gilberto samano

Dios - responda con fuego!

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Vamos a volar. Hermanos, alabo y bendigo a Dios por esta oportunidad. Queremos, hermanos, mandar saludos a todos los hermanos que han estado orando y siguen orando para que Dios siga bendiciendo nuestra vida, nuestras familias. Y hermanos, estamos muy felices de estar aquí. Creo que el tiempo de Dios es perfecto.

Cuántos dicen amén a esto? Y mando un saludo a todos los hermanos que nos están escuchando a través del internet, a los hermanos en Centroamérica, Sudamérica y en México, mi país nativo, lindo México que necesita tanto a Cristo, hermanos. Oren mucho por México y quiero también mandar un saludo a África, al pastor Jesús, pastor Tadeo, pastor Epifanio, esta mañana temprano recibí un email que ellos iban estar escuchando palabra de a través del internet. Quiero también en esta mañana mandar un saludo al fratelli de la bella Italia, tutti fratelli, Dios te benedica, la familia De la Veccia en Roma, pastor Roberto Sferruccio en Venenvento, tutti fratelli. Dios te ama, chi vedremos presto.

Y el Señor bendiga a cada uno de ustedes. Voltea a hermano y diga, Dios te bendiga. Quiero, hermanos, que abramos nuestro corazón, yo traigo un mensaje y este mensaje debo confesar, es un mensaje que es para el Reino de Dios, no solo para León de Judá y especialmente ahora que pasó esto con el tsunami, Dios confirmó en verdad este mensaje que en mi vida, hace unos días atrás el Señor me lo dio y estaba yo pidiéndole al Señor confirma. Y el Señor ahora que pasó el tsunami, por cierto esa noche que pasó yo estaba dormido y me despertó el Señor, y me dio por prender la televisión y cuando prendo la televisión, escuchamos la noticia de que estaba pasando el terremoto.

Y, hermanos, confirmó algo muy grande en mi corazón. Y hemos estado orando por nuestros hermanos en Japón. Cuántos saben que en Japón solamente hay 1% de cristianos de la población, 1% y en Japón es ilegal evangelizar en público. Cuántos saben que hace poco algo pasó en Haití? Una nación que había declarado la brujería o el vudú como la religión oficial. Japón también es una nación idólatra, adoran a Buda y hay mucho hinduismo hay otras religiones del oriente.

Y hermanos, yo creo que en esta última hora Dios está hablando al mundo entero. Si usted lo cree conmigo, dele un aplauso a Cristo. Si está convencido que la escatología o el estudio de las cosas del fin, nosotros que estudiamos nos estamos viendo lo que pasó en Libia, lo que pasó en Egipto, todas estas son profecías que se están cumpliendo al pie de la letra.

Cuántos dicen amén a esto? Pero hermanos, en todo esto existe la iglesia y Dios ha establecido, cuando la iglesia nace, nace con un propósito bien específico y cuando nació en el día de Pentecostés, la Biblia dice que estaban reunidos 120 en el aposento alto orando, 50 días después de la muerte de Jesucristo y hermanos, ahí dice la Biblia, que la iglesia nació con un gran estruendo, y fueron bautizados con qué? La iglesia nace con un propósito espiritual, codee a su hermano y dígalo, la iglesia nació con un propósito espiritual, y yo creo, hermanos, que tenemos que entender que como es propósito espiritual nosotros también tenemos que entender que hay dos cosas muy importantes en la vida. Lo más es importante es saber para qué nacimos. Alguien dijo cuando morimos, pero no, hermanos, la muerte algunos hablan mucho de la muerte negativamente, pero en verdad la muerte es una ganancia.

Cuántos dicen amén a esto? Entonces, el propósito, por qué naciste, por qué yo nací. Pero hermanos, yo creo que en este día Dios nos va a hablar por medio de su palabra y yo quiero, hermanos, que ustedes abran su corazón en estos últimos días de oración aquí en la iglesia, hermanos, hemos visto que Dios está hablando a nuestras vidas.

Cuántos se gozaron estas dos semanas de oración? Y yo creo, hermanos, que Dios tiene algo especial y específico para su iglesia. Hemos visto, hermanos, que los grandes avivamientos siempre han comenzado cuando el pueblo de Dios ora. Todos digan es tiempo de orar. Y creo, hermanos, que muchas veces no es el problema orar. A cuántos les gusta orar? Come on. A cuántos les gusta a orar? Los voy a invitar a que vengan los sábados a las 5 de la mañana a ver si les gusta orar. Porque cuando a uno le gusta algo lo busca.

Yo creo que la Biblia nos enseña que la carne no le gusta orar. Pero el espíritu sí le gusta orar. Amén. Cuántos dicen amén a esto? En estas semanas los pastores hemos enfocado los temas de oración, de cómo Dios habla por medio de la oración, cómo orar. Pero yo en este día el Señor me dio un mensaje de la respuesta a la oración. Cómo recibir respuesta? Porque muchos oramos pero no hay respuesta. Oramos y oramos y oramos, pero no pasa nada. Cuántos saben lo que estoy hablando y muévala si usted ha orado y orado y parece que no pasa nada?

Pero hoy quiero, hermanos, hablar con ustedes de un tema muy importante y vamos a abrir nuestras Biblias al libro de Santiago, Capítulo 5, versículo 17 y yo voy a estar leyendo de la versión internacional que últimamente se me ha metido en el sistema. Yo comencé con la antigua versión de los ’60, la Reina Valera de los ’60, pero últimamente me estoy actualizando un poco a un lenguaje un poco más moderno, pero usted lo puede seguir, Santiago 5:17, será el primer versículo que quiero yo en esta mañana dejar con ustedes como fundamento al tema que estaremos tocando. Ábranlo juntamente con su corazón y de aquí, hermanos, partimos, si ya se abrochó el cinturón, va a entender por qué al momento. Si ya lo tienen digan amén, hermanos. Dice la Biblia.

“…Elías era un hombre con debilidades, ─ otra versión dice con pasiones ─ como las nuestras…”

Todos digan debilidades como las nuestras. Pero dice:

“… con fervor oró que no lloviera y no llovió sobre la tierra durante tres años y medio…”

Todos digan tres años y medio.

“… Volvió a orar y el cielo dio su lluvia y la tierra produjo sus frutos…”

Dios habla por la naturaleza. Dios usa la naturaleza para hablarnos, los tsunamis, los terremotos son maneras también que Dios habla al pueblo de Dios. Enseguida, hermanos, estaremos y de aquí es de donde vamos a sacar el mensaje. El tema que nos vamos a ocupar hoy es Dios todavía responde con fuego.

A ver, dígalo conmigo. Y en primera de Reyes, Capítulo 18, versículo 24, vamos a estar desglosando el Capítulo 18 de primera de Reyes, si usted gusta puede dejar ahí abierta su Biblia al Capítulo 18, y allí es donde estaremos, hermanos, concentrándonos y tratando de sacar lo que Dios me ha dado para ustedes. Y yo quiero, hermanos, que ustedes escuchen la voz de Dios a través del Capítulo 18 de Primera de Reyes, una Escritura muy conocida. Se habla mucho del encuentro del profeta Elías con los profetas de Baal. En el versículo 24 de Primera de Reyes dice:

“…Entonces invocaron ellos el nombre de su Dios, le dijo Elías retó y a la tierra y a las personas del pueblo de Israel y también a los no del pueblo que decía, y yo invocaré el nombre del Señor y el que responda con fuego este es el Dios verdadero…”

A ver dígalo conmigo, el que responda con fuego este es el Dios verdadero. Este fue un reto muy grande que Dios usó al profeta Elías y queremos, hermanos, en este día antes de entrar al Capítulo 18, decirles un poco el fondo histórico, por qué llegó a este punto.

Hermanos, había el rey Acaab había, hermanos, permitido una franca rebeldía. Todos digan rebelión. Había pasado que el pueblo se había olvidado de los mandamientos de Dios y, hermanos, estaban sirviendo a los baales. Ahorita hablaremos un poco qué son estos baales. Y hermanos, por causa de esta franca rebeldía, y no solo franca rebeldía sino la Biblia dice, que dureza de corazón comenzó el Señor a darse cuenta que el pueblo de Dios, hermanos, digamos progresivamente, sutilmente, comenzó a entrar esta rebeldía, este liberalismo comenzó a entrar, esta necesidad de rebelarse contra Dios y los unos contra los otros. Y comenzó, hermanos, a llegar la dureza de corazón, en Dios, entonces viendo esto mandó al profeta Elías. El nombre Elías significa señor es mi Dios. Mandó a Elías a decirle al rey Acaab que no iba a llover, que Dios iba a parar la lluvia para hablar y reconocer, digamos, que esa rebeldía había llegado al trono de Dios, había rebeldía, no querían servir a Dios, ya no querían seguir los principios de Dios.

Esta rebelión entró sutilmente, entró progresivamente, no pasó de la noche a la mañana. Comenzó a entrar y por medio de la rebelión comenzó el hombre y la mujer a olvidarse de Dios, a olvidarse de orar, a olvidarse de ofrecer sacrificios a Dios y comenzó el Señor a entender que el pueblo había, su corazón estaba duro. Entonces Elías, lo levanta y le dice, ve y profetiza al rey y dile que no va a llover.

Y cuando no llueve, comienza a llegar lo que se llama una sequía, se seca la tierra. Y cuando no hay agua, no hay fruto. Las plantas, la agricultura no produce comida. Llegó una grande sequía pero, hermanos, les quiero decir que en esta sequía Dios mandó al profeta Elías a un arroyo donde había agua. Eso significa que a Dios, a su pueblo, nunca lo olvida, en las luchas y en la prueba la iglesia sigue caminando porque Dios ha prometido estar con nosotros en las buenas y en las malas.

El profeta no estaba en sequía, estaba cerquita de un arroyo y mandó los cuervos, no las palomas, los animales inmundos, los no creyentes para alimentarlo. Quiero decirles que esta sequía causó problemas, muchos problemas. El pueblo comenzó a morirse, hubo mucha rebelión pero el hombre no quería reconocer que se había rebelado contra Dios.

Entonces la dureza del corazón llevó al pueblo a comenzar a adorar los baales. La palabra baal en arameo antiguo solamente significa Señor o maestro. Y ellos le ponían maestro. Los baales significaban con la fertilidad, con el fuego, con la naturaleza, con la lluvia, eran baales, los adoraban y hacían ritos y ceremonias para estos dioses paganos.

Y, hermanos el pueblo de Dios se olvidó de su Dios y comenzó a seguir estas tradiciones. Pícale la costilla a tu hermano y dile, cuidado con las tradiciones. Dile con más certeza, cuidado, peligro con las tradiciones.

Ahora, quiero decirles algo, los cultos a baales eran muy similares a la adoración que el pueblo de Israel hacía. Ellos gritaban, danzaban, alababan, hacían otras cosas, era todo similar. Cuántos sabe que el diablo trata de imitar las cosas de Dios? El diablo es un grande actor, un grande hipócrita, él sabe imitar las cosas de Dios, pero hay una grande diferencia. Los profetas de baal tenían también, fíjense que los baales también tenían profetas que hacían las mismas ceremonias, pero no pasaba nada. Oraban y oraban, se gozaban en la carne, se daban unas gozadas tremendas, unas comidas, unas orgías, oh estaba tremenda la fiesta que ellos hacían, pero no pasaba nada en su vida espiritual. Había sequía espiritual y natural.

Dios en su gran misericordia dice que una vez más después que profetizó en el Capítulo 17, Elías, él oró. Lo que me llama la atención que Santiago lo menciona, que era un hombre con divinidades, con pasiones como nosotros, pero Dios lo había escogido. Yo creo que a veces, hermanos, se ha dado la mala impresión de pensar que Dios solamente escucha la oración de aquellos que son muy santos, de aquellos que sirven a Dios muy rigurosamente, pero aquí el escritor trata de hacer énfasis que Elías era uno como los nuestros, era uno igual que nosotros, con divinidades, era humano, pero él había confiado en el todopoderoso y él sabía que ese Dios escuchaba la oración y la respondía.

No solo la escuchaba pero respondía. Entonces, la Biblia nos enseña que Dios levantó este hombre una vez más después de tres años y le dice, ve otra vez a Acaab. Acaab había dado esa libertad de rebelión. Quiero decirles, hermanos, por ahí aparece otra mujer Jezabel, también que era la que dirigía la adoración falsa, mataba a los profetas, pero Dios siempre, hermanos, en su gran misericordia ahí estaba alguien cerca de Acaab y de Jezabel, abadías que él había escondido profetas, él confiaba en Dios y sabía que él tenía que escoger y esconder profetas para que cuando hubiera necesidad esos profetas predicaran palabra de Dios, que sea recibida del pueblo.

Entonces él los escondió en cuevas, pero esta Jezabel también era una mujer que tenía un espíritu de rebelión. Dígale a su hermana que está a su lado, cuidado con la rebelión. Cuántos saben que los hijos se están rebelando contra los padres? Si usted conoce un hijo que se haya rebelado contra un padre diga gloria a Dios. Si usted conoce una esposa que se ha rebelado a un esposo diga amén. Hermanos, no mire a su esposa. Si usted conoce esposa, un esposo que se ha rebelado, diga gloria a Dios.

Saben que ahorita en el mundo hay rebelión? Cuántos saben que hay un espíritu de rebelión de Jezabel en las casas, en los matrimonios, en las escuelas? Hace poco arrestaron a un niño de 8 años en la Florida. Ya hermanos, no hay límite, hay muerte, hay homicidio. Vemos que están pasando cosas raras. Hay un espíritu de rebelión pero yo creo que en este momento Dios está levantando como levantó a Elías, una iglesia, un pueblo que pueda profetizar y decir, es tiempo de regresar a Dios, es tiempo de regresar a Dios, es tiempo de regresar a Dios para que Dios responda con fuego.

Dios todavía responde con fuego. Si usted lo cree dele un aplauso más fuerte al Señor. Una de las cosas que pasó cuando el Señor mandó a Elías otra vez abadías lo ve, se lo encuentra, andaba buscando hierba para sus animales, ya estaba la sequía bastante grave. Dijo el rey, vayan y busquen para ver si salvamos las vacas y las mulas, los caballos, porque se está poniendo triste y flaco. Y por ahí se encuentre a Badías que creía en Dios. Se encontró al profeta.

Quiero decirte amigo y hermano, si tu crees en Dios, Dios te va a mandar alguien que te va a hablar de Dios. Dije que Dios te va a mandar a alguien que te va a hablar de Dios. Ayer visitaba una casa de una hermana que dice que una persona la invitó a esta iglesia, ella viene a esta iglesia pero la hermana desapareció, no sabe qué le pasó. Y le dije, pues gracias a Dios que Dios la usó a ella para que tu vengas aquí al lado y le digas a Dios. Cuántos saben que Dios usa personas para hablar a nuestras vidas? Si usted lo sabe dele gloria a Dios.

Dele más gloria a Dios, hermanos. Si usted sabe que Dios habla todavía dele honra y dele gloria a ese Dios. Entonces Dios manda a Elías y él reta al pueblo y vemos, hermanos, este reto muy claro en el Capítulo 18, en el versículo 20 y le dice:

Convocó el pueblo Elías y les dijo algo tan poderoso que lo leímos en el versículo 17 cuando les dice, bueno, si ustedes están ahorita indecisos, hay que escoger, hay que hacer un reto y el Dios que responda con fuego, ese va a ser Dios y a ese vamos a seguir.

Dígale a su hermano el Dios que responda con fuego es el que vamos a seguir. Fíjense que no le pidió nada más, sino que lo siguieran. Y pasó algo muy tremendo que el profeta Elías hizo algunos pasos que yo quiero en esta mañana enfatizar. Pero antes de ello cuando él los retó, fue y habló con ellos primero, y les dice en el versículo 20:

“… Hasta cuando van a seguir indecisos si el Dios verdadero es Dios, el Señor, debemos seguirlo pero si es baal, síganlo a él…”

No se puede servir a dos señores. Entonces, él les hace esta declaración. Piénsela bien, decidan ustedes a quién van a seguir, si Dios es el verdadero Dios síganlo a él, pero si baal es hay que seguirlo a él.

Pero dice la Biblia que el pueblo no dijo una sola palabra. Se quedaron callados. A veces el silencio es una respuesta muy clara, hermanos. Y a veces el silencio es, no estoy seguro, no sé lo que voy a hacer. Y a veces el silencio también implica que estamos convencidos de lo que queremos hacer.

Quiero hermanos, rápidamente, el tiempo se va, pero cuando él retó al pueblo, vemos nosotros que ellos no dijeron nada. Les dijo ustedes tienen que hacer una decisión, pero ellos no le respondieron nada. Entonces él les dio un reto. Dígale a tu hermano, Dios te está dando un rato y les dijo, bueno, miren, vamos a hacer algo, vamos a hacer el reto, y el Dios que responda con fuego es el que vamos a servir.

Entonces, vamos a hacer algo. Y les propuso el profeta Elías, ustedes ofrezcan un sacrificio a sus dioses, a los dioses de baal y yo le voy a ofrecer un sacrificio a mi Dios. Pero no le vamos a poner fuego, vamos a dejar que Dios responda y el que responda con fuego a ese vamos servir.

Entonces el pueblo agarró ánimo y dijo, all right. Yo creo que en mi mente humana que ellos estaban pensando muy a gusto, y aquí no va a pasar nada, y vamos a seguir en el pari que tenemos aquí con los baales. Estudiando la historia, algunos historiadores dicen que eran unas fiestas tremendas, que eran por semanas enteras, que carnaval de Brasil, esa era pari, hermanos. A cuántos les gusta la parranda, como decimos nosotros los mexicanos. Hermanos, era parranda todos los días. Vamos a baal y adoraban la luna, las estrellas. Ellos buscaban un motivo para ponerle baal y esto, baal y esto, un motivo para hacer estas ceremonias.

Cuando les dijo Elías esto ellos se quedaron, guau, no va a pasar nada y seguimos con nuestro pari. Por eso aceptaron. Ok, está bien. let’s get it done. Vamos a hacerlo. Pero tenían una gran sorpresa. Cuántos saben que Dios nos sorprende? Voltee a su hermano y dígale, Dios te va a sorprender.

Yo a veces pienso que Dios tiene un sentido de humor que a veces dice, le voy a dar cuerda y luego lo voy a jalar. Le voy a dejar que haga esto y luego le voy a hablar. Cuántos les ha hablado el Señor así de esa manera? Cuando usted menos se acuerda Dios viene y se le aparece. Así, estaba la misericordia de Dios y la gracia de Dios.

Ustedes saben la historia, retó a los profetas de baal y les dijo, miren traigan 450 de los profetas de baal y ahí había unos también de Jezabel que también eran por ahí unos que apoyaban, otros 400. Tráiganlos también y él dijo, yo soy el único que quedé aquí. Se sentía solo. Él no sabía que Dios tenía por allá otros escondidos. Pero dijo, yo soy el único, pero yo solito contra ustedes. Yo, un profeta contra 850 profetas falsos voy a hacer este reto.

Algo pasó muy interesante. Pongan atención porque creo que aquí hay unos principios espirituales que te van a ayudar a ti para que cuando tu ores, Dios responda a tus oraciones. El primero principio fue de que él le dijo a los profetas de baal, traigan leña, traigan el holocausto, el sacrificio y llamen a su dios, llámenlo, como ustedes saben llamarlo. Interesante y les dijo como ustedes son más, vayan ustedes primero. Go ahead.

Por ahí dicen que el que va primero es el que gana. No siempre, hermanos. Les dijo, vayan prepárense. Y yo me imagino que estos profetas estaban ahí, sacaron sus vestiduras reales, sacaron todo, se prepararon, el profeta Elías estaba ahí sabía que estaba viéndolos y comenzó como a hacerles burla.

Comenzaron ellos con sus pari, fíjense que cantaban. Saben que al diablo le gusta cantar? Cuántos saben que al diablo le gusta cantar? Y sabe cantar bien, hermanos. Y le gusta cantar y cantaba y dice la Biblia, gritaban, danzaban. Llegó al punto que comenzaron, hermanos, con mucha emoción hasta cortarse. Hacían ritos para ver si este baal contestaba a la oración.

Pero dice la Biblia, que él estaba allí, decía, griten más recio a lo mejor está dormido. A lo mejor anda de viaje. Comenzó hasta a burlarse de ellos. Porque cuántos saben que hay poder en el nombre de Jesús? Cuántos saben cuando usted pide en el nombre de Jesús, usted tiene que estar seguro que algo va a pasar en su vida?

Él estaba, yo me imagino a Elías, dicen que era medio calvo, así como yo, así de guapo también. Se sentó por ahí Omar y estaba, guau, sigan dancen, y danzaban y gritaban y yo creo que él nomás decía, Señor, I can’t wait my turn. No puedo esperar. Yo creo que estaba como un caballo de carreras, cuando, cuando, déjenle. Y le dieron, y le dieron, y le dieron y no pasó nada.

Aquí un principio muy poderoso, hermanos. Nosotros oramos, oramos, adoramos, adoramos, cuidado, cuidado, porque Dios está buscando adoradores que le adoren. Dígalo otra vez. Cuando adoramos a Dios en espíritu y en verdad, siempre tiene que pasar algo en nuestra vida. Si usted lo cree denle un aplauso fuerte a Cristo.

Algunos no están convencidos. Muchas veces, hermanos, el diablo imita la adoración que nosotros hacemos, hasta canta los mismos cantos. Últimamente ha habido mucho que se hace que asimila a la iglesia. Hermanos, tengamos cuidado, los profetas de baal cantaban, gritaban, danzaban y oraban, era mucha emoción, mucho humo, pero nada de braza. Dios no estaba con ellos.

Oh, hermanos, tengamos mucho cuidado porque cuando hay rebelión en la nación también en la iglesia el diablo comienza a meter rebelión. Pícale a tu hermanos y dile, cuidado con la rebelión. Es una buena oportunidad de invitarle al encuentro de sanidad interior, hermana Delmi, para esos que tienen rebelión en su casa o en su boca. Yo no voy a decirle, tu quién te crees que tu eres? Porque eres mi marido no puedes decir que yo no soy tu esclava. Si le queda el zapato, diga amén.

No, no, eso es para mí. Yo soy muy humilde. Yo no digo nada en la casa. A mí me sorprenden. Hay unos hombres ahí en la oración que parecen angelitos, nada más le faltan las alas. Pastor, oh, cómo amo a mi familia. ¡Aleluya!

Yo me sorprendo. Qué pasó? Este hermano nada más le faltan las alas para volar y el halo. Pero qué pasa, hermanos? Que Dios ve el corazón. Dije que Dios ve el corazón. La rebelión es algo terrible. Los baales estaban, hermanos, infiltrando al pueblo de Dios. Su adoración, sus cantos, sus danzas, no producían ya nada. Era simplemente algo religioso, ceremonias huecas y vacías. Pero ellos se habían olvidado que allá cuando se ofrecían sacrificios, se sonaban los sofares, se ofrecían sacrificio y que se sentía la presencia de Dios algo maravilloso siempre sucedía. Cuando se alaba a Dios en espíritu y en verdad algo grande va a pasar en tu vida.

Hermanos, que tenemos que tener mucho cuidado. Queremos que Dios responda con fuego, tenemos que ver los pasos que hizo Elías. Los dejó que ellos danzaran, gritaran e hicieran todo. Hermanos, yo alabo y bendigo a Dios. Yo he viajado mucho, he predicado en muchos lugares, he visto de todo. Y hermanos, muchas veces hay personas que tienen todo el equipo, tienen todos los mejores cantantes, pueden cantar como canarios, pero no sienten nada uno cuando va a esos lugares.

Pero, hermanos, he estado en lugares humildes, como en África que no había ni micrófono. Las hermanas que están aquí, yo pensé que tenían una orquesta, no tenían nada, un tambor de cuero, pero cuando comenzaron a cantar y a alabar a Dios el poder de Dios se sentía, se sentía el poder de Dios. Se sentía el poder de Dios. Porque Dios habita en medio de la alabanza. Dije, que Dios habita en medio de la alabanza. Dios habita en medio de la alabanza.

Si tu estás aquí alabando a Dios tu tienes que sentir el poder de Dios. Porque no lo alabas, por qué no lo alabas? Por qué no levantas tus manos y deja que él bendiga tu vida?

Los profetas baal hacían lo mismo pero no sentían nada. Vamos a ver algo muy interesante. Elías, ya después que ellos hicieron todo dijo, ok, ahora es mi turno. Ustedes ya perdieron mucho tiempo y no pasó nada. Ya oraron, gritaron, pero su dios no les contesta.

Yo me imagino, si lo pudiera llevar con su mente a ese altar, le dice, ok, él no había hecho nada todavía, él no había hecho nada. Dejó que ellos hicieran todo, pero llega el turno de él y la primera cosa que hace en el versículo 21 lo dice muy claro, me llama mucho la atención que les dice, el primero paso que hizo Elías con el pueblo de Dios es algo tan poderoso que les dijo, hagan una decisión. Dígale a su hermano, es tiempo de hacer una decisión.

Quieren servir a Dios o no quieren servir a Dios? Cuántos quieren servir a Dios, hermanos? No levanten su mano tan rápido, porque esto implica a veces dolor. Me acuerdo que mi padre todavía, Dios lo bendiga, en vida, en California, en San Diego, un hombre que todavía… 80 años y planta iglesias, lo queremos retirar y él dice, se van a retirar ustedes primero. Papá, usted ya no tiene que andar predicando, usted ya está muy viejo. Viejo, tu vas a ser viejo, yo estoy joven todavía. Me recuerda a Caleb, viejito de esos fuertes y vino a Sinaloa porque le dio buena sangre. Él todavía se siente como de 20 años.

Y qué pasó hermanos, es que él siempre cantaba un canto, casi siempre cuando tomaba el espíritu, llevar la cruz de Cristo, a veces es dolor, más Dios nos ha provisto la senda de su amor. Yo crecí escuchando a papá cantar eso. Y él me enseñó que a veces hay luchas y pruebas pero ahí está Dios. A veces estamos con alegría, en gozo, en avivamiento y ahí está Dios. Dios está en medio de las luchas y pruebas y también está en medio de las victorias. Si usted lo cree dele un aplauso a ese Dios que no lo deja ni lo abandona. Esto no es religión, esto no es ceremonia, esto es una relación con Dios.

Le dice, primer paso, escríbalo bien para que Dios responda con fuego a sus oraciones tiene que hacer una decisión. No podemos jugar a la iglesita. Dígale a su hermano, no juegues a la iglesita. Tócale en la espalda, dígale, ya no juegues a la iglesita. Hagan una decisión. Es tiempo de seguir. Dios está llamando a esta iglesia. El pastor ayer en el retiro de los líderes hablaba de este patrón de los grandes avivamientos de Europa. Comenzaron en granjas donde se oraba y yo hermanos, estoy convencido que no hay shortcuts to revival.

Y es que hermanos, voy para Honduras el jueves, oren por mí porque mi diario me está dando downloaded para estar en San Pablo este fin de semana predicando para gloria de Dios. Dios bendiga al pastor Christian Rodriguez y al pastor Arnold García de por allá en San Pablo.

Hermanos, óigame bien, es tiempo de hacer una decisión. Si no vas a hacer una decisión estás jugando a la iglesita. Muchos juegan a la iglesita los domingos, buscan la Biblia, dónde la dejé, a veces no la hallan. Cuántos pueden levantar la mano y dicen que les ha pasado eso? Nadie quiere confesar su pecado, ¿verdad? Y no la haya hasta que busca y busca y vamos al bookstore. Y debe haber muchos hermanos comprando Biblias y algunos hasta las olvidan, las dejan aquí, ahí está una mesita llena de Biblias.

Démelas a mí, yo las regalo. Qué pasa? Haga una decisión. Pique a su hermano y diga, es tiempo de hacer una decisión. Y dice, I already made it 20 years ago. Ya la hice 20 años atrás, entonces hay que portarnos como que hicimos una decisión. Esta decisión era muy importante para el pueblo. Ahora ese fue el primer paso.

Todos digan decisión. A ver dígalo más fuerte, decisión. Ahora diga, decisiones, decisiones, decisiones. Otra vez. A ver, los de este lado digan decisiones, decisiones, decisiones. No, no están convencidos. A ver aquí digan decisiones, decisiones, decisiones. Omar, no comieron el desayuno aquí. a ver los de aquí, decisiones, decisiones. Más o menos, aquí hubo café expreso. A ver aquí, hermanos. Aquí necesitan sanidad interior. Aquí hermanos. Cuántos están listos para hacer una decisión hoy?

A ver los del balcón. Decisiones, decisiones. Not bad. Not bad. A ver acá. Le recomiendo un double expreso. Entonces, decisiones. El primer paso es decidirnos. Cuántos quieren que Dios conteste su oración? Levanten su mano y muévala si usted tiene una petición delante de Dios. Yo creo que todos tenemos una petición. Y cuantos quieren que Dios conteste esta petición?

Yo estoy cansado de gente que ora y ora y ora y ora y no pasa nada. Es tiempo de hacer una decisión. Ese fue el primer paso que hizo Elías antes que Dios respondiera. Y fíjense el número 2, el versículo 30 nos dice algo más, el segundo paso. Primer paso, decisión, el segundo paso, y quiero no sé cuánto tiempo me queda.

Miren hermanos, el segundo paso fue en el versículo 30, léanlo conmigo para que vean que yo no lo estoy inventando, es palabra de Dios. En el versículo 30 pasó algo muy interesante que creo que aquí, después que ellos no pudieron hacer nada, dice:

“…Elías entonces le dijo a todo el pueblo, acérquense... ─ y todo el pueblo se le acercó─… acercados a dónde?

Segundo paso, para que Dios responda con fuego, tenemos que acercarnos a Dios. Cuántos dicen amén a esto? Cuántos saben cómo se acerca uno a Dios? Qué fácil decirlo es más difícil hacerlo?

Qué pasó? Les dijo, acercaos, acérquense. Y quiero ya en este momento porque el tiempo se va muy… yo voy a abrir el… ya. Usted siente venir al altar puede pasar, porque al final, ya son nomás dos pasos más y termino.

Quiero dejar este mensaje bien marcado en su corazón. Primero hizo una decisión, le dijo al pueblo, hagan una decisión. Segundo, le dijo, miren acérquense a mí. La Biblia de Santiago 4:8 dice acercaos a mí o acercaos a Dios y él se acercará a ustedes. Queremos que Dios conteste nuestra oración? Tenemos que acercarnos a Dios. No hay un camino corto, no porque esté bonito, guapo y haga mucho, si usted no se acerca a Dios con un corazón sincero, y humillado usted no se está acercando a Dios.

Cuando se acercó el pueblo a Dios, le indicó, primero hicieron una decisión y luego se acercaron. Ok, hagan una decisión. Yo creo que no se levantó todo el pueblo, unos cuantos, porque siempre la minoría, siempre es la minoría. Dígale a su hermano, siempre es la minoría. A ver, todos digan, es tiempo de acercarnos a Dios. Todos. Dígalo otra vez.

El segundo paso, se acercaron a Dios. Ahora que en esta mañana necesite acercarse a Dios. Voy a pedirle al hermano Wilson o a los músicos que pasen ya que quiero, hermanos, terminar ya pronto. Hay alguien que necesita acercarse a Dios? Alguien que en verdad está sintiendo la necesidad de acercarse a Dios?

Quiero, hermanos, decirles que Dios, cuando el pueblo se acercó a Dios estaba por hacer algo tan grande. Yo quiero decirles, se tuvieron que decidir y tuvieron fe sin obras, fe sin acción, no produce nada. Escucharon, hicieron una decisión. Yo me quiero acercarme.

El profeta Elías dijo, acérquense. Dios está diciendo a alguno de ustedes, acérquense. Y ya el altar está abierto. Esto representa la presencia de Dios. Si tu necesitas acercarte, yo te invito. Ven y ya comienza. Falta nomás un paso más.

Pero, algo tremendo pasó. Les dijo hagan una decisión. Dios te bendiga, hermano, Dios te bendiga hermano. Yo quiero dejar bien claro, tuvieron que hacer una decisión para que Dios respondiera con fuego, pero tuvieron que acercarse. No todos se acercaron. Y el siguiente paso, me llama mucho la atención hermanos porque aquí entra mucho de lo que a veces nos estorba, son barreras para la contestación a nuestras oraciones.

La Biblia nos dice ahí mismo en el versículo 30 que cuando le dijo al pueblo que se acercaran, dijo, acérquense y así lo hicieron. Y dice, pero como el altar del Señor estaba, qué? Arruinado, el altar se usaba para ofrecer los sacrificios. Dios te bendiga, siervo, Dios te bendiga. Dios ya está llamando a alguien que se acerque.

Miren, hermanos, no se muevan por favor, porque el espíritu va a hacer algo grande hoy. Dios te bendiga, siervo.

Les dijo, el altar estaba arruinado. No se habían sacrificado muchas cosas, en tres años y medio el pueblo se había olvidado de sacrificar. Los que saben ministrar en el altar, por favor acérquense, ayúdenme hermanos. No va a ver tiempo para ministrar igualmente, pero Dios colectivamente va a hacer algo grande.

Dice la Biblia que Elías tomó doce piedras, una piedra para cada tribu del pueblo de Dios.

Dios te bendiga, joven, Dios te bendiga, varón.

Hermanos, el número 12, ahí les va para los teólogos es el número de gobierno perfecto, 12 tribus, 12 Apóstoles, 12 fundaciones, 12. Diga gobierno. Antes que Dios respondiera con fuego tuvo que arreglar el altar porque estaba arruinado.

Número 12, lo arregló, lo reparó. El altar representa tu corazón. Quién es el que gobierna tu corazón? Número 12, el gobierno perfecto de Dios. Has dejado que Dios gobierne toda tu vida? O todavía hay áreas que tu tienes el timón, la guía de tu vida? El número 12 es el número perfecto.

Lo reparó. Lo veo agarrando piedras de allá. Allá estaba una tirada, allá estaba la piedra de la rebelión, del pecado. Se habían olvidado de Dios. Las comienza a juntar. Pero hermano, hoy Dios quiere que arregles tu corazón para que él responda con fuego a las oraciones de tu vida. Las arregló.

Síganme, síganme un poquito. El altar es nuestro corazón. Número 12, 12 piedras, te lo dice la Biblia, que después que hizo el altar, preparó el sacrificio, lo preparó y luego la siguiente cosa que dice, agarren cuatro cántaros, número 4.

En la numerología el número 4 es el número de la creación, 4. 4 cántaros. Bañen bien el sacrificio para que ustedes vean que yo no soy, que no hice un truco, que esto es de Dios. Porque acuérdense el reto era que el Dios que respondiera con fuego, ese era el Dios que ellos iban a seguir.

Oh, hermanos Dios está llamando a alguien en esta tarde porque quiere responder a fuego a tu vida. El fuego representa el Espíritu Santo. Lo bañaron 4 veces, una, dos y tres y cuatro. Cuatro cántaros de agua.

Bueno, los 4 cántaros todavía no lo bañaron, porque les dijo que lo bañaran 3 veces. Todos digan, tres. El número divino, de divina perfección, número 3. Todos digan perfección divina. Número 3. 4 cántaros de agua van a bañar el sacrificio tres veces.

Tremendamente, 12 gobierno, 4 el número de la creación, 3 el número de la divina perfección. Lo baña. Me llama mucho la atención el versículo 36, y ya voy a terminar, óigame bien, hermano, si usted vino hoy y necesita que Dios responda con fuego a una petición, aquí está el secreto.

