajo.

Es decir, ella ni siquiera podía ir al lugar de entender lo que estaba haciendo en su gran misericordia con ella. Es decir, Jesús está hablando con esta señora, y ella ni siquiera se daba cuenta. ¿Cuántos de nosotros culpamos al diablo por cosas que Dios está haciendo? Digan amén. De repente el Señor está haciendo algo y Dios está ahí, Jesús está siendo bien claro y nosotros queremos echarle ese carro a Satanás y decir, no, eso no es con nosotros. Más Dios en su amoroso fuego está quemando cosas en nosotros. Está hablándonos y librando revelación, demostrándote a ti mismo en tu corazón, porque él ya lo conoce y él ya sabe quién tu eres, ¿verdad? ¿Cuántos saben que Dios no se levantó esta mañana y está asombrado de quién tu eres? Que él ya sabe y está bien claro las habilidades y las cosas con las cuales tu bregas.

Dios dijo, yo sé que ese no es tu esposo, yo sé que tienes pecado en tu vida. De hecho, como es el Apóstol Juan que escribe eso, él dice en su Primera Carta de Juan, “No digas que no tienes pecado porque mientes en contra de la verdad. Yo te digo, admítelo que yo te limpio si andas en la luz.”

Dios busca estos adoradores. Él prepara y mi deseo es preparar a estos verdaderos adoradores, que sean como prototipos y lo esencial es que estos adoradores adoran al Padre. Es decir, que hay una relación hijo e hija, no somos esclavos de Dios y no venimos a él con golpes de pecho, ustedes bien saben, seguro le han compartido desde este mismo texto, pero es un amor paternal y es el deseo del Padre de tener una comunión y habernos hecho hijos como dicen Juan 1:12, nos dio la potestad, la autoridad de ser hijos de Dios para quien lo recibe y crea en él.

Cuando el espíritu es derramado sobre la iglesia en Hechos 2, el espíritu profético de la iglesia es recibido primero, como dice Joel 2, por hijos e hijas, y no hay menciones de padres. Interesante ¿verdad? Que tus hijos y tus hijas profetizarán y el Padre celestial será el Padre de tus hijos y tus hijas. Él dará la inspiración para su generación, él dará la palabra en el contexto que fueron llamados y él les dará la capacidad de transformar su generación en su momento. Y Dios los levantará con una relación donde están enchufados con la voz celestial y Dios va a hacer que se muevan nuestros hijos e hijas para que cumplan sus propósitos.

Nosotros como hijos e hijas también teniendo esa relación de Padre e hijo, que lleva a mi segundo punto porque en Malaquías 4 dice que la tierra cae bajo una maldición cuando no hay una verdadera restauración de padre e hijos con sus padres. Si no hay una sanidad entre nosotros y nuestros hijos, Malaquías dice que la tierra o esa región entra en una maldición. Es decir, que el espíritu de Elías que reconcilia padres e hijos y padres e hijas, y los hijos a sus padres, es la manifestación de la gloria de Dios en estos días.

Cuando la falta de honra por el adulto, cosas que nos enseñaron cuando éramos muy jóvenes, de tener buenos modales y una crianza más o menos firme de respeto a aquellos que eran mayores, ¿verdad? ¿Cuántos se acuerdan de eso? y ahora todo el mundo, y no es que yo sea una persona formal, de hecho no lo soy, casi nunca me pongo la corbata para predicar. Aleluya! No es que yo quiera regresar a un formalismo de guantes blancos, pero el tuteo a nuestros mayores y la falta de honra de hijos a padres, Dios quiere transformar eso.

En la misma manera que honramos – acuérdese que el mandamiento de Dios es de honrar padre y madre, tanto en lo natural como en lo espiritual. A la misma vez nosotros como nuestros padres tenemos que honrar a nuestros hijos y darles lugar a ellos de poder ser individuos y quitar nuestras manos del control de sus vidas para que Dios haga con ellos lo que Dios ha propuesto hacer con ellos.

Es increíble lo que los jóvenes de hoy a través de las naciones están haciendo para avanzar el Reino de Dios. De hecho, hay un movimiento en Estados Unidos que ya está surgiendo de un nuevo mover como en los ’60, The Jesus People, es gente de Jesús, estos jóvenes llenos del poder de Dios están evangelizando sin ningún temor, con denuedo yendo a universidades y liceos y las calles, y lugares donde los adultos no quieren ir y están viendo realmente la manifestación de la gloria de Dios en esos sitios.

Y muchos de ellos se apellidan Rodríguez, anda, digan amén. No solamente son los Smiths y los Watsons sino los Gomez y los Rodríguez que están siendo utilizados y equipados por el Señor para poder ser lanzas y flechas en sus manos y penetrar en el corazón del enemigo dondequiera que él esté. Dios está haciendo cosas maravillosas.

Esta restauración de padre de hijo, ese espíritu de Elías, Dios quiere que adoremos al Padre y en el libro de Juan, y en las escrituras de Juan, las tres cartas y el Evangelio de Juan, Juan menciona la palabra Padre más veces que en todos los otros Evangelios. Solamente del capítulo 12 al 17 lo menciona más de 70 veces. Es una figura que introduce Cristo a la fórmula religiosa del día, que de hecho, lo crucificaron no tanto por las obras que hizo sino porque se dijo que soy Hijo de Dios.

Es decir, que mi Padre, y ella misma lo dice, “Mira, nuestro padre Jacob adoró aquí,” y Jesús dijo, “No, ahora hay que adorar a otro Padre, a un Padre que no es de este mundo, a un Padre que es espíritu,” que él está tratando de hacer que nuestro disco duro interno sea compatible con la esencial celestial que aparte de verdad, de que vivimos en la tierra, más somos gobernados de los cielos, que todo el ámbito de tierra y cielo es espiritual. Que no se trata que yo soy carpintero y no soy predicador y por ende tengo un valor menor en el reino, sino que nuestro trabajo en nuestro lugar de adoración. Digan amén. Que nuestros hogares y nuestra vocación es lugar de adoración, que en todo lo que hagamos lo hagamos para la gloria de Dios porque él es digno de recibirla.

Y entonces dejamos toda separación de clero y laico y entonces nos colocamos como entidades celestiales con el software celestial compatibles con los cielos, librando el gobierno de Dios sobre la tierra. Y es adoración que no tiene, sin ninguna ofensa hermano, nada que ver con la música. Digan amén. Que la verdadera adoración no es musical. No me miren así espantados.

Cuando tu sales de aquí cada aliento que tomas es momento de adoración, aquél que es digno de recibirla toda, en medio de todo lo que está sucediendo en tu vida. Hay una realidad en tu vida privada que se manifiesta en tu vida pública, que quién tu eres, eres verdaderamente aquél en ese lugar secreto y no aquél que luce cual papagayo, decimos, en lugares públicos lo que no es en secreto.

Y Jesús dice, el Padre está buscando estos adoradores y los está buscando, fíjense, está buscando no adoración sino adoradores, es decir, que Juan está diciendo, Dios está buscando personas. Digan personas. No algo que hacen sino alguien que son, no algo que haces sino alguien que eres. Hay una congruencia en quien tu eres en todo momento y que no cantas canciones para que Dios venga sino que cantas porque ya Dios está.

Y que te das cuenta que tu eres una canción que Dios quiere cantar. Que Dios está motivándote, llevándote al lugar donde te quiere mostrar las potestades celestiales y decir, mira, mi hijo, mira, mi hija, en él nos encuentra mal. ¿Por qué? ¿Porque son grandiosos y súper santos? No, porque yo moro en ellas. Y cuando yo los veo, los veo perfectos porque los veo por dentro de mi Hijo perfecto, donde ya no son ellos sino que yo vivo por medio de ellos. Yo busco adoradores en espíritu y en verdad, dijo Jesús. No busco adoración únicamente, busco adoradores, busco personas, no solamente en espíritu sino en verdad.

Sabes que Juan también se caracteriza por decir y hablar de lo que es verdad, más que en todos los otros Evangelios. De hecho, en el Evangelio de Juan el término verdad se utiliza 20 veces y en el resto de los Evangelios solamente 7. Y en sus cartas de 1 al 3, 17 veces menciona esa palabra. De hecho, abre el libro de Juan cuando dice, Jesús vino, no como Moisés que trajo la ley, sino vino para enseñarnos la gracia y la verdad. Y Juan lo lleva más allá cuando dice que amar a Dios es obedecer a Dios. Es decir, es andar en verdad.

Porque verdad no es algo que hacemos o creemos, verdad es una persona, Jesucristo. Y cuando queremos adorar – fíjense que en este momento, en estas escrituras se ve la Trinidad en unánime con nosotros. El espíritu, Jesús la verdad, adorando al Padre, esa realidad trinitaria, esa adoración no solamente profunda sino integral que quiere Dios que no seamos tan fragmentados, mis hermanos, que separemos las cosas como esto es espiritual, esto no es espiritual.

Te digo, pasar tiempo con tus hijos es espiritual. Manejar tu presupuesto bien es espiritual. Ser el mejor trabajador en tu empresa es espiritual. Digan amén. Lo que hagas, cómo lo hagas, es un reflejo de tu adoración, es un reflejo del Padre, es algo que él está como un espejo haciendo ver, que otros vean esa realidad. Y por eso dice que es verdad lo que yo busco, en el ser interior David decía, yo quiero tener verdad en mi ser íntimo, que no sea simplemente una híper espiritualidad, una Aleluya y gloria a Dios, en el templo, y allá afuera empiezas a vivir no tan santificado, vamos a ponerlo en términos eufemísticos. Que tu santificación es solamente una religiosa y que el verbo verdaderamente no se ha hecho carne en ti.

Y en nosotros, hermanos, el reto no es condenarse por lo que no somos, el reto es exaltar a aquél que es perfecto en nosotros. Y vivir según la vivencia y la potencia del espíritu que clama dentro de nosotros, Aba, Padre, que él nos lleva y nos saca de la limitación terrenal y nos introduce y sumerge en la realidad celestial donde no hay límites, hermanos. Y como verdaderos adoradores cuando levanten sus manos a él, – anden, levanten sus manos al Señor ahí donde están – cuando adoren al Señor en esta señal de rendimiento a él, te enchufas en el cielo abierto que está sobre tu vida y recibes de él todo perteneciente a la vida de la piedad. Dale gracias a Dios.

Te adoramos, te adoramos, Señor. Te adoramos, te adoramos. Eres digno Dios, eres digno de recibir la gloria, la honra. Eres digno de recibir todo, todo el universo. Amar a Dios es obedecer a Dios. Amar a Dios es adorar a Dios.

Y por último, Dios intencionalmente, queridos, intencionalmente busca estos adoradores. Porque parece muchas veces que Dios tiene favoritos. ¿Cuántos saben que no hay acepción de Dios, que todos somos sus favoritos? Pero por qué parece que Dios favorece a unos más que a otros. ¿Será quizás por su nivel de adoración? ¿Será quizás por su nivel de rendición? ¿Será quizás porque hay verdad, no solo espíritu? Que el ambiente del cielo está llenando no solamente ese corazón y ese vaso, sino que el ambiente alrededor de esa persona es como radioactividad, que cualquiera que se acerca es contaminado con la fragancia de Cristo, es contaminado con el bienestar celestial, es contaminado con un gozo que es tan profético porque nos regocijamos en el medio de nuestras dolencias declarando al mundo celestial que aunque nuestro cuerpo, nuestro espíritu vive para siempre, donde ya nuestra vida no está sujeta a las limitaciones terrenales y entramos en la morada de Dios.

Yo sí anhelo, como decía mi hermano esta mañana, he estado en momentos en mi vida, poca experiencia que tengo, tengo 30 y pico de años, me salvé como un loco universitario, no sabía cómo manejar mi vacío y lo llené con todo tipo de adicciones, y cuando Dios me encuentra, me llena del vino del reino. Y mire, mire, todo cambió. La manera en que veía las cosas, la manera en que hablaba y trataba con personas, ah, mi esposa está aquí, lejos de ser perfecto soy, pero mi hijo, mi esposa y yo servimos a Dios. Mi hijo es estudiante de ingeniería mecánica en la Universidad de Connecticut y es también el pastor juvenil de la iglesia donde estamos allá. De hecho, viene un grupo ahora de Carry the Love, a las universidades por aquí.

¿Se acuerda cuando Dios intervino en sus vidas? ¿Se acuerdan cuando empezó el proceso en ustedes de convertirlos en verdaderos adoradores? El prototipo celestial. Jesús que nunca rompió su conexión con el Padre a pesar de que pasó por una cruz, a pesar de que lo detestaron aquellos mismos que él creó. Si hay queja en ti hoy, si hay incredulidad, si hay algún tipo de pecado, si no conoces a Cristo, si tienes desánimo yo quiero invitarte hoy, no a que respondas a una invitación religiosa, sino que respondas a la invitación del Padre llamándote, quiero hacerte verdadero. Quiero que adores en una manera totalmente distinta, quiero que cada fibra de tu ser vibre con la vida eterna que yo brindo gratuitamente.

Anda ponte de pie. Si ese eres tu yo quiero ser el verdadero adorador, yo quiero que las verdades que ofenden a tantos, porque este mundo no cree en verdad absoluta, son híper sensibles cuando uno les dice ciertas cosas, porque la Biblia dice ciertas cosas, porque Dios dice, sé perfecto porque yo soy perfecto. Sean vasos de amor porque yo soy amor. Sean limpios y puros porque yo soy limpio y puro.

Como dice Romanos 12 que presentemos nuestras vidas como sacrificios vivos, llenos de fuego, como nuestro culto, como nuestra adoración racional, que la adoración no es algo que hacemos – acuérdense de esto – sino alguien que somos. Digan amén.

Comprométanse. Cuál es la palabra profética en 2016? Me preguntan a cada momento. Déjenme decirles, Dios está buscando auténticos adoradores. Quieren congruencia en nuestras vidas, quiere que seamos lo que decimos que somos por la gracia y el amor de Dios.

Señor yo te pido ahora por esta congregación, tremendo testimonio en medio de esta ciudad. Te pedimos en el en el nombre de Jesús que tu desciendas sobre este lugar, que venga tu reino y se haga tu voluntad aquí en este día, Señor. Que conviertas nuestros corazones, que hagas de nosotros personas íntegras, que rompas toda fragmentación, que nos unifiques en ti y que seamos verdaderamente un espíritu contigo, Dios. Que cuando nos vean, vean al Padre.

Di, Señor, yo quiero ser como tu eres. Díselo a él. Ahí dónde estás, hermano, si hay pecado en ti arrepiéntete. Si hay orgullo en ti humíllate. Si hay desesperanza en ti anímate, que Dios está con nosotros. Que en este día declares, el Señor es mí Señor y nada me faltará. Él es mi pastor, queremos mucho a nuestro pastor Mirando, pero el Señor es nuestro pastor. Y con el hombre siempre nos faltará pero con él jamás seremos abandonados ni rechazados como hijos e hijas somos recibidos en los cielos.

Declaramos en este día en el en el nombre de Jesús la ruptura de toda maldición relacional entre padres e hijos. Arrepiéntase y pide perdón por tener rencor hacia tus padres. Mañana voy a ver a mí papá en Venezuela, 80 años y ya débil, lo único que hace ahora es leer y orar. Tardé muchos años de poder reconciliarme con él pero ahora que se está preparando para ir a ver al verdadero Padre de todos, les digo, hermanos, el tiempo es corto. En nuestra familia, en nuestra realidad aquí, no estoy hablando apocalípticamente, así que perdona, ama, sirve, relaciónate, brilla tu luz, reconcíliate con tus hermanos y hermanas, vive en libertad como has sido libre, como has sido hecho libre y camina en la plenitud de lo que Dios tiene preparado para ti.

Deja de esperar que otros tomen responsabilidad de lo que Dios te ha dado a ti. Toma iniciativa de ser ese adorador, llénate del espíritu de Dios en tu lugar secreto y en tu lugar público verás la cosecha que Dios ha preparado para ti.

Necesitamos desesperadamente sabiduría

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Muchos de nosotros tenemos la costumbre al principio del año de hacer resoluciones, lo que llamamos las resoluciones del comienzo del año. Y de hecho una vez un niño le preguntó a otro, había oído mucho hablar de la resolución, la resolución de parte de sus padres al principio de un año y le preguntó a su amiguito, “¿Qué es una resolución?” y el amiguito muy sabiamente le contestó, “Es algo que nuestros padres hablan mucho acerca de eso por las dos primeras semanas del año,” y después muchas veces pasa eso, hacemos una resolución pero muy prontamente la dejamos a un lado porque se hace difícil, porque estamos haciendo otras cosas y las abandonamos.

Muchas personas tienen resoluciones y las firmemente, tienen unos pasos a seguir y las logran. Otros de nosotros, simplemente como que tiramos deseos al aire, ah, me gustaría en este año aquello, me gustaría lo otro, pero en realidad no nos hacemos una estrategia de cómo lograr esas resoluciones. Lo decimos como de paso. Y otros ni siquiera se ocupamos, nos ocupamos de hacer resoluciones porque hemos tenido malas experiencias en el pasado. Nos propusimos una vez rebajar y en vez engordamos. Nos propusimos canalizar nuestro enojo apropiadamente y no lo hicimos. Nos propusimos usar mejor nuestro tiempo y en vez de ver una hora diaria de televisión terminamos viendo tres por día. O nos propusimos no voy a estar tanto en Facebook pero lo que hicimos fue avanzar en el uso del Facebook.

Y entonces por eso mucha gente pues simplemente ni siquiera se establecen una visión y una meta para el año. Así qué te parece si este año en vez de simplemente hacer resoluciones superficiales de cambiar un hábito o aquel otro hábito, en vez de eso qué te parece si en vez de eso hacernos una resolución nos proponemos que haya una revolución. Y usted preguntará pero una revolución ¿en qué? Y la respuesta es, una revolución en el área de la sabiduría, de la búsqueda de la sabiduría.

Hay un versículo muy conocido en el salmo 90:12 que posiblemente muchos de ustedes se lo sepan de memoria, dice, “enséñanos de tal modo a contar nuestros días que traigamos al corazón sabiduría.” Mi deseo es que en este año ese sea el clamor de nuestro corazón, estar tan conectados al Señor que podamos tener la seguridad que él nos va a enseñar cada día. Porque la vida se compone de cada día. Muchas veces pensamos a largo alcance, y eso es bueno, pero tenemos que ver cada día, qué yo voy a hacer con el tiempo que Dios me está dando ahora, porque el de mañana no lo tengo por seguro pero qué experiencias, qué me está enseñando él hoy que me va a traer al corazón sabiduría. Porque mi hermano y mi hermana, nosotros cada uno de nosotros necesita desesperadamente sabiduría. Nadie lo duda aquí ¿verdad?

Necesitamos desesperadamente sabiduría. Nosotros nunca sabemos lo que la vida nos va a traer. Nosotros tenemos muchas veces unos planes, unos diseños de dónde queremos ir, qué queremos hacer pero muchas veces las cosas que nos pasan son totalmente inesperadas. A veces nos dan con tanta fuerza que nos sacan el aire y de momento estamos en una situación y decimos, ¿y ahora qué hago? Esos son los momentos que si nosotros hemos pedido al Señor que nos enseñe a contar nuestros días de manera que traigamos al corazón sabiduría, vamos a saber, a lo mejor aún con temor y temblor, pero vamos a saber qué hacer, porque vamos a ser dirigidos por la sabiduría de Dios.

Cuántas conversaciones si se trataran con sabiduría podrían llevar a bien a bendición, y por el contrario cuando no hay sabiduría pueden degenerarse y traer algo peor. Cuántos conflictos que se nos presentan, situaciones difíciles que a menos que no las tratemos con sabiduría puede explotarnos en la cara. Todos nosotros hemos tenido esas situaciones y por eso necesitamos desesperadamente adquirir sabiduría. Nuestro corazón tiene que estar rebozando de sabiduría.

Porque imagínate qué pasaría si cada uno de nosotros de verdad creyera que Dios es un Dios sabio, si de verdad lo creyéramos, que en él está la sabiduría. ¿Qué pasaría? ¿Qué pasaría si tu y yo nos apropiáramos como para nosotros el caudal de sabiduría que Dios generosamente quiere darte a ti y a mí? ¿Qué pasaría si nos propusiéramos usar la sabiduría para tomar todas las decisiones de la vida? No solamente esas grandotas, sino aún las pequeñas que nos van enseñando a lo largo del camino. ¿Qué pasaría si nosotros usáramos la sabiduría de Dios para tomar esas decisiones, para expandir el Reino de Dios, para todo lo que tenemos que hacer? Es que la necesitamos para todo, para escoger un compañero en un negocio, para escoger esposo o esposa, para saber qué date aceptamos o no, para saber cómo usar nuestro dinero, todo, en todo absolutamente necesitamos sabiduría.

Ese debe ser el clamor de cada día de nosotros. Para mí lo es, así que yo hago todos los días sin falla, yo le pido, Señor, sabiduría. Aún cuando entro a una cita en mi trabajo, Señor, sabiduría, porque no sé lo que me voy a encontrar y si ya sé que va a ser una situación difícil, con más razón.

Antes de entrar a aconsejar siempre mi clamor es, Señor, sabiduría, tu presencia, sabiduría. ¿Saben por qué? Porque yo sé que en mí no hay sabiduría. La sabiduría que yo tengo proviene de lo alto, por lo tanto tengo que estar conectada todo el tiempo con esa sabiduría. Y lo importante es que vamos creciendo en sabiduría según nos acogemos a la sabiduría de Dios, pero necesitamos renovarla día a día.

Si piensan el Rey Salomón, ¿qué se decía de él? Que era el hombre más sabio de la tierra, ¿pero cómo terminó el Rey Salomón? Nada de sabiduría, tomó muchas malas decisiones, entre ellas tener 800 concubinas en vez de tener una sola esposa. Esa es la más grandecita. Así que si él que tanto habló acerca de la sabiduría, que era consultado por su gran sabiduría, si él también se apartó de ella, nos puede pasar a nosotros también. Tenemos que seguir siempre renovándonos en sabiduría.

¿Qué pasaría si nosotros renováramos nuestro entendimiento de tal manera que aprendiéramos a ver la vida a través de los lentes de Cristo y no a través de los lentes de nuestra propia carne? Porque el corazón humano, dice la palabra, es engañoso. A veces creemos que estamos haciendo lo correcto pero nos estamos engañando, por eso necesitamos renovarnos en la sabiduría continuamente.

Imagínate qué pasaría si cada palabra que saliera de tu boca y la mía fuera pasada por el colador de la sabiduría de Dios, eso sería maravilloso. Cuánta bendición habría en el mundo si todas las palabras corruptas, no con eso quiero decir malas palabras, sino palabra corruptas, dichas fuera de tiempo, donde la intención no es una intención pura del corazón, si todas esas palabras no se dieran y en vez de ellas hubiera el silencio cuando tiene que haber silencio, o hubiera una palabra sabia, qué diferente sería el mundo.

Nosotros lo vemos. Mire solamente en la carretera, todos los problemas que están habiendo en la carretera de lo que le llaman el rage, ira automovilística, ¿por qué? Porque alguien actuó sin sabiduría u otro respondió sin sabiduría y al final hubo un desastre. Dios nos quiere salvar a nosotros, nos quiere proteger de todo eso con su sabiduría. Así qué pasaría si todas esas cosas las hiciéramos de acuerdo a la sabiduría. Lo que pasaría sería que tendría una revolución, dentro de nosotros habría una revolución, nuestra vida se revolucionaría. Dios podría usarte con mayor poder, Dios podría ayudarte a que el llamado que él ha puesto en tu vida se materialice en todo su esplendor.

Muchos de nosotros tenemos llamados y sin embargo la falta de sabiduría nos deja cojos y enanos en vez de ayudarnos a seguir creciendo, porque necesitamos la sabiduría en todo el mundo, necesita desesperadamente hombres y mujeres, jóvenes, niños sabios y digo niños porque aún un niño bien criado en la sabiduría de Dios es sabio. A veces yo he escuchado cosas maravillosas de las palabras en el actuar de un niño, así que aún desde la niñez ya nosotros podemos estar manifestando la sabiduría de Dios.

Si comparáramos los resultados de la sabiduría del mundo o terrenal con la sabiduría de Dios, la sabiduría de Dios es perdurable, perdura, trae gozo y paz perdurables, mientras que la sabiduría terrenal o del mundo por un tiempo te da gozo, aparentemente te da paz pero a la largo no trae eso, es pasajero, se va y muchas veces deja frutos que nos hacen daño. Así que por eso es que tenemos que buscar la sabiduría que viene de lo alto.

Quiero que consideres estas preguntas. Estamos en el 2016, hace un año, al comienzo ahora en el 2016, ¿eres más sabio que al comienzo del 2015? Porque de eso se trata, ¿verdad? No nos queremos quedar en el mismo lugar, queremos seguir avanzando en la gracia, en el poder, en la sabiduría de Dios. ¿Tu te consideras hoy más sabio que hace un año? Si tuviste una situación difícil recientemente, hace meses, ¿puedes decir que la resolviste con sabiduría? ¿Usaste los elementos de sabiduría de la palabra, del espíritu de Dios para resolverla?

Y los que te conocen más de cera, si alguien les preguntara, ¿tu mamá es sabia? ¿tu esposo es sabio, tu esposa es sabia, tus hijos son sabios, tu tío es sabio? ¿Podrían contestar afirmativamente, sí, es sabio? ¿Va gente a donde ti a buscar consejo, a buscar dirección en diferentes áreas de la vida porque consideran que eres una persona sabia?

Sabe que todos nosotros somos ministros competentes, todos tenemos que dar la palabra a su tiempo, todos tenemos que aconsejar a su tiempo, todos somos llamados a eso. Eso no es solamente para los pastores, para los líderes. No, cada uno de nosotros tiene esa responsabilidad porque los líderes no van a dar abasto, los pastores no van a dar abasto, sin embargo alguien puede ir a donde ti y recibir el agua fresca que su alma necesita, y recibir un consejo sabio en el momento apropiado.

¿Y qué es sabiduría? ¿Cómo podríamos definir sabiduría? Pues mucho más que conocimiento, es mucho más que sentido común que dicen que es el menos común de los sentidos. Es mucho más que eso. La sabiduría es mirar la vida y mirar los retos de la vida a través de la perspectiva de Cristo, no a través de nuestro propio entendimiento humano que puede fallar sino a través de los ojos de Cristo. Eso es sabiduría, es saber discernir entre lo bueno y lo malo. Esa sería quizás la mejor definición, una persona sabia sabe discernir entre lo bueno y lo malo, sabe discernir aún entre lo bueno y lo mejor, sabe discernir entre los deseos de la carne y lo que verdaderamente quiere y agrada a Dios.

Podríamos decir también que sabiduría es hacer lo que le agrada a Dios en el momento correcto y en la forma correcta. Y Dios es el origen de la sabiduría, su esencia es amor, sabemos que Dios es amor, pero Dios es sabiduría. No hay nada más alto que la sabiduría de Dios y su sabiduría está plasmada en todo lo que nosotros vemos. Uno es la creación, qué maravilloso, como dice el salmo 19, versículo 1, dice, “los cielos cuentan la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos.” Todo a nuestro alrededor, todo lo que nosotros vemos en la naturaleza anuncia la obra de las manos de Dios, la sabiduría de Dios aún en la creación.

Quién de nosotros no se ha quedado pasmado con el paisaje de un atardecer con todos esos colores preciosos. Quién de nosotros nos e quedado pasmado ante la imponencia del mar, de las montañas, de la vegetación, de algo que a mí me encanta es escuchar el cántico de un riachuelo chocando contra las piedras, eso es tan precioso. Y esa es la creación de nuestro Dios. Quién no se ha maravillado con una nueva vida, con un bebé, pensar que estuvo en el vientre de su madre por 9 meses formándose cada cosa a su tiempo y después ver ese resultado tan precioso y verlo desarrollarse en una manera tan específica y siguiendo un diseño específico.

Quién no se ha maravillado con tantas otras cosas. El cuerpo humano mismo, a mí siempre me ha fascinado el ojo. El ojo es una pequeña esfera de menos de una pulgada y sin embargo dentro de esa pequeña esfera pasan cosas maravillosas. Y hay por lo menos 40 estructuras diferentes dentro de eso tan pequeñito que es el ojo y a través del cual nosotros recibimos estímulos sensoriales que van a nuestro cerebro y nos permiten disfrutar de toda la belleza de la creación.

Así que todo, dondequiera que nosotros pongamos nuestros ojos vamos a ver la mano sabia de Dios en su creación. Ahí vemos la sabiduría de Dios. Otro lugar donde la vemos es en lo que nosotros llamaríamos la providencia divina. Cuántos de nosotros no hemos tenido situaciones que después al tiempo nos dimos cuenta que Dios estaba trabajando tras bastidores. Nosotros veíamos una cosa pero después nos dimos cuenta que era otra.

Les voy a dar un ejemplo de nuestra propia congregación. Nosotros compramos el edificio original en 1993 y estábamos ubicados en Cambridge antes, pensábamos que en máximo dos años eso iba a ser resuelto y nos íbamos a mudar. ¿Sabe cuánto tiempo se tomó? Fueron 4 años de larga espera, y Mario Ulloa que estuvo en ese proceso desde el comienzo sabe lo largo que fueron esos 4 años. Y uno piensa pues qué desperdicio de tiempo, uno se molestaba, se ponía ansioso. Yo recuerdo días que no dormíamos por la provisión económica que no estaba para hacer este trabajo, que había que compra aquello, que la ciudad exigía tal otra cosa. Fue un proceso bien arduo y fue un proceso de 4 años. Y otra vez nos inquietábamos por la largura de ese proceso, pero después nos dimos cuenta que el Señor tenía un propósito con eso, en ese tiempo el pueblo, nuestra iglesia, se fue fortaleciendo más su identidad y Dios lo estaba preparando para la etapa siguiente. Así que no fue pérdida de tiempo, muchas cosas buenas pasaron en ese tiempo que solidificaron la congregación para entonces movernos acá.

Después, al poco tiempo nuestro deseo era comprar el edificio que está al lado, el que está en la esquina, y ese edificio por muchos años estuvo en litigio legal y los dueños querían venderlo, estaban desesperados por venderlo pero no podían porque había unas demandas legales que no lo permitían. Pero los ojos de la congregación estaban en ese edificio. Y cuando nuestra congregación estuvo ya en fe, preparada para poder comprar el edificio ahí se resolvió el litigio legal y el mismo día que se puso en el mercado, de hecho, no el mismo día, a las horas de que se puso en el mercado Roberto lo supo, alguien le avisó providencialmente, no sabemos por qué, alguien le avisó, “Mira, está disponible.” En ese mismo momento él fue enseguida, ni con mucho dinero, puso el depósito en fe y de hecho a los minutos vinieron otras ofertas, después que ellos lo aceptaron, vinieron otras ofertas mucho más grandes, pero ya nosotros lo teníamos.

Así que ¿qué hizo Dios? Nos puso el edificio en [inaudible], en el momento en que ya estaba listo, ahí estaba la congregación lista, ahí estaba. Y asimismo Dios obra en nuestras vidas, pensamos que estamos perdiendo tiempo, nos frustramos pero ahí es donde entra la sabiduría de Dios en nosotros, y la confianza en Dios. Señor, yo confío en ti. Esta espera es larga pero yo confío que tu tienes un propósito al final.

¿Se acuerdan de Romanos 8:28? Dice, “y sabemos que los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.” No es para todos, es muy bonito decir la primera parte, pero es a los que conforme a su propósito son llamados, implica alinearnos con la sabiduría y con el propósito de Dios.

Así que ya vimos que se manifiesta la sabiduría en la naturaleza, se manifiesta en la providencia de él y también se manifiesta en el maravilloso plan de salvación. ¿A quién se le hubiera ocurrido un plan de salvación así? Donde envió a su Hijo por amor a nacer de una virgen, a nacer en un pesebre, a predicar entre su pueblo, y después a morir en una cruz. Solamente a Dios se le puede haber ocurrido eso. y el asunto es que fue un sacrificio completo y ningún ser humano puede añadirle nada al sacrificio de Cristo. Está completo. La muerte y la resurrección de Cristo es una obra completa que abrió el camino para que cada uno de nosotros tenga acceso al Padre. Solamente Dios puede haber pensado en un plan así.

Así que nuestro Dios es definitivamente sabio, no hay duda de eso. Creó toda la naturaleza, actúa providencialmente, y mantiene su plan de salvación hasta el fin de los tiempos. Y si sabemos que él hace todo eso, nosotros tenemos que tener confianza, él me va a dar también sabiduría.

Romanos 8:32 dice “el que no escatimó ni a su propio Hijo sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” Eso incluye la sabiduría. La sabiduría sobrenatural es un regalo y no se puede dejar escondida. Tiene que manifestarse en fruto, tiene que verse. Si alguien dice, yo soy sabio, pero no actúa sabiamente, por más que diga no es sabio, se ve en las obras. El hecho de que una persona se memorice la Biblia, de Génesis a Apocalipsis, que esté en todos los ministerios de la iglesia, que tenga dones espirituales, eso no asegura sabiduría. Esto es mucho más que eso, implica una búsqueda sincera del corazón en crecer en el área de la sabiduría.

Y les voy a compartir un ejemplo. Un hombre de nuestra congregación de hace muchos años siempre tenía… él era una Biblia andante, no había que uno le dijera que no pudiera de memoria decirte el versículo y dónde está en la Biblia. Eso era continuo, era como un máquina casi. Él tenía grandes ambiciones en cuanto a ministerio dentro de la iglesia, sin embargo, él usaba esa misma palabra que él usaba que tan fácilmente citaba, la usaba para hacer daño y abusar verbalmente de su familia, de su esposa y de sus hijos, hasta hoy en día todavía no se ha podido sanar eso. Era un abuso y un control continuo. Así que su vida familiar era caótica e infeliz y a pesar de su fracaso como esposo y como padre, él se quejaba aquí en la iglesia de que la iglesia no le permitía a él ejercer sus dones. Él, un hombre tan sabio, y tan entendido en la palabra. Y por eso se fue de nuestra congregación.

Así que una persona así, obviamente aunque sepa muchas cosas, aunque te pueda recitar la palabra y a veces usarla correctamente eso no asegura que hay sabiduría. Tenemos que juzgar quién es sabio y quién no. porque la sabiduría de Dios y la sabiduría del mundo están en conflicto. Nosotros lo vemos desde la creación del ser humano.

En Génesis ¿qué nosotros vemos? Vemos a Dios que pone un límite sabio. ¿Cuál fue el límite? Fue prohibir de comer del árbol de la ciencia del bien y del mal. Fue un límite que Dios le puso, pero le había dicho, “Ustedes son mayordomos de toda la creación. Póngale nombre a los animales, esto es para que ustedes sean los mayordomos.” Pero les puso ese límite, un límite sabio, igual que nosotros hacemos con nuestros hijos. Hijo, puedes tal cosa pero le ponemos un límite porque sabemos que es para su beneficios, para su protección. Pero ¿qué pasó? Satanás en forma de serpiente, se le acercó a Eva y retó el límite que Dios había puesto en su sabiduría, cuestionó los límites establecidos por Dios.

Porque una de las estrategias de Satanás es crear duda en nosotros acerca del carácter de Dios. Si nosotros nos analizamos podemos muchas veces que cuando nosotros tomamos una decisión errónea, una decisión no sabía, muchas veces lo que está detrás de eso, si no siempre, es incredulidad. No hemos confiado en Dios plenamente, no le hemos creído a Dios plenamente. Y entonces se le acercó Satanás a Eva, implantó una semilla de duda acerca del carácter de Dios y no solamente hizo eso, sino que también implantó una semilla de avaricia.

Le dijo, quizás tienes todo pero Dios está reteniendo algo todavía mejor. tu puedes tener más. Que muchas veces nos mete en grave problemas también. Cuando tenemos lo que Dios nos ha dado y queremos más o no estamos satisfechos, no hay contentamiento en nuestro corazón y a veces eso nos mete en problemas.

Así que eso está pasando desde el principio, desde Génesis nosotros vemos que esa es la estrategia que Satanás había establecido. Y hoy el mundo, la sociedad, nos invade con todo tipo de mentiras o medias verdades que a la larga, una media verdad es una mentira, no es la verdad absoluta. Y más que nunca nosotros estamos bombardeados con la sabiduría del mundo por todos los medios. Continuamente tenemos que estar discerniendo, ¿esto es de Dios o no es de Dios? Esto parece que es bueno pero ¿cuál es la motivación que está detrás?

Esa es la manera que nosotros tenemos que estar obrando todos los días porque sino perdemos la protección de la sabiduría de Dios y no podemos hacer eso. porque lo que el mundo nos enseña es a nutrir la carne, a nutrir los placeres carnales, no nos motiva a buscar de Dios, a buscar la sabiduría y a mirar arriba, nos enfoca nuestros ojos en el aquí y en el ahora, y si no la aprovechamos tenemos miedo a perder algo que podemos valorar.

Eso es lo que trata de hacer la sabiduría del mundo. Y muchas veces es difícil discernir entre una cosa y la otra si no tenemos cuidado. Por todos sitios qué nos dice la sociedad. Nos dice sigue tu corazón, ese es un slogan muy… sigue tu corazón, cree en ti, todo es en ti, en ti, haz lo que te venga en ganas, nadie tiene que decirte a ti lo que tu tienes que hacer, nadie tiene que ponerte límites. Eso es lo que estamos bombardeados, lo que nuestros hijos reciben continuamente, lo que nuestros jóvenes están tomando de esa agua de tu todo lo puedes, no hay consecuencia. Pero nosotros sabemos que cuando enfatizamos la carne, cuando alimentamos la carne a expensas del espíritu eso tiene siempre graves consecuencias y si no a la corta, a la larga las va a tener.

Y nosotros sabemos, si nosotros somos sinceros sabemos cuán fácil es distraernos de la búsqueda de la verdad y de la sabiduría. Vuelvo al ejemplo de Salomón, un hombre tan sabio y sin embargo permitió distracciones en su vida que lo apartaron de manifestar frutos de sabiduría en su vida. La palabra de Dios nos anima en muchísimos versículos a buscar de la sabiduría.

Y el hecho de que tu hayas obrado sin sabiduría en el pasado, lejano o reciente, eso no te impide que te renueves y que cambies el curso de tu vida y empieces a actuar y a dar frutos de sabiduría de lo alto. Eso es lo grande de nuestro Dios. En Dios hay perdón, en Dios hay todos los recursos que nosotros necesitamos para enmendar nuestros caminos y caminar por donde Dios quiere que caminemos, porque no podemos vivir sin ella. Y no podemos tampoco acogernos a una sabiduría y a otra, o sea, no podemos bailar al son de la sabiduría terrenal y esperar los frutos de la sabiduría de lo alto. Eso es imposible.

No podemos mantenernos neutrales tampoco. Lo que tenemos que hacer es buscar con ahínco la sabiduría de Dios. En esto no existe el happy medium, buscar el medio, aquí combino sabiduría del mundo con sabiduría de Dios. Eso no existe. Nos estamos engañando a nosotros mismos si tratamos de hacer eso.

Y yo debo aclarar que Dios es tan sabio, él conoce nuestro corazón. A veces hay personas que después de aceptar al Señor, y aún años después, están pasando tiempos difíciles y a veces no toman las mejores decisiones. Pero Dios conoce cuánto a veces nos enredan las cuerdas del mundo, unos más que otros. Hay otros que están tan enredados que necesita que venga Dios con una tijera gigante y les suelte las cuerdas y lo haga libre como pasó con Lázaro en la tumba. Dios conoce tu corazón.

Si tu estás dando algunos tumbones, porque siempre me gusta decir no solo que Dios dice, sino entender la misericordia y el corazón de Dios. Si no estás actuando sabiamente pero Dios conoce que tu corazón está deseoso de obedecerle, pues él te va a mirar con gracias y te va a dar lo que tu necesitas en esta etapa de tu vida. Así que si estás dando tumbones de algún tipo o los has dado recientemente, no te quedes ahí. Pídele a Dios sabiduría para salir de ahí, aunque te tome mucho tiempo, eso no importa, lo importante es que tu sigas avanzando, que no te quedes donde estás y que obviamente no vayas atrás, sino que sigas avanzando con un deseo sincero de ser transformado por Dios.

Es maravilloso lo que uno ve cuando una persona verdaderamente inclina su ser ante el Señor y se somete a su gracia, a su juicio, a su disciplina. Es maravilloso lo que Dios puede hacer. Muchos de ustedes son ejemplo claro de eso, que están en un lugar totalmente diferente, en un lugar de paz y de gracia porque un día invitaron la sabiduría de Dios a entrar a sus vidas y han podido salir de donde estaban.

Vamos a un pasaje que contrasta la sabiduría de Dios, se encuentra en Santiago 3:13 al 18, y la sabiduría terrenal o del mundo.

“Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis ni mintáis contra la verdad porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica, porque donde hay celos y contención allí hay perturbación y toda obra perversa, pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz…”

Así que ahí vemos contrastados dos tipos de sabiduría. El pasaje comienza con una pregunta, ¿quién es sabio y entendido entre vosotros? Contestar esa pregunta puede ser difícil, cómo podemos saber si una persona es sabia o no. yo creo que lo contesta al siguiente dice, muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. Así que siempre vamos a saber si alguien es sabio o no por sus obras, por los frutos que den su comportamiento.

Nosotros necesitamos sabiduría para discernir entre quién es sabio y quién no lo es también. Hay dos tipos de sabiduría trabajando en nuestras vidas, no nos engañemos, no solamente una, hay dos tipos de sabiduría. Una es la sabiduría de lo alto, como dice el pasaje, y la sabiduría terrenal. Y lo que quiere decir esto es que dentro de cada uno de nosotros hay una batalla, hay una guerra por ganar nuestro corazón y nuestra mente. Dentro de cada uno de nosotros hay guerra, hay conflicto, porque hay dos lados opuestos y cada uno de ellos se llama a sí mismo sabiduría.

Sin embargo, no puede haber dos tipos de sabiduría. Sabemos que puede haber una solamente. Así que dentro de nosotros hay una lucha por seguir la sabiduría de lo alto y por protegernos y no caer en la sabiduría terrenal. Esa es una lucha que cada creyente tiene, mismo Pablo habla de eso, en un versículo él dice que hace aquello que no quiere hacer y lo contrario. O sea, eso está en nuestro ser carnal está la sabiduría terrenal.

Pero la buena noticia es que mientras más nosotros caminamos en sabiduría el camino se va haciendo más fácil. A veces nos vienen sorpresas que nos sacan el aire, pero es más fácil. Eso es como un ánimo a nosotros. Sigue buscando la sabiduría y con el paso del tiempo será más fácil para ti. ¿Y qué caracteriza estos dos tipos de sabiduría? Si empezamos por la sabiduría terrenal, dice el versículo 14, “Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis ni mintáis contra la verdad porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica.”

Auch, pensar que esa descripción está dentro de cada uno de nosotros. Alguna sabiduría que es terrenal, animal y diabólica. Y eso está marcado por la idolatría del yo, es una sabiduría egoísta y es una sabiduría que a la larga nos lleva a la competencia, a la envidia, a la amargura. Todo aquello que nosotros no queremos tener. Y es la sabiduría que la sociedad nos anima a seguir. Están los ídolos, los celebrities, muchos de ellos viven vidas así, donde ellos son el centro y buscan su propio placer, lo que su corazón desea, eso es lo que buscan. Esa es la sabiduría del mundo, que es dañina totalmente a nuestra fe.

Y nosotros debemos apartarnos de ella completamente. Nosotros quisiéramos creer que no la practicamos pero dondequiera que haya falta de perdón, dondequiera que haya chisme, dondequiera que haya calumnia, relaciones rotas, malas actitudes, todo tipo de desordenes, dondequiera que haya eso, quiere decir que hay una sabiduría que no es de lo alto, es la sabiduría terrenal, animal y diabólica.

Y muchos de nosotros tenemos la sabiduría por fuera, la cristiandad por fuera, pero por dentro todavía hay… la carne está demasiado viva y tenemos que buscar la sabiduría de manera que Dios nos lleve a vivir una vida que traiga más gozo a él.

Y Santiago en ese pasaje contrasta la sabiduría falsa terrenal con la sabiduría que viene de lo alto. En el versículo 17 dice; “pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.”

¿No les gustaría a ustedes, no me gustaría a mí tener esa sabiduría? Que eso sea lo que impere en mi vida, lo que guíe mi vida, una sabiduría así. Y se fijan que en este pasaje la sabiduría terrenal estaba enfocada en el yo, en lo que yo quiero, en mis deseos, en cumplir mis ambiciones, mientras que la sabiduría de lo alto tiene los ojos puestos en Dios. Como les decía antes, es lo que nos da una perspectiva diferente. Ya no estamos mirando a través de los ojos de la carne, ya nuestra carne está sujeta al señorío de Cristo. Esa es la sabiduría de lo alto.

Versículo 18: “Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.” Ese es el fruto, si nosotros buscamos y vivimos en la sabiduría de lo alto entonces tenemos frutos de paz y dondequiera que tu estés aunque te dé trabajo se va a imponer la paz del Señor. Esa es la sabiduría que tu y yo queremos.

La palabra de Dios valora grandemente la sabiduría y les voy a compartir un solo versículo acerca de eso, un pasaje en Proverbios 3:13 al 15. Miren lo que dice la paz acerca de la sabiduría:

“Bienaventurado el hombre o la mujer que haya la sabiduría y que obtiene la inteligencia porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata y sus frutos más que oro fino, más preciosa es que las piedras preciosas y todo lo que puedes desear no se puede comparar a ella.”

Imagínate, no hay nada en este mundo, no hay un billón de dólares, no hay ningún gozo, no hay nada en este mundo que se pueda comparar a tener la sabiduría, por eso es que tenemos que buscarla con todo nuestro ser. ¿Y cómo nosotros podemos obtener sabiduría divina? Primeramente cultivando la comunión con la fuente de sabiduría que dijimos que es Dios y solo Dios a través de la oración, de la adoración, de congregarnos con otros, de interceder, de tener amistad con Dios. Esa es la mejor manera que nosotros podemos obtener sabiduría.

Proverbios 2:6 dice, “El temor de Jehová es el principio de la sabiduría.” No hay otro lugar donde nosotros encontremos sabiduría sino en el temor a Jehová. ¿Cómo más podemos? Nutriéndonos con la palabra de Dios. Yo digo si Dios se ocupó de dejar un manual de vida para nosotros que es la Biblia, asume uno que debe ser esencial leerla y estudiarla porque él se ocupó de dejarla. Hay una razón para ello.

El salmo 119 dice, “Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino.” Eso es lo que es la palabra. Recuerdo hace muchos años cuando teníamos una cabañita y de la cabaña a donde estaban los baños, que estaban separados, había un trecho significativo y a veces en la noche tenía que salir de la casa y llevar a las nenas, y recuerdo una vez que empecé el camino de la casa a los baños y yo tenía una linternita, de esas chiquititas que uno pone dentro del carro, que usaba quizás una batería nada más y yo iba agarrando con las nenas y la linternita y dando pacitos bien lentos y trabajosos porque no se veía nada con la linternita. Y mi esposo que siempre tiene buena ideas enseguida entró a la casa, buscó una linterna que era gigante, con una de esas baterías bien pesadas y me la dio y me dijo, “Toma para que puedas llegar mejor,” y con esa linterna poderosa veíamos muchos pies por delante y en vez de ir con pasos temerosos, íbamos con paso seguro y no había tropiezo.

Nos pasó como dice proverbios 3:23 “entonces andarás por tu camino confiadamente y tu pie no tropezará.” Porque eso es lo que la sabiduría te da, te permite andar confiadamente por el camino de manera que tu pie no tropiece. Así que vimos que a través de la comunión con él, a través de nutrirnos de su palabra y también simplemente podemos obtener sabiduría por pedirla, solamente pedirla.