Dice el 30, “… a la hora del sacrificio, todos digan a la hora del sacrificio, el profeta Elías, qué hizo? Qué hizo? Se acercó, cuando llegó la hora de ofrecerse el holocausto, se acercó el profeta Elías, se acercó. Todo esto lo estaba haciendo pero no se había acercado todavía. Se acercó. Algunos de ustedes pónganse sobre sus pies. Todavía no se han acercado al altar de Dios.

Pero Dios está por responder con fuego a tu vida. Se acercó, dio un paso adelante, presente, en otras palabras dijo, Señor, aquí estoy. Ahora, ya, ellos hicieron lo que tenían que hacer, pero yo necesito hacer lo que tu me mandaste hacer. Me he decidido, me he decidido y me he acercado. Ahora, voy a dar un paso adelante. Voy a cambiar mi vida, voy a cambiar mis hábitos, voy a cambiar mi disciplina, porque yo quiero avivamiento.

Cuántos quieren avivamiento? Óiganme bien, hermanos, aquí está por pasar algo. Dios todavía responde con fuego. Dígalo conmigo, Dios todavía responde con fuego. Miren, hermanos, yo no sé cuán grande sea tu necesidad pero yo sí sé que Dios todavía responde con fuego.

La Biblia dice, en el versículo 36 que el profeta Elías dio un paso adelante y oró así: Señor, Dios de Abraham, todos digan Dios de Abraham, de Isaac, de Israel, que todos sepan hoy que tu eres Dios en Boston. No lo dijeron convencidos.

Que tu eres Dios dónde? Dígalo otra vez, Dios dónde? Y que yo soy tu siervo, o tu sierva y he hecho todo esto en obediencia a tu palabra. Todos digan obediencia a tu palabra. Y luego quiero que todos griten conmigo esta palabra, respóndeme. Respóndeme. Más fuerte. Respóndeme. Otra vez. Otra vez. Señor, respóndeme para que esta gente reconozca que tu, Señor, eres Dios.

Ahora, lo hemos dicho así literalmente. Ahora quiero que lo digamos espiritualmente. Todos prepárense, voltea a su hermano y dígale, prepárate. Dios todavía contesta con fuego. Quiero que todos digamos esta palabra, respóndeme, tres veces. Miren, hermanos, nada va a pasar si usted dice así. Tiene que decirlo con fe, convencido que Dios lo está escuchando en esta mañana. Otra vez. Respóndeme. Respóndeme. Respóndeme, Señor, respóndeme.

Ahora, algo muy importante que hizo el profeta. Y en ese momento cayó fuego del Señor y quemó el holocausto. La leña, las piedras y el suelo y hasta lambió el agua de la zanja. Cuando todo el pueblo vio esto se postró y clamó, el Señor es Dios, el Dios verdadero.

Cuántos saben que el Señor es Dios, el Dios verdadero? Dele gloria, dele gloria, dele gloria. Dele gloria, dele gloria, dele gloria. Dele gloria, dele gloria, dele gloria, dele gloria. Él habita en medio de las alabanzas. Él está aquí para responder. Él está aquí para clamar, él está aquí para liberar. Dele gloria, dele gloria. Dele gloria.

Algo necesita pasar en tu vida para que Dios responda con fuego. Escúcheme un momento quiero antes de dejar este púlpito, orar por una persona que está batallando, no sé si es cáncer, pero Dios me está enseñando que tiene mucho dolor en tu estómago, aquí en la boca de tu estómago. Dónde está esa persona? Puede levantar su mano? Tu eres, Fabio, ven para acá. Ven para acá.

Es la boca del estómago. Levanta tus manos. Señor, yo quiero que tu hagas lo que tu siervo, mi hermano Fabio, te ama, él busca tu presencia. Ahora quiero, Padre, yo no sé qué dolor tiene, pero tu sabes, tu me lo estás haciendo sentir. Ahora yo, Padre, en el nombre de Jesús quiero declarar sanidad.

Dele gloria a Dios. Es Cristo que lo está operando. Señor, respóndeme con fuego. Respóndeme con fuego.

Dios me está diciendo que pasó algo más después, no había llovido, la naturaleza estaba seca, había sequía, pero después que Dios respondió con fuego se fue y pidió siete veces, salió el siervo de él para ver si venía la lluvia, y parecía que no. la primera vez fue y nada pasó, la segunda vez, nada pasó, pero Elías estaba orando. La cuarta, la quinta, la sexta, pero a la séptima vez, el número 7, el número perfecto de Dios, la séptima vez dice, que vio una nube como palma de una mano y comenzó a llegar la lluvia, la lluvia tardía que no había llegado.

Hermanos, Dios quiere que la iglesia sea reformadora y restauradora. Todos digan reformadora y restauradora. Quiero orar y yo quiero soltar esto, pero quiero, hermanos, que se lleven bien, que Dios todavía responde con fuego. Dios está operando al hermano Fabio. Cuántos lo creen? Denle un aplauso si usted cree que ese dolor se va a ir.

Dele más gloria, dele más gloria al que vino en ella para siempre. Acérquese, acérquese, acérquese. Hay alguien que todavía no ha aceptado a Cristo? Hay alguien que todavía no ha aceptado a Cristo y quiere aceptar hoy? Levante su mano. Hay alguien que vino buscando al Señor verdadero? Es tiempo de aceptar a Cristo como tu salvador.

Miren, hermanos, yo quiero terminar diciendo, es tiempo que Dios responda con fuego a tu petición. Hay problemas económicos, matrimoniales, hay rebelión, y yo siento un espíritu de rebelión que ha venido, hermanos, entrando, infiltrando a la iglesia en todo el mundo, no solo aquí. Este mensaje para ustedes que están oyendo, hay rebelión pero hoy en el nombre de Jesús yo proclamo liberación sobre la rebelión en tu vida. Rebelión a los matrimonios, que el diablo quiere separar y destruir, cancelamos en el nombre de Jesús, en el nombre de Jesús, cancelamos el divorcio, la separación.

Ahí va, algo va a pasar en tu vida, si tu hiciste una decisión, te acercaste y invocas el nombre de Dios, tu vida va a sentir ese fuego del Espíritu Santo. Yo quiero, hermanos, que nadie se mueva por un segundo más, toma la mano de alguien que está a tu lado, y hermanos, yo quiero que hoy en este día este mensaje sea el principio de una reformación en tu vida espiritual. Sin el Espíritu Santo, si no es con espada, no es con ejército. Sin el Espíritu Santo no vamos a hacer nada. Y cuántos necesitan más del Espíritu Santo? Denle un aplauso a Cristo fuerte, hermanos. Puede soltar esa mano por un momento.

Miren hermanos, ahora sí tome la mano de alguien, yo quiero, hermanos, que el grupo de alabanza se prepare porque, tome la mano de alguien, porque muchas veces para acercarnos necesitamos, hermano Fabio, levántate y dinos, papá, todavía sientes dolor?

Hace unos meses atrás vengo con un dolor fuerte [inaudible] me ha afectado fuertemente, he batallado, oración de noche, al amanecer pidiéndole al Señor sanidad. No sé qué es, a veces el corazón me palpitaba, sentía que me iba el aire. Gloria a Dios. [Inaudible]

Gloria a Dios. Gloria a Dios.

Dios todavía responde. Dios todavía responde.

Pelea, iglesia, pelea!

TRANSCRIPT

Cuántos vinieron a escuchar palabra de Dios? Creo que su palabra es necesaria en nuestras vidas y yo le doy gracias a Dios y al cuerpo pastoral, al pastor Roberto por esta oportunidad. Y quiero, hermanos, aprovechar el tiempo de entrar a la palabra, y el Señor me ha dado mensaje. Quiero saludar a los hermanos que nos van a seguir por internet, en Alemania, el pastor Ernst, ya lo estoy declarando pastor allá en Alemania; a los hermanos en Italia, en España, en Sudamérica, en Centroamérica, que nos han llamado, han orado, han ayunado.

Hermanos, vamos a dejar que Dios nos hable. Cuántos quieren escuchar la voz de Dios en esta mañana? Levante su mano y muévala así, diciéndole, aquí estoy Señor, háblame. Yo en esta mañana le he pedido al ministerio de hombres y al grupo WPD que nos ayude durante la predicación y vamos, hermanos, a dejar que su palabra corra libremente.

Yo quisiera que ustedes abran su corazón, dejen que la palabra llegue a su corazón. En estos días Dios ha estado moviendo la iglesia en general, incluyendo el pastor Roberto ha estado hablando de la iglesia, el libro de los Hechos, y hermanos, creo que todos sabemos que al nacer la iglesia, pasaron muchas cosas y una de las cosas más sobresalientes que cuando la iglesia nació, allí en el libro, el Capítulo 2 del libro de los Hechos que ya se habló, dice que nació con el bautismo del Espíritu Santo, con un viento recio, con un estruendo.

Y la iglesia siempre ha tomado la posición de una iglesia militante. Todos digan militante. Una iglesia que pelea, una iglesia que debe pelear. Y naturalmente todo el que ha aceptado a Cristo, cuántos saben de lo que estoy hablando de esa pelea que tenemos en la vida? Creo que todos.

Y después de varios años el Señor ha tratado con mi vida y en estos días me dio un mensaje fresco. Es la primera vez que lo predico, me lo dio el Señor, y me dijo, hijo, tu has estado peleando y has ganado algunas batallas, pero yo te quiero enseñar a pelear la manera que yo quiero que mi iglesia pelee.

Quiénes son la iglesia, hermanos? Levante la mano si usted es parte de esta iglesia. Las 4 paredes no son la iglesia. Usted y yo somos el templo del Espíritu Santo. Y hermanos, pidamos las oraciones para que Dios nos de la unción fresca para poder vocear esta palabra que el Señor nos ha dado, es panecito fresco.

Voltee a su hermano y dígalo, abróchate el cinturón para volar. Dígale a alguien. Volar. Cuántos saben que la palabra de Dios los hace volar al cielo? Y hermanos, aquí a mi lado traje mi escudero, porque cada guerrero tiene que tener un escudero, y Dios bendiga a mi escudero, el hermano Renzo Rojas, uno de mis sargentos del ministerio de hombres, de buen tamaño.

Hay templos del Espíritu Santo, pero hay catedrales también del Espíritu Santo y yo y el hermano Renzo somos esas catedrales. Hermanos, voy a pedirles vamos a entrar a la palabra de Dios y vamos a leer unas Escrituras para poder, hermanos, entrar y dar la base del mensaje que yo traigo.

En Judas Capítulo 1, la palabra de Dios nos da una Escritura y estableciendo que la iglesia es una iglesia militante, Judas escribe:

“… Amados por el gran deseo que tenía de escribirles acerca de común salvación… ─todos digan, común salvación─ … me ha sido necesario escribirles para exhortarlos a que contendáis ─todos digan contendáis─ ardientemente por la fe… ─todos digan ardientemente por la fe─… que ha sido una vez dada a los santos…”

Otra Escritura muy conocida en Mateo, Capítulo 16, versículo 18 y 19 que creo que se ha oído muchas veces donde dice:

“…Yo también te digo que tu eres Pedro y sobre esta roca edificaré mi iglesia y las puertas del hades no la dominarán, dice una versión, o la vencerán, dice otra… y te daré las llaves del reino de los cielos y todo lo que ates era tierra será desatado en los cielos y todo lo que desatares en la tierra será atado en los cielos…”

Y la última Escritura en Efesios, Capítulo 6, versículo 12 donde el Apóstol San Pablo dice, quisiéramos que lo leyéramos conmigo a voz alta unánime, todos juntos:

Ya usted hizo algo también en esta mañana para predicar. Lucha, lucha, guerra, pelea. Vivimos en unos tiempos donde la iglesia del Señor sobre la tierra tiene grandes conquistas, grandes cosas están pasando en todo el mundo. Se predica el Evangelio por la radio, por la televisión, por los medios de internet, ya, hermanos, hay palabra difundida por todas partes del mundo. Y gloria sea al Señor por ello, porque la palabra de Dios tiene poder.

Cuántos dicen amén a esto? La iglesia nace, están pasando cosas en el libro de los Hechos que estamos escuchando, pero una de las características de la iglesia que nace en el día de Pentecostés con una actitud militante, de militar, de guerrillar, de pelear. Inmediatamente el primer mensaje de Pedro convierte a 3000 personas; el segundo 5000, hay avivamiento, hay crecimiento, hay guerra, hay persecución también.

Para haber guerra tiene que haber un enemigo. Cuántos dicen amén? Ahora, hay gente que se pelea hasta con ellos mismos, eso ya es otro tipo de guerra. Y yo no sé si aquí hay alguien que se pelea consigo mismo, pero para haber guerra se necesita un enemigo, se necesita, alguien que nos esté tratando de estorbar para conquistar la meta que nosotros queremos conquistar.

Y, hermanos, hay gente que pelea y estudiando las estrategias de guerra, me encontré un libro que la mayoría de los generales en todos las repúblicas, en todos los gobiernos donde existen ejércitos, se habla de este libro muy famoso, las 33 estrategias de batalla o de guerra. Y en este libro me di cuenta que hay maneras, muchas estrategias para pelear, para guerrear, y todas estas 33 están basadas en dos estrategias principales.

La primera es una estrategia que se llama la guerra a la defensiva. Y esta estrategia se usó mucho en la Primera guerra mundial, en la Segunda y hasta en el conflicto de Vietnam donde los soldados hacían hoyos y se metían adentro y allí tiraban balas a los enemigos. Ese tipo de guerra es una guerra muy protectiva, es una guerra, dice es pelear retrocediendo, sin moverse adelante en un hoyo escondiéndose del enemigo.

Pregúntele a su hermano si está escondido del enemigo. Pero sin poder estar seguro de sus estrategias y estar seguro que están las balas llegando y pegándole al enemigo. La guerra defensiva fue una estrategia que se trató, se perdieron muchas vidas porque muchos soldados allí en el hoyo, en el Marine Corps usaban una frase de tres letras, defence fighting position or strategy. Y mucha gente, muchos soldados les enseñaban que allí en el hoyo, si hacían un hoyo y sacaban la cabeza y tiraban balas y las balas llegaban y tumbaban al enemigo. Pero se dieron cuenta que los soldados se sentían muy protegidos en su propio hoyo. Por qué? Porque sí escuchaban las balas, sí escuchaban la guerra, sabían que estaban en guerra, tenían el uniforme, tenían las armas, tenían sus raciones para sobrevivir, pero no avanzaban, se quedaban peleando en un hoyo.

Y ese tipo de guerra defensiva, iglesia, por muchos años muchas iglesias han peleado con esta estrategia de quedarse y no avanzar. Estamos bien, para qué tanto movimiento? Estamos bien cómodos. El soldado en el hoyo se sentía en el hoyo muy cómodo, protegido. Algunos hasta hacían sus cocinitas, sus hoyitos, it was my home, decían algunos soldados. Por qué? Porque allí en el hoyo se sentían protegidos del enemigo.

Y muchas personas en la vida espiritual también pelean así. Y la guerra defensiva causa que el soldado, el creyente se viva en una zona de confort. Estoy sirviendo, pero la pregunta en esta mañana, estás avanzando? Estás conquistando? Estás teniendo victoria? El soldado cuando tiraba balas algunos tiraban, tiraban, no sabían si pegaban o no pegaban. Por allá caía un soldado, oían un grito y se gozaban y decían, all right, estamos ganando! Pero no sabían si en verdad estaban ganando. Porque ellos estaban escondidos, estaban escondidos. No había la visión para ver porque ahí en su hoyo estaban peleando.

Ahora, esta estrategia causó muchas pérdidas de vida, mucha gente murió. Y les voy a decir que hay miles y miles de soldados que murieron en estos hoyos. Y en esta mañana mi pregunta es, cuántos estamos en esos hoyos peleando? Hoyos de auto conmiseración, hoyos a veces de depresión, de luchas personales, a veces un hoyo que parece que no vamos a salir.

Llega a mi mente cuando el salmista dijo allá en el salmo 103, “rescátame vida del hoyo”. Y yo quisiera en esta mañana iglesia, que vayamos a la palabra de Dios porque la guerra defensiva no ha sido la voluntad de Dios sino que el hombre se siente más cómodo peleando en este tipo de pelea. Por qué? Porque ahí no hay mucho riesgo. Sí hay riesgo, pero quiero decirles algo, pasó algo que los enemigos se dieran cuenta que todo lo que tenían que hacer ellos, es comenzar a tirar bombas y bala a los hoyos y los soldados se enterraban solos.

Hermano, hermanas, el diablo quiere que tu te entierres solo. Haces el hoyo para defenderte, no sabiendo que en ese mismo hoyo el diablo quiere destruir tu vida. Pero el Señor lo reprenda. Cuántos saben que hay poder en Jesús? Cuántos saben que hay victoria en Jesús? Ahora, una de las cosas en la guerra defensiva que en la guerra de Vietnam muchos comenzaron a usar droga, opio, la heroína, para estar despiertos toda la noche, porque tenían miedo que durmiendo llegara el enemigo y los destruyera.

Y, hermanos, si ustedes salen a las calles se van a dar cuenta que la mayoría de las personas homeless, la mayoría son soldados, veteranos de Vietnam o de la primera o segunda guerra, porque el enemigo los engañó a usar estas drogas durante la guerra, unos por temor, nos por sentirse, se dormían en los hoyos y el enemigo todo lo que tenía que hacer el enemigo, pasaba y barría con balas o tiraban granadas y los mismos soldaditos salían y caían enterrados.

Dijo un soldado, no supimos de dónde salió el enemigo porque los vietnamitas hicieron una estrategia, hacían hoyos y escarbaban y luego no tenían que hacer nada, o tirar una granada nomás así despacito y mataban a los soldados. Muchas vidas se perdieron.

Otra estrategia defensiva es la guerra ofensiva. Esta guerra no se pelea en un hoyo, se pelea avanzando, se pelea, hermanos, dice, es un sistema que fue empleado desde el…. De conquista y atacaba. Los grandes generales siempre aprovechan la ofensiva, porque agarran al enemigo descuidado, lo atacan, lo tumban, salen, no están enterrados sino que están marchando, están avanzando.

Cuántos saben que Dios quiere que la iglesia avance, hermanos? Entonces, esta estrategia ofensiva es, no enterrarse, sino que tomar las armas, levantarse y marchar y conquistar el terreno que Dios quiere que conquistemos. Vamos a la Biblia, yo estudiando esto el viejo Testamento, en Josué uno de los grandes guerreros, en Josué 11:16 donde dice:

“… Conquistó pues Josué toda aquella tierra…”

Todos digan conquistó. Eso implica una estrategia de ofensiva, de ataque, de no retroceder sino avanzar, marchar. Fui a Hebreos, Capítulo 11 y también allí en el libro de los héroes de la fe, en el Capítulo 11 en el versículo 33 dice una frase que me llama mucho la atención, dice:

“… todos ellos por fe conquistaron reinos…”

Todos digan, conquistaron reinos. Dice, “… hicieron justicia, alcanzaron promesas y taparon la boca de leones…”

Una estrategia de conquista, una actitud de conquistar, no voy a estar retrocediendo sino voy a ir caminando, aunque sea un paso pequeño, pero es para adelante, no es para atrás. Venga lo que venga yo voy a alabar a Dios. Pase lo que pase yo voy a darle gloria a Dios. En las buena y en las malas voy a levantar mis manos, voy a reconocer que él es Dios, que él es digno de ser alabado, voy a reconocer, voy a conquistar, voy a pelar, voy a cancelar, voy a darle gloria al rey de reyes, voy a decir que él está conmigo. Pero con acción.

Y quiero terminar, hermanos, rápidamente porque tengo unas ilustraciones. Me llamó la atención un acróstico para explicar un poco esa guerra ofensiva. El acróstico de favor de Dios. Este acróstico es muy importante porque Dios me reveló que para que nosotros podamos tener victoria necesitamos el favor de Dios.

Cuántos dicen amén a esto. En una frase muy clave el Señor Jesucristo lo dijo claro a sus discípulos, “sin mí….” Entonces hermanos, si Jehová no edifica la casa, entonces el favor de Dios es muy necesario.

Vamos a rápidamente explicar un poco este acróstico. La palabra favor, la primer letra, f, esa palabra fe. Todos digan fe. Es una de las primeras armas para pelear ofensivamente porque sin fe. En ese mismo Capítulo 11 dice, “es pues la fe la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve”.

Para tener el favor de Dios necesitamos fe. Alguien diga dame más fe, Señor. Voltee a su hermano y dile, que nos de más fe. Porque la fe es una de las primeras cosas que trae el favor de Dios a tu vida.

Saben que Dios se deleita cuando sus hijos dependen de él. Dije que Dios se deleita cuando su iglesia por fe depende de él. Pero la fe sin obras, letra a para acción. Esa palabra acción la busqué en el diccionario y me di cuenta, hermanos, que esta palabra significa la actitud de actuar en algo, desarrollar algo. Entonces, la fe no sirve para nada si no la usamos. Entonces, la fe necesita acción y la iglesia pelea por fe pero también con acción. Todo lo que nosotros hacemos lo hacemos basado en la palabra y tenemos fe que su palabra es verdad.

Cuántos dicen amén a esto? La f para favor, es visión. Un soldado que no tiene visión va a ser derrotado porque va a morir en su propia miseria o auto conmiseración. Él mismo se va a enterrar y va a decir, no puedo, es imposible. Esta palabra visión en Segunda de Reyes, Eliseo, el profeta Eliseo en una ocasión había guerra y su escudero, ya se fue el mío, pero tenía su escudero a un lado y comenzó a temblar, comenzó a preocuparse, y el profeta la dice, Segunda de Reyes, Capítulo 6, versículo 16 y 17, Eliseo respondiendo le dijo:

“…no tengas miedo…”

Voltee a su hermano y diga, no tengas miedo. Le dijo “… no tengas miedo porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos. Lloró Eliseo diciendo, te ruego, Jehová que abras sus ojos…”

Muchas veces tenemos que pedirle a Dios que nos abra los ojos. Cuántos dicen amén a esto? Aprender a usar los ojos de la fe y del corazón. No lo que yo veo, lo que tu ves a lo mejor no es lo que Dios está viendo. Se necesita visión para tener el favor de Dios. Dios se deleita cuando su iglesia usa fe, usa acción, pero tiene visión. Sin visión no hay hermanos, sin la visión el pueblo perece. Se necesita visión para poder sentir el favor de Dios.

La o para favor, esa palabra famosa, oración. Todos digan oración. En otras palabras Jesús una vez lo dijo en otra forma: “… velar y orar…” esa palabra oración, esta carne no le gusta orar. Cada sábado a las 5 de la mañana algunos llegan a tomar con la cabeza, con el Dunkin Donuts, Starbucks y algunos hasta enojados no saludan. Pero hermanos, cuando comienzan a platicar con Dios, comienzan a sentir las caricias de Dios, esa tristeza se cambia en gozo, ese lamento, ese dolor, porque la oración tiene resultado. Dije que la oración tiene resultado. Dios escucha tu oración.

La oración es esa comunicación que Dios quiere tener contigo con esa relación iglesia. La r para favor, es la famosa palabra resistir. Todos digan resistir. Dígalo más fuerte, resistir. Es fácil decirlo pero qué duro es hacerlo.

Someteos pues a Dios, dijo Santiago, resistid al diablo, resistid a quién? Al enemigo. A mi ni me gusta ni decir su nombre. Le damos más gloria al diablo. Cuando yo estaba allá y a veces él se gozo de eso, me gusta. Pero hermanos, una cosa que el enemigo lo tenemos que conocer, pero la Biblia dice, resistirlo.

F para fe, acción, visión, oración y resistir. En este acróstico vemos que la palabra favor nos da a nosotros armas, si las usamos va a haber victoria en nuestras vidas. Ahora, una de las palabras más poderosas es la palabra Dios. Y vamos a rápidamente la D, todos digan dedicación. Esa palabra cuando uno se dedica a algo, se entra alma, cuerpo y espíritu. Cuántos quieren dedicarse más a Dios?

Me dijo un hermano ayer temprano a las 5 iba subiendo yo por los escalones, me dijo, pastor, ore por mí porque estoy orando a que Dios me de la fe para amarlo más que mi propia vida. Guau, ese hermano nunca me lo esperaba.

Y, hermanos, cuando me dijo eso me di cuenta que a veces dedicación implica también consagración. La iglesia pelea defensivamente con el favor de Dios porque estamos dedicados a lo que hacemos día tras día, culto tras culto, actividad tras actividad. Hermanos, día, minuto tras minuto, segundo tras segundo, nosotros estamos seguros que la palabra de Dios es la verdad, creemos en su palabra, la hemos experimentado, la vivimos y peleamos creyendo que esta palabra tiene poder.

Dedicación, dedícate, hermano. Muchos hermanos, llega el buen tiempo, me dijo un hermano, pastor, no cuente conmigo, yo me voy de vacaciones. Después que llegue el invierno nos vemos en la oración, porque yo necesito una vacación. Vacación de Dios me dijo. Guau, dije yo, hermano, ten cuidado que Dios no vaya a tener una vacación de ti.

Dios, dedicación. La siguiente letra, la i, integridad. Todos digan integridad. Esto es honestidad, ser sinceros con Dios. Para recibir el favor de Dios yo creo, hermanos, que una de las armas más poderosas es ser íntegros, ser transparentes con Dios, reconocer que sin él nada somos, sin él nada podemos hacer. Por qué? Porque él nos da la capacidad y la bendición de poder ser íntegros con él.

La o, otra vez, llega a mí que va conectada con visión, que es observación. Si alguno piensa estar firme mire, dice, mire dijo el Apóstol, mire…. Dígale a su hermano, observa. No todo lo que brilla es oro. A cuántos les han engañado oro falso? Sean sinceros, cuántos han sido engañados? Nadie quiere levantar la mano? Cuántos le dijeron que eran 14 quilates o 18 quilates y fue y las llevó y le dijeron. Allá en Nápoles, Italia, para los hermanos italianos de Nápoles, hay un lugar que venden oro de todos tipos de … venden ropa, venden Nike, venden Louis Vouitton, venden muchas cosas, y me compraron los hermanos un reloj bien hermoso, y el pastor dijo, esto sí es oro, me lo puse y se puso verde la mano inmediatamente. Y dijo, pastor, nos engañaron. Nosotros no sabemos de oro. Cuidado, observa, observa, observa.

Voltee a su hermano y diga, es tiempo de observar. Es tiempo de observar. Se levantarán falsos maestros, falsos profetas, habrá engaño, pero gracias a Dios que la iglesia tiene con quién pelear y para qué? Lo que nosotros hacemos lo hacemos confiando que Dios va a dirigiendo nuestros pasos. Observa. Observa.

La s de Dios, es palabra tan poderosa, santidad. Todos digan santidad. Yo creo que la palabra no se equivoca allá donde dice que si la paz y la santidad. Esa palabra para algunos es una palabra muy fuerte, muy difícil, pero simplemente quiere decir separación de practicar el pecado. Cuántos saben que la sangre de Cristo nos perdona todos los días? Cuántos ya le pidieron perdón hoy? Levante su mano si le pidió perdón al Señor. Si no le ha pedido, pídale perdón porque esa es una de las cosas más importante. Para ser santos hay que aplicar la sangre de Cristo a nuestras vidas.

Hermanos, iglesia, es tiempo de pelear en la ofensiva. Salgamos de nuestros hoyos y vamos al ataque, vamos a pelear la buena batalla. Pablo lo dijo en esa frase, “he peleado la buena batalla, he acabado la carrera”.

Pero esa palabra buena la investigué en el griego, en el español, en el italiano, inglés, francés, y en todas las lenguas significa la misma cosa: guerrearon pelear con éxito. Dios no nos ha llamado a derrota. Cuántos dicen amén a esto?

Cuando Pablo escribió “somos más que vencedores”, digo en todas estas cosas somos más que vencedores. Él estaba declarando que él se había dado cuenta que aunque estuviera en la cárcel, en la prisión, estuviera en la catacumba más profunda, Dios estaba con él. Hermanos, Dios está contigo, hermana, Dios está contigo. Hay poder en Jesús.

Y yo quiero, hermanos, terminar y quiero que como dije al grupo de los hombres y también a los jóvenes de WPG ayudarme a hacer unas ilustraciones para explicar un poco todo lo que nosotros tratamos de dejar a toda la iglesia. Todos digan pelea, pelea iglesia. Dígalo más fuerte: pelea… digan favor de Dios. Yo quiero más el favor de Dios. Yo siento que Dios ya está aquí viéndonos con una sonrisa y diciendo, mis hijos quieren pelear como yo quiero que ellos peleen. Somos más que victoriosos, somos más que vencedores. Y hay que tomar una actitud de soldados victoriosos.

Hermanos, voy a pedir que a los hermanos que van a prepararse para hacer esta ilustración, yo quisiera que ustedes nos escucharan, tuvieran un poco de paciencia, voy a tratar de ser rápido. Quiero explicar una cosa; que en estas ilustraciones voy a hacer el llamamiento al altar después de cada escena, porque representa una cosa muy importante. Si ustedes me escuchan yo quisiera que todos entráramos como que si estuviéramos en la base militar y que Dios nos está diciendo, ejército, iglesia, yo quiero llevarlos a conquistar una gran batalla.

Cuántos están en una batalla en esta tarde? Levanten su mano. Cuántos tienes muchas? Si tienen más de 2 batalla, levante dos manos. Si tienen más de 3 levanten los pies también. Yo, hermanos, creo…

Bueno, vamos hermanos, a establecer algo primero, que la iglesia es un ejército militante. En el estudio de la iglesia en la teología nos damos cuenta que la iglesia es un ejército, el cuerpo de Cristo, la iglesia universal, la iglesia católica, de todo el mundo, universal, es una iglesia militante. Dígale a su hermano, somos militares. Amén.

Hermano Bruce. Cuántos pueden darle un aplauso a Cristo, hermanos? Estos soldados te representan a ti y a mí. Pero hay que pelear como Dios quiere que peleemos. Hay muchas cosas por qué pelear. Yo quisiera, hermanos, que así como estos hombres representan soldados guerreros de Cristo, todos nos demos cuenta que Dios nos ha llamado a pelear la buena batalla.

Y si algo te llevas en tu corazón es que todo soldado tiene un enemigo, pero tiene una victoria. Ahora, yo quisiera que el Espíritu Santo te prepare a ti, hermano amigo, que estás aquí en esta mañana o viéndonos por el internet. Es tiempo de pelear, iglesia, la batalla no la hemos ganado todavía, pero Cristo ya la ganó por nosotros. Dije que Cristo ya la ganó por nosotros.

¡Aleluya! Dale gloria a Dios. Aprende a marchar, y estamos aprendiendo a marchar. Ahora, viene lo bueno. Demostramos que somos un ejército, pero ahora quiero demostrar algunas batallas que tu y yo pasamos en la vida. Todo cristiano tiene batallas y a lo mejor la primera no te va a identificar, pero casi estoy seguro que sí te vas a identificar, porque una de las cosas más grandes que el diablo quiere hacer es robarte tu salvación. No descuidemos una salvación tan grande que Dios nos ha dado.

Y la primera escena estamos viendo que el enemigo, la primer cosa que quiere hacer es robarte la salvación. Entre más te dedicas, más buscas el favor de Dios comienzan a pasar cosas extrañas, comienzas buscar, a leer y llega el enemigo. Oh, pero gracias a Dios que cuando llega el enemigo también nosotros podemos pelear, podemos pelear, podemos pelear y podemos ganar la batalla de nuestra salvación.

Hermanos, sí se puede ser salvo, sí se puede. ¡Aleluya! Ahora, yo quiero hacer el llamamiento, hay alguien que está necesitando pelear por su salvación. Esto es para los que ya son salvos, no para los que no son salvos. Alguien que llegó un poco desanimado que quisiera pasar. Te queremos ayudar a pelear por tu salvación. Habrá alguien que quiera pasar? Pase hermano, pase hermana aquí, ya el sermón se acabó, ahora el Espíritu Santo quiere tratar con tu vida.

Toda esa primera persona que quiere ser íntegro con Dios y decir, he estado pasando por unos momentos que a veces hasta dudamos que Dios está con nosotros. Donde está esa primera personas que dice, yo soy esa alma? Dios te bendiga hermano. Dios te bendiga hermana. Dios honra tu sinceridad.

Los hombres van a ministrar a ellos. Habrá alguien acá? Dios te bendiga hermana. Hay alguien más aquí que le diga a Dios, yo estoy necesitando pelear por mi salvación? Sí, puedes ser vencedor. Necesitas ayuda. Cristo te quiere ayudar a pelear en esta mañana. Pasa, no tengas temor. Pasa creyendo que Dios te va a dar la victoria. No tengas temor. A veces nos avergonzamos, qué van a decir? Qué importa que digan lo que digan. Lo importante es que tu seas victorioso. Dios te bendiga hermano. Dios te bendiga hermana.

Levanta tus manos en señal de victoria ya. La siguiente cosa, voy a decir algo, el que vence la salvación casi es vencedor en todas las cosas, pero a veces el enemigo nos ataca, a veces donde nos duele más. La siguiente escena es el matrimonio para todos los casados y cansados. Miren que hermosa pareja. El matrimonio lo que Dios unió el hombre no lo separe. Pero el diablo quiere destruir el matrimonio en esta última hora. No importa cuántos años tienes casado, el diablo quiere destruir. Pero sí se puede también pelear por nuestro matrimonio. Sí se puede buscar la solución y reparar lo que está quebrado. Sí se puede pelear por el matrimonio porque Dios unió el matrimonio.

Habrá una pareja en esta mañana que diga, yo necesito ayuda. Pasa, si tu esposo no está aquí tu pasa en lugar de él. Pero muchos dicen, no, se van a dar cuenta todos. Ya todos lo saben, hermanos. No más que somos diplomáticos. Oh, cómo está la esposa? Ya tiene un año que no la ve, oh, está bien, todo bien. Pasa, pelea por tu matrimonio, pelea por tu matrimonio. Sí se puede mantenerse unido. Dios te bendiga hermano, Dios te bendiga hermana.

El diablo siempre nos pega donde está más cerca. La siguiente cosa que nos ataca mucho el diablo es por aquellos, dicen por allá en México, los hijos, las hijas. Dios te bendiga hermano. Alguien a ministrar, aquí hay unas hermanas, ya estamos terminando. Los hijos, todos digan hijos. Hermanos, los hijos son tan importantes que el enemigo muchas veces nos ataca cuando comienza a plantar rebelión, cuando comienza a querer destruir a nuestros hijos, a llevarlos por caminos que no son de él. Pero sí se puede pelear por los hijos, sí se puede pelear por los hijos.

Si tu tienes hijos que quieras pelear, ven, ven en representación a este altar. Hermanos, los hijos son preciosos. Que bonito cuando están chiquitos y hacen todo lo que tu les digas que hagan. Pero a veces el diablo nos comienza a robar y a veces perdemos la fe que nuestros hijos van a ser salvos. Cuántos saben de lo que estoy hablando, hermanos, que a veces son una decepción, nuestros hijos, pero hoy se puede pelear por ellos, sí se puede ganar nuestros hijos para el Reino de Dios.

Oh this is beautiful! Iglesia, pelea, pelea por tus hijos. Pelea por tu salvación. Pelea por tu matrimonio. En la vida tenemos muchas batallas, algunas pequeñas, algunas grandes. A veces son batallas que no las vemos llegar pero llegan. Hay batallas que necesitamos conquistar en la victoria. Muchas veces, hermanos, no hay victoria porque no peleamos por nuestra victoria. Estamos aquí representando, Dios te bendiga.

La victoria en nuestras vidas a veces las necesitamos. Saben por qué? Porque estamos en el hoyo y de repente el diablo manda una granada y no tenemos victoria. De repente llega un problema a nuestras vidas y comenzamos a perder la fuerza. Pero Dios quiere darte la victoria. Sí se puede ganar la victoria. Sí se puede ganar la victoria.

Sí se puede ganar esa victoria. Hay victoria en el nombre de Jesús. Hay victoria en nombre de Jesús. Habrá alguien que quiere pelear por su victoria? Pasa. Yo sé que el altar está pequeño, pero busca un lugarcito o ahí donde estás ponte de pie, no tienes que pasar, ahí donde estás ponte de pie. Dios te bendiga, hermano, Dios te bendiga, Dios te bendiga, hermano.

La victoria es tuya. Dije que la victoria es tuya. La victoria es tuya, hermana. La victoria es tuya, hermano. Alguien dele gloria a Dios por la victoria. Favor de Dios para tu vida, nadie se mueva hermanos, ya voy a terminar. Hay victoria en esta mañana.

La última escena que es una de las escenas más importantes, uno de los mandamientos fue ir por todo el mundo y predicar el Evangelio. Hay almas perdidas que mueren en los hoyos porque no saben pelear pero Dios quiere que nosotros podamos ir por todo el mundo y ganar almas.

Miren, hermanos, las almas necesitan que alguien pelee por ellas. El diablo las quiere destruir pero tu tienes la salvación, tu tienes a Cristo en tu vida. Sí puedes salvar almas para el Reino de Dios. Sí puedes ganar almas que necesitan a Cristo. Las almas son de Cristo. Pasa, pasa, pasa.

Almas ir por todo el mundo y predicar el Evangelio. Alguien dele un aplauso a Cristo por la sangre de Cristo. Hermanos, por favor, denme un minuto, voy a dejar este lugar al pastor Omar. Yo creo que ahora llega lo más importante de nosotros como iglesia peleamos, pero ahora hay que arrebatarle las almas al reino de las tinieblas.

Habrá un alma en esta mañana que quiera aceptar a Cristo? Levanta tu mano ahí donde estás, yo sé que no hay mucho campo aquí. Habrá alguien que diga, yo quiero confesar con mi boca que necesito a Cristo en mi vida? Dónde está esa persona o personas que quieran aceptar a Cristo? Levanta tu mano. Cristo por medio de su palabra, que es representada por la espada de Dios, cuántos saben que la palabra es la verdad, hermanos?

Amigo, amiga que me estás escuchando, hoy es el día de salvación. Aquí está un joven que quiere aceptar a Cristo? Alguien dele un aplauso a Cristo por esta alma. Otro señor, Dios te bendiga. Otra persona. Dónde están las mujeres, las jóvenes? Dos hombres. Habrá una hermana? Dios te bendiga. Dios te bendiga, joven.

Ahora, iglesia, digan conmigo 3 veces, pelea iglesia. Dígalo otra vez. Dígalo otra vez. Pastor Omar con nosotros. ¡Aleluya! ¡Aleluya! Vamos solamente a orar bien rápido, ahí donde las personas que han pasado al frente, vamos a orar. Vamos a declarar esa bendición de Dios sobre esa guerra que estamos haciendo. Yo sé que esto es algo que es bien dramático pero ilustra mucho de lo que nosotros vivimos en nuestro diario vivir y cómo Dios envía a sus ángeles a que peleen en favor de nosotros a nivel espiritual.

Y también envía personas alrededor nuestro que nos cubren con sus oraciones. Son distintos frentes de los cuales siempre tenemos que guardar, esa relación con Dios, nuestra salvación, nuestra familia, nuestros hijos, y aquellas personas que aún no le conocen.

Señor, como iglesia, venimos delante de ti a orar y pedimos que seas tu, Señor, celebrando esta palabra en medio de cada uno de nuestros corazones, Señor.

Padre, por todas estas personas que han pasado aquí al frente, cualquiera de estas escenas con las cuales se identifican, Señor, nosotros declaramos que es tu favor, es tu misericordia, Señor, quien les cubre, que les fortalece y que les anima a seguir adelante, Señor, es solamente por ti, mi Dios, que nosotros podemos lograr hacer esto.

Padre, pedimos que cada familia, cada persona, Señor, que está luchando de alguna forma u otra, que hoy a través de este tiempo, de esta palabra que ha sido predicada, Señor, que puedan recibir la fuerza y las energías, la estámina, las estrategias que necesitan para seguir batallando en favor de los suyos, Señor, peleando por aquellas cosas que tu nos has dado como un regalo en la vida, Señor. Te adoramos, mi Dios, te adoramos, Señor Jesús. Y declaramos que tu eres el Señor de nuestras vidas, que solamente por tu misericordia, Señor Jesús, que nosotros podemos permanecer firmes, es solamente por ti, Señor, que nosotros permanecemos firmes. Que somos nosotros, Señor Jesús para que tu nos visites?

Compra la verdad y no la vendas!

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Quiero rápidamente entrar un pequeño pensamiento, una reflexión que Dios me dio ahora, regresando de California. En el avión venía pensando una de las cosas más importantes en la vida es poder nosotros estar seguros de lo que Dios nos ha dado. Y a veces hermanos, por falta de conocimiento el diablo nos roba el terreno espiritual y a veces, hermanos, no es que el diablo tenga poder o autoridad para robarnos, es que nosotros le damos la oportunidad por falta de conocimiento.

Cuántos dicen amén a esto? A cuántos les ha pasado esto, que han bajado la guardia y han perdido una bendición? Sean sinceros. No más poquitos, que bueno que aquí no hay mucha batalla. Pero yo le digo a los hombres todos los martes y todos los sábados, si no hay batalla… y dejen el violín, dónde, hermano Manuel? En la casa.

Hermanos, voy a pedirles que abran su Biblia a Proverbios 23:23 y entrar rápidamente a esta reflexión. Y si ustedes me ayudan voy a tratar de ser corto, como un buen pentecostal voy a decir corto tres veces, y eso quiere decir, que ya me voy a acabar. Proverbio 23:23, quiero que lo digan conmigo, vamos a decir tres versículos y si nada más aprendemos en esta tarde, van a ser estos tres versículos. Primero Proverbios 23:23. Ya lo tienen? Digan amén.

Pero dice la palabra de Dios, todos juntos:

“… Compra la verdad y no la vendas; la sabiduría, la enseñanza y la inteligencia no la menosprecies..”

Dígalo a su hermano, es tiempo de comprar la verdad. In English it says, “buy the truth and sell it not…” Compra la verdad y no la vendas.

Por allá en Juan 8:32 hay otra Escritura si usted quiere sígala, márquela porque esta va a ser el siguiente versículo que quiero que aprendamos en esta tarde. 8:32, un versículo muy conocido, todos Juan 8:32, es muy cortito que lo podemos todos aprender en esta tarde. Todos díganlo conmigo:

“…Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres…”

You shall know the truth and the truth….

Juan 17:17 será el último versículo y entraremos, hermanos, inmediatamente en esta reflexión. Juan 17:17, dice:

“…Santifícalos en la verdad, tu palabra es la verdad…”

A ver vamos a decir los 3 juntos: Proverbios 23:23, qué dice:

“Compra la verdad y no la vendas y la sabiduría, la enseñanza y la inteligencia…”

Juan 8:32 dice: “Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”

Y Juan 17:17: “Santifícalos en la verdad, tu palabra es la verdad”

Praise the Lord. En esta tarde quisiera dejar una reflexión titulada, Compra la verdad y no la vendas. Dígale a su hermano, compra la verdad y no la vendas.

Buy the truth and sell it not.

Qué cosa es verdad? Óigame bien, en el lenguaje humano, hay dos tipos de verdad. La verdad absoluta y la verdad abstracta. La verdad abstracta es la verdad teórica o sabia o humanamente que es correcta, que es una verdad teórica, que tiene teoría, tiene ciencia detrás. Pero hay una verdad absoluta, esa es pura, es santa y de esa verdad yo quisiera, o una de ellas, hablar porque, hermanos, una de las cosas que como hijos de Dios tenemos que nosotros comprender, que el enemigo de nuestras almas, su trabajo es de tratar de quitarnos la posición que Dios nos ha dado. Y él trabajo overtime. Trabaja horas extras. Cuántos dicen amén a esto? Él no duerme. Él anda buscando una oportunidad para robarnos esta posición que Dios nos ha dado, porque él la perdió, él un día la tenía pero la perdió. Y él ya no la puede regresar a tenerla, pero gracias a Dios que nosotros por la misericordia de Dios, Dios nos ha dado una grande posición.

Y esa posición se encuentra en Juan, capítulo 1, versículo 12 que lo dice más claro este Evangelio, este versículo, donde dice:

“… más todos los que le recibieron, y quienes creen en su nombre, les dio la potestad de ser hechos hijos de Dios…”

Les dio la potestad de qué? de ser hijos de Dios. Saben lo que están diciendo, hermanos? Hijos de quién? Hijos de Dios. Debíamos de estar felices que hemos creído en su nombre, hemos conversado con nuestra boca, hemos creído en nuestro corazón y hemos pasado de ser creación de Dios a qué? a ser hijos de Dios. Esta posición es tan elevada. Es una verdad absoluta que Dios nos ha hecho sus hijos. No lo merecíamos, cuántos dicen amén a esto? Pero por la misericordia de Dios, Dios nos hizo sus hijos.

Y allá en Primera de Juan, 3:1 dice: “… mirar cuál amor nos ha dado el Padre para que seamos llamados hijos de Dios…”

Y hermanos dice; “… y por esto el mundo no nos conoce porque no le conoce a él..”

Ser un hijo de Dios implica que tenemos ciertos privilegios y derechos y bendiciones. Yo estoy seguro que todos los que hemos experimentado lo que es tener un padre, una madre, en casa, el privilegio más grande es saber que un padre, una madre, demuestra su amor hacia sus hijos. Cuántos dicen amén a esto?

A veces, hermanos, esta verdad absoluta de que somos hijos de Dios, el diablo busca la manera de hacerte pensar que tu ya no eres hijo de Dios o que no mereces ser hijo de Dios, que no tienes derecho de ser hijo de Dios, porque lo que haya pasado en tu vida, o por lo que estás pasando. Pero quiero en esta tarde de una vez más decirte que tu eres hijo, hija de Dios, no importa lo que estés pasando, no importa la necesidad que tengas, tu sigues siendo hijo de Dios. Y tu Padre es Dios. Dije que tu Padre es Dios, y si tu Padre es Dios, tienes bendiciones que no se pueden contar con las manos ni con los pies.

Una de las cosas más importante es que nadie nos vaya a quitar ese privilegio de ser hijos de Dios. Y a veces, hermanos, las circunstancias de la vida, para poder entender más estas Escrituras, en la parábola del hijo pródigo se explica claramente lo que es la posición de ser un hijo de Dios.

El hijo menor estaba en la casa de quién? De su padre. Y él gozaba de las bendiciones de la casa de su padre, pero un día algo lo hizo pedir su herencia, algo le hizo pensar que él no estaba bien ahí en la casa de su padre, que se fuera a buscar divertimiento, que se fuera a buscar algo para llenar el vacío que él sentía según él, en aquella época.

Y ahí en el capítulo 15 de San Lucas nos explica claramente que este hombre se fue y malgastó toda la herencia, se quedó sin nada. A veces nos tenemos que quedar sin nada para recordar que somos hijos de Dios. Pero qué bueno es que allí a veces como aquel hombre, que ya había gastado todo, que estaba trabajando para sobrevivir, dicen que él miraba esa comida que le daba a los cerdos con deseo de comérsela. Ya no había nada peor que él ver esa comida sucia y querer desearla comer. Porque él había dejado su posición en la casa de su padre.

Allá en una Escritura en Apocalipsis dice, reten lo que tienes para que ninguno tome tu corona. Tu tienes una posición, una bendición especial. Y, hermanos, yo quiero en esta tarde solamente dejarte esta grande enseñanza de que nosotros tenemos una verdad absoluta que somos hijos e hijas de Dios. Y eso nos debe motivar a seguir buscando más de ese amor de Dios, seguir buscando más de esa presencia de Dios en nuestras vidas, porque el amor de Dios lo podemos sentir cuando estamos cerca de él.

Nuestros hijos, cuando se acercan a nosotros y los acariciamos, que hermoso es cuando un niño siente las caricias de su padre. Cuántos se acuerdan? Los míos ya están grandes, mi baby ya tiene, pesa 300 libras, pero ese Arón, allí donde lo ven, a veces , hermanos Orlando, así como el tuyo que está chiquito, a veces vengo y le comienzo a sobar la cabecita así como ayyy, él comienza a sentir las caricias. Por qué? porque es su papá que lo está bendiciendo.

Sabes que Dios te quiere bendecir en esta tarde? Te quiere acariciar, te quiere hacer sentir su amor en tu vida. Dije que él te quiere hacer sentir sus caricias. Muchas veces, hermanos, el diablo nos roba la bendición. Pero que hermoso es cuando llegamos con ese deseo, así como Arón, a veces estoy ahí en el carro, Omar, y le rasco un poquito y han de ver, él está grande ya no necesita a papá ni a mamá, pero de repente como que esas caricias lo hacen recordar que papá está allí para apoyarlo.

Cuantos saben que papá está aquí para apoyarnos? Cuántos saben que papá está aquí para levantarnos? Aquí está papá para sanarnos. Aquí está papá para darnos nuevas fuerzas. A veces necesitamos nosotros, hermanos, pelear por nuestra posición para que nadie nos vaya a quitar de nuestras vidas.

Yo quisiera decirles algo muy importante: como hijos de Dios tenemos ciertos derechos y yo les voy a decir que cuando usted va a casa de su papá, usted puede pedir lo que quiera. Yo veo a la hermana Davie allí con su mamá, ya veo que está bien chequeada, ella está bien contenta, tiene una sonrisa de oreja a oreja, aunque Wilson está por allá escondido pero yo sé que también a Wilson le gusta la presencia, porque ahí está mamá.

Yo no sé si ya la hermana Ema le hizo unos seviches de esos que hace ella, no sé si le hizo algo, y no me invitó pero quiero decirle que la mamá, el papá cuando ofrece… Levi puede pedirle a mamá lo que quiera porque es su mamá. El primer derecho como hijos de Dios es que nosotros tenemos derecho porque Dios nos ha hecho sus hijos. El que pide, recibe.

Muchas veces, hermanos, este derecho… y hay gente que le ha metido mucha técnica, lo ha hecho muy teológico eso. Es simplemente ir, es fácil, el que pide recibe. Algunos le ponen allí otras cosas, otra teología, y otras logias, y otras cosas, le ponen mucho adorno, pero que hermoso es cuando uno puede llegar a la casa del Papá y decirle, Papá, te necesito, necesito una bendición, quiero una bendición, me siento solo, necesito que toques mi vida. Y viene Papá a bendecirnos, tenemos derecho de pedir porque Cristo nos ha comprado con su sangre.

Cuántos dicen amén a esto? Ese derecho es tan explícito y tan directo, es una autoridad dada, es algo absoluto. Yo estoy seguro, cuando yo voy a casa de papá, y ahora me tocó ver a mi papá casi de 80 años, y cuando yo voy a casa no es que pido si puedo abrir la nevera, porque es casa de papá. Yo llego y abro la nevera a ver si hay algo ahí que me gusta, y si hay, no le digo, papá, puedo comer? Puedo agarrar una soda o puedo agarrar eso? Por qué? porque es la casa de papá.

Cuantos traen una necesidad en esta tarde? Levante su mano para que Papá lo vea. Todos traemos, pero a veces no sabemos pedir y ustedes saben que yo viajo mucho y he escuchado de todo tipo de oraciones, he escuchado oraciones elocuentes, palabras catedráticas y karatecas y yo no sé qué más. Una vez fui y un hermano que mencionó a Dios solo una vez pero le dijo Altísimo, majestuoso, buenísimo, tantísimo y tanto que duró cinco minutos cuando llegó Dios.

Pero hermanos, ahí llegó otro hermano que no sabía, no tenía mucha educación pero el vino y dijo, Papá, te necesito. Papá, te necesito. Papá, te necesito. Papá, te necesito. Porque a veces le ponemos mucha crema a los tacos, a las empanadas le ponemos mucho Padre santo que estás en los cielos, ayúdame por favor, tu sabes y le hacemos con eco… ooooooh, Señoooooor, pero que hermoso cuando llega un hijo de Dios y sabe que Papá lo ama, que no tiene que poner apariencia, que puede llegar a su presencia, puede levantar sus manos, puede levantar su voz y sentir a su Dios.

Alguien diga gloria a Dios. Hay que aprender hasta a pedir, hermanos, a veces no recibimos porque no sabemos pedir. Le pedimos tanto a Dios que dice, qué quiere mi hijo? What? Una vez estaba yo en una iglesia y venía un hermano y pedía, dámela, Señor, dámela, Señor, dámela, y yo pensé que era la promesa del Espíritu Santo. Y oraba, Señor, séllalo, séllalo, y un día me llega ahí con una novia y dijo, pastor, ya me la dio el Señor. Ojalá no haya aquí eso. Pero contestó el Señor ¿verdad?

Pero ¿saben qué? hermanos, es que Dios quiere que le pidamos con corazón. Muchas veces no importa si usted necesita una compañera o compañero, todos digan amén, los que quieren una. Dios bendiga. Los que necesitan no digan gloria a Dios. Hay que pedir. Es un derecho. Usted es hijo de Dios, pero pida como un hijo. Muchas veces decimos, Señor, tu sabes mi necesidad. Llega el orgullo. A veces le sacamos la vuelta porque no queremos decir la verdad. Pero cuántos saben que ya Dios ve el corazón? Antes que pidamos él ya sabe lo que necesitamos.

Yo siempre le decía a mi mamá que era bruja porque cuando llegaba me decía, mijo, quieres unos taquitos? Amén. Quieres unas flautas? Amén. Quieres una carne asada? Amén. Porque mamá ya sabía lo que me gustaba. Cuantos saben que ya Dios conoce nuestro corazón? Oh, hermanos, y saben lo que toca el corazón de Dios cuando sus hijos pueden levantar sus manos en las buenas y en las malas, y decir, quiero alabar mi Dios, yo necesito sentir su presencia. Yo necesito que él me bendiga. Pero a veces llegamos antes de alabar a Dios, con la lista, Señor, necesito trabajo nuevo, necesito pantalones nuevos, carro nuevo, y hermanos, nunca le decimos gracias Papá. Gracias porque tu me salvaste por gracia y yo no lo merecía esto. Pero tu me salvaste, me escogiste antes de la fundación del mundo, moriste en la cruz por mí, yo quiero alabar, te quiero glorificar, te quiero dar honra porque tu me salvaste.

Hay que aprender a pedir, es un derecho. Número dos, quiero tocar es que tenemos entrada a la casa de Papá. Allá en Hebreos dice que tenemos entrada al lugar santísimo. Antes, en el Antiguo Testamento solo el sumo sacerdote podía entrar al lugar santísimo una vez al año, pero nosotros sí podemos entrar los miércoles, los domingos, los lunes, los martes, los jueves, los viernes, los sábados. Cuantos saben que podemos entrar a la casa de Papá?

Estoy hablando del tabernáculo espiritual, no las 4 paredes. A veces llegamos aquí pero no estamos aquí. Que usted pueda entrar al lugar santísimo, tiene entrada libre. Cuando Cristo dice consumado es, si rompió el velo, y aquel lugar que estaba cerrado solamente para el sumo sacerdote, ahora tenemos entrada.

Dígale a su hermano, tu tienes entrada al lugar santísimo. You can go to the holies of holies. Y luego dice, que hermoso que podamos entrar, no tenemos que pedir permiso. No necesitamos un secretario, no necesitamos a San Antonio que toque la puerta. Nosotros tenemos entrada para dónde voy? Voy a ver a Papá. Voy a entrar al lugar santísimo porque allí está Papá. Yo necesito una bendición de Papá, yo tengo que entrar.

Pero ¿saben qué? el diablo dice que tu no eres digno, tu no lo mereces, para qué cantas, para qué oras, para qué vas a la iglesia. Pero hermanos, yo le quiero decir al diablo, mentiroso. Yo tengo entrada al lugar santísimo. Soy hijo de Dios. Puedo entrar. Y no tengo que ni tocar.

Algunos tocan mucho y después buscan al mediador, mejor, a lo mejor la madre porque está un poquito más cerca. No, hermano, usted no necesita la madre de Jesús, usted puede entrar directamente al lugar santísimo. Es hijo e hija de Dios. Si usted lo cree denle un aplauso fuerte a Cristo.

Número 3: Dios nos ha dado potestad de pedir, de entrar, número 3, dígale a su hermano, de caminar o andar en el espíritu. Somos hijos de Dios. Hermanos, cuántos saben que Dios camina con nosotros? La Biblia dice que caminó con Dios y Dios lo llevó. Cuantos están caminando con Dios? Algunos Dios los está jalando. A ver tu que estás distraído, ven para acá. Caminar con Anthony es una cosa, caminar junto, o quien lo vaya siguiendo, pero que hermoso es cuando yo camino con él, estoy con él. Estoy con él. Lo voy a levantar. Cuantos saben que Dios camina con nosotros? Y dentro de nosotros, con nosotros. Y Anthony Dios lo ama aunque está allí fallito, Dios lo ama. Por qué? porque él está caminando, él es hijo de Dios y porque él es hijo de Dios es mi hermano, hermana Vanessa. Este es mi hermano, porque tenemos el mismo Padre, y si él sufre yo sufro, si él se goza, yo me gozo. Porque estoy caminando con él y él conmigo. Y Dios con nosotros.

Alguien diga gloria a Dios. Hay que caminar. Usted es hijo de Dios, no necesita preocuparse, Dios camina con usted y usted camina con él en el espíritu. A allá en Romanos, Pablo lo dice más claro, que tenemos que andar. Ahora no hay ninguna condenación, allá en Romanos 8, para los qué? Los que están en Cristo. Cuántos están en Cristo en esta tarde? A ver mueva su mano si usted está en Cristo, y Cristo está en usted? Eso es hermoso, hermanos. Es una comunión íntima.

Número 4, ya voy a terminar. Donde está el hermano Enrique? Es la segunda que voy a terminar, pero ya faltan dos más. Puedes comenzar Enrique. Quiero terminar pero quiero terminar diciendo esto: número 4, tenemos el derecho de gozarnos. Óigame bien, muchos todavía no han aprendido a gozarse, por eso en su vida siempre andan amargados, siempre andan frustrados, no hay una sonrisa. No me vengan que se pinte uno allí, como el payaso, trae una sonrisa pintada pero adentro anda llorando. Pero el hijo de Dios tiene derecho de gozarse, tiene el derecho de gozarse. Y el gozo del Señor es nuestra fortaleza. Y yo me puedo gozar, se vale reír, se vale también gozarse en el Señor.

Mucha gente que toman esto muy serio, hermanos. Y hasta ponen la carita de… Ese hermano anda bien almidonado, no se puede ni mover, está bien stiff. Oh, pero cuando el que sabe gozarse, ahora que estaba viendo el mundial, miraba unos fanáticos que echaban maromas, Omar, cuando le hacía gol, se acercaban y echaban maromas, se gozaban, y decía yo, que bueno que ese hombre se sabe gozar, porque su escuadra está jugando. No hacen ni un gol y echaban maromas.

Y nosotros a veces venimos a la iglesia todos… esa hermana se está gozando. Gózate hermana. Ahora, hay que aprender a gozarnos. Saben que reír también sana el alma? Ya por 30 años he querido cambiar y no cambio, hago peor, porque he aprendido a gozarme. Yo me estoy gozando en esta tarde, porque soy hijo de Dios. Cuantos son hijos de Dios? Voltee a su hermano, dele una cachetada para que se sonría. A veces, hermanos, hay gente que no sabe gozarse, y no sabe que es un derecho en las buenas y en las malas, usted se puede gozar aunque ande en el valle de sombra de muerte, por qué? y él ha cambiado nuestro lamento. Algunos no saben ni danzar.

Oh, pero cuando están jugando los Celtics y perdieron los Seattle, ya están llorando. Pero qué, porque también al Señor se sirve con cuerpo, alma y espíritu. La familia de Dios. La palabra comprar es adquirir, tu buy is tu purchase, to get something.

En Isaías 55, que lo voy a leer y con esto voy a terminar. Mucha gente dice, pero cuánto cuesta para comprar la verdad. Mucha gente le pone precio, pero quiero decirte que Cristo ya pagó el precio por nosotros. No fue con oro ni con plata, fue la sangre preciosa de Jesucristo que compró la verdad absoluta para ti y para mí. Me gusta como el profeta Isaías lo dice, y se ponen de pie porque ya quiero terminar.

A todos endientes venid a las aguas y a los que no tienen qué? Venid, qué cosa? Comprar sin dinero, porque Cristo ya pagó el precio. Voltee a su hermano y dígale, somos hijos de Dios. Turn tu your neighbor and tell him, We’re children of God. Somos hijos de Dios.

Esto me emociona a mí saber que soy hijo de Dios, saber que Papá está en el cielo, en la tierra y en todo lugar. Venía en el avión de San José, California, a South Lake City y venía por la ventana viendo, hermana Vanessa, miraba las nubes y de repente en mi corazón sentí algo tan hermoso, dije es mi Papá hizo todo esto. Este avión Dios le dio la sabiduría, la inteligencia. Me sentí orgulloso. Esto es de mi Papá. Y Pablo lo dijo, aba Padre, todos digan aba Padre. Es como decir, Daddy en inglés. Papito.

Que hermoso cuando un hijo de Dios conoce su posición! Y sabe que esa posición nada ni nadie se la puede quitar. Las luchas, las pruebas… cuántos saben de luchas y pruebas? Levanten sus manos si usted conoce las… esa déjelas a un lado. Pero usted es hijo e hija de Dios. La verdad absoluta es que pase lo que pase en su vida, usted tiene una posición muy elevada. Somos la familia de Dios. A todos los que le recibieron y creyeron en su nombre les dio potestad de qué? de ser hijos de Dios.

Cuantos ya recibieron a Cristo en su vida? Y si tu no lo has hecho, hoy lo puedes hacer. Si usted todavía no ha aceptado a Cristo, hoy puede pasar de ser creación de Dios a ser hijo o hija de Dios. Habrá alguien en esta tarde que no haya aceptado a Cristo?

Yo tengo que tirar la red. Que Dios quiere que tu también seas hijo o hija de Dios. Voltee a su hermano y diga, es tiempo de no vender la verdad. Voltea a su hermano y dígale, es tiempo de no vender la verdad. It’s time not to sell the truth.

Dios te bendiga hermana. Hoy tu eres una hija de Dios. Otra hermana, mi familia está creciendo, madre. Blanca, véngase a ayudar a esta hermana, Cármen, Ángela. Oh, hermanos, this is beautiful.

Yo quisiera, siento en mi espíritu decir esto: la posición de ser hijo o hija de Dios nos da derechos pero también nos da responsabilidades. Y hay que retener lo que tenemos. Esa verdad que Dios nos ha dado, venga lo que venga, hay muchas doctrinas falsas que se están predicando, pero que hermoso es cuando nosotros sabemos en quién hemos creído y sabemos que Papá está con nosotros en las buenas y en las malas.

Oh, hermanos, óigame bien, como que Papá me dice, uno de tus hermanos trae un peso muy fuere en el corazón. Quién es ese hermano? Un hombre que está pasando por algo muy duro en su vida. Papá me dice, ora por tu hermano. Dónde está ese hombre? Quiero ministrar rápidamente. Un peso muy fuerte, está pasando por algo muy duro en tu corazón, Dios te bendiga. Vamos a ayudar, es nuestro hermano, Dios te bendiga. Dios te bendiga, mi hermano. Yo siento a Dios aquí en este lugar.

Quiero ministrar a alguien más, hay una hermana que se siente muy sola, tu lloraste hoy en este día, el espíritu me está mostrando. Estabas llorando porque te sentías muy sola como que si nadie se interesara en tu vida. Pero quiero decirte que Papá te trajo hoy para decirte que él te ama y que tienes una familia. Dónde estás amiga o hermana? Yo quiero orar por ti. No te sientas sola. Dios te bendiga mi hermana. Alguien ayúdeme a orar, hermanos. Es la familia de Dios y este hombre es mi hermano, él está llorando porque Dios lo está tocando. Tu eres mi hermano, hermano. Lo que tu sientes, yo lo siento por eso Dios te ha llamado en esta tarde. Oh hermanos esto está tremendo.

Quiero orar por una persona más y ya voy a parar, pero siento en mi corazón que una de mis hermanas también está por hacer una decisión y no sabía, no ibas a venir ahora, Jesús. No se preocupen, es el espíritu de Dios. Esa es la presencia de Dios. Alguien que quiere hacer una decisión y Dios quiere ayudarte a hacer esta decisión.

Hermanos, nadie se mueve, también los miércoles Dios sana y salva, también los miércoles Dios libera. No nomás los domingos. Dios te bendiga, hermana. Mi hermana siente que ella tiene que hacer una decisión. Óigame bien, aquí está otra hermana. Necesito ayuda hermanas. Estas son tus hermanas, acá viene otra. Hermanos, somos la familia de Dios, aquí están tus hermanas, tus hermanos, ayudémoslos.

Señor, tu hija, mi hermana, ….. toca tu… alguien dele gloria a Dios. Que Papá está en la casa. Dios te bendiga. Espíritu Santo sopla. Toca a mi hermana, ayúdala Señor. Es mi hermana, te pido la bendición. Sopla.

Nadie se mueva porque el espíritu me dice que hay más. Algunos de ustedes vinieron, no sabía lo que iba a pasar, pero Dios hizo cita contigo porque te ama tanto Papá, voy a traer a mi hija, mi hijo para mostrarle que lo amo. Dios bendiga. Mire hermano, qué hermoso. Mi hermana, en el nombre de Jesús. Hay poder en Jesús. No te duermes, just put him there.

Súbanse para allá para alabar a Dios. Papá está aquí. Pasen para arriba, vamos a cantar, ya vamos a terminar. Toda familia, levanten sus manos hacia el cielo y dígale gracias Papá. Quiero orar por alguien que está muy enfermo, trae dolor, siento mucho dolor aquí al lado derecho. Donde esa persona que trae mucho dolor al lado derecho? Dios te bendiga hermana, Dios te quiere sanar. Cuantos saben que Dios también sana a sus hijos? ¡Aleluya!

Dios ya hizo lo que tenía que hacer. Hermana, Dios te va a sanar este dolor. Donde te duele? Ahí es donde dijo Dios. Ayude a la hermana, alguien ayude. Alguien dele un aplauso a Cristo, hermanos. Somos hijos de Dios. Dios sana. Dios sana. Compra la verdad. Esta es la verdad. Cante algo porque yo siento a Papá aquí en este lugar. Levanta tus manos y deja que la presencia de Dios invada tu corazón.

Año nuevo - corazón nuevo

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Quiero que oren por mí para que Dios nos de la libertad. Díganlo conmigo, año nuevo y qué? Pues diga a su hermanos, dígalo, año nuevo corazón nuevo. Pero dígalo más fuerte, con una sonrisa. Año nuevo corazón nuevo. Quiero decirles que en este último día del año, como todos los que estuvimos aquí, yo también estuve como todos los años dándole gracias a Dios por el año pasado y preparándome para el año nuevo.

Y en mis oraciones le pedí al Señor que me preparara, que me ayudara y que sabía yo y sé que hay un camino largo adelante, y le pedí a Dios que me enseñara lo que tenía que yo hacer para servirle mejor y que pudiera yo acercarme más a él este día 10 de este año, el día 10 de abril cumplo yo 30 años de estar bautizado y 26 años de predicar la palabra del Señor. Y estaba diciéndole Señor, yo quiero servirte mejor y le decía yo al Señor, yo quiero que tu me enseñes lo que tengo que yo hacer para poder acercarme más a ti.

Y como todos los años yo hago resoluciones. Cuántos hicieron resoluciones? Metas. La primera era de perder un poco de peso pero ya esa la quebré. El mismo día 31 prometí comer más saludable y Dios bendiga a una familia que nos mandó un pollo con relleno y dije, Señor, perdóname, ya comencé mal. Por eso estamos como estamos y no adelgazamos. Cuántos ya quebraron una resolución? Sean sinceros, muevan una mano si usted ya quebró una resolución. All right! Tenemos un buen grupo con mucha disciplina.

Bueno, todos hacemos resoluciones, todos hacemos metas y algunos las quebramos inmediatamente como su servidor. Pero en estas resoluciones yo le dije al Señor, yo quiero que tu me enseñes cómo te puedo servir mejor. Y entonces el Señor me habló durante la noche y me dijo que necesitaba yo un corazón nuevo. Y ahí en Ezequiel 36 el versículo 26 al 27 dice:

“… os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros, y luego dice, quitaré de vosotros el corazón de piedra….”

Todos digan piedra. “…. Y os daré un corazón de carne. Pondré dentro de vosotros mi espíritu y haré que andéis en mis estatutos y que guardéis mis preceptos y los pongas por qué?...”

Cuando Dios me dio esta lectura, primero me ofendí como buen mexicano, Señor, pero yo tengo muchos años sirviendo, tu que estás diciendo? Pero luego el Señor me llevó al salmo 51 donde el grande rey David escribe:

“Crea en mí, oh Dios, qué? Dígalo más fuerte. Y luego….y renueva mi espíritu recto dentro de mí…”

Entonces comencé a entender que nuestro corazón se puede malear, se puede ensuciar. Cuantos dicen amén a esto? Y luego el Señor me llevó al Nuevo Testamento y dice en Marcos 2:22:

“… Y nadie echa vino nuevo en odres viejos, de otra manera el vino nuevo rompe los odres y el vino se derrama y los odres se pierden pero el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar….”

Nuestra iglesia congregación León de Judá está entrando en una dimensión profética, apostólica del movimiento del espíritu, de este vino nuevo. Pero el Señor me habló directamente y este mensaje lo quiero dedicar a esta iglesia a todo el mundo, a los que nos escuchan por el Internet. Algunos pastores que me escribían, me decían, nosotros estamos buscando en este año nuevo el movimiento del Espíritu Santo, queremos ver la gloria de Dios. Cuantos quieren ver la gloria de Dios?

Entonces, hermanos, al examinar estas Escritura que el Señor por cierto me las dio el 31 de diciembre, estuve yo pensando, Señor, qué es lo que nos quieres decir a tu iglesia y a mí personalmente. Y entonces el Señor me hizo entender que muchos creyentes y las personas que todavía no tienen a Dios en su vida, cargan en sus corazones cosas del pasado, del 2009 y algunos de años y años y años. Y a veces cargamos cosas que no son tan buenas, podemos traer en el corazón resoluciones, derrotas, raíces de amargura que a veces pueden, hermanos, ser la razón que el Espíritu Santo no haya lugar en nuestro corazón.

En otras palabras, hay cosas que nos pueden estar estorbando para que el vino nuevo entre en nuestras vidas. Y entonces yo le decía al Señor, pero Señor, por qué el corazón, por qué el corazón, Señor, y no entendía yo que, he leído y he explicado muchas veces del corazón pero el Señor me hacía entender que Dios no ve la apariencia, él ve el corazón. Él no ve a veces todo lo que pudiéramos estar haciendo externamente sino que como le dijo allí a Samuel y le dijo, no mires su parecer antes de ungir al rey, dice, ni guarda su estatura, dice, porque yo lo desecho, porque Jehová no mira lo que el hombre, dice, ve pues el hombre mira qué?, ve lo que está delante de sus ojos pero Jehová, qué mira? Dígalo más fuerte, Jehová mira el corazón.