Santiago 1:5 dice, “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría pídala a Dios el cual da a todos abundantemente y sin reproche y le será dada.” Cuando tu y yo le pides a Dios sabiduría y él ve en ti un corazón sincero y dispuesto a obrar conforme a la sabiduría de él, a su respuesta, tu provocas la generosidad de Dios. A Dios no le queda otro remedio que dártela.

Yo he experimentado eso en mi vida continuamente. Cuando no veo soluciones y lo pongo delante del Señor y espero en él confío que él me va a dar la respuesta, y ahí está. No es por magia, no es porque yo lo merezca más que nadie más, es porque eso es lo que hace, tu provocas a Dios. Al ir delante de él pidiéndole sabiduría él dice, “sí, claro que sí, cómo no te lo voy a dar, si di mi Hijo, cómo no te voy a dar también en él todas las cosas, la sabiduría.”

Esas son 3 maneras que nosotros podemos recibir sabiduría de Dios. Y una persona sabia continuamente recarga sus baterías espirituales. Como hoy les dije, eso no es ayer nada más y cogerse unas vacaciones, es todos los días tenemos que hacer esas cosas para recargar nuestra batería espiritual, reconociendo que la sabiduría solamente puede venir de él, no hay otra fuente de la sabiduría.

Hay un versículo en Isaías 50:4 que es uno de mis favoritos, dice así: “Jehová, el Señor, me dio lengua de sabios para saber hablar palabras al cansado, despertará mañana tras mañana, despertará mi oído para que oiga como los sabios.”

Qué maravilloso que todos los días tu puedas levantarte con la confianza de que al pedir sabiduría el Señor va hablar sabiduría a tu oído y porque has escuchado la sabiduría de Dios entonces puedes hablar y actuar con sabiduría. Una persona sabia también cultiva un corazón, un espíritu enseñable.

La palabra nos anima a eso, a escuchar el consejo, a buscar consejeros sabios. Si pensamos yo lo sé todo, yo no necesito corrección, nadie tiene que venir a decirme cómo yo debo obrar, entonces nos vamos a quedar enanos, no vamos a crecer en el Señor. Tenemos que tener un espíritu enseñable. Tenemos que practicar el conocernos y examinarnos a nosotros mismos aunque nos duela. Tenemos que reconocer, tengo estas debilidades de carácter, tengo estas tentaciones y pedirle a Dios que él entre aún en esos lugares oscuros de nuestro ser. Porque sino otra vez no vamos a crecer y nosotros queremos crecer, queremos ser instrumentos exquisitos en las manos de Dios.

Otra cosa que hacen los sabios es que consultan a Dios en todo tiempo. Cuando vienen situaciones difíciles en vez de actuar con impulsividad, en vez de reaccionar vamos a consultar a Dios, vamos a hacer una tregua, si es una situación difícil familiar, por ejemplo, vamos a hacer una tregua y vamos a consultar a Dios. ¿Qué Dios quiere? En vez de añadirle más sal a la herida, en vez de empeorar las cosas, vamos a detenernos y vamos a consultar a Dios.

Cuántas veces yo en mi vida he practicado eso y al otro día me he dado cuenta el error tan grave que hubiera sido hacer lo que yo pensaba que era lo sabio hacer. ¿Por qué? Porque me tomé el tiempo de consultar a Dios y pedirle su consejo. Y eso lo podemos aplicar en todas las áreas de nuestra vida.

Así que yo no creo que aquí haya nadie que dude en cuanto la necesidad que tenemos nosotros de discernir entre lo que es la falsa sabiduría y lo que es la sabiduría que viene de lo alto. Y tenemos que comprometernos activamente a buscarlo. Si lo hacemos nuestros hogares van a ser transformados. Imagínate, un hogar donde hay sabiduría y eso se le transfiere a los hijos, se les enseña a pensar sabiamente, a discernir sabiamente, eso es el mejor regalo que usted le pueda dar. Es una herencia bendita que tu le estás pasando a tus hijos. No es solamente Biblia, es también sabiduría.

Mi yerno y mi hija tienen una práctica con Caleb, nuestro nieto mayor, que tiene 7 añitos, pero desde que era muy chiquitito casi aprendiendo a hablar, ellos le enseñaron a decir… le preguntaban, “¿Caleb, qué tu eres?” y él contestaba, “Yo soy un niño sabio, prudente y con dominio propio.” Eso me encanta. Y lo que pasa entonces cuando él hace algo muy sabio, muy bueno, lo felicitan, le dicen, “Guau, Caleb, verdaderamente tu eres un niño sabio, prudente y con dominio propio.” Y cuando se desvía del camino y hace algo que no debe, lo corrigen y le dicen, “Pero, papito, ¿qué tu eres?” “Yo soy un niño sabio, prudente y con dominio propio.” “Pues, entonces ¿qué tienes que hacer?” y entonces él mismo da la respuesta de qué es lo que tiene que hacer y reconoce su error.

Esa es parte de nuestra identidad. Nosotros debemos considerarnos que somos personas sabias. Tu sabiduría puede ser la herramienta que Dios use para transformar la vida de otro, aún para salvar una vida, para dar un consejo que llegue en el momento exacto que haga que una persona tome una buena decisión o que evite un desastre. Es una gran cosa tener sabiduría.

La sabiduría te va a traer orden y estabilidad a tu vida, aun cuando haya circunstancias difíciles te vas a sentir que estás en paz en medio de la tormenta porque eso es lo que la sabiduría de Dios trae. Te va a permitir también la sabiduría estar continuamente en una actitud de vigilancia en términos de tus propios defectos, de lo que tienes que hacer para mejorar y de discernir las maquinaciones sutiles del enemigo de nuestras almas que quiere desviarnos del camino correcto.

El enemigo nos susurra muchas cosas al oído que si las escuchamos vamos a ir en contra de la sabiduría de Dios y nos estamos alineando con la sabiduría terrenal. Pero la sabiduría verdadera te ayuda a discernir, te ayuda a verlo desde lejos. No tiene que llegar el mal a tu puerta, no tiene que tocarte, desde lejos tu puedes discernir el pecado, discernir la tentación y tomar medidas que te ayudan a vencer en el nombre del Señor.

Queridos hermanos, tu no puedes vivir sin sabiduría. Yo no puedo vivir sin sabiduría. Hay que buscarla como el tesoro más grande que hay. Permite que camines de manera que tu no tropieces. Permítele a la sabiduría alumbrar tu camino de manera que tu paso sea como Dios lo quiere y que no tropieces en el camino y búscala de manera que haya paz y gozo verdadero en tu vida, no el pasajero que el mundo da sino el verdadero gozo y paz que Dios solamente puede dar.

Al comienzo de mi mensaje yo les decía que quería extenderles un reto. ¿Aceptan el reto de no más resoluciones superficiales de principio de año sino una revolución en tu vida y en la mía en la búsqueda de la sabiduría y en la manifestación de los frutos de la sabiduría? Aceptan el reto?

Nos ponemos de pie. Quiero bendecirlos con una palabra que está en Efesios 1:17 al 19. Esta es una oración que Pablo habló sobre los efesios y quiero en este momento extenderla a mi propia vida y a ustedes.

“Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso les de el espíritu de sabiduría y de revelación para que lo conozcan mejor. Pido también que le sean iluminados los ojos del corazón para que sepan a qué esperanza él los ha llamado, cuál es la riqueza de su gloriosa herencia entre los santos y cuán incomparable es la grandeza de su poder a favor de los que creemos. Ese poder es la fuerza grandiosa y eficaz que Dios ejerció en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo sentó a su derecha en las regiones celestiales.”

Así que hermano, hoy tu te puedes ir de aquí con toda seguridad que si tu buscas la sabiduría de Dios y la invocas en todas las áreas de tu vida, él te la va a dar. Padre, sellamos esta palabra, sellamos tu propósito de este día, Señor, gracias porque tu no eres un Dios mezquino y egoísta, tu compartes todo lo tuyo con nosotros, con tus hijos. Señor, compartes tu sabiduría. Señor, que esa sea la luz que alumbre nuestra mente, nuestro corazón, nuestro espíritu, Señor, de manera que podamos dar pasos seguros, estables en la vida y que nada nos aparte de los propósitos que tu tienes para nosotros.

Señor, dale sabiduría a cada uno de mis hermanos, aquellos que están en tiempo de paz y donde no hay grandes problemas en su vida, y también a aquellos, Señor, que en este momento están en angustia y necesitan una palabra tuya, necesitan tu sabiduría. Señor, que cada uno de nosotros sepa dónde buscar, que ninguno de nosotros se contamine con la sabiduría del mundo, sino que vayamos siempre a ti. Que nuestro agrado, nuestro placer, nuestra pasión sea buscar de ti, buscar de tu sabiduría, de conectarnos contigo cada día, Señor.

Gracias, Padre. Gracias por tu misericordia, por tu perdón, por tus propósitos aún en medio de nuestra fragilidad humana. Gracias oh Dios. Amén.

Necesitamos desesperadamente sabiduría

Transcripción

Muchos de nosotros tenemos la costumbre al principio del año de hacer resoluciones, lo que llamamos las resoluciones del comienzo del año. Y de hecho una vez un niño le preguntó a otro, había oído mucho hablar de la resolución, la resolución de parte de sus padres al principio de un año y le preguntó a su amiguito, “¿Qué es una resolución?” y el amiguito muy sabiamente le contestó, “Es algo que nuestros padres hablan mucho acerca de eso por las dos primeras semanas del año,” y después muchas veces pasa eso, hacemos una resolución pero muy prontamente la dejamos a un lado porque se hace difícil, porque estamos haciendo otras cosas y las abandonamos.

Muchas personas tienen resoluciones y las firmemente, tienen unos pasos a seguir y las logran. Otros de nosotros, simplemente como que tiramos deseos al aire, ah, me gustaría en este año aquello, me gustaría lo otro, pero en realidad no nos hacemos una estrategia de cómo lograr esas resoluciones. Lo decimos como de paso. Y otros ni siquiera se ocupamos, nos ocupamos de hacer resoluciones porque hemos tenido malas experiencias en el pasado. Nos propusimos una vez rebajar y en vez engordamos. Nos propusimos canalizar nuestro enojo apropiadamente y no lo hicimos. Nos propusimos usar mejor nuestro tiempo y en vez de ver una hora diaria de televisión terminamos viendo tres por día. O nos propusimos no voy a estar tanto en Facebook pero lo que hicimos fue avanzar en el uso del Facebook.

Y entonces por eso mucha gente pues simplemente ni siquiera se establecen una visión y una meta para el año. Así qué te parece si este año en vez de simplemente hacer resoluciones superficiales de cambiar un hábito o aquel otro hábito, en vez de eso qué te parece si en vez de eso hacernos una resolución nos proponemos que haya una revolución. Y usted preguntará pero una revolución ¿en qué? Y la respuesta es, una revolución en el área de la sabiduría, de la búsqueda de la sabiduría.

Hay un versículo muy conocido en el salmo 90:12 que posiblemente muchos de ustedes se lo sepan de memoria, dice, “enséñanos de tal modo a contar nuestros días que traigamos al corazón sabiduría.” Mi deseo es que en este año ese sea el clamor de nuestro corazón, estar tan conectados al Señor que podamos tener la seguridad que él nos va a enseñar cada día. Porque la vida se compone de cada día. Muchas veces pensamos a largo alcance, y eso es bueno, pero tenemos que ver cada día, qué yo voy a hacer con el tiempo que Dios me está dando ahora, porque el de mañana no lo tengo por seguro pero qué experiencias, qué me está enseñando él hoy que me va a traer al corazón sabiduría. Porque mi hermano y mi hermana, nosotros cada uno de nosotros necesita desesperadamente sabiduría. Nadie lo duda aquí ¿verdad?

Necesitamos desesperadamente sabiduría. Nosotros nunca sabemos lo que la vida nos va a traer. Nosotros tenemos muchas veces unos planes, unos diseños de dónde queremos ir, qué queremos hacer pero muchas veces las cosas que nos pasan son totalmente inesperadas. A veces nos dan con tanta fuerza que nos sacan el aire y de momento estamos en una situación y decimos, ¿y ahora qué hago? Esos son los momentos que si nosotros hemos pedido al Señor que nos enseñe a contar nuestros días de manera que traigamos al corazón sabiduría, vamos a saber, a lo mejor aún con temor y temblor, pero vamos a saber qué hacer, porque vamos a ser dirigidos por la sabiduría de Dios.

Cuántas conversaciones si se trataran con sabiduría podrían llevar a bien a bendición, y por el contrario cuando no hay sabiduría pueden degenerarse y traer algo peor. Cuántos conflictos que se nos presentan, situaciones difíciles que a menos que no las tratemos con sabiduría puede explotarnos en la cara. Todos nosotros hemos tenido esas situaciones y por eso necesitamos desesperadamente adquirir sabiduría. Nuestro corazón tiene que estar rebozando de sabiduría.

Porque imagínate qué pasaría si cada uno de nosotros de verdad creyera que Dios es un Dios sabio, si de verdad lo creyéramos, que en él está la sabiduría. ¿Qué pasaría? ¿Qué pasaría si tu y yo nos apropiáramos como para nosotros el caudal de sabiduría que Dios generosamente quiere darte a ti y a mí? ¿Qué pasaría si nos propusiéramos usar la sabiduría para tomar todas las decisiones de la vida? No solamente esas grandotas, sino aún las pequeñas que nos van enseñando a lo largo del camino. ¿Qué pasaría si nosotros usáramos la sabiduría de Dios para tomar esas decisiones, para expandir el Reino de Dios, para todo lo que tenemos que hacer? Es que la necesitamos para todo, para escoger un compañero en un negocio, para escoger esposo o esposa, para saber qué date aceptamos o no, para saber cómo usar nuestro dinero, todo, en todo absolutamente necesitamos sabiduría.

Ese debe ser el clamor de cada día de nosotros. Para mí lo es, así que yo hago todos los días sin falla, yo le pido, Señor, sabiduría. Aún cuando entro a una cita en mi trabajo, Señor, sabiduría, porque no sé lo que me voy a encontrar y si ya sé que va a ser una situación difícil, con más razón.

Antes de entrar a aconsejar siempre mi clamor es, Señor, sabiduría, tu presencia, sabiduría. ¿Saben por qué? Porque yo sé que en mí no hay sabiduría. La sabiduría que yo tengo proviene de lo alto, por lo tanto tengo que estar conectada todo el tiempo con esa sabiduría. Y lo importante es que vamos creciendo en sabiduría según nos acogemos a la sabiduría de Dios, pero necesitamos renovarla día a día.

Si piensan el Rey Salomón, ¿qué se decía de él? Que era el hombre más sabio de la tierra, ¿pero cómo terminó el Rey Salomón? Nada de sabiduría, tomó muchas malas decisiones, entre ellas tener 800 concubinas en vez de tener una sola esposa. Esa es la más grandecita. Así que si él que tanto habló acerca de la sabiduría, que era consultado por su gran sabiduría, si él también se apartó de ella, nos puede pasar a nosotros también. Tenemos que seguir siempre renovándonos en sabiduría.

¿Qué pasaría si nosotros renováramos nuestro entendimiento de tal manera que aprendiéramos a ver la vida a través de los lentes de Cristo y no a través de los lentes de nuestra propia carne? Porque el corazón humano, dice la palabra, es engañoso. A veces creemos que estamos haciendo lo correcto pero nos estamos engañando, por eso necesitamos renovarnos en la sabiduría continuamente.

Imagínate qué pasaría si cada palabra que saliera de tu boca y la mía fuera pasada por el colador de la sabiduría de Dios, eso sería maravilloso. Cuánta bendición habría en el mundo si todas las palabras corruptas, no con eso quiero decir malas palabras, sino palabra corruptas, dichas fuera de tiempo, donde la intención no es una intención pura del corazón, si todas esas palabras no se dieran y en vez de ellas hubiera el silencio cuando tiene que haber silencio, o hubiera una palabra sabia, qué diferente sería el mundo.

Nosotros lo vemos. Mire solamente en la carretera, todos los problemas que están habiendo en la carretera de lo que le llaman el rage, ira automovilística, ¿por qué? Porque alguien actuó sin sabiduría u otro respondió sin sabiduría y al final hubo un desastre. Dios nos quiere salvar a nosotros, nos quiere proteger de todo eso con su sabiduría. Así qué pasaría si todas esas cosas las hiciéramos de acuerdo a la sabiduría. Lo que pasaría sería que tendría una revolución, dentro de nosotros habría una revolución, nuestra vida se revolucionaría. Dios podría usarte con mayor poder, Dios podría ayudarte a que el llamado que él ha puesto en tu vida se materialice en todo su esplendor.

Muchos de nosotros tenemos llamados y sin embargo la falta de sabiduría nos deja cojos y enanos en vez de ayudarnos a seguir creciendo, porque necesitamos la sabiduría en todo el mundo, necesita desesperadamente hombres y mujeres, jóvenes, niños sabios y digo niños porque aún un niño bien criado en la sabiduría de Dios es sabio. A veces yo he escuchado cosas maravillosas de las palabras en el actuar de un niño, así que aún desde la niñez ya nosotros podemos estar manifestando la sabiduría de Dios.

Si comparáramos los resultados de la sabiduría del mundo o terrenal con la sabiduría de Dios, la sabiduría de Dios es perdurable, perdura, trae gozo y paz perdurables, mientras que la sabiduría terrenal o del mundo por un tiempo te da gozo, aparentemente te da paz pero a la largo no trae eso, es pasajero, se va y muchas veces deja frutos que nos hacen daño. Así que por eso es que tenemos que buscar la sabiduría que viene de lo alto.

Quiero que consideres estas preguntas. Estamos en el 2016, hace un año, al comienzo ahora en el 2016, ¿eres más sabio que al comienzo del 2015? Porque de eso se trata, ¿verdad? No nos queremos quedar en el mismo lugar, queremos seguir avanzando en la gracia, en el poder, en la sabiduría de Dios. ¿Tu te consideras hoy más sabio que hace un año? Si tuviste una situación difícil recientemente, hace meses, ¿puedes decir que la resolviste con sabiduría? ¿Usaste los elementos de sabiduría de la palabra, del espíritu de Dios para resolverla?

Y los que te conocen más de cera, si alguien les preguntara, ¿tu mamá es sabia? ¿tu esposo es sabio, tu esposa es sabia, tus hijos son sabios, tu tío es sabio? ¿Podrían contestar afirmativamente, sí, es sabio? ¿Va gente a donde ti a buscar consejo, a buscar dirección en diferentes áreas de la vida porque consideran que eres una persona sabia?

Sabe que todos nosotros somos ministros competentes, todos tenemos que dar la palabra a su tiempo, todos tenemos que aconsejar a su tiempo, todos somos llamados a eso. Eso no es solamente para los pastores, para los líderes. No, cada uno de nosotros tiene esa responsabilidad porque los líderes no van a dar abasto, los pastores no van a dar abasto, sin embargo alguien puede ir a donde ti y recibir el agua fresca que su alma necesita, y recibir un consejo sabio en el momento apropiado.

¿Y qué es sabiduría? ¿Cómo podríamos definir sabiduría? Pues mucho más que conocimiento, es mucho más que sentido común que dicen que es el menos común de los sentidos. Es mucho más que eso. La sabiduría es mirar la vida y mirar los retos de la vida a través de la perspectiva de Cristo, no a través de nuestro propio entendimiento humano que puede fallar sino a través de los ojos de Cristo. Eso es sabiduría, es saber discernir entre lo bueno y lo malo. Esa sería quizás la mejor definición, una persona sabia sabe discernir entre lo bueno y lo malo, sabe discernir aún entre lo bueno y lo mejor, sabe discernir entre los deseos de la carne y lo que verdaderamente quiere y agrada a Dios.

Podríamos decir también que sabiduría es hacer lo que le agrada a Dios en el momento correcto y en la forma correcta. Y Dios es el origen de la sabiduría, su esencia es amor, sabemos que Dios es amor, pero Dios es sabiduría. No hay nada más alto que la sabiduría de Dios y su sabiduría está plasmada en todo lo que nosotros vemos. Uno es la creación, qué maravilloso, como dice el salmo 19, versículo 1, dice, “los cielos cuentan la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos.” Todo a nuestro alrededor, todo lo que nosotros vemos en la naturaleza anuncia la obra de las manos de Dios, la sabiduría de Dios aún en la creación.

Quién de nosotros no se ha quedado pasmado con el paisaje de un atardecer con todos esos colores preciosos. Quién de nosotros nos e quedado pasmado ante la imponencia del mar, de las montañas, de la vegetación, de algo que a mí me encanta es escuchar el cántico de un riachuelo chocando contra las piedras, eso es tan precioso. Y esa es la creación de nuestro Dios. Quién no se ha maravillado con una nueva vida, con un bebé, pensar que estuvo en el vientre de su madre por 9 meses formándose cada cosa a su tiempo y después ver ese resultado tan precioso y verlo desarrollarse en una manera tan específica y siguiendo un diseño específico.

Quién no se ha maravillado con tantas otras cosas. El cuerpo humano mismo, a mí siempre me ha fascinado el ojo. El ojo es una pequeña esfera de menos de una pulgada y sin embargo dentro de esa pequeña esfera pasan cosas maravillosas. Y hay por lo menos 40 estructuras diferentes dentro de eso tan pequeñito que es el ojo y a través del cual nosotros recibimos estímulos sensoriales que van a nuestro cerebro y nos permiten disfrutar de toda la belleza de la creación.

Así que todo, dondequiera que nosotros pongamos nuestros ojos vamos a ver la mano sabia de Dios en su creación. Ahí vemos la sabiduría de Dios. Otro lugar donde la vemos es en lo que nosotros llamaríamos la providencia divina. Cuántos de nosotros no hemos tenido situaciones que después al tiempo nos dimos cuenta que Dios estaba trabajando tras bastidores. Nosotros veíamos una cosa pero después nos dimos cuenta que era otra.

Les voy a dar un ejemplo de nuestra propia congregación. Nosotros compramos el edificio original en 1993 y estábamos ubicados en Cambridge antes, pensábamos que en máximo dos años eso iba a ser resuelto y nos íbamos a mudar. ¿Sabe cuánto tiempo se tomó? Fueron 4 años de larga espera, y Mario Ulloa que estuvo en ese proceso desde el comienzo sabe lo largo que fueron esos 4 años. Y uno piensa pues qué desperdicio de tiempo, uno se molestaba, se ponía ansioso. Yo recuerdo días que no dormíamos por la provisión económica que no estaba para hacer este trabajo, que había que compra aquello, que la ciudad exigía tal otra cosa. Fue un proceso bien arduo y fue un proceso de 4 años. Y otra vez nos inquietábamos por la largura de ese proceso, pero después nos dimos cuenta que el Señor tenía un propósito con eso, en ese tiempo el pueblo, nuestra iglesia, se fue fortaleciendo más su identidad y Dios lo estaba preparando para la etapa siguiente. Así que no fue pérdida de tiempo, muchas cosas buenas pasaron en ese tiempo que solidificaron la congregación para entonces movernos acá.

Después, al poco tiempo nuestro deseo era comprar el edificio que está al lado, el que está en la esquina, y ese edificio por muchos años estuvo en litigio legal y los dueños querían venderlo, estaban desesperados por venderlo pero no podían porque había unas demandas legales que no lo permitían. Pero los ojos de la congregación estaban en ese edificio. Y cuando nuestra congregación estuvo ya en fe, preparada para poder comprar el edificio ahí se resolvió el litigio legal y el mismo día que se puso en el mercado, de hecho, no el mismo día, a las horas de que se puso en el mercado Roberto lo supo, alguien le avisó providencialmente, no sabemos por qué, alguien le avisó, “Mira, está disponible.” En ese mismo momento él fue enseguida, ni con mucho dinero, puso el depósito en fe y de hecho a los minutos vinieron otras ofertas, después que ellos lo aceptaron, vinieron otras ofertas mucho más grandes, pero ya nosotros lo teníamos.