Esto quiere decir que Dios está viendo nuestro corazón todo los días. Cuantos dicen amén a esto? Y también la Biblia nos dice ahí en Primera de Crónicas 28:9 que también Dios no solo ve el corazón más lo escudriña. Dos cosas diferentes, verlo y escudriñarlo. Si vamos a la etimología de esta palabra en el griego nos vamos a dar cuenta que esta palabra significa que lo investiga, lo observa, lo analiza, quiere saber qué hay allí. Y entonces, hermanos, es muy necesario que nosotros entendamos que es para Dios muy importante cómo está nuestro corazón y esta mañana yo quisiera que usted abriera su corazón y dejara que el Espíritu Santo en este año nuevo, hoy en el día 10 de enero del 2010, diez diez, en este día Dios nos diera un nuevo corazón para que pudiéramos comenzar este año y darle espacio a Dios que vea nuestro corazón, que lo escudriñe pero que también saque de nuestro corazón aquellas cosas que no le agraden y ponga su espíritu dentro de nuestro corazón.

Quiero decirles, vamos a la Biblia que dice la palabra de Dios que existe en nuestro corazón, y en nuestro corazón hay algunas cositas que a veces no nos gusta hablar de ellas. Evangelio según San Marcos, capítulo 7 versículo 21, dice:

“… porque dentro del corazón de los hombres y también mujeres, y cuidado con el corazón de las mujeres, tienen un corazón muy grande, dice, también sale, qué?... No se oye, hermanos,…. Pero yo le sirve a Dios, yo tengo a Dios, yo voy a la iglesia. Saldrán malos pensamientos todavía? Alguien dice amén.

Y luego me sorprende que el escritor no pone adulterio primero, fornicación, sino que pone los malos pensamientos. Dice, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, dice, los hurtos, las avaricias, las maldades, el enojo. A ver todos los corajudos digan amén. Dios les pague por ser sinceros. Cuántos se enojos, cuántos se les sube la mano latina? A ver muevan la mano los que se enojaron ahora. Ay, Señor santo, perdónanos.

El enojo, el engaño, la lujuria, la envidia, todos los envidiosos digan amén. It’s all right. Dios te bendiga, hermano, por ser sincero. Y todos digan la calumnia. Esa hermana es poderosa. La calumnia, el orgullo, a ver todos los orgullosos digan amén. Come on! Dónde está ese orgullo latino. A ver todos los orgullosos digan amén. All right.

Dice el 23, todas estas qué?, qué hacen? Salen de dentro y qué hacen? Entonces hermanos, vemos que en el corazón puede haber cosas que contaminan nuestra vida. Y hay hermanos que a veces no entienden por qué y algunos en las consejerías que a veces damos o la ayuda, los consejos, nos damos cuenta que hay personas que siempre están en derrota, están amargados, están con problemas. Y hermanos, muchas veces viven en un ambiente negativo porque su corazón está lleno de cosas negativas, que contaminan su espíritu porque la manera que hablan, la Biblia dice, que de la abundancia de qué?... habla…. Y algunos somos buenos actores pero tarde o temprano de la abundancia del corazón va a salir lo que está allí y a veces eso que está allí no le da espacio a Dios para moverse y hacer lo que él quiere hacer con tu vida, con mi vida, porque está llena de cosas que él no quiere que estén allí.

Y vemos, hermanos, que no solo el adulterio, la fornicación o los pecados grandes como algunos le ponen, sino que también las cosas pequeñas, las sornas pequeñas, el orgullo puede contaminar al hombre. Y luego dice:

“… si el corazón está lleno no hay espacio para Dios …”

Yo no soy médico pero por ahí me dicen que el corazón humano tiene algunas divisiones y hermanos, el corazón tiene un tamaño, y hermanos, quiero decirles que a veces el corazón no tiene espacio para Dios porque está lleno de nuestra agenda personal, 2010 voy a hacer esto, voy a hacer lo otro, y le llenamos el corazón con ideas de nuestra propia agenda. Este año voy hacer esto voy a hacer lo otro, pero no consultamos a Dios o lo invitamos a nuestro corazón para decirle qué quieres tu que yo haga en este año nuevo?

Entonces, también la Biblia nos dice que el corazón es….. es qué? Engañoso el corazón más que todas las cosas y perverso. Quién lo conocerá? Saben que hay uno que lo ve, lo escudriña y lo conoce. Escúcheme bien, entonces, si Dios lo ve, lo escudriña y hay cosas en el corazón que pueden contaminar al hombre o a la mujer, es importante que entendamos que el corazón es el lugar donde habita Dios porque con la boca se confiesa, más con qué? Con el corazón se qué? Se cree. Cuántos han creído con el corazón en esta mañana? Cuántos puedan darle un aplauso porque han creído en el Rey de Reyes y Señor de Señores.

Entonces, yo quisiera que viéramos algo muy importante. Cómo se limpia el corazón? Yo quiero que Dios crea en mi un corazón limpio. Y escudriñando me doy cuenta que una de las cosas principales para limpiar el corazón es la palabra de Dios. Cuántos aman la palabra de Dios? Una cosa es amarla, una cosa es oírla pero otra cosas ser no oidores más ….. oh, están tremendos ustedes.

Quiero decirles algo, la palabra de Dios allá en el salmo dice con qué limpiará el joven su camino y otra Escritura pero escogí esta porque estoy joven, me siento joven. Cómo limpiará Gilberto su camino, con qué? Voltéese a su hermano y dígale, con guardar la palabra. Voltéate a su hermanos y dígale, con guardar la palabra.

Qué significa guardar? Obedecer, hacerla. La palabra de Dios es la autoridad suprema. No hay nada que pueda tomar el lugar de la palabra. Cuántos dicen amén a esto. Entonces, para que mi corazón sea limpio y tenga espacio para Dios necesito yo que la palabra llegue a mi vida. Y para que llegue a mi vida la fe viene por qué? El oír, tengo que escuchar palabra de Dios. Tengo que escucharla en la mañana, a mediodía, tengo que traerla en mi corazón para que esa palabra comience a tomar efecto en mi vida, en mis pensamientos, para que cuando yo hable salga palabra de Dios y esta palabra tiene poder, esta palabra transforma, esta palabra puede hacer algo en las personas que tu le presentas esta palabra.

En estos días mi hijo Aarón juega football y he visto yo que hay mucho, digamos, en la competencia, mucho entusiasmo, mucho a veces los animan, van a ganar, vamos a ganar, vamos a hacer esto, vamos a hacer lo otro. Pero, y luego he visto que también hay algo detrás de las palabras de ánimo y así también el creyente no nomás podemos hablar la palabra, no nomás podemos cantar la palabra, no nomás podemos leer la palabra, hay que comenzar a vivir la palabra, a hacer la palabra, dejar que la palabra gobierne nuestras vidas para que podamos comenzar a limpiar aquellas cosas que Dios quiere sacar de aquí.

Número 2. Amar a Dios con todo el corazón. No una cuarta parte, no medio corazón, Marco 12:30 dice:

“… y amarás al Señor tu Dios con una parte de tu corazón….. con todo tu corazón, y con toda…. Con toda….Entonces dice, y con todas tus fuerzas….”

Y por ahí el comentarista pone, este es el principal mandamiento. Mucha gente ama a Dios los domingos. Ahí van los domingueros, yo el domingo, me levanto temprano……. Agarro mi café, agarro mi Biblia, la olvidé, la perdí, no sé a dónde está, Pastor Omar, porque tan interesados estamos en la palabra que no sabe uno dónde está la Biblia. Hello, yo sé que es temprano para esto. Yo amo a Dios, yo quiero servirlo y está una mesa llena. Yo hermanos, sabe lo que hacía para castigar a los hermanos en las iglesias, decía, pastor, la regalaba a las almas nuevas. Pero…. La palabra de Dios no es una Biblia nomás.

A ver todos los que trajeron muévanla un poquito. Bueno, es que me dijo el hermano que es muy técnico, yo la tengo en el Blackberry. Pastor Gilbert you’re outdated. Estás anticuado. I have my Bible on my Blackberry. You should have it in your heart, not in your Blackberry.

Porque es muy bonito escondernos, pero cuando un hombre quiere limpiar, una mujer, su vida no se avergüenza de la palabra de Dios porque es poder para salvación. Sabemos que aquí hay vida. Sabemos que aquí hay victoria, sabemos que aquí hay sanidad. Sabemos que aquí hay poder. Entonces la palabra es muy importante. Amar a Dios. Hay que amar a Dios.

Cómo se demuestra el amor a Dios? Alguien diga amén. Si yo pudiera mostrar el amor, me gozaba en esta mañana que a veces Dios nos da hijos y miraba al hermano Omar y a su esposa y a Gregory, y me acordaba yo cuando los míos estaban chiquitos y andábamos por allá en Europa y Dios te bendiga, hermano Omar, que ya viene otro profeta. Y yo me sentía y miraba y lloraba y decía, que bonito es cuando uno ama a Dios, no con palabras sino con hechos. Qué bonito que cuando uno dice, yo amo a Dios no tiene que andar diciéndolo sino que sus hechos le dicen a Dios, yo te amo. Yo te necesito.

Porque el amor a Dios no es una palabra, no es un sentimiento es algo tan grande cuando uno comienza a amarlo, porque él nos amó primero. Y si me permiten yo quiero predicarles de mi corazón, yo he visto muchas personas que no saben lo que el amor de Dios. Y mi trayectoria en muchos lugares, lo que me duele más a mí cuando un hombre, una mujer rechaza a Dios y rechaza su amor, no sabiendo que están rechazando lo más precioso que puede existir en la vida, el amor de Dios.

Lo amamos porque él nos amó primero, …………, Cristo murió por nosotros. Él no tenía que hacerlo…………. No lo tuvieron en la cruz, no fue la corona, no fue….. fue el amor de Dios para ti, para mí, porque de tal manera amó Dios al mundo y dio su hijo unigénito para que todo aquel que en él crea no se pierda, más tenga vida eterna.

Amar a Dios implica acción, darle un poco de espacio a Dios. Yo, el sábado me gocé al ver 45 hombres a las 5 de la mañana llegar…. a este lugar. Y algunos hermanos ya ……….. están esperándome afuera para que abramos la puerta y tocó mi corazón de que algunos de estos hombres antes de ir al trabajo quieren venir a platicar con Dios, quieren sentir las caricias de Dios, quieren que Dios les hable, quieren que el amor de Dios invada su corazón, mente, cuerpo y alma y espíritu.

Usted sabe que el amor de Dios es algo especial. Es infinito, es incomparable, es grande el amor de Dios. Pero lamentablemente hermanos, en esta última hora mucha gente se está olvidando de amar a Dios con todo su corazón. Las cosas de la vida a veces nos influyen tanto que ya no tenemos tiempo para Dios, pero cuando alguien quiere amar a Dios para que su corazón se limpie necesita demostrarle el amor a Dios. Y a veces hay personas que no entienden que Dios no nos pide ... pero porque ya somos salvos hacemos obras de gratitud para darle gloria a él porque él ha hecho nuestras vidas.

Hay personas que cargan un pasado, un equipaje muy pesado, problemas, y hay personas hermanos, que el amor de Dios no ha invadido su corazón, todo lo malo, el negativo, el pasado, los dramas, las psicosis, las neurosis, y los problemas. Yo fui huérfano, yo tuve problemas, yo tuve acá, y hermanos, a veces hay personas que no le dan espacio al amor de Dios en su corazón. Y uno los mira amargados, turbados, sin victoria, sin una sonrisa, sin nada de darle gracias a Dios y algunos hasta blasfeman a Dios porque el amor de Dios no lo han sentido en sus vidas.

Yo quiero decirte algo, hermano, en esta mañana, Dios nos sigue amando. Dios te ama ….. Dios te ama hermana, si tu lo crees, dale gloria a Dios. Dale gracias por ese amor. Con qué limpiará amar a Dios.

Número 3 es una cosa muy importante que en este año tenemos que practicarlo más: confesar nuestros pecados. Voltéese y diga, hermano, confesaste tus pecados? Voltéense, hermanos, pregúntele, have you confessed your sins? Ya confesaste tus pecados? Y no me diga que no ha pecado. Esa es otra, y ahí mismo en esa Escritura de Primera de Juan nos dice que el que dice que no ha pecado es ….. ay papá. Dilo otra vez hermana Gloria, suena bonito, cómo es? Mentiroso. Ay Señor. Hasta me dolió hasta aquí. A ver todos los mentirosos digan amén. No han aprendido, a ver, todos mentirosos perdonados digan amén. All right!

Pero es una mentirita blanca, pastor. Ahora, la confesión de nuestros pecados limpia el corazón, le da espacio al espíritu de Dios que venga. Hay personas que cargan pecados no confesados, ese pleito que tuvo con la esposa, que no le gustó cómo le hizo el arroz con habichuelas, que se le quemó. Y la perdono pero no me olvida, si me quema el arroz otra vez le voy a tener que dar una en el nombre de Jesús. Oh, eso no pasa aquí, perdone. Y si nos olvida, y hay personas que traen un ... atrás; aquel pastor no me saludó, aquel pastor no me dejó cantar, aquél pastor… y a veces traen a la iglesia odio, traen orgullo, pero cuando la sangre de Cristo viene a limpiar el corazón y uno dice, Señor, yo quiero confesar mis pecados porque yo necesito que tu limpies mi corazón, porque yo necesito más de tu espíritu.

Entonces la confesión es algo muy importante para que nuestro corazón se limpie. Todos digan, dame un corazón limpio. Año nuevo, corazón nuevo. Pero dígalo más fuerte, año nuevo, corazón nuevo.

No sé si me estoy volviendo sordo, pero ya no oigo las cosas también. A ver alguien diga, año nuevo, corazón nuevo. Ahora sí es un coro. El diablo no quiere que tu confieses tus pecados pero cuantos saben que la Biblia dice, si confesamos nuestros pecados eres fiel y justo para qué? Para perdonar nuestros pecados, pero también… todos digan limpiarnos de toda maldad. A ver cuántos necesitan una limpieza en esta mañana. De qué estamos llenos? Estar lleno del Espíritu Santo implica mucho más de lo que a veces pensamos. La teología, la doctrina de muchos está muy equivocada, y hermanos, algunos piensan que están llenos del Espíritu Santo y ni tan solo han experimentado lo que es el Espíritu Santo.

Hello! Yo sé que es temprano para esto. Hermanos, saben lo que es el espíritu. Amén, gloria a Dios. Y hermanos, ya estoy lleno del Espíritu Santo, pero llega un problemita y la Biblia dice que el que está lleno del Espíritu Santo está lleno del poder de Dios. Digan, está lleno del poder de Dios y recibiréis poder y seréis testigos. Cuantos testigos de Cristo hay en esta mañana.

Entonces, el problema es que a veces nuestro corazón no le da espacio al Espíritu Santo. Ahí en Marcos leímos que nadie echa vino nuevo en un odre viejo, en odres viejos. Para estar llenos del Espíritu Santo tenemos que tener nuestro corazón abierto para que él venga a habitar en nosotros. Camina con nosotros, adelante, atrás pero también camina en nosotros. Cuántos quieren ser llenos del Espíritu Santo?

Entonces un odre se usaba para poner líquidos, especialmente el vino, pero también se ponían otros líquidos. El odre se hacía de piel, piel nueva para al echar los líquidos esa piel podía mantener ... y se conservaba… el vino se fermentaba mucho mejor. Ustedes saben, yo me tocó vivir en Europa por 10 años y aprendí que hay ciertas maneras para que el vino se conserve, agarre su sabor y muy importante que el odre fuera nuevo para el vino nuevo, porque si usted echaba vino nuevo en un odre viejo, explotaba.

Óigame bien, los odres viejos se hacían duros, ya no eran flexibles, no había flexibilidad, no había espacio, ya estaban estirados. Así el corazón de muchos ya está muy estirado, muy viejo. Usted ya está en sus ideas, sus costumbres, como digo, algunos hermanos a mí me da risa porque hay un hermano que viene de oración, y siempre viene con una tasa de dunkin donuts y dice, pastor, ya estoy programado. Yo a las 5 de la mañana cuando llego al Dunkin ya saben hasta lo que tomo, ya me lo….. y vengo. …… que esas rutinas se hacen piedras en nuestras vidas, son reglas que no las cambiamos. A mí me gusta el Starbucks doble, (……) con poca azúcar, (….) no con crema sino (maquiado). Los italianos saben lo que estoy hablando. Una cremita, una nata, dicen los españoles en el cafecito. Y hermanos, ya estoy. Si usted me trae otro, lo tomo pero me enojo. También el pastor Sam se enoja de vez en cuando, pregúntele a la hermana Carmen.

Pero qué pasa, que nos acostumbramos, costumbres, métodos y a veces también en las cosas espirituales. Yo veo algunos hermanos que están tan programados que vienen, hasta el lugar donde se sientan es el mismo. Esto es para ti, Pedro. Sorry. Pero a veces vienen y están, pastor, está con ganas de pelear. Yo me siento aquí todos los domingos. Ya no hay flexibilidad. Y aunque sea una alma, a mi no me importa, póngala allá, esta es mi silla. Perdóname Pedro, pero es para ti, papá.

Yo tengo una costumbre que le digo a los hermanos que cambien de lugar porque a veces el diablo nos puede ganar, que tenemos señoría. Yo me siento aquí, …. Veamos si está alguien y lo vemos con esos ojos y hasta con ganas de decírselo, si no te mueves, te muevo.

Odres viejos, costumbres viejas, rutinas viejas. Año nuevo, corazón nuevo. Y el espíritu nuevo. Alguien diga, espíritu nuevo. Donde está el hermano Samuel. Yo quisiera ya llegar a una conclusión. Cuantos quieren un corazón nuevo en verdad? Los odres viejos, óigame bien, se hacía algo muy raro con los odres viejos. Los hebreos tienen una costumbre que los odres viejos para no malgastarlos, porque a veces no había pieles para hacer odres. Tenían una costumbre que todos los odres, todas las pieles que se usaban como odres los echaban en un recipiente con vino y ya no vino nuevo, sino el vino fermentado para que aquel odre viejo se ablandara un poquito y le sacaran más uso.

Yo no sé, hermanos, nuestro corazón puede representar un odre y el vino nuevo es el Espíritu Santo. Para poder ser llenos de este vino nuevo necesitamos ser odres nuevos. Yo sé que ustedes y yo hicimos planes para este nuevo año, y Dios tiene grandes cosas para tu vida, pero quiero decirte algo, hermano, si Dios no está en tu corazón tu no podrás ser feliz. Cuantos quieren un corazón consagrado a Dios? Póngase sobre sus pies.

Yo no sé lo que hay en tu corazón, yo no sé si tu eres un odre viejo o nuevo, yo no estoy aquí para juzgarte, yo estoy aquí para tratar de ayudarte. Cuantos quieren un corazón nuevo delante de Dios? Cuantos necesitan que Dios saque algunas cosas que no deben estar allí? Sean sinceros. Quiero que pase aquí al altar los que quieren un corazón nuevo.

Si usted siente pasar, pase, en este tarde. Ya vamos a terminar, pero yo quisiera que el Espíritu Santo ministrara. Dios te bendiga hermano Felipe. Corazones nuevos para esta iglesia Señor.

Oh Jesus, yo quiero limpiar mi corazón, yo quiero obedecer tu palabra, yo no necesito palabra de Dios en mi vida, yo necesito amar a Dios con todo mi corazón. Yo necesito confesar mis pecados, yo necesito ser lleno del Espíritu Santo.

El espíritu de Dios ya está aquí, hermanos, sshshshsh. Dios te bendiga hermano, Dios te bendiga hermana. Dios honra tu fe. Confiésale al Señor lo que tu quieres. Confiésale al Señor lo que tu necesitas. Mira Señor aquí estoy. Tu ves el corazón, tu escudriñas mi corazón, tu sabes lo que está allí. Shshshshsh. Shshshhshshs.

Todo hombre, toda mujer que quiere un corazón nuevo, quiero que levantes tu mano en señal que te rindes a Cristo. Levántalas en alto. Dile aquí estoy Señor. Shshshshshhs.

Año nuevo corazón nuevo. Shshshshhshshs. Reciba un corazón nuevo. Sierva de Dios, recibe un corazón nuevo. Shshshshshshsh.

Yo quisiera ... en los corazones de algunos, esas manos levantadas es una señal que ..., voy a obedecer tu palabra, voy a amarte más.

Voy a confesar mis pecados, voy a limpiar mi vida. Voy a dejar que el Espíritu Santo venga a llenarme. Espíritu Santo. Ahí va la presencia de Dios. Dios está tratando con tu corazón. Dios no quiere nada más que tu corazón. Dios no quiere nada más, solamente tu corazón. Por qué no le dices que te de un nuevo corazón, por qué no le dices, Señor, yo necesito este año nuevo que tu estés en mi vida, todos estos 355 días que restan de este año. Shshshshshsh

Oh, el Señor está aquí para ayudar a alguien. Tu has estado cargando en tu corazón cosas que no deben estar allí. Sácalas en el nombre de Jesús. Recibe de Dios una unción fresca, recibe de Dios un corazón nuevo. Shshshshshshhs.

Shshshshshshsh. Viento del Espíritu Santo. Shshshshshshssh. Shshshshshshshsh. Sí, Señor, año nuevo corazones nuevos. Odres nuevos, vino nuevo que desciende del cielo. Yo quisiera que este año nuevo nuestro corazón cambiara hacia Dios. Dios está tratando con alguien en esta mañana. Si tu todavía no has aceptado a Cristo y quieres aceptarlo, quiero que levantes tu mano y la muevas un poquito, si tu quieres comenzar este año nuevo, Dios te bendiga, Dios bendiga a esta persona.

Alguien más, Dios te bendiga, que quiera aceptar a Cristo y comenzar el año nuevo con un corazón nuevo. Levanta tu mano y muévala. Queremos solamente orar por ti. Dios te bendiga, amigo, amiga. Hay un corazón nuevo preparado para ti en este año nuevo. El vino del Señor está dispuesto a derramarlo el Señor.

Oh Señor, sí, Señor. Dulce presencia del Espíritu Santo, que tu espíritu trate con nuestras vidas, prepara los corazones para este vino nuevo que tu tienes preparado para tu iglesia, congregación León de Judá. Prepara nuestros corazones como odres nuevos para que el Espíritu Santo venga a morar en nosotros. Shshshshhshsh.

Tu Jesus. Dejemos que la dulce presencia acabe lo que tenga que acabar el Señor. Ahora te voy a invitar a orar con alguien que está ahí cerca de ti porque no abrazas a tu hermano, a tu hermana que está ahí a un lado, y dile, vamos a recibir un corazón nuevo, oras con alguien y le declaras victoria, porque no oras con alguien y le declaras un año con un corazón nuevo.

Oh Jesus. Jesus. Corazones nuevos. ¡Aleluya! ¡Aleluya! Ahí va la presencia de Dios, ahí va el poder de Dios. Shshshshshshshsh.

¡Aleluya! Un corazón nuevo para tu hija, Señor. Gracias Señor por tu palabra, gracias por tu Espíritu Santo.

Ahí donde tu estás, si me estás escuchando, levanta tus manos y dile, Señor, yo quiero ese corazón nuevo. Dile, Señor, yo necesito ese corazón nuevo. Yo necesito que toques mi vida. Shshshshshhs. Jesus. Gracias, Señor. Gracias Señor. Corazones nuevos para el 2010. A new year with a new heart. Corazón nuevo, Señor. A todos mis hermanos, a todas mis hermanas, alguien denle un aplauso fuerte al Rey de Reyes, más fuerte. Más fuerte. Denle gloria, denle honra, denle la gloria al que los salvó, denle gracias por ese corazón nuevo.

Tenemos que regresar a Bet-el

En estos días, hermanos, hemos estado pidiéndole al Señor algo especial para nuestras vidas y para la vida de toda la Iglesia en general. Y, hermanos, hace algunas semanas estando en una reunión con el Pastor Roberto, allí al lado de mi trabajo, platicando de las cosas de Dios y del futuro de la Iglesia y algunas cosas que el Señor me dio un pensamiento, una inspiración a lo que vamos a estar hablando en esta mañana y pido sus oraciones, hermanos, para que Dios sea el que nos dirija.

Quiero agradecer mucho también a Dios por las ciudades de hombres de Dios en crecimiento, como decía el Pastor Omar, estos hombres Dios los está usando y preparando, son los guerreros, son los soldados que Dios está levantando y, hermanos, ¿cuántos van a orar por los hombres de Dios? Todos. Amén. Y también las mujeres y los niños, porque en verdad estamos en necesidad de que Dios levante guerreros listos para pelear la buena batalla de la fe y acercarse a Dios.

También, hermanos, de nuevo agradezco que mi hermana y mi cuñado por voluntad de Dios se quedaron aquí. El avión que iba para San Diego no salió el jueves, y, hermanos, pues se tuvieron que quedar hasta el día de mañana y yo alabo y bendigo a Dios que mi hermana, Raquel, y mi cuñado, Juan, están aquí. Oren por ellos. También, hermanos, quiero saludar a todos los que nos están escuchando por el Internet y queremos, hermanos, decirles que abran también su corazón. Entre ellos, quiero saludar a los hermanos de Italia, de España y otros que escuchan y también, hermanos, a un amigo pastor que está enfermo en California, que pidió oración, el pastor David Murillo.

¿Cuántos saben que Dios todavía sana, hermanos? Me inspiré al escuchar al Pastor Omar decir que en esta última hora queremos ver sanidades, queremos ver milagros. Y yo sé que el domingo que viene Dios va a hacer algo grande y Dios va a preparar nuestros corazones. Hermanos, sin tomar más tiempo, les voy a invitar a abrir su corazón y abrir sus Biblias al primer libro de la Biblia, al libro de Génesis, capítulo 28. Y, hermanos, quiero en esta mañana leer dos escrituras y luego de allí estaremos trayendo el mensaje que Dios nos ha dado.

Génesis, capítulo 28. Y, rápidamente hermanos quiero leer el versículo 11 y 12. Pero estaré sacando de aquí de todo este capítulo. Cuando ya lo tengan, digan amén, hermanos. Génesis 28, versículo 11. Genesis, chapter 28, verse 11.

Y llegó a un cierto lugar, todos digan: y llegó a un cierto lugar como todos llegamos. Y durmió allí porque ya el sol se había puesto. Y tomó de las piedras de aquél paraje y puso a su cabecera y se acostó en aquél lugar y soñó. Y todos digan: y soñó. He aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, yd ice, su extremo tocaba en el cielo, y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella. Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella y a lo cual dijo, "Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre y el Dios de Isaac, la tierra en que estás acostado te daré a ti y a tu descendencia.” Nos brincamos al versículo 19, donde dice, y llamó el nombre de aquél lugar, ¿qué? Dígalo más fuerte. [Bet-el], aunque Luz era el nombre de la ciudad primero. Hizo Jacob voto diciendo, si fuere Dios conmigo y me guardara en este viaje en que voy y me diere pan para comer y vestido para vestir, y si volviere en paz a casa, ¿de quién? Jehová será mi Dios. Y esta piedra que he puesto por señal será casa, ¿de qué? Todos digan: Casa de Dios. Y de todo lo que me dieres el diezmo apartaré para Él.

Quiero leer hermanos, y voy a ser un disclaimer. Voy a hacer una aclaración, no voy a hablar del diezmo. Nadie vaya a salir corriendo. Génesis 35, versículo 1 al 3 y luego entramos. Voy a pedirle también a mi cuñado, al Pastor Juan Araujo para que pase aquí al frente. Quiero pedirle que guíe la oración y que Dios me unja con una unción fresca. Capítulo 35, dice, dijo Dios a Jacob. ¿Quién dijo? ‘Levántate…’ y ¿cómo dijo? [Levántate.] Y, ¿sube a dónde? Y quédate allí, y ¿qué dice? Y… ¿has qué? Que te dice… que te apareció cuando huías de tu hermano. Y dice, entonces Jacob dijo a su familia y a todos lo que con él estaban. Quitad los dioses ajenos que hay entre vosotros, limpiaos y mirad entre vuestros vestidos. Levantémonos y subámonos, ¿a dónde? Y haré altar allí al Dios que me respondió en el día, ¿de qué? Y dice, ha estado conmigo en el camino que he andado.

Quiero para honra y gloria del Señor, predicar un corto mensaje, bueno digo corto porque el tiempo nos limita, pero se intitula el mensaje: Tenemos que regresar a Bet-el para ver la shikina de Dios. Haber, díganlo conmigo: Tenemos que regresar, ¿a dónde? [Bet-el] Para ver… la shikina de Dios.

Pase Pastor Juan, y yo les pido que ustedes oren para que sea el Señor el que nos hable a todos. Vamos hermanos a pedir que el Señor nos unja con una unción fresca. Yo quiero, hermanos, que…

Oremos: Padre, en esta mañana, Señor, estamos en este lugar, Señor, para poner en Tus manos, Señor, a tu siervo para que hable tu palabra, Señor, y esta palabra pueda llegar a un corazón necesitado, Señor. A un corazón que traiga el vacío, Señor, de esa esperanza que es Tu palabra, Señor, de esa palabra que es de salvación para las almas, Señor. Que pueda llegar a ese rincón a ocupar un lugar vacío, Padre, que pueda llenar de alegría, de gozo, de paz y de esperanza, y sobre todo de salvación, Señor. Que esta palabra pueda llenar, Dios mío, un corazón necesitado en esta mañana, bendice a tus siervos, Señor. Tu palabra ya es bendita y ha sido bendecido siempre, Señor, pero Tu palabra, Señor, llega a nuestros corazones a través de tus siervos. Bendice a mi hermano Gilberto, Señor, úsalo en esta mañana, pon esa palabra, Señor, de vida, que es Tu palabra hacia el corazón necesitado en esta mañana, Señor. Bendice esta Congregación, Señor, bendice a nuestro hermano Roberto, Señor, porque está fuera de este lugar. Ayúdalo, Señor, donde él esté.

Oh, Padre, en esta mañana, que toda Tu palabra pueda llegar a un corazón vacío, Señor, a un corazón necesitado, aún a nosotros que hemos creído en Tu palabra, que puedas llenarnos, Señor, de ese espíritu de vida que está sobre cada uno de nosotros, Padre. Bendice, Señor, a Tu pueblo en esta mañana y el nombre de Dios sea glorificado. Amén.

Un aplauso al Rey de Reyes, hermanos. Tenemos que regresar a Bet-el. Quiero, hermanos, decirles, que es importante entender que el mundo vive en crisis. ¿Cuando dicen amén a esto? Hay crisis en todas partes del mundo, sabemos el problema en Honduras, problemas en los países latinoamericanos, como en México, como en Centro América. Hay muchos problemas políticos y también hermanos, crisis económicas y sobre todo una crisis espiritual. Y, lo digo con todo respeto que hay una crisis espiritual, se ha llegado a entender que, hermanos, hay muchas personas que han llegado en su vida espiritual a llegar a un momento de sequía. Un momento de ya no avanzar, ni para atrás ni pa’ delante. Están en un lugar fijo, no se mueven, no para atrás ni pa’ delante, están allí, pero no han, hermanos, sentido lo que quieren sentir o lo que sentían...

No han podido, hermanos, llegar a esa dimensión que estaban anhelando que deseaban, que oraban, que ayunaban, y ha llegado en sus vidas una sequía. Ha llegado el deseo de hacer algo suficiente. Porque su vida se siente, digamos, con ese deseo de progresar pero como que algo no los deja progresar. ¿Cuántos dicen amén a esto? Y vemos aquí en este principio espiritual del gran hombre, Jacob. Jacob fue un hombre que, hermanos, como todo hombre tenía sentimientos, tenía deseos, tenía sueños y, hermanos, entre ellos él fue hermanos, dirigido por su madre a robarle la bendición a robarle la bendición a su hermano.

Y, hermanos, todos sabemos la historia, lo que hemos leído, él engaño a su padre, se metió por allí y recibió la bendición que no era para él sino que era para su hermano, sin embargo, Dios lo bendijo de igual manera porque era una bendición, una ley espiritual, el Padre lo bendijo, fue bendecido pero, luego el hermano, lo comenzó a perseguir, comenzó a huir, comenzó a escapar por su vida, porque el hermano estaba muy enojado que le había robado la bendición.

Comenzó a caminar, la Biblia nos dice en muchas partes del capítulo 28 en adelante que seguía su camino. Y, una de las cosas que yo quiero en esta maña establecer, es que esa bendición robada, era algo que no le pertenecía pero Dios se la daba en su grande gracia y misericordia. Y, quiero aplicar eso un poco a nosotros. Muchas veces nosotros vamos caminando, con bendiciones robadas o prestadas. No las merecemos, somos salvos por gracia. Un favor no merecido.

Así también Jacob le robó la bendición a su hermano, caminaba con esa bendición, pero es que Dios tenía otra bendición más personal que Dios quería dar a ese hombre. Hermano, hermana, la bendición que Dios te ha dado no debe ser robada, no debe ser algo que tú has recibido porque alguien más oró por ti, intercedió. ¿Saben que Dios quiere bendecirnos personalmente, individualmente porque Dios tiene más que darnos que lo que nosotros pudiéramos pedirle? Lamentablemente, muchos se conforman con las bendiciones robadas. No la merecemos, yo soy bendición porque mi madre, mi padre sembraron. ¿Cuántos son bendición porque alguien sembró por ellos? Levanten su mano. Alguna madre, alguna abuelita, alguien oró por nosotros… una esposa, alguien oró y la misericordia de Dios escuchó aquella oración. Y, hermanos, Dios nos ha bendecido. ¿Cuántos dicen amén? Amén.

A todos lo que Dios ha bendecido, den un aplauso de agradecimiento. A Él la gloria, a Él la honra.

Entonces… gracias, hermanos. Quiero, que entiendan algo, no es que somos ladrones, pero es que hemos recibido la gracia de Dios, un favor no merecido. El nombre de Jacob en pocas palabras significa ladrón, o suplantor, uno que toma del tobillo. En otras palabras, en mi español mexicano era uno que transó a su hermano, le robó la bendición, pero gracias a Dios que en su grande misericordia, los atributos de Dios, Dios lo bendijo de igual manera. Pero, quiero, hermanos, que ustedes entiendan que él caminaba con una bendición que no era propia, no era de él.

Y aquí es que quiero que entendamos, que él tuvo que regresar a ese Bet-el y ¿qué es un Bet-el? Esa palabra Bet-el significa Casa de Dios, era un lugar que, donde leímos allí en el capítulo 28, que Jacob cuando estaba huyendo de su hermano, se cansó, el sol llegó a un cierto lugar y cansado se durmió y allí Dios le habló por medio de un sueño, le enseñó esa escalera que descendía del cielo a la tierra y que unía el cielo a la tierra. Y luego le hizo una promesa. ¿Cuántos saben que Dios les hace promesas a sus hijos? Y Él cumple sus promesas. Le hizo una promesa a Jacob, ‘¡yo estaré contigo, tú no estarás solo, yo seré tu Dios, yo te voy a bendecir, yo te voy a levantar, yo te voy a sanar, yo tengo algo especial para tu vida!’ Entonces, Jacob estaba huyendo estaba cansado, ¿cuántas veces nos cansamos? Y, ¿cuántas veces estamos huyendo? Pero allí, en nuestra desesperación allí en nuestra angustia, en el momento que ya parece que no hay esperanza, no hay salida, de repente Dios nos habla.

A veces, pues, por un canto, a veces por una situación, a veces Dios nos tiene que hablar en su Palabra, en un mensaje, para que podamos entender que Él está con nosotros, que no estamos solos que nada ni nadie nos podrá separar del amor de Cristo. ¡Que Él nos ama, que Él nos ama y que él nos va a ayudar en medio de la aflicción! Tuvo esta grande visión, este grande sueño, soñó esta cosa tremenda. Vio la escalera, vio los ángeles, hermanos, y luego después de este sueño tan tremendo, dice que despertó Jacob de su sueño y dijo, ciertamente, Jehová está en este lugar y no lo sabía.

Muchas veces, Dios está en la situación que estamos pasando y no lo sabemos. ¿Por qué? Porque el instinto humano, porque nuestros sentimientos, porque la pienso así, o yo creo así... Pero a veces, hermanos, no necesitamos ir a lo que yo siento, a lo que yo creo sino por fe caminamos y creemos que las promesas de Dios son verdaderas y son fieles. ¡Dios lo dijo, yo lo creo, yo lo recibo y Dios me va a levantar! Jacob, tuvo que hacer una… Dios le reveló y luego él confesó, y ‘tuve miedo y dije, ¿cuán terrible es este lugar?’

Porque cuando Dios aparece en nuestras vidas, nos damos cuenta que es tremendo nuestro Dios, o as we say in English, awesome God, a terrible God, a God that cannot be measured. Un Dios que no se puede medir en su grande misericordia y poder. Quiero, digamos que ustedes noten, Bet-el y luego el sueño, y luego tuvo él algo que hizo después del sueño, hizo un pacto con Dios. Dios le habló, hizo un pacto, se le apareció Dios y luego, hizo también, una señal, un monumento, dejó establecido. So, vamos a hablar de estas tres cosas, de Bet-el, del monumento y también de la gloria de Dios. Tres cosas rápidamente, comprendo que no hay mucho tiempo, pero quiero decir algo, hermanos.

Dios me ha impresionado y quiero decirles, a través de la predicación como el tiempo nos gana, he sentido de Dios que si usted durante la predicación siente regresar a Bet-el, el altar va a estar abierto ya. Dije que ya. Para que Dios comience a administrar tu vida. Y he invitado a estos hombres que nos ayuden a orar por aquellas personas que quieren regresar a su Bet-el. Todos tenemos un Bet-el. Un Bet-el es aquel lugar en tu vida cuando tuviste el primer encuentro con tu Dios. ¿Cuántos se acuerdan de aquel día? ¿Se acuerdan aquel día, aquel lugar? A lo mejor no fue aquí, fue en otro país, a lo mejor fue en un carro, a lo mejor fue debajo de un árbol, fue en un avivamiento, en una campaña en casa. No importa donde haya sido, fue tu Bet-el, fue mi Bet-el. Y ese Bet-el fue el encuentro que tuvimos con Dios, Dios apareció. Allí entra la shikina o shekina, hay muchas formas de pronunciarlo. Pero, hermanos, vemos allí que representa la gloria de Dios. Todos digan, la gloria de Dios.

Entonces, Jacob se cansó, tuvo un sueño, Dios se le apareció, él reconoció que aquel lugar era terrible, era tremendo, hizo un altar, tomó una piedra, dice que la ungió, la dejó como un monumento, como una señal y dijo, aquí este lugar se llamará Bet-el, Casa de Dios. ¡Porque Dios me ha hablado, yo he escuchado y he comenzado a caminar con la bendición de Dios! –aunque era robada–. Era robada totalmente, no le pertenecía, ¿a cuántos han salvado el Señor por gracia, hermanos? ¿Cuántos de nosotros no merecemos estar aquí, hermanos? Pero Dios nos alcanzó con su grande misericordia, y ahora, por gracia somos salvos.

Dije, por gracia somos salvos, Hermanos. Y tenemos algo grande en nuestras vidas. No lo merecemos, es una bendición robada pero gracias a Dios que Dios quiere darnos la bendición genuina, personal. Caminó Jacob y llegó un momento en su vida, después de haber caminado aproximadamente 20 años, y en ese camino de la vida de Jacob tuvo muchos problemas. ¿Cuántos conocen los problemas? Mueva la mano si usted conoce un problemita. Mueva dos manos si conoce problemotas. Esa palabra, problema, para muchos de nosotros es muy grande. Jacob también siendo humano, fíjese que tuvo problemas también familiares. Tuvo problemas personales, tuvo problemas con la sociedad y también tuvo problema con las mujeres. Benditas las mujeres. No se rían hombres, porque después van a tener que pagar la cuenta. Dios bendiga a las mujeres. No se puede vivir con ellas y sin ellas. Pero, Dios bendiga las mujeres, que Dios también las use y las ama.

Jacob tuvo un problemita allí grande que tuvo que trabajar y de allí trabajar otra vez. Y, hermanos, en verdad batalló. Y yo creo que Jacob tenía un poco de sangre latina porque tuvo los mismos problemas que tenemos nosotros, en su caminar, tuvo problemas familiares, por tierra por propiedad. Problemas económicos, y luego por allí con unas mujeres, y luego también con la familia. Su hermano… ¿cuántos saben que a veces hay problemas con la familia más cercana? Levanten la mano los que saben lo que estoy hablando. A veces aquellos que están más cerca son los que menos nos comprenden. No tiene que levantarla muy alto, hermano, Dios ya sabe.

Jacob tuvo problemas con su propio hermano cercano. Esaú era su hermano, sin embargo, lo quería matar. A veces hermanos, hay problemas familiares tan serios que hasta llega la amenaza, ‘te voy a matar’. Yo siempre les digo a mis hijos, nunca nos debemos de olvidar que traemos la misma sangre y ahora somos salvados por la misma sangre, la sangre de Jesucristo. Sigo adelante. Después de caminar por más de 20 años, Jacob, con problemas económicos, familiares, económicos, materiales… hubo problemas allí con sus hijos, sus ganados, sus posiciones. Llega un momento en su vida que Dios le habla otra vez a Jacob.

Yo espero, hermano, que en esta mañana Dios te esté hablando. Y, como dije, el altar ya está abierto. Cuando tú ya sientas el deseo de venir aquí a regresa a Bet-el, porque le dijo Dios a Jacob, levántate, sube a Bet-el y quédate allí y haz allí un altar a Dios, que te apareció cuando huías de tu hermano. Como que Dios le dice a Jacob, okay, yo te bendije en Bet-el primero, hubo bendición en tu vida, has caminado. Dios no lo dejaba, no lo abandonaba, pero llegó el momento en la vida de Jacob que Dios le dice, regrésate a Bet-el y has allí un altar. Pero ya había una piedra, ya había hecho un altar, ya había experimentado la presencia de Dios. ¡¿Por qué es que Dios le dice que regrese a Bet-el y haga otro altar?! Es que en el plan de Dios, Dios sabía que a través de los 20 años, su vida ya no era la misma cuando tuvo el primer encuentro con Dios.

Como que se había apagado el fuego un poquito, como que se había dormido por causa de los problemas, como que Dios le dijo, “okay, Jacob, basta, ya has caminado por 20 años, sí con una bendición robada, ¡pero yo tengo una bendición para ti más grande que la primera, yo tengo algo especial para tu vida, Jacob! ¡Yo quiero cambiar tu nombre, yo quiero hacer algo grande en tu vida! Pero, tienes que regresarte a Bet-el. Tienes que regresar a aquel lugar que tú tuviste un encuentro conmigo,” le dijo el cielo.

Hermanos, muchas veces se nos ha olvidado... ¿Cuántos se acuerdan de aquel día que aceptaron a Cristo? ¿Cuántos lloraron? Levanten la mano los que lloraron. Yo lloré y no avergüenzo de decirlo. El Señor me cambió, me transformó, a través de los años, a veces, hermanos, se nos olvida lo que Dios ha hecho por nosotros. Aunque digamos que no, pero ya no orábamos como orábamos, ya no leemos la Biblia, ¿se acuerdan, hermanos, como orábamos día y noche? Y estaban, hermanos, y la Biblia... Yo he sido Pastor por varios años, hermanos, y yo conozco los niños en el… a las 3 de la mañana estoy orando aquí, y me dijo que lo llamara. Y, ¿usted que estaba haciendo? Pues, durmiendo, hermano, pero levántese hermano, tengo algo que decirle. ¡Dios me ha hablado, Dios me ha dicho esto, porque hay una comunión con Dios íntima, estamos en el primer amor, hay bendición en nuestras vidas! Jacob había tenido un Bet-el como todos tenemos un Bet-el. Pero ahora, el señor nos dice regresa, regresa a aquel encuentro. A veces, hermanos, nos organizamos tanto, que nos olvidamos para qué estamos organizados. Amén.

Estamos, y yo voy a hacer esto y voy a hacer lo otro y hacemos mucho. Yo siempre he dicho hermanos, a veces hay que tomar tiempo para estar con papá y decir, papá… hacer una cita con Dios y decir, Señor, ¡yo necesito que me examines papá, un poquito, dime lo que está mal, dime lo que yo necesito. Necesito un físico, necesito un encuentro contigo, necesito regresar a Bet-el! Y dice que Jacob le dice a su familia, levántense, nos vamos a Bet-el. Pero, antes de ir a Bet-el le dice, hay que limpiarnos un poquito, porque a veces con el caminar nos enmugramos, se nos pega el polvo, se nos pega el polvo, las telarañas. Si se dice por aquí telarañas, no lo sé. Cuando se limpia un poco, qué se pone en las casas, hermanos, en las esquinitas… a veces, no se ve mucho pero si se prende la luz, allí, “mira, pensé que había limpiado.” Así nos pasa en nuestras vidas, pensamos que todo va bien, pero, por allá en una esquinita hay algo que necesitamos limpiar para regresar a Bet-el, para que Dios nos bendiga y cambie nuestro nombre.

Antes de esta experiencia, Jacob luchó con el ángel por una bendición. Pero no era la bendición que Dios tenía para él. Dios quería bendecirlo más. ¿Cuántos saben que Dios nos quiere bendecir más en esta mañana? Hermano, hermana, yo sé que tú estás pasando por muchas cosas, pero Dios te dice en esta mañana, regrésate a Bet-el que yo tengo algo especial para tu vida. Jacob, regrésate, levántate, regrésate a Bet-el. La obediencia de Jacob le produce una grande bendición en su vida, tan grande que cuando él le dice a su familia, límpiense, cámbiense de vestido, porque vamos a Bet-el, vamos a regresar a Bet-el, ¡allí donde Dios me habló por primera vez! ¡Yo quiero tener, otra vez, un encuentro con ese Dios maravilloso, yo quiero sentir su presencia, yo quiero sentir su amor, yo quiero sentir su poder, quiero sentir su Espíritu Santo! Dile a tu hermano, ¿estás listo para regresar a Bet-el? Dile a tu hermano, regrésate a Bet-el.

El altar ya está abierto, hermano, si necesitas regresarte, regrésate. No tengas temor, ven a Bet-el a ese encuentro con Dios. Jacob dice que regresó y cuando regresó, el Señor le habló una vez más. Y dice que llegó Jacob a luz, o Bet-el, que está dice en tierra de Canaán. Esta es Bet-el, y él y todo el pueblo con él estaba, y edificó un altar y llamó a aquél lugar, “el Bet-el.” 35, versículo 7. Ya no solo Bet-el, ya no solo Casa de Dios, sino que ahora él reconoció que era Dios que le había dado otra oportunidad de estar con su presencia. Hermano, hermana, Dios es un Dios de oportunidades, amigo que me escuchas, Dios es un Dios de oportunidades.

Lamentablemente, hermanos, muchos no obedecen el llamado de Dios y sufren las consecuencias, las consecuencias del pecado. En esta mañana, el Espíritu de Dios me enseña está administrando a alguien que dejó su Bet-el por mucho tiempo, pero hoy el Señor te dice regrésate, regrésate a Bet-el, yo tengo algo que te quiero decir. Muchas veces no escuchamos la voz de dios por estar tan ocupados en la obra de Dios y no le damos tiempo a Dios que nos hable. ¿Cuántos quieren escuchar la voz de Dios, en esta mañana? ¿Cuántos en verdad han venido y quieren ser cambiados? Entonces, Jacob hizo este altar, obedeció, regresó con su familia, a aquel lugar donde él había tenido su primer encuentro con Dios. Edificó un altar, lo bendijo, otra vez, vemos ese monumento, esa señal y luego otra vez se le aparece Dios a Jacob. Y se apareció otra vez, el versículo 9 dice, ‘apareció otra vez Dios a Jacob, cuando había vuelto de Param a Canaán, y le bendijo.’

¿Cuántos quieren la bendición esta mañana? ¿Cuántos necesitan una bendición para su familia? Levante su mano si en verdad necesita una bendición. ¿Cuántos en verdad tienen necesidad de una bendición? Hay algunos, hermanos, que no piensan que necesitan una bendición. Todo va bien, parece que todo va bien, tu vida parece que todo está bien arreglado, te vas a casar, tienes familia, ya estás planeando la boda, está todo listo, tienes buen trabajo, tienes dinero en el banco, nos vamos a ir de vacaciones… ¡hay todo planeado! Pero acuérdate que en un segundo Dios puede cambiar los planes.

¿Cuántos dicen gloria a Dios?

Vamos para allá, pero Dios nos dice vente para acá. Queremos hacer esto, pero Dios nos dice, todavía no es el tiempo. Y tremendo es cuando Dios nos para nuestros planes. Jacob, regrésate a Bet-el, porque yo quiero hablar contigo una vez más. ¿Habrá alguien que ya quiere pasar a Bet-el? Aquí está la presencia de Dios, tú no la ves, pero se siente su Espíritu Santo. Y ya para administrar a alguien. Ahora quiero terminar, hablamos un poquito de regresar a Bet-el. Quiero terminar en hablar de esta shekina o shikina, gloria de Dios. La presencia de Dios.

Escúcheme, hermano, la presencia de Dios es algo tan tremendo que necesitamos reconocer que si en nuestras actividades no está Dios no es una actividad de Dios. ¿Me oyeron lo que dije, hermanos? Si en nuestras actividades no está Dios, se vuelve nomás otra actividad. ¡Amén! Pero cuántos saben cuando Dios aparece, suceden cosas maravillosas. ¿Cuántos saben que cuando Dios está presente, Dios nos habla, Dios nos bendice Levanta al caído, al enfermo, restaura a aquél que está sufriendo? Pero se necesita esa presencia de Dios, esa gloria. Algunos escritores han dicho que se llama, la gloria de Dios. Esta palabra, shikina o shekina quiere decir la presencia de Dios. Y viene de un verbo -shakan- que quiere decir la habitación de Dios. Que viene de la palabra de los nidos de las aves. El lugar donde habitaba, donde habita, o un lugar, quiere decir 'tomar residencia’ en el Arameo con el Hebreo.

Y vemos nosotros que desde el Antiguo Testamento, allá en el tabernáculo, en Éxodo, capítulo 24. El capítulo 40 de Éxodo, se manifestaba la presencia de Dios en forma de una nube… una nube que llenaba el templo, que cubría el templo o el tabernáculo. Después llegó el templo, que vamos a hablar un poquito más adelante. Pero, quiero enfatizar algo muy importante. Cuando nosotros podemos reconocer que la presencia de Dios está en medio de nosotros es algo tan tremendo que no hay enfermo que Dios no pueda sanar. Dije que, ¡no hay enfermo que Dios no pueda sanar!

¡No hay pecador que no se arrepienta cuando Dios está allí para administrar y para hablar! Pero, para que la presencia de Dios se pueda manifestar, tiene que haber dos cosas muy importantes. Todos digan: fe. Díganlo más fuerte: fe. Y la otra cosa es, adoración y alabanza a Dios. Reconocimiento a Dios. Muchas veces Dios no se aparece porque no lo invitamos. ¡Amén, hermanos! Hablamos de tantos programas y tantas cosas, pero a Dios no lo invitamos al culto. Él es, no es el… huésped de honor. ¡Él es el Rey de Reyes, Él es Dios, Él es el maravilloso, Él es el Alfa, Él es el Omega, Él es el Todopoderoso!

Sin embargo, muchas veces a Dios lo invitamos cuando ya no hayamos la puerta, estamos patinando… y, hermanos, se nos olvidó, 'vamos a alabar a Dios’ ¿Cuántos saben que Dios habita en las alabanzas de su pueblo? ¿Cuántos ya alabaron a Dios y sintieron su presencia? Entonces, si Dios está presente van a empezar a suceder cosas maravillosas. Fe, porque se tiene que creer que Dios está aquí, pero no lo veo, pero ¿cuántos lo sienten esta mañana? Todos lo que lo siente, denle un aplauso a Cristo.

Entonces, la presencia de Dios. A veces está aquí la nube de Dios. Pero hay resultados cuando la presencia de Dios está presente. Se ven, son palpables, son visibles. Muchos dicen, hay tuvimos un culto tremendo, ¿qué paso? Nada. Hermanos, si Dios está aquí, algo precioso tiene que pasar ahora. Haber, hermanos, ¿cuántos ya saben que algo precioso ya pasó y va a pasar, hermanos? No están convencidos. ¿Cuántos de verdad, ya saben que Dios está aquí, hermanos? ¿Cuántos sienten su presencia ya en sus corazones? No están convencidos, todavía. Pero, es que somos como Santo Tomás, queremos ver para creer. Nosotros los hispanos tenemos esa bendición de que le hayamos siempre el ‘pero,’ un tremendo ‘pero,’ hubiera sido más tremendo. Nosotros los mexicanos le echamos mucha crema a los tacos, y esto estuviera mejor pero, si le agregaras esto estuviera mucho mejor.

Pero, quiero decirles algo, ¿quién es el que está en control? ¿Quién es el jefe, quién es el capitán, quién es el que está aquí para bendecirte? ¡No soy yo, no es nadie más pero es el Señor que está aquí para bendecirte, para levantarte, para sanarte! Esa presencia, esa gloria de Dios, otros escritores han dicho que es la habitación de dual implantion God, the shekina glory of God que se llena la nube. Ahorita que estábamos adorando a Dios empezó a llegar la nube. ¿Cuántos la vieron o sintieron, hermanos? Porque Dios habita en medio de las alabanzas. Cuando nosotros reconocemos que Dios está presente, comienza el Señor a manifestar su gloria. Esa gloria es la que hace los milagros.

El domingo que viene se va a orar por los enfermos. Pero, yo quiero decirles que necesitamos que la gloria de Dios esté presente. ¿Cuántos quieren que la gloria de Dios esté presente? Yo ya siento que Dios está tratando con alguien, pero tenemos que regresarnos a Bet-el, quiere regresarnos un poquito. Jacob había tenido un problema grande con su hermano, pero él cuando se paró, descansó, Dios le habló, creyó y recibió las promesas de Dios e hizo un monumento. Puso una piedra, la bañó con aceite y dijo, este lugar se llamará Bet-el, Casa de Dios. Muchas veces el diablo nos roba las bendiciones, en vez de robarle nosotros las bendiciones, el diablo nos roba la bendición. ¿Por qué? Porque no nos regresamos a aquel encuentro.

Decía el hermano, Pastor Omar, tenemos mucho por qué estar agradecidos, hermanos. Dije,¡que tenemos mucho por qué estar agradecidos! ¿A cuántos ha salvado el Señor? ¿A cuántos ha cambiado el Señor? ¿A cuántos ha transformado el Señor? ¿A cuántos ha perdonado el Señor? ¡Hay motivo de haber agradecimiento en nuestras vidas! Alguien puede decir, gloria a Dios por acá. No desayunaron, hermanos. ¿Cuántos pueden decir gloria a Dios por acá? ¿Cuántos pueden decir aleluya aquí? ¡Aleluya!

¿Cuántos pueden decir hay poder en Jesús? ¿Cuántos pueden decir hay poder en Jesús? ¿Cuántos pueden decir gloria a Jesús? ¿Cuántos pueden decir aleluya? ¡Dios está aquí! Dije, ¡que Dios está aquí para bendecirte, para levantarte, para darte nuevas fuerzas! ¡Dale gloria, dale gloria, regresa a tu Bet-el! ¡Regresa a tu Bet-el! Para que Dios cambie tu nombre. “Jacob tú ya no te vas a llamar suplantor, ladrón… ahora te vas a llamar Israel.” ¡Qué experiencia! Le cambió el nombre. Algunos necesitamos que nos cambie el nombre y la personalidad también, porque estamos un poco rústicos pero cuando Dios viene y nos cambia, si alguno está en Cristo… las cosas viejas… he aquí… ¿Cuántos quieren ser nuevos en esta mañana?

Voy a invitar al pianista que pase, porque ya voy a terminar… porque si no le voy a seguir y seguir y hermanos, se me olvida cuando parar. Que pase el pianista mientras yo me preparo para la conclusión. Este mensaje es para toda la iglesia en general, iglesia de Dios en todas las partes del mundo: tenemos que regresar a nuestro Bet-el, a nuestras raíces, a esa experiencia que tuvimos con Dios y muchos de nosotros no entendemos en esta última hora, Dios está permitiendo que pasen cosas en nuestras vidas para que regresemos a Bet-el. Me voy para allá, me voy a mover, me voy para México, me voy para Texas, me voy para la Florida. Y Dios dice, no, no, no, regresa. Todavía no ha acabado, tú pensabas que ya pero no he acabado contigo. Tengo algo, quiero cambiar tu nombre. ¡Quiero darte más unción, quiero tratar con tu vida, te quiero usar para que otros conozcan mi amor!

Y, a veces, corremos pero cuando nos regresamos rendidos, “aquí estoy papá. Yo quería hacer esto pero hágase Tu voluntad no la mía, hágase Tu voluntad no la mía. Yo quiero esto, pero yo sé que tú tienes algo mejor para mí.” Mientras el hermano empieza a tocar algo, yo quiero, hermanos, que todos cierren sus ojos.

Cuando el Pastor Roberto y yo hablábamos allí cuando tuvimos esta reunión hace unas semanas atrás. El futuro de la iglesia Congregación León de Judá e iglesia en general, confesaba algunas cosas que él ha puesto en su corazón, y entre ellas me decía, 'Pastor Gilberto, yo sé que Dios está preparando la iglesia Congregación León de Judá para una etapa nueva.' Y me decía, yo quiero que Dios nos prepare y entre ellos dijo algo que llegó a mi corazón. Y me dijo, 'Gilberto, tú sabes que estamos haciendo un nuevo templo para la gloria de Dios, pero me dijo, Gilberto, yo, ese templo no es tanto importante para mí o para la iglesia, porque podemos tener otras maneras de tener cultos y tener actividades. Pero me dijo, ‘yo quiero que sea un monumento profético. Una señal que en medio de las crisis hay un lugar donde está la presencia de Dios. ¡Hay un lugar donde todavía Dios sana, un lugar donde Dios todavía salva, Dios todavía transforma vidas, Dios todavía es real!’

Hermano, hermana, tú que estás sintiendo el… pasa al altar, no tengas temor, ven e híncate aquí, Señor yo soy el primero que quiero regresar a Bet-el. Yo necesito que Tú trates con mi vida una vez más, yo te servía mejor, pero me he alejado, me he alontanado, no me estoy acercando como Tú quiere. Pasa, póstrate delante de tu Bet-el para que Dios cambie tu situación. Este monumento que se está orando, se está levantando fondos, se está construyendo es una señal. Dios te bendiga, hermana. Alguien más que comienza a sentir el llamado de Dios. Dios te bendiga, hermana.

Este monumento donde nosotros queremos que almas se salven, queremos ver… Dios les bendiga, hermanos, es tu Bet-el. Cuando tú lo sientas. Dios está hablando, hoy va a cambiar tu nombre, va a cambiar tu vida. Créelo, ten fe, comienza a hablar con Dios. Algo está pasando ya ahorita en el mundo espiritual. Jacob se regresó a Bet-el, ya no era Bet-el, era “el Bet-el.” Dios era primero en su vida. Hermano, hermana, tú que estás aquí en el altar has regresado a tu Bet-el. Es tú y Dios. Dios conoce toda tu vida, Dios conoce todo tu pasado, tu presente y tu futuro. Él sabe todo lo que tú has pasado, ‘no, pero si paso, van a decir algo…’ Dios ya lo sabe. De Dios no puedes esconder, no queda nada escondido delante de la presencia de Dios. Regrésate iglesia, it's time to return to Bethel.

Oh, hermanos, en unas vidas el diablo ha estado viniendo a destruir, pero hoy se regresan a Bet-el, y la shekina gloria de Dios está aquí. La nube de Dios ya ha llegado para llenar tu vida. Mientras comenzamos ya a administrar, hermanos, algo va a pasar en tu vida que tú ni te vas a dar cuenta. Pero vas a tener que hacer nuevos votos con Dios. Dónde está esa persona que dice, bueno yo no he pasado, pero yo sé que soy esa persona. Tengo temor, pero yo sé que yo ahorita estoy bien. Jacob por 20 años pensaba que estaba bien, porque andaba con una bendición robada, pero Dios tiene una bendición personal para ti. Dios quiere abrazarte en esta mañana y decirte, 'hija mía, aunque todos te abandonen, yo no te abandono’. ‘Hijo mío aunque tú has sido despreciado, yo no te desprecio, yo te amo. Yo te quiero bendecir.’ Hermano, hermana, Dios te quiere bendecir en esta mañana. Regrésate a Bet-el. Ten un encuentro con Dios, deja que Dios bendiga tu vida, ya no sufras más por andar por el camino con tu propia inteligencia, con tus propias ideas, regrésate a Dios. Regrésate a Dios. Dios está aquí en esta mañana tratando.

Es tiempo de usar nuestras armas

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Saludo en grande manera a los hermanos que nos escuchan por diferentes partes en el Internet, al hermano Guerino, en Roma, Italia, que esta mañana me llamó, a nuestro hermano Hugo, a Michelo en Buenos Aires, Argentina, y también a Carmen Ianichello en Grotaminarda, Merino, Italia, que llamó y dijo hermano, quiero una oración especial.

¿Cuántos saben que Dios escucha la oración, hermanos? En esta tarde voy a invitarles que todos abran su corazón porque creo que este mensaje es un mensaje que Dios ha estado tratando con mi vida algunos días. Hemos estado en la clase de discipulado, y también la cédula de hombres de Dios en crecimiento, sintiendo esta necesidad de poder, hermanos, prepararnos.

¿Cuántos saben que la iglesia está en avivamiento? No todos, no están todos convencidos. Maybe I should say it in English, how many know that the church is in revival? Cuanti sano que estamo en resvello? Ningún italiano.

Sí, hermanos, créalo o no la iglesia está en avivamiento. Dije créalo o no la iglesia está en avivamiento. Cristo todavía es el mismo, ayer, hoy ty por los siglos. Él todavía sana, él todavía salva, él todavía está en el trono, hermanos. Y hay poder en su nombre, si lo cree déle un aplauso fuerte al Rey de reyes y Señor de Señores. Ahora sí, se siente que alguien está convencido que Cristo está aquí, y cuando él está presente suceden cosas maravillosas.

Ahora ya sí ya me siento, me estaba sorprendiendo, hermanos. I was starting to feel brother pastor Omar, he maybe I needed to preach in English.

Pero voy a tratar, hermanos, oren por mí se me olvida el español, se me olvida el italiano, hasta el inglés. So, voy a tratar hermanos, de predicar en español.

Segunda de Corintios, Capítulo 10, versículo 3 y hermanos, para los que estuvieron en la mañana me van a perdonar porque voy a predicar el mismo mensaje con los mismos versículo pero les garantizo que vaya a salir igual, porque cada vez que predico yo, a veces Dios me dirige y saludo a nuestra pastora, la hermana Mercedes, también que está aquí esta mañana, pensé que andaba en Nicaragua comiendo queso fresco allá con el pastor Roberto, pero está aquí y Dios bendiga a toda la familia.

¿Todos ya tienen Segunda de Corintios, 10:3 al 7? Unas Escrituras muy conocidas de nuestro gran Apóstol san Pablo. Cuando lo tengan digan amen, hermanos. Dice:

“…. Aunque andamos en la carne no militamos según la carne porque las armas… - todos digan las armas – de nuestra milicia no son carnales, sino ¿Qué dice? Otra vez hermanos, como que desayunamos, ¿Qué son? … ¿para qué? ….En Dios para destrucción de fortalezas…”

Otra vez, “… porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino ¿qué?.... amen. Dice, “… derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento… - todos digan el conocimiento de Dios - … y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, y estando prontos a castigar toda desobediencia cuando vuestra obediencia sea perfecta, irán las cosas según la apariencia si alguno está persuadido en sí mismo, que es de Cristo eso también piense por sí mismo, que como él es de Cristo así también nosotros somos ¿de quién?.... amen.”

Para la honra y gloria del Señor quisiera predicarles un mensaje intitulado, “Es tiempo de usar nuestras armas”. In English “It is time to use our weapons”.

Creo hermanos que la iglesia ha llegado a una dimensión y lo estamos viendo, hay avivamiento en todo el mundo, y para que el avivamiento tenga efectividad, podamos tener éxito, necesitamos siempre recordar que la iglesia es una iglesia militante, dije que militante, porque estamos aquí en la tierra militando. Un día estaremos en el cielo pero por hoy el Señor nos tiene aquí en la tierra caminando, marchando como un ejército en orden, militando, conquistando terreno, quitándolo, destruyendo esta fortaleza y ganando territorio para el Reino de Dios. Y en esta batalla, en esta guerra espiritual hay necesidad de que la iglesia tome una posición y conozca sus armas, tenemos muchas armas lamentablemente algunos no saben todavía usar las armas que Dios nos ha dado y a veces Dios nos ha dado diferentes armas para diferentes batallas, porque el propósito de Dios es que seamos una iglesia victoriosa.

Si usted lo cree, déle un aplauso a Cristo. Dios no te ha llamado para derrota, Dios no te ha llamado para que estés en conflicto. Dios no te ha llamado para que pierdas la batalla. Él te ha llamado para que seas más que vencedor, por su amor y su misericordia. Si tu lo crees, dale gloria al que te salvó.

Entonces, es tiempo de usar nuestras armas. Creo que estamos viendo que estamos en una dimensión de que hay luchas, hay pruebas, hay cosas que están viniendo contra nosotros que a veces no entendemos por qué, y esta mente humana a veces quisiera, hermanos, reaccionar humanamente, pero podemos entender que nuestra batalla no es una batalla carnal.

La Biblia dice que no luchamos contra carne y sangre, sino contra principados y potestades que vagan por los aires. Lamentablemente hay una crisis de entidad, hermanos, una crisis de entidad donde el creyente a veces pierde la fuerza, pierde su posición como hijo de Dios y una de las grandes astucias del enemigo de nuestras almas, hacerte sentir que estás solo, que Dios ya no está contigo, que no puedes, y a veces hermanos, allí llega la derrota, la confusión, lo no claro.

¿Cuántos se han sentido así que a veces están confundidos? Levanten la mano los que son sinceros. No hay nadie confundido en esta mañana ¿verdad? Eso es el orgullo latino que todo bien, how are you? Fine, pero dentro del corazón estamos llorando. Pero gracias a Dios que Dios ve más allá que la apariencia, él ve el corazón. ¿Cuántos dicen gloria a Dios por ello?

Entonces, esa crisis de entidad, hermanos, a veces es porque no conocemos lo que tenemos o se nos ha olvidado lo que Dios nos ha dado y tenemos un almacén, una bodega, un arsenal grandísimo de armas que a veces no las usamos como debemos y cada ejército tiene armas de aire, armas de tierra, armas en el agua. Hay diferentes, ahora hay láser, misiles, nucleares, hay bombas, hay dinamita, ahora ya no se trata nomás de una batalla digamos, hay muchas armas justificadas o profundas, internas que algunas ni las conocemos.

Ahora hay aviones que vuelan solos, no necesitan piloto humano, hay aviones que los controlan de otra manera, con sensores. Pero gracias a Dios que también el cristiano tiene sus armas espirituales. Alguien diga gloria a Dios por estas armas. Y voy a mencionar algunas aunque necesitaríamos varios sermones para cada uno de estas armas.

Qué diríamos de la primera arma que es la palabra de Dios. ¿Cuántos aman la palabra de Dios? Esta palabra que es una espada de dos filos, esta palabra que es el martillo que quebranta la piedra, esta palabra que es el pan de vida, esta palabra que es agua de vida, esta palabra que es fuego consumidor, esta palabra tiene poder. Cuantos lo creen denle gloria por su palabra. Y pudiera hermanos predicar varias series en esto, porque la palabra es algo poderoso y hay que aprender a usar la palabra.

La segunda arma es la fe. Qué dijéramos de fe, esta es una bomba atómica que mueve montaña. A ver, pícale a tu hermano y pregúntale si movió una montaña en esta mañana. Ojalá que no haya sido la esposa, ¿verdad que hay poder en la fe. ¿Cuantos saben que hay poder en la fe, hermanos? Dije que hay poder en la fe. La fe mueve montañas. Lamentablemente la fe a veces no la sabemos usar. De nada sirve tener fe si no la usas, hermano. Y no necesitas mucha fe, la Biblia dice que un granito de mostaza, algunos quieren un balde, un troque de fe, un camión, una guagua, pero gracias a Dios que el Señor dice, no necesitas mucho, solo un poquito pero usarlo, creerlo, y él se manifiesta, él honra la fe de sus hijos.

Me ha llamado mucho la atención en estos días el padre Rafé. ¿Cuántos saben quién es el padre Rafé? A ver si saben discipular. ¿Cómo se llama? All right, va a estar contento que el pastor que todos contestaron Abraham. Porque es verdad, pero hay que ver la vida de Abraham para ver por qué fue el padre de la fe. Después que Dios lo llamó fuera de Ur, de caldeos, salió fuera de su parentela. A veces es el problema, dice, yo a mi esposa, a veces Dios los tiene que sacar de la familia, hermanos, y llevarnos por allá porque a veces le pasó a Abraham. Lo llevó el Señor, él vio muchas cosas, vio la destrucción de Sodoma y Gomorra, dejó a Lot y vio muchas cosas. Y después en su vejez Dios le dio una promesa, que le iba a dar un hijo. Y su esposa estaba anciana y se rió, hasta por cierto Isaac significa, risa porque Sara no creyó. Estoy muy vieja, no puedo, pero lo que Dios da y promete, él lo cumple. Si lo cree diga amen.

Pero después que le dio el hijo, le pidió que sacrificara a su hijo. Que interesante esto. Dice que Dios le dijo, quiero que sacrifiques a tu hijo y yo te llevaré a un monte, no le dio el nombre del monte, yo te mostraré dónde va a ser. Camina tres días, veo el número 3 para los tiolocos o teólogos, el número 3 otra vez. Tres días de camino, imagínese usted, Abraham sabía que iba a sacrificar a su hijo. Él iba caminando sabiendo que Dios le había pedido algo profundo. Yo creo que si Dios nos pide esto a nosotros, yo ya hubiera entregado la toalla. Digo, no Señor, no voy. Me quedo, estoy enfermo y mil excusas. Pero imagínese usted caminado con Isaac, caminando, no como nosotros, yo creo que yo iba a ir llorando, Señor, por qué, por qué a mí, por qué me escogiste. Tu me lo diste y a veces razonamos con Dios como que si Dios, pero yo sé que Abraham iba seguro, porque dice que sus siervos iban con él pero llegado al lugar que el Dios le mostró, y ¿qué les dijo?, esperen aquí que yo y mi hijo vamos a subir y vamos a regresar.