Así que ¿qué hizo Dios? Nos puso el edificio en [inaudible], en el momento en que ya estaba listo, ahí estaba la congregación lista, ahí estaba. Y asimismo Dios obra en nuestras vidas, pensamos que estamos perdiendo tiempo, nos frustramos pero ahí es donde entra la sabiduría de Dios en nosotros, y la confianza en Dios. Señor, yo confío en ti. Esta espera es larga pero yo confío que tu tienes un propósito al final.

¿Se acuerdan de Romanos 8:28? Dice, “y sabemos que los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.” No es para todos, es muy bonito decir la primera parte, pero es a los que conforme a su propósito son llamados, implica alinearnos con la sabiduría y con el propósito de Dios.

Así que ya vimos que se manifiesta la sabiduría en la naturaleza, se manifiesta en la providencia de él y también se manifiesta en el maravilloso plan de salvación. ¿A quién se le hubiera ocurrido un plan de salvación así? Donde envió a su Hijo por amor a nacer de una virgen, a nacer en un pesebre, a predicar entre su pueblo, y después a morir en una cruz. Solamente a Dios se le puede haber ocurrido eso. y el asunto es que fue un sacrificio completo y ningún ser humano puede añadirle nada al sacrificio de Cristo. Está completo. La muerte y la resurrección de Cristo es una obra completa que abrió el camino para que cada uno de nosotros tenga acceso al Padre. Solamente Dios puede haber pensado en un plan así.

Así que nuestro Dios es definitivamente sabio, no hay duda de eso. Creó toda la naturaleza, actúa providencialmente, y mantiene su plan de salvación hasta el fin de los tiempos. Y si sabemos que él hace todo eso, nosotros tenemos que tener confianza, él me va a dar también sabiduría.

Romanos 8:32 dice “el que no escatimó ni a su propio Hijo sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” Eso incluye la sabiduría. La sabiduría sobrenatural es un regalo y no se puede dejar escondida. Tiene que manifestarse en fruto, tiene que verse. Si alguien dice, yo soy sabio, pero no actúa sabiamente, por más que diga no es sabio, se ve en las obras. El hecho de que una persona se memorice la Biblia, de Génesis a Apocalipsis, que esté en todos los ministerios de la iglesia, que tenga dones espirituales, eso no asegura sabiduría. Esto es mucho más que eso, implica una búsqueda sincera del corazón en crecer en el área de la sabiduría.

Y les voy a compartir un ejemplo. Un hombre de nuestra congregación de hace muchos años siempre tenía… él era una Biblia andante, no había que uno le dijera que no pudiera de memoria decirte el versículo y dónde está en la Biblia. Eso era continuo, era como un máquina casi. Él tenía grandes ambiciones en cuanto a ministerio dentro de la iglesia, sin embargo, él usaba esa misma palabra que él usaba que tan fácilmente citaba, la usaba para hacer daño y abusar verbalmente de su familia, de su esposa y de sus hijos, hasta hoy en día todavía no se ha podido sanar eso. Era un abuso y un control continuo. Así que su vida familiar era caótica e infeliz y a pesar de su fracaso como esposo y como padre, él se quejaba aquí en la iglesia de que la iglesia no le permitía a él ejercer sus dones. Él, un hombre tan sabio, y tan entendido en la palabra. Y por eso se fue de nuestra congregación.

Así que una persona así, obviamente aunque sepa muchas cosas, aunque te pueda recitar la palabra y a veces usarla correctamente eso no asegura que hay sabiduría. Tenemos que juzgar quién es sabio y quién no. porque la sabiduría de Dios y la sabiduría del mundo están en conflicto. Nosotros lo vemos desde la creación del ser humano.

En Génesis ¿qué nosotros vemos? Vemos a Dios que pone un límite sabio. ¿Cuál fue el límite? Fue prohibir de comer del árbol de la ciencia del bien y del mal. Fue un límite que Dios le puso, pero le había dicho, “Ustedes son mayordomos de toda la creación. Póngale nombre a los animales, esto es para que ustedes sean los mayordomos.” Pero les puso ese límite, un límite sabio, igual que nosotros hacemos con nuestros hijos. Hijo, puedes tal cosa pero le ponemos un límite porque sabemos que es para su beneficios, para su protección. Pero ¿qué pasó? Satanás en forma de serpiente, se le acercó a Eva y retó el límite que Dios había puesto en su sabiduría, cuestionó los límites establecidos por Dios.

Porque una de las estrategias de Satanás es crear duda en nosotros acerca del carácter de Dios. Si nosotros nos analizamos podemos muchas veces que cuando nosotros tomamos una decisión errónea, una decisión no sabía, muchas veces lo que está detrás de eso, si no siempre, es incredulidad. No hemos confiado en Dios plenamente, no le hemos creído a Dios plenamente. Y entonces se le acercó Satanás a Eva, implantó una semilla de duda acerca del carácter de Dios y no solamente hizo eso, sino que también implantó una semilla de avaricia.

Le dijo, quizás tienes todo pero Dios está reteniendo algo todavía mejor. tu puedes tener más. Que muchas veces nos mete en grave problemas también. Cuando tenemos lo que Dios nos ha dado y queremos más o no estamos satisfechos, no hay contentamiento en nuestro corazón y a veces eso nos mete en problemas.

Así que eso está pasando desde el principio, desde Génesis nosotros vemos que esa es la estrategia que Satanás había establecido. Y hoy el mundo, la sociedad, nos invade con todo tipo de mentiras o medias verdades que a la larga, una media verdad es una mentira, no es la verdad absoluta. Y más que nunca nosotros estamos bombardeados con la sabiduría del mundo por todos los medios. Continuamente tenemos que estar discerniendo, ¿esto es de Dios o no es de Dios? Esto parece que es bueno pero ¿cuál es la motivación que está detrás?

Esa es la manera que nosotros tenemos que estar obrando todos los días porque sino perdemos la protección de la sabiduría de Dios y no podemos hacer eso. porque lo que el mundo nos enseña es a nutrir la carne, a nutrir los placeres carnales, no nos motiva a buscar de Dios, a buscar la sabiduría y a mirar arriba, nos enfoca nuestros ojos en el aquí y en el ahora, y si no la aprovechamos tenemos miedo a perder algo que podemos valorar.

Eso es lo que trata de hacer la sabiduría del mundo. Y muchas veces es difícil discernir entre una cosa y la otra si no tenemos cuidado. Por todos sitios qué nos dice la sociedad. Nos dice sigue tu corazón, ese es un slogan muy… sigue tu corazón, cree en ti, todo es en ti, en ti, haz lo que te venga en ganas, nadie tiene que decirte a ti lo que tu tienes que hacer, nadie tiene que ponerte límites. Eso es lo que estamos bombardeados, lo que nuestros hijos reciben continuamente, lo que nuestros jóvenes están tomando de esa agua de tu todo lo puedes, no hay consecuencia. Pero nosotros sabemos que cuando enfatizamos la carne, cuando alimentamos la carne a expensas del espíritu eso tiene siempre graves consecuencias y si no a la corta, a la larga las va a tener.

Y nosotros sabemos, si nosotros somos sinceros sabemos cuán fácil es distraernos de la búsqueda de la verdad y de la sabiduría. Vuelvo al ejemplo de Salomón, un hombre tan sabio y sin embargo permitió distracciones en su vida que lo apartaron de manifestar frutos de sabiduría en su vida. La palabra de Dios nos anima en muchísimos versículos a buscar de la sabiduría.

Y el hecho de que tu hayas obrado sin sabiduría en el pasado, lejano o reciente, eso no te impide que te renueves y que cambies el curso de tu vida y empieces a actuar y a dar frutos de sabiduría de lo alto. Eso es lo grande de nuestro Dios. En Dios hay perdón, en Dios hay todos los recursos que nosotros necesitamos para enmendar nuestros caminos y caminar por donde Dios quiere que caminemos, porque no podemos vivir sin ella. Y no podemos tampoco acogernos a una sabiduría y a otra, o sea, no podemos bailar al son de la sabiduría terrenal y esperar los frutos de la sabiduría de lo alto. Eso es imposible.

No podemos mantenernos neutrales tampoco. Lo que tenemos que hacer es buscar con ahínco la sabiduría de Dios. En esto no existe el happy medium, buscar el medio, aquí combino sabiduría del mundo con sabiduría de Dios. Eso no existe. Nos estamos engañando a nosotros mismos si tratamos de hacer eso.

Y yo debo aclarar que Dios es tan sabio, él conoce nuestro corazón. A veces hay personas que después de aceptar al Señor, y aún años después, están pasando tiempos difíciles y a veces no toman las mejores decisiones. Pero Dios conoce cuánto a veces nos enredan las cuerdas del mundo, unos más que otros. Hay otros que están tan enredados que necesita que venga Dios con una tijera gigante y les suelte las cuerdas y lo haga libre como pasó con Lázaro en la tumba. Dios conoce tu corazón.

Si tu estás dando algunos tumbones, porque siempre me gusta decir no solo que Dios dice, sino entender la misericordia y el corazón de Dios. Si no estás actuando sabiamente pero Dios conoce que tu corazón está deseoso de obedecerle, pues él te va a mirar con gracias y te va a dar lo que tu necesitas en esta etapa de tu vida. Así que si estás dando tumbones de algún tipo o los has dado recientemente, no te quedes ahí. Pídele a Dios sabiduría para salir de ahí, aunque te tome mucho tiempo, eso no importa, lo importante es que tu sigas avanzando, que no te quedes donde estás y que obviamente no vayas atrás, sino que sigas avanzando con un deseo sincero de ser transformado por Dios.

Es maravilloso lo que uno ve cuando una persona verdaderamente inclina su ser ante el Señor y se somete a su gracia, a su juicio, a su disciplina. Es maravilloso lo que Dios puede hacer. Muchos de ustedes son ejemplo claro de eso, que están en un lugar totalmente diferente, en un lugar de paz y de gracia porque un día invitaron la sabiduría de Dios a entrar a sus vidas y han podido salir de donde estaban.

Vamos a un pasaje que contrasta la sabiduría de Dios, se encuentra en Santiago 3:13 al 18, y la sabiduría terrenal o del mundo.

“Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis ni mintáis contra la verdad porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica, porque donde hay celos y contención allí hay perturbación y toda obra perversa, pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz…”

Así que ahí vemos contrastados dos tipos de sabiduría. El pasaje comienza con una pregunta, ¿quién es sabio y entendido entre vosotros? Contestar esa pregunta puede ser difícil, cómo podemos saber si una persona es sabia o no. yo creo que lo contesta al siguiente dice, muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. Así que siempre vamos a saber si alguien es sabio o no por sus obras, por los frutos que den su comportamiento.

Nosotros necesitamos sabiduría para discernir entre quién es sabio y quién no lo es también. Hay dos tipos de sabiduría trabajando en nuestras vidas, no nos engañemos, no solamente una, hay dos tipos de sabiduría. Una es la sabiduría de lo alto, como dice el pasaje, y la sabiduría terrenal. Y lo que quiere decir esto es que dentro de cada uno de nosotros hay una batalla, hay una guerra por ganar nuestro corazón y nuestra mente. Dentro de cada uno de nosotros hay guerra, hay conflicto, porque hay dos lados opuestos y cada uno de ellos se llama a sí mismo sabiduría.

Sin embargo, no puede haber dos tipos de sabiduría. Sabemos que puede haber una solamente. Así que dentro de nosotros hay una lucha por seguir la sabiduría de lo alto y por protegernos y no caer en la sabiduría terrenal. Esa es una lucha que cada creyente tiene, mismo Pablo habla de eso, en un versículo él dice que hace aquello que no quiere hacer y lo contrario. O sea, eso está en nuestro ser carnal está la sabiduría terrenal.

Pero la buena noticia es que mientras más nosotros caminamos en sabiduría el camino se va haciendo más fácil. A veces nos vienen sorpresas que nos sacan el aire, pero es más fácil. Eso es como un ánimo a nosotros. Sigue buscando la sabiduría y con el paso del tiempo será más fácil para ti. ¿Y qué caracteriza estos dos tipos de sabiduría? Si empezamos por la sabiduría terrenal, dice el versículo 14, “Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis ni mintáis contra la verdad porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica.”

Auch, pensar que esa descripción está dentro de cada uno de nosotros. Alguna sabiduría que es terrenal, animal y diabólica. Y eso está marcado por la idolatría del yo, es una sabiduría egoísta y es una sabiduría que a la larga nos lleva a la competencia, a la envidia, a la amargura. Todo aquello que nosotros no queremos tener. Y es la sabiduría que la sociedad nos anima a seguir. Están los ídolos, los celebrities, muchos de ellos viven vidas así, donde ellos son el centro y buscan su propio placer, lo que su corazón desea, eso es lo que buscan. Esa es la sabiduría del mundo, que es dañina totalmente a nuestra fe.

Y nosotros debemos apartarnos de ella completamente. Nosotros quisiéramos creer que no la practicamos pero dondequiera que haya falta de perdón, dondequiera que haya chisme, dondequiera que haya calumnia, relaciones rotas, malas actitudes, todo tipo de desordenes, dondequiera que haya eso, quiere decir que hay una sabiduría que no es de lo alto, es la sabiduría terrenal, animal y diabólica.

Y muchos de nosotros tenemos la sabiduría por fuera, la cristiandad por fuera, pero por dentro todavía hay… la carne está demasiado viva y tenemos que buscar la sabiduría de manera que Dios nos lleve a vivir una vida que traiga más gozo a él.

Y Santiago en ese pasaje contrasta la sabiduría falsa terrenal con la sabiduría que viene de lo alto. En el versículo 17 dice; “pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.”

¿No les gustaría a ustedes, no me gustaría a mí tener esa sabiduría? Que eso sea lo que impere en mi vida, lo que guíe mi vida, una sabiduría así. Y se fijan que en este pasaje la sabiduría terrenal estaba enfocada en el yo, en lo que yo quiero, en mis deseos, en cumplir mis ambiciones, mientras que la sabiduría de lo alto tiene los ojos puestos en Dios. Como les decía antes, es lo que nos da una perspectiva diferente. Ya no estamos mirando a través de los ojos de la carne, ya nuestra carne está sujeta al señorío de Cristo. Esa es la sabiduría de lo alto.

Versículo 18: “Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.” Ese es el fruto, si nosotros buscamos y vivimos en la sabiduría de lo alto entonces tenemos frutos de paz y dondequiera que tu estés aunque te dé trabajo se va a imponer la paz del Señor. Esa es la sabiduría que tu y yo queremos.

La palabra de Dios valora grandemente la sabiduría y les voy a compartir un solo versículo acerca de eso, un pasaje en Proverbios 3:13 al 15. Miren lo que dice la paz acerca de la sabiduría:

“Bienaventurado el hombre o la mujer que haya la sabiduría y que obtiene la inteligencia porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata y sus frutos más que oro fino, más preciosa es que las piedras preciosas y todo lo que puedes desear no se puede comparar a ella.”

Imagínate, no hay nada en este mundo, no hay un billón de dólares, no hay ningún gozo, no hay nada en este mundo que se pueda comparar a tener la sabiduría, por eso es que tenemos que buscarla con todo nuestro ser. ¿Y cómo nosotros podemos obtener sabiduría divina? Primeramente cultivando la comunión con la fuente de sabiduría que dijimos que es Dios y solo Dios a través de la oración, de la adoración, de congregarnos con otros, de interceder, de tener amistad con Dios. Esa es la mejor manera que nosotros podemos obtener sabiduría.

Proverbios 2:6 dice, “El temor de Jehová es el principio de la sabiduría.” No hay otro lugar donde nosotros encontremos sabiduría sino en el temor a Jehová. ¿Cómo más podemos? Nutriéndonos con la palabra de Dios. Yo digo si Dios se ocupó de dejar un manual de vida para nosotros que es la Biblia, asume uno que debe ser esencial leerla y estudiarla porque él se ocupó de dejarla. Hay una razón para ello.

El salmo 119 dice, “Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino.” Eso es lo que es la palabra. Recuerdo hace muchos años cuando teníamos una cabañita y de la cabaña a donde estaban los baños, que estaban separados, había un trecho significativo y a veces en la noche tenía que salir de la casa y llevar a las nenas, y recuerdo una vez que empecé el camino de la casa a los baños y yo tenía una linternita, de esas chiquititas que uno pone dentro del carro, que usaba quizás una batería nada más y yo iba agarrando con las nenas y la linternita y dando pacitos bien lentos y trabajosos porque no se veía nada con la linternita. Y mi esposo que siempre tiene buena ideas enseguida entró a la casa, buscó una linterna que era gigante, con una de esas baterías bien pesadas y me la dio y me dijo, “Toma para que puedas llegar mejor,” y con esa linterna poderosa veíamos muchos pies por delante y en vez de ir con pasos temerosos, íbamos con paso seguro y no había tropiezo.

Nos pasó como dice proverbios 3:23 “entonces andarás por tu camino confiadamente y tu pie no tropezará.” Porque eso es lo que la sabiduría te da, te permite andar confiadamente por el camino de manera que tu pie no tropiece. Así que vimos que a través de la comunión con él, a través de nutrirnos de su palabra y también simplemente podemos obtener sabiduría por pedirla, solamente pedirla.

Santiago 1:5 dice, “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría pídala a Dios el cual da a todos abundantemente y sin reproche y le será dada.” Cuando tu y yo le pides a Dios sabiduría y él ve en ti un corazón sincero y dispuesto a obrar conforme a la sabiduría de él, a su respuesta, tu provocas la generosidad de Dios. A Dios no le queda otro remedio que dártela.

Yo he experimentado eso en mi vida continuamente. Cuando no veo soluciones y lo pongo delante del Señor y espero en él confío que él me va a dar la respuesta, y ahí está. No es por magia, no es porque yo lo merezca más que nadie más, es porque eso es lo que hace, tu provocas a Dios. Al ir delante de él pidiéndole sabiduría él dice, “sí, claro que sí, cómo no te lo voy a dar, si di mi Hijo, cómo no te voy a dar también en él todas las cosas, la sabiduría.”

Esas son 3 maneras que nosotros podemos recibir sabiduría de Dios. Y una persona sabia continuamente recarga sus baterías espirituales. Como hoy les dije, eso no es ayer nada más y cogerse unas vacaciones, es todos los días tenemos que hacer esas cosas para recargar nuestra batería espiritual, reconociendo que la sabiduría solamente puede venir de él, no hay otra fuente de la sabiduría.

Hay un versículo en Isaías 50:4 que es uno de mis favoritos, dice así: “Jehová, el Señor, me dio lengua de sabios para saber hablar palabras al cansado, despertará mañana tras mañana, despertará mi oído para que oiga como los sabios.”

Qué maravilloso que todos los días tu puedas levantarte con la confianza de que al pedir sabiduría el Señor va hablar sabiduría a tu oído y porque has escuchado la sabiduría de Dios entonces puedes hablar y actuar con sabiduría. Una persona sabia también cultiva un corazón, un espíritu enseñable.

La palabra nos anima a eso, a escuchar el consejo, a buscar consejeros sabios. Si pensamos yo lo sé todo, yo no necesito corrección, nadie tiene que venir a decirme cómo yo debo obrar, entonces nos vamos a quedar enanos, no vamos a crecer en el Señor. Tenemos que tener un espíritu enseñable. Tenemos que practicar el conocernos y examinarnos a nosotros mismos aunque nos duela. Tenemos que reconocer, tengo estas debilidades de carácter, tengo estas tentaciones y pedirle a Dios que él entre aún en esos lugares oscuros de nuestro ser. Porque sino otra vez no vamos a crecer y nosotros queremos crecer, queremos ser instrumentos exquisitos en las manos de Dios.

Otra cosa que hacen los sabios es que consultan a Dios en todo tiempo. Cuando vienen situaciones difíciles en vez de actuar con impulsividad, en vez de reaccionar vamos a consultar a Dios, vamos a hacer una tregua, si es una situación difícil familiar, por ejemplo, vamos a hacer una tregua y vamos a consultar a Dios. ¿Qué Dios quiere? En vez de añadirle más sal a la herida, en vez de empeorar las cosas, vamos a detenernos y vamos a consultar a Dios.

Cuántas veces yo en mi vida he practicado eso y al otro día me he dado cuenta el error tan grave que hubiera sido hacer lo que yo pensaba que era lo sabio hacer. ¿Por qué? Porque me tomé el tiempo de consultar a Dios y pedirle su consejo. Y eso lo podemos aplicar en todas las áreas de nuestra vida.

Así que yo no creo que aquí haya nadie que dude en cuanto la necesidad que tenemos nosotros de discernir entre lo que es la falsa sabiduría y lo que es la sabiduría que viene de lo alto. Y tenemos que comprometernos activamente a buscarlo. Si lo hacemos nuestros hogares van a ser transformados. Imagínate, un hogar donde hay sabiduría y eso se le transfiere a los hijos, se les enseña a pensar sabiamente, a discernir sabiamente, eso es el mejor regalo que usted le pueda dar. Es una herencia bendita que tu le estás pasando a tus hijos. No es solamente Biblia, es también sabiduría.

Mi yerno y mi hija tienen una práctica con Caleb, nuestro nieto mayor, que tiene 7 añitos, pero desde que era muy chiquitito casi aprendiendo a hablar, ellos le enseñaron a decir… le preguntaban, “¿Caleb, qué tu eres?” y él contestaba, “Yo soy un niño sabio, prudente y con dominio propio.” Eso me encanta. Y lo que pasa entonces cuando él hace algo muy sabio, muy bueno, lo felicitan, le dicen, “Guau, Caleb, verdaderamente tu eres un niño sabio, prudente y con dominio propio.” Y cuando se desvía del camino y hace algo que no debe, lo corrigen y le dicen, “Pero, papito, ¿qué tu eres?” “Yo soy un niño sabio, prudente y con dominio propio.” “Pues, entonces ¿qué tienes que hacer?” y entonces él mismo da la respuesta de qué es lo que tiene que hacer y reconoce su error.

Esa es parte de nuestra identidad. Nosotros debemos considerarnos que somos personas sabias. Tu sabiduría puede ser la herramienta que Dios use para transformar la vida de otro, aún para salvar una vida, para dar un consejo que llegue en el momento exacto que haga que una persona tome una buena decisión o que evite un desastre. Es una gran cosa tener sabiduría.

La sabiduría te va a traer orden y estabilidad a tu vida, aun cuando haya circunstancias difíciles te vas a sentir que estás en paz en medio de la tormenta porque eso es lo que la sabiduría de Dios trae. Te va a permitir también la sabiduría estar continuamente en una actitud de vigilancia en términos de tus propios defectos, de lo que tienes que hacer para mejorar y de discernir las maquinaciones sutiles del enemigo de nuestras almas que quiere desviarnos del camino correcto.

El enemigo nos susurra muchas cosas al oído que si las escuchamos vamos a ir en contra de la sabiduría de Dios y nos estamos alineando con la sabiduría terrenal. Pero la sabiduría verdadera te ayuda a discernir, te ayuda a verlo desde lejos. No tiene que llegar el mal a tu puerta, no tiene que tocarte, desde lejos tu puedes discernir el pecado, discernir la tentación y tomar medidas que te ayudan a vencer en el nombre del Señor.

Queridos hermanos, tu no puedes vivir sin sabiduría. Yo no puedo vivir sin sabiduría. Hay que buscarla como el tesoro más grande que hay. Permite que camines de manera que tu no tropieces. Permítele a la sabiduría alumbrar tu camino de manera que tu paso sea como Dios lo quiere y que no tropieces en el camino y búscala de manera que haya paz y gozo verdadero en tu vida, no el pasajero que el mundo da sino el verdadero gozo y paz que Dios solamente puede dar.

Al comienzo de mi mensaje yo les decía que quería extenderles un reto. ¿Aceptan el reto de no más resoluciones superficiales de principio de año sino una revolución en tu vida y en la mía en la búsqueda de la sabiduría y en la manifestación de los frutos de la sabiduría? Aceptan el reto?

Nos ponemos de pie. Quiero bendecirlos con una palabra que está en Efesios 1:17 al 19. Esta es una oración que Pablo habló sobre los efesios y quiero en este momento extenderla a mi propia vida y a ustedes.

“Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso les de el espíritu de sabiduría y de revelación para que lo conozcan mejor. Pido también que le sean iluminados los ojos del corazón para que sepan a qué esperanza él los ha llamado, cuál es la riqueza de su gloriosa herencia entre los santos y cuán incomparable es la grandeza de su poder a favor de los que creemos. Ese poder es la fuerza grandiosa y eficaz que Dios ejerció en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo sentó a su derecha en las regiones celestiales.”

Así que hermano, hoy tu te puedes ir de aquí con toda seguridad que si tu buscas la sabiduría de Dios y la invocas en todas las áreas de tu vida, él te la va a dar. Padre, sellamos esta palabra, sellamos tu propósito de este día, Señor, gracias porque tu no eres un Dios mezquino y egoísta, tu compartes todo lo tuyo con nosotros, con tus hijos. Señor, compartes tu sabiduría. Señor, que esa sea la luz que alumbre nuestra mente, nuestro corazón, nuestro espíritu, Señor, de manera que podamos dar pasos seguros, estables en la vida y que nada nos aparte de los propósitos que tu tienes para nosotros.

Señor, dale sabiduría a cada uno de mis hermanos, aquellos que están en tiempo de paz y donde no hay grandes problemas en su vida, y también a aquellos, Señor, que en este momento están en angustia y necesitan una palabra tuya, necesitan tu sabiduría. Señor, que cada uno de nosotros sepa dónde buscar, que ninguno de nosotros se contamine con la sabiduría del mundo, sino que vayamos siempre a ti. Que nuestro agrado, nuestro placer, nuestra pasión sea buscar de ti, buscar de tu sabiduría, de conectarnos contigo cada día, Señor.

Gracias, Padre. Gracias por tu misericordia, por tu perdón, por tus propósitos aún en medio de nuestra fragilidad humana. Gracias oh Dios. Amén.

Dios nos llama a prosperar en medio de tiempos difíciles

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Vamos a la palabra del Señor en el libro de Isaías, quiero compartir con ustedes un reto de año nuevo y lo que siento que es el llamado de Dios para nosotros, como iglesia, como congregación, muy a la luz, muy a tono con lo que Dios nos dio a través del tiempo de alabanza, adoración, ese llamado a ser una iglesia que rompa cadenas, que fortalezca las estructuras del Reino de Dios, que avance los intereses del Reino del Señor aquí en la ciudad donde Dios nos ha puesto, un pueblo saludable, un pueblo robusto en el Señor, con una mentalidad guerrera y agresiva para el Reino de Dios, un pueblo prosperado, un pueblo bendecido y capacitado para ir y traer a muchos al conocimiento de Jesucristo.

Isaías 60, vamos a leer unos cuantos versículos, sobre todo los versículos 1 al 3, establecen una buena base para nuestra meditación, un llamado y también una promesa. Dice:

“…Levántate, resplandece porque ha venido tu luz y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti…”

Guau, qué lindo mensaje. Qué hermosa promesa de Dios para nosotros.

“… porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra y oscuridad las naciones más sobre ti amanecerá Jehová y sobre ti será vista su gloria y andarán las naciones a tu luz y los reyes al resplandor de tu nacimiento…”

Recibe esa promesa de parte del Señor sobre tu vida y señalaría quizás algunas expresiones de aquí. Ese ‘levántate, resplandece, ha venido tu luz,’ pero también está ese ‘porque he aquí que tinieblas…’ Hay un contraste entre tinieblas y luz. Hay una promesa de luz pero también hay una advertencia de tinieblas que cubrirán la tierra. Pero en medio de eso hay una promesa sobre todo que enmarca todo, que las naciones andarán a nuestra luz y los reyes al resplandor de nuestro nacimiento.

Y hacia el final del capítulo 60 hay una bendición también en el versículo 22 dice: “… el pueblo pequeño vendrá a ser como mil y el menor entre nosotros, un pueblo fuerte, y dice el Señor, yo, Jehová, a su tiempo haré que esto sea cumplido pronto.” Amén.

Y lo que yo quiero es en esta tarde traer a su espíritu una serie de pensamientos, retos para ustedes que yo veo que ahora como nunca después de haber predicado este sermón en el servicio de la mañana, veo que claramente Dios lo ha ensamblado como una totalidad, como algo coherente. Porque cuando yo lo escribí, lo escribí sabiendo que estas eran piezas que tenía que poner, pero no claro en cómo unificarlo y cómo presentarlo en una manera unificada delante de ustedes. Pero según lo predicaba el Señor iba armándolo a mi espíritu porque en realidad es uno de esos sermones proféticos que Dios nos da a veces y que simplemente lo proclamamos como palabra de Dios que insemine y que fertilice el espíritu de nuestros hermanos.

Y yo diría que pensamiento principal de todo este mensaje acerca del año nuevo que viene, acerca de lo que Dios espera de nosotros, acerca de las promesas que podemos esperar que se van a realizar en nuestras vidas, el mensaje principal es que Dios nos llama a prosperar en medio de tiempos difíciles. Esa es la palabra, Dios nos llama a prosperar en medio de tiempos difíciles. Piense por una parte prosperar, por otra parte tiempos difíciles.

Y la imagen gobernante de toda esta idea yo la encuentro en el libro del Éxodo, en el capítulo 11, sobre todo los versículos del 1 al 7 y ese capítulo 11 y 12 también, donde en medio del contexto del forcejeo que se dio entre Dios, faraón, Moisés, el pueblo hebreo, los egipcios, donde Dios estaba llamando a faraón y ordenándole que dejara salir a su pueblo y había una resistencia y hubo juicios que Dios entonces envió sobre Egipto para obligar a faraón a dejar a su pueblo salir.

Y Dios montó todo un escenario para exhibir su gloria. Faraón y Egipto siempre han sido símbolos a través de toda la escritura del hombre que resiste a Dios, el mundo pagano, el espíritu opresor en la historia, el hombre en su arrogancia, resistente a Dios. Y ciertamente este faraón que vivió en los tiempos de Moisés cuando Dios estaba llamando a su pueblo a entrar finalmente en la identidad que él tenía para ese pueblo y que lo había ido construyendo poco a poco a través de siglos, ese faraón representa ese espíritu soberbio, ese espíritu que quiere mantener al pueblo de Dios encadenado, que lo quiere mantener oprimido, que lo llama para impedir que entre en su plenitud, lo que Dios quiere que ese pueblo llegue a ser, impedir que los propósitos de Dios se cumplan en medio de su pueblo.

Y yo creo que esto es una cosa muy importante para nosotros como iglesia, y es un mensaje que se ha ido desarrollando más y más en mi corazón y mi sensibilidad como pastor y como siervo del Señor en estos últimos tiempos. Aunque yo siempre he tenido ese mensaje latente dentro de mi espíritu, de que nosotros estamos viviendo y Dios nos ha llamado a servir como iglesia en un tiempo estratégico de la humanidad, que nosotros estamos viviendo un tiempo de la historia extremadamente significativo, un tiempo de consumación de muchas cosas y que estos días que nos ha tocado vivir son tiempos extraordinarios y que tenemos que vivirlos como un pueblo extraordinario en una forma extraordinaria también en la cual Dios quiere hacer cosas inusitadas, cosas que nunca se han visto, y que la humanidad y la iglesia de Jesucristo a la misma vez, están llegando a un punto de consumación y de maduración.

Algo interesante que yo señalé hace unas semanas atrás, que dice que Cristo vino en el cumplimiento de los tiempos. Jesús vino en el momento preciso en que la humanidad había llegado a cierto nivel de desarrollo. El Imperio Romano servía como un elemento unificador en las naciones. Había un gobierno, había una filosofía, y también la cultura griega anteriormente había llevado a la humanidad a un nivel de sofisticación y de madurez muy grande y ese gobierno romano con sus grandes carreteras, con su lenguaje universal, con su poderío militar, que había unido muchas naciones, esa humanidad que había llegado a un nivel de desarrollo en términos de su filosofía, su ética, sus conocimientos filosóficos, estaba como preparada para recibir el anunciamiento de un mensaje diferente, el mensaje excelso, glorioso, sublime y sofisticado del Evangelio.

Incluyendo el mismo Apóstol Juan y el libro de Juan, se sirve de muchas de las imágenes y del lenguaje filosófico y teológico que Platón y Sócrates y los griegos habían desarrollado para hablar acerca de logos, de Cristo Jesús y muchas otras cosas. Es decir, que el Señor vino en el momento preciso en que la humanidad había sido llevada a un punto de maduración y su venida inicia todo un período de la humanidad que todavía está cumpliéndose.

Y en estos 2000 años de historia dentro de esa nueva dispensación que Cristo abre y que el Evangelio abre, hay muchas cosas que Dios ha estado también trabajando y llevando, porque Dios es un pensador estratégico. Dios se toma tiempo. Para él, dice la Biblia, que dos mil años es como un día y un día como mil años. Dios monta una pieza a la vez.

Yo creo que Dios ha estado esperando a que ciertos procesos se cumplan en esta creación, en esta criatura que eres tu y yo. Nosotros somos los hijos de Dios, somos criaturas de Dios y Dios se complace en tratar con nosotros como un padre trata con sus hijos, tanto los que creen en él como no, los rebeldes y los sumisos. Y Dios está cumpliendo un plan y por eso ahora, 2000 años después, 2016 años después la humanidad yo creo que llega a otro punto de su desarrollo como creación.

Hoy en día la humanidad que camina sobre la tierra, la cultura que camina sobre la tierra, es una cultura mucho más sofisticada que la que el Señor encontró cuando vino al mundo, cuando encarnó. Tenemos 2000 años de proceso donde la ciencia ha aumentado, la tecnología ha aumentado, las sutilezas en las cuales el hombre se puede involucrar en términos de dividir los matices del conocimiento, de la filosofía, de la ética, de la teología, son mayores que nunca a través de toda la historia.

La humanidad ha llegado a un punto de desarrollo en que ya es una criatura bastante adulta. Y yo veo algo que es que Dios adecúa sus tratos con la humanidad según esa humanidad va progresando y se va desarrollando. Y vemos por eso que alguna gente se pregunta, ¿bueno, por qué Dios permitió la poligamia, es decir, el matrimonio con más de una mujer en los tiempos antiguos? ¿Por qué Dios trató con los hombres en forma tan severa como mandando aniquilar toda una población y tribus enteras? ¿Por qué Dios trabajaba así con tanta aspereza en esos tiempos? Y después que Cristo viene como que trata con la humanidad en una manera diferente.

Bueno, porque Dios le da mucho crédito a su criatura, y Dios trabaja con el hombre conforme a su aspereza o su sutileza o su desarrollo o su madurez filosófica, ética y espiritual. Y yo creo que Dios en un tiempo de gran aspereza, violencia, ojo por ojo, diente por diente, guerra, exterminio, trabajaba con la humanidad en esa misma manera de fuerza porque Dios respetaba ciertas cosas que había, pero según la humanidad fue desarrollándose y siendo capaz de procesar cosas más profundas, más complejas, Dios fue también desarrollando su revelación más y más. Y Cristo fue la consumación de esa revelación, para una humanidad que había llegado a cierto punto de desarrollo.

Y ahora, en el tiempo que nosotros vivimos, en el siglo XXI, yo creo que la humanidad ha llegado a un tiempo todavía de mayor desarrollo, donde Dios también está tratando… yo creo que podemos decir que estamos en la consumación de los tiempos o por lo menos de un tiempo, pero es una consumación muy grandiosa, es una consumación muy poderosa. Por eso es que yo veo que ese versículo 22 dice, “yo, Jehová, a su tiempo haré que esto sea cumplido pronto.”

Y hay otros pasajes en los libros proféticos donde Dios habla de eso de que las cosas se harán como en un momento. Hay cosas que Dios va a hacer en la humanidad que uno pensaría que se va tomar todavía mucho tiempo, pero yo creo que va a haber, por ejemplo, una cosecha de almas y unos cambios en la cultura humana y en el escenario humano tan dramático que uno pensaría que iban a tomar siglos, pero Dios los va a hacer en un momento. Una cosecha de almas muy grande, una transformación, una humillación del hombre muy poderosa, pero es en el momento de Dios.

Y Dios está trabajando en este tiempo y Dios está llevando a esta humanidad a un punto de postración donde esta criatura del siglo XXI que se cree tan fuerte, tan poderosa, tan independiente… recuerdan que yo prediqué hace poco en el salmo 2 acerca de ese pasaje que dice, “¿por qué se amotinan las gente y los pueblos piensan cosas vanas y hablan de echar de nosotros los yugos de Dios y conspiran contra Dios y contra su Hijo?” y dice que Dios se reirá de ellos y luego los confundirá en su ira.

Y estamos en ese tiempo precisamente en que vemos el escenario humano donde la humanidad – y también he aludido a esto, porque es como una insistencia, una voz de Dios que está hablándonos – donde la humanidad está llegando a un punto de tranque, aún mientras se desarrolla tecnológicamente, científicamente en maneras extraordinarias, pero también cuando uno observa los sistemas del mundo, uno se da cuenta que también Dios está llevando a la humanidad a un punto de humillación. Porque Dios siempre humilla al hombre cuando se pone demasiado engreído, lo hizo con Babel, ese espíritu explorador, ese espíritu que examina el cosmos, ese espíritu que siempre trata de indagar los misterios, ese espíritu que trata de construir homenaje y monumentos a la gloria del hombre, esa rebeldía, esa arrogancia que está en el corazón mismo del ser humano.

Y Dios siempre ha tenido controversia contra ese espíritu. Y siempre que ese espíritu llega a cierto punto de desarrollo, Dios lo humilla y lo que vemos en nuestro tiempo es que lo que está pasando – y por eso hablo dee tiempos difíciles – es que es un tiempo donde la humanidad y todo sus sistemas están llegando a un punto de atolladero y de tranque, como una máquina que a fuerza de trabajar y trabajar sin buena lubricación las piezas se trancan.

Si tuviéramos tiempo yo hice una análisis hace algún tiempo atrás, pero así rapidamente en otra manera lo desarrollo, donde vemos que la humanidad ahora mismo en todas las dimensiones, el mundo económico está en una situación muy precaria donde es interesante que hoy en día más que nunca los sistemas económicos están todos unificados. Lo que pasa en China, lo que pasa en Alemania, lo que pasa aquí en Estados Unidos, lo que pasa en el Japón, lo que pasa en la India, económicamente tiene efectos, porque el mundo es una gran aldea global. Los sistemas económicos están entrelazados unos con los otros.

Y si hay algún desastre de cierta magnitud lo van a sentir y lo sienten todas las naciones, lo que pasa en Europa definitivamente afecta a Estados Unidos y viceversa. Y vemos que este es un mundo muy precario donde las economías están muy, muy precarias y muy frágiles. Vemos un mundo donde militarmente cada día – la gente pensaba cuando cayó el imperio ruso que ya cuando terminara la Guerra Fría y la amenaza de la guerra nuclear entre los dos grandes poderes del mundo, Estados Unidos y Rusia, como que ya iba a venir un tiempo de prosperidad, porque todo ese dinero que se estaba destinando a armas nucleares y a todo eso, se iba a poder usar para grandes trabajos sociales y económicos, y no fue así.

Cuando el enemigo mortal de la guerra nuclear parecía que ya se había vencido, surgió el terrorismo. Y yo recuerdo décadas atrás cuando comenzaban a decir eso, el próximo gran enemigo de la humanidad, el próximo gran gigante que se va a levantar va a ser el terrorismo. Y eso parecía como una voz muy sutil y ciertamente ha sido así, se fue a un lado la amenaza más o menos de la guerra nuclear y surgió el gigante del terrorismo. El terrorismo hoy en día está estableciendo una gran inestabilidad en el mundo.

Es interesante también que cuando las naciones occidentales en su arrogancia secular, racional, decían ya Dios murió, ya el mundo está llegando a otra etapa donde ya eso de Dios y de lo sagrado y lo espiritual, eso está ya pasando de moda, esta es la gran liberación del hombre donde vamos a pensar solamente conforme a principios racionales, seculares. ¿Qué pasa? Todo lo contrario. Hoy en día, la humanidad está siendo en muchos sentidos afectada en manera poderosa por religiones para las cuales importa mucho lo sagrado. Islam es una religión poderosa y es interesante que lo ha dado soltura al terrorismo en este mundo es una religión que toma muy en serio sus escrituras y que cree en un Dios que determina su forma de vivir y ese azote que siempre ha sido islam para occidente ahora sale con venganza y está afectando la paz y la estabilidad del mundo.

Y es como que Dios están riéndose, en un sentido, de este hombre secular que siempre trata de poner a un lado las cosas del espíritu y le está diciendo, no, el espíritu está siempre allí presente, hay hambre en el hombre de las cosas divinas.

Entonces, tenemos un mundo económicamente frágil, un mundo también donde hay una religión que está haciendo grandes estragos en el mundo. Israel es una fuente de contaminación para las naciones también, porque hay una pugna bien grande entre el mundo musulmán e Isarel que odia, detesta a Israel. Israel, otro país tremendamente arrogante y severamente rebelde contra su Dios, también está siendo llevado a un punto de tranque, porque Israel ahora mismo tiene no sé cuántos millones de palestinos dentro de su propia tierra. Tiene una población enemiga, un ejército enemigo dentro de un pedacito de tierra del tamaño de Rhode Island, y hay allí una población que se consideran dueños de esa tierra e Israel no se puede deshacer de ellos evidentemente porque están allí y ellos creen que esa es su tierra y tiene un mundo que lo mira con gran crítica y con gran hostilidad y ese enemigo dentro de ellos, con el cual no pueden negociar ni tampoco pueden deshacerse de él, ni tampoco pueden destruirlo militarmente, Israel también está atrancada.

El mundo árabe, el mundo islámico, musulmán, dondequiera que usted mira, en cualquier país donde reina el islam es destrucción, muerte violencia, economías destruidas, gente que quiere salirse a como dé lugar, sea en Afganistán, sea Pakistán, sea Siria, sea Iraq, destrucción por dondequiera, celos étnicos, celos religiosos, trancado.

Estados Unidos ahora mismo está trancado también, dividido entre la gente conservadora y la gente secular. Hay pugna. Obama vino a ser como el gran elemento unificador, finalmente tenemos un afroamericano que sane las heridas de la esclavitud de esta nación, y ha sido todo lo contrario. Hay más división en esta nación ahora que nunca. El senado y la casa de representantes, los republicanos no le hablan a los demócratas y viceversa. Los candidatos que hay para la presidencia son tan divididos y tan diferentes como la luz y las tinieblas, el agua y el aceite. Hay una división total en esta nación, está trancada también en muchas diferentes maneras.

Europa, que con todo su racionalismo, todo su liberalismo, se ve ahora mismo también metida en una camisa de fuerza porque islam y la amenaza del terrorismo los obliga a violar y a violentar muchos de los valores liberales que ellos predican, de libertad, de expresión, de un gobierno bien limitado, todas estas cosas el terrorismo los está obligando… y el crecimiento del islam dentro de ellos mismos, también está trancado.

Lo que quiero decir, hermanos, es que yo creo que Dios está llevando y podríamos continuar con eso, Rusia, el oso ruso que pensábamos que ya se había ido de la historia, vuelva a alzar sus garras a través de Putin y su deseo de gloria en el mundo.

Yo le estoy dando un análisis al nivel geopolítico de lo que es una realidad más profunda bíblica, teológica, espiritual. Yo creo que a través de todas estas cosas Dios está avergonzando a la humanidad. Dios está llevando a la humanidad, la está dejando que proceda conforme a sus propios valores y patrones quitando sus manos de ella y diciendo, yo voy a ver lo que tu haces. Ahora que tu quieres vivir por tu propia cuenta, como hacen los padres, oh, sí, ¿tu crees que tu estás independiente? Okay, pues vete a vivir solo, a ver qué pasa. Y cuando se ve allá afuera comiéndose un cable sin dinero y sin trabajo y sin nada, tiene que volver a donde mamá.

Yo creo que Dios está haciendo eso con la humanidad. Estamos viendo que todos los sistemas del mundo como que se están trancando. Son tiempos difíciles. Son tiempos de juicios de Dios.

Y cuando yo miro este capítulo del Éxodo, que para mí es como una imagen gobernante de lo que Dios quiere hacer en nuestro tiempo con nosotros. Cuando usted mira el relato del éxodo y de la pascua, usted ve un pueblo hebreo que Dios quiere que salga ya de la tierra egipcia. Dios los ha tenido 450 años desde que José llama a su familia a venir a Egipto, 450 años dice la Biblia, que estuvieron los hebreos creciendo como nación, hasta llegar a ser un pueblo de 600 mil hombres más sus mujeres y sus niños, un millón y pico de personas.

Y Dios se tomó 450 años, porque Dios es un Dios de siglos. Dios no está deprisa. Él vive en la eternidad, nosotros estamos deprisa. Nosotros en 70, 80 años ya terminamos y por eso el tiempo cuenta tanto. Dios existe en la eternidad y él espera que las cosas maduren. Él trabaja en cooperación con el hombre. 450 años no son nada para Dios. Y cuando llegó el momento de que el pueblo hebreo saliera de Egipto, Dios dijo, este es el momento.

Y recuerden que antes de eso había 300 y pico de años, desde Abrahán hasta los patriarcas de Jacob, es decir, que 750, 800 años Dios se tomó para a desarrollar todo el drama desde Abrahán hasta la salida de Egipto.

Y en un sentido nosotros somos como ese pueblo hebreo. La iglesia de Jesucristo, Dios nos ha estado cociendo a fuego lento, preparándonos, y en un sentido yo creo que nosotros, en el siglo XXI, somos como el pueblo hebreo que Dios nos ha tenido desarrollándonos, creciendo, madurando, peleando diferentes batallas, pero está llegando un momento, yo creo, en que la iglesia de Jesucristo tiene que asumir la identidad para la cual Dios la ha creado en estos últimos tiempos. Dios está llamándonos ahora a un nivel de mayor madurez, a un nivel de consumación, a un nivel de entrar en esa plenitud de identidad que Dios tiene para nosotros.

Y como vemos en el pueblo de Egipto, que cuando llegó el momento de que faraón soltara al pueblo hebreo, había muchas cadenas que los ataban. Faraón tenía intereses económicos con el pueblo hebreo. No quería soltarlos. Eran fuente de su economía hasta cierto punto y Dios tenía que obligar a faraón a soltar a su pueblo. Y por eso Dios envía plagas, Dios envía juicios sobre faraón, que de nuevo, como digo, simboliza esa humanidad rebelde contra Dios.

Y yo creo que en este tiempo de la historia Dios también está enviando y continuará más y más, a enviar juicios contra la humanidad. Vivimos en un tiempo donde yo creo que vamos a ver cosas aún mayores y más difíciles que van a venir en este tiempo de la historia. Vamos a ver más ataques terroristas, vamos a ver más dificultades económicas, vamos a ver más violencia, vamos a ver hasta yo creo que cosas en el aire y en el clima, cambios climatológicos, grandes situaciones que van a suceder. Ese es el tiempo que estamos viviendo.

Y, hermanos, ustedes nunca me han escuchado hablar de estas cosas, de hecho, muchos de ustedes me han criticado a veces porque no hablo lo suficiente de los últimos tiempos, porque no he sentido en realidad la urgencia de hacer eso. Pero en este tiempo Dios sí está comenzando a hablarme de las cosas que han de venir y que tenemos que sonar la alarma y que tenemos que comenzar a vivir a la luz de lo que Dios quiere hacer en este tiempo de la historia. Yo siento que sí, que este es el momento de comenzar a tocar la trompeta y de comenzar a vivir como ese pueblo maduro que Dios quiere que seamos.