Que fe tremenda y luego Isaac le dice, papá, dónde está el sacrificio. Aquí viene la fe, hermanos, es un arma poderosa. ¿Qué le dijo Abraham? Jehová proveerá. Jehová proveerá, pero lo dijo antes de subir la montaña porque él sabía que Dios aunque si él sacrificaba a su hijo, aunque si su hijo se quemaba allí en el altar y había cenizas de aquellas cenizas Dios lo podía resucitar y poner de nuevo en sus manos. Eso es fe, eso es un arma poderosa.

Es fácil gritar victoria después que pasamos la batalla. Es como dijo una persona, estamos tremendos, ya habíamos vencido, yo sabía que íbamos a vencer. Pero qué tal, por qué no decían nada antes? Es fácil, hermanos, a veces hablar pero es difícil creer. Pero eso es un arma poderosa, y en otro día hablaremos de eso.

Que diríamos de la oración. ¿Cuántos saben que Dios escucha la oración? ¿Cuántos oraron en esta mañana? A la luz de la mañana. Dijo un hermano que pastoreaba una iglesia, hermano, yo oro todas las noches, me quedo bien dormido y oro con los ángeles. Ojalá que aquí no oren de esa manera.

La oración es un arma poderosa. Mucha oración, mucho poder. ¿Cuántos saben que la oración tiene poder, hermanos? Y la oración junta con la palabra y con la fe, más poderosa. Y el otro día hablaremos de la oración.

Ahora, ahí les va algo que no nos gusta o esta carne no le gusta, el ayuno. Todos digan ayuno. Fasting. ¿A cuantos les gusta ayunar, hermanos? No se nota. Estamos bien llenitos. Pero a veces esta carne necesita el ayuno. ¿Cuántos saben que es importante el ayuno, hermanos? En una ocasión los discípulos quisieron echar fuera a unos demonios y el Señor les dijo, este género solo con ¿Qué? Hay algunas situaciones que vamos a necesitar ayuno y oración. Y otro día vamos a hablar de eso.

Adoración y alabanza. ¿Cuántos se gozaron con los jóvenes cantando, hermanos? Ya se me estaba olvidando hermanos, menos mal que tenía 50, ya me lo comenzaba a danzar y a brincar porque es poderosa la adoración, amemos. ¿Cuántos se gozaron con la alabanza, pudieron sentir la presencia de Dios? La alabanza trae poder, trae alegría. Dice que el gozo del Señor es nuestra fortaleza. Y es más poderosa la alabanza cuando usted está en medio de una lucha y de una prueba y usted puede cantar, puede glorificar a Dios sabiendo que Dios va a contestar su petición. Alguien déle gloria a Dios. Es un martirio poderoso, una bomba atómica cuando usted alaba a Dios y no puede, no hay razón por qué alabar a Dios.

La siguiente número 6, es un arma poderosa, el nombre del Jesús. Alguien diga Jesús. Saben lo que están diciendo? El nombre del Jesús significa Dios salva. En una ocasión, ustedes saben yo fui misionero en Italia, esta mañana daba el testimonio, cada persona que me visitaba en Italia, primera una cosa que quería es que yo lo lleváramos a San Pedro, la basílica, en Roma, íbamos allí y por cierto, hermanos, por tantos años que fuimos, ya nos conocían porque llevábamos mucha gente y en una de esas giras que fuimos llegó un hombre y me preguntó, un hombre muy estudioso me preguntaba, él sabía que nosotros éramos misioneros y que predicábamos el Evangelio y me dijo, quiero hacerte una pregunta: ¿por qué siempre ustedes oran en el nombre del Jesús? Y hermanos, ustedes saben, ya me comenzó a hablar teológicamente, que las sofrología, en el estudio de la salvación, y que esta rama y ya me dio una buena explicación y luego el Señor me dijo, pregúntale si sabe lo que significa el nombre del Jesús. Y le dije, perdone, ¿qué significa el nombre del Jesús? Se quedó un poco maravillado y le dije, bueno, la Biblia dice que significa Dios salva. Se me quedó y dijo, no, pues nosotros oramos a María y le dije bueno, es que… y les di tarea a los hermanos de la mañana, les voy a dar la misma, busque a ver qué significa el nombre María, y sin ninguna ofensa a las Marías porque Dios bendiga a las Marías. Pero tiene un significado el nombre María y el nombre Jesús tiene un significado también que es Dios salva. Y por eso dice la Biblia por allá en Efesios, y en Filipenses que le ha dado un nombre que es sobre todo nombre y toda lengua confesará que él es el Señor. Y dice también en Hechos que no hay otro nombre dado a los hombres por el cual podamos ser salvos. El nombre de Jesús tiene poder. Dije que el nombre de Jesús tiene poder para sanar, para liberar, para dar nuevas fuerzas. Ese el nombre que tiene poder, ese nombre puede cambiar tu vida, ese nombre puede darte nuevas fuerzas. Pero cuántos sabemos usar ese nombre.

La última arma que quiero en esta mañana mencionar, digo en esta tarde, estoy norteado todavía, la sangre de Jesús. Número 7 que quiero mencionar y es la que quiero concentrarme por unos minutos. La sangre de Jesús es un arma muchas veces no se habla mucho ya porque ya hemos recibido la salvación pero en estos días el Señor me ha estado mostrando, y si queremos entrar en una dimensión de avivamiento tenemos que regresar a la cruz. Dije que tenemos que regresar a la cruz, al sacrificio de Jesús por nosotros.

En Primera de Pedro 1:18 y 19 dice, “.. pues ya sabéis que fuiste rescatados de vuestra vana manera de vivir la cual recibiste de vuestros padres, no con cosas corruptibles como oro o plata, el 19 dice, sino con la sangre preciosa de Cristo como de un cordero sin mancha y sin contaminación…”

El enemigo de nuestras almas, él no quiero que tu entiendas, o tengas el conocimiento de lo que es la sangre de Cristo que fue derramada en la cruz. Y en el estudio de sofrología de das cuenta que hay necesidad de entender esto para que nadie vaya a quitarte la posición que tu tienes como hijo de Dios. Ese es le problema que algunos se alejan de Dios porque no entienden su posición como hijos de Dios.

Y quisiera, hermanos, como digo si ustedes, voy a tratar de ser corto pero preciso al punto, al grano voy a llegar. En el Antiguo Testamento vemos allí en el Capítulo 3 de Génesis, usted puede leer con la segunda tarea, puede leer todo el Capítulo y tiene que hallar el significado de María y en el Capítulo 3 se va a dar cuenta que algo que aconteció cuando Dios creó al primer Adán y Eva, y ellos pecaron aunque le echan la culpa a la mujer, que Eva convenció a Adán pero también Adán comió de aquel fruto y desobedeció, y dice la Biblia que ellos se encontraron desnudos y se alejaron, se escondieron. El pecado hace que el hombre se esconda de Dios, se aleje, se alejaron, quisieron esconderse. Y otra cosa interesante que ellos hicieron, dice con hojas de higo hicieron coberturas, hicieron túnicas, se quisieron cubrir con hojas de árbol. Ese el elemento humano, ellos quisieron con su propia fuerza cubrirse de la vergüenza que ellos sentían. El pecado te hace alejar de Dios.

Pero vemos ahí en el mismo Capítulo que Dios hizo túnicas de piel y allí vemos que esa piel vino de algunos animalitos que tuvieron que derramar sangre y la Biblia nos dice que sin derramamiento de sangre no hay remisión o perdón de pecados. Vemos allí la primera, en Génesis, que hubo derramamiento de sangre y Dios no quería que se cubrieran con hojas de higo sino que él trajo las pieles y les hizo túnicas. Ahí dice que Jehová les hizo esas túnicas y los cubrió con esas túnicas. Y más adelante puede leer esa palabra de separación o esconderse que la palabra muerte que significa separación. La vemos también en Romanos 6:23 donde dice, porque la paga del pecado es separación, separación ¿de quién? De Dios, más ¿Qué dice? Pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro. ¿Cuántos saben que hay vida eterna en Cristo Jesús? Déle un aplauso fuerte si usted ha recibido esa vida eterna. A su nombre gloria y honra por esa preciosa salvación.

Ahora, esa palabra muerte, pecado nos separa, nos morimos si nosotros cometemos pecado pero la sangre de Cristo dice que nos acerca a Dios y vamos a hablar un poquito de esto. También veamos allí en Éxodo, Capítulo 12 en el versículo 7 antes de que el pueblo saliera de Egipto, después de las plagas, la última plaga de la muerte de los primogénitos humanos y animales, Dios les dijo en el Capítulo 12, versículo 7, tomando de la sangre y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en que lo han de comer, hablando del cordero que iban a matar sin mancha y sin defecto. Y luego dice el 13, Éxodo 12:13, la sangre oh será por señal en las casas donde vosotros estéis, veré la sangre y pasaré de largo ante vosotros y no habrá muerte, no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiere la tierra de Egipto.

Allí vemos que la sangre era una señal de protección de la muerte. ¿Cuántos saben que la sangre de Cristo los protege de la muerte? Ahora, hay que aprender a usar esta sangre en nuestras vidas. El diablo es un ladrón, ¿Cuántos sabían que el diablo es un ladrón, hermanos? Juan 10:10 dice que el ladrón no viene sino para ¿Qué? Hurtar o robar, matar y destruir….

Dígalo conmigo, hurtar, matar y destruir, pero dice, y no he venido para tengáis y para que tengáis vida y tengáis vida en ¿qué? En abundancia. El diablo quiere robar o hurtar, quiere matar y quiere destruir, ese es el trabajo del diablo. Y lamentablemente a veces la iglesia no está preparada, los creyentes no están preparados cuando el diablo viene a robar las peticiones. ¿Cuántos saben que el diablo quiere robarte la salud? ¿Cuántos enfermos hay en esta tarde? Sean sinceros, ¿Cuántos saben que Cristo los puede sanar? Tocó mi corazón, oraba por un anciano en el primer culto, un anciano que conocí en el hospital donde trabajo, ni sabíamos que él venía aquí, pero mi esposa lo atendió, le hablamos. Resulta que es de Perú, un ancianito que toma el autobús y tiene dos o tres horas para venir al culto aquí, y se tiene que ir, viene al culto temprano y luego se va al autobús donde él vive. Y hermanos, lo conocí y él ha estado batallando con su vista y esta mañana él pasó adelante y oramos por él y en cuanto vio a mi hija dijo, ya Dios me sanó. Eso es fe, hermanos. Cuando alguien puede proclamar con su corazón que Cristo lo ha sanado. ¿Cuántos saben que hay poder en la sangre de Cristo para sanidad? Él lavó nuestras enfermedades.

Entonces el diablo quiere robarte la salud, quiere matarte, destruirte por medio de atacar tu salud, tu cuerpo. Hay enfermedades crónica pero gracias a Dios que también hay poder en el nombre de Jesús para sanar esas enfermedades. Cristo sana. Si usted lo cree, déle un aplauso al que lo sanó y al que lo va a sanar. Él es tu sanador, Jehová Rafa, él es tu sanador y tu salvador. Alguien dijo gloria a Dios. Alguien grite gloria a Dios.

El matrimonio hermanos, ahí les va. ¿Cuántos Dios no quiere destruir el matrimonio? Levanten las manos los que saben esto. Aunque no lo crea el diablo anda detrás de todos los matrimonio, y no nomás los de los jóvenes, también los viejitos se enamoran. Pero el Señor quiere que entendamos que la sangre de Cristo puede proteger nuestro matrimonio hermanos. A veces no entendemos lo que está pasando en nuestro matrimonio pero necesitamos aprender a defendernos cuando el diablo nos quiere robar nuestro matrimonio, nos quiere matar y destruir pero gracias a Dios que Cristo quiere unir y ayudar a los matrimonios. ¿Cuántos dicen amen? Si tiene a su … ahí a un ladito, déle un abracito, déle un besito y dígale gracias a Dios por ti. Se miran bien, así abrazando. La mía está por allá, mi Paloma está por allá, pero ella sabe que la amo mucho, pero tengo que decírselo. Ahí les van los matrimonios. ¿Cuántos saben que es necesario, hermanos, que la sangre de Cristo proteja los matrimonios? Porque, hermanos, el diablo anda como león rugiente y a veces hermanos, quiere robarnos ese amor que tenemos.

Me dijo un anciano una vez y esto nomás entre paréntesis, un ancianito de 80 años me dijo, mire, quiero contarle algo pastor. Allí en el trabajo, ya trabajaba, por eso a veces tenemos que aprender a hacernos retired porque trabajaba el hermano, ya casi 80 años y dice que había una señora ahí de unos 40, dice, una niña de unos 40 y hermano pastor le voy a decir algo, Dios me la puso en mi camino. Ya se había olvidado de la viejita de 50 años que estaba, que lo había aguantado por 50 años y le dije, no, hermano, no dejes que el diablo se meta allí. Dios no te la puso, es el otro te quiere robar aquellos años de felicidad que Dios te ha dado. Cuidado, hermanos, el diablo anda detrás de tu matrimonio. Alguien diga, gloria a Dios. Alguien diga, la sangre de Cristo proteja mi matrimonio.

Enseguida, la familia. Estamos viendo una rebelión de hijos contra los padres. El domingo pasado se habló de la restauración. Dios bendiga a los que tienen niños pequeños, decía en la mañana, en Italia dicen bambino picolo, why picolo. Bambino grande o groso, why groso. Quiere decir, cuando los niños están pequeños hay problemitas chiquitos, pero cuando crecen también hay problemas grandes. Y a veces hermanos, ya los hijos los quieren decir, decía mi mamá, cuando los patos le tiran a la escopeta, cuando por hay Gilberto quería decirle más de la cuenta. Mi mamá era una mujer chaparrita pero llena del Espíritu Santo. Cuando ella decía algo, si somos tres hombres grandotes, más grandes que yo, mis hermanos, pero cuando decía, yo te dediqué a Dios tu tienes que honrarme porque la palabra de Dios dice. Y hermanos, nos bajábamos.

Pero hay una rebelión, ¿Cuántos han visto que hay una rebelión en algunos jóvenes? No todos, Dios bendiga a la juventud que está buscando a Dios, pero hay una rebelión en el mundo. ¿Cuántos han visto a estas personas que se rebelan? Me decía el otro día, miré allí donde yo trabajo, y llegó una jovencita de unos 15 años y traía todo, aretes por todas partes, traía aretes por los pies, por los …., tenía como 10, no había ya más campo, y por todas partes y traía hasta un grande círculo aquí, parecía toro, vaca, pero ella… ahí les va hermanos? Y yo en la curiosidad, el profesionalismo yo le dije, oh, that looks nice, very nice. Y luego me dijo, you don’t want, let me tell you something, así como hombre habló, pero era muy chiquita pero le salió una vocesota. You know, what I have all these, … all these piercings, you want to see some more? I said, no, no, wait a minute. Y me dice, because I’m a rebellious letting the world know and I can take pain. Y yo dije entre mí, que triste. Y estaba la madre a un lado y le dijo, no voy a mencionar su nombre por regulations, pero dijo la mamá, why don’t you be quiet. Y le dijo a su mamá, shut up, mom!

Y yo sentí en mi corazón, hermanos, dije, if that was me, ya hubiera levantado los dientes por allá lejos. Pero hay rebelión, hermanos. ¿Cuántos dicen amen? Algunos se ríen pero algunos están batallando con sus hijos. Les gritan a veces. Ya nos quieren decir los hijos, me da risa porque a veces ellos nos quieren decir, me dice mi hijo Gilberto, porque él es mi chofer, papá, tu no sabes manejar. Digo, hijo, yo tengo más años que tu tienes de vida manejando. Yo manejo hasta con los ojos cerrados. Y él dice, papá, por eso yo necesito ser el que manejo. Y quiere un Mercedes A Class para llevarme por ahí.

Pero es que los hijos a veces, hermanos, no entienden que es el diablo que quiere robarlos de la bendición de honrar a sus padres. Yo les voy a decir algo: hay bendición, yo estoy aquí porque una madre y un padre me inculcaron. Dice mi madre, cuando yo estaba en el vientre de ella, ella oraba por mí, quería dedicarme mis tres hermanos son pastores, porque ella los dedicó a Dios. Y hermanos, también nos disciplinó y ahora, time out. It’s a better method, no, no hay que disciplinar. Pero la Biblia habla de lavar esos otros mensajes. Pero ya me estoy saliendo. Y algunos jóvenes están viendo con ojos de rebelión.

Hablamos de las finanzas. Todos digan finanzas. Todos digan bendición a las finanzas. ¿Cuántos quieren más bendición en las finanzas? Hay que aplicar también la sangre en nuestras finanzas, estamos por embarcar un grande proyecto de construcción, pero quiero decirles algo, si aprendemos a poner la sangre de Cristo en nuestras finanzas, en el aspecto del conocimiento, de entender el diablo quiere robarme, quiere destruir lo que Dios me ha dado, pero cuando yo aplico la sangre de Cristo a mis finanzas va a haber bendición, hermanos. ¿Cuántos creen esto con todo el corazón?

Les contaba en esta mañana y no estaba mi esposa presente, estaba en el discipulado y me atreví a decir esto, y lo voy a tener que decir ahora sí está presente, porque lo va a escuchar en el Internet de todos modos. Pero decía en estos días, nosotros vinimos como ustedes saben, de California, de San Diego, un área donde no hay frío. Ahí está 70 grados casi todo el año. El hermano Greg conoce un poco allí esa área. Es bonito San Diego, allí estábamos bien, Dios nos había bendecidos. Dios nos había dado una iglesia muy próspera, por cierto, estábamos contentos.

Pero Dios nos trajo para acá según para apoyar a mi hija en sus estudios y hermanos, pues nos vinimos así como quien dice, vendimos todo, nos subimos a los carros, les contaba a los hermanos que yo le compré un Mustang convertible, un GT Ford Mustang a mi hija cuando se graduó de high school, el convertible estilo San Diego. Muy contentos, ahí vinimos de California con nuestro convertibles. Y hermanos, la primer nieve que cayó vino el vecino y me dijo, esos carros no sirven aquí y yo venía con un ….. esos grandes, hermanos, llantas, 20” wheels, pero era a tracción atrás. También no servía para nada el …. Y luego mi hijo tenía un Toyota también con rear traction, un troque, y vino el viejito, el anciano por cierto con mucho respeto me dijo, those cars are no good here, they’re for California. Get rid of them. Y bueno, pues ya tuvimos que vender. Llegamos con 3 carros, los vendimos, y me dijo, comprate un Landrover. Fui por allí y me compré un Landrover de esos que pueden subir hasta derecho para arriba y gracias a Dios ese carro fue de bendición porque todos se atoraban, aprendí que se necesita un buen vehículo para la nieve.

Pero lo que quiero decir es que a veces perdemos todas las esperanzas en nuestras finanzas, Dios estábamos rentando… nuestra idea era venir a apoyar a Adriana, se graduaba, seguía su escuela de medicina, y nosotros nos regresábamos a sunny California, here we come. Pero Dios en sus planes nos dijo, es lo que tu quieres pero yo tengo otra bendición para ti. Y hermanos, pues ya vamos a cumplir dos años y le mes pasado pudimos adquirir nuestra casa aquí, pues nuestra primera casa, mi hija y mi esposa oraban y nosotros queremos si nos vamos a queremos una casa. Pero yo les decía, hay crisis, ahorita no podemos.

Y a veces, hermanos, las finanzas es un área donde el diablo nos roba mucha bendición. Y mi esposa con mucha fe decía, las mujeres son tremenda, hermanos, cuando usan la fe es algo tremendo. Pero Dios nos puede ayudar, honey, y luego cuando te dicen honey, olvídate, nos derretimos. Ok, all right. Y le dije, bueno, y dice, yo quiero una single family home, digo, Carmen, no estás en California, aquí todas son multifamily, apartamentos, todos viven. Es que aquí es ciudad. Y ella me decía, pero yo quiero una single family home con dos baños, hermana Mercedes, no quería un baño, quería two bathrooms. Y con 4, un cuarto para cada, una oficina para ti. A veces nos ponemos chiqueados pero gracias a Dios que la sangre de Cristo tiene poder. Por hay, no sé cómo pasó pero cuando menos me acordé ya tenía en trámite una casa de 4 dormitorios, con dos baños, con basement y 5 family, con un cerco hasta para el perro, porque quieren perro también. ¿Cuántos saben que Dios bendice las finanzas? Dije que Dios bendice las finanzas.

O Dios me dio la nueva casa, nos mudamos el primero de octubre y como buena dama, dijo honey, ya tenemos nueva casa ahora nuevos muebles. Pero la bolsa está muy mal, honey, Carmen. Que vamos a hacer? Yo creo que Dios nos puede ayudar. Se vuelven poderosas las mujeres cuando quieren algo. Que bueno es esto. Y bueno, le dije, mira, hay crisis, honey, acabamos de mudarnos, hay muchas necesidades. Y yo, hermanos, tratando de sacarle al parchi pero, bueno, Dios bendiga que un día llegaron los muebles, y no nomás de la cocina, primero era nomás un dining room set, pues cuando ya menos acordamos hay nuevos couches, hay nuevos sofá, hay escritorio, hay dining room set y todo nuevo porque no querían nada usado porque Dios hace las cosas nuevas, dice.

Luego hermanos los hijos también están aprendiendo a usar la fe. Y aplicar la sangre de Cristo porque me dijo mi hijo Aarón, el más chiquito pero el más grande, a ver Aarón ponte de pie, miren este es mi niño, ese es my baby. Él tiene 15 años y está ya jugando Barcity football for …. High. Lo van a ver, ya lo están haciendo recruit en Boston College, en North Carolina y un día no va a trabajar ya. Pero Dios bendiga a Aarón y mi otro hijo Giliberto que está trabajando, por cierto. Dijeron, papá, mamá consiguió los muebles, tenemos muebles, tenemos todo, yo quiero una big screen, uno de esos plasmas TV, con …. Y playstation, y wi. Y bueno, hermanos, gracias a Dios, me dijo, papá yo tengo un poco de dinero, pues para hacer el cuento corto, ya tenemos casa nueva, muebles nuevos, televisión nueva, muebles nuevos y hermanos, yo le decía a mi esposa, la persona que nos vendió los muebles allí en la furniture store, nos decía, hay crisis, Señor Sábano, por qué no se detiene, compra una cosa a la vez. Pero dice mi esposa, yo sé que Dios nos va a ayudar. Él nos ha ayudado siempre. Eso es cuando uno está seguro de su posición, el mundo dice algo, pero Cristo te ha dado fe y esperanza.

Algunos maridos me están viendo mal. Dicen, por qué está predicando así. Porque las mujeres van a pedir nuevos muebles. Pero no, hermanos, no es los muebles, es la fe, la seguridad, la posición del hijo de Dios y la sangre de Cristo nos ha comprado. El Señor dice que nos ha redimido, nos ha rescatado. Cuando hablamos de la sangre de Jesús hay tres palabras muy importantes. Díganla conmigo, la primera es la propiciación. Díganlo. Una vez más. La segunda es la expiación. Y la tercera es redención.

A ver digan, propiciación, que significa que el Señor ha reconciliado, ha pagado, ha detenido la ira. Óigame bien, la sangre de Cristo nos ha redimido de tal manera que el pecado nos separa de Dios pero la sangre ha detenido la ira de Dios y dice que la palabra expiación quiere decir, borrar las culpas mediante un sacrificio. Entonces quiere decir que nosotros estábamos condenados a muerte pero por medio la sangre de Cristo pasamos de la muerte a la vida. Y ahora que estamos en la vida tenemos ciertos privilegios, Dios nos ha redimido, nos ha rescatado. Él pagó el precio, estábamos secuestrados por el diablo pero llegó el ransom note y Cristo lo pagó por nosotros. La cuenta está pagada, hermanos, la cuenta está pagada, hermanas. Cristo ya te hizo libre y si el Hijo te ha hecho libre tu estás libre y puedes caminar seguro que Dios está contigo.

Entonces esta arma de la sangre de Cristo se trata del conocimiento, de saber quién soy yo delante de los ojos de Dios. Lamentablemente hermanos, el diablo ha robado a muchos, los ha destruido su fe porque no saben su posición.

Pero hermanos, para terminar quiero llevarlos a la cruz. Para haya avivamiento el grande evangelista Billy Graham siempre decía, cuando nosotros predicamos de la cruz siempre hay avivamiento. Es bonito predicar de muchos temas pero lo más hermoso es recordar que si estamos aquí es por el sacrificio de Cristo en la cruz del calvario.

Cierre sus ojos, permita que te lleve al Gólgota, al calvario. Jesús lo azotaron, dice la Biblia que lo azotaron, le golpearon su espalda con esos azotes romanos que arrancaban la piel de su espalda, como era profetizado por el profeta Isaías. Fue inmolado, era carne molida su espalda. Sin embargo, dice que no abrió su boca como cordero que va al matadero.

La primera cosa que hicieron, le pusieron una corona de espinas en su cabeza y aquellas espinas traspasaron su cráneo y salió sangre. Clavaron sus manos a un madero. La pregunta que yo me hacía era por qué, pero el Señor me hacía entender que a veces nosotros cometemos o cometíamos pecado con la cabeza, con el cerebro, pero gracias a Dios que hay sangre de Cristo para lavar nuestros pensamientos que a veces nos hacen pecar. Y gracias a Dios que también con estas manos, ¿Cuántos han pecado con las manos? Levanten las manos los que han pecado con estas manos. Pero gracias a Dios que la sangre de Cristo también salió de las manos de Cristo.

¿Cuántos han ido a un lugar a donde no deben de ir y estos pies los llevan a veces a pecar? Pero también allí en la cruz traspasaron sus pies para que haya perdón para los que pudiéramos cometer con nuestros pies.

Lo que me llama mucho la atención a mí es que cuando traspasaron su costado dice que salió agua y sangre con aquella lanza. Quiere decir que llegó esa lanza hasta traspasar su corazón. ¿Cuántos saben que hay perdón también para las cosas que se guardan en el corazón? Hay cosas que el rencor, la amargura, la raíz de amargura puede, hermanos, destruir tu fe en Dios, en no perdonar, hay rencor, hay raíces que a veces solamente la sangre de Cristo puede sacar, en las manos, en la cabeza, en el costado, en la espalda, en los pies hay sangre de Cristo en esta tarde para lavarte.

Primera de Juan 1:9 y 10 dice, si confesamos nuestros pecados él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos, a ver hermanos comience a sonar porque sino lo voy a seguir, play softly. Este mensaje habla de un arma poderosa que es el conocimiento del sacrificio de Cristo en la cruz. La sangre de Cristo perdona nuestros pecados, la sangre de Cristo protege nuestras vidas sobre las amenazas del enemigo, sobre nuestra familia, nuestro matrimonio, nuestras finanzas, hay que poner la sangre allí para que haya bendición en tu vida.

Pero la sangre de Cristo también te da una posición tan grande que tu eres un hijo de Dios, tu puedes con toda confianza entrar al lugar santísimo y decir, papá, aquí estoy, te necesito.

En estos días escuchaba el gran ejemplo de nuestro ex presidente John F Kennedy, que dice que una de las características de este hombre fue de que cuando sus hijos estaban en la Casa Blanca, en una reunión tan importante su hijo entró a esa reunión a platicar con su papá. Se escapó y llegó allí y le dijo, daddy, y el presidente John F. Kennedy dice que paró todo y tomó a aquel niño John y lo levantó.

¿Cuántos saben que Jesús nos ama así? Que podemos entrar. He’s never too busy to help us. El nunca está muy ocupado para ayudarnos.

Hermana, hermano, ponte sobre tus pies en este momento. Yo quisiera concluir diciendo esto; la sangre de Cristo tiene un lugar especial, tu eres hijo, yo soy hijo de Dios por el sacrificio en la cruz. A veces menospreciamos, a veces se nos olvida que fuimos comprados a alto precio, Efesios 1:7 nos dice, que la redención ha llegado por la sangre preciosa de Jesús. No dejes que el diablo te robe, te mate o te destruya, tu tienes posición, eres hijo e hija de Dios.

Pero pastor yo tengo problemas. Yo lo comprendo, yo tengo incertezas, estoy confundido, Dios te puede aclarar en esta tarde tus necesidades. Yo quisiera

Cadenas invisibles

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Gracias a Dios por esta oportunidad y quiero entrar inmediatamente aprovechando el tiempo, agradezco, ayer hablando con el pastor Miranda, me dio todas sus finas atenciones y les agradezco a todos hermanos sus atenciones, a todos los pastores, me siento en casa. I feel at home, I feel comfortable, I feel part of you. Me siento parte de ustedes y si ustedes fueran por mí en esta mañana quiero compartir con ustedes el mensaje que Dios me ha dado y quiero, hermanos, que abran su corazón.

¿Cuántos han venido para que Dios trate con sus vidas? Hay gente que va a la iglesia nomás por rutina, pero hay personas que van a la iglesia buscando de Dios. Y hay gente que halla a Dios y hay gente que no halla ni siente a Dios. y hermanos, es triste decirlo que hay muchas personas que en verdad necesitan la presencia de Dios en sus vidas.

¿Cuántos dicen amen a eso? Sin embargo, a veces hermanos, por la confusión, por la falta de entendimiento, por la falta de la palabra de Dios, a veces hermanos, hay mucha ignorancia a cómo se puede hallar la presencia, o sentir la presencia de Dios. Hay gente que busca a Dios en grandes catedrales, en grandes iglesias, grandes templos, hay otras personas que buscan a Dios en lugares de la montaña, suben a las montañas, a la montaña más alta, otros van a lo profundo del mar y sí, Dios dondequiera está, pero para hallarlo se necesita algo más, se necesita fe. Todos digan fe.

Y hermanos, yo les voy a invitar inmediatamente para aprovechar el tiempo para abrir su corazón juntamente con su Biblia al Libro de San Juan, una Escritura muy, Capítulo 8 y hermanos aquí estaremos entrando en el corto mensaje que Dios me ha dado. Oren por mí para que Dios me dé la libertad y la unción necesaria.

Cuando ya lo tengan o pueden seguir si lo ponen allí en la pantalla. Gracias hermano. Quiero hermanos, que ustedes escuchen lo que dice la palabra de Dios. San Juan, Capítulo 8, versículo 31 en adelante.

Dice, “... dijo entonces Jesús a los judíos....”, todos digan judíos, “... que habían creído en él, ‘si vosotros permanecéis en palabra seréis verdaderamente mis discípulos y conoceréis la verdad y la verdad os libertará’, respondieron los judíos, los creyentes ‘linaje de Abraham somos, jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices seréis libres?. Jesús le respondió, ‘De cierto os digo que todo aquel que hace pecado esclavo es del pecado y el esclavo no queda en la casa para siempre, el hijo se queda para siempre...”

Ahora todos léanlo conmigo a voz alta y unidos el versículo 36, díganlo conmigo, “...así que si, el Hijo os libertare seréis verdaderamente libres...”

En esta mañana quiero predicarles un mensaje titulado, ‘Verdaderamente libres’, ¡truly free’, ‘verdaderamente libres’. Voltéese a su hermano y dígale, ¿eres verdaderamente libre? Pregúntele a alguien, are you free?

¿Eres libres? A ver, todos los libres levanten la mano derecha, muévalo un poquito, dígale aquí estoy Señor, estoy libre. Oh, we have a lot of free people today. Todos están libres, ¿verdad, hermanos?

Entonces, nos vamos a dar cuenta que a veces pensamos que estamos libres pero en realidad no sabemos lo que es la libertad en verdad. los judíos eran creyentes, eran religiosos, tenían religión, tenían teología, tenían doctrina, tenían muchas cosas buenas. ¿Por qué les dijo Jesús que necesitaban ser liberados si ya eran creyentes? Es que aquí hay un gran secreto que lo vamos a tratar de desglosar al momento que escuchemos más de este mensaje.

Hay confusión en el mundo, hermanos, hay ahorita, hay píldoras, hay farmacéuticos para todo. ¿Cuántos dicen amen a esto? Hay para adelgazar, para engordar, para ponerse más bonito, `joven, hermanos, hay para cambiar el color de cabello, hay para todo, hay para depresión, hay para levantar el ánimo, hay para ganar nuevas fuerzas, there’s a lot, hay muchas cosas. y es bueno todo esto, y por eso a veces hay confusión, hay personas que piensan que a veces la libertad se puede comprar con una píldora. El pastor Omar, me siento atado, ¿me puede dar un píldora?, y hay personas que buscan ese tipo de libertad y se frustran y se frustran y llegan a su vida cristiana que después llega hasta la duda, falta de fe.

Pero hermanos, la voluntad de Dios no es esto. Dios quiere que seamos victoriosos. ¿Cuántos dicen amen a esto? Dios quiere que seamos más que vencedores. Los propósitos de Dios para nuestra vida no es algo negativo como algunas personas a veces predican. Óigame bien, nosotros los latinos por naturaleza a veces se nos ha inculcado que servir a Dios es algo amargo, algo serio. El cristiano, el mas santo debe andar con una cabeza triste, debe tomar un vestido de piedad, no se puede reír, no puede tener sonrisa, no se puede mover. Y a veces así, hermanos, hay personas que dicen, así quiere Dios que yo esté. Y hay personas que están en depresión, que están en problema, en luchas, que están en necesidades, y a veces el diablo los hace pensar que es la voluntad de Dios que ellos estén así o que estemos así, porque a veces nos encontramos así en esa manera que decimos, bueno, Dios quiere.

Y, hermanos, todo lo contrario. Oía al pastor Omar decir que Dios tiene más que darnos y la voluntad perfecta. Todos digan la voluntad perfecta, la voluntad perfecta de Dios es algo tan tremendo que la Biblia dice que él tiene más que darnos que aquello que nosotros pudiéramos pedir. Su palabra lo dice, que él ha prometido, hermanos, grandes cosas, el ladrón, el enemigo ha venido para matar, hurtar, destruir pero Cristo dice que ha venido para que tengamos vida y vida en abundancia.

La pregunta en esta mañana es ¿tienes vida en abundancia, eres victorioso, estás lleno de esa victoria que se transmite? O estás pasando por el valle de sombra de muerte y algunos se quedan ahí y nunca salen. Y hermanos, algunos a veces por la falta de palabra de Dios en su vida, dicen, esta es la voluntad de Dios. No, hermanos, hay una voluntad que se llama voluntad permisiva. Todos digan, voluntad permisiva. Esa no es la voluntad perfecta de Dios. Pero a veces confundimos, si Dios permite ciertas cosas, eso no quiere decir que ese es el plan y el propósito de Dios para tu vida.

Los planes de Dios son más altos, los pensamientos de Dios son para que tu seas victorioso, que seas prosperado, que tengas victoria, que tengas gozo, que haya alegría, que estés lleno del poder de Dios, que haya gozo, que haya alegría, que tu vida esté llena de victoria.

Sin embargo, hermanos, a veces dicen, Dios quiere esto. Vamos a la palabra de Dios, vemos nosotros que en Segunda de Corintios 1:20 dice:

“... porque todas las promesas de Dios tienen o son en él sí y en el amen....”