Hace 3, 4 días la hermana Kesia Sosa, una hermana brasilera que estuvo con nosotros varios años, me llamó. Una mujer que tiene un espíritu muy lindo, profético y de adoración muy especial, y Kesia me dejó un mensaje en mi teléfono diciendo, “Pastor, tuve un sueño. Yo no soy persona de sueños, pero tuve un sueño que me dejó verdaderamente afectada y que siento que es una palabra de Dios.” La historia es que ella veía en ese sueño que estábamos aquí en este santuario y de momento vio un tsunami, una ola inmensa. Y esta no es la primera vez que yo… yo creo que Vanesa ha tenido sueños similares y quizás algunos de ustedes también, a veces yo me he encontrado pasando por el puente de Boston y mirando hacia la izquierda viniendo hacia el sur, y sabiendo que el mar está allí cerca y me ha sobrecogido como una imagen de algo que puede… no sé, no quiero alarmarles ni nada por el estilo.

El caso es que Kesia me decía que vio esa ola, ese tsunami que venía y no voy a relatar todo el suñeo, pero gracias al Señor, veía que aunque esa ola estaba arrasando con muchas cosas se detuvo aquí al lado de este edificio donde estaba un elemento del pueblo de Dios, y que se neutralizó ese ataque.

Y va muy bien, ahora mientras lo pienso, con lo que quiero decir. pero yo creo que va a haber tiempos de grandes juicios. El Señor va a estar atacando a faraón, humillando a faraón y nosotros estamos dentro de ese Egipto. Pero Dios también nos dice que él nos va a proteger, nos va a guardar y nos va a prosperar en medio de esos juicios también. Quizás muchos de nosotros sí vamos a ser incomodados y quizás muchos de nosotros hasta vamos a ser afectados en maneras muy fuertes. Quizás vamos a perder nuestra vida en algunos casos, por eso es tan importante que tu vida esté claramente puesta en los brazos del Señor y que si te tienes que ir hoy mismo tu sabes que te vas con Cristo. Si mueres para él mueres, si vives para él mueras. Sea que vivas o que mueras para el Señor, del Señor tu eres.

Tenemos que despreciar nuestra vida hasta la muerte, como dice la palabra del Señor. Muchos de nosotros quizás, esos mártires que fueron martirizados por Isis frente al mar hace unos meses atrás, los ataques contra el pueblo de Dios. Israel, cuando estaba en medio de esos juicios y de esas plagas experimentó cierto grado de ataque también como consecuencia del contexto en el que se encontraban, pero también ese relato de la pascua y ese relato del éxodo nos dice que Dios también protegió al pueblo y que hubo también unos aspectos de bendición inclusive en medio de los juicios que Dios estaba llevando a cabo. Y por eso es que este mensaje es un mensaje mixto por eso es que yo hablaba de las tinieblas que cubrirán la tierra, pero también de la luz nuestra que ha de resplandecer, porque las dos cosas se van a dar más y más.

Y en este mundo donde Dios está juzgando a faraón, nosotros tenemos que estar preparados para las dos cosas. Por una parte, sí va a haber cierta incomodidad, va a haber problemas financieros, va a haber quizás problemas climatológicos, geopolíticos, etc. pero el patrón que Dios nos ha dado es ese patrón del éxodo donde el pueblo de Dios en medio de los juicios que estaba experimentando Egipto también dice, por ejemplo, la plaga de tinieblas donde Egipto experimentó una densa tinieblas donde nadie se podía mover porque era tan densa la oscuridad. Pero dice en el versículo 23 del capítulo 10 que “…ninguno vio a su prójimo ni nadie se levantó de su lugar en tres días más todos los hijos de Israel tenían luz en sus habitaciones…”

Hay una promesa de protección que nosotros vamos a experimentar si nos movemos en la obediencia que Dios pide de nosotros, si nos movemos en la actitud y en la postura de vigilancia, de alerta, de sujeción a la voluntad de Dios que Dios quiere para nosotros en medio de su mover en la humanidad.

¿Recuerdas ustedes también la plaga terrible de los primogénitos? Cuando Dios iba a destruir a todos los primogénitos de Egipto, todos los varones primogénitos del país. Sin embargo, Dios le proveyó a Israel una forma de cubrirse y de guardarse. ¿Cuál fue esa forma? Pintando la sangre de un cordero en el dintel de sus puertas. Y sabemos que esa sangre que estaba pintada, ¿qué simboliza? La sangre del cordero, Cristo Jesús. El Señor estableció todo un simbolismo y les dijo, ustedes a través de toda la historia guarden ese simbolismo de lo que yo he hecho hoy.

Es decir, Dios iba a destruir vida pero también a través del carácter expiatorio de la sangre del cordero estaba protegiendo al pueblo suyo del exterminio que habría de venir. Y yo creo que ese es un buen simbolismo para nosotros en este tiempo, hermanos. Y cuando yo hablo de evangelismo, que he dicho tantas veces que Dios quiere que este año nosotros comencemos a trabajar duramente, entonces estoy maquinando y madurando ese plan y en algún momento vamos a estar dialogando con los líderes de la congregación para cómo hacer esto.

Por eso les digo, otra parte de este sermón es que se necesita un pueblo generoso con su tiempo, sus energías, sus talentos, su dinero, porque para montar estrategias como esta se requieren todas esas cosas. Y se requiere un pueblo también entregado al Señor, se requiere un pueblo dinámico, se requiere un pueblo generoso, se requiere un pueblo consagrado, se requiere un pueblo que marche según la trompeta toca y que vaya conforme a los lineamientos que sus líderes espirituales establecen. Se requiere un pueblo aguerrido, hermanos, se requiere un pueblo que escuche la voz de Dios en estos tiempos. Nosotros no podemos ser una congregación normal, tenemos que ser una congregación extraordinaria, tenemos que ser una congregación entregada al Señor y cualquier persona que esté a medias, tibia, indecisa, no comprometida, es como un ejército en la guerra que cualquier cobarde, o cualquier persona que no esté clara va a arrastrar al resto del ejército y va a hacer daño y va a ser lento el progreso de ese ejército.

Tu quieres ser parte de esa fuerza que va hacia adelante. Tu quieres ser entregado, darle al Señor todo para que entonces esa salvación de almas, esa cosecha de almas en tiempos extraordinarios, en tiempos difíciles, se pueda dar. Porque lo único que puede salvar a la humanidad del juicio que viene es la sangre del cordero, el sacrificio de Cristo, la persona de Jesús y por eso es que también en mi mente ha habido esta idea de que nosotros no podemos presentar un evangelismo neutral.

El evangelismo que nosotros queremos presentar es un evangelismo que presenta a Cristo como un refugio, que presenta a Cristo como una cobertura, que presenta a Cristo como una defensa, que presenta a Cristo como una puerta de escape, que presenta a Cristo como un defensor que se para a tu lado y te defiende de los ataques del enemigo. Un evangelismo que es proclamado en el contexto de guerra espiritual y de fin de los tiempos, es un evangelismo que llama a la gente a escapar por su vida y tomar refugio en la sangre y en el en el nombre de Jesús y en su iglesia, que puede enseñarle a la gente cómo vivir en una forma que los ayude a escapar de la ira venidera. Y ese es el evangelismo que nosotros tenemos que hacer.

Y por eso es que en el contexto de ese Egipto que está siendo sometido a los juicios de Dios y de un pueblo que ya ha dicho, ahora yo quiero que tu entres en tu madurez, que entres en tu identidad, que salgas de Egipto, que te lances a ser un pueblo peregrino, que entres en la tierra prometida donde yo te he llamado. Ese pueblo tenemos que ser nosotros también ahora, que se prepare para hacer lo que Dios quiere que hagamos y que llamemos a muchos al conocimiento de Jesús pero que le prediquemos un Evangelio, de nuevo, de refugio, un Evangelio de refugiarse.

Visualice una persona que está escapando de alguien que lo está persiguiendo, un ejército que lo está persiguiendo y se mete en una cueva, en un refugio para tomar protección yu para descansar su cuerpo y para defenderse. Y esa es la idea, porque estamos en un tiempo donde a Satanás y a los espíritus malignos y a las fuerzas del mal se les ha dado más libertad que nunca.

Yo creo que estamos en tiempos en que el sucio será más sucio, el limpio se hará más limpio. Espíritus mentirosos han sido soltados sobre la humanidad. Dios le ha dado libertad a Satanás para que espíritus engañadores susurren más y más su doctrina demoníaca en el oído de los que no se refugien bajo la protección divina. Este mundo estará más y más definido por naciones e individuos que aceptarán el señorío de Cristo y su gobierno y naciones e individuos que rechazarán al Señor. Y a los que rechacen al Señor y no tengan ningún tipo de protección divina estarán a merced de cualquier poder demoníaco que quiera atacarlos, que quiera engañarlos, que quiera corromperlos. Los que se refugien bajo la sangre del cordero y la protección divina del Señor podrán gozar de cierto grado de descanso y de protección divina para sus vidas.

Y nosotros tenemos que presentarle a esta ciudad y a esta nación inclusive, si acaso Dios nos llamara, un Evangelio donde hay que decirle a la gente, mira, la única protección que resta para tu vida y para tu familia es Cristo Jesús, refúgiate bajo su nombre, refúgiate bajo su gobierno, refúgiate bajo su protección, toma sombra debajo de la sombra del Altísimo y entrega tu vida al Señor, tu familia, tus finanzas, tu cuerpo, tu matrimonio, tu trabajo, todo, entrégaselo al Señor y vive sabiendo que el único que puede hacerle frente a los poderes del mal es Cristo Jesús.

Faraón quiere destruir, faraón quiere mantener a la humanidad bajo su dominio, no quiere soltarla y se requieren un Dios todopoderoso con sus juicios, con sus acciones transformadores y un pueblo que obedezca al Señor y que haga lo que Dios quiere que haga para que se dé lo que Dios quiere hacer en este tiempo.

Así que cuando yo hablo en este tiempo de proclamar el Evangelio, esa sangre de Cristo que sana y que libera, tenemos que presentarlo de esa manera. Por eso es que yo creo que cuando hace años atrás yo tuve ese sueño de esas arañas venenosas que eran símbolos de poderes demoníacos que estaban sobre la ciudad de Boston y vi encima de ellas la cara, el rostro del león de Judá, eso me marcó y marcó la identidad de nuestra iglesia y por eso se llama congregación León de Judá. Esta no es una iglesia llamada a ser una iglesia simpática y bonita y agradable y mansa, esta tiene que ser una iglesia guerrera, una iglesia que ame, sí, una iglesia que ame y una iglesia que presente la gracia de Jesucristo, una iglesia humilde, sí, una iglesia que reconozca que somos como cualquier ser humano excepto por la gracia y la misericordia de Dios, no una iglesia arrogante ni que se crea la gran cosa en la ciudad, pero sí una iglesia también que no tenga temor de presentar a Cristo como lo que él es y de presentar los reclamos del Reino de Dios, no aguar el Evangelio, no usar de técnicas de mercadeo para traer a la gente.

Hay que presentarle a la gente un Evangelio claro, sencillo, limpio, como es y entonces decir, acéptalo y entra en ese Evangelio, esa revelación que Dios le ha dado a la humanidad. No una iglesia que trate como de engatusar a la gente para que vengan y nos hagan el favor de entrar en el Evangelio. El favor lo están haciendo ellos a sí mismos en entrar en el Evangelio. Tenemos a presentar un Evangelio claro y bien definido y esa iglesia que también tenga el poder, como cantábamos en este momento de gran adoración, rompiendo cadenas, Aleluya! Destruyendo principados y potestades, ahuyentando las obras del diablo, porque Satanás, como faraón, no va a dejar una sola alma entrar en el Reino de Dios sin un forcejeo.

Y yo creo que solo iglesias que tengan la unción y el poder del Espíritu Santo podrán resistir el mal que viene, podrán cosechar en medio de tiempos difíciles, podrán traer almas al conocimiento de Jesús. Y tenemos que ser esa iglesia que entienda, estamos en guerra contra faraón y faraón está en guerra contra nosotros y por eso yo predico estos mensajes con gran temor y temblor porque entiendo la gran responsabilidad que eso implica sobre mí y sobre cada uno de nosotros.

El enemigo se aíra cuando escucha el mensaje de la palabra predicado de esa manera y los ataques no se hacen esperar. Por eso tenemos que ponernos las pilas y tenemos que ponernos alerta y vivir como Dios quiere que nosotros vivamos. Pero recuerden otra cosa también, porque esto no es un mensaje solamente de fuego y azufre, este no es un mensaje solamente de terror y de destrucción, este mensaje también es que el pueblo de Dios tiene derecho a ser bendecido, a prosperar, a crecer, a brillar como la luz de la aurora en medio de tiempos de tinieblas también y que la gente vea en este pueblo que resplandece como un faro en medio de las tinieblas al cual acudir y orientarse por medio de la luz que emana de ese pueblo.

Es interesante que en el relato del éxodo también – léanse ese relato porque Dios me lo dio esta mañana así como una forma armada en los capítulos 11 y 12, sobre todo y todo ese forcejeo que se da gradual entre faraón, Moisés, Dios y Dios va construyendo todo un escenario y endurece su corazón para que su gloria resplandezca más y finalmente lo lleve a una consumación final.

Pero hay una cosa también y es que no solamente Dios preserva la vida de los hebreos que pintan la sangre del cordero sobre el dintel de la puerta de manera que el ángel pasa, y de ahí viene la palabra passover en inglés, el ángel pasa de largo, cuando ve una sangre pintada en el dintel, dice, aquí vive un hijo de Dios, no puedo tocar esa casa y pasa de largo, donde no ve la sangre es presa libre para el ángel de la muerte.

Pero la otra cosa interesante es que dice en el relato de la pascua, que Dios le dice a los hebreos que vayan a donde los egipcios y les pidan joyas. Y yo veo aquí una imagen de prosperidad en medio de la destrucción. Y miren qué interesante, muchos de usted quizás no saben este aspecto del relato de la salida del pueblo. Dios le dijo a Moisés en el versículo 11 capítulo 2:

“…Habla ahora al pueblo y que cada uno pida a su vecino – es decir, egipcio – y cada una a su vecina alhajas – es decir, joyas – de plata y de oro, y Jehová dio gracias al pueblo en los ojos de los egipcios. Dice que también a Moisés, dice que era tenido por gran varón en la tierra de Egipto, a los ojos de los siervos de faraón y a los ojos del pueblo…”

Dios le da prestigio a su iglesia. Dios le da realce a su iglesia. Porque la gracia no viene del hombre, yo creo que muchas iglesias están perdiendo su tiempo tratando de ser graciosos ante la gente, y eso es lo que son, graciosos, pero gracia solamente la da Dios, respeto, favor, admiración, autoridad, que cuando la iglesia proclama una palabra la gente escucha y tiene temor y hay algo, una gracia especial, que Dios pone, eso solo Dios lo puede hacer.

Y puede que el mundo te deteste o el mundo te vea como algo raro, pero te tienen que respetar porque ven también la bendición de Dios sobre tu vida. Y eso es lo que te da autoridad para tu proclamar la palabra de Dios. Cuando tu le hablas a la gente hablas con un peso, una autoridad y la gente dice, guau, ¿qué tiene esta persona? ¿Qué es lo que hay en su vida? ¿Por qué esta persona me habla de esta manera y yo siento algo que me mueve adentro? Porque es que hay un espíritu y nosotros tenemos que hablarle a la gente, cuando prediquemos el Evangelio, háblale a su espíritu, no le hables a su mente, no le hable a sus valores éticos, no le hable a su filosofía, no le hable a su cerebro, no le hable a su cultura, háblale de espíritu a espíritu.

Declara la palabra del Señor con humildad, con tacto, con mansedumbre, pero háblale de espíritu a espíritu, como una reacción química. Esta es una cosa química, es una ecuación química, háblale directamente y olvídate del aparato externo y habla en el poder del Espíritu Santo, habla con autoridad, porque Dios te va a dar gracia para declarar la palabra y para traer gente al conocimiento de Dios.

Dios va a dar una palabra de gracia sobre este pueblo. Y fíjese lo interesante cuando Dios le dice, “… ahora vayan cada uno a lo de su vecino egipcio y pídanle joyas…” Es como ir ante un enemigo tuyo, ir al presidente del Bank of America, por ejemplo, y decirle, “Yo vine aquí para buscar $15.000 dólares, por favor entréguenmelo.” O ir a Newton con los cuales tu trabajas cuidándole a sus niños y le dices, “Dios me dijo que le pidiera $5.000 dólares de bono para este año.” Y Dios le dijo, vayan a donde sus vecinos y pídanle joyas que yo voy a poner una gracia especial sobre ellos.

Y fue como que Dios hipnotizó al pueblo egipcio, los puso y los hebreos le pidieron, ‘dame dinero’, ‘sí, está bien, aquí está el dinero.’ Y miren lo que dice al final, cuando ellos salen dice que – y aquí está la importancia de ser obedientes, porque si Dios te dice ‘pinta el dintel’, pinta el dintel, si Dios te dice ‘pídele dinero a los egipcios’, pídeselo. Es interesante, hermanos, yo creo que por eso es que digo los creyentes, Dios tiene para nosotros un espíritu de conocimiento, ciencia y sabiduría para hacer cosas extraordinarias.

Pídele a Dios que te de conocimiento, pídele a que Dios que te sabiduría estratégica, pídele a Dios que te de conocimiento científico para tu negocio, para tu matrimonio, para tus emociones, para la manera de educar a tus hijos, para tu trabajo, para encontrar cosas baratas y buenas y para prosperar en tu vida, porque Dios va a poner esa palabra mágica sobre tu vida para que tu prosperes y seas bendecido para que tu dinero rinda, para que haya bendición en tu casa, para que tu compres pan y te dure el doble de lo que le dura a los impíos. Y sino para milagrosamente que no se llene de molde sino que dure mucho más tiempo. Que tu ropa te dure más tiempo, que encuentres esos especiales en Marshalls que nadie más lo vea, que esté allí, y pasen 10 mujeres por encima de ese vestido y no lo vean y seas tu quien lo vea y lo cojas y te lo lleves a la casa, por una tercera parte del costo.

Que cuando vayas a comprar un carro te lo den por la mitad del precio, que tu sepas a dónde están los mejores especiales, las mejores comidas, porque esa es la prosperidad y la bendición que Dios quiere milagrosamente poner sobre su pueblo, que lo obedezca y que camine en obediencia al Señor. En tiempos difíciles, en tiempos de escasez, en tiempos de juicio sobra la humanidad nosotros vamos a ser como Gosen. Gosen era el lugar donde vivían los hebreos, era el vecindario judío, donde estaba la prosperidad. A todo el mundo se le fue la luz pero allí en Gosen había luz. Todo el mundo estaba en luto pero en Gosen todos los hijos estaban a salvo, protegidos, cubiertos por la sangre del cordero.

Y dice la Biblia en el capítulo 12, versículo 35, dice: “… e hicieron los hijos de Israel conforme al mandamiento de Moisés…”

Aquí está la cosa, muchas veces cuando la iglesia te dice, se obediente, dale al Señor, da tu tiempo, invierte, se sacrificial, se generoso, ah, esos son cuentos de viejas, ese es el pastor porque quiere darse unas vacaciones en Europa con el dinero mío, yo no se lo voy a dar a él, mejor me lo voy a comer yo. Y hay cantidad de gente que está continuamente desbebiendo al Señor. Lee la Biblia, busca la unción del Espíritu Santo, sirve al Señor. Ay, esos son cuentos de viejas, yo voy a la iglesia, voy a ponchar la tarjeta el domingo y me voy para mi casa y sigo igual que siempre.

Y desobedecen los principios. La gente sencilla, la gente humilde, la gente obediente, la gente entregada, la gente que sea como una masa blanda sobre la cual Dios pueda poner sus impresiones como él quiere, esa es la gente que va a ser bendecida, esa es la gente que va a ser prosperada, esa es la gente que va a ver a sus hijos crecer y prosperar y amar al Señor y ser protegidos de la ira venidera. Esa es la gente que va a ser bendecida y prosperada.

Dice que “…los hijos de Israel hicieron conforme al mandamiento de Moisés, pidiendo de los egipcios joyas de plata y de oro y vestidos – y mire el versículo 36 – y Jehová dio gracia al pueblo delante de los egipcios y les dieron cuanto pedían…”

Diga, ‘cuanto pedían,’ pida por su boca. Y así dice, “despojaron a los egipcios.” Fue un despojo. Usted sabe que son los ejércitos que despojan a las naciones que vencen, sin embargo aquí los hebreos despojaron a los egipcios sin tirar un solo tiro, sin disparar nada, sin matar a nadie, sino que simplemente Dios les dijo, yo pongo gracia en ustedes, sean prosperados. Y les quitaron todo. Ese trabajo en balde de esclavitud que habían hecho durante tantos años, Dios se lo hizo regresar, se fueron llenos de riquezas y los pobres egipcios se quedaron en blanco, porque el Señor puso gracia sobre ellos.

Prosperidad en tiempos difíciles. Son tiempos duros, son tiempos extraordinarios lo que estamos viviendo. Esperen cosas que van a suceder, son tiempos de maduración, el cumplimiento de algo que Dios ha estado preparando, hay cosas que vamos a ver en diferentes dimensiones de la vida humana, en la escala económica, social, política, geopolítica, militar, natural, van a estar pasando cosas.

En todo lo que pueda ser conmovido será conmovido, dice la Biblia. Todo lo que requiera ser cuestionado del orgullo de la humanidad, va a ser cuestionado y Dios va a llevar a esta humanidad a un punto de gran tranca y de un callejón sin salida. Pero el pueblo de Dios puede aspirar a cosas buenas, no es desastre, no todo es desastre, pero se requiere santificación, se requiere consagración, se requiere una actitud de urgencia. No vivas tu vida simplemente como si todo va a seguir igual. No pases tu vida ahorrando dinero que quizás no vas a tener oportunidad de gastar. No pases tu vida construyendo tu propia gloria y trabajando solamente para esto y para lo otro, afanado, Dios quiere que tu vivas tu vida con un ojo puesto sobre la tierra pero otro ojo puesto sobre la eternidad, sobre los propósitos de Dios.

Una de las cosas que yo decía esta mañana es que Dios le dijo al pueblo que comiera su pan de pie, dice, no hay tiempo para hacer pan. Sabe que para usted hacer el pan se toma tiempo para levarse. La levadura que se le echa al pan se toma tiempo para esas burbujas hacerse grande y levantar la masa y después uno hace así y la aplasta y vuelve otra vez y se levanta, y entonces uno lo hornea. Y eso se toma hora. Dios les dijo, no hay tiempo para eso. Cuando faraón diga se me van, ustedes van a tener que correr de una vez, van a tener que irse. Estén preparados, cojan todos sus motetes y pónganlo en el camión [Inaudible] porque cuando faraón diga, se van, se tienen que ir.

Así que ellos tuvieron que comer su pan sin levadura, de ahí la tradición de las pascua de comer pan sin levadura, porque no tenían tiempo y tenían que comer su comida de prisa, rápido. Saben que el Señor siempre ha honrado a la gente que no se enamora de la comodidad, por eso en el relato de Gedeón él escoge a los que tomaban el agua rápido porque tenían un ojo puesto sobre el enemigo que podía venir. No se metían totalmente dentro del agua, estaban alertas. Y Dios dijo, esos 300 son los que van a ganar la victoria.

Dios siempre está midiendo el corazón de nosotros. Los que estén enamorados del mundo, los que estén apegados al mundo, los que piensen que esto va a durar para toda la eternidad, el cristiano tibio, no va a poder resistir la prueba que viene. Solamente la gente entregada completamente al Señor, el pueblo de la palabra, el pueblo que se está santificando, el pueblo que está trayendo el orden del Reino de Dios a su vida, a su matrimonio, su sexualidad, sus pensamientos, sus emociones, sus relaciones humanas, su trabajo, su comportamiento en el mundo, el pueblo que se está santificando y que está viviendo su vida como si ya la hubiera perdido, el que desprecia su vida hasta la muerte, ese es el que va a prosperar en este tiempo. Ese es el que va a experimentar la gloria de Dios. Y yo quiero que nuestra congregación sea ese pueblo y que en este año se sumen muchos de ustedes al ejército que Dios quiere preparar.

Vamos a orar para que Dios nos entre en nuestra verdadera identidad. Nosotros hemos sido un pueblo que Dios ha estado cociéndolo a fuego lento, poco a poco, haciendo cosas, montando piezas aisladas por aquí. Nosotros tenemos una buena maquinaria pero está suelta, necesita apretarse. Muchos de los sistemas que tenemos de discipulado, de evangelismo, otra cosas, hemos hecho ensayos pero ahora se necesita el poder de Dios para que lo ensamble, el poder de Dios que le de urgencia, el poder de Dios que le de filo, el poder de Dios que le de coherencia e intencionalidad. Este es el tiempo que estamos viviendo, purificarnos, santificarnos, prepararnos, circuncidar nuestra alma para que el Señor pueda hacer las grandezas que él quiere hacer en medio de nosotros.

Él no lo va a hacer con menos, hermanos, ese es el llamado de Dios para este año 2016 y para los años venideros. Pídanle al Señor que nos de a nosotros, a mí y a nuestros líderes, sabiduría para montar esa estrategia y para llevar a cabo… porque están son visiones grandes y que tenemos que después de anunciarlas de esta manera, será mejor que las realicemos. Así que vamos a orar para que el Señor cumpla su obra, cumpla su propósito en nuestras vidas.

Vamos a tener un momento de meditación antes de irnos. Yo quiero invitar a cualquier persona que está aquí en esta tarde si no ha recibido a Cristo todavía como Señor y salvador, si tu no has puesto la sangre en el dintel de tu puerta, si tu no has tomado la sangre del cordero que es Cristo Jesús y has pintado el marco de tu puerta, por donde entran las influencias y salen las energías de tu casa, de tu vida. El dintel de la puerta es lo que entra y lo que sale, es el lugar de acceso a ti, a tu vida, a tu negocio, a tu familia, a tu alma, y yo te suplico en el en el nombre de Jesús que no dejes tu puerta sin pintar con la sangre del cordero pascual.

Y si tu no lo has hecho todavía te suplico que no te vayas de este lugar sin decirle al Señor, “Señor, hoy yo pinto mi puerta, pinto mi dintel con la sangre de tu Hijo, Jesucristo y cúbreme del juicio venidero, cúbreme con tu bendición, permíteme gozar de acceso a tu protección y a tu prosperidad, a tu provisión en medio de tiempos difíciles.

Habrá alguien que quiera en esta tarde invitar al Señor a su vida y pintar el dintel de su puerta con la sangre de Cristo Jesús? Dondequiera que tu estés, te invito a levantar tu mano si tu has recibido ese llamado del Señor y quieres que oremos por ti en esta tarde. Te invito a levantar tu mano, ponerte de pie, venir al frente, como tu quieras. Dios te bendiga, hermano.

Habrá alguien más? Yo sospecho que aquí debe de haber otros, familias enteras quizás que necesitan invitar al Señor Jesús a entrar a su casa y que tomen en serio este llamado, salvación en tiempos difíciles. Ya esto está llegando a un punto muy serio y se requiere gente que entienda el llamado. La trompeta está tocando, estos no son cuentos de hadas, estos son tiempos de seriedad y de madurez y se necesita gente comprometida, gente que diga, ¿sabes qué? Si yo me voy a olvidar del bochorno y de los que me están mirando y voy a creer que esto es para mí vida. Habrá alguien más? Venga, levante su mano, lo que sea, pero pinte el dintel de su puerta con la sangre del cordero. Invoque la bendición de Dios sobre su vida.

Pase aquí adelante. Queremos orar por ti. Establece un pacto directo, personal con ese Cristo poderoso, ese cordero de Dios, ese León de Judá que quire protegerte, que quiere guardarte, que quiere prosperarte y que quiere salvarte de la ira, que quiere salvarte de los juicios, que quiere darte una razón para vivir. Habrá alguien más? Te vamos a esperar si quieres venir.

Hazlo en serio y prométete que vas a vivir una vida seria, vas a vivir un Evangelio de compromiso. No vengas a vivir un Evangelio a medias, entrégale al Señor su alma, entrégale al Señor tu vida. No es a la iglesia, tu no estás haciendo nada con la iglesia, excepto quizás un lugar donde puedes crecer y puedes ser instruido, pero tu pacto debe ser con el Señor Jesucristo.

Es el Señor Jesucristo estableciendo sus planes sobre tu vida. Si alguien más quiere recibir ese llamado solemne y yo le voy a pedir al Señor que haga posible cientos de almas que vengan a sus pies este año. Les doy una encomienda a ustedes, y es que busquen esas almas y que las traigan a la iglesia y que Dios nos prepare para tener grandes reuniones de invitación y de evangelización donde vamos a invitar a esta comunidad latina y norteamericana, afroamericana, asiática, lo que sea, a venir a los pies de Jesucristo en diferentes maneras.

Evangelismo es la consigna, salvación de almas, declaración del señorío de Cristo, invitar a la gente a tomar refugio bajo las alas del Altísimo. Eso es, de eso se trata, almas que sean salvadas para Cristo, almas que sean tocadas por el Señor. Ahora mismo yo declaro la sangre del cordero sobre tu vida. Dios pinta la sangre de Cristo sobre el dintel de tu puerta.

Cuando tu camines con la bandera del Cristo resucitado, crucificado, poderoso que ha de venir, cuando tu camines tu vida con la bandera de Cristo en tus manos eso te va a dar poder, eso te va a dar protección, eso te va a dar defensa de los ataques del enemigo y tu vas a ser prosperado y vas a ser bendecido.

Los que caminen bajo la bandera del Cristo resucitado tendrán gran poder en estos tiempos. Muchos van a sufrir cosas terribles porque no van a querer aceptar el señorío del Reino de Dios, otros lo aceptarán y serán prosperados, bendecidos, levantados, exaltados. Yo te insto ahora mismo a caminar tu vida con la bandera del Reino de Dios, la bandera de Jesucristo en tu brazo, en tu mano. Entra esa bandera en la escuela, entra esa bandera en la fábrica donde trabajas, entra esa bandera en el taxi que manejas, entra esa bandera en la oficina de banco, entra esa bandera en la universidad, entra esa bandera en la escuela superior, entra esa bandera en la cocina de tu casa, ponla a puerta de tu apartamento, la bandera de Cristo, cuando el diablo quiera entrar a hacerte daño y estrago en tu vida, que vea esa sangre pintada en el dintel de tu puerta y diga, ahí no puedo entrar.

Cuando el ángel de la destrucción quiera hacer sus daños que sepa que tiene que contender con el poder de Jesucristo. Recíbelo ahora. Invita al Dios todopoderoso a entrar a tu vida en la forma de Jesús. Te bendigo. Recibe a Cristo. Dile, Señor, entra a mi corazón, toma control de mi vida, voy a vivir en tu nombre, voy a vivir en tu poder, tu perdona mis pecados, tu salvas mi vida, tu me das vida eterna y me das bendición y prosperidad aquí en la tierra. Señor Jesús te recibo como mi salvador. Deja.

Gracias Señor, gracias Padre, te adoramos, te bendecimos. Bendigo tu vida en el nombre del Señor. Vive en el poder del Espíritu Santo. Te bendigo en el nombre del Señor. La gracia del Señor está contigo. Amén. Dios les bendiga mis hermanos.

Vamos a ponernos de pie, vamos a vivir esa vida poderosa que Dios nos llama a vivir. Vamos a vivir como el pueblo hebreo listo para su liberación, comiendo nuestro pan de pie, preparado para cuando Dios nos diga, salgan y hagan lo que tienen que hacer, listos para obedecer el llamado del Señor. Te bendigo en el en el nombre de Jesús. Amén.

Serás llamado reparador de portillos

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Isaías 58:12 establece el fundamento para nuestra meditación. Y dice: “…Y los tuyos – es decir, nuestra familia, nuestros seres queridos, nuestros descendientes, los que están cercanos a nosotros – y los tuyos edificarán las ruinas antiguas, los cimientos de generación y generación levantarás, y serás llamado reparador de portillos, restaurador de calzadas para habitar…”

Y ahí está la clave de nuestro texto “y serás llamado reparador de portillos.” Yo quiero hablar precisamente de esa idea de ser reparadores de portillos. Y quiero decirles que siento del Señor que este es un sermón más bien como profético, un sermón que en realidad lo debiera haber dejado para predicarlo el 31, porque creo que es una buena visión para nuestra iglesia. Pero tengo otras cosas también que quiero compartir el 31 en la noche, con una palabra de visión para nuestra iglesia. Así que es otra razón por la cual me encantaría que viniera para que no se pierda esta encomienda, este reto del Señor para nosotros en este año venidero.

Pero yo creo que estos dos sermones podrían ser parte uno del otro, de un conjunto que juntos constituyen una visión para tu vida y también para nuestra congregación. Esta mañana en las horas tempranas de la madrugada me vino a la mente esa idea, esa imagen, ese mensaje que no lo tenía en realidad en mente en absoluto, “reparadores de portillos.” Y sentí claramente del Señor que ese era el tema que él tenía para nosotros en esta mañana, que nosotros seamos reparadores de portillos.

Es el llamado de Dios tanto colectivamente para nosotros como congregación León de Judá, como para cada uno de nosotros, para ti, para mí, para tu familia, individualmente en este nuevo año, y en realidad para toda nuestra vida, pero que este año lo veamos así como esa palabra, ese llamado de Dios que nos viene a nuestros corazones de ser reparadores de portillos.

Si usted mira este capítulo 58, que de hecho es un capítulo muy conocido en la escritura, usted lee los versículos anteriores y se da cuenta que Dios le está hablando en una forma severa, en una forma como de corrección a un pueblo, al pueblo de Israel, que se había enterrado y sumido en un ritualismo religioso vacío. Se habían conformado con una rutina religiosa, una formalidad religiosa que no reflejaba un verdadero sentimiento emocional, espiritual, un verdadero compromiso con el Señor.

Le habían dado a Dios simplemente ritos vacíos para no darle a Dios su corazón y lo que Dios verdaderamente quería. Se habían olvidado de lo que constituye una verdadera espiritualidad que agrada al Señor. Y como consecuencia de su dejadez y de su indiferencia para con Dios, de haberse sumido en una religiosidad vacía, habían cosechado las malas consecuencias de su proceder.

Pero miren un poquito cómo Dios describe la actitud de esta gente al comienzo del capítulo 58 en el versículo 2 dice:

“… ustedes me buscan cada día y quieren saber mis caminos, como gente que hubiese hecho justicia – ahí está el tema de todo ese capítulo, la justicia para con los hombres, para con los demás, la justicia social, pero más que justicia social – como si fueran gente que hubiese hecho justicia y que no hubiese dejado la ley de su Dios. – Me piden justos juicios y quieren acercarse a Dios – “¿Por qué, dicen, ayunamos y no hiciste caso, humillamos nuestras almas y no te diste por entendido? Y Dios le responde, “He aquí que en el día de vuestro ayuno buscáis vuestro propio gusto – el egoísmo, el auto centrismo – y oprimís a todo vuestros trabajadores.”

Ellos creían que simplemente bueno con ayunar, sabe que el pueblo hebreo declaraba días de ayuno y ese día afligían su alma, y dejaban de comer durante el día, y creían que si nosotros hacemos eso al nivel externo, no tenemos que preocuparnos por el hecho de que cuando regresamos a nuestros hogares oprimimos a nuestros siervos, tratamos mal a la gente, no pagamos nuestra deuda, porque ya ayunamos, ya fuimos a la iglesia.

¿Cuántas personas viven en ese tipo de espiritualidad? Creemos que con ir a la iglesia, ponchar la tarjeta de evangélico, podemos ya irnos a nuestra casa y vivir como nos da la gana y Dios siempre ha dicho, “No, no puede ser así,” tu vida, tu vivencia, la manera en que tu tratas a los demás tienen que reflejar también lo que tu hace al nivel religioso, a nivel ritual, al nivel formal. Las dos cosas tienen que estar unidas. No es que Dios no quiera que vayamos a la iglesia, no es que Dios no quiera que participemos en ir al templo y adorarlo y servirlo y tener una vida congregacional, al contrario, la Biblia dice bien claramente que no dejemos de congregarnos como alguna gente por ahí tiene por costumbre, sino que debemos estar en la casa del Señor. Pero lo que Dios está diciendo es que además de eso tenemos que unificar nuestra vivencia, la manera en que tratamos a los demás.

Pienso por ejemplo, en nuestra propia nación de Estados Unidos, en el siglo XVIII, XIX, cuando tanta gente iba a la iglesia aquí sobre todo en el sur de Estados Unidos, y servían a Dios, todo el mundo iba a la iglesia en esos tiempos, pero después regresaban a sus casas a oprimir a sus esclavos, a azotarlos, a violarlos, a denigrarlos, a robarles su humanidad, y pensaban que no había ninguna división entre ese comportamiento horrible y cruel y deshumanizante de su prójimo y el hecho de que iban a la iglesia y alababan al Señor y hacían todo lo que una persona supuestamente piadosa hacía. y por eso esta nación sufrió las terribles consecuencias que fue la guerra civil donde murieron cientos y cientos de miles de norteamericanos y la nación se dividió entre el norte y el sur.

Porque es que Dios aborrece una religión vacía. Y no es que Dios no ama la religión, Dios quiere que lo adoremos, Dios quiere que lo busquemos pero él quiere que haya una unidad en la forma en que tratamos a los demás, nuestra postura, nuestra generosidad y bondad para con los demás y ese Dios al cual amamos.

Y entonces él le dice en el versículo 4: “…He aquí que para contiendas y debates ayunáis, y para herir con el puño inicuamente, no ayunéis como hoy para que vuestra voz sea oída en lo alto…”

En otras palabras, recordemos siempre, hermanos, que cuando venimos a la casa del Señor se supone que vengamos para ser enriquecidos espiritualmente para que nuestro ser interno sea trabajado de manera que nuestro comportamiento para con los demás en nuestros hogares, en nuestro matrimonio, con nuestros hijos, nuestros amigos, en nuestro trabajo, reflejen esa espiritualidad alta que nosotros confesamos cada día.

Dios siempre está llamando a su pueblo a lo que es una espiritualidad verdaderamente profunda y total, unificada, donde no hay separación entre lo que tu eres y lo que tu haces cuando estás en la iglesia.

Tenemos las palabras que usaron nuestras hermanas, las mujeres, en su retiro de este otoño pasado. En Miqueas, capítulo 6, versículo 6 al 8. Dios está haciendo una pregunta como retórica, como si uno se hiciera esa pregunta:

“…¿Con qué me presentaré ante Jehová y adoraré al Dios altísimo? ¿Me presentaré ante él con holocaustos, con becerros de un año?”

En otras palabras, uno se pregunta, bueno, ¿Cómo puedo yo agradar al Señor, haciendo sacrificios, dándole dinero, caminando hasta la iglesia de rodillas y subiendo las escaleras del frente de rodillas, desangrándome o haciendo un gran sacrificio?” El segundo versículo dice:

“…Se agradará a Dios – otra pregunta retórica, es decir, una pregunta que uno sabe la respuesta – ¿Se agradará a Dios de millares de carneros – como los hebreos usaban estos animales para sacrificarlos en honor a Jehová – o de 10 mil arroyos de aceite, – no barriles, sino arroyos de aceite – daré mi primogénito por mi rebelión, – en otras palabras, había tribus paganas que sacrificaban a sus hijos a dioses falsos en sacrificio, – tendré que darle yo a mi hijo primogénito, lo más valioso de mi familia, por mis pecados, o el fruto de mis entrañas o cualquier otro hijo por el pecado de mi alma? – Y aquí está la contestación del Señor a esas preguntas de sacrificio extremo. – Oh, hombre, – en otras palabras, oh cristiano, caramba dice él – él te ha declarado lo que es bueno, tu sabes cuál es la verdadera adoración al Señor, lo que verdaderamente agrada al Señor y qué pide Dios de ti, solamente hacer justicia y amar misericordia y humillarte ante tu Dios…”

En otras palabras, lo que Dios está diciendo es que Dios no espera grandes y terribles sacrificios de nosotros necesariamente, sino que lo que Dios quiere es un corazón que se humille delante de él, un corazón que lo ame, un corazón que quiera agradarlo, un corazón que sea sincero para con Dios y que haga justicia con los demás y ame la misericordia.

Ahora, fíjese algo que la Biblia no nos está llamando aquí necesariamente a una religión de obras, donde si tu haces lo bueno, eres salvo, porque sabemos que la salvación es por medio de Cristo Jesús, haber recibido a Cristo como Señor y salvador. No se trata de una cosa o la otra, no se trata de o ir a la iglesia y servir al Señor y darle a Dios o simplemente tener un buen corazón. No, lo que la Biblia dice es las dos cosas son importantes. Si tu te limitas solamente a hacer el bien y a hacer buenas obras y a darle a Dios y sacrificarte por él, pero no le das tu corazón, si tu no tratas a tu prójimo de una manera adecuada, entonces de nada te vale. Pero lo mejor es que hagas las dos cosas.

Cristo dijo una vez, es importante que hagan aquello sin dejar de hacer lo otro también. Entonces, son las dos cosas. Como ustedes ven en ese versículo de Miqueas, Dios en realidad es un Dios sencillo y en última instancia, hermanos, todo el aparato de la religión, todo el ritual, todas las leyes, todas las cosas que nosotros disponemos cada día cuando venimos a la iglesia, se puede resumir en las palabras de Jesucristo cuando le preguntó a un fariseo, “¿Cuál es el mayor de los mandamientos?” Dijo, “Bueno, amarás a Dios con todo tu corazón y a tu prójimo como a ti mismo.” Y el Señor le dijo, “Bien has respondido.

Esto tiene las dos cosas, amar a Dios de todo corazón y amar a su prójimo como a sí mismo, y el Señor dijo, en eso se resume toda la ley y los profetas, porque Dios es un Dios que lo que está buscando es el corazón, las cosas sencillas, la persona que se ha entregado a él y que ama y que sirve a los demás, porque es un corazón del cual él se puede agradar.

En este año que se aproxima, hermanos, Dios nos está llamando precisamente a eso. Primero, tratar con nosotros mismos, primero examinarnos a nosotros mismos. Dios nos está llamando como individuos, como congregación, a mí mismo como pastor principal de esta congregación, Dios nos está llamando que purificarnos, a santificarnos para lo que él quiere hacer a través de nosotros, a limar nuestras asperezas y amarlo a él de todo corazón y amar a nuestro prójimo de todo corazón.

Lo primero que yo les llamo a ustedes y a mí mismo en este año es hacer un propósito redoblado de ser mejores este año de lo que fuimos el año pasado. Amén. Yo sé que si tu buscas dentro de ti mismo y examinas tu corazón, tus relaciones humanas, tu vida familiar, hay muchas cosas que tu podrías poner en una listita, es decir, de cosas que puedes mejorar, ¿o yo soy el único? Yo creo que todos tenemos áreas que podemos trabajar, ¿verdad?

Y yo creo que podemos inclusive presentarle al Señor, tres o cuatro cosas en las cuales nos vamos a concentrar este año para ser mejores. No voy a patear el perro tanto como lo hice el año pasado, por ejemplo, lo voy a tratar mejor este año. Mi boca va a hablar cosas edificantes, voy a tratar mejor a mi esposa o mi esposo, no le voy a gritar tanto a mis hijos, voy a ser más generoso, voy a chismear menos, voy a leer la Biblia más, voy a ser más comprometido con mi iglesia financieramente, hay muchas cosas buenas…

Dios nos está llamando a prepararnos, a preparar la vasija, a preparar el instrumento, a preparar el canal a través del cual va a correr su bendición para esta comunidad y para este mundo en este año. Tenemos que comenzar con nosotros mismos.

¿Cómo está mi espiritualidad delante de Dios? ¿es mi espiritualidad simplemente algo superficial, llano, de obras, de acciones externas o estoy yo dejando que Dios me forme, que Dios me trate, que Dios me quebrante, que Dios me purifique, me santifique, me limpie, me sane, me haga un hombre, una mujer, digna de su nombre? Eso es lo primero que tenemos que hacer en este tiempo.

Este es un año para acercarnos más a Dios, para tratar de ser más como Cristo y hacer que la palabra de Dios encarne con más vigor dentro de nosotros. Tratemos de mejorar nuestros matrimonios, de restaurar nuestra relación con nuestros hijos, de ser una bendición para nuestros compañeros de trabajo, para nuestros jefes, y para toda la gente alrededor de nosotros, tratemos de ser más como Cristo Jesús. Y eso nos preparará para cumplir la misión que Dios quiere de nosotros. Y ¿sabe qué? Que también nos capacitará para ser más felices. En la medida en que nosotros seamos de bendición a los demás y nuestro corazón agrade al Señor, y nuestra gentileza bendiga a los demás, en esa misma medida nosotros también vamos a ser más felices y el poder de Dios se manifestará más a nuestro favor.

Porque Dios quiere que seamos reparadores de portillos, que nos santifiquemos, que nos purifiquemos, porque en realidad yo quiero hablar de esas dos cosas. Primero, que nos preparemos a nosotros mismos, que preparemos la vasija, que no seamos cristianos superficiales, que le entreguemos al Señor todo para que entonces él pueda hacer de nosotros lo que verdaderamente Dios quiere hacer.

Porque eso es lo que veo aquí en el mismo capítulo 58, en el versículo 6 él habla acerca de cuál es la verdadera religión que él está buscando, cuál es el verdadero ayuno. El ayuno es simplemente un símbolo de cualquier tipo de religiosidad. En el versículo 6 dice:

“…¿No es más bien el ayuno que yo escogí desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, dejar libres a los quebrantados y que rompáis todo yugo? ¿No es que partas tu pan con el hambriento y que a los pobres errantes albergues en casa, que cuando veas al desnudo lo cubras y no te escondas de tu hermano?”

Dios está diciendo, ¿tu no ves que esas son las cosas que yo estoy pidiendo? Que tu vida sea de bendición a los demás, que tu corazón sea un corazón noble y generoso. Y mire lo que dice el versículo 8:

“…Entonces, – digan todos entonces – nacerá tu luz como el alba y tu salvación se dejará ver pronto e irá tu justicia delante de ti y la gloria de Jehová será tu retaguardia. Entonces invocarás y te oirá Jehová, clamarás y dirá él, “Heme aquí,” si quitares de en medio de ti el yugo, el dedo amenazador y el hablar vanidad y si dieres tu pan al hambriento y saciares tu alma afligida, entonces en las tinieblas nacerá tu luz y tu oscuridad será como el mediodía…”

Usted ve hermano, que hay una correlación muy estrecha entre la forma en que nosotros tratamos a los demás, esa conducta, esa actitud de generosidad, de amor para con los demás, de ser de bendición a los que están alrededor de nosotros, de constituirnos en canales a través de los cuales corra libremente la gracia de Dios al mundo. Y esa debe ser la agenda de todo creyente, Señor, cada día yo quiero ser más y más como Cristo, cada día yo quiero limar un poquito, con la ayuda del Espíritu Santo, las asperezas que están en mí para que yo pueda ser verdaderamente una fuente de bendición.

Pero lo interesante es que en la medida en que nosotros nos constituimos más y más como canales de las bendiciones de Dios, nuestra propia luz resplandece. Dios escucha nuestras oraciones. Dios bendice nuestras vidas. Dios nos concede los anhelos de su corazón. Dios bendice nuestros hogares, nuestra salud, nuestras emociones porque estamos siendo canales. Cuando tu sirves para bendecir a otros entonces Dios te bendice a ti también. El problema de muchos seres humanos y de muchos cristianos es que estamos tan preocupados por nuestro propio bien que entonces Dios no puede bendecirnos.

Yo he aprendido que si yo me olvido de mí mismo y sirvo para bendecir a los demás, Dios me bendice más a mí también. Olvídate de ti mismo un poco y sirve a los demás y dale a los demás y dale a Dios y tu vas a ver cómo Dios te bendice a ti también.

¿Qué es un portillo? A veces pensamos que un portillo es una puerta, una puerta pequeñita. ¿Sabe lo que es un portillo? Y quizás ahí hay una imagen de un muro con una grieta en el medio. Un portillo es un hoyo en un muro, es como una grieta. Es como si alguien coge un martillo en un muro y le rompe un hoyo en el medio, eso es un portillo. O puede ser una grieta grande en un muro. Es como los hoyos que se le hacen a una piñata cuando se le da con un palo, esos son portillos.