¿Cuántos saben lo que quiere decir amen? Así sea, todos digan amen. Amen, así sea. Si Dios lo dijo, yo lo creo y así sea. Dios lo dijo, yo lo creo, va a suceder por su palabra lo dice. Si usted cree que va a hacer esto efecto en su vida tiene que tener fe y poder decir las promesas de Dios dicen amen, sí, todo lo contrario, la medicina, la economía, los problemas sociales, los problemas económicos, la política, hay muchas cosas contra de mí, pero yo no creo que su palabra va a mentir. Él lo dijo, yo lo creo, todas las promesas de Dios dicen, sí, yo se que Dios está conmigo. Yo sé que mi redentor vive, yo se que hay poder en el nombre de Jesús. Yo sé que hay victoria en el nombre de Jesús, yo lo creo, lo voy a ver, va a ver victoria en mi vida.

Ya estás viejo, ya pasaste, me dijo hace poco, recibo una llamada de una persona y me dice, un joven diácono que comenzó años atrás y me escribe y me dice, Gilberto, cómo te va en la viejez. Y ya está más pelón me dijo, porque me está saliendo una corona arriba. Y le dije, sí, pero se rió porque me dice, ¿te sientes bien, verdad? Le dije, sí, me siento mejor que antes. Yo creo que mi vida va a ser mejor en la villa del cristiano, dice que debe ir en aumento como la aurora, de triunfo en triunfo, de victoria en victoria. Yo creo que mi segunda parte de mi vida va a ser mejor que la primera porque su palabra lo dice. Yo lo creo, yo estoy sobre su palabra.

Pero hay, hermanos, cosas que la voluntad perfecta de Dios a veces no la entendemos. Pero dice que el gozo completo en el Señor nos produce una fe tremenda y quisiera yo, hermanos, decirles esto, que a veces van a haber momentos en nuestras vidas que tenemos que ir a la palabra.

Todos digan palabra de Dios. Haber todos los que trajeron la espada, levántenla hermanos, muchos soldados con buenas armas. Bueno, chago, yo cuando camino con esta Biblia en el público se asusta la gente. Es como traer una machine gun, una metralleta. Porque hay poder en la palabra de Dios. Dije que hay poder en la palabra de Dios.

Llega a mi mente cuando llegué a Italia yo estuve en provincia de Avelino en Nápoli y luego fui a la Sicilia por allá a predicar, y había hermanos que traían la Biblia escondida, camuflaged. La pintaban de color de rosa, la cambiaban para que nadie se diera cuenta que era palabra de Dios. y un día hermanos, el Señor me dijo, por eso compré una Biblia grande, la más grande. Llegué a la biblioteca y dije, quiero una Biblia grande. Y por allá hallaron una y ¿por qué? Si ya no se venden, lo que está de moda ahora es pocket Bibles. Pero hermanos, no hay que avergonzarnos de la palabra de Dios.

¿Cuántos aman la palabra de Dios? ¿Cuántos creen la palabra de Dios? ¿cuántos saben que hay poder en la palabra de Dios? A ver, arrimense la palabra cerca de su corazón. Esta Biblia cuando escrita vale mucho, pero más cuando tu la crees y la vives en tu vida. Alguien diga, gloria a Dios.

entonces, hermanos, la voluntad perfecta de Dios es que seamos victoriosos, que haya prosperidad, que haya victoria. No, no dijo el Señor que siempre íbamos a estar en la montaña, pero dijo que siempre estaría con nosotros. ¿Cuántos creen que el Señor está con nosotros? En la montaña, en el valle, en las pruebas y en la lucha. La iglesia sigue caminando porque Cristo lo dijo que él estaría con nosotros hasta el fin del mundo.

Entonces, hermanos, la voluntad perfecta es cuando el cristiano aprende a confesar. ¿Qué es confesar? Confesar es lo que su palabra dice. En la boca hay vida o hay muerte. A veces usamos más muerte que vida, ¿por qué? Por falta de conocimiento. A veces pensamos que con decir, no, no se puede, es imposible, estoy muy lejos, estoy muy viejo, ya no puedo. Y hermanos, hay mucha negatividad que a veces llega a nuestra vida, pero si su palabra lo dice hay que confesarlo. Y si usted lo confiesa, usted confiesa la palabra de Dios, usted está diciendo algo que ya fue escrito y que en el plan, y en el propósito, y en la voluntad perfecta de Dios se va a cumplir y si se va a cumplir esto va a traer gozo a tu vida y victoria.

¿Cuántos quieren gozo y victoria en su vida? El gozo y la victoria se ve hermanos, quiero contrario, a lo que se enseña, hay doctrinas falsas, que dicen que el gozo se debe contener, debe ser más controlado. Yo no sé hermanos, yo cuando siento gozo no puedo estar ahí calmado. Yo siento gozo, yo siento alegría. Yo tengo que expresarlo, tengo que decirlo, tengo que articularlo con las manos, con la voz, tengo que decir que en verdad lo que yo siento es algo real en mi vida, yo siento el poder de Dios, yo siento el gozo de Dios. se siente, se transmite, se puede ver en la vida de una persona. Hay personas que dicen, ah, yo estoy bien lleno del poder de Dios y en su vida no hay victoria. La victoria se ver hermanos.

Alguien diga, gloria a Dios. Ahora, hermanos, déjenme entrar a la segunda parte. Son tres partes que quiero tocar. ¿Cuántos saben que estamos en batalla? Los judíos eran creyentes, pero cuando Jesús les presentó, Jesús dijo estas palabras, los hizo pensar en algo más profundo y lo que voy a decir es profundo en esta mañana, que los hizo pensar, bueno, tenemos todo, somos judíos, somos el pueblo de Dios, tenemos las promesas de Dios, tenemos grandes cosas que Dios nos ha dado, ¿por qué nos dice este que si en verdad el Hijo los hace libres, seremos libres verdaderamente? ¿Acaso no estaban libres?

A ver, todos los libres muevan una mano, hermanos. Muevan dos manos si están libres. Puede decir, yo estoy en Estados Unidos, soy libre, soy libre. Pero el Señor estaba hablando de una libertad más profunda. Libertad del pecado. Cuando conoceréis la verdad, ¿cuál verdad?

Jesucristo es el camino, la vida y la verdad. Entonces, cuando él habla de conocer la verdad está hablando de conocer ese amor de Dios. ¿Cuántos conocen el amor de Dios? el amor es una cosa grande. Me está haciendo la hermana regresar a Italia. Pero el amor de Dios es tan grande que cuando lo experimenta uno no puede quedarse uno, lo cambia a uno radicalmente. ¿Cuántos dicen amen a eso? Hasta cambia la manera de pensar, la manera de vestir, la manera de ser porque ese poder de Dios lo hace uno entender que es amor es algo tremendo, ese amor agape, es profundo.

Pero quiero decirles algo, hermanos. Estamos en una batalla espiritual. We are in a spiritual battle. Y quiero que entiendan esto, hermanos, yo creo que todo creyente debe aprender a luchar como un buen soldado, tiene que conocer las armas de su milicia, tiene que entender que la palabra de Dios es la única cosa que le va a poder ayudar en tiempos difíciles. Porque a veces nuestros hermanos nos van a fallar. ¿Cuántos dicen amen a esto? Yo sé que esto no pasa aquí en Boston en la congregación de León de Judá, pero allá en California a veces los hermanos fallan. Pero Dios no falla, hermanos. Dije, que Dios no falla, hermanos. Dije que Dios es verdadero. Dije que Dios es fiel. Dije que hay esperanza en Dios y hay victoria.

Dice la palabra, en Efesios 6 que estamos en batalla, no luchamos contra carne ni sangre sino cosas que vagan por los aires. Estamos necesitando la armadura de Dios, necesitamos estar listos. Estamos en batalla, somos soldados, pero Dios ha prometido victoria. Dios no ha perdido ninguna, hermanos. ¿Cuántos dicen amen a esto?

Hay personas que dicen no, es que yo no siento hermanos, y ahorita voy a hablar de esto porque hay personas que se van por lo que sienten, no por lo que está escrito. La batalla de cristiano produce en el cristiano a veces amargura, dolor, angustia, a veces, hermanos, las batallas del cristiano producen, hermanos, tanto dolor que el hijo de Dios a veces comienza a pensar a Dios lo ha abandonado. ¿Cuántos se han sentido así? Sean sinceros, levanten la mano cuando llega esa lucha tan dura, Dios bendiga a los hermanos que son sinceros.

Pero cuando uno comienza en verdad a pensar a lo mejor y Dios ya se olvidó de mí. Quizás alguno sabe, meses atrás una persona me decía que lo habían diagnosticado con cáncer, ya no había remedio, fourth stage cancer, se iba a morir, y estaba esta persona ya haciendo sus preparaciones porque le dijo el médico que se iba a morir en un año. Y hermanos, me dijo, hermano, yo quiero que ores por mí para que Dios me ayude para preparar el funeral y preparar todo. Y me dijo, yo quisiera que tu predicaras en mi funeral. Y hermanos, como que el hermano ya se había resignado.

Y le dije, ¿tu te quieres morir, hermano? Dijo, no. ¿Estás seguro? Pues estás haciendo todo tan emocionado que te vas a morir. Estás preparando. ¿Y qué tal si Dios quiere algo más para tu vida? No, es pero que ya me dijo el médico. ¿Pero qué es lo que Dios te dice? Pero, hermano, es que ya no hay esperanza. Y hermanos, eso hace como 15 años y todavía sigue vivo el hermano. ¿Por qué? Porque a veces hermanos los planes de Dios, lo sanó de cáncer para que fuera en un grande testimonio pero él tuvo que aprender a confiar en Dios, no en lo que los hombres a veces le habían dicho.

Y hermanos, enseguida vamos a entrar a algo muy poderoso, las batallas de cristianos son a veces pensamientos. A ver, todos digan pensamientos. Y no buenos, hermanos. A veces somos carnales. Todos digan, carnales. Por allá en Italia se usa las carnicerías, no sé en qué provincia, pero allá en el sur hay carnicerías de res, de puerco, de anhielo, de pollo. Las carnicerías son diferentes y hermanos, se va y se compra ahí en las carnicerías. Y a veces hermanos, la carne nos gana.

¿Cuántos dicen amen a eso? Hay pensamientos carnales y no de res de puerco. Nadie dice amen pero a veces no estamos pensando... Hello. That’s not me. Ese no soy yo, yo no. Ahora, ahí vamos para allá.

Ahora sí hermanos, Jesús les dijo a los judíos, ustedes necesitan ser libres y si son mis discípulos tienen que permanecer en la palabra. Todos digan palabra. Y luego les dice, si ustedes creen en mí yo los voy a hacer libre y conoceréis la verdad, la verdad os hará libre.

Pero luego dice, si el Hijo os libertare seréis verdaderamente libres. Voy a, hermanos, a decirles algo. Los síntomas, hay personas que el enemigo encadena. Todos digan encadena. Cuando una persona está encadenada es una persona que es esclavo, no puede hacer lo que él quisiera o desea hacer porque está encadenada, está en prisión. Y hermanos, una persona encadenada, hay síntomas de una persona encadenada espiritualmente y a veces hay cadenas visibles y cadenas invisibles.

Voy a usar un ejemplo y Dios bendiga a estos hermanos que me van a ayudar para mostrarles lo que es estar encadenado visiblemente y estar encadenado invisiblemente o con cadenas invisibles. ¿Cuáles son los síntomas de una persona encadenada? Los síntomas son que a veces no se puede orar. ¿Cuántos dicen amen a eso? No se puede adorar o alabar a Dios, como se hacía, se ha dejado el primer amor. No se puede leer la palabra y ¿cuántos tienen problema para leer la palabra de Dios? Sean sinceros.

Dijo una hermana, yo cuando quiero dormir me leo un versículo y me quedo bien dormida. Le servía como una píldora para dormir. Pero el propósito de la palabra es algo más, leer, escudriñar, investigar, escarbar. A veces una persona que está encadenada comienza a fallarle ese deseo, esa hambre por la palabra de Dios. Se siente con ansiedad.

¿Saben lo que es ansiedad? Fíjese lo que hace el león en la jaula. Caminar porque está lleno de ansiedad, esa jaula no es donde, él está encadenado, está aprisionado allí. Pero su naturaleza es estar libre. Entonces, así también hay cristianos que hay ansiedad en su vida porque están encadenados y no a veces no son cosas grandes, hermanos, son las zorras pequeñas que destruyen mucho. No son cosas grandes, mortales o el pecado mortal, a veces son cosas pequeñitas que comienzan a alejar al cristiano y está encadenado. No es libre. Ya no siente a Dios como lo sentía. Se siente, hermanos, atado, ya no puede levantar las manos. Para qué se levanta, tanto ejercicio, por qué hay tanto movimiento, hay ansiedad, todo le va mal.

Dijo un hermano, es que estoy bien salado, necesito una limpia. No, hermanos, los cristianos no necesitamos, ya nos limpió la sangre de Cristo. Dije que la sangre de Cristo nos ha lavado, nos ha limpiado. Hay poder en la sangre de Cristo. Entonces, hermanos, quiero darles una ilustración y ya voy a entrar a la conclusión.

Se dice que una gran corredora de la olimpíadas ganaba muchas carreras y hermanos, en los últimos juegos olímpicos perdió su carrera. Era una gran campeona y la entrevistaron como se hace siempre. Ella ganaba todas las carreras y le preguntaron ¿por qué perdiste esta carrera si tu siempre ganas? Y se le acercó alguien y se quitó el zapato y sacó una piedrecita pequeña y dijo, esta piedrecita me estaba estorbando mientras corría.

¿Qué te está estorbando, hermano, hermana, para correr la carrera de Dios? A ver hermanos, del ministerio de hombres, al hermano Aquilas me va a ayudar aquí. A ver, pase para acá. Aquí trae a alguien encadenado. Miren, hermanos. El hermanos Carlos, tráigalo para acá. Mírenlo, así nos trae algunas veces el diablo, mire qué cadena trae ahí. El hermano está encadenado, no va para a donde él quiere, lo lleva el enemigo para donde él quiere. Mírenlo hermanos, está encadenado, no tiene libertad, no puede levantar sus manos, no puede ir a la iglesia, lo lleva a otros lugares, porque está encadenado. Miren sus manos, miren la cadena. El diablo usa muchas cosas para encadenarnos, es una cadena visible, se ve, se mira que él está atado.

Ahora les voy a enseñar una cadena invisible. Pase hermano Hernán, mire el hermano qué bonito se mira, su Biblia en mano, ¿podrá estar encadenado alguien así? No se ve nada, hasta la Biblia trae debajo del brazo. Y aquí se ven las cadenas visibles, y acá están las cadenas invisibles. Dios es el que mira y dice, que él no mira la apariencia sino él mira... nosotros vemos las cadenas, lo externo. Pero Dios ve las cadenas invisibles.

O alguien de un grito de júbilo, se pusieron muy callados, se asustaron. Alguien diga, gloria a Dios. Las cadenas invisibles no se ven, parece que el hermano Hernán todo es color de rosa. Mírelo. Pero acá el hermano está encadenado, no puede levantar la mano, no va donde él quisiera ir porque está encadenado, con cadenas visibles y cadenas invisibles.

En Gálatas, Pablo nos habla de esas obras de la carne, Gálatas 5:19, puede leer cuáles son las obras pero a veces hermanos, esas piedritas pequeñas, esas zorras pequeñas tienen a la persona encadenada para que no esté libre. ¿Cuántos en esta mañana quieren que Dios los haga libres?

Hermanos, las cadenas invisibles pueden ser rencor. Todos digan rencor, amargura, trauma. Pasó esto, cuando yo era niño, me pasó esto, yo tengo muchos problemas y a veces yo era huérfano, yo era esto, yo era lo otro, y el diablo te hace pensar que ya no hay victoria en tu vida, pero la Biblia dice que si alguno está en Cristo nueva criatura es. He aquí las cosas viejas pasaron. Todos digan pasaron. He aquí son hechas nuevas.

Miren hermanos, el diablo planta amargura. A ver todos digan orgullo. Hay personas encadenadas por orgullo. Son muy orgullosos, superiores. Nosotros los latinos a veces nos afecta esto, ¿verdad, hermanos Yo digo, yo soy, los mexicanos somos muy orgullosos. Lo admito. Yo cuando me levanto en la mañana y me veo al espejo me siento bien guapo, Vicente Fernández no me.. me miro al espejo. I’m the most handsome man in the world. Yo me miro y estoy orgulloso pero a veces el orgulloso nos puede estorbar, nos puede encadenar, nos puede dar un complejo de superioridad.

El complejo de inferioridad es el que se siente inferior, pero el superior también le puede el diablo usar para encadenarlo, para no ser libre y poder sentir la presencia de Dios y conocer la voluntad perfecta. Hay complejos que estorban al cristiano, hermanos.

Pero quiero decirles algo, las cadenas visibles y las cadenas invisibles el Señor ha prometido liberarnos, romper las cadenas. Él ha prometido vida donde hay muerte. Él ha prometido gozo donde hay tristeza. Él ha prometido cambiar nuestro lamento en danza.

Cuando llega Cristo a la vida de un cristiano el Señor le comienza a quitar las cadenas. Ahora sí puede levantar las manos. Ahora sí puede alabar a Dios. El que tiene las cadenas invisibles también cuando llega la presencia de Dios el Señor le da libertad, ahora sí es libre, y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Alguien diga gloria a Dios.

Silencio. Oigan, se oyen cadenas. Hay cadenas invisibles. ¿No las oyen? Entonces el oído humano no oye que hay cadenas invisibles, cadenas de duda, cadenas de enfermedad, pero esta mañana Dios quiere romper las cadenas y darte libertad y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres. Y al que el Hijo hará libre en verdad será libre.

Yo no sé cuántos, les voy a invitar a que se pongan de pie y voy a invitar a los músicos que pasen. Yo no sé cuantos en esta mañana han venido con el deseo que Dios, cuidado, cuidado, a alguien se le cayó algo, una cadena se le cayó. Que bueno, ojalá que si le está estorbando, se lo quite el Señor.

Hermanos, yo no sé cuántos han venido al quirófano de Dios en esta mañana. yo no tengo problemas, yo no tengo cadenas visibles, digo, yo no tengo vicios, yo estoy bien. Dios mira tu corazón. Las cadenas invisibles, hermanos, son las más difíciles a veces de quitarnos. Las cadenas visibles se caen solas a veces cuando Cristo llega a la vida de un hombre, lo cambia. Pero a veces en el corazón se quedan cositas pequeñas, cadenitas que no te hacen libre para tener victoria en tu vida. Hay ansiedad, hay problemas, te sientes que te falta algo. Hoy el Señor te quiere hacer verdaderamente libre.

Mientras nuestros hermanos comienzan a adorar a Dios yo quiero invitar rápidamente, quiero, hermanos, ministrar, que el Espíritu Santo ministre, sea hombre o sea mujer, que estén en esta mañana, los que estén escuchando por el Internet, por la televisión, por lo que sea, Dios, la voluntad perfecta de Dios para tu vida es algo hermoso, algo perfecto, pero hay cadenas que te pueden estar estorbando en tu vida. y esta cadena sea visible o invisible, el Señor te la quiere quitar de tu vida.

Puede ser un pensamiento negativo, puede ser un problema serio, puede ser cáncer, puede ser enfermedades, puede ser depresión, pero hay esperanza en Jesús. Dije que hay esperanza en Jesús. Quiero orar por alguien, Dios me está diciendo alguien que está batallando para dormir en la noche, hay mucha ansiedad en tu vida. Y el Señor me enseña que te estás levantando tarde, no duermes, pasas una hora o dos sin dormir. ¿Dónde está esa persona? Siento un persona con mucha ansiedad. Pasa para aquí, Carmen, ayúdame a ministrar un poquito.

No tengas vergüenza, a veces no pasamos porque qué van a decir los hermanos. Ahí viene. Dios te ama tanto que quiere quitar esa cadena. Hermanos Carlos, Dios no se equivocó ¿verdad? Yo no lo escogí, Dios lo escogió. Miren hermanos, hay cadenas que se van a quitar de tu vida, Dios te ama.

También los músicos tienen cadenas, a veces el diablo los quiere llevar para allá, para el rock and roll, ahí les va y esto viene de Dios. Había un hermano que cantaba muy bonito, tocaba muy bonito y llegó por allá una banda de Egipto, y le dijo, you come and play for us, I’ll make you faithless. You don’t need to sing that gospel music. Se fue el hermano, y ahora ya no sabe ni tocar, ni puertas. La droga lo destruyó.

Hermanos músicos, ustedes tienen un ministerio grande, hermoso, úselo para la gloria de Dios. Cuando venga por ahí esa tentación de Santana o de algo, diga, no, yo alabo a Dios.

Oh, ansiedad, cadenas que no te dejan hermanos. Levanta tu mano hermano. Quisiera que me ayudar alguien hermano aquí atrás. Señor, toca a tu hijo. Yo no conozco pero tu conoces su vida. Ahí va, hermano, Jesús, cual sea cadena que lo está estorbando. Tu hija, Señor, que tanto te ama, Señor, ayúdala Señor, ella intercede, dale nuevas fuerzas, rompe las cadenas. Tu hijo, Señor, Dios te ama, mi hermano. Jesús, liberación. Hay cadenas que Dios quiere romper de tu vida. Dios quiere que seas libre, hermano, que seas victorioso. Ahí va hermano, Dios está tocando a alguien. Hermano Carlos, ahí va.

La presencia de Dios te ha hecho libre, hermano. Al que el Hijo ha hecho libre será libre verdaderamente. Ya no hay necesidad de estar encadenado por diferentes cosas. Pero hermano, el problema que yo tengo, pero conozco uno que te puede dar la solución. Pero hermano, yo tengo muchas necesidades. Dios suplirá tus necesidades.

Jesús. Cristo está aquí, hermanos, rompiendo cadenas, rompiendo cadenas que te han estado atando. Sus pensamientos, hay personas que se preocupan por lo que no se deben de preocupar, Dios está contigo.

Jesús, oh mighty God. I just feel somebody needs a touch from God. Jesús.

Oh Señor. Cadenas que Dios quiere, el corazón, Dios está viendo tu corazón hermana. Oh, I got to stop.

Algo grande está sucediendo hermanos, cadenas están cayendo. Pero esto... hay personas que dicen eso no soy yo. Pero Dios ve el corazón, él no ve la apariencia. Esa sonrisa falsa se acaba, pero cuando estás solo y necesitas que Dios te haga sentir su amor entonces al que el Hijo ha hecho libre en verdad es libre.

Yo no sé cuántos en esta mañana necesitan algo especial de Dios. Levanten su mano los que traen una necesidad especial, una necesidad especial. Algo más de ordinario. Levanta tu mano y levántala, levanta dos manos si quieres que Dios te de la respuesta en este día. Dije que levantes dos manos si quieres que Dios te de la respuesta.

Hay cadenas invisibles que necesitan caer en tu vida. Jesús. Oh Señor, Dios tiene algo especial para tu vida.

Hay alguien que necesita sonreír, estar lleno del gozo de Dios, porque tu vida necesita ser libre de las cadenas del enemigo. Jesús, este corazón llénalo de tu presencia.

Hermanos, ya voy a terminar pero el Espíritu Santo me dice que hay una persona en esta mañana bien encadenada. Óigame bien, dije que hay una persona que está bien encadenada y necesito que la iglesia se una en oración. Quiero que todo ojo cerrado por favor, toda mente concentrada en el Señor porque Dios quiere liberar a alguien que ha estado sufriendo por muchos años cadenas invisibles. Nadie sabe, ni tu misma esposa sabe que esto está atormentando, te está comiendo por dentro, pero al que el Hijo ha hecho libre será libre verdaderamente.

Hermana tu que estás preocupada del futuro de tus hijos, de tu familia, confía en el Señor, pon todo en las manos de Dios. Ahí va hermanos, ahí va la presencia de Dios. Dios está tocando a alguien que necesita ser liberado. Jesús. En el nombre de Jesús yo proclamo liberación, proclamo libertad en el nombre de Jesús, en este momento Señor, rompe las cadenas.

Escucha hermano, escucha con los oídos espirituales, hay cadenas que están cayendo de las manos. A ver cuántos me pueden levantar las manos y moverlas, cuántos pueden sentir el amor de Dios en esta mañana, cuántos saben que Dios en verdad nos está amando en esta mañana. En el nombre de Jesús liberación.

Cadenas invisibles han caído, cadenas visibles.

La excelencia del poder

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Vamos a escuchar a nuestro hermano, el pastor Gilberto Samano, que está con nosotros. Gilberto y su esposa Carmen, sus hijos asisten a nuestra iglesia. Ellos han sido pastores en California y en diversos países de Europa. Lo hemos escuchado predicar y ha sido de gran bendición escuchar la palabra de Dios a través de él. Ellos están aquí en Boston por un tiempo y mientras tanto vamos a aprovechar las bendiciones que Dios ha puesto en su vida y en su ministerio. Así que en esta mañana yo le pido al hermano Gilberto que nos bendiga con una palabra de Dios, y ¿cuántos esperan bendición? Amen. Denle un gran aplauso de bienvenida al pastor Gilberto.

Bendiciones a todos en esta mañana. ¿Cuántos están contentos de estar en la casa de Dios? Voltee a su hermano ahí a un lado y dígale, estoy contento de estar en la casa de Dios.

Tell somebody you’re happy to be in house the Lord.

 

Hermanos, nos hemos gozado con la primera parte de este culto, y quiero agradecer a Dios por esta oportunidad y a nuestro pastor y a todos los pastores ancianos de esta iglesia por esta oportunidad que ustedes me dan para poder vocear la santa palabra de Dios.

Y hermanos, nos hemos gozado... ¿Cuántos han gozado sintiendo la presencia de Dios? Yo creo que es algo muy importante poder sentir su presencia y hermanos, nos hemos gozado al sentir su presencia y creo que todavía el Señor quiere bendecirnos.

¿Cuántos traen una necesidad? Levante su mano si usted trae una necesidad delante de Dios. Creo que todo los que estamos aquí tenemos necesidad de alto. Y hermanos, yo quiero inmediatamente entrar en la palabra de Dios para aprovechar el tiempo y no ser muy extenso. Pero, queremos dejarles en su corazón lo que Dios ha puesto para que sea su palabra la que nos edifique, nos santifique y nos dé nuevas fuerzas para seguir adelante.

Quiero, hermanos, en esta mañana seguir el hilo de que hemos estado escuchando las hermosas predicaciones y enseñanzas en estos últimos meses de nuestro pastor y los diferentes pastores, sobre el Espíritu Santo. Y yo quisiera unirme en ese mismo sentir de parte de Dios, hablar un poco sobre este tema de la importancia del Espíritu Santo en nuestras vidas, en nuestra iglesia, en nuestras actividades.

Y creo, hermanos que lo estamos viendo, lo estamos experimentando y estamos sintiendo a cada día, más y más su presencia en nosotros. Quiero hacer in hincapié, o enfatizar enfáticamente que es importantísimo entender lo que es el Espíritu Santo en nuestras vidas.

¿Cuántos dicen amen a esto?

Sin embargo, creo que con todo respeto, digo esto, ya que el Señor nos ha permitido viajar un poco y hemos visto que a veces no se aprecia el Espíritu Santo, el movimiento, los dones y quisiera, hermanos, felicitar a nuestro pastor porque yo sé que Dios ha puesto en su corazón con mucha eficacia, ha estado desarrollando un tema muy, muy importante.

Y en esta mañana quisiera leer dos Escrituras para poner la base. Les invito que abran su corazón juntamente con su Biblia o si nos pueden mostrar Hechos 1:8, será la primera Escritura. Una Escritura muy conocida, muy clásica y hermanos, de aquí vamos a comenzar y luego hermanos, estaremos leyendo Segunda de corintios 4:7 al 9.

Quisiera, hermanos, si ya lo tienen digan amen, que Hechos 1:8 es una Escritura muy conocida que dice:

“... pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra....”

la siguiente Escritura que quisiera, o versículo que quiero leer es en Segunda de Corintios 4:7 al 9. la Escritura que el Apóstol San Pablo nos da un gran revelación, dice:

“... pero tenemos este tesoro en vasos de barro....”

Voltea y dile ‘somos barro’. Dos pies cúbicos de barro somos. Somos tierra.

Dice, “.... para que la excelencia del poder....”

Todos digan, la excelencia del poder.

“... sea de Dios y no de nosotros que estamos atribulados en todo pero no angustiados, en apuros pero no desesperados; perseguidos pero no desamparados; derribados pero no destruidos...”

Para gran gloria del Señor quisiera hablar del tema, la excelencia del poder. Díganlo conmigo, la excelencia del poder.

Veo que el Apóstol San Pablo usa esta palabra para enfatizar la grandeza, la hermosura del poder del Espíritu Santo. Y lo trata de hacer en una manera tan eficaz para que podamos entender que es algo excelente, es algo maravilloso, esl algo hermoso, poder sentir el poder del Espíritu Santo, hermanos.

No poder explicar muchas cosas que el Espíritu Santo hace, no se pueden explicar con la sabiduría humana. A veces el Señor hace cosas que nosotros no pudiéramos ni escribir, ni explicar, pero cuando Dios las hace él tiene un propósito divino y perfecto en su voluntad. Alguien diga, gloria a Dios.

Y hermanos, la excelencia del poder del Espíritu Santo es algo muy importante. Creo que muchas personas les gusta hablar del Espíritu Santo, a muchas personas les gusta ver el Espíritu Santo pero muy pocos en verdad le han abierto la puerta de su corazón para ser llenos del Espíritu Santo o ser bautizados con el Espíritu Santo.

Y a veces, hermanos, como que falta algo en la vida de un creyente cuando todo está bien, pero es que todavía no ha podido alcanzar lo que es la excelencia del poder del Espíritu Santo. Canta bien, sabe muchas cosas, sabe la homelética, la hermenéutica, la teología, la claseología, la escatología, sabe muchas cosas. Sabe levantar sus manos, sabe toda la rutina pero como que le falta todavía algo en su vida. Llega un problema, llegan vientos, llegan situaciones y a veces aquel cristiano busca algo y no lo puede hallar. Es que le falta conocer la excelencia del poder del Espíritu Santo.

En la Biblia tenemos tipos y figuras que representan el Espíritu Santo como la paloma, como el aceite, como el vino, como el viento, como el fuego, como ríos de agua viva. El que creyere en mí, como dicen las Escrituras, de su interior correrán ríos de agua viva.

Yo no sé cuántos conocen los ríos de agua viva, aquí ya no se ven muchos ríos, pero un río activo, un río vivo se está moviendo, no está estancado sino que se mueve en la fuerza, la excelencia del poder, es algo que cada actividad, hermanos, podemos sentir la presencia de Dios.

¿Cuántos dicen amen a esto? No importa lo que esté haciendo, puede estar en el carro, puede estar en la casa, puede estar en el trabajo, puede estar en muchos lugares y ahí puede sentir el poder del Espíritu Santo. Sin embargo, muchas personas, hermanos, como digo, se olvidan de ser llenos del Espíritu Santo, de buscar más y más de esta excelencia del poder del Espíritu Santo.

¿Por qué necesito el Espíritu Santo? Hágase esa pregunta. Por qué hizo el pastor hincapié, la hace casi en cada reunión, seamos llenos, busquemos, seamos bautizados, ¿por qué es necesario? Y se habla, y se habla, y se habla del Espíritu Santo, ¿por qué necesito, hermanos, ser lleno del Espíritu Santo?

Vamos a tocar algunos puntos rápidamente. El primero es que se encuentra en Juan 3, Capítulo 3, versículo del 3 al 5, una Escritura también muy conocida donde le dijo:

“... respondió Jesús y le dijo, ‘de cierto, de cierto te digo, el que no nace de nuevo no puede ver el Reino de Dios, y luego dice, y Nicodemo le pregunta, ‘¿cómo puede un hombre nacer siendo viejo? Puesto que acaso entrará por segunda vez en el vientre de su madre y nacer....”

“...Y luego respondió Jesús y le dijo, ‘De cierto, de cierto te digo que el que no nace del agua y del espíritu no puede entrar en el Reino de Dios...”

Dos cosas, primero, ver el Reino y allí se quedan muchos creyentes, ver el Reino, pero no entran en el Reino porque no han experimentado la excelencia del poder de Dios, o no han abierto la puerta de su corazón para poder sentir lo que es el poder del Espíritu Santo.

Y, hermanos, yo no sé cuántos de ustedes comen viendo la comida nomás. Yo me acuerdo, creo que el pastor se acuerda, allí en Francia hay muchas pastries, pastelitos, panaderías donde hay dulces.. yo miraba cuando llegaba y miraba por la vitrina estos pastelitos, hermosos con piña, con fruta, y hermanos, pasaba por allí y los miraba, pero no los saboreaba, nomás los miraba y mi esposa se enojaba porque le decía, no puedo resistir, tengo que entrar a probar.

Looks too good! Se veían muy bien y entraba y entonces sí podía uno saborear lo que era que estaba viendo. Así es el Reino de Dios, hay muchos cristianos que vienen a la iglesia, y de afuerita, de lejecitos, están viendo el Espíritu Santo pero todavía no han entrado a esa dimensión de sentir lo que es el Espíritu Santo en sus vidas, y por a veces llega el enemigo, llegan vientos, llegan problemas, y aquel cristiano no sabe qué hacer porque todavía no ha entrado en el Reino de Dios para sentir el Espíritu Santo.

Alguien diga gloria a Dios o amen. Y dígame si me están entendiendo hermanos, porque yo pienso en muchos idiomas y yo tengo que traducir al español y mi español no es muy correcto. Si sale italiano, inglés o algo más, perdonen, pero quiero que me entiendan hermanos, la palabra de Dios es clara.

Número dos, necesitamos el Espíritu Santo para tener el fruto del espíritu. Gálatas 5:21 dice, “... pero el fruto del espíritu es amor....”

Todos digan amor. Amore, en italiano.

“... gozo.... – todos digan gozo, - paciencia, dignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza contra tales cosas no hay ley...”

Se necesita el fruto del Espíritu Santo pero necesitamos el espíritu en nuestras vidas que para que ese fruto se desarrolle en nuestras vidas.

 

¿Cuántos quieren más del fruto del espíritu en sus vidas? ¿Cuántos necesitan más del espíritu?

y luego, número tres, hermanos, Gálatas 5:16 dice:

 

“...pues andar en el espíritu y no satisfacéis los deseos de la carne...”

Número tres, para qué necesito el Espíritu Santo, para caminar en el espíritu. ¿qué significa esto? Algunos piensan que es una dimensión donde van flotando en el aire y a veces hermanos, no entendemos, tratamos con la mente humana poder entender esto. ¿Qué significa andar o caminar en el espíritu?

Pero, hermanos, aquí el Apóstol San Pablo está hablando de una dimensión tan profunda que el hijo de Dios pueden en verdad entender, que cuando él está lleno del Espíritu Santo, pase lo que pase en su vida, él tiene la fe basada en la palabra de Dios, él sabe que su redentor vive, él sabe que Jehová es su pastor y que nada le faltará. Él sabe que Jehová es un sanador, él sabe que Dios no lo va a dejar en el valle, en la sombra, no importa lo que pase, aquel cristiano camina, camina porque está fundado en la palabra de Dios y está caminando según el espíritu.

Llega a mi mente, hermanos, cuando estuve yo de misionero por allá en Italia, me tocó ver en el sur de Italia muchos pastores que cuidaban ovejas porque allá se vende mucho el fromaggio pecorino, el queso de cordero y había rediles, había lugares donde había muchas ovejas. Y, hermanos, yo en mi vida no conocía mucho este tipo de vida, pero llegó a mi mente, hermanos, cuando en una ocasión visitando un rancho, decimos nosotros los mexicanos, había muchas ovejas, y hermanos, miré que el pastor estaba muy atareado esa mañana, sacando cada oveja y haciendo algo muy importante y me dijo, fui y lo saludé, comenzamos a platicar, y me dijo, ¿sabes lo que estoy haciendo en este día? Tenía como cien o más ovejas y dice, tengo que a cada una de las ovejas, ungirlas con aceite. Y hermanos, llegó a mi mente, ese salmo, ungiste mi cabeza con aceite.