Entonces, Dios nos dice que él quiere que nosotros seamos reparadores de portillos. Leo de nuevo el versículo 12:

“… y los tuyos repararán las ruinas antiguas, los cimientos de generación en generación levantarás y serás llamado reparador de portillos…”

En otras palabras, esa será tu identidad central. Cuando tu haces ciertas cosas en tu vida y tu te purificas a ti mismo, te limpias a ti mismo, te haces más y más como Cristo Jesús, Dios te bendice que ti grandemente y entonces eres conocido como una fuente de restauración, sanidad y bendición para todos los que están alrededor tuyo. Qué lindo.

Yo siempre pensaba, hermanos, que eso constituyo el llamamiento central de la congregación León de Judá desde sus inicios mismos aquí en la ciudad de Boston y antes en Cambridge, esa no era necesariamente nuestra identidad esencial. Dios nos puso en Cambridge como para prepararnos, fortalecernos, pero cuando llegamos aquí a Boston misioneramente, que cambiamos de residencia, y vinimos a esta área destruida de la ciudad de Boston hace 20 años casi, Dios creo que nos trajo aquí a Boston para ser reparadores de portillos, para ser una congregación, una iglesia, una comunidad que ayudara a la sanidad de la ciudad donde Dios nos ha puesto.

Y yo me gozo cuando veo, no solamente por nuestra exclusiva influencia, pero cómo Dios ha bendecido a esta comunidad y cómo pasó de ser un lugar de crimen terrible y de solares vacíos y de ruinas, a ser una de las áreas más cotizadas de toda la ciudad de Boston. Qué lindo es crecer con una ciudad. Nosotros vinimos aquí y nos plantamos acá y se podría decir que este vecindario alrededor nuestro ha florecido en tantas maneras y yo creo que un poquito tiene que ver con nuestras oraciones, un poquito tiene que ver con la influencia.

Y así lo entienden muchos de los legisladores de la ciudad de Boston y mucha de la gente de esta área, porque León de Judá ha sido de bendición. Y por eso yo creo que Dios cuando nosotros llegamos aquí nos puso a reparar edificios proféticamente y habilitarlos para el Reino de Dios.

Yo siempre he visto… los dos primeros edificios que nosotros ocupamos, que están al otro lado de esas puertas, fueron edificios arruinados que nosotros tomamos, los destruimos por dentro, los ahuecamos, le arrancamos todas las entrañas y lo hicimos de nuevo. Y yo le he cobrado a través de los años un gran amor a los edificios como esos porque ahí está un poquito de mi sangre, yo creo, metida en esos edificios y de muchos de nosotros que trabajamos como voluntarios para esos edificios, para repararlos, y el dinero que ustedes dieron sacrificialmente, y todo el esfuerzo que le costó a nuestra iglesia con sus escasos recursos que teníamos, sobre todo en aquel tiempo.

Venir y reparar dos edificios que habían estado arruinados completamente. El de la esquina, era una farmacia abajo y apartamentos arriba, que había estado arruinado por muchos años, no tenía ventanas, todo el agua se le había metido, se había corroído todo, nosotros tuvimos que reparar hasta ladrillos y enderezar vigas y pisos y una cantidad de cosas, porque había sufrido mucho daño porque toda el agua había estado corriendo durante mucho tiempo. Y el primer edificio de la 68 de Northhampton, donde está el santuario original, también era un edificio bastante en malas condiciones y ustedes saben todo el trabajo que nos costó repararlo.

Es interesante también, como una nota adicional, que entonces yo creo mucho lo que dice la palabra, en lo poco has sido fiel, en lo mucho te pondré. Después de esos dos edificios Dios nos dio un edificio nuevo, flamante como este que está aquí. Este lo hicimos desde cero, completamente desde cero. Pero era como Dios decía, bueno, yo quiero ver lo que tu haces con esos dos edificios primero, yo quiero ver lo que ustedes van a hacer, si son fieles en tomar edificios destruidos y tener la visión para renovarlos y entonces yo los pondré en algo flamante, de paquete, nuevo.

Porque es que cuando nosotros le creemos a Dios y nos ponemos a trabajar Dios bendice, y Dios te pone en abundancia entonces. Pero yo siempre he creído que ese acto de renovar cosas destruidas y restaurarlas para el uso del Reino de Dios y el avance del Reino de Dios es una imagen profética para congregación León de Judá. Eso puede ser un portillo definitivamente. Y así, de hecho, había muros en esos edificios que tuvimos que rellenarlos, el hermano Roberto Naranjo hizo mucho trabajo de rellenar huecos como esos.

Pero yo creo que nos había llamado desde el principio y yo no lo sabía completamente cuando llegamos aquí, a ser precisamente una congregación que reparara muros arruinados. En Isaías, capítulo 61, versículo 4 está lo que yo llamaría el lema de congregación León de Judá, dice:

“… Reedificarán las ruinas antiguas y levantarán los asolamientos primeros y restaurarán las ciudades arruinadas, los escombros de muchas generaciones…”

Gloria al Señor. Yo creo que eso amerita leerlo todos de nuevo. Léanlo todos conmigo. “… Reedificarán las ruinas antiguas y levantarán los asolamientos primeros y restaurarán las ciudades arruinadas, los escombros de muchas generaciones…”

Yo creo que ese es el llamado de Dios, esa es la visión para nuestra congregación, ha sido así muchos años y tiene que ser más que nunca renovadamente la visión para nuestra iglesia en los años venideros. Tenemos que ser una congregación refugio. Dios ha puesto en mi espíritu esa palabra, refugio. Tenemos que ser un refugio para las almas desamparadas ahí afuera. Tenemos que ser un refugio para que la gente alcoholizada, tenemos que ser un refugio para la gente neurótica que está sola, comiéndose un cable allá afuera, tenemos que ser refugio para los ancianos que sus hijos están viviendo en otras ciudades y están solitos ahí mirando por una ventana todo el día. Tenemos que ser refugio para los drogadictos, tenemos que ser refugio para los vecindarios llenos de crimen de la ciudad de Boston, tenemos que ser refugio para las madres solteras, tenemos que ser refugio para los jovencitos llenos de violencia y que no tiene sentido para la vida y creen que su comunidad debe ser una ganga que le hace daño a los demás, pero por lo menos tienen el calor de cierta compañía humana.

Tenemos que mostrarles una alternativa diferente. Tenemos que ofrecerle a esta comunidad a Cristo Jesús como reparador de vidas y de almas. Dios quiere que esta congregación sea una congregación refugio, un lugar para la restauración de portillos humanos, de portillos sociales, de portillos comunitarios, de huecos en los muros de esta ciudad, que vengamos y los reparemos con nuestra vivencia diaria, con nuestra obra generosa, congregacional. Tenemos que ser una congregación de buenas obras, de buen testimonio ante los incrédulos, que la gente vea nuestra buenas obras y digan, guau, ahí hay gente misericordiosa y gente bondadosa.

Tenemos que ser generosos para con Dios y para con los hombres. Yo les hablaba hace una cuantas semanas acerca de la importancia de que si nosotros íbamos a contribuir al avance del Reino de Dios en esta ciudad y en esta nación, tenemos que ser una congregación generosa porque esto no lo puedo hacer yo solo y tampoco lo podemos hacer con oraciones piadosas solamente, tenemos que aportar de nuestro dinero. Yo necesito una congregación que respalde la visión que Dios me ha dado, no la mía, sino la visión de Dios para nosotros. Y yo te animo en este año a ser despegado con tu tiempo, con tus talentos, con tus energías físicas y con tu dinero también para que esta iglesia pueda ser la reparadora de portillos que Dios quiere que sea.

Cuando nosotros cambiamos nuestro corazón, nuestra mente, nuestras actitudes, cuando nos despegamos, cuando amamos a Dios por sobre todas las cosas y amamos a nuestro prójimo, entonces Dios nos puede usar para llevar a cabo su obra de reparación en esta ciudad, para poder ser esa congregación verdaderamente reparadora de portillos.

Nuestra gentileza, hermanos, debe ser conocida por todos los hombres y las mujeres de la comunidad de Boston. El Señor Jesucristo dice así en su palabra, en Filipenses, dice que vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. Nuestro deseo es cada día más y más esta comunidad de León de Judá sea conocida en la ciudad y en Nueva Inglaterra como una congregación gentil, una congregación generosa, una congregación de buen testimonio y de buenas obras.

Esta mañana yo pensaba en la gente deambulante de la ciudad de Boston, los llamados homeless en esta ciudad, y esa comunidad deambulante es uno de los grandes retos para congregación León de Judá. Dios los ha estado trayendo a nuestra iglesia. Ahora mismo mientras nosotros celebramos el servicio aquí, hay un servicio en inglés que se está dando en el santuario original, del otro lado de esa puerta, y esta mañana cuando yo venía a estacionar mi carro, cuando lo entraba aquí, había 3 hermanos de esa comunidad, una norteamericana, un anglo parlante y un hispano, venían los 3 juntos y estaban allí. Y cuando yo los vi mi corazón se alegró de verlos, porque yo sabía que venían a escuchar la palabra de Dios.

Y cuando entré por las puertas principales había una hermana afroamericana sentada, tomándose un café, también de la comunidad homeless. Y yo me alegré de que ese espacio fuera un lugar donde ella pudiera tranquilita, antes de entrar a adorar al Señor, quizás ese iba a ser uno de los momentos más tranquilos, porque cuando duermen en los shelters de la ciuad eso es terrible. Tienen que dormir prácticamente con sus pertenencias agarradas porque se las pueden robar en medio de la noche, y hay ruido y hay abuso y hay malas palabras. Yo dije, guau, qué lindo.

Yo pude tener dos reacciones cuando la vi a ella sentada allí, una era la reacción del fariseo, ¿por qué usted está tomando café a la entrada de la iglesia? eso molesta a la gente. Pero no, al contrario, mi corazón se llenó de ternura, qué bueno que esta alma se siente capacitada para esta allí.

Así mismo me pasó los otros días también en el lobby, donde está el elevador en la entrada a este edificio, había dos personas allí con una donuts en la mano, encima de las rodillas, tomando café. Y de nuevo, mi reacción pudiera ser ¿por qué está esta gente aquí ensuciando el piso, tomando el café? No, para mí son almas tiernas que tenemos que cuidárselas al Señor, son seres frágiles que Dios nos los encomienda para ver si se los vamos a cuidar bien. Y entonces él dice, después que yo veo cómo tu me los tratas yo te mandaré más.

¿Tu quieres ser un reparador de portillos? Vamos a ver qué tu haces con esos portillos humildes. Y yo quiero que nosotros hagamos un pacto, es una comunidad muy retadora, a veces pueden ser traviesos también y crear sus problemas pero tenemos que amarlos porque yo creo que si León de Judá puede ayudar a restaurar esas vidas, podemos hacer cualquier cosa porque esos son escombros humanos muchas veces.

Y a eso Dios nos ha puesto. Cuando yo paso por ahí, por la Albany Street, [inaudible], o Massachusetts Avenue, veo docenas y docenas de esas personas que están en un tiempo difícil de sus vidas. Yo digo, Padre, tráelos a la iglesia, tráelos a nuestra iglesia, que León de Judá pueda ayudar a bendecirlos y sanarlos. Yo le pido al Señor que nos dé la sabiduría, el poder, la unción, la misericordia, el amor para bendecir esas vidas. Que se llene la iglesia de ellos y que nosotros podamos darle el alimento que ellos necesitan para poner sus vidas otra vez de pie. Porque la ciudad no lo puede hacer, las autoridades humanas seculares no… lo único que pueden hacer es darle mantenimiento, darle comida y una cama para que sobrevivan, pero restaurar sus almas, sus espíritus, sus mentes, eso solamente lo puede hacer Jesucristo, el Espíritu Santo trabajando en sus vidas y la unción de Dios en nosotros.

Un corazón generoso, un corazón bondadoso, un corazón que ejemplifique la gracia de Dios. Por eso tenemos que decir, Señor, dondequiera que hay necesidad, sea un niño, un jovencito que viene al shriners para curarse de alguna quemadura, sea con la gente deambulante, sea con familias que necesitan ayuda en alguna manera, sea estos jóvenes que van a edificar esas casa en Tijuana, sea las mil maneras en que esta congregación sirve al Señor a través del año ayudando a jovencitos a estudiar, a ir a la universidad a través de HIRC, inmigrantes que están necesitando diferentes tipos de asistencia aquí en la ciudad. Que Dios nos haga una congregación reparadora de portillos, reparadora de almas.

Que Dios nos ayude como iglesia también a este año ofrecerle a esta ciudad una alternativa que es Cristo Jesús, que las madres confundidas que no saben qué hacer con sus hijos adolescentes, que las personas quebrantadas y solitarias, que las personas que se van a ir al infierno si no reciben el anuncio del Evangelio, puedan venir acá y restaurarse, que encuentren una congregación capacitada para restaurar portillos en esta ciudad de Boston.

La última palabra que comparto con ustedes se encuentra en Ezequiel, capítulo 36, versículos 33 al 36, les dejo con esta visión del Señor para nosotros, que es una versión un poquito diferente de la misma idea que acabo de anunciar. Dice:

“…Así ha dicho Jehová, el Señor, el día que os limpie de todas vuestras iniquidades haré también que sean habitadas las ciudades y las ruinas serán reedificadas…”

Usted ve lo interesante que eso, esa equivalencia que yo digo, porque este mensaje está en dos partes. La primera parte somos nosotros que tenemos que comenzar con nosotros mismos, pidiéndole al Señor que nos limpie a nosotros primero, que trabaje nuestro corazón, que lime nuestras asperezas, que sane nuestras heridas personales, nuestras deformaciones de carácter. Dice:

“… el día que os limpie de todas vuestras iniquidades haré también que sean habitadas las ciudades y las ruinas serán reedificadas…”

Yo les digo, hermanos, el día que nosotros comencemos a purificarnos más y más, el día que nosotros nos dejemos trabajar más y más, que nuestras prioridades estén en el lugar correcto como congregación, ese día Dios va a hacer un milagro grande en esta región. El día que León de Judá se entregue más y más al Señor y se comprometa más y más con Dios, ese día vamos a ver la gloria de Dios manifestarse sobre esta ciudad.

Y según Dios vaya trabajando en nosotros, porque yo creo que lo que pasa, hermanos, es que cuando la iglesia de Jesucristo deja de cortar la hierba, la hierba crece y vienen las alimañas, viene la maldad. El problema con esta ciudad y con estas regiones de Nueva Inglaterra no es en realidad la gente, no es en realidad el mal, es que la iglesia de Jesucristo no ha hecho su trabajo, es que el pueblo de Dios ha bajado la guardia y ha dejado de ser el pueblo de Dios. Pero cuando un pueblo decide vivir conforme a la palabra del Señor y decide vivir como misioneros, como reyes y sacerdotes en una ciudad, en una región, el poder del Reino de Dios acude a ese pueblo y lo bendice y lo constituye en una fuente de restauración y de bendición y de vida.

Entonces lo primero que tenemos que hacer es eso, que Dios nos limpie a nosotros y entonces él hará que sean habitadas las ciudades y las ruinas serán reedificadas. “…Y la tierra azolada será labrada en lugar de haber permanecido azolada a los ojos de todos los que pasaron…”

Usted sabe que esta región de Nueva Inglaterra hace muchos años atrás, siglos, fue la cuna del Evangelio. Fue aquí en Massachusetts donde nació el Evangelio para esta nación, donde vinieron los puritanos en el año 1620 a establecer una colonia. Vinieron de Europa, de Inglaterra y de Holanda a lo que era simplemente América, ni siquiera se llamaba América en ese tiempo, para establecer una comunidad que pudiera vivir conforme a los valores del Reino de Dios. Ellos vinieron aquí buscando libertad espiritual para vivir la vida que ellos sabían que tenían que vivir como hijos de Dios. En Inglaterra no les permitían vivir su fe como ellos creían que debían vivirla. Entonces vinieron acá, lo dejaron todo, sacrificaron todo para venir a esta nación a establecer una comunidad que fuera una vitrina al Reino de Dios.

Eso fue lo que animó a esos primeros inmigrantes ingleses que vinieron aquí a esta nación. Durante siglos esa visión de ellos animó y alimentó y fundamentó esta nación hasta que se convirtió en la nación más poderosa de la tierra, una nación respetada, una nación que nunca fue perfecta pero que amaba a Dios y temía a Dios en su mayoría. Cometían muchos errores, pero la ley de la tierra era el temor de Dios y el temor de la palabra de Dios y había respeto a las cosas del Señor y el gobierno reflejaba en muchos sentidos el temor a Dios.

Pero la iglesia de esta nación bajó la guardia, se dejó hipnotizar por las doctrinas de error que venían de Europa acerca del cristianismo y perdió su poder y perdió su unción. Y esta área que era un jardín espiritual hoy en día es un desierto espiritual, donde reina el intelectualismo, el racionalismo, el secularismo, donde las iglesias son mínimas, donde la herejía se predica desde una cantidad muy grande, por lo menos, de los púlpitos de esta región de Nueva Inglaterra, desde Maine hasta Connecticut es un desierto espiritual. Pero ¿sabe qué? No tiene que ser así para siempre, hermanos, yo creo que Dios todavía puede restaurar esta región y nosotros podemos ser parte de ese esfuerzo restaurador.

Nosotros podemos tomar los portillos de la espiritualidad de Nueva Inglaterra y esta comunidad de inmigrantes puede ser un recurso para el Reino de Dios y podemos bendecir a los gringos de Maine y a los afroamericanos de Boston y a los asiáticos de China Town, y ser de bendición para nuestra propia comunidad latina. Amén.

Podemos ser reparadores de portillos y entonces al nosotros bendecirnos y cambiar nosotros y constituirnos en verdaderos canales del poder de Dios, dice el versículo 35: “… y dirán, esta tierra que era azolada – en otras palabras, esta tierra de Nueva Inglaterra, esta ciudad de Boston que era un desierto espiritual – habrá venido a ser como huerto de Edén. Y estas ciudades que eran desiertas y azoladas y arruinadas estarán fortificadas y habitadas.”

Qué visión más linda para nosotros ser parte de ella. “…Y las naciones que queden en vuestro alrededor sabrán que yo reedifiqué lo que estaba derribado y planté lo que estaba desolado, yo, Jehová, he hablado y lo haré…” gloria al nombre del Señor. Amén.

Dios está comprometido, hermanos, no me queda la menor duda de que los mejores años de esta congregación están por delante de ella. Dios la va a usar en maneras extraordinarias pero se requiere un pueblo que sea cada uno de nosotros una columna de esa maquinaria poderosa que estará avanzando como el Reino de Dios para bendecir esta región.

¿Dónde están tus prioridades? ¿Dónde están tus valores? ¿Para qué tu vives? ¿Quién eres? ¿Eres tu una persona simplemente que vive para que tu cuenta de banco crezca y para tener un retiro miserable cuando llegues a los 65? ¿O quieres tu que tu vida haga diferencia? Quieres ser tu un reparador de portillos. Cuando tu te vayas, que haya dos o tres vidas que reflejen tu vida generosa aquí en la tierra.

Yo prefiero una visión así mil veces a la visión de estar amontonando moneditas simplemente para morirme después y no dejar ninguna diferencia en el mundo. Yo quiero que esta congregación haga una diferencia en la ciudad de Boston, que seamos conocidos como una congregación reparadora de portillos y que tu vida también refleje ese valor y que la gente te conozca a ti como un reparador de portillos. Dondequiera que tu estés tu traes la luz del Reino de Dios contigo. Amén. Y que tu seas reconocido como un recurso para el Reino de Dios. Ese es nuestro llamado en esta mañana, reparadores de portillos como iglesia y como individuos. Que el Señor te bendiga.

Vamos a bajar nuestras cabezas o ponernos de pie un momento. O mejor levante su cabeza, Padre, danos sabiduría, danos unción, danos entendimiento, danos poder, danos autoridad, derrama tu espíritu sobre nosotros, Señor, sobre esta congregación, derrama el poder de tu espíritu, Padre. Que este año sea un año de evangelismo, que este año sea un año de conquista, Padre, que este año sea un año de restauración como nunca, que este año sea un año para nosotros ser sal de la tierra y luz del mundo, Padre.

Que este año Congregación León de Judá brille en la ciudad de Boston, no para nuestra gloria sino para gloria exclusiva del Dios al cual servimos y de su Hijo Jesucristo. No a nosotros, Señor, sino a ti sea la gloria. Queremos vivir para ti, queremos ser recursos en tus manos, Señor, purifícanos, límpianos, prepáranos, ahueca todo lo que tenga que ser arrancado de nuestros corazones, Padre, todo lo que sea carnal, humano, terrenal, egoísta y anos un corazón noble y generoso para bendecir esta ciudad, bendecir nuestra comunidad, bendecir a los que están alrededor de nosotros, Señor.

Y que la gloria tuya se manifieste en este lugar. Te adoramos y te bendecimos, Padre. Te damos gracias Señor Jesús. Antes de terminar siento del Señor hacer una pequeña… hay una pareja, el hermano Fernando, ven acá rápidamente, yo sé… dile que yo te di permiso para que abandones la cámara un segundo, pero ven por acá un momentito. Tu has dicho que vas a ayudar a una pareja, que estás levantando fondos para su hijita que necesita una ayuda. Quiero animarlos si alguien quiere dejar una ofrenda esta mañana, los hujieres si pueden poner allá un par de cestos en una mesita para que si alguien quiere dejar algo, una pequeña ofrenda para favor de ellos.

Dime rápidamente. Tengo un par de amigos chilenos, de mi patria, ellos están en una necesidad en este momento que una de sus niñas está con un problema de un trasplante de pulmón y por efectos de seguros no se ha podido realizar. So, hay necesidad de conseguir una equis cantidad de dinero para poder realizar esta operación. Esta niña está en este momento en un hospital respirando con ayuda de máquinas. So, luego se los puedo presentar, vamos a pararnos un rato ahí atrás y puede el que siente en su corazón, cooperarnos. Amén.

Una manera de ser reparadores de portillos es una forma que Dios nos da. Hay dos cosas que vamos a tener allá. Van a estar los hermanos, creo que es hoy, de Alfa? Van a estar proveyendo algo para esa construcción de una casita en Tijuana y también podemos bendecir a esta familia con una ofrenda, si usted siente en su corazón y sino el domingo que viene puede dejarla en un sobrecito y destínela a eso, que sea claro que es para eso y podemos ser de bendición.

Pero son formas simbólicas, lo que quiero es que en esta mañana Dios nos da la oportunidad y si podemos bendecir de esa manera, gloria a Dios, y poner en obra lo que estamos haciendo.

Padre, en el en el nombre de Jesús abrazamos esta visión. Gloria que Dios, abrazamos esta visión en el en el nombre de Jesús. Nosotros creemos que tu constituyes nuestra iglesia para gloria exclusiva de tu nombre, como una congregación reparadora de portillos, una congregación que bendice a los demás, una congregación generosa con sus bienes, una congregación que nos vamos a dejar trabajar por ti, Espíritu Santo en nuestro carácter, nuestro temperamento, nuestra forma de ser, porque queremos que tu nos puedas usar como instrumento tuyo y para eso sabemos que tenemos que limpiar nosotros mismos primeramente para que tu entonces puedas usarnos como tu quieres. Nos santificamos, queremos santificarnos, Señor para ti y para tu gloria, y queremos ser un pueblo de buenas obras en todas esas dimensiones que hemos mencionado en este día.

Gracias por lo que ya tu has permitido que nosotros logremos en este ciudad y por todo lo que tu has hecho y por todo lo que creemos que tu has de continuar haciendo en el futuro, Padre, desde ya anticipadamente te damos gracias. Y este sermón, Señor, esta palabra lo abrazamos como el llamado de Dios para nuestras vidas y creemos que veremos esta visión realizarse para gloria de tu nombre, en el en el nombre de Jesús y nosotros decimos amén. Dios les bendiga, mis hermanos, que la gracia del Señor sea con ustedes.