Y le pregunté, ¿y por qué las tienes que ungir? Y dice, es que ya viene el verano y las ungía con aceite de oliva puro, virgen, verde. Y dice, tengo que ungirlas porque hay enfermedades, hay plagas que atacan a las ovejas y no pueden las ovejas resistir ciertas plagas, pero con el aceite, cuando su cabeza, y las estaba bañando, orejas, ojos, boca y todo con aceite. Dice, pero cuando las unjo con aceite, los mosquitos, las plagas, dice hay una plaga muy grave que destruye a muchas ovejas, es que hay un mosquito que entra por la nariz y pone sus huevitos y nace un gusano y mata la oveja por medio de destruir su mente, su cerebro.

Y llegó a mi mente, hermanos, qué importante es entender que a veces las Escrituras, por eso el salmista, yo creo que él sabía esto, que cuando escribió el salmo 23 dijo, ungiste mi cabeza con aceite para protección, el Espíritu Santo nos protege de las acechanzas del enemigo. El Espíritu Santo nos protege de las plagas, de las enfermedades que el diablo quiere usar para destruir nuestras vidas, pero gracias a Dios que hay poder en el nombre de Jesús para resistir todo eso que viene contra nosotros.

Voltee a su hermano y diga, hay que caminar en el espíritu.

Y luego, hermanos, el número 4 dice, “.... para ser guiados a toda verdad y toda justicia”, Juan 16:13 dice, “... pero cuando venga el espíritu de verdad os guiará a toda verdad porque no hablará de su propia cuenta sino lo que había de todos y es saber las cosas que habrán de venir, os guiará...”

¿Cuántos necesitan a veces, hermanos, guía en su vida? Levanten su mano los que necesitan guía. No sabemos a dónde ir, qué vamos a hacer, qué me va a pasar y a veces cuando uno entiende la excelencia del poder del Espíritu Santo es guiado por el espíritu. Usted que está aquí, amigo o amiga que nos visita en esta mañana, no es una casualidad, es que Dios quiere tratar con su vida, Dios es un Dios bueno, es un Dios de amor, que él desea ayudar a la humanidad, él desea sanar al enfermo, él desea levantar a aquél que está caído, él desea ayudar al pobre.

Necesitamos, hermanos, ser guiados por el espíritu.

Número 5 dice, para tener poder, fuerzas y quiero quedarme unos minutos en esto hermanos. Poder, regresando al versículo que leí, “... pero recibiréis poder...”

Todos digan poder. ¿Por qué necesitaban los Apóstoles poder? Habían estado ya con Jesús tres años y medio, habían visto milagros, habían escuchado enseñanzas, sabían del reino, sabían todas las promesas. El Señor les había instruido, pero el Señor les decía, vayan a Jerusalén y esperen allí hasta que sean bautizados y reciban poder. Dicen, ¿para qué? ¿Para qué necesitaban ese poder?

Y luego algunos dicen para ser testigos, pero no, dice, seréis testigos a causa de recibir este poder. En Mateo 3:11 nos dice:

“... y en la verdad, dice, os bautizo en agua para arrepentimiento, pero el que viene tras de mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo....”, habla Juan el Bautista. Y luego dice “.... que los bautizará con Espíritu Santo y fuego”

Alguien diga fuego. Dígalo más fuerte, diga fuego. ¿Cuántos se han quemado con el fuego? ¿Cuántos se han quemado un dedo, una mano? Yo no he visto ninguna persona que cuando siente el fuego se queda muy calmado y tranquilo, es un anormal si no se mueve, o no tiene sentimientos, pero normalmente cuando alguien se quema, ¿qué hace, hermanos? Grita, aaaaaaah u otros dicen otras cosas que no se deben decir.

Pero verdad que cuando se siente el fuego hay una reacción y esa reacción, hermanos, a veces no la entendemos. Hay personas que gritan, otros lloran, otros se agarran el dedo, otros se ponen los remedios caseros, el hielo, el huevo, la harina, y otros remedios, pero el fuego es algo que en esta representación del Espíritu Santo es algo poderosos, hermanos, el fuego es una explosión.

Esa palabra griega tunamis, que quiere decir poder, ¿poder para qué? El Señor sabía que sus hijos, sus discípulos íbamos a necesitar poder para tomar decisiones, poder para orar, poder para ofrendar, poder para levantar nuestras manos, poder para poder servir a Dios, se necesita poder para poder, hermanos, sentir la presencia de Dios, para resistir al diablo se necesita poder.

Entonces, este poder, la excelencia del poder del Espíritu Santo es algo que necesitamos, hermanos, buscar en nuestras vidas para poder ser victoriosos. Y dice el salmo 84, dice, “...bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, en cuyo corazón está sus caminos atravesando el valle de lágrimas lo cual lo cambia en fuente como la lluvia que llena los estanques....”

Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas. Todos digan fuerzas. ¿A cuantos se les ha acabado las fuerzas? A ver, levanten las manos. Yo creo que todos hemos pasado por a veces ese valle que hay algunos que dicen, no es muy temprano para ir a la iglesia. Otros les falta fuerza para, hermanos, alabar a Dios. El enemigo es tan astuto que nos quita la fuerza, nos roba la fuerza, para creer se necesita la fuerza, para abrir la palabra de Dios a veces, para escuchar la palabra y hay tantas distracciones, hay tantas cosas que nos roban a veces esas fuerzas que Dios nos quiere dar.

Pero en esta mañana quisiera que todos entendiéramos que la excelencia del poder del Espíritu Santo es tan grande que Dios por medio de su Espíritu Santo quiere ayudar a cada uno de nosotros para ser más que vencedores. No solo vencedores sino más que vencedores.

A ver digan, más que vencedores. No, nomás un vencedor, no nomás uno que levanta las manos, no nomás uno que dice yo siento a Dios o ve a otros y dice, ‘que bonito aquel hermano alaba a Dios, qué bonito canto, qué bonito que habla en lengua. Qué bonito Dios lo usa’ y nomás de afuera lo está viendo. Oh, no hermanos, es tiempo de entrar en el poder del Espíritu Santo y sentir ese poder en nuestras vidas.

Oh es algo hermoso cuando se siente el poder del Espíritu Santo porque se da cuenta uno, como dijo el Apóstol San Pablo, que nosotros somos barros, no merecemos esto. Los ángeles nos ven con envidia, que siendo ellos seres celestiales sí están delante de la presencia de Dios, pero nosotros somos el templo del Espíritu Santo.

Voltéese hermanos y dígale, yo soy el templo del Espíritu Santo. Despiértelo si está dormido.

Quiero terminar diciendo algo muy importante. En Isaías 40:31 dice, “... mas los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas...”

Algunos necesitan nuevas fuerzas para decirlo. ¿Cuántos no desayunaron? A ver dígalo, nuevas fuerzas. No, no se oye. Estoy sordo o no los oigo, hermanos. Dígalo otra vez, nuevas fuerzas, nuevas fuerzas, tendrán nuevas fuerzas. ¿Cuántos están esperando al Jehová, hermanos? ¿Cuántos saben que estas promesas de Dios tendrán nuevas fuerzas?

No importa lo que esté pasando en tu vida, tendrán nuevas fuerzas. Tendrán nuevas fuerzas. Tendrán nuevas fuerzas. El poder del Espíritu Santo, hermanos.

Pero eso fuerza la tenemos que recibir, no nomás verla. No nomás decir que bonito se siente, qué bonito. Hay personas que me han dicho, hermano, ¿por qué usted se emociona? Y algunos dicen y se mueve mucho. Ahorita estoy limitado a ..... scare anybody. Y es que les he dicho yo, por allá en Lucca, Italia, estaba predicando en un auditorio muy grande y pasó una ancianita italiana, los italianos son muy expresivos, muy artículos. Y estaba yo predicando la miré que la ancianita se quedó por allá en la puerta, lejos, y me estaba viendo. Y miré que fueron los hujieres a atenderla. Y corrió un hermano, corriendo y me dijo, hermano pastor, dice la ancianita que se calme porque le va a dar un infarto, le va a dar un infarto, que se calme, porque lo mira muy nervioso. Y cuando regresó le dije al ujier que le diga, dígale a la ancianita, que qué es lo que ella hace cuando siente fuego. Y corrió para atrás y se levantó sus manos y comenzó a decir, y de repente ella también comenzó a moverse, comenzó a sentir lo que yo sentía, y ya no me dijo que me iba a dar un infarto, sino que ella comenzó a pasar adelante, y comenzó a alabar y glorificar el nombre del Señor porque comenzó a sentir el fuego del Espíritu Santo.

 

 

Después se acercó y me dijo, perdóname, yo no sabía que dentro de ti este fuego está tremendo. Dice, yo me olvidé que tenía 80 años, y allí su bordón llegó y ya menos se caía pero Dios la levantó.

¿Cuántos saben que Dios levanta, hermanos? ¿Cuántos saben que Dios nos sana, hermanos? ¿Cuántos saben que hay poder en el nombre de Jesús?

 

Y luego, hermanos, quiero terminar como digo diciendo, que hay necesidad del gozo del Señor. ¿Cuántos necesitan gozo en esta mañana? Hermanos, la vida está llena de sinsabores. ¿Cuántos tienen problemas? A ver, hermanos, yo pensaba que yo era el único que tenía problemas. Yo pensaba que los problemas estaban en California. Usted tienen problemas con el clima, este frío está tremendo. Fíjese que ya estamos en abril, hermanos, y yo pensé ya ......... quité los termos y hermanos tuve que sacarlos otra vez, pero gracias a Dios que hay fuego del Espíritu Santo.

Gozo, todos digan gozo. Isaías 35:10 dice, “... y los redimidos por Jehová volverá a Sión con alegría y habrá gozo perpetuo....”

A ver, alguien diga, gozo perpetuo. “... sobre sus cabezas, tendrán gozo y alegría y huirán la tristeza y el gemido...”

Gozo perpetuo. Es un gozo que no se acaba. Todos digan, un gozo que no se acaba. ¿Será posible ser felices siempre, hermanos? ¿Será posible de veras ser felices? Algunos no pueden ni sonreír. A ver enseñen los dientes, si no tienen, no le hace. Voltéense y denle una sonrisa, hermanos. Denle una sonrisa a alguien, enseñen los dientes. Sáquese si los tiene postizos.

Gozo, gozo. Mucha ceremonia a veces, hermanos, no dejamos que el espíritu se mueva. Óigame bien, hermanos, hay mucha ceremonia y tenemos todo calculado. A las cinco y media pasa esto, y hay hermanos, que ya saben, hermanos, y están ya calculando, y va a decir el pastor esto, va a decir del diezmo, va a decir.... ya lo tienen bien programado. Pero ¿saben por qué, hermanos? Porque a veces nos falta el gozo perpetuo.

Cuando hay gozo, cuando hay alegría, hermanos, se ve, se nota. Dijo un grande hombre, si predicamos el Evangelio hay que demostrarlo, hermanos, hablamos del amor, hablamos del gozo, hablamos del poder, hablamos del fuego, hablamos que Dios es victorioso en nuestras vidas y a veces andamos con una cara de limón, con la cabeza caída, arrastrando los pies. Nadie me quiere, nadie.... pobrecito yo, soy muy grande. Alguien me va a ayudar pero no me han ayudado.

Eso no le costó nada, hermanos. Pero quiero decirles que a veces nuestras acciones hablan más que nuestras palabras. Gozo perpetuo. Joy unspeakable. Y la magnificencia, la excelencia del poder es cuando usted puede sonreír cuando no debe sonreír. A ver hermanos, otra sonrisa, sáquese los dientes.

Some of you don’t know how to smile. La iglesia nos ha hecho muy almidonados. Soldados de madera dicen algunos, estamos muy..... no nos podemos arrugar. Algunos .... zapato.... no nos quiere..... a acabar. Pero cuando hay gozo del poder del Espíritu Santo no le importa de los zapatos, no le importa del saco, de la corbata, lo que usted quiere es sentir a Dios, usted quiere que Dios le hable, usted quiere que Dios le levante, que sabiduría, quiere sentir el poder de Dios.

Hermanos, yo soy cristiano victorioso. Y hermanos, yo sirvo a Dios y allí voy a León de Judá y todo está bien hermoso y a veces los amigos dicen, yo no quiero ir allí porque en adelante yo también voy a andar así. ¡Aleluya!

 

Pero, qué hermoso es cuando usted siente alguien y es contagioso. Va y mira a esa persona y viene y lo saluda. Hermano pastor, cómo está, Dios le bendiga, Dios me ha bendecido.............. oh, hermano, yo siento es el poder de Dios. oh hermano, qué bueno es servir a Dios...... el poder, el gozo, no estamos muertos, servimos a un Dios vivo, servimos a un Dios vivo.

Ese Evangelio es para valientes, hermanos. Los valientes arrebatan el reino de los Cielos. Bendiciones. Hello. Y aquel hermano está lleno del poder y sirve a Dios y .... Señor ayúdame, porque a veces no entendemos que la magnificencia del poder de Dios es tan grande.... pero hermano, usted no sabe lo que yo estoy pasando, hermano. Tengo problemas y algunos hermanos viven en el problema pero no ven la solución.

Óigame bien, yo tengo algunos años caminando en esto y a veces hermanos, no crea que siempre ha estado todo color de rosa. Ha habido valles y yo me acuerdo hermanos, cuando comencé esto. Me acuerdo que estaba recién casado.

¿Cuántos se acuerdan cuando se casaron? No cansados. Dios bendiga a mi esposa que me ha aguantado más de 25 años, pero gracias a Dios que Dios nos ha conseguido hacer cosas. Yo le dije cuando me conoció, te voy a llevar por todo el mundo y le dijo mi suegro, no le creas nada. Pero gracias a Dios que ella siempre tenía el deseo de ir a Venecia y le gusta mucho la pizza italiana, y la comida italiana. Y yo le dije, un día vamos a vivir en Italia y ustedes saben que cuando uno está joven y habla estas cosas, pero es que nuestras palabras son vida. Gracias a Dios que Dios me ha concedido todo lo que le he pedido, tengo miedo de decir porque hay una responsabilidad cuando usted le pide a Dios algo.

La llevé a Vendencia, no una sino muchas veces, pero quiero decir esto para gloria de Dios, hermanos, cuando estaba preparándome para el ministerio, usted saben nos casamos y bien contentos, ya había estado yo preparándome para un año en un colegio. Estaba en una universidad estudiando teología, preparándome bien contento y estábamos esperando nuestro primer hijo o hija, lo que Dios nos iba a dar, todo contento, todo color de rosa, alegres, felices, Dios nos estaba bendiciendo. Y hermanos, pasaron los 9 meses, un día recibo la telefonada, yo estaba en San José, California, ella estaba en Fresno. Corrí para Fresno que estaba dando luz y llegué hermanos feliz, contento. Iba todo el camino cantando.

¿Cuántos de ustedes saben cantar cuando todo está bien? Verdad, que el canto viene hermoso con una sonrisa, esa alegría. Qué hermoso ese canto cuando todo va bien. pero llegué al hospital y me dieron las malas nuevas, Señor Samánolo, hubo complicaciones, su hija nació pero tiene un problema muy grave, una niña Marisela Ruth le pusimos, una niña blanca, así guapa como yo, ojos azules, mi abuelo era español y Dios nos bendijo con sus ojos azules. Yo bien contento, orgulloso y me dijo el doctor, agarre su niña porque está muy grave.

Me acuerda que pesaba 8 libras, bien sana, bien fuerte. La agarré, la miré y hermanos, murió en mis brazos. Hello! Así me pasó como a ustedes. Aterricé. Y de repente dije, ¿qué pasó? Y luego llegó el diablo y me dijo, ¿dónde está tu Dios? Y luego me convenció, ¿estás estudiando para el ministerio y acabas de perder tu hija? Y hermanos, allí mismo, cuando le entregué la hija mía al doctor, dijo, no se puede hacer nada, ya perdió su respiración.

Hermanos, allí comenzó el diablo a atacarme fuerte. Y la primer cosa que me dijo el diablo fue, ‘cómprate una botella de tequila’, como buen hispano. No se rían ustedes, en Puerto Rico usan el ron, ron, ron, la grapa, otras cosas, pero a nosotros los mexicanos nos gusta la tequila con un gusano adentro.

Pero le dije, no, no, no, yo creo que Dios está conmigo y comencé una reflexión tremenda, una lucha, una guerra. ¿Cuántos saben de lo que estoy hablando? Esa guerra, donde tu mente y tu corazón te dicen que hagas todo lo contrario a lo que la Biblia dice. De repente, hermanos, el Señor me dio nuevas fuerzas.

Todos digan, nuevas fuerzas. Y me llevó a aquel gran patriarca Job, dije él perdió no solo sus hijos, sino no una, sino todos sus hijos y comencé a agarrar un poco de fuerza pero con mucho temor, hermanos, y temblor. Estaba temblando y llorando, y estaba hasta enojado con Dios.

¿Cuántos están enojados con Dios? Sean sinceros. Levanten la mano todos los que se han enojado al menos una vez en su vida con Dios. Como somos mentirosos, algunos no han levantado la mano. Pero sí nos enojamos.

Yo me enojé y corrí, hermanos, ¿saben qué? Busqué una capilla ahí en el hospital, salí, busqué una capilla. Me acuerdo que llegue a Coliba con el chany como dicen aquí, y todo cubierto. Corrí a una capilla y comencé a platicar con Dios.

¿Cuántos saben de eso? No orar, porque a veces usamos unas oraciones muy largas, sino a platicar, Dios mío. ¿Cuántos saben de lo que estoy hablando? Esa oración íntima donde uno necesita paño, le está saliendo lágrimas y otras cosas, pero no le importa porque usted está platicando con Dios. ¿Cuántos saben de lo que estoy hablando? Y comencé a decir, ‘Señor, ¿qué pasó? Y como que el diablo, te dice, te está castigando Dios. A veces cuando pasamos por algo la primer cosa que el diablo te dice es, te está castigando Dios pero no es lo que Dios hace.

Me acuerdo que me hinqué y le dije, Señor, no se qué está pasando, acabo de perder mi hija. Yo no sé por qué, Señor, pero algo tengo que aprender. Ayúdame. Y allí platicando con Dios solo, porque la intimidad con Dios debe ser solo. Ya no había las masas, ya no había los templos, ya no había las luces, los micrófonos, era solamente yo y Dios. Tu y Dios. Usted y Dios.

Levante su mano si usted sabe de lo que estoy hablando. Allí en su lugar íntimo. Y le dije Señor, no sé qué está pasando, pero ayúdame. Y con mis lágrimas en mi boca, comencé a decir, gloria a Dios. Gracias, Jesús. Gracias por haberme quitado a mi hija. Algo no lógico.

Y estaba un señor allí, un doctor, se acercó y me dijo, necesitas medicina. You’re crazy. Le vas a agradecer a Dios porque te quitó tu hija. No estás bien, estás en luto. No, le digo, estoy platicando con Dios. y me miró, movió la cabeza y salió corriendo. Al rato llegaron unas enfermeras, me querían dar una inyección para calmarme los nervios y unas píldoras y que esta.... no, les dije, no, quiero platicar con Dios. Denme unos momentos. Y allí en esa capilla yo y Dios, no había una iglesia, no había amigos, no había pastores, no había nadie, pero ahí estaba el poder de Dios. Sentí la presencia de Dios y luego le dije, Señor, ¿por qué? ¿Por qué? Y pasaron los momentos y el Señor me comenzó a habar a mi corazón. Me dijo, ‘¿Tu quieres ser usado de Dios? ¿Cómo vas a poder consolar si no sabes lo que es dolor? ¿Cómo vas a poder ayudar a alguien si tu nunca has pasado por lo cuando se pierde.

¿Cuántos saben qué es lo que se siente cuando se pierde un ser querido, un hijo, una hija? Y luego me dijo el Señor, te estoy dando una lección y tu no la quieres recibir, como que me tuvo que.... de repente como que dentro de mi boca comenzó a salir más la adoración, la alabanza y la magnificencia del poder de Dios se comenzó a manifestar en mi vida algo que nunca lo podía imaginar, como gozo y alegría, nuevas fuerzas. Y gracias, Señor. Levanté mis manos y comencé a decir, Señor, todo el imperio, todo el Reino es tuyo, hágase tu voluntad, Señor. Dios dio, Dios quitó. Sea el nombre de Dios glorificado.

Y hermanos, pasaron unos días y pasó esa prueba tan grande y mi esposa decidió, como era nuestra primer hija, y los hermanos nos ayudaron y tuvimos un funeral, pesaba 8 libras. Tuvimos un funeral, se la entregamos a Dios y todo muy bonito, fuimos y dijo mi esposa, que ella quería ir al cementerio una sola vez, porque Marisela ella estaba allí pero que su cuerpo, pero ella sabía que estaba con Dios. Y yo, hermanos, como un buen esposo quise acompañarla. Dije, voy a ir y llegamos al cementerio a buscar como acababan de sepultarla, enterrarla, no hallábamos, estábamos buscando y pasamos por allí y vimos una señora que estaba gritando a grito alto y sacándose los cabellos, gritando hermanos, gritando y jalándose los cabellos y nosotros estábamos buscando los resto, dónde había puesto, no habían marcadores y mientras caminábamos esta señora se nos queda viendo, estaba gritando y jalándose los cabellos y gritando, y cuando pasamos por ahí gritó, ¿sabe lo que es perder un hijo? Y volteó y le digo yo, sí, nosotros también acabamos de perder nuestra hija.

Rápidamente me comentó que ella había perdido su hijo en un accidente en México, un hijo de 5 años, en una cacuneta había rodado, había aplastado, lo había matado instantáneamente. Y ella estaba amargada, gritando. De repente el Señor me dijo háblale de mi amor, háblale de mi poder. Ahí en el cementerio, ella se llama Yolanda, le dije, Yolanda, Dios es el único que te puede consolar.

Comencé a presentarle a Cristo, ella después me confesó que su esposo era maestro de la universidad de Fresno de francés. Ella era maestra en la universidad de español y comenzamos a platicar. Era una persona muy educada pero que había perdido sy hijo. Le presenté a Cristo, hermanos, y ella me dijo, yo soy católica, yo no necesito eso. pero le dije, mire Cristo la ama y le va a ayudar en esta situación.

Hermanos, comenzamos a hablarle de Cristo. En dos o tres días trajo a su esposo, le presentamos a Cristo. Aceptaron a Cristo los dos, pero no solo ellos, sino comenzaron a hablarle a toda su familia. De repente, hermanos, doce de ellos, de su familia inmediata aceptaron a Cristo. Hoy la mayoría de ellos son pastores o misioneros en otras partes del mundo. Mis caminos no son nuestros caminos, mis pensamientos no son nuestros pensamientos.

La excelencia del poder de Dios. Dios hace cosas en su voluntad perfecta que nosotros no entendemos. Ahora, cuando veo para atrás sí me duele, hermanos, pero enseguida después de esta conversión, de esta familia, de esta pareja ahí en el cementerio, Dios usó a ella para traer muchos ahora son pastores en California, tiene un hermano en Tejas, otro en México. Dios usó según lo que yo pensaba la pérdida de mi hija para salvar a muchos.

Después llegó palabra profética que Dios me daría otra hija. Gracias a Dios que tengo aquí mi chaparrita Diana, ponte de pie, hija. Estoy muy orgulloso de mi hija, hermanos. .... Dios en mayo se gradúa aquí de Boston University, BU, para comenzar su carrera para estudiar para médica. Ella quiere ser cardióloga. Ya acabó sus primeros cuatro años.

¿Cuántos saben que Dios es grande hermanos? Dios no te da nada, no te quita para darte algo, sino que él te ama tanto, hermano, que necesitamos entender la excelencia del poder de Dios.

yo no se cuántos de ustedes en esta mañana han venido buscando algo de Dios. yo pudiera decirte otras cosas pero lo que Dios puede hacer en un segundo, yo no lo puedo hacer en una media hora.

Los voy a invitar que se pongan sobre sus pies. La excelencia del poder del Espíritu Santo es algo tan grande, tan maravilloso. Yo siento en mi espíritu que hay personas que están pasando por cosas difíciles. Quiero que corran a este altar rápido. Si usted está en una situación, no, no problemitas, problemotes. Algo serio, corra para este alta. Si usted quiere que Dios le de una solución, quiere poder para vencer su enfermedad, sus hijos, siento que hay madres que están perdiendo sus hijos, tienen una enfermedad.

Dios me está enseñando otra persona que esta batallando porque alguien en su familia alcohólica. El alcohol está destruyendo la vida de alguien. Pase, preséntalo, intercede por él. Hay enfermedades, hay cáncer, siento que hay cáncer en la familia de alguien. Oh ¡Aleluya!

La magnificencia del poder de Dios es que Dios es el que hace las cosas. Hay problemas matrimoniales, veo una pareja que está por separarse, ya están por ir al divorcio, la voluntad de Dios es lo que Dios unió el hombre no lo separe. Si tú eres esa pareja, pasa. Yo no quiero saber quién eres, Dios ya sabe.

Hermanos, hay una persona, Dios me está enseñando que tiene problemas al corazón, ha estado llorando mucho. No sé quién es esa persona, ha estado llorando mucho. Oigo tus lágrimas. Veo alguien que un hijo que está en las drogas, aquí por aquí estás en una pandilla, veo a un hijo de alguien en una pandilla. Tu estás preocupado, piensas que lo van a matar.

La magnificencia del poder de Dios te va a dar la solución. Hay alguien que tiene problemas en los huesos, artritis. Siento artritis. ¿Cuántos saben que Dios puede sanar las enfermedades? Él es el que sana tus dolencias. Oh, Jesús. Yo no sé cuántos de ustedes han venido en verdad buscando a Dios pero yo lo siento que él está aquí en esta mañana.

Oh ¡Aleluya! Veo una esposa que está muy preocupada por su esposo. Se está alejando de Dios. Dios te lo puede traer para atrás a tus pies. Entrégalo en las manos de Dios. oh hermanos, Dios está haciendo ya cosas grandes.

Miren hermanos, nadie se preocupe, el espíritu de Dios está tan fuerte aquí ahorita, las personas están cayendo, no se preocupen, es el espíritu de Dios. Yo quiero que usted comience a decirle nuevas fuerzas. Dígale, Señor, necesito nuevas fuerzas. Dígale, necesito nuevas fuerzas.

Yo no sé qué hacer. I don’t know what to do. Pero, ahí viene la excelencia del poder de Dios, hermanos. Yo siento llorar con alguien. Alguien necesita llorar por alguien. Ya no puedes llorar. Hay tratado de llorar por años, estás amargado y tienes amargura de raíz. Llora, sácala y Dios te va a dar algo muy grande en tu vida. Yo necesito algo diferente alguien está diciéndole a Dios, y es.... la excelencia del poder es esto hermanos.

 

Que a lo mejor pensamos que nadie sabe de nuestra necesidad pero Dios sí sabe. No le has dicho a nadie tu problema, pero antes que salga la palabra de tu boca, ya Dios la sabe. Quiero que alguien levante manos en señal de victoria.

Pero no puedo, tengo problemas, pero levántela. Están pesadas, ahorita. Levante manos en señal de victoria. Ahí va, ahí va la presencia de Dios. Yo no lo puedo hacer, pero Dios sí lo está haciendo.

Yo no sé cómo lo vas a hacer, hay problemas económicos en una familia, alguien está perdiendo su casa. No te preocupes Dios da y Dios quita pero el nombre de Dios será glorificado.

Para mañana recibirá respuesta que una financiera te va a refinanciar tu casa. Dios te prosperará. Nuevas fuerzas.

Hay incertidumbre. Hay alguien que tiene mucha incertidumbre para hacer una decisión. Y yo no sé quién pero alguien está batallando para hacer una decisión. No sé si es para escuela, para estudios, para alguna operación, alguien está esperando una noticia muy importante en el correo. Dios te la va a dar. Ahí viene.

La excelencia del poder de Dios es tan grande que no lo podemos explicar. Quiero abraces a alguien que necesita un abrazo. Dios te está enseñando que abraces a alguien. Abrázalo. Abraza a alguien. A veces en la unión está la demostración del espíritu de Dios. A veces se necesita sentir el amor, a veces se necesita sentir el dolor de otra persona.

Algo está pasando en este altar hermanos, que usted no lo puede explicar. Hay lágrimas que salen de un corazón y ahí va el espíritu de Dios. En el nombre de Jesús, en el nombre de Jesús, en el nombre de Jesús, glorifícate Señor.

Dios es tu consolador. Dios es tu salvador. Jehová es mi socorro. Jehová es mi socorro.

Alguien necesita su cabeza ungida con aceite, hay plagas, hay pensamientos malos, impuros, pero Dios te quiere limpiar en esta mañana. ¡Aleluya! oh hermanos, la dulce presencia de Dios se pasea.

Quiero que alguien levante su mano y la mueva un poquito nomás si usted siente. A ver levante la otra mano y muévalo un poquito. Se siente en el aire la presencia de Dios. la lluvia del Señor está cayendo. Jesús.

Nuevas fuerzas, saldrá victoria, reconciliación, perdón. Alguien necesita perdonar a alguien. El diablo ha puesto la raíz de amargura, tú lo perdonas, para prosperar tienes que perdonar, aquel que tu ofende, amenaza a tus enemigos. En esto conocerá el mundo que sois mis discípulos y que se aman los unos a los otros.

El Espíritu Santo está obrando en alguien ya, hermanos. Hay una persona que necesita trabajo, levante sus mano quien está buscando trabajo. Muévala así, no sé dónde está esa persona. Usted quiere un trabajo mejor.

La magnificencia, la excelencia del poder de Dios es esto que antes que nosotros pidamos Dios ya sabe nuestras necesidades. Voy a pedirle al grupo que cante hermanos, algo, una alabanza a Dios y ya voy a terminar, pero yo sé que no hay mucho tiempo y quiero terminar solamente diciendo esto:

Congregación, iglesia León de Judá, el Señor dice si me buscas me hallaréis, si pides recibiréis, si tocas se te abrirá. La excelencia del poder del Espíritu Santo. Mientras el grupo canta algo yo quiero terminar solamente pidiendo consolación para alguien, alguien está con mucha necesidad de ser consolado. Veo un corazón con muchas heridas, veo un corazón con muchas heridas sangrando. Dios quiere curar tus heridas.

El diablo te ha robado ya por mucho tiempo. Quítale con el poder que Dios te ha dado por medio de su Espíritu Santo. Quítale el terreno que el diablo te ha robado. Palabra profçetica para alguien. Take back what the devil has taken from you.

Quítale al diablo lo que él te ha quitado en el nombre de Jesús. La exceelcnai del poder de Dios, mientras se alaba a Dios manos levantadas, alguien que necesita algo diferente de Dios, tu ya sabes, tienes mucho tiempo sirviendo a Dios pero quieres entrar en otra dimensión espiritual, Dios quiere usar, Dios quiere levantar misioneros, apóstoles, profetas. Esa es la excelencia del poder de Dios.

Por la locura de la predicación salvad a los perdidos en el nombre de Jesús Señor te presento tu pueblo. Señor, yo no los conozco pero tu sí conoces cada corazón, cada familia, cada matrimonio, cada hijo, cada padre, cada madre, cada problema, te lo presentamos en este momento.

Oh, hermanos, hay victoria en esta mañana. Alguien diga victoria. Cuantos le pueden dar un aplauso de victoria al Señor.

¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya!

oh Jesús, yo quiero hermanos, terminar mientras los hermanos sigan tocando, sigan alabando a Dios, hay un hermoso espíritu de convicción. Habrá alguien que quiere renovar sus votos con Dios, óigame bien hermano pastor, I’m going to step up by faith. Habrá alguien que quiere ser misiones en otro país, no levante su mano porque se va a cumplir, quiere que Dios lo lleve a otro país para predicar su palabra. Levante su mano, una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez.

Diez misioneros para la gloria de Dios, palabra profética de Dios. Habrá alguien que quiere ir a Sudamérica. Levante su mano y muévala. Habrá alguien que quiere ir a Centroamérica y el Caribe, el África, Europa, esta mañana recibí un email de una mexicana que está en Ravigna, Italia abriendo una iglesia. Dios la llevó de México a Italia. No sabe italiano y me escribió diciéndome, hermano pastor, no sé por qué Dios me trajo de México, extraño la tortilla, los tacos, pero Dios me tiene aquí abriendo una iglesia y Dios nos está abriendo puertas.

Quiero decirles hay diez personas que pude contar yo, si alguien escribirá a esta profecía, van a salir 10 misioneros o más de este lugar para predicar su Evangelio. Oh hermanos, yo siento a Kenia, Dios me está enseñando Kenia ahorita. Quién quiere irse para Kenia.

Última cosa que quiero hacer, hermanos, quiero que se ......

 

¿Cuántos están casados? Levanten sus manos los que están casados. ¿Cuántos tienen a su esposo, su esposa aquí presente en este culto? Corra y vaya y tome la mano de su esposo, o de su esposa. Corra. Dios me está enseñando una bendición especial para las parejas. Corra, acérquese a su esposo a su esposa. No le importa los que estén viendo, usted necesita es tu esposa, es tu ayuda idónea que Dios te ha dado. Hay una bendición para algunos matrimonios necesitan reconciliarse. Abrace a su esposa, abrácela, abrácela, pídale perdón, hermano. Pídale perdón a su esposa porque a veces las ofendemos sin saber.

Oh Jesús. Something is happening. Siento una unión familiar hermanos, gracias Señor. Esta es la excelencia del poder de Dios. Tu esposo no está aquí o tu esposa no está aquí tu también puedes interceder, tráelo a la presencia de Dios. Dile, Señor bendice a mi esposo, bendice a mi esposa a dondequiera que ella esté, ayúdala, únela, únela a mí que pueda sentir lo que yo siento por ti Señor.

Reconciliación, perdón, limpia, Señor. Alguien diga, nuevas fuerzas. Alguien dígalo más fuerte, nuevas fuerzas.

La excelencia del poder de Dios. Voy a invitar a nuestro pastor que tome este lugar. Dios les bendiga hermanos, y sigan orando.

Gracias por esas nuevas fuerzas, Señor, que tu nos das en esta mañana. Recibimos tu bendición. We receive that new strenght, Father that comes from your Holy Spirit. Thank you for you word.

Gracias por tu palabra, Señor. Gracias por la inspiración. Recibimos todo lo que tu pones en nuestros corazones. Te damos gracias. ¡Aleluya!. Gracias Señor Jesús. Gracias Señor Jesús. ¡Aleluya! Gracias.

Vamos a cantar un coro antes, vamos a cantar un último coro y con eso somos despedidos. Siga ahí recibiendo.... siga recibiendo lo que el Señor ha puesto en su corazón ahora y échelo ahí dentro en lo hondo de su ser y regrese a su casa sabiendo que ha escuchado palabra de Dios y que Dios tiene bendición para su vida, lo que él ha prometido, él lo ha de cumplir. Agarre ese milagro que usted ha recibido, esa palabra, esa promesa y váyase de aquí segura, seguro de que Dios es fiel para contestar todas sus oraciones.

Gloria al nombre del Señor. amen. Amen. Gracias Jesús. Gracias Señor.